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HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

BROWN UNI VERSITY BICENTENNI AL PUBUCATIONS


STUDIES IN THE FIELOS OF GENERAL SCHOLARSHIP
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HISTORIA DE
LA VILLA IMPERIAL
DE POTOSÍ
Por

BARTOLOME ARZANS DE ORSÚA Y VELA

Edición de

Lewis Hanke y Gunnar Mendoza

TOMO I

BROWN UN1VERSITY PRESS


Providence, Rhode Island
1 96 5
Impreso para
Brown University Press
en la Imprenta Nuevo Mundo, S. A.,

México 13, D. F., México.

Ficha de la
Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América
No. 63-13533

HECHO EN MEXICO
MADE IN MEXICO
COMITÉ ASESOR DE LA EDICIÓN

Armando Alba
Sociedad Geográfica y de Historia, Potosí

WlLLIAM L. FíCHTER
Brown University, Providence

Albert Harkness, Jr.


United States Information Agency, Washington, D.C.

Dwight B. Heath
Brown University, Providence

David A. Jonah
Brown University Library, Providence

Matilde López Serrano


Biblioteca de Palacio, Madrid

José de Mesa
Universidad de San Andrés, La Paz

Teresa Gisbert de Mesa


Universidad de San Andrés, La Paz

Guillermo Ovando-Sanz
Universidad Tomás Frías, Potosí

Lawrence C. Wroth
John Cárter Brown Library, Providence
Pl
DEDICATORIA

Bartolomé Arzdns de Orsúa y Vela

QUE ESCRIBIÓ ESTA HISTORIA

DURANTE TREINTA AÑOS ARDUOS Y FRÍOS EN POTOSÍ

George Barí Church

QUE ADQUIRIÓ EL CÓDICE DE LA PRIMERA PARTE EN LONDRES

Y LO DONÓ LUEGO A BROWN UNIVERSITY LIBRARY


HACIENDO POSIBLE ESTA EDICIÓN SESENTA AÑOS DESPUÉS

Lawrence C. Wroth

BIBLIOTECARIO EMERITUS DE JOHN CARTER BROWN LIBRARY


A CUYA PERSISTENCIA SE DEBE LA PUBLICACIÓN COMPLETA DE ESTA OBRA

COMO PARTE DE LAS EDICIONES CONMEMORATIVAS DE

BROWN UNIVERSITY
CONTENIDO GENERAL DE LA EDICIÓN
TOMO I

Comité asesor de la edición vii

Dedicatoria ¡ x
Contenido General de la edición xi
Tabla de los capítulos de la Historia, tomos i-iii xiii-xxvi

Bartolomé Arzans de Orsúa y Vela: Su vida y su obra xxvii-clxxxii


Lewis Hanke y Gunnar Mendoza
Historia de la Villa Imperial de Potosí
Prólogo al lector clxxxiii-clxxxvi
Primera Parte, Libros i-vii 3-407

TOMO II

Contenido del tomo ii vii

Tabla de los capítulos de la Historia en este tomo ix-xiv


Historia de la Villa Imperial de Potosí
Primera Parte, Libros viii-x (Capítulos 1-33) 1-501

TOMO III

Contenido del tomo iii vii

Tabla de los capítulos de la Historia en este tomo ix-xiv

Historia de la Villa Imperial de Potosí


Primera Parte, Libro x (Capítulos 34-50) 1-110
Segunda Parte, Libros I-III 111-436

Apéndices
1. Noticias de Arte en la obra de Bartolomé Arzáns de
Orsúa y Vela 439
José de Mesa y Teresa Gisbert
2. Análisis de los manuscritos de la Historia utilizados
PARA ESTA EDICIÓN 461
Gunnar Mendoza
3. Una nota sobre la vida y las publicaciones del Coronel
George Earl Church 470
Lewis Hanke
4. Lista preliminar de Gobernadores de Potosí, 1545-1738 479
Gunnar Mendoza
5. Los Virreyes del Perú, 1544-1745 486
Guillermo Lohmann Villena
6. Producción de plata en Potosí 488
Lewis Hanke
7. Fuentes inéditas para la historia de Potosí 492
Gunnar Mendoza
Reconocimiento 501
Advertencias 503
Bibliografía 505
TABLA DE LOS CAPITULOS DE LA HISTORIA

TOMO I

PRIMERA PARTE

PRÓLOGO AL LECTOR clxxxiii-clxxxvi LIBRO III

LIBRO I capítulo 1. De las excelencias que goza el


rico Cerro de Potosí y tesoro inacabable de
capítulo i. Descripción de la Villa Imperial sus poderosas minas 63
de Potosí, su topografía y cielo, con algu- capítulo 2. En que se cuenta un caso que
nas de las grandezas y excelencias que goza sucedió en esta Villa con el licenciado Fran-
capítulo 2. En que se refiere brevemente el cisco Esquivel, juez de ella, un soldado
y
descubrimiento de las Indias Occidentales . . n llamado Aguirre 67
capítulo 3. Refiérese con la misma breve- capítulo 3. Celebra fiestas la Villa Imperial
dad el descubrimiento del Perú 16 de Potosí por la colocación de la iglesia de
CAPÍTULO 4. En que se refiere la monarquía San Francisco, y declárase cómo milagrosa-
de los ingas del Perú con la misma breve- mente fue hallada la admirable imagen del
dad que en los capítulos antecedentes, con la Santo Cristo de la Veracruz que se venera en
descripción de la laguna de Tarapaya .... 20 dicha iglesia 70
capítulo 5. En que prosigue la materia del capítulo 4. Viene a gobernar el Perú el vi-
pasado, y cuándo y de qué se derivó el nom- rrey don Antonio de Mendoza y envía a su
bre de Potosí 26 hijo a visitar esta Imperial Villa. Manda co-
piar este rico Cerro
y vuelve a España con
LIBRO II mucha riqueza que de él sacó
73
capítulo 5. Comienzan nuevas alteraciones
capítulo i. En que se refiere el descubri- en esta Imperial Villa, sangrientos encuentros
miento del rico Cerro de Potosí pendencias muy reñidas
33 y 74
capítulo 2. Que prosigue el descubrimiento capítulo 6. En que se cuentan otras reñidas
del rico Cerro de Potosí,
y la batalla que los pendencias y sangrientas batallas que hubo en
españoles tuvieron con los indios del pueblo esta Imperial Villa
77
de Cantumarca capítulo Muere
37 7. el virrey don Antonio de
capítulo 3. De la fundación de la Villa Mendoza en la ciudad de Lima. Levántanse
Imperial de Potosí por los famosos españoles 40 nuevos traidores en varias provincias de este
capítulo 4. En que se prosigue la materia reino, particularmente en los Charcas,
y al-
del pasado gunas señales que para esto se vieron en
42 el
capítulo 5. En que se refieren los primeros cielo
79
trabajos que tuvo Potosí en los principios de capítulo Envían don Sebastián y sus mi-
8.
su fundación con las alteraciones de este Perú nistros, capitanes
y soldados a matar al ma-
mantenidas por Gonzalo Pizarro
y demás es- riscal. Juan Ramón, caudillo de ellos, desar-
pañoles, y por qué motivo ma a don García y a los de su bando,
43 y sabida
capítulo 6. Llega al Perú el virrey Blasco esta nueva en la ciudad de La Plata matan a
Núñez Vela, ejecuta las ordenanzas
y comien- don Sebastián los mismos que le alzaron . .
84
zan las alteraciones del reino
46 capítulo 9. Tiraniza Egas de Guzmán la
capítulo 7. Llega Gonzalo Pizarro con su Villa Imperial de Potosí. Batallas sangrientas
ejército a Lima. Hace con violencia le reciban que hubo entre los leales y traidores, con otras
por gobernador del Perú. Va contra el virrey calamidades que experimentaron sus mora-
y matan a su excelencia en Quito dores 86
49
capítulo 8. En que se continúan las tiranías capítulo 10. En que se cuenta cómo Egas
del Perú y cómo Gonzalo Pizarro trató de de Guzmán fue arrastrado y hecho cuartos,
coronarse por rey de este reino,
y las cruel- y otras locuras de soldados, con las muertes
dades que los traidores ejecutaron en los lea- de otros muchos de los famosos 88
les de Potosí capítulo ix. La audiencia real de Lima
53
capítulo 9. Llega a estos reinos del Perú provee al mariscal Alonso de Alvarado por
el presidente Pedro de Forma ejér-
la Gasea. juez para el castigo de los tiranos. Prisión de
cito y va contra Gonzalo Pizarro. Queda éste Vasco Gudínez y de otros soldados y vecinos 90
vencido y preso y muere degollado 58 capítulo 12. En que brevemente se cuenta

xiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

el levantamiento de Francisco Hernández Gi- capítulo 12. Continúanse en esta Imperial

rón, sus tiranías, prisión y muerte 92 Villa los bandos y pendencias sangrientas
entre las naciones, y segunda vez quita Dios
al Cerro la riqueza de sus metales 125
LIBRO IV
capítulo 13. Del castigo que Dios ejecutó
capítulo x. Aclama esta Imperial Villa de en esta Villa en unos indios sodomitas, y de
Potosí por sus primeros patrones a Cristo cómo en este mismo año fueron hallados en
Nuestro Señor Sacramentado, a la Santísima las minas de su rico Cerro admirables secre-
tos obrados de naturaleza 128
Virgen en su Purísima Concepción y al após-
tol Santiago, con solemnísimas fiestas que capítulo 14. Vuelve el corregidor Carrión

celebraron así los españoles como los indios 95 de Chuquisaca a esta Villa de Potosí. Ejecuta

capítulo 2. Prosigue la materia del pasado 98 varias injusticias y quítanle la vida. Refiérese

capítulo 3. Celebra esta Villa Imperial de también el estrago que hizo en esta Villa un
Potosí unas reales fiestas por la regocijada horrible granizo que cayó 132
capítulo Repugnan los mercaderes de
jura del prudente monarca don Felipe II,
y
15.

bandos que de ellas se origi- esta Villa de Potosí el pagar seis pesos por
los sangrientos

naron entre las naciones 100 100 de alcabala, peligro en que por esto se
capítulo Padece nuevas calamidades esta vio el tesorero de la hacienda real, y cómo
4.
I

Villa Imperial de Potosí el año de 1557 con por orden del gobierno fueron forzados a
lasnieves y fríos intolerables que hubo, y admitirlos - *34
capítulo De cómo general Avenda-
cómo por un falso testimonio mandó el vi- i ó. el

rrey (en ella) quitar la vida al general Mar- ño se recibió por corregidor de esta Villa.
102 Cómo se levantaron contra él los mercade-
tín de Robles, y lo demás que sucedió . . .

capítulo 5. Irritada la divina justicia con res. Encuentros que tuvieron y riesgo de la

pecados de los habitadores de Potosí les vida en que se vio el corregidor 136
los

quitó la riqueza a sus metales. El conflicto en capítulo 17. Continúa León de Moría su

que por esto se vio el reino, con otros sucesos 108 levantamiento con varias molestias de esta

capítulo 6 . Llega a esta Villa de Potosí Villa. Instituye el ilustre cabildo la justicia

la noticia del fallecimiento del emperador de la Santa Hermandad para guarda de los
Carlos V, celebra sus reales exequias, y re- campos y arrabales, y cómo en este año vol-

fiérese cómo enaño de 1559 se institu-


este vieron tercera vez a florecer las minas del
111 Cerro para perpetuarse 139
yó la real audiencia de Chuquisaca
capítulo 7. En que se cuenta una tan ex- capítulo 18. De cómo se comenzó a sacar

traña peste con que Dios castigó por sus pe- la plata de los metales del Cerro con azogue,
cados a los moradores de esta Villa de Po- y el grandísimo provecho que de esto re-
113 sultó *42
tosí, y la mucha gente que pereció

capítulo 8. Cómo habiendo nombrado por


patrón de esta Villa de Potosí al gran pa- LIBRO V
triarca San Agustín, por su intercesión quitó

Dios la peste y llovió abundantemente, por capítulo 1. De la venida del excelentísimo

lo cual desearon los vecinos con grandísimas señor don Francisco de Toledo, virrey del

ansias la fundación de su iglesia y convento 1x5 Perú, a esta Villa Imperial de Potosí. De
cómo inventó famosa fábrica de los inge-
capítulo 9. Continúa Dios Nuestro Señor la

en esta Imperial Villa sus misericordias y nios para moler los metales, y las muchas,
admirables provechosas ordenanzas que
hace que se descubran en el Cerro nuevas y
I 45
entre ellas la que llama- hizo
y muy ricas minas,
capítulo 2. Continúa el virrey la reforma-
ron Zapatera, y declárase quién fue el capi-
tán Zapata que la descubrió 117 ción y nuevas órdenes tan favorables a esta
Imperial Villa J 4&
capítulo 10. De las enemistades que se mo- •

capítulo Reconoce el virrey por los li-


vieron entre los regidores de Chuquisaca y 3.

muchos millones de plata que


esta Villa de Potosí. De cómo mataron al de- bros reales los

cano del ayuntamiento y de cómo se formó en aquellos años se habían quintado. Entabla
nuevamente el ilustre cabildo de esta Villa la mita en Potosí y pasa a la ciudad de La

donde escribió sus admirables orde-


desmembrándose del de Chuquisaca, y cómo Plata,

el rey don Felipe II le dio las mismas pre- nanzas I 5I

eminencias que tiene el de Sevilla ....... 1x9 capítulo 4. Los famosos azogueros y de-
capítulo 11. El corregidor de Chuquisaca más dueños de minas determinan fabricar la
se pasa de asiento a esta Villa de Potosí. Ribera de ingenios dentro de la Villa, y unas
Muéstrase riguroso con los vecinos, y co- lagunas con cuyas aguas se moliesen los ricos
metales I 55
mienzan nuevos bandos y enemistades entre
las naciones 123 capítulo 5. De cómo en la riquísima veta

xiv
TABLA DE LOS CAPITULOS
de Centeno fueron hallados dos admirables Imperial Villa de Potosí padeció el año de
secretos de naturaleza, y cómo en este mismo 1588 203
año se colocó en esta Imperial Villa la nue- capítulo 19. Cómo en esta Imperial Villa
va obra de la iglesia mayor 159 se hicieron amistades generales por medio del
capítulo ó. Cómo se acabaron de fabricar virrey de Lima, con otros sucesos dignos de
las lagunas en esta Imperial Villa y los mu- memoria 206
chos millares de pesos que costaron 161 capítulo 20. Cómo se hicieron solemnísimas
capítulo 7. De cómo se acabó de fabricar fiestas en esta Imperial Villa por la nueva
la opulentísima Ribera; el grandísimo costo colocación del templo de la sagrada Compa-
que tuvo, y general regocijo de su estreno 166 ñía de jesús 209
capítulo 8. Recibe el ilustre cabildo de capítulo 21. De cómo fue recibido por co-
esta Imperial Villa de Potosí por nuevo al- rregidor de esta Villa el general don Juan
férez real al gobernador don Juan de Zárate. Ortiz de Zárate, con otros sucesos dignos de
Celébranse a su costa solemnísimas fiestas. referirse 212
Declárase la antigüedad de su estandarte capítulo 22. Cómo por haber promulgado
real y las batallas en que se halló 172 el general Zárate un auto riguroso contra
capítulo 9. Cómo el general Pereira dejó unos pobres padeció esta Villa una cruelísi-
el gobierno de esta Imperial Villa y vino por ma hambre 216
justicia mayor don Martín García Óñez de CAPÍTULO 23. De cómo por medio de una
Loyola, con otros sucesos dignos de memoria 176 rogativa y procesión cesó la hambre y envió
capítulo 10. De cómo se descubrieron nue- Dios con abundancia sus misericordias, y de
vas y riquísimas labores en este Cerro de Po- cómo por la codicia del corregidor se movie-
tosí, la abundancia de plata que gozaron los ron muy sangrientos sucesos 218
moradores de esta Villa, y algunos cotejos capítulo 24. Entran ejércitos de indios in-

de sus grandezas con la miseria antigua de fieles a las provincias de Chichas y Porco,
otros reinos 178 consiguen de ellos los capitanes de esta Im-
capítulo 11. Pide el virrey de Lima al jus- perial Villa un gran triunfo, y declárase cómo
ticia mayor de esta Imperial Villa nombre en ella se halló ser a propósito el metal de
capitanes que hagan levas de gente para el hierro para beneficiar el de plata
reino de Chile, y los alborotos que de esto capítulo 25. De cómo el corregidor Zárate
resultaron 182 salió de esta Imperial Villa con gente de
capítulo 12. Entra nuevo corregidor a esta guerra para reino de Chile, y de cómo vino
el

Imperial Villa de Potosí. Continúanse los a gobernar esta Villa el licenciado Juan Díaz
bandos entre las naciones y matan al alcalde de Lopidana, oidor de La Plata, con otros
ordinario y al alguacil mayor 186 sucesos dignos de memoria 226
capítulo 13. De cómo se continuaron los capítulo 26. De cómo por orden del virrey
bandos entre las naciones, y de cómo fue de Lima fueron degollados en esta Villa cua-
muerto el general Marcelino con otros no- tro hombres por traidores al rey, y la gran re-
bles en una sangrienta batalla 188 sistencia que primero hicieron 228
capítulo 14. De cómo entraron en esta Im- capítulo 27. De cómo volvió de La Plata
perial Villa los religiosos del gran patriarca el corregidor Juan Díaz de Lopidana a esta
San Agustín a fundación de su iglesia y con-
la Villa. La repugnancia que a su entrada hicie-

vento, y de cómo por intercesión de nuestro ron los moradores. Refiérese también el es-

padre San Nicolás de Tolentino se comenza- trago que hizo una tempestad en este año . . 23!
ron a lograr los niños que en ella nacían 191 capítulo 28. En que se cuenta los extraños
capítulo 15. Continúanse las enemistades sucesos que por causa de amores acaecieron
entre el cabildo y el corregidor de esta Villa. a una bellísima doncella 235
El virrey de Lima provee un justicia mayor
y capítulo 29. Llega a Potosí la noticia del
los bandos que de esto resultaron 194 fallecimiento del rey don Felipe II, celébran-
capítulo 16. La real audiencia de La Plata se sus reales exequias y refiérese cómo el sier-

envía un juez para componer ios disturbios vo de Dios fray Antonio de San Pedro asistió

de esta Villa. Pretende éste el gobierno y en esta Villa antes de su conversión 239
muévense nuevos escándalos, guerras yy
rramamiento de sangre
5— de-
196 LIBRO VI
capítulo 17. De cómo al general don Eulo-
gio le vino en propiedad el corregimiento de capítulo 1. De cómo se hicieron en esta
esta Villa de Potosí, y de cómo volvió a Imperial Villa unas reales fiestas por el rey
romper la paz introduciendo nuevamente don Felipe III, y de cómo se recibió en ella
muy sangrientos bandos entre los criollos y el general don Alvaro Patiño. Los sangrientos

las demás naciones 200 bandos que nuevamente se comenzaron desde


capítulo 18. De otras calamidades que esta su venida para continuarse por muchos años 2 43

XV
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

capítulo 2. De cómo se continuaron los gros que hizo Dios por intercesión de San
bandos en esta Villa, y las muertes que en Nicolás de Tolentino en esta Villa, y el trá-
ellos hubo. Dícese también la venida y asis- gico hallazgo deun precioso carbunclo en el
tencia que en ella hizo el siervo de Dios fray paraje de Cantumarca 292
Vicente Bernedo 246 capítulo 17. Renuévanse los bandos entre
capítulo 3. De cómo fue muerto el gene- las naciones. Don Eugenio Narváez quita la
ral Patiño en una batalla que se dieron los vida en una batalla al justicia mayor de esta
abandalizados, y de cómo habiéndose escapa- Villa, y cuéntanse las tragedias de este caba-

do de unas heridas el licenciado Ramírez, su llero hasta su muerte 295


lugarteniente, quedó por justicia de esta Villa 249 capítulo 18. De cómo por muerte del li-

capítulo 4. De cómo se recibió por corre- cenciado Andrés de Paz fue proveído por jus-
gidor de esta Imperial Villa el general don ticia mayor de esta Villa el licenciado Ibarra,
Pedro de Lodeña y la visita que generalmente oidor de la real audiencia de La Plata, y de
hizo por orden de su majestad 252 cómo por la continuación de los bandos y
capítulo 5. Cómo se continuaron los ban- derramamiento de sangre se volvió breve-
dos con mucho derramamiento de sangre y mente a aquella ciudad, con otros admirables
muertes de personas principales 255 sucesos 299
capítulo ó. En que se cuenta una sangrien- capítulo 19. En que se refiere un milagro
ta batalla que hubo entre ocho bravos caballe- que hizo la madre de Dios de la Candelaria
ros por los amores de una hermosa doncella, de la parroquia de San Pedro de esta Villa

y cómo se continuaban los bandos 258 con unos indios a quienes encerró una mina
capítulo 7. Cómo irritada la divina justicia en y cómo se continuaban los ban-
el cerro,

con los pecados de Potosí fueron castiga- mucho derramamiento de sangre


dos con . . . 303
dos con una rigurosa seca, y la gran penali- capítulo 20. En que se cuenta cómo el ge-
dad que padecieron sus moradores 262 neral don Rafael venció en dos valerosos
capítulo 8. En que se cuenta la muerte del encuentros a los abandalizados. La recta jus-
general don Pedro de Lodeña, y cómo vino ticia que hizo en las cabezas. Rehácense los

a sucederleel general don Pedro de Córdo- contrarios, procuran matarlo, y sale huyen-
va Mesía 265 do de esta Villa 306
capítulo 9. En que se refiere la grandeza capítulo 21. De un milagro que hizo la ma-
y riqueza de unas famosas fiestas que hicieron dre de Dios de la Candelaria de San Pedro
en esta Imperial Villa sus nobles criollos . . 267 con un indio en el Cerro. De cómo vino por
capítulo 10. En que se da fin al juego de corregidor de esta Villa el general don Fran-
sortija 274 cisco Sarmiento de Sotomayor, y de las se-

capítulo 11. En que se refiere la sangrien- ñales prodigiosas con que el cielo previno
ta batalla que don Nicolás Pablo Ponce de el azote que Dios descargó en ella en las me-
León tuvo con don Sancho de Mondragón morables guerras de los vicuñas 310
por la hermosa Margarita, y lo que más su- capítulo 22. De un milagro que obró la

cedió 277 madre de Dios de la Candelaria de San Pedro


capítulo 12. Cómo se continuaron los san- en favor de unos indios casados. Refiérese
grientos bandos de las naciones, y peligros la dichosa muerte del siervo de Dios fray
de la vida en que se vio el general don Pe- Vicente Bernedo, y de cómo se continuaban
dro de Córdova Mesía por favorecer a los los sangrientos bandos. Dícense los motivos

vascongados 280 que hubo para hacerse tan aborrecidos los

capítulo 13. De un portentoso caso en que vascongados 313


Cristo Nuestro Señor manifestó su gran mi- capítulo 23. Cómo se continuaron los ban-
sericordia con un pecador de esta Villa, con dos y alborotos de la Villa con mucho derra-
otros sucesos admirables 282 mamiento de sangre, y de otros sucesos dig-
capítulo 14. De cómo el general don Pedro nos de memoria 318
de Córdova Mesía continuó su mal afecto
con los criollos, bandos sangrientos que por LIBRO VII
esto hubo, y los informes que contra dicho
corregidor se dieron a España 285 capítulo i. En que se cuenta cómo se con-

capítulo 15. Celébranse unas bodas y fiestas tinuaron ¡os sangrientos bandos, con otros
por el casamiento de la bellísima Anarda, sucesos escandalosos que precedieron al rom-
hija del general Mesía. Es llamado a España pimiento de las guerras, sediciones y tumul-
por las quejas de ¡os criollos. Viene a gober- tos civiles. Declárase cómo éste fue uno de
nar esta Villa el licenciado Andrés de Paz, ios tres azotes que descargó Dios en Potosí
y refiéreseun extraño caso en que se vio muy por sus muchos pecados 321
arriesgada la salvación de un hombre 287 capítulo 2. Donde se trata la muerte del
capítulo 16. En que se refieren dos mila- padre Pedro Alonso Trujillo, rector del co-

xvi
TABLA DE LOS CAPÍTULOS
legio de la Compañía de Jesús, cuyo motivo Francisco Castillo. La entrada que los vicuñas
fue su gran caridad y celo con que reprendía hicieron en esta Villa con escuadrones for-
los pecados. De cómo mataron a! capitán mados y de cómo se libró de la prisión. . .
. 370
don Juan de Iranieta. Continuación de en- capítulo 13. Cómo se continuaron los albo-
cuentros sangrientos entre los abandalizados, rotos y guerras civiles en el año de 1624.
y prevenciones para llevar adelante las se- Cuéntase en este capítulo cómo un soldado
diciones y alborotos 325 intentó matar al general don Felipe. Amista-
capítulo 3. De las juntas que hicieron los des que hizo con los vicuñas, entradas que
andaluces, criollos y demás aliados para re- hicieron en esta Villa y muertes que ejecuta-
solver sus bárbaros intentos. De cómo mata- ron en varias ocasiones 374
ron capitán San Juan de Urbieta, y el mo-
al capítulo 14. Cómo se hicieron paces entre
tivo de llamarse vicuñas los de un bando .
. 328 los vascongados y vicuñas y cómo se volvie-
capítulo 4. De cómo los castellanos o vi- ron a romper. De cómo se continuaron las
cuñas salieron con su escuadrón por las calles
y escándalos. De
guerras con muchas muertes

y plazas haciendo muchos daños. De cómo el cómo el general Moneada fue muerto con los
muy reverendo padre guardián de San Fran- de su escuadra por los vicuñas, y las entradas
cisco hizo las amistades entre vicuñas que
y vas- éstos hicieron en esta Villa 379
congados, y de cómo las volvieron a romper, capítulo 15. En que se cuenta la sangrien-
con otras particulares pendencias y muertes 333 ta batalla del campo de San Martín que se
capítulo 5. En que se refiere la batalla de dieron entre las naciones, con otros sucesos
Huayna, con los sucesos particulares de ella 336 y muertes lastimosas de particulares, y de
capítulo 6. Cómo se continuaron las gue- cómo, por haber venido orden real de que
rras y alborotos de la Villa. De cómo el co- fuesen destruidos los vicuñas, trataron éstos
rregidor llevó el almacén de armas de los de la defensa con todo su poder 384
vascongados a las cajas reales. Asaltos que capítulo 16. De cómo se hicieron solemní-
dieron los vicuñas a las casas de Oyanume: simas fiestas por la canonización del gran
de cómo la entraron a costa de mucha san- patriarca San Ignacio de Loyola, con otros
gre, y lo demás que sucedió 340 sucesos dignos de referirse en esta Histo-
capítulo 7. Cómo se hicieron fiestas en esta ria 389
Imperial Villa, y cómo no se dejaron de con- capítulo 17. De los desposorios del gene-
tinuar los sangrientos bandos 346 ral don Felipe Manrique. De cómo no te-

capítulo 8. De las guerras civiles de esta niéndose ya por seguro trató de irse de esta
Imperial Villa, y sangrientos sucesos que se Villa. De cómo se hicieron las paces entre
vieron en el año de 1623 350 vascongados y vicuñas, y nuevos alborotos
capítulo 9. Cómo llegó a esta Villa el nue- que hubo para su estorbo. De cómo vino por
vo corregidor don Felipe Manrique, justicia corregidor don Bartolomé Astete y perdón
que hizo en algunos vicuñas, y continuación general que vino del rey 394
de los sangrientos bandos 355 capítulo 18. De cómo se confirmaron las

capítulo 10. De cómo entraron en Potosí paces entre los capitanes vascongados y vicu-
12 alentados vicuñas a matar al corregidor, ñas. De cómo algunos inquietadores conti-

y de lo que después ocurrió 359 nuaron los alborotos. Insolencias que éstos
capítulo 11. Entradas y acometimientos que hicieron en los poblados y caminos, y cómo
los vicuñas hicieron en Potosí. Prevención de fueron muchos ajusticiados. De cómo se fun-
Chuquisaca en su defensa. Muertes de vascon- dó de Misericordia, y
la cofradía el fin de
gados que en aquella ciudad y en esta Villa aquellas memorables guerras 398
hicieron, y cómo
fue descubierta y colocada capítulo 19. En que se cuenta y se verá el
la imagen de la madre de Dios de Jerusalén 365 horrible y dilatado rencor de un hombre, con
capítulo 12. De cómo se continuaban las otros espantosos casos que sucedieron en esta
guerras y lástimas. De cómo fue preso don Imperial Villa este mismo año 402

TOMO II

LIBRO VIII ella sucedieron, y el estrago que hizo en su


famosa y magnífica Ribera 1

capítulo 1. En que segundo y


se refiere el capítulo 2. En que prosigue la materia del
general azote que descargó Dios en la Villa pasado 6
Imperial de Potosí con la inundación de la capítulo 3. En que se prosigue la materia
laguna de Caricari, y casos admirables que en de los dos capítulos antecedentes, con el resu-

XVI
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

men de los que perecieron y la gran riqueza suceso admirable en que se ve resplandecer
que se perdió en esta lamentable inundación 10 la misericordia de Dios en un hombre de
capítulo 4. En que se cuentan otros admi- estragada vida, con otras cosas pertenecien-
rables casos que sucedieron en este mismo año 16 tes a esta Historia 59
capítulo 5. De las enemistades que se mo- capítulo 16. En que para ejemplo de cari-

vieron entre el corregidor don Bartolomé dad se refiere la que tuvo un caballero de esta
Astete y el gremio de señores azogueros. De Villa con un pobre. Sucesos admirables de un
cómo los vecinos trataban ya de alteraciones. hombre de España, y relación que de ellos

El daño que por esto les vino a algunos, y de hizo en esta Villa, y de cómo se continuaban
cómo fueron sosegados 20 los bandos y muertes 64
capítulo 6. En que se refieren brevemente capítulo 17. En que prosigue la materia del
las virtudes del siervo de Dios fray Gaspar pasado 68
Martínez, religioso de nuestro padre San capítulo 18. En que se refiere la perdición
Agustín, y asimismo las de María de Bena- de las almas de un caballero corregidor y de
vides, a quien sucedió un caso extraño . . .
24 un indio cacique, con otros sucesos y bandos
capítulo 7. De cómo se celebraron en Poto- sangrientos que hubo en esta Villa 7i
sí unos ricos desposorios, de cómo se conju- capítulo 19. Manda el rey llevar gente de
raron muchos hombres para matar a los Potosí para Chile y Tucumán. Viene el nuevo
novios y destruir la Villa con armas y fuego, corregidor con esta orden, y refiérense los

y de cómo antes de ejecutarlo fueron descu- vicios y extraños hechos de una pecadora, su

biertos por un religioso de nuestro padre San conversión y muerte 75


Agustín, y lo demás que sucedió 27 capítulo 20. En que se cuentan varios albo-

capítulo 8. De cómo obró Dios un prodigio rotos y encuentros sangrientos que hubo en
en socorro de la necesidad de una pobre, y esta Imperial Villa, con otros sucesos dignos

de cómo Nuestra Señora de Copacabana libró de memoria 82


a un indio del peligro de la muerte, con otros capítulo 21. De un extraño caso en que se
sucesos dignos de memoria 31 vio resplandecer la misericordia de Dios en
capítulo 9. Cómo en esta Villa se hicieron un gran pecador, y de cómo se continuaban

fiestas reales por el nacimiento del príncipe enemistades y muertes


las 87
don Baltasar, con otras cosas pertenecientes capítulo 22. Favorece la madre de Dios a
a esta Historia 36 un devoto suyo en el peligro de un rayo. Cos-

CAPÍT ulo 10. Del levantamiento que forma- tosas fiestas que se hicieron por unos despo-
ron unos malos hombres en esta Villa, los sorios, con otros sucesos pertenecientes a esta
robos e insolencias que en ella hicieron, y de historia, y la continuación de enemistades,
cómo por su orden fueron muertos dos caba- muertes y otras lástimas 91
lleros con veneno 39 capítulo 23. De los desposorios del general

capítulo ii. En que se ve el mal efecto que don Juan Vázquez de Acuña. Disgustos que
causa la falta de caridad con los pobres expe- por esto tuvo con el virrey, con otros sucesos
rimentado en un rico de esta Villa, con otros y pendencias notables de los abandalizados 95
sucesos dignos de contarse 43 capítulo 24. En que se cuenta un extraño
capítulo 12. En que se ve la suma caridad hecho de una mujer abrasada de terribles

y liberal mano con que un rico socorrió la celos, y asimismo se cuentan los daños que se
extrema necesidad de un pobre 46 acarreó el poco recato de una doncella, su
capítulo Muere el general don Carlos
13. trágica muerte y encuentros sangrientos que
Bazán en esta Villa. Queda por corregidor de por esto se aumentaron en esta Villa 99
ella el contador don José Sáez de Elorduy. capítulo 23. En que se cuentan los hechos

Los disgustos que tuvo con el cabildo y la y muerte que dieron a don Jerónimo Robledo
audiencia de La Plata por su recibimiento, y por los amores de una mujer, y asimismo se
un caso extraño que sucedió con un jurador cuentan los sucesos de Francisco Verazano,

y maldiciente a quien favoreció la madre de con otros casos dignos de memoria I0 3


Dios 51 capítulo En que se refiere un milagro
26.

capítulo 14. En que se cuenta la muerte de que hizo la madre de Dios de la Candelaria
un avariento y el extraño testamento que hizo, de San Pedro con un devoto suyo, de cómo
de cómo se renovaron los bandos entre las se continuaban los bandos y derramamiento
naciones, y el riesgo en que se vio el corre- de sangre, y cómo el alcalde provincial Fran-
gidor de perder la vida, y las cédulas que cisco de la Rocha mandó degollar a don Juan

envió el rey nuestro señor en favor de los de Armuña, y lo demás que sucedió aquel
vecinos y azogueros de esta Villa 54 año 109
CAPÍTULO 15. En que se cuenta la rara dureza capítulo 27. De cómo fue recibido en esta
que mostró un pecador en lo último de su Villa el nuevo corregidor don Juan Velarde
vida, y su lastimosa muerte. Cuéntase otro Treviño. De cómo en España se repitieron las

xviii
TABLA DE LOS CAPÍTULOS
quejas de la moneda falsa que aquí se labra- capítulo 9. De cómo se continuaban los
ba. Orden que dio el nuevo virrey para atajar bandos y muertes, con otros casos que suce-
los bandos que se continuaban, y la justicia dieron en esta Villa 163
que comenzó a ejecutar el nuevo corregidor 114 CAPÍTULO 10. En que se refieren algunos mi-
capítulo 28. De cómo el general Velarde lagros que Dios Nuestro Señor hizo por su
hizo rigurosa justicia en muchos hombres. santísima madre con sus devotos en esta Villa
Continuación de los bandos y muertes. De pidiéndole favor ante sus sagradas imágenes.
cómo llegó a esta Villa el presidente don Cuéntanse asimismo otros varios y admirables
Francisco de Nestares. De cómo mandó ajus- casosque sucedieron el año de 1657 170
ticiar al ensayador Ramírez. Prisión del capi- capítulo 11. Prosigue la materia del pa-
tán Rocha y demás ministros 119 sado 173
capítulo 12. Cómo se continuaban los ban-
LIBRO IX dos y muertes entre las naciones. Cuéntanse
otros varios casos que sucedieron este año de
capítulo 1. En que se cuenta la tercera des- 1658, y cómo en él se hicieron fiestas por el
trucción que tuvo Potosí con la rebaja de la nacimiento del príncipe Felipe Próspero ... 179
moneda hecha por el presidente don Francis- capítulo 13. En que prosigue la materia
co de Nestares Marín, y lo demás que suce- del pasado 183
dió en esta Villa 123 capítulo 14. En que se cuenta la muerte
capítulo 2. Intenta el capitán Francisco de del presidente don Francisco de Nestares, ve-
la Rocha dar veneno al presidente, descú- nida del señor obispo de Santa Marta a des-
brese la traición, vuelven a prenderlo
y mue- componer la mita de esta Villa y su repentina
re ajusticiado sin querer declarar dónde había muerte, con otros sucesos y milagros que Dios
ocultado su plata, y lo demás que sucedió 128 Nuestro Señor obró por intercesión de su san-
capítulo 3. En que se cuentan varias pen- tísima madre, pidiendo los necesitados su
dencias y muertes que entre las naciones hubo divino favor ante sus milagrosas imágenes . . 187
en esta Villa durante el gobierno del general capítulo 15. En que se cuentan algunos en-
Velarde, la recta justicia que en los culpados cuentros y muertes que hubo entre las nacio-
hizo, encuentros que tuvo con el presidente nes avecindadas en esta Villa, con otros suce-
Nestares, y lo demás que sucedió 134 sos memorables, y asimismo se refieren tres
capítulo 4. De cómo se continuaron los milagros que obró la madre de Dios de la
rencores entre el general Velarde Candelaria de San Martín
y el presi- 194
dente. Aborrecimiento notable que le tuvo capítulo 16. En que
cuentan varios y ex-
se
Potosí por la muerte de Rocha y rebaja de la traños casos que sucedieron en esta Villa el
moneda. De cómo hizo causa al general por año de 1661, la continuación de sus sangrien-
haber permitido la mala fábrica de ella, y de bandos y tres milagros que obró Nuestro
tos
cómo por esto salió de esta Villa. Refiérense Señor por intercesión de su santísima madre
también dos milagros que hizo la madre de pidiendo los afligidos su favor ante sus mi-
Dios de la Candelaria de San Martín 138 lagrosas imágenes 200
CAPÍTULO 5. En que se cuenta las desastra- capítulo 17. Prosigue la materia del pasa-
das muertes que tuvieron los que solicitaron do y cuéntanse los extraños sucesos de doña
la muerte de Rocha. Asimismo dos milagros Magdalena Téllez y su trágica muerte 206
que hizo Dios por intercesión de su santísi- capítulo 18. De cómo se continuaban los
ma madre. De cómo se continuaban las ene- bandos entre las naciones, con otros sucesos
mistades y muertes, con otros casos dignos de dignos de memoria, y asimismo se refieren
memoria 143 dos milagros que obró Dios Nuestro Señor
capítulo 6. En que se cuentan los hechos por intercesión de María santísima 213
de dos doncellas nobles naturales de esta capítulo 19. Libra Dios Nuestro Señor por
Villa, y lo demás que sucedió durante el corto intercesión de María santísima de Loreto a
gobierno de don Luis Pimentel 149 una pecadora de ser condenada a las eternas
capítulo 7. Entra nuevo corregidor a esta penas, continúanse los bandos y muertes, y
Villa de Potosí. Comiénzase a sentir en ella cuéntanse otros sucesos dignos de memoria 219
el daño que el presidente Nestares hizo con capítulo 20. De cómo se continuaban las
la rebajade la moneda. Cuéntase la grandeza enemistades y derramamiento de sangre entre
que hasta entonces mantenía, con lo demás los habitadores de esta Imperial Villa,
y ries-
que sucedió 155 go de la vida en que se vio el general don
capítulo En que se refieren tres mila-
8. Gómez por mostrarse muy apasionado de los
gros que hizo la madre de Dios de la Can- unos 225
delaria de San Pedro. Cómo se continuaban capítulo 21. Prosiguen las enemistades y al-
los bandos y muertes, con lo demás que suce- borotos. Capitulan al general don Gómez, y
dió el año de 1655 161 baja a la ciudad de Los Reyes. Vuelve con

xix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

despachos favorables, y antes de llegar a Po- favoreció el Santo Cristo de la parroquia de

tosí le quitan la vida con veneno 228 San Pedro a un hombre que se perdió en una
capítulo 22. De cómo en esta Villa se mo- mina del Cerro, y lo demás que sucedió este

vieron nuevos alborotos y encuentros san- año 283


grientos después de la muerte del general capítulo 34. De cómo un pobre hombre
don Gómez. Vuélvese a Chuquisaca el oi- halló en lo más vivo de su necesidad un te-

dor don Juan Giménez Lobatón y viene por soro enterrado para remediarla. Cuéntanse
justicia mayor don Francisco Godoy, con lo las muertes atroces que unos malos hombres
demás que sucedió 231 dieron a unas mujeres, y el suceso infeliz
capítulo 23. En que se cuenta un extraño que un rico tuvo por haber hecho una mala
caso que sucedió con un adúltero, y otro albo- confesión 287
roto industrioso que se experimentó en esta capítulo 35. Milagrosa salud que un de-
Villa, con otros sucesos dignos de memoria 235 voto de la madre de Dios de la Candelaria
capítulo 24. En que se cuentan algunos ca- de San Pedro alcanzó por su intercesión. De
sos ejemplares que sucedieron en esta Villa cómo se experimentó en esta Villa una gran
de Potosí el año de 1668, con otras cosas sequedad y sacando en procesión al Santo
pertenecientes a esta Historia 241 Cristo de la Veracruz de San Francisco llo-

capítulo 25. En que se cuentan los singu- vió milagrosamente. Disturbios entre crio-

lares favores que mereció de María santísima llos y vascongados, remedio que en esto puso
un devoto suyo. Continúa el general don Luis el virrey y el general don Luis Antonio, y

Antonio su gobierno, y refiérense algu-


feliz fin del gobierno de este caballero 291
nas de las virtudes y vida del siervo de Dios capítulo 36. Entra en esta Villa de Potosí

Juan de la Cruz 247 por corregidor de ella el general don Pedro

capítulo 26. En que


cuentan varios y ad-
se Luis Enríquez. Refiérense algunas de las vir-
mirables casos que sucedieron en esta Villa tudes del muy reverendo padre Juan de los
el año de 1670, y cómo se celebraron en ella Ríos, y lo demás que sucedió 298
las fiestas de la canonización de Santa Rosa capítulo 37 En que se refiere la asistencia
.

peruana 251 provechosa en esta Villa del padre Felipe


capítulo 27. De cómo fue recibido por jus- Alvizuri, cómo convirtió en ella muchos pe-
ticia mayor de esta Villa don Diego de Ulloa cadores con su admirable predicación, y lo

y refiérense algunos milagros que Dios Nues-


demás que sucedió con este varón apostólico 303
tro Señor hizo por intercesión de María san- capítulo 38 . Instituyese en esta Imperial

tísima con sus devotos 255 Villa los desagravios de Cristo Nuestro Se-

capítulo 28. En que se cuenta la muerte las- ñor para gran bien de las almas, y cuéntanse
timosa que unos hombres dieron a una her- otros sucesos dignos de memoria 306
mosa niña, y lo demás que sucedió este año 259 capítulo 39 En que
. se refiere la asistencia

capítulo 29. Vuelve el general don Luis en esta Villa del siervo de Dios fray Pedro
Antonio a esta Villa prolongado en el corre- de Santa María Ulloa, y el fruto que hizo
gimiento. Desaires que recibió don Diego de en las almas con el aumento de la devoción
Ulloa, con otras cosas dignas de memoria . . 262 del santo rosario, sus virtudes y muerte ... 312
capítulo 30. Celébranse en esta Villa las capítulo 40 Obra . Dios Nuestro Señor y
fiestas de la canonización de San Francisco 1
su santísima madre varios y singulares favo-

de Borja. Casos extraños que sucedieron con res con los afligidos que en esta Villa se
una famosa hechicera, y dícese lo nocivo que valieron de su piedad el año de 1684 ... 316
es en este reino la yerba llamada coca 266
capítulo 31. Previene el maestre de campo LIBRO X
Antonio López de Quiroga la conquista de
Paititi con el gobernador don Benito su so- capítulo i. De la suma veneración que tie-

brino, bendicen el pendón en esta Villa con ne esta Imperial Villa de Potosí al culto di-

toda solemnidad, y lo demás que sucedió en vino y la grandeza con que celebra sus festi-

este año 272 vidades entre año 321


capítulo 32. En que se cuenta el suceso que capítulo 2 . Prosigue la materia del pasado
tuvieron unos pecadores para su conversión. y declárase alguna
parte de las muchas limos-

Resucita Dios Nuestro Señor a un niño por nas que se dan en esta Villa para el culto
intercesión de su santísima madre pidiéndole divino y juntamente a los pobres. Refiérese
este favor ante su milagrosa imagen de la también la fundación de las carmelitas des-

Candelaria de San Martín, con otros sucesos calzas de Santa Teresa en esta Villa 326
dignos de memoria 277 capítulo 3. En que se da fin a la materia

capítulo 33. Del castigo que Dios hizo en de los dos capítulos antecedentes y se cuentan
un caballero de esta Villa por la poca vene- algunos casos admirables que sucedieron en
ración que tuvo con María santísima; y cómo esta Villa 333

XX
TABLA DE LOS CAPÍTULOS
capítulo 4. En que se refieren las grandes bana fue libre Bartolomé Serrano en el Cerro
penitencias, rogativas y procesiones que se del peligro de la vida,
y otros favores que
hicieron en esta Villa por las noticias de esta Señora ha hecho a otros sus devotos . . 390
la ruina que hizo un terrible terremoto en la capítulo 16. En que se cuenta la gran ri-
ciudad de Los Reyes 337 queza que en esta Villa tuvo el maestre de
capítulo 5. En que se cuenta la vida y campo Antonio López de Quiroga y su muer-
muerte del siervo de Dios don Francisco te, cómo se formaron capítulos contra el ge-

Aguirre, clérigo presbítero,


y lo demás que neral don Fernando, y lo demás que sucedió 394
sucedió en esta Villa capítulo 17. En que
34 1 se cuenta la venida
capítulo 6. Erígese la capilla de San Ro-
y fallecimiento en esta Villa del señor pre-
que del Ttio en parroquia de indios. Queda sidente don Francisco Domínguez, y la entra-
hecho un rico beneficio y pleito que hubo da en ella de los padres betlemitas a su nueva
sobre ello con los curas de esta Villa, con fundación 399
otros sucesos dignos de memoria 346 capítulo 18. Llega a esta Villa la noticia
capítulo 7. En que se cuenta la vida, virtu- del fallecimiento de nuestro rey Carlos II.

des y muerte del siervo de Dios Juan de San Hace sus reales exequias. Celebra la procla-
José, y asimismo los sucesos de una dama mación de su nuevo monarca Felipe V.
muy celebrada en esta Villa, la gran riqueza Renuévanse los capítulos del general don
y vanidad que mantuvo y el fin miserable con Fernando, y lo demás que sucedió 403
que llegó al de su vida 35i capítulo 19. De cómo mataron en una re-
capítulo 8. En que se prosiguen los suce- friega a don Francisco Bustinzuria; alborotos
sos de doña Clara hasta su muerte, y cuén- que por esto hubo en esta Villa. Entra en
tase cómo el general don Pedro Luis Enrí- ella el nuevo justicia mayor don Diego Man-
quez bajó a la ciudad de Lima a reformar rique de Lara, y celébranse las fiestas por la
la mita,
y el mal que de esto resultó a esta canonización del gran patriarca San Juan de
Villa Dios
357 408
capítulo 9. En que se cuenta el mal efec- capítulo 2O. Pide el arzobispo de La Plata
to que tuvo la ida del conde de Canillas a el 10 por 100 de los eclesiásticos por orden
Los Reyes, sentimiento que de esto hicieron del rey; murmuraciones que por esto se levan-
los señores azogueros, destrucción de muchos taron. Manda el virrey
y los otros jueces con
ingenios y lo demás que sucedió en esta Im- violencia enteren los azogueros los rezagos
perial Villa de armadas. Embárganse unas piñas que
363 las
capítulo 10. En que se refieren varios mi- iban de extravío a Buenos Aires
y tráenlas
lagros que obró Dios Nuestro Señor en esta a esta Villa. Continúa el justicia mayor su go-
Villa por intercesión de su santísima madre bierno con aborrecimiento de muchos,
y lo
con sus devotos afligidos, cómo también li- demás que sucedió este año
y 414
bró del peligro de la muerte a un hombre capítulo 21. Las piñas que quitaron en el
que se perdió en una mina del Cerro lo Tucumán a los usurpadores de los quintos
y
demás que sucedió 368 reales entran en esta Villa. Intentan unos ma-
capítulo 11. En que se da fin al gobierno los hombres robar la capilla de Nuestra Se-
del general don Pedro Luis Enríquez y ve- ñora de laSoledad y son milagrosamente im-
nida del general don Fernando de Torres pedidos. Prodigiosos sucesos que hubo en
Mesía, con otros sucesos dignos de memoria 372 este año.Los portugueses toman los navios
capítulo 12. Pretende el general don Fer- que iban por Buenos Aires, y lo demás per-
nando la buena administración de justicia teneciente a esta Historia 419
para el bien común, disgustos que por esto capítulo 22. Obra Dios Nuestro Señor por
tuvo con el conde de Canillas, y lo demás intercesión de su santísima madre un milagro
que sucedió con un indio en Cerro. Continúa el justicia
377 el
capítulo 13. De cómo por una limosna que mayor su gobierno con disgusto de los veci-
un rico dio a un pobre sacerdote y a otro nos. Prosigue la rigurosa peste en esta Villa.
seglar fue libre de condenarse. Cuéntase tam- Prisión de don Juan de Solís
y alborotos que
bién los daños que le acarrearon a una mujer por esto hubo, con lo demás que sucedió en
sus liviandades
y el riesgo en que se vio de este año
425
perder su alma 381 capítulo 23. Notables bandos y alborotos
capítulo 14. Continúa el general don Fer- que hubo en esta Villa por la elección de
nando su gobierno con aborrecimiento de alcaldes ordinarios, Celébranse amistades en-
algunos vecinos, y refiérense dos milagros tre los encontrados de ella. Resuélvense los
que obró Dios en esta Villa por intercesión señores azogueros a entregar los ingenios al
de su santísima madre 386 rey y darse a prisión. El conflicto en que
capítulo 15. En que se cuenta cómo por por esto se vio el pueblo. Varios encuen-
intercesión de la madre de Dios de Copaca- tros que hubo entre personas señaladas por

xxi
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

los extravíos que unos a otros se hicieron y capítulo 30. Entran los principios de este
lo demás que sucedió . 432 año con terribles tempestades de rayos, y
capítulo 24. Continúanse los malos afec- muertes que hicieron. Detención de los indios
tos con la casa de Quirós por justos motivos. de la mita en las provincias y restitución de
Publícase nuevo bando contra los que com- ella por lo que se alegó. Continúanse las ene-
prasen ropa de Francia. Notables alborotos mistades entre los eclesiásticos y nuevos es-

y daños que hubo por causa de los amores


cándalos que por esto hubo. Publícanse dos
de una mujer y por haber denunciado los cédulas del rey para el remedio de los que
contrarios de los que metieron aquella ropa. contratan con piñas: nuevos daños que de
Extraña peste que hubo este año. Entra esto resultan dentro y fuera de esta Villa.

nuevo corregidor a esta Villa y previénense Ejecuta la justicia su rigor en unos ladrones
fiestas en ella por los buenos progresos de sin substanciar bien las causas y siente mal
nuestro rey Felipe V 439 de ello la real audiencia de La Plata. Celé-
capítulo 25. En que prosigue la materia branse amistades entre los eclesiásticos, y lo
del pasado 444 demás que sucedió
capítulo 2Ó. Absuelven a los presos exco- capítulo 31. En que prosigue la materia
mulgados. Pleito grave que hubo entre los del pasado

caballeros militares y los curas de la Matriz capítulo 32. Levántase en esta Villa un
sobre dónde debían de cumplir con la iglesia falso rebato de que se rompían sus lagunas
por pascua. Escándalos que por esto se mo- y alboroto grande que hubo. Nuevas ene-
vieron. Disgustos entre el nuevo corregidor mistades y pleitos entre personas particula-
Regocijo que tuvo
y los vecinos de esta Villa. Sueltan a don
res y entre varias cabezas.

Domingo Izquierdo y los otros presos de la por buenas noticias y triunfos de nuestro
las

cárcel. Fenece la causa de don Juan Antonio rey Felipe, con otras cosas que sucedieron

Trelles. Fiestas reales por el nacimiento del este año


príncipe, y lo demás que sucedió este año. . 451 capítulo 33. Por informes de los interesa-

capítulo 27. Prosigue la materia del pasado 459 dos, quita el virrey el cargo al juez de ex-

capítulo 28. Notables bandos que se mo- travíos. Calamidades que padece esta Villa

vieron entre los veinticuatros del cabildo por por falta de lluvias. Continúase el pleito de
la elección de alcaldes; discordias que de esto la alcabala de harinas y fin que tuvo. Man-
procedieron. Continúase el pleito entre los da su excelencia dar azogues al ilustre gremio.
prelados y los curas de la Matriz no sin falta Muerte sacrilega y lastimosa que dieron al

de escándalos. Extraña peste que hubo este padre prior de Santo Domingo, y rogativas
año en esta Villa. Por cédula real sigue el que se hicieron por ella para aplacar la ira del
presidente causa contra el contador don Señor. Alboroto que hubo con una falsa no-

Agustín de la Tijera, con otros particulares ticia de que se quitaba la mita en esta Villa.
sucesos de este año 464 Ajustician a unos hombres por haber hecho

capítulo 29. Prosigue la narración de los su- moneda y riesgo de perderse el pueblo
falsa,

cesos de este año y refiérense las calamidades por evitar el que no quemasen aquellos cuer-
que padeció esta Villa por falta de justicia 470 pos

TOMO III

capítulo 34. Comienza el nuevo corregidor ció Potosí este año. Colócase la mayor parte
su gobierno con muchas quejas de los súbdi- de la iglesia de San Francisco. El alcalde
tos. Varios disgustos que se mueven entre los mayor de minas va a España con los haberes

eclesiásticos y motivos que hubo para ellos. reales. Continúase el pleito de la mina de
Temores que conciben los que han enviado Cotamito. Prosigue la destrucción de esta
de esta Villa piñas de plata a la Europa, Villa con la saca de piñas para Francia, y lo

por la venida a Buenos Aires de un juez pes- demás que sucedió


quisidor, con otras calamidades que padeció capítulo 37. En que prosigue la materia

esta Imperial Villa 1 del pasado -

capítulo 35. De la venida a esta Villa y capítulo 38. Cómo se continuaban las ca-

recibimiento que se le hizo al nuevo arzo- lamidades de esta Villa así por falta de llu-

bispo de La Plata y lo que en ella hizo. In- vias como por sobra de cruel peste. Extraña

formes para España que se previnieron por pobreza que se padeció por la saca de piñas
su mano. Calamidades que se padecía por la a los reinos extranjeros y por la detención de

continuación de las secas y cómo envió Dios azogues, con otros males y destrucciones que

sus misericordias lloviendo abundantemente 7 se experimentaron


capítulo 36. Varias calamidades que pade- capítulo 39. En que prosigue la materia
TABLA DE LOS CAPÍTULOS
del pasado con otros sucesos dignos de me- capítulo 45. Viene a Jujuy don Juan José
moria 29 Mutiloa y envía órdenes para que allí compa-

capítulo 40. En que se refieren otros su- rezcan varios delincuentes. Embargos que en
cesos lamentables de este año 35 sus haciendas se hicieron y restitución de
capítulo 41. De cómo se continuaban las todo, con lo demás que sucedió este año, y
calamidades de esta Villa en varias maneras. de cómo fue recibido en esta Villa su nuevo
Solemnidad bautismal que en ella se hizo de corregidor -72

unos indios convertidos a nuestra santa fe. Capítulo 46. Por pecados de esta Imperial
Recibe con lucidas y costosas fiestas al ilus- Villa la arruina Dios con una pestilencial
trísimo, reverendísimo
y excelentísimo señor epidemia. Refiérense algunos casos notables
virrey arzobispo de La Plata, los voltarios que se vieron en este estrago, y lo demás que
y
sucesos en la prosecución de su viaje hasta sucedió este año 77
recibirse en la ciudad de Los Reyes 42 CAPÍTULO 47. Continúase la mortandad con la
capítulo 42. En que se refieren otros su- peste, hácense muchas rogativas y procesiones,
cesos y calamidades que se experimentaron cielo con la misma dureza
y muéstrase el 83
hasta el fin del año
53 CAPÍTULO 48. En que prosigue la materia de
capítulo 43. Repugna su elección el alcal- los dos capítulos antecedentes, refiérese
y
de de la Santa Hermandad. Comienza el cómo por cédula que vino por Buenos Aires
temor en los españoles por el ejemplo de de su majestad católica se recibió segunda
otros en castigo de las piñas que llevaban a vez de virrey de estos reinos el ilustrísimo
franceses. Nuevas provisiones del virrey en y excelentísimo señor arzobispo de La Plata 91
este particular,
y sus efectos. Alegría de esta capítulo 49. De cómo se continuaba la
Villa por la beatificación de dos padres je- peste así en las provincias de Charcas y
suítas y con la noticia del triunfo del empe- Porco como en las demás de este reino con
rador en Hungría, y otros particulares suce- grave daño de esta Villa, y otros varios tra-
sos de este año 61 bajos que se experimentaron en ella 98
capítulo 44 . Prosiguen los sucesos de este capítulo 50 . De cómo el gremio ilustre de
año. Llega a esta Villa la noticia de cómo azogueros no admitió la pólvora que los mi-
se extinguió mita del rico Cerro y por
la nistros reales pretendieron introducir por
qué motivos. Aprésanse los navios de Fran- estanco, y de cómo la mitad del comercio
cia con pérdida también de caudales espa- de esta Villa enteró en la real caja la canti-
ñoles, y provisiones del virrey para que se dad que los ministros de su majestad pidie-
cobren los rezagos del gremio de señores azo- ron por haber comerciado con los navios de
gueros por deuda real 68 Francia 104

SEGUNDA PARTE
LIBRO I tre dos nobles azogueros, muerte del uno y
lo demás que sucedió hasta fin del año. . . 130
capítulo 1. En que por introducción de esta capítulo 5 . Desabrimiento notable de esta
obra se satisface al deseo de un escritor mo- Imperial Villa con el gobierno de sus alcal-
derno, con una compendiosa geografía de des ordinarios; su prisión motivada por los
este Nuevo Mundo 113 extravíos de ropa, y las de otros españoles
capítulo 2. Notables disgustos, prevencio- y extranjeros, con otros extraños sucesos, al-
nes civiles de sangrientos encuentros, pleito borotos y calamidades que se experimentaron
intrincado y por consiguiente muy costoso, este año 136
con alborotadas pasiones que resultaron en capítulo 6. En que prosigue la materia del
esta Imperial Villa por la elección de alcaldes pasado 142
ordinarios el año de 1721, con lo demás que CAPÍTULO 7. De cómo se continuaron las
en él sucedió 118 diligencias y prisiones de los culpados en
capítulo 3. En que prosigue la materia del el comercio con franceses; de cómo su ex-
pasado, y se continúa el pleito de los alcal- celencia mandó suspender el cargo al juez de
des. Llega el número de sus elecciones hasta extravíos, y lo demás que sucedió hasta fin
12 sujetos, y cuéntanse varias muertes trági- del año 147
cas y derramamiento de sangre por falta de CAPÍTULO 8. Varias calamidades que sucesi-
justicia en los malhechores 124 vas se vieron este año en esta Imperial Villa
capítulo 4. En que prosigue la materia de de falta de lluvias, hambres, muertes, latro-
los dos precedentes. Alégrase esta Villa con cinios, injusticias, suma pobreza, discordias
las esperanzas del efecto de un artificioso
y disensiones 152
desagüe de las minas. Desafío que hubo en- CAPÍTULO 9. En que prosigue la materia del

xxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

pasado. La llegada a esta Villa del señor obis- capítulo 8. Elección loable en los alcaldes

po del Paraguay y sus loables operaciones, ordinarios de este año, y disgusto por uno

con lo demás que sucedió hasta fin del año 156 de la Santa Hermandad. Sucesos trágicos a
Capítulo 10. Envía Dios sus misericordias los principios del año. Prisión del protector

este año en abundantes lluvias a esta Villa fiscal don José de Antequera, y cómo fue
Recíbese el nue- llevado a Lima por orden del virrey 213
y la fertilidad de los valles.
vo corregidor en ella, y en Los Reyes su capítulo 9. Varios sucesos acaecidos en esta

nuevo virrey. Muerte lamentable del señor Villa y tragedias lastimosas en algunas per-

arzobispo de La Plata que venía ya para esta sonas. Graves disgustos y pleitos entre los

Villa, y lo demás que sucedió 162 jueces y ministros reales, con lo demás que

capítulo 11. En que prosigue la materia sucedió este año 218


del pasado, y refiérese la muerte de don Mar- capítulo 10. Que prosigue la materia del

tín de Echavarría 166 pasado, y ¡a prisión del tesorero juez oficial

capítulo 12. Llega a esta Villa la noticia real por el visitador, y la del alcalde ordinario.
de cómo el rey nuestro señor Felipe V re- Males que de esto se siguieron, y lo demás
nunció su monarquía en su hijo el señor que sucedió 224
Luis I. Regocijo que por esto hubo, preven- capítulo 11. Vuelven de Lima los solda-

ción de las fiestas para la jura procla- dos con aviso contrario a las esperanzas del
y
mación, con otras cosas que sucedieron hasta visitador. Informes siniestros que tenía he-
fin del año 17 1 cho. Sale libre de la cárcel el tesorero por
orden de su excelencia y de la misma [el al-

calde] ordinario, y síguese causa contra el


LIBRO II
visitador. Celébrase 3 a dedicación y estreno

capítulo i. Elección reparable de alcaldes de la iglesia de San Francisco, y lo demás


ordinarios que se hizo en personas que aca- que sucedió 230
baban de llegar de España. Estrago que hizo capítulo 12 . Celébrase la función de los

en esta Villa las muchas lluvias: la ruina por santos desagravios a fines de octubre, y
ellas de la iglesia betlemítica el caso mila- los casos ejemplares que se predicó contra los
y
groso que sucedió en ésta, con otros sucesos vicios. Prosiguen las declaraciones de testi-

que se vieron en los principios de este año 175 gos en la causa del tesorero; tráense censu-
capítulo 2 . Dispone el corregidor de esta ras por motivos que hubo y, leídas, se des-

Villa y los mayordomos nuevo orden para cubren graves materias en las declaraciones,

fin del año 236


sacar los estandartes la Semana Santa. Plácen- y lo demás que sucedió hasta
se las fiestas por la jura del rey Luis Fernan- capítulo 13 Entra el mes de enero de este
.

año con varios y acostumbrados disgustos en


do I,
y lo demás que sucedió 179
capítulo esta Villa, y se continúan los cargos y descar-
3. Que prosigue la narración de
gos en causa del visitador 241
y famosa máscara
las reales fiestas la rica la
y
que hicieron los minadores y otros gremios 185 capítulo 14. Descúbrense por voluntad di-

capítulo 4. Viene visitador a la real caja vina los cuerpos de don Francisco Izaguirre
Bautista, vizcaínos, con varias
de esta Villa y asimismo nuevo presidente a y don Juan
la real audiencia. Varios homicidios escanda- circunstancias del suceso. Tempestad espan-

losos. Notables disgustos así en el estado tosa que cayó de granizo. Muertes rigurosas
eclesiástico como en el secular. Casamiento que unas mujeres dieron a otras. Incen-
del general Valdivieso, y mandato de su ex- dio que se emprendió en dos panaderías con

celencia contra el gobernador Antequera . . 189 graves pérdidas, y otros sucesos que se vieron 245
capítulo 5. Viene cédula de su majestad capítulo 15. En que prosigue la materia del

para que se restituya la labranza de pólvora pasado 250

y esperanzas del diezmo. Pénese


la piedra capítulo 16. Llega a esta Villa y hace so-

fundamental en la iglesia betlemítica. Pro- lemne su primera entrada el ilustrísimo señor

siguen los disgustos entre el prelado y reli- doctor don Luis Francisco Romero, arzobispo

giosos de San Agustín. Ruidos que se vieron de La Plata. Castiga algunos desórdenes y
por la prisión de un valiente indio, con otros atemoriza a los culpados. Vienen varias no-
sucesos dignos de referirse 196 ticias por Buenos Aires, y lo demás que su-
capítulo 6. Que se prosigue la materia del cedió hasta fin del año 255
pasado 201 capítulo 17. Prosigue la materia del pasa-

capítulo do y se concluye este año 259


7 De otros disgustos que hubo
.

entre las cabezas de esta Villa y los súbditos capítulo 18. Continúan los indios enemi-

vecinos. Hácense las honras del rey Luis I. gos varias invasiones en las provincias. Pre-

Conócese la falta de la limosna de reden- viénense en todas partes para la defensa. Re-

ción de cautivos y quién la sacó, y lo demás pugna el gremio de azogueros mandatos


que sucedió hasta fin del año 207 superiores por injustos y apasionados. Fata-
TABLA DE LOS CAPÍTULOS
les sucesos
y muertes que se vieron en los dro Vázquez por visitador de la real caja.
principios de este año 263 Continúanse los disgustos entre el cabildo y
capítulo 19. Entra en esta Villa el nuevo los prelados hasta conseguir la paz. Prisión
ensayador de moneda. Temeridad que unos de algunos oficiales de la Casa de Moneda
hombres ejecutaron con el juez ordinario, y por delitos graves. Muertes sucedidas por
su castigo. Repítense las noticias del enemi- enemistades. Entra nuevo
el justicia mayor.
go chiriguaná con nuevas invasiones. Alísta- Fugas de ministros reales. Ropa que extra-
se la gente y lábranse armas para remitirlas. viaron en esta Villa. Motín de los mestizos
Vuelve de Lima favorable el pleito a los en Cochabamba por la violencia del revisi-
azogueros, con otros sucesos que se vieron 268 tador, y lo demás que sucedió hasta fin del
capítulo 20 . Senténciase y fenece la causa ano jn
del visitador. Recogen las armas de fuego en capítulo 28. En que se prosigue la mate-
la real caja para la guerra,
y se pagan de la ria del pasado y se concluye lo sucedido este
hacienda de su majestad. Acércase el indio a ú°
316
enemigo a nuestras poblaciones, pelean con
los nuestros temen las provincias sus triun-
y LIBRO III
fos. Ceíébranse las fiestas de las canonizacio-
nes de santos, capítulo
y lo demás que sucedió .... 273 i. Entra el nuevo año continuán-
capítulo 21. Ganan los enemigos el fuer- dose el accidente de sarampión con otros
de Paspaya. Danle repetidas batallas los
te males gravísimos de que mueren muchos:
nuestros y últimamente el gobernador de hácense rogativas por esto. Quitan la vida a
Santa Cruz los derrota. Continúanse las fies- Calatayud, cabeza de los sublevados de Co-
tas de las canonizaciones de los otros santos. chabamba. Orden del virrey para continuar
Viene a la visita el señor arzobispo
y manda el castigo en los otros. Prosigue la causa de
publicar el jubileo del año santo. Refiérense don Salvador Mayoral, con otros sucesos dig-
otras desgracias demás que
y fatalidades y lo nos de referirse 321
sucedió hasta el fin del año capítulo Prosiguen los accidentes y mue-
278 2.
capítulo 22. Que prosigue la materia del ren varios hombres de España. Entra el nue-
pasado, y se refiere la muerte del señor ar- vo arzobispo de La Plata, y su recibimiento.
zobispo Lastimosa justicia ejecutada por
283 el virrey en
capítulo 23. Los
nuevos alcaldes de este el doctor don José de Antequera en Lima,
año ejecutan nuevas disposiciones de gobier- demás que sucedió
y lo 325
no. Conflicto de la Villa por falta de llu- capítulo 3. Queda la real caja de esta Villa
vias, peste y muertes de varios accidentes con sólo un ministro real. Disgustos entre
en Disgustos y escándalos sobre las pro-
ella. los señores oidores en La Plata con el señor
cesiones de la Semana Santa,
y lo demás que arzobispo. Vase juntando la cantidad para la
sucedió 288 nueva fábrica de la Casa de Moneda. Apre-
capítulo 24 Traen a esta Villa los indios
.
mio de algunas mujeres lascivas por la jus-
chiriguanás cautivos del quinto real. Viene Deságuase
ticia. la rica mina de Cotamito,
el conde de Fuente Roja por visitador de con otros sucesos que se experimentaron
las reales cajas. Refugiase a sagrado el factor hasta fin del año 331
oficial real. Nuevas fábricas que en los tem- capítulo 4. Buenas órdenes del virrey para
plos se hicieron. Disgustos entre el corregi- la Fuga que hizo de la
elección de alcaldes.
dor y tesorero. Prisiones de los ministros de cárcel don Salvador Mayoral. Entran otros
la Casa de Moneda nueva pensión a los y dos mercaderes de plata en este ejercicio.
mercaderes de plata. Muere el conde visita- Sucesos de Cochabamba de este año. Diver-
dor, y lo demás que sucedió hasta fin de año 2 94 timientos notables de las carnestolendas. Re-
capítulo 25 . Con la mudanza de ¡os nue- cibimiento que hizo esta Villa a la imagen
vos alcaldes vuelven a despenderse en las can- de Nuestra Señora la Peregrina. Ejecuciones
chas los mantenimientos, alegando razones violentas del Paraguay contra los padres je-
para ello. Comiénzase la revisita,
y lo que suítas. Orden de su excelencia para que allá
de ella resultó hasta el fin. Nuevos bandos de fuese un oidor y cómo luego fue proveído
los oficiales reales sobre los extravíos.
Robos el gobierno de aquella provincia 336
sacrilegos que se vieron y execrables malda- capítulo 5. En que prosigue la materia del
des que algunos hombres cometieron
300 pasado y se refieren otros sucesos 341
capítulo 26. Notables disgustos entre el capítulo 6. Viene a esta Villa el señor oidor
ilustre cabildo
y los prelados de las sagra- contra el contador Astoraica, y su paradero.
das religiones. Pleitos
y determinaciones es- Especiales regocijos que los alcaldes ordina-
candalosas que se siguieron hasta conseguir uno
rios el al otro se hicieron. Vuelve el fac-
el sosiego
305 tor oficial real restituido en su plaza. Bando
capítulo 27. Viene el señor oidor don Pe- riguroso sobre la saca de plata labrada nue-

XXV
SUUHHHBBH
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

vamente. Viene el señor arzobispo a su ordi- capítulo 13. En que prosigue la materia del

naria visita. Suceso milagroso de un incendio pasado, con lo demás que sucedió hasta el fin

de pólvora. Va el nuevo gobernador para el del año 376


Paraguay. Entra nuevo corregidor, y
el lo de- capítulo 14. Continúanse las discordias en-

más que sucedió hasta fin del año 345 mayor y sus contrarios hasta de-
tre el justicia

capítulo 7. Entra el año de 1733 continuan- ponerlo. Resistencia que los cacchas del Cerro

do las terribles lluvias. Casos admirables que hizo a la justicia. Noticia del estrago que los
sucedieron en las ruinas que éstas hicieron. infieles hicieron en Salta. Graves disgustos
Rogativas para invocar la divina misericordia que causaron los extravíos ejecutados por el

en esta aflicción. Disgustos por la venta del señor oidor, y lo demás que sucedió en los

hierro. Favorables órdenes de su excelencia principios de este fatal año 380


para el gremio azoguero, con otros sucesos capítulo 15. Vienen buenos premios del rey
que se vieron 35° nuestro señor al contador Astoraica. Gozo
capítulo 8. En que se refieren las muertes grande que tuvo esta Villa por la reduc-

trágicas de varias personas que se vieron este ción de un hereje a nuestra santa fe. Graves
año. Estrenos preciosos para el culto divino. escándalos que hubo por efectos de lasci-

Prenden los oficiales reales al general don via, y otros por la imprudencia de jueces

Juan Vicente Berroa, corregidor que fue de poderosos. Nueva invención para moler me-

Porco. Disgustos que resultaron por justicia tales. Notables disgustos entre capitulares del
que hizo el alcalde ordinario, y otros albo- ilustre cabildo, con otros sucesos que acae-
rotos que hubo entre las naciones 354 cieron 386
capítulo 9. Ruina con muertes de hombres capítulo ió. Parece Juan Antonio de Abre-
hacienda. Orden
que sucedió en una mina del Cerro. Plei- llasy siguen pleito por su
tos que de esto resultaron. Envía el virrey al de su excelencia vaya don Matías Anglés a!
contador Astoraica a la provincia de Porco a gobierno del Tucumán. Noticias de nuevo
recaudar los reales tributos. Muertes de per- virrey, del diezmo y azogues. Viene a esta
sonas señaladas. Entra el nuevo presidente a Villa el señor obispo de Chile. Robos de lo

esta Villa. Publícanse los favorables órdenes sagrado que hicieron. Determinación contra
de su majestad para el gremio azoguero. El la Colonia, y lo demás que sucedió hasta fines

ilustre cabildo manda arrasar los poyos de la de este año 39 2


plaza, y lo demás que sucedió hasta fin del capítulo 17. Muere el autor. Prosigue un

año 358 hijo suyo con sus escritos. Viene nuevo virrey

capítulo 10. Entra el año nuevo fatal para a Lima. Elección de alcaldes, con otros su-
esta Villa por la precedencia del riguroso cesos pertenecientes a esta Historia 399
Marte. Continúanse los trabajos del antece- capítulo 18. Viene el diezmo y valor de
dente y se experimentan otros mayores con la plata en pasta, con otros sucesos particu-
los disgustos de ios capitulares del ilustre lares 4°3
cabildo, accidentes mortales y muertes a ma- capítulo 19. Prosigue la materia del ante-

nos de la crueldad 363 cedente 4°7


capítulo 11. Notables disgustos entre el al- capítulo 20. Elección de alcaldes de este

calde ordinario y el justicia mayor que nue- año. Manda su majestad se elija cónsul en el

vamente se recibió. Introdúcese la herman- comercio. Noticias de la Colonia. Varias ro-

dad del santo rosario en la capilla de las gativas para que llueva. Estreno de un carro

benditas ánimas de la Matriz. Viene un señor de plata día de Corpus y nueva disposición
el

oidor a la intendencia del pleito del veinti- para la procesión 4 10


cuatro don Juan Álvarez y don Diego íñi- capítulo 21. Prosigue la materia del pasa-

guez con otros sucesos que se vieron ...... 367 do. Noticia lastimosa del estrago de Panamá 415
capítulo 12. Mudan los altares y procesión capítulo 22. Parto monstruoso de una gata,

de Corpus por otras calles. Nuevos disgus- una digresión a este intento 4I9
y
tos sobre sacar en paseo el estandarte real capítulo 23. Prosigue el pasado, y se tocan

el día del patrón Santiago. Viene del virrey otros puntos concernientes a la misma ma-
título de justicia mayor a don Juan de Liza- teria 42 5
razu. Continúanse las muertes al rigor de los capítulo 24. Prosigue la discusión de los

hombres. Quitan al señor oidor Vázquez la pasados. Manda su majestad por su real cé-

superintendencia obtenida y dánsela al señor dula salgan de estos reinos los extranjeros,
oidor Ribera, con otros varios sucesos que se con otros sucesos pertenecientes a este año
experimentaron en esta Villa 372 de 1737 43 2

XXVI
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSLJA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA*

EL AUTOR Y EL MANUSCRITO DE LA HISTORIA

i, El cultivo de la historia en las Indias; Los historiadores de Potosí;


2,
3, El problema del nombre del
autor; 4, Vida de Arzáns; 5, La odisea de los manuscritos; Tentativas
6, editoriales;
7, La composición de la Historia.

I. EL CULTIVO DE LA HISTORIA EN LAS INDIAS


quelos indios comprobasen que "no había nada
imposible para un español”; el dominico Luis
UANDOBartolomé Arzáns de Orsúa Cáncer, que se consagró obstinadamente a cris-

C Vela decidió hacia 1700 iniciar la


y
composición de la Historia de la Vi-
lla Imperial de Potosí, continuaba
una gran tradición que la historiografía hispa-
noamericana había fundado en 1492. Los his-
tianizar a los indios
la predicción,
de la Florida despreciando
finalmente cumplida, de que sería
martirizado; la amante del gobernador Pedro
de Valdivia, que trató de amedrentar a los in-
dios sitiadores de Santiago de Chile cortando
toriadores deben agradecer siempre por el agudo con sus manos las cabezas a seis caciques que
sentido histórico y la convicción uniforme de los estaban en rehenes y echándolas a rodar entre
españoles sobre que sus hechos en el Nuevo las filas de los invasores: estas
y otras resplan-
Mundo serían escrupulosamente escudriñados decientes figuras aparecen en el registro de los
por la posteridad. Colón inició el hábito de es- españoles del siglo xvi en América. Semejantes
cribir sobre América y muchos se sintieron ani- hazañas todavía esperan su historiador, pues a
mados a trazar siquiera una parte de su histo- pesar de todo la historiografía hispanoameri-
ria, pues conquista excitó la imaginación de
la cana es un campo relativamente poco cultivado.
los españoles hasta el punto de mirarla como el
Mientras la conquista se sucedía, la corona
acontecimiento más grande desde la venida de estimulaba a sus súbditos en el Nuevo Mundo
Cristo. Aun deambulandopor mares y tierras a informar cuidadosa cumplidamente sobre
y
los conquistadores, y catequizando a millones los asuntos de ultramar, esperaba
sin duda que
de indios los misioneros, acopiaban materiales
y animaba a historiadores como Gon-
lo hiciesen,
históricos ycomponían historias en una escala zalo Fernández de Oviedo
y Valdés a escribir
monumental. 1 crónicas formales. Lln considerable número de
En de Carlos V, escribir historia en
los días éstas resultó en consecuencia,
y la fantasía se
América y acerca de América solía ser una ex- entremezcla con
hechos a menudo, pues
allí los
presión de la creencia de los españoles sobre sus Nuevo Mundo
el un escenario de maravilla
era
altos destinos en el Nuevo Mundo de su frui-
y y encantamiento para muchos europeos. Hasta
ción renacentista de la vida. Los indefectibles un historiador como Oviedo se complace en
eclesiásticos participaron de esa inquietud, pues brindar exageraciones para solaz de los conte-
apenas una década después que los francisca- rráneos. Así da el relato de un asno en el Perú,
nos llegasen, los primeros, a Nueva España en no menos extraordinario que el grifo, pues tenía
x 5 2 4> ya tenían nombrado un cronista para lle-
una cola larga, la mitad superior del cuerpo
var al día la historia de sus hazañas, cubierta de plumas multicolores,
y las otras y la mitad in-
órdenes hicieron lo mismo. Por otra parte, hay ferior de una rojiza
y suave pelambre; además,
en muchas acciones de los españoles en Amé- podía cantar, si así lo deseaba, en un tono tan
rica una deliberada tendencia atrevida, que se plácido como ruiseñor o
el la alondra. Oviedo
reflejaen las crónicas primitivas. El joven con- observaba también que el canto de los gallos
quistador Diego de Ordaz, que se afanó por era menos frecuente
y menos estridente que en
saber qué cosa yacía bajo la ascendente huma- España, y aun que los gatos del Caribe hacían
reda de un volcán mexicano acabó forzando tan poco ruido en la noche que no interrum-
y
a Cortés a autorizar la osada empresa sólo por- pían tanto sus estudios como cuando estuvo en
* Secciones I-IV por Lewis Hanke; secciones
la Universidad de Salamanca. Sin embarco, la
V-VII por
Gunnar Mendoza. lectura de lasnumerosas crónicas primitivas su-
1. Este trabajo está basado parcialmente
sobre otros dos estu- giere en conjunto la impresión de que los espa-
dios previos del autor, The Otber T reasure from the Lidies
y Luis Capoche y la historia de Potosí, ñoles tenían una conciencia honda
1 545-1 585.
y seria sobre

xx vil
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

la importancia de los realzados sucesos en los cuestionario para que cada gobernador en Amé-

que estaban participando, y de que ciertamente rica proveyese datos específicos sobre la histo-
ria, población, producciones, clima y geografía
no había nada que un español no pudiese hacer,
o cuando menos no se atreviese a hacer. del territorio respectivo. Iniciado en 1569 como

Las más de estas crónicas son muy conocidas una pequeña encuesta, este cuestionario no tar-
desde luego, aunque es ilustrativo saber que dó en contar con 50 apartes, y a la larga cons-
Marcel Bataillon, del Colegio de Francia, puede tituyó un volumen impreso de 350 preguntas

descubrir nuevas e interesantes facetas en la diferentes. Las "relaciones geográficas” que re-

obra de un historiador tan familiar como Fran- sultaron de esta batida informativa de las Indias
cisco López de Gomara; que José de la Peña y forman hoy una fuente poco conocida y poco
Cámara, director del Archivo General de Indias, aprovechada todavía.
está revelando hoy incógnito
material hasta En 1573 fue nombrado el primer "cosmógra-
sobre Oviedo; y que Manuel Giménez Fernán- fo y cronista” real para aprovechar el material

dez, de la Universidad de Sevilla, está aco- así acopiado, y más tarde tuvo también acceso

piando, en una exploración benedictina de los a los documentos enviados a España como re-

archivos, numerosas noticias sobre la vida y la sultado de la orden de 25 de junio de 1579 por

"Historia de las Indias” de Bartolomé de las la que se mandó a los principales delegados del
Casas cuyas doctrinas y acciones han sido con- rey en América buscar en sus archivos docu-

trovertidas por más de 400 años. Dibble y An- mentos históricos y enviar ios originales o copias
derson no han completado todavía su edición auténticas al Consejo de Indias para que pu-

monumental del códice florentino de la obra diese escribirse una verdadera y general historia

antropológica de Bernardino de Sahagún. de esas tierras. El historiador y cosmógrafo de-


También debe reconocerse la amplitud del bía consagrarse a escribir la historia de las In-

interés de estos primeros cronistas, que hoy se dias año redondo, y es claro, según la descrip-

magnificaría con algún nombre resonante como ción siguiente de sus deberes, que el Consejo
"coordinación inter-edificante”. Contemplaron de Indias quería tanto perpetuar las hazañas de
la conquista en globo, y disertaron sobre la en- los españoles en América cuanto averiguar cómo

fermedad y la muerte, el arte y la cocina, los eran esas tierras nuevas:


"Porque la hechos memora-
memoria de ios
asuntos lingüísticos, la crianza de los niños e
infinitostemas que les interesaron en el Nuevo bles y señalados que ha habido y hubiere en

Mundo. Las Casas mismo, tan conocido por sus nuestras Indias se conserve, el cronista mayor
escalofriantes estadísticas sobre la matanza de de ellas, que ha de asistir en nuestra corte, vaya
indios durante la conquista y por sus escritos siempre escribiendo la historia general de todas
polémicos, manifestó también un interés por sus provincias, o la particular de las principales

la enseñanza, una penetración psicológica, y de ellas, con la mayor precisión y verdad que
una curiosidad por la naturaleza que aún no ser pueda, averiguando las costumbres, ritos,
son plenamente apreciados. Todas estas y otras antigüedades, hechos y acontecimientos, con sus
causas, motivo circunstancias que en ellos
crónicas semejantes hace tiempo que son usa- y
hubiere, para que de lo pasado se pueda tomar
das y reputadas como fuentes valiosas para la
2 ejemplo en lo futuro, sacando la verdad de las
comprensión histórica; y sin duda puede de-
relaciones y papeles más auténticos y verda-
cirse que sólo han sido explotadas superficial-
mente, así como de las primeras minas de Potosí deros”.
También se encargó al cronista mayor que
se comenzó por extraer sólo la plata más rica
ambos casos se dejó into- fuese "siempre escribiendo y recopilando la his-
y más a mano. En
cado o inaprovechado mucho material valioso. toria natural de las yerbas, plantas, animales,

Mientras España ajustaba una estructura esta- aves, peces, minerales y otras cosas que fueren

ble para regir los territorios recién ganados, se dignas de saberse y hubiere en las Indias y en
sintió la necesidad de una historia abarcadora y sus provincias, islas, mares y ríos, según lo que

veraz de los hechos de los españoles, y de una pudiere saber y averiguar por las descripciones
información adecuada para administrar el in- y avisos que
de aquellas partes se nos enviaren .

menso imperio. Hacia 1570 comenzó una era El cronista tendría acceso a todos los papeles

decisiva para cuando Juan de


la historiografía pertinentes en el archivo del Consejo de Indias,

Ovando, presidente del Consejo de Indias, re- "y hallare o supiere que en poder de alguna
si

solvió que para la buena administración se nece- persona particular hay algunos papeles, rela-
ciones, historias o escriturasque sean importan-
sitaba un archivo con información sistemática
sobre las leyes los hechos previos, una maqui- tes para lo que fuere escribiendo o pretendiere
y
escribir, lo advertirá al consejero que fuere co-
naria capaz de obtener datos actuales, y un his-
toriador oficial. Así se elaboró un detallado misario de la historia, para que se saquen o
copien”.
Humberto Vázquez-Machicado, La sociología boliviana
2.
Los funcionarios reales de España demostra-
en las crónicas generales.

xxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y vela: su vida y su obra
ron que conocían la naturaleza humana, o por Los mayas, incas y otros indios no sólo fue-
lo menos la de los historiadores irresolutos o ron explotados; también fueron objeto de una
perfeccionistas — es significativo que Clío, la intensacampaña misionaría y sus culturas fue-
musa de la historia, no
nunca es-
se representa ron estudiadas. Un aspecto bastante bien cono-
cribiendo, sino siempre a punto de poner la cido de la actividad hispánica en el Nuevo
pluma sobre el papel
bió solemnemente:

pues el Consejo prescri- Mundo fueron las extensas investigaciones sobre
las civilizaciones nativas. Si bien algunos de
"El cronista mayor, conforme a la obligación estos estudios culturales fueron polémicos
de su oficio, ha de escribir continuamente la y a
veces produjeron resultados tendenciosos, los
historia de las Indias en aquella parte natural, frailes
y seglares que trataron de comprender
moral o política para que tuviere
y se le entre- la vida
y el idioma de los pueblos que iban
garen más papeles, y lo que fuere escribiendo conquistando han sido llamados con razón los
lo ha de ir manifestando al consejero que fuere
primeros antropólogos del mundo moderno
comisario de la dicha historia, el cual, antes que y
las extensas relaciones que compilaron son to-
se le pague al cronista mayor el último tercio davía fuentes valiosas. Los nombres de Toribio
del salario que hubiere de haber cada año, reco- de Motolinía, Diego de Landa, Bartolomé de
nocerá lo que en él hubiere escrito, para que las Casas, Alonso de Zorita
y especialmente
se ponga y guarde en el archivo o se imprima de Bernardino de Sahagún ocuparán siempre
y saque a luz, si pareciere conveniente,
y de ello un lugar honroso en la historiografía hispano-
le dará la certificación que mereciere, decla- americana por sus contribuciones al estudio de
rando en ella de qué tiempo es lo que en él las culturas indias. 4
hubiere escrito y cómo queda puesto en el archi- Sobre todo,
los conquistadores, tan individua-
vo, para que con esto se le mande pagar el
listas,
y sus descendientes anhelaron que se pre-
último tercio y se tenga entera noticia en el Con- servase para la posteridad una relación verídica
sejode lo que fuere escribiendo”. 3 de sus hazañas. Dentro de este espíritu los capi-
Junto a la documentación oficial, a las cróni- tularesde Cuzco, Perú, compusieron un extenso
cas, y a la narración personal de hechos
hazaño- memorial y lo dirigieron a la corona en octubre
sos, se fue produciendo otra clase de
historia 24, 1572. En un tono ofendido, aquellos dig-
a medida que los españoles, como individuos, nos varones señalaron que aun los bárbaros, sin
contemplabanla conquista
y se dedicaban a saber escribir, como los incas, apreciaban en
hacer relaciones sobre aspectos, sucesos o regio- mucho la necesidad de registrar la historia,
nes particulares. La clásica V erdadera historia
mientras los españoles, habiendo acometido
de, la conquista de Nueva España por Bernal grandes hechos y trabajado mayormente
Díaz del Castillo, la polémica Historia de las
y con
más resolución que ningún otro pueblo en el
Indias de Bartolomé de las Casas,
y la descrip- mundo, habían dejado que esas hazañas se olvi-
ción del Perú por el juvenil soldado Pedro dasen. Los resultados de esta aguda sensibilidad
Cieza de León son ejemplos muy conocidos de histórica de los españoles no han sido aún apre-
aquellas historias.
ciados del todo porque los documentos sólo se
La lucha por que agitó gran parte
la justicia han aprovechado en parte algunas de las his-
del siglo xvi originó también una vasta e impor- y
torias más substanciosas se han perdido o han
tante literatura histórica. Por ejemplo, el cabil-
sido impresas tardíamente. Aún más, si las cró-
do de la ciudad de México
y el emprendedor nicas que han desafiado al tiempo tienen que
virrey don Francisco de Toledo en Perú comisio-
ser valoradas adecuadamente, es menester bus-
naron la redacción de tratados jurídicos e histo- car más
a fondo en los archivos de Europa
rias con un propósito político definido: y las
probar Américas donde toneladas, literalmente, de ma-
que el régimen nativo había sido tiránico que nuscritos inaprovechados o incógnitos esperan
y
la dominación española en América fue
emi- a los investigadores. El mero volumen de la
nentemente justa, y que los españoles podían
detallada documentación disponible ya es para
en consecuencia imponer tributo a los indios
y descorazonar y estimular al mismo tiempo a los
obligarlos a trabajar en las chacras
y las minas. historiadores actuales, pero algún día tendremos
Así comenzó la producción de una copiosa lite-
sin duda mejores relaciones de los cronistas que
ratura histórica cuyo objetivo principal fue la
con sus escritos mostraron el imperio hispánico
exaltación de la obra de España en el Nuevo
de Indias como una parte eminente en la his-
Mundo, literatura que suponía otra igualmente toria de la expansión de Occidente. Entonces
copiosa dirigida a probar lo contrario. Estas dos
los historiadores que se consagraron al tema
escuelas —
la "leyenda negra”
y la "leyenda minero tendrán su parte, y es probable que entre
blanca todavía florecen dondequiera que la ellos Arzáns sobresalga por su Historia de la
acción de España en América se estudia.
Villa Imperial de Potosí.
3. Recopilación de leyes de los reinos de Indias, lib II tit 4. Sobre esta literatura antropológica, véase El despertar
12, leyes i-iv.
de ¡a conciencia en América, por el autor.

XXIX
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
de que se
se le restituían los 12 indios mitayos
2 . LOS HISTORIADORES DE POTOSI
le había despojado en su mina quedaría arrui-

Si el historiador argentino Manuel Gálvez hu- nado. Muchas relaciones que aun hoy constitu-
biera estudiado la historia de Potosí no habría
yen una parte importante de la historia de Po-
tosí trataron de influir en las decisiones del
hecho la acusación de que la historia de España
gobierno de Lima o de la corte en España, pero
ha sido uniformemente desfigurada por haber
manos de los protestantes ingleses y sólo pocas de ellas, o de las historias for-
muy
estado en
que también se escribieron, llegaron a
porque España ha tenido la desventura de no males
5 imprimirse.
seruna nación de historiadores. Exceptuando
espectacular descubrimiento y las dramáticas
Entre los españoles que compusieron exten-
el
sas relaciones para las autoridades gubernativas
conquistas de Cortés y Francisco Pizarro, pocos
temas han despertado tanta curiosidad e interés con el propósito de influir en sus actos se cuen-
ta LuisCapoche, dueño de un ingenio en Potosí,
de generaciones sucesivas como la fabulosa his-
toria de las minas de Potosí. Por cerca de 400
que escribió una descripción de las minas, desde
otros también, com- su descubrimiento hasta su descomunal incre-
años los leales potosinos, y
pusieron poemas, novelas, teatro e historias so-
mento subsecuente, y relató asimismo los he-
chos sociales y económicos hasta 1585- Parece
bre el turbulento y romántico pasado del monte
que Capoche nació en Sevilla: nos cuenta que,
de plata erguido en lo alto de los Andes en
joven, solía contemplar, y preguntarse qué signi-
uno de los lugares más desolados e inaccesibles
ficaba, un curioso escudo de armas a la entrada
de América del Sur. Nadie sabe de cierto cuanto
aunque un boliviano ha intitulado de de Juan Marroquí, que se había en-
la casa
se escribió
riquecido en Potosí y había adoptado la huayra,
un trabajo sobre el tema "Las mil y una histo-
riasde la Villa Imperial de Potosí”.
5
u horno indígena de fundición, como divisa he-
ráldica. Esta fue la primera noticia de Capoche
Los primeros años de Potosí después de su
sobre Potosí, aunque Sevilla debía de exhibir
descubrimiento en 1545 se emplearon en una
explotación tan frenética de los entonces fáciles en aquellos días muchas muestras de la riqueza
traída desde el Nuevo Mundo. Como uno de
sus
depósitos argentíferos que no hubo tiempo para
cuando el virrey don Fran- orgullosos historiadores declaró por el tiempo
escribir historia. Sólo
de Toledo (1569-1581) regimentó estable- en que Capoche escribía, de América se habían
cisco
llevado a Sevilla suficientes tesoros "para em-
mente la vida en el inquieto asiento minero
pedrar sus calles con oro y plata
pudieron sus habitantes consagrarse al pasado.
.

Cuando Toledo acababa de llegar a Potosí en La Relación general del asiento y Villa Im-
es una
perial de Potosí por Luis Capoche no
diciembre, 1572, un indio recurrió ante él soli-
crono-
historia formal desarrollada sobre lineas
citando que se le concediese algún premio como
lógicamente estrictas, o un relato ajustadamente
a hijo del descubridor de las minas que
para
econo- organizado. A no obstan-
través de sus páginas,
entonces ya eran el factor decisivo en la
muchas noticias de interés his-
nombró te, Capoche da
mía del virreinato. El metódico virrey
con que estuvieron en
tórico. Había hablado los
a Rodrigo de la Fuente para averiguar el asun- después,
forma Potosí cuando el descubrimiento o poco
to y establecer los hechos, y el informe
usado documentos al parecer confiden-
parte de la prolongada y contradictoria docu- y había
mineras.
cómo los indios tropezaron con ciales sobre propiedad y producción
mentación sobre habilitaba
Su experiencia personal en Potosí lo
la veta y después la dieron a conocer a sus con-
del
incitó al florentino para mostrar mirajes valiosos de la vida
quistadores. Toledo también
floreciente asiento minero. Las casas
eran peque-
Nicolás del Benino, miembro de la familia de
que había dejado su ciudad nativa ñas y mezquinas, edificadas de prisa con mate-
los Médicis,
componer en 1573 riales pobres y caros, sin ninguna consideración
por dificultades políticas, a
al bienestar común o al
crecimiento futuro de la
una valiosa descripción geológica del Cerro.
Otro veterano minero, Diego Rodríguez Enrí- ciudad. No había un reloj público, pero los po-
gastar su-
tosinos eran bastante pródigos para
quez de Figueroa, informaba al virrey don Mar- Hay
tín Enríquez en 1582 que había escrito, a
modo mas enormes en refinamientos femeninos.
de
de descanso de sus otros afanes, una relación un hálito de inconsciente orgullo en el juicio
Capoche sobre esta sociedad tan caramente ves-
sobre la cultura incaica así como una historia
tida:"Tal es el lujo de las galas femeninas,
de los primeros españoles en el Perú, incluso
que pueden competir con las de la misma
Espa-
Potosí, y que había hecho una pintura
demos-
de riqueza Potosí no
socavones del Cerro ña”. Pero en medio esta
trativa de todas las minas y una
de tener un hotel o siquiera
Tenía también un podía ufanarse
para acompañar su historia.
posada donde los forasteros, atraídos por la
fin concreto, pues advertía al virrey que si no
fama del Cerro, pudieran alojarse. Entonces en-
espa-
5. Gálvez, El solar de
la raza, p. 31. traba en juego la tradicional hospitalidad
6 Gonzalo Gumucio, en La Razón (La
.
Paz, diciembre 17,
ñola, y en las casas particulares se hacía campo
195°, y enero 7, 1 95 1 ) -

XXX
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

para los amigos y conterráneos, y así se proveían tantes. La fuerte atracción que ejercieron las
residencias permanentes donde los huéspedes noticias de las primeras minas que se descu-
eran tratados con gran "liberalidad”. brieron en el Perú determinaron una seria des-
Los mercados de Potosí eran los más anima- población de las Antillas. "¡Dios mío, al Perú !”,
dos del Perú y la Relación tiene mucho que decir exclamaban muchos españoles corriendo hacia
sobre el tema. Capoche cuenta con lujo de deta- la áurea promesa de los Andes. El descubri-
lle las cantidades, calidades y precios de las mer- miento de Potosí acrecentó la corriente, hasta
cancías, comidas y bebidas que ansiosamente que la Villa Imperial se convirtió en la "Babilo-
consumían los potosinos. Las ganancias eran tan nia del Perú”, donde todo era más grande, más
jugosas que hasta los caballeros de España no suntuoso y más esplendente que en ninguna
desdeñaban empeñarse en el comercio; sólo en otra parte.
ropa de Castilla se expendían 1,200,000 pesos Nada importaba que los españoles y extran-
al año. Otro millón se gastaba en las hojas de jeros que pugnaban hacia el Cerro ansiosos de
coca cuya substancia los indios absorbían en lo cobrar su parte del caudal de plata que salía
hondo de las minas. de aquella generosa cornucopia quebrantasen
La Relación no da mucha luz sobre la abiga- muchas leyes para llegar allí, o sufriesen priva-
rrada variedad de tipos humanos presentes en ciones y enfermedades una vez llegados. Mu-
Potosí. Debemos
acudir a otras fuentes para co- chos advenedizos alcanzaron renombre y fortu-
nocerlos: conquistadores (incluso aquel que go- na como mercaderes o mineros. Hay materiales
zaba la fama doblada de ser deudo de Ignacio en los archivos para documentar esta movilidad
de Loyola y marido de una princesa incaica), social, pero aún no son fácilmente accesibles. El
nobles, músicos, boticarios, pasteleros, frailes, caso de Nicolás de Guevara es característico
un pregonero negro en un hermoso caballo, de los numerosos nuevos ricos. Guevara llegó a
mercaderes, sastres, mecánicos y
carpinteros, Potosí en 1581 y a poco era tan rico que podía
técnicos para los ingenios, vagabundos, marine- satisfacer su orgullo comprando un oficio capi-
ros y extranjeros de muchas tierras (incluso un tular por 42,000 pesos. Era "el oficio más caro
turco disfrazado de cristiano). Algunos indios en su género en todos los reinos de España”,
eran tan pintorescos e independientes como los escribía a casa a tiempo de enviar dinero a
españoles. Don
Juan Colqueguarachi, cacique cuatro de sus sobrinos; y cuando quiso casarse
principal de los quillacas, solicitó que sus cinco con una criolla que era su prima hermana no
hijos naturales fuesen legitimados, y, con un es- fue difícil obtener una licencia pontificia.
píritu de verdadero potosino, pretendió también Todos los aspectos de la vida, hasta la reli-
que tres de ellos fuesen educados en España, se- gión, estaban afectados directamente por la co-
gún informaba el oidor Juan de Matienzo, "para rriente argentífera que bajaba del Cerro. Los
que puedan conocer la corte y sean presentados a mineros gastaban ostentosamente no sólo en vi-
su majestad”. Matienzo recomendó un favorable da haciendo grandiosos donativos a las iglesias
despacho de la pretensión, pues sin el ejemplo
y monasterios, sino también en el momento de
y la influencia de don Juan "los indios no qui- la muerte disponiendo suntuosas honras fúne-
sieran nunca trabajar en las minas”. bres. Los deportes eran populares
y brindaban
Los mineros mantenían costosas queridas y grandes ganancias a los empresarios del juego
los tahúres pululaban; los potosinos se regoci- de la pelota, contra el cual el virrey Toledo fue
jaban en torneos, procesiones y otros placeres hostil porque juntaba a gente ociosa
y desper-
suntuosos de sabor medieval; las corridas de diciaba el tiempo que debía emplearse en el
toros eran populares; escándalos
y muertes acon- beneficio minero. Nadie podía sustraerse al an-
tecían a diario. Poco de este aspecto familiar sia de producir y aprovechar las oportunidades
de la vida potosina se encuentra en la Relación. de ganar que prometía Potosí. Aun los nobles
Ella tampoco relata las fieras batallas que desde olvidaban viejos tabúes y se empeñaban en el
los primeros años se encendieron entre las dife- comercio y muchos españoles se enriquecieron,
rentes naciones o provincias de España como observa Cieza de León, sin más que poner
y tiñeron
con sangre gran parte de la historia de Potosí. dos o tres indias a vender en el mercado. Y co-
Capoche no describe el régimen político de este mo la fortuna llegaba prontamente, y a veces
asiento minerodonde el cabildo, compuesto por espectacularmente, en los españoles de Potosí
mineros poderosos y arrogantes, representó un se fijó, aún más firmemente que antes, la idea
papel tan eminente. de que la riqueza se adquiere con la suerte o
La Relación tiene un interés especial para con el sudor de otras frentes y no por el propio
quienes deseen penetrar en la psicología colec- esfuerzo.
tivade aquel tiempo. Potosí estaba emplazado La Relación de Luis Capoche viene a ser muy
en uno de los parajes más inaccesibles de los demostrativa especialmente para los críticos 40
Andes en el Perú, pero su influencia repercutió años iniciales del asiento minero, por los muchos
en lugares apartados de América y aún más dis- detalles que ofrece sobre la vida y el trabajo de

XXXI
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

los indios, los desenvolvimientos técnicos, las se calcula escrupulosamente la producción de


propiedades mineras y sus dueños individuales, plata, que hasta el momento en que escribía bas-
del espíritu adquisitivo en un taría para un puente o camino desde Potosí a
y el incremento
momento decisivo de la expansión capitalista en Madrid, con 2,071 leguas de largo, cuatro dedos
9
Europa, el siglo xvi. de espesor, y 14 varas de ancho.
Si bien la Relación no se imprimió hasta Si es cierto que ninguna historia de Potosí

conocida y apro- se imprimió en la colonia, no lo es menos que


1959, es muy posible que fuese
los potosinos estaban orgullosos de la ingente
vechada por José de Acosta y por Antonio de
Herrera, este último el único cronista y cosmó- producción de plata y del trabajo de sus minas
grafo real que llenó cumplidamente su función en los alto de los Andes. Es fácil percibir este
de escribir una historia general de las Indias, sentimiento patriótico en la "Información que

si bien su Historia general de los hechos


de los Juan de Ayala y Figueroa presentó ante la
10
audiencia de La Plata en 1609 y 1610, donde
castellanos en las islas y tierra firme del mar
Océano (1601-1615) sólo alcanzó el año 1556. se recuentan las enormes ganancias que la plata

El competente y prolífico funcionario del Con- de Potosí había dado a la corona y se acopian
como prueba las declaraciones de los vecinos
sejo en el siglo xvii, Antonio de León Pine-
obtener una
lo, acopió documentos sobre Potosí,
inclusa la más antiguos y respetables, para
Relación de Capoche, como preparación para su rebaja en el precio del azogue y la reducción

historia,nunca completada, del mineral, y murió del real quinto al diezmo. Francisco Hernández

esperando documentos adicionales de las In- Valderrama, uno de los testigos, tenía 80 años
Potosí desde abril 17, 1545,
dias, pues padecía de ese desarreglo perfeccio- y había estado en
nista que aflige a algunos historiadores en to- cuando se inició el trabajo minero. Abundante
dos los tiempos y bajo todos los climas. Juan información sobre las donaciones de los poto-
Rodríguez de León, hermano de León Pinelo, se sinos a la corona, la construcción de las lagunas

quejó porque España olvidaba a sus historiado- para proveer fuerza hidráulica, y otros aspectos
res que habían escrito sobre el Nuevo Mundo: se da en la "Información”. Estos potosinos pre-

"Como de las Indias sólo se apetece plata y tendían que sus impresionantes contribuciones
oro, están sus escritores tan olvidados como sus a la real hacienda se reconociesen, y sus argu-
historias poco vistas, siendo ocupación extran- mentos contienen un caudal aún inexplotado de
jera la que debiera ser natural de España ? El noticias históricas.

caso dei propio León Pinelo pudo servir de Muchos documentos semejantes fueron tra-

ilustración, pues este notable y devoto servidor zados en Potosí y presentados a las autoridades
del rey, a pesar de sus desvelos en el archivo del en La Plata, Lima o Madrid por los procura-
Consejo de Indias para reunir el material de la dores de la Villa, famosos por su tesón y ener-
profusa Recopilación de leyes de las Indias, no gía. Mas no se publicó ninguna historia for-

fue nombrado para el puesto de historiador mal, a pesar de la profusión de esas solicitudes
oficialde las Indias, que tanto había apetecido, y otros documentos acumulados en Potosí, Li-
sino poco antes de su muerte. Sus abuelos ju- ma y España: correspondencia de funcionarios
díos murieron en la hoguera en Lisboa, mas es reales, relaciones vicerreales, actas capitulares,

probable que la indiferencia de la corte por sus averiguaciones judiciales, expedientes y cartas
méritos se explique mejor por razones de favo- audienciales, estados anuales de producción de

ritismo que de política.


8
plata, e informaciones eclesiásticas. Empero, es-

de los trabajos de León Pinelo que sí se


Uno ta documentación tenía un aspecto unilateral, y
publicó fue la primera bibliografía importante ninguna persona animada por un propósito his-
del imperio español, el Epitome de la biblio- toriográfico se había puesto a relatar la historia

teca oriental y occidental, náutica y geográfica del Cerro en conjunto desde su descubrimiento

(1629), en la que el manuscrito de Capoche en 1545. Ni Arzáns fue un historiador oficial,


está inscrito. León Pinelo cita a Capoche como asalariado para estar con el ojo atento a las
una autoridad en su obra sui géneris Paraíso cosas del Cerro y la Villa. Arzáns fue un leal

en el Nuevo Mundo que a su muerte quedó potosino que se glorió en relatar los extraños
manuscrita y en la cual ubica con precisión el y memorables sucesos acaecidos
en su tierra na-
paraíso perdido en el corazón de América del tal. Su obra fue una obra de amor, un tributo a

Sur. León Pinelo quedó evidentemente infec- España y al Nuevo Mundo. Aunque mientras Es-
tado por lo que podemos llamar la "fiebre poto- paña mantuvo su dominio en el Nuevo Mun-
sina”, caracterizada por la tendencia a glorificar do se siguió acopiando material historiográfico,
su vasto imperio autores
y
magnificar las cosas del Cerro y la Villa, pues y en muchas partes de
en la dilatada sección sobre Potosí en el Paraíso diversos produjeron trabajos históricos de toda
9. León Pinelo, Paraíso, II. El materia! sobre Potosí (II,

7. Millares Cario, El Epítome de León Pinelo, "Discurso 323-338) era probablemente parte de su proyectada historia.
apologético”. 10. "Información suscitada ante esta audiencia por don Juan
de Ayala y Figueroa, procurador general de Potosí, para que
.

8. Una valoración actual de León Pinelo en ib id., p.


ix-xln.

XXX 11
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
índole hasta que los acontecimientos revolucio- Gracias a las investigaciones recientes de Ma-
narios de 1809 iniciaron una nueva era, parece rio Chacón Torres, del Instituto de Investigacio-
que Potosí fue el único lugar cuyo fascinante nes Históricas de la Universidad de Potosí, a
pasado movió a uno de sus vecinos a emprender quien todos los historiadores de la Villa Impe-
una historia tan abarcadora y detallada de sus rial deben agradecer por su ardua labor en aque-
glorias y tragedias como es la Historia de la llos archivos civiles
y eclesiásticos, hoy se conoce
Villa Imperial de Potosí. mucho más que antes sobre
historiador y su
el
La resolución de Bartolomé Arzáns de Orsúa familia. Los archivos parroquiales muestran que
y Vela a consagrarse a la historia de Potosí re- "un Bartolomé Arzáns Dapífer, soltero, natural
presenta así un momento decisivo en el desarro- de esta Villa, hijo legítimo de Mateo Arzáns
llo de en América Hispana. Y
la historiografía Dapífer y doña María Jordana de Castro” se
esta fue una clase de historia nueva e integral: casó en Potosí, en mayo 2, 1701, con "doña
no la de un conquistador, un eclesiástico, un Juana de Reina, soltera, natural de la ciudad
ministro real, o un minero ansioso del favor de La Plata, hija natural de don Alonso de
real. El espíritu con el cual Arzáns describe un Reina y de doña María Santos de Lara”. 13 Pare-
siglo y medio del pasado potosino es asimismo ciera que un hijo único de ambos, llamado Die-
diferente: él era un español nacido en el Nuevo go, antes del matrimonio. 14 Un hecho
nació
Mundo y cuenta su historia desde el punto de curioso e inexplicable en esta unión es que Bar-
vistade quien ha vivido toda su vida en el aisla- tolomé se casó con una mujer de más de 40 años
do Potosí. El padre y los abuelos de Arzáns
y casi 15 años mayor que él, pues en enero 25,
habían venido de España a Potosí,
y es obvio 1736, Bartolomé Orsúa y Vela, de 60 años”
que él mira las hazañas de España en el Nuevo fue enterrado en la iglesia matriz, como también
Mundo como algo propio; pero también fue un lo fue en abril 27, 1741, su viuda a la edad de
americano, censuró a veces a los españoles, "más de 80 años”. 15 Si hemos de creer la His-
y
no ignoró que los españoles nacidos en el Perú toria, en Potosí no eran raras niñas casadas de
eran distintos, en muchos aspectos importantes, muy tierna edad y novias de 15 años, hecho que
de los españoles peninsulares. Muestra, pues, lo hace aún más notable la disparidad de edades
que Jorge Basadre describe como una "concien- entre el historiador y su mujer.
11
cia de sí”, sentimiento cada vez más creciente La variedad de nombres usados por el histo-
en las Indias. Este americano-español produjo riador y su familia en los documentos nota-
una clase especial de historia, como se verá por riales es de una exuberancia tropical. Chacón ha
el análisisque vamos a hacer de la vida y obra mostrado que el historiador usó apellidos dife-
de Arzáns. rentes en épocas diferentes: Arzáns, Dapífer,
Martínez, Orsúa, y Vela. Variantes de estos
3. EL PROBLEMA DEL NOMBRE DEL AUTOR mismos nombres, debidas a errores de escritura
o a la ignorancia de amanuenses posteriores, se
Muchas incertidumbres existen sobre la histo- encuentran también: Arzáns se interpreta como
ria de Potosí, y es muy expresivo de esta igno- Arranz, Arzay, Abranes, Arzanes; Orsúa, co-
y
rancia actual el hecho de que no se haya podido mo Arsiua u Ostusa; y Martínez, como Núñez. 16
establecer todavía documentalmente el nombre Esta lista de variantes no agota el tema pero
exacto y completo del autor de la Historia. El demuestra cuánto descuido, y alguna imagina-
historiador que empleó casi un millón de pala- ción, ha habido en este solo aspecto: el nombre
bras en relatar la historia de su ciudad natal de nuestro historiador.
parece haber sido casi del todo indiferente a Chacón decide evidentemente que el nombre
relatar su propia vida. No se conocen docu- más propio para usarse es Bartolomé Arzáns de
mentos personales suyos, no perteneció a nin-
na oficina pública en la cual sus actividades 13. Chacón, Documentos, p. 5.
14. Ibid., p. 9. El certificado de óbito expresa que Diego
hubieran quedado registradas, y no se conoce fue enterrado en julio 16, 1755, a la edad de 55 años, lo
de él ninguna solicitud de ayuda al cabildo u que remonta su nacimiento al año 1700. Sin embargo, cuan-
do se casó se dijo que era "hijo legitimo” (ibid., p. 6).
otra autoridad. Como su predecesor Luis Capo- Chacón, en carta al autor, de abril 21, 1961, hace la reserva
che, el minero del siglo xvi, este historiador del de que las edades indicadas en los documentos para Diego
y otras personas a tiempo de su entierro pueden ser ine-
siglo xvih no ha dejado huellas autobiográ-
xactas, de manera que Diego podía tener menos de
55 años
ficas, o por lo menos los historiadores no las han cuando murió, caso en el cual habría nacido después del
matrimonio de sus padres. También pudo suceder que
descubierto aún. 12 naciese antes del matrimonio y fuese legitimado después.
en mérito a los servicios hechos por dicha Villa a la corona, 15. Ibid., p. 7-8.
y a estar descaecidas las labores de las minas, se reduzcan 16. Ibid., p. 3-4.
los quintos al diezmo, se venda azogue al costo 17. Ejemplos del uso de nombres diferentes en Mesa Gis-
y los vecinos
no paguen más alcabalas”, La Plata, 1609.X.6-1610.I.29 bert,Arzáns de Orzúa y Vela, p. 147; Vignale, Historiado-
(Mendoza, "Documentos de minas", No. 27). res y cronistas de la Villa Imperial, p. 114-130;
y Otero,
1 1 Basadre, La promesa de la vida peruana y otros ensa-
.
Introducción, p. xxvii-xxx. Ramón Ezquerra tiene un artículo
yos, p. 55. sobre el nombre del historiador en Revista de Indias (1946),
12. Hanke, Luis Capocbe y la historia de la Villa Imperial, No. 26, p. 949 ss., publicado antes de la contribución fun-
p. 47-48. damental de Chacón.

xxxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Orsúa y Vela,
18
y Gunnar Mendoza
llega a la de esta Villa”. 23 La última información contem-
misma conclusión luego de hacer un análisis poránea conocida se encuentra en un documen-
profesional minucioso de ios manuscritos usa- to capitular de 1767, en la cual se menciona
19
dos en esta edición. Las opiniones de estos tres veces la historia manuscrita de "Bartolomé

expertos son de peso, como que para esta edi- Martínez Arzáns”. 24
ción se ha adoptado esa versión del nombre, Cuando los historiadores del futuro aprove-

pero no es imposible que nuevos hallazgos do- chen debidamente la documentación masiva
cumentales obliguen a ciertas revisiones. No se existente sobre Potosí, se encontrarán con mu-
ha encontrado la partida bautismal de nuestro chas sorpresas, mas parece razonable llamar a
historiador a pesar de los asiduos esfuerzos de nuestro historiador Bartolomé Arzáns de Orsúa
Chacón, y ese documento podría aportar alguna y Vela mientras salen a luz otras pruebas.
luz al problema. Más aún: los nombres de autor
4. VIDA DE ARZÁNS
en los frontispicios de los dos manuscritos usa-
dos para esta edición pudieron o no ser apro- Poco se sabe de la vida del historiador, y aun
bados por Arzáns. El análisis experto y cuidadoso esas noticias tan escasas deben recogerse en di-
de Mendoza hace razonable la hipótesis de que versas fuentes. Las partidas parroquiales loca-
ambos manuscritos fueron hechos probablemen- lizadas por Mario Chacón declaran unánimes
20
te en Potosí y a la vista del autor, pero no hay que Arzáns nació en la Villa Imperial, y si el
por ahora evidencia documental sobre cuándo certificado de óbito es correcto el historiador
y por quién se hicieron estas copias de la Histo- tenía 60 años cuando murió, lo cual significa
ria, y nadie puede decir con certeza cuál nombre que habría nacido en 1676. 25 Su hijo Diego, al
fue el aprobado en definitiva por el autor. asumir voluntariamente la responsabilidad de
Quizá Arzáns cambió sus apellidos en diver- proseguir con la Historia, recordaba que en
sos períodos de su vida. Por ejemplo, después
1736, "a fines de enero, cortó la parca el estam-
de su matrimonio en 1701, el apellido Arzáns bre de su vida, con igual sentimiento de sus
no figura en los registros parroquiales publi- compatriotas de ver que sus obras no las hu-
cados por Chacón. Bartolomé de Orsúa y Vela biese dado a la estampa y juntamente habiendo
es el nombre que da Bernabé Antonio de Orte- cada día más que escribir de esta famosa Vi-
21
ga y Velasco en su importante "Informe” lla”.
26

descrito abajo, así como por el arzobispo Alfon- Arzáns consagró unas 1,500 páginas en folio
so delPozo y Silva en otro informe. 22 Aunque de escritura prieta a las vicisitudes de la histo-
ninguno de estos informes puede encontrarse ria de Potosí, pero fue muy renuente a ofrecer
ahora en el Archivo General de Indias, hay datos autobiográficos. Una breve alusión se hace
pruebas de que ambos existieron allí. Ambos en la Historia a sus abuelos y a su vida tempra-
testigos fueron coetáneos del historiador. El tes- na: "Aunque es verdad que mis venerados abue-
timonio de Ortega y Velasco es significativo en los adquirieron en esta Villa bienes de fortuna,
particular, pues Ortega fue en su niñez alumno como tuvieron 10 hijos (los cuatro nacidos en
de Arzáns y en consecuencia lo conoció bien. la Villa de Bilbao en el señorío de Vizcaya, uno
Arzáns, por su parte, habla en la Historia repe- en ciudad de Toro en Castilla la Vieja, dos en
la
tida y favorablemente sobre Ortega, quien la de Sevilla de aquellos reinos de España, y los
siempre menciona a su maestro con el nombre tres en esta Villa de Potosí), de lo que adquirie-
de Bartolomé de Orsúa y Vela y a su hijo con ron poco o mucho en oficios honrosos les cupo
el de Diego de Orsúa y Vela. Mas en una des- poca parte a cada uno, y así fue forzoso asistir
cripción manuscrita de la Villa Imperial en siempre en la casa y servicio de mis padres, con-
1759 "por un vecino de ella”, se nombra a "don que no pude lograr en ejercitarme en la gra-
Bartolomé Arzáns y Vela, cronista y natural mática ni retórica, cosa de que harto me he
dolido en varios lances, y particularmente al em-
18. Chacón, Documentos, p. i.
27
19. Véase el apéndice "Análisis de los manuscritos de la prender esta y otras obras”.
Historia de Potosí utilizados en esta edición”, III, 461-469.
20. Ibid.
Mateo, el padre de Bartolomé, fue uno de
21. Informe remitido al Consejo de Indias por Bernabé dos hijos nacidos hacia 1635 en Sevilla en el
Ortega y Velasco. La versión impresa de este informe es un
resumen hecho sobre la copia tomada del manuscrito original curso de la larga peregrinación que los abuelos
por el P. Pastells en el Archivo de Indias (Lima 644). hicieron de Bilbao, en España, a Potosí, en el
Cuando el autor inquirió por este manuscrito en Sevilla
en 1957 y 1960, no pudo ser localizado no obstante los
Nuevo Mundo, y tenía ocho años cuando la fa-
28
esfuerzos de José de la Peña, director del Archivo de Indias, milia llegó a la Villa Imperial en 1643. Ar-
y de su personal. Afortunadamente, Francisco Mateos, S. L, T
23. Biblioteca de Palacio (Madrid), ms. 2821, f. 335 335
'
encontró una trascripción del manuscrito en la colección -

Pastells y tuvo la gentileza de facilitarme una copia. Esta 24. Véase la nota 98 en el apéndice "Análisis de los manus-
es mucho más completa que el resumen impreso, y es la critos de la Historia de Potosí utilizados en esta edición”.
versión que se da aquí. 25. Chacón, Documentos, p. 7.

22. Gumucio se refiere a este informe en Las mil y una 26. Historia, III, 400.
historias de la Villa Imperial, y se supone que el original 27. Ibid., I, 243.
28. Véanse las noticias sobre Mateo Arzáns en el Indice
debe estar en el Archivo Genera! de Indias (Charcas 563),
pero el autor no pudo localizarlo allí en septiembre, 1957. (tomo III).

XXXIV
BARTOLOME ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
záns no dice de su padre sino que fue un "arrisca- en su voluminoso libro de su "amada mujer” es
do andaluz” que manifestó arrogancia vanidad que "era buenísima”. 33
y
en cierta oportunidad, declaración que quizá El historiador dispersa algunos trozos de in-
algún día usen historiadores de tipo psicológico formación miscelánea autobiográfica en la His-
para elaborar una interpretación freudiana de toria. Admite que es un "buen aritmético”, 34
Arzáns. En una de las innumerables historias muy aficionado a las corridas de toros,35 parece
y
piadosas del libro, nuestro historiador relata que estuvo presente en todas las ocasiones festi-
cómo su padre tropezó una noche en una igle- vas de la Villa, de manera que los lectores de la
con un cadáver que estaba allí depositado, lo
sia
Historia tienen una vista panorámica de muchos
cual le afectó de tal modo que aun siendo un
acaecimientos dramáticos. En su niñez Arzáns
arriscado andaluz la sangre le corrió abun-

visitó los minerales de Chayanta 36 Villacota, 37


y
dantemente de la nariz. 29 Arzáns menciona una
vez a su compadre Pablo Huancani, natural de
y en 1705 cuando — comenzó la Historia —
dice que acompañó a un amigo La Plata, 38
a
esta Villa, [. .] indio de buen entendimiento
.
y pero, con esas excepciones, parece que pasó
ladino cuya vida había sido salvada milagro-
,
toda su vida en Potosí. Da cuenta minuciosa
samente en la mina por la virgen santísima de de las fuentes escritas de la Historia así como de
la Candelaria de San Pedro. 30 El que
Arzáns las personas que sirvieron de fuentes orales,
contrajese este parentesco espiritual con un in- tema que se analiza en detalle en otra parte
dio ilustra su simpatía por los naturales, cuyos
de esta introducción. Sobrevivió a la gran epi-
malos tratamientos por parte de los españoles demia de 1719, de modo que puede componer
condena a lo largo de toda la Historia. un cuadro auténtico de los días terribles en que
Para quien había tanto
y en una prosa tan 20 000 potosinos murieron,
y él ayudó a cuidar
intencionada sobre las mujeres, es de notar que a los enfermos y enterrar a los muertos.
sólo se refiera raramente,
y muy fugazmente, a De cuando en cuando Arzáns, como al des-
su mujer. Sabemos por los registros parroquiales
cuido, suelta algunas claves de sus pensamientos
que Bartolomé Arzáns Dapífer” casó en mayo
y acciones, tal como cuando encarece tanto las
2, 1701, con "doña Juana de Reina, soltera, pretensiones de los azogueros que uno se pre-
natural de la ciudad de La Plata, hija natural
gunta si él noazoguero por su parte. 40
sería
de don Alonso de Reina
y de doña María San- Hacia el final de su vida parece que se le veía
tos de Lara 31 Hasta donde hoy se
.
sabe, sólo como una fuente de saber en razón del caudal
tuvieron un hijo, Diego, quizá porque doña
de información histórica que había acumulado, 41
Juana tenía ya casi 40 años cuando se casaron.
y también parece que pronunciaba discursos con
Las páginas de la Historia están rebosantes de
motivo de ceremonias especiales, como el estre-
relatos, a veces increíbles, de mujeres
glorio- no de una maquinaria metalúrgica. 42
samente hermosas, o pasmosamente ricas o va- El lector que recorra atentamente toda la His-
lerosas,
y algunas que protagonizaron hechos toria descubrirá muchos otros detalles autobio-
inconfesables de celos crueldad. Arzáns especu-
y gráficos menores que Arzáns inserta al azar en
la tanto sobre el carácter femenino
que resulta su relato de tiempo en tiempo, mas el historia-
obvio que el tema le fascinaba,
y atribuye a las dor no dice mucho de importancia sobre su ju-
mujeres muchas malas cualidades. Mas aunque
ventud, su formación intelectual, su familia, la
la Historia sugiere la imagen más desfavorable vida en Potosí, u otras circunstancias que nos
de mujer, también es cierto que Arzáns deseó
la
harían comprender mejor la índole real del
equilibrar su juicio, pues declara:
hombre que consagró tanto esfuerzo
y tesón a
"Si preguntamos a Secundo, filósofo, qué es
la historia de la Villa Imperial. Si la escasez de
una mujer, nos responde en una de sus senten-
documentos sobre su vida es un reflejo veraz
cias que es una insaciable fiera, una
solicitud de los hechos, la vida de Arzáns debió de haber
continua, una indefectible pelea un naufragio
y sido tranquila, sin mayores alternativas. A pesar
de los hombres; pero en mi opinión (que no
de la estrechez 43 de su existencia, parece que el
es de filósofo) es un animal hermoso, una
solici- historiador no recurrió nunca a los padres de la
tud de nuestro regalo, una compañera en las
patria en demanda de ayuda,
y que ni siquiera
penas, un consuelo en los peligros, un aumento
informó al cabildo sobre su gran empresa, que
de la felicidad humana, un peso de mucho oro
seguramente habría conmovido el celo patrió-
y un ministro de terribles cuidados. Conque
siendo verdaderas entrambas opiniones nadie 33. Ibid., II, 282.
34. Ibid., III, 183.
podrá negar que hay mujeres malas buenas”. 32 35. Ibid., III, 183.
y
Sobre su propia mujer todo lo que Arzáns dice 36. Ibid., II, 154.
37. Ibid., II, 268.
38. Ibid., II, 430.
39. Ibid., III, 89.
29. Historia, II, 149. 40. Ibid., III, 338.
30. Ibid., II, 393.
41. Ibid., III, 389.
31. Chacón, Documentos, p. 5. 42. Ibid., III, 390.
32. Historia, II, 449. 43. Ibid., II, 499.

XXXV
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

tico de esa corporación. En una ciudad tan pe- rencia directa a Arzáns y su Historia hecha por

queña como era la Villa Imperial por entonces, quien estuvo en posición de saber la verdad, es
este silencio tal vez significaría que Arzáns no útil dar aquí el texto completo.

quiso que el mundo se enterase de la tarea en la


que había consumido tantas horas de su vida, ” Informe remitido al Consejo de Indias por
o que consideró la obra como una empresa per- Bernabé Antonio de Ortega y Velasco, vecino
sonal de la que sólo él era responsable. de la Villa Imperial de Potosí, en cuanto a su
Diego, el hijo de Arzáns, cuyo nombre apare- Historia escrita de la fundación de aquella Villa.
ce también bajo diversas formas en los archivos
En cuanto al parecer que vuestra señoría me
de Potosí, da alguna luz sobre la vida de su
pide le relacione lo que supiere y hubiere oído
padre. Menciona brevemente la resolución de
decir vecino e hijo de esta Imperial Villa
como
Arzáns de no publicar su manuscrito, no obs-
de Potosí en orden a la Historia que se halla
tante las ofertas de ayuda que recibió para pu-
escrita, lo que afirmo desde luego es que la es-
blicarlo, y relata las dificultades que tuvo su
cribió y formó don Bartolomé de Orsúa y Vela,
padre por haber revelado "verdades desnudas
criminosas natural que fue de esta dicha Villa, la que se
en la Historia sobre las actividades

de don Agustín de la Tijera.


44
Mientras apa- compone de dos tomos de a folio desde la in-
vención de su rico Cerro, su principio y pobla-
rezcan nuevos documentos, debemos aceptar que
ción de valiéndose para esto de los autores
ella,
Arzáns fue un autodidacto, con escasa educa-
que cita tradición que han sucedido de
es
ción formal, que alimentó su mente con una y
amplia variedad de conocimientos, viejos y nue- padres a hijos, lo que por extenso consta de
la dicha Historia, la que impendió el dicho autor
vos, a miles de kilómetros de distancia de los
centros culturales europeos, y aparte también don Bartolomé con toda prolijidad, esmero, cui-
de las universidades establecidas por España dado, trabajo y sumo afán que mantuvo, a quien
en el Nuevo Mundo.
conocí, traté y comuniqué mucho, con ocasión

La información biográfica más detallada y de haber sido mi maestro, siendo niño de escue-
la,y haber
sido de total verdad, virtud, agili-
cierta sobre Arzáns se encuentra posiblemente
dad, capacidad y racionalidad, que manifestaba
en el Informe producido en Potosí, junio 27,
Velas- en todos sus hechos y costumbres, y especial-
1756, por Bernabé Antonio de Ortega y
co. Arzáns consagra un buen espacio en la His- mente en el trabajo de la obra, y siendo mi
fortuna de buena parecer y sentir de que la dicha Historia ha
toria a Bernabé, joven de y
corrido generalmente por cierta y verídica, por
familia, único entre otros 17 hermanos en so-
45
Descendiente de uno de lo que en ella se halla escrito de aquellos pasa-
brevivir a sus padres.
los vecinosmás ricos de Potosí, el memorable dos tiempos y años, como a todos consta y se
expresa, ios que acaecieron y sucedieron desde
maestre de campo Antonio López de Quiroga ,

el año de 1545 que principia hasta el de 1736


Bernabé fue "desde sus primeros años muy in-

clinado a la iglesia”, lo cual pudo agradar so-


que acaba.
bremanera al piadoso Arzáns, pero acabó más Según y como llevo dicho, se compone de dos
tomos, el primero en 10 libros con 50 capítulos
bien ocupando importantes posiciones munda-
foliaciones con 559, empezando por el
nas, como una regiduría en el cabildo de Potosí. y sus
Arzáns pinta a Bernabé como un mozo de rique- dicho año de 1545 (que es la invención de su
rico Cerro y población de esta Villa) y acaba
za y de inclinaciones religiosas, que sentía la ur-
gencia de atajar el pecado y la corrupción en en de 1720. Y el segundo tomo empieza en el
el

Potosí, y que pretendió por sí mismo refrenar de 1721 con el mismo orden que el dicho pri-
el vicio de la bebida tan extendido en la
Villa y mero, el que acaba en el año de 173b, con su
persuadir a las prostitutas a que se confesasen. foliación de 152. Y en el principio del dicho
año falleció el dicho autor, y los demás capítu-
El Informe sobre la vida y escritos de Arzáns
el hijo de
los, según su relación, los principió
fue preparado por Ortega y Velasco para co-
rresponder a cierto pedido urgente y repetido dicho autor, nombrado Diego de Orsúa y Vela,
los que son pocos, como de ella consta
al fin
hecho en 1756 por el corregidor de Potosí. El
de dicho segundo tomo, con advertencia de que
objeto del informe fue proveer información so-
el dicho primer autor escribió en el dicho segun-
bre la Historia. Aunque hacía 20 años que
Arzáns había muerto, alguien supo o recordó do tomo hasta el capítulo 15, y el dicho su hijo
de un potosino que había estado escribiendo prosiguió el de 16 hasta el capítulo 24, que es
el fin donde termina y concluye el dicho
segun-
una historia compendiosa de la Villa Imperial,
ese mismo alguien quiso saber quién fue aquel do tomo, lo que consta por dicha Historia y su
y
autor y dónde estaba su obra. primer autor, quien refiere varios milagros y
Como el Informe resultante es la única refe- virtudes de algunos sujetos que florecieron en
esta Villa en los años pasados, los que constan
44. Ibid., III, 399-401.
292-293, 375-
de la dicha Historia, a la que me remito en todo.
45. Ibid., III, 287, 289,

XXXVI
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

Y asimismo,en cuanto a lo que toca y perte- Asimismo me acuerdo que el dicho autor don
nece al año de 1719, en
el que fue aquella Bartolomé de Orsúa y Vela me expresó varias
lastimosa y general peste que hubo, de la que veces que se veía bien perseguido molestado
y y
perecieron más de 20,000 almas en esta Villa estrechado de varios sujetos
y personas de esta
y sus contornos, lo que también consta de la Villa, como de las que no lo eran,
y especial-
dicha Historia por extenso, de cuya general pes- mente del señor don José de laQuintana (quien
tilencia y su inmundo contagio estuve enfermo falleció ya, según noticias, en España, donde
en la ocasión. fue consejero del real
y supremo Consejo de
Ypara mayor prueba y realce de la dicha Indias), y le ofrecieron unos por dicha Historia
Historia, en el presente año de 1756 predicó
300 pesos, otros 400 y otros 500 pesos de a ocho
el reverendo padre regente fray José Lagos, del reales corrientes
por conseguirla y hacerla im-
orden de predicadores, en nueve noches se- primir, lo que el dicho
don Bartolomé de Orsúa
guidas varios casos y sucesos que acaecieron en
y Vela jamás quiso admitir, aun en medio de
el dicho año de 1719
y otros que constan de la que se veía estrechado
y falto de medios, ni
dicha Historia trayéndolos por ejemplo refi- menos darla para que sacasen traslados porque
y
riéndolos por tales para el escarmiento de sus no se la perdiesen ni ajasen.
oyentes y enmienda de sus vidas
y costumbres, Y habiendo estado
dicha Historia oculta
la
cuyos sermones o pláticas fueron en el novena- más de 20 años por muerte del dicho autor don
rio que se le acostumbra hacer a nuestro gran Bartolomé de Orsúa y Vela, quien la mantenía
padre San Vicente Ferrer, y en cuyo tiempo siempre muy sumergida, esparciendo
y echando
generalmente se decía por algunos antiguos que la voz de que la había despachado a imprimir
viven y los oyeron, ser los casos
y ejemplos que a la Europa con don Blas de la Fuente, merca-
platicaba dicho padre regente los ya acaecidos, der y cargador que fue
y pasó de facto a los
precedidos y sucedidos en esta Villa en los años reinos de España; y con estas voces la mantenía
antepasados, los que constaban en la Historia sumamente oculta, hasta que al dicho don Diego
de ella. de Orsúa y Vela le dio no sé qué accidente de
A que se añade que con la ocasión de ser muerte, del que se lo llevó Dios para sí el día
natural, nacido y criado en esta dicha Villa, de año pasado de 1755, 46 con cuyo
julio del
y 5
en que todos mis antepasados tuvieron el
la acaecimiento y noticia que tuvo su señoría prac-
oficiode azogueros en esta su Ribera, y haber ticó lasmás exactas diligencias para la conse-
alcanzado muchos sexagenarios
y octogenarios cución y averiguación de la dicha Historia, de
aun, a quienes les oía generalmente referir la que ya había adquirido noticia fija cómo se
y
platicar varios casos sucedidos
y acaecidos en hallaba en esta Villa,
y para su efectiva restau-
dichos años ya pasados, en el Cerro, su Ribera ración procedió con vivas
y eficaces diligencias,
y Villa, los que venían confrontando con los que ofreciendo infinitos premios, de su resulta con-
y
tenía escritos el dicho historiador, los que por siguió y alcanzó la noticia cierta
y verdadera de
lo mucho que de ellos he visto, alcanzado
y saber en cuyo poder paraba o estaba, en cuya
leído en 52 años que tengo (por la misericor- sazón y puso más esfuerzo y eficacia a
insistió
dia de Dios) los apruebo por verdaderos
y han fin de consecución de dicha Historia,
la
y aun
corrido por tales generalmente con aquella acep- a fuerza de dinero y otras varias diligencias
tación que corren las Historias ya impresas, por que motivaron a vuestra señoría algún desabri-
lo que se
le debe dar toda fe
y crédito y creencia miento.
a la dicha Historia, en la que constan lata- Y averiguada la persona en cuyo poder esta-
mente, por haberla pasado varias veces. ba dicha Historia, que era eclesiástica, la que
la
Y asimismo me consta que se han referido andaba con infinitas entretenidas
y haciendo
infinitas ocasionesen los pulpitos de las santas varias ausencias de esta Villa por no manifestar-
iglesias de esta Villa por varios predicadores la y ver vuestra señoría desmayaba de su
si así
los milagros hechos de Nuestra Señora
y demás empresa o ponía en olvido con sus crecidas
la
santas imágenes que se veneran, casos muy preocupaciones, lo que también motivó a distin-
y
ejemplares que han sucedido en aquellos años tas y varias actuaciones
y nuevas diligencias que
y tiempos ya pasados por permisión divina para se actuaron, de cuya resulta declaró el dicho
el total ejemplo de sus oyentes y vivientes, los eclesiástico haber empeñado en ciertos pesos don
que constan de la dicha Historia, como los que Diego de Orsúa y Vela, hijo del dicho autor
en esos tiempos y años pasados el número de don Bartolomé de Orsúa y Vela, y para la exhi-
los sujetosque florecieron en esta dicha Villa, los bición de la dicha Historia los obligó a vuestra
que fueron ciertos y verdaderos, pues para pre- señoría, demás de haber hecho varios gastos de
dicarlos inquirían la suma verdad de ellos los su propio peculio, y sólo así la pudo haber a su
dichos predicadores,
y por conocer la evidencia
física sin el menor recelo los referían pública- 46. Esta parece ser la fecha correcta de la muerte de Diego,
pues su entierro está registrado en los libros parroquiales
mente en dichos pulpitos. en julio 6 (Chacón, Documentos, p. 9).

XXXV11
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
como el cronista peruano Buenaven-
poder el día 21 del mes de noviembre del año
siásticos,
tura Salinas y Córdoba, del siglo xvn, quien
pasado de 1755, todo lo que me consta
haber
exclamaba: "Vive [Potosí] para cumplir tan pe-
practicado vuestra señoría.
algunos regrinos deseos como tiene España; vive para
Y al mismo tiempo coadyuvé y di
de la consecución de la dicha apagar las ansias de todas las naciones extran-
pasos sobre el fin
senos;
para jeras que llegan a agotar sus dilatados
Historia, los que impendí con toda eficacia
rebenque del turco, para envidia del
que se compone, como vive para
su total efecto de ella, la de In-
en que moro, para temblor de Flandes y terror
llevo dicho, de dos tomos de a folio, y
glaterra; vive, vive, columna obelisco de la
merecí infinito gusto lauro por la mencionada y
y producción
anhelo fe”.
51
En el correr de los años la
consecución, a vista del sumo empeño y
de plata de Potosí decreció, de manera que
con que vuestra señoría la deseaba.
cuando Arzáns escribía, en el primer tercio del
Y en cuanto a lo que pertenece y consta en la minas habían perdido mucho de
siglo xvm, las
dicha Historia de los milagros y virtudes sobre-
su antiguo esplendor; pero el amor propio de
los
salientes, santidad de vidas y costumbres
de los
potosinos no había disminuido, ni su convicción
sujetos que en ellas se mencionan haber
flore-
pasados, de que los anales de la Villa Imperial consti-
cido en aquellos años y tiempos ya
tuían una de las paginas mas famosas en
la
protesto y es mi ánimo sujetarme en todo y
por
historia de América sin ninguna duda, de
todo a lo que tiene dispuesto y ordenado y
man- y,

todo el mundo. Más aún, como el lector verá


dado nuestra madre la santa iglesia católica ro-
por sí mismo, la Historia contiene tanta sangre,
mana y sus sumos pontífices, y particularmente tanto
felice recor- tanta gloria, tanta santidad y tanto pecado,
a la santidad de Urbano VIII, de historia de la
detalle sobre la casi increíble
dación, y en los demás sucesos y casos que en
Villa Imperial, que su inedición debe en verdad
haber precedido
la dicha Historia constan y
ser explicada.
acaecido en los años y tiempos pasados, a
te-

se han
nerlos por verdaderos y ciertos, según
5. LA ODISEA DE LOS MANUSCRITOS
tenido reputado generalmente.
y
para que así conste donde convenga,
es
Y Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela supo guar-
capellanes que
dada y firmada ésta en la casa de dar bien su tesoro durante el largo tiempo
de
de este monasterio de carmelitas descalzas trabajó en su composición, pues desde el co-

Santa Teresa de Jesús de la Villa Imperial temió también que


mienzo temió la crítica y
Ber- Los
de Potosí, en 27 de junio de 1756 años. alguien viniese a “calumniar sus escritos .

47
nabé Antonio de Ortega y Velasco”. historiadores del Nuevo Mundo conocieron des-

Como para mostrar que aun en 1756 existían oficio era peligroso. Agus-
de temprano que su
fue días de las
dudas sobre el tema, un segundo Informe tín de Zárate llegó al Perú en los
hecho por arzobispo Alfonso del Pozo y Silva
el guerra civiles en el siglo xvi con la intención
y dirigido
a don Buenaventura Santelices, go- de escribir una historia, pero pronto se
per-

bernador de Potosí, el mismo día que el


docu-
cató de que "no era prudente escribirla, dado
mento preparado por Bernabé Antonio Ortega y que el maestre Francisco de Carbajal,
el Demo-
48 Este segundo Infor- aquel
Velasco, junio 27, 1756. nio de los Andes’, había ofrecido matar a
me atestiguaba también que la Historia
había
que escribiese sus hechos .“ comienzosA del

sido escrita por "Bartolomé de Orsúa y Vela ,


siglo XVII el mismo historiador
oficial, Anto-
Pozo era contra el
y merece
crédito una vez que y Silva nio de Herrera, tuvo que defenderse
Arzáns todavía esta- se resintió porque
arzobispo en 1735, cuando conde de Puñonrostro, quien
49
su antecesor Pedrarias había salido
malparado
ba vivo.
¿Cómo es que esta relación verdadera de uno en la Historia general de los hechos de los cas-

de los grandes centros urbanos del Nuevo Mun- tellanos en las islas tierra firme
y
del mar Océa-

do no llegó a publicarse? Potosí era considerado no? Por la el historiador dominico


misma época
por don García Hurtado de Mendoza y
muchos de Guatemala, Antonio de Remesal, tuvo que
aquel rei- enfurecidos
otros virreyes, el “nervio principal de defenderse de ciertos eclesiásticos

no”, y, además de los españoles, muchos otros


por la descripción que Remesal había hecho de
europeos acudían presurosos a conocer la Villa los españoles en su historia de Chiapa y
Guate-
sus riquezas.
50
El primer escudo de mala. No es sorprendente, pues, que
4 Arzáns
y apreciar
armas de la Villa Imperial tiene esta divisa. omita a veces los nombres: "no declaro su nom-
explique
“Soy el rico Potosí; del mundo soy el tesoro; soy bre por no ser conveniente”, ni que
el rey de los montes, y envidia soy de
los reyes”.
51. Salinas y Córdoba, Memorial, p. 268.

Este sentido de exaltación afectó aun a los ecle- 1. Historia, I, prólogo.


2. Zárate, Historia del descubrimiento, p. 7 -
.

Antonio de
3. Véase la introducción a la edición que hizo
47. Supra nota 21.
Ballesteros de esta obra en 1932- .

48. Supra nota 22


, ,
cronista
4. Véase la introducción, "El calvario del primer
49. Historia, III, 394 „ para la
de Guatemala”, que hizo Antonio Batres Jáuregui
-

50. Apolonio, De Peruviae regwnts, y


Cardan,
,
De rerum ~
segunda edición de la Historia de Remesal, I, 3 9 -

varietale.

xxxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
cuidadosamente que sus historias de malos ecle- caridad cristiana
y a la vida moral. Ortega y
siásticos no buscaban infamar a la iglesia sino Velasco declara en su Informe que había oído
revelar la verdad. 5 repetir en "infinitas ocasiones en los púlpitos de
Arzáns está resueltamente contra la supre- las santas iglesiasde esta Villa por varios pre-
sión de las informaciones: "Callar tal vez el his- dicadores los milagros hechos de Nuestra Seño-
toriador (dijo una docta pluma) alguna cosa ra y demás santas imágenes que se veneran”.
que con la serie de los sucesos no tiene conexión Todavía en 175 6 el dominico fray José Lagos
o es de poca consecuencia, no sé si sería incon- predicó durante nueve noches sucesivas con
veniente; pero desfigurar los sucesos por sólo ejemplos de la Historia sobre la peste de 1719
mostrarse respetuoso al poderoso nunca puede trayéndolos por ejemplo
y refiriéndolos por ta-
pues con perjuicio de la verdad enfla-
ser lícito, les para el escarmiento de sus oyentes
y en-
quece la fe de la historia. Porque ¿quién le mienda de sus vidas y costumbres”. 10
tendrá por verídico en lo lustroso si le descubre Este conocimiento público de la obra en mar-
menos fiel en lo poco favorable? pues refi- Y cha trajo dificultades tanto como satisfacciones.
riendo yo circunstancias precisas no les quito Hubo potosinos que hasta quisieron entregar a
nada de sus intereses (que les fuera muy sen- Arzáns materiales para la Historia, donde, con
sible), déjeseme referir sus rigores evidente disgusto, se cuenta que se le ofrecieron
y codicias,
pues no me dan motivo para decir virtudes”. 0 El "libelos infamatorios y coplones demasiada-
historiador parece consciente de que algunos mente descompuestos” contra el codicioso corre-
lectores escudriñarán
y censurarán sus escritos, gidor general Fernando de Torres Mejía "para
pues dice: "Bien sé que el azoguero que ejecu- ponerlos en mis escritos, como si tanta infamia
tando esta solemnísima maldad oyese o leyere le pudiera dar algún adorno [a la
Historia]"
lo que aquí digo me dará al diablo a manos Otro peligro se hace evidente cuando Arzáns
llenas y a voces desmedidas”. 7 Arzáns no ahorra explica por qué los libros de historia no deben
cuando las considera bien fundadas, co-
críticas publicarse festinatoriamente: "será sano el con-
mo en caso de los sirvientes negros del justicia
el sejode Horacio de tenerlas por nueve años
mayor don Diego Manrique, a quienes se les y
aun por muchos más”. Arzáns relata luego su
permitía explotar cruelmente a las indias ven- experiencia con "un cierto juez
y cabeza de esta
dedoras del mercado: "y sin que a las miserables Villa, que no ha muchos meses que teniendo
indias les valiese esconder las perdices
y gallinas noticia de que mi pluma se ocupaba (en la oca-
aun en lo más indecente de sus cuerpos, se las sión de escribir claramente ciertos daños hechos
arrancaban y llevaban”. Y
el historiador inte- a unos pobres por quitarles el poco dinero
que
rroga con vehemencia a sus lectores: "¿Y quie- tenían), me envió a llamar con un deudo suyo,
ren algunos, con compasión adulatoria, que mi
y entendiendo yo para lo que podía ser me ex-
pluma diga que estos y otros daños demasiada- cusé de ir a su llamado. Indignóse el pariente
mente graves fueron virtudes?”. 8 declarándose, y teniendo por gravísimo delito
A pesar
de las precauciones de Arzáns, la His- mis verdades viendo que no quería yo ir, se fue
toria acabó por ser conocida en la Villa Impe- a traer algunos criados del juez para
que me
rial, al menos por ciertas personas, poco
des- llevasen preso, entretanto escondí todos mis
y
pués que comenzó a escribirla en 1705, pues al escritos llevándolos para más seguridad fuera
recordar los sucesos del domingo 27 de marzo de mi casa y también zafando mi persona. Fue
de 1707 anota: "Fray Sebastián Izquierdo pre- buena diligencia porque luego vino el pariente
dicó con su acostumbrada erudición admira- con el alguacil mayor
y escribano, aunque mi
y y
ble doctitud en su iglesia de nuestro padre San amada mujer opuso con palabras muy
se les
Agustín la historia
[.
y sucesos admirables
. .] medidas, con todo eso no pudo excusar el que
de la inundación de
laguna de Caricari en
la buscasen mis escritos, que como no los hallasen
esta Villa, a que acudió toda ella,
y yo quedé se volvieron dejándome muchas amenazas”. 11
lleno de gozo por ser el primer logro de mi Esta fue una lección penosa
y una experien-
trabajo, pues este erudito padre quiso favore- cia decepcionante para Arzáns, quien concluyó
cerme sacando de esta mi Historia los sucesos que en adelante sería mejor relatar los sucesos
particulares de lamentable inundación”. 9
esta actuales en forma breve
La Historia siguió proveyendo de cuentos es- y discreta. No se em-
barcaría en largas relaciones de esas materias
peluznantes y de pasajes edificantes a los predi- pero diría la verdad de lo que ha sucedido,
cadores de Potosí ansiosos de inspirar en los sin dilatarlo
y suplicó a todas "las personas
,

licenciosos y turbulentos potosinos el amor a la vivas de quien alguna cosa escribiere que no sea
5. Historia, II, 361. loable, quieran perdonar la claridad
<5 . Ibid., III, 196. y verdad
7. Ibid., II, 365-366.
de mi pluma, pues no puedo hacer otra cosa, si
8. Ibid., II, 412. 10. Véase el Informe, supra, p. xxxvii.
0- Ibid., II, 440. Fray Juan de la Torre también había utili- íi. La referencia a estos "libelos infamatorios” está en la
zado la Historia para unos sermones en 1714 (Historia III
Historia, II, 402. La referencia a este "cierto
til- juez” se da
ibid., II, 321.

XXXIX
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

bien harto he disimulado en lo hasta aquí escrito España, donde fue consejero del real y supremo
innumerables defectos de muchas personas a Consejo de Indias) y le ofrecieron unos por
quien se debe atención, he excusado muchas
le dicha Historia 300 pesos, otros 400 y otros 500
deslealtades y traiciones de ministros reales que pesos de a ocho reales corrientes por conseguir-
de esta manera habré de la y hacerla imprimir, lo que el dicho don Bar-
no he declarado, y
proseguir en porque no sean tan
lo restante tolomé de Orsúa y Vela jamás quiso admitir,
aborrecibles mis escritos Afectado en lo vivo,
.
aun en medio de que se veía estrechado y falto
nuestro historiador exclama en seguida: "Y por de medios, ni menos el darle para que sacasen
ahora hablemos de Dios y no de los hombres, traslados, porque no se la perdiesen ni ajasen A
que estará mejor”.
12 Diego recuerda asimismo la firme resolución
Pero la vida no prosiguió tranquilamente para de su padre para que la Historia no saliese a la
el historiador. Diego, su hijo, a
tiempo de ha- luz pública mientras él vivía. No obstante, es-
peraba poder presentarla al rey, ya "por sí o
cerse cargo de llevar adelante la Historia, cuen-
las innumerables por mano de algún benigno Mecenas”. Cuando
ta que su padre denuncio
maldades que en esta Villa cometió aquel cán- el alcalde don Pedro Prieto Laso de la Vega

tabro o portugués don Agustín de la Tijera,


que ofreció llevarla a España, el historiador rehusó

no satisfecho con los delitos cometidos contra por temor de que ella cayese en poder alguno
la realcorona ejecutó la mayor contra el cielo de sus enemigos o que se perdiese en el mar,
quitando sacrilego la vida el año 1712 [. .] al . que habría sido desastroso una vez que no tenía
muy reverendo padre prior fray Sancho Mara- una copia de la obra. ¿Temía Arzáns a la vez
ñen, por quitarle unas cartas que escribía (o lo que algún antiguo vecino de Potosí sabedor del
presumió) a España, donde entendió iban algu- pasado de la Villa descubriese que no todos los
nas de sus malas operaciones; y como el buen hechos de la Historia eran verídicos sino que
prelado omitiese a darlas, lo ataron de pies y algunos habían nacido en la fértil imaginación
como fuere, la existencia de la
manos contra una mesa, donde el cansancio de del autor? Sea

haberse tomado a brazos con ellos defendiendo Historia debió de ser bien conocida a pesar de

sus escritos, la fatiga de verse oprimido con todas las precauciones de Arzáns, pues Diego
y
añade que un marino francés quiso llevarla
la respiración tapada con su misma capilla por-
13
El general a París para ofrecerla a su rey dando a mi
que no diese voces, perdió la vida .

padre una gruesa pero no lo admitió por


don Tomás Chacón, corregidor de Potosí, hizo talla,

la vista gorda, Tijera envió un cómplice a


Roma no ser justo el darla sino al señor natural A
"con bastante caudal” con que se obtuvo la abso- Cuando en enero de 1736 el historiador murió
lución papal, todavía pudo obtener importan- a los 60 años de edad, el trabajo de toda su vida,
y
tes posiciones en el gobierno de la Villa. Mas en que había consumido miles de horas y tanta
Tijera no estaba aún satisfecho pues sabía
que energía creadora, quedaba inédito.
algunas de sus perversidades estaban registradas Arzáns estaba en lo cierto al temer que su
en la Historia. Se propuso, en consecuencia, aca- manuscrito podía perderse en la travesía a Espa-
bar con el historiador y sus escritos, y pudo ña. La historia de los incas del jesuita Blas

haberlo logrado a no morir en 1717 mientras Valer a desapareció en 1596 en el saqueo de


17
y Juan Meléndez
Cha- Cádiz por los ingleses, se
servía de corregidor en la provincia de
queja en sus Tesoros verdaderos de las Indias
yanta.
No sorprende, pues, saber por el Informe de "que todo este riesgo tienen los pobres escri-
Bernabé Antonio de Ortega Velasco que el tores de las Indias que remiten sus libros a
y
historiador mantuvo la existencia de la Histo- imprimirlos a España, que se quedan con el di-
18
ria "sumamente oculta [. .] la mantenía .
siem- nero los correspondientes”. Un capítulo de
echando la voz eurística peruana de Guillermo Lohmann Villa-
pre muy sumergida, esparciendo y
na muestra cuán peligrosa complicada era la
de que la había despachado a imprimir a la y
publicación de un libro sobre las Indias. Aun
Europa con don Blas de la Fuente, mercader
que fue y pasó de facto a los reinos imprimir una obra en el Nuevo Mundo era
y cargador 19
todo un problema, y si los originales llegaban
de España”. Aun esta estratagema no fue del
14

manos de los censores en España, podía espe-


todo eficaz, pues Bernabé informa también que a
20
"el dicho autor don Bartolomé de Orsúa y Vela rarse que sucediera cualquier cosa.
me expresó varias veces que se veía bien perse- Arzáns pudo saber de la experiencia de Gu-
guido molestado y estrechado de varios sujetos
y 15. Véase supra, p. xxxvii.
que no lo 16. Historia, III, 4 o*
esta Villa como de las
y personas de 17. Riva-Agiiero, Historia en el Perú, p.
6-7.

señor don José de la 18. Citado por Murrieta y Lohmann Villena,


Los cronistas
eran, y especialmente del
según noticias, en de convento, p. 7-8
Quintana (quien falleció ya, publicaba un libro en In-
19. Rodríguez Moñino, Cómo se
Moses, S pañis
dias. Tienen valor como obras generales,
imprenta
Colonial Literature, y Torre Revello, El libro, la
12. Ibid., II, 322.
y el periodismo en América.
13. Ibid., III, 401. XVI.
20. Friede, La censura española del siglo
14. Véase supra, p. xxxvii.

xl
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE QRSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

tierre Fernández Hidalgo (nacido en dianes”, 24


1553), esto es inaplicable a la persona a
maestro de capilla de la catedral de La Plata quien Diego confió el manuscrito. Quizá Diego
de 1597 a 1607, quien hizo un concierto para había impreso en ella la severa admonición de
que Diego de Torres, provincial de la Compa- no deshacerse de la Historia por ningún motivo,
ñía de Jesús del Paraguay, arreglase en España pues el mostró resuelto a man-
eclesiástico se
o Francia la publicación de sus composiciones, tenerse en posesión delmanuscrito. Bernabé
consistentes en diversas clases de música reli- describe así las intrincadas maniobras que se su-
giosa. El celoso compositor anhelaba tanto que cedieron en los cuatro meses siguientes a la muer-
su música se imprimiese, que convino en pagar te de Diego: "Y averiguada la persona en cuyo
para ello 1,500 pesos en calidad de subsidio den- poder estaba la dicha Historia, que era ecle-
tro de seis meses al comisario de la Inquisición siástica, la que andaba con infinitas entretenidas
de Potosí, Antonio de Vega. Como el sala-
y haciendo varias ausencias de esta Villa por no
rio anual del maestro de capilla era apenas de manifestarla y ver si así desmayaba vuestra se-
300 pesos, aquello representaba la paga de cin- ñoría de su empresa o la ponía en olvido con
co años. Aun así, parece que la publicación no sus crecidas ocupaciones, lo que también motivó
llegó a hacerse y es evidente que los originales a distintas y varias estaciones
y nuevas diligen-
se perdieron. 21 Muchas historias semejantes co- ciasque se actuaron, de cuya resulta declaró el
nocidas en Potosí pudieron enseñar a Arzáns a dicho eclesiástico haber empeñado en ciertos
ser muy cuidadoso con el fruto de sus largos pesos don Diego Orsúa
y Vela, hijo del dicho
desvelos, y tanto llegó a temer que se le hizo autor don Bartolomé de Orsúa
y Vela, y para
imposible separarse de la Historia. la exhibición de la dicha Historia los pagó
Diego no dice que su padre le hubiese encar- vuestra señoría, demás de haber hecho varios
gado expresamente, o siquiera autorizado, para gastos de su propio peculio,
y sólo así la pudo
completar la obra y a publicarla. Pero asumió haber a su poder el día 21 del mes de noviembre
la responsabilidad, según se verá en la sección
del año pasado de 1755, todo lo que me consta
correspondiente a la composición de la Histo- haber practicado vuestra señoría”. 25 Bernabé
ria,
y abrigó también la esperanza de presen- cooperó también en el trámite
y es de presumir
tarla al rey por mano de algún desinteresado que "su señoría” le pidió hacer el Informe sobre
Mecenas”. Poco sabemos por ahora de la vida la índole de la Historia, informe que fue firma-
de Diego, mas parece que se vio en tal estrechez do en la casa de capellanes de este monasterio
económica después de la muerte de su padre de carmelitas descalzas de Santa Teresa de Je-
que llegó a empeñar el manuscrito. 22 Murió re- sús de la Villa Imperial de Potosí en
27 de
pentinamente a los 56 años de edad
y fue ente- junio de 1756 años”. La Historia tanto tiempo
rrado en julio ó, 1755, en la iglesia matriz. oculta se manifestó por fin
y fue enviada a Es-
La noticia de la muerte de Diego llegó a paña donde fue encaminada al Consejo de
oídos del prominente funcionario a quien Orte- Indias.
ga y Velasco trata en su Informe de "su seño- De inmediato comenzaron las idas
y venidas
ría seguramente el corregidor, quien se empeñó
’,
del manuscrito, como lo revela una nota anexa
en una pesquisa diligente del manuscrito. Según al Informe: "En papel de la Secretaría del Con-
dice Bernabé, "su señoría practicó las más exac- sejo,que sirve de carátula, se lee: 'Esta Historia
tas diligencias para la consecución
y averigua- la llevó de la Secretaría don Francisco de Auz-
ción de la dicha Historia, de la que ya había mendi, y no la volvió’. A continuación, de otra
adquirido noticia fija cómo se hallaba en esta letra: 'La volvieron sus albaceas
y está en poder
Villa, y para su efectiva restauración procedió del señor Mello’”. Parece claro que el manus-
con vivas y eficaces diligencias, ofreciendo in- crito estuvo por algunos años en la bibliote-
premios, y de su resulta consiguió alcan-
finitos ca del Consejo, pues Juan Bautista Muñoz anota
y
zó verdadera de saber en cuyo
la noticia cierta
y en su famosa colección, reunida a fines del si-
poder paraba o estaba, en cuya sazón insistió glo xviii, que la Historia está inscrita en el "In-
y
puso más esfuerzo y eficacia a fin de la consecu- dice de la Biblioteca de la Secretaría del Despa-
ción de la dicha Historia,
y aun a fuerza de cho LIniversal de Indias de Gracia Justicia”. 26
y
dinero y otras varias diligencias que motivaron Muñoz había sido comisionado por Carlos III
a vuestra señoría algún desabrimiento”. 23 para escribir una "Historia general de las Indias
La esforzada averiguación de "su señoría” se autorizada con documentos seguros e incontes-
convierte en una especie de episodio detectivesco tables”, interés por una "historia verdadera”
en que entra en escena un eclesiástico tenaz.
Aunque un antiguo 24. Ovando-Sanz, Dos bibltotecas coloniales de Potosí,
refrán potosino dice que p
136.
"curas y sacristanes nunca fueron buenos cuar- 25. Véase supra p. xxxvii.
O 26. Academia de la Historia (Madrid), Colección de Juan
Bautista Muñoz, tomo 93, f. 581''. La obra está inscrita como
21. Stevenson, The Bogotá Music Archive. "Historia del Potosí hasta 1731", por Bartolomé Abranz
22. Véase supra p. xxxvii. de Orsúa y Vela. El año 1731 puede ser un error del ama-
23. Ibid. nuense, por 1735.

xli
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

similar al que determinó a Juan de Ovando y y desgracias sin cuento


que le ocurrieron al Sr.

Nava, quien perdió el original o, mejor dicho,


Felipe a crear el oficio de cronista oficial en el
II

siglo xvi. La muerte impidió a Muñoz alcanzar le sustrajeron; y la copia autógrafa se vio obli-

con su historia más del año i5 00 pero rebuscó


>
gado a dejarla depositada en París en la casa
documentos tan minuciosamente por toda Espa- Artola, a punto de entrar en convenio con una

ña que esta labor condujo al establecimiento casa editora, porque fue entonces que recibió

del Archivo General de Indias, y su colección la noticiade la muerte de su padre y tuvo que
en la Academia de la Historia en Madrid per- liar maletas inmediatamente para volver a su
patria. La casa Artola se declaró en quiebra
dura como una generosa veta para los histo-

riadores.
27 poco tiempo después, y aquellos originales se

En el siglo xix aparecieron varios manuscri-


extraviaron definitivamente”.

tos que se consideraron como el original, sin La historia de la Villa Imperial flota en el
pruebas convincentes para aceptar esas hipóte- misterio. Otro códice de la obra se encontraba
sis. Luis Subieta Sagárnaga
23
hace una referen- en Potosí poco tiempo después del fracaso de la
cia romántica a un manuscrito descubierto en tentativa de publicar el manuscrito de Quezada,
si bien Subieta Sagárnaga evidentemente no sa-
Potosí:
"En el año 1877 murió en Potosí el Sr. José bía de su existencia. Luis Felipe Manzano des-

Gabriel Quezada, hombre bueno e ilustrado y cribe en esta forma cómo obtuvo su información

además bastante rico. Entre todos sus cuantiosos sobre Potosí: "Estos datos los debo a un pre-
bienes había muchos libros, llamando la aten- cioso manuscrito de Bartolomé Martínez Vela,

ción uno, bastante voluminoso, que algo empol- historiador de Potosí, manuscrito que con su

vado reposaba en una mesa sobre un atril; su característica benevolencia me lo prestó el Sr.
29
aspecto exterior era el de un misal, con tapas M. M. Eraso, actual párroco de la Matriz”.

de cuero, chapas de oro, cintas de colores, y, en Eraso fue párroco de la Matriz desde 1880 hasta
fin, era un infolio que a la distancia trascendía
su muerte en 1905, momento en que desaparece
a iglesia y parecía encerrar cuidadosamente lati- el manuscrito que tan generosamente había
najos indescifrables en caracteres góticos. Pero prestado. Este manuscrito pudo ir a dar a Bue-

al abrirle las entrañas descubriendo a la luz del nos Aires, pues Mlle. Marie Helmer halló uno
día los misterios que guardaba, quedaba uno en el Colegio Nacional de la capital argen-
30
pasmado al contemplar un manuscrito elegante tina en 1959.
hermosas láminas o Si, como parece probable, ninguno de estos
y de gran valor: había ma-
hechos a pluma, con un primor extraor- manuscritos es el original, ¿dónde está el
dibujos
dinario; todo él estaba escrito de letra menuda nuscrito de la Historia enviado a España como
columna cada página, y tan resultado del Informe de Ortega y Velasco en
y clara en doble
correcta e igual era aquella letra de principios 1756? Una hipótesis plausible sería que dicho
del siglo xviii que parecía impreso. En la por- manuscrito permaneció en cualquier repositorio
tada, con muchos adornos hechos a pluma, se gubernamental hasta que lo destruyó alguna
leía en letra gorda y clara: "Historia de la Villa persona interesada en hacerlo desaparecer, o se
Imperial de Potosí, riquezas incomparables de perdió por accidente (como un incendio o una
su famoso cerro, grandezas de su magnánima revolución), o simplemente por falta de cuida-
población, sus guerras civiles y casos memora- do. Sin embargo, de vez en cuando aparece

bles. Por don Bartholome Arzay Sánchez y Vela, alguien que cree haber descubierto el paradero
natural de dicha Villa’. "Anoticiado de la exis- del original. Alfredo Gutiérrez Valenzuela, di-
rector a la sazón de la Biblioteca Nacional de
tencia de esta valiosa joya, el Sr. Julio Nava
propuso a la testamentaria del Sr. Quesada pu- Boíivia en Sucre, anunció erróneamente en 1941

blicarla por su cuenta en Europa en una elegante que había encontrado el manuscrito original de
31
edición, dejando para todo evento una copia la Primera Parte en la valiosa colección Rück.
En 1872 Vicente de Ballivián y Roxas creía
en manos de su albacea. Aceptada la propuesta
con todas las formalidades del caso, a los pocos estar cierto de que el manuscrito de la Historia
32
meses fueron entregados por el Sr. Nava nueve estaba en Chile, Pedro Juan Vignale afirmaba
en 1942 que el manuscrito original podía estar
libros copiadores, poniéndose inmediatamente
33
en marcha para Europa por la vía de Buenos depositado en el Museo Británico, y se suponía
34
Aires, llevando consigo el original y la copia también que otro estaba en Montevideo, pero
autógrafa en papel de cartas. La publicación de todos estos rumores sólo traducen nuestra actual
la obra no se llevó a cabo por incidentes mil incertidumbre e ignorancia. Es posible que el

Gutiérrez Valenzuela, La Historia y los Anales de Potos/,


27. Catálogo de la colección Juan Bautista Muñoz.
1-6.
28. Subieta Sagárnaga, Anales de Potosí, p. ii-iv. p.
32. Ballivián y Roxas, Archivo boliviano, p. 503.
29. Omiste, Crónicas Potosinas (2a. ed., La Paz, 1919,
II,
33. Vignale, Historiadores y cronistas de la
Villa Imperial,
x 5°, 163).
30. En carta al autor, de mayo 30, 1959» describió el manos- p. xi8.
34. Otero, Notas sobre Bartolomé
Martínez y Vela, p. n.
crito como "une copie d ecritures et d'époques différentes”.

xlii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
manuscrito original exista, en algún archivo o compró una historia manuscrita de Potosí en
biblioteca no catalogados, y esté incógnito en 1905 al librero Chadenat de París.36 Church fue
consecuencia. un personaje notable, que construyó un ferro-
El lector encontrará una detallada descripción carril en Argentina en la década de
1850, fue
de dos manuscritos en el "Análisis” entre
los corresponsal del Herald de Nueva York
los apéndices del tomo III de esta edición. De- y si-
guió a Benito Juárez en su campaña para expulsar
bemos subrayar que el manuscrito en dos volú- a los franceses de México,
y más tarde trató de
menes descrito por Ortega y Velasco en 1756 realizar planes grandiosos para abrir el interior
contaba 559 folios numerados en la primera de Bolivia y Brasil, o sea la vasta entraña de
parte y 152 en la segunda parte, en coinciden- America del Sur, al comercio mundial mediante
cia con manuscrito de Madrid. Si el manus-
el un ferrocarril a lo largo de las caídas del Ma-
crito que hoy existe en la Biblioteca de Palacio dera y Mamoré. Profundamente interesado en
es el mismo que se envió a España en
1756 y ai la geografía, escribió con entusiasmo conoci-
que se refería más tarde Juan Bautista Muñoz, y
miento sobre la gente
y las posibilidades econó-
¿no podríamos aventurar la hipótesis de que el micas de Bolivia,
y finalmente se estableció en
códice obsequiado por el coronel Church a Londres donde llegó a ser miembro prominen-
Brown University es uno de los manuscritos que te de la Royal Geographic Society.
Entendido
se manifestaron en Potosí en las postrimerías coleccionista de libros de historia y geografía,
del siglo xix? El Dr. Mendoza concluye en su tuvo interés especial por las publicaciones sobre
"Análisis” que el manuscrito de Brown fue po- America Latina, y su preocupación decidida por
siblemente copiado del original a vista de Ar- Bolivia explica sin duda la compra que hizo del
záns. Quizá el historiador murió antes de que la manuscrito de la Primera Parte de la "Historia
segunda parte fuese copiada de la misma mane- de la Villa Imperial de Potosí” por Bartolomé
ra,
y mejorada, y la versión corregida y aumenta- Arzáns de Orsúa y Vela. Después de su muerte
da de la Primera Parte quedó incógnita en 1756 en Londres en 1910, los más de sus libros
cuando se produjo el lnfor??ie de Ortega y
y Ve- manuscritos fueron donados, de acuerdo con su
lasco. Esta versión revisada de la Primera Parte testamento, a Brown University, en Providence,
podría ser el mismo códice descubierto a la Rhode Island, en cuyas proximidades él había
muerte de Quezada en 1877, que luego se en- nacido unos 75 años antes. 3 Su vida aventurera,
'

vió a París para su publicación,


y desapareció sus proyectos imaginativos
y sus diversas publi-
allí. El Dr. Mendoza ha señalado también la caciones servirán un día para relatar la historia
coincidencia de queel nombre del autor en el ma- de una de las personalidades más atractivas que
nuscrito de Quezada y en el de Brown está des- en los Estados Unidos se consagraron a América
figurado: BARTOLOMÉ ARSAY SANCHEZ Y VELA, Latina. Esa historia no corresponde a este lu-
coincidencia que reforzaría la hipótesis de que gar, aunque una información adicional, biográ-
se trata del mismo códice. 35
Nótese también fica y bibliográfica, sobre el coronel
Church se
que el coronel Church compró
el hoy manus- ha acopiado en uno de los apéndices del to-
crito de Brown en París, en 1905, año en que mo III; pero vale la pena recordar que este
y
el segundo manuscrito de Potosí desapareció a ingeniero —
que consagró toda su vida al des-
la muerte del párroco Eraso. Es concebible iden-
tificar el manuscrito de Brown con cualquiera
arrollo económico de América Latina
quien hizo posible en Providence la presencia
fue —
de estos otros dos. Dada la tradición misteriosa del manuscrito de Arzáns,
y, en consecuencia,
que rodea la historia de la Villa Imperial, tam- hizo posible también la publicación de este teso-
bién es posible que una versión revisada de la ro de hechos y fantasía sobre la historia de la
Segunda Parte esté escondida en algún reposi- Villa Imperial de Potosí.
torio de Potosí o de otra parte, todavía encu-
bierta para los historiadores. Pero basta de estas
especulaciones. 6. TENTATIVAS EDITORIALES
Recapitulando la larga y enredada historia Si la odisea de los diversos manuscritos
de la
del manuscrito original
y las copias hechas de Historia está caracterizada por el misterio
y
él, resultan dos hechos ciertos. En un momento
la incertidumbre, las tentativas de publicar el
hoy ignorado, el manuscrito de Madrid, según trabajo en que Arzáns consumió tanto tiempo
se le llama en esta edición, entró en la biblio- y
esfuerzo forman una historia lamentable, casi
teca propia del rey de España donde se mantuvo tan malograda como los fracasos editoriales que
inaccesible al gran público hoy forma parte experimentaron en el siglo xvi las contribucio-
y
del rico acervo de materiales que en la Biblio- nes de Francisco Hernández sobre la fauna
y la
tecade Palacio está al alcance de todo estudioso
36. Carta del fallecido Henry Wagner
serio.También sabemos que un ingeniero de los P. al autor, de octubre
6, 1936.
Estados Unidos, el coronel George E. Church, La biblioteca de Brown University tiene un detallado
37.
informe sobre la colección Church, preparado por Cari L.
35. En carta al autor, de septiembre 11, 1963. Cannon.

xliii
historia de la villa imperial de potosí
1
los naufragios, los El próximo fracaso se debió a Juan Perón. El
flora de México. Mientras
el manuscrito de Madrid por primera
incendios, los robos, la indiferencia, la falta de
autor vio
vez en 1933, en 1936 publicó un artículo breve
dinero o la oposición de los censores mantuvie- 10
co- señalando su importancia, luego supo del ma-
ron inéditos muchos manuscritos durante la
a Po- nuscrito de Brown, y más tarde obtuvo autori-
lonia en América Hispánica, los relativos
particularmente zación de ambas bibliotecas para la publicación
tosí experimentaron un destino
Ca- de la obra.
11
El plan era usar el manuscrito de
adverso. La Relación de Potosí escrita por
2
3 Brown para Primera Parte y el manuscrito
la
poche en 1585 no se publicó hasta 1959, el
León Pinelo no completó nunca de Madrid para la Segunda. Mauricio Hoch-
perfeccionista
schild y la Universidad de Harvard aportaron
su historia pues seguía esperando nuevos docu-
algunos recursos para la preparación del texto,
mentos procedentes de las Indias cuando murió
Emilio Ravignani, director del
en 166o, y la valiosa y objetiva descripción
4
y el fallecido
activo Instituto de Investigaciones Históricas de
compuesta por Pedro Vicente Cañete en las
Buenos Aires, acordó llevar a término la empre-
postrimerías del siglo xvm apenas salió a luz
5 sa, pero cuando Perón subió al poder
Ravignani
hace pocos años. Pedro de Angelis, el histo-
fue obligado a dejar el Instituto y el proyecto
riador y propagandista de Rosas, se dolía con
Potosí, cuyas minas han enri- de Potosí se derrumbó como tantos otros.
razón en 1836:
El Instituto de Cultura Hispánica de Madrid
quecido el mundo, no ha encontrado quien se
6 hizo otra tentativa, que duró años, ayudando a
encargara de publicar su historia ,

Gonzalo Gumucio para la preparación del texto,


La Historia de Arzáns no escapó al destino
pero la iniciativa nunca llegó a la etapa publi-
común. Diego, el hijo del historiador, explicaba
citaria. Finalmente, Brown University decidió
que su padre pudo hacer imprimir el manuscrito
incluir la Historia entre las publicaciones pro-
pero se abstuvo de hacerlo por varias razones,
contrarios que te- gramadas para la celebración de su bicentenario
la "más principal los muchos
en 1964-1965.
nía y eran los no ignorantes de que en ella esta-
Al contemplar las vicisitudes de los diversos
ban escritas las malas obras que ejecutaban, por
manuscritos de la Historia y sus numerosos fra-
cuya causa deseaban muchos haber en su poder
casos editoriales, se aprecian las penetrantes
la Historia para sepultarla donde jamás contase
7
Es posible que Diego observaciones de Juan Pablo Vignale en su
sus obras perversas”.
publicado después de la
libro
ensayo sobre los historiadores de Potosí:
desease ver el

muerte de su padre en 1736, pero no pudo ha- "A poco de penetrar en la historiografía po-
tosina se advierte la comunidad de fuentes, a
cerlo. Si aquel "alto funcionario” no hubiese
partir del siglo xvi, el escaso sentido crítico
que
hecho tan empeñosos esfuerzos para ubicar el
asiste a sus actores y la novelería que acompaña
su autenticidad en
manuscrito y determinar
al nombre de los historiadores primitivos,
sa-
conocido.
1756, quizás el mundo no lo habría que durante la
mas nadie queados por todos. Pareciera ser
El manuscrito fue enviado a España,
autoridades para pasada centuria este Potosí de fábula hubiera su-
se preocupó de interesar a las
frido la arremetida de quienes, comprometidos
publicarlo.
a aclarar su pasado, no hallaron mejor
expe-
El fracaso en la pretendida publicación del
diente que enturbiarlo de modo definitivo. His-
manuscrito de Quezada en 1877 en París está
toriadores y tradicionalistas de todo el continen-
dicho. Luis Subieta Sagárnaga imprimió en 1925
central
te se cebaron de él, haciéndolo personaje
en Potosí un pequeño volumen comprensivo de
de una vindicación mitológica de la Colonia.
unos pocos capítulos del libro I de la Primera
Una fatalidad muy singular decidió gobernar a
Parte, antecedidos de una introducción, y no
este pueblo. Excepción hecha de Cañete y
pasó adelante. La Fundación Universitaria Pa-
8 [. .
.]

Domínguez nadie se preocupó durante el


tiño patrocinó en 1943 y 1945 la edición de los
[. .
.]

primeros 50 capítulos del libro I de la Primera pasado siglo de reconstruir la historia de la vieja
Parte, con una introducción de Gustavo Adolfo ciudad, que ya había sido escrita, decíase, por

Otero, y todo paró aquí.


9 numerosos autores, cotejando sus afirmaciones
con los archivos que aún permanecían a salvo
de Somolinos
1. Véanse los informativos y vividos artículos del tiempo y de las contingencias revoluciona-
d’Ardois, Los fracasos editoriales de Francisco Hernández, y
de Benson, The lll-Fated Works of Francisco Hernández. escrito por
manuscrito, fue "sacada a la letra del original
2. Véanse supra p. xxxii. Arzáns y Vela, y
Mendoza. su autor referido, don Nicolás Martínez
3. Véase la edición del autor y Gunnar esta Villa, para
ésta por Juan José de Aramayo, natural de
4. Véase p. xxxii.
de la Huerta, vecino
el señor maestre de campo don Carlos
5. Hay dos de Gunnar Mendoza y de Armando
ediciones,
de ella. Potosí y enero 28 de 1763
Alba. the contents 0}
10. Véase, del autor, Statement concertung
6. Angelis, Colección, II, 1-11.
the "Historia de la Villa Imperial de Potosí”.
7. Historia, III, 401.
8. Mario Chacón tuvo la amabilidad de obtener para el
11. Como ejemplo de lo poco que se sabía sobre el manus-
conocido
véase lo que Philip Ainsworth Means, el
autor un ejemplar de este libro tan raro. No esta claro que
crito,
autor, de marzo
peruanista ya fallecido, decía en carta al
manuscrito de la Historia se uso para esta publicación. el libro y llegado a la conclu-
usado para esta 4. 1937: que ha consultado
9. Arzáns y Vela, Historia. El manuscrito que sabemos sobre
sión de que "él no añade casi nada a lo
edición es una copia fragmentaria que va hasta el capítulo jugosas mas
Potosí [.. .] excepto unas cuantas anécdotas
.

6 del libro I de la Primera Parte y, según reza en el propio

XÜV
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
rías. Todo lo contrario: hombres
de letras e todo contenido en estos Anales ”. 15 Casi en cada
lo
historiadores se complacen en fáciles efusiones
página de los Anales hay una referencia a la
románticas, precipitándose sobre la historiogra-
historia general,
y a cada paso se da a entender
fía de ios siglos pasados para extraer de ella al lector que la aparición de ella es inminente.
materia novelable, mientras los archivos se des-
Los Anales constituyen un problema biblio-
hacían en las buhederas de las viejas casonas o
gráfico complicado
en las cavas de los conventos o en alguna tras- y es de esperar que algún
historiador boliviano haga un día un detallado
tienda de las alcaidías”. 12
estudio digno del tema como introducción a una
Vignale concluye su ensayo con otro tajo
edición tan completa del libro como sea posi-
contra los escritores del siglo xix que explota- 11
ble. Baste decir por ahora que los Anales fue-

ron la historia de Potosí en beneficio de sus


ron conocidos por los potosinos casi tan pronto
propios intereses literarios: 15.
como Arzáns comenzó a escribirlos. Cuando el
"Todos ellos han frecuentado directa o in- — teniente asesor Pedro Vicente Cañete llegó a
directamente— los textos aludidos, redituando
Potosí en 1785 encontró que "todos hablaban
sus novelerías
y pasando por alto sus positivos por una tradición falsa o equivocada, por unas
aportes. [. .] La historia de Potosí ofrecía un
.

historietas o cuentos impertinentes


que aquí lla-
material legendario de primer orden,
y los tra- man 'Anales de Potosí ”. 17 En adelante el libro ’

dicionalistas supieron sacar provecho, por lo


menos para los días de su vida, de ese impre- Ballivián y Roxas, Archivo boliviano, p. 283-490 La
cita en la p. 286.
visto socavón . La falta de temperamento his- El editor de los Anales no analizó, lamentablemente, el
toricista ios ha llevado a esconder las documento que publicaba, si bien hizo algunos divertidos
fuentes
y sazonados comentarios en notas. Gracias" a esta publica-
en que se nutrían, como si el divulgarlas hubie- ción y a los artículos que de ella se derivaron, Potosí
fue
se importado la pérdida del propio caudal conocido por un público más grande que nunca. Bernard
[. .] .
Moses, por ejemplo, basó sus Flush Times at Potosí sobre
Utilizaron lo folletinesco de los Anales sin pe- los Anales, como lo hizo Vicente Quesada
en sus Crónicas
netrar mayormente en la Historia, ni agregar de Potosí.
Antes aún de esta publicación de 1872, los Anales habían
un ápice a la investigación, ni aportar nada nue- circulado en copias completas o incompletas:
vo al conocimiento de ese pasado”. 1 3 a. Uno de Jos manuscritos salvados del
'

incendio de la Bi-
blioteca Nacional del Perú en 1942 fue una copia de los
Estudiando el manuscrito de Arzáns uno lle- "Anales de la Imperial Villa de Potosí" que comenzaba
ga también a comprender la validez de la afir- en 1561. Ricardo Palma la usó.
b. Un "Extracto de los Anales de Potosí, por
mación del desaparecido Raúl Porras Barrene- Bartolomé
Martínez Vela existía en la colección Gregorio Beeche

chea: grandes épocas de nuestra historia son según Vicuña Mackenna, Estudios i catálogo completo, I, 1.
Quizás a este manuscrito se referían los que creyeron que
verdaderos páramos documentales ”,
y la verdad un códice de la Historia se encontraba en Chile.
de su descripción de la Colonia como una "Edad c. Justo Zaragoza publicó fragmentos
de los Anales, o posi-
blemente de la Historia. Véase Paz, Catálogo de Manus-
Media o especie de Mar Tenebroso de la inves- critos de América, Nos.
973, 1370.
tigación, a la d. Vignale afirma que Luis Subieta Sagárnaga
que se ha pretendido desligar, por habia copiado
el último cuaderno de los Anales de otra copia existente
ignorancia o pereza del proceso evolutivo de la en el convento de San Francisco de Potosí que comenzaba
cultura peruana, cuando es precisamente el con el año 1722, Historiadores
cri- y cronistas de la Villa Impe-
rial, p. 119.
sol en que ella nace
y se forma y de la que e. Mario Chacón (en carta a Gunnar Mendoza, de Potosí,
brota el espíritu nuevo de la nacionalidad”. 14 enero 4, 1961) menciona lo que evidentemente es una copia
de diferentes fragmentos de los Anales'. "El manuscrito
referido por Valentín Abecia B. en Una historia de contra-
dicciones hemos tenido ocasión de verlo en esta ciudad.
Pertenece a la familia Zambrana Araujo. Se trata de una
7* La composición de la Historia copia fechada en 1882 de los 'Apuntes tomados de la
Historia de la Villa Imperial de Potosí de Bartolomé Arzáns
Sánchez y Vela por don José David Berríos en el año de
Bartolomé Arzáns de Orsúa 1874'. Comprende dos cuadernos, el primero que llega
y Vela no dice 1645 y tiene 96 páginas, y el segundo de 38 páginas que
hasta
ciertamente a sus lectores cuándo inició sus alcanza a 1825. En una nota correspondiente al año
tra- 1736
bajos históricos. Hacia 1702, poco después se lee: 'Muere Bartolomé Martínez
y Vela, autor de la His-
de toria de Potosí, la prosigue su hijo',
su matrimonio, parece que tenía acopiados y en otra nota corres-
mu- pondiente a 1738 se dice: 'Hasta aquí escribió Diego Abra-
chos manuscritos otros materiales, que nes, hijo del autor Vela’”.
y y había Gunnar Mendoza
f. da, cuenta de que en la Biblioteca Nacio-
hecho un boceto de la Historia proyectado en nal de Bolivia, colección Rück, existen los siguientes
manus-
forma de unos Anales de la Villa Imperial de critos de los Anales 1 ) Una copia hecha en el siglo xvm,
:

que alcanza hasta el año 1702 inclusive. 2) Otra copia


Potosí cronológicamente dispuestos, con hecha en el siglo XVIII, que alcanza hasta el año 1700 inclu-
y opti-
mismo anunció inminente aparición de su
así la sive.^) Una copia hecha en el siglo xix, que alcanza hasta
el año 1639 inclusive.
obra grande: "la historia general que 4) Otra copia hecha en el siglo xix
tengo que comienza en el año 1657 Y con adiciones intermitentes
en obra y espero en Dios darle breve fin llega hasta el año 1834 inclusive.
5) Una continuación
con títu- de los Anales de Arzáns, que comienza en 1722
lo de 'Guerras civiles y va hasta
y casos memorables de Po- 1834 inclusive, con lagunas, en copia del siglo XIX.
tosí’, donde muy excesivamente hallará el lector
16. Como ejemplo de lo problemático del caso: la nota pre-
liminar en la versión de los Añales publicada en 1872 lleva
el año
12. Vignale, Historiadores
de 177^ dejándonos perplejos. Quizá éste fue el año en
y cronistas la Villa Imperial que se copió el códice que sirvió a Ballivián
p. 114-115. y Roxas para
la edición. O bien el año correcto era
13. Ibid., p. 128-129. 1721 y el amanuense
14- Porras Barrenechea,
puso erróneamente 1771.
en una nota bibliográfica, Revista 17. Cañete, Historia física y política, edición de Gunnar
histórica, XXIII (Lima, 1957-1958), p. 476. Mendoza, p. 12.

xlv
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

siguió circulando manuscrito hasta que en 1872 ellos o de sus antepasados en el libro, le per-
en París por Vicente de Ballivián suadieron de que el mejor partido era la pru-
fue impreso 22
Roxas. 18 Hasta cuándo prosiguió Arzáns con dencia. ¿O quizá la adición de nuevos capítulos
y
los Anales,quién continuó compilándolos des- año tras año llegó a constituir la razón de su
existencia misma y de su decisión de no dar fin
pués de su muerte, y cuántos años quedaron
comprendidos son otras tantas importantes pre- a la obra de toda su vida? Este es un misterio,

guntas cuyas respuestas no pueden darse aquí. pues todavía en 1708, iniciando el libro X, Ar-
Parece evidente que Arzans consagro lo más záns anunciaba que éste sería el último y expre-
3
saba verdadera ansiedad por concluir su opus
.“
de su atención a la Historia, aumentándola con-
Sin embargo, el relato no se completó nunca, y
siderablemente con relación al plan original, y
a pesar de las intermitentes exclamaciones del
continuando con ella hasta su muerte en 17 36.
historiador sobre la fugacidad de la vida terre-
Inicialmente la composición tuvo un ritmo acele-
na, está visto que no hizo ningún arreglo
ni
rado, pues en el capítulo 1 del libro I de la Pri-
para la terminación ni para la publicación de la
mera Parte afirma que inició el trabajo en 1705
en el mismo año había completado ya por
Historia.
y
menos dos libros. Luego dice que el capí- Arzáns lanza un lamento tan sentido en 1721
lo
al comenzar la Segunda Parte que uno se
mara-
tulo 2 del libro X se iba componiendo en 1708,
valor para prose-
villa de que todavía tuviese
de suerte que un gran trozo de la Primera Par-
que trans- guir con la faena en los 15 años restantes de su
te debió de ser completado antes de
19 vida. El historiador comunica la impresión
de
curriera el año 1708. Como quiera que los
mundo que la última
capítulos finales del libro X llevan la Histo- que el se viene abajo, y

año 1720, resultaría que el breve parte de la Historia sólo podrá registrar mo-
ria hasta el
pues mentos amargos y sombríos en la vida de su
lapso 1705-1708 fue el más productivo
Arzáns cubrió en él unos 14° años de todo el
amado Potosí: "Con guerras y derramamiento
de sangre comencé, proseguí y aun acabé mi
tiempo que abarca la Historia. Aún más: du-
primer tomo, y con disturbios, rencores, enemis-
rante ese primer lapso de composición
febril,
tades y particulares pendencias, sin faltar san-
Arzáns avanzó considerablemente en otra obra
guinolento derramamiento, daré principio a este
compendiosa, la "Nueva y general población del
segundo tomo, con otras calamidades y pobreza
Perú”, que supone un gran trabajo de investiga-
20 ritmo disminuye, la prepara-
Luego el
que se experimenta en esta abrumada Villa con
ción.
tan notables trabajos. En mi primera parte
se
ción del material en los años 1708-1720 va
más
morosamente, durante los últimos 15 años mezclaron incomparables riquezas e indecibles
y
grandezas con lamentables sucesos, civiles gue-
hasta su muerte en 1736 parece que Arzáns
rras y muertes lastimosas, pero en esta
segunda
registró los sucesos de cada año como iban
ocu-
también, como sugiere el sólo se dará principio refiriendo males y desven-
rriendo. Puede ser
mezcla de felicidades ni aun cortos
Dr. Mendoza, que Arzáns compusiese algunos
turas sin
24
alivios”.
de los capítulos de años pasados mientras regis-
Quizá la causa de esta tristeza era la idea de
traba los hechos actuales al estilo periodístico.
¿A qué se debió este cambio tan extremo en que nunca podría completar ni la Historia ni el
trabajo anunciado en el prólogo con el título
el ritmo de la composición ? Quiza a su
salud.
25

Pedro Juan Vignale afirma que Arzáns sufrió de "Nueva y general población del Perú .

la Historia Arzáns explica que esta segunda empresa deta-


un ataque cerebral en 1722 y que
llará "la monstruosa riqueza que de este
mine-
fue llevada en adelante principalmente por su
ral se sacó en el tiempo de poco menos de 10
hijo Diego.
21
Pero esta afirmación no ha sido
años [...], asimismo se verá quiénes, cuándo
probada, y Diego dice claramente que su padre y
que comienza con el cómo descubrieron cada uno de los minerales;
compuso la Segunda Parte, y
las innumerables barras de plata que de
ellos
año 1721 y llega hasta el año 1735 en el capí-
se han sacado; el menoscabo ruina que han
tulo 15 del libro IV por la fecha en que Bar- y
tenido por el derramamiento de cristiana san-
tolomé murió, en enero de 173 6.
gre; injusticias, atrocidades, maltratamientos y
Uno se pregunta si el historiador tenía mate-
riales copiosos solamente hasta el año 1708, o
si poca satisfacción del trabajo personal de los in-
dios; veránse admirables casos sucedidos en
las
quedó agotado por la ardua tarea, o si cambió
de ritmo con el propósito de evitar que la His- minas de este gran Cerro de Potosí y en otros
minerales del Perú por quitarse unos a otros lo
toria se publicase, e inclusive que se terminase,
mientras Sus ingratas experiencias con
él vivía.
que a cada uno les dio Dios; trabajos intole-
rables que han padecido los hombres por descu-
potosinos coléricos por lo que había dicho de
brirlos y adquirir el oro y la plata en tierras

18. Supra notas 15 y 16.


22. Historia, III, 400-401.
19. Historia, II, 329.
23. Ibid., 321.
II,
20. Historia, III, 113- ir...
24. Ibid., III, 119-
.
. , , ,
de la Villa Imperial,
21. Vignale, Historiadores y cronistas
25. Ibid., I, prólogo.
p. 119.

xlvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
ásperas, estériles, destituidas de todo lo necesa- Las dos obras de Arzáns, fruto de más de 30
rio a la vida humana”. 26 años de trabajo, quedaron inconclusas e iné-
Hacia 1721 esta obra estaba casi terminada, ditas a la muerte de su autor. La tarea había
"a costa de no poca fatiga”. 27 Pero Arzáns tenía sido grande: la Historia sola contiene cerca de
un espíritu tan perfeccionista como lo había un millón de palabras,
y tanto papel fue nece-
tenido Antonio de León Pinelo en la centuria
que Arzáns no puede menos de encarecer
sario
precedente, pues esperaba sólo un documento el precio de cada pliego al comenzar a 31
escribir.
más, la demarcación de las provincias de Mo- Su relato va de 1545 a 1735
y abarca toda la
jos Entre tanto, para satisfacer el deseo de
.
Primera Parte en 10 libros largos
cuatro prominentes personajes de Lima, trascri- y lo más de
la Segunda Parte hasta el capítulo 16 inclusive
be un fragmento de aquella obra en el primer del libro III.
capítulo de la Segunda Parte de la Historia 28
. Diego heredó todos los manuscritos de su
El más insigne
y erudito” de los cuatro, cuyo padre, pero la responsabilidad de continuar la
nombre no da, había elogiado grandemente los Historia fue ciertamente muy grande para él. Su
dos trabajos que Arzáns va escribiendo, en la padre menciona a Diego sólo una vez, con esa
introducción a un volumen intitulado Gobierno
indulgencia que los padres suelen mostrar por
aristocrático
y monárquico del Perú según sus sus hijos. Describiendo una fiesta en
1725 el
naturales, y le había pedido que adelante
en un historiador observa: "Don Diego, mi hijo de
resumen la parte geográfica de la "Nueva juveniledad [tenía entonces 25 años], quiso
y
general población del Perú”. 29 Arzáns admite entreverarse en tan lucida compañía como tan
que él no es un cosmógrafo ni ha recorrido inclinado a la milicia,
y que en cuanto a la des-
todo lo largo y lo ancho del Nuevo Mundo, treza de la espada a mí me hace ventaja, pues
aunque ha consultado escrupulosamente las yo no tengo más de naturalista
y él naturaleza
autoridades, y espera que su resumen sea útil. 32
y arte”.
Asiente, pues, al pedido porque suceder
puede Pero como escritor Diego no estaba a la altu-
que de hoy a mañana corte la mortal guadaña ra de su padre. El mismo confiesa que en su
el hilo de nuestros escritos”
y "bueno será que- trabajo se encontrarán muchas faltas: "no niego
den memorias en una
y otra introducción”. La las muchas que se hallarán en mis escritos, a
masa de datos geográficos traídos a cuento can- que añado con decir que ni los rudimentos de
sará a los más de los lectores, pero Arzáns por la gramática aprendí por haberme criado con la
lo menos hacer ver claramente que sus trabajos aplicación a la vara de medir [más] que a los
eran bien y favorablemente conocidos por
gente estudios”. Sin embargo, le gustaba leer historia,
importante de la corte vicerreal de Lima.
anhelaba hacer algo provechoso para su patria,
La muestra que da no es como para excitar
y así se determinó a continuar la obra de su
el gusto del lector para más,
pues se trata de padre a pesar de sus propias deficiencias. 33
una masa de denominaciones
y distancias geo- Las ideas de Diego sobre la naturaleza de la
gráficas. Sinembargo, a estar con la descripción historia serán analizadas después,
mas en gene-
que hace de este otro libro, su composición de- ral ellas coincidían
con las de su padre, aunque
bió exigir
un gran trabajo, ya que contenía cifras su desempeño es decididamente inferior. Escri-
de producción de plata
y otros datos sobre Po- tos apenas ocho capítulos (capítulos 17-24, li-
tosí, pero por desgracia el
manuscrito se ha bro III, Segunda Parte) el relato desemboca en
perdido. Ortega
y Velasco, autor del Informe noticias misceláneas y cuentos baladíes sobre
sobre la Historia, ubicó diligentemente en
Poto- seres hermafroditas, gigantes, gatos bicéfalos,

y entregó al corregidor Ventura de Santelices mujeres que dan a luz serpientes
y otras mons-
y Venero, en abril 5, 1761, un manuscrito inti- truosidades. Cuando el manuscrito termina por
tulado "Descripción topográfica de esta Impe-
fin abruptamente con una oración inconclusa,
rial Villa, de su rico Cerro, de su Ribera
y lagu- el lector siente alivio más bien que deseo de
nas con un mapa, pero este trabajo no parece
,
leer más.
ser el libro perdido de Arzáns. 30
Qué hizo Diego desde 1737, año en que el
2 6. Ibid., 242.
II, único ejemplar conocido de la Segunda Parte
27. Ibid., III, 113.
28. Ibid., III, 113-118. se interrumpe intempestivamente, hasta su muer-
29. Ibid., III, 113. Sobre el nombre del autor te en 1755, e s un misterio. Sabemos que
de esta obra, fue
vease tota., III, 113, nota 2. Arzáns puede
referirse a Alonso
de a eva P° nce de León (? -1754) que proyectó casado tres veces, probablemente debió soste-
,írl! una y
gran Historia eclesiástica del Perú" según Medina, ner a su madre anciana hasta que ella murió
Im-
Pjj r!ta en 314 - 338 Véase también Vargas Ugarte,
.

Adiciones al Diccionario de Mendiburu. en abril 27, 1741, de más de 80 años. Diego


30. El virrey informaba al rey en marzo
2, 1759, que en el nuscrito de anónimo y
siguiente correo enviaba el trabajo (Archivo de 1759 es se intitula "Descripción e
Indias, historia geográfica del terreno
Charcas 435 ). Una segunda parte quedó evidentemente y lugares comarcanos de
en Potosí .

Potosí y Ortega y Velasco informó al virrey que la


enviaba 31. Historia, II, 445.
a Lima (Archivo de Indias, Lima 644). Este manuscrito
32. Ibid., III, 182.
puede ser el que hoy se encuentra en la Biblioteca de Palacio
33. Ibid., III, 400.
(Madrid), colección Ayala, tomo VI, f. 335-335 v Este ma-
.
34. Chacón, Documentos, p. 2.

xlvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

blico? Quizá su adición hizo estremecer en sus


dice que había comenzado otro libro suyo inti-
romanos tumbas a tantos esqueletos potosinos, que deci-
tulado "Sol en el Perú. Entrada de los
donde el dió copiar solamente la primera parte de su
y árabes en las Indias Occidentales ,

innumerables mal- trabajo. Sea como fuere, quienquiera que copiase


lector "verá por extenso las
la Segunda Parte después del folio 152 no se
dades que se cometen contra estos indios [. •]> •

naturales, el mi- molestó en numerar los folios, y, al final, fue


la tiranía que se usa con esos
quedarse con su trabajo, tan descuidado que saltó un folio o más para
rarlos como brutos, el
que se les compra hacer un alto abrupto y definitivo en el folio
el no pagarles justamente lo
36
de mantenimientos, y lo más, darles como
dicen I73- . . ,

los corregidores en sus reparti- Quizá Diego no tuvo ya ni tiempo ni tuerzas


gato por liebre
para escribir además de ganarse el pan. No in-
mentos, siendo ésta una de las mayores
tira-

35 Presumiblemente Diego siguió también forma claramente cuál era su ocupación, pero
nías”.
la referencia a su "aplicación a la vara de
me-
las huellas de su padre en esta
otra obra, y no la
dir” indicaría que era dependiente en alguna
terminó. El perfeccionismo, o por lo menos
la

publicar los libros tienda de comercio de Potosí. Todo lo que aho-


incapacidad de completar y
ra sabemos es que la vida de Diego se hizo tan
comenzados, parece que era una característica
difícil y estrecha que se vio en la necesidad de
de familia.
empeñar el manuscrito de la Historia por unos
¿Se sintió Diego descorazonado ante la
al

continuar la masiva pocos pesos.


37
Esto, sin embargo, puede haber
parecer insuperable tarea de
vecinos salvado el libro de una destrucción irremedia-
labor de su padre? ¿Sintió temor por los
culpas quedaban regis- ble, gracias a un eclesiástico incógnito que pres-
de Potosí cuyas faltas y
esa consagración casi faná- tó dinero a Diego con la prenda del manuscrito
tradas? ¿Le faltaba
conservó intacto hasta que la averiguación
tica que se requiere para llevar a termino feliz y lo
en du- oficial abrió trámite cuya consecuencia final
el
una gran empresa? ¿O trabajó secreto
viviendo, y fue el envío del manuscrito de la "Historia de
rante" el cuarto de siglo que siguió
línea al manuscrito que su la Villa Imperial de Potosí” a España.
añadió línea tras
padre había guardado tan celosamente del pú- 36. Ibid., III, 435, notas 5 y 6.
Véase el Informe de Ortega y Velasco, supra p. xxxvn.
37.
35. Historia, III, 434.

xlviii
II

LAS FUENTES DE LA HISTORIA

i, Generales; 2. capitán Pedro Méndez; don Antonio de Acosta;


3, 4, el poeta Juan Sobrino; 5, Bar-
tolomé de Dueñas; 6, Juan Pasquier; las Guerras civiles; materiales
7, 8, manuscritos misceláneos;
9, fuentes impresas; 10, fuentes que Arzáns no usó; 11, experiencias personales
y tradiciones populares;
12, ¡Caveat lector!

I. FUENTES GENERALES los potosinos, si así lo querían, tuvieran las

M
mismas oportunidades que de otraslos vasallos
UCHOS historiadores tratan de expli- partes del imperio hispánico: "los colonos de
car en sus introducciones por qué
América española leyeron y gustaron en aque-
escriben, cuáles son sus ideas sobre
llas centurias de las obras de los ingenios más
la historia
y cuál es la naturaleza celebrados de todos los tiempos, en idénticas
de los materiales
usados en su obra. Arzáns ediciones que en la península hispana,
continúa esta tradición consagrada y mu-
y da a sus chas veces en el propio idioma en que los auto-
lectores una cantidad extraordinaria de infor-
mación sobre
res volcaron sus inquietudes”. 3 si a veces Y
con los que cons-
los materiales
uno tiene la impresión de que Arzáns trata de
truye su Historia. Más de 40 autores ya habían
despertar la admiración del lector con la diver-
escrito sobre los "varios casos, grandezas
y otras sidad de referencias al saber antiguo
particularidades de esta Villa”, explica, inclu- y moder-
no, sagrado profano, nadie que penetre aun
y
yendo 14 cronistas del Perú, todos los cuales él
superficialmente en la Historia dejará de con-
ha consultado además de "varias relaciones,
cluir en que su autor contó con un generoso
noticias, archivos y otros papeles manuscritos
manantial de información acopiada de varias
que ha diligenciado mi curiosidad”. 1 Adicional-
2. fuentes.
mente, como verá el lector por sí mismo, Arzáns
Arzáns fue capaz de tomar de todos estos
cita párrafos de un vasto acervo de libros im-
escritos "lo cierto
presos sobre las Indias, desde la temprana y averiguado”, pero él con-
templa su propia tarea como algo grandioso:
Crónica del Perú de Pedro Cieza de León
"sacar a luz el compendio historial de la Villa
( 553 ) y libros ya clásicos como los de Diego
1
Imperial de Potosí, sus incomparables riquezas,
Fernández, Bartolomé de las Casas, el inca Gar-
sus guerras civiles
cilaso de la Vega, Antonio de Herrera,
y casos memorables”. La
Juan abundancia de material de consulta que tuvo no
de Torquemada y Antonio de la Calancha, has-
deja de consolarle al mismo tiempo que reco-
ta publicaciones aparecidas mientras él escribía
noce sus propias deficiencias
su obra en el primer tercio del siglo xviii. La y que contempla
la inmensidad
Bibliografía y complejidad de la empresa
en el tomo III de esta edición hercúlea que se ha propuesto como un hijo leal
demostrara ampliamente que él debió de tener
de la Villa Imperial. Aun así se pregunta pas-
en casa una buena biblioteca propia o debió
mado: ¿Qué pluma, qué imaginación, qué en-
de tener acceso a otras bibliotecas privadas o
tendimiento, qué sutileza podrá explicar cum-
eclesiásticas en Potosí. Algunos de los vecinos
plidamente la gran riqueza que se ha sacado
más ilustrados de la Villa Imperial parece que y
se saca hoy del Cerro de Potosí; la máquina de
leían extensamente, según se ve por los docu-
millones de plata que ha dado de quintos a sus
mentos no muy abundantes a mano, 2
y a pesar católicos monarcas; las grandezas de su nom-
de las diversas leyes restrictivas es probable que
brada Villa; la caridad
x. Historia, I, prólogo.
y liberalidad de sus
Leonard Pérez de Montalbán; Ovando-Sanz, Dos bibliote- moradores; la fe
y veneración que tienen al
cas coloniales de Potosí; Torre Revello, La biblioteca que culto divino; y asimismo los piadosos castigos
poseía en Potosí don Pedro de Altolaguirre;
Vázquez Ma- (pues siempre lo son) de la mano de Dios que
rineado, La biblioteca de Pedro Domingo Murillo.
Como ejemplo del material legendario que flota sobre la vida ha experimentado por sus culpas, ocasionados,
de Arzáns puede mencionarse esta supuesta descripción
de si más de la riqueza de sus habitadores
Diego a propósito de su padre: "Tenía predilección por la y sobra
ectura sana e instructiva, particularmente para la
historia, de corporales bienes, también efectos del domi-
la cosmografía y la latinidad. En sus estantes se encontraban
todos los clásicos de la antigüedad griega nio riguroso de sus estrellas a que el libre albe-
romana,
y así
como los más notables escritores de habla castellana [. . .]”, drío pudieran oponerse?”. 4
Vignale, Historiadores y cronistas de la Villa Imperial,
3. Torre Revello, La biblioteca que
125. Esta afirmación dice estar basada en un documento poseía en Potosí don
P- Pedro de Altolaguirre
de propiedad del Sr. Luis Subieta Sagárnaga en Potosí. p. 153.
4. Historia, I, prólogo.

xlix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

en descubrir cuadrada que, según se decía, se mostraba direc-


El lector de la Historia no tarda
documentos escri- tamente sobre el Cerro cada vez que Potosí
que Arzáns no se limita a los cuando
estaba en auge. Esto pudo ser en 1558
7

tos: también introduce en su trama, como se


había desaparecido del Cerro, la
experiencia personal la nubecilla
verá luego, mucho de su lastimosamente
producción de plata había caído
y mucho
de la tradición oral que siempre ha
anales de durante 18 meses y los afligidos potosinos "cla-
sido un elemento característico de los
maban al cielo, representábanle las necesidades
Potosí.
Potosí que padecerían, suspiraban y hacían otros ex-
El historiador que hoy se enfrenta a 8
tremos pidiendo plata Mendez, escéptico so-
dispone de una acumulación documental aún
.

