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PROCESO DE SUCESIÓN

ANTUANETH ALARCÓN

ANDREA ARIZA

JOSELYN CASTILLO

KAREN RÍOS

Trabajo presentado como examen final de la materia de Derecho Procesal Civil


Especial II

SANDRA OTERO

Docente Universitaria

UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA

FACULTAD DE DERECHO

BARRANQUILLA

2020
Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................3
Medidas preparatorias en sucesiones testadas.................................................................................3
Medidas cautelares............................................................................................................................7
Herencia yacente.............................................................................................................................13
CONCLUSIÓN....................................................................................................................................18
Referencias.......................................................................................................................................19

INTRODUCCIÓN
Antes de poder hablar sobre el procedimiento en sucesiones, es pertinente conocer el
concepto de definición. La sucesión es la acción por la cual se hace la repartición,

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distribución y asignación de bienes y obligaciones de una persona que ha fallecido. De
acuerdo al Código civil en el artículo 1009 la sucesión puede realizarse de manera testada o
intestada. El primero quiere decir que el difunto dejó un testamento con su voluntad de
cómo deberían repartirse sus bienes y a quiénes; en caso contrario ocurre a sucesión
intestada que es la establecida en la ley.

El testamento, de acuerdo al Código Civil en su artículo 1055, lo define como un “acto más
o menos solemne”, en donde una persona dispone de una parte o de la totalidad de sus
bienes para que su voluntad se siga manteniendo hasta después de fallecer, siempre y
cuando se ajuste a las limitaciones impuestas por la ley. El testamento puede ser de tipo
abierto o cerrado. El cerrado, que es el mencionado en el artículo 473 del Código General
del Proceso, es aquel que solo el testador conoce su contenido y solo puede abrirse cuando
éste muera. Para que pueda reconocerse un testamento cerrado, el testador en vida debía
saber leer y escribir y haberse otorgado ante notario público y 5 testigos (Art 1078 Código
Civil), debido a que de esta manera el testador puede demostrar que lo que le entrega al
notario es su última voluntad (Art 1080 Código Civil). En el caso del testamento abierto, es
aquel que no solamente el testador conoce de su contenido sino también los testigos y el
notario. En este caso son solamente 3 testigos los necesarios. Existe un tercer tipo definido
en el artículo 1071 llamado nuncupativo, el cual consiste en que el testamento no puede ser
presentado ante un notario porque en el domicilio del testador no hay o no se encuentra
disponible en el momento, por lo que el testamento es necesariamente abierto y presentado
ante 5 testigos que deben cumplir unos requerimientos de ley.

Medidas preparatorias en sucesiones testadas


Luego que ocurra todo lo anterior e inicia el proceso preparatorio de liquidación en cuanto
a bienes sucesorales testados, se procederá tal como dictan los artículos 473, 474 y 475 del
Código General del proceso:

 Apertura y publicación judicial del testamento cerrado en caso de oposición: Antes


de haber abierto y leído por parte del notario el testamento cerrado y alguna de las
partes interesadas se opone a la voluntad del testador, el notario procede a entregar al
juzgado el testamento y lo que actuó ante éste. Se hace el reconocimiento de las firmas,
se hace una revisión del testamento en su exterior y todo lo que haya sido motivo de

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oposición, y luego se define la fecha y hora de la audiencia que resolverá esto último.
Luego de hacer la notificación de las partes, pueden ocurrir dos cosas:
o Si la persona que prestó oposición al testamento no comparece a la audiencia y
no presenta justificación de su ausencia, el juez rechaza de plano la oposición a
través de un auto que no admite recurso.
o Si por el contrario comparece, el juez procede a hacer el decreto y práctica de
pruebas solicitadas y decidirá sobre las pruebas decretadas de oficio.

Si la oposición es rechazada por el juez luego de valorar las pruebas, el testamento se


abre y se publica, por lo que a través del juez es protocolizado.

Si, por el contrario, luego de la revisión por parte del notario y del juez de las firmas o
que el testamento haya tenido evidencias de ser abierto antes de tiempo, el juez puede
proceder a que el testamento de igual manera se abra, pero que teniendo en cuenta los
testimonios y el resto de pruebas, declare testamento no ejecutable a menos que por
medio de un proceso verbal se declare su validez, por lo que si eso ocurre la sucesión
pasa a ser intestada.

