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La segunda ley de la termodinámica establece cuales procesos de la naturaleza pueden ocurrir o no.

De todos los procesos permitidos por la primera ley, solo ciertos tipos de conversión de energía
pueden ocurrir. La experiencia nos muestra que algunos procesos naturales siguen cierta
"direccionalidad" para que se lleven a cabo. Por ejemplo, no esperamos que una cascada fluya hacia
arriba de manera espontánea o que una taza de café aumente de manera natural su temperatura
en lugar de disminuirla. Es importante caracterizar la "dirección" que sigue un proceso natural,
existe una direccionalidad básica en la naturaleza.
Esta ley regula la dirección en la que deben llevarse a cabo los procesos termodinámicos y, por lo
tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario. Del segundo principio también se
extrae que si bien todo el trabajo se puede convertir en calor, no todo el calor puede convertirse
en trabajo. La máxima eficiencia que se puede conseguir es la eficiencia de Carnot.
De esta forma, La Segunda ley impone restricciones para las transferencias de energía que
hipotéticamente pudieran llevarse a cabo teniendo en cuenta sólo el Primer Principio.
La primera ley niega la posibilidad de crear o destruir energía; la segunda limita la disponibilidad
de la energía y las formas en que puede usarse y convertirse.
La segunda ley de la termodinámica o segundo principio de la termodinámica expresa, en una forma
concisa, que:

"La cantidad de entropía de cualquier sistema aislado termodinámicamente tiende a incrementarse con el
tiempo".

Es decir, que la segunda ley de la termodinámica apoya todo su contenido aceptando la


existencia de una magnitud física llamada entropía, de tal manera que, para un sistema aislado
(que no intercambia materia ni energía con su entorno), la variación de la entropía siempre
debe ser mayor que cero.
Dicho de otra forma, cuando una parte de un sistema cerrado interacciona con otra parte, la
energía tiende a dividirse por igual, hasta que el sistema alcanza un equilibrio térmico.
Existen diferentes formas de enunciar la segunda ley de la termodinámica, pero en su versión más
simple, establece que “el calor jamás fluye espontáneamente de un objeto frío a un objeto caliente”.
La segunda ley de la termodinámica se expresa en varias formulaciones equivalentes:

Enunciado de Kelvin – Planck

“Es imposible construir un aparato que


opere cíclicamente, cuyo único efecto
sea absorber calor de una fuente de
temperatura y convertirlo en una
cantidad equivalente de trabajo”
Enunciado de Clausiois

“Es imposible construir un aparato que opere en un ciclo cuyo único efecto sea transferir calor desde
una fuente de baja temperatura a otra de temperatura mayor”.
El segundo principio de la termodinámica no se limita exclusivamente a máquinas térmicas sino que se ocupa, en
general, de todos los procesos naturales que suceden de manera espontánea. Podemos decir que se ocupa de la
evolución natural de los sistemas termodinámicos, es decir, de la dirección en que avanzan. Esta dirección se
asocia a la distribución molecular interna de las moléculas.
Para estudiar la espontaneidad de los procesos, el austriaco Ludwig Edward Boltzmann introdujo una nueva
magnitud denominada entropía. Boltzmann relacionó el concepto de entropía con el grado de desorden de un
sistema. Esta nueva perspectiva de la entropía permitió extender el concepto a diferentes campos, tales como
la teoría de la información, la inteligencia artificial, la vida o el tiempo.
En termodinámica, la entropía S es la magnitud física que mide la parte de la energía que no puede utilizarse para
producir trabajo. Es una función de estado de carácter extensivo y su valor, en un sistema aislado, crece en el
transcurso de un proceso que se dé de forma natural.
La palabra entropía procede del griego (ἐντροπία) y significa evolución o transformación. Fue Rudolf Clausius quien
le dio nombre y la desarrolló durante la década de 1850.
La entropía o energía degenerada en un sistema aislado, permanece constante o se incrementa, nunca puede
disminuirse.
La Segunda Ley de la termodinámica establece tres principios:
1.-Un sistema aislado el calor no puede fluir de un cuerpo más frío a un cuerpo más caliente sin la
aplicación del trabajo (la imposición del orden) al cuerpo más frío.
2.-No existe una maquina que pueda convertir absolutamente todo el calor en trabajo.
3.-Un sistema cerrado, con el tiempo tendera en volverse mas desordenado

Entonces, se deduce que una reducción en el aumento de entropía en un proceso específico, como una
reacción química, significa que es energéticamente más eficiente.
La aplicabilidad de la segunda ley de la termodinámica se limita a los sistemas que están cerca o
en estado de equilibrio.
Suponiendo que todo el universo es un sistema aislado, es decir, un sistema para el cual es imposible
intercambiar materia y energía con el exterior, la primera ley de la termodinámica y la segunda ley
de la termodinámica se pueden resumir de la siguiente manera: “la energía total del universo es
constante y la entropía total aumenta continuamente hasta que alcanza un equilibrio”

