Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1810,1910:
REFLEXIONES SOBRE DOS
PROCESOS HISTÓRICOS.
MEMORIA
ISBN 978-607-02-1576-6
F E L I P E A M A L I O COBOS ALFARO
63
64 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro • 65
ella pertenecían algunos miembros del ayuntamiento, como el marqués masones franceses, los illuminati de Bavaria, los sofistas y los enciclo-
de Uluapa y Francisco Primo de Verdad, así como Miguel Domínguez, pedistas ilustrados. Por otra parte, desde la primera mitad del siglo xvm
5
corregidor de Querétaro. El mismo autor refiere que ahí fueron iniciados la Iglesia había condenado a la masonería a través de la Constitución
Hidalgo y Allende, entre otros líderes insurgentes. 3
apostólica In eminenti, del papa Clemente XII, promulgada en 1738 y
ratificada en 1751 con la bula Providas del papa Benedicto XIV. La Igle-
sia reconoció en la masonería un poder autónomo fuera de su dominio,
2 José María Mateos, Historia de la masonería en México. Desde 1806 hasta 1884. mismo que desconocía por su carácter secreto, y del que naturalmente
Ed. facs. México, Herbasa, 1983. El mito de la omnipresencia se ha expandido tanto
desconfiaba. De igual manera, la jurisdicción española establecía que
que hasta el artículo sobre la masonería de la "oficialista" Enciclopedia de México se
basa en la historiografía masónica encabezada por Mateos y Zalee. (Vid. Luis J. Zalee
cualquier grupo no autorizado era ilícito (más aún siendo secreto), por
y Rodríguez, Apuntes para la historia de la masonería en México: de mis lecturas y considerársele potencialmente subversivo, un peligro para el orden social
recuerdos. México, Penitenciería del Distrito Federal, 1950, vol. 1.) En cambio, la y para el Estado. En el mismo sentido, las teorías de la conspiración atri-
6
opinión de Torre Villar es mucho más prudente y acertada al sugerir que "algunos buyeron a las sociedades secretas como la masonería y a órdenes re-
militares incorporados dentro de los cuadros del ejército novohispano habían teni- ligiosas como los jesuítas la insurgencia hispanoamericana. Justo en
do la oportunidad de entrar en contacto con soldados de graduación superior venidos de
septiembre de 1810, al condenar y censurar la Carta dirigida a los es-
la península y en los cuales los programas internacionales de la francmasonería y del
pañoles americanos del jesuíta peruano Juan Pablo Viscardo (publicada
incipiente liberalismo era comunes". (Ernesto de la Torre Villar, Los Guadalupes y la
Independencia. Méxjco, Porrúa, 1985.) Lo cual no indica, por supuesto, que los franc- en 1801), fray Luis Carrasco y fray José Barcena, calificadores del San-
masones hayan sido los precursores ideológicos de la Independencia, como sugiere to Oficio de la Nueva España, escribieron: "[los jesuítas] unidos a los
Rangel (Nicolás Rangel, Los precursores ideológicos de la guerra de Independencia: francmasones, que traen su origen en los templarios, intentan todavía
¡789-1794. 2. La masonería en México. Siglo XVIII. México, AGN, 1932), aunque el el desagravio de la Extinción". 7
la Calle de las Ratas y se mantuvo itinerante, trabajando principalmente en el Pensil, la francmasones e iluminados contra la religión, el trono y la sociedad", reza el título
casa de campo de Luyando, en San Juanico. (J. M. Mateos, op. cit., pp. 8-9.) Sobre esta completo de la traducción.
logia, un texto anónimo de la York Grand Lodge of México reconoce su exis- 5 The Abbe Barruel, Memoirs Illustrating. A History ofJacobinism. Londres, 1798.
tencia, pero señala que al "abatir columnas" en 1808 se perdieron todos los (Disponible en línea en Google Books: <http://www.books.google.com>.)
documentos, por lo que es imposible conocer su nombre y rito, aunque se 6 J. A. Ferrer Benimelli, La masonería española en el siglo XVIII. Madrid, Siglo
especule que sea yorquino. ("Una historia: la York Grand Lodge of Méxi- XXI, 1974, p. 350.
co", en The Most Worshipful York Grand Lodge of México [en línea]. México, 7 Apud J. A. Ferrer Benimeli, ibid., p. 312.
66 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro - f 67
nismo napoleónico; sin embargo, como refiere Christopher Domínguez, Los [...] círculos m a s ó n i c o s de Inglaterra, Francia y Estados Unidos
"la francmasonería fue otra de las instituciones del Antiguo Régimen deseaban y alentaban la Independencia de Iberoamérica, no porque
lamentaran la suerte de ésta como colonia española, sino simplemente
transformadas y amenazadas tras La Bastilla". En lo que respecta a
8
querida patria". (Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, "Desengaños que a los
Las primeras noticias de la presencia de masones en la Nueva España
insurgentes de Nueva España seducidos por los francmasones agentes de Napoleón, di- datan de la década de 1760-1769 y proceden de procesos inquisitoriales. 13
rige la verdad de la religión católica y la experiencia", en Juan E. Hernández y Dávalos, Por su parte, la tradición masónica considera al virrey, segundo conde
Colección de documentos para la historia de la guerra de Independencia de México de Revillagigedo (1789-1794), como el introductor de la masonería en
de 1808 a 1821. Ed. eléc. coord. por Virginia Guedea y Alfredo Ávila. México, UNAM,
2008, t. IV, p. 18. Disponible en línea: <http://www.pim.unam.mx/juanhdz.html>.)
