Está en la página 1de 17

CRISMA GÓMEZ ÁLV&EZ

JOSEFINA MAC GREGOR (ÁRATE


MARIANA OZUNA CASTAÑEDA
COORDINADORAí

1810,1910:
REFLEXIONES SOBRE DOS
PROCESOS HISTÓRICOS.
MEMORIA

FACXTLTAD DE FILOSOFÍA Y LETIRAS


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA \ DE MÉXICO
Primera edición: 2010
2 de septiembre de 2010

D R © 2010. UNIVERSIDAD NACIONAL


AUTÓNOMA D E MÉXICO
Avenida Universidad 3000,
Universidad Nacional Autónoma
de México, CU.,
delegación Coyoacán,
C . P. 04510, México, D. R

ISBN 978-607-02-1576-6

Prohibida la reproducción total o parcial


por cualquier medio sin autorización escrita
del titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en México


La masonería en la revolución de Independencia

F E L I P E A M A L I O COBOS ALFARO

El mito de la omnipresencia masónica

En la historiografía sobre la masonería predominan tanto partidarios


como opositores; unos y otros han exagerado la influencia de ella en
los distintos procesos históricos, mitificando su actuación. Esta tenden-
cia enfatiza la militancia masónica del personaje histórico, haciendo de
ella y de la masonería el vector de un proceso histórico que en realidad
es mucho más complejo y multifactorial, es decir, el agente del cambio
político y social. En el caso que nos compete, la Independencia, la
historiografía masónica presume la militancia masónica de los llamados
"héroes" de la Independencia, como Teresa de Mier, Mina, Iturbide,
Guerrero, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, entre otros, la mayoría
de los cuales se iniciaron en la masonería durante la etapa trigarante de
la guerra o consumada la Independencia; también se habla de Hidalgo,
Allende, Primo de Verdad y Miguel Domínguez, de los que es imposi-
ble comprobar su pertenencia a dicha sociedad. 1

José María Mateos, fundador del rito nacional mexicano, en su His-


toria de la masonería en México, fue el primero en enfatizar que la ma-
sonería "fue el foco donde comenzó a organizarse la idea de hacerla
Independencia de México, supuesto que las personas que la formaban
[...] tomaron una parte activa en promoverla, cuando los acontecimientos

1 Esta presunción se fundamenta más en suposiciones que en evidencias, pues las


fuentes documentales contemporáneas de que disponemos son escasas, además de que
en este periodo ninguna es masónica. La mayoría de ellas son especulaciones de las au-
toridades civiles y eclesiásticas, así como de algunos sectores de la sociedad, sobre la
influencia de la masonería en la insurgencia.

63
64 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro • 65

de España dieron lugar a ello". En este sentido, también fue el prime-


2 Sin embargo, la idea de la omnipresencia masónica no se originó
ro en hablar de una logia (yo agregaría presunta) que trabajaba en la en la masonería, sino en aquellos espacios donde era percibida como
casa del regidor del ayuntamiento de la ciudad de México, Manuel de un adversario del orden instituido. El abate Agustín de Barruel en sus
Cuevas Moreno de Monroy Guerrero y Luyando, ubicado en la Calle Memorias para servir a la historia del jacobismo, traducidas al español
de las Ratas (actual Bolívar) y fundada en 1806 por Enrique Muñí; a en 1812, dice que la Revolución francesa fue una conspiración de los
4

ella pertenecían algunos miembros del ayuntamiento, como el marqués masones franceses, los illuminati de Bavaria, los sofistas y los enciclo-
de Uluapa y Francisco Primo de Verdad, así como Miguel Domínguez, pedistas ilustrados. Por otra parte, desde la primera mitad del siglo xvm
5

corregidor de Querétaro. El mismo autor refiere que ahí fueron iniciados la Iglesia había condenado a la masonería a través de la Constitución
Hidalgo y Allende, entre otros líderes insurgentes. 3
apostólica In eminenti, del papa Clemente XII, promulgada en 1738 y
ratificada en 1751 con la bula Providas del papa Benedicto XIV. La Igle-
sia reconoció en la masonería un poder autónomo fuera de su dominio,
2 José María Mateos, Historia de la masonería en México. Desde 1806 hasta 1884. mismo que desconocía por su carácter secreto, y del que naturalmente
Ed. facs. México, Herbasa, 1983. El mito de la omnipresencia se ha expandido tanto
desconfiaba. De igual manera, la jurisdicción española establecía que
que hasta el artículo sobre la masonería de la "oficialista" Enciclopedia de México se
basa en la historiografía masónica encabezada por Mateos y Zalee. (Vid. Luis J. Zalee
cualquier grupo no autorizado era ilícito (más aún siendo secreto), por
y Rodríguez, Apuntes para la historia de la masonería en México: de mis lecturas y considerársele potencialmente subversivo, un peligro para el orden social
recuerdos. México, Penitenciería del Distrito Federal, 1950, vol. 1.) En cambio, la y para el Estado. En el mismo sentido, las teorías de la conspiración atri-
6

opinión de Torre Villar es mucho más prudente y acertada al sugerir que "algunos buyeron a las sociedades secretas como la masonería y a órdenes re-
militares incorporados dentro de los cuadros del ejército novohispano habían teni- ligiosas como los jesuítas la insurgencia hispanoamericana. Justo en
do la oportunidad de entrar en contacto con soldados de graduación superior venidos de
septiembre de 1810, al condenar y censurar la Carta dirigida a los es-
la península y en los cuales los programas internacionales de la francmasonería y del
pañoles americanos del jesuíta peruano Juan Pablo Viscardo (publicada
incipiente liberalismo era comunes". (Ernesto de la Torre Villar, Los Guadalupes y la
Independencia. Méxjco, Porrúa, 1985.) Lo cual no indica, por supuesto, que los franc- en 1801), fray Luis Carrasco y fray José Barcena, calificadores del San-
masones hayan sido los precursores ideológicos de la Independencia, como sugiere to Oficio de la Nueva España, escribieron: "[los jesuítas] unidos a los
Rangel (Nicolás Rangel, Los precursores ideológicos de la guerra de Independencia: francmasones, que traen su origen en los templarios, intentan todavía
¡789-1794. 2. La masonería en México. Siglo XVIII. México, AGN, 1932), aunque el el desagravio de la Extinción". 7

enciclopedismo ilustrado, la Revolución francesa y la independencia de las trece co-


lonias de Norteamérica, con su sistema liberal constitucional y republicano, fueron un Como se ha mencionado, después de la Revolución francesa se
paradigma que fascinó a algunos de los llamados precursores de la Independencia, entre asociaría a la masonería con la Francia revolucionaria y con el expansio-
los cuales había algunos franceses asociados a la masonería. (N. Rangel, Los precurso-
res ideológicos de la guerra de Independencia: 1789-1794.1. La Revolución francesa.
Una de las causas extemas del movimiento insurgente. México, AGN, 1929.) York Grand Lodge of México, 2001-2002. <http://www.yorkrite.com/yglmx/
Asimismo, Mateos dice que un vecino, Cabo Franco, denunció la logia y algunos
3 historySpanish.htm>. [Consulta: 20 de enero, 2010].)
de sus miembros fueron enviados a prisión. La logia —continúa— dejó de trabajar en "Para dar a conocer a la nación española las conspiraciones de los filósofos,
4

la Calle de las Ratas y se mantuvo itinerante, trabajando principalmente en el Pensil, la francmasones e iluminados contra la religión, el trono y la sociedad", reza el título
casa de campo de Luyando, en San Juanico. (J. M. Mateos, op. cit., pp. 8-9.) Sobre esta completo de la traducción.
logia, un texto anónimo de la York Grand Lodge of México reconoce su exis- 5 The Abbe Barruel, Memoirs Illustrating. A History ofJacobinism. Londres, 1798.
tencia, pero señala que al "abatir columnas" en 1808 se perdieron todos los (Disponible en línea en Google Books: <http://www.books.google.com>.)
documentos, por lo que es imposible conocer su nombre y rito, aunque se 6 J. A. Ferrer Benimelli, La masonería española en el siglo XVIII. Madrid, Siglo
especule que sea yorquino. ("Una historia: la York Grand Lodge of Méxi- XXI, 1974, p. 350.
co", en The Most Worshipful York Grand Lodge of México [en línea]. México, 7 Apud J. A. Ferrer Benimeli, ibid., p. 312.
66 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro - f 67

nismo napoleónico; sin embargo, como refiere Christopher Domínguez, Los [...] círculos m a s ó n i c o s de Inglaterra, Francia y Estados Unidos

