CENICIENTA

HABÍA UNA VEZ UN HOMBRE QUE SE

CASÓ, POR SEGUNDA VEZ, CON UNA
MUJER MUY ALTANERA, MUY ORGULLOSA.
Y CON UN MAL CARÁCTER. PARA COLMO
SUS DOS HIJAS IGUALITAS A ELLA. EN
CAMBIO, LA HIJA DEL HOMBRE ERA PURA
DULZURA, PURA BONDAD...POR ESO, LAS
TRES BRUJ… DIGO, LA MADRASTRA Y SUS
HIJAS LA TENÍAN DE ACÁ PARA ALLÁ
TODO EL DÍA LAVANDO, COCINANDO,
PLANCHANDO Y , COMO SIEMPRE TENÍA LA
ROPA SUCIA DE CENIZAS DE LA CHIMENEA,
LA LLAMABAN CENICIENTA.
-CENICIENTA- LE GRITABA LA
MADRASTRA-, ORDENA MI
HABITACIÓN.
-CENICIENTA- LE GRITABA UNA
HERMANASTRA-, PLANCHA MI
VESTIDO NUEVO.
-CENICIENTA- LE GRITABA LA
OTRA HERMANASTRA-, PREPARA
LA COMIDA.
NO LA DEJABAN EN PAZ. EN
REALIDAD, LA ODIABAN, PORQUE
AUNQUE TENÍA LA ROPA
DESHILACHADA Y SUCIA DE
CENIZA, ERA MIL VECES MÁS
HERMOSA QUE ELLAS.
UN DÍA, EL REY ORGANIZÓ UNA GRAN
FIESTA E INVITÓ A TODAS LAS PERSONAS
DE CATEGORÍA, ENTRE ELLAS, LA
MADRASTRA Y SUS HIJAS, QUE ERAN
BIEN CONOCIDAS EN AQUEL LUGAR.
ENSEGUIDA, EMPEZARON LOS
PREPARATIVOS.
-YO ME VOY A PONER EL VESTIDO DE
TERCIOPELO ROJO- DECÍA LA MAYOR-.
CENICIENTA, QUIERO QUE ME PEINES.
-YO ME VOY A PONER EL ABRIGO CON
FLORES DE ORO Y EL BROCHE DE
DIAMANTES- DIJO LA OTRA-. CENICIENTA,
QUIERO QUE ME LUSTRES LOS ZAPATOS.
-¿ PUEDO IR YO TAMBIÉN A LA FIESTA?-
PREGUNTÓ CENICIENTA.
 LA MADRASTRA Y LAS HERMANASTRAS SE
RIERON A CARCAJADAS.
-ESTÁS SUCIA DE POLVO Y CENIZAS-
CONTESTÓ UNA HERMANASTRA-. NO PUEDES
IR.
-NO TIENES ROPA NI ZAPATOS- CONTESTÓ LA
OTRA-.NO PUEDES IR.
-NOS HARÍAS PASAR VERGÜENZA PORQUE
TODOS SE REIRÍAN DE TI- CONTESTÓ LA
MADRASTRA-.NO PUEDES IR.
CENICIENTA TENDRÍA QUE HABERLES
HECHO UN PEINADO TORCIDO. O POR LO
MENOS, MANCHARLES EL VESTIDO. PERO NO
LO HIZO, PORQUE ERA BUENA. Y, DURANTE
DOS DÍAS, LAS AYUDÓ A PROBARSE ROPA Y A
PEINARSE UNA Y OTRA VEZ, PORQUE SE
PASABAN HORAS FRENTE AL ESPEJO Y NADA
LES VENÍA BIEN.
FINALMENTE, LLEGÓ EL DÍA DE LA FIESTA. LA MADRASTRA Y LAS
HERMANASTRAS DE CENICIENTA SE FUERON Y LA DEJARON SOLA EN LA
CASA. MUY TRISTE ESTABA CENICIENTA. LLORÓ Y LLORÓ. EN ESE
MOMENTO, APARECIÓ SU MADRINA QUE ERA UN HADA.