9
bre este fenómeno, "pasó muy mozo” a
Potosí,
más grande que Arzans, y los editores ilustran
texto y el principalmente para ver la nubecilla. Decepcio-
este hecho mediante sus notas al
nado, dice: "No me pareció como lo había
visto
apéndice sobre "Fuentes inéditas para la histo-
pintado, pues era más un celaje (que acaso
se
ria de Potosí”. Después aparecerán
todavía más
mañana no veía algunas tardes) que nube como se decía
documentos y los investigadores de
Cerro Ar-
que ordinariamente coronaba al .

solamente se sentirán casi aplastados por la me-


záns cita a Méndez a propósito de los altos pre-
ra cantidad de materia prima a mano para
su
11
y como testigo
de los
podrán extraer cios de Potosí en 1565,
estudio sino que posiblemente
disturbios de los mercaderes de Potosí en 1569
más sustancia de los documentos que los histo-
como los desechos mi- contra el corregidor llamado general ven da- A
riadores precedentes, así
ño”.
12
Si calculamos que Méndez tenía unos 15
nerales que quedaron después de la primera y contaría
ma- años cuando llegó a Potosí hacia 1560,
febril explotación de Potosí dieron todavía guerra
rendimiento gracias a las nuevas técnicas con unos 77 en 1622, cuando comenzó la
yor Arzáns
civil de vicuñas y vascongados; y
como
de beneficio. Nuevos mirajes se desarrollarán, 13
afirma que murió en 1631, pudo alcanzar la
asimismo, al paso que el conocimiento sobre
avanzada edad de 86 años. Esto no puede
sor-
Potosí y su lugar en la historia del mundo se rigores
prender pues parece que a pesar de los
comprende mejor, mas o menos de la misma de altura en
del clima de Potosí a 4 000 metros
manera que hoy se extraen otros metales que Monte
>

Blanco,
los Andes, mayor que la del
no fueron conocidos o apreciados por los mi- potosinos gozaron
"rey de los Alpes”, no pocos
neros de la Colonia. No obstante, hoy mismo patriarcas
estudio de la de existencias tan largas como los
la documentación existente para el menciona
descritos en la Biblia. Luis Capoche
historia de la Villa Imperial de Potosí es tan
un minero de 120 años que era capaz de trepar
impresionante en tamaño y significación como 14
Re-
a la cumbre del Cerro de vez en cuando.
la plata que se sacó del Cerro desde 1545
-

que propia mujer de Arzáns murió de


cuérdese la
15 documentación oficial
más de 80 años, la
2. EL CAPITÁN PEDRO MÉNDEZ y
que resis-
de Potosí registra a muchos mineros
exacta largamente el frío, la altura, y las arduas
tieron
Aunque Arzáns no declara la fecha
parece condiciones de vida de la Villa Imperial.
en que el capitán Méndez llegó a Potosí,
Antonio de Acosta, el historiador más antiguo
claro que fue el primer historiador que llegó. pues
después de Méndez, conocio a este bien
Era nieto de aquella atrayente figura renacentis- por medio
0 fueron contemporáneos en Potosí
ta y erasmista Diego Méndez, que
fue criado
como "de gallarda disposi-
de don Cristóbal Colón” nació en la Españo-
y
siglo, y lo describe
movimientos,
ción, buena estatura, de briosos
la. Con su estilo despreocupado Arzáns cuenta
engran-
de Diego con el gobernador Ni- afable, generoso, bien criado, de bien
los conflictos partes
decidos pensamientos, en todas buenas
colás de Ovando, y que había tenido un
hijo
en
doña Ana de Quindos extremado, de grandes facecias, admirable
natural llamado Juan en vivo
discreción natural, de un ingenio cabal, y
antes de salir de España. Este hijo llegó a
ser
levantado y gran hombre de a caballo por extre-
un vecino rico respetado de la Española y
y varios
tuvo dos hijos legítimos uno de los cuales
fue mo”. 16 Méndez peleó como capitán en
fron-
Pedro Méndez.
6 encuentros con los indios bárbaros en la
el cronista
de Tomina, luego tuvo la mala suerte
tera
Los conquistadores españoles y sus descen- y
que
todo de caer en desgracia con tres personajes
dientes iban y venían incansablemente por Más
el imperio al —
menos en aquellos primeros y
seguida
escribieron calumnias contra él al virrey.

explosivos años de la conquista y en 7. Ibid., I, 110.


Ibid., 109.
encontramos a Pedro Mendez en México donde
8. I,

9. Ibid., II, 23.

vio un documento sobre Potosí enviado


de Li- 10. Ibid., I, no.
11. Ibid., I, 127.
ma, el cual excitó su curiosidad pues incluía
136.
12. Ibid., I,

un dibujo de Potosí y hablaba de la nubecilla 13. Ibid., II, 22.


14. Capoche, Relación, p. 105.
15. Chacón, Documentos, p.
7-8.
5. Almoina, La biblioteca erasmista de Diego Méndez.
16. Historia, II, 23.
6. Historia, II, 23.

1
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
aún, "un cierto escritor de los sucesos de Poto- la agudeza de sus dichos
y otros chistes en
sí” escribió también al virrey "echando juicios menosprecio de aquellos capitanes y soldados
o maquinando razones de estado forjadas en su del campo”. 23
malicia propia”. 17 En 1627 el historiador fue Toda la Villa lamentó que la "Historia de
llevado preso a Lima donde tuvo un destino Potosí” del bravo capitán Méndez no llegara a
adverso. "No le fueron admitidos sus descargos publicarse, y nadie lo lamentó más que Arzáns,
ni prueba de que era mentira cuanto le impu- quien relata con satisfacción la muerte desdi-
taban, ni bastaron los ruegos de toda la Villa chada y prematura de los tres enemigos de
para que se mirase y atendiese a su inocencia, Méndez y explica la larga noticia que da sobre
porque los cargos eran terribles, pues habían la vida de Méndez en esta forma: "Heme dete-
informado a su excelencia diciendo haber es- nido y me detendré algo más en dar noticia
crito contra su persona muchas indecencias de este ilustre cronista, que lo deseaba y que
y
notas de su gobierno,
y lo mismo contra la real viniera la ocasión a las manos de declarar a
audiencia de La Plata,
y que en las guerras los curiosos que deseaban saber quién es este
de los vicuñas había sido contra las reales justi- capitán Méndez tan citado, quién es este autor
cias capitaneando escuadrones
y, que en dichas tan repetido, para pagarle con esta memoria
guerras se había hecho cronista, escribiendo 24
y las muchas noticias que me ha dado”.
aprobando lo malo por bueno en sus escritos, ¿Fue el capitán Méndez la primera, por lo
alabando los vicios de los malos menos cronológicamente, de las ficciones crea-
y vituperando
las virtudes de los buenos”. 18 das por la imaginación de nuestro historiador?
La "Historia de Potosí” del capitán Méndez, Como dice Gunnar Mendoza: "La más antigua
que abarcaba el lapso 1545-1626, fue llevada de las crónicas potosinas en que Arzáns dice
junto con el autor a Lima. Fue examinada por apoyarse es obviamente la del capitán Pedro
personas "doctas y religiosas, Méndez que ya actuaba en Potosí en 1564.
y en toda ella no
hallaron ninguna cosa impura sino solamente Esto querría decir que Méndez fue actor o testigo
la verdad con que escribía los memorables suce- directo de cuanto relata desde ese año (por lo
sos de Potosí”. Rápidamente se sacaron dos menos) hasta la guerra de vicuñas y vasconga-
copias, y Méndez llevó el original consigo a dos en que también participó. Siendo eso así
Lima. Parece que allí fue sobreseído en general, ¿cómo pudo incurrir en inexactitudes tan graves
pero no se le permitió regresar a Potosí como como las que acusa la Historia sobre épocas y
había pedido. Importunado para publicar su nombres de gobernadores de Potosí que pasaron
libro, no quiso hacerlo
y murió en Lima cuatro bajo su vista? En estos capítulos la Historia
años después en 1631. 19 no sólo presenta en el gobierno de Potosí a
Arzáns aprecia en mucho a Méndez personas que no lo tuvieron realmente (por lo
y su
historia. Lo llama "gran investigador de las menos en las circunstancias y tiempos que se
grandezas de Potosí”, 20 cita frecuentemente su dice), sino que no da cuenta de otros que tuvie-
libro, y, glosando la obra de Méndez hace
que ron realmente a su cargo dicho gobierno y pro-
el lectoraprecie cuán ansioso de la verdad en la tagonizaron sucesos importantes”. 25
historia era el propio Arzáns: "Ella es, sobre Méndez pudo incurrir en estos errores por
lo muy elocuente
y entretenida, muy verídica simple incapacidad para recordar todos los de-
porque he comprobado muchas de sus cláusulas talles de una historia tan complicada en un
con archivos, libros
y privilegios tan escondi- lapso de más de medio siglo, pues se nos mues-
dos que no se le puede sospechar de cosa en tra más bien como un hombre de acción que
contrario de lo sucedido que diga ni argüir de im- como un solitario estudioso. ¿O es que la "His-
portuna”. 21 Méndez acompañaba en su "His- toria de Potosí” del capitán Méndez fue la
toria” noticias sobre precios de dagas, sombre-
primera en una larga serie de invenciones de
ros y ropa, que Arzáns se siente como obligado
Arzáns, que conjuraba ante la asombrada mira-
a explicar
y disculpar: "Menudencia parece ésta da de sus lectores a una infinidad de historia-
para historia tan grave; pero si la historia es dores en su apoyo, y cuya imaginación fue
maestra de la vida humana, hasta estas poqueda- suficientemente fértil como para urdir varias
des ha de sufrir para que se vea a lo que llega crónicas y dar animadas biografías de sus pre-
la codicia de los mercaderes”. 22 Méndez
tiene suntos autores ? Siendo así, Arzáns cumplió una
otra faceta indudablemente más grata al litera- doble hazaña, y además se precavió astutamente
rioArzáns pues al relatar unos disturbios de contra cargos de inexactitud si los futuros histo-
1570 Arzáns dice que Méndez "lo celebra con riadores,como el Dr. Mendoza, lo encontrasen
incurso en una infinidad de errores grandes
17. Ibid., II, 22. y
18. Ibid., II, 22. pequeños.
19. Ibid., II, 22.
20. Ibid., I, 168.
23. Ibid., I, 140.
21. Ibid., II, 22.
24. Ibid., II, 23.
22. Ibid., I, 127. 25. En carta al autor de este trabajo.

li
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
29
3. DON ANTONIO DE ACOSTA registrada en los libros reales. Si Acosta tenía
20 años cuando llegó a Potosí en 1579» era un
No es sorprendente que el autor más frecuen- patriarca de 97 cuando hacía estos cálculos
temente citado por Arzáns sea don Antonio de en 1657.
Acosta, "un noble lusitano que escribía en su Por qué y cuándo comenzó el "noble portu-
idioma’’, porque los portugueses, mineros — gués” su Historia de Potosí es algo que Arzáns
mercaderes, eclesiásticos, funcionarios y foras- no aclara, aunque asegura que la historia fue
teros —
aparecen en Potosí, como en otras par- impresa en el idioma portugués en Lisboa, sin
tes del imperio hispánico, desde sus primeros indicar el año, y que después fue traducida al
días,
26
empeñados no solamente en cumplir em- español por el andaluz don Juan Pasquier que
presas lucrativas sino también escribiendo pro- murió sin completar su labor de poner al día

lijas descripciones de lo que veían en el Nuevo la Historia de Acosta.

Mundo. A comienzos del siglo xvii un portu- Arzáns en su prólogo describe al trabajo de
gués compuso una corta pero valiosa relación Acosta como "harto limitado” y restringido
del Perú y la remitió al general del estado de principalmente a las tres "destrucciones” de Po-
Holanda. 27 El autor había residido 15 años en tosí:"el derramamiento de sangre en aquellas
Lima y había visitado otras partes del Perú memorables guerras de los vicuñas, la inunda-
incluso Potosí. Dice que en el asiento minero ción de la laguna de Caricari y la rebaja en la
había 4,000 vecinos españoles y más de 40,000 moneda que hizo el presidente don Francisco
30
indios de trabajo que vivían en chozas de paja de Nestares Marín”. No obstante esta limita-
en las afueras de la ciudad. El ambiente del ción, Arzáns considera al portugués como un
turbulento centro argentífero le admiró, como a "verdadero historiador”, juzga su historia como
31
casi todos los forasteros: "Pululaban en la Villa "muy acreditada y agradable”. La frecuencia

los bravos, jugadores de profesión y demás gen- con que Arzáns cita a Acosta y el respeto que

te maleante”. Mas también añade con verdadero demuestra por él muestran que lo aprecia como
espíritu potosino: "Aquí están las mejores má- una fuente discreta y fidedigna. Con todo, no
quinas y artificios que en el mundo se han lo sigue ciegamente, pues en un caso no acepta
hecho”. cierta fecha del historiador portugués porque
Arzáns cita a Acosta como "testigo de vista” el propio Arzáns había establecido la fecha
32
de muchos sucesos, cuya experiencia en Potosí correcta "buscando ciertos papeles”.
fue aún más larga que la del capitán Méndez, Estudiando las fuentes de Arzáns nos infor-
pero sobre su vida no dice apenas más fuera de mamos también sobre las ideas de Arzáns con
que fue "portugués de nación”. Hacía apenas respecto a la historia. Así dice que el poeta
cuatro días que Acosta había llegado a la Villa Juan Sobrino escribió su historia de otra mane-
Imperial cuando la triste nueva de la muerte ra que los otros historiadores, "pues él como
del rey don Sebastián en África llegó también poeta pudo y quiso "contar o cantar” la cosa no
allí.El rey murió en 1578. VIII. 4, de suerte como fue sino como debía ser”, mas el capitán
que Acosta debió de ingresar en Potosí entrado Méndez y Acosta escribieron las suyas "no como
el año 1579. Como leal portugués hace "una debía ser sino como fue, sin añadir ni quitar a
lastimosa exclamación declarando las virtudes, la verdad cosa alguna”. Y Arzáns cierra este pe-
sumo valor y miserable ruina de este desgracia- queño discurso sobre la naturaleza de la historia
do rey; y callando su muerte concluye con sólo con uno de esos floreos clásicos a los que era
decir que de envidia Marte consiguió el
el fiero tan inclinado: "Y esto no es cosa nueva, que
no tener opositor en el mundo, pero que a su a fe que no fue tan piadoso Eneas como Virgilio
28
tiempo volvería”. La última cita de este autor lo pinta, ni tan prudente Ulises como le escribe
se refiere a la producción de plata, pues Acosta, Homero”. 33
como casi todos los autores que escribieron Acosta teje su relato con materiales diferen-
34
sobre Potosí, no resistió a la tentación de calcu- tes. Especula sobre el nombre de Potosí, enca-
lar cuánta plata se había sacado del Cerro. rece las grandes fortunas que ganaban los pul-
Pareciera que Acosta consultó los libros de 63. La última vez que Acosta es citado como
29. Ibid., I,

cuentas de los oficiales reales y estableció una fuente para el relato de los hechos de un año
determinado
es en 1650, ibid., II, 127.
cifra de 3,020 millones de pesos para el período capitulo 1 del libro VIH
30. Ibid., prólogo. Al comienzo del
ambos ma-
1545-1657, sin que esta enorme suma incluya de la Primera parte hay esta nota marginal en
Las tres
nuscritos: "Acosta, Historia de. Potosí intitulada
la plata beneficiada clandestinamente y no
destrucciones de la Villa Imperial de Potosí, desde
el capi-

tulo 5 del libro hasta el capítulo 52”. En los Anales


V
solo
26. Véase, del autor de este trabajo, The Portuguese iti Arzáns anota lo siguiente: "Don Antonio de Acosta,
de estas guerras, ocupó la segunda parte de su. Historia,
Spanish America. Balhvian
27. Riva-Agiiero, Descripción anónima del Perú. Un análisis
que son poco menos de 400 hojas de a cuartilla ,

boliviano, p. 348-
reciente de esta descripción en Fred Bronner, Hispanic Amer- y Roxas, Archivo
ican Histórica! Review, XXXIX
(1959); P- 653-655. El 31. Historia, I, 109.
texto completo de este documento fue publicado pop primera 32. Ibid., I, 125.
33. Ibid., I, 205.
vez por Lewin, Descripción del virreinato del Perú.
34. Ibid., I, 27.
28. Historia, I, 178.

lii
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
35
peros, detalla el descubrimiento de algunas trario Luisde Merlo una fiera estocada, y fue
piedras preciosas de gran tamaño, 38 tan poderosa que atropellándole la rodela entró
y describe
tan vividamente los terribles huracanes que a por las entrañas, y pasándole el cuerpo salió
veces azotaban la Villa, que uno cree escuchar lapunta más de una cuarta a tiempo que Pedro
el silbido del viento barriendo las estrechas de Melim defendiéndose de su contrario lle-
y
retorcidas callejas, y cree ver volando por los gó de espaldas a juntarse con las de Merlo, que
aires con la violencia del viento las mercancías no se las hizo buenas, y como estaba desnudo
que vendían las indias en la plaza. 37 Acosta como todos se le metió aquella punta por los
registra el hallazgo de un extraño esqueleto con riñones, y así cayeron muertos entrambos pren-
dientes tan grandes como huevos de paloma en didos en la espada de Tamayo”. 43
las excavaciones para la iglesia de Santo Do- Uno puede pensar también en la posibilidad
mingo, 38 y calcula que si se amontonase la plata de que Arzáns se mostrase afecto al capitán
extraída del Cerro formaría otro cerro de la Méndez y al portugués Acosta porque ambos
misma altura. 39 Describe en forma meticulosa introducían dichos populares en sus historias,
y exuberante las frecuentes y costosas fiestas que como esta cantiña que nació en Potosí:
los potosinos celebraban con todo motivo,
y a
cada paso Arzáns nos remite a Acosta para ma- "Si Potosí se os acaba,
yor información. 40 acudid luego a Andacava;
Como el conocimiento de Acosta se remonta si os faltare Potosí
hasta los primeros años de Potosí, su descrip- ahí teneís a Tollosí;
ción de los primeros y febriles días del asiento si Potosí se acabare
minero es especialmente valiosa. Los españoles comenzará Carecare”. 44
levantaron una ciudad a toda prisa, "pues (co-
mo dice Acosta) cada cual hizo su casa con
La piedad y
el interés de Acosta por la vida
tanta prisa que careciendo de la forma hubie-
religiosa de Potosí son grandes y reflejan fiel-
ron de quedar sin calles por donde pasar;
y así mente el espíritu de la época, que ha sido ca-
en espacio de 18 meses se hicieron más de 2,500
racterizada como "un siglo piadoso”. Ofrece
casas para más de 14,000 personas que entre
muchos relatos de milagros, demonios y catás-
españoles e indios había”. 41 Parece también que
trofes sucedidas en la ciudad por los pecados
Acosta sustentaba como Arzáns la teoría de que
de sus habitantes, así como ejemplos de gran
la historiadebe estar llena de relatos pintores-
caridad y de falta de caridad. 45 Acosta conoció
cos;con cierto orgullo cuenta cómo el andaluz
personalmente a un potosino tan santo que des-
Gaspar Martínez resistió a las tentaciones de
pués de su muerte fue venerado como tal; 20
una mujer lasciva y se convirtió en uno de los
años después de su entierro en 1625, asegura
monjes más piadosos de la piadosa Villa Impe-
42 Acosta como testigo de vista cuando se abrió
rial,
y cómo ciertos potosinos riñeron tonta-
su sepulcro, "estaba entero
mente desnudos en un de invierno. A
frío día y tratable, despi-
diendo de sí una fragancia admirable; efectos
creer a Arzáns, cuyo relato se inspira en Acos-
ta, estos bravos salieron a la liza "unos
de la gloria que gozaba y goza de su alma”. 46
y otros Arzáns sigue a Acosta en la práctica de disi-
desnudos de la cinta arriba con espadas
y rode- mular los nombres de
las, que entonces aún era sobrante el frío para eclesiásticos en ciertas cir-
cunstancias que pudieran deshonrarlos,
matarlos, y es prueba bastante de la locura de y brinda
aquellos hombres ponerse a pelear desnudos.
un gran número de edificantes historias religio-

Pero ellos experimentaron que lo que no hizo


sas de las cuales ésta es un ejemplo típico:
"Tiene esta Imperial Villa otro tesoro más
el frío hicieron los aceros, pues habiendo pe-
apreciabie que el de sus minas, el cual es una
leado todos valerosamente (si hay valor donde
milagrosa imagen de Cristo crucificado que se
sobra la locura) más de dos horas quedaron
venera en la iglesia de San Francisco, la cual sin
muertos 13 hombres de una y otra parte”. Como
saber quién fue su artífice, de dónde vino ni
ejemplo de la cruenta fruición con que tales
quién la trajo, fue hallado dentro de un cajón
encuentros se cuentan en la Historia de Arzáns,
véase este episodio representativo de otros in-
de cedro a las puertas de dicha iglesia, cuyas
maravillas, favoreciendo a los vecinos
numerables comprendidos en el libro: "Fue y mora-
muy notable en esta batalla la fortaleza del dores de esta Villa y en particular a los indios,

brazo de Diego Tamayo, el cual tiró a su con- escribiré en otra parte”. 47


Acosta, por cierto, dedica mucho espacio a
sus connacionales portugueses
35. Ibid., II, 35. y da muchas no-
36. Ibid., I, 392-393. ticias sobre su participación en la vida
de la
37. Ibid., I, 5, 134.
38. Ibid., I, 42. Ibid.,
43. I, 77.
39- Ibid., I, 65. Ibid.,
44. I, 128.
40. Ibid., II, 38. Ibid.,
45. II, 31-34.
41. Ibid., I, 42. 46. Ibid., I, 407.
42. Ibid., II, 24. 47. Ibid., I, 71.
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Villa Imperial: cómo pelearon junto a los crio- fuentes principales de la Historia en una forma

contra los vascongados,


48
cómo hubo un tal que o bien manejó realmente todos esos es-
llos
49
médico portugués en Potosí, cuán espléndido critoso había trazado ya mentalmente y con
fue el corregidor general Pereira y cuán rico fue toda exactitud la maniobra de prefabricar sus
52
50 fuentes para mixtificar a sus lectores.
Antonio Alonso de la Rocha Meneses. Fácil-

mente se ve que Acosta conservó siempre su


orgullo de portugués, y al mismo tiempo, como 4. EL POETA JUAN SOBRINO
leal hijo de Potosí, ensalzó la grandeza de la
ViUa. Arzáns no menciona en su prólogo a Juan
Ahora bien: ¿vivió realmente en Potosí este Sobrino como una de sus fuentes principales,
"noble portugués”, siendo así, escribió real- pero es claro que el poeta fue uno de sus auto-
y,
mente esa que se imprimió en Lisboa?
historia res favoritos. Es digno de atención el hecho de

Ningún ejemplar de la Historia de Acosta se ha que ninguno de los cuatro historiadores mencio-
encontrado a pesar de los largos esfuerzos y nados en el prólogo —
Méndez, Acosta, Dueñas
hábiles investigaciones de mis amigos bibliográ- y Pasquier —
han sido localizados en documen-
ficos de Portugal, y el silencio de las biblio- tos coetáneos, mientras un “alférez Juan Sobri-

grafías actuales es tan completo sobre Acosta no” aparece varias veces en los documentos de
la guerra civil de vicuñas y vascongados que
que debe plantearse la pregunta de si realmente
estalló en 162 2.
53
Allí Sobrino figura como uno
existió esa detallada relación de la Villa Impe-
rial. Su nombre no aparece en ninguna lista
de los jefes menores de los vicuñas, y en 1623
conocida de extranjeros en Potosí, y nadie más fue acusado de ser uno de los de la pandilla que
corregidor don Felipe Man-
después de Arzáns ha mencionado la obra. No
51 forzaron la casa del

obstante, Arzáns la cita tan frecuente y confia- rique, mataron a seis hombres e hirieron a otros

damente que casi parece probable que Acosta tantos, y prendieron fuego a la casa del repre-
54
sentante del rey antes de escapar ilesos. Ar-
realmente escribió un libro que o no se publicó
záns afirma que el "historiador poeta participó
nunca o se publicó en una edición tan corta que
ni un solo ejemplar ha sobrevivido hasta nues-
activamente en la lucha, escribió algunos epi-

tros días. A falta de un solo ejemplar manus-


sodios de este terrible pasaje de la historia de la

crito o impreso del libro de Acosta, la Historia


Villa Imperial mas sólo había completado cinco
55
de Arzáns es nuestra única fuente de informa- libroscuando murió en 1649.
ción sobre él. Tampoco puede excluirse del todo Sobrino dejó inconclusa la composición "en
la posibilidad de que Arzáns haya jugado a sus que iba escribiendo en octavas los memorables
colegas historiadores una broma pesada urdien- sucesos de Potosí”. La obra fue dejada "en bo-
rradores” a su hijo Marcos, el cual también '

do persona y el libro en portugués de Acosta


la
ejercitó la poética ciencia y escribió en adelante
como un simple engendro de imaginación.
Si Arzáns es el verdadero autor del material
algunos sucesos particulares, aunque anduvo re-
que tan cuidadosamente describe como proce- miso en sacar en limpio lo que su padre trabajó
con tanta curiosidad”. Arzáns cita el poema a
56
dente de la pluma de Acosta y otros historia-
dores, el engaño debió planearse mucho antes.
menudo, siempre se refiere a él como una obra
Cuando completaba sus Anales en 1702 a los elegante”, y es obvio que sentía afición por este
soldado que a la vez fue un hombre de letras.
25 años, Arzáns menciona a Acosta y otras
Arzáns lo toma en serio invariablemente, cita
48. lbid., I, 279. líneas de sus versos
57 —
"salieron una noche, en
49. lbid., I, 353. la cual alumbrándoles la luna (como dice el
50. lbid., I, II, 247.
176;
51. Sobre el tema de los extranjeros véase Wolff, Z«r Gesch- poeta Juan Sobrino en una de sus octavas que
ichte der Auslander im Spanischen Amerika. comienza diciendo 'La luna llena se mostraba
Tampoco aparece el nombre de Acosta entre los muchos mi-
neros cuidadosamente registrados en la Relación de Capoche
en 1585. En 1578. IV. 28 se envió a Venezuela una real cédula
a Géldrez’)” —
y afirma que
también fue autor
de una pieza teatral intitulada "Prosperidad y
ordenando la expulsión de ciertos portugueses y uno de los
nombrados era un "Antonio de Acosta Acosta Saignes,
,
ruina de los ingas del Perú” que se representó
Historia de los portugueses en Venezuela, p. 38. Es posible en 1641 como parte de una de las innumerables
que este Acosta expulsado de Venezuela fuese a dar a Po-
tosí, donde, como se recordará, el historiador Acosta llegó fiestas a que los potosinos eran tan dados. Des-
a fines de 1578 o comienzos de 1579. pués de tres días de corridas de toros "hízose
Tengo una especial deuda de gratitud para con la Fundación
Calouste Gulbenkian, cuyo subsidio hizo posible que pudie- una rica y vistosa máscara de caballeros y otra
se investigar en las bibliotecas portuguesas en el verano
de
en competencia los famosos mineros; represen-
1960, y para con los siguientes colegas por las averiguacio-
nes que hicieron para mi en Portugal: Manuel Santos Este- táronse cuatro comedias, siendo la última de
vens, Pierre Hourcade, Manuel Lopes de Almeida y
Luis
Silvéira.Torquato de Sousa Soares y Luis Ferrand de Al-
meida cooperaron en la búsqueda publicando mi nota Um 52. Ballivián y Roxas, Archivo boliviano, p. 348.
Mendoza, Guerra civil,Nos. 1, 8, 15, 46, 68, 87.
mistério bibliográfico: A Historia de Potosí de Antonio 53.
Entre 54. lbid., No. 56.
de Acosta”, Revista portuguesa de historia, VIII, 5-10.
forma 55. Historia, II, 122.
los colegas fuera de Portugal que colaboraron en una
122.
u otra debo agradecer la ayuda de José López de Toro en 56. lbid., II,
57. lbid., I, 324.
Madrid y de J. J. Woltjer en La Haya.

liv
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
ellas nueva y muy digna de representarse en los a Dueñas, aunque lo cita frecuentemente
y lo
mejores teatros del mundo”. Esta fue por cierto incluye entre las fuentes principales menciona-
la obra de "nuestro poeta historiador”,
y Arzáns das en el prólogo, presentándolo como "perua-
describe su contenido minuciosamente antes de no” aunque en los Anales se dice que es "caste-
concluir:"Fue muy aplaudida esta comedia tan- llano viejo”. 62 Dueñas era secretario del general
to por lo nuevo de ella cuanto por los verda- Velarde, corregidor de Potosí, en 1651 cuando
deros e inauditos sucesos que en ella represen- el presidente Francisco de Nestares Marín lo
taron. Para los indios fue de mucho sentimiento apresó porque el cronista había escrito al pro-
levantando grandes alaridos conforme se decla- tector del presidente en España, don Diego
raban”. 58 Arce Reinoso, informándole sobre el daño que
Aunque
está lejos de haberse demostrado que Nestares Marín había hecho en Potosí. El pre-
el alférez
Juan Sobrino” fue el poeta que escri- sidente fueun funcionario irascible y podero-
bió las elegantes octavas, no puede sorprender- que no se contentó con apresar a Dueñas sino
so,
nos que la poesía floreciese en Potosí aun en el que embargó todos sus bienes incluyendo sus
período tumultuoso de la fiera lucha entre vicu- escritos históricos. La amonestación que Arce
ñas y vascongados. Diego Mejía recuerda con Reinoso hizo a Nestares Marín no alteró a este
placer en su Primera parte del parnaso antartico en sus procedimientos imperiosos; de hecho se
de obras amatorias (Sevilla, 1608) los felices mostró aún más drástico. "Por esto ni se acabó
aunque pobres años que a comienzos del si- de perfeccionar ni se trató de darlos a la im-
glo xvii pasó "en esta Imperial Villa con mi prenta, que cierto se perdió una obra elegante,
familia, como en seguro puerto, esperando pa- según los borradores o traslado de ellos que
sase el rigor de este airado invierno,
y donde tuve en mi poder, de donde saqué lo más con-
con quietud he gozado de los bienes del enten- veniente para poner en esta Historia” Dueñas
dimiento, sobre quien no tiene la fortuna domi- pudo finalmente escapar a Quito con ayuda de
nio ni imperio alguno. He desenvuelto muchos su antiguo empleador el general Velarde,
y así
autores latinos, y he frecuentado los umbrales hace mutis de la Historia y no se sabe nada más
del templo de las sagradas musas”. 59 El poeta de él.
Duarte Fernández, portugués por su origen pero
nacido en Sevilla, pasó de Lima a Potosí hacia 6. JUAN PASQUIER
el mismo tiempo. 60 Mas, a estar con Marcelino

Menéndez Pelayo, "quien verdaderamente enri- Otra figura borrosa en la galería de historia-
queció aquel Cerro con venas de poesía más dores de Potosí fue don Juan Pasquier, quien,
preciosas que la plata de sus entrañas, fue el según se recordó atrás, a estar con Arzáns, era
sevillano Luis de Ribera, uno de tantos excelen- "andaluz”, tradujo la historia de don Antonio
tes y olvidados ingenios de nuestro siglo de de Acosta al español, y la completó con el re-
oro, el cual en 1612.III.1 firmaba en Potosí la lato de los sucesos posteriores. 63 Esto confunde
dedicatoria de sus Sagradas poesías a su herma- un poco, pues según las citas de Arzáns Acosta
na doña Constanza María de Ribera 'libro
— escribió por lo menos hasta 1657 64
y Pasquier
precioso y de lo mejor que se ha escrito en su desaparece del escenario súbitamente en 1658
línea’, dice con razón don Bartolomé después de terminar el capítulo 30 del libro II
J. Gallar-
do. Ribera es castizo
'
de su famosa historia, y aunque comenzó este
y elegante poeta; su dic-
ción y estilo saben más al siglo xvi que al xvii; autor el libro III, estorbó la muerte su prosecu-
sus versos tienen el sabor dulce ción, que le sobrevino de un corrimiento en el
y suave de los
del maestro León costado, conque quedó imperfecta la obra”. 65
y la lozanía de los de Herrera
y demás de la escuela sevillana. El gusto del Arzáns dice también que Pasquier riñó al lado
autor es muy de su hijo criollo en 1649, 66
severo y clásico; nada de oropel y parece que había
ni argentería: oro macizo”. 61 tenido una buena educación pues deplora las
Juan Sobrino, pues, si en verdad vivió en malas maneras y acciones de algunos españoles
aquellos inquietos años del primer tercio del que llegaban a Potosí a enriquecerse a cualquier
siglo xvii, siguió una tradición literaria costa.
rica
aun para la Villa Imperial. Arzáns considera que Pasquier escribió con
gran elegancia y toma de él uno de los episo-
dios más bravos de la Historia. Este es el relato
5. BARTOLOMÉ DE DUEÑAS
de las dos bellas y nobles doncellas, doña Ana

Arzans no consagra tanta atención y doña Eustaquia, que vestidas de hombre deam-
ni espacio
bulaban de noche por las calles de Potosí pe-
58. Ibid., II, 87. 62. Las referencias a Dueñas en este párrafo son: Historia
j^'* Va "'^®*ler0 ^ieg° Mexía de Fernangil, poeta sevillano;
A?

I, prologo; II, 136.
Medina, Biblioteca hispanoamericana II, 88-91.
63. Ibid., I, prólogo.
60. Menéndez y Pelayo, Historia de la poesía hispanoameri- 64. Ibid., I, 63.
cana, II, 273.
65. Ibid., II, 182.
61. Ibid., II, 273-274.
66. Ibid., II, 120.

Iv
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

leando fieramente con los valentones y derro- a la Virgen su mujer e hijos fueron a su capi-
lla y a sus puertas decían llorando mil ternezas,
tándolos. Arzáns no deja de darse cuenta de que
de pidiendo por la vida del difunto.
este relato necesita alguna prueba, y antes
iniciar la narración recuerda que Pasquier no "Fueron tales las veras con que lo hicieron
solamente fue "testigo ocular de las audaces y que aun antes de acabar su oración fueron sabe-
casi increíblemente valerosas hazañas de doña dores de cómo Juan Mamani estaba en el ran-

Ana y doña Eustaquia, sino que él mismo, Ar- cho vivo y sano. Fueron allá, adonde mucha
vene- gente estaba admirando el prodigio, y dando
záns, supo de esas hazañas por otros tres
gracias a Dios y a su santísima madre le besa-
rables ancianos que hoy viven y las conocieron
67
de vista y comunicación”. Por fin las doncellas ban la señal de la herida, porque el buen indio
decía que la madre de Dios de la capilla le ha-
son descubiertas deciden entrar en un conven-
y
de un bía pegado la cabeza.En esto era ya de día, y
to, pero doña Ana muere antes cayendo
en Lima, así acudieron multitud de españoles e indios a la
caballo durante una corrida de toros y
noticia: todos lo miraban y tocaban, besándole
doña Eustaquia muere poco después de un ata-
que al corazón. Arzáns conoció estos detalles una señal que para testimonio del milagro le
había quedado en el círculo del cuello, delgada
por el sirviente negro de las doncellas, quien
los comunicó a don Diego Melgarejo, y
éste a como una hebra de seda nácar. Todos lloraban de
alegría viendo lo que merecía un pobre indio
su turno los transmitió a nuestro historiador.
Tanto encarece Arzáns la verdad del episodio devoto de la madre de Dios a quien daban las
casi obtiene el efecto contrario, de mane- debidas gracias por tal beneficio. El favorecido
que
ra que corona sus encarecimientos diciendo Juan Mamani con su mujer e hijos se mostraron
que ha visto retratos de las dos doncellas en la muy agradecidos, pues sirvieron a esta soberana
señora con mayores veras hasta el fin de sus
villa de Chayanta, gracias a un don Juan de
Itu-
68 70
días”.
laín que las conoció y las pintó.
Arzáns suele llamar a Pasquier autor más Fuera de incluir en su traducción y adición de
moderno” aunque ciertamente no fue más mo- Acosta muchos ejemplos de una providencia mi-
lagrosa, ejemplos que Arzáns cita con reveren-
derno que Acosta o las otras fuentes principales,
Nuestro cia y unción, no parece que la contribución de
si las cifras dadas arriba son correctas.

historiador declara que siendo muchacho cono- Pasquier fuese especial. Arzáns se refiere a él

ció al hijo menor de Pasquier, Pedro, que reco- siempre con alabanza y parece apreciarlo tanto
71
vida después de ahogarse que todavía lo cita en 1734, pero frecuente-
bró milagrosamente la
mientras nadaba. Cuando su cuerpo había esta- mente sus citas de Pasquier no son únicas sino
do bajo el agua media hora fue sacado y (¡cosa que están entre otras varias referencias sobre un
maravillosa!) lo hallaron sacaron vivo y sin
y
mismo suceso. Por qué se sintió Pasquier obli-
gado a traducir a Acosta del portugués al espa-
lesión ninguna”. Pasquier da un ejemplo aún
69

más notable del poder de la santa imagen de ñol es algo que no se dice.

Jerusalén”. Vale la pena trascribir literalmente


la historia de modo que el lector pueda
apreciar 7. LAS GUERRAS CIVILES
el estilode Arzáns en la narración de los rela-
tos milagrosos que se encuentran en muchos ca- Arzáns consagra al relato de las lamentables
pítulos de su obra. "En unos ranchos que
esta- guerras de vicuñas y vascongados más espacio
ban abajo de aquel donde era venerada esta que a cualquier otro suceso en la Historia, pues
santa imagen (que después se llamó de Jeru- casi todo el libro VII de la Primera parte se
salén) vivía Juan Mamani, indio ladino, muy refiere a este triste sangriento episodio que
y
72
devoto de esta soberana señora; el cual habien- afligió a Potosí de 1622 a 1625. Las cruelda-
do reñido con otros indios y pasando el dis- des recíprocamente infligidas por ambos bandos
gusto muy adelante tuvieron modo para llevarlo excedieron a las guerras civiles de Roma, Fran-

al Arenal (que dista de allí un cuarto


de legua) cia y Granada, según Arzáns, pues era una lu-

adonde aquellos crueles enemigos derribándolo cha a muerte: "no había padres para hijos ni

en degollaron dividiéndole la cabeza


el suelo, lo hijos para padres, no había parentesco ni amis-
del cuerpo. Trajéronlo así a su rancho, y vién- tad, todo fue crueldad, falta de razón, de ley, de
dolo su mujer e hijos, clamaron a la madre de caridad y de temor de Dios y de la justicia
Dios de Jerusalén (de quien todos eran muy real.”
73
Es una historia llena de rasgos horripi-
devotos) diciéndole que cómo había permitido lantes, muestras frecuentes de sadismo, amén de
aquella desgracia, siendo su marido quien le algún arrojo. Un historiador boliviano ha expli-
festejaba con toda su pobreza. Esto sucedió
a cado sagazmente la significación universal de
deshora de la noche, y no cesando de clamar
70. Ibid., II, 147-
71. Ibid., III, 365. .

Puede verse el comienzo del conflicto


72. Ibid., I, 321-402.
67. Ibid., II, 149.
en el libro VI.
68. Ibid., II, 149-154-
73. Ibid., I, 321.
69. Ibid., II, 146-147-

Ivi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
este conflicto: "Bien considerada esta lucha in- "son los que murieron españoles de varias na-
testina tiene la significaciónde todo un trance ciones y peruanos 3,332,
y los mestizos, indios,
crítico de la Colonia en el Alto Perú, a través mulatos y negros, 2,435. Asimismo los que
del cual puédense palpar en su entraña temas perecieron en los caminos y pueblos del contor-
fundamentales y característicos de aquella etapa no de esta Villa fueron por todos 685. Los he-
decisiva en nuestra historia, y, aún más, temas ridos en general que escaparon con vida 3,728.
que acaso superviven hoy. Los robos en esta Villa y sus contornos 2,172,
La localización del conflicto en un pueblo
y las casas que se abrasaron en rigor de las lla-
como Potosí; el esquema distributivo de los ban- mas en los dichos tres años pasaron de 200”. 76
dos según el principio regional tan propio del El río de sangre cesaba de vez en cuando
genio ibero y tan presente en la empresa india- aun en estos años pues los potosinos no podían
na desde sus inicios así como en la evolución pos- vivir sin fiestas. En 1622 los preparativos béli-
terior de nuestro pueblo; la participación activa cos se suspendieron todo el tiempo necesario
de los grupos sociales coetáneos típicos: de raza para conmemorar la muerte de Felipe III, 77
y
españoles, criollos, mestizos, indios, negros, en 1624.VI.20 iniciaron varias semanas de cos-
extranjeros —
de trabajo , mineros, agriculto- — tosas celebraciones por la canonización de San
res, mercaderes, artesanos, eclesiásticos, magis- Ignacio de Loyola. 78 No se reparó en gastos y
trados, militares, intelectuales, aventureros
clase y casta —
burócratas, hacendados, mitayos,
— ,
de Arzáns cuenta con fruición cuán grandioso fue
todo, citando una Relación impresa en Sevilla. 79
esclavos, soldados —
ciertos sugestivos rasgos de
; Durante 14 días hubo infinidad de misas y
insurgencia juvenil; la conmoción que suscita sermones en que se gastaron 40 quintales de
en toda la estructura gubernativa, del virrey cera, después de lo cual las calles de Potosí
para abajo; su trascendencia intelectual; su con- se decoraron fastuosamente y en todas partes se
tenido patético: bastarían estos elementos para veían cuadros notables que Arzáns describe en
sugerir la riqueza históricamente reveladora del forma minuciosa como en el ejemplo de "Apo-
episodio. lo con su cítara en las manos y las nueve
"Potosí hace entonces las veces de un for- musas sentadas en ricas sillas. Todas estas her-
midable centrifugador donde a impulsos del mosas ninfas estaban con instrumentos músicos
violento giro bélico queda documentalmente
en las manos, y en unas tarjas que a sus pies
condensada la substancia del sistema colonial estaban iban escritos sus nombres con letras de
indiano”. 73a
oro, y en verso se declaraban los regocijos en
La guerra atrae a los historiadores, que cada una preside. Sus nombres eran Terp-
y las
guerras civiles no son una excepción a esta Polimnia,
sícore, Euterpe, Urania, Calíope,
regla. Arzáns afirma que ocho obras impresas
Clío, Melpómene, Talía y Erato. Dejo de es-
y otras cinco manuscritas tuvo a mano para pecificar lagran hermosura de sus rostros, la
extraer de ellas "lo más conveniente
y menos riqueza y variedad de sus vestidos
y la multi-
escandaloso de estas guerras para la brevedad tud de preciosísimas piedras y perlas con que
y decencia de esta Historia adonde se verá la se veían adornadas sus cabezas, cuellos
y
verdad de todo .‘ 4 Además de estas historias manos”. 80
formales, Arzáns hace citas textuales de muchas
Los piadosos potosinos fueron y vinieron en
cartas y otras fuentes documentales, especial-
procesiones por las calles ricamente adornadas
mente las relaciones de diversos jefes que qui- durante dos semanas, descansaron dos días,
sieron explicar 75 y
y justificar sus acciones, co- y luego iniciaron otros 14 días de "regocijos de
munica al lector la impresión de que escribía plaza”, que incluyeron "toros, comedias, saraos,
rodeado de toda clase de documentos sobre
sortija, máscaras, justas
y torneos”.
aquellos años infortunados en la historia de la
Futuras investigaciones documentales mos-
Villa Imperial. Los sucesos se relatan con tre-
trarán si fue realmente posible todo este dis-
mendo detalle, muchas veces
hora exac- se da la pendio de dinero y energía en una comunidad
ta de ellos, y, en el clímax del conflicto, en
que por dos años venía costeando una guerra
febrero de 1624, se registran los hechos día por
fratricida, y acaso se demuestre que Arzáns in-
día. Un informe estadístico de bajas
y daños se trodujo esta pausa de regocijo
da al fin de cada año; y paz como una
y al concluir el año 1624 estratagema literaria para dar a sus lectores tre-
Arzáns da un resumen del trienio 1622-1624:
gua en que iba contando.
el terrible relato
73a. Mendoza, Guerra civil, p. 13. Pero guerra recomenzó cruelmente con la
la
74. Historia, I, 322.
75 "Testamento de Géldrez”, ibid., I, 327; "Palabras de
-
muerte de un sacerdote y de un niño, aunque
Juan Suárez ibid., I, 331-332; "Original de una carta que
, el término del conflicto estaba ya a la vista.
tengo en mi poder, escrita de mano propia por el capitán
Oyanume al contador don Sebastián de Guaycolea", ibid.,
76. Historia, I, 399.
I; 337 "Carta a los vicuñas del general don Felipe Man-
;
77. Ibid., I, 346-347.
rique ibid., 376; "Respuesta de los vicuñas al general
,
don 78. Ibid., I, 389-392.
Felipe Manrique", ibid., 377; "Razones del general don
Fran- 79. Ibid., I, 389.
cisco Castillo”, ibid., I, 387-388. 80. Ibid., I, 391.
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

lucha cesó en 1625 al cabo de parte como de la otra estuvieron muy acorda-
Finalmente la

largas e intrincadas negociaciones diplomáticas. dos y concertados años atrás para hacer unos
85
La paz fue acordada por los contendientes mismos desatinos”. Cree que los pecados de
los potosinos y las estrellas contrarias tuvieron
en la iglesia de los franciscanos y fue sellada
—como en el caso de las guerras europeas alguna parte y aprueba al capitán Méndez cuan-
con una boda: "se determinó que doña Eufe- do dice que "era cosa de notar ver venir a
mia Castillo, hija única (y singular en hermo- Potosí hombres humildes y ángeles en su con-
dición, y la plata los ensoberbecía y tornaba
sura) de don Francisco Castillo [capitán de
los vicuñas], se le diesepor esposa (con más en demonios según sus atrocidades”. Los histo-
riadores actuales enfatizarán las razones econó-
600,000 pesos de dote) a Pedro de Óyanume,
familiares y provinciales del
hijo del capitán Francisco de Oyanume [jefe
micas, políticas,
86
conflicto, mas allí estuvo presente en todo ins-
de los vascongados], que así se hizo con de-
mostraciones de alegría en toda la Villa
81
.
tante el ansia universal y avasallador de rique-
zas, ansia que había alcanzado proporciones
¿Cómo aprovecha Arzáns la gran variedad
explosivas en el ambiente febril de Potosí. Ar-
de fuentes que menciona tan minuciosamente?
No lo sabemos, una vez que ninguno de los záns menciona también con aprobación al jesuí-
historiadores nombrados por Arzáns son cono- ta Alonso de Ovalle, historiador de Chile, quien

cidos, y ni siquiera se sabe que hayan existido. consideraba que el propio Cerro tenía un efecto

El Dr. Mendoza ha demostrado, en sus notas


mágico sobre los potosinos: "los que viven en
al texto del libro VII de la Historia, que Arzáns
la Villa de Potosí y se crían junto a aquel pro-
digioso Cerro de la plata tienen unos ánimos tan
confundió y alteró los nombres de muchos ac-
del drama en la misma forma que lo intrépidos y levantados, como se ha experimen-
tores
había hecho en los libros anteriores.
82
Puede tado en las inquietudes y revoluciones que allí
87
decirse, sin embargo, que no tiene preferencia ha habido”. De todas las obras impresas y
por ninguno de los adversarios en perjuicio del manuscritas que Arzáns cita sobre el conflicto,
ésta de Ovalle es la única hoy conocida.
otro y mantiene así la objetividad del verda-
dero historiador. Consecuentemente, critica a La opinión de Ovalle sobre el origen de los
una de sus fuentes, el agustino Juan de Medi- males de Potosí no parece descaminada. Desde
comienzo la Villa había atraído a los espa-
na, que se parcializó en favor de los vascon- el

gados, siendo también vascongado aunque


él ñoles y extranjeros más atrevidos, inescrupulo-

pretendió ocultatrlo. Medina, explica Arzáns, sos y sedientos de riquezas, lo cual está bien

no fue bien recibido por sus colegas de orden documentado. Si bien el padre José de Acosta
en Potosí por "la nota de contrario y apasio- alaba y admira lo seguro que era el camino de
88
la
la plata de Potosí a la costa del Pacífico,
nado en sus escritos” y tuvo que terminar su
83 vida en la Villa Imperial fue ardua y sobre-
obra en 580 folios en Chuquisaca.
Otros historiadores que Arzáns cita para las saltada desde el comienzo. Un robo sensacional
89
guerras civiles son ya conocidos Acosta,
los ocurrió en 1561, un informe de 1564 señala
"perjudicial presencia de muchos extranjeros
Dueñas y Méndez; dos obras en verso, por Pe- la
en provincia, griegos, italianos, corzos, fran-
dro de Guilléstegui y Juan Sobrino, y Arzáns la
90
alemanes y portugueses”, en 1578 al-
hace citas copiosas del último; dos escritas por ceses,
gunos eclesiásticos conspiraron con otros para
frailes, el dominico Francisco Jaramillo y el 91
matar al gobernador de Tucumán, en 1580
franciscano Marcos de Guadalajara y Javier; 9
Juan Fernández intentó un levantamiento,
"
y
el doctor José Velázquez, del colegio de San
Cristóbal de La Plata; y una obra de un sacer-
85. Historia, I, 322.
dote cuyo nombre se ignora. Ninguno de estos 86. Mendoza, Guerra civil, p. 12; Crespo, La guerra entre

trabajos en los cuales dice Arzáns que se apoya vicuñas y vascongados, p. 141.
87. Historia, I, 323.
se conoce hoy, hecho que explica la caracteriza- 88. Acosta, Historia moral, lib. VI,
cap. 41, dice: es cosa Y
estas manadas
ción de Mendoza para la bibliografía de estas que muchas veces me admiré de ver que iban
de carneros [llamas] con 1,000 y 2,000 barras, y
mucho mas,
guerras civiles como "abigarrada, paradójica, que son más de 300,000 ducados, sin otra
guarda ni reparo
carneros y
llena de peripecias y se diría que presidida por más que unos pocos indios para sólo guiar los
84 cargarlos, cuando mucho, algún español; y todas las no-
y,
un hado fatal de frustración”. ches dormían en medio del campo, sin
más recato que el
guarda, lamas
El único aspecto de la guerra civil que Ar- dicho. en tan largo camino y con tan poca
Y
faltaba cosa entre tanta plata: tan
grande es la seguridad
záns analiza como historiador es el eterno pro- con que se camina en el Perú”.
1561.X.20,
blema de toda guerra: ¿quién o qué la causó? 89 Carta del oidor Juan de Matienzo al rey,
Audiencia de Charcas, I, 56. Véase también
lbid.,
Levillier,
Rechaza la acusación de que los vascongados 2
majestad, La Plata,
fueron los responsables y sostiene que todos 9 Carta del obispo de Charcas a su
No. io.
1564.X. 25, Archivo de Indias, Charcas i35>
hicieron disparates iguales, y que así los de una 91. Levillier, Audiencia de Charcas,
I, 486-488, 496-4? 7-

92 Capítulo de carta del virrey


Toledo a la audiencia de
81. lbid., I, 399- Fernández que quiso
Charcas sobre la causa contra Juan
318-402, passim. Archivo Na-
amotinarse en Potosí, Los Reyes, 1580.V 1.8,
82. lbid., I,

83. lbid., 322.


I,
cional de Bolivia (Sucre), Audiencia
de Charcas, Correspon-
84. Mendoza, Guerra civil, p. 21.

Iviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
la guerra entre bandos de naciones comenzó su "hondo poder de evocación”, admite que una
en 1581. En 1585 hubo un motín de mestizos, 0 3 '

considerable parte del relato de Arzáns coin-


y había allí tal número de vagabundos que el cide con los manuscritos del Archivo de
Indias,
rey instruía frecuentemente a las autoridades
y que a veces "refiere con exactitud detalles
a despacharlos, con discreción
y astucia, a con- como la avaricia
quistas y exploraciones. 04 Las guerras civiles y la ambición del corregidor
Manrique, que eran ciertas, o reproduce literal-
hicieron acudir gente de todas partes, dice Ar-
mente la copla amenazadora que apareció pe-
záns, puesto que cada bando llamó a
amigos gada en las esquinas de la plaza
y dedicada a
y parientes desde los sitios más apartados, 95 y, la intención del cuitado
dada la índole de los potosinos, las guerras
oidor Muñoz de Cué-
100
llar”. La investigación posterior probará sin
civiles no fueron cosa de extrañar. Don Diego duda que muchas de las afirmaciones de Arzáns
Muñoz de Cuéllar, el oidor comisionado por la sobre uno de los períodos más turbulentos
audiencia de La Plata para averiguar del
y castigar pasado de Potosí son erróneas, o sólo parcial-
los excesos en uno de los momentos
más crí- mente correctas; pero también concluirán en
ticos, dijouna vez: Confieso que no conozco que Arzáns nos ha dado un cuadro esencial-
seishombres [en Potosí] de quien poder hacer
mente cierto sobre la anarquía social que ca-
segura confianza”;
y otra: "no hay en ella [la racterizó los años 1623-1625 en
Villa] quien tenga sano el ánimo”. 96
la Villa Im-
perial.
Por fortuna para los estudiosos de estas gue-
rras civiles,hay a mano dos obras excelentes
8. FUENTES MANUSCRITAS MISCELÁNEAS
de investigadores bolivianos que ayudan a com-
prender lo que sucedió
y a examinar la veraci- Arzáns desea evidentemente que se le consi-
dad del relato de Arzáns. Gunnar Mendoza ha
dere como un historiador consagrado
sido mencionado atrás, 97 y devoto
y sus comentarios crí- de la verdad, pero no uno que trabaja como un
ticos están fundados sobre un análisis
una y profesional. Él no intentó explotar sistemática-
descripción sistemática —modelo de trabajo ar- mente los archivos de Potosí
chivístico —
de la documentación existente en y La Plata; los
manuscritos a que hace referencia en el curso
el Archivo Nacional de Bolivia
(Sucre). Alber- de la Historia llegaron aparentemente a
to Crespo R. ha escrito una narración sus
clara y manos por casualidad, o por lo menos sin un
sustanciosa de las guerras, apoyada en la rica
concertado esfuerzo de su parte. Sin embargo,
documentación existente en Sevilla. 98 En con-
podría compilarse una profusa lista de reales
junto estos dos volúmenes no solamente
son cédulas, relaciones, informes, poesías,
fuentes valiosas de información cuentas
y de ideas; ellos y otros materiales manuscritos que dispersa pró-
también muestran concluyentemente que el his-
digamente desde el comienzo al fin de su re-
toriador de los temas coloniales hispanoameri-
lato.Lo más que se puede presentar aquí son
canos debe usar tanto los recursos documen-
algunas muestras representativas de esos
tales de España como los del Nuevo ma-
Mundo teriales.
porque son recíprocamente complementarios.
Hemos mencionado la lista extensa de histo-
Crespo comenta con algún detalle obra de la rias inéditas
Arzáns, particularmente los Anales, y otros manuscritos relativos a las
y hace el guerras civiles. Las cédulas reales constituían
reparo de que depende demasiado de la tradi-
una parte tan importante en la vida de
ción oral. "Nadie como él ha contribuido Potosí
a que Arzáns las incluye desde luego, así
dar hechizo como
y prestigio al nombre de Potosí, provisiones vicerreales
pero también a desfigurar, muchas veces, y decisiones de la audien-
1
su cia. La historia religiosa, los
milagros, las vidas
verdadera crónica”. El relato de Arzáns es fan-
de santos y todo lo relativo a la iglesia tenía
tástico, novelístico, lleno de exageración. espe-
"Para cial interés para Arzáns, que hasta cita cartas
él los hechos no sucedían sencillamente;
detrás privadas de eclesiásticos."
de
En muchos pasajes
ellos estaba, si no el aliento divino, el im- se refiere a fuentes manuscritas:
pulso mágico” 09 "un cuaderno
Sin embargo, Crespo admira
manuscrito sobre la inundación de la laguna
dencia. Véase también Levillier, Audiencia 3
de
de Charcas II vi' Caricari ; Juan de Yepes, "Relación sobre las
Historia, libro V, cap. io, 12, 13.
93. Información, confesiones guerras contra los indios infieles en
y providencias tomadas en las provin-
Potosí sobre lo acaecido en el motín que ocasionaron los cias de Chichas y Porco”; 4 las "Noticias
mestizos de aquella población”. Archivo
de Indias, Patro- que
nato 191, No. 5. remitió Bartolomé Astete de Ulloa
94- Real cédula al virrey del Perú
al rey don
cas, Ventosilla, 1605.X.24.
y a la audiencia de Char- Felipe IV de la reedificación
de la Ribera”; 5
Archivo de Indias, Charcas 415 y
lio. II, t. i68 v -xÓ9. varios informes del procurador
Antonio Mar-
95. Historia, I, 336.
100. Ibid., p. 261.
96. Este incidente está tomado directamente de Mendoza
Guerra civil, p. 28. I08, I99 ’ 254 255;

n ’ 34 ’ 57 ' 59 ; ra > 4 72 -
97- Y^ase supra nota 73 a Mendoza da una cuidadosa
.
des- 2. Ibid., I,
cripción de las fuentes, Guerra civil, 376; III, 329, 374.
p. 13-21. 3. Ibid., II,
981 Crespo, La guerra entre vicuñas 1.
y vascongados 4. Ibid.,
99- Ibtd., p. 260.
I, 223.
5. Ibid., I, 64.

lix
historia de la villa IMPERIAL DE POTOSÍ

corte y al consejo de nuscritas informa sobre las normas del


uno se
tínez de Moreira a la
Con- 6
historiador según Arzáns. Así dice que no puede
Indias sobre las pretensiones de Potosí.
buenas narraciones constitu- entender por qué una "Relación de las guerras
vencido de que las
hace civiles” fue escrita anónimamente, siendo "doc-
yen una parte indispensable de la historia,
también a manuscritos como la anó- tamente escrita, clara, verdadera y desapasio-
referencia
y, además, con
anotaciones marginales
nima "Relación sobre el trágico hallazgo de un
nada”,
Cantumar- de un Gabriel Velázquez Rodero, "hombre de
precioso carbunclo en el paraje de 17
7 sobre nubecilla de Po- verdad”. Algunos vecinos de Potosí le lleva-
ca”; un "Testimonio la
ron "algunos libelos infamatorios y coplones
tosí”;
8
un "Testamento de un poderoso ava-
o
gruesos cargadores de demasidamente descompuestos contra el corre-
riento, mercader de los
gidor don Fernando de Torres Mesía, para
9
España”. infamia
información de Arzáns sobre ponerlos en mis escritos, como si tanta
A menudo la 18
más sucinta, otro le pudiera dar algún adorno .

sus fuentes no puede ser


cuyo nombre se ignora, que también
En nuestro estado actual de ignorancia rela-
escritor,
tiva sobre la historia de la Villa Imperial, na-
escribió en verso”;
10
"según afirma una relación
por die sabe cuáles de los manuscritos que tanto
antigua que hallé entre unos papeles, escrita
11
otros autores, con lo que menciona Arzáns existieron realmente. Alberto
García del Pilar h
"la relación
12 Crespo cree que Arzáns no tenía mayor interés
se reconoce en varios archivos”;
de aquel autor incógnito No en los documentos escritos y que se atuvo a la
manuscrita .

algo así como una tradición oral: "prefirió, en las noches frías y
parece sino que Arzáns tenía
donde alucinantes de la Villa, oir relatos antiguos de
varita mágica con la cual descubría por
documentos útiles para la Historia. Da mu- los viejos potosinos. No se acercó a recoger el
iba
dato fidedigno y exacto del papel inmutable,
chos datos sobre la plata oficialmente registra-
sino en la cambiante y huidiza memoria de
los
da, pero también sabe de la plata no
registrada
19
hombres”. Crespo opina así sobre los Anales
clandestinamente embarcada por Buenos Aires
y
que un en particular. Hasta dónde esto puede aplicarse
sin pagar los reales quintos; así sucedió
a la Historia es algo que depende de
las inves-
"Pedro Muñoz de Camargo, vecino de Santiago
tigaciones posteriores en la gran masa de docu-
de Cotagaita (pueblo puesto en el camino que fuen-
mentos existentes, y la descripción de las
va al Tucumán y Buenos Aires) curiosamente en
tes archivísticas sobre Potosí que se da^ el
fue notando las partidas de piñas que por allí
Apéndice sugeriría que ese momento esta toda-
pasaban, y afirma que numerados los marcos en
muy distante. Mas sea cual fuere la con-
espacio de ii2 años que pudo ajustar con
otros vía
a 8o millo- clusión final de esto, parece claro, a través
curiosos antiguos vecinos, llegaban
y que Arzáns quería
mi- de esta breve exposición,
nes de marcos, que a 7 pesos suman 560
Imperial han impresionar como un historiador que respeta
llones. Otros vecinos de esta Villa
14
los documentos los usa cada vez que puede.
ajustado mayor cantidad y en menos años ,
y
Tan abundantes eran sus fuentes que no pudo
agotarlas. Refiriéndose a las composiciones
poé- 9. FUENTES IMPRESAS
ticasque se produjeron con motivo de la muerte
Arzáns tenía en su biblioteca propia todos
del famoso Rocha, Arzáns dice "Estas décimas Si
materiales impresos que cita en la Historia,
hallé entre unos papeles de aquellos tiempos y
los
esa biblioteca debió de ser cuantiosa.
Dada su
no quise dejar de ponerlas, pareciéndome ser más de con-
asun- relativa pobreza, probablemente debió
cortas que otras que he dejado en varios
algunos de esos libros en las colecciones
por ser más largos”. A veces investiga pa-
15 sultar
tos,
erudi-
peles pero sin ningún propósito sistemático:
de amigos acomodados o de eclesiásticos
a los que hace tan
tos. Algunos de los libros
"advirtiendo con curiosidad el catalogo de los
Nues- secura referencia quizá no estuvieron nunca en
ajusticiados en los libros de la cofradía de
hasta sus manos, y el Dr. Mendoza señala
en las notas
tra Señora de Misericordia [desde 1672]
no al texto que Arzáns suele hacer citas de segunda
este año de 1702, en espacio de 3 0 años
prueba que Arzáns
pasan de 26 los que han pagado su delito en un mano. Aun así, la Historia
anhelaba mostrar a sus lectores que había usado
pueblo donde hay tan cuotidianas maldades .

A través de sus comentarios a las fuentes ma- muchas fuentes impresas conocidas, en particu-
lar para la primera media centuria
de su rela-
6. lbid., II, 196-197- to. Su dominio de esos materiales no fue
muy
294-295. materiales
extenso, y es muy posible que los
7. lbid., I,

8. lbid., I, 109-110.
impresos no fueron tanto una fuente de
infor-
9. lbid., II, 55-
10 lbid., I, 267. sobre el
mación de hechos como de influencia
.

II. lbid., I, 70.


12. lbid., I, 4i-
13- lbid., I, 327.
17. lbid., I, 312.
14. I bid., I, 64.
18. lbid., II, 402.
vascongados, „
. , , /Cl
p. 261.
.

15- lbid., II, 132.


19. Crespo, La guerra entre vicuñas y
16. lbid.. II, ,
4°9

Ix
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
concepto de la historia cómo debe
y sobre ser mentemente calificaba la casa
y capilla de los
escrita.
agustinos como las mejores de Potosí. 23 También
Es difícil, si no imposible, probar influencias exaltaba que los potosinos quemaban más cera
de este tipo, y aquí no haremos sino un trata- en sus iglesias en un mes que Europa en un
miento muy sumario del tema, ya que el valor año. Calancha tenía un tono definidamente ame-
literario de la Historia será analizado en otra ricanista y creía que los españoles no sólo mejo-
sección. Mas sí indicaremos ahora que Arzáns raban materialmente cuando llegaban al Nuevo
adopta con respecto a sus fuentes la misma acti- Mundo sino que también eran "más agudos
tud que uno de sus autores favoritos, el inca y
hábiles que en España. Reitera una
Garcilaso de la Vega, pues ambos gustaron de y otra vez
que la riqueza de Potosí ha determinado el
analizar las autoridades que citaban,
y esto da a curso de los acontecimientos en la madre patria.
sus obras un aire de solidez
y de sobriedad. La A las universidades en España van hoy más
Historia inserta además diversos documentos
y estudiantes, más imprimen, y "más don-
libros se
relaciones que, casi sin duda, eran imaginarios,
cellas se casan hoy en un año que entonces
como antes había hecho un autor citado por en cuarenta ,” 4
El espíritu criollo patriótico
Arzáns, mexicano Pedro Gutiérrez de Santa
el y
orgulloso es fácilmente discernible en muchos
Clara, cuya Historia de las guerras civiles del
de los capítulos de Calancha. Este espíritu crio-
Perú se apoya en ciertos "borradores” de un llo se advierte también en la obra
del escritor
Francisco Maldonado sobre el origen de esas
limeño del siglo xvm, Pedro de Peralta Bar-
guerras, y otros "borradores” del temible Fran- nuevo, a quien Arzáns pudo conocer personal-
ciscode Carvajal encontrados "entre su ropa”. mente y cuyos escritos menciona. Peralta expre-
Marcel Bataillon describe la "socarronería” de sa la vigorosa reacción de un escritor
nativo de
Gutiérrez de Santa Clara con palabras que hacen América contra el desdén manifestado por los
pensar en Arzáns: consiste en dar nombre, europeos, y Arzáns pudo alentar sus propios
apellido (y naturaleza muchas veces) a un sin- sentimientos en este respecto estimulado por la
fín de comparsas, camareros, botelleros, pajes, actitud de Peralta.
secretarios, criados, huéspedes de los personajes
La Coránica moralizada de Calancha rebosa
principales, haciendo, según se dijo de Balzac
también de digresiones moralizadoras, su
'competencia al estado’ [registro] 20 y
civil”. Sin autor no olvida que es un predicador; esas
pági-
embargo, la influencia más directa
y absorbente nas están llenas de procesiones religiosas, cuen-
que Arzáns recibió de sus fuentes impresas pare- tos edificantes de piedad
y penitencia, y si uno
ce ser la del agustino Antonio de
Calancha, la acepta su visión de la historia, Potosí era otro
el primer historiador importante nacido
en el tanto que la capital del virreinato, Lima,
vivien-
distrito de la audiencia de Charcas, cuya Coráni-
do en continua
fiesta [...], no hacían sino
ca moralizada del orden de San Agustín en el
tepicarcampanas y tirar cohetes. Cualquier su-
Perú, con sucesos ejemplares en esta monarquía ceso daba motivo para ruidosas ostentosas y
es frecuentemente citada en la Historia. ceremonias seculares
y de la iglesia, besamanos,
Calancha no sólo nació en la vecina La Plata, procesiones, desfiles, cabalgatas, comparsas, ilu-
pero fue predicador de su orden por varios años
minaciones y corridas de toros”. 25
en Potosí desde 1611 asimiló mucho del
y Los pobres indios, oprimidos por sus crueles
espíritu de la Villa Imperial. De Potosí dice amos españoles, también fueron compadecidos
que "es único en la opulencia, primero en la por Calancha, como lo fueron por Jerónimo
de
majestad, último fin de la codicia”. 21 Era un Oré y Buenaventura de Salinas Córdoba, fuen-
creyente en la astrología, como lo fue Arzáns, y
tes impresas,
r"-^, asimismo, uc
de Arzáns.
nuans. Calancha
^aiancna
r J •

y autor de esta hoy famosa descripción de Poto-


!

repetía dondequiera que gran baja


sí: Predominan en Potosí
Si: "Predominan Pnl-ncí los m
Inc signos
de TLibra
:i « — 1.1
blación
•' 1
- ,•
india era
A
atribuible
la
6 1
en d F
11 la

exclusivamente a
U
po-

y Venus, y así son los más que inclinan a los los malos tratamientos de los españoles con el
que allí habitan a ser codiciosos, amigos de
sistema de la mita 26
y otras sobrecargas, e in-
música y festines, y trabajadores
por adquirir cluía en su libro muchas anécdotas,
riquezas,
monstruos
y algo dados a gustos venéreos. Sus de la naturaleza, hechos sobrenaturales,
planetas son Júpiter y has-
y Mercurio: éste inclina a ta aseguraba solemnemente a sus lectores que
que sean sabios, prudentes e inteligentes en sus
comercios y contrataciones,
y por Júpiter mag- 23. Ibid., p. 749.
nánimos y de ánimos liberales”. 22 Compene- 24. Lohmann Villena y Benvenutto Murrieta en
Cronistas
de convento hacen una breve
trado del ambiente materialista de la Villa Im- y buena relación sobre Calan-
cha y lo comparan con sus contemporáneos.
Véanse en par-
perial, calculó ticular las paginas 11,
que su convento había recibido 43-5U 81-82. Para un bosquejo véase
Augusto Guzman, GUancha, el cronista de la
en donaciones 535,000 pesos hasta ricana
tierra ame-
1611, y vehe- Kollasuyo (La Paz, 1940), No.
,
19, p. 32-36.
25. Ri va- Agüero, Historia en el Perú,
20. Bataillon, Gutiérrez de Santa Clara, escritor mexicano, (p. 284-285). Otro
buen trabajo sobre Calancha, con muchas citas
p. 412-413. de su historia
21. Calancha, Cor onica moralizada Gabf e René Moreno "Fray Antonio de la
‘ '

cap. i.
-
Caí
, íandia”
22. 1 bid.y p. 747.
26. Riva-Agüero, Historia en el Perú,
p. 257.

lxi
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

que las palabras de Riva-Agüero sobre Calancha


en Barranca existía una "universidad de
los
pueden aplicarse con justicia a Arzáns: Y con
'

leían cátedras de artes dia-


hechiceros, se y
27 todo lo dicho, se engañaría grandemente quien
bólicas’’.
creyera a Calancha un cronista vulgar y desde-
¿No hace pensar todo esto en Bartolomé
ñable, mero narrador crédulo de milagros estu-
Arzáns de Orsúa y Vela y su Historia de
la
pendos, y cuando más compilador fatigoso, sin
Villa Imperial de Potosí
cuando talento ni juicio, de hechos heterogéneos e inse-
Esta impresión se fortalece aún más 31
peruano José guros?”.'
se lee el análisis que el historiador
Calancha
de la Riva-Agüero y Osma hace de IO. EXPERIENCIAS PERSONALES
de sucesos y
como un "incansable coleccionador
documentos”, cuya historia es una "verdadera Durante más de la mitad del largo período
de
miscelánea de todo género de especies, mons- en el cual Arzáns trabajó en la composición
hacinamiento en que los comentarios su Historia parece que estuvo atenido más a la
truoso
devo- que a fuentes manuscritas
teológicos y exegéticos, las disertaciones observación personal
o impresas. El Dr. Mendoza ha subrayado
Beda, San Isidro acer-
tas, lasglosas de Abulense, y
gongo- que de 1710 el
Baldo, andan revueltos con las agudezas tadamente el hecho de a partir
del
rinas, la geografía del Perú, sus antigüedades, historiador hace la crónica de los sucesos
32
narración de los como reportero de un diario.
las tradiciones de los Incas y la día, algo así el

hechos conventuales, en singular y abigarradí- Arzáns da entonces la impresión de que recorre


28
Aunque no es este el sitio
Potosí discutiendo las novedades con
toda clase
simo conjunto”.
opinión pú-
para analizar el estilo, una importante
caracte- de gente, tomando el pulso de la
breve- las vistas del
rística del de Calancha debe mencionarse blica y reflejando acaso fielmente
que incluye
mente: Su estilo cubre la tradicional y cansada pueblo sobre muchos de los sucesos

retórica de convento [. .] es además estilo .


en la parte de que va hasta 1736-
la Historia
la obra de Arzáns
hablado, a pesar de sus artificios, estilo de ser- Este interesante aspecto de
El valor literario
món, en que a menudo se advierten los movi- será analizado en la sección

mientos exhortatorios, el gradual y pedantesco de la Historia”.


desarrollo de los textos, el metódico relato
de Todoque debe decirse por el momento es
lo
la Hir-
milagros anécdotas ejemplares;
y
todos los com- que Arzáns muestra a lo largo de toda
sagrada colonial aprecio por la observación personal. Asi
ponentes de la oratoria .
toria su
El análisis de Calancha por Riva-Agüero
re-
advierte a menudo que sus fuentes usuales
vela muchos puntos de similaridad con la men- —Acosta, Méndez, Pasquier o Sobrino— ha-
ocurrían ciertos
talidad de Arzans. La prosa de Calancha
era bían estado presentes cuando
mezcla de opacidad e interés, en Recomienda y Acosta a Méndez como
una curiosa sucesos.
historiadores de
que atribuciones ridiculas de la interven-
las "testigos oculares y verdaderos 33
enérgicos grandezas de Potosí”.
ción divina eran seguidas de "vivos y los casos y antiguas
Acosta estuvo presente cuando la famosa
reven-
perfiles de frailes”. Riva-Agüero comenta agu-
damente el cuadro que Calancha da de la
reli-
tazón de la laguna de Caricari en 1626, y en
no sola-
gión en los días coloniales: "tan afeada por las 1630 cuando ocurrió un milagro; y
doctor don Pedro
supersticiones, tan henchida de milagros fre- mente conoció al santo
curas
cuentísimos y absurdos, tan preocupada de un0 de l° s l res
Francisco de [ ] • • •

exorcismos, tan compro- sino que se encontró en la


posesiones diabólicas y de la Matriz. . .

20 años después de su
metida por una devoción en exceso materialis- apertura de su tumba
entero y
ta, vulgar e indiscreta, por la
ñoñez de ciertas muerte para sacar su cuerpo "estaba
que se toca a veces despidiendo de una fragancia admi-
virtudes y prácticas piadosas, tratable, sí

con la barbarie aun hace pensar en el feti- rable”.


34
y
chismo. .
.
¡Cómo, después de leer esos juegos Aparentemente Arzáns no ahorro esfuerzos
muchos re-
malabarescos, esas miserables sutilezas verbales, para buscar documentos. Consultó
maciza, y para llegar a
se ansia la regularidad hasta fría y gistros sobre producción de plata
comprende en todos sentidos conclusiones tan exactas como fuese posible:
cómo se justifica
y
azogueros y
el movimiento literario y filosófico
del siglo
"libros reales, y también de los
razones de este
xvm !”:30 dueños de trapiches, cómputos y
35
Pero también toma a pecho medir
Ni un hálito del vigoroso viento de la ilus- propósito”.
no laguna de
tración se siente en la Historia de Arzáns, por sí mismo la profundidad de la
más que en la Coránica moralizada de Calan- Tarapaya, nada en sus peligrosas aguas y exa-
sobre
Sin embargo, ¿no será lícito concluir en expuso, discute
cha. gera los peligros a que se
31. Ibid., p. 231.
27. Lohmann Villena y Benvenutto Murrieta, Cronistas de
32. Historia, II, 197 -

convento, p. 95.
Perú, p. 223-224. 33. Ibid., I, 178.
28. Riva-Agüero, Historia en el
34. Ibid., I, 4 °7 -

29. Ibid., p. 227-228. 64.


35. Ibid., I,
30. Ibid., p. 238-243.

Ixii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

los asuntos europeos con visitantes extranjeros minas llegan a los umbrales de la muerte, sir-
y tiene amistad con "un cierto rico” que mante- viéndoles a cada uno de vela para morir aquella
nía "una infernal amistad con una mujer per- que traen en la mano para poder andar. Unas
dida .®° Creyente devoto,
y aun podría decirse veces se les apaga la luz y allí perecen; otras
que piadoso, no tiene reparo en mezclarse con se los traga la misma tierra donde pisan, por-
gente de toda clase mientras recolecta materia- que ignorantes de los huecos que debajo pasan,
les para la Historia. se abren y los sepultan; otras se hallan enterra-
Arzáns tuvo una experiencia terrible entrando dos de los sueltos que sobre ellos caen; otras
cierta vez en una mina del Cerro. La Historia se caen en aquellos pozos
y lagunas de mucha
se parece a un drama griego en que la acción se profundidad que hay allí dentro
y se ahogan.
sucede también fuera del escenario, Veréislos unas veces trepar por las sogas car-
y las noti-
cias de milagros, tragedias otros aconteci- gados del metal, sudando y trasudando, otras
y
mientos son traídas por mensajeros. Muy rara veces los veréis descender por unos palos muy
vez el lector de la Historia puede dar un vis- delgados 200, 300 y más estados; y a veces los
tazo a la mina por sí mismo. Potosí, la ciudad veréis, por desmandárseles un pie, bajar por esa
opulenta, caritativa
y licenciosa es el escenario escala hasta llegar a la muerte. También los
de la Historia, y el Cerro, donde se produce la veréis algunas veces asemejarse a las bestias
riqueza que hace posible la Villa Imperial, está caminando en cuatro pies con la carga a las
decididamente fuera del escenario. Cierta vez espaldas, y otras arrastrándose como gusanos.
que Arzáns en persona ascendió al Cerro entró "Finalmente, hombres ha habido que habien-
y
en uno de los grandes socavones con Bartolomé
do entrado sólo por curiosidad a ver aquel ho-
Cotamito, minero mayor del maestro de cam-
han salido robado el color y
rrible laberinto
po Antonio López de Quiroga”: "entramos al (dando diente con diente), ni pronunciar una
socavón por una espaciosa escalera hecha a
palabra han podido (efectos del horror que
punta de barretas, muy dilatada, luego fuimos acaban de experimentar), y sosegados, no han
y
discurriendo por varios suyos, con tanta fatiga
sabido cómo ponderarlo ni referir los asombros
mía que en mi interior maldecía mi curiosidad que hay dentro, pues en partes por más que se
pues unas veces caminábamos a pique, otras va-
levante la vista a ver el tope no lo alcanzan,
liéndonos de los brazos y
y pies para subir a otros si miran abajo no llegan a ver el fin; en un
pasadizos y barbacoas en que él estaba tan dies- lado se encuentran un horror, en otro un asom-
tro en caminar cuanto yo me mostraba con
tanto bro, y todo es confusión cuanto se ve allí dentro
temor que me parecía a cada paso llegaba al
(por mano de hombres que lo ha formado la
último de mi vida”. 57 Luego se apagaron las
codicia de sacar plata)”. 38
luces que traían, tuvieron que esperar
en la Pasajes como este
y otras relaciones de testi-
oscuridad hasta que otro minero pasó por allí
gos presenciales sobre personas
y hechos a lo
y los socorrió, y por último, con un gran suspiro largo de la Historia revelan la preocupación de
de alivio, Arzáns salió de la mina. Esta expe- Arzáns por comunicar a sus lectores la impre-
riencia, asi como la anécdota de su repugnancia sión de que su obra descansa sobre observacio-
cuando quiso probar la coca, muestran que nues-
nes personales tanto como sobre materiales im-
tro historiador era un novato en la vida
de las presos y manuscritos.
minas y de los mineros. Podía presenciar la
inauguración de una maquinaria metalúrgica
cerca a la Villa, pero por lo general se man- II. FUENTES QUE ARZÁNS NO USÓ
tiene apartado del gran Cerro perforado
por Arzáns lamenta constantemente no haber po-
innumerables y peligrosos socavones. Arzáns
dido usar toda la documentación existente para
describe la vida de los indios en las minas con
la historia maravillosa de la Villa Imperial:
tintas hórridas: "es
tanto lo que hay que notar en este admirable
'En las espantosas cuanto ricas entrañas de
Cerro, y que si todo se hubiera de decir no fue-
este admirable monte resuenan ecos de los gol-
ran bastantes otros muchos capítulos a decla-
pes de las barretas, que con las voces de unos, 39
rarlo Los castigos infligidos a los potosinos
gemidos de otros, gritos de los mandantes es- en el solo año de 1719 llenarían un gran volu-
pañoles, confusión
y trabajo intolerable de unos men; 40 a veces los detalles de un episodio son
y otros, y espantoso estruendo de los tiros de
demasiado "extraños y abominables” para de-
pólvora, semeja tanto ruido al horrible
rumor clararse 41 y otras veces Arzáns se limita a remitir
de los infiernos: noviciado parece de aquel
cen- al lector a las fuentes usuales, como
tro formidable. Acosta y
Sobrino, para mayor información. 42 Parece que
Innumerables son los que han perecido en
sus entrañas: cada paso que dan en 38. Ibid., I, 65-66.
una de sus Ibid., 66.
39 - I,

36. Ibid.,
40. Ibid., III, 77 -
I, 24; III, 221; II 243 41. Ibid., I, 86.
37 - Ibid., II, 284.
42 - Ibid., I, 209, 267.

Ixiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

estaba muy consciente de las proporciones cre- tas en la Historia también es limitada. Parece
cientes de su manuscrito, y usó tanto papel
que que no estuvo en relación con los regidores o
cada página. veinticuatros de Potosí, ni que hubiera tenido
se queja por lo que le costaba
libro finalmente vino a seruna de acceso a los documentos del cabildo. Tenía es-
Aunque el
más largas de una época en que los trecha amistad con sacerdotes y no sólo recibió
las historias
autores no contaban las palabras, la Historia
de ellos información para la Historia pero tam-
bién les permitió ver el manuscrito, y Arzáns
omite deliberadamente mucho material.
Otras fuentes y acontecimientos dejaron de tuvo la satisfacción de escuchar sermones docu-

ponerse por razones diferentes, como la infor-


mentados en su Historia. Todo esto sugeriría
mación limitada de Arzáns a las lagunas en las que nuestro historiador no era rico ni impor-
tante, que no tuvo cargos oficiales, y que, en
bibliotecasde Potosí. Nada se dice de Melchor
pintor cuya obra sobresalió en consecuencia, su posición en la vida potosina
Pérez Holguín,
fue modesta. Con cuánto placer pensaría, pues,
Potosí en el siglo xvm; no se hace referencia
que el mundo sabría finalmente lo que había
a la vasta Política indiana (1648) o He
jure
sucedido en aquella opulenta y orgullosa so-
indiarum (1629) de Juan de Solórzano Pereira;
ciedad gracias a su Historia.
no se citan las Pretensiones de Potosí de Sebas-
Guzmán, procurador de la Quien lea todos los capítulos de la Historia
tián de Sandoval y
Villa en España;
44
impresionante Memo- no anhelará ciertamente conocer más relatos
y el
fantásticos y emocionantes de los que contiene,
rial^ de Nicolás Matías del Campo y Larrinaga
pero aun así sorprende que la famosa monja
sobre la mita parece que no fue conocido por
consabido libro de viajes alférez, Catalina de Erauso, no aparezca en las
Arzáns, ni tampoco el
páginas de Arzáns. La monja alférez, que ves-
del francés Frézier, o el anterior de Acarrette
48 tía y peleaba como un hombre, había pasado
du Biscay.
extraño es que no se diga nada del parte de su asombrosa carrera en Potosí, pero
Aún más 49.
no se nos dice nada de ella, aunque la historia
sabio cura de Potosí, Alvaro Alonso Barba, que
publicó uno de los pocos trabajos importantes de doña Eustaquia y doña Ana puede haber
sido inspirada por sus hazañas.
sobre metalurgia en la colonia hispanoamerica-
47
fue muy Se puede concluir, pues, que a pesar del es-
na. El Arte de los metales de Barba
pacio y la atención que Arzáns consagra a sus
conocido y esto empeora el silencio de la His-
fuentes, no dice todo e incurre en algunas cu-
toria sobre la contribución científica de un mo-
49
El lector, por su parte, debe
rador de Potosí, cuya fama llegó a la misma riosas omisiones.
mostrarse permanentemente cuidadoso, según
España y que fue llamado a Andalucía a apli-
se explicará en el párrafo "Caveat Lector en
car en las minas de allí la experiencia que había
adquirido en Potosí.
48 una sección posterior sobre Arzáns historiador.

La afluencia de fuentes humanas y manuscri-


La monja alférez (Catalina de Erauso, o Alonso Díaz
Ramírez de Guzmán) y su inquieta y casi increíble vida
43. Ib'td., 445-
II,
están esperando todavía un estudio adecuado. Malcomb K.
. ,
,

la Villa Imperial de Potosí.


44. Sandoval, Pretensiones de
Memorial apologético, histórico, jurídico. Burke en Lima, Perú, y Nettie Lee Benson, de la Univer-
43.
du Biscay, Rela- sidad de Texas, Estados Unidos, se han interesado reciente-
46. Frézier, Relation du voyage Acarrette
una tesis, mente en sus hazañas. Ferrer escribió una biografía hace
tions des voyages Marie-José Aubreville ha escrito
de algún tiempo, otra por Berruezo apareció recientemente. Su
dirigida por Pierre Chaunu en la Facultad de Letras y
quelques "Probanza de méritos y servicios” fue publicada por Odrio-
París, sobre "La vie coloniale au Pérou d'apres Medina,
XVIF et XVIIP zola, Documentos literarios, VII, 207-281, y por
récits' de voyage et le descriptions des
principalmente Biblioteca hispano-chilena, I. Véanse también los Anales
siecles”. La autora basa su interesante trabajo
del Museo Nacional de México, 4* época, II, 71-110. Gui-
sobre dos relaciones inéditas del siglo xvn en la Bibliothé-
llermo Lohmann Villena informa que hay mas material sobre
que Nationale (París). Indiferente general
la monja alférez en el Archivo de Indias,
47. Madrid, 1640. t
Indiferente general 484, lib. XIII,
48. Véanse dos memoriales de Barba, impresos en 1662,
en 451, lib. XI, f. i 62 ;

el Archivo de Indias, Charcas 150.


f. 39.
EL CONTENIDO DE LA HISTORIA

i, Operaciones mineras; i. Cultura; Religiosidad y moral; 4, Asuntos económicos;


3,
3, Actitud hacia los
indios; 6 ,
El espíritu de Potosí.

U NA de las virtudes de la Historia, que

cielo, que de alguna manera


allí. No
todos los lectores podrán apreciar de
inmediato, es su universalidad. Prác-
ticamente no hay tema interesante
para los hombres en la tierra,
y también en el
no esté tratado
intentaremos, pues, describir su conte-
capítulo a la aplicación del mercurio en 1571
durante la famosa visita del virrey don Fran-
cisco de Toledo a Potosí. 55 Enumera las diversas
clases de minerales
y exalta en típico estilo
potosino los resultados del método del mercu-
crecieron los caudales de los vecinos, [.
rio:
.] .

aumentáronse los reales quintos,


nido en detalle. El propósito de esta sección y finalmente
se gozaron y gozan de su riqueza todos los habi-
limita a señalar algunas de las
importantes ma- tadores del orbe”. 56
terias tratadaspor Arzáns y a indicar los aspec- Toledo suele figurar en la historia
El virrey
tos representativos de la obra. El
lector tendrá como gran legislador, el Solón del Perú, fama
el
que buscar por sí mismo las riquezas de la His-
ciertamente incompleta pues era además un
toria como los mineros que durante cuatro siglos resuelto urbanista que hizo mucho por mejo-
han excavado el Cerro. rar las condiciones de vida para todos los que
I. OPERACIONES MINERAS debían experimentar el arduo clima de Potosí.
En 1574 estimuló también el establecimiento
Aunque Arzáns no un historiador de men-
es de ingenios en Tarapaya
y Tavacoñuño, incitó
te científica ni siquiera menciona la contri-
y a los dueños de minas más ricos a participar
bución hecha por su compatriota Alvaro Alonso
en los gastos de construcción de grandes la-
Barba en la minería hispanoamericana con el
gunas en los cerros vecinos a Potosí para dotar
Arte de los metales (1640), la Historia contie-
de agua a la Villa y a la Ribera, para ésta
ne información no escasa sobre las clases de y
y los ingenios adicionales erigidos a lo largo
minerales del Cerro
y de otros lugares vecinos, de ella fue necesario el trabajo de 66 maes-
así como sobre los métodos
empleados en el tros y 200 oficiales españoles así como de 4,000
curso del tiempo para beneficiarlos. Recurre
a indios peones. Para las lagunas se emplearon
Cieza de León para presentar un cuadro de los
20 maestros y 6,000 indios, pero el gasto de
primeros tiempos, 50 señala lo dificultoso que fue
todos aquellos millones de pesos se justifica-
el beneficio de la plata hasta que se adoptó el ba: Potosí sustentaba en este tiempo 120,000
método de la huayra india, 61 y tiene conciencia, personas entre españoles e indios”. 57 Cuando la
como cualquier dueño de minas, de la importan-
55. Historia, I, 142-144.
de mejorar las técnicas metalúrgicas.
cia capital
56. Ibid., I, 144.
Atribuye gran pericia a los mineros indios, 52 57. Ibid., I, 158.
Las leyes de minas promulgadas para Potosí por Toledo
pero no indica en mucho detalle qué parte de eran disposiciones fundamentales que se mantuvieron por
la técnica usada en Potosí se derivó de esa muchos años. Aún no han
sido cuidadosamente estudiadas
53 aunque un gran material en el Archivo de Indias
existe
pericia. Codex Virrey Toledo” adquirido hace unos 10
y en el
Arzáns encarece la significación del descu- años por la Biblioteca Nacional (Lima). Quizá Juan de
Matienzo resulte ser el verdadero autor de la legislación
brimiento del mercurio en el Perú por el poeta por la que se exalta tanto a Toledo. Véase Bonifaz, Juan
portugués Enrique Garcés, 04 de Matienzo, el verdadero legislador del Perú. Uno de los
dedica todo un y informes sustanciosos y autorizados de Matienzo, dirigido
a rey desde Potosí en 1577.XII.22 en Levillier, Audiencia
50. Historia, I, 144 j ^^arcas>
51. Ibid., 106-107.
I,
45 - 4 ^ 3 Un retrato literario de conjunto
-

sobre este extraordinario funcionario colonial en Otero,


52. Ibid., I, 107.
El licenciado don Juan Matienzo de Peralta. Otero sigue
53 Nadie hace tales distinciones, como lo señala Rickard,
-
a Gabriel René-Moreno en creer que las
Man and Metals, II, 701. Lo que se conoce sobre las técni- ordenanzas de
Toledo fueron trazadas por Matienzo, opinión no compar-
cas metalúrgicas indias revela
considerable ingenio: Lothrop por Roberto Levillier. Otero muestra a Matienzo como
tida
old and Stlver Jrom Southern Perú and
„ . . Bolivia; Mead un funcionario consagrado, preocupado por las dotes
Prehistoric Mining ¡n Western South America; Bergs^e de sus
hijas, ambicioso de adelantos
Metallurgy and Technology among Pre-Columbian y de ser miembro del Con-
Indians; sejo de Indias o por lo menos presidente
Ktvet y Arsandoux, La métallurgie en Amérique de la audiencia
precolom- de Charcas, y cuyo celo le ocasionó la envidia
btenne; Nelson, Metal Arts of the Indian; Root,
Metallurgy y oposición de

sus colegas. Trabajó arduamente como oidor,
y Easby, Ancient American Goldsmiths. escribió tra-
bajos tan importantes como su "Gobierno del
54 Historia, I, 131-132. Sobre este interesante
-
Perú” pero
punto ver no fue recompensado por la corona con la presidencia
Capoche, Relación. del
tribunal de Charcas; el manuscrito de aquella
valiosa obra,

Ixv
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Ribera fue terminada en 1577, Arzáns consagra en la Historia será una significativa parte del

un capítulo a ello y a la fiesta de la inaugura- relato.

ción, y menciona particularmente los nombres No es sorprendente que hasta un escritor tan

de un grupo de seis de los principales azogueros literario e imaginativo como Arzáns prestase

como "diputados del gremio entre los cuales atención a los detalles fatigosos de la maquina-
ria y métodos metalúrgicos, y fue simbólico que
figuraba "el maestre de campo don Fernando
jS
Arzáns Dapífer y Toledo”. ¿Fue don Feman- se encontrase presente pocos meses antes de su

do realmente uno de aquellos distinguidos per- muerte en el estreno de "la nueva invención de
66
moler metales de plata”. Cada uno y todos
sonajes, o es que Arzáns se complace en hacer
pensar a los lectores que su genealogía familiar los potosinos sentían un profundo interés en las

incluía tan ilustres varones? cantidades de plata extraídas del Cerro; Arzáns

Las fiestas prosiguieron por ocho días "con tenía inevitablemente que tratar con alguna pro-
lijidad el las operaciones mineras si
tema de
varias invenciones y regocijos”; uno de éstos fue
quería reflejar fielmente la preocupación de sus
el tradicional juego de cañas, y uno de los gru-
compatriotas.
pos de azogueros estuvo encabezado por el ge-
neral Pereira y el otro, naturalmente, por el
1 2. CULTURA
maestre de campo don Fernando Arzáns/ Pero
nuestro historiador describe también minuciosa- El Potosí la Historia puede carac-
que vemos en
mente la maquinaria minera, y por cierto define piadoso y
terizarse como orgulloso y opulento,
con precisión las muchas operaciones y formas cruel, pero no como un centro cultural. Lima
00
de beneficio empleadas para producir la plata. tenía su universidad, numerosos colegios, y era
De aquí adelante en la Historia encontramos a sede de una audiencia, instituciones que atraían
Arzáns atento a la necesidad de nuevas técnicas, hombres ilustrados. Allí se
y estimulaban a los
como el problema de desaguar las minas inun- publicaban libros, se mantenían coloquios poé-
dadas. En 1721 las autoridades contrataron al disputas intelectuales agu-
y las frecuentes
ticos,
parisiense Luis Laduero de San Jorge para des- zaban los ingenios de la comunidad virreinal.
61
aguar la mina Descubridora, "la cual tiene tan- La vecina La Plata ufanaba también con su
se
ta profundidad de agua que sondeada por este audiencia y su universidad (1624) que eran
ingeniero puede navegar una capitanía real cuyo focos de empresas culturales. Gabriel René-Mo-
círculo es como una plazuela”. El francés fra- reno consideraba la audiencia como un grupo
casó lamentablemente después de una costosa de déspotas y exclamaba: "¡La audiencia de
62
tentativa y huyó de la Villa endeudado. Los
Charcas! Hasta hoy la historia no ha echado
63
accidentes en las minas, el descubrimiento de lejanas al predominio
sino miradas rápidas y
nuevas vetas, las innumerables invenciones y absoluto, a la tiranía sangrienta, a la jurisdic-
métodos ideados por los españoles y extranjeros ción dilatadísima, a la soberbia incalificable
de
para extraer toda la plata posible, son relatados la audiencia de Charcas. Algún día se habrán
en la Historia.™ Cuando las dimensiones ver- de referir la maña con que en su remoto dis-
daderas de las contribuciones técnicas a la meta- arrogarse las facultades
trito sabía ese tribunal
lurgia en las colonias hispanoamericanas sean de soberano, el desenfado con que acertaba a
mejor conocidas y con su —
importante auto-
burlar las órdenes del virrey, la audacia con
ridad Modesto Bargalló cree que aquellos ade- impunidad de
que a las leyes sobreponía, la
lantos fueron mucho más decisivos de lo que se casi tres siglos que conto su despotismo en el
6,>
cree generalmente la información inclusa 67
Alto Perú”.
que merece ser publicado integralmente, se conoce solamente La audiencia estimulaba también la compo-
en pequeña parte. Como muestra de cuán laborioso era dedicado al
Pocos historiadores hispanoamericanos se han
Matienzo, véase el "Memorial del libro III de las provi- adi-
siones y despachos del licenciado Matienzo Documentos tema pero pueden citarse las siguientes contribuciones
,

cionales a las que cita Bargalló: Acosta Saignes,


Vida de
inéditos de América XX, 543-562. Aitón, The
166-171. nebros e indios en las minas de Corocote;
58. Historia, I,
hechas por An-
First American Mining Code y Ordenanzas
59. lbid., I, 167. Spantsh Mining
168-171. tonio de Mendoza; Fox, The Beginnings of
60. lbid., I,
amalgamación de la
130-131. tn America; Greve, Historia de la
61. lbid., III,
Huancaveltca; Muro,
plata; Lohmann Villena, Las minas de
62. lbid., 141.
III,
Bartolomé de Medina, introductor del beneficio de
palio;
63. lbid., I, 74, 227, 305; Ifi 146, 284, 37i-
Wagner, Early Silver Mining in New Spain; West, Colonial
64. lbid., I, 225, 305; II, 178, 364. Community tn
Placer Mining in Colombia y The Mining
65. Bargalló, Minería y metalurgia en América española, Mercury
Northern New Spain; Whitaker, The Huancavelica
p. 112-114, 351-352. _

Algunos malentendidos sobre el desarrollo metalúrgico


.

Mine The Elhuyar Mining Missions; Wright, Orígenes de


y
minería
minería en Cuba; Zavala, La amalgama en la
de América hispana son imputables a simple ignorancia la

pues hay mucho que hacer todavía en este campo. Sarton de Nueva España.
66. Historia,
señala que los metalúrgicos eran obreros o cuando más
III, 390. ,

historia de la acuñación de moneda en


Potosí también
,
.

artesanos que no sabían escribir ni se cuidaban de ello, La


de Burzio,
ha sido descuidada como no sea por los trabajos
mientras a los europeos ilustrados el asunto no les inte-
Ensayo de catálogo de valores acuñados en Potosí; Farini,
resaba, Six Wings. Men of Science in the Renaissance, Ensayadores y
presentaron a la ¿A t/ué ensayadores corresponden?; Gandía,
p. 120. Muchos metalúrgicos de Potosí
fundidores de Potosí; y Medina, Las monedas
coloniales his-
corona procedimientos para mejorar el beneficio de metales,
panoamericanas.
pero la mayor parte de esos procedimientos permanecen Charcas, p. 202.
inéditos.
67. René-Moreno, La audiencia de

Ixvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
de libros y de tratados, pues estos pug-
sición
hubo sermoneo y también "tres comedias a lo
naces y sabios magistrados reales sabían que divino, representándolas con mucha gracia algu-
uno de los caminos para el adelanto personal nas monjas y seglaras en su coro bajo, con otra
era la producción de obras históricas, legales o variedad de regocijos
y gusto de toda esta Vi-
políticas. Los hábiles consejeros del virrey Tole- lla ’. Aunque nuestro conocimiento
del teatro
do Juan de Matienzo y Polo Ondegardo en Potosí es muy escaso en comparación con
trabajaron en Charcas en el siglo xvi, el agus- Lima ciudad de México, 73
1
'
o la la Historia
tinoCalancha escribió su Coronica moralizada muestra que los felices azogueros eran genero-
en La Plata en el siglo xvii, esta ciudad se
y sos en el sostenimiento del teatro.
convirtió en un centro de debate político en el Por otras fuentes sabemos también que de
siglo xvin con la universidad de San Francisco España se embarcaban libros a Potosí, 74 que
Xavier.
poesía de importancia se escribió allí,
y que por
Potosí, por otra parte, producía plata. Aun- lo menos un autor —
Diego Mejía de Fernangil,
que Arzáns fue maestro de escuela cosa que
no sabemos por él sino por su alumno Bernabé
— de comienzos del siglo xvii —
encontró allí resi-
dencia grata y segura: "me recogí en esta Im-
Ortega y Velasco —
en la Historia no se ve perial Villa con mi familia, como en seguro
mayor atención hacia los libros, la música o la puerto. Fie desenvuelto
[. .
.] muchos autores
educación en general. La arquitectura cuenta latinos y he frecuentado los umbrales del tem-
con muchas noticias, como se demuestra por el plo de las sagradas musas”. 75 Uno de los libros
apéndice de José de Mesa 68
y Teresa Gisbert. que leía en las frías noches de Potosí fue un
Pero no parece que los ricos mineros enviasen ejemplar de la primera edición Os Lusiadas
a sus hijos a Salamanca para que recibieran 70
T 2
( 57 ) p or Luis de Camoens.
una mano de educación universitaria en Espa- Es probable que la pintura de la vida cultural
ña, y no se mencionan jóvenes potosinos acomo-
de Potosí en Arzáns sea incompleta, que inves-
dados que asistiesen a la universidad de La y
tigaciones posteriores en los archivos
permitan
Plata. Quizá Potosí se consideraba el centro
del completarla, pero parece razonable concluir que
universo en tal grado que su historiador sentía las actividades culturales
r i ,
1
. ;
'.uuuidics en rouosi
cu Potosí rueron
fueron peri-
peñ-
era de proposito que ningún potosino fuese
féricas a la pasión predominante de la plata y
a otra ciudad particularmente La Plata que que deseo de explotar las ricas vetas del
el
siempre trato de dominar a Potosí políticamen-
Cerro estimuló las vidas de la mayor parte de

te
El
para nada. los potosinos, de la misma manera
que el gran
teatro constituyó
una excepción, y la Cerro dominaba sobre la Villa Imperial. 77
Historia tiene información de interés para el his-
toriador de la literatura. Desde
1555 en ade- RELIGIOSIDAD Y
lante Arzáns informa sobre representaciones
3. MORAL
dramáticas, 69 que formaban parte de todas las
ceremonias religiosas o fiestas en celebración Arzáns manifiesta en toda la Historia una devo-
de sucesos como la coronación de Felipe III o ción ardiente por todo lo referente a la iglesia.
la victoria de Lepanto. Se dan los Carga su narración con tanto detalle describien-
títulos de va-
rias piezas —Sobrino, el poeta-historiador, escri-
do las iglesias, capillas
y conventos, así como
bió una —
algunas fueron
y diguiuis rueron representadas por el arte religioso,
o —
que su vehemente
«'•“urauc ciuuque
enfoque re-
indios en su propio lenguaje, aspecto cuef da en cierta manera a un caudaloso
que José repor-
Tuan Arrom
Juan nlm c investigadores están
Arrnm vy otros j.r_
estu
SOCial de hoy
ter social hov día: "El Ap la
nrlnrnn de
El adorno lo irrlcc-.'o
iglesia
diando ahora.' 0 Hubo un coliseo por lo menos es admirable, de niños
y otras imágenes cuajadas
desde 1616, y según otras fuentes 71 se puede de preciosísimas joyas, pinturas, láminas, ricas
asegurar que una de las instituciones importan- colgaduras, frontales de plata, gradillas dora-
tes para la educación das, mayas, hacheros, blandones, jarras,
y entretenimiento de los cande-
potosinos era el teatro de dramas religiosos leras, pebeteros, todo de plata fina, prestándole
y
profanos. Indios, compañías teatrales ambulan-
72. Para Lima véase Lohmann Villena,
tes,
y hasta eclesiásticos participaban en la re- Historia del arte
dramático en Lima durante el virreinato.
presentación de estos dramas. En el día de la 73- Mucha actividad teatral hubo en la ciudad de México
en
gloiiosa Santa Rosa de Santa María en el siglo xvm: Leonard, The 1790 Theater
1721 Season of the
México City Coliseo y La temporada teatral de
7702 en el
68. Historia, III, 439-460.
Nuevo Coliseo de México; Spell, The Theater in New
Spain
tn the early Eighteenth C en tur y.
69. Ibid., I, 98.
74. Leonard, Pérez de Montalbán.
7°. Arrom, El teatro de Hispanoamérica
en la época colo- 75- Medina, Biblioteca hispanoamericana, II
nial, cap. 1. No 338
76. Este ejemplar se encuentra hoy en la
71. Gunnar Mendoza un catálogo manuscrito sobre
tiene Hispanic Society
materiales relativos al teatro en el Archivo (Nueva York) 5'- contiene esta nota manuscrita,
Nacional de fechada en 1622.III.22, firmada por
Bolivia en la primera mitad del siglo xvii, Mexía de Fernangil
y Marie Helmer Este libro no tiene que corregir por
na publicado^ Apuntes sobre el teatro en el catálogo
y expur-
la Villa Imperial. gatorio nuevo del Santo oficio de
Vease también Johnson, Compañías teatrales la Inquisición
y así
y lo
en Arequipa firmo en Potosí
en 1621 y 1636, Moglia, Representación escénica en Poto-
.

y 77- Mayor información sobre este


sí en 1663. tópico en The Imperial
L/ty oj Potosí por el autor,
p. 32-33.

Ixvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

muestra típica de la prosa y los sentimientos


para su mayor lucimiento plumas las aves, flores
curiosidad, alfombras vistosas la des- de estas imprecaciones puede apreciarse en lo
y ramos la
treza de femeninas manos que se aventajan
en que Arzáns dice sobre los riesgos que corren
en estos obrajes, conque se transfor- todos los hombres: "Notable cosa es los riesgos
este reino
de nuestra humana vida, muchos son los ene-
ma toda la iglesia en florida selva, riquísimo
migos que la cercan, varios los caminos por
número de braceros de acendrada plata el Ce- y
rro, ámbares la Florida, preciosos aromas la
fe- donde puede suceder la muerte, que son innu-
para hervir merables pues una vena que se rompa en el
liz Arabia, pomas de plata el arte
cuerpo, una apostema que reviente en las entra-
los olores instimulados del fuego con
lisonje-
ñas, un humor que suba a la cabeza, un
vaho
ras llamas, infinito número de luces que arden,
de los ve- de un enfermo, una pasión que ocupe el cora-
inflamadas de la general devoción
78 zón, un tropezón que con fuerza dé, una teja
cinos ”.
se relatan pródigamente por to- que caiga de lo alto, un aire colado que penetre,
Los milagros
la Historia, el demonio es un personaje fami- un yerro de cuenta, una pared que caiga, un
da
bostezo que dé la tierra y se trague a uno, y
liar cuyo poder es exorcizado frecuentemente
otras cien mil ocasiones abren la puerta a la
por algún santo varón, se lleva una estadística
muerte y son ministros suyos. Por esto, pues, es
de las misas con la misma exaltación que la de
79 el lector encuentra casi bueno estar siempre en gracia de Dios, pues si
la plata y en general
no lo estamos, está pendiente nuestra eterna
,

más de lo que desea sobre las minucias de la


condenación de un hilo. Nadie sabe lo que le
vida eclesiástica en Potosí. Las virtudes y accio-
ha de suceder el día que amanece, la hora en
nes de muchas personas encuentran larga expre-
sión: fray Gaspar Martínez, que resistió
las que se halla, y el momento en que está, porque
tentaciones; doña Mariana de Benavides, que cuando menos piensa entonces le acomete la
81
muerte o el fatal suceso
tuvo visiones; fray Gaspar de Villarroel, sabio
.

Arzáns no se limita a exhortar, a advertir


prelado; el capitán Francisco de Oyanume, que
invitaba a su mesa a 12 menesterosos cada do-
cómo la producción de plata cesa a causa de los
12 apóstoles el pecados de los potosinos, a relatar casos porten-
mingo "en reverencia de los ,

tosos de arrepentimiento, procesiones para re-


dominico fray Vicente Bernedo, preciosa mina
mediar las pestes, cómo un rico socorrió a un
de virtudes descubierta en el Potosí ’, que ins-
su bendito pobre, aniversarios, sermones, mortificaciones,
pira una atención algo macabra:
cadáver se conserva en su convento de predica-
cómo ciertas imágenes sudaban milagrosamen-
te, cómo en los cementerios rondaban
aparecidos
dores de esta Imperial Villa, entero, tratable y
algunos amonestando a lospecadores y atemorizando a
oloroso, aunque al presente le faltan
los perversos
82
La Historia también trata mate-
dedos de pies y manos que la devoción ha cor-
.

tado para reliquias juntamente con otros peda-


rias más mundanas como las querellas eclesiás-

muchos (no ticas sobre si el preste podía entrar en la igle-


cilios de su bendito cadáver, en que
de los sia sinbonete
83
y otras disputas
de precedencia
pudiendo con las manos) se han valido ,

ocasión licencia que les han que a veces alborotaban a la comunidad y hasta
dientes por la y
verlo besar sus manos. Algunos ocasionaban la suspensión de las procesiones
dado para y
durante la Semana Santa si los altercados eran
años después de su glorioso tránsito, hallando
un devoto oportuna ocasión de ver el bendito
muy vehementes. También recogemos alguna
información sobre cómo los príncipes de la igle-
cadáver le cortó un dedo del pie derecho sin
sia actuaban y viajaban; Arzáns da un
relato
que los religiosos lo viesen, mas no pudo el que
excelente sobre la visita del arzobispo Diego
hizo hurto lograrlo porque salió de la herida
el
Morcillo Rubio de Auñón a la Villa y al Cerro
tanta sangre viva que fue necesario hacerse ma-
dedo mismo 84
En suma,ve la vida religiosa
el lector
nifiesto el prodigio. [. .] Aquel bendito
.
.

puesto por los de este siglo piadoso pintada con fuertes colores
que quitaron del devoto ladrón,
la verdad de lo dicho por Riva-
religiosos enuna arquilla de plata fue para bien y uno aprecia
Agüero sobre el puesto de la iglesia en el Perú
común pues no hubo enfermedad ni otra dolen-
80 colonial: "Las órdenes religiosas de ambos sexos
cia que aplicada no la sanase .

característica notable de la Historia son


adquieren enorme y preponderante influencia.
Una
piadosas imprecaciones que Arzáns inserta
La Colonia adopta como ideal de vida la vida
las
conventual; se modela y se impregna en ella,
casi con regularidad matemática sobre tópicos
puede decirse que se convierte en un gran
como la avaricia, la oración, el amor, la caridad, y
mono-
la muer- convento, con su soñolienta quietud, su
la pobreza, la ingratitud, la vanidad,
si es cobardía que tonía interrumpida por pomposas fiestas, sus
te, la castidad, el destino, y
respuesta es no). Una místicos arrebatados, sus intrigas y rivalidades
un hombre llore (la
81. Historia, II, 39°-
78. Historia, II, 325. ,
46-51-
82. Uncapítulo completo sobre esto, Ibid., 11 ,

79. Ibid., II, 447. . . „ ti- II, 466-467.


248-249, y Perez 83. Ibid.,
ro. Ibid., I, 314- Véase también tbtd.,
I,
84. Ibid., III, 7-9.
de Beramendi, Thessoro escondido.

lxviii
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
minúsculas. [. .] El alma de nuestra ciudad
. edificada en torno a ningún núcleo pre-urba-
es un alma conventual”. 85 no, como una catedral, un mercado o una for-
Quizá la impresión más perdurable que un 00
taleza. Tampoco se conformó con el plan rec-
lector del siglo xx recibe de esta crónica del tangular común a las más de las ciudades del
siglo xvm es el contraste pugnante que Arzáns siglo xvi enAmérica hispana, resultante del vi-
muestra, acaso sin saberlo, entre la muchedum- goroso sentido de planeamiento urbano que
bre de indios mineros sudando y pereciendo en prevalecía entonces. 91 Aunque otros importan-
los senos oscuros del enorme Cerro,
y las prác- tes centros de población de los siglos xvi y xvn
ticas religiosasbarrocas de los potosinos en la fueron puertos —
como Amberes, Hamburgo y
Villa. Arzáns no intenta jamás pintar el trabajo Londres —Potosí estaba en el medio de un con-
-

de los indios en las minas sino como algo ab- tinente, apartado de todo por lo dificultoso del
yecto, arduo y peligroso. Nuestro historiador 92
territorio. La Villa Imperial, en fin, fue el
no está en el partido de los explotadores; cuan- único gran centro urbano de su tiempo que
do el primo de un arzobispo tomó 40,000 pesos dependía del todo de un solo producto, la plata.
en oro para un viaje a Europa comenta: "a la Las cifras de producción de la plata interesan
verdad sangre, sudor y lágrimas de pobres es por cierto a Arzáns, según se ve en uno de los
la mayor parte de lo que llevaba”. 86 Sin em- apéndices del tomo III, y también está atento
bargo, este mismo historiador relata así, pocas a las estadísticas de población. El capítulo pri-
páginas después, el efecto de las prédicas del mero de la Historia contiene un sumario de las
agustino Francisco Romero sobre los pecamino- alzas y bajas de la población siempre fluctuante
sos potosinos: "Hombres, mujeres, niños, viejos, de Potosí. Cuando comenzó a escribir, hacia
grandes, pequeños, pobres, ricos, nobles, plebe- 1700, declaraba que había menos de 3,000 espa-
yos” ayunaron cubriéndose el cuerpo con sacos ñoles vecinos, más algunos estantes, y unos
y la cabeza con ceniza y poniéndose cilicios. 67.000 indios que hacían un total de 70,000
Después de ocho días de predicar día y noche personas. 93 Hacia 1713 la población había
Romero terminó su misión "con una procesión aumentado en 20,000 habitantes por la hambru-
muy devota en que salió la milagrosa imagen na en los distritos circunvecinos, tan aguda que
del santo Cristo de Burgos, Nuestra Señora de la gente tuvo que matar a los perros para ali-
la Soledad,
y el gran patriarca San Agustín, mentarse a pesar del afecto que por ellos tenían
que acompañó toda esta devota Villa con más 94
los indios. La población era de 60,000 habi-
de 700 hachas de cera blanca y muchas perso- 95
tantes cuando la peste estalló en 1719 y el
nas haciendo grandes penitencias. Fue muy so- próximo año la cifra había bajado a 56,00o. 96
lemne esta procesión por acompañarla también Para informar sobre la población en el lapso
el cabildo y tribunales, caballeros 1545-1700 Arzáns usa diversas fuentes. En 1555
y toda la de-
más nobleza, el clero, curas
y religiones”.
87
había 4,000 españoles "todos nobles”, 97 y en
1557 había 12,000 españoles y de éstos sólo
4. ASUNTOS ECONÓMICOS 4.000 "nobles y buenos vecinos”.
98
Arzáns dice
que según un censo del virrey Toledo en 1572
Desde la primera vez que los españoles supie- Potosí contaba con 120,000 habitantes, pero esta
ron de la plata de Potosí en 1545, los aspectos cifra está probablemente hinchada. 99 Otro censo
económicos del desarrollo de la Villa Imperial oficial hecho en 1610 "con especial diligencia
recibieron gran atención,
y Arzáns refleja fiel- y cuidado” indicaba que había 160,000 habi-
mente esta tendencia general. El tesoro del tantes en Potosí, y los historiadores Acosta y
poderoso emperador Carlos V no podía en 1544 Méndez descomponen la cifra en esta forma:
pagar sueldos puntualmente, ni siquiera cubrir "dicen que se numeraron 76,000 indios de va-
algunos de sus gastos domésticos más premio- rias provincias juntamente con los naturales de
88
sos, de suerte que la noticia del gran descu- esta Villa, entrando también en este número los
brimiento de plata en Potosí debió de ser acogi- 5.000 de la mita, y en todos de entrambos sexos
da jubilosamente. En 1540 la ciudad del Cuzco
y edades; 3,000 españoles, entre grandes y pe-
había sido designada por cédula real "la más 90. Dickinson, The West European City, p. 307.
principal” de todo el Perú, 89 pero Potosí la 91. Palm, Los orígenes del urbanismo imperial; Casariego
Fernández, El municipio y las cortes en el imperio español.
sobrepasó pronto en importancia económica.
92. Dickinson, The West European City, p. 295-296. Exis-
La Villa creció rápidamente y en forma sui ten solamente cifras calculadas para la población europea
antes del primer censo hecho hacia 1800, pero Amberes
géneris. No tenía ninguna de las características
había alcanzado a 100,000 por 1560, y Hamburgo se con-
de una ciudad medieval europea pues no fue virtió en la ciudad alemana más grande en los siglos xvn
y xvm.
93. Historia, I, 10.
85. Riva-Agüero, Historia en el Perú, p. 212-213. 94. Ibid., III, 3.
86. Historia, II, 466. 95. Ibid., III, 85.
87. Ibid., II, 473. 96. Ibid., III, 102.
88. Hanke-Giménez Fernández, Las Casas. Bibliografía crí- 97. Ibid., I, 96.
tica, Nos.
208, 217. 98. Ibid., I, 105.
89. Encinas, Provisiones, cédulas, I, 61. 99. Ibid., I, 10.

lxix
historia de la villa imperial DE POTOSI

Villa, 35,000 La mayor parte de ropa, alimento y bebi-


la
queños, nacidos en esta Imperial españoles, —
provin- das para la población de Potosí
españoles criollos de todos los reinos y
cias de estas Occidentales Indias,
de entrambos indios y negros por igual venía de —
afuera, a
kilómetros. Los precios
reinos de Espa- veces desde miles de
sexos; 40,000 españoles de los
mulatos y zam- tenían que ser caros. En 1559 ^ a cera P ara ^ as
ña, y extranjeros; 6,000 negros,
diversas provincias exequias de Carlos V, que se consumió en can-
bos de entrambos sexos, de
sustentaba Potosí 160,000 tidades enormes, valía nada menos que ocho
del conque
mundo:
100 Investigaciones posteriores reba- pesos de a nueve reales la libra, y el costo total
moradores”. -
En
las cifras de población
duda en algo de las exequias alcanzó a 120,000 pesos.
jarán sin siquiera sintie-
aquel entonces los potosinos ni
que da Arzáns, pero no hay duda de que la
plata
Potosí fue nutrida en el lapso ron el pinchazo, pero cuando después la
población de
Historia, en relación a otras ciu- disminuyó comenzaron a quejarse por el costo
cubierto por la
1 de las cosas, y el tesorero Diego de Ordaz ape-
dades hispanoamericanas.
nas escapó con vida en 1568 cuando pretendió
3
IO
En
7
i6xo.íi.20 se había preparado
también una 'Relación
en el distrito de los Charcas
elevar la alcabala del 2 %
al 6%. Los vecinos

de los extranjeros residentes más debían hacer contribuciones regula-


ricos
sobre flamencos, portugue-
que contiene mucha información
res para pagar las numerosas y costosas
Char- fiestas,
italianos. Arch.vo de Indias,
ses! genoveses, corzos, e
Ca la suntuosidad de las iglesias, y
frecuentemente
Las^cifras de Arzáns no son
del cálculo de 1603 (Jiménez
de la Espada, Relaciones geo-
espectacularmente distintas
el rey pedía y recibía — —
donaciones como ayu-
"indios de trabajo (mitayos, en Europa o para la
gráficas II 121) de 58,300
cifra de 80,000 indios sin ñiños
da contra sus enemigos
mingados y libres)" y de ¡a
Vázquez de Espinosa, Compendio interminable guerra contra los indios araucanos
ni mujeres” dada por 4
en las fronteras meridionales de Chile. En Po-
Salinas da 150,000 ín
El cronista franciscano Córdoba
1

Potosí, Coronica franciscana (1651) mientras el autor


para
ni firma de fines el s ‘ gl tosí había también españoles pobres,
en con-
manuscrito sin fecha ?
de un
(Nueva York) da un ^ ,

de suer-
en la Híspanle Society of America traste tremendo con la riqueza de otros,
sobre el numero de in-
cálculo cuidadosamente preparado tuvo que establecer
hay en Potosí, y se es P ec ‘d te que en 1592 el cabildo
dios: 30,000 indios de trabajo
que cada grupo hace. Unos 10,000 un mesón o tambo donde los menesterosos
el tipo exacto de trabajo
se ocupan solamente en traer
título y está
víveres El manuscrito
con un atlas manuscrito de cartas
encuadernado
^ pudiesen tener comida y abrigo.” Las numerosas
de navegación (K3). .... „ - , . exhortaciones de Arzáns a la caridad y los cuen-
1. Otras relaciones
sobre población de Potosí:
informaba al rey en carta de tos extravagantes sobre cómo los ricos
mineros
isói- Tuan de Matienzo
Potosí pero menos de 300 pobres
X.20 que había 20,000 indios en empleaban sus bienes en socorrer a los
andan en tratos y mer-
trabajando en las minas. El resto cañamazo de
caderías excusadas como en
hacer candelas y pan, Y v «ider debieron de ser tejidos en el duro
Levilher, Audiencia de Chai
frutas y otras cosas de comer”, vida por muchos potosinos.
™ 57. Pedro Ramírez de
Quiñones, presidente de la
la
obstante, los mercados de la Villa Impe-
I

audiencia de Charcas, informaba al rey en XII. 15 que No


Potosí tenía "150 casas de españoles ,
tbtd., l, 43-
rial solían estar rebosantes de productos de
mu-
según un manuscrito
1571- Potosí tenía 800 españoles
Academia de la Historia (Madrid), Jiménez de la de 400
en ¡a 620 ( ?) Un observador expresa que no hay más
Espada, Relaciones geográficas, I, h
6 -, •
ir

dueños de minas, 4,000 casas de españoles y 40,000


mitayos
1576- Los jesuítas informaban que
mas de 40,000 indios
que viven en chozas de paja en los alrededores de la
Villa,
considerando la funda I0n
había en Potosí, y que estaban ^ Descripción anónima del Perú, p. 35-36-
de un convento allí, Egaña,
Monumenta peruana, II, 157- informa
1621: El virrey don Francisco de Borja y Aragón
lo cual
descripción que 4,249 indios sirven en la mita ordinaria, según
Tuan de Matienzo, en una excelente pues cada
Potosí tiene 2,000 espa- deben entrar en Potosí 12,747 indios, cada año
enviada al rey en XII.23, dice_que asimismo que
mnos) y mas de 20,000 indios^ tanda trabaja sólo cuatro meses; esto significa
ñoles (con pocas mujeres y los mita-
introducido en 1572 había debe haber un total de 38,124 tributarios_ pues
Antes de que el mercurio fuese
.
años después del
Matienzo dice que desea deter- yos deben descansar por lo menos dos
sólo 200 a 300 españoles. trabajo en las minas, Fuentes, Memorias de los virreyes,
los indios que en este
minar "el verdadero número de todos
podido aceri o por las ^ 73
asiento residen” pero que no ha
*

!j ’
El virrey marqués de Mancera ordenó
en V. 29
muchas que tiene que tomar, Levilher, Audiencia
residencias
1(3 44:
hizo metódica-
un censo de los indios del Alto Perú que se
de Charcas, I, 455-463- _ j. , . , • •

mente pueblo por pueblo, con datos sobre nombres,


edades,
de la audiencia de
,

rs8i- Los oidores Barros y Peralta ejemplo, en el censo


en I.31 que el_ tribunal se estado’ conyugal de los indios. Por
Charcas recomendaban al rey paginas de los
2,500 españoles y mas fechado en 1645.VIII.13 hay una lista en 16
trasladase a Potosí donde había pueblo de Hatun-
indios que van a Potosí como mitayos del
ibid., II, Bautista Beltran
de 40,000 indios, 5- . ,
cabana. En 1646.III.11 el bachiller Juan
la audiencia de Charcas
is 82- El presidente Cepeda de rico de
rey, de XII.27, que hay 14,000 mitayos tomó un censo de los "indios de mita del Cerro
carta Aires),
en Archivo General de la Nación (Buenos
declara al
Potosí”
en Potosí, ibid., II, 30. División Colonia, Sección de gobierno, 17-1-4-
También hay
sus servicios,
1585- El mismo Cepeda, en memorial sobre Padrones.
casas con mas mucho material de posible interés intitulado
informa al rey que hay en Potosí 12,000 Colonia, Sección Con-
1,600 españoles y Potosí, 1575-1785 ’, ibid., División
de 30,000 indios en ellas; hay mas _ de
mas, tbtd., II, 367-368. taduría, Sala 13, legajos 68-95-
extranjeros, y diariamente llegan información sobre pre-
al rey en V.25 2 Historia, I 112. Existe abundante
1586: El virrey conde del Villar informa por ejemplo la
Bayle, El protec- cios en los archivos. Véase para 15 59,
que hay más de 13,000 mitayos en Potosí, "Carta de obligación: Juan de la Torre,
mercader moiador
de indios, Pérez mercader, por
en Potosí, en favor de Diego Núñez
tor p. 94- . .

una Relación hecha


.

r589: Luis de Morales Figueroa, en


.

11 855 pesos corrientes por una


cargazón de mercaderías..
dice que en Potosí
en V 17 por orden del conde del Villar (Bolivia), Escrituras pu-
Lima y sus Potosí VI. 16, Archivo Nacional
hay 000 españoles, el mismo número que en
3 dccvii; "Carta de nta; D,eg0
No blicas,’ Águila, 1559, f Afi
Pedro R
-

Museum, Add. Ms. 13, 977, 6, f. 75-


alrededores, British Barroso,
Pérez de Valenzuela Rodríguez, mercader, morador en Potosí, a
1595: Carta de 8 de abril de Juan mercader y morador asimismo, ciertas
mercaderías, tbtd.,
a su majestad. Dice que en Potosí
hay 3,000 personas entie v
"y los 2,000 son VI. 17, f. dxxix.
españoles, portugueses y otras naciones
tiene mas ohcio 3. Historia, I, 134-136.
gente moza, baldía y desocupada, que no
Archivo de Indias, 4. Ibid. I, 135-
que jugar, adulterar, robar y matar”,
5. Ibid., I, 217-
Charcas 44-

lxx
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

chas partes del mundo y Arzáns


cita a Cieza de Cajamarca, Tarama, Bombón, Guamalíes, Huá-
León para variedad y riqueza
ilustrar sobre la nuco, Cuzco y otras provincias de estas Indias
de las mercancías en Potosí. Por otras fuentes con ricos paños, rajas, bayetas, jerguetas, lienzos
sabemos que géneros de toda Europa eran trans- de algodón, pabellones, alfombras, sombreros
y
portados a las Indias, desde imágenes de igle- otros tejidos; de Chachapoyas le traen aquellos
sia, flautas y sardinas, hasta pieles de camello admirables y curiosos cortados y baraúndas la-
y hormas de zapato, pero los artículos para los brados con todo primor y aseo sobre sutilísimos
mercados potosinos eran algo especial. 6 Arzáns lienzos; el Tucumán, Santa Cruz de la Sierra,
jactanciosamente declara que aun en los de- Misque, Cochabamba y otras provincias
y ciu-
preciados tiempos en que escribía eran traídas dades acuden con gran copia de cera, pieles de
a Potosí mercancías por un valor anual de antas, baquetas, badanilla, miel de abejas, algo-
7,800,000 pesos en una "infinita suma de na- dones en copos y tejidos, canastos varias
y
vios” prácticamente de todos los países del resinas.
mundo, atraídos por el magnetismo de las ri- 'Demás de todo
lo dicho se hallan en esta
quezas potosinas. La misma España enviaba Villa, traídas de varias partes del mundo, pre-
diversas cosas, "sobresaliendo Granada, Priego ciosísimas piedras, como son diamantes, esme-
y Jaén con tafetanes y todo género de sedas y raldas, pantauras, rubíes, jacintos, topacios, tur-
tejidos;Toledo con medias y espadas; Segovia quescas, zafiros, amatistas, calcedonias, balajes
•con paños y rajas; Valencia
y Murcia con rasos y espinelas de roca. [. .] Hállanse asimismo
.

y sedas; Córdoba con sedas, mantos y otros te- venturinas, girasoles, granates,
y en abundancia
jidos; Madrid con abanicos, estuches
y mil ju- la piedra imán, ágatas, gajate, el coral, jaspes
guetes y curiosidades; Sevilla con medias, man-
y otras lucidas piedras de menos nombres, co-
tos y todo género de tejidos; Vizcaya con mo también las no lucidas pero provechosas a
hierro; Portugal con rico hilo hombres, que son
y otros tejidos; los la piedra bezar (de admi-
Francia con todos los tejidos, puntas blancas rable grandor), la etites, muchas
y otras y de
de seda, oro, plata, estameñas, sombreros de varios nombres.” 7
castor y todo género de lencería; Flandes con Los víveres eran una preocupación constante
tapicería, espejos, láminas, ricos escritorios, cam- de los potosinos,
y por cientos de leguas en
brayes, puntas, encajes, e indecibles géneros de redor la tierra era batida para obtenerlos en las
mercerías; Holanda con lienzos
y paños; Ale- cantidades necesarias. Los caballos de Chile
mania con espadas y todo género de acero alcanzaban precios fantásticos porque eran tan
y
mantelería; Génova con papel; Calabria briosos; se traían muías de Córdoba, indios es-
y la
Pulla [Apulia] con sedas; Nápoles con medias clavos del sur de Chile, coca del Cuzco
y más
y tejidos; Florencia con rajas y rasos; la Tos- allá; mercaderías portuguesas pasaban a Potosí
cana con paños preciosos bordados
y tejidos de por Buenos Aires, Colonia otros puertos, atraí-
y
admirable primor; Milán con galanas puntas das por el mercado insaciable suscitado por la
de oro y plata y telas ricas; Roma con relevan-
6.
montaña de plata.
tes pinturas
y láminas; Inglaterra con bayetas, El camino de Buenos Aires a Potosí era el
sombreros y todo género de tejidos de lana; Ve- eje en torno cual giraba toda la
al economía
necia con cristalinos vidrios; Chipre, Candía Río de la Plata, según observa el
política del
y
las costas de África con cera blanca; la India historiador Raúl A. Molina. 8 Este comercio,
Oriental con grana, cristales, careyes, marfiles casi todo él ilegal, hacía que comerciantes de
y preciosas piedras; Ceilán con diamantes; Ara- Buenos Aires como Juan de Vergara acumu-
bia con aromas; Persia, el Cairo, Turquía con lasen grandes fortunas en 1619-1639. Vergara
alfombras; Terranate, Malaca
y Goa con todo y sus amigos compraron en Potosí en 1617: XII.
género de especiería, almizcle
y algalia; loza 1 todos los oficios de regidores del cabildo de
blanca la China ropa de seda trasordinaria; Buenos Aires con el dinero obtenido en el co-
y
Cabo Verde y Angola con negros; la Nueva mercio de contrabando, y tomaron posesión de
España con cochinilla, añil, vainillas, cacao ellos. Los oficios del cabildo de Córdoba eran
1
'

y
preciosas maderas; el Brasil con su palo; las también comprados por mercaderes de Buenos
Molucas con pimienta y especiería; la India Aires con plata de Potosí, pues, no sólo atraía
Oriental, la isla Margarita, Panamá, Cubagua, mercaderías de todas partes del mundo; su
Puerto Viejo y otros muchos con todos los gé- poder económico llegaba a afectar los asuntos
neros de perlas que allí se pescan, como son
7. Historia, I, 8-9.
fantasía, cadenilla, media cadenilla, pedrería, 8. Véase, del autor, The Imperial City of Potosí, p.
29, 52.
rostrillo, medio rostrillo, berruecos, aljófar co-
Hay información sobre otros extranjeros en Potosí. Véase
la carta escrita en 1692 por Isaac Verburg,
impresa en su
mún, topos, catorceno, amarillas, arena R eis-B es chrying Door de Zuid-See.
y bro-
9. Molina, Vergara, señor de vidas
mas; Quito, Riobamba, Otavalo, Latacunga, y haciendas. Véase tam-
bién Acuerdos del extinguido cabildo de Buenos Aires, IV,
1 44 204, 241, 245, 255, 289; Córdoba. Archivo municipal,
.

Torre Revello, Merchandise brought to America by the V, 324. Debo esta información a la gentileza de Miss
Spaniards.
Catherine Pares.

lxxi
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI
Se ha dicho bastante para indicar que el
lec-
municipales de lugares tan distantes como Bue-
entre el de-
tor de la Historia podrá descubrir,
nos Aires. historias morales,
talle de las fiestas, milagros e
Arzáns da mucha información sobre este co-
información considerable sobre lo que muchos
mercio de contrabando, y su material sóbrenla
los años potosinos pensaban probablemente respecto a
corriente de mercaderías francesas en
los asuntos del día, la producción de
plata y sus
que escribe es de especial importancia. Men-
de barco franceses, describe consecuencias económicas entre los ciudadanos.
ciona a capitanes
dedicados a este Pues aunque Arzáns desdeña a veces asuntos
sus relaciones con mercaderes
nos dice que un cirujano francés eje- como los precios por no ser "de ninguna im-
tráfico, y
11
autopsia en Potosí en 1710, lo cual,
cutó una de
"Los detalles del ajustamiento de la explotación
la

de ser cierto, constituiría un acontecimiento por González de


plata por el virrey Toledo son apreciados
Publi- don Fran-
notable en la historia científica del Perú. Poveda en esta forma: 'A tiempo que el señor
fundación de la Casa
efectivamente cisco de Toledo estuvo en Potosí a la
caciones recientes muestran que de Moneda, reconociendo que los grandes
costos y cares-

bastante actividad comercial francesa en tía de aquella Villa


precisaba a mayor aumento del que
existía aun las pro-
1”
permitían las leyes para las casas de España y
la costa oestede Sud América en aquellos años, visiones dadas para las de México y Lima, y viendo
que
plata en pasta [plata
es particularmente valiosa por dar- hasta entonces todo el comercio era de
y la Historia refinar] con el cómputo de 450
maravedíes el peso
un
nos una idea de ello a través del ojo de
sin
maravedíes,
ensayado, que corresponde a 13 reales y ocho
de esta cuenta y
potosino. hizo que se labrasen 100 pesos ensayados
para el mer-
cuidando que, bajados costos, quedase ganancia
Otro asunto económico que Arzáns trata lar- cader que había de aplicarse a la labranza,
sacó de esta ex-

gamente es la rebaja de la moneda a mediados periencia dos precios en reales: El uno


que el peso ensa-
la pina tuviese
destrucciones yado fuese de 12V2 reales; el otro que
del siglo xvii, una de las "tres so reales por marco dejando en ella
ganancia al que hiciese
civil de del uno, dos o tres por ciento
de Potosí (las otras fueron la guerra la barra de plata, y en ésta la
barra, y que pudie-
de laguna de Ca- para el que quisiese hacer reales con la
1622-1625 y la reventazón la maravedíes y centavos que im-
se con esto costear los 112
se cuentan oficios, resarciendo, con
ricari, en 1626). Con gran detalle portaban los derechos asignados a los
haber limitado el precio de la piña y
de peso ensayado, el
los esfuerzos del presidente Francisco
de Nes- la ley para ello. Y
exceso sobre los 68 maravedíes que da
adulteración de opulencia y abun-
tares Marín para remediar la como todo esto fue en tiempo de tanta
del Cerro, ademas
Ramírez dancia de plata como la que se sacaba_
la moneda, ejecutando primero
a y los señores de ingenios y
del alivio que entonces tuvieron
con el socorro de
luego al riquísimo Francisco de la Rocha, acon- minas con la introducción del azogue y
repararon en el gravamen del uno
la mita, ni dichos señores
tecimientos que deparan a Arzáns una esplen- sobre el quinto, ni en el precio
limitado
y medio de Cobos
piña, ni los mercaderes de plata
dida oportunidad para moralizar y versificar. de 50 reales al marco de la
maravedíes ni en el
condenación que en tan excesivos derechos como los 112
También vemos en la enérgica marca de as ba-
gravamen de pagar la fundición, ensaye y por
Nestares Marín el derecho de Cobos,
Arzáns hace de las medidas de rras que estaban ya pagados en
unos y otros mane-
los potosinos que para todo daba la gran riqueza que
una muestra del sentimiento de
]ah
Espa- en el informe
hacia las medidas fiscales del gobierno de "U declinación de Potosí está circunscrita
con el tiempo aqud a
muchos impuestos en estos términos: 'Fue descaeciendo
ña, y cómo repugnaban los
primera riqueza, y tanto como hemos
visto, especialmente
siglo, y,, correspondiente-
y
reglamentaciones que limitaban sus ganan- desde el primer tercio de este
ganancias y aun muchas
mente, fueron faltando a todos las
1

14
cias y constreñían sus actividades. muchas perdidas, con
veces el costo y aun experimentando
las suyas y especia
-

136-151. Otra indicación del estímulo que los azogueros comenzaron a sentir
10. Historia, III, de Cobos y precio limitado de las pi-
da Méllate mente la imposición
económico de Potosí está en la evidencia que para el alivio, teniendo por tan
estaba ya en marcha fias, y solicitando remedio
sobre que el tráfico de esclavos negros quitar el derecho de Cobos, se aplicaron al pre-
la esclavitud negra dificultoso
en Potosí en 1554, La introducción de piñas ajustando sus cuentas reconocieron que
cio de las y
en Chile, p. 257. ley 2360, que es la
ordinaria
el° marco de piñas tiene de
11. Historia, II, 479-480. plata de la Ribera (pues aunque sube a 68,
Lima, 1705-1707, Villa- que tiene la
12. Tovar Velarde, La audiencia de pocas veces, y por eso
Pacífico, 1700-1724. también suele bajar a 52 aunque
lobos R., Contrabando francés en el tiene por precio fijo el
desde que el mineral está pobre, se
13. Historia, II, 123-149. ,
sobre los ante-
. .
de 60) y que según esto valía
cada marco 69 reales
J ™ '
14. El Dr. Mendoza ha preparado una nota el quinto, derecho de
Co-
contribuye también ravedíes, que deduciendo de ellos
cedentes de este resentimiento, la cual importaba 15 reales y mar
rebaja de la moneda. bos e imposición, que todo
a explicar el problema de la reales, que para su calamidad
es de notar vedíe's, todavía quedaban 54
"En la documentación potosina de este ano era mucha rebaja, y así fueron
subiendo el P rec ‘°’, c ° n
González de
'Informe preparado por don Bartolomé conque quedo el marco
bre de premio, hasta cinco por 100,
el
Poveda, presidente de la audiencia de
La Plata, para el que ha tenido muchos anos
Plata, por comisión expresa en 52 reales y medio que es el al mer
virrey del Perú, duque de La conserva, y en que apenas queda
llamado de Cobos, su y en el que hoy se
de éste, sobre el origen del derecho para costear la fu^cion de
que se otrece cader de plata lo muy preciso
continuación, su extinción y la conveniencia merma mas del uno y medio por
Plata, 1684 la barra v si hay alguna
para rescatarlo de nuevo, 12 fs., La (
ha de haber precisa per-
. .

100 (Se se tiene por ordinaria)


doza, 'Documentos de minas’, No. 689).
tantas gabelas que dl
"El derecho de Cobos era una de "González de Poveda explica, y en cierta
manera justifi-
plata y el oro en la Potosí, que dio i^tivo
pesaban sobre la explotación de la mala ley de la moneda de
medio por ca, la
Nueva España y en el Perú, ascendía al uno y para su depreciación en tiempo de
Nestares Marín,
asignado en su eri-
100 de lo que se quintase, y aunque fue estos accidentes fueron recayendo
sobre los mercaderes de
oficios de fundidor, mar- _

cen (1552) como regalía de los plata y no siendo menos hábiles


ni mas descuidados q
cador y ensayador mayor de Indias a
don Francisco de los olvidar sus intereses o buscar medio
los primeros para no
Cobos, comendadormayor de León, acabo por incorporarse P
recargados con el nuevo au-
para fomentarlos, hallándose
mento en las piñas [desde 1633, P«a el
"Si bien el informe de González
de Poveda esta con- sin the
los veedores) haber dis
d.s
del alcalde mayor de minas y
contiene elementos de su- de
traído a este aspecto particular, minuido los derechos de Casa de Moneda
la
por el conocimiento
bido interés general sobre Potos!, tanto barras y demás), y no pudiendo dar
a todo la satisfac
maquinaria po- las
que este magistrado tenía de la compleja ción que deseaban, se resolvieron a sacar el
remedio del
tosina como por lo escaso de la
documentación original co- cargar sobre
mismo daño, pareciéndoles que no era exceso
nocida sobre Potosí, para estos años.

Ixxii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
13
portancia” con espíritu semejante al de esos dan a los indios, e impugna particularmente al
valerosos guerreros académicos, Américo Castro poeta Diego Dávalos y Figueroa, cuya Misce-
y Claudio Sánchez Albornoz, acordes en pensar lánea austral (1602) contiene fuertes ataques
que los asuntos económicos eran de escasa im- contra los indios. En este raro libro Dávalos
portancia en la verdadera cultura española, no replica a "cierto autor moderno”, posiblemente
obstante esto se discierne un dejo materialista Bartolomé de las Casas, por haber dicho que los
en mucha parte de la Historia. indios son "gente política, capaz de gobierno y
de otras buenas partes”. Dávalos considera esta
5. ACTITUD HACIA LOS INDIOS opinión un "notorio engaño, porque en gente
a quien falta peso, medida, letras, verdad, cari-
Arzáns no olvida jamás que la gloriosa his- dad y honra, ¿qué cosa buena puede haber?”. 17
de la Villa Imperial habría sido imposible
toria Luego procede a denigrar la cultura india en
sin los indios

"sin indios no hay Indias” — una forma familiar a todos los que han leído
En las primeras páginas de la Historia interrum- las acusaciones consabidas; de hecho su diatriba
pe el relato de la conquista de la Nueva España parcial recuerda las observaciones publicadas
para negar indignado que los indios son "brutos por don Ramón Menéndez Pidal en 1963 sobre
incapaces de razón”, falsedad propagada por la cultura india. 18 "No saben distinguir su edad;
los enemigos de España para disminuir la im- carecen de piedad; su ignorancia cerca de los
portancia de la victoria de Cortés. Los indios difuntos; salvo casos muy raros y particulares
quedaban asombrados ante el color, los vestidos todos son de poca más habilidad que los brutos
y las armas de los barbudos españoles, pero a quien imitan en cuidar de sólo lo exterior y
"ignorancia no supone incapacidad”, presente, y carecen de todo género de provi-
y se re-
cuerda a los lectores que los indios araucanos 19
y dencia”.
paraguayos han demostrado que pueden pelear Arzáns rechaza esta concepción sobre los in-
valerosamente con "lanza, adarga dios y ataca a Dávalos directamente a lo largo
y a caballo,
no temen al soldado más veterano ni de más de la extensa descripción sobre el edificio de la
valor que haya militado en Flandes, pues mu- nueva iglesia franciscana en la Historia. Se ma-
chos han perdido la vida a manos de estos indios ravilla ante lo poco que el trabajo de los artí-
en estos tiempos”. 16 Más adelante Arzáns re- fices indios es apreciado, y cuán humildes son
conoce que también algunos españoles despre- ellos: "no hay nadie que pueda sufrir el menos-
precio, porque ¿quién hay que piense de sí que
3a moneda los costos de ella, descantillándola de su ley
y
peso, que aunque comenzó por esta satisfacción (en su sen- es tan bajo que merezca ser menospreciado ? Pero
tir necesaria) continuó con el exceso de fundir
parte sin la humildad de estos pobres no mira el despre-
quintar y parte aumentando la aleación del cobre, que llegó
la necesidad precisa de nombrar juez particular
que viniese cio que de ellos se hace, sino que poniendo
desde España a aplicar el remedio visitando la Casa de Mo-
neda y todos sus oficiales, y reformándola
todo su afecto en ser obra para Dios, tienen
y fundándola de
nuevo' (f. 3 t ). por su divina mano el acierto necesario”. 20
El informe discute luego los recursos adoptados para
remediar la quiebra durante la visita de Nestares Marín, sobre
Arzáns ensalza también la destreza de Yu-
quien Arzáns carga tanta culpa en la declinación de Potosí panqui el Bueno por su contribución, muchos
y de quien González Poveda dice 'que trabajó con todo
esfuerzo, inteligencia y aplicación'. Uno de los recursos fue
años antes, al edificio del Templo del Sol en
la supresión del derecho de Cobos. Cuzco: "a vista de esta maravilla [. .] todas .

Posteriormente con motivo de la nueva fundación de la


juntas las demás del orbe parecieran cenizas
Casa de Moneda de Lima y la propuesta del contador don
Francisco Antonio Mansolo para la restitución de ese derecho fabricadas y fragmentos puestos en labor”.
en beneficio de la real hacienda, la corona desde 1676 se
abocó a la resolución de este intrincado punto. González
También alaba en prosa elaborada, el templo
Poveda desmenuza las razones alegadas en favor del proyecto antiguo de la isla del lago Titicaca "donde so-
por Mansolo. Su última conclusión, por lo que se refiere a
Potosí, es pesimista, como reflejo inexcusable del estado
braban en cúmulos de oro las ofrendas, excede
declinante de las labores del Cerro: 'Esta es materia que cuanto los más ricos imperios poseyeron; más
por mucho que se discurra en ella deja poquísimo consuelo.
Por lo menos así me ha sucedido en las muchas ocasiones
digno por esto de admiración que aquellas dos
que la he premeditado, porque querer por una parte gravar pirámides que en el célebre estanque Moeris
y reagravar la plata en pasta, y por otra contener su precio
del Egipto le eran excelsas islas
en los límites precisos de las leyes y que deje ganancia, no y padrones.
cabe en lo posible, pues si ha de entrar el marco de plata
en la Casa de Moneda y fundición con la ley precisa de 11 17. Dávalos y Figueroa, Miscelánea austral, p. 3. Un ejem-
dineros y cuatro granos y, por ella, con el valor intrínseco plar de este libro raro está en la Hispanic Society of
de 65 reales, y salir con el de 67 para que con este America (Nueva York).
aumento se costee y deje alguna ganancia, si no sólo no la hay 18. Menéndez Pidal, Bartolomé de las Casas, su doble per-
pero faltan todavía para los derechos precisos 28 maravedíes sonalidad. Un extenso comentario sobre el menosprecio de
y centavos sobre el gasto del carbón (corra esto por quien don Ramón por la cultura india en More Heat and Sume
corriere), ¿cómo cabe en lo posible que deje de haber Light por el autor.
pérdida que se ha de compensar necesariamente de alguna 19. Dávalos y Figueroa, Miscelánea austral, p. 150, 1 54-1 55.
parte? Y si se ve que la pérdida nace de estar tan sumamente Varios estudios han aparecido recientemente sobre este poe-
gravada la pasta, paciencia y pedir a su divina majestad que ta: Vargas Ugarte, Don Diego de Áralos
Potosí vuelva a su opulencia, que sólo con eso se puede
y Figueroa y la
Miscelánea austral; Tres sonetos de Aralos y Figueroa; Cis-
suplir esta pérdida
y las demás que padecemos y esperamos neros, Notas sobre la Miscelánea austral de Diego Dávalos
ver aliviadas’ (f. 13*)”.
y Figueroa; Sobre la Poesía de Dávalos y Figueroa. Un
15. Historia, I, 4-1 1. descuidado poema colonial.
16. Historia, I, 15. 20. Historia, III, 16.

Ixxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
''Y comúnmente los de este peruano reino son
[. .
.]
astros se vieron tan bien
Jamás aquellos
Éfeso ni Chipre; ni jamás de muy rara habilidad, claro entendimiento y
tratados en Delfos, en
persas ni los griegos admiraron general aplicación, pues se experimenta (con
los egipcios, los
opulencia en sus monarcas, aunque bla- gran sentimiento de los españoles) el que los
tanta
tributos indios se hayan alzado con el ejercicio de todos
sonen los tesoros de Rampsineto, los
los oficios, no sólo los mecánicos mas
21 tam-
del primer Darío y el gabinete de
Alejandro”.
sobre bién los de arte, causando no poca admiración
Arzáns no acepta la opinión de algunos
ver formar uno de estos naturales un retablo,
que los grandes monumentos de los incas fue-
Dávalos una portada, una torre y todo un edificio per-
ron hechos por el diablo, y fustiga a
capacidad fecto y maravilloso sin tener conocimiento de
no sólo por su baja opinión sobre la
geometría ni aritmética, y (lo que es más)
de los indios sino también por ser uno de
los la
sin saber leer ni escribir; formar
guarismos,
autores que dicen que los templos de los incas,
caracteres y labores, como también hermosas
así como sus casas y fortalezas,
fueron cons-
figuras con el pico el pincel, solamente con
truidas por gigantes en el pasado, no por indios. y
indios aprendieron mucho ver el dibujo; y como se ha experimentado su
Arzáns admite que los
pero para él ésta es una prueba buena capacidad e inclinación, han alcanzado
de los españoles,
una real cédula para que los hijos de los caci-
de su innata habilidad." También reconoce que
-

ques gobernadores los demás nobles indios


''aquellos indios no alcanzaron en sus fábricas y y

medio punto del arco, y lo hacían como en puedan (estudiando facultades y teología) ser
el
ordenados hasta de presbíteros, la cual cédula
remate de punta, pero de columnas, basas, ca-
demás les dio remitió nuestro rey y señor don Car-
piteles, cornisas, frisos, arquitrabes y lo y 23
de gloriosa memoria”.
con primor lo obraban”. Luego registra los los II,
Esta actitud guía todos sus juicios posteriores
nombres de los ''maestros de cantería” indios
sobre los indios. Arzáns pasa lista minuciosa y
cuyo arte enriqueció la iglesia franciscana, y
elogia especialmente la pericia de Sebastián de
monótona de los incas uno por uno, comenzan-
la Cruz que murió mientras trabajaba
en San do con Mancco Ccápaj y terminando con Ata-
por
Francisco y que ''sin saber siquiera leer y escri-
huallpa que fue tan injustamente muerto
Pizarra
27
Se detiene largo en el inca número
bir fue insigne artífice en piedra, obró de
pri-
cons-
de de or- cuatro para describir sus trabajos de la
mera la torre de la Compañía Jesús
trucción de la laguna termal de Tarapaya.
es
den jónico y toscano, su portada que está en el
poder de aquellos indios que
cosa admirable el
medio, con más de 40 columnas de obra que _s
pudieron hacer
llaman salomónica, repartida en torre y porta- tal .

23
En otro lugar Arzáns menciona las mu- La tiranía de los españoles comenzó en Po-
da”.
tosí con el descubrimiento del Cerro
en 1545
chas plantas y flores cultivadas por los indios
por Huallpa, quien "no adquirió estimación
en los jardines de Potosí a pesar del arduo
que ninguna, antes fue muy mal mirado de los es-
clima, las cuales son en ''tanta multitud
nombrarlas en castellano, y en pañoles por encubridor de aquel primer descu-
tiene dificultad
brimiento”.
29
Al comienzo los indios trabajaban
el idioma indiano son muy conocidas y prove-
." 4 "con todo cariño” creyendo que los españoles
chosa su aplicación para varios achaques
no es sor- les pagarían por sus servicios y no los molesta-
Con esta actitud hacia los indios,
rían. No fue así: los españoles actuaron
con la
prendente que Arzáns dondequiera en la His-
"acostumbrada tiranía que usan con los indios .

toria vuelva una y otra vez sobre su habilidad,


de-
El capitán indio Chaqui Catari envió este
su caráter, los males que se les siguen del
sis-

españoles safiante mensaje a los españoles: Decid a esos


tema de la mita, y la crueldad de los
enemigos nuestros, ladrones de oro y plata, bar-
para con ellos. Como muchos españoles desde
de la conquista dos siglos antes de su budos sin palabra, que si hubiéramos sabido que
los días
era gente sin piedad y que no cumplen
los tra-
libro, Arzáns muestra un profundo interés
por
25 tos, desde que supimos que estaban en el Porco
la historia de los indios. Como preludio a su
hecho guerra, echándolos de
de cultura de los incas, les hubiéramos y
detallada descripción la
nopermitiéramos entrar donde estába-
les
esclarece su posición: Los indios no conocían
allí

mos ni sacar la plata del Potocsi. Decidles


que
cuando Colón llegó, y pocos pueden
la escritura
por entender que siendo viracochas eran buenos
leer o escribir"no porque en ellos falte la ca-
pacidad de aprenderlas sino porque no se ponen y de mejores costumbres que nosotros, por eso
les servimos aquel poco tiempo, y todos ellos
a ello”. Luego establece su convicción básica:
plata
nos prometieron vivir juntos y gozar la
2i Ibid., III, 264-265. Este fragmento nos asegura
Dr. Men- que
a quien
del Cerro, pero ya sabemos que es gente
doza, puede ser de Pedro de Peralta Barnuevo
Arzáns copia en esta parte. no sabe cumplir lo que promete. Y decidles
22. Ibid., III, 16.
26. Historia, I, 20.
23. Ibid., III, 16.
27. Ibid., I, 21-31.
24. Ibid., I, 5. ,

25. Means, Bibli oleca andina; Hanke, T be Dawn oj Con- 28. Ibid., I, 21.
29. Ibid., I, 37.
Science in America.

lxxiv
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

que al mal hombre Huaica lo ha de castigar el En toda la Historia Arzáns muestra cuán ín-
gran Pachacámac, porque les ha descubierto timamente compartían los indios la vida con los
el Potocsi, que a ninguno de nuestros ingas españoles. En 1559 suplicaron que se les per-
se lo dio; y que si quieren paz y no guerra se mitiese marchar a la cabeza de la procesión
vayan de aquí y nos entreguen a Huaica para funeral en memoria de Carlos V. Esto fue de-
castigarlo en nombre de Pachacámac, por haber negado pues se temía que los indios "mezcla-
faltado a la orden que nos dio a todos de que sen en aquel sentimiento algunas ceremonias y
no sacásemos la plata del Cerro, cuando se oyó supersticiones que en semejantes funciones sue-
el estruendo, y así que nos lo envíe porque tiene len hacer con sus señores e ingas”. Pero en vista
muy Pachacámac”. 30
enojado al del deseo de los indios "se les concedió el que
Esto provocó el primer derramamiento de acompañasen sin salir del orden que les die-
3
sangre en Potosí; los españoles gritaron "¡Dios ron”.” Luego se comprobó que estas precaucio-
ayuda y Santiago!” y mataron 50 indios antes nes eran necesarias como se vio algunos años
de poder retirarse. después en el famoso incidente del Cuzco cuan-
A pesar de este comienzo infortunado, los do los indios participaron entusiastamente en
indios fueron compelidos a trabajar en el Cerro, una procesión en honor de San Ignacio de Lo-
y de inmediato comenzaron las disputas sobre yola y aprovecharon la oportunidad para re-
su tratamiento. En el mismo año 1550 el domi- presentar una de sus antiguas danzas sin que
nico Domingo de Santo Tomás, discípulo de los españoles se diesen cuenta de ello.
Bartolomé de las Casas, atronó diciendo que Arzáns no ahorra relatos de atrocidades co-
Potosí era una "boca del infierno” que destruía metidas por los españoles contra los indios.
a los indios, mientras algunos frailes merceda- Dios castigó con una enfermedad a dos españo-
rios atestiguaban justamente lo contrario. Según les que habían tomado dos bellas doncellas
ellos los indios que trabajaban en Potosí eran indias para sus malos propósitos. 34 Arzáns cita
más sanos que los del Cuzco, y mejor alimen- con satisfacción reprimenda que, según se
la
tados, mejor doctrinados, mejor tratados
y mejor Toledo por haber
dice, dio Felipe II al virrey
vestidos que en sus propias tierras, decapitado a Túpac Amaru 35 Los indios podían
y que vivían
en Potosí "con mucho contentamiento”. 31 Al ser crueles y avaros, también, particularmente
cabo de algunos años, otra justificación para si se habían enriquecido y vivían como españo-
forzar a los indios para sacar la plata se vio en ejemplo de Francisco Chocata. 36 El trato
les, al
una relación clásica del virrey conde del Villar a los indios no mejoró con el transcurso del
dirigida al rey en 1589.I.10:"como los indios tiempo: "fuera de los daños que a los naturales
son naturalmente inclinados a vicios, ociosidad se les hizo en sus primeras entradas a sangre
y borracheras cuyo remedio consiste en ocu- fría, los tratan actualmente peores que si fueran
parlos, fuera bien repartirlos para las dichas esclavos así en minas como en sementeras, y
minas”. 32 esto con el mayor rigor que se puede imaginar,
porque el indio debajo del dominio del español
30. Ibid., I, 39.
Barriga, Los mercedarios en el Perú en el siglo xvi (IV, es lo mismo que una humilde ovejuela,
31.
y ésta es
26-48) publica una "Información del trabajo y tratamiento
la causa de su mayor desdicha. Pero al fin, qui-
que se da a los indios en las minas de Potosí, declaran
los padres fray Miguel Segura, fray Juan Cáceres
y fray
zás ellos en muriendo van a coronarse a la
Esteban Telles, a petición de Alonso de Montemayor
y gloria por premio de sus terribles trabajos,
Pedro Fernández Paniagua, Potosí, 31 de mayo de 1550". y
32. Archivo de Indias, Patronato 238, No. 1, ramo 8. muchos españoles que los oprimen van a ser
La historia del alcoholismo en las colonias españolas
,
todavía no se ha escrito, si bien es claro que este grave
esclavos a los infiernos”. 37
problema preocupó a las autoridades españolas. La audiencia Arzáns se maravilla de las inclinaciones re-
de La Plata aprobó temprano la orden de que los indios en
Potosí "no beban ni hagan borracheras entre semana sino
ligiosas de los indios a pesar del arduo trata-
solamente los domingos y entonces sin tambor, cosa bien miento de los españoles, criollos, mestizos
indecente y mal sonante”, Levillier, Audiencia de Charcas,
y
negros. Los indios mantuvieron su interés por
L 67-68. El virrey Toledo, replicando a los cargos de¡
eclesiástico Luis López, circa 1580, declaraba que había las fiestas, aunque su participación en el costo
prohibido la introducción de "harina de maíz” que era
la principal fuente de la embriaguez de los indios cuando
durado cerca de un siglo, el debate de la coca terminó con
fue a Potosí. Permitió que algunos españoles continuasen el fracaso de los oponentes de la hoja. Autorizados a erra-
haciendo chicha con la harina por un tiempo porque habían dicar el uso de la coca sólo en las prácticas supersticiosas,
invertido su dinero en el negocio antes de que la ordenanza los abolicionistas se dieron cuenta de que toda futura crítica
se expidiese. Colección de documentos para la historia de contra la coca tendría poca o ninguna acogida por la coro-
España, XCIV, 517-518. na. La derrota de los abolicionistas fue decisiva para el
La lucha de la corona y los misioneros siguió adelante, futuro de los indios andinos. La tolerancia
Piga Pascual, La lucha antialcohólica de los españoles y la permisión
reales dieron al hábito de la coca un estado legal en el
de la época colonial. Mas parece que las tabernas siguieron virreinato. A pesar de las continuas protestas sobre que la
dando buenas ganancias, y en algunos lugares hasta había coca estaba minando las tentativas de los misioneros para
funcionarios con el título de "alcalde de las borracheras cristianizar a los indios, las autoridades reales
de los indios”, Medina, Colección de documentos de la his- y vicerreales
sacrificaron el celo religioso a la estabilidad mercantil”.
toriade Chile, XVIII, 337-338.
También
la coca fue fulminada como puede verse en el
33. Historia, I, m.
34. Means, Biblioteca andina, p. 523.
sustancioso capítulosobre "The Coca Debate in Colonial 35. Ibid., I, 155.
Perú por Gagliano, A Social History of Coca,
p. 71-113. 36. Ibid., II, 11 8.
El autor de esta disertación inédita concluye: "Habiendo
37. Ibid., II, 139.

Ixxv
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI
muerte
tan afortunados como para escapar a la
de las danzas y ropajes aumentó mientras la de sus ca-
38 en las entrañas del Cerro regresaban a
los españoles disminuía. Como para mostrar
pueden sas en condiciones miserables: "Unos cojos y
cuán poderosos, inteligentes y nobles
mancos de trabajar en las minas, otros azogados
ser los indios, una de las más largas y absor-
notable por seme- de beneficiar el azogue y otros con otros mu-
bentes historias en un libro
43
vida del va- chos males”.
jantes distracciones literarias, es la
Uuespi. r maríneme iuc
Finalmente fue Algunos indios que escapaban a la mita de
liente indo Agustín Quespi.
indio
después de una gallarda cualquier manera se enriquecían y otros podía
dominado pero sólo
usar español para proteger
el dispositivo legal
resistencia’ "Pero era ya tal su
fama que desea-
pro-
sangre los dueños: poníanle ase- hasta cierto punto sus intereses, pero las
ban beberle la
indican
numerosas de eclesiásticos otros y
chanzas c^ 30 ó 5 o hombres, y unas testas
los re- que mita tuvo que ser una carga pesada para
la
veces solo Tetras con sus'compañeros virrey co
los indios. Tan opresiva era que el
sistía acometía y maltrataba con armas enasta-
1
pero la reac-
Talos hondas piedras, porque de Lemos trató de suprimirla,
da díanos y
suTlor y fuerzas
rrisco- por lo cual llegaron a
t’odo lo llevaba
presumir tema
como a ba- ción de los potosinos
relato que Arzans hace de la s ^f
rte de ^J
Francisco de la Cruz que se había propu
pacto con el demonio, pues un indio
pequeño ,

amaiieao
presencia no podía trabajar contra la mita. Una manana
(decían) de ruin talle
y y
.»• muerto, muchos dijeron que envenenado.
naturalmente ejecutar tales desistencias” de
No obstante toda la preocupación oficial
Arzáns reserva el lamento más sentido en del ecle-
la corona, los informes espeluznantes
favorde los indios para la mita, el sistema de
de So- siástico y la oposición de
trabajo forzado de los indios de Juan
administrador y jurista experimentado reales la mita existió durante t P
lórzano
colonial» También se alelaban
^para
del“gío xvn, caracteriza como /na "materia como Tucu-
trabajar en Potosí desde tan lejos
40
no menos profunda que las mismas minas .

que "si fueran muías de alqui-


mán, igual
Está todavía por escribirse la historia de
esta
incaicos, aun- ler [. .] sin
pagarles su trabajo ni darles unas
institución basada en antecedentes .

alpargatas para el camino


48
La fe recibía gran
que abundan los documentos existentes en
.
los
de Loaysa:
41
La Recopilación de leyes de Indias daño, según insistía fray Rodrigo
archivos.
refleja la actitud oficial expresada en
una real "Todo cuanto allá suena es tasa y tributos, y
el indio se muere las
últimas palabras
fechada en 15^9-hao.
II lecnaüa i 5 5y.i.iu. De-
me- L u«u UU -
cuando
cédula de Felipe 11 n „ „
con que acaba son ya no pagare ?
A A Meo nimí . ,
%
r*

claramos que a los indios se les pueda mandar aban ,, Este ' L
tributo: este es el Jesús con que a
que vayan a las mmas, teniendo doctrina y jus-
ticia que los ampare, bastimentos de
que poder. mismo
43. ‘ S ^
las sardinillas que andan
mar
en la mar,
buena paga en sus jornales, y hos- son como ,

se sustentar, andan tras de


que todos los demás pescados
pital donde sean curados, asistidos y regalados todos
ellas por comerlas y acabarlas, y así andan
los que enfermaren, y que el trabajo sea tem- no
susodi- éstos tras de estos miserables indios; y si
plado, y haya veedor que cuide de lo
presto
tienen algún favor, se acabarán
.

cho: y en cuanto a los salarios de doctrina y


opiniones sobre la mita que
mineros, pu
los minerus, pues
C3 re La información y' j-
justicia, sean a costa de ios 7T:.í„,.L nn j qn rtn
1 1
nue
Arzans P-ee^en
sulta en su beneficio el -partimiento de los :

el lector
va luz sobre la materia. Sin embargo,
lect0:
indios, y también paguen lo que pareciere
nece
confusos e irresolutos eran los es-
enfermos aprende cuán
sario para la cura de los .

ayudar a los
pañoles que querían proteger y
Hospitales para indios fueron establecidos en
indios pero también comprendían que el trabajo
Potosí ya en 1549» año tras año se
nombraban
necesario si se quería que la plata
morían cons- de éstos era
protectores de indios, pero estos
un pasaje revelador dice.
se produjese, pues en
tantemente en las minas por accidentes y exceso
inéditos para la historia de España,
XCIV,
de trabajo, y eran traídos desde grandes
distan- Documentos

cias en condiciones lastimosas. Como fray Ro-


IV'Hhtoria, II, 190. La audiencia
informaba al rey en
eran muy sanos, Levillier,
drigo de Loaysa informaba al rey en 158Ó.Y.5, 1652 II. 1 que algunos indios
Reían on de Capoche
Audiencia de Charcas, I, 66-67. La
los indios en camino desde sus
casas hasta poseían minas o partes
también anota que algunos indios
plata para la iglesia de
Potosí constituían "el más lastimoso espectáculo de minas, y que una india donó

de miserias que se puede pensar . Los pocos ^Ejemplos de protestas: el informe del
presidente Lope

de Armendáriz de la audiencia, Levillier, Audiencia


Diez
38. Ibid., II, 299. de Silva, Advertencias,
de Charcas, I, 368; fray Juan
^9. Ibid., III, 201. v
o -7i; Peñalosa Mondragón, Libro de las cinco excelen-
y
II, cap. 10. 7 T
40. Solórzano, Política indiana, lib. T
español, f. II 4 -II 5 _
cias del - , <

la mita, Historia, II, 253-254. Tucuman, Juan Ramírez


,

4 1. Véase la nota sobre 46 Carta del gobernador de


monografía sobre
Marie Helmer tiene en preparación una Velasen, al rey, r586.XII.10, Levillier, Gobernación del
la mita basada en investigaciones
en los archivos europeos
Garrick Wilson Holmes ha preparado
una XCIV,
y americanos. inéditos para la historia de España,
universitaria sobre "The Indian Miners
ín Colonial 47 ^1) o cümentos
tesis
2
Perú”. protector de indios, p. 1.
, ,
ey *• 48. Citado por Bayle, El
42. Recopilación, lib. VI, tit. 15, l

Ixxvi
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
"Y ciertamente yo me hallo confuso sin poder en las casas de los príncipes y ministros que
determinarme o a defender esta calamidad de gobiernan, perdonan pasados agravios, pues no
indios que padecen con la mita, o abonarla por hay puerta tan cerrada que no se deje abrir con
ser ayuda del bien universal. Porque quitada la llave de oro”. 49
mita totalmente y no habiendo quien trabaje Aquí vemos revelarse en toda su pungencia
en las minas (pues no lo pueden hacer los hom- el terrible dilema en el que Arzáns mismo se
bres de la Europa ni sus hijos los que nacen en encuentra al tratar de ir por un camino para
esta América, ni los negros del África, porque conciliar su respeto por las realizaciones cultura-
luego perecieran, salvo si se acostumbraran a les de los indios y la convicción de su impor-
ello) dése ya por perdido todo: cesará sin que tancia como seres humanos, con las arduas rea-
haya duda el comercio de Europa y demás par- lidades de la eterna
y urgente necesidad de
tes del mundo, porque ni habrá plata ni azogue producir plata.
con que beneficiarla, pues de quitar la mita de
Potosí también se quitará la de Eíuancavelica 6. EL ESPÍRITU DE POTOSÍ
de donde se saca el azogue; cesará, pues, con
eso el llevar a los reinos del orbe tantos millo- La Historia puede estar errada o exagerar
nes de oro y plata en galeones
y otras embar- sobre muchos detalles, y Arzáns puede hasta
caciones, y sin esto por Buenos Aires haber inventado un considerable número de las
y otros
puertos tantos millones de marcos en pifias sin fuentes que usa para su dramática historia de
labrar. [. . .] la Villa Imperial, pero sabemos sobre Potosí lo
"El perseverar la mita, por lo que toca a los suficiente según otros documentos para atribuir
indios, esuna de las grandes lástimas el verlos razonable certeza a la relación que hace del
salir para esta Villa dejando sus provincias espíritude Potosí. Es posible que la principal
y
casas cada año al entero de esta mita. ¡Qué de contribución de la obra no consista en la masa
demostraciones de sentimientos no hacen, qué de detalles contados en el millón
y más de pa-
de llantos, alaridos de mujeres gritos de sus labras de la Historia, sino en el espíritu que
y
hijos no se oyen al despedirse por aquellos cam- ésta sugiere sobre el orgullo, la opulencia, la
pos y poblados! Por no verse en este trance violencia, el sentido imperial que se percibe en
muchas familias se han desaparecido de sus ca- las vidasde estos potosinos, y en la visión ínti-
sas y tierras sin que jamás se haya sabido de ma que Arzáns presenta sobre las característi-
ellas por entrarse en las incógnitas naciones cas de los españoles, criollos, mestizos, indios
de infieles,
y muchos se han quitado la vida con y negros, la cual nos ayuda a comprender hoy
sus propias manos huyendo de sus gobernadores el régimen colonial del Perú que Víctor Andrés
al convocarlos para la dicha mita. Ello cierta- Belaúnde ha descrito como "una vasta organi-
mente es grandísima lástima la miserable servi- zación política y religiosa para la explotación
dumbre a que han llegado estos desventurados de las minas”. 50
naturales. [. . .] El orgullo de que estaba animado cada poto-
"De todosoy testigo; y cuando esta verdad sino se percibe casi en cada página de la His-
y me mordieren como perros
les pareciere mal toria,
y el deseo de decir sus glorias fue la razón
rabiosos, allá lo verán ante Dios el día de la por la cual Arzáns abordó su gran empresa.
cuenta que de esto les pidiere; allá lo verán Cuando la noticia de la coronación de Felipe V
azogueros, corregidores
y todos los españoles llegó a Potosí en 1701 hubo un "indecible re-
y peruanos que obraren tiránicamente con los gocijo” en todas las calles de Potosí,
y Arzáns
pobres indios; allá verán el paradero que tiene expresa de esta manera lo que sus conciudada-
la desobediencia de tantas cédulas como desde dos sentían sobre su posición en el mundo: "En
los Católicos Reyes se han remitido por sus los corrillos y otras juntas decía esta alegrísima
majestades hasta el tiempo que esto se escribe, Villa: 'Viva Felipe V el grande de España y las
tan en favor de estos pobres naturales que no
Indias’; 'Viva’, repetían todos, 'dilatados
y muy
sé qué más pudiera hacer un padre con sus felices años, gozando como el rey cristianísimo,
hijos: en todas ellas (que son muchísimas) los
su abuelo, de hijos, nietos
y bisnietos, y hereden
seis monarcas que hasta el señor Carlos II, que
todos de tal padre coronas, virtudes
y valor;
de Dios goce, han sido reyes de estas Indias, viva para ser columna, escudo
y defensa de la
encargan particularmente a sus ministros por el fe católica; viva como sol de entrambas monar-
buen tratamiento de sus naturales, que hagan quías para eclipsar las otomanas lunas; viva
y
ejecutar lo ordenado y mandado en dichas cé- para tener en igual peso la gran misericordia
y
dulas; pero todo es al contrario, si no en lo ge- la justicia; viva para premiar la virtud, valor
neral, mucho en particular. Porque ¿quién no
y letras, para ser amparo de los desvalidos y
sabe la fuerza del interés, quién no el valor del para mantener en paz su gran monarquía; viva
poder? Todo lo acomete la ira, a todo se rin-
de la codicia. Porque los presentes ricos, aun 49. Historia, II, 189-190.
50. Belaúnde, Meditaciones peruanas, p. 11.

lxxvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

cuenta etapa por etapa; se informa que gastaba


y elévense
tanto sus famosos hechos que falten
papel, 20,000 pesos cada semana y que su entierro
para escribir la suma de sus victorias,
plumas costó solamente 10,000 pesos porque él era muy
piedras, bronces, y .

56
" este Potosí, humilde.
'Y tú, oh gran Cerro’, decían a
'rey los cerros y montes, envidia de los
de reyes Una de las contribuciones importantes de la
soberbio por tu altivez y Historia son las biografías largas y breves de
del orbe, y aunque
potosinos que Arzáns acompaña a lo largo
grandeza, sólo humilde tributario de tus cató-
divino de su obra. Según observaba el virrey mar-
licos monarcas, sólo eres, pero pareces
mundo. qués de Castelfuerte, tanto los hombres como
pues mantienes con tu riqueza todo el
los metales eran notables en Potosí. Luego
[.. regocíjate, admirable Cerro, imán de las
.]
que se descubrió este mineral fue tan fecundo
voluntades, breve resumen de las grandezas de 57
de hombres como de metales”. Aunque hay
Dios, cuerpo de tierra y alma de plata, por la
dicha que has tenido de merecer por tu rey un
mucho de jactancioso en las semblanzas de Ar-
más dan un cuadro valioso de muchos
Felipe. [. .] Mucho has dado, pero mucho
záns, ellas
.

tipos excéntricos, imperiosos, crueles y religio-


tienes que dar; comience tu magnanimidad a
mo- sos que llegaban atraídos por las posibilidades
dar ricos metales en albricias del invicto
de hacer grandes ganancias con poco trabajo en
narca que has merecido’.
" la Villa Imperial.
'Y tú, oh Imperial Villa’, decían sus natu-
Casi cada capítulo da oportunidad a Arzáns
rales, 'siempre ilustre, magnánima,
liberal, cari-

sumamente devota, si hasta aquí has para jactarse de las cualidades excepcionales
tativa y
daños y molestias
injusticias, de los potosinos y sus notables poderes. A los
gemido tantas
que han gobernado de potosinos les va bien cuando van a Europay
que te han hecho los te
Poto-
alégrate ahora pues tienes las dotes de las novias son enormes en
entrambos estados,
en un solo convento hay 800 mujeres,
un rey que aunque distante de ti poco menos sí,

tus quejas por es- un potosino era de tamaño tan grande por su
de 3,000 leguas, representando
gordura que ocho hombres no pudieron llevarlo
y juntamente
remediar tus daños pre-
crito sabrá 61
cuando murió.
miar tus grandes servicios y lealtades. [. . .]

Las peleas y las fiestas se relatan con tal de-


También otros españoles creían que la ri- Arzáns
talle que uno casi se convence de que
queza de Potosí era el soporte principal de
estuvo presente en todas; describir aquí estos
España; 52 los extranjeros por su parte sabían
encuentros de sabor medieval requeriría mucho
de la montaña de plata y envidiaban su gran- Una
espacio. Todos son episodios notables.
deza.
53
Aunque otros centros del poder español por
vez, por ejemplo, los españoles pelearon
en América, como la ciudad de México, osten-
una mujer, uno de ellos la mato. De inmedia-
taban su propia grandeza y exaltaban su im- y
04 to "salió de su cuerpo un hedor tan
horrible que
portancia en relación con Europa, Potosí era
sólo él bastó para quitar el sentido a aquellos
algo especial. Los mineros de Potosí no se lla-
en Potosí hombres, y cayendo aturdidos al suelo al punto
maban a sí mismos "mineros sólo ;

expiraron ”.
62
Inclusive cuando la Histoiia se
dejan los dueños principales aquel nombre a
convierte casi en una hoja de escándalo por
los
sus mayordomos criados, tomando ellos para
y
No sorprende, pues, saber frecuentes asesinatos, crímenes sexuales, batallas
sí elde azogueros
tiene el tono de estar registrando
que un rico minero potosino, Antonio López de y crueldades,
dignos de un cen-
Quiroga, gastaba en mantener su casa más que sucesos inesperados y extraños
55.
Escribiendo tro tan maravilloso como Potosí. Aun los relatos
un virrey o un grande de España.
estaba en decaden- de pecados tienen proporciones dignas de Poto-
en una época en que Potosí
sí, y siempre tienen una
nota de grandeza. Ar-
cia y cuando ya era muy difícil hacer fiestas tan
diendo en iras” es la frase que suele emplear
espléndidas como en los días de la gloria pa- dispuesto a
detalla en forma seductora en un para caracterizar a un potosino
sada, Arzáns
pelear con un conciudadano por
algún insulto
largo pasaje la grandeza de la fortuna de este
riqueza es
atractivo gallego. Su vida se realo imaginario, y "monstruo de
rico, piadoso y de los ricos
una de sus descripciones ordinarias
51. Historia, II, 404-405. Mielicio,
azogueros. Refiriéndose a Cristóforo
.
_

52 afirmación típica de Lope Díaz de Armendanz al


Una
rey, en 1576. IX. 25: "de donde pende
la riqueza de este
un polaco, Arzáns observa complacido: "no hay
I, 362- Véase tam-
reino”, Levillier, Audiencia de Charcas,
bién Escalona Agüero, Gazophilacium
regtum perubtcam,
p. 160; Salinas y Córdoba,
Memorial, p. 250; Cabrera de
56. Historia, II, 394-39 8 - .
Córdoba, Felipe Segundo, IV, 359- Fuentes, Memorias de los virreyes, 111, 17 1 -

Potosí, del autor, p. 2, 43. 57.


53. Véase The Imperial City of 48, 493.
esta tendencia panegírica 58. Historia, II,
54 Justino Fernández señala que 9
los Diálogos
comienza en la ciudad de México en 1554 con 60 Ibid’ III i44- Una apreciación más
realista sobre las
Salazar, que exalto la
latinos de Francisco Cervantes de proporciones de los establecimientos religiosos
se encuentran
Europa, y alcanzó
plaza mayor de allí como inigualada en España en el Perú, y en
Ursua, y Sahagun en Lissón Chaves, La iglesia de
su clímax en las Gacetas de Castoreña y Egaña, Monumenta peruana.
Arévalo (1722-1742), El retablo de los reyes.
y 61. Historia, III, 248.
perubtcam, p.
Escalona Agüero, Gazophilacium regtum
62. Ibid., I, ii4-
160.

lxxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
región en el mundo
de donde no concurran los pesos libra en estos tiempos, que en otros llegó
hombres a 63
en medio de his-
este Potosí”. Y a valer a nueve, a ocho, a seis y a cinco pesos.
torias de encuentros sangrientos, de corrupción Para gastar cera blanca en cantidad en España
oficial, y de repugnantes hechos de potosinos ha de ser fiesta real y se expresa en las relacio-
celosos, Arzáns hace esta reconfortante observa- nes como circunstancia que pondera ostentación,
ción sobre la Villa Imperial: "fuente de las y en Potosí los negros esclavos sacan 8o ó ioo
riquezas, alberguede los forasteros, hospital de cirios cuando llevan el estandarte o son priostes
los pobres, patria de los valientes, venganza en una procesión. Lo mismo se ve en el más
de los ofendidos y grata correspondencia de triste indio, en el más pobre baladí, que ninguno
64
amistades firmes”.
Esta visión halagadora gasta otra cera que la blanca traída de Europa
de Potosí, y particularmente de su riqueza mine- y del Tucumán en este reino, adonde se da y
ral, se refleja en la consigna europea: "Vale un beneficia en estos tiempos tan buena
y blanca
Potosí” era una expresión escuchada a menudo como la otra”.
en las calles de Sevilla; 65 Cervantes la usa para Arzáns llena páginas y páginas de la Historia
expresar riquezas incalculables, pues Don Qui- con detalles minuciosos sobre la organización
jote asegura a Sancho Panza: "si yo te hubiera y ejecución de las fiestas, especificando qué
de pagar conforme lo que merece la grandeza gremio estaba encargado de qué; también acla-
y calidad de este remedio, [. .] las minas de . ra que todo el mundo en la Villa intervenía
Potosí fueran poco para pagarte”; 66 en los
y que algunos personajes ricos asumían respon-
sermones portugueses predicados en los autos sabilidades muy pesadas: "Don José de Oquen-
de fe, la iglesia católica era exaltada como "un do [. .] fue mantenedor del juego de sortija
.

paraíso terrenal lleno de flores, [. .] un Potosí . en estas reales fiestas” y gastó grandes sumas
de riqueza”; 67 y aun el capitán John Smith de por este honorífico privilegio. Arzáns deja su
Pocahantas sabía de la mina pues dice: "Que tema favorito con pena: "Querer yo especificar
la mezquindad de la palabra pescado no os la grandeza, lucimiento
y notables gastos de
disguste, pues él producirá tan buen [. .] oro . estas reales fiestas lo tengo por dificultoso, pues
como las minas de Guayana o Potosí, con ni el corto vuelo de mi pluma se puede alargar
menos peligro y costo, con más certeza y tanto ni lo dilatado de esta Historia me permite
68
facilidad”. más prolijidad en referirlas. Sólo digo que no
Las constantes demandas que los potosinos hubo estante ni habitante en esta rica Villa de
hacían a la corona por medio de sus procurado- Potosí que no gastase suma de dinero”. Si se tu-
res para diversos favores económicos polí- viera que escoger una institución simbólica a
y
ticos, losgastos pródigos en las fiestas, través de la cual se apreciase mejor el ethos de
y la
insistencia de Potosí para obtener su autonomía esta ciudad argentífera, esa institución sería pro-
de La Plata, todo esto testimonia el orgullo de bablemente la fiesta y la Historia documenta
losciudadanos de la Villa Imperial. En muchas esto admirablemente. La fiesta explica asimismo
partes de América hispana se celebraban fiestas; lo que un eclesiástico del siglo xvm quería decir
en Potosí era donde se gastaba más dinero en cuando declaraba que el derroche innecesario
las procesiones, se hacían corridas de toros del dinero era "una enfermedad vieja en esta
más frecuentes y grandes, y todo se hacía en tierra” ,
68a

escala ostentosa
y pródiga. "En el afecto, devo- Los españoles que cruzaban el Mar Océano
ción, aseo
y gastos y solemnidad de las fiestas al Nuevo Mundo se portaban como hidalgos
que celebra en honor de Cristo Nuestro Señor, desde el momento que desembarcaban, no im-
de María santísima y de los santos de la corte portaba cuán humilde hubiera sido su posición
celestial,puede decir Potosí seguramente que en España, según Arzáns. Casi dos siglos antes,
excede a cuantos se celebran en la cristiandad. las cortes de León
y Castilla, en 1548, se ente-
La cera blanca (que no se usa otra en esta raron de que los españoles en las Indias perdían
Villa) que se gasta en conventos, parroquias, rápidamente el hábito de trabajar, consumían
cofradías y procesiones es en tanta abundancia sin producir, y "como hombres de mal sosiego
que gasta más cera blanca Potosí en un buscan bullicios y desasosiegos en que se ocu-
mes que grandes ciudades de Europa en seis,
las
68 a La bibliografía de la fiesta es enorme, y aquí puede
.

valiendo en esta Villa a 20 reales, a tres


y a más darse sólo un resumen. Sobre fiestas fuera de Potosí véase
Arias de Villalobos, Obediencia que México dio al Rey D.
Felipe IV; Carvajal y Robles, Fiestas de Lima por el naci-
63. Ibid., II, 175. miento del Principe Baltasar Carlos, Lima 1632; Rojas
64. Ibid., II, 150. Garcidueñas, Fiestas en México en 1578; Fiestas celebradas
65. Chevalier, En lisant les 'novelas’, p. 350. en Quito cuando la Católica Majestad de Carlos III pasó
66. Rodríguez Marín, Cervantes el ingenioso hidalgo, VIII, del trono de Ñapóles al de España, celebradas el año
282. Se recordará que Cervantes pidió el cargo de corregidor de 1760. Véase también Durand, El lujo indiano. Pueden
de La Paz pero no lo obtuvo. compararse estas piezas con Moglia, Representación escénica
67. Glaser, Invitation to intolerance: A study of the Por- en Potosí en 1663.
tugués sermons preached at autos-da-fe, La cita de Arzáns sobre la cera está en la Historia, III,
p. 339-340.
68 Smith, The General Historie of Virginia, New England,
.
p. 149-150. El eclesiástico de referencia es Escalona Agüero,
and the Summer Isles, p. 219. Gazop hilad um regium perubicam.

lxxix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

más males y desventuras sin mezcla de felicidades


pan”.
69
Los españoles en Potosí eran los
76
menos dados a ni cortos alivios”.
orgullosos entre todos y los
acusa Arzans. Un título típico de capítulo incluye "falta
trabajar. Eran "vanagloriosos ,

de lluvias, hambre, muertes, latrocinios, injus-


El oidor Juan López de Cepeda los describía,
más suma pobreza, discordias y disensiones .

en 1585 como "un género de gente el


ticias,

refería Peleas individuales ocurrían constantemente


perverso que el mundo ha creado y se
un "por ocasiones muy leves, como era ya cos-
a Potosí como una " spelunca latronum y
babilónico pueblo”.
71
Los potosinos no seguían tumbre en esta Villa”. El crimen se convier-
te en una estadística ordinaria y Arzáns
infor-
de ninguna manera el consejo de Colón que
ma sobre hombres y mujeres muertos en Potosí
urgía a sus hombres a abstenerse de las muje-
orar antes de emprender una expe- en la misma forma que registra la producción
res, ayunar y

dición minera.'" Aun los eclesiásticos trepaban de plata o el número de misas en ciertos
77
días.
a Potosí para recolectar dinero ilegalmente, se-
gún fray Rodrigo de Loaysa.
73
Algo mas: la Nadie era respetado; aun mujeres y frailes

índole de los potosinos no cambiaba con las eran asesinados bajo condiciones atroces, y las
alternativas de la mina; el gobernador Pino mujeres mataban a sus celosos amantes y a sus
Manrique informaba unos 50 años después de propias hijas en circunstancias repugnantes.
A menudo se culpa a las mujeres; ellas son la
la muerte de Arzáns que en el Perú
general-
alguien; el Perú "ruina de la castidad” y los hombres deben
mente alguien medra a costa de
evitarlas. Los traidores eran decapitados y sus
debía llamarse "reino de la concusión y el repar- 79

timiento”.
74
Desde los días más remotos, pues, cabezas colocadas en los postes de la plaza;
doce hombres llamándose a sí mismos
los potosinos sehabían apreciado a sí mismos fieros,

hasta habían trasmitido este los Doce Apóstoles, recorrían la Villa robando
en mucho y quizá 811

sentido de importancia a algunos indios, pues haciendas y "forzando doncellas y casadas ;

Matienzo informaba que don Juan Colquegua- un hombre particularmente terrible, llamado
Castillete, mató a tres mujeres y luego, furioso
rache, capitán principal de los indios quillacas,
quiso legitimar a sus cinco hijos naturales, y porque un hombre no le dio tabaco, hundió su
cuchillo tan profundamente en la cabeza de
con característico espíritu potosino quiso tam-
su infortunada víctima que se necesitaron
dos
bién que tres de ellos se educasen en España, 81
presentados a hombres para sacarlo; y aun durante las exe-
que conociesen la corte y fuesen
su majestad."’ quias de 1665 en Potosí con motivo de la muer-
te de Felipe IV "no le faltaron ocasiones
de
Otra característica de vida potosina que la
la

Historia enfatiza tanto como el orgullo de los


desabrimientos e inquietudes por ciertos pas-

potosinos es la violencia. Arzáns describe con quines y coplas mal compuestas que las nacio-
nes contrarias a la peruana publicaron
ponien-
minuciosidad, gusto y vivacidad la violencia “

iracunda que parece estar siempre cerca a la dolas en las esquinas y plazas .

superficie. "Esta memorable Villa, teatro de las- Arzáns atribuye este perpetuo clima de cri-
timosas tragedias siempre”, es una fórmula per- men a la influencia de la plata y de las estrellas,
el lector se inclina a aceptar la
declaración
manente, capítulo tras capítulo. No había hom- y
bre que pudiese escapar a la furia y pasión de
de Juan Pasquier: "No parecía esta desdichada
por lo menos el lector de la His- Villa habitación de cristianos sino de bárbaros
los potosinos;
crueles, un territorio de confusiones y una
junta
toria no puede evitar oir violencias. Sombría-
enemistades, pues continuándose éstas entre
mente dice Arzáns: "con guerras y derramamien- de
acabé mi casi todas las nacionesque la habitaban, no pa-
to de sangre comencé, proseguí y aun
ho-
primer tomo, y con disturbios, rencores, ene- saba día sin que sus nobles matronas y sus
nestas doncellas enjugasen los raudales
de sus
mistades y particulares pendencias, sin faltar
heridas pen-
sanguinolento derramamiento, daré principio a ojos llorando, o ya las muertes, y
dencias, o ya las ausencias, destrucción
de ha-
este segundo tomo, con otras calamidades y
po-
abrumada cienda, embargos de la justicia de sus padres,
breza que se experimenta en esta
maridos, hijos, hermanos, y lo que más
para
Villa con tan notables trabajos. En mi Primera
de veras imi-
sentir era ver el femenil sexo tan
Parte mezclaron incomparables riquezas a
se
tando a la crueldad rigor de los hombres,
indecibles grandezas con lamentable sucesos, y
en pues también se mataban herían unas a otras,
civiles guerras y muertes lastimosas, pero y

esta Segunda sólo se dará principio refiriendo


76. Historia, III, 119*
77. Ibid., 4°9-
I,
69. Cortes de León y Castilla, II, 224.
78. Ibid., II, 175-176.
70. Historia, II, 432. 228-230.
II, 137-138. 79. Ibid., I,
71. Levillier, Audiencia de Charcas,
nota 3. 80. Ibid., 177-
II,
72 Bancroft, History of México, III, 556, Ibid., 168.
II,
no misioneras en Indias, 81. .. t
73. Bayle, órdenes religiosas
.

incidentes. Medina
82. Ibid., II, 232. Solían ocurrir estos
P- 538- Libelo infamatorio de 1640, Biblioteca hispano-
211-212. recuerda un
74. Pino Manrique, Informe, p. 422-423.
I, 480.
americana, II,
75. Levillier, Audiencia de Charcas,

Ixxx
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
o a veces mostraban tener valor con los mismos entender; aquel que menos habla y más bien
hombres”. 83 obra, ese verdaderamente noble, porque
sí es
La extrema tensión de vida retratada en la de unos y de otros me consta lo que son”. 86
Historia parece muy similar a la Europa del si- Los españoles son avarientos con su dinero;
glo xv tan bien descrita por Huizinga en The "pocos son los ricos de aquellos reinos que en
W aning of the Middle Ages y explica por qué esta Villa hayan muerto que con su dinero
y
un autor del siglo xix que sabía de Arzáns y su demás riquezas hayan dejado alguna obra pía
historia intituló su libro Crónicas potosinas. Cos- o alguna limosna considerable a los pobres”.
tumbres de la edad medieval hispanoamerica- Más aún, ellos destruyeron muchos indios, como
na 84 dice Las Casas,
y nunca reconocieron la gran-
Sabiendo sobre el orgullo y la violencia en la deza del régimen incaico aunque éste duró
Historia uno puede descubrir también lo que 1,640 años mientras Persia permaneció sólo
Arzáns piensa sobre la gente que hacía de la 469, Lacedemonia 547, Roma 963 y Cartago
8
Villa Imperial tan interesante crisol del Nuevo 500. Los corregidores enviados desde España

Mundo. Con los indios es con quienes se mues- eran los peores; el general Juan Velarde Tre-
tra más favorable según hemos visto; los negros viño colgó 96 hombres en tres años, "y así lo
son casi siempre pintados como crueles con los hicieron otros muchos corregidores”. 88 Arzáns
indios y como instrumentos para ejecutar accio- especula sobre el motivo que impulsa a los es-
nes repugnantes. 85 Arzáns consagra mucha más pañoles a actuar como lo hacen, y sugiere que
atención a los españoles, y se puede ver clara- pueden ser las corridas de toros: "será la causa
mente en la Historia el espíritu anti-español de de que en sola ella se conserve el ser los espa-
América, que remontaba sus raíces hasta el si- ñoles tan superiores y de alientos tan crecidos”.
glo xvi. Muchos malos españoles venían a Po- La hondura del sentimiento contra los "ex-
tosí: "son muchos los que de España pasan a puede deducirse del hecho de que
tranjeros”
estas Indias gente común y falta de nobleza: ya en 1601 hubo en La Plata una conspiración
esto es para en realidad, porque en lo demás para matar a todas las personas no nacidas en
está ya puesto en uso que no hay otra nobleza América. 89 Arzáns no llega tan lejos, pero es un
más que haber nacido en los reinos de Espa-
el partidario acérrimo de los criollos contra los
ña. [. .] Preguntó un peruano a uno de estos
.
españoles y se enfurece indignado contra el vi-
presumidos que bizarramente se pasean por las rrey que dijo que la única falta que tenía el
callesde esta Villa, la melena postiza caballero Diego Muñoz de Cuéllar
y enriza- ilustre
y
da, sombrero de tres picos, listón nacar, gabán Umbría era ser criollo: "Como si el serlo fuera
a la francesa azul o colorado, balona hasta el defecto, cuando ninguna nación puede estar li-
ombligo o corbata como ya es uso, calzones de bre de tener hombres con graves faltas, como
muy vivos colores sin que lleguen a la rodilla, se experimenta en este reino donde concurren
medias negras, zapatos blancos
y no cortos taco- de toda la Europa, y que el vengar agravios
nes, capa corta de vivo color, lo mismo sus particulares (hablando en cuanto a la honra
y
vueltas: qué dejastes la grandeza
'Señor, ¿por vana que tanto estiman los mortales) no es
de vuestra patria
y nobleza de vuestra casa?’. motivo de degenerar, advirtiendo que peruano
Experimentada es la respuesta, así son muchos de Potosí nunca ha sido contra sus reyes cató-
y
los que han dicho que porque mataron un caba-
licos pues ninguno ha cometido crimen de lesa
llero o dieron una bofetada a un duque, hirie- majestad ni le ha usurpado sus haberes rea-
ron a un marqués, apalearon a un conde u otros les”.
90

disparates semejantes que de verdad causan risa, La Historia no ocupa mucho en los mesti-
se
aunque ellos tienen por simple al que se lo zos. Ellos pelean,matan, se enriquecen, se em-
pregunta. Preguntad a otros que (reciente en su pobrecen, muestran celo religioso
y cometen
venida) andan casi desnudos
y en varias casas crímenes como el resto de los potosinos. Tenían
por un pedazo de pan, que por qué padecen altivez;en una de las pocas referencias sobre
tanta necesidad,
y os responderán diciendo que este propósitoArzáns cuenta cómo el presidente
el mar en una tormenta les tragó ioo ó 200,000
Nestares Marín rehusó cumplir una real cédula
ducados de ropa que traían. [. .] Desengañaos,
.
por la que se requería a los mestizos a pagar
peruanos o criollos, porque habéis de saber que tributos como los indios,
y respondió "diciendo
mis padres (que lo fueron de España, como mu- que su majestad quería ver perdido el Perú
si
chos de los nuestros) notando las obras buenas pondría en ejecución su real mandato,
o malas de lo que de allá pasaban, y con
y juntamente esto escribió largamente los inconvenientes que
sus palabras, decían: "Sabed que este que más
para ejecutarla habría
y daños que se segui-
presume es mucho menos de lo que él os da a
86. Ibid., I, 215.
87. Ibid., 23,27, 31.
I,
83. Historia, II, 82.
88. Ibid., II, 409.
84. Quesada, Crónicas potosinas.
89. Morales, Una rebelión libertaria en Ckuquisaca en 1601.
85. Historia, II, 417.
90. Historia, II, 246.

Ixxxi
historia de la villa imperial DE POTOSI
competencias en las fiestas, justas y torneos que
rían”. en 1708 cuando el corregidor del
91
Y soberbias
por se hicieron, y los banquetes y comidas
Cuzco trató de impedir el uso de espadas 95
costosas que hubo”.
losmestizos éstos se levantaron y lo expulsaron y demasiado
92 Arzáns puede estar en la Villa Imperial
de la ciudad.
apartado de los otros centros de población del
pesar del vigoroso sentido de americanismo
A
imperio, pero su Historia registra noticias de
manifestado a través de la Historia y los agudos
pre- terremotos en Lima, la historia y asuntos del
comentarios contra la insolencia, crueldad y
españoles que trataban de Paraguay, los disturbios de Tucumán, las depre-
sunción de muchos
Arzáns daciones de corsarios ingleses como Francis Dra-
oprimir y explotar a los criollos e indios, frente
espectacularmente leal a la ke, la batalla naval contra los franceses
se muestra firme y
vivió toda su vida a Cartagena en 1708," descripciones detalladas
corona. Aparentemente él
Lima, no de las batallas de Brihuega y Villaviciosa en
en Potosí y no recuerda ni una visita a 97
embargo un sentido Portugal en 1710, y las luchas contra los fran-
se diga a España, pero sin 98
ceses y holandeses en alta mar.
poderoso de responsabilidad hacia la corona y
obra. Sucesos reales La participación de Potosí en los asuntos del
el imperio penetra toda su
imperio era costosa, y Arzáns comenta el cons-
como nacimientos, matrimonios, coronaciones,, y
ningún tante problema de obtener hombres y dinero
muertes son tratadas en primer lugar, y
posiblemente mas para empujar a los indios araucanos en Chile,
cortesano de Madrid sería
historiador, o mas an- y quedamos enterados de su bravura y de la
obsequioso que nuestro
detalles de las reper- amenaza que ellos representaban para el impe-
sioso de recordar todos los
reales y rio.
99
Para expulsar a los escoceses de Darién
cusiones potosinas de acontecimientos de
Arzáns calcula que en el en 1703 el virrey recomendó que el 10% las
asuntos imperiales.
fueron volun- rentas fuesen tomadas, paso que
eclesiásticas
período 1598-1600 7,000 criollos
Chile causó en los eclesiásticos gran preocupación y
tariamente a pelear en las fronteras de
como 1,700 forza- condujo a resentimientos muy amargos contra
contra los araucanos, así
93 llegó la noticia de la victoria el arzobispo que había tenido la tarea ingrata
dos”. Cuando paga-
de hacer cumplir la real orden. Pero ellos
de Lepante contra los turcos en 1572, un
albo-
ron, si bien un clérigo era tan pobre que se vio
rozado regocijo cundió en Potosí y Arzáns in-
dos camisas que
detalles sobre las obligado a vender una de las
serta una gran cantidad de 100
oponentes. poseía, para pagar su parte.
fuerzas de Felipe II y también de los
botín de La Historia trae mucha información para cual-
Sabemos inclusive cómo se dividió el

rey; al pon- quier lector con suficiente paciencia para per-


guerra: "la capitana del turco al
todos
cañones gruesos, tres pedre- severar hasta el fin, y puede ser que de
tífice27 galeras, 9
los asuntos que incluye los que expresan el espí-
al rey católico
ros, 42 sacres y 200 esclavos;
pedreros, 168 ritu de Imperial sean reconocidos final-
la Villa
81 vasos, 68 cañones grandes, 12
mente más valiosos pues nos muestran
entre los
sacres, 3,600 esclavos; a Venecia 54 vasos, 38
esclavos. cómo sentían los potosinos de sí mismos, de los
cañones, 6 pedreros, 84 sacres, 2,400 del cual
derecho de la décima del genera- españoles, de los indios y del imperio
Cupieron al
e indudaole-
las piezas de se consideraban tan importante,
lísimo 16 vasos, 720 esclavos, y podía
poder los dos hijos mente, indispensable parte. Arzáns bien
10, una; quedaron en su que detestaba
94 ser un criollo nacido en América,
de Alí bajá y 47 principales”.
a algunos españoles repugnaba algunas leyes
La noticia de Lepanto llego simultáneamente y
su
príncipe Fer- reales,pero era un súbdito leal de la corona y
con el anuncio del nacimiento del fuerte era la cul-
Historia nos ayuda a ver cuán
dinando. El mismodía los potosinos organiza-
turaque España había implantado en América,
ron "unas costosísimas fiestas con una riquísima
apartado Potosí en medio de un
vistosa máscara”. Arzáns añade: Y
dice aun en el
y muy Ha-
cosa maravi- desolado territorio en lo alto de los Andes.
el capitán Pedro Méndez que era
un historiador como Bartolomé
de Potosí ber producido
llosa ver los caballeros moradores
otros mostrando las rique- Arzáns de Orsúa y Vela puede bien contarse
compitiendo unos con
mayores como un suceso considerable para cualquier im-
zas que tenían, que sin duda eran las

joyas cadenas de oro con perio.


Perú, en
del galas, y
que adornaron sus personas. También hubo
95. Ibid., I, 147- , 1T
también 103, 202; II, 337-3;>°-
96. Ibid., II, 463. Véase
I,

91. Ibid. II, 178.


97. Ibid., II, 493-
92. Ibid.
98. Ibid., III, 203-206.
.

termino criollo vease


93. Historia, II, 246. Sobre el
concepto. 99. Ibid., I, 182-185.
Árrom, Criollo: definición y matices de un 100. Ibid., II, 416.
94. Ibid., I, 147-

lxxxii
IV

ARZÁNS HISTORIADOR

i, El por qué de la Historia; 2, Sus ideas sobre la historia 3, Su preparado n y sus preferencias; 4, Los
trabajos históricos de su hijo Diego; 5, ¡Caveat lector!

r. el por qué de la Historia Arzáns en su Prólogo nos dice que fue ins-
pirado por la sublime grandeza del propio
N SU juventud Arzáns no pensó en ser Cerro: "¡grandeza sin igual, admiración por-

Etaquia,
un historiador. Describiendo su visita
a un pueblo vecino para ver los retratos
de esas valerosas doncellas, Ana y Eus-
que corrieron tantas aventuras nocturnas
en Potosí, revela a sus lectores: "aunque enton-
tentosa!”. También le movió el "amor de la
patria” y el estímulo de sus conciudadanos que
por su parte deseaban ver escrita "la historia
de esta famosa cuanto memorable Villa”. Ar-
záns da muchas pruebas de la constancia y pro-
ces ni aun por la imaginación se me pasaba es- fundidad del amor a su ciudad natal, y sus
cribir esta Historia para dar noticia de estas se- muchos himnos de alabanza a Potosí tienen un
ñoras”.
1
Rodeado de evidencias —en forma de fervor místico semejante a las palabras de Fer-
iglesias yde mansiones de la antigua grandeza— nando Montesinos, cuyos "Anales del Perú”
de Potosí, y consciente del pasado por los rela- pudieron servir de modelo para la Historia,
tos trasmitidos de generación en generación, Ar- cuando exclamaba: "Es misterioso este Cerro, y
záns se sintió estimulado a escribir probablemen- lo crió Dios para exaltación de la fe en su
te porque en su tiempo la Villa Imperial estaba mayor oposición y lustre del imperio de Espa-
6
en declinación. La producción de plata había caí- ña”. Arzáns explica asimismo con donaire en
do, los oficios se vendían a precios mucho más el Prólogo su propósito de escribir historia:
bajos, y losimpuestos habían bajado. 2 No toda "procuraré hermanar la llaneza del estilo con
la grandeza de la Villa había desaparecido, sin la verdad de los casos, sin que la claridad de-
embargo, pues todavía en los últimos años de cline a bajeza ni el cuidado pique en afecta-
Arzáns "el más famoso de todos los trabajos ción; y todo será para deleite y provecho del
coloniales de Potosí, sea mestizo o español” es- ánimo, atendiendo también a que lo narrativo
taba en obra: la portada de la iglesia de San agrade por nuevo, admire por extraño, suspen-
Lorenzo (1728-1744) 3 Mientras Arzáns com- da por prodigioso, por ejemplar exhorte, si da-
ponía la historia de Potosí más grande ñoso escarmiente, y si imitable provoque a lo
y espec-
tacular que se conoce, la misma decadencia de bueno”. 7
la Villa pudo ser un poderoso incentivo para Arzáns tenía vistas más complicadas y elabo-
penetrar hastaen las minucias de los años radas sobre lo que es la historia, como se verá
memorables en que Potosí fue la ciudad más por un examen de muchas proposiciones corre-
opulenta del imperio español. 4 Aunque los días lativas dispersas sin aparente deliberación por
de "riquezas, pompas y aplausos” habían sido toda la Historia.
seguidos por "pobrezas, miserias
y desgracias”,
Arzáns sigue siendo un potosino orgulloso:
"¡Oh, cuánto de esto experimenta hoy la siem- 2 . SUS IDEAS SOBRE LA HISTORIA
pre augusta Villa Imperial de Potosí! ¡Oh,
y
con cuántas ponderaciones lo significan sus an- Un historiador debe decir la verdad sobre
cianos y pobres hijos, aquellos que gozaron de todas las cosas, asienta Arzáns, como el prin-
mucha prosperidad y hoy no alcanzan para sus cipal deber de quien escribe sobre el pasado.
sustentos! ¡Oh, cuánta grandeza (nos refieren Elogia a Méndez y Acosta porque escribieron
varios historiadores) mantuvo esta Villa en los historia "no como debía ser, sino como fue, sin
pasados tiempos, y cuánta desdicha posee al añadir ni quitar a la verdad cosa alguna”. 8 El
presente! Pero qué de maravilla es este des- verdadero historiador no cambiará su relato por
caecimiento, [. .
,]” 5 respeto a un personaje poderoso "pues con per-
juicio de la verdad enflaquece la fe de la histo-
x. Historia, II, 154.
2. Ibid., 391-392. 493. Véase también II, 158-159.
II,
3. Wethey, Mestizo Architecture in Bolivia, p. 290. 6. Montesinos, Anales del Perú, I, 157.
4. Historia, II, 392. 7. Historia I, Prólogo.
,

5. Ibid., II, 156. 8. Ibid., I, 205.

Ixxxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ría ”. Los lectores de la Historia no podrán


9 yo con el parecer de muchos discretos) he de-
menos de ver que Arzáns da muchos ejemplos terminado de tener cuidado también de agradar
de "rigores y codicias” de funcionarios oficiales como de aprovechar al lector cuando puedo,
ricos. Acusa, aunque no identifica, a contando algunas de estas grandes cosas de
y potosinos
"cierto escritor de los sucesos de Potosí que armas que tanto ha habido de ellas en esta
muestra pasión, parcialidad o prejuicio perso- memorable Villa, y no callando asimismo los
nal: "es digno de gran vituperio el historiador
ejemplos de paz y buenas costumbres de los pa-
mansos jueces, y condenando los vicios
que por adular a los apasionados desdora o cíficos y
”. 10 condenar y abominar los que los
tizna honras de inocentes y pecados por
debe decirlo todo, empero. Las inde- usaron y cometieron. Porque para esto princi-
Uno no
y se han de leer
palmente se escriben las histo-
cencias son a veces mejor "calladas que declara-
11
ocasionalmente no da el nombre de rias, para que leyendo los vicios y pecados los
das ”, y
las virtudes imiten, y de los casos y
una persona "por no ser conveniente”. Ni tam- huyan, y
poco informará sobre los defectos de eclesiásticos acaecimientos tomen aviso los lectores, y reglas

u otras personas dignas de respeto. Arzáns se da para la vida, y se hagan experimentados y sa-
cuenta de que algunos lectores críticos —
nunca bios para otros semejantes
”. 131

descuida la posibilidad de que alguien le en- Se observa también que Arzáns se hace más
miende la plana sientan —
que el silencio sobre cauto a medida de envejecer y en vista de que
esas materias pueda ser peligroso, pues se apre- por consecuencia de su franqueza sobre hechos
sura a agregar: "no sé ni puedo escribir pane- recientes le vienen ataques y amenazas de las

gíricos sino historia ”.


