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ARGENTINOS
CONTEMPORÁNEOS
AGUIRRE- ALONSO- AZCONA
CRANWELLBAJARLÍABAYLEY
BLASETTI-CESELLI-ETCHECOPAR-
GIRONDO GIRRI GODINO-
JUARROZLLINÁSMADARIAGA-
MOLINAMOLINARIOROZCO
ORTIZ PAITA PELLEGRI NI-
•
PIZARNIKSVANASCINITREJO
URIBEVANASCO
F u n d a i ri 6 n
SALES
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http://www.archive.org/details/25poetasargentin00agui
GRÁNEOS
ARGENTINOS
COÑTEMPORANE S
AGUIRRE MADARLAGA
ALONSO MOLINA
AZCONA CRANWELL MOLINARI
BAJARLÍA OROZCO
BAYLEY ORTIZ
BLASETTI
PAITA
CESELLI
PELLEGRINI
ETCHECOPAR
GIRONDO PIZARNIK
GIRRI SVANASCINI
GODINO TREJO
JUARROZ URIBE
LLINÁS VANASCO
F u n d
%
a c i 6 n
S Av L E S
Edit iones Papiro
25 poetas argentinos contemporáneos / compilado por
Osvaldo Svanascini - 1a ed. - Buenos Aires Papiro, 2005. :
ISBN 987-22196-0-5
ISBN: 987-22196-0-5
Svanascini no es sólo el poeta admirable que brilla entre los más re-
7
Svanascini es también narrador, ensayista, crítico, traductor, con-
ferenciante. Es crítico de arte y ha formado a más de una generación
de artistas plásticos desde la cátedra universitaria. No hace mucho ha
sido incorporado a la Academia Nacional de Bellas Artes, donde
aporta en publicaciones y proyectos diversos. Su condición de estu-
dioso y difusor del arte y la poesía del Extremo Oriente -investigados
durante largas permanencias en los respectivos países- lo llevó a de-
sempeñarse, entre nosotros, como director del Museo de Arte
Oriental, a cuyo desarrollo contribuyó de manera decisiva.
ce muchos años, y suele afirmar que está orgulloso de dos cosas: ha-
ber conocido personalmente a un artista de genio, Xul Solar, y a una
persona literalmente irradiante de santidad, la Madre Teresa de Cal-
cuta. Su obra publicada, entre poesía, narrativa, ensayo, crítica de ar-
S
Con respecto a esta selección de poesía argentina contemporá-
nea, su autor manifiesta que ha querido presentar, con criterio am-
plio, una muestra de poetas renovadores, o acentuadamente perso-
nales, o descollantes por su rigor estilístico, o todo ello reunido. No
se le escapa al veterano crítico que la arbitrariedad es el pecado origi-
Arturo Prins
RAÚL GUSTAVO AGUIRRE
yo me contuve en música
he caminado un mar y así no era
11
y mi vaso era un eco
caminaba en la lumbre de una llave
mas ' 1
alto se me •
U
quiebra \
V>o~
^^
en palabras que traen de tu sueño
un hijo desatado ante el azar
12
padre de tantos padres
para quienes mis ojos
se ven en el azogue de los cuerpos
en un día de azules monumentos
que aprietan en el frío sus cisuras
y todavía cruzo
esta calle de origen indefenso
y asesinadas hierbas
esta piedra feroz como el letargo
sus fauces separadas
por la hermosura de la víctima
APOLLINAIRI
13
qué bien te beberías este largo horizonte
en una mesa expuesta al universo
y tendrías guillermo
apollinaire de orillas
puras y germinales
un río de perfil y una tensa impiedad
para tu cráneo virgen
un vértice seguro de tu cuerpo
el alba donde vibran las cuerdas más profundas
el sueño de los muros
abuelo de la savia
de las hojas sensibles por donde nacen pájaros
estarías mirando tu idioma sagital
resistimos y usamos
14
PROLONGAR EN EL LIMITE
15
PEMBROKE BAY
y la aurora boreal.
Yo, Martin
Heidegger, filósofo
que pensó lo Impensable
y que anunció la pérdida del Ser
en razón de la ciencia v del olvido,
16
fui declarado por mis pares
"persona totalmente prescindible"
y enviado a cavar esta trinchera
1980.
RAULGUSTAVOAGUIRRE
Obras publicadas: El tiempo de la rosa (1945), Cuerpo del horizonte (1951), La danza
nupcial (1954), Poemes (1954), Cuaderno de notas (1957), Rales y violencias (1958),
Alguna memoria (1960), Netze und Gewalten - Nodzbuch (1961), Señales de vida (1962),
I a piedra movediza (1965 68), Antología (1949-1978), I .. estrella luga/ (1984)
17
RODOLFO ALONSO
'Salud o nada
19
BUENOS VIENTOS
"Buenos vientos"
N.
20
OJO POR OJO
QUERER ES PODER
desnudos
ante la noche o la miseria
la mirada sangrante
hace la luz del día
"Entre dientes
EL ESPEJO DE ORINA
21
DÉJÁVU
"Hago el amor
22
Como dos astros errantes
que se separan para ver
la sed el hambre el sol la furia
en el silencio de la luz
como dos astros errantes
morimos renacemos
"Señora Vida
OLOR A LLUVIA
El aire trae de pronto recuerdos del olvido
con sabor a horizonte, hierba húmeda y ausencia.
Color difuso y neto, casi como sin dueño,
máscara o habitante, límpidamente orgánico,
cargadamente etéreo. Espíritus, espíritu;
huellas de una memoria que gira en su vacío
repleto: fuegos, cuerpos, dioses, rastros, palabras.
'Sol o sombra
23
DESDE LA TIERRA PROMETIDA
TORMENTA DE QUMRÁN
Y tuvo que llegar del desierto
la evidencia salvaje, el aliento
24
fehaciente, veloz, que resucita
el polvo adormilado del archivo,
ese orden púdicamente congelado
por el ávido ojo del poder.
RODOLFO ALONSO
Libros de poesía: Salud o nada (1954), Buenos vientos (1956), El músico en la máquina
(1958), Duro mundo (1959), El jardín de aclimatación (1959), Gran Bebé (1960),
Poémes (1961), Entre dientes (1963), Hablar claro (1964), Relaciones (1968), Hago el
amor (1969), Guitarrón (1975), Señora Vida (1979), Cien poemas escogidos (1980),
Sol o Sombra (1981), Alrededores (1983), Jazmín del país (1988), Poemas escogidos
(1992), 70 poemas de 35 años (1993), Lengua viva (1994), Música concreta (1994),
Poemas (1995), Antología poética (1996), Elle, soudain (1999), El arte de callar (2003),
Antogía pessoal (2003), La otra vida (2003), Canto hondo (2004), A favor del viento
(2004) Antología personal (2004)
,
26
ELIZABETH AZCONA CRANWELL
Es un hablar de nieve
esto que sube y toca tu palabra.
Se dobla el otro extremo del espacio
allá donde el verano compromete
la ciudad en que habitas.
27
que desconoce sus predilecciones.
Levanto una mirada de fiesta prohibida
limada de una pérdida.
Ya no descubro rosas, las invento
de las sopladas voces de oscuridad y exilio.
La distancia es a veces
Vagabundo:
28
Loco:
Sino:
Yo caeré
(enciérrame con tu palabra)
no escucharé las voces de la luz
(habíame con tu silencio)
he de cantar en la caída
(sitiame con tu gesto)
sea tu mano como el sol a la tierra
CITA
29
i
DESPEDIDA DE AMANTES
min
a Carlos Ardohai
30
INVITACIÓN
••i
De nada sirve tu aspereza si acabaremos solos y desnudos
como una triste canción bajo la luna
Y salmodiando apenas las letanías del amor.
'
El mandato
La memoria se obstina
32
Hay palabras mordidas en labios que no dicen
y él marcha abriendo las tinieblas
con un báculo en pos de algunas frases viejas
desnudas de color y ornadas sin embargo por la fe.
y harapos de liturgia.