-¿QUÉ TE PASA CENICIENTA?- LE
PREGUNTÓ. ¿POR QUÉ ESTÁS LLORANDO?
-ME GUSTARÍA IR A LA FIESTA DEL
PALACIO- SUSPIRÓ CENICIENTA-. PERO NO
TENGO VESTIDO NI ZAPATOS.
-YO PUEDO AYUDARTE- ASEGURÓ EL
HADA-. TRAE UNA CALABAZA.
CENICIENTA LA TRAJO. ENTONCES, EL
HADA LA TOCÓ CON SU VARITA MÁGICA
Y…¡PLIN! LA CONVIRTIÓ EN UNA HERMOSA
CARROZA DORADA. DESPUÉS, EL HADA
BUSCÓ SEIS RATONES, LOS TOCÓ CON SU
VARITA MÁGICA Y… ¡PLIN! LOS CONVIRTIÓ
EN SEIS CABALLOS. TAMBIÉN VIO UNA
RATA, LA TOCÓ CON SU VARITA MÁGICA Y…
¡PLIN! LA CONVIRTIÓ EN COCHERO.
 CENICIENTA NO PODÍA CREER LO QUE VEÍA. PERO TODAVÍA SE ASOMBRÓ MÁS,
CUANDO EL HADA MADRINA, LA TOCÓ CON SU VARITA MÁGICA Y… ¡PLIN! SU
ROPA ANDRAJOSA Y SUCIA SE TRANSFORMÓ EN UN BELLÍSIMO VESTIDO DE ORO
Y PLATA, BORDADO CON PIEDRAS PRECIOSAS.
-SÓLO FALTA ESTO-DIJO EL HADA MADRINA Y LE DIO A CENICIENTA UNOS
ZAPATITOS DE CRISTAL, LOS MÁS BONITOS DEL MUNDO-. YA PUEDES IR AL BAILE,
PERO RECUERDA QUE DEBES REGRESAR ANTES DE LAS DOCE DE LA NOCHE.
CENICIENTA LLEGÓ EN POCOS MINUTOS AL PALACIO Y, CUANDO ENTRÓ, SE
HIZO UN GRAN SILENCIO, LA GENTE DEJÓ DE BAILAR, LOS MÚSICOS
DEJARON DE TOCAR Y TODO EL MUNDO SE DIO VUELTA PARA MIRARLA.
NADIE CONOCÍA A ESA PRECIOSA JOVEN QUE ACABABA DE ENTRAR Y
PENSABAN QUE ERA UNA PRINCESA EXTRANJERA.
EN CUANTO LA VIO EL PRÍNCIPE SE ACERCÓ A ELLA Y LA INVITÓ A BAILAR. NI UN
INSTANTE SE SEPARÓ DE ELLA. SE SENTÍA FASCINADO POR LA BELLEZA Y LA
SENCILLEZ DE CENICIENTA. SUS PADRES, LOS REYES, TAMBIÉN ESTABAN MUY
CONTENTOS CON LA HERMOSA JOVEN QUE HABÍA ENCANDILADO A SU HIJO.
SU MADRASTRA Y SUS HERMANASTRAS LA OBSERVABAN CON ENVIDIA, PERO NO
RECONOCIERON A CENICIENTA, CON AQUEL MAGNÍFICO VESTIDO, NI SIQUIERA
CUANDO ELLA SE ACERCÓ A CONVIDARLES LAS DELICIAS QUE EL PRÍNCIPE LE
HABÍA DADO.
ESE DÍA, CENICIENTA SE FUE DEL
BAILE A LAS ONCE MENOS CUARTO,
PORQUE NO OLVIDÓ LA ADVERTENCIA
DE SU HADA MADRINA. Y LO MISMO
OCURRIÓ AL OTRO DÍA, CUANDO FUE
DE NUEVO AL BAILE. PERO AL TERCER
DÍA, CENICIENTA SE SENTÍA TAN FELIZ
QUE NO SE DABA CUENTA DEL PASO
DEL TIEMPO. Y, DE PRONTO, EL RELOJ
DEL PALACIO DIO LAS DOCE
CAMPANADAS. CENICIENTA
NERVIOSISIMA BAJÓ LAS ESCALERAS
APURADA Y PERDIÓ UN ZAPATO. EL
PRÍNCIPE LA SIGUIÓ, PERO NO PUDO
ALCANZARLA. ENTONCES VIO EN LA
ESCALERA EL ZAPATITO DE CRISTAL Y
LO LEVANTÓ CON MUCHO CUIDADO.