12
Cita con aprobación una partes interesadas. Confiesa apesadumbrado a

de sus fuentes, fray Bernardo de Torres: "No sus lectores al comenzar el libro de la Pri- X
merece crédito la historia que sólo refiere los mera parte que está cansado y ansioso de com-
sucesos prósperos de las repúblicas y calla pletar la Historia, y que su reciente experiencia

los adversos, porque ni consigue el fin ni causa de un juez que quiso llevarlo preso disgustado
la utilidad que en este género de escritura se
por lo que Arzáns había escrito, le determinaba
busca. Porque la historia (como dicen los que en adelante a hablar menos de los que todavía
14
mejor sintieron de ella) es luz de la verdad, vivían o habían muerto recientemente .

maestra de la vida, vida de la memoria, recuer- La preocupación de Arzáns por dar tanta
do de la antigüedad, archivo de los tiempos, información sobre sus fuentes, especialmente
espejo de la prudencia; y ninguna cosa de éstas respecto a las vidas de santos, deriva de su rei-

puede ser perfectamente no refiriendo los casos terada y expresa determinación a decir la ver-
lamentables, porque en éstos resplandece la di- dad; así apoya su relato sobre fray Juan de la
vina justicia para temerla como en los felices Cruz en biografías aprobadas escritas por va-
rones doctos” en "ciertísimas informaciones
la misericordia para alabarla; éstos nos animan y
a imitar lo bueno, aquéllos nos enseñan a huir que se hallan en varios archivos y otros instru-
lj
13
mentos muy verídicos Analiza abiertamente
lo malo, que es el fin de la historia
.
.

el grave e indefectible problema afrontado por


En otra ocasión ofrece esta vista de la histo-
todo historiador que escribe sobre el pasado de
ria: "Y aunque tengo entendido que los lectores
su propio país, e informa a sus lectores que
siempre quisieran que les contasen grandes ba-
considera muy propio tratar especialmente a
tallas, extraños acaecimientos, notables hechos
tiempo que duró el corregi- Potosí: "Perdonárame el que se estrecha a le-
y mudanzas, en
el

miento de este caballero no hubo nada de esto, yes de general y larga historia si me dilato algo

sino que se gozó de mucha paz y regocijos fes- en decir las comarcas y singularidades de mi
patria: legítima disculpa, si bien en todo este
tivos. Pero también entiendo que las historias
libro hago el oficio de historiador de ella escri-
de los príncipes y ministros pacíficos, y de tiem-
pos felices y sin guerras y desastres, no son tan biendo los sucesos prósperos y adversos, gran-
agradables para muchos como las que cuentan dezas y menoscabos, que el singularizarme más
muertes, guerras, batallas, caídas de estado, mu- cuando con algún elogio la engrandezco es
danzas de reinos, victorias muy señaladas, bulli- obligación de la naturaleza más que amor de
bandos, alborotos y finalmente grandes crianza, y cayera en la ignominia de maldito,
cios,
acaecimientos de bien o de mal, tanto que los que dijo Euripedes: Si 110 fueras pésimo, no
libros de mentiras y fabulosos son leídos y agra-
alabaras la región en que vives menospreciando
ciudad en que naces y por esto
no
dan comúnmente, porque matan muchísimos la [. .] .
.

dejaré de obrar según el consejo de Teógenes,


hombres y combaten ciudades y fingen cosas
casi imposibles. Por lo cual (conformándome
poeta megarense, que dijo: 'Alabaré mi patria,
ciudad hermosa país lustroso, ni dejando de
y
9. Ibid., III, 196.
10. Ibid., II, 22.
13a. Ibid., I, 176.
11. Ibid., II, 440.
14. Ibid., II, 321.
12. Ibid., II, 73.
15. Ibid., II, 249.
13. Ibid., II, 73.

lxxxiv
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
referir lo excelente, ni dejando de vituperar escribe para un público europeo que ignora a
lo malo’”. 16 América. Arzáns explica qué es un cacique, de-
Mas su ideal como historiador no cambia; el fine al mestizo, informa que "papas son semi-
historiador no puede desprenderse de lo esen- llas de la tierra”, que los españoles "nacidos
cial: la verdad: "el estilo, las flores, el lengua- en estos reinos del Perú [son] vulgarmente lla-
je,ya que adornan y recrean, no son tan impor- mados criollos”, y que los españoles reciente-
tantes que no pueda pasar sin ellas”. 17 Arzáns mente llegados se llaman chapetones.
20
Arzáns
ambages en su Prólogo que su estilo
confiesa sin tiene sentido imperial, como se dijo arriba, pero
puede pobre pero que sigue a Jerónimo so-
ser la historiaque escribe está vista desde Potosí y
bre cómo debe escribirse la historia: "Mejor no desde el punto de vista ventajoso de Lima
parecen verdades toscas que mentiras elegan- o del Consejo de Indias de Madrid. Para él la
tes”. También declara que desea emular a Pitá- Villa Imperial será siempre, como lo proclama
goras cuando respondiendo a un filósofo que le con orgullo en el Prólogo: "ilustre, opulenta,
habría preguntado cuál es la virtud por la cual invicta, soberana,
.] a quien todos desean
[. .

el hombre se acerca más a Dios, dijo: "la ver- por refugio, solicitan por provecho, anhelan por
dad”. gozarla y la gozan por descanso”. Sin embargo,
Una cosa es la teoría; a veces la ejecución es no era un experto en las cosas del Cerro mismo.
muy diferente. Las preferencias y la prepara- Para historiador de una ciudad dependiente de
ción de un historiador pueden determinar en la la plata, Arzáns tenía poca experiencia de las
práctica la forma cómo escribe la historia, de minas o de la vida de los mineros. Su única
manera que ahora vamos a ver cómo cumplió expedición a las entrañas del Cerro lo dejó ate-
Arzáns su promesa. rrorizado, y era inocente de otras cosas también.
Una vez trató de masticar coca, que todos los
3. Su preparación y sus preferencias indios y algunos españoles lo hacían, pero a él
lo enfermó. 21 Estaba más cómodo trabajando
Si creyésemos todo lo que Arzáns dice en el entre sus papeles en el retiro de su estudio
y
Prólogo sobre sus propias deficiencias como his- conversando con sus conciudadanos que parti-
toriador, no nos molestaríamos en tomar cipando activamente en el arduo mundo donde
y leer
la Historia. Elocuentemente admite su falta de la plata era extraída en los senos de la tierra
preparación académica y su ignorancia del latín,
y beneficiada para su envío a España.
causa de su "mal limada prosa
y estilo”. Ade- Arzáns es obsequioso y puntilloso al referirse
más que ha emprendido es tan dificul-
la tarea a personajes importantes, especialmente a ecle-
tosa según él mismo, que sorprende cómo se siásticos: "el ilustrísimo señor doctor don Bar-
atrevió a emprenderla. La fama
y el esplendor tolomé González de Poveda, arzobispo de La
de Potosí lo animaron evidentemente pues co- Plata”. Elogia vehementemente a los hombres de
mienza la Historia con una nota de exalta- letras.
22
Los ricos, por lo general, no le gustan.
ción que bien puede clasificarse como "fiebre Quizá su propia pobreza pudo influir para que
potosina”: "La muy celebrada, siempre íncli- insista en que muchos hombres buenos fueron
ta, augusta, magnánima, noble
y rica Villa de humildes y para dar esta pintura amarga del
Potosí; orbe abreviado; honor
y gloria de la rico insensible: "El hombre rico no quiere tener
América; centro del Perú; emperatriz de las vi- conocimiento del hombre pobre y lo mira como
llas y lugares de este Nuevo Mundo; reina de si fuera de otra especie. ¿Qué será esto? ¿Que
su poderosa provincia; princesa de las indianas el pobre no es hombre? No, no, sino que no es
poblaciones; señora de los tesoros hombre
y caudales; el rico, pues quédese para más que fiera
benigna y piadosa madre de ajenos hijos; colum- inhumana. Pasemos a otra calamidad”. 23 Está
na de la caridad; espejo de liberalidad; desem- cerca al pueblo también por lo general,
y una
peño de sus católicos monarcas; protectora de de sus relevantes características, su "popula-
pobres; depósito de milagrosos santuarios; [. .] . rismo”, se considera en detalle en otra parte
El famoso, siempre máximo, riquísimo e inaca- de esta introducción.
bable Cerro de Potosí; singular obra del poder No hay mucho sentido del humor en la His-
de Dios; único milagro de la naturaleza, per- toria, que en esto no parece muy española. Una
18
fecta
y permanente maravilla del mundo”. vez avisa a sus lectores que conoce a un ecle-
Arzáns tiene fe en la capacidad de los hijos siástico criado con leche de cabra, "muy mo-
de Potosí y está convencido de que "más acierto desto en público mediante la reflexión que hacía
es en las cosas humanas lo que se ve que lo sobre sus acciones, pero tenía siempre alguna
que se oye, y mejor testigo el que escribe de su hora señalada para recogerse a dar saltos ca- y
patria que el que asiste en Europa”. 19 De hecho
16. Ibid., I, 22. 20. Ib id., 113; II, 56, 222;
I, III, 180.
17. Ibid., I, 134. 21. Ibid., 268.
II,
18. Ibid., I, 3. 22. Ibid., II, 295.
19. Ibid., I, 29. Ibid.,
23. III, 153.

Ixxxv
historia de la villa imperial de potosí

más actitudes y convicciones que ayuden a expli-


briolas”.
24
Son escasas estas historias risueñas
car por qué la Historia no esta siempre a la
y el tono de
Arzáns suele ser grave, propio del
una ciudad cuyos anales están altura de las promesas de su autor.
historiador de
llenos de grandeza, crimen y calamidades,
un
tragedias”. 4. Los trabajos históricos de su hijo Diego
verdadero "teatro de
Arzáns hace muchos comentarios adversos
Diego nació en 1700, o sea hacia el año en que
sobre las mujeres: "las mujeres son
artífices y

ocasiones causas de la su padre decidió iniciar la Historia, y la com-


oficinas de la vida, y y
pues pilación y composición laboriosas de la obra de-
muerte. Hanse de tratar como el fuego
20
Las mujeres bieron de ser parte importante de los primeros
como el fuego nos tratan ellas
Alba- recuerdos infantiles del muchacho. Diego caso
son peligrosas como esas raras arañas de
arañas unos tres veces ymurió súbitamente a comienzos de
nia: por "las picaduras de estas 31
julio de 175 5. Ni con los asiduos esfuerzos
vienen a morir luego en medio de los gustos y
aca- de Mario Chacón se ha podido localizar en
contentos que ellos reciben de ellas, otros
des- Potosí mayor información sobre el único hijo
ban llorando a la larga entre los trabajos y
pegado por su conver- conocido de nuestro y su mujer
historiador
venturas que se les han
desnudez doña Juana de Reina y Navarrete. Arzáns no
sación, pobreza, miseria, enfermedad,
menciona mucho a su hijo en la Historia, y
hambre ”. 26 Todas las mujeres visten extrava-
y
Diego tampoco dice mucho sobre mismo. 3 " sí
gantemente, aunque sus maridos sean pobres o
ricos
27
a veces una "doncella virtuosa
aparece A la muerte de su padre, en enero de 1736,
Diego resolvió continuar la Historia. Explica
;

28
pero más a menudo las mujeres
en la Historia ,

hombres que le gustaba leer historia, que estaba ansioso


visten indecentemente e inducen a los
hechos
29
Sin embargo, Arzáns no fue de hacer algo por su patria, y que en consecuen-
a terribles .

a sus encantos, cia decidió continuar la Historia a pesar de sus


ni mucho menos indiferente
Tere- deficiencias de estilo, errores, y falta de pre-
pues da este retrato seductor de una doña
apresura a paración: primeros rudimentos de la
"ni los
sa a quien él conoció, aunque se
apenas años, gramática aprendí por haberme criado con
a asegurar que era una niña de 15
la aplicación a la vara de medir que a los
estu-
cabellos
"el rostro como de marfil blanco; los
noche dios”. Promete escribir "verdades desnudas y
en buen medio, pues no eran ni como la
,

dorados; los ojos ver- es obvio que espera pues desafiantemen-


críticas
obscuros ni como el sol
de doseles las te compara "estos censores sañudos [. .] a los .

des, a quien por grandes servían


siempre pare- gusanos que no están sino donde hay algo po-
pestañas, tan crecidas ellas que
guarni- drido”, comienza su relato con una cita de
cían defensas de sus niñas o marcos y y
su imagen; las cejas tenía Quevedo. 33 No dice si su padre le hizo el encar-
ciones de ébano a
pobladas, anchas tan juntas que nunca go expreso de continuar la tarea, pero en todo
bien y
caso la parte de Diego que ha llegado hasta
experimentaron desunión; la nariz tan perfecta
en sobraba en lo
lo necesario ni
nosotros no es grande ni significativa. La con-
que ni faltaba
de tinuación cubre algo así como un año, y es
superfluo; las mejillas y la frente adornadas
rizos que igualmente cayendo sobre claramente inferior a la mayor parte de la His-
graciosos 34
toria escrita por Bartolomé.
ellasmostraban avaras mucho carmín en mucha
blancos, En algunos respectos la continuación sigue
nieve; la boca pequeña y adornada de
manos, pechos las normas y prácticas vigentes en la parte prin-
iguales menudos dientes; las
y
y
agrada- cipal. Diego también sazona su prosa con alu-
cintura, todo en gallarda proporción,
siones a autores clásicos, incluye elevadas
refle-
gracia en el andar, la
ble gentileza en el aire y
adorno xiones morales, da muchos detalles sobre las
voz que también suele ser el gracioso
procesiones, crímenes, milagros, peca-
fiestas y
de la belleza, era blanda, dulce y sonora, y
el

dos de los potosinos, crímenes, corrupción y


entendimiento claro, agudo y sobremanera dis- protestas
sujeto en castigos del cielo. Diego también hace
creta. ¿Quién viendo tan hermoso
quedara enamorado? de buscar sólo la verdad: "no es mi intento
sólo 15 años de edad no
¿Quién a tan superior belleza no se viera ren- nimi profesión referir cosas que no han llegado
35
peligro a mi conocimiento”. Sin embargo, su imagi-
dido, sin que careciera de alma o corriera su
30 nación es todavía más exuberante que la de
de insensible?”.
padre pues luego comienza a contarnos sobre
Probablemente no hay historiador que expli-
algunas maravillas de la naturaleza entre las
que todos sus prejuicios y preferencias, y el
en Arzáns cuales incluye esta perla: "En una ensenada
lector alerta descubrirá seguramente

157-
31. Chacón, Documentos, p. 9- ,
203 Arzáns sobre su hijo,
32. Una de las escasas referencias de
198-199.
Historia, III, 182.
292
33. Ibid., III, 400.
34. Ibid., III, 400-435.

Ixxxvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
que hace el mar en Zelanda tiene extraña pro- vieron mejores legisladores que los ingas? Ni
piedad el pedazo de aguas de aquel paraje que filósofos mejores, pues llegaron a alcanzar la
toda la madera que llega a caer en él, después inmortalidad del alma con premio para el bue-
de haberse dañado se convierte en gusanos. Es- no y pena para el malo”. Diego recapitula ex-
tos llegan a criar plumas y después alas, y tensamente la historia de los incas, 43 todos emi-
volando con ellas son hermosas y crecidas aves nentes, y luego vuelve al tema de los indios
cuyos procreantes fueron un leño y la humedad para decir de "Luis Niño, indio ladino, segun-
36
del agua”. do Ceusis, Apeles o Timantes, y es caso de
Otra característica que padre e hijo tienen en notar que estando embriagado pinta y esculpe
común es la exageración. El incendio de Pana- con primor. Varias obras de sus manos labra-
má en 1737, afirma Diego, fue más mortífero das en plata, madera y lienzo han llevado a la
que el incendio de Roma por Nerón; duró 12 Europa, Lima y Buenos Aires con aprobación
días y costó más de 30 millones de pesos. 37 Die- general, y hoy lo tiene el señor arzobispo de
go, como su padre, no se sentía satisfecho con La Plata ocupado en ejercicios de su arte”. 44 En
una sola empresa histórica, y había comenzado Cuzco hay otros renombrados pintores indios,
otro libro intitulado "Sol en el Perú. Entrada de especialmente uno llamado Tomasillo, y las igle-
los romanos y árabes en las Indias Occidenta- sias de San Lorenzo
y de los betlemitas en Poto-
les” que iba a mostrar "por extenso las innu- sí también atestiguan el ingenio de los indios.

merables maldades que se cometen contra estos Los mineros indios son más expertos que los
38
indios”. Los "corregidores, tenientes, capitanes españoles, pero se nos advierte que los criollos
de mita y de yanaconas, protectores y curas” son también ingeniosos. Los indios son por otra
eran responsables por los malos tratamientos a parte hábiles mercaderes y Diego cita el adagio
los indios, especialmente los corregidores. De- "El indio a su negocio” que es a la vez el título
nuncia "la tiranía que se usa con estos natura- de una comedia "por donde se conoce si son
les, el mirarlos como a brutos, el quedarse con rudos o no”. Tanto los indios civilizados como
su trabajo, el no pagarles justamente lo que se los bárbaros son "perspicacísimos en comprar y
les compra de mantenimientos”. vender cuando entran de paz a nuestras ciuda-
Diego también ataca al poeta de Lima Diego des como el más aventajado mercante”. 45 En
Dávalos y Figueroa, cuya Miscelánea austral sus largas y agrias impugnaciones a Dávalos y
(1602) había su padre encontrado tan impug- Figueroa, Diego invoca la autoridad de Las
nable por su menosprecio de las cualidades de Casas y de Garcilaso de la Vega, pero no dice
los indios. 39 Los que sostienen que los grandes nada que su padre no hubiera dicho ya más
palacios, fortalezas y templos de los incas fue- viva y elegantemente.
ron construidos por gigantes y no por indios Está a la vista que a Diego le falta el genio
están todos errados, y Diego censura en par- de su padre. Cita a Aristóteles, Homero, Plinio,
ticular a Dávalos Figueroa porque "escribió con Suetonio, el rey Witiza y otros valores pero
más pasión que verdad”, 40 Diego también des- parece más interesado en dar a sus lectores
pliega un espíritu anti-español, 41 información miscelánea sobre casos como gatos
y también
corre en defensa de los indios. Elogia la forma bicéfalos, hermafroditas y la historia de una
cómo éstos llevaban la cuenta de los sucesos mujer que dio a luz una serpiente, y consagra
históricos "por nudos de varios colores todo un capítulo al "parto monstruoso de una
y for-
mas [y] dan noticia de más de 2,000 años antes 46
gata”. El relato de Diego se interrumpe abrup-
de la venida de los españoles [. .] Y es de . tamente; como explica el análisis de los manus-
admirar la prolijidad y circunstancias que tenían critos en el tomo III, no sabemos si escribió
aquellos historiadores en dar noticia de cuan- más. 47 Para entonces al lector no le interesa el
tos murieron en las guerras, así de los suyos punto. La adición de Diego es una narración
como de los contrarios, las embajadas que reci- tan digresiva y con tan poca sustancia que uno
bieron y las respuestas que dieron,
y mediante se alegra de llegar por fin al término de la pro-
estos quipus se supo el origen de sus ingas, las longada Historia.
guerras y conquistas que hicieron, las leyes que
dieron, con otras muchas cosas que para escri- 43. Ibid., III, 427-431.
44. Ibid., III, 430.
birías es menester otro nuevo volumen”. 42
45. Ibid., III, lugar común de que los españoles,
431. El
Las hazañas de los indios en otros campos especialmente los caballeros, no se interesaban en el comer-
cio debe modificarse a la luz de lo que sucedía en la colonia
son también notables: "Pues Atenas, Lacede- hispanoamericana. Carreri, el viajero italiano que residió
monia, Roma, Cartago y otras repúblicas, ¿tu- algunos meses en la ciudad de México en 1698, conoció
varios caballeros de la orden de Santiago que medían con
36. Ibid., III, 421. la vara los géneros de algodón o de seda, o que vendían
37 - Ibid., III, 4x5. en su cajón chocolate o tabaco”. Humboldt "pudo ver aun
38. Ibid., III, 434 - a oficiales criollos en uniforme o con el hábito de su orden
39 - Ibid., III, 422-423 puesto, que servían a los parroquianos tras el mostrador”,
40. Ibid., III, 426. Pfandl, Sor Juana Inés de la Cruz, p. 17.
4 i. Ibid., III, 403. 46. Historia, III, 419-424.
42 . Ibid., III, 427 -
47. Ibid., III, 435.

Ixxxvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

5. Caveat lector! historiadores medievales descritos por Huizin-


ga: "su poca acribia en cuanto a datos y fechas,
superficialidad que insiste en detalles de
Cuando Pedro Vicente Cañete comenzó su His- y su 51
segunda y tercera mano ¿O consideramos
de Potosí unos 50 años
.

toria física y política


muerte de Bartolomé en 1736’ que Arzáns sufre de las deficiencias que Riva-
después de la
Agüero cree que constituyen algo así como la
buscó en vano información fidedigna sobre la
marca de fábrica de los historiadores peruanos,
Villa Imperial: "todos hablaban por una
tradi-

equivocada, por unas historietas o "faltos siempre [. .] de espíritu filosófico y


.

ción falsa o
llaman Anales sintético, las más veces de profundidad y arte
cuentos impertinentes, que aquí y
02
haciéndose creer sobre su palabra, de composición?”
de Potosí,
Arzáns ciertamente se muestra ansioso de im-
en la confianza de no encontrarse papeles en los
48
Cañete al parecer sólo conoció los presionarnos respecto a la seriedad con que
archivos”.
Anales, y aquí debe recordarse que el manus-
toma su "gran empresa”, como se ve por las
unos secciones previas de esta introducción. Aun en
crito de la Historia fue enviado a España
de organización y la presentación física de la
20 años antes, en 1756, como resultado la la

hizo aparecer Historia el lector no puede dejar de ver el cui-


averiguación oficial que no sólo
el manuscrito mas también produjo la declara- dado del autor. Hay una extensa "Tabla de
capítulos” que esta puesta al comienzo de la
ción del amigo y antiguo alumno del historia-
dor, don Bernabé Antonio de Ortega y Velasco.
obra para llamar la atención, y no al final como
era, y es, la costumbre en los libros
españoles.
Cañete comenzó a estudiar la documentación
"Tabla” no sólo una lista de epígrafes
existente en Potosí; descubrió muchas provisio-
La es
para de capítulos sino una detallada cuenta del con-
nes reales y vicerreales, y así sentó la base
obra. Sin embargo, también temió, tenido de cada capítulo. El manuscrito está di-
su sólida
Arzáns, que alguien censurase su histo- vidido en dos partes, y luego en libros y capí-
como
muy se- tulos hay muchas referencias a materiales ya
ria, y vuelve a afirmar con un espíritu y
como si el autor
me temo que salga incluidos o a sucesos futuros,
mejante al de Arzáns:
desease persuadir sin género de duda que obra la
algún Lucilo a satirizar mi estilo, mi talento, mi
des-
está trazada sobre un plan cuidadosamente
método o mi doctrina; pero sépase que nunca que
ver- envuelto. En cada página se pone el año a
será capaz de acusarme de poco fiel a la
49 corresponden los sucesos allí consignados, como
dad”.
his-
Los historiadores continuarán acusando de para probar cuán "cronológica y exacta la
inexactitud a Arzáns, y una investigadora que toria es.
Enuniforme caudal de materiales proce-
ha trabajado mucho sobre la historia de la mita
el

dentes de muchos cauces que Arzáns


provee
considera que esta edición de la Historia es una
aspectos posibles de la Villa
catástrofe. Con un real espíritu potosino cree sobre todos los
Imperial hay tanta retórica imaginativa como
que se necesitarán dos o tres siglos para comba-
estadística; el ritmo y la variedad de
su prosa
tir todas las falsas ideas que la
publicación de
notables serán analizados en una sección
este libro escrito por un con alma de
cronista '
son y
su
dara a conocer.
50
So- posterior. Desde el comienzo de la Historia
conserje o de periodista
producción de plata en los autor toma al lector de la mano y le muestra
bre el punto de la
las lagunas construidas para dotar de agua co-
años 1545-1572 encuentra correctas las cifras
rriente a los ingenios, las canteras de
donde
dadas por Arzáns, pero para otros años, y pro-
las ruinas de las antiguas
extrae la piedra,
pone una duda ya familiar a los lectores de esta se y
este-
introducción. ¿Son, pregunta, Antonio de Acos-
poblaciones indias. Se pinta fielmente la
circunda a Potosí,
de Potosí que Arzáns rilidad de la comarca que y
ta y los otros historiadores
producto de su vivaz imaginación
? se despliega ante el lector, con detalle exube-
menciona, el
más enorme cantidad y variedad de basti-
Y concluye que su pérdida completa, o rante, la
00

bien el hecho de que no se los conoce actual-


mentos y géneros traídos de lejanos distritos.
mente, "le hace dudar a uno”. Arzáns calcula cuánto trigo se consume en Po-
Estas dudas y desacuerdos deben tomarse en tosí y da un verdadero chorro de información
los
serio en todo análisis de "Arzáns, historiador . sobre precios del trigo, la carne, las gallinas,
puercos, la chicha, el vino y otros víveres.
Rinde
Uno debe también preguntarse si la Historia no
un culto casi fetichista a la exactitud: 832
ejemplifica algunas de las características de los
velas de a dos o tres libras” acompañaron
una

48. Cañete, Historia ¡¡sica, Mendoza, ed., p. 12. procesión en 1703.’


4
así prosigue Y
hasta que
49. Ibid., p. 18. el queda prácticamente exhausto por la
lector
50. Carta de Marie Helmer al autor, de
i959-V-3°- Desde
luego, todo historiador que intente abarcar un lapso
tan superabundancia de información escrupulosa.
largo como Arzáns tendrá que incurrir en errores.
Véase
51. Palm, España ante la realidad americana, p. 159-
análisis de uno de los predecesores de Arzáns
en Car-
el Perú, p. 345-
Espinosa Riva-Agüero, Historia en el
melite B. Velasco, El padre Antonio Vázquez de
52.
clase 53. Historia, I, 6-8.
en América. Pero Mlle. Helmer no se refiere a esta
54. Ibid., II, 421-
de errores.

Ixxxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
Algunos de los hechos y cifras que tan pró- cia la que triunfa, son los más propicios para
digamente disemina Arzáns son decididamente los picaros. No vienen a buscar las minas ni
inexactos como el Dr. Mendoza indica en sus a laborarlas, sino simplemente a vivir de aque-
notas al texto, lo cual ha sido posible gracias llos que trabajan. [. .
.] El ganapán de la penín-
en Sucre. Seguramente
al rico material existente sula queda así de la noche a la mañana conver-
otros errores de hecho serán señalados cuando tido en señor y terrateniente. [. .
.] Allí donde
la historia de Potosí se conozca mejor, hay riquezas fácilmente ganadas, como en el
y para
ello existen fuentes aún intocadas como se indi- Potosí de entonces, hay derroche, juego, muje-
ca en uno de los apéndices en el tomo III 53 . res, vino, pendencias
y en fin todo aquel séquito
Quizá la publicación de la Historia estimule de los siete pecados capitales que acompaña al
a nuevos estudiosos bolivianos, y ciertamente a dinero donde lo hay en abundancia. Y un medio
todos los que se interesan en la historia de la así, de desborde de dinero, de juego
y de muje-
Villa Imperial, no importa dónde se encuentren, res, es especialmente propicio para el desarrollo
a componer más guías archivísticas, a preparar 57
de la picaresca”.
más monografías aprovechando los documentos Vázquez-Machicado concluye: "la picaresca,
de archivo, y a publicar trabajos más amplios polimorfa por excelencia, se mostraba aquí en
para un público mayor, hasta que la historia toda su magnífica y proteica grandeza”. 58 Más
de Potosí sea conocida por fin. aún, Potosí y su fabulosa historia han tenido
De
aquí a algunos años, en consecuencia, qui- una significación universal precisamente por este
zá sea posible hacer un juicio bien fundado y espíritu picaresco: "Si en España la picaresca
sano sobre el valor de la Historia. ¿Podemos nació precisamente por el hambre, en Potosí
tentar una presunción ahora mismo ? Mi parecer la picaresca logró asentarse precisamente por la
es que los historiadores futuros llegarán a la abundancia. [. .] Entre el infinito que separa
.

conclusión de que Arzáns refleja fielmente el la pobreza de las urbes españolas de la opulen-
espíritu de las historias picarescas tan popula- cia del apenas construido Potosí, se nos muestra
res en Potosí. Gran cantidad de literatura pica- el alma hispánica en toda su grandeza
y toda su
resca fue ávidamente consumida por los espa- miseria, tal cual es: soberbia, codiciosa, cruel,
ñoles expatriados y los descendientes de los vengativa, pero también noble, altiva, señoril”. 59
conquistadores; una de las pocas listas de libros Las preguntas sobre la veracidad de Arzáns
vendidos en Potosí incluye tratados religiosos no cesarán, antes bien es posible que aumenten
a la vez que manuales de enseñanza para bar- en el curso de los años. La evaluación de su
beros y escribanos, diccionarios, un tratado jurí- aporte total cambiará, sin duda, por su parte,
dico, y un "curioso trabajo sobre el daño causa- pero ¿no podemos esperar que la Historia de la
do por el consumo del tabaco”, pero también Villa Imperial de Potosí sea considerada siem-
24 ejemplares de la Vida de Guzmán de Alfa- pre por lo menos como una expresión de la
rache de Mateo Alemán. 56 Las novelas pica- opulencia del centro argentífero y del espíritu
rescas, leídas y releídas en el ambiente barroco picaresco? Y
cualquiera que sea el juicio pos-
de Potosí pudieron tener una influencia decisiva terior sobre Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela
en la formación del estilo y enfoque de un escri- como que fue un
historiador, ¿no está ya claro
tor tan imaginativo como Arzáns. El malogrado escritor de gran vigor y de rica imaginación?
historiador boliviano Humberto Vázquez Ma- Parece que él presintió la discusión de sus mé-
chicado ha hecho un penetrante análisis de esta ritos, pues en el Prólogo anuncia que a pesar
influencia, pero ha señalado una diferencia esen- de su devoción por la verdad y de su arduo
entre las condiciones de Potosí
y de Espa-
cial esfuerzo, su obra será criticada: "que no será
ña: "El ambiente es distinto del español donde nuevo, pues siempre se experimenta que no se
la pobreza y el hambre crean el tipo literario tiene por sabio y discreto quien no censura
del picaro; aquí no hay miseria, pues todos trabajos ajenos, pareciéndole disminuye su cré-
ganan y todos derrochan; el dinero corre en dito si así no lo hace”. En este caso decide asu-
abundancia por todas partes. Podría pensarse mir una posición filosófica: "hago el ánimo a la
que en un medio así, rico de suyo, no cabe el paciencia pues no puedo hacer otra cosa”, y
tipo del hampón
y del picaro de las novelas pone su confianza en el "benigno lector” y en
de la época, y que sólo puede florecer entre los que después de él vayan a estudiar la histo-
los mendrugos que aquéllos pueden cobrar en ria de Potosí.
las hambreadas urbes peninsulares. Grave error. ¿No haríamos nosotros lo mismo hoy día, pero
Precisamente estos ambientes de riqueza fácil añadiendo esta amonestación: Caveat lector?
y
ostentosa, en los cuales más aún que el trabajo
57. Vázquez-Machicado, Resabios de la novela picaresca en
tesonero es la audacia, la suerte loca o la mali- el Potosí colonial, p. 338-339.
58. lbid., p. 340.
59. lbid., p. 339. Sobre las conexiones de la historia con
55. lbid., III, 492-500. los libros de caballerías en las Indias véase Schevill, Lcx
56. Leonard, Pérez de Montalbán, Tomás Gutiérrez, and novela histórica, las crónicas de Indias y los libros de
two Book Lists. caballerías.

Ixxxix
V
ESTRUCTURA FORMAL DE LA HISTORIA

superposición;
i, Los materiales de la Historia;La cuestión de la originalidad; 3, La técnica de
2,
la

Correcciones,
4, Cronología de la composición; 5, Modelos bibliográficos; 6 Divisiones del texto; ,
7,

supresiones, adiciones; 8, Trascripciones.


.

L análisis de la estructura formal de la plural de la personalidad de escritor de Arzáns


se refleja fielmente en su obra, en la cual el

E
comprensión
Historia puede poner en evidencia ele-
mentos de
zación
de
juicio útiles
general de la obra y para la
aspectos particulares que no de-
bidamente conocidos ni apreciados conducirían
para la caracteri- relato fidedigno de los hechos pasados y la cró-
nica escrupulosa de los hechos actuales están
en contigüidad con narración de leyendas,
la

tradiciones y fantasías, con la crítica del am-

a un prejuicio o a un juicio apresurado sobre biente, y con la reflexión moral.

ella.
1
El examen que se hace en seguida tiene Cotejar los materiales de la Historia con los
por objeto proporcionar una primera aproxi- documentos primordiales que abundan en los ar-
chivos es, pues, una aventura paralojizante.
En
mación al tema, que luego se amplía en el aná-
2 3
una extensa porción esos materiales no tienen
lisis de los elementos literarios, sociológicos e
4
ideológicos de este libro, como complementa- nada de historia o son la negación de la histo-
ción al estudio de los elementos historiográficos ria en el sentido convencional del término, y

hecho en otra parte de la introducción.


5 el cotejador pasa de la perplejidad a la impa-
ciencia. En otra porción los hechos históricos
se encuentran tan revueltos con elementos no
1 los materiales de la Historia
históricos que el cotejador pasa de la impacien-
cia a la desesperación. En otra porción hay
una
Arzáns era, vocacionalmente, un narrador, un
correspondencia tan completa entre el texto y
y un moralista. Como
crítico social narrador
los documentos primordiales que el
cotejador
iba
2. en pos lo mismo de casos históricos que de
3.
se pregunta acongojado si las tres porciones co-
casos
4. semi-históricos o no históricos, y fue a
un tiempo cronista tan fidedigno como el que rresponden a un solo todo. La desesperación
6.
suben de punto cuando se ve que
más, recolector febril de anécdotas, consejas, y la congoja
leyendas, tradiciones y cuentos los "casos me- — Arzáns insiste en toda su obra en que él es un
de la verdad y en que
morables” 6 de aquel tiempo y refundidor y — ,
historiador
su libro es
devotísimo
el fruto de esa devoción.
7

re-elaborador, y acaso también creador, de esa


clase de materiales. Como crítico social no per- Siempre que la Historia se inspira en fuen-
dió la menor oportunidad de introducir en el tes accesibles y conocidas o en la experiencia
por
relato su propia versión y valoración de perso- o la observación personal de los hechos
nas, instituciones y acontecimientos. Como mo- Arzáns, el texto es predominantemente histó-

rico. Este es el caso, por


ejemplo, del relato
ralista tratóno menos asiduamente de penetrar
guerras
en el sentido final de los hechos y expresar ese del descubrimiento del Perú y de las
Herrera de Gar-
sentido desde el punto de vista del hombre civiles del Perú, tomado de y
8
también el caso de
situado ante la vida y la muerte. Esta índole cilaso de la Vega. Éste es

de los sucesos potosinos coetáneos de


la crónica
Arzáns, que según el cotejo del texto
con los
r. Tomar como materiales estrictamente históricos las tradi-
ciones, las leyendas y los cuentos que Arzáns incluyó en su primordiales va del año 1703 a
documentos
obra, debe conducir necesariamente a un juicio adverso de
punto de vista de la verdad
la Historia, y esto está ilustrado por las opiniones
del estu- 1736® Desde el
dioso de la historia física y política de Potosí en 1786, his-
histórica estos materiales son positivamente
Pedro Vicente Cañete, y de la investigadora de los proble-
mas socio-económicos de la historia de Potosí en nuestros tóricos.
Marie Helmer. Véase Historia, xlv, inspirados
los acontecimientos potosinos
días, I,

xcvii ss.
En
Ibid., I,
trasmitidos por
Ibid., I, cxxviii ss. en fuentes escritas hipotéticas o
Ibid., I,

Véase el estudio
clxxvii ss.
del Dr. Hanke en esta
....
introducción tradición oral, el cotejo del texto con los docu-
3.
(secciones I-IV). Mejía (Historia, I, cxvii).
Potosí” del doctor Pedro Bravo
. .
.

La expresión figura en el frontispicio de la Historia (I, este aspecto en "Arzáns historiador


que Véase el análisis de
¡v), y, con ligeras variantes, en las fuentes escritas en 7.

Ixxxiíi). Véase también ibid., I. 109


(nota 6).
(Historia,
Arzáns dice haberse inspirado, como los Casos ejemplares
I,

Ibid., 16 ss. y 46 ss.


sucedidos en la Villa Imperial de Potosí” del maestro Ilde- 8. I,
ss 1
4*4 Y
fonso Ruiz de las Navas y los "Sucesos memorables de 9. Ibid., II, *

xc
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
mentos primordiales muestra que hay, en mayor que Arzáns da para muchos acontecimientos. 15
o menor grado, una combinación de elementos Podemos decir que los materiales de la Historia
históricos con elementos ficticios o novelados. son históricos en la medida en que los datos
Tales son las "tres plagas” de Potosí, o sea la específicos que ofrecen coinciden con esas líneas
guerra de vicuñas y vascongados en el primer de control. De acuerdo con esto, la narración de
cuarto del siglo xvii, la inundación de la lagu- los acontecimientos potosinos en la Historia pue-
na de Caricari en 1626, y la rebaja de la moneda de dividirse en los lapsos siguientes según su
potosina hecha a mediados del siglo xvii 10 Es- . mayor o menor correspondencia con la verdad
tos materiales narrativos histórica: a) Desde la fundación de Potosí en
y descriptivos son semi-
históricos y no sólo interesan a la historia sino,
1545 hasta los prolegómenos de la guerra de
por sus infiltraciones novelescas, también a la vicuñas y vascongados en los cuatro primeros
literatura. lustros del siglo xvii el material es predominan-
Hay otro grupo de materiales narrativos de- temente histórico-legendario y el texto está in-
cididamente fantásticos desde el punto de vista terpolado con relatos decididamente no histó-
de la verdad de los hechos, y decididamente b) Desde
ricos (leyendas, tradiciones, cuentos),
literarios desde
punto de vista del tratamien-
el laguerra de vicuñas y vascongados, que comien-
to del relato en forma de cuentos. Tales son za en 1622, hasta la entrada del justicia mayor
muchas de las narraciones de aparecidos, de don Diego Manrique de Lara en 1702, el texto
hechos ejemplares, de guerras va cobrando mayor consistencia histórica a me-
y pendencias,
de vidas ejemplares, y todas las narraciones de dida que pasan los años, y continúan las inter-
pecadores y de milagros. 11 polaciones de relatos no históricos, c) Desde el
Otro grupo de materiales no históricos está gobierno del justicia mayor don Diego Manri-
constituido por comentarios críticos del ambien- que de Lara en 1702-1708 hasta la muerte de
te y caracterizaciones de índole social que Ar- Bartolomé Arzáns en 1736 el texto tiene la con-
záns intercala en el relato
y que aluden siem- sistencia de una crónica fidedigna de hechos
pre a peculiaridades potosinas: actuación de actuales y desaparecen casi del todo las inter-
corregidores y otros miembros del gobierno de polaciones de relatos no históricos.
la Villa; caracterización de tipos sociales, como
indios, criollos, españoles, negros; valoración
de 2. LA CUESTIÓN DE LA ORIGINALIDAD
costumbres y tendencias colectivas, etc. 12
Otro grupo de materiales no históricos está Desde punto de vista de la paternidad de
el
constituido por reflexiones de sentido genérico los materiales de la Historia el cotejo del texto
provocadas ante situaciones particulares del re- con los documentos primordiales, éditos o iné-
lato. Estas reflexiones aluden siempre a proble- ditos, también permite llegar a algunas conclu-
mas del hombre en relación con la vida siones que pueden tomarse en cuenta como ele-
y la
muerte. 13 mentos de juicio en la apreciación general de
La Historia no es, pues, en toda su extensión la obra:
una obra histórica pura,
y para no incurrir en El relato de los acontecimientos potosinos de
un serio error de valoración es indispensable 1702 a 1736 que fueron conocidos o presen-
distinguir en ella los diversos materiales que la ciados directamente por Arzáns,
y las caracte-
componen, y asignarles los valores que les co- rizaciones y críticas del ambiente social potosino,
rresponden de acuerdo con su propia índole. son lo más original de la Historia y hay una
Para distinguir los materiales históricos, se- base sólida para afirmar que Arzáns es el autor
mi-históricos y no históricos hemos hecho un exclusivo de ese material.
cotejo tan riguroso como ha sido posible con El relato de los acontecimientos no potosinos
documentos primordiales. Véanse los resulta- está tomado de fuentes ajenas, casi todas publi-
dos de este cotejo en las numerosas notas al cadas y conocidas y, como es obvio, la responsa-
texto con referencia a sucesos particulares ais- bilidad de dicho relato debe imputarse no a
y
lados, y en las dos líneas continuas Arzáns sino a
y generales las fuentes de donde procede.
de control del texto desde el punto de vista de El material semi-histórico o ficticio está to-
la verdad histórica. Una de ellas está constitui- mado de textos escritos no conocidos actual-
da por la sucesión de los gobernadores de Po- mente, o de la tradición oral, 111 pero Arzáns hizo
14
tosí y otra por el cotejo de las fechas precisas
15. En notas al pie de la página en los casos respectivos
(Historia, I, 68 (nota 2) y passim). El cotejo demuestra
10. lbid., i, 321 ss., II, 1 ss. 1 que hasta comienzos del siglo xvin la mención de días,
y 14 ss.
11. Véase ''Materiales literarios de la Historia” ( Historia fechas, meses y años que tan minuciosamente suele hacer
I, xcvii). Arzáns es del todo arbitraria y constituye un mero recurso
12. Véase el análisis de este aspecto en "El valor sociológico narrativo para dar visos de verosimilitud al relato. Desde
de la Historia" ( Historia I, cxxviii). comienzos del siglo xvni en adelante las fechas son precisas
13. Véase el análisis de este aspecto en "El valor socioló- en todos sus elementos y revelan que la Historia se ha cons-
gico de la Historia" ( Historia ,
I, clxxvii ss.). tituido en una crónica de hechos actuales.
14. Véase el apéndice "Lista preliminar de gobernadores de 16. Véase "Fuentes de los materiales literarios de la His-
Potosí, 1545-1738” ( Historia III, 479 ss.). toria" ( Historia I, cxiv).

xci
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
23
menos ciertos o ficticios La superposición puede re-
en dicho material re-elaboraciones más o
.

profundas debe ser considerado ducirse a una deformación de nombres de per-


extensas y y
como en los casos de Luis de Icinize
cuando menos como co-autor. Es posible tam-
sonas,
una sobre Luis de Isunza, Alonso Riburdinzu sobre
bién que Arzáns sea el autor verdadero de
Alonso Rodríguez, doña Clara de Alabianos
parte de este material. 24
material de sobre doña Clara Bravo de Cartagena y la ,

Según un cotejo preliminar, el


super-
técnica suele afinarse hasta el extremo de
reflexiones morales esta tomado parcialmente
estilístico poner apenas una letra sobre otra en un nom-
de textos ajenos, aunque el análisis
bre real para crear un nuevo personaje como
en
complementario permite establecer que Arzáns 25
el caso de Fáñez sobre Yáñez Recuérdese, en
material. .

es el autor de otra parte de este


fin, que Arzáns distorsionó su propio nombre,
26
0
veces /
LA TÉCNICA DE LA SUPERPOSICIÓN y varias
3.
Las superposiciones de elementos reales so-
emplea- bre elementos irreales tienen el propósito ob-
Es muy discernible el procedimiento
Historia para la elaboración de los viamente deliberado de historificar, por decirlo
do en la
Lo^ he- así, lo ficticio, así como las
superposiciones de
materiales no rigurosamente históricos.
superposición. elementos irreales sobre elementos reales tienen
mos denominado técnica de la
super- el propósito, igualmente deliberado,
de novelar
A veces sobre los elementos reales se
lo histórico. En ambos casos es
aparente la in-
ponen elementos irreales, como cuando en la

se introducen tención de conservar siquiera una apariencia


guerra de vicuñas y vascongados
histórica. En otras palabras, por mucho
Géldrez y del ge-
que se
las personas de don Antonio
novele en la Historia no se novela tanto que
neral Francisco Castillo que, según como se
Historia, son figuras apócrifas desaparezca todo vestigio de realidad. Esta
presentan en la
documentos primordiales
18
Otras fórmula adquiere una vigencia impresionante
a estar con los
.

superponen elementos reales sobre ele- en los elementos en apariencia menos históri-
veces se
como las personas de Francisco cos, o decididamente no históricos y aun anti-
mentos irreales,
históricos, como los casos maravillosos
de apa-
César, conquistador de la Nueva Granada, y del
de milagros y de pecadores, en los que,
licenciado Juan E)íaz de Lopidana, oidor de
la recidos,
19
personas de existencia no obstante esa calidad, se superponen notas
audiencia de La Plata
cierta y conocida, que se introducen
,

en episo- del todo reales —


nombres de personas ciertas,
crear una de de iglesias o cualesquiera otras cir-
calles,
dios legendarios y novelescos para
sensación artificial de realidad. Hay casos en cunstancias del ambiente de Potosí que siguen
realidad.

fijando el texto al terreno de la
que se superponen descripciones de entidades
reales sobre narraciones de hechos ficticios,
como Que las superposiciones son atribuibles direc-
cuando se interpola la descripción de la louayta, tamente a Arzáns es obvio si se tiene en cuenta
u horno de fundición autóctono, en el
cuento que en la porción de crónica actual, o sea en la
machegos ”. 20 Relatos de hechos narración de los hechos que Arzáns presenció
de "Los dos inmedia-
decididamente ficticios se superponen sobre la o sobre los cuales tuvo conocimiento
vez todavía se presentan superpo-
to, alguna
estructura anual de la obra, como si se
tratara
corres- siciones de elementos irreales hechas con la
de hechos reales sucedidos en los años
misma técnica que en el relato de los sucesos
pondientes, y este es el caso de las superposi-
Con todo, ciertas superposiciones
27 pue-
ciones más extensas
-1
Comentarios críticos de
.
pasados .

den proceder de las fuentes escritas u orales


intención actual suelen superponerse sobre
la

narración de hechos pasados, así como


comen- de que se sirvió Arzáns. Estas superposiciones
ajenas son imputables en alguna medida
narra-
a la
tarios críticos de contenido real sobre
la
de ver-
22
Reflexiones morales alteración accidental o indeliberada la
ción de hechos ficticios .

narración de hechos dad en el curso de su trasmisión tradicional,


se superponen sobre la

17 Ibid., I, 196 (nota 1), año 1585- Véase el análisis de este aspecto en "El valor
socioló-
23.
18 Ibid., I, 324 (nota 4) y 335 (nota 4)- Historia’ Historia I, dxxviii).
gico de la (
19. Ibid., I, i37 (nota 3) Y 238 (nota 3). año 1585). 247 (nota 1), 394
24. Ibid., I, 196 (nota 1,
20. Ibid., I, 106. ...
otros casos maravillo- (nota 1).
21. Todas las historias de milagros y
con intervención del 25. Ibid., I, 309 (nota 4).
sos, como las historias de pecadores xxxiii ss. III, 461-
demonio, están desde luego en este caso. Un
ejemplo carac- 26. Ibid., I, y ,

que comienza diciendo Entre tanta liviandad


correspondiente al año 1613, En 27. El episodio
terístico es el capítulo Villa, bueno sera
por intercesión de mujeres como se experimenta en esta
que se refieren dos milagros que hizo Dios virtud de cierta doncella
el trágico ha- decir la constancia y firmeza de
de San Nicolás de Tolentino en esta Villa, y esta tratado con
Cantumarca (tbtd., noble” etc. (ibid., III, 261), por ejemplo,
llazgo de un carbunclo en el paraje de historias ejemplares aunque corres-
la misma técnica que las

dado iin ejemplo ponde al Otro ejemplo de e_ste retorno tardío a


año 1727-
aa^AÍ* analizar el estilo de Arzáns hemos novelesca se encuentra en el año 1728 en el
relato
párrafo Cri- la técnica
que ilustra el primero de estos extremos, en el chiriguanos con-
cu), y al analizar los de una de tantas arremetidas de los infieles
ticismo, panfletismo” ( Historia I,
perceptible claramente en
"Historias de asombros tra las fronteras de Potosí, retorno
materiales literarios, en el párrafo atribuyen a los personales:
el estilo de las palabras que se
dimos otro ejemplo que ilustra
ciii)
don Pedro mío. que así tendréis vida para que
y aparecidos” (ibid., I, yo te
misma "Huid
el segundo de dichos extremos. Véase también en esta III, 279)-
Historia merezca” etc. (ibid.,
introducción "El valor sociológico de la .
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
pero no es imposible que otras se deban a un recto de los hechos, y, en consecuencia, al rela-
propósito deliberado semejante al que animó a tarlos quedaba expuesto a la crítica de sus
Arzáns, y no hay que desechar la hipótesis de coetáneos que veían pasar los hechos tanto como
que Arzáns hubiera tomado la técnica de la su- él y desacreditarían la empresa de la Historia,
perposición de algún texto hoy perdido que muy conocida en Potosí, si él se apartaba de
tuvo en sus manos. una verdad que todos estaban viendo. Mas
Que Arzáns no siempre tuvo conciencia de cuando ni él ni sus coetáneos habían visto per-
que los materiales que usaba solían estar distor- sonalmente pasar los hechos, el problema de la
sionados lo demuestra el hecho de que a veces verdad cambiaba de cariz: desaparecía la posi-
parece dar de buena fe por verdadero el hecho bilidad del control público de la verdad
y el
distorsionado con preferencia al hecho real, novelador podía entonces confundirse sin peli-
como cuando dice que no hubo en Potosí nin- gro con el narrador. El tratamiento de la verdad
gún corregidor que se apellidase Ortiz de Leiva en la sucesión de los gobernadores anteriores
o que el corregidor real de Potosí en 1632 no de Potosí prueba bien esto. Arzáns tuvo a ma-
era don Fernando de Saavedra Monsalve. 28 Es- no los libros del cabildo de la Villa donde
tos serían sucesos que pasaron ya distorsionados estaba la información primordial para compo-
de las fuentes al texto de la Historia. En todo ner una nómina completa y exacta de dichos
caso, queda patente el hecho de que muchas gobernadores, mas la averiguación no le inte-
superposiciones en la Historia proceden de un resó y prefirió atenerse a sus propias informa-
propósito deliberado y no sólo de confusiones ciones orales o escritas, reales o irreales,
y a su
casuales ni de las alteraciones consiguientes a libre condición de novelador ya que se trataba
la trasmisión oral de un caso en el curso del de un territorio incógnito.
tiempo. Esto explica por qué las distorsiones de la
Esto obliga a plantear el problema de cómo verdad son mayores a medida que la narración
pueden compaginarse los encarecimientos apa- se aleja de los hechos actuales. Cuando todavía
sionados de Arzáns por la verdad con las de- hay "ancianos respetables” que le han trasmiti-
formaciones deliberadas que él mismo hacía de do oralmente los hechos Arzáns da una versión
la verdad mediante la técnica de la superposi- diremos transicional de ellos, en que la verdad
ción. Arzáns no se confesó nunca explícitamente histórica está encubierta pero en menor grado,
como autor de superposiciones, pero no es
las lo cual sedebe no sólo a que las fuentes orales
difícil aislar en el texto de la propia Historia están más próximas a los acontecimientos, sino
los elementos de una teoría autojustificativa: a que Arzáns no puede superponer con tanta
Según Arzáns el creador literario tiene ciertos libertad pues todavía existe una relativa crí-
privilegios que no tienen los historiadores, tica externa.
y
fue por esto que Juan Sobrino escribió su his-
toria de Potosí en verso "y bien diferente de
4. CRONOLOGÍA DE LA COMPOSICIÓN
los otros historiadores, como poeta pudo
pues él

y quiso contar o cantar la cosa no como fue El examen del texto provee los datos siguien-
sino como debía ser,
y los historiadores Méndez tes que permiten establecer conclusiones sobre
y Acosta la escribieron no como debía ser sino la cronología de la composición:
como fue, sin añadir ni quitar a la verdad cosa Arzáns escribió el primer capítulo de la His-
29
alguna La historia enseña pero también en-
’.
(primera parte, libro I), que no corres-
toria
Arzáns espera que con su libro, aun-
tretiene: ponde
a un año en particular
y es una descrip-
que no produzca frutos tan abundantes como ción general de la Villa de Potosí, en 1705. 30
desea, "siquiera un loable divertimiento del El año 1563 fue escrito a fines de 1705. 31
tiempo no puede dejar de conseguirse”. 29a Final- El año 1590 fue escrito en 1709. 32
mente, el historiador no tiene "más obligación El año 1657 fue escrito en 1708. 33
que contar las cosas como las sabe,
y cada cual El año 1679 fue escrito en 1709.I.22. 34
le da el crédito que la buena prudencia ense-

ñare, y a quien ésta falta le dará el que qui- 30. Dice Arzáns: "hasta el punto que esto se escribe, que es
el de 1705” {ibid., I, n).
29b
siere”. No
hace falta especular mucho sobre 31. [. .] un excelentísimo señor virrey (conde de la Mon-
.

clova) que al punto que esto se escribe llegó la noticia de


los alcances de esta teoría porque ahí está la su^ muerte {ibid., I, 123). La muerte de dicho virrey acae-
Historia toda para conocer ció en Lima en 1705. IX. 21,
y apreciar tales al- y mientras la noticia caminaba
hasta Potosí debió de transcurrir siquiera un mes.
cances.
32. Al encarecer la producción de plata de Potosí, desde
su
La Historia misma se encarga, también, de descubrimiento, dice Arzáns: "Y si esto fue en solo
40
años [a partir de 1545] ¿qué será en los 164 que hasta el
probar que la veracidad en la narración intere- punto que esto se escribe han corrido?" {ibid., I, 210).
saba a Arzáns cuando él era el observador di- 33. "[...] porque si en tiempos más sosegados como los
presentes sucede que este año de 1708, a la sazón que esto
28. ibid., I 290 (nota 7), III, 275. escribo” etc. {ibid., II, 178).
29. Ibid., I, 205.
34 -[ ] en esta Villa desde su fundación hasta el punto

29a. Ibid., II, 341. Véase también ibid, II, 303-304. que esto se escribe (que se cuentan 22 de enero del año
29b. ibid., I, 304. 1709, víspera de San Ildefonso)" {ibid., II, 293).

xciii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
ex-
30
donde las distorsiones son más frecuentes y
El año 1685 fue escrito también en 1708.
30
tensas no fue elaborada en sucesión cronológica
El año 1702 fue escrito también en
1708.
continua: Arzáns escribe el año 1590 en 1709,
3S el
El año 1708 fue escrito en i 7 ° 9
-

en
inmediatez con año 1685 en 1708, y el año 1679 en 1709;
El año 1709 fue escrito en discontinuos,
39 1708 Arzáns escribía tres años
los acontecimientos.
de crónica actual
1657, 1685 y 1702. La porción
3? ‘

El año 1701 se escribió no antes


de 1709.
sucesión cronológi-
conti- de los hechos fue escrita en
El año 1713 fue escrito en estrecha estrecha con
40 ca consecutiva y en inmediatez mas
güidad con los acontecimientos. avanzar el re-
los acontecimientos a medida de
El año 1716 fue escrito
prácticamente en si-
prácticamente la simulta-
acontecimientos. lato hasta establecerse
multaneidad con los relato,
de los acon- neidad entre los acontecimientos y el
El año 1730 fue escrito al compás muerte
42 simultaneidad que se mantiene hasta la
tecimientos.
compás de los acon- de Bartolomé.
El año 1735 fue escrito al
43
tecimientos.
En consecuencia, la porción de la Historia 5. MODELOS BIBLIOGRÁFICOS

(que es cuando esto [el relato del ano Entre los antecedentes bibliográficos de la
35. "Este año de 1708 que
1685] se escribe)” (ibid., II, 3 2 9 )- ,
, Historia estructuralmente considerada hay
1708 según se ve por la
Im-
,6 Al relatar el año 1685 en señalardesde luego los Anales de la Villa
bastante experiencia de
nota antecedente, dice Arzáns: "con
un cierto juez y cabeza de esta Villa
[el justicia mayor don perial de Potosí del mismo Bartolomé Arzáns.
de que mi pluma
noticia
Diego Manrique}, que teniendo el prólogo
escribir claramente ciertos Al darlos por terminados y ponerles
se ocupaba (en la ocasión) en
quitarles el poco dinero ya anunciaba la Historia ge-
daños hechos a unos pobres por en 1702 el autor
fueron relatados en
que tenían” {ibid., II, 321). Esos daños neral que tengo en obra espero en Dios darle
1702: El justicia mayor don y
el capítulo correspondiente a
Diego Manrique, a los dos días de su entrada en
esta Villa
breve fin de 'Guerras civiles y casos
con el título
12
se dio a conocer de mal”,
etc. {ibid., II, 4 )-
memorables de Potosí donde muy excesiva-
37 1. En el relato del año
1701 dice Arzáns que al presente
compañía [de Jesús} tienen fun- mente hallará el lector todo lo contenido en
los padres de esa sagrada
(ibid., 11 4 ° 4 )
dados 10 pueblos” en la provincia de Mojos Y

,

entre tanto [. diviér-


estos Anales. [.
.
.]
Señora de Santa Ana, .
.]
La undécima misión de Mojos, Nuestra pequeña
se habia fundado en 1709
(Chávez Suarez, Historia de Mo- tanse mis amados lectores con esta
45
Relatando en el texto de los Anales el
ig' Al narrar los inconvenientes que encontró don Cristóbal obra”.
alcalde mayor de minas insiste,
de Ortega para recibirse del oficio de descubrimiento del Cerro del Potosí,
[en dicho oficio}, el 40
en 1708 dice Arzáns: "el antecesor obra En
"la Historia general que tengo en
.

he conocido con
que al presente lo posee y todos cuantos lector
{Historia, II, 454)- El que al despedirse del
este cargo han sido de España” el relato del año 1702, al
presente” poseía el oficio era don Diego
de Arze y Chacón Has-
(Mendoza, Do- en la última página de los Anales, reitera:
que se mantuvo en él los años 1709-171= >

de
dejo con gran dolor
cumentos de minas”, t. 20, Nos. VII y, VIII) ta aquí he podido y lo
39 "Escandalizada toda esta
Impena Villa clamaban y debo aspirar no a otra
para tanta necesi- no pasar adelante, pero
claman a Dios, pues no hay otro remedio
tiempo presente
cosa sino a concluir la Historia
prometida, donde
dad como se padece” {Historia, II, 4 ?i)- El
del verbo ("claman”) manifiesta
claramente la inmediatez del parecerá mo-
parlaré con mayor entereza aunque
relato al hecho relatado.
pertenecientes a la mita se 4
40. "Estos y otros informes lestia”. '

,
(ibid., III, I0 )>
preparan para enviarlos a su majestad
Los Anales, dada su brevedad, no están
divi-
reino y los otros
"Otras cosas pertenecientes al bien de este mera-
de su majestad como al particular de esta
Imperial Villa se
didos en partes, libros ni capítulos sino
por mano del
piden en este informe, el cual, encaminado 48 descripción
{ibid., mente en años, no comprenden la
señor arzobispo de La Plata, se espera el buen
efecto
del relato ajos hechos. de Potosí que forma el primer capí-
III 11 ). Es obvia la inmediatez de la Villa
había

En el capítulo correspondiente a este año Arzáns hasta 1702.
4
había clamado tulo de la Historia,™ y llegan sólo
relatado el paso de un cometa sobre Potosí y
inminen- Anales represen-
que el cometa era anuncio celestial de calamidades Es lícito pensar, pues, que los
tes en castigo de las culpas de la
Villa {ibid., III, 54-55 )-
1718 el relato tan sumario y esquema original de la Histoña
el
Al comenzar en el capítulo correspondiente a del
de la epidemia que azotó a Potosí y otras
partes de las In-
que Arzáns pensaba terminar en el relato
dias, Arzáns recuerda el paso del
cometa en 1716: El temor porción de la His
de todos fue grande, y al mismo tiempo la
ignorancia de lo año 1702. En consecuencia, la
parte de
que fue y los varios discursos que sobre esto se
hicieron, si
toña que va de 1703 a 173 6, o sea la
(aunque indeter-
bien sólo el mío y mi pluma previno allí fidedigna, que es la más personal
ordianno crónica actual
minadamente) ser aviso del cielo con que de
previene a los hombres para que teman su
justicia \'bid.,
de Arzáns en la Historia, es algo que no se ha-
allí’ muestra sin lugar a dudas
III, 79). La cláusula "previno plan original de esta obra.
bía previsto en el
que la prevención fue inmediata al fenómeno.
42 "[. .} y en este estado terminó el año
.
volviendo el abo-
Esto también explicaría la irreductibilidad de
que resultare se
gado a La Plata por tener que hacer, y lo con respecto a la anterior desde el
fuere servido Jibtd., esta porción
dirá el siguiente, si Dios nuestro Señor
III, 315)- Aludiendo a otro pleito
en este mismo ano: Si
dan en otra
otra cosa resul- 44. Véanse las noticias que sobre los Anales se
volviere la parte a acudir al señor virrey y de la Historia
fines de este queda parte de esta introducción, "La composición
tare se dirá el año venidero pues en los
patente que Arzáns (Historia, I, xlv).
en éste estado" (ibid., III, 313)- Es
que se van sucediendo 43. Anales, p. 2.
está relatando los hechos a medida
de ellos para 46. Ibid., p. 8.
dentro del año respectivo y anuncia el desenlace
, , , ,

de Potosí por don Nicolás


47 "Anales de la Villa Imperial ms„
el año siguiente. . .. .
Vela, natural de la dicha Villa
Martínez Arzáns y
. ,

este día 25 de julio y trajo


43. "Llegó el correo ordinario Biblioteca Nacional de Solivia, Colección
Ruck, t. 62.
noticia de cómo el reverendo padre” etc. (ibid., III,
muy
párrafo fue escrito el mis- 48. Anales, p. 57 y passim.
392). La expresión revela que el
49. Historia, I, 3 ss.
mo día a que se refiere.

XC1V
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

punto de vista de la estructura temática y las otra influencia determinante en la estructura y


distorsiones de la verdad. composición de la Historia. La disposición grá-
Un libro cuya influencia estructural en la His- fica de ésta (prólogo en letra cursiva, texto a dos
toria fue decisiva es la Historia pontifical, espe- columnas, estilo formal de los encabezamientos
cialmente la quinta parte escrita por fray Marcos de página, títulos de libros y títulos de capítu-
de Guadalajara y Javier. 50 La división anual fue los) está claramente inspirada en la tipografía
tomada por Arzáns de la Historia pontifical, del libro de Calancha.
aunque en ésta la correspondencia de los años La inspiración temática de los materiales ca-
con las divisiones formales del libro no es por racterísticos de la Historia no es dudosa cuando
capítulos como en Arzáns sino por libros. La se recuerdan estos títulos de capítulos de Ca-
influencia en la estructura temática es dramáti- lancha: "Dícese de los habitadores de este Perú
00
camente manifiesta como puede apreciarse en y su origen”. "Cotéjase la grandeza de España
estas trascripciones del texto de Guadalajara y después que ganó al Perú con la pobreza que
01
Javier: tenía antes de su conquista”. "De los gobier-
Elementos naturales: "Corrieron en este año nos y reyes ingas que tuvo esta monarquía”. 62
extraordinarios y furiosísimos vientos, cuya vio- Las guerras civiles del Perú. 03 "Refiérese el pla-
lencia arrancó infinitos árboles y derribó muchos neta, signos y estrellas que influyen en Lima y
edificios donde perecieron mucha gente las condiciones de sus naturales, su antípoda, su
y ani-
51
males”. topografía y abundancias”. 04 "En que se refieren
Fenómenos celestes: "Este año aparecieron tres milagros de Nuestra Señora de Gracia”. 05
por el mes de marzo y septiembre [. .] algunas . "Refiérense las virtudes del siervo de Dios fray
figuras en el cielo. [. .] vieron muchos [. .] . . Antonio de Montearroyo”. 60 "Refiérense sucesos
una grande luz o resplandor de la parte del oc- ejemplares acaecidos en Lima”. 07 Andanzas de
cidente, y que dilatándose poco a poco hizo como Santo Tomás. 68
unas largas saetas de fuego semejantes a cohe- Las citas bibliográficas, particularmente las
tes,
y que se encaminaban a medio día redoblan- relativas a cuestiones geográficas, están clara-
do hacia el oriente, y en espacio de un cuarto mente tomadas de la Coránica Ortelio, Diodoro
:

de hora hizo una apariencia admirable [. .] lo . Sículo, Heródoto, Pedro Gilio, Ulpiano; 69 Mer-
cual duró por espacio de una hora, que desapa- cador; 70 Botero; 71 Malvenda; 72 Pedro Damarix,
reció súbitamente dejando llenos de espanto a Pero Hernández de Quirós, Bosio, Francisco de
cuantos se hallaron presentes”. 52 Quirós; 73 el cosmógrafo Chaves; 74 Pedro Apia-
Disturbios, discordias: "Apuntamos en el pre- no; 7 Genebrardo; 76 Estrabón; 77 fray Gregorio
'’

cedente libro el principio de los disgustos entre García, Enrico Langren, Benedicto Arias Mon-
Sigmundo Sueco, rey de Polonia, y sus palati- tano; 78 Enrico Martínez. 79
03
nos”. "Continuábanse las diferencias entre po-
lacos y suecos”. 54
6. DIVISIONES DEL TEXTO
Fiestas y ceremonias: "Llevaban su carroza io
caballos blancos y manchados de negro que pa- El texto de la Historia está dividido en par-
recían leopardos o tigres sin diferencia algu- tes, libros
y capítulos. La primera parte (años.
na” 55 "Estando con atención todos en sus pues- I 545' I 7 I 9) es desproporcionadamente mayor
tos salió del Palacio de la Felicidad el señor que la segunda (años 1720-1736, más la adición
de Praslin [. .] y pidiendo licencia a ios jueces
.
de Diego Arzáns que alcanza a 1738), y esto
para la entrada de los mantenedores” etc. 50 hace obvio que la muerte sorprendió a Bartolo-
Reflexiones morales: "Es muy ordinario que mé cuando no pensaba aún dar su relato por
después de un gran contento se siguen muchos terminado. Cada parte está dividida en libros
disgustos”. 57 (10 libros la primera parte, tres libros la se-
Vidas edificantes: "Vida admirable y gloriosa
60. Ibid., p. 35.
muerte de la venerable española doña Luisa de
61. Ibid., p. 69.
58
Carvajal”. 62. Ibid., p. 94.
63. Ibid., p. 1 2
Debe recordarse que la Historia pontifical es
64 Ibid., p. 239
uno de los libros más asiduamente citados por 65. Ibid., p. 251
66. Ibid., p. 263.
Arzáns en la Historia.
67. Ibid., p. 302.
Fray Antonio de la Calandra 59 representa 68. Ibid., p. 305.
69. Ibid., p. 740
50. Quinta parte de la historia pontifical. 70. Ibid., p. 25.
51 - Ibid., 7 i-
p. 71. Ibid., p. 27.
52 - Ibid., p. 72. 72. Ibid., p. 28.
53 Ibid., p. 72
- .
73. Ibid., p. 33.
54 Ibid., p. 95
- -
74. Ibid., p. 33-34.
55 - Ibid., p. 73 -
75. Ibid., p. 34.
56 . Ibid., 221.
p .
76. Ibid., p. 36.
57 Ibid., p. 222. 77. Ibid., p.
-
41.
58 . Ibid., p. 269. 78. Ibid,, p. 42.
59 - Coránica jnoralizada. 79. Ibid., p. 42.

XCV
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

gunda), y en la división de libros no se percibe de textos ajenos sin revelar su procedencia, de


ninguna razón estructural, ni siquiera el pro- manera que ellas se confunden con el texto de la
pósito de distribuir en cada libro un número Historia. En las notas al texto se ha llamado

igual de años, o hacer coincidir las divisiones la atención sobre esto.


con acontecimientos muy importantes, o sea que Las citas bibliográficas hechas en el texto tras-

la división en libros parece arbitraria. Los libros crito por Arzáns suelen pasar al texto de la
están divididos en capítulos, y cada capítulo Historia en la misma forma, dando la impresión

contiene por lo general un año, si bien hay casos de que quien hace la cita es Arzáns. En el relato
83
en que un solo año está tratado en dos o más de la rebelión de Gonzalo Pizarro Arzáns sigue
capítulos, como en la guerra de vicuñas y vas- paso a paso a Garcilaso, unas veces citándolo y
congados, pero nunca un solo capítulo contiene otras veces no, y copia al margen las citas que

varios años
80
.Esta división en años es la única Garcilaso hace del Palentino, de manera que es-
que parece obedecer a un propósito estructural tas citas acaban por parecer propias de Arzáns.
84
definido, para que el texto adquiera una consis- Las de Natal Comité según Marulo y las
citas

tencia anual. del padre Alejandro Faya y el padre Antonio


85
Pardo según Villlarroel están en el mismo caso.
CORRECCIONES, SUPRESIONES, ADICIONES
Como Arzáns no sabía latín, según reiterada
7.
declaración propia, las citas de textos latinos
El texto que de la primera parte de la Histo- deben imputarse también a esta peculiaridad es-
86
ria se ofrece en esta edición es un texto corre- tructural .

gido y aumentado por el propio autor. Todo Por último, aun títulos de capítulos de un
hace pensar que Arzáns no quedó satisfecho con autor trascrito por Arzáns suelen pasar textual-
la primera versión de la primera parte de su mente a la Historia, como si fueran títulos ori-

libro y trabajó en una versión revisada que es- ginales en ella.


tructuralmente tiene interés porque incluye ele-
mentos nuevos como consecuencia de las co- sf: * *
rrecciones, supresiones y adiciones hechas con
relación al texto anterior. En otro lugar de esta La estructura formal de la Historia es, pues,
edición hemos analizado las correcciones, supre- abigarrada. Para sentar los lincamientos forma-
siones y adiciones
81
Entre estos elementos, las
.
les básicos (disposición de títulos, texto, enca-

adiciones morales representan en mucho una bezamientos) Arzáns se inspiró en algunos libros
verdadera superposición de materiales ajenos so- impresos de su preferencia; luego, en el curso
bre la estructura de la Historia Ideológica-
.
82
de la composición, fue superponiendo sobre el
mente las adiciones morales tomadas de fuentes texto propiamente histórico muchos elementos
ajenas pueden conformarse con el pensamiento no superpuso también a sus elabora-
históricos;

de Arzáns y en ese sentido no representan una ciones propias otros elementos ajenos a veces
anomalía estructural, pero estilísticamente están sin nombrar a los autores; compuso una parte
conformadas dentro de tendencias diferentes del texto no con arreglo a la sucesión de años
—como en el caso de Quevedo —
y dan a la es- de la Historia sino en forma discontinua; com-
tructura formal de la Historia una fisonomía puso otra parte del texto en forma continua y
abigarrada y heterogénea. al compás de los acontecimientos; incorporó, al
hacer trascripciones de textos ajenos, también
las notas del texto trascrito como si fueran suyas
8 . TRASCRIPCIONES
propias; distribuyó los materiales no históricos
ad libitum dentro de la estructura anual de la
Las reflexiones morales ajenas representan el
obra. La estructura formal de la Historia es un
ejemplo más sostenido de una peculiaridad es-
reflejo de la índole más repentista que sistemá-
tructural de la Historia: Arzáns, como casi todos
los cronistas de Indias, suele hacer trascripciones tica — en un sentido académico— de su autor.

80. Así, el año 1622 está tratado en cinco capítulos, el año


(Historia, 83. Ibid., I, 46 ss.
1623 en otros cinco, el año 1624 en otros cinco,
porción de la Historia que 84. Ibid., III, 187 (nota 3).
I, 328 ss., 350 ss., 374 ss.). En la
xviii, la 85. Ibid., II, 60 (nota 4).
relata hechos actuales desde comienzos del siglo
.

Esta es la única explicación posible para citas como las


mayor parte de los años están tratados en dos y más capí- 86.
nota 3),
de Apolonio Rodio, De amoris (Historia, III, 187,
tulos.
San Laurencio Justiniano, De vita solitaria (ibid., III, 257,
.
,

gi. Véase el apéndice "Análisis de los manuscritos de la


nota 2), San Valerián, De bona disciplina (ibid.,
III,
Historia utilizados para esta edición (Historia, II, 461 ss.).
Arzáns, según declara-
82. Véase en esta introducción "El valor sociológico
de la 257, nota 3) y muchas otras, ya que
ción reiterada, no sabía latín.
Historia” (Historia, I, clxxviii ss.).

XCVI
VI

EL VALOR LITERARIO DE LA HISTORIA

i, Formación literaria y estilo; 2, Materiales literarios de la Historia; 3, Fuentes de los materiales litera-

rios de la Historia; 4, Influencia de Arzáns en la producción literaria posterior.

I. FORMACIÓN LITERARIA Y ESTILO repositorios brindaban porque no conocía las


lenguas clásicas, pudo beber generosamente en
a. Hogar, ambiente físico y social, vocación.
fuentes españolas.
En otro sentido el ambiente físico, social y

D
E los factores principalmente determi- duda un estímulo de incita-
metafísico fue sin
i nantes en el destino del creador lite- ción creadora para Arzáns. Si alguna musa ins-
'
rario, parece que en el caso de Arzáns piró a Bartolomé fue una musa muy potosina a
no hay mucho que decir sobre el ho- través de la cual se expresaban el paisaje, el
gar. Arzáns afirma definidamente que no tuvo búhente abigarramiento social, las ideas y sen-
formación académica, y sugiere que el ambien- timientos colectivos agitados por intensos con-
te familiar no fue propicio para ella pues por trastes, el pasado tumultuoso de la Villa, el
la necesidad de ayudar desde la infancia en el genius loci en fin. Circunscribir esta influencia
sostenimiento de su hogar no llegó a cursar en términos de medida sería ciertamente impo-
1
ni gramática latina. sible, pero no es menos cierto que la Historia,
Por lo que hace al ambiente físico y social libro único por más de un motivo, no pudo ser
La gente que vive
la situación es contradictoria. escrito en otra parte que no fuese Potosí.
ai nivel del mar cree dogmáticamente que a Mas la vocación personal fue sin duda el

4,000 metros de altura debe haber tanto enra- acicate decisivo para el despertar y el cumpli-
recimiento intelectual como atmosférico, pero miento del destino literario de Arzáns. Sólo un
2.
la simple existencia de la Historia es la prueba escritor yun narrador nato habría emprendido,
incontestable de
3. que este es un dogma infun- en Potosí o cualquier otra parte de las Indias en
dado. Las autoridades españolas, obsesionadas aquel tiempo, la aventura de la Historia 4 Es- .

por la plata del Cerro, no alcanzaron a ajustar critor y narrador pero no erudito. La silueta de
una institucionalidad cultural en Potosí: la úni- Arzáns no coincide con la silueta del erudito
ca universidad en la jurisdicción de Charcas, aunque a veces él mismo procura la coinciden-
5
comprensiva de Potosí, estaba en la ciudad de cia. Sin embargo, en vez de pasar las horas
La Plata (hoy Sucre) y Arzáns no asomó a revolviendo papeles para verificar datos, la His-
ella. No se puede afirmar ni negar que Arzáns
2
toria nos lo hace ver conversando con la gente
hubiese tenido algún padrino intelectual, factor en calles, plazas y trastiendas, escuchando his-
de ambiente casi indefectible en estos casos, y torias extraordinarias a los ancianos, curiosean-
la preferencia por las lecturas eclesiásticas, do en las ceremonias religiosas y profanas, ate-
que cada paso, hace sospe-
la Historia revela a sorando leyendas y tradiciones, registrando los
char que si hubo padrino literario pudo ser un comentarios del día. Más que sistematización
sacerdote. En los conventos y casas de la Villa historiográfica en Arzáns se halla sentido de lo
había bibliotecas no desdeñables, 3 y si bien Ar- peregrino, de lo pugnante, de lo dramático, y
záns no aprovecharía todas las ventajas que esos al mismo tiempo sentido de lo nimio, de lo tri-
vial, de lo rutinario; un talento magistral para
1. Las palabras de Arzáns a este respecto son muy elocuen-
narrar tanto lo imaginado como lo visto; una
tes, Historia, I, clxxxiv, 243; II, 15, 333. Véase también
"Características gramaticales’’, ibid., I, c. propensión crítica indominable, y una calmada
Arzáns hubiera cursado estudios universitarios, no te-
Si
nía por qué ocultar este hecho, ni con toda su fuerza de 4. Aunque se atendiese sólo a sus proporciones físicas, la
novelador. Historia representa una empresa colosal dentro de la pro-
Entre los bienes inventariados con motivo de la expul- ducción historiográfica indiana.
sión de la compañía de Jesús de Potosí se contó una im- 5. Arzáns trae a cuento en la Historia algunas fuentes pri-
portante biblioteca, "Año 1788. Colegio de Potosí. Expe- mordiales (el Dr. Hanke ha analizado este aspecto en otra
diente en 26 fojas, que contiene el índice de los autores parte de esta introducción, "Las fuentes de la Historia”,
existentes en la librería y aposentos de los regulares del Historia, I, xlix), pero comparativamente con la documen-
colegio de la Villa de Potosí, formado por el Dr. Fermín tación que abarrotaba los archivos potosinos en su tiempo,
Daza a 8 de enero de 1770 en cumplimiento de lo mandado el aparato documental original y coetáneo de la Historia
por el comisionado de temporalidades”. El índice comprende es muy escaso, y a veces se advierte perceptiblemente que
1,246 piezas (Archivo de Potosí, Temporalidades). Véase los documentos transcritos son ocurrencias de novelador,
también Ovando Sanz, "Dos bibliotecas coloniales de Po- como en el relativo a la tradición sobre "La nubecilla del
tosí”. cerro de Potosí” {ibid., I, 109).

xcvn
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI
de los pobres, patria de
hospital
propensión reflexiva. En la Historia hay que forasteros,
los valientes,venganza de los ofendidos y grata
ver el reflejo de la índole personal y de las pre- 10
correspondencia de amistades firmes clara
ocupaciones y preferencias de su autor.
,

paráfrasis de la conocida sentencia de Cervantes


El examen del texto hace patentes todos estos
extremos. El análisis estilístico manifiesta la au- sobre las Indias. La prosa literaria de Arzáns

una formación académica y la presen- está claramente influida por Cervantes. Esta in-
sencia de
fluencia no se limita al estilo expresivo sino que
cia de facultades vigorosas de observación y
6
llega a la composición, y particularmente en el
capacidad expresiva específicamente literarias.
La lectura de unas pocas páginas del texto con- grupo de materiales literarios que hemos carac-
terizado con el nombre de historias ejemplares
firma también el poder sugerente del medio, y
propio autor dice en forma un tanto cabalís- el ambiente cervantino es perceptible a primera
el
que vista, como puede apreciarse en las historias de
tica: "con ojos de plata puedo asegurar
los dos manchegos, el capitán Zapata, la bellí-
[el Cerro] me ha mirado para su autor, y con 12
lenguas de varios metales ha alentado mi pluma sima Floriana y otras.
para su desempeño, y que juntamente me ha
Además de Cervantes, el siglo de oro español
corazón para que con más eficacia está representado por Calderón de la Barca, de
mostrado el
quien Arzáns recuerda el soneto "Éstas que
diga a los hombres que de ver sus necesidades 13
fueron pompa alegría”; por Lope de Vega,
se le rompen las entrañas y que para remediar- y
7
de sus venas”, confi-
les les ofrece el rosicler
de quien en un lugar tan significativo como el
asalto contra la casa del corregidor de Potosí
dencia de Arzáns que encierra un mundo de H
poderosa sugestión. A esto habría que agregar en 1623 Arzáns cita Fuenteove]una; por Que-
indirecta, per- vedo, de cuyo soneto "Miré los muros de la
la presión social, aunque fuese 10
patria mía”, hayuna reminiscencia expresiva.
ceptible también en las palabras del propio au-
Las huellas de los clásicos españoles se re-
tor: "El grande deseo que en muchos de mis
compatriotas y de otros hombres de varias pro- montan aún más. El encuentro entre Floriana y
Nicolás en la historia de la bellísima Floriana
vincias del orbe avecindados en esta Imperial
Villa de Potosí (doctos unos, y otros que no lo en una "casa de recreación” en el valle de Ma-
taca
16
hace pensar en el encuentro de Melibea
son) he conocido de ver escrita la historia de
famosa cuanto memorable Villa
8
y Calisto en el huerto de Melibea. Hay alusio-
esta .

nes al Romancero, como "¿Dónde estás, marido


b. Lecturas. ¿Qué libros influyeron más en el
17
glosa manifiesta del ro-
y señor mío [.
.}”, .
autor de la Historia?
Si uno fuera a creer que Arzáns consultó a
mance que comienza "¿Dónde estás, señora
18
todos los autores citados en el texto, el proble- mía?”; "los raudales de sus ojos llorando”, trae
recuerdo del Cid, "de los sus ojos llorando .

ma de las influencias literarias se agrandaría el

desmesuradamente: las antigüedades griega y Es de suponer que Arzáns leyó traducciones


romana están representadas allí no menos que españolas de clásicos literarios griegos y roma-

los santos padres doctores de la iglesia, los nos. La cita de Horacio sobre los nueve meses
y 19

historiadores eclesiásticos, los historiadores pro- que uno debe guardar inédito lo que ha escrito
es uno entre otros indicios en esa dirección.
fanos, los autores místicos, el siglo de oro espa-
ñol y los cronistas de Indias.
No obstante, la fuente enciclopédica y abre-
Pero si atendemos más al contenido del texto viada de autores griegos y romanos, doctores y
desaprensivo que solía ser Ar- padres de la iglesia, y otros escritores profanos
y recordamos lo para
záns en sus trascripciones de escritos ajenos, el célebres antiguos y modernos debió de ser
Arzáns Los treinta y cinco diálogos familiares
problema de las influencias no parece tan des-
mesurado y hasta se hace evidente que autores de la agricultura cristiana de fray Juan de Pine-
20
antecedente bibliográfico capital de la His-
poco o nada citados influyeron en Arzáns tanto da,

o más que los muy citados. toria. Aunque Bartolomé apenas lo cita una
En un sentido literario estricto, debemos co- vez, hay muchos síntomas persuasivos de que
21

se inspiró en este libro más de lo que


parece,
menzar mencionando a Cervantes, a quien Ar-
según muestra en el análisis que a este pro-
záns no cita. La huella textual de Cervantes es se

visible en apartes como "apenas la blanca auro-


ra había dado lugar a que el luciente Febo, con 10. Ibid., II, 150. . j

1

11. Véase el análisis sobre los "Materiales literarios de la


el ardor de sus calientes rayos, las líquidas per- Historia” ( Historia I, ciii).
9
las de sus cabellos de oro enjugase”, tomada 12. Ibid., I, 106, 117, 235.
II, 176 (nota 1).
casi al pie de la letra sin referencia alguna, o 13. Ibid.,
y 14. Ibid., I, 368.
"Potosí, fuente de las riquezas, albergue de los 15. Ibid., III, 54.
16. Ibid., I, 273.
17. Ibid., II, 445.
6. Véase el análisis del estilo de la Historia en otra parte
18. Ibid., II, 82.
I, c).
de esta introducción ( ibid
19. Ibid., II, 321.
7 . Ibid., I, clxxxiii.
20. 2 vols. (Salamanca, 1589)-
8. Ibid.
21. Historia, II, 322 (nota 6).
9. Ibid., I, 206.

XCV 111
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

pósito se hace en otra sección. 2 - Arzáns asimiló Entre los autores indianos, quienes influyeron
además expresivo de Pineda, sencillo y
el estilo más en Arzáns fueron sin duda Garcilaso y Ca-
directo, propio del siglo xvi español, mucho lancha, aunque en grado
y en forma diversos.
mejor que las complicaciones barrocas de que La frecuentación de Garcilaso sirvió para
ya están plagados los 30 primeros años del si- aguzar las dotes narrativas de Arzáns,
y le pro-
glo xviii. La defensa que, por ejemplo, Arzáns veyó de materiales literarios además de his-
hace de las mujeres cuando dice: "y nosotros 35
tóricos.
(a la verdad y experiencia) somos la principal
Hemos podido apreciar la influencia de la
causa de sus males, importunándolas
y fatigán- Coránica moralizada de Calancha en la estruc-
dolas con promesas y con engaños, con lisonjas
tura de la Historia 36
2 y veremos también la que
y persuasiones”, " proviene no sólo ideológica si- tuvo en la actitud y el pensamiento de Arzáns. 37
no estilísticamente de Pineda: "Cuánto más Literariamente Calancha influye en Arzáns con
que no pueden ser ellas malas sin ellos, aún dos elementos: expresión estilística
y y técnica del
más afirmo que entre ciento que me ciéis, las cuento. Bastan para constatar lo primero algu-
noventa y seis son rogadas, importunadas nos títulos de capítulos de Calancha que po-
y pa-
gadas de ellos”. 24 drían ser de Arzáns: "En que se refieren tres
Las huellas del padre Gonzalo de Illescas en milagros de Nuestra Señora de Gracia que está
su primera parte de la Historia pontifical en el convento de San Agustín de Lima”; 38
15
y ca-
tólica' en la prosa de Arzáns son espectacula- "Cuéntame soberanos favores que obró el
tres
res. Leyendo a Illescas pareciera que uno está santo crucifijo de Loma en atajar un fuego”; 39
leyendo a Arzáns, y a la inversa, como con sólo y giros expresivos como "Oh ladrones, decía el
una muestra de la prosa de Illescas podrá apre- escribano, pues ¿no le veis que dice que me
ciarse: "La natural inclinación que todos los viene a matar y vengarse de mí? Consigo trae
hombres tenemos de querer saber las cosas pa- unos verdugos feos como demonios, ay, ay que
sadas y las presentes,
y (si fuese posible) las me matan”. 40 Los puntos que calzaba Calancha
por venir, es la principal cosa que da gusto como autor de cuentos pueden medirse en el
y
sabor a las historias, cuya intención intitulado "El milagro que obró Dios por in-
y oficio es
ponernos delante, como testigos fieles, las cosas tercesión de su madre santísima en un gran
notables que en los tiempos pasados acontecie- hechicero llamado Alonso que murió donado
ron. De aquí es que ningún género de escritura de San Agustín”. 41 Calancha mimetizó sus cuen-
requiere menos encarecimiento y recomendación tos —
literatura proscrita en la época bajo la —
que la historia, porque aunque esté mal escrita apariencia de relatos de milagros de pecado-
y
suele de suyo ser gustosa 26
y agradable” etc. res,
y Arzáns aprendió el procedimiento. Pre-
Fray Marcos de Guadalajara
y Javier, uno cursor del nacionalismo literario hispano-ame-
de los continuadores de la Historia pontifica /, 21 ricano, Calancha hace transcurrir sus cuentos
influyó en el estilo de Arzáns no menos que en escenarios concretos de estas provincias, in-
Illescas, como puede apreciarse en las trascrip- troduce en el relato personajes del ambiente
ciones hechas en otra sección. 28 Expresiones ca- social,
y trae a colación los más elementos au-
racterísticas de Guadalajara se encuentran a cada tóctonos que puede. Con Calancha entra re-
paso en Arzáns, como la muletilla "habernos sueltamente el indio en la literatura narrativa
dicho”, 29 que en Guadalajara era propia hispano-americana, como se ve en "El milagro
y en
Arzáns es ya arcaica; "comenzóse el Te Deum de Nuestra Señora de la Candelaria con Alonso
Laudamos en hacimiento de gracias”, 30 en que Churata que acaece en el pueblo de Pucarani,
,

la palabra hacimiento” venía a ser anacrónica en el territorio actual de Bolivia; Churata es un


y extranjera en el Potosí dieciochesco de Ar- indio de la parcialidad de Urinsaya; tullido de
záns. El nombre de Zigala en la historia del pies y manos, recurre para curarse a las yerbas
capitán Zapata, de Arzáns, 31 está tomado de que usan los indios, etc. 42
La mayor parte de
Guadalajara,32 así como el pseudónimo Los ca- los milagros que
Calancha son en favor
relata
balleros de la gloria 33 que Arzáns imita con de indios, muchos de ellos enterrados en las
Los caballeros de la puna 34 minas. 43 En los cuentos de Calancha también
22. Véase "El valor sociológico de la Historia” Historia
entran mestizos y criollos. 44 En su afán ejem-
(
I, clxxx).
23. Ibid.,II, 359.
35 ; Véase el análisis sobre los "Materiales literarios de la
24. Pineda, Diálogos, II, 120V. Historia”, Historia,
( I, ciii).
25. Barcelona, 1606.
36. Véase "Modelos bibliográficos” ( Historia I, xcv).
,
26. Ibid., Prólogo y argumento cristiano
al lector”. 37 - Véase "El valor sociológico de la Historia” ( Historia
27. Véase "Modelos bibliográficos ( Historia I, xcv). I, clxix, clxx, clxxii, clxxvii, clxxx).
28. Ibid.
38. Calancha, Coránica, p. 251.
29. Guadalajara, Historia pontifical, p. 73 y passitn. 39. Ibid., p. 287.
30. Ibid., p. 108. 40. Ibid., p. 302.
31. Historia, I, 117. 41. Ibid., p. 577.
32. Guadalajara, Historia pontifical, p. 76. 42. Ibid., p. 873.
33 - Ibid., p. 221. 43. Un ejemplo muy expresivo en ibid., p. 886.
34 Historia, I, 375. 44. Ejemplos de esto en ibid., p. 877, 882.
-

xcix
historia de la villa imperial DE POTOSI

profusamente a los murió como católico cristiano


plarizador Calancha recurre
permanente interven- acompañándolo santos varones .

casos extraordinarios con


ción del Calancha tiene todo yn ma-
demonio 4o
2 fin manifiesta que
"Dicen- La Historia de principio
nual sobre la encarnación del demonio,
demonio para engañar Arzáns fue asistente indefectible a los sermo-
se los modos que tiene el
con apa- nes un lector devoto de libros eclesiásticos. El
con figuras horribles de fantasmas y y
texto está saturado de la influencia que
litera-
animales de súcubos e íncu-
riencias de aves y y en el
partes riamente ejercieron en el ambas fuentes
bos, y aléganse casos sucedidos en otras
a la divinidad,
40 elementos se encuen- estilo (incansables invocaciones
del mundo”. Todos estos 01
y en el
re-
y
grandilocuencia de predicador)
tran en la Historia. pecadores, de
hallan pertorio temático (historias de
Otro cronista de Indias de quien se 08
Arzáns es fray Pedro Xi- milagros, de siervos de Dios).
rasgos literarios en
Estilo. de Arzáns interesa como
El estilo
món, autor de las Noticias historiales de
las c.
cuantita-
Indias Occi- tema de estudio por las proporciones
conquistas de Tierra Firme en las que se empleó
tivas de la Historia y el tiempo
dentales Arzáns nombres
De Ximón toma
más de 30 años, lo que le
en su composición,
propios para personajes de historias: desde
lue-
una riqueza informativa fuera de lo
Ximón, que en confiere
go el nombre del propio Pedro peculia-
historia de la rebe- común sobre modalidades idiomáticas
Arzáns es un soldado en la también por la índole
48 res de ambiente; interesa
lión de León de Moría; Alfínger, soldado ale-
finalmente porque ayuda a discernir
relatos de pendencias, del autor; y
mán en uno de los pueden
aparece anacrónicamente qué materiales de procedencia dudosa
Francisco César, que
rebelión de Moría
;*’°
atribuirse a Arzáns.
en el mismo relato de la
ma-
Este estudio debe hacerse no sólo en los
y
comendador Ordaz a quien allí también
el en todo el
1 teriales literarios específicos sino
Arzáns duplica como el contador Ordaz.*’ a
texto que razonablemente puede
atribuirse
ajenos
Esta técnica de superponer elementos comparación
literarios de la Historia Arzáns, o sea aquel que por y
sobre los materiales 09
análisis puede identificarse como propio de él.
asume una curiosa expresión en la toma de
es-

de varones^ ilus- Características gramaticales. No pudien-


trofas en verso de las Elegías de
para do afirmarse ni negarse si los manuscritos
tres de Indias de Juan de Castellanos
sobre rea- Madrid y de Brown son copias hechas por Ar-
aplicarlas, más o menos prosificadas,
retraio en záns en persona,
60
tampoco puede decirse nada
lidades diferentes en la Historia. El
sobre las características ortográficas de
su esti-
en Ar-
prosa del corregidor Velarde Treviño conoce ningún texto de
verso de Cris- lo una vez que no se
záns está tomado del retrato en
53
61
04 su puño y letra. Las características ortográfi-
tóbal Colón en Castellanos: en otro
cas más importantes se han señalado
62
lugar.
"Severo, rojo, de pecoso gesto,
Las formas fonéticas que revela el texto es-
feroz en muchas cosas que hacía, que
compuesto tán sujetas en principio a la misma reserva
alto de cuerpo pero bien 63 Histoiia fue-
la ortografía. Si los textos de la
en cuantas proporciones poseía, amanuense iletrado
ron copiados por algún
varón con sus intentos fue notable entonces, este debió
como los que abundaban
en salir con ellos admirable ,
y de cometer con la fonética los mismos desatinos
que cometió con la ortografía. Mas si el
texto
así como el retrato del justicia mayor Andrés de
fonéticas que se repiten
ofrece características
Paz en Arzáns está 55 tomado del retrato de
56 uniformemente y no pueden atribuirse a un
Diego Colón en Castellanos:
amanuense iletrado, es lógico que deben ser
consideradas como originales. Formas constantes
"Fue lindo y avisado cortesano, qui-
como agora, aquesto, habernos, vía (vetad),
de gratas y de nobles condiciones, arcaicas en Potosí en los
siéredes, que ya eran
en miembros alto antes que mediano, 64
pueden obedecer sino al
días de Arzáns, no
gentiles y bien puestas proporciones;

estilo de la Historia ( Historia


57. Véase el análisis del
45. Ibid., p. 386 y passim.
de los "Materiales literarios de la
P de Bogotá, 58. Véase el análisis
Hemos compulsado la edición en 5 vols.
47. Historia” (
Historia I, ciii). .

Historia, i,
1882-1892.
59. Véase "La cuestión de la originalidad (

48. Historia, I, J37- „


Noticias historiales, I, 138.
49. Ibid., I, 75; Ximón, 60? Véase el apéndice "Análisis de
los manuscritos de la
Noticias historiales, IV 49-
50. Historia, I, 137; Ximón, Historia utilizados para esta edición"
(Historia, IH, 4<11
Noticias historiales, I, 66
5!, Historias, I, 137; Ximón,
.

ss.)
52. Hemos compulsado la edición de Madrid, 1857.
61. Ibid.
53. Historia, II, 115. 62. Ibid.
54. Castellanos, Elegías, p. 44- 63. Ibid.
55. Historia, I, 297. 64. Ibid.
s6. Castellanos, Elegías, p. 51.

C
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
propósito de dar al estilo un sabor arcaico de- problemáticos (Acosta, Dueñas, Méndez, Pas-
liberado, lo cual condice con la proclividad de quier) o por lo menos como co-autor.
Arzáns por
los elementos de caballerías
y su Simplicidad, claridad. Arzáns promete que
frecuentación de textos ya anticuados en su tiem- en la narración procurará "hermanar la llaneza
po, como los de Pineda, Illescas, Guadalajara del estilo con la verdad de los casos, sin que
o Calancha. El arcaismo debe señalarse como la claridad decline a bajeza ni el cuidado pique
una superposición estilística deliberada en la en afectación”.' 4 La prosa de Arzáns es en ver-
prosa de Arzáns. dad simple y clara, y fluye libremente. Esta es
Vicios de dicción. Son tan repetidos y cons- una de sus mejores cualidades. Por ella la His-
tantes que constituyen otra característica del toria está atrasada con relación a la moda de su
estilo de Arzáns. Pueden reducirse a grupos: época, como
atrasadas están las fuentes de su es-
Palabras impropias, como desbarrancarse 65 tilo y de su ideología. 75 Inútil buscar los retor-
por embarrancarse. cimientos típicos de la expresión barroca en esta
Discordancias en el pronombre: ” huid para prosa corriente. Si se encuentra algo de eso en
que yo merezca”. 68
te [cu] cualquier página del texto, téngase por cierto
Discordancias en el número: "que dolió [ do- que corresponde a un autor extraño, no a Ar-
lieron ] sus muertes”. 67 záns.Compárese la prosa de Peralta Barnuevo, 76
Idiotismos: "Oponiéndose con valor a que no como ejemplar del barroquismo literario hispa-
se ejecutase la sentencia”; 68 "siendo grande el noamericano en el siglo xvm, con la de Arzáns
peligro de no caer en su desgracia”. 69 El em-
y se advertirá la diferencia. Las metáforas de
pleo indebido de la negación en estas cláusulas Arzáns son ingenuas, casi primitivas, como sa-
les da un sentido estrictamente contrario a la cadas del repertorio popular: "El cielo se venía
intención del autor. al suelo con la furiosa lluvia”. 77
Formas vulgares: "endenantes”; 70 "alegó de Detallismo. Ansioso de cumplir con la nor-
que tenía” por "alegó que tenía”; 71 "No se ma de que es "forzoso en la historia referir los
debía estrellarse” 72 por "No debía estrellarse”. sucesos conforme se siguieron, de años, meses,
Estos y otros vicios de dicción no son excep- días y aun horas”, 78 puebla su prosa con todas
ciones, antes bien son la regla
y comunican las particularidades que puede. Da fechas mi-
desde luego un sentido popular a la prosa de nuciosas: "Sucedió este afrentoso caso un mar-
Arzáns, confirmando de paso su condición ex- tes 18 de enero del año de 1549”. 79 En sus
tra-académica como escritor. Con exceso de can- descripciones de ceremonias
y caballerías se de-
dor se ha pretendido hacer de un erudito y
él leita en dar los menores detalles de las deco-
hasta se le ha hecho viajar a España y regresar, raciones, de los ornamentos de los vestidos, de
después de un hipotético entrenamiento acadé- las armaduras, de los arreos de los caballos,
y
mico, "con la cabeza poblada de conocimientos mide cuántos dedos entró la daga o espada de
3
útiles” a Potosí.' Manejar el idioma con arre- un valentón en el cuerpo de otro. 80 Cuenta
glo a sus normas básicas habría sido uno de los prolijamente las luces que acompañaron las pro-
conocimientos útiles aprendidos en este viaje cesiones, las libras de cera que se gastaron en
imaginario. El análisis gramatical del texto con- los túmulos. 81 En un nivel más complejo, esta
firma que Arzáns no tuvo formación académica característica se expresa en la adición de ele-
y que sus lecturas, por muchas que fuesen — mentos circunstanciales, frecuentemente de sen-
no debieron ser tantas en vista de los resulta- tido popular, al hecho principal: al dar cuenta
dos —
no alcanzaron a limar estas asperezas. de la muerte del tesorero Larreátegui, añade:
Como estos vicios de dicción se encuentran "dejando en orfandad tristísima a su familia” 82
no sólo en el texto que fuera de toda duda En un párrafo tomado al azar se apreciará cuán
corresponde a Arzáns sino también en los ma- ricamente detallista es la prosa de Arzáns: "Fue-
teriales potosinos que pudieran no correspon- ra de los dos males tan considerables de la
derle, ello significaría
que al copiar esos mate- peste y la pobreza se experimentaba la hambre
riales Arzáns deslizó en ellos sus errores gra- por carecer de las semillas de la tierra, mante-
maticales, o que no se limitó a copiarlos sino nimiento común de que había falta más de dos
que los re-elaboró, según lo cual puede consi-
derársele o autor verdadero de los materiales 74. Historia, I, clxxxv.
potosinos que él mismo atribuye a otros autores 75. Véase el análisis sobre las lecturas de Arzáns {Histo-
ria, I, xcviii El valor sociológico de la Historia ir {ibid.,
) y
65. Historia, II, 61 y passim. I, clxxx).
66. Ibid., III, 279. 76. Puede hacerse la comparación en el texto mismo de la
67. Ibid., III, 325. Historia aprovechando la trascripción que Arzáns hace de
68. Ibid., II 374. Peralta {ibid., III, 264).
69. Ibid., II, 86. 77- Historia, III, 75.
70. Ibid., 32 y passim.
II,
78. Ibid., III, 107.
li. Ibid., III, 276.
79- Ibid., I, 68.
72. Ibid., III, 396. 80. Ibid., I, 77, 78, 267 ss.
73- Vignale, "Historiadores
y cronistas de la Villa Imperial", 81. Ibid., I, iii, 240: II, 329, 473
p. 119. 82. Ibid., III, 331.

ci
HISTORIA DE LA VILLA imperial de potosí
92
este reino se debe preferir a todo humano interés”. Co-
años, particularmente de las que en
nocida la influencia que tuvieron en Arzáns los
llaman papas, pues cuando el año de 1710 de
Antonio sermones y los libros religiosos como fuentes
(siendo corregidor de Porco don Juan
materiales literarios,
Santiago, de inspiración literaria y de
Trelles, caballero del hábito de
se no es difícil trazar la procedencia de esta exal-
quien hemos dicho mucho en esta Historia )
trajo de sólo el pueblo de Puna y sus campos tación estilística.
Criticismo, panfletismo. El eterno clima
(que está a siete leguas de esta Villa) más
de
semilla, valiendo entonces de pugna que reinó en Potosí durante la colo-
30,000 pesos de esta
nia, expresado en formas como la guerra
civil,
el tercio o costal a 12 reales y
a 10, y el de 1713
el disturbio, la pendencia, y la discordia,
hacía
apenas se cogieron 1,50° costales que vendidos
necesario que los escritores de la Villa Imperial
a tres pesos fueron 4,500 pesos, y éste de 1714
por el trabajo experimen- estuviesen siempre listos a ofender o defender,
no pasaron de 5,000 93
Arzáns
pues la pluma era como otra espada.
tado de su esterilidad y los hielos que
aniqui-

generalmente estas otras semillas . no pudo ser una excepción en esta norma de
laron y
ambiente, a la que se agregó la acentuada ten-
Animación. Arzáns sabe infundir animación
su prosa. dencia crítica de su temperamento que le man-
a los elementos más inesperados de
tenía en una espontánea y permanente necesidad
Relatando el milagro hecho por la Virgen en
quedado aprisiona- de criticar, y se agregó también la necesidad so-
un indio cuya cabeza había
molienda en un in- breviniente de criticar para responder a las per-
da en la maquinaria de la
secuciones de que fue objeto. La sal crítica y
genio dice que "al momento se detuvieron en
el mordiente panfletario se perciben
nítidamen-
el aire dos de las almadanetas [..-]•
Sacó el
te en la prosa de Arzáns alcanzan a veces
indio la cabeza, y con un gran golpe, como y
hecho, continuaron alturas que pueden considerarse honrosas den-
enfadadas del impedimento Am-
de la literatura colonial en ese género.
la molienda”.
84
Véanse otros ejemplos: "Había tro
haber bas características pueden apreciarse en este
ya cesado de caer la nieve, contenta de
85
adelantado arroyo de arranque contra los corregidores: "Y así que-
cubierto la tierra”; "el
de la co- daron los corregidores en casas señaladas para
la Ribera, que habiendo con ayuda
des-
cobrado poderosas fuerzas mostraba su habitación, y el primero que las estrenó
piosa nieve
pués de acabadas fue el general don Juan Ve-
su bajeza en usar de ellas con toda violencia ;

orden de Calatrava, en
",acudió luego por todas partes la codicia f larde Treviño, de la y

hambre acometía ya” relatando ellas viven los sucesores, que los mas de ellos
"también el
"para que se conociese que no era (hasta la hora de ésta) han sido crueles aves
una sequía:
de rapiña, fieras inhumanas que despedazan a
naturalmente sino por castigo de los pecados
los súbditos por quitarles la plata. Oh Potosí,
(y en particular los del homicidio y sensualidad
qué de corregidores que te han gobernado (o
que tanto reinaban todos los días) se cubría el
robado, por mejor decir) estarán quizá en
los
cielo de espesas nubes, y, como que se
burlaba
infiernos. Tales son sus obras, y así no debe
descubrir sin
de los pecadores se tornaba a
89 causar escándalo mis palabras a los lectores .

caer una gota”.


Grandilocuencia. A veces la igualdad del Índole narrativa y descriptiva. La prosa
de Arzáns es ante todo narrativa en ella están y
de Arzáns se remonta y alcanza cierta in-
estilo
demás los ringorrangos retóricos que hacen per-
genua y no mal lograda grandilocuencia. Estas
der al lector continuidad y comprensión en
el
pasajeras exaltaciones son, no obstante, tan fre-
relato. Esta calidad se aprecia sobre
para constituir otra característica curso del
cuentes como los
La tendencia declamatoria ya está todo en la crónica de hechos actuales, o sea
de estilo.
hechos presenciados por Arzáns, de la cual es
presente en las continuas invocaciones a la di-
vinidad al modo de "Oh permisión divina”.
90
un ejemplo acabado la relación de la gran peste 95
xviii.
Yendo por la misma línea religiosa estas invo- de Potosí en el primer cuarto del siglo
Accesoriamente el estilo de Arzáns es descrip-
caciones se desarrollan en clausulas como ¡Oh
tendrán estos venera- tivo, yaccesoriamente no significa que sus des-
qué de grados de gloria
trabajos cripciones sean débiles. Arzáns fue un descriptor
bles misioneros que a costa de grandes
perspicaz, como ve por sus pinturas de las
se
encaminan tan innumerables almas al cielo! ,

ceremonias potosinas. Sin embargo,


"Jueces poderosos del mundo, creed firmemen-
fiestas y
comparando del material descripti-
el volumen
te que el obrar santa, virtuosa y caritativamente
vo con el del material narrativo se constatará

8y. Ibid., III, 19. cuánto excede éste a aquél.


84. Ibid., II, 33 -

85. Ibid., II, 358 .


III, 224.
92. Ibid., .

86. Ibid., II, 358 apreciar en qué medida las


94 Un ejemplo que permite
.

87. Ibid., III, 165 panfietaria llegaban


animosidades personales, y su expresión
88. Ibid., III, 26.
a la literatura oficial se encuentra
en ibid., III, 140 ( nota
89. Ibid., III, 26. 150 (nota 6).
94. Ibid., I,
90. Ibid., II, 235 -

95. Ibid., III, 77 ss.


91. Ibid., III, 44 -

cii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
Sentido del humor. No son raros en la
5
nes que recaen dentro de la figura genérica del
prosa de Arzáns los despliegues humorísticos, a cuento fundado en un hecho efectiva o supues-
veces reideros como cuando censurando un do- tamente verídico y con circunstancias alusivas
nativo exigido por el corregidor don Fernando al ambiente local. Teniendo en cuenta tal defi-
Mesía en 1700 con motivo del saco de Cartage- nición llamaremos a estos cuentos uniforme-
na por los franceses, y la orden de que se alis- mente nombre que emplea el propio
historias,
tasen los moradores, comenta: "donosa preven- texto. Estas historias pueden distribuirse en gru-
ción, aunque todavía sirvió para regocijar las pos de acuerdo con el predominio de elementos
damas y galanes con el nombramiento de cua- temáticos.
tro capitanes nuevos, que uno de ellos fue don a. Historias de asombros y aparecidos. El tema
Miguel de Torres, su hijo, donoso muchacho del misterio, común bajo formas diversas a las
en la ocasión y propio para destruir al enemigo literaturasde todos los tiempos y de todos los
cuando entrase por Munaypata”. 90 Las tintas se países, ocupa un vasto campo en la Historia,
oscurecen cuando relatando la muerte de un ve- probando que Potosí en el siglo xvm no era
cino de Potosí muy dado a pretender mayores una excepción a esta permanencia y universali-
puestos y que poco antes de morir había envia- dad. Haciendo una aproximación más específi-
do con otra pretensión a España los 3,000 pesos ca, el argumento suele estar centralizado en
de sus salarios, observa: "Éstos los recibió en estos materiales en torno al motivo del más allá
esta Villa y enviólos luego a España para otro y del alma en pena —
asombro equivale a alma
puesto que vendrá y le hallará muerto”. 97 El
le

ambiente se hace decididamente sombrío con


en pena en el lenguaje de la Historia aun- — ,

que también hay ejemplos sin alusión religiosa.


esta caracterización de la muerte en medio del Mencionaremos algunas muestras típicas. En
contrabando de esclavos en Potosí: "El día 8 la "Historia de doña Mariana de Benavides”,
6

de diciembre metió don Tomás Navarro en esta de tratamiento acentuadamente popular, el


Villa su negreguecido caudal en negros com- alma en pena descubre un tesoro con que re-
prado del asiento de ingleses, que si no es de median su necesidad una viuda pobre y sus
contrabando tan vil género, la muerte (contra- hijas, aunque en última instancia intervienen los
bandista de blancos y negros) también se los
98
oficiales reales
y les toman 10,000 pesos "no
quita”. para el rey (que así se supo) sino para aprove-
Amenidad. Cualesquiera sean los defectos y charse de ellos sin mostrar escrúpulo”. En la
las virtudes del estilo
de Arzáns, puede decirse "Historia del ruido fingido”, 7 una de las mejor
que su prosa es amena —
al fin y al cabo es la logradas de este grupo, el asombro es un enga-
prosa de un narrador innato

y ha de resistir
la prueba de fuego del tiempo. Con loable hu-
ño urdido maliciosamente, y aquí es clara la in-
tención crítica de la Historia sobre la explota-
mildad, él mismo se hace esta reserva: "bien ción social de estos trances en la colonia. En la
conozco mi mal limada prosa y estilo, pues no "Historia del Mozo de la otra vida” 8 la tensión
debo a la gramática lo útilísimo de su empleo, de misterio y drama, con inquietantes sugeren-
no a la retórica la dulce elocuencia de sus ejer- cias psicológicas, encuentra una realización ma-
99
cicios”. Mas después de leer trozos como la gistral. Otro tanto puede decirse de "La visión
historia del Mozo de la otra vida, 100 la tradición de don Pedro Urquidi de Lorriaga”, 9 con efec-
de doña Clara la Achacosa, 1 el relato de las tos de claro-oscuro fantástico; aquí el libertino
hazañas del indio Agustín Quespi, 2 el encuen- contempla una noche su propia muerte asiste y
tro de los cadáveres de don Juan Bautista Or- su propio entierro en
a una calleja potosina
dozgoiti y don Francisco Izaguirre, 3 o la peste (tema reiterado un siglo más tarde en España
de Potosí en 1719 4 y siguientes,
y tantos otros, por Espronceda en El estudiante de Salamanca
)
uno sabe a qué atenerse sobre la calidad de es-
y cuando pregunta a uno de los hombres del
critor del potosino autodidacto que compuso cortejo quién es el muerto le responde: "El
este libro grande y extraño. muerto es don Pedro Urquidi de Lorriaga a
quien mataron anoche a esta misma hora,
y
materiales literarios de la Historia el ser de noche su entierro es porque todos los

días de su vida vivió en tinieblas sin ver la luz


Los materiales literarios de la Historia están de la verdad”. En "El alma del cacique don
constituidos por re-elaboraciones o elaboracio- Pedro”, 10 un cura, "divertido en el juego de
naipes con muchos seculares”, no va a confesar
96. lbid., II, 399.
97. lbid., III, 325. a aquél hasta el día siguiente, pese a sus insis-
98. lbid., III, 378.
99. lbid., I, clxxxiv. 5. Ver "La cuestión de la originalidad” (Historia, I xci)
100. lbid., II, 65. 6. lbid., II, 25.
1. lbid., II, 354. 7. lbid., II, 236.
2. lbid., III, 200, 205, 381. 8. lbid., II, 65.
3. lbid., III, 245. lbid., II, 61.
9.
4. lbid., III, 77. 10. lbid., II, 72.
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

porque ni son de diferente naturaleza


tentes llamadas, y, ya en camino, se encuentra
jeres,

con el cacique, a quien admirado pregunta cómo que los hombres ni son menos perfectas (en
quería confesarse estando tan bueno; el cacique cuanto a la perfección sustancial) sus almas .

responde: "Expiré antes del alba y estoy conde- El análisis adecuado de los materiales literarios

nado para siempre. Y


advertid, padre, lo que de la Historia permitirá ampliar sin duda el
últimamente os digo: que tengo por imposible campo de las influencias cervantinas.
que cura, corregidor y cacique se hayan de sal- En este mismo grupo son además dignas de
1 '

var”. En "La mina perdida


” 11
un hombre en mención "La venganza del soldado Aguirre”,
18
historia tomada de Garcilaso de la Vega en
complicidad con el justicia mayor de la Villa
,

la cual puede estudiarse cómo trabajaba Arzáns


despoja de un ingenio a una pobre hermana
los materiales ajenos para incorporarlos en su
suya y obtiene la posesión de una veta en la ’
10
obra; "El carbunclo maravilloso reitera el
cual había dejado por señal un perro atado a
una piedra, regresando al día siguiente para tema trágico del tesoro que trae la muerte para
y
formalizar la posesión, no pueden encontrar el todos los que lo codician; "El rencor de don
20
Juan de Toledo ”, santón que edificaba a los
lugar por más que escuchaban los ladridos del
día con más el siguiente ocupa- potosinos recorriendo las calles con una cala-
perro; "todo el
vera en la mano contemplándola a cado mo-
ron en buscarlo hasta casi perder los juicios y
jamás dieron con el perro ni con la mina . mento como en un éxtasis de piedad, y cuando
Historias ejemplares. Toda la Historia muere se averigua que la calavera era de un
b.
de ejemplaridad, y los relatos de enemigo a quien don Juan había muerto mu-
está saturada
regla, si chos años atrás y lo que decía al contemplar el
este grupo no hacen excepción a la
caso nombre historias ejempla- ' hueso era que le pesaba en gran manera de ver
bien en este el

alude no tanto a este propósito edificante a su enemigo muerto, porque si mil veces re-
res”
sucitara otras tantas lo volvería a matar; La
como al hecho de que en ellas el tratamiento, 21
limosna prodigiosa ”, en que fueron necesarios
bien o mal logrado, evoca de inmediato las no-
velas ejemplares de Cervantes. La influencia 10,000 pesos de plata para contrapesar en la
balanza el papel en que una noble señora fo-
cervantina se percibe a veces en las peripecias
narrativa, rastera había pedido limosna a un mercader,
del argumento, a veces en la tensión ~2
de los diálogos muy esca- "Los amores de Francisco Verazano versión
a veces en el estilo
veces en la — potosina y criolla de Don Juan; Los lascivos
sos, por otra parte, en Arzáns a ,

veces en el mercaderes ”,
23
historia en la cual "sin ningún
alusión a elementos geográficos, a
temor de Dios daban los forasteros de la calle
clima expresivo. La amplitud temática de este
de los Mercaderes (que en ella vendían sus
grupo es mayor que la de los otros e incluye
géneros y es vecina a la plaza del Regocijo) en
motivaciones elementales como el amor, la aven-
de riqueza, la pasión, el vicio, la hacer gala de la sensualidad, así por ejecutada
tura, el ansia
en obra como de palabra alabándose de lo que
virtud, con menor intervención de elementos
re-

ligiosos y más tendencia a lo profano. Las hue- no hacían. ¡Oh lenguas bárbaramente viles, oh
percepti- condición en cualquiera que te hallas sobrema-
llas de Cervantes son particularmente
Zapata ”, 12 tema nera infame! Si lo que no haces publicas, ¿cómo
bles en la "Historia del capitán
ocultarás lo que consigues, cómo honrarás a
minero típicamente potosino con una inesperada
quien tal vez olvida su honor por tu gusto, por
derivación turquesca; la "Historia de la bellí-
13
tema de amor dentro de un tus ruegos y promesas, y empeña su honestidad
sima Floriana ”,
argumento de peripecias accidentadas en el am- por cumplir tu lascivo deseo?”; "Los extraños
4
"La gran liberalidad sucesos de la bella Teresa ,“ episodio de ela-
biente nocturno de Potosí;
”, 14 episodio boradas peripecias amorosas a cuya protagonista
de don Juan Fernández de Mérida
dice Arzáns que conoció y comunicó.
en que un criollo socorre con magnificencia a
lJ
historia Historias de fiestas y ceremonias. Aquí el
un español; "La liviana Margarita ,
c.

rivalidades regio- núcleo del interés reside en el color y el dina-


de amor sobre un fondo de
nales de manchegos y andaluces; Las dos crio- mismo de las famosas fiestas de Potosí. No
de Souza doña sería imposible que todas o las más fiestas que
llas arriscadas doña Eustaquia y
relata Arzáns hubieran acontecido realmente,
Ana de Urinza ”, delicadas doncellas que en
16

pero su tratamiento en la Historia es específica-


armadura de hombre salen a las calles
traje y
mente literario, y en el alcanza quiza su máxi-
en busca de aventuras en las frías noches de
"nadie ma expresión el sentido del detalle que se ha
Potosí, no sin que Arzáns advierta que
debe admirar de ver tanta excelencia en mu- 17. Ibid., I, 67.
vi, cap. xvu y xvm.
18. Garcilaso, Historia, lib.

19. Historia., I, 294.


11. Ibid., II, 233.
20. Ibid., I, 403.
12. Ibid., I, 117 -

21. Ibid., II, 31.


13. Ibid., I, 235.
22. Ibid., II, 105.
14. Ibid., II, 46.
23. Ibid., II, 172.
15. Ibid., II, 100.
24. Ibid., II, 342.
16. Ibid., II, 149.

C1V
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
30
mencionado como una de las características de- los, las fiestas del nacimiento del príncipe
finitorias del estilo de Arzáns como escritor. El don Felipe Próspero. 31
ejemplo más demostrativo de este grupo es el d. Historias de guerras, desafios y penden-

de "Las famosas fiestas que hicieron en esta cias. Estos relatos iban a satisfacer en aquella
25
Imperial Villa sus nobles criollos”, con alar- época el hambre de aventura, común a la lite-

des de minuciosidad descriptiva como éste: ratura de todos los tiempos y de todos los paí-
"Luego por la calle de los Mercaderes entró ses. El núcleo del interés reside aquí en la ac-

don Nicolás Esteban de Luna, natural de esta ción belicosa y cruenta. La perduración tardía
Imperial Villa e hijo de don Pedro de Luna, de los relatos europeos de caballerías es per-
natural de la de Madrid, azoguero rico en este ceptible en estegrupo en los giros arcaicos del
Potosí. Venía el gallardo mancebo en un ca- lenguaje atribuido a ios personajes, en el uso
ballo negro, y el caballero armado y sobre las anacrónico de la lanza, en el regodeo por la
armas un vestido de brocado encarnado, guar- ornamentación de motivos caballerescos (trajes,
necido todo él con cadenas y lazos de perlas. armaduras, arreos), 32 a todo lo cual daba pá-
Sobre el acerado casco traía una sierpe de oro, bulo la permanencia de alardes de caballerías
los ojos y lengua de muy vivos rubíes; volában- en las fiestas de Potosí (justas, cañas, sortijas), 33
le por encima muchos penachos de plumas ver- y daban aún más pábulo los disturbios de Po-
des, blancas y amarillas. La silla estaba bordada tosí, con episodios famosos que iban desde los

de oro y aljófar, estribos de plata dorados, y bandos de naciones (cuya máxima expresión
toda la crin del caballo con cadenas de perlas bélica fue la guerra de vicuñas y vascongados)

y unos mascarones de oro fino a trechos. Así hasta la rutinaria reyerta callejera, 34 amén de
también venía cubierta toda la anca del caba- otros típicos temas locales como la guerra con-
llo; la cola entretejida de lazos de oro tra los indios infieles y la leva de gente para
y perlas;
el penacho de plumas blancas, azules Chile, sin olvidar las aventuras de intrépidas
y amari-
llas. En la mano derecha la lanza damas andantes en las calles de Potosí. La pre-
y en la
siniestra un escudo donde estaban pintadas sus dilección de Arzáns por el tema caballeresco
armas y una luna (formada de cristal) llena y se refleja en los arcaísmos de su estilo 35
y en la
hermosa. El mote decía: "Nunca la ha eclipsa- tendencia regresiva a los episodios caballeres-
do el sol”. Hay un detalle estructural curioso cos anacrónicamente. 36 Son características de este
en este relato: en partes el texto de la Historia grupo "La cañón fingido”, 37 epi-
historia del
parece ser la prosificación de otro texto en ver- sodio potosino de la rebelión de Gonzalo Piza-
so, como en los pasajes "Mantenedor ventu- rra, en que el bando leal de la Villa "hizo que
roso [. .
.], dos lanzas pues mi enemiga [. . .]. para espanto de los enemigos se labrase de un
despojo de su crueldad [...], también me doy formidable soto (que para los edificios de esta
por vencido [. .], pasando a vuestro poder
. Villa se habían traído algunos de muy lejos),
[. .], más pronto de lo que espero”; "valiente
• una a manera de pieza gruesa de artillería, cu-
mantenedor "en el Cerro que allí ves”
[...], bierta por encima con metal soroche
y pavonada
[...], ocho barras de plata” [...],
"[traigo] que parecía hierro muy limpio, [. .] hueca .

"arriesgarlas en el juego”, "Quiero contigo co- como cañón y se podía cargar de pólvora, como
rrer” [. .], "una [. .] lanza, en efecto se cargó”, y en el combate "diéronle
.
y si perdiere”
.

20
[. .
.], "por alfombra de tus pies”. Otro alarde fuego los indios, y al momento con un terrible
detallista es que Arzáns ha tenido particular estruendo se hizo millares de pedazos, matando
cuidado en que todos los caballeros criollos que las pelotas y astillas del tronco muchos espa-
intervienen en estas fiestas, llevadas a cabo en ñoles e indios, que unos dicen fueron más de
1608, entre sus nombres de pila tienen el de 40 y otros menos”; "El desafío de Carachi-
Nicolás, conmemorativo del milagro que San pampa”, 38 en que salen a reñir tanto los ahija-
Nicolás de Tolentino hizo en favor de las par- 30. Ibid., II, 36.
turientas de Potosí, de manera que todos aque- 31. Ibid., II, 185.
32. El ejemplo citado supra nota 25 ilustra estos elemen-
llos legendarios mozos formaban parte de la tos.

primera generación de criollos nacidos en la Vi- 33. Un ejemplo sobre la representación de "pasos de los
27 libros de caballerías, así en teatros como con caballos
y
lla Imperial. lanzas en la plaza” en 1578, ibid., I, 175.
Son dignas de mención también las exequias 34. La documentación sobre los disturbios potosinos abun-
da en los archivos. En el Archivo Nacional de Bolivia
en memoria de Felipe II, 28 los regocijos por la (Sucre) hay un profuso material correspondiente a los si-
coronación del rey don Felipe IV, 29 las fiestas glos XVI y XVII, en el fondo de la audiencia de Charcas,
series de correspondencia y expedientes.
del nacimiento del príncipe don Baltasar Car- Véase el análisis del estilo de la Historia
35. (Historia,
Le) y el apéndice "Análisis de los manuscritos de la
Historia de Potosí utilizados para esta edición” (ibid.,
25. Ibid., I, 267. III, 461).
26. Ibid., I, 271-273. 36. Véase "Estructura formal de Historia”
la (Historia, I,
27. Ibid., I, 192. xcii, nota 27).
28. Ibid., I, 239. 37. Ibid., I, 56.
29. Ibid., I, 346. 38. Ibid., I, 77.

CV
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dos como los padrinos, y uno de éstos, herido estaba un águila imperial bordada en una tela
con una daga en la frente, "desatinado de la riquísima de oro, de donde con hermosa labor

herida huyó por aquel campo y llegó donde estaban pendientes a trechos unas perillas de

estaban los ahijados y sin mirar a quién tiraba oro y diamantes; las demás cubiertas del caba-
pasó llo eran de telas de plata bordadas con mucho
el golpe, dio una cuchillada a su ahijado y
huyendo sin saber dónde’’; "El estandarte de aljófar, y los penachos de plumas blancas y en-

Potosí”,
38 '
hermosa elaboración de peripecias carnadas”: todo esto para una refriega irregular
guerreras en conquistas y bandos intestinos en en el Potosí de 1622. La reiteración del tema
que el protagonista no es una persona sino la del corregidor tiránico resistido vale como ex-

insignia procer, bendito estandarte [. .] de un . presión del estado de ánimo del vasallaje, y en
de seda del este sentido los episodios del general Cardón, 4 "
finísimo damasco carmesí con cairel
44
43
está bordado de general Avendaño, el general Marcelino,
mismo color: en medio de él el
45
don Eulogio son versiones de una
realce de trencilla de oro la imagen del apóstol y el general 46
Santiago puesto a caballo destrozando infieles, misma motivación psíquica colectiva. La mu-
jer no está ausente de este grupo y, aunque con
de más de media vara de largo y poco menos de
ancho; sólo esta tarja del apóstol se conserva una elaboración desigual, sale a las calles y los
y
entera porque todo lo demás del real estandarte campos de Potosí con armas mortales a pelear
47
está hecho hilas mantenidas solamente en los en los episodios de "Las damas pendencieras”
48
y "Las dos
"Las doncellas vengadoras” crio-
caireles, que también se conservan fuertes; y
llas arriscadas doña Eustaquia de Souza doña
así como está lo sacan en estos tiempos cada y
49
año el día del apóstol con grande acompaña- Ana de Udnza”
miento y fiesta, llevándolo el alférez real a e. Historias de milagros. Tema rutinario de

caballo; y con haber durado más de 216 años púlpito y de imaginación popular; tema, ade-

se espera adelante su duración por lo fuerte de más, preferido por autores favoritos de Arzáns,
el milagro asume en la Historia investidura
los caireles y bordadora, además que aforrán-
dolo en otra tela puede permanecer el tiempo indisputablemente literaria por la elaboración
que Dios quisiere”; "La batalla de Chaqui con- argumental y por la elaboración narrativa. Cons-
tra los indios infieles”,
39
tema fronterizo tradi- ciente de lo espinoso del asunto Arzáns se es-

cional de Potosí, en que tal fue la fortaleza de cuda en una doctrina que no deja de ser sagaz:
que se vio "lo que esta mi Historia contiene es lo mismo
los indios en disparar las flechas
"matar con sólo una de ellas dos indios del que contienen otros infinitos libros antiguos y
ejército cristiano porque (estando uno tras otro) modernos donde se cuenta lo que en cada parte
disparada la flecha le pasó al primero las en- aconteció, y cada uno de los que leyeren les
49 '
puede dar la fe que gustaren”. La predispo-
trañas, y saliendo por atrás se le entró al otro
sición anímica colectiva hacia el milagro du-
por una verija y entrambos murieron”; "La ba-
talla de Cantumarca”,
40
episodio bélico de la rante la colonia en Potosí se analiza en otra
50
Son típicas de este grupo la "Historia
y otras naciones
rivalidad entre vascongados es- sección.

pañolas de Potosí en los años inmediatamente del milagro de San Nicolás Tolentino” para
anteriores a la guerra de vicuñas y vasconga- que los recién nacidos no muriesen de frío en
52
dos; "La Huayna”, 41 elaboración no-
batalla de Potosí,
51
tomada de Calandra, en que se pue-
velada en el ciclo de la guerra entre vicuñas y de estudiar la elaboración que Arzáns hace de
vascongados, que además del relato de los acos- temas ajenos; "El portentoso milagro del Santo
03
tumbrados actos de arrojo, da motivo a Arzáns Cristo de Nuestra Señora de las Mercedes”,

para ejercitar una vez más su afición por los en el que no queriendo un sacerdote puntilloso
elementos caballerescos con la pintura del ca- absolver a un gran pecador de la Villa, "este

pitán Oyanume, jefe de los vascongados: Es- misericordiosísimo Señor que en santa imagen

taba armado de un finísimo peto, espaldar, gola, estaba atado a la columna, con unas dulcísimas

brazaletes y escarcelas, con unas armas milanesas palabras que rompe el corazón de ternura al
hablando con su sacerdote le dijo: 'Ab-
de 11 listas; cubría su cabeza un morrión cu- oírlas,

bierto todo de lazos de perlas, con muchas 42. Ibid., I, 124.


plumas de varios colores; pendíale de una an- 43. Ibid., I, 135-
44. Ibid., I, 186.
cho tahalí su ancha y cortadora espada, los tiros 45. Ibid., I, 193- .
,
corregidores vease
riquísimos, pues ellos y el tahalí estaban cu- 46. Sobre el rencor popular contra los
Historia, I, el, clxix-clxxi.
biertos de diamantes y esmeraldas; las botas 47. Ibid, II, 56.
con muchas cadenas de perlas; el caballo era 48. Ibid., II, 84.
49. Ibid., II, 149.
negro, chileno, alto y fuerte, y en sus pechos 49a. Ibid., I, 303-304.
de Historia” {Historia, I,
50. "El valor sociológico la

elviii)
38a. Ibid., 172.
51. Ibid., I, 192.
39. Ibid., I, 221.
52. Coránica, p. 750.
40. Ibid., I, 307.
53. Historia, I, 282.
41. Ibid., I, 336.

CV1
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
suelve a este hombre, que no te costó a ti lo santísima!) [la imagen] inclinó la cabeza do-
que a mí’; y extendiendo su santísima y liberal blándose todo aquello que fue necesario para
mano diestra (así atada como estaba) señaló entrar, y así milagrosamente cupo, quedando
con el dedo al pecador, cosa por cierto de gran- desde aquel punto agobiada como al presente
de admiración pues para testimonio de este mi- se ve, y de esta suerte entra
y sale en todas las
lagro se quedó esta sagrada imagen así con el ocasiones que la sacan para su fiesta
y proce-
dedo extendido como hoy se ve”; "Cómo Nues- siones”.
tra Señora de la Candelaria de San Pedro sacó Arzáns hace un tratamiento ingenuo del mi-
sin daño a ocho indios y un muchacho que ha- como de pintura primitiva, con un sen-
lagro,
bían quedado encerrados en un hundimiento tido acentuadamente popular. Los beneficiarios
54
del Cerro”. los cuales a los 1 días de su en- son casi siempre indios o personas humildes;
cierro salieron y llegando a su iglesia de San los fieles hablan con Dios
y la Virgen familiar-
Pedro "entraron hasta el altar mayor, donde mente, como si estuvieran hablando en persona
viendo a la santísima imagen descubierta co- con gente amiga. El propósito de edificación y
menzaron a derramar muchas lágrimas de ter- enfervorecimiento de la fe colectiva no se ha
nura, y a voces rendían las gracias a la Virgen borrado en estas historias, pero ellas ya no son
soberana diciéndole mil ternezas en su idioma, meros ejemplos áridos de sermón, sino narra-
que ordinariamente las palabras afectuosas en ciones de elaboración característicamente litera-
el lenguaje indiano [. .] enternecen mucho por ria como forma
y como contenido.
.

su abundancia y dulzura”; "Cómo Nuestra Se- f. Historias de pecadores. Tema epónimo de

ñora dela Candelaria de San Martín volvió la la vida colonial hispanoamericana, el pecado es
vida a un pobre indio Harnero a quien había también un tema capital en la Historia™ El
muerto el rayo”, 55 episodio en el cual la mujer pecado alimentó inexorablemente la literatura
del indio habla con la Virgen en la forma ca- de púlpito y de catéquesis, y en esa fuente lo
racterística como lo hacen hoy mismo los indios, tomó Arzáns. Pero en su paso a la Historia
como si la madre de Dios estuviera presente el pecado, como el milagro, deja de ser el ins-
junto a ellos: "Madre mía, ¿cómo me habéis trumento de pedagogía colectiva que ordinaria-
quitado a mi marido? ¿Quién ha de sustentar mente era, y se constituye en relato de intención
a mis hijos si quedo tan pobre que aun no he dramática y recreativa. En la "Historia del es-
de tener que comer? Tomad estos tus hijos trago del pueblo de Ancoanco”, 59 cuyos indios
y
dadles vos el sustento porque yo no lo tengo”; eran "grandes idólatras públicos sodomitas”,
y
"El milagro que obró el Santo Cristo de la pa- "abrasó de Dios y hundió pueblo,
la justicia
rroquia de San Pedro sacando a Sebastián del barranca y sodomitas al infierno sin que quedase
Canto y Cerro de una mina en que se había per- un alma, ni animal casero, ni del campo que
dido”, 50 y "no paró en esto solo el favor sino pareciese”. Este es otro caso en que se puede
también que en la misma salida, en un descanso estudiar el tratamiento que Arzáns hacía de
que allí había, halló una porción de metal muy elementos extraños pues el episodio está tomado
rico que de ningún modo natural pudo estar de Calandra. 60 En "La venganza del paralíti-
en aquel paraje sino que Dios sobrenaturalmen- co 61 este noble caballero, que había quedado
,

te lo dispuso así”, porque Sebastián "era un "tullido de pies y manos sin poderse mover de
pobre hombre cargado de obligaciones, mujer e su cama” (y a quien su mujer "cometió adulte-
hijos” y "por no tener con que sustentarlos se rio con un mancebo de los reinos de España”
y
determinó aquella noche (que era víspera de "en el mismo cuarto donde estaba enfermo su
la Pascua de Resurrección) a ir al Cerro marido tenía otra cama donde a su vista le
y en-
trar en una de las minas ricas contra la voluntad ofendía”), una noche "de improviso se halló
de su dueño y sacar metal con que remediar su bueno y sano, y levantándose de la cama cono-
necesidad”; "El milagro que obró Nuestra Se- ciendo que era voluntad del Señor tomar satis-
ñora de la Concepción de la iglesia matriz con facción de aquel agravio, cogió una daga o
el orfebre que había labrado un nicho de plata puñal, fuese donde estaban los adúlteros,
y co-
para ella”, 57 el cual salió estrecho, y, acusado rriendo las cortinas los halló durmiendo
y a
el artífice de haberse quedado con algunos mar- entrambos les quitó la vida”, y volviendo a su
cos de plata, "subiendo al trono donde estaba cama quedó nuevamente impedido confirmán-
el nicho tomó en brazos a la santa imagen, dose "haberle dado Dios salud
y y fuerzas sólo
puesta a la entrada vio ser imposible que cu- para quitar la vida a ¡os adúlteros”. En "La
piese; levantó el corazón a su divina piedad y perdición del pecador obstinado” 02 un mozo a
al punto (¡oh maravillas de Dios y de María
58. Véanse "El valor sociológico de la Historia” ( Historia
I, clix, clxv-dxviii, clxxií).
54 - Ibid., I, 304. 59. Ibid.. I, 129.
55 - Ibid., II, 198. 60. Coránica, p. 514-515.
5 ó. Ibid., II, 283. 61. Historia, I, 405.
57 - Ibid., II, 217. 62. Ibid., II, 16.
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

virtud re- cometían adulterio no puedan separarse uno de


quien los jesuítas educaban en santa 68
se convierte en un liber- otro durante tres días .

cibe una rica herencia y Entre los


g. Historias de siervos de
Dios.
pierde su riqueza, obtiene el cargo de al-
tino,
el cual muchos títulos que con justa razón tiene la his-
calde mayor de minas del Cerro, con
toria”, dice Arzáns, "es uno y el más
principal
adquirir riquezas, las más de ellas a
vuelve "a cual no
indios mineros españoles ser maestra de la vida humana, por lo
costa de sudor de y obrar sino
sólo se debe enseñar lo que se ha de
a quienes hizo notables daños y habiéndose ,
suelen
lo que se ha de huir. Para lo
primero
enriquecido nuevamente volvio de nuevo a
las

que no servir los hechos y vidas de los hombres heroi-


ofensas de Dios”, y "fue tal su torpeza
cos en virtud, y de lo segundo nos suelen
ser
se le escapaba doncella ni casada;
una pocilga
69
así justi-
salían de ejemplos los que no han sido tales :

de demonios era su casa; entraban y de vidas


finalmente era fica Arzáns la incorporación de historias
ella las más públicas pecadoras, y de
hombre que no se ejemplares en la Historia como contraparte
tanto el escándalo de este posible que en
más que las historias de pecadores. Es
trataba en toda la Villa de otra cosa
este grupo el punto de partida y la persona del
tahúr
de su mala vida”. En "La historia del
63 Morejón pierde en protagonista de las historias tengan consistencia
desesperado ”, Diego de
real, pero están tratados en tal
forma que la
el juego su hacienda en
"aquellas memorables
intención narrativa, o sea literaria, se equipara
casas o cancha (que así se llamaba)
donde des-
a veces desplaza a la moralizadora o historio-
pués se fundó Recogidas y encaminándose
las ,
y
gráfica. "Historia del siervo de Dios Gas-
En la
hacia la quebrada de San Bartolomé a ahorcarse
par Martínez por ejemplo, éste viene de
”. 70
o despeñarse pasó por la iglesia de San Agus-
lo tarde de la noche estaba
España a Potosí a casa de un hermano suyo,
tín que no obstante
tiene una mercader de la Villa, y la misma noche de
rico
abierta y llena de luz; allí el tahúr
su llegada, que por cierto era muy
fría, "des-
juicio en el
visión en que contempla su propio cuarto don-
pués de cenar se fue a recoger a su
cual sólo se salva porque la Virgen
de la Sole-
de halló una mujer si bastamente hermosa de-
obstinada-
dad, de quien era devoto, arguye disposición de su
En la His- masiadamente deshonesta:
mente con Dios por su salvación. frío^como
”, 64
tomada de fray hermano para que no extrañase el
toria del avariento pertinaz por
65
el rico piensa en su ha- si para esto fuera necesario tanto fuego”,
Gaspar de Villarroel ,
(señal que
cual se lo cual, "temblando como azogado
cienda antes que en su salvación, por lo
presta
alma perdiendo la el fuego de la concupiscencia no hacía la
le arrancó miserablemente el
operación que en otros) se salió del cuarto
vida en su mayor dureza”. En la "Historia del ,

66 se fue a la portería del convento de San Agus-


corregidor de Chichas
los este muere sin que- y
sin sentir el frío del riguroso
temple,
apareciéndosele al sacerdote tín, donde
rer confesarse, y
"toda noche se estuvo arrimado a aquellas
que tratara de salvarlo, le dice: "Yo soy el in- la
puertas; y luego que por la mañana las
abrie-
feliz a quien anoche exhortaste a que se con-
padre prior
Lo que particularmente me tiene ron se entró al convento, pidió al
fesase [...].
hábito y comenzó una vida admirable en
vir-
los el
en los infiernos (atención corregidores y de Dios Juan
tudes”. En la "Historia del siervo
demás que oprimís a los pobres indios) es la ” 71
de San José es también manifiesta la inten-
tiranía crueldad que en dos ocasiones que fui
y
ción predominantemente narrativa.
Otras mues-
corregidor usé con los indios, y esto mismo
tiene
encuentran en las histo-
muchos tras de este material se
en aquellas infernales moradas a otros .
72
” 67 Rodríguez Correa fray Vi-
pro- rias de Antonio ,

La "Historia de la carnicera Estefanía 74


el padre
destinado a per- cente Bernedo
73
Juan de la Cruz ,

cede sin duda de un ejemplo


,

75
fray Pedro de Santa María
por grandes que sean Felipe Alvizuri
suadir a los fieles de que
,
77
76
fray Francisco Romero, fray Francis-
Ulloa
las culpas del pecador la misericordia divina es ,

78
co Patiño
aún mayor, pues Estefanía, causa directa o
in- .

de padres, un hermano Leyendas y tradiciones. Este grupo esta


h.
directa de la muerte sus
extensos, en
constituido por relatos, breves o
y varios
amantes (a uno de estos lo ahoga con
que es perceptible una proximidad mas
estrecha
sus propias manos en la famosa laguna
de Ta-
una mayor su-
perdonada, reforma su vida, al repertorio folklórico local, y
rapaya), al cabo es
preexisten-
muchos años de penitencia con bordinación a elementos narrativos
y después de
que asombró a Potosí pasó de esta vida y se 68. lbid., II, 235.

puede creer piadosamente estará gozando de lbid., 351-


69. II,

70. lbid., II, 24.


la gloria eterna”. En otra historia
de lascivia 71. lbid., II, 35 1 -

Dios hace que un hombre y una mujer que 72. lbid., I, 240.
73. lbid., 247, 284,
I, 3 °o. 3*4 -

74. lbid., 248.


II,
63. lbid., II, 53.
75. lbid., II, 3 ° 4 -

64. lbid., II, 61. .... /


morales, tu /-c
111, 05- 76. lbid., II, 312-
65. Historias sagradas y eclesiásticas
77. lbid., II, 47 2 -

66. Historia, II, 71. III, 31-


78. lbid.,
67. lbid., II, 77-
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
tes. Arzáns cree que la "común tradición” sirve varios de sus pueblos donde asistióen el Tucu-
"después de largo tiempo de [para] representar mán, Tarija y Chichas, congelaba cuando quería
lo antiguo por nuevo, por lo que el otro filósofo las nubes cubriendo con ellas la faz del sol,
y
llamó al tiempo 'inventor de cosas nuevas, re- otras veces volvía sereno el más turbado cielo;
gistro de las antiguas’, y si bien tiene un resabio traía a loshombres de lejísimas tierras, forma-
la tradición humana, que como a los principios ba hermosos jardines y en ellos hermosas muje-
cuando sucede la cosa [se ve] por varias per- res con que trastornaba el juicio a los hombres
sonas variamente y cada una la pinta con los poniendo el afecto en aquellas visiones”; "en
visos y colores que le agrada, o siendo parciales ía uña de una criatura hacía ver los vivos a
o enemigos se inclinan sus relaciones al lado de los muertos que le pedían les mostrase,
y en
su amor, de su odio o de su condición”. 79 En una bacinica de agua les representaba cuantos
otro aparte sugiere que la "tradición de padres buenos o malos sucesos les pedían
y deseaban
a hijos” debe ser tenida en cuenta aunque la saber y ver aquellos ignorantes faltos de fe que
repugnen los historiadores. 80 de esta hechicera se valían”; "tres veces al mes
La Historia contiene un profuso material le- iban muy lejos de esta Villa a un gran campo
gendario, a veces con alusión geográfica como donde se juntaban mucha gente de varias partes
en la leyenda del demonio en la quebrada de del mundo, brujos
y brujas, y allí pasaban otras
San Bartolomé, 81 o la cruz del cerro de Mu- cosas tan sucias y asquerosas que no se atrevía
naypata, 82 a veces dentro de una serie caracte- ni aun sabía significarlas”; "la yerba coca era
rística de "hallazgos extraordinarios” como la calidísima como lo había dicho el demonio, y
estatua de la veta de Centeno ("el rostro tenía tanto de su agrado cuanto el provecho que te-
muy hermoso, aunque no estaban muy
los ojos nía con ella”. 96
bien formados, y era de plata blanca; el pecho "Las lagunas revientan” era la ominosa
hasta la cintura de rosicler; los brazos de diver- fórmula que había quedado latente en el ánimo
sas mezclas; no tenía forma de pies sino que de todos los potosinos desde la catástrofe de la
desde la cintura iba adelgazando hasta rematar laguna de Caricari. En 1677, como ejemplo de
en punta, aunque tenía una pequeñita basa, uno de otros rebatos, se creyó llegada la mala
y
todo era de metal negrillo”), 83 a veces la con- hora. Siendo las 5 de la tarde, de improviso
sabida aparición de imágenes religiosas como se alborotó esta Villa con clamores
y plegarias
la Virgen de Jerusalén. 84 de campanas, gritos de niños, lamentos de mu-
En las tradiciones se percibe una elaboración jeres y sobresalto de los hombres, diciendo todos
más cuidadosa, con expresiones características que las lagunas se habían roto. No hay pala-
como la de "La nubecilla del Cerro de Potosí”, 85 bras con qué poder significar el terrible temor
"El negro duende”, 86 "Castillote”, 87 "Los doce que generalmente se apoderó de los grandes
y
apóstoles”, 88 "Gasparote”, 89 "Don Marcos Gi- pequeños. Vierais correr los hombres más mo-
rón”, 90 "El padre Maldonado”, 91 "La Súpay destos y más graves por las calles, descubier-
92
calle (calle de
demonios, en quechua),
los tas las cabezas
y conforme les cogía el sobresal-
"El caritativo don Diego Álvarez Guerrero”. 93 mujeres más honestas sin cubrirse ni mirar
to; las
Cualquiera de estas tradiciones puede servir sillevaban las sayas decentes; los enfermos si
como un modelo en el género, mas en "La he- se hallaban muy malos pedían que los sacasen
chicera Claudia”, 94 versión potosina de la Trota- de sus casas envueltos en las frazadas
y si se
conventos, que hacía sus maleficios con la coca, hallaban con algunas fuerzas se arrojaban de
y
en "Las lagunas revientan”, 95 eco temeroso de la las camas y en camisa corrían por las calles a
inundación de la laguna de Caricari en 1626, los collados
y cerros de Munaypata unos, y
Arzáns se muestra como un indiscutible maes- otros a lo alto de la Cantería
y otras partes
tro en el género. De su pluma Claudia sale seguras”. 97
pintada con trazos inolvidables: "Ella entre los i. Elementos transicionales. Cuando se haga
indios, así infieles como los que no lo eran, en el estudio de los materiales literarios de la
79- Ibid., I, 340.
Historia será necesario completarlo con el aná-
80. Ibid., I, IIO. lisis de los elementos transicionales entre la
81. Ibid., I, 40.
82. Ibid., I,
historia y la literatura, que Arzáns recibió por
97-
83. Ibid., I, 159. tradición oral, y los elementos que aun corres-
84. Ibid., I, 369.
85. Ibid., I, 109.
pondiendo definidamente a la crónica de hechos
86. Ibid., II, 148. actuales tienen ese carácter transicional por la
87. Ibid., II, 168.
88. Ibid., II, 177-
elaboración que se hace de ellos.
89. Ibid., II, 203. Estos elementos son unas veces apenas boce-
90. Ibid., II, 221.
9i. Ibid., II, 223.
tos de relatos, historias en status nascens, como,
92. Ibid., II, 304.
93- Ibid., II, 6 4-
94- Ibid., II, 267. 96. Ibid., II, 269, 270, 271.
95- Ibid., II, 285, 488. 97. Ibid., II, 295.

C1X
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

na y vanísima en extremo: su casa, sala, cuartos,


por ejemplo, los muchos que se registran en
la
patios y zaguanes se regaban todos los días
con
que asoló Potosí en
crónica de la gran peste
172o.
98
El valor ilustrativo de aguas odoríferas; era tanta la limpieza de sus
los años 1719 y
caballerizas que jamás (después de las 6 de
la
estos microrelatos estriba en que ellos entrañan,
mañana, que a esa hora se limpiaban todos los
cualitativa y cuantitativamente reducidos en
sus
días) se vio en ellas ni una paja; cuotidiana-
mismos elementos caracterís-
proporciones, los
mente desde las 8 de la mañana hasta las 9 de
ticos que se encuentran en las historias propia- oloro-
manera representan una la noche hervían en su zaguán y cuadras
mente dichas. En cierta
aguas en pomas de plata y braseros de lo
vuelta a la técnica abreviada de los Anales: sas
día de mismo; tenía tantas camisas de holanda y_deli-
"Se juntaron en cierta casa a celebrar el
forastera (perdición de almas en cadísimo cambray cuantos días tiene el año, y
cierta mujer
cada noche se mudaba una; las galas eran
sin
mujeres, y se
esta Villa) ix hombres y nueve
número, así se mudaba también todos los
pusieron aquella noche a bailar aquel maldito y
bronces;
baila, días; las cujas de granadillo, plata y
son que a un mismo tiempo se canta y se
ropajes de preciosos brocados, colchones de
plu-
que en el idioma de los indios se llama Caymari
bordadas sillas, alfombras cairinas, cojines
castellano es mas,
vida que es el estribillo, y en el
de terciopelo, y demás aderezos se mudaba
, cada
lo mismo que decir: Ésta es la vida, éste es el
mes, unos mejores que otros Luego de una
Siendo, pues, las 10 de la noche
.

gusto’ [. . .].
corregidor
vida a la vez halagüeña y azarosa, el
habiendo precedido vanas deshonestidades,
y
don Gómez Dávila le embargó gran número
cantaban unos y bailaban otros con aquel
estri-
llegó
vida’, cuando (caso raro) se de riquezas, "con que en breve término se
de 'Ésta es la
billo
criados ni
detrás a ver sin oro, plata, joyas, perlas,
oyó una voz sonora y espantada que por viejo
que 'No es, sino la muer- alhajas, y lo que más fue, sin un vestido,
de la cama salía, dijo:
pasó de aquí pues
99 para cubrir sus carnes, y aun ,
te’”, etc.
llegó a no tener un pan que comer y comía de
Otras veces estos elementos transicionales, re-
directa- limosna la que tenía en su casa cada semana
cibidos por tradición oral u observados ban-
Arzáns, asumen una índole vecina de gastos 2,000 pesos en sus cuotidianos
mente por camisa
elaboración dramática deta- quetes; dábanle de limosna una saya y
al cuento por su y
se ponía
sucesos de doña Mag- vieja a la que apenas dos veces solas
llada. En "Los extraños lavaba ropa
dalena Téllez y su trágica muerte”, Arzáns 100 un vestido y luego lo desechaba;
que comer la que
Potosí en la ajena porque le diesen algo
toma pie en un crimen célebre de mancha en la
conmovió no hacía ascos de ver una cortita
segunda mitad del siglo xvn, que
Lima, 1
para aun a la más indigna por un pe-
suya; servía
sólo a Potosí sino a La Plata y a blan-
dazo de pan la que tenía muchas criadas
elaborar una crónica que puede confundirse
sin
cas y negras esclavas, tan sobrada
de servicio
ejemplar: "Terrible
dificultad con una historia limpiar con
que dos de ellas sólo servían de
es la mujer que por agraviada pretende vengan- suelo los
toallas las salivas que escupían en el
za, pues por quedar en ella satisfecha
hará cosas
visitarla En los Ruidos qu^-
mostrándose cruel que entraban a .

indignas de su naturaleza, valiente indio


benigna hermosa) por des- se vieron por la prisión de un
fiera (aunque sea
semblanza de una figura que sin
ofende, precediendo al efecto se pinta la
pedazar al que la nombre,
duda se hizo legendaria en Potosí: Su
'

varias demostraciones de su rabia. Líbrenos


Dios
esta Villa,
algunas pues, es Agustín Quespi; su patria
de la rabiosa ira de una mujer, pues en
enemigos se olvidan de donde siempre se ha experimentado valor
por emplearla en sus
comunican a los demonios, los hijosde españoles, en los indios y mestizos,
Dios, llaman y y
viscaíno que
que no parecen imaginables vol- en los mulatos y negros. Criólo un
hacen cosas armas, co-
también era valiente y diestro en las
crue-
viendo sus piadosos corazones en impíos, Miguel de Sopeña, y
les, terribles y abominables.
Confirmará, pues, mo lo fue el capitán don
feligrés de la parroquia de San
trágico fin de esta es este indio
todo lo dicho el suceso y que el
muy Martín. Hízose tan temido en el Cerro
señora”. En "Los sucesos de una dama
riqueza vani- más bravo español huía de su encuentro y los
celebrada en esta Villa, la gran y
minas experimen-
veedores y alcalde mayor de
dad que mantuvo y el fin miserable con que
prender-
Arzáns pinta un retrato2 taron fieras resistencias cuando iban a
llegó al de su vida”, que decían les
lo por quejas de los azogueros
inolvidable de doña Clara Cabanillas
de la
resistían los guar-
extremo, gallarda en el disfrutaban las labores; y si
Rúa, "hermosísima en hubo que los
mayorazgo de la dis- das los maltrataban y aun veces
brío, airosa en la belleza, su capitán
hermosura fue profa- azotó con indecencia. Teníanlo por
creción y triunfo de la ;
van a sacai
muchos k’ajchas (que son los que
aunque
metal los días de fiesta violentamente,
98. Ibid., ,77 III, ss.

99. Ibid., III, 88.


206. lo trabajan a fuerza de sus
brazos y nesgo de
100. Ibid., II,

1. Ibid., II, 213 (nota 5). III, 200, 205,381.


3. Ibid.,
2. Ibid., II, 354-

ex
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
la vida en todo)”. En "El hallazgo de los ca- brevedad y porque cuentan ya dos ediciones
dáveres de don Juan Bautista Ordozgoiti y de impresas, habían circulado mucho más que la
don Francisco Izaguirre” 4 logra Arzáns un Historia, de la cual apenas se habían hecho
relato que mejores cualidades de
sintetiza las dos tentativas diminutas de edición y sólo ahora
1.
los materiales de la Historia como
literarios se ofrece en edición completa. La Historia no
sensación de misterio, pecado, drama, pavor y había sido consultada hasta hoy sino por uno
sangre. que otro erudito. Las posibilidades de influen-
Reserva a la clasificación. La clasificación
j. cia de Arzáns, como creador o como mero reco-
propuesta no tiene sino un valor relativo. No pilador, van a encontrar perspectivas mucho
siempre las líneas de separación entre unas his- más amplias.
son tan definidas que cada historia
torias y otras Ejemplaridad, recreación, realidad. Arzáns
tenga su ubicación intransferible en un grupo en ningún momento alude a los materiales lite-
determinado. De hecho, historias que hemos rarios de la Historia como literarios. Siempre
inscrito en un grupo podrían corresponder tam- les atribuye un carácter ejempiarizador,
para
bién a otro u otros. Mas
en la mayoría de los algunos concede que tienen un propósito recrea-
casos puede hacerse la clasificación atendiendo tivo, e invariablemente protesta que son ver-
al predominio de un elemento sobre otros, daderos.
y
éste es el canon que hemos seguido. Si, por En otra sección analizamos la sedicente inten-
ejemplo, el elemento del milagro predomina ción ejemplarizadora de la Historia .
6
En el caso
como centro de interés, por mucho que el per- particular de los materiales literarios esa inten-
sonaje sea un pecador, que la acción incluya ción, además de ser sincera, pudo responder a
desafíos o pendencias, y que la intención sea la necesidad de revestir unas creaciones que en
ejemplar, ésa es una historia de milagros, y lo su desnudez literaria no podían pasar a través
mismo puede decirse que es válido para las de de la época, con un ropaje
las limitaciones
demás órdenes. recatado, a tono con lo que de la producción
k. Reserva a la valoración. Es posible que al intelectual se esperaba, y en cierta manera se
incorporar en la Historia los materiales litera- exigía, entonces; un siglo antes que Arzáns en
rios Arzáns hubiese procedido con criterio cuan- Potosí, Cervantes en España, para citar un caso
titativo más bien que cualitativo, con afán de conspicuo, había hecho lo mismo con el Quijote.
recopilador más que con tiento de creador. No No hay ninguna dificultad en aceptar que
en todos los casos se trata ciertamente de piezas Arzáns inspirase sus historias en un sincero
acabadas y perfectas en su clase todas ellas. Es estímulo edificante, coincidente con el de la His-
un repertorio desigual. A veces los temas están toria en general, y coincidente con su índole
apenas bosquejados; otras, existe un desarrollo temperamental piadosa. La misma intención crí-
dramático pero es insuficiente o torpe o ambas tica que se encuentra en muchas de las histo-
cosas; otras, la elaboración se ha realizado satis- rias, crítica con frecuencia iracunda, conviene
factoriamente; hay casos numerosos que sin du- con ese estímulo moralizante. Lo cual tampoco
da satisfacen las mayores exigencias del género, alcanza a borrar el erotismo con matices por-
y la mayor parte de los ejemplos que hemos nográficos y la pornografía con matices perver-
mencionado para cada grupo están entre esos 7
tidos muy perceptibles en algunas de las histo-
casos. rias, sobre todo —paradoja de notar — en las
Mas aunque aceptásemos extremo de que el que pueden expresar tanto
historias piadosas, y
sólo estamos ante una provisión de materia pri- una proclividad temperamental en Arzáns o
ma en bruto, Arzáns seguiría siendo un hito en una concesión al gusto popular, o ambas co-
el establecimiento autónomo del cuento tradi- sas. También la crueldad, el valor, la codicia,
cional hispanoamericano. Su obra es precursora la caridad y otras
pasiones y sentimientos suelen
en este terreno en la literatura de América asumir calidades extremas en la Historia. Si la
hispana. Todos los tradicionistas de Argentina, Historia se asimilase a la pintura, sería una
Bolivia y Perú, incluyendo entre ellos a Ricar- pintura de colores fundamentales, muchas veces
do Palma, 5 considerado corrientemente como violentamente contrastados, característicos de
el creador del género, se han alimentado en la tendencia ejemplarizadora y anecdótica en la
Arzáns, sea a través de la Historia o de los plástica colonial hispanoamericana.
Anales. Frecuentemente la alimentación ha ido Es posible que esta concesión al gusto gene-
mucho más allá de la mera toma de asuntos, y ral tenga que ver con el imperativo de agradar
ha llegado hasta a la forma de tratar los temas o recrear, esencial, según Arzáns, a la misión
y a la utilización de los recursos de sugeren- del historiador. La inclusión de los materiales
cia ambiental. Hasta hoy los Anales por su ,

6. Véase "El valor sociológico de la Historia” ( Historia


4. lbid., III, 245. I, clxxi, clxxii).
5 - Véase "Influencia de Arzáns en la producción literaria 7. Véase el análisis de este aspecto en "El valor socioló-
posterior ( Historia I, cxix). gico de la Historia” (Historia, I, clxv, clxvi).

CX 1
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

literarios en la Historia puede atribuirse en par- guos y modernos de Indias que sin admitir
te a esta doctrina historiográfica hedonística, nada, relataban como verdaderas cosas falsas, y
12
coincidente también,como en el caso del estí- bien lo sabían .

mulo moralizante, con la irreprimible vocación Pero extraordinarios o no, una característica
noveladora de Arzáns, que ciertamente está en capital de los materiales literarios de la Historia
es su alusión permanente a la realidad física,
este caso antes que cualquier otra instancia.
En la práctica —tal es el destino de toda lite- social y metafísica de Potosí. Arzáns conocía

ratura moralizante — los estímulos recreativos el arte de suscitar efectos de ambiente, con una

desplazaron estímulos moralizantes, el


a los intensidad a veces suprema. Sus relatos sugie-

gusto por lo pintoresco, lo extraordinario, lo ren la sensación del medio telúrico con su frío,

pavoroso se impuso, tanto en el creador como su viento, su nieve, su granizo, su lluvia y sus

en su público, a la virtuosa intención ejempla- rayos; imponen incontratablemente la trinidad


clásica de Potosí: el Cerro, la Ribera, la Villa;
rizadora. Esto se aprecia fácilmente en las ela-
evocan los rasgos de la traza topográfica con
boraciones literarias posteriores inspiradas en
los Anales o en la Historia, elaboraciones en las sus callejas enrevesadas, sus conventos, sus igle-
sias, sus plazas, sus edificios tradicionales, sus
cuales ha desaparecido por completo la inten-
ción moralista y sólo ha quedado la vibración parajes característicos; hacen desfilar ante nues-
8 tros ojos a toda la abigarrada humanidad de
pasional y dramática .

Arzáns Potosí, nos traen el hálito de los bandos de


Tanto como edificantes y recreativos,
presenta estos materiales como rigurosamente naciones, de la emulación de criollos contra

históricos,aun los más En el caso


fantásticos. españoles, de la inquina de los pobres contra

de la "Historia de la limosna prodigiosa


’’, 9
en los ricos, de la agonía inexorable de los indios;

que 10,000 pesos de plata apenas pudieron con- resucitan la tensión pasional del erotismo, la
fe, la codicia, la crueldad, la caridad, la ambi-
trapesar en la balanza el papel en que una vir- 13
ción, la angustia, la muerte La presencia de
tuosa dama necesitada había pedido ayuda a
.

realidad puede ser efecto del artificio, mas


un mercader, dice Arzáns muy suelto de cuerpo esta
en la Historia están presentes otros temas como
que el historiador don Antonio de Acosta a
10
En la narración de los el más allá, el milagro, el pecado, el disturbio,
todo etuvo presente .

hechos que presenció o de que tuvo conocimien- el ejemplo, el festejo, nuevas alusiones a la

to directo —
la porción de crónica de hechos realidad potosina que no se imponen por un

actuales de la Historia Arzáns es un histo- — artificio del autor sino que de antemano se ha-

riador fidedigno como el que más, según lo bían impuesto al autor por la ponderación es-
muestra el cotejo do documentos coetáneos pontánea del ambiente. Por esta permanente alu-
originales, y si sus protestas de veracidad se re- sión a la realidad del lugar y de la época, la

fieren a estos materiales, merecen todo crédito. Historia es una obra precursora de nacionalismo

Pero no podemos pensar ni por un instante que y de autonomismo literario en América hispa-
Arzáns fuese igualmente serio cuando se refería na y da un paso decididamente revolucionario
a materiales tradicionales o legendarios, como dentro de la creación literaria de la época me-

esa historia del papelito que pesó 10,000 pesos


ramente convencional y abstracta. Cierto que
de plata. En este caso las protestas de veracidad Arzáns, por su parte, tuvo precursores como
de Arzáns son meros recursos de novelador, de Calancha, pero Calancha no quiso o no pudo
acuerdo con un hábito inveterado antiguo y sobrepasar el relato de intención religiosa y

moderno que convencionalmente no debe sor- moralizada, mientras que Arzáns sobrepasó
prender a nadie. Más bien que sorpresa Arzáns audazmente esa limitación.
debe suscitar aplauso, como novelador, por El problema de la realidad y la irrealidad en

brindar a sus lectores una honrosa alternativa: Arzáns no es, pues, tan simple. El imperativo
el creer o no creer sus historias queda librado
a de la conformidad del relato con los hechos
11
reales, si por tales se van a tomar sólo
aquellos
la prudencia de cada lector El decidir si hay .

o no hay socarronería en esta actitud queda comprendidos en la realidad inmediata, no es


también librado a la prudencia de cada lector, aquí suficiente. Existe la realidad obvia, cons-
pero —
insistimos, en homenaje a Arzáns aun- — tituida por los vivientes, las cosas y los acon-

que sea con socarronería se encuentra en él una tecimientos, y esta es la realidad con que con-
tiende a diario el historiador. Mas aparte
de
tácita admisión de lo extraordinario de muchos
la economía, la política y la cultura
de un pue-
de sus casos, a diferencia de otros cronistas anti-
odios,
blo, están sus anhelos, sus temores, sus
8. Véase "Influencia de Arzáns en la producción literaria
sus esperanzas, a los cuales no suele llegar
el
posterior" (
Historia I, cxix).
9. lbid., II, 31. ,
.
hitoriador usual. La incitación moralista lanza-
10 Sobre la existencia real de Acosta y su obra vease el
análisis de "Las fuentes de la Historia (
Historia I, hv)
los materiales literarios de la Histo-
12. Véase Gandía, Historia critica de los mitos.
y de las "Fuentes de Véase "El valor sociológico de la Historié’ ( Historia
cxiv). 13.
ria” (ibid., I,
I, cxxviii).
ir. lbid., I, xcii.

CX 11
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
da en medio de trenos amenazantes por el tuvieron que gustar ”, 19 este "tuvieron” es un
predicador desde el pulpito de un templo po- sarcasmo que no sólo encarece lo enfadoso de
tosino, y el pavor que esa amonestación infundía tales versos en latín sino que tácitamente ex-
en la grey, así fuese un pavor supersticioso, o, cluye al propio Arzáns de entre los doctos.
más aún, porque era un pavor supersticioso, El popularismo de los materiales literarios de
tenía en definitiva tanta realidad como la plata la Historia también se denota claramente en sus
que se sacaba del Cerro, la sangre que bañó las temas que casi siempre aluden a pasiones ele-
callejas tortuosas en los disturbios de los vi- mentales como la venganza, la ambición, la lu-
cuñas, o el agua que movía los ingenios de la juria; o a sentimientos caros para el pueblo,
Ribera. como la justicia y la caridad; o a hechos que
Excluir esta realidad metafísica por conside- despiertan la admiración o el temor del pueblo,
rarla como irrealidad o como intrascendente, como el más allá, el arrojo, la muerte, el castigo
sería amputar el ámbito total de la realidad. de Dios.
Después que la psicología colectiva y la socio- El tratamiento formal de los temas no re-
logía han enriquecido en forma impresionante basa las posibilidades populares. El lenguaje
y
el repertorio de recursos de penetración en la el estilo son llanos. El argumento está condicio-
realidad anímica de un pueblo, un historiador nado por alternativas dinámicas y espectacula-
como Riva-Agüero que ante ciertas manifesta- res.Los protagonistas suelen ser indios, oficiales
ciones de esa realidad anímica se limita a cali- artesanos, menesterosos; aunque sean gente
y
ficarlas, con un mohín de menosprecio, de "su- poderosa y rica se manejan de suerte que despier-
persticiones”, "absurdos”, "posesiones diabóli- tan siempre algún sentimiento popular de apro-
cas”, "exorcismos”, "barbarie”, "fetichismo”, bación o reprobación. En las historias de mila-
y
se siente invadido por la nostalgia del "movi- gros Dios y la Virgen conceden su gracia pre-
miento literario y filosófico del siglo xviii ’, 14 se ferentemente a los humildes. Al relatar la
sitúa en una posición feyjoniana que pudo jus- muerte de un rico avaro Arzáns comenta: "El
tificarse en los días de Feyjóo pero queda más pueblo, que siempre juzga las cosas como quie-
de 200 años atrasada con relación a las posibi- re y le parece, atribuyó su muerte a permisión
lidades de la literatura y la historiografía de divina por la violencia y falta de caridad que
nuestros días. Los materiales literarios de la tuvo ”, 20 y en la Historia hay innumerables
Historia, por absurdos que parez- ejemplos de la divina providencia obrando es-
y fantásticos
can o precisamente porque parecen absurdos ta clase de castigos.
y
fantásticos, deben estar a mano para ayudar a m. Penetración psicológica. Ni la época la —
comprender la profunda realidad anímica de colonia hispanoamericana —
ni el lugar las —
la colonia hispanoamericana. Indias —
fueron, como se sabe, muy adecuados
m. Popularismo. Los materiales de la His- para alardes de literatura novelesca,
y ni qué
toria no tienen un sentido selecto. Atendamos, decir para alardes de literatura novelesca psico-
desde luego, a la condición del autor. Escritor lógica. Aun en la misma España los casos de
sin academia y hombre del pueblo 15 Arzáns se ,
Rojas con su Tragicomedia de Calisto y Melibea
atiene generalmente al gusto del pueblo. Cuan-
y de Cervantes con El curioso impertinente y
do enuncia su concepto del milagro advierte algunas de Novelas ejemplares fueron ex-
las
finalmente "que si llamare milagro o santo sier- cepcionales. La necesidad colectiva de introspec-
vo de Dios o diere algún otro título semejante ción anímica es, empero, algo que parece existir
a alguno, [. .] es por darle el título que le ha
. indefectiblemente en toda época y que se ex-
dado el pueblo ”. 16 A momentos parece que qui- presa en una forma u otra. En aquellos siglos es-
siera, no sabemos si ingenua o traviesamente, ta necesidad se expresó a través de la literatura
mostrarse como erudito, capaz de hacer citas eclesiástica del pecado
y del milagro, y la abun-
enfadosas de autores esotéricos 17 pero su índole ,
dancia de libros de esa clase no se explicaría
auténtica es otra. Hablando del carbunclo dice, si no hubiera tenido un estímulo en la exigencia

con malicia, que "piropo le nombran los autores colectiva. No es que la grey misma fuese lec-
18
citados, que debían ser algo griegos ”,
en que tora de tales libros, pero era invadida por esa
la palabra "griego” usada intencionada-
está literatura a través de los predicadores y confe-
mente en el sentido popular de "incomprensi- sores. El manual de confesores del padre Azpil-
ble”; y cuando describiendo los pasos de una de cueta 20a prueba cómo el instrumental de disec-
tantas fiestas potosinas dice que "se distribu- ción del alma humana pudo afilarse entonces
yeron versos volantes en latín que los doctos hasta un punto que no ha sobrepasado la novela
psicológica contemporánea.
14. Cita del Dr. Hanke, (ibid., I, Ixii). Arzáns, que temperamental mente era un ob-
15. Véase "Vida de Arzáns” ( Historia I, xxxiv).
16. Ibid., I, 304. 19. Ibid., III, 281.
17. Véase ibid., III, 257, notas. 20. Ibid., II, 495-
18. Historia, I, 294. 20a. Martín de Azpilcueta, Manual de confesores.

cxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

servador perspicaz, en consecuencia, fue un 3. FUENTES DE LOS MATERIALES


y,
psicólogo perspicaz, no pudo menos de sentirse
literarios de la Historia
subyugado por este universo de penetración aní-
mica, y en su preferencia por los libros de mi- Las fuentes de los materiales literarios de la

lagros de pecadores no hay que ver solamente Historia pueden dividirse en dos grupos: fuen-
y
la simple expresión de un alma piadosa sino la tes escritas; fuentes tradicionales. Las fuentes

expresión de un alma obsesionada por los con- escritas pueden subdividirse en dos subgrupos

flictos del alma. Las historias ejemplares, de de acuerdo con nuestro actual conocimiento o
milagros y de pecadores en la Historia reflejan desconocimiento de ellas: fuentes escritas posi-

esa obsesión y son otras tantas tentativas para tivas; fuentes escritas hipotéticas.

aislar sentimientos y pasiones de vasta hondura a. Fuentes escritas positivas. La identificación

psicológica. de estas fuentes es importante no sólo para es-


Que Arzánsfue un artífice en los recursos de tablecer la procedencia de los materiales sino

penetración psicológica que suelen manifestar para proporcionar elementos de juicio sobre la
los materiales literarios de la Historia se de- forma cómo elaboraba Arzáns los materiales
muestra con el siguiente episodio. En la historia de procedencia ajena, aun siendo expresa esa
de "Los amores de Francisco Verazano” el ma- procedencia. El material originado en fuentes
nuscrito de Madrid da cuenta así de una de tan- escritas positivas es comparativamente escaso:
tas conquistas de este Don Juan criollo poto- Garcilaso de la Vega: La "Historia de la ven-
21
sino: "Enamorado de su beldad la solicitó con ganza del soldado Aguirre”. Arzáns dice que
gran empeño, y por medio de un criado se fa- tomada de Garcilaso, de Anto-
esta historia está
-2
cilitó la entrada, de modo que todas las noches nio de Acosta y del capitán Pedro Méndez. El

se veían” 270). Luego, consciente de las


(f. cotejo del texto de Garcilaso con el de Arzáns
posibilidades del pasaje, en la versión posterior revela sin lugar a dudas que Arzáns copió a

del manuscrito de Brown lo elabora en la si- Garcilaso con variantes que van desde la supre-
guiente forma: "Enamorado de su beldad la sión y adición de párrafos hasta la supresión,
solicitó con grande empeño. Ella, que no le pa- adición y cambio de palabras. Arzáns suprime
reció mal la gallarda presencia de Verazano y los párrafos "(que el uno de ellos [. .] cuan- .

23
su mucha discreción, prosiguiendo sus amorosas do vine a España)” y "maravillosas en aquel
24
visitas creció también el incentivo de su ardien- tiempo [. .] ni insolentes”. En cambio están
.

te deseo. Pero hacíasele imposible a esta don- añadidos los párrafos "(uso en aquel tiempo
25
cella el poder dar entrada a su casa al amante [. .] humildes
.
naturales”, "Don Antonio de
26
muy indignados”, "con tan poca
por la mucha familia y vigilancia de sus padres Acosta [. .
.]
27
.] pagos de
su plaza”, "los con-
en guardarla, por lo cual llegó a poner en con- atención [. .

28
tingencia su salud. Siempre el amor fue repu- tornos [. .
.] de 1549”, "ni vestirse [. .] a co- .

bien nunca es nocer”,


29
"como era el mariscal hecho men-
tado por cruelísimo tormento, [. .
si .]
30
"llamado uno Santillán de
y recatado
que cuando encubierto ción”, el [. . .]
más insufrible
31
que mientras corazón se ani- mucha nobleza”, "y con la turbación [. .] tan .
de adonde nace, el
32 párrafos añadi-
ma a disimularle entonces crece con mayor fu- extraña turbación” Entre los

ria, brotando como ardiente efímera al rostro y dos hay algunos que conviene señalar porque
a la boca las reliquias de su fuego. De esta ver- representan formas características de componer
dad hizo esta doncella muy costosa experiencia Arzáns: refiriéndose a la costum-
y de pensar de
tolerancia y cordura procuró resis- bre española de usar a los indios como animales
y con mayor
tiren tan frágiles fuerzas tan juntas y crecidas de carga, Arzáns interpola esta adición: "(uso

penas, pero de su valiente resistencia el fruto en aquel tiempo falto de toda caridad en que
hacía parecer bestias a
que vino a sacar fue el caer rendida del todo la violencia y el rigor

en una cama, donde viendo que a más andar los humildes naturales)”, adición expresiva de
su tendencia indianista; sobre el castigo impues-
perdería la vida eligió para el remedio el va-
de to a Aguirre, interpola: “(desgraciado hombre,
lerse de un criado que facilitó la entrada,
alguna viese puso pues siendo que menos llevaba fue el tapa-
modo que sin que persona lo el

dero del juez, no de la justicia) adición propia


y con sola
’,
a Verazano en su misma recámara,
su vista mejoró de salud, después continuó la
y 21. Garcilaso, Historia, lib. vi, cap. xvii y xviii.
entrada de suerte que ya no les era posible de- 22. Historia, I,
20b 23 lbid., I, 69.
jarse de ver todas las noches”
-
.

24 - Ibi.d, I, 68.
Cuando se rastreen las expresiones germinales 25 - lbid., I, 67.
26. lbid., I, 67.
de la psicológica hispanoamericana,
literatura
27- lbid.
consti-
los materiales literarios de la Historia 28. lbid., I, 68.

tema temprano de 29. lbid.


tuirán necesariamente un
3 °- lbid.
discusión y análisis. 31- lbid.
32 - lbid.
20b. Historia, II, 106.

CX 1 V
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
de su tendencia crítica contra los abusos guber- cuarto; a Acosta, Calancha
y Méndez para el
el
nativos; sobre los azotes de Aguirre da esta quinto. El cotejo del texto de la Historia con
precisión cronológica tan típica de su composi- el de la Coronica moralizada revela que Arzáns
ción: "Sucedió este afrentoso caso un martes 18 copió a Calancha haciendo re-elaboraciones se-
de enero del año 1549”; en otro típico des- mejantes a la de la historia de la venganza del
pliegue detallista, pone nombres a los caballe- soldado Aguirre tomada de Garcilaso como aca-
ros con quienes Aguirre se encuentra después bamos de ver. Si Calancha conoció los textos
de matar al licenciado Esquivel: "llamado el uno hipotéticos de Acosta, Méndez y Pasquier, ¿qué
Santillán y el otro fulano Cataño, caballeros de motivo había para que no los mencionase, como
mucha nobleza”; otra precisión, de lugar, sobre no los menciona? Esto es lo menos que puede
la salida de los soldados de Potosí: "a la falda decirse, porque en la historia del blasfemo Ful-
del Cerro que por la parte de oriente va el ca- gencio Orozco Calancha no tenía por qué ins-
mino a
las provincias de Tucumán”. Aun en pirarse en nadie puesto que él fue uno de los
los cambios de meras palabras se advierten ras- protagonistas; los milagros de San Nicolás de
gos característicos de Arzáns: corrige a Garci- Tolentino, santo de su orden, Calancha pudo
íaso en la distancia de Potosí a Cuzco
y en vez encontrarlos registrados entre los documentos
de 400 leguas pone 32o; 33 donde Garcilaso, de dicha orden; y el episodio de Leiva, que su-
describiendo a Aguirre, dice: "era de pequeño cedió en Potosí y La Plata, pudo conocerlo por
cuerpo” Arzáns modifica: "era de cuerpo pe- tradición pues Calancha nació y creció en La
queño”, construcción más directa y llana; 34 re- Plata y residió en Potosí. Creemos que estos
latando la salida de Aguirre del Cuzco, donde episodios fueron tomados por Arzáns de Calan-
Garcilaso pone "y un día salieron con él por cha y no de ningún otro texto.
las calles”, Arzáns precisa: "y un día a las 12 Fray Gaspar de Villarroel: Historia de "La
horas salieron con él por las calles”. 35 Todas rara dureza que mostró un pecador en lo último
estas variantes
y las demás que revela el cotejo de su vida, y su lastimosa muerte”. 42 Arzáns
de ambos textos, hacen ver cómo Arzáns no se explica: "Aunque el caso que voy a referir lo
limitaba a copiar, aun en el caso de indicar la
traen en sus historias don Antonio de Acosta,
fuente, sino tendía a hacer toda una re-elabo-
don Juan Pasquier, Bartolomé de Dueñas y
ración. Mas excusadas las variantes, la conclu- otras relaciones particulares, seguiré solamente
que sugiere el cotejo es que
sión el texto está al ilustrísimo señor don fray Gaspar de Villa-
tomado sin duda de Garcilaso. Si los textos de rroel, arzobispo de La Plata, poniendo sus mis-
Acosta y Méndez existieron realmente, ellos tu- mas palabras para mayor crédito del suceso y
vieron que inspirarse en Garcilaso
y no Garci- gloria de mi pluma”. 43 A continuación Arzáns
laso en ellos, por la persuasiva razón de que copia a Villarroel con la misma técnica aplicada
Acosta no dio por terminada su historia antes a Garcilaso y Calancha, aunque las variantes
de 1658 ni Méndez la suya antes de 163o, 36 son menos numerosas y más superficiales. Co-
cuando Garcilaso ya había muerto. Hay la posi- mo fuente de la Historia Villarroel va sin duda
bilidad de que Garcilaso hubiese tomado el re- más allá de la provisión de este único episodio.
lato de otro texto, pero esto es indiferente para Esta obra de Villarroel es una colección de his-
la conclusión de que este episodio fue tomado
toriasde milagros, de pecadores y de "sucesos
por Arzáns de Garcilaso. maravillosos” según la definición del propio au-
Fray Antonio de la Calancha: Historias del tor, historias traídas a cuento más o menos a
estrago del pueblo de Ancoanco, 37 del milagro propósito de los misterios de la fe. Los escena-
de San Nicolás de Tolentino en favor de las rios y los personajes son en general extraños a
parturientas españolas de Potosí, 38 del blasfemo las Indias a diferencia de los de Calancha,
y só-
Fulgencio Orozco, 39 de don Alonso de Leiva, 40 lode cuando en cuando aparecen cosas america-
41
y del panecillo de San Nicolás de Tolentino. nas,como en el "solemne prodigio que obró
La Historia menciona como fuentes de estas Dios en el duro corazón de un araucano”, to-
historias: a Calancha como fuente única en el mado del padre Diego Álvarez de Paz, 43a o bien
primer caso; no menciona fuentes para el se- se trata de episodios sin concreción de lugar ni
gundo; a Méndez, Antonio de Acosta, Calancha tiempo. En todo caso es claro que por sus ele-
y Pasquier para el tercero; a los mismos para mentos temáticos Villarroel vigorizó en Arzáns
el gusto por las historias de pecadores
33. Ibid.
y de mi-
34- Ibid.
lagros, en las que campea el demonio con en-
35- ibid., I, 69.
36. Véanse las noticias sobre estos autores hipotéticos en carnaciones de todo tipo, como sucede luego en
el análisis del Dr. Hanke sobre "Las fuentes de la Histo-
la Historia. Entre las fuentes que Villarroel cita
rio” (Historia, I,

37- Ibid., I, 129. por su parte están el padre Alejandro Faya, de


38. Ibid., I, 193.
39- Ibid., I, 288. 42. Ib id., II, 59; Villarroel, Historias, III, 65.
40. Ibid., I, 290. 43. Historia, II, 59.
4i. Ibid., I, 293. 43a. Villarroel, Historias, III, 15.

cxv
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

la Compañía de Jesús, que "compuso en Lima en que Arzáns menciona como fuentes de al-
dos libros de ejemplos, virtudes y vicios, harto guna historia a estos cinco autores y otro posi-
44 tivamente real, el cotejo de los textos revela
provechosos”, y el padre Francisco Perlin, asi-
que tomada de este último, como
mismo de la Compañía de Jesús, hombre de la historia está

mucha virtud autoridad


4,1
a quien Faya co- se vio en de Garcilaso, Calancha y Vi-
los casos
y
noció y trató en el Perú. De Perlin trascribe llarroel citados páginas atrás, d) Nadie más

Villarroel la historia "de unas vivísimas voca- después de Arzáns ni antes de Arzáns ha men-
ciones que tuvieron malogro en el ánimo obsti- cionado a estos cinco autores ni sus obras, e)
nado de un perdido”, con argumento en Ma- Juan Sobrino es el único entre los cinco cuya
drid, Sevilla y Lima,
40
episodio que persuade existencia individualha sido positivamente es-
56
hasta qué punto estas historias eran verdaderas tablecida, mas no la de su supuesta historia
creaciones literarias correspondientes a la espe- de Potosí en octavas reales a que hace referen-
cie del cuento. cia Arzáns. Haciendo, pues, la consiguiente re-
b. Fuentes escritas hipotéticas. Aquí deben serva para Sobrino, es preciso concluir en que

figurar en primer lugar los cinco autores An- no sólo la existencia de las supuestas historias
de Potosí, pero de los otros
la existencia real
tonio de Acosta, Sebastián de Dueñas, Pedro
Méndez, Juan Pasquier y Juan Sobrino — que cuatro no ningún
tiene apoyo documental,
por el contrario, toda la evidencia documental
y,

Arzáns cita más frecuentemente para el relato

de los sucesos estrictamente potosinos del siglo hoy disponible va contra la posibilidad de dicha
xvi y la primera mitad del siglo xvn. Según existencia real.
Mas dando por cierto que ni las personas ni
esto, casi todo el material literario de ese lapso
provendría de dichos autores. En este material sus obras existieron surgen otros problemas. ¿De

figuran piezas excelentes en su género, como las dónde tomó Arzáns los materiales para la na-
historias de los dos manchegos,
47
del capitán rración de los episodios potosinos correspon-

Zapata,
48
de la bellísima Floriana,
49
del carbun- dientes al siglo xvi y primera mitad del xvn?

clo maravilloso,
50
y muchas de las
historias de Por mucho que la verdad esté en la Historia
guerras, pedencias y caballerías,
51
incluyendo di- deformada en esos lapsos por superposiciones
versos episodios de la guerra de vicuñas y vas- de toda clase, queda siempre un saldo de his-
congados cuya elaboración pertenece a la cate- toria que Arzáns debió tomar en alguna fuen-

goría histórico-legendaria, como la batalla de te; o bien habría que remitir esos materiales

Huayna. 52 también a tradición oral, y ello explicaría


la

Al análisis que de estas fuentes hace el Dr. la desconcertante mezcla de realidad e irreali-

Hanke en otro lugar


53
podemos agregar los ele- dad que se advierte en ellos, por las muchas y
mentos siguientes: a) En la numeración de ve- profundas deformaciones que se sucedieron al
cinos de Potosí con alguna actividad lucrativa pasar el relato de sucesos tan antiguos de unas
que para efectos de la alcabala se hizo en 1601- bocas en otras, amén de las deformaciones de-
que asimismo mediarían. Por otra par-
1602 no figura el nombre de ninguno de estos liberadas
54
creer que ellos no ¿cuál pudo ser el motivo para que Arzáns
y no es de
cinco autores, te,

de Potosí e historiadores mera-


tuviesen otra ocupación que la de escribir his- urdiese historias

torias con las cuales nadie se sustentaba ni en- mente imaginarios y no se presentase como au-

tonces ni después en las Indias Occidentales, tor de esos materiales? Respondemos


directo

b) En el "Libro del servicio gracioso que los que bien pudo ser por amor propio de potosino,
vecinos de Potosí hacen a su majestad, años para mostrar que Potosí había tenido la gloria
161 1-1612”,
55
servicio del que no podía eximir- de contar con muchos historiadores de los he-
se ningún vecino, tampoco figura el nombre de chos portentosos de su pasado; o por celo exce-
ninguno de estos cinco hipotéticos historiadores sivo de historiador, para mostrar que su versión

de Potosí. Decir que a tiempo de hacerse esta histórico-legendaria del pasado de Potosí estaba
numeración y la de la alcabala todos ellos es- apoyada en la autoridad de cronistas que habían
taban ausentes de la Villa sería extremar dema- visto pasar los hechos; o para descargarse de la

siado la argumentación, c) En todos los casos responsabilidad de sus criticas a veces mordien-
tes contra funcionarios y grupos predominantes
44. Ibid., III, 61.
45. Ibid. en Potosí.
46. Ibid., III, 140.
Entre tanto existan mayores elementos de jui-
47. Historia, I, 106.
48. Ibid., I, 117. cio, nuestra hipótesis es que Arzáns contó
con
49. Ibid., I, 235.
algún material escrito relativo a los aconteci-
50. Ibid., I, 294.
51. Véase el análisis de los "Materiales literarios de la
mientos potosinos del siglo xvi y la primera
Historia ciii).
Historia”
mitad del siglo xvii, material del que, en vista
( I,

52. Ibid., I, 336.


53. Ibid., I, xlix ss. , de las evidencias documentales actualmente
54. Archivo Nacional de Bolivia, Acuerdos de Potosí, t.

IX.
Archivo de Potosí, Cajas reales, No. 193. 56. Historia, I, 55 (nota 1).
55.

CXV1
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
existentes, debieran excluirse provisionalmente dario, especialmente con historias sucintas de
los cinco historiadores referidospor Arzáns; y milagros y de pecadores, propias de la ocasión.
que otra parte del material fue provista por la El maestro Ildefonso Ruiz de las Navas. Dice
tradición oral sin mayor precisión cronológica Arzáns: "Entre los venerables sacerdotes que
y fue distribuida más o menos arbitrariamente han escrito varios sucesos en esta Villa Imperial
en unos y otros años por Arzáns. de Potosí es de mucha autoridad el maestro don
Aparte de estos cinco autores Arzáns cita Ildefonso Ruiz de las Navas, clérigo presbítero,
otras fuentes escritasque deben también consi- natural de Guatemala en el Nuevo Reino,
y
derarse hipotéticas en el estado actual de nues- vecino de esta Villa, varón de muy excelentes
tros conocimientos: virtudes y letras, el cual escribió un libro inti-
Un"cuaderno manuscrito (cuyo autor es un tulado 'Casos ejemplares sucedidos en la Villa
religioso de la seráfica orden)”, 57 sin más refe- Imperial de Potosí’, que por descuido de los
rencia que ésta ni a la obra ni al autor. De esta que quedaron con sus bienes no se remitió a la
fuente Arzáns toma dos historias de unos pe- ciudad de Lima a que se diese a la imprenta,
cadores que se condenaron por el demasiado aunque dejó para el efecto cantidad de plata
rigor de su confesores. 58 Arzáns dice que en el cuando pasó de esta vida. Llegó a mis manos
cuaderno no se especifica el año de ninguno de por dicha mía el original manuscrito donde en
los episodios,pero él los incluye en el año 1610 los capítulos 21 22 refiere dos admirables ca-
y
sin explicar por qué, lo cual confirma la distri- sos que sucedieron en esta Imperial Villa. Tam-
bución cronológicamente arbitraria de los ma- bién los traen en sus historias Acosta, Pasquier
teriales que hemos hecho notar. La existencia 61
y Dueñas”. Los dos admirables casos corres-
genérica de estos textos o cuadernos no ofrece ponden ambos al año 1639 y son las historias
ninguna dificultad pues se trata de produccio- del corregidor de los Chichas
y del alma en
nes de tendencia ejemplarizadora, típica de la pena del cacique don Pedro. 62 La obra de Ruiz
época, que circulaban caudalosamente, impresas de las Navas sería por lo menos en dos volú-
y manuscritas, pues satisfacían las mismas exi- menes como lo sugiere la nota de referencia de
gencias colectivas que hoy satisface la literatura las dos historias en el texto de Arzáns: "El
59
de ficción. maestro Navas, tomo primero, libro II, capítu-
El "doctor Leonardo de Cabrera, clérigo pres- los 21-22”,
62a
de acuerdo con su título era
y
en un cuaderno manuscrito”: 60 Cabrera
bítero, una colección de historias de pecadores
y de
es uno de los autores que Arzáns cita como milagros.
fuentes de su relato de la inundación de Po- don Pedro Bravo Mejía, clérigo
El "doctor
tosí en 1626 por la reventazón de la laguna de presbítero, en sus manuscritos de los 'Memora-
Caricari. En este relato el material histórico está bles sucesos de Potosí’”, 63 título que en otro
estrechamente mezclado con el material legen- lugar está ligeramente modificado, "Sucesos me-

57. lbid., I, 284.


morables de Potosí”. 64 De Mejía, Acosta, Pas-
58. lbid., I, 283,284. quier y Dueñas dice Arzáns que tomó la histo-
59. Un valioso ejemplo tenemos en los "Castigos sufridos
ria del milagro que para la salvación de un gran
por los que no guardaron los mandamientos de la ley de
Dios y de la iglesia”, ms. (Library of Congress, Wash- pecador de Potosí hizo el siervo de Dios Fran-
ington, Manuscript División). Según la caligrafía el ma-
cisco Patiño, en 1642, 65
nuscrito corresponde a comienzos del siglo xvm. El autor y la historia del extraño
no ha sido identificado pues falta la portada. Faltan además hecho de una mujer abrasada de los celos, en
los folios 1-68, 77-84, 121-164 hasta el folio 66
y 477 ss. ;

165 faltan otros folios dispersos. El libro está dividido en 1645. Por estos ejemplos se deduciría que el
seis secciones tituladas respectivamente "Ejemplos sobre los libro de Mejía era también una colección de
mandamientos de la ley de Dios”, "Ejemplos sobre los
historias de pecadores
mandamientos de la iglesia”, "Ejemplos sobre los bailes, y de milagros al uso de
comedias y galas”, "Ejemplos de la caridad la época.
y limosna”,
'Ejemplos de la virgen María Nuestra Señora”, "Varios
y Las de regocijo por la colocación de la
fiestas
provechosos ejemplos”. Algunos títulos de los ejemplos:
"Notable castigo de un hijo impío para con su madre”, iglesia de San Francisco en Potosí en 1550 están
'Muere de contrición de sus pecados un mancebo que había
muerto a su padre y viene una paloma con una cédula en relatadas en la Historia, dice Arzáns, según
que dice está su alma en el cielo”, "Cómo un demonio en "una relación antigua que hallé entre unos pa-
figura de perro despedazó a un mozo deshonesto”, "La
muerte repentina de un amancebado", "Estupendo castigo peles escrita por García del Pilar”. 67
de un mal eclesiástico”, "De otra mujer avarienta que fue Las "famosas que hicieron en esta Im-
fiestas
abrasada con el oro”, "El sentimiento que hizo el demonio
porque un usurero restituyó sus bienes perial Villa sus nobles criollos” en
1607 habrían
y se fue al hospital”,
"El abismo de males en que cayó uno por el dinero sido escritas en verso, además de Sobrino "en
y las
misericordias de Dios para con él”, "Cómo Nuestra Señora
reprendió a un judio codicioso”, "Cómo una hostia consa- sus octavas”, por "el doctor don José Veláz-
grada produjo trigo y espigas”, "Es libre de Satanás una 61. lbid., II, 7 i-
doncella bailadora por rezar un avemaria”, "Castigo de un 62. lbid., II, 71-
comediante", "Un salteador de caminos se libró del demo- 62a lbid.
. , II. ,
7i
nio por rezar cada día un avemaria”, "Favorece la Virgen
63. lbid., II, 87.
en muchos trabajos a un pintor su devoto”. Adicionalmente
64. lbid., II, 99 -

el libro constituye todo un catálogo de fuentes


de este tipo 65. lbid., II, 87.
de literatura.
66. lbid., II, 99 -

60. Historia, II, 1 (nota 2). 67. lbid., I, 70.

cxvu
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

quez, colegial de San Cristóbal de la ciudad de don Francisco Nestares Marín, correspondien-
La Plata”.
68 tes al ciclo plaga de Potosí” (la
de la "tercera

Las "solemnísimas fiestas por la canonización falsificación y rebajade la moneda en 1648 y


del gran patriarca San Ignacio de Loyola en siguientes) fueron cantados en versos que se
.‘ 6

1624 están narradas según Méndez, Acosta y citan y en parte se trascriben en la Historia

la relación particular que se imprimió en Se- Parecería que algunas de estas fuentes escritas
villa de la grandeza de estas fiestas a petición hipotéticas anduvieron impresas, como las fiestas

del colegio de esta Imperial Villa”.


69
de la canonización de San Ignacio menciona-
Las "fiestas reales por el nacimiento del prín- das arriba, y el episodio histórico-legendario de
cipe don Baltasar” en 1631 habrían sido escri- los hermanos Gaspar Salcedo y José Salcedo

tas por Acosta y Sobrino, "sin otras muchas re- en la provincia de Puno, con la muerte por
laciones particulares que he visto”.
70
garrote de José en 1668, según la Historia, que
La historia de la muerte de un avariento y el menciona a este propósito "una relación que de
extraño testamento que hizo, en 1636, está re- esta tragedia anda impresa”. 77
latada según Acosta, Pasquier "y otra curiosa c. Fuentes tradicionales. Por su misma índole
relación”.
71 el material literario de la Historia, constituido
En 1661 hubo unas "ricas fiestas en las reno- por episodios que impresionaron vivamente la
vaciones del Señor sacramentado” y el alcalde imaginación popular (tragedias pasionales, he-
Diego Caballero de la Fuente hizo una máscara chos heroicos, episodios fastuosos, injusticias
que "por lo rico de ella fue llevada a España gubernativas), debió de depender mucho de la
escrita
2
en verso y en prosa”.' Estos relatos de tradición oral. Según el propio Arzáns, el año

fiestas están dentro de lo posible pues ya se mas temprano a que alcanzaría la tradición oral
en Historia sería 1634, con el relato de "la
España y las Indias
sabe cómo ellas dieron en la

Occidentales origen a una literatura torrencial suma caridad y liberal mano


con que un rico

édita e inédita. socorrió la necesidad de un pobre”, a propósito

Otra categoría de fuentes escritas hipotéticas del cual semencionan por primera vez "algunos
de los materiales literarios de la Historia esta- ancianos que hasta estos tiempos vivieron y me
ría constituida por los relatos en verso de hechos dijeron haberlo conocido y experimentado su
78
memorables, tragedias pasionales en especial, gran caridad”, refiriéndose al protagonista de
trasmitidas en romance por la tradición escrita ese relato, Juan Fernández de Mérida. Al con-

hasta quedar grabadas en la memoria colectiva. tar una de tantas historias legendarias de pen-

También es consabida la extensión que esta for- dencias y desafíos en el año 1649 Arzáns nom-
ma de literatura popular tuvo en España y las bra a uno de los protagonistas, "Francisco
Indias Occidentales en los siglos de la colonia. Carreño, natural de esta Villa, a quien yo co-
En este caso están episodios de la Historia como nocí mercader de plata, y por sus excelentes
la trágica muerte de don Jerónimo Robledo obras durará su fama pues entre otras fabricó
79
a su costa la iglesia de la Misericordia”. En
"por los amores de una hermosa doncella en
1646, el cual don Jerónimo murió invocando el relato de otro episodio histórico-legendario,
"con tiernísimas palabras (que después se can- "la tercera destrucción que tuvo Potosí con la

taron en un romance) a la sacratísima virgen rebaja de la moneda hecha por el presidente

María”; 73 la muerte que su marido, arrastrado don Francisco Nestares Marín” en 1648 y si-
guientes, Arzáns trae a cuento a muchos y ve-
por los celos, dio a doña Luciana Cordero en
1661, "trágico suceso tan decantado por los poe- nerables ancianos que hoy viven, los cuales como

tas músicos, y por eso continuamente llorado testigos de vista cuentan tan sensible calami-
y 80 de estas fuentes
y reitera la mención
74
de las mujeres en esta Villa”; "los extraños dad”,
sucesos de doña Magdalena Téllez y su trágica orales varias veces: "otros muchos que hoy vi-
81
muerte” en 1661, episodio en parte histórico y ven dicen [.. .]”, "no se puede negar que fue
en parte legendario que "cantaron algunos cu- este caballero [Rocha] de mucha caridad con los
8~
riosos ingenios en verso castellano, y otros mis- pobres, pues quien lo experimentó dice [. . .] .

turando con el indiano, que cuando se entonaba Otra pendencia entre vascongados y criollos en
sólo era para mover al llanto a las mujeres que 1651 se relata "según unos viejos que hoy viven
83
Para narrar los hechos de las
Los hechos del capitán Francisco y lo vieron”.
75
lo oían”.
Gómez de la Rocha y del presidente visitador dos criollas arriscadas doña Eustaquia de Souza
Ana Urinza, la Historia se apoya en
68. lbid.,
69. lbid.,
I,

I,
277. ,

389; véase también la nota 2 en


...
la misma pa-
y doña
76. lbid.,
de
II, 113.
77 - lbid., H, 245.
gina.
78. lbid., II, 46.
lbid., II, 38.

79 - lbid., II, 120.


lbid., II, 54 -
,

(nota 2) 80. lbid., II, 123.


lbid., II, 207
81. lbid., II, 131.
lbid., II. 105.
82. lbid., II, 132.
lbid., II. 201.
lbid., II, 213. 83. lbid., II, 135 -

cxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSUA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
Pasquier y "tres venerables ancianos que hoy tablecer esos años. En caso contrario los mate-
viven y las conocieron de vista y comunica- riales se insertan en los años de edición de las
84
ción”. Con motivo de otro encuentro de los fuentes en que han sido localizados.
vascongados y criollos en 1655, "admiran los Dejamos para el final un breve análisis de
ancianos que hoy viven la confusión de aquella esta lista.
refriega pues dicen que no cabían los hombres
1853
en las cuatro calles de aquel crucero”. 85 Un
milagro obrado en 1661 por Nuestra Señora de Benjamín Blanco. La venganza de una mujer.
la Candelaria de San Pedro se "conserva en la Leyenda tradicional. Cochabamba, 1853. Se ha-
memoria de muchos que hoy viven en venera- bía publicado inconclusa en la Revista de Co-
86 91
ble vejez”. Arzáns conoció diversos pormeno- chabamba y Modesto Omiste la reprodujo en
,

res del resonante episodio histórico-legendario sus Crónicas potosinas 92 .

de doña Magdalena Téllez por el mayordo- En verso. Blancono menciona fuentes pero
mo de ésta, Lucas de Campos, y su mujer, "a su elaboración está obviamente inspirada en "El
quienes conocí y me refirieron circunstancias de extraño hecho de una mujer abrasada de terri-
este caso”.
87
Arzáns recibió una de las mejores bles celos” 93 de Arzáns. Lema tomado de Zo-
historias de asombros rrilla:
y aparecidos, la del ruido
fingido, de 1667, por tradición oral: '"todos
tragamos el engaño’, dice un venerable viejo "El pueblo me lo contó
que hoy vive entre otros”. 88 Los hechos de doña sin notas ni aclaraciones.
Clara la Achacosa, uno de los relatos tradicio- Con las mismas expresiones
nales mejor logrados de la Historia, están rela- se lo cuento al pueblo yo”.
tados por Arzáns en la crónica del año 1691,
en que muere la protagonista; no se hace refe- Se advierte de familia común en las
el aire
rencia alguna a fuentes escritas ni orales, auto-justificacionesde los tradicionistas recor-
y es
obvio, por la cronología del suceso, que Arzáns dando las palabras de Arzáns: "[...] sin que
debió atenerse extensamente a la tradición oral nadie tenga más obligación para la verdad de
contando con muchas personas que conocieron la historia que contar las cosas como las sabe,

y trataron a doña Clara, sin olvidar que por y cada cual le da el crédito que la buena pru-
estosaños Arzáns era ya un mozo de más de 20 dencia enseñare”. 94
años de edad. 89 Blanco es uno de los nombres significativos
de la literatura romántica de Bolivia,
y la con-
sistencia romántica de esta versión poética de
4. INFLUENCIA DE ARZÁNS EN LA un tema tradicional de Arzáns es, a partir del
PRODUCCIÓN LITERARIA POSTERIOR lema de Zorrilla, manifiesta.

Si Arzáns se inspiró en otros autores para


1859-1911
elaborar los materiales literarios de la Historia,
y tomó de que convino a sus propósi-
ellos lo Ricardo Palma. Tradiciones peruanas. Ma-
tos,modificando lo que pudo o quiso drid, 1961.
y reve-
lándolos o sin revelarlos, no es menos cierto Parece que la tradición más antigua de Pal-
que otros autores hicieron lo propio con Arzáns. ma, "El Nazareno”, se remonta al año 1859, 95
La lista que presentamos en seguida resume, y la producción de ellas prosiguió intermitente-
en sucesión objetiva mente hasta 1911. 96
y creemos que aproximada-
mente completa, la influencia de Arzáns en la Como puede apreciarse en la lista de tradi-
producción literaria posterior en el género tra- ciones de Palma inspiradas en Arzáns, que se
dicional. ofrece abajo, Anales están repetidamente
los
Como en la "Bibliografía” de esta edición 90 citados como de ellas, mas es seguro
la fuente
los nombres de autores pueden localizarse en que Palma compulsó también la Historia, pues
97
orden alfabético, pensamos que para apreciar la tradición "Monja y cartujo” está tomada
mejor la continuidad de aquella influencia nues- de ella y no de los Anales donde ese episodio
tra lista debe disponerse de acuerdo con los

años en que se publicaron originalmente los ma- 91. Cochabamba, 1852.


92. Omiste, Crónicas, III, 14. Todas nuestras citas según la
teriales respectivos, cuando ha sido posible es- primera edición.
93. Historia, II, 99; Anales, p. 391.
94. Historia, I, 304.
84. Ibid., II, 149. 95. Palma, Tradiciones peruanas, vol. I (Lima, 1951), p. 24.
85. Ibid., II, 163. 96. Palma, Apéndice a mis últimas Tradiciones peruanas
86. Ibid., II, 206.
,

Barcelona, 1911.
87. Ibid., II, 210. 97. Palma, Tradiciones, p. 380; Historia, I, 291. Todas las
88. Ibid., II, 237. referenciasa las Tradiciones en estas notas se sobreentiende
89. Ibid., II, 351.
que corresponden a la edición de Madrid, 1961, a menos
90. Ibid., III, 505 ss. que la nota exprese otra cosa.

