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Carreon Hernandez Jesus Andres

201449913
FRACTURAS DE LEFORD
Las fracturas Le Fort son fracturas faciales, muy poco probables usualmente comprenden el tercio medio de la cara
generalmente generadas por causas traumáticas accidentales. La mayoría de las fracturas ocurren entre los 15 a 40
años, etapa más productiva de la vida.

Causas Principales:

 Armas cortopunzantes.  Objetos contundentes.  Accidentes de tránsito.


 Armas  Proyectil arma de fuego.
cortocontundentes.
Clínicamente

1. Antecedente traumático: una caída de altura nos hará pensar en una fractura.
2. Dolor: Constante; si la fractura es indolora se pensará en un trastorno neurológico concomitante
3. Tumefacción: Aumento de partes blandas a nivel del foco de fractura, debido al proceso
inflamatorio como respuesta al traumatismo.
4. Impotencia funcional: Está en relación con el dolor y la ruptura de la palanca ósea; en las fracturas
incompletas y en las impactadas, la impotencia es mínima.
5. Deformación: Producida generalmente por la desviación de los fragmentos óseos y es
incrementada por la tumefacción de partes blandas.
Signos radiológicos de fractura facial.

Signos directos.  Asimetría facial


Signos indirectos
 Luminosidades lineales no anatómicas
 Defectos corticales o diástasis de suturas  Aumento de partes blandas
 Fragmentos de hueso superpuestos  Aire intracraneal o perorbital
produciendo "doble densidad"  Ocupación de senos paranasales.
Clasificación
La clasificación que se le coloco a este tipo de fracturas se dio por parte del cirujano francés René Le Fort, quien
trabajaba para el ejército y realizo pruebas contundentes de cadáveres y clasificó estas fracturas según su magnitud y
forma en tres subgrupos.

1. Le Fort I: fractura horizontal que comprende los maxilares (por encima de los dientes y el paladar) y
las fosas piriformes.
2. Le Fort II: Fractura en forma piramidal inicia en el hueso nasal y se prolonga hasta el hueso lacrimal.
3. Le Fort III: fractura transversal separa los maxilares de la base del cráneo.

Fractura Le Fort I u horizontal de maxilar superior:


La fractura del maxilar superior tipo I de le fort, normalmente atraviesa el ancho del
maxilar superior, tomando las paredes lateral y nasal de los antros y las alas pterigoides
en la unión del tercio inferior con los tercios superiores. Este traumatismo con
frecuencia se asocia con hundimientos del cigoma, así como en fracturas de los
componentes óseos del tabique nasal.

Clínicamente:

 Movilidad de toda la porción dento-alveolar del maxilar.


 Normalmente el paciente tiene la boca abierta para que los dientes no le choquen con los
antagonistas y le produzcan dolor.
 Suele haber desviación de la línea media del maxilar y las piezas de un lado están más bajas que las
del otro.

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 No tienen ni equimosis ni edemas periorbitarios, pero suelen tener gran edema en el labio superior,
ya que este suele estar lesionado.

Radiográficamente

Se ve radiográficamente las fracturas horizontales del maxilar superior que


son unilaterales tanto la pared lateral y nasal del antro, junto con las alas
pterigoideas y la sutura media palatina.

Fractura Le Fort II o piramidal

La línea de fractura discurre por la raíz nasal, hueso lacrimal, reborde infraorbitario y por la pared del maxilar hasta la
apófisis pterigoides. Los pacientes que presentan este tipo de fracturas sufren un alargamiento de la cara y un
aplanamiento de esta hacia atrás por la impactación de todo este segmento, de forma que adquieren una facies
característica de "cara de plato".

Clínicamente

 Edema de los tejidos blandos del tercio medio.


 Equimosis bilateral periorbitaria y subconjuntival.
 Deformación notoria de la nariz.
 Aplastamiento y alargamiento de la cara.
 Dificultad al abrir y cerrar la boca.
 Mordida abierta.
 No hay movilidad de malares ni arcos zigomáticos.

Radiográficamente:

Se observa en la proyección de waters una


fractura unilateral derecha del maxilar superior
con mínimo desplazamiento y compromiso del
reborde orbitario inferior.

Fractura Le Fort III o disyunción


cráneo facial

Es una verdadera separación de los huesos de la base del cráneo. El trazo de fractura pasa por la sutura nasofrontal, por
la pared medial de la órbita hasta la fisura orbitaria superior, de ésta a la fisura orbitaria inferior y por la pared lateral de
la órbita hasta la sutura cigomaticofrontal y cigomaticotemporal. Hacia atrás se fractura las apófisis pterigoides del
esfenoides, normalmente a un nivel superior al que aparecen en las otras fracturas de Le Fort.

