GRANDES ESPACIOS / OUTDOOR / Nº 270 / 6,90 €

Parque Nacional

SIERRA DE LAS

nieves
GUÍA EXCURSIONISTA

00270

9 788498 295528 9 771699 093000

 PIES DE GATO
PARA DISFRUTAR DE LA
ESCALADA
garraclimb.com
 Los pinsapos dispersos y las vistas de la Serranía de
Ronda, protagonizan un ambiente abierto y luminoso en
la salida de la umbría Cañada de las Ánimas
JUANJO SIERRA

4 GRANDES ESPACIOS
 Texto: Grandes Espcaios

SIERRA DE
LAS NIEVES
No pasarán muchas semanas antes de que la sierra de las Nieves se convierta en
Parque Nacional, el decimosexto del país y el tercero de Andalucía. Se cerrará así un
largo proceso que se remonta a principios del siglo pasado y en el que han jugado
un importante papel los pueblos que rodean la Serranía. Pero ¿qué tiene esta
pequeña sierra malagueña que le haga acreedora del más alto nivel de protección
que tenemos en España?

EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL

GRANDES ESPACIOS 5
 EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL

SIERRA DE
LAS NIEVES Málaga

Ardales
Cuevas
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Zona Periférica de Protección Límite Parque Natural

Superficie Parque Nacional
Reserva de la Biosfera

6 GRANDES ESPACIOS

N
IEVE y Málaga parecen dos palabras
poco conciliables, sobre todo si recu-
rrimos a la imagen de la provincia
que más se ha exportado dentro y fuera de nues-
tras fronteras, la de una costa en la que se alter-
nan playas de arena oscura, calas de aguas tur-
quesas y urbanizaciones encaladas. Sin embar-
go, la provincia andaluza es una de las más
montañosas de España. A muy pocos kilómetros
de esa misma costa soleada se alzan varias serra-
nías que rozan, y superan en algunos casos, los
dos mil metros de altitud. Y si bien es verdad que
las nevadas ya no son lo que eran, todavía es ha-
bitual verlas en invierno vestirse de blanco tres
o cuatro veces.
El puerto de los Ventisqueros, un rincón de la
entonces conocida sierra de Yunquera, se convir-
tió durante el siglo XVII en uno de los lugares
©RIVOLTO - STOCK.ADOBE.COM
Sierra de las Nieves fue declarada Reserva de la
Biosfera por la Unesco en 1995 reconociendo la armonía
existente entre la naturaleza y la actividad humana.
En la fotografía, el pueblo de Ojén.
más importantes del negocio de la nieve, un pro-
ducto que demandaba en grandes cantidades la
flota pesquera de Málaga, entonces un importan-
te puerto, y las clases más pudientes que la utili-
zaban para conservar los alimentos, elaborar re-
frescos y como medicina. Cuando los inviernos
eran benignos y la nieve escaseaba en la sierra de
Yunquera, los comerciantes iban hasta la más le-
jana y elevada sierra de Tejeda. Fue este comercio,
precisamente, el que le dio su nombre. Como re-
miniscencia de aquellos tiempos, en Málaga al
hielo se le llama nieve, y como “nieve” se pide en
los bares cuando se quiere enfriar una bebida.
GRANDES ESPACIOS 7
EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL | SIERRA DE LAS NIEVES
RAFAEL FLORES

8 GRANDES ESPACIOS
 Tres o cuatro veces al año la nieve cubre
las alturas de Sierra de las Nieves dando
lugar a estampas tan sugerentes como esta.

«LA ENTONCES LLAMADA SIERRA DE

YUNQUERA FUE DURANTE EL SIGLO XVII
EN UNO DE LOS LUGARES MÁS
IMPORTANTES DEL NEGOCIO DE LA NIEVE,
UN PRODUCTO MUY DEMANDADO POR LA
FLOTA PESQUERA DE MÁLAGA».

GRANDES ESPACIOS 9
EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL | SIERRA DE LAS NIEVES
©ANA DRACAENA - STOCK.ADOBE.COM
El clima ha cambiado bastante en estos últi-
mos siglos y lo que antaño fuera un recurso
abundante en las sierras malagueñas hoy esca-
sea incluso en Sierra de las Nieves, que no regis-
tra ahora las precipitaciones del pasado.
Nudo serrano
Sierra de las Nieves es un nudo de montañas
pertenecientes al sector más elevado de la Se-
rranía de Ronda, en el oeste de la provincia de
Málaga. El grupo se articula en torno al macizo
del que toma el nombre, componiendo uno de
los territorios más complejos de Andalucía,
con un paisaje muy accidentado en el que
abundan los barrancos, tajos, desfiladeros y
montañas que rozan los dos mil metros. Sierra
de las Nieves atesora una enorme cantidad de
valores naturales, siendo, de todas las serranías
de Andalucía, la que tiene mayor diversidad
10 GRANDES ESPACIOS
paisajística. Pero lo que la convierte en un es-
pacio natural único y exclusivo es su singular
geología y su excepcional riqueza botánica.
Ambas circunstancias fueron determinantes,
en su día, para que fuera protegida con la figu-
ra de parque natural, y también han sido claves
para llevar a buen término su carrera para ser
reconocida como parque nacional.
Peridotitas y pinsapos
El grupo de montañas que forman Sierra de las
Nieves está compuesto por distintas rocas que,
a grandes rasgos, dan forma a sus paisajes más
relevantes, las denominadas sierras blancas y
sierras pardas. Las primeras están compuestas
principalmente por rocas calizas y, por lo tanto,
muy erosionables por la acción del agua, lo que
ha dado lugar a un relieve muy accidentado re-
corrido por profundos barrancos y plagados de

cavidades subterráneos. De hecho, Sierra de las
Nieves es uno de los mejores ejemplos ibéricos
de karst mediterráneo. En contraste con las im-
portantes alturas que alcanzan cumbres como
los picos Torrecilla (1919 m) o el Peñón de Ena-
morados (1775 m) aparecen multitud de cuevas,
dolinas, poljes y simas, entre las que destaca el
Sistema Sima GESM-Sima de la Luz, que, con
sus 1059 metros de profundidad, es una de las
simas más profundas de España. Asociados a
este sistema subterráneo aparecen numerosos
manantiales y surgencias de agua como el espec-
tacular nacimiento de Zarzalones donde mana
el agua recogida por estas simas que da vida a
río Grande, afluente principal de Guadalhorce.
Por su parte, las sierras pardas están compues-
tas fundamentalmente por peridotitas, rocas ori-
ginadas a partir de un enfriamiento lento del
magma a gran profundidad, que emergieron
RAFAEL FLORES
Arriba, uno de los muchos pozos de nieve que haya
en el actual parque natural. La industria de la nieve es
el origen de su nombre. A la izquierda, una vista general
del parque con un pinsapo en primer término.
cuando chocaron las placas tectónicas de África
y Europa, lo que se conoce como orogenia alpina,
que dio lugar a la formación de otras cordilleras
como los Pirineos y los Alpes, por ejemplo. Los
afloramientos rocosos de peridotitas son muy es-
casos en el mundo y Sierra de las Nieves, junto
con sus hermanas las sierras Real y Bermeja po-
seen los más extensos del mundo. Estas rocas,
ricas en hierro y metales pesados, varían su color
al oxidarse, pasando de tonos verdosos a pardos
y rojizos. Forman elevados relieves entre los que
destacan los cerros Corona y Abanto. La toxicidad
de los minerales que componen las peridotitas
impide la vida de la mayoría de las plantas. Solo
GRANDES ESPACIOS 11
 La cabra montes es otro de los emblemas de Sierra de
las Nieves, y hasta tiene monumento en Ojén. El parque
natural es vivienda de numerosas especies vegetales
endémicas, como la elegante Anthericum baeticum.
Los pueblos serranos tienen tradiciones muy arraigadas
como la fiesta de la castaña y del vino en Yunquera.

©ANTONIO CIERO - STOCK.ADOBE.COM

unas pocas lo consiguen dando forma a una co-
munidad vegetal exclusiva que es uno de los va-
lores naturales más notables del espacio protegi-
do. Finalmente, rodeando a las calizas y las peri-
dotitas aparecen pizarras, esquistos y gneis, que
dan lugar a relieves suaves y de poca altura.

Jardín botánico
Sierra de las Nieves posee unas singulares con-
diciones climáticas. Situada a tan solo veinte ki-
lómetros del mar y con altitudes que rozan los
dos mil metros, la sierra actúa como una barrera
que atrapa las nubes cargadas de humedad pro-
cedentes del Estrecho, lo que se traduce en un
régimen de lluvias que está entre los más eleva-
dos de la península. Esta circunstancia, unida a
la variedad de sus suelos, explica la elevada di-
versidad vegetal de la que goza este espacio. En
Sierra de las Nieves y su entorno se han registra-
RAFAEL FLORES

do unos 1500 grupos diferentes de plantas. Para

hacerse una idea de la importancia que tiene
este número solo hay que compararlo con el re-
gistro de toda Andalucía: 4000.
Pero quizá más importante que la cantidad sea
el hecho de que muchas de ellas son plantas re-
líctas de épocas más frías y húmedas que la ac-
tual. Especies como el tejo, el acebo y el serbal,
que se extienden ampliamente por el norte y cen-
tro de la península, han encontrado en esta sierra
acomodo. Pero de entre todas las plantas hay una
que se lleva la palma en importancia y que es,
junto con la roca peridodita, el motivo del ascen-
so en la escala de protección de Sierra de las Nie-
ves: el pinsapo. Este tipo de abeto, una reliquia

12 GRANDES ESPACIOS
 EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL | SIERRA DE LAS NIEVES
viva del Terciario, solo se encuentra en el Parque
Natural Sierra de Grazalema, el Paraje Natural
Los Reales de Sierra Bermeja y Sierra de las Nie-
ves. En esta última ocupa la extensión mayor.
Son algo más de tres mil hectáreas que se extien-
den por los montes de Yunquera, Ronda, Parau-
ta, Tolox y El Burgo donde el pinsapo se entre-
mezcla con quejigos, alcornoques, encinas y
pinos resineros. En la subida al Torrecilla desde
Los Quejigales pueden verse ejemplares cente-
narios. Su especial forma en cuanto a porte y
hojas confiere al paisaje un excepcional sello.
Los quejigares de montaña presentes en la me-
seta de Tolox, por encima de los 1700 metros, tie-
nen también un alto interés botánico, y cuando
se cubren por la nieve ofrecen uno de los paisajes
más característicos del parque natural. Otra de
las formaciones de interés presentes en este es-
pacio, de menor extensión pero de alto valor eco-
lógico y paisajístico, es el cornicabral. Esta espe-
cie tiene en este parque natural una de las mejo-
©ANTONIO CIERO - STOCK.ADOBE.COM
La aridez de la sierra de la Hidalga contrasta
con los bosques de otros lugares del parque natural.
La diversidad paisajística y natural de Sierra de las
Nieves es uno de sus distintivos.
res representaciones de Andalucía. Alcornoques,
encinas, castaños, sabinares, enebrales, los pina-
res y la vegetación de ribera completan el rico
mosaico vegetal de Sierra de las Nieves, un espa-
cio plagado de singularidades y especies únicas.
Protección largamente deseada
Aunque fue el botánico suizo Edmund Boissier
quien dio a conocer el pinsapo a la comunidad
científica internacional, el descubridor de la
nueva especie fue el botánico valenciano Simón
de Rojas Clemente y Rubio en los albores del
siglo XIX, como demuestran unos apuntes des-
cubiertos no hace mucho en el Real Jardín Bo-
tánico de Madrid. Y es que, lamentablemente,
los trabajos de Rojas fueron arrojados al río
GRANDES ESPACIOS 13
EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL | SIERRA DE LAS NIEVES

Esta fotografía, tomada desde Sierra de las Nieves,

da una idea precisa de la fragosidad y complejidad de la
Serranía de Ronda.
RAFAEL FLORES

14 GRANDES ESPACIOS
 «SIERRA DE LAS NIEVES
COMPONE UNO DE LOS
TERRITORIOS MÁS COMPLEJOS
DE ANDALUCÍA, CON UN PAISAJE
MUY ACCIDENTADO EN EL QUE
ABUNDAN LOS BARRANCOS,
TAJOS Y MONTAÑAS QUE ROZAN
LOS DOS MIL METROS».

GRANDES ESPACIOS 15
 Sierra de las Nieves cuenta con una densa red de
senderos señalizados por el parque natural, muchos de
los cuales se pueden recorrer en bicicleta. En muy
pocos lugares se puede practicar la escalada, salvo en el
tajo de Ronda, donde hay dos vías ferratas.

Guadalquivir víctimas del retroceso científico que

vivió España durante el reinado de Fernando VII.
Desde que Boissier hiciera público su "descu-
brimiento", las iniciativas para proteger estas sie-
rras, y especialmente sus pinsapares, han sido
continuas y se remontan al inicio de la conserva-
ción de espacios naturales en el continente euro-
peo. La primera acción concreta se hizo hace ya
más de un siglo, en 1914, cuando se propuso pro-
teger el pinsapar rondeño bajo la figura de Mo-
numento Nacional. Algunos años después, en
1927, la revista de alpinismo Peñalara pidió que
la "sierra de Tolox" fuera declarada Parque Na-
cional. Solo hacía nueve años que se había decla-
rado el primer parque nacional español, el de Co-
vadonga. Pero la primera petición oficial para
que el pinsapar de Sierra de las Nieves consiguie-
ra el sello más distinguido se produce en 1934 y
FRANCISCO MARTÍN. CUMBRES DEL SUR

fue promovida por el Ayuntamiento de Ronda.

La Guerra Civil paralizó la iniciativa y la dura
postguerra casi conduce a la deforestación de la
sierra por la tala generalizada para obtener leña
y terreno de cultivo. Tendrían que pasar muchos
años antes de que se retomara la idea de prote-
ger este exclusivo territorio, y se hizo con la crea-
ción, en 1972, de la Reserva Nacional de Caza de
la Serranía de Ronda, germen del parque natu-
ral que llegaría en 1989, abarcando una super-
ficie de 20 132 hectáreas perteneciente a los mu-
nicipios de El Burgo, Istán, Monda, Parauta,
Ronda, Tolox, y Yunquera.
La buena aceptación del parque natural por
parte de la población serrana y su compromiso
con la conservación del patrimonio natural, cul-
JESÚS ALONSO