CXIX
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

no consta; por otra parte, en la tradición Des- potosinos daban a sus hijas: "otros que según

pués de Dios, Quirós”


98
Palma confunde entre el cronistaMartínez Vela daban dos o tres mi-
potosinos Antonio López de lloncejos a cada muchacha”. 13
sí a los azogueros
16
segundo de los "Una aventura del virrey-poeta”, superposi-
Quiroga José de
y
Quirós, el

cuales tampoco figura en los Anales, pues es ción de diversos episodios de la lucha entre vas-
congados otras naciones de Potosí entre los
posterior al año 1702 en que éstos concluyen. y
1 '

Las tradiciones siguientes de Palma proceden años 1617 y 1624, tomados de Arzáns.
18
de Arzáns: "En olor de santidad”, con inserción de las
"El carbunclo del diablo”
99
que corresponde referencias de Arzáns a episodios de mujeres
100
a la historia de "El carbunclo maravilloso , belicosas en Potosí, como el de las doncellas
19 -0
popular de la vengadoras, el de doña Mariana Álvarez, y
Palma la da como una leyenda 21
el de doña Bartolina Villapalma. Palma remi-
huaca Juliana de Chorrillos. El argumento es
sustancialmente el mismo de Arzáns. te así a los lectores a la fuente original: "Pero
1
no queremos componer por cierto una historia
"El capitán Zapata” que corresponde a la
"Historia del capitán Zapata” 2
en Arzáns. Nom- de Potosí ni de sus guerras civiles, y a quien
bres de personajes hechos idénticos. desee conocer sus casos memorables le reco-
y
"Donde el autor echa un cuarto a espadas mendamos la lectura de la obra que con el título
3
sobre historia”, que corresponde a "El porten- de Anales de la Villa Imperial escribió en 1775
22
toso milagro del Santo Cristo de Nuestra Se- Bartolomé Martínez y Vela”. Palma confunde
4
ñora de las Mercedes”. Las palabras de Cristo aquí el año de la copia del códice de los Anales
en Palma idénticas a las de Arzáns. que utilizó con el de la composición propia-
"De cómo, puesta en la balanza, una cuartilla mente dicha.
23
"Ahora reelaboración de la his-
lo veredes”,
de papel de Alcoy resultó pesar mil duros de a 24
ocho”, 5 correspondiente a la historia de La toria de "El rencor de don Juan de Toledo”.
20
6
limosna prodigiosa” de Arzáns. "Una vida por una honra”, reelaboración
"De cómo las benditas ánimas del purgatorio de la historia de "La vengadora doncella doña
26
fueron rufianas y encubridoras”, correspondien-
1
Claudia Orriamún”. Palma recompone a su
te a la "Historia del milagro de las ánimas del manera el episodio, mas trae a cuento a Arzáns:
8
purgatorio con una adúltera”. Palma cita aquí "Bartolomé Martínez Vela en su curiosa cróni-
a Arzáns: "Esto sí que no pasó en Lima sino ca potosina, dice”, y a continuación copia todo
en Potosí. Y
quien lo dude no tiene más que el extracto que Arzáns da de este episodio en

echarse a leer los Anales de la Villa Imperial los Anales, así como el del episodio de doña
27
de Potosí por Bartolomé Martínez y Vela que Magdalena Téllez.
28
no me dejarán ser mentiroso”. Sobre los diver- "Después de Dios, Quirós”, con episodios
sos nombres que usó Arzáns véase el análisis de la vida del azoguero Antonio López de Qui-
9 29
que de esta introducción.
se hace en otra parte roga, a quien Palma confunde con otro azo-
10 30
"La moda en los nombres de pila”, corres- guero posterior, José de Quirós, como hemos
pondiente al milagro de San Nicolás Tolentino hecho notar. Menciona a Arzáns: "Asegura Bar-
11 31
con las parturientas españolas de Potosí. Dice tolomé Martínez Vela en sus Anales etc., y ,

Palma: "Martínez Vela y un cronista argentino trascribe textualmente el elogio final que Ar-
1-
[ ?] lo
relataron, y a su verdad me atengo”. záns consagra a López de Quiroga en los Anales,
"Dos palomitas 13
Parece estar ins-
sin hiel”. añadiendo de su cosecha Palma —
cosas que —
pirada en la crónica de Arzáns sobre la emula- Arzáns no dijo.
32
ción de doña Sinf orosa de Valdivieso contra "Monja y
correspondiente a la
cartujo”,
14
doña Francisca de Ayala, aunque los nombres "Historia de don Alonso de Leiva y doña Gre-
33
de los personajes, la época y otras circunstan- goria Tufiño”.
cias están cambiados. Palma cita aquí a Arzáns
a propósito de las dotes que los acaudalados 15. Palma, Tradiciones, p. 290.
16. Ibid., p. 304; Omiste, Crónicas, II, 41.
17. Historia, I, 306 ss.; Anales, p. 34 2 ss -

98. Palma, Tradiciones, p. 373. Crónicas, 113-


18. Palma, Tradiciones, p. 337; Omiste,
II,
99. Ibid., p. 11 5.
100. Historia, I, 294; Anales, p. 338. 19. Historia, II, 84; Anales, p. 388.
20. Historia, II, 62; Anales, p. 428.
1. Palma, Tradiciones, p. 149.
21. Historia, II, 63; Anales, p. 429.
2. Historia, I, 117; Anales, p. 304.
22. Palma, Tradiciones, p. 338.
3. Palma, Tradiciones, p. 248.
23. Ibid.; Omiste, Crónicas, II, 116.
4. Historia, I, 282; Anales, p. 336.
24. Historia, I, 402; Anales, p. 37*-
5. Palma, Tradiciones, p. 249. Crónicas, 16.
25. Palma, Tradiciones, p. 367; Ormste,
II,
6. Historia, II, 31; Anales, p. 381.
Palma, Tradiciones, 250; Omiste, Crónicas,
p. II, 14. 26. Historia, II, 88; Anales, p. 390.
7.
27. Ibid., p. 390, 429- _ . .
8. Historia, II, 180; Anales, p. 422. .

Crónicas
, .
TT
07.
(Historia, xxxin). 28. Palma, Tradiciones, p. 373 i Omisic, , 11,
9. "El problema del nombre del autor”
I,

29. Historia, II, 394; Anales, p. 474-


10. Palma, Tradiciones, p. 203.
30. Historia, II, 423.
11. Historia, I, 192; Anales, p. 315.
31. Palma, Tradiciones, p. 375-
12. Palma, Tradiciones, p. 204.
32. Ibid., Tradiciones, p. 380; Omiste, Crónicas, II, 75-
13. Ibid., p. 289; Omiste, Crónicas, II, 125.
33. Historia, I, 291.
14. Historia, II, 263.
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
"Los apóstoles y la Magdalena”, 34 sobre la los años 1865 a 1871 en La revista de Buenos
historia de "Los doce apóstoles y la Magdale- 40 *
Aires.
35
na”. Palma cita a Arzáns: "El cronista Mar- Quesada usó como fuentes tanto la Historia
tínez Vela en sus Anales de la Villa Imperial como Anales de Arzáns. Una de las citas de
los
de Potosí habla extensamente sobre el asunto la Historia dice: "Don Bartolomé Martínez
y
que hoy me sirve de tema para esta tradición- Vela en su 'Historia de la Villa Imperial de
cilla. Citada la autoridad histórica, a fin de que Potosí. Riquezas incomparables de su famoso
nadie murmure contra lo auténtico del hecho, Cerro. Grandezas de su magnánima población.
toso, escupo, mato la salivilla y digo”, 36 etc. Sus guerras civiles y casos memorables’. Lib. II.
La técnica de composición de Palma represen- M. S.”. 41 Los Anales están citados como Anales
ta similitudes curiosas con la de Arzáns. Como de la Villa Imperial de Potosí, con el mismo
37 42
hemos antes de entrar formalmente a
visto, autor.
escribir la Historia Arzáns había hecho un re- Episodios tomados de Arzáns:
sumen o catálogo de los materiales que iban a "Huallpa”, 43 sobre el descubrimiento del
entrar en la composición, que no otra cosa son Cerro, los indios de Cantumarca y otros pasajes
los con extractos como el siguiente:
Anales, de la historia antigua de Potosí. 44
"Este año por el mes de mayo sucedió aquel "Crimen y expiación”, 45 correspondiente a
portentoso milagro que obró el Santo Cristo de "La venganza del soldado Aguirre”. 40
de Columna en la iglesia de Nuestra Señora de "La justa de San Clemente”, 47 sobre el desa-
las Mercedes. Oyó de penitencia un confesor fío de Vasco Gudínez y Montejo. 48
a un pecador, y escandalizado con la abomina- "Mensajero fatídico”, 49 correspondiente al
ción de tanta multitud de pecados no lo quiso ajusticiamiento del capitán Martín de Robles por
absolver, por lo cual se vio el penitente en suma orden del virrey don Antonio de Mendoza. 50
aflicción. Y
el Santo Cristo, que atado estaba a "Ima”, 51 correspondiente a "El extraño hecho
lacolumna, extendiendo un dedo de su liberal de una mujer abrasada de terribles celos”. 52 La
mano y señalando al pecador, le dijo a su sacer- novedad en Quesada es que la mujer celosa
dote: 'Absuélvelo a ese hombre, que no te costó está personificada en una ñusta, o doncella in-
a tique a mí’, y para testimonio de aquel
lo dia, que da su nombre al episodio.
milagro se quedó extendido su divino dedo”. 38 "Las dos leyendas”, 53 correspondiente a la
Palma también hacía resúmenes, que llamaba historia de "Los dos manchegos” y el hallazgo
"apuntes”, de los temas que iba luego a des- de un "secreto de naturaleza” con figura hu-
arrollar en sus tradiciones. Véase un ejemplo: mana en el Cerro. 54
"Apuntes para una tradicioncilla. Obligado un "El capitán Zapata”, 55 sobre el episodio del
usurero que iba en la comitiva fúnebre para mismo nombre en Arzáns. 56
un sepelio en el panteón, hizo como Dios le "Justicia de Dios”, 57 correspondiente a los
ayudó el elogio del difunto terminó así: 'Aho- episodios de don Julián de Cúpide, las eleccio-
y
ra, señores, sólo falta que sepáis que el hombre nes de alcaldes en 1563, y la desaparición del
se ha ido al hoyo adeudándonos 30 pesos, que pueblo de Ancoanco. 58
y
sería bueno, para evitarse en el otro mundo "Peregrinación de un fugitivo”, 59 correspon-
desazones por trampista, que antes de echarle diente a los episodios del licenciado Ordaz y
las paladas de tierra, vosotros, sus deudos
y sus de "La limosna prodigiosa”. 60
la historia
amigos, levantéis una suscripcioncita para res- "Doña Leonor Fernández de Córdova”, 61
catar el documento, por valor de
30 pesos, que sobre el episodio del mismo nombre en Ar-
tengo el gusto de exhibir”. 39 záns.
62

40a. Vols. 1-23, Buenos Aires. Omiste las reprodujo, Cró-


nicas, vol. II.
1865-1871 41. Quesada, Crónicas, I, 32.
42. Ibid., vols. I y II, passim.
Vicente G. Quesada. Crónicas potosinas. Cos- 43. Quesada, Crónicas, I, 3.
44. Historia, I, 33 ss.; Anales, p. 290 ss.
tumbres de la edad medieval hispanoamerica- 45. Quesada, Crónicas, I, 125.
na. 2 vols. París, 1890. Otra edición, por la So- 46. Historia, I, 67; Anales, p. 294.
47. Quesada, Crónicas, I, 177.
ciedad Geográfica
y de Historia "Potosí”, 2 48. Historia, I, 75.
vols. Potosí, 1950. 49. Quesada, Crónicas, I, 235.
50. Historia, I, 105.
En "Advertencia” 40 Quesada dice que las
la 51. Quesada, Crónicas, I, 273.
crónicas habían sido previamente publicadas en 52. Historia, II, 99; Anales, p. 391.
53. Quesada, Crónicas, I, 329.

54. Historia, I, 106, 159; Anales, p. 311.


34- Palma, Tradiciones, p. 405; Omiste, Crónicas, II,
53. 55. Quesada, Crónica, I, 371.
35- Historia, II, 177; Anales, p. 418.
56. Historia, I, 1x7; Anales, p. 304.
36. Palma, Tradiciones, p. 405.
57. Quesada, Crónicas, I, 383.
37- "Estructura formal de la Historial’, Historia, I, xciv.
58. Historia, I, 119, 129; Anales, p. 306.
38. Anales, p. 336-337
59. Quesada, Crónicas, I, 41 1.
39- Palma, Tradiciones, p. xxix. 60. Historia, I, 134, 140; II, 31; Anales, p. 381.
4°- Quesada, Crónicas, I, vii. Todas nuestras citas según la 61. Quesada, Crónicas, II, 3.
edición de París, 1890.
62. Historia, I, 158.

CXX1
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
63
"Las lagunas de Caricari”, correspondien- Los pasajes más patentes influidos por Ar-
te en particular a la ruptura e inundación de záns:
64 78
1626. "Vascongados, andaluces, y extremeños”,
03
"Una noche siniestra”, episodios de las con episodios de la guerra de vicuñas y vascon-
fiestas de de Potosí en 1608, don
los criollos gados. 79
80
Pedro de Córdova Mesía, doña Margarita de "El gobierno propio de la Villa”, relativa
66
Astete y don Nicolás Fernández de Luna. al pasaje "De cómo se formó nuevamente el

"Los vicuñas”,
67
sobre la guerra de vicuñas ilustre cabildo de esta Villa desmembrándose
68 81
del de Chuquisaca”.
y vascongados.
69
"El hijo de la hechicera”, correspondiente "Las monumentales lagunas y la ribera fe-
a "El rencor de don Juan de Toledo’
70
, cunda”, 82 correspondiente a la construcción de
71 83
"La falsificación de la moneda”, sobre los este dispositivo hidráulico para los ingenios.
84
pasajes del capitán José Antonio de la Rocha "La bellísima doncella Floriana”, sobre la
el visitador Nestares Marín.
72
historia ejemplar del mismo nombre. 85
y
"La mina misteriosa”, 73 correspondiente a la "Los jaques del empedradillo. El excomulga-
74 86
historia de "La mina perdida”. do Heldres [sic] Los vicuñas y sus guerras”,
El ambiente todavía romántico de las elabo- sobre pasajes de la guerra de vicuñas y vascon-
raciones de Quesada está sugerido por la fra- gados. 87
seología de algunos sumarios como el siguiente, "Rencor de rencores”, 88 sobre "El rencor de
que corresponde al episodio de "La justa de San don Juan de Toledo”. 89
Clemente”: "I. La cortesana. II. Godínez y Mon- "Corregidores e intendentes de la Villa Im-
90
tejo. III. Amor odio. IV. Divisas encarnadas perial de Potosí”, glosa libre del material
y
La justa de San Clemente. VI. legendario de Arzáns sobre los corregidores ge-
y amarillas. V.
Desencanto y conformidad. VIL Los traidores neral Carrión, general Avendaño, general Mar-
91
y los leales. Quien mal anda mal
acaba. VIII. celino y general Pereira.
Epílogo. La cortesana arrepentida”.
75
Jaimes cita en el prólogo de su obra una lista
Quesada no mantiene la unidad de los rela- de autores antiguos que han escrito sobre Potosí,
tos y se pierde en consideraciones geográficas, todos ellos entresacados de la Historia. Entre
históricas, arqueológicas, etc., intercaladas. los autores modernos influidos por Arzáns cita
a Palma, la argentina Juana Manuela Gorriti,
1868-1905 el argentino Vicente Quesada, y los bolivianos
Brocha Gorda (Julio Lucas Jaimes). La Villa Nataniel Aguirre, Benjamín Rivas, Benjamín
Imperial de Potosí. Su historia anecdótica. Sus Blanco, Julio César Valdés, José María ¿ama-
cho, Tomás O’Connor d’Arlach, Manuel José
tradiciones y leyendas fantásticas. Su grandeza
Na- Cortés, José Manuel Aponte, Luis Felipe Man-
y opulencia fabulosas. Referidas por [. .]
.

tural de aquella Villa Imperial [. .]. Buenos .


zano, Juan W. Chacón, Modesto Omiste, An-
92
Aires, 1905. tonio Quijarro y Demetrio Calvimonte.
76
El autor advierte que sus primeras tradicio-

nes se publicaron en periódicos de Tacna, Perú, 1874-1890


en 1868. Jaimes, boliviano, residía allí a la
Manuel de Mendiburu. Diccionario histór ico-
sazón.
Desde el título se percibe la influencia de biográfico del Perú. 8 vols. Lima, 1874-1890.
Arzáns. La expresión de Jaimes, "Su grandeza La mayor parte de los episodios potosinos
de los siglos xvi y xvn y especialmente la gue-
es un eco de las de Ar-
y opulencia fabulosa”
de la Historia: "Riquezas rra de vicuñas y vascongados (en los artículos
záns en el frontispicio
93
incomparables de su famoso Cerro”, "Grande- sobre los virreyes príncipe de Esquiladle y
94
77
Allí mismo marqués de Guadalcázar) se inspiran en los
zas de su magnánima población”. 95
Arzáns añade junto a su nombre, "Natural de materiales histórico-legendarios de Arzáns.
dicha Villa”, Jaimes repite "Natural de aque- 78. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 115.
y
79. Historia, I, 321 ss.; Anales, p. 350 ss.
lla Villa Imperial”. 80. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 169.
81. Historia, I, 119; Anales, p. 306.
63. Quesada, Crónicas, II, 91.
82. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 187.
64. Historia, II, 1; Anales, p. 374.
83. Historia, I, 155 ss.; Anales, p. 31 1 ss.
65. Quesada, Crónicas, II, 135.
66. Historia, I, 267, 277; Anales, p. 327. 84. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 195.
85. Historia, I, 235; Anales, p. 323.
67. Quesada, Crónicas, II, 197.
68. Historia, I, 321 ss.; Anales, p. 350 ss. 86. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 209.
87. Historia, I, 321 ss.; Anales, p. 350 ss.
69. Quesada, Crónicas, II, 271.
70. Historia, I, 403; Anales, p. 371. 88. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 212.
89. Historia, I, 403; Anales, p. 371.
71. Quesada, Crónicas, II, 337.
90. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 218.
72. Historia, II, 114 ss.; Anales, p. 393 ss.
91. Historia, 123, 135, 186; Anales, p. 3f8, 309, 314-
I,
73. Quesada, Crónicas, II, 413.
92. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. vii-viii.
74. Historia, I, 236; Anales, p. 432.
75. Quesada, Crónicas, I, 177.
93. Mendiburu, Diccionario, II, 63.
76. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. viii. 94. Ibid., III, 248.
77. Historia, I, iv. 93. Historia, I, 321 ss.; Anales, p. 350 ss.

cxxn
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

í875 nica tradicional de Arzáns sobre el azoguero


Antonio López de Quiroga 10
José David Berríos. Recuerdos de Potosí. Po- .

Fray Vicente Bernedo ”, 11 episodios entresa-


tosí, 1875.
cados de los materiales de Arzáns sobre este
En verso. Las siguientes tradiciones proceden
siervo de Dios 12
de Arzáns, y de la Historia en particular, a .

"El mozo de la otra vida”, 13 sobre la historia


juzgar por el detalle con que están tratadas:
de asombros del mismo título. 14
"Ckoriquilla o la virgen del Ppotocsi”. 96 Con
"Cosas pretéritas”, 15 también relativa a An-
un argumento nuevo, el romance de la doncella
tonio López de Quiroga. 16
quechua Kjoriquilla (Luna de oro)
y el capitán
español don Lope, se aprovechan materiales de
la Historia relativos al 1886-1894
descubrimiento del Ce-
rro, el indio Huallpa, el paraje de Mancani, el Juan W. Chacón. Hogar patria. Recuerdos
capitán Chaqui Catari, y
don Sebastián de Casti- y tradiciones nacionales La Paz, 1906.
lla, el sabio indio Puma Sonkjo, 97
etc. Menciona como fuente de algunas de sus
"Un rapto en xvn”, 98 sobre los amo-
el siglo tradiciones al "cronista potosino don Bartolomé
res de don Nicolás Pablo Ponce de León
y doña Arranz [sic ] de Ursúa Vela, llamado Martínez
y
Margarita Astete. 99 ”. 17
y Vela Esto permite identificar la Historia
"¡Qué pobre boda!”, 100 sobre el matrimonio como la fuente directa de inspiración de estos
de doña Eufemia del Castillo
y don Pedro de no hay noticia de que los Anales,
episodios, pues
Oyanume con que feneció la guerra de vicuñas publicados o inéditos, llevasen ese nombre de
y vascongados según la leyenda de la Historia Arranz es una lectura deficiente de Ar-
autor.
Chacón debió de utilizar la copia de la
záns.
Historia (primera parte) que había quedado en
1875
Potosí cuando el manuscrito de José Gabriel
Manuel José "La voz de Jehová”.
Cortés. Quezada fue llevado por Julio Nava a París
í 875. Omiste
consigna en sus Crónicas 2 sin
la
para una presunta publicación 18 .

indicar la procedencia. Debió de publicarse en Las siguientes tradiciones proceden de Ar-


algún periódico, al uso de la época. Versifica- záns:

ción de "El portentoso milagro del Santo Cristo Víctimas del amor ”, 19 en prosa
y verso, con
de Nuestra Señora de las Mercedes”. 3 el episodio de Francisco Gómez de la Rocha
20
como fondo .

"Don Francisco de Aguirre” 21 (1893), ins-


1877 pirada en la vida del siervo de Dios del mismo
nombre. 22
José María Camacho. "Un santo niñero”,
y "Las gangas de un rico” 23 (1893), sobre epi-
Fray Bernedo”. 1877. Las tomamos de Omis-
4 sodios de la vida de Antonio López de Qui-
te, quien no indica tampoco la fuente. 1

roga. 24
"Amor con amor se paga” (1894), elabora- 25

1880-1886 ción sobre los episodios de Alonso Yáñez, don


Eusebio Narváez y doña Anarda Mesía. 26
Luis Felipe Manzano. Las tradiciones siguien- "La corona de un minero, o salir de Potosí
tes, recopiladas por Omiste, 27
corresponden a y ser rey” (1894), sobre la historia de "El
Arzáns: capitán Zapata”. 28
"Un
divino llamamiento” 5 (1880), sobre la
10. Historia, II, 394; Anales,
historia del siervo de Dios fray Francisco de p. 474.
11. Omiste, Crónicas, III, 402.
Aguirre. 6 12. Historia, I, 247, 284, 300, 314; Anales, p. 325, 336,
339, 34f
El papelito de San Antonio”, 7 reelabora- 13. Omiste, Crónicas, III, 417.
ción de la historia de "La limosna prodigiosa”. 8 14. Historia, II, 65; Anales, p. 386.
15. Omiste, Crónicas, III, 424.
"¡Qué tiempos!”, 9 correspondiente a la cró- 16. Historia, II, 394; Anales, p.
474.
17. Chacón, Hogar y patria, p. 49, 68.
96. Berríos, Recuerdos, Omiste, Crónicas,
p. 1; IV r 18. Véase en la introducción "La odisea de los manuscri-
97- Historia, I, 33 ss., 82. '

tos", Historia, I, xxxviii.


98. Berríos, Recuerdos, p.
45; Omiste, Crónicas, IV 262. 19. Chacón, Hogar y patria, p. 1; Omiste, Crónicas, III,
99- Historia, I, 270, 277. 446.
20. Historia, II, 114 ss.; Anales, p.
100. Omiste, Crónicas, IV, 262. 327 ss.
21. Chacón, Hogar y patria, p. 23; Omiste, Crónicas, III
1. Historia,
I, 399.
47°.
2. Omiste, Crónicas, II, 74.
22. Historia, II, 341; Anales, p. 463.
3. Historia,
I, 282; Anales,
p. 337. 23. Chacón, Hogar y patria,
4- Omiste, Crónicas, III, 81; Historia, p. 32; Omiste, Crónicas, III
I, 192, 247, 284, 478.
300 314; Anales, 315, 325, 336,
339, 346. 24. Historia, II, 394; Anales,
5. Omiste, Crónicas, III, p. 474.
369. 25. Chacón, Hogar y patria,
6. Historia, p. 45; Omiste, Crónicas, III
341; Anales, p. 463.
II,
495-
7- Omiste, Crónicas, III, 379.
26. Historia, 259, 306; Anales, p. 339, 342.
I,
8. Historia, II, 31; Anales,
p. 381. 27. Chacón, Hogar y patria, p. 61.
9- Omiste, Crónicas, III, 390.
28. Historia, I, 117; Anales, p. 304.

cxxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
48
29 “Año de año de bienes”, sobre la
(1894), con el fondo
nieves,
"Potosina, fiel
y fina” 49
que hicieron en esta Im- tradición del mismo nombre en la Historia
de “Las famosas fiestas
50
30 “La discordia de los bonetes”, sobre la cró-
perial Villa sus nobles criollos .

31
sobre el episodio nica del "Pleito grave que hubo entre los ca-
"Sebastián de Castilla”,
mismo nombre. 32 balleros militares y los curas de la Matriz sobre
del
“Don Juan de Toledo” (1891), correspon-
33 dónde debían cumplir con la iglesia por Pas-
34 51
diente a “El rencor de don Juan de Toledo . cua.
35 “Recompensa a la limosna episodios de la
“Una soga para ahorcarse”, reelaboración

03
vida del azoguero Antonio López de Quiroga.
de “El portentoso caso en que Cristo Nuestro 54
"Fray Vicente Bernedo”, correspondiente a
Señor manifestó su gran misericordia en un pe- OÜ
36 la vida de este siervo de Dios.
cador de esta Villa”.

1889 1890

José Manuel Aponte. Las siguientes


tradicio-
Juana Manuela Gorriti. "El tesoro de los
56
nes recopiladas por Omiste: Rochas. Cartas sobre una crónica”.
37
“El Santo Cristo de bronce” (1889), co- Sobre el episodio de la falsificación de la
rrespondiente a la crónica tradicional de doña moneda por el capitán Francisco Gómez de
38 57
Magdalena Téllez. la Rocha. La autora era argentina y había
39
"El arco de una imagen”, correspondiente residido en Potosí.
a “El milagro que obró Nuestra Señora de la
Concepción en la iglesia matriz con el orfe-
1891
40
bre”.
41
“La procesión del martes de carnaval”, so- Tomás O’Connor d’Arlach. Prosa y poesía.
bre un episodio de la guerra de los vicuñas y Colección de artículos y versos. Tarija, 1891.
Es evidente la influencia de los Anales, que
42
vascongados.
Por el tratamiento detallista de los episodios, el autor cita, en las tradiciones siguientes:

la fuente que usó el autor fue la Historia. “El Cristo de San Lorenzo. (Tradición poto-
58
sina)”, correspondiente a la historia del sier-
59
1890 vo de Dios don Francisco Aguirre.
60
“Miccun Sonko. (Tradición potosina) co- ,

Pedro B. Calderón. El dedo de Dios. Tradi- rrespondiente al episodio El extraño hecho de


61
ción. Potosí, 1890. de terribles celos El títu-
En una mujer abrasada .

Tomada evidentemente de la Historia.


lo en quechua significaría "Come el
corazón y
verso. Corresponde a "El portentoso milagro episodio, en que la ce-
alude al argumento del
del Santo Cristo de Nuestra Señora de las Mer- intenta devorar el corazón de
losa y desdeñada
43
cedes”.
su muerto amante infiel.
Omiste recopiló otras tradiciones del mismo
autor, también manifiestamente inspiradas en
1893-1896
la Historia :

44
“Justo, el mendigo”, correspondiente a la
45 Modesto Omiste, Crónicas potosinas; notas
historiade “El tahúr desesperado.
46 históricas, estadísticas, y políticas.
biográficas
“Un aguinaldo en el año 1612”, correspon- 1893-1896. Existe otra edición
5 vols. Potosí,
diente a la historia de “Don Alonso de Leiva y
47 de La Paz, 3 vols., 1930.
doña Gregoria Tufiño”. El volumen I contiene elaboraciones origina-
29. Chacón, Hogar y patria, p. 7 6; Omiste, Crónicas, III,
les de Omiste, en las cuales se advierte la in-
529 historiográfica y literaria de Arzáns.
.

267; Anales, p. 327. fluencia


30. Historia, I,

31. Chacón, Hogar y patria, p. 92. Omiste, historiador que nació y residió habitual-
32. Historia, I, 80 ss.;Anales, p. 296.
Crónicas, mente en Potosí, pudo compulsar la Historia
33. Chacón, Hogar y patria, p. 98;
Omiste, III,

554 -
,, ,
en la copia del manuscrito de Quezada, y en
34. Historia, I, 403; Anales, p. 371. .

35. Chacón, Hogar y patria, p. 108;


Omiste, Clónicas, III,
48. Omiste, Crónicas, IV, 332.
565.
282; Anales, p. 336. 49. Historia, I, 102.
36. Historia, I,
50. Omiste, Crónicas, IV, 364.
37. Omiste, Crónicas, III, 120.
51. Historia, II, 455 -

38. Historia, II, 206. Anales, p. 430.


52. Omiste, Crónicas, IV, 369.
39. Omiste, Crónicas, III, 134.
Historia, II, 217; Anales, p. 429. 53. Historia, II, 394.
40. IV, 402.
Omiste, Crónicas, III, 150. 54. Omiste, Crónicas,
41.
55. Historia, 247, 284, 300, 314.
I,
42. Historia, 369.
I,

Crónicas, IV, 281; Historia, I, 282, Anales, 56. Quesada, Crónicas, II, 431; Omiste, Crónicas, II, 375-
43. Omiste,
57. Historia, II, 1x4 ss.; Anales, p. 327 ss.
p. 336.
58. O'Connor d'Arlach, Prosa y poesía, p. 51.
44. Omiste, Crónicas, IV, 305.
59. Historia, II, 341; Anales, p. 463;
45. Historia, II, 53.
60. O'Connor d’Arlach, Prosa y poesía, p. 53.
46. Omiste, Crónicas, IV, 305.
61. Historia, II, 99; Anales, p. 391.
47. Historia, I, 290.
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
el manuscritohasta su envío a París, 62 y
mismo La acción de esta "crónica novelada”, como
en los Anales, que existían en varios códices en la llama el autor, transcurre en Potosí entre el
Potosí y no tardaron en publicarse. 63 Omiste, gobierno del oidor Juan Díaz de Lopidana
y
por ejemplo, inserta entre sus materiales histó- la inundación de la laguna de Caricari. 65 El pro-
ricos el episodio del capitán Zapata dándolo por tagonista es don Nicolás Pablo Ponce de León,
64
fidedigno. personaje legendario de Arzáns. 653 Además de
Los volúmenes II, III y IV de las Crónicas otros personajes históricos que Arzáns presenta
de Omiste contienen materiales literarios de en los Anales y en la Historia, Viaña toma los
otros autores sobre Potosí, predominantemente legendarios creados o trasmitidos por el mismo
en género tradicional y la mayoría de ellos
el Arzáns, como el capitán Illescas, don Egidio
directamente procedentes de Arzáns, sea a tra- Oxonemún, Sancho de Lavarrieta, Verazátegui,
vés de la Historia o de los Anales. Al recopilar el alférez Moreno
y otros. La novela tiene un
esos materiales, que en su mayor parte se publi- argumento autónomo, pero bordado sobre el
caron en periódicos de la época, Omiste hizo cañamazo de la obra de Arzáns. Se acompaña
un positivo servicio a los investigadores pues un "Plano evocativo de la Villa Imperial en el
evitó su pérdida definitiva. Cuando los materia- siglo xvii”, localizando con diferentes colores
les que por nuestra parte presentamos en esta los barrios criollo
y andaluz, castellano, vas-
sección fueron publicados por Omiste, lo ha- cuence y navarro, portugués
y extremeño, plano
cemos notar en cada caso. que es una prueba obvia de la influencia de
Arzáns en la cartografía aplicada a la literatura.
1911
* * *
Nataniel Aguirre. "La bellísima Floriana”,
en Obras de Nataniel Aguirre, París, 1911.
La lista anterior muestra que por lo menos
Corresponde a de "La bellísima
la historia
643 desde 1853 la obra de Arzáns ha constituido
Floriana”, y la versión de Aguirre está toda-
una fuente de inspiración literaria en el género
vía influida por el romanticismo.
tradicional para autores de Argentina, Bolivia

y Perú.
I 935' I 9^2 Al valorar esta influencia debe recordarse
que ella se ha mantenido vigente a través de
Guillermo Francovich. "Don Juan de Tole-
un siglo a pesar de que la Historia sólo fue
do” 046 y El monje de Potosí 64c .

accesible en contados códices,


Don Juan de Toledo”
un diálogo en dos es y a pesar de que
los Anales mismos habían permanecido inéditos
partes, y El monje de Potosí una pieza teatral
66
hasta 1872. La influencia de Arzáns se ha
en un acto, inspirados ambos en "El rencor de
impuesto, pues, pese a circunstancias adversas.
don Juan de Toledo de Arzáns según la ver-

La influencia de Arzáns en la producción


sión de los Anales. 64d A diferencia de los demás
literaria posterior se manifiesta desde luego en
autores mencionados en esta lista, Francovich
la provisión de materiales temáticos. Éstos
no se queda en el plano tradicional co-
y hace un
rresponden a todos los grupos de nuestra cla-
análisis propio del teatro psicológico. "En es-
sificación. 67
tema de don Juan de Toledo es
tos trabajos el
En la influencia temática está implícita la
tratado como un caso de estilización del odio
sugerencia del ambiente. Arzáns supo revelar
que consigue aparecer como una forma de san-
como nadie el alma de Potosí. Perdidas las fuen-
tidad. Don Juan de Toledo es algo así como el
tes escritas en que a su vez se inspiró Arzáns, 68
símbolo del hombre que consigue hacer pasar
sólo quedaron la Historia
su sed de destrucción como algo sagrado”. 640 y los Anales como
registro escrito del alma potosina,
y si bien es
cierto que Potosí estuvo rodeado de un halo de
1948 maravilla y de peculiaridad — "la ciudad única”
la llama un autor argentino 6a
desde sus
José Enrique Viaña. Cuando vibraba la en- pri-

traña de plata. La Paz, 1948.


meros tiempos, no es menos cierto que Arzáns
fue el demiurgo que preservó
y trasmitió a la
62. La odisea de los manuscritos’’. Historia, I, xxxviii.
posteridad la leyenda de Potosí.
63. Ballivian y Roxas, Archivo boliviano,
p. 283 ss.
«4- Omiste, Crónicas, I, 181. Los continuadores de Arzáns hicieron lo po-
64a. Historia,I, 235; Anales,
p. 323. sible no sólo por tomar sus temas tratar de
64 Primera parte publicada en Súpay, del mismo autor
.
y
(Rio de Janeiro, 1935; Sucre,
1939); segunda parte publi-
cada en el suplemento literario de La
Razón, La Paz, 1945. 65. Historia, I, 227 ss.; II, 1 ss.
-X.. 1 4.
65a. Ibid., I, 270 ss.
G c
La Paz, 1962. Se publicó también en la revista
-
Signo, 66. Supra nota 63.
No. 8 (La Paz, 1962).
67. ^Materiales literarios de la Historia”, Historia, I,
Ó4d Anales, p. 371.
.
ciii.
68. Las fuentes de la Historia Fuentes de los materiales
64 e Carta de Francovich al autor, Río de Janeiro,
.
,

1964. literarios de la Historia”, Historia, I, xlix


y cxiv.
69. Molins, La ciudad tínica.

CX XV
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

perposiciones de nombres históricos, y a don


sugerir su espíritu, sino por adoptar sus pecu-
liaridades de composición.
Pedro de Córdova Mesía, corregidor de Potosí,
84
Ricardo Palma, el más conspicuo entre esos lo llama Pedro Mejía de Córdova.
continuadores, muestra tanta indiferencia por la Arzáns se sintió obligado a justificar su téc-
exactitud histórica, en cuanto tradicionista, co- nica de composición, y Palma también lo hace:
"En el fondo la tradición no es más que una
mo Arzáns, su caso tiene un valor demostra-
y
tivo general. Dice, por ejemplo, que
Potosí fue de las formas que puede revestir la historia,
descubierto en 1538;'° dando por cierta la exis- pero sin los escollos de ésta. Cumple a la his-
toria narrar los sucesos secamente, sin recurrir
tencia real de Juan Sobrino y su obra, cuya
no-

la tuvo por Arzáns,


71
dice que Sobrino a las galas de la fantasía, y apreciarlos, desde
ticia
escribió su historia de Potosí en verso "a imita- el punto de vista filosófico social, con la impar-
Barnuevo en su Lima funda- cialidad de juicio y elevación de propósitos que
ción” de Peralta
,'12
siendo Peralta casi 100 años posterior a la tanto realza a los historiadores modernos, Ma-
da
No caulay, Thierry y Modesto Lafuente. La histo-
hipotética existencia de Sobrino y su obra.
Palma hace iguales encarecimientos ria que desfigura, que omite o que aprecia sólo
obstante,
hechos que convienen o como convienen; la
que Arzáns sobre su respeto por la verdad his- los
historia que se ajusta al espíritu de escuela o
tórica. Cita una vez los Anales "que no me
de-
73
dice, de otro caso, que bandería, no merece el nombre de tal. Menos
jarán ser mentiroso”;
estrechos y peligrosos son los límites de la tra-
74
Arzáns lo relató, "y a su verdad me atengo”;
dición. A ella, sobre una pequeña base de ver-
en otro, vuelve a citar la autoridad histórica
dad edificar un castillo. El tradi-
de Arzáns "a fin de que nadie murmure contra le es lícito
7
Esta misma exalta- cionalista tiene que poeta y soñador. El
ser
lo auténtico del hecho
'’
.

que historiador es el hombre del raciocinio y de las


ción de la verdad histórica a sabiendas de 85
encuentra en otro tra- prosaicas realidades”.
no se la está siguiendo se
que hablando de otro Arzáns también se respaldó en una teoría
dicionista, Brocha Gorda,
es urdido para de composición de sus
justificar la técnica
tal dice que todo lo dicho por este
comprobada
76
materiales literarios, y en ella recurrió, como
y
fantástico. La verdad es ésta, ,

Palma, a la poesía como puede verse en otro


y en seguida
da su propia versión de la verdad; 86
pasaje encarece: Los acontecimientos lugar de esta introducción.
en otro
este capítulo son Varios de los continuadores de Arzáns eran
relatados rápidamente en ri-

gurosamente históricos”." poetas y escribieron sus versiones tradicionales


a la superposición de los planos en verso.
87
Esto confirma aun mas la consisten-
La tendencia
cia literaria de los materiales legados por
Ar-
de la realidad y la irrealidad entre sí, que ca-
78 záns a la posteridad.
racteriza la obra literaria de Arzáns, está pre-
Con dos per- La de Arzáns empieza a
influencia literaria
sente en los autores posteriores.
19
hacerse notar dentro del ciclo romántico de la
sonajes tomados de la obra de Arzáns, los
literatura hispanoamericana. Cronológicamente
azogueros potosinos Antonio López de Quiroga
Quirós, Palma crea un tercero, Anto- laprimera producción tradicional inspirada en
y José de 88

nio López Quirós;


80
también toma de Arzáns Arzáns es la de Benjamín Blanco, en 1853.
los nombres de los historiadores hipotéticos de Los románticos descubrieron literariamente a
Méndez 81de Due- Arzáns en Bolivia, si bien se limitaron a apro-
Potosí Pedro y Bartolomé
82
superpone en su relato como auto- vecharse de sus temas, sin difundirlo y exaltarlo
ñas y los
ridades comprobadas y como si él Palma — como merecía. En todo caso, se confirma aquí
para
la preocupación típica del romanticismo
los hubiera compulsado, sin mencionar ya a
lograr una fusión de la literatura y la historia
Arzáns; en de otro tema potosino su-
el relato
a través de la leyenda y de la tradición.
perpone la muerte del corregidor Ortiz de Soto-
83
El valor de las elaboraciones tradicionales
mayor "con un puñal clavado en el pecho”,
de que se inspiraron en la obra de Arzáns es diver-
aunque el presunto muerto siguió gozando
buena salud. Quesada, por su parte, hace su- so, desde luego, mas puede decirse que nadie
superó a Arzáns en la capacidad de sugerencia
del genius loci, en la fuerza dramática, en
la
70. Palma, Tradiciones, p. 337 -

sus octavas, escribió con elocuencia en


7 1. "Juan Sobrino, en simplicidad expresiva, y, como resultado,
los sucesos de Potosí”, Anales, p. 487.
la amenidad. Con el azoguero potosino
Antonio
72. Palma, Tradiciones, p. 37 2 -

73. Ibid., 250.


p. López de Quiroga Arzáns hace una etopeya que
74. Ibid., p. 204.
75. Ibid., p. 405. puede considerarse como un modelo de crónica
76. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. 195 -

84. Quesada, Tradiciones, II, 135 ss -

77. Ibid., p. 220.


85. Palma, Tradiciones, xxix-xxx.
.

Historia xcn.
78. "La técnica de la superposición”, ,
I,
86. "La técnica de la superposición”, Historia,
I, xcii.
Ibid., 394, 4 2 3
II,
79.
Véanse en nuestras listas los nombres de Benjamín

87.
80. Palma, Tradiciones, p. 373
Blanco, José David Berríos, Manuel José Cortés, Pedro
'
B.
81. Ibid., p. 337 -

Calderón.
82. Ibid., p. 338.
88. Véase nuestra lista.
83. Ibid., p. 308.

cxxvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
89
tradicional ;
Palma compone con lo mismo unas oídas, como a cierto ameno y correcto escritor
90
anécdotas triviales . En el episodio de las áni- que no vio a Potosí ni en pintura y que es muy
mas del purgatorioque salvan a una adúltera, conocido como tradicionista de oficio”.
lo importante para Arzáns es el hecho de la El punto de quien fue "el primero” que hizo
91
salvación por la piedad para Palma lo impor-
; tradiciones en América hispana sería fútil y de
tante es que almas del purgatorio fueron
las ventilación problemática. Palma se proclamó a
92
rufianas . Palma tiene el gracejo limeño; Ar- sí mismo "iniciador del género literario llamado
97
záns tiene la austeridad potosina. Esta diferencia tradición ”. Lo incuestionable es que Arzáns
de concepción se expresa a partir de los títulos hizo tradiciones que pueden servir de modelo
mismos de los temas: el tema del odio inextin- en el género cerca de un siglo y medio antes
guible que Arzáns presenta bajo el título de que Palma, y que Palma tomó de Arzáns los
"En que se cuenta y se verá el dilatado y horri- temas para sus tradiciones relativas a Potosí.
93
ble rencor de un hombre ”, Palma lo hace bajo Arzáns, por su parte, había tomado de otros
94
el título festivo de "Ahora lo veredes ”, autores muchos de esos temas.
y la
tremenda sensación trágica que Arzáns comunica Recuérdese, además, que en los diálogos y la
al caso se frustra del todo en Palma. pieza teatral de Francovich, en el penúltimo
La condición ejemplar de Arzáns como fuente número de nuestra lista, más allá de las limi-
para tradicionistas no ha pasado desapercibida taciones propias del género tradicional la ela-
para los propios tradicionistas. Brocha Gor- boración se sitúa en pleno territorio psicológi-
da 95 dedica palabras un tanto cáusticas a sus co abriendo perspectivas mucho más amplias
colegas: "Muchos se han despachado a su gus- para la influencia de Arzáns.
to, fantaseando con varia fortuna sobre las rá- Sea como fuere, está visto que Arzáns, ya
pidas y descarnadas noticias que ofrece el citado como simple recopilador de materiales, o como
autor de los Anales ”, Palma es aludido también reelaborador, o como elaborador propiamente
por Brocha Gorda 96 "Martínez y Vela ha ser-
:
dicho de ellos, no hizo una obra vana. Arzáns
vido a no pocos de abrevadero para escribir de no se equivocó al preservar
y crear para la pos-
89. Historia, II, 394. teridad materiales literarios que algunos histo-
90. Palma, Tradiciones, p. 373.
riadores han visto con un mohín apresurado de
91. Historia, II, 180.
92. Palma, Tradiciones, p. 250. menosprecio, pero que irán valorándose más
y
93. Historia, I, 402.
Palma, Tradiciones, p. 338.
mejor en el porvenir.
94.
95. Brocha Gorda, La Villa Imperial, p. vii.
96. Ibid. 97. Palma, Tradiciones, p. xxiv.

CXXV11
VII

EL VALOR SOCIOLÓGICO DE LA HISTORIA

i, Estructura física de la sociedad potosina en la colonia; 2, Momento histórico de Potosí en ijoyiy^y,


Información y crítica social; 4, Alcances de la crítica social de Arzáns 5, Puntos de llegada ideológicos.
3, ;

A Historia, en su porción legendaria, en la leyenda hay que subrayar la presencia de una


transicional y en la estrictamente histó- constante en las relaciones entre la sociedad

I rica
1
refleja la sociedad de Potosí con
,

una gran riqueza de elementos. Refleja,


por ende, muchos rasgos esenciales de la socie-
advenediza y la antigua sociedad india: eran los
indios los que comunicaban a
variablemente las ''noticias de minas” facilitan-
los españoles in-

dad colonial hispanoamericana, pues Potosí, por do así la compenetración recíproca de ambas
peculiar que fuese, era al fin y al cabo sólo una sociedades.
parte de la realidad general. Arzáns —hecho de interés por su novedad
Este reflejo está condicionado en cierta ma- toma en cuenta además punto de vista de la
el

nera por la actitud anímica personal de Arzáns, parte de la sociedad india que se mostró re-
pero esta circunstancia, antes que quitar interés acia a colaborar y que valoró a Huallpa nega-

al tema, le añade un interés adicional porque tivamente. El legendario jefe indio Chaqui Ca-
así la Historia viene a ser el testimonio vivido tan, que resistió con fiereza a los españoles en
de un potosino sobre su propia sociedad. Potosí, les envía este mensaje: ''Y decidles que
En estas páginas vamos a intentar una aproxi- al mal hombre Huaica [Huallpa] lo ha de cas-

mación apenas preliminar al tema. Nuestro ob- tigar el gran Pachacámac porque les ha des-
5
jeto se reduce a mostrar las posibilidades de la cubierto el Potocsi ”. Huallpa tampoco había
Historia en cuanto documento sociológico. quedado bien ante los españoles "por encubri-
6
dor de aquel primer descubrimiento ”, y quizás
esto explica por qué no recibió de ellos la re-
I. ESTRUCTURA FÍSICA DE LA SOCIEDAD
POTOSINA EN LA COLONIA compensa que podía esperarse 7 .

La significación del Cerro como fuente de ri-


tres elementos esenciales de la estructura
Los queza para Potosí está en la Historia subordi-
física
2.
en que la sociedad potosina estuvo alo- nada al ritmo de las culpas de la sociedad po-
3.
jada
4. en la colonia —
el Cerro, la Ribera, la tosina y de las penas a que la sujetaba la divina
Villa —
se imponen al lector de la Historia con providencia por esas culpas
8
Se percibe tam- .

una reiteración indefectible. Arzáns no se pro- bién cómo la plata del Cerro alcanzaba propor-
puso deliberadamente esa reiteración; ella se ciones virreinales e imperiales, y aun interna-
impuso por sí misma como resultado de la vi- cionales, especialmente en el contrabando que

gencia poderosa de esa trilogía física en la rea- recrudeció en el siglo xvm y fue a beneficiar
lidad social de Potosí. a un pueblo extranjero —Francia— en
9
perjui-

cio del pueblo de Potosí .

a. El Cerro En la sociedad colonial la valoración del


El Cerro fue en Potosí el principio de todas Cerro como fuente de riqueza alcanzó propor-
las cosas. Del Cerro se extraía la plata, y estas ciones idolátricas que se reflejan en los nombres
seis palabras resumen el hecho clave de donde que se le dieron, como Monte Excelso, en es-
procedieron los demás hechos de la vida po- pañol, que compendia todos los demás, y Súmaj
tosina. Orkjo en quechua, que significa lo mismo y
Aunque parece que la sociedad india conoció prueba que los indios de alguna manera parti-
y trabajó el Cerro para sus propios
fines antes ciparon de esa actitud adoratoria. Arzáns como
de la llegada de los españoles, y también éstos escritor traduce esta idolatría en forma torren-
2
antes de la revelación de Huallpa ,
Arzáns
Ibid.,
acepta la leyenda tradicional del descubrimien- 5. I, 39.
6. Ibid., I, 37.
to del Cerro 2 como fruto de un determinismo 7. Ibid.,
I, 34 (nota 3).
4
providencial en favor de los españoles En esa .
8. Véase "Devoción. Complejo de culpa y pena", Histo-
ria, I, clviii.

i. Véase "Los materiales de la Historia”, Historia I, xc. 9. tema del intercambio de contrabando de plata de
El
Ibid., I, 37 (nota 2). Potosí por ropa entre españoles y franceses respectivamente
Ibid., I, 34. está tratado en detalle y año por año prácticamente por
Ibid., I, 36. Arzáns a partir del año 1703 ( Historia II, 416 ss.).

cxxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

cial,como en el párrafo que comienza: "El que un antro de horror y de muerte, sentimien-
famoso, siempre máximo, riquísimo e inacaba- to que la Historia traduce cuando describe las
10 20
ble Cerro de Potosí”. En la orfebrería se dio entrañas del monte o la salida de los mitayos
21
una muestra curiosa de esta idolatría en la "joya de sus pueblos rumbo a Potosí.
Potosí” que era "de un jeme de tamaño y en El Cerro tenía en general una significación
la forma del Cerro de Potosí, de oro muy su- ominosa para todos los que trabajaban dentro
bido”, y tenía engastados en ella ”130 diaman- de las minas, indios o no, aunque necesaria-
tes entre grandes y pequeños en lugar de bocas mente más para los primeros porque eran los
de minas, y por vetas 130 esmeraldas en hila; más numerosos y los más expuestos, como lo
por desmontes y apariencias de metales 300 ru- revelan los frecuente hundimientos en las minas
bíes, amatistas, jacintos y topacios; y una cruz que relata la Historia 22 y los casos de innume-
de zafiros por remate, cuya peaña era una perla rables indios y mineros extraviados en las tre-
11
en el tamaño de una bala de arcabuz”. La mendas profundidades. 23 Adicionalmente todos
Historia registra asimismo profusas expresiones temían que con un temblor de tierra fuerte
equivalentes en la pintura circunstancial con
12
— los hubo suaves —
el Cerro aniquilase la Villa

motivo de las famosas fiestas de Potosí. cayendo sobre ella "por estar hueco en gran
24
El Cerro era la deidad que colmaba ensueños parte”.
de riqueza unas veces por el azar y otras por el Casi toda la población del Cerro estaba for-
esfuerzo paciente. El material literario de la mada por mingas y los minado-
los mitayos, los
Historia ilustra lo primero con el relato de "Los res mestizoso españoles. Esta población regular
13
dos manchegos” que se enriquecen de la no- subía a las minas los lunes y regresaba a la
che a la mañana, y, detalle simbólico, ni siquie- Villa los sábados. En tiempo de Arzáns, cuando
ra se quedan en Potosí y se van con sus riquezas las minas quedaban desocupadas de aquella
obtenidas tan baratamente. El Cerro como fuen- gente los sábados, subían al Cerro los k’ajchas
te de riqueza por el esfuerzo sostenido se re- y disfrutaban las labores hasta el domingo en
23
fleja en las figuras de azogueros florecientes la noche. El Cerro no era un simple lugar de
como Antonio López de Quiroga 14 y José de trabajo sino de habitación.
15
Quirós. El Cerro es el protagonista de innumerables
Los sentimientos de quienes, en Potosí, te- relatos legendarios que reproduce la Historia y
nían su suerte cifrada en la montaña como el primero de los cuales es el de la voz que
fuente de riqueza, aun no siendo mineros, se retumbó en el aire cuando los enviados del inca
expresan característicamente en un pasaje del Huayna Cápaj quisieron excavar la montaña:
historiador jesuíta Ovalle que trascribe Arzáns: "No saquéis la plata de este Cerro porque es
"He oído contar a algunos mercaderes de aquel para otros dueños”. 26 Estos otros dueños fueron
lugar que si acontece quebrar uno de ellos o naturalmente los españoles. La sociedad espa-
hallarse con deuda y con alcances de cuidado, ñola inventó muchas leyendas como ésta para
en saliendo por la mañana de casa y viendo inspirar en el ánimo de los indios, y quizá tam-
aquel Cerro parece que se les ensancha el cora- bién en su propio ánimo, la convicción sobre el
zón, y se hacen superiores a su fortuna y cobran papel providencial que debía desempeñar en
nuevos alientos de mejorarse”. 16 relación con la sociedad india. Mas el Cerro
El Cerro representaba una realidad muy di- acabó por emanciparse de estas consideraciones
ferente para los mitayos que desempeñaban allí estratégicas y se constituyó en una entidad au-
contra su voluntad las faenas más penosas, co- tónoma de maravilla y pavor para todos y para
mo el acarreo del mineral desde la labor hasta siempre. El Cerro fue el escenario de infinitos
17
la bocamina. Esta realidad era diferente no "casos memorables”, desde el hallazgo de ex-
sólo con respecto a los españoles, criollos, mes- trañas imágenes antropomorfas 27 dentro de las
tizos, extranjeros
y aun negros, sino con res- recónditas vetas minerales, hasta las agonías de
pecto a otros indios como los mingas, 18 traba- los indios perdidos en los laberintos de las mi-
jadores sujetos al régimen de alquiler, o como nas y salvados por intervención divina, 28 como
19
los k’ajchas, trabajadores independientes. Pa- un símbolo de la idea obsesiva de Arzáns según
ra los mitayos el Cerro no podía ser otra cosa la cual la agonía de los indios en este mundo
sólo tiene esperanzas de salvación en Dios.
10. Ibid., I, 3.
Arzáns no menciona sino episódicamente las
11. Ibid., II, 28.
12. Ibid., I, 267, passim.
13. Ibid., I, 106. 20. Ibid., I, 65-66.
14. Ibid., II, 403. 21. Ibid., III, 69.
15. Ibid., II, 424, passim. 22. Ibid., 227; II, 422.
I,
16. Ibid., I, 323. 23. Ibid., I, 304, passim.
17. Particulares de interés sobre el trabajo de los mitayos 24. Ibid., I, 185.
en Capoche, Relación, p. 158 ss., y Cañete, Historia física 25. Supra nota 19.
y política de Potosí, p. 165 ss. 26. Historia, I, 27.
18. Historia, II, 477. 27. Ibid., I, 130,131.
19. Véase "Indios”, Historia, I, cxlii. 28. Ibid., I, 304, passim.

CXX1X
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

vetas y minas principales del Cerro 29 y no se y tendió artificialmente.


36
Este cauce atravesaba
propone describirlo físicamente. Si el paisaje la Villa y es lo que en la Historia se denomina
tiene una trascendencia sociológica, el Cerro no con los nombres de arroyo de la Ribera o río
está en la Historia como paisaje exterior. Se de la Ribera.
advierte su presencia ineluctable por todas par- La Ribera tenía la significación positiva de
tes,pero como paisaje prácticamente no existe. hacer posible el beneficio, etapa intermedia en-
Cierto que el descubrimiento literario y socioló- tre la extracción de en el Cerro y su
la plata
gico del paisaje estaba todavía lejano, pero es utilización en la Villa. La Ribera ligaba el
curioso que cuando Arzáns se propone dar una Cerro con la Villa. Esta significación positiva
fugaz descripción externa del Cerro toma pala- se vio originalmente contradicha por la ruptura
30
bras ajenas, las del jesuíta José de Acosta, y de la más grande de las lagunas en 1626 con la
sugiere la imagen del Cerro no como la veían consiguiente inundación de la Villa y la des-
37
sus propios ojos sino como la habían visto otros trucción de muchos ingenios. Además de la
ojos ioo años antes. destrucción material este episodio sacudió vio-
lentamente la sensibilidad de la sociedad poto-
b. La Ribera sina y produjo un traumatismo anímico con el
La Ribera era el dispositivo previsto para el temor nunca desvanecido del todo de una repe-
beneficio del mineral extraído del Cerro y esta- tición de la catástrofe, estado de ánimo que dio
ba constituida por tres elementos a su vez: las nacimiento a la fórmula proverbial de "las la-
lagunas, arroyo y los ingenios.
el gunas revientan” en Potosí. Existía también el
En la época más antigua de Potosí, después temor de que un terremoto rompiese las lagu-
38
del descubrimiento, cuando los minerales del nas e inundase la Villa.
Cerro eran de ley muy
alta y beneficiables por La población de la Ribera estaba formada
fuego, todo el beneficio se hacía en las huayras por mitayos, mingas, beneficiadores, laguneros,
u hornos autóctonos de fundición a viento. 31 azogueros y sirvientes, y sus respectivas fami-
Todos los huayradores eran indios y Arzáns lias. Todos estos tipos sociales desfilan inter-
hace notar que entonces la riqueza de Potosí mitentemente por las láginas de la Historia.
32
estuvo en manos de los indios. Agotados estos El sistema de ingenios de Potosí en la colo-
minerales debió pensarse en nuevas formas de nia corría de este a oeste, desde Tarapaya, atra-
beneficio y se adoptó el del mercurio o azo- vesando la Villa, hasta Agua de Castilla, a lo
33 39
gue. El nuevo sistema suponía un conjunto largo de unas dos leguas. En la época de
más complejo de operaciones que se llevaban mayor auge se contaron hasta 132 cabezas
40
a cabo en los ingenios. El tipo de ingenio que de ingenios en toda la Ribera; en época de
34
se impuso fue de agua y esto hizo necesa-
el Arzáns no eran más que 60. 41
rio dotar a Potosí de fuerza hidráulica. El ingenio era en rigor sólo el artefacto me-
Como no había depósitos naturales de agua cánico que servía para pulverizar el mineral y
cerca a Potosí hubo que fabricarlos para que ponerlo en condiciones de beneficiarse por amal-
recolectasen el agua de las lluvias pues tam- gama con el azogue. Mas por extensión se apli-
poco había cursos de agua suficientes y perma- có el nombre a todo el establecimiento donde
nentes. Estos depósitos fueron las lagunas de estaba fundado aquel mecanismo, y que com-
Potosí. Las lagunas de Potosí representan el prendía además los otros compartimientos en
resultado de una empresa común entre españo- que se cumplía el proceso en conjunto, así como
les, indios, criollos, mestizos, negros y acaso las secciones de vivienda, incluyendo una capi-
extranjeros, como todas las creaciones de la so- lla. Una de las láminas insertas por Arzáns en

ciedad potosina en la colonia. El detalle de la laHistoria representa un ingenio y constituye


construcción de las lagunas está sumido en el un documento invalorable no sólo desde el
42
misterio y el tema, como tantos otros temas po- punto de vista metalúrgico sino social.
tosinos, no se ha estudiado aún de acuerdo a El ingenio, microcosmos de la vida potosina
fuentes primordiales. 35 colonial, era en la Ribera el centro de interpene-
La conducción del agua desde las lagunas tración social por antonomasia. En el ingenio
hasta el emplazamiento de los ingenios la — se llevaba a cabo el beneficio hasta poner el
Villa y parajes adyacentes se hizo mediante — mineral en estado de plata cendrada o de plata
un cauce que en parte aprovechó las condicio- piña. En el ingenio vivía el azoguero con su
nes favorables del terreno y en parte se abrió mujer y sus hijos, con sus esclavos y esclavas y

29. Historia, I, 63, 103, passirn. 36. Ibid., I, 166.


30. I bid., II, 488, 488 (nota 1). 37. Ibid., II, 1.

31. Ibid., I, 107; Capoche, Relación, p. 110-111. 38. Ibid., I, 185.


32. Historia, I, 107. 39. Ibid., I, 168.
33. Ibid., I, 142; Capoche,
Relación, p. 122 ss.; Cañete, 40. Ibid., I. 167.
Historia física y política, p. 123. 41. Ibid., II, 464.
34. Historia, I, 143 (nota 2). 42. Ibid., I, 168. Una detallada enumeración de los elemen-

35. Ibid., 157, 157 (nota 6), 161 ss. tos del ingenio, ibid., I, 168 sss.

cxxx
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
sus familias, con sus sirvientes indios
y mestizos vascongados provee ejemplos expresivos de esta
y sus familias. Centro de trabajo, centro de con- implicación. 49
vivencia doméstica, centro de devoción religio- Cuando los altos dignatarios civiles
y ecle-
sa, elingenio era más que la casa grande
y la siásticos ingresaban en Potosí por primera vez,
senzala pues allí se trabajaba, se vivía
y se con- el último descanso que hacían antes de entrar
vivía. en la Villa propiamente dicha era en uno de
La suerte del ingenio dependía del cielo en los ingeniosde las afueras, y esto era algo así
el sentido de que si no llovía lo suficiente las como un homenaje al establecimiento que tenía
lagunas se agotaban y los ingenios tenían que tan grande significación en la vida colectiva de
parar la molienda de minerales y como conse- la Villa. Arzáns despliega su característica ri-
cuencia toda operación del beneficio. Esta era
la queza detallista relatando la entrada de los
otra fuente de angustia de la sociedad potosina. corregidores en Potosí; "Luego que de Tara-
Los ingenios molían, tanto como los minerales paya llegaban al pie de la peña de Munaypata
del Cerro, las ambiciones, las esperanzas, las por donde pasa la Ribera, se apeaban (como
alegrías y las penas no solamente de los azo- al presente lo hacen así) en uno de aquellos
gueros sino de todos los potosinos. En el otro ingenios; allícomen ordinariamente y son visi-
extremo, si llovía demasiado, la angustia se sus- tados de la nobleza, que unos les vienen acom-
citaba ante el temor de una nueva reventazón pañando desde Tarapaya adonde le han ido a
de las lagunas. La Historia ilustra expresiva- dar la bienvenida,
y otros se la dan en aquel
mente ambos extremos. 43 ingenio que estará a un cuarto de legua de esta
La suerte del ingenio estaba también librada Villa. Allí montaban en un buen caballo con
a la oportuna provisión de azogue, cuya falta ricos paramentos y comenzaba a caminar
representaba tanto daño como la falta de llu- con este orden: primeramente los indios de las
vias pues hacía parar asimismo el proceso del provincias que concurren al entero de la mita
beneficio. La Historia registra repetidamente vestidos a su modo, con varios trajes
y figuras
esta otra forma de la inquietud potosina co- extrañas cada parcialidad aparte; luego se se-
44
lectiva. guían los indios vecinos de la Villa, vestidos
El material literario de la Historia refleja di- unos con gala y otros de mojiganga, danzando
versas alternativas de la convivencia entre ele- a coros con varios instrumentos en las
manos;
mentos sociales diversos en los ingenios. En el tras de éstos iban las compañías de indios
de la
relato de "La cruel azoguera” 45 la hija de los mita con sus capitanes alféreces,
y luego se
señores del ingenio "con la ocasión de ver cuo- y
seguían los gobernadores, caciques
y demás en-
tidianamente a un hombre que en el ingenio teradores (indios nobles de la mita) con su
servía de mayordomo, se enamoró de él con español capitán en caballo aderezado”. 50
tanta furia que en todo le hizo dueño de su
voluntad”.En la crónica tradicional de "Doña c. La Villa
Clara la Achacosa” 46 hay otros ejemplos de La Villa era el centro donde la plata extraída
episodios pasionales que tienen por escenario del Cerro y beneficiada en la Ribera se
conver-
un ingenio. Era inevitable que el ingenio se re- tía en moneda, barras
y objetos, y desde donde
flejase además en la imaginación colectiva como
salía hacia España
y el mundo, quintada o sin
un lugar de acaecimientos maravillosos. Tal es quintar (contrabando); era el centro adminis-
la historia en que la Virgen salva a un indio
trativo desde el cual se regía todo el sistema
mortiri de ser triturado en el mecanismo de la
48. de producción de la plata; era la habitación de
molienda. 47 En la historia de "La apuesta con la compleja sociedad que medraba al
48 conjuro
el demonio” éste, encarnado en un hombre, de la actividad argentífera
hace parar con la fuerza del brazo la rueda del y hacía posible si-
multáneamente con su esfuerzo esa actividad.
ingenio y precipita a la muerte a uno de los La traza de la Villa era sui géneris. Una
operarios apostándole que no podía hacer otro magistral caracterización del gobernador Pino
tanto.
Manrique en 1786 sugiere la impresión de esa
Durante de Potosí, expresión
los disturbios peculiaridad: Pueblo levantado tumultuaria-
característica de
vida social potosina en la
la mente por la codicia al pie de la riqueza que
colonia, los ingenios se vieron implicados en
descubrió una casualidad”. 51
las alternativas bélicas. La guerra de vicuñas
y El celo del virrey Toledo 52 ya no pudo rec-
43. Sobre el tema de la sequía, ibid., II, tificar los resultados de la prisa con que comen-
259, 293, 316;
III, 26. Sobre las lluvias, II,
285, 488.
44- Un ejemplo dramático de esto es la lucha entre el zó a edificarsela población después del conoci-
gremio de azogueros y el virrey conde de la Monclova por miento del Cerro, pues las calles nunca dejaron
la provisión
y deudas de azogue, ibid., I, 123; II, 348, 363, de ser angostas y muchas de ellas retorcidas. El
416, 427.
45. Ibid., II, 179.
49. Ibid., I,
341, 342, 343, 370.
46. Ibid., II, 354.
50. Ibid., 299.
II,
47- ibid., II, 268.
51. Pino Manrique, Descripción, p. 3; Historia, I, 42.
Ibid., II, 201.
52. ibid., I, 146.

CXXX1
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

nombre de Chingana, o laberinto en quechua ,


1 53
cijo ocupe en la Historia un lugar más vasto

aplicado a uno de los suburbios, y que Arzáns que la plaza Gato o Kjatu 60 el mercado
del ,

registra repetidamente, retrata la consistencia principal de Potosí. Arzáns no omite del todo

intrincada de algunos lugares de la Villa. esta plaza, mas la actividad económica por sí

La Historia no da una versión descriptiva de no tiene mucho que hacer en la Historia más
Potosí (aunque provee algunos materiales de ese preocupada con el sentido dramático de las
tipo ) sino una versión dinámica en que
54 las cosas.Para describir la plaza del Gato Arzáns
diversas partes de la Villa aparecen participan- se vale de Cieza de León antes que de sí
66
do de alguna manera en los acontecimientos. mismo .

La Villa constaba de dos partes definidas: la Otra plaza que se menciona en la Historia
parte española y la parte india, esta última servía de mercado subsidiario para la venta de
denominada ranchería
50
.
"gallinas, huevos, manteca, carbón y otros man-
67
La Historia menciona muchas calles de deci- tenimientos Se la denomina plaza de las Ga-
.

como la llinas o plaza del Carbón.


dida significación social en la villa,

por las tiendas de


Mercaderes 56 Los edificios administrativos están presentes
calle de los ,

ropa que allí estaban concentradas; la calle por todas partes en la Historia. En el cabildo,
de la Comedia
57
donde estaba el coliseo para
,
además de cumplirse la función comunal, se
las representaciones de las comedias teatrales
sucedían episodios bélicos legendarios y discor-
que venían a Potosí; la calle de la Pelota
58
por ,
dias enconadas que a veces ponían en tensión

el establecimiento donde se practicaba el juego a los ciudadanos de la Villa cuando la Historia

la pelota vasca; la calle de la Chicha


59
por es ya una crónica de hechos actuales. Arzáns
de ,

el expendio del licor de maíz que se consu-


ofrece algunos toques descriptivos sobre el cabil-

mía en la Villa; la calle Lusitana


60
que refleja ,
do con detalles curiosos de su estructura, como
característica de la socie- el relativo a la "escala de la Consulta donde
la tendencia regional ,

dad colonial de Potosí; la calle esquina de la se juntaban los veinticuatros y consultaban lo


y ”. 68
Lechuga 61
donde se vendían legumbres; la es- que habían de determinar arriba
,
69
quina del Reloj
62
Un rasgo urbano caracterís-
.
Las cajas reales aparecen en la Historia sólo
tico de la colonia es que las calles no tenían como algo consabido, con la característica de
designaciones oficiales sino que se las conocía que ocupados en la función de barras estaban
allí los quintos, indios, mulatos y mestizos fa-
por algún elemento definitorio como los men-
70
cionados .
63 mosos por su perversidad .

Las plazas de la Villa son otro elemento ur- Uno de los edificios socialmente más impor-
tantes en la colonia potosina fue la Casa de
bano frecuente en el relato de la Historia como
71
centros de aglutinación social, y a veces de per- Moneda Sobre su primera construcción en el
.

turbación. La plaza mayor de Potosí aparece en siglo xvi y su renovación proyectada en el xviii
72
Arzáns ofrece noticias de paso El personal
la Historia con el nombre de plaza del Rego-
.

cijo

64
"tan grande (aunque más prolongada numeroso de la Casa de Moneda incluía ele-
que ancha) y de mucha capacidad sus porta- mentos de todos los grupos sociales, y entre
— Este nombre
les” . describe muy bien una de ellos se contaban también los quintos / El celo
3

las funciones más importantes de ese elemento de sus preeminencias indujo a los funcionarios
urbano, pues allí se llevaban a cabo las fiestas españoles y criollos a promover querellas, com-
públicas que tanto espacio ocupan en la Historia. ponentes característicos de la vida social en la
74
En otros momentos la plaza mayor podía ser colonia, particularmente en Potosí Uno de los .

como que se sus- hechos de mayor significación para la Villa en


teatro de escenas cruentas las

citaron con motivo de la guerra de los vicuñas, la Historia, la moneda por el


falsificación de

señalado para los ajusti- capitán Gómez de Rocha, con la consecuente


la
y era también el
sitio

ciamientos, que tenían un sentido tanto edifi- visita del presidente Nestares Marín y la rebaja

cante como espectacular. de la moneda potosina, tuvo su centro en la


No es una casualidad que la plaza del Rego- Casa de Moneda 75 Arzáns refiere también otras
.

76
falsificaciones menores .

53. lbid., II, 259.


54. lbid., I, 1 ss. 65. lbid., I, 9, 148, passim.
55. lbid., I, 43. 66. lbid., I, 148-149.
56. lbid., 148, 8, passim.
I, 67. lbid., I, 148.
57. lbid., 391, passim.
I, 68. lbid., I, 150.
58. lbid., I, 391, passim. 69. lbid., I, 9, passim.
59. lbid., II, 304. 70. lbid., 275.
III,

60. lbid., I, 148, passim. 71. lbid., passim. Sobre la Casa de Moneda de Potosí
I, 9,
61. lbid., Al, 225. pueden verse Cañete, Historia física y política; Burzio,
62. lbid., I, 197. La ceca de la Villa Imperial; Vignale, La Casa de Moneda.
63. Estos detalles urbanos pueden estudiarse preferentemen- 72. Historia, I, 147; III, 331.
te en los fondos de escrituras públicas de la documentación 73. lbid., III, 381.
colonial, en particular en las escrituras de compraventas de 74. lbid., III, 268.
casas y de censos. 75. lbid., II, 119 ss.

64. Historia, I, 148, 150, passim. 76. lbid., II, 449, passim.

CXXX11
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
Otro establecimiento repetidamente mencio- cial entre los diferentes elementos constitutivos
nado en la Historia es la cárcel, a propósito de de la sociedad con motivo de las celebraciones
la cual hay una reflexión tan sentida que uno del culto divino;esto tenía una significación
se pregunta si la cárcel tuvo algo que hacer en especial en una sociedad compleja como la de
la vida de Arzáns: quien va a dar a la cárcel Potosí. En las iglesias —
esto no lo dice la His-
"cuanto allí ve han de ser lástimas, y confu- toria pero es pertinente recordarlo aquí — se
sión cuanto oye, cuanto al olfato se acerca es registraban hechos tan importantes como el na-
asqueroso, cuanto gusta es amargo y horrible cimiento, el matrimonio y la muerte, y los libros
cuanto toca; el sueño le es dificultoso, oscura parroquiales constituyen hoy las fuentes más
y triste la habitación, los accidentes (que por importantes para el estudio de diversos aspec-
menudos dejo de referir) insufribles, y lo que tos demográficos en la colonia. La construcción
más debe ponderarse, que es la falta de libertad, de las iglesias suscitaba hechos sociales como el
incomparablemente pesada ”. 77 Una de las me- trabajo de los artífices españoles, criollos, mes-
88
jores tradiciones de la Historia, la denominada tizos e indios ;
el trabajo colectivo; la limosna.
"Gasparote”, ofrece detalles pintorescos sobre Desde los púlpitos de las iglesias los predica-
78
la vida carcelaria . dores no sólo amonestaban en abstracto a los
La iglesia mayor, a la que Arzáns prefiere fieles alcumplimiento del bien y el aborreci-
79
llamar iglesia matriz o simplemente la Matriz ,
miento del mal, pero se hacía crítica social con-
denominación popular que prevalece hoy mis- creta sobre costumbres, disposiciones gubernati-
mo, es en la Historia escenario de memorables vas, conducta de los vecinos 89 Las iglesias eran .

ceremonias religiosas. Además en la Matriz es- lugares de asilo para los perseguidos de la
90
taban fundadas varias de esas instituciones so- justicia .

ciales de la colonia denominadas cofradías, que En un ambiente como Potosí, sobre todo en
se empeñaban igual en actos de devoción que en su época de auge, cuando a ella convergía una
prácticas de bienestar colectivo como el entierro caudalosa población flotante, el tambo 91 o me- ,

de pobres que tenía a su cargo la cofradía de són en quechua, fue una institución caracterís-
la Misericordia, y en la Matriz se hacían tam- tica. Arzáns registra los nombres de varios
bién juntas de azogueros 80 .
tambos de Potosí y sus contornos, como el tam-
A matriz estaban anexas las parro-
la iglesia bo de la Estrella, el tambo de la Cebada, el
quias de la Villa 81 íntimamente vinculadas a ,
tambo de la Quebrada, el tambo del Negro 92 .

la vida de los indios que concurrían al trabajo Otro establecimiento popular que merece es-
minero, y también a la de los esclavos negros tudiarse desde el punto de vista sociológico en

y sus variedades en el curato llamado de pie-


la ciudad colonial es la pulpería. Allí se ven-
82 dían toda clase de cosas, incluyendo
zas Las parroquias de Potosí figuran profusa-
. las de
mente en la Historia que expresa su valor social comer y beber, y Arzáns insiste en que hasta
en diferentes formas, en los relatos de mila- un pulpo se encontró en una de ellas a la venta
y que de ahí les viene el nombre. Según So-
83
gros, de pecadores, de fiestas .

Los conventos e iglesias conventuales, además lórzano, pulpería procede de pulquería, tienda
93
de su significación religiosa específica, servían donde se vendía pulque La pulpería era un .

como locales para la celebración de juntas de negocio en que uno podía enriquecerse con tanta
curas 84
como sedes de gremios
; el ilustre — facilidad que a él se dedicaron no solamente los
gremio de azogueros 85
como sedes de cofra- — plebeyos "sino muchos nobles escondiendo las
días, algunas de acentuada significación regio- ejecutorias y algunos los militares
y honrosos
93a
nal como la cofradía vascongada de Nuestra hábitos por adquirir dinero” El cabildo de
Señora de Aránzazu 86 y como refugio de los ;
Potosí expidió muchas órdenes, especialmente
perseguidos, por ejemplo San Agustín en los siglos xvi xvn, para limitar el número
y otros
para los vascongados durante la guerra con los de pulperías en la Villa e impedir que ellas
87
vicuñas . invadiesen la ranchería de los indios, por los
Las iglesias, consideradas en conjunto, cons- daños que a éstos se les seguían de la venta de
tituyeron en la colonia los centros seguramente vino muchas veces en mal estado 94 .

más activos de convivencia


y aproximación so- Un "grandioso coliseo ” 95 había en la Villa
77- tbid., II, 446. 88. Véase el apéndice "Noticias de arte en la obra de
78. tbid., II, 204. Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela”, Historia, III. 439.
79. tbid., I, 9, passim. 89. Véase "Alcances de la crítica social de Arzáns”, His-
80. Ibid., I, 402; II, 498. toria, I, clxxvi, clxxvii.
81. tbid., I, 9, passim. 90. Ibid., III, 295, passim.
82. Ibid., II, 346. 91. La palabra tambo proviene del quechua tampu, posada,
8_3;
Véase "Materiales literarios de la Historia”, Historia, I, mesón.
ciii.
92. Historia, I, 367, 216, 375, 401, respectivamente.
84. Ibid., II, 436. 93. Solórzano, Política Indiana, I, 256.
85. tbid., II, 427. 93a. Historia, II, 157 35.
86. ibid., III, 11. 94. Mendoza, "Mano de obra minera”, passim.
87. ibid., I, 354, 369, 386, 387. 95. Historia, II, 302.

cxxxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
2
para la representación de comedias, una de las vicuñas’’, mas Potosí pudo resistirla porque las

diversiones características de Potosí en el siglo riquezas permanecieron y permitieron la recu-


xvii. Los frontones para el juego de la pelota peración. La segunda destrucción sobrevino con
representan otro elemento típico de la vida la inundación de la laguna de Caricari, estrago
90
social de la colonia. grande pero no definitivo, pues aunque se des-
El arroyo de la Ribera atravesaba el ámbito truyó "casi toda la Ribera” "que era de donde
de Villa y había ingenios edificados den-
la pendía la felicidad de la Villa”, fue mucho '

tro de la planta urbana. Potosí cobraba así un mayor la magnificencia del Cerro pues no pasó
aspecto acorde con su condición minera, y esos ni un año sin que se volviese con sus efectos a
establecimientos de trabajo metalúrgico y de reedificar los ingenios y tornó a su lucimiento
3
convivencia social quedaban en contacto inme- la Villa”.
diato y diario con la actividad general de la La tercera destrucción, ocasionada por la re-
97
Villa. baja de la moneda, fue tal que "hasta hoy no
En2. los contornos de Potosí estaban algunos se ha podido levantar Potosí, y sólo la poderosa
parajes clásicos como Carachipampa, el Ttio o mano de Dios será bastante a volverla a su an-
Arenal, Munaypata, Tarapaya, Cantumarca, las tiguo lucimiento, porque a esta caída se le han
Cebadillas que aparecen repetidamente en la seguido otras, conque agobiada y sin fuerzas
Historia asociados a los acontecimientos béli- no puede ya casi decir esta Villa: 'Yo soy la
cos, la vida pasional, la expansión epicúrea. 98 grande en riquezas’, sino 'Yo fui, y mis sober-
4
Tarapaya es el escenario de muchos episodios bias puesto ahora por los suelos’ ”.
me han
romancescos. 99 En las Cebadillas se hacían cele- Además de permanente en el tiempo, esta des-
braciones festivas que suscitaban la iracundia trucción fue extensa en el espacio y en su al-
de Arzáns. 100 cance social: "Fue tan general esta destrucción
que alcanzó a todos los reinos del Perú, sin
escaparse en ellos y particularmente en esta
MOMENTO HISTÓRICO DE POTOSÍ
Villa (como fuente de riquezas) español, ni
EN 1705-1735
indio que no experimentase grandísimo daño
3
Las observaciones que Arzáns comunica en la y menoscabo de su caudales”.
Historia permiten comprender cuál era la crisis La calamidad no se redujo a la sola rebaja
histórica por la que atravesaba la sociedad po- sino que al mismo tiempo se empobrecieron los
tosina en el tiempo que duró la composición del minerales del Cerro. "Fue tal esta venida y dis-
libro. Y
el establecimiento de esa crisis sirve a posición del presidente que aun se hizo apren-
la vez para comprender mejor la Historia como sión (o fue en realidad por disposición divina)
expresión de un modo de pensar y sentir más que Cerro también se conturbó pues bajaron
el

colectivo que individual. El momento histórico de ley los metales de sus labores, quizá sin-
de Potosí en tiempo de Arzáns era de declina- tiendo la rebaja que en el fruto de sus entrañas
6
ción creciente. se había hecho tan mal considerada”.
En particular el año 1656 marca el punto
a. Punto de partida de la declinación de partida de la declinación a consecuencia de
Arzáns señala repetidamente como origen de las causas mencionadas, que Arzáns reitera
la declinación definitiva de Potosí la "tercera como buscando la convicción completa del lec-
destrucción que tuvo la Villa con la rebaja de tor: "Desde este año se comenzó a experimentar
la moneda hecha por don Francisco de Nesta- el daño que se les siguió a todos los moradores
1
res Marín”, visitador de Potosí con la rebaja de su señoría [el pre-
y presidente de la audien-
cia de La Plata, a mediados del siglo xvii. sidente Nestares Marín] en la moneda, no por-
La primera destrucción había sido ocasiona- que ya no se había dejado sentir en los tres
da por "aquellas memorables guerras de los años antecedentes desde que la hizo con el rigor
que atrás queda dicho, pero desde este año co-
9 6. Ibid., I, 313. menzó su mayor experiencia porque se juntó
97. Se puede tener una ¡dea exacta de lo que era Potosí
como ciudad, incluyendo los tipos humanos, gracias al mapa la disminución de la riqueza en los metales
pictórico de la Villa Imperial compuesto en 1758 por el de las minas opulentas, atribuyendo esta Villa
pintor potosino Miguel de Berrío (Museo de Pintura Colo-
nial, Sucre, Bolivia. Una reproducción de este mapa pictórico
a desgracia del presidente lo que más bien pu-
en Documentos de arte colonial sudamericano. La Villa diera atribuir a las culpas con que tenía muy
imperial, p. 1-3.
98. Los relatos ejemplares, de asombros, de guerras y
ofendida a la majestad divina”. 7
pendencias, de fiestas, de milagros, de pecadores, las leyendas
y tradiciones y los relatos transicionales que componen el 2. Ibid. Para el relato de las guerras de los vicuñas, ibid,
material literario de la Historia contienen numerosas alu- I, 314 ss.

siones a todos estos parajes clásicos de Potosí. 3. Ibid., II, 123. Para el relato de la inundación de la

99. Véase la circunstanciada descripción de la laguna de laguna de Caricari, ibid.. II, 1 ss.

Tarapaya, con la lámina correspondiente, en la Historia, 4. Ibid., II, 123.


I, 21 ss. 5. Ibid.
100. Ibid., III, 220. (1. Ibid., II, 124.
1. Ibid., II, 123. 7. Ibid., II, 156.

CXXX V 1
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
de Potosí fue resultado de
Si la declinación aun qué comer tenían”. 15 En 1723 "los robos
la rebaja de la moneda ejecutada por Nestares continuaron aun en los sagrados, sin reservar
Marín en cumplimiento de disposiciones reales las diademas de plata de las imágenes, blan-
es cosa que queda por averiguar con el estudio dones, mayas y vinajeras, porque la pobreza
de la documentación positiva, así como el su- obligaba a cometer tales sacrilegios”. 10 En 1729
puesto empobrecimiento de los minerales del Arzáns condena al visitador conde de Fuente
Cerro en esos mismos años. Roja y otros ricos que habían hecho un toril en
el paraje de San Clemente para jugar toros los
b. Sentimiento de la pobreza presente
domingos, "estándose experimentando tanta
Las cantidades de plata que salían de Potosí pobreza en muchísimas personas en quienes
anualmente para la real armada parecen tradu- podían emplearse mejor aquellos gastos”. 17 En
cir elocuentemente la declinación. Arzáns dice I 735 algunos ricos sacan subrepticiamente
sus
que antes de la rebaja de la moneda las cifras caudales para España y en la Villa "sus habita-
de lo remitido para España oscilaban entre dores quedan pereciendo,
y nadie mira por su
2.200.000 y 3,500,000 pesos. 8 En 1703, cuando conservación”. 18
Arzáns va a iniciar la composición de la Histo-
ria, esa cifra había bajado a 1,000,000 de pesos. 9 c. Nostalgia de la grandeza pasada
En I 735 > cuando
la Historia está en sus postri- Acongojado, Arzáns pasea la vista en torno,
merías, la cifra había bajado aún más, hasta mira bocaminas desiertas, trechos de la Ribera
666.000 pesos. 10 destruidos, ingenios caídos, casas abandonadas,
No son menos elocuentes las alusiones de gente resignada y astrosa transitando por la
ambiente que año tras año, se encuentran en la Villa, y no puede menos de interrogar: "Dime,
Historia. En 1703, cuando el arzobispo de La famosa Villa de Potosí, ¿qué se ha hecho tu
Plata ejecutó en Potosí la real orden para que antigua grandeza, riqueza
y pasatiempos tan
los curas pagasen de sus bienes el subsidio de gustosos?”. Y
se responde él mismo: "Todo
10%, hubo clérigo tan fatigado de pobreza se ha acabado, todo es pena
y fatiga, todo llan-
que de dos razonables camisas que tenía vendió to y suspiros”. 19 Y
volviendo la vista al Cerro:
una para juntar el dinero; otros vendieron sus "Entonces cualquier piedra del Cerro toda era
sábanas, manteos y pobres alhajas”. 11 En 1709 plata y hoy todo es tierra”. 20
se suscitaron incidencias acaloradas por los pre- Luego remonta el recuerdo, como lo hacían
cios de
carne que se vendía en
la el rastro "sus ancianos
y y pobres hijos, aquellos que go-
que la gente pobre impugnó como muy caros, zaron de mucha prosperidad
y hoy no alcanzan
concluyendo Arzáns por decir, desalentado por para sus sustentos 21 hacia la grandeza preté-
,

la resolución que las autoridades dieron al caso: rita forma algo así como un inventario de la
y
"Escandalizada toda esta Imperial Villa clama- abundancia que gozaba la Villa antes de la ne-
ban y claman a Dios, pues no hay otro remedio fasta visita y rebaja de la moneda hecha por
para tanta necesidad que se padece. Lloren, Nestares Marín. Ochenta minas "sobresalientes
pues, los miserables indios, giman los pobres en el Cerro había, con más de
15 minerales
españoles, clamen los sacerdotes”. 12 En de plata y otros 10 de oro en los contornos; en
1715
"entre otras calamidades que padecía esta Villa la Ribera molían 132 cabezas de ingenios
hacía también su principal papel la pobreza y 48
trapiches; la mita era de 5,000 indios anuales;
porque sobre no haber azogue [. . las pocas en la Villa había 72 tiendas de "opulentísimos
.]
piñas [ llevaban los españoles a los
. .
.
] se la mercaderes”, 360 pulperías, 212 canchas o mer-
13
franceses”. En 1716 Arzáns dirige estas im- cados. - "
Hubo quien, "vendiendo una mano de
precaciones al virrey entrante príncipe de Santo papel en un peso, fue principio para adquirir
Buono: "Oíd, señor, las quejas de este reino, con él en 14 años 300,000 pesos”. 23 Las dotes
de los pobres, digo, que ya fenecen al rigor de se apreciaban unas en cantidad de millones
la ambición, [ de tanta nobleza que pe- y otras de muchos centenares de millares en
. .
.

rece, tanto sacerdotes


y religiosos que no alcan- oro, plata, joyas
y cabezas de ingenios”.
24
Cada
zan ya un pan que comer [...]. Mirad, mujer "se ponía 12, 15
y 20,000 pesos en galas
señor, que todo está en la última miseria”. 14
y joyas, pues sólo las perlas y bordados de sus
En 1721, apurados los azogueros para que chapines pasaban de 600
y 1,000”; aun las san-
pagasen sus deudas atrasadas por el azogue, dalias de las mestizas tenían sus ceñidores
"de
dijeron que "quedaban a perecer”
y "que ni lbid., III, 129.
lbid., III, 153, 156,
lbid., III, 297.
8. lbid., 158.
II,
lbid., III, 397-
9- lbid., II, 416.
lbid., II, 322.
10. lbid., III, 388.
lbid., II, 392.
11. lbid., II, 416.
lbid., II, 156.
12. lbid., II, 471.
lbid., II, 158-161.
13. lbid., III, 29. lbid., II, 157-
14. lbid., III, 59. lbid., II, 159-

cxxxv
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

cordones de seda y oro, embutidas perlas y leja, la moraleja de la historia de Potosí: "Por
rubíes, sayas y jubones bordados en tela fina de cierto fue ésta una de las notables caídas que
plata, prendedores y cadenas de oro las indias ;
han acontecido por las poblaciones del mundo:
cubrían sus cabezas con vinchas "de perlas, al- ver tanta vanidad, tan incomparable riqueza
jófar piedras preciosas” y los indios llevaban vuelta en polvo y en nada. Ejemplo cierto bien
y
en sus cabezas llautos que valían "ocho y 10,000 notable, así para que los pobres y afligidos se

pesos por las muchas perlas, esmeraldas, dia- consuelen y sufran con paciencia las adversi-
mantes y rubíes que en ellos había”.
25
Para el dades como para que los muy ricos y poderosos
día de Corpus "con ostentación admirable” cu- (que se ven en la cumbre de la prosperidad en
brían con barras de plata "el suelo de los altares las ciudades y demás poblaciones opulentas)

todo el espacio de la Casa de Moneda y cajas que no se fíen del mundo, que a las veces suele

reales”.
26
Luego pasa revista a los ingresos de halagar con el rostro y herir como escorpión
alcabala, los quintos reales, los gastos de mate- con la cola y levantar a los hombres en alto
riales y salarios en el Cerro, el adorno de las para después dejarlos caer con mayor estruen-
30
casas, "la pompa y vanidad de sus humanas do”.
fiestas”, las máscaras portentosas, la magnifi- Sin embargo, la esperanza de una recupera-

cencia "del maldito regocijo del las carnesto- ción no dejó de alentar en los potosinos. En
27
lendas”, los juegos, comedias y danzas. . , 1701, con motivo de las fiestas de la coronación
En cierto momento Arzáns se deja arrastrar de Felipe V, esa esperanza tenía urgencias in-
por la desesperación ante el contraste entre el mediatas, y los potosinos invocaban al Cerro
esplendor pasado y la adversidad presente, e con palabras como éstas: "Y pues ya estás en
impreca: "Mejor fuera en ocasiones no experi- el siglo que han prometido felicidades y has

mentar sobras y grandezas de temporales bie- comenzado a descubrir nuevas riquezas, des-
nes, si por fin han de parar en miserables ba- embaraza los riscos de tus venas y permite
jezas y lamentable falta de ellos, para mayor (pues no será nuevo en ti) en que tus famosos
confusión y sentimiento de que a la posesión mineros te saquen las entrañas. Mucho has
de riquezas, pompas y aplausos se le siga po- dado, pero mucho más tienes que dar; comience
brezas, miserias y desprecios. ¡Oh, cuánto de tu magnanimidad a dar ricos metales en albri-
31
esto experimenta hoy la siempre augusta Villa cias del invicto monarca que has merecido”.

Imperial de Potosí!”.
28 La esperanza hacía soñar a los potosinos con
días aún más esplendorosos que los pasados.
d. Sublimación y esperanza En 1720, en medio de los quejidos por la "ca-
La declinación fue gradual evitando así el lamidad de la pobreza”, Arzáns proclama que
desencadenamiento de un fenómeno de deses- "mucho es lo que [el Cerro] ha dado y mucho
peración colectiva. Dio tiempo asimismo al re- es lo que tiene que dar” y dice, nada menos,

ajuste anímico. En la Historia este reajuste se que si los azogueros no estuvieran tan pobres
expresa en la idea de que si la riqueza trajo a "pudieran, pasándolo con un socavón de po-
Potosí prosperidad y esplendor, también trajo niente a oriente, desaguar sus labores y de ellas
pecados, "ofensas a Dios”, y, consecuentemente, sacar una inmensa riqueza que excediera a la
32 Historia declara que
"guerras, disensiones, odios, pendencias, muer- pasada”. Finalmente la

tes y heridas”, calamidades, en suma, en castigo así como la declinación de Potosí es un castigo

de esas ofensas. Así, pues, aniquilada la pros- por sus culpas, las obras de caridad a que aho-
peridad, "todo es paz, virtud y devoción en sus ra se consagra y su veneración del culto divino
moradores”, y si ya no hay "superfluas y vanas y otros objetos
piadosos servirán para "enmen-
fiestas, todos emplean ahora mucha parte de sus dar lo pasado”, de manera que "nunca hasta el
caudales en divinos y verdaderos festejos”. Ar- fin del mundo cesará este rey de los cerros de
33
záns llega por este camino hasta el extremo de dar lo rico de su plata”.
congratularse por la declinación: "¡Oh gran
Potosí, qué de lauros mereces por el trueque 3. INFORMACIÓN Y CRÍTICA SOCIAL
admirable que has hecho! Precipicio dichoso ha
sido el tuyo pues por él te has elevado hasta Grupos raciales y nacionales
a.
llegar a emplear tus fuerzas en servicio de Dios
29 La sociedad potosina aparece en la Historia
y de sus santos!”.
Otro elemento de la sublimación es la idea constituida ante todo por ingredientes de san-
españoles, criollos, in-
de que la decadencia potosina debe servir como gre y nacionalidad:
una lección al género humano, como una mora- dios, mestizos, extranjeros, negros.
Españoles. Ante los españoles Arzáns se sitúa
25. Ibid., II, 322.
26. Ibid., II, 322. 30. Ibid., II, 323.
Ibid., 161. 31. Ibid., II. 405.
27. II,
32. Ibid., III, 108.
28. Ibid., II, 156.
33. Ibid., II, 323.
29. Ibid., II, 322, todo lo transcrito en este párrafo.

CXXXVI
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
en una actitud rigurosamente crítica y les hace pañoles Arzáns se vale simbólicamente de una
numerosos cargos: historia de pecadores. En 1560, encontrándose
Codicia y crueldad: Los españoles conquista- en Potosí los españoles "sin la compañía de
ron las Indias "con lamentable acabamiento de mujeres españolas (que el riguroso temple no
millones de sus naturales e indecible crueldad, permitía entonces su delicadeza) quitaban sin
[. .] que no trataban de conquistar una alma
. temor de Dios a los indefensos indios sus pro-
para Dios sino solamente el oro, la plata y per- pias mujeres y se habían adúlteramente con
las, de que tanta abundancia no saciaba aquella ellas”, y defendiendo "los indios la sinrazón
y
infernal codicia, siendo necesario poner todo su violencia que les querían hacer, los mataban
cuidado los católicos reyes (que se sucedieron cruelísimamente”. En castigo Dios envía a Po-
unos a otros) para atajar tan indecible rigor, y tosí "una mortífera peste de un mal no cono-
aun no basta ni bastará”. 34 Como consecuencia cido” que mataba en pocas horas,
y "para que
de esta codicia y crueldad muchos indios "se se conociese que la indignación de Dios era
fueron [. .] a vivir entre aquellas incógnitas
. solamente contra los españoles” no murió nin-
naciones, sin fe ni conocimiento del verdadero gún indio. 41
Dios; otros se quitaban la vida con sus manos, Odio regional: Originalmente el título que
otros se remontaban [. .
.] y se escondían en Arzáns había previsto para la Historia fue
las quebradas y grutas de los montes con sus "Guerras civiles y casos memorables de Poto-
42
mujeres e hijos, y allí morían de hambre; otros sí”. Las pendencias, desafíos, guerras
y otros
quedaban en poder de los españoles hechos es- "bandos de naciones” causados por el odio re-
clavos [. Por lo cual se puede decir segura-
. gional rebosan en las páginas de la Historia,
y
mente que aquellos españoles no conquistaron eran tales que muchas veces "cualquier viente-
el Perú sino que todo lo redujeron a tiranía”. 35 cilio de vanidad, contradicción o palabras de
como potosino Arzáns atri-
Particularmente poco fundamento ocasionaban tan sangrientas
buye a de los españoles el que Potosí
la codicia refriegas, atroces muertes
y lastimosas tragedias,
no se beneficiase de sus propias riquezas, "por- porque reinaba tan de asiento en Potosí el odio
que bien mirándolo, tantos centenares de millo- y desunión de las naciones”.
43
La máxima ex-
nes de plata que se han sacado de este gran presión del odio regional en Potosí fue la
Cerro, ¿a dónde han ido a parar sino a los guerra de vicuñas y vascongados en el primer
reinos de España? [. .] Sin mirar el daño que . tercio del siglo xvii, primera destrucción o
se hace, todo aquello que pudiera sobrarle [a plaga de Potosí, según la fórmula de Arzáns. 44
Potosí] para su mayor prosperidad se lo quita, Este conflicto resume todos los demás episodios
enriqueciendo a los extranjeros”. 36 En esta últi- del odio regional.
ma cláusula Arzáns alude al contrabando que Presunción de nobleza: Arzáns dice irónica-
en su tiempo los españoles de Potosí hacían mente que en 1555 había en Potosí más de
con los franceses dándoles plata 4,000 españoles que, según ciertos autores,
y recibiendo
en cambio ropa. eran todos nobles, como si sólo el nacer en
A veces la acritud de Arzáns se reconcentra, España fuera general nobleza”. 45 La presunción
como cuando recuerda que al iniciarse la peste estaba acompañada de insolencia y menosprecio
general de 1719-1720 "se experimentó como a las Indias:" 'Maldita esta tierra’, "dirán”,
siempre ser más terrible la codicia española donde el diablo me ha traído a padecer nece-
que de otras naciones extranjeras, pues lo que
la sidades cuales nunca en la mía experimenté;
el francés había dado por 10 pesos el español maldita la hora que me embarqué para este
no estaba contento con 30 [...]. Mostrábanse infierno de las Indias’ ”. 4C Arzáns vuelve con
aquellos hombres olvidados de la común natu- reiteración incesante sobre el tema. 47
raleza; como si fueran impasibles no se acor- La Historia dice mucho en particular de dos
daban con su fiera condicia de lo que había de variedades de españoles en Potosí, una de pro-
experimentar el pobre, la viuda, el huérfano”. 37 cedencia regional los vascongados— otra — y
El tema de la codicia
española está presente de edad y tiempo de residencia en la Villa
en el material literario de la Historia, como en — los chapetones —
el relato del corregidor codicioso que se va Arzáns se preciaba de su sangre vascongada
al
38
infierno. Además encarna la codicia en algu- y tiene palabras de elogio para con esta "escla-
nos españoles coetáneos como el justicia mayor recida nación”. 48 Se advierte, sin embargo, que
Manrique30 y el contador Tijera.
40
esto es mas una concesión a sus amigos vas-
Lascivia: Para encarecer la lascivia de los es-
4 i. Ibid., I, 113-114.
34 Ibid., I, 14
-
-
42 Arzáns, Anales, p.
-
2.
35 Ibid., I, 26.
43 Histoi ia, II, 232.
-
-

36. Ibid., I, 179 Ibid.,


-
44 - I, 314 ss.
37 - Ibid., III 78. Ibid.,
,
45 - I, 96.
38 . Ibid., II] , 78 .
46. Ibid., I, 215.
39 - Ibid., II, 403 412, 417, 462. Ibid.,
,
47 - II, 225, 240, 388 .

40. Ibid., II, 469, III. 59 . 355 48. Ibid.,


-
I, 314; II, 50.

CXXXVll
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

congados, pues el tono general de la Historia No era de extrañar, pues, que los chapetones
es adverso a esta variedad regional por su afán fuesen vistos con ojeriza por el pueblo y que
de predominio y su ambición. Informando que éste tratase de cobrar agravios cuando podía:
un vizcaíno obtuvo en 17 11 el remate de las en 1721, el domingo de carnaval, habiéndose

alcabalas "en mucho menos de la cantidad en rumoreado que no se correrían toros como de
que sus antecesores la tenían”, sugiere que "así costumbre, la plebe quiso por este motivo "rom-
lo conseguiría por vizcaíno”, y añade: "¿cuán- per con la juventud de España”, y montados
do la codicia y la ambición de los hombres no lo muchos en sus caballos y muías, prevenidos de
49
atropella todo?”. Cuando en 1713 la audien- espadas, dagas y puñales, ya se arrojaban a in-
cia de La Plata rechazó la pretensión de los corporarse con aquellos chapetones y con algún
vascongados para celebrar la fiesta de la cofra- golpe de estribo o riendas provocarlos y ejecu-
60
día de éstos, Nuestra Señora de Aránzazu, en tar sus iras”.

San Francisco y no en San Agustín como era Arzáns cuenta a los criollos como
Criollos.

tradicional, Arzáns glosa: "no sin falta de gran- otra nación más en Potosí, junto a las naciones
dísima rabia de los vizcaínos porque es nación regionales de España: "la nación que vulgar-
que en esta Villa siempre ha querido salir con mente llaman criolla”. 61 Define a los criollos
cuanto ha pretendido”; y agrega: "los vizcaínos como "españoles de las Indias, que con nombre
lo movieron todo”. 50 de criollos se distinguen de sus padres (cuando
Inicialmente Arzáns da un concepto restrin- éstos son de España) y habidos en mujeres
62
gido de la palabra chapetón: "mozos vizcaínos castellanas o criollas”. También los llama pe-
que por acá llaman chapetones cuando son los ruanos: "la [nación] de los peruanos (que lla-
principios de su llegada”.
51
Luego extiende el man criollos) ”, 63 y advierte que usa este nombre
concepto al español "recién venido de España "por no repetir siempre el de criollos, que es
a las ciudades y villas de este reino”,
02
y con- dicho vulgar”. 64
firma: "chapetón no es otra cosa en las Indias Los criollos de Potosí debieron su existencia
que cuando un hombre de la Europa está re- a un milagro según Arzáns apoyado en Calan-
ciente en su llegada a ellas”.
0 ’'

En el siglo xvm cha. Después de la fundación de la Villa los

los chapetones, entendidos como mozos espa- hijos de españoles no podían sobrevivir al frío

ñoles, solían venir al cuidado de los géneros de "pues sucedía nacer el niño en las entrañas de
los cargadores de ropa: "a estos chapetones su madre
y helarse luego”, y por esta razón se
trajeron varios cargadores de ropa por Buenos iban las españolas a dar a luz a los valles cir-
Aires”.
54
Arzáns no tiene simpatía por los cha- cunvecinos. En 1584 San Nicolás de Tolentino
petones. Caracteriza así a uno de ellos: "Malí- obró el milagro de que en adelante los hijos
sima bestia es un ruin natural aunque caiga en de españoles sobreviviesen, y "fue tal el favor
el príncipe más grande. Una mala inclinación, que merecieron con esta diligencia que todos
sea de este o de aquel vicio, no podrá quitarla lograron sus hijos y todos se llamaron Nicolás
ni atajarla sino sólo el divino poder”.
55
Las en aquellos tiempos”. 65
características generales señaladas para los es- Arzáns se siente del todo criollo. Dice que
pañoles existen, si cabe en mayor grado, en los "hablando sin pasión alguna y con la verdad”,
chapetones. Así la codicia: "cada uno de éstos los criollos son "de agudos entendimientos
y
quisiera un Cerro entero de Potosí”.
56
También felices memorias”, aprenden fácilmente las
la "Pero ¿qué podía acarrear la las-
lascivia: ciencias, "son grandes juristas y cabales estu-

civia desenfrenada sino males para todos? En diantes en ambos derechos”. No se aplican "a

la juventud de España fue este año con tal artes mecánicas y menos a ser marineros, pul-

extremo que destruyó a muchos cargadores, peros ni a otros indecentes ejercicios”. 66 Uno
pues hubo quien tuvo ocho cajeros chapetones de tantos "como buen peruano es de gran cari-
dad, política y urbanidad”, 67 y los beneficiado-
y todos gastaron en mujeres perdidas lo aje-
no”. 57 La lascivia de los chapetones da tema res criollos son "insignes”, teniendo sobre los

en el material literario de la Historia para el españoles la ventaja de saber el idioma de


los indios para entenderse 6s
cuento "Los lascivos mercaderes”. 58 Arzáns se- con éstos.

ñala también en los chapetones la turbulencia.


59 Los son víctimas del aborrecimiento
criollos
de los españoles. Desde sus propios días Arzáns
49. Ibid., II, 492. traslada el tema de la inquina española contra
50. Ibid., III, 11.
51. Ibid., I, 315.
60. Ibid., III , 126.
52. Ibid., I, 324.
61. Ibid., I, 126.
53. Ibid., II, 75.
62. Ibid., I, 182.
54. Ibid., III, 74.
63. Ibid., I, 186.
55. Ibid., III, 242. Ibid., 66.
¿4- II, 1
56. Ibid., III, 73. 65. Ibid., I,193.
57. Ibid., III, 208. 66. Ibid., II, 333-
58. Ibid., II, 172. 67. Ibid., II] 377-
,

59. Ibid., III, 123. 68. Ibid., I, 126.

cxxxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
los criollos hasta el ciclo de los corregidores "defender sus vidas (que es ley natural), sus
legendarios de Potosí y dice que ya en 1587 haciendas, patria y honra”, y se apoya en Isaías
comenzaron a perseguir a los criollos para fa- y San Pablo para justificar sus expresiones.
78

vorecer a los españoles, y los criollos se defen- El propio conde de Lemos había dicho en una
dían con las armas en manos. 69 El tema se
las ocasión, hablando de cierto caballero potosino,
repite intermitentemente, siempre sobre el fondo que "sólo tenía una falta la cual era ser crio-
del corregidor tiránico, y el odio se va particu- llo”, "como si el cuando
serlo fuera defecto,
larizando entre vascongados y criollos. 70 Más de ninguna nación puede estar libre de tener hom-
una vez los disturbios estallan porque los vas- bres con graves faltas [. .], advirtiendo que .

congados matan niños criollos. 71 peruano de Potosí nunca ha sido contra sus
La guerra de vicuñas y vascongados da opor- reyes católicos pues ninguno ha cometido cri-
tunidad a Arzáns para hacer más evidente esta men de lesa majestad ni le ha usurpado sus ha-
enemistad y para superponer los sentimientos de beres reales”, 79 aludiendo aquí a las sublevacio-
su propia época sobre una época pretérita. En el nes y la codicia de los españoles.
discurso que don Antonio Géldrez, jefe legen- Cuando la Historia se constituye en crónica
dario de los vicuñas dirige a sus compañeros al de hechos actuales, se repiten los mismos
los
partir para España, "lo primero que ordeno y temas. Arzáns anota diligentemente cuanto abu-
encargo”, dice, "que todas las naciones estéis so cometían los españoles contra los criollos, y,
unánimes con los criollos para la destrucción de un ejemplo entre tantos, hace todo un episodio
estos salvajes vizcaínos”. 72 En otra arenga, Juan sobre la lascivia y desvergüenza de un andaluz
Suárez, criollo, proclama: "Como criollos [. . .] que quitó su mujer a un criollo. 80
defendamos solos nuestra honra y mantengamos Arzáns impugna especialmente, como testigo
nuestro crédito”. 73 presencial, el afán de los españoles por pros-
Después de la guerra, el odio se va acentuan- cribir a los criollos de las funciones públicas.
do y vascongados acaban por cons-
los criollos y Cuando el justicia mayor Manrique y otros es-
tituirseen enemigos capitales. Para Arzáns no pañoles se oponen en 1706 a que un hijo y un
había vascongado que no aborreciera a los crio- yerno del azoguero José de Quirós ingresen en
llos: cierta vez dos de éstos van a extraer mi- el cabildo como veinticuatros "ni que obtuvie-
neral de la labor de uno de aquéllos, "y como sen puesto alguno”, observa: "sin que para ello
vascongado este caballero enemigo de criollos hubiese dado motivo José de Quirós sino sola-
los hizo matar a entrambos en la boca de aque- mente ser criollo y haberle dado Dios riquezas,
74
lla labor Arzáns señala el gobierno del ge-
,
siendo así que [. .] las sabe emplear en buenas
.

neral Gómez
Dávila, 75 en los años 1661
y si- obras y servir al rey con ellas”, 81 alusión implí-
guentes, como notable por la parcialidad de cita a los muchos españoles engolfados en el
este corregidor en favor de los vizcaínos contrabando de plata esos mismos días. En 1724
y su
aborrecimiento a los criollos porque unos mozos los émulos españoles de don José Fernández
de esta nación le faltaron al respeto al comien- Valdivieso, criollo de Lima, pretenden infruc-
zo de su gobierno. tuosamente impedir que sea corregidor de Po-
El encono de los dueños de minas e ingenios tosí, "quedando royéndole hasta los huesos la
de un bando y otro se comunicaba a sus mina- contraria nación, porque siempre pretenden salir
dores del Cerro
y sus mayordomos de los inge- con su intento contra los criollos o peruanos”. 82
76
nios. Arzáns, desde luego, se apresura a hacer
El aborrecimiento a los criollos llegaba hasta notar el aborrecimiento contra los criollos en
al virrey. Arzáns condena en particular al
conde los sacerdotes españoles, como
"el maestro don
de Lemos por su injusticia contra los criollos José de la Piedra [que] mostró muy des-
se
y andaluces coligados en los disturbios de atento con todo el clero sólo por mantener
Puno en 1668 y por el favor que daba a los aquel odio de vizcaíno a criollo tan antiguo
vizcaínos. 77 Lo condena también por haber or- como permanente”. 83
denado que los criollos de Potosí fuesen des- El material literario de la Historia refleja
armados: virrey "se mostraba todo vizcaíno
el profusamente estas características de la sociedad
aunque era gallego, porque en España en este potosina. 84 En un episodio un criollo socorre
y
Perú se le tenía encargado el negocio”, cuando espléndidamente a un español que andaba des-
los criollos en Potosí no hacían otra cosa que esperado por la Villa a punto de perecer de
necesidad, y Arzáns anota: "Vean esta liberali-
69. Ibid., 182, 185, ss.
I,

70. Ibid.,
dad los españoles poetas que en algunas de sus
189, 220, 280, 285.
I,
71. Ibid., 220, 245.
I,
78. Ibid., II, 246.
72. Ibid., I, 327.
79- Ibid., II, 246
73- Ibid., I, 332. 80. Ibid., III, 189
74. Ibid., II, 216. 81. Ibid., II, 432.
75. Ibid., II, 200 ss. 82. Ibid., III, 166.
76. Ibid., II, 233. 83. Ibid., III, 334.
77. Ibid., II, 245. 84. Ibid., I, 215, 227, 294; II, 146, 226.

CXXX1X
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

obras (que muy apropiadamente se les puede Arzáns asienta la necesidad y utilidad im-
dar el nombre de coplones) dicen que desean prescindible de los indios en la sociedad colo-
ver un criollo liberal. Pero no lo podrán decir nial: Sin los indios "no hay nada en estos reinos

por los naturales del magnífico Potosí, pues porque estos naturales labran las minas, culti-

cada día se experimenta en esta Imperial Villa van las tierras para todo mantenimiento, ellos

semejantes liberalidades con ricos y pobres, tejen la ropa, fabrican las casas y mantienen
93
cuanto miserias, avaricias, codicias y cortedades todos los oficios mecánicos” Sin los indios la

en muchos de sus vecinos de aquellos que son de sociedad colonial es "un cuerpo sin pies ni

España, y esto no sólo en vida mas también en manos”. 96


muerte. Pocos son los ricos de aquellos reinos No
obstante esto los indios son la víctima
que en esta Villa han muerto que con su dinero propiciatoria prácticamente de todos los demás
demás riquezas hayan dejado alguna obra pía ingredientes de la sociedad colonial. Tanto los
y 85
o alguna limosna considerable a los pobres”. españoles como los mestizos "maltratan a estos
En otra historia, una doncella criolla a quien desventurados indios y luego llevan la corriente
sus padres forzaban a casarse con un vascongado de que no hacen nada bien, cuando aun las
prefiriendo ella a un andaluz, cuando el sacer- fieras se sujetan a la suavidad con que las ri-

dote en templo hace


el la consabida pregunta, gen”. 97 Los negros por su parte infieren gra-
responde que no quiere al vascongado sino al vísimos daños a "los pobres indios de esta Villa
andaluz, y se origina un gran trifulca en el tem- por el aborrecimiento que naturalmente les tie-
plo.
86
Las "famosas fiestas que hicieron en esta nen”. 98 Estos malos tratamientos se han hecho
Imperial Villa sus nobles criollos” en 1608 tan inveterados que no hay remedio para ellos
tuvieron por motivo el haber los españoles, y en este mundo y sólo debe esperarse de Dios,
99
especialmente los vascongados, impugnado a o de ellos mismos, el término de sus agravios.
los criollos por su "poca destreza en la gallar- Una de las cualidades que Arzáns pondera
día y mando de que no sabían
los caballos y más en los indios es la humildad. Al describir
de invenciones curiosas”.
87
No solamente los las fiestas en la colocación de la iglesia de San

varones pero las mujeres criollas tienen un valor Francisco en 1714, hace un sentido homenaje
sin igual, como lo acredita la historia de "Las de los artífices indios que participaron en la
dos arriscadas doncellas doña Eustaquia de construcción, y dice: "Lo más notable en ella
88
Urinza y doña Ana de Souza”. Otras criollas es ver los artífices de tan poca consideración
valerosas rescatan a sus maridos de las justi- entre los hombres, que por ser unos pobres in-
89 defender con dios naturales de esta Villa parece imposible
cias, y madres e hijas salen a
armas a sus maridos y padres contra los malos haberla hecho por sus manos. [. .] Pero la .

vizcaínos.
90
Francisco Verazano, versión poto- humildad de estos pobres indios no mira el des-
sina de Don Juan, es criollo.
91
Ya en territorio precio que de ellos se hace, sino que poniendo
de la crónica tradicional, doña Magdalena Té- todo su afecto en ser obra para Dios tienen por
100
llez hace matar a su marido vizcaíno porque su divina mano el acierto necesario”.

no había cumplido su palabra de vengarla, y La Historia ensalza la capacidad de los indios


cuando llegan las justicias a prenderla les in- para aprender y observa que "comúnmente los
crepa: "Criolla soy y enemiga vuestra por de este peruano reino son de muy rara habili-
esto”.
92 dad, claro entendimiento y general aplicación,
Indios. Arzáns proclama reiteradamente la pues se experimenta (con gran sentimiento de
igualdad de los indios y españoles como un los españoles) el que los indios se hayan alza-

hecho dispuesto por Dios: "No es decible el do con ejercido de todos los oficios, no sólo
el
1
sumo desprecio con que [los españoles] miran los mecánicos mas también los del arte”. En
siendo de una metalurgia en particular recuerda que desde
y tratan a los humildes indios,
la

misma especie hermanos suyos (aunque les el descubrimiento de Potosí en 1545 hasta la
pese), y lo que es más, hijos unos y otros de introducción del azogue en 1572 el beneficio
un padre Dios”. 93 de la plata estuvo atenido exclusivamente al
La libertad de los indios tiene también ori- procedimiento de fundición de la huayra u hor-
2
gen divino: "Dios los hizo libres y la abomina- no de fundición indio.

ble violencia española los hace esclavos tan Otra cualidad encomiable en los indios es la
injustamente”.
94 "devoción y caridad [. .] y aquella veneración
.

que tienen al culto divino” y las "muchísimas


85. lbid., II, 50.
86. lbid., II, 50.
87. lbid., I, 267. 95. lbid., II, 222.
88. lbid., II, 149. 96. lbid., III, 91.
89. lbid., II, 62. 97. lbid., II, 222.
90. lbid., II, 63. 98. lbid., III, 20.
91. lbid., II, 105. 99. lbid., III, 317.
92. lbid., II, 21 1. 100. lbid., III, 16.
12. Véase también II, 159, 22; III, 69. 1. lbid., I, 20.
93. lbid., I,

III, 151-152. 2. lbid., I, 107.


94. lbid.,

cxl
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
que hacen a Jesucristo Nuestro Señor, a
fiestas calles regulares se extendiera tanto que no cu-
María santísima y a otros muchos santos del piera en otra legua más”. 10 Allí los indios están
3
cielo en el discurso del año”. El encomio de hacinados: "viven en cada casa [. .
.] 20 ó 30
Arzáns no está exento de crítica al admirar "el indios en unos aposentos tan pequeños que ape-
venderse a sí mismos o sus hijos por 50 pesos nas caben tan solamente una cama, un fogón,
o por 100 para hacer una fiesta, que aunque en y hasta ocho o diez cántaros de aquel su brebaje
rigor no se puede decir venderse pero ellos se que tienen el mejor lugar en aquella estre-
empeñan en esta cantidad y quedan como ven- chez”. 11
didos porque tal vez no hallan con que satis- La actitud de Arzáns ante la mita es funda-
4
facer la deuda”. Arzáns nos hace sentir a los mentalmente crítica. Los indios salen de sus
indios de Potosí abrumados bajo el peso de pueblos para Potosí al son de músicas luctuosas
las "innumerables limosnas” que dan, de las mi- tocadas en unos instrumentos de viento llama-
sas que hacen rezar en el curso del año, de los dos ayarichis 12 palabra que en español significa
;

arcos "cubiertos de plata labrada” que "ponen "para llevar a los muertos”, considerando que
en las calles para las procesiones”. 5 El culto de esos indios iban a la muerte. Muchas familias
los indios a la virgen María es especialmente de indios han preferido irse a tierras de infieles
encarecido, 6 y más particularmente el de los antes que a Potosí, "y muchos se han quitado
mitayos a Nuestra Señora de la Concepción que la vida con sus propias manos”. 13 La condición
se remonta tradicionalmente a las primeras épo- de los mitayos es peor que la de los esclavos
cas de Potosí cuando en la mina de Centeno, porque los amos están obligados a alimentar
en un gran trozo de mineral, se encontró y vestir a éstos, y en cambio los mitayos "pere-
"obrada de naturaleza” la imagen de esa ad- cen muchas veces de hambre” porque los amos
vocación. 7 A partir de entonces la imagen de a quienes sirven"no tienen obligación de darles
Nuestra Señora de la Concepción fue colocada de comer y de caridad no lo hacen”. 14 Es obvio
en los cruceros de todas las minas que descu- que Arzáns no habla de oídas: "De todo soy
brían, y"desde aquellos tiempos todos los años, testigo”. 15
víspera de la Natividad de Cristo Nuestro Se- La corona ha expedido numerosas cédulas
ñor, las bajan en procesión a las iglesias de la reales "tan en favor de estos pobres naturales
Villa, cada mina con sus indios, en que la de- que no qué más pudiera hacer un padre con

voción les atrae competencias”. 8 sus hijos”. "Pero todo es al contrario. [. .] .

Los indios representaron un elemento deco- Porque ¿quién no sabe la fuerza del interés,
rativo y pintoresco indefectible en todas las quién no el valor del poder? [. .] Porque los .

ceremonias importantes de Potosí, públicas o presentes ricos aun en casas de los príncipes
y
profanas, y Arzáns se complace en describir ministros que gobiernan perdonan pasados agra-
morosamente los detalles de su participación. vios pues no hay puerta tan cerrada que no se
El punto de interés sociológico en estos episo- deje abrir con llave de oro” 16
dios es que daban a los indios la oportunidad Hacia 1708 todavía se halla confuso sin po-
de evocar los recuerdos de su propia sociedad der determinarse en favor o en contra de la
—destruida para siempre —
a través del vesti- mita, porque quitada ella no habría quién tra-
do, las armas, las personificaciones de los incas, 9 baje las minas, y entonces "dése ya todo por
y los españoles,que habían tenido buen cuidado perdido”. 17
En 1713 sus ideas se han afirmado
de consumar en cuanto fue posible la destruc- más positivamente: "Pues ¿cómo podrá ser que
ción, venían ahora paradójicamente a fomentar si la naturaleza hizo libres a estos
pobres indios
esas evocaciones. los quiera injustamente la violencia española
Es fácil percibir en las páginas de la Historia hacer esclavos con el título de mita?”. 18 En
a los indios actuando dentro de categorías di- 1717 ya no tiene dudas: "Es a mi parecer muy
ferentes de trabajo, economía o régimen legal justo y en servicio de ambas majestades el que
en la sociedad colonial. de una vez se extinga esta mita, que quizás por
La categoría que más preocupa a Arzáns es el maltratamiento
y fuerza que en todo se hace
la de los mitayos. La Historia contiene pocos a estos naturales perece ya esta Villa, no obs-
elementos descriptivos sobre la mita. Uno de tante que se alegue de parte del gremio de
los más novedosos es el que se refiere a la azogueros y aun de toda la Villa el daño ge-
ranchería o el Potosí de los indios: "Esta po- neral que se sigue extinguiéndola, que Dios
blación de indios está sin forma, que a tener
10. Ibid., I, 43-
II. Ibid., I, 43.
3. Ibid., II, 331. 12. Ibid., III, 69.
4. Ibid., II, 331. 13- Ibid., II, I89.
5. Ibid., II, 331.
14- Ibid., II, 190.
6. Ibid., II, 331.
15- Ibid., II, 190.
7. Ibid., I, 130. 16. Ibid., II, 190.
8. Ibid., I, 130; II, 331. 17- Ibid., II, 190.
9. Ibid., I, 210, 240, 244, 348 ss„
392; III, 18. Ibid., III, 10.
339. 349-

cxli
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

(que es la suma caridad) lo remediará por otro bajan a fuerza de sus brazos y riesgo de la vida
camino”. 19 en todo”. 38 Siguiendo su tendencia popularista,
La Historia sólo menciona de paso, según las Arzáns insinúa en estas descripciones un prin-
necesidades del relato, algunas especialidades cipio de justificación de los k’ajchas, visible en
de trabajo de los indios ocupados en las minas las expresiones "por necesidad” y "riesgo de la

e ingenios: palliris,
20
cumuris,
21
pongos, 22 mor- vida”.
23 metal así extraí-
tiris, repasiris, piñacamáyuj, lavadores, moya- Los k’ajchas beneficiaban el
24 o molinos ru-
dores, capitanejos. Para los que rompían las do o hurtado, en los trapiches,
vetas en las labores tiene una mención especial dimentarios para la reducción del mineral a
37
con motivo de la peste general de 17 19-1720: polvo. Cuando en 1735 las autoridades de
"De los famosos barreteros del Cerro, nacidos Potosí trataron de demoler los trapiches para
que hicie- evitar los hurtos de minerales de los k’ajchas,
y criados en esta Villa, murieron 140
25
ron grandísima falta”. hasta los azogueros se opusieron pues, aunque
Sólo son mencionados de paso, asimismo, los eran damnificados, "sería destruir la república
indios mingas, "que en nuestro castellano es lo porque aquellos trapiches en gran parte la
mismo que alquilados”, 26 y no rinden tanto mantenían con los piñones que en tanto número
como los mitayos porque huyen del trabajo "y sacaban cada semana y acrecentaban los quintos
38
los más se alquilan por disfrutar las minas ro- reales”. Arzáns glosa esto en forma típica-
bando lo bueno del metal”. 27 mente popularista: "Suspendióse la determina-
La Historia no dice tampoco mucho sobre ción por las razones alegadas en favor de toda
otra categoría de indios no bien estudiados aún, la Villa y de tanto pobre como va al Cerro a
39
los yanaconas. Cita a Cieza de León describién- buscar y traer el metal”.
dolos como "indios libres que podían servir a Los k’ajchas fueron finalmente tan aceptados
quien fuese su voluntatd”. 28 La descripción de por las propias autoridades que tenían su pro-

la Historia es opuesta: "yanacona [. .]


casi .
pia capilla en el Cerro, y, a pesar de su condi-
es lo mismo que si fuera esclavo”.
29
Tiene in- ción de ladrones del mineral, y acaso en razón
terés recordar que yanacona en quechua signifi- de ella, fueron muy populares en Potosí. Las
40
ca los negros. hazañas del indio Agustín Quespi, capitán de
Una variedad sui géneris de trabajo, no men- los k’ajchas, señalan claramente el rumbo de la

cionada en otras fuentes, es la de los quintos, simpatía popular. Arzáns justifica decididamen-
" (indios que tienen fama de valientes te a Quespi y a través de él a todos los k’ajchas.
y son unos
embriagos perjudiciales, traidores viles todos La simpatía popular se expresa elocuentemente
ellos), que son de la Casa de Moneda”. 30 Ade- en este pasaje: En 1723 hubo uno de tantos
más de indios eran mestizos y mulatos, 31 y los derrumbamientos en que quedaron aprisionados
había también en las cajas reales.32 Se ocupaban en una mina del Cerro 14 indios; y habiendo
en la fundición de minerales. traído la imagen de Santa Ana con el Niño
Alguna más atención consagra Arzáns a los Jesús en brazos al sitio del desastre y puesto al
k’ajchas de losda descripciones frag-
cuales Niño a la entrada de la mina para que patro-
mentarias: "los que de noche lo sacan [el mi- cinase el salvamento, milagrosamente pudieron
neral] o hurtan de las minas”;
33
"españoles, ser sacados los indios. De inmediato la gente
mestizos e indios que van a hurtar el metal de bautizó al Niño Jesús con el sobrenombre de
41
las labores del Cerro, y también dan el prove- el K’ajcha .

cho de sacarles la plata”, 34 o sea de beneficiar- La Historia menciona de paso otra categoría

los; "los que por necesidad van a hurtar el de trabajadores independientes en la Villa, los
metal cuando es rico, en que por llevarse lo aparapitas o cargadores. "Es también muy dig-
mejor suelen inhabilitar las labores deshacien- no de notar la fortaleza de los indios[. .] y en .

do los puentes”;
35
que van a sacar metal
"los esta Villa los que llaman aparapitas [. . .] car-

los días de fiesta violentamente, aunque lo tra- gan de una parte a otra (mucha distancia) más
42
de siete u ocho arrobas en sus espaldas”.
19. Ibid., III, 69.
20. Ibid., III, 22.
De la antigua organización social prehispá-
21. Ibid., I, 97; II, 422. nica los españoles, como se sabe, conservaron
22. Ibid., I, 316.
23. Ibid., II,
algunas formas adecuadas a sus propios fines,
33.
24. Ibid., I, 170-171. como la de los caciques, curacas o principales.
25. Ibid., III, 92.
2 6. Del quechua minkja, alquiler.
Cuando Arzáns los considera en relación con
27. Historia, II, 477.
28. Ibid., I, 149. 36. Ibid., III, 201.
29. Ibid., II, 170. 37. Ibid., III, 382.
30. Ibid., III, 381. 38. Ibid., III, 382.
31. Ibid., III, 381. 39. Ibid., III, 382.
32. Ibid., III, 275. 40. Ibid., III, 200, 205, 381.
33. Ibid., II, 477, 476 (nota 2). 41. Ibid., III, 153. Sobre los k'ajchas véase Historia, II,

34. Ibid., III, 381. 476 (nota 2).


35. Ibid., II, 64. 42. Ibid., I, 156.
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
los españoles dice que se les debe respeto "en la sociedad colonial tomó de la antigua socie-
buena política”,"pues son entre los indios como dad india: la coca, la chicha y la llama.
” 43
los señores de vasallos en España y censura Arzáns provee algunos pormenores descripti-
acremente al corregidor Chacón porque hizo vos sobre la coca y encarece la afición de los
"sacar a la vergüenza y azotar a un indio cu- indios por ella, especialmente de los ocupados
raca de la parroquia de San Pedro, que fue en las minas, y aun de los minadores españoles,
muy mal hecho porque semejándose éstos en "que no hayan de entrar en las minas sin poner
este reino a los señores de vasallos tienen gran- esta yerba en la boca [. .] que tienen por abu-
.

des exenciones y privilegios dados por los reyes sión de que se perderá la riqueza del metal si
de España ”. 44 Cuando los considera en relación así lo hacen ”. 48 También habla de
la coca usada
con los mismos indios debe admitir el hecho para otros efectos: "el demonio tiene notable
paradójico de que los caciques habían acabado cosecha de almas con ella pues son muchas las
haciendo causa común con los españoles adve- mujeres que la han tomado y toman para el
nedizos y participando en los malos tratamien- pecado de hechicería”. En la crónica tradicional

tos y abusos contra el "estado llano” de la an- "La hechicera Claudia 49 se presenta un cuadro
tigua sociedad india. Arzáns pone en boca de vivo de costumbres asociadas al uso de la coca
un cacique, hablando desde ultratumba en una en ese plano. Se comprende que la coca fue
de sus historias de pecadores, esta sentencia: consumida en Potosí en grandes cantidades en
"Tengo por imposible que cura, corregidor y todo tiempo por la afluencia de indios a la
cacique se hayan de salvar ”. 45 Villa. Arzáns dice que probó la coca teniendo
Considerando el juicio adverso que Arzáns 10 años de edad y que no le gustó nada 50 .

hace de los españoles y su simpatía para con La chicha, o ashua, era la bebida alcohólica
los indios, no es de extrañar que sin reservas de maíz que la sociedad colonial tomó de los
tenga el régimen de los incas por "admirable”. indios. Su consumo no quedó restringido a éstos
Los primeros españoles en el Perú quedaron pues la tomaban también los españoles, criollos,
asombrados al ver que entre los indios no ha- mestizos y negros, y probablemente extranjeros,
bía "ladrones ni otros malhechores”. Pero "des- como hoy mismo. La Historia no se detiene a
pués que vinieron los españoles se les pegaron informar descriptivamente sobre la chicha; ella
46
las malas costumbres ”. interviene ocasionalmente en el relato como
La esencial del pensamiento y del sentimien- algo consabido. En Potosí hubo una calle lla-
to de Arzáns sobre los indios se expresa en un mada de la Chicha, a la cual los religiosos aso-
vehemente párrafo en que contradiciendo a ciaron con el demonio 51 .

"cierto presumido” que había dicho por ellos La llama, única bestia de carga que conoció
que "nacen sin honra, viven sin vergüenza y la sociedad india
y que la sociedad colonial
mueren sin cuidado”, Arzáns rebate que "no adoptó de inmediato, es traída a cuento en la
pueden morir sin pena, que bien saben que sus Historia con alabanza por la significación que
mujeres, hijos o parientes han de quedar ven- tuvo en Potosí, en el acarreo de la plata a los
didos para pagar sus entierros a los curas que puertos del Pacífico, en el acarreo del azogue
con tanto rigor los cobran; no viven sin ver- de Huancavelica a Potosí, en la baja de los
güenza por su naturaleza sino por la tiranía minerales del Cerro a los ingenios, en el aca-
con que los tratan los españoles azotándolos rreo de víveres, por su carne "que es muy buena
públicamente por cosas leves, quitándoles sus si está gorda
y tierna”, y por su lana para hacer
hijas y aun sus mujeres muchas veces para ropa. Por todo lo cual Arzáns concluye que la
sus abominables torpezas, no pagándoles mu- llama es "uno de los excelentes animales que
chos su personal trabajo, causa de que por no Dios crio en este peruano reino ”. 52
perecer hurtan lo poco que pueden; no nacen En la Historia se encuentran también refe-
sin honra pues Dios los hizo libres
y la abomi- rencias a otra variedad de indios con los cuales
nable violencia española los hace esclavos tan la sociedad potosina mantuvo contacto intermi-
injustamente. Y
todo esto ¿a cuántos españoles tente.Eran éstos los indios gentiles fronterizos
tendrá en los infiernos llenos de tanta miseria? que habitaban las comarcas subtropicales situa-
Y estos pobres naturales estarán en la gloria das hacia el oriente de la Villa y eran econó-
con incomparable honra por su humildad, por micamente tributatrias de Potosí. Estos otros
su paciencia, por el culto divino en que tanto se indios fueron los chiriguanos, diferentes en idio-
emplean y por otras virtudes que les acom- ma, hábitos, índole y otros respectos con rela-
pañan ”. 47 ción a las variedades quechua
y aymara que
La Historia da noticia de tres elementos que eran los que trabajaban y habitaban en la Villa.

43. Ibid., II, 365. 48. Ibid., II, 268.


44. Ibid., II, 476. 49. Ibid., II, 269.
45. Ibid., II, 73. 50. Ibid., II, 268. Véase también en ibid., II, 269 (nota s).
46. Ibid., II, 39. 51. Ibid., II, 304.
47. Ibid., III, 151-152. 52. Ibid., I, 156, 156 (nota 1).

cxliii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Los chiriguanos aparecen en la Historia en que quisiesen nada por interés. ¡Oh que lástima
60
una relación de acuerdo y de conflicto a la vez ver todo lo contrario entre los católicos!”.
con la sociedad colonial. A ambas se refiere Mestizos. Arzáns circunscribe racialmente el
Arzáns cuando dice: "Los indios chiriguanás, concepto de mestizo diciendo que si los hijos de
como siempre tuvieron comercio con esta Villa, los españoles "son habidos en indias son lla-
estaban [en 1727] con más inteligencia para la mados mestizos”. 61 No se alude a la posibilidad
guerra, tanto el infante como el de a caballo, de hijos de indios en españolas.
53
que lo saben mandar ya con destreza”. También los mestizos han experimentado la
En la Historia no se encuentran noticias so- codicia y soberbia de los españoles en estos rei-
62
bre la relación de comercio entre los chirigua- nos. Un ejemplo de ello, según la Historia,
nos y Potosí, que se llevaba a cabo general- es la revisita hecha en Potosí en 1730 por don
4
mente en las fronteras de la Villa.' Manuel Venero de Valera. "Empadronó todos
El indio fronterizo enemigo es un tema en los indios en las parroquias, y a muchos mesti-
la historia potosina y aparece en el material zos que tienen por suya a la Matriz los pasó a
legendario de la Historia con el relato de "La
O las de indios atropellando las cédulas de los
batalla de Chaqui contra los indios gentiles reyes y leyes del reino que mandan y ordenan
55
iguaros”. El tema persiste en la crónica de gocen los mestizos (habidos por españoles en
56
hechos actuales de la Historia . Tiene interés mujeres indias) de los privilegios de sus padres
señalar la suerte que corrían los prisioneros que aunque no sean de legítimo matrimonio. no Y
recíprocamente se tomaban los españoles y los obstante que se opusieron a esta determinación
chiriguanos. Los españoles hacían esclavos a muchos mestizos de entrambos sexos, costándo-
los prisioneros, que se distribuían entre su ma- lesdineros y empeños, al cabo quedaron algu-
57
jestad y los vecinos. Los chiriguanos mataban nos gravados y todavía van defendiendo su
a los hombres y conservaban a las mujeres y causa por pleito a mucho costo, porque preten-
los niños incorporándolos en su propia socie- dió este revisitador que por la madre pasase el

dad. En uno de de la guerra fron-


los episodios derecho de la o tributo que los indios
tasa
teriza en 1728 los españoles "recuperaron algu- pagan al rey, como si fueran vientres de escla-
nas mujeres cautivas todas preñadas, y viéndose vas”. Arzáns increpa: "Pero ¿cuándo estas ca-
perdido el bárbaro envió sus principales a pedir lamidades han dejado de ser insoportables a
paces, enviando dos niñas españolas y ocho las repúblicas? [. .] Arbitrar con daño general
.

mestizas con otras indias que tenía cautivas. nunca es bueno ni para el rey ni para el vasallo,
Envió también un niño al parecer de dos años, porque todo para en lamentos y lágrimas de
63
muy hermoso, blanco y rubio por extremo, que afligidos que penetran los cielos”.
por no saber hablar no se supo quiénes fuesen Que el tema tenía un no corriente
interés
58 para Arzáns lo demuestra hecho de que, sin
sus padres”. También anota Arzáns que un el

orgulloso cacique chiriguano prisionero a quien ser un acontecimiento potosino, incluye en la


se había reducido a trabajos forzados en la Historia con detalle la sublevación de mestizos
Casa de la Moneda se quejaba contra los es- de Cochabamba en 1730-1731, "donde hay
pañoles por no saber guardar la fe prome- más de 6,000 mestizos”, por haber entendido
tida pues habían caído sobre ellos estando de éstos que el mismo revisitador Venero de Va-
59
paz. lera "venía violentamente a empadronarlos co-
En 1716 los agustinos trajeron a Potosí de mo a los indios naturales que pagasen como
una de sus misiones entre los indios chiriguanos éstos la tasa o tributo a su majestad, y abomi-
cinco mancebos recién convertidos, y en un ser- naban de que en un Potosí se hubiese ejecutado
món dominical fueron presentados, como un a los mestizos a tal violencia jamás vista”. So-
ejemplo de la bondad de aquellos neófitos, a bre la actitud de Arzáns es expresivo el tono
la grey potosina reunida en el templo de la de este párrafo: "Llegó, pues, el revisitador a
orden. EÍ predicador dijo que en muchas cosas Arque, siete leguas de la villa de Cochabamba,
los chiriguanos eran mejores que los españoles que con gran ruido abrió su revisita, y entre
"pues no conocían más de su mujer propia, no los llamados fue un Francisco Ponce de León,

se veían adulterios porque flechaban a las adúl- mestizo de gallarda presencia, blanco y rubio
teras con todo rigor, no hurtos, ni testimonios por extremo. Acudió puntual con su mujer doña
ni otros vicios,
y que la caridad entre ellos era
Ana Gutiérrez, y puesto en su presencia y en
admirable pues traían a la nueva plaza todo la de su capellán (fraile de San Agustín, nada
cuanto uno hallaba para partir con todos sin religioso sino atrevido y de ánimo soberbio)
éste le preguntó cómo se llamaba y respondien-
53 - lbid., III, 263.
54 - Véase Niño, Etnogrctfía ch'triguana. do su nombre le replicó el fraile diciendo: 'Tú
55 - Historia, I ,
221.
56. lbid., III, 263, 277 ss., 382 ss. 60. lbid., III, 44.
57 - lbid., III, 294. 61. lbid., I, 182; II, 22?.
58. lbid., III, 280. 62. lbid., III, 317.
59 - lbid., III, 294. 63. lbid., III, 301-302.

cxliv
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

serás algún día indio blanco, y traes el nombre natural de un vizcaíno habido en una india,
de caballero’. A
lo que con resolución animosa mozo "de muy depravadas costumbres y, como
dijo Francisco: 'Suplico a vuestra paternidad de ánimo valeroso, arrojado a temeridades”,
que no se descomponga de lengua porque mi dejó también memoria en Potosí, y muchos pre-
padre fue andaluz y mi madre india noble de sumían que "tuvo algún pacto con el demo-
71
este valle’. El fraile replicó que mentía, y nio”.
preguntando a su mujer por su nombre ésta lo Los mestizos pueden que
ser nobles supuesto
declaró, y sin más ocasión la despreció y tuvo sus padres lo sean. Don
Pablo de Mendiolaza
por india vestida a la española. El marido le era "nobilísimo por parte de su padre; su ma-
dijo que en su estimación era una reina y no dre dicen que era una india de las nobles del
permitiría más desprecio y el fraile colérico le Cuzco”. "No hace al caso, pues él con sus obras
dio de empellones y mandó empadronarlos por sabía acreditar las partes de un perfecto caba-
taseros sin que el revisitador volviese por la llero,
y aunque algunos le atildaban por aquella
razón”. Tal fue el origen de la sublevación. parte él se preciaba de publicarlo”. 72
Entre uno de los sublevados y uno de los hom- Ya sabemos que Arzáns no era segregacionis-
bres de la fuerza opresora hay este diálogo en ta. Recordando que en 1731 algunos españoles

uno de los pasajes de la lucha: "¿Venís de paz habían hecho burla "del sarampión que corría
o guerra?”, pregunta el mestizo. Responde el diciendo que sólo los mestizos enfermaban
y
represor: "De guerra venimos, mestizos borra- morían de tan ruin accidente y ellos no”, ob-
chos”. Replica el mestizo: "Pues tú ni aun mes- serva que no debían decir eso "pues los de aquí
tizo eres porque tu padre fue mestizo y tu
y los de allá todos son hijos de un padre Dios
madre una india. Pásate a nosotros y escaparás y un padre Adán”, y señala que los españoles
la vida”. Añade Arzáns que el hijo de mestizo también morían de otros accidentes aún más
e india se llamaba don Juan Jacinto de la Cuba; ruines.
72
Y en la arenga que atribuye a un
que "tuvo mucha riqueza, fue con ella a la Eu- criollo en la guerra de vicuñas
y vascongados
ropa y en Francia estuvo muchos años; volvió dice que éstos "no tienen otro título que dar-
al reino, adquirió el corregimiento de su patria nos más de sólo mestizos bárbaros”. obser- Y
y le benefició con crecida cantidad. Fue insigne va: "Como (dado caso que esto fuera rigor)
si
64
jurista. Retiróse rico a Cochabamba”. la mixtura de la sangre fuera cosa vista en
Los mestizos figuran en el material legenda- este reino, cuando en todo el mundo es lo mis-
rio de la Historia, En un episodio es necesaria mo, y las más veces una real sangre se mixtura
la intervención del rey para que los oficiales con otra de otro rey muy distinto en costum-
reales de Potosí entreguen a un mestizo un 74
bres”.
caudal de 2,000,000 de pesos que su padre, Extranjeros. Repetidamente exalta Arzáns la
"azoguero riquísimo”, le había dejado. 65 "Dos atracción que Potosí ejercía sobre gentes de
mestizas (que por su hermosura y gracias de "No hay región en el mundo
todas variedades:
naturaleza privaban con los forasteros
y por de donde no ocurran los hombres a este Po-
esto vestían ricas telas y mantos)” son azotadas 75
tosí”.
por haberse descompuesto "y díchole palabras La presencia de flamencos en el Cerro está
desvergonzadas” a la esposa del corregidor 66 señalada expresivamente en el nombre de una
Un mestizo "de mucho valor y fortaleza” a pelea de las primeras y más ricas vetas, la veta de
con un trabuco y con un alfanje con un alcalde los Flamencos. 76
ordinario que quería prenderlo, y en consecuen- Los bandos sangrientos de naciones españo-
67
cia es azotado, ahorcado
y reducido a cuartos. las en la Villa estallaron en 1556, según el
La crónica tradicional de la Historia recuer- material legendario de la Historia, por culpa
da a otro mestizo "llamado Simón Casas, ladrón de unos alemanes, 77 pero ya en 1552 éstos par-
extraordinario porque si otros hurtaban de ios ticipaban en las pendencias 78
y los desafíos.
vivos éste hurtaba de los muertos”. 68 En la Otro alemán aparece en 1562 como dueño de
crónica de hechos actuales, el mestizo Marcos minas en el Cerro en la historia del capitán
Angelo, alias Coletillo, fue en 1715 un ladrón Zapata, que por su parte es turco. 79 Hay alema-
famoso y de gran osadía. 69 Una mestiza, Polo- nes protagonistas de historias ejemplares en el
nia, "hermosísima en todos tiempos”, protago- siglo XVII. 80 En los bandos regionales del ma-
niza el mismo año un episodio romancesco 70 terial legendario no deja de haber siempre "al-
que recuerda los episodios de los materiales li- 71. lbid., III, 124.
terarios de la Historia. El mestizo Recalde, hijo 72. lbid., II, 225.
73. lbid., III, 325.
64. lbid., III, 318. 74. lbid., I, 332.
65. lbid., I, 179. 75. lbid., II, 175.
66. lbid., II, 96. 76. lbid., I, 63.
67. lbid., II, 97. 77. lbid., I, 100.
68. lbid., I, 301. 78. lbid., I, 75.
69. lbid., III, 33. 79. lbid., I, 117.
70. lbid., III, 70. 80. lbid., I, 393; II, 285.
_
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

gunos extranjeros”, 81 entre los que se cuentan y Arzáns apunta irónicamente que "sería para
"algunos capitanes”, 82 y también aparecen en pagar ángeles que fuesen a quitar el botín”, y
83 9 '

las cuadrillas de carnaval. aun se hicieron aprestos militares en la Villa.


En 1621 había en la Villa cuatro casas de En 1716 pasaron por Potosí "dos caballeros
esgrima. Los portugueses y extranjeros concu- ingleses [. .] con un intérprete de nación chi-
.

84
rrían a una donde enseñaba un italiano, y el no” que había venido a Buenos Aires con un
maestro de otra era un soldado irlandés.
85
Un cargamento de negros y se dirigían a Lima a
polaco protagoniza una historia trágica de gestionar ante el virrey permiso para desembar-
87
amor, 86 un húngaro otra de sangre, y no falta carlo. El corregidorde Potosí y otros vecinos,
"un extranjero zahori que buscaba la vida con entre ellos la Quintana que había
don José de
88 estado prisionero en Inglaterra y recibió allí
sus adivinanzas” ni un astrólogo italiano que
hacía "pronósticos ciertos”.
89
buen tratamiento, regalaron y acompañaron a
La Lusitana conservó en la Villa la
calle estos ingleses "hasta la misma punta” del Cerro
90 98
evocación de los portugueses. y las minas. Otro inglés que había venido tam-
En conexión con las labores mineras la His- bién por Buenos Aires con una nueva cargazón
toria recuerda, además de esos anónimos fla- de negros en calidad de médico se quedó a vivir
mencos que dieron nombre a una de las vetas en Potosí, donde, enfermando gravemente, fue
del Cerro, a Carlos Corzo de Leca, alcalde ma- persuadido a convertirse al catolicismo, como
yor de minas
91
lo hizo, y "al punto quedó sano en el alma y
y descubridor del beneficio del
hierro —
aunque la Historia no revela esta últi- cuerpo” y vivía católicamente en 1731.
99
Un
ma calidad — 92
y al francés Luis Laduero de
escocés, al cabo de 14 años de grandes con-
tiendas con doctos católicos, clérigos y religio-
San Jorge que intentó frustráneamente el desagüe
de la famosa mina de Cotamito con una má- sos, se convirtió asimismo, con lo que "se re-
100
quina de su invención. 92a gocijó toda la Villa”. De la residencia de un
Otro aspecto de la relación de los extranje- prominente vecino de Potosí, don José de la
ros con Potosí está representado por los cor- Quintana, "en la corte de Inglaterra”, donde
sarios, una relación diremos refleja, a partir del había estado prisionero, se siguió en la Villa al
03 cabo de su regreso la imitación de danzas atre-
recuerdo del legendario Drake. Aunque re-
mota, la influencia de este elemento se traducía vidas de hombres y mujeres desnudos que Quin-
en la sociedad potosina en hechos concretos tana había presenciado en dicha corte en un
1
como los donativos impuestos a los vecinos convite.
para "ayuda de la resistencia de los puertos de Cuando la sublevación de los mestizos de
este peruano reino porque se temía la entrada Cochabamba en 1730-1731, entre los papeles
94
de este enemigo que andaba pujante”; o los secuestrados al jefe de una rebelión, Alejo Ca-
temores de una invasión de Potosí, como en latayud, lo que más admiró fue una carta "de

1679, en "p or f a sa relación de unos indios


l ciertos hombres de la Europa perdidos que con
2
pescadores se alborotó esta Villa y se experi- otros dos extranjeros la escribieron”.
mentó un gran desasosiego, pues dijeron cómo, Los franceses entran en relación frecuente y
ganado el dicho puerto [de Arica] se encami- estrecha con vecinos de Potosí por efecto del
naba con presteza para la villa de Oruro de contrabando de plata y ropa que se intensifica
3
donde se aprestaría a venir sobre esta de Poto- en el primer tercio del siglo XVIII. Las dis-
95
sí”; o las consabidas levas de gente, como posiciones de la corona para impedir esta re-
en 1682, en que para Arica "salieron de este lación no tienen efecto, pues, según Arzáns,
Potosí muchos vagamundos a aquel dicho puer- "parecen por demás estas diligencias porque
to, que fue gran bien para esta Villa porque españoles y extranjeros están ya bien hallados
4
comenzaban a mover con la ociosidad algunos los unos con los otros”. Franceses dedicados
96 actuaban libremente en la Vi-
alborotos”. El saqueo de los franceses a Car- al tráfico ilícito

tagena en 1699 suscitó el consabido donativo, lla,


5
quedaban a residir en ella, 6 y Arzáns
se
7
tenía amigos entre esos franceses.
81. Ibid., 186, 188, 197.
I,

82. Ibid., 191.


I,
Mas la participación de extranjeros en los
83. Ibid., I, 256. oficios electivos era resistida. Cuando en 1734
84. Ibid., I, 324.
85. Ibid., I, 324.
se elige por procurador a un genovés, Juan An-
86. Ibid., II, 176.
87. Ibid., II, 302. 97. Ibid., II, 399.
88. Ibid., II, 202. 98. Ibid., III, 58.
89. Ibid., II, 266. 99. Ibid.. III, 327.
90. Ibid., I, 161. 100. Ibid., II, 386.
91. Ibid., I, 130, 225. 1. Ibid., III, 80.
92. Ibid., I, 130 (nota 3), 225 (nota 2), 274 (nota 7). 2. Ibid.,
III, 323.

92a. Ibid., III, 141, 335. 3. a partir del año


Ibid., 1703, II, 416.
93. Ibid., I, 202. 4. Ibid., III, 135.

94. Ibid., I, 202. 5. Ibid., II, 482; III, 24.


95. Ibid., II, 294. 6. Ibid., III, 378.
96. Ibid., II, 306. 7. Ibid., III, 201.

cxlvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

tonio de Abrellas, "pareció muy mal por ser Un negro llamado Antonio Bran de Brizuela
extranjero” y además harto se dijo contra el deja un recuerdo legendario a mediados del
corregidor "sobornado de dinero”. Acusado de siglo XVII, más que con su nombre con su so-
usura y otros "delitos criminosos” por sus ene- brenombre de el Duende, porque "cuando me-
migos, Abrellas se vio obligado a huir de Po- nos pensaban los vecinos se les entraba en sus
8
tosí. casas y les hacía notables daños. Era valiente
Negros. Citando como fuentes a Méndez y hasta el último extremo, y tan diestramente
a Acosta, historiadores hipotéticos de Potosí, peleaba a pie como a caballo que por esto era
Arzáns refiere que el licenciado Bejarano, oidor temido por los españoles. Las pobres mujeres
de la audiencia de La Plata, hizo en Potosí en no osaban salir de las 7 de la noche adelante
1611 un censo según el cual había a la sazón porque a muchas deshonró en la calle”. 19
en la Villa "160,000 moradores”, 9 entre los Los negros, sujetos en todo a la voluntad de
cuales se contaron "6,000 negros, mulatos y los blancos, sufren las malas consecuencias
zambos de entrambos sexos de diversas provin- de ello. En el famoso episodio de la falsifica-
cias del mundo”. En vista de las circunstancias ción de la moneda del capitán Gómez de la
hay que remitir este censo por de pronto al Rocha a mediados del siglo XVII, Gómez de
10
material histórico-legendario de la Historia ; la Rocha pretende valerse de una negra para
mas, de acuerdo con un censo positivo, formado matar al presidente Nestares Marín, y, des-
en 1758, durante la declinación definitiva de cubierta la trama, la esclava es atormentada,
Potosí, en vista de los padrones del curato don- azotada y echada en una viña en castigo. 20 El
de estaban inscritos los negros y sus variedades mismo Gómez de la Rocha hace esconder el
en la Villa, se sabe que ellos ascendían a 3,209, fabuloso tesoro que tenía con sus negros, y a
sin contar las criaturas de 1 a 3 años, sobre una éstos "los mataron luego porque no descubrie-
población probable de 70,000 habitantes. 11 En sen dónde”. 21 Doña Magdalena Téllez, en uno
1611 Potosí estaba en su auge de modo que la de los crímenes célebres de Potosí, hace matar
población debía de ser mucho mayor, y mayor, con dos esclavas a su marido en 1663; las ne-
consecuentemente, la cantidad de negros. gras purgan en la horca el crimen, con su ama;
La Historia es un documento valioso para el una de ellas estaba encinta y se aplazó el cum-
estudio del papel que los negros desempeñaron plimiento de la sentencia hasta que diese a
22
en las alternativas de la sociedad potosina. luz.
Reflejado en el material legendario de la Los negros solían ser los instrumentos de la
Historia ese papel muestra a negros empleados crueldad de los españoles para con los indios.
ya en 1555 en las labores mineras de Potosí. 12 En el material legendario de la Historia un
Según la documentación positiva coetánea había español que hacía maltratar con sus negros a
negros que trabajaban por cuenta de sus amos unos indios "con cruelísimos azotes” muere,
en el Cerro en 1549. 13 Otros negros, según la castigado por Dios, de una enfermedad horri-
23
Historia, murieron en 1557 en el Cerro ble,y los negros también. Los españoles obli-
y
la Villa por el hambre que causó una tremen- gaban a los indios a que sirviesen a sus escla-
da nevada. 14 vos, que 24
Arzáns protesta en
los maltrataban.
Los negros participan en las contiendas re- 1729 contra "el abuso diabólicamente introdu-
gionales de españoles en Potosí ayudando a sus cido de los negros esclavos de ricos que quita-
amos. 15 El total de negros, mulatos, indios y ban en el campo y entradas los mantenimientos
mestizos muertos en la guerra de vicuñas
y vas- a los indios conductores”. 25 La mujer del justi-
congados en el primer tercio del siglo XVII cia mayor Manrique de Lara, a comienzos del
16
ascendió a 2, 345. siglo XVIII, hacía robar con sus esclavos a los
En
los cuentos de la Historia los negros se indios las gallinas y otros mantenimientos que
muestran repetidamente, 17 sin que falte uno en traían a la Villa. Uno de los esclavos, "el más
que, valiéndose una dama de
su esclavo para principal ladrón y en todo infame de cuantos
con su galán, el esclavo,
facilitar las entrevistas tenía y por eso el más estimado de su familia”,
enamorado de su ama, se adueña de la voluntad por quitar a una gallina a una india que se
de ella extorsionándola con el secreto de sus resistía la golpeó cruelmente,
y la india, que
otros amores, y finalmente la mata por celos. 18 estaba encinta, murió, "con grave escándalo de

8. Ibid.,
toda la Villa”. 26
III, 364 ss.
9. Ibid., I, 286. En el material de crónica actual de los he-
10. Ibid., I, 286 (nota 3).
11. Ibid., III, 156 (nota 1). 19. Ibid., n, I48.
12. Ibid., I, ,74. 20. Ibid., 11, 129.
13. Ibid., I, 102 (nota 1). 21. Ibid., II, 132.
14. Ibid., I, 102. 22. Ibid., II, 207, 213 (nota 5).
15. Ibid., I, 219, 339. 23. Ibid., i, 114.
16. Ibid., I, 399. 24- Ibid., 11, 190.
17. Ibid., I, 69, 114, 260; II, 73, 149. 25. Ibid., III 289.
,

18. Ibid., III, 41. 26. Ibid., II, 417-

cxlvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

chos Arzáns pasa revista a varios crímenes negros (pues estos segundos lo que ellos como
espectaculares cometidos por negros, unas veces perro esclavos debían hacer, quitándoles las
en venganza de los malos tratamientos de sus monteras y mantas cuando pasaban por las ca-
amos y otras por robarles. 27 lles les obligaban a limpiar las inmundicias y

En las procesiones y otras ceremonias públi- corrales, haciéndoles estas y otras vejaciones con

cas, los negros, lujosamente vestidos, solían indecible lástima), a éstos [los indios] les quitó
2*
estar a cargo de los atabales. Dios vida y los llevaría a descansar a la glo-
la

Los esclavos representaban un elemento de ria,


y acá quedaron los que los maltrataban a
ostentación social para sus amos: cuantos más experimentar intolerable trabajo y falta de to-
35
esclavos, más poder social. Los negros llevaban do”.
las espadas de los azogueros por la calle detrás Los negros de Potosí estaban incorporados
de sus amos.
29 en la parroquia de San Roque del Ttio (Are-

La maquinaria administrativa de Potosí com- nal), junto con los indios yanaconas de la coro-
prendía también negros libres empleados en la na real. 36
fundición de las barras de plata en la Casa de
b. Grupos de actividad
Moneda y en las cajas reales. Se denominaban
quintos y trabajaban en compañía de indios y Además de la perspectiva racial de la socie-
mestizos que llevaban el mismo nombre. Eran dad potosina, es dable extraer de la Historia los
turbulentos y tenían fama de perversos. 30 elementos necesarios para componer una pers-
Arzáns propone una doctrina justiciera para pectiva por grupos de actividad.
regir las relaciones entre amos y esclavos: "És- Gobierno. La función que más preocupa a
tos que no desprecien a sus señores ni ensober- Arzáns en la sociedad potosina es la guberna-
beciéndose vayan contra el orden que se tiene tiva. Su actitud ante ella es crítica, no descrip-

puesto; también a los señores [. .] que no se .


tiva, y no hay prácticamente ningún órgano

ensoberbezcan no conociendo por iguales en del gobierno colonial que quede exento de esa
naturaleza a los mismos que tienen por escla- crítica, a partir del rey.

vos”.
31
Asimismo asienta que "no es conforme Arzáns se inclina externamente ante el rey
a razón ni justicia dejar libres a los esclavos sin como un vasallo fiel: el rey es la autoridad su-
dejarles también alguna ayuda para su mante- prema, pero lejana, inspirada en los mejores
nencia, ni darles libertad por ser viejos y enfer- propósitos para con los súbditos de las Indias.
mos, que es un género de inhumanidad cruel Mas los sentimientos íntimos del autor de la

pues les dan causa a que fallezcan en el des- Historia asoman a veces, y es fácil colegir por
amparo o anden mendigando”. 32 ellos qué había en el fondo de aquella consi-
Arzáns no siente simpatía por los negros, deración externa. Arzáns se vale una vez de
especialmente en razón de los abusos que co- las palabras del profeta Miqueas para impug-
metían contra los indios. Cuando el justicia nar a los monarcas españoles por las cargas
mayor Manrique de Lara ingresó en Potosí en económicas que abrumaban a Potosí: "Los re-
1702 tenía "14 esclavos negros y mulatos, los yes piden repetidamente donativos, imponen
ocho varones y el resto hembras, tan malos los tributo, y los ministros dicen que tienen ra-

unos como los otros, y si un negro de cualquier zón”. 37 Recordando a los delegados del rey que
vecino rico es tan perjudicial para los pobres y en las Indias no hacen cumplir los preceptos
humildes indios, ¿qué serían tantos, y de un justos, recurre a Dios con estas palabras que
33 constituyen una censura para el propio rey:
juez”. Al dar cuenta de la llegada de unos
cargadores de ropa por Buenos Aires a Potosí "Pero oh qué gran consolación puede ser [para]
en 1718, dice que también trajeron varios cien- los pobres atribulados de estos reinos pensar y

tos de negros del asiento con Inglaterra, "para tener por cierto que hay un Dios justo quien
mayor daño de esta abrumada Villa porque to- les hará justicia de los jueces injustos, porque

dos o los más dan en ladrones y en maltratar de otra manera si los atribulados no hubiesen
34 por cierto que de sus atrocidades no tomasen
a los desventurados indios”. El sentimiento
correlativo de Arzáns para con los indios, ne- venganza, ellos mismos a sí mismos quitarían
gros y españoles se expresa en un pasaje sobre la vida, o, permitiéndolo Dios, de ovejas man-

la peste general de 1719-1720: "También fue sas se vuelvan fieras bravas para vengar ellos
38
cosa muy notable de ver que los míseros indios sus injurias”. Al dar cuenta de que el rey
que tan aperreados estaban de españoles aprobó la muerte del doctor don José de Ante-
y
quera, criollo, por los sucesos del Paraguay en
27. Ibid., III. 40
el primer tercio del siglo XVIII, y anuló la
, ,

28. Ibid., I, 348.


29. Ibid., I, 1 99 -
excomunión decretada contra el virrey por la
30. Ibid., III, 275 ,

31. Ibid., II, 236. 35. Ibid., III, 91.


32. Ibid., II, 154 - 36. Ibid., II, 346.
33 - Ibid., II. 412. 37. Ibid., II, 261.
34 - Ibid., III, 74 - 38. Ibid., III, 317.

cxlviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
muerte de manos de
los frailes franciscanos a tradas: lo incluye entre los "fulminantes émulos
los soldados tumulto que se suscitó en
en el envidiosos” de las glorias de Potosí, "acérrimo
Lima cuando se iba a cumplir la sentencia con- enemigo de la Villa”, que "la despreció atrope-
tra Antequera, Arzáns hace esta intencionada llando los fueros y preeminencias de sus nobles
imprecación a Dios, en que se sobreentiende azogueros y dueños de minas porque solamente
que la palabra "rey” no está usada por casua- habían rezagado algunas cantidades del proce-
lidad: "¡Oh inmenso Dios, rey de cielos y tie- dido de los azogues” y que "hizo un propósito
30
rra, y lo que permites!”. Recapitulando los solemne de destruir esta Villa”. 40 La Villa Im-
abusos de las autoridades y vecinos poderosos perial deseaba "con vivas ansias el que [el vi-
de Potosí en 1722, impugna también la omisión rrey] tuviese sucesor, no por otra cosa que el
del monarca, sin nombrarlo: "Si estas moles- rigor con que trataba al gremio de azogueros,
tias, si estos trabajos y desgracias, habitadores de quien pende el bien general”. 47 Como el
de Potosí, tienen gracia de abriros los ojos y virrey apurase a los azogueros para el pago de
quitaros el velo que encubre y entristece el las deudas atrasadas de azogue,
y "habiéndole
ánimo, dad un suspiro en lo íntimo del corazón significado cómo estaba Potosí para dar un es-
reconociendo y diciendo que esto no es ley, no tallido dijo que feneciese de una vez, que su
es caridad ni es vida, y corred y abrazad con majestad había perdido otras muchas y ricas
fervorosos deseos de vuestro remedio a Jesús ciudades y que así no se le daría nada de que se
48
crucficado, que sólo en Él hay consuelo, remedio le perdiese una villa”. Arzáns, con todos los
40
y salvación”. Arzáns no acepta la disculpa de potosinos, dio un suspiro de alivio cuando el
"los malos ministros” para descargar a los re- virrey murió: "Pero como todo lo acaba la
yes de su responsabilidad en los hechos de las muerte se acabó con la de su excelencia el mal
Indias: "Justamente se deben a los reyes las afecto que siempre mostró a esta Imperial Villa
alabanzas de los buenos ministros cuando tales que en nada le ofendió y sólo le dio innumera-
40
los envían a administrar justicia, pues justa- ble riqueza”. Este virrey inspira en Arzáns una
mente padecen las quejas que ocasionan los que reflexión general digna de notar: "Los minis-
son malos. Por esto deben considerar (cuando tros y príncipes ambiciosos buscan el pretexto
eligen jueces) que en diferentes personas se más calificado para poder sacar de los pueblos
eligen a sí mismos”. 41 con qué poder hartar su ambición [. ,]Y lo .

Se comprende que si Arzáns incluye a los re- que se saca de esto es una gravísima ofensa de
yes en su crítica, los virreyes, están más expues- Dios y un terrible daño a los pueblos, grande
tos a ella. "Esta Villa jamás ha sido premiada, deservicio al rey y escándalo y odio implacable
50
y si lo ha sido por sus reyes sus malos ministros de los súbditos”.
lo han impedido todo
y con gran desvergüen- A la muerte del virrey marqués de Castell-
za injustamente le han quitado la posesión ad- dosrius en 1710 Arzáns observa que ella se le
quirida por sus leales servicios”. 42 "Pero de la ocasionó en parte por el pesar de habérsele
magnanimidad y que se le representa a
lealtad malogrado un contrabando de ropa. 51
esta Villa siempre han abusado sus mayores Contra el virrey marqués de Castel fuerte Ar-
cabezas para cargarla y aun aniquilarla con záns se muestra durísimo por la muerte que
tantas y tan pesadas contribuciones”. 43 hizo dar a don José de Antequera en 1731 por
La crítica de Arzáns se personifica en deter- los sucesos del Paraguay. Arzáns trascribe unos
minados virreyes y contra el conde de Lemos, pasquines en verso llegados a Potosí de Lima,
que hizo ajusticiar a uno de los famosos her- acusa a Castel fuerte de haberse dejado arras-
manos Salcedo por los disturbios de Puno en trar por la ira,
y concluye: "Todo el reino
1668 después de haber recibido de ellos cuan- dilatadísimo del Perú, viendo las violencias
tiosos obsequios, dice que "cuando a José Sal-
y rigor de su excelencia le dan nombres es-
cedo le dieron el garrote se le saltaron los ojos, pantosos conforme sus obras, atribuyendo a
cosa misteriosa y nunca vista, que pues le ha- efectos indecentes sus fieras determinaciones.
bían quitado tanta suma de riqueza sin dejarle [. .].Repetir 'Ahoga, ahoga; mata, mata’, no
nada quiso también le sacasen los ojos pues a es sino de un cruelísimo tirano”. 52 Otro episo-
eso habían tirado aquellos malos ministros”. 44 dio del gobierno de Castelfuerte, la subleva-
También impugna al conde de Lemos por sus ción de los mestizos deCochabamba, da nuevo
disposiciones contra los criollos de Potosí. 45 motivo a Arzáns para aguzar su crítica contra
El conde de la Monclova es uno de los vi- dicho virrey apoyado en un sermón del padre
rreyes que recibe más censuras Antonio de Vieira: "Todo hombre que es causa
y más reconcen-
39. Ibid., III, 372 .
46. Ibid., I, 123.
40. Ibid., III, 148. 47. Ibid., II, 427.
41. Ibid., I, 285. 48. Ibid., II, 427.
42. Ibid., III, 9-
49. Ibid., II, 427.
43 - Ibid., III, 136. 50. Ibid., II, 348.
44 - Ibid., II, 245 .
51. Ibid., II, 482.
45 - Ibid., II, 246. 52. Ibid., III, 330.

cxlix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

culpable de algún daño grave, si no lo restituye cómo dice que


Tornábanle a preguntar:
sí’.

pudiendo, es imposible que se salve”; y excla- '¿Falta alguna cosa que declarar?’,
movíanle
ma: "Daños de Cochabamba y Paraguay, ¿cuán- a un lado y a otro la cabeza, y afirmaban que
do se podrán restituir? Y más que quien los decía que no”; y gracias a esto la fortuna de
causó se está sosegado de todo”. 53 Cintero se distribuyó entre el virrey, los oidores
En la audiencia de La Plata Arzáns condena de la audiencia de La Plata, "cierto príncipe
ante todo la soberbia, al dar cuenta del es- de la iglesia”, el corregidor y otros particula-
59
tablecimiento del tribunal, y atribuyendo estas res.

palabras al historiador hipotético de Potosí En el año 1671 Arzáns hace una


relato del
Antonio de Acosta: "Y aunque entonces [la estadística de los buenos y malos gobernado-
audiencia] fue compuesta de solos tres señores res de Potosí y dice que de 22 corregidores
licenciados, hoy son pocos mayor número; si propietarios hasta ese año, sólo cuatro se han
entonces se mostraban en todo humanos, des- "mostrado verdaderamente cristianos y no
pués se manifestaron como si fueran deidades; cruelísimos tiranos por sacar muchos centena-
si en aquellos tiempos sólo representaban ma- res de millares de pesos de sus vecinos y de-
jestad juntos y debajo de dosel, después lo más moradores”; y de 18 interinos "sólo cinco
quiso ser cada uno en las calles y plazas, como se contaron de los buenos, y todos los demás
también en sus casas: de esta suerte, corto es han sido robadores violentos”. 60
54
el distrito para tantos reyes”. Arzáns acusa En el material de crónica actual de los hechos
también a la audiencia de retardación de jus- Arzáns aguza aún más su crítica, si cabe. Contra
ticia en los juicios contra malhechores enviados el justicia mayor Manrique de Lara, desde su

de Potosí para la confirmación de las senten- designación en 1701, 61 es particularmente se-


cias”. "Allí se dormían para siempre las cau- vero por los abusos que sus negros hacían
55
sas”. contra los indios para arrebatarles los mante-
En de Potosí Arzáns impug-
los corregidores nimientos 62 y llevar éstos a la casa del corre-
na ante todo la codicia. En un tremendo alarde gidor, a quien por eso el pueblo dio el apodo
56
panfletario los compara con los cuervos. "A de Huallpasúa, o ladrón de gallinas en quechua,
los corregidores de Potosí les parece poco que Arzáns reproduce y explica, 63 y no deja de
cuanto más les dan, porque ellos se tienen por apuntar que en un sermón se recriminó públi-
dueños de todo lo ajeno” 57 El justicia mayor camente la crueldad de los negros de Manrique
don Alvaro Patiño va a prender a un revoltoso para con los indios. 64 En 1716 Arzáns dice des-
en 1601, "y como no lo hallase se encontró sin alentado: "Lo que más agrava tanto mal es que
haberlo pensado con todas sus alhajas y can- los mayores pecados se hallan en las mayores
tidad de 6,000 pesos en ropa de Castilla y cabezas, pues con su ejemplo todo el cuerpo de
otros géneros de la tierra, y de éstos hizo jus- la república adolece mortalmente. es nota- Y
ticia llevándoselos a su casa donde los encerró ble desdicha la de Potosí, con sus corregidores
en un cuarto para servirse de ellos”. 58 El epi- en particular, que no se experimenta otra cosa
sodio de la muerte del maestre de campo Cin- sino la peoría en la sucesión de unos y otros, y
tero, cuya fortuna dejó fama legendaria en es de notar que en cuanto a la administración
Potosí a mediados del siglo XVII, da motivo de justicia casi no se ve la obligación porque
a Arzáns para otro despliegue de crítica mez- sólo se hallan enfrascados en la codicia de
clada con ironía. Muerto Cintero sin testamento riquezas, de suerte que si no la administraran
ni herederos forzosos, el corregidor Velarde los alcaldes de la manera que se puede acabara
Treviño y otros ministros hacen un poder por de perecer de una vez esta Villa. Todo esto nace
el que Cintero nombraba por albacea al corre- de la insuficiencia en quien se elige para tales
gidor, y otros, y para dar validez al documento cargos, pues como sólo los adquieren para en-
representan una farsa: "Se llegaron a su cama riquecer, todos los delitos por atroces que sean
y a voces decían al difunto: 'Señor maestre de hallan grandes protectores, conque se burlan de
campo, este poder que vuestra merced nos ha la justicia, tomando a pechos absolver los reos
dado para ordenar su testamento ¿está bien por precio señalado, sin atajar la ambición de
hecho o tiene que disponer otra cosa?’. Ti- muchos, vicio por quien se merma la virtud
rábanle de un cabo de la melena, y como me- pues en ello hay mucho de vanidad y no se
neaba la cabeza el pobre muerto (que en mu- hace la debida requisa en los delitos”. 65
riendo todos son pobres) respondían por él En los oficiales reales, lo que más encarece
los vivos presentes: 'Ya ven vuestras mercedes Arzáns es también la codicia. De un personaje
59 Ibid., II, 125.
-

53 - Ib id., III. 343 - 60. Ibid., 31 256. ,

54 - ¡bid., I, 112. 61. Ibid., II, 408.


55 - Ibid., II. 409. 62. Ibid., II, 417 -

56. Ibid., I, 150 (nota 6) 63. Ibid., II, 321 (nota 3),
57 - I bid., I. 312 - 64. Ibid., II, 417 -

58 . Ibid., I. 247. 65. Ibid., III, 42 .

el
BARTOLOMÉ ARZÁNS DF, ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

legendario, el tesorero Ordaz en 1568, dice de lascivia por dinero, y que varón y hembra
que fue tanto el provecho que sacó de Potosí amancebados y hallados juntos en lascivos amo-
"que se ahorró de la molestia de pedir merced res se concertasen en 'Tanto me habéis de dar
66
y premio” al rey. En otro pasaje legendario vos y vos, y si no os he de poner en la cár-
73
"murió el capitán don Gil de Nortes, azoguero cel?’”.
en esta Imperial Villa, repentinamente; y como Las elecciones de alcaldes ordinarios del ca-
es costumbre en ella más que en otra alguna, los bildo constituyen un motivo característico en
oficiales reales aún antes que el cuerpo estuviese la crónica de hechos actuales de la Historia.
frío se llevaron hasta 2,000,000 que tenía de Arzáns da cuenta de las corruptelas que se
caudal”. 67 La codicia de los oficiales reales se empleaban para satisfacer ambiciones persona-
expresa también en los cuentos de la Historia, les. Las elecciones de 1721 fueron especial-
y en el de "Doña Mariana de Benavides” del mente trabajosas y Arzáns relata detenidamente
tesoro que el fantasma hizo encontrar a la he- sus incidencias. 74 "El caso fue gravísimo por
roína los ofiiciales reales "le quitaron 10,000 todos caminos, pues abandonando la caridad se
pesos”. 68 Los oficiales reales tenían "debajo” a rompieron estrechas amistades, se concibieron
losazogueros y otros vecinos con motivo de las notables rencores, se gastaron millares de pe-
deudas de azogue y otros renglones de real ha- sos, se ocasionaron perjudiciales murmuracio-
cienda, y a este propósito Arzáns dice que "es- nes y se lastimaron créditos y honras”. 75
tos soberbios y poderosos ministros” se han Las discordias en que el cabildo se vio en-
hecho "tan soberanos” en Potosí "en todo vuelto, tanto entre sus propios miembros, como
tiempo que les parece que nadie puede igua- con las otras autoridades, con los eclesiásticos
larles debajo de la luna para sus costumbres, con los vecinos dan motivo a Arzáns para
y
sino a la atención de los acreedores de los ejercitar su intención crítica permanentemente.
haberes reales, pero como les falta buena in- La Historia no perdona ni a los miembros
tención van las costumbres perdidas. Pocos más infimos del dispositivo gubernamental. Los
viven bien según la experiencia porque les escribanos hieren en particular la sensibilidad
parece no tienen a quién temer”. 69 "Siempre es de Arzáns. Dando cuenta del envío de unos
dañoso dar a uno solo de los príncipes gran autos judiciales de Potosí a Lima en 1727 dice
mano, y en Potosí darla a tres es dañosísimo si con todo detalle que estaban "comprendidos en
están unidos”. 70 4,300 fojas y media, para que se vea a lo que
También sobre el cabildo asesta Arzáns los llega las temas y la codicia de los escribanos
tiros de su crítica. En uno do
tantos encuentros acrecentando renglones y el tiempo que será
legendarios de los "abandalizados” en el siglo necesario para ver y registrar tan gran número
XVI, los alcaldes ordinarios en vez de evitar de fojas”. 76 La crítica cobra tonos inmisericor-
la refriega llegan aponer en prisión a los so- des: "A fines de enero [de 1731] murió Se-
brevivientes,cosa que Arzáns censura bastián Álvarez, secretario de cabildo,
y con- y quedó
cluye: "Mas ya caigo en cuenta que iban a la Villa sin ningún escribano, habiendo muerto
poner en prisión la plata”. 71 En la crónica de en espacio de ocho años 10, que fue cosa no-
hechos actuales Arzáns celebra en 1714 la table, y este Álvarez, que sólo un año actuaba,
elección de alcaldes ordinarios fue más sacre que los anteriores, siendo todos
y de la Santa
Hermandad en cuatro personas "con bastantes espantables”. 77 Otros ministriles son compren-
medios” para su mantenencia didos también en la crítica. Hablando de cierto
y lucimiento
"porque es cosa experimentada que si no los robo que se hizo en 1730 en la iglesia de la
tienen se valen de la administración de justi- Virgen de los Remedios da cuenta de que se
cia para robar las haciendas, particularmente recobraron algunos objetos sin prender a los
de los pobres”. 72 ladrones, y agrega: "pero aunque los hubiera
Arzáns se detiene también en casos particu- a las manos, ahí estaba el escribano que escri-
lares como el del alcalde ordinario don Do- biera contra el que hurtó a uno y no contra sí,
mingo Gainza Ugarte, vizcaíno, en 1725. "El si hurta a todos; ahí estaba el procurador que
se halló pobre y desvalido y con la vara de le defendiera menos que le imitara; y estaba el
alcalde quiso valerse de las haciendas que condenara no porque no haya ladrones
y bienes le
de los pobres, arrebatándoles con violencias, sino porque no hay otro, no porque no haya
con engaños y con pretextos diabólicos. Qué muchos sino por quedar solo a la república,
parecería a los ojos de Dios rescatar el pecado que por quitar los ladrones traen otros muchos,
como son alguaciles, carceleros, escribanos, es-
66. Ibid., I, [34.
: cribientes y procuradores. Sucede lo mismo que
67. Ibid., I, [
:
79 -

68. Ibid., II, 26. 73. Ibid., III, 204.


69. Ibid., III, 307 -
74. Ibid., III, 12 1 ss.
70. Ibid., III, 338 .
75. Ibid., III, 128.
71. Ibid., I, 297. 76. Ibid., III, 261.
72. Ibid., III, 13 -
77. Ibid., III, 322.

cli
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

al que por limpiarse de ratones trae gatos, que vía en 1724 recuerda "la calamidad” que se

si el ratón le roía un mendrugo de pan, un experimentó en Potosí "de la impiedad” de es-


80
arca vieja, un poco de madera, un pergamino, te prelado.

viene el gatazo, y hoy come la olla y mañana La visita del arzobispo don Luis Francisco
la cena y ese otro día las aves, y en poco tiem- Romero en 1727 dejó otro recuerdo amargo por
’.' 8
po suspira por sus ratones . las rigurosas disposiciones que adoptó para la

Eclesiásticos. Arzáns era sin duda muy de- exacción de contribuciones y la moralización
voto, muy dado a lecturas piadosas y tenía del clero. Ya antes de la entrada de Romero,
muchos amigos eclesiásticos, pero muestra una por "la fama que corría de su asperidad la
sorprendente independencia de juicio en su va- Villa esperaba horrorizada los efectos de su
87
loración de ellos, comenzando por los arzobis- visita, y no le salió vano su temor”. Insiste en

pos: que "el crédito de la asperidad de su señoría


En 1703 el arzobispo de los Charcas don ilustrísima más era para huir de su presencia
Juan Queipo del Llano y Valdés hizo ejecutar que acercársele a recibir favores ni a manifestar
88
en su distrito una real orden para que se co- alegrías”. Uno de los cargos más dolientes
brase a los curas el subsidio del 10 por 100 de contra Romero es que dio oídos a delatores de
sus bienes, "cosa muy sensible [. .
.] por ser las honras y costumbres de los sacerdotes de
nueva y en ocasión que experimentaba no-
se Potosí. "Gran cuidado es menester para no de-
79
table y general decaecimiento en todo”. La jarse impresionar incautamente de las ponzoñas
Historia acepta que Queipo fue benignísimo y que derramaban los malintencionados sobre
89
que no hizo otra cosa que ejecutar una orden las mejores prendas”. "Harto se dijo sobre
del monarca, pero lo censura por haberse de- este rigor y los otros ejecutados en sacerdotes de
jado llevar por sus asesores, "tan unidos como buen crédito, pues sin preceder moniciones para
carne y sangre”, que "lo supieron descompo- dejar la ocasión se vieron tan afrentosamente
ner de sus buenas intenciones” y concluye en castigados”. "Finalmente, dejando otras muchas
que "si el pastor eclesiástico sólo pretende sus órdenes ymandatos [. .] se partió de esta Vi-
.

aumentos y estimación con molestia de sus ove- lla su señoría ilustrísima dejándola llena de
jas se tiene por insufrible”.
80
horror con la demostración de su rigor como
90
Las visitas del arzobispo fray Diego Morcillo nunca experimentado”.
de Auñón a partir de 1715 también son impug- Aunque el paso del arzobispo electo don Al-
nadas por Arzáns, "habiéndose hecho anuales fonso del Pozo y Silva por Potosí en 1731 tuvo
siendo la costumbre que fuesen bienales, y con el efecto de "dejar a toda la Villa amartelada
demasiado rigor para los curas en un tiempo por su benignidad”, Arzáns no deja de recordar
muy calamitoso”. 81 En dicho año causó "gran que el día de su entrada, al pasar debajo del
escándalo” en la Villa el que, por la orden de arco triunfal que se le había preparado en una
Morcillo para que en los entierros se cobrase de las calles, viendo que la gente estorbaba la
precisamente la cuarta funeral, el cuerpo de marcha, increpó al corregidor que estaba junto
un clérigo estuvo "cuatro días sin enterrar, has- a él diciéndole: "Bien parece que no hay jus-
ta que ya tocando en corrupción hubieron de ticia en esta tierra”, y no quiso detenerse a re-
juntar entre sus amigos la cantidad, y así se en- cibir la bienbenida, "quedando la siempre ob-
82 91
terró”. Todo lo que el arzobispo cobraba se sequiosa Villa atónita de acción jamás vista”.
iba para la corte "en grandes cantidades de oro La codicia de los curas, especialmente con los
y plata” al paso que "los pobres del distrito indios, es duramente fustigada en la Historia.
clamaban por las gravísimas necesidades que Arzáns se vale de los cuentos que intercala en
padecían”. 83 Trae en su ayuda al cardenal de el relato para manifestar su crítica. En uno de

Toledo sobre la obligación del prelado "a gas- ellos un indio va a pedir ayuda a un caballero
tar lo que sobrare en bien de su iglesia y reme- potosino: "Señor, tres meses ha que mi cura
dio de los pobres” sacando lo necesario para la me ha tenido preso por 120 pesos que le debo
decencia de su persona, 84 menciona muchas au- de dos alferazgos [fiestas] que nos echó a mí y
toridades de la iglesia, y acaba exclamando que a mi mujer, y por no tener con qué pagar esta
"todo era un lamento lastimoso y muy irreme- deuda me prendió a mí en su casa, y a mi mujer
diable, cosa que le era muy notada a su señoría en casa de una parienta suya, y a mis cuatro
por la experiencia de la fatiga insoportable en hijos los repartió en diversas casas de españo-
92
los pobres clérigos, curas y feligreses”. 85 Toda- les”. La documentación positiva registra nu-
78. Ibid., III, 304.
79. Ibid., II, 415. 86. ibid., III, 1 66.
80. Ibid., II, 414. 87. Ibid III, 255.
81. Ibid., III, 32. 88. Ibid., III, 256.
82. Ibid., III, 32. 89. Ibid., III, 257.
83. Ibid., III, 32. 90. Ibid., III, 259.
84. Ibid., III, 33. 91. Ibid., III, 326.
85. Ibid., III, 32. 92. Ibid., II, 64.

clii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
merosos casos de explotación de los indios por porque sus disposiciones acabaron causando
93 98
los curas con motivo de las fiestas. Al relatar tantos daños "en honras y créditos”.
los hechos del "valiente indio Agustín Quespi”, La Historia no deja de contemplar el caso de
Arzáns vuelve sobre el tema y observa que confesores remisos que ponen en peligro la sal-
Agustín sacaba mucha plata de su trapiche, con vación de los pecadores ya por su excesiva se-
lo cual tenía "quintos su majestad, la república veridad, como en el milagro del Cristo de
933
el corriente de la plata, los curas las fiestas”. Nuestra Señora de las Mercedes, 99 o por moti-
Inventariando las calamidades que ocasionó la vos mundanos, como en la historia del cacique
peste general de 1719-1720 anota que "final- don Pedro que se condenó porque el confesor
mente, en tan grande mal y tan general como no acudió a su llamado estando divertido en la
fue, sólo a los señores curas de españoles, de mesa de juego. 100
indios y de negros les estuvo bien, con tantos Tampoco olvida Arzáns su criollismo y men-
entierros, y de la misma manera a los sacrista- ciona al maestro don Juan de la Piedra, clérigo,
94
nes y fabriqueros”. Elogiando la bondad y a quien, "como era vizcaíno de nación, el des-
generosidad de un cura contemporáneo suyo, precio que hacía de los sacerdotes peruanos le
don José de Herrera, Arzáns asienta: "No le acarrearon terrible aborrecimiento”. 1
es (ni quiero que le sea) permitido a mi pluma La codicia entre los frailes es otro blanco
ponderar la fiera tiranía y terrible crueldad de de la crítica de la Historia donde entre varios
algunos curas con los pobres indios sólo a fin casos se relata el desfalco que en 1725 hizo
de sacarles plata. Dios lo remedie, porque a en los bienes del convento de la Merced su co-
más andar en el estado que está no hay corazón mendador fray Gaspar de Mariaca, "caso muy
por de piedra que sea que no se quiebre de escandaloso y de mucho descrédito a la reli-
dolor viendo tanta variedad de lástimas en estos gión”. 2 El tema de la lascivia está ilustrado por
miserables naturales”. 95 una historia de pecadores cuyo protagonista es
La de los curas es otro tema que
lascivia "un religioso de tal convento”, "memorable
preocupa a Arzáns y echa mano de las historias caso en que se ve cuánto desagrada a Dios el
de pecadores para ponderarla repetidamente. que las personas que hacen voto de castidad se
En una de ellas un clérigo "de nobles obliga- mantengan en torpes amistades, y más en co-
96
ciones”, perdido por los amores de la hija de munidades donde es necesario el buen ejemplo
un azoguero "la vino a reducir a su voluntad”, de los unos a los otros”. 3 Las repetidas dis-
lo cual, dice Arzáns, "no es nuevo en la fra- cordias en que todo tiempo participaron las
gilidad humana”. En su visita a Potosí en 1727 órdenes religiosas en Potosí suscitan esta refle-
el arzobispo Romero adoptó disposiciones se- xión: "Varias veces he ponderado [. .
.] la poca
verísimas para el arreglo de las costumbres de veneración que en esta Villa han tenido al sa-
los curas y las informaciones que sobre esto cerdocio y daños que de eso se han seguido, y
contiene la Historia componen todo un cuadro parece que no deja de continuarse este mal.
de época. Arzáns no deja de establecer a este Pero ¿qué me admiro de que los seculares co-
propósito: "Por esto es bueno que el eclesiás- metan este desacato si los mismos eclesiásticos
tico sea ejemplo y espejo terso donde se mire lomotivan?”. 4
el secular sin la empañadura de vicios. Si no Las monjas potosinas son traídas a cuento
miran por sí mismos algunos de aquel altísimo por su parte, y se señala el excesivo número
estado, ¿cómo no ha de permitir Dios que se de criadas que mantenían en los conventos:
atrevan los del otro a delatar sus imperfeccio- "algunas pasaban de 20, de 12, 15 y 10, y otros
nes?”. 97 El arzobispo Romero "hizo llevar pre- abusos introducidos”. 5 Se menciona una orden
sas y depositar en las monjas de
Remedios los del arzobispo Morcillo en 1728 para que las
varias mujeres que dijeron estar a cargo de al- monjas de los Remedios "totalmente cerrasen
gunos clérigos, y que fuesen otras buscadas y sus locutorios y porterías los tres días de car-
presas. [.
.]
Hízose muy público y escanda-
. nestolendas so pena de excomunión, en que
loso el caso con tales prisiones”. Arzáns reco- exasperó a estas señoras sin poder ver sus pa-
noce que el ánimo del prelado estuvo encami- dres y parientes (y algunas a sus conocidos que
nado "sólo a fin de que se quitasen muchos llaman devotos, motivo porque sería el precep-
6
abusos, escándalos y otras indignas costumbres to)”, y se dice, sin decirlo, "el grave y escan-
de aquel estado [eclesiástico] en trajes, juegos, daloso suceso que se publicó [. .] no sólo en
.

conversaciones, etc.”, pero censura a Romero


98. Ibid. III, 256.
por haber escuchado a delatores vengativos
y 99. Ibid. I, 282.
93. Archivo Nacional de Bolivia, Audiencia de Charcas, 100. Ibid., II, 72.
Expedientes. X. Ibid., III, 327.
93a. Historia, III, 201. 2. Ibid., III, 210-:
94. Ibid., III, 94. 3 - Ibid., II. 336.
95. Ibid., II, 348. 4 - Ibid., III, 305.
96. Ibid., II, 73. 5- Ibid., III, 258.
97. Ibid., III, 257. 6. Ibid., III, 269.

cliii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Potosí y en La Plata, mas también en mucha semana a un señor azoguero que muy severo y
parte de este reino, de que resultó el descrédito hueco de palabras, puesto a las puertas de su
y deshonra de ciertas esposas del Señor del sala decía al cacique y demás indios: 'Borra-
monasterio de los Remedios, que de ningún cho, entérame aquí la cantidad que sabes has
modo me conviene declarar sus circunstancias de enterar’. 'Señor’ decía el cacique, 'aquí están
siendo así que en ambos tomos de esta Historia 20 (40, 100 o más) indios presentes, que son
7
no he excusado referir otros graves sucesos”. los del entero, y no falta ninguno’. 'Borracho
Azogueros y otros operarios de minas. ladrón’, respondía el azoguero, '¿no sabes que
La Historia no se detiene a definir a los azo- por cada uno me has de enterar a siete pesos en
gueros ni a trazar la historia institucional del plata cada semana? ¿Qué hago yo con tanto bo-
gremio de azogueros de Potosí. El tratamiento rracho ladrón?’. 'Pues señor, el rey mi señor’,
que hace del asunto es valorativo y crítico. replicaba el cacique 'no manda en sus cédulas
Cuando los menciona generalmente emplea que enteremos en plata sino en indios para el
epítetos encomiásticos: los famosos azogueros, trabajo, y ni yo ni ellos tenemos tanta cantidad
los nobles azogueros, los ilustres azogueros, para pagaros’. Entonces se enfurecía al grave-
etc., y desde luego da por sobreentendido que doso azoguero y atropellando la razón, las
de "pende el bien general”. 8
ellos reales cédulas y el respeto que en buena polí-
La actitud de Arzáns con respecto a los azo- tica se les debe a los caciques (pues son entre

gueros varía de acuerdo con el punto de vista. los indios como los señores de vasallos en Es-
En la lucha que el gremio sostuvo con los virre- paña) les daban mil puñadas, y muchos los
yes y otros miembros del gobierno real, por las azotaban diciéndoles notables vituperios con
deudas de azogue en particular, toma partido desprecio de las órdenes reales, y amenazándo-
a favor del gremio. Impugna, por ejemplo, al los que les matarían a palos y azotes los forza-
virrey conde de la Monclova por haber atro- ban a que les enterase en plata”. 14 Arzáns
pellado "los fueros y preeminencias de los no- concluye característicamente, en el problema de
bles azogueros y dueños de minas porque so- las relaciones entre azogueros e indios, dicien-
lamente habían rezagado algunas cantidades do que mientras los indios irán a gozar del cie-
del procedido de los azogues”. 9 Hace notar que lo después de tantas opresiones en la tierra,
"no se había visto en Potosí cosa semejante en quienes los oprimen, entre ellos los azogueros,
15
los virreyes antecedentes pues todos guardaron irán a dar al infierno.
las preeminencias, privilegios, franquezas y li- Los azogueros estaban empeñados en otra
bertades que las majestades católicas dieron a lucha con los trapicheros, dueños de los trapi-
los señores azogueros, de quienes pende la ches o molinos pequeños para el mineral, a quie-
mantenencia de sus reinos y sus reales quin- nes acusaban de fomentar el robo de los mine-
10
tos”. Cuando el virrey murió en 1705 "respi- rales por los k’ajchas en el Cerro. Arzáns se
raron los señores azogueros y se alentaron a coloca a favor de los trapicheros en esta lucha
pagar como pudiesen los rezagos”. 11 y dice que éstos eran de beneficio para toda la
La Historia sigue las alternativas del tema Villa pues ayudaban a sacar todas las semanas
con pena o con alegría según el sesgo favorable muchos marcos de plata: "pero algunos hom-
o desfavorable para los azogueros. 12 Engloba a bres y mentirosos hacen su oficio de
falsos
los oficiales reales en su crítica y declara que acusadores y de soplones en los que hablan y
16
estos ministros tienen a los azogueros en "una sienten mal de los ricos y de los jueces”.
opresión insoportable” a causa de las deudas Los azogueros participaron vastamente en
de azogue. "Cónstame a mí pues he ayudado a los disturbios y discordias de Potosí. Arzáns
gemir sus tristes gemidos”. 13 se vale del material legendario de la Historia
En cuanto a las relaciones de los azogueros para mostrarlos actuando en esos trances, en
con los indios, la actitud de Arzáns, a pesar de conflicto con "el mal corregidor”, con el ca-
algunas situaciones equívocas en que la amistad bildo, con los reproduciendo
oficiales reales,

personal que tenía con miembros del gremio lo situaciones que acontecían frecuentemente en
17
coloca a veces, es elocuentemente condenatoria. la vida real. En la guerra de vicuñas y vas-
Censurando la costumbre de hacer pagar a los congados puede examinarse en detalle la ac-
18
enteradores de mita en dinero la ausencia de tuación de azogueros de uno y otro bando.
los mitayos expresa: "Tampoco era razón que Cuando la Historia se constituye en crónica
enterasen los pobres indios siete pesos cada de los hechos actuales registra pasajes equiva-
lentes a los legendarios. El año 1706, "habien-
7. Ibid., III,
387. do parado la Ribera todo el mes de febrero, se
8. Ibid., 427.
II,

9. Ibid., I, 123. 14. Ibid., III, 365.


10. Ibid., II, 349. 15. bid., II, 190.
11. Ibid., II, 427. 16. Ibid., II, 472.
12. Ibid., II, 437; III, 127, 129. 17. Ibid., I, 197, 244, 253, 257, 281, 310.
13. Ibid., III, 338. 18. Ibid., I, 314 ss

cliv
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

hallaba ei noble gremio de azogueros lleno de a las dos caras del Cerro, la del sombrío, que
confusión y pena, considerando por una parte caía entre el sur y el oeste, y la del sol, que
los atrasos y por otra abominando de los malos caía entre el norte y el este. Los primeros te-
ministros que a tal extremo los habían reduci- nían por patrona a la Virgen de la Candelaria
do, presumiendo algunas veces que era sola- de la parroquia de San Pedro, y los otros a la
mente fuerza de mal afecto que les tenían los misma imagen en la parroquia de Copacabana.
oficiales reales que con sus informes irritaban Solían emular en costosas fiestas de devoción
los ánimos superiores, y otras que éstos preten- a esas imágenes su reconocimiento por "los be-
dían el que de una vez se arruinase esta Impe- neficiosque experimentaban de sus manos en
19
rial Villa”. En 1711 se suscita un conflicto de las minas, los días y las horas”. 30
los peligros
característico en que participa el gremio, el También tenían fiestas profanas por la entrada
corregidor, curas y frailes. 20 de nuevos alcaldes de minas, y esas fiestas ter-
Es de suponer la extensa participación de los minaban a veces en pendencias mortales. 31 Los
azogueros en las fiestas de Potosí, donde osten- minadores suelen aparecer en las historias de
tan su riqueza. 21 Es especialmente significativo milagros gustando "el amargo trago de la
el pasaje de "Las famosas fiestas que hicieron muerte” en medio de los peligros que acecha-
en esta imperial villa sus nobles criollos” 22 en ban en el Cerro. 32
1608 con elementos característicos de la socie- Los trapicheros gozan de la simpatía de Ar-
dad potosina, como la riqueza, la emulación záns y los trapiches son descritos como "casas
regional, el criollismo. donde con los instrumentos de piedra se muelen
La Historia provee expresivas semblanzas de y benefician metales de plata”.
33

azogueros, algunos legendarios como don Fer- Además de los k’ajchas indios los había tam-
nando Arzáns Dapífer y Toledo, 23 otros históri- bién españoles y mestizos. Arzáns presenta un
co-legendarios como
el vascongado Francisco k’ajcha mestizo en la persona de Pedro de
de Oyanume, 24 y otros históricos como Antonio Tamarán, el Charca Mestizo,
34
rival del famoso
López de Quiroga 25 y José de Quirós. 26 Agustín Quespi. Cuando los k’ajchas eran es-
Arzáns menciona otros operarios de minas pañoles se los llamaba comúnmente calchotes. 35
como los beneficiadores de los ingenios. Con la Mercaderes. Arzáns, que tiende a magnifi-
mucha experiencia que tuvieron los criollos lle- car las cosas potosinas imbuido en el senti-
garon a ser insignes beneficiadores. 27 Cuando miento de la nostalgia pasada, suele mencionar
en 1726 expidió una orden para que
el virrey a los mercaderes potosinos con la fórmula au-
los beneficiadores
fuesen examinados en su mentativa de "riquísimos mercaderes”. En
ciencia, Arzáns pregunta: "¿Quién los ha de 1568, en uno de sus relatos legendarios, cuenta
examinar si es una ciencia que tiene principio 80 mercaderes en Potosí; 36 en 1619, en un re-
mas casi no tiene medio ni fin ? Particularmente lato histórico-legendario, cuenta 160 mercade-
los metales de este Cerro, por la incesante va- res solamente vizcaínos. 37 Estos números pue-
riedad de ellos, calidades tan contrarias que den estar agrandados.
entre sí muestran y circunstancias mil, que si Una de las calles principales de la Villa era
no vencen con atajos discursivos todo se
se la de los Mercaderes. 38 Sobre lo que en ella
pierde. Quince libros hay de los que he visto, había en las tiendas de mercaderes Arzáns
en otros tantos autores, que cada uno le parece ofrece un inventario sucinto pero expresivo. 39
haber dado cumplido acierto al beneficio, Arzáns defiende a los mercaderes contra la
y
ninguno sirve para ser seguido; codicia de los corregidores, sean legendarios o
y lo mismo
fuera si quince mil escribieran; sólo la expe- reales,que hacían visitas personales a las tien-
riencia sirve de norte, con todo a cada paso das para probar las pesas, medidas
y y géneros,
se añubla esta guía”. 28 pero "no por el bien público sino por su parti-
Los encargados de dirigir la labor de extrac- cular interés”. 40 Impugna, por su parte, la co-
ción en el Cerro, a quienes se restringía en el dicia de los mercaderes. Cuando en
1565 se
vocabulario de la época la denominación de empobrecieron los minerales del Cerro los mer-
mineros, son llamados más frecuentemente en caderes "perdieron la mitad del precio que su
la Historia minadores. 29 Los minadores estaban codicia imaginaba sacar”. 41 Aun defendiéndo-
divididos en dos parcialidades correspondientes
30. lbid., II, 109, 391.
19. lbid., II, 436. 31. lbid., II, 90.
20. lbid., II, 489. 32. lbid., II, 390.
21. lbid., I, 212, 217, passim. 33. lbid., II, 472.
22. lbid., I, 267. 34. lbid., III, 202.
23 . lbid., I, 268, passim. 35. lbid., III, 358.
24 - lbid., I, 334 - 345 ; II, 8. 36. lbid., I, 135, 135 (nota 4).
25 . lbid., II, 349 ss. 37. lbid I, 316.
26. lbid., II, 423. 38. lbid., I, 148, passim.
27 - lbid., I, 126. 39. lbid., I, 39.
28. lbid., III . 234. 40. lbid., I, 219.
29. lbid., I, 65, passim. 41. lbid., I, 128.
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

los a veces reconoce que "muchos mercaderes c. Pobres y ricos


42
hacen de las suyas’’. En 1666, con motivo del
duelo por la muerte de Felipe IV, la Villa "tuvo Arzáns, que escribe la Historia cuando la Vi-

crecidísimo número de gastos [. .} en los lutos .


lla Imperial está en plena declinación, contem-

por la terrible y mal permitida codicia de los pla la sociedad potosina dividida en dos cate-

mercaderes”. 42
Cuando la Historia se convierte gorías inconciliables: pobres y ricos. Él parte

en una crónica de los hechos actuales, se en- del principio general de que los ricos son ene-

cuentran pasajes agrios contra los mercaderes, migos naturales de los pobres, 55 y, en cuanto a
especialmente los cargadores españoles que en Potosí, asienta que "siempre ha sido experien-

el siglo XVIII venían a Potosí pues "por su cia de grave mal en esta Villa tener sus pode-

particular codicia son contra el rey y contra las rosos y sus ricos abatidas las leyes y tan hollada

repúblicas, que las dejan perecer y se llevan la razón y la justicia. [. .} En diciendo el .

a los extranjeros su riqueza".


44 pobre y plebe 'Así lo dice fulano’ o 'Él lo or-
En los disturbios potosinos los mercaderes dena así’ no hay que replicar sino obedecer”. 56
aparecen cuando menos cerrando apresurada- Arzáns remonta la antinomia pobres y ricos
mente sus tiendas en los momentos de peligro hasta el material legendario de la Historia en
el episodio en que el corregidor Juan Ortiz de
para evitar ulterioridades, pero no dejan de
participar activamente en las pendencias,
46 Zárate manda en 1593, por sus particulares
y
hay un episodio legendario en que los merca- intereses, quitar el mesón o tambo de la Cebada

deres resisten con las armas la introducción de en que se recogían los pobres y sustentaban
las alcabalas,
47
en una expresión simbólica de algunos ciegos y otros impedidos. En castigo
la renuencia de este gremio a pagar exacciones
Dios envía a Potosí un hambre que se ceba
principalmente en la casa del corregidor donde
y gabelas. En la guerra de vicuñas y vasconga-
dos los mercaderes suelen ser víctimas pasivas perecen muchas personas de su familia, acaban-
de la ferocidad cruenta de los contendientes o do él por romper con las manos y los dientes

de su rapiña. 48 la orden que "con tanto rigor había hecho


En las ceremonias y fiestas los mercaderes contra los pobres”. 57
solían poner el contingente de sus personas
49 Cuando la Historia es ya una crónica fide-
aunque más el de sus dineros para el mayor digna Arzáns recuerda cómo el corregidor conde
lucimiento de esos despliegues de ostentación de Belayos promulgó en 1695 "rateras leyes”

y boato. y "raterillas pragmáticas” que, como en la fá-


En el material literario de la Historia se en- bula, "cayeron sobre las miserables ranas de los

cuentran mercaderes favorecidos por milagros, 50 pobres que sin contradicción obedecieron, ate-
o haciendo en su famosa calle y las tiendas de morizándolos con estruendo de voces cuyo es-
ella "gala de la sensualidad, así ejecutada en panto les dura y durará, pues como viga pesada
obra como de palabra alabándose de lo que no de los sucesores los tiene debajo, y jamás la
hacían”. 51 En otro episodio un mercader "su- despreciarán ni se subirán sobre ella sino que
mamente impío y cruel con los criados es des- siempre durante la opresión cantarán en el cieno
pojado de casi todo su caudal por dos esclavos de su pobreza de maldiciones terribles cantos
58
negros suyos que atribuyen la pérdida a los contra quien ordenó tales pragmáticas”. El

duendes, por lo cual el mercader "hubo de per- justicia mayor Manrique de Lara entró en Po-
59
der el juicio, y luego le dio un accidente que tosí en 1702 con "14 negros y mulatos” y Ar-
la calentura le hubo de quitar la vida”. 52 záns detalla menudamente los abusos y críme-
Arzáns solía ir de tertulia a las tiendas de al- nes que éstos cometieron contra los pobres in-
60
gunos mercaderes amigos, y una vez escapó la dios.

vida en una explosión de pólvora que acciden- El alcalde ordinario Gainza Ugarte en 1725,
talmente se encendió en una de ellas. 53 Su hijo olvidado de que él había sido pobre, se manejó

Diego fue al parecer dependiente de una tienda de tal manera que "muchos pobres experimen-
de comercio. 54 taron con atenuados motivos cárceles, grillos,
azotes, palos y varias maneras de injurias, mal-
42. Ibid., I, 219. diciendo generalmente al corregidor que pidió
44. Ibid., II, 232.

44. Ibid., III, 360. los votos a los veinticuatros para su elección.
45. Ibid., I, 250, passim. El afligido pueblo comenzaba ya a conjurar
46 . Ibid., I,
74, passim.
47. Ibid., I, 134 ss. contra él, mostrando tener menos paciencia y
48. Ibid., 61
333.
I,
declararse más libertado”. El alcalde ordinario
49. Ibid., I, 240.
50. Ibid., I, 293. 55 - Ibid., III, 346 .

