I

A L l J O A Q U I N SALGADO
ALEJANDRO CÉSAR VERDAGUER

I Juicio de amparo
y acción de
1
inconstitucionalidad
Prólogo de
LINO ENRIQUE PALACIO

2" edición, actualizada y ampliada

2' reimpresión

auUD
EDITORIAL ASTREA
DE ALFREDO Y RICARDO DEPALMA
CIUDAD D E BUENOS AIRES
2 005
238 JUICIO D E AMPARO
defectuosos. Claro e s t á que la rapidez que debe i m -
perar en el j u i c i o de amparo necesariamente excluye
aquel recurso que asuma el c a r á c t e r de incidente (art.
240, Cód. Proc. Civil y Com. de la N a c i ó n ) .
§ 64. TASA JUDICIAL. - E l proceso de amparo está
exento del pago de la tasa judicial, s e g ú n lo establece
el art. 13, incb, de la ley 23.898.
§ 65. ÁMBITO DE ApucACIÓN. - L a ley 16.986 se apli-
ca en la Capital Federal - p o r cuanto la legislatura de
la ciudad no ha reglamentado el amparo previsto en
el art. 14 de la C o n s t i t u c i ó n de la Ciudad A u t ó n o m a
de Buenos Aires- y en todo el p a í s , cuando el acto i m -
pugnado provenga de una autoridad nacional. E n este
ú l t i m o supuesto s e r á n competentes los jueces federa-
les de cada provincia (art. 18, ley 16.986).
CAPÍTULO I I I
E L JUICIO DE AMPARO
E N LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
§ 66. EL PROCESO DE AMPARO. - E n el á m b i t o de la
provincia de Buenos Aires rige la ley 7166, con las mo-
dificaciones introducidas por leyes 7261 y 7425, texto
ordenado s e g ú n decr. 1067/95. Aquélla fue sanciona-
da el 10 de diciembre de 1965, es decir que es anterior
en su vigencia a la ley nacional 16.986.
E l art. 1° de la ley provincial establece: " P r o c e d e r á
la a c c i ó n de amparo contra todo acto u o m i s i ó n de ór-
ganos o agentes de la A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a que, ya
sea en forma actual o inminente, lesione, restrinja, al-
tere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad mani-
fiesta, cualquiera de los derechos y g a r a n t í a s reconoci-
dos en las constituciones nacional o provincial, con
excepción del de la libertad corporal".
A su vez, como a c o n t e c i ó en el orden nacional, la
reforma constitucional de 1994 significó la incorpora-
ción del amparo a la C o n s t i t u c i ó n provincial a t r a v é s
del art. 20, me. 2, que señala: "La garantía de amparo
podrá ser ejercida por el Estado en sentido lato o por
particulares, cuando por cualquier acto, hecho, decisión
u omisión, proveniente de autoridad pública o de per-
sona privada, se lesione o amenace, en forma actual o
inminente con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, el
ejercicio de los derechos constitucionales individuales
y colectivos.
240 JUICIO D E AMPARO
El amparo procederá ante cualquier juez siempre
que no pudieren utilizarse, por la naturaleza del caso,
los remedios ordinarios sin dañe grave o irreparable y no
procediese la garantía de hábeas corpus.
No procederá contra leyes o ¡contra actos jurisdiccio-
nales emanados del Poder Judióial.
La ley regulará el amparo estableciendo un procedi-
miento breve y de pronta resolución para el ejercicio de
esta garantía, sin perjuicio de la facultad del juez para
acelerar su trámite, mediante formas más sencillas que
se adapten a la naturaleza de la cuestión planteada.
En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucio-
nalidad de la norma en que se funda el acto u omisión
lesivos". \ una l i m i t a c i ó n , y la segunda, una m o d i f i c a c i ó n , pero
A p a r t i r de esta reforma, 14 vigencia de la ley 7166,
t.o. 1995 queda supeditada en jsu alcance - a l igual que
la ley 16.986 respecto del art^ 43 de la Const. nacio-
n a l - al texto del art. 20 de la| Const. provincial, pues
es claro que la primera no puede contradecir los pos-
tulados de la ú l t i m a .
Del mismo modo que la
§ 67. ACCIÓN O GARANTÍA. -
ley 16.986, el art. 1° y el propio título de la ley provin-
cial r o t u l a n al i n s t i t u t o como " a c c i ó n de amparo",
Esa d e n o m i n a c i ó n se repite a lo largo de su articula-
do. E n cambio, el texto constitucional se refiere al
amparo como una "garantía", Por las razones que ex-
pusimos en el § 16, consid e r á m o s m á s apropiada la
calificación efectuada por el constituyente.
§ 68. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS CON EL AMPARO NACIO-
NAL. - E l concepto de la ley p i o v i n c i a l es m á s estricto
que el de la nacional, ya que alude a " ó r g a n o s o agen-
tes de la A d m i n i s t r a c i ó n pública", mientras que esta
ú l t i m a se refiere a "autoridad pública". E n este su-
puesto, en v i r t u d de lo expuesto en el § 18, considera-
mos m á s apropiado el concejito de autoridad p ú b l i c a
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 241
por cuanto es m á s abarcativo, por ejemplo, de los ac-
tos de los otros poderes del Estado. Igualmente, esa
deficiencia de la ley provincial q u e d ó zanjada con el
art. 20 de la Const. provincial que determina la proce-
dencia del amparo contra todo acto de "autoridad p ú -
blica".
En cambio, tanto la ley provincial como la nacio-
nal hacen referencia a todo "acto u o m i s i ó n " , r a z ó n
por la cual remitimos a lo s e ñ a l a d o en los § 17 a 19.
E l art. r de la ley provincial coincide con el de la
ley nacional. Por ello, cabe reiterar a q u í que el con-
cepto de lesión es amplio y comprende los m á s especí-
ficos de r e s t r i c c i ó n o a l t e r a c i ó n . La primera i m p o r t a
ambos c o m p o r t a n una l e s i ó n . Ello denota el c a r á c -
ter amplio de la norma. La lesión, en cualquiera de
sus formas, presupone u n d a ñ o cierto y actual.
La m e n c i ó n de la amenaza permite amparar a u n
derecho o g a r a n t í a constitucional en el futuro. Para
ello, se debe considerar que hay u n d a ñ o "inminente"
y queda excluido el remoto, dado el c r i t e r i o de ur-
gencia que preside el sistema. Asimismo, la validez
presuntiva de los actos de la A d m i n i s t r a c i ó n p ú b h c a
requiere que la arbitrariedad o ilegalidad sean mani-
fiestas. Sobre el alcance de estos dos conceptos, re-
mitimos al § 22.