Relativo a la oposición del testamento y a la posible declaración de nulidad del mismo,


la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, se manifiesta en lo referente
a la nulidad absoluta del testamento que puede ser decretada de oficio por el juez:

(…) Si bien la nulidad absoluta puede ser declarada, aun de oficio,


por el juzgador, para tal propósito resulta indispensable que,
conforme lo impone el artículo 1742 del Código Civil dicha nulidad
«aparezca de manifiesto en el acto o contrato», puesto que de no ser
así deberá no solo alegarse por el interesado, sino también
acreditarse debidamente.
(Sentencia 76001 del 14 de diciembre de 2018)
Lo anterior quiere decir que la nulidad, ya sea relativa o absoluta, se encuentra de parte
del interesado la carga de alegarla en caso que pueda llegar a ser confusa las causas de
dicha nulidad, por lo que en estos casos no puede ser declarada de oficio por el juez.
 Publicación del testamento otorgado ante 5 testigos: Cuando fallece el testador y el
testamento se presume nuncupativo, el juez debe intervenir para que pueda aprobarse la
publicación del mismo, por lo que se procede a iniciar la petición a presentar ante el

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juez el documento testamentario y el certificado de defunción del testador. El juez
notifica y cita a los testigos que conocieron el testamento para que reconozcan sus
firmas. Surtida la audiencia, pueden ocurrir dos cosas:
o El juez puede declarar el testamento nuncupativo, por lo que se prosigue a
protocolizar el documento en una notaría del lugar.
o El juez, luego de valorar las pruebas y los testimonios, puede declarar que el
testamento no es nuncupativo y se puede iniciar otro proceso verbal donde se pueda
probar la validez del documento y puede llegar a convertirse en una sucesión
intestada.

Referente a lo que el juez debe tener en cuenta para poder declarar o no que el
testamento es nuncupativo, la Sentencia 6802 de 2002 de la Sala de Casación Civil de la
Corte Suprema de justicia promulga:

(...) Además de analizar las circunstancias del testador en cada


caso, es preciso acreditar plenamente que se efectuaron todas las
diligencias pertinentes para obtener la presencia del notario, a
pesar de lo cual no fue posible lograrlo, por lo que se acudió a la
forma subsidiaria de testar, dado que la justificación de su falta
debe surgir tanto de la conjugación de las circunstancias del
testador en relación con las del funcionario, como del ambiente que
rodeó la celebración del acto testamentario sin su presencia.
Esto quiere decir que el tipo de testamento nuncupativo debe utilizarse como un recurso
subsidiario cuando el testador haya agotado todos los mecanismos posibles para poder
declarar o presentar su última voluntad ante un juez, por lo que de probarse lo contrario
se puede declarar la nulidad del documento.

 Reducción a escrito del testamento verbal: El artículo 1087 del Código Civil lista los
testamentos que se conocen como privilegiados, los cuales se otorgan solamente en
circunstancias especiales. Los enumerados son los testamentos verbales, militares y
marítimos. El primero, que es del que habla el artículo 475 es aquel donde el testador en
vida corre un peligro inminente y le es imposible otorgar bajo solemnidad el
testamento, por lo que debe manifestar verbalmente su última voluntad ante mínimo 3
testigos, y no deben pasar más de 30 días desde su otorgamiento para que la persona
fallezca o tampoco deben pasar 30 días desde su muerte para ponerlo por escrito porque

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el testamento caduca, tal como reza el artículo 1093 del Código Civil. Entonces dentro
de los 30 dias desde el fallecimiento del testador la petición para redactar por escrito el
testamento verbal debe hacerse ante el juez y debe acompañarse la solicitud con el
certificado de defunción del testador. Dentro de las pruebas que se ruegan dentro de la
solicitud se encuentran las declaraciones de los testigos instrumentales y/u otras
personas que conozcan del hecho.
Si el juez declara procedente la solicitud, entonces procede a fijar fecha y hora para la
audiencia y ordena el emplazamiento de los interesados por edicto publicado en el
despacho por 5 días.
En la audiencia el juez escucha las declaraciones y valorada el resto de pruebas, al
dictar providencia pueden ocurrir dos cosas:
o El juez declara que se reúnen las condiciones para declarar el testimonio como
verbal y ordena la protocolización en la notaría.
o El juez declara que no se reúnen las condiciones porque los testigos no probaron de
una manera clara que esa era la última voluntad del testador o que el testamento
verbal caducó, por lo que lo declara inexistente.

Para que pueda tener validez el testamento verbal y pueda concederse, debe probarse
que el testador se encontraba en un peligro inminente de muerte que le impedía cumplir
con las solemnidades exigidas por ley, tal como se destaca en el Análisis del testamento
privado y su aplicación en Villavicencio (Roa, Pareja, Uribe, 2020):

El testamento verbal solo se lleva a cabo en los casos en que


exista un peligro tan inminente afectando la vida del testador,
que no pueda realizarse un testamento solemne, de acuerdo a lo
establecido por el artículo 1092 del Código Civil, sin embargo,
esto se deberá demostrar para que el mismo tenga validez. En
síntesis, el elemento esencial para que se realice el testamento
verbal, es la existencia de un peligro de muerte para el testador.