tural y etnográfico de la sierra, contribuyó de

manera notable a que en 1995, la Unesco nom-

16 GRANDES ESPACIOS
 EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL | SIERRA DE LAS NIEVES
brara a Sierra de las Nieves Reserva de la Bios-
fera, superando los límites del parque natural
hasta alcanzar las 90 000 hectáreas e incorporar
a otros siete municipios: Alozaina, Casarabone-
la, Guaro, Ojén, Serrato, Benahavís e Igualeja.
Años más tarde, la reserva fue integrada en la
Reserva de la Biosfera Intercontinental del Me-
diterráneo. Y ha sido de nuevo el empuje de los
ayuntamientos serranos el que ha hecho posible
que el viejo sueño de que Sierra de las Nieves se
convierta en parque nacional esté a un paso de
convertirse en realidad.
El parque nacional
El futuro parque nacional tendrá unas 23 000
hectáreas y coincide en buena parte con el actual
parque natural. Para que los afloramientos de pe-
ridotitas queden mejor representados se han in-
cluido 10 000 hectáreas de la Zona de Especial
Conservación Sierras Bermeja y Real, donde
estas formaciones son mucho más significativas,
ya que en el actual parque natural solo aparecen
en Tolox. La no inclusión de toda esta zona en el
©ANTONIO CIERO - STOCK.ADOBE.COM
El pinsapar sobre peridotitas de Sierra Bermeja
es un espacio excepcional, motivo de sobra para haber
sido incluido en el futuro parque nacional según algunos
entendidos.
parque nacional o, al menos, en su zona perifé-
rica de protección, que coincide con los límites
de la Reserva de la Biosfera, no convence a las or-
ganizaciones ecologistas de la región y a algunos
municipios que querrían participar en el parque
nacional. Lo innegable es que Sierra Bermeja al-
berga peculiares ecosistemas de suma importan-
cia como la Zona de Especial Conservación Los
Reales de Sierra Bermeja donde se encuentra un
singular bosque de pinsapos sobre peridotitas.
Los defensores de esta ampliación recuerdan que
el ZEC Sierra Bermeja y Real al completo es el
tercer lugar con un valor de importancia de su
biodiversidad más alto de Andalucía. Sin embar-
go, para algunos defensores del parque nacional,
lo más importante ahora es que se termine de ce-
rrar el proceso y están convencidos de que el par-
que podría ampliarse a medio plazo. Ÿ
GRANDES ESPACIOS 17
1000 metros bajo sierra
SIMA GESM-LA LUZ
D URANTE millones de años el agua ha ido horadan-
do en la roca madre de la sierra de las Nieves kiló-
metros y kilómetros de galerías a lo ancho y largo del
subsuelo creando un fantástico mundo subterráneo
donde reina la humedad, la oscuridad y el silencio, y al
que solo pueden acceder unos pocos. Decenas de simas
y cuevas convierten al “sótano” de la sierra de las Nieves
en un auténtico queso gruyére. Entre todas ellas sobre-
sale la sima GESM, conocida por los espeleólogos de
todo el mundo porque con sus 1059 metros de profun-
didad y sus veinte kilómetros de recorrido explorado, es
la sima más profunda de Andalucía y la primera -1000
que se exploró en nuestro país. También es la sima con
más de mil metros de profundidad que se encuentra más
al sur del continente europeo.
La Sima GESM se abre en el fondo de una torca, en el
paraje de los Hoyos del Pilar, enclavado al norte del pico
Torrecilla, a una altitud de 1710 metros. Fue descubierta
en 1971 y explorada por el Grupo de Exploraciones Sub-
terráneas de Málaga que llegó hasta los cuarenta metros
de profundidad. En sucesivas campañas se fueron explo-
rando más y más metros pero durante 23 años su desa-
rrollo no pasó de 2700 metros. La cosa cambió a partir del
año 2003, cuando el Interclub Sierra de las Nieves, (com-
puesto por varios clubes, principalmente andaluces) se
embarca en el proyecto El Gigante del Sur, asumiendo el
reto de la exploración. Desde entonces se han descubier-
to y explorado nuevas galerías hasta llegar a los dieciocho
kilómetros y los 1100 metros de profundidad.
En 1978 se llega hasta el lago Ere, a 996 metros de pro-
fundidad, donde se descubre un sifón por el que es impo-
sible continuar. Después de varios intentos llevados a cabo
por espeleobuceadores habría que esperar a 2007 un
equipo de espeleobuceadores de Asociación Internacional
de Exploraciones Subterráneas (Cavex) y el Interclub Sierra
de las Nieves lograra recorrer los 400 metros del sifón y en-
contrar al otro lado nuevas galerías aéreas y otro segundo
sifón que ha sido parcialmente explorado.
Para averiguar hacia donde se podía dirigir el agua que
fluye por la sima, se vertió en el lago Ere una sustancia co-
lorante orgánica. La fluoresceína apareció en el manantial
de Zarzalones, situado en el término de Yunquera. PARA SABER
Entre tanto, en 2002, mientras se exploraba una galería MÁS DE LA SIMA GESM:
se descubrió una nueva entrada a la sima, denominada El Gigante del Sur. Sistema
sima de la Luz, por lo que la Sima Gesm pasa de ser una GESM-Sima de la Luz. Artículo
sima a un sistema denominado Sistema Sima Gesm – Sima de de Manu Guerrero aparecido
de la Luz. Esta nueva entrada, se encuentra a once metros en la revista Gota a Gota.
de desnivel por encima de sima Ges y muy cerca de esta. https://desni.in/vjutg

18 GRANDES ESPACIOS
POSTALES

FOTO: MANU GUERRERO

GRANDES ESPACIOS 19
Historia de un superviviente

PINSAPO
(ABIES PINSAPO)

20 GRANDES ESPACIOS

H ACE 25 millones de años, el clima de la penin-
sula ibérica se hizo más frío y continental, lo que
aprovecaron algunas especies vegetales propias del
centro y norte de Europa para extenderse hacia el
sur. Al subir la temperatura agunas de ellas queda-
ron aisladas en el sur de la península y el norte de
África y consiguieron sobrevivir hasta nuestros días.
Esta es la historia del pinsapo (Abies pinsapo), el
abeto mediterráneo más antiguo y uno de los ma-
yores tesoros botánicos de Europa, ya que hoy sólo
se puede encontrar en algunos enclaves de las cor-
dilleras béticas: sierra de Grazalema, sierra Bermeja
y, sobre todo, en sierra de las Nieves, donde alcanza
una extensión de tres mil hectáreas.
La especie fue "descubierta" por el botánico
Simon de Rojas Clemente cuando recogía informa-
ción para su inédita Flora Baetica en la primera dé-
cada del siglo XIX, pero su descripción se "perdió"
durante el convulso reinado de Fernando VII, y fue
finalmente el suizo Edmond Boissier el que ha pa-
sado a la historia como el científico que lo catalogó
en 1838.
El pinsapo es un árbol robusto, de porte cónico,
que puede alcanzar los treinta metros de altura. No
es un árbol especialmente longevo y raramente su-
pera los cien años, aunque en la sierra de las Nie-
ves viven varios ejemplares de mucha más
edad, como el llamado pinsapo de las Es-
caleretas, cuya edad se cifra en unos
POSTALES
550 años. Este ejemplar, sin embargo, se encuentra
ya en un estado de declive manifiesto, lo que causa
preocupación entre los vecinos de Parauta, que lo
tienen en gran estima. En cambio, cerca de este se
encuentra el pinsapo del Puntal de la Mesa, también
llamado Falsa Escalereta, que está en un magnífico
estado.
El hecho de que su madera sea blanda, algo resi-
nosa y poco resistente le ha salvado de ser explota-
do a nivel industrial. Pero los incendios –su peor ene-
migo– las enfermedades y las sequías han pasado
factura a los pinsapares, hasta el punto de que a fi-
nales del siglo pasado, la Consejería de Medio Am-
biente de la Junta de Andalucía activó un plan espe-
cífico para evitar su extinción. Por fortuna, los Abies
pinsapo han demostrado ser unos supervivientes
natos, y pese a todos sus enemigos han logrado cre-
cer y consolidarse.
Los pinsapos andaluces tienen unos parientes cer-
canos al otro lado del mar, en el Parque Nacional de
Talassemtane, en el norte de Marruecos. En este es-
pacio natural se localizan los pinsapares más exten-
sos del mundo. Este parque nacional marroquí y la
Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves forman
parte de la Reserva de la Biosfera Intercontinental
del Mediterráneo.
Como curiosidad cabe anotar que fuera de la se-
rranía de Ronda hay tres curiosos pinsapares, fruto
todos ellos de repoblaciones experimentales. Uno
está en sierra Espuña (Murcia), otro en la sierra de
Santa Cruz, en la comarca del Campo de Daroca (Za-
ragoza), y el tercero en la granadina sierra de Huétor.
PARA SABER MÁS DEL PINSAPO:
El pinsapo: protagonista del paisaje.
https://desni.in/nqmau
©ANA DRACAENA - STOCK.ADOBE.COM
GRANDES ESPACIOS 21
POSTALES
El último bandolero andaluz
PASOS LARGOS
L A sierra de las Nieves, y toda la serranía rondeña,
está inevitablemente asociada a la historia del
bandolerismo andaluz. Su carácter abrupto y su rela-
tivo aislamiento fueron factores que posibilitaron que
la sierra se convirtiera en el refugio de bandoleros,
cuyas historias, a mitad de camino entre la realidad y
la leyenda, todavía impregnan estos paisajes serranos.
La actividad bandolera se remonta a muchos si-
glos atrás, aunque su fecha de nacimiento oficial co-
rresponde al tiempo inmediatamente posterior al
final de la Guerra de la Independencia, y pervive
hasta bien entrado el siglo XX. Fueron muchos los
nombres propios que suenan todavía, y entre ellos
destaca Juan José Mingolla Gallardo, más conocido
como Pasos Largos, por ser el último bandolero que
se emboscó en estas montañas y que salió de ella
con “los pies por delante”.
Pasos Largos es un personaje absolutamente fas-
cinante, con una vida teñida de tragedia que es un
reflejo fiel de una época mísera y triste de la historia
de nuestro país. Nacido en una centa en medio de
la sierra en 1873, fue reclutado para luchar en Cuba
de donde regresó enfermo y convertido en un hom-
bre taciturno y solitario, carácter que acentuaría el
fallecimiento de su hermano y de su madre. Juan
José busca alivio a su desarraigo en el monte. El di-
nero que gana cazando furtivamente se lo juega a
las cartas y así malvive hasta que es delatado por un
cortijero, apresado y encarcelado una breve tempo-
rada. Al quedar libre, se hace con una escopeta y
asesina al chivato y al padre de este. Después huye
a la sierra y comienza su carrera como bandolero.
Sus andanzas y acciones, entre las que destacó el
secuestro de Diego Villarejo, un rico hacendado de
Cuevas del Becerro, convirtieron a Pasos Largos en un
fenómeno popular que “consiguió con sus trabucazos
apagar los ecos en Andalucía de la Gran Guerra”,
como escribió el periodista de La Estampa Sánchez-
Ocaña en una entrevista que concedió Juan José en
1934, cuando se disponía a salir de la cárcel de Mála-
ga. Con el secuestro de Villarejo la captura de Pasos
Largos se convierte en una cuestión de Estado.
En 1916 tras un intenso tiroteo con la Guardia Civil
que le rodea en su refugio, consigue escapar, pero
22 GRANDES ESPACIOS
tan malherido que se entrega poco más tarde. Cuan-
do es conducido por los guardias civiles por las ca-
lles de Ronda, la gente lo vitoreó e incluso pidió su
libertad. Pasos Largos es enviado al penal de Figue-
ras para cumplir cadena perpetua, pero tras cumplir
dieciséis años se le concede la libertad condicional
gracias a la reforma penitenciaria llevada a cabo por
la entonces directora de prisiones Victoria Kent.
De regreso a su tierra, el mismo rico propietario al
que había secuestrado, le ofreció trabajo como guar-
da. Pero a Pasos Largos lo de tener un trabajo fijo no
le convence; añora la libertad y la vida silvestre y se
echa de nuevo al monte para ganarse la vida cazando
y robando en los cortijos. Vuelve a pisar la cárcel y al
salir regresa sobre sus fueros hasta que en marzo de
1934, por un chivatazo, es acorralado por un ejército
de guardias civiles en la cueva del Solpamillo. Cuando
es conminado a entregarse, responde que solo sal-
drá de allí muerto, y cumple su palabra. Tenía 62 años
y su rostro reflejaba una vida llena de penalidades.
Hoy, el recuerdo de Pasos Largos asalta por do-
quier al viajero que llega a la sierra de las Nieves; en
forma de monumento, en El Burgo; en el nombre de
un importante club de montaña malagueño; en una
película; y hasta en un marca de cerveza. Una novela
(Pasos Largos. El último bandolero. Salvador Moreno.
Ediciones Alvaeno 2006), recrea la fascinante historia
de Juan José Mingolla Gallardo, desde su infancia a
su trágica muerte. La novela se descarga gratuita-
mente en http://bit.ly/pasos_largos
Para profundizar en el fenómeno del bandolerismo en la
serranía de Ronda viene bien visitar el Museo del
Bandolero de Ronda (https://museobandolero.com).
La localidad de El Burgo recrea durante un día
el fenómeno del bandolerismo todos los meses de
octubre (OT. Tel 658 034 452).
 Pasos Largos tras ser
detenido en 1916 por el
asesinato de los
cortijeros que le
delataron. En la otra
página, noticia de la
muerte de Juan Mingolla
en la revista La Estampa.

GRANDES ESPACIOS 23
 EL ÚLTIMO PARQUE NACIONAL

Para descargar los tracks de las rutas por

medio de los códigos QR y los enlaces
recomendamos seguir las instrucciones
incluidas en el enlace https://desni.in/usogpx
Scanning ...
JUANJO SIERRA

24 GRANDES ESPACIOS
 Mirador natural sobre el valle del río Verde, cerca del pinsapo Puntal de la Mesa, en el sendero del
pinsapo de Escaleretas, una de las excursiones que forma parte de la red de itinerarios del parque natural.

GUÍA EXCURSIONISTA
Las excursiones que se describen a continuación utilizan la red
de senderos de uso público ofertada por el Parque Natural
Sierra de las Nieves, los senderos homologados por la
Federación Andaluza de Montañismo, algunos senderos
ofertados por entidades locales y otros senderos tradicionales,
no sujetos a promotor alguno. En ningún caso se transita por
propiedades privadas.Cuando se produzca la declaración del
Parque Nacional Sierra de las Nieves algunas regulaciones y
normas podrían afectar a la libre circulación por las rutas
ofrecidas. Cuando llegue ese momento será conveniente
informarse previamente en la dirección del espacio natural.

GRANDES ESPACIOS 25
 1 Texto y fotos: Rafael Flores

LA FUENFRÍA
Desde el área recreativa Conejeras
Si no tienes muchas ganas de transitar por
terrenos pedregosos y sudar las cuestas, esta es
la ruta propicia para un primer contacto con la
sierra de las Nieves. Nuestro punto de partida es
el área recreativa Conejeras, al cual se accede
fácilmente desde la carretera A-397 (Ronda-San
Pedro de Alcántara). El recorrido, sin ser el más
conocido o transitado del espacio natural,
contiene un gran interés botánico, paisajístico e
histórico.

Esta es la panorámica que se obtiene desde el cerro de los

Madroñales. En primer plano un bonito ejemplar de pinsapo.
Al fondo, a la derecha, descuella el Torrecilla, techo del actual
Parque Natural Sierra de las Nieves.

C
ASI todo el trayecto coincide con la
vía pecuaria Vereda de Marbella a
Ronda, ancestral calzada trashuman-
te que ha sido testigo de interesantes pasajes
de nuestra historia. Hace unos años, la Junta
de Andalucía adecuó este camino entre ambas
ciudades para que pudiera ser utilizado por
senderistas, caballistas y amantes de la BTT. En
la cartelería veréis que le denominan Puerta
Verde de Marbella.
El destino y punto de inflexión de la ruta es
el paraje La Fuenfría. El topónimo atiende a su
riqueza en manantiales de frías aguas. Se ubica
justamente en el contacto de calizas y perido-
titas, circunstancia que favorece la presencia de
distintos minerales, entre ellos la magnetita,
explotada en una mina a cielo abierto entre
1870 y 1914. Pero sin duda, son los aconteci-
mientos históricos los que impregnan cada rin-
cón de La Fuenfría. Aquí se estableció la base
logística de Fernando el Católico y sus huestes
antes de conquistar Marbella en 1487. Años
después, en 1570, tuvo similar uso para las tro-
pas de Luis Ponce, duque de Arcos, quien vino
a sofocar la revuelta morisca.
Dando un salto en el tiempo, nos trasladamos
a 1932. En un cortijo ubicado en uno de los ban-
cales de La Fuenfría Alta se producirá el asesi-

26 GRANDES ESPACIOS
nato de varios miembros de una familia a manos
del bandolero Flores Arrocha. La causa hay que
buscarla en una enconada disputa por adquirir
unas tierras que le fueron reiteradamente nega-
das. Este hecho luctuoso tuvo gran repercusión
en la prensa nacional.
Para acabar con la secuencia de hechos ocu-
rridos en La Fuenfría, nos remitimos a agosto de
1991, cuando un helicóptero con varios miem-
bros de un retén de incendios se estrella en un
pinar provocando un nuevo foco del peor incen-
dio que se recuerda en la serranía de Ronda. Ar-
dieron más de 10 000 hectáreas de una masa fo-
restal de incalculable valor. La catástrofe dio pie
a la posterior creación del Plan INFOCA y de los
Centros de Defensa Forestal.
Itinerario
Situados en el área recreativa Conejeras, a escasa
distancia de la carretera A-397 (Ronda-San
Pedro de Alcántara), hemos de buscar en la do-
lina, al otro lado del carril de Quejigales, un mal-
trecho vallado que bordearemos por el lado de-
recho hasta encauzar una amplia vaguada cu-
bierta en sus laderas por un cerradísimo encinar,
cuyas troncos reverdecen el musgo y los líque-
nes, creando un ambiente fresco y húmedo. El
suave ascenso nos conduce a una explanada y a
GRANDES ESPACIOS 27
 1 Área recreativa Conejera -La Fuenfría
Arriba, un grupo de senderistas se dirige hacia la balsa
contra incendios. Debajo, una orquídea, flor muy
frecuente en los prados. A la derecha, el interior fresco y
húmedo del encinar.
un incipiente carril por donde pasaremos a cir-
cular. Pronto afluye a otro de mayor rango. Este
será punto de ida y retorno si nos decidimos a
subir al cercano cerro de los Madroñales, una
suave y herbosa colina cubierta de enormes ma-
droños, pinos, enebros y sabinas, con vistas ma-
ravillosas a los parajes de Conejeras, La Nava,
picos Alcojona y Torrecilla, y sierra de la Nieve.
De vuelta al cruce, retomamos la pista en sen-
tido descendente, atravesando un encinar cla-
28 GRANDES ESPACIOS
reado, hasta llegar a una amplia dolina cuyo
centro lo ocupa una balsa contra incendios. Este
lugar en un importante nudo de comunicacio-
nes. Al norte discurre el sendero de uso público
Conejeras, el cual nos llevaría al lugar de inicio;
en tanto, al sureste hace lo propio el ramal a la
Puerta Verde de Marbella, donde fenece la ruta
ofertada por el parque natural y hasta donde
nos vamos a desplazar. En esta nueva bifurca-
ción tendríamos la opción de regresar hasta el
área recreativa. No obstante, una vez más
vamos a alargar el recorrido, en un nuevo tramo
de ida y vuelta que tiene por meta el paraje de
La Fuenfría.
 El amplio carril discurre al sur, en paralelo al
arroyo de la Fuenfría, encajado entre las laderas
del cerro de la Mesa, donde crece un vigoroso
pinsapar en la cara de umbría, y el frondoso
cerro de la Tala, situado a nuestra derecha. Entre
la maraña vegetal de la referida montaña va el
trazado de uno de los antiguos sistemas de abas-
tecimientos de agua a la ciudad de Ronda. El
canal, a veces soterrado, solventa taludes, caña-
das y pronunciados declives que obligaron a
construir algún que otro acueducto. El arroyo de
la Fuenfría, como podremos comprobar, casi
siempre va seco debido a la naturaleza caliza y
porosa del terreno, aunque en algunos tramos
mana al exterior cuando la capa freática es más
elevada.
Pasada la Boca de la Fuenfría, accedemos a
La Fuenfría Baja, una amplia depresión que
deja entrever los pinares del Abanto, de notable
coloración rojiza, y el blanquecino Cascajares,
mordido por una cantera de áridos y mármoles.
A escasa distancia, tras superar unos repechos,
llegamos a La Fuenfría Alta, donde los terrenos
abancalados delatan un antiguo uso agrícola.
En un margen del carril, brota una de las fuen-
tes. Igualmente oteamos las ruinas de la casa de
los mineros, posteriormente reconvertida en
cuartelillo de la Guardia Civil. En la parte más
GRANDES ESPACIOS 29
 1 Camping Camino d e Tolox
1134 Conejeras 0 0,5
km 
1114

