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Fundamentos de Antropología
Melissa Antia Palacios
26 de mayo de 2018
Contario a lo expresado por las primeras personas, la tercer persona que accedió a
colaborarme expresó su preocupación por la situación de los vendedores y vendedoras
ambulantes “pero si uno se pone a pensar que mucha de esa gente no tiene ni con que
comer, y que es la única manera pa sobrevivir” (p.10) sin embargo comentó que no
confiaba en ellos porque afirmaba que muchos de esos ingresos obtenidos de la venta de los
productos dentro del sistema, iban destinados a la adquisición y consumo de sustancias
psicoactivas “Igual plata3 yo nunca doy porque les desconfió resto de la gente y es como
esa mierda va pal vicio4 y no sé, no confió”.
La cuarta persona se mostró un poco tímida al tema. Ella mencionó que le molestaba que
muchas veces surgieran peleas o discusiones entre los mismos vendedores por
territorialidad, y porque en repetidas ocasiones la actitud de los vendedores se transformaba
cuando los usuarios no adquirían los productos “A veces se suben a la misma parte del
Transmilenio y pues se ponen a pelear que quien va a vender, que esa es su ruta, que no sé
qué […] insistiendo para que uno les compre, se ponen bravos, porque uno no les recibe y
no, tampoco” (p.11). Luego de que yo dejará de grabar a esta persona con el dispositivo
móvil, dijo que en verdad si le molestaba mucho verlos en Transmilenio, pero que le daba
pena decirlo.
1
Jarto: Agotador, tedioso.
2
Camello: trabajo.
3
Plata: dinero.
4
Vicio: hace referencia a la adquisición y el consumo de sustancias psicoactivas.
Las opiniones recogidas fueron diversas, algunas personas manifestaron la necesidad de
mejorar las condiciones laborales de los vendedores y vendedoras ambulantes dentro del
sistema “Deberían tener como unas mejores condiciones más formales, entre comillas, para
poder mmm hacer su ejercicio, pues ya que de pronto ehh con la situación que tiene
Colombia de desempleados y eso […] creo también que es una forma de darles la
oportunidad de de pronto que puedan sostenerse y sostener de pronto un poco a su familias”
(p.16). La respuesta de Juan, quien es estudiante de Trabajo Social abordó la importancia
del contexto y de las causas que habían detrás de la venta ambulante, además mencionó el
tema de la inmigración de venezolanos en el país “Yo creo que hay que también como ver
el contexto por qué trabajan ellos, digamos unos bueno porque no tienen ehh trabajo
formal, entonces tienen que rebuscarse como se dice coloquialmente pues la comida ¿No?
Y pues digamos que el otro problema ahí, pues los venezolanos ¿No? O sea, pues también
llegan sin condiciones para poder trabajar y pues les toca, así como vendedores” (p.23),
además con su respuesta se evidenció que estaba de alguna u otra manera permeada por su
profesión “Pues desde la mirada de trabajador social, es complejo, porque digamos eso
es… o sea es como un problema estructural que no hay garantías del Estado para que todas
las personas puedan acceder a tener un empleo […] pero la realidad pues digamos que si el
gobierno no los apoya pues tienen que mantenerse en eso” (p.24).
Es importante mencionar que la pregunta que oriento las respuestas anteriores, de alguna u
otra manera no me permitía salirme de mi papel de investigadora, por lo que las respuestas
no fueron en su totalidad honestas y fueron manipuladas por los sujetos. Debido a esto, y
como último recurso, decidí, como ya había mencionado anteriormente conversar con algún
usuario de Trasmilenio, de la manera más casual y espontánea posible. El primer intento
fue totalmente fallido, debido a que la persona no quiso responder a mi comentario, pero
con la segunda vez, fue una señora de edad avanzada la que se encargó de comenzar la
charla. Ella hizo también comentarios respecto a la cantidad de vendedores que se subían a
comercializar “Es que se suben muchos y tampoco. Yo les compro a veces, pero cuando
que son como bien” (p.30). Al igual que algunas de las respuestas anteriores, dijo que
ciertas personas del gremio solían subirse a vender, para usar ese dinero en adquisición y
consumo de sustancias psicoactivas.
Para finalizar con esta categoría, es importante precisar que, aunque se encontraron
diversidad de opiniones frente a los vendedores y vendedoras ambulantes dentro del
sistema de Transmilenio, la gran mayoría coincidieron al apuntar que de alguna u otra
manera no les gustaba la presencia de estos últimos en los articulados, sin importar las
razones, que variaron también. Por otro lado, se encontró que casi todos hicieron
comentarios respecto a la cantidad de vendedores que se subían al transporte, siendo esa
una de las razones más importantes par justificar su desacuerdo con la vente ambulante.