Medidas cautelares

GUARDA Y APOSICION DE SELLOS.

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La guarda y aposición de Sellos contemplada en el artículo 476 del CGP es una de las
medidas cautelares que exclusivamente se practican en los procesos de sucesión y la
competencia para ordenarla es exclusiva de los jueces, por lo cual es notorio se encuentra
facultado para hacerlo esto se encuentra consagrado en el artículo 1279 a 1281 del Código
Civil Colombiano. Esta medida cautelar para los jueces competentes de la sucesión guarden
bajo llave y sello los muebles y documentos de la sucesión hasta cuando se realice un
inventario solemne de bienes. Es preciso indicar que es que el costo de dicha diligencia
recae sobre la totalidad del acervo hereditario, y que tiene un plazo de caducidad de 30 días
desde el fallecimiento del causante.

Según la Doctora Alejandra Rodríguez Espinosa, para la guarda y aposición de sellos debe
aportarse necesariamente la prueba de la defunción del causante, medio probatorio que
determine sumariamente el interés del solicitante y en la petición se deben determinar los
bienes objeto de la solicitud y el lugar en donde se encuentran.

En mayor profundidad el artículo 476 del CGP indica, que son competentes a prevención
para estas diligencias el juez que deba conocer del proceso de sucesión y el juez municipal
en cuyo territorio se encuentren los bienes. Además, que, si la solicitud fuere procedente, el
juez decretará la medida y señalará fecha y hora para la diligencia, que se practicará dentro
de los dos (2) días siguientes.

En la sentencia C-536 /16 El Instituto Colombiano de derecho Procesal indica que no hay
excepción a la regla que, sin proceso judicial, no hay cautelas, en lo que respecta a la guarda
y aposición de sellos, que se permitan antes de la demanda de sucesión. Estas medidas
extraprocesales se encontraban ya contempladas en el artículo 31 de la Ley 256 de 1996, así
como en los artículos 245 y 247 de la Decisión 486 de 2000 de la Comunidad Andina. La
novedad en la Ley 1564 de 2012 consistió en permitir al interesado “aprovecharse de la
prueba anticipada para nutrir la cautela apropiada, sin tener que hacer dos peticiones
extraprocesales, pues basta con una a la cual se atrae la otra (…)”

Siguiendo también el artículo 1279 del Código Civil, se entiende que desde el momento en
que se abre una sucesión, todo el que tenga interés en ella, o se presuma tenerlo, podrá pedir
que los muebles y papeles de la sucesión se guarden bajo llave y sello hasta que se proceda
al inventario solemne de los bienes y efectos hereditarios.

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PRACTICA DE LA GUARDA Y APOSICIÓN DE SELLOS.

Para la práctica y aposición de sellos, el juez procederá así:

1. Hará una lista de los muebles domésticos de uso cotidiano, y los dejará en poder de su
tenedor, si lo hubiere y este lo solicitare.

2. Hará una relación de los libros de cuenta y de los documentos que encuentre, que deberá
colocar en una cubierta que cerrará y sellará. Dichos documentos se trasladarán al despacho
del juzgado para su conservación y custodia.

3. Cerrará bajo llave que conservará en su poder, las puertas de las habitaciones o locales
que destine para la guarda de los bienes muebles, y pondrá en ellas el sello del juzgado.

4. Ordenará depositar las joyas u objetos preciosos en un establecimiento especializado, si lo


hubiere en el lugar, o en caso contrario, decretará su secuestro conforme el artículo 480.

5. Consignará en la cuenta de depósitos judiciales el dinero que encuentre.

6. Dispondrá que por la policía se custodien los bienes muebles dejados bajo guarda y sello,
si lo considera conveniente.

7. Extenderá acta de la diligencia, que se firmará por quienes hubieren intervenido en ella.

8. Si al practicarse la diligencia se presenta oposición, para resolver sobre su admisión se


aplicará lo preceptuado en los numerales 1 y 2 del artículo 596, y si se admite se dejarán los
bienes en poder del opositor como secuestre de ellos.

La guarda y aposición de sellos, como hemos dicho, tie¬nen por principal objeto asegurar la
corrección del inventario. Por lo mismo, este último debe seguir necesariamente a la ruptura
de los sellos, y la ruptura tendrá que hacerse con las formalidades necesarias para evitar
pérdidas o sustracciones de bienes.

