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Lectura, bibliotecas y
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prisiones
El mundo penitenciario es un gran desco Este artículo trata de ofrecer una visión
nocido para la sociedad civil que sobre él objetiva del universo carcelario para poder
tiene una idea deformada por culpa de la te demostrar la importancia que deben jugar en
levisión, el cine y los medios de comunica su funcionamiento tanto la lectura y la escri
ción. Unos y otros transmiten una imagen tura como las bibliotecas. Mi experiencia
distorsionada de las prisiones, trufada ya de como maestro en el CenlTo Penitenciario Ma
sensacionalismo, ya de discriminación y ais drid V, de Soto del Real, me ha permitido ad
lamiento. quirir una visión a pie de celda, mediante el
Pero la ruptura de esta situación no de trato diario con un numeroso grupo de muje
pende de los medios ni de los políticos, sino res y hombres que deambulan por las insta
de cada ciudadano, que debe hacer un es laciones de esta prisión, con los que he
fuerzo por acercarse al mundo penitenciario compartido intervenciones didácticas, lectu
para conocerlo en toda su dureza, en todo su ras y estrategias de creación literaria.
misterio y en toda su potencialidad. Vemos No pretendo extraer conclusiones genera
la cárcel como un submundo lejano, pero la lizadoras de la vivencia puntual que he tenido
vida nos puede poner en situación de pasar en esta cárcel. Cada penitenciaría es un
por entre sus muros en cualquier momento. mundo diferente y sus habitantes -tanto fun
Es evidente que tal y como están estruc cionarios y demás personal, como prisione
turadas nuestras sociedades, aquel que trans ros- sujetos irrepetibles, pero lo que sí puedo
grede las normas y atenta tanto contra las presentar como universalizable es la impe
personas como contra las propiedades, debe riosa urgencia de diseñar y poner en marcha
recibir un castigo, pero tal vez la aplicación un proyecto global de intervención educativa
de las penas impuestas por los jueces debería y cultural en las prisiones españolas que per
enfocarse de manera muy diferente a la que mita desarrollar una verdadera regeneración
se está asumiendo en la mayoría de los paí cultural de los reclusos que habitan en ellas.
ses. "Reinserción" y "rehabilitación" son tér Regeneración para la cual se me antoja im
minos vacíos de contenido. La práctica prescindible y urgente dotar de un protago
demuestra que son muy pocas las personas nismo decidido a las bibliotecas, pues son el
que superan el paso por la cárcel con una au mejor vehículo para desarrollar esa Educa
téntica reconstrucción interior que les per ción en Derechos Humanos sin la cual no es
mita labrar un futuro diferente en libertad. posible esbozar ningún tipo d� rehapilitación
Más bien sucede que el que cae en la prisión de los personas presas.
queda marcado de por vida y su regeneración No olvidemos que toda persona tiene de
es prácticamente imposible, entre otras cosas recho a recibir una educación que le permita
porque la sociedad no acepta fácilmente al convertirse en un ciudadano de pleno dere
expresidiario. cho, como se recoge tanto en la Declaración
de los Derechos Humanos, como en las leyes guir estudiando cuando salieran, pero des
internacionales (constituciones nacionales, graciadamente esto es casi imposible porque
tratados plurinacionales, etcétera). El recluso cuando el recluso abandona la prisión se en
tiene congelado su derecho a la libertad de frenta a una realidad sumamente compleja
movimientos, pero siguen vigentes para él que le obliga a establecer prioridades. La pri
todos los demás derechos, entre ellos, el de mera es la subsistencia económica que se tra
recho a la lectura, a la educación, a la infor duce en una búsqueda desesperada de
mación y el conocimiento. trabajo. Luego vendrán las necesidades so
Es aquí cuando me atrevo a concluir que ciales, la recuperación del entorno familiar y
no existe mejor vehículo para desarrollar la social... En un lugar perdido en el más lejano
Educación en Derechos Humanos que los re horizonte se situará su deseo de seguir culti
cursos ofrecidos por las bibliotecas, la lec vándose y formándose. Sí, le gustaría ha
tura y la creación literaria. cerlo, pero no tiene ni tiempo ni la
Estoy convencido de que tanto los maes disposición anímica para hacerlo.
tros -como profesionales de una educación ¡Por eso es tan importante el papel de la
entendida como "capacitación para una vida biblioteca en los centros penitenciarios! Ellas
responsable y solidaria en libertad"- como ofrecerán al recluso la oportunidad de do
los bibliotecarios tenemos la obligación de tarse de la más valiosa herramienta para el
poner todos nuestros esfuerzos, nuestros co futuro: la capacidad de leer, no sólo los li
nocimientos y destrezas sociales al servicio bros, sino sobre todo el mundo, en busca de
de aquellos que acuden a nuestras aulas y bi los otros y, por encima de todo, de sí mismo.
