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LAMINA

mente para incrementar


sus ingresos .
De todos modos este
hecho provocó un gran-
dísimo aumento de la
población en «El Valle»,
que paso de tener 3.500
habitantes en 1929 , a
rondar los 20 .000 , en
1961.
Un grupo de empresa-
rios , aprovechando las
leyes de Protección
Industrial aprobadas
por las Cortes españo-

Ascensor de entrada a la Mina Feisolin, Orallo


las en 1918, crearon la
Sociedad Minero Side-
rúrgica de Ponferrada .
Un año más tarde , en 1919 se inicio la
Ya en 1849 Pascual Madoz, en su Diccio- construcción del ferrocarril de vía estrecha
nario, habló de una «mina de carbón de Ponferrada-Villablino, llamado «El Mixto»
piedra» en Laciana. por tratarse de un ferrocarril de servicio
Pero fue don Baldomero García Sierra ,
casado con Adonina Rodríguez Piñero ,
uno de los primeros hombres que descu-
brió el futuro que tendría la minería lacia-
niega. En 1914 se empezaron a explotar
las minas de carbón, pues hasta entonces
la vida del valle había sido únicamente
agrícola y ganadera , comenzando a llegar
gentes de otras regiones , principalmente
de Asturias ; aunque la agricultura y la
ganadería siguieron siendo las activida-
des fundamentales, ya que cada familia
minera tenía su huerto y sus animales;
extrayendo y vendiendo el carbón única- Capilla del Santo Cristo de los Mineros

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NARRIA _

la casa de los guardas, más austera y des- cola en Villablino, con el nombre de Sie-
nuda que la celda de un cartujo. Termina- rra- Pamb ley en memoria de su tío , el
do el esquileo y cuándo los rebaños senador Segundo Sierra y Pambley.
emprendían su marcha hacia los «puer- No se trataba de una escuela de ense-
tos» de Babía, don Paco se instalaba en ñanzas primarias sino de un centro en el
su casa de Hospital de Órbigo, en la que que ingresaran los niños ya con una cierta
esperaba su paso hacia las montañas leo- edad , sobre los 11 años , después de
nesas. El mes de junio lo pasaba en León, haberlas recibido, o sea cuando ya sabían
y los de julio y agosto en Villablino. En el leer y escribir; y las cuatro reglas, es decir,
otoño volvía a hacer, en sentido inverso, el una ampliación de los estudios primarios
mismo recorrido de la primavera: León y durante tres cursos. El plan de estudios
Hospital de Órbigo, donde veía pasar a los comprendía tres secciones: cultura gene-
rebaños, de vuelta a sus pastos de invier- ral, enseñanza mercantil y enseñanza
no, de las dehesas de Zamora hasta que agrícola.
los dejaba instalados en sus apriscos Para crear la Fundación tuvo el asesora-
para la invernada. Y para primeros de miento de tres grandes figuras de la Insti-
noviembre volvía a su casa de Madrid tución libre de Enseñanza : Giner de los
coincidiendo con el principio de la tempo- Ríos , Bartolomé Cossío y Gumersindo
rada de ópera en el Teatro Real , que Azcárate.
seguía fielmente»). Fue una experiencia teórico-practica .
Cuando cumplió 60 años de vida, deci- Por ello en las escuelas de Villablino se
dió contribuir a la elevación cultural de los dedico especial atención a la industria lác-
niños de Villablino y de otros pueblos del tea , decisiva para la modernización en la
valle de Laciana, mediante la creación de rea lización de mantequillas y quesos.
6 escuelas. Así, el 21 abril de 1887 consti- Siendo pronto famosa la mantequilla de la
tuyo la fundación para la creación de la Escuela de Villablino y el llamado «queso
primera, de Enseñanza Mercantil y Agri- escuela» .

Casa de Sierra-Pambley, con su hórreo en el centro

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LAMINA

mente para incrementar


sus ingresos.
De todos modos este
hecho provocó un gran-
dísimo aumento de la
población en «El Valle»,
que paso de tener 3.500
hab itantes en 1929 , a
rondar los 20 .000 , en
1961.
Un grupo de empresa-
rios, aprovechando las
leye s de Protecc ión
Industrial aprobadas
por las Cortes españo-
las en 1918, crearo n la
Ascensor de entrada a la Mina Feiso lin, Orallo
Sociedad Minero Side-
rúrg ica de Ponferrada .
Un año más tarde , en 1919 se inicio la
Ya en 1849 Pascual Madoz , en su Diccio- construcción del ferrocarril de via estrecha
nario, habló de una «mina de carbón de Ponferrada-Villablino, llamado «El Mixto»
piedra» en Laciana. por tratarse de un ferrocarril de servicio
Pero fue don Baldomero Garcia Sierra,
casado con Adonina Rodrígu ez Piñero ,
uno de los primeros hombres que descu-
brió el futuro que tendr ia la minería lacia-
niega. En 1914 se empeza ron a explotar
las minas de carbón, pues hasta entonces
la vida del valle había sido únicamente
agrícola y ganadera, comenzando a llegar
gentes de otras regiones , principalmente
de Asturias ; aunque la agricultura y la
ganadería sigui eron siendo las activida-
des fundam entales , ya que cada familia
minera tení a su huerto y sus animales;
extrayendo y vendiendo el carbón única- Cap illa del Santo Cris to de los Mine ros

