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Revista de Geografía Norte Grande, 47: 63-80 (2010)


Tema central

Gestión de la emergencia ante eventos de


inundación por tsunami en Chile: el caso
de Puerto Saavedra1

Tatiana Montenegro-Romero2 y Fernando Peña-Cortés3

RESUMEN
La gestión de la emergencia ante un evento de inundación por tsunami en Chile
fue estudiada en el área urbana de Puerto Saavedra, Región de La Araucanía. Este
procedimiento consistió en tres etapas: (1) evaluación y zonificación del riesgo en
base a la metodología propuesta por las Naciones Unidas (ONU), (2) ejecución de
talleres de participación ciudadana según la metodología AIDEP, y (3) confección
de cartografía indicando zonas de seguridad y rutas de evacuación. Los resultados
mostraron dos categorías de riesgo: máximo, asociada al área urbana, y sin riesgo,
asociada al cordón montañoso. La comunidad no percibió como máximo el riesgo
de inundación por tsunami, lo que dependería de la localización de las unidades
vecinales y de la priorización de los riesgos más inmediatos. La aproximación de
este estudio es de utilidad para la actualización de planes de protección civil en
zonas litorales, experiencia que puede ser replicada en comunas costeras del país
y Latinoamérica.
Palabras clave: Tsunami, riesgos naturales, plan protección civil, participación
ciudadana, mapa de riesgo.

ABSTRACT
Emergency management of tsunami floods in Chile was studied in the urban area
of Puerto Saavedra, Araucanía Region. This procedure consisted of three stages:
(1) risk assessment and zoning based on the methodology proposed by the United
Nations (UN), (2) implementation of citizen participation workshops, according
to the AIDEP methodology, and (3) implementation of maps indicating safety
areas and evacuation routes. The results showed two risk categories: maximum,
associated to the urban area, and no risk, associated to mountain range. The
community did not perceive the risk of flooding due to tsunami as a maximum,
which depended on the location of housing developments and the prioritization
of the most immediate risks. The approach of this study is useful for updating
civil protection plans in coastal areas, an experience that can be replicated in the
coastal districts of the country and the rest of Latin America.
Key words: Tsunami, natural hazards, civil protection plan, citizen participation,
risk map.

1 Artículo recibido el 1 de diciembre de 2009 y acep-


tado el 14 de septiembre de 2010.
2 Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Católi- 3 Laboratorio de Planificación Territorial, Universidad
ca de Temuco (Chile). E-mail: tmontener@gmail.com Católica de Temuco (Chile). E-mail: fpena@uct.cl
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Los desastres naturales representan un de alto riesgo que prevean la inclusión de


problema ampliamente extendido a escala medidas estructurales y no estructurales para
global, ya que suponen un alto riesgo para la gestión de desastres (EIRD, 2005; Wamsler,
un mundo sostenible, tanto en su dimensión 2007).
social como en la económica, es por esto que
se han convertido en un problema central y El instrumento teórico para una mitiga-
crítico en las economías regionales (Ayala- ción racional y preventiva de los desastres
Carcedo et al., 2006; Zou & Wei, 2009). En naturales se denomina Evaluación de riesgo
las últimas décadas, la vulnerabilidad a las (Ayala-Carcedo et al., 2006), entendiendo
amenazas naturales ha aumentado dramá- riesgo como “el producto de la probabilidad
ticamente en América Latina y el Caribe, de ocurrencia de un desastre, por la vulne-
como consecuencia de una expansión urbana rabilidad en tanto por uno y la exposición”
rápida y desordenada (BID, 2005), es así que (Ayala-Carcedo et al., 2006: 21), esto signifi-
la región conoce muy bien la devastación ca que al aumentar la probabilidad de ocu-
ocasionada por inundaciones, terremotos, hu- rrencia, la vulnerabilidad y/o la exposición,
racanes, erupciones volcánicas, deslizamien- implica que el riesgo aumenta en una rela-
tos de tierra y sequías. En los últimos años, ción directamente proporcional. Siguiendo
las amenazas naturales han dejado un saldo este fundamento, Ayala-Carcedo (1993) con-
de más de 45.000 muertos, 40 millones de sidera tres factores de importancia que de-
damnificados y daños que superan los US$ terminan el riesgo: la peligrosidad del medio
32.000 millones (Clarke y Pineda, 2007). físico, la vulnerabilidad del medio construido
y la exposición de la población.
Los peligros naturales condicionan la ca-
pacidad de acogida del territorio, ya que al Según el World Institute for Disaster Risk
activarse pueden producir efectos indeseados Management (DRM) (BID, 2003), hay distin-
en las actividades humanas (Gómez, 1994). tas maneras de manejar los riesgos frente a
Por ello, la prevención es fundamental para amenazas naturales, entre las que se encuen-
minimizar las pérdidas materiales y humanas, tra la planificación territorial del uso de la tie-
la que debe ser socializada e incluida en las rra (por ejemplo exclusión de asentamientos
políticas públicas (Wamsler, 2007). En este humanos en zonas peligrosas), medidas pre-
marco, el planteamiento básico de cualquier ventivas, de emergencia y de recuperación
política de reducción de daños en un Estado o rehabilitación (basadas en una detallada
moderno, al igual que sucede con los riesgos planeación de la emergencia, la que debe
naturales, debe ser preventivo, por lo tanto, continuar mientras transcurra la situación de-
lo que debe minimizarse es el riesgo: la pér- sastrosa), la transferencia de riesgos mediante
dida esperable (Ayala-Carcedo, 2001). Sin seguros y el reconocimiento y aceptación del
duda, las políticas actuales dan énfasis casi riesgo por parte de la comunidad (mediante
solamente a las actividades de respuesta a el desarrollo de responsabilidades individua-
emergencias, las cuales gozan de una mayor les). De este modo, un sistema nacional para
visibilidad pública que la prevención. Esto el manejo de los desastres naturales, debe
ocurre porque los recursos son limitados y, comprender una interacción entre medidas
en muchos casos, la ayuda posterior al de- institucionales, mecanismos financieros y
sastre para la reconstrucción, proveniente de una población informada y con alternativas
fuentes externas, ha actuado como un desin- claras de acción frente a los mismos, tenien-
centivo para invertir en la reducción del ries- do en cuenta los conflictos de intereses y los
go (BID, 2005; Zhai & Ikeda, 2006; CEPAL, diferenciados niveles de percepción frente al
2007). En este sentido, es que en el Marco riesgo (CEPAL, 2007).
de la Acción de Hyogo, para los años 2005-
2015, se solicita a los gobiernos considerar la La gestión de la emergencia debe ser un
evaluación de los riesgos de desastre en los proceso planifi cado, concertado, participa-
planes de urbanismo y la gestión de los asen- tivo e integral de reducción de las condi-
tamientos humanos expuestos a desastres, ciones de riesgo de desastres (Chuquisengo
donde deben tratarse prioritariamente los pro- y Gamarra, 2001), por ello es necesario
blemas de la vivienda precaria o provisional establecer vías de comunicación entre los
y la ubicación de las viviendas en las zonas investigadores, las autoridades competentes,
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POR TSUNAMI EN C HILE : EL CASO DE P UERTO S AAVEDRA