Sobre D'Alvimar, vid. E . de la Torre Villar, "El aventurero conde Octaviano
10
11 Salvador Borrego, América peligra. México, Alfaro Hermanos, 1964, pp. 121-
124.
D'Alvimar, espía de Napoleón", en Boletín del Archivo General de la Nación, t vil,
núm, 2. México, AGN, abril-junio, 1936, pp. 161-175. E l relato de D'Alvimar se en- 12 César Vidal, Los masones. La sociedad secreta más influyente de la historia.
cuentra en Carlos María de Bustamante, Suplemento a la Historia de los tres siglos de Barcelona, Planeta, 2005, p. 116 {vid. el cap. "La masonería aniquiló al imperio es-
México del p[adre] Andrés Cavo. México, Fundación Miguel Alemán, 1998, t. in, pp. pañol", pp. 115-124). Asimismo, el relato de D'Alvimar también será retomado por
259-261. Zalee refiere dos declaraciones sobre este asunto: la primera, del canónigo la historiográfica masónica; Zalee aceptará como válidas las declaraciones referidas
anteriormente, incluso sugerirá que posiblemente D'Alvimar fue el enlace entre la que
García Carrasquedo, vicario de Hidalgo en San FelipeTorresmochas, Guanajuato, quien
también considera presunta logia de la Calle de las Ratas, el movimiento del ayunta-
dijo ante el tribunal de la Inquisición que Hidalgo recibió en su casa a un general fran-
miento de 1808, Hidalgo y la revolución de 1810. (L. J. Zalee y Rodríguez, op. cit.,
cés; la segunda declaración es del mozo de D'Alvimar, Manuel Hernández (publicada
vol. l.pp. 15,19.)
por José Eleuterio González), quien afirma que D'Alvimar se encerró con Hidalgo toda
una noche. (Cf. L . J. Zalee y Rodríguez, op. cit., vol. 1, pp. 15,19.) 13 N. Rangel, op. cit., vol. 2, pp. 5-22.
68 • La masonería en la revolución de Independencia
Felipe Amalio Cobos Alfaro • 69
México. Ciertamente, durante su gestión llegaron muchos franceses, esas sociedades derivaron en logias y otras en conspiraciones, en-
algunos de ellos en su propio séquito, y entre éstos había algunos maso- tre ellas, las independentistas. 18
. José Luis Trueba Lara, Masones en México. Historia del poder oculto. México,
1 8
La imagen masónica de Cádiz durante la invasión napoleónica es la Si bien el informe anterior refleja el alarmismo de la restauración
de una ciudad donde abundaban las logias. Según Ferrer, fue la llamada 21 posnapoleónica, el mexicano y liberal Mora refiere que las sociedades
Década Infame (1823-1833) la que vinculó al liberalismo gaditano con secretas servían para ganar votos en las cortes, pues:
la masonería. Un informe de 1824 redactado por Delaveau, consejero
de Estado y prefecto de Policía de París, señala que: Se hacían inscribir en ellas a los diputados, y una vez logrado es-
to, se les mandaba obrar y votar de tal o cual modo [...] Cuantos
La francmasonería data en España solamente de la guerra de inva- vieron de cerca el manejo de las cortes dan testimonio de nues-
sión; antes era, por así decir, desconocida. Las primeras logias se tros asertos; todo se manejaba masónicamente y los acuerdos for-
establecieron en Cádiz, mientras los franceses asediaban esta pla- mados en logia prevalecían. 23
2 1 J . A. Ferrer Benimelli, op. cit., p. 331. Hasta la regencia confirmó en 1812 el real que tenía la intención de evitar la fragmentación del imperio español
decreto antimasónico de 1751. (planteada por Napoleón) en cuatro virreinatos. Para defenderse, 26
[...incluso! la guardia del rey contaba también con muchos masones cuando estalló la II. Revista política y crédito público. París, Librería de Rosa, 1837, p. 313.
revolución. Los sectarios"de La Coruña, de Zaragoza, Barcelona y Madrid unieron 2 4Luis Villoro, El proceso ideológico de la revolución de Independencia. 2a. ed.,
sus esfuerzos con los sublevados en Las Cabezas, y el rey se vio obligado a aceptar la la. reimp. México, Conaculta, 2002, p. 116.