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general , que transportaba tanto carbón mentar sus ingresos, pero que ha sido
como pasajeros. El ingeniero de minas también causa de un importante deterioro
Marce lo Jorissen Braecke , llamado «el del entorno y de la potencialidad natural.
belga» por su nacimiento en Bruselas, fue La antigua especialización ganadera ,
uno de los artifices del gran desarrollo que siempre al borde de la crisis, ha sido susti-
experimento esta sociedad minera a partir tuida por otra especialización , la minera,
de 1922, fecha en la que fue nombrado más critica aún, tanto en su dependencia
director de la misma . En 1924, éste se coyuntural como en la dependencia de un
casó con Pilar García Rodríguez que recurso -el carbón- no renovable.
escribió los famosos «Cuadernos» sobre Casi el setenta por ciento de la pobla-
el Valle de Laciana. ción activa se encuentra ocupada en el
Hay que destacar además, que el cami- sector minero-energético, el cual induce
no a la estación lo sufrago Constantino directamente al menos a otro veinte por
Rodríguez. ciento de empleados en el comercio , la
Tradicionalmente ganadera, la comarca construcción y diversos servicios privados
de Laciana ha conocidouna profundatrans- y públicos. La de Villablino es, sin duda
formación debida al impacto provocado por alguna , la pr incipal cuenca minera de
la explotación minera en gran escala. León y una de las más importantes del
Transformación que le ha permitido mul- país; ha venido siendo explotada de forma
tiplicar sus efect ivos humanos e incre- ininterrumpida e intensa desde hace seis

Cartel señalizando Villablino.

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décadas y cobija aún la mayor reserva de parte del coto hullero de Villablino y que,
hulla nacional , por encima incluso de la con el concierto estatal, construyó el ferro-
extenuada Cuenca Central Asturiana. carril del Sil, verdadera esp ina dorsal para
Estos hechos son de tanto peso que el desenvolvimiento económ ico no sólo de
cualquier otro aspecto , aún merec iendo la minería lacianiega, sino igualmente de
atención , no puede ocupar sino un plano toda la cuenca antracitera del Bierzo que,
secundario relegado o mediatizado res- a la sazón , se encontraba tamb ién en
pecto al dom inio absoluto y la omnipre- estado virginal.
sencia de la actividad extractiva y de Desde entonces algunas peque ñas y
todas las formas sociales o paisajísticas medianas empresas han coexistido con la
que la acompañan . En este ámbito, más M.S.P., explotando áreas marginales de la
que en cualquier otro lugar de la región, cuenca y aprovechando alguna de las
los «latidos» de la mina resuenan conti- infraestructuras de que ésta dispone .
nuamente y se amplían en no importa qué Entre ellas destacan «Hijos de Baldomero
detalle de la vida cotidiana. Garcia » y el «Coto Cortés » (esta última en
territorio asturiano ), en tanto que otras
han sido absorb idas paulatinamente por la
EL LABOREO MINERO EN LACIANA empresa principal.
Todo ello no impide, sin embargo, que
más del noventa por ciento de la produc-
1. Origen y desarrollo de la ción y de la plantilla empleada en la mine-
explotación minera ría lacíaniega hayan venido correspon-
diendo a la M.S.P. y que, en consecuen-
Aún cuando el yacim iento hullero de cia, nos encontremos ante un espacio de
Villablino era conocido en el siglo pasado , uso fundamenta lmente monoemp resarial,
su aprovechamiento no comenzó a efec- férreamente controlado desde una única
tuarse en gran escala hasta el segundo instanci a. Es import ante resal tar este
decenio del siglo actua l, con bas tan te fenómeno porque singu lariza a nuestra
retraso sobre las principales cuencas del comarca frente a otras vecinas, como la
país: Asturias, Noreste de León, Palencia, berciana o la suroccídental asturiana (de
Puertollano (Ciudad Real ) y Peñarroya neta dispersión empresarial), siendo cau-
(Córdoba) . La causa última de ese tard ío sa de pecu liares aspectos territoriales
laboreo no era otra que la dificultad de que, como la configuración del hábitat, se
acceso al yacimiento , ubicado en plena explican en gran medida a partir del grado
Cordillera Cantábrica , alejado de los cen- de concentración existente en la utiliza-
tros de transformació n o consumo y de las ción de los recursos.
rutas de transporte por ferrocarril, medio Debido a la magnitud del yacimiento y del
idóneo entonces para la evacuación del capital que lo explota, el laboreo minero ha
mineral en grandes cantidades. conocido en Laciana una continuídad tem-
Al calor de la coyuntura favorable que pora l marcada por un ritm o expa nsivo
introdujo la Guerra Europea -que mitiga- general, tras el cual, no obstante, se dejan
ba la competencia exterior- y en el marco sentir nítidamente los vaivenes coyuntura-
de una «fiebre minera» extendida a toda les que afectan a la economía nacional y
la nación, se constituyó en el año 1918 la los que son propios de los negocios mine-
«Mi ne ro-Si de rúrgi ca de Pon fer rada » ros o energéticos. Así, las fases de creci-
(M.S.P.) sociedad que compró la mayor miento han venido ineludiblemente sucedi-