Clínicamente

 Gran edema en la región facial,


 Aplanamiento de la cara por disminución en la proyección del tercio medio del
rostro equimosis periorbitaria bilateral,
 Movilidad en bloque del tercio medio del rostro
 Alteración en la oclusión dentaria con posible mordida abierta anterior

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Radiográficamente
Según se ve en la proyección de waters derecha
la fractura pasa a través de la pared lateral de la
órbita hasta la unión del malar, con el ala mayor
del esfenoides que la separa del cigoma esta
fractura se completa al extenderse a través del
arco cigomático.

Consejos finales acerca de las


fracturas faciales

 Mirar cuidadosamente las órbitas.


(Hasta un 60-70% de las fracturas afectan a la órbita).
 La simetría bilateral puede ser de gran ayuda.
 Dibujar cuidadosamente las líneas de Dolan.
 Hacer uso con generosidad la TAC en el manejo de las fracturas faciales.
Diagnostico:

 Inspección: asimetrías en el macizo mediofacial y en la región frontal, hematoma en gafa, movilidad


del globo ocular; diplopía, agudeza visual.
 Palpación: dolor a la presión, movilidad anormal del maxilar superior, interrupción de los perfiles
normales de la cara, formación de escalones o de hundimientos en el esqueleto óseo subyacente,
crepitación a nivel de la raíz nasal, estado de los dientes.
 Rx: Radiografías panorámicas del cráneo y tomografías antero
posteriores y sagitales
CASO CLÍNICO
Hombre de 24 años, con traumatismo facial por golpes con un tubo de
metal, que le ocasionaron pérdida de la conciencia de aproximadamente 90
minutos (según lo referido por el familiar que lo acompañaba) y hemorragia
profusa, que cedió espontáneamente al llegar al área de admisión continua del
Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXl.

En la valoración inicial por el Servicio de Cirugía Maxilofacial se observó


edema importante de la región facial (figura 1), dermoabrasiones en hemicara
derecha, depresión y movilidad de la pirámide nasal, equimosis periorbitaria del
Figura 1 Se observa edema facial, lado derecho (sin compromiso ocular aparente), crepitación en ambos rebordes
dermoabrasiones en hemicara orbitarios, limitación a la apertura bucal y movilidad de todo el segmento
derecha y equimosis periorbitaria maxilar, con trazo sagital en paladar duro; no se apreció rinorrea ni otorrea. En la
derecha exploración intraoral se encontró laceración de mucosa del labio superior que
llegaba al plano muscular, y laceración de mucosa de paladar duro que respetaba
paladar blando, sin compromiso de vía aérea.

En la valoración radiográfica se identificaron trazos de fractura


(figura 2).

Se decidió realizar tomografía computarizada con ventana ósea y


reconstrucción del maxilar y rebordes orbitatarios, para establecer con
precisión el grado de lesión (figura 3). Se identificó fractura
nasoorbitoetmoidal grado III conminuta, piso de órbitas, fractura de Le Fort I y
línea media del paladar.

Debido a la gravedad de las lesiones y a la pérdida de la conciencia


del paciente, se interconsultó con el Servicio de Neu rocirugía. La puntuación Figura 2 Radiografía Watters. Se
observa fractura de Le Fort,
hemoseno derecho, fractura de
órbita bilateral y fractura nasal
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de 15 en la escala de Glasgow descartó lesión del sistema nervioso central, pero se decidió la hospitalización para vigilar
el estado neurológico y la vía aérea.

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La tomografía tridimensional evidencia los trazos


de la fractura maxilar y nasoorbitoetmoidal

El paciente fue intervenido quirúrgicamente bajo


anestesia general. No hubo complicaciones al
momento de realizar la intubación orotraqueal
(figura 4). Se procedió a la fijación rígida de los
trazos de fractura mediante acceso subpalpebral
bilateral para colocar miniplacas de sistema 1.5
con tornillos monocorticales. También con
tornillos monocorticales se realizó
fijación de la fractura del maxilar
con miniplacas en L y rectas de
sistema de 1.5; los fragmentos
más pequeños fueron fijados con
alambre de osteosíntesis (figura
5). Fue necesario realizar colgajo
de mucosa labial para restituir la
mucosa del proceso alveolar. Por
último, se procedió a
taponamiento nasal y colocación
Fractura sagital del maxilar
Reducción y osteosíntesis de la de férula para estabilizar fractura
durante el acceso
fractura maxilar de huesos nasales. Después de
circumvestibular
cinco días de hospitalización, el
paciente fue egresado con indicación
de control por consulta externa. Posteriormente fue programado para profundización de saco con técnica Kasan-jian
(figura 6), la cual se realizó satisfactoriamente.

Conclusiones

El manejo del trauma facial debe ser integral debido a que las complicaciones pueden ser fatales de no ser detectadas y
tratadas a tiempo. El plan quirúrgico debe establecerse antes de la cirugía a fin de obtener resultados funcionales y
estéticos adecuados. El seguimiento es muy importante dado que puede dar la pauta para complementar el tratamiento
y obtener mejores resultados o con menor probabilidad de secuelas.

Ortopantomografia de control donde se corrobora


la adecuada relación de fragmentos y la
colocación de osteosíntesis

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