"la francmasonería fue otra de las instituciones del Antiguo Régimen deseaban y alentaban la Independencia de Iberoamérica, no porque
lamentaran la suerte de ésta como colonia española, sino simplemente
transformadas y amenazadas tras La Bastilla". En lo que respecta a
8

porque así contribuían a debilitar a una potencia rival [España...] Esta


nuestra Independencia, algunas publicaciones de la época exhibirán esta
tendencia [masónica! negativa y extraña en nuestro movimiento de
supuesta relación, como el panfleto Desengaños que a los insurgentes de Independencia [...] no estaba cuidando así las bases para que surgiera
Nueva España seducidos por los francmasones agentes de Napoleón... un nuevo y fuerte país independiente, sino minándolo de antemano
de Fernández de San Salvador (publicado en 1812). Asimismo, desde
9
a fin de que luego fuera presa fácil de ambiciones extranjeras que
esa época se difundirá el relato del encuentro entre Hidalgo y Octa- buscaban en M é x i c o influencias políticas y b o t í n . 11

vien D'Alvimar, presunto general francés agente de Napoleón, previo


al Grito de Dolores. Según el canónigo Beristáin, Hidalgo se reunió Con lo anterior, Borrego despoja a la Independencia de sus causas
con D'Alvimar y lo alojó en su casa durante su paso por Dolores. 10
históricas, valorándola como un accidente provocado por agentes ex-
Tal idea será retomada por el sensacionalista ultramontano Salvador ternos a la hispanidad, es decir, por una conspiración judío-masónica.
Borrego, quien infiere que D'Alvimar era además un agente de lo que Por su parte, César Vidal, un fascinado de las conspiraciones, retoma-
él considera el judaismo-masónico internacional, y que le aconsejó a rá algunas ideas de Borrego (aunque sin la intención de condenar a la
Hidalgo que se pusiera a la cabeza de la revolución, aprovechando su masonería) y afirmará que la masonería fue un instrumento de Napo-
inexperiencia militar, con la intención de introducir el caos en la lucha león en su política de dominio mundial y que ésta "aniquiló al imperio
y destruir el país. Para él: español". 12

8 Christopher Domínguez Michael, Vida de fray Servando. México, Conaculta /


Francmasones y sociedades de ideas en la Nueva España
INAH / Era, 2004,>p. 379.
"Napoleón es el más grande francmasón que dirige la rebelión que destroza mi
9

querida patria". (Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, "Desengaños que a los
Las primeras noticias de la presencia de masones en la Nueva España
insurgentes de Nueva España seducidos por los francmasones agentes de Napoleón, di- datan de la década de 1760-1769 y proceden de procesos inquisitoriales. 13

rige la verdad de la religión católica y la experiencia", en Juan E. Hernández y Dávalos, Por su parte, la tradición masónica considera al virrey, segundo conde
Colección de documentos para la historia de la guerra de Independencia de México de Revillagigedo (1789-1794), como el introductor de la masonería en
de 1808 a 1821. Ed. eléc. coord. por Virginia Guedea y Alfredo Ávila. México, UNAM,
2008, t. IV, p. 18. Disponible en línea: <http://www.pim.unam.mx/juanhdz.html>.)
Sobre D'Alvimar, vid. E . de la Torre Villar, "El aventurero conde Octaviano
10
11 Salvador Borrego, América peligra. México, Alfaro Hermanos, 1964, pp. 121-
124.
D'Alvimar, espía de Napoleón", en Boletín del Archivo General de la Nación, t vil,
núm, 2. México, AGN, abril-junio, 1936, pp. 161-175. E l relato de D'Alvimar se en- 12 César Vidal, Los masones. La sociedad secreta más influyente de la historia.
cuentra en Carlos María de Bustamante, Suplemento a la Historia de los tres siglos de Barcelona, Planeta, 2005, p. 116 {vid. el cap. "La masonería aniquiló al imperio es-
México del p[adre] Andrés Cavo. México, Fundación Miguel Alemán, 1998, t. in, pp. pañol", pp. 115-124). Asimismo, el relato de D'Alvimar también será retomado por
259-261. Zalee refiere dos declaraciones sobre este asunto: la primera, del canónigo la historiográfica masónica; Zalee aceptará como válidas las declaraciones referidas
anteriormente, incluso sugerirá que posiblemente D'Alvimar fue el enlace entre la que
García Carrasquedo, vicario de Hidalgo en San FelipeTorresmochas, Guanajuato, quien
también considera presunta logia de la Calle de las Ratas, el movimiento del ayunta-
dijo ante el tribunal de la Inquisición que Hidalgo recibió en su casa a un general fran-
miento de 1808, Hidalgo y la revolución de 1810. (L. J. Zalee y Rodríguez, op. cit.,
cés; la segunda declaración es del mozo de D'Alvimar, Manuel Hernández (publicada
vol. l.pp. 15,19.)
por José Eleuterio González), quien afirma que D'Alvimar se encerró con Hidalgo toda
una noche. (Cf. L . J. Zalee y Rodríguez, op. cit., vol. 1, pp. 15,19.) 13 N. Rangel, op. cit., vol. 2, pp. 5-22.
68 • La masonería en la revolución de Independencia
Felipe Amalio Cobos Alfaro • 69

México. Ciertamente, durante su gestión llegaron muchos franceses, esas sociedades derivaron en logias y otras en conspiraciones, en-
algunos de ellos en su propio séquito, y entre éstos había algunos maso- tre ellas, las independentistas. 18

nes, como su cocinero Laussel, el peluquero y librero Pedro Burdales y


el pintor veneciano Fabris, quienes serían juzgados por la Inquisición. 14

Según algunas declaraciones en el tribunal del Santo Oficio, los france-


La invasión napoleónica y las logias gaditanas
ses se reunían en la casa del relojero Juan Esteban Laroche, donde leían
y comentaban textos prohibidos procedentes de Francia, entre ellos,
Como se ha mencionado, la Revolución francesa transformó las insti-
los de los enciclopedistas, y hablaban sobre la Revolución francesa; al
tuciones del Antiguo Régimen, entre ellas la masonería, que dejó de ser
parecer, el virrey, conde de Revillagigedo, los protegía. Estas reunio-
exclusivamente una fraternidad iniciática, una sociedad filosófica filan-
nes se realizaban desde 1782, aunque es imposible precisar si eran
15
trópica, para convertirse en una agrupación política. Asimismo, se habla
tertulias liberales, tenidas masónicas o una conspiración. Sin embargo,
de que durante las guerras napoleónicas las tropas francesas (entre las que
en su juicio, Laussel declaró que en 1791 asistió a una Fiesta Solsticial
era popular la masonería) instalaban logias por donde pasaban. En este
—una importante ceremonia masónica— en la casa del peluquero Du
sentido, una leyenda negra refiere que fue José Bonaparte quien introdujo
Ruy, lo que nos permite deducir que cuando menos algunas de esas
16
y protegió a la masonería en España, aunque en realidad la primera logia
reuniones sí eran tenidas masónicas. El recelo de la sociedad y de las au-
ahí fue fundada en 1728 por residentes ingleses. Sin embargo, José
19
toridades novohispanas hacia los franceses obligó a estas últimas a
Bonaparte era el gran maestro del Gran Oriente de Francia (1805-1808,
actuar, aunque cabe precisar que las autoridades se preocuparon de
17
aunque ni ejerció su maestrazgo ni era masón) y durante su reinado fue
la masonería en la medida en que era asociada a la Ilustración y la
nombrado gran comendador de España. Asimismo, durante la ocupa-
Revolución francesa. Incluso los presuntos francmasones enjuiciados
ción francesa, la masonería aprovechó, más que el supuesto "amparo
fueron acusados de simpatizar con la Revolución francesa y de poseer
estatal", la ausencia de órganos de control social —como el tribunal de
y/o distribuir líbeos prohibidos, por lo que la práctica de la masonería
la Inquisición— para desarrollarse y expandirse en la metrópoli. Por 20
quedó como un cargo secundario. José Luis Trueba considera que las
otra parte, en este periodo Cádiz fue el refugio de la resistencia nacional,
sociedades de ideas no fueron fundadas por masones, sino por
que se entremezcló con el liberalismo ilustrado. La experiencia gadita-
algunos activistas ilustrados que las concibieron como espacios
na, por lo tanto, diferirá de la de Madrid, y en tal circunstancia la maso-
autónomos que escapaban del control de las autoridades, don-
nería gaditana —nacionalista— no será igual a la bonapartista.
de circulaban los libros prohibidos y que, en todo caso, algunas de

. José Luis Trueba Lara, Masones en México. Historia del poder oculto. México,
1 8

Grijalbo, 2007, p. 96.


14 Proceso contra Fabris, ibid., pp. 23-131; proceso contra Burdales, ibid., pp. 133- : • '? J. A. Ferrer Benimelli, "La logia de Madrid", en op. cit., pp. 48-53. El Diccio-
204; proceso contra Laussel, ibid., pp. 205-417. nario enciclopédico de la masonería refiere que las primeras logias en España fueron
L . J. Zalee y Rodríguez, op. cit., vol. 1, p. 9.
1 5 fundadas por lord Coleraine en 1727 y 1728, en Gibraltar y en Madrid, respectivamente.
16 N. Rangel, op. cit., vol. 2, p. XXXI. {Diccionario enciclopédico de la masonería, dir. por Rosendo Anís Arderiu. Escrito
17 Ibid., vol 1. Sobre la paranoia del régimen respecto de los franceses, vid. Gabriel y ordenado por Lorenzo Frau Abrines. Ed. correg. y aum. por Luis Almeida. México,
Torres Puga, "Centinela mexicano contra francmasones. Un enredo detectivesco del li- Editorial del Valle de México, 2000, t. iv, pp. 143-144.)
cenciado Borunda en las causas judiciales contra franceses de 1794", en Estudios de - Diccionario enciclopédico de la masonería, t. IV, pp. 191-192, 223. Incluso la
Historia Novohispana, núm. 33. México, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, Gran Logia Nacional, fundada en 1809, sesionó en el antiguo edificio del tribunal de
julio-diciembre, 2005, pp. 57-92. la Inquisición.
70 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro • 71