Y hay allí cosas que existen para el testigo forastero
para que siga modulando frases
sombras.
33
sacian la sed
cuando el fuego le marca su existencia a la
tierra.
34
ELIZABET1 AZ( 1 X )NA IRANWELL
(
( )l>r,is publicadas: De los opuestos (1 971 ), Imposibilidad del lenguaje o los nombres del
amot (197. -5), La vuelta de los equinoccios (1974), Anunciación del mal v la inocencia
(1980), Id mandan» (1985), id escriba de mirada fija (1991) La mordedura (1993), Id
35
JUAN JACOBO BAJARLIA
CONTIGÜIDAD
INMORTALIDAD
37
sentimiento coagulado que mira, con sus ojos de piedra
sin regreso
de lluvia sin aguas
de soles sin hoguera
comunicante
tendida en la mirada
galopando en el ala de los pájaros
PERSISTENCIA
país en la memoria
en la bruma pegada a los lebreles
38
que reúne el infinito bordado de camellos
con la estrella jadeante que arroja sus lámparas azules
y exalta la extensión de lobos y pirámides esclavas
con el tiempo amurallado y las arenas en fuga hacia el
silencio
con el paso quemado en la ecuación de una esperanza
igual a los espectros
siempre idéntica a las columnas que crecen y degluten
el espacio
país reverdecido
memoria hundida en el anhelo
con el pulmón deshecho en el impulso amontonado
y el ojo surcando latitudes de fuego
de cenizas violadas
de colores enhiestos
de plumas hilarantes
de rugidos que ahuecan el deseo y afilan la mirada
lujuria
país de memoria
de huestes purpurinas que tapiaron los abismos
y de los cuerpos hicieron su líquido
eres el viento que llora y gana espesor
en la noche del sueño innumerable.
39
PROSA DE UN RECUERDO ACUMULADO
los ojos las manos las violetas de tu luz
los números chirriantes la escarcha enronquecida
tu color y mis pájaros
los arcos de un cielo devorado
las cadenas los días los vidrios
"Estereopoemas
40
10
41
y las estrellas teñían el cielo de mi ventana.
Mi muerte se amurallaba en la voz.
Acaso no existías. Estaba solo.
Yo v una lámina quebrada que reía en el espejo,
la imasen de azufre.
"La Go gona
y las horas
los días
Llegaste y te coronaron
42
puso los libros en el horno
borró tu conciencia y te dio un cúmulo
para limpiar los impulsos.
Y al fin, ya coronado, buscaste una mujer y un hombre
las claves del planeta
EL DÉSPOTA
Variante para W. H. Auden
(1991)
JOHN DONNE
43
el poder de Muerte
la
Pero no dijiste:
endemoniado Sr. Rosetti (1977), Sables historias y crímenes (1983), Los números de la
muerte (1972), Notas sobre el barroco (1950), Literatura de vanguardia (1946), El
vanguardismo poético en América y España (1957), Sadismo y masoquismo en la
conducta criminal (1959), La polémica Reverdy-Huidobro (1964), Existencialismo y
abstractismo en César Vallejo (1967), Fijman, poeta entre dos vidas (1983), Drácula, el
vampirismoy BramStoker (1992), Lovecraft, el horror sobrenatural (1996).
44
!W I
EDGARD BAYLEY
en la cita secreta
en la cita pública
en el comienzo y ahora
en la hierba húmeda
y en la fría violencia y el arrojo del azar
nuestra libertad futura hace su nombre
y el curso de sus manos
ENCONTRARES DECIR
en el rapto de las estaciones
en las caitas en las palabras vueltas a tejer
45
has hablado un idioma muy nuevo todavía
venido de muy cerca
del corazón y los pasos
pero ahora envejecen sus bordes recién creados
v otra vez te hallas en un continente en guardia
puedes hablar
no importa fuera de qué lecho
puedes hablar en los muelles
y en la esfera común de la miseria
cuando todo calla
y no hay brazos ni nombre para tu aurora
puedes hablar de cerca
vivir al borde de los días
"En común"
EL CIELO SE ABRE
46
postigos
hasta que la noche pase
es demasiado tarde pero la edad ofrece siempre espacios
nuevos que puedes recorrer en todas direcciones
espacios palpables y acompasados como los relojes de
pared
espacios que tú solías hundir en la fuente hasta el fondo
hasta
el lecho donde el agua esconde sus profecías su memoria
de jornadas puras
espacios abiertos a la claridad del deseo
viento tus
secretos
son episodios desconocidos que la boca de un
adolescente narra
susurrando
mano
extensión del instante bella confabulada
47
una voz todavía para que el aire deje libres los fuegos del
alba y otra vez para siempre sin nombre la espera
y el sueño se confundan
no diré tu nombre no me importa quedarme vacío
nuevamente
después de haberse visto
deja al sueño subir y que él hable solamente
ventana
y todo recomienza en el corazón y en las manos
48
y abate la victoria de la isla
con mi hora vengo con mi pasada guerra
a entregar los restos de la fiebre
49
y aguardo al sol espero los milagros
del llamado imposible y el puente reconstruido
ME DOY CUENTA
ahora que viví entre dos labios
ahora me doy cuenta que no es nada
que no es nada cantar cuando se han ido
que no es nada tanto ambiguo color tanta pereza
pisar mi ambigüedad mi gallo insomne
equivocar mi bandera y mi osamenta
ahora que viví oculto abajo
ahora me doy cuenta que no es nada
mirar hacia el fondo si ha quedado
la muerte al fin trajeada de ambrosía
ahora que viajé de noche solo
y subí de un salto a la colina
ahora me doy cuenta que no es nada
pensar que mañana o que pasado
me doy cuenta claramente que no es nada
que no es nada el desamparo y la volanta
que no es nada no haber visto
haber quedado en tanto imaginar y no haber sido
ahora me doy cuenta que no es nada
ahora que miré a mi hermano cara a cara
y le vi el perdón y la pobreza
me doy cuenta claramente que su avío
que su modal su lucha su despegue
anuncian por estanques y por cuartos y burbujas
la prenda venidera el duro filamento de ser hombre
50
M
VERDADERA
'Celeb raciones
EDGAR BAYLEY
Obna publicadas: En común (1949), La vigilia y el viaje (1949 51)i Ni tazón ni palabra
(1955-60), El día (1960-63), < ^lebtaciones(1968 1 S76), < >bra poétk a (19
51
c I
ALBERTO CLAUDIO BLASETTI
XXII
XXIII
"Arquitrabe y solsticio
Y, nómade, Tadmor,
muestra tus restos,
Tadmor:
contemplando los muros
de tus necrópolis rosadas
y sedientas, pensé: la libertad
emerge de nuestras propias ruinas.
"Tadmor'
Con molicie
en el tocador del anochecer
- transitorio - Afrodita se empolva
54
ante el espejo.
Del esparcido cisne
de la concepción de una diosa
nacieron los mundos por la ley
de la asociación.
Pero volverá,
porque en el declive del goce
ha confundido los mármoles
del plenilunio y el sepulcro.
en los crisantemos,
en la cabellera táctil
5S
CASANDRA
El veneno de los ofidios suaviza las ruedas del
anochecer
y entonces la isla, con la glicerina de sus nativas
cae en la ranura del horizonte.
LILAS AL ATARDECER
%
X
LA INTELIGENCIA GENERAL,
COMO HABLAR DE OTRA COSA.
La interrogación de las zancudas
y los espejos convexos, proponen
los beneficios de la deformación
57
en el vitral incurioso...
Pronto llegará la noche de marzo
con sus diálogos en los anaqueles
donde persiste el roble.
Las luciérnagas,
después del esplendor del verano,
terminan perdidas en el borde
CAIRELES Y GAMUZAS
59
.
Filamentos acuáticos
en el corazón de la luna.
