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Seminario teológico de la Iglesia Evangélica dominicana

SetIED
Historia de la IED
Resumen de lectura

Por:

 Neury Decena
 Franklin García
 Lidia Uribe
INDICE
Neury Decena

 Introducción.
 De Franklin Mieses Burgos.
 Apuntes sobre los Apuntes.
 Brevísima y traumatizante Historia de Un Pueblo.
 Apuntes para la Etnografía Dominicana.
 “El Gancho”: La Paranoia del Dominicano.
 La Sub-estimación de lo Nuestro I.
 La Sub-estimación de lo Nuestro II.
 El Dominicano y su Lenguaje.
 Cultura y Nacionalismo.
 Alimentación y Malos Hábitos Alimentarios.
 El Dominicano y su Comida.

Franklin García

 Nuestras Cosas Perdidas.


 El Dominicano y su Pena.
 Ah No. Yo no sé, No... Y el “No me Doy Cuenta”.
 Ja ragua Motors, Polanco Radio and The Rent Cars.
 El Dominicano, Turista y Geógrafo.
 Réquiem por mis Perros.
 ¿Quién nos cuida?
 ¿Somos malhumorados?
 Un Querer Mejor Para Nuestras Cosas.
 El Arte de Despotricar Un País.
 Complejo de Isleño.

Lidia Uribe

 Caja de Resonancia.
 Son Santiagueros, no Santiaguenses.
 Un Dominicano Es Siempre Un Dominicano.
 ¿El Bovarismo Nuestro?
 Nuestros Productos.
 Estar Chivo y Bronco, ¿Es Paranoia?
 Dominicana Es Un Vocablo no Dominicano.
 El Sifilazo.
 Somos Pesimistas.
 El Regreso a las Cavernas.
 Red Beach.
 Conclusión.
Dr. Antonio Zaglul Elmúdesi
Médico, psiquiatra, escritor, profesor universitario y
diplomático.
Antonio Zaglul Elmudesí nació en San Pedro de Macorís
el día 2 de abril de
1920. Hijo de los esposos Don José Miguel Zaglul y Doña
Clara Elmúdesi, ambos de origen libanés radicados en la
República Dominicana. Se graduó de médico en la
Universidad de Santo Domingo e hizo su especialidad en
Madrid, España.

Zaglul regresó a República Dominicana realizando estudios sobre las


enfermedades mentales y sus procesos de sanación. Fue director del
Hospital
Psiquiátrico Padre Billini, en un periodo histórico en el que los locos no
eran considerados como gente (bajo la dictadura de Trujillo).

Fue cancelado de dicho hospital en el 1960, y se exilió en Puerto Rico,


donde trabajo como médico en el Hospital Psiquiátrico de Rio Piedras.
A la muerte del tirano volvió a su país y trabajó como catedrático en la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, siendo después decano de la
Facultad de Ciencias Médicas y al retirarse de esta institución académica lo
hizo como Profesor Meritísimo.

Publicó varios libros, entre los cuales figuran "El apasionante tema de la
locura", "Mis 500 locos" y "Despreciada en la vida y olvidada en la
muerte"
(Biografía de Andrea Evangelina Rodríguez, la primera mujer que estudió
y ejerció medicina en República Dominicana). En 1982 fue nombrado
embajador, primero en España y después en la Santa Sede.

Murió en 1996 a causa de un cáncer en el estómago contra el cual luchó por


más de 20 años.
APUNTES SOBRE LOS APUNTES

De Franklin Mieses Burgos

En este libro se recogen artículos publicados en la prensa nacional desde el año 1968
hasta la fecha (Septiembre de 1977). El tema: la caracterología del dominicano y
dominicanidad. Ninguno de los artículos tiene carácter científico, ni tampoco puedo
decir que mantengan entre ellos una halación. Pero todos tienen un denominador
común.

He escuchado muchas críticas acerca de mis opiniones y en relación al tema. Todas las
acepto como buenas y validas, pero mi experiencia, mis vivencias y mi criterio personal
me han hecho un convencido de lo que sostengo. Puede que esté errado, y puede que no
lo esté. Únicamente el lector cuando haya leído y meditado cada parte de este libro se
convertirá en juez, flexible o inflexible de cuanto sustento.

En mis artículos, que constituyen la base y fundamento de mi criterio, afirmo que


caracterológicamente, el dominicano es un individuo depresivo con tintes de paranoico.

Básicamente, depresión es tristeza y a esta tristeza se agregan a veces, infravaloración


del “yo” y otros síntomas.

Por otra parte, el concepto psiquiátrico de “paranoia” es mucho más fácil de explicar.

Mayer Gross define la pequeña paranoia con una corta frase muy elocuente:
“Paranoia es la sensación que alguien experimenta cuando entra a un restaurant y piensa
que todos han dejado de comer para mirarlo”.

