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l. CUESTIÓN PRELIMINAR
la nacionalidad produce una serie de efectos
1
Respecto de las personas natura es, i son los siguientes:
· 'd' e según RICARDO B BALESTRA'
JUfl icos qu , . · los derechos O los deberes políticos, o
a) Les otorga a deterrrunadas pe~s?nas .
ambos, y les fija sus obligaciones Jillhtares, . ,, . .
ño de detenninadas funciones pubhcas,
b) Faculta para e1desempe ,, .
c) Autoriza a la obtención del pasaporte para retomar al pa1s, y, en caso de m-
digencia, a ser repatriado por el Estado; Y
d) Habilita para obtener la protección diplomática del ~stado en caso de que
los intereses de sus nacionales sean lesionados en el extranJero.
En derecho privado, la nacionalidad ha servido de punto de conexión para ~e-
gular el estatuto personal (estado y capacidad de las personas) y algunas regulac10-
nes de familia.
Ahora bien, ¿qué ocurre con las personas jurídicas? Desde luego que a estas
no les son aplicables los efectos de a), b) y c), porque son específicos para las per-
sonas físicas. En cuanto a la protección diplomática, da lugar a responsabilidad del
Estado en caso de denegación de justicia.
La nacionalidad de las personas jurídicas y, en particular, la de las sociedades,
es planteada a partir de su internacionalización, porque su radio y esfera de acción
rebasan la soberanía de un Estado y penetran en otros territorios estatales.
Es necesario determinar si las sociedades tienen nacionalidad, o no. En efec-
to, por tradición habían aceptado los doctrinantes la nacionalidad de las socieda-
des, pero recientemente2 algunos conceptúan que no era posible que el vínculo mo-
ral de la nacionalidad existiera entre una persona moral y el Estado, ya que se
trataba de una vinculación de carácter esencialmente político y sociológico.
1
RICARDO B. BALESTRA, Nacionalidad, control y régimen internacional de las sociedades,
Buenos Aires, Edit. Abeledo-Perrot, 1969, pág. 6.
LY~N-CAEN et RENAULT, Des sociétés, 4ª ed., t.
parte 2ª, núms. 1164 y ss.; cita de NmoYET,
11,
op. clt., pag. 140; PILLET, Personnes morales en droit international privé vol I Paris 1913 núms.
80 a 113, págs. 118 a 160. · ' · ' ' '
~~,-~·: o-:.
n:e:XJ:.~:n~-:~:::::~~:~:::~t.~:e-da
1
~ d- - - - - - - - - - - - - - --117~3
con un Estad 1
no implica que a sociedad tenga n . . . 0 Y a sumisión a su régim 1 al
dadera nacionalidad, la única que a~ionalidad. J. P. NmoYET3 expresa· '~Ln eg
. . •d existe, crea un 1 . , • a ver-
un mdivi uo y un Estado. Hasta abo 1 a re_ acion de orden político entre
. t 'T' • ra, e derecho mte ·
ninguna ora. J.eruendo esto en cuent . , mac1onal no ha conocido
,t. a, l.como es posibl ·
de orden poli 1co entre una persona e concebu una relación
? H mora1-u otra fo ·,
Estado. ay en ello algo que no se co d rmac10n equivalente- y un
. 1 1 mpren e Un Estad0 f
nac10na es, os cuales constituyen su s ta . · se orma mediante sus
·fi us neta Las forma
les mam estan su actividad no aume ta : s con que los naciona-
, n ne1 numerode 11 N
se que España esté constituida ante tod _ e os. o puede admitir-
más, por sociedades españolas, en las cuºa1' pofir espa~oles (personas físicas) y, ade-
. .· ' es guraran de nuevo forz
nusmos nacionales. De admitir 1 .. , . , , osamente, 1os
a opimon contrana, habna que admitir también
que un Es~a~o puede aumentar ficticiamente el número de sus nacionales".
La p~actlca emplea impropiamente el vocablo "nacionalidad" para referirse
l~s _sociedades, ya que, como lo expresa el autor mencionado con gran criterio
JUndi~o, el hech~ ~e que un automóvil esté matriculado en un país no significa
que dicho automovil haya adquirido nacionalidad. Así, cuando se habla de nacio-
nalidad de una aeronave, no significa que esta tenga nacionalidad, sino que lleva
el pabellón de determinado país. Lo importante no es determinar si una sociedad
tiene nacion;didad o no, sino estudiar su estatuto jurídico o el régimen legal al
que está sujeta. Además, la relación política no puede aceptarse entre el Estado y
una cosa, por ejemplo, un buque o una aeronave.