Ninguna de estas constituciones establece diferen-
cia alguna para el caso en que la v i o l a c i ó n sea come-
tida por una autoridad p ú b l i c a o por u n particular.
Tal criterio d e b e r í a traer aparejado -en cada ordena-
miento- u n ú n i c o procedimiento de amparo'. Sin em-
' Por ello, nos parece acertada una decisión de un tribunal pro-
vincial que estableció: "La Constitución de la provincia de Buenos Ai-
res ha dotado al amparo de rango constitucional y en sentido lato
(art. 20, inc. 2), maguer la carencia actual de ley regulatoria de la tra-
mitación, ha eliminado la distinción entre actos, hechos, decisiones u
omisiones de particulares, de lo que cabe inferir las facultades del
16. Salgado, Amparo.
242 JUICIO D E AMPARO
bargo, como veremos en el § 89, ello no es l o que
acontece.
E n cuanto a los derechos protegidos, es m á s pre-
cisa la e n u n c i a c i ó n de la c o n s t i t u c i ó n provincial que
alude a los "derechos constitucionales individuales y co-
lectivos", frente a la del art. 43 de la Const. nacional
{"derechos y garantías reconocidos por esta Constitu-
ción, un tratado o una ley") que resulta sumamente
laxa. E l amparo n a c i ó con los precedentes "Siri" y
"Kot" como u n herramienta de tutela de los derechos
constitucionales, por lo cual creemos que una exten-
s i ó n t a n amplia no favorece a su eficacia. Sobre este
punto, remitimos a los § 23 y 26.
E l art. 20 de la Const. provincial, al establecer que
"el amparo procederá ante cualquier juez siempre que no
pudieren utilizarse, por la naturaleza del caso, los reme-
dios ordinarios sin daño grave o irreparable y no pro-
cediese la garantía de hábeas corpus", define m á s clara-
mente su r o l subsidiario^ Por las razones expuestas
en el § 26, ap. b, al analizar el contenido de la expre-
s i ó n "siempre que no exista otro medio judicial más
idóneo" del art. 43 de la Const. nacional, entendemos
que el amparo es la vía i d ó n e a - p r i n c i p a l y directa-
cuando a t r a v é s de u n acto u o m i s i ó n se afecta con
ilegalidad o a r b i t r a r i e d a d manifiesta u n derecho de
raigambre constitucional.
juez para determinar una única regulación procedimental a ambos
supuestos, en el caso de que dichas situaciones se provoquen en for-
ma conjunta" (CCivCom Quilmes, Sala I , 23/5/95, LLBA. 1995-762).
^ E l carácter subsidiario también emana de la ley 7166, que es-
tablece que "la acción de amparo sólo procederá cuando no existan
otros procedimientos ordinarios administrativos o judiciales, que per-
mitan obtener el mismo efecto" (art. 2°). Acertadamente, la jurispru-
dencia posterior a la reforma constitucional de 1994 establece que la
existencia de recursos administrativos no puede ser tenida como con-
dición de previo cumplimiento para la admisión del amparo, ante la
letra del art. 43 de la Const. nacional que sólo reconoce como impe-
dimento la existencia de otro medio judicial (conf. CCivCom Junín,
30/5/95, LLBA, 1995-27).
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 243
E l amparo bonaerense excluye de su objeto los ac-
tos jurisdiccionales del Poder Judicial. Tal p r e c i s i ó n ,
no contenida en el> art. 43 mencionado, es a nuestro
criterio u n acierto (ver § 27).
§ 69. AMPARO Y HÁBEAS CORPUS. - Tanto la ley 7166
como el art. 20 de la Const. provincial e x c e p t ú a n de los
derechos protegidos el de la "libertad corporal" (art. 1°),
ya que ella está protegida por el h á b e a s corpus, regu-
lado en los arts. 405 a 420 del Cód. Proc. Penal.
§ 70. TEMPORANEWAD DE LA PRESENTACIÓN. - El art.
6°, p á r r . 2°, de la ley 7166, t.o. 1995, establece que "en
todos los casos d e b e r á i n t e r p o n é r s e l a [ l a demanda
de a m p a r o ] dentro de los t r e i n t a d í a s h á b i l e s a par-
tir de la fecha en que el afectado t o m ó conocimiento
del acto u o m i s i ó n que considera violatorio del de-
recho o g a r a n t í a s constitucionales". La ley provincial
confiere u n plazo m á s amplio que la ley nacional, que
es de quince d í a s . L a ratio legis está dada porque la
inactividad del afectado por el lapso mencionado por
la ley pone^de manifiesto que no necesita del remedio
excepcional y expeditivo del amparo, sino que puede
reclamar por los procedimientos ordinarios. Con ma-
yor rigor, la ley provincial se refiere a la fecha en que
el afectado " t o m ó conocimiento" del acto o la o m i s i ó n ,
frente a los imprecisos t é r m i n o s de la ley nacional que
dice: "a p a r t i r de la fecha en que el acto fue ejecutado
o debió producirse" (art. 2°, inc. e).
La C o n s t i t u c i ó n provincial, al igual que la nacio-
nal, nada puntualiza sobre el particular. E n v i r t u d
de lo expuesto en el § 34 consideramos que ese pla-
zo de caducidad no subsiste en la actualidad.
§ 71. LA COMPETENCIA. PROBLEMAS QUE SUSCITA. EL
NUEVO PANORAMA QUE ABRE EL CÓDIGO CONTENCIOSO ADMI-
NISTRATIVO BONAERENSE. - El art. 4° de la ley 7166, t.o.
1995, establece: "Todo juez o t r i b u n a l letrado de p r i -
244 JUICIO D E AMPARO
mera instancia con j u r i s d i c c i ó n en el lugar en que la
l e s i ó n o r e s t r i c c i ó n tuviere p debiere tener efecto,
s e r á competente para conocer de la a c c i ó n de amparo.