Nosotros como nación tenemos razones para ser paranoicos.

Al principio, los indios caribe reprimieron a los taínos, después los españoles
reprimieron a los taínos y a los caribes, y acabaron con ellos.

Después, nos abandonaron a nuestra suerte, nos trasladaron en masa de un lugar a otro,
arrasando con casas, siembras y pertenencias, y por azares del destino los haitianos nos
sometieron a su férula, y cuando al fin se alcanza la independencia y comienza la época
republicana, los gobiernos son todos represivos y lo fusilamientos están a la orden del
día. Para mayor frustración, nos anexan de nuevo a España, y después de la
Restauración, vuelve la represión con gobiernos como el de Buenaventura Báez y Ulises
Eureaux, para no menciona también los demás regímenes, también represivos.

Es decir, toda nuestra historia está caracterizada por la frustración y la agresión del
poderoso mandamás sobre las clases más económicamente pobres y no pobres, creó y
sigue creando un concepto de idea persecutoria que también es parte de la paranoia.

Finalmente, quisiera explicar cuál es la idea de este libro.

Creo que la infravaloración del dominicano nos hace mucho daño y nos atrasa y ata,
obligándonos a buscar en todo lo extranjero la solución de nuestros problemas. Se me
puede acusar de nacionalista ramplón, pero si algo quiero de verdad es a mi pueblo, y
para el quiero lo mejor, y creo que haciendo conciencia de una falla de personalidad
adquirida a través de una historia traumatizante, podemos mejorarnos cambiando el
criterio depresivo de nosotros mismos. Ojalá esta serie de artículos sirvan de algo.

Septiembre, 1974.

BREVISIMA Y TRAUMATIZANTE HISTORIA DE UN PUEBLO

Antes del descubrimiento de la isla, grabes problemas entre los indios Caribe y los
Tainos. Los primeros practicaban el canibalismo y entre sus platillos favoritos figuraban
los segundos. Con la llegada de Colón, ya los Caribes constituían parte de los habitantes
de la isla. Caonabo, indio caribe, era cacique y se había casado con Anacaona, taína y
hermana de Bohechío.

Matanza del Santo Cerro, matanza de Jaragua, muerte de Caonabo y ahorcamiento de


Anacaona. Depresiones colectivas en los indígenas que se suicidaban ingiriendo yuca
amarga, otros preferían ahorcarse.

Cronología histórica

 Antonio Osorio. Encabeza la tan famosa devastación de Osorio.


 Periodo de la España Boba. Representa el abandono total de parte de España.
 Núñez de Cáceres intenta unirse a la Gran Colombia y fracasa. Como resultado
obtenemos la ocupación haitiana que dura 22 años.
 Juan Pablo Durarte. Fundador de la Trinitaria y logra poner fin a la ocupación
haitiana.
 Pedro Santana. Es descrito en la historia como un patán y traidor. Ya que toma
el gobierno justo después del triunfo de los trinitarios y fusila a sus integrantes.
Por miedo fue llamado “EL Liberador”. Dictador por largo tiempo y terminó
anexando la republica a España.
 Buenaventura Báez, por miedo fue llamado “el Gran Ciudadano”.
 Ulises Heureaux, más conocido como Lilis, Dispuso del país como si fuera su
propio hogar. A su muerte dejó en total bancarrota económica y moral a su
patria.
 Pasamos por la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo, por miedo llamado “El
Benefactor”. Gobernó por 32 años.

Hasta aquí, una brevísima y traumatizante historia de la República Dominicana.

APUNTES PARA LA ETNOLOGÍS DOMINICANA

¿Cómo está constituido nuestro conglomerado étnico?

Generalmente nos clasificamos en blancos, negros, mulatos y otras razas minoritarias,


sin especificar a cuales grupos culturales pertenecen y que constituyen nuestro pueblo.
A continuación un desglose de la composición etnológica de los dominicanos:
a) Grupos étnicos indígenas: arahuacos, taínos y náhuatl y cigueyos.
b) Negros esclavos: Los congos, procedentes de la región del mismo nombre. Los
carabalíes, los ñáñigos y otro grupo posiblemente constituido por mulatos y
blancos procedentes del norte de África.
c) Los blancos españoles: extremeños, andaluces y castellanos. Posteriormente se
nutrió de personas procedentes de Galicia, Asturias, las islas Canarias y las
Baleares.

Con las migraciones europeas se formaron en nuestra isla grupos procedentes de


Hungría a San Cristóbal, familias Alemanas que se ubicaron en los campos de Moca,
Alemanes que residieron en Puerto Plata, San Pedro de Macoriz y Santo Domingo.
Hubo un núcleo importante de italianos procedentes del norte, napolitanos y de otras
partes del sur de Italia, se ubicaron en Azua y en otras ciudades nuestras.