los técnicos dedicados a la determinación del detectados a simple vista. Varios terremotos
riesgo y los vecinos afectados por los mismos, fueron acompañados además por tsunami,
del tal modo que las propuestas de todos los cuyo origen está relacionado justamente con
sectores sean consensuadas e incorporadas deformaciones bruscas del fondo marino
en la planificación para un desarrollo local (Lagos, 2000), por lo que terrazas marinas a
sostenible (Ferradas, 2004). En este contex- lo largo de nuestras costas atestiguan estos
to, la elaboración participativa de mapas de movimientos (Ramírez, 1986). Cabe mencio-
riesgos por parte de las autoridades, veci- nar, uno de los desastres naturales más im-
nos y encargados de la gestión y manejo de portantes de la historia ocurrido en Chile, el
riesgo puede ser de gran ayuda para la toma terremoto y tsunami de 1960, con una magni-
de decisiones en cuestiones de reglamenta- tud nunca antes registrada instrumentalmente
ción, reordenamiento urbano, zonificación (Mw 9.5). Trece de las 25 provincias de Chile
y planes de emergencia (Arauz et al., 2007; fueron afectadas sin incluir los daños a nivel
Convertito et al., 2010). Es así como la per- internacional en las ciudades y localidades
cepción de la población en torno a los ries- costeras pertenecientes al océano Pacífi co.
gos, el reconocimiento de su historia local, y Los efectos del desastre dejaron una pro-
su contribución en la identificación de zonas funda huella en la población y deterioraron
de amenazas, inciden decididamente en la seriamente la economía (OPS/OMS, 1994;
organización, en las tecnologías aplicadas, el Cisternas et al., 2005; Veyl, 1961; Sievers
acceso a recursos y en la capacidad de ges- et al., 1963; Atwater, 1999; SHOA, 2000).
tión con y ante las autoridades e instituciones Todos los pueblos costeros entre los 36º y
(Ferradas, 2004; Santiago y Sagástegui, 2008). 44º grados de latitud sur fueron destruidos
Las observaciones locales de la población no o dañados fuertemente por la acción de las
solo ayudan a los gestores de emergencias a ondas del tsunami y el sismo (Lagos, 2000).
corroborar los datos científicos y las interpre- Si bien este suceso ha sido el más recordado,
taciones derivadas de los sistemas basados en en los últimos 30 años han ocurrido nueve
tecnología, sino que, cuando ocurren acon- importantes eventos sísmicos, los últimos en
tecimientos peligrosos como los tsunamis 2005 y 2007 en la zona norte del país, lo que
dichas observaciones locales pueden llegar a reafirma la imperiosa necesidad de la preven-
ser la fuente primaria o única para detectar el ción para minimizar las pérdidas materiales
peligro y accionar la alarma (Hall, 2006). y de vidas humanas ante grandes desastres
naturales (CEPAL, 2007).
Por lo tanto, las actividades de capa-
citación en base a talleres participativos y Las costas son sistemas frágiles y esen-
seminarios constantes son imprescindibles ciales en el desarrollo de la humanidad, por
para mantener una población informada y ello en áreas urbanas costeras expuestas al
activa en la gestión de la emergencia, ya que riesgo de inundación por tsunami se requiere
el objetivo principal del plan es proteger y una planificación adecuada de actividades
salvar vidas. Bajo esta importante considera- y construcciones, estableciendo lugares de
ción, en el año 2002 el Gobierno de Chile refugio y rutas de evacuación que permitan
aprueba definitivamente el Plan Nacional la prevención y mitigación este riesgo (Lavell,
de Protección Civil del Ministerio del Inte- 2000; Lagos y Cisternas, 2008). Los proyectos
rior, que incluye aspectos preventivos, de de vivienda y asentamientos humanos debie-
mitigación, de preparación y alertamiento ran ser diseñados en beneficio de la preven-
temprano, derogando el Decreto Supremo Nº ción, habilitando zonas de escape en caso
155 de 1977 (Plan Nacional de Emergencia). de emergencia, en un marco que permita el
Así, se responde a los compromisos interna- diseño de verdaderos asentamientos y no solo
cionales suscritos en la Década Internacional conglomerados de casas, considerando vías
de Reducción de Desastres Naturales y a la y sistemas de escape para la mitigación de
modernización del propio Sistema Nacional probables impactos (Arguello, 2004). Tam-
de Protección Civil (ONEMI, 2002). bién es pertinente el establecimiento de áreas
de refugio en los sectores pertenecientes a la
La historia sísmica de Chile muestra que plataforma o cordón montañoso en sectores
en numerosas ocasiones las costas han expe- aledaños a las ciudades, habilitando caminos
rimentado solevantamientos o hundimientos hacia zonas de seguridad, como así también
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la instalación de señalética básica, donde la y la exposición. Para probar esta hipótesis, en