1154 Cortijo Cerro

Área recreativa 1423
de la Nava Alcojona
Conejeras
1157 1128 1498
Cerro de los
Madroñales 1349
Cortijo de los
Blanquizares 1291
Cortijo Ve
José Gil re 1399
da
A-397

Cerro Tala de
Ma La Mesa
1346 rb
ell
Tajos aa Cerro
1197 Ro
del Búho nd Abanto
Cerro Mojón a
1216
1511
1249 Cortijo de
1049 la Fuenfría
Loma de Cantera 1218
los Cañones Villagrande
Fuente de
la Fuenfría
Cascajeras Minas del Pto del Robledal
1416 Robledal
FICHA PRÁCTICA
Punto de partida: área Recreativa Conejeras.
Tipología:circular, con tramos de ida y vuelta. elevada del paraje destacan unos cedros atlán-
Longitud: 13 km. ticos de gran porte.
desnivel acumulado:410 m.
Aquí acaba la ruta, aunque se nos abren otras
Tiempo aproximado:3 h.
Cartografía:hoja 1065-1 del IGN. 1:25 000 posibilidades. De los tres ramales que de aquí
surgen, se podría continuar por el principal,
durante un kilómetro, para alcanzar el puerto
OBSERVACIONES
del Robledal, inmejorable mirador natural
Ruta de escasa dificultad que podemos
convertir en un cómodo paseo si solo para vislumbrar la costa mediterránea, Sierra
realizamos el tramo circular. La mejor Bermeja y un par de robles melojo colgados de
época para recorrerlo es en primavera, un peñón, toda una rareza en estas latitudes.
cuando las dolinas se pueblan de miles de
florecillas de vistosos colores. En los tramos
Otra opción consistiría en tomar el primer ca-
coincidentes con la pista forestal, sobre rril que de aquí vira a la derecha, el cual se re-
todo los fines de semana, habrá que estar convierte en un pedregoso sendero que pasa
atentos al paso de los vehículos.
junto a la cima del Cascajares (1416 m); sin
duda, uno de los mejores balcones al precioso
Tracks: valle del Genal, al Parque Natural Sierra de
Grazalema, al Peñón de Gibraltar, a la costa
Conejeras-Fuenfría: marroquí y al puerto de Tánger Med cuando
https://desni.in/rwhce
las neblinas no lo impiden. Si la jornada la re-
matamos contemplando la puesta de sol, apaga
y vámonos. Por desgracia, el Cascajares quedó
por muy poco trecho fuera de los límites del es-
Fuenfría-Cascajares:
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30 GRANDES ESPACIOS
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 2

PICO TORRECILLA
Desde área recreativa de Quejigales
Sin duda alguna, estamos ante una de las rutas estrella de Sierra
de las Nieves. Numerosos senderistas se desplazan anualmente
para subir el o la Torrecilla, considerada en los círculos
montañeros andaluces como Techo del Occidente Andaluz.
Sin ser una de las cumbres más elevadas de los Sistemas Béticos,
en las vías que llevan hasta su cumbre confluyen numerosos
factores que la hacen muy atractiva a ojos del naturalista, del
deportista o del más común de los montañeros.

Texto: Rafael Flores. Fotos: Varios autores

32 GRANDES ESPACIOS
 JUAN CARLOS CHAVARRÍA
Modesto en altura el
Torrecilla es muy grande
por las vistas que ofrece.
En pocos sitios se pueden
avistar dos mares,
dos continentes, tres países
y la montaña más alta de la
península.

GRANDES ESPACIOS 33
 2 Pico Torrecilla (desde Quejigales)
U
NA de las improntas más significati-
vas en quienes han tenido la dicha de
realizar esta ruta, es el poder transi-
tar por dos paisajes únicos y exclusivos de Sierra
de las Nieves: el pinsapar centenario de Ronda
y el clareado quejigal de Tolox. Ambas especies,
el pinsapo y el quejigo de montaña, son ende-
mismos botánicos distintivos de la Serranía de
Ronda.
Las tres cañadas de Ronda albergan sendas
masas de pinsapar con desigual desarrollo.
Mientras la cañada de las Ánimas, por donde
descenderemos, presenta un aspecto saludable,
con ejemplares tanto ancianos como jóvenes, la
cañada del Cuerno, en el inicio del recorrido, se
precia por preponderancia de pinsapos viejos,
maltrechos y abatidos por las inclemencias me-
tereológica y por el ramoneo de los ganados tras-
humantes provenientes de los Montes de Pro-
34 GRANDES ESPACIOS
JUAN CARLOS CHAVARRÍA
pios de Ronda en busca de pastos veraniegos.
Por suerte, desde que se declaró el Parque Na-
tural en 1989, se tomaron acertadas medidas
para favorecer el desarrollo del pinsapar, entre
ellas la prohibición del ganado en el interior del
abetal. Hoy día podemos comprobar como al
amparo de los vetustos pinsapos, crecen con
profusión cientos de ejemplares creando un cua-
dro ciertamente curioso por la disparidad de
edades.
La zona más elevada del recorrido, por encima
de los 1700 metros, se denomina meseta de
Quejigales. Es muy destacable el paisaje cárstico
en este sector de la sierra. Abundan las torcas,
dolinas, lapiaces y simas, entre ellas las siete más
profundas de Andalucía, como la Sima GESM,
con 1100 metros de desarrollo vertical. Los que-
jigos de montaña, con su aspecto fantasmagóri-
co, aportan carácter al paisaje. En invierno pier-

den todas sus hojas y las recuperan a finales de
la primavera. Al parecer de los entendidos, el
quejigal-pinsapar fue clareado para favorecer los
pastos.
El otro gran aliciente para hollar esta cumbre,
es la de disfrutar de sus maravillosas panorámi-
cas. En pocos sitios podrás avistar dos mares,
dos continentes, tres países y la montaña más
alta de la península.
Itinerario
Desde la carretera A-397 (Ronda-San Pedro de
Alcántara), entre los kilómetros 13 y 14 comien-
za la pista forestal que, tras diez kilómetros, ac-
cede al área recreativa Quejigales, punto de ini-
cio y final de esta propuesta. En el área hay una
casa forestal y alojamiento rural que antaño fue
refugio de montaña. Esperemos que recuperé su
antigua función con la declaración del parque
RAFAEL FLORES
Arriba, caminando por el pinsapar de la cañada del
Cuerno. En la otra página, un panel reza que el puerto
de los Pilones es “refugio de pinsapos”, aunque lo que
se ven son quejigos de montaña. En frente se alza el
Torrecilla.
nacional. Junto al aparcamiento hallamos la
zona recreativa, que también lo fue de acampada
hace años. Siguiendo la pista cortada por una ca-
dena llegamos enseguida al puentecito que
cruza el incipiente arroyo Carboneras.
Abandonamos el carril y afrontamos el ascen-
so a través de un frondoso pinar. Un cortafuego
marca el término entre este bosque y la cañada
del Cuerno, donde vemos despuntar los primeros
pinsapos. En el interior del pinsapar tendremos
la sensación de hallarnos en un escenario de pe-
lícula fantástica. Acá y allá se elevan los abetos
que perdieron su típica forma cónica por el des-
gaje de ramas, ya fuese a consecuencia de los
GRANDES ESPACIOS 35
 2 Pico Torrecilla (desde Quejigales)
Tres o cuartro veces al año Sierra de las Nieves hace
honor a su nombre. Entonces todo el paisaje cambia
radicalmente y la subida al Pico Torrecilla se convierte
en una aventura invernal.
rayos, del peso de la nieve o de los ácaros que se
ceban con las maderas podridas. El límite de pin-
sapar lo hallamos a unos 1650 metros de altitud.
Atrás dejamos este mágico paisaje y alcanzamos
el carril que culmina en el puerto de Pilones.
Las panorámicas nos asoman a la depresión
de Ronda, con la ciudad en medio de un circo
de montañas, y al Torrecilla, exhibiendo su al-
tivez sobre los contornos cercanos. Dejamos el
carril que culmina en la cercana caseta de vigi-
lancia forestal y enfilamos el sendero que parte
aquí. A nuestros ojos se abre un paisaje domi-
nado por el quejigal adehesado y por los suaves
contornos donde se aferran enormes manchas
de sabinas rastreras, enebros, agracejos y varios
tipos de piornos.
36 GRANDES ESPACIOS
RAFAEL FLORES
Nuestro siguiente hito es el puerto del Oso y
la dolina donde se encuentra un pozo de nieve
restaurado. La actividad de los neveros se retro-
trae al periodo de la conquista cristiana de la Se-
rranía de Ronda a finales del siglo XV. Los repo-
bladores venidos del norte, sobre todo de tierras
de León, aplican en estas sierras los métodos
para el aprovechamiento de la nieve, usada prin-
cipalmente para conservar alimentos. Como
dato de interés, hay que reseñar que, en una ca-
cería en el coto de Doñana, organizada por el
duque de Medina Sidonia para agasajar al rey
Felipe IV y a otras doce mil personas, se hicieron
llevar durante varios días seis cargas de nieve en
cuarenta y seis mulas.
De vuelta a la ruta, obviamos el sendero que
se dirige al peñón de Enamorados y avanzamos
al este por la trocha que se encamina al Torreci-
lla en continuos ascensos y descensos. En un
tramo donde destaca un mogote pétreo muy
carstificado, se ubica la sima del Tejo, así llama-
 1569 1741
1254 Hoyos de la Tajos del
Caridad Canalizo
1773 1678
Pozos
Los Coloraillos de nieve
1424 Peñón de
Enamorados
1348
Cerro Alto Sima de 1581
Choza del Enamorados Cerro del
Guarda 1786 Chaparral
Cerro de Frasquito
la Yedra 1662 Cerro
1427 1707 Pozo de Bernardo
nieve
Balsa Cañada 1697 1778
del Cuerno Cañada de
contraincendios Enmedio Caseta Sima
Área Forestal P del Oso
to del Tejo
Cerro
recreativa de los 1718
Quejigales Pilones 1791

Pto de los Pilones

Casa Cueva del Oso
Forestal Sima GESM
1754
1371
Sima 1754 1822
1415 Honda
1519 Pto Pozuelo
1384 Pto de los
Valientes
1896

Cerro de
la Alcazaba Torrecilla
1919

0 0,5
km 

da por crecer este árbol en la grieta de entrada. FICHA PRÁCTICA

Más adelante tendremos a la vista los hoyos del Punto de partida: área recreativa Quejigales.
Pilar, lugar de concentración de numerosas Tipo:circular. Longitud:16 km.
simas, entre ellas la referida GESM y Sima Desnivel acumulado:+915 m.
Tiempo aproximado:6 h.
Honda, a escasa distancia del sendero y prote-
Cartografía:hojas1051-3 y 1051-4 del IGN.
gida por un vallado perimetral. 1:25 000.
Finalmente, tras bordear el cerro del Pilar, al-
canzamos el pilar de Tolox o fuente de los Ma-
OBSERVACIONES
chos. Ahora viene un tramo entretenido para lle-
Para no tener contratiempos, conviene
gar a la cima del Torrecilla. Las vistas allá arriba,
comenzar a caminar bien temprano, sobre
son simplemente espectaculares: A nuestro al- todo en invierno, y evitar los días de
cance Sierra Nevada, la costa Mediterránea, nieblas o mal tiempo. No debemos
abandonar el sendero en ninguna
África y media Andalucía.
circunstancia, sobre todo con el terreno
Regresamos hasta el puerto del Oso y allí to- nevado. Existen numerosas simas que
mamos el sendero que penetra en dirección pueden resultar una trampa de fatales
consecuencias.
norte en el precioso pinsapar de la cañada de las
Ánimas. Con nieve, es lo más parecido al bosque
de Narnia. Finalmente llegamos a la vereda que
recorre la base de la sierra en dirección oeste,
para acabar en el área recreativa de Quejigales, Track:
esta ruta de coleccionistas. Ÿ https://desni.in/va7r8

GRANDES ESPACIOS 37
 3 Texto: Rafael Flores. Fotos: Varios autores

PEÑÓN DE
ENAMORADOS
Desde el área recreativa Quejigales
El Peñón de Enamorados (1777 m) se ubica estratégicamente en el corazón
del futuro parque nacional. Por ello, a su cumbre se puede acceder desde
distintas lugares de manera muy cómoda. Como en otras sierras andaluzas,
el topónimo atiende a la convivencia de culturas durante el periodo
andalusí, cuando no siempre se permitían las relaciones entre amantes de
distinta religión. En muchos casos, la intolerancia llevaba a los enamorados
a suicidarse lanzándose desde un lugar elevado.

38 GRANDES ESPACIOS
GRANDES ESPACIOS 39
JUAN CARLOS CHAVARRÍA
 3 Peñón de Enamorados
E
STA preciosa ruta circular tiene su ini-
cio y final en el área recreativa Queji-
gales, de donde también parten otros
recorridos a enclaves tan emblemáticos como el
pinsapar de Ronda, la meseta de Quejigales o el
pico Torrecilla. Una parte importante del tra-
yecto discurre por la norte de la sierra de la
Nieve, cubierta por tres pequeños pinsapares
conocidos como cañadas del Cuerno, de Enme-
dio y de las Ánimas.
Itinerario
Al área recreativa Quejigales se llega por la pista
forestal que comienza entre los kilómetros 13 y
14 de la carretera A-397 (Ronda-San Pedro de
Alcántara). El cruce está debidamente señaliza-
do. Tendremos que conducir diez kilómetros por
la pista fijándonos en los carteles que indican la
dirección a Quejigales. Durante el trayecto de
JUAN CARLOS CHAVARRÍA
40 GRANDES ESPACIOS
aproximación podremos comprobar los distin-
tos pisos de vegetación, dominados en las cotas
más bajas por el encinar, en los tramos medios
por el pinar y en el superior, por el pinsapar.
Partimos de la citada área en dirección norte,
con una bonita panorámica del pinsapar de la ca-
ñada de Cuerno. Desde un puentecito de madera
que cruza el incipiente arroyo Carboneras sube un
sendero del parque natural en dirección al Torre-
cilla. Pero como nuestro objetivo no es este pico
seguiremos por la pista atravesando un bonito
pinar de repoblación. Pronto alcanzamos una bi-
furcación de caminos en el puerto del Quejigal,
que separa las vertientes. Las aguas que drenan al
norte lo hacen a la cuenca del Guadalhorce, mien-
tras que las del sur vierten a la del Guadiaro.
Optamos por el ramal de la derecha e inicia-
mos un suave ascenso hasta alcanzar la fuente
del Pinar. Es posible que no veamos el pequeño

