ANÁLISIS “DEL BUEN SALVAJE AL BUEN REVOLUCIONARIO”
Por Arquímedes J. Chauran
“Del buen salvaje al buen revolucionario” es una obra que habla sobre Latinoamérica, habla sobre nosotros y sobre nuestras deficiencias en cuanto naciones y sociedades. La temática principal del libro es derribar toda la ficción que existía –y sigue existiendo- alrededor de nuestro fracaso como naciones independientes. Aunque más que fracaso, hay que ser claros, nuestra evidente inferioridad frente a nuestros vecinos del norte. Es aquí donde comienza nuestra necesidad de justificarnos, de refugiarnos en algún mito que nos ponga, sino al mismo nivel, por encima de los Estados Unidos en cuanto al devenir histórico. En esta línea, Carlos Rangel habla sobre la constante comparación que se hacen los latinoamericanos con los americanos. Sobre su éxito y nuestro fracaso. Y para esa comparación, que aunque nos molestan tanto pero que aun así hacemos, existe alguna razón especial para explicar nuestro fracaso. Algún mito, como el del “el buen salvaje”, o alguna idea como lo es la tesis marxista- leninista, que explicarían y además sobrepondrían a los latinoamericano frente a los americanos en el desarrollo de la historia en el largo plazo. Pero, la realidad es que, no hay más razones que las que nos da la historia. Nuestras diferencias históricas nos situaran en situaciones completamente diferentes en cuanto al desarrollo político, social y económico de cada uno. A este respecto, hay que comentar sobre el proceso independentista que aborda Carlos Rangel al hablar de Estados Unidos. La revolución norteamericana es lo que titulará Rangel en un apartado como una “Revolución conservadora”. En este sentido, los políticos norteamericanos del siglo XVIII entendieron que debían fundamentar sus principios constitucionales sobre la tradición liberal inglesa. En el respeto por las leyes, el respeto de la propiedad y la libertad de los individuos. Entendían que las instituciones que ellos mismo habían heredado de los ingleses serían necesarias para la constitución de su futura vida republicana e independiente por lo cual intentaron y lograron conservarlas por sobre las presiones de otros círculos políticos influenciados por la revolución francesa que sucedía contemporáneamente a ellos. Así mismo, serían estos principios los que llevarían a este experimento político al éxito del actual Estados Unidos. Una sociedad libre regida por unos principios constitucionales respetados por todos los ciudadanos. Rangel, para apoyar esta visión de los Estados Unidos de la época utiliza las anotaciones del diario de Miranda para sacar un contraste claro de lo que era la Norteamérica de aquel entonces. Por el contrario, encontramos una Latinoamérica que quiere desligarse de su pasado español, quiere destruir todo lo hecho por los españoles y dejar un espacio en blanco para seguir los pasos de sus vecinos del norte. Las guerras independentistas latinoamericana van a buscar en parte la independencia del imperio español y a la vez irán a separar las poblaciones de la América española de lo español. Pero en la tarea de querer dejar todo cuanto los hacía español es aquello que más va a terminar marcando el posterior desarrollo de las nuevas naciones hispanas. Cosa inevitable por ser evidentemente hijos de un proceso colonial de unos 300 años tutelado por la corona española. Sobre el desarrollo de las naciones hispanoamericanas, uno de los factores que más la va a marcar será la inestabilidad política y el gobierno de los caudillos. Las constantes guerras por el poder político no permitirán a sus poblaciones desarrollarse en ámbitos políticos y sociales estables. Y aunque fueran republicas con constituciones basadas en los mismos principios que la norteamericana, en la práctica en nada o casi nada tenían que ver con la segunda. Los modelos de relaciones sociales y económicas, inclusive políticas, eran feudales, situación que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. Con la llegada del nuevo siglo, entrara en escena las ideas marxista- leninistas sobre el tercer-mundo que llegarían a Latinoamérica como el justificante ideal de su condición de estados fracasados frente a Norteamérica. Serán estas ideas del imperialismo de las grandes potencias sobre los países menos desarrollados, que son explotados por los primeros en beneficio de ellos la razón por las que estas naciones se encuentran en su estado de naciones subdesarrolladas. Sin embargo en el caso del Nuevo Mundo, la realidad es diferente por cuanto los Estados Unidos se desarrollaron antes de llegar a su etapa de gran potencia imperialista de cuartos de siglo, mientras que por el contrario Latinoamérica se luchaba por el control del poder político. Y, no sería hasta ya mediados del siglo XX cuando en Latinoamérica se empiecen a dar gobiernos más cercanos a lo que debieron ser cuando las naciones se independizaron de la corona española. Muchas de ellas conquistando esas libertades civiles por las cuales se lucharon en su momento, ahora con los tintes democráticos que deberían de tener las naciones modernas occidentales y otras cayendo en los vicios del poder con los gobiernos militares. Los casos más representativos expuestos por Carlos Rangel son la Venezuela de Rómulo Betancourt y los sucesivos gobiernos democráticos que le siguieron frente al caso de Salvador Allende en Chile y las ideas marxistas-leninistas o por otro lado los gobiernos militares del Perú y los gobiernos de Perón en la Argentina. Referencias bibliográficas Rangel, C. (2009). Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario. Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores C.A.