Esto significa que no solo no puede crear ni destruir energía, ni puede transformarse por completo de
una forma a otra sin que una parte se disipe en forma de calor.
1. La entropía es una propiedad termodinámica. La entropía es una función de estado del
sistema y se puede determinar si se conocen dos propiedades del sistema, s = s( p,T) o s =
s(T,v) o s = (P,v) .
2. La entropía es una variable extensiva. Se puede expresar la entropía por unidad de masa, o
entropía específica, s .
3. Las unidades de la entropía son Joule sobre Kelvin [J/ K]. Para la entropía específica
[𝑱𝑲−𝟏 𝑲𝒈−𝟏 ].
4. Para un sistema, dS = dQrev /T, donde el numerador es el calor dado al sistema y el
denominador es la temperatura del sistema donde se recibe el calor.
5. dS = 0 para la transferencia únicamente de trabajo.
Una máquina térmica es un dispositivo cuyo objetivo es
convertir calor en trabajo. Para ello utiliza de una
sustancia de trabajo (vapor de agua, aire, gasolina) que
realiza una serie de transformaciones termodinámicas de
forma cíclica, para que la máquina pueda funcionar de
forma continua. A través de dichas transformaciones la
sustancia absorbe calor (normalmente, de un foco
térmico) que transforma en trabajo.
El objetivo de una máquina es aumentar la relación entre el trabajo producido y el calor absorbido; se define pues
el rendimiento como el cociente entre ambos. Si tenemos en cuenta la limitación impuesta por enunciado de Kelvin-
Planck, el trabajo es siempre menor que el calor absorbido con lo que el rendimiento siempre será menor que uno:

Habitualmente se expresa el rendimiento en porcentaje, multiplicando el valor anterior por cien. Para las máquinas
más comunes este rendimiento se encuentra en torno al 20%.
Usando la expresión anterior del trabajo, el rendimiento se puede calcular también como:
Clasificación
Las máquinas térmicas pueden clasificarse, según el sentido de transferencia de
energía, en:
Máquinas térmicas motoras: en las cuales la energía del fluido disminuye al
atravesar la máquina, obteniéndose energía mecánica en el eje.
Máquinas térmicas generadoras: en las cuales la energía del fluido aumenta al
atravesar la máquina, precisándose energía mecánica en el eje.
Atendiendo al principio de funcionamiento, las máquinas térmicas se clasifican en:
 Máquinas volumétricas o máquinas de desplazamiento positivo: cuyo funcionamiento está
basado en principios mecánicos e hidrostáticos, de manera que el fluido en algún instante
está contenido en un volumen limitado por los elementos de la máquina. En este tipo de
máquinas el flujo es pulsatorio. Se dividen a su vez en dos tipos según el movimiento del
órgano propulsor: alternativas, cuyo movimiento es rectilíneo; y rotativas, cuyo movimiento
es circular.
 Turbomáquinas: cuyo funcionamiento está basado en el intercambio de cantidad de
movimiento entre el fluido y un rodete. En estas máquinas el flujo es continuo.
Esta restricción en la dirección, en que un proceso puede o no ocurrir en la naturaleza, se manifiesta en todos los
procesos espontáneos o naturales. En efecto, siempre observamos que:

• Un gas comprimido tiende a expandirse

• La transferencia de calor siempre sucede desde los cuerpos calientes a los fríos.

• El funcionamiento de un aire acondicionado


En conclusión, la incapacidad de la primera ley de identificar si un proceso puede llevarse a cabo es remediado al introducir
la segunda ley de la termodinámica.
El empleo de esta ley no se limita a identificar la dirección de los procesos. La segunda ley afirma que la energía tiene
calidad, así como cantidad mientras que la primera ley tiene que ver con la cantidad y la transformación de la energía de
una forma a otra sin importar su calidad. Preservar la calidad de la energía es un interés principal de los ingenieros, y la
segunda ley brinda los medios necesarios para determinar la calidad, así como el nivel de degradación de la energía durante
un proceso.
Por otro lado, la naturaleza establece que el total de energía asociada con una fuente térmica nunca puede ser
transformada íntegra y completamente en trabajo útil. De aquí que todo el trabajo se puede convertir en calor pero no
todo el calor puede convertirse en trabajo.
Además, de que la segunda ley de la termodinámica, se puede enunciar de diferentes formas equivalentes y tiene muchas
aplicaciones prácticas pero desde el punto de vista de la ingeniería, tal vez la más importante es en relación con la
eficiencia limitada de las máquinas térmicas, la misma que expresada en forma simple, afirma que no es posible construir
una máquina capaz de convertir por completo, de manera continua, la energía térmica en otras formas de energía.

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