población reconozca las zonas de evacua- este estudio se propone el objetivo de evaluar
ción y seguridad. la gestión de la emergencia y la percepción
de la población frente al riesgo en el área
En Chile, la gestión de la emergencia en urbana de Puerto Saavedra, antecedentes que
caso de desastres se inicia con la activación pueden ser utilizados en la actualización e
de un Mando Conjunto a través del cual se implementación de planes de prevención a
adoptan las decisiones para que cada una corto y mediano plazo.
de las autoridades cumpla con su rol, los di-
versos actores son divididos de acuerdo a la Materiales y métodos
función estipulada en el plan de contingencia
y respuesta, encontrando para tales casos un
Área de estudio
mando de autoridad (Intendencia, Goberna-
ción, Servicio Hidrográfico y Oceanográfico
El área de estudio corresponde al asenta-
de la Armada de Chile), un mando de Coordi-
miento urbano de Puerto Saavedra, se ubica
nación (ONEMI nacional y Regional, Oficina
entre los 38° 47’ 16” de Latitud Sur, y entre
Comunal de Protección Civil, Municipalidad)
los 73° 23’ 47” de Longitud Oeste en el bor-
y un mando Técnico (Bomberos, Carabineros,
de costero de la Región de La Araucanía (Fi-
Seremis, Cruz Roja, Defensa Civil) (ONEMI,
gura Nº 1). Se incluyen, además, las zonas de
2001). En este marco, se establece que el úni-
seguridad en el área periférica. La población
co organismo técnico encargado de la entrega
total de la comuna es de 14.034 habitantes
de la información de un posible tsunami en las
de los cuales 2.679 pertenecen al área urba-
costas de Chile es el Servicio Hidrográfico y
na, siendo su superficie censal 1,7 km2, con
Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA),
un total de 814 viviendas (INE, 2003).
institución que tiene la obligación, después
de confirmada la emergencia con el Interna-
tional Tsunami Information Center (ITIC), de
Gestión de la emergencia ante
informar a la Oficina Nacional de Emergencia inundación por tsunami
del peligro real que posee este evento en las
costas del país, el cual dará información a los El procedimiento de trabajo se dividió en
diversos mandos de coordinación, para la acti- tres etapas: la evaluación del riesgo de inun-
vación de los planes de contingencia y alerta a dación, la percepción del riesgo mediante
la población (SHOA, 2000; SHOA, 2001). participación ciudadana y la zonificación
cartográfica del riesgo. La evaluación del
La Región de La Araucanía, por su confor- riesgo de inundación por tsunami se efectuó
mación y ubicación geográfica, está expuesta de acuerdo a la metodología propuesta por
permanentemente a diversas situaciones de la Organización de las Naciones Unidas
emergencia o catástrofe que pueden afectar (Ayala-Carcedo, 1993) adaptada por Ayala-
a una o varias comunas (Intendencia Región Carcedo y Olcina (2006). Originalmente el
de La Araucanía, 2004). Uno de estos fenó- procedimiento consiste en tres etapas, la pri-
menos es el tsunami, que si bien se presenta mera denominada inventario y evaluación de
con baja frecuencia posee una gran magni- riesgos (identificación del riesgo), la segunda
tud y efectos catastróficos en la población denominada análisis de riesgos (aceptabilidad
e infraestructura, como quedó en evidencia social y económica), y la tercera consiste en
en el terremoto y tsunami de 1960, evento el análisis de la reducción del riesgo (medi-
que provocó el hundimiento de 1,2 metros, das de mitigación). En este estudio solo se
dejando a la comuna de Puerto Saavedra consideró la primera etapa de esta metodolo-
prácticamente bajo el agua (SHOA, 2000). gía, puesto que fue necesaria la construcción
En este marco, y entendiendo la importancia de la carta de riesgo de inundación por tsuna-
de la prevención del riesgo de inundación mi, como herramienta base para la gestión de
por tsunami en Chile, se plantea que la ges- la emergencia, la que evaluó los factores de
tión de la emergencia ante un evento de riesgo del territorio y que fueron socializados
inundación por tsunami puede abordarse a través de talleres de participación ciudada-
participativamente mediante la evaluación na. El método para la contrucción de la carta
de la peligrosidad natural, la vulnerabilidad de riesgo integró tres factores: exposición,
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POR TSUNAMI EN C HILE : EL CASO DE P UERTO S AAVEDRA

vulnerabilidad y peligrosidad natural. Para integrado del Borde Costero de la Región de