La imagen masónica de Cádiz durante la invasión napoleónica es la Si bien el informe anterior refleja el alarmismo de la restauración
de una ciudad donde abundaban las logias. Según Ferrer, fue la llamada 21 posnapoleónica, el mexicano y liberal Mora refiere que las sociedades
Década Infame (1823-1833) la que vinculó al liberalismo gaditano con secretas servían para ganar votos en las cortes, pues:
la masonería. Un informe de 1824 redactado por Delaveau, consejero
de Estado y prefecto de Policía de París, señala que: Se hacían inscribir en ellas a los diputados, y una vez logrado es-
to, se les mandaba obrar y votar de tal o cual modo [...] Cuantos
La francmasonería data en España solamente de la guerra de inva- vieron de cerca el manejo de las cortes dan testimonio de nues-
sión; antes era, por así decir, desconocida. Las primeras logias se tros asertos; todo se manejaba masónicamente y los acuerdos for-
establecieron en Cádiz, mientras los franceses asediaban esta pla- mados en logia prevalecían. 23

za. En un principio apenas crecieron, y se limitaron durante cierto


tiempo a la práctica de las ceremonias y ritos masónicos, y a dar pre- Asimismo, Villoro considera que la experiencia gaditana transfor-
ferencia a los principiosfilantrópicosque son la pretendida base de mó a los diputados novohispanos: los vuelve liberales, y agrega que
su institución; pero afinesde 1811 y en 1812, esta secta se había "muchos criollos hacen un encuentro decisivo, que habrá de influir en
extendido bastante y se convirtió en una secta política participando su concepción histórica y política: la masonería". 24

mucho en los asuntos públicos. [...] Los ambiciosos no tardaron en


conocer cuánto podía favorecer esta asociación sus pretensiones, y
los revolucionarios hicieron de ella la palanca más poderosa para
La sociedad Caballeros Racionales y la expedición de Mina
sus proyectos. En 1814 los masones eran numerosos y poderosos; su
influencia se notaba en todas partes, y todos los hombres ligados al
gobierno provisional se hacían iniciar en la secta. 22
Pero ¿cómo influyó la masonería gaditana en la revolución de Indepen-
dencia? Durante su juicio, fray Servando Teresa de Mier declaró que
había una sociedad de americanos (Caballeros Racionales) fundada en
febrero de 1811 por el argentino Carlos Alvear (en su propia casa), 25

2 1 J . A. Ferrer Benimelli, op. cit., p. 331. Hasta la regencia confirmó en 1812 el real que tenía la intención de evitar la fragmentación del imperio español
decreto antimasónico de 1751. (planteada por Napoleón) en cuatro virreinatos. Para defenderse, 26

2 2Continúa: "Al regresar el rey fue restablecido el tribunal de la Inquisición, que


también señaló que no era una agrupación de masones, salvo Alvear,
detuvo los progresos de la masonería siendo proscrita. Pero a pesar de las amenazas,
los castigos y las delaciones, continuó celebrando sus misterios ocultos y haciendo nue- quien conocía e imitaba algunas fórmulas masónicas. Incluso refirió que
vos prosélitos. En estos conventículos secretos se prepararon las insurrecciones de Alvear les comentó que "si algún socio quisiese entrar [a un grupoj
Porlier, de Lacy, de Richard y la revuelta de la isla de León. Al introducirse la masonería
en el ejército de expedición se llegó a corromperlo. Los cuerpos de artillería y de inge-
nieros estaban ya seducidos, así como los regimientos diseminados en las plazas fuertes; José María Luis Mora, "Discurso sobre las sociedades secretas", en Obra suelta.
2 3

[...incluso! la guardia del rey contaba también con muchos masones cuando estalló la II. Revista política y crédito público. París, Librería de Rosa, 1837, p. 313.
revolución. Los sectarios"de La Coruña, de Zaragoza, Barcelona y Madrid unieron 2 4Luis Villoro, El proceso ideológico de la revolución de Independencia. 2a. ed.,
sus esfuerzos con los sublevados en Las Cabezas, y el rey se vio obligado a aceptar la la. reimp. México, Conaculta, 2002, p. 116.
Constitución. La lengua masónica se hizo, desde este momento, la de la revolución. 2 5"Declaración de fray Servando Teresa de Mier, X V I Declaración, 16 de noviem-
La secta se apoderó de lasriendasdel gobierno y de la administración. Era preciso ser bre de 1818", en J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., t. vi, pp. 817-819.
masón para ser ministro, al igual que para obtener una plaza de funcionario". (Infor- 2 6"Esta sociedad no era ni contra la religión ni contra el rey [...] los más eran mili-
me del consejero de Estado y prefecto de Policía de París, Delaveau, dirigido al ministro tares y se fueron a pelearen los ejércitos de Su Majestad quedando extinta la sociedad
del Interior francés, apud J. A. Ferrer Benimelli, op. cit., pp. 340-341.) a principios de septiembre de 1811". (Ibid., pp. 819-820.)
72 + La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amafio Cobos Alfaro • 73

masón para saber lo que trataban en ellas contra América, se le podía por supuesto, de la jalapeña, que veremos más adelante. No estaba 33

permitir". 27
vinculada —ni masónica ni políticamente— con la Gran Logia de
Cabe precisar que Caballeros Racionales no era una estricta logia Londres, monárquica y conservadora. En cambio, tenía influencias del
34

masónica, pues no estaba afiliada a ninguna gran logia, pero sí era una liberalismo republicano estadounidense de la logia de Filadelfia, a la que
"heterodoxia autónoma" de lo que podríamos llamar la "hegemóni- pertenecieron Benjarnin Franklin y George Washington, y donde según
ca ortodoxia institucional" masónica. Además, Caballeros Racionales algunas fuentes fue iniciado el venezolano Francisco de Miranda. 35

era una manifestación del reformismo masónico, frente a la tradicional Guzmán sugiere que tal sociedad es consecuencia del desacuerdo con
masonería dieciochesca del Antiguo Régimen, comparable con la re- las otras logias gaditanas, partidarias de conservar la unidad hispana
publicana y antibonapartista sociedad de Sublimes Maestros Perfectos a costa de la dependencia americana. En este sentido, fray Servando
36

refiere en su declaración:
(1811-1814) de Philippe-Michel Bounarroti, pero alejada del radica-
lismo de los carbonarios francoitalianos emanados de esta última. En 28

su juicio, Mier describe la iniciación a la sociedad, misma que al ser


29
[...1 los españoles de diferentes provincias formasen en Cádiz socie-
dades para socorrerse mutuamente y deliberar sobre la suerte de sus
comparada con una liturgia masónica de la época muestra algunos pa-
provincias. Naturalmente estaba faltando una de americanos, que es-
ralelismos con ella, sólo que presenta un énfasis en la empresa libertaria
taban allí mismo perseguidos porque protestaban altamente en las cor-
americana. Quizá por esta razón Rangel lo llamará "rito americano". 30
tes mismas: que si España sucumbía a Napoleón, las Américas eran
Caballeros Racionales había fundado otras logias en Filadelfia, Caracas, libres para disponer de s í . 37

Buenos Aires (según la carta interceptada a Alvear) y en La Habana y 31

Veracruz (según el testimonio de Cerdeña y Vázquez Acuña), además, 32


En octubre de 1811, Caballeros Racionales se trasladó a Londres (a
la casa del argentino San Martín). En su carta, Alvear dice que:
27 Ibid., p. 8215.
[...] estuvo a punto de cerrar sus trabajos la logia número 3 por las
2 8 En este sentido, se ha acostumbrado asociar a la masonería con otras sociedades
secretas paramasónicas: algunas escindidas de las propia masonería, otras, revolucio- voces que sabéis se empezaron a divulgar por Cádiz [...] después de

narias o anticlericales (liberales primero y socialistas después), como los carbonarios haber adoptado todo lo que la prudencia nos dictó, decidimos se-

francoitalianos.
J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., t. vi, p. 820.
2 9

N. Rangel, "Masonería establecida en Cádiz", en Boletín del Archivo General de


3 0
3 3Otros mexicanos en Caballeros Racionales Número 3 (de Cádiz) eran Miguel
la Nación, la. serie, vol. III, núm. 3. México, AGN, 1932, pp. 381-389. Santa María, Vicente Acuña (quien funda la logia de Jalapa), Joaquín Lacarrera Ortiz y
31 Carta, oficio y notas que don Carlos Alvear dirige desde Londres, con fecha José Herrera; en Caballeros Racionales Número 7 (de Londres), el marqués del Apar-
28 de octubre de 1811, a don Rafael Mérida sobre ocurrencias de sus logias, apud tado (según la carta de Alvear a Mérida) y Álvarez de Toledo, un cubano que participó
en la insurgencia intentando invadir Texas en 1813 y que después de ser indultado se
José R. Guzmán, "Fray Servando Teresa de Mier y la Sociedad Lautaro", en Anales.
volvió informante del gobierno español.
Instituto Nacional de Antropología e Historia, 7a. época, 1.1, núm. 49. México, INAH,
1967-1968, pp. 275-288. í>;>i?í> Emilio Ocampo, "Inglaterra, la masonería y la Independencia de América", en
Todo es Historia, núm. 463. Buenos Aires, febrero, 2006 [s. p.].
Virginia Guedea, "Una nueva forma de organización política: la sociedad secreta
32