pilar, ubicado tras un quejigo. Una plataforma
de hormigón, que resulta ser una captación de
agua, nos servirá de referencia. Al otro lado del
carril observamos un monolito con la placa ho-
menaje al guarda Frasquito Molina, el primer
guarda del pinsapar de Ronda. Este señor fue
coetáneo y compartió territorio con los dos últi-
mos bandoleros andaluces: Pasos Largos y Flo-
res Arrocha, con quienes mantuvo una relación
de mutuo respeto. Anécdotas aparte, a Francisco
se le recuerda por los magníficos comentarios
que le dispensaron destacados botánicos del pri-
mer tercio del siglo XX a quienes acompañó en
sus investigaciones.
Seguimos avanzando con vistas a los pinsapares
que prosperan en la ladera de la sierra de la Nieve.
El contraste con las peladas sierras situadas al po-
niente es más que evidente. Hasta no hace mu-
chos años, las sierras Hidalga y Blanquilla sufrie-
RAFAEL FLORES
Arriba, gozando de una espectacular puesta de sol
desde Los Coloraillos. En la otra página, la placa
homenaje a Frasquito Molina, el primer guarda del
pinsapar de Ronda. Detrás se aprecia parte de su cabaña.
ron una carga ganadera insostenible. En poco
tiempo, la situación se ha revertido de tal manera
que comienza a despuntar muy tímidamente la
vegetación. Ese es el dato positivo; el negativo
apunta a la pérdida de las tradicionales activida-
des agropecuarias que, en la mayoría de los casos,
es y ha sido positiva para el medio ambiente.
El maltrecho carril acaba a la altura de la
zona baja de la cañada de Enmedio. Ahora ca-
minamos por una trocha que discurre por el lí-
mite inferior del pinsapar. Llegados al cruce
con el sendero de la cañada de las Ánimas po-
dréis asomaros a unos andenes rojizos situados
a la izquierda de la vereda. El lugar, llamado los
GRANDES ESPACIOS 41
 3 Peñón de Enamorados
RAFAEL FLORES
Añosos ejemplares de quejigos de montaña en la
meseta de Quejigales. El Quercus alpestris es otro de
los endemismos exclusivos de Sierra de las Nieves.
Coloraillos, es un impresionante otero a las sie-
rras circundantes, especialmente al Peñón de
Enamorados, nuestro objetivo. Dejamos a un
lado el sendero que se adentra en la cañada de
las Ánimas y penetramos en el pinsapar de los
Hoyos de la Caridad, donde crecen ejemplares
«FRASQUITO MOLINA, EL PRIMER
GUARDA DEL PINSAPAR DE RONDA,
FUE COETÁNEO DE LOS DOS
ÚLTIMOS BANDOLEROS ANDALUCES:
PASOS LARGOS Y FLORES ARROCHA».
42 GRANDES ESPACIOS
que superan los treinta metros de altura. Junto
al camino y bajo unos cortados veremos la cueva
del Manijero. Allí se hacia el pago a los jornale-
ros que cortaban pinsapos para fabricar las tra-
viesas de la línea férrea Algeciras-Ronda.
Más adelante, entre la fronda del pinsapar,
aparecerá el altivo Tajo del Canalizo y una fuen-
te ubicada en su cara sur. Reponemos fuerzas
y ascendemos al marcado puerto del Canalizo.
En esta nueva bifurcación seguiremos la estela
de la cuesta de la Lastra, la cual
nos conduce al Peñón de Ena-
morados, cuyo acceso se efec-
túa por un corto y cómodo
canal. Las vistas aquí arriba
abarcan toda la meseta de Que-
jigales, el Torrecilla y el vecino
Cerro Alto (1813 m).
 1335
1213
Cerro de
los Arcos 1678
Pto del Pozos
Tajos del de nieve El Cuco
Cortijo del Canalizo Canalizo
Taramal 1665
1413 1251 Hoyos de la 1569
1254 Caridad Peñón de 1741
Enamorados
Cortijo 1773
Majada Vieja Los Coloraillos
1424
Pozo
de nieve
1348 Sima de
Cabaña de Cerro Alto Enamorados
Frasquito Molina Cañada de
Cerro de P de los
to las Ánimas 1786
la Yedra Quejigales 1662
1707
Cerro
1427 Pto del Oso
Balsa 1778 Bernardo
Cañada 1697
contraincendios de Enmedio Sima
Pozo del Tejo
Área Cañada de nieve
1406
recreativa del Cuerno 1718
Cerro de los 1791
Casa Pilones
Forestal Cueva del Oso
Pto de los Sima GESM
Pilones
Cortijo de 1754
1371 los Quejigales
Sima
Honda 1822
1415
P de los
to
1519 Valientes
1384

FICHA
0 0,5
km  PRÁCTICA
Punto de partida: área recreativa Quejigales.
El regreso nos lleva hacia el suroeste por la vasta Tipo: circular.
Longitud: 15 km.
meseta de Quejigales, adornada de lapiaces, doli- Ascenso acumulado:+780 m.
nas y vetustos quejigos de montaña. Llegados al Tiempo aproximado:5 h.
puerto del Oso, rodeamos el pozo de nieve restau- Cartografía:hojas 1051-3 y 1051-4 del IGN.
1:25 000.
rado y descendemos por la amplia vaguada. Antes
de penetrar en el pinsapar de las Ánimas, giramos
al oeste por la escueta vereda que recorre horizon- OBSERVACIONES
talmente las cañadas de Enmedio y del Cuerno. Dada la orografía del terreno y la existencia
En los primeros compases avistaremos el cerro de de numerosas simas, se recomienda no
abandonar los senderos, sobre todo con el
Pilones y la caseta forestal que lo corona.
piso nevado. Es conveniente portar el track
Al llegar a la vereda de la cañada del Cuerno, del recorrido en un aparato GPS. Llevad
que sube al Torrecilla, la enfilaremos hacia agua suficiente, sobre todo en verano,
cuando las fuentes suelen estar secas.
Quejigales, aunque a no mucha distancia del
anterior cruce la abandonaremos en favor de
la "senda de 1500 m", así llamada por discurrir
a esta cota. Finalmente nos topamos con el ca-
rril de Pilones, que ha de conducirnos al área Track:
recreativa. Ÿ https://desni.in/vqkdn

GRANDES ESPACIOS 43
 4

PICO ALCOJONA
Desde el llano de la Laguna
Cuando se accede al Parque Natural Sierra de las Nieves desde la carretera Ronda-
San Pedro de Alcántara, una de las primeras imágenes que vemos es la elegante
silueta del pico Alcojona, de porte casi piramidal y cortejado en sus laderas por un
precioso y abigarrado pinsapar. Esta montaña, de naturaleza caliza, alcanza los 1498
metros de altitud. Por fuentes antiguas sabemos que antaño también se le denominó
cerro Alcor. En los mapas del IGN aparece como Alcojada.

Texto: Rafael Flores. Fotos: Varios autores

44 GRANDES ESPACIOS
 FOTO: ANTONIO CIERO/ADOBESTOCK

La elegante silueta piramidal

del pico Alcojona no pasa
desapercibida. En su parte baja
vive un abigarrado pinsapar.

GRANDES ESPACIOS 45
 4 Pico Alcojona
E
N la base del Alcojona se extiende La
Nava, una amplia dolina rodeada de
un bosque mixto de encinas, quejigos
y pinsapos. La finca tiene una clara vocación ga-
nadera y forestal, aunque es más conocida por
ser coto para la caza del gamo y el muflón. Quizá
muchos desconozcan que en tiempos del ante-
rior régimen hubo un intento de especulación
urbanística que podría haber tenido consecuen-
cias fatales. Por su actividad cinegética, esta pro-
piedad quedará como una isla rodeada por los
límites del futuro parque nacional, aunque se-
guirá siendo parque natural. Por suerte para
todos, la cumbre del Alcojona y todo el paraje
por donde circunda la ruta, se ubican en terre-
nos públicos del municipio de Parauta.
En el trayecto vamos a poder disfrutar de la
presencia de dos "abuelos" del bosque: el pinsapo
de las Escaleretas, declarado Monumento Natu-
46 GRANDES ESPACIOS
ral de Andalucía, y el pinsapo del Puntal de la
Mesa. Ambos ejemplares superan los trescientos
años de antigüedad. Cuenta la leyenda que el
pinsapo de las Escaleretas creció alto y hermoso
en el lugar donde fue enterrada una ventera de
noble corazón que atendía a transeúntes y arrie-
ros. Su avanzada edad se hace notar y mucho nos
tememos que sus días están contados.
Itinerario
Para acceder al punto de inicio hemos de tomar
la pista forestal de Quejigales, la cual se despren-
de de la carretera A-397, a unos diez kilómetros
de Ronda. Seguiremos las indicaciones al área re-
creativa Quejigales, pasando en primera instancia
junto al área recreativa Conejeras. Después de
transitar unos seis kilómetros nos desviaremos a
la derecha por el carril que se dirige al llano de la
Laguna, que cuenta con un aparcamiento.El
JUANJO SIERRA

En la imagen se perciben la coloración bermeja de
las peridotitas y la gris de las calizas del pico Torrecilla,
al fondo. En la otra página, un senderista lee el panel
informativo del sendero de Las Escaleretas.
lugar no puede ser más bucólico. Estamos rodea-
dos de una masa forestal donde alternan pinsa-
pos, encinas, alcornoques y pinos.
Desde el aparcamiento parte el ramal secun-
dario por donde comenzaremos a caminar.
Avanzamos por un camino de suave perfil, a la
sombra de la arboleda que, por momentos, deja
entrever la cónica silueta del Alcojona. Este es
un buen lugar para buscar hongos como la ca-
garria, un excelente manjar codiciado por los lu-
gareños. En el sotobosque podemos ver abun-
dantes plantas trepadoras, pero quizás, lo más
notorio, sea la presencia de pequeños robles me-
lojos y algún que otro acebo de repoblación.
RAFAEL FLORES
Pronto advertiremos cómo se desprende a la
izquierda la senda al pinsapo de las Escaleretas,
que utilizaremos a la vuelta. Nosotros seguire-
mos al frente hasta llegar al Puntal de la Mesa,
donde acaba la pista. La nueva posición, más
elevada y despejada, nos asoma a los encrespa-
dos desniveles del cerro Alcazaba y del Torre-
cilla, la máxima elevación del espacio natural y
de la Serranía de Ronda. El mirador es un in-
mejorable balcón al hendido valle de Río Verde,
cuyo caudal es represado en el embalse de la
Concepción, principal abastecedor de la popu-
losa Costa del Sol.
Desde el mirador nos dirigimos al colindante
pinsapo del Puntal de la Mesa, que muestra un
aspecto mucho más saludable que el pinsapo de
las Escaleretas y se postula como candidato a
monumento natural. A partir de aquí dejamos la
placidez de la vereda para afrontar el tramo duro
GRANDES ESPACIOS 47
 4 Pico Alcojona

FOTOS: RAFAEL FLORES

Arriba, una senderista pasa junto al pinsapo del Puntal de la Mesa, candidato a monumento natural. Debajo, La Nava
y su cortijo desde la ladera del Alcojona.

48 GRANDES ESPACIOS
 1896
Cerro de la
Alcazaba

1158
Llano de
la Laguna
Cortijo de La Nava
La Nava M.N. Pinsapo de
las Escaleretas

Pinsapo del Puntal

Pinsapar de Parauta de la Mesa

les
Cerro uejiga
1421 Q Cuesta de los Pilones
Alcojona
e los
d
o.
1498 Ay
1349

1399 1223
0 0,5
km 
La Mesa 1315
1276
Puerto de la Cruz
Cerro Abanto
1511

y entretenido del recorrido. No hay un camino FICHA PRÁCTICA

definido, pero la lógica nos lleva por la cuerda y
el límite superior del pinsapar de Parauta, en
busca de la cumbre, escondida a la vista por otros
dos picos contiguos de menor altura.
Superada la pendiente, accedemos a la cima y
hallamos justa recompensa con los amplios ho-
rizontes que se divisan. Además de otras cum-
bres de la Sierra de las Nieves, al suroeste vis-
lumbramos el Peñón de Gibraltar y el Jbel Musa,
las míticas Columnas de Hércules; la cordillera
del Rif, el Valle del Genal con sus pequeños pue-
blos blancos, y la imponente Sierra Bermeja. A
poniente oteamos la ciudad de Ronda y cerran-
do el horizonte, en esa misma dirección, las
montañas de la vecina sierra de Grazalema.
Para regresar es aconsejable bajar en direc-
ción sur, a puerto Capuchinos. De allí parte un
sendero que transita por la cara este del Alcojo-
na hasta confluir en el Puntal de la Mesa con ca-
mino ya conocido. Ÿ
Punto de partida: aparcamiento del llano de
la Laguna.
Tipología:circular, con tramos comunes.
Longitud: 9,2 km. Desnivel acumulado:
+680 m. Tiempo aproximado: 4 h.
Cartografía:hoja 1065-1 del IGN. 1:25 000.
OBSERVACIONES
No es una ruta apta para personas sin
experiencia en montaña. En estos terrenos
abundan las simas, por lo que se
recomienda precaución cuando el terreno
esta nevado. Se ruega no pisotear la base
ni subirse a las ramas de los pinsapos de
las Escaleretas y del Puntal de la Mesa.
Recomendamos observarlos desde el
exterior.
Track:
https://desni.in/d8n9v

GRANDES ESPACIOS 49
 5 Texto y fotos: Rafael Flores

PUERTO DE LA MUJER
Desde el área recreativa La Fuensanta
La baja montaña de Sierra de las Nieves se caracteriza por su marcado carácter
forestal. En la orla que rodea a la zona de cumbres hallamos bosques de quercíneas y
frondosos pinares de varias especies, principalmente de resineros y carrascos.
Estas masas arbóreas juegan un papel primordial como reguladores hidrológicos en
las cabeceras de los principales ríos del espacio natural. Es el caso del río Turón y su
afluente, el arroyo de la Fuensanta, que atesoran una importante población de nutrias
y de cangrejos de río.

Vista de sierra Hidalga.

Destaca a la derecha el
Carramolo del Queso y a la
izquierda la Peineta de la
Hidalga.

50 GRANDES ESPACIOS
L
AS intensas campañas de repoblacio-
nes llevadas a cabo a mediados del pa-
sado siglo, a veces denostadas por em-
plear las técnicas de abancalamiento y el uso
abusivo del pino, han jugado un importante
papel en la lucha contra la desertificación de
estas montañas. Es el caso de la cuenca del río
Turón, tradicionalmente castigada por una
carga ganadera intensa, por la tala indiscrimi-
nada de encinas y quejigos, y por los desmontes
para la implantación de cultivos como el cereal,
la vid, el almendro o el olivo.
En el presente recorrido vamos a comprobar
cómo la ordenación de los montes está consi-
guiendo recuperar esas especies autóctonas
que tanto echamos de menos. Un aspecto que
nos parece muy interesante es la implicación
de los escolares en la gestión de estas masas fo-
restales. Las sucesivas campañas de repobla-
ciones con los más pequeños ayudan en la
tarea de educar en la conciencia ambiental y
en la importancia del patrimonio natural como
garante de una de nuestras señas de identidad:
el paisaje.
GRANDES ESPACIOS 51
 5 Puerto de la Mujer
Arriba, un hermoso ejemplar de quejigo junto al
arroyo de la Fuensanta. En la otra página, la fotogénica
chorrera de los Perdigones
El recorrido aprovecha el trazado de varios sen-
deros dedicados a guardas forestales –ahora les
dicen agentes de medio ambiente– que destaca-
ron por su implicación en el cuidado y mejora del
Monte Público Sierra de El Burgo. Estos senderos
son: Paco Arjona, Paco Romero y Manuel García
Rosa. Los tres los combinaremos con un tramo
de la etapa El Burgo-Yunquera del sendero de
gran recorrido GR-243 Sierra de las Nieves.
Itinerario
El área recreativa La Fuensanta, lugar de inicio
de la ruta, se ubica a cuatro kilómetros de la po-
blación de El Burgo. Tomando como referencia
este pueblo serrano, hemos de seguir la carretera
A-366 en dirección a Yunquera. Entre los kiló-
metros 26 y 27 comienza a la derecha la pista fo-
52 GRANDES ESPACIOS
restal que nos llevará a La Fuensanta, a poco
menos de tres kilómetros de distancia.
Antes de comenzar a caminar conviene echar
un vistazo al antiguo molino de aceite y harina,
construido en el siglo XVIII, que ha conservado
la estructura original. En la parte trasera halla-
mos el manantial que movía este ingenio. El
agua surge burbujeante e, inmediatamente,
parte de su caudal se canaliza por las acequias
que riegan las huertas del entorno. La sobrante
mana por una bonita cascada y afluye muy cerca
al arroyo de la Fuensanta.
La ruta comienza junto a uno de los tres cru-
ceros de granito distribuidos por este monte. Re-
sulta curioso hallar estos hitos religiosos en este
lugar, esculpidos, para mayor sorpresa, en gra-
nito, roca inexistente en Sierra de las Nieves. La
explicación tiene su gracia: a mediados del siglo
pasado, los cruceros encargados a un maestro
cantero llegaron por error a El Burgo en vez de
a Burgos, su destino real. Definitivamente se
quedaron aquí y adornan las bifurcaciones exis-
tentes entre La Fuensanta y el área recreativa
Los Sauces.
Como indicábamos, posicionados junto al cru-
cero vemos que parten dos veredas: una hacia el
noreste, señalizada por el espacio natural como
sendero de uso público Fuensanta-El Burgo, y
otra, la nuestra, que remonta un talud y se inter-
na en el pinar en dirección noroeste trasegando
por una fronda de pinos carrascos, salpicados de
algunos olivos que delatan el uso agrario de an-
taño. De hecho, si estamos atentos advertiremos
la presencia de una vieja era empedrada. Final-
mente conectamos con la traza del GR-243, el
gran sendero que articula la Reserva de la Bios-
fera Sierra de las Nieves. Tiene su inicio en
Ronda y pasa por las poblaciones de El Burgo,
Yunquera, Tolox, Guaro, Monda, Istán y Ojén.
Doblamos a la izquierda, pues de hacerlo en
el sentido contrario llegaríamos al puerto de los
Lobos, donde concurre el otro sendero que viene
de La Fuensanta en dirección a El Burgo. Gana-
mos altura por el lomo divisorio del río Turón y
el arroyo de la Fuensanta. A veces por un corta-
fuego y otras próximos a los cortados de margo-
calizas que nos asoman a Sierra Blanquilla, por
donde discurre la carretera entre Ronda y El
Burgo. En un cortado sobresaliente, junto a este
vial, casi se aprecia el mirador del Guarda Fores-
tal, catalogado como Monumento Natural de
Andalucía. Merece la pena visitarlo por la es-
plendidez de su ubicación y por las maravillosas
vistas a los pinsapares de Yunquera y Ronda.
Acaba la ascensión en el puerto de la Mujer, por
donde pasa la pista forestal que une El Burgo con
Los Sauces. Desde este privilegiado otero descu-
brimos al oeste el quebrado valle de Lifa, donde
prospera uno de los mejores bosques de cornica-
bras de la península ibérica. Desde el puerto en-
filaremos el sendero Manuel García Rosa, el cual

