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La Cuenca

de Pamplona
Situación
Navarra limita al norte con Francia, a lo
largo de 163 kilómetros. Al sur, linda con
La Rioja y Zaragoza; al este, con Huesca y
Zaragoza, y al oeste, con Gipuzkoa y
Araba/Álava.
Navarra ocupa un territorio de 10.421 km2
y está formada por cuatro zonas:
los Pirineos, la Cuenca de Pamplona, la Zona
Media y la Ribera.
La población supera los 620.000 habitantes,
de los que prácticamente la mitad viven en
la capital, Pamplona, y en los grandes
municipios de su entorno. Otras ciudades
son Tudela, segunda localidad de Navarra y
capital de la Ribera, y Estella-Lizarra,
Sangüesa y Tafalla, en la Zona Media.
Los Pirineos: bosques, montañas y valles
Al Norte de Navarra se elevan los Pirineos, una zona cantábrica, el clima continental se vuelve atlántico y
montañosa transitada desde hace siglos por el paisaje se transforma. De los imponentes escarpes
guerreros, pastores, peregrinos, reyes, héroes y del macizo de Larra y las grandes extensiones de
contrabandistas. Los Pirineos forman un paisaje de hayedo-abetal de la selva de Irati, pasando por la
altas cumbres y hondos valles, bosques umbríos y Colegiata de Orreaga/Roncesvalles, el paisaje se va
luminosos prados alpinos, desfiladeros y cañadas. dulcificando a medida que se acerca al valle de
La cadena pirenaica declina suavemente de este a Baztan-Bidasoa y a las imponentes mesetas de
oeste. Desde la muga de Aragón hasta la cornisa Aralar, Urbasa y Andía.

Pirineos.

La Cuenca de Pamplona: historia, tranquilidad… y fiesta


Pamplona es el centro político, administrativo, Además del atractivo del centro histórico, el viajero
económico y cultural de Navarra. Marcada por los encuentra en Pamplona una ciudad dinámica, muy
Sanfermines y el Camino de Santiago, la antigua variada urbanísticamente, de arquitectura moderna
ciudad amurallada se extiende hoy sobre la cuenca en su mayor parte y restaurada en los viejos burgos,
del río Arga y forma con los municipios colindantes con un comercio diverso y activo, amplias zonas
un continuo urbano que alberga a un cuarto de verdes y numerosos lugares de encuentro.
millón de habitantes.

Pamplona, Ciudadela
y Baluarte.

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La Zona Media: pueblos, castillos y monasterios
La Zona Media es historia. Reyes, abades, fortalezas, En la Zona Media existen numerosas localidades que,
castillos, palacios: aquí se deslizan los siglos entre el gracias a su enorme importancia durante la historia
viento, las nubes, suaves colinas, campos de viñas y del viejo Reyno de Navarra, han dejado la huella de
cereal, y la tierra. La Zona Media cuenta con varias su origen medieval: villas, pueblos y lugares
comarcas diferenciadas, atravesadas de este a oeste levantados con carácter defensivo, que conservan
por el Camino de Santiago: la Comarca de Sangüesa fortificaciones, robustas iglesias románicas y góticas,
o Baja Montaña, la parte central de Olite y la palacios y casas blasonadas.
Valdorba, y Tierra Estella.

Artajona.

La Ribera: paisajes y huertas del Ebro


La Ribera es alegre, abierta, un territorio de llanuras Biosfera en el año 2000, que cuenta con una
con una tradición hortícola que viene de los árabes, extensión de más de 41.500 hectáreas.
con sotos como los del Ebro, poblados de álamos,
sauces y chopos. Los productos de la huerta La capital de la Ribera, Tudela, recuerda su fundación
conforman la base de una gastronomía única en el árabe en el siglo IX y la comunidad judía de poetas,
mundo. La región también acoge uno de los espacios filósofos y viajeros, con su hermosa catedral de los
más interesantes de la geografía peninsular: el siglos XII a XVIII erigida sobre una antigua mezquita.
parque natural del desierto de las Bardenas Reales, En localidades riberas como Corella se encuentran
declarado por la UNESCO Reserva Natural de la joyas de la arquitectura barroca y renacentista.

Bardenas Reales.

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Nuestra Señora de Eunate

La Cuenca de Pamplona
Dónde se encuentra

Pamplona/Iruña —que de ambas formas puede denominarse—


es la capital de Navarra. Se alza más o menos en el centro geo-
gráfico de la Comunidad Foral, sobre una plataforma que se eleva
sobre el río Arga y en medio de una zona plana enmarcada por
montañas. Es, precisamente, lo que se conoce como la Cuenca de
Pamplona.

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Cómo llegar

 Pamplona es centro de
comunicaciones de
Navarra y está unida
con Donostia/
San Sebastián (al N.) y
Vitoria/Gasteiz (al O.) a
través de sendas
autovías y con Tudela
(al S.) mediante la
N-121 y la autopista
A-15, que enlazan
Navarra con Zaragoza.
Además, una estupenda
red de carreteras la
comunican con Francia
a través de Irún (por los
túneles del antes difícil
puerto de Belate), y por
los pasos de
Dantxarinea, en el
Baztan, Eugi y
Luzaide/Valcarlos. Al E.,
la A-21 y la N-240 la
une a Jaca y Huesca y,
al O., la A-12, la Autovía
del Camino lo hace con  Finalmente, Pamplona se encuentra en la línea de ferrocarril Madrid-Irún, está conectada
Logroño a través de por autobús con las principales capitales españolas y tiene un aeropuerto —Noáin—.
Estella-Lizarra.

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después la retaguardia de su ejército fue destrozada en el
desfiladero de Roncesvalles, según los juglares galos por
los árabes y según el cronista Eguinardo y los historiado-
res navarros por los vascones, en venganza por la des-
trucción de su ciudad.

En aquella época nace el nuevo reino de Pamplona bajo las


dinastías cristiana Iñiga y la musulmana Banu Qasi. La
época dorada del Reino de Pamplona surgió con Sancho
III el Mayor, de la dinastía Ximena, conocido en las cróni-
cas árabes como "el señor de los vascos" quien reunió ba-
jo su corona todos los reinos hispanos y que ejercía gran
Mosaico romano influencia sobre los reinos de Castilla, León y Aquitania.
Pamplona/Iruña No obstante, Pamplona apenas había rebasado el períme-
tro de la ciudad romana.
Historia de la ciudad

Allá por el año 75 a. de C. el general romano Pompeyo, en


guerra con Sertorio, estableció un campamento militar es-
tratégico en un poblado vascón llamado Iruña o Uruna.
Fue el germen de la ciudad romana que tomaría su nom-
bre, Pompaelo.