Cuando u n mismo hecho, acto u o m i s i ó n afectare el
derecho de varías personas, e n t e n d e r á en todas las ac-
ciones el juez o t r i b u n a l que hubiere prevenido". E n
la p ri mera edición de esta o b i a se s e ñ a l ó que la nor-
ma dejaba en claro que la demanda de amparo d e b í a
interponerse ante el juez o el t r i b u n a l letrado de p r i -
mera instancia, y que el hechc de que la competencia
en r a z ó n de territorio se atribjuyera al ó r g a n o con j u -
r i s d i c c i ó n en el lugar donde la l e s i ó n o r e s t r i c c i ó n
tuviere o debiere tener efecto' demuestra u n criterio
acorde con los principios procesales de i n m e d i a c i ó n y
celeridad. T a m b i é n se dijo, ccin referencia a la segun-
da parte del a rtíc ulo que establece que en caso de plu-
ralidad de actores e n t e n d e r á en todas las demandas el
juez o t r i b u n a l que hubiere prevenido, que el legisla-
dor - c o n mayor rigor científico que en la ley nacional
16.986- no habla de " a c u m u k . c i ó n de autos", aunque
ello no i m p o r t a vedar la h i p ó t e s i s en el caso supuesto
de conexidad y pendencia.
Ahora bien, si al contenido de esa n o r m a se le
suma la r e g u l a c i ó n constitucional del art. 20, inc. 2,
que reconoce la competencia de cualquier juez para co-
nocer en una demanda de amparo, razonablemente
p o d r í a concluirse que la reforma constitucional am-
plió el criterio en la materia. Sin embargo, ello no se
m a t e r i a l i z ó en la p r á c t i c a ^ fundamentalmente por el
alcance que la Suprema Corte de Justicia de la provin-
cia-le o t o r g ó a su competencia originaria en materia
3 Acertadamente, MORELLO y VALIIEFÍN indican t a m b i é n como l i -
mitativa de la competencia amplia estajblecida en la Constitución pro-
vincial a la ley orgánica de la Fiscalía de Estado (decr. ley 7543, modif.
por ley 10.250), que establece que "los juicios en que la provincia sea
parte demandada, deberán promoverse ante los jueces o tribunales le-
trados del departamento judicial de La Plata". Ver, m á s ampliamente.
MORELLO - VALLEFÍN, El amparo. Régime¡n procesal, p, 302 y siguientes.
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 245
contenciosoadministrativa, competencia que cesó con
la s a n c i ó n del Código Contencioso Administrativo (ley
12.008) el r de octubre de 1997, que c o m e n z ó a regir
junto con la puesta en funcionamiento de los tribuna-
les contenciososadministrativos el 1° de j u n i o de 1999
(según ley 12.074).
Decimos que la Suprema Corte r e s t r i n g i ó la viabi-
lidad del amparo y con ello el acceso a la j u r i s d i c c i ó n ,
pues quien d e b í a interponerlo se encontraba frente a
la disy u n t i v a de optar p o r plantearlo ante cualquier
juez (art. 20, Const. p r o v i n c i a l ) o i n t e r p o n e r l o direc-
tamente ante el Superior Tribunal. Si optaba por la
primera de las alternativas la Suprema Corte p o d í a lue-
go anular el procedimiento s e ñ a l a n d o que la causa era
su competencia exclusiva"; en cambio, si r e c u r r í a d i -
rectamente al superior t r i b u n a l , éste e n t e n d í a carecer
de competencia para conocer en el amparo de manera
originaria y di^ecta^
" No sólo la Suprema Corte anulaba los amparos, sino que tal
facultad era también ejercida por órganos inferiores (cámaras de ape-
laciones) cuando juzgaban que la cuestión planteada era de compe-
tencia originaria del superior tribunal (ver p.ej., CCivCom San Mar-
tín, Sala n , 27/2/96, LLBA, 1997-100).
' L a Suprema Corte ha sostenido reiteradamente que "no toda la
materia administrativa está asignada exclusivamente a la competencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
pues la ley, sin violar en su esencia la norma constitucional pertinen-
te (art. 149, inc. 3, Const. provincial), ha atribuido a otros tribunales
el conocimiento de determinados aspectps específicos de aquella ma-
teria. Así lo ha hecho la ley 7166 y su modificatoria 7216 al instituir
la acción de amparo contra todo acto u omisión de órganos o agen-
tes de la Administración pública que, en forma actual o inminente,
lesionen, restrinjan, alteren o amenacen con arbitrariedad o ilegali-
dad manifiesta, cualquiera de los derechos y garantías reconocidos en
las constituciones de la Nación o de la Provincia (art. 1°, ley 7166).
Esta ley establece que todo juez o tribunal letrado de la primera ins-
tancia con jurisdicción en el lugar en que la lesión o restricción tuvie-
re o debiere tener efecto, será competente para conocer la acción de
amparo" [SCBA, 2/4/91, JA, 1991-III-218, con comentario de MORELLO,
La Suprema Corte de Buenos Aires y el acceso a la justicia (La deso-
rientación del letrado}'^.
246 JUICIO D E AMPARO
Este cuadro de s i t u a c i ó n , que m e r e c i ó l a justifica-
da c r í t i c a de MORELLO y VALLEFíN^ se ve claramente mo-
dificado por el reciente Código Contencioso Adminis-
trativo bonaerense que le brinda al administrado claras
pautas a las cuales atenerse. EUas son las que señala-
mos a c o n t i n u a c i ó n .
a) Los tribunales contenciosoadministrativos son
competentes para "el conocimiento y d e c i s i ó n de las
pretensiones que se deduzcan en los casos" regidos
por el derecho administrativo (art. 1°)^ Este cambio
es significativo, pues da al ciudadano u n a total certeza
de ante q u i é n debe efectuar el reclamo jurisdiccional
en caso de que la conducta u o m i s i ó n de u n ó r g a n o de
la A d m i n i s t r a c i ó n viole u n derecho amparado por el
ordenamiento j u r í d i c o . Con ello desaparece la incer-
t i d u m b r e que antes generaba la d e t e r m i n a c i ó n de si
el caso era o no de competencia originaria de la Su-
prema Corte,
b) E l art. 12 establece las diferentes clases de pre-
tensiones que se pueden plantear. L a e n u m e r a c i ó n es
precisa y contempla casi todos los supuestos del obrar
estatal*. A h o r a bien, en r a z ó n de que el objeto de
* MORELLO - VALLEFIN, El amparo. Régimen procesal, p. 291 y si-
guientes.
' E n el mensaje de elevación a la legislatura, el Poder Ejecutivo
provincial señaló que "en el nuevo sistema, es la pretensión procesal,
con sus variables admitidas y no el acto administrativo denegatorio
de derechos, el objeto del proceso" (cita extraída de PERRINO, Las pre-
tensiones procesales en el nuevo Código Contencioso Administrativo bo-
naerense, ED, 1 8 0 -8 7 8 ).
* E l art. 12 establece: "En el proceso contenciosoadministrativo
podrán articularse pretensiones con el objeto de obtener:
7) L a anulación total o parcial de actos administrativos de al-
cance particular o general y de ordenanzas municipales.