Procedentes de Arabia llegaron libaneses, sirios, palestinos, jordanos, y armenios. No se


sabe el número exacto.

Los judíos sefarditas llegaron a nuestras tierras procedentes de Curazao, Arabia,


Surinam y Saint Thomas. Se instalaron en Sosua.

También llegaron chinos y filipinos, estos grupos desaparecieron tras mezclarse con
blancos, negros y mulatos.

Con el inicio de la industria azucarera llegaron a nuestra isla negros barloventinos


(Cocolos). Posteriormente llegaron a Puerto Plata negros procedentes de las Islas
Turcas. A la región del Este arribaron también grupos de puertorriqueños.

La inmigración haitiana es permanente, con siclos de aumento en los periodos de zafra


azucarera quedando en nuestro país un alto promedio.

Que sea este capítulo el inicio de otros acerca del problema de nuestra etnografía. Los
numerosos huecos que he dejado por ignorancia deben ser llenados por nuestros
historiadores y etnógrafos, a fin de lograr un mejor conocimiento de nuestro ámbito
cultural a través de las influencias de los grupos étnicos que en nuestra patria sentaron
sus plantas.

“EL GANCHO”: LA PARANOIA DEL DOMINICANO

¿Se ha sentido usted, alguna vez, paranoico? ¿Sabe usted lo que es?

“Paranoia es la sensación que alguien experimenta cuando entra a un restaurant y piensa


que todos han dejado de comer para mirarlo”.

¿Las causas? Diversas. Básicamente, nuestra historia, nuestros hombres. Desde Santana
hasta Trujillo. Los españoles, haitianos, franceses, ingleses, norteamericanos. Todos han
colaborado para crear un tipo de personalidad latinoamericano, muy diferente al resto:
el dominicano.
La mayoría de nosotros pensamos en el “gancho”. Si alguien habla, dice, escribe o, lo
que sea, va a pasar por el filtro cerebral de nuestra desconfianza. “Nos están poniendo
un gancho”, es la expresión.

Desde Osorio con las devastaciones de la costa Norte hasta Bobadilla, que hizo preso a
Colón, más que por razones verdaderas, por paranoia, hasta Trujillo, el gran desconfiado
que hizo germinar más la desconfianza en sus gobernados que en sí mismo; desde la
llegada de los españoles hasta la llegada de los inmigrantes libaneses, todas las nacidas
y criadas en esta tierra sufren de este mal.

LA SUB-ESTIMACION DE LO NUESTRO I

Nada de nadie de lo que nace y crece en este pedazo de isla, sirve o creemos que no
sirve. El trópico nos hace haraganes. El taino del platano nos embrutece manchando
nuestras circunvoluciones cerebrales. Nuestra vista solo alcanza la altura de un cocotero
y pensamos en piñate.

Somos todos ladrones, aunque ahora estamos disfrazados con un feo eufenismo:
Macuteo. ¿Quién ha creado nuestra leyenda negra? ¿Quién habla mal de los
dominicanos? ¿Los haitianos? ¿Los yankis? ¿Los puertorriqueños? Ninguno de ellos. El
dominicano habla mal de los dominicanos. Esta es la realidad.

Los hijos lo aprenden de los padres, de los maestros, de los historiadores, y también de
nuestros propios gobernantes. Es algo increíble. El dominicano no cree en el
dominicano.

Nuestro país es subdesarrollado y también sub-educado. Los partidos políticos, desde la


extrema izquierda hasta la extrema derecha, son sub-desarrollados. Los egresados de las
Universidades son más sub-desarrollados que el resto… Conclusión: las únicas personas
desarrolladas en nuestro país son las que no han nacido.

¿Es que somos un pueblo con una depresión mental colectiva y crónica? Solo el
paciente siquiátrico depresivo se infravalora.

Hay una frase cotidiana en nuestro ambiente: “Yo no valgo nada, ni el resto de mis
compatriotas valen nada”. Subestimamos lo nuestro y lo subestimamos con verticalidad,
desde el primero de arriba hasta el humilde recogedor de basuras, que no cree ni en los
zafacones por ser fabricados en la República Dominicana.

Yo no sé si seré un extraño o un inadaptado, pero tengo una profunda admiración por mi


pueblo, por sus gentes y por sus cosas.

Nunca subestimo a nada ni a nadie. Por eso no soy anti-nada. Siempre veo nuestras
cosas con positividad y las comparo con las de otros países mayores o iguales que el
nuestro, con menos problemas, con más seguridad, con menos paranoia y menos
hambre.
Ese criterio de restarnos capacidad debe erradicarse de la mente de los dominicanos. Así
como hay otros países que por un narcisismo exagerado consideran siempre lo suyo
como mejor, el criterio nuestro de ser siempre lo peor debe desaparecer. Ni muy por
encima, ni muy por debajo. Tan dañino lo uno como lo otro. Apreciemos lo nuestro en
su justo valor.