A partir de entonces, la pequeña ciudad romana siguió la


suerte del Imperio hasta su conquista por Arqueta de Leire. Pieza de Vidriera representando a
los godos, quienes establecieron un marfil hispano-arabe (1004) Sancho VII el Fuerte
obispado y gobernaron la ciudad, por
medio de los obispos, hasta la inva- La ciudad medieval
sión árabe. Tras la capitulación de la
ciudad en el 716, las cosas siguen igual El reino de Pamplona pasa a denominarse reino de Na-
hasta el 778, año en el que Carlomagno, varra en el reinado de Sancho VI el Sabio en el siglo XII.
de vuelta de Zaragoza sin haberla podi- La expansión de la ciudad comienza con el auge de las
do conquistar a los musulmanes, des- peregrinaciones a Santiago y el nombramiento de un
truye las murallas de Pamplona. Poco monje de Santa Fe de Conques, Pedro de Roda, como
obispo de Pamplona (1083-1110). Éste colocó a gentes
Busto de Pompaelo
francas en los puestos de responsabilidad, adoptó la re-
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Iglesia de San Lorenzo

dos trapecios irregulares separados El Privilegio de la Unión


por una gran calle recta, la Rúa de los
o la unificación de los
Cambios, hoy calle Mayor. Al sureste,
frente a la Navarrería, alzaron la igle-
burgos
sia de San Saturnino o San Cernin y,
al otro extremo, junto al Portal de San En 1319, el obispo Arnalt de Barba-
Llorente, la iglesia de San Lorenzo. zán (1313-1355) cedió el señorío de
Casco antiguo de Pamplona. En primer
la ciudad a Felipe II el Luengo, a la
témino las torres de San Cernin y,
al fondo, la Catedral Con los francos llegaron otros extran- sazón rey de Francia y de Navarra.
jeros, que se instalaron fuera de la Precisamente durante su obispado
Navarrería, al oriente del burgo de se construyeron distintas depen-
San Cernin. Inicialmente era el Burgo dencias catedralicias, como el
gla de San Agustín para la comunidad Nuevo, pero luego adopta el nombre claustro, la capilla de su nombre, el
de canónigos, a la que transfirió to- de Población de San Nicolás. Llegaba refectorio... en estilo gótico. La ca-
dos los derechos sobre la ciudad, y hasta el actual paseo de Sarasate y tedral seguía siendo románica, pero
comenzó la catedral románica en hasta la plaza del Castillo. en 1390 el hundimiento de parte de
1097. Pero, sobre todo, concedió fue- su techumbre obligó al Cabildo a
ros y privilegios a quienes habían ve- Las diferencias de origen, jurisdic- instar a su rey, Carlos III el Noble, la
nido con él a Iruña. ción, fueros y privilegios, etc. propi- construcción de una nueva. El 27 de
ciaron una fuerte rivalidad entre los mayo de 1394 se colocó la primera
Así nació el burgo de San Cernin, po- burgos, que se amurallan fuertemen- piedra de la nueva catedral por Lan-
blado por comerciantes y artesanos te y se enzarzan en riñas, pleitos e in- celot, hijo natural de Carlos III.
francos, con la estructura actual de cluso guerras entre ellos.

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La Cuenca de Pamplona · Pamplona

Agramonteses y beaumonteses Pamplona se fortifica


Aunque desde 1319 el señorío de
la ciudad correspondía a la juris- Carlos III el Noble expidió por primera
dicción real, Pamplona caminaba vez el título de Príncipe de Viana a su
con roces, litigios y desavenen- nieto Carlos. Sin embargo Carlos, Prín-
cias propias de tres villas inde- cipe de Viana hijo de Blanca de Navarra
pendientes y amuralladas —la y Juan II de Aragón no pudo coronarse
ciudad de la Navarrería, el burgo Rey de Navarra tras la muerte de su
de San Cernin y la población de madre, como por ley correspondía, ya
San Nicolás—, pero lindantes que Juan II lo impidió, incluso llegó a
Murallas de Pamplona
unas con otras. Hasta que en encarcelar a Carlos en la localidad de
1423, a raíz del agravio recibido el Poblet (Barcelona) donde murió en Después de la conquista, el hundimien-
año anterior por el rey en la pre- 1461. Con esta pelea por el Reino de to de la estructura medieval, supuso el
sentación a la ciudad de su nieto y Navarra comenzó una guerra civil entre afianzamiento de Pamplona como capi-
heredero el Príncipe de Viana, el dos principales linajes navarros: agra- tal del reino y sede de sus principales
rey Carlos III decidió unificar las monteses y beaumonteses. Los agra- instituciones: Cancillería, Real Consejo,
tres jurisdicciones en una sola. Es monteses apoyaron a Juan II, y los be- Cortes y Diputación. Se levantó un nue-
el llamado Privilegio de la Unión, aumonteses, apoyaron a Carlos Prínci- vo castillo, se construyeron los baluar-
por el que se eliminaron las mura- pe de Viana. Durante ese período Juan tes del Redín y del Labrit y los portales
llas internas y las tres jurisdiccio- II fue el rey efectivo de Navarra hasta de Francia y de la Rochapea y, en 1571,
nes se unieron “en una sola uni- su muerte en 1479. se comenzó la construcción de la
versidad, un concejo y una comu- Ciudadela, mientras se unificaban y re-
nidad indivisible”. Fernando, conocido como el Católico o novaban las murallas.
el Farsario, rey de Aragón e hijo de
La unidad urbanística iría llegan- Juan II de Aragón, casado en segundas En el siglo XVIII se renueva la ciudad
do poco a poco. Primero fue el re- nupcias con Juana Enríquez se casa en el aspecto urbanístico: red de al-
cinto amurallado, que se unió en con Isabel II Reina de Castilla. Fernan- cantarillado, cloacas, traída de aguas,
aquellos puntos en que estaba se- do el Católico se alía con la corona in- fuentes y alumbrado público, cemen-
parado, y luego se acometió la glesa y se enemista con la francesa. terio, nuevas casas de vecindario, pa-
construcción de un edificio para Los Reyes navarros siguen los pasos a lacios barrocos, etc. A finales de siglo
el gobierno de la ciudad. El actual los franceses y Fernando, bajo la excu- se tiró la fachada románica de la cate-
edificio del Ayuntamiento es el su- sa de una bula papal dral y se levantó una nueva en estilo
cesor de la Jurería levantada en el en 1512, envía a sus neoclásico, según diseño de
foso, en el punto estratégico don- tropas dirigidas por Ventura Rodríguez.
de confluían las tres villas. el Duque de Alba a
conquistar Navarra. Cañón del siglo XIX, en la Ciudadela
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La Cuenca de Pamplona · Pamplona