Constitución. La lengua masónica se hizo, desde este momento, la de la revolución. 2 5"Declaración de fray Servando Teresa de Mier, X V I Declaración, 16 de noviem-
La secta se apoderó de lasriendasdel gobierno y de la administración. Era preciso ser bre de 1818", en J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., t. vi, pp. 817-819.
masón para ser ministro, al igual que para obtener una plaza de funcionario". (Infor- 2 6"Esta sociedad no era ni contra la religión ni contra el rey [...] los más eran mili-
me del consejero de Estado y prefecto de Policía de París, Delaveau, dirigido al ministro tares y se fueron a pelearen los ejércitos de Su Majestad quedando extinta la sociedad
del Interior francés, apud J. A. Ferrer Benimelli, op. cit., pp. 340-341.) a principios de septiembre de 1811". (Ibid., pp. 819-820.)
72 + La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro • 73
masón para saber lo que trataban en ellas contra América, se le podía por supuesto, de la jalapeña, que veremos más adelante. No estaba 33
permitir". 27
vinculada —ni masónica ni políticamente— con la Gran Logia de
Cabe precisar que Caballeros Racionales no era una estricta logia Londres, monárquica y conservadora. En cambio, tenía influencias del
34
masónica, pues no estaba afiliada a ninguna gran logia, pero sí era una liberalismo republicano estadounidense de la logia de Filadelfia, a la que
"heterodoxia autónoma" de lo que podríamos llamar la "hegemóni- pertenecieron Benjarnin Franklin y George Washington, y donde según
ca ortodoxia institucional" masónica. Además, Caballeros Racionales algunas fuentes fue iniciado el venezolano Francisco de Miranda. 35
era una manifestación del reformismo masónico, frente a la tradicional Guzmán sugiere que tal sociedad es consecuencia del desacuerdo con
masonería dieciochesca del Antiguo Régimen, comparable con la re- las otras logias gaditanas, partidarias de conservar la unidad hispana
publicana y antibonapartista sociedad de Sublimes Maestros Perfectos a costa de la dependencia americana. En este sentido, fray Servando
36
refiere en su declaración:
(1811-1814) de Philippe-Michel Bounarroti, pero alejada del radica-
lismo de los carbonarios francoitalianos emanados de esta última. En 28
narias o anticlericales (liberales primero y socialistas después), como los carbonarios haber adoptado todo lo que la prudencia nos dictó, decidimos se-
francoitalianos.
J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., t. vi, p. 820.
2 9
guir en nuestros trabajos a toda costa y riesgo. L a providencia, que po que codiciaba aumentar su influencia económica y política en las
ciega a los tiranos, nos favoreció esta vez, pues nuestros trabajos colonias españolas en América, frente a los decadentes españoles y a
continuaron con el mejor éxito y felicidad a pesar de las acechanzas los emergentes angloamericanos en expansión, que ya le disputaban el
del gobierno. 38
Caribe. Para ello, si bien la independencia no era un imperativo, sí lo
42
rebelado contra él; entre ellos estaba Francisco Javier Mina. Jiménez capturado, Mina declaró que ni tenía comunicación ni recibió apoyo de
Codinach sugiere que Mina conoció a los hispanoamericanos por ningún gobierno, aunque sí reconoce el apoyo económico recibido por
medio de los españoles liberales exiliados, como José Blanco White y algunos particulares a quienes conoció en las sociedades —quizá refi-
Alvaro Flores Estrada, y que asistió a las tenidas en las logias donde se riéndose a las masónicas o al Holland House Circle. 45
de Belgrano y de la independencia argentina. Buenos Aires, [s. e.] 1858. que partiría Mina y que ya había sido cargado con el armamento para la expedición.
Guadalupe Jiménez Codinach, La Gran Bretaña y la Independencia de Mé-
4 1 >¿Y#,G-Jiménez Codinach, op. cit., p. 299; "Declaración recibida al traydor Mina",
xico. 1808-1821. México, FCE, 1991, p. 274. 2'8'de octubre de 1817, AGS, Estado 8 223.
76 • La masonería en la revolución de Independencia Fepe Amalio Cobos Alfaro • 77
a los hispanoamericanos con sus patrocinadores económicos. Otro de desconfiaron tanto de su tropa extranjera cmo de sus exhortos liberales
los que financió a Mina fue el marqués del Apartado, jefe de la familia a las tropas realistas. 51
Fagoaga. Aristócratas criollos y principales mineros de México, los Fa- Hubo otros intentos de enviar expedicines como la de Mina en la
goaga estaban descontentos con el gobierno español y por lo tanto eran que estuvieron involucrados comerciantes/ políticos estadounidenses
partidarios de la Independencia, incluso participaron para conseguirla, y logias masónicas, como el plan de la Corfédération Napoléonienne
subvencionando algunas empresas insurgentes, como el diario políti- (1815-1817) (a la que pertenecían oficíale bonapartistas exiliados en
co El Colombiano de Francisco de Miranda, las cartas de Miranda a Estados Unidos después del desastre de Waerloo), que pretendía res-
52
las juntas y ayuntamientos hispanoamericanos y la carta de Viscardo taurar el imperio napoleónico desde la Nue/a España coronando como
emperador a José Bonaparte (quien radiciba en Filadelfia) y, luego,
que se distribuyeron por toda América. Precisamente el marqués del
46
Hispanoamérica, e independizar Nueva España, para que el absolutis- piradores militares y las sociedades secretas en la Independencia de México", en Histo-
mo de Femando V I I cayera por sí solo. Sin embargo, Mina no encontró ria Mexicana, xxxvni, 1, julio-septiembre, 1988, pp. 43-68.