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das de períodos depresivos en los que la tardía, quedó configurada desde un princi-
construcc ión de la act ividad extractiva pio como un área de minería de enclave;
alienta la emigració n y repercut e en el esto es, un área explotada por capítal forá-
estancamiento o el retroceso de las demás neo en la que la producción no incorpora
ramas económicas, directa o indirectamen- va lor añad ido alguno «in situ» , siendo
te ligadas a la minería. transformada en otras localizaciones.
Cabe destacar, entre los años de expan- Este modelo de enclave , prop io de
sión, a los inmediatamente posteriores a nuestra miner ía, engendra contradictorias
la constitución de la M.S.P. y, sobre todo, y paradój icas situaciones, como la que
al período autárquico que suced ió a la atraviesa en la actualidad la comarca .
Guerra Civil Española, mientras que la cri- En efecto , en tanto las cifras de produc-
sis más profunda tuvo lugar en los años ción superan el millón y medio de tonela-
sesenta , cuando el mercado naciona l das anuales de carbón -techo nunca
comenzó a abrirse al exterior y otras mate- alcanzado con anterioridad- y la plantilla
rias primas fósiles (gas natural, petróleo) tiende a mantenerse estable en torno a los
comenzaron a desplazar al carbón en la tres mil emp leos directos las empresas
producción energética. mineras acumu lan pérdidas y subs isten
Esta incertidumbre, siempre presente, es únicamente en virtud del apoyo financiero
un poderoso factor, quizás intangible aun- que reciben del Estado.
que no por ello menos real, que condiciona Desde 1977, en que los resultados de la
en extremo el desarrollo de la comarca y M.S.P. fueron negativos en 295 millones
dificulta un racional y duradero aprovecha- de pesetas , las pérdidas se han ido acre-
miento de sus recursos renovables. centando y acumulando de año en año, y
las deudas contra ídas supe raban ya en
1985 los ocho mil millones .
2. Una minería de enclave Con razón la conciencia colectiva de cri-
sis es notoria, a pesa r de la apar iencia
Dentro de la variada gama de situacio- tranqu ilizadora que arrojan los resultados
nes que conocen las d istintas áreas de producción . La causa principal no es
mineras españolas, energéticas o no, la otra que la extrema fragilidad inherente a
cuenca de Villablino y todas las cuencas ese modelo que comentamos , en el que la
de León ocupan , por desgracia, una de excesiva especialización impide amort i-
las posiciones más desfavorables desde guar los eventuales reveses provocados
el punto de vista de los intereses autócto- por un retraimiento de la demanda o por
nos. un viraje en la política energética nacional
Lejos de la envidiable situación de la e internacional. Y todo ello agudizado por-
minería vasca del hierro, controlada desde que la demanda se concentra casi exclusi-
un principio por capital autóctono y que vamente en el sector eléctrico, en tanto
contribuyó por ello, en su día, a un sólido y que en décadas anteriores el consumo de
multirramal desarrollo económico, e inclu- carbón abarcaba también a las siderúrgi-
so lejos de la minería asturiana o de la de cas, navieras, cementeras , ferrocarriles,
Sie rra Moren a (Puertoll ano , Lin ar es) , usos domést icos y otros .
dependientes en alto grado pero genera- En estas condiciones se desa rrolla la
dores de una cierta diversificación produc- extracc ión de carbón en diversos grupos o
tiva, la cuenca de Villablino, al igual que las pozos mineros situados próx imos a las
otras cuencas carboneras de explotación pob laciones de Villaseca (g rupos de

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«Lumajo» y «Carrasconte»), Orallo (<<Bol- masas boscosas que crecían en los cena-
sada-Peñas») , Villager (e Catderón») , gales eran periódicamente invadídas por
Caboalles de Abajo (<<María» , «Escondí- corrientes fluviolacustres y sepultadas
da») y Caboalles de Arriba (<<Paulina»), y bajo los aluvíones y los limos, que a su vez
han comenzado a extenderse no sin polé- resultaban nuevamente colonizados por
mica, las explotaciones a cielo abierto en la vegetación . En un proceso que abarcó
El Villar de Santiago , Carrasconte , el varios millones de años la cuenca fue
Puerto de Leitariegos, Lumajo y Robles. completamente rellenada de capas vege-
En suma, el manchón carbonífero, prin- tales transformadas en carbón, alternan-
cipal recurso económico de la comarca , tes con otras de areniscas y pizarras, con
es objeto de un intenso aprovechamiento un espesor total variable entre los 2.500 y
subterráneo y superficial que comporta los 3.000 metros y un mínimo de 19 capas
diversas consecuencias , apreciables tan- explotables con potencia entre 0,4 y 3
to en el marco natural como en el medio metros, agrupadas en diversos paquetes.
humanizado. Las últimas sacudidas hercínicas alcan-
zaron aún a plegar estos paquetes , que
forman un sinclinal disimétrico entre los
EL MEDIO FíSICO COMO SOPORTE DE materiales más antiguos que les sirvieron
LA EXPLOTACiÓN MINERA de cobijo . Por último, a través de diversas
grietas se produjo la intrusión de rocas
ígneas a altas temperaturas (pórfidos ),
1. El yacimiento carbonífero que transformaron las capas de carbón
más próximas en verdaderas antracitas .
En la historia del yacimiento y en la de La historia posterior se límita a una
todo el relieve lacianiego por extensión intensa denudación del relieve durante las
hay, como siempre ocurre , un momento eras Secundaria y Terciaria, hasta ser
clave, esencial desde el punto de vista del reducido éste a formas muy suaves de
desarrollo posterior. escasa altitud y a un nuevo alzamiento
Podemos situar ese momento al final del general producido por la orogenia alpina.
período Carbon ífero, hace unos trascien- El rejuvenecimiento, que ha levantando
tos millonesde años. algunos bloques por encima de los dos mil
En esa época, conocida por los geólo- metros de altitud , y la erosión posterior
gos como Estefaniense , las presiones han devuelto al conjunto algunos de sus
sufridas por la corteza terrestre habían rasgos originales y han terminado de con-
hecho ya emerger, donde antes existía cretar los detalles morfológicos del relieve
una cuenca marina, un paquete sedimen- actual.
tario de varios miles de metros de espe-
sor. La cordillera así formada (cordillera
herciniana) se extend ía en forma de gran 2. Un relieve macizo y vigoroso
arco , ocupando parte de la Península Ibé-
rica antes inexistente y sobre ella se des- El relieve lacia niego está labrado sobre
arrollaron prolíficamente, en un medio cli- materiales pizarrosos predominantes, lo
mático húmedo y cálido, algunos de los que le confiere una gran homogeneidad y
bosques más antiguos de la Tierra. cierta monoton ía. Abundan las formas
En una cuenca alargada de Oeste a masivas, muy compactas , sobre cordales
Este, sobre el paralelo de Villablino, las alargados en sentido Este-Oeste , que en