LA SUB-ESTIMACION DE LO NUESTRO II

Hace algunos días estuve en Santiago de los Caballeros, y por supuesto visité la
hermosa “boite” Montecarlo. En el bar hay un grabado bello y vicioso barrido del
Principio de Mónaco.

En forma estereotipada iba yo repitiendo los nombres de las marcas de los cigarrillos de
nuestro país: Premier, Cremas, Hollywood, Casino, Montecarlos, y recordaba también
los viejos: Cacique, Fama, Tubor, Country Club, y rebuscaba en las células grises de mi
cerebro un nombre netamente un dominicano. Al fin recordé uno: Benefactor. Me fue
tan desagradable que lo deseché inmediatamente. Pero encontré uno que me hizo feliz:
Constansa. Al poco rato alguien me dijo que la compañía había hecho un concurso para
conseguir el nombre.

En conclusión: la mayoría de los nombres de los cigarrillos que se fabrican aquí tienen
nombre extranjero.

EL DOMINICANO Y SU LENGUAJE

El profesor de Oxford, después de veinte años de estudios, pudo terminar lo que llamó
el inglés básico. Con un vocabulario de alrededor de 600 palabras se puede hablar
inglés.

A raíz de la publicación del libro un filósofo español me confesaba que los dominicanos
hacía ya muchos años que dominaba el Español Básico. Con un vocabulario de 200
palabras, se desenvuelve perfectamente bien un compatriota nuestro. Es una realidad
que al salir de nuestro país quedamos totalmente mal frente a los que tienen perfecto
dominio del idioma.

En fin, seguimos los dominicanos con nuestro español básico. Para corregir este defecto
tenemos que atravesar la barrera de una generación cuando los padres vallan a mejores
escuelas, o simplemente vallan a la escuela. Mejorar nuestros medios pedagógicos,
cultivar la lectura en voz alta y el uso regular de diccionarios.

CULTURA Y NACIONALISMO

La Dirección General de Estadísticas no nos informa de la mejor exportación nuestra:


cerebros. Nos estamos quedando sin cerebros. En Estados Unidos hay tantos médicos
dominicanos como en nuestra República. La mayoría de nuestros egresados
universitarios se marchan del país a zonas de más alto nivel económico.

Son dominicanos que les sobra nacionalismo, pero que les falta dinero, y marchan a
otras tierras en busca de una vida mejor, al menos, en lo material.

Tenemos que evitar que nos convirtamos de seres inteligentes en en cretinos. Hay que
romper las murallas de Jericó, cargadas de falsos valores. Abonemos nuestros cerebros
con conocimientos. Reconozcamos lo nuestro e impidamos su exportación, como si
fuese azúcar a granel.

Más maestros capaces, para que nos transmitan sus conocimientos. Roturemos con
firmeza la tierra de nuestro nacionalismo.

ALIMENTACION Y MALOS HABITOS ALIMENTARIOS

A parte de los problemas económicos que producen nuestra hambruna crónica, la


ignorancia y una serie de complejas ideas atávicas y mágico-religiosas, contribuyen a
que sea mayor nuestro problema de desnutrición.

Es increíble el saber que el dominicano es el portador de las frutas más ricas en nivel
nutricional y por pura ignorancia no las consume.

Los niños no pueden comer cítricos: naranja, limones, toronja, etc, en etapas del
desarrollo físico y ciertas etapas fisiológicas. Las niñas, no solamente en el desarrollo,
ni tampoco en el embarazo, durante la menstruación, durante el puerperio, durante el
climaterio y menopausia. Como resultado, una campesina podrá comer una naranja solo
en la vejez y si llega a ella.

EL DOMINICANO Y SU COMIDA

El caprichoso comer de los dominicanos es algo que puede y debe desaparecer. Somos
desnutridos por pobres, pero también por criterios arcaico-religiosos malos hábitos,
transmitidos de generación en generación.

La mejor alimentación es la equilibrada, y las fuentes de todas las variedades de


elementos alimenticios están en nuestras manos y no la utilizamos.

Debemos todos aunar esfuerzos para enseñar a comer a nuestros compatriotas dentro de
los límites de su magra economía, desde la dañina tizana hasta la estúpida idea de que
las frutas durante el desarrollo “aguan la sangre”.

Debemos desarrollar una educación dirigida especialmente a nuestros campesinos,


desterrando muchos prejuicios fuera de toda lógica, y enseñándolos a comer lo que
tenemos.
Nuestra miseria y la caprichosa forma de comer del dominicano nos convierten en uno
de los países más hambreados del mundo.

NUESTRAS COSAS PERDIDAS

Se perdió el original de nuestra primera constitución de la república, don Gabriel


higüeyano fue un gran compositor ¿sus música dónde están?