en México a los masones liberales, numerosos en las tropas expedi- "Ibid., p. 61; AGS, Estado 8 292.
cionarias, dispuestos a sumarse a su causa; incluso los insurgentes 5 4 G. Jiménez Codinach, "Confédération Napoléoniienne", p. 61; Parte del virrey de
Apodaca sobre la situación en provincias internas y provectos de los extranjeros contra
ellos, 1819, AGI, Estado 33 (34). J. P. Meredith refieree en su correspondencia con el
S. Méndez Reyes, op. cit. [s. p.]
4 6
duque de San Carlos, que "ningún voluntario se enrolla para la conquista de México
G. Jiménez Codinach, op. cit., p. 281.
4 7
antes de haberse iniciado en los misterios de la masontería; los oficiales franceses, es-
Ibid., p. 292.
i%
pecialmente, son todos caballeros templarios de alto ranjgo". (J. P. Meredith al duque de
En su correspondencia, Mier sugiere que los americanos residentes en Londres,
4 9
San Carlos, Exeter, 19 de julio de 1818, AGS, Estado, 8 2Í97, apud G. Jiménez Codinach,
y él primero, planeaban una expedición a México. (G. Jiménez Codinach, op. cit., p. "Confédération Napoléonienne", p. 45.) Podríamos caliificar a estos grupos como unos
de los tantos precursores de lo que en el siglo xx seráán las brigadas internacionales.
272; Carta de Mier a Antonio Sesma, Galveston, 14 de diciembre de 1816, en J. E.
Waterloo reconcilió a los antibonapartistas insurgentes} españoles con los bonapartis-
Hernández y Dávalos, op. cit., vol. vi, p. 910.)
tas; el objetivo era común: los absolutismos restauradoos en el Congreso de Viena de
5 0 G. Jiménez Codinach, op. cit., p. 292; Mariano Cuevas, Historia de la nación
1814, específicamente el del español Femando V E y el < del francés Luis XVII.
mexicana. México, 1949, p. 452.
L
78 4- La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Alfaro • 79
Dos sociedades secretas insurgentes: los Guadalupes aparte de quedar reducida al ámbituxgional (Jalapa y sus alrededores),
y la sociedad (Caballeros Racionales) de Jalapa la posición social de sus miembroiera muy inferior a la que lograron
tener los Guadalupes. Asimismo, lúnsurgencia veracruzana no estaba
Si bien algunos hispanoamericanos radicados en Cádiz y en Londres tan organizada ni era tan fuerte coro lo fue la insurgencia de El Bajío
recurrirán a la estructura operativa que ofrecía la masonería para realizar y del sur, comandada militar y polacamente por Rayón, Morelos, la
la independencia americana, en Nueva España los insurgentes descon- Junta y el Congreso.
fiaban de ella, en parte por su imagen negativa debido a su asociación La agrupación no pudo, o no tuvctiempo, de vincularse con las otras
con el jacobinismo de la Revolución francesa y a la invasión napoleó- logias que Caballeros Racionales h.bía establecido en Hispanoaméri-
nica, y en parte por la creciente popularidad que adquiría en el ejército ca (incluso fuera de ella). También fie incapaz de conciliar la experien-
español —realista— y —al aumentar éste su influencia política por la cia gaditana con la insurgente, pues —como se ha mencionado— había
guerra— en algunas autoridades virreinales. Cos, por ejemplo, acusará grandes diferencias entre el estado dt la guerra en Veracruz y el de otras
de francmasones al virrey Venegas y a la Junta Central de Cádiz enfati- regiones del país, como El Bajío y ü sur, además del escaso tiempo
zando su afrancesamiento —jacobinismo— político. Sin embargo, la
55 que duró dicha sociedad: tan sólo tres meses desde su fundación has-
desconfianza por la masonería no los exentó de recurrir a la operatividad ta que fue descubierta, en mayo. Su único logro fue la conformación de
que proporcionaban las sociedades secretas. la Junta Provisional Gubernativa de Moalingo, pero el alcance de ésta
La única excepción "insurgente" donde intervendrá una especie de fue también sólo regional. A I no prosperar los objetivos de la sociedad,
masonería será Caballeros Racionales, de Jalapa. Tal agrupación fue algunos de sus miembros, como José Mariano Lucido, se unirán a la
fundada por Vázquez Acuña, iniciado en la sociedad Caballeros Racio- insurgencia. Sin embargo, para Guedea, la agrupación jalapeña será:
nales durante su exilio en Cádiz, y por los oficiales criollos Juan Bautista
Ortiz y Evaristo Fiallo (a quienes también conoció en Cádiz), en marzo [...] el primer intento novohispano de aplicar con rigor un modelo
de 1812. Estará influida por su matriz gaditana, pero a diferencia de ella de organización venido de fuera, el que una vez adaptado a las cir-