Universidad Pública de Navarra

Hacia la Pamplona moderna


Archivo Real
Con la creación del “Primer Ensan-
che” en los glacis de la Ciudadela, en
1888, nace la Pamplona moderna,
que se desarrollará en el siglo XX al
romper el corsé amurallado, con la
demolición de los portales y murallas
de San Nicolás y Taconera y la aper- Avenida Carlos III
tura del espacio ciudadano mediante
la creación del “Segundo Ensanche”, Poco a poco, la ciudad se fue expan-
aprobado en 1915. Se trataba de una diendo —sin mucho orden— por
nueva ciudad de 890.000 m2 y 96 nuevos barrios, como el de la Chan-
Catedral manzanas ordenadas en cuadrículas trea, u otros antiguos de dedicación
y articuladas en torno a los dos ejes semiagrícola, como la Milagrosa, San
El XIX fue un siglo de guerras formados por la carretera a Francia Pedro, la Rochapea y San Jorge.
—Independencia, Realista y Carlis- —actual avenida de la Baja Nava- También fue absorbido por Pamplo-
tas— pero la ciudad siguió evolucio- rra— y por la nueva avenida de Car- na, en 1953, Echavacoiz, otro barrio
nando: en 1840 se levantó el Teatro los III. Comenzado a finales de 1920, obrero levantado en terrenos de la
Principal, que en 1903 pasaría a lla- este Ensanche se terminó, tras el pa- Cendea de Cizur.
marse Teatro Gayarre, y, entre 1843 rón de la guerra civil, con la inaugu-
y 1847, el palacio de la Diputación ración en 1950 del monumento a los En el siglo XIX, Pamplona y Navarra
Foral. En 1860 llegó a Pamplona el Caídos, que cierra por el sureste la en general sufren muchos aconteci-
ferrocarril. avenida de Carlos III. mientos, como la ocupación france-
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La Cuenca de Pamplona · Pamplona

El Caballo Blanco Capilla de San Fermín

La Rioja y Aragón desaparecen y se


ubican en los Pirineos.
Ayuntamiento
Entretanto, las previsiones de creci-
miento continuado exigen la creación
de suelo urbano inmediato. Así nace
el “Tercer Ensanche”, los barrios de Paseos por Pamplona
La Milagrosa San Juan e Iturrama, que después se
continuarían en los de Ermitagaña y Un paseo básico para conocer la ciu-
sa por parte de las tropas de Napole- Mendebaldea, y el de Azpilagaña, en- dad comienza ante la fachada barro-
ón, y poco más tarde, por derechos tre Iturrama y la Milagrosa. Más tar- ca del Ayuntamiento, en pleno casco
dinásticos, surgen las llamadas gue- de se incorporarían Mendillorri y antiguo. Tomaremos, por la derecha,
rras carlistas entre los que defendían Buztintxuri. Ahora Pamplona cuenta la calle Mercaderes, para seguir por
como rey a Carlos María Isidro, her- con más de 200.000 habitantes. Por Curia hacia la catedral, imponente
mano de Fernando VII, rey del mo- el sur, en torno al valle del Sadar, se en su gran fachada neoclásica, pero
mento, y los liberales defensores del ha creado un cinturón de servicios: maravillosa en su interior y claustro
reinado de Isabel de Borbón, hija de Universidad Pública, UNED, Estadio gótico francés. Una vez vista, por la
este último. Los primeros defendían del Reyno de Navarra, Universidad plazuela de San José, al oeste, nos
los fueros y los segundos eran parti- de Navarra y, ya en la meseta, la Clí- dirigimos hacia el baluarte del Re-
darios de su supresión. En 1841, con nica Universidad de Navarra con el dín, para contemplar desde un bal-
la victoria de los liberales, Navarra CIMA (Centro de Investigación Médi- cón sobre las murallas el portal de
pasa de ser reino a provincia, y las ca Aplicada), el Hospital de Navarra y Francia o de Zumalacárregui. O si lo
fronteras que se encontraban en el Hospital Virgen del Camino. deseamos, después de descansar en

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xuri Arantzadi
Chantrea
Txantrea
Rochapea
Arrotxapea

e Casco Antiguo
ai Alde Zaharra
Magdalena

1er Ensanche
1go Zabalgunea

San Juan
a Donibane
2º Ensanche
2. Zabalgunea

Iturrama

rrea
Milagrosa

Arrosadia
Azpilagaña
La Cuenca de Pamplona · Pamplona

Palacio Arzobispal Biblioteca Municipal San Lorenzo

la recreación medieval del mesón del tafeta, el tramo más conocido de los habilitado, donde se puede visitar el
Caballo Blanco, recorrer el paseo de encierros sanfermineros, y, segundo, Museo Pablo Sarasate, con recuer-
Ronda hasta llegar a la plaza de San- con la cuesta de Chapitela, que lleva a dos del genial violinista y compositor.
ta María la Real, donde se halla el edi- la plaza del Castillo. La calle Mayor llega llega hasta la
ficio barroco del Palacio Arzobispal. iglesia de San Lorenzo, donde se en-
Tras cruzar la pasarela junto al Fron- Otra vez en el Ayuntamiento, a su iz- cuentra la capilla de San Fermín, y la
tón Labrit se llega al Centro de Inter- quierda comienza el burgo de San plaza de Recoletas, frente a los jardi-
pretación de las Fortificaciones, Cernin, el patrón a quien está dedi- nes de la Taconera. Antes podremos
ubicado en el Baluarte de San Barto- cada la iglesia gótica, de torres forti- admirar la magnífica fachada del pa-
lomé. ficadas en otros tiempos. Si encon- lacio barroco de Ezpeleta.
tramos cerrada su puerta principal,
En el portal de Francia termina la ca- quizá consigamos entrar por la late- Si, en vez de por la calle Mayor, se-
lle del Carmen, que se encuentra con ral de la calle Ansoleaga, que lleva a guimos por la de Ansoleaga hacia la
la de Navarrería en una plazuela irre- la capilla de la Virgen del Camino, plazuela de San Francisco, pasare-
gular presidida por la fachada barro- barroca y levantada en los terrenos mos por la Cámara de Comptos, el
ca del palacio del Marqués de Roza- del antiguo claustro de San Cernin o único edificio gótico civil de la ciudad
lejo y una de las fuentes de Paret in- San Saturnino. que hoy sigue cumpliendo la misma
auguradas para la primera traída de finalidad para la que fue construido
aguas a la ciudad en la segunda mi- En la bifurcación de las calles Mayor, en el Medievo. Flanquean la plaza dos
tad del siglo XVIII. Vueltos a la con- Campana y Jarauta, una inscripción edificios monumentales: las escue-
fluencia de las calles Navarrería, Ma- en el suelo indica el pozo donde, se- las municipales de San Francisco,
ñueta, Curia, Calderería y Mercade- gún la tradición, San Saturnino bauti- precedidas de una escultura dedicada
res, camino del Ayuntamiento nos to- zó a los primeros cristianos de Pam- al santo de Asís y el edificio moder-
paremos, primero, con la más taurina plona. Aquí se encuentra también el nista de La Agrícola, sede de la Bi-
de las calles pamplonesas, la de Es- Palacio del Condestable, edificio re- blioteca General.

