Mafalda es una historieta creada por el argentino Joaquín Salvador Lavado, más

conocido como Quino, en 1963. Tiene como protagonista a una niña muy
inteligente.

Cuenta su creador, a modo de anécdota, que Mafalda nació como una historieta
para promocionar una línea de electrodomésticos, pero esta campaña nunca se
realizó, así que quedo guardada en el cajón durante un año más o menos. Es en
1964 que sale a la luz, en una publicación en la revista Primera Plana a pedido del
secretario de redacción, Julián Delgado.

A partir de ese comento, Mafalda cobra vida junto con los inolvidables personajes
que todos conocemos. El padre, empleado de una compañía de seguros, hombre
mesurado que vela por la comodidad de su familia; la madre, típica ama de casa
de clase media, abnegada y sacrificada, que está pendiente de los quehaceres de
la casa. Los amigos de Mafalda: el señor Felipe, el materialista Manolito, la
altanera y parlanchina Susanita, el inocente Miguelito, y otros más. Estos
personajes constituyen una forma particular de conocer la problemática del mundo
a través de sus voces.

La magia, una ilusión

La magia, también llamada ilusionismo, es un espectáculo del que los seres
humanos hemos disfrutado desde hace muchos siglos. Se la puede definir como el
arte de entretener mediante trucos que desafían las leyes de la naturaleza.

Sus orígenes se encuentran en la antigüedad. Los primeros magos de los que se

tiene conocimiento estuvieron en Egipto, alrededor del año 2700 a.C. en esa
época llevaban a cabo trucos con animales, copas, esferas de madera y otros
objetos.

Para realizar sus pruebas, los magos se basan en diferentes principios

psicológicos, entre ellos se encuentra la distracción y la sugestión. Los
espectadores no ven todo lo que sucede. Ellos creen ver otras cosas que en
realidad no ocurren. Esto nos lleva pensar que el ilusionismo efectúa acciones
imposibles.