Puerto Saavedra, se consideró la densidad La Araucanía. Propuestas y criterios para la
de población como única variable dentro del planifi cación ecológica de sus humedales”,
factor de exposición, el tipo de materiales de donde se categorizó el riesgo en cuatro cla-
construcción y número de viviendas dentro ses: máximo, medio, mínimo y nulo (Peña-
del factor de vulnerabilidad, y la geomorfo- Cortés et al., 2004; Montenegro-Romero,
logía, pendiente y altitud, dentro del factor 2006). En el caso de Puerto Saavedra, sin
de peligrosidad natural. Finalmente, la in- embargo, debido a la reducida área de estu-
tegración de los factores y variables fueron dio, donde el asentamiento urbano concentra
agregadas cartográficamente utilizando el la mayor parte de las actividades económicas
programa ArcGis 9.2, que originó la carta de y sociales, se utilizó el criterio de presencia o
inundación por tsunami. ausencia de población e infraestructura. Esto
determinó que los factores de exposición y
Esta metodología fue aplicada en el marco vulnerabilidad se clasifiquen únicamente en
del Proyecto Fondecyt Nº 1030861: “Análisis dos categorías: sin riesgo y máximo riesgo.

Figura Nº 1
Ubicación área de estudio

Fuente: Elaboración propia.


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Similar situación ocurre con el factor de peli- de iniciativas orientadas al impacto local. El
grosidad natural, el que considera la geomor- enfoque teórico-metodológico de esta etapa
fología como uno de los elementos más del estudio se encuentra en la investigación
relevantes para la categorización del riesgo, social participativa (Canales, 2006) y en la
en este sentido en el área de estudio solo se propia metodología AIDEP.
observan tres unidades principales, la llanura
aluvial, las terrazas y el cordón montañoso La tercera etapa consistió en la construc-
(Peña-Cortés et al., 2006), lo que determina ción de cartografía a escala 1:5.000, donde
su clasificación en las categorías sin riesgo y fue posible visualizar en detalle las zonas de
máximo riesgo, respectivamente. Adicional- seguridad y rutas de evacuación. Para ello se
mente, considerando el peor escenario, la realizó un levantamiento en terreno con el
altura máxima del tsunami en 1960 no habría apoyo de Cartografía IGM de Puerto Saave-
superado los 10 m en Puerto Saavedra (Mon- dra escala 1:50.000 y fotografía aérea escala
ge, 1993) y, en general, la cota máxima de 1:20.000 vuelo SAF Fondecyt Nº 1030861
inundación para las costas del centro sur de (2004), la información generada fue digitali-
Chile no superaría los 20 a 25 m.s.n.m. (La- zada y editada en el sofware ArcGis 9.2. En
gos, 2000; Lagos y Cisternas, 2008). esta fase se realizó un taller final de participa-
ción donde se presentaron los resultados del
La segunda etapa se basó en la aplica- proceso de investigación, en especial los re-
ción del método AIDEP (análisis histórico, feridos a las alternativas de evacuación frente
investigación en terreno, discusión y análisis, a un tsunami. Finalmente se presenta una
elaboración del mapa, plan), planteado por secuencia de fotografías áreas de los años
la Oficina Nacional de Emergencia (ONE- 1960, 1992 y 2009 donde es posible visuali-
MI), técnica nacionalmente conocida y uti- zar la expansión urbana y las modificaciones
lizada por las oficinas de protección civil a del territorio.
nivel municipal, para el desarrollo de planes
de preemergencia de forma participativa Resultados y discusión
(ONEMI, 2001).
Nivel de riesgo y percepción ciudadana
La participación local en la detección de
los riesgos se basó en un conjunto de acti- La evaluación de los factores de riesgo
vidades que incluyeron tres reuniones-taller determinó que la exposición y vulnerabilidad
con dirigentes sociales pertenecientes a las en el área urbana fueran máximos, justificado
cuatro juntas vecinales del área urbana y por la alta densidad poblacional (73,71 hab/
dos reuniones con la persona encargada de km2), con una densidad de viviendas de 10
la Unidad de Protección Civil y Cruz Roja, casas/km2, además, se advierte la presencia
además del trabajo de campo con los propios de establecimientos educacionales, servicios
vecinos y dirigentes. El propósito de esta básicos, infraestructura vial, obras portuarias
actividad fue recoger las percepciones acer- y servicios administrativos emplazados en
ca del riesgo y compartir criterios técnicos áreas de máximo riesgo. Asimismo, se cons-
y sociales para su identifi cación, elemento tató que la mayor vulnerabilidad se encuentra
que permitió la realización de un listado de asociada a zonas con construcciones que no
los riesgos presentes en el territorio, el que cuentan con fi jaciones en sus estructuras y
posteriormente fue priorizado por las propias que se distribuyen en posición paralela a la
juntas vecinales. Desde el punto de vista línea de la costa; aquí cabe mencionar que
práctico, la metodología contempló el trabajo el potencial destructivo de un tsunami es el
con dos grupos o tipos de actores, los veci- resultado de la inundación debido al impacto
nos, representados a través de sus juntas de de las olas sobre las construcciones y poste-
vecinos, y el municipio, representado a través rior erosión (Lagos et al., 2008). Así, la su-
de la unidad de Protección Civil y Cruz Roja. perficie de riesgo máximo de inundación por
De esta manera, se entiende la participación tsunami en el área urbana de Puerto Saavedra
ciudadana como un proceso de intercambio llegó a 330,8 ha, equivalente al 69% de área
de información entre agentes técnicos y ac- total evaluada. Esto se explica por la alta pe-
tores locales, cuyo propósito es la construc- ligrosidad natural del territorio, el que se en-
ción de un conocimiento y/o levantamiento cuentra geomorfológicamente ubicado sobre
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POR TSUNAMI EN C HILE : EL CASO DE P UERTO S AAVEDRA