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El Portal de San Nicolás en los jardines de la Taconera

teneciente al antiguo Hospital. Mere- na antigua: el de San Nicolás, situado


ce la pena visitarlo por su magnífica al E. del de San Cernin. Recorrere-
colección de mosaicos y restos ro- mos primero su borde exterior su-
manos, por sus pinturas murales gó- biendo por la calle Chapitela hasta la
Monumento a los Fueros en el Paseo ticas y por la arqueta hispano-árabe plaza del Castillo. Es una típica pla-
de Sarasate y, al fondo, el Palacio de de marfil y el cuadro del marqués de za con soportales, plagada de terra-
la Diputación Foral San Adrián, de Francisco de Goya. Es zas llenas de vida con el buen tiempo.
asimismo sede de exposiciones tem- Enfrente se abre una gran avenida, la
porales emblemáticas. de Carlos III, que empieza con el pa-
lacio neoclásico de la Diputación Fo-
Desde el Museo, dejando a la izquier- ral, sede del Gobierno de Navarra.
da la sede de la consejería de Educa-
ción y el edificio recién restaurado Siguiendo los soportales, aquí llama-
por Rafael Moneo del Palacio Real, dos “porches”, se entra a un precioso
hoy sede del Archivo Real y General boulevard presidido por la estatua del
de Navarra, bajamos hacia la iglesia monumento a los Fueros de Nava-
de los Dominicos y su fachada ba- rra, levantada por suscripción popu-
Museo de Navarra rroca. Enfrente se encuentran las tra- lar en 1903 como manifestación de la
seras del Ayuntamiento y, a un lado, decisión de mantener el espíritu de
Otra posibilidad es adentrarnos por la el coqueto mercado de Santo Do- las leyes privativas del reino frente a
calle Jarauta, al menos para bajar, en mingo, remozado no hace mucho. los intentos del ministro de Hacienda
el comienzo de la calle de los Descal- Gamazo. Es la llamada "Gamazada",
zos, hacia el Museo de Navarra que Queda por recorrer el último de los que tuvo lugar entre los años 1893 y
cuenta con una fachada barroca per- burgos que conformaban la Pamplo- 1895. El boulevard o paseo de Sara-
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La Cuenca de Pamplona · Pamplona

sate une el casco antiguo de la ciu-


dad con la nueva Pamplona creada
por el “Segundo Ensanche”. En el
centro de su lado derecho se alza la
iglesia de San Nicolás, única que
mantiene importantes restos románi-
cos y de transición. El paseo de Sara-
sate se cierra con el edificio ecléctico
de la antigua Audiencia, hoy sede del Palacio de Congresos Baluarte
Parlamento de Navarra, uno de los
varios ejemplares que aún se conser- yarre, o interesantes arquitectónica- nes de la Taconera y los parques de
van del “Primer Ensanche” de la ciu- mente como el de la Caja de Ahorros la Ciudadela y de la Vuelta del Cas-
dad. El eje del burgo era y es la calle de Navarra. En ella puede admirarse el tillo. El primero, el más antiguo, es el
Zapatería, que conserva edificios se- monumento al rey Carlos III, en don- típico parque romántico de amplios
ñoriales, entre los que destaca el de nace la avenida, y el monumento al paseos y coquetos rincones. En él se
palacio de Guenduláin, cuya fachada Encierro, en la intersección con la ave- encuentran los restos del antiguo
da a la plazuela del Consejo, donde nida de Roncesvalles, y recorrer la pla- portal de San Nicolás y, entre otros,
se halla otra de las fuentes de Paret za de las Merindades —circular y con el monumento al tenor navarro Julián
coronada por un angelical Neptuno una fuente ajardinada en el centro— y, Gayarre. El parque es además un ver-
con su tridente. Está cerca de la antes cerrando la avenida por el E., la plaza dadero jardín botánico y sus fosos se
citada de San Francisco. También Conde de Rodezno y el monumento a han transformado en un pequeño
destacan los palacios urbanos diecio- los Caídos, ya citado. zoo, en el que viven gamos, pavos re-
chescos de los números 40 y 50. ales, patos y cisnes.
Pero el eje más importante de la ciu-
Cerca del paseo de Sarasate, detrás dad, que la cruza de norte a sur es el Otro parque antiguo, también
del Parlamento de Navarra, se levanta constituido por la avenida de la Baja romántico, es el de la Media Luna,
el Palacio de Congresos y Auditorio Navarra, que continúa en la del Ejér- que se extiende desde la plaza de
de Navarra Baluarte, un icono de la cito y la avenida de Bayona. Ésta, fi- Toros, primero por el Baluarte de San
cultura musical y teatral debido al lau- nalmente, une el barrio de San Juan Bartolomé, que alberga el Centro de
reado arquitecto Francisco Mangado. con el de San Jorge, por un lado, y Interpretación de las Fortificaciones,
con el de Ermitagaña-Mendebaldea y y luego, bordeando el acantilado
La avenida de Carlos III, que parte de el municipio de Barañáin, por otro. margoso sobre el río Arga, hasta el
la plaza del Castillo, es una calle co- edificio del Seminario. En él se
mercial, en la que, además del palacio El paso de la vieja Iruña a la Pamplo- encuentra los monumentos a Pablo
de la Diputación, se encuentran edifi- na más moderna se hace a través de Sarasate y a Juan Huarte de San Juan
cios emblemáticos como el Teatro Ga- la franja verde que forman los jardi- y distintas pérgolas y estanques.

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La Cuenca de Pamplona · Pamplona

VISITAS PARA RECORDAR


 La catedral de Pamplona
La fachada de la catedral, neoclásica
con grandes columnas coronadas
por un frontón triangular y sendas to-
rres a los lados, es un poco decep-
cionante, pues augura un interior frío
y monumental. Nada más lejos de la
realidad: el interior es gótico, de tres
naves y una girola que rodea al coro
y al altar mayor. La última restaura-
ción le ha aportado luminosidad y le
Parque fluvial del Arga y, en la parte ha devuelto su policromía original en
superior, el Archivo Real de Navarra algunas columnas, en las claves y en
el ábside.
De concepción más moderna, a base
La preside la imagen románica cha-
de prados de hierba y arbolado, son peada de plata de Santa María la Real
los de Biurdana, al borde del barrio y detrás una bella sillería renacentista
de San Juan, sobre el Arga, la Vagua- de 1539. El espacio del coro y altar
da, como terminación de la avenida mayor se cierra con tres bellos ejem-
XVIII y un bellísimo Cristo atribuido al
de Sancho el Fuerte hacia el NO., el plares de rejería gótica. Delante, el
escultor Anchieta.
magnífico campus ajardinado de la sepulcro de Carlos III el Noble y su
Universidad de Navarra y los novísi- esposa doña Leonor de Trastamara, El claustro es una maravilla del góti-
mos de Yamaguchi —debido al her- una preciosa obra gótica de Jehan de co francés y está considerado el me-
manamiento de esta ciudad japonesa Lome, causa admiración a quienes jor del siglo XIV. Tiene varias puertas
con Pamplona—, que acoge en uno tienen la suerte de contemplarlo. de gran belleza —la del Amparo y la
de sus límites, cerca del jardín crea- De entre las capillas laterales desta- Preciosa—, algunos sepulcros góti-
do al estilo de Oriente, al Planetario, can los magníficos retablos góticos cos interesantes y una capilla, la del
y el del nuevo barrio pamplonés de del Cristo de Caparroso, en la segun- obispo Barbazán, con una magnífica
Mendillorri, planteado alrededor de da capilla de la nave izquierda, el de bóveda estrellada, una preciosa talla
Santo Tomás o de Caparroso, en el gótica de la Virgen del Consuelo y la
un lago y un hermoso palacio torrea-
último espacio de la girola, junto a la estatua yacente del obispo titular.
do del siglo XVII. Muy popular y con-
puerta de la sacristía de los canóni- Otra de las puertas da entrada al re-
currido es el Parque fluvial del Ar-
gos, y el de la capilla de San Juan fectorio, donde se ha instalado el Mu-
ga, una senda a la vera del río que re-
Evangelista, la primera después de la seo Diocesano, que también hay que
corre la ciudad siguiendo su curso puerta del claustro. Hay otros reta- visitar, tanto por el continente —una
meandriforme. blos interesantes de los siglos XVII y gran sala cubierta por seis tramos de
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crucería y la cocina, ejemplar excep- finales del siglo XIX para posibilitar el
cional del gótico—, como por su primer ensanche de la ciudad. En la
contenido, basado en preciosas tallas actualidad, la Ciudadela y su espacio
románicas, góticas, renacentistas y circundante —la Vuelta del Castillo—
barrocas, pinturas y obras de orfe- es uno de los parques más queridos
brería —éstas en la cillería— de los y visitados por los pamploneses y
siglos XII al XIX. sus dependencias interiores se utili-
zan a lo largo del año para diversas
 La Ciudadela actividades culturales.