Rafael Díaz Niesse fue un gran compositor, literarios, crítico de arte, fue director de
bellas artes, sus obras literaria están desaparecida en los peridicos de la época, también
fue psiquiatra, estudio en francia con los grandes de la psiquiatría francés, estudio en
Viena con friud. Mientras vivió en Europa escribió numerosos artículos. ¿Sus obras
dónde están?

EL DOMINICANO Y SUS PENAS

Haciendo una entrevista un cantante nuestro le preguntaba porque la tristes letras en


nuestras canciones, por lo que él respondió; ¿qué quiere usted que diga si no la verdad?
Lo bueno o lo malo es que la gente la baila para olvidarse y lleva ritmo y le importa un
pito la letra.

Ejemplo: Juanita Morel, es un merengue de corte alegre y dice;

“Este es tu merengue. Y entre las mujeres tu eres mi derrengue”

“Fui de cacería y mate una paloma. No te la brinde por tal de embromona”

A Dolores le cantan;

“Dolores, ombe, no llore, ombe, dolore mia, ombe no llores más, ombe, porque si llora,
ombe me va a mata”

AH NO. YO NO SÉ, NO… Y EL “NO ME DOY CUENTA”

Para mis estadísticas, cerca del 60 por ciento de las respuestas a preguntas que se le
hacen a campesinos u obreros Dominicanos incluye el: “No me doy cuenta”

JARAGUA MOTORS, POLANCO RADIO AND THE RENT CARS

Nosotros los dominicanos, con nuestro lenguaje hablado y escrito, muy reducid, lo que
yo nuestro español básico, no podemos llenar nuestra lagunas a bases de vocablos
extranjeros. El español es rico y más en nosotros los iberoamericanos, que usamos
numerosos arcaísmos olvidados en España y uno que otro vocablo indígena.

EL DOMINICANO TURISTA Y GEÓGRAFO

El nombre de nuestro país es muy largo, entonces el dominicano se refiere a adjetivo:


dominicana. Muchos lo propugnan y yo muchas veces lo uso, pero da la impresión de
que uno se medio en el aire; entonces lo hacemos peor; R.D; Rep. Dom.; R. dominicana,
pero también quisquiya, pero resulta que NADIE lo conoce, si no Santo Domingo. En
fin debe decidirse por uno de ellos, pero por el amor de Dios, no utilice los abreviados.

REQUIEM POR MIS PERROS

El Dr. Malaga alba es una de las personas que más sabe de rabia en el mundo. Ha
visitado nuestro país en innumerables ocasiones, y jamás le oído hablar de en sus
conferencia a las cuales yo asistí, acerca de nuestro estilo de eliminar a los perros.

El hurón y el murciélago son dos animales que abundan en nuestro país y salud pública
nunca ha hecho campaña para eliminarlo.

¿QUIÉN NOS CUIDA?

Soy un convencido de que nacemos, crecemos y vivimos gracias a la casualidad, en esta


media isla. Realmente es milagroso llegar a los 50 años, y debemos dar gracias a los 800
santos y 11 vírgenes de llegar a esa ciudad con cierta edad.

¿SOMOS MAL HUMORADOS?

No solo es triste el dominicano; también es mal humorado; es una tristeza irritable casi
permanente. Existe una frase popular que es: “coger cuerda” revela la cualidad nuestra
ante las bromas con los mecanismo típico de irritabilidad.

Tristeza y mal humor corresponden a una entidad mental llamada depresión que muchas
veces se acompaña de ideas tipo paranoicas.

EL ARTE DE DESPOTRICAR UN PAÍS

Desde 10 años de ausencia taren como consecuencia, un mirar de arriba hacia abajo a
nuestra tierra, a su propia tierra.
COMPLEJOS DE ISLEÑO.

Por eso, el isleño sabe geografía y de esos isleños, el que más sabe es el dominicano, lo
obliga la isla cerrada.

CAJA DE RESONANCIA

Todo lo que tintinea en cualquier otra parte del mundo, resuena aquí,en una edición
dominicana sin ampliar y sin corregir.

Como ese tintineo viene de fuera es aceptado como bueno y válido en todas las esferas
de nuestra vida cotidiana.

Prats Ventós es un conocido escultor nacido en España con una doble nacionalidad
dominicana y refirió: “Somos un eco nunca seremos voz”.

¿Cómo podemos ser voz? Un gran escritor nuestro decían que lo nuestro no era un país,
que era un paisaje. Lo importante para mí no es el rejuego de palabras bonitas para
infravalorarnos, lo importante es: cómo convertir ese paisaje en un país.

Ese anti dominicano, o dominicano feo, que camina por las tortuosidades es el que
triunfa, si a eso le llamamos triunfar. Ese es un gran xenófilo, ama todo lo que viene de
fuera y a lo propio lo desprecia por qué, en el fondo, es un tipo que se desprecia
asimismo, no porque tenga complejo de inferioridad, sino porque es un inferior.

