INFECCIONES DE GLANDULAS SALIVALES.
La evolución de estos abscesos con una antibioterapia adecuada es hacia la
AGUDAS
PAROTIDITIS VIRAL (PAPERAS)
Una infección aguda de las glándulas parótidas que se caracteriza por su
hinchazón en uno o ambos lados. Suele ser causada por el paramixovirus,
aunque también pueden originarla con menor frecuencia virus de influenza,
parainfluenza, coxsackie, echo, virus de coriomeningitis linfocítica e incluso el
VIH.25 Es más frecuente en niños menores de 15 años de vida.
Los pacientes infectados son infecciosos desde los dos días previos a los cinco
días siguientes al inicio de la parotitis; el periodo de incubación es de 14–21
días. En un individuo con inmunización adecuada, es muy posible que la
parotitis se deba a otra causa. Dos dosis de la vacuna son 88% efectivas para
proteger contra las paperas; una dosis es 78% efectiva.
Después de un pródromo de fiebre, dolor de cabeza intenso, artralgia y
anorexia, ocurre una inflamación sensible de las glándulas parótidas (70%–
80% bilateral). El pabellón auricular se desplaza hacia arriba y hacia afuera; el
ángulo mandibular se oblitera. La estimulación parotídea con alimentos ácidos
puede ser bastante dolorosa. El orificio del conducto de Stenon quizá esté rojo
y tumefacto; se pueden exprimir secreciones amarillas, pero no hay pus. La
hinchazón parotídea se disipa después de una semana.
El diagnóstico es clínico y las medidas terapéuticas son más bien de sostén
(provisión de líquidos, analgésicos). Se sabe que 20 a 30% de los varones
presenta orquitis unilateral, en tanto que la ovoforitis afecta sólo a 5% de las
mujeres. Otras complicaciones causadas por el virus de parotiditis
comprenden mastitis, pancreatitis, meningitis aséptica, hipoacusia
neurosensitiva, miocarditis, poliartritis, anemia hemolítica y trombocitopenia.
PAROTIDITIS SUPURADA
La parotiditis supurada es una infección bacteriana grave de la parótida que
aparece en individuos en quienes es deficiente el flujo de saliva. Puede ser
causada por la migración retrógrada de bacterias de la boca y su paso por
conductos salivales y el parénquima parotídeo.
Muchos casos de parotiditis supurada son ocasionados por S. aureus, aunque
otros patógenos que afectan con menor frecuencia son S. pneumoniae, S.
pyogenes y H. influenzae.3,25 En hasta 43% de las cepas aisladas se identifican
anaerobios, como especies de Bacteroides, peptoestreptococos y
fusobacterias. En la persona con inmunodepresión se identifican a veces
gramnegativos como Escherichia coli y Pseudomonas.
La parotiditis supurada comienza en forma rápida, y la piel sobre la parótida
está enrojecida y duele al tacto. Puede exprimirse pus del conducto de Stenon.
Suelen presentarse fiebre y trismo. La parotiditis supurada es un trastorno que
se diagnostica sobre bases clínicas por la expulsión de pus del conducto de
Stenon. Los datos de cultivo del material que expulsa el conducto de Stenon
pueden orientar en el tratamiento del paciente que no mejora con los
antibióticos de primera línea.
Los estudios de imagen no son útiles, salvo que se sospeche la presencia de un
absceso, situación en la cual el diagnóstico se confirma con imágenes de
ecografía o CT.
Hay que hidratar al paciente con hipovolemia. Se dará masaje y aplicará calor
a la glándula afectada. La salivación se estimulará por medio de sialagogos
como gotas de jugo de limón. De ser posible se interrumpirá el uso de fármacos
que originan xerostomía y se intentará eliminar los problemas médicos
primarios. La selección inicial de productos orales incluye amoxicilina-
clavulanato; en personas alérgicas a la penicilina se utilizarán clindamicina o
una combinación de cefalexina con metronidazol. En personas hospitalizadas
o que viven en asilos, hay que considerar la posibilidad de MRSA, contra el que
es adecuada la vancomicina. A los recién nacidos se les receta gentamicina y
antibióticos antiestafilocócicos combinados con hidratación. Si el paciente no
mejora en 24 a 48 h, es necesario realizar un drenaje quirúrgico.