bliotecas en busca de modelos de vida, de Un interno de la cárcel del Dueso (1), en tie
cultura y de futuro. rras de Cantabria, dijo en cierta ocasión que
Para devolver a los reclusos a la sociedad había perdido vista porque el patio de la pri
en condiciones óptimas para construir un fu sión era demasiado pequeño y no tenía hori
turo digno, plenamente integrado en nuestro zonte. La biblioteca le ofrecerá la posibilidad
entramado social, debemos capacitarles para de hallar recursos de lectura que le permitan
superar su analfabetismo, su iletrismo y su mirar a lo lejos.
carencia absoluta de habilidades comunica Otra reclusa, en esta ocasión chilena, que
tivas. La prisión tiene la obligación de ofre se reconstruye entre rejas gracias a la poesía,
cerles -según todos los acuerdos y comenta que su vida ha cambiado, y que
legislaciones internacionales- una educación ahora su único sueño es lograr un permiso es
de calidad que les enseñe a ser ciudadanos li pecial para estudiar bibliotecología. Madruga
bres y comprometidos. Desarrollar esta edu todos los días para avanzar con su lectura y
cación de espaldas a las bibliotecas, la lectura su estudio. Y en otro momento explica ro
y la escritura es no sólo una torpeza sino tam tunda que una persona que está todo el día
bién una dilapidación de un inagotable fuente sin hacer nada va a salir igual a la calle, pero
de recursos documentales y de ocio. "si uno toma una simple novela ve una cul
Al lector ciudadano anónimo, al profesio tura diferente, gente que ha salido adelante y
nal de la educación y la biblioteconomía, al ve que no es la única que ha pasado por
legislador, al político y al responsable de los esto", explica Lorena Aranda. Y aunque Gui
centros penitenciarios, les atañe, en mayor o llermo está en Colina y nunca ha conocido a
menor medida, la responsabilidad de mirar esta futura bibliotecaria, coincide: "Ya no
de frente la realidad de nuestras cárceles, estoy preso cuando leo".
porque en ellas habita un cada vez mayor Magdalena de Santiago, una poetisa con
porcentaje de ciudadanos que de una u otra quense que derramó sus versos entre el siglo
manera son producto de una sociedad en cri XIX y el XX, dijo en cierta ocasión que
sis de valores culturales, económicos, políti "enseñar a leer es encender fuego; cada
cos y, sobre todo, educativos. sílaba deletreada es una chispa. Cada letra,
Sería una inversión social excelente que cada palabra, no se agota en la idea que
los reclusos recibieran una educación de ca encierra y significa, sino que es, sobre todo,
lidad en la que la biblioteca desempeñara el una mediación para despertar, para abrir,
papel de motor del cambio y la regeneración para hacer brotar un sinfin de posibilidades
de los prisioneros. Lo suyo es que esa edu en quienes poseen la capacidad de interpre
cación recibida en la cárcel les moviera a se- tarlas".
celente disposición para la reconquista de sí lectura (decreto del 8 de julio de 1873) para
mismos. "De entrada, la prisión excluye y re el recreo e instrucción de los presos. En el
chaza cualquier forma débil de estas expe marco de la creación -en 1869- de las bi
riencias. Este compañerismo existe tanto en bliotecas populares independientes de las
el taller de escritura como en el de lectura. municipales y de las provinciales debemos
Leer es un encuentro. Los que están detrás situar las bibliotecas de las prisiones. La bi
de los muros, y los que viven toda clase de blioteca se convertía así en una nueva herra
encierros están deseosos de encuentros" (3). mienta para la formación de los presos: "el
En muchas prisiones se pueden ver autén maestro, no el cabo de vara, ha de ser el que
ticos lectores, de los que se interrogan, se corrija a los penados; el libro y no el grillete,
dejan sorprender, ansían saber cómo y por el que enfrene sus pasiones" (4).
qué, de los que se identifican con algunos La lectura y la escritura permiten a los re
personajes y los defienden a muerte, de los clusos luchar contra el embrutecimiento,
que viven intensamente los libros. Muchos mantener su espíritu alerta y crítico y su
otros -como veremos más tarde- van a la bi mente ágil frente al aniquilamiento que les
blioteca para encontrarse, para hablar, para ofrece el sistema carcelario.