De esos hay muchos que son sólo eco, nunca voz, que convierte en un país en un paisaje
y, por desgracia, son los grandes maestros del arribismo.

¿Y de los buenos qué?

Recuerdo a medias unos versos del poeta Rubén seguro que dicen: “En Santo domingo,
de la pediatría se pasa a la psiquiatría”.

SON SANTIAGUEROS, NO SANTIAGUENSES

Tengo entendido que Santiago de los Caballeros fue fundada entre los años del 1494 al
1496. Éste dato lo tome el almanaque mundial del 1972.

Al tiempo de su fundación, los naturales de Santiago de los Caballeros se llamaron


Santiagueros, y durante varios siglos también se llamaron Santiagueros.

El diccionario de la real academia, en su 10º novena edición de fecha del 1970, dice
“Santiaguero, natural de Santiago de Cuba”. Esta ciudad cubana fue fundada por
españoles que salieron de nuestra isla en el año 1514, casi cerca de 20 años después.

¿A quién le pertenece lo de Santiaguero? ¿A los cubanos o a nosotros?


Me gustaría que la Real Academia de la Lengua decida cambiarle el santiaguino a los
habitantes de Santiago de Chile, a ver qué sucede. ¿Aceptarían con la misma pasividad
de nosotros el cambio? Lo dudo.

Él pasivas o nuestro llega a extremos inconmensurables.

A eso le llamo Pasivismo Xenofílico. Somos muy pasivos ante lo que viene de fuera y
por eso deambulan por nuestras calles muchos piratas, bucaneros y filibusteros.

Que ahora la ir real Academia de la Lengua quiera deshacer entuertos y ocuparse de los
hispanoamericanos, bien, pero que acepte muchísimos de nuestros vocablos. Que sean
producto de un mal español o de un español arcaico, pero son nuestros y no nos envíen
envuelto en Celofán y con lacito eso de Santiaguenses, que huele más a latín que ha
cibaeño.

UN DOMINICANO ES SIEMPRE UN DOMINICANO

Nosotros, si marchamos al extranjero, nos llevamos con nosotros nuestras virtudes y


defectos; nuestro hablar y nuestras costumbres. Aunque nos empeñemos en
subestimarnos, “nosotro somo nosotro”... Nos indigestamos las eses finales de cada
palabra; utilizamos en nuestra sintaxis el “tú” y cambiamos la ere por la i. Somos
desconfiados, ligeramente paronóicos, no tenemos mucho sentido del humor y, en
cambio, poseemos un sentido exagerado del ridículo.

¿Es esto un defecto? Al contrario; es una virtud. Es mucho más grande el amor a lo
telúrico de lo que nos creemos. Somos nacionalistas aunque nos pasemos todo el tiempo
auto criticándonos.

Aunque nos pasen años y más años fuera de nuestra tierra, la seguimos amando como el
primer día como un todo, o por cuales quiera de sus partes.

...Hay miles de dominicanos que viven en el extranjero añorando su patria.

Un dominicano siempre será un dominicano, aunque viva en Noruega; con nuestras


virtudes y con nuestros defectos. Es la gran señal de que amamos lo nuestro
entrañablemente, aunque no tengamos conciencia de ello.

“Un dominicano es siempre un dominicano”.

¿EL BOVARISMO NUESTRO?

El bovarismo, psicológicamente hablando, se define “como el poder que se otorga el


hombre de concebirse de manera distinta a como es”.

Yo soy o me creo, como el personaje de la novela, que soy mucho mejor y más capaz.
El dominicano es un negro que le dice negro al haitiano.

Yo no creo que sea una actitud antihaitiana. El uso del vocablo negro en nuestro país
más bien obedece a razones de índole socioeconómicas.

No era unproblema de pigmento, era un problema de status.

Bovarismo o no, el dominicano debe llevar una vida de relación más estrecha con
nuestros vecinos, olvidar los rencores porque si seguimos rumiando el pasado en vez de
bovaristas vamos a ser neuróticos.

NUESTROS PRODUCTOS

Ese es en el fondo el problema, lo nuestro no sirve y para que nadie se entere de que es
nuestro se le esconde en la culebrilla que dice fabricado en República Dominicana.

Para mí ese es un criterio depresivo. La idea de infravaloración que tenemos de nosotros


mismos nos hace pegar que somos incapaces de hacer una cosa buena o una cosa bien
hecha.

En fin, ese criterio nuestro de infravalorarnos a todo lo ancho y a todo lo largo de


desaparecer.

Aquí se fabrican cosas malas, pero también las hay buenas y las habrán mejores. Vamos
a dejar de pensar que no servimos para nada.

ESTAR CHIVO Y BRONCO, ¿ES PARANOIAS?