51. Ibid., I, 172. 56. Ibid., III, 288.


52. Ibid., II, 255. 57 - Ibid., I, 2 1 8.
:

53. Ibid., III, 346. 58. Ibid., III, 377 -

34. Ibid., III, 400. Dice Diego en este pasaje que se 59 - Ibid., II, 412.
crió con “la aplicación a la vara de medir más que a 60. Ibid., II, 417 -

los estudios". 61. Ibid., III, 205.

clvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
Rodríguez en 1734 obliga a hacer ciertos tra- curaban de los ricos o mediano posible sana-
bajos públicos a los pobres gremios "con tantas ban los más, y no había quién se apiadase de
lágrimas y maldiciones de las pobres mujeres aquellos pobres, particularmente los que lo po-
que echaban al alcalde, que a la verdad me dían hacer. Éstos decían que no tenían para dar
causaban horror y siempre temí que al tiempo a los pobres, y era así porque no les faltase
de la cuenta última le resonarían estos lamen- para tahurerías, que en la mesa del juego les
tos y maldiciones terriblemente cuanto ahora anochece y en ella misma les amanece el día,
se ríe y lo echa todo a pasatiempo usando de que no les faltase para el gasto de las delicias
términos soberbios para hacerse temido del del plato, para las vanidades del vestido, los
pueblo”. 62 aparatos de la casa, la multitud de criados, los
En cambio elogia al procurador general Sa- gastos de pretensión y demanda, los cohechos
lado que en 1734 hizo quitar varias contribu- de la ambición, las hornazas de Babilonia, las
ciones que pesaban sobre los pobres y procuró cuevas de la torpeza, las casas de Dalila, y
el remedio "del pequeño pan que la malicia Rahab que San Agustín llamó casas del in-
68
de los panaderos amasaba”, y por estas buenas fierno”.
disposiciones hubo "general alegría de la Villa El tema del hambre arranca a Arzáns queji-
63
y loores que le dieron al procurador”. dos que si bien reflejan la angustia de los po-
Los oficiales reales entran también en escena bres de Potosí sugieren a la vez un timbre au-
en la persona del factor Iturribálzaga que se tobiográfico. "La hambre molestaba ya en estos
complica en una cuantiosa quiebra en 1729 y se primeros meses del año [1727] furiosamente
refugia en la Compañía, ayudado de sus pode- a los pobres, que los ricos ni aun la sintieron”.
rosos amigos, "que contrarios pobres muchos "Siempre en semejantes esterilidades están he-
tenía por ser despiadado en cobranzas”. 64 Lue- chos tratantes de trigo y demás mantenimientos
go escapa a Lima para "pasar seguramente a los ricos: ya lo encierran, ya lo ensotan
y es-
España y presentarse ante el rey nuestro señor. conden, y como si fuera ventura propia la in-
Potente caudal lleva, y si se exprime verán felicidad ajena gustan de semejantes fracasos
verter sangre viva de pobres”. 65 para que puedan ellos venderlo a precios exce-
69
En 1724 los ricos cargadores españoles que sivos”. En 1723 vuelve a la carga. "La ham-
habían venido de Buenos Aires a Potosí hicie- bre apuraba ya a los pobres de la Villa que los
ron grandes gastos para los festejos del carna- ricos ni aun la sentían. [. .
.}
Pero estemos en
val. Arzáns exalta su elocuencia para conde- que con ser fiera y no hombre, el león grueso
narlos: "A muchos todo les sobra para hartar reconoce su especie en el león flaco. El hombre
apetitos y todo les falta para dar limosnas. Las rico no quiere tener conocimiento del hombre
bolsas llenas para jugar y cohechar
y para hacer
pobre y lo mira como si fuera de otra especie.
demandas y para engañar y para pasar la vida
¿Qué será esto? ¿Que el pobre no es hombre?
muy a su placer, pero para casar la doncella, No, sino que no es hombre el rico: pues qué-
amparar al huérfano, sustentar la viuda, curar dese para fiera inhumana”. 70
al enfermo y remediar al pobre, las bolsas va- Arzáns encuentra el mismo contraste en el
cías. ¡Válgame Dios! Tienen dinero para ámbito de la justicia. En 1709 hubo una plaga
echarlo en aquellos sumideros del infierno, de ladrones que hicieron daños "particular-
y
no tienen para emplearle en estos tesoros del mente a los pobres” porque "no les dejaban
66
cielo”. ni cama en que dormir”,
y cuando acudían a
Los mercaderes se excusaron en 1722 de la justicia "luego les pedían
y les piden (pues
contribuir para los gastos de la celebración del ya es costumbre) información a los afligidos
Viernes Santo, mientras, observa Arzáns, "gas- dueños como si el ladrón había de robar de-
tan en toros, galas profanas, juegos lascivias lante de testigos”. "Lo más notable es que a un
y
millares de pesos. Ciertas especies hay de ani- rico en cuatro días la justicia le restituyó lo
males que no saben más que su negocio. Una robado”. 71 No es raro que en tal situación sólo
de estas especies son los ricos: ellos no saben por el favor divino los pobres puedan ganar
más que andarse aumentando sus haciendas”. 67 un pleito contra los ricos, y Arzáns se vale de
La peste general de 1719-1720 hace aún más una historia de milagros para mostrarlo: dos
patente el contraste. "Lo más lamentable de señoras muy devotas "de la madre de Dios de
este trabajo fue el que por la suma pobreza que la Candelaria de San Martín” logran "con su
padecían los pobres, así indios como españoles, favor e intercesión [. .] vencer un pleito de .

morían, pues se experimentaba que los que se cierta herencia que injustamente un rico de esta
Villa, (que hoy vive) les tenía usurpada”. 72
62. Ibid., III, 366.
63. Ibid., III, 370. 68. Ibid., III, 87.
64. Ibid., III, 295.
65. Ibid., III, 302.
69. Ibid., III, 5 M -

70. Ibid., III, 153 -

66. Ibid., III, 163. Ibid.,


7 i- II, 47 i.
67. Ibid., III, 141. 72 - Ibid., II, 387.

clvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Arzáns no deja de fustigar a los pobres por objetos para la devoción de los fieles de la

la reverencia en que tienen a los ricos. "Mu- Villa.


chos de los defectos que tienen los ricos, se Según Arzáns, durante el auge mayor de
los causan los pobres y necesitados. Hacen los Potosí, sus pobladores tenían poca devoción
pobres grandes acatamientos a los ricos, y ellos por las cosas divinas y más atendían a "la va-

piensan que se les debe aquella reverencia. To- nidad y gastos de sus humanos regocijos” 80 que
dos creen a los que alaban; alabanza de la au- al adorno de las iglesias, "siendo así que en-

toridad es el rendimiento, y si le echan menos tonces había plata suficiente para hacer pura-
en alguno le aborrecen del modo que no le mente de ella todas las iglesias de Potosí”. 81 La
73
aborrecen en el que le hallan’’. Villa necesitó precipitarse de tanta grandeza
Dado el poder que tienen los ricos y el mal por la pendiente de la declinación "para en-
uso que hacen de él, las leyes deben rezar con mendar lo pasado y desenojar a Dios” con la
82
ellos principalmente. "Los pobres se pueden exaltación del culto divino, y en los días de
gobernar por señas; para los ricos, para los po- Arzáns los potosinos daban no solamente di-
derosos son menester los gritos de las leyes y nero para la construcción, perfeccionamiento y
preceptos reales y un brazo muy rico que las enriquecimiento de los templos, sino también
ejecute [. .] Si no hubiera leyes, la avaricia, la
.
sus manos y hombros, sin excusarse las nobles
83
venganza y la soberbia fueran dueñas del mun- señoras, cuando era necesario, para el trabajo.

do, que harto de esto se ha experimentado en Mas a estar con la misma Historia la devo-
74
esta Villa de todas maneras”. Sobre este mis- ción potosina ya se había expresado a partir
mo concepto vuelve una y otra vez Arzáns, y del descubrimiento del Cerro, y los tres miem-
a momentos llega a lo cáustico en su diatriba: bros del fundamento físico de la sociedad po-
"El principio de las aves es el agua: de éstas tosina fueron pronto consagrados a la advoca-
hay algunas tan feroces que comen carnes. Los ción de Dios y los santos: San Agustín el
84 86
cuervos son de las aves que las comen. Diránme Cerro, la Virgen de la Veracruz la Ribera,

que los cuervos sólo se atreven a los ojos de los y la Villa tuvo como patrones al Santísimo Sa-
cuerpos muertos, y yo les respondo que también cramento, Nuestra Señora de la Concepción,
se abalanzan a los ojos de los jumentos vivos. San Agustín, el apóstol Santiago, Santa Bárbara
86
Ya veo que la riqueza, según la verdad, es una y San Ignacio de Loyola.
poca de aguachirle, pero de esta agua salen las La suerte de la sociedad potosina estaba
aves de rapiña que el mundo llama ricos. Éstos cifrada en las de la explotación
alternativas
se comieran muertos a los pobres, y aun vivos minera, y ésta, a su vez, dependía de una serie
se los comieran si no hubiera leyes ni majes- de contingencias. En la primera época de Po-
75
tades que los amparasen”. tosí los metales eran beneficiables por fundi-

Según Arzáns las calamidades que sufren los ción y se empleó el horno indio a viento, o
pobres sólo pueden tener remedio en Dios o huayra, y la contingencia decisiva para el tra-
76
en la rebelión de los mismos pobres. bajo minero fue entonces el viento. 87 Luego se
adoptó el beneficio del azogue, que determinó
d. Creencias y hábitos sociales la construcciónde ingenios de agua, y éstos a
Devoción. Complejo de culpa y pena. su vez determinaron la construcción de las la-
Dios y Virgen están presentes en todas las
la gunas en que se reunía el agua de lluvia para
88
páginas de la Historia. Estaban presentes ade- la dotación de fuerza hidráulica, y las con-
más, con muchos miembros de la corte celes- tingencias fueron entonces la lluvia S9 y el
90
tial, en multitud de imágenes
7
en las 29 igle-' azogue. En 1626 sobrevino la inundación de
sias que contaba la Villa Imperial en tiempo de la laguna de Caricari, 91 y
la lluvia asumió una

Arzáns, más seis beateríos de indias y muchas buena y mala, pues tanto
significación equívoca,
78 podía servir para la marcha de los ingenios
capillas y ermitas.
Iglesias, imágenes y otros objetos del culto como precipitar una nueva catástrofe. Como los
divino se habían hecho con las donaciones y metales del Cerro no eran siempre uniformes,
mandas y limosnas de azogueros, mercaderes, 80. Ibid., 324.
II,
81. Ibid., 324.
II,
funcionarios, oficiales, artesanos, indios, y el
82. Ibid., 323.
II,

pueblo todo, con la destreza de los artífices 83. Ibid., III, 222.
84. Ibid., I, 116, 192.
españoles, criollos, mestizos e indios, y con el 85. Ibid., I, 1 66.
trabajo y la "sangre, sudor y lágrimas de los 86. Ibid., I, 95, 11 5, 161.
79 87. Ibid., I, 107.
pobres”. Eran a la vez obra de la devoción y 88. Ibid., I, 157, 161 ss., 166.
73. Ibid., III, 189. 89. Ibid., I, 203, passim.
74. Ibid., III, 67. 90. Véase "Azogueros y otros operarios de minas", His-
toria, I, cliv. Ótro hecho notable en esto que pudiera
75. Ibid., III, 69.
76. Ibid., III, 317. llamarse la agonía por el azogue es la huelga de azogueros
77. Ibid., II, 324. de 1715 en protesta por la provisión insuficiente de azogue,
ibid., III, 39.
78. Ibid., I, 9.
79. Ibid., II, 466. 91. Ibid., II, 1 ss.

clviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
otra contingencia fue elmayor o menor acierto prodigiosas, mensajeras de otras desdichas, y
en los procedimientos de beneficio. En suma, la piensa que aquella espada tiene los amagos
suerte de la sociedad potosina era cuantitativa perezosos, que le queda mucho tiempo para
y cualitativamente muy azarosa. Cualquier va- errar y ella bastante para evitar el golpe”. 95
riación en cualquiera de las contingencias re- Cuatro destrucciones, plagas, castigos o azo-
percutía fuertemente en el trabajo minero. Esto, tes mayores cayeron sobre Potosí como penas
asociado con el sentimiento religioso tan intenso por sus culpas, y fueron las guerras de vicuñas
en esa sociedad, acabó por hacer atribuir a y vascongados en el primer tercio del siglo
las culpas de ella las alternativas del trabajo XVII, 96 inundación de la laguna de Caricari
la
minero, y así, como un reflejo metafísico de en 1626, 97 la rebaja de la moneda y el empo-
éstas, se constituyó en Potosí el complejo de brecimiento de los metales del Cerro a media-
culpa y pena. dos del siglo XVII, 98 y la peste general de
Éste imbuye, pues, la devoción de la socie- 1719-1720." De éstas, la tercera fue la más
dad potosina seguramente en mayor medida terrible porque de ella Potosí ya no pudo re-
que en muchas otras partes de las Indias donde hacerse más.
la vida no estaba sujeta a tantas contingencias. Fuera de estas penas generales, Dios casti-
En la mente de Arzáns, antena de selección gó a Potosí en infinitas ocasiones con otras
de las reacciones de los potosinos, el complejo muchas aunque menores.
de culpa y pena desborda al considerar tanto Según la leyenda, en 1557 un primer amago
la vida individual como la colectiva. Glosando del castigo divino cayó sobre Potosí por "los
la muerte de uno de sus compatriotas dice: "Y bandos y crueles pendencias” en forma de una
estemos todos en esta certidumbre, que todo gran nevada y un viento helado que además
libidinoso, imprudente, avariento y con otros trajeron consigo el hambre 9911
y la enfermedad.
vicios, trae consigo o muy cerca de sí, el castigo El homicidio, una de las culpas más invete-
de Dios, como el cuerpo anda acompañado de radas de Potosí, fue castigado muchas veces
su sombra”. 92 La misma concepción tiene para con pestes. 100
Potosí: "Todo estrago de los reinos Por la culpa de la codicia suspendió Dios la
y ciudades
viene por los pecados de sus habitadores: si riqueza de los minerales del Cero en diversas
faltaren para el castigo los enemigos hombres, ocasiones. 1
no faltarán hambres, pestes y rayos terribles Uno de los castigos que más temían los po-
que los destruyan, como sucedió en esta Im- tosinos era la sequía,
y Arzáns tiene una des-
98
perial Villa”. La enumeración de los pecados cripción patética de ella en 1606 por la culpa
de Potosí se reitera una y otra vez: "Más que del "homicidio, la venganza cruel delenemigo
nunca la lujuria, la avaricia, la ambición y el y no hartarse de derramar tanta sangre hu-
homicidio dilatan su imperio. La usura, la in- mana”. 2
justicia, al simonía disimulada con honesto tra- La lascivia que traía consigo "los malditos
je pasan a cara descubierta; los contratos juegos de carnestolendas” fue castigada con
y
donaciones ilícitas sin haber quién les hable unas terribles lluvias, 3 y éstas solían ir acompa-
una palabra. La profanidad de los trajes brotan ñadas a veces de granizadas "en el tamaño
sensualidad que por no nombrarse no se repren- como manzanas medianas”. 4
de; han pasado a muchos hombres los de las mu- El hambre cayó sobre Potosí en
1593 por la
jeres. Tratan los particulares de sus particula- codicia y la crueldad de un corregidor para
res; desvanécese lo público; la mentira burla de con los pobres de la Villa5
y después vino inter-
la verdad; el cuerdo
y recatado es escarnio de mitentemente. 6
las gentes; el disoluto y atrevido es alabanza Los indios gentiles asolaban las fronteras
pública. Pues si tanta variedad de vicios se veían de la Villa porque los potosinos no remitían
triunfar,¿cómo no se había de temer la ira en sus ofensas a Dios. 7
de Dios?”. 94 Así como Dios anuncia los castigos, provee
Dios quiere que los pecadores se arrepien- los medios para aliviarlos o evitarlos, mucho y
tan y por eso el cielo anuncia con señales des- 95. Ibid., III, 287.
acostumbradas la inminencia de los castigos. 96. Ibid., I, 314 ss.
97. Ibid., II, 1 ss.
"Lo que yo digo es que no hay castigo justo 98. Ibid., II, 123 ss.

que no eche delante la amenaza. El cielo 99. Ibid., III, 91 ss.


99a. Ibid., I, 102.
desenvaina la espada con ruido porque se es- 100. Ibid., I, 102.
condan de él en la enmienda; al que se reforma 1. Ibid., 109, 126.
I,

2. Ibid., 263.
I,
no le halla el golpe. Está la mayor parte de 3. Ibid., I, 203; III, 250.
esta Villa burlándose 4. Ibid., III, 250.
[. .
.] de unas señales
5. Ibid., I, 218.
6. En los días de Arzáns el hambre se había hecho poco
92. Ibid., III,171. menos que endémica en Potosí. Véase "Pobres y ricos”,
93. Ibid., I, 234. Historia, I, clvii.
94. Ibid., III, 250. 7. Ibid., III, 270, 287, 295.

clix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

campo en la Historia consagra Arzáns a la in- corregidor usé con los indios, y esto mismo tiene
tercesión de los patrones y los siervos de Dios en aquellas infernales moradas a otros mu-
de Potosí, las rogativas, los novenarios y las A la culpa de los azogueros en el
chos”. 15
8
procesiones. Las procesiones merecen la ma- maltratamiento de los indios se seguía la pena
yor atención de Arzáns y tiene relatos magis- de la falta de azogue y mita. 16 Finalmente Ar-
tralesde ellas. Al terminar la descripción de záns concluye en que la declinación irremedia-
una de tantas dice con unción: "Fue ésta una ble de Potosí esuna pena por la culpa de la
de las más devotas y sangrientas que se hicie- mita: "Quizá por el maltratamiento y fuerza
ron”. 9A veces las satisfacciones de la grey no que en todo se hace a estos naturales perece
alcanzaban a ablandar a Dios, y en una de tan- ya esta Villa”. 17
tas sequías a momentos "se cubría el cielo de La azarosa exposición de la sociedad potosi-
espesas nubes y (como que se burlaba de los na a tanta contingencia según el ritmo de la
pecadores) se tornaba a descubrir sin caer una culpa y la pena explica también la tremenda
10
gota”. Con motivo de la peste general de vigencia del milagro como último remedio en
1719-1720 hubo en la Villa procesiones, nove- la mentalidad potosina. Consiguientemente el

narios y sermones sinnúmero para impetrar el milagro es un tema sempiterno de la Historia


favor divino, a los que concurría "toda la y se lo encuentra no sólo en el material litera-
18
Villa”. 11 En una de las procesiones "quebrá- rio, en las historias de milagros, sino, cada
banse de dolor los corazones al ver tantas niñas vez que se dan las circunstancias para ello, aun
indiecitas de cuatro, cinco o seis años de edad, en el relato como crónica tradicional y como
muchas de ellas huérfanas por haber muerto sus crónica actual, y, respectivamente, la inunda-
padres en este peste, desnudas unas y con tú- ción de laguna de Caricari en 1626 y la
la

nicas fúnebres otras, cargadas de cruces y co- peste general de 1719-1720 siguen mostran-
ronas de espinas en sus cabezas”. 12 do la estrecha asociación del milagro con las
Una mención especial dentro del cuadro de contingencias de la sociedad potosina y con el
la devoción potosina debe hacerse de los in- complejo de culpa y pena.
dios. De los 29 templos de Potosí en el siglo Recordemos asimismo cómo aun en el ám-
XVIII, 15 habían sido fundados para que los bito de la devoción se abrían camino hábitos
indios ocupados en el trabajo del Cerro fuesen sociales como el regionalismo, patente en la
13 19
adoctrinados en la nueva fe. Arzáns encarece cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu, de
la devoción de los indios, que llegaban a em- vascongados, por vascongados y para vascon-
peñarse ellos y sus hijos para celebrar las fies- gados. Los minadores de los dos lados del Ce-
tas que les asignaban sus curas, y exalta la fa- rro, el sol y el sombrío, pugnaban en el culto

miliaridad con que los indios se dirigían a Dios, a sus correspondientes imágenes de Nuestra Se-
a la Virgen o a los santos "con mil ternezas en ñora de la Candelaria en las parroquias de Co-
su idioma, que ordinariamente las palabras pacabana y de San Pedro. 20
afectuosas en el lenguaje indiano [. .
.]
enter- No menos demostrativa es la Historia para

necen por su abundancia y dulzura”. 14 hacer ver cómo la devoción potosina, en cuan-
Las culpas de la sociedad potosina por los to hecho social, no se dirigía hacia la divinidad

malos tratamientos a los indios son también como concepto abstracto, o espiritual, sino a

contempladas con particular esmero por Ar- Dios, la Virgen y los santos concebidos como
záns, y se remonta además hasta el descubri- objetos concretos y personificados en las imá-
21
miento y la conquista de las Indias para genes.
amonestar que las guerras civiles y muertes Demonio, agüeros, hechicería. Si la vida

desastradas de conquistadores fueron en castigo de la sociedad potosina estaba imbuida del sen-
de la tiranía de los españoles para con los timiento de la divinidad, no es menos cierto

indios.
14a
Un corregidor de indios del distrito de que término antinómico, el demonio, estaba
el

Potosí muere sin confesión en una historia de extensamente implícito en esa vida.
pecadores, y su alma se presenta al confesor Arzáns no se molesta en hacer una teoría
sobre el demonio, como la que hace Calancha,
y dice: "Lo que particularmente me tiene en
los infiernos (atención corregidores y los de- que tanta influencia tuvo sobre el autor de la
22
más que oprimís a los pobres indios) es la ti- Historia Presenta al demonio actuante. Lo
.

ranía y crueldad que en dos ocasiones que fui presenta, además, tan materializado y concreto
como puede.
8. Ibid., 325. Para procesiones en particular,
II, ibid., I, 15. Ibid., II, 71.
95 ; II, 338 339 III, 84-87, 234, 291.
, ;
16. Ibid., 349. II,

9. Ibid., II, 339. 17. Ibid., 69. III,

10. Ibid., III, 26. 18. Véase "Los materiales literarios de la Historia (Histo-
11. Ibid., III, 84, passim. ria), I, cvi, cvii.
12. Ibid., III, 87. 19. Ibid., III, 4, 5 (nota 1).
13. Ibid., I, 9. 20. Ibid., 391.II,

14. Ibid., I, 304. 21. Ibid., II, 323.


14*. Ibid., I, 224. 22. Calancha, Coránica, p. 633.

clx
BARTOLOMÉ ARZANS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
Todos los males de Potosí en la Historia se El demonio suele estar asociado a otros ele-
deben, según hemos pecados de los
visto, a los mentos potosinos típicos, como en la historia de

potosinos, o sea al demonio. En el complejo "La apuesta con el demonio 31 que acontece
de culpa y pena está implícito el demonio co- en un ingenio. El elemento potosino suele ser
mo el genio de la culpa. el acontecimiento mismo, como en el caso del
En la Historia el demonio está en acción tan- disturbio, en que el demonio está "asestando
to en los materiales legendarios como en los toda su infernal fuerza en atajar la santa
histórico-legendarios y en los históricos, y siem- paz ”, 32 o en la discordia, en que "este astutísi-
pre encarnado. Así como en la sociedad poto- mo enemigo en tales tramas urde enemistades,
sina Dios, la Virgen y los santos necesitaban inventa particulares provechos con daño ajeno,
encarnarse en una imagen, también el demonio trama diferencias, porfías, riñas, guerra y des-
debía encarnarse, preferentemente en figura hu- trucciones ”. 33
mana, para cumplir con su cometido. Arzáns participa de la creencia general de
En la historia de "Los dos manchegos ”, 23 una los españoles, inventada por los eclesiásticos
de tantas con demonios, Arzáns dice que a quie- para prohibir las religiones autóctonas, de que
nes lo invocan no se le hacen "sordos los de- los ritos indígenas estaban necesariamente con-
monios en este Potosí, que como para todo es- sagrados al demonio. Según una leyenda que
taban y están prontos” al punto acuden. trasmite Arzáns los indios de Potosí antes de
En la Historia los demonios porfían con Dios la llegada de los españoles adoraban "al demo-
sobre su derecho sobre los pecadores: "Llevar- nio” en la cueva de Cantumarca” que las más
los entrambos pues son míos”; "Entrégueseme veces se les aparecía allí en figura visible
y es-
luego para llevarlo en mi compañía ”. 24 La Vir- pantosa ”. 34 En la colonia los agüeros de los
gen María, por su parte, arguye a Dios sobre indios se explicaban porque "todavía el demo-
la entrega de los pecadores al demonio 25 . nio era su oráculo ”. 35
El licor de los indios, la
El demonio aparece encarnado en animales, chicha, está asociada al demonio, quien, "en la
como perros 26 y aun insectos 27 y también en
, ,
calle de la Chicha, como de asiento (tomando
otras formas ” 8 que recuerdan las interpreta- cuerpos fantásticos) habitaba visiblemente en-
ciones plásticas de los pintores coloniales como tre los indios”,
y solían danzar en las ruedas de
Pérez Holguín, contemporáneo de Arzáns en Po- bailede los indios como otros más, o aparecían
tosí, en su Juicio final”. Más frecuentemen- tendidos "durmiendo a las puertas de las tien-
te el demonio se encarna en figura humana. A das de chichería de aquella calle ”. 36 Según se
veces es "un hombre incógnito y de terrible recuerda enseguida el demonio estaba también
aspecto que habla "con voz que parece gri- asociado con la coca.
29
to ”. Otra vez es un personaje del folklore En menor que
escala el demonio, el duende
coreográfico de Potosí, como en el episodio de aparece en la Historia urdiendo desaguisados
y
un mozo libertino y bravucón que había ofen- disparates entre los hombres, pero no en figura
dido mucho a Dios y que un día, estando en visible, y sólo una vez, por comparación, se su-
su sala, por la ventana de ella, "tendiendo la gieren sus cualidades perversas
y picarescas a
vista al patio vio que desde la mitad de su través de la figura del negro legendario An-
espacio lo llamaba tonio Bran de Brizuela a quien se llamaba po-
y lo desafiaba a batalla un
danzante armado y con alfanje pularmente el Duende 37
y rodela en las .

manos, y como era de arriscado espíritu el mozo, En el cuadro de las creencias de la época
y el suceso instrumento de la justicia divina, debe entrar también la agorería
y la hechicería.
salió al patio como un león Arzáns cree firmemente en la influencia de
y fuese para el dan-
zante. Éste se retiró al brocal de un
profundo los astros en la vida humana, pero hace esfuer-
pozo que en aquel patio estaba, no empañar su ortodoxia: "Y aun-
y desde allí lo zos para
tornó a desafiar con señas ademanes de bravo. que no puede negar la inclinación de las es-
se
y
Ardiendo en iras el mozo acometió furioso al trellas, queda ileso el libre albedrío”; "es muy
danzante. Entróse este al pozo obscuro conocer los modos que Dios tiene en la
y tras él se arrojó
aquel hombre,
y desapareciendo el danzante conservación o ruina de una monarquía, reino,
cayó al agua el miserable, ciudad o villa 3S Su actitud es la misma res-
y aunque acudieron ,

dos españoles que habían visto este suceso fue pecto a la significación de los sucesos extraor-
en vano porque en un momento se ahogó,
y
dinarios: Ya se ve que en semejantes cosas las
luego se entendió ser el demonio ”. 30 más veces suelen servir de crédito a los supers-

23. Historia, I, 108.


3 i- Ibid., II, 201.
24. Ibid., II, 53.
32. Ibid., II, 396.
25. Ibid., II, 53.
33 - Ibid., III. , 326.
26. Ibid., II, 199.
34 - Ibid., I, 40, 209
27. Ibid., II, 88.
35 - Ibid., I, 81.
28. Ibid. y passim.
36. Ibid.. II, 304.
29. Ibid., I, 108.
37 - Ibid., II, 148.
30. Ibid., II, 266.
38 . Ibid., I, 241.

clxi
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

y en el escritorio de la mujer
se encontra-
ticiosos,pero lo que se debe hacer es que por ella,

la religión no se crean estos cuentos, y que por ron "dos bultos de cera, vestidos uno de ellos
la prudencia no los desprecien si no son en
per- su traje y de la misma tela que ella vestía, y

juicio de alguno, pues a veces no está en manos otro del hombre, unidos con los brazos y un pe-

de los hombres [dejar de] experimentar sus dacito de piedra imán puesto en el bulto de la

efectos”.
39
Los potosinos creían lo mismo. Los mujer”. 45
adivinos eran parte de la vida social de la Villa. El disturbio. Uno de los hábitos más carac-

A propósito de "un extranjero zahori que bus- terísticos en la sociedad potosina colonial es el

caba la vida con sus adivinanzas” en 1661 dice disturbio a estar con la Historia, desde su forma

Arzáns "no siendo el primero, pues otros mu- cruenta máxima de guerra civil hasta la sim-

chos con semejantes embustes han adquirido el ple discordia entre vecinos.

pasar honradamente recogiendo dinero’ y a ,


Los "bandos de naciones”, o encuentros san-
pesar de esta reserva sobre "los embustes”, aña- grientos entre gente de las diversas regiones es-

de que el adivino "quedó acreditado de sa- pañolas, más la participación de criollos, mesti-

bio”.
40
Otro adivino dejó registrado su nombre zos indios, extranjeros y negros, son la forma

en el recuerdo de los potosinos, Marcelo Fa- de disturbio más frecuente en la Historia, que
cino, "grande filósofo extranjero que estaba en atribuye legendariamente a unos alemanes el
46
esta Villa” en 1674 y que en la Historia aparece desencadenamiento de estos bandos en 1556.
En el ciclo legendario de la Historia estos ban-
haciendo "pronósticos ciertos” por "la postura
41
de las estrellas en el horóscopo”. Hemos visto dos son innumerables, precipitados "por cual-
ya la significación que tenían los cometas y quier vientecillo de vanidad, contradicción o pa-
47
otros fenómenos celestes.
42 labras de poco fundamento”.
48
Arzáns pone aún más cautela en cuidar su La guerra de vicuñas y vascongados en el
ortodoxia respecto a la hechicería que a la as- primer tercio del siglo XVII, la primera plaga
trología y los agüeros, pero se columbra fácil- o destrucción general de Potosí según la His-
mente el fondo de sus creencias en medio de las toria, fue la culminación de un conflicto de pre-

reservas que hace: "No porque otra fuerza, to- dominio regional, económico y político, en que
cante a los hechizos, la asegure yo (que antes la las diversas regiones españolas, más los crio-

niego), pero turban sí éstos el juicio, ahogan y llos, se aunaron contra los vascongados en Po-
ofuscan los espíritus, y como realmente todos a tosí. Este disturbio resume las características de

la larga o a la corta son venenos quitan la vida,


todos los "bandos de naciones” y muchas carac-
terísticas de la sociedad potosina en general.
pero pensar que tocan en la voluntad libre, en
el racional albedrío es disparate indigno de es-
Después de la guerra de vicuñas y vascon-
cribirse y cuanto más de creerse:
43
Arzáns com- gados la emulación regional no desapareció.
pone todo un cuadro sobre las creencias de la Los vascongados siguieron siendo aborrecidos
época en este aspecto en su crónica tradicional por las otras naciones, y en adelante la pugna
sobre "La hechicera Claudia”,
44
que hacía mu- se fue haciendo más particular entre vasconga-
49
chas de sus maquinaciones valiéndose de la dos y criollos.
coca. Con la figura de Claudia Arzáns compone La preferencia de Arzáns por el tema es tal,
un magnífico cuadro de costumbres. También que cuando en Potosí ya ha remitido del todo
la fiebre bélica cruenta se las arregla para hacer
es mencionada otra "temida hechicera que po-
día competir con las antiguas Circes y Medeas entrar en su relato tres disturbios de índole po-

pues tantos daños hizo con sus encantos en esta pular que acontecieron lejos de Potosí: los
Villa, donde fue conocida de todos por el nom- Puno que protagonizaron los her-
disturbios de

bre supuesto en el idioma indiano de Tutapá- manos Salcedo con un fondo regional hacia
huac (que en castellano quiere decir la que 166o; 50 los disturbios de los comuneros y el
vuela de noche)"
44a
La hechicería estaba exten-
,
doctor don José de Antequera en Asunción del
51
Paraguay en 1726-1731, y la sublevación
de
dida en Potosí: "el demonio (inventor de vi- 62
cios) tiene notable cosecha de almas con ella [la los mestizos de Cochabamba en 1730-1731.
coca] pues son muchas las mujeres que la han Las formas violentas y cruentas del disturbio
tomado toman para el pecado de hechicería, acabaron por ceder el campo en Potosí a for-
y
invocando al demonio y atrayéndolo con ella mas menos graves como el alboroto popular y
discordia autoridades y vecinos. La
entre
para sus maldades”. Ya en la crónica de hechos la

actuales, durante la peste general le 1719-1720 Historia en su material de crónica tradicional

relata Arzáns que dos amancebados murieron de 101.


45. Ibid., III,

46. Ibid., I, 10.


39. Ibid., 231.
II,
47. Ibid., II, 232.
40. Ibid., II, 202.
48. Ibid., I, 314 ss.
41. Ibid., II, 266.
49. Véase "Criollos", Historia, I, cxxxix.
42. Ibid., III, 287.
50. Ibid., II 234, 234 (nota 4), 242.
43. Ibid., II, 270.
51. Ibid., III, 177 , 194 214 . 327 -

44. Ibid., II, 267-


52. Ibid., III, 311, 327, 321.
44*. Ibid., II, 418.

clxii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

y crónica de
hechos actuales registra muchos complejos y ricos como fuentes de información
ejemplos de unos y otras. social, como el episodio de los amores de doña

Entre los primeros son característicos el de los Felipa Estupiñán en el primer cuarto del siglo
53
k’ajchas en Cerro en el
1735, y los que hacen XVIII, que entrelaza enemistades personales,
los indios de la parroquia de San Pedro dispu- contrabandos y pasiones amorosas. 71 Las dis-
tando a la justicia el derecho a enterrar unos cordias alcanzan hasta a las monjas en sus con-
cadáveres en 17 27.
54
ventos por la elección de sus abadesas. 72 A veces
Las discordias asumen todas las combinacio- los curas, cuando protagonizaban estos conflic-
nes posibles y constituyen quizá el rasgo más tos, echaban mano a recursos un tanto más vio-

típico de la sociedad potosina en el primer ter- lentos y hacían apedrear las casas de sus ene-
cio del siglo XVIII: en el seno del cabildo por migos seculares con los muchachos de las es-
55 73
las elecciones de alcaldes ordinarios, del ca- cuelas.
50
bildo con los eclesiásticos, del cabildo con el La diversión. El festejo por antonomasia en
58
corregidor, del cabildo con los prelados de las Potosí era el carnaval. Arzáns describe breve-
órdenes religiosas, 58 de los alcaldes ordinarios mente cómo fue en tiempos antiguos el carnaval
59
con los vecinos, de los azogueros con los ofi- potosino, con sus cuadrillas de hombres y mu-
00
ciales reales, de las órdenes religiosas con los jeres, animadas frecuentemente de una inten-

curas seglares,
01
de los frailes entre sí, 62 de los ción bélica; con sus banquetes, trajes pintores-
63
visitadores con los oficiales reales. cos, bailes y juegos
"deshonestos”; con sus sal-
Como causas de este perdurable malestar Ar- dos de muertos y heridos cruelmente porque
záns señala una causa cósmica, o sea el "influjo "los agravios y venganzas de todo el año se
propio de las estrellas de Potosí”, 64 una causa guardaban para aquellos días”. 74
social, o sea "la abundancia de plata
y demás Como una
derivación de estímulos peligro-
riquezas que gozaba, atractivo de tanta varie- sos,en tiempo de Arzáns las autoridades habían
dad de hombres y ocasiones de inquietud y gra- establecido la costumbre de distraer al pueblo
vísimas ofensas a Dios”, 65 y una causa metafí- con corridas de toros todos los domingos desde
sica, o sea el ritmo de la culpa y la pena. 66 el i9 de enero hasta
último día de carna-
el
75
Con el transcurso del tiempo las condiciones val. En 1732 carnaval fueron
las fiestas del
sociales se van haciendo cada vez menos propi- especialmente regocijadas. Se corrieron toros
cias —disminución de riqueza y de pobla- la la desde el i 9 de enero hasta el 26 de febrero
ción
— para disturbio extenso y sangriento, y
el

formas cruentas se restringen al desafío per-


todos los domingos noche y día, "con asisten-
las ciade hermosuras potosinas y forasteras, "tanta
67 68
sonal y a la pendencia callejera. hoguera de luminarias y teas en toda la plaza”,
Un curioso subproducto popular del disturbio y "las musas con Apolo que se oían dulcemen-
potosino cruento es la champaguerra, en que te con instrumentos de cuerda
y armonía de vo-
bandos de mulatos, indios ces”, con "mojigangas en paseo
y mestizos iban "los y una salva de
tres meses de la primavera al cerro de Huayna escopetería”. De todas maneras las corridas
Cabra”, anexo al Potosí, de toros dejaron un saldo de 11 muertos y 14
y allí combatían los
domingos, especialmente en carnaval, con hon- heridos y "estrago mortal en muchos caballos”.
das, palos "Bien se regocijó la nobleza y la plebe [.
y puñales, "infernal entretenimien- .
.]
69
to”. pero se vieron triunfar a Baco
y Venus con la
Como en la época de los bandos regionales embriaguez y lascivia en toda aquella plaza las
en que por cualquier motivo se producía una noches de estos regocijos”. 76
pendencia, así ocurría con las discordias dis- Simultáneamente con las celebraciones de car-
y
gustos en toda circunstancia, hasta en los en- naval a partir de enero se hacían paseos popu-
tierros sobre quién había de cargar el ataúd. 70 lares al paraje de las Cebadillas, "con las muer-
A veces las discordias englobaban componentes tesacostumbradas [. .] por la lascivia, sin que
.

tenga término ni quieran evitar aquel maldito


53. Ibid., III, 381-382.
54 Ibid., III,
paraje ni tan perjudicial divertimiento, motivo
-
247.
55 - Ibid., III, 11 8. de tanto derramamiento de sangre y muertes”. 77
56. Ibid., III, 11 8.
57. Ibid., III, 192, 367.
2,
También se hacían paseos y banquetes en las
58. Ibid., III, 305. lagunas de Potosí. En 1724 78 "los banquetes en
59. Ibid., III, 430.
60. Ibid., III, 104, 263, 294. las lagunas y divertimientos en ellas fueron
61. Ibid., II, 478. muy regocijados en varias maneras por el gusto
62. Ibid., III, 199.
63. Ibid., III, 224. 71. Ibid., II, 439.
64. Ibid., II, 232.
72. Ibid., III, 238.
65. Ibid., II, 232.
73. Ibid., I, 262, 374.
66. Véase "Culpa y pena”, Historia, clviii-clx.
I,
74 - Ibid., II, 160.
67. Ibid., III, 130,
II, 160; III, 243.
75. Ibid.,
68. Ibid., II, 409 ss. 76. Ibid., III, 338.
69. Ibid., II, 265; III, 286, 348. III, 220.
77. Ibid.,
70. Ibid., II, 436. 78. Ibid., III, 164.

clxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de verlas llenas, a que toda la Villa fue en va- de la Villa; Nuestra Señora del Rosario; la
rios días”. Concepción. "En cada uno de estos días había
Los bailes de carnaval comenzaban muchos seis u ocho de fiestas en las cuales se jugaban

días antes del festejo propiamente dicho, en las cañas, sortija, baldes, justas, torneos, toros y
90
casas. Arzáns se queja por la deshonestidad de otras varias invenciones y regocijos”. En 1732,
estas danzas, especialmente de una que en 1719 con motivo del paseo del estandarte real la vís-
hicieron los chapetones entre hombres y muje- pera del día de Santiago apóstol, "los más prin-
res desnudos a imitación de lo que un vecino cipales y ricos del pueblo” hicieron en la plaza
de Potosí había visto cierta vez en un banquete "un entremés y sarao de danzas españolas
en Londres. 79 [. .
.]
adonde entre vivezas locas y conciertos
Los toros, además del carnaval, estaban aso- alegres de la juventud de Europa se vieron mo-
ciados a toda clase de fiestas públicas, religiosas tivos de alegría y de risa para toda la Villa”.
como los estrenos de templos, o profanas como Arzáns recuerda a este propósito las saturnales
las juras reales. Arzáns era un entusiasta de los romanas. 91
toros. "Vámonos a ver los toros” dice al co- Otra de las diversiones preferidas de los po-
menzar de una de tantas corridas,
la descripción tosinos eran las "máscaras”, o representaciones
al aire libre de escenas diversas, que daban
y agrega que en "esta osadía” ha pasado la
temeridad "a disciplina y el susto a placer”. 80 oportunidad a los potosinos para desplegar su
Las descripciones de la Historia suelen contener afición al boato y los gastos exorbitantes en las
81
detalles sobre la forma de torear. En vez de vestiduras, arreos, carros adornados y otras os-
caballos solían traerse a la plaza llamas con tentaciones. Arzáns describe algunas máscaras
muñecos a manera de rejoneadores "y suelen que vio, como la de los minadores, mayordomos
hacer estos brutos graciosos lances con sólo de ingenios y trapicheros con motivo de la jura
apartarse a un lado y a otro hurtando el bulto, de Luis Fernando I en 1725, 92 y otras que no
que mueven a risa y a gusto”. 82 vio, como las que hicieron los nobles criollos en
En los dos primeros tercios del siglo XVII 1608. 93 Sobre la primera de estas máscaras Ar-
otra diversión concurrida en Potosí fueron las záns hace notar que fue tanto mayor el mérito
comedias que los domingos y fiestas del año 83 de esos operarios de minas en la preparación
84
se representaban en su "grandioso coliseo” de esta máscara, cuanto "no tenían ni aun que
con balcones y asientos altos y bajos, donde so- comer algunos y se empeñaron en crecidas can-
86 94
lían turnarse cuatro compañías. Una farsanta tidades por festejar como siempre a su rey”.
pecadora llamada la Acicalada, que representó Además como toda la Villa estuvo en la plaza
la comedia de "Santa Clara” en 1661, saliendo mirando la máscara los ladrones se aprovecha-
del teatro se fue al recogimiento de niñas y de ron esa noche y robaron las casas de varias per-
allí al convento de monjas de Santa Ciara de La sonas "sin dejarles una hilacha”, y uno de los
Plata, "donde vivió como esposa verdadera del robados fue el que en la máscara "hizo el pa-
Esposo”. 87 Arzáns fustiga el teatro: "escuela de pel del sol, que se quedó a la luna llorando su
vicios donde en poco tiempo aprende la juven- mal”. 95
tud todas las trazas contra la pureza y casti- Formaban parte del repertorio de las fiestas
dad”. 88 Las comedias hechas por aficionados las iluminaciones, músicas, fuegos artificiales y
fueron un subproducto permanente de las fiestas echadura de monedas al aire para el populacho. 96
religiosas y profanas de Potosí, a partir del si Ocasionalmente el paseo de imágenes religio-
glo XVI, y lo eran todavía en tiempo de Ar- sas que visitaban la Villa constituía también un
89
záns. Los ingresos de las comedias en el siglo espectáculo y una diversión, como en 1732 la
XVII enriquecían las rentas del hospital real. entrada de la imagen de la Virgen María lla-
Además de su significación devota, las fiestas mada la Peregrina, que fue recibida en Potosí
97
religiosas constituían un espectáculo y una di- con arcos triunfales, procesión y paseo.
versión, especialmente con las procesiones y re- Las entradas de personajes importantes, co-
gocijos a que daban lugar. Las "fiestas del año” mo presidentes de audiencia, arzobispos, visita-
eran el Corpus; el día del apóstol Santiago, en dores, corregidores, tenían el mismo sentido es-

cuya víspera se hacía la jura del estandarte real: pectacular. En 1716 entró en Potosí, pasando
la Asunción; San Agustín, patrón del Cerro de La Plata a Lima, el arzobispo de La Plata
y
fray Diego Morcillo de Auñón, flamante virrey,
79. Ibid., III, 80.
80. Ibid., III, 183. y tiene interés comparar cómo vio esta entrada
81. Ibid., III, 184.
82. Ibid., III, 184. 90. Ibid., II, 159.
83. Ibid., II, 160. 91. Ibid., III, 346.
84. Ibid., II, 302. 92. Ibid., III, 185.
85. Ibid., II, 160. 93. Ibid., I, 267.

86. Ibid., II, 160. 94. Ibid., III, 186.

87. Ibid., II, 202. 95. Ibid., III, 187.

88. Ibid., II, 202. 96. Ibid., III, 181 ss.

89. Ibid., III, 88. 97. Ibid., III, 339 ss.

clxiv
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

un narrador como Arzáns en su Historia, y có- Las mujeres de la Historia no condicen ni mu-
mo la vio al mismo tiempo un pintor como cho menos, generalmente, con la figura retraída
Melchor Pérez de Holguín en su cuadro "En- y contemplativa que pudiera sugerir la valora-
trada del virrey Morcillo en Potosí”. 98 ción de la colonia como una era de austeridad
Los indios intervenían profusamente en to- y devoción. Ese otro tipo existió desde luego en
das las fiestas potosinas. Cuando se trataba de Potosí y no falta en la Historia —
entre otros
entradas y procesiones desfilaban en ellas "con casos está representado nada menos que por dos
varias invenciones de bailes”, músicas autócto- primas del propio Arzáns 4 pero lo que sucede
nas, vestiduras pintorescas, y algunos "en traje es que no alcanzan proporciones de primera
de sus antiguos reyes”. 99 En las parroquias so- magnitud en el libro. Casi todas las mujeres
lían costear por encargo de los curas "muchí- de la Historia pasan por ella precisamente en
simas fiestas [. .]
a Jesucristo Nuestro Señor,
. la hora de su vida en que aman o son más ama-
a María Santísima y a otros muchos santos del das por los hombres, y no en un plano ordi-
cielo”, "vendiéndose a sí mismos o a sus hijos rio sino en la frontera del bien
y del mal, en
por 50 pesos o 100 para hacer una fiesta”. 100 trance siempre peligroso, provocando las ace-
Algunas fiestas religiosas, con participación de chanzas del mundo, el demonio y la carne, o
españoles e indios y los acostumbrados elemen- sufriendo, a veces sin culpa, las penas de esas
tos de regocijo, solían celebrarse en la cumbre acechanzas. En este destino azaroso el material
1
del Cerro. legendario de la Historia las presenta a veces
La mujer, el sexo. Ninguna aproximación hasta peleando en las calles
y los campos de
a la Historia como fuente de información social Potosí por sus honras con las armas en las ma-
5
sería completa si no mencionase el tema de la nos, o teniendo cuando menos una piedra con
mujer, que es uno de los más caudalosos del li- que defender a sus amantes en las pendencias
bro, sea porque la mujer constituyó una preocu- 6
callejeras, o lanzándose en la noche vestidas de
pación especialmente aguda en la sociedad po- hombres a buscar aventuras cruentas por puro
tosina o porque constituyó una preocupación lujo vital. 7
esencialmente aguda en Arzáns los dos extre- — Arzáns se vale en primer término de los ma
mos son con toda probabilidad ciertos quien — ,
feriales literarios para introducir en el relato
de niño ya acusa una susceptibilidad expresiva episodios amorosos con alusión sexual. La ex-
al encanto femenino como se aprecia por este presión tiene un tono discreto pero insinuante
breve pero intenso recuerdo: "Hubo una mujer en de "El criado traidor” 8 que llega
la historia
forastera en esta Villa (a quien conocí en mi hasta el lecho de la mujer deseada por un ardid
niñez) hermosa por extremo”. 2 Con orgullo po- que recuerda aquel con el cual el Don Juan de
tosino Arzáns adulto proclama luego que a la Zorrilla hace víctima a don Luis Mejía. En la
mayor parte, si no a todas las mujeres nacidas historia de "Los amores de Francisco Veraza-
en Potosí, "les son inseparables la hermosura no” 9 tenemos un Don Juan potosino criollo que
y la discreción, y sólo se tiene por desgraciada comienza su carrera amatoria a los 12 años de
a la que carece de estos dotes de naturaleza”, edad haciéndose dueño de una muchacha mes-
y
agrega que además de las mujeres nacidas en la tiza,luego de muchas correrías profesa arre-
'

Villa 'no hay población en el mundo donde pentido en la orden franciscana, pero reincide
tanta y tan sin igual hermosura del femenil sexo desde el convento en sus aventuras. En este
concurra junta [. . que unas en compañía de episodio Arzáns da una prueba de su penetra-
.]
sus maridos y otras por adquirir lucidos bienes ción psicológica en el manejo del tema. La alu-
(que llaman de fortuna) vienen cada día a ave- sión sexual se hace más cruda en la historia de
cindarse”. 3
"Los lascivos mercaderes”, 10 y aún más en "La
Simultáneamente, ninguna aproximación al liviana Margarita” 11 que va un día a bañarse a
tema de la mujer en la Historia sería completa la laguna de Tarapaya donde, "sin advertir que
si se omitiese consignar en ella que el tratamien-
pudiera ser vista de algún hombre, arrojó de sí
to de ese tema, como sujeto literario, histórico,
los ricos vestidos
y últimamente el cambray,
crítico e ideológico, está hecho ante todo en el con que quedó patente la nieve de su cuerpo
ámbito del amor pasional
y sensual. salpicada en partes de bellísimo carmín”,
y así
98. Ibid., III, 47. El cuadro de Pérez Holguín se encuentra la sorprende, en efecto, un hombre, "que no
en Museo de América, Madrid, y pueden verse reproduc-
el
ciones de él en Cañete, Guia histórica
y Mesa, Gisbert,
debió de quedar más suspenso y admirado Ac-
Melchor Pérez de Holguín. Hay que preguntarse por qué
Pérez de Holguín, que por la misma época que Arzáns
teón cuando al improviso vio bañarse en las
escribía la Historia trabajaba activamente en la Villa Impe- Ibid., II,
4. 332.
rial, no es mencionado por nuestro
historiador. Sobre otras 5. Ibid., II,
62, 63, 84.
entradas véase Historia, III, 256, 326, 339. 6. Ibid., II, 141.
99. Ibid., III, 339. 7. Ibid., II, 56, 149.
100. Ibid., II, 331.
8. Ibid., II, 279.
1. Ibid., III, 22. 9. Ibid., II, 105.
2. Ibid., III, 40. 10. Ibid., II, 172.
3 .Ibid., II, 77. 11. Ibid., II, 103.

clxv
_

HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

aguas a Diana”, y éste es desde luego el co- con dos esclavas negras, en venganza de no ha-
19
mienzo de una pasión frenética. En la historia berla defendido contra una afrenta .

” 12
de "Los amantes ahogados la dama y el ca- Doña Clara la Achacosa, "triunfo de la her-
ballero acaban de conocerse bañándose en la mosura”, a quien "ni el color trigueño que tenía
misma laguna de Tarapaya: "¿quién dijera que dejaba de dar realce a su perfección”, fue des-
en medio de aquellas aguas se habían de abra- viada del buen camino por su propia madre.
sar en furiosas llamas? Mas eran de concupis- Era riquísima por su cuna y además "adquirió
cencia, con las cuales (sin haber tenido jamás a costa de su honestidad otro innumerable te-
comunicación entre ellos) palabras y obras todo soro en oro, plata, joyas preciosas, perlas y ricas
fue a un tiempo. Tomaron pie en la otra banda alhajas”. En ella "todo era para sacar de quicio
de la compuerta pero en parte muy peligrosa a los hombres y todo motivo de las mayores
que no tenía ni aun media vara de él; echá- ofensas contra Dios”. Ocasionó la muerte de
ronse los brazos sin quedarles con que valerse muchos de sus amantes; uno de ellos, cuando los
en el agua, y así juntos se hundieron y ahoga- sacerdotes le exhortaban a que se confesase,
ron”. La alusión se hace decididamente porno- próximo ya a expirar, dijo: "Venga Clara, que
” 13
gráfica en "La venganza del paralítico y "Los yo me confesaré”. Por los azares propios del
adúlteros castigados ”. 14 Un paso más allá, hay mundo doña Clara murió en la miseria y fue
matices de perversión en la historia de "Doña enterrada de limosna, acompañando "su entie-
15
Leonor Fernández de Córdova ”, "asombro de rro los caballeros y demás nobleza admirados
virtud”, "pasmo de hermosura”, a quien su del paradero que tienen los bienes del mun-
marido, trastornado por los celos, mata "con do ”. 20
muy exquisitos tormentos que le dio”, "tan in- Doña Juana "que si no era de las aventaja-

decentes para declarados como bárbaros para das de esta Villa no le faltaba alguna hermosu-
significados”; o en la historia de misterio de "la ra y le sobraba mucho despejo, aumentado todo
hermosa niña” a quien unos hombres martirizan con el adorno”, suscita a comienzos del siglo
"desnuda en carnes, que eran como la misma XVIII una pendencia callejera espectacular en-
nieve, atada de pies y manos a una gran piedra, tre vecinos principales, en que muere uno de
21
infinidad de heridas desterrada de la Villa
y todo su cuerpo lleno de
ellos, y es .

y azotes ”; 10 finalmente no falta el caso de un Doña Felipa Estupiñán, cuyo semblante era
17
amante necrófilo .
"de todas maneras con perfección universal her-
Estos episodios pueden ser legendarios pero moso, tan sin lunar que parecía sol, y tan sol
precisamente por serio suponen un punto de que era de todas maneras sola, conque no era
partida implantado en la realidad. Por otra par- mucho fuese tan solicitada de algunos caballe-
te los personajes de ellos están tomados de to- ros poco escrupulosos en advertir era casada

das las categorías de la sociedad potosina en esta hermosa niña, si bien gozaba libremente
sus grupos de raza o de ocupación, sin que fal- de su vida pues el marido la dejó a su voluntad
ten curas y frailes. El fondo de los episodios y se ausentó, o por faltarle medios para man-
está asociado siempre al fundamento físico de tenerla o por hacérsele difiieultoso el guardar
la sociedad potosina — el Cerro, la Ribera, la su hermosura”. Doña Felipa dio mucho que
Villa — y a ingredientes escenciales de ella co- hacer en Potosí en el primer cuarto del siglo
XVIII con "sus dichos y hechos”. Algunos de
mo el devoción,
disturbio, la el demonio, el

festejo, el ingenio, lamina. sus amores causaron muertes, y otros torbellinos


Constituida la Historia en crónica tradicional de discordias en la Villa, no solamente entre
y en crónica actual registro de "cosas que
” 18
— vecinos particulares, sino entre las autoridades
todos las han visto pasar se presentan epi- civiles y eclesiásticas, entretejidas además con
sodios que no hacen sino confirmar la leyenda el juego de intereses económicos y el contra-

y a veces la exceden.
bando de ropa, alcanzando sus ecos hasta la
Doña Magdalena Téllez, que en el último audiencia de La Plata y el arzobispado de la
tercio del siglo XVII sobresalía entre las muje- misma diócesis en un cuadro elocuente y diná-
res más hermosas de Potosí "como el sol entre mico de época."
las estrellas” y era cruel y soberbia porque de Hay una historia de perversión lesbiana con
niña se había alimentado con leche de una india asociaciones oníricas en el caso de la Solparada,
chiriguana, "que por naturaleza todas estas in- "llamada así por su gentileza y donaire”, que
dias lo son”, hace matar cruelmente a su marido mata a una amiga "con quien se entregaba a
23
que en la ocasión se ejercitaban ”.
cierto vicio a
12. lbid., I, 406.
.
Hay elementos ninfomaníacos en combinación
13 - lbid., I, 405.
i4 - lbid., II, 235 .
19. Ib id., II, 207.
15 - lbid., I, 158. 20. lbid., II, 362.
16. lbid., II, 259. 21. lbid., II, 409.
lbid., 236. 22. lbid., II, 442; III, 6.
17 - II,

18. lbid., II, 321. 23. lbid., II, 227.

clxvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

con la hechicería en "La hechicera Claudia”, a En 1727 "más que nunca la lujuria [. .
.] dilata
33
quien "en su mocedad chuparon los niños sus su imperio [. . .]. La profanidad de los trajes
pechos, porque fue ama que se alquilaba, y en brotan sensualidad que por no nombrarse no
la vejez ella les chupaba a ellos pero por di- se reprende; han pasado a muchos hombres los
ferente parte y con daño irremediable”.
24
No de las mujeres”, y se encarece "tanta livian-
25
faltan crímenes con castración, y venganzas dad de mujeres como se experimenta en esta
34
de completo extravío sexual de maridos celosos Villa”. En 1728 el arzobispo Romero expide
26
contra sus mujeres. una orden para que las monjas de los Reme-
Arzáns se queja contra "las innumerables dios "totalmente cierren sus locutorios y porte-
mujeres forasteras que ordinariamente acuden rías los tres días de carnestolendas so pena

a esta Villa a feriar sus cuerpos a los hom- de excomunión” para que no vean "a sus cono-
bres y a entregar a los demonios sus almas”,
27
cidos que llaman devotos”. 35 Ya el año anterior
y hay en la Historia un extenso catálogo, año
Romero había suscitado la conmoción de la

por año, de hechos que el autor presenció en Villa ordenando "que se quitasen muchos abu-
sos, escándalos
medio de protestas contra la lascivia y que y otras indignas costumbres” del
enriquecen cuadro de la sexualidad en Poto-
el clero "en trajes, juegos, conversaciones, etc.”, y
sí. En 1722 hubo una orden del cabildo para había hecho "llevar presas y depositar en las
"que no se hiciesen juntas de bailes deshonestos monjas de los Remedios varias mujeres que
ni otros pecados escandalosos que en las tales dijeron estar a cargo de algunos clérigos, y
se cometen entre hombres y mujeres”, y Arzáns que fuesen otras buscadas y presas”; y tiene
no deja de apuntar que había protección de especial interés consignar la reacción colectiva
arriba para "las tales damas, que son las desver- contradictoria, pues "hízose muy público y es-
gonzadas, sucias y atrevidas que repugnan todo candaloso el caso con tales prisiones, y de la
lo bueno y apetecen todo lo malo, y son las misma manera compasivo a los corazones de
privadas de los poderosos”. 28 Ya
en 1719, du- los vecinos y moradores de esta Villa, porque
rante la peste general, los chapetones habían luego se les notificó auto de destierro a 50
hecho con motivo del carnaval una danza de leguas a algunas”, "particularmente cierta viu-
mujeres y hombres desnudos, con "ciertas mu- da cargada de hijas”. 36 En la visita del prelado
jercillas (aunque hermosas más insolentes)” a en 1728 se hizo llegar a sus manos "un pape-
imitación de lo que había relatado cierto veci- lón con 32 nombres de sujetos de la Europa
no de Potosí que estuvo "en la corte de Ingla- que se entretenían en lascivias con mujeres per-
terra” donde "lo convidó cierto príncipe here- didas, y los hizo llamar uno a uno con harto
siarca a comer, y estando a su mesa aquel escándalo del pueblo, porque entre ellos había
37
honesto caballero entraron a servir los platos hombres viejos y mozos recatados”
En 1729
seis doncellas hermosísimas desnudas en carnes, se adoptaron disposiciones represivas del con-
y otros tantos jóvenes de la misma manera, y trabando de ropa, con lo cual "no será tan libre
alzados ya los manteles danzaron entre los 12 la lascivia de los mozos como cuando a lo des-
29
y se fueron”. En 1725 Arzáns
se duele por cubierto traen
la ropa, perdiéndose ellos
y
"la provocación que causan las mujeres malas haciendo perder a los amos por darlo a las
y mucho más al presente con el uso de trajes cómplices de su pecado”. 38 En 1731 hay una
tan profanos y camisas extranjeras con que des- elocuente amonestación a los ricos para que "a
cubren tan deshonestamente los pechos”. 30 El lo menos dejen impedir la desenvoltura de las
mismo año "los cargadores [de ropa] que vi- mujeres, para que siquiera parezcan repúblicas
nieron por Buenos Aires perdieron en poco más cristianas y no que en esta Villa defienden tan
de un año [. .] 120,000 pesos en sólo quie-
. a las claras esta maldad, particularmente con
bras de los chapetones mozos, por su lascivia las que vienen de La Plata, Tarija
y demás
idolatrando mujeres, y en juego 31
y devaneos”. partes, y por ver el amparo que tienen en los
En 1726 "las muertes acostumbradas no falta- poderosos lascivos cometen escandalosos peca-
ron en los meses de enero dos y maldades execrables”. "La mujer”, refle-
y febrero particular-
mente en las Cebadillas, por la lascivia, sin que xiona Arzáns, "que se ve de un rico solicitada,
tenga remedio ni quieran evitar aquel maldito piensa que ha hallado camino para hacer del
paraje ni tan perjudicial divertimiento, motivo delito honra, que se le entra por las puertas
de tanto derramamiento de sangre muertes”. 32 el vicio a darla estimación y conveniencia. Per-
y
suádeme todas a que la liviandad sólo es des-
24. Ibid., 270.
II,
25. Ibid., III,
137. honra 3ara la que medra poco con la livian-
26. Ibid., I, 158.
27. Ibid., I, 406. Ibid. III, 250.
33 -

28. Ibid., III, 137. Ibid. III, 261.


34 -

29. Ibid., III, 80. Ibid. III, 269.


35 -

30. Ibid., III, 181. 36. Ibid. III, 257, 258.


31. Ibid., III, 180.
37 - Ibid. III, 283.
32. Ibid., III, 220. 38. Ibid. III, 295.

clxvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dad”. 39 En 1734 el arzobispo Romero expide varias naciones”; "también imitaba a aquellas
nueva orden para que "se dejen los encierros, que aunque blancas no dejan jamás los afeites,
festines y juegos de carnestolendas de las casas, hijos de la ambición mujeril, que con mentida
por estar informado de las deshonestidades tan hermosura captan el aplauso del mundo ciego”;
graves que ejecutan, y en particular manda que en ella "el artificio había hecho feo lo que era
40
ningún eclesiástico entre ni asista en ellas”. hermoso naturalmente”. 51
El mismo año "una moza de buen rostro y Frágiles también por naturaleza las mujeres,
mal juicio” provoca en la calle a un mancebo el amor es "su pasión tirana”, y la mayor parte
forastero que "lleno de lascivia luego que vio de las veces ocasiona en ellas "dos muertes, del
aquella media desnudez, se abalanzó a ella y cuerpo y del alma”. 52 La naturaleza las ha
aplicó los labios a los hombros y pechos des- hecho además mudables, 53 y la misma doña
41
cubiertos”. Felipa Estupiñán dice con harta experiencia "no
Es obvio que la Historia registra también la haber hecho el cielo criaturas más fáciles para
existencia de émulas de
la Celestina en Potosí, disponerse a todo, plantas más débiles para

y de una de ellas, "La hechicera Claudia” 42 hace inclinarse a cualquier viento, ni blanda cera que
54
una semblanza magistral. De otra "solícita y reciba más varias impresiones”.
avarienta alcahueta”, cuyo nombre no recuerda, Junto con eso, la determinación de la mujer
celebra el que los parientes de cierta doncella es temible: "Cuando una mujer quiere su gusto,
55
a quien había pretendido tentar "llevaron a la ¿qué cosa habrá que lo impida? Por eso las
perversa mujer a cierta casa con engaños, y mujeres que olvidan la honestidad "descom-
la azotaron cruelísimamente, y así pagó esta y ponen con sus provocaciones a los hombres”, 56
43
otras maldades”. y si no fuera por la vergüenza y la honestidad
Según esto, no es raro encontrar en la Histo- "no hubiera salvación en el mundo”. 57
ria una diatriba contra la mujer, tanto más si se Las mujeres tienen recursos eficaces. "Hay
recuerda la intención ejemplarizadora en que fuentes que deshacen lo que mojan por la cali-
Arzáns dice que se inspira su libro. dad de sus aguas, pero los ojos llorosos de una
Según esta diatriba, la hermosura de las mu- mujer tienen una fuerza tan grande que con
44
jeres es un "lazo peligroso”, y "mirar a una sólo que la miran deshace”; "veneno hermoso
mujer es una ruina cierta del hombre [. .], es . de la razón son las lágrimas de la mujer queri-
58
saeta su vista que entrando por los ojos da da”. San Juan Clímaco dice que "el que reco-
muerte al alma”. 45 noce sus pecados refrena su lengua, pero el
Por naturaleza "el apetito de las mujeres es que no la refrena nunca se conoce”, y agre-
40
inclinado al vano lucimiento”. En América ga que si toda la fuerza del águila está en el
59
son "sus desatinos en el vestir tan faltos de tino pico, "la de la mujer está en la lengua”.
que no hay como poderlas sufrir”. 47 "A costa "Las mujeres son hechas para estar en casa,
de los hombres les gusta vestirse de ricas telas, no para andar vagando [...]. El llevarlas a los
rasos y tornasoles, que nunca para estas vani- convites mueve (tal vez) al que las ve, si son
48
dades está pobre Potosí”. Hacia el año 1734 el feas a desprecio, si hermosas a concupiscencia
exceso en la moda había llegado a tal extremo [...]. En sus casas pueden entretenerse en
en la Villa Imperial, que Arzáns no puede me- hacer algo; fuera no pueden sino impedir [. .] .

nos de exhalar agudos clamores: "De los pe- Cuando ellas no pierden por el desear, pierden
60
chos les ven los hombres la parte que basta por el ser deseadas.”
49
para no tener quietud en el pecho”. No "les Sin embargo, Arzáns no ignora que "hablar
falta para andar desnudas de medio cuerpo mal de las mujeres hace a un hombre averi-
arriba sino quitarse aquella pequeña parte que guada información de mal nacido”, 61 y también
les tapaestómago”, de manera que "estoy
el entona la apología de la mujer.
por decir que anduvieran más honestas si estu- Desde luego "los hombres no pueden con-
30
vieran desnudas”. Doña Felipa Estupiñán da siderarse superiores a ellas, porque ni son de
motivo a Arzáns para una reprimenda contra diferente naturaleza que los hombres ni son
la artificialidad en la mujer: "Siendo peregrina menos perfectas (en cuanto a la perfección
62
en los aliños de su traje era ridículo remedo de substancial) sus almas”, antes bien la mujer

Ibid., III, 332 51 Ibid., III, 379


39 ' . . -

40. Ibid., III, 366. 52 . Ibid., I, -


405.
41. Ibid., III, 53 Ibid., II, 480.
373 -
-

42 . Ibid., II, ¡67.


: 54 - Ibid., II, 458.
43 - Ibid., III, 262. Si- Ibid., II, 355 -

44 - Ibid., III, 36. só. Ibid., III, 295.


45 - Ibid., III, 282. 57 - Ibid., III, 155 -

46. Ibid., II, 292. 58. Ibid., III, 280,


Ibid., II, 264. 59 Ibid., III, 332
47 - - .

48. Ibid., III, 160. 60. Ibid., III, 237 -

49 - Ibid., III. 379 - 61 Ibid., I, 401.


SO. Ibid., III, 379 - 62. Ibid., II, 150.

clxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

"es perfecta pues se hizo por la obra más per- los criollos y sintió la reacción consiguiente de
forma igual a nosotros, originada
fecta; ella es éstos. Miembro, además, del pueblo en un sen-
de materia por decirlo así más noble que no- tido económico y social, sintió como cualquiera
’’. 63
sotros de los demás vasallos el peso de la minoría
Por otra parte, "verdaderamente muy mayo- ultramarina colocada en los puestos más emi-
res y más torpes y más comunes son los vicios nentes del poder económico y político de la
en los hombres que no en las mujeres, y noso- Villa (corregidores, oficiales reales, capitulares,
tros que las notamos y acusamos de parleras, azogueros, mercaderes)
murmuradoras y desenfrenadas en sus lenguas, La cara positiva del sentimiento anti-español
somos los que las infamamos diciendo tantos de Arzáns es el criollismo. Hay una definida
males de ellas [...], contra personas a quienes conciencia criolla en Arzáns. Ella se expresa en
tantos bienes debemos; y aunque es verdad que la afirmación de la plena capacidad personal, la
hay algunas malas entre ellas, yo seguro que no nobleza, la moralidad, el derecho a la vida y a
sean tantas como los hombres, y nosotros [. .] . honra de los criollos, y la tácita conclusión
la
somos la principal causa de sus males impor- de que en su lucha contra los españoles los crio-
tunándolas y fatigándolas con promesas y con llos deben encabezar a los mestizos y los indios.
engaños, con lisonjas y persuasiones (que bas- La lucha de los criollos contra los españoles es
tarían a mover las piedras, cuanto más a muje- uno de los temas fundamentales de la Historia,
res) para que algunas veces vengan a caer en y el aborrecimiento de los españoles contra los
algunos yerros, y ellas jamás nos importunan criollos uno de los elementos favoritos en la
ni fatigan requiriéndonos y molestándonos con crítica social de Arzáns.
desvergüenzas, antes tienen por mejor callando El concepto de patria en la Historia está ín-
pasar sus trabajos que no dar a entender lo que timamente vinculado con el criollismo. Para
por ventura con su flaqueza les piden sus ape- Arzáns la patria es el Perú, pero no hay que
titos, mejor que los hombres se em-
y así sería entender aquí el Perú sólo como un concepto
pleasen en decir bien de quien tantos bienes han geográfico sino como el ámbito donde nacen
recibido y reciben cada día, y no mal de quien los criollos o peruanos. Arzáns cree que es más
ninguno les merece, porque también ellas saben propio llamar peruanos a los criollos, "que es
vengar las injurias que los hombres les hacen dicho vulgar” (y quizá también menosprecia-
”. 64
y dicen con su mala lengua tivo en labios de españoles). Es manifiesto que
Arzáns es que "la mujer
El parecer final de Perú es aquí el lugar de donde los peruanos
es un animal hermoso, una solicitud de nuestro son, o sea la tierra de los criollos, y también
regalo, una compañía en las penas, un consuelo de los mestizos e indios, que han nacido en la
en los peligros, un aumento de la felicidad misma tierra. Condenando los excesos del vi-
humana, un peso de mucho oro y un ministro rrey conde de Lemos contra los criollos Arzáns
de terribles cuidados. Conque siendo verdaderas dice que éstos sólo defendían "sus vidas (que
ambas opiniones, nadie podrá negar que hay es ley natural), sus haciendas, patria y hon-
mujeres buenas y malas ”. 65 ra ”.
66

Por
que hace a la actitud de Arzáns hacia
lo
el indio, seríaun error considerarla meramente
4. ALCANCES DE LA CRÍTICA SOCIAL humanitaria. Arzáns cree que los indios son
DE ARZÁNS iguales a los españoles y libres por disposición
divina, y miembros indispensables de la socie-
El análisis de la crítica social en la Historia dad. Su defensa de los indios está inspirada
descubre elementos muy significativos para com- en un sentido definido de justicia. Es una mani-
prender mejor el lugar y el tiempo, al autor y festación de protesta social. El buen tratamiento
la obra. Vamos a señalar algunos de los más de los indios no es una concesión, es una obli-
obvios. gación de justicia. Si ella no se cumple, los
a. Protesta social. La crítica social de Ar-
omisos en cumplirla serán castigados por Dios
záns expresa definidamente un malestar social con las penas del infierno, y los indios gozarán
y una protesta social, a través de los aspectos en cambio de la gracia de Dios en la vida eterna
como el criollismo, el indianismo, la opresión o se vengarán en la tierra 67 .

de los pobres por los ricos, los excesos del Tampoco hay mero humanitarismo en la de-
gobierno. fensa de los pobres contra los ricos. Arzáns no
Arzáns, hijo de español
y descendiente de se limita a compadecer a los pobres. Se siente
españoles, se sintió criollo y, como tal, objeto uno de tantos pobres que sufren hambre porque
del "aborrecimiento” de los españoles contra
los ricos encarecen el precio de la harina, que
deben pagar sumas exorbitantes por las ropas
63. ibid., ni, 169.
64. Ibid., II, 359. 66. Ibid., II,246.
65. Ibid., II, 449. 67. Ibid., 317. Véase también ibid., III, 151-152.

clxix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

reinos pensar y tener por cierto que hay un Dios


que usan introducidas por los ricos mercaderes
justo quien les hará justicia de los jueces injus-
de contrabando en Potosí, que padecen por la
tos, porque de otra manera, si los atribulados
falta de metálico pues toda la plata se la llevan
los españoles a negociarla con los franceses.
no hubiesen por cierto que de sus atrocidades no
tomasen venganza, ellos mismos a sí mismos
Aquí Arzáns es un vasallo más que sufre y
quitarían la vida, o, permitiéndolo Dios, de ove-
protesta.
jas mansas se vuelvan fieras bravas para vengar
Al sentirse obsesionado por la idea del go- 3
ellos sus injurias”.' Aquí ya no hay apelación
bierno, Arzáns es también el súbdito consciente
al rey sino a Dios y a la reacción del pueblo.
de que el gobierno debía ser una fuente de
la práctica La Historia es, pues, todo un manual de ex-
bienestar para el vasallaje, pero en
presión del malestar y la protesta social en la
es la fuente de muchos males por la codicia y
colonia hispanoamericana, a través de situacio-
la tiranía. Las incesantes denuncias de la codi-
nes simbólicas en la parte correspondiente al
cia y la tiranía de todas las categorías del go-
material legendario e histórico legendario, y
bierno colonial en Potosí son una característica
de situaciones reales en la parte de crónica
expresión del malestar social y la protesta social
actual a partir del año 1702, en temas como la
de los potosinos del primer tercio del siglo xviii.
lucha de los criollos y mestizos contra los espa-
Arzáns superpone simbólicamente en la his-
ñoles, la agonía de los indios, la pugna de los
toria más antigua de Potosí la lucha de los
el vasallaje oprimido, azogueros con el virrey por elementos de tra-
criollos, que representan
bajo para la explotación minera, el sufrimiento
contra los corregidores y vascongados codicio-
de por las exacciones y gabelas, el
los vasallos
sos, que representan el poder opresor, y en esta
rigor de los prelados poderosos, la rapacidad
superposición hay que ver una denuncia retro-
que Arzáns de los ricos, los disturbios sangrientos, las dis-
activa de situaciones de desigualdad
cordias inacabables.
palpaba en su propio tiempo, una derivación
b. Localismo y popularismo. La crítica
de anhelos de justicia, un sentimiento disfra-
socialde Arzáns tiene una perspectiva localista.
zado de ansia de desquite.
Arzáns contempla y experimenta los sucesos de
Llevado por la misma ansiedad Arzáns busca
Potosí, los relata y los valora, como si fueran
situaciones reales de opresión en lugares ajenos
al Potosí, como la de los hermanos Salcedo,
entidades aisladas. No
tiene puntos de referen-
No podía tenerlos tampoco. Potosí era un
aliados de los criollos, y el virrey conde de Lemos
cia.
0h pueblo geográficamente mediterráneo dentro de
en Puno en la segunda mitad del siglo xvii,
la de Antequera, criollo, y el marqués de
Castel- un sistema institucional la colonia —
también —
69
rebelión de los mestizos de Cocha- mediterráneo.
fuerte y la
punto de referencia retrospectivo, sí, hay
Un
bamba 70 en su propio tiempo. La protesta de
"cruelísimo tirano” el vi- en la Historia porque al fin y al cabo Arzáns
Arzáns es definida:
es un historiador y sabe que los españoles
pro-
rrey, y "violencia jamás vista” la del visitador

Valero en Cochabamba. digaron su codicia y su crueldad en todas partes


74
de las Indias. Pero la crítica de los aconteci-
Nunca se sabrá qué es lo que Arzáns pen-
saba en sus adentros sobre la suerte futura de mientos actuales y diarios de Potosí está res-
los reinos de las Indias y sería demasiado exigir tringida a los confines potosinos. Muchos de los

que si pensó en su pérdida, lo dijese. Pero el males que Arzáns señalaba como potosinos eran
camino de la reacción popular contra la opre- comunes a todas las Indias, pero Arzáns no se
sión está planteado en la Historia. Dice de cier- detiene a pensar en eso. La crítica social de la
Historia nace estrictamente como la reacción
tos abusos del gobierno en Potosí que "seme-
jantes excesos raramente pasan sin su debido vital de quien experimenta unos daños, contra
la fuente de esos daños, como el gobierno,
los
castigo, porque, como suele acaecer de todas
ricos, los españoles.
las ofensas, que o se disimulan por prudencia
o se perdonan por necesidad, a su tiempo y Simultáneamente la crítica social de Arzáns
lugar son al fin con tanta mayor fuerza ven- es popular. Arzáns se queja porque algo le due-

gadas cuanto el sentimiento diferido en tiempo le en carne propia como al resto del pueblo de
oportuno ha sido más espacioso
71
La cita que Potosí. Arzáns es un vasallo más entre tantos
hace Arzáns de Fuenteovejuna
11
no puede ser
'

y protesta
como tal, no porque haya aprendido
más expresiva. Lo es también su apostrofe la protesta en algún autor. Su crítica es más
final ante lo irremediable de los abusos contra propia del periodista que del historiador, pero
los indios: Pero oh que gran consolación pue- del periodista que no sólo contempla sino siente
de ser [para] los pobres atribulados de estos la carestía de azogues, la falta de justicia, el
hambre, la riqueza desconsiderada, la tiranía
68. Ibid., n, 245 ss.
gubernativa.
69. Ibid., III, 177, 194, 214, 327-
70. Ibid., III, 311, 317, 321.
73. Ibid., III, 317-
71 Ibid., ni. 149.
-

74. Ibid., I, 224.


72 . Ibid., 1, 368.

clxx
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA

Esta crítica es también popular en cuanto y de La Plata, que proveen ejemplos


caudalo-
82
justifica los excesos de la gente popular en nom- sos . El caudal siguió fluyendo a lo largo de la
83
bre de la necesidad, del hambre, de la pobreza. colonia. Las Noticias secretas de Juan y Ulloa
Los kajchas son ladrones de mineral pero lo son un episodio notable dentro de la crítica
75
hacen por necesidad y con riesgo de sus vidas . oficial.Los dictámenes fiscales constituyen otra
A dos falsificadores indios de moneda ajusti- fuente valiosa de este tipo de crítica, y, con
ciados, "todo les ocasionó su pobreza y se pu- relación a Potosí, son muestra de ello los del
sieron a tanto mal por sustentar sus mujeres y doctor Victorián de Villava, protector de indios
84
madres ”. 76 de la audiencia de La Plata .

Crítica popular en su origen y no menos en su Otro tipo de crítica es la que se hacía en


expresión. A los corregidores los llama llana- procura de recompensas, y buenos ejemplares
mente "cuervos”, como es seguro que decían de ella son las de don Gabriel Fernández de
todos los que los sufrían
77
Al justicia mayor
. Villalobos, marqués de Variñas 85 sobre la situa- ,

Manrique, cuya familia hacía robar gallinas a ción de los indios en las colonias hispanoame-
las indias con sus esclavos, lo llama Huallpasúa, ricanas a mediados del siglo xvii, la del capitán
con el apodo que el pueblo le puso (ladrón don Victorián de Montero 86 sobre el estado
78
de gallinas, en quechua ). político del Perú en la primera mitad del si-
Crítica no erudita. El Dr. Hanke hace notar glo xviii, y la del doctor don Pedro Vicente
bien que Arzáns no es tributario de la Ilustra- Cañete 87 sobre Potosí en el último cuarto de la
79
ción Arzáns no leyó ni a Feyjóo, y se muestra
. misma centuria. Los tres buscaban honores y
partidario resuelto del empirismo en el bene- recompensas y presentaron a la corona un cua-
ficio de los metales, dice que aquí ni "quince dro lamentable de los reinos de las Indias a
mil libros” servirían de mucho, que sólo "la sabiendas de que el celo real trataba de precaver
experiencia sirve de norte” y que aun ésta se o remediar los abusos.
80
nubla a cada paso Ante el mismo problema
.
La crítica oficial y la crítica ganosa de recom-
Pedro Vicente Cañete y Juan del Pino Manri- pensa tienen de común que se hacían confiden-
que, medio siglo después, vástago criollo y cialmente y directamente ante el rey para mejorar
español, respectivamente, de la Ilustración en la eficacia del sistema colonial. Su alcance pú-

Indias, se escandalizan porque todo está en ma- blico estaba excluido por definición. Eran co-
nos del empirismo, y suspiran por libros y mo las permisiones inquisitoriales para la lec-
81
escuelas . tura de obras prohibidas a quienes debían leer
Es preciso trabajar más en
el estudio de los esas obras para impugnarlas. Además estaban
factoresendógenos que en las colonias hispa- restringidas a los aspectos gubernativos y no
noamericanas suscitaron sentimientos e ideas de al conjunto de la sociedad colonial, y contem-
plaban el panorama desde afuera.
crítica y protesta contra el sistema colonial des-
embocando finalmente en la emancipación. Se Arzáns dirige su obra a sus "amados lecto-
88
carga demasiado el acento sobre la Ilustración, res ”, al público en general, no dedica su obra

los enciclopedistas, la revolución de los Estados a ningún mecenas, virrey ni monarca, abarca
Unidos y otros estímulos exteriores. No nega- todos los aspectos sociales, y en ella se oye
mos la importancia de éstos, pero es preciso el clamor auténtico del pueblo sufriente. A

completar el cuadro con un análisis y una valo- ratos parece asustarse de sus propias críticas y
ración más cabales de los factores internos. se apresura a hacer reservas ceremoniosas, pero
El popuíarismo permite diferenciar también siempre acaba llamando cruelísimo tirano a un
la crítica social de la Historia de la crítica ofi- virrey, cuervos a los corregidores, reyes sin co-
cial
y de la crítica ganosa de recompensas. rona a los oidores, ladrones a los alcaldes ordi-
La crítica oficial del sistema español en In- narios,en páginas destinadas al público. Ni
dias existió desde que se empezaron a remitir el menor vestigio autoriza a pensar que Arzáns

a España informes oficiales sobre la adminis- hubiese soñado siquiera enviar su Historia a la
tración colonial, muchos de los cuales están col- corte en procura de premios. Arzáns trabajó
mados de observaciones críticas. Se puede apre- espontáneamente; casi podría decirse que se-
ciar esto respecto al Perú, y en particular a gregó su Historia como el gusano de seda
Potosí, en la correspondencia publicada de los segrega la seda.
virreyes del Perú y de las audiencias de Lima c. Ejemplaridad. La crítica social de Ar-
75. Ibid., III, 201. záns está imbuida de la ejemplaridad que im-
76. Ibid., II, 499.
77 - Ibid., I, 150 (nota 6). 82. Levillier, Gobernantes del Perú; Audiencia de Lima;
78. Ibid., II, 321 (nota 3), 412. Audiencia de Charcas.
79. Ibid., I, Ixxxv. 83. Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Noticias secretas.
80. Ibid., III, 234. 84. Levene, Vida y escritos de Villava.
8i Pino, ''Informe reservado”, p. 174 ss.; Cañete, Historia 85. Fernández de Villalobos, Vaticinios y Mano de relox.
;
física y política, capítulo III, noticia 1; Cañete, "Código 86. Victorián de Montero, "Estado político del Perú”, ms.
carolino de ordenanzas reales de minas de Potosí
y demás 87. Cañete, Historia física y política.
provincias del Río de la Plata. Año 1794”, ms. 88. Anales, p. 2; Historia, prólogo.

clxxi
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

buye toda la Historia. Arzáns se cobija en la espada con ruido porque se escondan de él en
premisa de que "entre los muchos títulos que la enmienda: al que se reforma no le halla el

con justa razón tiene la historia, es uno y el más golpe. Está la mayor parte de esta Villa bur-

principal el ser maestra de la vida humana, por lándose de las virtudes, está haciendo familia
lo cual no sólo debe enseñar lo que se ha de de los vicios, enójase el cielo, saca la espada
obrar sino lo que se ha de huir”.
89 con el ruido de una peste incorregible, de una
La ejemplaridad pudo ser ademas un recurso pobreza insufrible, de una codicia implacable
de Arzáns para hacer viables sus cuentos inten- de ministros y otros poderosos con general
cionados, sus crudezas narrativas, sus censuras daño”. 93
cáusticas sus reflexiones apasionadas, que sin Lo curioso es que la peste anunciada aquí
y
la santidad que les confería la intención moral por Arzáns se presentó en 1719-1720 y diezmó
quedaban expuestas a reparos peligrosos. El la población de Potosí. Arzáns pudo reclamar

recurso de encerrar dentro del excipiente de la entonces que sólo su pluma había prevenido
ejemplaridad la píldora literaria, crítica o pro- esta calamidad en 1716.
94
durante la peste Y
fana era conocido y hemos recordado que Cer- amonestaba a Potosí con trenos como éstos:

"Gime llora, Potosí, tan grave mal como has


vantes lo empleó. Arzáns hizo lo mismo. y
experimentado son, han sido yEstas
Los materiales literarios de la Historia están [. .
.}
serán las glorias de vuestroafamado Cerro y de
rebosantes de amonestaciones ejemplarizadoras
"Visto hemos lo que pueden los vuestra memorable Villa. Lo que más pesa y
como esta:
lo que más ha lucido en ti han sido y son las
rabiosos celos cuando se apoderan de una mu-
que se atraen riquezas. ¿Y qué cosa son las riquezas sino un
jer [. .]; veamos ahora los daños
.

cuando no se recatan de las ocasiones amoro- trabajo para antes, un cuidado para luego y

sas”.
90 un sentimiento para después? ¿Qué más son?
En en la crónica de
la crónica tradicional y
Un atractivo de vicios, una ocasión de envidias,
hechos actuales, la intención moralizadora no un tropiezo de disgustos, y lo que más es un
ceja: "Tales desatinos acarrea la embriaguez, y
camino que te lleva al infierno si no usares
0a
con experimentarse cada día es tan apetecible bien de ellas’ .

que se debe llorar con lágri- d. Pesimismo. Es perceptible un ambiente


y tan general
mas de sangre los males que todos estamos decididamente apesadumbrado y pesimista en
91
la crítica social de Arzáns. No mucho después
viendo de almas, cuerpos, honras y créditos .

Arzáns urge a los gobernantes a procurar el de iniciar la composición de la Historia dice


bien público a no incurrir en el odio del por boca de uno de los corregidores legendarios
y
pueblo. En 1722 dice de uno de los alcaldes que "algún clima cruelísimo” reina en la Villa
ordinarios: "Ya en estos tres meses del gobier- y que "su estrella tan caliginosa y mortífera
no de don Matías Astoraica se hallaba esta corre y correrá siempre predominando y cau-

Villa tan fatigada y aun escandalizada, que lo sando tantas desventuras”.


90
poco uno de sus A
aborrecían de muerte”, y a continuación enu- historiadores legendarios apostrofa a su vez:
"¿Qué clima debajo de qué
es el tuyo, Potosí,
mera porqué lo aborrecían los azogueros, las
97
cancheras, los pulperos, las gateras, los pana- maldición estás?” Al iniciar la segunda parte
deros, las damas meretrices y sus galanes, "y de la Historia Arzáns gime que sólo va a
referir "males y desventuras sin mezcla de feli-
finalmente nobleza y plebe, todos lo miraban 9S
cidades ni aun cortos alivios
’.
En la crónica
mal notando su natural violento y ánimo sober-
del año 1726 dice desalentado: Nada tenía
bio con que los desatendía, causa de todo su
mal. Todos los demás vicios no hacen de un remedio porque casi eran comunes los vicios .

hombre más que un hombre malo, pero la Y poco antes de morir exclama que "el mundo
soberbia hace un demonio de un hombre. Todos yace contumaz en sus errores; [. .] todo lo .

por su soberbia lo aborrecían y se apartaban gobierna su consorte la mentira. El mal se ha


de él como de un demonio
9_
Con estos alardes
.
introducido con disfraz de bien, el error obscu-

críticos Arzáns espera ejemplarizar a los gober- rece el entendimiento, la riqueza es apetecida
medios, ya buenos, ya malos,
nantes de Potosí. y con increíbles
100
Tan a pecho tomó su papel de moralista solicitada”.

público que acabó constituyéndose en un pro- Por cierto que Arzáns considera a Potosí
1

feta laico. En 1716 había pasado sobre Potosí como un cuerpo enfermo, capaz de convalecer
un meteoro y Arzáns se había apresurado a 93. Ibid., ni, 55.
profetizar: "No hay castigo justo que no eche 94. Ibid., III, 79.
95. Ibid., III, 95.
adelante la amenaza. El cielo desenvaina la
96. Ibid., I, 204.
97. Ibid., II, 36.
89. Ibid., 351.
II, 98. Ibid., III, 119.
90. Ibid., 100.
II, 99. Ibid; III, 20.
Ibid., 388.
III,
100. Ibid., III, 393-
91.
1. Ibid., I, 90.
92. Ibid., III, 140.

clxxii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
2
pero también de recaer, aunque el mal para en curaciones reputadas como milagrosas, 23 fre-
Arzáns es poco menos que irremediable: "Como cuentaba ios frontones de pelota vasca, 24 inqui-
25
un cuerpo que está enfermo y lleno de malos ría detalles entre los testigos de los sucesos,
humores, que ya está opresa la virtud natural estaba oportunamente apostado en el lugar

y desmayada, y ni se ayuda ni puede resistir donde iba a ocurrir un hecho espectacular, 26


al humor, las medicinas no aprovechan ni hacen no perdía procesiones, rogativas, novenarios ni
efecto en él, antes las aborrece y lanza de sí, sermones por más que se llevasen a cabo en la
así les acaeció a los moradores de esta Villa”.
3
cumbre del Cerro, 27 y sabía que la opinión
Medio siglo después de Arzáns, otro histo- se forma también en los corrillos, "de plaza en
riador de Potosí, Pedro Vicente Cañete, con- plaza, y entre tabernas, calles y mesones”. 28
sidera también a la Villa como un cuerpo enfer- Cuando en Potosí no había ni imprenta, Ar-
mo. 4 El concepto se prolonga luego en el pro- záns desempeñó el papel de un periodista en el
ceso de la crítica social boliviana y desemboca sentido actual del término. Los Anales son una
en uno de los libros más discutidos en esta versión periodística abreviada de los sucesos
modalidad en América Hispana, Pueblo enfer- extraordinarios de la Villa desde su descubri-
mo, de Alcides Arguedas, 5 que tiene su inme- miento hasta 1702, y en la Historia hay crónicas
diata repercusión en América Central con La de sentido periodístico llenas de vivacidad, pre-
enfermedad de Centroamérica 6 cisión, intensidad, como el relato de las hazañas
El pesimismo de Arzáns era también reflejo del indio k’ajcha Agustín Quespi. 29
de un estado de ánimo colectivo en Potosí, Pero si en Potosí no hubo periodismo im-
como lo demuestra la mención que en la Histo- preso en la colonia, no dejó de haber sucedá-
ria se hace de un expresivo síndrome de pato- neos que satisfacían el ansia de saber y rumiar
logía, la hipocondría, "que en esta Villa reina la actualidad. El pasquín puesto en las esquinas,
en muchos este terrible accidente”. 7 Esta carac- el libelo, el romance popular, el panfleto flore-
terística temperamental no podía ser sino resul- cieron en la Villa y no es un mera coincidencia
tado de la melancolía que la nostalgia de las que Arzáns les diese cabida en la Historia y que
grandezas pasadas y la contemplación de las ca- personas interesadas tratasen de hacerle insertar
lamidades presentes debía suscitar en los poto- otros materiales de ese tipo. 30
sinos que vivían la declinación de Potosí en el Arzáns, que comenzó recopilando cuentos,
primer tercio del siglo xviii. leyendas y tradiciones del pasado antiguo de
e. Reflejo de la opinión. Arzáns estaba Potosí, prosiguió haciendo crónicas tradiciona-
capacitado para conocer las reacciones de los les y concluyó apuntando los acontecimientos
diferentes elementos de la sociedad potosina, del día. Desde 1703 la Historia es un informe
pues la sociabilidad era uno de los rasgos distin- periodístico sobre la actualidad potosina.
tivos de su carácter
y tenía amistad con azogue- No es, pues, de extrañar que la Historia
8
ros, hacendados, 9 mercaderes, 10 frailes,
11
curas contenga alusiones suficientemente numerosas y
de indios, 12 vecinos ricos, 13 panaderos, 14 chape- expresivas como para alejar toda duda de que
10
tones, minadores, 16 k’ajchas, 17 tenía compadres Arzáns, cuando hacía la crítica de los hechos
18
indios, conocía a las hechiceras, 19 asistía a actuales de la Villa o cuando superponía críticas
tertulias con funcionarios del gobierno real, ve- actuales sobre hechos pasados, no daba tanto
cinos y mercaderes, 20 su parecer propio como reflejaba una opinión
y discutía acaloradamente
en estas tertulias sobre los sucesos del día. 21 colectiva, a veces de "toda la Villa”. 31 Al co-
Poseía además el sentido del acontecimiento. mentar una medida adoptada por el arzobispo
Aun siendo de "poca edad” ya curioseaba en Queipo del Llano en su visita pastoral a Potosí
las ceremonias de 22
la Villa, estaba presente en 1703 dice que "tuvieron todos por terrible
2. lbid., II, 20-21. esta resolución de su señoría ilustrísima”. 32 A
3. lbid., I, 90.
4. Cañete, Historia física y política, la muerte de una dama potosina muy dada a la
prólogo, capítulo II,
noticia 1. ostentación dice que "pasó a escándalo tanta
5. Barcelona, 1909; Santiago de Chile, 1937.
6 . De Salvador Mendieta. profanidad”. 33 De uno de los oficiales reales
7. Historia, II, 349. que en 1721 cortó el subsidio para los altares
8. lbid., II, 424.
9. lbid., II, 381.
del día de Corpus Christi: "La gente popular
10. lbid., III, 347. lo vituperaron tratándolo de mal cristiano e
11. lbid., III, 223.
12. lbid., II, 407.
23. lbid., II, 388.
13. lbid., III, 243. 24. lbid., II, 382.
14. lbid., II, 429. 25. lbid., II, 210.
15. lbid., III, 227, 249. 26. lbid., III, 55, 351.
16. lbid., II, 284. 27. lbid., III, 22.
17. lbid., III, 201. 28. lbid., II, 75.
18. lbid., II, 393. 29. lbid., III, 201, 205, 381.
19. lbid., II, 388. 30. lbid., II, 402.
20. lbid., III, 347. 31. lbid., II, 496, passim.
21. lbid., III, 180. 32. lbid., II, 415.
22. lbid., II, 307. 33. lbid., II, 467.

clxxiii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
34
indigno de habitar entre católicos”. Sobre Tanto daño perpetrado
uno de tantos contrabandos de ropa en su tiem- vénguese a gusto cumplido
po: "Murmurábase mucho que Oruro, Chuqui- pues españoles han sido
42
saca, Cuzco, Arequipa [ estaban cargadas
. . autores del mal causado [...]”.
] .

de ropa”. 35 Sobre la elección de alcaldes ordina-


rios en 1723: “Esta elección fue muy notada En 1781 hubo en Oruro un motín popular
porque muchos de los hombres ricos y honrados a consecuencia de la conocida oposición de los
38 españoles a que los criollos fuesen alcaldes or-
se fueron de la Villa”. Por la oposición de
unos alcaldes ordinarios a una procesión en dinarios, y Sebastián Pagador, servidor de uno

1729: “y todo paró en maldiciones del pueblo de los perjudicados, arengó a la muchedumbre
37
con grandísimo escándalo”. Sobre un monopo- trayendo a cuento tópicos característicos en la
lio de carne en 1709: "Escandalizada toda esta crítica social de Arzáns: se intenta la .
.}

Imperial Villa clamaban y claman a Dios pues más aleve traición contra nosotros por los cha-
38
no hay otro remedio”. Sobre la muerte de un petones. [. .]
En ninguna ocasión podemos
.

arrendador de las alcabalas: "El pueblo que mejor dar evidentes pruebas de nuestro amor
siempre juzga las cosas como quiere y le parece a la patria sino en ésta. No estimemos en nada
atribuyó su muerte a permisión por la violen- nuestras vidas, sacrifiquémoslas gustosos en de-
cia y falta de caridad que tuvo”.
39
Sobre la fensa de la patria convirtiendo toda la humildad
muerte que dieron unos asesinos a un religioso y rendimiento que
hemos tenido con los espa-
en 1712: "las mujeres con descompuestos gritos ñoles europeos en ira y furor, y acabemos de
43
rompían de dolor los corazones”.
40
una vez con esta maldita raza”. Compárese
Si es verdad que Arzáns expresaba la opinión esta arenga con las arengas legendarias que

pública de la Villa ante los hechos de la vida Arzáns pone en boca de cabecillas de los vicu-
diaria, no lo es menos que reflejaba esa opinión ñas en la guerra contra los vascongados en
en cuanto a los tópicos mayores. El criollismo 1622-1624 44 y con las palabras de defensa del
de Arzáns, por ejemplo, trasunta un estado de propio Arzáns en favor de los criollos de Potosí
ánimo general. El sentimiento antiespaño! esta- contra las persecuciones del conde de Lemos en
45
ba tan extendido en 1730 no sólo en Potosí la segunda mitad del siglo xvn.

sino en toda la provincia de Charcas, que con d. Conocimiento público de la Historia.

motivo de la rebelión de los mestizos de Cocha- Temores y persecuciones. La empresa de la


bamba en la audiencia de La Plata se consideró Historia, que duró 30 años, fue pública en Po-
necesaria una severa demostración de fuerza tosí. Al declarar por qué escribió este libro

para atajar los avances crecientes de criollos y Arzáns menciona el gran deseo que en muchos
mestizos: “si se omite ahora se expone que de sus compatriotas había encontrado para que
46
después, con mal ejemplo, sea mayor el gasto
el lo escribiese; y es obvio que comunicaría a esos
menos remediable el daño porque serán ma- compatriotas que lo estaba escribiendo. En los
y
41
yores los insultos y las insolencias”. Anales Arzáns anuncia repetidamente “la His-
47
Los insultos y las insolencias fueron aumen- toria general Anales
que tengo en obra” y los

tando con los años. Durante la sublevación se hicieron públicos como se colige de estas

general de indios en 1780-1782 circuló en palabras del prólogo de ellos: "diviértanse mis
48
estas provincias un pasquín, órgano rutinario amados lectores con esta pequeña obra”
de expresión de las opiniones del pueblo, donde La publicidad de la Historia mientras se es-
se advierte la presencia exacerbada de senti- cribía está demostrada por numerosos hechos:
mientos que enfervorecieron la pluma de Ar- Arzáns iba y venía averiguando entre los veci-
49
záns al fustigar a los españoles y su codicia, al nos antiguos de Potosí los hechos antiguos, y
50
clamar por justicia para los "atribulados ’, y entre los actuales los hechos actuales, y esto
al maldecir a los poderosos: tuvo que acabar constituyendo un consenso pú-
blico sobre la empresa de la Historia. Como
"[...] Todo indiano se aperciba resultado, Arzáns solía ser, por ejemplo, reque-
a defender su derecho rido para incluir en su libro materiales ajenos,
porque Carlos con despecho 42. "Décimas esparcidas en la ciudad de La Plata. Años
nos aniquila y despluma 1780-1782”, ms., Biblioteca Nacional de Bolivia, Colección
Riick. Tomado de otras fuentes y con algunas variantes este
y viene a ser todo en
suma pasquín está reproducido en Lewin, La rebelión de Túpac
robo al revés y al derecho. Amaru, p. 432-433.
43. Ángelis, Colección, V, 18. Otra versión con variantes
Ibid., III, 132. en Lewin, ob. cit., p. 567.
34 -

44. Véase "Criollos", Historia, I, clxxiv.


35 - 1 bid., III, 138.
36. Ibid., III, 152. 45. Ibid.
Ibid., 46. Ibid., I, clxxxiii.
37 - III, 293.
38. Ibid., II, 371-
47. Anales, p. 2.
Ibid., II, 495 48. Ibid.
39 - .

cxviii-cxix.
40. Ibid., II, 498. 49. Véase "Fuentes tradicionales”, Historia, I,

41 - Ibid., III, 317 (nota 50. Ibid., II, 210.

clxxiv
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
como unos libelos contra el corregidor de Potosí tra los corregidores de Potosí. 62 Algunas con-
51
conde de Belayos. En 1720 un sacerdote co- tradicciones en el texto se explican por esta
munica a Arzáns un caso memorable para que lucha por reprimirse y no reprimirse: Arzáns
lo incluya en la Historia "para ejemplo de adúl- hace frecuentes acatamientos de veneración a
52
teros”. Protagonistas de hechos extraños lo los prelados y sacerdotes en general y protesta
llaman desde sus lechos de enfermos para que que su pluma nunca ha sido contra ellos, 63 pero
53
consigne esos hechos en su libro y por su al mismo tiempo fustiga a arzobispos contem-
parte Arzáns busca a otro tal y le pide que se poráneos suyos, a los eclesiásticos de Potosí por
vaya de Potosí "y que pues había escrito en mi sus discordias interminables, incluye historias
Historia los sucesos de su vida no me diese de clérigos y frailes lascivos, señala las exac-
más motivo a escribir alguna tragedia de su ciones de los párrocos a los indios, 64 y acaba
muerte”. 54Un predicador en 1707 y otro en haciendo decir al alma de un cacique conde-
1714 se valen de la Historia para relatar la nado al infierno por culpa de su confesor:
segunda plaga general de Potosí, la inundación ''Tengo por imposible que cura, corregidor y
de la laguna de Caricari en 1626. 55 Las perse- cacique se hayan de salvar”. 65
cuciones de que Arzáns fue víctima por las in- Otro recurso que Arzáns suele emplear para
formaciones que daba en la Historia sobre sus mimetizar sus críticas es valerse de autoridades
coetáneos ¿cómo se explicaría si la Historia no irreprochables, como la Biblia y los padres y
era conocida y leída por otras personas? ¿Cómo doctores de la iglesia, tal en su defensa de
se explicarían también las propuestas de compra los criollos de Potosí contra el virrey conde
del manuscrito que se hicieron a Arzáns?56 Ar- de Lemos trayendo a cuento a Isaías y San
záns fue, pues, acompañado en la ardua y larga Pablo, 66 y a Santo Tomás, San Crisóstomo
y
empresa de la Historia por el conocimiento, el San Laurencio Justiniano contra el arzobispo
interés, la curiosidad, la lectura y a veces la Morcillo de Auñón en 1715 por el excesivo
cólera de sus contemporáneos. Diego Arzáns rigor de sus visitas pastorales a Potosí, 67 to-
acaba confirmando esto al decir que la muerte mando de uno de sus autores
estas autoridades
de su padre fue recibida con gran sentimiento favoritos, el jesuíta Nieremberg. 68
por los potosinos al ver que la Historia y sus Similarmente, sus protestas de fidelidad al
otros escritos iban a quedar inéditos, particular- rey son continuas. En un caso llega a decir que
mente si todavía quedaba "más que escribir de "a todas las injurias deben los mortales pacien-
esta famosa Villa”. 57 cia, a ninguna tanta como a las que les hace
Arzáns no ignoraba los riesgos a que su crí- su rey o sus ministros poderosos”, 69 y que "de-
tica social le exponía
y sabía con Plutatrco que ben los hombres de cualquier estado que sean
"las aves llevan las palabras. No solamente sufrir el príncipe o superior áspero
y arrebatado
vemos que es peligroso murmurar del príncipe, [. .
.]
pues Dios lo permite”. 70 Contrastadas
pero aun decirles la verdad con libertad suele estas reservas con el texto de la crítica social
ocasionar peligro”. 58 Recurrió en consecuencia en la Historia pronto se echa de ver su inten-
a algunos arbitrios para precaverse. Así mime- ción táctica.
tizó algunas de sus críticas especialmente viru- Por que Arzáns hizo también declara-
cierto
lentas poniéndolas en labios de sus historiadores ciones adecuadas para el gusto de la Inquisi-
hipotéticos como el tajo a la audencia de La ción. Al especular sobre el tema escabroso del
Plata que atribuye a su historiador legendario milagro dice que está lejos de rozar los títulos
Antonio de Acosta. 59 O se valió del material del "sumo pontífice, cuya autoridad rendida-
literario para insertar cuentos con críticas apa- mente adoro y a cuyos pies me humillo suje-
rentemente retrospectivas aunque la intención tándome en todo a la corrección de nuestra
es actual, como, por ejemplo, en el ciclo legen- santa madre iglesia”. 71
dario de los corregidores tiránicos de Potosí. 60 Mas por grandes que hubiesen sido sus pre-
O dándose cuenta de que se había excedido cauciones para paliar tanta y tan acerba crítica,
demasiado en la acritud, liega a suprimir en la ella acabó suscitándole dificultades.
versión revisada de la primera parte (manus- En el relato del año 1702 Arzáns cuenta que
crito de Brown) 61 su latigazo planfletario con-
Historia de Potosí utilizados para esta edición”, Historia,
51. Ib id., II, 402. III, 433 ss.
52. Ibid., III,101. Ó2. Ibid., I, 50 (nota 6).
53. Ibid., III, 303.
63. Ibid., II, 73; III, 334, 343.
54. Ibid., III, 249.
64. Véase "Eclesiásticos”, Historia, I, clii.
55 - Ibid., II, 440; III, 14,
65. Ibid., II, 73.
5 6. Ibid., III, 401. Véase también "Tentativas editoriales”,
66. Ibid., II, 24Ó.
Historia, I, xliv. 67. Ibid., III, 33.
57. Ibid., III, 400. 68. Ibid., III, 34. Véase "Noticias sobre fuentes ideológi-
58. Ibid., III, 221. cas”, ibid., I, clxxx.
59. Ibid., I, 11 2. 69. Ibid., III, 317.
60. Ibid., I, 189, 220, 280, 285. 70. Ibid., III, 256.
61. Véase el apéndice "Análisis de los manuscritos de la 71. Ibid., I, 104.
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

la familia y los negros del justicia mayor don en Potosí llamando ladrón al ladrón, lascivo al
Diego Manrique hacían muchos abusos a los lascivo, tirano al tirano, cuervo al cuervo, hasta
9
indios quitándoles víveres y especialmente ga- que "cortó la Parca el estambre de su vida”.'
llinas. Uno de los negros mató a una india de Debe admirar y conmover el caso de este
brillo, sin interés in-
un puntapié porque no quiso entregarle una apostolado silencioso, sin
gallina. Arzáns registra el apodo de Huallpa- mediato, sin satisfacción exterior, sin apoyo, sin
súa (ladrón de gallinas, en quechua) que el perspectiva de premio en un precursor de la
72
pueblo puso a Manrique. Oigamos a Arzáns: crítica social libremente expresada y un porta-
El justicia mayor "me envió a llamar con un voz de la opinión pública en Hispanoamérica
deudo suyo, y entendiendo yo para lo que podía en el primer tercio del siglo xvm.
e. Influencias y alicientes. Siendo la crí-
ser me excusé de ir a su llamado. Indignóse el
pariente declarándose, y teniendo por gravísimo tica social en la Historia el reflejo de una reac-

delito mis verdades viendo que no quería ir se ción espontánea ante las presiones directas del
fue a traer algunos criados del juez para que ambiente y no una expresión libresca de ideas de
me llevasen preso, y entretanto escondí todos afuera, no cabe hablar de fuentes con relación

mis escritos llevándolos para más seguridad a ella. Las fuentes no fueron otras que esas
fuera de mi casa y también zafando mi perso- presiones del ambiente social de la Villa sobre
na. Fue buena diligencia porque luego vino el el estado de ánimo de un vasallo.
pariente con el alguacil mayor y escribano, y En cambio puede hablarse de influencias y
aunque mi amada mujer opuso con pa-
se les alicientes, y aquí nos vamos a restringir a los

labras muy medidas, con todo eso no pudo que presentaron los sermones para Arzáns, que
excusar el que buscasen mis escritos, que como fue un apasionado asistente a ellos y que da
no los hallasen se volvieron dejándome muchas cuenta de innumerables sermones no escuchados
partir de los mate-
amenazas”. 73 No sabemos qué tiempo estuvo y escuchados en la Villa, a
80
escondido Arzáns hasta que pasase el peligro. riales legendarios de la Historia .

De otro vecino y funcionario poderoso de Para comenzar, la influencia de los sermones


Potosí, don Agustín de la Tijera, oficial real, es perceptible en el estilo expositivo de la crí-

había denunciado Arzáns a partir de 1709 los tica social de la Historia, sobre todo cuando

contrabandos de plata y ropa que negociaba a Arzáns amonesta, apostrofa y, particularmente,


pesar de su condición de juez.
74
Arzáns declara profetiza. Apréciese la conclusión de un pasaje
75
que Tijera quiso hacerle quitar la vida, y de crítica sobre una de tantas discordias entre
Diego Arzáns confirma que Tijera "pretendió eclesiásticos potosinos: "Pues ¿quiénes serán los

con mano poderosa quitar los escritos y tam- que en medio de estos fuegos no se queman,
bién la vida a mi padre porque la posteridad, quiénes serán éstos para alabarlos? ¿Dónde se
hallarán hombres que al ídolo de Baal no do-
y en particular en España, no
tuviesen noticia
de sus delitos”.
76
No sabemos las circunstan- blen la rodilla? ¿Dónde se hallarán tres man-

cias de esta tentativa de represaliia, pero de- cebos que no se amancillen con los manjares
bieron de ser muy serias pues cuando Tijera de la mesa del rey de Babilonia? ¿Dónde se
murió en 17 1 6, Arzáns, que no era rencoroso, hallarán diez justos para que no destruya Dios
le dedica a manera de epitafio una diatriba que a Sodoma y las otras ciudades?”. 81
77
Hay relatos ejemplarizadores en el material
es toda una página de antología panfletaria.
Estos amagos valieron a Arzáns un comenta- literariode la Historia que proceden de los
rio enérgico pero tranquilo, que vale por toda sermones, sobre todo en las historias de peca-
una profesión de fe en la justicia y el valor de dores y de milagros, como la historia de la
82
su crítica social: "Por eso decía el otro que pecadora Estefanía y del minador perdido en
83
no se podía escribir sin peligro contra quien las entrañas del Cerro.
puede proscribir y condenar a muerte al escri- Ya dentro de la realidad social actual de la

tor: no porque en mí ni en otros hubiese de Villa, Arzáns cita unos sermones de 1709 en

suceder esto siguiéndolo por justicia, que decir que se exhortó "a las justicias a que castigasen
al mal juez que es un ladrón cuando lo es no tantos ladrones y homicidas como había en esta
84
por eso haya de tener pena de muerte el que Villa”. En 1710 otro predicador dijo que las
lo dice, sino el que en realidad lo es, salvo la tempestades extraordinarias de rayos que hubo
violencia con que se cometen apasionadamente ese año en Potosí fueron en castigo por el

millares de injusticias”.
78 exceso y la desvergüenza en los trajes de los
85
En adelante Arzáns siguió con más ardor aún hombres y las mujeres. En 1719 desde el púlpi-
72. Ibid., II, 321 (nota 3), 412 79. Palabras de Diego Arzáns, ibid., III, 400.
80. Ibid.,I, 67, passim.
73- Ibid., II, 321.
74- Ibid., II, 469. 81. Ibid., II, 478.
75- Ibid., II, 321 (nota 3>- 82. Ibid., II, 77.
76. Ibid., II!, 401 83. Ibid., II, 391.
77- Ibid., III, 58. 84. Ibid., II, 471.
78. Ibid., II, 321. 85. Ibid., II, 476.

clxxvi
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
de ese
to se atribuyeron las lluvias torrenciales guno cuando puede. Luego ninguno
lo restituye
año al "lastimoso estado en que se iba ponien- o casi ninguno de los que gobiernan se pueden
94
do la Villa con los pecados públicos de sensua- salvar”.
lidad, codicia, latrocinio, homicidio, injusticias
86
y otros, con amenaza de mayores males”. En
1726 los predicadores señalaron los vicios de la 6. PUNTOS DE LLEGADA IDEOLÓGICOS
embriaguez, la lascivia y el homicidio con ejem-
plos del día acaecidos en la Villa y "repren- Decir que las ideas más generales de Arzáns
dieron la insolencia de desnudarse hombres y —evitemos por el momento el uso de la fórmu-
mujeres en estos bailes y bailar con indecible la "ideas filosóficas” — estaban encuadradas
deshonestidad”, así como "los rencores, enemis- dentro del dogma católico es cierto pero no es
tades, chismosos y aduladores que atizaban el suficiente. El texto mismo de la Historia sugiere
incendio emprendido en jueces y ministros”. 87 que Arzáns era un creyente acendrado y un de-
A más de críticas generales, los predicadores voto diligentísimo. No habrá prácticamente una
hacían críticas personales contra gobernantes y página en la Historia donde no se nombre a
vecinos ricos de la Villa. La tradición conser- Dios, a la Virgen o a algún santo, una o varias
vaba el recuerdo de un fraile que a mediados veces. El complejo de culpa y pena gobernando
del siglo xvii habíacomparado al presidente la vida individual y social, las numerosas histo-
Nestares Marín con Pilatos por la muerte que rias de siervos de Dios, de pecadores, de mila-
95
hizo dar a Gómez de la Rocha por la falsifica- gros, convencen de la misma verdad. Si por
ción de la moneda. 88 En 1703 un cura de indios accidente el nombre del autor de la Historia y
predicando en la Matriz dijo: "Recen un ave- lo que se sabe de él no se supiera, la presunción
maria por el alma de una pobre india que ma- lógica sería que el autor de la Historia fue un
taron por quitarle una gallina”, aludiendo al sacerdote.
episodio protagonizado por un negro del jus- Sin embargo, la astrología ocupa tanto cam-
ticia mayor Manrique. 89 En 1707 un predicador po en su preocupación, 96 sus conclusiones sobre
español dijo contra el azoguero criollo José de la hechiceríason tan poco parecidas a un re-
Quirós "indecencias [. .] que mejor están ca-
. chazo absoluto, 97 y su fe en los milagros parece
90
lladas”. En 1721 el corregidor de Potosí dejó tan comprometida con las imágenes más que
de ir a los sermones pues "la doctrina gene- con que una ventana parece entre-
la divinidad,
ral de los pulpitos” se aplicaba satíricamente a abrirse a perspectivas de interrogación, que pa-
los cabezas del gobierno de la Villa. 91 En 1724 recieran confirmarse con alusiones naturalistas
un predicador reprendió severamente al oidor a la tierra y a "la madre universal”. 98
de la audiencia de La Plata don Francisco de Las ideas generales de Arzáns deben ser ob-
Sagardia por los regocijos epicúreos a que había jetode un estudio especial que haría buena luz
convidado en las lagunas durante el tiempo de sobre problemas de la ideología colonial hispa-
cuaresma. 92 noamericana. Entre tanto nos interesa destacar
No faltaban oradores sagrados que tomaban algunos aspectos ideológicos vinculados con la
como blanco de su crítica a grupos prepotentes crítica social.
en Potosí como uno en 1733 expresando que No es superfluo llamar la atención sobre la
si bien debía agradecerse a los españoles "el forma como Arzáns organiza y compone los
haber metido la fe en estos reinos, pero que elementos correspondientes al acontecimiento,
ya no siguiesen sus malos pasos pues la habían a la crítica y a la idea general. Cualquier pasaje
perdido por sus abominables obras puede servir de ejemplo. En 1732 llegó a Potosí
y el mal
ejemplo que daban a los naturales que traían una resolución del virrey favorable para los
sencillamente la fe
y el culto, de que queda- azogueros que estaban entonces en pugna con
ron muy sentidos muchos europeos”. 93 los oficiales reales por el azogue. Arzáns regis-
Finalmente, Arzáns cita el Sermón del juicio tra el hecho. Luego critica la opresión "inso-
del padre Vieira trayendo a cuento este elo- portable” en que los oficiales reales tienen a los
cuente silogismo: "Todo hombre que es causa azogueros. Luego viene la reflexión general: 99
culpable de algún daño grave, si no lo resti- "¡Oh ambición desordenada en los mortales!
tuye pudiendo es imposible que se salve. Todos ¿Hasta cuándo has de correr con tu curso? El
o casi todos los que gobiernan son causas cul- arroyuelo aspira a ser río, el río aspira a ser
pables de graves daños,
y ninguno o casi nin- mar, el vasallo a ser ministro, el ministro a

86. Ibid., III, 48. 94. Ibid., III, 343.


87. Ibid., III, 236. 95. Véase "Materiales literarios de la Historia”, Histo-
88. Ibid., II, 140. ria, I, cvii-cviii.
89. Ibid., 417.II,
96. Véase el artículo "Astrología” en el "índice” de esta
90. Ibid., II, 440.
edición.
91. Ibid., III, 126-127.
97. Véase "Demonio, Agüeros. Hechicería”, Historia, I, clxii.
92. Ibid., III, 164.
98. Ibid., III, 391.
93 - Ibid., III, 342 .
99. Ibid., III, 338.

clxxvii
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ser valido, el valido a ser príncipe, el príncipe aceite, vidrio y fuego: vidrio que con un soplo
8
a ser monarca. ¿Nunca ha de haber en el hom- se hace, fuego que con un soplo se apaga ”.
bre límites en el mandar?”. En consecuencia, Esta idea de la precariedad de las cosas inunda

en Arzáns el elemento ideológico no es un la Historia: El mundo es "sombra que admira


punto de partida sino de llegada. Es la mora- desde lejos y le deshace toda, fuego que con-
leja de la fábula. sume cuanto se le llega, mar donde el más
El elemento ideológico en Arzáns está, pues, diestro marinero se ahoga, laberinto donde el

contenido en la mayor parte de las veces en más cuerdo se pierde, reino donde todo cuanto
los reflexiones morales superpuestas al relato corre es falso, corte donde sólo vive el des-
la crítica de los hechos y que, según se ha engaño ”. 9 La esencia del mundo es además
y
hecho notar, representan la diferencia estruc- contradictoria: "Si nosotros abriésemos los ojos

tural más importante en la versión corregida y no hubiera quien más eficazmente nos predicase
aumentada de la primera parte de la Historia que el mundo, pues en lo mismo que nos da
que es el manuscrito de Brown con relación al nos niega lo que recibimos, de lo poco que
manuscrito de Madrid
100
pues Arzáns adicionó
,
puede nos avisa, y nos desengaña de lo poco
el texto de la Historia con estas reflexiones que dura ”. 10 Arzáns suele expresar esta idea
morales en su primera parte. Que estas reflexio- desengañada del mundo con alusiones teatrales:
nes procedan en gran parte de fuentes ajenas
1
,
"Pero estemos ciertos que las cosas de esta vida
no tiene importancia para el caso pues basta son una farsa y una comedia. [. .] ¿Qué más .

que Arzáns las hubiese adoptado como expre- comedia y farsa puede ser que la que experi-
sión de su propio pensamiento para considerar- mentamos cada día en las muertes de los reyes
?”. 11 En sus últimos días Ar-
las ideológicamente suyas propias. y demás príncipes
a. El hombre. El cuadro de la sociedad poto- záns recapitula una vez más las experiencias de
sina atribulada por el disturbio, la discordia, la vida, y concluye: "Es nada, y su misma in-
”. 12
los malos tratamientos al indio, la opresión del constancia la hace menos
c. Culpa y pena. Sabemos también que el
vasallo entre codicias, y hambres injusticias

induce en Arzáns una idea pesimista sobre el complejo de culpa y pena satura la vida poto-
hombre, acorde con una de las principales ca- sina en la Historia. En realidad el libro de
de su crítica social. "Los que tienen
racterísticas Arzáns en conjunto es una gran historia de pe-
por muy duro el diamante no deben haber cadores en que el protagonista es la sociedad
conocido el corazón del hombre: más duro es potosina.
2
que la más dura piedra ”. "El mayor enemi- El punto de llegada ideológico correspon-

go que tiene el hombre es el hombre


”. 3 “El diente a esta idea se expresa así en la Historia:
hombre lobo para el hombre ”. 4 "El apetito hu- "Todos nuestros males son hijos de nuestras
mano bosque de fieras y su malicia inficiona
es culpas. creciendo las culpas van cre-
Como van
a muchos y perdona a muy pocos
”. 5 En las pos- ciendo los males. No hay número para contar-
trimerías de su vida Arzáns no ha mitigado su los porque no hay número para contarlas. Vi-

amargura y repite que "los hombres son los más vimos en la noche de la ignorancia aprisionados
6
acerbos enemigos de los hombres ”, y que los y por eso se
agravan nuestros males con la ig-
animales son superiores al hombre en que si- norancia. Menos fueran si los registrara la luz
”. 13
guen sus naturalezas y hacen sus obras perfec- del conocimiento
tas en su género, al paso que el hombre, siendo Antes había observado la vigencia de esta
racional, usa mal de su libre albedrío norma en la vida de las sociedades: También
un animal
torciendo y adulterando sus obras, de manera hemos de estar en que la ruina y mudanza de

que el hombre debe imitar a los animales y no los imperios, reinos y ciudades” se ha de impu-

éstos al hombre .
7 tar "a delitos de los pueblos, de sus príncipes

b. La vida. El mundo. Uno entre los potosi- y demás cabezas, que claman por el castigo
nos que experimentaron gran declinación,
la aunque Dios esté disimulando. Si triunfan los

entre la nostalgia de la grandeza pasada y la vicios [...], los engaños, las discordias y ene-

angustia de la pobreza presente, no era de es- mistades, los latrocinios, las tiranías e injusti-
perar que Arzáns alentase un concepto plácido cias, ¿qué se puede esperar sino calami-
[. .
.]

dades y desdichas ?”. 14


de la vida. Arzáns mira las cosas con ojos des-
engañados. “La misma vida es una lámpara de La idea del complejo de culpa y pena gober-
nando en particular la vida de la sociedad po-
ioo. Véase "Análisis de los manuscritos de la Historia de tosina tiene una expresión clarísima en este
Potosí utilizados para esta edición”, Historia, III, 464.
ibid., III, 96.
1. Véase adelante "Noticia sobre fuentes ideológicas”.
8.
9. Ibid., I, 10.
2. Historia, I, 224.
10. Ibid., II, 37 -

3. Ibid., I, 321.
11. Ibid., III, 165-166.
4. Ibid., II, 91.
12. Ibid., III, 380.
5. Ibid., I, 380.
13. Ibid., III, 315; véase también III, 63, 324.
6. Ibid., III, 297.
14. Ibid., III, 119.
7. Ibid., III, 289.

clxxviii
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
pasaje: "Pecados son la causa de tantas cala- crítica socialde Arzáns: "Estos sucesos podrán
midades como padece esta Imperial Villa, y está ser ejemplo para que los señores jueces no se
tan lejos de su remedio cuanto estuviere de su fíen mucho en su poder y fuerzas ni se atrevan
enmienda. Quéjanse todos sus moradores de tan a injuriar a sus súbditos pensando que todo lo
continuados trabajos atribuyéndolos a los aca- mal que se les antoja es lícito y que no ha de
sos temporales: echan la culpa a unos y tiénenla haber quien se les oponga y castigue sus inso-
todos. La licencia común en pecar es la raíz de lencias, pues así es lo que dice el proverbio
su mal, y la medicina no la ha de dar mano que mientras más uno tiene de poder tanto lo
ajena si no la toma cada uno aplacando a Dios tiene menos de licencia para desmandarse a
enojado. Esto es infalible y la experiencia lo cumplir sus apetitos y pasiones. Porque cuando
muestra, pues como no cesan los pecados tam- menos se cataren los tales hallarán otros hom-
bién se continúan las calamidades un año y otro bres animosos que los aniquilen y quiten la vida,
año, y lo mismo será en adelante, conformán- como infinidad de veces ha sucedido ”. 21
dose los males con los males, es a saber el f. Virtudes y pecados sociales. Arzáns tiene
grave mal del pecado con el grave mal de la un concepto firme sobre la igualdad de los hom-
pena ”. 15 bres. "El pobre y Salomón, el mo-
el rey, dice
d. La muerte. En la ideología de Arzáns la narca y el de una misma
partorcito, nacieron
muerte completa la vida como algo consustan- suerte y pasaron por unas leyes: no se esmeró
cial a ella e indispensable en ella: "No puede más la naturaleza en la forja del príncipe que
dejar de estar enfermo quien siempre en su en la del plebeyo, ni se vistió de más galas
misma vida mal de muerte. Con este mal
tiene para adornar al caballero que al villano, no dio
16
nace, con él vive y de él muere ”. "Quien qui- más ojos ni más pies y brazos al noble que al
tase la muerte quitaría de la fábrica del mundo pechero, porque los grandes y pequeños todos
la piedra angular, quitaría la armonía y el tenemos un principio y hemos de tener un fin.
orden, no dejaría otra cosa que disonancia y [. .
.] Y aun fuera bien para abatir su altivez
confusión ”. 17 Un elemento de particular interés [del señor] considerar aquel dicho de Macrobio
es la condición igualitaria que Arzáns observa que al que los sucesos hicieron siervo y esclavo
en la muerte: "Todo es morir y ninguno en esta le pueden con la misma facilidad levantar a
mortal vida podrá escaparse de esta inexorable ser amo, y al amo abatirlo a la bajeza y estado
parca [. .] porque con igual pie pisa la muerte
.
de siervo ”. 22
las altas torres de los reyes como las humildes La igualdad es un atributo de origen divino:
chozas de los pobres ”. 18 Arzáns no pierde tam- "Nuestra católica religión no estima tanto la
poco la oportunidad de describir la muerte con nobleza del cuerpo cuanto la del ánima ni mira
alusiones al ambiente social de Potosí, una vez tanto la suerte y el estado de los hombres cuan-
en el comercio: "¿qué otra cosa es la muerte to al ánima de cada uno; al señor y al esclavo,
sino una trampa con que se cierra la tienda al grande y al chico, al noble y al plebeyo,
donde se venden las miserias de esta misma juzga y mide por esta medida, porque delante
vida ?”, 19 y otra en el contrabando
y los negros: de Dios no hay distinción de uno y de otro ni
la muerte es "contrabandista de blancos
y ne- es exceptador de personas [. .] porque iguales
.

gros ”. 20 los hizo la redención y la sangre de Cristo que


El gobierno. El gobierno, tema predilecto
e.
por todos fue derramada ”. 23
en narración de los hechos
la
y en la crítica Otro concepto que Arzáns asienta resuelta-
social de la Historia, no lo es menos en la re- mente es el de la libertad. "A muchos sabios
flexión general. De hecho, es fácil encontrar en les pareció que atento a que dio libertad la
la Historia todo un manual del arte de gobernar naturaleza a los hombres nadie se la podrá
dividido en sus menores componentes de acierto quitar, pues que en ser racionales
y libres se
o desacierto en conceptos como la ambición, la diferencian de los animales brutos, y así les
cólera, la cordura, la crueldad, los consejeros,
parecía ser contra la naturaleza y contra la
la justicia, las letras, la ley, la mansedumbre, la razón que hubiese esclavitud y no tuviesen
paz, el perdón, La idea fundamental
etc., etc. todos su propia libertad ”. 24
del gobierno en Arzáns está sólidamente im- Sobre la nobleza, otro tema de crítica contra
plantada en del bien público, la
el territorio los "Dicen bien los desengañados
españoles:
justicia
y los males que a la sociedad y a sí que la nobleza no se adquiere naciendo sino
misma se trae la función gubernativa cuando obrando: esto es si ellos entienden por nobleza
es opresora, idea en todo coincidente con la las aplicaciones generosas de la virtud ”. 25
"Quien nace bien y vive mal no es noble ca-
15. Ibid., III, 25.
16. Ibid., III, 325.
21. Ibid., II, 216.
17. Ibid., 166.
III,
22. Ibid., II, 170.
18. Ibid., II, 403.
23. Ibid., II, 164.
19. Ibid., III, 299.
24. Ibid., III, 10.
20. Ibid., III, 378.
25. Ibid., III, 123.

clxxix
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

balmente, porque le falta la nobleza del alma Juan Crisóstomo para quien las cosas de la
”. 32 Tam-
que se hace con las obras. Quien nace mal y vida "son más nada que la misma nada
vive bien podrá con sus buenas obras acredi- bién Hesiquio, traducido por San Juan Damas-
tarse de noble
”." 0 ceno, cuando dice que los bienes del mundo
El tema de los ricos y los pobres, también son "humo, pajas, sombra y polvo sacudido por
33
indefectible en la crítica social de Arzáns, se el viento ”. Nieremberg cuenta los cataclismos
y las plagas como
conecta con su concepto sobre la avaricia: "Si manifestación de la justicia
34
quieres, pues, oh avaro, vivir alegre [. ..], pro- divina por los pecados de los hombres cree ,

cura tú aprovecharte a ti mismo de tus propias que "el lastimoso estado de nuestra patria [Es-
paña] mediar el siglo xvii sólo obedecía
riquezas y servir de algún provecho a otros, a al
33
lo menos al pobre más necesitado, que por poco [. .
.] a los pecados de los españoles ”, e inserta

con que le socorras tendrás muchos aumentos varias historias de pecadores como aplicación
36
en ellas y no por eso descaecerán en nada; y de esta doctrina La facilidad con que puede
.

advierte que allegar muchas riquezas no es tener sobrevenir la muerte está expresada en forma
37 38
fin en la miseria sino mudarla, esto es, mudar semejante en Arzáns que en Nieremberg .

El claro sentido senequista patente en la


la miseria del pobre en la necesidad del ava-
riento ”.
27 Historia en las amonestaciones sobre el des-

La denuncia de la riqueza mal habida y mal precio de los bienes temporales pudo pasar de

empleada se hace aún más clara en el tema de Séneca a Arzáns también a través de Nierem-
39
la codicia: "Los que adoran ídolos no osan berg El concepto de cómo se debe preferir
.

llegarles las manos; ídolos de los avarientos la pobreza a la riqueza en Arzáns procede di-
40
deben de ser la plata y el oro pues no se atre- rectamente de Séneca .

ven a tocarlos. Por cosa sagrada tienen la ri- Los Diálogos del padre Pineda representan
queza escondida, y en no manejándola es cosa toda una enciclopedia de influencias ideológicas
endemoniada. No hay ídolo que no sea demo- en Arzáns. Otras ideas senequistas, como la de
41
nio, y es también demonio la plata mal adqui- la ingratitud en Arzáns provienen de Séneca
42
rida y con grave daño de los pobres. El dinero a través de Pineda . La expresión "el trágico
4 ’'
con que no se hace bien hace a su dueño mal. Séneca” está tomada por Arzáns de Pineda.
La hacienda con que no se socorre al pobre y Los conceptos astrológicos de Arzáns sobre
antes se quita del pobre para su aumento, es la influencia de las estrellas en el destino de las
44
demonio para el rico: él no acierta a llevarla a sociedades humanas tienen vinculación con
46
las del necesitado, y ella acierta a
manos lle- Calancha 45 y también con Pineda .

28
varle a él al infierno ”. La formulación de los elementos ideológicos
g. Noticia sobre fuentes ideológicas. A di- relativos al gobierno en Arzáns proceden prin-
ferencia de la crítica social, cuya fuente directa cipalmente de otro jesuíta, el padre Núñez de
47
es la realidad misma de la sociedad potosina, Cepeda en su Idea del buen pastor, y hay en
el texto de la Historia permite señalar fuentes la Historia huellas de la República de Jean
librescasde donde procede la formulación de Bodin Es de interés recordar cómo Bodin,
.
48

muchos elementos ideológicos de Arzáns. considerado como un precursor y renovador en


La formulación de las ideas fundamentales la política, la economía, la metodología histó-
sobre el hombre, la vida, la culpa y la pena, y rica, estuvo a la vez dominado por ideas supers-
la muerte, viene del padre Nieremberg, de ticiosas de astrología, agorería, hechicería y
9
quien Arzáns cita las Obras filosóficas ," y, a otras creencias populares, como Arzáns 49 .

50
través de Nieremberg, de la filosofía grecorro- La Vida de Marco Bruto de Quevedo fue
mana de la doctrina de los santos padres y
y
un que ejerció una profunda influencia en
libro
los doctores de la iglesia. Arzáns. Son numerosas las reflexiones morales
El concepto de Arzáns sobre la maldad del 32. Ibid., p. 169.
hombre es un reflejo casi textual del que pro- 33. Ibid., p. 149.
34. Ibid., p. 122.
pone el jesuíta español: "No hay cosa más 35. Narcilo Alonso Cortés en el prólogo al Epistolario
de
30
enemiga de un hombre que otro hombre . Nieremberg, p. 8.
36. Nieremberg, Diferencia entre lo temporal, p. 81 ss.
La idea de la precariedad de la vida puede
37. Historia, II, 403.
referirse a Aurelio, transcrito por Nie-
Marco 38. Nieremberg, Diferencia entre lo temporal, p. 99.
39. Ibid., capítulo 12.
remberg, cuando dice que las cosas de la vida
40. Historia, II, 453-454.
tienen tres tachas, "ser pequeñas, mudables y 41. Ibid., II, 143.
31 42. Pineda, Diálogos, I, 24.
corruptibles hasta llegar a su fin ”, y a San 43. Ibid., II, 120; Historia, II, 262, passim.
44. Ibid., I, 241.
2 6. Ibid., III, 366. 45. Crónica moralizada, 48-49.
v
46. Pineda, Diálogos, II, io6 .
27. Ibid., II, 55.
47. Arzáns pudo compulsar la edición de Lyon,
1682.
28. Ibid., III, 397.
48. Historia, III, 10.
29. Ibid., III, 34 (nota 1).
30. Nieremberg, Aforismos, p. 20. 49. Baudrillart, Henri, Jean Bodin, París. I853.
Nieremberg, De la diferencia entre lo temporal, p. 9- 50. Hemos compulsado la edición de Buenos Aires, 195°-
31.

clxxx
BARTOLOMÉ ARZÁNS DE ORSÚA Y VELA: SU VIDA Y SU OBRA
52
que Arzáns toma de este libro de Quevedo y presencia de un libro como Fuenteovejuna
las superpone en el texto de la Historia, sobre entre las influencias ideológicas que recibió Ar-
51
la política, la mujer, el pecado y otros tópicos.
,
záns, en conexión con el tema de la venganza
Con este material se puede hacer un estudio popular contra la tiranía, a la que se alude
minucioso de la forma cómo elaboraba Arzáns reiteradamente en la Historia.
sus superposiciones morales en el texto de la
nes o papelones (Vida, p. 59; Historia, I, 386), los grandes
Historia. movimientos de las repúblicas (Vida, p. 88; Historia, I,
Debe señalarse, finalmente, con interés la 349), la compañía de la mujer (Vida, p. 21; Historia,
II, 62), las mujeres como artífices de la vida (Vida, p. 37;

51. Pueden cotejarse, por ejemplo, los lugares sobre la Historia, II, 203), el pecado grande representantes (Vida,
buena administración de las repúblicas (Vida, p. 29; His- p. 133; Historia, I, 334), la disimulación del pecado
toria, I, 73), la comparación entre el sol y el gobierno (Vida, p. 103; Historia, II, 348).
(Vida, p. 46; Historia, II, 220), la utilidad de los pasqui- 52. Lope de Vega, Fuenteovejuna.

clxxxi
PROLOGO AL LECTOR

grande deseo que en muchos de mis compatriotas


y de otros hom-
bres de varias provincias del orbe avecindados en esta Imperial
Villa de Potosí ( doctos unos,
y otros que no lo son) he conocido de
ver escrita la historia de esta famosa cuanto memorable Villa, me le
pudo adelantar en mí, que también estaba con el mismo deseo, para
emplear mi talento ( bien que pobre) en un asunto que le había me-
nester muy rico, satisfaciendo en parte a tantos loables deseos. Pienso,
pues, que sólo mi voluntad
puede agradecer, porque si bien el tra-
se
bajo no ha sido pequeño, la obra ( como
mía ) no puede ser grande.
No es menos el motivo que por su parte me ha dado el famoso Cerro
Potosí para escribir esta historia, pues está claro que si él no se representara tan poderoso con
su incomparable riqueza, no había para qué cortar la pluma y correr con felicidad líneas que
me acarrearon desvelos.
El nombre de este gran rey de los cerros y emperador de los montes es conocido en cuanto mira
experimentan todos los vivientes: ¡grandeza sin igual, admiración portentosa!
el sol, y sus efectos

Pues ¿cómo no había de tener incentivos para principiarla y motivos para fenecerla? Y más
cuando con ojos de plata puedo asegurar que me ha mirado para su autor, y con lenguas de varios
metales ha alentado mi pluma para su desempeño,
y que juntamente me ha mostrado el corazón
para que con más epcacia diga a los hombres que de ver sus necesidades se le rompen las entrañas

y que para remediarlas les ofrece el rosicler de sus venas.


Confieso también que movido del amor de la patria he querido emprenderla; y con razón, pues
entre los más atractivos afectos de los humanos es cosa experimentada ser grande sin compara-
ción éste de la patria, loable su cariñoso amor con impulso entrañable, justamente encarecido de
natural e intenso. Así Valerio Máximo
lo iguala al de los dioses
y le hace mayor que el de padres
y hermanos. San Agustín le pone en segundo lugar, y muchos la prefieren a su propia vida: entre
los cuales se cuentan Curdo, Escévola, Marco Bruto, Cayo Mario ( romanos los cuatro), Codro,
rey ateniense; Menelao, tebano; Ancuro, hijo del
frigio Midas; los filenos cartagineses, y la ma-
dre de Cleómenes. Sólo de Sócrates refiere Plutarco no quería llamarse griego sino ciudadano del
universo. Con estos motivos
y autoridad de Aristóteles, afirmando ser el lugar natural conservati-
vo de lo que en él se cría, por donde ama cada
uno tanto la patria como su perfección, ofrezco yo
a la mía, discreto lector, este pequeño cuanto
afectuoso servicio, publicando y proponiendo al tea-
tw del mundo con limpia cándida intención un trabajo de mayor voluntad que merecimiento,
y
con que me parece cumplir en algo con la obligación
de hijo suyo, manifestando general y particu-
larmente sus grandezas riquezas con
y los memorables sucesos que en ella se han visto, aunque
para hacer ostentación
y alarde de todo pedían mejores más elocuentes plumas que la mía.
y
Va dad es que son muchas que con alto vuelo han proporcionado particularidades de esta
las
materia con el caudal de sus grandes talentos pero no se debe extrañar que salga a luz esta mi
;
general historia. Utilidad tendrámi trabajo siquiera para que, guisado de diferente suerte, des-
pierte y avive el apetito
de saber más largamente lo que ella contiene. Cuanto más que por mucho
y
que se escriba siempre hay más que escribir;
ni es justo que haya límite ni tasa en eso, sino muy
provechoso que se escriban muchos tratados,
por ser los gustos de los hombres tan varios que han
menester mucha variedad de doctrina, porque
unos gustan de una y otros de otra.
Bien conozco la cortedad con que declaro
la mía, mas no por eso dejaré de llevar adelante mi
esignio. El cual es ( como llevo
dicho) sacar a luz el compendio historial de la Villa Imperial de
otosí, sus incomparables riquezas,
sus guerras civiles
y casos memorables, recogiendo algunos gra-
nos después de tantas cosechas escondidos
al sordo riesgo del olvido, que los escritores son como
os que
siegan o vendimian, que aunque llevan la
mayor parte, no todo; siempre (conforme a la
eyj que a a espiga o el racimillo
para el pobre que viene a espigar o a la rebusca. soy yo de No
os segadores de hoz; mas con Ruth andaré cogiendo las espigas que se
les quedaron, que
as quiero para mi pobre caudal,
confío en Dios Nuestro Señor saldrá mi medida colmada.
clxxxiii
PRÓLOGO
colmo don
A tan gran empresa que yo he tomado pretendieron también darle todo el
como la
su idioma); don ]uan Pasquier, andaluz; el
Antonio de Acosta, noble lusitano (que escribió en
peruanos entrambos, todos cuatro vecinos de es-
capitán Pedro Méndez y Bartolomé de Dueñas, y
pues aunque la de don Antonio se imprimió en Lisboa,
ta Imperial Villa. Mas no lo consiguieron,
algunos casos particulares, con las tres destruc-
donde sólo se reper en
es su historia harto limitada
sangre en aquellas memorables guerras de
ciones de esta Villa, cuales fueron el derramamiento de
presiden-
los vicuñas, la inundación de la laguna de
Caricari y la rebaja en la moneda que hizo el
Pasquier tradujo esta historia en castellano y ana-
te don Francisco de Nestares Marín. Don fuan
historias no se acabaron de escribir por fa-
dió todo lo sucedido en su tiempo. Ésta y las otras dos
llecimiento de don fuan Pasquier y y Dueñas.
varios acaecimientos de los dichos Mendez
.

quizá por estar reservada a mi corta


Otros forasteros y naturales la emprendieron sin efecto,
escritos. Pues aunque algu-
pluma el lleno de su grandeza, si bien será valiéndose de todos sus
nos reperen los sucesos y demás casos con algo de diferencia,
más ésta misma me hace la relación

de la verdad. Porque donde las cosas


sin sospecha de engaño de lo que la debilita en la opinión
unas con las otras (como notaron San Agustín San fuan Cnsóstomo en la
y
se compadecen las
evangelistas claramente se ve que por divina providencia unos au-
sagrada historia de los cuatro )

tores apuntan las que los otros dejan, para que sin sospecha
de engaño vengan todas a nuestra

noticia: porque cuanto menos sus escritores las acompañan


de las mismas circunstancias y siguen
pngii alguna.
por la misma orden, tanto es más cierto que no se aunaron en
De todos estos escritos y relaciones he procurado ayudarme, tomando de cada una lo cieito y
averiguado (esto es, de lo que he dejado de sacar de historias impresas). Y si me hicieren el cargo
de trabajos ajenos, respon-
que a Virgilio, padre de la poesía, hicieron, de haberme aprovechado
varones es sacarle a Hercules la
deré docta y agudamente, por ser suya la respuesta: "De grandes
sido) digo que mostrán-
maza de su mano". Mas con toda esta ayuda (que no en todo puede haber
de él por ser las tinie-
doseme el asunto bastantemente arduo, conpeso haber desmayado en medio
senderos poco trillados que harta
blas donde anduve de varias maneras muy confusas [y] los
dar hermosura a lo desfigurado.
dificultad es renovar lo antiguo postrado, buscar luz a lo oscuro y
todo lo consigue la
Mas animóme el dicho del poeta Menandro: "No desespere quien pretende:
deseo.
perseverancia” ; porque, acabado, nunca del todo satispzo el ingenio al ,

qué entendimiento, qué sutileza podrá explicar cump i a-


Pero ¿qué pluma, qué imaginación,
la máquina e mi ones
mente la gran riqueza que se ha sacado y se saca hoy del Cerro de Potosí,
grandezas de su nombrada Villa; la
de plata que ha dado de quintos a sus católicos monarcas; las
al culto divino; y asimismo
caridad y liberalidad de sus moradores; la fe y veneración que tienen
los piadosos castigos (pues siempre lo son) de la mano de
Dios que ha experimenta o poi sus
culpas, ocasionados, si más de la riqueza de sus habitadores y
sobra de, corporales bienes, tam ten
libre albedrío pudieran oponerse.
efectos del dominio riguroso de sus estrellas a que con el
Si no pue es acei
Mas ya que cumplir con todo a nadie se concede, y como dice Aristóteles~
con no pequeña fatiga y asistencia
lo que deseas, desea lo que hacer se puede", [lof he procurado
el discurso de la Historia
citan-
(si bien gustosa) de los libros en tanto número como se
verá en
que han esciito vanos ca-
do sus autores, pues sin los cuatro arriba mencionados, pasan de 36
los
numero 14 cronistas e
sos, grandezas y otras particularidades de esta Villa,
entrando en este
manuscritos que ha diligenciado
Perú, fuera de varias relaciones, noticias, archivos y otros papeles
de la cobardía corazón, del temor aliento, y del peli-
mi curiosidad sacando de la flaqueza fuerzas,
tan buen empleo, y ser el primero,
gro ánimo, por pagar en parte lo que debo a lo glorioso de
intitulada
aunque también ofrezco segundo, pues al mismo costo tengo en principios otra obra
si Dios Nuestro be-
del Perú", que sacaré a luz después de ésta
2
"Nuevay general población
ñor fuere servido. ir
lector, que bien conozco mi mal li-
en la presente vuelvo a confesarte la verdad, amantísimo
Y
empleo, no a la retórica la dul-
mada prosa y estilo, pues no debo a la gramática lo Utilísimo de su
del estudio de la lengua latina
s
loable y nunca
ce elocuencia de sus ejercicios, [y] he carecido
otras fuentes citadas por el autor se discuten
en la introducción [H]
1. Estas obras y
la segunda parte libro 1 ’ c*P ,tul°
2. Unareferencia más detallada a esta obra hacemos en úZañl' debe tenerse en cuenta
3. Esta falta de educación académica temprana, sobre la que Arzans msiste en el curso
fZdóVsu P 2 e

pluma de escribir. [M]


clxxxiv
PRÓLOGO
bien encarecida costumbre de la gente noble, pues granjean con la noticia de ella energía en las pa-
labras, disposición gallarda en ellas, elocuencia en el decir, prontitud en el modo, modestia en la
elección, y (lo que no es menos estimable propiedad en las locuciones partes muy necesarias en
) ,

los prudentes y eruditos historiadores Vero careciendo de tamaño bien, me valdré de lo que es-
.

cribió la divina pluma de ] eronimo al sumo pontífice San Dámaso : " Mejor parecen verdades tos-
cas que mentiras elegantes siendo imposible ocultarse su luz aunque la procuren oscurecer
,

tenebrosas envidias por ser clarísimo sol que resuelve cavilosas nubes.
, (como advierte Tertu- Y
liano) no tiene necesidad de defensa aunque en el mar de la mentira asalten corsarios del engaño,
mostrando entonces mayor fortaleza, siempre de tan gran precio, que preguntando un
filósofo a
Pitágoras cuál virtud podía hacer al hombre más semejante a Dios, respondió: "La verdad"
Ésta, pues, con lo glande de la materia suplirán los defectos de su autor,
que siendo por sí tan
excelente son sus proezas el ornamento
y ellas mismas encumbran el estilo sin más reparos ni en-
,

carecimiento. No obstante en la narración procuraré hermanar la llaneza del estilo con la ver-
,

dad de los casos, sin que la claridad decline a bajeza ni el cuidado pique en afectación; todo será
y
para deleite y provecho del ánimo, atendiendo también a que lo narrativo agrade
por nuevo, ad-
mhe por extraño, suspenda por prodigioso, por ejemplar exhorte, si dañoso escarmiente si imi-
y ,

table provoque a lo bueno, que la historia que se escribe


y lo moral que sobre ella se levanta, es
bien que (ya que el entendimiento se recrea
y gusta de la curiosidad y cosas raras que trae la
historia que [sic] la voluntad también se mueva
) y con la moralidad aborrezca el vicio reprendido
y ame virtud alabada, }' todo junto le ayuden a temer a Dios servirle ganar el
y cielo. Y no sien-
y
do menos importante la circunstancia del tiempo, he procurado señalarle ( en cuantos
sucesos he
podido) poniendo el día el mes en el cuerpo de la historia,'* año en
y y el el margen, con lo difícil
que trae consigo el orden de escribir no pudiéndose decir todos juntos.
Y aunque así ofrezco la Historia de Potosí, juzgo por imposible librarla de malas lenguas, pues
cada uno tiene Ucencia de poner sus faltas,
y será lo peor y más sensible en aquello que estará más
libre de merecerlo. Pero si las obras de San
ferónimo no se libraron de Rufino; las de Homero,
de Zoilo; las de Horacio, de un Nebio; ni de Pierio las de Virgilio,
siendo todas tan insignes,
¿cómo podrán librar las mías si también les ha de dar motivo sus faltas? Es verdad que
se
la histo-
ria tiene poca necesidad de recomendación,
pues nadie ignora que la prudencia, hija del uso de
y
a memoria, es quien enseña con facilidad esta tan
importante virtud, y por esto con justa razón la
llaman maestra de la vida
y dan otros renombres bien acomodados que me alargara mucho en
referirlos. Por lo cual en esto
y en excusar mi libro de las faltas que le acompañan, pienso que es
excusado detener al lector, pues ni lo primero es
necesario ni posible lo segundo. No obstante, pru-
ente y amado lector, si tal cual está mi
obra ( con pocos o muchos defectos como te la presento
a canzare tu aprobación, conoceré tu
nobleza, tendré por feliz el trabajo, por lograda la fatiga
ien iré as gracias a Dios, poique como y
dijo Santiago: " Toda dádiva buena todo don perfecto,
es por disposición divina que
y
baja por influjo del padre de las luces"
Finalmente yo confieso que pocas veces corren
parejas las obras con los deseos. El mío ha sido
de acertar, que como dijo Propercio ",
es puesto en razón que se
Siempre quise estar solícito en cosas grandes". así como Y
reciba la voluntad, yo te ofrezco la mía te suplico te acuerdes
y de aquel
sentencioso dicho del profeta Isaías en
el capítulo 57: "Ay de los que aprobáis lo malo por bueno
y o bueno por malo, dando vuestro parecer no conforme a
la razón sino guiados de la pasión
que os ciega . Y
concluyo con decir que si nada de todo lo dicho bastare e
indiscretamente quisie-
re a impfu encia calumniar
mis escritos ( que no será nuevo, pues siempre se experimenta que se
tiene por sabio
y discreto quien no censura trabajos ajenos, pareciéndole disminuye su crédito si
•i no o ace. cuya lengua comparó el
filósofo Pitaco al hierro de lanza, diferenciándose en herir
uno la carne, otro traspasar el corazón,
advirtiendo Teofrasto se debe fiar más de caballo desen-
frenado que de lengua descompuesta),
desde este punto para cuando así lo hicieren hago el ánimo
a a paciencia pues no puedo
hacer otra cosa. Demás que escribiendo libre de toda pasión
verdad sencilla tanta variedad de sucesos y con
y casos ejemplares, no tendrá razón ni parte la malicia
pata tepro ar esta obra; adelantando
más la advertencia al benigno lector suponiendo que aun-
que mi corto caudal no la emprendiera, y
otros (como ya queda dicho) extraños de ella (movidos
SUS merüos la

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engrandecido y pueden engrandecer en adelante, precediendo en
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la mía. Vale.
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PRIMERA PARTE
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LIBROPJUMERO
CAPÍTVLO PRIMERO. :
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M LIBRO I

Capítulo 1

DESCRIPCIÓN DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ, SU TOPOGRAFÍA


Y CIELO, CON ALGUNAS DE LAS GRANDEZAS Y
EXCELENCIAS QUE GOZA

A muy celebrada, siempre ínclita, augusta, surcan el mar por hallarla


y trastornan la tierra
T
magnánima, noble y rica Villa [i
] de por tenerla; a quien corren los pinceles pintan
y

I Potosí; orbe abreviado; honor


y gloria
de la América; centro del Perú; empe-
ratriz de las villas
y lugares de este Nuevo Mun-
en figura y hieroglífico de un venerable viejo con
cana y luenga barba, sentado en el centro de su
bien formada máquina, adornado de preciosos
do; reina de su poderosa provincia; princesa de vestidos de plata, ceñidas sus sienes de imperial
las indianas poblaciones; señora de los tesoros corona rodeada de triunfador laurel, cetro en la
y caudales; benigna y piadosa madre de ajenos diestra mano, en la siniestra una barra de plata
hijos; columna de la caridad; espejo de libe- ofreciéndola a los pies de las reales armas que a
ralidad; desempeño de sus católicos monarcas; su lado tiene, debajo de los suyos cofres de rique-
protectora de pobres; depósito de milagrosos zas, piñas de su precioso metal, barras
y moneda,
santuarios; ejemplo de veneración al culto divi- esparciéndolo con sus plantas. Pintan a la Villa
no; a quien los reyes naciones apellidan ilustre, en figura de hermosísima y grave doncella, senta-
y
pregonan opulenta, admiran valiente, confiesan da a la falda del Cerro, con riquísimos vestidos,
invicta, aplauden soberana, realzan cariñosa adornando sus sienes imperial diadema, cetro en
y
publican leal a quien todos desean por refugio, la diestra mano puesta sobre el mundo,
;
y con la
solicitanpor provecho, anhelan por gozarla y la siniestra tomando barras del rico Cerro unas en
gozan por descanso. pos de otras para ofrecérselas. 1
El famoso, siempre máximo, riquísimo e inaca- Osténtase su grandeza casi en la mitad del dila-
bable Cerro de Potosí; singular obra del poder de tadísimo reino del Perú en la parte llamada Nue-
Dios; único milagro de la naturaleza; perfecta va Toledo (que coge desde la ciudad del Cuzco
y
permanente maravilla del mundo; alegría de los para arriba, a distinción de la que llaman Nueva
mortales, emperador de los montes, rey de los ce- Castilla que es desde dicha ciudad para abajo)
rros, príncipe de todos [los] minerales; señor de del Nuevo Mundo de las Indias Occidentales
5,000 indios (que le sacan las entrañas); clarín
y cuarta parte de la tierra, nombrada América, y
que resuena en todo el orbe; ejército pagado con- asimismo en el medio de la provincia de Porco, la
tra los enemigos de la fe; muralla que impide sus más rica del arzobispado de los Charcas. Rodéan-
designios; castillo
y formidable pieza cuyas pre- la en circuito extendidísimas provincias; al occi-
ciosas balas los destruye; atractivo de los hom- dente tiene las mayores y más excelentes ciudades
bres; imán de sus voluntades; basa de todos los como son la de Los Reyes, Trujillo, Huamanga,
tesoros; adorno de los sagrados templos; moneda Arequipa, Cuzco y La Paz, varios puertos y otras
con que se compra el cielo; monstruo de riqueza; muchas villas, pueblos y lugares; al oriente los di-
cuerpo de tierra y alma de plata (que con más de latados valles de Mataca, Pilaya, fronteras mu-
y
1,500 bocas que tiene llama a los humanos para chas provincias incógnitas de indios gentiles; al
darles sus tesoros, siendo otros tantos ojos para ver septentrión las ciudades de La Plata
y Misque,
sus necesidades, tanta su liberalidad que les provincia de los Charcas con otros dilatadísimos
y
da el corazón por esos ojos) ;
a quien las cuatro valles y regiones aún no pisadas de españoles; al
partes del mundo conocen por la experiencia de mediodía las provincias de los Chichas, las exten-
sus efectos, sus católicos monarcas lo poseen 1. Estos dos párrafos constituyen una muestra clásica de la
(¡qué mayor grandeza!) los demás reyes lo envi-
,
literatura apologética de Potosí que a partir del descubri-

dian, las naciones todas lo engrandecen, aclaman miento del Cerro se fue renovando sin cesar hasta constituir
toda una modalidad expresiva. Monte Excelso y su equiva-
poderoso, aprueban excelente, ensalzan portento- lente quechua Súma] Orkjo "Vale un Potosí”, etc. son fórmu-
,

las mínimas de una retórica cuyo caudal corre parejas con la


so,subliman sin igual, celebran admirable elo-
y cuantía misma de la plata extraída de los senos del Cerro,
gian perfectísimo; a quien procuran fogosos su y que acaba resonando con eco nostálgico en el apelativo de
otras montañas y otras minas (Nuevo Potosí, San Luis de
acendrada plata, cortan el viento por adquirirla, Potosí, etc.) situadas a cientos y miles de kilómetros. [M]
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

didas y abundantes del Tucumán, Paraguay, Bue- Ccantumarcani, que perdidas las dos últimas le-
nos Aires y reino de Chile. tras hasta hoy conserva el de Cantumarca (que es

Demás de ser muy alto el territorio de este Ce- lo mismo en castellano que vuestra tierra o vues-

formado en una dilatada eminen- tra patria


z
apartada al presente de esta Villa un
rro y Villa, está
cia cuyo sitio es una media ladera bastantemente cuarto de legua. A la parte de tramontana (en el

tendida que corre de oriente a poniente. Al me- mismo espacio y al pie de la cuesta que antigua-

diodía de ésta le señorea el rico Cerro, el cual tie- mente la llamaron Cansada y ahora la nombran
ne de altura poco menos de una legua y en circui- cuesta de Jesús Valle) se ven otras ruinas (ya casi

to por su falda poco más de dos leguas. Es de debajo de tierra por la antigüedad) de edificios
forma de un pan de azúcar o pabellón; [2] su gentiles que en este sitio y el de Cantumarca habi-

color entre bermejo y pardo o rojo oscuro, dando taban antes que los españoles conociesen el Perú;
su grandeza y hermosura alegre vista a todo el es- y si no los tuvieron donde
hoy está fundada la
pacio que en círculo tiene cuatro leguas, ceñido Villa fue por ser entonces esta parte una grande
por todas partes de encumbrados cerros, que ad- ciénaga para sólo pasto de sus ganados: por esta
vertida naturaleza parece los formó dejando des- causa es muy húmeda la población pues está fun-
embarazado el campo para asiento de esta Impe- dada la mayor parte sobre agua.

rial Villa, que aunque tiene dentro el cerro o peña Dista de la equinoccial a la parte del polo an-
nombrada de Munaypata, no perjudica
los indios tártico casi a 22 grados, de forma que está debajo

a la población pues por la parte que mira al orien- de la tórrida zona, y con todo esto (como dice en
te tiene término en sus faldas, y por las que mira este particular el ilustrísimo señor don fray Pru-
4
al mediodía y occidente se continúa la dilatada dencio de Sandoval, obispo de Pamplona, cro-
Ribera. Desde la cumbre se divierte la vista mi- nista delemperador Carlos V) "hace tanto frío
rándola toda sin que se oculte el menor edificio, y como en la Cantabria de España”; "la causa es su
juntamente es atalaya de receptores de las alcaba- gran alteza” (prosigue el señor obispo) "y los

las para ver las mercaderías y mantenimientos continuos vientos fríos y desabridos, que hacen
que entran de las provincias de abajo; conque le tan estéril la tierra que no engendra ni cría fruto
viene muy bien el nombre [quechua] de Munay- alguno ni yerba, y así es inhabitable. Mas la fuer-
pata, pues en castellano quiere decir alto que- za del tesoro que se halla en ella la hace tan habi-
rido .
2 table, que concurriendo la codicia a buscarlo se

Por el oriente, a las cabeceras del sitio, están ha hecho una población de dos leguas de circuito
edificadas las lagunas de donde hoy se mantiene al pie del Cerro, en la cual se hallan todas las co-

2.
así el pueblo como la Ribera, y habrá de ellas al sas necesarias a la vida humana más largamente

poblado media legua. Poco más abajo de estas la- que en España con más abundancia porque el
y
gunas está el alto de la Cantería, el cual es una dinero las trae, así de frutas, hortaliza, sedas, bro-
mediana loma de donde se saca abundancia de cados, telas de lino, de oro, de plata; finalmente
piedra para los edificios de torres y portadas muy todo cuanto humanamente se puede pedir y se
al propósito, pues en ellas a pico se labran gala- halla en todas las partes del mundo se halla allí,

nas labores, figuras y caracteres. Es su color por sin criar la tierra de suyo nada, y por esto es la
mayor contratación de todas las Indias Hasta
la mayor parte medio morado, aunque hay otras
.

cenicientas; hase descubierto de pocos años a esta aquí el dicho señor obispo.
El muy reverendo padre maestro fray Antonio
parte en el mismo paraje, a tiro de arcabuz, otra
de la Calandra, de la sagrada orden de San Agus-
6
veta (aplomada en su color aunque con algunas
fortísima, de la cual se la- tín, como tan experimentado por los muchos años
y es sumamente
listas,

bran los pedestales, cornisas y remates), siendo que asistió en esta Villa por predicador mayor de
en tiempo muy provechoso porque la antigua ha su convento, dice las palabras siguientes: "Entre

dado en tanta blandura que el agua la deshace, y eriazos adustos y en campos inútiles, donde ne-

por la mayor parte se abre por varias partes des- vando el cielo si no son espartos frágiles pajas en
pués de labradas y puestas en los edificios. hilos que llaman hichu los indios, está el gran

Dentro del espacioso sitio y a la parte meridio- Cerro de Potosí y su Imperial Villa, la cual es de
nal de Munaypata permanecen los vestigios de la las mayores poblaciones de la tierra, pues de in-

población antigua de indios gentiles llamada dios y españoles tiene dos leguas de rodeo, y
con estar en la tórrida zona, aunque en los postres
La Historia provee algún material de información etimoló-
gica y fonética sobre las lenguas indígenas más usadas en del trópico, cosa rara, es casi tan frío como Flan-
Potosí, o sea el quechua y el aymara. (Entre paréntesis, ay- destemplados siempre
des, donde los aires fríos y
mara es una palafera grave y de ninguna manera aguda como
a veces se escucha o se lee). En vista de los casos puede de-
3. Esta equivalencia no consulta ni
remotamente la índole del
cirse que Arzáns no sobrepasaba los linderos de una versa-
ción muy mediana en ambos aspectos en el quechua, y que
quechua y aymara. Cantumarca es una locución hispano-
ignoraba casi por completo el aymara. aymara que significa Pueblo del extremo canto — extremo y
:

Etimológicamente Arzáns va siempre por la línea del menor marca — pueblo. [M]
4. El ilustrísimo señor don fray Prudencio
de Sandoval, al
esfuerzo, como en este pasaje, en que la versión más apro-
fin de la segunda parte de la Historia de la vida
del empera-
ximada de la locución quechua es Colina del amor (mú-
nay—amor, pata=colina) pero de ninguna manera Alto que- dor Carlos V, a f. 634. [A] . ,

5. El muy reverendo padre fray Antonio


de la Calancha en
rido. Querido se traduce en quechua por munaskja.
la descripción del Perú, Coránica del Perú, de
su sagrada re-
Sobre la fonética quechua de Arzáns véase infra, libro II,
nota [M] ligión de San Agustín, capítulo 12. [A]
capítulo 1, 6.

4
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO I

en invierno hielan y en verano resfrían, siendo el El capitán Pedro Méndez, Bartolomé de Due-
tomahavi, viento que corre y reina desde mayo ñas y el poeta Juan Sobrino, 8 después que pon-
hasta septiembre, más furioso que el cierzo, si deran en sus escritos el riguroso temple y frío
bien son de unas propiedades, jamás agasajan, que experimentaron en aquellos tiempos, di-
nunca acarician, todo lo secan y a todos ofenden; cen conformes excedía ai de la cordillera de
pero aunque cielo y aires ofenden al gusto con- Chile, con que llegaron al mayor punto de com-
servan la salud y preservan de corrupción, así los paración.
mantenimientos como otras cosas”. Un día, dice Bendito sea el todopoderoso Señor de lo cria-
este autor, "vi levantarse un viento tan terrible, do que mirando a esta Villa con más piedad,
que [a v ] arrancando con su braveza algunas ven- goza en estos tiempos de más apacible temple,
tanas y puertas nos llenó a todos de gran temor”. particularmente desde mediado de septiembre
Hasta aquí el padre maestro. 6 que comienzan las humedades con las lluvias,
Don Antonio de Acosta, en el segundo capítu- hasta principio de mayo siguiente que comien-
lo de la Historia de Potosí, dice hubo una tarde zan las heladas, y éstas duran hasta el mes de
en esta Villa "un viento huracán tan espantoso agosto, siendo en comparación de las antiguas al
que entendimos ser una de las iras de Dios contra presente bastante apacibles: cosa admirable por
los pecados de sus habitadores, pues en menos de en mansedumbre, y
cierto ver el rigor trocado
cuatro horas que duró echó por tierra la mayor que hoy no sólo nacen y se crían muy hermosos
parte de las techumbres de sus casas”. "Llovía”, los niños, mas también las plantas
y flores más
prosigue este autor, "una espesísima tierra mez- delicadas en los jardines y las yerbas en sus
clada con piedrezuelas, que todo puso en gran campos, pues se crían en abundancia las mal-
confusión a sus moradores”. Añade más dicien- vas, escorzonera, la chicoria, el beleño, trinita-
do: "Continuábanse estos furiosos vientos con ria, quinquefolio, ortigas y otra multitud que
tanto rigor que totalmente no se podía andar por tiene dificultad nombrarlas en castellano,
y en el
las calles, porque arrebatando los sombreros nun- idioma indiano son muy conocidas provechosa
y
ca más parecían; y lo que más era para admirar, su aplicación para varios achaques. En aquellos
el que en la plaza del Gato estaban las indias tiempos (según los referidos autores) sucedía
vendiendo los mantenimientos y tenían unos pa- nacer los hijos de las maternas entrañas helarse
y
los formados quitasoles (que llaman llantas, luego, causa de que las señoras vecinas se iban
que es lo mismo que sombra), cargados con un a parir a los valles de Cinti
y Mataca, y allí na-
gran peso de vestidos, y el furioso aire cargando cidos los criaban desterrándose tres o cuatro años
con ellos los levantaba tan alto que perdiéndose por lograrlos, y aun esto no bastaba, pues vol-
de vista aparecían en las lagunas y otras veces viendo a esta Villa después de criados allí se los
en Carachipampa, a más de legua de esta Villa”. mataba el frío, y en más de 40 años de su pobla-
"Todos los vecinos”, dice, "estaban en sus casas ción no se pudo humanamente lograr un niño
con un gran brasero de mucha lumbre, sin de- español que fuese natural de Potosí, siendo ne-
jarlo un punto de sus brazos”. Prosigue este autor cesario concurrir un milagro para lograrse el pri-
diciendo: "Mas uno de los grandes milagros obra mero, como diré más adelante.
hoy Nuestro Señor en haber mitigado este rigor, Predominan en esta Imperial Villa (según don
pues ha más de ocho años que no es con aquella Antonio de Acosta, Enrico Martínez, cosmógra-
horribilidad que ahora veinte [años], cuando fo de su majestad en este peruano reino, Fran-
entré en esta Villa”. Hasta aquí don Antonio cisco de Quirós, que tuvo el mismo ejercicio,
y
de Acosta. el cuaderno de estrellas del maestro Calancha) 9
Don Juan Pasquier, en la segunda parte de su
7
los signos de Géminis
y Libra; y así son los más
"Historia”, dice "era milagro de Dios el poder que inclinan a los que nacen y habitan en Potosí
vivir en esta Villa sin helarse las gentes con el a ejercitarse en cariños, "amigos de música
y
terrible frío que hacía en aquellos primeros años festines, trabajadores por adquirir riquezas, y al-
de su población "mas hoy”, añade, "están muy
; go dados a gustos venéreos”. 10
amainados estos rigores, pues si antes no se veía Sus planetas son Júpiter y Mercurio: éste in-
rastro de verduras en todo su territorio, hoy no
hay casa que deje de tener un jardincillo donde 8. Méndez, "Historia de Potosí”, primera parte, capítulo 5;
se dan varias flores, aun las más delicadas. Todo Dueñas, "Historia de Potosí”, primera parte, capítulo 3; So-
brino en sus octavas, "Historia potosina”, canto 7. [A]
es providencia de Dios”, prosigue este autor, "y 9. Acosta en el capítulo 3 de la Historia de Potosí; Enrico
así loha mudado de modo que ya nacen los ni- Martínez en un cuaderno impreso. Descripción de Potosí;
Quirós en su Lunario conjunctionis en Potosí y 30 leguas en
ños y viven sin helarse como antes, siendo tam- contorno, capítulo 25; Calancha en su cuaderno de estrellas,
bién ocasión de que al presente se experimente topografía y cielo de Potosí. [A]
tan a lo contrario la multitud de gentes Parece que Martínez no escribió ninguna obra específica
que la sobre Potosí, pero sí se refiere al Perú en su Repertorio, según
habitan . Hasta aquí don Juan Pasquier. Francisco de la Maza, Enrico Martínez, p. 85. [H]
La obra de Antonio de Acosta está citada en otros lugares
6. Vale pena subrayar aquí las numerosas citas que Arzáns
la
con el título Las tres destrucciones de la Villa Itnperial de
hace de la obra de Calancha. [H]
Potosí. [M]
7 Don Juan Pasquier, "Historia de Potosí”, segunda
-

parte 10. Estas palabras proceden literalmente de Calancha, Corá-


capitulo io. [A] nica, p. 747. [M]

5
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dina a que sean sabios, prudentes e inteligentes ta y Pasquier y la experiencia lo muestra) vemos
en sus tratos y comercios, y por Júpiter magnáni- que como tiene la cosecha de plata, trae cuanto
mos y de ánimos sumamente liberales. Que estos se coge en la redondez del mundo, y ella com-
signos y planetas predominen en Potosí nos en- prende cuantas curiosidades y regalos cubre el
seña cada hora la experiencia (dicen Enrico Mar- cielo, siendo de tal manera que nada le falta y

tínez y Francisco de Quirós), y nótese cuánto todo le sobra de cuanto es necesario para la vida

{3] se dejan llevar los más que allí


nacen y habi- humana más regalada. Hasta aquí los dichos au-
11 16
tan de las influencias de sus estrellas, pues de tores.

siete estrellas verticales que pasan sobre Potosí, Cosa por cierto digna de ponderarse que
es

las cinco (que son la del Ojo del Cuervo, que siendo esta Villa y sus contornos toda esterilidad,
Copérnico dijo era el cuello o cerviz, y la estrella de mucha distancia de leguas le envían y dan
Austrina en la frente de Escorpión, y la que está abundancia de trigo Ceres, Baco el vino, el aceite
en la extremidad del arco de Sagitario, y la Palas y maderas Cibeles, sin que se echen menos
antecedente de la cabeza de Sagitario y la otra (pues ya goza transplantados) estrados de Amal-
que se le sigue, todas cinco) son de naturaleza tea, tapetes de Flora, sin que le falten glorias de

de Marte, y [todas] ellas en Sagitario y Escor- Minerva. Y


para más inteligencia de que de nada
pión, que sólo influyen guerras, odios, penden- carece y de acarreo todo le sobra, resumiré a bre-
cias,muertes y heridas; y las otras dos estrellas, vedad la máquina con que le acuden los reinos
12
cual con lo que tiene,
la de la pierna derecha de la serpiente Ofiuco y provincias del orbe, cada
es de naturaleza de Mercurio, tratos y comercios, ayudándome para ello de lo que en este particu-
ocupaciones venéreas, que debiendo oponerse los lar dicen Acosta y Pasquier, como también de lo

que en Potosí habitan a estas influencias con el que me ha mostrado la experiencia.


valor del libre albedrío, se rinden, y se ve en co- Los Chichas, Oruro, San Antonio de Esqui-
mún el efecto de estas constelaciones. Hasta aquí ladle, Berenguela de Pacajes, Cailloma, Lipes,
los sobredichos cosmógrafos Enrico Martínez y Puno, Porco, Aullagas, Maragua, Ocurí, Choca-
Francisco de Quirós, a quienes también en este ya, Chingurani y otros muchos asientos y minas
particulares de sus contornos ayudan a su mayor
13
particular sigue el padre maestro Calancha.
Al presente (atribuyéndolo a superior causa y grandeza con millones de plata en barras, piñas,
acto sobrenatural) se experimenta de cielo más planchas y piedras, que es preciso concurra de to-
benévolo, más apacible clima, y gozando de in- das partes la plata a esta Villa para que en su
flujo más favorable sobresalen hermosos rostros, Casa de Moneda la acredite el cuño real.
disposiciones gallardas, lucidos ingenios, cora- Carabaya, Chuquiabo, la provincia de los Chi-
zones valientes y generosos ánimos en quienes chas, Coquimbo, Patas, Zaruma, Zarumilla, Pai-
igualmente se compiten lo jarifo del brío, lo bi- guán, el nuevo reino de Santa Fe, con otro in-
zarro de la gala, ostentativa opulencia, discreto finito número de minerales de oro se lo ofrecen

cortejo y político agasajo. en polvo, granos, tejos, barretones y pepitas de


El antípoda de Potosí es el pueblo de Iameri suma riqueza.
que, según la tabla 94 de Abraham Ortelio y Pe- Todo género de metales como son plomo, es-
16.
dro Apiano,
14
está la tierra dentro del golfo de taño, cobre y otros en sus contornos abundan, y
Bengala, leste oeste de Mandao en la India Orien- todo se lo dan. Huancavelica y otros le dan in-
tal; si Dios especies aromáticas con
allí cría finitos quintales de azogue.
y
oros ricos en Arabia feliz, y produce abundancias La ciudad de Muso y sus contornos le deleita

en campos fértilísimos y en florestas incultas de con excelentísimas esmeraldas.


que pintan paraísos Diodoro, Herodoto, Varto Los valles circunvecinos y lejanos (como son
mano y Pedro Gilio, su antípoda Potosí cuanto Pitantora, Cochabamba, Yamparaes, Malaca Al-
engendra es plata, no se ocupa en yerbas, no cría ta y Baja y otros muchos) le fertilizan con más

nada deleitoso y tiene de acarreo cuanto el apeti- de 200,000 mil hanegas de trigo y 300,000 de
to finge regalado.
15
En Potosí (como dicen Acos- varias semillas,que es la cantidad que consume
11. El reverendo padre fray Baltasar de Ulloa, en la Histo- todos los años, aunque algunos les excede.
ria del orden de nuestro padre San Francisco, en su "Historia No quiero excusar (aunque no es de ninguna
del teatro de los dioses” dice que el signo de Géminis (que es
figurado por dos niños abrazados), los que nacen en dicho
importancia) declarar los precios antiguos y pre-
signo son adquiridores de hacienda y notablemente vengati- sentes de estos mantenimientos, para que se note
vos, y si nacen en el grado cuartodécimo son dados al hábito
venéreo. Pierio dice que los que nacen en este signo en el la abundancia de plata que siempre ha corrido
grado quintodécimo los juzgan los astrólogos que han de ser
sapientísimos, etc. [A] La técnica de las citas en la Historia no es muy sistemá-
Como tantos otros autores coloniales, Arzáns sigue un
12. Ofiuco se llaman las serpientes, y así llamaron a Hércules tica.

por ellas Ofiuco, y Rodas se llamó antiguamente Ofiusa por camino decididamente problemático que recae dentro de algu-
lasmuchas que nacían en ella (Heráclides, De Politiis). [A] na o algunas de estas posibilidades: Puede mostrarse fiel al
13. Este pasaje, con diferencia de palabras, está tomado li- original; poda a voluntad; interpola en el texto citado elemen-
teralmente de Calancha, Coránica, p. 747, aunque ni Martí- tos de su propia cosecha; menciona la fuente original; no
nez ni Quirós están citados en ese lugar. [M] menciona la fuente original, sino otras que están menciona-
14. Abraham Ortelio en el Teatro del mundo; Pedro Apiano das en ella; no menciona en absoluto la fuente original; da
en la Cosmographia. [A] referencias erróneas, etc. En este pasaje, por ejemplo, Arzáns
15. Este pasaje está tomado literalmente de Calancha, Corá- quita agrega sin contemplaciones a Calancha en su Corá-
y
nica, p. 747. [M] nica, p. 747. [M]

6
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO I

en esta famosa Villa, causa de que la codicia no más o menos. 19 De estos mismos valles le traen
los modere, aunque el menoscabo de su grande- muchos odres de claro y sabroso aceite, corrien-
za al presente los obliga a ello. El precio, pues, do el precio de la arroba al presente, unos años
de las hanegas de trigo es al presente (si no hay con otros, a 10 pesos.
carestía) de cinco a
seis pesos cada una, las cua- La ciudad de Cuzco, Abancay, Huamanga,
les arrobas y hacen en suma las dichas
son de seis Trujillo, Arequipa, y otras provincias
y ciudades
200.000 hanegas a razón de seis pesos (por cuan- con más de 100,000 arrobas de azúcar en ser, al-
to es más
corriente) 1,200,000 pesos de a ocho míbares y conservas, y con más de 12,000 zurro-
V
] puede causar admiración,
reales; y si esto [3 nes de miel de a seis arrobas, traídos de las fron-
más la causará el saber que en espacio de 20 años terasde infieles y otras provincias. Valió en otros
de su fundación valieron a 40 pesos de a nueve tiempos la arroba de azúcar 20 pesos; al presen-
reales fanega, y de allí en adelante por espacio ocho o nueve, conforme se les antoja a
te, siete,
de 50 años a 20 pesos, por donde se puede con- losque la traen, porque por arancel ni justicia
siderar la riqueza que mantenía esta Villa, pues jamás se ha tasado en esta Villa los precios a
tantos millones de plata se cosumían en sólo ningún mantenimiento. El odre o zurrón de miel
comprar la harina que en el primer tiempo pa- también corre a 10, a 12 o 14 pesos.
saban de 8,000,000 y en el segundo de cuatro, no De las provincias del Tucumán y otras más
llegando en el tercero a millón y medio. En las cercanas le conducen más de 150,000 quintales
300.000 hanegas de varias semillas de la tierra de sebo, grasa, charque 193 (término indiano)
y
se distribuye cada año al presente cantidad de cecinas; corre al presente el quintal de sebo por
400.000 pesos, y en otros tiempos llegaban a ocho, 10 a 1 pesos, y el de charque por cinco, seis
2
900,000. De los mismos valles que le traen las o siete pesos, conforme abunda o falta.
harinas de trigo (añadiéndosele los de las fron- Del Paraguay (que dista muchas leguas) le
teras de Tomina) también le conducen más de traen cada año más de 50,000 arrobas de yerba,
160.000 costales de harina de maíz de a cinco aquella que se cría en sus contornos para único
arrobas cada uno (para el brebaje de los indios ordinario alivio y remedio de españoles
y perua-
que en esta Villa llaman chicha,
y en el Cuzco nos en estos reinos, y mucho más en esta Villa,
hasua) y vale al presente unos años a tres pesos, de cuya infusión usan en agua caliente. Si ade-
otros a cuatro y a cinco. lante se ofreciere escribiré más largamente de
El Collao, Mataca muchos valles de Cuando
y otros esta yerba. se introdujo ésta, que no era
sus comarcas le abastecen con más de 200,000 conocida ni se usó en muchos años en estos rei-
carneros y corderos (distribuidos la mayor parte nos, valía la arroba 25 o 30 pesos;
y si entonces
en el rastro a precio de 14 reales cada uno, se tomaba por remedio, hoy pasa ya a ser muy
y los
corderos en las canchas a siete
y a ocho reales), dañosa en muchos porque viciosamente la toman
4.000 vacas a ocho pesos, y otras tantas terneras todo el día. Vale la arroba al presente seis, siete
a cuatro, 12,000 cabezas de ganado de cerda en o más pesos, aunque hay otra que teniéndola por
pie y en cecinas, asimismo 100,000 carneros de más realzada vale a ocho, a 10 o 12 pesos.
la tierra para mantenimiento de los indios. Jaén de Bracamoros, Cuenca, Loja, Tunja, Car-
De gallinas, perdices, tortolillas
y otras aves tagena de las Indias, Chuquiabo, fronteras, Ta-
es infinito el número que gasta, advirtiendo que rija y otras provincias del Perú le envían copiosa
si hoy vale una gallina cuatro o cinco reales, en suma de tabaco en polvo y en hoja, valiendo el
los años pasados valieron a dos, a tres de polvo (que llaman de olor) a 12 o 14 pesos,
y a cuatro
pesos; y si hoy dan por un real seis u ocho huevos,
y a seis o a ocho el que llaman fumante, libra.
en otros tiempos valía cada uno un real las más De los puertos de Arica, de Atacama y otros
y
veces a dos reales. que distan 160 más o menos leguas le traen
De los valles de Cinti, Oroncota, Turuchipa, abundantísimo pescado seco; y de varias provin-
Moquegua, Arequipa, lea y otros muchos valles cias y caudalosos ríos, muchísimo, vario
y sabro-
se abastece con más de 100,000 botijas de vino, so,como sábalos, dorados, armados y otros, y del
aguardiente y ricas aceitunas. Garciíaso de la Ve- menudo, anchovetas, camarones, boguillas, con
ga 17 en sus Comentarios reales dice que en tiempo otra variedad y abundancia; costando el de los
de de Gonzalo Pizarro y su maestre de
la tiranía ríos ordinariamente, conforme el tamaño, a ocho
campo Francisco Carvajal, en todo este peruano
reino valía la arroba de vino 19. El ms. de Madrid dice que en Potosí "el precio de la
300 pesos, y el ca- arroba de vino por espacio de muchos años desde su funda-
pitán Pedro Méndez 18 dice que a la sazón valía ción fue de treinta pesos", y sobre la palabra "treinta” hay
en esta Imperial Villa 400 pesos de a nueve rea- una superposición que dice "trescientos", que es el precio
que da el ms. de Brown y parece ciertamente excesivo si se
les; hoy vale la botija siete,
ocho o nueve pesos tiene en cuenta que en 1549 se vendía en Potosí un caballo por
conforme su bondad, 280 pesos (Archivo Nacional, Bolivia, Escrituras públicas,
y en el tamaño caben en Juan Luis Soto, 1549, xiii T ), un cesto de coca por 14 pesos
unas [botijas] tres arrobas, en otras dos poco ( ’bid ., f. xi), una esclava negra por 500 (ibid., f. xii), una
y
casa por 1,800 pesos (ibid., f. xxvii v ), una mina de 12 varas
17 Garciíaso, Comentarios reales
.
parte secunda, libro V ca- en el Cerro por 1,300 pesos (ibid., f. Ixvi), un carnero por
pitulo 31. [A]
10 pesos (ibid.. f. Ixxxvi ) 30 fanegas de trigo por 800 pesos
- Ménde, Historia de Potosí", primera parte, capítu- (ibid.. f. cxlviii). [M]
,

a
19 . De! quechua ch'arqui = flaco y seco. [M]
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

reales unos, a seis y a cua[4]tro otros, [y] el de neo, Adriático, Jonio, Pérsico, Negro, Indico,
los puertos a cinco y a seis pesos arroba. Caspio, y en todos los demás del mundo, desve-
La variedad de frutas que de sus contornos le lándose todos los reinos, provincias y ciudades
abastecen son muchas, sabrosas y sazonadas, y de su universal máquina en perfeccionar cosas
fuera de las naturales se han conducido de la nunca vistas para servirle y deleitarle, de suerte
Europa a estas provincias las más escogidas. que las de su querida España cada una de por sí
Las medicinas para alivio del cuerpo, muchas le envía algún género distinto con que aventaja

le da Europa, y las más diversos reinos de estas a las demás, sobresaliendo Granada, Priego y
Indias, pues cría yerbas salutíferas cuantas el arte Jaén con tafetanes y todo género de sedas y teji-
médica regula, y de todo abunda en sus boticas. dos; Toledo con medias y espadas; Segovia con
De las provincias del Tucumán, fronteras y paños y rajas; Valencia y Murcia con rasos y se-
hermosos cedros,
otros fértilísimos valles le traen das; Córdoba con sedas, mantos y otros tejidos;
fuertes sotos de desmesurada grandeza para ejes Madrid con abanicos, estuches y mil juguetes y
de las ruedas [de ingenios] de su Ribera (que se curiosidades; Sevilla con medias, mantos y todo
compraban por 2,000 pesos y hoy por menos), género de tejidos; Vizcaya con hierro; Portugal
con otra variedad de maderas que sirven para con rico hilo y otros tejidos; Francia con todos los
varios adornos de su grandeza. tejidos, puntas blancas de seda, oro, plata, esta-
Del reino de Chile y los espaciosos campos del meñas, sombreros de castor y todo género de
Tucumán de muías de desmedi-
le traen millares lencería; Flandes con tapicería, espejos, láminas,

da grandeza para el uso común, y bravos toros ricos escritorios, cambrayes, puntas, encajes e in-

para el recreo de sus vecinos, sucediendo las más decibles géneros de mercerías; Holanda con lien-

veces costar una muía buena (al presente) 200 zos paños; Alemania con espadas y todo género
y
pesos, y en otros tiempos 500; y son tantas las de acero y mantelería; Génova con papel; Cala-
de regalo y servicio que los más años no es bas- bria y la Pulla [Apulia] con sedas; Ñápeles con

tante para su sustento 50,000 quintales de ceba- medias y tejidos; Florencia con rajas y rasos; la
da, que vale cada uno a cinco reales y se traen de Toscana con paños preciosos bordados y tejidos
cuatro, seis y siete leguas de esta Villa. de admirable primor; Milán con galanas pun-
Del reino de Chile le traen hermosos caballos, tas de oro y plata y telas ricas; Roma con re-

siendo éstos de tan aventajado brío y gallardía levantes pinturas y láminas; Inglaterra con ba-
que en muchos años de los pasados se compraron yetas, sombreros todo género de tejidos de
y
por 2,000 pesos, y hoy se compran muy baratos. lana; Venecia con cristalinos vidrios; Chipre,
Son en bondad tan excelentes que quien tiene ex- Candía y las costas de África con cera blanca; la
periencia de unos y otros aseguran no excederles India Oriental con grana, cristales, careyes, mar-
Ceilán con diamantes;
los de Andalucía. También de la villa de Cocha- filesy preciosas piedras;
bamba y sus amenísimos contornos le traen otros Arabia con aromas; Persia, el Cairo y Turquía
galanos y briosos caballos, moderados en el pre- con alfombras; Terranate, Malaca y Goa con to-
cio. Aventájase a más el reino de Chile, pues do género de especiería, almizcle y algalia; loza
además de darle tan veloces y bizarros caballos, blanca la China y ropa de seda trasordinaria;
también le da ricos, curiosos y apreciados ba- Cabo Verde y Angola con negros; la Nueva Es-
paña con cochinilla, añil, vainillas, cacao y precio-
rros,cordobanes, almendras, arroz, anís, orégano,
mostaza, nueces otras cosas necesarias para la sas maderas; el Brasil con su palo; las Molucas
y
vida humana. con pimienta y especiería; la India Oriental, la
Estos mantenimientos referidos liberalmente isla Margarita, Panamá, Cubagua, Puerto Viejo

los costea su gran Cerro, pues pasa su costo de y otros muchos


con todos los géneros de perlas
7,800,000 pesos cada año en estos tiempos, sien- que allí se pescan, como son fantasía, [4'] cade-
media medio
cadenilla, pedrería, restrillo,
do al doble y aun mucho más en los pasados, no nilla,

sólo en los dichos mantenimientos sino también


común, topos, cator-
rastrillo, berruecos, aljófar

en las mercancías, sin ceno, amarillas, arena y bromas; Quito, Riobam-


(y con increíble ventaja)
reparar la generosa Villa en lo que da ni en lo que ba, Otavalo, Latacunga, Cajamarca, Tarama,

recibe,pues no ignora que las más veces le dan Bombón, Guamalíes, Huánuco, Cuzco y otras
por suma de dinero una vara de cualquier género provincias de estas Indias con ricos paños, rajas,
mercantil traído de la Europa, podrida o adulte- bayetas, jerguetas, lienzos de algodón, pabello-

rada sin utilidad, causando risa al orbe lo que es nes, alfombras, sombreros y otros tejidos; de

acción generosa. Chachapoyas le traen aquellos admirables y cu-

Si bien codiciando el precioso metal y sabien- riosos cortados y baraúndas labrados con todo
do se les ha de dar liberalmente, por gozarlo ca- primor y aseo sobre sutilísimos lienzos; el Tucu-
minan y navegan los hombres con sus mercan- mán, Santa Cruz de la Sierra, Misque, Cocha-
cías, conduciéndolas por ignorados y distintos bamba otras provincias y ciudades acuden con
y
mares, climas y provincias, ocupando infinita su- gran copia de cera, pieles de antas, baquetas, ba-
ma de navios que las conducen de unas regiones danilla, miel de abejas, algodones en copos y

a otras por el Mar del Sur, Océano, Mediterrá- tejidos, canastos y varias resinas.

8
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO I

Demás de todo lo dicho se hallan en esta banzas, cuyo cuerpo se compone de más de 100
Villa, traídas de varias partes del mundo, pre- señores presbíteros.
ciosísimas piedras, como son diamantes, esme- Tiene esta dilatada Villa 15 parroquias de in-
raldas, pantauras, rubíes, jacintos, topacios, tur- dios que las administran otros tantos curas be-
quescas, zafiros, amatistas, calcedonias, balajes y neficiados, seis conventos de frailes (entre ellos
espinelas de roca, y, como afirma don Antonio de elde los padres betl emitas, religión nueva y nue-
Acosta, se han visto en esta villa dos carbunclos, va fundación en esta Villa), el Colegio de la
el uno (dice) fue hallado en el valle de Tarapa- Compañía de Jesús, dos monasterios de monjas
ya, de quien (como testigo de vista) escribe su (el uno de Nuestra Señora de los Remedios,
tamaño, color y resplandor, como más largamen- agustinas, y el otro de la esclarecida Santa Tere-
te diré adelante. Hállanse asimismo venturinas, sa, carmelitas descalzas), un recogimiento de
girasoles, granates, y en abundancia la piedra más de 120 niñas doncellas; la iglesia de Nues-
imán, ágatas, gajate, el coral, jaspes y otras tra Señora de Misericordia (miembro de la Ma-
lucidas piedras de menos nombre, como tam- triz) donde está fundada su grandiosa cofradía
bién las no lucidas pero provechosas a los hom- compuesta de 32 hermanos, que todos se emplean
bres, que son la piedra bezar (de admirable en obras de misericordia, y particularmente en
20
grandor), la etites, y otras muchas y de varios enterrar los pobres difuntos y ajusticiados; 22 dos
nombres. hospitales (el real, que lo poseen los padres be-
Adornan esta famosa Villa (en circuito de dos tlemitas, común amparo de todas naciones,
y el
leguas) 20 calles que corren de oriente a occi- de San Juan de Dios) iglesia de Jerusalén, que
;

dente, y 24 de septentrión a mediodía,


y nume- la poseen clérigos de San Felipe de Neri; varias
radas por cuadras tiene 594 calles: las 268 más capillas y ermitas y seis beateríos de indias. En
proporcionadas son habitadas de españoles, y las las más iglesias de esta Villa se veneran bellísi-
restantes más estrechas son de indios cuya po- mas y milagrosísimas imágenes de Cristo Nues-
blación está al meridiano. Hay tres plazas gran- tro Señor y su santísima madre, cuyas maravillas
21
des con la nombrada del Gato, 10 nombradas (favoreciendo a sus moradores) se verán en el
plazuelas (sin otras que tiene la habitación de discurso de esta Historia.
indios) y 11 puentes en las calles que atraviesan Engrandécela su famosa Ribera de ingenios,
la famosa Ribera. sus nobles azogueros, su opulenta Casa de Mo-
La iglesia matriz, ideada del virrey don Fran- neda, sus poderosas cajas reales, su ilustre ca-
cisco de Toledo
y acabada la mayor parte a su bildo que goza las
[5] mismas preeminencias
costa cuando estuvo en esta Villa, administran- que el de Sevilla concedidas de los reyes Feli-
la tres señores curas dos sacristanes mayores, pe II y Felipe III, y su riquísimo y numeroso
y
entre quienes en otros tiempos se repartían comercio.
30,000 pesos de a ocho reales que tenían por ren- Gobiérnala en lo secular [un] corregidor
y
ta cada año,
y hoy ha descaecido gran parte. Están dos alcaldes ordinarios, sin otros reales ministros
fundadas en la Matriz las grandiosas cofradías que cada uno gobierna en su jurisdicción como
del Santísimo Sacramento, las Benditas Ánimas, los dos alcaldes de laSanta Hermandad, alcalde
mi Señora Santa Ana, Nuestra Señora de Mise- mayor de minas, el de la Casa de Moneda y al-
ricordia y el ilustre Convenio. guacil de las cajas reales y sus tres poderosos mi-
Gobierna en lo eclesiástico un señor vicario, nistros (contador, tesorero
y factor) y otras va-
que ordinariamente es uno de los curas de la Ma- ras que con varios cargos están repartidas en los
triz o de las otras parroquias, como al tiempo
veinticuatros del ilustre cabildo. Engrandécenla
21.
que esto se escribe lo es el señor maestro don también los dos tribunales, el del Santo Oficio
José de Herrera Sotomayor, cura de la parroquia de la Inquisición y el de la Cruzada.
de señor San Roque del Ttio comisario del tri- En cuanto al número de sus vecinos en los
y
bunal del Santo Oficio de la Inquisición de esta pasados tiempos, según se cuenta en la Descrip-
Villa y su distrito, en cuya nobilísima persona ción del mundo, Historia agradable y varios au-
se aventajan singulares prendas, dignísimas de
toresque han escrito de Potosí, no pasaron de
ilustrísimos y eminentes puestos. Su docto pocos más de 4,000 españoles, pero los indios
y ve-
nerabilísimo clero, cuyo natural (generalmen- siempre fueron muchos centenares de millares. 23
te) afable, condición apacible, agrado común,
y Hoy los españoles no llegan a 3,000 vecinos; esto
generoso ánimo es atractivo imán de las volun- es en cuanto a vecinos, pues en cuanto a morado-
tades, lucido esmalte sobre su esclarecida sangre
res no se puede poner en guarismo permanente
y soberana nobleza, a quien se juntan primorosas porque se experimenta que los forasteros (así de
letras, superior elocuencia
y relevantes ingenios, los reinos de España
y de las Indias) entran unos
que fuera atrevimiento
y no elogio fiar de la
pluma tanta grandeza si prosiguiera en sus ala- 22. En la institución de esta cofradía señala 32 hermanos
y
ocho supernumerarios, y otros tantos sacerdotes clérigos. [A]
23. Esta es una de tantas exageraciones habituales en los
2°. La piedra etites vulgarmente es llamada en este reino textos de la historiografía colonial. Que se sepa, nunca hubo
piedra del águila. {A]
muchos centenares de millares’’ de indios concentrados en
Del quechua kjatu = mercado. [M] Potosí. [M]

9
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dos o tres de su entrada. cen también que con otras preeminencias tocan-
y salen otros al año, o
Por los años de 1573 por mandato del excelentí- tes a la Villa y sus vecinos se perdió esta real

simo señor don Francisco de Toledo, virrey de cédula. Las dichas armas mantuvo hasta el año
estos reinos (que se hallaba en esta Villa), se de 1565, en el cual por cédula del prudentísimo
numeraron sus habitadores y se hallaron (así los rey Felipe II (monarca que atendió siempre ob-

de la Europa como los españoles de estos reinos sequioso a esta Villa) dada en el Bosque de Se-
juntamente los indios de la América Septentrio- govia a i 9 de agosto de dicho año, le concedió
y
nal, que es la Nueva España, y la Meridional, las armas que hoy goza, que son las reales de
que es el Perú) 120,000 de entrambos sexos y Castilla en campo de plata, un águila imperial,

edades. El año de 1611 en el cual, siendo presi- castillos y leones contrapuestos; abajo el Cerro

dente el licenciado Bejarano (por oidor más an- de Potosí donde hace el medio de los dichos dos
tiguo de la ciudad de La Plata) se propuso por leones y dos castillos, las dos columnas del Plus
el excelentísimo señor virrey marqués de Montes- ultra a los lados; corona imperial al timbre, y

claros, en Consejo de Indias, si sería bien se ave- por orla el collar del toisón.
cindasen los indios de la mita en esta Villa y no Sirva de mayor blasón haber procreado, aco-

dejarlos volver a sus provincias por el menosca- gido y avecindado esta Villa grandes siervos de
v
bo que de traerlos y volverlos cada año resul- Dios de ejemplares vidas y ad[5 ]mirables vir-
taba, pues de 5,000 que venían no volvían los tudes (como se verá en el discurso de esta His-
más años 2,000, porque unos se quedaban y es- toria ) paraque se alabe y glorifique a la divina
condían y otros se pasaban a los infieles, y para majestad, pues los mantuvo en su gracia en me-
ver si sería bien avecindarlos se mandó ante todo dio de otros viciosos que gozaban de tanta pros-
reconocer qué número de gentes habitaban en peridad. Sirva asimismo de blasón innumerables
esta Villa, se numeraron por padrones (con hombres y mujeres naturales y forasteros, que
y
especial cuidado y distinción, como en otra parte mediante la piedad de Dios, de grandes pecado-
diré más largamente si se ofreciere) 1 50,000 mo- res que fueron se convirtieron a su majestad y le

radores de todas naciones, sexos y edades, y no- sirvieron muy de veras, que en ellos desengaños

tándose el prodigioso número no tuvo efecto la del mundo se siguieron a desengaños porque

pretensión de avecindarlos. El año de 1650 se nadie llega a conocerle tan bien como quienes
hizo otro padrón por el presidente de La Plata, fueron sus esclavos si Dios les hace favor de que
don Francisco de Nestares Marín, y se numera- atiendan a sus zozobras, sus tormentos y sus pe-
ron 160,000 moradores. Hase disminuido de tal nas; aquellos, pues, que llegaron a saber mucho

manera que hoy no pasan de 70,000 entre es- de sus bienes (por haber sido tanto de su casa)
pañoles e indios, que unos y otros habitan en conocieron a la luz divina que cuántos gustos de
16,000 casas, entre grandes y pequeñas, de una este mundo son tropelía que no es lo que pare-

otra nación. Las familias de indios que al pre- ce: sombra que admira desde lejos y le deshace
y
sente están avecindadas pasarán de 1,000, que toda, fuego que consume cuanto se le llega, mar

acrecentada con los forasteros de esta nación ha- donde el más diestro marinero se anega, laberin-
de los to donde el más cuerdo se pierde, reino donde
ce el mayor número de sus habitadores. El
españoles lo acrecienta el comercio, tratantes y cuanto corre todo es falso, corte donde sólo vive
contratantes que de todas las naciones de la Eu- el desengaño, escuela donde se aprenden todo

ropa acuden incesantemente todos los días. género de vicios y cambio donde se logran mal-
Tuvo por primeras armas esta famosa Villa dades. Sirva también de blasón haber procreado

en campo blanco el rico Cerro, una águila y co- otros insignes varones en letras y armas, cuyas
-4
rona imperial al timbre, y a los lados las colum- proezas se verán en el discurso de esta obra.
nas con el Plus ultra, las cuales (dicen el Venera esta ilustre Villa por antiguos y pri-
capitán Pedro Méndez Bartolomé de Due- meros patrones al Santísimo Sacramento, a la
y
ñas) se las dio el emperador Carlos el año V santísima Virgen María en su Concepción Purí-
ciudad de Ul- sima, al apóstol Santiago y a nuestro padre San
1547 estando en Alemania en la
ma, con ocasión de haber remitido a España el Agustín cuyo nombre tiene el Cerro; después en
capitán don Juan de Villarroel (que fue el pri- varios tiempos juraron por patrones a la gloriosa

mero que después del indio Huaica descubrió el Santa Bárbara, San Roque, San Sebastián, y úl-
Cerro) al emperador 12,000 marcos de plata, timamente a la peruana Santa Rosa de Santa Ma-
que fueron los primeros que allá pasaron saca- ría y al apóstolSan Francisco Xavier.
dos de la veta Descubridora; y viendo su memo- Corónese este resumen con la mayor grande-
rial pretensión le concedió a este capitán el
y
24. Esta cláusula (desde donde dice "Sirva de mayor
bla-
título de descubridor del Cerro, fundador de la
són. .") representa la primera de las adiciones de tendencia
Y
.

Villa y las armas referidas. aunque yo no he moralizadora que constituyen la diferencia principal del ms. de
Brown con el de Madrid según se hace notar en el análi-
hallado tal privilegio ni cédula, lo afirman los sis de ambos códices (véase el apéndice de esta
edición). Es,
dichos autores y se confirma con verse de relieve además, característica del sentido senequista de la vida notorio
Matriz en la Historia.
en piedra sobre una de las puertas de la
Fuera de este y el siguiente capítulo, no vamos a señalar
las adiciones sino cuando ellas tengan un interés
especial. [M]
de esta Villa antiguas; los autores referidos di-

IO
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 2

za que se puede decir de su rico Cerro, que des- se ha consumido en plata labrada, que distribui-
de año
el de 1545 de su admirable invención dos en los dichos 160 [años] les viene a cada
hasta el punto que esto se escribe, que es el de uno a 20 millones, cosa por cierto de gran admi-
1705, en espacio de 160 años ha dado (según ración. Y toda esta riqueza va a parar no sólo a
varios cómputos, razones y sumas de los libros España mas también a todo el mundo, ordenan-
reales, y lo que refieren en este particular los do la divina providencia que unos reinos sirvan
autores) 3,200 millones de pesos ensayados, sin a otros y comuniquen su riqueza
y participen de
lo que se ha dejado de quintar (que son las piñas su gobierno, para bien de los unos y de los otros
que se llevan a la Europa ocultamente) y lo que si usan debidamente de los bienes que tienen.