Ramón Martínez Zaldua, Historia de la masonería en Hispanoamérica. México,


3 5
de Jalapa, 1812", en Amaya Garritz, ed., Un hombre entre Europa y América. Homenaje
Costa-Amic, 1978, p. 24.
a Juan Antonio Ortega y Medina. México, UNAM, Instituto de Investigaciones Históri-
36 J. R. Guzmán, op. cit., p. 277.
cas, 1993, p. 193; Declaración de Ramón Cerdeña, Jalapa, 26 de septiembre de 1812, y
Declaración de Vicente Vázquez Acuña, Perote, 16 de junio de 1812, en "Causa seguida 37 "Declaración de fray Servando Teresa de Mier, XVI Declaración, 16 de noviem-
bre, de 1818", en J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., t. vi, pp. 817-819.
al canónigo Ramón Cerdeña", AGN, Infidencias, vol. 74, cuad. 1, ff. 99v-105.
74 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Alfaro • 75

guir en nuestros trabajos a toda costa y riesgo. L a providencia, que po que codiciaba aumentar su influencia económica y política en las
ciega a los tiranos, nos favoreció esta vez, pues nuestros trabajos colonias españolas en América, frente a los decadentes españoles y a
continuaron con el mejor éxito y felicidad a pesar de las acechanzas los emergentes angloamericanos en expansión, que ya le disputaban el
del gobierno. 38
Caribe. Para ello, si bien la independencia no era un imperativo, sí lo
42

era disminuir su excesiva dependencia y control de la metrópoli. Algu-


En Londres, desde 1809, el venezolano Francisco de Miranda, "el nos de los hispanoamericanos, entre ellos Mina, tenían vínculos con el
precursor", había fundado una logia, al parecer matriz, si acaso precur- gobierno británico mediante el ministro del Exterior, lord Castlereach.
sora, de Caballeros Racionales, a la que la tradición ha dado el nombre Sin embargo, Mina no era un agente del gobierno inglés, sino un aliado
de Gran Reunión Americana y a la que pertenecían algunos mexicanos contra Napoleón, primero, y contra el absolutismo de Femando VII,
partidarios de la Independencia, como Servando Teresa de Mier, José después; incluso, antes de partir a México, la alianza entre Mina y los
Francisco Fagoaga (el marqués del Apartado), su hermano José María tories del gobierno británico que sólo era explicable por los intereses en-
y su primo Wenceslao de Villaurrutia. De cualquier forma, Bartolomé
39
contrados —que no comunes— en las circunstancias geopolíticas que
Mitre refiere que "en Londres estaba lo que podría llamarse el Gran la habían hecho posible, ya había dado de sí. En ese momento, a43

Oriente Político de la asociación". Asimismo, en dicha ciudad se


40 Gran Bretaña le interesaba estrechar su relación con España, aunque
encontraban exiliados varios españoles liberales, algunos de los cuales tampoco hizo nada para impedir la expedición de Mina, aun cuando
pelearon contra los franceses durante la ocupación de la península, y la diplomacia española había informado al gobierno británico sobre
cuando el reinstaurado Femando V I I restauró el absolutismo se habían su descubrimiento y solicitado que la evitara. Después de haber sido
44

rebelado contra él; entre ellos estaba Francisco Javier Mina. Jiménez capturado, Mina declaró que ni tenía comunicación ni recibió apoyo de
Codinach sugiere que Mina conoció a los hispanoamericanos por ningún gobierno, aunque sí reconoce el apoyo económico recibido por
medio de los españoles liberales exiliados, como José Blanco White y algunos particulares a quienes conoció en las sociedades —quizá refi-
Alvaro Flores Estrada, y que asistió a las tenidas en las logias donde se riéndose a las masónicas o al Holland House Circle. 45

reunían, así como a las discusiones en el Cuartel General de Patriotas


Aun cuando hayan intervenido las sociedades masónicas en la em-
Americanos. 41
presa de Mina, más que la fraternidad masónica, fueron los intereses
Pero, por ser Londres el oriente operativo de este grupo, ¿Inglaterra encontrados en tomo a la ideología liberal lo que vinculaba a Mina y
intervino en la independencia hispanoamericana? Inglaterra fue un
aliado del imperio español durante las guerras napoleónicas al tiem- : ; Precisamente será Gran Bretaña el primer Estado europeo en reconocer a los
;4 2

nuevos Estados americanos en 1825.


Carta de Alvear a Mérida.
3 8 • .' Gordon le advirtió a William Hamilton que las intenciones de Mina "eran hostiles
43

Salvador Méndez Reyes, "La familia Fagoaga y la Independencia". Ponencia


3 9 para los intereses de la Gran Bretaña si logra desembarcar a salvo en la Nueva España".
presentada en el 49 Congreso Internacional de Americanistas, Quito, Ecuador, 7-11 (Londres, 28 de mayo de 1816, PRO/FO/193, f. 183, apud G. Jiménez Codinach, op.
de julio de 1997; Jules Mancini, Bolívar y la emancipación de las colonias españo- cií., p. 292.) Mier dice que Mina partió de Inglaterra debido a que lord Castlereach
las desde los orígenes"hasta 1815. Medellín, Bedout, 1970, pp. 268-270; William • insistía en reconciliarlo con Femando VII. (J. E. Hernández y Dávalos, op. cit., t. vi,
Spence Robertson, La vida de Miranda. Trad. de Julio E. Payró. Ed. rev. y compulsada ;p;9Í8, apud G. Jiménez Codinach, op. cit., p. 292.)
por Pedro Grases. Caracas, Banco Industrial de Venezuela, 1967, pp. 157-158. U v . Pese a las quejas e informes del embajador español Núñez, Castlereach se "lavó
44

Diccionario enciclopédico de la masonería, p. 420; Bartolomé Mitre, Historia


40 Ías manos" con la excusa de que el embajador no proporcionaba el nombre del barco en
;

de Belgrano y de la independencia argentina. Buenos Aires, [s. e.] 1858. que partiría Mina y que ya había sido cargado con el armamento para la expedición.
Guadalupe Jiménez Codinach, La Gran Bretaña y la Independencia de Mé-
4 1 >¿Y#,G-Jiménez Codinach, op. cit., p. 299; "Declaración recibida al traydor Mina",
xico. 1808-1821. México, FCE, 1991, p. 274. 2'8'de octubre de 1817, AGS, Estado 8 223.
76 • La masonería en la revolución de Independencia Fepe Amalio Cobos Alfaro • 77

a los hispanoamericanos con sus patrocinadores económicos. Otro de desconfiaron tanto de su tropa extranjera cmo de sus exhortos liberales
los que financió a Mina fue el marqués del Apartado, jefe de la familia a las tropas realistas. 51

Fagoaga. Aristócratas criollos y principales mineros de México, los Fa- Hubo otros intentos de enviar expedicines como la de Mina en la
goaga estaban descontentos con el gobierno español y por lo tanto eran que estuvieron involucrados comerciantes/ políticos estadounidenses
partidarios de la Independencia, incluso participaron para conseguirla, y logias masónicas, como el plan de la Corfédération Napoléonienne
subvencionando algunas empresas insurgentes, como el diario políti- (1815-1817) (a la que pertenecían oficíale bonapartistas exiliados en
co El Colombiano de Francisco de Miranda, las cartas de Miranda a Estados Unidos después del desastre de Waerloo), que pretendía res-
52

las juntas y ayuntamientos hispanoamericanos y la carta de Viscardo taurar el imperio napoleónico desde la Nue/a España coronando como
emperador a José Bonaparte (quien radiciba en Filadelfia) y, luego,
que se distribuyeron por toda América. Precisamente el marqués del
46

expandir la revolución a Suramérica y libenr a Napoleón, prisionero en


Apartado sería elfiadorde la expedición financiada por inversionistas
Santa Elena por los ingleses. Para ello habría que fundar una Nueva
53
ingleses. 47

Francia en Texas y desde ahí conquistar léxico, aunque no pasarían


Mina era un republicano, pues —según Jiménez Codinach— "el
de San Antonio de Béjar, donde se enfrentaon con tropas realistas que
absolutismo de Femando V I I y las logias hispanas y americanas se
los hicieron retroceder. Otro intento fue la expedición de Mariano
54
habían encargado de ello". Mier era un activista de la independencia
48

Renovales, planeada por los mismos círculos mercantiles, liberales y


mexicana, y todo indica que fue el principal promotor de la expedición
masónicos británicos que organizaron la expedición de Mina. Ninguno
de Mina a México. Para Cuevas, "los masones y el hambre habían
49

de los intentos fue concretado.


inducido a Mina a encabezar la expedición". El republicanismo de
50

Mina y el independentismo de Mier produjeron una coyuntura política


entre estos activistas de la libertad. Lo que vinculaba a los hispano- 51Lucas Alamán, Historia de México. Ed. facs. México, FCE, 1985, vol. IV, pp.
americanos entre sí era la libertad americana, pero lo que los unía a 561-562, 627-628. Para Villoro, la expedición de Mina es de suma importancia en
la Independencia de México, pues además de revitalizar la insurgencia después de la
los españoles exiliados, entre ellos Mina, era el desprecio común por
captura y ejecución de Morelos, contribuirá a la transformación de las ideas liberales
el absolutismo de Femando VII. Mina pensaba combatir junto a los con influencia del liberalismo gaditano. (Cf. L. Villoro, op. cit., p. 118.)
liberales de la Nueva España en la "Gran Patria Hispana" que incluía a G. Jiménez Codinach, "Confédération Napoléonienne. El desempeño de los cons-
5 2