 La plaza del Castillo


Es el corazón de la ciudad o como al-
gunos la han llamado cariñosamente:
estatua de la Abundancia, a la que
el “cuarto de estar” de Pamplona.
pronto se le puso el mote de “la Mari
Era, más o menos, la “plaza de ar-
mas” del antiguo castillo construido a Blanca”, que hoy se encuentra en la
Comenzada en 1571 para sustituir al comienzos del siglo XIV por el rey Luis Taconera, pues desde 1910 la susti-
nuevo castillo de Fernando el Católi- Hutin. Pero con la edificación de otro tuye un quiosco, primero de madera
co, anticuado ante la eficacia de la ar- nuevo en sus cercanías, quedó con- y, desde 1943, el actual de piedra.
tillería, la Ciudadela se construyó en vertido en un espacio vacío, denomi- Hasta 1844, la plaza del Castillo era el
tiempos de Felipe II, bajo la dirección nado "plaza del castillo viejo", al que lugar donde se celebraban las corri-
del virrey Vespasiano Gonzaga y Co- daban las traseras de los tres burgos das de toros.
lonna a imitación de la de Amberes. de la población medieval. Dicho espa- La plaza, de 18.548 m2, está rodeada
Es una fortificación de forma penta- cio se utilizaba para celebrar algunos de soportales sobre los que se alzan
gonal y cinco baluartes en los ángu- festejos como torneos medievales, la las viviendas, en su mayor parte del
los en forma de punta de flecha, a la popular tarasca o las concurridas co- siglo XVIII, y abierta al N. a la calle
que, en 1685, se le añadieron las me- rridas de toros. Chapitela y al S. a la calle Espoz y Mi-
dias lunas y contraguardias de la na, a la avenida de Carlos III y al pa-
La plaza comenzó a construirse en
Vuelta del Castillo, inspiradas en los
1651 con la edificación de una nueva seo de Sarasate. Además, unas esca-
sistemas de Vauban. En 1966 fue ce-
casa de toriles, el actual leras la comunican con las calles Es-
dida a la ciudad por el Ejérci-
nº 37, y su urbanización tafeta, al E. y Comedias, al O., y un
to y en 1973 fue declarada
no quedó terminada has- pasadizo —el de la Jacoba— con las
Monumento Nacional. Se
ta el siglo XVIII. En 1786 calles Pozoblanco y Zapatería. Es
conserva casi en su totali-
se instaló el alumbrado una plaza soleada y bulliciosa que
dad y sólo le faltan dos ba-
con faroles de aceite y con el buen tiempo acoge en sus
luartes que se derribaron a
dos años después, en su aceras amplias terrazas de bares y
centro, una fuente, dise- cafeterías, que le confieren el aspec-
Escultura de Oteiza, ñada por el pintor Luis to antes citado de “cuarto de estar”
en la Ciudadela Paret, rematada por la de la ciudad.
17
La comarca
de Pamplona
En torno a la ciudad

San Cristóbal

El monte Ezkaba —más conocido en


el siglo XX como San Cristóbal por el
fuerte militar que corona su cima—
está omnipresente en todas las vistas Molinos eólicos en el Perdón
desde el borde de la ciudad que se
asoman al río Arga. Pero es un monte de interés histórico y arqueológico, ya
escasamente aprovechado para las que en su cima se construyó en el si-
posibilidades que puede ofrecer. No glo XIX un gran fuerte militar, ahora
obstante, y a pesar del mal estado de abandonado, rodeado de fosos y cu-
la carretera que desde Artica lleva yas galerías subterráneas se extien-
hasta su cima, es muy interesante pa- den por toda su cumbre.
ra hacerse una idea cabal del empla-
zamiento de la ciudad presidiendo la Parque eólico del Perdón
llamada Cuenca de Pamplona. Desde tomar la salida a Astráin y subir el
aquí se observa una amplia panorámi- Enfrente a San Cristóbal, un poco puerto del Perdón para tomar el des-
ca de la Cuenca, cerrada al O. por las más lejos, pero mucho más accesible vío indicado en lo alto del puerto.
sierras de Alaitz y el Perdón; al NO. se para los automovilistas, se alza la sie- Desde el Perdón, se contempla la sie-
abre el pasillo de Añézcar, con las sie- rra del Perdón, que cierra la Cuenca rra de Sarvil o de Echauri y los mon-
rras de Andia y Aralar al fondo; al lado por el sur. Las vistas hacia uno y otro tes que rodean el valle de Ollo. Por su
contrario a Pamplona, se extienden lado son magníficas y las posibilida- situación al sur de la capital, ofrece
los valles de Juslapeña y Ezcabarte, des para senderistas, ciclistas y prac- una panorámica excepcional de los
con los montes pirenaicos como telón ticantes de parapente iguales que en montes lejanos: puerto de Erro, Adi y
de fondo, y, al E., el valle de Egüés, San Cristóbal, pero con mejores ac- Ortzanzurieta. Pero también resulta
con las sierras de Izaga y Leire, al fi- cesos. Un atractivo añadido es la ins- un buen mirador sobre el valle de Val-
nal. Además del interés paisajístico, talación reciente de decenas de moli- dizarbe. El telón de fondo jacobeo
San Cristóbal es objetivo deportivo nos eólicos que recorren la cumbre. son Montejurra y Monjardín con su
para senderistas, ciclistas de montaña Se accede a través de la autovía del fortaleza, y, más allá, la sierra de
y practicantes de parapente, y punto Camino que conduce a Estella, hasta Aguilar.