terrazas y llanuras fluviomarinas (Figura N° establecen que los sectores más amenazados
2B). Además, se observó la presencia de hu- frente al riesgo de inundación por tsunami
medales ribereños formados por el terremoto son las llanuras aluviales y las terrazas in-
de mayo de 1960, el que entre otros efectos feriores hasta aproximadamente 2 km de la
generó el hundimiento del terreno. desembocadura de los ríos, por lo tanto, el
impacto de un tsunami variará sensiblemente
Esta situación se agrava si se considera de acuerdo a la topografía costera, debido
la cercanía de la desembocadura del río a que cuando la pendiente es relativamente
Imperial y cursos de aguas superficiales que fuerte la extensión de la zona inundada no
rodean el área urbana. Por otra parte, el es significativa, al contrario de lo que ocu-
área sin riesgo, que corresponde a 148,2 ha rre cuando el terreno es plano o con escasa
(31%), se justifica por la presencia de un cor- pendiente, donde la inundación resultante se
dón montañoso perteneciente a la cordillera puede extender tierra adentro por más de 300
de la Costa y a la baja densidad poblacional m cubriendo grandes extensiones de agua y
e infraestructura en esta área, lo que condi- escombros (Lagos, 2000; ONEMI, 2001).
ciona el lugar como un área de seguridad y
refugio potencial (Figura Nº 2). El recuerdo histórico de lo vivido en el
tsunami de 1960, sensibiliza y crea concien-
Desde el punto de vista de la evaluación cia en la población de Puerto Saavedr, frente
del medio físico, Mardones y Vidal (2001) al riesgo al que se exponen, lo que queda

Figura Nº 2
Zonificación del riesgo de inundación por tsunami (A)
y unidades geomorfológicas en Puerto Saavedra (B)

Fuente: Elaboración propia.


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demostrado en el trabajo de participación de la población además del tipo concreto de


ciudadana realizado con las juntas vecinales problemas cotidianos que inquietan a la opi-
(Cuadro Nº 1 y Figura Nº 3) donde se prioriza nión pública, influyen en el tipo de respuesta
dentro de sus problemas inmediatos el riesgo (García y Silió, 2001; Siegrist & Heins, 2006),
de inundación por tsunami. Sin embargo, otros aspectos como la forma de vida de la
este riesgo natural no es considerado como población, el grado de exposición del área
de máxima importancia, puesto que apare- geográfica, las características de sus vivien-
cen otros más inmediatos y que los afecta en das y su organización familiar (Arauz et al.,
forma frecuente (por ejemplo inundación de 2007) son consideraciones relevantes como
calles y desbordes de ríos). Cabe mencionar base para establecer el grado de percepción
que en la junta de vecinos La Ribera, la per- de la población frente al riesgo al que se en-
cepción del riesgo por tsunami cobró mayor cuentran expuestos.
importancia debido a que los participantes
corresponden en su mayoria a pescadores Las juntas vecinales y organizaciones
que sobrevivieron al tsunami de 1960 (Figura sociales son un espacio importante de parti-
Nº 3). Estos resultados se relacionan con la cipación ciudadana, debido a que se relacio-
experiencia directa de la población frente a nan personas diversas con un interés común
un desastre natural, ya que aquellas perso- para la realización de una acción determi-
nas que nunca han estado expuestas a estos nada, posibilitando el intercambio de expe-
eventos naturales pueden percibir menor riencias que facilitan los procesos para una
riesgo, y opuestamente, las experiencias emo- acción consensuada (Aedo et al., 2010; Mit-
cionales fuertes motivan un comportamiento chell et al., 2010). La percepción del riesgo y
hacia la prevención (Siegrist & Heins, 2006). la “cultura de riesgo” son importantes facto-
Este comportamiento puede justificarse en la res determinantes de la existencia y del éxito
subestimación de los riesgos locales ya que de las políticas públicas, ya que permiten la
pueden ser catalogados como fenómenos sensibilización y el fomento de la capacidad
extremos o raros (Burningham et al., 2008). de comprensión de los desastres naturales
De este modo, el grado de sensibilización (Nathan, 2008).

Cuadro Nº 1
Priorización en orden descendente del riesgo de inundación por tsunami

Junta vecinal Prioridad del riesgo


Palmeras Nº 4 Desborde de río
Inundación de calles
Tsunami
Nº 1 Cornelio Sepúlveda Desborde de río e inundación por las vegas
Tsunami
Desborde del canal
Anegamiento
Nº 2 Agusto Winter Inundación por marejadas altas
Derrumbe de sitios
Tsunami
Nº 2 Sector La Ribera Tsunami
Inundación
Anegamiento

Fuente: Elaboración propia.