GRANDES ESPACIOS 53
 43
GR-2
5 Puerto de la Mujer
Mirador del
1094 Guarda Forestal
GR
-24
3

Cortijo de n
1025 r 715
la Dehesilla

ó
Tu
Rí

o
1075
Cortijo de la Área recreativa
Hierbabuena Cortijo La
844
Fuensanta
La Rejertilla

937

Cerro
Puerto de del Polvo
la Mujer 901 Puente de los
GR- Voluntarios 796
243
GE
243
943 Cortijo Rosa
937 del Escribano

Mirador Mirador
La Cabezada El Acebuchal José Mª Pereña
del Huarte
1011
912
Área recreativa 0 0,5
Los Sauces km 

FICHA PRÁCTICA
Punto de partida: área recreativa desciende entre pinos, encinas, cornicabras, ace-
La Fuensanta buches y algunos pinsapos hasta fenecer en la
Tipo: circular. Longitud:11 km.
pista forestal de la Fuensanta, a la altura de la
Desnivel acumulado: +625 m.
Tiempo aproximado:3 h. agradecida fuente Platero. En tiempos de lluvias
Cartografía: hoja 1051-2 del IGN. 1:25 000 conviene hacer una incursión de dos kilómetros
carril arriba, para disfrutar de la bonita chorrera
OBSERVACIONES de los Perdigones, enmarcada en tres saltos cor-
Ruta especialmente indicada para tejados por unos curiosos pliegues tectónicos.
realizar en otoño o primavera. Ahora seguimos al otro lado de la pista por el
La excursión discurre por un entorno
sendero Paco Arjona. Cruzamos el puente de los
forestal de gran valor medioambiental,
motivo más que suficiente para tomar Voluntarios y superamos un fuerte repecho que
todas las precauciones para no provocar nos aúpa secuencialmente a los miradores El
un incendio. De acabar la ruta antes Acebuchal y José María Pereña. Ambos enclaves
del almuerzo, os recomendamos
hacerlo, con vuestras viandas, en algunas ofrecen buenas panorámicas a la sierra del Pinar,
de las áreas recreativas del entorno: donde se ubica el pinsapar de Yunquera, y al ce-
La Fuensanta o Los Sauces. rrado valle del arroyo de la Fuensanta. Después
de pasar por las ruinas del cortijo de la Roza del
Escribano, regresamos a la pista forestal por el
sendero Paco Romero. De aquí, al final de ruta,
Tracks: nos resta un agradable paseo entre quejigos y di-
https://desni.in/ktjnm versas especies del bosque de galería. Ÿ

54 GRANDES ESPACIOS
EL PRIMERO
DE LA CUERDA
ROGER FRISON-ROCHE
Un guía de Chamonix
sufre un accidente mortal.
En el rescate, el hijo del
fallecido, que vive alejado
de la montaña, se accidenta.
Deprimido, se refugia en el
alcohol, pero la atracción de
la montaña es tan poderosa
que lo supera y él mismo se
convierte en guía.
Éste es el argumento,
aparentemente banal, de la
novela que marcó
un antes y un después en
la literatura de montaña.
Un libro de culto, intenso y
emocionante, que reivindica
la solidaridad y el coraje
como valores grabados en
el ADN del alpinismo.
ROGER FRISON-ROCHE SE AUTORRETRATA EN EL SÁHARA EN 1975.

EL PRIMERO DE LA CUERDA
Por Roger Frison-Roche
14 x 21 cm • 253 págs. • 24 €.
 La cubierta que
proporciona la Cueva del
Agua y su ambiente
húmedo se aprovecharon
para instalar un vivero.
DANIEL / ADOBESTOCK

56 GRANDES ESPACIOS
 6 Texto: Rafael Flores. Fotos: Varios autores

CUEVA DEL AGUA

Desde el área recreativa Los Sauces
En este recorrido vamos a tener la ocasión de conocer el pinsapar de Cubero, uno
de los más estéticos de la sierra de las Nieves. Aprovecharemos la densa red de
senderos de este sector del espacio protegido para descubrir parajes tan
pintorescos como la cueva del Agua, el tajo de Alberca o el antiguo convento de
Carmelitas Descalzos del Santo Desierto de Nuestra Señora de las Nieves.

V
ARIADAS son las sorpresas que nos
depara la excursión, pues a pesar de
parecer un entorno inhóspito y estéril,
las huellas del pasado dicen lo contrario. A poco
de empezar visitaremos la mina de San Eulogio,
que data del siglo XVII. De la misma se extraía
plomo, plata, antimonio y galena antimonial.
Aún permanecen en pie los muros del habitácu-
lo y una alberca para el lavado del mineral.
La cueva del Agua es otro de los lugares con
historia. Más que una cueva, se trata de una gran
oquedad situada por encima de varios manantia-
les. La riqueza hídrica y la cubierta que propor-
ciona la covacha fueron aprovechadas para ins-
talar un vivero que, posteriormente se amplió con
nuevas instalaciones carril abajo. Unos renglones
arriba hemos citado la proximidad del antiguo
convento de las Nieves, el cual no se puede visitar,
pues pasó a manos privadas tras la desamortiza-
ción de Mendizábal. No obstante, desde diversos
puntos del camino lo veremos a vista de pájaro.
Itinerario
Teniendo como referencia El Burgo, seguiremos
la carretera A-366 (Ronda-Málaga) en dirección
a Yunquera. Apenas recorridos dos kilómetros
un carril comienza a la derecha con una indica-
ción al área recreativa Los Sauces donde esta-
cionaremos en la explanada frente al muro que
delimita la finca del convento de las Nieves.
Junto a los servicios del área recreativa des-
ciende el sendero que se adentra en la cañada de
la Encina. Desde este punto compartiremos el
trazado del GR-243 Sierra de las Nieves. Llama-
rán nuestra atención unas oquedades que resul-
tan ser perforaciones mineras que la vegetación
se ha encargado de naturalizar. Antes de aban-
donar el cauce seco de la cañada, una corta tro-
cha se dirige a la mina de San Eulogio, la más
importante de todas. Recomendamos encareci-
damente no penetrar en ninguna de las tres
bocas, pues el riesgo de derrumbes es muy alto.
De vuelta al camino, la altura ganada nos per-
mite gozar de la belleza de esta cañada, llamada
igualmente de las Minas o del Infierno. Un joven
pinar de carrascos ocupa las zonas bajas, mien-
tras en los riscales, el pinsapo es el señor. El cua-
dro lo enmarcan por la margen izquierda la bo-
nita silueta del cerro de las Camaretas y, por el
lado contrario, el Filar de los Ermitaños.
Apenas llevamos recorridos dos kilómetros
cuando topamos con una bifurcación. Optamos
por el ramal izquierdo para remontar al aledaño
puerto de Huarte. Ahora damos vista a la cañada

GRANDES ESPACIOS 57
 6 Cueva del Agua
El espectacular tajo de Alberca, donde antaño anidó
el alimoche, da sombra a la cañada de los Hornillos. Los
pinsapos suben hasta su base.
de la Cuesta de los Hornillos, llamada en este
tramo barranco del Monje.
Entre los pinos crecen pinsapos delgaduchos
aferrados a las caras más umbrías, buscando
algún resquicio de luz. Entretenidos y absortos
con este paisaje, atravesamos un par de barran-
queras hasta que la senda se ciñe a la curva de
nivel, permitiendo caminar plácidamente en algo
más de dos kilómetros. En la cuerda montañosa
que nos separa de la cañada de la Encina descue-
llan numerosos picachos; el más alto de ellos es
el cerro de la Cruz. Igualmente, nos habrá llama-
do la atención Tajo Grande, un cortado que, en su
base, alberga una cueva usada desde el siglo XVI
por los primeros ermitaños que después forma-
rían la corporación de Carmelitas Descalzos. De
esa primera ocupación se conserva lo que parece
un altar tallado en la roca.
58 GRANDES ESPACIOS
RAFAEL FLORES
Sabremos que estamos por encima de Tajo
Grande cuando el sendero se aleje de la cañada
e inicie un rumbo parecido a un semicírculo. En
este punto tendremos la mejor panorámica de
la cañada de la Cuesta de los Hornillos, distin-
guiéndose perfectamente el puerto de Huarte,
el cerro de las Camaretas y, detrás, el pinsapar
de Cubero. Al otro lado de la cañada destaca el
cortado de la Colailla, por donde vamos a tran-
sitar más adelante. La panorámica al sur es bien
distinta y se centra en el convento de la Sierra de
las Nieves, conformado por una amalgama de
edificios antiguos y modernos.
Definitivamente llegamos a la pista de la
cueva del Agua. Subimos por ella y accedemos a
la gran oquedad cortejada de pinsapos y mosta-
jos. Junto a la fuente hay dos majuelos de gran
porte que tienen la condición de Árboles Singu-
lares. Aquí acaba la pista y nace el sendero que
se dirige a la fuente de la Chaparrera. Unos me-
tros antes de verla obviaremos la bifurcación por
donde sube el GR-243 hacia el puerto del Sau-
 Cto del Sto Desierto

3
24
de las Nieves

GR
881
875
Área recreativa
Los Sauces

927
Minas de Tajo GR 243
Cerro Higuerón San Eulogio Grande

Cortijo del 1002 1045

Palancar 1019 Cerro de
Monte 1042
1116 la Paloma
Alhucemar Cerro de
1196 la Cruz 1083
1058
Filar de los
Ermitaños Cortijo
Peñón de de Huarte Pto de
Ronda 1229 Huarte 1121
1297

1229 1064
Cerro de las
Cortijo del Peñón Camaretas Cueva
de Ronda del Agua
Cerro de
Puerto de 1283 las Minas
las Camaretas
1212 1182 1039
1304
Pico del
Jarro
Pinsapar
de Cubero
1241 3
1504 24
Puerto del 1398 GR
Loma de la Saucillo
Chaparrera
0 0,5
km 

cillo. Poco después, el paso por la Colailla requie- FICHA

re de toda la prudencia. Pasado el andén, atra-
PRÁCTICA
vesaremos por segunda vez la cañada de los Punto de partida: área recreativa Los Sauces.
Hornillos, sombreada por el impresionante Tajo Tipo:circular.
Longitud:15 km.
de Alberca. El siguiente hito será el puerto de las Desnivel acumulado:+920 m.
Camaretas y el pinsapar de Cubero. La vereda lo Tiempo aproximado:5 h.
circunda por la base, pero a tramos penetra en Cartografía:hoja 1051-4 del IGN. 1:25 000.

sus entrañas .
El punto de inflexión está en el cruce de los
OBSERVACIONES
senderos del puerto del Hornillo y de las Areni-
Conviene llevar el track del recorrido, ya
tas. El nuestro desciende a la cabecera de la ca-
que existen numerosas bifurcaciones. La
ñada de la Encina y entronca con otro que reco- ruta transita por un entorno forestal de
rre la vaguada por la margen izquierda. El retor- gran valor ambiental, por lo que habrá que
extremar las precauciones ante el riesgo
no nos desvelará una perspectiva diferente de lo
de incendio forestal.
recorrido. Para rematar, tan solo nos resta pasar
junto a la recóndita fuente de los Algarabeos, ro-
dear la casita de Huarte y sus bancales cubiertos
de cerezos y, finalmente, acceder al inicio de la
pista que entronca con la que viene a morir en Track:
el área recreativa.Ÿ https://desni.in/4rf6h

GRANDES ESPACIOS 59
60 GRANDES ESPACIOS
 7
Texto y fotos: Rafael Flores.

TAJO DE LA CAÍNA
Desde el puerto del Caucón
Para conocer mejor el entorno del Tajo de la Caína y el precioso pinsapar que se
extiende en su cara norte, vamos a conjugar parte de los dos senderos de uso
público que tienen inicio en el puerto de Caucón, donde se instaló un mirador
dedicado al ingeniero de montes y botánico Luis Ceballos, el Apóstol de los
árboles, autor junto a Carlos Vicioso del Estudio sobre la vegetación y la flora
forestal de la provincia de Málaga, publicado en 1933.

D
ESDE el puerto del Caucón podemos
admirar la mayor masa de pinsapos
del mundo. Se trata de un bosque re-
lativamente joven, pues de echar la vista atrás,
descubriríamos un paisaje vegetal totalmente
distinto al actual, dominado por el cultivo de
trigo y con los pinsapos relegados a los lugares
más inaccesibles. Bancales y eras delatan aquel
pasado agrario. El botánico suizo Edmon Bois-
sier, descubridor oficial del pinsapo como nueva
especie, ya dio cuenta de estos pagos en su mag-
nífica obra Viaje botánico al sur de España, una
agradable lectura que combina lo científico con
lo etnológico.
Nuestro objetivo, el Tajo de la Caína, es un
cortado rocoso asomado a la abismal cañada de
las Carnicerías, tétrico nombre que nos recuerda
la desesperada lucha de los moriscos de la Serra-
nía de Ronda antes de su definitiva expulsión.
El topónimo Caína, tampoco se queda atrás.
Según cuenta la leyenda, por este tajo fue arro-
jada, para escarmiento de propios y extraños,
una malvada bruja ajusticiada por la Inquisi-
ción. La pobre debió perecer al instante, pues el
cortado supera los 75 metros de caída vertical.
Itinerario
A Yunquera se llega indistintamente por la carre-
tera A-366 (Ronda-Málaga). A la salida del pue-
blo, en dirección a El Burgo, se ha de tomar el ca-
rril forestal de Sierra de las Nieves, el cual se des-
prende de la rotonda situada junto a la gasolinera.

A la izquierda, una parada para admirar el paisaje

en el mirador de la Caína. Al fondo destaca la ladera
norte del Torrecilla y el tajo del Picacho.
A la derecha, un panel en la era de La Perra informa
de la difícil agricultura serrana.