El Tribunal Arbitral Mixto franco-alemán, en decisión de 30 de noviembre
de 1923, asun{o Jordán, rechazó la nacionalidad de las sociedades4: "El Tribunal
estima que, ~as so.ci~dades en comandita en su calidad de personas morales, no
tienen naci,o~a}ic;l~d propiamente dicha, ya que esta confiere derechos (como el
derecho delisufragio, el derecho a ser nombrado para ejercer funciones públicas,
la protección contra la extradición, etc.) e impone, además, obligaciones, como la
del servicio militar, quy no pueden aplicarse más que a las personas físicas". Pero
aceptando que por un mal uso del lenguaje las sociedades tengan nacionalidad,
¿cómo' se'reconoce si' una sociedad es nacional o es extranjera? Se han propuesto
! ' ,· •
varias teorías.
En r~sumen, se pueden citar las siguientes tendencias: .
a) ~a mayoría de los,países europeos, en su doctrina Yjuris;rudencia, adm1ten
la nacionalidad de la sociedad. Sin embargo, algunos autores la han rechazado.
. .
3 J. P. NIBOYET, Principios de derecho internacional privado, México, Editora Nacional, 1960,
págs. 140 ,y SS.
4 Cita de J. P. NrnoYET, en op. cit., pág. 145.
.AND:
5 Pn.LET Des personnes morales en droit international privé, vol. I, Paris, 1914, pág. 13~;
P~PY , Pépy ;hése, París, 1920, pág. 122; S. HAMEL, 1924, 2. 25; DE GALLAIX, Nouveau evue e
174
.onalidad de las sociedades y que es
· actohab lar den ªel
BATIFFOL6 dice q~e no es inex_ . d de navíos, barcos y aeronaves, que expresa
una noción próxima a la nac1onal1da .
., . .d d nacionales o extranJeras.
tamb1en las act1v1 a es . Estados Unidos, las sociedades se
, 1OsaJones Inglaterra Y
b) En los pruses ang ' d d se las ha incorporado (tesis de la incor-
h del país en on e ·
regulan por e1derec O . orado una sociedad al derecho de cierto
., ) l hecho de haberse 1ncorp ., .
porac1on , Y e . . d d tiene derecho a la protecc1on diplomática de
Estado implica el que dicha soc1e a
tal Estado. . . F t rmulada· en 1876 por e 1 nunistro
· · · de
argentino
e) Doctrina /rigoyen. ue O - . ~ ,
. d B ardo de Irigoyen. En dicho ano se presento un
Relaciones Extenores, octor ero , d 1
. · · d Santa Fe el Banco de Londres y Río a Plata. La
conflicto entre la provincia e , ., . .
provincia había dictado una ley que ordenaba la convers1on en oro de las elills10nes
de papel moneda autorizadas por el gobierno local. Como el ~aneo de Lo~dres
no realizó dicha conversión y dispuso del oro en otras operaciones, el gobierno
local tomó medidas sancionatorias contra la sucursal Y sus representantes. Ello
originó una reclamación diplomática del gobierno inglés? a .l a que respondió el mi-
nistro Irigoyen:
"Las personas jurídicas deben exclusivamente su existencia a la ley del país
que las autoriza y por consiguiente ellas no son nacionales ni extranjeras. La so-
ciedad anónima es una persona distinta de los individuos que la forman, y aunque
ella sea exclusivamente formada por ciudadanos extranjeros, no tiene derecho a la
protección diplomática".
d) Código de Bustamante. El artículo 92 dispone: "Cada Estado contrayente
aplicará su propio derecho a la determinación de la nacionalidad de origen de
toda persona individual o jurídica y de su adquisición, pérdida o reintegración
posterior, que se hayan realizado dentro o fuera de su territorio, cuando una de las
nacionalidades sujetas a controversias sea la de dicho Estado. En los demás casos,
regirán las disposiciones que establecen los artículos restantes de este capítulo".
Para las sociedades civiles, mercantiles o industriales que no sean anónimas,
el artículo 18 establece que "tendrán la nacionalidad que establezca el contrato
social Y, en su caso, la del lugar donde radicare habitualmente su gerencia o di-
rección principal". -
. R~specto _de l~s sociedades anónimas, el artículo 19 dispone que "se deter-
minara la nacionalidad por el contrato social y, en su caso, por la ley del lugar en
Droit. International
, Privé' 1936• pág · 485·, J • p• NIBOYET, Traite
· , de drozt· mternational
· · , franrais,
pnve ·
op. Clt., t. I, num. 77; t. 11, 751; SAVATIER, op. cit., pág. 428.
pág. 147.