2) E l restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés
tutelado.
3) E l resarcimiento de los daños y perjuicios causados.
4) L a declaración de certeza sobre una determinada relación o
situación jurídica regida por el derecho administrativo: la pretensión
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 247
muchas de ellas puede coincidir con el objeto de una
p r e t e n s i ó n planteada en u n amparo y dado el c a r á c -
ter subsidiario de-este ú l t i m o (ver lo s e ñ a l a d o en el
punto anterior), es evidente que sólo p o d r á articular-
se el amparo ante cualquier juez (art. 20, Const. pro-
vincial) en caso dé que se demuestre que la vía con-
tenciosa no brinda una adecuada p r o t e c c i ó n al derecho
conculcado.
c) E l criterio que recepta este Código marca con
toda claridad que dicho ó r g a n o es t a m b i é n competen-
te para conocer en la p r e t e n s i ó n contenida en la de-
manda de amparo, si ella se funda en una r e l a c i ó n
de derecho administrativo. Estos tribunales son tam-
bién, a la vez, cualquier juez (art. 20, Const. provin-
cial) y nada justificaría que no conozcan en una de-
manda de amparo con tales c a r a c t e r í s t i c a s . Pero aun
en la h i p ó t e s i s de que el t r i b u n a l considerara que la
p r e t e n s i ó n incoada no debe t r a m i t a r por la vía de am-
paro, es evidente que lo que corresponde es su reca-
lificación, con prescindencia del nomen iuris utilizado
por el actor (ver § 35), y no su rechazo in limine.
Sobre este tema, ver t a m b i é n l o dicho en el § 191
en cuanto a la a c c i ó n de i n c o n s t i t u c i o n a l i d a d y el
amparo.
§ 72. LEGITIMACIÓN. - E l art. 5° de la ley provin-
cial establece: "Se hallan legitimados para deducir la
acción de amparo:
a) Las personas físicas o j u r í d i c a s .
b) Los partidos políticos con p e r s o n e r í a reconoci-
da por el organismo electoral competente.
respectiva tramitará con arreglo a lo previsto en el art. 322 del Cód.
Proc. Civil y Comercial.
5) L a cesación de una vía de hecho administrativa.
6) L a realización de una determinada prestación, por parte de
alguno de los entes previstos en el art, 1° de presente Código.
. 7) Se libre orden de pronto despacho, en los términos previstos
en el art. 76 del presente Código".
248 JUICIO D E AMPARO
c) Las entidades con p e r s o n e r í a profesional o gre-
mial.
d) Las asociaciones que sin revestir el c a r á c t e r de
personas j u r í d i c a s , justificaren,
de sus estatutos, que no contjrarían una finalidad de
bien p ú b l i c o " .
Este a r t í c u l o pone de manifiesto el criterio amplio
con que se concede el instituto del amparo,
A su vez el art. 6°, p á r r . 1°, dispone: "La a c c i ó n de
amparo d e b e r á ser deducida por el t i t u l a r del dere-
cho lesionado o quien demostrare ser su representan-
te. Cuando aquél estuviera iraposibilitado de ejercer-
la p o d r á , en su nombre, a r t i c u l a r l a u n tercero, sin
perjuicio de la r e s p o n s a b i l i d a í i de éste si hubiera ac-
tuado en forma maliciosa".
Aquí se tipifica al legitimado activo como "el titular
del derecho lesionado". Sin embargo, la ley provin-
cial adopta u n criterio m á s amplio que ia nacional, ya
que habilita para la p r o m o c i ó n del amparo a "un terce-
ro" cuando el afectado "estuvie-a imposibilitado de ejer-
cerla". Es decir que la norma provincial se ha acerca-
do al criterio imperante en materia de h á b e a s corpus.
Debe s e ñ a l a r s e que el hecho de que el art. 20 de la
Const. provincial no señale, como sí lo hace el art. 43
de la Const. nacional, q u i é n e s son los sujetos legiti-
mados para interponer u n aixparo en la tutela de u n
derecho colectivo, no impide la a p l i c a c i ó n de las cate-
gor ías contenidas en el art. 6' de la ley provincial de
amparo. Así, se ha resuelto que "no sólo pueden i n -
terponer una a c c i ó n de amparo quienes tienen u n de-
recho subjetivo lesionado sino t a m b i é n aquellos que
sin padecer u n d a ñ o concreto son tocados, interesa-
dos, concernidos o vinculados por efectos del acto u
o m i s i ó n lesivos"'. E n lo atinente a este tema, no pue-
' JuzgCivCom n° 11 San Isidro, 21/5/97, LLBA, 1997-1430. E n
este caso se reconoció que los actores revestían la calidad de "afecta-
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 249
de omitirse el pronunciamiento de la Suprema Corte de
Justicia en la causa "Rusconi". E n esa oportunidad,
HiTTERS s e ñ a l ó con p r e c i s i ó n que "los nuevos princi-
pios consagrados por la C o n s t i t u c i ó n nacional y en la
de la provincia de Buenos Aires garantizan u n tipo de
tutela que asegura el acceso a la j u s t i c i a a situacio-
nes que exceden el esquema clásico de la custodia de
los derechos subjetivos, potenciando de este modo los
marcos de l e g i t i m a c i ó n activa para ejercitar pretensio-
nes en juicio"'".
A l respecto, ver lo expuesto en los § 36 a 40.
§ 73. LA DEMANDA. - E l art. 7° de la ley provincial
establece: "La demanda d e b e r á presentarse por escrito
y contendrá:
a) E l nombre, apellido, nacionalidad y domicilio
del accionante.
b) L a j u s t i f i c a c i ó n de la p e r s o n e r í a invocada, con-
forme a las leyes que rigen la materia. E l actor p o d r á
acreditar su p e r s o n e r í a mediante la a g r e g a c i ó n del po-
der especial, carta poder con a u t e n t i c a c i ó n de firma,
estatuto o contrato social con certificación de autenti-
cidad.
c) La d e n o m i n a c i ó n del ó r g a n o , función o cargo
del agente de la A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a , autor de la
restricción.
d) La r e l a c i ó n circunstanciada de los hechos, ac-
tos u omisiones que han producido, o e s t é n en vías de
dos" por la decisión de la comuna de desafectar una calle del uso
público y sujetarla a la venta por licitación. E n el fallo se señala co-
rrectamente que los amparistas no son las únicas personas interesa-
das por la decisión impugnada, sino que participan del mismo carác-
ter todos los actuales y potenciales usuarios de esa calle.