18
La Comarca de Pamplona · Al norte de la Cuenca

1. RECORRIDOS INOLVIDABLES

Al norte de la Cuenca

Este itinerario es fundamentalmente


paisajístico y transcurre por valles re-
coletos en los que predominan los
pueblos pequeños de hermosas ca-
sonas y la Navarra forestal y ganade-
ra. Salimos de Pamplona por la
N-121-A, camino de Francia por Irún-
Behovia, siguiendo el curso del río
Ultzama. Pronto nos sorprende la be-
lla estampa de Sorauren, con su
puente medieval, su iglesia y sus ca-
sas-torre de piedra, típicas de la
Cuenca. En Ostiz, con una calle cen-
tral digna de verse por su casonas se-
ñoriales, tomamos el desvío a la iz-
quierda que nos introduce en el valle
de Odieta. Ciáurriz se alza sobre el río
Ultzama, con su caserío alrededor de
una bella iglesia gótica. Y, así, entre
un bello robledal y las praderas del
Club de Golf Ultzama, llegamos hasta
el cruce de Gerendiain y torcemos a
la izquierda. Justo ahí se encuentra la
entrada al Área Natural Recreativa
del robledal de Orgi.

En el próximo cruce, volvemos a tor-


cer a la izquierda para subir hasta
Guelbenzu, pueblo sobre los valles de
Odieta, Ultzama y Juslapeña, y magní-
fico mirador del valle de Ultzama. El
pueblo tiene también alguna casa so- Robledal de Orgi
lariega con fachada impresionante.

19
La Comarca de Pamplona · Al norte de la Cuenca

Nacedero de Arteta
Valle de Ultzama
Desde Ulzurrun nos dirigimos hacia el
Abajo del puerto, a la izquierda, se asoma otro pueblecito, Gascue, con angosto cañón en donde está situado el
su iglesia en lo alto. Algo más adelante tomamos la desviación a la de- nacedero de Arteta. La caminata es breve y
recha, que por el valle de Atez, entre bosque, prados y bellos pueblos, comienza en un paisaje abierto, cuya belleza
nos llevará hasta Muskitz y, luego, por Cía y Gulina, hasta el cruce con en otoño es incomparable. Una carreterita nos
la N-240-A, de vuelta hacia Pamplona. conduce hasta las instalaciones del nacedero,
donde encontramos una casona restaurada
Si queremos contemplar dos hermosas iglesias, con elegantes atrios que contiene una pequeña muestra de los
porticados de ventanales góticos, hay que visitar Larumbe y, algo más usos y utilidades del agua. Enseguida estamos
adelante, tomando el desvío al comienzo de Erice de Iza, Ochovi. Este sobre una caída vertiginosa y potente del agua
último conserva, además, un bello palacio de cabo de armería con dos sobrante del nacedero que discurre entre
torres. aguerridos árboles que escalan la garganta.
El manantial propiamente dicho está protegido
Otra posibilidad, al salir de Gulina, es acercarnos hasta Irurtzun para, por unas bóvedas oscuras, que guardan el
desde el mismo pueblo, tomar la desviación que cruza la preciado tesoro. El marco es precioso. La
vía del ferrocarril en Izurdiaga, atravesar, después de Erroz, vuelta podemos
el desfiladero de Oskia y torcer en el próximo cruce a la de- hacerla por el
recha hacia el precioso valle de Ollo, rodeado por el circo lado contrario
de montañas que forman la sierra de Sarvil, la de Andia y hasta Arteta,
San Donato y los montes Txurregi y Gaztelu. En el valle pasando por unas
merece la pena visitar Arteta, con el Museo Etnográfico viejas salinas.


formado por el escultor José Ulibarrena, las salinas y el


nacedero de las aguas, que, junto con el pantano de Eugi,
abastece de agua potable a la comarca de Pamplona.

20
2. RECORRIDOS INOLVIDABLES

Al sur de la Cuenca

Este itinerario transcurre por espacios más abiertos, aunque también


rodeados de montañas. En él tiene ya bastante importancia el aspecto
monumental. Salimos de Pamplona por la carretera comarcal que va a
Estella por el valle de Echauri. En Arazuri llama la atención su castillo bien
conservado de cuatro torres en sus esquinas. Enseguida está Ororbia,
cuya iglesia gótica, con un retablo de pinturas y esculturas de comienzos
del XVI, merece una visita. A la salida, al otro lado del puente sobre el Arga
hay un bello crucero de 1540. Seguimos hasta Etxauri, con sobrias y
bellas casas-torre medievales y enfilamos el puerto hasta el mirador que
hay en lo alto. La sierra de Sarvil, más conocida por los navarros de la
zona como Peñas de Etxauri, es una de las que cierra la Cuenca de
Pamplona por el este. La salva una sinuosa carretera y en lo alto del
puerto existe un mirador desde el que se contempla un amplio paisaje.
Peñas de Etxauri

21
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca

Santa María de Eunate Pórtico de la iglesia de Olcoz Monumento al Peregrino

A los pies, el fértil valle de Etxauri y el ra recorrer el valle de Valdizarbe, por rio y encanto, en su claustro de ar-
río Arga serpenteando por la llanura; a donde transcurre el camino jacobeo quería exenta que la rodea totalmen-
la izquierda el impresionante farallón que viene de Somport. Algunos kiló- te, en su interior sorprendente con
rocoso de la sierra, aprovechado metros después se presenta, como cúpula nervada de influencias moris-
como escuela de escalada; a la una aparición, una de las más bellas cas y en la decoración de la portada,
derecha el espinazo de la sierra del iglesias románicas, Santa María de ábside y capiteles del claustro, llena
Perdón, con los molinos eólicos Eunate. También románica y con de caras misteriosas y animales
clavados en su lomo; y enfrente, a lo una portada, idéntica, pero especu- monstruosos. El lugar es adecuado
lejos, la conurbación de Pamplona lar, es la iglesia del pueblo cercano para la contemplación y el reposo.
con su telón de fondo de los montes de Olcoz, que también cuenta con
prepirenaicos y pirenaicos. hermosa torre medieval. En el cruce del Carrascal tomamos la
N-121, dirección Pamplona. Des-
Pero nuestro paseo sigue por el valle Aunque la hemos citado en otro de pués de atravesar Campanas y divi-
hacia Belascoáin y Puente la Reina. los itinerarios, la encantadora iglesia sar las ruinas del castillo de Tiebas,
Antes de llegar a Artaza, en el cruce de Eunate tiene su lugar más adecua- torcemos a la derecha para recorrer
hacia Guirguillano y Puente, hay una do al hablar del Camino de Santiago, los pies de la sierra de Alaitz y tomar
ermita gótica que podemos visitar. pues era una de las iglesias-faro que la N-240 hacia Monreal. Si hubiéra-
Pasado Puente la Reina, en el cruce salpicaban la ruta para guiar y acoger mos seguido hacia Pamplona con-
donde se levanta el monumento al a los peregrinos. Su singularidad es- templaríamos la ordenada arquitectu-
Peregrino, torcemos a la derecha pa- tá en la forma octogonal y su miste- ra del acueducto de Noáin, construi-

22
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca

Acueducto de Noáin

do a finales del siglo XVIII por Ventura y Alzuza con el Museo Jorge Oteiza.
Rodríguez para conducir el agua del
manantial de Subiza a Pamplona. También Huarte tiene una iglesia de her-
moso retablo de pinturas y esculturas y
Volviendo hasta el cruce anterior, reto- una preciosa talla gótica de alabastro de
maremos la carretera comarcal que re- la Virgen. Aquí se puede visitar el Centro Iglesia de Artáiz
corre el valle de Unciti. A la derecha, de Arte Contemporáneo.
muy cerca del cruce que indica direc-
ción Lumbier, se encuentra Artáiz, con
una de las más hermosas y decoradas
iglesias del románico rural navarro.