Para desenvolverse saludable era necesario “estar chivo”, o “mantenerse bronco”,


actitudes típicamente paranoicas.

Nuestro gran humorista Mario Emilio Pérez, en su segunda selección de “estampas


dominicanas “, define el “estar chivo” “como una desconfianza de todo lo vivo en todas
las circunstancias”.

El “estar chivo” puede ser una condición universal pero con una mayor intensidad lo
sentimos en esa media isla.

Ese “medirse hablando”, aun hablando de cualquier tema para evitar caer en un gancho
nos impide desenvolvernos mejor en nuestra vida cotidiana, pero con esto creemos que
nuestra vida será más larga.
Nuestras gente le tiene miedo al gancho y para reforzar esa conducta de desconfianza
aparecieron los Ovandos, los Osorios, los Santanas, los Báez, los Lilís y como
culminación, Trujillo.

Y es por eso que, lamentablemente, seguimos broncos y “estando chivos”.

DOMINICANA ES UN VOCABLO NO DOMINICANO

Más del 60% de las compañías que se titulan Dominicana son compañías extranjeras....
Preferimos un nombre exótico y tenemos una gran debilidad por el vocablo motors, en
todo lo que se refiere a motores. El nombre inglés prima como si por eso vendieran más.

Para todo lo extranjero, un amén y ya.

Y nuestra depresión nos hace sentir por debajo de lo que somos y junto con eso viene el
recelo, el temor al gancho, el estar chivo y unas que otras actitudes de irresponsabilidad.

Vamos a tratar de ser vos y dejar de ser eco.

EL SIFILAZO

Todo el mundo le rehuye al terrible flagelo de la sífilis, una enfermedad secreta, espuria,
destructora del organismo, traicionera en su forma clínica.

Todo el mundo le rehuye, menos los dominicanos. Un sifilazo, en nuestro país, puede
ser dos cosas: o se es muy torpe, se es muy inteligente. Un sifilazo, ya es parte de
nuestro refranero popular.

Como no admitimos nuestra capacidad, por nuestra depresión y nos infravaloramos,


cada vez que una persona de nuestra tierra se destaca en algo, es obra del Treponema
pallidum, es el Sifilazo que tenemos en nuestra sangre, el que nos hace destacar.

Si es lo contrario y la persona fracasa en la obra que ha emprendido, ya sea política,


económica, social, literaria, se debe única y exclusivamente al sifilazo.

Si queremos la exclusiva de la sífilis y la hemos integrado a nuestras vidas. Sifilazo, es


un vocablo corriente de nuestras conversaciones diarias.

El sifilazo suena bien como un chiste pero es un chiste trágico y falso.

SOMOS PESIMISTAS
“pesimismo no, optimismo frustrado” (José García Aybar). Henriquez Gratereaux,
afirmaba en “última hora ": “el pesimismo dominicano es asunto de larga historia y de
gran interés sociólogico”, afirmando que el pesimismo se podía encontrar en el
contenido de las obras de nuestros intelectuales más importantes.

Casi todos los escritores, poetas y periodistas dominicanos en sus obras llevan un
marcado tinte pesimista.

Su concepto de que realmente lo que existe es “optimismo frustrado” es valedero, pero


ese optimismo frustrado crónico nos lleva a la depresión y nos hace ver las cosas
entintadas de pesimismo.

Para Guido Despradel, médico e historiador, la tristeza del dominicano se inició en el


1605.

Somos optimistas frustrados, si todavía queda algún hálito de optimismo. Ese


pesimismo lo sentimos hasta en nuestra música. El alegre merengue o la alegre
mangulina llevan una letra cargada de tristeza y pesimismo, el dominicano baila su
pena.

Ese optimismo frustrante y crónico es el fenómeno causal de nuestro carácter depresivo.

EL REGRESO A LAS CAVERNAS

Estamos regresando a las etapas primitivas de nuestra personalidad y no se volteamos


en el cieno de nuestros peores instintos.

Nadie tiene la razón. Sólo los muertos la tienen.

… El hombre es el único animal con lenguaje hablado; sin embargo, usamos la


inteligencia para descubrir armas mortíferas, y en vez de dialogar, nos mordemos.

...Estamos de regreso a las cavernas.

Somos profundamente geófagos. Unos pocos tienen muchas tierras y muchos no tienen
nada y sólo comen tierra.

Las sociedades son cobardes, y los indeseables que viven en ella son aislados por la
justicia en centros llamados cárceles.

Nuestra depresión crónica y colectiva nos haces subestimarlos, nos hace ser paranoicos
y, por supuesto, no tenemos sentido del humor.

RED BEACH
I

Se nos hace tarde y nos pasamos todo el tiempo diciéndole estresada y país costumbres,
música, colores, nombre, vestimenta… En fin, de todo.

... Calcamos durante siglos la imagen del hombre de Europa y ahora la imagen del
norteamericano.