176 DE LA NACIONALIDAD
toda clase de sociedades o personas jurídicas. Por otra parte, también es.te sistema
puede originar fraudes cuando se obtenga la autorización en_ un Estado: Ylas activi-
dades de la sociedad se encuentren más íntimamente unidas ª los I~tereses de
otro".
178
buscado caprichosamente por las partes para hacerle fraude a la ley, y lo sustitu-
yó Por el domicilio social efectivo". . . .
En cuanto a los países ratificantes del Tratado de .Montevideo, nge el pnnci-
pio del domicilio comercial, que según el artículo 3° :•es_ el lugar donde el ~omer:
ciante o la sociedad comercial tienen el asiento pnncipal de sus negoc10s. S1
consti;uyen, sin embargo, en otro u otros Estados, establecimien~os, sucur~ales
o agencias, se consideran domiciliados en el lugar en donde funcionen Y suJetos
a la jurisdicción de las autoridades locales, en lo concen)iente a las operaciones
que Se practiquen".
allírige por el derecho del Estado en donde se encuentre tal domicilio "la 2
calidad del documento que requiere el contrato de sociedad" (art. 6 ); el conte-
nido del contrato social; las relaciones jurídicas entre los socios; entre estos y la
sociedad; y entre la sociedad y terceros (art. 72). El artículo s• hace regir a las
sociedades mercantiles por las leyes del Estado de su domicilio comercial, como
~rincipi? general. Entre tanto, el artículo 82 del Tratado de 1940 estableció que
las sociedades mercantiles[...] serán reconocidas de pleno derecho en los .otros
Estados con~a~tes y se reputarán hábiles para ejercer actos de comercio y com-
parecer en JU1C10".
con b=~
Tribu I permanente' de Arbitraje protestó
de LacoH:1ra 1a ley pe':"ana. Perú
en que cuando se promul , 1 ya, el cual dictó el 3 d
tard ueg"':°n a ser súbditos
· easItali:
sometieron el asunto al
" go aleyp e mayo un¡ d
. MAURY, op. cit., págs. 182
y ss.
eruanatodoslosmiembrosdela sociedad ªº. o favorable a Perú,
eran peruanos.
1
NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES
17
y cuyos gerentes
Tal
o administradores, y aun sus d" 9
alemana. es sociedades tenían sus d . irectores, eran de nacionalidad
tales soc1e a es as reglas relativa 1 , . en Francia.
· d d 1 · e e social · ¿Se aplicaría 0
. ? L , . s a os subd1tos ene . no a
eneIDigas. a practica francesa se hab' d . ffilgos, a las personas morales
. . d . ta efirudo en 1 .
la Junspru enc1a no quiso admitir q . . e sentido de la alternativa·
· . ue e1 cnteno de 1 d . ·
en Francia continuaran funcionando lib ª se e social permitiera que
dades, manifiestamente peligrosas remente, durante las hostilidades, socie-
' que escaparan estas 1
Por tanto, los tribunales tuvieron q
.
.
ue precisar en qué s
ª secuestro de, sus bienes.
eneIDigo de una sociedad aparentem t fr e reconocena el carácter
NrnoYET1s: "No era posibl . en e ~cesa por su sede social". Como dice
e seguu manteniendo el pu t d · d
social, pues esta fórmula hubiera .. n °
e vista el domicilio
manejos en Francia por la , .!ernutido a los alemanes continuar todos sus
'bdit . via soci , no obstante estar prohibido el comercio con
1os ~u os enermgos".
. Unacirculard
" . lM"tnisteno
· · de Justicia francés, de fecha
· 29 de febrero
· de 1916
die~: La nacwnalidad aparente de las sociedades no puede considerarse como un~
reali~ad: Las forma~ j~rídicas con que la sociedad aparece revestida, el lugar de
su pnnc1pal establec1rmento, la nacionalidad de los asociados, gerentes o miem-
~ros de los organismos fiscalizadores, todos los indicios que el derecho privado
tiene en cuenta para determinar la nacionalidad de una sociedad, son inaplicables,
quedando limitada la cuestión a fijar, desde el punto de vista del derecho público,
el carácter real de esta sociedad".
La tesis de esta circular sostenía que una sociedad debía asimilarse a una so-
ciedad enemiga, siempre que su dirección y capital estuvieren en su mayor parte
o íntegramente en manos de súbditos enemigos.