(que considero es una manifestación del reformismo masónico de la épo- ,. cunstancias novohispanas sería el que seguirían y desarrollarían las
ca), la jalapeña tan sólo se inspirará —levemente— en la masonería, nuevas organizaciones políticas para alcanzar su máxima eficiencia
sobre todo, por supuesto, en el recurso operativo. Al igual que los Gua- una vez alcanzada la independencia [respecto] de España. 56
política al difundir las opiniones que recogían y discutían; incluso hasta La masonería "militar": las tropas expedicionarias,
hacían funciones de inteligencia. Por esta razón, De la Torre Villar
57 la revolución de Riego y la independencia trigarante
los consideró la quinta columna de la insurgencia. Guedea, por su 58
parte, opina que el grupo estaba en busca de un gobierno insurgente * Enrique Gandía refiere que algunas logias gaditanas instalahn filiales
alterno. Debido tanto a que eran una sociedad secreta como al auge
59 en los buques expedicionarios que zarpaban a América "parí que con-
de la masonería internacional, a los Guadalupes se les relacionó con quistasen nuevos adeptos y se minase el ejército absolutistaque iba a
ella, aunque no lo hayan sido ni siquiera remotamente. El virrey Calleja combatir contra los liberales hispanoamericanos". En realitad no era
62
señaló que "entre los americanos reina una especie de francmasonismo, así, Mier señala que las logias de comerciantes establecidosen Cádiz
digámoslo así, que los pone a seguro de toda averiguación en tratándose —beneficiados con la dependencia americana—financiabana'as tropas
de asuntos de infidencia. Todos están unidos; caminan a un fin; obran expedicionarias para combatir la insurgencia. Sin embargo, ajn así las
63
moral y centro político-militar de la insurgencia, los Guadalupes se estos últimos, únicamente el constitucionalista aristócrata José María
disgregarán; algunos de ellos serán encarcelados, otros desterrados y Fagoaga, el comerciante de Veracruz, Tomás Murphy, e Ignacio Gar-
otros más recurrirán al indulto, pero eso sí, todos serán vigilados. Aun cía Illueca eran masones. 65
así, algunos de ellos continuarán actuando por la Independencia clan- Lucas Alamán, por su parte, dice que desde antes había masones,
destinamente —como hasta el momento lo habían hecho—, pero ahora pero que estaban ocultos y aislados, y que fue con la llegada de tropas
mediante la operatividad que permitía la sociedad secreta de la masone- expedicionarias cuando se vincularon, gracias al oidor Felipe Martínez de
ría, ya introducida en México tanto por las tropas expedicionarias como Aragón, quien los reunió: "la llegada de tropas expedicionarias dio nueva
por el viaje de Mina. 61
importancia a la asociación, por pertenecer a ella los jefes y casi toda la
oficialidad, así como todos los oficiales de la Marina, entre los cuales se
tiene por cierto que se contaba el mismo virrey Apodaca". Precisamente,
66
5 7 E. de la Torre Villar, Los Guadalupes..., p. xxxi. la logia Arquitectura Moral, fundada entre 1817 y 1818, trabajaba en la
5 8 E. de la Torre Villar, La Independencia. México, SEP, p. 94. casa del capellán de las monjas del convento de Santa Teresa, en lia calle
5 9 V. Guedea, En busca de un gobierno alterno: los Guadalupes de México. México,
UNAM, Instituto de investigaciones Históricas, 1992.
Documento 35, apud E. de la Torre Villar, Los Guadalupes..., p. LVDL
6 0
62Diccionario enciclopédico de la masonería, t. IV, p. 416; Enrique Gandíía, "Pro-
V. Guedea, En busca de un gobierno alterno..., pp. 340-341. Por su parte, De
61
logo o Estudio preliminar", en Memorias del general Iriarte. Textos fundamientales.
la Torre Villar sugiere que los liberales van a encontrar en la masonería el medio para Buenos Aires, Compañía General Fabril, 1962, vol. 1.
conseguir la independencia: "Con Mina, los postulados de la masonería, sus métodos 63Carta de Mier a Blanco White, apud C. Domínguez Michael, op. cit., p.. 381.
y formas de actuación penetran en México con mayor vigor, y ellos van a servir para 6 4J. M. Mateos, op. cit. p. 12; J. M. L . Mora, "Revista política de las ddiversas
que la sociedad de los Guadalupes, cuya actividad [...] había disminuido, se reinicie, administraciones que la República Mejicana ha tenido hasta 1837", en Obra suuélta. 1.
pero en otro sentido. Resultaba inútil mantener un núcleo aislado, expuesto al peligro, Revista política y crédito público. París, Librería de Rosa, 1837, p XII.
sujeto a sus propias fuerzas, si se podía contar con una organización más vasta, poderosa J. M. Mora, "Revista política...", en op. cit., p. XII.