Futuros ofidios esmaltados
Obras publicadas: 7 azules para una sonrisa (1945), Turno del hombre (1946),
Antigüedad (1953), Diosma (1958), Arquitrabe y solsticio (1970), Ecuación con
alondras (1972), Tadmor (1979), Diálogo de los pájaros en la fuente de los vitraux
(1981), Clinamen (1984), Zigurat (1987), Las vetas del ágata (1990), El esmalte del
ruiseñor ( 1 994), El remero de los ojos azules (2000), La dama de los diosmas (2001 ), Los
ópalos del río (2003), Tulipas encendidas en las terrazas del tiempo (2003), El jaguar de
Nínire (2004) Luciérnagas en una vara de mimbre (2004)
,
60
JUAN JOSÉ CESELLI
AQUÍ ESTOY
cementerios
Con mis cabellos de cintas emplásticas para sostener
las heridas de los vidrios
Con mi corazón de vino para grandes ceremonias
Con mi razón de alas de pájaros enloquecidos por
el vacío
Con mi alma de ramaje de viejas canciones
Y el dedo índice precipitándose por el túnel de
la lejanía
oí
LA ARANA DESNUDA
OTRAS AMISTADES
62
nocturno
Le gusta caminar descalza sobre los mares ayudando
a los peces voladores
Y andar por los minúsculos túneles de la tierra
relámpagos
Pasa el trópico
Con su enorme sombrero de serpientes
Tus pupilas tienen la fatalidad profunda e infinita
Yo me siento extraño
Como si lloviera dentro de mi ropa
63
Enormes agujeros me traspasan
Y el vendaval esparce mis huesos lejos de mí
Las sombras se agrupan sobre tu frente sin límites
Los árboles crecen velozmente
Todas las raíces se cruzan con tus presagios
Pero tú resplandeces de claridad
EL PASAJERO DE PLOMO
Mi deber es correr mientras él gira ami alrededor con sus alas
de látigos. Vuela, ora sobre mi pecho, ora sobre mi
espalda. La música nos enloquece y kilómetros y
kilómetros devoramos sin detenernos jamás, mientras
los golpes de los tambores nos alcanzan marcando el
caricias ruidosas.
Pero descubrí que sólo por interés lo hacía. Que sus brazos, sus
ojos, su boca, estaban Fijados más allá de la distancia
donde ambos navegamos.
"Violín María'
64
TERCER ENCANTAMIENTO DE LA 9
a
CEREMONIA
días de sol
narcóticos
todo nos lo ha sido dado para disfrutarlo
para poseerlo ven
desnudemos e) delirio
mientras el Diablo llora por nosotros
el Infinito nos sostiene con la magia de su trono el suelo tiembla
estalla la tormenta
y tus caderas son cada vez más sinuosas que una pantera
65
y tu danza
implacable como las fauces de un tiburón
SÉPTIMO ENCANTAMIENTO DE LA 13
a
CEREMONIA
moreno
selva vibrante de electricidad negra
sutiles antenas turbulentas
gimnasia sombría de la Vida alquimia voraz y pagana
CUARTA ILUMINACIÓN DE LA 17
a
CEREMONIA
a veces corro hacia ti
66
en medio de una claridad muy vieja
en un área de tiempo lejano y pequeñísimo
y la melancolía te conquista
y me besas sombría como un cazador perdido
es la hora en que los pastores
acostada a mi lado
con la cara estremecida del enigma
te callas igual que un pueblo vencido
furtivamente
yo exploro tu cuerpo de campo en la madrugada
67
DUODÉCIMA REVELACIÓN DE LA 30 CEREMONIA a
"
"El paraíso desterrado
Obras publicadas: La otra cara de la luna (1953), Los poderes melancólicos (1955) De los
mitos celestes y el mego (1955), La sirena violada (1957), Violín María (1961), El paraíso
desterrado (1966), Misatangera (1975), La selva 4040 (1976).
68
DOLORES ETCHECOPAR
EL MILAGRO
PALABRAS DE MAR
Las ánforas están limpias
para los voceros del mar
de cara ancha y palabras feriadas y buenas
Pequeños cielos como fardos pequeños
para sus barcas vacías
para sus barcas
69
como ojos en viaje y en silencio
Se seca el misterio del sur
su delgado alfabeto de alas
su áspera rodilla de lavandera
El mar ató las patas del sol
NO SE LAS PALABRAS
70
No sé decir hoy es un día
una calle
un gemido
una época remota del deseo
En este lugar oscuro y sin noticias
llevomi piedra de lágrimas
unas palabras que nada dicen
y muv lentamente
RUMOR PIADOSO
Lo enterraron en la sombra de su barca
por no haber creído en el peso de las magnolias
ni en la altura de los árboles
ni en el frío de la nieve
Lo enterraron en la sombra de sus manos
por haber creído solamente
en el rumor de no haber sido
en el rumor de encaminarse
piadoso
hacia ninguna parte
Lo enterraron en la sombra de su sombra
por haber vivido sólo de hambre
71
en mi pecho
Mi corazón late en un agujero de la noche
entre largas puñaladas de silencio
Necesito todas las hojas en blanco
para clavar mi sombra
Todas las hojas en blanco
para recoger migas de palabras
restos del pan de las leyendas
'La Tañedora
no volveré a subir
hasta mi cuerpo
72
VACILACIÓN DE LOS ÁRBOLES Y LOS MUERTOS
73
EL QUEBRANTO DE TU REINO
grandes ríos efímeros
han hablado
palabras desalojadas
entran al parque
se arrastran por la nieve
han perdido algo tan leve y desolado
en el vidrio de los árboles
los monos y la luna se abrazan
dónde viven estos párpados
que con un poco de agua se alejan
74
la respiración implora
muele vestidos de colores
de navajas como perfumes
una esponja absorbe el alarido
y pide más sangre esta escalera
que subo cubriendo el precipicio
con el hilo de mi rostro
75
se acicalan
DOLORES ETCHECOPAR
Obras publicadas: Su voz en la mía (1982), La tañedora (1984). El atavío (1985), Notas-
Canción del precipicio (1994).
salvajes (1989),
76
OLIVERIO GIRONDO
soda cáustica,
hidrógeno,
pis úrico,
los techos,
las veredas,
con sus almas cariadas,
con sus gestos leprosos.
ineludible,
brota de otras raíces,
arranca de otras fuentes.
77
A través de años muertos,
de atardeceres rancios,
de sepulcros gaseosos,
de cauces subterráneos,
se ha ido aglutinando con los jugos pestíferos,
los detritus hediondos,
las corrosivas visceras,
las esquirlas podridas que dejaron el crimen,
la idiotez purulenta,
la iniquidad sin sexo,
el gangrenoso engaño;
hasta surgir al aire,
expandirse en el viento
y tornarse corpóreo;
para abrir las ventanas,
penetrar en los cuartos,
tomarnos del cogote,
empujarnos al asco,
mientras grita su inquina,
su aversión,
su desprecio,
por todo lo que allana la acritud de las horas,
por todo lo que alivia la angustia de los días.
ES LA BABA
Es la baba.
Su baba.
La efervescente baba.
La baba hedionda,
cáustica;
78
la negra baba rancia
que babea esta especie babosa de alimañas
por sus rumiantes labios carcomidos,
por sus pupilas de ostra putrefacta,
por sus turbias vejigas empedradas de cálculos,
por sus viejos ombligos de regatón gastado,
por sus jorobas llenas de intereses compuestos,
de acciones usurarias;
la pestilente baba,
la baba doctorada,
que avergüenza la felpa de las bancas con dieta
y otras muelles poltronas no menos escupidas.
La baba tartamuda,
adhesiva,
viscosa,
que impregna las paredes tapizadas de corcho
y contempla el desastre a través del bolsillo.
La baba disolvente.
La agria baba oxidada.
La baba.
¡Sí! Es su baba...
lo que herrumbra las horas,
lo que pervierte el aire,
el papel,
los metales;
la inocencia,
con sus vermes de asco,
con sus virus de hastío,
de idiotez,
de ceguera,
79
de mezquindad,
de muerte.
TÓTEM
¿Merezco su presencia?
¿Me sacaré el sombrero?