SCBA, 4/7/95, LL. 1996-C-20, con comentarios de BOTASSI, El
proceso administrativo bonaerense (Un fallo histórico). Sobre este
tema, ver también SCBA. 19/5/98, LLBA, 1998-939, con comentario de
STIGLITZ, Prevención de daños colectivos (En la jurisprudencia de la
Corte de-la Provincia de Buenos Aires).
250 JUICIO D E AMPARO
producir, la l e s i ó n de derechos cuyo amparo se pre-
tenda.
e) L a p e t i c i ó n que se formula en t é r m i n o s preci-
sos y claros".
E l i n c . a se refiere a la i n d i v i d u a l i z a c i ó n del legi-
timado activo, y el inc. b, si b i e n remite en cuanto a
la j u s t i f i c a c i ó n de la p e r s o n e r í a a las leyes que rigen la
materia, concede u n c a r á c t e r amplio a su a c r e d i t a c i ó n ,
al a d m i t i r hasta la carta poder con a u t e n t i c a c i ó n de
firma.
A c o n t i n u a c i ó n , el inc. c se refiere a la individuali-
z a c i ó n del sujeto pasivo de la r e l a c i ó n procesal. A
diferencia de la ley nacional, ésta no supedita esa de-
t e r m i n a c i ó n a que ello sea posible. Sin embargo, el
criterio amplio de la factibilidad fue sentado por el caso
"Siri", en el que se a d m i t i ó el amparo a pesar de no ha-
berse acreditado con exactitud de q u é autoridad pro-
v e n í a el menoscabo de los derechos constitucionales.
E l inc. d, con mayor p r e c i s i ó n t e r m i n o l ó g i c a que
la ley n a c i o n a l , se refiere a la " r e l a c i ó n circunstan-
ciada de los hechos, actos u omisiones", en vez de u t i -
lizar la imprecisa voz "extremos" de la ley 16.986. E l
inciso apunta, por tanto, a la p r o l i j a e x p o s i c i ó n de
esas circunstancias y a su v i n c u l a c i ó n con el derecho
constitucional menoscabado.
L a p e t i c i ó n , que debe ser formulada en t é r m i n o s
precisos y claros t a l como surge del inc. e, contempla
u n f i n inmediato, cual es el traslado de la p r e t e n s i ó n y
el pronunciamiento de una sentencia de m é r i t o que la
declare fundada, y u n objeto mediato que consiste en
imponer al autor del acto u o m i s i ó n una conducta de-
terminada.
§ 74. RECHAZO "IN LIMINE" DE LA DEMANDA. - E l art.
9° establece: "Si la a c c i ó n fuera notoriamente improce-
dente, por no c u m p l i r los recaudos establecidos en la
presente ley, el juez o t r i b u n a l a s í lo d e c l a r a r á sin
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 251
m á s s u s t a n c i a c i ó n , o r d e n á n d o s e el archivo de las ac-
tuaciones. Esta r e s o l u c i ó n será apelable en los t é r m i -
nos dispuestos p o r el art. 19".
Para que sea viable esta excepcional y expeditiva
d e s e s t i m a c i ó n de la demanda, la inadmisibilidad debe
ser manifiesta. Es decir que con los elementos apor-
tados no debe quedar ninguna duda de que la deman-
da no cumple con los recaudos exigidos por la ley.
Esta facultad sólo puede ser ejercida d e s p u é s de inter-
puesta la demanda.
Por las razones que expusimos en los § 25 a 35 en
cuanto a las limitaciones de este i n s t i t u t o , creemos
que en caso de considerarse inviable el t r á m i t e del
amparo para dilucidar el derecho alegado por la acto-
ra, debe d á r s e l e a la p r e t e n s i ó n planteada por ésta el
t r á m i t e que el juez estime pertinente, pero no recha-
zarse in limine la demanda y disponer su archivo.
Por ello, nos parece acertada la s o l u c i ó n dada en u n
caso de jurisprudencia en que, no obstante confirmar-
se el rechazo in limine de la vía intentada - e l ampa-
ro-, se d e t e r m i n ó que en la instancia precedente d e b í a
establecerse el procedimiento bajo el cual t r a m i t a r í a el
reclamo del amparista".
La r e s o l u c i ó n que rechaza in limine la demanda es
apelable y el recurso d e b e r á concederse con efecto
suspensivo. La a p e l a c i ó n d e b e r á interponerse dentro
de los dos días de notificada la r e s o l u c i ó n y t e n d r á
que fundarse juntamente con su i n t e r p o s i c i ó n . E l re-
curso se r e s o l v e r á en el d í a y es deber del actuario ar-
bitrar los medios necesarios para que el t r i b u n a l de
grado reciba las actuaciones dentro de las veinticuatro
horas de concedido. A su vez, el t r i b u n a l d e b e r á pro-
" Ver CCivCom Quilmes, Sala I, 20/2/96, LLBA, 1996-658. Aun-
que en ese caso se trataba de un acto de un particular, dada la equi-
paración que la Constitución provincial establece entre estos actos y
los de la autoridad estatal, consideramos que dicho criterio es aplica-
ble a todos los amparos.
252 , JUICIO D E AM'ARO
nunciarse dentro del t é r m i n o de tres días de recibido
el expediente (art. 19).
§ 75. INFORME CIRCUNSTANCIADO. - E l art. 10 de la
ley provincial establece que "el juez o t r i b u n a l requeri-
r á a la autoridad que correspqnda u n informe circuns-
tanciado acerca de los antecedentes y fundamentos de
la medida impugnada, el que 4 e b e r á ser evacuado den-
tro del plazo prudencial que ^ije".