Hispanoamérica, e independizar Nueva España, para que el absolutis- piradores militares y las sociedades secretas en la Independencia de México", en Histo-
mo de Femando V I I cayera por sí solo. Sin embargo, Mina no encontró ria Mexicana, xxxvni, 1, julio-septiembre, 1988, pp. 43-68.
en México a los masones liberales, numerosos en las tropas expedi- "Ibid., p. 61; AGS, Estado 8 292.
cionarias, dispuestos a sumarse a su causa; incluso los insurgentes 5 4 G. Jiménez Codinach, "Confédération Napoléoniienne", p. 61; Parte del virrey de
Apodaca sobre la situación en provincias internas y provectos de los extranjeros contra
ellos, 1819, AGI, Estado 33 (34). J. P. Meredith refieree en su correspondencia con el
S. Méndez Reyes, op. cit. [s. p.]
4 6
duque de San Carlos, que "ningún voluntario se enrolla para la conquista de México
G. Jiménez Codinach, op. cit., p. 281.
4 7
antes de haberse iniciado en los misterios de la masontería; los oficiales franceses, es-
Ibid., p. 292.
i%
pecialmente, son todos caballeros templarios de alto ranjgo". (J. P. Meredith al duque de
En su correspondencia, Mier sugiere que los americanos residentes en Londres,
4 9
San Carlos, Exeter, 19 de julio de 1818, AGS, Estado, 8 2Í97, apud G. Jiménez Codinach,
y él primero, planeaban una expedición a México. (G. Jiménez Codinach, op. cit., p. "Confédération Napoléonienne", p. 45.) Podríamos caliificar a estos grupos como unos
de los tantos precursores de lo que en el siglo xx seráán las brigadas internacionales.
272; Carta de Mier a Antonio Sesma, Galveston, 14 de diciembre de 1816, en J. E.
Waterloo reconcilió a los antibonapartistas insurgentes} españoles con los bonapartis-
Hernández y Dávalos, op. cit., vol. vi, p. 910.)
tas; el objetivo era común: los absolutismos restauradoos en el Congreso de Viena de
5 0 G. Jiménez Codinach, op. cit., p. 292; Mariano Cuevas, Historia de la nación
1814, específicamente el del español Femando V E y el < del francés Luis XVII.
mexicana. México, 1949, p. 452.

L
78 4- La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Alfaro • 79

Dos sociedades secretas insurgentes: los Guadalupes aparte de quedar reducida al ámbituxgional (Jalapa y sus alrededores),
y la sociedad (Caballeros Racionales) de Jalapa la posición social de sus miembroiera muy inferior a la que lograron
tener los Guadalupes. Asimismo, lúnsurgencia veracruzana no estaba
Si bien algunos hispanoamericanos radicados en Cádiz y en Londres tan organizada ni era tan fuerte coro lo fue la insurgencia de El Bajío
recurrirán a la estructura operativa que ofrecía la masonería para realizar y del sur, comandada militar y polacamente por Rayón, Morelos, la
la independencia americana, en Nueva España los insurgentes descon- Junta y el Congreso.
fiaban de ella, en parte por su imagen negativa debido a su asociación La agrupación no pudo, o no tuvctiempo, de vincularse con las otras
con el jacobinismo de la Revolución francesa y a la invasión napoleó- logias que Caballeros Racionales h.bía establecido en Hispanoaméri-
nica, y en parte por la creciente popularidad que adquiría en el ejército ca (incluso fuera de ella). También fie incapaz de conciliar la experien-
español —realista— y —al aumentar éste su influencia política por la cia gaditana con la insurgente, pues —como se ha mencionado— había
guerra— en algunas autoridades virreinales. Cos, por ejemplo, acusará grandes diferencias entre el estado dt la guerra en Veracruz y el de otras
de francmasones al virrey Venegas y a la Junta Central de Cádiz enfati- regiones del país, como El Bajío y ü sur, además del escaso tiempo
zando su afrancesamiento —jacobinismo— político. Sin embargo, la
55 que duró dicha sociedad: tan sólo tres meses desde su fundación has-
desconfianza por la masonería no los exentó de recurrir a la operatividad ta que fue descubierta, en mayo. Su único logro fue la conformación de
que proporcionaban las sociedades secretas. la Junta Provisional Gubernativa de Moalingo, pero el alcance de ésta
La única excepción "insurgente" donde intervendrá una especie de fue también sólo regional. A I no prosperar los objetivos de la sociedad,
masonería será Caballeros Racionales, de Jalapa. Tal agrupación fue algunos de sus miembros, como José Mariano Lucido, se unirán a la
fundada por Vázquez Acuña, iniciado en la sociedad Caballeros Racio- insurgencia. Sin embargo, para Guedea, la agrupación jalapeña será:
nales durante su exilio en Cádiz, y por los oficiales criollos Juan Bautista
Ortiz y Evaristo Fiallo (a quienes también conoció en Cádiz), en marzo [...] el primer intento novohispano de aplicar con rigor un modelo
de 1812. Estará influida por su matriz gaditana, pero a diferencia de ella de organización venido de fuera, el que una vez adaptado a las cir-
(que considero es una manifestación del reformismo masónico de la épo- ,. cunstancias novohispanas sería el que seguirían y desarrollarían las
ca), la jalapeña tan sólo se inspirará —levemente— en la masonería, nuevas organizaciones políticas para alcanzar su máxima eficiencia
sobre todo, por supuesto, en el recurso operativo. Al igual que los Gua- una vez alcanzada la independencia [respecto] de España. 56

dalupes, la agrupación de Jalapa buscará articular, a través de una red


secreta, a los partidarios de la Independencia que por temor o por sa- Por otra parte, la sociedad insurgente de los Guadalupes era una
berse imposibilitados no confrontaban de manera abierta al gobierno organización secreta que comunicaba a los simpatizantes y militantes de
virreinal. Asimismo, buscaba proporcionarles armas, pólvora y caballos •la insurgencia dispersos en todo el país; con la dirección del movimien-
a los insurgentes, así como información y orientación política. Sin to, además de proporcionarles tanto apoyo material como orientación
embargo, a diferencia de los Guadalupes, su alcance fue limitado, pues
% . r V. Guedea, op. cit.,p. 186. Los datos de chicha sociedad fueron obtenidos de este
5

artículo. Vid. N. Rangel, "Logia de los Caballearos Racionales en Jalapa, fragmentos


5 5 L. Villoro, op. cit., p. 113; Correo Americano del Sur, núms. 29 y 24, en Genaro deleanónigo Cerdeña", en Boletín del Archivo Gjeneralde la Nación, la. serie, vol. Hl,
García, dir., Documentos históricos mexicanos. México, Museo Nacional de Arqueo- :mm 3. México, AGN, 1932, pp. 390-407; N. Riangel, "Retractaciones de algunos de
logía, Historia y Etnología, 1910, t. III; Semanario Patriótico Americano, núms. 4 y •¿os miembros de la logia de Jalapa, fragmento&s del canónigo Cerdeña", en Boletín
25; Ilustrador Americano, núm. 36; Correo Americano del Sur, núm. 27, en G. García, ;del Archivo General de la Nación, la. serie, vol.l. m, núm. 3. México, AGN, 1932, pp.
dir., op. cit., t. III. 408-440.
80 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos ¿faro + 81

política al difundir las opiniones que recogían y discutían; incluso hasta La masonería "militar": las tropas expedicionarias,
hacían funciones de inteligencia. Por esta razón, De la Torre Villar
57 la revolución de Riego y la independencia trigarante
los consideró la quinta columna de la insurgencia. Guedea, por su 58

parte, opina que el grupo estaba en busca de un gobierno insurgente * Enrique Gandía refiere que algunas logias gaditanas instalahn filiales
alterno. Debido tanto a que eran una sociedad secreta como al auge
59 en los buques expedicionarios que zarpaban a América "parí que con-
de la masonería internacional, a los Guadalupes se les relacionó con quistasen nuevos adeptos y se minase el ejército absolutistaque iba a
ella, aunque no lo hayan sido ni siquiera remotamente. El virrey Calleja combatir contra los liberales hispanoamericanos". En realitad no era
62

señaló que "entre los americanos reina una especie de francmasonismo, así, Mier señala que las logias de comerciantes establecidosen Cádiz
digámoslo así, que los pone a seguro de toda averiguación en tratándose —beneficiados con la dependencia americana—financiabana'as tropas
de asuntos de infidencia. Todos están unidos; caminan a un fin; obran expedicionarias para combatir la insurgencia. Sin embargo, ajn así las
63

por iguales principios y no se descubren jamás". Sin embargo, para


60
logias prosperaron en el ejército, seguramente porque reforzaba la ca-
entonces (1812-1815) sólo algunos Guadalupes, como José María Fa- maradería militar. De hecho, fueron algunos de los oficiales efe las tro-
goaga, ya se habían iniciado en la masonería, otros más lo harán después pas expedicionarias que partían a la Nueva España quienes en 1813
de disolverse la sociedad. trajeron el rito escocés. Los miembros de esas logias eran españoles
Derrotado y capturado Morelos en 1815, principal agente, autoridad y sólo aceptaban a algunos criollos de la élite; según Mora, de entre
64

moral y centro político-militar de la insurgencia, los Guadalupes se estos últimos, únicamente el constitucionalista aristócrata José María
disgregarán; algunos de ellos serán encarcelados, otros desterrados y Fagoaga, el comerciante de Veracruz, Tomás Murphy, e Ignacio Gar-
otros más recurrirán al indulto, pero eso sí, todos serán vigilados. Aun cía Illueca eran masones. 65

así, algunos de ellos continuarán actuando por la Independencia clan- Lucas Alamán, por su parte, dice que desde antes había masones,
destinamente —como hasta el momento lo habían hecho—, pero ahora pero que estaban ocultos y aislados, y que fue con la llegada de tropas
mediante la operatividad que permitía la sociedad secreta de la masone- expedicionarias cuando se vincularon, gracias al oidor Felipe Martínez de
ría, ya introducida en México tanto por las tropas expedicionarias como Aragón, quien los reunió: "la llegada de tropas expedicionarias dio nueva
por el viaje de Mina. 61
importancia a la asociación, por pertenecer a ella los jefes y casi toda la
oficialidad, así como todos los oficiales de la Marina, entre los cuales se
tiene por cierto que se contaba el mismo virrey Apodaca". Precisamente,
66