GRANDES ESPACIOS 61
 7 Tajo de la Caína
Desde un principio veremos las indicaciones al
mirador de Luis Ceballos y puerto del Saucillo.
Llegado al cruce donde se dirimen ambas plata-
formas, optaremos por la pista de la izquierda, la
cual acaba en el puerto del Caucón, lugar de inicio
del presente recorrido. Desde la carretera hasta el
mirador distan unos ocho kilómetros.
Por debajo de la baranda de la explanada ha-
llamos unos rústicos bancos de madera y un par
de paneles, uno panorámico y otro informativo
sobre la cabra montés. En ambos extremos del
mirador surgen los senderos ofertados por el par-
que natural. Comenzaremos a caminar hacia el
este, pasando junto a la placa homenaje a Luis
Ceballos. Inmediatamente, en la bifurcación vi-
ramos a la izquierda y con la placidez que nos
permite el suave descenso, disfrutaremos de un
paisaje forestal más propio de otras latitudes.
Desde el hoyo de las Colmenas afrontaremos un
62 GRANDES ESPACIOS
repecho que medra por el paraje del merendero.
A la altura del cortafuego reiniciaremos la ope-
ración de vaivén hasta que lleguemos al mirador
de la Era de los Gamones.
Merece la pena detenerse en este enclave para
contemplar el magnífico desarrollo del pinsapar,
mucho más denso en las exposiciones de umbría.
A este lugar viene a parar el otro sendero que
parte desde el puerto del Caucón. Sube por la
preciosa cañada del Alhucemar, así que esa po-
dría ser otra opción, más larga, para llegar a este
punto. Dicho lo cual, reemprendemos la marcha
en continuo ascenso hasta alcanzar el mirador
de la Caína, otro espectacular otero al tajo y ca-
ñada de la Caína, a la loma de la Cortina y a
Cerro Corona. En todos estos lugares se aprecian
las huellas de los incendios y los rodales de pin-
sapo que se salvaron de las llamas. Especialmen-
te bonita es la visión del Torrecilla, la cumbre se-
ñera de Sierra de las Nieves. De su cara norte
caen empinadísimas cañadas entre grandes cor-
tados rocosos. En una de las zonas de gleras, bajo
el elegante tajo del Picacho, crecen los centena-
rios tejos de la colada del Tejo.
Desde el mirador, un sendero recorre los an-
denes bajo los cantiles y llega a la fuente de la
Caína. Un cartel advierte del peligro de caída al
vacío y de posibles desprendimientos, así que ojo
al dato. Retrocedemos para regresar a la ascen-
dente vereda, ahora más estrecha y pedregosa,
signo inequívoco de que accedemos a la parte
alta del tajo de la Caína. Si decidimos asomarnos
al precipicio, tendremos que tener extrema pre-
caución, pues un resbalón, un golpe de viento o
cualquier otra circunstancia adversa, podría
hacer repetirse la historia de la desafortunada
mujer. Desde una depresión cercana podréis ob-
tener la mejor foto del cortado.
Arriba, un grupo de excursionistas saluda desde lo alto
del tajo de la Caína. En la otra página, el paraje conocido
como Los Lajares contemplados desde el mirador de la
Era de los Gamones.
De vuelta a la trocha, avanzaremos por una
meseta pedregosa que limita el pinsapar. Aun-
que hacia el oeste vislumbraremos el aislado y
vigoroso pinsapar de la Perra, a espaldas de los
abismales tajos de Añicle. Enseguida y en lo más
alto de la planicie hallaremos lo que resta de la
era de la Perra, de la que aún se aprecia su forma
circular. El sitio desde luego es idóneo por estar
abierto a los corrientes de aire que suben tanto
por el norte como por el sur. A más de uno la
imaginación le llevará a tiempos pretéritos,
cuando aquí se trillaba el cereal y se aventaba la
paja para obtener el grano. El siguiente cruce lo
tenemos muy cerca, a tan solo 150 metros.
GRANDES ESPACIOS 63
 7 Tajo de la Caína

Arriba, placa dedicada al botánico Luis Ceballos en el mirador del puerto del Caucón: la inscripción comienza diciendo
“No rehuyáis nunca el contacto con el monte; acudid a él llenos de curiosidad y de espíritu de observación…”.
Debajo, vista de Yunquera y de la sierra Cabrilla, una más de las integradas en el Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves.

64 GRANDES ESPACIOS
 Puerto
ar del Saucillo
l Pin
a de
rr 1401
Sie Lomilla de los Bueyes

1437

El Picacho

Puerto
del Caucón
Peña del Cuco
Mirador de
1665 Luis Ceballos

Mirador de la

ar
Era de los

m
1179

ce
Gamones

hu
Al
Los Lajares d el
Caña d a
rra
1465
a Pe
el
dad Mirador 1233
Puerto de Tajos de ña 1386
las Boas Añicle Ca Tajo de Fuente de la Caína Cerro
1561 la Caína Guajarajaz
1648 (Tocón IGN)
(Cerro del
Chaparral. IGN)

Cañada de las C
arnic
ería
s
0 0,5
km 

FICHA PRÁCTICA
Ahora coincidiremos con el sendero de uso pú- Punto de partida:
blico Caucón-Peñón de los Enamorados. Noso- Puerto del Caucón - Mirador de Ceballos
tros lo vamos a tomar en sentido descendente, Tipología:circular. Longitud:5,4 km
desnivel acumulado:+475 m.
penetrando otra vez en el sombrío bosque de Tiempo aproximado: 3 h.
pinsapos. Cartografía:hoja 1051-4 del IGN. 1:25 000
Toca descender y cruzar los cauces de las ca-
ñadas de Zarzalones y de Juanisco Huelva, nor- OBSERVACIONES
malmente secos, ya que la naturaleza porosa de Es un recorrido apropiado para realizar
la caliza actúa como filtro para el agua de lluvia con toda la familia. Tan solo tendremos
que extremar la precaución en los
y las escorrentías. A escasa distancia de la últi-
alrededores del tajo de la Caína, tanto si
ma cañada el sendero tuerce al este y recorre la nos aventuramos por abajo como por
loma del Picacho por su cara de solana. Aquí arriba. Las posibilidades de alargar la
prepondera un clareado pinar y un sotobosque ruta son varias. Será cuestión de
combinar el trayecto propuesto con
conformado por sabinas, enebros, gamones, ro- otros senderos de este sector de la
meros, ardiviejas y matagallos. En los meses Sierra de las Nieves.
primaverales podremos disfrutar de una gran
abundancia y variedad de bellas orquídeas. Con
la contemplación del pinsapar que acabamos de
recorrer, llegamos al mirador dando por con- Track:
cluida la excursión. Ÿ https://desni.in/b9wcd

GRANDES ESPACIOS 65
 8 Texto y fotos: Rafael Flores

PEÑÓN DE
ENAMORADOS
Desde el puerto del Saucillo
¡El camino de la Nieve! Ese podría ser el título
de esta ruta con destino a un peñasco cuyo
nombre esconde una bonita historia de amor,
por el elevado número de pozos de nieve que
encontraremos. El negocio de la nieve fue un
importante recurso para las gentes de Yunquera
y Ronda. Esta dura actividad prestó su nombre,
sierra de la Nieve, a la franja que se extiende
entre el Cerro Alto de Yunquera, el cerro Pilones,
la meseta de Quejigales y las cañadas de Ronda.

El peñón de Enamorados, la tercera cumbre en altitud de la Sierra

de las Nieves, aparece en lotananza un dia tormentoso y después
de una nevada que hace bueno el pasado “industrial” de la sierra.

A
DEMÁS de visitar el paraje de los
Ventisqueros, donde se concentra un
buen número de pozos de nieve,
vamos a tener la oportunidad de ascender al
peñón de Enamorados (1777 m), o de los Ena-
morados, como aparece en la cartografia ofi-
cial, la tercera cumbre en altura del espacio
protegido. Desde la pequeña mesa que lo coro-
na se atisba el Torrecilla, la cañada de las Car-
nicerías, Cerro Alto , la costa mediterránea y,
según esté el cielo de limpio, hasta las monta-
ñas del Rif.
Como no podría ser de otra manera, en el
transcurso de la excursión caminaremos en
compañía de los endémicos pinsapos, la ma-
yoría ceñidos a las cañadas del puerto del Sau-
cillo y de Bellina, donde crecen y se expanden
con gran vigor. Cabe destacar la presencia de
algunos ejemplares de gran porte y antigüe-
dad; es el caso de los pinsapos Moreno y Can-
delabro, catalogados como Árboles Singulares
de Andalucía.
¡Sorpresa! Casi al final del recorrido, en las
inmediaciones del puerto de Bellina, nos
aguarda un bosquete de cedros atlánticos, es-
pecie originaria de las montañas del centro y
norte de Marruecos. La asociación de pinsapos
y cedros nos recuerda a los paisajes del vecino
Parque Nacional de Talassemtane. Sierra de las
Nieves y Talassemtane, dos calcos geográficos

66 GRANDES ESPACIOS
en ambas orillas del Mare Nostrum, forman
parte de la Reserva de la Biosfera Interconti-
nental del Mediterráneo.
Itinerario
Para llegar al puerto del Saucillo, punto de partida
de esta excursión, tomaremos la pista forestal que
comienza en la rotonda de la travesía de Yunque-
ra, a la altura de la gasolinera. Entre la carretera y
el puerto median algo más de seis kilómetros.
Desde el mirador habilitado en el puerto des-
cubriremos una inmejorable perspectiva de la
bahía de Málaga, del fértil valle del Guadalhorce
y de la cordillera litoral compuesta por las sierras
de Mijas, Alpujata, Canucha y Blanca, respon-
sables del cálido clima de la Costa del Sol. De los
dos senderos que de aquí parten, elegimos el de
la izquierda, señalizado como Sendero Puerto
del Saucillo-Torrecilla. De inmediato penetra-
mos en la espesura del pinsapar, caminando por
la ladera norte de la cañada del puerto del Sau-
cillo. El ascenso es suave, pero continuo.
Pronto hallaremos en el margen del camino un
pozo de nieve restaurado. Un cartel ofrece infor-
mación sobre esta dura actividad desaparecida
en los años treinta del pasado siglo. Cabe reseñar
que en aquellos años un nevero ganaba cinco re-
ales al día, y que un kilo de pan costaba un real.
En la cota de 1400 metros, antes de llegar a
la cuerda, dejaremos a la derecha el sendero
GRANDES ESPACIOS 67
 8 Peñón de los Enamorados
Arriba, la foto obligada junto al pinsapo Candelabro,
Árbol Singular de Andalucía. Debajo, ejemplar de
Leucanthemum arundanum, endemismo bético cuya
población más abundante se halla en los roquedales de
Sierra de las Nieves. A la derecha, el pinsapar del puerto
del Saucillo muestra un estado de salud excelente.
que se adentra en el llano de la Casa y el ba-
rranco de los Mármoles. Este ramal, que forma
parte del trazado de otro sendero del parque
natural, nos permitiría regresar al puerto del
68 GRANDES ESPACIOS
Saucillo. Dicho lo cual, ahora, por un tramo de
vereda zigzagueante, nos dirigiremos a la incon-
fundible peña del Cuco, lugar apropiado para
hacer una parada y contemplar el pinsapar de la
cabecera del arroyo Zarzalones, cuya zona más
elevada se conoce como Los Lajares, no se sabe
si por esa disposición de la roca en peldaños o
por los antiguos bancales donde se cultivó la vid.
De aquí parte hacia el sureste una desdibujada
trocha que alcanza el famoso Tajo de la Caína.
 La ausencia cada vez más acusada de pinsapos
nos indica que entramos en un nuevo piso biocli-
mático rico en plantas rastreras como la sabina,
el enebro y diferentes tipos de piornos llamados
genéricamente asientos de monja. La cuesta se
«LA SIERRA DE LAS NIEVES Y EL PARQUE NACIONAL
TALASSEMTANE FORMAN PARTE DE LA RESERVA DE
LA BIOSFERA INTERCONTINENTAL DEL MEDITERRÁNEO».
suaviza al doblar el puerto del Cuco, situado
entre el cerro del mismo nombre y un cortado
muy característico conocido como Andén de la
Cuchara. Al fondo se intuye los Ventisqueros,
una llanura inclinada donde se distinguen las
GRANDES ESPACIOS 69
 8 Peñón de los Enamorados
Desde el mirador del puerto se consigue una
inmejorable perspectiva de la bahía de Málaga, del valle
del Guadalhorce y de la cordillera litoral. Debajo, una
verrugosa andaluza (Chondrostega escobesae),
endemismo bético presente en la meseta de Quejigales.
Algunos senderistas la pisan al confundirlas con la
procesionaria del pino.
70 GRANDES ESPACIOS
huellas de varios pozos de nieve y la choza, muy
deteriorada, donde los neveros se refugiaban al
calor de la lumbre.
Por fin tenemos en nuestro campo de visión
la silueta del peñón de Enamorados. Próximos
a la cima, buscaremos la trepada por una fácil
canal. El amplio horizonte compensa con cre-
ces el esfuerzo realizado. Una vez abajo, de se-
guir la vereda hacia el suroeste, tendríamos la
opción de subir al Torrecilla o conectar con los
senderos del pinsapar de Ronda. Ahora toca
emprender el regreso por el mismo camino que
hemos traído, aunque poco antes de llegar a los
Ventisqueros nos dirigiremos hacia una amplia
dolina con un pinsapo solitario en el centro: el
llano de la Gotera.
Junto a la dolina nos topamos con la bifurca-
ción de caminos que se dirigen al puerto del
Canalizo, al oeste, y al puerto del Hornillo,
nuestro siguiente destino, al norte. La vereda
discurre en un principio por la ladera de la Pe-
 Cueva
1297 del Agua
Peñón de Cerro de las 1064
Ronda Camaretas
1044 1283
Pico del Cerro de
Jarro las Minas
Cortijo del 1182
Peñón Pinsapar 1304
1019 de Ronda de Cubero Pinsapo
Candelabro
Pto de Bellina 24
3
Pto del Saucillo GR
1504 Pinsapo 1398
Moreno
Loma de la 1325
Pto del Chaparrera Pozo
Hornillo de nieve
1212
Pinsapar 1384
de Bellina
Fuente de
la Perdiz
1671 1437
El Picacho
1678 1561
Puerto Mirador de
1665 del Caucón Luis Ceballos
1569
Pozo de Pozos Peña
de nieve del Cuco
1693 nieve
1741
Mirador de la
Pozo de Era de los 1179
nieve 1773 Gamones
Tajos de
Peñón de Añicle
Enamorados Cerro
(Cerro del 1386 Guajarajaz
Chaparral. IGN)
Tajo de 1238 (Tocón IGN)
1581 la Caína

0 0,5
ñilla o Cerro Alto de Yunquera. Después tran- FICHA km 
sita por el lomo hasta llegar al referido puerto. PRÁCTICA
Aquí tendremos dos opciones. Bajar por la
Punto de partida: puerto del Saucillo
fuente del Hornillo, el pinsapar de Cubero y el Tipo: circular.
puerto de las Camaretas, desde donde podría- Longitud:11,5 km.
Desnivel acumulado:+700 m.
mos subir al puerto de Bellina, o seguir la senda
Tiempo aproximado:4 h.
de la cañada de Bellina. Nos decantamos por Cartografía:hoja1051-4 del IGN. 1:25 000
esta segunda posibilidad, que nos introducirá
en el pinsapar donde reina el pinsapo Moreno.
En la siguiente bifurcación tendremos que OBSERVACIONES
subir un corto trayecto hasta el puerto de Be- La extensa red de senderos de este sector
de la Sierra de las Nieves nos permitirá
llina, cubierto por un denso bosque de cedros
alargar o acortar la ruta según nuestra
atlánticos y pinsapos. forma física o predisposición. Eso sí, lo
Nos aproximamos al final del recorrido; recomendable es llevar los tracks de esas
para ello enfilaremos la primera bifurcación opciones para evitar despistes
inoportunos.
que surge a la derecha y conectaremos con el
trazado del sendero GR-243. Ya solo tenemos
que seguir las indicaciones al puerto del Sau-
cillo; aunque, eso sí, para el postre gozaremos
del “barroco” pinsapo Candelabro, apostado al
Track:
lado de la vereda. Ÿ https://desni.in/3xmhb

GRANDES ESPACIOS 71
 9 Texto y fotos: Rafael Flores

SALTO DE LA REJÍA
Desde Tolox
El municipio de Tolox tiene la morrocotuda suerte de ver confluir en su territorio
hasta tres litologías muy diferentes: calizas, peridotitas y rocas metamórficas.
Esta circunstancia, sumada a la diferencia de altitud que fluctúa entre los
1919 metros del pico Torrecilla y los 160 de río Grande, se aúnan para dar lugar a
una gran variedad de cubiertas vegetales y de usos agropecuarios en un espacio
relativamente pequeño. Aquí conviven abetos, tejos, serbales, quejigos de montaña
y castaños con encinas, alcornoques, aguacates, naranjos, limoneros, olivos y
almendros.