estar al cabo de la actualidad. En cualquier Como cuenta Paul Valera (1850-1926),
caso, es la palabra lo que les vincula, lo que periodista anarquista italiano, que estuvo
les seduce. En la biblioteca de la prisión se preso en la cárcel de Finalborgo: "Para recor
habrá de crear un clima festivo que con dar aquellas tristes jornadas anotaba mis
mueva al recluso porque le ofrezca emocio impresiones en los márgenes, frontispicios y
nes nuevas, despertares, descubrimientos ... sobre los índices de los libros. Utilicé una
de sí mismo y de un mundo esperanzador. mina de lápiz que mantuve oculta entre el
Ya desde finales del siglo XIX se destinó dorso y el canto de un libro que no abando
en las cárceles españolas un espacio para la naba ni de día ni de noche. Los libros
preferidos por los presos son los que están nada ni la brutalidad de los carceleros, ni la
bien espaciados. (... ) No se nos prohibía leer. miseria de la condición en la cual estábamos,
Pero se lee mal en un cuarhlcho donde los ni la falta de un futuro en el que esperar. Y
camaradas son dueños de hacer lo que quie� así todas las tardes, cerrando el diario al que
reno Uno lee, y dos amigos le pasan por había confiado el desahogo de mi alma, me
delante y por detrás susurrando un estribi110. parecía que la jornada no había pasado
Uno lee y surge una conversación que te tre inútilmente si había conseguido conservar el
pana el cerebro como si alguien vociferara respeto hacia mí mismo y superar con cohe
pero que termina por gustarte e incitarte a rencia y dignidad las pruebas que me había
tomar la palabra. Uno lee y un preso se pone reservado la vida" (7).
a recordar anécdotas contemporáneas que te En numerosas ocasiones se ha recordado
hacen cerrar el libro por lo interesantes que que los prisioneros judíos de los campos de
son. Uno lee y suena la campana de la distri concentración alemanes escapaban de su
bución de la sopa y el pan. Uno lee . . . cruda realidad mediante la práctica de todo
háganme caso, en una celda se pierde la ilu tipo de técnicas de escritura (graffitis, cróni
sión de poder sumergirse en un libro para cas, poemas, cuadernos de memoria, archi
volver a la vida con algún conocimiento vos clandestinos, etcétera) que redoblaban
adquirido" (5). sus ansias de vida y de libertad.
Los libros se convierten, de este modo, en Muchos prisioneros ensalzaban el papel
un revulsivo para espabilar la cabeza, en un de la correspondencia como vehículo de en
revitalizante frente al cansancio del alma y lace entre el exterior y el interior del centro
en un fijador que afianza las creencias y de internamiento y como escudo frente a las
ayuda a comprender los propios errores y a agresiones brutales de los carceleros que pre
enfrentar las experiencias demoledoras que tendían despojar a sus víctimas no sólo de su
llevaron al individuo a caer en el infierno. mismidad corpórea sino sobre todo mental,
"La escritura se revela indudablemente transformándoles en seres sumisos y acríti
también como un antídoto contra la rigidez cos.
de los mecanismos prescritos: los textos en "Las cartas que el preso podía esclibir o re
viados desde la cárcel expresan la tentativa cibir de sus familiares y amigos alimentaban
de la recuperación de la individualidad, de su esperanza, sostenían su ánimo, le unían con
finiendo ideal y momentáneamente el espa todo aquello que le pertenecía y en torno a lo
cio de libertad en el que es posible mirar más que había construido su vida hasta ser hecho
allá de la experiencia restrictiva, uniforme, prisionero, se constituían en reductos de li
en la espera del término de la detención, per bertad, refugios de la identidad, espacios
cibido como un renacimiento" (6). para el consuelo e incluso verdaderos meca
La escritura de diarios en ocasiones per nismos de protección psicológica" (8).
mite a los presos lograr una sublimación co En los campos de oficiales desempeñaron
tidiana. Leamos cómo Enrico Zampetti, un papel decisivo como medio de superación
internado en Deblin (Polonia) en el año 1943, de las vejaciones los libros y la realización,
nos explica su experiencia cuarenta años más con medios paupérrimos, de revistas, perió
tarde: dicos, panfletos, boletines, etcétera, que se
"Hoy estas páginas no son más que una asemejaban a los que editaban en el exterior
relación; pero durante veinticuatro meses de los campos de exterminio.