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poni ente se in curvan haci a el Norte sobre todo afecta a los acuíferos por cap-
siguiendo los rumbos típicos de la vieja tación o desv iación de los manantiales,
cordillera herciniana. favoreciendo una mayor aridez de los sue-
Las culminaciones alomadas muestran los que es también patente en toda el área
los vestigios del antiguo aplanamiento, ocupada por el manchón .
modificando puntualmente por la acción Los estériles integran escombreras que
glaciar destructora que afectó a todo el salpican todo el paisaje del Valle; decenas
territorio situado por encima de los 1.500 de ellas se encuentran ubicadas en lade-
metros y por el profundo encajamiento de ras de fuerte pend iente , sometidas por
la red fluvial actual que tiende a fragmen- ello a posibles deslizamientos.
tar los cordales en bloques aislados. Sólo En fin, los residuos más finos del carbón
en la mitad septentrional el mayor contras- lavado, tra nsportando o almacenando,
te en la dureza del roqu ed o facilita la impregnan las aguas y la atmósfera perju-
generación de un auténtico relieve dife- dicando su calidad natural.
rencial, en el que emergen nítidamente los Estos y otros efectos directos e induci-
crestones de cuarcita blanca, como en el dos se hacen más evidentes y se amplían
Muxivén (2.032 metros) y el Camó n de con el laboreo superficial, el cual deteriora
Peñarrubia (2.1 88 metro s), o las dur as además la calidad visual y estética del pai-
areniscas del CuetoArbas (2.007 metros). saje. Todo ello repercute limitando, entre
Sobre este relieve macizo, una potente y otras y por citar un ejemplo, las activida-
bien alimentada red fluvial, organizada por des de oc io al aire li bre en la propia
el río Sil, ha producido fuertes desniveles coma rca y merma por eso una de sus vir-
retrocediendo continuamente las cabece- tuales potencialidades.
ras y habiendo capturado el antiguo curso Tal es el caso paradigmático del Puerto
del río Luna, que se prolongaba con ante- de Leitariegos y anteriormente de Cerre-
rioridad hacia el puerto de Cerredo cruzan- do, donde la extracción a cielo abierto tie-
do la comarca de Oeste a Este. Así, el dre- ne lugar en parajes inmediatos a las pra-
naje, que en el pasado geológico dirigía las deras en las que muchos lacianiegos y
aguas hacia la cuenca del Duero, se reali- otros visitantes han venido practicando en
za ahora hacia la del SiI-Miño. las últimas décadas una sana expansión
de aireación, descanso o deporte .
La aflue ncia haci a estos ver dader os
3. Impacto minero sobre el medio «pulmones» de Laciana se ha visto con-
fís ico secuentemente muy limitada, en beneficio
de otros espacios extracomarca les próxi-
La explotación carbonera no ha compor- mos: puerto de Somiedo, Babia, Luna.
tado sólo una cierta adaptación a las condi-
ciones que impone el medio físico, sino que
de diversas maneras se traduce también 4. Un menguado aprovechamiento del
en modificaciones que afectan a éste. potencial vegetal y pecuario
El vaciamiento parcial del yacimi ento ,
aún cuando tenga lugar subterráneamen- 4.1. Retroceso de la actividad
te, se manifiesta en superficie mediante agropecuaria
diversos hundimientos locales, f1exuras o
movimientos de tierras como los habidos En efec to , la exp lota ció n ganadera ,
en el pasado en Villager y Villaseca , y antaño principal ocupación de los lacianie-

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gos, se encuentra hoy en estado agónico. cias se hizo también manifiesta la desven-
Suficiente es señalar que en los últimos taja competitiva de tal sistema, algunos de
cuarenta años el censo bovino del munici- cuyos elementos (sobre todo el uso de las
pio de Villablino se ha reducido en más de brañas) convendría recuperar hoy.
un sesenta por ciento, desde las 4.312 En aquellas condiciones , y en cierta
cabezas de 1945 hasta las 1.889 que medida, la mineria se limitó a acelerar un
había a finales de 1987. En similares pro- proceso ya desencadenado , absorbiendo
porciones se ha reducido también la una parte sustancial de los excedentes
población activa y la superficie destinada humanos del campo que habrían emigra-
a prados y pastizales, mientras que para- do en cualquier caso, tal como de hecho
lelamente se incrementó el espacio impro- ocurrió en el conjunto del agro español y
ductivo a efectos de uso rural y el ocupado de manera particular en las áreas de mon-
por el matorral y el arbolado. taña.
El deterioro de las condiciones ambien- De una u otra forma, el grado de deterio-
tales provocado por la minería, el aumen- ro del potenc ial agropecuario ha ido en
to del espacio destinado a usos mineros o aumento y prosigue en la actualidad. Y no
anejos, el crecimiento urbano o la atrac- se trata solamente de un descenso conti-
ción de activos agrarios por el yacimiento , nuado de la riqueza en explotación (la
son factores directamente implicados en cabaña ganadera , los prados, las brañas,
este proceso. el monte), sino también de que las explo-
Pero no sería justo achacar al impacto taciones existentes no poseen en su
minero todos los males del sector agrope- mayor parte otra finalidad que la de mero
cuario. Cierto es también que cuando la complemento de los ingresos familiares .
actividad minera hizo su aparición en la Algunos datos pueden ilustrar esta ase-
comarca el sistema tradicional de aprove- veración:
chamiento y organización de la potenciali-
dad natural y del espacio rural atravesaba - A las 392 explotaciones que había en
ya por una profunda crisis de acomoda- Laciana en 1982 se encontraban vin-
ción a las nuevas condiciones que impo- culados de diversas maneras unos
nía el emergente capitalismo español. novecientos act ivos , pero de ellos
La utilización extensiva de los pastos (a únicamente el quince por ciento tení-
veces exclusivamente a diente) y del mon- an el trabajo en el campo como ocu-
te por ganado muy bien adaptado a las pación principal, predominando abru-
condiciones del med io (la Mantequera madoramente el trabajo «a tiempo
Leonesa), aunque de escaso rendimiento parcial». De los 315 propietarios de
cárnico y lácteo; el régimen estacional ganado vacuno con tabil izados en
basado en la trashumancia estival hacia 1987 sólo siete poseían más de vein-
las brañas, tan abundantes y ricas en te cabezas y el total de los que tenían
Laciana, o la práctica del policultivo en las más de diez cabezas no llegaba al
vegas, se realizaron secularmente como medio centenar. En fin, casi las tres
la forma idónea de aprovechamiento del cuartas partes de las explotaciones
potencial vegetal y pecuario que garanti- no llegan a disponer de una superficie
zaba la supervivencia de las explotacio- de tierras de cinco hectáreas (superfi-
nes y de la población. cie considerada como el límite míni-
Sin embargo, cuando el intercambio de mo de rentabilidad) y las que poseen
mercado se generalizó a grandes distan- más de cien hectáreas agrupan , en

