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Tradición

[DCiv] Elemento, junto al título, de la adquisición del dominio y derechos reales. En un principio la
tradición consistía en la entrega material de la cosa; sin embargo, la evolución ha espiritualizado
este concepto y hoy día basta que sea un «signo externo de recognoscibilidad» (DÍEZ-PICAZO).
Como clases principales de tradición pueden citarse la real (entrega material de la cosa) la
simbólica (sutitución por un objeto que la representa; ej.: llaves) o la instrumental (contrato).

CC, arts. 1.462 a 1.464.

Título Y Modo.

(Derecho Civil) V. "Traditio".

(Derecho Comercial) Modo de trasmisión propia de los títulos al portador que se realiza por la
mera entrega material del título de mano a mano.

Es una forma de adquirir el derecho real de propiedad. Consiste en la entrega de la posesión de


una cosa con ánimo de transmitir su propiedad. Corrientemente, la tradición consiste en el hecho
físico de la entrega de la cosa: es la llamada tradición real o tradición material. Toda vez que lo
importante radica en el efecto jurídico que desencadena la tradición, hay que valorar
cuidadosamente el móvil que la justifica. Y éste suele hallarse en el contrato o negocio jurídico del
que se deriva la obligación de entregar la cosa. En estas consideraciones se fundamentan las
variedades de tradición no real o tradición fingida.

Código civil, artículo 609.

Concepto y naturaleza. Tradición significa entrega.

Habrá tradición cuando una de las partes entregare voluntariamente una cosa y la otra
voluntariamente la recibiese.

En un acto voluntario, licito, destinado a producir efectos jurídicos entre las partes que lo
celebran. Es además, en el derecho argentino, un acto de naturaleza real: no basta la mera
declaración de darse el tradente por desposeído o de que se ha entregado la cosa al adquirente,
sino que es necesaria la entrega real de la cosa.

La historia de las instituciones jurídicas muestra dos grandes sistemas respecto de la tradición; el
primero, según el cual no basta la manifestación de voluntad hecha por el tradente al accipiens de
entregarle la posesión, siendo indispensable la entrega material de la cosa; y el segundo, según el
cual basta el simple acuerdo.

El primero fue el sistema del derecho Romano primitivo. Justamente porque la tradición era un
medio de publicidad, que requería la entrega pública de la cosa. Pero luego las exigencias del
tráfico jurídico fueron haciendo perder vigor a esta regla y en numerosos casos se admitió que la
transmisión de la posesión podría hacerse por simple declaración de las partes.
En el antiguo derecho francés y en el germánico, la tradición se consideraba realizada por la sola
circunstancia de que el tradente manifestara haberla transmitido al accipiens y este declarara
recibirla. El código civil argentino se atuvo, como principio, al viejo sistema romano. En el art. 2378
se dispone: "la tradición se juzgara hecha, cuando se hiciere según alguna de las formas
autorizadas por este código.

La sola declaración del tradente de darse por desposeído, o de dar al adquirente la posesión de la
cosa, no suple las formas legales". No siempre se requiere la entrega material de la cosa:

Pero éste es el principio.

Sin entrega material no hay tradición.

Muy particularmente, el código ha dejado sentado que estos recaudos no se cumplen con la sola
declaración de las partes de haberse realizado la tradición.

La jurisprudencia ha interpretado con flexibilidad y acierto esta norma, se ha declarado


reiteradamente que la cláusula de la escritura traslativa de dominio por la que el adquirente
declara hallarse en posesión del dominio o se manifiesta que el transmitente ha entregado antes
del momento en que se firma la escritura la posesión efectiva de la cosa, es suficiente, para
acreditar entre las partes el hecho de la tradición.

Pues constituye la prueba, por confesión del propio interesado, del hecho de la tradición. La
solución es irreprochable, porque siendo la tradición un hecho, la confesión es la prueba máxima e
incontrovertible, salvo que se demuestre que la declaración se obtuvo por dolo o violencia.

Distinta Es La Posición De Los Terceros.

Respecto de ellos, la simple declaración de las partes de haber una dado y la otra recibido la
posesión, no tiene efectos, pues es res inter alios acta.

Pero aun en este caso, pensamos que la declaración de las partes es un principio de prueba por
escrito, que el juez valorara según las circunstancias, y que con ayuda de otras pruebas o indicios
puede formar la convicción judicial de la existencia de la tradición, aun respecto de terceros.

Dentro de la idea común de transmisión (del latín traditio, de trans y ducere, llevar a otra parte),
este vocablo posee significado y valor distinto dentro del Derecho Político y del Civil.

Con carácter general, por tradición se entiende la comunicación de creencias, doctrinas,


costumbres, hechos, noticias de generación en generación. | También, la costumbre, práctica o
rito que se conserva por transmisión de padres a hijos; o de los que realizan una tarea o
desempeñan una función a través de sus sucesores, e indefinidamente en el tiempo. | La noticia o
información, singular, heroica o sublime casi siempre, imprecisa por lo general y de pruebas
escasas, que existe acerca de un hecho.
A. En lo político, la tradición sirve de fundamento a diversos grupos o partidos más contrarios a las
innovaciones que a las revoluciones; y a que no vacilan en recurrir a la violencia, incluso
prolongada, para restaurar los principios que rigieron antaño un país, sin escuchar razones de
progreso ni aceptar transformaciones en el pensamiento y necesidades de su patria.

B. En el Derecho Civil, tradición es tanto como entrega, pero no cualquiera entrega, sino la que se
propone transmitir la propiedad directamente o a través de la justa posesión, y en algunos casos
de una tenencia jurídicamente estructurada. | "BREVI MANU". Con esta forma sernilatina (que,
literalmente, expresa "breve mano"; de forma abreviada o su maria) se designa la transmisión
posesoria que los romanos admitieron sin entrega material ele la cosa, en virtud del convenio o
acuerdo entre el poseedor actual y el adquirente. | "LONGA MANU". Locución semilatina, usual
entre los juristas, cuyo significado es "de larga mano", por no consistir en una entrega material de
mano del enajenante a la del adquirente; sino que consistía, entre los romanos, en mostrar la cosa
transmitida al que iba a recibirla, en ponerla a su disposición, en los inmuebles sobre todo. |
SIMBÓLICA. La entrega de ciertos signos de una cosa o la realización de ciertos actos para mostrar
o probar con ellos que una persona transmite a otra, que acepta y es capaz, su propiedad,
posesión o tenencia.

http://www.enciclopedia-juridica.com/d/tradici%C3%B3n/tradici%C3%B3n.htm

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