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La presidencia de Chávez se destaco por el cambio en línea ideológica de la

llamada Revolución Bolivariana hacia el socialismo del siglo XXI, lo que ha


causado el surgimiento de una firme oposición política y disidencia que rechaza
dicha orientación. Mientras sus simpatizantes catalogaron al gobierno de
Chávez como democrático, participativo y progresista, sus detractores lo han
calificado como una dictadura sutil y demagógica, fomentando una «integración
represiva» con Cuba, así como un gobierno populista alimentado por una
bonanza petrolera.

En la campaña electoral presidencial de 1998 el candidato Hugo Chávez Frías


había ofrecido refundar el país sobre la base de la sustitución del ordenamiento
jurídico vigente. El procedimiento a usar para iniciar los cambios que
posibilitaran una nueva Constitución sería un referéndum que de aprobarse
permitiría que se convocaran a elecciones a una Asamblea Nacional
Constituyente.

La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999 tendría poderes


para en un periodo de seis meses redactar una nueva carta magna, los
asambleístas o constituyentes serían electos por sufragio directo, universal y
secreto.

Una vez instalada la Asamblea, los constituyentes tendrían que discutir con
todos los sectores de la sociedad Venezolana, la nueva estructura, principios y
artículos de la futura constitución.

Una vez aprobado el texto, revisado artículo por artículo la Asamblea Nacional
Constituyente entregaría el proyecto de constitución al ejecutivo nacional quien
se encargaría de convocar mediante decreto un referéndum adicional para
aprobar el texto del proyecto constitucional.

Tanto el tiempo que duró sesionado la Asamblea Nacional Constituyente, de


seis meses, como la obligación de convocar un nuevo referéndum para aprobar
el texto por los menos 30 días después de su entrega formal, fueron
limitaciones establecidos por la segunda pregunta del referéndum consultivo de
abril de 1999.
El porcentaje de críticos y seguidores de Hugo Chávez en Venezuela fue
motivo de controversia debido a los resultados muy disímiles que diversas
firmas encuestadoras. La encuestadora Datanálisis ha indicado que la
popularidad de Hugo Chávez en Venezuela se ubicaba en 47% en mayo de
2010, Posteriormente, en junio de 2010, la firma Grupo de Investigación Social
(GIS-XXI) publicó una encuesta que indicaba que el 60,9% de los venezolanos
valoraba positivamente la gestión del presidente Chávez. Sin embargo, otra
encuesta de la firma Hinterlaces, publicada en julio de 2010, asegura que el
41% de los venezolanos aprueba su gestión, mientras que el 55% la rechaza;
además, solo el 32% de los encuestados votaría a favor de una hipotética
cuarta reelección de Hugo Chávez en el 2012 Para la contienda electoral que
se celebró el 7 de octubre de 2012, donde ganó Chávez.

Escritores como Nikolas Kozloff le han denominado un «fenómeno político», un


mandatario que mantuvo excelentes relaciones con países latinoamericanos,
pero que rechazó el "imperialismo estadounidense".

Según la empresa mexicana Consulta Mikofsky, Chávez contaba con un


porcentaje del 84% de aprobación entre los venezolanos; con este dato la
empresa lo evaluó como el tercer presidente mejor calificado del continente
americano.

Nicolás Maduro sustituyó al político latinoamericano más carismático del siglo


XXI. Durante su gobierno se gestó la peor crisis económica de la historia
reciente de Venezuela. Y a pesar de todo, sobrevive.

Con sus principales rivales sacados del tablero político, inhabilitados o presos,
y con una gran parte de la oposición llamando a la abstención porque no
confiaba en el proceso, Maduro fue reelegido el domingo 20 de mayo como
presidente de Venezuela tras los cinco intensos años del primer mandato.

El apoyo del núcleo duro del chavismo, fue finalmente suficiente para el triunfo
a pesar del descontento y de las protestas que ha enfrentado.

Seis millones de personas lo apoyaron para que resuelva los problemas de


hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, inseguridad, corrupción.
el Presidente Maduro convocaba a la Asamblea Nacional Constituyente y
definía los objetivos de ésta, incluyendo: "el perfeccionamiento del sistema
económico nacional hacia la Venezuela Potencia", "desarrollar el Estado
democrático, social, hacia un Estado de la Suprema Felicidad Social, con el fin
de preservar y ampliar el legado del Comandante Hugo Chávez", "la ampliación
de las competencias del Sistema de Justicia, para erradicar la impunidad de los
delitos, especialmente (...) la promoción del odio social y la injerencia
extranjera", "el desarrollo constitucional de los valores espirituales que nos
permitan reconocernos como venezolanos y venezolanas" y "el desarrollo de
una cultura ecológica en nuestra sociedad".

El decreto presidencial también creaba una comisión que definiría un método


novedoso para elegir a los integrantes de la asamblea constituyente,
combinando "las modalidades territorial y sectorial". Este método, denominado
"bases comiciales", estableció que los constituyentes fueran 8 'indígenas', 364
'territoriales' y 173 'sectoriales', componiéndose este último grupo de 8
representantes "campesinos y campesinas, pescadoras y pescadores", 5
representantes de "personas con discapacidad", 5 de "los empresarios y las
empresarias", 3 de "los estudiantes de universidades privadas" y 11 de las
públicas, 12 representantes de los "trabajadores del sector social", 11 de los
trabajadores de "comercio y banca", y 11 constituyentes en representación de
los trabajadores "de la economía popular independiente", entre otros sectores y
subsectores.

Dieciocho países, incluyendo muchos de América Latina, así como también los
28 países miembro de la Unión Europea, anunciaron que no reconocen los
resultados de esta elección ni tampoco a la asamblea constituyente que surge
de ésta, debido al señalamiento de diferentes irregularidades que atentarían
contra la democracia venezolana y agravarían la crisis institucional.

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