Entendiendo que cada persona piensa y percibe determinados asuntos de distinta manera,
considero importante hablar de la cognición social como “conjunto de procesos cognitivos
y emocionales mediante los cuales interpretamos, analizamos, recordamos y empleamos la
información sobre el mundo social. Hace referencia a cómo pensamos acerca de nosotros
mismos, de los demás y su comportamiento y de las relaciones sociales, y cómo damos
sentido a toda esa información y emitimos comportamientos en base a ella” (Hogg,
Vaughan, 2008), para entender que todas estas opiniones y juicios realizados por los
usuarios son el resultado de la manera en como ellos perciben la venta ambulante, a partir
de lo que ven, de lo que sienten, de lo que experimentan y de lo que viven.
2
EMOCIONES Y ESTADOS DE ÁNIMO FRENTE A LA SITUACIÓN DE LA
VENTA AMBULANTE
Frente a esta categoría se planteó una pregunta durante la realización de las entrevistas:
¿Cuándo un vendedor o una vendedora ambulante se sube a Transmilenio, ¿cómo se
siente? Cabe aclarar que muchas personas apuntaron a resolver esta pregunta sin haber sido
formulada, es decir, sus sentimientos, sensaciones y estados de ánimo fueron expresados en
la pregunta que estaba relacionada con la opinión de estos frente a los vendedores y
vendedoras ambulantes del sistema. En la entrada #3, la persona entrevistada menciono que
su interacción con los comerciantes variaba según cómo se sintiese, al respecto Thayer
explica que “Nuestros estados de ánimo son importantes por distintas razones, por ejemplo
cuando estamos de buena humor nos resulta más fácil llevar a cabo una tarea que nos
resulta desagradable […] por otra parte si estamos de mal humor, podemos llegar a
considerar aburrida o poco interesante una actividad que nos resulta muy agradable y con la
que casi siempre disfrutamos mucho. Cuando nuestro estado de ánimo es bajo, incluso los
acontecimientos más positivos pueden carecer de interés” (Thayer, 1998, p.19), prueba de
ello es lo expresado por la persona entrevistada “Depende de mi estado de ánimo, porque
digamos si voy estresada, cansada, después de que se sube el segundo, me emputa 5
mucho… No, no es como que me empute como tal, sino que me fastidia […] pero si siento
que depende mucho como de mi estado de ánimo mi reacción frente a cuando se suben”
(p.9). El estado de ánimo según el psicólogo Thayer es “una sensación de fondo que
persiste en el tiempo, que no parece tener una causa identificable, es decir no existe una
relación causa-efecto obvia entre nuestros estados de ánimo y nuestros acontecimientos”
(Thayer, 1998, p.22-23)
La emoción de fastidio y molestia fue de hecho muy común entre varias de las personas
entrevistadas: “Pues sí sé que hay mucha gente que le molesta, a mi incluso me molesta que
uno esté en el Transmilenio y se baje uno y se monte el otro, y se baje uno y se monte el
otro” (p.10), “pero eso da mucho fastidio porque uno va cansado a veces pa la casa y es ahí,
insistiendo” (p.11), “pues uno como usuario no le gusta, porque ay que pereza […] Uno a
veces juzga pero porque pues sí, no le gusta, le fastidia, que que mamera 6, que bla” (p.24).
Con la mujer de la conversación espontanea, sucedió lo mismo, ella manifestó que le
molestaba la presencia de los vendedores y vendedoras dentro del articulado la mayor parte
5
Emputa: sentir enojo, rabia.
6
Mamera: pereza de hacer algo, flojera.
del tiempo, porque ellos no debían vender allí. Le Breton plantea que lo que usualmente
conocemos como emociones, vinculadas a lo innato y por ende, a lo biológico, son también
algo que aprendemos a través de las interacciones sociales con los otros. Las emociones son
relaciones, son “son modos de afiliación a una comunidad social, una forma de reconocerse
y de poder comunicar juntos, bajo un fondo emocional próximo. A través de los signos que
traducen a los demás, las emociones informarán mutuamente a los actores en presencia
sobre sus sentimientos mutuos (o lo que dan a ver) y son así vectores esenciales de la
interacción” (Le Breton, 0000 p.73). La señora de la conversación espontánea nunca dejo
mostrar esa molestia con el vendedor ambulante, es decir, jamás hizo una cara de desagrado
o algo con su lenguaje corporal que dejara entrever su molestia, según Le Breton “La
emoción por sí misma difiere a veces de la observada por otros o de la que los individuos
de‐ sean mostrar. Nunca es transparente, sino que siempre queda inscrita en una relación.