6 5
e internacional". (E. de la Torre Villar, Los Guadalupes..., p. LXXn.) L. Alamán, op. cit., vol. v, pp. 58-59.
6 6
82 4- L a masonería en ila, revolución de Independencia
Felipe Amalio Cobos jfaro • 83
/Al restablecerse, el ¡absolutismo, en ¡1814, i también -se,restauraron sus liberal-masónica tan temida por los grupos despóticos.
institucionesitradicionales, como la Inquisición, jatoual.consideró ala La sublevación de Riego cambiaría el panorama hispano. El triunfo
masqneríacomo el principal enemigo de.lailglesia y 4eliEstado, "dando ( liberal, y en gran medida masónico, confirió a la masonería española
porjheqhoquelas sociedades secretas.ylaoposición liberaleranilanlisnia una nueva posición que se expresó en la renovación de los cuadros de
cosa",,dice Hamnett. rNo obstante,.enilaNuevaiEspafía«ra,difQrente,
71 i la administración pública y, a la vez, en su legitimación pública como
pues ^continúa-- 'íes ¡popo .probable que sus opiniones ¡políticas j [de órganismo.político. Estos efectos no se limitaron a la metrópoli; en la
75
la>masqnería] ihayansidoita^opuestas al interés del mismo sectqr.deda ( NuevaEspaña los criollos se afiliaron a la masonería, sin embíirgo, al
76
alase.gQbemante". >Inclu80ípoo^amos.deam^
72 mismo tiempo se quebrantó la unidad de la masonería novohispama—si
mismo sentido, pero con talreserva y circunspección por tempr del llamado Tribunal de ^dejarcque se malograse el movimiento de aquel ejército, y, por efecto de las ¿órdenes
la Fe y vigilancia del gobierno virreinal.'[...']'El virrey de Apodaca tuvo conocimien- f(|ué ¡hizo..circular, se declaró La Coruña en 21 de febrero, estableciendo unía Junta
todeia existencia déla sociedad.Ay'laitplerabaiporque^limismoera masón'[...'1 y esto BSubemativa". (Ibid., pp. 6,8-9.)
hizo que:la influencia de'la.masonería<se;extendiera tanto|[..;]í.que ella pudo,conseguir '. «yo'Alámán afirma que en las elecciones a cortes dominaron aquellos que reunían re-
que, en it820 e] misnio-virreyjn^^r^.p^lt^^niM^Xl^ila:referid^.CQ05titl>QÍ.^i
n \ f ajjisitps como el "haber contribuido a ella [la revolución], haber sido perseguido i liberal
españqja, restabjec;ida,ya en España"., CI. M. .Mateos,, op. q\t., p. .13.) «testar alistado en la masonería. [...] Como [la masonería] era el resorte princijipal de
6 9 J. M . L . Mora, "Revistapolítica...", tnop.cit.^p.xa. lá política de aquella época, los ministros creyeron necesario alistarse en ella, [.[...] los
7 0 J. M. Mateos, op. cit., p. 12, unos'pori conservar los empleos que teman, los otros para obtenerlos por aquel mnérito,
71 Brian R. Hamnett, Revolución^,contrarrevolución en México y el Perú. Libera- , yimuchos por simple curiosidad y entrar en la moda". (Ibid., pp. 22-23.)
lismo, realezayseparatismo,(18Q9-Í824).México,FCE, 1978,-p.373. incluso desde antes, pues Mora refiere que para 1819 ya había muchos.malsones
12 •Idem. i jpiiMéwcp. (J. M. L . Mora, "Revista política...", en op. cit., p. xii.)