72 GRANDES ESPACIOS
E
L recorrido, coincidente con el sende-
ro local SL-A 239 Sendero del Charco
de la Virgen y el PR-A 282 Sendero de
las Cascadas, discurre en su totalidad sobre pe-
ridotita, roca de origen ígneo, rica en metales pe-
sados y tóxica para la mayoría de las plantas.
Precisamente, la peculiaridad geológica de las
peridotitas y la protección de los abetales sure-
ños han sido los argumentos esgrimidos para so-
licitar la declaración de Sierra de las Nieves
como parque nacional.
Nace este recorrido junto al balneario de
Fuente Amargosa. De las muchas peculiarida-
des de este centro, la más curiosa es el trata-
miento de vías respiratorias y problemas rena-
les por medio de la inhalación de gases. El edi-
ficio, de bonita factura, se construyó en 1910
en sustitución del que se llevó una riada en
1096. Los señores agüistas, así les llaman a los
clientes, pueden hacer uso de las instalaciones
entre junio y octubre.
En el plano paisajístico, contemplar las cho-
rreras de la cabecera del río de los Caballos es un
argumento, más que suficiente, para disfrutar
de una apasionante jornada de senderismo.
Itinerario
Lo primero que debemos hacer antes de empezar
a caminar, es echar un vistazo a los paneles de ini-
cio de los senderos que vamos a combinar. Están
bajo la escultura en bronce de la cabra montés,
uno de los iconos del espacio natural. Comenza-
remos el recorrido por el SL-A 239. Para ello des-
cenderemos por la rampa que bordea el balneario
en dirección al río de los Caballos. Lo vadearemos
Esta es la espectacular vista que se
obtiene desde la parte fina de la ruta. En
primer plano, el hotel de montaña Cerro
de Hijar. Detrás se adivina el casco
urbano de Yunquera. Cierra el horizonte
las sierras Cabrilla y Prieta.
GRANDES ESPACIOS 73
 9 Salto de la Rejía
Vista panorámica de Tolox y su sierra. En el centro
destaca el cerro Corona y las cumbres nevadas de la
orla caliza. En la otra página, el salto de la Rejía desde
las proximidades del arroyo Palmarejo.
dos veces en un corto espacio e iniciaremos un
suave ascenso atravesando una de las acequias
que recorren las márgenes del curso fluvial. Re-
corridos unos 700 metros estad atentos a un
aporte lateral que vierte al río de los Caballos por
la margen contraria. Es el arroyo de Marcos
López con dos coquetas pozas alimentadas por
sendas chorreras. Hasta allí se llega por una tro-
cha que se desprende en el punto donde el sen-
dero se une a un carril, cerca de donde estamos.
A partir de dicha confluencia, caminaremos por
la traza del PR-A 282.
Seguimos adelante, siempre cerca del cauce
del río, al cual podremos acceder por un sende-
74 GRANDES ESPACIOS
rillo que surge cerca de una construcción des-
vencijada. Entre una profusa maraña vegetativa
se oculta el coqueto charco de la Laja, otro lugar
donde poder refrescarse los días calurosos del
verano. Algo más adelante vadearemos dos
veces el río de los Caballos y una más su afluente
el arroyo Palmarejo. Pronto dejaremos el carril
que muere en la entrada a una finca privada, en
favor del sendero que sube a un bancal llano e
inculto. Unos 200 metros después la vereda nos
devuelve a la ribera del río de los Caballos. Sin
más remedio, lo vadearemos y a continuación
hallaremos el cruce donde se separa el ramal al
charco de la Virgen del sendero de las Cascadas.
Acercarnos al charco de la Virgen nos supondrá
recorrer unos 800 metros ida y vuelta, a veces
por el propio cauce. La cascada y la poza com-
ponen un cuadro de gran belleza. En verano, es
un lugar frecuentado por los bañistas.
 De vuelta al cruce, iniciare-
mos un incesante ascenso que
nos va alejando del río, cada
vez más embarrancado. Tras
un par de curvas cerradas ac-
cederemos a un carril en di-
rección a la cascada de la
Rejía, de la que tendremos
una espléndida visión desde
el ensanche donde muere el
carril. Este salto de agua es el
principal atractivo para los
barranquistas que rapelan
sus 51 metros de caída verti-
cal. Cruzaremos el cauce por
debajo de una cascada infe-
rior a la principal y avanzare-
mos unos metros entre un
rodal de alcornoques. Des-
pués vendrá una tendida su-
bida que engarza con otra ve-
reda solapada en un cortafue-
go. El tramo que sigue es
bastante pedregoso e inesta-
ble y habrá que caminar con sumo cuidado, aguas antes de despeñarse al conocido charco
sobre todo en las orillas del barranco de Horca- de la Virgen.
juelos, equipado como el anterior para su des- Definitivamente nos hemos posicionado en
censo deportivo. Unos 200 metros aguas arriba, la margen izquierda del río de los Caballos. El
cae una preciosa cascada, aunque la que tene- sendero sigue una traza lineal hasta alcanzar un
mos por debajo del sendero no deja de ser esté- lomo por donde casi hay que trepar. Con tino y
tica con sus dos chorreras enlazadas. Ambos un ritmo apropiado, se finiquita pronto. Lo que
arroyos, el de la Rejía y Horcajuelos, unen sus viene después es más agradable de caminar. La

«DE LAS MUCHAS PECULIARIDADES DEL BALNEARIO DE

FUENTE AMARGOSA, LA MÁS CURIOSA ES EL
TRATAMIENTO POR MEDIO DE LA INHALACIÓN DE GASES».

GRANDES ESPACIOS 75
 9 Salto de la Rejía

JUAN CARLOS CHAVARRÍA

Generosa cartelería senderista en las inmediaciones del balneario de Fuente Amargosa. Debajo, un deportista rapela
la cascada del charco de la Virgen en plena carga.

76 GRANDES ESPACIOS
 Cerro del Hijar
563
Tolox

0 0,5
km 
Balneario de
836 Fuente Amargosa
Cerro
del Jaral

s
a b allo
C

los
de
Río
709
Charco de Cerro
la Virgen Redondo
Bco Horcajuelos
886

Casa del
Hornillo
Cdode Majada
Redonda
848
Salto de
la Rejía
903

906

vereda mejora ostensiblemente y penetra en un FICHA PRÁCTICA

bonito pinar de resineros. Ahora circundamos
Punto de partida: balneario de Fuente Amar-
la cabecera del arroyo Palmarejo, conformada gosa. Tipo:circular.
por varias barranqueras. La que siempre lleva Longitud:10,5 km. Desnivel acumulado:
+880 m. Tiempo aproximado: 4 h.
agua deja entrever, sobre todo cuando ha llovi-
Cartografía: hojas 1051-4 y 1065-2 del IGN.
do bastante, otra bonita cascada. Desde este 1:25 000
punto se deriva una vereda que sube a la loma
de las Minas. OBSERVACIONES
La distancia ganada nos permite tomar con- Las chorreras llevan escaso caudal
ciencia de la magnitud de la cerrada cuenca del durante el estío. Para pillarlas en plenitud
es recomendable realizar la ruta en
río de los Caballos, en la que se enmarca como un
periodos de lluvias. Hay que tener
hilillo el salto de la Rejía. Por encima del sendero, presente que algunos tramos discurren
casi en paralelo discurre la pista del puerto de las por terrenos quebrados y expuestos a
Golondrinas, el principal nudo de comunicación caídas y que hay que vadear el río varias
veces. En verano existe la posibilidad
con los principales enclaves del espacio protegido. de darse un chapuzón en alguna de las
En un cortafuego se inicia el descenso a Tolox, al pozas del río de los Caballos.
principio por un erosionado sendero que a veces
se mete en el pinar. No tardaremos muchos en
llegar a un carril que enfilaremos al sur varios
centenares de metros para retomar la vereda que
Track:
nos conducirá hasta el balneario. Ÿ https://desni.in/yca4n

GRANDES ESPACIOS 77
10 Texto y fotos: Rafael Flores

PICO
TORRECILLA
Desde el puerto de los Sauces
Regresamos al techo la sierra de las Nieves
pero por otra ruta diferente a la descrita en
estas misma revista; una vía que aprovecha los
senderos trazados por ganaderos y carboneros
de Tolox en su ir y venir durante siglos y que se
han ido deteriorando por la casi total
desaparición de la actividad agropecuaria en
estos altos predios. Esta cara del Torrecilla ha
sufrido igualmente el embate de los incendios,
que han robado a la sierra algunas manchas de
pinsapar y sabinar irrecuperables. Por fortuna,
poco a poco y en los lugares más adecuados se
ve alguna regeneración. Esperemos que la
declaración como parque nacional haga
redoblar los esfuerzos por mejorar estas masas
forestales.

L
A zona más elevada de la ruta discu-
rre por el llamado desierto cárstico.
Es un paisaje de relieves espectacula-
res y con algunas huellas de glaciarismo. En el
presente recorrido, además de los consabidos
pinsapos, encontraremos tejos, que mantiene
en las sierras de Tolox y de la Nieve una de las
mejores poblaciones de Andalucía. Ni que
decir tiene que estos abuelos del bosque mere-
cen todo nuestro respeto y admiración. La ad-
ministración ambiental andaluza ha favoreci-
do la recuperación del tejo protegiendo un
centenar de ejemplares con vallados que impi-
den el ramoneo
El pilar de Tolox o fuente de los Machos, la
fuente más alta de la provincia de Málaga, es
lugar de obligada parada, ya sea por saborear
el agua fresca de este manantial que nunca se
seca. La factura de la construcción, a base de
grandes sillares, y las dimensiones hacen pen-
sar que tenga un posible origen romano. No
sería nada de extrañar, pues es sabido que la
meseta de Quejigales, cubierta antaño por un
quejigal-pinsapar, fue clareada con la inten-
ción de favorecer los pastos ganaderos. Por en-
cima del pilar, en una de las covachas del cerro
del Pilar encontramos una imagen de la Virgen
de la Victoria, patrona de Málaga, y un poco

78 GRANDES ESPACIOS
más arriba existe una hornacina en honor a
San Roque, Patrón de Tolox.
Itinerario
Para llegar al punto indicado de inicio seguire-
mos la pista forestal, en un principio asfaltada,
que nace junto al balneario de Fuente Amargo-
sa. El carril se torna terrizo al llegar al hotel de
montaña Cerro de Hijar, donde un monolito ho-
menajea al botánico Simón de Rojas. A unos
diez kilómetros del inicio y antes de acceder al
puerto de las Golondrinas, tomaremos un carril
que gira bruscamente a la derecha en dirección
a cerro Corona. Está indicado con un cartel.
También puede ocurrir que subamos al pico Torrecilla
y no podamos ver más que un inmenso mar de nubes,
lo que tampoco es una mala imagen.
Hasta aquí, normalmente, circulan todo tipo de
vehículos. En adelante podría variar la situación
en función del mantenimiento de la pista. En el
siguiente trayecto obviaremos un ramal secun-
dario a la izquierda y el que le sigue a la derecha.
A cien metros del último cruce atravesaremos
un cortafuego con una explanada donde apar-
car. Estamos en el puerto de los Sauces.
El cortafuego que sube a nuestra izquierda es
por donde bajaremos al regreso, así que tiramos
GRANDES ESPACIOS 79
10 Pico Torrecilla (desde el puerto de los Sauces)
La vista que se consigue desde el Torrecilla es fabulosa:
el Peñón Gibraltar, el Estrecho, las montañas del Rif…
Cuesta trabajo marcharse. Arriba, ambiente de vértigo
con el tajo de la Caína presidiéndolo todo.
para adelante por el carril, rodeando el cerro Co-
rona por su vertiente norte. Desde una cerrada
curva y antes de iniciar un fuerte repecho por
una rampa hormigonada obtendremos una ma-
ravillosa vista de la cañada de las Carnicerías, de
80 GRANDES ESPACIOS
la loma de la Cortina y de los tajos de Añicle, de
la Caína y Guajarajaz. Al emblemático puerto
Corona llegaremos tras recorrer casi cuatro ki-
lómetros. Aquí finaliza la pista e iniciaremos el
tramo más exigente de la ruta. Desde este encla-
ve donde confluyen peridotitas y calizas, parten
varios senderos. El escorado al noroeste y el que
toma dirección sur, los usaremos para el regreso.
El nuestro enfila una clara orientación suroeste.
No debemos de confundirlo que otro de menor
entidad –la vereda de los Oreganeros– que sube
hacia el oeste. Ahora llaneamos con buenas vis-
tas a las pinas laderas que nos separan de la
cumbre y al cerrado valle de Río Verde. Desgra-
ciadamente, los incendios forestales han dejado
una huella aún muy presente, como podremos
comprobar al ver los troncos calcinados de pin-
sapos, sabinas y enebros.
Después de transitar un kilómetro y medio
dejaremos el sendero que se dirige al barranco
de los Cazadores y tomaremos el que vira a la de-
recha enfilando la loma del Pino. Conviene
hacer algunas paradas para recomponerse con
la contemplación de uno de los mejores paisajes
montañosos del sur peninsular. Justo al llegar al
límite de lo que devoró el incendio, pasaremos
por el puerto de las Palomas Alto, cortejado de
pináculos rocosos.
Arriba ya vislumbramos los Navacillos, una
pequeña llanura rodeada de lajas planas y la
GRANDES ESPACIOS 81
10 Pico Torrecilla (desde el puerto de los Sauces)
La población de Yunquera se hace visible entre guedejas
de nube. Puede verse claramente la gris caliza que
forma el llamado desierto cárstico.
cumbre del Torrecilla. Podríamos tener la ten-
tación de subir “a hierro”, pero lo recomendable
es seguir el sendero hacia el cerro de los Valien-
tes y alcanzar el puerto del mismo nombre.
Ahora vamos a echar los restos en la suave cuer-
da del Torrecilla, con una sensación de dominio
muy disfrutón. La cumbre, es nuestra.
El regreso pasa por descender por el sendero
señalizado en dirección al pilar de Tolox, aun-
que, unos metros antes de llegar al mismo, esta-
«EN ESTE RECORRIDO ENCONTRAREMOS TEJOS, QUE
MANTIENE EN LAS SIERRAS DE TOLOX Y DE LA NIEVE UNA
DE LAS MEJORES POBLACIONES DE ANDALUCÍA».
82 GRANDES ESPACIOS
remos atentos al que faldea el Torrecilla, en
suave bajada, por la cañada de Froncaire. Por
aquí, gracias a la condiciones atmosféricas y a la
reducción de la carga ganadera, se regenera muy
bien el pinsapar. Uno de los puntos críticos de la
ruta lo hallamos en el punto donde la vaguada
se precipita hacia la cañada de las Carnicerías.
Aquí se abren dos senderos muy desdibujados,
uno al norte por debajo de los cantiles del cerro
Estepilar, y el nuestro al este, buscando por el la-
teral de un promontorio expuesto al vacío, el
paso de la colada del Tejo, un estrecho andén do-
tado con pasamanos.
Lo que sigue también impresiona. La vereda
es estrechísima y discurre en horizontal por un
 Caña 1043
da d
e las C 0 0,5
arnic erías km 
Cerro
Estepilar
ire
1718

ca
on
Fr
a de Picacho de 983
a d Fatalandar
Cañ
Pto de los Valientes x
1754 To l o
Pto Pozuelo 1822
de Pto de Peñas
Pilar de 1741
ra Cerro Corona Blancas
r
Tolox Sie Pto Corona
1295
1704

Cerro de
la Plazoleta Loma
del Pino 1125
1918 Cerro de Pto de los
Torrecilla la Cierva Sauces

1637 Coll de la Machoruela

Las Atalayas

declive herboso muy acusado. Algo más adelan- FICHA PRÁCTICA

te descubriremos entre enormes pinsapos, va-
Punto de partida: puerto de los Sauces.
rios tejos centenarios. Sin tiempo para recupe- Tipo: circular. Longitud:17,5 km.
rarnos de las sensaciones que nos aportan estos Desnivel acumulado: 1765 m.
Tiempo aproximado:6 h.
agrestes parajes, nos dispondremos a descen-
Cartografía: hoja 1051-4 del IGN. 1:25 000.
der, con tiento por una inclinada pedrera que al
final viene a torcer por otras coladas de menor
exposición. OBSERVACIONES
A la vista ya tenemos la hendida cañada del Sa- La vía de acceso discurre por una de las
caras más agreste del Torrecilla. Aunque lo
laíllo, en cuyo lecho y cerca del sendero, se localiza lógico es ir y venir por el mismo trazado de
la sima del Picacho. El último escollo lo hallamos ida, vamos a proponer, solo a montañeros
en unos cortados de la otra orilla que nos obligan experimentados, sin vértigo y con un alto
nivel de orientación, regresar por la colada
a una trepada facilitada por un pasamanos.
del Tejo, un rincón realmente salvaje de la
Posteriormente alcanzaremos las coladas sierra de las Nieves. Conviene realizar la ruta
Altas, revestidas por un joven pinsapar. Pronto con buena visibilidad. Recomendamos usar
el track del recorrido para evitar despistes.
alcanzaremos el puerto Corona. El regreso,
como ya indicamos, lo haremos por el sendero
que rodea la fachada sur de los cerros Corona y
de la Cierva. Al final la vereda se funde en el cor-
tafuego por donde descenderemos al puerto de
Track:
los Sauces. Ÿ https://desni.in/kqf7j

GRANDES ESPACIOS 83
84 GRANDES ESPACIOS
 11 Texto y fotos: Rafael Flores

CHARCO DEL CANALÓN

Desde Istán
Istán es el municipio de la sierra de las Nieves con la oferta más amplia de
senderos homologados. Entre ellos figuran los dos que vamos utilizar: el PR-A 280
Istán-Charco del Canalón y el PR-A 166 Istán-Herrizas de la Gallega. Este bonito
pueblo blanco asomado a la costa de Marbella, se precia de ser el manantial de la
Costa del Sol. Pasear por sus calles estrechas de casas encaladas es una agradable
experiencia envuelta en aromas orientales. En cada calle, en cada esquina, hallarás
una bonita fuente donde saciar la sed.