5 7 E. de la Torre Villar, Los Guadalupes..., p. xxxi. la logia Arquitectura Moral, fundada entre 1817 y 1818, trabajaba en la
5 8 E. de la Torre Villar, La Independencia. México, SEP, p. 94. casa del capellán de las monjas del convento de Santa Teresa, en lia calle
5 9 V. Guedea, En busca de un gobierno alterno: los Guadalupes de México. México,
UNAM, Instituto de investigaciones Históricas, 1992.
Documento 35, apud E. de la Torre Villar, Los Guadalupes..., p. LVDL
6 0
62Diccionario enciclopédico de la masonería, t. IV, p. 416; Enrique Gandíía, "Pro-
V. Guedea, En busca de un gobierno alterno..., pp. 340-341. Por su parte, De
61
logo o Estudio preliminar", en Memorias del general Iriarte. Textos fundamientales.
la Torre Villar sugiere que los liberales van a encontrar en la masonería el medio para Buenos Aires, Compañía General Fabril, 1962, vol. 1.
conseguir la independencia: "Con Mina, los postulados de la masonería, sus métodos 63Carta de Mier a Blanco White, apud C. Domínguez Michael, op. cit., p.. 381.
y formas de actuación penetran en México con mayor vigor, y ellos van a servir para 6 4J. M. Mateos, op. cit. p. 12; J. M. L . Mora, "Revista política de las ddiversas
que la sociedad de los Guadalupes, cuya actividad [...] había disminuido, se reinicie, administraciones que la República Mejicana ha tenido hasta 1837", en Obra suuélta. 1.
pero en otro sentido. Resultaba inútil mantener un núcleo aislado, expuesto al peligro, Revista política y crédito público. París, Librería de Rosa, 1837, p XII.
sujeto a sus propias fuerzas, si se podía contar con una organización más vasta, poderosa J. M. Mora, "Revista política...", en op. cit., p. XII.
6 5

e internacional". (E. de la Torre Villar, Los Guadalupes..., p. LXXn.) L. Alamán, op. cit., vol. v, pp. 58-59.
6 6
82 4- L a masonería en ila, revolución de Independencia
Felipe Amalio Cobos jfaro • 83

Coliseo, y a ella perteneeían,per^onajidadeSíCompcel\ nórmente, hasta l a consumación de la Independencia la minería era


y, el oidor, Martínez :de Aragón, quien era «su gran ¡maestro; A l ser su
( ( 67 un organismo de la clase gobernante integrada porros esjmoles y la
origen gaditano, estas agrupaciones eran-hispanistas- y cQnstitucionalistas; aristocracia criolla. Alamán reproducirá la impresión de las utoridades
incluso podríamos dccir.queiajgunos.tle sus'miembros/eran agentes, del eclesiásticas y señalará que la masonería, "a diferencia de lcque era en
constitucionalismo, en ilarNueya^España., AL respecto, Mateos; afirma que Inglaterra y otras partes, en donde se hallaba reducida a una Onfraterni-
lailogia antedicha "fijósu^pj^ania [político]^obreja base,del sistema dad de mutuos auxilios, había tomado un carácter enterametfepolítico,
representativo y la "reforma,(¡[el .clero, segvjn ¡había ^sido ya .iniciada en y^podía con verdad llamársele una conspiración permanente. 73

las.cortes de:Cádiz, ,y,en.este!sentido comenzaron susitrabajos". .Mora 68


Para 1820, el malestar en el ejército español era generaliza(o. Habían
agregaque ^empezaron a.hacer,proséhtos,;atmfy^ pasado doce años de guerra continua; el ejército había combtido a los
tjtud^de libros,prohibidos ..y a.debilitar, iporlima-serie deiprocedimientos franceses y reinstaurado a Femando VII, quien dio marcha atris al refor-
bien calculados, la consideraciónquehastaentoncesihabía tenido, el clero mismo gaditano con el que simpatizaba el ejército. Como hemo¡ visto, en
en: la sociedad". iConip «vemos, tata ese momento, ni íMateos ni Mora
69 el ejército español era popular la masonería, y los oficiales incmformes
hablan.de independenGÍa<entre¡lqs<esG^^ aprovecharon su estructura para conspirar contra el gobierno. U reunión
to haya i minado al .ejército (realista contra .la,insuEgenoia, como sugiere
: de tropas expedicionarias destinadas a combatir a los indepenientistas
Gandía,, aunque si refieren quetel programa masónico era ilustrado, liberal suramericanos presentó una oportunidad para rebelarse contra la auto-
y.reformista: '.'eranliberales,pero;lo>eran,enielsentidoíespañol". 70 ridad! Con la revolución de Riego,finalmentese concretaría k alianza
74

/Al restablecerse, el ¡absolutismo, en ¡1814, i también -se,restauraron sus liberal-masónica tan temida por los grupos despóticos.
institucionesitradicionales, como la Inquisición, jatoual.consideró ala La sublevación de Riego cambiaría el panorama hispano. El triunfo
masqneríacomo el principal enemigo de.lailglesia y 4eliEstado, "dando ( liberal, y en gran medida masónico, confirió a la masonería española
porjheqhoquelas sociedades secretas.ylaoposición liberaleranilanlisnia una nueva posición que se expresó en la renovación de los cuadros de
cosa",,dice Hamnett. rNo obstante,.enilaNuevaiEspafía«ra,difQrente,
71 i la administración pública y, a la vez, en su legitimación pública como
pues ^continúa-- 'íes ¡popo .probable que sus opiniones ¡políticas j [de órganismo.político. Estos efectos no se limitaron a la metrópoli; en la
75

la>masqnería] ihayansidoita^opuestas al interés del mismo sectqr.deda ( NuevaEspaña los criollos se afiliaron a la masonería, sin embíirgo, al
76

alase.gQbemante". >Inclu80ípoo^amos.deam^
72 mismo tiempo se quebrantó la unidad de la masonería novohispama—si

^ildem;, .J. M. L.|Mftra, ,^^ta,pflUtÍ^ . .ien;^..(?^.,5Pp. ?qi-íai|.


( ; < ! M í ' 73 )L. Alamán, op. cit., vol. v, pp. 5-6.
Abqlida la Constitución —prosigue Mateos—, "los trabajos continuaron en el jt 1/Alamán refiere que "la masonería había trabajado con el mayor empeño ¡para no
7

mismo sentido, pero con talreserva y circunspección por tempr del llamado Tribunal de ^dejarcque se malograse el movimiento de aquel ejército, y, por efecto de las ¿órdenes
la Fe y vigilancia del gobierno virreinal.'[...']'El virrey de Apodaca tuvo conocimien- f(|ué ¡hizo..circular, se declaró La Coruña en 21 de febrero, estableciendo unía Junta
todeia existencia déla sociedad.Ay'laitplerabaiporque^limismoera masón'[...'1 y esto BSubemativa". (Ibid., pp. 6,8-9.)
hizo que:la influencia de'la.masonería<se;extendiera tanto|[..;]í.que ella pudo,conseguir '. «yo'Alámán afirma que en las elecciones a cortes dominaron aquellos que reunían re-
que, en it820 e] misnio-virreyjn^^r^.p^lt^^niM^Xl^ila:referid^.CQ05titl>QÍ.^i
n \ f ajjisitps como el "haber contribuido a ella [la revolución], haber sido perseguido i liberal
españqja, restabjec;ida,ya en España"., CI. M. .Mateos,, op. q\t., p. .13.) «testar alistado en la masonería. [...] Como [la masonería] era el resorte princijipal de
6 9 J. M . L . Mora, "Revistapolítica...", tnop.cit.^p.xa. lá política de aquella época, los ministros creyeron necesario alistarse en ella, [.[...] los
7 0 J. M. Mateos, op. cit., p. 12, unos'pori conservar los empleos que teman, los otros para obtenerlos por aquel mnérito,
71 Brian R. Hamnett, Revolución^,contrarrevolución en México y el Perú. Libera- , yimuchos por simple curiosidad y entrar en la moda". (Ibid., pp. 22-23.)
lismo, realezayseparatismo,(18Q9-Í824).México,FCE, 1978,-p.373. incluso desde antes, pues Mora refiere que para 1819 ya había muchos.malsones
12 •Idem. i jpiiMéwcp. (J. M. L . Mora, "Revista política...", en op. cit., p. xii.)
84 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Aaro • 85