E l llamado "informe circiinstanciado" satisface, al
igual que en la ley nacional, el concepto de bilaterali-
dad que caracteriza al amparo y asegura de ese modo
el derecho de defensa en juicio del demandado. E n
tal sentido, puede decirse que| constituye una verdade-
ra c o n t e s t a c i ó n de demanda, j De a h í que el p á r r . 2'o
de este a r t í c u l o establezca qjue "conjuntamente con
el pedido de i n f o r m e se a c o r h p a ñ a r á n copias del es-
crito de demanda y documentos presentados p o r el
actor". : que con el escrito de demanda el actor d e b e r á acom-
Esta c a r a c t e r í s t i c a tipific^a al i n f o r m e como una
carga, no como una o b l i g a c i ó p del informante, ya que
el art. 12 prevé la h i p ó t e s i s d e í s u no p r e s e n t a c i ó n . E n
este ú l t i m o supuesto, su efecto es a n á l o g o a la no con-
t e s t a c i ó n de la demanda'^. '
1^ Sobre el particular la jurisprudencia ha señalado que "la falta
de presentación del informe al que alude el art. 10 de la ley de ampa-
ro 7166 equivale tanto como incontestar la demanda, de modo que
tal acto procesal omisivo, queda reglado por las mismas directivas
que las impuestas por el art. 354, inc. 1°, del Cód. Procesal, por lo que
el silencio puede estimarse como unai tácita admisión de los hechos
expuestos por el actor, efecto que se deriva del incumplimiento de la
carga de comparecer y pronunciarse pategóricamente respecto de lo
expresado en la demanda y la documentación a c o m p a ñ a d a a la mis-
ma". Al mismo tiempo se ha sostenido que la reticencia del Estado
es m á s relevante que la de un particular, pues "no es dable esperar
del Estado u n desinterés en defender la legitimidad de sus actos o
en dejar de proteger al bien común, tanto o m á s cuando se lo acusa
de realizar actos u omisiones que con arbitrariedad o ilegalidad ma-
nifiestas conculcan derechos y garanliías constitucionales de los ciu-
dadanos" (JuzgCivCom n° 11, 21/5/97,1 LLBA, 1997-1430).
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 253
Al igual que en la ley nacional, no se ha estableci-
do el plazo para contestar la requisitoria. Por lo tan-
to, d e b e r á ser fijado por el juez, teniendo en cuenta el
c a r á c t e r de celeridad que debe presidir el t r á m i t e del
amparo y las circunstancias del caso.
Como acto fundamental de defensa, amparado por
el art. 18 de la Const. nacional, la o m i s i ó n de reque-
rir el informe i m p o r t a la nulidad del proceso.
Cuando se trate de la A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a pro-
vincial y se controviertan intereses fiscales, el acciona-
do d e b e r á requerir el patrocinio legal de la Fiscalía de
Estado, por el funcionario letrado que é s t a comisione
al efecto (art. 10, p á r r . ú l t i m o ) .
§ 76. PRUEBA. - E n materia de ofrecimiento de
prueba, la ley provincial, al igual que la nacional, ha
seguido los lincamientos generales de los procesos r á -
pidos o abreviados. E n este sentido, el art. 8° dispone
p a ñ a r la prueba documental de que disponga o d e b e r á
individualizarla, de no encontrarse en su poder. Asi-
mismo, d e b e r á ofrecer los d e m á s medios de prueba de
que intente valerse. E n la demanda, a d e m á s de i n d i -
vidualizar a los testigos propuestos, d e b e r á acompa-
ñ a r los interrogatorios pertinentes. E l n ú m e r o de tes-
tigos no e x c e d e r á de cinco por cada parte y s e r á carga
de éstas hacerlos comparecer a su costa al juzgado o
tribunal, cualesquiera que sean sus domicilios en la
oportunidad de la audiencia de r e c e p c i ó n de prueba y
sin perjuicio de hacerlos comparecer por la fuerza p ú -
bhca, en caso de resistencia injustificada (art. 13).
E l requerido, al evacuar el informe circunstancia-
do, d e b e r á c u m p l i r con la carga de ofrecer las pruebas
en la forma establecida para el actor (art. 10).
Si alguna de las partes hubiese ofrecido prueba,
d e b e r á ordenarse su i n m e d i a t a p r o d u c c i ó n , y se fija-
rá la audiencia respectiva para dentro del tercer d í a
(art. 11).
254 JUICIO D E AMPARO
Los jueces tienen la facultad y el deber de comple-
tar por su propia iniciativa el material probatorio del
proceso, y pueden a t a l fin decretar medidas para me-
j o r proveer, que se c u m p l i r á n en el m i s m o d í a . Igual
facultad p o d r á ejercer el t r i b u n a l de alzada. La prue-
ba d e b e r á ser recibida personal e inmediatamente por
el juez o t r i b u n a l , que no p o d r á delegaf esa actividad
(art. 14).
A diferencia de la ley nacional, la ley provincial no
veda la prueba de confesión.
P o d r á n desestimarse las pruebas manifiestamente
improcedentes, superfinas o meramente dilatorias (art.
362, C ó d . Proc. Civil y Com. de Buenos Aires). Las
resoluciones en materia de p r o d u c c i ó n , d e n e g a c i ó n y
s u s t a n c i a c i ó n de las pruebas s e r á n irrecurribles en los
t é r m i n o s del art. 377 del Cód. Procesal bonaerense.
§ 77. SENTENCIA. - El art. 12 de la ley provincial
establece: "Evacuado el informe a que se refiere el art.
10 o transcurrido el plazo conferido sin que el reque-
rido se hubiere presentado, no h a b i é n d o s e ofrecido prue-
ba se dictEirá sentencia fundada, dentro de las cuaren-
ta y ocho horas concediendo o denegando el amparo".
E n el caso de que se hubiesen ofrecido pruebas, el
plazo para dictar sentencia será t a m b i é n de cuarenta y
ocho horas (art. 12, p á r r . 2°).
E l art. 15 se refiere a la sentencia estimatoria aun-
que, como es obvio, el proceso de amparo puede con-
cluir con u n p r o n u n c i a m i e n t o desestimatorio. Este
ú l t i m o se d i f e r e n c i a r á de aquél, en cuanto a su forma,
puesto que c a r e c e r á de especificaciones que reglamen-
ten su cumplimiento.
Los recaudos enumerados por el art. 15 no exclu-
yen los propios de la sentencia, que e s t á n legislados
en el art. 163 del Cód. Procesal de la provincia.
§ 78. CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCLÍ. - Este cumpli-
miento se l o g r a r á mediante u n mandamiento que indi-
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 255
vidualice al ó r g a n o o agente de la A d m i n i s t r a c i ó n p ú -
blica a quien se dirija y contra cuya r e s o l u c i ó n , acto o
medida, se concede eramparo (art. 15, inc. a). Deter-
m i n a r á con p r e c i s i ó n lo que debe hacerse o no hacerse
(art. 15, inc. b) y el plazo para el cumplimiento de lo
resuelto, que en n i n g ú n caso p o d r á exceder de veinti-
cuatro horas (art. 15, inc. c). A su vez, el art. 16 dice:
"El m a n d a m i e n t o se d i l i g e n c i a r á sin demora p o r la
oficina de Mandamientos y Notificaciones o p o r el
juez de paz respectivo o autoridad policial del lugar
que, al efecto, p o d r á n ser requeridos t e l e g r á f i c a m e n -
te. E l ó r g a n o o agente de la A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a a
quien se dirija, d e b e r á c u m p l i r l o sin que pueda opo-
ner excusa alguna n i ampararse en la obediencia jerár-
quica. Si por cualquier circunstancia el mandamien-
to no pudiera diligenciarse con la autoridad a quien
está dirigido, se e n t e n d e r á con su reemplazante, o a
falta de éste, con su superior j e r á r q u i c o " .