C
UANDO las primeras tribus bereberes agua se palpa en cada rincón de los paisajes
llegan a estas tierras, descubren un au- agrarios de la Sierra de las Nieves. En las cerca-
téntico paraíso situado en una mesa nías del pueblo, contiguo al nacimiento del río
de travertino próxima al Mediterráneo, asoma- Molinos, se halla el paraje del Coto, recorrido
da a río Verde y rodeada de feraces montañas: por varias acequias moriscas adaptadas como
las bermejas al oeste y las blancas al este. A tenor senderos. La sensación que aporta pasear por
de lo visto, no es de extrañar que eligieran este este vergel, es maravillosa.
lugar para fundar una comunidad. La ruta discurre por el encajonado valle de
Los andalusíes nos legaron las técnicas de irri- río Verde, paradigma de los cursos fluviales de
gación y el uso sostenible del agua. Nos propor- la Serranía de Ronda, en cuyas orillas se abra-
cionaron el concepto, tan andaluz, del huerto zan las tres rocas madre del territorio: calizas,
jardín, que conjuga en un mismo espacio los cul-
tivos, las plantas aromáticas y las ornamentales,
creando una atmósfera sin igual para los senti-
dos. Para solventar los inconvenientes del terre-
no construyeron terrazas a las que llevaban el
agua por una laberíntica red de acequias. La so-
brante, se devolvía al río o se aprovechaba en los
ingenios hidráulicos. No cabe duda, y en este re-
corrido se podrá comprobar, que la cultura del

Panel del Parque Natural Sierra de las Nieves con

información general del espacio protegido.
A la izquierda, el charco del Canalón. Puede verse la
canalización que le da nombre sobrevolando el barranco.

GRANDES ESPACIOS 85
11 Charco del Canalón
peridotitas y suelos silíceos. Tantos y tan extraor-
dinarios valores ambientales llevaron a la Unión
Europea a catalogarlo como Zona de Especial
Conservación (ZEC). Entre la fauna asociada al
curso fluvial destacan especies como la boga del
Guadiana (Chondrostoma willkommii), exclu-
sivo del centro y sur de España; el blenio (Sala-
ria fluviatilis), considerado en peligro; la nutria;
la trucha común o el sapillo pintojo meridional
(Discoglossus jeanneae), otro endemismo ibérico
seriamente amenazado.
Itinerario
El tráfico rodado en el casco antiguo de Istán
está restringido, de modo que recomendamos
estacionar en el aparcamiento de calle Calvario.
Después hemos de buscar la calle la Huerta, si-
tuada en el perímetro este del caserío. De ahí
86 GRANDES ESPACIOS
Avanzando un tramo del recorrido por la acequia.
En la otra página, la iglesia de San Miguel que es,
después de la Torre de Escalante, el edificio más antiguo
de Istán. Detrás asoma Sierra Blanca.
parte un sendero que desciende hasta un puente
de madera sobre el río Molinos. En este justo
lugar encontramos el PR-A 166. Desde el primer
momento se nota la humedad que proporciona
el río, adornado por una espesa vegetación ripa-
ria y rodeado de bancales donde se prodigan las
huertas, las parcelas de cítricos y los nuevos cul-
tivos tropicales encabezados por el aguacate,
aunque también se ven algunos mangos, níspe-
ros y chirimoyos. El sendero acaba desembocan-
do en un carril por donde también se solapa el
PR-A 280. Tan solo tendremos que seguir las
balizas para llegar al charco del Canalón, pero
para ello, aún queda camino.
La pista va ceñida a la curva
de nivel, por lo que iremos lla-
neando plácidamente. El pa-
norama es diverso en cuanto
a paisajes. Por un lado, con-
templamos Sierra Real, de
notable coloración bermeja y
cubierta de pinares. En el otro
margen descuellan los pica-
chos y las fuertes pendientes
de Sierra Blanca. En tanto, en
el fondo del valle se expanden
los terrenos abancalados con
pequeñas casas de labranza
acá y allá. Apenas llevamos re-
corrido 1300 metros cuando
estaremos prestos al cruce de
las Herrizas de la Gallega,
donde se deriva hacia Istán el
PR-A 166, que será la opción
elegida para el regreso.
Continuamos avanzando
cómodamente por el carril. La
distancia alcanzada nos per-
mite vislumbrar Istán, ubica-
da en el único lugar llano de
cierta dimensión en rededor.
ANTONIO CIERO/ADOBESTOCK
Para entender la formación
del travertino donde se asienta el pueblo, ten- getación situada cerca del cauce. Posteriormen-
dríamos que retrotraernos a pasadas eras geo- te, el río dejó de fluir por este lugar y esas barre-
lógicas, cuando un río de enorme caudal va con- ras originadas anteriormente se van sedimen-
formando barreras de tobas, rocas devenidas de tando hasta formar una plataforma travertínica.
la solubilidad de la caliza en aguas ricas en dió- Algunos de los bancales usados para la agricul-
xido de carbono, que calcifican los limos y la ve- tura, tienen ese origen.

«PASEAR POR LAS ESTRECHAS CALLES DE CASAS

ENCALADAS DE ISTÁN ES UNA AGRADABLE EXPERIENCIA
ENVUELTA EN AROMAS ORIENTALES».

GRANDES ESPACIOS 87
11 Charco del Canalón

Desde los miradores de las Herrizas y del Tajo Banderas se divisa una preciosa estampa del embalse de la
Concepción. Debajo, el refulgente caserío de Istán acomodado en la ladera de Sierra Blanca.

88 GRANDES ESPACIOS
 Casa de
556
Balatín Charco del
A unos 800 metros del anterior cruce, aban- Canalón
0 0,5
donamos el carril y entramos en un sendero que km 

medra entre pinos y algarrobos. Quién sabe si

tendremos la suerte de cruzarnos con un corzo Casa Palomera
morisco, ese pequeño cérvido, difícil de avistar,
425
que tiene sus poblaciones europeas más meri-
dionales en el Valle del Genal y los parques na-
turales de Sierra de Grazalema, Los Alcornoca-
les y Sierra de las Nieves. Lo que sí avistaremos
serán los cerrados meandros del río y las vegas Casa de los
de cultivos. Dejamos atrás los vaivenes de la ve- Bancales de
la Iglesia 353
583
reda y de nuevo recuperamos el carril en el puer-
358
to de la Cornicabra. Ahora sí, descendemos
502
hasta las vegas del Colmenar, a donde se podría
Vegas del
llegar en coche desde Istán. En los huecos llanos Colmenar
que median entre el carril y el curso fluvial, sue-
Herrizas de
len aparcar los bañistas que se acercan en verano la Gallega
a este lugar. o
Ver Sierra
de Blanca
Rí

En un lateral del carril, donde existe un cartel

de uso público que resulta ser el punto más bajo
del parque natural (220 m), remontamos un
talud hasta la pista de Casa Palomera y El Bala- Istán
tín, enmarcada en adelante por lo más granado
311 Cerro de la Zahína
de la foresta del monte mediterráneo: alcorno- Tajo Banderas 422
ques, quejigos, pinos, enebros, acebuches, len-
tiscos, madroños, palmitos, zumaques, hérgue- FICHA PRÁCTICA
nes, jaras pringosas… Finalmente llegamos al
Punto de partida: Istán.
famoso charco del Canalón, situado en un golli- Tipo: Lineal. Longitud:12,4 km.
zo del río y adornado por una cascada artificial Desnivel acumulado:+760 m
Tiempo aproximado:3 h.
que mana desde el canal aéreo de una acequia.
Cartografía:Hojas 1065-2 y 4 del IGN. 1:25 000.
Regresamos al cruce de las Herrizas de la Ga-
llega y enfilamos el PR-A 166. Primero pasare-
mos junto a una desdibujada era y, a continua-
ción, descenderemos por la trocha hasta el carril Track:
que, en franca subida, nos devolverá a Istán. Ÿ https://desni.in/t3gra

OBSERVACIONES
El río es un medio vivo y sensible a las agresiones ambientales, por ello os pedimos, si os vais a bañar
en sus pozas, que no uséis cremas solares. Río Verde se llama así por el verdín que cubre el lecho,
circunstancia a tener en cuenta ya que las rocas resbalan bastante. Las riberas son el hábitat de
numerosas libélulas. Hagamos lo posible por no molestarlas.

GRANDES ESPACIOS 89
12 Texto y fotos: Rafael Flores

RUTA AL
CASTAÑO
SANTO
Desde el puerto de la Refriega
Esta excursión, que nos llevará a conocer un
extraordinario castaño de 800 años de vida,
pivota alrededor de la vía pecuaria vereda de
Marbella a Ronda, ancestral e histórico camino
entre estas dos importantes poblaciones
malagueñas. Ha sido durante siglos el vínculo
para el trasiego de ganados y mercaderías entre
la costa mediterránea y las comarcas del
interior. Hasta los años cuarenta del pasado
siglo, una cantidad ingente de arrieros bajaban y
subían por estos andurriales cargados de
productos de la sierra: carbón, madera, cal,
castañas, etcétera. Al regreso colmaban las
alforjas principalmente con géneros de la mar.

El espectacular Castaño Santo de Istán. Su copa da sombra a

más de 500 metros cuadrados. Su porte y su historia bien le hacen
acreedor de ser declarado Monumento Natural.

E
L referente de la ruta es el Castaño
Santo de Istán, una reliquia viviente de
unos 800 años de antigüedad que
ocupa el puesto 22 entre los árboles más longe-
vos de España. También es el segundo árbol más
grueso del territorio peninsular. Sus dimensiones
son asombrosas: 21,5 metros de perímetro en la
base y una altura de 24,5 metros. Bajo su copa se
celebró una misa de campaña durante la rebelión
morisca de 1568, de ahí el apelativo de “Santo”.
Aunque parezca increíble, aún no ha sido cata-
logado como Monumento Natural de Andalucía.
Desde hace unos años, este formidable ejemplar
sufre el acecho de la avispilla del castaño, un in-
secto originario de China que causa estragos en
los castañares de la Serranía de Ronda.

90 GRANDES ESPACIOS
Itinerario
Al puerto de la Refriega, punto de inicio de esta
excursión, se llega de dos modos: por la carretera
A-397 (Ronda-San Pedro de Alcántara) a través
del acceso al área recreativa Conejeras, siguiendo
hasta el puerto del Algarrobo las indicaciones de
la Puerta Verde de Marbella, donde se vira a la
izquierda por el carril de la Refriega. En el otro
extremo debemos ir a la urbanización Las Lomas
de la Quinta (Marbella) y subir por el camino del
Meliche hasta dar con la Puerta Verde. Una vez
alcanzado el descansadero de Venta Quemá, de-
jaríamos la vía pecuaria en favor de la pista fores-
tal al puerto de la Refriega.
Lo primero a destacar es que en todo momen-
to transitaremos o por la vía pecuaria o por el
GRANDES ESPACIOS 91
 12 Ruta al Castaño Santo
Un grupo de caminantes avanza por el carril de La
Refriega. Enfrente se levanta el pico Plaza de Armas.
monte público Sierra del Real, uno de los que se
incorporarán al futuro Parque Nacional Sierra
de las Nieves. Solo estaremos en terrenos priva-
dos cuando nos desviemos al Castaño Santo de
Istán; aunque podéis ir tranquilos pues se per-
mite el acceso.
En el puerto de la Refriega parten varios ra-
males. Proponemos comenzar por el que sube al
norte, el que ha sido vía de acceso para los pro-
cedentes de la carretera Ronda-San Pedro.
«BAJO LA COPA DEL CASTAÑO DE ISTÁN SE CELEBRÓ
UNA MISA DE CAMPAÑA DURANTE LA REBELIÓN MORISCA
DE 1568, DE AHÍ EL APELATIVO DE “SANTO” QUE LUCE».
92 GRANDES ESPACIOS
Desde ya, la mirada, sin remedio, se dirige a la
majestuosa presencia del Torrecilla y a las abis-
males barranqueras que alimentan el caudal de
Río Verde, oculto a la vista, pero cuyo cauce, in-
tuimos. Un mirador situado algo más arriba, en
la curva del carril, nos ofrece similar panorámi-
ca, aunque tiene un óptimo campo de visión al
cortijo de la Cruz, en los mapas citado como casa
del Algarrobo. Antes de que fuera restaurado se
podía ver en la fachada los impactos de balas
producidos en un encuentro de la Guardia Civil
con el bandolero Flores Arrocha.
En esa misma dirección, escorado al norte, bajo
la loma del Moro se atisba una pequeña mesa
desprovista de vegetación. Fue techumbre y huer-
ta a la vez de la casa-cueva del Moro, vivienda tipo
troglodita abierta bajo el cantil. Estuvo habitada
hasta los años sesenta del pasado siglo.
En la siguiente curva manan las aguas de la
fuente del Timbre. En la cañada que alimenta al
pilar, aún se ven los esqueletos de un pequeño
rodal de pinsapos tutelados por un ejemplar de
gran altura que, como el resto de abetos, no se
libró de las llamas. Lo positivo es que la pista fo- Apretaderas, dando vistas a las dos vertientes, la
restal lleva un trazado lógico, ceñido a la ladera del Guadaiza al oeste y la del arroyo del Bote al
del cerro del Duque y ganando altura progresi- este. Ojo ahora, la segunda vez que crucemos el
vamente. Los entrantes y salientes de la monta- cortafuegos, nos asomaremos a la izquierda para
ña dan la extraña sensación de que no avanza- buscar la vereda de corchas que usaremos para
mos. Lo cierto es que es prefe-
rible ganar altura aplicando
un menor esfuerzo.
Un ensanche del carril que
sirve para dar la vuelta con el
coche, nos avisa de la cerrada
bifurcación que se dirige a Río
Verde y de que muy pronto al-
canzaremos el puerto del Al-
garrobo, donde muere la
cuerda noroeste del cerro del
Duque. En dicha encrucijada
sigue la pista en dirección al
puerto del Robledal y dobla la
Puerta Verde de Marbella, por
donde continuaremos ro-
deando el referido cerro del
Duque.
El vial, más estrecho que el
anterior y rodeado de un asfi-
xiante pinar, desciende muy
La chorrera de la que
suavemente hasta el siguiente nace el arroyo del Bote se
hito, el redil de ganado de la convierte en cascada en
los años húmedos.
majada de la Encina. Prosigue Arriba, las mulas siguen
siendo imprescindibles para
la vereda de Marbella a Ronda
la saca del corcho en esta
por lo alto de la sierra de las sierra.

GRANDES ESPACIOS 93
 12 Ruta al Castaño Santo

964
bajar al carril de la Refriega. Estos viales,
Fuente Mirador del
Pto del Algarrobo del Timbre Torrecilla usados cada diez años para transportar
el corcho extraído a los alcornoques, se
P de la
to
limpian y adecentan solo cuando van
1232 Refriega
1328 a ser usados. Lo decimos porque con-
Nacimiento del forme pasan los años desde la última
arroyo del Bote
saca, más dificultad tendremos para se-
1345
Cerro Mirador del guir la huella. En todo caso, si no lo te-
del Duque Valle del Arroyo
del Bote néis claro, la solución es bien fácil. Se-

Casa de la
guid la Puerta Verde hasta confluir a la al-
Alberquilla tura del antiguo descansadero de Venta
1133
Quemá, con la pista de la Refriega. Tan solo
habría que remontarla para recuperar el
Majada de trazo de la ruta.
la Encina
A escasa distancia de la confluencia de
Casa del Hoyo
1077 del Bote la vereda de las corchas con el carril, ha-
Casa Guarín
llamos la bifurcación al Castaño Santo
Castaño El Hoyo de Istán, situado en la finca del Hoyo del
Desvío a la Santo del Bote
vereda de corchas Bote. Desde la tercera curva parte el sendero
hacia el regio árbol. Actualmente no tiene perí-
0 0,5
km  metro de protección. Como es lógico, tendre-
FICHA
PRÁCTICA mos el impulso de hacernos una foto a su som-
bra. Advertimos que pisar el suelo que le rodea
Punto de partida: puerto de la Refriega.
Tipo:circular. o subirse a sus ramas, le resta años de vida.
Longitud:14 km. Cada semana, se cuentan por decenas las per-
Desnivel acumulado:+850 m. sonas que se acercan para admirarlo. Seamos
Tiempo aproximado:4 h.
Cartografía:hojas 1065-1 y 2 del IGN. 1:25 000. respetuosos.
Lo que resta de ruta es un apacible paseo a la
sombra de pinos y alcornoques. Además, para
OBSERVACIONES acabar con brillantez la excursión, nos esperan
El acceso al puerto de la Refriega desde el dos jugosas sorpresas. La primera es la pequeña
área recreativa Conejeras tiene peor piso, chorrera del recién nacido arroyo del Bote. La
pero es más corto. El segundo es algo
más largo, pero suele tener mejor suelo. otra, un mirador con hermosas vistas a Sierra
Dependerá de nuestra procedencia, tipo Real, a la cuenca de Río Verde, al mar Medite-
de vehículo o apetencia, elegir una u otra rráneo y al cordón litoral. Ÿ
opción. Conviene informarse antes del
estado de los carriles, pues las lluvias
torrenciales suelen producir desperfectos
que tardan en repararse. En ambos casos,
un utilitario de cierta altura no tendrá
problemas. Track:
https://desni.in/3r4ch

94 GRANDES ESPACIOS
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