es que alguna vez la hubo. Hamnett afirma que "los objetivos políticos de criollos de la tropa anhelaban la Independencia, incluso alanos par-
los francmasones comenzaron a diferenciarse, pues los mexicanos pre- ticiparon en las conspiraciones de Valladolid y de Querétro, como
tendían emplear el constitucionalismo restaurado como medio para Allende (el principal operador político de la revolución de $10 antes
lograr la transición de la colonia a un Estado soberano". Mateos, quizá77
de su estallido). Desde los ejercicios militares de 1808, los aillos de la
refiriéndose a la actuación de los comerciantes de Veracruz encabezados tropa cobraron conciencia de su fuerza para conseguirla. Simmbargo,
por Tomás Murphy, señala que la masonería "pudo conseguir que, en aun cuando anhelaban la Independencia y eran conscientes deju fuerza
1820, el mismo virrey manda[ra] publicar en México la referida Cons- para conseguirla, esperaron hasta la maniobra de Iturbide par¡ sumarse
titución española, restablecida ya en España". 78
a ella. Esto debido a que la insurgencia mexicana, a diferencíale las su-
El virrey Apodaca —refiere Alamán— "temió sin duda que los ramericanas, fue una revolución popular, un movimiento <e masas
militares expedicionarios que en Méjico pertenecían a aquella secta, que incorporó a los indios, a los negros y a las castas descendientes
hubiesen recibido órdenes para efectuar igual movimiento [que el de de ambos. Las reformas sociales que impulsaron Hidalgo, dórelos,
Riego]". Apodaca no estaba equivocado al temer una revuelta del
79
la Junta y el Congreso, más que beneficiar a la élite criolla, Sentaban
ejército. En lo que sí erraba era en el objetivo que perseguiría esta revuel- contra sus intereses. Los criollos detestaban la discriminación oficial;
ta; es decir, no en favor del constitucionalismo liberal sino contra él. La sin embargo, era aceptable mientras les garantizara una seguridad eco-
revolución de Riego, producida en el seno del ejército, fue un ejemplo nómica. Frente a la alianza entre los españoles peninsulares > la élite
para las tropas novohispanas. Los criollos de la tropa estaban descon- criolla, la clase media criolla optó, primero, por la opción popular, es
tentos por la discriminación oficial, el incumplimiento de asenso, los sa- decir, por la insurgencia y su reformismo social; después, ciando la
larios caídos, el equipaje y las provisiones precarias, mientras que las opción popular fue derrotada y por lo tanto cancelada, y se produjo una
tropas expedicionarias lo estaban por la desconfianza que despertaban fisura en el partido español, la única opción posible era la alianza con
las acciones poco claras del virrey de Apodaca. Debido a los once años las clases criollas que anteriormente contribuían a oprimirla.
de guerra (trece si contabilizamos desde la invasión napoleónica), el A l ser el ejército el principal grupo donde operaron las logias, era
ejército aumentó su influencia en la política, al tiempo que se politizó
80 natural que al discutirse en ellas las ideas políticas y al operar a través
influido por las tendencias ideológicas de la época. 81 de ellas se confrontaran unas con otras. La fisura en la masonería no-
La Independencia era una aspiración en el propio ejército realista, vohispana se produciría al año siguiente en las logias militares, entre
conformado en su mayoría por criollos. Desde antes de la guerra, los las partidarias de la Independencia y las seguidoras de la reforma por
medio del constitucionalismo gaditano pero conservando los vínculos
políticos con el Estado español.
B. Hamnett, op. cit., p. 375.
7 7
Por otra parte, según Alamán, los vínculos ideológicos entre las lo-
J. M. Mateos, op. cit., p. 13. Por supuesto que el grupo comerciante se oponía a la
7 8
gias de origen gaditano de ambos continentes influyeron en el v/oto de
Independencia, pues su encumbramiento económico era consecuencia del comercio con
España, es decir, de la dependencia; sin embargo, eran favorables al liberalismo consti-
confianza que en las dos orillas del Atlántico le fueron conferiidos al
tucional, que en nada se oponía a sus intereses, sino, por el contrario, los beneficiaba. último virrey —con el cargo de jefe político superior y capitán i gene-
L. Alamán, op. cit., vol. v, p. 59.
7 9 ral—: el francmasón don Juan de O'Donojú. Ramos Arizpe, inuciado
La milicia, además, ocupó rápidamente los vacíos de autoridad que dejó la
8 0
en la masonería durante su estancia en las cortes de Cádiz, infliuyó en
Independencia. El rey fue sustituido por el caudillo, generalmente un militar, que se su nombramiento. Quizá la intención de los diputados novohisppanos
82

presentó primero como agente de la libertad y después de la seguridad.


Vid. Güntcr Kahle, El ejército y la formación del Estado en los comienzos de la
81

Independencia de México. Trad. de María Martínez Peñaloza. México, FCE, 1997. . 8 2 Desde el 21 de enero de 1821 los diputados suplentes escribieron al miniystro de
86 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio Cobos Aaro - f 87

en las cortes era que se nombrara como virrey a un personaje flexible militares y el'clero se reunían para discutir sus ideas decoro dar una
para negociar, si no la independencia, cuando menos una nueva relación nueva forma al país''. Sin embargo,' almo estar todavía denidosios
84

—más equitativa— entre España y México. O'Donojú fue enviado por grupos políticos que disputarán entre sí; es difícil precisar ladeología
el gobierno liberalconstitucionalista español para negociar con Iturbide, del partido escocés, aun cuando su origen y su "programa político 1

no la independencia, sino el fin de la insurgencia mediante la renova- inicial haya sido el constitucionalismo gaditano, monárqico pero
1

ción del contrato social propuesto por el constitucionalismo gaditano, liberal, pues en el grupo escocés también confluirán repubfcanos de
aunque las circunstancias sólo le permitieron negociar el'mejorde los todas las tendencias.
acuerdos posibles, a través de los Tratados de Córdoba, basados en el Derrocado el imperio de Iturbide en 1823 y proclamada la íepública
Plan de Iguala. en 1824, la unidad alcanzada en el partido del progreso (a la qi& incluso
se sumaron los monarquistas borbonistas, integrados princijalmente
por españoles) también dará de sí. Después de la escisión de les grupos
Las logias y la formación de los partidos políticos republicanos federalistas (donde predominaban los criollos claiemedie-
en el México independiente ros), los monarquistas constitucionales y los republicanos ceitralistas
del grupo escocés (donde prevalecía la élite criolla) se verán obligados
Consumado el objetivo común: la Independencia, las alianzas y con- a conservar la alianza con los españoles. Esto, más que apoyo, les aca-
flictos de clase referidos anteriormente también se expresaron en las rreará la desconfianza de la mayoría de los criollos y la impopularidad
logias. La unión temporal entre criollos clasemedieros, la élite criolla general que vio en ello el retomo de la dominación colonial. Én ese
y algunos españoles peninsulares daría de sí. momento, el partido escocés era el organismo en el que se agrupaban
En el ejército —el principal centro operativo de las logias—, los las élites criollas y los españoles peninsulares; su programa político era
criollos se escindieron de los españoles y fundaron la primera logia el de un liberalismo reformista, pero a la vez tradicionalista, es decir, el
propiamente mexicana dentro de la división que comandaba el ex hispanismo monárquico constitucional gaditano. Como expresión de
guerrillero insurgente, incorporado al Ejército Trigarante (y ahora la clase dominante, pero progresista, el rito escocés —en palabras
mexicano), general Nicolás Bravo. Habiéndose politizado el ejército
83
de Sims— estaba "abierto a cualquier cambio que no amenazara la
y aumentado su influencia política, será en tomo a ese núcleo militar, posición social de sus miembros". 85

desbordado en el ámbito civil, en el que surgirá el partido del progreso Los iturbidistas, criollos derrotados por los escoceses, se aliarán con
(escocés), en oposición a los intentos restauradores. A l ser las logias los republicanos federalistas y jacobinos. Tal grupo será integrado en
los organismos en los que se discutía y operaba políticamente, comen- su mayoría por criollos clasemedieros, al qué se irán incorporamdo los
zaron a constituirse en tomo a ellas las primeras agrupaciones políticas mestizos, como Victoria, y de otras castas, como Guerrero. Paria opo-
del México independiente. En este sentido, Hamnett sugiere que "la nerse al organizado partido escocés, este último grupo federalista cla-
masonería se convirtió en el terreno común en el que los civiles;.los
8 4B. Hamnett, op. cit., p'; 377; Costeloé elabora una'radiografía política 'dé lá
1

primera república federal, a partir del estudió dé süS actores políticos, tanto poarfidós
Guerra solicitándole la remoción de los virreyes Pezuela, Apodaca, Morillo y Cruz, como personajes. (Vid. Michael P. Costeloe, La primera república federal de AMéxico
así como de los demás jefes que habían participado en la insurrección anticonstitucio- (1824-1835). Un estudio de los partidos políticos en el México independiente.. Méxi-
nal de 1814. (Cf. L. Alamán, op. cit., vol. v, pp. 33-34.) co, FCE, 1996.)
8 3 J. M. Mateos, op. cit., p. 14; J. M. L . Mora, "Revista política...", en op. cit., 85 Harold D. Sims, La expulsión de los españoles de México (1821-1828). Mtféxico,
p. XIII. FCE, 1984, p.'22.
88 • La masonería en la revolución de Independencia
Felipe Amalio Cob. Alfaro • 89