La persona afectada tiene siempre la capacidad de controlar sus sentimientos y de
disfrazarlos con señales que da a ver a los demás, por razones estratégicas específicas a la
naturaleza de la interacción” (Le Breton, 2012, p.73). En ese sentido, aunque ella nunca
mostró lo que sentía frente al vendedor, si lo hizo conmigo, pero con el fin de entablar una
charla y de esa manera interactuar conmigo.
Aunque la mayoría de las respuestas fueron similares respecto a la molestia, o el fastidio,
hubo algunas otras que, por el contrario, no expresaron sentir nada de ello. “Pero no me
molesta, pues porque veo que es la única opción de trabajo que tienen y pues no están
robando” (p.15), “Ehh no, normal […] Me parece muy normal, creo que es algo que uno ha
empezado a naturalizar de cierta manera” (p.17).
3
INTERACCIONES GUIADAS POR LA APARIENCIA
Respecto a esta tercera y última categoría, debo aclarar que no estuvo planteada al inicio
del trabajo, pero con el desarrollo de las preguntas de las personas, me percaté que era
importante introducir algo que hablase de que cómo muchas veces las acciones y las
interacciones que ejercen los usuarios de Transmilenio con las vendedores y vendedoras del
sistema varían según el modo en que estos y estas luzcan, otorgándole un lugar importante
a la apariencia y al modo en que están vestidos. Al respecto, uno de los entrevistados
menciona: “Pues a veces uno sí se deja llevar por como ehh lo lo que se ve, si está bien
vestido, si no. De pronto un poco el aspecto, uno sí se deja llevar por es, incluso creo que es
algo que se ha ido como naturalizando en uno, y que como lo han construido a uno de
pronto ver a una persona vestida de tal manera o vestida de otra manera, pues le genera a
uno como más confianza de pronto para comprarle o colaborarle pues en su ejercicio”
(p.18), la señora de la conversación espontánea también manifestó algo parecido cuando me
dijo “Es que se suben muchos y tampoco ”Yo les compro a veces pero cuando se ve que
son como bien” (p. 29), de esa manera me dejó saber que ella se basaba en el aspecto físico
de la persona ligado a su vestimenta, como punto orientador sobre la decisión de comprar o
no, y a quien hacerlo.
Para esta categoría, tome planteamientos realizados en torno a la importancia de la relación
apariencia-interacción. Según la revista Iberoamericana de psicología del ejercicio y el
deporte “Las personas físicamente atractivas y las que tienen mayores habilidades físicas
gozan frecuentemente de una mayor popularidad, reciben un trato preferente y se les
atribuyen más cualidades positivas que a los individuos no atractivos, lo cual favorece en
ellos el desarrollo de un autoconcepto social y de una autoestima social positivos” (Gómez,
García, Muchargo, Henriquez, 2008, p. 263). Con la señora de la conversación espontanea
surgió un tema que me llamó bastante la atención y era el de como a través de lo que
reflejaban las manos de las personas, ella podía saber si eran o no consumidores de
sustancias psicoactivas. Ella recalcó, en ese sentido, que no les compraba porque según ella
no eran personas de “bien” reafirmando una vez más los argumentos que los usuarios
entrevistados, relacionados con el físico de la persona juegan un papel importante para
determinar quien es bueno o mal, y quien merece que se le compre. “La apariencia corporal
sirve de base para juzgar el atractivo de las personas, la confianza que nos inspiran y las
capacidades que les atribuimos” (Gómez, García, Muchargo, Henriquez, 2008, p. 262)
CONCLUSIÓN
Realizar esta etnografía fue complejo en la medida en que, como usuario frecuente de
Transmilenio, estoy impregnada, al igual que todo ser humano de estereotipos, prejuicios,
que tuvieron que ser dejados a un lado para el debido desarrollo de esta etnografía. Sin
embargo, de alguna u otra manera encontré en las personas que fueron partícipes de este
trabajo, lo que yo sabía que encontraría. Es decir, comencé en un principio creyendo que,
aunque si bien obtendría multiplicidad y diversidad de respuestas en torno a las categorías
planteadas, las personas responderían cosas que yo, había imaginado con anticipación.
Respecto a la construcción de opinión, fue curioso encontrar que había personas, que
contrario a lo que yo esperaba, realizaron reflexiones sobre la situación de los vendedores
ambulantes, siempre buscando un trasfondo y un contexto para darle sentido a su modo de
trabajo. Aunque la mayoría de las opiniones estaban encaminadas a un “no estoy de
acuerdo” o a “No deberían vender allí”, ninguno de ellos fue despectivo o grosero en
relación con la venta ambulante.
En el caso de las emociones y los estados de ánimo surgidos en la situación de la venta
ambulante, no se presentaron tampoco respuestas que apuntaran emociones fuertes tales
como ira, rabia, enojo, sino que por el contrario se encontró que casi todos se mostraban
molestos o fastidiados. Algunos simplemente no sentían nada, se encontraban neutrales o
imparciales a la situación.