Regresando de nuevo atrás, la carretera


desemboca en Urroz, villa que merece la
pena visitar por su caserío bien conser-
vado, con hermosa y amplia plaza de ca-
rácter medieval y una iglesia gótica con
trazas de fortaleza e interior sobrio y Vuelo desde la Higa de Monreal Museo Jorge Oteiza
elegante. En el camino de Aoiz, a escasos
kilómetros de Huarte, se levanta
Desde Urroz, 19 km nos volverán a de- en el pueblo de Alzuza el Museo
jar en Pamplona a través de los valles Jorge Oteiza, una estructura
de Lizoáin y Egüés, salpicados de pue- sorprendente debida al arquitecto
blecitos a derecha e izquierda que se Javier Sainz de Oiza, amigo del
acomodan a los pies de la montaña. escultor. Se trata de una singular
Muchos merecen su visita, pero al me- y magnífica envoltura para el
nos recomendamos recorrer Elcano, en legado, no menos singular y
cuya iglesia podemos contemplar un magnífico, que Jorge Oteiza dejó
bello retablo de pinturas renacentistas, Centro de Arte Contemporaneo, Huarte a Navarra.
23
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca

VISITAS PARA RECORDAR

 Valle de Etxauri

Vista de Pamplona desde Etxauri

Se halla al oeste de Pamplona, y lo atra-


viesa el río Arga, poco después de haber
recibido a su afluente el Arakil, formando
un sin fin de meandros que, al final, se
deshacen para atravesar las gargantas de
Belascoáin a Puente la Reina. Es un lugar
privilegiado, pues el sol lo acaricia desde Iglesia de San Miguel en Cizur Menor
su nacimiento hasta su ocaso, dando lugar
a un microclima que permite cultivos me-
diterráneos como cereales, viñas, algún  El Camino de Santiago
resto de olivo y frutales, entre los que des-
tacan los cerezos que han hecho famoso al Por su interés monumental y religioso es éste un itinerario específico,
valle. Sobre él se extiende un bosque de aunque no carece de atractivo paisajístico. De norte a sur podemos co-
encinas y quejigos, coronados en su ver- menzarlo en Irotz, a la salida del valle de Esteribar a la Cuenca.
tiente norte por un frente de escarpes ro-
cosos, meta de muchos deportistas que En Irotz hay un puente románico y, en su iglesia, un retablo de expresi-
quieren disfrutar con los riesgos de la es- vas pinturas del siglo XVI. Es curioso pero en este valle abundan los re-
calada. Los pueblos, excepto el de Etxauri tablos pintados que enriquecen las pequeñas iglesias rurales.
que se extiende sobre el río, en el centro
del valle, son pequeños y se acomodan en Después de Zabaldika, que conserva su iglesia románica de comienzos
los bordes al pie de las montañas. del siglo XIII, el Camino va por la orilla derecha de la carretera y el río
24
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca

Puente de la Magdalena en Pamplona Monumento al Peregrino en el Perdón

para hacer su entrada en Pamplona


por Arre —otra bella iglesia de mag-
nífico retablo de pinturas del XVI— y
la iglesia y antiguo hospital de la Tri-
nidad de Arre, ya en el linde con Vi-
llava. La Trinidad se halla en un pa-
raje espectacular, en la orilla de un
puente medieval, desde el que se
contempla el bello ábside románico
de la iglesia y las aguas del Ultzama Trinidad de Arre
despeñándose por unas grandes ro-
cas salpicadas de espuma que hacen Gazólaz y Sagüés, con bellos atrios
las delicias de pintores y fotógrafos. porticados, y continuar por Astráin al
redil de la autovía.
Pasado Pamplona, camino de Estella-
Lizarra por la autovía del Camino, El Camino, llamado francés, salva el
merece la pena detenerse en el casco puerto del Perdón y se lanza al en-
antiguo de Zizur Mayor y visitar la cuentro con el otro Camino, el de
iglesia gótica de San Andrés, con uno Somport, en Puente la Reina. Deja
de los más bellos retablos de pintura atrás poblaciones de tantas resonan-
y escultura del siglo XVI. Continuando cias jacobeas como Legarda, Muru-
por la carretera interior, podremos zábal y Obanos, y entra en Puente
ver también las iglesias románicas de por la iglesia del Santo Sepulcro, Iglesia de Gazólaz
25
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca

Iglesia de Santiago en Puente la Reina

Puente La Reina

cerca de donde se encuentra el alber- mitad, la calle se abre de nuevo, esta Los caminos jacobeos se convierten
gue de peregrinos. La iglesia es una vez a la izquierda, para dar espacio a la en uno solo en Puente la Reina, po-
fundación templaria que luego pasó a plaza de los Fueros, porticada, y don- blación fundada en el siglo XII a la ve-
la orden sanjuanista o de los Caballe- de se halla el edificio consistorial. ra del Camino, allí donde la esposa de
ros Hospitalarios del Santo Sepulcro; Sancho el Mayor, en el siglo XI, man-
de ahí su nombre. Tiene uno de los El puente, defendido por una puerta dó levantar un puente sobre el ya
Cristos crucificados góticos más im- de muralla, es un magnífico monu- caudaloso río Arga. La calle Mayor,
presionantes y una bella talla románi- mento, muy peraltado y con seis auténtica rúa de peregrinos, tiene la
ca de la Virgen con el Niño. grandes ojos, sobre todo el central. misión de conducirnos hasta el mag-
Hay además callejas interesantes y nífico puente románico, al que se ac-
Desde aquí, cruzando la carretera, en- casas blasonadas, otra iglesia, la de cede traspasando una puerta de mu-
filamos la rúa Mayor, flanqueada por San Pedro, y un agradable paseo pa- ralla. De su fundación medieval dan
edificios señoriales que dan idea de la ralelo a la carretera al que daba la an- fe un ramillete de iglesias y conven-
importancia de la población. La calle tigua muralla. Aunque disfrazada por tos, el puente —majestuoso en su re-
se abre en el amplio pórtico de la igle- las construcciones posteriores, toda- flejo sobre el río— y los restos de
sia de Santa María, con una gran por- vía pueden verse varios torreones murallas y torreones que aún asoman
tada románica; en su interior podemos medievales entre el caserío. a la carretera. Recomendamos enca-
contemplar la esbelta figura de un recidamente hacer un alto y disfrutar
Santiago peregrino románico. Hacia la del ambiente de esta villa jacobea.

26
Folclore y tradiciones
Unas fiestas universales
Los Sanfermines

Son las fiestas patronales de Pamplona/Iruña, que se celebran del 6 al


14 de julio. Desde que Ernest Hemingway se enamoró de ellas y las
inmortalizó en 1926 en su libro “Fiesta” (The Sun Also Rises), a
Pamplona se la identifica con los Sanfermines en el mundo entero.