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general, distintas categorías de bien- Se trata, en conjunto, de una vegetación
es públicos, trátese de predios de titu- natural atlántica -con algunos elementos
laridad municipal , de juntas vecina- de transición- adaptada a un clima húme-
les, etc. do y fresco, con cierta sequía estival ya la
presencia de suelos medianamente áci-
En definitiva, no es aventurado afirmar dos como son los pizarrosos.
que, en las circunstancias presentes , no Unicamente el trece por ciento del terri-
existen en el valle más de veinticinco o torio es utilizado de manera más intensiva
treinta explotaciones ganaderas que ten- que la que se deriva del aprovechamiento
gan asegurada una mínima viabilidad del monte bajo o de la riqueza forestal,
económica para el futuro y ello sin contar destinándose a tierra de labor y a prados,
con los problemas que para la explotación para los que se reservan los emplaza-
vacuna se derivan de nuestro ingreso en mientos más favorables.
la Comunidad Europea . Ocupando a veces superficies diferen-
ciables , pero generalmente alternando en
las inmediaciones de los núcleos de
4.2. Utilización del espacio rural: un neto población , tíerras labrantías y parcelas de
predominio del monte prado flanquean los cursos fluviales dan-
do lugar a una serie de franjas de uso
Desde el punto de vista de las superfi- intensivo de entre las que las extendidas
cies agrarias el territorío lacianiego consti- entre Villaseca y Rabanal de Abajo y entre
tuye mayoritariamente un espacio forestal Villablino y Caboalles de Abajo , en los
con predominio del monte bajo formado márgenes del río de Caboalles alcanzan
por brezos, urces, escobas y árgomas la mayor amplitud.
como especies predom inantes , en tanto En posición más o menos perpendicular
que el tomillo y el arándano son más oca- a aquel trazado se suceden al Norte, y de
sionales. Vegetación de matorral lo sufi- Este a Oeste, los espacios de prado y
cientemente poco densa , a veces , como labor correspondientes a los valles del río
para permitir su uso a pasto y que alterna , de Lumajo, río de Sosas, río de San
en general, con espacios desprovistos de Miguel , río de Orallo , arroyo de Chanada y
otra cub ierta que la herbácea , también curso alto del río de Caboalles en su des-
pastables. Estos usos cubren el sesenta censo del Puerto de Cerredo . Al Sureste
por ciento de la superficie municipal de Vi- las riberas del río del Puerto (Magdalena)
lIablino. albergan el terrazgo del Villar de Santiago.
Existen unas 4.500 hectáreas de arbola- Prados , pastizales , superficies forestales
do, mayoritariamente loca lizadas en la pastables y, en parte, tierras de labor sos-
margen izquierda del Sil , de terrenos tienen una cabaña ganadera en retroce-
umbríos , húmedos e impermeables, en so, dominada por el peso específico del
las que el roble y el rebollo tienen la pre- bovino, al cual sigue en importancia el
sencia más permanente , siendo también ganado de cerda, que incluso se ha íncre-
abundante el abedul. mentado aunque su cría carece casi siem-
Algunas manchas de haya y otras espe- pre de otra finalidad que el aprovecha-
cies más dispersas, como el fresno , el miento doméstico de diversos elaborados
avellano, el capudre o el acebo, compo- cárnicos , tanto entre familias dedicadas
nen junto con las formaciones predomi- preferentemente a las agricultura como
nantes el paisaje boscoso comarcal. entre muchas familias mineras .