§ 79. COSA JUZGADA. - E l proceso de amparo, como
una necesidad frente a la urgente p r o t e c c i ó n de los
derechos constitucionales, sacrifica parte del* conoci-
miento del juez respecto de la totalidad del conflicto.
De a h í que la cosa juzgada que emana de esa senten-
cia sólo puede amparar la estabilidad de lo debatido
sin restricciones en este proceso, mas no otras cues-
tiones, que no sean materia de d i s c u s i ó n en él. Por
ello, el art. 17 de la ley provincial, t.o. 1995, establece:
"La sentencia de amparo deja subsistente el ejercicio
de las acciones y recursos que puedan corresponder al
accionante con independencia del de amparo". Para
un mayor análisis, cabe r e m i t i r a los § 50 y 5 1 .
§ 80. RECURSO DE APELACIÓN. - E l art. 18, t.o. 1995,
determina que contra la sentencia, a s í como contra
la r e s o l u c i ó n que rechaza in limine la a c c i ó n (art. 9°)
o cuando se decretan medidas de no innovar (art. 22, t.o.
1995), procede el recurso de apelación, el que se otor-
256 JUICIO D E AMPARO
gara en ambos efectos. E l c a r á c t e r del proceso de
amparo lleva a concluir, dada la celeridad de su t r á m i -
te, que cualquier otra r e s o l u d i ó n no prevista en la ley
es inapelable.
En cuanto al c a r á c t e r susjpensivo que la ley otorga
al recurso, se ha entendido que su c o n c e s i ó n debiera
haberse legislado con efecto no suspensivo o al solo
efecto devolutivo, dada la u r g nte necesidad de preser-
v a c i ó n del derecho lesionado Pero cabe s e ñ a l a r que
esa incongruencia aparece aun m á s manifiesta en el
caso de la p r o h i b i c i ó n de innovar e incluso c o n t r a r í a
el criterio general instaurado en el Código Procesal de la
provincia de Buenos Aires paia procesos menos urgen-
tes (art. 198 in fine). A l igual que lo que acontece en el
orden nacional (donde se da ia misma incongruencia
-ver § 53 y 55-), existe jurisprudencia que, no obstante
la r e g u l a c i ó n del art. 18, t.o. 1995, ha reconocido que
el recurso contra las medidas c|a-utelares decretadas debe
concederse con efecto d e v o l u ü v o (no suspensivo)'^.
El recurso d e b e r á interponerse dentro de los dos
días de notificada la resoluc ón recurrida y fundarse
en el escrito de i n t e r p o s i c i ó n art. 18, t.o. 1995). Debe
ser resuelto en el día y es obl gación del actuario arbi-
trar los medios necesarios paja que el t r i b u n a l de gra-
do reciba las actuaciones dentro de las veinticuatro
horas de concedido, A su vez, el t r i b u n a l de alzada se
p r o n u n c i a r á dentro de u n téi-mino no mayor de tres
días de recibido el expediente (art. 19, t.o. 1995).
Se ha sostenido que "si bien la norma que regula el régimen
de la acción de amparo (art. .19, párr, jl°, ley 7166) establece que el re-
curso de apelación que. se interponga contra la resolución que hace
lugar a la medida cautelar de no innqvar debe ser concedido en 'am-
bos efectos', es decir con efecto 'suspensivo', lo cierto es que una in-
terpretación razonable y funcional dí: la referida norma, conduce a
sostener el recurso con efecto simplemente 'devolutivo' pues, de acep-
tarse una solución diversa, se desnaturalizaría la finalidad que dicha
medida cautelar cumple en procesos como el presente" (C2*CivCom
La Plata, Sala I I I , 29/3/96, LLBA, 1996-713).
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 257
Al igual que el art. 15 de la ley 16.986, el art. 18
de la ley 7166, t.o. 1995, no ha previsto la a p e l a c i ó n
contra el decisorio que deniega la p e t i c i ó n de la me-
dida cautelar. Ello ha sido interpretado en el sentido
de que t a l supuesto es inapelable". Sin embargo, por
las razones dadas en el § 53 no compartimos tal tesi-
tura.
§ 8 1 . RECURSO EXTRAORDINARIO. - Suprema Cor-
te ha s e ñ a l a d o que las decisiones de las c á m a r a s de
apelaciones en materia de amparo no son, en princi-
pio, susceptibles de recurso extraordinario de n u l i d a d
e inaplicabilidad de l e y " .
§ 82. NOTIFICACIÓN. - E l sistema del art. 20, t.o.
1995, de la ley provincial altera el funcionamiento pre-
visto en general para las notificaciones por ministerio
de la ley. E n efecto, la carga de comparecer es dia-
ria y no se l i m i t a a los días martes y viernes, como
prevé el art. 133 del Cód. Proc. Civil y Com. de Bue-
nos Aires.
Las ú n i c a s notificaciones que deben hacerse me-
diante c é d u l a son las de l a demanda, la audiencia de
prueba y la sentencia.
§ 83. CUESTIONES PREVIAS, RECONVENCIÓN E INCIDEN-
TES. - E l art. 2 1 , t.o. 1995, veda la p r o m o c i ó n de cues-
tiones previas, demandas reconvencionales o incidentes,
criterio que pone de manifiesto el c a r á c t e r de celeri-
dad que preside este tipo procesal. Como complemen-
to, la misma n o r m a establece que a p e t i c i ó n de parte
o de oficio el juez o t r i b u n a l s u b s a n a r á todos los v i -
Así lo ha entendido la CCivCom Trenque Lauquen, 15/8/96,
LLBA, 1996-1225, con comentario de SOSA, Apelabilidad del rechazo de
medida de no innovar en el amparo (ley 7166), quien critica la posi-
ción adoptada por la Cámara.
'5 SCBA, 31/3/98, "Cianciosi, Juan", JUBA, 7. MORELLO y VALLE-
FÍN critican esta postura {El amparo. Régimen procesal, p. 285).
17, Salgado, Amparo.
258 JUICIO D E AMPARO
cios e irregularidades del procedimiento, con lo que se
asegura, dentro de la naturaleza s u m a r í s i m a de esta
vía, la vigencia del p r i n c i p i o de c o n t r a d i c c i ó n . E n
verdad, si la s u b s a n a c i ó n se hace a pedido de parte y
se respeta el p r i n c i p i o de c o n t r a d i c c i ó n , estamos en
presencia de u n incidente o al menos de una de las i n -
cidencias que trata de excluir la primera parte de la
norma.