84 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Aaro • 85
es que alguna vez la hubo. Hamnett afirma que "los objetivos políticos de criollos de la tropa anhelaban la Independencia, incluso alanos par-
los francmasones comenzaron a diferenciarse, pues los mexicanos pre- ticiparon en las conspiraciones de Valladolid y de Querétro, como
tendían emplear el constitucionalismo restaurado como medio para Allende (el principal operador político de la revolución de $10 antes
lograr la transición de la colonia a un Estado soberano". Mateos, quizá77
de su estallido). Desde los ejercicios militares de 1808, los aillos de la
refiriéndose a la actuación de los comerciantes de Veracruz encabezados tropa cobraron conciencia de su fuerza para conseguirla. Simmbargo,
por Tomás Murphy, señala que la masonería "pudo conseguir que, en aun cuando anhelaban la Independencia y eran conscientes deju fuerza
1820, el mismo virrey manda[ra] publicar en México la referida Cons- para conseguirla, esperaron hasta la maniobra de Iturbide par¡ sumarse
titución española, restablecida ya en España". 78
a ella. Esto debido a que la insurgencia mexicana, a diferencíale las su-
El virrey Apodaca —refiere Alamán— "temió sin duda que los ramericanas, fue una revolución popular, un movimiento <e masas
militares expedicionarios que en Méjico pertenecían a aquella secta, que incorporó a los indios, a los negros y a las castas descendientes
hubiesen recibido órdenes para efectuar igual movimiento [que el de de ambos. Las reformas sociales que impulsaron Hidalgo, dórelos,
Riego]". Apodaca no estaba equivocado al temer una revuelta del
79
la Junta y el Congreso, más que beneficiar a la élite criolla, Sentaban
ejército. En lo que sí erraba era en el objetivo que perseguiría esta revuel- contra sus intereses. Los criollos detestaban la discriminación oficial;
ta; es decir, no en favor del constitucionalismo liberal sino contra él. La sin embargo, era aceptable mientras les garantizara una seguridad eco-
revolución de Riego, producida en el seno del ejército, fue un ejemplo nómica. Frente a la alianza entre los españoles peninsulares > la élite
para las tropas novohispanas. Los criollos de la tropa estaban descon- criolla, la clase media criolla optó, primero, por la opción popular, es
tentos por la discriminación oficial, el incumplimiento de asenso, los sa- decir, por la insurgencia y su reformismo social; después, ciando la
larios caídos, el equipaje y las provisiones precarias, mientras que las opción popular fue derrotada y por lo tanto cancelada, y se produjo una
tropas expedicionarias lo estaban por la desconfianza que despertaban fisura en el partido español, la única opción posible era la alianza con
las acciones poco claras del virrey de Apodaca. Debido a los once años las clases criollas que anteriormente contribuían a oprimirla.
de guerra (trece si contabilizamos desde la invasión napoleónica), el A l ser el ejército el principal grupo donde operaron las logias, era
ejército aumentó su influencia en la política, al tiempo que se politizó
80 natural que al discutirse en ellas las ideas políticas y al operar a través
influido por las tendencias ideológicas de la época. 81 de ellas se confrontaran unas con otras. La fisura en la masonería no-
La Independencia era una aspiración en el propio ejército realista, vohispana se produciría al año siguiente en las logias militares, entre
conformado en su mayoría por criollos. Desde antes de la guerra, los las partidarias de la Independencia y las seguidoras de la reforma por
medio del constitucionalismo gaditano pero conservando los vínculos
políticos con el Estado español.
B. Hamnett, op. cit., p. 375.
7 7
Por otra parte, según Alamán, los vínculos ideológicos entre las lo-
J. M. Mateos, op. cit., p. 13. Por supuesto que el grupo comerciante se oponía a la
7 8
gias de origen gaditano de ambos continentes influyeron en el v/oto de
Independencia, pues su encumbramiento económico era consecuencia del comercio con
España, es decir, de la dependencia; sin embargo, eran favorables al liberalismo consti-
confianza que en las dos orillas del Atlántico le fueron conferiidos al
tucional, que en nada se oponía a sus intereses, sino, por el contrario, los beneficiaba. último virrey —con el cargo de jefe político superior y capitán i gene-
L. Alamán, op. cit., vol. v, p. 59.
7 9 ral—: el francmasón don Juan de O'Donojú. Ramos Arizpe, inuciado
La milicia, además, ocupó rápidamente los vacíos de autoridad que dejó la
8 0
en la masonería durante su estancia en las cortes de Cádiz, infliuyó en
Independencia. El rey fue sustituido por el caudillo, generalmente un militar, que se su nombramiento. Quizá la intención de los diputados novohisppanos
82
Independencia de México. Trad. de María Martínez Peñaloza. México, FCE, 1997. . 8 2 Desde el 21 de enero de 1821 los diputados suplentes escribieron al miniystro de
86 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Aaro - f 87
en las cortes era que se nombrara como virrey a un personaje flexible militares y el'clero se reunían para discutir sus ideas decoro dar una
para negociar, si no la independencia, cuando menos una nueva relación nueva forma al país''. Sin embargo,' almo estar todavía denidosios
84
—más equitativa— entre España y México. O'Donojú fue enviado por grupos políticos que disputarán entre sí; es difícil precisar ladeología
el gobierno liberalconstitucionalista español para negociar con Iturbide, del partido escocés, aun cuando su origen y su "programa político 1
no la independencia, sino el fin de la insurgencia mediante la renova- inicial haya sido el constitucionalismo gaditano, monárqico pero
1
ción del contrato social propuesto por el constitucionalismo gaditano, liberal, pues en el grupo escocés también confluirán repubfcanos de
aunque las circunstancias sólo le permitieron negociar el'mejorde los todas las tendencias.