Todo éxito nos lleva a una crisis de identidad. Nosotros dejamos de ser nosotros, para
ser ellos. Un ser lobatomizado...

Hemos perdido parte de nuestro cerebro y, por ende, parte de nuestra iniciativa y
vivimos copiándolo todo.

Somos una copia fiel e inexacta de los europeos. Sin embargo, persistimos en copiarlos
y ahora agregamos a Norteamérica.

Mientras lo nuestro duerme un sueño eterno, todo lo que llega de fuera es lo bueno, es
lo correcto. Nuestras tradiciones se pierden por marasmo, por parálisis, y es por eso que
andamos bordeando los vegetales.

... Nuestras tradiciones están a punto de desaparecer.

Si nos denuncian, o nos acusan de nacionalistas ramplones, infantiles e histéricos, pero


eso no nos importa y seguimos y seguiremos quejándonos.

Tenemos folklore y no lo tenemos. La mayor parte de nuestros folkloristas se marcha al


extranjero, porque aquí no tienen nada que hacer y los que verdaderamente lo hacen son
autodidactas y no se les quiere reconocer ningún mérito.

Y así nos desenvolvemos y vivimos o malvivimos... Abajo, muy abajo, hay un pueblo
que espera, que espera encontrarse a sí mismo, encontrar su propia identidad.

II

Caminamos como el cangrejo.

Se le andan buscando nombres bonitos a todas nuestras playas, porque los que tienen
son horriblemente feos. Por supuesto, son nombres dominicanos, indígenas, y esos no
nos gustan.

Muchos no quieren ser, pero la mayoría sí quieren ser dominicanos.

Dentro de esos “muchos” están los incapaces, que proyectan su inferioridad culpando a
su propia patria de todos sus fracasos y luego se arropan de una vestimenta santanista y
caminan por la vía para “hacerse”.

Y así pasan los siglos de nuestra historia y andamos en busca de nuestra identidad...
Seguimos calcando una cultura y escondiendo la nuestra por elemental, rudimentaria,
primitiva o como quiera llamársele, y nos quedamos varados y no avanzamos nada,
aunque demos la apariencia de que vamos hacia adelante.

Mientras andamos en busca de nuestra identidad, soñamos con una meta, la Meta de que
habla Adler, el compañero de Freud, pero cada día se nos aleja más.

Para muchos, el nacionalismo es una etapa superada, pero sufrimos de arritmia


histórica, como dice un distinguido político nuestro, y estoy por creer que no hemos
atravesado esa etapa.

III

El concepto de nacionalidad de Núñez de Cáceres, era más titubeante, ni siquiera buscó


un nombre para el nuevo país y lo bautizó como Haití español y ese nombre no reflejaba
nada... No había logrado una identificación en el concepto de patria.

Juan Pablo sí, y lo confirma su trayectoria política hasta su muerte... Jamás titubeó por
su plena identificación con el concepto de patria o nación, a la que él llamó: República
Dominicana.

Junto con él, vivieron los anexionistas; los vendepatria. Lo traicionaron y ofrecieron
esta media isla al mejor postor y ultimo subastador y le tocó en premio a España.

Luego aparecieron los Luperones, hombres de la misma casta de Juan Pablo y volvimos
a recobrar la libertad.

Y así, hasta hoy, ha vivido nuestro país; los hombres se dividen entre duartistas y
vendepatrias.

Lamentablemente, ése es el tipo que escala las alturas basadas en que el fin, justifica los
medios.

He ahí la imagen de dominicano feo. Se hace y hacerse en nuestra tierra es enriquecerse


a costa de los dineros del pueblo. Malandrín consumado, es artero y peligroso.

El santanismo es signo de lo extranjerizante no haber ganado batalla en la guerra de


independencia, pero de un tajo, todo lo, positivo se hizo negativo y siguió una tradición
traumatizante que comenzó con Guacanagarix.

Y entre vaivenes y vaivenes se fue conformando la media isla, en un país... El pueblo, el


auténtico pueblo, se empeñó en ser libre y lo consiguió, a pesar de los Guacanagarix y
Santana que todavía perviven.

Decía Freud, que en los traumas encontrados no había sangre fresca, sino una herida
vieja y mal cicatrizada.

De esa herida mal cicatrizada, surgen el maltrato español a nuestros indios,


prácticamente diezmados, Osorio, España Boba, la ocupación haitiana y en nuestra
etapa republicana: Santana, Báez, Lilís y como culminación Trujillo.
Una historia contradictoria, genera un pueblo también contradictorio.

Nuestro pueblo sigue como un adolescente, buscando su identidad, encontrarse a sí


mismo a pesar de los Santanas redivivos, llegar a su Meta y en esa búsqueda vamos a
ayudar, si no todos, al menos los que se sientan ser dominicanos.

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