Bien plantado en la tierra,
ESCRÚPULO
80
NOCHETÓTEM
Son los trasfondos otros de la inextremis
médium
que es la noche al entreabrir los huesos
las mitoformas otras
SI
topes digo que ingieren el desgano con distinta
apetencia
sangre
Un poco nubecosa entre sienes de ensayo
TRAZUMOS
Las pupilas las órbitas han perdido la tierra
82
^m
su corola los muslos los tejidos los vasos el
su fanal el destino
pero la luna intacta es un lago de senos
83
Aunque el sabor no cambie
OLIVERIO GIRÓN DO
Obras publicadas: Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922), Calcomanías (1 925),
Espantapájaros (1932), Persuasión de los días (1942), En la masmédula (1954), Campo
nuestro (1946).
84
ALBERTO GIRR1
LA SEPARACIÓN
LOS MUERTOS
ss
También figura en el elenco,
En el abstracto orden cotidiano
La necesidad de visitarlos, irrumpir en ellos
86
Hablo de ellos en general;
A los recordados amigos,
A los medio hermanos que recibí y dejé
Fuera de la bendición o el afecto
Debo apegarme de otro modo.
MASCARILLA EN PENA
y como no lo deseo
me ofrecen reverentes órbitas,
y se roban lo que sugiero,
mi blando sol lapidario
87
EL SOÑADOR DIURNO
Cabe su pensamiento
en unos pocos signos y datos,
nociones
del invariable,
vegetativo, inerme
cohabitar con el tiempo,
con los colores
los sonidos
que ensordecen,
los sabores
Ya salmo, ya penitencia,
ya como un apiadarse
de la enfermedad
y de lo que enferma,
ya como placer
que colma y de paso corroe,
¿qué recoge, pues,
ese ojo interior? ¿Qué percibe,
ya como estímulo
dondequiera
la carne
intente elevarse sobre su conducta
y ser extraña
al anhelo de la especie,
a la histeria
que nos hace creernos
mejor realizados que el propio Dios,
por ignorar El su nombre
en tanto que la carne
conoce el suyo?
Ya sucio y débil,
ya limpiando
lo que está opaco
hasta dejarlo brillante, ¿qué ve, pues?
Ve lo que ve
tornándose afín
y parecido a lo visto
en beneficio de la contemplación.
89
Mientras ve el sol es semejante al sol,
y verá la belleza
luego de que el alma
ella misma se hava tornado belleza.
MADRIGAL, ENDECHA
y que mentalmente,
con brazos y patas
de la imaginación, cumple, une,
y también revuelve lo que agrega
de extinto y disecado,
de recompuesto y en quiebra.
Y tamaño amor,
gloriay singular veneno,
rogando que entre rostro y rostro,
el más noble de los dos, señor de la noche,
y para ella
90
volcado en temblores, una rosa
que dialoga con la almohada.
"
El ojo
;A instancias de quién
aceptas su demostración, la consideras
amiga en lo absoluto?
¿Por disposición de quién
91
el galante y grotesco espejismo
se propone ser conmovedor, caritativo,
mientras pide que la tomes con cuidado,
que la unión se consuma sin movimientos?
'Casa de la mente'
ALBERTO G I RRI
Obras publicadas: Playa sola (1946), Coronación de la espera (1947), Trece poemas
(1950), El tiempo que destruye (1951), Escándalo y soledades (1952), Línea de la vida
(1955), Examen de nuestra causa (1956), La penitencia y el mérito (1957), Propiedades
de la magia (1959), Elegías italianas (1962), La condición necesaria (1960), El ojo
(1963), Poemas elegidos (1965), Casa de la mente (1968), Árbol de la estirpe humana
(1978), Obra poética I (1970), Obra poética II (1978), Obra poética III (1980), Lo
propio lo de todos (1980), Borradores (1982).
92
RODOLFO GODINO
LA VIDA NUEVA
lo que vendrá.
ARTE POÉTICA
93
Sin instrucción sobre su curso,
orientado por percepciones,
no circunstancias,
se trama, trastornando todo plan:
ya ha sido fijado por legiones
a lasque su clave se otorgó
y con ella la dilución de la vida.
LAUDE
de groseros disfraces.
Allí existes,
ni más bella ni más hábil,
ciega, pero aún con tu poder,
dictando las virtudes
que mi condición de falsario y deudo
vierte en orejas respetuosas
para que el pasado sea digno
de nuestro nombre en la ciudad.
94
INTERIOR CON FUEGO, POCIÓN Y CÁNULA
pero no es éste
"Centón"
ASIMISMO
I )urar, guardado por el dios.
Ese improbable ejercicio,
ese alzamiento pules en la nocturna
desaparición.
95
En el poema duras. De su verdad
artificiosa extraes lo mínimo,
loque alcanza para cruzar
de un amanecer a otro.
No amas, no amaste
el salto de la alegría entre luz y sombra.
No entraba en tu carácter. Leal,
el cielo gastó fuerzas horrendas
en rellenar abismos, cambiar rutas,
96
Para durar. ¿Hay, se conoce otra huella
probada? Sobre el mundo la mano
arma su prisión, su clave y las palabras
en el papel —personae— arrojan pistas
como trozos cedidos a la noche,
mojones fosforescentes en lo negro, comida
y música: tu experiencia se hunde
en la luz anónima de dobles futuros.
'Elegías breves
SOBRE SU ALMA
"Ver a través
CORRESPONSAL INFELIZ
97
que vuelan cubiertos sobre nubes y pasturas
hasta que el sobre ya rasgado
exhibe, lábil y constante, la adhesión
de mi centro mortal.
98
que desde reinos no visibles
logran maravillas con respuestas
que devuelven al pecho, a la memoria
a veces canciones, a veces ojos imborrables.
golpe de ternura,
no importan deberes, cuerdas, lazos
ni el tiempo muerto ni el regido
DÍA DE PRESAGIOS
99
buscando nombre en el futuro
hasta donde el ojo interior concede.
no te olvido, sumo
garante del cuerpo perdurable
disponiendo la transición con infinitos,
raros poderes.
RODOLFO GODINO
Obras publicadas: Ensayos (1954-59), El visitante (1961), Una posibilidad, un reino
(1964), La mirada presente (1972), Homenajes (1976), Gran circo de sombras (1982),
A la memoria imparcial (1995), Centón (1997), Elegías breves (1999), Ver a través
(2001) Estado de reverencia (20O2), Tríptico (2003), Hombre de lengua diferente
(2003-04), Viaje favorable 1954-2004(2004).
100
ROBERTO JUARROZ
15
El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.
101
20
y poderlo envolver.
Pero apúrate, apúrate. Los muertos
empiezan a ponerse
mortajas de papel.
La voz ya se da vuelta como un guante
que no tiene derecho ni revés.
El hombre es una flecha con dos puntas
102
39
54
( oí rigen la claridad,
desandan el camino del viento,
103
se caen hacia atrás como fusilados al revés
y derrochan el mundo
como un loco repartiendo barajas.
'Poesía vertical'
14
15
y gire conmigo
cuando me doy vuelta con rapidez por
sorprenderla.
Posiblemente esta apariencia de juego
constituya la más grave condición fisiológica
104
y la claridad sea una parte mía,
la de atrás.
30
IOS
de una amante
y nos empuja un poco más el párpado,
nos roba lo que íbamos a decir
o nos calca el derroche de los rostros.
vida.
Habría que cortarle las manos.
O habría que clausurar la claridad.
35
42
106
Nunca reconquistaremos esos puntos,
ni siquiera los recordaremos,
pero tu mano a veces se intercambia con ellos
en el ímprobo olvido.
59
79
107
Se matan entre ellos
y emiten diferentes sonidos y palabras para todo.
59
108
Ignoramos si es mejor esperarlo
u olvidar que se acerca.
ROBERTO JUARROZ
Obras publicadas: Poesía vertical (1958), Seis poemas sueltos (1960), Poésie verticale
(versión de Fernand Vertiesen, 1962), Poésie verticale (versión de Roger Caillois, 1962),
Segunda poesía vertical (1963), Tercera poesía vertical (1965), (uaná poesía vertical
(1969), Quinta poesía vertical (1974), Sexta poesía vertical (1975), incluido en: Poesía
vertical (compilación de los volúmenes anteriores, Caracas, 1976) y Poesía vertical,
antología mayor (1978), Poesía vertical 1958-82 (1993), Poesía vertical 1983-93
(\ 993), Decimocuarta poesía vertical, fragmentos verticales ( 1 997).