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POR TSUNAMI EN C HILE : EL CASO DE P UERTO S AAVEDRA

Figura Nº 3
Localización de las juntas vecinales de Puerto Saavedra

Fuente: Elaboración propia.

En este marco, cabe destacar el último ción. Entre los aspectos positivos se enuncia
simulacro de tsunami realizado por la OREMI el alto porcentaje de participación por parte
Región de La Araucanía y el encargado de de la comunidad (64%) y de las instituciones
protección civil comunal en Puerto Saavedra comunales, que lograron realizar las funcio-
en conjunto con las autoridades locales, re- nes y acciones previamente establecidas en
gionales y Fuerzas Armadas en octubre del el plan, finalizando la evacuación total del
año 1999. Esta actividad tuvo por finalidad pueblo en un tiempo estimado de 27 minutos
evaluar el grado de percepción de la pobla- (OREMI, 1999). Sin embargo, dicha actividad
ción frente al plan, para crear conciencia requiere ser desarrollada con mayor frecuen-
del daño al cual se encuentran expuestos y cia.
reconocer los sitios de evacuación pertinen-
tes. La posterior evaluación del plan detectó En Chile, la gestión de la emergencia en
falencias operativas del mismo, entre las que caso de desastre se inicia con la activación
se encuentran problemas en las comunica- de un Mando Conjunto a través del cual se
ciones, coordinación de puestos de mando y adoptan las decisiones para que cada una de
falta de mantenimiento en las vías de evacua- las autoridades cumpla con su rol. Es en esta
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dinámica donde se manifiesta confusión por asistencia incluidos dentro del plan de con-
parte de la ciudadanía, si bien se percibe un tingencia frente al riego de inundación por
reconocimiento de actores clave, un 45% de tsunami.
las personas participantes no poseen claridad
de cómo o qué instancia institucional entrega Las vías de evacuación definidas corres-
la información. Ejemplo de esto es lo ocurri- ponden a calles, rutas o caminos comunales
do en el falso tsunami de Concepción el año y privados designados para el desplazamien-
2005 y el falso tsunami de Tongoy en el año to de la gente evacuada hacia las zonas de
2009 (Diario El Sur, 2006; Diario La Nación, seguridad. Mientras dure la emergencia, por
2005; Diario el Día, 2009), donde mediante estas vías no deben circular por ningún mo-
un aviso informal se alertó a la población en tivo vehículos. En tiempos de normalidad es
forma innecesaria, provocando pánico y des- recomendable que estas calles tengan fl ujo
concierto total. Por otro lado, queda de ma- permanente en dirección a las zonas de se-
nifiesto la tardía reacción y descoordinación guridad y no hacia la línea de costa (ONEMI,
ante el terremoto del 27 de febrero de 2010 2001), es por esta razón que se sugiere imple-
(Diario El Mostrador, 2010). mentar medidas estructurales, como proyec-
tos de mantención y pavimentación de cami-
Áreas de seguridad y de evacuación nos y ensanchamiento de puentes de acceso
a las zonas de seguridad.
El trabajo cartográfico y de participación
ciudadana permitió definir rutas de evacua- El crecimiento urbano y las
ción identificando calles y vías de acceso a modificaciones en el territorio
zonas de seguridad (Cuadro Nº 2 y Figura Nº
4). Se definieron dos zonas de seguridad: el A partir de la destrucción completa de
cerro Cementerio (zona I), considerado como Puerto Saavedra luego del terremoto y tsuna-
el centro general de operaciones, y el cerro mi de 1960 (Lagos, 2000) (Figura N° 5A), el
Huincul (zona II), los que forman parte de crecimiento urbano hasta el año 2000 fue
los cordones litorales ubicados sobre los 40 enfocado hacia al establecimiento de nuevas
metros de altura. Los mismos sirvieron como poblaciones en el cerro Huincul, donde ade-
áreas de seguridad en el terremoto y tsunami más se inauguró a mediados del año 2007 el
de mayo 1960. Las zonas de seguridad son Hospital Intercultural Arturo Hillerns (Figura
lugares que se encuentran fuera del área de N° 5C) ubicado en la subida de la calle Los
riesgo de inundación y deben ser espacios Araucanos, reemplazando su antigua ubi-
físicos amplios, que permitan recibir a toda cación en calle 18 de Septiembre (Figura
la población evacuada (ONEMI, 2001). En N° 5B), la que estaba inserta en un área de
el área de estudio las zonas de seguridad y máximo riesgo. Más recientemente, la inver-
resguardo poseen las condiciones de acce- sión pública en viviendas sociales a partir del
sibilidad adecuadas, tanto para el acceso de año 2007 en el área urbana de Puerto Saave-
personas como para el establecimiento de dra se ha materializado a escasos metros de
albergues temporales y servicios básicos de la línea de la costa y a solo 3 m.s.n.m. (por

Cuadro Nº 2
Principales vías de acceso a zonas de seguridad

Altitud Coordenadas
Zona de seguridad Vías de acceso
(m.s.n.m.) geográficas (UTM)
Cerro Cementerio (zona I) 42 0640.270 - 5.705.280 Calle San Sebastián
por calle 21 de Mayo
Subida calle Los Araucanos
Cerro Huincul (zona II) 79 0639.709 - 5.704.189 por calle Esmeralda

Fuente: Elaboración propia.