Los tratados de paz han empleado la teoría del control, al fijar las cláusulas
respecto a la liquidación de bienes enemigos: Versalles (arts. 244, 276c, 297a, 297b,
298); Saint Germain (art. 249); Trianón (art. 232); Neuilly (art. 186); Convenio
Internacional de Navegación Aérea, del 13 de octubre de 1919 (art. 7º). También,
en leyes especiales de Francia (12 de noviembre de 1938) y Suecia (1925). En
Francia, el decreto-ley del lº de septiembre de 1939 considera enemigas a las
personas morales con sede en territorio enemigo, a aquellas sociedades -que
dependan de alguna manera de una o varias personas físicas o morales enemigas-
y a las sucursales y filiales de personas morales, cuando reúnen las precedentes
condiciones, aunque la persona moral de la que dependan no sea enemiga. Según
la teoría del control, se debe averiguar por quién está controlada la sociedad. Si
está controlada por súbditos extranjeros, será extranjera.
15
J. P. NmoYET, op. cit., pág. 154. NmoYET, "Existe-t-il vraiment une nationalité des sociétés?",
Revue de Droit Intemational Privé, 1927, págs. 402 y ss.
180 DE LA NACIONALIDAD
16
WERNER GoLDSCHMIDT, Sistema y filosofía del derecho internacional privado, 2ª ed., t. I,
Buenos Aires, Ediciones Jurídicas Europa-América, 1952, págs. 456 y ss.
17
Tribunal Arbitral Mixto franco-alemán, 30 septiembre 1921, Recueil Gidel, t. 1, pág. 422;
Clunet, 1923, págs. 595-600. Asunto del ferrocarril de Damasco a Hamat, Sociedad de capitales
franceses con domicilio en Turquía, 31 de agosto de 1900, Clunet, 1923, pág. 595. Vide Trib. Arb.
NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES
. .
Mixto germano-belga, l' de diciembre de 1925, Recueil Gidel, t. v, pág. 7_~8; Trib. Arb. Mixto
franco-búlgaro, 21 de julio de I 925, ibid., t. v, pág. 856. Asunto de la compama denorrunada Char-
. d .. . Al • yos acci'onistas eran franceses. Vide J. P.
onnages du Ponce Henry con onnc1110 en emama Ycu . .
b · · · d d h · · l · d Me'xi·co Editora Nac10nal, Edmal S. de R.
IBOYET, rmcipws e erec o mtemacwna priva o, , ..
L., 1%0, Ppág. 155. Los tribunales arbitrales mixtos, organizados por los tratados de paz, hicieron
N
varias aplicaciones de la idea del control enemigo como los casos antes citados. 153
JosÉ JOAQUÍN CAICEDO CASTil..LA, Derecho internacional privado, op. cit., págs. Y ss.
18
DE LA NACIONALIDAD
do bajo su dirección, le
1s2 d nes y obran
/ d .
.b•endo sus or e . En concor ancia con
· o rec1 1 d enenuga.
contacto con el enenug ' . t gran el carácter e el fallo mencionado, se
· d d que in e 1 Lores en
otorgan a la soc1e a
is
or la Cámara de os
estos principios, sentado; la Trading with the enemY
dictó el 8 de agosto de 1
amendment act.
VO DE LA POSGUERRA
7. DERECHO posrri algunos tratados diplomáti-
.b les franceses y . ·¡· .1
la guerra los tn una . d .stema del donuc1 10 socia .
Después de ' artidanos e1s1
finnados por Francia se muestran p/ d 117 de agosto de 1927; franco-belga,
cos f
Es el caso de los acuerdos ranco- O
aleman e
de . b art
la Rép. Franc.' 5 de nov1em re, .
del 29 de octubre de 1927 (Joum. 'ff. 16) del Convenio de Lausana con
5º)· franco-polaco (6 de febrero de 1922, art. y
T~quía (Clunet, 1923, pág. 1os ). 7 ./ / del control y así, en Fran-
d"1al se volv10 a 1a teona '
En la segunda guerra mu~ d dispuso que las sociedades que de-
1939
cia, un decreto del 19 de septle~bre . aun cuando hubiesen sido
pendieran de enemigos se cons1deranan enemigas,
constituidas en Francia. · ¡·d d
Estados Unidos se había mantenido fiel a la determinación de _la nac1ona _1 / a
de las sociedades según el lugar de su fundación (sistema ~e la 1nco~orac1on).
En la segunda guerra mundial fueron promulgadas en es~ prus las free~ing orders
(órdenes de congelación), que disponían el bloqueo de bienes que _pud1~~an pasar
finalmente a poder de los países del Eje. Se tuvo en cuenta la s1tuac1on de los
accionistas y directores de la sociedad, entre otros motivos.