§ 84. RECUSACIÓN SIN CAUSA. - É s t a t a m b i é n está ve-
dada (art. 2 1 , t.o. 1995), con acierto, dado el c a r á c t e r
abreviado del proceso y la repulsa que este instituto
ha merecido en la legislación y doctrina extranjeras".
Obviamente, procede la r e c u s a c i ó n con causa, que
no e s t á prohibida por la ley, y su a d m i s i ó n se justifica
por razones de orden p ú b l i c o , a pesar de que el art.
21, t.o. 1995, impone al juez el deber inexorable de ex-
cusarse ex officio cuando se encuentre legalmente i m -
pedido para conocer.
§ 85. MEDIDAS DE NO INNOVAR. - E l art. 22, t.o.
dispone que en cualquier estado de la causa, a peti-
c i ó n de parte o de oficio, p o d r á n decretarse medidas
de no innovar, las que se c u m p l i m e n t a r á n inmediata-
mente sin perjuicio de su posterior m o d i f i c a c i ó n . E n
caso de admitirse la medida, d e b e r á fijarse la contra-
cautela para responder de los d a ñ o s que pudiere oca-
sionar. Su s o l i c i t u d d e b e r á resolverse en el mismo
d í a de su p r e s e n t a c i ó n .
El segundo p á r r a f o del a r t í c u l o citado establece:
"Cuando la s u s p e n s i ó n acordada por la medida de no
innovar afecte al servicio p ú b l i c o o a la Administra-
ción, p o d r á ser dejada sin efecto por el juez o t r i b u -
nal, q u i e n d e b e r á declarar a cargo de l a a u t o r i d a d
demandada o personalmente de los que la desempe-
'* Ver. al respecto, DIAZ, Instituciones del derecho procesal, t. II-A,
p. 310; FALCÓN, Código Procesal, t. I , p. 251.
E L JUICIO D E AMPARO E N LA PROVINCIA D E BUENOS AIRES 259
ñ e n la responsabilidad de los perjuicios que se deriven
de la ejecución".
E n lo d e m á s , remitimos a lo dicho al comentar
esta medida en el á m b i t o de la ley 16.986 (ver § 55).
§ 86. C o s M S . - E l art. 25, p á r r . 1°, t.o. 1995, es-
tablece en materia de i m p o s i c i ó n de costas el criterio
objetivo de la derrota, receptado como n o r m a de ca-
r á c t e r general por el art. 68 del Cód. Procesal bonae-
rense con el agregado de que si el vencido es la auto-
ridad, s e r á n responsables solidarios el agente de la
A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a y la provincia o, en su caso, el
ó r g a n o a que pertenezca.
No obstante, el segundo p á r r a f o de la n o r m a esta-
blece, en a r m o n í a con el art. 14 de la ley nacional:
"No h a b r á c o n d e n a c i ó n en costas si antes que el i n -
forme previsto en el art. 10 hubiera sido evacuado,
cesaran los hechos, actos u omisiones que m o t i v a r o n
la demanda de amparo". Se concreta a q u í u n allana-
miento real, incondicionado, oportuno, total y efecti-
1995,
vo, y se aplica el mismo criterio establecido por el art.
70 del Cód. Proc. Civil y Com. de Buenos Aires. Sin
embargo, consideramos que si el ó r g a n o o agente de la
A d m i n i s t r a c i ó n ha dado lugar a la r e c l a m a c i ó n con su
conducta contraria a u n derecho o g a r a n t í a constitu-
cional, de cualquier modo d e b i ó h a c é r s e l e soportar las
costas.
§ 87. TASA JUDICIAL Y OTROS IMPUESTOS. - E l art. 26,
t.o. 1995, dispone que las actuaciones del proceso de
amparo e s t á n exentas de sellado y de todo otro i m -
puesto, los cuales se r e p o n d r á n de conformidad con la
i m p o s i c i ó n de costas.
§ 88. NORMAS SUPLETORIAS. - La ley provincial, en
su art. 24, t.o. 1995, declara de a p l i c a c i ó n subsidiaria
para la t r a m i t a c i ó n de la a c c i ó n de amparo, las reglas
procesales establecidas en el Código de Procedimien-
260 JUICIO D E AMPARO

to Penal de la provincia de Buenos Aires .para la sus-

t a n c i a c i ó n del h á b e a s c o r p u Este ú l t i m o , por su
a n a l o g í a con el amparo, resullta adecuado para regir
subsidiariamente el instituto, E n este aspecto la ley
provincial ha encarado el tema con mayor rigor que la
ley nacional, que sólo dice son supletorias... las dis-
posiciones procesales en vig(or"•" (art. 17, ley 16.986),
sin aclarar a cuáles se hace referencia. CAPITULO I V

AMPARO CONTRA ACTOS U OMISIONES

DE PARTICULARES

§ 89. INTRODUCCIÓN. - Con el pronunciamiento de

la Corte Suprema de Justicia de la N a c i ó n recaído en el
caso "Kot" el 5 de septiembre de 1958, se s e n t ó la doc-
trina de la viabilidad del amparo contra actos de par-
ticulares, fundamentalmente porque la m a y o r í a del
alto t r i b u n a l sostuvo que la naturaleza del sujeto de
quien p r o v e n í a la violación del derecho constitucional
no era esencial, sino que lo fundamental era la pro-
tección del derecho. Asimismo, agregaba una tercera
categoría de sujetos, que acumulan u n gran poder mate-
rial o e c o n ó m i c o . Por ello, a d m i t í a el amparo median-
te u n procedimiento expeditivo, a la par que recomen-
daba p o n d e r a c i ó n y prudencia, independientemente de
que hubiese sido arbitrado o no por el legislador (ver
§ 2, ap. c).
E l 20 de octubre de 1966 e n t r ó en vigencia la ley
16.986 que, sin embargo, se hace cargo de la orienta-
ción jurisprudencial establecida por la Corte Suprema
en el caso "Siri" y aborda la r e g u l a c i ó n del amparo
contra todo acto u o m i s i ó n de "autoridad pública".
Quedaba así sin r e g u l a c i ó n el amparo respecto de
los particulares. No obstante, la jurisprudencia reite-
ró que frente a los grupos de p r e s i ó n , que no titubean
en hacer justicia por mano propia, s e r í a ingenuo remi-
tir a las v í c t i m a s a procedimientos semejantes a las