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NARRIA
Se mantienen también algunos peque- cional y en conjunto , durante siglos, exis-
ños rebaños de ovejas y cabras que apro- tió un equilibrio territorial bastante notorio.
vechan los pastos de escasa calidad de La población estaba sumamente espacia-
entre el matorral , y poco más de doscien- da en quince aldeas de rango muy similar,
tas cabezas equinas. Este ganado, junto cada una de las cuales alojaba entre cien
con otras especies menores, aves y cone- y trescientas almas, totalizando a princi-
jos , de tenencia frecuente en las casas de pios de siglo una cifra de 2.800 habitantes.
labor y en las «chabolas» de los núcleos Ello era acorde con la propia dispersión
mineros , comp letan la ex igua riqueza sobre el territorio de los recursos utiliza-
pecuaria lacianiega, que guarda escasas dos y con el sistema extensivo de dicha
relaciones de proporcionalidad con la can- utilización.
tidad de espacio útil disponible (cerca de La mayor parte de los núcleos se asen-
dieciocho mil hectáreas). taban sobre el fondo del valle principal,
junto a las vegas aluvia les (Vill aseca,
Rioscuro, Villablino, San Miguel, Rabanal
UNA PROFUNDA REMODELACIÓN DEL de Abajo , Villager, Caboalles de Abajo y
POBLAMIENTO Caboalles de Arriba), o en rellanos topo-
gráficos que dominaban al valle (Robles,
1. Equilibrio territorial en la sociedad Llamas, Rabanal de Arriba). De los valles
rural preminera transversales , más estrechos, el pobla-
miento fijo únicamente aprovechó aque-
Antes del impacto minero el predominio llos que ofrecían condiciones favorables
en Laciana de un sector agropecuar io de desde el punto de vista topográfico y edá-
subsistencia limitaba la expansión pobla- fico (Lumajo, Sosas, Orallo).

Ferrocarril minero cel mixto».

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Cabe incluir como parte integrante de regulares que , con pocas excepciones,
esta red de asentamientos a los grupos de media hora aproximada de camino sepa-
cabañas existentes en las brañas, que en raba a cada uno del más próximo, y una
alguna medida duplicaban las aldeas del hora de su braña respectiva. El núcleo
valle , y que transitoriamente cumplían más accesible desde los extremos, Villa-
también funciones residenciales, para las blino, acaparaba las funciones básicas de
cuales estaban mínimamente dotados. carácter administrativo y comercial, lo que
Aún cuando el territorio es muy quebra- le confería una cualidad sobresaliente a
do, la localización de los núcleos estaba pesar de que ocho aldeas del Valle conta-
establecida de tal manera en distancias ban con una población superior.

Vagoneta en la que se transporta el mineral

2. La nueva organización jerarquizada amoldándola a sus necesidades, la


por los asentamientos estructura anterior del hábitat. El peso
poblacional y la funcionalidad de cada
Este mode lo se viene abajo cuando núcleo cambiaron sensiblemente según
hace su aparición una actividad que su mayor o menor proximidad a los puntos
explota recursos de forma más intensiva y elegidos para practicar la extracción car-
más concentrada en el espacio. bonífera.
La actividad minera, con las instalacio- De este modo, la mayor densidad huma-
nes y servicios auxiliares propios, con los na se alcanzó en Caboalles de Abajo y
servicios e infraestructuras inducidos, con fundamentalmente en Villaseca, donde se
toda la fuerza de trabajo necesaria y con instalaron los más importantes grupos de
las servidumbres reproductivas que ésta explotación y donde la M.S.P. construyó
conlleva -particularmente la demanda de viviendas obreras. Tampoco fue ajeno al
alojamiento-, transformó sensiblemente , crecimiento, aunque tuvo lugar en límites

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NARRIA
más modestos, a otros pueblos que como te de la villa, por lo cual la jerarquización
Orallo, Villager o Caboalles de Arriba se tiende a acentuarse y la red a convertirse
vieron involucrados también directamente en unicéfala .
en el proceso. Incluso los núcleos más
alejados de los pozos ganaron población
debido a la saturación y hacinamiento 3. Una población regulada por las
imperantes en los anteriormente citados , migraciones mineras
aunque no perdieron totalmente su tradi-
cional dedicación ganadera. Independientemente de lo que haya
Como centro geográfico del Valle, Villa- ocurrido en cada localidad concreta , en
blino siguió siendo útil a la M.S.P. para conjunto la población del valle se ha multi-
centralizar allí algunos servicios comunes plicado por cinco en lo que ha transcurrido
a toda la explotación (administración, del presente siglo y cuenta hoy con 15.400
ferrocarril, etc.) de manera que su creci- habitantes, cifra ligeramente inferior al
miento fue también notable, aunque más techo alcanzado en 1960.
ralentizado que en otros casos hasta que El elevado empleo de mano de obra pro-
en los años cincuenta se ubicó en la pro- pio de la mineria subterránea , unido a las
pia villa el grupo minero del Transversal. acusadas fluctuaciones en las ventas, en
En definitiva, el antiguo equilibrio en la el precio y en la producción de carbón,
repartición de los efectivos humanos determ inaron que ese crecimiento haya
sobre el territorio fue sustitu ido, casi de tenido lugar en forma espasmódica , en
manera inmediata, por un nuevo orden en ráfagas breves y muy intensas. Por esta
el cual cada unidad integrante alojaba una razón , la estructura demográfica que
cantidad de población correlativa al tone- refleja la pirámide de edades se encuentra
laje arrancado en su localización y dispo- modelada en primer término por los movi-
nía de un nivel de servicios mínimo. mientos migratorios, los cuales solapan
Los asentamientos pasaron a estar fuer- las tendencias vegetativas naturales (los
temente jerarquizados y encabezados no nacimientos, las defunciones).
por uno, como es usual en otras comar- Esas oleadas migratorias son, a su vez,
cas, sino por tres núcleos de parecida una réplica de los tonelajes arrancados o,
dimensión (Caboalles de Abajo, Villaseca si se quiere, de las fluctuaciones habidas
y Villablino) aunque de contrastado conte- en el mercado laboral que es la cuenca de
nido socio-laboral, por cuanto en Villablino Villablino.
se concentraba casi todo el personal cua- Aunque ha habido siempre un goteo
lificado de las minas y un alto porcentaje migratorio desde la aureola rural corres-
de los lacianiegos ocupados en el comer- pondiente a los municipios limítrofes , leo-
cio , los servicios o la adm in istración , neses y astur ianos, se sobre imponen a
mientras que en Villaseca y Caboa lles esta tendencia permanente , en las fases
residían mayoritariamente productores de mayor reclutam iento, las avalanchas
mineros. de grupos humanos de origen más lejano.
Pero aún este nuevo modelo engendra- Los grupos de inmigrantes llegados antes
do por la explotación minera ha conocido de la Guerra Civil proced ian en mayor
transformaciones recientemente , toda vez cuantía de la cuenca carbonífera asturia-
que el estancamiento o el retroceso de la na (Mieres, Aller, Lena, Langreo); en las
mayor parte de los pueblos del Valle está dos décadas autárquicas hubo un neto
acompañado de un crecimiento importan- predominio de los ibianos (que aún consti-