GESTIÓN DE LA EMERGENCIA ANTE EVENTOS DE INUNDACIÓN 73
POR TSUNAMI EN C HILE : EL CASO DE P UERTO S AAVEDRA

ejemplo villas La Costa y Los Cisnes) (Figura induciendo el riesgo de desastre (Lagos y
Nº 5C), sin considerar el alto riesgo al cual Cisternas, 2008). Un aspecto a considerar son
se encuentra expuesta la población. Esto es los avances en la conectividad de la ciudad,
posible debido a un plan regulador comunal donde es posible visualizar la carretera de
permisible y obsoleto que data del año 1964. la costa (Ruta S 282) (Figura Nº 4), pavimen-
La escasa consideración de la dinámica y tación de caminos (por ejemplo calle que
recurrencia de procesos naturales extremos y conecta al nuevo hospital), la instalación de
su relación con el emplazamiento de vivien- una costanera y la construcción de infraes-
das puede tener consecuencias no deseadas, tructura turística en la caleta de pescadores.

Figura Nº 4
Calles y vías de acceso a zonas de seguridad

Fuente: Elaboración propia.


74 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

Es importante considerar que en mayo de El ordenamiento territorial de asentamien-


2009, en la ordenanza de la Ley General de tos costeros y los modelos de inundación por
Urbanismo y Construcciones (Artículo 2.1.17) tsunami son un aspecto integral para la plani-
se estableció que en los planes reguladores ficación y estudios de riesgo. La delimitación
podrán definirse áreas restringidas al desarro- de áreas de inundación se debería traducir
llo urbano, por constituir un peligro potencial en información crítica al momento de definir
para los asentamientos humanos. En estas potenciales usos de suelo, vías de evacuación
áreas, el plan regulador establecerá las nor- y localización de zonas de seguridad (Lagos
mas urbanísticas aplicables a los proyectos y Gutiérrez, 2005). De acuerdo a lo anterior,
una vez que cumplan con los requisitos esta- las cartas de inundación por tsunami confec-
blecidos en este inciso. Lo anterior es un gran cionadas mediante modelos de simulación
avance a nivel nacional en el área de protec- numérica por el Servicio Hidrológico y Ocea-
ción civil, puesto que al aceptar la realidad nográfico de la Armada de Chile (SHOA) sin
del territorio y su diversidad geográfica per- duda son un gran avance para planificación
mite mejorar la gestión del riesgo de desastre. territorial, sin embargo, la obtención de es-
tos mapas a nivel comunal y regional es de
Desde la perspectiva territorial se verifica alta dificultad para ciudades como Puerto
el hundimiento del terreno en más de 1,2 m Saavedra, debido a la falta de datos básicos
luego del gran sismo (SHOA, 2000). Además, necesarios para la aplicación de este tipo
se observan modificaciones tanto en el cauce de instrumentos (datos batimétricos, levan-
del río Imperial como en la configuración tamientos topográfi co de curvas de nivel y
espacial de la barra y la erosión general de aerofotogrametría). Además, esta situación
la línea costera (Figura Nº 5), la cual se ha posiblemente responda a que es un área que
controlado en parte con plantaciones de Pinus decrece económicamente y registra altos ín-
radiata (Peña-Cortés et al., 2008). Cabe men- dices de pobreza y emigración de población
cionar que Puerto Saavedra sigue en el mismo (Peña-Cortés et al., 2009). Adicionalmente,
sitio que fue destruido inicialmente, a diferen- no posee un puerto comercial de importancia
cia de lo ocurrido con el asentamiento urbano económica y productiva, a diferencia de otras
de Toltén, el cual fue reconstruido 2 km hacia ciudades costeras de la zona centro-norte que
el interior luego del terremoto de 1960. presentan mayor desarrollo.

Figura Nº 5
Modificaciones físicas y urbanas de Puerto Saavedra en los años 1960(A),
1992(B) y 2009 (C). La línea de la costa aparece en forma discontinua

Fuente: Elaboración propia.