Capítulo 11

EN QUE SE REFIERE BREVEMENTE EL DESCUBRIMIENTO DE LAS


INDIAS OCCIDENTALES

N O sin falta de motivo he querido dar


principio a este segundo capítulo con
palabras de la sagrada escritura,
cual es por dar alguna luz a algunos
ignorantes que con sencilla curiosidad han pre-
guntado muchas veces cómo o cuándo se dividie-
ron estas tierras de las otras tres partes que siem-
el
y noche dividiesen la luz de las tinieblas. Pues-
tas en el cielo estas dos lumbreras mayores (obe-
deciendo a su Criador) se hicieron cargo y toma-
,

ron el cuidado el sol de dar vida al oro de las


minas, y la luna (alma de nieve) a la plata;
donde más hallarían en que ejercitar su dominio
y

sería en estas Occidentales Indias, pues es infinita


pre fueron conocidas, y como si sus naturales pu- la abundancia que ha habido
y hay de estos pre-
dieran ser hijos de otro padre que no fuese Adán cio[6]sos metales. Por lo cual Vatablo 3 llegó
han hecho varias preguntas a que sólo su simpli- a afirmar que la tierra llamada Ofir (donde en-
cidad los pudiera disculpar. Por darles, pues, al- viaba el rey Salomón poderosas armadas de mu-
guna satisfacción y luz (como llevo dicho) co- chos navios y a tercer año le traían gran suma de
mienzo así este capítulo. 1 oro y plata) son estas Indias Occidentales descu-
En el principio (como escribe Moisés en el biertas por don Cristóbal Colón; mas no falta
Génesis
1. )
crió Dios quedando
el cielo
y la tierra quien lo contradice (como Tzetzés) 4 que dice
2.
formada su admirable máquina con solo un Há- ser laÁurea Quersoneso. Y pudiera ser posible
2
gase , y en el tercer día distinguió los elemen- loque dice Vatablo, pues Salomón por lo mucho
tosagua y tierra, disponiendo cada uno de ellos que alcanzó en sabiduría tuviese noticia de estas
de por sí: las aguas en un lugar común que tierras.
nombró mar, [y] a la tierra mandó que lleva- En el sexto día de la creación del mundo hizo
se yerbas, árboles
y plantas que produjesen fru- Dios Nuestro Señor que la tierra produjese los
tos y semillas (cada cosa en su género) con que animales distintos en especie para servicio del
pudiesen de ahí en adelante multiplicarse con hombre y viendo ser bueno todo lo que había
sucesión continua sobre la haz de la tierra. Apar- hecho y criado, formó el hombre a su imagen
tada la tierra del agua se verían los montes
y y semejanza para que hollase y sujetase la tierra
cerros que en sus entrañas ocultaban el oro siendo señor de las aves, peces y animales,
y la y
plata que tanto aprecian los humanos, pues son nombrándole Adán, sacó de su costado una cos-
innumerables los que poniendo su total afición tilla de donde formó a Eva. Fueron estos dos los
en estas criaturas se apartan
y olvidan de su primeros padres de todas las gentes,
y esto de-
Criador. ¡Cuán hermoso y ufano se vería nues-
3. Vatablo, De los reyes, io. [A]
troCerro de Potosí, por ser maravillosa obra de 4. Tzetzés, Eschi., libro III, capítulo 214. [A]
su divino Hacedor! Quedaría desde entonces No está claro a qué publicación se refiere esta cita, que pu-
diera ser errónea. [H]
ostentando su grandeza. Mal podía Tzetzés contradecir a Vatablo habiendo vivido
En dos siglos antes que éste. Por otra parte, Tzetzés es anterior
el cuarto día el Todopoderoso hermoseó al descubrimiento de las Indias Occidentales
y por consi-
el mundo haciendo el sol, la luna
y estrellas,
guiente tampoco podía hacer la identificación que dice Arzáns:
para que dando sus vueltas distinguiesen el tiem- Tzetzés y otros autores antiguos identifican las Indias Orien-
tales con la Áurea Quersoneso
y por eso el padre Acosta, cuya
po en días y alumbrasen la tierra, haciendo día erudición es de fiar, dice que sobre las Indias Occidentales
y
"apenas se halla cosa cierta en los escritores antiguos", pero
Este párrafo es una adición del ms. de Brown. [M] sobre las Indias Orientales sí, "porque ¿a quién no le es fácil
De acuerdo con su condición de autor no culto, Arzáns hallar en los antiguos la Malaca, que llamaban Áurea Quer-
prefiere el español al latín. [M] soneso?”, Historia natural. I, 53. [M]

II
HISTORIA5 DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

bían considerar los españoles que habitan en los gentes; y por esta causa, si aquellos primeros que
reinos de estas Indias, pues no es decible el sumo las habitaron no las conocieron, de necesidad las

desprecio con que miran y tratan a los humildes habían de ignorar sus descendientes. Y si, como
indios, siendo de una misma especie hermanos quieren algunos autores, que aquellos que pri-
suyos (aunque les pese), y lo que es más, hijos mero pasaron a estas partes fuesen hebreos, claro
unos otros de un padre Dios, y que son cristia- es que sería muchos siglos antes de la venida en
y
nos vasallos ya dichosos de su católicos reyes, y carne del Señor, pues el apóstol Santo Tomás
no esclavos de ningún particular. (como refiere en su Historia de Etiopia el padre
Año 1656 de la creación del mundo (según Alonso de Sandoval, de la Compañía de Jesús, el
el Génesis, capítulo 5), indignada la majestad
maestro fray Alonso de Ramos y el padre Juan
7
divina contra los pecados de los hombres envió Eusebio Nieremberg) después que Cristo Nues-
el general diluvio, en el cual perecieron todos y troSeñor subió a los cielos predicó en estos reinos
solamente fueron reservados (en aquella memo- de América el santo evangelio juntamente con
la
G
rable arca) Noé con su mujer Vesta (a quien un discípulo suyo, siendo cierto según se prueba
otros dicen Titea), hijos y nueras; Sem y su es-
con varias señales y (también que cuando una
posa Pandora, Cam con la suya Nuegla; Jafet y antigüedad está recibida y heredada de padres
su mujer Nuela, de donde salieron por mandato a hijos largos siglos, bastantemente queda auto-
de Dios habiendo estado un año cabal. Con este rizada, pues dice Tertuliano "Antes de la
como
general diluvio quedaría dividida la tierra en dos pluma fue lengua” y primero hubo tradición
la

partes, siendo la mayor y la más rica la que estu- que escritura, y en los indios de estos reinos co-
vo encubierta hasta el año del Señor de 1492, rrió siempre esta tradición) haber pasado a este

que la descubrieron don Cristóbal Colón y otros Perú en la segunda parte que predicó en el Bra-
venturosos españoles; y habiendo los antiguos sil; lo mismo hizo en el Paraguay (una de las

cosmógrafos dividido la tierra que les pareció provincias del gran Río de La Plata), en el valle
habitable en tres partes principales (que son de Santa Catalina, cerca de la ciudad de Nuestra
Asia, África y Europa) descubierto el Nuevo Señora de la Asunción, adonde se ve una piedra
Mundo señaláronlo por cuarta parte y nombrá- alta con tres distinciones sobre la cual predicaba

ronla América, aunque indignamente. nuestra santa fe, y en Santa Cruz de la Sierra y la
Hay varias opiniones en cuanto a quiénes se- villa de Tarija de este arzobispado de los Charcas.

rían los primeros que después del diluvio habi- Estuvo también este santo apóstol en el asiento
taron estas regiones, pues unos dicen que judíos, de Cacha (cinco o seis jornadas del Cuzco, cami-
otros que gentiles europeos, y otros que tártaros no del Collao) donde aún en este tiempo se ven
V
orientales, y aunque cada cual alega sus razones ciertas peñas [6 J abrasadas con fuego del cielo,

sólo Dios sabe la verdad. que quiso vengar tan atrevido desacato de que-
rerlo apedrear aquellos indios, dejando al santo
Después que el patriarca Noé dividió sus hijos
por el mundo para que le poblasen, a Sem cupo libre de aquellas sacrilegas manos.
7. De allí pasó

toda el Asia allende el río Eufrates hacia oriente hacia la provincia del Collao para ver y destruir
con la Siria, donde Cam y
está la Tierra Santa; aquel famoso templo y adoratorio que los collas
sus descendientes poseyeron a Babilonia, las Ara- tenían en la isla de Titicaca, y el medio que para
bias, Egipto y África; Jafet, la parte de Asia que ello tomó fue predicarles con su acostumbrado

mira al septentrión desde los montes Tauro y fervor y espíritu la creencia y culto divino a un
Amano, con toda Europa. Éste tuvo ocho hijos: solo Dios; pero viendo el poco fruto que con esta
Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mosoc, Ti- verdad hacía y la dura obstinación en que estaban
ras y Samotes. El quinto de ellos, Tubal, fue pri- comenzó a reprenderles con superior libertad
mer poblador de nuestra España, viniendo (según ásperamente, por lo cual, aunque le tenían en
mejor sentir) a ella por mar acompañado de ar- gran veneración por su gran sabiduría y maravi-
menios y caldeos, casado (conforme el doctor llas que obraba, llamándole Taápac, que quiere

Carrillo) con Noya, [y] empezó a cimentarla decir hijo del Criador con todo le aborrecían

(año del mundo criado 1798, del diluvio general grandemente diciendo: "No nos contenta que nos
142, y antes del nacimiento de Cristo 2163). quite este hombre advenedizo nuestras mujeres,
Propagada ya la generación humana en gran nuestras borracheras y bailes, y sobre todo nues-
parte del orbe, pasarían algunos de aquellos des- tros dioses’’.

cendientes de Noé (ignórase cuándo) por nave- Vista esta resolución por el santo apóstol, sa-
gación a estas regiones, y sería antes de ser las cudió el polvo de sus sandalias y pasó a buscar

letras extendidas sin haberse comunicado a todas mejor tierra, donde la semilla del sagrado evan-
8
gelio arraigase diese el fruto deseado. Llegó
y
5. Aquí comienza Arzáns a exponer una idea que luego reite-

rará a todo lo largo de la Historia la defensa del indio contra


:

la opresión del español. fM] El padre Alonso de Sandoval, Historia de Etiopia, tomo
6. Es difícil discernir la fuente o las fuentes de información primero, libro II, capítulos 7 y 8; maestro fray Alonso Ra-
bíblica de la Historia. Una de ellas parecen ser los Elogios mos, Historia de Nuestra Señora de Copacabana, capítulos
de mujeres insignes del Viejo Testamento del doctor Martín 7-1 1; el padre Juan Eusebio Nieremberg, libro V, p. 72. [A]
Carrillo, con la reserva de que Arzáns muchas veces copia las 8 Padre Antonio Ruiz; el maestro fray Alonso Ramos cita-
citas bibliográficas de otros autores. [M] do. [A]

12
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 2

a Carabuco, pueblo de la laguna Titicaca (que gentes) ellos se hicieron católicos y recibieron
cae en medio de la provincia del Collao y Chu- nuestra santa fe con entrañable afecto, y los man-
cuito, de 8o leguas de boj, de largo 35, y de tiene el Señor en ella con gran caridad.
ancho agua gruesa y salobre, apartada del
15, el Veamos ahora en qué tiempo y año fue el des-
mar 200 leguas, y hay en ella tormentas como en cubrimiento de este Nuevo Mundo, con la bre-
el mar); aquí levantó una cruz con cuya vista vedad posible, pues está lleno el orbe de famosas
enmudecieron los ídolos, y sabida la causa porque historiasque tratan de esta materia.
no daban respuesta, que era la santa cruz, la quita- Año 1491 (dicen Pedro Apiano y los más
ron, y no pudiendo quemarla, aunque lo inten- cronistas de la Nueva España) que Cristóbal Co-
taron, la enterraron cerca de la laguna, donde con lón, genovés de nación, supo en las islas de Ca-
bañar aquel sitio el agua la hallaron los nuestros narias de Alonso Sánchez de Huelva, marinero
al cabo de 1,500 años con la entereza que hoy se de aquellas islas, que hacia poniente había otras
ve. Quitado el impedimento de su consuelo [los mayores y que indicaban tierra firme pasado el
collas] determinaron castigar al que había sido océano, porque habiéndose derrotado el dicho
instrumento de su desconsuelo, y así cogieron al Huelva con una tormenta viniendo de la isla de la
santo apóstol y lo azotaron atado a un árbol muy Madera, fue a dar en otra llevado de un fuerte
ásperamente, continuando aquel castigo por al- viento leste. Y con esta noticia se vino Colón a
gún tiempo, si bien consolaban los ángeles
allí le Andalucía, donde trató de disponer embarcación
asistiéndole en figura de unas hermosísimas aves, para salir a descubrimiento hacia poniente muy
hasta que un día
le desataron, y el santo se fue a confiado de hallar la tie[7]rra en que dio el de-
la laguna y tendiendo su manto sobre las aguas rrotado marinero, que era muerto ya y Colón le
navegó y se fue por ella hasta un juncal que en heredó las noticias, aunque Juan de Castellanos, 10
sus márgenes ocupa la laguna, y salió por un es- autor presbítero de las Indias, afirma haber sido
tero hondísimo, sereno en la superficie de gran elderrotado marinero el mismo Colón. Este insig-
y
corriente en el fondo, que ahora sirve de des- ne varón con esta noticia o experiencia se encami-
agüe a la laguna, que antes no lo tenía. nó al rey de Portugal, y declarándole su deter-
Después que el santo apóstol desapareció en la minación y pidiéndole ayuda lo tuvo [el rey] por
laguna no pareció más en todas estas provincias, mal despachado y fuese
disparate. Salióse de allí
pero parecieron muchas memorias muy maravi- al de Inglaterra con quien le sucedió lo mismo,
llosas suyas como cuentan los autores ya citados, teniéndolo cuantos lo veían y comunicaban por
que yo omito por dilatada materia. No sólo está hombre sin juicio e inquietador de las gentes. Pe-
probado que este santo apóstol estuvo en varias ro como Dios tenía puesta la mira en sus católicos
partes de este peruano reino, mas también en el monarcas, reinando a la sazón en España los fe-
de México, y finalmente en la mayor parte de las licísimos reyes don Fernando V y doña Isabel,
provincias de estas Occidentales Indias predicó puesto en su presencia y dada su relación fue be-
el santo evangelio como también lo refiere en su nignamente oído y despachado, pues con su li-
historia el muy reverendo padre maestro fray cencia y comisión, con 16,000 ducados que se
Antonio de la Calancha y otros autores sin los tomaron prestados de Luis de Santángel, escri-
ya arriba citados. Finalmente, habiendo el santo bano de raciones (porque los Católicos Reyes
apóstol vuelto a la India Oriental, continuó el como acababan la guerra de Granada tan feliz-
discípulo que le acompañaba su predicación has- mente aquel mismo año estaban gastadísimos de
ta que fue martirizado por los infieles de este dinero), armándole una nave y dos carabelas le
reino que habitaban en los contornos de aquella mandaron ir al descubrimiento.
laguna de Titicaca que hoy llaman de Chucuito. Partió al punto Cristóbal
Colón con Bartolo-
De la opinión arriba dicha que los primeros mé y Diego, hermanos suyos, acompañándoles
habitadores de este Nuevo Mundo fuesen tárta- los de las familias Niños
y Pinzones, y embarca-
ros orientales (contra la que siguen otros) son dos en el puerto de Palos con 130 compañeros
el reverendo padre maestro fray Antonio de la salieron de él estos famosos argonautas, viernes
Calancha, 9 y los que cita en su historia, que son a 3 de agosto, año 1492. Tuvieron algunas tor-
Genebrardo, fray Gregorio García, Enrico Lan- mentas en el viaje, de que estaban ya los más sin
gren,el padre José de Acosta, Malvenda, Botero, esperanzas de hallar la tierra deseada cargando
el padre Lorino, Benedicto, Arias Montano de maldiciones a Colón, el cual los animaba con
y
otros; los cuales dicen que los primeros habita- prudentes razones. Y cuando más fatigados se
dores de estas Indias Occidentales fueron tártaros hallaban, el día n de octubre de dicho año quiso
o indios orientales, Montano los llama américos Dios dar consuelo a su pena descubriéndoles la
y
ofiristas, que descienden de Ofir, primer habita- grandeza de este Nuevo Mundo. El gozo que tu-
dor del Oriente sexto descendiente del patriarca vieron estos famosos españoles lo podrá ponderar
y
Noé. De unos o de otros (mediante la misericor- cada uno, que mi pluma no lo puede explicar.
dia de Dios, que sea bendito
y loado de todas las
10. Juan de Castellanos, presbítero beneficiado en la ciudad
9. Maestro Calancha, Coránica de San Agustín del Perú, de Tunja en el Nuevo Reino de Granada, en sus Elegías de
libro I, capítulo 7. [A] varones ilustres de Indias, canto XI. [A]
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Descubrieron, pues, primeramente las islas de cuatro llegaron yendo y viniendo de España)
Lucayos, la de Guanahaníes, después la de Hai- continuó su descubrimiento, descubriendo otras
tíes, la de Cuba (que llamaron Fernandina en muchas islas como fueron la Deseada, la que
gracia y honor del rey Fernando). nombraron Guadalupe, la de Santo Domingo, la
Escogieron la isla de Haitíes para tomar puer- Margarita, las Vírgenes, la de los Santos, la de
to, y diéronle por nombre la Española. Allí vie- San Cristóbal, San Juan del Boriquén, la isla Tri-
ron primeras gentes de este Nuevo Mundo,
las nidad y otras muchas; y en las otras veces que
con gran admiración los unos de los otros. Veían volvió descubrió la Tierra Firme, y todo con la-
los naturales a los extranjeros con la barba tan mentable acabamiento de millones de sus natura-
11 t
crecida, cubiertos con vestidos y cargados de ar- les [7 J e indecible crueldad de aquellos
que
mas. Veían los españoles aquellas gentes sin bar- se llamaban conquistadores, que no trataban de

ba, desnudas desde los pies hasta la frente y con conquistar una alma para Dios sino solamente el
arcos y flechas en las manos, siendo en todos oro, plata y perlas, de que tanta abundancia no

igual la admiración. Después que por señas y saciaba aquella infernal codicia, siendo necesario
obras los unos y los otros quedaron satisfechos, poner todo su cuidado los católicos reyes (que su-
recibiendo los españoles en retorno de juguetes cedieron unos a otros) para atajar tan indecible
riquísimos granos de oro, volvieron a España a rigor, y aun no bastaba ni bastará.

dar la noticia, quedando en la isla el capitán Ro- Después, en tiempo de nuestro invencible em-
drigo de Arana con 30 compañeros a mantener perador Carlos V, se descubrió la Nueva España,
la nueva amistad con los naturales. Pero cuando dicha primero Anáhuac, de la cual entre otros
segunda vez volvieron de España los hallaron descubridores fue el principal don Hernán Cor-
todos muertos al rigor de las flechas de aquellos tés,que después fue marqués del valle de Oaxa-
bárbaros, cuya destrucción fue por amores como de Cuba el año de 1518 con 11
ca, el cual partió

se cuenta en las historias de estos reinos. navios y 500 españoles, y allegó a la gran pro-
Llegó el famoso Colón a España después de vincia y reino de México, sujetándola toda con
haber tomado posesión de lo descubierto en nom- infinidad de indios al mando y obediencia del
bre de los Católicos Reyes, ante cuyas majesta- emperador. Reinaba en la ocasión en México el
des dio la relación de su viaje mostrando la ri- monarca Moctezuma, que en aquella lengua quie-
12
queza que llevaba y nuevas gentes de las tierras re decir hombre sañudo y grave.

jamás vistas ni oídas. Honráronle conforme el Sería nunca acabar de decir la majestad de su
mérito requería y mandáronle volviese luego con casa y servicio: mejores plumas que la mía lo
cargo de virrey y de almirante. Lavaron con el dicen y por eso paso adelante. Las casas del rey
agua del bautismo aquellas nuevas plantas que y otras algunas de
señores eran riquísimas y muy
llevó Colón, que en número fueron 10 natura- bien edificadas; todas las demás de México, que
les de aquellas primeras islas, siendo los mismos pasaban (cuando Cortés entró en ella) de 60,000,
reyes sus padrinos. Dieron noticia de este admi- eran de harto ruin edificio, y ninguna tenía ven-
rable caso al papa Alejandro VI, que a la sazón tana, ni sobrado, ni aun puertas que se cerrasen.

gobernaba la iglesia, y su santidad recibió el El asiento de la ciudad es como el de Venecia


mismo gozo que todos de oir una cosa tan nueva en la Europa. Tenía entonces unas calles todas
jamás los hombres oye- de agua, otras de tierra y otras de tierra y agua
y la más importante que
ron. Envióles este santo pontífice su bula plo- por mitad; ahora ya son todas de tierra empe-
mada por la cual les hizo a los Católicos Reyes dradas. No bebían de la laguna Dulce, aunque
gracia de la conquista de las nuevas tierras adju- no es mala el agua, sino de una fuente que traían
dicándoles el directo dominio de todo lo que des- de bien cerca por una encañada, aunque después
cubriesen, sin perjuicio de los reyes de Portugal los españoles hicieron otra. Tienen de cerco las

que ya descubrían de algunos años atrás por dos lagunas (Amarga y Dulce) al pie de 30 le-
el oriente. Por estos tiempos también descubrían guas, y había en ellas 50 pueblos, alguno tan
aquellos serenísimos reyes lusitanos las otras re- grande como México (como es Tezcoco) y el
giones que por el río Indo, que hiende por aque- que menos tenía eran 5,000 vecinos, y andaban
llas partes,llamaron Indias Orientales; y como és- en el agua pasadas de 200,000 canoas.
tas se descubrieron a lamisma sazón que ya las Recibió, pues, a Cortés este poderosísimo mo-
otras tenían aquel nombre, quisieron asimismo narca en esta ciudad muy de paz, y en ella se
llamarlas Indias Occidentales, que a la verdad mantuvo el tiempo que vivió, hasta que en cierto
no debían llamarse así no habiendo motivo bas- motín que se levantó entre sus vasallos y los es-
tante para ello. pañoles, los mismos indios le quitaron la vida
Volvió Colón con todo cuanto era necesario a con una piedra desmandada según cuentan las
poner en forma una nueva monarquía: vinieron 11. Esta cláusula, desde donde dice "y en las otras veces. . .

es una adición del ms. de Brown, y este "lamentable acaba-


con él famosos capitanes y soldados con otra mul- miento de millones de naturales" es obviamente un eco las-
titud de gente de todos estados para poblar de casiano en el sigloxvm y en la vertiginosa altitud potosina
de 4.000 metros sobre el mar. [M]
nuevo en razón y policía. Después de llegado a 12. Los seis párrafos siguientes no están consignados en el

estas regiones en esta segunda vez (que hasta ms. de Madrid. [M]

M
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPITULO 2

historias. Sucedió en el imperio a Moctezuma Al fin volvió sobre México y se halló para
Cuetlavac, señor de Iztapalapa, el tomando
cual cercarla con 550 infantes españoles, 40 de a ca-
las armas trató de hacer cruel guerra a Hernán ballo y casi 200,000 indios del señorío de Tlax-
Cortés, como al fin lo ejecutó, apretándole de tal cala y de otras provincias amigas,
y 18 tiros. Los
manera que perdió la esperanza de poderse tener sucesos particulares de este cerco que duró tres
en México y determinó salirse de allí, lo cual él meses, valor con que pelearon los cercados
y
hizo con tanto peligro y traba que de 700,000 cercadores, singulares hazañas de los mexicanos,
ducados y más que tenía allegados, no pudo sa- calamidades que padecieron los miserables cerca-
car casi nada. Salióse Cortés una noche, que fue dos por la hambre (pues de ninguna manera
a 10 días de julio del año de 1520, habiendo es- quisieron rendirse sino que palmo a palmo les
tado en aquella corte desde el año antes. Sintié- fueron ganando los barrios, y un día sucedió que
ronle los indios y salieron en su alcance con una una mexicana vieja derribó a Cortés sin más ar-
rabia infernal. Perdieron todo el oro
y joyas que mas que sus ya cansados brazos y lo tuvo ya casi
llevaban y murieron 450 españoles, aunque otros ahogado, como así sucediera si no fuera socorri-
dicen que 500 y otros solamente 200. Lo prime- do) y finalmente el gran derramamiento de san-
ro es lo cierto según los que más conforman. Mu- gre que costó tomar esta gran población no es
rieron también 4,000 indios amigos,
y lo que más posible resumirlo a la brevedad de este capítulo
sintieron fue que les mataron 46 caballos. Y si (historias hay muchas que se dilatan en referir-
como no salieron los indios de la laguna salie- lo), y sólo concluyo con decir que el ganarla cos-
ran, sin duda ninguna pereciera Cortés tó otros 300 españoles que murieron en diversas
y todos
sus compañeros en aquella Noche Triste. Pero batallas, y de los indios, así amigos como ene-
no quiso Nuestro Dios y Señor que se acabase migos, perecieron más de 200,000.
tan desdichadamente una empresa tan loable Algunos escritores poco afectos a la nación
y
santa como aquella. española trataron a los indios como a brutos in-
Otro día llegó Cortés a Otompan [Otumba] capaces de razón, y esto por dar menos estima-
con grandísimo trabajo porque siempre los in- ción a su conquista. Verdad es que estos natura-
dios le iban en alcance. En Otompan le alcanza- les seadmiraban con simplicidad de ver hombres
ron pasados de 200,000 indios, hallándose per- de otro género, color y traje; que tenían por
y
dido totalmente, milagrosamente (quitando la monstruosidad las barbas crecidas (accidentes
vida al capitán general que traía el estandarte que negó a sus rostros la naturaleza) que da-
;
real de México) se libró de tan gran peligro, ban el oro por el frágil poco estimado vidrio;
y
porque los indios tenían de costumbre que en que tenían por rayos del cielo las armas de fuego
viendo caído el estandarte no peleaban más. Fue
y por fieras espantosas a los caballos: pero todos
esta echada de los españoles por aquel rey a poco eran efectos de la novedad que ofenden poco al
más de 18 meses que allí estuvieron, habiendo entendimiento, porque aunque suponga admira-
gozado de alguna quietud este poco tiempo des- ción la ignorancia no supone incapacidad, ni con
de el año de 1519 cuando entraron a aquella di- propiedad se puede llamar ignorancia a la falta
latada población, aunque otros dicen que fue el de noticia, que al más entendido siempre la mu-
de 1520 de su entrada cha novedad lo admira. Es verdad que si los in-
y echada, por donde veo
que en esto del año
y mes dicho hay alguna va- dios no hubieran entonces andado desnudos en
riedad entre los autores; pero se reserva este carnes y si no hubieran carecido de armas fuer-
gé-
nero de reparos para cuando se discuerda en la tes ofensivas
y defensivas, fuera muy dificultosa
sustancia de los sucesos donde no cabe la exten- esta conquista a los españoles, pues si aun con
sión del poco más o menos. de
estar la maneramuchos cuerpo a cuer-
dicha,
Estando Cortés rehaciéndose en las tierras de po destrozaron españoles, ¿qué más fuera si pe-
amigos para volver sobre México murió Cuetla- learan con iguales armas? Para acreditar lo que
vac y sucedió en imperio Guatimozin, que así
el digo, la experiencia muestra que los indios de la
lo nombra don Antonio de Solís en la historia provincia de Arauco en el reino de Chile,
y los
de aquel reino, el cronista Antonio de Herrera del Paraguay y de otras partes, que pelean dies-
y
lo llama Quatimoc. Éste fue el
valeroso capitán tramente con lanza, adarga y caballo, no temen
que echó a los españoles de México peleó aque- al soldado más veterano ni de más valor que
y
lla noche con admirable
destreza y valor. Era haya militado en Flandes, pues muchos han per-
sobrino de Moctezuma de los que más coraje dido la vida a manos de estos indios en estos
y
tuvieron de ver la pusilanimidad del rey en tiempos. Pocos años ha que los del Paraguay hi-
de-
jarseprender por Cortés debajo de amistad. Her- cieron mucho mas que los españoles de varios
nán Cortés mandó luego labrar bergantines reinos de España en echar a los portugueses de la
13
para echarlos en la laguna de México isla de San Gabriel, adonde estaban tan fortifi-
y cercarla
por [8] agua
y por tierra. En estos bergantines cados que a ellos les parecía imposible que jamás
estuvo toda la importancia del negocio
de Mé- los echase de allí el poder del mundo.
xico, si por ellos no fuera no era posible ga-
y Pero dejando esta digresión, que me parece no
narse.
haber sido molesta así por su brevedad como por

*5
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

haber sido medianamente necesaria, pasemos a lo tuvieron por descubridor de gran parte de es-
seguir el hilo de nuestra historia. tas Indias sólo porque después de descubiertas
La Nueva España, pues, comienza en el río ejercitó la carrera y navegación de ellas con des-

Pánuco. Contiene demás de México muchos rei- treza. Y si por sólo este motivo la llamaron Amé-

nos provincias (que después fueron descubrien- rica, con mucha más razón le pudieran haber
y
do) tan grandes y tan extendidas como es la pro- apropiado el nombre del que legítimamente la
vincia de Paria con la de Venezuela, y la de Santa descubrió.

Marta, y la de Cartagena hasta el cabo de Dios Las sangrientas batallas que entre españoles e

(en donde está el Río de la Plata juntamente con indios se dieron, las disensiones entre los capita-

el Perú, de quien luego diremos por ser reino nes, las hambres, fatigas e indecibles trabajos

aparte y más dilatado). Síguense más adelante que pasaron en el discurso del descubrimiento di-
las provincias de Yucatán y de Honduras con la cho, se podrán ver muy largamente en las histo-
V
Nueva España ya dicha, la cual es mayor que to- rias de la Nueva España escritas [8 ] por Agus-

da la Italia, Francia, España y Alemania, porque tín de Zárate, el presbítero Francisco López de

son más de 400 leguas el largo y ancho. A la Gomara, Justo Lipsio, Juan Botero, el ilustre
parte de mediodía de estas provincias se descu- señor don fray Prudencio de Sandoval (obispo
brieron la provincia de Guatemala y la de Nica- de Pamplona), Castillo, Antonio de Herrera,
ragua, a la parte occidental cae la provincia de Juan de Castellanos (clérigo presbítero), Barto-
y
la Nueva Galicia, y entre septentrión y oriente lomé de Argensola, el doctor Gonzalo de Ules-
13
cas, don Antonio de Solís (secretario del rey
están la gran Florida y la tierra del Bacalao con
la muy extendida provincia de Labrador, y otras Felipe IV y su cronista mayor de las Indias) y
muchas que refieren los autores. otros autores.
Descubierta la Nueva España, y Nueva Casti-

lla y [Nueva] Toledo (que es el Perú, de quien 13. Zárate, Historia de las Indias; Gomara, Historia de las

primera parte; Justo Lipsio, Historia de la Nueva


diremos adelante), señalaron por cuarta parte Indias,
España; Juan Botero, Historia de la Nueva España; el ilustre
de la tierra lo descubierto y pusiéronle por nom- señor don fray Prudencio de Sandoval, Vida de Carlos V, pri-
bre América (como arriba queda dicho) contra mera parte; Castillo, Historia de México ; Herrera, Historia
general de las Indias; Castellanos, Elegías de varones ilustres
toda razón y derecho, pues semejante nombre le
de las Indias Argensola, Anales de Aragón Illescas, [His-
;
;

pusieron por Américo Vespucio, natural de Flo- toria] pontifical, Antonio de Solís, Conquista de la Nueva
rencia, a quien algunos ignorantes o apasionados España. [A]

Capítulo 111

REFIÉRESE CON LA MISMA BREVEDAD EL DESCUBRIMIENTO DEL PERÚ

Después que celebraron aquel memorable

H AY
el
entre la
un estrecho de
Nueva España
tierra

la solicitud humana y codicia españo-


la surcando esos mares fue descubriendo hasta
encontrar el dilatadísimo reino del Perú. Habien-
do primero hallado el Mar del Sur, Vasco Nú-
y el Perú
de 18 leguas por
cual deja el Perú de ser isla, lo cual
triunvirato entre Francisco Pizarro, el presbítero
Hernando de Luque
ron al
y Diego Almagro, y
descubrimiento de nuevas tierras (que de-
cía haber más adelante Sebastián de Andagoya),
partieron con los soldados que pudieron recoger
en demanda de ellas. Y
después de muchos tra-
aspira-

bajos y tormentas que pasaron en aquella nave-


ñez de Balboa el año de 1513, el Fernando Ma-
gallanes halló su estrecho para pasar a él año de
gación (que no es de esta Historia contarlas)
experimentaron otros mayores en la Gorgona, los
1519. Dura el estrecho 100 leguas en largo y dos 1
cuales refieren el cronista Antonio de Herrera
en ancho. Pasan por medio del Perú (del estre-
del Perú, a quienes remito al cu-
cho de Magallanes hasta la Nueva España) unas y los demás
montañas sierras las mayores de todo el mundo, rioso lector. Y como viesen los soldados la cons-
y
tancia de Pizarro y su determinación de pasar
que tienen de largo 2,000 leguas. En los extre-
adelante, trataron de desampararlo y volverse ha-
mos del estrecho de tierra (que queda dicho tiene
ciéndoseles intolerable la variedad de trabajos y
18 leguas) hay dos ciudades con sus puertos: la
que experimentaban cada día. Pusiéron-
de la parte septentrional se dice Nombre de Dios, fatigas

puesta al Mar Océano occidental (llamado así)


II, en la
1. Antonio de Herrera, cronista mayor de Felipe
que es a la parte del norte, y al Mar del Sur está
Historia de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra
la otra ciudad que es Panamá. Firme del Mar Océano, década IV. [A]
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 3

lo en efecto (del modo que cuentan las histo- lia. No se olvidó de sus dos compañeros, pues

rias) con grande sentimiento de Pizarro, sin ser también adquirió para don Hernando de Luque
bastantes las persuasiones y promesas que les hi- la elección del obispado de Túmbez, a quien se le
zo. Quedó sólo con 13 compañeros (ejemplos de procuraría con brevedad el despacho de sus bu-
valor, lealtad y sufrimiento) con los cuales con- las,
y para Diego de Almagro la alcaidía de
tinuó su descubrimiento hasta llegar a Túmbez, Túmbez. Adelantáronse estas nuevas y publicá-
que era la puerta del Perú. ronse en la ciudad de Nombre de Dios, cosa que
El indio que gobernaba aquella provincia, ad- sintió mucho Diego de Almagro,
y se quejaba li-
mirado de ver aquellos hombres nuevos, los reci- bremente de don Francisco Pizarro diciendo que
bió de paz después que cauteloso envió a Pizarro le daba mal pago,
y que era muy poca honra para
un mensajero para que le enviase algunos de sus lo que se le debía la alcaidía de Túmbez,
y que
compañeros, que quería comunicarlos; a lo cual cuando no se hubiera fiado de su amigo y el rey
fue Pedro de Candía (griego de nacimiento y le conociera
y entendiera lo que había gastado y
natural de Candía) acompañado sólo de un mo- trabajado no le hiciera menos mercedes, que no
y
reno, y llegando cerca de los indios le echaron quería compañía ni amistad con nadie. Hernan-
un león y un tigre feroces para que los despeda- do de Luque, por la elección para el obispado
zasen, mas acercándose a Pedro de Candía rin- que se había hecho en su persona, estaba conten-
dieron su braveza al pie de una cruz que en la to, procuraba de sosegarle: decíale que suya era
mano traía. Asombrados los indios de ver aquel la culpa pues tanto había porfiado en la jornada
portento, y temerosos, hicieron gran aprecio de de don Francisco Pizarro [a España] pues fuera
aquellos extranjeros, y regalando a Pizarro con mejor que hubiera ido un tercero como él lo acon-
manjares y frutos de la tierra quedaron todos sejaba, pero que Pizarro llegaría
y le daría sa-
muy contentos. tisfacción. Pero no aprovechando
y queriendo
Aquí tuvieron nuestros españoles la primera apartase de todos se fue a las minas muy sen-
noticia de los ingas del Cuzco, y viendo Pizarro tido; y este fue el origen para la pérdida lamen-
la poca comodidad de mantenerse allí, determi- table que después sucedió de aquestos dos ca-
nó volver a Panamá, como lo hizo, dejando allí pitanes.
dos de sus 13 compañeros para que aprendiesen Salió de la barra de San Lúcar don Francisco
la lengua
y advirtiesen las costumbres de los in- Pizarro con sus soldados, trayendo en su compa-
dios de aquella región,
y ellos los mataron des- ñía cuatro hermanos: el principal Hernando Pi-
pués. Llevó Francisco Pizarro varios frutos de zarro (hombre de gentil persona, hijo legítimo
aquella nueva tierra también aquellos carneros del capitán Pizarro, padre de todos, que murió
y
de que abunda Perú, que asemejan a los came-
el en cerco de Maya)
el
, y a Juan Pizarro y Gonza-
llos aunque enanos. 2 Y
aconsejado en Panamá de lo Pizarro (naturales, como lo era también Fran-
Diego de Almagro y los más de sus allegados, cisco Pizarro) Martín de Alcánta-
y a Francisco
partió para
España a pedir al rey la pacificación ra, hermano de madre. Fue navegando con buen
de lo descubierto, gozoso
y esperanzado de vol- tiempo hasta tomar a Santa Marta, a toda prisa
y
ver con el mando a gozar de la riqueza de que ya pasó a Nombre de Dios adonde sacó a tierra 125
tema bastante noticia, digno premio de tan in- castellanos.
mensos trabajos como tuvo en tres años enteros Sus compañeros don Hernando de Luque
y
que gastó en este primer descubrimiento, que fue- Diego de Almagro le fueron a ver, y se recibie-
ron desde el de 1525
de 1528, con tanta
hasta, el ron muy bien, y fue cierto que a solas Diego de
costa de su hacienda
y persona (y
de la de sus Almagro se quejó de la poca cuenta que con él
compañeros Almagro y Luque) cuanta se puede había tenido, pues siendo todos una misma cosa
encarecer. no fuera razón dejarle fuera y traerle solamente
Comenzóse a llamar lo descubierto el Pirú, la alcaidía de Túmbez; acordóle la amistad tan
porque primera provincia de este reino que
la antigua de entrambos, el juramento de guardar-
descubrieron los españoles era nombrada por los
y lo mucho puesto de
la, lostrabajos padecidos
indios Biru,
y por el cacique de ella que tenía el su hacienda en aquella demanda. Don Francisco
mismo nombre de Biru o Biruquete. Años des- Pizarro le satisfizo con prudentes razones
y ofre-
pués en estos reinos, mudada la i en e, es llama- cimientos, y de este modo medio reconciliados se
do Perú. 3 fueron a Panamá, pero el desabrimiento de Die-
Fue bien despachado don Francisco Pizarro go de Almagro se acrecentaba con ver cuatro
en España, pues adquirió títulos honrosos car- hermanos de don Francisco Pizarro, que le pare-
y
go de gobernador y adelantaj^qjdo de aquella cía habían de ocupar cualquier lugar ser impe-
y
conquista, a la cual intitulaban ya Nueva Casti- dimento a la voluntad de don Francisco Piza-
2. Se refiere a las llamas,
a las que los españoles bautizaron rro cuando la tuviese muy buena para continuar
con el nombre de carneros de la tierra.
[M] la amistad antigua con la pasada sinceridad,
3- El texto de la Historia está poblado
de lapsus como este le y
(en el cambio de Birú a Perú no sólo
se muda la i en e sino
a ° ero son * an obvios que no se va a llamar
vP j’ P la Historia Arzáns no es un dechado de sistematización
y mi-
:

atención del lector sobre ellos. El caso interesa


simplemen- nuciosidad perfeccionistas en el tratamiento de sus materia-
te como ilustración de una
característica del autor de la (como
les lo es Solórzano, por ejemplo). [M]

17
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ofendía mucho más de Hernando


la arrogancia don Francisco Pizarro de enviar los navios a Pa-

Pizarro, que juzgaba por hombre hinchado y pre-


namá y otro a Nicaragua
para llevar gente y ca-
suntuoso. ballos, y escribió a sus amigos dando noticia de

Llegó, pues, don Francisco Pizarro a Panamá la riqueza de la tierra. Voy con toda brevedad,
donde fue recibido con general contento de to- porque no es de esta Historia contar por menudo
dos; y como su fin era dar principio a la empresa, lo que otras muchas cuentan de la que voy di-

solicitaba vivamente a Diego de Almagro (de ciendo.

quien dependía todo porque otro ninguno no te- Los que quedaron en Cuaque, tierra cerca de
nía dinero ni crédito) y así pasaba todo por su la línea equinoccial, padecieron mucho en siete
mano. Diego de Almagro, con la pasión que te- meses que aguardaron, porque aconteció acostar-
nía, trató de hacer compañía con el contador se sanos y levantarse hinchados, y algunos ama-

Alonso de Cáceres y Alvaro de Guijo, esto fuese necieron muertos, otros con los miembros enco-

por darle pesar a don Francisco y para que él y gidos y a todos les nacían berrugas encima de los
sus hermanos conociesen mejor la necesidad que ojos y por todo el cuerpo con grandes dolores; y

de él tenían, o porque realmente se quería apar- estando un día para desamparar aquella tierra les
tar de o impedirles con esto la jornada. Pero
ellos llegó un navio con socorro. Pasaron adelante y

fue tanto lo que le apretaron el licenciado Gas- comenzó a extenderse la fama de la venida de
par de Espinosa, oidor de la audiencia de la isla aquellos hombres hasta llegar al Cuzco. Fueron
Española (que allí se hallaba a la sazón), y el los españoles a otro pueblo llamado Pasao, y el
electo don Hernando de Luque, que el uno por señor de aguardó de paz. Don Francisco Piza-
él

la necesidad que tenía y el otro porque verdade- rro le dijo que su gente no ofendía a los que die-

ramente era hombre de ánimo generoso, se con- sen obediencia al rey de Castilla; y así sirvieron

certaron con que don Francisco Pizarro dejase a bien los indios a los castellanos, porque como es-

Diego de Almagro la parte que tenía en Taboga, taban acostumbrados a servir mucho a sus seño-
ni para sus hermanos pudiese pedir res lo hacían con gran cuidado. Y aquí el señor
y que para sí
al rey merced ninguna hasta que diese a Diego
de este lugar presentó a don Francisco Pizarro
de Almagro una gobernación que comenzase una piedra de esmeralda para moler maíz ma-
adonde se acababa la de don Francisco Pizarro; yor que un huevo de paloma, porque le dejase
plata, joyas, naborías, escla- 17 indias que llevaba de otro lugar, creyendo
y que todo el oro,
el cacique no valía nada. Y con esto el ejército
vos y otros cualesquier bienes fuesen de los dos
Hernando de Luque: en esto se salió de Pasao, quedando muy en gracia de
y del electo don
la gente.
quieren algunos que vino Diego de Almagro.
Con esto se puso mayor diligencia en las provi- Sentía mucho (dice en su historia el cronista

siones, pero no se olvidaban los rencores ni las Antonio de Herrera, 4 cuyas palabras son las más
murmuraciones, y la insolencia de los hermanos que he sacado a la letra) don Francisco Pizarro
de don Francisco Pizarro no daban lugar a que haber tomado puerto tan atrás, y deseaba llegar
los ánimos estuviesen quietos.
brevemente a la tierra de Túmbez y parecíale que
si hubiera llegado antes hiciera grandes efectos.
Estando ya las cosas en orden, acordaron que
Diego de Almagro quedase en Panamá a recoger Pero él se engañaba y no medía bien sus fuerzas,
la gente que acudía de Nicaragua y otras partes.
porque la gente que tenía era poca, y no sabía
los grandes ejércitos que los dos hermanos Huás-
Don Francisco Pizarro se embarcó en tres navios
con 185 castellanos, y llevaban 37 caballos. De- car y Atahuallpa tenían levantados por la guerra

túvose don Francisco Pizarro en la isla de las que entre ellos había a la sazón, y que si en ellos
Perlas hasta recoger toda su gente, la cual iba diera no pudiera dejar de perderse; y esto (pro-

muy alegre y lozana con deseo de verse adonde sigue el dicho autor) se juzgó que fue por divina

pensaban todos ser muy ricos. Al cabo de cinco misericordia, pues no pudo tener mejor ocasión
v
días de navegación vie[9 ]ron tierra, tomaron que la discordia que entonces había en la tierra.
puerto y conocieron que era la bahía que llama- Despedido de Pasao llegó a la bahía de los Cara-
ron de San Mateo; y habiendo caminado más ques, y subiendo la tierra arriba atravesó un río
cacica, donde fue bien
adentro con mucho trabajo, porque hallaron ríos y llegó a un lugar de una
una mañana dieron en un pueblo nom- recibido. Pasó adelante, no sin oposiciones de los
y esteros,
brado Cuaque, puesto entre grandes montañas, indios guerreros, y se encaminó a la provincia de

adonde hallaron gran despojo porque aunque los Puerto Viejo.


indios tuvieron lugar de alzarlo no lo hicieron El rey Atahuallpa (que comúnmente lo lla-

porque pensaron que no habiendo hecho injuria man en las historias Atavalipa), que en este

a aquellos hombres no les harían mal sino que tiempo había tomado la borla en Tomebamba
se holgarían unos con otros, pero halláronse bur- (que era la insignia de rey) era avisado de los
lados, y por esto se fueron algunos al monte. To- progresos de los españoles, y aunque le dieron
máronles más de 20,000 castellanos en plata, oro algún cuidado y quisiera enviar algún capitán

y muchas
esmeraldas finas. Con la presa del Antonio de Herrera, Historia de las Indias, década cuarta,
4.
oro, que fue en piezas ricas y vistosas, acordó libro VII, capitulo 10. [A]

18
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 3

que los echase de la tierra, andaba su hermano só adonde ahora está, entre valles frescos
y lle-
Huáscar tan poderoso que lo dejó como lo que nos de arboledas.
menos importaba por el poco número de los es- Asentado lo de la población de San Miguel de
pañoles, que le supo de ciertos orejones disfra- Piura, pasó adelante don Francisco Pizarro con
zados (que así se llamaban los caballeros que le el resto de la gente que eran 160 soldados. Re-

asistían en palacio) a quienes envió para enten- forzábase a la sazón las nuevas del pasaje de Ata-
der lo que se hablaba de aquella gente, cuya fa- huallpa con poderoso ejército del Quito a Caja-
ma corría ya muy pública por toda la tierra, y marca por la guerra con su hermano Huáscar, y
que la ocupaban y querían sojuzgar. Y hallán- por esto ordenó don Francisco Pizarro al capitán
dose don Francisco Pizarro frontero de la isla Hernando de Soto que con algunos caballos fue-
de Puna, pasó a ella, aunque contra la volun- se a tomar lengua. Volvió con relación de que
tad de sus soldados que andaban descontentos de llevaba numeroso ejército, que causó temor entre
no haber hallado las montañas de oro y cerros Y por la no-
los castellanos viéndose tan flacos.
de plata allí luego a las puertas. Tuvieron con que Atahuallpa también tuvo de ellos y por
ticia
los de la isla varios encuentros, y fueron venci- las diversas cosas que les referían los de Túm-
dos los indios quedando preso su general Toma- bez, envió un caballero de los que ellos llamaban
la. Y como encaminasen con prosperidad los
se orejones a reconocerlos; vistióse éste en traje de
sucesos de don Francisco Pizarro pasó a Túmbez, cristiano y fue a verse con el cacique de Poechos,

y a la entrada mataron los tumbecinos tres cas- y volvió a su señor (que estaba ya en Cajamar-
tellanos con terribles tormentos. Pelearon éstos ca) y le dijo que aquellos extranjeros eran pocos,
con Hernando Pizarro y huyeron dejando a los ladrones, barbudos, echados de la mar, que iban
castellanos libre la entrada, que era lo que les en ciertos carneros como los del Collao, por lo
impedían. cual no hizo caso Atahuallpa, o si lo hizo, no
Despachó Pizarro a Hernando de Soto a reco- como debiera en negocio tan grave. cobrando Y
nocer la tierra con 60 caballos y algunos rodele- don Francisco Pizarro nuevos alientos pasó ade-
ros, y anduvo hasta lo que llaman Cajas; vio lante con sus soldados, allanando dificultades
y
grandes edificios, muchas manadas de aquellas estorbos de indianos escuadrones que por defen-
ovejas y carneros. Halláronse tejos de oro fino, sa de la libertad
y la patria se le oponían.
que alegró mucho a los soldados. La gente de la Finalmente, habiendo ocupado don Francisco
tierra sepusieron en arma contra los españoles, Pizarro tres años desde que volvió de España con
llegaron a las manos
y queda [i o] ron muchos el cargo de gobernador (que fue
el de 1530) en
muertos y algunos españoles heridos. habién- Y pacificar varias provincias, el
de 1533 llegó a Ca-
dose retirado los indios, descubrieron los de Soto jamarca adonde por todos caminos injustos quitó
una parte del gran camino real que llamaban del la vida al rey Atahuallpa, como más largamente
inga Huayna Ccápac, que era una obra maravi- se dirá adelante. Después de este memorable su-
llosa, como una calle ancha, fabricada de piedra, ceso y de varias guerras que tuvo con los capita-
con sus mesones a trechos o jornadas; los cuales nes de este rey difunto, comenzaron Pizarro los
y
eran cuatro que salían de la plaza principal del más principales de su compañía a poblar ciuda-
Cuzco para las cuatro partes de la tierra: uno des. Fundó Diego de Mora la ciudad de Trujillo,
para Quito, otro para Chile, otro para los Char-
y el año de 1535 don Francisco Pizarro (en el
cas,
y el otro para las provincias bajas (hasta el amenísimo valle nombrado de los indios Rímac,
pueblo de Rímac que después se fundó en él la que en idioma castellano significa hablador, a
ciudad de Lima),
y eran estas calles o cami- las riberas del río que entonces tenía el mismo
nos, una de 500 leguas, otra de 600, de nombre del valle) fundó en apacible sitio la
400
5
otra,
y de menos Causó a Soto y a
la cuarta. gran ciudad de Lima (derivado del nombre di-
los suyosgran admiración esta fábrica cho Rímac), nombrándola de Los Reyes, nueva
y con los
despojos que tenían se volvieron a don Fran- cabeza de este peruano reino, corte silla de sus
y
cisco Pizarro. virreyes.
Ya se sabía entre los castellanos la
gran rique- Con estos ejemplos la solicitud y codicia espa-
za del Cuzco,
y con las muestras de oro que trajo ñola fue descubriendo otras nuevas provincias en
Hernando de Soto daban crédito a las promesas este Nuevo Mundo, pues hacia la parte antártica
de don Francisco Pizarro, el cual determinó de el año de 1534, el bien nacido y de gran fortuna
fundar alguna población entre aquellos valles Pedro de Valdivia descubrió el indomable reino
de la provincia de Tangarala para tener pie fijo en de Chile, 6 adonde por impenetrable, valerosa
la tierra:
y
y ésta fue la ciudad de San Miguel fuerte se ha quedado sin conquistar hasta hoy la
en las riberas del río Chila (por otro memorable provincia de Arauco, y adonde en
nombre
Piura), y aquí fue donde se levantó el ninguna parte de esta América Meridional se ha
primer
templo en el Perú a honra del verdadero Dios, derramado tanta sangre de españoles como allí.
aunque la ciudad (por ser sitio enfermo) se pa-
6. Parece que
la Historia confunde la expedición de Valdi-
5- Esta breve descripción del camino del inca es una adición via a Chile(que como se sabe fue en 1540) con la de Diego
del ms. de Brown. [M]
de Almagro, la cual tampoco fue en 1534 sino en
1535. [M]

19
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

Con que hemos dado fin a este capítulo, ha- León, el ilustrísimo señor don fray Prudencio
biendo en él referido brevemente el descubri- de Sandoval, obispo de Pamplona, en la Vida
miento del Perú. El cual, con los demás sucesos del emperador Carlos V, y otros muchos auto-
grandezas y cosas memorables acae- res españoles y extranjeros; y además de los di-
y excelencias,
cidas en aquel tiempo, se verán muy largamente chos en la Historia pontifical, parte segunda,
en las historias del cronista Antonio de Herrera, en las crónicas de las sagradas religiones de este
7
Agustín de Zárate, el presbítero Francisco Ló- reino , y en otros varios tratados de que está

pez de Gomara, Juan Botero, Justo Lipsio, Diego lleno el mundo.


Hernández (llamado comúnmente el Palentino)
licenciado Francisco 7. En la Historia pontifical, parte segunda; crónicas de San
Garcilaso de la Vega, el
Agustín, de Nuestra Señora de las Mercedes, Santo Domingo,
Caro de Torres, Juan de Betanzos, Pedro Cieza de San Francisco, la Compañía de Jesús, etc. [A]

iqV
C ] Capítulo IV

EN QUE SE REFIERE LA MONARQUÍA DE LOS INGAS DEL PERÚ


CON LA MISMA BREVEDAD QUE EN LOS CAPÍTULOS
ANTECEDENTES, CON LA DESCRIPCIÓN DE LA
LAGUNA DE TARAPAYA

ABIDA cosa es que los indios en todo es- suplir ésta y la falta de guarismos con aquellos
te Nuevo Mundo carecían de las letras nudos que los quipocamayos del Cuzco (que

S
al
i (ignorando totalmente aun el conoci-
miento para leerlas y formarlas) como
presente carecen, pues son pocos los que las
eran los sabios, maestros y como cronistas de
sus reyes) ataban en unos cordeles de lana que
llamaban caytos (como también los llaman hoy)
sus nudos no sólo
ejercitan y logran tamaño bien, no porque en y asimismo usan el contar en
ellos falte la capacidad de aprenderlas sino por- los años, meses y días, mas con gran certidumbre
que no se ponen a ello. Y comúnmente los de la moneda, pertenencia de sus salarios, el debe

este peruano reino son de muy rara habilidad, ha de haber en los tratos que tienen con los
y
claro entendimiento y general aplicación, pues españoles. En estos caytos, pues, que (como dicen
se experimenta (con gran sentimiento de los los cronistas del Perú) eran de varios colores y

españoles) el que los indios se hayan alzado con significaban las cosas sucedidas, y los tiempos los
el ejercicio de todos los oficios, no sólo los me- nudos en los cuales contaban los años, por don-
cánicos mas también de arte, causando no
los de según su cuenta (que igualada después con
poca admiración ver formar uno de estos natu- la que los españoles hicieron) se reconoció que la

rales un retablo, una portada, una torre y todo monarquía de los ingas tuvo principio (aunque
un edificio perfecto y maravilloso sin tener cono- dudóse) pocos años antes del nacimiento del
cimiento de la geometría ni aritmética, y (lo que Señor. Porque aunque sus naturales habitaron
es más) sin saber leer ni escribir; formar guaris- estas regiones desde muchos siglos antes, éstos
mos, caracteres y labores, como también hermo- en este reino llamado ahora Perú no tenían reyes
sas figuras con el pico y el pincel, solamente con ni señores tan poderosos que los avasallasen;

ver el dibujo; y como se ha experimentado su sólo tenían sus caciques o principales a quienes
buena capacidad e inclinación, han alcanzado hermanablemente obedecían sin fuerza. Cuando

una real cédula para que los hijos de los caciques tenían guerras, si sus principales (o por mucha
gobernadores y los demás nobles indios,
puedan edad o por otros inconvenientes no podían de-
y
(estudiando facultades y teología) ser ordena- fenderlos) elegían un capitán, el más aventaja-
dos hasta de presbíteros, la cual cédula les dio y do en valor y fuerzas, y acabadas, también fe-
remitió nuestro rey y señor don Carlos II, de necía el dominio aunque no les faltaba el respeto
gloriosa memoria. y lugar preeminente. Así
vivieron muchos siglos,

Y
volviendo a lo dicho, de que aunque siem- resultado de sus investigaciones, el autor concluye en que los
1 indios andinos tuvieron (y aún tienen) una escritura jero-
pre los indios carecieron de letras es de notar
glífica, con signos de representación directa, simbólicos y
,

que la próvida naturaleza les enseñó el modo de fonéticos, de origen desconocido pero indudablemente pre-
colombino, cuyos textos, como los de cualquier escritura ver-
1. Sobre el problema de si los indios andinos tuvieron o no dadera, pueden leerse sin saber de antemano lo que dicen,
escritura véase Ibarra Grasso, La escritura indígena. Como siendo apta para escribir cualquier cosa (p. 64-65). [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 4

hasta que 250 años antes del nacimiento de Cristo cabio corrupto pues lo llamaron los indios genti-
crearon rey del modo y principio que cuentan les Ccarapaya que se interpreta Vieja desnuda ), 5
Garcilaso de la Vega, en la primera parte de sus el cual valle está distante de esta Villa tres
Comentarios reales, Antonio de Herrera, el pa- leguas.
dre maestro fray Antonio de la Calancha 2 y otros En éste, pues, y encima de un cerro donde hace
autores del Perú, que a mi propósito hace sólo el un espacioso descanso, se encontró este poderoso
nombrarlos por evitar prolijidades y poder cum- monarca con un pequeño lago de agua caliente
plir con la brevedad prometida en estos primeros de cuya mitad salía a borbollones un grueso pe-
capítulos. Podrá el curioso ver muy largamente nacho. Rodeóla contemplando su admirable sitio,
el origen, número, vida, costumbres
y suma ri- midiéndola, sondeando su profundidad gozan-
y
queza de estos monarcas en los autores citados. do de la apacibilidad y agradable temple de sus
El primero rey del Perú se llamó Mancco Ccá- aguas. Gozoso de haberse topado con aquella
pac 3 que en nuestro idioma castellano se inter- graciosa obra de naturaleza, para echar el resto
preta el Poderoso, de corazón magnánimo
y de a su poder trató (según cuentan en sus modernas
espíritu valiente como lo fue, pues sujetó con sus historiasdon Antonio de Acosta, don Juan Pas-
armas 10 provincias, con sólo pérdida de 3,000 quier, el capitán Pedro Méndez, Bartolomé de
soldados, muriendo de los contrarios más de Dueñas y Juan Sobrino) 6 de perfeccionarla man-
20,000. Sacó de esta guerra 1,000 libras de oro dando a sus gentes abrir un dilatado espacio alre-
y
30,000 de plata; y en agradecimiento de la vic- dedor del manantial; y a lo que yo creo se deja
y
toria hizo una gran fiesta al sol que duró 80 días, entender a lo claro, terraplenaron una gran enca-
según se reconoció en los caytos de los quipos ñada hasta igualar con la peña superior, que es
después que sus nudos y colores les dieron a en- cosa admirable el poder de aquellos indios que
tender a los españoles. talpudiesen hacer. Pero la multitud y la sujeción
El segundo (que sucedió a Mancco Ccápac) con la presencia de su rey lo facilitó todo, pues en
se llamó Sinchi Roca, que quiere decir el Valien- breve tiempo se formó una laguna redonda como
te anciano, porque siempre se servía de hombres una sortija, cuyo círculo (que yo medí personal-
viejos en la guerra en la paz. En su tiempo nació mente 7 yendo sólo a verla para este propósito)
y
Cristo Nuestro Señor. tiene 400 pasos, esto es, por el bordo de ella. 8
El tercero (que fue hijo de éste) se llamó Llo- Porque según se deja entender, y muchos entran-
qui Yupanqui, que se interpreta Cuenta al zurdo. do a nado reconociendo por todas partes el círcu-
Éralo este rey, y con tanta destreza despedía con lo de la parte interior, han hallado ser su fondo
el siniestro brazo una piedra de la honda que no de la forma de un embudo, aunque los poyos que
erraba tiro. Tenía también gran fortaleza en están dentro hasta donde hay pie, por unas par-
aquel brazo, pues en la guerra despedazaba a tes son mayores
y por otras menores, pero por
los hombres con un terrible bastón de 16 palmos todo el círculo va disminuyendo hasta su pie.
en largo y dos de grueso. Asimismo este pode- En lo alto de esta laguna (que como llevo
roso rey en la guerra contaba sus gentes con aquel dicho es redonda como una sortija) están dos
brazo, y todas las demás acciones fuera de la compuertas para entrar a ella, con tan buena dis-
guerra las hacía con el derecho. posición que parecen las piedras de precio de
El cuarto rey se llamó Máytac 4 Ccápac, que se este anillo. Por esta parte de las compuertas tiene
interpreta ¿Dónde está el rico
ypoderoso? Éste esta laguna como cuatro varas de pie,
y de allí
fue el que extendió su reino con las armas, pues adelante no lo tiene porque comienza luego su
formando un grueso ejército salió del Cuzco profundidad; y desde el bordo hasta este pie ten-
(corte de estos [n] monarcas)
y llegando a las drá de agua poco menos de un estado. Puédese
provincias de los Charcas (que distan más de seguramente caminar por dentro del agua de una
200 leguas) las puso debajo de su dominio, a
costa de mucha sangre que se derramó de entram- 5. Arzáns presume que esta locución es quechua
y su hipóte-
sis puede ser ingeniosa pero no se aviene con el sentido de
bas partes porque ios caciques las defendieron las variaciones estructurales en dicho idioma: no hay
en él
casos de esta sustitución de la t por k’ sea por influencia es-
hasta los últimos alientos. Llegó a las comarcas
pañola o aymara. Por otra parte, el topónimo no es quechua
de esta Villa de Potosí sino aymara. [M]
y apoderándose de todas
6. Acosta, libro I, capítulo 10; Pasquier, libro II,
sus poblaciones se halló con su numeroso capítulo
y triun- 2; Méndez, segunda parte, capítulo 15; Dueñas, libro I,
ca-
fante ejercito en el medio valle de Tarapaya (vo- pítulo 9; Sobrino, segunda parte, canto VIII. [A]
7 El ms. de Madrid trae aquí esta versión: "cuyo círculo,
-

2. Garcilaso de
la Vega en la primera parte de los Comenta-
que yo medí personalmente en compañía de don Juan de Solís
tros teales;Antonio de Herrera, Historia de las Indias, déca-
da quinta; el padre maestro fray Antonio y Ulloa (noble vecino de esta Villa, con quien fui sólo a este
de la Calancha, en propósito) tiene 400 pasos: esto es por el bordo de ella, por-
la Coránica de San Agustín
del Perú. [A] que según se deja entender y el dicho don Juan de Solís,
3. Quien desee una aproximación mayor a
la significación de como quien sabía muy bien nadar, entrando en ella (como
os nombres de los incas cuenta con
una fuente idónea en los otras muchas veces lo había hecho) reconociendo por todas
Comentarios reales de Garcilaso, que, como se sabe, aprendió
partes el círculo de la parte interior, halló ser su fondo de la
el quechua de labios
de su madre. [M] forma de un embudo” etc. En la variante del ms. de Brown
4 La grafía correcta es Mayta,
-
Máytac no es sino una va-
y no se menciona a don Juan de Solís, de quien más adelante
riante caprichosa. La versión del
nombre es tan caprichosa Arzáns hace una calurosa alabanza. [M]
como la grafía. Garcilaso dice que Mayta
era un simple nom- 8. El artículo "The Lakes of Potosí” por el ingeniero norte-
bre propio
y que "no significa cosa alguna", Comentarios, americano William E. Rudolph constituye una descripción
P- 73 - [M] moderna de las lagunas de Potosí. [H]

21
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

compuerta a otra el espacio de io varas; y para ciudad hermosa y país lustroso, ni dejando de
lasmujeres y demás gente temerosa que no quie- referir lo excelente, ni dejando de vituperar lo

ren entrar a la laguna son a propósito los dos malo”.


cuartos de las compuertas, porque tienen unos Acabóse, pues, de poner en la forma que tengo
cajones bien capaces para poderse bañar sin ries- referida la obra de esta famosa laguna por man-

go alguno. Cada compuerta tiene su puertecilla, dato del poderoso rey Máytac Ccápac (mejor
que levantándola para arriba se entra a la laguna fábrica que las termas o baños que los empera-
caminando por la misma agua. También por lo dores hicieron en Roma) según la cuenta de los
alto de esta laguna, distante de la compuerta (que indios quipocamayos (que tenían cuidado de nu-

está a manoizquierda) 50 varas, está su desagüe, merar los años a su modo) el de 1256 del naci-
que sale de remaniente una considerable porción, miento de Cristo, según refieren el capitán Pedro
conque siempre está limpia la laguna. Pudiera Méndez y don Antonio de Acosta con otros auto-
desaguarse toda, o la mayor parte de ella, dando res, aunque don Juan Pasquier y Bartolomé de

un socavón al pie del cerro donde está fundada, Dueñas le quieren quitar la antigüedad, diciendo
pero esto fuera a costa de muchos millares de haberla obrado el rey Atahuallpa, 13^ del Perú,
pesos. que fue el que hallaron reinando cuando entraron
Es tanta su profundidad que muchos por falta a este reino los españoles. Lo cual es muy sinies-
de experiencia aun hasta hoy conforman en que tro, porque como afirman Méndez y Acosta (a

no se le ha hallado pie, mas no ha faltado la cu- quienes en este particular más me inclino a se-
riosidad para sondearla pues en cierta ocasión guir) diciendo ser tradición que hasta sus tiempos
don Miguel de Tellería, caballero de la orden de corría de padres a hijos heredada en los indios,

Santiago, y otros dos vascongados, todos buenos cuando vino el rey Atahuallpa a esta provincia
nadadores, puestos en la mitad de esta laguna de Porco era de solos 18 años de edad y aún no
descolgaron un peso de plomo, y habiendo entra- había usurpado el reino a su mayor hermano y
do hasta 80 varas se les acabó el cordel y el peso legítimo heredero Cusí Huáscar, el cual también
iba pidiendo más. Otros, antes y después, dicen estuvo en esta provincia y se bañó en esta laguna.
haber hecho la misma diligencia y la han hallado Esto fue seis años antes que Atahuallpa la viese,
el decir que este rey
de más de 50 estados de profundidad. El tem- y así es contra toda razón
ple de estas salutíferas aguas por la parte que tirano la obró. Lo cierto es que 267 años antes

tiene pie es de poco más que tibio, y en la que lla- del dicho rey Atahuallpa ya estaba en la misma
man Gorgoritos, que es su nacimiento, está más forma que lo está ahora, que que aquí se
es la

cálida aunque esto sólo lo gozan los que saben ve figurada; si bien cuando estuvo este usurpador
nadar. Las orillas de esta famosa laguna cercó en Ccarapaya (ahora Tarapaya) le hicieron los
naturaleza de unas coposas matas, que los espa- indios, como a hijo de su inga, una casería de pie-

ñoles llaman cortaderas y los indios sebenccas, y dra curiosamente labrada para hospedarlo, que
aunque son matas de poco deleite a la vista,
estas aún hasta hoy se ven sus ruinas en el paraje
con eso se la da muy hermosa a la laguna pues que llaman de Santa Catalina, distante de esta
todo lo que obra naturaleza siempre es agradable. laguna poco más de media legua.
Perdonárame el que se estrecha a leyes de ge- Cerca del desagüe que sale de remaniente de
neral y larga historia si me dilato algo en decir esta famosa laguna está una gran piedra toda cu-

las comarcas y singularidades de mi patria: legí- bierta de aquellas cortaderas de que está cercada
tima disculpa, si bien en todo este libro hago el la laguna, la cual es llamada la Piedra de don
T
oficio de his[n ]toriador de ella escribiendo los Rafael, por lo que en su lugar diré con otros las-
sucesos prósperos y adversos, grandezas y menos- timosos casos que en esta laguna han sucedido.
cabos, que el singularizarme más cuando con No se sabe por qué causa quedó esta piedra den-
algún elogio la engrandezco es obligación de la tro del agua, que sin duda parece estar puesta
naturaleza más que amor de crianza, y cayera en sobre la misma peña donde se halla pie; y aunque
la ignominia de maldito, que dijo Eurípides: "Si algunos presumen haberse desgajado de la orilla,
no fueras pésimo, no alabaras la región en que no me parece lleva camino cierto pues no faltara
vives menospreciando la ciudad en que naces". a la curiosidad y diligencia de los hombres el sa-
"Y a mi juicio” (añade Eurípides) "mucho yerra carla o volverla a su lugar, pues está tan cerca
el que se olvida de todas las comarcas de su tierra de la orilla que aun no llega a faltar dos varas.
de singularizar Lo que más a razón se puede entender es que esta
y patria, y alaba a la ajena, gozoso
extranjeras costumbres". Diré lo que dice el mis- piedra por su grandeza se quedó allí desde que
mo Eurípides en otro libro: "Tú, pero, oh tierra se fabricó esta laguna, sirviendo de isleta entre
mía, oh patria de mis padres, vale estéis enhora- sus aguas.
buena, que al varón prudente, aunque la patria A tiro de escopeta de distancia por detrás de
lo trate como a extraño, no hay cosa más suave las casas o mesón donde se hospedan los que van

que acordarse que lo ha engendrado”; y por esto a bañarse en esta laguna (que acá llamamos tam-
no dejaré de obrar según el consejo de Teógenes, bo), está otra fuente de agua muy caliente, adon-
poeta megarense, que dijo: "Alabaré mi patria, de se pudiera fabricar otra laguna si la curiosidad
[12] La famosa laguna de Tarapaya

23
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

española no estuviera tan metida en la codicia siguiendo sus pasos hasta donde había pie. Serían,
de querer más recoger dineros para su bolsa que pues, las 7 de la mañana, cuando habiendo en-
gastarlos en cercar las aguas. Ellas corren de esta trado por la otra compuerta un mozo natural de
fuente y van a unos baños que en diferentes casas de Tarija, que había ido con otras muje-
la villa

(despojos ya del tiempo) fabricó la industria hu- res (tía yprimas suyas), habiéndole todos pre-
mana para su recreo. Pero ¿cómo pudieran fabri- venido que no se alejase de las compuertas más
car otra laguna, si la que los indios fabricaron de hasta donde había pie, que se lo señalaron,
en tiempo de su prosperidad, en estos calamitosos impelido del hervor de su poca edad se adelantó
ha habido españoles que han intentado desaguar- hasta perderlo, que luego que lo sintió comenzó
la por socavones, por la disparatada noticia de con gran fatiga a manotear el agua.
que los antiguos indios echaron en ella sus te- Don Juan de Solís, que se hallaba cerca descan-
soros? Y
asimismo, que dicen estar allí el de sando de haber andado gran parte de la laguna a
v
Francisco de la Rocha, alcal[i2 ]de provincial nado, volvió el rostro adonde estaba el mozo,
poderoso mercader de plata que fue en esta cuando con ansias mortales, hallándose perdido,
y
Villa, cuyo fin (que también fue trágico) con- con voz ya descaecida invocó el santo nombre de
taré en su lugar. Tuvo este caballero sobre siete Jesús primera y segunda vez. Al punto que lo oyó
millones de caudal solamente en moneda, y don Juan dio voces diciendo que se ahogaba aquel
quieren que éstos los echase en esta laguna, mozo, y aunque pudiera socorrerlo lo tuvo por
no llevando en esto ni asomos de evidencia los temeridad porque al momento se hundió y luego
que talpresumen. Por esta causa, llenos de tornó a salir manoteando segunda vez el agua,
codicia algunos españoles, han cavado en va- conque imposibilitó el socorro pues si lo hiciera
rias partes de las casas de este caballero que están don Juan de Solís pudiera el mozo aferrarse de
en el paraje dicho de aquella fuente que está cualquier parte que le asiera y perecer entrambos.
detrás del tambo o mesón. Yo me hallaba tan cerca de él que no distaba más
Ésta es la memorable laguna de Tarapaya, de cinco varas, viendo a mis ojos aquel caso que
puesta en el valle de este mismo nombre si para sobre el horror que concebido tenía de esta laguna
el recreo y regalo de los vecinos y demás morado- se me acrecentó con el suceso. Repetía con más
res de Potosí, también para el de sus lástimas y ahínco don Juan las voces diciendo que se aho-
fatalidades tan dignas de ser lloradas con lágri- gaba y pidiendo unos calabazos o mates (que
mas del corazón, pues son muchísimos los que así los llaman por acá) con que los que no saben

en ella se han ahogado, sucediendo muchas veces nadar entran a esta laguna, para socorrerlo con
cogerlos la muerte en la misma ocasión de torpe- ellos; pero no se hallaron a mano. Entretanto
za, conque quizá de aquellas aguas han pasado a (que todo fue muy breve) el mozo tornó a hun-
los eternos fuegos, como se verá en algunos casos dirse, conque entendimos haberse ya ahogado.

que referiré adelante. Y


cuando no sea con esta A esta sazón el veinticuatro don Valentín de
circunstancia, ¿qué se puede esperar de quien no Arana, caballero vascongado, yerno de don Juan
pensando ha de morir se arroja temerariamente de Solís, que con las señoras su suegra y mujer
perece sin confesión ? Los más que en esta lagu- se hallaban en la compuerta enjugándose por
y
na se han ahogado han sido forasteros, porque haber salido del baño, como oyese las reiteradas
ignorantes de su profundidad y de no saber hasta voces de que se ahogaba, con gran presteza se
dónde hay pie, perdiéndolo en un momento se arrojó al agua, y llegando a nado al mozo dis-
hunden y van fondo, de donde a las 24 horas,
al puso Dios que al tiempo de trastornarlo el agua
con lástima y asombro de cuantos lo ven, co- ya medio ahogado, sacase un pie del cual le asió
al paraje donde
menzando un remolino entre las olas los arroja y con toda velocidad lo trajo
el agua cocidos y con horrible monstruosidad, sin había pie, que era el mismo donde yo estaba.
que aquellos cuerpos se puedan coger con las Parólo, que [13] ya el mozo estaba sin sentidos,
manos porque en ellas se pegan pedazos de tan y mostró el rostro
renegrido, hinchado y con los

cocidas carnes. Y con ver este riesgo, como es el ojos que parece se le saltaban, arrojando por na-

mayor de los recreos de los moradores de Potosí rices y boca mucha agua. Fue conocido favor de

no se pasa día sin que estén inquie- la divina piedad el que no hubiese perecido en
y pasajeros,
tando sus aguas así hombres como mujeres, donde aquel espacio de tiempo, y haberlo arrojado la
se han gastado millones de plata en mantener misma agua dos veces, pues el mozo no sabía
varios festejos. nadar. Atribuyóse luego a intercesión de nuestro
Cuando primera vez fui a ver esta laguna
la padre San José, porque es de saber que un tío de
(que fue en compañía de don Juan de Solís y este mozo estaba a la sazón en el patiecillo que

Ulloa, de los buenos vecinos de esta Villa, y de está entre las dos compuertas, y oyendo las voces

gran parte de su dilatada familia), luego que la de don Juan de Solís de que se ahogaba, levantó
viconcebí en mi ánimo mucho temor y deliberé los ojosy manos al cielo pidiendo a nuestro padre
de no entrar en ella. Pero habiéndome persua- San José (de quien era muy devoto, y el mozo
dido don Juan de Solís a que entrase y gozase también tenía este nombre) que no permitiese
de la benignidad de sus aguas, lo puse en efecto muriese sin confesión, y entonces salió del agua y

24
PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 4

mostró el pie para que fuese socorrido (como ten- blo que estaba un cuarto de legua de donde des-
go dicho), en una laguna adonde tantos han pe- pués se fundó esta Villa) con su poderosísimo
recido en un momento. ejército, y sin resistencia alguna se rindió a la obe-
Causó no poca admiración lo que en esta la- diencia de este monarca. Sólo el soberbio y altivo
guna se vio el día 20 de octubre del año de 1687, Cerro no se le quiso avasallar con estar tan cerca
cuando a las 4 de la mañana con un espantoso te- y haber visto su hermosura exterior, porque tenía
rremoto se arruinó la mayor parte de la ciudad Dios determinado sirviese a otro mayor y augusto
de Los Reyes, añadiéndose la terrible tempestad monarca de España. Y
habiendo descansado en
que juntamente se experimentó en el mar. A la dicho pueblo muchos días, prosiguió con su mi-
misma hora, pues, estando mucha gente en las litar ejercicio poniendo debajo de su dominio
compuertas de esta laguna a punto de entrar a innumerables gentes de varias provincias. Final-
bañarse, repentinamente se hundió el agua más mente, rico y triunfante se volvió al Cuzco (corte
de 6 picas, a lo que se pudo conjeturar aplicando suya), donde murió de mucha edad. Dejó pre-
la vista, y luego con un ruido espantable volvió ciosos ídolos, y dejóles a quintales el oro
y a
a rebosar furiosa levantando olas muy altas, y cántaros la plata.
aunque por entonces se ignoró la causa después El quinto rey del Perú (hijo de Máytac Ccá-
se supo que en aquella misma hora fue la ruina pac) fue Ccápac Yupanqui, que se interpreta
de Lima. De este suceso tomaron muchos ocasión Cuenta al rico.
para varios discursos que sobre la profundidad de El sexto se llamó Inga Roca, que significa Rey
esta laguna hicieron. anciano.
Finalmente, por ser admirable en todo esta El séptimo se llamóYáhuar Huáccac, que quie-
prodigiosa laguna (primor del arte y de la natu- re decir El que llora sangre. Éste fue el que pro-
raleza), la han engrandecido los autores con va- nosticó le pérdida de su monarquía, porque se
rios aplausos
y renombres. Unos la ponen entre lo dijeron sus oráculos, de que tuvo gran espanto,
las grandes excelencias del Perú; otros dicen que como cuentan los cronistas del Perú, y con el sen-
es una de las singulares maravillas de este reino; timiento lloró sangre, y fue el día mismo que
otros la ensalzan por ser en todo el resto del tomó la borla que era la insignia o corona real.
poder de aquel famoso rey que la fabricó, y otros El octavo fue su hijo Viraccocha, que se inter-
la aplauden por ser medicina sus baños de varios preta Espuma del mar. Nació es[i3 v ]te rey blan-
achaques. co y hermoso y por esto fue llamado Espuma del
En los contornos de su valle están diversos re- mar, motivo también de que por ver después de
creos de jardines
y huertas amenísimas, regadas su mismo color a los españoles, los indios los
por artificiales fuentes, con frutales y yerbas de llamaron viraccochas, como hasta hoy los llaman
maravillosas virtudes, flores agradables, suavísi- así.
mas en olor y fragancia. De éstos son los más noveno rey fue su hijo Pachacútec, que quie-
El
nombrados Mondragón, Miraflores y Pucara. re decir El que revuelve el mundo. Éste previno
También en este valle se da en abundancia un ejército de 600,000 hombres para la conquista
aquella raíz violentamente purgativa que en el del reino de Quito, y no hizo nada con él (aunque
idioma indiano es llamada huachancca (que se ya estaba esta gente en campaña) porque habien-
interpreta parirá nombre que le apropiaron los do permitido libremente en su reino el pecado de
)
indios cuando estando una de las c coy as (que es sodomía, le envió Dios aquella terrible sequedad
lo mismo que reina o princesa) de parto y no
y hambre que duró siete años, en que perecieron
pudiendo echar la criatura, les mandó su rey le millares de millares de gentes, como cuentan las
diesen de aquella raíz
y pariría, como lo hizo historias.
al punto. Vulgarmente la llaman papilla en el El io 9 fue su hijo Túpac Yupanqui. Fue rey
Perú; en el nuevo reino [de] Michoacán como
y en sabio y afable, lo significa su nombre. Dio
España, lechetrezna. la última forma a las leyes de su reino, y demás
Volvamos poderoso rey Máytac Ccápac, el
al de esto conquistó hacia el norte hasta adelante de
cual después de fenecida la dicha obra prosiguió Quito, pasada la línea, y hacia el sur llegó hasta
con su conquista. Entró en Ccantumarcani (pue- Chile.

25
Capítulo V

EN QUE SE PROSIGUE LA MATERIA DEL PASADO, Y CUÁNDO Y DE QUÉ


SE DERIVÓ EL NOMBRE DE POTOSÍ

L ii 9 rey del Perú (hijo de Túpac Yu- con lo mucho que hallaron fuera, apremiaron a

E panqui)
interpreta
se llamó Huayna Ccápac, que se
Mancebo poderoso.
aquel insigne en riquezas de que puede
causar admiración al mundo, que tuvo rime-
ros de oro y grandes montones de plata, pues
Éste fue
los desventurados indios, y contra toda caridad,
a fuerza de rigor, les hacían descubrir las rique-
zas que sabían, y descubiertas, con mucha vio-
lencia les obligaban a que sacasen los preciosos
metales. De suerte que no pudiendo los naturales
como cuentan los cronistas Garcilaso de la Vega tolerar aquella sinrazón, los más se fueron a
1

y padre maestro fray Antonio de la Calancha


el las remotas provincias del Perú a vivir entre
con otros autores, tenía en su palacio en estatuas aquellas incógnitas naciones sin fe ni conoci-
de oro a los reyes sus predecesores, y todas cuan- miento del verdadero Dios; otros se quitaban la
tas alhajas sirven en una casa de madera, piedra vida con sus mismas manos; otros se remontaban
o barro, las tenía este rey en su palacio de finísi- de 50 en 50 y de 100 en 100, y se escondían en las
mo oro; aun las piedras de moler el ají (que es quebradas grutas de los montes con sus mujeres
y
aquella especería de tanta mordacidad a la len- e hijos, y allímorían de hambre; otros quedaban
gua y labios) y los batanes donde molían el maíz, en poder de los españoles, hechos esclavos, sin
todo era de este rubio y precioso metal. El cro- razón, ley ni caridad, pues no eran habidos por
nista presbítero Francisco López de Gomara, Be- derecho de la guerra, que las más de las provin-
tanzos, el padre José de Acosta (de la Compañía cias se les dieron graciosamente y ellos las tirani-

de Jesús) y el maestro fray Rodrigo de Loaisa


2
zaron de tal manera que no hay lengua que lo
(agustino) dicen de este rey que tenía en la puna pueda significar. Por lo cual se puede decir segu-
un recreo o jardín (hecho a mano) de árboles, ramente que aquellos españoles no conquistaron
flores yerbas de oro que era un remedo propio el Perú sino que todo lo redujeron a tiranía.
y
de los naturales vergeles. Esta máquina y mucha Tiranizado, pues, el Perú por los españoles, se
más de oro fino de su palacio la echaron en la fueron consumiendo millares {14] de millones
laguna de Chucuito (que tiene 8o leguas de ro- de indios, y millones de millones de oro y plata,
deo) cuando los españoles entraron al Perú, por- conque quedó el Perú sin ser lo que se solía en
que no gozasen tan rico tesoro. tiempo de sus monarcas. Por esto viendo y con-
Y no hay que admirarse de la abundancia de siderando desapasionadamente la ruina del Nue-
este precioso metal que tenían junto en palacio, vo Mundo el ilustrísimo y reverendísimo señor
3
pues entonces no lo llevaban a España ni se lo don fray Bartolomé de las Casas, obispo de
tragaba el oro y la plata se estaba
mar. Entonces el Chiapa, escribió la historia intitulada Destruc-
en el reino del Perú y no se esparcía por el mun- ción de las Indias Occidentales, donde cuenta
do. En aquel tiempo iban los indios a los cerros muy por extenso la incomparable riqueza del
a traer los ricos metales como quienes sabían los Perú y sus reyes, el fin y paradero que tuvieron
secretos y venas donde estaban; mas luego que sus grandezas después que entraron los españoles
reconocieron la codicia de los españoles y los ma- en dichas Indias; aunque si quedaron destruidas,
los tratamientos que más que bárbaramente les fue de las riquezas temporales, pues comenza-
hicieron, cerraron las bocas de las minas, y todo ron las celestiales con la adoración del verdade-
lo que tenían sacado de ellas lo echaron en aque- ro Dios.
lla profunda laguna y enterraron en diversas par- Volviendo al poderoso rey Huayna Ccápac di-
tes dondequiera que les cogió la noticia de la go que en su tiempo, habiendo salido grandes
crueldad española, pues tanta fue su codicia en ejércitos de los indios guaraníes (que era una

recoger el oro y la plata que no estando satisfecha nación en el Río de la Plata, la cual descubrió
Sebastián Caboto el año de 1 525, distante de esta
i. Garcilaso de la Vega, primera parte de sus Comentarios provincia de los Charcas más de 500 leguas),
reales; fray Antonio de la Calancha, Coránica de su religión
agustina y peruana. [A] gente guerrera, traidora y soberbia, éstos llega-
2 . Gómara, Crónica del Perú, primera parte, capítulo 1 5',
ron al Perú, y después de haber hecho grandes
Betanzos, en su Narración de los Incas, primera parte, capí-
tulo 2; el padre Acosta, De procuranda Indorutn salute, li- V El ilustrísimo y reverendísimo señor don fray Bartolomé
bro I, capítulo 2; el maestro fray Rodrigo de Loaisa, Cosas del de las Casas, obispo de Chiapa, primera parte de la Historia

Perú, libro VI, capítulo 2. [A] de las Indias Occidentales. [A]


PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 5

destrucciones en las provincias se volvieron vic- bable cuenta) 83 años antes que los españoles
toriosos a su naturaleza; pero quedándose algu- descubriesen este famoso Cerro, y desde aquel
nos entre las sierras hicieron siempre grandes tiempo se llamó Potocsi. Don Antonio de Acos-
4
daños en todas las provincias de los Charcas, ta en la Historia de Potosí le da otra etimología,
Porco y Chichas, donde se avecindaron y pobla- añadiendo que no tan solamente por el suceso
ron. Apoderáronse de los valles de Mataca (que dicho se llamó Potocsi mas también porque luego
son cercanos a esta Villa) y de allí acometían a que se descubrió el Cerro lo nombraron los in-
los de esta provincia de Porco, quedando siem- dios Orcco Poctocchi, que quiere decir cerro que
pre victoriosos porque su forma de guerra era brota plata. Añade más este autor, diciendo que
de noche y en haciendo sus saltos se retiraban antes que el rey Huayna Ccápac viniese a esta
a las montañas en cuya aspereza se mantenían. provincia de [i4 v ] Porco llamaban los indios al
Asaltaron al pueblo de Cantumarca y lo en- Cerro, Súmac Orcco, que significa hermoso cerro,
traron con gran mortandad de sus vecinos, y por su hermosura exterior, que con más razón lo
rehaciéndose allí trataban ya de continuar sus pudieran llamar así si vieran y sacaran la interior
victorias en las demás provincias sujetas a Huay- que tenía; 6 mas guardóla Dios para otros due-
na Ccápac. ños, según se oyó en aquella voz que queda di-
Noticiado este rey de aquel atrevimiento llamó cho, como lo cuentan el comentador Garcilaso de
sus capitanes, y con numeroso ejército salió con la Vega, el capitán Pedro Méndez, Bartolomé
ellos del Cuzco; llegó al valle de Tarapaya donde de Dueñas y Juan Sobrino. 6 Y es cosa para notar
se reforzaron algunos días. Bañóse este rey en que viviendo los indios tan cercanos al Cerro y
aquella laguna, gozoso de ver una obra maravi- andando sobre él no llegasen a gozar de su ri-
llosa de sus antepasados, y habiendo descansado queza ellos ni sus reyes, estando labrando pode-
lo que convenía envió 4,000 soldados con uno rosas minas en Porco y Andaccaua, que distan
de sus hijos a Cantumarca. Estaban los guaraníes de esta Villa siete leguas. Pero como la divina
bien prevenidos y así no rehusaron 3,000 aven- voluntad se lo impedía, pudo estar seguro hasta
tajados combatientes de salirles al encuentro, y que fue servida de darla a un tan dignísimo mo-
se portaron con tal valor que mataron 200 de los narca como el emperador Carlos V.
del inga. Huyeron llevándose la noticia los que Volvió Huayna Ccápac a su corte, gozoso, rico
quedaron, de que indignado el rey partió al pun- y triunfante, donde algunos años antes de su
to con diestros capitanes,
y aunque le resistieron muerte, juntos todos sus hijos, les profetizó que
los enemigos al cabo fueron deshechos después de sus días entrarían en sus reinos gentes
y muertos
más de 6,000 guaraníes; los pocos que quedaron nunca jamás vistas ni imaginadas, que quitarían
huyeron sin parar hasta meterse en las montañas a sus hijos el imperio, trocarían su república
y
de los Charcas. Recibió Cantumarca muy gozoso destruirían su idolatría. Poco antes de su fin tu-
a su rey Huayna Ccápac vo noticias de que los españoles entraban en sus
y le hicieron grandes
por sus victorias.
fiestas reinos y deseó mucho pero impidióselo
el verlos;
Pasadas éstas se encaminó a Ccolque Porco y la muerte, dejando imperio a su hijo Cusí
el
Andaccaua, asientos de sus minas de donde le sa- Huáscar como a primogénito y legítimo here-
caban innumerables arrobas de plata. Antes de dero.
partirse vio nuestro famoso Cerro, y admirado El 12 9 rey del Perú fue Cusí Huáscar, que
de su grandeza y hermosura dijo (hablando con en nuestro idioma castellano quiere decir la so-
los de su corte) "Éste sin duda tendrá en sus en-
; ga del contento porque en su tiempo se acabó
trañas mucha plata”; por lo cual mandó a sus de labrar aquella tan gran cadena de oro fino
vasallos que luego que llegasen a Ccolque Porco que puede ser maravilla del mundo, pues según
(que está distante de esta Villa siete leguas) vol- refieren los cronistas Garcilaso de la Vega, el
viesen, labrasen sus minas presbítero Francisco López de Gomara, el padre
y le sacasen el rico
metal. Así lo hicieron, habiendo traído sus ins- maestro fray Antonio de la Calancha, Antonio
y
trumentos de pedernal y madera fuerte subieron de Herrera y otros autores, era tan grande que
alCerro; y después de haber tanteado sus vetas,
4. Acosta, Historia de Potosí, primera parte, capítulo io. [A]
estando para comenzar a abrir sus venas, se oyó 5. No existe un estudio etimológico satisfactorio sobre la pa-
labra Potosí. Ciertos hechos, no obstante su evidencia, no han
un espantoso estruendo que hizo estremecer todo
llamado la atención y no han sido explicados:
el Cerro
y tras esto fue oída una voz que dijo: Se cree corrientemente (y el propio Arzáns así lo deja en-
tender en este pasaje) que la etimología de Potosí es quechua.
No saquéis la plata de este Cerro, porque es Pero en quechua el fonema p'ótoj no alude a estruendo,
y en
para otros dueños”. Asombrados los indios de aymara sí. Luego si "Potosí” incluye la idea de estruendo,
la locución tendría una raíz aymara más bien que quechua.
oir estas razones desistieron del intento, volvié-
La actual estructura aguda del vocablo es contraria a la
ronse a Porco [y] dijeron al rey lo que había suce- índole tanto del aymara como del quechua.
La explicación etimológica del nombre Potosí no es indi-
dido; refiriendo el caso en su idioma, al llegar a
ferente a las consideraciones históricas, pues de ella podrían
la palabra del estruendo dijeron "Potocsi” que derivarse elementos de juicio para el problema de si Potosí
fue conocido en tiempos prehispánicos. [M]
quiere decir dio un gran estruendo,
y de aquí se 6. Garcilaso de la Vega, primera parte de sus Comentarios
derivó después (corrompiendo una letra) el nom- reales; Méndez, "Historia de Potosí”, primera parte, capítu-
lo 6 Dueñas, libro I, capítulo 9; Sobrino, "Historia de Po-
bre de Potosí. Esto sucedió (según la más pro-
\

tosí” canto VI. [A]

27
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

300 indios (aunque hay quien diga que 600), Dios, dispuso las cosas de modo que toda dificul-

que eran los caballeros y señores de su corte, y tad se allanase. Estaba el rey Atahuallpa pro-
llamaban orejones, escogidos en valor y fuerzas, fundamente melancólico: veníasele a la memo-
la suspendían en sus hombros estando de trecho ria lo que muchos años antes dejó pronosticado
a trecho cada uno, por donde se puede conside- el inga Yáhuar Huáccac y lo que poco antes les

rar cuánta sería su prolongación. Ésta (con otros dijo su padre Huayna Ccápac, que queda refe-
riquísimos tesoros) la sumergieron en aquel pe- rido; aunque le quitaba el desconsuelo el saber
queño mar o laguna de Chucuito (que arriba di- que eran pocos aquellos extranjeros y que sólo
je) porque no había en ella para saciar la codicia venían a robar la tierra, teniendo propósito de
7
de los españoles [j/V]. Cuenta don Antonio de matarlos luego que acabase la guerra con su her-
Acosta (como testigo de vista) que cavando una mano.
chullpa, o entierro de indios, hallaron un esla- Vamos abreviando, pues son muchos los que
bón de esta o de otra cadena, de forma oval, que tan larga y curiosamente han escrito de estos re-
medida con un cordel tenía vara y sesma y pesa- yes. Entró don Francisco Pizarro a Cajamarca

ba 32 libras. con sus españoles: no halló allí al rey porque se


Este rey Cusí Huáscar, siendo de poca edad, se había ido a ciertos baños bien cerca. Envióle lue-
halló con su padre Huayna Ccápac en Cantumar- go Pizarro a visitar con el capitán Fernando de
ca cuando vino a echar de allí a los guaraníes. Soto y a pedirle licencia para tomar su aposento
Tuvo Cusí Huáscar 45 hermanos, con el sober- en Cajamarca. 8 Atahuallpa le envió a decir con
bio y cruel Atabaliba o Atahuallpa, que fue su alguna aspereza que el siguiente día sería con él
más propio nombre. Éste era hijo bastardo, y fue en Cajamarca. Espantóse el capitán Fernando de
tan impío y tirano que luego que vio que su pa- Soto (y Fernando Pizarro que fue con él) de la
dre Huayna Ccápac era muerto y Cusí Huáscar grandísima riqueza y majestad de aquel bárbaro.
había tomado la borla (que era la insignia o co- Volvieron luego con la respuesta diciendo que a
rona real) recogió los soldados que el rey su pa- lo que habían sentido de Atahuallpa, les habían
dre tenía en el Quito e hizo le reconociesen por de ser bien menester las manos. Gastaron toda
rey de estos reinos, y luego resolvió a ponerse aquella noche en aderezar sus armas y en plati-
sobre el Cuzco. Estando en sus comarcas engrosó car lo que habían de hacer. Don Francisco Piza-
su ejército con los vasallos del hermano, que a rro hizo a los suyos una plática para ponerles
fuerza de amenazas y rigor los trajo a su dominio. ánimo, y a la mañana repartió a cada uno su es-
Tuvieron varios encuentros, hasta que finalmen- tancia, diciéndoles lo que habían de hacer. Man-
te, queriendo fenecer de una vez aquellos de- dó que los de caballo se escondiesen tras unas ta-
bates, se acercó a la corte donde Cusí Huáscar pias, que los de a pie estuviesen a la vista, y ni
estaba ya prevenido de poderoso ejército, que unos ni otros se moviesen hasta oir soltar un ar-
viendo al tirano tan cerca salió con él, y encon- cabuz.
trándose en Quipaypan se dieron aquella memo- Los más de los autores que escribieron del
rable batalla, donde murieron de una y otra parte Perú quieren decir que Atabaliba o Atahuallpa
150,000 hombres. Quedó vencido y cautivo Cusí vino el día siguiente con intención de pelear y
Huáscar (que muchas veces permite Dios por sus matar a los españoles. Pero no fue así, pues lo
justos juicios que prevalezca la tiranía) y fue cierto es que vino de paz con número de 30,000
llevado por orden del usurpador a Jauja, donde vasallos (aunque otros dicen menos), todos
le hicieron muy malos tratamientos. arreados de galas a su usanza, cubiertas sus ca-
Entró en la corte Atahuallpa, donde fue reci- bezas, orejas, brazos y pies de joyas de oro y pie-
bido por rey de estos dilatadísimos reinos, y por dras preciosas, a ver celebrar las amistades con
quedar solo mandó quitar la vida a 43 de sus aquellos extranjeros. Desde los baños de Caja-
hermanos que allí estaban. Pasó con sus ejércitos marca caminó Atahuallpa con tanto espacio y
a Cajamarca a descansar y después continuar las majestad, que en sola una legua tardó cuatro ho-
conquistas. En esta prevención andaba cuando ras enteras. Venía en una litera de oro macizo
entraron los españoles a sus estados, en ocasión aforrada de plumas de varias aves. Traíanle en
que el rey Cusí Huáscar estaba oprimido en su hombros ciertos caciques (grandes señores). El
prisión,que en ella le hizo quitar la vida el tira- asiento que traía era un muy hermoso tablón de
no Atahuallpa después que él también fue preso oro,que pesó 25,000 ducados, y un cojín de lana
por los españoles, como cuentan (aunque con finísima, todo guarnecido de piedras preciosas.
alguna variedad) las historias. Pudiera este rey Delante venían hasta 300 como lacayos, con rica
Atahuallpa, como tan valiente y poderoso, ha- librea, quitando las pajas y piedras del camino,
berse opuesto [ 1 5] a los españoles: mas como ya y otros tantos bailaban y
cantaban. Detrás venían
era tiempo de que la voluntad divina aunase esta
dilatada monarquía con la católica de España y 8 La prisión de Atahuallpa está tratada mucho más extensa-
.

mente en el ms. de Brown que en el ms. de Madrid. {M]


fuese conocido y adorado en ella como verdadero Una relación antropológica moderna, hecha desde el punto
de vista de Atahuallpa más bien que de los españoles, es
7. El texto es incomprensible en este pasaje, quizá por falta George Kubler, "The Behavior of Atahuallpa, 1531-1533 •

de alguna o algunas palabras. [M] [H]


PRIMERA PARTE. LIBRO I. CAPÍTULO 5

otros muchos caciques, también en ricas andas, yo en el mundo. Bien me holgaré de ser amigo
y el general Rumiñaui (que es lo mismo que Ojo de este emperador porque pues envía tantos ejér-
de piedra guiaba toda la demás gente, que como citos acá tan lejos
gran señor debe ser. Obedecer
llevo dicho venía de paz. alpapa no me está bien porque debe de ser loco,
En el modo del suceso de la prisión de este pues da lo que no es suyo y me manda dejar el
rey es donde más tropezaron los autores, siguién- reino que yo heredé de mi padre
y quiere que le
dose unos a otros al contarlo cómo pasó a la ver- dé a quien no conozco. Religión tampoco quiero
dad; y la causa de contradecirla es por haber más de la que tengo, que sobra de buena. Yo me
escrito por relaciones que los de don Francisco hallo muy bien con ella
y no tengo para qué po-
Pizarro remitieron a España con esta y otras men- ner en disputa cosa tan antigua aprobada como
y
tiras, todo a fin de no quedar defraudados en la ésta. Vosotros tenéis por Dios a Cristo
y decís
gloria de conquistadores y porque el emperador que murió: pues yo adoro al sol que no ha muerto
no castigase en ellos aquellas insolencias ejecu- jamás ni morirá, ni la luna mucho menos. ¿Quién
tadas en los rendidos, que como tan católico os dijo a vosotros que vuestro Dios crio el mun-
siempre procuró evitarlas y castigarlas. Cuentan, do?”. "Este libro”, dicen que dijo el obispo fray
pues, lasmás de las historias que habiendo llega- Vicente, y púsole el breviario en las manos. To-
do Atahuallpa donde estaban los españoles tuvo móle Atahuallpa y comenzó de hojear en él pen-
grande enojo de ver a algunos de ellos puestos en sando que había de hablar el libro. Como vio que
una torrecilla de ídolos que allí cercana estaba, y callaba dio con él en tierra, como haciendo es-
mandólos echar de la torre. Llegóse entonces a él carnio y amohinado porque no hablaba. Como
el obispo fray Vicente de Valverde, fraile domi- el obispo vio su libro en el suelo arremetió a al-
nico (que lo era electo del Perú, sin otra parte zarle y fuese dando voces a Pizarro diciendo:
señalada entonces) con una cruz en la mano dies- "Los evangelios por tierra, cristianos. Justicia de
tra yen la siniestra un breviario, y hecha su mesu- Dios, venganza, cristianos, venganza. ellos, A
ra dicen que comenzó a decirle de esta mane- a ellos, que menosprecian
y no quieren reci-
ra: "Muy excelente y poderoso señor, habéis de bir nuestra ley ni ser nuestros amigos”. Mandó
saber, y cumple que se os enseñe, que Dios es luego Pizarro disparar el arcabuz. Arremeten
trino y uno, e hizo de nada todo el mundo. Este todos 160 compañeros, dispararon unos tirillos
Dios formó en el principio del mundo un hom- de artillería que tenían, y con el estruendo
bre, hízolo de tierra
y llamólo Adán. De él naci- grande comenzaron con ánimo invencible a
mos y traemos el origen todos los hombres cuan- herir en aquellos indios. Acudieron todos al tro-
tos hasta hoy han nacido
y nacerán hasta el fin pel adonde tenían en medio los suyos al rey
del mundo, salvo Jesucristo Nuestro Señor
y Re- Atahuallpa.
dentor, el cual siendo verdadero Dios y verdade- Esto es lo que conformes cuentan varios histo-
ro hombre bajó del cielo a la tierra [i5
v
J y nació riadores del Perú; en lo cual, como arriba dije,
de María, virgen sacratísima, para redimir van errados porque las relaciones de los parcia-
y sa-
car al linaje humano de la servidumbre cauti- les de don Francisco Pizarro fueron así.
y
verio del pecado. Murió Jesucristo Nuestro Señor Entre los que siguen la verdad de este suceso
en una cruz semejante a esta que aquí tengo en son Garcilaso de la Vega en sus Comentarios
las manos, y por eso la adoramos y reverencia- reales 9 el licenciado Antonio Cabeza de Vaca en
,

mos todos los cristianos. Resucitó al tercer día, su dilatada Historia del Perú 10
y el capitán Pe-
,

subióse a los cielos a los 40 días, dro Méndez en la de Potosí, los cuales como na-
y dejó por su
vicario acá en la tierra al glorioso
y bienaven- turales de estos reinos indianos escribieron como
turado San Pedro, príncipe de los apóstoles, en realidad pasó, y
y a así se les debe dar entero cré-
sus sucesores, a los cuales nosotros llamamos pa- dito pues más cierto es en las cosas humanas lo
pas. El papa que hoy vive dio a nuestro potentí- que se ve que
que se oye, y mejor testigo el que
lo
simo rey de España, emperador de los romanos escribe en la patria que el que asiste en Europa:
y monarca del mundo, la conquista de estas tie- que aunque no se hallaron cuando sucedió,
rras. El emperador envía ahora a Francisco Pi-
luego que nacieron (particularmente el inga
zarro a rogaros seáis su amigo
y tributario, y que Garcilaso y el licenciado Cabeza de Vaca)
y
obedezcáis al papa
y recibáis la santa fe de Jesu- tuvieron uso de razón, que fue a muy pocos años
cristo Nuestro Señor
y creáis en ella, porque ve- de pasado el caso, lo entendieron por los mismos
réis cómo es santísima
y que la que vos ahora españoles que se hallaron en él
y quisieron des-
tenéis es más que falsa. Si esto todo no hacéis,
apasionados contar la verdad, juntamente con
sabed que os hemos de dar guerras
y os quebra- los sucesoresde Atahuallpa y muchos indios, que
remos los ídolos, os forzaremos a que dejéis la fueron testigos de vista.
y
religión de vuestros falsos dioses’’. Enojóse ex- Dicen, pues, estos escritores que estando el rey
trañamente Atahuallpa de oir tan nueva emba- Atahuallpa en sus ricas andas,
y nada menos de
jada,
y respondió con ira y desdén: "No quiero 9. Garcilaso de la Vega, Comentarios reales, segunda parte,
dar tributo a nadie, que soy libre, ni tampoco libro I, 22-25. [A]

10. Parece que el autor o el amanuense incurrió en error al


quiero oir, ni creo que haya otro mayor señor que
hacer esta referencia. [H]

29
HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

30,000 vasallos (como arriba dije) cargados raya diciendo que hasta aquella raya le daría de
de ricas joyas y otra máquina de oro, fue esto la oro y plata todo el espacio de la real sala sin que
causa de su destrucción, porque durante el breve lo sintiesen sus minas y huacas. Vino en ello Pi-

tiempo que estaba el obispo razonando con el rey zarro, y aunque se enviaron mensajeros a todas

sobre que recibiese nuestra santa fe y diese la sus ricas provincias para recoger esta cantidad
obediencia papa y emperador (que esto pasó
al y ya se iban conduciendo, nada bastó a
que des-
como arriba se cuenta con sus mismas palabras), pués de varios e infelices pronósticos que prece-
los capitanes y soldados españoles miraban las dieron a su muerte (y particularmente un come-
joyas y demás ri[i6]queza de los indios, y llenos ta admirable que se vio en el aire durante su

de codicia arremetieron a ellos por quitárselas, prisión) lo degollasen injustamente en Cajamar-


sin que precediese el motivo de arrojar el brevia- ca,a vista de sus vasallos, un príncipe soberano
rio el rey ni otra cosa de las que cuentan esas de los mayores del orbe. Sufrió con mucho áni-
otras historias. Fue tan repentino este acometi- mo su muerte, y si fue bautizado (como dicen
miento y tanto lo que los indios se embarazaron algunos autores) 11 es de creer que se salvó, y
de ver una cosa tan repentina y tan nueva, que ni bienaventurado él, que también granjeó con la
sabían dónde se estaban ni lo que harían; y así vida temporal la del cielo.
sin defenderse mataron los españoles con ayuda Si fue justa o no la muerte de este poderoso y

de los indios amigos, más de 5,000 de los que de riquísimo rey Dios lo sabe, que nada ignora. Ella
paz acompañaban a Atahuallpa. Rompió Pizarro fue injustísima, y así lo mostró Nuestro Señor
por toda la gente y llegó a las andas del rey con casipalpablemente porque todos cuantos en ella
furia de león. Asióle de la ropa y dio con él en entendieron vinieron después a morir malas
tierra. Cercáronlo sus vasallos porque no le qui- muertes, como se cuenta de los matadores de Ju-
tasen la vida, defendiéndolo sólo con sus cuer- lio César: el indio Felipillo, traidor intérprete
pos. Pero como los españoles andaban tan hir- que con sus mentiras solicitó también su muer-
canos quitando millares de vidas en los míseros te, murió ahorcado; los Pizarros y Almagres, y

indefensos y recogiendo las joyas y demás rique- los demás, unos murieron por justicia y otros a
za, huyeron los indios por varias partes sin saber puñaladas; hasta del obispo fray Vicente de Val-
dónde esconderse, dejando a su rey preso. Si- verde, que fue muerto por los indios de la Puna
guieron los de a caballo el alcance hasta que se (adonde se fue huyendo después de la muerte
hizo de noche. que dieron a don Francisco Pizarro por la tira-
Sucedió esta prisión en el año del nacimiento nía del Almagro el mozo), dicen autores que en
de Jesucristo Nuestro Redentor de 1533. Fue venganza del suceso de Cajamarca y muerte de
una de las mayores y más importantes cosas que este rey: pero lo cierto es que lo matarían aque-
a la sazón sucedió en el mundo, porque con ella llos indios en odio de nuestra santa fe. Y asimis-

se abrió la puerta a las mayores riquezas que los mo Atahuallpa pagó con la vida la que mandó
hombres oyeron ni pudieron imaginar. Y
lo que quitar a Cusí Huáscar y a los demás hermanos.
más es, que con ella principio a la conver-
se dio Fue Atahuallpa el 13 9 rey del Perú, y con herede-
sión de más tierra que hay de España a Babilo- ra suya casó don Francisco Pizarro, a quien des-
nia, adonde se convirtieron millones de gentes. pués hizo el emperador Carlos V marqués de los
El demonio fue vencido y echado de tan dilatadas Charcas y Atabillos, y caballero de la orden de
tierras con grandísima gloria y triunfo de la cruz Santiago.
de Cristo. El 14 9 rey del Perú (aunque ya como se ve es-
v
Otro día después de la prisión saquearon los es- taban en el reino los españo[i6 ]les) fue Man-
pañoles el tambo o palacio de Cajamarca y los cco Ccápac, segundo de este nombre, hermano
baños donde Atahuallpa se había estado recrean- de Huáscar y Atahuallpa, que se había escapado
do. Hallaron grandes riquezas de oro y de cosas del fratricida. Éste, luego que vio muertos a sus
de plumas, y una vajilla que valió de 100,000 hermanos, tomó la borla o corona en Jauja, y allí

castellanos arriba. Mandó Pizarro echar en pri- esperó los capitanes y gente de guerra que había
siones al desventurado rey Atahuallpa en tiempo enviado Atahuallpa contra las alteraciones del
que por su mandado sus capitanes traían ya pre- Quito, que a las noticias de la prisión de su rey
so y cargado de ellas a su mayor hermano Cusí venían a grandes jornadas y hallándolo muerto
Huáscar, con quien (como queda dicho) tenía dieron la obediencia a Mancco Ccápac. Trató
cruelísima guerra sobre la posesión de estos ri- luego este rey de hacer cruel guerra a los españo-
quísimos reinos, y en su cárcel, desde la suya, le les,
y después de aquel
alzamiento general con
(y tanta sangre se
hizo quitar la vida este tirano. que alborotó este reino derra-

Pasados pocos días, sintiendo Atahuallpa su


11. Garcilaso de la Vega en sus Comentarios reales segun-
prisión, por todo cabo trató de su rescate, ofre- da parte, libro I, capítulo 36, dice que el rey Atahuallpa se
bautizó y se llamó don Juan Atahuallpa, y que el padre fray
ciendo por él a don Francisco Pizarro aquella
Vicente Valverde le instruyó en los misterios de nuestra san-
monstruosa porción que cuentan las historias: ta fe. [A]
Un tratamiento moderno del tema se encuentra en John
que siendo este rey alto de cuerpo se puso de pie,
H Rowe, "Inca Culture at the Time of the Spanish Conquest .

levantó el brazo y hasta donde alcanzó hizo una [H]

30
PRIMERA PARTE. L I BRO I. CAPÍTULO 5

mó de españoles, pues murieron más de 800 de la vida, como lo cuenta Garcilaso de la Vega
ellos y muchos millares de indios, teniendo cer- en la segunda parte de sus Comentarios reales } 2
cado en Lima al marqués Pizarro muchos días, y Entre algunas princesas que por ocultarse del
con grande peligro y aprieto de aquella ciudad virrey (o por ser de femenil sexo) fueron reser-
se retiró a Vilcabamba) asentó en fin paces con vadas del destierro, fue una la hermosísima doña
los españoles, y jugando un día este rey a las Beatriz Yupanqui, hija del rey don Diego Sayri
bolas con el capitán Gómez Pérez se trabaron Túpac, la cual casó con el gobernador don Mar-
sobre una raya, y Pérez ciego de cólera le tiró tín García Óñez de Loyola, caballero del hábito
una bola y dándole en las sienes lo mató, conque de Alcántara, que después de haber gobernado
los indios mataron atrozmente al Pérez
y a esta Villa fue al reino de Chile, al gobierno de
todos los españoles que estaban con el inga. aquellas armas, adonde los invencibles indios
El 15 9 fue su hijo Sayri Túpac. Dio la obedien- araucanos lo mataron con otros reformados. De-
cia a nuestro católico rey, recibió el santo bautis- jó una hija de este matrimonio, la cual llevada a
mo y se llamó don Diego Sayri Túpac. Murió España fue casada con don Enrique de Borja, so-
este inga sin dejar hijo varón, que sólo le quedó brino de San Francisco de Borja (como también
una hija, de quien descienden los marqueses de don Martín García de Loyola lo era de San Ig-
Oropesa. nacio), de quien se originó la gran casa de Oro-
El 16 9 de esta sangre real fue Cusitito. Re- pesa habiéndole hecho merced el rey don Feli-
cibió el santo bautismo y se llamó don Felipe pe II a esta señora del marquesado de Oropesa
Cusitito: después apostató, y brevemente le en este reino del Perú.
quitó Dios la vida con un grave dolor de cos- Muerto (como queda dicho) el rey Túpac
tado. Amaru, en él se acabó aquella gran monarquía
El 17 9 y último rey del Perú fue don Pablo del Perú, pues aunque quedaron algunos descen-
Túpac Amara que como cristiano tuvo paz con dientes de esta real sangre (por los muchos hijos
los españoles, aunque no les faltaron ocasiones que cada uno tenía) ninguno se atrevió a empu-
de guerra. Pero habiendo venido al Perú el ex- ñar más el cetro. Acabóse, pues, como se acaba-
celentísimo señor virrey don Francisco de Toledo ron otras de varias partes del mundo: llegó ya
y hecho aquellas tan loables ordenanzas para to- el término señalado de la duración de sus años
das las ciudades, villas
y lugares de este reino, y no pasó más adelante, como no pasó la de los
volvió al Cuzco, donde después de tan buenas persas de 491 años; la de los asirios tampoco
cosas que había hecho hizo aquella tan escanda- pasó de 522; la de los atenienses de
469; la de
losa que fue degollar a este rey amigo los lacedemonios duró 537; la de Roma, go-
y cristia-
no, y desterrar a todos sus herederos a las más bernada por cónsules 461,
y tiranizada por em-
remotas provincias (donde los más perecieron) peradores 502; Polonia
y Hungría llegaron a
a fin de que ninguno en algún tiempo pidiese de- 500, Cartago a 700, y la del Perú floreció 1,640
recho a la monarquía. Mas de esta acción (tan años, que ese término les señaló Dios como señor
poco considerada) no sacó ningún provecho su absoluto del universo. Acabóse tan rica monar-
excelencia, antes sí su total ruina, pues habiendo quía y sus monarcas tuvieron fin como lo tendrán
vuelto a España, pensando ser premiado por esto todas las cosas.
y sus ordenanzas visitó a Felipe II (monarca muy Y pues para fenecer comenzaron, veamos el
prudente y que nunca llevó a bien las demasías principio y descubrimiento del gran Cerro de Po-
que se hacían en las Indias). Recibiólo con mal veamos la primera grandeza y lucida pompa
tosí,
semblante (que ya tenía noticias de todo) de su Imperial Villa,
y dí- y quiera Dios (pues sólo
jole: "Yo no te envié a que matases reyes sino a su providencia lo dio a los hombres) sea su fin
que sirvieses reyes”. Apartóse de su grave real sólo el del mundo.
y
presencia con pesar que se puede considerar,
el
12. Garcilaso de la Vega, Comentarios
y llegando a su casa brevemente la pena le quitó
reales, libro VII ca-
pítulo 19. [A]
í>

HISTORIA
DELA
VILLA YPJPERIALDE POTOÍI
fflWESASWCOMPARABLES DESVFAMQSOCERO

CRANDESM
DE SVNAeNMINAVOMACION
SVS OVERAS CIVILES '{CASOS MEMORABLES

LyBRO SEGVNDO
Capitulo tynmtro,&i cjjutjt refiere, d defcubrimiento
^

cfeírico Cerro efe Qotof.

Año Si* int Año


w$. la dlui lf*s.

de n \ tindío que Lo aejcutrno mejpues cuta muerte aei w


Co toy^inauA) nie(venturero Jpandpe n- ti nuando dMarpez O), firancijcc bizarro def

Jaua Cajedddadlepjéerju r/pma 9ero cubrmientosde nueuas droumcias, Heno atCuz


.

[ajuprema caja queaoutetna tan ocultos co (ñamado por tos indios Ccofcca}queje ínter
(ecrítos, los mamfuU djuerte,qut cCura- peta dadoifor dezir pe
ksjue dado porJu
3
tqujjma^ aeCot lu-
mente leconocio fer dadiua dtju dsuinaqy dios Jta pools aonJ Corte
refsstenaajunquvaj
diera Cmano: pues tomo por injtramento aas. 9Yo laCCo eneda
bruto,ynodelos no, mudo maroroy flota que todo Lope avian
t / rraclenatyvn
’on mudos UÍem
blandas de-oro, donde
duraste

32
i>7] LIBRO II

Capítulo 1

EN QUE SE REFIERE EL DESCUBRIMIENTO DEL RICO


CERRO DE POTOSÍ

IEMPRE son admirables los modos con que con quien hablaban que habían de tener allá los
la divina providencia previene las suertes mismos regalos que hay acá y otros muchos ma-

S de cada uno pues vemos que por donde


I

no lo imagina el hombre por allí le viene


su bien o su mal, siendo tales los instrumentos
y
yores. Algunas sepulturas hubo que se hallaron
en cada una de ellas más de 50,000 castellanos
de oro.
caminos que toma su [divina] majestad cuales no Pasaron los españoles a estas provincias de
caben en la comprensión humana. Vemos esta arriba descubriendo cada día mayores poblacio-
experiencia en el descubrimiento del gran Cerro nes, hasta llegar a los Charcas, cuyo descubri-
de Potosí, pues ni el indio que lo descubrió lo miento y pacificación cupo a Gonzalo Pizarro por
imaginaba ni el venturoso español pensaba la fe- orden de su hermano el marqués. Comenzaron
licidad de poseer su riqueza. Pero la suprema cau- los españoles a fundar nuevas poblaciones, que
sa que gobierna tan ocultos secretos los manifes- después se hicieron grandes ciudades, villas lu-
y
tó de suerte que claramente se conoció ser dádiva gares. El capitán Pedro Anzures fundó la villa
de su divina y liberal mano, pues tomó por ins- de Chuquisaca el año de 1538, 2 que después fue
trumento una criatura irracional, un bruto,
y no ciudad metrópoli de las provincias de los Char-
de los grandes, generosos o reyes entre ellos, cas, Porco, Chichas
y otras muchas.
no de los terribles, bravos y dañosos, sino de los Fundadas varias ciudades y villas, sosegada la
que son una oveja en mansedumbre: a uno de és- guerra y puestos los indios en paz, dio el marqués
tos tomó para que fuese instrumento no sólo del un buen repartimiento a su hermano Hernando
bien de un gallardo indio que lo descubrió
y de Pizarro, y otro aGonzalo Pizarro, que fue el de
un noble español a quien se le manifestó, mas (lo Puna y Porco, en cuya cercanía está Potosí.
que causa toda admiración) para el alivio, para Entretanto que todas estas cosas pasaban, Her-
el bien, para
lucimiento y para la felicidad
el nando Pizarro, allá en España, había negociado
universal. Veremos, pues, cómo fue el descubri- con el emperador grandes favores para su her-
miento de este precioso e inacabable tesoro, dan- mano y el título de marqués de los Charcas
y Ata-
do primero una vista brevemente a los sucesos billos, un hábito de Santiago. Para Diego de
y y
sangrientas batallas de Pizarros
y Almagres. Almagro llevó provisiones
y todo recaudo para
Después de la muerte del rey Atahuallpa, con- que gobernase la tierra de la Nueva Toledo (co-
tinuando el marqués don Francisco Pizarro des- mo la de Pizarro se llamaba Nueva Castilla)
cubrimientos de nuevas provincias llegó al Cuzco desde cierta parte adelante, que son todas las
(llamado por los indios Cosca, que se interpre provincias tierra arriba adelante del Cuzco, con
1
ta dado , por decir que les fue dado por su dios estas de los Charcas, Porco y Chichas. Y como
esta población), corte riquísima de los ingas. No conforme a la división que su majestad hacía en-
halló en ella resistencia ninguna sino mucho más tre los dos compañeros Pizarro
y Almagro, la
oro y plata que todo lo que habían visto. Había ciudad del Cuzco caía en la parte de Almagro
en aquella población muchos templos todos cu- (según él decía) los que la tenían por Pizarro
biertosde planchas de oro, donde adoraban a sus no la quisieron dejar
y Almagro no quiso que-
ídolos, ymuchas sepulturas cubiertas de plata dar sin ella, y así tornaron de nuevo a sus pa-
y
llenas degrandes tesoros [iy v (porque general- siones.
]
mente en estos reinos todos los hombres ricos en- Tres leguas de Chilca está
el valle de Mala,
terraban consigo sus tesoros, y
y aun parte de sus allí es adonde el demonio por pecados de los
mujeres y pajes vivos, para servirse de ellos en el hombres acabó de meter el mal en esta tierra que
otro mundo) que así les hacía entender el
diablo había comenzado,
y se confirmó la guerra entre
los dos gobernadores don Francisco Pizarro
V -Aqfáns hace derivar aquí la palabra Cuzco del verbo que- y don
chua kjoni —
dar, y la interpretación es tan simplista que no Diego de Almagro, pasando primero grandes
resiste el menor
análisis. Garcilaso, que sin duda es una
autoridad en la materia, traduce Cuzco
como ombligo por la 2. Un moderno enfoque del tema en Gunnar Mendoza, "Año
situación céntrica de la ciudad
en el imperio incaico. [M] en que fue fundada la Villa de La Plata". [H]

33
Año 1545 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

trances y acaecimientos, porque dejaron el nego- a su cargo todos los soldados que habían segui-
cio del debate (que como llevo dicho era sobre do a su padre y con ellos continuó la guerra, le-
en cuál de las gobernaciones caía la ciudad del vantándolo y dándole título y voz de gobernador
Cuzco) en manos y poder del reverendo padre entretanto que su majestad otra cosa mandaba.
fray Francisco de Bobadilla, fraile de la orden En sustancia él y los suyos tiranizaron la tierra
de Nuestra Señora de las Mercedes. Y habiendo con intención de hacerse señor absoluto de ella.
tomado juramento solemne a los unos capitanes Envió el emperador por su gobernador al li-
adelantados Pizarro y Al- cenciado Cristóbal Vaca de Castro para que alla-
y a los otros, los dos
magro se vieron, y de las vistas no resultó más de nase la tierra. Fuele necesario formar ejército
volverse don Diego Almagro con gran disimula- contra don Diego, porque no quiso venir al ser-
ción a poder de su gente y capitanes; y el juez vicio del emperador. Entró con él en batalla jun-

árbitro Bobadilla sentenció los debates, conque to a Chupas, en 15 de septiembre del año de
se hallaron obligados a formar ejércitos y se hi- 1542. Salió huyendo don Diego; fuese a meter
cieron cruelísima guerra, la cual secomenzó en en el Cuzco adonde sus mismos oficiales le pren-

el año de 1536 y duró hasta que los unos y los dieron, y Vaca de Castro hizo justicia de él y
otros se acabaron. Afírmase que murieron en es- de otros muchos que le seguían.
tas guerras más de 1,000 españoles y pasados de Pasadas estas calamidades en estos reinos del
1,500,000 indios. Perú, los españoles moradores de esta provincia
Apoderóse Almagro a los principios de la ciu- de Charcas comenzaron a descubrir varios mine-
dad del Cuzco y prendió en ella a Hernando y a rales de plata. Entre éstos el año de 1543 des-

Gonzalo Pizarros. Estuvo determinado de matar- cubrieron las minas de Ccolque Porco, que eran
los,y al fin por ruegos lo dejó.
Tomaron después de las que labraban los ingas, distante de esta
a batalla el año de 1538 Hernando Pizarro y Al- Villa (como ya tengo dicho) siete leguas. Po-
magro, y de poder a poder se dieron la memora- blado ya este asiento [de Porco] y continuando
ble de Salinas en la cual fue vencido don Diego la saca los españoles de sus ricos metales, es de

Almagro. Y llevado al Cuzco, Pizarro por aca- el capitán don Juan


saber que entre ellos asistían
bar cosas determinó cortarle la cabeza: formóle de Villarroel, el capitán Santandía y el capitán
proceso, hízole acusar que había entrado con ma- Diego Centeno, que a todos tres los acreditan de
no armada en el Cuzco, en gobernación ajena, y descubridores del rico Cerro de Potosí, pero la
que había sido causa de morir muchos españo- primacía se la dan a Villarroel, de quien dicen
les; ítem, que se había concertado con el inga que entre los indios que tenía (del repartimien-
Mancco Ccápac II contra el marqués, y que ha- to que le cupo), era uno de buena capacidad y
3
bía peleado contra la justicia del rey en Abancay ya ladino llamado Huaica, de nación chumbivil-
cual y por otros algunos ca, que está cerca del Cuzco.
y en las Salinas; por lo
cargos que se le pusieron se pronunció contra don Éste, pues (según cuentan el capitán Pedro
Diego de Almagro sentencia de muerte. Por co-
3. La grafía que la Historia da del nombre del supuesto des-
sas que hizo y lástimas que dijo al mismo Piza- cubridor del Potosí es impropia, hecho sorprendente si se
rro, nunca le pudo ablandar a que siquiera le considera que Arzáns escribía en el teatro mismo del episodio.
Luis Capoche, vecino de Potosí en tiempo más cercano al acon-
otorgase la apelación que interpuso para el rey. tecimiento, da la grafía Gualpa, versión española de la pro-
Cuando más por mucha honra le dieron en la cár- pia Huallpa (Capoche, Relación, p. 77 ss.). También se
dice Gualpa en los "Autos seguidos ante la audiencia de La
celun garrote y después lo sacaron a degollar a Plata por los descendientes de don Diego Huallpa, indio,
la plaza.Hizo Almagro su testamento, y aunque descubridor del Cerro de Potosí, sobre el cumplimiento de
los privilegios que por cédula real de 1578. V. 14 les fue-
tenía un hijo natural que se llamaba don Die- ron acordados”, 14 f. (Mendoza "Documentos de minas”.
go de Almagro, habido en una india de Panamá, No. 417). Estos autos contienen la real cédula siguiente que
vale la pena copiar (trascribimos Gualpa =
Huallpa):
no le dejó a él su hacienda sino al emperador. ”E 1 rey. Presidente y oidores de nuestra audiencia real que
Hízose justicia de él en la plaza del Cuzco reside en la ciudad de La Plata, de la provincia de los Char-
cas. Por parte de don Juan Huallpa y otros ocho sus herma-
año de 1540. nos, hijos de don Diego Huallpa, ya difunto, nos ha sido
Pocos meses después de muerto Almagro ven- hecha relación que el dicho su padre fue el que primero des-
cubrió el cerro de Potosí de esa provincia y aunque había
garon su muerte don Diego, su hijo, Juan de Ra- sido servicio tan señalado como nos era notorio, no fue gra-
tificado de ello ni a ellos se les había hecho merced alguna,
da y otros 11 amigos suyos, quitando la vida al ciertos recaudos de
y padecían necesidad (como parecía por
marqués don Francisco Pizarro en la ciudad de que ante nos en el nuestro Consejo de las Indias fue hecha
presentación), suplicándonos, atento a lo susodicho, les man-
Los Reyes mientras [18] Gonzalo Pizarro anda-
dásemos hacer alguna merced con que honradamente se pu-
ba en el descubrimiento de la Canela. Matáronle diesen entretener y sustentar, cometiéndolo a esa audiencia
por vivir ellos muy lejos de la ciudad de Los Reyes, donde
a cuchilladas día de San Juan de junio del año Y
visto por los
reside el nuestro visorrey de esas provincias.
de 1 541, que no hay valor, virtud ni valentía que de nuestro Consejo y los dichos recaudos de que de suso se
hace mención, porque teniendo consideración a lo que así sir-
no esté expuesta al agravio, ni felicidad por gran-
vió el dicho don Diego Huallpa en lo susodicho tenemos vo-
de que sea que no esté sujeta a la miseria huma- luntad de que los dichos sus hijos reciban merced, vos man-
damos tengáis por encomendados y los ayudéis, honréis y
na, pues unos negros lo llevaron medio arras-
favorezcáis, yconforme a sus méritos y servicios y de los del
trando a la sepultura con gran prisa por temor dicho su paare los acomodéis y entretengáis y deis de comer
en esa provincia, que para ello nos os damos poder y facul-
del mozo Diego Almagro, que con aquel atrevi- ’)-
tad. Hecha en Móstoles, a 14 de mayo de 1578" (f- 3
miento puso gran temor a toda la ciudad. Tomó En torno a Potosí y Huallpa puede organizarse una aproxi-

34
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO I Año 1545
Méndez y don Juan Pasquier), salió del asiento Habiendo, pues, rompido la mañana aquel
de Porco con ganado de la tierra (que son aque- velo que nuestra vista cierra, despertó Huaica,
llos carneros casi semejantes [a] camellos aunque gozoso de ver presente la causa de su fatiga. Co-
enanos), a apacentarlos en Póctoc Unu, que se menzaba el dorado planeta a esparcir sus rayos,
interpretadonde brota el agua, y era un atollade- visitando primero a Huaica por estar casi en lo
roo ciénaga, donde después se fundó la mayor más eminente del Cerro y por darle la enhorabue-
parte de esta Imperial Villa; y como habían cami- na de la dicha que ya gozaba. Júpiter también,
nado siete leguas aquel día con aquella natural como planeta benigno a la naturaleza humana,
flema que tienen en el andar estos brutos, se le quiso señalarle el día de su dominio pues fue
hizo tarde y no pudo llegar a las chozas o ran- jueves el que Huaica encontró con la riqueza que
chos de los pastores que habitaban cerca de la no había buscado. Antonio de Herrera, 5 cronista
Cantería. Era la noche oscura, y así le convino
y el muy reverendo padre
del rey don Felipe II,
quedarse encima del mismo Cerro de Potocsi, maestro fray Antonio de la Calancha dicen que
v
porque allí había venido guiado de providencia
] modo cómo lo descubrió fue que estan-
el [i8
divina, pues ya era tiempo de dar a los humanos do ya en pie el indio Huaica vio pasar cerca de
la plata de aquel rico Cerro. No pensaba Huaica donde estaba un gran venado, y lanzándose para
que él había de ser el instrumento, ni se quedó él por la cuesta
y cuchilla del cerro arriba siguió
allí a pasar aquella rigurosa noche por saber que sus alcances. Muy poca ventaja le llevaba al in-
la claridad del día siguiente había de hallar aquel duda
dio, y sin lo alcanzara si el amago de un
tesoro: muy ajeno estaba de esto,
y muy poseído precipicio feliz no pues
al punto
se lo estorbara,
de frío, hambre y toda descomodidad. Maldecía de agarrarlo se vio en un deslizadero que ya
(dicen los dos autores citados) la flema de su se iba a precipitar,
y por tenerse echó mano de
ganado, pues por ella no había llegado a sus la rama de un coscojo, la cual se le quedó en la
ranchos, echábale toda la culpa mano; y mirando
y así quiso que la raíz y vacío que dejó la ra-
también pasase la pena. Todo el día no había pa- ma nacida en la veta más principal conoció bien
cido, y aunque pudieran hacerlo de noche no se que era metal muy rico que tenía la mitad de
lo permitiera Huaica según estaba; mas no cesan- plata, de que quedó contentísimo.
do de reñir, como si le entendieran, los ató juntos Mas no se afirma en esto el dicho padre maes-
en aquellas enhiladas
y apiñadas pajas que los tro Calancha, antes añade diciendo: "Si se ha de
indios llaman hichu, midiendo el suelo con su dar crédito a los que se hallaron en Porco y a los
y
cuerpo durmió sin haber cenado. que después se avecindaron en Potosí, éstos dije-
Esto es lo que cuentan en sus historias los ron que como Huaica hubiese atado el carnero en
dichos Méndez y Pasquier; pero don Antonio de un matorral de paja, luego que amaneció, con
Acosta 4 y el excelentísimo señor don Francisco la fuerza de buscar el sustento lo arrancó de cua-
de Toledo, virrey del Perú (al principio del li- jo,
y que así descubrió la veta”.
bro manuscrito de las ordenanzas que hizo), Mas fuera de que don Antonio de Acosta y
y
otros autores dicen
que el indio Huaica salió de Bartolomé de Dueñas no son de este parecer, es
Porco en demanda de un carnero de la tierra, el común opinión de los antiguos vecinos de esta
cual iba de huida,
y habiéndole seguido todo Villa que conforman con lo que refieren los
el día le dio alcance en el mismo Cerro
de Potosí dichos autores Acosta
y Dueñas en que unos y
siendo bien entrada la noche. Habido a sus manos otros afirman diciendo que como esa noche hi-
el carnero (por la oscuridad
que ya hacía), lo ciese intolerable frío, recogió el indio Huaica
ató en aquellas crecidas pajas
y allí determinó cantidad de paja y quebrando ramas de unos ár-
esperar el día. boles que los indios llaman cceñuas e (de que todo
mación a la dinámica que preside a la apropiación el Cerro estaba cubierto), le dio fuego
de la ri- y estuvo
queza minera por. los españoles en Indias. Quienes
conocían atizándolo gran parte de la noche hasta que el
los secretos de ricas minas de oro
y plata” eran los indios:
estos los revelaban a los españoles;
los indios mismos fueron
sueño le rindió, y despertando por la mañana vio
con frecuencia señores de minas, pero finalmente
los españo- que con la actividad del fuego se había derretido
les quedaron dueños del campo.
Sin embargo, sin la partici-
pación de ambos términos, el proceso minero la plata de aquella veta
hispanoameri- y corrido en riquísimos
cano no habría sido posible, así como en genera! la
Conquista hilos.
y ¡a Colonia no se explicarían sin esa interacción bilateral,
que si bien frecuentemente asume los caracteres de una
rela-
De este o de los otros modos la divina provi-
ción de servidumbre por parte de los indios a los
españoles,
no menos se establece como consecuencia de un claro designio
dencia manifestó a los hombres tan preciosa
de cooperación. [M] dádiva, y así (habiéndosela descubierto al indio
cos ' a en Historia de Potosí, primera parte, capítulo
r a ^
[A]
4. Huaica) recogiendo éste el rico metal se volvió
Ballesteros Gaibrois ofrece un compendio de documentos
impresos y algún material manuscrito sobre el descubrimien- Herrera en la Historia de las Indias, década V. [A]
5.
to’.en Descubrimiento y fundación del Potosí,
p. n-22. Un 6 La fonética quechua de Arzáns es ciertamente discutible,
.

uti! resumen de jas variantes más corrientes en la versión dei pero es de todas maneras un intento de aproximación a la
suceso, en Beltrán
y Rózpide. Una relación temprana (1585) fonética quechua, intento ausente en los autores coloniales,
y aparentemente exacta en Capoche, Relación, p. 77-78. Véase quienes no hacen más que españolizar los fonemas quechuas.
también el legajo Documentos respectivos al descubrimiento
La cc en la fonética quechua de Arzáns es simbólica del so-
del cerro
y minas de Potosí, población de su Villa Imperial nido que más aproximadamente puede representarse con la
y ordenanzas dadas por el virrey don Luis de Velasco”, Archi- combinación kj, de suerte que cceuña no suena ce uña sino
vo de Indias, Charcas 134. [H]
(como debe ser) kjeuña. [M]

35
Año 1545 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

a Porco, sin que ninguno lo viese


donde oculto y gran Cerro de Potocsi, refiriéndole el modo cómo
le sacó la plata por fundición. Hecha esta dili- lo había descubierto.

gencia quedó Huaica contentísimo, renovando el Y como era ya la hora llegada (según aquella
propósito de no revelar el secreto a españoles ni voz que se oyó 83 años antes, como queda dicho,
indios, pues aunque debiera hacerlo y manifes- de que no era para los indios sino para otros due-
tarlo, o a su señor que era el capitán don Juan de ños), sucedió que como a los más los ensober-
7
Villarroel, o al capitán Diego Centeno a quien bece la abundancia de corporales bienes, así el
en la ocasión servía en sus labores (y le tenía indio Huaica por la sobra de ellos se ensoberbe-

gran afecto este caballero, demostrándolo en sen- ció de modo que apartándose de los españoles

tarlo cerca de su mesa y comer de sus mismos (con varios achaques) tuvo muchas altiveces con
manjares) olvidando Huaica esta obligación ni los otros indios, y entre éstos con su amigo Huan-

a uno ni a otro lo declaró, por tener ya su volun- ca. Era éste de mucha razón, servía fielmente no
tad entregada a la riqueza de lo hallado. sólo a su señor (que asimismo lo era el capitán

Con los efectos de ésta mejoró la pasadía de don Juan de Villarroel) mas también a otro cual-
quier español, por entender beneficio de meta-
el
su vida, dio en no acudir a las tareas del servicio
les y haberlo todos menester para las fundicio-
de su señor, y sin que nadie pudiese imaginar
nes. Habiendo, pues, reñido éste con Huaica y
su dicha él sólo la gozaba. Vestíase bien, comía

mejor y traía a su mesa algunos amigos indios sabiendo que estaba para irse huyendo (y muy
después que tenía la oculta plata, la cual era ya cargado de plata) al Cuzco, determinó dar parte
en tanta cantidad (por los continuos y nocturnos de lo sabido a su señor Villarroel. Púsolo en [19]
8
viajes que al rico Cerro hacía) que se señalaban efecto contándole cómo su compañero Huaica

en tener días de mucho recocijo, banquetes y había descubierto el gran Potocsi, cerro que a sus
bailes con los otros indios, de suerte que todos lo ingas no les había sido permitido sacar su plata, y

extrañaban. Y como quiera que amores y dineros con esto les mostró una rica plancha que Huaica
malos son de encubrir, no le valieron a Huaica le había dado. Admiróse y alegróse el venturoso

sus secretos, porque un indio antiguo amigo suyo capitán de ver el precioso metal, y partió luego
(natural de Jauja y casi de su mismo nombre) al punto en su compañía al Cerro de Poctosi,

llamado Huanca tenía mucha entrada y comuni- donde halló ser verdad lo que Huanca había
cación con él, y por esto pudo una vez que otra dicho. Estacóse según las ordenanzas que enton-

ver aquellas planchas de plata, de que todo ad- ces había, y fue el primero que comenzó a sacar

mirado le preguntó de dónde las había sacado.


plata. Fue este capitán (según dicen Acosta y

Excusóse Huaica con rodeos y palabras equívo- Pasquier) de los nobles de la Andalucía, natural
cas, y sobre esto tuvieron un largo coloquio (el de la ciudad de Carmena, y uno de los pacifica-

cual cuentan en sus historias don Juan Pasquier dores de la provincia de los Charcas.

y el capitánPedro Méndez) en que por fin, im- 8. Sobre la contribución de Huallpa al descubrimiento, véase
el memorial presentado en Potosí por su hijo al virrey Toledo
portunado Huaica de los ruegos de su amigo, se en diciembre de 1572, "Interesante documento histórico de
vio obligado no sólo a descubrirle el secreto en Potosí. Memorial de Huallpa, hijo de don Diego Huallpa,
primer descubridor del cerro de Potosí”, Boletín de la Socie-
palabras mas también en obras mostrándole el dad Geográfica de Potosí, año II (1914), N 9
3, p. 109-110;

Véase sobre "Probanza de^ serví-


esta importante figura la una "Carta a su majestad de don Juan Huallpa, hijo de don
7.
cios del capitán Diego Centeno”, Maúrtua, Juicio de limites,
Diego Huallpa, primer descubridor del cerro de Potosí, pide
VIII, 1-35; "Poder para testar otorgado por Diego Centeno.
que se haga merced a él y sus hermanos, que son nueve, de
Potosí, julio 2, 1549”, Archivo Nacional de Bolivia, Sucre,
200 fanegas de tierra para sembrar", sin fecha (Archivo
Escrituras públicas, Juan Luis Soto, 1549- f- xlviii. [H] de Indias, Charcas 40). Véase supra, nota 3. [H]

36
Capítulo II

QUE PROSIGUE EL DESCUBRIMIENTO DEL RICO CERRO DE POTOSÍ, Y LA


BATALLA QUE LOS ESPAÑOLES TUVIERON CON LOS INDIOS
DEL PUEBLO DE CANTUMARCA

N O hay palabras con que ponderar el


gozo que tuvo con aquel hallado tesoro
este venturoso capitán (el cual cotejo
yo con el que tiene ordinariamente
cualquier azoguero o minero cuando descubre
una rica mina), y como era noble fue tan reco-
nocido a Huanca que no lo tuvo de allí adelan-
el año más descansado de
césar cargado del imperio,
vida de este invicto
la
porque el rey Fran-
cisco de Francia, cansado de las armas continuas

y porfiadas y de los años que ya le fatigaban, estu-


vo quedo, contento con la paz que con Carlos
había capitulado. El inglés con la presa de Bolo-
nia se retiró a su reino. El turco con las guerras
te por criado sino por compañero
y amigo, go- de Asia dejó nuestra Europa, los mares que el
y
zando entrambos de la abundante plata que corsario Barbarroja inquietaba con su armada
sacaron. El indio Huaica no adquirió estimación quedaron algo seguros con su muerte. Sólo este
ninguna, antes fue muy mal mirado de los es- reino del Perú ardía en sangrientas guerras
y
pañoles por encubridor de aquel primer descu- lamentables tiranías ejecutadas por Gonzalo Pi-
brimiento. Dejémosle despreciado de todos zarro (que llegó su intento a coronarse por rey
y va-
mos a ver el alboroto del asiento de Porco con del Perú) y su maestre de campo Francisco Car-
la nueva de que el gran Cerro de Potocsi era vajal, como adelante se verá. 1
ya descubierto, pues fue tal que el siguiente día Descubierto ya el rico Cerro 2 voló la fama a
que el capitán Villarroel volvió al dicho asiento
1. Es de notar la ufanía con que Arzáns sitúa el descubrimien-
no quedó español que no viniese a darle la enho- to de Potosí entre los grandes sucesos humanos, inclusa la
rabuena, adquiriendo amigos creación del mundo. Este no es sino un caso particular del
y aun parientes en fenómeno psicológico que llevó a los españoles a considerar
un momento (que esta propiedad tiene el poseer la conquista de las Indias "como el acontecimiento
más
riquezas). Hecho ya su pedimento volvió segun- grande desde la venida de Cristo" (véase Hanke, "Luis
Capoche y la historia de Potosí, 1545-1585”, en Capoche,
da vez al rico Cerro (que fue al cuarto día que Relación, p. 41). [M]
Huanca se lo había mostrado) y mientras vuelven
2. La versión tradicional del descubrimiento de
Potosí debe
ser ya puesta en tela de juicio a la luz de premisas
a registrar aquella descubridora caudalosa veta funda-
y mentales:
digamos el felicísimo año en que Dios Nuestro Los indios eran mineros tan expertos estaban estableci-
y
dos en la tierra por tanto tiempo que es lógicamente imposible
Señor dio tan liberalmente a los hombres este rico que no hubiesen tenido conocimiento previo de la riqueza
Cerro que tantos siglos estuvo oculto. de Potosí. De hecho, según un autorizado testimonio español,
k)s indios habían trabajado ya en Potosí antes que los espa-
Por mediado de enero, día jueves el año de ñoles: véase la "Relación del descubrimiento
y conquista de
los reinos del Perú [.
1
545 fue primero descubrimiento del indio .] y del gobierno
.
y orden que los na-
turales tenían y tesoros que en ella se hallaron
Huaica y estuvo gozando él solo de la rica plata y de las de-
más cosas que en él se han sucedido hasta el día de la fecha.
hasta principios del mes de Hecha por Pedro Pizarro, conquistador y poblador de estos
mismo año
abril del
reinos y vecino de la ciudad de Arequipa. Año 1571”, en
(que fue domingo cuando el bueno de Huanca Fernández de Navarrete, ed.. Documentos inéditos para la
lomostró al capitán Villarroel) de historia de España V, 337.
y allí a cuatro
Cuando Hernando y Gonzalo Pizarro a fines de 1538 con-
días concurrieron a verlo
y comenzaron a sacar quistaron los Charcas (donde se encontraba Potosí) los capi-
metal otros muchos españoles. tanes y caciques indios descubrieron secretos de minas de oro
y plata muy ricas, una de las cuales fue la mina de plata de
Esta manifestación fue a los
53 años después Porco, vecina de Potosí: véase la "Relación del sitio del

que descubrió don Cristóbal Colón estas Indias Cuzco’, 1539. IV. 2, en Medina, Documentos inéditos para
la historia de Chile, VI, 427. Poco después se fundó, no
lejos,
Occidentales, a los 15 de la segunda vez que el el núcleo de población que fue más tarde cabecera
de estas
marqués don Francisco Pizarro volvió de España provincias, la villa de La Plata. Es significativo el hecho de
que los españoles que entraron por el Rio de la Plata, antes
a descubrir el Perú, a los 10 de la fundación de de esta fundación e ignorantes de ella, tuvieron noticia de
Lima. Contábanse los años de la creación del un país muy rico situado en esta misma dirección, al cual
denominaron la Sierra de la Plata y en pos del cual vinieron
mundo hasta el de la admirable invención de anhelantes, aunque cuando llegaron ya "la tierra estaba ga-
este rico Cerro nada por otros”: véase Jaime Mendoza, El Chaco en los albo-
5, 5 50, y del nacimiento de Cristo res de la Conquista.
Nuestro Señor 1545 (como llevo dicho). Go- Conocido y explotado por los indios el cerro de Potosí es
bernabala iglesia el sumo pontífice Paulo III, muy explicable que, en razón de la misma riqueza del mi-
y neral, tratasen de ocultarlo a los españoles: "Sabemos
con
lamonarquía de España (ya con la de este Nue- evidencia [. .] que tienen noticia [los indios] de muchas,
.

vo Mundo) el gran emperador Carlos V, muy ricas y caudalosas [minas], que por huir de los trabajos
siendo que en ellas padecen dejan de manifestárnoslas, como tam-

37
Año 1545 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dar aviso a los españoles que moraban en las grandes incomodidades por el riguroso frío que
recién fundadas ciudades y demás pueblos del hacía, y no trataban de hacer casas sino que apo-

Perú. De la villa de Chuquisaca (que cinco años derados de los ranchos de los indios, allí se deja-
antes estaba ya fundada por el capitán Pedro ron estar poco más de un mes.
Anzures, 3 y después la hicieron ciudad como Servíanles los indios naturales de Cantumarca

queda dicho) vinieron muchos españoles por con todo cariño, por el trato que habían hecho
estar más cercanos, que aunque está distante de los españoles con ellos de que estarían juntos y
esta Imperial Villa 20 leguas por entonces no vivirían sin molestarlos y que les pagarían su

había otra población de españoles más cercana. trabajo personal. Y


como por momentos acudían
Éstos y los que estaban en Porco fueron los pri- a lo descubierto de muchas leguas de distancia la
meros pobladores de esta Villa, los cuales ocupa- gente castellana, convino el intento de formar
les

dos en sacar la plata [i9


v
del Cerro padecían casas para acogerse: para lo cual, como no tenían
]
indios que les ayudasen (porque los que trajeron
bién lo hacíamos en tiempos antiguos los españoles, y lo
hicieron los baleares, los indios orientales y otras naciones
de la mita, que es lo mismo que repartimiento,
por el mismo respeto, según lo refieren Aristóteles, Diodo- que estaba en Porco, todos estaban ya ocupados
ro Sículo, Estrabón y otros autores [...], a los cuales añado
en sacar metal del rico Cerro), se valieron de los
que en el Perú hay indios que supersticiosamente creen que
ha de resucitar su inca y que para él guardan todas las minas amigos con quienes tenían hecho el trato, que
ricas de que tienen noticia, sin que por ruegos, amenazas_ni
todos también estaban embarazados, unos en ser-
castigos haya alguno que quiera manifestarlas a los españo-
les, imitando en esto a los malos genios” etc. (Solórzano,
Po- virlos voluntariamente y otros en ir a traerles los
lítica indiana, t. I, libro II, capítulo 17, Nos. 10-13).
mantenimientos. Juntáronlos a todos y les dije-
Huallpa y Huanca, pues, que, como otros indios, no igno-
raban el Cerro y su riqueza, no lo descubrieron en rigor, sino ron les hiciesen casas. Respondieron los indios
lo revelaron simplemente a los españoles, y ambos (más
Huanca que Huallpa), desde el punto de vista de los incas,
que no podían, porque habían de ir a los valles
serian delatores más bien que descubridores. a recoger el maíz y otros mantenimientos para
En una relación jurada que por orden del virrey Toledo
sustentarse todo el año, que a unos y a otros les
hizo Diego Huallpa a Rodrigo de la Fuente, clérigo presbí-
tero, no hay nada que confirme la leyenda tradicional del des- estaba bien; y así, o que esperasen a su vuelta o
cubrimiento, y dada su condición, este documento debe ser
tenido por lo más fidedigno en el tema: "Relación del cerro
que diesen a otros indios la obra. No concedieron
de Potosí y su descubrimiento”, Jiménez de la Espada, ed., los españoles, antes con la acostumbrada tiranía
Relaciones geográficas, II, 88-96.
Nicolás del Benino, viejo vecino, dueño de minas y aven-
que siempre usaban con los indios, a fuerza de
tajado minero de Potosí envió con carta de La Plata, 1573. palos y otros malos tratamientos les obligaron
X. 9, otra relación al virrey Toledo, y en ella tampoco hay
nada que autorice la tradición de la llama, etc., y aún mas, con toda violencia a que hiciesen adobes y abrie-
se dice que ya Gonzalo Pizarro, antes de la manifestación sen los cimientos.
de Huallpa, había tenido noticias de haberse descubierto unas mas
vetas de metal de plata en la falda del poniente del Cerro de
Toleraron los indios cuatro días el rigor,

Potosí, las labró por algún tiempo "y el metal que halló fue viendola sinrazón y falta del trato que experi-
de poco o ningún efecto” etc.: "Relación muy particular del
Cerro y minas de Potosí y de su calidad y labores, por Nico- mentaban se indignaron de modo que con todo
lás del Benino, dirigida a don Francisco de Toledo, virrey secreto enviaron sus mensajeros al valle de Man-
del Perú, en 1573”, Jiménez de la Espada, Relaciones geo-
gráficas, II, 97-112. tani (que después se llamó Mataca) a convocar
En suma: hay elementos documentales bastantes para reem- sus naturales para la venganza. Los de Cantu-
plazar la leyenda por una versión más consistente.
El descubrimiento de Potosí fue recibido con general albo- marca armaron sus escuadrones, y llegado el

rozo por los españoles, pero hubo voces antagónicas. Una de sábado se desaparecieron todos los indios que es-
ellas fue la de fray Domingo de Santo Tomás, futuro obispo
de Charcas, en carta al Consejo de Indias, Túmbez, 1550. taban en el trabajo de los adobes y se retiraron
VIII. 11. Para esta carta y para otras denuncias tempranas, a las quebradas del paraje que después se llamó
véase Capoche, Relación p. 25.
Hay diversos elementos de interés en esta carta de fray Jesús Valle, distante de esta Villa una legua,
Domingo, gran conocedor del pais y futuro obispo en él (véa- donde se juntaron con los del socorro más de
se Joaquín López Suárez, "Contribución documental para la
historia del obispado de los Charcas", p. 392-416). Desde 2,000 guerreros, sagitarios unos, y otros con ma-
luego esas ideas antagónicas dentro del general alborozo que canas, dardos y hondas.
suscitó el descubrimiento de Potos! hacen patente el fenóme-
Los españoles como viesen el día siguiente que
no de autocrítica, a veces iracunda, que caracteriza intensa-
mente la empresa hispánica en Indias. Por otra parte, se ex- no parecía ninguno de los indios, indignados
presan aquí tempranamente puntos de vista básicos dentro de
la controversia secular del trabajo personal de los indios. Fi- todos comenzaron a buscarlos por las quebradas
nalmente, fray Domingo representa un brote en Charcas de los un espía que [los indios]
mismos sentimientos que animaron al obispo de Chiapas, con y de lejos descubrieron
quien mantuvo activa comunicación de ideas y de acción: enviaban a los españoles, a quien éstos alcanza-
López Suárez, ibid., p. 405-406; Lewis Hanke y Manuel Gi- ron en la cumbre de la cuesta de Jesús Valle por
ménez Fernández, Bartolomé de las Casas, 1474-1566, Nos.
423, 425, 436, 446, 450, 453. 463- . .... más que había corrido a escaparse. Preguntáron-
La carta de fray Domingo es quizá la pieza inicial en el le por qué huía y dónde estaban sus compañeros.
gran debate que el trabajo de los indios en Potosí suscitó
a lo largo de toda la Colonia, debate en el cual el propio li- Amenazáronle de muerte si no les decía la ver-
bro de Arzáns entra como otro leño en la que llamaremos, dad. Al punto confesó todo lo que sabía en aquel
con palabras actuales, hoguera del problema social de los
pueblos hispanoamericanos, que no ha terminado de arder caso,de que quedaron admirados los españoles
aún porque no se ha agotado el combustible del conflicto de porque había muchos días que no empuñaban las
intereses encontrados que lo alimenta. Para la apreciación
genérica de cuándo y cómo empezaron a plantearse las ideas armas para guerras con indios.
que protagonizan este debate véase Hanke, Lucha por la jus- Volviéronse al Cerro, donde juntos todos los
ticia. [M]
3. Según este cómputo la fundación habría sido
en 1540, aun- españoles entraron en consulta y determinaron
que en el f. 17’ se dijo que fue en 1538- En realidad fue en enviarles uno de los indios de mita, o reparti-
i539’> véase supra, libro II capitulo 1, nota 2. [M]

38
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 2 Año I$4)
miento, a decirles que advirtiesen cómo ellos Llegando, pues, el mensajero a los españoles,
habían venido de paz, que a saber su determina- ¿quién podrá decir el coraje y rabia que concibie-
ción hubieran entrado con escuadrones formados ron cuando oyeron y entendieron lo que el indio
y les hubieran tomado la tierra por armas, y que capitán les enviaba a decir ? Mas al punto hicie-
así no alborotasen sus ánimos pues los querían ron traer del asiento de Porco sus armas, y traídas
por amigos. Fue el indio,
y dada su relación hizo formaron un bravo escuadrón de que fue capitán
mucho en escapar la vida, según estaban; mas no don Juan de Villarroel y alférez Francisco Cen-
se la quitaron [perdonaron] porque volviese con teno; también gobernaron las armas don Iñigo
la respuesta pero informáronse de cómo o quién de Mendoza y Pedro de Salvatierra. Los indios
descubrió el Cerro a los españoles que hasta en- como estaban tan cerca y tenían espías luego
tonces no lo sabían, y noticiándose de
que había supieron la determinación del español, y así mar-
Huaica (con quien ellos habían te-
sido el indio chó el capitán con sus escuadrones, bajó la cues-
nido amistad por ocasión de venir a su laguna ta de Jesús Valle y al pie de ella los puso en
o ciénaga a dar pasto a los carneros, a quien orden.
ellos nombran llamas) se enfurecieron de modo Estaban los españoles mirándolos desde el
que si lo hubieran a las manos lo despedazaran Cerro y faltándoles la paciencia descendieron
a bocados. Y
así el indio capitán (cuyo nombre de él, y llegando donde estaban los indios les
era Chaqui Catari, que se interpreta pie de ví- presentaron la batalla diciendo, "¡Dios ayuda
y
bora)* puesto en pie lleno de ira y rabia le dijo: Santiago!”. Comenzóse con terrible furor de en-
"Decid a esos enemigos nuestros, ladrones de trambas partes y estuvo dudosa por espacio de
oro y plata, barbudos sin palabra, que si hubié- dos horas hasta que (finalmente) se comenzaron
ramos sabido que era gente sin piedad que no a retirar los indios al alto de la Cantería, donde
y
cumplen los tratos, desde que supimos que esta- desde su eminencia dispararon abajo tantas fle-
ban en el Porco les hubiéramos hecho guerra, y chas y piedras que hirieron muchos españoles.
echándolos de allí no les permitiéramos entrar Teniéndose éstos por afrentados arremetieron a
donde estábamos ni sacar la plata del Potocsi. sus enemigos nuevamente y fue con tal valor que
Decidles que por entender que siendo viracochas en breve tiempo se comenzó a cantar la victoria
eran buenos y de mejores costumbres que nos- de su parte. Huyeron los indios dejando muertos
otros, por eso les servimos aquel poco tiempo, más de 50 de sus compañeros; de los españoles
y
todos ellos nos prometieron vivir juntos quedaron 20 heridos que cinco de ellos murieron,
y gozar
la plata del Cerro, pero ya sabemos que es gente
y fue ésta la primera sangre que se derramó en
que no sabe cumplir lo que promete. decid- Y Potosí de españoles, semilla que después creció
les que mal hombre Huaica, lo ha de castigar
al tanto que muchas veces por muchos años se vie-
y
el gran Pachacámac, porque les ha decubierto el ron teñidas sus calles, plazas y campos.
Potocsi, que a ninguno de nuestros ingas se lo Quieren decir algunas relaciones escritas por
dio;
y que si quieren paz y no guerra se vayan de particulares que esta batalla fue el primer día
aquí y nos entreguen a Huaica para castigarlo que vinieron los españoles a Potosí,
y que fue
en nom[2o]bre del Pachacámac, por haber fal- por conquistar a los indios cantumarcas. Otros
tado a la orden que nos dio a todos de que no dicen que no fue con los naturales de este pueblo
sacásemos la plata del Cerro, cuando se oyó el sino que los indios ya pacificados de los contor-
estruendo, y así que nos lo envíe porque tiene nos del Cuzco andaban huyendo y buscando oca-
muy enojado al Pachacámac’’ (como si los espa- sión para matar a los españoles,
y que hallándola
ñoles no fueran los otros dueños a quienes Dios en Potosí íes dieron la batalla que queda dicha.
se lo había de dar como ya lo poseían). Ninguna de estas dos últimas lleva camino cierto.
Con despachó al indio, y mientras llega
esto Lo primero es muy verosímil, y así lo dicen don
a donde estaban los españoles diré qué quiere Antonio de Acosta y el capitán Pedro Méndez. 5
decir Pachacámac. A éste adoraban los indios Finalmente los indios quedaron vencidos se y
como a señor de sus dioses en el Perú porque sus fueron de Mantani (que es Mataca) ame-
al valle
reyes lo hacían así. Pachacámac se interpreta El nazando a los españoles con que habían de volver
que cría y da vida al universo, era éste un ídolo a hacerles mayor guerra. Dejaron los ranchos del
y
de gran veneración entre los ingas sus vasallos pie de la Cuesta Cansada (que como queda dicho
y
a quien le tenían hecho un suntuoso templo en es la cuesta de Jesús Valle)
y su pueblo de Can-
el valle de Pachacámac cuatro leguas de Lima. tumarca todo desierto, que ocuparon los españo-
4. La traducciónes inaceptable según la sintaxis quechua que les mientras se fundaba la Imperial Villa, que
en este caso exige poner primero el predicado
y después el su- pocos días después se comenzó.
jeto, de manera que pie de
víbora sería catari chaqui (cata-
rt ~ ^jbora, chaqui
~
pie) Chaqui catari pudiera significar

Hun
Cn Víbora del pie, o bien Víbora seca (ch’aqui — seco). 5. Acosta, primera parte, capítulo 5: Méndez, primera parte,
capítulo 3. [A]

39
Capítulo 111

DE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ


POR LOS FAMOSOS ESPAÑOLES

Y A queda declarado en el primer capítu- dancia de pedernal que había y hay en el cerro
lo deprimera parte de esta Historia
la de Huayna Cabra (que se interpreta cabra mo-
3
cómo el espacioso campo dentro del za ) que es casi brazo del Cerro de Potosí. La-
cual está fundada esta Imperial Villa braban estos pedernales con picos que tenían
tiene cuatro leguas de circuito, cuya planta es una hechos de piedra y cinceles de varios dientes de
ladera tendida que corre de oriente a occidente. animales, los cuales eran muy fuertes para el
Conviene ahora saber otras circunstancias que propósito.
allíno se declararon y son necesarias para el Tenían estos naturales en la quebrada que hoy
adorno de la materia de este capítulo. llaman de San Bartolomé (distante de esta Villa
El pueblo de Ccantumarca (que se interpreta una legua) una gran cueva naturalizada en peña
vuestra tierra o vuestra patria
1
como queda viva, donde un día a lasemana iban como en
dicho), antigua habitación de indios gentiles, es- procesión a adorar al común enemigo, que las

taba como un cuarto de legua de donde al pre- más memorable


veces se les aparecía visible. Es
sente está la Villa. TambiénCuesta al pie de la esta quebrada (por la cual camino real
pasa el

Cansada o de Jesús Valle tenían otra población de las provincias bajas y ciudades de Lima, Cuzco
y las otras) por lo que en ella sucedía a los
con buenos edificios según mostraban sus ruinas prin-

que se veían algunas debajo de tierra. Y esta- cipios de la fundación de esta Villa, pues pa-
ban distantes la una [población] de la otra una sando las gentes por allí, repentinamente se
legua; y aunque estaban con esta división no eran juntaban las dos peñas (que son altísimas) y
distintos los moradores, pues todos eran de una matándolos a todos se tornaban a abrir. Otras
naturaleza distinguiéndose solamente en que es- veces si pasaban en cabalgaduras, de improviso
tos de la Cuesta Cansada se ocupaban en ir a los [éstas] se alborotaban y no paraban hasta hacer

valles a traer el maíz para hacer aquel su es- pedazos a los hombres con sus corcovos. Otras se
1.
timado
2.
v
[20 ] brebaje que llaman chicha y tam- levantaba un viento huracán tan espantoso que
bién en conducir los otros mantenimientos para súbitamente les quitaban la vida, y si no se las qui-
los de Ccantumarca. En estas dos poblaciones y taba en aquel punto los arrebataba y arrojaba en-
otra más corta que tenían entre Caricari y Uiñay- cima de otras peñas que hay en sus contornos.
rumi 2 (que es la Cantería, donde habitaban los Afirman don Antonio de Acosta, el capitán
4
indios pastores de aquel ganado de la tierra que Pedro Méndez, don Juan Pasquier y otros auto-
nombran llamas) había en número de 2,500 in- res que el causador de estos daños era el demo-

dios. nio que habitaba en aquella gran cueva, y añaden


La mayor parte de éstos habitaban en Ccantu- que después que se fundó en esta Villa el colegio
marca donde tenían un gran comercio, por oca- de la Compañía de Jesús, informados los venera-
sión de que allí Se labraban los pedernales, los bles padres de aquesta sagrada y amabilísima reli-
cuales puestos en cabos de madera servían de gión, fueron un día llevando en procesión la ima-
hachas para cortar los árboles y también de picos gen del apóstol San Bartolomé, y colocándola en
para labrar por falta de hierro. Asi-
las canteras, otra pequeña y natural cueva vecina a la grande,
mismo labraban de
estos pedernales para puntas al punto salió de ésta el demonio bramando, y

las flechas (armas que siempre usaron los indios) haciendo un espantoso ruido se estrelló contra
la misma peña, quedando hasta hoy las señales
y por esto acudían de la mayor
parte del reino
los guerreros a comprarlas, como también para de un color verdinegro. Colocado el santo y pues-
sangrarse [con ellas] en lugar de lancetas, que ta una gran cruz en la cueva mayor nunca más

aun en estos tiempos he visto en pueblos remotos se experimentó otra desgracia, y desde entonces
de indios sangrarse con semejantes puntas. Te- tiene esta Villa gran devoción a San Bartolomé
nían este trato los de Ccantumarca por la abun-
3. Si fuese Huayna cabra, sería una locución mestiza com-

Véase sttpra, libro I, capítulo 1, nota 3. [M] puesta del vocablo quechua hayna —joven y el español ca-
Ambos topónimos son quechuas. Caricari es el nombre de bra. [M]
una planta semejante a la zarzamora. Uiñayrumi significa pie- 4. Acosta, primera parte, capítulo 4; Méndez, primera parte,

dra eterna: uíñay —


eterno, rumi ~
piedra. [M] capítulo 10; Pasquier, primera parte, capítulo 6. [A]

40
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 3 Año 1545

y cada año van españoles e indios a celebrar su teño, que hasta hoy es conocida por este nom-
fiesta con gran solemnidad. La cueva donde está bre. Estos dos caballeros, juntos con el capitán
el santo es natural y se sube a ella por una esca- Santandía y el maestre de campo don Pedro Co-
lera (hecha a mano) de piedra, la cual está en tamito, fueron los que así por su provecho como
medio de un puente que está fabricado sobre el por el ajeno alentaron a los demás españoles a
río de la Ribera que por medio de la quebrada que comenzasen la fundación,
y para el efecto
baja su corriente al valle de Tarapaya. buscaron y agregaron otros indios, porque de los
De este valle y su famosa laguna (como de que allí habitaban no quedó ninguno pues todos
recreo de Potosí) queda escrito lo bastante, y en se retiraron a los comarcanos valles después de
el discurso de esta Historia se verán algunos casos la batalla.Eran ya tantos los hombres que a las
admirables sucedidos en ella. También en sus noticias del Cerro descubierto venían, que por
contornos están otros baños para alivio de varios estar llenos los aposentos de indios vivían en
achaques y recreo de sus moradores, como son los páramos haciéndoseles intolerable el rigor
el baño llamada comúnmente de Don Diego del frío, de que murieron algunos. Por esto
y el
de Chaqui. Llámase de Don Diego por haber procuraron todos poner el hombro a formar al-
sido divertimiento y casas propias que mandó gunas caserías, como lo hicieron por el mes de
fabricar aquel nobilísimo caballero don Diego diciembre del año de 1545 a los 11 meses que el
Muñoz de Cuéllar y Umbría, de la orden de San- indio Huaica hubo descubierto el rico Cerro.
tiago, natural de esta Villa, y persona en quien Don Antonio de Acosta comienza a contar los
se esmeraron la asistencia de muy singulares principios de la fundación de esta Imperial Vi-
prendas. Está este baño distante de Potosí tres 5
lla a 10 del mes de enero del año de 1546. Pero
leguas donde continuamente gastan muchos mi- don Juan Pasquier, el excelentísimo señor don
llares de pesos, así los que van de propósito al Francisco de Toledo virrey del Perú, el capitán
regalo de sus aguas como los pasajeros que se Pedro Méndez y otros autores, con lo que se re-
hospedan allí, por estar en el mismo camino real conoce en varios archivos, afirman se comenzó a
que va a las provincias de arriba, ciudad de La cimentar el año arriba dicho de 1545, a 4 días
Plata y otras poblaciones. El baño de Chaqui, del mes de diciembre. Y como el frío los apre-
que dista del pueblo de este mismo nombre una taba con su rigor se dieron tanta prisa que en
legua y de esta Villa siete leguas, es muy salutí- breves días tuvieron ya donde poderse acoger,
fero para el mal francés (que vulgarmente lla- ayudándose de la necesaria actividad del fogoso
man bubas) y para otros varios achaques, salvo elemento para resistir la inclemencia del furioso
que no sirve para los que tienen interiores apos- aire, que a todas horas parece procuraba echar-
temas porque las [21] madura
y reventando los los de aquel sitio. Pero ¡oh poder
y valor de la
mata. Quieren algunos decir que esta agua es plata!, que como la codiciaban los hombres los
de mineral de piedra de alumbre, la del baño de tenía a raya ofreciéndoles el rico Cerro su pre-
Don Diego de azufre, y la de Tarapaya de cal; ciosa materia para que formándose innumera-
y a mí me parece que todas tres son igualmente bles armas reales, guarnecidos de ellas se mantu-
de cal, pues no abundan de otra cosa los sitios viesen resistiendo al frío, al aire a la nieve, que
y
donde están. entonces les hacían cruelísima guerra. Con esta
Habiendo, pues, dicho del sitio
y planta de es- seguridad continuaron la fundación, como se ve-
ta Villa,pasemos a decir su fundación. Para lo rá en el capítulo siguiente.
cual es de saber
que después que el primer espa-
5. Pareciera que Potosí fue villa desde su fundación. Pero has-
ñol, don Juan de Villarroel, como descubridor
ta su exención de la jurisdicción de La Plata en 1561,
y aun
y primer estacado en el rico Cerro, comenzó a años más tarde, no fue sino un asiento de minas. El propio
monarca español cinco años después de la promoción de Poto-
sacar la plata, siguióle en el mismo ejercicio el
sí a Villa Imperial sigue llamando "asiento” a Potosí (Levi-
capitán Diego Centeno
y por él se llamó aquella
llier Audiencia de Charcas, I, 678) Arzáns, con excesivo orgu-
.

llo de potosino, no quiere mencionar estos orígenes humildes.


descubridora y caudalosa veta la labor de Cen-
[M]
Capítulo IV

EN QUE SE PROSIGUE LA MATERIA DEL PASADO

OR el mes de enero del año de 1546, con- las en plazas, calles y casas, están todas muy dis-

P tinuando los famosos españoles


ción de esta Imperial Villa abriendo unos
cimientos en el paraje donde después se
edificó la iglesia de Santo Domingo, hallaron
entre otros muchos huesos una desmesurada ca-
la funda- tantes de los dichos barrios.
De esta suerte formaron una gran población
aunque sin orden, concierto ni medidas de calles,
pues (como dice Acosta) cada cual hizo su casa
con tanta prisa que careciendo de la forma hubie-
lavera, tan grande que medida con un cordel ron de quedar sin calles por donde pasar; y así en
por la frente tenía dos varas justas, siendo las espacio de 18 meses se hicieron más de 2,500 ca-
muelas en el tamaño como las nueces de Chile sas para más de 14,000 personas que entre espa-

y los dientes mayores que huevos de


paloma, ñoles e indios había. Muy adelante iba la funda-
según cuentan Acosta, Méndez y Pasquier. Ha- ción, que como no se embarazaban ni en nivelar
lláronse otros pedazos de casco de admirable las calles ni ahondar cimientos, ponían piedra

grandeza y canillas de dos varas y media, por sobre piedra y adobe sobre adobe, con gran prisa,
donde se reconoció haber sido habitada toda por cuya causa quedó muy mal formada la Villa
les podía
esta parte de tierra de hombres agigantados pues y las calles tan angostas que sólo se
entre las ruinas de Ccantumarca se hallaron dar nombre de callejones, cosa que aún hasta
otros huesos semejantes y una calavera engasta- hoy padece este daño Potosí, aunque a los 28
da en oro fino, con el cuello del mismo metal años de su fundación, cuando por orden del ex-
obrado a manera de una pirámide, que pesó to- celentísimo señor don Francisco de Toledo, vi-
do ello 40 libras. Es tradición antigua heredada rrey de estos reinos, se dividió con la Ribera la
de padres a hijos que en las concavidades y población de indios, entonces por su mandato se
cimientos de esta población y la que estaba al ensancharon más las calles, derribando para esto
pie de la Cuesta Cansada hallaron aquellos pri- las casas que fueron necesarias.

meros pobladores grandísima cantidad de oro y Cuando se formó la Ribera de ingenios (cuyo
plata. costo diré adelante) y se dividió la población es-
Con mucho desabrimiento y tibieza (dicen tando de por medio la dicha Ribera, quedó la
Acosta y Pasquier) proseguían los españoles la habitación de indios a la parte del mediodía, y
fundación de Potosí, porque juzgaban lo haría al septentrión la de los españoles. Creció después

inhabitable el riguroso frío, aunque este mismo en tanta manera la población de una y otra parte
los forzaba a que con toda brevedad se acabasen que llegó a tener dos leguas de rodeo, sin los
de edificar 94 casas, para las cuales se les había arrabales de Huachacalla, Cumurirancho, Agua
señalado sitio en los parajes más secos en con- de Castilla, Cantumarca y otros ranchos de in-
torno de la laguna o atolladero de que como que- dios que están bien cerca de la gran población, en
da dicho la mayor parte del campo estaba cu- los cuales habitan hoy muchas gentes. Asi-
bierto. Mas como cada día creciese el numeroso mismo cuando se fabricó la Ribera y se ensan-
gentío y se reconociese más y más riqueza en charon las calles, para que lo poblado quedase
el Cerro y que todo prometía prosperidad, les con más perfección se dejaron, si no en todas
v
convino (con industria) abrir corri[2i ]ente al en las más de las esquinas, unas plazuelas bas-
agua, y, medio enjuto el dilatado espacio, lo cu- tantemente proporcionadas aunque con el tiempo
brieron de tierra, sobre el cual se formó la mayor se fueron ocupando con nuevos edificios, que-

y mejor parte de la Villa. Por esta razón es muy dando las más esenciales para lo dicho.
húmeda por abajo, dañoso a los edificios y a Algunos vecinos tienen por mejor sitio el que
la salud en muchos barrios, causa también de la les cupo a los indios, desde la falda del Cerro
abundancia de manantiales que hay en casi toda hasta la Ribera, por ser su terreno más fuerte y
la población, juntamente el que tenga más de más seco, y como es más alto no tiene la humedad
12,000 pozos. De éstos, los que están a la parte que el de los españoles. Y
no por esto dejan de
septentrional (que son de los barrios y casas del tener multitud de pozos (que los indios llaman
paraje que llaman el Ttio) son de agua dulce, de pujyos de los cuales sacan el agua salobre para
que se mantienen todos aquellos vecinos, y es hacer su chicha, que dicen ser para este propósito,
gran bien porque aunque hay en la Villa 290 pi- y así la apetecen más que el agua de las pilas. Esta

42
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 5 Año 1546

población de indios está sin forma, que a tener de septentrión al mediodía (que son las calles de
calles reguladas se extendiera tantoque no cupie- su travesía) parece una apacible llanada, por
ra en otra legua demás, y viven en cada casa (que haberlo terraplenado la industria humana, que
llaman ranchería) 20 ó 30 indios en unos aposen- siempre sabe y quiere por su comodidad enmen-
tos tan pequeños que apenas caben tan solamente dar las obras de naturaleza.
una cama, un fogón, y hasta ocho ó 10 cántaros Así se fue continuando la población de esta
de aquel su brebaje, que tienen el mejor lugar en Villa hasta fundarse las sagradas religiones, tem-
aquella estrechez. plos, parroquias, hospitales, y todo lo demás que
Y
aunque (como queda dicho en otras par- era necesario para el adorno y grandeza de una
tes) es el sitio de esta Villa una ladera tendi- nueva república, hasta quedar en la perfección
da que corre de oriente a occidente, caminando que diré más adelante.

Capítulo V

EN QUE SE REFIEREN LOS PRIMEROS TRABAJOS QUE TUVO POTOSÍ


EN LOS PRINCIPIOS DE SU FUNDACIÓN CON LAS ALTERACIONES
DE ESTE PERÚ MANTENIDAS POR GONZALO PIZARRO Y
DEMÁS ESPAÑOLES, Y POR QUÉ MOTIVO

A PRINCIPIOSdel mes de febrero del año capitanes y pobladores suyos. Y


aunque he hecho
[22] de 1 546, hallándose el capitán don bastantes diligencias para ver esta cédula no he
/ 1 Juan de Villarroel opulento en riquezas podido dar con ella. No dudo se habrá perdido
JL. JL. (como descubridor y primer estacado en como otras de grande importancia y utilidad para
el rico Cerro), determinó enviar al emperador esta Villa, donde siempre ha habido abomina-
Carlos V la noticia de lo descubierto, bles intenciones particularmente en los que la go-
y junta-
mente 12,000 marcos de plata (parte de ellos biernan y han gobernado.
pertenecientes a su real quinto) con un memo- Estas armas mantuvo Potosí hasta el año de
rial en que por ciertas oposiciones de los capi- 1565, en el cual por cédula del prudentísimo
tanes Diego Centeno, Santandía rey don Felipe II, dada en el Bosque de Segovia
y el maestre de
campo Cotamito, pedía a su majestad cesárea la en i 9 de agosto, le concedió las que hoy goza, que
confirmación de título de descubridor de aquel (como queda dicho en el capítulo 1 de la primera
gran Cerro, fundador de esta Imperial Villa, parte de esta Historia son las reales de España,
y )
armas para ella. en campo de plata una águila imperial, en medio
Hallábase a la sazón el emperador en Alema- de ella contrapuestos dos castillos y dos leones,
nia peleando contra los herejes debajo de éstos (donde hace el medio) el gran
y haciendo la
causa de la iglesia católica, cogiéndole esta Cerro de Potosí, las dos columnas del Plus ultra
y
noticia en Ulma (afirman el capitán Pedro Mén- a los lados, corona imperial al timbre,
y por orla
dez y Bartolomé de Dueñas) fue benignamente el collar del toisón. Estas son las armas de la Im-
despachada la pretensión de este capitán, con perial Villa de Potosí, solicitadas por la nobleza
cargos honoríficos, un hábito de Santiago
y el
escudo de armas para esta Villa: que fueron en exención de Potosí se habría mencionado este hecho como
antecedente decisivo, y no ocurre tal, "Asiento y capitulación
campo blanco el rico Cerro, a los lados las dos que tomó esta Villa con el conde de Nieva y comisarios para
columnas del Plus conseguir el título de Villa” (Biblioteca Nacional de Bolivia,
ultra, e imperial corona al
Sucre, Colección Rück, N
9
iiiA, t. II, f. 82). Esto es digno
timbre. Esta cédula (dicen los dichos autores de acentuarse porque implica la contradicción siguiente: Mien-
tras centros de muy menor importancia en el imperio colo-
fue dada en Ulma en 28 de enero del año de nial español de Indias, de los cuales nadie sospecha hoy el
1547 ,
^
la cual también confirmó el título nombre fuera del país de origen, se fundaron como villas y
de Villa Imperial de Potosí, 1 que a devoción de ciudades, Potosí, cuyo nombre no tardó en sonar por todo el
orbe, fue por más de dos lustros un simple asiento de minas.
esta cesárea majestad le dieron aquellos ilustres Aunque esto pudiera explicarse entre otras cosas porque Po-
tosí no se fundó formalmente con comisión oficial ninguna,
1. Es dudoso que si despachó esta cédula comprendiese
se sino que se pobló lisa y llanamente en fuerza de circunstancias
tal coniirniación. En los registros
más antiguos de escritu- inexcusables, y porque de inmediato los españoles anduvie-
ras públicas de Potosí
(1549-1559) que se conservan en el ron en el Perú muy ocupados en sus guerras civiles, el hecho
Archivo Nacional de Bolivia, Sucre, Potosí figura invaria- es históricamente sugestivo porque reproduce, en un plano
blemente como asiento y no como Villa Imperial, ni siquiera mucho más complejo, el destino peculiar de ciertos individuos
como villa. Por otra parte, en el convenio ajustado entre el que salidos de orígenes poco espectaculares llenan después
virrey conde de Nieva
y los procuradores de Potosí para la el mundo con sus nombres. [M]

43
Año 1346 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de sus primeros pobladores y dadas por sus invic- la invasión que Solimán, rey de turcos, intenta-
tísimos monarcas que siempre la han atendido ba contra Hungría; y aunque el celo del bien
muy obsequiosos, como se verá en las exenciones de la cristiandad le llevaba para tal efecto, no
y honoríficos privilegios que
tienen adquiridos des[22 v ]cuidaba en lo que convenía para el go-
sus famosos azogueros, dueños de minas y demás bierno de este Nuevo Mundo adonde se iba
nobleza de sus vecinos, que diré en otra parte. trabajando en la predicación de la fe y constitu-
Y pues tenemos visto los principios de su fun- yendo la república espiritual con grandísimo celo
dación, dejemos continuarla y pasemos a referir del servicio de Dios, a quien (los venerables
con la brevedad que se pudiere las calamidades sacerdotes que de España enviaba el césar) en
que padeció todo el reino del Perú en espacio de todo le pedían su favor y ayuda para encaminar-
cinco años, de que le cupo gran parte a esta Villa lo mejor en su santo servicio: para lo cual, y ata-
tan en los principios de fundada (siendo este jar abusos, se había usado de varios remedios, no

solo el motivo de referirlas, por no ser de esta cesando el emperador (como dice en su histo-
Historia). El curioso podrá verlo muy larga y ria de las Indias el cronista real Antonio de He-

cumplidamente en las famosas historias del Perú, rrera) de tratar con los mayores letrados del
y particularmente en la de
Diego Fernández (lla- mundo, así teólogos como juristas, sobre la con-
mado comúnmente el Palentino) 2 porque es el versión y libertad de los indios y sobre su buen
historiador que más crédito merece pues escribió tratamiento y las formas de sus tributos y sobre
como desapasionado en un tomo entero el prin- todo lo demás para su doctrina y conservación
3
cipio y fin de aquesta calamidad. que era necesario, y para refrenar la licencia e
Para la buena inteligencia de este suceso es hinchazón de los soldados, que como los que
necesario tomar su principio algunos años atrás, ponderaban mucho lo que les había costado el

para lo cual es de saber que el de 1542 hubo en allanar la tierra, todo les parecía lícito, oyendo
el Consejo de Indias una rigurosa visita, y de cua- siempre todas las razones que por una y otra par-

tro oidores que había privaron los dos y se hicie- te se decían: y últimamente se hizo una junta en
ron las ordenanzas que causaron tantas alteracio- Barcelona, adonde intervinieron personas gra-
nes en este peruano reino, teatro en aquellos vísimas de los consejos del rey y otros religio-
tiempos de varias tragedias y extraordinarias no- sos que platicaron diversos días sobre esta ma-
vedades. El ilustrísimo y reverendísimo señor teria.

don fray Bartolomé de las Casas, obispo de Chia- Decíase por la parte de los conquistadores y
pa, dio memoriales al emperador diciendo que soldados que se había de tener consideración para
los indios eran muy maltratados de los españoles premiarlos de los trabajos que habían padecido
que quitaban cruelísimamente las haciendas y
les de hambre, peligros de la vida y de ser comidos de
las vidas, que los ponían en minas, pesquerías los bárbaros y otras crueldades y trabajos y mi-
ninguna nación del mundo jamás
y otros intolerables trabajos donde perecían y las
serias, cuales

tierras se asolaban, como lo estaban ya grandes padeció por extender su religión y el imperio de
provincias. Y con ser esto una verdad tan infa- su príncipe, sus armas, su lengua y sus costum-
lible,tan llena de perfecta caridad y honra de bres, haciendo tan largos viajes, con tanta cons-

Dios, se le opuso el doctor Juan Giménez [sic\ tancia de su ánimo y poco gasto de la real hacien-
de Sepúlveda, cronista del emperador y su cape- da; y que si el rey los hubiera favorecido sin
llán, hombre grave y doctísimo y sobre todo gran
ocuparse en otras empresas mucho más hubieran
latino. Tuvieron grandes disputas y conclusiones, descubierto y conquistado, sin perdonar a los can-
el emperador por el celo santo que en todo tenía sancios, vigilias, muertes y temores de ser tan
y
4
favoreció la causa del señor obispo. apretados del hambre que se comiesen unos a
No era esta la primera vez que su majestad otros, ni al calor ni frío, andando en vivas carnes
cesárea había oído estas quejas, pues el año de sin las armas necesarias contra tanta multitud

1529 yendo caminando la vuelta de Barcelona de hombres: y que siendo como eran estas gentes
a embarcarse para Italia, con fin de socorrer a bárbaras, llenas de pecados de idolatría, sacrifi-
cios de hombres comida de carne humana,
vivos,
2. Diego Fernández, Historia del Perú, tomo II. [A] trato con el demonio, sodomía, muchedumbre de
En el siglo xvi esta Historia suscitó muchas disputas. El
virrey Toledo protestó contra la afirmación de Fernández de
mujeres, vicios de emborracharse, andar desnu-
que los incas eran señores naturales de su reino y el Consejo dos, sin conocer vergüenza y otros, se había de mi-
de Indias prohibió la circulación de la Historia entre el públi-
co. Véase Hanke. Lucha por la justicia, p. 284. [H]
rar que por una parte el demonio no los dejaba ni
3. Habría sido deseable que en esta historia de Arzáns el dejaría jamás, como por experiencia se veía [no]
tratamiento del tema aproximase al lector a las repercusiones
de guerra civil en los diferentes aspectos de la vida poto-
la
apartarse de ellos ni su natural costumbre. que Y
sina. Sucede a la inversa y Arzáns se dedica sobre todo a los silos castellanos no vivían entre ellos, teniéndo-
particulares de la lucha fuera de Potosí recurriendo para ello
a fuentes consabidas. Y no deja de ser sorprendente que no
los en sujeción para inclinarlos a la santa predi-
obstante tanto encarecimiento en favor del Palentino, su fuen- cación del evangelio con buenos consejos para
te única, o de preferencia, sea Garcilaso, hasta el extremo de
que sólo a través de Garcilaso sigue al Palentino. [M] que con su comunicación aprendiesen sus costum-
4. Arzáns da aquí una versión muy simple de una discusión bres y policía, enseñándoles sus granjerias para
muy compleja. Véase Hanke, El prejuicio racial en el Nue-
ra Mundo. [H] que se aprovechasen de ellas y ellos mismos no se

44
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 5 Año 1546

sirviesen de hombres sino de bestias, de que resul- antes el rey sería señor universal muy mejor y
taba el provecho que se ha visto a toda Europa, más firme que entonces lo era sobre aquellas na-
enriqueciendo a Italia, Francia, Alemania y otras ciones y tendría mayores rentas; y que recibirían
provincias, nunca serían de utilidad ni en ellos la santa fe
y serían buenos cristianos, y que po-
harían fruto ninguno la persuasión de los reli- drían vivir y estar en aquellas partes muchos más
giosos: pues andando solos en su predicación, sin castellanos sin comparación que entonces y que
gente que los amparase y asegurase, los mataban cesarían todos aquellos inconvenientes.

y sacrificaban a unos pública y otros escondida- Oídas las razones dichas por ambas partes,
mente, sin que se pudiese averiguar quién lo aunque los de la junta confesaban el señorío del
hacía para que se pudiese castigar; y que no dán- rey caso que los indios no se rebelasen, cosa de
dose los indios en encomienda para que viviendo que no se aseguraban, y que sus rentas serían ma-
de esta manera entre ellos se hiciese el fruto que yores, pues que llevando el rey lo que se daba a
se ha dicho los castellanos no podrían susten- los encomenderos era visto ser el provecho real
tarse: porque ¿con qué sueldo o entretenimiento mayor sin comparación, y que los indios gustarían
del rey ni de nadie se habían de mantener ? Y así de ello, pues era cosa averiguada que en el tiem-
era claro que habían de desamparar la tierra y po de su gentilidad pagaban doblado tributo a sus
perderse lo cultivado en la religión y en la poli- señores y les acudían cada hora con grandes ser-
cía, allende de que cuando bien los castellanos se vicios personales y tenían leyes rigurosísimas,
y
retirasen a pueblos de por sí para vivir de granje- casi imposibles como gente tiranizada: negaban
rias y labranzas (demás que de la misma manera que en ellos no se pudiese introducir la fe deján-
podían vivir en su naturaleza pues por la gracia dolos en libertad con sola la asistencia de los reli-
de Dios no era estéril, ni desierta ni digna de ser giosos, aunque fuese gente mudable, ligera e
olvidada) ellos no hubieran ido tan largos y pe- inconstante, enemiga de cuidado y de trabajo
ligrosos viajes a padecer tanto sin esperanza de y dada a tantos vicios y solicitada del demonio, y
remuneración; y era claro que dejando a los in- que lo que en un año se cultivaba en una hora se
dios se les había de olvidar la fe,
y volver a sus perdía con tantos martirios de religiosos; por lo
vicios por las causas referidas cual pareció que los indios que no resistían con
y otras con que
venía el rey a perder el estado, allende de que la mano armada por todo derecho y razón eran li-
mayor parte de los religiosos que procuraban por bres enteramente y que no eran obligados a otro
los indios era más por ser solos en el imperio servicio personal más que las otras personas de
y
no tener quién les fuese a la mano en cosas tem- los reinosde España; y que solamente debían
porales. de pagar los diezmos a Dios, siendo cristianos,
Algunos religiosos, y no de los primeros, que sino se les hiciese remisión de ellos por algunos
fueron testigos de lo que los castellanos padecie- tiempos, y a su majestad el tributo que pareciese
ron y trabajaron no ahondando el negocio sino que justamente se les debía imponer conforme a
siguiendo su buen celo, considerando a los indios su posibilidad y calidad de las tierras, todo lo
tan desnudos de malicia en el ánimo como anda- cual se debía remitir a los que gobernaban,
y que
ban en el cuerpo, juzjjajjgando sus muestras ex- los indios no se encomendasen por vía de repar-
terioresde humildad y servidumbre y otras co- timiento ni en otra manera por los malos trata-
sas por muy propias del ánimo, no sabiendo mientos que les hacían, siendo hombres libres, de
que demás de que eran capaces de cualquiera mal- donde resultaba su consumación; y que hasta que
dad (como a la verdad siempre lo han sido) fuesen más instruidos en la fe y fuesen tomando
tenían coraje para emprenderla, decían que las nuestras costumbres y algún entendimiento uso
y
razones de los conquistadores más se encamina- de vivir en policía no los diese el rey por vasallos
ban a robar y oprimir los prójimos que a tenerles a otras personas perpetua ni temporalmente, por-
compasión y que era temor de hombres que sola- que se creía que era traerlos a la servidumbre y
mente tenían por fin su particular interés, pospo- perdición no haciéndose fundamento en las orde-
niendo el servicio de Dios, del rey
y de aquellas nanzas, provisiones y penas que se hiciesen en su
gentes que era bien público, que aunque fuese favor, pues mostraba la experiencia que las que
posible que el rey perdiese su señorío real hasta entonces estaban hechas, aunque eran bue-
y los
indios jamás fuesen cristianos no era inconve- nas,ninguna se había guardado ni bastaba pro-
niente que el rey perdiese su imperio veimiento para excusar sus malos tratamientos,
y ellos de-
jasen de ser cristianos si habían de padecer muer- poniéndolos debajo de sujeción que no fuese del
tes
y destrucciones, porque Dios tiene prohibido rey.
que no se hagan males para que vengan bienes, Esta resolución fue hecha en Barcelona
y aun-
ni tienedada licencia para ofrecer sacrificio por que santa y bien considerada no se pudo ejecutar
grande que sea con mezcla de cualquier pecado, porque los conquistadores alegaban que el que
y que no era verdadero el título de los conquista- tratase mal a los indios y excediese de las orde-
dores de querer que se les diesen encomiendas nanzas fuese rigurosamente castigado, y que no
para convertir o salvar los indios, sino que lo to- por los pocos que excediesen habían de perder
maban por achaque, para robarlos los que procedían bien, teniendo cuidado del en-
y despojar-
los,
y no predicarles la fe ni salvarlos, sino que señamiento y conservación de los indios, tratán-

45
Año 1546 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dolos como a hijos y probando con manifiestas Casas, obispo de Chiapa, dio aquellos memoriales
razones que se perdería la religión, pues no po- al emperador. Y aunque tuvo varias oposiciones
dían ser instruidos en la fe, ni ir tomando nues- su majestad cesárea, por el santo celo que tenía
tras costumbres ni algún entendimiento y uso de en todo, ordenó y mandó que ningún indio se
vivir en policía, sin la asistencia y comunicación pudiese echar en las minas ni a la pesquería de
de los castellanos, y que porque los indios se die- las perlas; que no les cargasen hatos ni chacaneos

sen en encomienda no tenían más sujeción que los salvo en las partes que no se pudiese excusar, y
vasallos de los caballeros [23*] de Castilla, y pagándoles su trabajo; que no sucediesen en las
que no embargante el celo que de su libertad rentas de indios los hijos de los vecinos feudata-
mostraban los religiosos ni alcanzaban estas co- rios ni sus mujeres, sino que se les diese cierta
sas, ni tampoco dejaban algunos so color de reli- cantidad de los frutos para sus alimentos; que se
gión de hacer cosas dignas de reformación. tasasen los tributos que habían de dar a los espa-
Hasta aquí es del cronista real Antonio de He- ñoles, quitando del todo el servicio personal; que
5
rrera en el lugar arriba citado, todo lo cual he todos los indios que vacasen por muerte de los
referido para que se vea y note el católico celo que ahora los tenían los pusiesen en la corona
del emperador que siempre tuvo del bien espiri- real; que se quitasen las encomiendas y reparti-
tual y corporal de los indios, y la poca caridad y mientos de indios que tenían los obispos, monas-
violencia de los conquistadores que no miraban terios y hospitales, y otros oficiales del reino, y
más de su conveniencia, sin atender a las orde- particularmente en este del Perú se quitasen a
nanzas ni menos a las persuasiones de los reli- todos los que hubiesen sido parte y culpados en
giosos, por lo cual se repetían nuevas quejas al las pasiones entre don Francisco Pizarro y don
emperador (particularmente de este peruano rei- Diego Almagro, y estos indios y rentas se pusie-
no), donde considerando la insolencia de aque- sen en cabeza de su majestad.
llos conquistadores que hacían con los miserables Esta ordenanza se llevó muy mal y la ejecución
naturales (como queda dicho) el ilustrísimo y de ella levantó las gentes de este peruano reino,
reverendísimo señor don fray Bartolomé de las ocasionando grandes guerras, derramamiento de
tanta inocente sangre, crueles tiranías, destruc-
5. Antonio de Herrera, cronista del rey Felipe II, en su ción de ciudades y otras calamidades, como se
Historia de las Indias Occidentales, década III [sic, por IV],
libro VI capítulo 11. [A] verá brevemente en los capítulos siguientes.

Capítulo VI

LLEGA AL PERÚ EL VIRREY BLASCO NÚÑEZ VELA, EJECUTA


LAS ORDENANZAS Y COMIENZAN LAS
ALTERACIONES DEL REINO

H ECHAS las ordenanzas (como queda


dicho) y publicadas en Madrid el año
de 1542, luego los que de este Perú es-
taban en España avisaron a los intere-
sados, de que se recibió muy gran escándalo
entre los conquistadores porque a todos se les
quitaban las haciendas y quedaban (como di-
se
muchos
con sentimiento
al
al descubierto. Acudieron
a dar sus memoriales y quejas
Cuzco
al licenciado Cristóbal Vaca de Castro (que a la
sazón era gobernador del Perú y había año y
medio que pacíficamente lo gobernaba, siendo el
segundo en este cargo, como lo había sido el pri-
mero el marqués don Francisco Pizarro) y por
cen) a puertas. 1 Murmuraban largo y quejában- su consejo enviaron a suplicar de la ordenanza
a su majestad.
1. El padre maestro Antonio de la Calancha, en su Coránica
peruana; Diego Fernández, el Palentino, en su Historia del
Antes que llegasen a España los procuradores
Perú. [A] de los indianos, habían proveído a Blasco Núñez
La cantidad y calidad de La información accesible sobre las
leyes nuevas y la rebelión que suscitaron en Perú es actual- Vela (caballero principal, vecino de la ciudad de
mente muy superior a lo que el autor pudo conocer. Quien Ávila, que a la sazón era veedor general de las
desee tener un conocimiento más profundo y exacto sobre este
periodo turbulento puede consultar: Prescott, Historia de la guardas de Castilla) para que viniese por virrey
conquista del Perú; Lohmann Villena, "Notes on Prescott's
y capitán general y ejecutor de la
ordenanza a
Interpretation of the Conquest of Perú”; Means, "A Re-
Examination of Prescott’s Account of Early Perú"; Porras este Perú, y se proveyeron con él cuatro oidores
Barrenechea, Fuentes históricas peruanas; Clemence, The Hark- para la audiencia que ya se había puesto en este
ness Collection; y Frorn Panama to Perú. Esta última colec-
ción ha sido analizada por Haring, "The Pizarro-La Gasea reino, y todos se hicieron a la vela en el puerto
Manuscript Collection in the Huntington Library”. Para ma- de San Lúcar de Barrameda, i 9 de noviembre
yores referencias consúltese la bien organizada bibliografía
de Alcina Franch, América en la época de Carlos V. [H] año 1543, y el virrey se adelantó sin querer espe-

46
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 6 Año 1546

rar a los oidores y fue ejecutando las ordenanzas a los bien intencionados que entonces le apoya-
que llevaba. Y
la primera fue que los indios se ron, y traza de la ambición que entra por una ga-
volviesen a sus naturalezas estando fuera de tera y se hace dueño de toda la casa. Fue juntan-
ellas, y en desembarcando en Túmbez comenzó do gente e hizo maestre de campo a Francisco
a ejecutar las ordenanzas en cada lugar por don- Carvajal, que había sido alférez en la batalla de
de pasaba. Y si bien le suplicaron a que los oido- Ravena y soldado del Gran Capitán, hallóse en
res se juntasen en la ciudad de Lima y que los el saco de Roma y en la prisión del rey Francisco
oyesen para bien informar a su majestad, él no de Francia: de los valientes y sagaces capitanes
quiso, de suerte que Blasco Núñez entró en el de su tiempo aunque mal cristiano, y de sus he-
Perú con poco gusto de todos y aun de los oido- chos y dichos se escriben cosas notables en las
res sus compañeros con quienes ya venía descon- historias del Perú,
y particularmente en la del
forme y ellos con él,
y así tuvo mal fin su jor- contador Agustín de ¿árate, el Palentino y Gar-
nada. cilaso de la Vega. Vino este dicho Carvajal a
Requirió a Vaca de Castro con las provisiones México, de donde le envió el virrey don Antonio
que traía para que él desistiese del gobierno. Lue- de Mendoza en socorro del marqués don Francis-
go comenzaron a sentir el rigor del virrey, y ha- co Pizarro cuando se rebelaron los indios y tuvo
bía pareceres, y persuadían a Vaca de Castro que el rey Mancco Ccápac II cercado a Lima aquellos
no le admitiesen, y que si él no quería ponerse seis meses como cuentan las historias. Tuvo Car-
en [24] esto que se estuviese a la mira, que ellos vajal su repartimiento en el Cuzco,
y queriéndo-
lo harían, de suerte que ya la cosa se iba ponien- se volver a España con 600,000 pesos (la mayor
do en malos términos. Procuraba Vaca de Castro parte de ellos en oro) que había juntado con
sosegarlos mas no bastaba su autoridad, aunque poca fatiga suya y muchísima de los miserables
el virrey se lo agradeció poco
y le prendió por indios, dijo (no hallando embarcación en Are-
sospechas de que era parte en los motines que quipa) "Pues el cielo me detiene, yo haré tem-
:

había. blar la tierra”; y fue así por permisión de Dios,


el Cuzco muchos de los prin-
Recogiéronse en quizá en castigo de las crueldades que aquellos
cipales y comenzaron a juntar armas y artillería españoles ejecutaban en los desventurados indios
que había en Huamanga con grande alboroto. En y la mucha sangre que por su terrible codicia y
esta ocasión se hallaba Gonzalo Pizarro, herma- ambición se derramó de unos y otros.
no del marqués don Francisco Pizarro y de Her- Recogió Gonzalo Pizarro en el Cuzco hasta
nando Pizarro, en su repartimiento de Chaqui y 150,000 castellanos de oro, y del asiento de Por-
Puna (cercanos a esta Imperial Villa) donde te- co le trajeron 300,000 pesos de plata. Cada día
nía 1,000 pesos de renta cada semana, sin los se le juntaban gentes y de la ciudad de Los Reyes
muchos marcos de plata que continuamente le venían blasfemando del virrey, diciendo mucho
traían de las minas de Porco donde también es- más de lo que hacía para indignar más los ánimos,
taba interesado. Y teniendo noticia del alboroto como es costumbre en los que pretenden motines
que comenzaba en el Cuzco y demás ciudades
se
y novedades sonadas. En el cabildo del Cuzco se
del Perú, salió de Chaqui con 6o castellanos hicieron muchas juntas sobre la venida del vi-
criados y amigos que mantenía en su casa rrey: unos decían que le recibiesen
y me- y se enviasen
sa,
y en pocos días (porque iba a la posta) llegó procuradores a suplicar de las ordenanzas; otros
al Cuzco, donde le nombraron por procurador que recibiéndolo una vez y ejecutando las orde-
general de toda la tierra. nanzas, como lo hacía, les quitaría los indios y
Pedían todos a Gonzalo Pizarro que tomase la que una vez desposeídos tarde volverían a co-
mano y se hiciese cabeza para suplicar de las or- brarlos. Resolviéronse en que Gonzalo Pizarro
denanzas, en lo cual no reparó mucho porque fuese como procurador general a la ciudad de
tenía buen ánimo
y había días que deseaba ser Los Reyes y suplicase de las ordenanzas en la
gobernador del Perú (y aun crió humos de po- audiencia real, y que fuese acompañado de gente
nerse corona, aunque a los principios fue menos armada porque el virrey había ya tocado tambo-
altivo su pensamiento). Trató luego de que lo res en la ciudad de Los Reyes para castigar a
hiciesen gobernador como sucesión que se le de- los que habían ocupado la artillería,
y también
bía por ser hermano del marqués don Francisco: porque le tenían por hombre áspero y demasia-
era con algún fundamento si ya no hubiera otro damente riguroso, y que hacía de hecho y amena-
virrey. Y siendo así que una gran maldad no se zaba a muchos, y que sin la audiencia real él no
ejecuta presto, porque si es grande trae consigo podía hacer nada.
confusa resolución, miedo
trae tardanza y la
el Daban otros mu[24 v ]chos colores al venir
dilación acrecienta dificultad, más se tardó en re- Pizarro con gente armada y había pareceres de
solverse que en posesionarse: liberalidades que letrados que lo podían hacer, y con esto levanta-
usa el atrevimiento, y lisonjas que animan la des- ron banderas e hicieron gente y con demasiada
dicha. pasión se le juntaron muchos. El virrey tuvo aviso
Nombrado, pues, por procurador general de de este levantamiento, y queriendo juntar gente
todo el reino para negociar que no se ejecutasen para remediarlo llegaron los oidores se recibió
y
las ordenanzas, fue el primer título con que ganó el sello real en Lima con gran solemnidad año

47
Año 1546 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

1544 y se formó la audiencia, pero tan mal con- procurador general del reino, y que el venir con
certados los oidores con el virreycomo si fueran ejército formado era porque los indios capitanes
enemigos y no sirvieran todos a un rey y señor. del inga tenían cogidos los caminos. Envió a to-
En este intermedio, habiendo salido Pizarro del mar los pasos desde el Cuzco a Lima, y cogió
Cuzco andaba por sus contornos recogiendo sol- con título de empréstito la plata de las reales
dados y municiones, y cuando escribía a las cajas.
ciudades se firmaba procurador general del Perú Chuquisaca y otros pueblos cortos de la provin-
y defensor de los beneméritos; pero los medios cia de Porco, al punto que supieron que los inten-
que declaraban la intención (como lo manifestó tos de Pizarro no eran leales levantaron bandera
el fin) era de rebelarse. real, formaron gente contra la rebelión y despa-

Hallábanse ya alistados 500 hombres y Piza- charon 25 de a caballo, y por capitán Luis Ribera,
rro aguardaba a su maestre de campo Carvajal [y] llegaron a Lima en defensa del virrey, el cual
(que estaba en Pocona) para luego marchar. también se estaba previniendo y nombró por ca-
Eran parciales los cabildos de Chuquisaca, Cuz- pitanes a Pablo de Meneses y a Martín de Robles
co, Huamanga y muchos vecinos de Lima, no y por capitán de arcabuceros a Gonzalo Díaz.
para cooperar en su alzamiento sino para apoyar- El ilustrísimo y reverendísimo señor don fray
le como a su procurador, pareciéndoles que el Jerónimo de Loaisa, obispo de Lima (que des-
dar miedo al virrey estorbaría la ejecución de las pués se hizo arzobispal esta ciudad), y el reveren-
ordenanzas. Con esto en Lima ganó amigos, en do padre provincial de Santo Domingo, fray To-
los Charcas favor, en el Cuzco crédito y en Quito más de San Martín, salieron de ella de parte del
aclamación, creyendo los pueblos que en su osa- virrey a sosegar a Pizarro, mas no los admitió,
día estaba su defensa, mas presto se desengaña- si bien mandó al obispo que le esperase en Apu-

ron, porque venido Carvajal y habiéndose hecho rímac, y aunque se vieron no negociaron nada.
cargo de los soldados comenzó junto con Pizarro En el Cuzco hacían la parte del rey, Baltasar de
a tiranizar los pueblos. Loaisa, clérigo, y Diego Centeno.
Conocieron los leales de estas tierras de arriba Pizarro estaba en Jaquijahuana (indios tam-
que no era la suya protección sino alzamiento, bién de su repartimiento), y allí se le apartaron
trataron de enfrenarle y el gran vasallo y leal ca- hasta 25 hom[25]bres principales que sintien-
pitán Diego Centeno (tío de Diego Centeno, que do cómo el negocio iba dañado y en deservi-
como queda dicho fue uno de los primeros inte- cio del rey, cumpliendo las provisiones en que
resados en el rico Cerro, y de los fundadores de el virrey
y audiencia los llamaban [y] por cami-
esta Imperial Villa) le dio batalla en Huarina; nos encubiertos y desviados de Pizarro fueron a
pero venció Pizarro y murieron 300 leales, y es- la ciudad de Lima para servir al rey, lo cual sin-
capó huyendo el capitán Centeno. Ahorcaron en tió mucho Pizarro y si los cogiera les costara la
Carabuco a Francisco Pantaleón, clérigo presbí- vida, y [hubo] otros que venían en el campo de
tero, con el breviario al cuello, porque halló Car- Pizarro que procuraron reducirse viendo que iba
vajal que tenía escrito en un blanco de él "Gon- usurpando autoridad y mando más de lo que
zalo Pizarro es tirano’’. convenía al servicio real.
Sabido por el virrey y audiencia los aparejos Otros como Pedro de Fuelles (teniente de
de guerra que Pizarro y sus parciales hacían en Huánuco) y Jerónimo de Villegas, con 40 de ca-
el Cuzco, despacharon provisiones llamando gen- ballo, se pasaron al bando de Pizarro aunque el
te con armas para servir al rey. Nombraron ca- virrey los había llamado para que sirviesen al rey.
pitanes y hízose un ejército en que había 600 Pasáronse con éstos otros 20 arcabuceros, sar-
hombres de guerra (sin los vecinos de Lima): genteándolo todo Gonzalo Díaz, y muchos eran
los 100 de caballo, y 200 arcabuceros, y los de- del mismo parecer y buscaban ocasiones para
más piqueros. Mandó el virrey hacer muchos meterse en su campo, porque el interés de la
arcabuces de hierro y de unas campanas de la hacienda puede esto, y la mala condición del
iglesia mayor que para ello quitó. Prendió al virrey los asombraba. Mató Gonzalo Pizarro al-
licenciado Cristóbal Vaca de Castro y a otros gunos capitanes principales de su campo porque
caballeros, sin hacerles cargo de su prisión. sintió que se querían pasar al servicio del rey.
Gonzalo Pizarro, habiendo hecho toda la gen- Vino el clérigo Loaisa por el perdón de los
teque pudo, salió de la ciudad del Cuzco con conjurados del Cuzco; diósele la audiencia de
campo formado y hasta 20 tiros de artillería y Lima, y aquella noche se salieron de la ciudad
razonable munición. Toda la tierra desde el Cuz- 20 hombres bien armados a socorrer a Pizarro.
co arriba estaba en armas disponiendo su de- El día siguiente envió a llamar el virrey al factor
fensa, y el capitán Centeno (que ya se había re- Illán Suárez [de] Carvajal con sospechas de que
parado y juntado algunas fuerzas) era el que se unos sobrinos suyos se habían pasado con aque-
oponía a toda rebelión. llos 20 hombres al campo de Pizarro, y riñendo
Marchaba ya para la ciudad de Lima Gonzalo el caso [el factor] le respondió descompuesto,
Pizarro: escribióle la audiencia que si venía por conque el virrey allí dentro de su casa lo mató a

procurador echase de sí el ejército. Respondió puñaladas. Sintióse mal de esta muerte en toda
que venía a verse con el virrey como defensor y la ciudad de Los Reyes, que fue domingo en la

48
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 7 Año 1546
noche, 13 de septiembre año 1544, y la audiencia sia mayor, y de allí lo pasaron a casa del oidor
hizo proceso sobre ella contra el virrey. Con la Cepeda. Pusieron los oidores silla en las gradas
muerte del factor acabó el virrey de caer en total de la iglesia mayor (donde también se habían
desgracia del pueblo, y habiendo pensado espe- metido), asentaron tribunal, y despachando por
rar a Pizarro en Lima y pelear allí con él (para [el emperador] don Carlos (excepto el oidor
lo cual había mandado fortificar aquella ciudad) Zárate) enviaron por el virrey y prendiéronle
determinó (no se hallando ya seguro en ella) de en casa del oidor Cepeda, armado como estaba
retirarse 80 leguas atrás, en la ciudad de Truji- con su cota y coracinas; fue su prisión a 18 de
lío, despoblando aquella de Los Reyes
y (en el septiembre de 1544. Luego se proveyó que el vi-
camino) todos los lugares llanos y haciendo su- rrey se embarcase y se fuese a España, porque si
bir los indios a la sierra. llegaba Gonzalo Pizarro y le hallaba preso lo
Los oidores no fueron de este parecer y se pu- mataría, y también que algunos deudos del fac-
sieron en que no habían de salir de allí. El virrey tor harían lomismo en venganza de su muerte.
tomó el sello real para llevarlo consigo a Truji- Zurvano, que tenía con Álvarez de Cueto los
lío, puso en un navio a los hijos del marqués don navios reales, no los quiso entregar a los oidores
Francisco Pizarro, con el licenciado Vaca de Cas- por mucho que le instaron. Tiraron balas a Zur-
tro como en prisión, y nombró por guarda de vano, y él desde el barco disparó dos piezas a los
éstos a Diego Álvarez Cueto, su cuñado. Supie- oidores. Fuese Cueto a Huaura con seis navios,
ron los oidores que
y quemó los cuatro y dos barcas porque no tenía
el virrey les quería llevar el
sello real, y ellos lo quitaron al canciller gente para todos y para que los émulos del virrey
y lo
pusieron en poder del licenciado Cepeda como no tuviesen embarcación. Apagaron el fuego los
oidor más antiguo. Despacharon una provisión contrarios del virrey y enviaron tras los navios 30
para los capitanes y gente de guerra, mandándo- arcabuceros. Cogieron con engaño a Vela Núñez,
les que si el virrey les quisiese hacer alguna fuer- hermano del virrey y dijeron a Cueto les diese
za embarcándolos contra su voluntad para sacar los navios o matarían allí a Vela Núñez y en
la audiencia de allí, se juntasen con ellos
y les Lima con esto [2 5 v ] entregó los navios
al virrey;
diesen favor y ayuda para resistirle, pues era
y le prendieron a él. Antes que llegasen de vuel-
contra lo que su majestad tenía expresamente ta los navios al Callao (temiendo que los pa-
mandado. rientes del factor habían de matar al virrey, como
Finalmente rompimiento fue tal entre el vi-
el lo intentaban) metieron al virrey en una balsa
que una noche se pusieron en
rrey y los oidores de enea o espadañas secas (que los indios llaman
arma unos contra otros, y por hallarse el virrey totora) y entregándoselo a un indio balsero (con
con menos gente se pusieron en la plaza dispa- 20 hombres que le guardasen) lo llevó arrastran-
y
raron algunos arcabuces de una parte do los pies por el agua (con riesgo de la vida) a
y otra, y
100 soldados que guardaban la persona del vi- una isleta una legua del Callao. Y sabida la en-
rrey lo desampararon y se pasaron a la parte de trega de la armada, determinaron de enviar a su
los oidores;
y como la gente de guerra vieron majestad al virrey con cierta información que
sola la casa del virrey la entraron
y saquearon contra él hicieron,
y se concertaron con el licen-
algunos aposentos de los criados. Viéndose el ciado Álvarez, oidor, para que lo llevase en for-
virrey solo
y en tanto peligro se metió en la igle- ma de preso.