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NARRIA
tuyen la comunidad más numerosa), y la perviven algunas secuelas de esa situa-
últ ima fase expansiva , la de los años ción, la mejora progresiva del nivel adqui-
setenta, atrajo prioritariamente mano de sitivo de los mineros ha permitido, sin
obra extranjera (Portugal , Cabo Verde). embargo , una también progresiva mejoría
Hoy día el mercado laboral está cas i desde los años sesenta, volviéndose a
cerrado, incluso para los hijos de la co- situar en 1980 el índice de habitantes por
marca. vivienda en los niveles previos a la eclo-
Los procesos migratorios acaecidos se sión minera de los años veinte.
traducen en un predominio neto de los Estos fenómenos han afectado , en
varones , único sexo demandado en las mayor medida , a los núcleos del valle que
minas. Sólo entre los grupos más adultos , se encontraban sobre el yacimiento,
donde la sobremortalidad masculina se mientras que el resto sufrió el impacto de
hace patente, hay un porcentaje más alto manera muy indirecta, lo que les ha per-
de mujeres. La juventud de todo el conjun- mitido también conservar en esencia la
to y la prominencia de los grupos de eda- anterior configuración del caserío en el
des correspond ientes a los períodos de que predominan las casas de piedra, casi
mayor reclutamiento obrero son las otras siempre de pizarra excepto en Lumajo,
caracteristicas sobresalientes de la pobla- donde son de caliza , que es la roca más
ción lacianiega. abundante del lugar. Son construcciones
de maciza constitución , abiertas sobre
ampl ios corrales , normalmente con
hórreo , pero con vanos pequeños al exte-
EL HÁBITAT MINERO rior.
Están poco aglomeradas entre sí y se
1. Las transformaciones del caserio adaptan mimética y armónicamente al
medio físico en que están enclavadas. En
Como la afluencia de emigrantes hacia cambio , el impacto minero convirtió a las
Laciana se produjo a ráfagas y como el aldeas cerca de las cuales se ubicaron
equ ipamiento res idencial era escaso , explotaciones mineras en barrios o unida-
pues estaba ajustado a las necesidades des integrantes de los nuevos núcleos de
anteriores, los espacios de uso residencial población . De esta forma, la mayor parte
se han caracterizado por conocer un des- de las edificaciones perdieron su ances-
arrollo más lento que el de la demanda de tral función conservando únicamente la
viviendas, lo que unido a la generalizada forma más o menos intacta , aunque a
insol venci a que sufrió el proletariado veces se han realizado remodelaciones
minero no podía menos que manifestarse parciales , en general bastante desafortu-
en dos tipos de secuelas: de una parte, en nadas.
una agudización del hacinamiento y, para-
lelamente, en la proliferación de la infravi-
vienda. 2. los componentes del «Puzzle»
El número de habitantes por vivienda, urbano
que a principios de siglo no llegaba a tres,
había ascendido hasta cinco en los años A excepción de los caseríos previos
cincuenta y estuvo muy extendido el alqui- incorporados, todos los demás elementos
ler, como residencia, de antiguas cuadras que componen el mosaico urbano lacia-
y pajares habilitadas para tal fin. Aunque niego son producto directo de la explota-

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NARRIA
ción carbonera y su dispos ición sobre el Por último , los edificios de pisos de pro-
territorio ha tenido lugar de acuerdo con moción privada , escasos m ientras no
lógicas distintas , cuando no claramente ex ist ió una demanda so lvente , ha n
contradictorias, al menos desde el punto comenzado a proliferar desde los años
de vista de la armonía del conjunto. setenta , ubicándose en las áreas centra-
Con objeto de reducir al mínimo el tiem- les de los núcleos mayores , sobre los ejes
po de desplazamiento, cuando los medios básicos de acceso y, fundamentalmente ,
de transporte se habían desarrollado aún en todo el espacio urbano de Villablino.
débilmente , los pob lados de empresa A la aldea antig ua incorporada, los
-conocidos como «cuarteles»- se locali- barrios plan ificados de empresa y las
zaron próximos a las unidades respecti- construcciones espontáneas , se une ,
vas de producción , segregados de las como último elemento integrante del hábi-

aldeas , soportando las molestias que ori- tat minero lacian iego, todo el complejo de

gina esa proximidad y la lejanía de las uni- construcciones, espacios de maniobra y