GESTIÓN DE LA EMERGENCIA ANTE EVENTOS DE INUNDACIÓN 75
POR TSUNAMI EN C HILE : EL CASO DE P UERTO S AAVEDRA

Consideraciones finales la fecha han sido realizadas para 25 ciuda-


des del país por el Servicio Hidrográfi co y
Considerando que los recursos económi- Oceanográfico de la Armada (proyecto Cartas
cos disponibles para la prevención de desas- de Inundación por Tsunami), sean incluidas
tres son limitados, muchas de l as comunas en el proceso de zonificación de los planes
costeras de Chile se encuentran expuestas a reguladores de ciudades costeras, donde se
una normativa permisible, a la urbanización promueva la disminución de las densidades
de sitios de alto riesgo (menor costo) y a un de habitantes en las zonas amenazadas, in-
desconocimiento de su propia historia de centivando la localización de áreas verdes,
eventos catastróficos. Efectivamente, en Chile evitando así la construcción de infraestructu-
aún son pocas las comunas costeras que han ra crítica, como colegios, hospitales, cárceles
implementado zonas de restricción y protec- y servicios en general (SHOA, 2000; SHOA,
ción en sus instrumentos de planificación ur- 2001; SHOA, 2002).
bana, en condiciones de fragilidad ambiental
o en presencia de riesgos naturales. En estas La evaluación de riesgos, el ordenamiento
áreas se ha restringido la intervención antró- territorial, la planificación de asentamientos
pica, como es el caso de las ciudades de Viña urbanos y la capacidad para tomar decisiones
del Mar, Coquimbo y Antofagasta, comunas sobre nuestro entorno inmediato en un con-
en las cuales se definen en sus ordenanzas texto de gobernabilidad son necesarios para
municipales, zonas más propensas a los efec- el proceso de prevención y activación de un
tos de maremotos o tsunami (Municipalidad plan de contingencia. La clave de la reduc-
de Coquimbo, 2005; Municipalidad de Viña ción del riesgo está en el entendimiento del
del Mar, 2005; Municipalidad de Antofagas- riesgo mismo, en la educación acerca de él y
ta, 2008). Sin embargo, la zonificación no en la participación decidida y comprometida
tiene representación areal en los planos de de todos los actores sociales, privados y pú-
zonificación, y se orienta a la definición de blicos en su resolución (Edeso, 2008; Mitchel
restricciones y formulación de medidas de et al., 2010). Para ello, es fundamental la rea-
contingencia asociadas a niveles altimétricos lización de actividades de capacitación cons-
de potencial inundación. Uno de los aspectos tante, actualización de cartografías de riesgos
más importantes que han desarrollado dichos y planes de contingencia. Así, en un plan de
municipios es la inversión en programas de emergencia debiera disponerse un procedi-
señalética vial que informa a los habitantes miento de evaluación inmediata de la situa-
(permanentes y turistas) las vías de evacua- ción, así como de su evolución; para esto,
ción, zonas de seguridad y zonas de inun- un análisis previo de la vulnerabilidad en las
dabilidad en la ciudad (Municipalidad de zonas de alto riesgo facilitará la evaluación
Coquimbo, 2005; Municipalidad de Viña del de los recursos necesarios para hacer frente a
Mar, 2005; Municipalidad de Antofagasta, los efectos adversos de la emergencia, como
2008), por tanto, los instrumentos de planifi- servicios de rescate y salvamento, áreas de
cación pueden y deben tomar en cuenta los resguardo y alojamiento, preparación de hos-
factores de riesgo al momento de regular el pitales, entre otros (Vidal et al., 2001).
uso de los espacios. En efecto, es importan-
te considerar las incidencias previsibles de Dado lo anterior, es clara la necesidad
la planificación sobre el medio ambiente y, de establecer un sistema activo que permita
particularmente, la prevención de los riesgos entregar, entre otros elementos, el aviso opor-
naturales (Nathan, 2008). tuno sobre la probable ocurrencia o puesta
en marcha de una situación o un hecho de-
Por lo tanto, la planificación que otor- terminado. En este marco, la definición clara
gue especial importancia a la preparación de los roles específicos que cumple cada
y difusión de las acciones de prevención, actor inserto en un plan, debe ser fácilmente
permitirá aminorar o mitigar los efectos y identificable por la comunidad y entre orga-
consecuencias de una emergencia o catástro- nismos públicos y privados, así como esta-
fe (Intendencia de la Región de La Araucanía, blecer claramente los roles y funciones que
2004). En este contexto es importante que las desarrollan en la implementación de un plan
cartas de inundación por tsunami, que hasta de emergencia.
76 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

En conclusión, debe destacarse que el Referencias bibliográficas


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y, por lo tanto, es necesario mantener estas pdf
vías de evacuación en buen estado y con in-
dicaciones claras a través de señalizaciones ARGÜELLO-RODRÍGUEZ, M. Riesgo,
previamente establecidas. Vivienda y Arquitectura. En: San Juan, Con-
greso ARQUISUR, 2004. Disponible en In-
Finalmente, de acuerdo a la experiencia ternet: http://cidbimena.desastres.hn/docum/
nacional e internacional en materia de ries- crid/Febrero2006/CD-2/pdf/spa/doc15586/
gos naturales, se establece que el análisis del doc15586-contenido.pdf
ciclo del riesgo debe ser participativo y orga-
nizado, estableciendo para ello recursos para ATWATER, B.; CISTERNAS, M.;
la prevención, es decir, la población debe ser BOURGEOIS, J.; DUDLEY, W.; HENDLEY,
capacitada y educada periódicamente sobre J. & STAUFFER, P. Surviving a tsunami:
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del manuscrito, a Osvaldo Almendra y Eduar- Investigación y Ciencia, 1993, Nº 200, p.
do Fernández por la edición de cartografía 6-13.
y a Guido Cancino, encargado de la Oficina
de Protección Civil de la comuna de Puerto AYALA-CARCEDO, F. La ordenación
Saavedra, por su valiosa contribución para del territorio en la prevención de catástrofes
el desarrollo de este trabajo. La presente in- naturales y tecnológicas. Bases para un
vestigación contó con el fi nanciamiento de procedimiento técnico-administrativo de
la Dirección General de Investigación y Post- evaluación de riesgos para la población.
grado de la Universidad Católica de Temuco, Boletín de la A.G.E., 2001, Nº 30, p. 37-49.
proyecto DGIUCT Nº 2007-DGI-TP-04 y del
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