acuerdos posibles, a través de los Tratados de Córdoba, basados en el Derrocado el imperio de Iturbide en 1823 y proclamada la íepública
Plan de Iguala. en 1824, la unidad alcanzada en el partido del progreso (a la qi& incluso
se sumaron los monarquistas borbonistas, integrados princijalmente
por españoles) también dará de sí. Después de la escisión de les grupos
Las logias y la formación de los partidos políticos republicanos federalistas (donde predominaban los criollos claiemedie-
en el México independiente ros), los monarquistas constitucionales y los republicanos ceitralistas
del grupo escocés (donde prevalecía la élite criolla) se verán obligados
Consumado el objetivo común: la Independencia, las alianzas y con- a conservar la alianza con los españoles. Esto, más que apoyo, les aca-
flictos de clase referidos anteriormente también se expresaron en las rreará la desconfianza de la mayoría de los criollos y la impopularidad
logias. La unión temporal entre criollos clasemedieros, la élite criolla general que vio en ello el retomo de la dominación colonial. Én ese
y algunos españoles peninsulares daría de sí. momento, el partido escocés era el organismo en el que se agrupaban
En el ejército —el principal centro operativo de las logias—, los las élites criollas y los españoles peninsulares; su programa político era
criollos se escindieron de los españoles y fundaron la primera logia el de un liberalismo reformista, pero a la vez tradicionalista, es decir, el
propiamente mexicana dentro de la división que comandaba el ex hispanismo monárquico constitucional gaditano. Como expresión de
guerrillero insurgente, incorporado al Ejército Trigarante (y ahora la clase dominante, pero progresista, el rito escocés —en palabras
mexicano), general Nicolás Bravo. Habiéndose politizado el ejército
83
de Sims— estaba "abierto a cualquier cambio que no amenazara la
y aumentado su influencia política, será en tomo a ese núcleo militar, posición social de sus miembros". 85
desbordado en el ámbito civil, en el que surgirá el partido del progreso Los iturbidistas, criollos derrotados por los escoceses, se aliarán con
(escocés), en oposición a los intentos restauradores. A l ser las logias los republicanos federalistas y jacobinos. Tal grupo será integrado en
los organismos en los que se discutía y operaba políticamente, comen- su mayoría por criollos clasemedieros, al qué se irán incorporamdo los
zaron a constituirse en tomo a ellas las primeras agrupaciones políticas mestizos, como Victoria, y de otras castas, como Guerrero. Paria opo-
del México independiente. En este sentido, Hamnett sugiere que "la nerse al organizado partido escocés, este último grupo federalista cla-
masonería se convirtió en el terreno común en el que los civiles;.los
8 4B. Hamnett, op. cit., p'; 377; Costeloé elabora una'radiografía política 'dé lá
1
primera república federal, a partir del estudió dé süS actores políticos, tanto poarfidós
Guerra solicitándole la remoción de los virreyes Pezuela, Apodaca, Morillo y Cruz, como personajes. (Vid. Michael P. Costeloe, La primera república federal de AMéxico
así como de los demás jefes que habían participado en la insurrección anticonstitucio- (1824-1835). Un estudio de los partidos políticos en el México independiente.. Méxi-
nal de 1814. (Cf. L. Alamán, op. cit., vol. v, pp. 33-34.) co, FCE, 1996.)
8 3 J. M. Mateos, op. cit., p. 14; J. M. L . Mora, "Revista política...", en op. cit., 85 Harold D. Sims, La expulsión de los españoles de México (1821-1828). Mtféxico,
p. XIII. FCE, 1984, p.'22.
88 • La masonería en la revolución de Independencia
Felipe Amalio Cob. Alfaro • 89
Los orígenes del rito de York son un tanto oscuros (como el origen
de todas las sociedades secretas), aunque seguramente en su funda- Conclusiones
ción intervinieron algunos miembros disidentes del partido escocés
que permanecieron fieles a Iturbide, como Tornel u otros más, como
87
insurgencia, salvo la'breveexperiencia'masónica de Jalapa ylaexpedi- últimas pretendieron instaurarlo en México a costa de eminar la tradi-
ción de Mina, aunque ambas alejada^efl'lo espacial y eri Id temporal, ción liberal hispana, Con el'tiempo surgirán otros pardos en tomo a
93
respectivamente); del epicentro insurgente" comandado por Hidalgo, ritos masónicos, como el Nacional Mexicano, o indepencentes dé ellos,
Rayón, Morelos, lá Juntay el'Congreso. como el Partido de los Hombres dé Bien (aun cuando luchos dé sus
2) Los personajes históricos afiliados a la masonería actuaban por miembros fundadores hayan sido masones). El tiempo j la formación
cuenta propia, y no al servicio de una organización mundial; sin em- de organizaciones políticas independientes de las logiasicercará a los
bargo, de la masonería aprovecharán su estructura y praxis operativa: ritos masónicos hacia un "centro" político.
organización secreta, fraternal, internacional! dé tendencia liberal, y 5) En términos sociales y económicos, las logias fueon una mani-
94