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Lectura e introducción sobre las diferencias entre un virus y una bacteria.

Licenciado Carlos Mario Pava Silva

Área de biología y ciencias naturales

Instituto Immanuel Kant (villavicencio, Meta).

Son muchas las dudas que giran en torno al nuevo coronavirus. ¿Qué es? ¿Cómo se contagia?
¿Se puede prevenir? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes junto con las que
hacen referencia al tratamiento: ¿cómo se trata?

Actualmente no existe una vacuna contra el coronavirus humano y los casos más leves se
tratan como un resfriado común. Entre las dudas que pueden surgir a la población sobre los
posibles tratamientos está el uso de los antibióticos. ¿Son eficaces los antibióticos frente al
coronavirus? La respuesta es no. ¿Por qué? Porque el coronavirus es un virus y ningún virus se
trata con antibióticos.

Actualmente no existe una vacuna contra el coronavirus humano y los casos más leves se
tratan como un resfriado común. Entre las dudas que pueden surgir a la población sobre los
posibles tratamientos está el uso de los antibióticos. ¿Son eficaces los antibióticos frente al
coronavirus? La respuesta es no. ¿Por qué? Porque el coronavirus es un virus y ningún virus se
trata con antibióticos.

Gran parte de la población, quizá por desconocimiento o por desinformación, meten en el


mismo saco tanto las bacterias como los virus y tienden a mezclar estos términos
indistintamente cuando no son iguales.

es que, además del tratamiento, existen otras muchas diferencias entre ellos. Para empezar,
“un virus es un agente infeccioso intracelular, que puede ser o no un patógeno y que tiene la
capacidad de infectar, de replicarse y de adaptarse, aunque no siempre causa enfermedades”.

Los virus “necesitan de huéspedes vivos (humanos, animales o plantas) para poder
multiplicarse y sobrevivir, ya que carecen de mecanismos propios”.

Por su parte, las bacterias son organismos procariotas, es decir, que no tienen núcleo
verdadero. “Muchas de ellas suelen localizarse en ciertas partes del cuerpo humano,
llamándose flora saprofita, que comprende diferentes tipos de microorganismos según el lugar
donde se encuentren”.

Es importante señalar que “las bacterias no siempre causan enfermedades y que muchas
veces protegen al organismo contra otras infecciones causadas por otros microorganismos”, .
De hecho, “vivimos con más bacterias que células en el cuerpo”, según López. “Tenemos casi
dos kilos de bacterias en nuestro cuerpo conviviendo pacíficamente”. El problema aparece
cuando son patógenas.

La forma de infectar de las bacterias y los virus también es diferente. Las bacterias tienen la
propiedad de crecer y reproducirse por sí mismas, “no necesitan infectar una célula,
simplemente entran en el organismo, se dividen y producen toxinas o colonizan un tejido,
causando la patología”.

sólo en algunos casos llegan a ocasionar enfermedades”.

“en cierta medida se puede decir que el organismo precisa de las bacterias para funcionar
correctamente”, a diferencia de los virus que “en ningún caso pueden ser considerados como
beneficiosos para el organismo”.

Estos microorganismos, los virus, “son capaces de hacer copias de sí mismos (de replicarse) en
las células vivas del huésped al que infectan para, de este modo, provocar una enfermedad”.
Esta es su forma de infectar al organismo.

Otra diferencia entre ambos está en el tamaño. “Las bacterias tienen un diámetro de entre 0,6
y 1 micrómetro (µm), de manera que pueden verse con un microscopio óptico, mientras que
los virus, de tamaño notablemente menor, sólo pueden detectarse por microscopia
electrónica”

En cuanto a su estructura, “mientras que las bacterias presentan pared celular, con una
estructura interior constituida por citoplasma, ribosomas y genomas bacteriano, los virus
muestran una estructura más simple, con un genoma cubierto por una envoltura proteínica, la
cápside vírica.

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