semediero también recurrirá a la operatividad masónica y creará el rito


desbandada para adherirse al nuevo rito y así poder consrvar sus em-
de York. 86
pleos u obtener uno mejor (o uno, en el caso de los desenliados). Otros
Tal variante masónica se fundó en 1825 por iniciativa del senador
de los afiliados no tenían experiencia masónica, pero sencorporaron
tabasqueño José María Alpuche; el ministro de Hacienda, Ignacio Es-
al partido tanto para satisfacer sus ambiciones personale y de grupo,
teva; el oficial mayor del Ministerio de Justicia, Miguel Ramos Arizpe;
como para recurrir a la estructura operativa de la masoneia y oponerla
el presidente de la República, Guadalupe Victoria, y el general Vicente al organizado partido escocés.
Guerrero, entre otros. La influencia del ministro plenipotenciario de Es-
tados Unidos, Poinsett, en la formación de ese rito arroja más dudas que Este rito sería la plataforma política donde se vincuü y actuó la,
respuestas. Lo único verificable es que Poinsett anhelaba intervenir en la hasta ese momento, excluida clase media, que a la vez érala inteligen-
política mexicana, por lo que recibió con beneplácito la formación del cia nacional, pero por lo mismo extremadamente idealista,fepresentaría
partido federalista en tomo al rito de York y consiguió las cartas patentes como un partido popular, aunque también fue bien recibía en la élites
de la Gran Logia de Nueva York, que lo formalizaron masónicamente; provinciales que vieron en el federalismo una forma de 'autonomía"
pero aún queda la duda sobre si su influencia fue mayor. Por mi parte, del centro. Su programa político sería un liberalismo reformista pero
considero que el partido federalista surgió como iniciativa del grupo republicano, jacobino y filoamericano. En términos polticos repre-
que lo conformó, aunque seguramente Poinsett asesoró a los fundadores sentaba la búsqueda de una transformación radical y de ruptura con
del rito de la misma forma que atendía a muchos otros personajes de la la tradición, desconociendo así las realidades sociales, loque sería la
política nacional que recurrían a su consejo; sin embargo, no por eso era base de su fracaso. Un año después, en 1826, se formará el rito nacional
el hombre fuerte de la política nacional como algunos han señalado. mexicano, con maestros masones de las dos logias. 89

Los orígenes del rito de York son un tanto oscuros (como el origen
de todas las sociedades secretas), aunque seguramente en su funda- Conclusiones
ción intervinieron algunos miembros disidentes del partido escocés
que permanecieron fieles a Iturbide, como Tornel u otros más, como
87

1) Aun cuando, como hemos visto, tanto la bibliografía masónica como


Esteva. Mateos habla de que en la fundación del rito de York intervi-
antimasónica hayan elaborado una mitología sobre la influencia de la
nieron treinta y cinco maestros masones procedentes, naturalmente, del
masonería en la revolución de Independencia, al estudiar lai masonería
único rito masónico existente hasta ese momento. Así como se había
88

"política" y reducirla a su justa dimensión, nos percatamos de que, si


expandido el rito escocés, el yorquino crecerá rápidamente. Las segu-
bien en la Independencia mexicana su influencia "militamte" no fue
ridades y hasta las ambiciones personales influyeron en su expansión,
tanta como en las luchas de Independencia suramericanas,, durante la
pues muchos funcionarios afiliados al rito escocés lo abandonaron en
efectuada en México, las sociedades secretas, y entre ellas las imasónicas,
confirieron una estructura operativa tanto para los realistas como para
Según el texto anónimo "Una historia: la York Grand Lodge of México", las pri-
8 6
algunos insurgentes. En cuanto a la masonería, ésta era popwlar en las
meras logias yorquinas se establecieron en Veracruz, en 1816, y en Campeche, en 1817,
tropas expedicionarias del ejército realista, mientras que lo>s antiguos
con carta patente de la Gran Logia de Luisiana. Aunque no hay referencias documen-
tales que lo demuestren, asimismo se especula que estas logias tuvieron una existencia insurgentes mexicanos se iniciarán en ella sólo al final de-.la guerra,
corta. (Cf. "Una historia: la York Grand Lodge of México", en op. cit., passim.) después de haberse sumado al Plan de Iguala e incorporado i al Ejército
Lorenzo de Zavala, Ensayo histórico de las revoluciones de México. Desde 1808
8 7 Trigarante. Antes del Plan de Iguala, la masonería no partiicipó en la .
hasta 1830. Nueva York, Imprenta de Elliott y Palmer, 1832, vol. I, p. 259.
J. M. Mateos, op. cit., p. 15.
8 8
• 89 ¡bid.,pv. 38-53.
90 • La masonería en la revolución de Independencia Felipe Amalio COJS Alfaro • 91

insurgencia, salvo la'breveexperiencia'masónica de Jalapa ylaexpedi- últimas pretendieron instaurarlo en México a costa de eminar la tradi-
ción de Mina, aunque ambas alejada^efl'lo espacial y eri Id temporal, ción liberal hispana, Con el'tiempo surgirán otros pardos en tomo a
93

respectivamente); del epicentro insurgente" comandado por Hidalgo, ritos masónicos, como el Nacional Mexicano, o indepencentes dé ellos,
Rayón, Morelos, lá Juntay el'Congreso. como el Partido de los Hombres dé Bien (aun cuando luchos dé sus
2) Los personajes históricos afiliados a la masonería actuaban por miembros fundadores hayan sido masones). El tiempo j la formación
cuenta propia, y no al servicio de una organización mundial; sin em- de organizaciones políticas independientes de las logiasicercará a los
bargo, de la masonería aprovecharán su estructura y praxis operativa: ritos masónicos hacia un "centro" político.
organización secreta, fraternal, internacional! dé tendencia liberal, y 5) En términos sociales y económicos, las logias fueon una mani-
94

jerarquizada en grados. festación dé los conflictos de clase: primero, de la aristocracia progre-


3) Debido a la libre exposición dé las ideas durante los trabajos masó- sista, excluida sólo de algunas esferas del poder; después de una clase
nicos, así como a la diversidad ideológica dé los grupos y personajes que media que buscaba ser incorporada en un mundo que se 1» negaba y al
recurrían a ella, la masonería no contaba con un planteamiento político- cual! por su cultura, sentía pertenecer, además de buscar realizarse eco-
ideológico definido, aun cuando se identificaran con un programa liberal nómicamente en ese mundo pensado pero increado, por lo qie tendría que
instaurarlo. Ese mundo nuevo sólo era posible mediante 1< renovación
reformista. Antes de la Independencia, e l único partido posible era el
del contrato social, una reforma social y política que cometaria con la
de Dios y del rey; todo pasaba por su legitimidad discursiva y lo demás
Independencia. De ahí la importancia de las logias-partidos del México
era un atentado sedicioso contra la' unidad política. En este sentido, a
90

recién independiente en la formación de las leyes e instituciones que


falta de partidos políticos, las sociedades de ideas (algunas de las cua-
sustituyeran las carencias económicas del criollo clasemedieiro y que im-
les con el tiempo se convirtieron en logias o hasta en conspiraciones)
pulsaran su asenso social. De esta manera, eran más las razones políticas
fueron un espacio subalterno de la hegemonía imperial-eclesiástica
que masónicas para integrarse en logias.
hispano-católica (y no por ello sus miembros eran menos españoles o
menos catolices) donde circulaban, se expresaban y discutían las ideas. Como antes lo había hecho en las sociedades de ideas, las logias serán
Mora dice que "lo único, pues, que ha podido justificar la existencia de ese espacio donde la clase media —que a la vez era la inteligencia—,
marginada de la dirección política, se refugiará. En el mundo masónico
semejantes asociaciones [las sociedades secretas], ha sido la falta de li-
será aceptada, reconocida; participará de su fraternidad igualitaria, se
bertad". Todo lo anterior explica cómo las logias fueron las primeras
91

incorporará socialmente; ahí compartirá con libertad su utojpía, desde


agrupaciones políticas del México independiente que lentamente deri-
ahí buscará realizarla.
varon en los partidos políticos modernos. 92

4) No nos sorprende que el'conflicto entre insurgentes y realistas se


prolongara entre escoceses y yorquinos sin que la fraternidad masónica
pudiera evitarlo. A grandes rasgos, podemos referir que las logias es-
cocesas son las herederas del constitucionalismo gaditano, mientras que
lasyorquinas son seguidorasdelrepublicanismoestadounidense. Estas
93Vid. J. Reyes Heroles, El liberalismo mexicano. I. Los orígenes. Mééxico. FCE,
1982. En esta obra, el autor expone la recepción de las ideas liberales.
9 0Los primeros en no mencionar a Fernando VII en sus proclamas serían Morelos 9 4 Un excelente análisis sobre la situación, ideología y actuación de loas distintos
y el Congreso, lo cual molestó a Rayón, pero terminó por aceptarlo. grupos que intervinieron la revolución de Independencia es el de Luis Wúloto (op.
e n

J . M. L. Mora, "Discurso sobre las sociedades secretas...", en op. cit., p. 310.


9 1
cit.), que hemos consultado para comprender mejorías causas sociales y ecconómicas
92 Vid. Jesús Reyes Heroles, México. Historia y política. México, Tecnos, 1978. de ella.

También podría gustarte