TERMINACIÓN DE LA GUARDA

Si dentro de los diez (10) días siguientes a la diligencia no se hubiere promovido el proceso
de sucesión, el juez levantará las anteriores medidas, salvo que se haya solicitado el
secuestro de los mismos.

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Para algunos autores internacionales como Somarriva, indican que La medida conservativa
de guarda y aposición de sellos, subsistirá hasta que se haga inventario solemne, pues desde
entonces queda ya prueba preconstituida de la existencia de los bienes, sin perjuicio de
poder volver a reclamarla en caso de que aparezcan nuevas dependencias del causante, de
que no se tuvo noticia al momento de practicarse dicho inventario.

MEDIDAS POLICIVAS.

Las autoridades de policía podrán adoptar únicamente la medida sobre aposición de sellos,
sujetándose a lo dispuesto en el artículo 477; concluida la diligencia, lo actuado se remitirá
al juez que fuere competente para el proceso de sucesión, quien levantará los sellos como lo
dispone el artículo precedente y dará aviso al funcionario que los puso.

En la sentencia T-385 de 2019 se establecen de igual manera los principios constitucionales


mínimos que sirven como guía para la actividad de la policía, los cuales versan alrededor de
1) su sometimiento al principio de legalidad; 2) la necesidad de que su ejercicio tienda a
asegurar el orden público; 3) que su actuación y las medidas a adoptar se encuentren
limitadas a la conservación y restablecimiento de dicho orden; 4) que las medidas que tome
deben ser proporcionales y razonables, sin que estas signifiquen la supresión absoluta de las
libertades o en su limitación desproporcionada, 5) que no pueda imponerse discriminaciones
injustificadas a ciertos sectores, 6) que la medida policiva debe recaer contra el perturbador
del orden público, pero no contra quien ejerce legalmente sus libertades, y 7) que se
encuentra sometida a los correspondientes controles judiciales

EMBARGO Y SECUESTRO.

Aun antes de la apertura del proceso de sucesión cualquier persona de las que trata el
artículo 1312 del Código Civil, el compañero permanente del causante, que acredite siquiera
sumariamente interés podrá pedir el embargo y secuestro de los bienes del causante, sean
propios o sociales, y de los que formen parte del haber de la sociedad conyugal o
patrimonial que estén en cabeza del cónyuge o compañero permanente.

Para la práctica del embargo y secuestro el juez, además de lo previsto en las reglas
generales, procederá así:

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1. Al hacer entrega al secuestre, se cerciorará de que los bienes pertenezcan al causante,
cónyuge o compañero permanente y con tal fin examinará los documentos que encuentre o
se le presenten e interrogará a los interesados y demás personas que asistan a la diligencia.

2. Si los bienes se encuentran en poder de persona que los tenga por orden judicial, se
abstendrá de practicar el secuestro.

3. Si se demuestra que las medidas decretadas recaen sobre bienes propios del cónyuge o
compañero permanente, se abstendrá de practicarlas. Si ya hubieren sido practicadas, el
interesado podrá promover incidente para que se levanten.

4. Si hubiere bienes consumibles, en la diligencia autorizará al secuestre para enajenarlos.

5. En acta se relacionarán los bienes entregados al secuestre.

También podrá decretarse el embargo y secuestro después de iniciado el proceso de sucesión


y antes de proferirse la sentencia aprobatoria de la partición.

El código civil colombiano en el artículo 2273 define el secuestro de cosas o bienes de la


siguiente forma: “El secuestro es el depósito de una cosa que se disputan dos o más
individuos, en manos de otro que debe restituir al que obtenga una decisión a su favor”.

El secuestro lo que hace es entregar el bien en disputa a un tercero (secuestre) para que lo
tenga en calidad de depósito, con la finalidad de conservarlo y administrarlo hasta tanto se
resuelva la disputa y se entregue quien decida el juez. Este puede aplicar sobre bienes
muebles y bienes inmuebles, y el segundo caso, el secuestre actúa como mandatario.

En la tesis de embargo y secuestro realizada por Claudia Jaimes Franco, Cielo Jaimes Reina
y Magda Prada, que lleva como título “Vicisitudes del embargo, secuestro y remate de la
posesión de bienes sujetos a registro” se establece que en estos es necesario que se acuda
precisamente al régimen de medidas cautelares, para efectivizar las garantías de tales
derechos crediticos, dentro de las cuales encontramos el embargo y secuestro de la posesión
material, para lo cual el estatuto procesal consagró una disposición legal, que, a juicio de
estas autoras, no reguló claramente los requisitos de su procedencia, lo que obligaría al
operador judicial a ejercitar una ardua labor interpretativa, en aras de garantizar y no
vulnerar el derecho fundamental de acceder a la justicia

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TERMINACIÓN DEL SECUESTRO.