Aunque su origen es religioso —la


conmemoración de la fiesta de San
Fermín, el primer obispo de Pam-
plona que había sido bautizado jun-
to con su familia por San Saturni-
no—, su elemento más característi-
co es el famoso “encierro” de toros
que tiene lugar todos los días a las
8 de la mañana. Consiste en una ca-
rrera de unos 800 m en la que los
mozos corren delante de los asta-
dos que se van a lidiar ese día, des-
de los “corralillos” hasta la plaza de
Toros. El magnetismo que el acto
contiene lo hace difícilmente olvida-
ble para quien ha participado o sim-
El Chupinazo plemente lo ha contemplado.

Por supuesto que los Sanfermines no se limitan al encierro: son nue-


ve días esperados todo el año por los pamplonicas de todas las eda-
des, en los que la norma es divertirse, bien siguiendo en todo o en par-
te el programa de festejos o bien montándose la fiesta según el propio
saber y entender.

27
Folclore y Tradiciones

Una tradición medieval


San Guillén y Santa Felicia
Sobre Obanos y Puente la Reina se halla la
ermita de Nuestra Señora de Arnotegui,
Comparsa de Gigantes donde según la tradición se retiró del mun-
do el joven duque aquitano Guillén, arre-
El programa oficial se vende en todos los quioscos de prensa y apa- pentido de haber matado a su hermana Fe-
rece todos los días en la prensa local. Sus puntos fuertes, inaltera- licia, que había abandonado la vida munda-
bles, son: el chupinazo que da comienzo a las fiestas el día 6; las Vís- na para dedicarse al cuidado de los peregri-
peras cantadas en la capilla del santo el mismo día; la procesión del nos a Santiago en Labiano. Guillén llegó
7; la procesión de la Octava, el 14; y, del 7 al 14, las dianas de gai- también a ser santo y su cabeza recubierta
teros y banda municipal de mú- de plata se conserva en la ermita de Arno-
sica, los encierros y corridas, el tegui. Aquí tiene lugar, el domingo siguien-
recorrido de la comparsa de gi- te al de Pascua, una hermosa y concurrida
gantes y kilikis, la salida de las romería en la que se bendice el vino pasán-
peñas de la plaza de Toros, y la dolo por la cabeza-reliquia de San Guillén.
quema de fuegos artificiales a Con los episodios de
la noche. Pero sobre todo, la esta tradición se re-
fiesta en la calle, mantenida por memora cada dos
bandas de música, grupos de años en la plaza del
txistularis, fanfarres y “peñas” pueblo el misterio
o cuadrillas de mozos, que con de Obanos, declara-
sus pancartas al viento bailan y do Fiesta de Interés
brincan sin cesar. Turístico Nacional.

Procesión de San Fermín

28
El sabor El cordero de la Cuenca
Aunque la gastronomía de Pamplona se enriquece con todos los
de la mesa productos de Navarra, hemos elegido el cordero, por ser un
producto de la cocina tradicional, muy típico en los mercados de la
ciudad y en todos los restaurantes de Pamplona y su
comarca. No resulta difícil, andando por el campo,
tropezarse con rebaños de ovejas que aprovechan las
hierbas comunales de los distintos pueblos.
Hay muchas formas de comer el cordero, animal del
que se aprovecha todo, hasta la cabeza y las vísceras
—los riquísimos menudicos—. Suele comerse
guisado —el cordero al chilindrón y el campestre
calderete—, con verduras —la menestra de
cordero— y sobre todo asado, bien al horno (hay
Cordero al chilindrón costumbre de hacerlo en los hornos de las
panaderías) o a la brasa, si puede ser de sarmientos.
De todas las maneras es sabrosísimo, pero el calderete —un guiso
a base de cordero con patatas, pimientos, tomate y cebolla— y las
costillas al sarmiento son el plato típico de comidas y meriendas
de fiestas, romerías y excursiones campestres.
Las verduras de la Magdalena
Las huertas de la capital —como las del barrio de la Magdalena— aprovechan las tierras generosas
nutridas por el pequeño río Arga para producir exquisitas verduras con las que preparar ensaladas y
platos ligeros que compensan la contundencia de los segundos platos de la Cuenca, a base de carnes de
cordero y vacuno, de caza… y de la tripicallería tan codiciada por los amantes de la mesa popular, sencilla
y de sabores verdaderos.

El relleno Los caramelos


Un embutido humilde, a
de café con leche
base de arroz, huevos, ce- Un dulce muy popular en Pamplona y
bolla, azafrán, sebo fresco que conviene llevarse como recuerdo
de cordero, tocino fresco laminero son los caramelos de café con
de cerdo y perejil. Se trata leche. Su consistencia hace que sean
de un plato popular toma- duraderos en el paladar y de una exquisitez que
do como aperitivo en comidas de mayor fundamento. nos deja rotundamente satisfechos.
29
DESCUBRIR EL REYNO
NAVARRA DE LAS CUATRO
El Reyno de Navarra ESTACIONES
es diverso, histórico,
Navarra muestra todo
natural. Es un lugar
su esplendor a lo
tranquilo que merece
largo del año, con sus
ser conocido a fondo. Los Pirineos, con sus bosques,
cuatro estaciones intensas y diferenciadas. En pri-
montañas y valles. La Cuenca de Pamplona, un lugar
mavera se muestra pletórica y nos invita al paseo y
de historia, tranquilidad… y fiesta. La Zona Media,
a la contemplación del despertar de los verdes. En
sus pueblos, castillos y monasterios. La Ribera, con
verano manda el rojo de las fiestas y de San Fermín:
los característicos paisajes y huertas del Ebro. Des-
es tiempo de celebraciones y de amigos, de puertas
cubra Navarra; le caerá bien, querrá seguir conocién-
abiertas. El otoño viste sus tierras con todos los tonos
dola.
de ocres: se respira quietud. El invierno de Navarra
invita a pisar nieve virgen, a acercarse a una chimenea
y escuchar el silencio. Navarra es armonía de colores
en la naturaleza.

CAMINOS TIERRA
DE LA HISTORIA DE TRADICIONES
Navarra es la puerta Navarra expresa sus
del Camino de San- tradiciones desde la
tiago, con Roncesva- música y la danza,
lles como hito his- donde la popular jota
tórico, y es también cruce de caminos, que confluyen se alterna con bailes que vienen de antaño, como la
en Puente la Reina para seguir en un único andar. “makildantza”, el “zortziko”, la “ezpatadantza” y los
Pero existen en Navarra otras huellas de la historia, paloteados. Otras celebraciones, ligadas a la tradición
como las antiguas vías romanas o la Cañada Real, religiosa, nos invitan a romerías camino de ermitas
último vestigio de la trashumancia presente aún en y santuarios, como las populares “javieradas” o el
las Bardenas Reales. Caminos de tierra, de agua, de Misterio de Obanos. Leyendas, folclore, historia viva,
hierro… Huellas de la historia que merecen ser tradiciones que se han mantenido en cada rincón
seguidas. del viejo Reyno.
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13ª edición (octubre 2018)


Textos: José María Domench
Diseño gráfico y mapas: Ana Cobo · Oscar Munárriz
Imprenta: Linegrafic
Depósito Legal: NA 2537/2018

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F006

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