109
JULIO LLINÁS
SOMBRERO DE PERRO
111
No estamos ya para esa farsa,
viejo perro.
Hemos querido cantar
y sólo hemos gritado.
Hemos enfrentado a Dios
y él ha escapado
brincando por los bosques.
Hemos querido mostrarnos
v nadie nos ha visto.
Hemos querido ser grandes
v sólo fuimos los mismos,
los de siempre.
LA ALONDRA
a Josefina Lelo IV
112
la locomotora alemana
y hasta el fonógrafo infantil
con aquella marcha espantosa
norteamericana.
Lo rompes todo,
le dice su padre.
Todo lo rompes,
le dice su madre.
Busco la alondra,
dice el niño.
en las mujeres.
Y todo lo destruye
en busca de la alondra.
Se ha convertido
en un hombre rodeado
de juguetes rotos,
de libros inútiles,
de mujeres destrozadas.
distraídamente,
buscando siempre la alondra.
1 I
Pero una tarde, empuña
su bello Cok 38
y se pega un tiro.
Entonces,
de su cabeza ensangrentada
sale volando la alondra.
Es lástima que no haya
nadie para verlo.
EQUIPAJE
Me llevaré solamente
mis costumbres.
114
el arrebol de una tarde,
mis espuelas.
"Sombrero de perro
¡escucha!
tienes el alma que te infundió el gran Ezra
cuando cías candida aún,
¡delicadamente con la flauta, eme.
ój/i
del padre,
ciudad ciudad de picaportes de oro,
estoy llegando a tí,
estoy llegando
HUBO UN PAÍS
y el polvo grana
de los domadores,
mientras la luna bizqueba
en pleno una
día, ¿o era
Un tiempo hubo
en que la espuela
velaba con los grillos
bajo el alero del mar
de verdes canas.
De esa manera jadeaban
las muchachas hincadas
frente a las braguetas
de un país de compadritos,
de finos cuchilleros,
de apostadores de taba
116
y gordos hacendados,
un país de potros dibujados
en el viento,
;o era tan sólo una balada
marrullera,
un pecho herido entre los mapas
de los gallos,
verdaderamente
con sus cobijas rapiñadas
a la muerte,
con sus narices de orgullo
v sus caretas de honor.
117
JULIO LLINÁS
Obras publicadas: Panta Rhei (1950), La Ciencia Natural (1959), Clorindo Testa (1962), De
eso no se habla (1993), Fiat Lux (1994), Inocente (1995), El fervoroso idiota (1999),
Sombrero de perro (1999), Circus (2000), Crepúsculo en América (2000), Fiat Lux - 2a ed.
(200d), La kermesse celeste (2001), Sonrisa de gato (2003).
118
FRANCISCO MADARIAGA
Oh hospedajes,
oh techos,
oh coches,
oh murciélagos,
oh rapidísimos trenes,
mi color es especial
y armado hasta la suerte.
La suerte dentro del mejor
corazón.
La suerte que no es asesina
y siempre amanecida.
119
aguas únicas para los ojos de mujeres
no-señoras,
mujeres por los bosques encantadas.
Cualquier cosa...
Yo no tengo País,
le la suerte.
OTOÑO REQUEMADO
Una muchacha cantaba en una calle con lavanderas
que olían a piraguas.
El perfume de las aguas ardía en el otoño especial
120
y requemado
como un caballo del dolor del planeta.
Cantaba yo para el color de unos cabellos del
cielo y del infierno
que sangraban pidiendo un cancionero más antiguo
que la sangre que partía mi mirada.
agua de la tierra,
materia,
pañuelo al cuello del sollozo,
con la amabilidad de las doncellas tigras
ardió en el infortunio de todos los juegos
del destino:
abierta llevaba la camisa,
en elamanecer de oro,
a la sombra del terror v del amor del infinito.
a Gianni Si c cardi
122
JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ
y el desierto"
llega la amistad de un poeta y su
libro AIRE SOBRE EL AIRE.
GALLOS DE ORO
123
retransmitido por una radio del sol,
LA NEGRA DE DIOS
124
SOMBRILLA DE AVELLANAS
El agua en la colina-castillo.
del paisaje.
del coral,
en cuyos arrecifes muere el luto.
PELIGROS Y PÁJAROS
125
muertos en las antiguas degollaciones
esterales.
a Jorge Traynor
y
Elida de Traynor
FRANCISCO MADAR1AGA
Obras publicadas: El pequeño patíbulo (1954), Las jaulas del sol (1959/60), El delito
natal (1963), Los terrores de la suerte (1967), El asaltante veraniego (1968),
Tembladerales de oro (1973), Aguatrino (1976), Llegada de un jaguar a la tranquera
(1980), La balsa mariposa (1982), Poemas (1983), Una acuarela móvil (1985),
Resplandor de mis bárbaras (1985), El tren casi fluvial (1988), Antología poética (1996),
País garza real (1997).
126
ENRIQUE MOLINA
EXILIO
Vuélvete, y en la sombra,
tal como torna el pródigo perdido,
regresa hacia ese légamo de fucos
donde vela el recuerdo de tu gente
enterrada en la arena.
Un batido arrecife natal,
la espuma de unos cuerpos que perduran
en susurros de óxido y salitre,
en espesuras entre cuyas ramas
se enganchan los ahogados, como frutos
mecidos por la racha submarina,
luces de misteriosas alas líquidas,
como el oscuro ruego
de una madre de olas que te implora
y gime entre las algas, sin destino,
tras el solemne carro de la luna.
127
que pican las gaviotas,
un día te engendraron,
hálitoque solloza en la calma nocturna,
alma mía, temblando de nostalgia ante el mar.
"Pasiones terrestres
GEOGRAFÍA
128
;Esos ojos con la unidad de un inmenso baldío y luces
de otros siglos... ?
relámpago
1
l. /)
Pero la tierra pura enamorada
Ríe con risa sorda en las tinieblas
de lo irrealizable
130
Poblados por estatuas de reyes
Casi irreconocibles entre el reverberar de las antorchas
cuya luz es la hiedra que cubre los muros
¡Oh corazón corazón orgulloso!
Entrégate al fantasma apostado en la puerta
muerto en el mar
Y prontos a deshacerse en las hogueras instantáneas
Sobre lechos de un metal misterioso que brilla en las
corazón de la noche
Y el zaguán donde se cruzan la lluvia y la Frustración
131
Los camareros con el rostro podrido por el tufo de las
"Costumbres errantes"
CIRCE
flores
132
su relámpago de mujeres dormidas exhalando el perfume
penetrante de la tristeza
Pero te recobro
oscuro corazón de prisionero y de desafío
ciego corazón humano
con el hechizo de la corriente
vacilaciones éxtasis y terrores
"Amantes antípodas
FINAL DE ESTACIÓN
errantes hojas,
el andén se hundió y nadie vuelve a esas piedras
que ya nadie comprende, sin viajeros, sin viento,
mientras alguien espera
que algo responda a la ansiedad de estar vivo.
Una visión:
hombres semidesnudos van con la larga red tendida
hacia la costa, hacia el griterío
de sus mujeres. Ellas esperan su tesoro:
1 33
escamas brillantes, coletazos, clones
134
refugios baldíos, luces que brillan
En el faro donde la tierra termina.