El secuestro terminará:

1. Cuando por orden del juez deban entregarse los bienes al administrador de la herencia
yacente.

2. Cuando por decreto judicial deban entregarse los bienes a un albacea con tenencia de
bienes.

3. Cuando se ordene entregar los bienes a heredero, cónyuge o compañero permanente


sobreviviente reconocidos en el proceso como tales.

En estos casos, si el secuestre se negare a hacer la entrega, se procederá a ella con


intervención del juez, sin que puedan admitirse oposiciones ni derecho de retención.

Además, en el artículo 597 se establece bajo qué circunstancias se da el levantamiento del


embargo y secuestro, que son las siguientes:

1. Si se pide por quien solicitó la medida, cuando no haya litisconsortes o terceristas; si los
hubiere, por aquel y estos, y si se tratare de proceso de sucesión por todos los herederos
reconocidos y el cónyuge o compañero permanente.

2. Si se desiste de la demanda que originó el proceso, en los mismos casos del numeral
anterior.

3. Si el demandado presta caución para garantizar lo que se pretende, y el pago de las costas.

4. Si se ordena la terminación del proceso ejecutivo por la revocatoria del mandamiento de


pago o por cualquier otra causa.

5. Si se absuelve al demandado en proceso declarativo, o este termina por cualquier otra


causa.

6. Si el demandante en proceso declarativo no formula la solicitud de que trata el inciso


primero del artículo 306 dentro de los treinta (30) días siguientes a la ejecutoria de la
sentencia que contenga la condena.

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7. Si se trata de embargo sujeto a registro, cuando del certificado del registrador aparezca
que la parte contra quien se profirió la medida no es la titular del dominio del respectivo
bien, sin perjuicio de lo establecido para la efectividad de la garantía hipotecaria o
prendaria*.

8. Si un tercero poseedor que no estuvo presente en la diligencia de secuestro solicita al juez


del conocimiento, dentro de los veinte (20) días siguientes a la práctica de la diligencia, si lo
hizo el juez de conocimiento o a la notificación del auto que ordena agregar el despacho
comisorio, que se declare que tenía la posesión material del bien al tiempo en que aquella se
practicó, y obtiene decisión favorable. La solicitud se tramitará como incidente, en el cual el
solicitante deberá probar su posesión.

También podrá promover el incidente el tercero poseedor que haya estado presente en la
diligencia sin la representación de apoderado judicial, pero el término para hacerlo será de
cinco (5) días.

Si el incidente se decide desfavorablemente a quien lo promueve, se impondrá a este una


multa de cinco (5) a veinte (20) salarios mínimos mensuales.

9. Cuando exista otro embargo o secuestro anterior.

10. Cuando pasados cinco (5) años a partir de la inscripción de la medida, no se halle el
expediente en que ella se decretó. Con este propósito, el respectivo juez fijará aviso en la
secretaría del juzgado por el término de veinte (20) días, para que los interesados puedan
ejercer sus derechos. Vencido este plazo, el juez resolverá lo pertinente.

En los casos de los numerales 1, 2, 9 y 10 para resolver la respectiva solicitud no será


necesario que se haya notificado el auto admisorio de la demanda o el mandamiento
ejecutivo.

Siempre que se levante el embargo o secuestro en los casos de los numerales 1, 2, 4, 5 y 8


del presente artículo, se condenará de oficio o a solicitud de parte en costas y perjuicios a
quienes pidieron tal medida, salvo que las partes convengan otra cosa.

En todo momento cualquier interesado podrá pedir que se repita el oficio de cancelación de
medidas cautelares.

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11. Cuando el embargo recaiga contra uno de los recursos públicos señalados en el artículo
594, y este produzca insostenibilidad fiscal o presupuestal del ente demandado, el
Procurador General de la Nación, el ministro del respectivo ramo, el alcalde, el Gobernador
o el director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, podrán solicitar su
levantamiento.

PARÁGRAFO. Lo previsto en los numerales 1, 2, 5, 7 y 10 de este artículo también se


aplicará para levantar la inscripción de la demanda.

Herencia yacente

DECLARACIÓN DE YACENCIA: Es una figura jurídico procesal propia del derecho


sucesoral que reside en la voluntad de un sujeto de adquirir voluntariamente los derechos
herenciales una vez fallecido el causante, es decir, aprovechar la calidad de heredero. Díez-
Picazo afirma que:

La aceptación y la repudiación de la herencia suponen el ejercicio del Ius


delationis que ostenta el llamado a ella, que trae como consecuencia fundamental la
asunción de la cualidad de heredero y la adquisición de herencia que se le ha deferido
(aceptación), o la no asunción de aquella cualidad y, en consecuencia, la no
adquisición de la herencia (repudiación) (Cid, 2012, p. 533).