España, que durante la primera guerra mundial había seguido el criterio de la
nacionalidad según el domicilio, aplicó, mediante el decreto-ley del 5 de mayo de
1945, los principios de la teoría del control, recomendados en la resolución sexta
adoptada en la Conferencia Financiera y Monetaria de las Naciones Unidas, en
Bretton Woods, New Hampshire.
Después de la segunda guerra mundial, la orientación doctrinaria se inclina por
la teoría del control. En Francia, algunas leyes han aplicado la teoría de SALVIOLI,
que como sistema general acepta que la nacionalidad de la sociedad se deriva de
su domicilio; mas, para ciertos efectos, se tiene en cuenta la nacionalidad de los
socios. La tendencia actual es suprimir la nacionalidad de las sociedades, con-
siderándolas ficción, siguiendo al respecto la tesis expuesta en el libro de ANDRÉ
PÉPY , de la Universidad de Grenoble.
19
20Proyecto del doctor JosÉ J. CAICEoo CASTILLA, en Documentos de la OEA sobre la posibili-
dad de revisión del Código de Bustamante. Unión Panamericana, OEA, set. 1/vI/CIS-90/ set., 1967.
Comité Jurídico Interamericano.
DE LA NACIONALIDAD
foonidad
• con1 el1principio
d locus
• . regit
. actum· Por consigmen
· te, d'ichas compamas
~,
se 0 gen,por .a . ey,, e su doffilcibo, y si allí no se reqmere
· escntura
. , . esta
pubhca
podna exigirse . . '
00
El Código de. Procedimiento
, Civil (decrs • 1400 y 2019 de agosto 6 y octubre
26 de 1970), en el articulo 48 reguló la representación de la · 'd'
extranjeras, de la siguiente manera: s personas JUn icas
188
. . . / d 1 s inversionistas nacionales de cada
/ artí/ lo 11 la participac10n e o . ional no podra/ ser infenor
. . al
Segun e1 cu ,
1
país miembro en el capital de una empr~sa mu ttnac .
15 por ciento de la participación subregwnal total. . .
. . estará representado por acciones nollll-
El capital de la empresa mu1tmacwna 1 •
/ en la unidad monetaria nacional del país
nativas, y el valor de estas se expresara
del domicilio principal. . / .
· · 1 e constituyen en forma de sociedades anom-
Las empresas
. . mu ttnaciona es s
1
1 bras "empresa mu1ttnaciona
. . l" .
mas y deben mdicar expresamente as pa a 1 . .
En cuanto al régimen jurídico, las empresas multinacionales se suJetan a l_a
decisión 24, y en su defecto a la legislación del país donde establezcan su domi-
cilio principal.
Las empresas multinacionales se constituirán en el país miembro donde esta-
blezcan su domicilio principal y se sujetarán al procedimiento previsto en la le-
gislación nacional de dicho país.
El artículo 23 preceptúa: "Concluidos los trámites de constitución de la em-
presa en el país del domicilio principal, las autoridades respectivas solicitarán a
las autoridades de los demás países miembros la inscripción del contrato social en
los registros nacionales y la publicación en la forma establecida en su legislación.
"A partir de la fecha de la publicación o de la inscripción de la empresa mul-
tinacional en los registros nacionales, de acuerdo a los requisitos exigidos por la
legislación nacional respectiva, esta gozará de la capacidad jurídica más amplia
reconocida a las personas jurídicas por tales legislaciones y recibirá el tratamiento
de sociedad de derecho nacional.
"La inscripción de las empresas multinacionales se sujetará a las disposicio-
nes legales generales que regulan la actividad económica de cada país.
"La empresa multinacional se rige por las siguientes normas:
"a) Su estatuto social;
En 1"b) El régimen
t de la decisión 46 en todo lo no establecido en su estatuto socia
. 1.
os aspee os no regulados por el estatuto social de 1 / .
de la decisión 46 se apr / . . ª empresa o por el reg1men
icaran 1as s1gu1entes disposiciones.
"a) La legislación del país del domicili . . . .
relacionadas con las normas d
"
/ ° pnncipal, cuando se trate de materias
e1cap1tu1o vn de este régimen.
b) En los demás casos la legislación del / ,y
jurídica o la de aquel donde h d . pais donde se establezca la relación
. . ayan e surtu efectos I · / .
presas multmacionales según lo t bl os actos Jund1cos de las em-
privado aplicables". ' esª ezcan las normas de derecho internacional
• r
.,