Capítulo Vil

LLEGA GONZALO PIZARRO CON SU EJÉRCITO A LIMA. HACE CON


VIOLENCIA LE RECIBAN POR GOBERNADOR DEL PERÚ.
VA CONTRA EL VIRREY Y MATAN A SU
EXCELENCIA EN QUITO

OS oidores enviaron a hacer saber a Gonzalo otorgado la suplicación de ellas y enviado al vi-
Pizarro la prisión del virrey, en la cual él rrey a España (que era mucho más de lo que ellos

I no
creía sino que entendía era ruido echa-
dizo para hacerle derramar la gente. Re-
quiriéronle que pues estaban allí en nombre de
habían pedido), que luego deshiciese su campo
y gente de guerra y que viniesen de paz, y si
para seguridad de sus personas quisiesen po-
su majestad para administrar justicia,
y pues ha- drían traer hasta 15 ó 20 de a caballo. Pero no
bían suspendido la ejecución de las ordenanzas hallaban quién se atreviese a ir con esta provi-
y

49
Año 1546 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

sión, y al fin fueron Agustín de Zarate (con- cia a le recibir, y los oidores le recibieron e hizo

tador del rey) con Antonio de Ribera. Dificultad el juramento, y después lo recibieron los regido-

tuvieron en hacer su embajada, porque sabién- res en las casas de cabildo con las ceremonias
dola Pizarro no gustaba de oírla. Al fin los acostumbradas. Esta entrada y recibimiento y el
oyó Pizarro, avisándoles primero de lo que ha- hacerse Gonzalo Pizarro gobernador del Perú
bían de decir, y respondió que dijesen a los oido- fue en 28 de octubre año 1544, 40 días después
res de parte de los procuradores y capitanes de de la prisión del virrey.

las ciudades que hiciesen a Gonzalo Pizarro go- Todoslos leales que de Chuquisaca, Cuzco y

bernador del Perú, que así convenía al bien de la Arequipa habían venido a Lima a seguir el estan-
tierra, y que no le haciendo saquearían la ciudad darte real, se volvieron por caminos transversa-
con riesgo de sus vidas. Volvió Zárate con esta les y se ocultaron entre los indios alzados, fiando
respuesta tan resuelta a los oidores que los puso más de la piedad de unos gentiles que de la com-

en harta confusión y miedo. pasión de los traidores cristianos, pues por sólo
Gonzalo Pizarro tenía profundos pensamien- decir don Gómez de Luna que no justificaba Pi-
tos en su ambición y no había de parar en acome- zarro su gobierno y que él era vasallo del rey le
timientos de procurador sino en resoluciones de dio garrote en la cárcel. Y
como en todos los
imperio. Él y su ejército se puso a una legua pueblos de arriba tuviese Pizarro puestas jus-
de Lima y asentó su campo y artillería, y como ticias de su mano, todos sus moradores expe-

vio que se dilató aquel día la provisión envió la rimentaron muchas tiranías y atrocidades. En
noche siguiente a su maestre de campo Carvajal Chuquisaca cortaron la cabeza a Francisco de
con 30 arcabuceros, el cual prendió hasta 28 per- Almenares porque defendía la parte del rey, y
sonas que habían favorecido al virrey (que eran lo mismo hicieron con otros muchos en varios

de los principales de la tierra), a los cuales puso pueblos. Ahorcó a algunos leales que lo trataban
en la cárcel pública, y se apoderó de ella sin ser de matar, y juntó a su devoción más de 400 sol-
parte los oidores para se lo estorbar porque dados de los que el rey enviaba de España para
en toda la ciudad no había 50 hombres de gue- su virrey.
rra, que todos se habían pasado a Gonzalo Piza- El virrey Blasco Núñez Vela habíase concer-
rro; con los cuales y con los que él traía llegaban tado con el licenciado Álvarez (a quien los oido-
a 1,200 muy bien armados. Otro día amenaza- res le habían dado para que le llevase a Castilla)

ron a los oidores que si no daban la provisión de el cual le dio libertad a él y a todos los demás

gobernador a Gonzalo Pizarro, meterían a fuego que iban presos. Y


el virrey se fue con ambos

serían ellos los primeros que navios a Paita y de allí a Túmbez, adonde le acu-
y sangre la ciudad y
pasarían por ello. Y Carvajal sacó de la cárcel dieron con gente y provisión de Quito, Puerto
tres o cuatro hombres principales y los colgó de Viejo y Trujillo, y un navio con 80 hombres de
un árbol diciéndoles donaires. Los oidores res- Nueva España; y allí puso ejército, abastecióse
pondieron a Pizarro no podían hacer lo que pe- de armas, pertrecho y bastimentos, y esperó el
día sin petición de parte, y pidiéronle procura- tiempo para la venganza. Allí supo lo que Pizarro
dores de los pueblos. había hecho en Lima, por lo cual trató con más
Consultóse brevemente por los oidores con los veras de reformar su campo. Nombró capitanes,
y Francisco Hernández Girón le fue a
obispos de Lima, Cuzco y Quito, y con el regente socorrer, a

Domingo quien hizo su maestre de campo. Vino el virrey


provincial de Santo y oficiales reales
que por guardar sus vidas convinieron todos a Piura, donde estaba la más gente de Pizarro; y
en que se obedeciese por gobernador a Gonzalo antes de llegar desbarató los capitanes que iban
Pizarro, y así le hubieron de dar su provisión de su parte, perdonando a los otros desleales.
real firmada y sellada. Recibióla Pizarro y luego En este tiempo estaban los Charcas oprimidos
entró en la ciudad en forma de guerra, llevando de las justicias puestas por Pizarro, todos los pue-
delante de sí 22 piezas de artillería de campo con blos inquietos, y en Chuquisaca mataron los leales
más de 6,000 indios que traían en hombros los (siendo su caudillo Diego Centeno) al corregi-
cañones y las municiones e íbanlos disparando dor de Pizarro, Francisco de Almendras, cortán-
por las calles. Luego fueron entrando los capita- dole la cabeza y ahorcando a sus secuaces. De
nes con sus compañías (piqueros y arcabuceros) Arequipa le envió el corregidor a Pizarro 100,000
muy en orden. Y luego seguía el mismo Pizarro pesos: era hechura suya, y sacólos con violencia.
con tres capitanes de infantería delante de sí co- Lope de Mendoza salió de la villa de Chuquisaca
mo lacayos, y él en un hermoso caballo, con sola y fue sujetando al rey las
provincias del Collao y
la cota de malla y encima una ropeta de tela de Arequipa (porque huyeron el corregidor y algu-
oro. Detrás de él venían otros capitanes con el nos de su bando) y los vecinos leales alzaron ca-
estandarte de las armas reales, y otro de las ar- beza y aclamaron sin opresión al rey. Diego Cen-
mas del Cuzco, y otro de lasde Pizarro, y tras teno fue la vuelta de Chucuito; juntóse a él Lope
ellos toda la caballería muy bien armados a pun- de Mendoza, y gastó Centeno gran número de
to de guerra. F.n la plaza or[2Ó]denó su escua- hacienda en armar soldados y bastimentos. Alon-
drón, y de allí fue en casa del oidor Zárate, que so de Toro, corregidor del Cuzco puesto por Pi-
se había fingido enfermo por no ir a la audien- zarro, hizo 300 hombres en el Cuzco y fue contra
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 7 Año 1546
Centeno. Centeno y Mendoza se retiraron ayu- y Popayán, pero Pizarro entró en Quito con 750
dados de los indios. hombres sin que nadie le hiciese resistencia. Llegó
Mientras esto pasaba en los Charcas envió a Popayán el virrey; mostraron poco gusto de su
Gonzalo Pizarro contra el virrey algunos capita- entrada porque eran ya de los aficionados a Pi-
nes para que le quitasen la gente que juntaba y zarro. Apartóse el maestre de Campo Carvajal
desasosegasen. Fue el capitán Bachicao por la
y revolvió a los Charcas contra Diego Centeno,
mar derecho al puerto de Túmbez, y pensando el porque fue avisado cómo este leal capitán hacía
virrey que era Pizarro y que venía sobre él con gran estrago en los que seguían a Pizarro, y el
todas sus fuerzas huyó de allí porque sólo se ha- virrey fue en busca de Pizarro pasando grandes
llaba con 200 hombres. Bachicao le tomó los na- trabajos. Encontráronse en Añaquito (dos leguas
vios que tenía en el puerto y recogió otros cerca de Quito) el virrey con 330 hombres y Pizarro
y
de 300 hombres de guerra. Llevó Bachicao en con 800, todos soldados viejos y capitanes dies-
sus navios al oidor Tejada y a otros dos que de tros. Diose la batalla lunes después de mediodía
parte de Gonzalo Pizarro y de la audiencia iban a 18 de enero del año de 1546, donde pelearon
a dar cuenta a su majestad de la prisión del virrey los leales y su capitán Francisco Hernández Girón
y de las demás cosas que en el Perú se habían (que después fue traidor) con valeroso esfuerzo.
hecho. Quiso esto Pizarro (si bien contra la vo- Y al virrey, después de haber batallado como
luntad de su maestre de campo Carvajal Bachi- valiente señor siendo el que rompió la primera
y
cao) por deshacer la audiencia y por satisfacer lanza, le acometieron cuatro, Hernando de
y
alpueblo, no pareciese que tan desvergonzada- Torres, uno de ellos, con una porra lo derribó
mente y sin respeto de su rey hubiesen procedido. casi muerto del caballo, y el licenciado Carvajal
Murió en el camino de su enfermedad el oidor viendo al virreyque ya quería expirar le cortó
Tejada. la cabeza, y él
y Puelles la pusieron en el rollo
Por mes de marzo de 1545 llegaron a España
el de Quito; y antes le pelaron algunos las venera-
Francisco Maldonado y Diego Álvarez de Cueto, bles barbas y las traían por
empresa en las gorras,
cuñado del virrey, y pasaron a Alemania donde un Juan de la Torre andaba con este penacho
y
estaba el emperador. Sabido por su majestad en Lima. Todos éstos murieron no mucho des-
y
bien informado de estos dos caballeros que fue- pués desastradamente. Enterróle Pizarro otro día
ron con la relación de los hechos del Perú (aun- martes juntando la cabeza al cuerpo.
que no sabían el último rompimiento muerte del El inicuo maestre de campo Carvajal, después
y
virrey que entretanto que allá fueron sucedió) que se apartó de Pizarro llegó a Lima [y] pasó
detúvose como suele el despacho, por estar el em- a buscar a Centeno al Cuzco
y a Chuquisaca: iba
perador fuera de Castilla y muy impedido con por los caminos colgando hombres, entró a Are-
v
[26 ] los negocios de Alemania y a veces fatiga- quipa y la robó. Dejémosle entretenido en tantas
do de la gota. tiranías y barbaridades
y a Pizarro muy gozoso y
Entre tanto se continuaron las tiranías en este triunfante en Quito, que quedando tan señor en
reino por Gonzalo Pizarro y Carvajal, los cuales la tierra tuvo pareceres que se coronase, y vamos
se determinaron a ir contra el virrey que desde
y matarlo. a Potosí el año de 1545 (que lo comen-
Pusiéronlo en efecto,
y así salió Pizarro de Tru- zaron a poblar los españoles) hasta el de 1546
jüío con buen número de gente; en Collique hizo que vamos siguiendo, después de la muerte del
alto, donde se le juntaron soldados de Huánuco virrey, estuvo gozando de alguna quietud (si la
y Chachapoyas. Hállese con 600 hombres prácti- puede haber donde abunda la plata, causadora
cos y armados,
y el virrey con gente bisoña y pól- las más veces de muchos males) . Y fuera dificul-
vora ruin. Fuese acercando Pizarro de Jayanca a toso que mantuviese en descanso y paz cuando
se
Piura a dar la batalla al virrey. Él viendo los más todo el reino padecía calamidades
y ardía en ti-
de sus soldados enfermos se fue retirando a Qui- ranías; y así diré las que experimentó, que no fue-
to,
y murieron los más de los enfermos en el ron menos, aun estando tan reciente su descubri-
camino de Cajas, agrio
y montuoso. Siguiólos miento y fundación.
Carvajal con 50 de a caballo; dioles arma al Llegó a tan triste estado el Perú como estuvo
amanecer, aunque luego se detuvo el tirano. Y Roma en tiempo de Tiberio, que aun el hablar
viendo el virrey que los enfermos se habían de les estaba vedado;
y así fue, pues si las palabras y
quedar les dejó licencia con una prudente cris- conversaciones no eran en favor de Pizarro era
y y
tiana plática que les hizo,
y ellos quisieron más sabido por los tiranos, perdían por eso la vida
morir con él que mejorar de salud o conservar la como la perdieron muchos por sólo que dijeron
vida dejándolo ir. A
cuantos cogía Carvajal que eran vasallos leales del rey de España. Por el mes
se iban quedando atrás por ir cansados sus
caba- de marzo de este año de 1546 se hallaba en esta
llos, ¡os
colgaba de los árboles sin piedad ni com- Villa de Potosí Francisco Centeno, deudo muy
pasión de cristiano. Hizo terribles crueldades este cercano de los dos Centenos, capitanes leales que
tirano;
y a no irle a la mano Pizarro, que mostraba de los Charcas, donde estaban juntando fuerzas
alguna más piedad, no le quedara hombre de los para resistir a Carvajal, lo habían enviado a que
que eran leales que no experimentara su rigor. trajese plata del Cerro, donde eran interesados.
Acudióle al virrey alguna gente de Cali, Pasto Estando un día Francisco Centeno en conversa-
Año 1546 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ción con algunos extremeños dijo que si se ha- Márquez se fue con 50 hombres al cuartel de
llaracon 200 hombres escogidos matara a Pizarro Francisco Centeno (que estaba descuidado y vivía

y quemara vivo al mal[27]vado Carvajal. Oídas donde después se fundó el convento y hospital de
estas palabras por Alonso Márquez, Fernando San Juan de Dios) entraron y sin poderse defen-
,

Monteros y Juan Fernández, como apasionados der con el repentino suceso mataron brevemente
de Pizarro, se indignaron contra Francisco Cen- a Marcelo de Torres, a Agustín Palacios, a Pedro
teno, y pasaron tan adelante (precediendo mu- Ramón, a Jorge de Orellana, y a Elias de las
chas voces) que sacando las espadas acometieron Casas, y a otros seis leales; escapóse Centeno
a matarlo. Al punto se le pusieron a los lados y los demás que allí estaban. Quedó muy ufano y
de Centeno muchos leales aclamando al rey, con alegre el traidor y sus secuaces, y guardábase bien

sus espadas en las manos, y se comenzó una brava en su casa con 80 hombres que ya tenía. Por el
pendencia. Hirieron en ella a Centeno, a Medina, mes de junio llegó el correo que despachó a Pi-
a Diego Martínez y a otros que defendían la parte zarro, y aquella noche estando recibiendo el trai-
del rey, y desde este día se continuaron otras dor los parabienes recibió también en su cuerpo
muchas y sangrientas refriegas. dos balas de arcabuz que con ellas perdió la vida,
Dividiéronse los nuevos pobladores en bandos: porque Centeno y los leales, como hallaron oca-
Francisco Centeno con los leales seguían la parte sión de algún divertimiento en la casa del traidor,
del rey,Alonso Márquez con otros la de Pizarro. entraron y lo mataron así a él como a otros 12
Y en este mismo mes de marzo tuvieron un en- hombres, y entre ellos al correo que por la posta
cuentro leales y traidores, y fue bien sangriento vino a hallar su muerte.
pues mataron a Alonso Márquez, a Diego Díaz, Los indios de repartimiento que labraban las
a Juan Yáñez
y a Pedro Pinzón; de la parte de
minas del rico Cerro 2 viendo a los españoles tan
,

Centeno murieron otros dos, y de entrambos hubo ocupados en matarse unos a otros se huyeron a
muchos heridos. sus pueblos en tropas, de suerte que quedó des-
Muerto Alonso Márquez (que era cabeza del amparado el Cerro. Salieron los dueños en alcan-
bando de Pizarro) entró en su lugar Severino ces de los indios, y entretanto Marcos Gutiérrez
Márquez, su hermano (que muchas veces no ca- se juntó con los traidores que habían quedado y se
rece de sucesión el traidor) el cual dos días antes
,
apoderó de las casas desamparadas, robándo-
del encuentro era venido a esta Villa. Éste envió las y matando a cuantos las defendían. Centeno
a Pizarro (que a la sazón se hallaba todavía en acudió con los suyos a reparar este daño. Gutié-
Quito) un correo diligente noticiándole las muer- rrez se defendió entre unos edificios de piedras
tes que los leales habían hecho, y que Francisco que estaban medio hechos, y de encima le tiró
Centeno había embargado toda la plata que se una lanza a Centeno con la cual le pasó un brazo.
tenía sacada de la mina Descubridora, donde es- Desmayaron con esto los leales y huyeron; salió
taba interesado Hernando Pizarro su hermano Gutiérrez de entre sus paredes con solos 20 hom-
(que en la ocasión estaba en España, y allá se bres que tenía y mató a muchos de los que huían
le habían de remitir 180,000 pesos que Alonso y robó otras muchas casas. Hizo un escuadrón
Márquez como su administrador se los tenía en de más de 70 hombres, todos necesitados, que de
piñas), y que más de 100 hombres estaban de la buena gana le siguieron porque les prometió que
parte del rey con determinación de juntarse con si todos robasen todos quedarían ricos, y retirá-

Lope de Mendoza y Diego Centeno (que ya se ronse a las antiguas caserías de Cantumarca desde
hallaba en Pocona) e ir a matarlo como pudie- donde hicieron muchos daños.
v
sen; y que para evitarlo le hiciese corregidor de Volvieron los es[27 ]pañoles que fueron en
Potosí pues se iba haciendo una gran república. alcances de sus indios trayendo algunos de ellos,
Fue el correo, viose primero con el maestre de se escribía la Historia que no bastaría la tradición oral como
campo Carvajal en Arequipa aunque él le man- fuente de aquellas ocurrencias potosinas. Quedaría como últi-
y mo extremo la posibilidad de que Arzáns sea el autor del
dó que volviese a esta Villa y la gobernase con el relato, que en tal caso sería puramente imaginario. [M]
2. Las formas del trabajo minero en Potosí en este período
título que quisiese, no obstante, cumpliendo la
inicial no han sido esclarecidas aún en un cuadro completo. El
orden de Severino pasó a ver a Pizarro, a quien interés del tema rebasa el campo específico de la historia de
las relaciones laborales y se constituye en uno de los capítulos
encontró en el camino que volvía para Lima con
más expresivos de la historia hispanoamericana por la reper-
su ejército. Diole el correo las cartas y leídolas, cusión que esas relaciones suscitaron entonces en todos los
indignado con los moradores leales de esta Im- aspectos de la vida social, desde el económico hasta el ideo-
lógico. Por otra parte, las vibraciones de esa repercusión han
perial Villa y dádole a Severino su corregimien- alcanzado a nuestra propia época, una vez que en la cuestión
to, le ordenó que si no se sujetasen todos a sus estaba implicado el indio, y el problema del indio sigue afec-
tando todavía, con rasgos no pocas veces esencialmente simi-
disposiciones los destruyese y quitase la vida. lares a aquéllos, la vida actual de gran parte de las antiguas

Mientras el correo fue y volvió (que tardó tres posesiones de España en América, como que el subdesarrollo
1
meses) sucedieron en esta Villa varios reencuen-
—para usar un vocablo de la terminología presenta —
de esos
países tiene uno de sus factores en la supervivencia de hábitos
tros y muertes, y una noche el traidor Severino sociales propios de la Colonia. Para información y descripción
de fuentes relativas a la mano de obra en la etapa inicial de
1. La Historia no indica las fuentes de donde recogió datos la explotación de Potosí véase Capoche, Relación, y Mendoza.
para estos sucesos potosinos que no están relatados ni por "Mano de obra minera”; sobre las formas del trabajo patronal
Garcilaso ni por el Palentino, a quienes principalmente sigue en la misma etapa hay una documentación de consulta indis-
Arzáns en esta parte en cuanto a los sucesos generales. El re- pensable en el Archivo de Potos!, Escrituras públicas, y en el
lato corresponde a un tiempo tan alejado de la época en que Archivo Nacional de Bolivia (Sucre), Escrituras públicas. [M]

52
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 8 Año 1547
que los más no parecieron; hallaron nuevas ave- Centeno los recibió con sus bien ordenados es-
rías, y lo que más sintieron fue no hallar muchos cuadrones, que con ver tanta ventaja fue la deter-
marcos de plata que en sus casas habían dejado. minación de Gutiérrez desesperada;
y así dio la
Pasados algunos días mejoró Centeno de su heri- batalla, animando a los suyos con grandes voces.
da y juntando hasta 200 hombres (que muchos de Arremetieron éstos como leones, y de tal manera
ellos le acudieron de Porco
y Chuquisaca) bajó a se vio apretado Centeno que se vino retirando
Cantumarca. Subióse Gutiérrez al cerro de Huay- desde el pueblo hasta el paraje que hoy llaman
na Cabra. No quiso seguirle Centeno porque era de San Clemente, un cuarto de legua. Venciera
peligrosa la subida y con 12 arcabuceros que te- sin duda Gutiérrez si de 80 hombres que tenía no
nía Gutiérrez les hiciera mucho daño. Hallaron se hubieran pasado a Centeno más de los 50
(y
Centeno y los suyos parte de los robos, porque esto en lo más vivo del encuentro),
y y quedando
no sirviesen de más albergue a los tiranos aque- sólo con 26 hombres con ellos se mantuvo un
llos ranchos les dio fuego por todas partes, buen rato, cuanto bastó a comprar su muerte por
y así
se abrasó y consumió aquella antigua población. precio de mucha sangre que hizo derramar a los
Era Gutiérrez de espíritu arriscado (noble, contrarios, pues murieron 15 de ellos
y 10 de
como quieren algunos aunque todo lo amancilló los suyos, porque aun de los 26 que le queda-
con estas deslealtades) y así animó a sus soldados ron, los 10 luegoque se vieron heridos se pasaron
diciéndoles entre otras razones: "Amigos, si no también a Centeno por no acabar hechos pedazos.
queréis morir a manos de estos que se precian de Cayó Gutiérrez de 28 heridas. Llegóse a él Cente-
leales siendo más traidores que todos, conviene no y otros y vieron que por peto se había puesto
que experimenten vuestro valor;
y pues se han una grande y gruesa plancha de plata de las
llevado lo que habíamos recogido, tornemos a que había robado. Quitáronsela del pecho, con
y
quitárselo. Abundancia de plata hay en el pueblo, ella le dieron en la cara, sienes
y cabeza, dicién-
la suerte nos la convida, en nuestras manos está dole: "Hártate de plata, ladrón”. Hiciéronle pe-
Vamos a tomarla, y con esa nos ire-
el ser ricos. dazos los cascos, y así acabó su vida. Arrastraron
mos Cuzco, que estando al amparo de Carvajal
al su cuerpo hasta el pueblo
y muchos días estuvo
estaremos seguros”. Con esta determinación espe- sin sepultura. Continuáronse otras muchas atroci-
raron al día siguiente, al amanecer bajaron al dades en esta Imperial Villa, como se verá ade-
y
pueblo. lante.

Capítulo VIH

EN QUE SE CONTINÚAN LAS TIRANÍAS DEL PERÚ Y CÓMO GONZALO


PIZARRO TRATÓ DE CORONARSE POR REY DE ESTE REINO, Y
LAS CRUELDADES QUE LOS TRAIDORES EJECUTARON
EN LOS LEALES DE POTOSÍ

D
EJAMOS a Francisco Carvajal en Are- Pocona; y a dos heridos que cogió Carvajal que
quipa, a quien después de haberla ro- lepedían confesión les dio garrote diciendo: "No
|
'
bado pasó al Cuzco por el mes de fe- se les dé nada por confesarse, que yo tomo sobre
brero del año de 1547,
y lo primero mi ánima sus pecados”. Siguió a Lope de Men-
que hizo en esta ciudad fue ahorcar cuatro hom- doza y a los suyos, que alcanzándolos yendo ya
bres nobles por leales: robó también
la ciudad, desbaratados a todos dio garrote, sin que pudiese
el oro, plata, armas
y caballos. Encontróse con obligar a Lope de Mendoza en su prisión a que
Diego Centeno, tiróle al tirano muchos arcabu- le respondiese nada, porque dijo que ni al morir
zazos y retiróse. Fuele siguiendo Carvajal,
y co- había de comunicar con traidores. Llegó Carva-
giendo 12 hombres de Centeno en Ayoayo
al jal a Chuquisaca, conjuráronse los leales para
punto los ahorcó a los más sin confesión.
Por matarle, descubrióse el concierto y mató a 16 de
las tierras de Cochabamba,
Mizque y Pocona an- ellos, poniéndoles letreros a los pies, que decían
daba Lope de Mendoza por el rey, cogió
y el oro, "Por leales”.
plata y ropa de Carvajal. Diose
una batalla, no Volvió Carvajal adonde estaba Pizarro, jun-
venció ninguno por despartirlos la y
noche, aunque tos todos sus capitanes
Lope de Mendoza por varios recelos y demás allegados acon-
se retiró a [28]sejó este traidor a Pizarro se corone por rey

53
Año 1547 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

del Perú y reparta la tierra entre sus amigos y tad; y que estaba muy gozosode su venida y por
valedores con título de duques, marqueses y con- ser [en] ocasión que tenía mucha gente de
allí

des; levante órdenes militares con nombres y Pizarro [y] él solo era capitán de ella y con facili-
apellidos de los de España o de otros santos sus dad la reduciría; y que si quería alzarían luego
devotos. Pareciéndole bien este consejo, comenzó bandera por el emperador, y que entendía que sa-
Pizarro a convocar el reino para que las justicias bida su venida y las particularidades de ella, Hi-
nojosa y los demás capitanes harían lo mismo sin
y estados le jurasen por rey.
Con esta resolución caminaba de vuelta para contradicción alguna. El presidente se lo agrade-
la ciudad de Lima, donde lo dejaremos por con- ció mucho
y acordaron guardar secreto por en-
tar el efecto que tuvo la noticia que dieron al tonces, sin querer hacer novedad alguna.

emperador Diego Álvarez de Cueto, cuñado del Supo Pedro Alonso de Hinojosa, general de
virrey, y Francisco Maldonado, que (como queda Pizarro, el recibimiento que Hernán Mejía había

dicho en el capítulo pasado) fueron con la rela- hecho al presidente y enojóse, porque no sabía el
ción de los hechos del Perú; y por estar el empe- despacho que traía y porque se había hecho sin
rador muy ocupado en los negocios de Alemania darle parte. Hernán Mejía fue a verse con Hi-
se detuvo el despacho largos días, hasta que final- nojosa y le desenojó y puso en camino. Y final-
mente se resolvió que viniese a este Perú el licen- mente el presidente se hubo con tanta prudencia
ciado Pedro de la Gasea, que a la sazón era del con estos y otros capitanes que sin saber unos de
consejo de la Inquisición, de quien se tenía gran otros les ganó las voluntades, de suerte que ya se
satisfacción por la experiencia que de negocios atrevía a hablar públicamente a todos y persua-
que se habían encomendado se tenía de él. Dióse- dirles lo que convenía al servicio de su majestad.

le título de presidente de la audiencia real del Valió mucho la buena crianza y blandura grande
Perú con plenario poder para todo lo que tocase de que usaba el presidente, y también la autori-
a la gobernación de la tierra y pacificación de las dad del mariscal Alonso de Alvarado.
alteraciones de ella, y comisión para perdonar No se declaró luego Hinojosa: antes envió a
todos los delitos y casos sucedidos o que sucedie- avisar de la venida del presidente a Gonzalo Pi-
sen durante su estada. Llevó consigo por oidores zarro, y había pareceres de muchos (y avisaron

al licenciado Antonio de Cianea y al licenciado de ello a Pizarro) que no le convenía que el presi-
Rentería, con los despachos necesarios en caso dente entrase en el Perú. Procuraba cuanto podía
que conviniese hacer guerra, si bien éstos fueron el presidente ganar al Hinojosa, alcanzando

secretos,porque no publicaba ni trataba de más de él que fuese uno de los que con él venían de
que de los perdones y de los otros medios de paz Castilla con cartas a Pizarro: era una carta del
de que pensaba usar. emperador y otra del presidente para Pizarro, en
Y con tanto se hizo a la vela sin llevar más que con mucho amor y blandura trataba el empe-
gente que sus criados por el mes de mayo del año rador a Pizarro y le manda reciba al presidente
1546, y llegando a Santa Marta tuvo aviso cómo y le dé favor y ayuda, y la del
presidente [28'] la
Melchor Verdugo había sido vencido y desbara- más cortés del mundo. Llevó estas cartas Pedro
tado por la gente de Pedro de Hinojosa, capitán Hernández Panlagua, natural de Plasencia (y no
de Pizarro, y le estaba aguardando en el puer- se haga en mí reparable el decir la patria de

to de Cartagena; y él determinó pasar a Nombre éste y no señalar la de otros que pudiera con

de Dios sin verse con él, considerando que si lo más justas causas y razones, porque en cuatro
llevaba consigo causaría escándalo en la gente autores he reparado que así quieren sólo seña-
de Hinojosa por el odio que con él tenían, y po- lar la de este Panlagua, y de otros lo hacen
si

dría ser que no le recibiesen. Y así fue a surgir en estas guerras son de muy pocos) [y] partió
al Nombre de Dios, donde Hinojosa había de- de Panamá con ellas a 26 de septiembre año
jado a Hernán Mejía de Guzmán con 180 hom- 1546.
bres que guardasen la tierra contra el Melchor Alteróse mucho Gonzalo Pizarro cuando supo
Verdugo. la venida del presidente, y comunicándolo con
El presidente hizo saltar en tierra al mariscal sus capitanes y gente principal hubo entre ellos
Alonso de Alvarado (que desde España vino con diversos pareceres. Unos querían que pública o
él) y [éste] habló a Hernán Mejía y le dio noticia encubiertamente le matasen, otros que le trajesen
de la venida del presidente, diciendo quién era al Perú y que allí sería fácil hacer de él lo [que]

más el uno al quisiesen, otros que le pusiesen en alguna isla


y a lo que venía, sin declararse
otro. El mariscal se volvió a la mar y Hernán con soldados de confianza, y que se juntasen en
Mejía envió a pedir al presidente que saltase en las ciudades y se enviasen procuradores a Castilla

tierra, y así lo hizo, Hernán Mejía le salió a para pedir confirmación de lo que pretendían, y
y
recibiren una fragata con 20 arcabuceros, dejan- que se diese el gobierno del Perú a Pizarro y los
do su escuadrón hecho en la marina, y salió en descargos de la muerte del virrey, pues los había
el batel del presidente y le trajo a tierra, donde le bastantes.
hizo muy gran salva y recibimiento. Y hablán- Poco antes que Pedro Hernández Paniagua
dose en particular, Hernán Mejía le descubrió su llegase a la presencia de Pizarro con las cartas
pecho y el deseo que tenía de servir a su majes- del emperador y presidente, entró en la ciudad

54
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 8 Año 1547

de Lima Pizarra triunfante en medio de los obis- labra le costaría la vida. Hubo pareceres que lo
pos de Lima, Cuzco, Quito y Santa Fe. Renová- matasen y otros muy
desacatados y de peligrosa
ronse los pareceres y a ninguno se determinaban, resolución, tal era su desatino. Envió Pizarro a
aunque allí dio orden Pizarra cómo las justicias llamar a Carvajal y que trajese toda la plata y
de Panamá diesen muerte con tósigo al presi- oro, armas y gente que pudiese, y esto sin saber
dente. Hizo junta de obispos, prelados de reli- la entrega de la armada que se había hecho en
gión, clérigos, cabildos y caballeros para ver si Panamá por Hinojosa al presidente, la cual llegó
se coronaría. Acordóse en la junta que se deje el después puerto de Trujiilo, y allí la recibió
al
coronarse hasta que se juntasen los corregidores: Diego de Mora reduciéndose con otros al ser-
enviólos a llamar, y por extraviar su ambición vi[29]cio de su majestad.
determinan que vayan dos seculares al emperador Supo ya Pizarro cómo tenía perdida la armada
a instarle que le nombre por gobernador, que no tenía seguridad que pensaba, y así
y tres y la
eclesiásticos a negociar con el papa le diese la nombró nuevos capitanes y les repartió la gente.
investidura de rey del Perú. Convocó Pizarro a Tocáronse tambores y dieron pregones para que
todas las justicias y prelados para coronarse por todos los vecinos de Los Reyes se pusiesen debajo
rey, y ya se congregaban. Señaló
y fueron procu- de banderas, y fuesen a recibir pagas so pena de
radores seculares a negociar con el emperador la vida. Diéronles dineros largamente a los capi-
don Gómez de Solís y Lorenzo de Aldana, y a tanes para hacer gente, y en los pendones sacaban
negociar la investidura de rey para Pizarro con letras y cifras que decían el nombre de Pizarro
el papa nombraran a fray Jerónimo de Loaisa,
y otras adulaciones. Hizo mercedes y largas pa-
obispo de Lima, y a fray Tomás de San Martín, gas en la reseña general, y halló en ella 1,000
provincial de los dominicos, hombres tan bien armados y aderezados como se
y rogaron al obispo
de Santa Marta, fray Jerónimo, que fuese a Es- podían hallar en Italia. Había mucha cantidad
paña con ellos, y Pizarro envió en particular a de pólvora. Mandó que todos los soldados se pu-
Lorenzo de Aldana, su criado, para que le avisase siesen a caballo. Gastó en todos estos aparatos
de todo con suma diligencia. Aceptaron el nom- más de 500,000 castellanos de oro. Era, como
bramiento por escapar las vidas y salir de tanta hasta maestre de campo Carvajal: despachó
allí,
tiranía y ambición,
y a todos dio plata sobrada en algunos capitanes a recoger la gente que había
número de más de medio millón y que volviesen en otras partes, en Quito, Arequipa, Cuzco, Hua-
con la resulta. manga y los Charcas, con las armas y caballos que
Llegaron a Panamá los obispos, el provincial, pudiesen haber. Justificaba estos hechos Pizarro
Solís y Aldana,
y todos dieron larga relación al con las razones más coloridas que podía, echa-
y
presidente y se le ofrecieron. Lorenzo de Aldana, ba la culpa al presidente de la guerra que inten-
sintiendo mal de lo que Pizarro taba. Tratóse que el licenciado Carvajal fuese
y los suyos
hacían en el reino, se juntó con Hernando Mejía a correr la costa con gente de guerra, no se hizo
y
y apretaron a Hinojosa para que se pasase al ser- porque se fiaba poco de él; y ya de todos se rece-
vicio de su majestad, que lo hubo de hacer. Yse laba Pizarro, como es ordinario en los que hacen
hizo reseña de toda la armada se entregó al mal. Hizo que todos los vecinos de la ciudad de
y
presidente, e hicieron todos pleito homenaje de Los Reyes jurasen de seguirle y no desampararle,
le seguir
y servir a su rey; y el presidente recibió haciéndoles un razonamiento muy justificado de
las banderas y las volvió a dar a los mismos capi- las causas que tenía para resistir al presidente
y
tanes, y el oficio de general a Hinojosa en nom- hacerle guerra.
bre de su majestad. Y embarcáronse todos, que Por el mes de marzo del año de 1547, habien-
serían como
300; y los obispos que iban con el do despachado Pizarro varios capitanes a recoger
provincial por embajadores a Castilla se volvie- gente, llegó a Chuquisaca Alonso de Urbina que
ron con ellos para dar el favor que pudiesen era uno de ellos;
y como no hallase allí buen pa-
(ilustre servicio hecho a Pizarro, pero era con- saje, por los muchos leales que había, pasó al
forme lo merecía este tirano),
y el presidente asiento de Porco, donde halló más de 100 hom-
envió a la Nueva España
y a otras partes pidien- bres aficionados de Pizarro, los cuales (como ri-
do socorro. Quisieran los de la armada llegar al cos con la plata de aquellas minas) tenían mu-
puerto de Los Reyes sin ser sentidos por lo mucho cha prevención de armas
y caballos para ir a
que importaba tomar de sobresalto a Pizarro, si servir a Pizarro. Hízose el Urbina capitán de to-
bien no se pudo hacer por lo que se dirá. dos ellos y acordaron de venir a esta Villa de
Pedro Hernández Paniagua (que traía los des- Potosí, 1 convocar la gente
y llevar toda la plata
pachos que dije) llegó ai Perú cuando Pizarro
1. El capitán Pedro Méndez, Antonio Acosta,
esperaba saber lo que hallaba en Panamá, media- Bartolomé de
Dueñas y Juan Sobrino, a quienes se cita al final de este epi-
do de enero, año 1547- Lleváronle medio preso sodio, son las fuentes primordiales de información
para los
a Pizarro; mandáronle, so pena de la vida, que sucesos específicamente potosinos narrados en la Historia, a
estar con las referencias de Arzáns, Si nos atenemos a los
do-
no abriese la boca (mejor le estuvo en la ocasión cumentos positivos y coetáneos accesibles, de estos cuatro pre-
tal precepto). Diole Pizarro suntos autores potosinos, el único que hasta la fecha parece
audiencia delante corresponder a una persona de carne y hueso coincidente en cir-
de sus capitanes
y amigos y que hablase libre- cunstancias fundamentales con las que se alegan en la Historia,
mente, con protesta que si salido de allí decía pa- menos su calidad de autor, es Juan Sobrino; véase Mendoza!
Guerra civil, Nos. 68, 87. [M]

55
Año 1547 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

que hallasen. Escribió a sus moradores una carta otro pasaron de 2,000,000 y ejecutando otras mal-
dándoles a entender los motivos de su venida, y dades se retiraron (por las grandes nieves que
que por haberse ya coronado el gobernador don aquellos días cayeron) a los valles de Mataca.
Gonzalo Pizarro por rey del Perú venía por su Hallábanse en esta Imperial Villa en la ocasión
2
orden a dar esta noticia y hallarse en la jura que hasta 14,000 habitantes, siendo de éstos los
todos habían de hacer de su nuevo rey y señor. 2,000 españoles (así de Castilla como de la Nue-
Estos y otros desatinos escribió este traidor a va España) y los restantes indios de varias pro-
los fundadores y demás vecinos de Potosí, quie- vincias del Perú; y por sólo la ventaja de armas
nes, como los más leales, recibieron gran escán- y caballos se vieron deshechos en breves horas,
dalo, y no sabían discurrir (creyendo ser verdad muertos muchos nobles y robada toda su riqueza.
efectuada, pues se esperaba lo mismo según el Pasados algunos días, sano ya de sus heridas
estado de las cosas) cómo se hubiese ejecutado el capitán Villarroel y casi desesperado de ver

tan gran maldad y traición. Faltaba en esta Im-


aquel estrago, juntando a todos los moradores
perial Villa Francisco Centeno que como tan leal que andaban todavía escondidos en los cerros los
se había opuesto a las rebeliones pasadas, y era animó y previno para la venganza. Escribió a
vuelto de un viaje el capitán don Juan Villarroel los leales de Chuquisaca y a otros españoles de los
(descubridor del rico Cerro y fundador de esta que moraban en los contornos de este Potosí pi-
Villa) que había ido a pacificar las provincias de diéndoles su favor, que muchos acudieron con
Pilaya y Paspaya, el cual informado de todo lo algunos arcabuces, escopetas, picas y otras armas,
pasado y viendo la maldad presente tomó a su y 12 caballos. Con esto cobraron nuevos
alientos
cargo el oponerse a los traidores que nuevamen- los de esta Villa, y todos se prevenían para ir en
te procuraban infestar su amada población. Y así alcances del traidor Urbina. El cual siendo avi-
respondió a la carta de Urbina conforme merecía sado de esta determinación les quitó el trabajo
su contenido, y diciéndole ser un traidor enviado de caminar 13 leguas, pues por hallarse con 160
por otro tal, y que al punto se fuese de aquel castellanos, 40 caballos y 5,000 indios bárbaros
asiento si no quería experimentar el castigo de su (que con vanas promesas recogió de aquella
atrevimiento. Culpan al capitán Villarroel los provincia y valles de Mataca), vino segunda vez
autores Acosta y Pasquier de imprudente en este a esta Villa con ánimo de acabarla de robar y de
caso, pues sin estar prevenido ni atender a lo ve- todo punto arruinarla. Una legua antes de llegar
nidero respondió al Urbina tan resuelto, que fue a ella supo cómo todos sus moradores estaban en
causa de que se experimentase tan gran estrago arma, por lo cual con toda su gente se metió
en los moradores de Potosí, aunque después pa- en una quebrada (que hoy se nombra Jesús Valle
y es apacible recreo de los padres
garon con la vida los traidores. jesuítas del co-

Viendo, pues, Urbina la respuesta y sabiendo legio de esta Villa y está distante una legua).
no tenían otras armas los de esta Villa más que Aquí se fortaleció Urbina (más por conservar lo
solas sus espadas, tomando 30 caballos, 50 arca- robado y ver si podía robar lo que quedaba que
buceros y 40 piqueros, en menos de 24 horas se por servir a Pizarro), de donde con sus caba-
puso sobre esta Villa y entrando por las ruinas de llos por espacio de cuatro meses dio tanto que

Cantumarca a la nueva población dieron fuego hacer a los de esta Villa que no tuvieron una ho-
por cuatro partes a las pajizas casas. Alboro- ra de quietud, pues a todas se veían en el peligro
táronse sus moradores, huyeron unos por los ce- de ser despedazados por aquellos traidores. Y
rros, otros con más honra (aunque temeraria- llegó a tanto que se suspendió la labranza de mi-
mente) se opusieron con solas espadas y rodelas nas y aun se trataba ya de desamparar totalmente
a los traidores, y como era tanta la ventaja de el pueblo, según parece por dos cartas que escri-

éstos, en breves horas mataron a don Alberto bió el capitán Villarroel a don Pedro de Guevara
de Ávalos, a don Juan Tavera, al capitán Anto- (su pariente, que estaba en Chuquisaca) en las
nio Mascareñas, a Diego Atienza, a Pedro Couti- cuales refiere las calamidades que padecieron los
ño, a don Juan Abreiro, al alférez Barcarrota, al moradores de Potosí por no entrarles manteni-
capitán Ayamonte, a Bartolomé Viveros, y a otros mientos, que los enemigos los quitaban en el ca-
40 castellanos cuyos nombres se ignoran. Mata- mino, y el riguroso frío, que por estar las casas
ron también más de 80 indios que con sólo palos abrasadas con fuego no tenían dónde acogerse
[29' J y piedras defendían a sus amos. Quedaron en tan terrible clima, las continuas alarmas que
heridos el capitán Villarroel con otros 20 que de noche particularmente les daban, y la cruel-
huyendo escaparon las vidas. dad del traidor Urbina (a quien sólo le da el
Desamparada esta Villa de los pocos españo- nombre de ladrón), con otras lástimas que en
les que quedaron, robaron la mayor parte de las ellas declara, pues dice que en espacio de tres

casas a vista de algunas mujeres castellanas y pe- meses le ha muerto el traidor 46 españoles, fuera
ruanas que había y de gran número de indios que de los que perecieron a sus manos en la primera
sólo sirvieron de ayudar al acarreo a los traidores entrada, y más de 100 indios en varios acometi-
obligados del temor de las amenazas que los crue- mientos.
les traidores les hicieron. También robaron la 2. Sobre la población de Potosí véase el apéndice "Cálculos
plata que pertenecía al real quinto, que uno y de la producción de plata en Potosí". [H]
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 8 Año 1547
Finalmente hallándose el capitán Villarroel en hasta el pie de la Cuesta Cansada, y estando su-
elúltimo punto de necesidad determinó en sola biendo a la mitad de ella vinieron de la parte del
una batalla dar fin a tanta desventura. Para esto enemigo 30 arcabuceros y mataron de alto abajo
se juntaron en su casa muchos de los castellanos 14 indios, que apiñados con gran fatiga con otros
(soldados que se habían hallado en varias gue- muchos tiraban y subían el fingido cañón. Mata-
rras con los indios y en las batallas que tuvieron ron también otros cuatro españoles, y si los ca-
Pizarros y Almagros, y algunos, como don Juan ballos de Pedro Gómez no subieran a prisa
y
de la Cueva, Pedro Gómez Zagal, Diego de Leyva desbarataran los arcabuceros y aun mataran cin-
y Alvar Pérez de Godoy, que el año de 1539 se co de ellos, fueran más los que murieran al rigor
hallaron en la conquista del reino de Túnez cuan- de las balas. Soltaron los indios con el temor la
do el invencible emperador Carlos V echó de él fingida pieza, y trastornándose se quebró una
a Haradin Barbarroja, insigne corsario que se rueda, y rodando el tronco mató seis indios (mo-
había alzado con aquel reino), y juntos todos liéndoles los huesos) que por perezosos o in-
se trató el modo que se había de tener para echar advertidos no se desviaron. Detúvose en una con-
aquel fiero enemigo del sitio de su ladronera. Eli- cavidad de donde con gran trabajo lo sacaron, y
gieron por general a Pedro Gómez Zagal, por con mayor lo acabaron de subir hasta ponerlo
estar el capitán Villarroel aún no del todo sano en la misma quebrada donde estaba el enemigo.
de sus heridas. Hízose Pedro Gómez cargo de Alojáronse aquella noche al pie de un cerrillo
200 infantes españoles y 30 caballos y 3,000 in- donde por estar cerca ninguno dejó las armas de
dios, y lo primero que hizo fue enviar algunos las manos. Pasóse a los leales Francisco Delgadi-
indios espías a reconocer qué armas gente tenía 11o, y dioles noticia de la turbación en el campo
y
Urbina, y hallaron que se componía ya su campo de Urbina y miedo que todos tenían a la espan-
(por írsele apegando cada día todos los que an- table pieza.
daban huyendo de Carvajal, maestre de campo Miércoles al amanecer se levantó el campo de
de Pizarro) 3 de 200 infantes españoles, 50 caba- Urbina de donde estaba y retirándose un cuarto
llos[30] y 5,000 indios bárbaros, 80 arcabuces, de legua más arriba se alojó en una estrecha en-
100 picas y 20 escopetas, dos tiros pequeños y cañada. Los leales se estuvieron quedos todo
muchaspistolas. Los de Pedro Gómez Zagal no aquel día hasta ver en qué forma se ponían los
más que 20 arcabuces, 30 picas y algunas
tenían traidores. Fueron a reconocerlos los caballos de
pistolas, que más no se pudo hallar, Pedro Gómez, que eran 30, y saliéronles al en-
y los demás
habían de pelear con solas espadas rodelas. Pero cuentro los 50 de Urbina con quienes se trabó a
y
la astucia del general Pedro Gómez hizo que las 4 de la tarde una sangrienta escaramuza;
y
para espanto de los enemigos se labrase de un por ser de más experiencia y destreza los de Ur-
formidable soto (que para los edificios de esta bina mataron io de los leales. Huyeron los 20
Villa se habían traído algunos de muy lejos) una hasta llegar al real, y aunque venían en sus al-
,

a manera de pieza gruesa de artillería, cubierta cances los de Urbina se detuvieron en un arroyo
por encima con metal soroche
y pavonada que por temor de la pieza. Este suceso desmayó a los
parecía hierro muy limpio; aunque estaba hue- leales y puso nuevos alientos en los traidores. El
y
co como cañón y se podía cargar de pólvora, como general Pedro Gómez Zagal los animaba con ra-
en efecto se cargó, no advirtieron en ponerle zones tales cuales eran necesarias a la turbación
abrazaderas de hierro para que resistiese el pri- de que todos estaban poseídos. Aquella noche
mer tiro, pero como sólo era para poner espanto volvió a salir de su encañada el enemigo
y se
no curaron más de que lo viesen de distancia los puso a vista de los leales en dos alas teniendo a
4
traidores. los indios en medio.
Dispuesto todo, que ya no se sufría dilación, Jueves al romper el día como viese el general
se señaló para dar la batalla el día jueves i 9 de Pedro Gómez la forma del campo enemigo, salió
agosto, año 1547. 9 Y así el martes antecedente con el suyo a lo más llano de la quebrada. Puso
caminaron el general Pedro Gómez Zagal, Alvar en medio aquella gran pieza cercándola de 2,000
Pérez, don Juan de la Cueva y Diego de Leyva, indios y otros 1,000 en la retaguardia; a los lados
capitanes, con sus soldados con cada 10 caballos puso 100 españoles en for-
y su admirable pieza
para la quebrada donde estaba Urbina, que ya ma prolongada, por no dar lugar a otra cosa lo
tenía noticia de cómo venían sobre él los leales angosto de su sitio. Iba la pieza cargada con dos
y traían aquella gran pieza, cosa que no podía pelotas de piedra, no porque esperasen por ellas
acabar de creer ni cuándo ni cómo se hubiese la destrucción de sus enemigos sino tan solamen-
traído de la ciudad de Los Reyes, donde sólo te por atemorizarlos con el estruendo de la pól-
había artillería a la sazón. Caminaron con ella vora, pero Dios que gobierna todas las cosas lo

Cabe- preguntar
dispuso de suerte que no sólo estos dos instru-
3- cómo los que huían de Carvajal se juntaban
a Lirbina, siendo así que éste era subordinado de Carva- mentos hicieron notable daño, mas también el
jal. [M]
4- Este divertido episodio anecdótico del cañón
tronco deshecho en menudas piezas sirvieron de
fingido carac-
teriza una de las clases en que se
pueden agrupar los materia- puñales para herir a los enemigos. Finalmente
les de la primera parte de
la Historia, clase particular ésta a
la que podríamos llamar
diose la batalla a las 8 del día. Pelearon los lea-
de peripecias guerreras. [M]
5- El i' de agosto de
y sus capitanes con gran valor y los traidores
>

1547 no fue jueves sino lunes. [M] les

57
Año 1547 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

se hubieron como desesperados, los cuales vien- dos los leales y mataron otros 30 españoles y
do que aquella pieza no disparaba acudieron a muchos más indios.
ganarla con mucha grita y desorden: diéronle Urbina que por escaparse había tomado una
fuego los indios y al momento con un terrible gran cuesta, a la mitad de ella se le cansó el ca-
estruendo se hizo [30'] millares de pedazos, ma- ballo, de modo que no pudiendo ya dar un solo
tando las pelotas y astillas del tronco muchos paso lo alcanzaron los indios del general Gómez
españoles e indios, que unos dicen fueron más y lo mataron a pedradas y trajeron arrastrando
de 40, y otros menos. Murieron también algunos su cuerpo largo trecho y lo entregaron a los peo-
indios de los leales. Los caballos y arcabuceros nes españoles, los cuales lo llevaron ante el ge-
del general Pedro Gómez que estaban a la mira, neral, el cual mandó lo pasasen al pueblo, donde
viendo el desorden que en los traidores hizo aque- colgado en una horca de los pies estuvo muchos
lla pieza, los acometieron por todas partes y les días sin sepultura expuesto al escarnio de los
mataron más de 60 españoles y 200 indios. Hu- indios y gente de servicio. Algunos caballos de
yeron los de a caballo, y con ellos Urbina, si- este traidor se escaparon huyendo hasta ponerse
guiólos el general Pedro Gómez con sus caballos en Chuquisaca. Murieron 112 españoles y mu-
y algunos peones; y sus indios, como sabían bien chos indios bárbaros. De los leales entre espa-

las salidas de aquella quebrada, en breve tiem- ñoles e indios faltaron hasta 20. Y ésta es la ba-
po les salieron a los atajos en ocasión que ya en- talla Quebrada, que cuentan en sus his-
de la

traban en el campo de Carachipampa. Allí los torias Acosta, Méndez y Dueñas, y el poeta
entretuvieron tirándoles dardos, flechas y pie- Juan Sobrino la canta con elegancia en sus
dras, matando a algunos, hasta que llegaron to- octavas.

Capítulo IX

LLEGA A ESTOS REINOS DEL PERÚ EL PRESIDENTE PEDRO DE LA GASCA.


FORMA EJÉRCITO Y VA CONTRA GONZALO PIZARRO. QUEDA
ÉSTE VENCIDO Y PRESO Y MUERE DEGOLLADO

OR marzo del año de 1547, estando Gon- niendo al Juan Hernández envió al capitán Peña,

P zalo Pizarro en la ciudad de Los Reyes tuvo


aviso que Lorenzo de Aldana era llegado
con unos navios a un puerto 1 5 leguas del
Callao, y acordóse salir de la ciudad con toda
su gente e irse a poner cerca de la mar, temiendo
y Pizarro mandó que Peña no entrase en el real
hasta de noche porque nadie le hablase, y en-
trando le dio [Peña] el poder del presidente, y
del perdón general que el emperador hacía, y la
revocación de las ordenanzas, y dijo de palabra
que si los navios llegaban al puerto habría tan lo mucho que aquel reino ganaba en obedecer a
gran turbación en aquella ciudad que tendrían su rey, y que la voluntad real era que él gober-
lugar los que se quisiesen de irse a embarcar, y nase y que para ello enviaba al presidente con
así se hizo, pregonando so pena de la vida que poderes tan bastantes sabiendo lo sucedido en la
ninguno que pudiese tomar armas quedase en tierra. A
lo cual respondió Pizarro que haría

la ciudad, con lo cual había en ella tanta tur- cuartos a cuantos venían en la armada y castiga-
bación que no se entendían los unos a los otros. ría al presidente por su atrevimiento en detener-

Descubriéronse otro día tres velas en el puerto: le los embajadores que enviaba a su majestad

y la traición que Lorenzo de Aldana le


salió Pizarro con su gente, púsose en medio del había he-
camino entre la ciudad y el puerto para quitar cho. Esto dijo delante de sus capitanes; y en par-
que ninguno de la ciudad pasase al puerto ni del ticular, que le darían 100,000 castellanos si le

puerto a la ciudad. Proveyó Pizarro que un Juan tomaba el galeón de la armada, en quien estaba
Hernández fuese en una balsa a los navios y que toda la fuerza de ella. Mas Peña no dio oídos a
dijese a Lorenzo de Aldana que le enviase una esto, antes se enojó mucho de que se lo hubiese
persona y que él [Hernández] quedaría en rehe- dicho, y así se volvió a la mar.
nes, para que se pudiesen entender y saber la ra- Viendo Lorenzo de Aldana que el buen suceso
zón de su venida. Y como Juan Hernández pare- de esta jornada estaba en que los soldados supie-
ció solo en la marina, vino el capitán Palomino sen el perdón y merced que su majestad hacía a
en un batel por él y llevólo a la capitana; y Lo- todos, procuró ganar al Juan Hernández y que
renzo de Aldana oyó lo que decía Pizarro y rete- él lo hiciese con una cautela tan discreta como

58
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPITULO 9 Año 154 7

peligrosa, y fue que Lorenzo de Aldana le dio donde con ejemplo de leales no quiso ni aun con
todos los despachos [31] duplicados y cartas pa- simulación parecer traidor, juntó 48 hombres y
ra algunas personas señaladas del campo; y es- con ellos acometió al Cuzco. Resistióle la justi-
condiendo las unas en las botas, trajo las otras cia que allí había puesto Pizarro, entró vencien-
a Pizarro y tomándole aparte le dijo cómo Alda- do, quedó el Cuzco por el rey
y salió Centeno de
na le había persuadido que publicase el perdón allí agregando gente con 400 hombres. Arequipa
en el campo, y que había tomado aquellos des- defendió la voz del rey dando muerte a los que
pachos, lo uno por entretener a Aldana, lo otro allí había puesto Pizarro.
porque [Pizarro] viese que traía. Pizarro
el trato Habíase ya embarcado el presidente en Pana-
le agradeció el aviso y concibió de él gran cré- má con el resto de su ejército muy bien proveído
dito y lo mismo de las cartas; luego el Juan Her- de lo necesario para su armada, y de armas y
nández dio algunas de ellas e hizo perdedizas bastimentos y otras cosas. Traía hasta 500 hom-
otras, de manera que vinieron a noticia
y poder bres. Aportó con buen tiempo al puerto de Túm-
de sus dueños. Por esta buena diligencia comen- bez a 29 de junio de este año de 1547. En saltan-
zaron a írsele a Pizarro algunos de los principa- do en tierra todos le escribieron ofreciéndose a
les que le seguían, y si bien él hizo diligencias su servicio, y de todas partes le acudía tanta
por cogerlos para justiciarlos no le valieron todo gente que ya le parecía no había menester ayuda
lo que había menester, que ya se entendía al des- de otras provincias; y así avisó a la Nueva Espa-
cubierto la tiranía; y los que le dejaban eran los ña, Guatemala, Nicaragua
y Santo Domingo,
más y mejores, y los que quedaban muy temero- dando cuenta del buen suceso de sus negocios y
sos de que el negocio de Pizarro estaba muy de que no había menester sus ayudas. Proveyó que
quiebra así en las fuerzas como en la justificación, Hinojosa, su general, caminase con la gente has-
y los demás determinaban irse. Llegó a tanto que ta juntarse con los capitanes
y ejército que resi-
a vista de Gonzalo Pizarro se le fueron dos de a dían en Cajamarca para que todos se hiciesen
caballo, diciendo a voces que Gonzalo Pizarro un cuerpo, y que Pablo de Meneses fuese con la
era tirano y apellidando al rey. Aquí fue donde armada, y él caminó por los llanos para Trujillo,
su maestre de campo Francisco Carvajal dijo: determinado de no entrar en la ciudad de Los
"Estos mis cabellicos, madre, dos a dos se los Reyes hasta dar fin a esta empresa; y mandó que
lleva el aire’’. todos los que estaban por su majestad se junta-
Ya Pizarro sentía su perdición
y se temía de sen con él en el valle de Jauja, que era sitio con-
todos, y por esto comenzó a marchar la vía veniente para esperar o acometer al tirano,
y
de Arequipa huyéndosele muchos cada día. Al- donde había abundancia de bastimentos. Y así
zóse la ciudad de Los Reyes por su majestad caminó tomando la sierra con su campo, en el
pregonando públicamente con el pendón real las cual había más de 1,000 hombres de guerra, con
provisiones y perdones que traía el presidente. gran gozo, esperando verse libres de la tiranía
Como cada día sentía más Pizarro su perdición, de Pizarro, que todos estaban muy escandaliza-
envió a llamar a Juan de Acosta que se fuese a dos viendo muertos más de 500 hombres princi-
juntar con él, al cual también se le fueron mu- pales a horca y cuchillo, que no tenían hora se-
chos, y por más diligencias que hizo en prender gura con él.
y castigar a los que se huían no le bastaron. Fue El capitán [3i v Diego Centeno iba creciendo
J
al Cuzco
este capitán y de allí a Arequipa donde en gente, y traía en su ejército al obispo del Cuz-
se juntó con Pizarro, el cual estaba ya tan deshe- co, don fray Juan Solano,
y otros religiosos de
cho que habiendo tenido poco antes 1,500 hom- su convento y clérigos animando la gente. Aho-
bres no tenía ya más [que] 400;
y todo lo que él ra, pues, cuando Pizarro iba tan de caída se topó
se disminuía, crecía la parte del presidente de con él [y] procuró ganarle por bien ofreciéndole
y
sus capitanes. buenos partidos. No le valió, y un día que se
Hacíale cargo a Pizarro su maestre de campo contaron 19 de octubre, año 1547, vinieron a to-
Carvajal, afeándole no haber tomado su consejo parse en el pueblo de Huarina. Tenía Diego
en los casos que se lo había dado. Y como Piza- Centeno más de 1,200 hombres, y entre ellos ha-
rro se disculpaba con que traidoramente todos bía 200 caballos y 140 arcabuceros
y los demás
le faltaban al juramento de fidelidad, dio Carva- piqueros. Pizarro llevaba 300 arcabuceros muy
jalen haber a sus manos a los que se iban, diestros y 80 caballos; los demás hasta cumpli-
y a
algunos que alcanzó los ahorcó a otros despe- miento de 500 eran piqueros. Al fin rompieron
y
dazó como un fiero cruel bárbaro. Andaba este los unos con los otros
y y por ser tan diestro Car-
inicuo hombre de un pueblo a otro, de unos ca- vajal, maestre de campo de Pizarro, si bien eran
minos en otros derramando en todas partes san- la mitad menos, Diego Centeno
y sus capitanes
gre de leales, sin que los muchos años de su edad fueron vencidos, muriendo de su parte más de
(que pasaban de 80) le cansasen ni impidiesen 600, y de la de Pizarro 100 y otros heridos. Va-
su fiereza. Prendió a un clérigo llamado Már- lióles el saco 1,400,000 pesos. Carvajal procuró
quez porque era leal le dio por oficio hacer las coger al obispo para matarlo, y ahorcó a un reli-
y
crines y colas a los caballos. gioso que venía con él.
El capitán Diego Centeno salió de la cueva Supo el presidente la rota de Diego Centeno

59
Año 1548 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

estando ya en el valle de Jauja, y si bien la disi- nía con más de 300 arcabuceros a embarazarles
muló sintióla mucho y comenzó a dar prisa para el paso. Por estas nuevas mandó el presidente
que se juntase su gente; mandó venir la que ha- que marchasen más de 900 soldados bien arma-
bía en Los Reyes, y algunos tiros, armas y ropa, dos, y como Acosta vio tanta pujanza retiróse
lo cual se hizo con toda diligencia. Pedro Alonso avisando a Pizarro lo que pasaba. Subió el pre-
de Hinojosa quedó por general, como lo era sidente con su gente una gran sierra, más de le-
cuando entregó la armada; fue maestre de cam- gua y media, y descansó allí tres días.
po el mariscal Alonso de Alvarado, y el licen- Viéndose Gonzalo Pizarro en tanta manera y
ciado Benito de Carvajal alférez general, y Pedro por todas partes de todo punto tan apretado, en-
de Villavicencio sargento mayor; y por capita- vió a requerir al presidente que no pasase ade-
nes de gente de a caballo don Pedro de Cabrera, lante y que suspendiese las armas hasta que se

y Gómez de Alvarado, y Juan de Saavedra, los


supiese lo que el emperador mandaba. Envió
más leales servidores de su majestad. En la úl- asimismo a hacer grandes ofertas a Hinojosa y
tima reseña se hallaron 700 arcabuceros, 500 pi- a Alonso de Alvarado, y que se juntasen con él.
queros y 400 caballos, y después se le fueron El presidente escribió a Pizarro persuadiéndole
de pelea, y así salió el campo de Jauja a 29 de di- [32] que se redujese y haciéndole muy buenos
juntando hasta llegar a número de 1,900 hombres partidos, y enviábale el traslado del perdón de
ciembre de este año de 1547, caminando en buen su majestad; y esto hizo muchas veces en todo
orden la vía del Cuzco en demanda de Pizarro. este camino, dando los despachos a los corredo-
Llegó al campo el capitán Pedro de Valdivia, res para que topando a los de Pizarro se los
que habiendo venido del reino de Chile a la ciu- diesen.
dad de Los Reyes y sabiendo el estado de las Y como Pizarro supo que el presidente había
cosas fue luego en seguimiento del presidente pasado el río y tomado lo alto de la cuesta, salió
para servir a su majestad. Y
con su llegada co- del Cuzco con 900 infantes y caballos, los 550
braron mucho ánimo todos, porque los había es- arcabuceros y 6 piezas de artillería, púsose en
pantado la victoria que Pizarro por la gran in- Jaquijahuana, cinco leguas del Cuzco, en un
teligencia de su maestre de campo Francisco llano al pie del camino por donde el real del pre-
Carvajal había alcanzado; y cierto le temían y sidente había de pasar bajando la sierra, y asentó
en estas Indias no había quién se le osase oponer el campo en lugar tan fuerte que no le podían

ni igualar como Pedro de Valdivia, el cual en acometer sino por una ladera angosta que delan-
llegando comenzó como principal a entender con te de sí tenía, teniendo a un lado de sí el río y la

los demás capitanes en las cosas de la guerra. ciénaga, a otro la montaña y por las espaldas
Llegaron a Andahuayllas, donde se detuvieron una honda cava quebrada. Y desde allí dos o tres
1
casi todo el invierno (que fue recio por lo mu- días antes que la batalla se diese salían a es-
cho que de día y de noche llovía) y enfermaron caramuzar los más valientes; y en pasando el
más de 400, a los cuales curaron con mucho cui- presidente con su campo a alojarse, salió Pizarro
dado. con su gente en escuadrones, sacadas sus mangas
Luego que comenzó a abrir la primavera del de arcabuceros y en orden para dar la batalla, y
año de 1548 salieron de Andahuayllas y fueron a comenzó a disparar la artillería y arcabuces para
ponerse a 20 leguas del Cuzco, y esperaron que que sus contrarios le viesen y oyesen.
se hiciese un puente para pasar el río Apurí- Quisiera el presidente diferir la batalla con
mac, 12 leguas del Cuzco. Habían los enemi- esperanzas de que se le pasarían muchos; mas
gos quebrado todos los puentes de aquel río de no le daba lugar su alojamiento y falta de co-

suerte que parecía cosa muy imposible poderlo mida, y por el gran frío que hacía, y ni aun tenía
pasar si no rodeaban más de 70 leguas; y así leña para remediarlo, y también les faltaba el
procuraron hacer los puentes y con harto traba- agua, las cuales faltas no sentía Pizarro porque
jo, miedo y peligro y pérdida de caballos pasaron de todo estaba muy bien proveído. Quisieran Pi-
el río. Envió el presidente a don Juan de Sando- zarro y su maestre de campo acometer aquella
val, caballero de estima por su valor, con una noche secretamente el real del presidente por tres
banda de caballos a descubrir el campo del con- partes, que hicieran una buena suerte; no lo hi-
trario y corrieron más de tres leguas sin topar cieron porque se les huyó un soldado llamado
hombre de Pizarro. Pasóse al campo del presi- Nava, y así entendieron que los avisaría. Este Na-
dente Juan Núñez de Prado, natural de Badajoz, va y Juan Núñez [de] Prado aconsejaron al pre-
y éste fue el que le dio aviso de todo lo que
sidente que se detuviese en dar la batalla porque
había en el campo de Pizarro, y que Acosta ve- de la gente que andaba con Pizarro se le pasaría
1. Los cronistas españoles de la Conquista del Perú solían mucha particularmente los que habían escapado
pasar por alto las propiedades telúricas de la nueva tierra, de la rota de Centeno, que los traía medio for-
y, por ejemplo, contaban aquí las estaciones del año como
si estuvieran haciéndolo todavía en España. Garcilaso mismo,
zados y habiendo bajado la cuesta, si bien con tra-
aunque nació en el Perú, sumóse a la corriente al escribir su bajo, se pusieron en orden y se pasaron algunos
Historia en España. Pero aún más extraño es que Arzáns, que
nació y escribió en Potosí olvide, como en este pasaje, la geo- al campo del presidente, como fue el licenciado
grafía física de estos países y copie de sus fuentes de proce- Cepeda, oidor que había sido, Garcilaso de la
dencia española "invierno" y "primavera" donde debió corre-
gir "verano” y "otoño”. [MJ Vega, y otros muchos. Pizarro se estaba parado

60
PRIMERA PARTE. LIBRO II. CAPÍTULO 9 Año 1348
con su campo, creyendo que sus contrarios se le Francisco Carvajal aún estando ya para ser
habían de meter en las manos como lo hicieron en ajusticiado no dejó sus agudezas y dichos cele-
Huarina. El general Hinojosa caminó con su cam- brados, pues como cuentan varios escritores el
po paso a paso hasta ponerse en un sitio bajo, a día que fue preso se llegó a él Diego Centeno,
tiro de arcabuz del enemigo, donde la artillería
y con palabras imperiosas le preguntó si le co-
no le podía coger. nocía, a loque respondió Carvajal diciendo que
íbanse muchos del bando de Pizarro, y rogaban no conocía porque siempre lo había visto por
le
al presidente y sus capitanes que se detuviesen detrás. Finalmente fue arrastrado
y descuarti-
porque sin riesgo de batalla desharían al enemi- zado al segundo día de su prisión; dicen algu-
y
go. Y
estando en esto una manga de 30 arcabu- nos que a fuerza de ruegos se confesó,
y que
ceros del escuadrón de Pizarro se pasó como los decía que él se entendía que ya estaba
y confe-
demás, y luego comenzaron a desbaratarse los es- sado, y así murió diciendo gracias que en tales
cuadrones, y por enviar tras ellos, huyendo unos trances no hay para que sean buenas. Fueron
para el Cuzco y otros hacia el presidente, al- ahorcados otros ocho o nueve capitanes,
y y des-
gunos ni tuvieron ánimo para huir ni para pe- pués se hicieron otras justicias como iban pren-
lear. Y viendo esto Gonzalo Pizarro dijo: "Pues diendo. Diose esta batalla en este memorable
todos se van al rey, yo también”; aunque fue reino y valle de Jaquijahuana, lunes de Cuasi-
público que Juan de Acosta, su capitán, dijo: modo, que fue a 9 de abril del ya dicho año
"Señor, demos en ellos,muramos como roma- de 1548. Hizo el presidente un solemne perdón
nos”. A lo cual dicen que respondió Pizarro: en favor de todos los que en esta batalla se ha-
"Mejor es morir como cristianos”. Y
viendo cerca bían hallado acompañando el estandarte real, de
de sí al sargento mayor Villavicencio sabiendo todos y cualesquier delitos que hasta aquel día
y
quién era, se le rindió y le entregó un estoque que hubiesen cometido. Repartió las tierras e indios
traía en el ristre porque había quebrado la lanza de los que condenaron entre los que habían ser-
en su misma gente que se le huía. Fue llevado vido con lealtad. Señalóse en esta
y en otras
al presidente
y habló con alguna libertad y en- muchas ocasiones contra Pizarro y sus secuaces
tregáronle a Diego Centeno que lo guardase, Alonso de Sayas, natural de la ciudad de Écija;
y
luego fueron presos todos los capitanes, encomendóle a este caballero el repartimiento
y el
maestre de campo Carvajal huyó
y pensando es- de Guaqui por sus servicios, que fueron particu-
caparse aquella noche escondiéndose en unos lares.
cañaverales se le metió el caballo en un panta- Puso en orden todas las cosas del reino con
no, donde sus mismos soldados le prendieron admirable prudencia, con la cual
y con sólo su
y le trajeron al presidente, adonde sus contrarios bonete allanó un negocio de los más graves
y
le hicieron muy malos tratamientos. Siguieron el dificultosos que se ofreció al emperador en todo
alcance [y] saquearon el real, donde muchos se su tiempo. Donde
parece cuánto más valen las
hicieron ricos pues pasaban de que
14 millones en letras las armas, y la
prudencia o sabiduría
oro y plata los que allí tenía Pizarro. que la fortaleza, por donde dijo el doctísimo
Otro día después de vencido rey de Egipto Trimegisto que el varón sabio se
y desbaratado
Pizarro, el presidentecometió el castigo de él hace señor de los astros. Asentadas, pues, las
y de los demás al licenciado Cianea, oidor, cosas de esta manera y después de haber funda-
y a
Alonso de Alvarado, como maestre de campo do el presidente la ciudad de La Paz (que es
suyo; los cuales procedieron contra Pizarro por Chuquiabo) dio la vuelta para España, comen-
sola su confesión atenta la notoriedad del hecho,
zando a navegar por el mes de diciembre de
y le condenaron a que le fuese cortada la cabe- 1549, llevando suyos hasta 5 millones de oro y
za y que se pusiese en una ventana que para ello
plata, sin lo que dejó por faltar embarcación en
se hizo en el rollo público de la ciudad de Los
que llevarlo. Pasó en Alemania a dar cuenta al
Reyes, cubierta con una redde hierro y un rótulo emperador de su muy feliz jornada merecedora
que decía: 'Esta es la cabeza del traidor Gon- de muy grandes premios. Diósele por sus bue-
zalo Pizarro que se levantó en el Perú contra su nos servicios el obispado de Palencia
y después
majestad, y dio batalla contra su estandarte real
en el valle de Jaquijahuana”. Confiscáronle
le acrecentaron con el de Sigüenza. según Y
dicen algunos autores que conocieron a dicho
los bienes v
y derribáronle y [32 ] sembraron de presidente Pedro de la Gasea era su persona
sal las casas que tenía en el Cuzco, poniendo en muy disminuida y de ruin gesto, mas su valor era
el solar un padrón con el
mismo padrón. Murió grande (como aquí se ha dicho brevemente),
y
como buen cristiano, ejecutándose la sentencia merece contarse entre los claros varones de Es-
aquel mismo día, que fue martes (un día paña; y según autores graves venía de la anti-
des-
pués de la batalla correspondiente al del virrey quísima familia noble y poderosa de los Gaseas
Blasco Núñez Vela [que fue lunes]) que se romanos.
con-
taron 10 de abril, año de
1548. Enterraron el Al licenciado Cristóbal Vaca de Castro des-
cuerpo en el Cuzco muy honradamente. Llevóse
pués que fue llamado a España lo tuvieron preso
la cabeza a la ciudad de Los Reyes para cum- en Arévalo y en otras partes;
y después cons-
plir lo que la sentencia mandaba. tando de su inocencia y bondad, su majestad

61
Año 1548 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

le restituyó en su lugar en el consejo real adon- comenzando a intitularse la Villa Imperial de


de residió muchos días, hasta que ya con la carga Potosí, a devoción del emperador Carlos V. 2
de sus muchos años no pudo sufrir la de los ne- En los principios de este mismo año dicen con-
gocios y se recogió a hacer vida religiosa en el formes los que han escrito de esta Villa que se
monasterio de San Agustín de Valladolid. comenzó a fundar en ella la iglesia y convento
El licenciado Cepeda, natural de Tordesillas, del gran patriarca San Francisco, fábrica en la
uno de los oidores que como ya dijimos vinieron ocasión humilde como su dueño aunque grande
con el virrey Blasco Núñez Vela, fue notable y por los varones ilustres en virtudes que lo funda-
señalado en este reino por lo mucho que acá ron (como se cuenta en la crónica de esta sagra-
valió y tuvo, así en servicio de su majestad mien- da religión de este reino), que acabada después
tras estuvo en su libertad como en compañía fue la primera en Potosí adonde se adoró al ver-
de Pizarro después que se apoderó tiránicamen- dadero Dios. Quedó la iglesia muy corta de esta
te de él y de toda la tierra. Pasóse Cepeda (como primera vez que se fabricó, hasta que pasados
atrás dije) al campo imperial en el último ar- algunos años por el sitio del altar mayor se le
tículo, cuando estaban los dos campos para darse agrandó una gran parte, y a los lados se hicieron
la postrera batalla, y corrió peligro de muerte unas capillas con que se mejoró esta iglesia; y
(según dicen algunos autores, aunque lo con- así sirvió hasta que tercera vez se tornó a agran-
tradicen) porque Pizarro envió tras él y le deja- dar por el mismo lugar que la segunda vez, de
ron por muerto los suyos en un pantano. Reci- suerte que quedó muy capaz.
bióle Gasea con gran amor, aunque después lo Asimismo en este año se comenzaron a obrar
puso allá en España en la cárcel real y fue acu- las iglesias de Santa Bárbara y San Lorenzo, y
sado ante los alcaldes del crimen. Defendíase acabadas se constituyeron en parroquias de indios
Cepeda por muchas y con muy vivas razones, y y fueron éstas las dos primeras de esta Villa.
(según él se sabía bien disputar) túvose creído Por el mes de noviembre de este año de 1 548
que saliera de la prisión con su honor, pero por hubo varios encuentros entre las naciones que de
haberse muerto de su enfermedad en la cárcel de España estaban avecindadas en esta Imperial Vi-
Valladolid se quedó indecisa su causa. Autor lla, sobre haber atravesado los andaluces y extre-

gra[33]ve dice que hubo en su poder una ele- meños el maíz y otros mantenimientos que los
gantísima información de derecho que tenía he- indios trajeron para el bien común, y repren-
cha en su defensa, que cierto dice quien la viera diendo la acción los vascongados, portugueses
y peruanos, se indignaron los unos y los
no podría dejar de descargarle y tenerle por leal otros y
servidor de su rey y señor. Fue finalmente más remitiéndolo a las armas fueron muertos de
feliz de ingenio que dichoso en el suceso de sus una y otra parte más de 40 hombres, sin otros
cosas, porque habiendo tenido inestimable ri- muchos heridos. Desde este sangriento suceso
queza y honor grandísimo, se vio harto afligido (como cuentan varios autores) se comenzaron
y con necesidad en la cárcel. en esta Villa los bandos tan memorables entre
En este año de 1548 se continuaba la funda- las naciones, sin que de allí adelante se expe-
ción de esta Villa de Potosí, volviendo sus mora- rimentase más conformidad ni caridad; y así
dores a renovar los edificios harto débiles que procuraba cada nación ir a los caminos y con-
destruyó el traidor Alonso de Urbina. Yestando ducir a los barrios los mantenimientos, y aun
con alguna perfección señalaron casas y barrios quitarlos por fuerza de los que menos podían,
para cada una de las naciones que a la sazón siendo esto ocasión de muchas muertes y cala-
asistían, que eran andaluces, extremeños, vas- midades.
congados, portugueses, y los españoles peruanos
Sobre la arquitectura, escultura y pintura potosinas el lec-
de varias provincias como también de México; 2.
tor puede consultar el apéndice de José de Mesa y Teresa
y así se hizo una famosa y nobilísima república, Gisbert. [H]

62
V
[33 I LIBRO III

Capítulo I

DE LAS EXCELENCIAS QUE GOZA EL RICO CERRO DE POTOSÍ


Y TESORO INACABABLE DE SUS PODEROSAS MINAS

H ABIENDO declarado en
pítulo del libro I
el primer ca-
de esta Historia al-
gunas de las excelencias que en sí man-
tiene el rico Cerro de Potosí, conviene
en éste adelantarlas para mayor ostentación de
su grandeza, la cual siendo tanta
y tan incom-
parable tengo por cierto no ser bastante mi plu-
yor (que se descu[34]brió primero) tenía 300
pies de largo y 13
la
se fue
60 años.
De
de ancho, todo metal rico y
mayor parte de plata blanca finísima, la cual
cavando sin topar agua por espacio de

todas estas principales vetas, vetillas


mos, por más de 1,500 bocas (sin otros muchos
y ra-

ma para manifestarla como se debe, mas no por pozos y lumbreras) se han sacado desde el felicí-
eso dejaré de referir lo que para su perfección simo año de 1545 de su admirable invención
le dio el Criador como a tal obra de sus divinas hasta el presente de 1705 en que esto se escribe,

y liberales manos, por lo cual se ve (este admira- 3,200 millones de pesos ensayados de a 13 rea-
ble monstruo de riqueza, cuerpo de tierra
y alma les y un cuartillo cada peso, que distribuidos en
de plata, emperador de los cerros 160 años les viene a cada uno a 20 millones
y rey de los y
montes) en tanta alteza y estimación. a este modo
en los dichos 160 años que se cuen-
Y dejando aparte su interior hermosura que tan desde su descubrimiento hasta este ya dicho
tanto deleita, aprovecha abastece a los humanos de 1705 ha dado cada día 54,694 pesos 4 reales
y
(que se verá después), digo que la exterior es
y poco más de 5 maravedíes.
tan agradable a la vista que ninguna llega a ver- Don Antonio de Acosta en el capítulo 7 de la
la sin que deje de causarle deleite primera parte de su Historia dice que hasta su
y admiración,
obligándoles a alabar al Criador la especialidad tiempo en espacio de 112 años se habían sacado
de su bella forma. La cual (como queda dicho de este rico Cerro 3,010 millones, y siendo esto
en el capítulo i de la Primera parte de esta His- así son muy pocos los que ha dado en los 50 años
toria') es como la de un pan de azúcar o pabellón siguientes hasta el presente. 2 Y añade el dicho
muy extendido por la falda. Su altura es de poco autor diciendo que después de haber sumado los
menos de una legua que la tiene desde el pie del libros reales y los de toda la Ribera, y
sacado la
cerro pequeño que llaman los indios Huayna dicha cantidad de 3,020 fue dada
millones, le
Potosí, que se interpreta Potosí el mozo (el cual una memoria de un grandísimo número de mar-
nace del cuerpo grande se dilata un gran espa- cos de plata que en aquellos años se habían bene-
y
cio, pero mirado del pueblo parece
estar pegado ficiado en los trapiches (que este autor llama
el uno al otro,
y siendo de la misma forma del ingenios de viento), la cual siendo difícil de
cerro grande quedan entrambos con muy buena ajustarla por estarmezclada con el metal que se
perfección). Por lo más extendido de su falda traía de Andacava y otras minas del contorno
tiene un círculo poco más de dos leguas.
Su color sin haberse registrado para el quinto, no los in-
es entre bermejo
y pardo o rojo oscuro. corporó a los sobredichos 3,020 millones; así y
Las vetas principales que se hallaron estaban dice este autor que añadiendo lo que se benefició
levantadas sobre la superficie de la tierra como del rico Cerro en los trapiches crecería mucho
riscos, las cuales son cinco, esto es las principa- más número de millones.
el
les, sin otros ramos
y vetillas muchas que de ellas Bartolomé de Dueñas y Juan Sobrino siguien-
nacen. Estas cinco vetas se hicieron después
bien
conocidas por estos nombres: la del Estaño; la
siete eran vetas diferentes. Según Capoche, que como dueño
Veta Rica y Flamencos; la de Centeno con la de de minas e ingenios conocía bien la materia
y escribe en
Zúñiga; la de Antona 1585, las primeras vetas fueron cuatro: Rica, de Centeno, del
y Ciegos; la veta de Cor- Estaño y de Mendieta (Relación, p. 77-87) Capoche da tam-
pus Christi la veta de Mendieta, que son las bién una valiosísima lista de las vetas principales, secunda-
y
vetas más antiguas de este rico rias, vetillas, etc., etc. hasta 1585 (ibia.,
p. 79 ss.). En el
Cerro. 1 La ma- Archivo Nacional, Bolivia, se conservan materiales de pri-
mera mano, que permiten el estudio de este aspecto desde
x. Suponiendo que las de Zúñiga
y Antona sean meramente 1549 hasta 1825 (Mendoza, "Documentos de minas”). [M]
os
nombres de las de Centeno
y Ciegos respectivamente, ?. Sobre la producción de Potos! véase el apéndice "Cálculos
quedan de todas maneras siete no
y cinco, y de hecho esas de la producción de plata en Potosí”. [H]

63
Año 1549 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
3
do conformes a don Juan Pasquier, sacaron en aquellos primeros años que aún no se habían
igualmente esta cuenta no sólo por los libros descubierto otras muchas minas que después
reales y de los azogueros y trapiches, mas tam- se descubrieron, ¿qué sería en adelante?
bién se dieron tan buena maña que casi sacaron Bernardo de la Vega en el libro de Las gran-
en limpio la crecidísima cantidad que en aque- dezas del Perú? certifica que desde el año de 1 545
llos años habían llevado de extravío los merca- hasta el de 1597 se habían quintado por todos
deres a España por el puerto de Buenos Aires, y 536 millones de plata ensayada.
así afirman que en espacio de 120 años había El ilustrísimo y reverendísimo señor don fray
dado Cerro 3,030 millones.
este rico Prudencio de Sandoval, obispo de Pamplona,
Hay mucha dificultad en ajustar ciertamente cronista del emperador Carlos V, dice de este
muchísimos marcos de plata rico Cerro que en aquellos primeros años de
y con fijeza los
que en piñas sin registrar ni pagar quinto de su descubrimiento (en que sólo daban plata la
ellas, van por Buenos Aires y otros puertos to- mina Descubridora, de Cotamito y Pizarro)
la

dos los años a España. Pedro Muñoz de Camar- se sacaban cada año millones de plata en-
siete
sayada. Y si tan gran cantidad daban tan pocas
7
go, vecino de Santiago de Cotagaita (pueblo
puesto en el camino que va al Tucumán y Bue- labores, ¿cuánto más darían las muchas que des-
nos Aires) curiosamente fue notando las par- pués se fueron descubriendo?
tidas de piñas que por allí pasaban, y afirma que Don Bartolomé Astete de Ulloa, factor de las
numerados los marcos en espacio de 112 años reales cajas de esta Imperial Villa, en las noti-
que pudo ajustar con otros curiosos y antiguos cias que remitió al rey don Felipe IV de la reedi-

vecinos, llegaban a 80 millones de marcos, que ficación de la Ribera (que la destruyó la laguna
a siete pesos (que era su justo precio entonces) de Caricari el año de 1626) dice que desde el de
suman 560 millones. Otros vecinos de esta Villa 1545 que se descubrió este rico Cerro hasta el
Imperial han ajustado mayor cantidad y en me- de 1632, se quintaron 980 millones. según Y
nos años. Y según lo referido, juntándose a don Antonio de Acosta, como queda dicho hasta
estos dichos marcos lo que desperdician los in- el año de 1657 (que es el espacio de 112 años
dios y beneficiadores, y lo innumerable que en que dice este autor) se sacaron 3,010 millones.
plata labrada para adorno de los templos y casas Y como afirman don Juan Pasquier en la "His-
se distribuye, si no es mayor es igual a lo quin- toria”, o parte de ella, que escribió de esta Im-

tado lo que deja de quintarse. perial Villa, Bartolomé de Contreras, azoguero


8
Para prueba de lo dicho, son muchos los auto- rico en ella, y el contador Andrés Bretón hasta

res que han numerado la plata que desde su el de 1665 se sacaron por todos 3,030 millones
descubrimiento se ha sacado de este rico e inaca- en el espacio de 120 años que dicen conformes.
bable Cerro. El año de 1573 halló el excelentí- Y habiendo hallado mi diligencia en estos
simo señor don Francisco de Toledo, virrey del autores la cantidad que cada uno cuidadosamente
Perú, en la visita de las reales cajas de esta Im- sacó en limpio, hallóme con la obligación de
perial Villa por sus libros, que en aquellos 28 hacer lo mismo hasta este año de 1705 (en que
años desde su descubrimiento se habían quinta- justamente se cuentan 160 años desde su des-
do 76 millones, 4 y desde este año hasta el de cubrimiento, como queda dicho) aunque con
5
1585 (como afirma el capitán Pedro Méndez) alguna dificultad por causa de que en los libros
se quintaron otros 40 millones. reales están mezcladas las sumas con las parti-
El año de 1590 imprimió en España el padre das de plata que se han traído de varios minera-
José de Acosta, de la Compañía de
Jesús (pro- les, particularmente en espacio de los 40 años

vincial que fue en estas dilatadas provincias del que para el cuidado de ajustarlos se me han sido
Perú) aquella su gran historia intitulada Histo- reservados. Y para dar entero cumplimiento, he
ria natural de las Indias-, comunicó al rey Feli- procurado con toda diligencia ajustar con certi-
pe gran riqueza de este Cerro de Potosí y
II la dumbre lo que se ha sacado en dichos 40 años,
libros reales (y también de los azogue-
dijo lo que escribe en dicha Historia (libro IV, y por los
capítulo 7) que desde el año de 1545 que se des- ros y dueños de trapiches, cómputos y razones
cubrió, hasta el de 1585, se sacaron en aquellos de este propósito) he hallado que en los sobre-
40 años de quintos para su majestad, 11 millones dichos 40 años se han sacado de este rico Cerro
de plata ensayada de a 13 reales y un cuartillo otros 160 millones, que por todos hacen los 3,020
el peso, conque viene a ser en moneda (de lo que ya quedan dichos, y también que distribuida
dicho registrado para el quinto) más de 500 esta cantidad en 160 años les viene a cada uno a
millones, y se puede considerar serían otros tan- 20 millones.
v
tos [34 ] los que hasta allí se habían sacado sin
6. Bernardo de la Vega, libro I de la Grandezas del Perú,
registrar y pagar quinto de ello; y si esto fue historia de las Indias. [A]
3. Dueñas, "Historia de Potosí”, primera parte, libro V, ca- 7. El ilustrísimo y reverendísimo señor don fray Prudencio
pítulo 3; Juan Sobrino, segunda parte, canto X; Pasquier, de Sandoval, obispo de Pamplona, en la segunda parte de la
"Historia de Potos!”, libro I, capítulo 13. [A] Historia de la vida del emperador Carlos V, en sus exequias
4. El excelentísimo señor virrey don Francisco de Toledo en reales, f. 634. [A]
el libro de sus ordenanzas. [A] 8. En 1665 contador de las cajas reales de Potosí no era
el

5. El capitán Pedro Méndez, "Historia de Potosí”, libro VIII, Andrés Bretón sino Antonio Cupín de Esquivel: Audiencia
capítulo 9. [A] de La Plata: Expedientes, año 1665, No. 14, f. 33. [M]

64
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO I Año 1549

Y un espanto sin ejemplar del mundo, un


es regalos que goza, que son innumerables. El muy
tesoro que ha enriquecido el orbe y un escándalo reverendo padre maestro fray Antonio de la Ca-
que ha trabucado las naciones. Y si el haber dado lancha, ponderando en su historia la máquina
tanto debe causar admiración, mucho más su fir- de plata que de este rico Cerro se había sacado
meza y continuación inacabable, pues mediante hasta el tiempo que su paternidad asistió a esta
la divina voluntad se espera dará en adelante más Imperial Villa por predicador mayor de su con-
crecido número de millones. 9 vento, dice: ''De las barras de plata que se han
Otra cosa se debe advertir en el particular de sacado del rico Cerro de Potosí, se pudiera hacer
la cantidad que hasta aquí se ha sacado de este un puente de ellas desde esta Villa a España”.
rico Cerro, la cual es que en más de 60 años no Acosta y Pedro Méndez dicen que de la plata
alcanzaron el conocimiento y beneficio del me- que se había sacado hasta sus tiempos, se podía
tal negrillo, y así la mina que daba en este género hacer otro cerro de su mismo tamaño.
la desamparaban, por cuya causa en los pri- Hállanse en él cuantos géneros de metales ri-
meros años de su descubrimiento se experimen- cos de plata crió la naturaleza, como son: plata
taron en esta Imperial Villa muchos conflictos blanca, rosicler, plomo ronco, negrillos, pacos,
por faltarles la plata en varias ocasiones como acerados y otros seis géneros a que les aplican
diré más adelante. De suerte que si todo el metal propios nombres los minadores conforme a su
negrillo (y otros a quienes no se le conocía el calidad, a los cuales desde elaño de 1571 se les
beneficio) no los hubieran despreciado comenzaron a sacar la mayor parte de la ley
y con
conocimiento se sacara de ellos toda la ley, fue- con el beneficio de azogue y otros materiales ayu-
ran muchos más los millones que les hubiera dados de la experiencia, como diré en otra parte
dado. más largamente, porque antes por falta de cono-
Hoy se padece grande incomodidad en las cimiento los arrojaban en los desmontes y sólo
minas por su mucha profundidad y haber dado beneficiaban lo más conocido y más rico, conque
las más en agua como dieron las de Guadal- se apreció más el Cerro de Potosí.
canal en España (de que habían los libros de En sus comarcas crió Dios las cosas que ha me-
los Macabeos) no porque allí se prohíbe sacarla nester su beneficio: la cal, plomo, cobre, estaño
(simplezas del vulgo) sino porque ha centena- si hubiera material fuerte para fundir
y sal, y
res de años o que se acabó la veta o dieron las el metal de hierro (que lo hay en abundancia)
minas en agua. Pero en este riquísimo Cerro de no se necesitara del que traen de Vizcaya,
Potosí no imposibilita de todo punto el sacar me- Francia y Alemania para las almadanetas con
tales de las que cogen agua, porque se valen que se muelen los metales y para otras cosas per-
de bombas, cubos y otros instrumentos, sien- tenecientes a sacar la plata, pero nada le falta
do finísima la plata de algunas de estas minas de lo que ha menester para sacarla (próvida
aguadas. naturaleza que crió para esta olla todas sus ber-
Y admira a la filosofía lo que cada
día prueba zas) pues a faltar alguno de estos metales, o
la experiencia en este Potosí: que el metal cor- por el sobrado gasto no se beneficiara la plata
tado de la peña si este año no es de ley, dentro o por la falta se perdieran los metales rebeldes.
de cuatro crece y tiene todos los quilates. 10 Pero si han molido metales los ingenios, más
La plata ha[35]cia el poniente es la más indios han molido los trozos en las minas por
rica,
y todo el Cerro la admiración del mundo: sacarlos, pues en cada partida que se acuña po-
él lo enriquece todo nen a mucho riesgo sus vidas. 11
y a él le vienen a servir los
9. Esta esperanza en una nueva edad de oro es propia de los
En las espantosas cuanto ricas entrañas de este
grupos humanos en declinación. Cuando Arzáns escribe su admirable monte resuenan ecos de los golpes de
Historia, Potosí está descendiendo ya la vertiente de la deca-
dencia. Los azares de la guerra de emancipación acabaron por
las barretas, que con las voces de unos, gemidos
arruinar casi del todo la minería de la plata en Potosí, que la de otros, gritos de los mandantes españoles, con-
República no pudo restaurar sino en muy pequeña escala. No
obstante, la significación minera del Cerro no ha desaparecido
fusión y trabajo intolerable de unos y otros,
y
del todo. Abierto el ciclo del estaño en Bolivia, Potosí
par- espantoso estruendo de los tiros de pólvora, se-
ticipó en él, aunque ya no en primer lugar.
[M] meja tanto ruido al horrible rumor de los infier-
10. Pedro Vicente Cañete, paraguayo por nacimiento
y poto-
sino por adopción, teniente asesor de la intendencia de nos: noviciado parece de aquel centro formida-
Po-
tosí, en 1786 rebatía con argumentos
experimentales esta
creencia, de la que participaron el padre Barba en su ble.
Arte
tnetales y el padre Calancha en su Coránica. Cañete Innumerables son los que han perecido en sus
califica de "falaz” esta creencia en su Historia
física y política
de Potosí p. 55 ss. entrañas: cada paso que dan en una de sus minas
Entre Cañete, fruto sazonado de la Ilustración, llegan a los umbrales de la muerte, sirviéndoles
y Arzáns,
historiador de tendencia popular, hay la diferencia que re-
sulta oovia de la confrontación de sus obras
respectivas. En
a cada uno de vela para morir aquella que traen
e! prólogo de su libro Cañete se refiere
en los siguientes tér- en la mano para poder andar. Unas veces se les
^ es<^ e ^ osos a I a obra de Arzáns: "Conocí que todos
hablaban [en Potosí] por una tradición falsa o equivocada, apaga la luz y allí perecen; otras se los traga la
Por una historieta de cuentos impertinentes que aquí llaman
Anales de Potosí’ haciéndose creer sobre su palabra en la ix. Este aparte trae varias líneas tachadas en el ms. de Brown,
confianza de no encontrarse papeles en los archivos”, ib id. quizá para encubrir una copia demasiado literal, pues aun
[M] como están estas palabras de Arzáns son demasiado pareci-
Sobre la personalidad de Cañete y su obra véase Men- das a las de Calancha: "Pero más indios que metales han
doza. Cañete
y su historia física y política (Sucre, 1954). molido los ingenios, pues cada peso que se acuña cuesta diez
[H] indios que se mueren", Coránica, p. 745. [M]

65
Año 1349 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

misma tierra donde pisan, porque ignorantes de Al poniente de este rico Cerro de Potosí crió
los huecos que debajo pasan, se abren y los se- Dios una fuente regalada (milagro de natura-
pultan; otras se hallan enterrados de los sueltos leza) que llaman Flamencos, de tanta estima-
que sobre ellos caen; otras se caen en aquellos ción en otros tiempos que valía ocho reales una
pozos y lagunas de mucha profundidad que hay botija de esta agua. Al otro lado del Cerro de
allí dentro y se ahogan. Veréislos unas veces donde sale Flamencos, corre otra agua tan mala
trepar por las sogas cargados del metal, sudando y dañosa que frunce los labios, arruga las manos,
y trasudando, otras veces los
veréis descender pudre el vestido y zapatos si se moja con ella, y
por unos palos muy delgados 200, 300 y más aun mueren los carneros si la beben: es cosa pro-
estados; y a veces los veréis, por desmandárseles digiosa en tan corto compás la diferencia de estas
un pie, bajar por esa escala hasta llegar a la aguas, la cual es conocida por nombre de sólo
muerte. También los veréis algunas veces ase- la quebrada de Santiago. Finalmente es tanto lo
mejarse a las bestias caminando en cuatro pies que hay que notar en este admirable Cerro, que
con la carga a las espaldas, y otras arrastrándose si todo se hubiera de decir no fueran bastantes

como gusanos. otros muchos capítulos a declararlo.


Finalmente, hombres ha habido que habiendo A principios del mes de enero de este año de
entrado sólo por curiosidad a ver aquel horrible 1549 fue recibido en esta Imperial Villa el li-

laberinto han salido robado el color y (dando cenciado Francisco Esquivel que el año antece-
diente con diente) ni pronunciar una palabra han dente de 1548 vino proveído para este gobierno
podido (efectos del horror que acaban de expe- con título de alcalde mayor de la real justicia, y
rimentar) y sosegados, no han sabido cómo pon-
,
fue el primero que la gobernó por el rey, porque
derarlo ni referir los asombros que hay dentro, los tres años pasados sólo estuvo tiranizada por
pues en partes por más que se levante la vista a los de Gonzalo Pizarro. Sucedió con el licenciado
ver el tope no lo alcanzan, y si miran abajo no Francisco Esquivel el caso memorable que con-
llegan a ver el fin; en un lado encuentran un taré en el capítulo siguiente.
horror, en otro un asombro, y todo es confusión Este mismo año de 1549 la villa de Chuquisa-
cuanto se ve allí dentro (por mano de hombres ca se hizo ciudad y obispal con gran contento de
12
que lo ha formado la codicia de sacar plata). Potosí y toda su provincia, por tener cerca a su
En este Cerro se experimenta cada hora el príncipe y pastor. 13 Comenzóse a nombrar la ciu-
favor y amparo de Dios Nuestro Señor y de su dad de La Plata porque en aquel tiempo se per-
santísima madre, pidiendo su socorro ante las suadieron sus pobladores a creer que todos sus
milagrosísimas imágenes de la Candelaria de cercanos contornos estaban cargados de plata, así

las parroquias de Copacabana y San Pedro como en tesoros escondidos como en ricas minas que
se verá en el discurso de esta Historia. los indios afirmaban haber en aquellos cerros, lo
14
También se verán algunos secretos obrados cual hasta ahora no se ha visto. Es metrópoli
de naturaleza que en las entrañas de este rico esta ciudad de las provincias de los Charcas, Por-
Cerro han sido hallados en varias minas. co, Chichas y otras muchas, que parte de ellas se
Y por adelantar más sus excelencias, digo dividieron después y se incorporaron en los obis-
que este altivo y admirable monte está solo y pados de La Paz y Mizque, que pasados algunos
sin arrimo ninguno, pues aunque el de Caricari años se hicieron tales. Y
con haberse desmembra-
12.
[35
v
]
comienza a su lado diestro y el de Huayna do las que estaban muy distantes, quedó el obis-
Cabra a siniestro, y el cerro de Huaccáchec pado de los Charcas (que también se hizo des-
que se ve a las espaldas, por todas partes tiene pués arzobispado) muy dilatado y el más rico
su división y está como señor de esos otros ce- del Perú, por estar en su distrito esta Imperial
rros, que aunque son bien altos el de Caricari Villa de Potosí y otros ricos asientos de podero-

y el de Tollosi (que también está a su


siniestra sas minas.
mano, aunque muy distante) los mira todos co-
rumor de los infiernos: noviciado parecen de aquel antro for-
mo a súbditos su altivez. midable”, Coránica p. 745.
13. La Historia está adelantada algunos años. La promoción
Los cerros de Caricari y Tollosi tienen ricas
de la villa de La Plata a sede episcopal acaeció en 1552-1553:
minas de plata que ha tiempo la han dado en Abecia, Historia de Cbuquisaca. Según los registros de escri-
turas públicas (Archivo Nacional de Bolivia, Sucre), la vi-
abundancia. El cerro de Huaccáchec aunque ca-
lla comienza a llamarse ciudad de La Plata en 1555. X. 18
rece de metales ricos todavía tiene algunos cria- v
(escribano Gaspar de Rojas, año 1555, f. ccxlv ). [M]
14. Esta población, la primera que formalmente establecieron
deros de plata. Llámase Huaccáchec, que se in-
los españoles en el territorio de la Nueva Toledo o provincia
terpreta El que hace llorar, porque es tal el aire de los Charcas, y que luego fue la cabecera de dicha provin-
cia y capital de la República de Bolivia, fue llamada La Pla-
y frío que en él se experimenta, que
ha hecho
ta desde su fundación. Recibió este nombre porque había
llorar a los hombres con su horrible furia. gran noticia de minas de plata en su distrito, como que de
inmediato se descubrieron las de Porco y poco después el
Esta es una de las pocas veces que Arzáns introduce al cerro de Potosí: "Los asientos de minas de plata de Potosí y
lector en el interiorde las minas del Cerro, y no sin ayuda Porco descubrió y pobló esta ciudad y los vecinos y moradores
ajena, pues en el primero de estos tres párrafos se reconoce de ella, y es término y jurisdicción de esta ciudad", "Re-
también la presencia de Calandra: "En las entrañas del monte lación de la ciudad de La Plata”, suscrita en ella en 1561.
resuenan ecos de los golpes de las barretas, que con las voces X. 8 por el cabildo secular, Jiménez de la Espada, ed„ Rela-
de unos y gemidos de otros semejan los ruidos al horrible ciones geográficas, II, 85. [M]

66
Capítulo II

EN QUE CUENTA UN CASO QUE SUCEDIÓ EN ESTA VILLA CON EL


SE
LICENCIADO FRANCISCO ESQUIVEL, JUEZ DE ELLA, Y UN
SOLDADO LLAMADO AGUIRRE

A UNQUE el principio del caso que quiero fuese el verdugo con una bestia
y los ministros
/\ contar sucedió en esta Imperial Villa, para ejecutar la sentencia.
/ | vino a tener su fin en la ciudad del Cuz- Don Antonio de Acosta dice que la determi-
A co donde a la sazón era corregidor el
mariscal Alonso de Alvarado, que por ser juez
nación de este juez fue con indignación a que le
provocaron los mismos padrinos que fueron a
tan vigilante y riguroso se tuvo el hecho por más la súplica, porque habiéndoles respondido con
belicoso y atrevido. Sucedió, pues (según lo cuen- alguna tibieza y aun enfadoso encarecimiento
tan Garcilaso de la V ega en la Segunda parte de (como en los que se ven rogados)
es ordinario
sus Comentarios reales, Acosta y el capitán Pe- se levantaron de sus asientos el sargento Pedro
dro Méndez), 1 que saliendo de esta Imperial Vi- de Lerma y el capitán Antonio de Meló,
y le
lla una gran bandada de más de 200 soldados dijeron palabras muy atrevidas, porque siendo de
para la pacificación del reino de Tucma (que los una misma nación y patria se conocían,
y ame-
españoles llamaron después Tucumán) fueron nazándole de muerte si ejecutaba la sentencia se
los más de ellos con indios cargados (uso en salieron de su presencia muy indignados.
aquel tiempo falto de toda caridad en que la Fueron, pues, los ministros a la cárcel subie-
y
violencia y el rigor hacía parecer bestias a los ron al Aguirre en la bestia. El contador Pedro
humildes naturales) aunque las provisiones de de Zumárraga, Agustín Matienzo, Diego de San-
la real audiencia de Lima lo prohibían. Salió el ta Cruz con otros hombres principales
y honra-
justicia, alcalde mayor de esta Villa (que ya dije dos de viendo el rigor acudieron todos
la Villa,
se nombraba el licenciado Francisco Esquivel) al juez suplicaron que no pasase adelante
y le
a la falda delCerro que por la parte de oriente aquella sentencia porque era muy rigurosa. El
va el camino a
las provincias de Tucumán, a ver alcalde más por fuerza que de grado les conce-
los soldados cómo iban por sus cuadrillas. ha- Y dió que se suspendiese por ocho días. Cuando
biéndolos dejado pasar a todos con indios carga- llegaron con este mandamiento a la cárcel halla-
dos (que todos lo hacían por faltar bestias) ron que Aguirre estaba ya desnudo
y puesto en
echó mano y prendió al último de ellos (que se la cabalgadura, el cual oyendo que no se la traía
decía fulano Aguirre) porque llevaba dos indios más merced que detener la ejecución por ocho
cargados (desgracia [3 6] do hombre, pues sien- días dijo: "Yo andaba por no subir en esta bes-
do el que menos llevaba, fue el topadero del tia ni verme desnudo como estoy, mas ya que
juez, no de la justicia)
y pocos días después lo habernos llegado a esto, ejecútese la sentencia
sentenció temerariamente a 200 azotes, porque que yo lo consiento, y ahorraremos la pesadum-
no tenía oro ni plata para pagar la pena de la bre y el cuidado que estos ocho días había de
prohibición a los que cargaban indios. tener buscando rogadores padrinos que me
y
El soldado Aguirre habiéndosele notificado la aprovechen tanto como los pasados”.
sentencia buscó padrinos para que no se ejecuta- Diciendo esto, él mismo aguijó la cabalgadu-
se, mas no aprovechó nada con el alcalde. Vien-
ra [y] corrió su carrera con mucha lástima de
do esto Aguirre le envió a suplicar que en lugar indios y españoles de ver una crueldad
y afrenta
de los azotes lo ahorcase, que aunque él era hi- ejecutada con tan poca atención en un hombre
jodalgo no quería gozar de su privilegio, que le noble por tan poca causa, y que no fue sólo Agui-
hacía saber que era hermano de un hombre que rre elque iba contra lo prohibido ni la pena era
en su tierra era señor de vasallos. Nada aprove- puesta con semejante afrenta a ningún español,
chó con el licenciado, con ser un hombre manso sino de cierta cantidad moderada en oro o plata
y de buena condición fuera del oficio, pero por por la primera vez, y por la segunda duplicada,
muchos acaece que los cargos
y dignidades les y tercera perdimiento de sus bienes y pagos de
trueca la natural condición como le acaeció a este su plaza. Pero él como noble vengó después su
letrado, que en lugar de aplacarse mandó que afrenta conforme a la ley del mundo.
Después de afrentado Aguirre no quiso ir a su
1. Gwcilaso de la Vega, Comentarios reales, segunda parte, conquista, aunque los de esta Villa le ayudaban
v capítulos 10 y 18; Antonio de Acosta, Historia de

Fotos/
, J
libro I, capítulo 8; Méndez,
con todo lo que hubiese menester, mas él se ex-
Historia de Potosí”

libro I, capítulo 15. [A] cusó diciendo que lo que había menester para

67
Año 1549 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

su consuelo era buscar la muerte y darle prisa agradeció y dijo que él andaba recatado y su
para que llegase aína y con esto se quedó en los persona segura, que no se quitaba una cota ni
contornos de Potosí. Sucedió este afrentoso caso sus armas ofensivas, que esto bastaba, que lo
2
un martes 18 de enero del año de 1549. demás era escandalizar la ciudad y mostrar mu-
Cumplido el término del oficio del licenciado cho temor a un hombrecillo como Aguirre.
Esquivel (que fueron cuatro años no cumplidos) Dijo esto porque era de cuerpo pequeño y de
dio Aguirre en andarse tras él como hombre des- ruin talle, mas el deseo de la venganza le hizo
esperado para matarlo como quiera que pudiese tal de persona y ánimo, que pudiera igualar a los

por vengar su afrenta, valiéndose del disfrazado famosos de aquel tiempo, pues se atrevió a entrar
traje por lograr más bien su intento. Certificado un lunes a mediodía en casa del licenciado, y
el licenciado por sus amigos de esta fiera deter- habiendo andado por ella muchos pasos y pasa-
minación, trató de ausentarse y apartarse del do por un corredor bajo y alto y por una sala alta
ofendido, y no como quiera sino 300 o 400 le- y una cuadra, cámara y recámara donde tenía
guas de por medio, pareciéndole que viéndose sus libros, le halló durmiendo sobre uno de ellos
ausente y tan lejos le olvidaría Aguirre: mas él y le dio una puñalada en la sien derecha de que
cobraba más ánimo cuanto más el licenciado le le quitó la vida, y después le dio otras dos o tres
huía, y le seguía por el rastro donde quiera que por el cuerpo, mas no le hirió por la cota que

iba. tenía vestida pero los golpes se mostró por la


La primera jornada del licenciado fue hasta la rotura del sayo.
ciudad de Los Reyes, que hay 400 leguas de ca- Aguirre volvió a desandar lo andado, y cuan-
mino: mas dentro de 20 días de su llegada estu- do se vio a las puertas de la calle halló que se le
vo Aguirre con él. De allí dio el licenciado otro había caído el sombrero y tuvo ánimo de volver
vuelo hasta la ciudad de Quito que hay otras por él, y cobrándolo tornó a salir a la calle. Mas
400 leguas, pero a poco más de 20 días estuvo ya cuando llegó a este punto iba tan cortado, sin
Aguirre en ella. Lo cual sabido por el licenciado tiento ni juicio, pues no entró en la iglesia a gua-
volvió dando otro salto hasta el Cuzco que son recerse en ella teniendo sólo la calle en medio.
más de 500 leguas de camino, pero a pocos días Fuese hacia San Francisco (que entonces estaba
de llegado vino Aguirre (que caminaba a pie el convento al oriente de la iglesia) y habiendo
v
descalzo decía que un azo[36 ]tado no había andado un buen trecho de la calle tampoco acertó
y y
de andar a caballo, ni parecer donde gentes lo a ir al monasterio. Tomó a mano izquierda por
viesen, ni vestirse como noble sino como el más una que iba a parar donde fundaron des-
calle
vil esclavo, y era así que por su mal traje nadie pués el convento de Santa Clara. En aquella pla-
le conocía si él no se daba a conocer) zuela halló dos caballeros mozos, cuñados de
De esta manera anduvo Aguirre tras su licen- Rodrigo de Pineda, llamado el uno Santillán y
ciado tres años y cuatro meses. El cual viéndose el otro fulano Cataño, caballeros de mucha no-

cansado de andar tan largos caminos y que no le bleza, y llegándose a ellos robado el color les
aprovechaba, determinó hacer asiento en el Cuz- dijo "Escóndanme, escóndanme”, sin saber de-
co, por parecerle que habiendo en aquella ciu- cir otra palabra que tan tonto y perdido iba como

dad un juez tan riguroso y justiciero como era todo esto.


el mariscal Alonso de Alvarado (de quien en los Los caballeros, que le conocían y sabían su
capítulos antecedentes habernos hecho mención) pretensión, le preguntaron: "¿Habéis muerto al
no se le atrevería Aguirre a hacer cosa alguna licenciado Esquivel?” Aguirre dijo "Sí señores,
contra él. Y así tomó para su morada una casa, escóndanme, escóndanme”, y con la turbación
calle en medio de la iglesia mayor donde vivió procuraba esconderse tras de aquellos caballeros,
con mucho recato. Traía una cota vestida debajo tropezando una y otra vez en su propia fuga.
del sayo, y su espada y daga ceñida, aunque con- Aquí se vio claramente la arquitectura siempre
tra su profesión. En aquel tiempo, dice el co- engañosa de las fábricas de la maldad: la entra-
mentador Garcilaso de la Vega, que un sobrino da tienen fácil, y difícil la salida; el bulto del
de su padre, hijo de Gómez de Tordoya y de su pecado es muy embarazoso; a pecar se entra con
mismo nombre, habló al licenciado Esquivel por- desahogo, y en pecando se ahoga el hombre en
que era de su patria (extremeño) y amigo, y le las propias anchuras.

dijo: "Muy notorio es a todo el Perú cuán cani- Viendo, pues, aquellos caballeros tan extraña
no y diligente anda Aguirre por matar a vues- turbación, lo metieron en la casa del cuñado,
tra merced: yo quiero venirme a su [sic] posada donde a los últimos de ella había tres corrales
siquiera a dormir de noche en ella, que sabiendo grandes, y en uno de ellos una zahúrda donde
Aguirre que estoy con vuestra merced no se atre- encerraban los cebones a sus tiempos. Allí lo
verá a entrar en su [j/V] casa”. El licenciado lo metieron y mandaron que en ninguna manera
saliesede aquel lugar ni asomase la cabeza por-
2.Esta especificación cronológica no figura en la versión ori- que no acertase a verlo algún indio que entrase
ginal del episodio en la Historia de Garcilaso y es un recurso
de Arzáns para dar mayores visos de realidad al relato, en el corral, aunque el corral era excusado que
recurso simplemente efectista por lo demás porque la fecha no habiendo ganado dentro no tenían a qué en-
está puesta al azar, como que el 18 de enero de 1549 no fue
martes sino viernes. [M]
trar en él. Dijéronle que ellos le proveerían de

68
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 2 Año 154$
comer sin que nadie lo supiese, y así lo hicieron, el hollejo de la misma tez, dejando otro como el
que comiendo y cenando a la mesa del cuñado, que antes estaba.
cada uno de ellos disimuladamente metía en las Así pusieron al buen Aguirre (a quien duelos
faltriqueras todo el pan y carne y cualquier otra hicieron negro) y lo vistieron como a tal del
cosa que buenamente podía, y después de co- campo con vestidos bajos y viles, y un día a las
mer, fingiendo cada uno de por sí que iba a la 12 horas salieron con él por las calles
y plaza,
provisión natural, se ponía a la puerta de la za- desde la casa de Rodrigo de Pineda hasta el ce-
hur[37]da y proveía al pobre de Aguirre, y así rro Carmenca por donde va el camino para ir a
lo tuvieron 40 días naturales. Los Reyes, y había muy buen trecho de calles
El corregidor luego que supo la muerte del desde la casa de Pineda hasta el dicho cerro de
licenciado Esquivel mandó tocar las campanas Carmenca. El negro Aguirre iba a pie delante
y
poner indios cañaris por guardas a las puertas de los que parecían sus amos con un arcabuz al
de los conventos y centinelas alrededor de toda hombro, y uno de sus amos llevaba otro en el
la ciudad, y mandó pregonar que nadie saliese arzón, y el otro llevaba en las manos un halcón
de la ciudad sin licencia suya. Entró en los con- fingiendo que iban a caza. Así llegó a lo último
ventos; católos todos, que no le faltó sino derri- del pueblo donde estaban las guardas, las cuales
barlos. Así estuvo la ciudad en esta vela preguntaron si llevaban licencia del corregi-
y cui- le
dado más de 30 días, sin que hubiese nueva dor para salir de la ciudad. El que llevaba el
alguna de Aguirre como si se lo hubiera tra- halcón, como enfadado de su propio descuido,
gado la tierra. Al cabo de este tiempo afloja- dijo al hermano: "Vuestra merced me espere
ron las diligencias, quitaron los centinelas pero aquí o se vaya poco a poco, que yo vuelvo por
no las guardas de los caminos reales que toda- la licencia
y le alcanzaré muy presto”. Diciendo
vía se guardaban con rigor. esto volvió a la ciudad
y no curó de la licencia.
Pasados 40 días del hecho, les pareció a aque- El hermano se fue con su negro a toda buena
llos caballeros que sería bien poner a Aguirre en diligencia hasta salir de la jurisdicción del Cuz-
más cobro y librarse del peligro que corrían de co, que por aquella parte eran más de 40 leguas
tenerlo en su poder, porque el juez era riguroso de camino, y habiéndole comprado un rocín
y
y temían no les sucediese alguna desgracia. Acor- dádole una poca de plata, le dijo: "Hermano, ya
daron sacarle fuera de la ciudad en público no estáis en tierra libre que podéis iros donde bien
y
ocultándolo, y que saliese en hábito de negro, os estuviere, que yo no puedo hacer más por vos”.
para lo cual le raparon el cabello Diciendo esto se volvió al Cuzco y Aguirre llegó
y la barba, y
le lavaron la cabeza, rostro, pescuezo, manos a Huamanga donde tenía un deudo muy cerca-
y brazos hasta los codos con agua en la cual no, hombre noble de
y rico los principales ve-
echaron una fruta silvestre que ni es de comer ni cinos de aquella ciudad, el cual lo recibió como
de otro provecho alguno: llámanla los indios a propio hijo y le hizo mil cariños
y regalos. Al
uíioc; esde color, forma y tamaño de una beren- cabo de muchos días lo envió bien proveído de lo
jena de las grandes, la cual partida en pedazos, necesario. Así escapó Aguirre, que fue una de
echada en agua, y dejada estar así tres o cuatro las cosas admirables en aquel tiempo acaecidas
días, ylavándose después con ella el rostro las en este reino por las circunstancias favorables de
y
manos y dejado enjugar al aire, a tres o cuatro Aguirre, pues si entrara en algún convento lo
veces que se laven pone la tez más negra que un sacaran y pereciera por el rigor del juez. 3
etíope,
y aunque después se lave con otra agua 3. Aunque Historia cita como fuentes de este episodio a
la
limpia no se pierde ni quita el color negro hasta Garcilaso supra
nota i), Antonio de Acosta y el capitán
(

que han pasado 10 días, Méndez, la versión ha sido tomada íntegramente de Garcilaso
y entonces se quita con como lo revela el cotejo de ambos textos. [M]

69
Capítulo III

CELEBRA FIESTAS LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ POR LA COLOCACIÓN


DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO, Y DECLÁRASE CÓMO MILA-
GROSAMENTE FUE HALLADA LA ADMIRABLE IMAGEN DEL
SANTO CRISTO DE LA VERACRUZ QUE SE VENERA
EN DICHA IGLESIA

OZANDO Potosí alguna quietud de las valían; y don Antonio de Acosta y don Juan Pas-

G guerras y encuentros pasados, y con


mucha riqueza que les daba el liberal
Cerro entró al año de 1550, en el cual
con aquella veneración y afecto que siempre ha
tenido al culto divino trataron sus moradores
quier, dicen que no siendo estas fiestas de las
muy costosas en esta Villa, pasaron de 200,000
pesos sus gastos.

el
Colocado el Señor como queda dicho, fue este
primer templo adonde se adoró al verdadero
de que se colocase Cristo Nuestro Señor sacra- Dios en esta Imperial Villa, pues aunque junta-
mentado en la iglesia de San Francisco, aunque mente se comenzaron a obrar la parroquia de
no estaba en la perfección que se deseaba, y era San Lorenzo para los españoles y la de Santa
preciso se colocase porque la multitud de gente Bárbara para los indios, no se acabaron sus tem-
que ya había, no podía ni cabía en los [37 v ] 20 plos hasta el año de 1552 por falta de cedros
oratorios que para celebrar el santo sacrificio de para cubrirlos.
la misma estaban hechos. Queriendo Nuestro Dios y Señor pagar el
Suplicó la Villa al muy reverendo padre guar- afecto y veneración que mostraron en esta colo-
dián, que atento a la necesidad que se padecía, cación los moradores de Potosí, les hizo un sin-
pues no había dónde celebrar los divinos oficios gular beneficio, un favor sin igual y una corres-
cómodamente ni dónde enterrar los difuntos que pondencia milagrosa que fue darles su santísima
gozasen de lugar sagrado, y que para su con- imagen en un admirable, venerabilísimo y muy
suelo, pues ya estaba cubierta la iglesia, se milagroso crucifijo, que con la advocación del
colocase el Señor y se comenzase a celebrar el Santo Cristo de la Veracruz de Potosí es vene-
sacrificio santo de la misa, que se obligaban en- rado de la mayor parte del orbe. Son tantas las
tre todos de adorarla y acabarle la obra del con- opiniones y la discordancia de los autores y re-
vento con toda perfección en el término de dos laciones manuscritas en lo que toca al modo y
años. manera de cómo fue hallada esta preciosísima
Concedióles padre guardián lo que pedían,
el imagen en esta Villa, que no sabré afirmar lo
y muy alegres y conformes señalaron el mes de cierto, aunque cada cual alega sus razones.
agosto para la colocación y fiestas que se habían El excelentísimo señor don Francisco de Tole-
de hacer. Y llegado el término, con la mayor do, virrey de estos reinos, como más cercano al
grandeza y majestad que se pudo de altares, ar- tiempo que se descubrió el Cerro y se fundó esta
cos triunfales, adorno de calles y todo lo demás Villa, en una relación que remitió a España de la
que fue necesario a tan gran celebridad, se colo- visita que hizo en este Potosí el año de 1573
có el Santísimo Sacramento un jueves a media- (cuya copia tengo en mi poder) dice las pala-
dos del dicho mes de agosto. Hízosele un gran- bras siguientes: "Y después de haber entrado
dioso novenario, en que sólo el gasto de la cera personalmente a minas de este rico Cerro, vi-
las
pasaron de 7,500 pesos de a 9 reales por valer sitado las reales cajas y habiendo deliberado la
entonces la libra de cera a 10 pesos. Después forma de la Ribera, para que los interesados edi-
del novenario se hicieron muchas y varias fiestas fiquen los ingenios donde se muelen los metales,
y ordenado otras cosas que pertenecen
de regocijo que duraron 15 días en los cuales se al bien y

corrieron toros, aunque pocos porque entonces utilidad de esta república, pasamos a lo que toca
se trajeron de muchas leguas de distancia, co- a la veneración y culto divino, y así trasladamos
mo también los caballos para el juego de cañas la iglesia mayor al centro de la Villa, poniéndo-

y demás regocijos, que en todos (según afirma se con toda solemnidad la primera piedra en la
una relación antigua que hallé entre unos pape- nueva fábrica, deseoso de hacer este corto ser-
les escrita por García del Pilar) se gastaron vicio a Nuestro Señor y que se perfeccione a mi
200,000 pesos de a 9 reales por el excesivo pre- costa toda la obra. Luego pasamos a visitar el
cio de todos los géneros que en aquellos tiempos sagrado templo del señor San Francisco, que es
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 3 Año 1550
el primero que se levantó en esta Villa para viernes al romper
el día se halló a las puertas de
honra y gloria de Dios, donde con la devoción la iglesia dentro de una caja de cedro en forma
que pudimos veneramos al Santo Cristo de la de cruz, y que se podía creer piadosamente ha-
Veracruz, imagen tan devota y admirable que no ber sido allí traído por manos de ángeles,
y tam-
hay palabras con que poderlo decir por ser en bién obrádolo estos soberanos espíritus, porque
todo un milagro. Y para confirmar lo dicho bas- tal imagen parecía no ser hecha por manos de
ta decir que totalmente se ignora su artífice hombres.
y
dónde se obró, pues como afirman los benditos Y por ver esta discordancia en los autores y
religiosos de este convento
y los vecinos de la relaciones seguiré al mayor número conforman-
Villa, milagrosamente fue hallada a las puertas te,diciendo (con venia de los otros) que fue
de la iglesia una mañana habrá 23 años menos hallada en la forma dicha a las puertas de la
cuatro meses. Lo que nos pone en más admira- iglesia el año de 1550, aunque otros dicen que
ción es ver que el pelo de su sacratísima barba dos años adelante, y esto es tradición muy bien
es natural, lo cual hemos catado
y aunque indig- recibida como heredada de padres a hijos en los
nos aplicado nuestros labios con la humildad españoles naturales de esta Villa
y y en los suce-
reve[38]rencia posible. De todo lo dicho,
y de sores de los prelados
y religiosos.
los muchos milagros que ha obrado en tan pocos Y habiendo registrado los archivos del con-
años con los moradores de esta Villa, hemos he- vento y libros de la cofradía de este señor, no he
cho dar fe y testimonio que todo está
y queda hallado por escrito el milagroso suceso de su
en el archivo de este dicho convento de señor venida a esta Villa; sólo sí en el principio de un
San Francisco”, etc. Hasta aquí son palabras sa- libro manuscrito dice: "Y por cuanto los señores
cadas al pie de la letra de la dicha relación. síndicos don Melchor de Escobedo, don Germán
Don Antonio de Acosta en la Historia de de Trujillo y don Alonso de Badajoz (nuestros
Potosí 1 (hablando de esta divina imagen) dice: antecesores) en el pleito que tuvieron con los
"Tiene esta Imperial Villa otro tesoro más apre- señores curas de la Matriz de esta Villa sobre
ciable que el de sus minas, el cual es una mila- que el Santo Cristo de la Veracruz fuese nueva-
grosa imagen de Cristo crucificado que se venera mente colocado en dicha iglesia matriz, defen-
en la iglesia de San Francisco, la cual sin saber dieron con razones y pruebas bastantes no ser
quién fue su artífice, de dónde vino ni quién la conveniente el sacarlo de la iglesia de San Fran-
trajo, fue hallada dentro de un cajón de cedro cisco, por cuanto era su divina voluntad ser allí
a las puertas de dicha iglesia, cuyas maravillas, venerado desde que milagrosamente fue halla-
favoreciendo a los vecinos
y moradores de esta do a las puertas de dicha iglesia como queda
Villa y en particular a los indios, escribiré en probado en los autos, y por no estar definido este
otra parte ’.
Lo dicho es de don Antonio de pleito (aunque ha dos años que está suspenso)
Acosta. nos obligamos debajo de juramento a lo de-
Pedro Méndez y Bartolomé de Due-
El capitán fender, proseguir y fenecer con todas nuestras
2
ñas, conformes entrambos y de contrario pare- fuerzas evitando los escándalos que puedan so-
3.
cer [al de Acosta] dicen: que en los primeros brevenir como los años pasados, de que están los
años de la fundación de esta Imperial Villa fue religiosos sumamente atemorizados, careciendo
hallada esta prodigiosa imagen en el puerto de de toda quietud aunque resueltos a perder las
la Veracruz de estas Occidentales Indias, que al vidas primero que dejar sacar esta santísima ima-
parecer había aportado de alguna tormenta den- gen de su casa. Otrosí nos obligamos a estar
y
tro de una caja grande;
y pareciéndoles a los que vivir hermanablemente con los mayordomos de
la vieron que dentro habría alguna riqueza
cor- esta cofradía ayudándoles en cuanto fuere posi-
poral, la tomaron y vieron que encima de la caja ble, aunque injusta
y temerariamente han infor-
estaban escritas estas palabras: "Para San Fran- mado los dichos mayordomos contra nos y los
cisco del Potosí
y que sin abrirla la trajeron a
, venerables religiosos nuestros hermanos, dicien-
esta Villa donde la descubrieron y hallaron la do les molestamos e impedimos la devoción a
bellísima imagen dentro de otro cajón a manera los indios y forasteros españoles, con otras depo-
de una cruz. siciones malsonantes, con tal informe han ad-
y
Don JuanPasquier contradiciendo a estos dos quirido buleto de su santidad para poder separar
autores se afirma en lo que refieren el virrey
don la capilla donde está este Señor y que los prela-
Francisco de Toledo
y don Antonio de Acosta, dos ni religiosos no tengan parte en ella; todo lo
y añade diciendo que habiendo comunicado este cual es [38 v ] odioso y de ponerse en ejecución
punto con el muy reverendo padre fray Ginés de no se sacará más fruto que el escándalo de toda
Dueñas, guardián del convento de esta Villa, esta Villa (como en lo pasado) por el grande
muy siervo de Dios,
y otros religiosos venerables amor y devoción que toda ella tiene a nuestro
por su virtud letras, dijeron todos que no sa-
y padre San Francisco y a todos sus hijos” 3 etc.
bían otra cosa en este particular más de
que un
Los documentos que cita o transcribe Arzáns deben ser to-
1. Acosta, libro III, capítulo [A]
4. mados con reserva, pues el análisis de aquellos que han po-
2. Pedro Méndez, Historia de Potosí, segunda
parte, capítu- dido ser cotejados con fuentes positivas ha dado frecuente-
lo 3; Bartolomé de Dueñas, libro V, capítulo
[A]10. mente resultados que imponen esa reserva. En este y otros

71
Año 1550 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Esto es pie de la letra lo que estaba escrito en


al es que el pelo de su sacratísima barba es natural;
sin que
el dicho libro, que para ello se formaría cabildo y en cierta ocasión un religioso corista,
según estaban las firmas del síndico, algunos co- de ninguno fuese visto, le cortó todo un lado de
mayordomo como es costum- la barba para repartirla por reliquias, y mila-
frades, y escribano
bre. Este librono parece ya, aunque con mucha grosamente le volvió a crecer. Otra maravilla se
diligencia lo he buscado nuevamente y los ma- ve en esta santa imagen, la cual es que todos los
yordomos han hecho lo mismo por la noticia años para el Jueves Santo que sale en procesión,
que los antecesores les dejaron y por lo mu- después que la bajan los mayordomos de su nicho
cho que importaba en este tiempo por nuevos los religiosos le peinan el cabello, y los que sa-

motivos que se han ofrecido. len en el peine se reparten entre los devotos, y
Todo lo dicho es prueba bastante de que esta siendo así que son muchos y en tantos años, es
preciosísima imagen se halló en la forma que el prodigio que jamás se disminuye el cabello.

tengo referida a las puertas de la iglesia de nues- Otro portento es que le nacen canas así en la
tro padre San Francisco, y aunque también dicen cabeza como en su sacratísima barba, lo cual
otros que sólo la cabeza fue la que se halló mi- ven y tocan los religiosos de nuestro padre San
lagrosamente y el cuerpo se obró, parece ir con- Francisco y demás sacerdotes clérigos cuando
tra la verdad y autoridad de tantos como afirman lo bajan para alguna procesión.

lo que queda dicho, y lo confirma el estar patente Todo lo dicho está dado por fe y testimonio
a todos los que quisieren ver el cajón donde fue como se verá en los archivos de este convento, y

hallado, que yo lo he visto varias veces y es de lopublican en los púlpitos sus doctos religiosos,
la misma forma de una cruz, de poco más de dos como entre otros el año de 1702, miércoles 6 de
4
varas de largo, y sólo le falta la cubierta de en- septiembre, colocándose esta portentosa imagen
cima que los devotos la sacarían. Esta caja es de en su capilla que nuevamente se reedificó a ex-
cedro, la cual con haber pasado tantos años, se pensas de don Santiago de Ortega (caballero del
ha conservado su color y olor que parece está hábito de Santiago, vecino y azoguero rico en
acabada de labrar. Tiénenla los mayordomos de esta Villa) . Y
predicando en esta festividad el
su cofradía, no sólo por reliquia mas también muy reverendo padre fray Dionisio de Aramayo,
para testimonio de haberse hallado de la mane- religioso de nuestro padre San Francisco, varón

ra que queda dicho, y la guardan en el salón anciano de gran virtud y letras, con su acostum-
donde están los preciosos adornos y ricas alhajas brada erudición dijo todo lo que queda referido
de su capilla. muchos milagros que este Señor ha obrado
y
Finalmente en tanta estima y vene-
es tenida con los moradores de esta Villa y de otras ciuda-
ración esta santa imagen, que no por otra cosa des y pueblos del Perú, a quien en todas partes
se tiene por tan feliz esta Imperial Villa. Mas los afligidos con sólo decir "Santo Cristo de la

¿cómo no lo ha de ser, si como padre de mise- Veracruz de Potosí”, hallan alivio y socorro en
ricordias las está continuando con sus morado- sus tribulaciones; y ponderando este docto reli-

res, favoreciéndolos como a hijos en todas sus gioso la compunción que causa su admirable pre-
necesidades, como se verá en el discurso de esta sencia, dijo que muchas veces le perturbaban

Historia Es esta divina imagen tan admirable cuando decía misa los llantos y sollozos de las
que si el más justo puesto personas que estaban ante esta venerabilísima
y de tanta veneración,
en su presencia se compunge y tiembla de temor, imagen, y que aunque indigno sacerdote le había
el más obstinado pecador se enternece y hiere sacado con sus manos de su sacratísima barba
sus pechos de dolor de sus culpas, siendo mu- dos blanquísimas canas. Son cuatro las veces que
chas las veces que ha sucedido que de sólo ver esta imagen ha sudado copiosas gotas [39] de
los pecadores su rostro, impelidos de una fuerza agua en varios trabajos que ha tenido esta Impe-
sobrenatural han prorrumpido en gritos y derra- rial Villa, como se verá en el discurso de esta

mado copiosas lágrimas pidiéndole a voces mi- Historia, y juntamente la grandeza de su cofra-
sericordia. día, limosnas y procesiones.
Lo que más admiración causa a cuantos lo ven
casos el cotejo no ha podido hacerse por falta de fuentes po- 4 El 6 de septiembre de 1702 fue efectivamente miércoles.
sitivas de referencia. [M} [M]

72
Capítulo IV

VIENE A GOBERNAR EL PERÚ EL VIRREY DON ANTONIO DE MENDOZA


Y ENVÍA A SU HIJO A VISITAR ESTA IMPERIAL VILLA. MAN-
DA COPIAR ESTE RICO CERRO Y VUELVE A ESPAÑA
CON MUCHA RIQUEZA QUE DE ÉL SACÓ

UEGO que el presidente Pedro de la Gasea géneros de metales en calidad, como plata blan-
llegó a España de vuelta del Perú, que ca, rosicler, plomo ronco, etc.

I Jt
fue por abril del año de 1550, fue nom-
brado por virrey de estos reinos don An-
tonio de Mendoza, el cual llegó a la ciudad de
Después que visitó esta Villa, aficionados to-
dos sus vecinos y moradores de su cortesía cari-
ñosa, prudencia y discreción, le dispusieron un
Lima el de 1551, y fue el segundo de sus virreyes. lucido y costoso acompañamiento para que subie-
Comenzó su gobierno con mucha prudencia man- se al rico Cerro y viese sus poderosas minas.
teniendo estos reinos en toda paz y justicia, pues Púsose en efecto el día viernes i 9 de agosto, 2 que
aunque había ocultos traidores ninguno se atre- con mucha salva de arcabucería y tiros de pólvora
vió a descubrir hasta después que murió como entró a la veta Rica y labores de Centeno, Cota-
se verá adelante. mito, Pizarro, el Estaño
y otras dos que en aque-
Las
repúblicas se administran y gobiernan llos meses se habían descubierto. Tenían pre-
bien cuando envían ministros a los reinos dis- venido los mineros que en presencia de don
tantes que procuran antes estorbar las alteracio- Francisco se hiciesen las quiebras en todas las
nes, bandos y robos, que castigar los que roban, minas del metal que tenían señalado, y todo se
los bandidos y alterados. Las más veces padecen hizo con mucho ruido de trompetas y otros ins-
mayores traiciones los príncipes en el castigo de trumentos musicales de los indios. Ofreciéronle
los traidores por algunos jueces, que en las trai- luego liberalmente las quiebras que por lo rico
ciones por los traidores.Quien estorba que no sea de cada una se apreciaron en 5,000 marcos de
traidor su ministro, guarda su ministro su reino, plata, y con este rico presente
y y el acompaña-
quien le deja ser traidor, pierde su reino miento se volvió a su casa.
y su
ministro. Aquellos pecados se cometen más, que Hizo escribir las particularidades y riquezas
más veces se suelen castigar: por eso el ahorrar del Cerro, y juntamente lo mandó copiar de
castigos suele ahorrar pecados. El virrey don An- su propio color y forma para llevarlo a Espa-
tonio de Mendoza gobernó estos reinos con ad- ña.
3

mirable prudencia en ocasión que había muchos Estando ya previniendo su vuelta para la ciu-
traidores que desesperados de los castigos pasa- dad de Los Reyes donde estaba su padre, en la
dos estaban peores que cuando no eran casti- mina Descubridora se hizo una quiebra de metal
gados. Evitó, pues, alteraciones con suavidad, rico en la cual se halló un arbolillo con su tronco
y
los alterados no descubrieron sus intentos mien-
y ramas de la misma forma de un ciprés, y con
como adelante se dirá. 1
tras vivió, tanta perfección que si lo obrara el más realzado
Pasados algunos meses de su llegada, habién- oficial no saliera tan admirable como salió obra-
dose informado de la gran riqueza del Cerro de do de naturaleza, todo de plata blanca con algu-
Potosí y que de sus minas estaba pendiente la nas listas de rosicler. Éste se dio a don Francisco
esperanza de estos reinos, determinó su excelen- de Mendoza, para que en nombre de los intere-
cia enviar a su hijo don Francisco de Mendoza sados de la mina donde se halló lo presentase
a que visitase de su parte esta Imperial Villa al excelentísimo señor don Antonio de Mendoza,
y
se informase en bastante forma de su rico Cerro. su padre, por ser especialísima obra de natura-
El cual llegó a esta Villa por el mes de julio de leza, y su excelencia se la envió al emperador
este año, a quien se le hizo un gran recibimiento, Carlos V. Despidióse de esta {39Q Villa don
y los mineros del rico Cerro le presentaron un Francisco y fuese muy agradecido dejándolos a
gran trozo de riquísimo metal que pesó todos muy contentos. Llegó a Los Reyes en fin
13 arro-
bas, y fue de grande estima no tanto por su de este año de donde partió para España (como
riqueza cuanto por su gran hermosura, pues es- cuenta el cronista Diego Fernández llamado
taban mezclados por orden de naturaleza varios
2. El i 9 de agosto de 1551 no fue viernes sino sábado. [M]
1. Para apreciar bien la índole de las más de las adiciones Este bosquejo pictórico primitivo de Potosí no ha sido
;.
que el ms. de Brown acusa en comparación
con el de Madrid, aún localizado. Pudiera ser el que aparece en poder del
cotejese este párrafo (que es una de esas
adiciones) con el cosmógrafo real Alonso de Santa Cruz, según Jiménez de la
anotado supra, libro I, capítulo i, nota [M]
24. Espada, Relaciones geográficas, II, xxxiv. [H]

73
Año 1552 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

comúnmente el Palentino) por mayo del siguien- rasen los indios y negros los despedazó a todos
te año de 1552. sin que ninguno quedase a vida, causando lás-
Pocos días después que se partió de esta Villa tima el verlos a unos derramadas las entrañas

don Francisco se descubrió en el cerro de Huay- con los trozos del pedernal, a otros pasados de
na Cabra (que está casi pegado al rico Cerro) parte a parte sus cuerpos, y a otros encajados
una mina de plomo ronco, muy rica, la cual por entre sus huesos menudas piedras. Con este su-
ser este cerro todo un vivo pedernal dio que ceso no se atrevieron más a sacar el metal con
hacer mucho a los descubridores en labrarla. Dis- semejante diligencia, ni tampoco se pudo sacar
púsose el barrenarla por partes y cargarla con en abundancia con sólo golpes y punta de barreta
pólvora (que la codicia todo lo facilita) y fue por su gran dureza, y así descaecieron en labrar-
para pérdida de muchas vidas, pues estando cua- la,con gran sentimiento de sus interesados, por-
tro negros y 10 indios labrándola, y ya cargado que siendo muy rico el metal ni se podía sacar
el barreno con pólvora, al taquearla más bien con facilidad ni menos moler, pues a la sazón,
tocó el acero al pedernal, y dando fuego al infer- como aún no había ingenios, se molía con sólo
nal instrumento derribó grandísimos trozos con los brazos, conque por entonces se quedaron
tanta violencia, que sin dar lugar a que se reti- aquella y otras minas en este Cerro sin labrar.

Capítulo V
COMIENZAN NUEVAS ALTERACIONES EN ESTA IMPERIAL VILLA,
SANGRIENTOS ENCUENTROS Y PENDENCIAS MUY REÑIDAS

OMENZARÉ a contar lo sucedido en es- Comenzaron los soldados a andar tan belico-

C año de 1552 con la venida


ta Villa este
a ella de Vasco Gudínez que fue por el
mes de enero, el cual aunque era caba-
llero (y no de los de poca estima que habían
pasado a estas Indias) su natural inquieto y per-
sos en esta Villa y sus términos, que cada día
había muchas pendencias singulares, no sola-
mente de soldados principales y famosos
también de mercaderes y otros tratantes (hasta
los que llaman pulperos, y se les puso este nom-
sino

versas obras lo envilecieron demasiadamente. Y bre porque en una tienda de uno de ellos hallaron
como naturalmente la próspera fortuna suele ser vendiendo un pulpo). Fueron estas pendencias
harto peor de sufrir que la mala, de tal manera una cosa admirable en Potosí, donde hubo gran
se comenzó (con el mucho acrecentamiento de derramamiento de sangre, sin que jueces ni ecle-
honra y abundancia de plata que adquirió en siásticos pudiesen remediarlo, y de tal manera
esta Villa) a ensoberbecerse y mostrar inclina- se hizo costumbre que sólo el matarse y herirse
ción a desasosegar la paz moviendo inquietudes losunos a los otros era su total entretenimiento,
e incitando a perder a otros el respeto a la jus- y todo lo fomentaban y aplaudían Vasco Gudí-
ticia,
y a las veces mandaba y ponía en ejecución nez, Hernán Mejía y otros valentones.
cosas injustas y tales que de lejos se conocían Entre los muchos desafíos singulares que en
eran en deservicio del rey. esta Imperial Villa hubo (como cuenta el Palen-
1
Hallábanse entre los vecinos y moradores de tino en el capítulo 4 de su libro II) pasaron
esta Villa a la sazón más de 400 soldados de va- algunos dignos de memoria, que se pudieran
rios reinos de España, a quienes con dádivas y contar todos [40] si no se temiera tanta proli-
promesas atrajo casi a su dominio conque se hizo jidad, que unos fueron en calzas y camisas, otros
más insolente. Y esto fue fácil de conseguir por- en carnes de la cinta arriba, otros con calzones
que como soldados estaban hechos a la vida des- y camisas de tafetán carmesí
porque la sangre
envuelta y rumor de las armas, conque halló en que saliese de las heridas no los desmayase; otros
ellos buena disposición para sus intentos. Propú- se armaban con fuertes cotas y petos y se acome-
solescuán bien les estaría ejercitar la vida solda- tían con cuatro pistolas cada uno, que las más
desca aunque fuese unos con otros, porque ha- veces con la primera bala que disparaba se que-
ciéndose al ocio cuando los llamasen para nuevas daban las siete en los cañones; otros peleaban
conquistas no estarían de ningún provecho. Con a caballo, otros puestos de rodillas (infernal

estas y otras semejantes persuasiones, los apartó devoción), y a este modo sacaban otras veces
de la quietud y paz que gozaban, tan amada de invenciones muy ridiculas: en fin, cada desafiado
Dios, traída del cielo para los hombres, tan dulce sacaba la invención y armas que mejor le pare-
para los buenos y de tanta utilidad para los pue- capítulo
1. Diet;o Fernández, llamado el Palentino, libro II,

blos. 4- [A]

74
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 5 Año 1552

cía.Reñían con padrinos, que cada uno llevaba camado de oro; el escudo azul con una águila
el matar al campo de San Cle-
suyo. Salíanse a negra extendidas las alas de orla a orla; llevaba
mente, Cantumarca, Arenal, Cebadillas y Cara- en la lanza un pendoncillo rojo y puesto en él
chipampa, porque en el poblado no les estor- una I y una O encima, que decía Imperio. Luego
basen sus locuras. que entraron estos dos guerreros, dieron vuelta
En el mes de febrero de este año, domingo por todo el espacio, y acabada se pusieron en
de carnestolendas, se hicieron dos cuadrillas, un lado y allí esperaron a sus contrarios que no
la una de castellanos, extremeños y los españoles tardaron en venir, pues luego asomaron con
peruanos; la otra de andaluces, algunos portu- gran ruido de trompetas y acompañados de sus
gueses y extranjeros. Cada cuadrilla iba con sus amigos, así a pie como a caballo.
capitanes y banderas, los unos con divisas en- Quedó aparte la compañía y entró Vasco Gu-
carnadas, y los otros con amarillas. Bajáronse al dínez solo con Egas de Guzmán, su padrino.
Arenal, y en dos horas que duró el encuentro Venía Gudínez sobre brioso y hermoso caballo,
murieron de una y otra parte 26 hombres, y salie- muy bien armado, con fuerte cota y encima un
ron heridos más de 60. finísimo peto; sobre las armas traía una ropa de
En el mes de marzo vino a esta Villa un sol- escarlata toda bordada de perlas y guarnecida
dado llamado Pedro de Montejo, el cual salió de tejidos de oro; encima del casco traía un pe-
del Cuzco solo en busca del más valiente de nacho de plumas nácares, azules y blancas; en
Potosí, y a los dos días de su llegada puso car- el escudo estaba pintado el Cerro de Potosí con
teles de desafío pidiendo campo lanza a lanza. estas palabras: V.G.S.D.P.T.S., que aunque don
Tenía el Montejo fama de bravo y de diestro Antonio de Acosta las interpreta por distinto
así a pie como a caballo, por lo cual ninguno sentido, don Juan Pasquier dice que muy claro
le pudiera igualar sino sólo Vasco Gudínez que manifestaba su intención este caballero, la cual
era como general de todos los valientes de esta era alzarse con esta Villa como lo ejecutó des-
Villa, y así de común parecer fue señalado para pués, y así lo declaraban las siete letras pues
v
la batalla. Aceptó Gudínez el desafío,
y rom- decía: ”Vas[40 ]co Gudínez, señor de Potosí”;
piendo los carteles del contrario puso los suyos la lanza era fuerte y larga, y en lugar de pendon-
con palabras arrogantes y soberbias, afeando la cillo, un listón nácar de cuyos extremos pendía
nación manchega de donde era el Montejo; el una corona y un cetro. Egas de Guzmán venía en
cual muy indignado se comenzó a prevenir nom- un gallardo caballo blanco, aunque por ser potro
brando por su padrino a Federico Alfínger, ale- de tres años fue peligroso entrar a batalla en él,
mán de nación. Lo mismo hizo Gudínez, y nom- como se vio este caballero en mucho riesgo:
bró por el suyo a Egas de Guzmán que era un el cual venía bien armado, y sobre las armas
caballero natural de Sevilla. Señalóse el Domingo traía una ropilla de terciopelo morado sembra-
de Resurrección para la batalla, y llegado, a las do de perlas, estrellas de oro y piedras pre-
5 de la mañana estaba ya toda la Villa en el cam- ciosas.
po de San Clemente en un espacio dilatado, Luego que entraron al sitio, poniendo los ojos
donde todos podían verla sin embarazo. Fue tal en sus contrarios se fueron para ellos, y saludán-
la fama de esta batalla que por la novedad acu- dose, se dijeron palabras llenas de arrogancia y
dió mucha gente de los contornos,
y de distantes soberbia, con las cuales unos y otros se encendie-
leguas vinieron algunos valentones a verla. ron en ira. Apartóse el Montejo y comenzó a es-
Serían las 8 del día cuando 2 el Pedro Mon- caramuzar por lo llano llamando a Gudínez a la
tejo
y su padrino, con mucho acompañamiento batalla. Gudínez enfadado de la arrogancia de
de a pie, entró al sitio donde había de ser la su contrario, a media rienda tomó del campo lo
sangrienta batalla, el cual venía en un buen que leconvino para volver con ímpetu; lo mis-
caballo tordillo, mo hicieron Guzmán y Alfínger, y viendo en el
y su persona bien guarnecida:
sobre un jubón estofado una finísima cota, punto que ya se hallaban tocaron las trompetas
y
encima una coraza fuerte aforrada en terciopelo
y cajas de entrambas partes, llenando de horror
azul; sobre ella una ropilla del mismo tercio- a toda la multitud que presente estaba, que los
pelo labrada con oro, sembradas muchas garzas más no habían visto batalla semejante, y los com-
de plata; las plumas del casco eran verdes, azules batientes eran diestros y de los más valientes
y blancas; la adarga era finísima y la lanza grue- que se habían visto en Potosí.
sa y con dos hierros. Parecía bien a todos su Gudínez y Montejo revolviendo igualmente
gallardía
y galas junto con la lozanía del caba- las riendas a sus caballos con tanto valor, fuerza
llo.Alfínger, su padrino, venía también en un
y furia extraña se embistieron el uno al otro y se
caballo bayo, no tan galano
y fuerte como el encontraron tan fuertemente que parecía haber-
de Montejo; su persona muy bien armada, se juntado dos peñas, según la fortaleza con
y
sobre las armas una ropa de brocado verde re- que se acometieron. El caballo de Montejo era
2
'

m, nuc *os><^d más fuerte y brioso que el del contrario, y así,


A?*”** cronológica del texto. El con-
trol de las fechas
en esta primera parte de la Historia sugiere aunque se arrodilló, luego se paró después del en-
una conclusión contraria al propósito de esta
minuciosidad: cuentro, y el de Gudínez no pudiéndose tener ca-
ella, en vez de ser un elemento
de realidad, viene a ser un
elemento de irrealidad. [M] yó de ancas. Gudínez fue muy malherido del bote

75
Año 1552 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de la lanza que le dio Montejo, y él también za de sus brazos, y levantándose en los estribos
quedó de la misma manera,y si entrara más el hie- le arrojó la lanza con gran ímpetu. El diestro
rro por la herida allí se feneciera la batalla por- alemán, que la vio desembarazar con tan gran
que fue en lo hueco del costado, mas como fue violencia y que el asta venía rechinando por el
pequeña y no encarnó casi no fue de cuidado. El aire, con mucha presteza arremetió su caballo y

bravo Gudínez aunque estaba malherido, en un se apartó a un lado, de modo que pasó adelante
momento levantando su lanza fue a su caballo y y se clavó en tierra sin hacer efecto.
sin poner pie en el estribo saltó sobre él, pero esto Habiéndose apartado Alfínger, arremetió a su
fue dar lugar a que Montejo acudiese con gran el cual no tenien-
contrario para volverle a herir,
violencia, y antes de enristrar su lanza le entró do ya confianza del caballo no quiso aguardar,
con la suya tan poderosamente, que atropellán- sino que haciendo un caracol para tener tiempo
dole escudo le dio otra peor herida en el pecho.
el de sacar su espada se puso en un momento a las
Desesperado Gudínez por verse tan malherido, espaldas de Alfínger, que ya su caballo casi no
retirándose algún trecho le arrojó la lanza a podía moverse pues aunque revolvió y acome-
Montejo con tanta violencia que no teniendo tió a Guzmán fue tan flojamente, que pudo es-

tiempo de apartarse la recibió en su adarga, y te caballero picar su caballo, y dando un gran


pasándola de una parte a otra le hirió en el brazo, salto en el aire pasó el de Alfínger sin lograr el

y de allí rompiendo el duro jaco y la acerada golpe, y en lo descubierto del escudo le alcanzó
cota, le entró al cuerpo gran parte del hierro. Guzmán con su espada y dio de punta una gran
Arrojó Montejo su adarga donde estaba metida herida.
la contraria lanza a tiempo que Gudínez volvía Conociendo el alemán la flojedad de su caba-
sobre él con la espada en la mano, y como lo vie- llo, saltó
y con su espada y escudo esperó a
de él

se cerca, le acometió furioso. Recibió Gudínez el pie a su contrario. Holgóse de esto Guzmán
golpe en el escudo, falseósele, y aunque le pasó porque en el suyo había poco que fiar, y así se
la dura cota, no llegó a la carne. Rompió Monte- apeó con presteza y con su escudo y espada
jo su lanza con este golpe, y al tiempo de meter se fue para Alfínger (en ocasión que ya su
mano a su espada, le dio Gudínez otra cruel he- ahijado Gudínez había muerto a su contrario)
rida con la suya en un muslo. conque cobró nuevo esfuerzo y acometió a Alfín-
Viéndose Montejo mortalmente herido y sin la ger con gran violencia y enojo. Heríanse por to-
defensa de su adarga, con ímpetu diabólico arre- das partes procurando cada uno dar la muerte a
metió a su contrario llevando de punta su espa- su contrario. Tiróle Alfínger un revés a su ene-
da; acudió al reparo Gudínez con el escudo, y le- migo por encima del escudo y se lo cortó como
vantando el brazo el bravo Montejo descargó un si fuera de seda, el cual con notable furia le dio
fiero golpe en la cabeza a Gudínez que aturdido otro golpe en retorno a Alfínger y rompiéndole
el acerado casco quedó muy malherido en la ca-
y peor herido cayó del caballo al suelo derraman-
do mucha sangre. Al punto se apeó Montejo y beza. No es decible la furia con que este alemán
fue a cortarle la cabeza, pero al primer paso que arremetió a su contrario tirándole una estocada
dio cayó muerto por estar traspasado el pecho. tan recia que el escudo ni cota fuerte no pudieron
Gudínez se levantó con presteza, y medio trom- gran violencia de la espada, que todo
resistir la

picando fue sobre el ya cadáver y le metió la es- fue roto y quedó Guzmán muy malherido en el
pada por el pescuezo pensando que aún no era pecho. Tornaron a acometerse como dos fieros
difunto. leones con deseo de acabar aquella sangrienta ba-
Tocaron de la parte del vencedor muchas trom- talla que ya les duraba dos horas, y levantando el
petas y cajas, y subiendo en su caballo acudieron brazo Alfínger le descargó un desaforado golpe
sus amigos y lo sacaron del sitio muy malherido, en la cabeza, mas él no quedó libre de otra mor-
aunque él quiso ver el fin de la batalla de los pa- tal herida que de punta le dio Guzmán metién-

drinos (que poquito antes se había comenzado) dole la espada porel estómago. Cayó aturdido

por causa de que el caballo de Egas de Guzmán, con la herida de la cabeza, y Fede-
este caballero
nada ejercitado en semejantes lances, al punto rico Alfínger muerto con la del estómago. Le-
que con gran violencia venía Alfínger a encon- vantóse Egas de Guzmán muy malherido, sona-
trarlo, a pesar de su dueño salió haciéndose pe- ron sus trompetas por la victoria y lleváronlo a
dazos a corcovos por el campo; y cuando lo de- curar los de su compañía, sintiendo toda esta Vi-
tuvo, como su contrario venía en sus alcances, no lla las muertes de aquellos dos caballeros y cele-

pudo hacer otra cosa que repararse con el escudo brando también la victoria de los otros. 3
y fue tan poderoso el golpe que recibió
que ha-
3. Este episodio puede servir como ejemplo demostrativo
biéndoselo roto aunque era muy fuerte, rompió
de otra de las clases en que puede agruparse el material de
también el jaco acerado y le hizo una cruel heri- esta primera parte de laHistoria, o sea la clase de duelos y
pendencias. Es también el detalle de que
digno de cuenta
da. Volvió el caballo a enfurecerse y a disparar
no se mencionan fuentes para este episodio, lo cual podría
por el campo a pesar de Guzmán, y volviendo el sugerir que se debe a la inventiva de Arzáns. Los nombres
históricos de Gudínez y Egas de Guzmán estarían usados
rostro vio que segunda [41] vez iba Alfínger en
en ese caso simplemente para comunicar apariencia de reali-
sus alcances, revolvió el caballo con toda la fuer- dad a un hecho irreal. [M]

76
Capítulo VI

EN QUE SE CUENTAN OTRAS REÑIDAS PENDENCIAS Y SANGRIENTAS


BATALLAS QUE HUBO EN ESTA IMPERIAL VILLA

ONTINUÁBANSE los desafíos y pen- férez Carrizo con sus padrinos. Estos hicieron su
dencias con tanto derramamiento de batalla a pie con sólo camisas y calzones de tafe-
sangre que se temía una total ruina tán carmesí y espadas y rodelas. Los ahijados la
de esta Villa por el acabamiento de los hicieron a caballo, y habiendo peleado con gran
españoles que se experimentaba, porque cuoti- valor y destreza, estando entrambos tan malhe-
dianamente morían los hombres a manos de sus ridos que no se esperaba sino lamuerte de los
contrarios sin haber sido enemigos ni haber re- dos, llegaron allí el licenciado Pedro Vadillo y
cibido ningún agravio uno de otros, tan sin ca- otros caballeros y apartándolos fueron llevados
ridad, temor de Dios ni de la justicia que aun donde fuesen curados. El uno de los padrinos
excediendo a los bárbaros parecían crueles fieras quedó muerto en el sitio, y el otro quedó tan mal-
según se despedazaban. herido que dentro de dos días también murió.
Entre otras muchas batallas que en el mes de En el mes de agosto hubo en Cantumarca otra
mayo de este año de 1552 hubo en esta Imperial muy reñida y sangrienta batalla entre mercade-
Villa, fue muy singular la que 10 soldados con- res, seis de cada parte,
y fue el trato antes de
tra otros tantos tuvieron en el Arenal, que (co- entrar a ella que los bienes y hacienda del ven-
mo escriben Acosta y Pasquier) 1 salieron a ella cido y muerto heredase el vencedor, y de tal ma-
unos y otros desnudos de la cinta arriba con es- nera se hubieron en esta batalla por defender
padas y rodelas, que entonces aún era sobrante vidas y haciendas, que de los 12 no escaparon
el frío para matarlos,
y es prueba bastante de la más de tres, y de éstos el uno quedó para toda
locura de aquellos hombres ponerse a pelear des- su vida impedido de entrambos muslos por ha-
nudos. Pero ellos experimentaron que lo que no berle dado su contrario una fiera estocada con
hizo el frío hicieron los aceros, pues habiendo que se los atravesó.
peleado todos valerosamente (si hay valor don- Esta sangrienta batalla fue causa de otras mu-
de sobra la locura) más de dos horas quedaron chas y más crueles que hubo entre todos los de-
muertos 13 hombres de una y otra parte. Fue más mercaderes de esta Villa, porque cada cual
muy notable en esta batalla la fortaleza del bra- pretendía tener parte en la herencia de aquellos
zo de Diego Tamayo, el cual tiró a su contrario que murieron. Entre estos desafíos que después
Luis de Merlo una fiera estocada, de esta batalla pasaron cuenta uno el Palentino
y fue tan po-
derosa que atropellándole la rodela entró por en su peruana historia, y Garcilaso de la Vega en
las entrañas,
y pasándole el cuerpo salió la punta sus Comentarios Yeales 2 el cual fue entre dos
,

más de una cuarta a tiempo que Pedro de Melim soldados famosos, llamado el uno Pedro Núñez
defendiéndose de su contrario llegó de es[4i v ]- y el otro Baltasar Pérez, ambos hijosdalgo y
paldas a juntarse con las de Merlo, que no se las de mucha presunción. Fue sobre ciertos pun-
hizo buenas, y como estaba desnudo como todos tos de satisfacción de honra que dijeron había
se le metió aquella punta por los riñones, faltado o sobrado entre otros dos desafiados que
y así
cayeron muertos entrambos prendidos en la es- pocos días antes combatieron, cuyos padrinos
pada de Tamayo. Jorge de Perea y Domingo del fueron los susodichos. Baltasar Pérez eligió por
Real (de quien dicen los autores arriba citados padrino al famoso caballero Egas de Guzmán de
que eran enemigos antiguos y habían tenido ellos quien arriba dijimos fue padrino de Vasco Gu-
y sus padres grandes encuentros en España) se dínez cuando tuvo batalla con Montejo. Otro
hallaron en esta sangrienta refriega, que se decía Hernán Mejía, natural de Sevilla
y habiendo
peleado como crueles enemigos, estando ya con (de quien Egas de Guzmán hablaba mal por lo
muchas heridas cada uno, cayeron en el suelo mucho que presumía de valiente), sabiendo el
donde abrazándose el uno con el otro se despe- desafío de los dos nombrados y que Egas de
dazaron a bocados y así acabaron igualmente sus Guzmán era padrino de Baltasar Pérez, alcanzó
vidas. por mucha importunidad que Pedro Núñez lo
A este mismo paraje del Arenal salieron de- llevase por padrino, por reñir con Egas de Guz-
safiados el capitán Agustín de Proaño y el al- mán que lo deseaba.
1 . Don Antonio de Acosta, Historia de Potosí, libro III, capí- 2. Diego Fernández, libro II, capítulo 4; Garcilaso de la
tulo 19; don Juan Pasquier, libro II, capítulo 3. [A] Vega, Comentarios reales, libro VI, capítulo 20. [A]
Año 1552 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Cuando Guzmán lo supo envió a decir a Pedro solas debajo del brazo izquierdo, y tomando a
Núñez que pues los desafiados y él eran hijos- su ahijado a cuestas (que no estaba para ir con
dalgo, no permitiese llevar por su padrino a un sus pies) lo trajo a una casa la más cerca del
hombre tan vil una mulata verdo-
y bajo, hijo de pueblo, que era hospedería donde recibían indios
lera que actualmente estaba vendiendo sardinas enfermos: allí lo dejó y avisó que quedaba un
fritas en la plaza de San Salvador en Sevilla, que hombre muerto en el campo, que fuesen por él

llevase otro padrino cualquiera aunque no fue- para enterrarlo, y él se fue a retraer a San Fran-
se hijodalgo como no fuese tan vil como aquél. cisco. A Pedro Núñez llevaron al hospital, cu-
Pedro Núñez viendo que tenía razón Egas de ráronlo, y aunque sanó de sus heridas quedó tan
Guzmán, procuró con el Mejía que le soltase la lisiado que no fue de provecho. Hernando Me-
palabra que le había dado, mas no lo pudo al- jía murió de la herida de la cabeza porque no

canzar y entre otras cosas le dijo que Egas de se le pudo sacar la punta de la daga.
Guzmán pretendía que no se hallase en el desa- Poco después de esta sangrienta pendencia de-
fío porque sabía que le hacía mucha ventaja en terminaron los moradores de esta memorable
las armas. Cuando Guzmán lo supo, envió a Villa hacer un desafío que fuese de los de más
decir a Mejía que fuese bien armado al padri- nombre que hasta allí se habían hecho: el cual
nazgo, que le hacía saber que él había de llevar (como cuenta don Antonio de Acosta en su His-
3
vestida una cota y un casco, aunque los ahijados toria ) había de ser entre todas las naciones que
habían de ir en cueros de la pretina arriba. en esta Villa asistían. Nombraron un general y
Así, pues, salieron a reñir los ahijados desnu- capitanes de cada parte, y estando todos señala-
dos y los padrinos bien armados, y se fueron a dos comenzaron a prevenir caballos, armas, li-
Carachipampa, media legua de esta Villa. A los breas, cifras y letras, como si salieran a algunas
primeros lances el Pedro Núñez (que era hom- lucidas fiestas, mostrándose los nobles y los que
bre de grandísimas fuerzas) rebatió la espada no lo eran tan locos y bárbaros, que sin temor de
de su contrario, y cerrando con él lo derribó en el Dios ni caridad del prójimo salían a ostentar una
suelo, y puesto caballero sobre él le echaba pu- crueldad en ninguna parte experimentada.
ñados de tierra sobre los ojos y le daba muchas Teniendo ya todo prevenido el día 20 de no-
puñadas en el rostro y en los pechos por matarlo viembre para la batalla que el siguiente se ha-
con la daga. En otra parte del campo peleaban bia de dar, estando muchos andaluces y extre-
los padrinos pero Hernán Mejía temía de llegar meños en casa del capitán Antonio de Baeza
a Egas [42] de Guzmán porque era de más fuer- entraron en ella Sancho de Orduña y Pedro de
zas, mas entreteníalo con la destreza de la es- Ibarchábal con otros vascongados y castellanos,
pada y ligereza del cuerpo (en que le hacía ven- y trabando entre todos conversación, el Orduña,
taja a Guzmán) y viendo no poder haber a su que estaba a malas con el capitán Baeza, le dijo
enemigo tomó la espada por la guarnición y de cómo el siguiente día se reconocería que el valor
punta se la tiró a Mejía a la cara, el cual por de la nación vascongada aventajaba a las demás
repararse de la espada no miró a su contrario. del mundo, como en todas partes estaba proba-
Egas de Guzmán tan presto como le tiró la es- do, y que así lo declaraban las figuras, jeroglífi-
pada cerró con él llevando la daga en la mano, cos y letras que habían de sacar en los escudos

y con ella le dio una puñalada en la frente y todos los combatientes de su nación. Añadió a
metiéndosela más de dos dedos se la quebró éstas otras palabras de mucha presunción, vani-
dentro. El Mejía desatinado de la herida huyó dad y soberbia, de que irritado el capitán Baeza
por aquel campo y llegó donde estaban los ahi- (que era andaluz) por haber hablado contra los
jados (como hemos dicho) y sin mirar a quién suyos, le respondió muy descompuesto diciéndo-
una cuchillada a su propio
tiraba el golpe, dio le fuese por entonces a digerir el vino y que
ahijado y pasó huyendo sin saber dónde. Egas volviese después a sustentar lo que había dicho,
de Guzmán fue a prisa a socorrer a su ahijado que él le prometía de matarle con cuatro juntos
y oyó que Pedro Núñez decía: "Esta herida que de los más aventajados de su nación.
tengo no me la distes vos sino mi padrino”, y Lícito es temer al enemigo para no despreciar-
con estas palabras le daba muchas puñadas en le, mas temerle para sólo temerle es notable in-
los pechos echándole tierra en los ojos. famia que aun en la natural cobardía de las
Egas de Guzmán llegó a ellos diciendo: "Pese mujeres halla honra que se les resiste. Miedo
a tal señor Pedro Núñez, ¿no os rogaba yo que tiene el valiente de su contrario, y el cobarde
no trajerais tan ruin padrino ?”. Tiróle una cuchi- tiene miedo de su propio temor; de aquí le nace
llada: Pedro Núñez reparó con el brazo donde no tener la seguridad en otra cosa sino en darle
recibió una mala herida, y lo mismo hizo con el la muerte, cuando no hay enemigo que no tenga
otro a otras muchas que Egas de Guzmán le tiró quien sólo se defiende con el mal suceso del que
e hirió por todo el cuerpo, que quedó hecho un se le opone.Sancho de Orduña era valiente y se
andrajo tendido en el suelo. Egas de Guzmán había hecho más temido desde que en dos en-
levantó a su ahijado del suelo, y habiendo reco- cuentros antecedentes quitó la vida a cuatro
gido las espadas de todos cuatro (que como Me- andaluces, por lo cual lleno de soberbia presu-
jía iba desatinado dejó la suya en el llano) pú- 3. Don Antonio de Acosta, libro III, capítulo 20 [A]

78
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 7 Año 1333
v
[42 ]mía no tener opositor en su braveza y des- un desesperado diciendo a voces "Mueran los
treza; mas presto quedó desengañado con todos vizcaínos y los castellanos y cuantos son de su
los que le seguían de opinión, pues aunque el parte”, arremetió con más de 20 hombres que ya
capitán Baeza (enemigo suyo declarado) se le re- estaban sobre él con sus espadas. Los andaluces
husó en la ejecución de dos reencuentros, al cabo y extremeños que allí se hallaban se pusieron en
se resolvió a no temerle en la primera ocasión su defensa, y entre unos y otros se comenzó una
que nuevamente se le ofreciese, y aun prometió revuelta tan brava y sangrienta, que en brevísimo
a los de su nación que no quedaría con vida tiempo fueron muertos de una y otra parte otros
aquel enemigo tan temido. nueve hombres, y los heridos pasaron de 20. Fue-
Por esto, pues, llegando la ocasión que vamos ran muchos más los muertos y heridos si muchos
diciendo, le respondió atrevido y resuelto a con- sacerdotes no entraran a la casa con algunos secu-
seguir su deseo. El valeroso vizcaíno ardiendo en lares,
y cerrando las puertas de la calle no se
iras por verse tratado tan mal de las palabras pusieran de por medio.
del capitán Baeza, arremetió furioso con el puño El capitán Baeza con más de 13 heridas deses-
cerrado a descargar golpe en su rostro. El ca-
el perado, ofreciéndose a los demonios, amenazan-
pitán lo reparó en el brazo izquierdo, aunque no do a toda la Villa procuraba salir afuera, porque
fue tan bueno el reparo pues le alcanzó en la también hacían lo mismo muchos vascongados
mejilla con los extremos de los dedos, lo cual y castellanos por entrar a despedazarlos, mas no
sentido por Baeza, rabioso como una fiera sacó se lo permitieron los que estaban dentro, antes sí
la daga, y antes de que se moviese un solo paso el lo sosegaron, y curándolo, por una pequeña puer-
Orduña le dio dos crueles puñaladas en el pes- ta que salía a otra calle lo sacaron fuera. Los
cuezo, y al momento cayó muerto a los pies del que estaban a las puertas por entrar las rompie-
indignado andaluz. Pedro de Ibarchábal ron, y como no hallaron a Baeza ni a otro nin-
y San
Juan de Olearzo arremetieron con sus puñales guno se tornaron a salir a tiempo que algunos
a matar a Baeza, el cual con una presteza admi- extremeños y andaluces amigos de Baeza venían
rable le dio tan gran puñalada en el pecho a a favorecerlo, y juzgando lo hubiesen ya muer-
Ibarchábal que tocándole el corazón, cayó muer- to, con grande coraje acometieron a los vascon-
to,
y luego revolviendo contra Olearzo (quien gados y castellanos, y de nuevo se trabó otra
con rabiosa cólera le tiró antes una puñalada) sangrienta pendencia en que hubo otros cinco
le asió del brazo,
y quitándole el puñal se lo muertos y muchos heridos. Acudieron muchos
metió por la tetilla y también cayó muerto. sacerdotes y otros hombres de las naciones des-
Quedó herido el capitán Baeza en el brazo, y interesadas y tuvieron mucho que hacer en apa-
no contento con haber muerto aquellos tres vas- ciguarlos.
congados, sacando su espada y tomándola deba- Otros muchos desafíos, pendencias y batallas
jo del brazo izquierdo, con mucha presteza muy sangrientas se continuaron en esta Imperial
y fu-
ria fue al cuerpo de Ibarchábal, sacó su daga Villa, con grandes lástimas, atrocidades nunca
que había quedado clavada en su pecho, como vistas y acabamiento de los hombres.
y

Capítulo Vil

MUERE EL VIRREY DON ANTONIO DE MENDOZA EN LA CIUDAD DE


LIMA. LEVÁNTANSE NUEVOS TRAIDORES EN VARIAS PROVIN-
CIAS DE ESTE REINO, PARTICULARMENTE EN LOS CHAR-
CAS, Y ALGUNAS SEÑALES QUE PARA ESTO SE VIE-
RON EN EL CIELO

UDIERAN
los nuevos habitadores del llos tiempos infelicísimos en que totalmente

P Perú enfrenar sus altivos


y locos pensa-
mientos considerando que al cabo había
de haber quien los arruinase como fueron
arruinados los de Gonzalo Pizarro
mas llevados
y los otros;
del frenesí de su ambición, en ca-
perdieron los hombres el temor a Dios
y a la
jus[43]ticia, hubo en todas partes multitud de
guerras y sangrientas batallas (particularmen-
te en todas las poblaciones de los Charcas), mu-
chos vicios y pecados escandalosos, abundaron los
da pueblo había un traidor que pretendía la co- males, hubo grande falta en la letra, mucha fla-
rona o el gobierno, notable desdicha a que pudo queza en las virtudes aun en los que parecían
llegar este reino. Y demás de esto fueron aque- profesarlas, y grande frialdad en la caridad; has-

79
Año 1553 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de varias provincias preva-


ta los indios infieles das, y fueron bien recibidos por Vasco Gudínez
lecieron en muchas partes por ver a
los españoles y otros desleales. Juntos los traidores en esta Villa
entretenidos en despedazarse los unos a los otros. determinaron luego su levantamiento, y de con-
Veamos, pues, con alguna particularidad esta no- forme parecer nombraron por cabeza a don Se-
table desventura. bastián de Castilla, prometiéndole Egas de Guz-
Habiendo excelentísimo señor don Antonio
el mán y Vasco Gudínez hasta 300 soldados que
de Mendoza mantenido estos reinos en pacífica tenían prevenidos. Atizaban a don Sebastián to-
posesión el tiempo que lo gobernó (que fueron dos los traidores y representábanle la pobreza
pocos días más de dos años), aunque había trai- en que los tenía el quitarles la real audiencia el
dores ocultos ninguno se atrevió a descubrir servicio personal de los indios, y animáronle por
mientras vivió. Llevóse Dios al virrey en la ciu- esto a que se hiciese señor del Perú (fuera de
dad de Los Reyes, y al punto se comenzó a decla- que había otros frenéticos que deseaban la co-
rar la deslealtad en algunos de sus moradores. rona) .

Hallábase en aquella ciudad el capitán Francisco Es estilo de la justicia de Dios prevenir sus
Hernández Girón, que como queda dicho fue ca- castigos con advertimientos y señales. Fue nota-
pitán del virrey Blasco Núñez Vela, y si entonces ble laque amonestó a Francisco Hernández Gi-
fue leal después se experimentó su infidelidad: rón y a don Sebastián de Castilla sus muertes;
mientras tuvo vida el señor don Antonio de Men- pero a las culpas de asiento en el corazón del
doza estuvo quieto mas la noche siguiente de su hombre las más veces se añade otra peor que es
muerte quiso manifestar su traición, pero no tuvo la dureza y la incredulidad, de que se fabrica la
efecto porque lo supieron los oidores y el traidor confianza, a cuyo cargo están las ruinas de los
se retiró.Tenía éste el repartimiento de Chaqui príncipes, de los poderosos, las caídas y las des-
(siete leguas de esta Villa) que fue de Gonzalo gracias de todos; porque siempre fue la obstina-
Pizarro y por su lealtad primera y servicio real se ción, y lo será, autora de tragedias.
lo dio la audiencia de Lima. Estando, pues, don Sebastián, y sus aliados
Vínose a esta Imperial Villa este traidor, y co- previniéndose de gente y armas para la ejecu-
r
municando sus intentos con Egas de Guzmán y ción de su levantamiento en esta Villa, y [43 ]
Baltasar Osorio, lo volvieron a animar prome- el capitán Francisco Hernández Girón en su

tiéndole su ayuda, que presto halló la traición repartimiento de Chaqui (que como queda di-

cabida, pues aunque Egas de Guzmán no imagi- cho le a Gonzalo Pizarro y está
sucedió en él

naba ser traidor, al punto que fue inducido por siete leguas de esta Villa) previniéndose tam-

uno tal, no sólo vino en seguirle sino que le bién para el suyo (porque las dulces memo-
infundió alientos para la ejecución. A esta misma rias del reinar lo alentaban, y su locura y va-

sazón hubo otro motín en la ciudad de Los Reyes nidad lo hacían muy confiado), aparecieron en
por lo cual degollaron a cierto caballero cabeza el cielo sobre el asiento de Porco, tres soles y dos

de él, y en éste fue cómplice el general Pedro de lunas en medio de un gran cerco, y dentro de él
1
Hinojosa (de quien tenemos visto fue general de dos arcos azules y colorados. El mismo día apa-
campo de Pizarro, y después que lo redujo el pre- recieron sobre este rico Cerro y Villa Imperial,
sidente Pedro de la Gasea lo fue del ejército otros dos arcos de varios colores y un admirable
real.) Solapáronlo los oidores y poco después lo cometa de color de sangre. Todo lo cual refieren
hicieron corregidor y justicia mayor de Chuquisa- en sus historias Diego Fernández (llamado co-
ca y de esta Villa de Potosí (y éste fue el prime- múnmente el Palentino), el muy reverendo pa-
ro que gobernó esta Villa con cargo de corregi- dre maestro fray Antonio de la Calancha, don
2
dor, que fue después de haberla gobernado el Antonio de Acosta, don Juan Pasquier, y en
licenciado Esquivel con título de alcalde mayor ellas se ven figuradas de la misma forma que
de la justicia como atrás queda dicho) Y aunque
. aquí.
fue culpado el general Hinojosa en esta y otra re- Y
Enrico Martínez, cosmógrafo de su majes-
belión en que quiso alzarse, pasó solamente por tad en este peruano reino, dice las palabras si-
sospechas, que tal título quisieron darle los que guientes que para satisfacción del lector pondré
3
pudiendo castigarlo con tiempo no lo hicieron. sin añadir ni quitar. "Viernes”, dice, "a 13 de
4
Pero cuando vino con su corregimiento a Chu- enero del año de 15 53, 52 días antes que ma-
quisaca se vinieron tras él don Sebastián de Cas-
1. La ilustración del cerco de soles y lunas está inspirada en
tilla (hijo del conde de la Gomera) con otros
las que traen el Palentino y Calancha, más en esta última. El
seis caballeros en el nombre, porque Vasco Gu- cometa no figura en ninguno de estos autores. [M]
2. Palentino, Historia del Perú, segunda parte, libro II; Ca-
dínez les escribió de esta Villa una carta (que lancha, Coránica del Perú, primera parte [libro I] capítulo 15;
éste era el mayor solicitador de la rebelión Acosta, primera parte, capítulo 15; Pasquier, segunda parte,
capítulo 9; Enrico Martínez en su Lunario del Perú, capítulo
que deseaban hacer) en cifra, dándoles breve- 11. [A] ,
mente cuenta de lo que trataban hacer y de cómo 3. Esta descripción atribuida a Enrico Martínez, (de quien no
se sabe que hubiese sido cosmógrafo real en el Perú), coincide
el corregidor Pedro de Hinojosa había prometido
casi palabra por palabra con la que da el Palentino, Historia
ser su general. del Perú, segunda parte, libro II, capítulo 13. [M]
4. Lo que sigue hasta el capítulo 11 inclusive está tomado
Llegaron a esta Imperial Villa don Sebastián y literal o abreviadamente de Garcilaso, Historia, capítulos
los suyos, torciendo los caminos, sendas y vere- XXIII-XXIX inclusive. Garcilaso, por su parte, se atiene casi
tasen ai general Hinojosa, a las 7 de la mañana, modo la cola. Fue visto este prodigio en el asien-
apareció en el cielo en el asiento de Porco el cerco to de Porco y en todos sus contornos. El cometa
grande que pasa por medio del sol natural y por se vio por espacio de siete días al amanecer so-
los demássoles y lunas; estaba extendido hacia bre este rico Cerro de Potosí, con otros dos arcos,
el poniente
y era todo blanco y de grosor de un uno muy blanco que parecía plata bruñida y par-
palmo; tendría este cerco al parecer media legua te bermejo;
y el otro estaba encima de éste y era
de diámetro; el sol natural estaba algo bermejo colorado que tiraba a sangre y resplandecía co-
que tiraba a sangre, y los dos colaterales muy mo fuego; el un cabo de este arco remataba en
bermejos y hechos sangre, de tal manera que el uno a manera de rayo caracoleado de color de
resplandor y fuego quitaba la vista al que los sangre”.
miraba; las dos lunas fronteras eran a manera Luego que se vieron estas señales en Porco y
de lunas [44] blancas algo bermejas que tiraba Potosí comenzaron los españoles a discurrir va-
y
a sangre. Los dos arcos que se parecen eran azu- rios sucesos venideros. Don Sebastián de Casti-
les y colorados como suele aparecer; el arco pe- lla, como se hallaba en la ocasión
en esta Villa, y
queño era más ancho que el otro grande. El co- Francisco Hernández Girón en su repartimien-
meta que se parece fuera del cerco, estaba muy to de Chaqui, entrambos preguntaron a los indios
encendido de color de fuego,
y hecho sangre, la significaciónde aquellas señales, no por en-
con una formidable cabeza crespa,
y del mismo tender que les habían de responder como astró-
logos (que no lo eran) sino por adivinos
exclusivamente al Palentino, Historia, segunda parte, libro II, y por
capítulos 12-23 inclusive. Aun los títulos de varios de es- saber que el demonio era todavía su oráculo.
tos capítulos de Arzáns están tomados de Garcilaso,
mismas citas del Palentino que trae el texto de Arzáns no
y las Los indios admirados, tapándose los rostros
y
son directas sino copiadas de Garcilaso. [M] escupiendo al aire, dijeron a voces: " Aucca, au-

81
Año 1553 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

cea. Maiccan apu huañuncca” palabras con que soldados escogidos y matasen al general Hino-
los indios significaban algún grande y mal su- josa, porque sabían que los mismos soldados

ceso, acción abominable o ruina espantosa, que que con él vinieron de Los Reyes trataban tam-
todo cabe en la palabra aucca, y también le dan bién de matarlo por ver su tibieza y que no fo-
este nombre al enemigo visible e invisible; la mentaba su tiranía, y todos querían alzar por
palabra maiccan apu huañuncca quiere decir que cabeza a don Sebastián.
morirá algún gran señor. Tenía Hinojosa 200,000 pesos de renta, y así
A don Sebastián de Castilla le respondió el estaba muy ajeno de poner en ejecución lo que
indio Puma Soncco (que se interpreta Corazón los soldados pretendían, que era su ruin levan-
de león, y tenía fama de muy sabio) estas razo- tamiento. Fue avisado de algunos leales cómo
nes: le querían matar y alzarse, y en particular el

"Iscay quilla pisicánchac licenciado Polo Ondegardo, que le dijo le hiciese


inti túcuc huicharincca; su teniente por un mes y le aseguraría la vida
jatunccacpa cayllamanta y libraría la ciudad del temor que tenía del
yahuarcámac ccormaypuncca”, levantamiento que los soldados querían hacer.
El general no hizo caso, fiado en la suma de
y vuelto en castellano dice: [44' J dineros que poseía, en su oficio y valentía.
Finalmente dispuesta su traición, fueron los
"Dos lunas de poca luz principales de esta consulta don Sebastián de
a ser soles subirán, Castilla, Egas de Guzmán, Vasco Gudínez, Bal-
tasar Velázquez, el licenciado Gómez Hernán-
y del cerco del mayor
caída sangrienta darán”. dez y otros soldados principales, que los más y
mejores estaban por entonces en la ciudad de La
Dichas estas palabras por los indios e interpre- Plata. Egas de Guzmán (saliendo de esta Villa)
tadas por los españoles, no hicieron caso de ellas había llegado a aquella ciudad a hallarse en la
ni menos quisieron aplicar aquellos presagios consulta con achaque de pedir al general [Hino-
para sí podrían ser correspondien-
ni advertir si josa] permitiese que él se librase por la corona
tes al efecto de sus abominables intenciones. de las muertes de Hernán Mejía, Federico Al-
Pero ello sucedió conforme a lo que previnieron fínger y otras dos que le cargaban. El bueno
del general Hinojosa, tan descuidado de lo que
y declararon los indios, porque (si bien se ad-
vierte) la muerte del gran apu fue después la de a su vida convenía, lo tuvo por bien y le dio
Francisco Hernández Girón que con la renta cartas de favor para la justicia seglar y eclesiás-
de sus pueblos había de parecer tres veces hecho tica de esta Villa, porque Egas dijo que en ella

sol en las victorias sangrientas que tuvo, y dos le convenía librarse. Con las cartas de favor en-

veces luna en la menguante de su fortuna con su viaron los soldados (ya determinados a rebelar-
prisión y muerte. Y
de la misma suerte el gene- se) aviso a Egas de Guzmán a esta Imperial Villa
ral Pedro de Hinojosa y don Sebastián de Cas- (que primero era llegado) para que se alzase
tilla, a quienes [Antonio] Acosta y Pasquier con los compañeros que aquí tenía luego que
apropiaron el infeliz presagio por la miserable supiese la muerte del general.

y sangrienta ruina que poco después se vieron


Determinado, pues, el día y hora de su trai-
en estos dos caballeros. ción, fue don Sebastián de Castilla con siete de
Estando, pues, el general Pedro de Hinojosa sus compañeros, que aunque eran todos esco-
gobernando la ciudad de La Plata y esta Villa gidos iban amedrentados. Ninguno ve la cara de
de Potosí muy a su sabor, tuvo noticias como su pecado que no se turbe: por eso cauteloso no
don Sebastián de Castilla había asentado su trai- la descubre cuando le intentan sino cuando le

ción en esta Villa y dádole a Egas de Guzmán han cometido. Entraron, pues, en su casa disfra-
el cargo de gobernador de ella. Al punto escribió zados y llenos de temor un lunes que se contaron
a don Sebastián representándole lo mal que ha- 6 de marzo del año de 1553, y el primero con
cía, que atendiese que era hijo del conde de la quien toparon fue con Alonso de Castro, tenien-
Gomera, y que en pechos nobles no cabía des- te de corregidor, a quien luego se descubrieron,

lealtad. y aunque éste intentó amedrentarlos con decir


Indignóse con esto don Sebastián, y comenzó "¿Qué alboroto es éste? ¡Caballeros, viva el
a tiranizar esta Villa. Juntó hasta 150 hombres rey!”, don Sebastián le acometió, y al punto vol-
(con los que iban viniendo de los pueblos de vió las espaldas y uno de los soldados (llamado
abajo), saqueó las cajas reales, nombró oficiales Anselmo de Hervías) corrió tras él y le dio una
para su campo, y publicó jornada para Chuqui- estocada que le pasó de una parte a otra y lo
saca. cosió contra la pared: ayudáronle otros y le aca-
Egas de Guzmán y Vasco Gudínez fueron de baron de quitar la vida.
parecer que no fuese con ejército porque se pon- Luego (como cuenta el Palentino) 5 andu-
dría en armas la ciudad y no harían cosa de pro- vieron a buscar al general Pedro de Hinojosa, y
vecho; y así determinaron que don Sebastián y
5. Diego Fernández el Palentino, Historia del Perú, capítu-
Vasco Gudínez fuesen solos con hasta 10 ó 12 lo XII. [A]

82
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 7 Año 1553
hallándolo un soldado en un corral, que había 1,500,000. Echaron bando que pena de la vida
ido a la necesidad natural, le dijo (como hacien- todos se juntasen a hacer escuadrón en la plaza.
do mofa) "Salga vuestra merced, que están acá
: Eligió Egas de Guzmán por alcalde mayor a
afuera señor don Sebastián de Castilla y otros
el un soldado llamado Antonio de Luján, quien
caballeros que vienen a hablarle”. Salió el ge- por tomar más sonadamente el oficio mató luego
neral sonriéndose y diciendo: "¿A mí? Heme al contador Hernando de Alvarado, haciéndole
aquí señores, vean vuesas mercedes lo que me cargo (como dice el Palentino) haber sido con-
mandan”. A lo cual respondió Garci Tello de federado con el general Pedro de Hinojosa para
Vega: "Oh, pese a tal que ya no es tiempo; buen alzarse con el reino;
y con tal pretexto lo mata-
gobernador tenemos en don Sebastián”, y di- ron. Luego despachó siete soldados al asiento de
ciendo estas palabras le metió la espada por el Porco, a recoger la gente, armas
y caballos que
cuerpo poco menos de hasta la cruz, de que lue- en él y su comarca hallasen.
go cayó en el suelo; y forcejeando para levan- En esta coyuntura estaba el comendador don
tarse, le acudieron Antonio de Sepúlveda, Hernán Pérez de Párraga, caballero del hábito
y An-
selmo de Hervías, y dándole otras dos estocadas de San Juan, en Chaqui, en sus indios de repar-
lo volvieron a derribar. El desdichado general timiento, y sabiendo la muerte de Hinojosa
comenzó a decir a voces, "Confesión caballe- escribió a don Sebastián el parabién de su hecho;
ros”, y así lo dejaron por muerto; y Garci Tello, pidió le enviase 20 arcabuceros para que le pren-
como le dijeron que era ya muerto el general, diesen, y que con esta cautela él se iría con ellos
dijo que lo mirasen bien. Volvió Anselmo de a prender a Gómez de Alvarado
y a Lorenzo de
Hervías donde estaba tendido el general, y allí Aldana que allí cerca estaban, y que no fuesen
le dio otra cuchillada por la cara, de que luego por caminos reales sino [por] sendas excusadas:
acabó de expirar. todo esto pagó después el buen comendador, co-
Muerto el general salieron dando voces di- mo se dirá adelante.
ciendo, "Viva el rey, viva el rey, que ya es muer- Otro día después de la muerte del general
to el avaro, traidor, quebrantador de su palabra”. Hinojosa llegaron a la ciudad de La Plata Bal-
A este punto salió Garci Tello de Guzmán con tasar Velázquez y Vasco Gudínez (que fue el
15 compañeros, y dividiéndose en dos partes, todo de este motín). Recibiólos don Sebastián
fueron los unos a matar a Pablo de Meneses alegremente y Vasco Gudínez dijo: "Señor, cin-
y
los otros a Martín de Robles, de los cuales esta- co leguas de aquí supe de esta gloria tanto de
ban muy quejosos
todos aquellos soldados por la mí deseada”. Don Sebastián respondió (descu-
mucha mofa que de ellos ha-
burla, desprecio y bierta la cabeza) : "Estos caballeros me han nom-
cían. Martín de Robles fue avisado por un indio brado por gobernador y dado este cargo; yo lo
y escapó en camisa. Pablo de Meneses aquella acepté hasta que vuestra merced viniese,
y ahora
noche había salido de la ciudad enfadado lo renuncio
y te- y dejo en vuestra merced”. Respon-
meroso de la desvergüenza que los soldados mos- dióle con mucho comedimiento el traidor Vasco
traban por horas en su tiranía, e ídose a una Gudínez. Luego platicaron aparte y se echaron
heredad, adonde fue avisado
y se puso en salvo. pregones que [tendrían] pena de muerte si no
Hicieron otras grandes tiranías, matando a los obedeciesen todos a Vasco Gudínez por maestre
vecinos y robando sus casas. de campo. También nombró a Baltasar Veláz-
Luego envió dos soldados a esta Villa de Po- quez por capitán de caballos.
tosí don Sebastián avisando a Egas de Guzmán Y luego dijo a todos Vasco Gudínez que por
lo sucedido, para que se alzase según lo tenían qué no habían ido a matar al mariscal Alonso
tratado.Llegaron los soldados en breves horas, de Alvarado. Era este caballero de gran valor,
sabiendo Guzmán lo que había pasado prudente, y en los cargos de justicia rectísimo;
y y el
orden que se le daba llamó otros soldados que
y por esto le temían los traidores y solicitaban
prevenidos tenía, y con los mensajeros, sin tomar su muerte. Tratado este negocio se juntaron Vas-
otras armas más que sus espadas, dagas capas, co Gudínez, Baltasar Velázquez, Juan Ramón,
y
se fueron a las casas de Gómez de Solís el licenciado Gómez Hernández, Hernando Gui-
y de
Martín de Almendras, que eran alcaldes ordina- llada, Diego de Ávalos, Diego del Castillo,
y
rios por su majestad,
y los prendieron con toda don Garci Tello con otros, y Vasco Gudínez se
facilidad, llevándolos a las casas de cabildo les ofreció de tomar la empresa para caudillo de
y
echaron grillos y cadenas
y [45] metieron en un aquella jornada. Pero don Sebastián dijo haberlo
aposento con guardas. A
la fama de tan donoso ya prometido a Juan Ramón;
y así salió acorda-
hecho, acudieron otros soldados,
y juntos con do que se hiciese lista de 25 soldados a quienes
Egas de Guzmán fueron a la fundición de su acaudillasen Juan Ramón y don García, y que
majestad, prendieron a su tesorero Francisco de tomasen la ciudad de La Paz. Gudínez dijo ha-
Isasaga y al contador Hernando de Alvarado, bía poco que hacer: escribió para tal efecto a
rompieron las cajas del tesoro real
y lo robaron Juan de Vargas y a Martín de Olmos. Hasta
todo, que era una cantidad de plata de más de aquí es de Diego Fernández el Palentino.

83
Capítulo VIH

ENVÍAN DON SEBASTIÁN Y SUS MINISTROS, CAPITANES Y SOLDADOS


A MATAR AL MARISCAL. JUAN RAMÓN, CAUDILLO DE ELLOS,
DESARMA A DON GARCÍA Y A LOS DE SU BANDO, Y
SABIDA ESTA NUEVA EN LA CIUDAD DE LA
PLATA MATAN A DON SEBASTIÁN LOS
MISMOS QUE LE ALZARON

ROSIGUIENDO el mismo autor en el ca- Sebastián de los otros y a solas le dijo que para

P pítulo 1 5 de su Historia, los sucesos extra-


ños que en la ciudad de La Plata y Villa
Imperial de Potosí sucedieron en aquellos
tiempos dice que luego que fueron nombrados
salieron un miércoles antes de medio día, Juan
asegurar su partido convenía matar 18 o 20 hom-
bres,
drón de
"soldados famosos que están en ese escua-
la plaza,
del rey”. Respondióle que
que son notorios servidores
no le habían hecho
daño ninguno esos soldados; y como era nobilí-
Ramón, don Garci Tello, Gómez Mogollón, simo de condición y diferente ánimo, añadió
Gonzalo de la Mata, Francisco de Añasco, Al- diciendo: "Más querría que me matasen a mí
manza, Fernando de Soria, Pedro de Castro, Ma- que no a soldados tan nobles y valerosos”. Apenas
teo de Castañeda, Campofrío de Carvajal, Juan lo hubo oído Vasco Gudínez, cuando trocó el
Nieto, Pedro Francisco de Solís, Baltasar de ánimo, y en aquel punto determinó matar a don
Escobedo, Diego Maldonado, Pedro de Murguía, Sebastián pues él no quería matar a los que le
Rodrigo de Arévalo, Antonio Altamirano, Lu- daba por enemigos.
cena, y Hermosilla. Luego Vasco Gudínez dio No hay tirano que [no] acabe si se juntan
de ello aviso a esta Villa, a Egas de Guzmán, unos que aborrecen la que es apacible tiranía y
para que de ella enviase socorro a Juan Ramón y otros que la aborrecen por la razón. Entonces
a don García, y vista la carta por Egas mandó el aborrecimiento es cabal, cuando se aúnan el

apercibir 55 hombres para que fuesen en favor que aborrece al tirano por no seguir con crueldad
de Juan Ramón al Pueblo Nuevo (que enton- su tiranía, y el que aborrece la tiranía: aquél o
ces llamaban así a la ciudad de La Paz) y por aquellos incitan, y estos otros ordenan; el uno es
ca[45 Y ]pitán Gabriel de Pernia y alférez Alon- entendimiento de la inclinación del otro. Unos y
so de Arriaza; salieron de esta Villa con bande- otros juntos dieron la muerte a don Sebastián

y fueron más eficaces para este


ras tendidas. hecho.
Juan Ramón, que fue elegido caudillo con don Apartóse, pues, Vasco Gudínez lleno de ira por
García para ir a La Paz, antes que fuesen a ma- la respuesta de don Sebastián, y fuese a los solda-
tar al mariscal Alonso de Alvarado trató en Chu- dos que él había nombrado; y como estaban divi-
quisaca con otros amigos que sería bien negar didos [entre otra gente] fueles apretando las
a don García y a don Sebastián y pasarse al servi- manos a los que pudo como dándoles a entender
cio de su majestad. Vinieron en ello los amigos le favoreciesen en lo que intentaba. Hecho esto
y aunque [don García] fue avisado no trató del volvió a la casa de don Sebastián, y topándose
remedio; y así en el camino desarmó Juan Ramón con el licenciado Gómez Hernández le dio cuenta
a don García y sus soldados quitándoles caballos en breves palabras de lo que pensaba hacer, y
y arcabuces. Y arrepentido don García de no que su majestad pagaría aquel servicio. Gómez
haber ganado de mano le dijo lo admitiese, que Hernández salió a la plaza, y llamó a algunos por
quería servir al rey, mas no lo permitió Juan Ra- sus nombres, y no osaron acudir por temor de ma-
món por no partir con él los méritos de aquel los sucesos. Volvióse adentro Gómez Hernández,
servicio. Don García y los suyos, viéndose cuáles y se fue con Vasco Gudínez donde
estaba don Se-

quedaban, acordaron volverse a don Sebastián bastián, y ambos se abrazaron con él y (como dice
de Castilla, y desde el camino le avisaron de lo el Palentino, capítulo 16) le dieron muchas pu-

que pasaba con un soldado llamado Rodrigo ñaladas. Baltasar Velázquez, reconociendo que
de Arévalo; que viéndolo [entrar en La Plata] lo mataban, aunque al principio dio un grito, lue-
a pie quedaron asombrados y satisfechos mirán- go acudió y ayudó a darle de puñaladas.
dose en la plaza los unos a los otros. Acudieron todos los soldados coligados y ri-
Vasco Gudínez, que fue el más diligente en ñendo entre ellos se mataron e hirieron los unos
levantar aquella tiranía y traición, apartó a don a los otros: pensiones muy propias de la traición.

84
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 8 Año 1553
Escapóse desdichado don Sebastián de entre
el
y su término, y le nombrasen por capitán general
sus fieros enemigos y entróse mal herido a un para la guerra, pues Egas de Guzmán estaba
aposento, que si saliera a la calle y plaza donde fuerte y poderoso y con mucha gente en Potosí.
estaba el escuadrón hubiera más sangre y mor- Y de temor lo hubieron de hacer aunque al prin-
tandad. Entraron Baltasar Velázquez y otros cin- cipio se excusaron, y le depositaron los indios del
co al aposento obscuro, y hallándole le dieron general Hinojosa (digno galardón de dos traicio-
otras muchas puñaladas por la cabeza y pescuezo. nes tan famosas), y en el licenciado Gómez Her-
El pobre caballero pedía a voces confesión hasta nández se depositó el gran repartimiento de Pu-
que perdió el habla, y saliendo [Velázquez] a na, cerca de esta Villa.
buscar quien le ayudase a sacarlo al escuadrón, Luego nombraron capitanes vecinos de la ciu-
llamó a Diego de Ávalos y al licenciado Hernán- dad para el ejército, por dar a entender no que-
dez, y cuando llegaron donde habían dejado a rían tiranizar los oficios militares sino partir
don Sebastián hallaron que a gatas había salido de ellos con los vecinos.
hasta la puerta del aposento, donde estaba tendi- Proveyóse que seis soldados fuesen a pren-
do y boqueando: allí le dieron muchas más heri- der a don García y a los demás que con él ve-
das, y vieron que acabó de expirar; nían de la buena jornada que hicieron para ma-
y en esto se-
rían las 10 de la noche. Luego sacaron a don tar al mariscal Alonso de Alvarado: trajéronlos
Sebastián muerto al escuadrón, apellidando: y matáronlos sin darles lugar a que se confe-
"Viva el rey, que el tirano es muerto’’. Cosa las- sasen.
timosa por cierto (y muy memorable traición) Baltasar Velázquez, por tomar posesión de su
morir a manos de los mismos que le persuadieron oficio de maestre de campo (que ya lo tenía),
y forzaron a que matase al corregidor y ahora se hizo arrastrar y hacer cuartos a dos soldados fa-
hacen jueces de los que mataron al general Hino- mosos que fueron de esta Villa con avisos de Egas
josa, para ganar crédito
y méritos en el servicio de Guzmán para don Sebastián ignorando lo que
de su majestad, por haber sido traidores una, dos pasaba. Mandó dar garrote a otro soldado lla-
y más veces, a su rey y a sus propios amigos, como mado Francisco de Villalobos, y cortar las manos
lo dirá la sentenciaque pocos meses después die- a otros dos. Todo esto hizo el donoso maestre de
ron a Vasco Gudínez, que fue el caporal de esta campo dentro de cuatro horas después de su elec-
gran maldad. ción.
Es de saber que de la muerte del general Pe- Volvieron a la ciudad Martín de Robles, Pa-
dro de Hinojosa a la de don Sebastián de [46] blo Meneses, Diego de Almendras y Diego Ve-
Castilla (según el Palentino) no pasaron más lázquez que andaban huidos, y contra su voluntad
de cinco días, que la de Hinojosa (dice) fue confirmaron las elecciones a instancias y ame-
lunes 6 de marzo,
y la de don Sebastián sába- nazas de Vasco Gudínez. Riba Martín, que fue
do 11 de dicho mes del año 1553. Vasco Gudínez por cabo de otros cinco arcabuceros para pren-
despachó aquella misma noche seis arcabuceros der a don García Tello de Guzmán, lo prendió
para que atajasen el camino de esta Villa por- cinco leguas de aquella ciudad, y traídolo, no
que no pasase la nueva de lo sucedido a Egas dejándole Baltasar Velázquez aun acabarse de
de Guzmán. Sacó de la prisión a Juan Ortiz de confesar, le hizo dar garrote, y quebrándose el
Zárate y a Pedro Hernández Paniagua, a Anto- cordel y poniéndole otro, pareciéndole a Balta-
nio Álvarez a Martín Monje, vecinos de aquella sar Velázquez que había mucha dilación sacó su
y
ciudad de La Plata, y con mucho encarecimiento espada de la cinta y lo hizo degollar. Luego
les dijo el peligro en que se había puesto por hicieron justicia de otros sin dejarlos confesar,
matar al tirano: que les pedía en agradecimiento aplaudiéndolo todo el tirano gobernador. Todo
de haber libertádolos (con toda la ciudad) lo lo dicho cuenta en su historia Diego Hernández
mayor de aquella ciudad
eligiesen por justicia el Palentino, en el capítulo 19.
Capítulo IX

TIRANIZA EGAS DE GUZMÁN LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ.


BATALLAS SANGRIENTAS QUE HUBO ENTRE LOS LEALES
Y TRAIDORES, CON OTRAS CALAMIDADES QUE
EXPERIMENTARON SUS MORADORES

ODO lo que se ha referido y mucho más nocía ser dificultoso por estar junta la fuerza de

T (que no se puede contar por entero co-


sas tan extrañas y abominables) pasó
en la ciudad de La Plata. Digamos aho-
ra lo que hubo en esta Villa Imperial de Potosí.
Ya queda dicho en el capítulo 7 de este libro II
los que seguían la voz del rey, y así aguardasen
oportunidad que al punto lo ejecutaría.
Con esta mira sábado en la noche que se con-
taron 1 1 de marzo, 1 a la hora misma que mata-
ron en Chuquisaca a don Sebastián de Castilla,
cómo Egas de Guzmán y sus secuaces saquearon fueron Egas de Guzmán y Antonio Luján a las
el tesoro de su majestad, que pasó de millón y casas de Antonio Pérez y Cristino Manso, capi-
medio de plata, que con ser tanta nada se cobró tanes (como se ha dicho) del número de esta

y todo parece fue un poco de aire pues todo se Villa: y aunque tenían 40 soldados para su guar-
perdió; y sucedió la muerte de Hernando de Al- da y resistieron éstos defendiendo la entrada con
varado, contador de su majestad, que Antonio sumo valor (por ser en mayor número los trai-
de Luján (a quien Egas de Guzmán nombró dores), la entraron a fuerza de armas y mataron
por justicia mayor de esta Villa y su distrito) a entrambos capitanes y a otros 10 soldados, que-
lo mató con pretexto de que había sido con dando todos los demás muy malheridos: de los
el general Pedro de Hinojosa para alzarse con el traidores murieron dos y hubo muchos heridos.
reino. El siguiente día, que fue domingo, no sabien-
Este Antonio de Luján aconsejó (después de do Egas de Guzmán
la muerte de don Sebastián
este hecho) a Egas de Guzmán, que matasen a ni lo demás que pasaba en Chuquisaca, ni que
los capitanes Francisco Centeno, Antonio Pérez, allá se sabía lo que sucedía en Potosí, determinó
Diego Díaz y Cristino Manso, que eran los cua- enviar dos soldados de a caballo a aquella ciu-
tro del número por su majestad. Nombraron dad pidiendo a don Sebastián le remitiese gente
para ello 20 soldados, pero no tuvo efecto la y armas para destruir a los otros dos
capitanes
traición por haberles avisado un indio, y miran- Francisco Centeno y Diego Díaz porque estaban
do por sus vidas estos capitanes luego se pre- en el valle de Tarapaya recogiendo grandes fuer-
vinieron para la defensa recogiendo soldados y zas para revolver sobre esta Villa, y matar a todos
armas. Reconociendo Egas de Guzmán y Anto- los que no seguían la voz del rey, y pasar a Chu-
nio de Luján la prevención de los leales para la quisaca a lo mismo. En el mismo punto que Egas
resistencia, prendieron a Pedro [46'] de Herre- de Guzmán hacía este despacho, sucedió que
ra con otros 11 que andaban recogiendo caballos como estaba parado encima de un corredor sin
y arcabuces, y les dio garrote a todos. Sucedió descuidándose cayó al suelo y saliendo su
pretil,
esto el día jueves 9 de marzo de este año de 1553, espada de la vaina con el movimiento se hirió
dos días después que mataron en Chuquisaca al en una pierna con ella. En esto se conoce que la
general Hinojosa. pena del mal empieza del malo que le hace. La
El capitán Francisco Centeno y Diego Díaz espada del propio matador tiene tanta sed de su
con 60 hombres (que por su parte tenían ya propia sangre, como de la sangre del que mata:
juntos), luego que vieron muertos a los leales bien se puede decir que tiene más sed y más
fueron a las casas de Egas de Guzmán, cercáron- justa. Guzmán determina de herir a los capita-
la
y poniéndola fuego entraron, repitiendo a vo- nes leales, y su delito determinó que se
hiriese
ces "Viva el rey, mueran los traidores", y mata- a sí mismo.
ron 18 de ellos que juntos con otros muchos allí Llegaron, pues, a la ciudad de La Plata los
estaban, y con mucha dificultad se les escapó dos soldados que despachó, y como ya habían
Egas de Guzmán. Los deudos y amigos de los muerto a don Sebastián el nuevo maestre de
traidores se juntaron, y animaron a Guzmán acon- campo Baltasar Velázquez, los hizo arrastrar
sejándole pasase a cuchillo a todos los leales.
1. Este episodio, hasta el f. 47 no se encuentra en Garcilaso.
Oyó Guzmán esta peste bien razonada, y respon- Según la cita del f. 46* estaría tomado de Antonio de Acosta,
y además de Pasquier y Méndez según la cita del
f. 47.
dió que no le faltaba manos ni valor para la
Por otra parte, el 11 de marzo de 1553 fue efectivamente
ejecución, pero que en la ocasión presente reco- sábado. [MJ

86
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 9 Año 1333

y hacer cuartos, como queda dicho en el capítu- un golpe. Al cabo de un buen rato de resistencia
lo antecedente. fueron desbaratados los indios y (muertos más
Centeno y Diego Díaz con 20 ca-
El capitán de 30) ganaron aquella calle dejando muertos
ballos y60 infantes (los más arcabuceros) vinie- seis jinetes
y dos caballos.
ron de Tarapaya a esta Villa contra los traidores, Luego arremetieron a los leales por las espal-
y el alférez Agustín Peralmíndez con otros leales das y mataron muchos de sus infantes. Acudie-
les dijeron no diese la batalla aquel día porque ron los caballos de Diego Díaz cuando más em-
el tirano estaba prevenido barazados estaban en matar a los infantes del
y tenía 40 caballos,
50 arcabuceros, 10 mosqueteros y 20 piqueros, tirano, sin haber prevenido aquel apretado lance,

y que pues había muchos leales en la Villa y y habiendo peleado como valientísimos caballe-
todos estaban con deseos de verse libres de tanta ros más de una hora Centeno y los suyos fueron
tiranía, les diese armas rotos totalmente por ser al doble más los del
y engrosase su ejército
porque era mucha ventaja la del tirano. No quiso tirano, y por haber discurrido muchos de los va-
ni pudo Centeno (como refiere don Antonio de lerosos leales por diversas calles en seguimiento
Acosta en el capítulo 32 de su libro III), porque de los traidores que huyeron cuando los desba-
ni tenía más armas que darles ni más manteni- rataron.
miento que para solos dos días, por tenerlo todo Tocó a recoger el capitán Centeno, y oyendo la
y haberlo recogido con tiempo los traidores. Por seña el capitán Diego Díaz, que muy reñida ba-
este inconveniente no pudo detenerse, talla tenía trabada dentro del cementerio espa-
y así el
martes que se contaban 14 de marzo, a las 6 de cioso de San Lorenzo (que entonces era esta igle-
la mañana, se halló con su escuadrón en la peña sia lamatriz) con Esteban de Saona y Pedro
de Munaypata; y si allí esperara o diera la batalla Margarita, que eran jinetes del tirano, dejó la
el campo
en y no dentro del pueblo, quizá le hu- tiempo que salía del cementerio fue
batalla, y al
biera ido bien, porque los suyos eran soldados de malherido por el Esteban Saona; y viéndose de
valor. aquella manera volvió la rienda al caballo arre-
y
Viendo, pues, que eran ya las 10 del día metió a su enemigo como un león metiéndole la
y
que Egas de Guzmán no se movía de la plaza lanza por el sobaco, con cuya herida cayó muerto
grande de la Villa, donde tenía su escuadrón a cerca de las puertas de la iglesia. Huyó el Pe-
punto, marchó con el suyo y fue a ponerse en dro Margarita, a quien también acometió Diego
una calle que desembocaba en la plaza a tiro de Díaz, y al salir por la otra parte del cementerio
arcabuz del enemigo; y luego se fue acercando a en sus alcances, de una almena le tiraron un
laplaza dejando [47] bien guarnecidas las tres mosquetazo al capitán de que le mataron el ca-
esquinas de las calles que daban a sus espaldas ballo.Volvióse a entrar al cementerio y tomando
con 400 indios. Egas de Guzmán fue luego in- el caballo del difunto Saona fue siguiendo al
formado de la poca defensa que tenían a las es- capitán Centeno, que con los que pudo recoger
paldas los leales, por ser de indios que no tenían iba huyendo hacia la loma de la Cantería.
más armas que sólo macanas, hondas y algunas Siguiólos Egas de Guzmán (que aunque esta-
alabardas; y al punto mandó que Antonio de Lu- ba herido desde antes, de su propia espada, peleó
ján fuese con los 40 caballos rodeando calles, y en esta batalla con extremado valor) y cogiendo
que rompiendo a los indios acometiese la infante- 14 de los heridos a todos les dio garrote después
ría de Centeno pues se veía que sus caballos esta- que volvió. Fueramás atroz su tiranía en esta
ban en la delantera. Hízolo así Luján a tiempo batalla en la cuesta de la Cantería los indios
si
que los jinetes de Centeno y Diego Díaz con ellos que se retiraron de la rota no los hubieran de-
con notable fiereza acometieron la infantería del fendido, tirando tantas piedras a Guzmán
y los
tirano,
y siguiéndole la de los leales en un punto suyos cuantas fueron necesarias a detenerlos
y
la desbarataron matando hasta 20 de ellos. aun a volverse huyendo porque había muchos
Consiguiérase una gran victoria por los leales descalabrados. Retiráronse los leales (que queda-
si la guarnición de sus espaldas fuera de mejor ron) cuatro leguas de esta Villa, con muchos
resistencia, si bien los indios la hicieron con trabajos, llenos de temor
y sin bastimentos, pero
nunca igual valor y (tal que como dicen Acosta, experimentaron éstos en esta ocasión más que
Pasquier y el capitán Pedro Méndez) acome- en otra la piedad y lealtad de los indios pues los
tieron los indios a los jinetes, diciendo con gran- asistieron, defendieron
y sustentaron como mejor
des voces en mal pronunciado castellano: "Veva pudieron.
el Carlus de España, moiran istus auccas sus ini- Guzmán saqueó las casas de los ausentes
y
migus”; y rebatiendo las lanzas con las macanas, demás de esta Villa, valiéndole el saco
leales
llegaron algunos a asir de un pie a los jinetes 1,800,000 pesos en marcos de plata: y llevando
y
derribándolos en tierra los mataron; otros con sus adelante su rabiosa tiranía hizo otras muchas
alabardas destriparon los caballos,
y hubo indio atrocidades en los vecinos leales. Mató cuatro
que con un alfanje que halló caído en el suelo hombres nobles amigos suyos por sólo que le di-
mató dos españoles, al uno saltando a las ancas jeron temiese a Dios y al rey
y que dejase de
del caballo e hiriendo en la cabeza al jinete, derramar tanta sangre de hombres buenos. Fue
y
al otro (después de éste) cortándole un muslo de tal la crueldad de este traidor, que como ya no

87
Año 1553 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

había en la Villa quien se le opusiese, hizo azotar indios a manos de los inicuos traidores, paró la
públicamente a muchas mujeres españolas e in- labor del Cerro, dejaron los indios de meter man-
dias, porque averiguó trataban entre ellas de ma- tenimientos, y finalmente, en tres días que duró
tarlo. Los más de los vecinos huyeron a las peñas esta fatalidad tiránica quedó la Villa de modo

y quebradas de los contornos: algunos se escon- que en muchos días no se oyeron sino sólo llan-
v
dieron en [47 ] los techos, corrales y pozos de tos, quejas al cielo
y propósitos de desamparar
las casas, y dos niños por ocultarse en un profun- totalmente una tierra donde continuamente se
do pozo se ahogaron entrambos; otro que se experimentaban tantas crueldades. Proveyó Dios
escondió en un techo y lo supieron los tiranos, el remedio de tanta penalidad con la muerte ace-

pusieron fuego al techo y lo quemaron vivo; otro lerada y afrentosa que dieron al traidor Guzmán
que se metió en un pozo le echaron piedras enci- sus mismos aliados, como se verá en el capítulo
ma y lo mataron. Perecieron también muchos siguiente.