El Código Civil colombiano y el Código General del Proceso coinciden en estipular que se
configura la herencia yacente cuando pasados 15 días la apertura la sucesión, el sujeto no
haya aceptado la herencia o parte de esta, el juez declarará a oficio o a petición de parte la
herencia yacente. El artículo 1297 consagra que:

Si dentro de quince días de abrirse la sucesión no se hubiere aceptado la


herencia o una cuota de ella, ni hubiere albacea a quien el testador haya conferido la
tenencia de los bienes, y que haya aceptado su encargo, el juez, a instancia del
cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los parientes o dependientes del difunto, o
de otra persona interesada en ello, o de oficio, declarará yacente la herencia; se
insertará esta declaración en el periódico oficial del territorio, si lo hubiere; y en
carteles que se fijarán en tres de los parajes más frecuentados del distrito en que se

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hallen la mayor parte de los bienes hereditarios, y en el del último domicilio del
difunto; y se procederá al nombramiento de curador de la herencia yacente (Código
Civil, 1887).

Teniendo en cuenta que los bienes de la herencia se encuentran sin dueño que los
administre, entonces la herencia se declara yacente y en consecuencia el juez nombra a un
curador para que haga las veces de administrador cumpliendo las funciones propias del
mismo, tales como: resguardar los bienes del causante, la cobranza de créditos, el pago de
las deudas, mientras que en ese lapso se presente el heredero que si exprese su voluntad de
aceptación de la herencia.

Dicha aceptación puede manifestarse de manera expresa o tácita, siempre y cuando su


conducta demuestre la voluntad de adquirir la herencia en su totalidad, o la cuota que le
corresponda o menos de esta, según el caso particular y convertirse en un heredero (uno de
éstos o el único).

A su vez, el Código civil expresa que, si uno o más herederos no acepta la herencia, los
bienes de esta serán repartidos entre aquellos que la aceptaron; pero si hubieses dos o más
herederos, pero solo uno de ellos acepta le herencia, este último será quien tendrá la
administración de la masa de bienes adquiridos en la herencia:

Si hubiere dos o más herederos, y aceptare uno de ellos, tendrá la


administración de todos los bienes hereditarios pro indiviso, previo inventario
solemne; y aceptando sucesivamente sus coherederos, y suscribiendo el inventario
tomarán parte en la administración. Mientras no hayan aceptado todas las facultades
del heredero o herederos que administren, serán las mismas de los curadores de la
herencia yacente; pero no serán obligados a prestar caución, salvo que haya motivo
de temer que bajo su administración peligren los bienes (Código Civil, 1887).

TRÁMITE: El procedimiento de herencia yacente se encuentra consagrado en el artículo


483 del Código General del Proceso:

1. Primeramente, el juez ordena el emplazamiento de todos aquellos que se crean con


derecho de intervenir en la sucesión, en caso que el causante hubiere dejado un
testamento, el juez ordenará la notificación personal de los ahí mencionados; si

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fracasare la notificación personal el juez ordenará el emplazamiento de estos
mismos.
2. Cuando el administrador de la herencia se posesione, el juez le ordenará prestar
caución (garantía que garantiza el cumplimiento de su obligación) en un término de
10 días y una vez lo haga el juez fija fecha y hora para entregar los bienes
relacionados en el acta respectiva.

A su vez, pueden presentarse las siguientes situaciones con su respectiva manera de


proceder:

a) Cuando existan deudas o gastos de administración que no se hayan podido cancelar


con la herencia, el juez podrá decretar en cualquier momento el remate de los
bienes, previo avalúo, siguiendo las reglas del proceso divisorio. Los acreedores que
tengan títulos ejecutivos en contra del causante podrán hacer exigible el
cumplimiento de sus obligaciones, a que se reconozcan sus créditos, en cualquier
momento de este proceso. Dicha solicitud se le correrá traslado al administrador en
un término de 3 días. “Las peticiones que se formulen después de la venta y de
terminada la administración, se resolverán previo traslado al Ministerio Público”
(Código General del proceso, 2012).
b) En el testamento pueden llegar a figurar a voluntad del causante los legatarios, estos
son aquellos que no tienen la calidad de heredero, pero reciben el legado ordenado
en el testamento; en consecuencia, el administrador podrá entregar a el o los
legatarios los bienes muebles a los que tienen derecho, según lo dispuesto en el
artículo 1431 del Código Civil, el cual estipula que:
No habiendo concurso de acreedores ni tercera oposición, se pagará a los
acreedores hereditarios a medida que se presenten, y pagados los acreedores
hereditarios, se satisfarán los legados. Pero cuando la herencia no apareciere
excesivamente gravada, podrá satisfacerse inmediatamente a los legatarios que
ofrezcan caución de cubrir lo que les quepa en la contribución a las deudas. No será
exigible esta caución cuando la herencia está manifiestamente exenta de cargas que
puedan comprometer a los legatarios (Código Civil, 1887).