Salido de lugares inciertos, de trópicos y lluvias,
ENRIQUEMOLINA
Obras publicadas: Las cosas y delirio (1941), Prisiones terrestres (1946), Costumbres
errantes o la redondez ele la tierra (1 956), Amantes antípodas 961 ), Fuego libre (1 962), ( 1
Ias bellas furias (1966), Hotel pájaro (1967), Monzón Napalm (1968), Una sombra
donde suena Camila O'Gorman (1 973), )bra poética (1 978), los til timos soles (1 980),
(
135
RICARDO MOLINARI
II
las sienes.
y me pondré a escuchar
mi reloj, la poesía estéril que me entretiene,
la que no gusta a nadie:
137
el círculo con su serpiente que se muerde,
el humo de mi cigarrillo
a la dicha de vivir,
138
IV
que lo hiera,
sin un delfín que esté jugando en la soledad!
raíces.
139
cuando se haya hundido mi alegría, y mi destino,
en su prisión,
sienta el cielo como un papel de hielo
sobre las venas,
mi pensamiento volverá a un día, al mar,
a un traje morado,
u
Hostería de la rosa y del clavel"
III
140
Si yo volviera al aire, qué almohada de brazos
húmedos
tendría tu sombra,
qué serenidad hallaría tu pie desnudo;
tu canto haría temblar la raíz de las hojas muertas
de los valles.
"El tabernáculo
agua inmunda;
tu palabra sustentada como una flor,
vacía.
tierras;
142
Quiero llevarte por las calles porque siempre estov
solo,
tu muerte.
'Libro de la paloma'
43
Qué haces allí, tronchado sin humedad,
con tu dicha sin aliento, con tu muerte tendida a
los pies.
Eterno. Desnudo.
si fuera necesario,
qué hermoso espanto: tengo la voluntad
avergonzada.
mar;
los ríos secos debajo de la tierra con su rosa de
sangre muerta.
144
Duerme, lujo triste, en tu desierto solo.
¡Esta palabra inútil!
XII-5-1933.
lluvia
para humedecer su boca de viento dormido, su luna
abierta entre la yedra.
45
.
"Casida de la bailarina"
RICARDO MOLINARI
Obras publicadas:El imaginero (1927), La tierra y el héroe (1936), Libro de las soledades
del poniente (1939), Mundos de la madrugada (1943), Esta rosa oscura del aire (1949),
Días donde la tarde es un pájaro (1954), Unida noche (1957), Poemas. A un ramo de
tierra purpúrea (1959), El cielo de las alondras y las gaviotas (1963), Un día, el tiempo y
146
OLGA OROZCO
idolatría.
147
'
del hambre:
un incesante golpe de cuchara contra el plato vacío.
Si sobrevive aún,
si ha llegado hasta aquí hecho a la viva imagen de tu
demonio o de tu dios;
he ahí un talismán más inflexible que la ley,
MI FÓSIL
polvo de Adán.
Pliégame a la obediencia,
incrústame otra vez en lo visible con esas nervaduras de
terror
que delatan mi número incompleto, mi especie miserable.
Apenas me retienes por un lazo de sombra debajo de los
pies,
148
me aferró como a un mástil contra el ciclón de plumas que
me aspira,
me adhiero como un náufrago al tablón que corre hacia el
abismo.
Porque eres aún la encrucijada,
las gradas hasta el fin y la escalera rota,
ese extraño lugar donde se alian la maldición y el exorcismo.
Te han arrojado aquí
para que me enseñaras con tu duro evangelio la salida.
mi Acrópolis de sal,
Sí, tú,
EN LA RUEDA SOLAR
resurrección,
L49
a la alquimia del oro en aguas estancadas.
Es difícil mirar con la sustancia misma de la luz filtrada pol-
la tierra del destierro;
es imposible ver quién y anda entre malezas
se levanta
que no soy.
150
¡Basta, mirada de fisura, incesante mirada de pólipo en
tinieblas!
revés de mí,
hasta la ciega condena de estos ojos que me impiden mirar
"Museo Salvaje'
151
Es una zarza ardiendo entre la lumbre,
un crisol donde vuelcan el oro de mis días para acuñar la
Me saquean a ciegas,
truecan una comarca al sol más vivo por un puñado impuro
de tinieblas,
arrasan algún trozo del cielo con la historia que se inscribe en
la arena.
Es una bocanada que asciende a borbotones desde el fondo
de todo el porvenir.
Hurgan con frías uñas en el costado abierto por la misma
condena,
despliegan como vendas las membranas del alma,
hasta tocar la piedra que late con el brillo de la profanación.
Es una vibración de insectos prisioneros en el fragor de la
colmena,
un zumbido de luz, unas antenas que raspan las entrañas.
Entonces la insoluble sustancia que no soy,
alba,
tapiza la pared,
me tapia las ventanas,
destapa los disfraces del verdugo que me mata mejor.
Me arrancan de raíz.
"Mutaciones de la realidad'
152
AL PIE DE LA LETRA
culpa,
dibujo con mi propia trayectoria la escritura fatal, el ciego
testimonio.
Retrocesos y avances, inmersiones y vuelos, suspensos y caídas
componen ese texto cuya ilación se anuda y desanuda con
las vacilaciones,
se disimula con la cautela del desvío y del pie sobre el vidrio,
se interrumpe y se pierde con cada sobresalto en sueños
del cochero.
¿Y cuál será el sentido total, el que se escurre como la bestia
de la trampa
y se oculta a morir entre oscuras malezas dejándome la piel
o huye sin detenerse por los blancos de las encrucijadas,
laberinto hacia adentro?
Delación o alegato, no alcanzo a interpretar las intenciones
del esquivo mensaje.
Difícil la lectura desde aquí, donde violo la ley y soy el
instrumento,
donde aciertos y errores se propagan como una ondulación,
un vicio del lenguaje o las disciplinadas maniobras de una
peste,
53
Pero hay alguien a quien no logra despistar la ignorancia,
alguien que lee aun bajo las tachaduras y los
desmembramientos de mi caligrafía
mientras se filtra el sol o centellea el mar entre dos líneas.
Impresa está con sangre mi confesión; sellada con ceniza.
OLGAÜROZCO
Obras publicadas: Desde lejos ( 1 946), Las muertes 95 1 ), Los juegos peligrosos ( 962),
( 1 1
154
JUAN L. ORTIZ
LA MAÑANA PENETRAME...
La mañana penétrame
con su éxtasis
de agua luminosa
y de delicados prados verdes que mueren
en tenue arboleda azul:
éxtasis traspasado de una íntima
cristalería de pájaros...
"Froto sauce
155
TODOS AQUÍ...
Todos aquí para mirar arder y consumirse este fuego.
¿Fuego sólo?
¿No es un corazón apasionado que se ilumina en los cielos?
La pasión de la luz antigua abriéndose en flores encendidas para
mirarse en el espejo humano.
El corazón dice: criaturas terrestres, la vida es gloriosa,
alzaos hasta el fuego armonioso como hasta la sangre del
éxtasis para que todas como simientes ardiendo
seáis
EL INVIERNO NO SERA...
El invierno no será este sueño oscuro que se parece a la muerte.
Este frío oscuro.
Sí, ya sé; la desnudez delicada, el elegante despojamiento.
¿Pero el hombre deshecho, junto al rancho deshecho?
¿Y las mujeres y los niños que vuelven sin leña hacia la noche
que cae como la agonía?
156
im r
Veremos todos, todos verán los paisajes finos del invierno,
desde un silencio puro, no ganado a la angustia ni al horror,
o desde la alegría segura, al fin segura, de las manos unidas.
Más allá del jazmín, más allá del azahar, más allá de los tapiales
viejos,
más allá de la luna de las islas, más allá de la luna de las quintas,
más allá de la luna de las arenas que alumbró los juegos pobres,
la noche pálida tiembla con una inquietud secreta.
157
Un viento fuerte por momentos, y profundo.
En la dirección del viento todo se inclina y huye.
No hay paz perfecta en ninguna noche, no hay luna con
jazmín íntimamente pura.
Un hondo estremecimiento que luego se alza y deshace,
hecho ráfaga, la noche.
El viento de la angustia de los niños lejanos, de las mujeres
lejanas, bajo la muerte brutalmente alada.
El viento más lento, terriblemente lento, y como circular,
de la desesperación cercana.
LA TARDE DE VERANO...
tiempo.
158
UN RESPLANDOR ÚLTIMO SOBRE LAS FACHADAS...
dulzura celeste.