fueron para mí un medio de supervivencia, "Igual que en Przemysl -escribe un ofi
ya que el imperativo de considerar cada día cial de formación humanística- yo pasaba el
de cautiverio un testimonio de fe para ofre tiempo leyendo furiosamente, quizá con una
cérselo a Dios me empujó, como una afición aún mayor, porque mayores eran el
necesidad irreprimible (aún cuando no tenía hambre y la desesperación. Leía todo lo que
ganas, aún cuando tenía que cambiar el pan encontraba, novelas, clásicos que algunos co
por los papeles), a anotar las raras y descon legas guardaban en el fondo de sus mochilas.
certantes experiencias que iba viviendo. Casi En cada libro, de cualquier tipo, escribía las
como si confiándolas a lo escrito pudiese notas más raras y febriles. Una novela de He
sustraerlas a la dispersión y hacerlas fructi mingway o una tragedia de Comeille se con
ficar para redescubrir y reafirmar aquellos vertían en la ocasión para hacer una
valores contra los cuales no podían hacer incursión en palabras como romanticismo,
iluminismo, positivismo, etcétera. Pero eran destruir la identidad del disidente, la lectura
mis armas para aferrarme a la vida, y eso era y, sobre todo, la escritura, se alzan como una
suficiente" (9). forma de resistencia, como una manera de
y de este modo describe sus sensaciones mantener su integridad. La escritura se con
al recibir de su casa las primeras postales uno vierte para el prisionero en un medio privi
de los líderes de la resistencia: legiado para lograr el reconocimiento de los
"Escondo las postales debajo de la almo restos de la conciencia propia" (13).
hada llena de paja y luego acomodo encima En resumen, la lectura y la escritura pue
mi cabeza y me encojo en la misma posición, den y deben desempeñar un papel
refugiándome debajo de las mantas y el preponderante no sólo en la regeneración
abrigo. Quiero quedarme a solas con mis interior de los reclusos, sino también en su
pensamientos. Solo conmigo, fuera de aquí, reinserción a la sociedad. A las autoridades
en un mundo sin hambre, sin frío, sin barra penitenciarias corresponde, por tanto, poner
cas, sin alambradas, sin alemanes, un mundo a su servicio bibliotecas ricas, ágiles y diná
construido por un inmenso, infantil y alegre micas que les ayuden a descubrir la magia de
cariño. Y de vez en cuando dejo resbalar len la palabra escritura y el poder transformador
tamente mi mano entre la almohada y el col de la lectura. el
chón para sentir si las postales están todavía
allí. Mientras las acaricio me dan ganas de Kepa Oso ro Iturbe
Experto en bibliotecas escolares, lectura y Lite
agarrarlas y apretarlas, me parece que tengan
ratura Infantil y Juvenil y profesor en el CEPA
alma, que se convierten en las manos que las Yucatán, ubicado en el Centro Penitenciario Ma
escribieron" (10). drid V, en Soto del Real
leídos a escondidas. Poseer libros en casa era nale Ligure (1864-1965)". En CASTILLO
GÓMEZ, A. y SIERRA BLAS, V Letras bajo sos
uno de los mayores riesgos pues su hallazgo
pecha. Gijón: Trea, 2005, p. 131.
podía conducir a la muerte. (7) ZAMPETTI, E. Dal Lagel: Leltera a Marisa.
El escritor Jorge Semprún, que fuera mi Roma: Studium, 1992, p. 42.
nistro de cultura español, cuenta en su obra (8) SIERRA, V "En espera de su bondad, comprensión
y piedad. Cartas de súplica en los centros de reclu
Viviré con su nombre, morirá con el mío sión de la guerra y posguerra españolas (1936-
cómo, durante su estancia en el campo de 1939)". En CASTILLO, A. Y SIERRA, V Letras
concentración de Buchenwald, se recitaba a bajo sospecha. Gijón: Trea, 2005, p. 177.
(9) CAROCCI, G. JI campo degli ufficiali. Turín: Ei
sí mismo poemas y los intercambiaba con naudi, 1954, p. 109.
otros prisioneros: "Intercambiar señales, (IO)DESANA, P. La vio dei lager. Alejandría: Istituto
unas palabras, noticias del mundo, gestos fra 1997, p. 124.
storico della resistenza,
(11) LEVI, P. Si esto es un hombre. Barcelona: El Aleph,
ternales, una sonrisa, trozos de poemas. Briz
2003.
nas ya, restos supervivientes o dispersos, (12) SEMPRÚN, 1. Viviré con su nombre, morirá con el
porque la memoria se desmenuzaba, men mío. Barcelona: Tusquets, 2001, pp. 16-17.