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Esto podrá hacerlo el administrador con previa autorización del juez a solicitud de
el mismo (administrador) o del interesado (legatario); si la solicitud es de parte de
este último se le dará traslado en un término no mayor a 3 días al administrador para
que proceda a entregar los bienes muebles.
Pero si hubieren sido legados bienes inmuebles los legatarios estarán facultados
para solicitar su adjudicación, una vez presentada la solicitud también se le correrá
traslado al administrador en un término de 3 días “y el juez las resolverá en
sentencia que pronunciará transcurridos seis (6) meses desde la declaración de
yacencia, o en la aprobatoria de la partición si entre tanto se hubieren presentado
herederos” (Código General del proceso, 2012).
c) Si el causante tiene herederos extranjeros, estará facultado el cónsul del país donde
pertenecen estos para proponer quien debe ser el administrador de la herencia. “A la
solicitud se acompañará prueba de la existencia de tales herederos” (Código General
del proceso, 2012).
d) SI después de dos años de la muerte del causante no comparecen los herederos, el
juez de oficio o a petición de parte procederá a ordenar el remate de los bienes de la
herencia, con previo aviso al director del Instituto Colombiano del Bienestar
Familiar, para su respectiva venta y poder sufragar los gastos de la administración y
los honorarios que el juez indique al administrador; lo que sobre se consignará a
órdenes del Consejo Superior de la Judicatura.

ATRIBUCIONES Y DEBERES DEL ADMINISTRADOR: El administrador de una


herencia yacente tiene las mismas facultades y deberes de un secuestre, tal como reza el
artículo 484 del Código General del Proceso. Y a su vez también estará sujetas a las
causales de remoción y al trámite de rendición de cuentas. El artículo 2279 del Código civil
establece que “El secuestro de un inmueble tiene relativamente a su administración, las
facultades y deberes de mandatario, y deberá dar cuenta de sus actos al futuro
adjudicatario” (Código Civil, 1887).

DECLARACIÓN DE VACANCIA: Si después de 10 años de haber fallecido el causante


no comparezcan los herederos a reclamar la herencia, el juez de oficio o a petición de parte

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declarará en vacancia la herencia yacente y será destinada la masa sucesoral al Instituto
Colombiano del Bienestar Familiar en sexto orden.

El ICBF… está legitimado desde su fallecimiento para iniciar el trámite


sucesoral ante la ausencia de herederos de mejor derecho, sin perjuicio de que de
conformidad con las normas que regulan la materia, si aparece un heredero de mejor
derecho, o bien acudirá al proceso desplazando al Instituto, si se está en la etapa
procesal pertinente, o bien ejercerá la acción de petición de herencia en contra del
heredero putativo, en este caso el Instituto de Bienestar Familiar, para recuperar los
bienes herenciales (Durán, 1999, p. 72).

La Corte Constitucional ha expresado el orden sucesoral o hereditario en virtud de la ley 29


de 1982, y ha corroborado que el ICBF se encuentra en el sexto orden para adquirir los
bienes de la herencia.

ORDEN SUCESORAL O HEREDITARIO-Características (i) Son grupos de


personas naturales a quienes se les ha dado la vocación hereditaria, con excepción del
sexto orden que corresponde al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; (ii) se
encuentran organizados autónomamente, es decir, son independientes entre sí y están
organizados de tal manera que no puede pasarse al orden siguiente mientras no hayan
quedado vacantes los precedentes… (Sentencia T-917/11).

TRANFORMACIÓN DE LAS DILIGENCIAS EN EL PROCESO DE SUCESIÓN: El


artículo 486 del Código General del Proceso señala que “Si comparecen herederos o
cónyuges antes de declararse la vacancia, las diligencias continuarán como proceso de
sucesión, sin que haya lugar a nuevo emplazamiento” (Código General del proceso, 2012).

En este punto, es preciso recurrir al artículo 1291 del Código Civil el cual consagra los
casos de recisión en la aceptación de la herencia:

La aceptación, una vez hecha con los requisitos legales, no podrá rescindirse,
sino en el caso de haber sido obtenida por fuerza o dolo, y en el de lesión grave, a
virtud de disposiciones testamentarias de que no se tenía noticia al tiempo de
aceptarla. Esta regla se extiende aun a los asignatarios que no tienen la libre

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administración de sus bienes. Se entiende por lesión grave la que disminuya el valor
total de la asignación en más de la mitad (Código Civil, 1887).