CUANDO SE OYÓ LA ÚLTIMA CAMPANADA DEL
RELOJ, LA CARROZA DE CENICIENTA VOLVIÓ A
CONVERTIRSE EN CALABAZA Y LOS CABALLOS,
EN RATONES. AL LLEGAR A SU CASA,
CENICIENTA LLEVABA OTRA VEZ SU ROPA VIEJA
Y SUCIA Y SÓLO CONSERVABA UNO DE LOS
ZAPATOS DE CRISTAL.
PASARON LOS DÍAS Y EL PRÍNCIPE NO PODÍA
DEJAR DE PENSAR EN AQUELLA JOVEN DE LA
QUE SE HABÍA QUEDADO ENAMORADÍSIMO.
ENTONCES DECIDIÓ BUSCARLA Y ANUNCIÓ QUE
SE CASARÍA CON LA MUJER QUE PUDIERA
PONERSE EL ZAPATITO DE CRISTAL.
PRIMERO, SE LO PROBARON LAS PRINCESAS.
LUEGO TODAS LAS DAMAS DE LA CORTE. A
NINGUNA LE QUEDABA BIEN. FINALMENTE, EL
ENVIADO DEL REY FUE CASA POR CASA
PROBANDO EL ZAPATO A TODAS LAS JÓVENES
DEL REINO. CUANDO LLEGÓ A LA CASA DE
CENICIENTA, LAS HERMANASTRAS INTENTARON
PONÉRSELO. PERO SUS PIES ERAN DEMASIADO
GRANDES Y GORDOS.
-¿PUEDO PROBÁRMELO YO?- PREGUNTÓ
CENICIENTA CON UN HILO DE VOZ.
LAS HERMANASTRAS Y LA MADRASTRA SE
RIERON Y SE BURLARON DE ELLA.
-LO QUE FALTABA. LA FREGONA PIENSA QUE LE
VA A QUEDAR BIEN.
PERO EL ENVIADO DEL REY, QUE
PENSABA QUE CENICIENTA ERA MUY
LINDA, DIJO QUE TENÍA ORDEN DE
PROBARLES EL ZAPATO A TODAS LAS
JÓVENES DEL REINO.
CON LA BOCA ABIERTA SE
QUEDARON LA MADRASTRA Y SUS
HIJAS CUANDO VIERON QUE EL
ZAPATO LE QUEDABA PERFECTO A
CENICIENTA. Y CASI SE DESMAYAN
CUANDO CENICIENTA SACÓ DE SU
BOLSILLO EL OTRO ZAPATO. EN ESE
MOMENTO, APARECIÓ EL HADA
MADRINA. TOCÓ A CENICIENTA CON SU
VARITA MÁGICA Y… ¡PLIN! SU ROPA
SUCIA Y VIEJA SE TRANSFORMÓ EN EL
VESTIDO DE ORO Y PLATA.
LA MADRASTRA Y LAS
HERMANASTRAS NO PODÍAN
CREERLO Y LE PIDIERON PERDÓN
POR LO MAL QUE LA HABÍAN
TRATADO. CENICIENTA, QUE ERA
REALMENTE MUY BUENA, LAS
PERDONÓ Y LAS LLEVÓ A VIVIR CON
ELLA EN EL PALACIO. PORQUE
CLARO, CENICIENTA SE CASÓ CON
EL PRÍNCIPE Y FUERON MUY, MUY
FELICES.
Y COLORÍN, COLORADO, ESTE
CUENTO CENICIENTO SE HA
ACABADO.

FIN