ABSCESOS
La clínica consiste en fiebre, dolor parotídeo otálgico exacerbado por la
masticación y en ocasiones trismus. Al explorar vemos una tumefacción
parotídea bajo una piel eritematosa o violácea adherida a los planos
profundos. El conducto de Stenon puede aparecer enrojecido dejando salir
una saliva mucopurulenta. En raros casos puede existir una parálisis facial.
Los gérmenes más comúnmente implicados son el estreptococo y el
estafilococo. En menor grado se han hallado bacteroides, micrococos, etc. En
el diagnóstico es conveniente realizar un TAC, para conocer la extensión del
absceso y plantear la actitud terapéutica.
curación, pero ante una inmunidad deficiente o una mayor virulencia del
gérmen podemos encontrarnos con mediastinitis, sepsis, rotura de los grandes
vasos del cuello, etc.
El tratamiento preventivo consiste en suprimir las causas de infección bucal
(cuidados dentarios) y mantener una buena hidratación para favorecer una
buena secreción salivar. La utilización de penicilina cubre a la mayoría de los
gérmenes, pero el incremento de anaerobios hace necesario incorporar la
clindamicina, el metronidazol o la gentamicina. Cuando aparecen signos de
supuración se impone el drenaje.
PAROTIDITIS AGUDA SUPURATIVA NEONATAL
Se presenta en prematuros, especialmente varones, con deshidratación o
alimentados por sonda de forma prolongada. Se manifiesta por inflamación y
tumefacción parotídea unilateral, aunque también puede afectar a las
glándulas submandibulares. Puede acompañarse de fiebre y secreción
purulenta a la salida del conducto de Stenon. Suele estar producida por
Staphylococcus aureus. El tratamiento consiste en antibioticoterapia
intravenosa, que debe iniciarse de forma empírica con penicilina resistente a
penicilinasa (cloxacilina, oxacilina) o una cefalosporina hasta la llegada de los
cultivos
CRÓNICAS O DE REPETICIÓN
Inflamación parotídea, generalmente asociada a un mal diagnóstico o mal
tratamiento. Se caracteriza por aumento de volumen y sensibilidad, con signos
de infección menores a la infección aguda. Su diagnostico y tratamiento
depende según su etiología.
PAROTIDITIS POR VIH
En general, la infección por VIH se asocia a otras manifestaciones sistémicas,
pero también puede presentarse en forma de aumento de tamaño localizado
de la glándula parótida; esto ocurre con mayor frecuencia en niños que en
adultos. La tumefacción parotídea suele ser difusa, bilateral y simétrica, con
desarrollo de quistes linfoepiteliales, aunque estos son menos frecuentes que
en el adulto; a menudo, se acompaña de adenopatías cervicales. El
tratamiento es el propio de la infección por VIH, pero, en ocasiones, puede ser
necesaria la punción y la aspiración de la lesión.
CITOMEGALOVIRUS/EBSTEIN BARR
Su diagnostico se hace mediante serología (anticuerpos IgM o IgG positivos).
TUBERCULOSA
Aparece en pacientes con exposición a M. tuberculosis y en
inmunodeprimidos. La tuberculosis es una causa rara de parotiditis. La
afectación se localiza más frecuentemente en los ganglios linfáticos
parotídeos, pero la glándula también se puede inflamar de forma difusa. Los
casos no tratados pueden evolucionar a fibrosis y fistulización. Su diagnostico
se hace mediante la identificación de bacterias ácido-alcohol resistentes
(BAAR) con la tinción de Ziehl-Nielsen. Tratamiento antituberculoso con 4
fármacos (rifampicina, isoniazida, pirazinamida y etambutol) durante 2 meses
y luego con rifampicina más isoniacida otros 4 meses.
INFECCIÓN POR MICOBACTERIAS NO TUBERCULOSAS
Las micobacterias no tuberculosas afectan a las glándulas salivales en niños de
entre 1 y 3 años de edad. En la mayoría de casos, el agente causal es
Mycobacterium avium-intracellulare.
ACTINOMICOSIS
La infección producida por Actinomyces israelii puede provocar afectación
facial y cervical secundaria a traumatismos orales o intervenciones dentales.
Puede afectar a las glándulas salivales, dando lugar a una inflamación crónica
con necrosis y fistulización.