CONCLUSIÓN

El proceso de sucesión en el código General del Proceso abarca todas las circunstancias
previstas en el Código Civil y más allá, lo que permite saber qué es lo que uno necesita y,
dependiendo de las pruebas y del manejo como se tuvo en alguno de los tipos de
testamentos mencionados, también se puede predecir el resultado de la diligencia. Es
idóneo decir que en Colombia la voluntad del testador es altamente respetada sin antes
limitarla a lo estipulado en la Ley.

Se puede entender que la guarda y aposición de sellos tiene por objeto asegurar los bienes
del difunto en el espacio de tiempo que sigue a su muerte, y antes de que pueda practicarse
su inventario. Como finalidad después de efectuada la apertura de la sucesión y mientras no
se hace inventario solemne de los bienes hereditarios, todos los muebles y papeles de la
sucesión se guardan bajo llave y sello, a fin de que no desaparezcan, se deterioren u oculten.
Cabe señalar que una cosa es la guarda y otra la aposición de sellos. Una consiste en dejar
bajo llave los bienes muebles y papeles del causante para su debida custodia. La otra, en
sellar las dependencias en que se encuentran ubicados dichos bienes y papeles. Nada impide,
por ende, que se solicite sólo una de ellas.

Podemos concluir que medidas cautelares son aquellas resoluciones dictadas judicialmente
con la finalidad de conversar, asegurar o anticipar la la resolución estimatoria de manera
efectiva que deberán dictarse antes o durante el transcurso del proceso judicial principal. Su
objetivo es preservar de manera anticipada cualquier tipo de consecuencia previsible que
pueda llegar a presentarse dentro del proceso

Lo fundamental de la figura de herencia yacente es la administración de los bienes que


componen la masa sucesoral; pueden presentarse tres situaciones: la primera es que el
causante previó en un testamento quién debe ser el administrador de los bienes, la segunda
es que no lo haya hecho y los herederos no comparezcan al proceso de sucesión o no haya
una conducta expresa o tácita que permite suponer que aceptan la herencia y será un

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curador el administrador de sus bienes y el tercer escenario es que sea el albacea con
tenencia de bienes el administrador designado en el testamento; este debe comparecer en un
término razonable también al proceso sucesoral, puede aceptar o no ser el administrador,
según lo dispuesto en el artículo 1333 del Código Civil, “Si el albacea estuviere en mora de
comparecer, caducará su nombramiento” (Código Civil, 1887). A su vez, también
consideramos que la declaración de herencia yacente también debe ser un proceso más
acorde a la justicia digital y al Decreto 806 de 2020, aspectos como la publicación de la
declaratoria de la herencia yacente y la legitimación para solicitar la declaratoria.

Referencias

Roa, L., Pareja, S., & Uribe, J. (2020). Análisis del testamento privado y su
aplicación en Villavicencio (No 54). Universidad Cooperativa de Colombia.

Sentencia 76001 [2018] 76001 (Sala de casación Civil Corte Suprema de


Justicia).

Sentencia 6802 [2002] 6802 (Sala de casación Civil Corte Suprema de Justicia).

Código Civil Colombiano (1873). Bogotá.

Sentencia c -536 (Corte constitucional 2016).

Gomez, A. (2018). libro Ensayos sobre el Codigo General del Proceso. Bogotá:
Temis.

(2016, 03). Guarda y Aposición de Sellos colombia.leyderecho.org Retrieved 11,


2020, from https://colombia.leyderecho.org/guarda-y-aposicion-de-sellos/

Claudia Jaimes Franco, C. J. (Noviembre, 2018). Vicisitudes Del Embargo,


Secuestro Y Remate De La Posesión De. San Jose De Cucuta: Universidad Libre
De Colombia.

( 21 de agosto de 2019). Sentencia T-385 de 2019. Bogotá; Dc.

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Cid, I. S. (2012). Repudiación de la herencia en el Código civil. Salamanca:
Universidad de Salamanca.

Código General del proceso. (2012). Ley 1564 de 2012. Colombia.

Durán, E. P. (1999). El Instituto De Bienestar Familiar Y Su Intervención En El


Trámite De La Herencia Yacente A Partir De La Ley 29 De 1982. Dialnet, 63-
72.

Sentencia T-917/11, expediente T- 3.146.065 (Corte Constitucional 7 de


diciembre de 2011).

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