Pero yo veo en la niebla verde de la esperanza manos, manos
fraternas aquí también mañana,
manos, manos, tendido florecimiento del corazón unánime
entre las otras flores,
159
FUE EN LA LLUVIA DE HUSAN
Se me perdió su sonrisa...
Pero en el anochecer, y unos minutos antes de que el tren
se desgarrase y nos desgarrase:
todos, sí, todos, por nuestra melancolía a la deriva,
todos,
muselinas de la estación:
ella corrió hacia mí,
quemándose, quemándose, en una manera de agonía poco
menos que al blanco...
quemándose
sobre unos brazos que cerraban
unos arcos de acero para ceñirme en vilo
por encima del humo
y de la señal que lo seguiría,
160
a Wang Wei mismo,
tal como en ellos mismos, al fin,
olvidó,
1
(.1
de "luto", en seguida,
casi en seguida, ay, de que lo despidiera como un limo el
Amarillo?
'
El junco y la corriente'
es de duelo?
aunque transpareciendo
muy fluidamente
unos secretos de rosa en unos secretos de azules
hasta la intimidad, apenas,
de un misterio que no llega a posarse,
fugitivamente, la viste...
162
¿Quién que debía sus minutos
dijo
a un hilo que no se conocía,
en un equilibrio que es y que no es, a la vez,
y que se teme algo, así,
por la visita de algo que, repentinamente, es la misma,
la misma de un ángel?
perdiéndose
que por poco también lo asimilan
con esa especie de nimbo
de ella?
¿O no es él
el delicadísimo frenesí
de una elegida que no esperase y buscase por sí misma
el reflejo, aún, de la brisa
[UANL.ORTIZ
Obras publicadas: El agua y la noche (1933), El alba sube (1937)! El ángel inclinado
( 9 J8),
1 I rama hacia el Este (1940), El álamo y el viento (194
.i aire onmovido'>
I I
<
(1949), La mano infinita ;51), La brisa profunda (1954), El alma y las colinas 1956
(
1 1
I)e las raices y el cielo 958), En el aura del sauce (1970 996).
f 1 1
163
JORGE ANDRÉS PAITA
AD PROFUNDUM
Ante el día por verse,
papel en blanco, silencios,
el vaivén de palabras vanas
ante los ojos,
y uno piensa, uno piensa.
Toda alianza quebrada ya con la altura,
No soy digno,
perdón, callados señores:
yo quise saber siquiera
si un gran delta sembrado allá
"Cuatro puertos
ios
DE UN DIÁLOGO BILINGÜE
166
De acuerdo básicamente,
discrepantes en ciertos puntos,
ya sacaba la llave -tras un respiro
que duró la historia completa
de un relámpago con su trueno-
ya, tal vez más que nunca rica en razones,
se abría otra vez su boca,
El temperado y pulcro
montura
militar que, jinete en inglesa,
de chaquetón, sin poncho,
lo corrió de Córdoba al gran mandón de los Llanos,
167
que le dieron, pendiente siempre
de la orden que le pondrá la cuchilla al cuello
Eros en Amazonia
EPÍSTOLA A UN ASTRONAUTA
SOBRE LA "GLOBALIZACIÓN"
168
con corbata fosforescente, simplón dibujo
de los Estudios Disney, que luce joven
a fuerza de cirugía.
169
superficie de "paxromana" con mar de fondo.
La obtusa Diestra, emboscada,
empolla sus guerras santas sacando filo
a la Cruz, a la Estrella, a la Media Luna,
a la Svástika siempre lista.
la cabeza!
Revista "Proa" N° 41
170
CINCO ESTUDIOS EN CLAVE DE HAIKU
CORAZONES EN RUEDA
PODERÍO
EN LA BRISA DE ABRIL
Platanito de mi ventana,
con qué gracia flexible hoy
sobrellevas toca de herrumbre.
PRESENTE IMPERFECTO
Tu soledad lastimas
en tratos con las sombras
de aquellos dos eternos.
ENTRELINEAS
Calmo rumor de ella
"Selección Lírica
171
JORGE ANDRÉS PAITA
Obras publicadas: Cuatro Puertos (1976), Señales del Segundo Milenio (1983), Eros
en Amazonia (1998), Despliegues (inédito).
172
ALDO PELLEGRINI
MUJER TRANSPARENTE
de pájaro transparente
tu risa herida.
173
INSECTOS Y RESAGIOS
174
TARDE
Un océano de fatiga
hace resplandecer al pez ciego del crepúsculo
con el último rayo del sol
en el instante previsto
acude el único rostro
que se resiste al hambre devoradora del olvido
he ahí la calle habitual, siempre desconocida
los paraguas desfilan ante la ceguera complaciente de los
árboles
en esa calle te descubro diariamente
en esa calle aparece tu voz de caracol amarrado
reverbera
la pereza nacarada de tu cuerpo
detrás de las persianas
la fuga de los aposentos
sigilosamente
penetro en el aposento de tus ojos
atravieso el puente imperceptible de tu aliento
me asomo al centro de tu vida
rumor de alas que se despliegan
rumor de gusanos que se agitan
de pronto
a ciegas
en el preciso centro de tu silencio
derramo tus cántaros secretos
para que un líquido de orgullo infinito acaricie la tierra
75
LA PESTE DE TRES COLORES
176
ÁRBOL DE LUZ
177
UNA MANERA DE VIVIR
Mendigas felices, huérfanas de suave fascinación
derrotadas por el secreto de la sed y las hormigas a solas
con el sol
178
Unidas en el asombro
las hijas del verdugo exhiben sus pies de plata y los
espectadores aplauden
los perros husmean las mejillas en busca de los caminos
mentales
la naturaleza imita a la pesadumbre
naturaleza oscura
iluminada a ratos por los relámpagos de tu orgullo
arrastrando briznas de escalofrío
con tu violento eco en el aire, extranjera.
PESADILLA LITÚRGICA
La llama se extingue
la calle sembrada de cenizas
deleite
el asombro es rojo
179
los ojos como relámpagos, las mejillas veloces
las lágrimas no brotan
tormenta de la fugacidad
lo eterno se paraliza
los ciclistas corren tras la indiferencia
"Construcción de la destrucción
ALDOPELEGRINI
Obras publicadas: El muro secreto (1949), La valija de fuego (1952), Construcción de la
180
ALEJANDRA PIZARNIK
PRIVILEGIO
II
El más hermoso
en la noche de los que se van,
oh deseado,
es sin Fin tu no volver,
CONTEMPLACIÓN
lugar no existía.
181
EN LA OTRA MADRUGADA
DESFUNDACIÓN
FIGURAS Y SILENCIOS
182
Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música
ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme
a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria.
La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo
más e imploró llamas y ardimos.
II
III
SORTILEGIOS
183
grandes damas adheridas a la mi respiración con
entretela de
babas rojizas y velos flotantes de sangre, mi sangre, la mía sola,
la que yo me procuré y ahora vienen a beber de mí luego de
haber matado al rey que flota en el río y mueve los ojos y sonríe
pero está muerto y cuando alguien está muerto, muerto está por
más que sonría y las grandes, las trágicas damas de rojo han
matado al que se va al río abajo y yo me quedo como rehén en
perpetua posesión.
ESTAR
184
que soy anudada a esta silenciosa que también soy. Y que de mí
no quede más que la alegría de quien pidió entrar y le fue
concedido. Es la música, es la muerte, lo que yo quise decir en
noches variadas como los colores del bosque.
II
III
IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que
no tiene.
V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de
mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.
VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que
serás y asusta a la niña que fuiste.
185
VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la
estación de los alimentos fríos.
VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo,
en el pozo, yo bebía, recuerdo.
IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de
revelaciones.
X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca
cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo
cerrado y el viento adentro.
XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.
XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y
escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.
XIII
si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que
Aun
me suceden. ¿Y qué deseaba yo? Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.
XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
186
XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me
levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de
mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.
XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me
aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a
mí misma.
XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero
me refería al alba luminosa.
XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El
agua tiembla llena de viento.
XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana.
Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una
ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria
del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender
lo que dice mi voz.
ALEJANDRA PIZARNIK
I,i cierra más ajena (1955)j La última inocencia (1956), Las aventuras perdidas (1958), Árbol
de Diana (1962), Los trabajos v las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura
187
OSVALDO SVANASCINI
ENCONTRARSE APENAS
189
En homenajes de rostros que saludan y uno saludándose
también
Entre todos los que estamos numerados y puestos a secar
A través de las cosas que se recuerdan entre sábanas solas.
Después hablar hasta la exacerbación hasta que la lluvia se gaste
Hasta que la llaga modifique el destino de los días domingo.
Y un mediodía de nuevo resolvemos que la independencia
Y la defensa de las grandes actitudes y hasta la rebeldía
Caben y se deslíen entre las palmas de aquellas manos
Que necesitamos que necesitamos que volvemos a necesitar
"Libro de amuletos'
de profanos arrepentimientos
v ciertas gasas o tules del amanecer
se duermen en el altar de sus senos.
190
,.
las áreas sin contorno
la voz que piensa
los frisos sin eternidad.
ESCASA HISTORIA
i') i
Pero el cíclope era huérfano
y su ojo indagaba a su madre lejana
a su hermano perdido en nuevas latitudes.
VIGILIA
192
pretende inmolar los cánticos
de los artesanos del vacío.
su memoria incierta
una linterna de coleópteros ebrios
para intensificar la melancolía
un cuerno de pergamino y salitre
para hacer del sigilo una premisa
una sonrisa pintada en la frente
con la que sentir apenas
que el invierno se escucha sin preverlo.
La muerte quiso llegar sin anunciarse
sin colgar las ojeras del ocaso
sin preservar las alas de contrastes
sin agraviar las tumbas para amantes
sin creer en la virtud como paciencia.
Así que el ángel que custodiaba los diálogos
v el pequeño demonio de los altares ajados
193
'
194
que pretendían sojuzgarlos
y con una voltereta casi blanca
se hunden en la penumbra del lago
para hacer de su causalidad una entelequia.
SOSLAYO
L95
BITÁCORA
"Habitar un relámpago"
OSVALDO SVANASCINI
196
MARIO TREJO
LA POESÍA
Sí.
¿Mi contraseña?
Ejercer tu silencio, solicitar tu estruendo.
SALMO BRAVO
( Condenación y destierro
para el que depositó su ojo de vidrio
en el plato incorrec to
197
el que tuvo una sola idea y no supo compartirla
el joyero viscoso que hurga las intimidades del
dinero
el que alzó su gesto hacia unos labios implorantes
198
i
ALIMENTO PROHIBIDO
No
No es una pesadilla
Los tigres tascan su metal
el águila se entreabre hacia su presa
el aire se puebla de espacio
La libertad es la única amenaza
Jungla o museo
la opción yace aquí mismo
Elijo simplemente
el hambre sin mandíbulas
99
deviene esclavitud. Pronto llegaría mi turno. ¿Para
que huir? Castigo para los que no practican su pureza
con ferocidad.
PÁNICO EN VALPARAÍSO
200
Para nosotros el cielo transcurre de un día a otro
arrastra un hotel llamado septiembre
multitudes perdidas en los pasos del lobo
incendios entrevistos desde lo alto de la ciudad
muertes, secretos y otras manos solícitas.
20
Bajo las águilas inmensas que devoran mi boca
reclamo tu presencia, tu mirada inmediata
tu cuerpo silencioso construido para residencia de mis
dioses.
LABIOS LIBRES
Luego de esperas
prisas
202
1
MARIOTREJO
( )l)i.is publU adas: ( Celdas de sangre ( 1 946), El uso de la palabra ( 964), No hay piedad para
7
I lamia (1960), Libertad y otras intoxicaciones f ]
(
><v ). ( )rgasmo y otros poemas 1989). (
203
BASILIO URIBE
decíase Helena:
-¿Aquiles?, futut;
¿Odiseo?, maní;
¿Néstor?, cuando mueve el húmero
salen polillas de siete razas distintas
sin contar una rata
con papiros bajo el brazo;
ergo: ¡caro Menelao!
Los helenos, en cambio,
entre sí murmuraban:
-Agamenón, go home!
No era cosa de exclamar: ¡Thalassa!,
con el mar pasado de verde
y el turrón de jaiba,
amén de ciertas calles de Atenas
que hablaban de amor.
junto al fogón plañían vidalas
porque el canto consuela.
Menelao a su vez taciturno y atrida
rumiaba en silencio
sus rumores internos:
-Y pensar que hace diez años
fue mi locura.
8-VIII-67
"Edipo etcétera*
JOS
JOÑAS EL POETA
se resumirá en la voz
17-1-75
206
toda la baraja de dudas de la duda;
después algún trozo se repite
y con él asoma algún indicio,
la luna gris de la hipótesis precaria,
24-IV-75
No lo dijo; lo unió
al lunar vuelto verruga, donde nace casi
la axila izquierda, en el fondo
del mismo brazo de la uña,
que ahora se ensanchaba.
207
La uña, el lunar y lo otro, lo pensó,
eran formas de un destino sin formarse.
14-IV-75
23-VIII-75
CONVALECER
208
,.
CÓMO SE ESCRIBEN LAS LÍNEAS
21-IV-82
209
la plenitud del presente, que vanaba
en cada instante.
10-XI-79
210
Una y otra vez tendía un puente
entreambos y el silencio.
Bebían un trago ámbar
con los dedos que apenas se tocaban
al borde del olvido.
En el fondo, una mujer pendía
atónita del aire, la mirada
sin reproches.
Ellos, sin embargo,
desdeñaban las señales de los dioses,
que hablan por los muertos.
Eran tan felices en un cine
u otros cielos recatados.
lo, e questa, che da me mai non fia divisa.
28-IV-71
OBJETO PSICOLÓGICO
211
cuidando los límites y la aduana
que no debían ser traspasados.
Ni siquiera en sueños.
1O-IX-80
"A n to logia in ¿dita
BASILIO URIBE
Obras publicadas: Alba (1934), Primero de los salmos (1940), Libro del homenaje
(1940), Año del amante (1942), Los días (1959), Vida de hombre (1 966) Edipo etcétera
(1971), La ballena (1981), Antología inédita (1984) Lahuelladesu paso (1996).
212
ALBERTO VANASCO
(1956)
ELLA EN PARTICULAR
213
dispondrás tu presencia
la línea natural de tus pasos
prepararás tu risa como un sitio más
sobrepasa tu nombre
que tu abrazo se pierde en la gran cruzada del alba
que los juegos que hemos iniciado juntos han llevado
tu rostro
214
el golpe acreditado de los meses ha seguido su curso
y nada en el tiempo ha cambiado tu sitio
LA GRAN EXTRANJERA
muchacha de los grandes saltos donde está la verdad
que alimentas una idea calcinada del mundo
guardas en ti la liviandad de tu pueblo
el gran desconcierto de la gente con sus anhelos infinitos
215
para empezar de nuevo desde siempre como es necesario
y verte alzar el mundo con una sonrisa
bajo la lluvia de las grandes zonas donde cae la desgracia
muchacha de los dientes crudos como la vida
de redondos y crujientes como el pasado
los brazos
lugares remotos
como las grandes preferidas del destino
hasta quedar al margen de este tiempo que persiste
y nos lleva
CARTA DE ESTÍO
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ha llegado un olvido en cada golpe de la tarde
el año que descansa su torneo infinito
tus pupilas alzadas en el codo del viento
217
t
ALBERTO VANASCO
Obras publicadas: Sonetos absolutos y dos intrascendentes (1945), Sin embargo Juan vivía
(1948), Ella en general (1957), Para ellos la eternidad (1957), Los muchos que no viven
(1957), Canto rodado (1962), Nueva York - Nueva York (1967), Otros verán el mar
(1977).
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ÍNDICE
ISBN 987-22196-0-5
9 789872H2 19604