Por último, fue interesante añadir una tercera categoría, surgida gracias a las respuestas de
algunos usuarios frente a la apariencia de los vendedores y vendedoras ambulantes dentro
del sistema. No hubo ninguna pregunta que estuviese relacionada directamente con esta
categoría, pero ellos y ellas se encargaron de mencionar ese aspecto en algunas entrevistas.
Sin duda, haber planteado unas preguntas base para la realización de la entrevista, pero
permitiendo que las personas hablasen sin ningún tipo de límite, fue lo que permitió que se
le pudiese dar forma al planteamiento de esta última y tercera categoría.
Estoy feliz de haber hecho este ejercicio, porque me permitió acercarme a los modos en que
algunos usuarios de Transmilenio le daban sentido, desde sus modos de ver el mundo, de
conocer, de sentir, de pensar y de actuar, a una actividad tan cotidiana como la de trabajar
en un sistema de transporte. Estoy inmensamente agradecida con las personas que
permitieron que se pudiese realizar este trabajo, y sobre todo con todos aquellos hombres y
mujeres que compartieron un pedacito de su tiempo para responder a mis preguntas, sin
importar que tan afanados, ocupados o nerviosos estuviesen.
Bibliografía:
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Cepeda Espinosa: Noviembre 17 del 2003).
Gómez, García, Muchargo, Henriquez. (2008). Autoconcepto social en jóvenes
españoles y brasileros que practican ejercicio físico versus no participantes. Revista
Iberoamericana de psicología del ejercicio y el deporte. Volumen (3, n° 2), p. 259-
264.
Guber, R (2001). La etnografía, método, campo y reflexividad. Bogotá: Grupo
Editorial Norma.
Hogg, Vaughan. (2008). Psicología Social 5ta edición. Madrid, España. Editorial:
Médica Panamericana, S.A.
Monzón Arribas, C. (1996). Opinión pública, comunicación y política. La
formación del espacio público. Madrid: Tecnos.
Le Breton, D. (diciembre 2012 – marzo de 2013). Por una antropología de las
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http://www.portafolio.co/economia/ventas-informales-se-estan-tomando-las-
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Redacción Bogotá, (17 de noviembre de 2015). En el 95% de Transmilenio hay
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https://www.elespectador.com/noticias/bogota/el-95-de-transmilenio-hay-presencia-
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Thayer, E. (1998). El origen de los estados de ánimo cotidianos. El equilibrio entre
la tensión, la energía y el estrés. Barcelona, España. Editorial: Paidós.
7
Emputa: sentir enojo, rabia.
mucho como de mi estado
de ánimo mi reacción frente
a cuando se suben” (p.9). Es
importante decir, que según
lo planteado por Thayer, los
estados de ánimo repercuten
en la manera en que
percibimos las cosas, las
situaciones, lo que pueda
incidir fuertemente en cómo
tratamos al otro, como
interactuamos con los
demás, y bajo esta óptima:
cómo los usuarios, guiados
por su estado de ánimo,
interactúan con los
vendedores ambulantes.
Por otro lado, retomando lo
expresado por varios en
relación con el fastidio y la
molestia, Le Breton plantea
que las emociones, y para
este caso, las dos ya
mencionadas anteriormente,
son relaciones, que nos
permiten reconocernos y
comunicarnos con los otros,
por lo tanto se encuentran
configuradas por la cultura
y la sociedad. Ejemplo de
ello, es lo entablado con la
señora de la conversación
espontánea. Ella manifestó
lo que sentía frente a la
venta ambulante, en medio
de la charla que tuvimos, lo
que de algún modo u otro
hizo que interactuáramos, a
pesar de tener opiniones
distintas frente al tópico.
Interacción guiada por la Observación participante y La importancia que
apariencia entrevista libre adquiere acá la apariencia,
en relación con la
vestimenta y el cuerpo, está
inmersa en los comentarios
realizados por los usarios.
“Pues a veces uno sí se deja
llevar por como ehh lo lo
que se ve, si está bien
vestido, si no. De pronto un
poco el aspecto, uno sí se
deja llevar por es, incluso
creo que es algo que se ha
ido como naturalizando en
uno, y que como lo han
construido a uno de pronto
ver a una persona vestida de
tal manera o vestida de otra
manera, pues le genera a
uno como más confianza de
pronto para comprarle o
colaborarle pues en su
ejercicio” (p.18). Respecto
a ello, según lo planteada
por Gómez, García,
Muchargo, Henriquez, la
apariencia es un factor que
orienta la interacción social,
la confianza que los otros
nos inspiran, y en este caso,
la decisión sobre si comprar
o no, y a quien acudir en
caso de querer hacerlo.