ap ilam iento , cargaderos , vías fé rreas ,
dades de servicio , y careciendo de las
castilletes , ramales y planos exteriores de
mínimas infraestructuras urbanas (asfal-
que hace uso la actividad minera.
tado, alumbrado, a veces saneamiento).
Los poblados, internamente planificados,
responden a dos modelos formales diferen-
3. Una estructura desarticulada
tes, constituídos bíen por bloques en hilera,
de dos o tres plantas, o bien por casas indi-
La conjunción espacia l de todas estas
viduales de una planta, también ordenadas
lógicas , tan dispares, da lugar a que el
en hilera. Suman un total próximo a las
volumen residencia l edificado , en el cual
setecientas viviendas , constru idas por la
se intercala la localización de servicios ,
M.S.P. en concierto con diversos organis-
tienda a producir planos polinucleares ,
mos públicos y localizadas en Villaseca ,
con barrios disgregados y mal comun ica-
Caboalles de Abajo, Orallo y Villablino.
dos , lo que obstacu liza la extens ión de las
Las edificaciones de iniciativa particular
infraestructuras urbanas y de los servicios
obrera , de una o dos plantas y construc-
colectivos.
ción modesta, se aglomeran en barriadas
Incluso donde , como ocurrió en Caboa-
que ocupan espacios periféricos no califi- lIes de Abajo o en Villaseca , la extensión
cados como urbanos en el momento de su del caserío ha sido suficientemente impor-
construcción , alll donde el suelo es más tante como para soldar en un cuerpo úni-
barato y, por ello, de peor calidad (laderas co los diferentes eslabones separados,
empinadas, vaguadas, lugares alejados ). ello ha tenido lugar en una sola direcc ión
Algún camino o carretera secundaria sue- -la que marca el eje central de comun ica-
le actuar como soporte articulador entre ción- generando un casco desmesurada-
las construcciones, pues no se atienen a mente alargado , pues la ausencia de
más plan que el de las parcelaciones rea- infraestructuras o de planes infraestructu-
lizadas por los prop ietarios del suelo; a rales transversa les dificulta el ensancha-
veces son exclus ivamente las curvas de miento del volumen edificado .
nivel quienes fijan las orientaciones prefe- Como consecuencia y resumen de todo
rentes , como ocurre en «La Corradina» de lo anterior se puede recon o cer en la
Villablino, el «Barradillo» de Caboa lles de mayor parte de los núcleos urbanos de
Abajo u «Otar de Perros » de Villaseca. Laciana una senc illa estructura urbana

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NARRIA
constituida básicamente por un área cen- Ya se ha indicado que Villablino acapa-
tral, ubicada en torno a la carretera o calle raba en el pasado la capitalidad municipal
principal, donde se localizan los estableci- y acogía buena parte de las otras funcio-
mientos comerciales y de servicios y don- nes administrativas que interesaban al
de se levantan los edificios de mayor cali- concejo. También en la villa tenían lugar
dad y altura; y un área periférica -envol- las principales ferias y mercados, que
vente en algunos casos, muy discontinua constituyeron antaño la forma privilegiada
en otros- formada por un conglomerado del intercambio comercial. La conserva-
complejo de materializaciones arquitectó- ción y ampliación de esas funciones tradi-
nicas: viejos edificios campesinos, casas cionales , la afluencia de inmigrantes hacia
individuales o colectivas rodeadas de las minas y la localización en Villablino de
huertos y de pequeñas edificaciones ane- los servicios centrales (en el nivel comar-
jas utilizadas como albergue de animales cal) de la M.S.P., no hicieron más que
domésticos, barrios de bloques, instala- reforzar progresivamente su capitalidad, a
ciones mineras. pesar de que hasta los años sesenta Villa-
seca superaba su población.
El mayor potencial de servicios y una
4. Villablino, la capital de Laciana más amplia diversificación económica
permitieron a la capital del concejo afron-
No podríaaparecercompleta la imagendel tar, en mejores condiciones que los otros
Valle de Laciana sin una especial referencia núcleos, la crisis minera de los años
al principal núcleode población de la comar- sesenta, e incluso extender a expensas
ca y centro representativo de la misma. del conjunto ese potencial y su base

Casa roja, cercana a la estación.

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NARRIA
poblaciona l en las últimas décadas, lle- desenvolviendo la actividad económica y
gando a alcanzar en la actualidad los sie- social del valle y de la propia villa.
te mil habitantes, casi la mitad de los que Así , hasta después de la guerra civil el
viven en el valle . plan mostraba aún la presencia separada
Por lo demás, de los 600 establecimien- de los dos núcleos originarios del casco
tos de comercio y servicios no oficiales actual , San Miguel y Villablino, que crecie-
registrados en Laciana en 1980, algo más ron en los años siguientes, igual que lo
del cincuenta por ciento estaban también hicieron otros del conce jo , en torno a los
radicados en Villabl ino , donde lógicamen- ejes centra les de comun icación . Esa
te se localizan casi la totalidad de los ser- expansión , lenta , lineal y axial , se aceleró
vicios públicos y el espacio que los sus- en los años cincuenta con la afluencia de
tenta . un gran contingente obrero que imposibili-
Precisamente el setenta por ciento de la tado de acceder a los terrenos céntricos
superficie construida en Laciana a expen- -planificados desde 1957 pero sin dota-
sas de organismos públicos lo ha sido en ción infraestructural- se asentó en barria-
Villablino. das periféricas separadas entre sí, cono-
Esta situación privileg iada conv ierte al ciendo entonces la villa un crecim iento
núcleo en un centro de reciente atracción rápido de tipo polinuclear que produjo un
sobre el entorno circundante, abarcando plano desarticulado, con amplios intersti-
la influencia directa de los municipios limí- cios sin construir.
trofes de Cabrillanes , Murias de Paredes, Por último, el aumento de la activ idad
Palacios del Sil y Oegaña. extractiva, de la solvencia obrera y del
Las fases de crecimiento del casco peso gravitatorio del núcleo, coincidentes
urbano y las formas que éste ha revestido con la urbanización efectiva de los terre-
en cada etapa , no son más que una fiel nos centrales, perm itieron un progresivo
traduccíón física del proceso descrito, tra- compactamiento iniciado en la década
ducción adaptada a las condiciones gene- pasada y concluido prácticamente en la
rales y partículares en que se ha venido actua lidad.

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