Capítulo X
EN QUE SE CUENTA CÓMO EGAS DE GUZMÁN FUE ARRASTRADO
Y HECHO CUARTOS, Y OTRAS LOCURAS DE SOLDADOS,
CON LAS MUERTES DE OTROS MUCHOS
DE LOS FAMOSOS

STANDO el tirano Egas de Guzmán muy de tanta tiranía, y muy


propio fin y paradero de

E
cia
encarnizado ejecutando las crueldades que
se han referido, Antonio de Luján, a quien
(como queda dicho) él había hecho justi-
mayor de esta Imperial Villa, recibió una car-
ta que de la ciudad de La Plata le escribió un
traidores. Sucedió su muerte sábado 18 de marzo
del año de 1553 y fue efecto de la carta que es-
cribió Juan González: que el cielo castiga trai-
dores muchas veces por mano de sus mismos
amigos y compañeros en sus delitos, porque no
amigo suyo, la cual trajo un indio yanacona (que vanagloriosos se jacten de sus maldades, y [por-
son indios de particulares dados en repartimien- que] en los que a sus manos y asechanzas mue-
to) metida en el calzado que usan (por ocultarla ren saquen otros escarmiento.
mejor) donde le avisaba la ida de Juan Ramón a Los traidores de la ciudad de La Plata, que los
juntarse con el mariscal Alonso de Alvarado, la principales eran Vasco Gudínez, Baltasar Veláz-
muerte de don Sebastián, y demás sucesos; de- quez y el licenciado Gómez Hernández, habién-
cíale también diese de puñaladas a Egas de Guz- dolo consultado con los demás vecinos y solda-
mán porque la pretensión de todos ellos se ha- dos de aquella ciudad, acordaron venir todos
bía atajado con la muerte de don Sebastián. ellos a esta Imperial Villa en forma de guerra
Antonio de Luján, como justicia mayor que se contra Egas de Guzmán, no sabiendo lo que del
había hecho de esta Villa y su distrito, mandó pobre caballero se había hecho. Venía por gene-
tocar alarma. Vino Egas de Guzmán, preguntó ral Vasco Gudínez con dos capitanes de infan-

qué era aquello, y por hacer experiencia Luján tería y otro de la caballería, y a dos leguas su-
si la carta era echadiza o cierta
(y porque se pieron de su muerte, por lo cual determinaron
fiase también de él) se la mostró. Dudóse si la volviese Gudínez a la ciudad y que Baltasar Ve-
firma era de Juan González, y túvose por tal; lázquez y el licenciado Gómez Hernández con
turbóse [el tirano] como era justo, y mirándose 50 soldados escogidos viniesen a esta Villa y pa-
los unos a los otros se dieron a entender eran sasen adelante en busca de Gabriel de Pernia,
contentos de matar a Egas de Guzmán. Atrevió- que (como se ha dicho) Egas de Guzmán lo

sele, pues, Antonio de Luján y otros con él: envió a la ciudad de La Paz a matar al mariscal
echáronle mano a Egas de Guzmán, prendiéron- Alonso de Alvarado.
le y soltaron a Gómez de Solís y a Martín de Gabriel de Pernia habiendo caminado con su
Almendras, y los grillos y prisiones que ellos te- gente muchas leguas supo que Juan Ramón ha-
nían se los echaron a Egas de Guzmán, y una bía desarmado a don García, por lo cual la ban-
cota que tenía puesta se la quitó Gómez de Solís dera que llevaba contra el mariscal la alzó en su
servicio y le avisó con Ordoño de Valencia cómo
y se la puso él, y dentro de seis horas arrastraron
e hicieron cuartos a Egas de Guzmán, que no le iba a servirle. Pocas leguas más adelante sus pro-
valió nada toda su valentía, y a otro con él, que pios soldados prendieron a Gabriel de Pernia y
se decía Diego de Vergara: muy digno premio alzaron la bandera por don Sebastián, y se vol-

88
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 10 Año 1553

vieron dejando a Pernia y a otros tres con él capó de otra muerte más rigurosa que vino por
para que se fuesen donde quisiesen, los cuales se sentencia del cielo.
fueron a juntar con el mariscal y la acertaron. La nueva del levantamiento de don Sebastián
Aquellos soldados [48] de Pernia caminaron de Castilla, corrió por todos los reinos de este
sin capitán ni consejo, tuvieron noticia de la dilatadísimo imperio, con mucho escándalo de
muerte de don Sebastián, y prosiguiendo un po- todos sus moradores. En la ciudad del Cuzco se
co más su camino se encontraron con Baltasar apercibieron para resistir estos enemigos y nom-
Velázquez. Alonso de Arriaza, que traía la ban- braron capitanes y demás oficiales, pero dentro
dera con Pedro Juárez y otros dos soldados, de- de ocho días se supo la muerte de don Sebastián
lante de Baltasar Velázquez la abatieron tres y cesó la prevención y lo mismo en Lima. Y cuan-
veces y se la entregaron; y luego Baltasar Veláz- do en esta dicha ciudad se supo las muertes de
quez envió de allí a Riba Martín y a Martín don Sebastián y de Egas de Guzmán se hicieron
Monje a la ciudad de La Paz haciendo saber al grandes fiestas, y después de ellas se trató el cas-
mariscal estar ya sosegada la ciudad de La Plata tigo de los demás tiranos.

y Villa Imperial de Potosí, adonde se volvió lle- En esta Villa Imperial de Potosí se continua-
vando presos a Alonso de Amaya, Francisco Ar- ban las tiranías, que no por la muerte de Egas
nao, Pedro Juárez, Alonso de Marquina, Fran- de Guzmán y de los otros traidores cesaron pues
cisco Chávez (mulato natural de Sevilla) no murió con ellos la rebelión, y de aquellas ca-
y Juan
Pérez, y llegando a legua y media de esta Impe- bezas cortadas brotaron otras infinitas a la hidra
rial Villa mandó hacer cuartos a Francisco de de la infidelidad. Siendo, pues, una de ellas An-
Arnao, y luego que entró a ella hizo arrastrar y tonio de Luján, pidió a Vasco Gudínez la con-
hacer cuartos a Alonso de Marquina, y aquella firmación del gobierno de esta Villa, atento a
misma noche entró en el convento de la Merced que él había hecho aquel gran servicio de des-
y sacó a Pedro del Corro (que se había metido truir a Egas de Guzmán que se hallaba muy po-
fraile por haberse hallado en la muerte del Ge- deroso, pues tenía más de cuatro millones usur-
neral Hinojosa) y fue ahorcado. pados del tesoro real y de los vecinos, que tenía
Y
por abreviar el cuento de tanta tiranía (que 200 caballos, 500 soldados escogidos y muchas
va muy largo) decimos que Baltasar Velázquez armas. Encarecióselo de modo que se vio obliga-
entregó los demás presos que llevaba a Vasco do Gudínez a concederle lo que pedía. Y como
Gudínez en la ciudad de La Plata (adonde se Martín de Almendras y Gómez de Solís, alcaldes
había hecho justicia mayor) para que de ellos ordinarios por el rey, habían levantado sus varas
hiciese lo que quisiese, que era matar todos los
y seguido y obedecídoles los leales, tomó las ar-
que eran sabedores de sus tramas: y así desterró mas contra ellos en nombre de Vasco Gudínez.
de la ciudad a diversas partes, 400, 500 y 700 le- Viéndose estos dos alcaldes sin la igualdad de
guas a muchos de aquéllos; hizo cuartos a Garci armas que para resistir a los traidores se reque-
Tello de Vega que fue capitán de don Sebastián, v
ría, se ausentaron una noche, sigui[48 ]éndoles

y el mismo Vasco Gudínez lo había elegido por hasta 80 hombres nobles por no experimentar
tal; a Diego Pérez mandó deszocar de ambos pies nuevas tiranías, y se fueron al asiento de Porco
y condenar a galeras (muy bien sirviera el pobre donde estuvieron con mil sobresaltos, hasta que
galeote sin pies); hizo desollar vivo a Lucas de vino a esta Villa el mariscal Alonso de Alvarado
Sanabria, y a Carlos de Miranda haciéndole abrir a ejecutar el castigo en los traidores, y volviendo a
el cuerpo a azotes le quitó la vida. esta Villa fueron presos por el mariscal porque
Despachó a Baltasar Velázquez a la ciudad de los tiranos les imputaban de cómplices en las ti-
Lima a encarecer y exagerar estos servicios a la ranías como se dirá en el capítulo siguiente.
real audiencia que Vasco Gudínez
y ellos habían Y para dar fin a éste referiré lo que don An-
hecho (son palabras del Palentino en el capítulo tonio de Acosta dice en su Historia de Vasco
19 de su peruana historia, y de Garcilaso de la Gudínez: que luego que fue certificado de la
Vega en el capítulo 27 de sus Comentarios rea- muerte de Egas de Guzmán y de cómo tenía An-
les'). Hizo creer a los oidores de aquella real tonio de Luján en su poder 400,000 marcos de
audiencia que si él no hubiera muerto a don plata que había embargado al tirano, vino a esta
Sebastián, hubiera tiranizado el reino (como si él Villa con 50 soldados y dejándole a Luján los
no lo estuviera tiranizando con más fiereza) Por
. 10,000 cargó con todo lo demás. Y porque Fran-
lo cual pidió premios
y que se le diese el reparti- cisco de Isasaga, tesorero de su majestad,
y Diego
miento de Chaqui, que había sido de Gonzalo de Uría le suplicaron dejase el tesoro real que se
Pizarro y a la sazón de Francisco Hernández llevaba entre aquella crecida cantidad los arras-
Girón, porque tenía noticias trataba de apar- tró e hizo cuartos,
y se volvió a Chuquisaca muy
tarse del servicio de su majestad y tiranizar el ufano. Ésta fue la causa (añade el dicho autor)
reino el dicho Francisco Hernández Girón para de haberse perdido totalmente el tesoro de su
lo cual prevenía un grande aparato de guerra. majestad sin haberse podido recuperar un solo
Esta ausencia que Baltasar Velázquez hizo de maravedí, porque los soldados lo ocultaron en
los Charcas le escapó de la muerte que el maris- aquella ciudad de modo que sus ministros reales
cal Alonso de Alvarado le diera, pero no le es- jamás supieron de él.

89
Capítulo XI

LA AUDIENCIA REAL DE LIMA PROVEE AL MARISCAL ALONSO DE


ALVARADO POR JUEZ PARA EL CASTIGO DE LOS TIRANOS.
PRISIÓN DE VASCO GUDÍNEZ Y DE OTROS
SOLDADOS Y VECINOS

ASADAS las fiestas de la ciudad de Los II de esta Historia, capítulo 2 ) que por ser este

P Reyes por lo que queda dicho, proveyó fi-


nalmente aquella real audiencia para el
castigo de tanta tiranía al mariscal Alonso
de Alvarado, por conocerle por juez severo y
riguroso como convenía. Era el mariscal un hom-
juez tan vigilante y riguroso se tuvo el hecho por
más belicoso y atrevido. Después fue nombrado
por corregidor de la ciudad de La Paz, y estan-
do en ella continuando su gobierno fue pro-
veído para el castigo de esta tiranía, como va-
bre sumamente riguroso de su natural, terrible mos refiriendo.
en sus acciones y muy poco inclinado a la pie- Mandaron asimismo los oidores que el licen-

dad, aunque él era virtuoso y justo, de muy buen ciado Juan Fernández (que era fiscal en aquella
entendimiento y juicio. Pero de la mala gober- cancillería) fuese a los Charcas a hacer su oficio
nación pasada y libre tiranía, estaban los ma- en aquellos delincuentes; libraron otra provi-
los tan mostrados a libertad en los pecados e sión en secreto, en que hacían corregidor y jus-
insultos, que no pudieron sufrir quien con rigor ticia mayor de todas aquellas provincias al dicho

supiese administrar justicia. Porque como en un Alonso de Alvarado, y capitán general para que
cuerpo que está enfermo y lleno de malos humo- hiciese gente y gastase de la hacienda real lo ne-
res, que ya está opresa la virtud natural y des- cesario. Diéronse estas provisiones en [49] La
mayada y ni se ayuda ni puede resistir al humor, Paz. Comenzó el punto del castigo de los culpa-
las medicinas no aprovechan ni hacen efecto en dos: enviaron personas rectas a los pueblos de
indios, donde se habían escondido por las noti-
él, antes las aborrece
y lanza de sí: así les acae-
ció a los moradores de esta Villa y a los de todas cias de que el mariscal iba contra ellos; sacaron
las provincias de sus contornos, que de endure- más de 20 que estaban en las isletas de la laguna
cidos y confirmados los hombres en el mal y a de Chucuito, y remitiéronlos aprisionados al ma-
salirse con lo que hacían sin castigo, les pareció riscal.

dura y terribilísima la administración de justicia Sabiéndose en esta Villa de Potosí y los Char-
del mariscal, no sólo a los que experimentaron cas cómo venía el mariscal por juez de comisión
su rigor en pena de sus delitos, mas también a de lo pasado, aconsejaron a Vasco Gudínez mi-
los que veían de cerca o de lejos el castigo. Y rase por sí, se rehiciese de gente para resistir al
aunque como llevo dicho, era de su natural ri- mariscal, con otros abominables consejos que si
guroso, fue preciso que con todo el rigor posible él se aprovechara de ellos dificultara la empresa.

atajase el mal tan rebelde, apoderado así en los Pero Vasco Gudínez confiado en el servicio que
nobles como en los que no lo eran, pues si así a su majestad había hecho, no lo puso en efecto.
no lo hiciera se perdiera todo. Usó de toda prudencia el mariscal y publicó ve-
La venida a estos reinos del mariscal (ya hemos nía a gratificar a algunosque habían servido en
dicho) fue el año de 1546 en compañía del pre- la muerte de don Sebastián, y que en otra pro-
sidente Pedro de la Gasea, cuando fue enviado visión venía la encomienda de indios para Vasco
de España al allanamiento de las alteraciones de Gudínez y Juan Ramón. Publicada esta nueva,
este peruano reino en las tiranías de Gonzalo despachó a Alonso Velázquez con algunos re-
Pizarro (como queda dicho en la segunda parte caudos para esta Imperial Villa, y mandamiento
[sic, por libro II] de esta Historia, capítulo 9). para prender a Vasco Gudínez, el cual estaba en
Hízolo el presidente maestre de campo en aque- La Plata bufando de que no le daban lo me-
jor del Perú en repartimiento, que con una car-
lla guerra,
y vencido Pizarro dio la sentencia de
su muerte. Volvióse el presidente a España de- ta falsa le habían engañado en que venían a
jando al mariscal por corregidor de la ciudad del premiarlo.
Cuzco, y en su tiempo sucedió la muerte del licen- Entró, pues, Alonso Velázquez en La Plata,
ciado Esquivel a manos de aquel noble soldado fue a la posada de Vasco Gudínez, tuvieron sus
llamado Aguirre (como queda dicho en el libro comedimientos y finalmente (en lo más gustoso

90
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO II Año 1333

para de sus impertinentes razones) le dio una


éi (según el Palentino, Garcilaso de la Vega, don
carta del mariscal, con otras más negras porque Antonio de Acosta y el capitán Pedro Méndez)
eran fingidas, y cuando más descuidado o embe- pasaron de 260 sólo en esta Imperial Villa. Pren-
lesado estaba, le echó mano diciendo: "Sed pre- dió al comendador Hernán Pérez de Párraga
so señor Gudínez”, el cual con mucha turbación (que era del hábito de San Juan) y en pago de la
dijo que le mostrase por dónde (como cuenta carta que antes dijimos que escribió a don Se-
Diego Fernández el Palentino) 1 y que en cabildo bastián (pidiendo que le enviase 20 arcabuceros
le diese sus despachos. Pero entonces con más a prenderle, porque no pareciese que él de su
cólera le dijo Alonso Velázquez que no curase grado se le iba a entregar) le quitaron los indios
de réplica, y con violencia lo llevó a la cárcel, de que tenía en Chaqui, y su persona remitieron al
que Gudínez asiéndose de la barba, mirando al gran maestre de Malta [49'} con prisiones y
cielo manifestaba su desesperación. Consolában- guardas.
le sus allegados y pedíanle que tuviese paciencia, Hecho el castigo en esta Villa de Potosí, pasó
pero él decía que le llevasen los diablos pues a el mariscal a la ciudad de La Plata donde Vasco
tal estado le habían traído,
y poniéndole una Gudínez estaba preso con otros de los famosos y
cadena y grillos y asegurándolo, escribió [Ve- belicosos soldados, los cuales padecieron las mis-
lázquez] al mariscal. mas penas de los de esta Villa. Sucedió
y castigos
Entretanto dio principio el mariscal al castigo este general castigo desde principios de junio
de esta tiranía en la ciudad de La Paz: condenó a hasta diciembre de este año de 1553,
y fueron
losque sacaron de la laguna y a otros que pren- tantos que cada día había cinco o seis condena-
dieron en otras partes; muchos de ellos ahorca- dos, y el siguiente día se ejecutaban las senten-
ron, a otros degollaron,
y a otros condenaron a cias, y era así
necesario para atajar tanta tiranía,
azotes y galeras. aunque llamaban al juez cruel Nerón por ver
Luego que recibió el mariscal la carta de Alon- que en soldados tan principales ejecutaba sin
so Velázquez, vino a esta Imperial Villa donde duelo tantas muertes.
por diligencia del dicho Velázquez halló muchos Por el mes de octubre de este dicho año (se-
presos de los valientes y famosos amigos de Egas gún el Palentino, capítulo 23) mandó arrastrar
de Guzmán y de don Sebastián de Castilla. Co- y hacer cuartos a Vasco Gudínez, haciéndole
menzó a entender en el castigo prendiendo otro cargo de muchos, grandes y calificados delitos.
crecido número de soldados
y vecinos, y proce- Pesóle al mariscal de no hallar a Baltasar Ve-
dió en la causa contra los nobles Gómez de Solís, lázquez (que era ido a Lima) que también hu-
Martín de Robles y Martín de Almendras, de biera hecho lo mismo con él. La sentencia
y
quienes Antonio de Luján y otros que les tenían pregón fue breve: "A este hombre por traidor
mal efecto habían escrito a La Paz diciendo al a Dios, al rey y a sus amigos, manda arrastrar y
mariscal eran tiranos encubiertos,
y que habían hacer cuartos”.
sido cómplices en el saco del tesoro real
y de los Pasó adelante la ejecución de la justicia en
vecinos, no personalmente (por estar presos
si otros culpados (que fueron muchos los degolla-
en aquella sazón) por manos de sus amigos dos y ahorcados) hasta el mes de diciembre o
y
criados, y otras causas criminales que íes acumu- últimos de noviembre (como queda dicho) en
laron; y aunque de estos caballeros
y de otros el cual punto
y mes llegó la nueva del levanta-
vecinos y soldados escribió Antonio de Luján al miento sin escarmiento de Francisco Hernández
mariscal manifestando sus delitos por ganarle Girón, con que cesó la peste y mortandad de
la voluntad
y obscurecer los suyos, con todo eso aquellos soldados y demás moradores de estas
no lo quiso esperar: antes (sabiendo cómo ya provincias, que fue menester hubiese otra rebe-
había salido de La Paz para esta Villa) recogien- lión en otra parte para que el temor del segundo
do hasta 15 soldados sus amigos toda la plata aplacase el castigo del primero. Del cual motín
y
que pudieron, se fueron una noche encaminados dieron pronóstico a voces los indios del Cuzco
a las provincias del Tucumán, buena diligencia con un cometa espantoso que en aquella ciudad
con que escaparon las vidas. se vio el día 19 de junio de este mismo año 1553,
Presos por el mariscal en esta Villa los caba- seis meses después que aparecieron en esta Im-
lleros, muchos soldados y vecinos, guardó a to- perial Villa y en el asiento de Porco las señales
dos sus términos y admitió sus disculpas, particu- que quedan vistas y referidas en el capítulo 7 de
larmente a los vecinos. Luego a los más culpa- por libro III],
esta tercera parte [sic,
dos dio sentencia de muerte, degollando a unos, Estando el mariscal en esta Imperial Villa de
ahorcando a otros, y los menos fueron azotados vuelta de Chuquisaca o ciudad de La Plata,
y condenados a galeras, los cuales unos otros y llegaron repetidas nuevas del levantamiento de
Francisco Hernández Girón, y con esto se pu-
1. Palentino, capítulo 22. [A]
No obstante estas citas, el texto está tomado de Garcilaso, dieron escapar en esta Imperial Villa otros mu-
con las transcripciones y notas inclusive.
chos prisioneros que nuevamente estaban para
Sobre este sombrío Vasco Gudínez existe una carta de
ser degollados y ahorcados,
compañía de comercio, valiosa como documento psicológico,
y eran de los que
suscrita con Baltasar Velázquez en La Plata,
1553. III.. 15
(Archivo Nacional de Bolivia, Sucre, Registros de escrituras
habían huido por varias partes y fueron cogidos
públicas, Gaspar de Rojas, año 1553, f. clxix). [M] por los del mariscal. Y
por acudir al nuevo al-

91
Año 1554 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

boroto, despachó con toda brevedad el presente que había tenido, a Martín de Almendras en otro
negocio, conmutando el castigo en otro tempo- tanto, y lo mismo a Martín de Robles; otros fue-
ral y limitado. Salieron 40 de la cárcel; condenó ron multados en menos según la posibilidad de
a Gómez de Solís en 500 pesos para las guardas cada uno.

Capítulo XII

EN QUE BREVEMENTE SELEVANTAMIENTO DE FRANCISCO


CUENTA EL
HERNÁNDEZ GIRÓN, SUS TIRANÍAS, PRISIÓN Y MUERTE

RANDE de aquel que a mo queda dicho en el capítulo 7 de este libro

G
es la locura la
vista del castigo ejecuta el mismo de- III) a lasegunda noche que murió el virrey quiso
” ¡Quién dijera que el capitán Fran-
lito. alzarse por tener ya algún aparejo, mas no tuvo
Hernández Girón no le había de
cisco efecto porque lo supieron los oidores. Vínose
servir de escarmiento el fin y desdichado pa- luego a esta Villa este traidor, y comunicando
radero que tuvieron los dos levantamientos de sus intentos con Egas de Guzmán y Baltasar Oso-
Gonzalo Pizarro y don Sebastián de Castilla, volvieron a animar prometiéndole su ayu-
rio, lo

que uno y otro pasó a su vista Pero es tal el fre-


! da. Pasó luego a su repartimiento de Chaqui, y
nesí de algunos que jamás creen ni aun imaginan estando en él se vieron en el cielo sobre el asien-
que puede entrarse por sus puertas una adversi- tode Porco y Cerro de Potosí lo que queda dicho
dad que sea correspondiente a sus malas obras. en este libro III, capítulo 7, el cual pronóstico
Así le sucedió a este capitán, pues ni la razón ni declararon los indios así a Francisco Hernández
ejemplares fueron bastantes a impedirle su loca Girón como a don Sebastián de Castilla con las
ambición, hasta que saliendo con su intención ti- palabras que en el capítulo citado quedan refe-

ránica entró por sus puertas la ruina correspon- ridas, aunque ninguno hizo caso de ellas.
diente a sus abominaciones, y experimentó en su A fines del mes de febrero del año 1553, pocos
propia cabeza el castigo de que no quiso escar- días antes que los traidores matasen al general
mentar en las ajenas. Hinojosa, salió de esta Imperial Villa Francisco
Dejamos dicho en el libro II, capítulo 7 de Hernández Girón llevando 160,000 pesos en
esta Historia cómo el virrey Blasco Núñez Vela marcos de plata y 40 soldados de valor amigos
Gon-
hizo capitán en su ejército (para resistir a suyos, a los cuales (como dicen Acosta y Pas-
zalo Pizarro) a Francisco Hernández Girón, y quier) no les declaró su traidora intención sino
aunque en la batalla de Añaquito (dos leguas que les dijo bajasen todos a la ciudad del Cuzco
de la ciudad de Quito) en compañía de su exce- para de allí pedir a la real audiencia de Los
lencia peleó como valiente y leal capitán, al cabo Reyes la conquista de los Andes. Asistió en dicha
fueron vencidos por los tiranos y muerto el virrey ciudad del Cuzco el tiempo de seis meses que
fue preso Francisco Hernández. Libertóse des- duró la tiranía en La Plata y en esta Villa de
pués, y siempre en los encuentros y demás suce- Potosí, previniéndose en todos aquellos días
sos adelante se mostró muy leal vasallo de su ma- de armas y munición para ejecutar su levanta-
jestad, y por sus servicios le dio la [50] real miento, aunque con mucho secreto y disimula-
audiencia de Lima el repartimiento de Chaqui ción.
(cercano a esta Villa) que fue de Gonzalo Pi- En el mes de octubre de dicho año de 1553
1
zarro. Pero como estaba ya la muerte de Fran- (como cuenta Garcilaso de la Vega que en la
cisco Hernández destinada en manos de la justi- ocasión asistía en el Cuzco y lo vio personal-
cia real, parece que este caballero puso todo su mente) dice que llegando a dicha ciudad la no-
cuidado en hacerse después traidor y cruel tirano. ticia de lo que el mariscal hacía en La Plata y

Esta ceguedad de solicitarse la propia ruina fue esta Villa de Potosí, no tocó a otro ninguno sino
en Francisco Hernández grande mas no única; a sólo Francisco Hernández Girón el escándalo
imitó a muchos, y es y será imitada de muchos. de la justicia que allí se ejecutaba, y que por esto
Continuó su lealtad primera hasta que hallán- y por la mucha
comunicación y amistad que tenía
dose en la ciudad de Los Reyes, en ocasión que con soldados y ninguna con los vecinos de aque-
Dios quiso llevarse al excelentísimo señor don llaciudad, fueron bastantes indicios para sospe-
Antonio de Mendoza, desabrochó el pecho ma- char mal de su intención y ánimo, y no hay tes-
nifestando su abominable intención en que ya se
1. Garcilaso, Comentarios reales, segunda parte, capítulo 30.
había urdido y apoderado la traición, pues (co- [A]

92
PRIMERA PARTE. LIBRO III. CAPÍTULO 12 Año 1554
tigo más pronto para acusar a uno que su mismo pelearon los del ejército real con sumo valor,
delito. perdió la batalla el tirano y fuese retirando hasta
Recatóse cuanto pudo con las nuevas que le Pucara. Sucedió este rompimiento en el mes de
dieron de que el mariscal haría pesquisa contra marzo del año 1554.
él,
y así acusado de sus mismos hechos procuró Entretanto que Francisco Hernández Girón
ejecutar en breve su tiranía. Para lo cual habló hacía estas tiranías, ejecutaban otras sus capita-
algunos soldados, prometiendo a cada uno un nes en varios pueblos y lugares. Francisco de
gobierno, una encomienda y una prosperidad si Boloña entró en la ciudad de La Paz y robó a
le ayudaban al intento. Todos respondieron a su las vecinas
y damas 500,000 pesos en oro y plata
propósito con muy breves palabras, que el engaño para ayudar al tirano. No se hallaba el mariscal
de tales razones no quiere dilatada respuesta sino [Alvarado], su corregidor, en ella, que muy des-
pronta obediencia, y estando confederados los pacio se estaba en esta Villa de Potosí después
ánimos al punto ponen las manos en la ocasión, de haber quitado la vida en ella y en otras partes
mañoso se apodera del tiempo, que
y el silencio a más de 400 hombres por castigo de la tiranía
la multitud de malos en que se fía el que hace pasada, y sabiendo Martín de Almendras
y Gó-
cabeza de traición, en muriendo le aborrecen mez de Solís las tiranías que se ejecutaban en las
como si fueran buenos, porque ordinariamente provincias de abajo, entraron un día en casa del
la maldad tiene una cosa peor que ella,
y es mariscal y le dijeron entre otras razones: "Señor,
necesitar de ruines para su aumento y conser- atento a las noticias que tenemos nos parece que
vación. para vuestra merced serán muy buenas, pues por
Vinieron, pues, todos en ello, que siempre lo menos tendrá en que ejercitar su natural ri-
son las promesas muy aceptables, como se ha-
y gor, que más son 1,000 hombres que 400” (de-
llase con prevención de armas y todo lo necesa- cían esto porque se sabía que Francisco Hernán-
rio, desabrochó los deseos, rindió voluntades, y dez Girón tenía 1,000 soldados y los castigados
no teniendo estorbo ninguno sus intentos salió en esta Villa y los Charcas, pasaron de 400) "y
de la ciudad del Cuzco, fue a Pocona, discurrió algo más bien parece la crueldad en la misma
por otros lugares de indios,
y aun dice Acosta guerra que después en la paz: si vuestra merced
que tomando postas vino a esta Villa de Potosí gusta hagamos un escuadrón de buenos y vamos
disfrazado, adonde recogió muchos de los sol- todos a vernos con los tiranos cuando estuvieren
dados que procuraban ocultarse de la rectitud en compañía, que si quedaren vencidos entonces
del mariscal. Volvió al Cuzco con un formida- parecerán más bien castigados”. Iban a pasar ade-
ble escuadrón, plantólo en la misma plaza de lante con aquellas preñadas razones cuando el
aquella ciudad, apellidó libertad, alborotó los mariscal ardiendo en iras dio voces a los de su
vecinos y comenzaron las tiranías. Sacó 12,000 guarda, y antes que acudiesen se salieron a la
pesos que había en la caja real, caminó a coro- calle los dos apasionados caballeros
y se retira-
narse en la ciudad de Lima ron a San Francisco temiendo su rigor.
y a degollar a la
audiencia (donosa locura) no paró hasta acer- Después que Francisco Hernández Girón per-
y
carse y ponerse en Pachacámac. dió aquella primera batalla, no perdiendo el
Ya en la ciudad de Lima estaba prevenido un ánimo volvió a rehacerse de gente, que a fuerza
buen ejército (para resistir al tirano), el cual de promesas y pagas dobladas se le juntaron otros
salió con el ilustrísimo señor don fray je-[50 v desvanecidos. Diose otra batalla,
] y por haberse
rónimo de Loaisa, obispo de aquella ciudad, pasado al rey Tomás Vázquez y Piedrahita (los
quizás muy seguro y confiado del vencimiento mejores capitanes del tirano) con 150 soldados,
por la experiencia que tenía del paradero de los no la ganó Francisco Hernández aunque estuvo
tiranos, pues siendo tan poderoso Gonzalo Pi- muy a pique de alcanzar una gran victoria. Fue-
zarra al cabo fue vencido
y castigado, que en se el tirano con los que le quedaron la vuelta de
todo se halló presente su señoría ilustrísima. Sa- Condesuyo, y le siguió Meneses dando muerte a
lieron juntamente tres oidores con el ejército y los que iba alcanzando. Viendo el tirano que de
situóse en Surco, dos leguas de Lima. Allí estuvo poco menos de 1,000 hombres con quienes había
algunos pocos días, cuantos bastó a que teniendo pretendido ganar la ciudad de Los Reyes no le
los soldados nobles del tirano aquella considera- habían quedado más de 60, todo desesperado se
ción que el caso requería, se pasaron muchos al fue huyendo por la sierra para pasar a Quito
y
ejército real. Lo cual visto por Francisco Her- escapar la vida. Envió la audiencia por diferentes
nández Girón, con la prisa que pudo se retiró partes capitanes y gente y lo alcanzaron a 25 de
y fue huyendo Cuzco: acordaríasele
la vuelta del noviembre de este año de 1554, media legua
cómo sucediendo lo mismo con el ejército de Pi- de Jatunjauja. Animó Francisco Hernández a sus
zarra, sin llegar la última vez a rompimiento pocos soldados para morir defendiéndose. Diose
fue arruinado su ejército, preso
y degollado Pi- la batalla, peleó valerosamente el tirano, mas
zarra. Siguióle el capitán Pablo Meneses eran muchos los contrarios, grande su deslealtad
y sa-
biéndolo Francisco Hernández, lo esperó en Lu- muy corta su suerte, y así fue vencido. Tomá-
y
nahuana con 536 soldados. Pablo Meneses les ronle una riquísima recámara apreciada en poco
acometió con sólo 60 arcabuceros menos de medio millón, que entendiendo
y 70 caballos: esca-

93
Año 1554 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

par la llevaba consigo. Trajéronlo preso a Los pues las mayores cabezas, corregidores y demás
Reyes: entró todo avergonzado en medio de los ministros reales que gobiernan esta dilatada mo-
capitanes triunfadores, y en breves días fue sen- narquía, son de los reinos de España, católicos
tenciado a ser arrastrado en un serón a la cola cristianos,que es lo más: sólo digo que las obras
de un rocín hasta el suplicio, pasándolo por las de cada uno son las que le salvan o le condenan,
casas donde estaba su noble cuanto desdichada y si la incomparable riqueza de estas Occidenta-
mujer, y fue degollado en 6 de diciembre de este les Indias las ha dado Dios a los famosos espa-
año de 1554. ñoles, pueden tomarlas sin demasiada ambición,
Muerto Francisco Hernández Girón se so-[5i] codicia y maltratamiento de sus naturales. Y
segó el Perú y no halló que hubiese más traidores la experiencia muestra que la mucha afición a la
contra la real corona: gran felicidad, pues desde riqueza y abundancia de tales bienes, ocasionan
que el marqués don Francisco Pizarro comenzó a los hombreslas más veces un total olvido de
a sojuzgar el dilatadísimo imperio de esta Amé- Dios. Ninguno que pasa de España a las Indias
rica Meridional se experimentaron grandes ca- quiere ser de mediano caudal, y por tenerlo ma-
lamidades y miserias humanas, siendo todas sus yor hacen cosas que no debieran, y esto es en tal
provincias un teatro de varias tragedias y extra- manera verdad experimentada que a muchos no-
ordinarias novedades, como se han visto breve- bles los han envilecido sus inicuas obras, y a va-
mente en esta Historia y más largamente en to- rios he conocido que entrando pobremente a esta
das las de este peruano reino. Imperial Villa han adquirido mucho crédito por
Por dichosos podemos tener a los historiado- su virtud, y adquiriendo después abundantes ri-
res de la América Septentrional, que es la Nueva quezas lo han perdido por su mal obrar, y aun
España, reino de México felicísimo, pues no em- muriendo han dejado su salvación en términos
barazándose sus elegantes plumas en contar ti- de increíble, particularmente en los que han ad-
ranías, parece quedaron cortas en alabanzas de ministrado justicia y mantenido otros cargos.
aquel famoso héroe Hernán Cortés, marqués del Dieron en cierta ocasión quejas al rey nuestro
valle de Oaxaca, que con igual valor y pruden- señor don Felipe IV de algunas abominaciones
cia pacificó aquel reino con mucha satisfacción y tiranías que ejecutaban sus ministros en este
y conformidad de sus naturales, y
quizás por esto reino, a lo cual les dijo (entre otras razones):
se mantiene en mucha paz y muy ajustado y po- "¿Qué queréis que os diga, si de aquí van santos
lítico gobierno, muy al contrario de lo que se y allá se vuelven demonios?”. Y
esto les sucede
experimenta en este reino del Perú, que como a los que tan sin temor de Dios sólo procuran
desde el principio fue tiranizado por los españo- llevar adelante su infernal codicia, ambición y
les, en aquel ser se va continuado, y me parece tiranía.
que jamás ha de dejar de ser lo que hasta aquí Daremos fin a este capítulo, y con él a la ter-
ha Díganlo tan irremediables injusticias
sido. cera parte por libro III] de esta Historia,
[sic,

como se ven en todas estas provincias, tantas con- refiriendo cómo en el mes de octubre de este año
tribuciones insoportables de que se ven cargados de 1554, salieron de esta Imperial Villa cuatro
los pobres vecinos y moradores por los que las compañías de soldados con los capitanes don
gobiernan, no para los gastos reales (que por Juan Polancos, Pedro Coronel, Luis Martínez y
más que fueran se hicieran muy tolerables), sí don Isidro de Fuentes (de varias naciones de
para la insaciable codicia de los crueles minis- España) a la continuación de las conquistas en
tros, particularmente los corregidores de los par- las provincias del Tucumán y las del Paraguay

tidos de indios, donde está tan introducida la que también se iban a la sazón descubriendo.
codicia y la ambición que por llevarla adelante Sacóse de las reales cajas para el efecto 50,000
cada uno ejecuta mil crueldades en los misera- pesos de a nueve reales: dícese pesos de a nueve
bles indios. Cosa por cierto muy lastimosa y muy reales porque en aquellos primeros años corría
irremediable, por lo cual y por los casos espan- en esta Villa el comercio con plata sin sellar,
tosos que han sucedido con algunos perversos que llamaban plata corriente y la daban al peso
jueces en este reino (como se verán algunos en añadiendo un real, conque eran nueve reales
el discurso de esta Historia hecha apren-
se tiene los que se daban por ocho, de que nació (después
sión de que pues todos obran tan mal, todos se que la Casa de Moneda fundada en Los Reyes se
condenan. pasó a esta Villa) llamar pesos y reales de a ocho
No apoyo este juicio temerario por ser vulgar. la moneda mayor.
v
i> ] LIBRO IV

Capítulo 1

ACLAMA ESTA IMPERIAL VILLA DE POTOSÍ POR SUS PRIMEROS PATRO-


NES A CRISTO NUESTRO SEÑOR SACRAMENTADO, A LA SANTÍSIMA
VIRGEN EN SU PURÍSIMA CONCEPCIÓN Y AL APÓSTOL SANTIA-
GO, CON SOLEMNÍSIMAS FIESTAS QUE CELEBRARON ASÍ
LOS ESPAÑOLES COMO LOS INDIOS

D ESTRUIDOS
la justicia
por

tada con rectitud por


el poderoso brazo de
(como queda dicho
el
so de Al varado) los tiranos que
mariscal Alon-

oprimían esta Imperial Villa, quedó no sólo so-


segada y alegre mas también (como lo más prin-
cipal) muy agradecida a la divina clemencia que
ejecu-
del cielo, pues juntándose el ayuntamiento se
determinó la ejecución de lo que pedían el gre-
mio de los mineros y la parte de los indios, que
en suma era cooperasen todos los moradores es-
pañoles y naturales en el gasto de las fiestas para
que se hiciese a todo costo y con toda solemnidad
la aclamación de sus patrones.
doliéndose de la miseria que padecían sus mo- Pregonóse por toda la Villa mandando a todos
radores les introdujo la paz en esta ocasión, que lo que todos querían hacer de su voluntad, y se-
la malicia de algunos la desterraron después ñalaron término de 70 días para que en este tiem-
y se
experimentaron en adelante grandes calamida- po se previniese lo necesario, como se hizo con
des como se verá en el discurso de la Historia. grande afecto de todos. Cumplido el plazo, que
Agradecidos, pues, los de esta Villa por el so- fue a principios de abril de este año de 1555,
siego que gozaban a los principios de este año se comenzó la festividad con una solemnísima
de 1555, trataron de entablar con toda solemni- procesión que anduvo por la mayor parte de la
dad la devoción ai Santísimo Sacramento, a la Villa, donde en varios sitios
y plazuelas estaban
Concepción Purísima de la madre de Dios del distribuidos 30 altares, los 15 formados a costa
y
apóstol Santiago, que en espacio de aquellos nue-
y cuidado de los españoles, y los otros 15 al de
ve años desde la admirable invención del rico los indios, en que para su buena disposición con-
Cerro se había tenido con tibieza por los conti- currió la buena diligencia
y esmero de sus curas,
nuos desasosiegos de la tiranía; para que fuese caciques, alcaldes la demás nobleza indiana.
y y
con firmeza y obligación perpetua se dispuso el Estaban en aquel tiempo edificados en esta Vi-
que con festivas aclamaciones se jurasen por pa- lla sólo cuatro templos: San Francisco (que co-
trones señalados de esta Imperial Villa. Luego mo queda dicho fue el primero donde se adoró
se hizo junta de los dueños de minas
y demás al verdadero Dios), la Matriz (que después se
interesados del Cerro, fueron con hizo parroquia de indios
y su determi- y se nombró San Lo-
nación al ayuntamiento que entonces se compo- renzo), el de Nuestra Señora de las Mercedes
nía de seis regidores nombrados por el cabildo
y el de Santa Bárbara, parroquia de indios; por-
de Chuquisaca de [entre] sus mismos ministros, que aunque se estaba dando principio a la obra
y después el rey nuestro señor don Felipe II lo de otras seis parroquias, y también a la iglesia
desmembró del de aquella ciudad y dio las mis- y convento de Santo Domingo, eran en sólo ci-
mas preeminencias que tiene el cabildo de Sevi- mientos.
señalando 12 [52] veinticuatros,
lla, Los 15 altares estaban dedicados al Santísimo
y con los
demás ministros que se dirán en otra parte se Sacramento, y los otros a la Concepción de Ma-
formó el nobilísimo honorífico cabildo de esta ría santísima, adornando a los unos varios mis-
y
Imperial Villa de Potosí. terios del Testamento viejo que representaban
Era en aquella sazón cabeza del ayuntamiento aquel milagro de los milagros que obró Cristo
(como justicia mayor de esta Villa) el mariscal Nuestro Señor de darse en comida a los hom-
Alonso de Alvarado, y como tan celoso del ser- bres,
1
y a los otros diversos atributos de Nuestra
vicio de entrambas majestades quiso dar a cono-
1. Es obvio que hay un error de copia del amanuense: "viejo”
cer cuánto excedía en lo que tocaba a la suprema
por "nuevo". [M]

95
Año 1555 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Señora. Adornáronse todas las calles con espejos, trajes en el modo de vestir pero iguales en el

láminas, pinturas de santos y varias colgaduras. género, pintados los rostros, pies y manos con
Cubrióse el suelo por todo el espacio que había varios colores (uso propio de estos naturales)
de andar la procesión de ricas mantas de lana que más causaban horror que alegría.
dieron los indios afectuosamente, y Luego se seguían diversas danzas en cuadri-
y algodón que
llas de indios mancebos, con varias representa-
de más de 30 y 40 leguas trajo su devoción en
breves días infinidad de varias flores y yerbas ciones, trajes y cantiñas a su modo, que la misma

olorosas para cubrir aquellas alfombras para que variedad deleitaba la vista al innumerable con-
la natural hermosura del campo supliese la falta curso que asistía a ver esta procesión.
que hicieron las manos en su obra. Trasladáron- Tras de este numeroso acompañamiento (en
se innumerables árboles y ramas frondosas de los que según don Antonio de Acosta y don Juan
valles vecinos y lejanos para los arcos y enrama- Pasquier pasaban de 3,000 indios) iban en dos
das con que se cubrieron las calles. Formáronse hileras 50 españoles vestidos a lo cortesano, con

en diferentes sitios 12 arcos triunfales con grande hachas de cera de a tres libras, siendo los últimos

variedad de adornos que prolijamente cuentan en de las hileras cuatro caballeros del hábito de
sus historias Acosta y Pasquier. Santiago, que fueron don Francisco de Figueroa,
Salió la procesión de la iglesia de San Fran- el capitán don Antonio Idiáquez, don Esteban

cisco, cuyo acompañamiento se hizo admirable a Castaldo, y don Luis Dávila Brocheros.
la sazón en esta Villa porque (según los dos Todo este acompañamiento iba por delante
autores citados) en lo que tocaba al número fue de la imagen del apóstol Santiago que sobre unas
dilatadísimo por haber concurrido a tal fiesta riquísimas andas cubiertas de piedras preciosas
innumerable gentío de muchas provincias del y perlas se manifestaba
dando triunfos a sus que-
reino, y en cuanto a su nobleza y lucimiento fue ridos españoles en la Europa y en la América,
de lo muy realzado entre las funciones que se como se veía de muy buen pincel en la primera
andas.
han hecho en Potosí, siendo su primera gradua- y segunda grada de las
ción los centenares de millones de plata que daba Detrás del apóstol se seguían cuatro compa-
el rico Cerro, atractivo de los hombres de Espa- ñías de infantería española, con los capitanes del
ña, pues se hallaban en aquella ocasión más de número Francisco Centeno, Diego Díaz, Anto-
4,000 de varios reinos que (como dicen los dichos nio Vivas y Juan Baptista Barrini, alemán de
autores arriba citados) eran todos nobles, como nación, todos con ricas galas, plumas y joyas
si sólo el nacer en España fuera general nobleza. de mucho valor. La compañía de Centeno era
Iban por delante 15 compañías de indios con toda de mosquetería, y las otras tres de arcabu-
sus capitanes ricamente vestidos a su usanza, cería, y en la primera bandera iba bordada la

con arcos y flechas, espadas de chunta y otras imagen del apóstol Santiago, en la segunda las
maderas fuertes todas plateadas, dardos, hondas, armas de esta Imperial Villa (que entonces
macanas y aquellas armas a manera de cimitarras eran, el rico Cerro en medio de las columnas del
que usaban los capitanes de sus ingas; toda esta Plus ultra y corona imperial al timbre, que como
variedad de indianas armas iban unas doradas, en otra parte dije fueron las que primero dio el
plateadas otras, y otras vistosamente coloreadas. emperador Carlos V), en la tercera la imagen
Luego se seguía un acompañamiento imitando de Purísima Concepción bordada con mucha
la

el que tenían los monarcas ingas en su corte, el perlería y piedras preciosas con varios atributos, y
cual iba compuesto de la nobleza indiana que en en la cuarta el Señor Sacramentado con el alabado
esta Villa asistía. Serían éstos más de 200 hom- en círculo.
bres vestidos a su uso, aunque eran las camisetas En pos de la infantería iban todos los oficia-
mantas de ricas sedas, y traían por su orden les de oficios mecánicos, llevando cada gremio
y
todas las insignias reales, en unas hamacas de uno de los atributos de Nuestra Señora vestidos
finas mantas de [52
T
algodón, las cuales eran ricamente de varias libreas, con velas encendidas
]
el llautu y la borla (que era la corona de aque- de a dos libras en las manos.
llos poderosos monarcas) las arracadas, chaqui- Luego se seguían hasta 40 indios, vestidos to-
ras, pomares y licras (que eran unas máscaras dos de plumas de varios colores con ricos llautus
de cabezas de león, que formadas de oro finísi- en las cabezas, los cuales tocaban diversos ins-
mo se ponían en los hombros, rodillas y empei- trumentos a su usanza: flautas de gruesas cañas,
nes) el arco, carcaj y flechas, hondas, el chumbe, caracoles marítimos, trompetas de calabazos con
el cuadrado escudo, con otras insignias y armas cañas largas, y unos cañutillos aunados duplica-
y
reales. damente, que siendo mayor el primero van dis-
Luego con toda majestad venían de dos en dos minuyéndose hasta el último que es pequeñito,
todos los monarcas ingas hasta el poderoso Ata- y soplando de un cabo
a otro hace la armonía
huallpa, con aquel su excelente traje, llevando conforme el tamaño de la caña, y llaman a este
2
cada uno una hacha de cera en la mano. instrumento ayartebis ; tocaban también un gé-
Detrás de este remedo de monarcas iban mu- nero de cajas que labraban de troncos huecos y
chas y varias naciones de toda esta América Me- — muerto, y ríchij = hacer ir: que hace ir
2. Del quechua aya
ridional, 12 mancebos de cada una, con diversos a los muertos. Instrumentos musicales fúnebres de viento. [M]

96
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO I Año 1555
adelgazados por el cóncavo hasta que respon- Salió esta procesión domingo a las 8 del día,
dían a la baqueta con el sonido, aunque también después de haberse celebrado en San Francisco
usaban ya de las cajas de España. una misa con toda solemnidad, y habiendo ca-
Tras de este armonioso acompañamiento se minado medio cuarto de legua hasta la parro-
seguían los indios de su majestad, tributarios en quia de Santa Bárbara sacaron de ella una santa
el rico Cerro y enteradores de la que llaman mi- cruz que se tenía prevenida,
y prosiguiendo la
ta, todos con muy vistosas camisetas, monteras procesión la llevaron al cerro de Munaypata
de pluma y bastones plateados en las manos. donde fue colocada en lo más encumbrado. Re-
Serían éstos en número de 2,000, a quienes se- conocióse desde este punto el buen efecto del
guían otros 20 indios con vestiduras de piel de afecto y devoción con que se colocó en este cerro
vicuñas guarnecidas con cintas y crestas de plu- la santa cruz, pues desde entonces cesaron las
mas en sus cabezas: estos eran los que bajan el horribles tempestades que antes caían allí de ra-
metal del rico Cerro y son conocidos con nom- yos, granizo y huracanes que de él se levantaban
3
bre de cumuris . con gran temor de la Villa. De allí anduvo la
Seguíanse luego los españoles minadores y procesión por la mayor parte de la población, y
otros mandantes de las poderosas minas del Ce- volviendo a la plaza y colocando al Señor en un
rro, vestidos todos de tela blanca guarnecidos altar que estaba a las puertas de la iglesia,
y a
con puntas de oro, llevando cada uno en la mano los lados en otros dos a María santísima
y al
diestrauna hacha de cera, y en la siniestra unas apóstol Santiago, se hicieron los actos
y ceremo-
azucenas de [53] plata con el sagrado nombre nias de la jura, con grandísimas aclamaciones
de María. del innumerable concurso, armonioso ruido de
A este acompañamiento se seguía el gremio los instrumentos, dulzura de la música
y gran
de los dueños de minas y demás interesados en estruendo de la pólvora en las continuas salvas
las labores del rico Cerro, vestidos a lo cortesano que se hicieron.
con ricas joyas y cadenas de oro en los pechos, con Acabóse la función a puestas del sol, y comen-
hachas de a cuatro libras de cera en las manos. zaron los vecinos a prevenirse de luces artificia-
Luego
iba un carro triunfal dorado, y encima les para que cuando se les fuese el luminoso
el Cerro de Potosí de plata fina, en cuyo remate planeta no quedasen a experimentar tenebrosas
estaba la imagen de María santísima, en el miste- oposiciones para la continuación de sus regocijos.
rio de su concepción, formada del mismo metal. Acabada la luz del día, comenzaron en todas
Tiraban este carro 20 mancebos indios vestidos las plazas
y calles a encendergrandes luminarias,
de tela azul, sembrados de estrellas de plata en las puertas, balcones ventanas gran mul-
y y
y guirnaldas de flores en sus cabezas. titud de faroles y hachas de cera. Oíanse en unas
Detrás del carro se seguían las tres sagradas partes estruendos de arcabucería en que el dios
comunidades de San Francisco, Santo Domingo de las batallas convertía su fiereza en regocijo,
y la de Nuestra Señora de las Mercedes, cortas en otras dulcísima melodía de músicas en que
en el número de religiosos las de Santo Domin- Apolo con sus musas deleitaba los oídos de cuan-
go y las Mercedes por ser tan reciente en esta tos atendían a tantas alabanzas al Santísimo Sa-
Villa la fundación de la una
y estarse comen- cramento y a María santísima; en otras se oía
zando a fundar la otra; llevaban los benditos la concertada armonía de clarines, trompetas
y
religiosos velas de a libra en las manos. cajas, con otra variedad de instrumentos de in-
Luego se seguía la clerecía y algunos curas de dios. El rico Cerro, no queriendo mostrarse me-
los contornos de esta Villa con velas encendidas nos alegre (con tanta fiesta) que liberal (pues
del mismo peso,
y luego venía Cristo Nuestro para toda ella daba de sus riquezas), disparaba
Señor Sacramentado cuya custodia traía el cura sin cesar mucha arcabucería, volcanes de azufre,
de la iglesia mayor debajo de un rico palio. cohetes, ruedas, bombas, tiros pequeños de bron-
Seguíase el cabildo, corregidor y demás minis- ce y otros fuegos artificiales, a que correspondían
tros reales, venían dos compañías de con lo mismo el cerro de Munaypata, las torres
y detrás
arcabuceros españoles, y otras dos de indios ala-
y plazas de la Villa, durando este regocijo el es-
barderos y piqueros, siguiéndoles un gran núme- pacio de cinco horas, que tuvo término a las 12
ro de indios infieles de algunas provincias del de la noche. El siguiente día se saludó a la auro-
contorno que habían de ser lavados con el agua ra con los mismos instrumentos
y estruendo de
santa del bautismo
y gozar de tan incomparable pólvora, y se continuaron las alboradas
y las no-
bien en esta grandiosa fiesta. ches los mismos regocijos por 15 días que duró
3. Del quechua, k’umu =
agachado, agobiado, y el sufijo iri la festividad en la iglesia mayor, teniéndose des-
que denota acción o calidad. Metafóricamente se llamaba cu-
muris a los indios que bajaban el metal del Cerro agobiados
cubierto en aquellos días elSantísimo Sacramen-
por el peso. [M] to con mucha cera.

97
v
[ 53 ] Capítulo 11

PROSIGUE LA MATERIA DEL PASADO

ASADOS los 15 días en que los morado- máquina de oro y plata que ofreció porque no

P resde Potosí solamente se dedicaron a la


asistencia de los divinos oficios acompa-
ñando al Santísimo Sacramento que al des-
cubierto se declaraba por su patrón, a la santí-
sima Virgen y al apóstol Santiago, trataron de
le quitasen la vida, y muerte que le dieron en
Caj amarca. Fueron estas comedias (a quienes el
capitán Pedro Méndez y Bartolomé de Dueñas
les dan título de sólo representaciones) muy
especiales y famosas, no sólo por lo costoso de
continuar las fiestas con demostraciones de rego- sus tramoyas, propiedad de trajes y novedad
cijos varios. Y poniéndolo en efecto les dieron de historias, sino también por la elegancia del
principio con ocho comedias: las cuatro prime- verso mixto del idioma castellano con el indiano.
ras representaron con general aplauso los nobles Pasadas las comedias, se corrieron cinco días
indios. Fue la una el origen de los monarcas in- de toros con grande regocijo de los diestros es-
gas del Perú, en que muy al vivo se representó pañoles, que la braveza y la vida de aquellos
el modo y manera con que los señores y sabios feroces brutos quedaba aniquilada a la fortaleza
del Cuzco introdujeron al felicísimo Mancco de sus brazos y rejones, con mucho aplauso del
Ccápac I a la regia silla, cómo fue recibido por numeroso gentío que los veía.
inga (que es lo mismo que grande y poderoso A sumamente cos-
este regocijo se siguió otro
monarca), las 10 provincias que con las armas toso: el cual fue un paseo que anduvo por la
sujetó a su dominio y la gran fiesta que hizo al mayor parte de las calles de esta Villa con el

sol en agradecimiento de sus victorias. La segun- estandarte de su patrón Santiago. Iban por de-
da fue los triunfos de Huayna Ccápac, n9
inga lante muchos indios con varios instrumentos de
del Perú, los cuales consiguió de las tres nacio- música y cajas españolas. Tras ellos venían 200
nes: changas, chunchus montañeses, y del señor indios en hileras de a cinco hombres cada una,
de los collas, a quien una piedra despedida del vestidos de pieles de vicuña, con guirnaldas de
brazo poderoso de este monarca por la violencia sauce en las cabezas y cañas de maíz con sus hojas
de una honda, metida por las sienes le quitó la y mazorcas en las manos, y detrás traían en hom-
corona, el reino y la vida: batalla que se dio de bros unas andas de grandor considerable: en
poder a poder en los campos de Hatuncolla, es- medio de ellas estaba un globo, la mitad de él
tando el inga Huayna Ccápac encima de unas dorado y la otra mitad plateado, en cuyo rededor
andas de oro fino desde las cuales hizo el tiro. estaba mucha variedad de árboles, plantas, flo-
Fue la tercera, las tragedias de Cusí Huáscar, res y frutos denotando la fertilidad de este Nue-
12 9 inga del Perú: representóse en ella las fies- vo Mundo significado en aquel globo cubierto
tas de su coronación; la gran cadena de oro que también de oro y plata conforme en todo a su
en su tiempo se acabó de obrar y de quien tomó es- natural.
te monarca el nombre, porque Cusí Huáscar es lo Luego se seguían en varios acompañamientos
mismo en castellano que soga del contento todas las naciones de indios que habitan esta
el levantamiento de Atahuallpa hermano suyo, América Meridional del Perú, llamada por los
aunque bastardo; la memorable batalla que es- españoles (todas estas regiones, como en otra
tos dos hermanos se dieron en Quipaypan, en la parte hemos dicho) Nueva Castilla y Nueva To-
cual y de ambas partes murieron 150,000 hom- ledo. Iban las naciones ca[54]da una con sus

bres; prisión e indignos tratamientos que al in- propios cuyos principales estaban unos ca-
trajes,

feliz Cusí Huáscar le hicieron; tiranías que el balgados en leones, otros en tigres, otros en co-
usurpador hizo en el Cuzco quitando la vida a codrilos (llamados en esta Indias caimanes), y

43 hermanos que allí tenía, y muerte lastimosa otros en varias y horribles fieras formadas unas
que hizo dar a Cusí Huáscar en su prisión. La de metal y otras de madera, y todos en muy vis-
cuarta, fue la ruina del imperio inga: represen- tosas andas, pintadas en ellas sus hazañas. Tras
tóse en ella la entrada de los españoles al Pe- de éstos venían otras cuadrillas de indios vesti-
rú; prisión injusta que hicieron de Atahuallpa, dos de pluma, de paja y de algodón, tañendo y
13" inga de esta monarquía; los presagios y ad- cantando a su modo y en su idioma.
mirables señales que en el cielo y aire se vieron Luego se seguían por su orden todos los ingas
antes que le quitasen la vida; tiranías y lástimas de Perú, desde el famoso Mancco Ccápac hasta
que ejecutaron los españoles en los indios; la el valeroso Sayri Túpac, que en aquella sazón

98
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 2 Año 1555
vivía y molestaba a los españoles vecinos del Cuz- neta inti. En las espinillas (como propio uso de
co y de Huamanga con sagrientas guerras. Ve- aquellos monarcas) traía puestas en cada una,
nían todos en andas doradas, sentados en aque- de muy vivos colores, unas borlas galanamente
llas sillas que usaban, de una pieza, con espaldar ceñidas que llaman ántar. En la mano diestra
levantado y sin brazos (que llaman tiernas eran traía elchambe, que es una arma enastada, en
y
de finísimo oro las originales que servían de cuyo remate está fijada una gran porra de oro
asiento a aquellos monarcas, como también las que usaban aquellos monarcas, cubierta de unas
andas) Los indios que acompañaban a cada in-
. largas y agudísimas púas de pedernal, sobre-
ga, iban vestidos con ricas camisetas, mantas saliendo en medio una más larga parada
1
y y otras
llautus en sus cabezas, trayendo cada uno los dos a los lados como en cruz, que jugándola a
instrumentos y obras que dieron fama a sus mo- todas partes por cualquiera hiere cruelmente. A
narcas. En el acompañamiento del inga Huáscar esta porra llaman los indios ulpu y chambe a la
traían en hombros el remedo de aquella gran asta, a quien tenían por la insignia del cetro. En
cadena de oro que se acabó en su tiempo a costa la siniestra traía el huallccancca,
que es un escu-
de sus tesoros, la cual (cuando salía a ser vista) do cuarteado que de oro finísimo traían conti-
rodeaban con ella las andas y persona real le- nuamente aquellos ingas, y llamábanlo por otro
vantada en los hombros de los caballeros que lla- nombre cúntur páucar. Adornaban sus hombros,
maban orejones, y era tan grande (como se ha rodillas y empeines unos mascarones de cabeza
dicho en otra parte) que de trecho a trecho la de león que en idioma indiano llaman pumas,
sustentaban 300 hombres, y cuando doblaban el los cuales usaban aquellos reyes de fino oro. En
acompañamiento (que era en días señalados) el hombro derecho llevaba pendiente una muy
acortaban los trechos y entraban 600 hombres rica manta, puesto el un cabo hacia el pecho
y
unos en pos de otros. todo lo demás hacia las espaldas. De las orejas
Pero quien más se señalaba entre los ingas de llevaba pendientes dos joyas de inestimable va-
este paseo era el soberbio Atahuallpa (que hasta lor, las cuales aquellos poderosos reyes las usa-
en estos tiempos es tenido en mucho de los in- ban de oro fino cuajadas de perlas.
dios, como demuestran cuando ven sus retra-
lo Con este rico y excelente traje, manifestó el
tos), el cual venía en unas andas de forma pira- indio el que tuvieron sus antiguos re[54 v ]yes
midal doradas, vestida una riquísima camiseta que por ser muy semejantes sin quitar ni añadir
toda cuajada de perlas
y piedras preciosas. El cosa alguna, de la misma manera que aquí se
llautu, que es una parte de las tres que compo- ve, locuentan en sus historias el capitán Pedro
nían su real corona, ciñendo la cabeza a modo Méndez y Bartolomé de Dueñas, y no quise ex-
de guirnalda o laurel, iba toda tejida de gruesos cusar de ponerlo por ver que tal pintura, 2 si no
hilos de perlas, sembradas grandes esmeraldas es de mucha importancia, a lo menos no turba,
en él; el mascapaycha, que es una lámina o plu- ni altera la verdad y contexto de la Historia.
maje que se levanta del llautu encima de la fren- Continuándose finalmente las fiestas de tan
te,
y es la segunda parte de la corona, era de grandes patrones, sin reparar en la exorbitancia
finísimo oro con unos ramilíos de esmeraldas; la de los gastos, ocuparon otros cuatro días con unos
unancha (que es una borla que cuelga del pie nuevos y muy lucidos saraos que así los españo-
de la lámina o plumaje sobre la frente, les como los indios hicieron en la plaza mayor.
y es la
tercera parte que compone aquella corona) era Tras esto, jugaron sortija los españoles, con muy
de oro, seda, esmeraldas
y pinjantes de aljófar costosas invenciones
y premios de mucho valor.
El sipi, que es como una valona, o más semejante Los indios adelantaron las fiestas celebrándolas
a la esclavina (aunque más corta), era tejida de a su modo, con la destreza de sus arcos
y flechas,
muy hermosas plumas verdes, blancas y colora- ligeros saltos, ardides de sus luchas, velocidad
das. En el pecho llevaba un sol de oro pendien- corriendo parejas, imitando en gran parte a los
te de una cadena, todo curiosamente obrado, a gladiadores romanos, con otras varias costosas
y
quien los reyes ingas adoraban por su Dios, lucidas invenciones con que dieron fin a tan fa-
y
por esto lo traían colocado en el pecho, mosas fiestas.
y en
lengua quechua (que es la general en este reino
2. Parece que las expresiones "de la misma manera que aqui
del Perú) llaman los indios a este luminoso pla- se ve", y "tal pintura” hacen referencia a alguna lámina que
acompañaba a un códice perdido de la Historia. En forma casi
idéntica el autor hace referencia a la representación gráfica
1. Sobre la simbología de estas insignias, véase Garcilaso, Co- del planeta en el folio 44 T diciendo (f. 43 v ): "se ven figura-
mentarios. [M] das de la misma forma que aquí". [M]

99
Capítulo III

CELEBRA ESTA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ UNAS REALES FIESTAS POR


LA REGOCIJADA JURA DEL PRUDENTE MONARCA DON FELIPE II
Y LOS SANGRIENTOS BANDOS QUE DE ELLAS SE ORIGI-
NARON ENTRE LAS NACIONES

OZANDO de incomparable riqueza causó tan buena noticia a los moradores de esta

G que las poderosas minas de su Cerro


'"le daban a esta famosa Villa llegó a
este año de 1556, en el cual se experi-
mentó la inconstancia de las felicidades huma-
nas, pues habiéndolas poseído desde el año an-
leal Villa fue motivo de acelerar las fiestas, y
fueron las primeras que celebró por sus reyes,
las cuales duraron 24 días y pasaran adelante si
la dura inclinación y revoltosos ánimos de algu-
nos extranjeros no lo estorbaran introduciendo
tecedente con las fiestas que quedan referidas en la paz que gozaban una cruelísima guerra,
movida sólo de una incapaz niñería o disparatada
y gozando de otras en el que vamos
refiriendo,
casi al medio de ellas usó de las suyas la miseria mocedad. Y
porque en los capítulos anteceden-
tes hemos referido las fiestas que se hicieron por
y desventura a que los hombres están
sujetos,
pues mezclándose los gustos con las penas, fue- la jura de sus afectuosísimos patrones, y ser las
ron los dejos de más consideración que los prin- que se celebraron en este año de 1556 en el mes
cipios. Vamos al caso. de noviembre por la de su amabilísimo rey y
A fines del mes de octubre de este año llegó señor don Felipe II (monarca que siempre aten-
a esta Imperial Villa la noticia de la coronación dió obsequioso a esta su amada Villa) casi se-

de nuestro prudentísimo y gran monarca rey de mejantes, las pasaré [55] en silencio, amado
España y de las Indias don Felipe II, que ha- lector, porque me debas no haberte detenido

llándose el emperador su padre ya muy cansado en referirlas. Sólo digo que se solemnizaron con
asíen el ánimo, como en el cuerpo falto de salud, generales aplausos tanta variedad y competencia
quiso dar un ejemplo al mundo de la grandeza de fiestas, costosas galas, máscaras, torneos, ca-
mayor que en él había hecho, que fue dejar la ñas, toros, justas, juegos de sortija, saraos, come-
monarquía del imperio y reinos que tenía y reti- días, banquetes soberbios y otras ingeniosas in-

rarse a la más pobre y solitaria vida que puede venciones, de las mayores que se habían visto
hacer un humilde fraile, como se cuenta en su en este reino, las cuales, como queda dicho, la
vida. Y
es mucho de notar la prisa con que el malicia de algunos que se hallaban entre los
emperador se deshizo de cuanto tenía, porque mismos festejos introdujeron una sangrienta
a 26 de octubre del año de 1555, estando en Bru- guerra con que se acabaron los gustos y comen-
selas de Brabancia, renunció los estados de Flan- zaron nuevas calamidades y lamentables desas-
des con todos los condados y tierras de los Países tres, que tales son las prosperidades y gustos de

Bajos en el rey don Felipe su hijo; y a ió de este mundo, que halagan con el rostro alegre,
enero del año de 1556 renunció en el mismo otras semejantes zozobras.
y dentro tienen estas y
don Felipe de España y las Indias, sin
los reinos El suceso, pues, pasó de esta manera.
reservar para sí sólo 12,000 ducados en
más de Estando un día (de los que se continuaban
cada un año para el gasto ordinario de su casa; las fiestas)en la esquina del Contraste ciertos
mismo año alemanes, dos de ellos que fueron Francisco Cur-
y a 17 del mismo mes de enero del
renunció el imperio en su hermano don Fernan- li
y Benito Cresi, como viesen venir al capitán
do, y acabó de echar de sí la carga de toda su Diego López y al maestre de campo Padilla,
monarquía que ya tanto le pesaba y cansaba, que corrían parejas, por burlarse del dicho Padi-
poniéndose a la ligera para la jornada del cielo. lla (que era viejo y agobiado) le tiraron a los

pies de su caballo un cordel enovillado, el cual


Dio esta noticia a esta Villa de Potosí el
excelentísimo señor don Andrés Hurtado de envolviéndosele no sólo detuvo la velocidad de
Mendoza, marqués de Cañete, luego que llegó su carrera, mas también lo derribó cayendo de un
a Panamá (y fue su excelencia tercero en número lado cogiendo al jinete debajo. Detuvo el capitán
de los virreyes del Perú). Y aunque se debiera Diego López su apeándose fue a favo-
caballo, y

esperar que a lo menos se recibiese su excelencia recer al maestre de campo. Levantóse con la
en la ciudad de Los Reyes, el mismo gozo que pierna atormentada, a tiempo que ya su alférez

100
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 3 Año 1556

Acevedo, Agustín de Rojas, don Juan de Silva fiestas, como también muchos ma-
principio de
V
y otros portugueses y extremeños habían acome- les, porque las naciones
[55 J que se hallaron
tido con sus espadas a los alemanes, los cuales en esta revuelta, en venganza de los que en ella
defendían muy bien su partido. Mas llegándose mataron, como amigos y deudos continuaron los
el anciano maestre de campo, sin estorbarle los bandos con grandes lástimas y lamentos de todos
años su antiguo valor, le metió por los pechos sus vecinos.
dos palmos de espada a Francisco Curli, que fue El maestre de campo Padilla tenía a la sazón
el que le tiró el ovillo; al punto cayó muerto, a su cargo 60 soldados de leva para el reino de
y asimismo el Benito Cresi que con más de 20 Chile, voluntarios unos y los más forzados,
y
heridas le sacaron el alma los portugueses. En como tuviese noticia que el licenciado Polo tra-
la manera de este suceso y muertes que hemos taba de prenderlo, recogió sus soldados (que
contado diferencian algo los autores que lo cuen- igualmente le siguieron), repartióles armas y
tan, pero concuerdan en que aquellos alemanes previno su defensa. Supo el licenciado aquella
motivaron su ruina y guerras que sucedieron. determinación y juntando 100 hombres bien ar-
Poco antes de estas fiestas había hecho ausen- mados fue en busca del maestre de campo, que
cia de esta Villa el famoso mariscal Alonso de en la ocasión iba al valle de Tarapaya con los
Alvarado, y dejó en su lugar (por orden del real suyos. Procuró el dicho licenciado alcanzarlo en
gobierno) al licenciado Polo Ondegardo, que el estrecho de la quebrada de San Bartolomé

años antes fue corregidor de la Villa de Chu- para picarles en la retaguardia, porque el escua-
quisaca, cuando aún no era ciudad, y también droncillo del maestre de campo caminaba en
administró justicia en esta Villa de Potosí el orden, y como fuese avisado por unos indios,
año de 1548, antes que el licenciado Esquivel mandó a su capitán Figueroa que sin dilación
viniese a ella con título de alcalde mayor de la alguna sacase la gente de la quebrada, y en lo
justicia como queda dicho en esta Historia, li- más espacioso de su salida la dispusiese en tres
trocillos de a 20 hombres,
bro III, capítulo 2.
y que si el licenciado
Siendo, pues, avisado el licenciado Polo On- los acometiese se fuesen retirando el camino aba-
degardo, justicia mayor de esta Villa, de la caída jo,
y cuando viesen que él y sus cuatro caballos
del maestre de campo y muerte de los culpados, con los 30 indios de carga salían por detrás de
con la experiencia que tenía de semejantes suce- una loma (que a la salida de la quebrada esta-
sos (principio de motines) acudió al remedio ba) y acometiesen a los del licenciado, entonces
con presteza porque el daño no pasase adelante. volviesen sobre sus enemigos y con valor los
Pero ya era tarde, porque algunos alemanes que desbaratasen. Hízoles un breve razonamiento con
había pidieron favor a cinco o seis catalanes razones muy al propósito, y prometiéndoles su
que allí amigos de va-
se hallaron, y éstos a sus amistad y buen tratamiento se fue a emboscar
rias naciones, que todos habían acudido al albo- con sus caballos e indios.
roto, y arremetiendo al maestre de campo Pa- El capitán Figueroa tuvo tiempo de sacarlos
dilla, al alférez Acevedo, a Rojas, a don Juan de de la quebrada mas no de componer los trozos
Silva y a otros muchos extremeños, portugueses como le tenía ordenado, porque llegaron los ca-
y castellanos que eran de un bando, se comen- pitanes del licenciado y así se retiraron en tropa
zaron a acuchillar fieramente, y de dos pistolas y aun huyeron al camino real abajo, por lo cual
que los catalanes dispararon mataron al alférez fueron alcanzados y muertos cinco de ellos. El
Acevedo y a don Juan de Silva. maestre de campo, aunque pudiera impedirle su
Sucedieron estas muertes al tiempo que el juez edad la prontitud que requería el caso, como ya
licenciado llegaba con muchos hombres, hubiese reconocido el desorden de los suyos salió
y dando
voces diciendo, "Aquí del rey” se llegó a él un con alientos juveniles, y haciendo más ruido que
catalán con un desmesurado alfanje y le dijo: si fueran 100 de a caballo acometió por las es-

"¿Quién va aquí contra el rey, perro letrado?” y paldas a los del licenciado, y en breve instante
descargándoselo, aunque huyó la cabeza le al- fueron desbaratados porque juzgando eran infini-
canzó la punta en un hombro,
y malherido cayó tos los del socorro, se pusieron todos en huida.
en el suelo. Aquí fue el mayor incendio de este El capitán Figueroa que hasta allí no había podi-
motín, porque los que venían con el justicia aco- do detener a los suyos, viendo que aun todavía
metieron a cuantos estaban por delante repitien- huían, recogiendo hasta 20 soldados revolvieron
do "Viva el rey, mueran los traidores que son sobre los del licenciado, que todos procuraban
contra su real justicia.” Y
como sin distinción poner alas a los pies, y mataron ellos y los de a
eran por todas partes acosados de los que apelli- caballo junto con los indios más de 30 hombres.
daban al rey y ya el licenciado (aunque herido) El juez licenciado y sus capitanes Martín de
estaba en pie avivando la misma voz, ofendien- Cesa, don Juan de Osma y Pablo de Monteagu-
do unos defendiéndose otros, fue grande el do, que iban en buenos caballos, fueron los que
derramamiento de sangre que hubo en la plaza más ligeramente huyeron hacia el valle de Ta-
y calles cercanas a ella, y murieron siete hom- rapaya. Siguiéronles el maestre de campo don
bres de una
y otra parte, y hubo más de 30 heri- Diego Moreto, don Esteban Requeséns y los otros
dos. Éste fue el fin
y paradero de aquellas reales dos de a caballo (cuyos nombres se ignoran)

101
Año 155J HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

con intento de dar mejor fin a la victoria y al- Mataron a los capitanes Martín de Cesa y a
canzándolos a poco menos de una legua entre don Juan de Osma a fieras estocadas, que el lu-
un estrecho o quebrada muy angosta en que se gar donde se habían metido no les pudo zafar
habían metido, fueron acometidos con notable las vidas. El licenciado, como más venturoso,
furor. Viendo el licenciado que ni por un lado escapó por la fortaleza y ligereza de su caballo
ni por otro podía huir con los suyos por las gran- y no paró huyendo hasta ponerse en salvo en
des peñas que se lo estorbaban y que en la de- Tarapaya, y de allí por cerros
y sendas excusa-
lantera se les oponía un salto o zanja por la cual das se volvió a esta Villa. El maestre de campo
pasaba un arroyo, él y Pablo de Monteagudo Padilla y sus capitanes volvieron a recoger su
(que tenían poderosos caballos) metiéndoles con infantería y apenas juntaron 20 hombres, porque
fuerza las espuelas y arremetiendo juntos el ca- como los más eran for[5Ó}zados (como queda
ballo del licenciado salvó la zanja (que tenía dicho), hallando tan buena coyuntura, metién-
una pica de ancho) y escapó a su dueño sin mo- dose por aquellos peñascos, nunca más los pudo
verlo de la silla; el de Monteagudo, que también ver. Y
así le convino, viéndose sin gente, no
se arrojó al salto, fue a dar de hocicos en las volver a esta Villa sino que de allí se fue para la
orillas de la otra banda arrojando al jinete en la ciudad de La Paz. Los bandos que por este mo-
mitad del arroyo donde le tiraron una bala de tivo hubo en esta Imperial Villa fueron conti-
pistola, y aunque don Antonio de Acosta dice nuos y muy sangrientos, procurando unos la ven-
que allí murió de esta herida, don Juan Pasquier ganza de sus parientes, y otros la de sus amigos
y Bartolomé de Dueñas afirman que herido es- que en este motín fueron muertos, sin que el juez
capó por el arroyo abajo. licenciado pudiese remediarlo.

Capítulo IV

PADECE NUEVAS CALAMIDADES ESTA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ EL


AÑO DE 1557 CON LAS NIEVES Y FRÍOS INTOLERABLES QUE
HUBO, Y CÓMO POR UN FALSO TESTIMONIO MANDÓ EL
VIRREY (EN ELLA) QUITAR LA VIDA AL GENERAL
MARTÍN DE ROBLES, Y LO DEMÁS QUE SUCEDIÓ

OR varios caminos quiso la divina majes- pos, con no ser con aquel antiguo rigor, se expe-

P tad en aquellos tiempos que los moradores


de esta Villa de Potosí reconociesen cuán-
to era el peso de sus culpas, pues descar-
gaba en ellos el azote, aunque no con el rigor
que merecían. Continuándose, pues, los bandos
rimenta que en pasando la nieve de dos días, se
carece de un todo, y si es general, perece todo el
ganado. Sintióse lo primero la falta de carbón,
que si hoy vale un peso de ocho
entonces valía cinco pesos. A
reales el quintal
los seis días que
y crueles pendencias por lo que atrás queda hubo caído tuvo noticia de cómo
re- la nieve, se
ferido, llegaron los habitadores de esta Villa a unos indios labradores que traían varios mante-
este año de 1557, en el cual, a principios del mes nimientos, de siete que eran había sepultado la
de agosto, comenzó una mañana a nublarse el nieve a cinco de ellos en Carachipampa, una le-
cielo y se continuó por espacio de tres días ame- gua de esta Villa, que penetrados del frío se ha-
nazando en ellos alguna temerosa nevada de las bían arrimado o sentado en el recodo de una peña
que en otras ocasiones habían caído con notable y allí se helaron.
daño de los vecinos. Con esta congoja esperan- Pasados ocho días de la continuación de esta
do y temiendo, al cabo de los tres días del nu- nieve, se levantó un viento tan delgado y pene-
blado vieron comenzar a caer crecidísimos copos trante, que faltándoles en algunas casas el repa-
de nieve. Recogiéronse todos a sus casas encen- ro del fuego porque no tenían una sola rama de
diendo grandes braseros para resistir el terrible leña, carbón ni paja, perecieron 14 españoles,
frío que luego había de sobrevenir, por la expe- siendo los más hombres viejos. Perecieron tam-
riencia que de ello tenían. bién en el rico Cerro y pueblo hasta 18 negros
Fuese continuando la nieve, y a los dos días esclavos.
1
Cayéronse muchas casas con el gran
se sintió otra nueva pesadumbre y más dura de Los negros están presentes ya en los primeros años de Po-
1.

llevar, que fue la del hambre, porque dejaron tosí.Repetida información sobre compraventas de esclavos ne-
gros se encuentra en el Archivo Nacional de Bolivia, Sucre,
de entrar mantenimientos, que aun en estos tiem- Escrituras públicas, Juan Luis Soto, años 1549-1555. [H]

102
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 4 Año 1557
peso de la nieve, y en ellas perecieron algunos otros molestos y aun gravísimos achaques. Y
indios y españoles. Finalmente duró el caer de la Dios, como benignísimo padre, hace que los tres,
nieve n
días sin haber cesado un punto, y creció cuatro o más o menos años se pasen sin caer
tanto que en partes había más de dos varas, y en nieves.
las plazas y campos (por mudarlo el viento de Por mes de julio de este año de 1557 llegó
el
unas partes a otras) se veían grandes montones a la ciudad de Lima el excelentísimo señor don
de nieve. Pasados los 1 1 días se comenzó a derre- Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañe-
tir,
y crecieron los arroyos de las calles en tanta te, que como queda dicho en el capítulo
3 de
manera que arruinó muchos edificios, particular- este libro IV, es el tercero en número de los vi-
mente rancherías de indios. rreyes del Perú. Fue recibido con grandes fiestas,
Quiso Dios dolerse de las angustias de aque- y su excelencia entró con pompa real y con re-
llos habitadores a tiempo que ya totalmente fal- gocijo y gusto, no sólo de aquella ciudad, mas
taban los mantenimientos y la fortaleza para también de todo el reino, pues desde que el año
resistir el terrible frío. Y aunque este rigor pu- pasado de 1556 llegó su excelencia a Panamá, se
diera hacer inhabitable esta tierra
y desamparar- alegró la tierra y se amortiguó la inquietud de
la en esta ocasión sus moradores por no verse los alborotos ocultos que en todo el reino había.
en otra semejante, no lo hicieron (ni aun lo ima- Porque es de saber que el año de 1554 que de-
ginaron) porque la plata del Cerro los tenía muy gollaron al tirano Francisco Hernández Girón
a raya, y la codicia de tenerla los hacía como de (como en dicho año queda dicho) se prometió
piedra para volver a resistir otras que después este Perú ver sus vecinos en quietud,
y sus pue-
los pusieseen la misma confusión. Afirman don blos sin alteración, que el castigo
y los premios
Antonio de Acosta, don Juan Pasquier y Barto- enfrenan inquietudes y fortalecen fidelidades.
lomé de Dueñas, que después de esta rigurosa Y aunque es verdad que después de pagar su
nevada les sobrevino a todos los moradores de delito este tirano sirvió de escarmiento para
esta Villa una cruelísima peste de catarro otros, pues no hubo otro levantamiento contra
y toses
de que murieron muchos, y que desde aquella la corona real, con todo eso dice el Palentino 3
ocasión en todas cuantas nevadas caen en esta que pasados algunos días después de su muerte,
Villa sucede lo mismo, como al presente se ve, hubo muchos descontentos, y ya se declaraban
con estar mudados todos aquellos antiguos ri- algunos irritados porque los que esperaban la
gores. paga de sus servicios no veían disponer los pre-
Pasados 10 días después de esta nevada, se mios, y así el ejemplar del castigo no los sosega-
v
descubrieron en el rico Cerro dos vetas cau[5Ó ba. Todos los que habían gastado sus haciendas
J-
dalosas de plata, que llamaron la veta del Estaño en la guerra
y puesto sus vidas al peligro en las
2
y la veta del Corpus Christi, que fueron riquísi- ocasiones, pedían a los oidores gratificación de
mas y de las cinco vetas principales y antiguas todo (que como atrás queda dicho, era ya muer-
de este Cerro, que tan gran número de millones to el virreydon Antonio de Mendoza) Los oido- .

han dado y van continuando el darlos. Con este res de aquella real audiencia andaban divididos
nuevo tesoro olvidaron los vecinos las recientes
y todos sus acuerdos salían encontrados. Duran-
fatigas que habían padecido, de que muy gozo- te la guerra habían hecho aquellos señores pro-
sos decían: "Si tras de las nieves han de venirnos mesas liberales, y los capitanes y hombres de
estos bienes, caigan del cielo en crecidos copos cuenta ejecutaban en sus palabras. Todos pedían
cada día, y cada hora brótenos el Cerro copiosos repartimientos de indios (éste era el continuado
marcos de plata.” Desde esta ocasión dicen los tema) y a los más les parecía merecer aún ma-
autores arriba citados que quedó en esta Impe- yores mercedes: llegaba la libertad de los torna-
rial Villa el refrán que dice: "Año de nieves, dizos a pedir favor y rentas debiéndoles dar
año de bienes”; y añaden que
los dichos autores afrentas y castigos.
se llegó a acreditar este refrán de manera que el En esta Imperial Villa estaban cuatro persona-
año que no les nevaba no lo tenían por bueno, jesque mostrándose caballeros en el nombre, en
para que se note a lo que llega la codicia de los las obras eran viles traidores aunque muy bien
mundanos, pues cada nevada de aquellas anti- sabían ocultar y disimular su infamia con vender
guas les costaba 30, 40 ó 50 personas que pere- servicios a aquella real audiencia; por otra par-
y
cían con el rigor del frío, enviaban Hernández no sólo la plata
y todos, si se dilataba, te ai tirano
se veían en gran riesgo de perecer de hambre, que se recogía de Chaqui, donde tenía tierras e
y
todo lo toleraban como después les nevase el indios de repartimiento (que fue lo que quita-
Cerro blanca y rica plata. Lo que yo veo en estos ron de Gonzalo Pizarro y a él le dieron por pre-
tiempos es que todos los de esta Imperial Villa, mio de su primera lealtad) mas como traidores
en viendo nublado por mayo, junio julio o agos- lesenviaban de sus propias haciendas. De éstos
y
to, clamamos a Dios que no nos nieve el cielo, era el uno Juan Andrés de Cepeda,
y otro Cha-
porque en nevando no produce plata la tierra morro, los cuales mostraban unas cartas del virrey
sino lodos de media vara, ciénagas, ruinas de don Antonio de Mendoza (que por ser difunto
casas,
y el aire crueles catarros, pechugueras y
3. Diego Fernández el Palentino, cuarta [segunda] parte, li-
2. Véase supra libro III, capítulo I, nota i. [M] bro III, capítulos 1-3. [A]
Año 155 7 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

no es dudable que serían falsas como todo lo que ¡Santo Dios, y que lástima, y por entonces tan
obraban estos traidores), y así publicaban irremediable!
que por dichas cartas se les debía premiar [57] Llegó, pues, el virrey (como arriba dije) a la
sus buenos servicios, pues el dicho virrey don An- ciudad de Los Reyes y con general alegría fue
tonio se lo tenía prometido. El Juan Andrés pedía recibido, y lo primero que hizo fue recoger toda
a los oidores de Lima el repartimiento de Cha- la artillería en palacio con título de hacer rego-
qui, de la cercanía de esta Villa; el Chamorro cijos, con que sosegó los alterados. Mandó hacer

pedía lo de Porco y Visisa, que asimismo están visita general de todos los indios para saber el
cercanos a ella. Altamirano pedía en este rico número y lo que tenían (como lo hacía el pode-
Cerro de Potosí la mina de Hernán Pizarro, que roso inga Huayna Ccápac, padre de Cusí Huás-
después fue de Gonzalo su hermano, y luego car y del tirano Atahuallpa), y para que se
del traidor Girón: y con haber sido todos unos desagraviasen así en lo que podían dar y tribu-
mismos en malas obras, no contentos con verse tar, como para que fuesen relevados de la aspe-

algunos perdonados (pues habían ellos manifes- rísima sujeción de los caciques y de sus enco-
tado sus traiciones y tiranías) igualaban el haber- menderos; y asimismo para que se atendiese a su
se vuelto al campo real después de traidores a conservación y cesase su acabamiento y asolación
los méritos de los que hicieron valentías de leales de tantas provincias y pueblos pues se reconocía
gastando las haciendas contra su traición. que en aquellos 26 años corridos hasta allí desde
Irritaba esta libertad a los beneméritos, y lo que el marqués don Francisco Pizarro volvió de
encontrado de los oidores daba ánimo a la mul- España por segunda vez a la conquista de esta
titud. Los dos de aquellos oidores de Lima decían América Meridional, se habían consumido con
que se hiciese la repartición y con esto ganaban guerras, hambres y maltratamientos de los espa-
la voluntad de los pretensores; éstos se quejaban ñoles, más de 5,000,000 de aquellos desventura-
de los otros dos oidores que defendían contrario dos indios. Hízose asimismo hacer información
parecer y les decían que no se apurasen, que por de todas las costumbres y ritos con que los seño-
su bien era la remisión porque sus dos compa- res ingas gobernaron estos reinos del Perú, y del
ñeros no querían la repartición para premiar ser- castigo y justicia que ejercitaron, para efecto de
vicios sino para enriquecer allegados, y que se imitar aquello que conviniese acerca del castigo
tuviese paciencia hasta que viniese virrey que y gobierno de los naturales. Empadronó todos
estuviese más atento a su justicia y no se cegase los españoles del reino y nombró corregidores
con parcialidad. Los oidores decían verdad; los a los distritos.
beneméritos mostraban desesperación acordados A los ocho días de la llegada de su excelencia
de tanta promesa y viendo la dilación de sus pre- a Los Reyes mandó se hiciese en aquella ciudad
mios, arguyendo que si los que les vieron servir la jura del rey Felipe II, y este [57'] mismo día
no los querían premiar, menos tendrían gratifi- de la jura se labró la primera moneda que se
cación del virrey que viniese no habiéndolos visto acuñó en este Perú, porque hasta entonces eran
en las ocasiones de merecer. Todo era ya juntas, loscomercios con plata corriente; por una parte
todo hablar con libertad; los de ánimo inquieto decía la moneda en letras abreviadas y en latín:
atizaban con razones temerarias, y los más leales "Felipe y María por la gracia de Dios reyes de
viéndose pobres y no premiados ya que no se Inglaterra y España,” y por la otra, "Felipe rey
descomponían se desconsolaban; cada día se es- de España y de las Indias.”
peraba rompimiento y cada noche se aumentaba Tuvo el virrey noticias cómo esta Villa de
el temor. Esto era en las ciudades de Lima, Cuz- Potosí, con la primera nueva que oyó cuando
co, Huamanga y otras, que en esta Villa de (por haber llegado su excelencia a la ciudad de
Potosí, quitados cuatro o cinco que solicitaban Panamá) se publicó en este reino la renuncia
premios, los demás vecinos y moradores tenían que de sus reinos había hecho el emperador Car-
bastantes ocasiones de tomar las armas unos para los V en el prudente Felipe II su hijo, se adelan-
otros; pues o ya la envidia de que los unos ad- tó a celebrar con regocijos costosos la jura de este
quirían y gozaban más plata que los otros, o ya gran monarca (que como queda dicho fue el año
la abundancia de riquezas de aquellos que por pasado de 1556 por el mes de noviembre). Se
tenerla se mostraban soberbios, y también la va- indignó tanto por esto el virrey que luego al
riedad de naciones en que los hombres que aquí punto despachó un correo a esta Imperial Villa,
moraban eran los unos de ánimos muy inquie- con unos pliegos para el licenciado Polo Onde-
tos, y los otros de los que habían sido soldados gardo, justicia mayor en ella, para Martín de
en las rebeliones pasadas: todo esto, y el rigor Almendras, alcalde mayor, y otro para el general
de las estrellas que en esta Villa predominan, Martín de Robles, caballero de amabilísimas
ocasionaban odios, pendencias, traiciones, tira- prendas que con tanta fidelidad sirvió al rey en
nías, muertes y heridas en los bandos que conti- muchas ocasiones de gran importancia.
nuamente había, perdiendo el respeto a Dios y El contenido de los pliegos (igualmente) eran
al rey, faltando a la razón y caridad y juntamen- reprensiones ásperas, muy poco o ningún come-
te a las nobles obligaciones pues tan mal obraba dimiento con sus personas, y amenazas riguro-
el que era caballero como el más vil plebeyo. sas; porque (decían) era atrevimiento sin orden

104
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 4 Año 155J
suya el haber celebrado la jura real; que venía tos de escarmiento; que también le hacían saber
bien informado de las extraordinarias maldades a su excelencia (esto decía el licenciado Polo,
que en esta Villa se cometían; y que pues no lo según el capitán Pedro Méndez) cómo el año
remediaban o eran cómplices en ellas o muy in- pasado de 1556, estando celebran[58]do las fies-
para saber administrar justicia. Estos y
útiles tas de la jura, algunos extranjeros
y malinten-
otros rigores contenían las dichas cartas, por pa- cionados motivaron cierto alboroto en la plaza
siones e informes muy siniestros de sus contra- con los caballeros que la regocijaban, de que re-
rios: pues (como dice el capitán Pedro Méndez) 4 sultó algunas muertes
y muchos heridos, y que
tenían estos tres caballeros en esta Villa enemi- habiendo acudido su persona al remedio se vio
gos ocultos y aun amigos traidores, que antes de en manifiesto peligro de perder la vida pues lo
entrar el virrey en Lima supo por la falsedad hirieron muy mal, redundando de esto otros al-
de sus cartas las malas obras de que les imputa- borotos y pendencias muy sangrientas en que
ban; y de esto recibió su excelencia notable eno- siempre había procurado e intentado el castigo,
jo, tomando ocasión del haber anticipado las o a lo menos el buen medio de la paz quietud
y
fiestas iras, como lo manifestó
para rebosar en a costa de su dinero, fatiga de su persona riesgo
y
por escrito; y cuando todas las ciudades, villas de su vida, como a todos era notorio;
y y en esta
pueblos del Perú recibieron favores y regaladas suposición, ni él ni las demás justicias podían
cartas de su excelencia al tiempo de su venida, ser imputados de cómplices ni de inútiles en el
sólo Potosí tuvo desabrimientos, reprensiones remedio de aquellas maldades:
y y que por el tan-
amenazas. to le volvían a suplicar no quisiese oir a los que
El licenciado Polo, el alcalde Martín de Al- eran enemigos suyos e inquietadores de la paz.
mendras, el general Robles y otros caballeros de Todo esto con otras muchas razones, satisfaccio-
esta Villa respondieron a su excelencia con mu- nes y desengaños escribieron al virrey, pero nada
cha humildad y cortesía, disculpándose con que bastó para que su excelencia dejase de llevar ade-
movidos del afecto natural de su rey y señor se lante su encono, que a veces permite Dios por
vieron obligados a celebrar con festivas aclama- sus justos juicios el que prevalezca la mentira,
ciones la buena noticia que su excelencia les ha- causa de los trágicos sucesos que después suce-
bía dado desde el camino; que si el sosiego de su dieron, como ahora diré.
desabrimiento estaba en que nuevamente cele- Sobre los malos informes que al virrey tenían
brasen la jura de su majestad, lo harían segunda, hecho los contrarios del general Martín de Ro-
tercera y muchas veces si para esto les daba li- bles (de quien ya dije haber servido mucho al
cencia, y que todo sería a su propia costa sin rey, y era de las primeras personas del Perú)
molestia de los moradores; que en cuanto a lo fue uno diciendo que el dicho general había
que su excelencia decía estar bien informado de dicho en conversación: "Menester es enseñar
lo mal que se obraba en esta Villa,
y que las jus- crianza al virrey que viene descomedido en el
ticias lo permitían o lo fomentaban, le suplica- escribir”. Sólo por esto (que fue testimonio fal-
ban no diese crédito a malsines porque le asegu- so,como lo asegura el Palentino) mandó al oidor
raban que todo su informe era siniestro, pues Altamirano, que venía para Chuquisaca, entrase
muy distinto obraban de lo que su excelencia les en esta Villa de Potosí de secreto diese garrote
y
escribía; que aunque era verdad que continua- al dicho general: para que se vea lo que siente
mente se experimentaban muchas pendencias un señor de éstos una palabra que no sea adula-
y
desafíos de sus moradores,
y a vueltas de eso toria,
y esto es que no fue verdad ni lo descome-
muertes y heridas, eran por sus negocios causas dido de ella fue dicho en su presencia ni por escri-
y
particulares y haber en la Villa multitud de sol- to, cuando su excelencia escribió a las justicias
y
dados y otra gente perjudicial que de ningún al general Martín de Robles notables vituperios
modo por entonces los podían echar de ella, ni y palabras indignas de decirse, como dice el ca-
menos cargar la mano al rigor del castigo por la pitán Pedro Méndez. Pero como ya llevo dicho,
experiencia de ios disturbios
y calamidades pa- esto y el mandato tan riguroso contra la vida del
sadas todavía frescas,
y más en una Villa donde general, fue por estar mal informado peor acon-
y
a la sazón se hallaban más de 12,000 españoles sejado, o porque quiso hacerse temido. ¡Oh mal-
de varias naciones, en que quizás no llegaban los intencionados, y el efecto que hacéis con vuestra
4,000 de ellos a ser de los nobles buenos vecinos poca o ninguna caridad
y
que son necesarios para mantenerse en paz una Llegó, pues, a esta Imperial Villa el oidor Al-
república, que era no muy seguro ejecutar casti-
y tamirano con tanto secreto (por venir disfraza-
gos ejemplares por cuanto eran más los malos que do) que aunque los políticos caballeros tenían
los buenos,
y más en la ocasión presente en espías desde 30 leguas antes para que siendo
que ni los castigos que el año de 1553 ejecutó avisados saliesen a recibirlo de gala
y fiesta, no
en los amotinados de esta dicha Villa el mariscal supo de él hasta que un viernes en el mes de
se
Alonso de Alvarado ni los que por otras justicias octubre de este año, luego que amaneció se pu-
se hicieron en el tirano Francisco Hernández
Gi- blicó la infausta muerte del general, indigno de
rón el de 1554 no les había servido a los inquie- merecerla de aquel género, pues el dicho oidor
4- Méndez, segunda parte, capítulo j. [A] le dio garrote estando echado en su cama.

105
Año HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Visto por el licenciado Polo Ondegardo y los don Juan Pasquier y el capitán Pedro Méndez) 5
cuatro capitanes del número tan grave y cruel llegaron a esta Villa Imperial de Potosí dos
ejecución, tomaron las armas contra el oidor juz- hombres de la nación manchega cuyos nombres
gando que quien hizo aquella temeridad estaría no declaran. Sólo dicen era el uno de más de 50
bien prevenido de armas y gente. Llegaron a su años y buen cristiano, y el otro era mozo y de
casa con más de 500 hombres y gran multitud malas costumbres, entre las cuales se señalaba
de la plebe, que a voces decían "Muera el tirano más la de sus reniegos, en que continuamente
hallando las puertas se ofrecía al demonio, y lo llamaba y pedía le
y cuantos con él están”, y
bien cerradas pidieron fuego para abrasarlas, que ayudase cuando tenía cualquier fatiga. Entram-
oyéndolo el oidor y sabiendo que quien escua- bos venían a buscar su fortuna en este Potosí:
droneaba aquella gente era el licenciado Polo, asunto que entonces andaba muy válido y que
le envió a un sobrino suyo (que juntos habían todavía permanece en todos, que piensan algu-
venido) a decirle que se viesen solos entrando nos que no hay más sino llegar y subir al Cerro
por una puertecilla que en una tienda estaba allí y acarrear la plata a sus posadas.
que podía estar muy se-
cerca; díjole el sobrino El de mayor edad (dicen los referidos auto-
guro pues su tío el oidor no se hallaba más de res) era casado en su provincia y tenía muchos
con dos criados españoles y cuatro negros es- hijos, y por la suma pobreza con que pasaban la

clavos. vida se había pasado a las Indias a buscarla en


Mandó el licenciado a toda la gente se estu- esta Villa:donde encomendándose a Dios una
viesen quietos y no se moviesen a cosa ninguna mañana, y habiendo oído misa, se fue para el rico
entró con ellos a ver Cerro muy confiado en que la divina providencia
y tomando seis arcabuceros
al oidor. Recibiólo con mucha cortesía, mostran- había de socorrer sobrenaturalmente su necesi-
do turbación y pesar del suceso; púsole en las dad.
manos la orden del virrey, y le suplicó hiciese Llegó al cerrillo que está en la delantera del
como se aquietase el pueblo pues él no tenía la grandioso Cerro (que todo es un cuerpo y sirve
culpa, y por ser mandato tan superior le admitie- este pequeño de mayor perfección a su grandeza,

sen su descargo. El licenciado Polo se lo prome- a quien los indios llaman Huayna Potosí, que se
saliendo afuera significó a todos el man-
tió así, y interpreta el mozo Potosí ) ;
allí se sentó a des-
dato del virrey y les pidió se sosegasen, como lo cansar la fatiga de la empinada subida y de
su

hicieron encogiendo los hombros y callando. edad, cuando ¡oh misericordia de Dios! querién-
El siguiente día se supo en Chuquisaca y aque- dose levantar para proseguir adelante afirmó un
lla real justicia estuvo para degollar al oidor Al- pie en un trozo de aquel monte de riquezas, y
tamirano por esta injusticia, y no se ejecutó por desviándolo un tanto se descubrió una grandiosa
entonces porque hubo discordia entre los minis- piedra, toda riquísimo metal de plata blanca, que
v
tros en el modo de ejecu[58 ]tar la sentencia. estaba metida la mayor parte en el Cerro.
Con esto se enfrió la justicia y le valió al oidor Reconocido el precioso metal por el ventu-
probar que fue orden del virrey, a quien como roso manchego, rindiendo primero el corazón al
su ministro obedeció. Fue la queja a su majestad, Criador que allí había criado aquella piedra y
muerte que a los ocho manifestándosela para remedio de su necesidad,
y enojóse tanto por esta
meses de virrey le envió sucesor, que fue a don con un puñal que traía comenzó a reconocer su
Diego de Acevedo; y por haber quedádose en grandeza por todas partes, y halló que sus fuer-
Sevilla nombró segunda vez su majestad al con- zas no eran bastantes a sacarla. Volvióse a su
de de Nieva; y por esta causa estuvo su excelen- posada en busca del mozo compañero y no lo
cia el marqués de Cañete gobernando estos rei- halló (por lo que después diré). Pagó algunos
nos tres años hasta que el dicho sucesor vino por indios dándoles toda su pobreza, y volviendo con
julio de 1560. ellos al Cerro sacaron la rica piedra quebrándola

el rey Felipe II por inicua la sentencia de


Dio en pequeños trozos, y bajando el metal y pesán-
muerte contra el general Martín de Robles, man- dolo se halló que eran seis quintales. Sacáronle
dando que volviesen a sus herederos doña María la plata con unos hornillos al viento, como era

de Robles, su hija, y don Pablo de Meneses, su costumbre en aquellos primeros años que se des-
nieto, las rentas y réditos que les habían quita- cubrió este Cerro, y como era tan rico el metal
do. Esta muerte pagó con la suya el buen virrey, sacaron poco menos de cinco quintales en fina
pues por escribirle el conde de Nieva desde Pay- plata.

ta de señoría y no de excelencia sintió tanto este En los principios del descubrimiento de este
disfavor o quiso Dios que lo sintiese de manera famoso Potosí, les pareció a los descubridores y
que murió pocos días antes que el conde entrase dueños de sus minas que el metal de plata no
en Lima. Añadiríase esto a la pena de ver antes podía correr con fuelles, ni quedar con la mate-
de dos años sucesor, y así murió a manos de la
5. Don Antonio de Acosta, libro III, capítulo 34; don Juan
tristeza y pagó por una carta el haber muerto al
Pasquier, segunda parte, capítulo 10; Méndez, segunda parte,
general por otra carta. capítulo 4. [A]
Este episodio sirve como modelo para caracterizar otra exten-
Por el mes de septiembre de este año (según
sa serie de materiales de la Historia, que no son otra cosa que
cuentan en sus historias don Antonio de Acosta, cuentos. [M]

IOÓ
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPITULO 4 Año 1557
ria del fuego convertido en plata. En el asiento cantidad de plata; cuando el viento faltaba por
de Porco (y en otras partes de este reino donde ninguna manera se podía sacar ninguna: de ma-
en aquellos tiempos sacaban metal) hacían gran- nera que así como el viento es provechoso para
des planchas de plata y el metal lo purificaban navegar por el mar lo era en esta Villa para sacar
y apartaban de la maleza y escoria que se cría la plata. Y
como los indios en aquel tiempo no
en la tierra con fuego, teniendo para ellos sus hubiesen tenido veedores ni se pudiese irles a la
fuelles grandes. En este Potosí, aunque por mu- mano en cuanto al sacar la plata (por llevarle
chos (en aquel tiempo) se procuró no pudieron ellos como está ya dicho a sacar a los cerros)
salir con 6
ello, y los
[59] escritores antiguos lo enriquecieron muchos
y llevaron a sus tierras
atribuyeron a la dureza del metal o (como dicen gran cantidad de esta plata. Y
esto fue causa
en sus historias) alguna otra causa ignorada, que de muchas partes del reino acudieron tantos
porque grandes maestros intentaron (como he millares de indios a esta Villa para aprovecharse
dicho) de sacarlo con fuelles,
y no prestó nada pues había para ello tan gran aparejo. Luego que
su diligencia. se descubrió este rico Cerro
y comenzaron los
Pero al fin, como para todas las cosas pueden españoles a sacar plata se portaron de esta ma-
hallar los hombres remedio en esta vida, no les nera: que al que tenía mina le daban los indios
por entonces para sacar esta plata con una
faltó que en ella entraban un marco, si era muy rica
y
invención la más extraña del mundo,
y es que dos cada semana; si no tenía mina, a los señores
antiguamente, como los poderosos ingas fueron encomenderos de indios les daban medio marco
tan ingeniosos, en algunas partes que les saca- cada semana. Después con el entable de la mita
ban plata debía no querer correr con fuelles (co- corrió muy distinto.
mo en ésta de Potosí), y para aprovecharse del Volvamos a nuestro manchego a quien deja-
metal hacían unas formas de barro (del talle mos muy lleno de gozo con la posesión de poco
y manera que es un albahaquero en España) menos de cinco quintales de líquida plata que
teniendo por muchas partes algunos agujeros sacó de aquella gran piedra que la providencia
o respiraderos. En estos tales ponían carbón divina le dio para alivio de sus necesidades. (De-
y
el metal encima
y puestos por los cerros o laderas túveme en referir el modo con que en aquellos
(como se ven algunos rastros en los cerros de primeros años se sacó la plata de este riquísimo
Caricari, Laderillas, los de Jesús Valle Cerro porque hallé ocasión para ello,
y el Are- tendré y
nal) donde el viento tenía más fuerza, sacaban otras muchas en que poder decir algo de sus gran-
de él plata, la cual apuraban
y afinaban des- dezas en el discurso de esta Historia.) Luego,
pués con sus fuelles pequeños o cañones con que pues, que los vecinos de esta Villa vieron la ri-
soplaban. De esta manera se sacó en aquel tiempo queza de aquella piedra
y supieron el paraje de
tanta multitud de plata que en sólo seis años donde el manchego la había sacado fueron mu-
(que fueron desde su descubrimiento de chos allá pensando quedar todos ricos, pero no
1545
hasta el de 1551) le valieron a su majestad de hallaron nada sino sólo el hueco donde había
quintos reales más de 4,000,000 de ducados, estado, por lo cual se atribuyó a providencia
y
que monta más que cuanto hubieron los espa- piedad divina que había usado con aquel hom-
ñoles del inga Atahualpa, ni se halló en la ciudad bre. Él se fue de esta Villa muy contento sin el
del Cuzco cuando la descubrieron. mozo compañero con quien había venido, por-
Los indios fueron los que sacaron tanta má- que aunque lo buscó ninguno le supo dar noticia
quina de plata en aquellos primeros años (como de él. Y para darla yo contaré lo que don Anto-
también son los que en éstos la sacan, pues ellos nio de Acosta, don Juan Pasquier
y el capitán
y no otros tienen tolerancia yson al propósito Pedro Méndez cuentan en sus historias en los
para sacar los metales
y amasarlo) pues se iban mismos capítulos arriba citados.
con el metal a los altos de la redonda del Cerro a Dejamos ya dicho cómo este mozo entre las
sacar plata. Llamaban a estas formas huayras malas costumbres que tenía era una de sus re-
la
que es lo mismo en castellano que vientos. 7 Y de niegos, maldiciones
y palabras temerarias con
noche había tantas de estas huayras (que otros que se ofrecía al demonio en ocasiones que se
también llaman huayrachinas por todos los cam- veía fatigado. Sucedió así que el mismo día que
)
pos y collados que parecían luminarias. en Y el venturoso compañero, habiéndose encomen-
tiempo que hacía viento recio se sacaba gran dado a Dios como buen c[59 v ]ristiano, se fue
al Cerro
6. Pedro de Cieza de León, Crónica del Perú, primera
parte y se halló el metal que queda dicho
capitulo 109. [A] quedó el mozo en el rancho que se había hospe-
La huayra representa la contribución de la metalurgia in-
dado. Y hallándose fatigado de la hambre
7 -

dia andina en el proceso de la minería


colonial. puedeNo y el
decirse que los indios fuesen los inventores frío, con aquella su natural desesperación (sin
absolutos de es-
te tipo de horno metalúrgico,
pues en Jorge Agrícola, De re
metalhca hay referencias a otros hornos de viento fuera temor de Dios) comenzó a maldecirse llamar al
de las y
huayras, pero es evidente que los españoles
en Potosí las to- común enemigo, y entre otras desesperaciones
maron de los naturales, a estar, entre otros, con el autori-
zado testimonio de Capoche, quien además dijo: "¿No habrá un demonio en el infierno que
trae una clara
aunque breve descripción de lo que era la huayra de la vera de Plasencia" (debería este mozo de
y relata la
forma del beneficio por huayra (Relación,
iio-ii),p. siendo haber gozado de las delicias de aquel valle algún
se Pasaje por todos conceptos fundamental dada la escasez
*l
de la bibliografía conocida sobre la huayra
y su beneficio. [M]
tiempo) "me trajera un poco de pan, uvas,
y

107
Año 1558 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

otras frutasque hay allá? O ya que esto no sea, Permitió su majestad divina que entre aquellos
¿no habrá otro demonio que me lleve a otra tie- bárbaros se hallase un indio ladino que en esta
rra caliente?”. Villa de Potosí había servido a los españoles:
No se le hicieron sordos los demonios en este éste lo tuvo en su rancho regalándolo con lo

Potosí, que como para todo estaban y están pron- que tenía comestible, y pasados 15 días, a instan-
tos al punto acudieron a su llamado y dentro de cias de aquel mozo lo volvió a esta Villa, cami-

un cuarto de hora (en que todavía continuaba nando entrambos a pie. Luego que se vio en ella
sus invocaciones infernales) entró a su posada preguntó por el compañero y refiriéronle todo
un hombre incógnito y de terrible aspecto, con lo había pasado del rico metal que
que con él

otros dos criados que le acompañaban en lo es- sobrenaturalmente había hallado, y cómo había
pantoso, los cuales traían en ciertas canastas pan tres días que se había partido para la ciudad de

mantenimientos. Díjole con una voz que Arequipa cargado de mucha plata a buscar em-
y otros
pareció grito: "Amigo, perdonad el no haberos barcación para volverse a España. Enternecióse
acudido tantas veces cuantas nos habéis llamado. el mozo oyendo el buen suceso del compañero y
Ahora lo hacemos, y veis aquí lo que nos pediste estando presentes muchos sacerdotes y otros ve-
del mismo lugar que señalaste: comed presto y cinos seculares y algunos paisanos suyos les re-

luego os pasarán estos mis criados a otro temple firió cuanto por él había pasado, su abominable

donde no haya el frío que en éste”. costumbre de ser maldiciente y llamar al común
Asombrado el mozo de oir aquellas palabras enemigo cuando se veía en algún trabajo. Admi-
ofrecieron
sin responder nada los estuvo mirando. Dábanle rados los circunstantes y condolidos le
dar un buen socorro de dinero para que alcanzan-
prisa a que comiese, y viendo que de atónito no
quería ni se movía, permitiéndolo la divina jus- do a su compañero (que no estaría lejos) se vol-
ticia (aunque en gran parte mezclada su miseri- viesen juntos a su tierra.
cordia) para su escarmiento, arrebatándolo fue Entre tanto que se juntaba la cantidad pro-
llevado por aquellos ministros infernales al valle metida (que los autores no dicen que número
de Cinti, 30 leguas de esta Villa, que entonces tendría) hizo la mejor diligencia que puede hacer
lo poseían (como propias tierras) los indios gen- un cristiano, que fue confesarse con dolor y pro-
tiles y aún no habían llegado a quitárselo los pósito de la enmienda y recibiendo el cuerpo de
españoles. Allí lo dejaron en compañía de aque- Nuestro Señor Jesucristo con mucha devoción y
llos bárbaros con gran riesgo de que lo matasen. lágrimas, causando en todos ternura por su arre-
Pero como fue tan piadoso el castigo, se siguió pentimiento. Pasados tres días le dieron la can-
después la misericordia, doliéndose el Señor de tidad que se había juntado y con todo lo nece-
su fragilidad y miseria, pues favorecido de su sario de avío lo despacharon acompañándolo

divina gracia reconoció todo el suceso que había cuatro de sus paisanos hasta alcanzar al compa-
experimentado, y doliéndose de sus culpas arre- ñero, de donde se volvieron, y los dos manche-

pentido de ellas propuso la enmienda. gos prosiguieron su camino.

Capítulo V

IRRITADA LA DIVINA JUSTICIA CON LOS PECADOS DE LOS HABITADORES

DE POTOSÍ LES QUITÓ LA RIQUEZA A SUS METALES. EL CON-


FLICTO EN QUE POR ESTO SE VIO EL REINO, CON
OTROS SUCESOS

OMENZARÉ a contar los sucesos de es- la falta de riqueza que tan repentinamente sobre-

C te año de 1558 con la turbación que


causó a los mo[6o]radores y vecinos
de esta Imperial Villa y a todos los ha-
bitadores de las demás ciudades de este peruano
reino la repentina falta de ricos metales que se
vino este año en los metales de este Cerro rico
fue porque habiéndose acabado los de plata blan-
ca (que como riscos estaban las vetas sobre la su-
perficie de la tierra) mudado en otro género
y
de metales, no le acertaron a éstos el beneficio;
experimentó en las minas del gran Cerro. porque aunque sacaban la plata en las huayras
En el libro manuscrito que el excelentísimo (como queda dicho en el antecedente capítulo)
señor don Francisco de Toledo, virrey y capitán con fuego, en otros metales no hacía ninguna
general de estos reinos, con pluma llena de sabi- operación por más que le ponían y por más que
duría y espíritu de lo venidero escribió las leyes el viento lo soplaba.
1
Pero esto quedó desvane-
que vulgarmente llamamos ordenanzas, dice que 1. Véase la última nota al capítulo antecedente. [M]

108
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 5 Año 1558
cido con lo que se vio el siguiente año, que fue gozar de otra próspera suerte, venturosa y alegre,
volver a correr y sacar la plata de la misma ma- y de allí a poco se vuelve a padecer la suerte pri-
nera que antes. Por lo cual se atribuyó solamente mera y a los primeros trabajos y desdichas, es
a que Dios Nuestro Señor quiso quitarles la ri- un dolor tan riguroso que si no acaba la vida
queza que les había dado porque usaban tan mal es por atormentarla más viviendo.
de este beneficio, que no fue nuevo en los hom- Don Antonio de Acosta (en el capítulo arriba
bres pagarle a Dios con ofensas piedades que con citado) refiere largamente el sentimiento que
ellos siempre ha usado. hubo en todas las poblaciones del Perú cuando
Don Antonio de Acosta, don Juan Pasquier y se noticiaron de la falta de riqueza que se expe-
2
el capitán Pedro Méndez refiriendo los sucesos rimentaba en los metales de Potosí, pues de
de este año de 1558 dicen igualmente que siendo muchas partes (dice) acudían los hombres a ver
tantas las culpas de los moradores de Potosí, irri- aquella lástima, que ellos decían ser grande. Cla-
taron a la divina justicia de modo que le obliga- maban al cielo, representábanle las necesidades
ron a que les quitase el instrumento que les era que padecerían, suspiraban y hacían otros extre-
ocasión y motivo de mostrarse desleales e ingra- mos pidiendo plata, que si los vieran aquellos que
tos para con su divina majestad,
y que les había sólo tienen su esperanza, su bien y toda su riqueza
dado aquella riqueza para que todos la gozasen en Dios, hicieran burla de sus plegarias y senti-
hermanablemente y con ella le agradasen hacien- mientos. Subían al Cerro (dice este au[6o v ]tor),
do otras buenas obras: pero ellos no lo hicieron entraban y salían a sus minas, y añade dicien-
así, antes se desenfrenaron cometiendo varios pe- do que miraban aquella nube, que ordinaria-
cados, reinando sobre todos el del homicidio mente se veía sobre la punta del Cerro, y (como
y la
codicia, que no bastando tantas lástimas, tan- sea cierto que en teniendo los hombres cualquier
to derramamiento de sangre, pesadumbre todo lo que sucede acaso lo tienen
y muertes en los
pasados alzamientos, tiranías y bandos, cuotidia- por presagios y los aplican para sí al modo que
namente despedazaban unas con otras las na-
se quieren) se les antojó que la tal nubecita se
ciones y no se hartaban de derramar sangre, había apartado a un lado del Cerro hacia el orien-
movidos o ya de la codicia y ambición (que por te,
y se mostraba oscura sin aquella claridad que
tener más se quitaban unos a otros la plata con siempre, por lo cual crecían sus congojas discu-
pretextos frívolos) o ya de la pasión de sus na- rriendo cada uno mil desatinos; (como dice el
y
ciones y patrias. dicho autor) en los 18 meses que Dios les sus-
Por estas y otras culpas suspendió Dios la ri- pendió la riqueza en los metales no apartaron los
queza en los metales que tantos millones de plata ojos de aquella nube pensando que cuando vol-
habían dado en aquellos 12 años. 3 Fue grande el viese a su puesto (coronando el Cerro) volverían
sentimiento de esta falta así en los españoles también las felicidades, como sucedió cumplido
como en los indios de esta Villa. Pasó la mala el término.
nueva a todas las ciudades del reino y fue gene- Así lo cuenta este autor en su muy acreditada
ral la pena, por estar pendiente del Cerro de Po-
y agradable Historia, y el insigne poeta Juan So-
tosí las esperanzas de todos, hasta que pasados brino con elegancia lo cantó en sus octavas,
y
18 meses volvió la providencia divina a darles Bartolomé de Dueñas lo afirma en su "Histo-
nuevas labores, y las que antes habían dado tanta 4
ria”. Pero el capitán Pedro Méndez, el muy re-
plata lo continuaron con el mismo beneficio de verendo padre maestro fray Antonio de la Ca-
las huayras que hasta allí habían ejercitado, aun- landra y don Juan Pasquier, 5 tienen por apócrifo
que les duró poco tiempo, como adelante se verá, lo de esta nube, negando el que en propiedad
cuando segunda vez por su ingratitud les volvió fuese tal nube, aunque también los tres autores
Dios a quitar la riqueza de los metales, aunque contradicientes no conforman en este particular.
luego se la tomó a dar. Pero yo seguiré los más aprobados, y por la mejor
Dura cosa es de sufrir el pasar de un estado manera que pudiere, así en este como en otros
feliz a un desdichado,
y así no es mucho que tan semejantes particulares en que no haya confor-
duramente sintiesen los moradores de esta Villa midad, sacaré la verdad a luz y escogeré antes
la falta de prosperidad faltando la riqueza a los decir poco cierto que agradar con acaecimientos
metales de este Cerro. Cuando las miserias des-
y fingidos. 6
dichas tienen su corriente larga
y son continuas,
o presto se acaban con la muerte o la continua- 4. Sobrino, canto XI; Dueñas, libro V, capítulo 11. [A]
5. Padre maestro Calancha, historia del Perú, Crónica de
ción de ellas hace un hábito
y costumbre en San Agustín, t. I, libro III, capítulo 41. [A]
padecerlas que suele en su mayor rigor servir de 6. El lector se pregunta necesariamente si el autor de la His-
toria, que hace encarecimientos tan sentidos de su amor a
alivio, mas cuando de la desdichada suerte y ca- las verdad, sentía de veras estas palabras o era un humorista
lamitosa sin pensarlo y de improviso se sale a que jugaba un poco con el lector. Recordando en qué medida
lo sobrenatural va y viene por esta primera parte de la Histo-
ria, uno se diente inclinado a pensar en la última posibilidad.
2. Acosta, libro III, capítulo 35; Pasquier, libro II, capítu- ¿Creía Arzáns en serio estar sacando "la verdad a luz” al re-
lo n; Méndez, segunda parte, capítulo 5. [A] latar el cuento de los dos manchegos, páginas atras, en que
3. Comienza a hacerse patente en las páginas de la Historia el mozo acostumbrado a lanzar juramentos es arrebatado
uno de sus componentes psicológicos más característicos, que súbita e instantáneamente por los "ministros infernales” hasta
es el complejo de culpa de crimen y castigo,
y pena, el cual Cinti, 30 leguas de Potosí? Hay algo de convencional, de
se reiterará hasta el final. [M] mise en se ene en estos homenajes de Arzáns a la verdad. [M]

IO9
Año 1558 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

El padre maestro Calandra, en aquella su y llamados, me mandaron el dicho señor teniente


gran historia, dice tocante a esto las palabras de corregidor, alcalde mayor de minas y señores
siguientes: "Es gran barbarismo el de aquellos diputados, que diese fe y testimonio en la misma
que dicen que una como mancha cenicienta o conformidad que en aquel punto se veía la dicha
blanquecina está siempre como nube en el Cerro nubecita: y poniéndolo en ejecución doy fe, de
de Potosí; ya se verá” (prosigue) "en el cua- cómo siendo las 3 [61] de la tarde, la dicha nu-
derno de estrellas cómo es idiotismo, que no es becita está como se ve ordinariamente, frontero
nubecita sino un pedazo de cielo ralo cuadrado de la misma cruz por la parte alta y espacioso si-
de estrellas informes y nublosas, que como las tio que hace en la cumbre del dicho Cerro; la cual
demás por tal mes al este, y por tal hacia al sur, es de forma cuadrada, su tamaño es al parecer
anda con el cielo, y es de corta circunferencia”. de 12 palmos cada cuadro, su color de la misma
El capitán Pedro Méndez 7 en la "Historia que tiene la plata antes de bruñirla, y esta dicha
de Potosí” dice: "Estaba tan recibido en todo nubecita (como a todos es notorio) se ve más cla-
el Nuevo Mundo de esta Indias el que una pe- ramente desde la hora de mediodía hasta la en-
queña nube se veía siempre sobre la punta del trada de la noche; y como afirman los antiguos
Cerro de Potosí, que” (habla el autor) "estan- vecinos de esta Villa ha más de 40 años que se ve
do yo en el reino de México lo vi en una relación en la misma forma que aquí va declarado, etc., y
que enviaron de la ciudad de Los Reyes de este de ello doy fe en testimonio de verdad. Nicolás de
Perú, donde estaba dibujado el Cerro y una nube Guevara, escribano de su majestad”. 9
(que coronaba la punta) de forma cuadrada. Esto es cuanto hay que decir en el particular
Y habiendo pasado por varios motivos a la Villa de esta nubecita, que tanto ha dado que discurrir
Imperial de Potosí lo primero a que me movió y hacer por inquirir la verdad; y como al presente
la curiosidad fue a ver aquella nube, que siem- no se ve nada de ella les es más dificultoso creer-
pre lo deseé con ansia, y no me pareció como lo. El prudente lector hará lo que más bien le pa-
10
lo había visto pintado, pues más era un celaje reciere.
(que acaso se veía algunas tardes) que nube En este mismo año de 1558 volvieron los veci-
como se decía que ordinariamente coronaba el nos de esta Imperial Villa, con mayores instan-
Cerro”. cias, a la pretensión porfiada en que habían es-
Don Juan Pasquier como tan experimentado tado los dos años antecedentes procurando que
en los muchos años que asistió en esta Imperial esta Villa se hiciese cabeza de la provincia de Por-
Villa dice: 8 "Es un gran error en el que están co por estar en ella y haberse hecho ya tan gran
los vecinos de esta Villa creyendo, y haciendo república. Pero impidiólo el corregidor de Chu-
creer a las demás ciudades del reino, que aquel quisaca, que también lo era de esta Villa, remi-
pedacillo de claridad o celaje muy ralo que en tiendo esta causa al licenciado Polo Ondegardo
el cielo sobreCerro se ve algunas veces, es
el
y a Martín de Almendras, que entrambos la
una nube de color plata que en forma de palio gobernaban a esta sazón: el licenciado con título
asiste siempre sobre la punta”. de teniente de corregidor, y Martín de Almendras
Mas no obstante que estos tres autores repug- como alcalde mayor de la justicia, como en aquel
nan lo que los otros tres afirman, es también tra- tiempo se le daba tal título a uno de los alcaldes
dición de padres a hijos que la tal nubecilla se ordinarios; los cuales determinaron privar a los
veía siempre sobre el Cerro y era de color de pretendientes de aquellas esperanzas por varios
plata cuando está en pasta. motivos y razones que alegó el corregidor en
Además de esta tradición, que hasta ahora está
bien recibida, tengo en mi poder un testimonio 9. Este pasaje alude a un hecho decididamente ficticio. El li-
que sacado a la letra es el tenor siguiente: "En cenciado don Diego Cabeza de Vaca y Nicolás de Guevara
eran en verdad teniente de corregidor y escribano de cabil-
la Villa Imperial de Potosí del nuevo reino de do, respectivamente, de Potosí en la fecha de este documento.
Toledo llamado Perú, en 20 de enero del año Pero frente a estos indicios positivos hay otros decididamen-
te negativos: En 1595 no era alcalde mayor de minas don
de 1595, estando en la cumbre de su rico Cerro Domingo Martín del Río, sino el capitán Diego Fernández
donde hace un llano espacioso y cerca de la pea- Aceituno quien permaneció en ese oficio hasta 1597 (Acuer-
dos de Potosí, t. VII, f. 365 y t. VIII, f. 75’). Por otra parte,
ña donde está puesta la santa cruz, el señor licen- en 1595 no existía aún el gremio de azogueros, el cual fue
ciado don Diego Cabeza de Vaca, teniente de aprobado por el virrey marqués de Montesclaros en 1611. II.-
20 (véase Cañete, "Código carolino", ms. libro III, título 11,
corregidor y justicia mayor de esta Villa; don ordenanza 20). Pero aun sin tomar en cuenta estos datos
Domingo Martín del Río, alcalde mayor de mi- de hecho es difícil aceptar seriamente que las autoridades es-
pañolas, con todo el formalismo que caracteriza el sistema co-
nas; don José Gonzaga, el capitán Sancho de lonial indiano, incurriesen en la puerilidad de hacer toda una
Rosas, el alférez Diego Calvete y don Juan de Es- ceremonia judicial para dilucidar el problema de la nubecilla.
Lo probable es que documento fue inventado por algún
este
trella,diputados del gremio de los señores azo- talento imaginativo —no necesariamente
el de Arzáns — para
gueros, y otras personas de todas calidades, des- rematar al adversario en una de tantas polémicas de tertulia a
las que eran dados los potosinos: véase la queja de Arzáns
pués de haber visto por sus ojos los dichos señores sobre los sinsabores que le ocasionaban estos debates (segun-
la nubecita que todos los días se ve sobre este rico da parte, f. 37 al comienzo). [M]
10. Parece que Arzáns estaba consciente del conflicto entre
Cerro, efecto para que todos fueron convocados realidad e irrealidad que tan frecuentemente campea en las
páginas de la primera parte de su Historia, y por eso, con
7. Méndez, primera parte, capítulo 7. [Al una sombra de contrición, suele apelar a la prudencia de los
8. Pasquier, primera parte, capítulo 7. [A] lectores. [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 6 Año 1559
Chuquisaca; y para no disgustar de todo punto a ciade los Charcas. Y
desde este año, con haber
los vednos de esta Imperial Villa, se dedaró puesto Dios a este Cerro Villa casi en la mitad
y y
mandó que general y perpetuamente se dijese de la rica provincia de Porco, han querido por
por palabra y por escrito, ser Potosí de la provin- fuerza los hombres que se diga ser de los Charcas.

Capítulo VI

LLEGA A ESTA VILLA DE POTOSÍ LA NOTICIA DEL FALLECIMIENTO


DEL EMPERADOR CARLOS V, CELEBRA SUS REALES EXEQUIAS,
Y REFIÉRESE CÓMO EN ESTE AÑO
DE 1559 SE INSTITUYÓ
LA REAL AUDIENCIA DE CHUQUISACA

L felicísimo, invicto, máximo, fortísimo lumnas bien altas y gruesas, cubiertas de tafetán
y

E siempre augusto emperador Carlos V,


rey de España
y de las Indias, glorioso
héroe de la cesárea casa de Austria, mu-
ro inexpugnable de la santa fe católica
y terror
de todos los enemigos de ella; Héctor en el va-
morado, cuyas basas y capiteles se platearon. To-
da la demás obra estaba pintada de blanco, ne-
gro y encarnado, y las comisas otras molduras
y
doradas. Debajo de este castillo estaba el Cerro
de Potosí, sobre otras cuatro columnas muy grue-
lor, Julio en la espada y Marte en los ardimien- sas,
y en cada una unos nichos donde estaba un
tos; príncipe en quien la naturaleza agregó un rey de armas. Pintáronse por todas partes del
salvoconducto de poder decirse sin segundo, des- castillo
y Cerro, de muy vivos colores, varios
pués de haber hecho una vida pobre
y humilde triunfos del emperador,
y entre ellos el descu-
por tiempo de tres años en el convento de Yus- brimiento y conquista de las Indias, con sus le-
te, pasó de esta vida al descanso de la eterna
a treros que lo declaraban.
21 de septiembre año 1558, habiendo Acabada la obra y señalado el día para las
58 [años]
menos meses que había nacido.
siete honras de su majestad, pidieron encarecidamen-
Casi a los fines del año de 1559 llególa nueva te los indios les permitiesen los españoles ir por
de su fallecimiento a esta Imperial Villa de Po- delante de su acompañamiento:
y aunque lo re-
tosí, que se la participó del camino el excelentí-
husaron porque no mezclasen en aquel sentimien-
simo señor don Diego López de Zúñiga Velas- to algunas ceremonias
y y supersticiones que en
co, conde de Nieva, cuarto virrey del Perú,
que semejantes funciones suelen hacer con sus seño-
el año siguiente de 1560 llegó a la
ciudad de Los res e ingas (por estar recientes en la santa fe
Reyes. Pregonóse en toda esta Villa a son de cajas y
buenas costumbres), como viesen el afecto con
destempladas y recibieron todos la noticia con que lo pedían estos naturales se les concedió
muchas demostraciones de sentimiento, particu- el que acompañasen sin salir del orden que les
larmente los indios, pues se señalaron dando dieron.
grandes alaridos por las calles plazas, diciendo Y así, sin faltar un punto de lo que mandaron
y
en su idioma que era muerto su rey, su señor
y las justicias, caminaron españoles e indios hasta
su Carlos. Bien conocían estos naturales lo mu- la iglesia de San Francisco donde (como queda
cho que este catolicísimo monarca había mirado dicho) estaba formado el castillo, en el cual
por el bien de sus almas, procurando con gran- ardían hasta 1,000 velas de cera blanca de a li-
de empeño su conversión la libertad alivio de bra puestas por muy buena orden. Alrededor del
y y
sus personas, quitándoles de la crueldad de
todos castillo, altares, capillas cuerpo de la iglesia
y
aquellos que a título de conquistadores los mal- ardían otras 500 hachas de cera blanca de a tres
trataban contra toda razón libras. Duró la función de vísperas desde las
y caridad. 2
Comenzaron a clamorear las campanas, vis- de la tarde (que salió el acompañamiento por
tióse toda la Villa de luto
y señalóse término de varias calles) hasta las
7 de la noche. El siguien-
20 días para fabricar en la capilla mayor de la te día fueron todos con el mismo orden,
iglesia de San Francisco (por no estar la Matriz, y con la
misma pompa que el día antes se dio cumpli-
que ya he dicho es hoy San Lorenzo parroquia miento a las reales honras.
y
de indios, acabada de reedificar, que se había Fueron éstas las primeras que hizo Potosí a
caído con las nieves gran parte de la techumbre) sus católicos monarcas,
y como afirman don An-
un castillo, en cuyo término se acabó de edificar tonio de Acosta, don Juan Pasquier el capitán
y
con muy gran[6i v ]de arquitectura sobre 18 co- Pedro Méndez con otros escritores, llegó el costo

ni
Año 1559 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de estas reales honras a 120,000 pesos de a nueve zas, como también en sus casas: de esta suerte
2
reales porque en aquel tiempo valía la libra de corto es para tantos reyes.
el distrito

cera blanca a ocho pesos de a nueve reales. Digo Instituida y recibida la real audiencia de La
pesos de a nueve reales porque entonces no ha- Plata, el corregidor de aquella ciudad (que sién-

bía Casa de Moneda en esta Imperial Villa y dolo también, como he di[Ó2]cho en otra parte,
corría el comercio con plata sin sellar (que lla- de esta Villa) pasó a ella su silla; y aunque por
maban plata corriente) y le daban al peso aña- tiempo de algunos años después de recibida asis-

diendo un real, con que eran nueve reales los que tieron los corregidores de dicha ciudad los seis
se daban por ocho, hasta que el año de 1572 la meses del año en ella, y los otros seis en esta
Casa de Moneda fundada en la ciudad de Los Imperial Villa, luego hicieron asiento en ésta, y
Reyes se pasó a esta Villa, y sellando la plata desde entonces no asisten en Chuquisaca sino
nació de aquí el llamar pesos y reales de a ocho sólo al recibirse.
la moneda mayor. Ya queda dicho en otra parte cómo el capitán
Valiendo, pues, en aquel tiempo la libra de ce- Pedro Anzures fundó e hizo villa en nombre de
ra blanca a ocho pesos de a nueve reales, claro la majestad de Carlos V este lugar de indios, que
3
es que sería muy considerable su costo; añadién- ellos llamaban Choccechaca (que se interpreta
dose a esto el del castillo, pues habiéndose for- puente de oro)) después, corrupto, se dijo Chu-

mado de cedros, sotos y pinos pasó su costo de quisaca, nombre que hasta hoy conserva. La per-

5,000 pesos, porque es de advertir que una tabla manencia de ser villa fue por espacio de 12 años;
de cedro que tenía 4 varas de largo, y tres cuar- y habiéndose fundado esta de Potosí después de
tas de ancho, valía entonces 14 pesos de a nueve aquélla el corregidor de Chuquisaca lo era de en-
reales. Y a este modo, siendo tan exorbitantes trambas villas. A los 12 años después de funda-
4
los costos de todos géneros forzosamente había da se hizo ciudad y obispal; y porque los in-
de llegar a la cantidad de 120,000 pesos que di- dios de aquella villa dijeron que los dos cerros
cen los dichos autores, y como abundaba la plata que están en ella, nombrados Churuquilla y Si-
no sentían los vecinos aquellos considerables pre- casica, tienen en sus entrañas oro el uno, y plata

cios. Además que esta generosa Villa en aque- el otro, y que en todos sus contornos había ricos

llos ni en estos tiempos jamás se ha mostrado minerales de plata (que hasta ahora no lo hemos
corta en nada, porque su liberalidad es propio visto) por esto la nombraron ciudad de La Pla-
Y ta. Y sus corregidores lo son de dicha ciudad y
1. 5
influjo de sus astros. como dicen los autores
arriba citados, el grandioso costo de estas reales de esta Villa Imperial de Potosí, aunque (como
exequias fue en tiempo que Potosí experimen- llevo dicho) desde que se instituyó la real au-
taba gran descaecimiento en la riqueza de sus diencia hicieron su asistencia en esta Villa. An-
metales por lo que en el capítulo antecedente tes de pasarse a ella administraban justicia (en
queda dicho. Potosí) un teniente de corregidor, un alcalde
En este mismo año de 1559, a sus últimos me- mayor, otro alcalde ordinario y un juez de pro-
ses, se instituyó la real audiencia de Chuquisaca vincia.

o ciudad de La Plata, y el año siguiente se reci- 2. Admirala libertad de este párrafo contra el más alto de

bió el sello real con gran solemnidad. Y aunque


1 los poderes constituidos de la provincia de los Charcas, cuer-
po con frecuencia soberbio y prepotente que infundía temor
entonces (como dice don Antonio de Acosta) en los vasallos de su majestad: véase Gabriel René Moreno,
"La audiencia de Charcas, 1559-1809”, p. 201-325. Pero
fue compuesta de solos tres señores licenciados, tan odiado como temido era el tribunal entre los súbditos, y ,

hoy son pocos mayor número; si entonces se mos- la Historia es también en esto un testimonio de la opinión
pública de su tiempo.
traban en todo humanos, después se manifesta- La atribución de este párrafo a ajena mano, y precisamen-
ban como si fueran deidades; [si] en aquellos te a don Antonio de Acosta cuya obra al parecer nadie más
usó fuera de Arzáns, induce a preguntar si no se tratará de
tiempos (prosigue este lusitano autor) sólo re- un simple recurso de Arzáns para hacer menos patente su
presentaban majestad juntos y debajo de dosel, responsabilidad por estas duras palabras. [M]
3. Según lo dicho supra (libro II, capítulo 1, nota 6) Cho-
después lo quiso ser cada uno en las calles y pla- ccechaca suena Chokjechaca. [M]
4. Como páginas atrás se dice que La Plata fue fundada en

Las cédulas reales ereccionales de la audiencia fueron ex- 1538, pareciera que al cabo de 12 años, o sea en 1550, fue
pedidas en 1559. IX. 4, pero el tribunal no fue establecido obispado y ciudad. También se dijo que ambas cosas acaecie-
en que se ron en 1549. Véase al respecto supra, libro III, capítulo 1,
y no se inauguró efectivamente hasta 1561. IX. 7,
recibió el sello real y se asentó: Levillier, Audiencia de Char- nota 13. [M]
cas, I, 23. [M] 5. Véase supra, libro III, capítulo 1, nota 14. [M]
Capítulo Vil

EN QUE CUENTA UNA TAN EXTRAÑA PESTE CON QUE DIOS CASTIGÓ
SE
POR SUS PECADOS A LOS MORADORES DE ESTA VILLA DE
POTOSÍ, Y LA MUCHA GENTE QUE PERECIÓ

UMA desvergüenza e ingratitud notable de hubo algunos que no llegaron a tres. Y para que
hombres es corresponder los benefi-
los se conociese que la indignación de Dios era sola-

S cios de Dios con nuevas ofensas. ¿Quién


|
pensara que habiendo Dios Nuestro Se-
ñor piadosamente castigado a los moradores de
mente contra los españoles, permitió su divina
majestad, que [a] ninguno de los indios (siendo
a la sazón en número de 20,000) no tocase la
Potosí quitándoles la riqueza de sus metales, peste a ninguno [sic], con estar sirviéndolos den-
y
a los 18 meses vuéltosela a dar aún con más abun- tro de sus mismas salas
y aposentos.
dancia que hasta allí, le pagasen esta benignidad Fue cosa admirable lo que se vio en esta peste,
con nuevas y repetidas ofensas ? Pero como esto pues variando el accidente, unos se hinchaban
no es nuevo en los humanos, sucedió así en esta desde los pies hasta el estómago morían, otros
y
Villa: que (como cuentan en sus historias don abrasados de una fiebre maligna a las 24 horas
Antonio de Acosta, don Juan Pasquier, Bartolo- expiraban, otros se llenaban de unas grandes hin-
mé de Dueñas y el capitán Pedro Méndez) 1 chazones avejigadas, de las cuales reventaban
fuera de los continuos pecados de homicidio, am- podre asquerosa y hedionda, con [62 v lo cual
]
bición y otros que les acarreaba la abundancia brevemente acababan sus días.
de bienes corporales, como se hallasen aquellos Añadióse a no
esto el llover, conque seca la
hombres compañía de mujeres españolas
sin la tierra (por carecer del celestial rocío) hasta las
(que el riguroso temple no permitía entonces su fuentecillas y pozos ya casi no llevaban agua, por
delicadeza) quitaban sin temor de Dios a los in- lo cual no sólo perecían los hombres mas tam-
defensos indios sus propias mujeres,
y se habían bién los brutos. Sacaron el ganado que bajaba el
adúlteramente con ellas. metal del Cerro (que son aquellas bestias que
Pondera don Antonio de Acosta esta gravísi- los españoles las nombran carneros
y los indios
ma maldad y añade diciendo que defendiendo llamas) fuera de la Villa, a las más lejanas que-
los indios la razón y la violencia que les querían bradas, porque no acabasen de perecer. Sólo los
hacer los españoles, los mataban cruelísimamen- indios, que no participaron de la peste, tampoco
te. Este dicho autor los otros arriba citados)
( y sintieron la falta de agua, porque en sus salobres
no distinguen qué españoles ni qué número de pozos les sobraba para hacer con maíz aquel su
ellos eran los que cometían tan abominable pe- apreciado brebaje.
cado, y no dudo
serían algunos de los muchos Convertido en llanto todo el placer de la Vi-
soldados que aquí habitaban, que en el desgarro lla,clamaban al cielo sus moradores españoles,
de sus vidas todo cabe; la nobleza española que
y y parece que se había convertido en bronce su
avecindada estaba (aunque eran hombres como piedad pues no se compadecía de su miseria. ¡Oh
los demás) me parece que teniendo más temor pecado, y a lo que obligas! Continuó su rigor la
a Dios no habían de cometer tales pecados. 2 peste los meses de octubre, noviembre
y diciem-
Pero sea de los que se fueren, ellos fueron bre de este año
y pasó al siguiente, en cuyo tér-
tantos y tan abominables que (como dicen los mino murieron más de 400 españoles.
sobredichos autores) irritaron la divina justicia Varios casos de muertes lastimosas
y repenti-
de modo que la obligó a descargar sobre todos nas (refieren don Antonio de Acosta
el azote de sus iras, pues a principios
y los otros
del mes de autores arriba citados) sucedieron en esta Villa
octubre del año de 1560 comenzó en esta Villa durante el contagio. Un día después que comen-
una mortífera peste de un mal no conocido, de zó la peste, estaban dos españoles en casa de un
tal suerte que heridos los hombres del
contagio indio cacique (que son éstos en el Perú como en
el que más llegaba a vivir eran 24 horas, pues España los grandes y demás señores de vasallos),
y come viesen allí dos hijas suyas de bastante
1. Acosta, libro III, capítulo 36; Pasquier, libro II,
capítu- disposición y hermosura, con mucha desvergüen-
los 13-14; Dueñas, libro V, capítulo
3; Méndez, segunda
parte, capítulo 5. [A] za y poco temor de Dios le dijeron al cacique
2. Los escrúpulos de Arzáns en
este punto parecen un tanto
convencionales después de sus encarecimientos sobre la ver- habían de llevar aquellas mozas a su casa para
dad en la historia ( supra capítulo que
5, nota 6). [M] les sirviesen. El cacique con mucha humildad
113
Año 1560 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

les dijo que no era honra suya apartar de su lado tiendo el pecado de torpeza con una india que
a sus amadas hijas, pero por no dejarlos sin el había quitado a sus padres, se quedó muerto
servicio que pedían llevasen otras indias de ma- [63] aun antes que se apartase de ella.
yor edad que allí tenía. Indignáronse aquellos Otro cruel español, que tenía repartimiento
españoles por la respuesta tan contraria a su mal de indios cerca de esta Villa y estaba en la oca-
deseo, y acometiendo al cacique lo derribaron a sión con algunos de ellos en ella, un día se puso
puñadas en tierra donde le dieron muchas coces. muy despacio a castigar con cruelísimos azotes
Don Antonio de Acosta dice que estos mozos a cuatro de aquellos indios, porque compelidos
eran dos caballeros hermanos, y quiere (por ser de la hambre le habían comido un poco de pa-
tales) desagravar la culpa que tuvieron de tanto pas (que son semillas de la tierra), y estando
desagrado a Dios: como si a muchos semejantes continuando el castigo con otro mozo español y
en su edad y calidad, la riqueza, la sangre ilus- cuatro negros, repentinamente se comenzaron
tre, la inclinación torcida, la libertad demasiada todos a hinchar de pies a cabeza, y en tanta ma-
y las compañías libres no les hacen
hacer cosas nera el cruel dueño que al punto reventó derra-
que desdicen de su calidad y les dan renombre mándosele las entrañas, causando gran horror y
de atrevidos y desvergonzados. Viendo, pues, las asco a cuantos lo vieron. El otro mozo y los ne-
hijas maltratar a su anciano padre, comenzaron gros también murieron dentro de 24 horas.
a levantar el grito pidiendo justicia a Dios. Oyó Por el mes de diciembre, que se continuaba
su divina majestad sus clamores a tiempo que ya esta mortífera peste,como ya faltasen los man-
tenía el azote en las manos para castigar estas tenimientos en esta Villa (porque los indios no

y otras culpas que cometían aquellos hombres los querían traer con abundancia que antes
la

tan sin temor suyo. Al punto (allí mismo) les por el temor de la fama que corría de la manera
dio el accidente del mal que reinaba y comenza- que morían los hombres en Potosí) salieron a
ron a hinchárseles los vientres: en breve rato, la entrada del pueblo seis españoles a quitar a los
dando espantosos gritos con el dolor que les cau- indios lo que trajesen, y encontrándose con unos
saba aquel infernal tormento, que parece ya lo que traían ciertas cargas de papas arremetieron
experimentaban, cayeron entrambos muertos. a ellos y se las quitaron: pero al punto les so-
Pocos días después de este suceso estaban dos brevino en los ojos y manos el accidente salién-
soldados españoles riñendo por una mujer cas- doles unas ampollas nunca vistas. Soltaron la
tellana que en esta Villa asistía, y como ésta los presa viéndose de aquella manera los españoles,
viese tanempeñados en quererse matar les rogó fuéronse a sus casas, y fueron también crecien-
con encarecimiento que no pasasen adelante, que do aquellas hinchazones tanto que en menos de
escandalizarían la Villa viendo que era tiempo dos días con horrible monstruosidad reventaron,
que Dios los estaba castigando por sus pecados. brotando una podre asquerosa, y cesando y per-
Pero apenas hubo dicho esto cuando uno de ellos, diendo la vida todo fue a un mismo tiempo.
como la viese cerca, lleno de rabiosos celos le Era (dicen don Antonio de Acosta y don Juan
metió la espada por los pechos diciéndole mu- Pasquier) tan terrible esta peste que de sólo mi-
chas injurias, y al punto cayó muerta. Luego (co- rar a uno cuando de ella estaba herido se le pe-
mo cuentan los sobredichos autores) salió de gaba y moría. No eran bastantes cuantas medi-
su cuerpo un hedor tan horrible que sólo él cinas se hallaron y se hicieron para poder atajar
bastó para quitar el sentido a aquellos dos hom- aquel veneno; y así, al punto que se sentían he-
bres y cayendo aturdidos al suelo al punto ex- ridos los hombres, los que podían y Dios tenía
piraron. piedad de ellos se confesaban y prevenían para
Por el mes de noviembre (que era uno de los morir, pues no había otro remedio. Otros no
que se continuaba este castigo) habiendo un día tenían tiempo para hacer esta diligencia tan ne-
muerto repentinamente tres españoles que vivían porque si no morían repen-
cesaria para el alma,
en una misma casa y poseían mucha riqueza, sa- tinamente el poco tiempo que aún se les arran-

biéndolo otros de su nación y vednos se juntaron caba alma estaban inmóviles sin ver ni oír lo
el

hasta 10 ó 12, y todos codiciosos entraron en la que les decían. De suerte que en todo y por todas
casa a recoger lo que hallasen. Abrieron las ca- partes sólo era y se experimentaba la ira de Dios
jas, sacaron la plata y embutiéndola en las man- castigando las culpas de aquellos miserables es-
gas, faltriqueras y en cuanto pudieron, al tiem- pañoles. Y
aunque éstos, sabiendo que esta cruel
po de salirse corrió dentro de la casa un aire tan peste no era general, intentaron desamparar la
corrupto que privándolos a todos de [los] senti- tierra e irse a Chuquisaca y otros parajes, no se
dos cayeron en el suelo cargados de la plata que lo permitió Dios, porque todos cuantos lo pu-

habían robado. Cuatro de ellos en breves horas sieron en efecto, a pocos pasos salidos de la Vi-
expiraron, y los demás unos a las 24 horas, y lla se sentían heridos del accidente y al punto

otros a los dos días. se volvían a sus casas a sólo morir, que ése era
En este mismo mes, estando un español come- el remedio.
Capítulo VIH

CÓMO HABIENDO NOMBRADO POR PATRÓN DE ESTA VILLA DE POTOSÍ


AL GRAN PATRIARCA SAN AGUSTÍN, POR SU INTERCESIÓN
QUITÓ DIOS LA PESTE Y LLOVIÓ ABUNDANTEMEN-
TE, POR LO CUAL DESEARON LOS VECINOS
CON GRANDÍSIMAS ANSIAS LA
FUNDACIÓN DE SU IGLE-
SIA Y CONVENTO

ONTINUÁNDOSE el rigor de la extra- se convierta

C
y viva / siendo domingo, a princi-
ña peste, falta total de lluvias
y mor- pios de febrero de este año de 1561, ordenaron
tandad lastimosa de los hombres (ve- una humilde, devota
y lacrimosa procesión lle-
cinos y demás moradores) de esta Im- vando al santo patriarca (su nuevo patrón) en
perial Villa, llegaron hasta el mes de enero del andas. Anduvo por la mayor parte de las calles
año de 1561 en el cual, habiendo hecho muchas con esta orden. Iban delante más de 5,000 indios
rogativas, procesiones de sangre
y otras grandes en dos hileras y en diversas maneras, porque
penitencias con ánimo de aplacar la ira de Dios, unos llevaban en sus hombros pesadas cruces;
acordó esta Villa de elegir un santo para que otros iban arrastrando grandes troncos que esta-
presentase ante su divina majestad sus calami- ban atados en sus descalzos pies; otros desnudos
dades y ruegos, en que le pedían los mirase con de la cinta para arriba iban despedazando sus
ojos de misericordia;
y que si les alcanzase este carnes con unos azotes de cordeles en cuyos ex-
favor (como confiaban se lo alcanzaría) lo ju- tremos estaban pendientes, algunos clavos otros
rarían por su patrón, pues aunque los tenían y
(y pedacillos de hierro; otros iban puestos en cruz
tales cuales eran Cristo Nuestro Señor sacra- atados los brazos en un pesado madero que lle-
mentado, la santísima Virgen en su Concepción, vaban por encima de la nuca; otros caminaban
y
y el apóstol Santiago) por parecerles los tenían mortificando sus cuerpos con varios cilicios, unos
muy indignados por sus culpas querían otro que de agudas puntas de hierro otros de penetran-
y
pidiese por ellos en esta grave necesidad. tes y duras espinas: eran estos indios los que
Anduvieron discurriendo a cuál santo elegi- servían a españoles, o por repartimiento o por
rían, y como devoción y afecto de cada uno
la salario,
y juntamente los yanaconas del rey. Lue-
señalase el que quería
y por esto no se confor- go iban hasta 2,000 españoles descalzos de pie
masen, trataron de echar suertes,
y el santo que y pierna, cubiertas de ceniza sus cabezas y atadas
saliese en ella ése fuese su abogado patrón.
y las manos atrás, en dos hileras, en cuyo medio
Conformes en esto se juntaron muchos de los iban más de 500 de la misma nación disciplinán-
vecinos en la iglesia mayor, pusieron las suertes dose y haciendo otras asperísimas penitencias,
en una vasija de plata con los nombres de mu- y
eran éstos los más robustos, que en aquel tiempo
chos santos, cubriéronlas, llamaron un sacerdo- el riguroso frío no era para que todos
pudiesen
te, sacó una suerte
y leída decía "San Agustín”. ir desnudos ni disciplinarse. Seguíase
la sagrada
Tornó a sacarlas segunda V
y tercera vez, y [Ó3 ] comunidad de nuestro padre San Francisco con
todas tres salió San Agustín. Fue sin compara- otros religiosos de varias religiones que asistían
ción grandísimo el consuelo de toda esta Villa. en esta Villa sin conventos fundados,
No eran venidos todavía sus sagrados religiosos y todos
con velas encendidas acompañaban a aquel pa-
a las fundaciones de esta provincia, pero en esta
dre de misericordia, el Santo Cristo de la Vera-
Imperial Villa, como le tenían al santo patriarca cruz de San Francisco, siendo ésta la primera vez
mucho afecto, lo veneraban en la iglesia mayor que salió por las calles de Potosí, a establecer que
donde le tenían un nicho con su altar muy rica- en adelante en semejantes necesidades
mente aderezado. y conflic-
tos que se hallasen
y lo sacasen en procesión, al
Luego, pues, que salida la suerte se confirmó punto volvería a mirarlos con ojos de misericor-
la gran confianza (por el temor hasta allí con- dia, como se experimentó entonces
tinuado de que no quedaría pecador a vida) y se experi-
menta en todas ocasiones. Luego iban los señores
viendo que por el profeta clama el Señor dicien- curas de la iglesia mayor
y parroquias con algu-
do: No quiero la muerte del pecador, sino que
1. Ezequiel [A]
18.
Año 1561 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

nos clérigos (que entonces no estaba la clerecía fundaciones en los Charcas (que fue el año de
de Potosí con la grandeza que después) con so- 1564) les enviaron cartas los de esta Villa su-
brepellices y velas en las manos, acompañando plicándoles por su venida y ofreciendo a manos
a nuestro padre y gran patriarca San Agustín. llenas todo el costo de la fundación. Mas no sé
Iba detrás el teniente de corregidor y demás jus- yo por qué no quisieron entonces antes para que
:

ticias con la nobleza de la Villa, con sogas al el desaire fuese más manifiesto se pasaron a otros
cuello y ceniza en las cabezas; siguiéndoles una pueblos más cortos de la provincia a fundar su
gran multitud de indios que asombrados mira- religión.

ban a los españoles tan humildes y llorosos. No dudo que como siervos de Dios, pobres de
Habiendo caminado gran parte de la Villa y espíritu y desinteresados no quisieron la riqueza
habiendo estado al salir esta procesión el cielo que les ofrecía Potosí. Así lo significa el muy
claro y sin nube alguna, milagrosamente por in- reverendo padre maestro fray Antonio de la
tercesión de San Agustín se apiadó nuestro Dios Calancha, religioso de esta sagrada or[Ó4]den

y Señor enviando a esta Villa sus


misericordias. en su historia del Perú, crónica de su religión.
Llovió, en fin, de tal suerte que no se pudo pro- Pero lo que dice en este particular don Antonio
seguir con la procesión. Volvieron al Santo Cristo de Acosta es lo siguiente: "Extraño caso es que
a San Francisco y al patriarca San Agustín a la hubiese en aquellos tiempos quien no quisiese
iglesia mayor, prosiguió el agua, y se continuó gozar de riquezas, cuando el que más virtuoso se
por muchos días. Humedecióse la tierra, corrie- mostraba venía desde España al Perú, y a Potosí,
ron las fuentes, cesó la peste y comenzó la ale- caminando muchos centenarios de leguas en bus-
gría en los vecinos. ca del oro y la plata, sin tenerlo por menoscabo
Hallándose todos muy reconocidos al santo de su bondad”. Huyendo, pues, (como quiere
patriarca, lo juraron por patrón de esta Villa y el padre maestro Calancha) de la pompa de Po-

pusieron por nombre al Cerro San Agustín Po- tosí los sagrados religosos se fueron a los pueblos
2
tosí. Hiciéronle solemnísimas fiestas y desearon mas pobres a fundar sus conventos. Sentía mu-
con vivas ansias se fundase su sagrada religión cho esta Imperial Villa el poco afecto que mos-
en esta Villa. Aún no habían entrado (como ya traban al suyo los religiosos: atribuía su desaire
dije) los religiosos a la provincia de los Charcas al haberse anticipado con las súplicas, pero di-

ni la de Porco, mas luego que comenzaron sus simulando su sentimiento pedían solamente a
Dios y al santo patriarca les concediese la desea-
2. Consta en los acuerdos de Potosí el siguiente de 1586.
VIII. 11 (t. V, f. 275-276): da fundación. Y aunque se pasaron más de 20
"En que esta villa, y cabildo
este cabildo se trató y confirió
años de esperanzas, al cabo de ellos, de sólo
de alguna obligación o voto al glorioso San Agustín,
ella tenía
y se halló que esta villa, de 20 años de esta parte poco más o su voluntad moviéndoles la de Dios, vinieron a
menos tiene por patrón y abogado al dicho santo bienaventu- fundar su iglesia y convento, como diré en su
rado, por haberle caído dos veces en suerte entre los santos
del calendario en tiempo que con necesidad se intentó de elegir lugar.
patrón para esta Villa, y en confirmación de esto se hizo pa- mes de
rroquia, a la cual acudieron con procesión el día del dicho
En este mismo año de 1561 por el

santo en cada un año, entre tanto que se hacía en esta Villa mo- febrero llegó a la ciudad de La Plata el general
nasterio de su orden. Y habiéndose edificado el año de 1583
Carrión por corregidor de aquella ciudad y de
monasterio de la dicha orden de San Agustín, se trató y acordó
en este cabildo, por decreto que para ello se hizo y firmó en esta Imperial Villa, y envió a ella por su lugar-
28 de septiembre de 1584, que la dicha procesión fuese en cada
teniente al maestre de campo don Diego Rosel,
un año al monasterio, por ser aquel el propio lugar o casa del
dicho santo, y así se notificó al licenciado Luis Mejía, cura y caballero de la orden de Santiago, que lo trajo
vicario que a la sazón era, y en cumplimiento de ello fue el
en su compañía el excelentísimo señor don Die-
año pasado de 1585 la dicha procesión al monasterio, como es
público y notorio y doy fe de ello yo el presente escribano que go López de Zúñiga y Velasco, conde de Nieva,
ahora, en confirmación y aprobación de todo lo susodicho y
quien desde el año pasado de 1560 (como ya
cumpliendo con el glorioso santo el voto que se le tiene hecho,
por no se haber hallado por escrito más de por pública voz dije en otra parte) que se recibió en Lima por
y fama de todo el pueblo y continuación de la dicha procesión, virrey de estos reinos, los gobernaba con mucha
este cabildo, por sí y en nombre de los demás señores capitu-
lares y vecinos y moradores, estantes y habitantes en esta villa paz y prudencia. Adelante se dirá lo tocante a
adelante, para
y república de ella, que son y fueren de aquí la venida a esta Villa y gobierno del general
siempre jamás, elegían y eligieron por su patrón para esta
villa, como lo ha sido hasta aquí, el dicho glorioso y bien- Carrión, que fue harto trabajoso.
aventurado San Agustín, doctor de la iglesia, para que sea
su intercesor delante de Nuestro Señor en sus necesidades, día el pendón y estandarte real si este cabildo no acordare que
ahora, y juntamente le se saque, como se saca en algunas de las demás ciudades
y así se lo piden y suplican desde
prometen y votan de ir y que irán todos los años a su monas- y partes de estos reinos, porque cuando lo tal se acordare y
terio y casa en procesión, como fueron el año pasado de 1585 resumiere, se ha de sacar el día que los dichos señores de
el día de su festividad que se celebra a 28 de agosto, y así lo
cabildo acordasen que se saque en cada un año. Ycon esta
acordaron, resumieron y votaron los dichos señores capitu- declaración hicieron el dicho voto en la forma que dicha es".
lares, con que por esto no se entienda haberse de sacar aquel [M]

Il6
Capítulo IX
CONTINÚA NUESTRO SEÑOR EN ESTA IMPERIAL VILLA SUS
DIOS
MISERICORDIAS Y HACE QUE SE DESCUBRAN EN EL CERRO
NUEVAS Y MUY RICAS MINAS, ENTRE ELLAS LA QUE
LLAMARON ZAPATERA, Y DECLÁRASE QUIÉN FUE
EL CAPITÁN ZAPATA QUE LA DESCUBRIÓ

OR felicísimo año tuvieron los moradores viviesen juntos en un cuarto, y en la misma

P de Potosí éste de 1562, en el cual se des-


cubrieron muy ricos metales en las minas
de su admirable Cerro, siendo tanta la ri-
queza que se sacó que de sólo armada para su
majestad se halló por los libros reales haber sa-
conformidad comiesen y cenasen. Ayudábale su
amigo Zapata en la labor de las minas, tirando
de salario 20 pesos cada semana.
La miseria de esta vida por la mayor parte es
común según la experiencia, y que nuestras des-
lido por el mes de diciembre 2,800,000 pesos dichas nacen cuando nacemos se [ózf] advierte
ensayados. En la veta Rica se descubrió metal que por todas partes hay infelices
y que al que
de plata blanca tan poderoso que las hebras que lo es desde luego comienza a perseguirle su es-
sobresalían de la tierra en los trozos eran de trella; pero al que siempre le asiste felicidad todo
grosor de un dedo, y tan fina
y resplandeciente le sucede prósperamente. Apartóse, pues, un día
se mostraba que parecía estar bruñida. Ésta Georgio Zapata (estando en el Cerro) de don
y
otras muchas se descubrieron, todas riquísimas Rodrigo su amigo y compañero, (como ya te-
y
y en tanta abundancia que no sólo quedaron ricos nía conocimiento de los metales) entrando acaso
los de esta Villa mas también los forasteros que en una labor desamparada por ocasión de haber
en gran número acudieron a la fama de esta ri- variado sus metales, comenzó a catear la veta en
queza, particularmente los indios, que como en un suyo 2 y halló que era de mucha ley. Sacó al-
aquel tiempo eran ellos los que sacaban la plata gunos trocillos y con ellos se volvió donde estaba
en las huayras, se llevaban lo mejor, don Rodrigo a quien los mostró, quedando en-
y así se
volvieron a sus tierras muchos ricos. trambos muy contentos con lo hallado.
y
Entre las ricas minas que este año se descu- El capitán Pedro Méndez quiere decir que des-
brieron fue una la que llamaron Zapatera, co- cubierta esta mina por el capitán Zapata
y mos-
nocida hasta hoy por este nombre
y por lo que trada a su amigo don Rodrigo Peláez, entrambos
sucedió con su descubridor. El cual, como cuen- solos la gozaron por espacio de io años, sacando
tan don Antonio de Acosta (a quien solo pudiera en este tiempo muchos millones de plata que li-
seguir sin mayor examen, como a tan verdadero beralmente repartieron mucha parte entre sus
historiador), don Juan Pasquier, Bartolomé de amigos y paisanos, quedando los dos muy ricos
Dueñas, el capitán Pedro Méndez
y el poeta sin que el Gaspar Boti (a quien tenían por amo)
Juan Sobrino, 1 llegó a esta Villa el año antece- tuviese parte (ni aun noticias) de que aquellos
dente de 1561, donde se hizo conocido con nom- hombres poseyesen tan gran riqueza. Pero don
bre del capitán Georgio Zapata. Éste mostraba Antonio de Acosta, don Juan Pasquier y Juan
unos papeles escritos en lengua italiana (donde Sobrino dicen en conformidad que luego que
estaban algunas hazañas de armas Zapata dio noticia del rico metal a don Rodrigo,
y título de
alférez y capitán) que declaraban haber servido consultaron el manifestar la mina a Gaspar Boti,
al virrey de Sicilia duque de Medinaceli;
y tam- y mostrándose agradecidos, pues lo tenían por
bién contaba en sus conversaciones cómo se halló señor y por amigo, lo pusieron en efecto;
y para
en la toma de los Gelves por el mismo virrey, evitar las molestias que ordinariamente tienen
y
otras hazañas con que encubrió lo que era cobró losque descubren una rica mina (porque luego
y
grandes créditos con los de esta Villa. Arrimóse a lespiden los que tienen necesidad algunas pie-
Gaspar Boti, que era alemán de nación, hombre dras de metal) acordaron todos tres de labrar la
rico e interesado en la veta de Centeno. Éste tenía mina sin dar a entender a la Villa que la tenían,
a la sazón por su minero en aquella mina a don
y añade Acosta que lo pudieron hacer muy bien
Rodrigo Peláez, de los reinos de España, con el por estar cerca las minas de Gaspar Boti. aun- Y
cual el capitán Zapata trabó mucha amistad, que los vecinos y amigos conocían lo sobresa-
y a
ruegos suyos el Gaspar Boti les permitió el que liente de su riqueza, ninguno juzgaba la nueva

1. Acosta, libro III, capítulo


ocasión y aparejo que para ello había; pero ellos
37; Pasquier, libro II, capítulo
15; Méndez, segunda parte, capítulos 6-7; Dueñas, libro V, 2. Suyo = parte de un todo, en quechua. En este caso particu-
capítulos 4-5; Sobrino, primera parte, canto XII. [A] lar su equivalencia más próxima sería sector de trabajo. [M]

“7
Año 1562 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

liberalmente partían de tan gran riqueza con los de Potosí. Diole del oro que llevaba del Perú,
amigos y necesitados. que fue del que rescató con la riqueza que sacó
Pasados 10 años de posesión y continua saca de este Cerro, y mostróle a Amurates un retra-
de poderosos metales de aquella rica mina falle- to de la forma de este riquísimo Cerro, de donde
ció Gaspar Boti, y entonces (dice Acosta) que a había sacado tanta plata. Hízole el gran señor
faz descubierta continuó Zapata la labor de su muchas honras y nombróle por general de las
rica mina y se hizo conocida con nombre de galeras turcas.
Zapatera, por haber sido descubierta y labrada Pasados algunos años (según las cartas de
por el dicho capitán Zapata. El cual después que don Rodrigo) habiendo muerto Amurates, el
murió Gaspar Boti (como voy diciendo) sacó sucesor (que fue Mahomet, también tercero de
a luz su prosperidad sin descaecer un punto de este nombre) lo hizo uno de sus visires, y el
la amistad de don Rodrigo. Hízose tan estimado primer desempeño de sus armas (después que
en toda esta Villa que no se tenía por noble quien se vio con este cargo) fue la presa de Agria, en
no solicitaba su amistad. Y a la verdad, de él se compañía del mismo Mahomet, en la primera vez
dice que era dotado de muchas excelencias y vir- que fue tomada a n
de octubre del año 1588;
tudes morales, y en las cosas de las armas, esfuer- y después continuó Cigala la guerra en servicio
zo, valentía, destreza y disciplina militar fue de Mahomet y en daño de algunas cristianas pro-
aventajadísimo. Fue (según dice don Antonio de vincias, por lo cual (dice el mismo Cigala en
Acosta) alto de cuerpo, bien proporcionado en una carta que después escribió a esta Villa) con-
sus miembros, de grandes fuerzas y de muy her- siguió el ser rey de Argel, aunque el capitán
moso y grave gesto, manso, benigno, liberal y Pedro Méndez dice que no llegó a la regia potes-
muy afable y alegre, limosnero y caritativo: y tad, sino que estuvo en palacio por orden del
con todas estas y otras buenas partes, por faltarle Gran Turco gobernando aquel reino, por ser el
nuestra santa fe católica se condenaría. rey de muy poca edad y haberlo pedido así los
Pasados cinco años después de la muerte de moros por ciertos daños que había recibido de
Gaspar Boti trató Zapata de volverse a su patria, los turcos que allí habitaban.

y habiendo en aquel espacio rescatado hasta 12 Dejemos, pues, a emir Cigala hecho rey o go-
arrobas de oro fino de la ciudad de La Paz y pro- bernador de Argel, y vamos a ver las fortunas
vincia de los Chichas, lo puso en efecto. Despi- de don Rodrigo Peláez su amigo antiguo. El cual,
dióse de todos los vecinos, repartió liberalmente pasados algunos años después que el fingido Za-
mucha cantidad de plata entre los amigos y otros pata se fue de esta Imperial Villa, hizo lo mismo
pobres forasteros, y sin dar a conocer quién para España y con un crecidísimo caudal llegó
era en más de 15 años que asistió en esta Villa, a su patria, que era la ciudad de Oviedo. Allí
con la cantidad de oro que he referido y otros estuvo gozando de sus riquezas hasta que el año
2,000,000 de plata se partió, no para España de 1596, hallándose en la ciudad de Cádiz pre-
(que de ningún lugar, ciudad de toda
villa ni viniéndose para pasar a este Perú con porción
Turquía, pues había
ella era natural) sino a la considerable de ropa, llegó el almirante de In-
nacido y criádose en Constantinopla: turco de glaterra a vista de Lisboa. Salióle al paso don
nación aunque habido en una cristiana griega, Diego Brochero con 18 navios y otros portugue-
según se supo después por sus mismas cartas, y ses. No se atrevió a pelear. Pasó al Algarve.

su propio nombre era emir Cigala. Pondera Acos- Avisaron de allí al duque de Medina, y él a
ta el secreto y disimulación rara que tuvo este Cádiz, adonde el enemigo se encaminó. Eran in-
turco en esta Villa, pues siendo don Rodrigo gleses, holandeses y franceses: irían 20,000 hom-
Peláez tan su amigo y compañero de cuarto y bres.
mesa (como él mismo lo escribió de España En Cádiz no fue tanta la falta que se tuvo de
cuando allá estuvo), jamás en 15 años de tan prevención (que la había y mucha) para hacer
conforme amistad no le vio acción ni le oyó pa- resistencia, pero fue grande la confusión y falta
labra contraria a nuestra santa fe. de un hombre que supiese defenderla, y así se
Fuese (como queda dicho) a su país enemigo tomó a Cádiz en i 9 de julio de dicho año 1596.
de Dios, que pudiera no serlo y [haber] tomado Los ingleses usaron a su voluntad. Excusada cosa
buen ejemplo en tantos años como estuvo en com- es contar lástimas, sacrilegios y otros daños que
pañía de católicos. Llegó, pues, muy rico a la padeció esta ciudad, pues siendo herejes se dice
corte de Constantinopla, patria suya y cruel ma- todo. Dieron la vuelta a su reino contentos con
drasta de la cristiandad, donde (según se leyó lo hecho.
en [65] cartas de don Rodrigo) en aquella oca- En este lamentable saco perdió don Rodrigo
sión imperaba o tiranizaba aquellos reinos Amu- Peláez no sólo toda su hacienda, mas también
rates, tercero de este nombre, sultán de los turcos, la libertad, pues (según se supo por sus cartas)

a quien fue a besar la mano emir Cigala, que en Fujino de Praet, cabo de los franceses, lo llevó
Potosí era el capitán Zapata. Diole cuenta a su cautivo con otros dos mozos de aquella ciudad.
gran señor de todos los sucesos que había tenido Entró con ellos en Londres, y de allí se volvió
en 17 años que había que faltaba de Constantino- a Francia. Estando en Tolón, llegaron allí Rus-
pla, y la mucha plata que había sacado del Cerro tán y Maiheneto, a quienes el Gran Turco en-

118
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO IO Año 1563
viaba con unas cartas al rey de Francia. como Y ocultándola entre los cristianos, como lo podría
tenían desde antes amistad estos dos turcos con haber visto en 15 años que estuvieron juntos.
el Fujino, éste les presentó con otras joyas aque- Refirióle también la privanza que había tenido
llos tres españoles cautivos. Cúpole a don Rodri- con sus grandes señores Amurates
y Mahomet,
go el tener por su señor a Maiheneto (que lo
y los triunfos que había conseguido en varias
trató muy mal este bárbaro el tiempo que con guerras de los cristianos. Pidióle también Cigala
él estuvo) hasta que volviendo de Francia lo (que pues ya por su poderosa mano corría su li-
vendió a unos moros africanos que topó en el bertad) que cuando se fuese a España escribiese
camino, los cuales iban a Argel donde lo lleva- a la Villa Imperial de Potosí todo lo que le
ron como a esclavo. había oído y visto por sus ojos:
y que aunque de
Fue
feliz esta tercera esclavitud de don Ro- contraria ley, estaba muy agradecido al verda-
porque llegado a Argel lo vendieron últi-
drigo, dero Dios, a sus vecinos
y al Cerro. Pidióle don
mamente a Cara Cigala, hermano menor de emir Rodrigo que ya que le prometía libertad le diese
Cigala (que ya he dicho era rey o gobernador también una carta de su mano y sello, para que
de aquella ciudad). Y como viviesen juntos en remitida a esta Villa fuese de mayor crédito.
palacio los dos hermanos, pudo emir Cigala ver Todo se lo concedió, que cuando la amistad de
a don Rodrigo, que a la primera vista lo conoció, los amigos es firme
y verdadera nada se excusa
mas no el cristiano al bárbaro. Apartó el rey la de lo que el uno al otro se pide;
y de allí dos
gente, y llamólo solo a un jardín. Puesto don meses con todo secreto lo envió a España con
Rodrigo en su presencia le preguntó si le cono- muchas preseas de oro que le dio, de donde es-
cía. Respondió don Rodrigo que no. Díjole emir cribió don Rodrigo todo lo que queda referido
Cigala: "Pues ¿sólo en 20 años has borrado de a esta Villa, en cuyos pliegos vino la carta de
tu memoria una tan estrecha amistad como la que emir Cigala escrita en muy buen castellano, aun-
tuvimos ? No conoces al capitán Zapata con quien que con algunas cláusulas en arábigo, cuya fecha
fuiste por tiempo de 10 años minador en el es de 20 de junio del año de 1598. He excusado
Cerro de Potosí?”. Entonces le conoció don Ro- el poner aquí la copia de esta dicha carta, por
drigo y se inclinó para besarle los pies, V
y porque me parece es bastante
[Ó5 J evitar prolijidad
mas no lo permitió Cigala, antes sí lo sentó a lo que queda dicho. 3
su lado después de haberle dado muchos abrazos.
Comenzaron luego el uno al otro a contarse 3- El abigarramiento social y étnico de Potosí se expresa cla-
ramente en los varios cuentos que figuran en la primera parte
los sucesos que después que se apartaron habían
de la Historia. En los elementos de la composición son per-
tenido cada uno. Diole cuenta Cigala de cómo ceptibles también influencias literarias extrañas,
y en este del
capitán Zapata en particular hay un notorio ambiente cervan-
siempre había profesado la ley de Mahoma
y tino en el tratamiento del tema. [M]

Capítulo X
DE LAS ENEMISTADES QUE SE MOVIERON ENTRE LOS REGIDORES DE
CHUQUISACA Y ESTA VILLA DE POTOSÍ. DE CÓMO MATARON
AL DECANO DEL AYUNTAMIENTO Y DE CÓMO SE FORMÓ
NUEVAMENTE EL ILUSTRE CABILDO DE ESTA VILLA
DESMEMBRÁNDOSE DEL DE CHUQUISACA, Y
CÓMO EL REY DON FELIPE II LE DIO LAS
MISMAS PREEMINENCIAS QUE
TIENE EL DE SEVILLA

ANTIGUA pretensión de la ciudad de La otras partes queda dicho) distante de Potosí 20


Plata fue el subordinar de todo punto leguas, y estando aquélla en la provincia de los
\
j -A* esta Villa de Potosí. 1 Consiguiólo en Charcas, y esta otra en el centro de la de Por-
-A» aquellos principios atropellando razo- co, por fuerza quiso la unión
y dominio en que
nes,pues estando la villa de Chuquisaca (que perseveró algunos años. Para esto hizo que la
después se llamó ciudad de La Plata, como en real audiencia de Los Reyes obligase a los po-
1. La historia de La Plata y Potosí no es
las relaciones entre no era unánime en torno a este acalorado debate, como lo
bien conocida aún, pero parece evidente que la subordinación muestra la Carta de poder: Antonio de Alesa
a La Plata comenzó pronto a irritar a los orgullosos mineros y otros mo-
radores de Potosí a Diego Núñez para que contradiga ante
potosinos. También parece evidente que la opinión potosina el cabildo de La Plata la exención que de la jurisdicción
de di-
Año 1363 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

bladores y vecinos de Potosí obedeciesen al co- ron los regidores, hallando tan oportuna ocasión.
rregidor de la villa de Chuquisaca, y éste les Y así dispuesto con el general Pedro de Hino-

puso un teniente aunque la dicha real audien- josa, corregidor de la villa de Chuquisaca y el
cia de Los Reyes siempre tuvo allí un ministro primero de esta Villa de Potosí, vino a ella con
con título de alcalde mayor de la justicia (que tres regidores, formó cabildo, hizo su nombra-
la administraba por tiempo de tres años), y así miento de tesorero oficial real, y otras cosas per-
se mantuvo hasta que el corregidor de Chuqui- tenecientes más al entable de su intento que al
saca se pasó de asiento a esta Villa de Potosí. buen gobierno de la Villa. Sin más derecho ni
El capitán Pedro Méndez, don Antonio de otra diligencia que ésta, quedó hecho el regi-
Acosta y don Juan Pasquier, culpan en sus histo- miento de Potosí por el corregidor y regidores
rias al capitán don Juan de Villarroel, al capitán de Chuquisaca. Y porque los vecinos y poblado-
Diego Centeno, al capitán Santandía y al maes- res no hiciesen sentimiento, hicieron junta segun-
tre de campo don Pedro Cotamito, como a fun- da vez y eligieron otros seis regidores de los veci-
dadores de esta Imperial Villa, el descuido que nos de esta Imperial Villa. Propusiéronles que
tuvieron de no haber (al punto que la comenza- para las juntas y determinaciones graves, avisa-
ron a cimentar) formado en ella regimiento en sen a Chuquisaca a los tres regidores que allí es-

nombre de su majestad como hicieron la funda- taban presentes para que viniesen a la determi-
ción, pues a devoción del emperador Carlos V nación; y que si todos tres no pudiesen venir a
se le dio título de Villa Imperial de Potosí, que lo menos viniese el uno que fuese el decano, sin
después lo confirmó, como en su lugar dije. Pero el cual no se pudiesen hacer juntas de impor-
el capitán Pedro Méndez,
y los mismos Acosta y
tancia.
Pasquier, los disculpan diciendo que el haberse Con esto los dejaron muy
contentos y se vol-
fundado esta Villa en ocasión que todo el Perú vieron a Chuquisaca corregidor y regidores,
el

experimentaba las calamidades del levantamien- sin atender los que quedaban a la bajeza a que se
to de Pizarro, ocasionaron aquel descuido, pues sujetaban y a los bandos y disensiones que sobre
no hicieron poco en defender con grandes fati- esto habían de tener. Pues fue la cosa de tal
gas la nueva y reciente fundación, y también por- manera (que dicen Acosta y Méndez) que hubo
que creyeron que jamás llegaría la población a año en que todo él no se hizo junta ninguna
la grandeza que después tuvo y tiene, ni que po- por evitar grandes pesadumbres que tenían to-
drían permanecer allí los hombres, por ser casi das las veces que se juntaban, porque lo que
inhabitable la tierra según el riguroso temple de determinaban los regidores de Chuquisaca con-
frío y nieves que experimentaban. tradecían los de Potosí, y lo mismo era al contra-
Viendo, pues, el cabildo de Chuquisaca el des- rio. Sobre esto (sin atender a los que allí represen-

cuido de los fundadores de Potosí trató de intro- taban) se encendían los ánimos, fervorizándose
ducir su dominio en esta Villa, y al segundo año en las porfías y razones que cada bando alegaba,
de su fundación (con pre[66]texto de que se y luego lo remitían a las manos y andaban a pu-
nombrase un juez oficial real, para que atendiese ñadas. Aun esto era lo de menos, pues dieron los
a la hacienda y quintos de su majestad por haber unos y los otros en entrar al ayuntamiento con
muerto los traidores al que antes, y en aquel poco espadas, cotas y pistolas para sustentar lo que
tiempo, había tenido este cargo) se introduje- cada uno decía y proponía. De aquí se seguía

cha ciudad pretenden para este asiento otros moradores de él”, asiento. Los primeros acuerdos del cabildo se han perdido,
Potosí, 1559, XII, 20, Archivo Nacional de Bolivia, Sucre, pero una relación enviada por la audiencia de Charcas al rey
Escrituras públicas, Lázaro del Águila, 1559, f. Uccclxi''. en 1562. II. 1 nos da cuenta del regocijo que la exención sus-
La versión de la Historia favorece, como es natural, a Poto- citó en Potosí: "Por la obligación que tenemos al servicio de
sí y en cierto sentido es inexacta. Potosí obtuvo su exención vuestra majestad nos es forzado, so pena de no hacer lo que
no mediante un arreglo con el cabildo de La Plata sino con debemos, avisar de todo lo que pasa. En 10 del presente lle-
el rey, incluso el pago de 76,000 pesos corrientes a la coro- garon a Potosí dos hombres habitantes en aquel asiento con
na: véase el "Asiento que hizo el conde de Nieva, virrey del ciertas provisiones y despachos de Lima libradas por el virrey
Perú, con la villa de Potosí exceptuándola de la jurisdicción y comisarios, en que exentaron a Potosí de la jurisdicción de
de la ciudad de La Plata y concediéndole otros privilegios”, esta ciudad y la hicieron villa por sí, llamándola Villa Impe-
Los Reyes, 1561, I, 21, (Archivo de Indias, Patronato 188, rial de Potosí, y nombraron alcaldes y regidores, y diéronles
ramo 27, N 9
1). En este mismo año (octubre n), Potosí la mitad de la correduría por propios, que renta 4,000 pesos
había recibido también aprobación vicerreal para sus "Orde- cada año, por 30 años, y, pasados, la otra mitad para vuestra
nanzas para la labor de las minas y socavones”, importante majestad, y quitáronlo a esta ciudad, que no tenía otros pro-
documento de 37 artículos relativos a todos los aspectos del pios y lo tenía por merced del marqués de Cañete en remune-
laboreo (Archivo de Indias, Patronato 188, ramo 37, No. 3). ración de los servicios que ha hecho a vuestra majestad, que
Copias del "Asiento” se encuentran en la Colección Rück son notorios, y así por hacer una villa han deshecho una ciu-
(Biblioteca Nacional de Bolivia, Sucre, N 9
575 A, t. II, f. dad; y nombraron dos escribanos y mandaron que los que
82) y en el "Extracto de los acuerdos del cabildo de Potosí, antes eran les entregasen los registros y que esta audiencia
1563-1573". no se entremetiese a conocer de ninguna cosa de estas por vía
El año 1561 fue profuso en ataques y contraataques. La de suplicación ni de otra manera so pena de cada vez 10,000
audiencia celebró un "Acuerdo sobre la petición dada por la pesos. Y con estos despachos entraron en el asiento con gran-
ciudad de La Plata para que se le ampare en la posesión de de bullicio y alboroto, y se juntó infinita gente a manera de
1a jurisdicción del asiento de Potosí”, 1561, I. 12, Audiencia comunidad, y con gran regocijo pusieron luego un rollo y
de La Plata: Acuerdos, t. I, f. 2. Posteriormente (1561, X. 8) dieron las varas a los nombrados, y en señal de posesión la
la audiencia envió al rey una "Relación de la provincia, dedi- tomaron con la sangre de un indio inocente, el primero que
cando una parte a Potosí y Porco, y mostrándose enemigos hallaron, y le dieron de azotes sin culpa alguna, y con este
de que la villa salga de su jurisdicción. Declaran el compor- alboroto unos decían que ya no tenía que ver esta audiencia
tamiento de sus vecinos en las alteraciones de Gonzalo Piza- con ellos, otros clamaban libertad y dijeron otras desvergüen-
rro” (Archivo de Indias, Cartas 31, N 9
6). zas ocasionadas en tan peligrosa tierra. Los vecinos encomen-
Pero nada impidió que el cabildo de la Villa Imperial de deros de esta ciudad y residentes en ella se alteraron de ma-
Potosí fuese constituido en 1562. 1 .i en conformidad con el nera que por la autoridad de esta audiencia no se dio lugar a

120
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 10 Año 1363
el salirfuera de la sala a reñir, herirse matarse a los alcaldes que atónitos se estaban quedos sin
y
los unos a los otros, sin que audiencia ni virreyes valerse de lo que eran: dijéronles que las elec-
lo pudiesen remediar. Así se mantuvieron discon- ciones que en sus personas se habían hecho no
formes por espacio de 16 años, hasta que éste de eran legítimas, y así que volviesen a entrar en la
1563 se determinaron los regidores de esta Im- sala y dejasen las varas. Así lo hicieron,
y enton-
perial Villa a desarraigar aquella ocasión de ces las entregaron a los que tenían señalados.
tanto disgusto. Hechos nuevamente los alcaldes, se presentaron
Sucedió, pues, que para la elección de alcaldes los seis regidores ante ellos, dando sus descar-
ordinarios en este dicho año de 1563 vino de gos de muerte que habían dado a don Juan
la
Chuquisaca don Juan Lucero Cigales, regidor Lucero. Los dos alcaldes ordinarios (que no ha-
de aquel ayuntamiento y decano de éste de Potosí. bía otras justicias por entonces en la Villa, por-
Los regidores de esta Villa tenían ya electos dos que el corregidor y su teniente estaban en la oca-
nobles vecinos por alcaldes; los de Chuquisaca sión en Chuquisaca) los llevaron a sus propias
se trajeron otros dospara el mismo efecto. Lle- casas a cada uno y se las dieron por cárcel, dando
gado el primer día de enero entraron todos a la parte a la real audiencia de La Plata de lo suce-
sala de ayuntamiento y divididos en bandos cada dido. Los regidores presos acudieron a la dicha
cual dio su voto llevado de su pasión. Comenza- real audiencia por sus podatarios y procurado-
ron las voces y porfías,
y el decano don Juan y se siguió un pleito muy reñido entre los
res,
Lucero se mostró más colérico aun se adelantó dos cabildos. El de esta Imperial Villa, con esta
y
a términos desvergonzados, pues les dijo a los ocasión de disturbios, determinó desunirse
y de-
regidores de esta Villa palabras muy descom- sechar de sí aque[66']Ila opresión que experi-
puestas, añadiendo el decir que tenía poder para mentaba. Aunóse todo el cuerpo de la Villa es-
y
deshacerlos y destruirlos. Con esto se salieron cribieron al gobierno de la ciudad de Los Reyes
de la sala, llevando el decano los otros dos re- diciendo que de ninguna manera ni por razón
y
gidores de Chuquisaca a los alcaldes que solos alguna habían de admitir a los regidores del
ellos habían hecho. regimiento de Chuquisaca, que en esto estaba re-
Luego que salieron a la plaza, sacando los seis suelta, porque demás de la desunión que se expe-
regidores de esta Villa sus espadas acometieron rimentaba en todas las juntas, era mengua suya
a don Juan Lucero,
y a pocos lances de dos esto- que siendo una Imperial Villa tan rica, tan gran-
cadas que le dieron lo derribaron muerto. Lo mis-
y que tantos millones hubiese
de, tan noble
mo hubieran hecho de los otros dos regidores a dado de quintos a sus majestades tanto provecho
y
no haber huido con presteza. Luego cercaron a los hombres,
y lo que en adelante había de dar
resistencia alguna. Quéjanse que ellos descubrieron este asiento años^contados desde i 9 de enero de 1562,
y cumplidos los
y han tenido siempre la jurisdicción de él y le han sustentado 35 años los regidores han de ser de real nombramiento, d) El
con los indios de sus repartimientos, mismo cabildo ha de proveer la alcaldía de minas en uno de
y que con tener la ju-
risdicción se los trataba mal
y que ahora lo sería más no habien- sus alcaldes ordinarios, e) El cabildo ha de arrendar
do quién volviese por ellos, porque no les pagarían jamás y proveer
los derechos de la pregonería como pertenecientes
a los propios
lo que les debiesen,
y si hubiesen de venir a pedir y plei- de la Villa, f ) La correduría de lonja ha de pertenecer también
tear en esta audiencia gastarían mas de lo que
montase lo a los propios, g), También la fiel ejecutoría, h) Asimismo
dos
que así les diesen, y que si habían negociado esta ejecución escribanos del número. Esto costó a la Villa
eran los más pobres y siempre andan por cárceles por se y su vecindario
alzar 76,470 pesos corrientes y 4 reales descompuestos en dos parti-
con las haciendas ajenas para que no hubiese quién les com- das: 49,642 pesos corrientes
peliese a ello ni les fuese a la mano, y 2 reales como primera partida
y que harían juntas, correspondiente a la exención, y 26,838 pesos corrientes 2 rea-
ligas y monopolios los holgazanes
y vagamundos que allí hay, les como segunda partida correspondiente a los
oficios ("Ex-
en deservicio de vuestra majestad,
y que por odio que tienen tracto de los acuerdos del cabildo de Potosí”).
los vecinos y moradores de esta ciudad no les
dejarían sa- Estas capitulaciones son la piedra angular de la historia
car las mercadurías y mantenimientos de la Villa cuando política de Potosí, y la, ignorancia sorprendente de Arzáns
se so-
les antojase y habría cada día escándalos
y alborotos, y que bre ellas implica además la ignorancia de todos los historiado-
si la audiencia no estuviera aquí nunca
tomaran la posesión” res de Potosí, hoy perdidos, en que Arzáns
dice apoyarse
Levillier, Audiencia de Charcas, I, p. 69-70.
(Méndez, Antonio de Acosta, Sobrino, Dueñas Pasquier) El
Alentados con esta victoria, los arrogantes potosinos comen- y .

caso, es aún más incongruente si en el f. y


zaron a exigir nuevos privilegios del rey. Alonso de Herrera 6y Arzáns dice que
él vio los libros del cabildo.
presentó en 1567 a nombre de la Villa Imperial una "Soli- Las capitulaciones fueron confirmadas por el virrey Toledo
citud. Consta de 3° capítulos en los que detallan las en 1570. II. 16 ("Extracto de los acuerdos del cabildo de
prerro-
gativas que por, el acuerdo con la ciudad de La Plata, al salir Po-
tosí”).
de su jurisdicción, les debían ser concedidas, pide al rey que La jurisdicción que se señaló a Potosí como consecuencia
y
lo haga así” (Archivo de Indias, Charcas de las capitulaciones fue de dos leguas en contorno,
32).
Un documento posterior informa que Potosí, con toda su y pronto
los vecinos de la Villa se sintieron estrechos
riqueza, pagaba difícilmente lo que se había comprometido. y pidieron al
virrey Toledo que Potosí "tenga grande
Véase la Real cédula al presidente de la audiencia de Charcas y extendida jurisdic-
ción para abastecer a todas las necesidades de la extracción
ordenándole provea se cobre de la villa de Potosí lo que resul- y
beneficio de los metales, "hasta el río de Pilcomayo
tare deber de la cantidad con que ofreció servir a su majestad por parte
de la ciudad de La Plata, y desde ahí abajo hasta tierras de
por excusarse de la jurisdicción de la ciudad de La Plata”, los
chiriguanaes y la provincia de los Chichas”,
1566. X. 1 (Archivo de Indias, Charcas 415, libro II, f. v y "hasta el repar-
35 ). timiento de Macha y Pocoata” por el norte, se incluya en
La doctora Inge Wolff de la Universidad de Hamburgo tiene y ella
el asiento de Porco,
en preparación un estudio sobre el cabildo de Potosí. [H] y más adelante "hacia la costa hasta los
términos de la ciudad de Arequipa”,
Las capitulaciones ajustadas entre el conde de Nieva y por el camino del
y co- Cuzco vaya su jurisdicción hasta ”los términos de La Paz, que
misarios reales, por una parte,
y Francisco de la Serna por otra, se extienda por el camino real hasta Caracollo, con
la laguna
como procurador de Potosí, comprendieron los siguientes pun- de Paria y población de ella”, ya que todos estos territorios
tos esenciales: a) El asiento de Potosí se ha de
nombrar en estaban en la zona de influencia económica de la Villa. El
cabil-
adelante Villa Imperial de Potosí, ha de estar exenta de la ju- do de La Plata contradijo vigorosamente esta pretensión, tanto
risdicción de la ciudad de La Plata
y ha de tener sus propios que el virrey Toledo, por provisión de Arequipa, 1575. VIII.
términos. ,b) Cada año ha de tener dos alcaldes ordinarios con 2 apenas amplió la jurisdicción de Potosí a cinco
jurisdicción civil y criminal, los cuales han se ser elegidos leguas en
por contorno de la Villa. Finalmente, por una tardía real cédula
el cabildo., c) Cada año ha de haber seis
regidores electos de Madrid, 1656.VII.7. se confirmó esta corta jurisdicción
por el cabildo anterior, y esto ha de durar por espacio de
35 (Mendoza, "Documentos de minas”, N
9
80). [M]

12
Año 1563 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

su riquísimo Cerro, hubiese de estar sujeta a las una águila imperial; en el escudo y medio de di-

contradiciones del cabildo de Chuquisaca. Pero cha águila, contrapuestos dos castillos y dos leo-
aunque alegaron estas y otras razones, nada bas- nes; debajo de éstos (donde hace el medio) el
tó para que fuesen admitidas en el gobierno de gran Cerro de Potosí; las dos columnas del Plus
Lima, porque la real audiencia de Chuquisaca ultra a los lados, corona imperial al timbre, y
mucha instancia no sólo por orla el collar del toisón. Las que el capitán
y su cabildo pedía con
el que corriese en la forma que hasta allí, mas don Juan de Villarroel, como primer descubridor
también que hubiese en el cabildo de esta Villa del Cerro y fundador de esta Imperial Villa
solamente cuatro regidores, y de los de Chuqui- le adquirió del emperador Carlos V, ya he dicho

saca concurriesen seis en todas las juntas. que fueron: en campo blanco el rico Cerro, las
Publicóse esta sinrazón en esta Imperial Villa dos columnas a los lados, y corona imperial al
audiencias resuelta- timbre.
y escribió a las dos reales
mente que no quería semejante cabildo, y que Dada la cédula por el rey don Felipe II con

suplicaban a sus altezas les permitiese mantener las preeminencias dichas al ilustre cabildo de es-
la paz y se evitasen las pesadumbres que en todas ta Imperial Villa, aunque en ella dice hayan de
ocasiones habían de tener. Finalmente el pleito ser 24 veinticuatros (a semejanza de el de Sevi-
fue muy reñido, y ya sin esperanza de poder esta lla) se ha hecho costumbre que no pasen de 12,
Imperial Villa conseguir nada en su favor (por- sin saberse cuál sea de esto la causa. Demás de

que el virrey y entrambas reales audiencias to- los dichos veinticuatros, entran en este (son pa-

maron muy a su cargo la defensa de la parte, y se labras de la real cédula) muy noble y muy ilustre
dieron dos sentencias en contra suya) acordaron cabildo y ayuntamiento el que preside con oficio
valerse de otro medio, que la experiencia siem- de corregidor y justicia mayor y título de gene-
pre mostró ser tan eficaz que no tiene semejan- ral (aunque esta cabeza no vota en los actos sino

te. Éste fue ofrecer los regidores de esta Imperial en caso de grave necesidad) los dos alcaldes or-
,

Villa, a los de Chuquisaca, una porción consi- dinarios, otros dos alcaldes de la Santa Herman-
derable de plata con que totalmente desistiesen dad (los cuales dos no tienen voz ni voto), el
de su pretensión, y quedasen separados para alguacil mayor (que tiene grandes preemi-[6y]
siempre. No fue necesario pasar de la propuesta nencias y después de ios dos alcaldes ordinarios
al ruego, pues al punto vino en ello todo el ca- tiene su asiento consecutivamente, sobre que
bildo de La Plata. Cesaron los pleitos que tantos siempre han tenido disgustos con el alférez real,
alguacil mayor se
días duraron. Hiciéronse los escritos y recibió y fue pleito vencido que el
aquel cabildo 30,000 pesos, aunque algunos siente primero), el alférez real, un alcalde pro-
dicen que fue cantidad, y otros menos.
más un procurador general, un depositario
vincial,

Con este dinero, dicen los de aquella ciudad, se general,un fiel ejecutor, el tesorero de la Casa
edificaron sus casas de cabildo, que son muy de Moneda, el contador de entre partes, y el es-
buenas. cribano de residencia: que por todos son 26 mi-
Potosí trató nuevamente de formar su cabil- nistros de que se compone este ilustre cabildo,
do, y para ilustrarlo, engrandecerlo y perpetuar- teniendo en él voz y voto igualmente los que no
lo, acudieron al rey nuestro señor don Felipe II son veinticuatros (que son aquellos cuyos oficios
en su real corte, informándole de todo lo suce- he declarado) como los 12 que propiamente lo

dido, lo que era esta Imperial Villa (aunque no son. Entre los dichos veinticuatros se reparten
lo ignoraba) y la incomparable riqueza de su cada año por sus turnos varios oficios y adminis-
Cerro. Fue muy bien recibido el informe y pre- traciones para el buen gobierno de la república,
tensión de Potosí, y mejor despachado por su con varias cantidades de rentas que aperciben.
suma bondad, magnanimidad y prudencia de Con esta nueva formación de cabildo se ilus-
aquel poderoso monarca, que siempre atendió a tró la Villa Imperial de Potosí. Y llegando Acos-
esta Imperial Villa tan obsequioso como prenda- ta y Pasquier al punto de lo que queda referido,

dor de sus reales servicios. Confirmó la nueva la subliman con grandes elogios ensalzando la

formación de su cabildo, y para ilustrarlo le con- noble determinación de sus vecinos en haber re-
cedió y aplicó las mismas preeminencias, franque- currido a la majestad de Felipe II, y la magnani-
zas y privilegios que tiene el de la ciudad de Se- midad con que este prudentísimo monarca los
villa, como se ve en la favorabilísima cédula favoreció. Y aunque el buen efecto de tan alta
dada en el Bosque de Segovia en i 9 de agosto del pretensión no se consiguió en este año que voy
año de 1365, 2 en la cual también le dio y señaló refiriendo sino dos adelante (que fue el de
por armas las que hoy goza esta ilustre e Impe- 1565), P er0 P or h a berse desunido del cabildo
rial Villa, que como tengo dicho en otras partes de Chuquisaca en éste de 1563 (por el motivo
son de sus reales cuarteles: en campo de plata que queda dicho) lo quise aquí declarar, pues
ni la materia de este capítulo va desproporcio-
2. No que esta real cédula hubiese existido de
es imposible nada ni el hilo de la historia se ha dejado de
verdad, pero "Extracto de los acuerdos del cabildo de Po-
el
tos!” no hace referencia a ella, hecho sorprendente en vista seguir.
de la importancia de esa disposición para la Villa Imperial. ¡Oh dichosísima Villa, siempre regia y siem-
Tampoco hay referencias a ella en otras fuentes documentales
coetáneas. [M] pre augusta! ¡Cuán favorecida siempre has sido

122
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO II Año 1364
y serás siempre de la mano liberalísima y grande Pero como quiera que se me pueda notar de
de aquel monarca supremo de la eternidad, due- sospechoso en el afecto de la patria, no quiero
ño, padre y autor del universo: pues no sólo ha detenerme más en sus encomios alabanzas, fue-
y
querido (liberal de los bienes temporales) me- ra de que intentar escribir grandezas de la Villa
jorarte en tercio
y quinto, haciéndote señora en- Imperial de Potosí (verdad tan sabida) sería dar
tre todas lasciudades y villas del orbe, del Cerro motivo a que me dijesen lo que Antálcido al otro
más poderoso que goza su redondez y de cuyas sofista, que alababa a Hércules de grandes he-
ricas entrañas se ha enriquecido la tierra (sin chos y esclarecida fama. "Quien te [alaba por lo
que haya en cuanto el sol devana a giros de luz sabido] lo niega o siente lo contrario”. su- Y
quien no le bese las plantas como a rey coronado puesto que en estos tiempos ha sido esta ilustre
de los montes) sino que por su bondad ha dis- Villa accidentalmente combatida de fulminantes
puesto ennoblecerte
y enriquecerte más, hacién- émulos, envidiosos de sus glorias (aun los mis-
dote tan amante suya, tan devota, tan firme, tan mos que debían engrandecerla, como es un exce-
adelantada y sin segunda en la veneración del lentísimo señor virrey [conde de la Monclova]
culto divino, tan liberal, tan caritativa que al punto que esto se escribe llegó la noticia
y cariñosa
con cuantos a ti te vienen a buscar para remedio de su muerte (que fue en la ciudad de Los Re-
de sus necesidades yes), acérrimo enemigo de esta Villa, pues por
Y aunque es verdad que en ocasiones se ha experimentarse algunos quebrantos en su gran-
mostrado esta Imperial Villa tan horriblemente deza y riqueza de su Cerro la despreció, atrope-
cruel con sus enemigos, ha sido motivada llando los fueros
y for- y preeminencias de sus nobles
zada de tantas sinrazones como se verán en el azogueros y dueños de minas porque solamente
discurso de esta Historia, movida de su nobleza habían rezagado algunas cantidades del proce-
y honra que siempre ha estimado, ocasionada dido de los azogues (aunque éste no fue el mo-
también de la suma riqueza que siempre ha goza- tivo tanto como el que se dirá a su tiempo), que
do, que es difícil mantener la paz donde abunda sinrazón nin[6y v ]guna hizo un propósito solem-
la plata, que si es tan apetecida de los hombres ne de destruir esta Villa, diciendo que no im-
es también causa de su ruina. Asimismo sus gue- portaba se aniquilase cuando el rey nuestro señor
rras, odios, pendencias
y disensiones, es propio había perdido otras plazas de mayor importan-
influjo de sus estrellas, a que con el valor del cia; y a no cortarle Dios el hilo de la vida, eje-
libre albedrío pudieran oponerse sus habitado- cutara su fiera determinación. Todo lo dicho se
res. Finalmente,como dicen muchos autores y la verá más largamente cuando llegare la ocasión
experiencia y fama lo publica, no ha tenido ni de referirlo. Esta Imperial Villa, pues, a pesar de
tiene el orbe villa ni ciudad de tanta grandeza,
como invencible palma siempre vic-
la envidia,
riqueza y liberalidad como esta de Potosí, ni que cuanto más la cargan y oprimen se en-
toriosa,
tan incomparable suma de millones haya dado grandece y con valentía se levanta, volviendo a
a sus reyes otra ninguna como ella, por lo cual los heroicos
y majestuosos esplendores de su ilus-
se debe gloriar de ser única en el mundo. tre y augustísima soberanía.

Capítulo XI

EL CORREGIDOR DE CHUQUISACA SE PASA DE ASIENTO A ESTA VILLA


DE
POTOSÍ. MUÉSTRASE RIGUROSO CON LOS VECINOS, Y COMIENZAN
NUEVOS BANDOS Y ENEMISTADES ENTRE LAS NACIONES

Y A tengo dicho y declarado cómo ha-


biéndose fundado esta Imperial Villa
de Potosí, el corregidor de la villa de
Chuquisaca (que también se había fun-
dado seis años antes) consiguió asimismo el go-
bierno de entrambas villas. Y como el dicho co-
rregidor tuviese su asistencia en Chuquisaca
cia; aunque al segundo año de
esta Imperial Villa la real audiencia
fundación de
la
de Los Re-
yes proveyó un ministro con título de alcalde ma-
yor de la justicia, que por la tiranía de Gonzalo
Pizarro (que entonces estaba en su mayor fuer-
za) no pudo entrar en posesión hasta el año de
y 1548 que el presidente gobernador Pedro de la
Potosí (que está 20 leguas de distancia) puso Gasea pacificó este reino del Perú.
en él un su lugarteniente que administrase justi- Estos dos ministros y otro alcalde ordinario

123
Año 1364 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

administraron justicia con varios accidentes y dis- el serlotambién de ésta de Potosí. Pero habien-
turbios de esta Villa, hasta que en este año de do yo visto los librosde cabildo, y en ellos el
1564 el general Carrión, 1 corregidor (como ya catálogo de los corregidores que han gobernado
dije en otra parte) de la ciudad de La Plata y de esta Imperial Villa, no están en él el general Pe-
esta Imperial Villa, por motivos que significó al dro de Hinojosa ni el general Carrión, y sería
gobierno de Lima alcanzó el pasarse de asiento porque aún no se había formado su propio e
3
a esta Villa, que fue y ha sido ocasión de tantos ilustre cabildo.
disturbios y alteraciones de ella, pues por salir [68] La primera disposición del corregidor
aprovechados demasiadamente los corregidores Carrión fue nueva en esta Villa (como todos ha-
que a ella vienen, han hecho los más de ellos mil cen lo mismo cuando nuevamente entran en este
insolencias e injusticias, todo a fin de recoger cargo) pues
,
mandó se ejecutase lo que hasta allí
suma grande de plata. Mejor le estuviera a Po- ni aun se había imaginado: proveyó e hizo pu-
tosí (dicen Acosta y Méndez) el que les perma- blicar un auto, que atento a haber llegado a su
neciese su antiguo y primero gobierno, pues a un noticia cómo los indios que servían a los espa-
alcalde mayor de la justicia, que ponía el virrey, ñoles dueños de minas en el Cerro padecían gra-
le duraba el oficio tres años, y hoy un corregi- vísimos males y necesidades de hambre, desnu-
dor que por fuerza ha de venir de España, lo dez, malos tratamientos y otra mísera esclavitud,
menos que se está recogiendo dinero son 10 debía mandar y mandó que todos los que tuviesen
años, pues en estos tiempos ha habido quien se indios a su cargo en las minas, trajines o por
2 encomienda, fuesen obligados de allí en adelan-
esté más de 16.
Venido, pues, el corregidor Carrión (a quien te a que el primer día de los 12 meses del año

otros llaman Carrillo) a entablar su asistencia acudiesen cada uno de los dichos dueños de in-
en esta Imperial Villa, comenzó nuevamente su dios con todos ellos a las casas del corregidor
gobierno por febrero de este año, con tan mal para que los visitase por su propia persona; y
gusto de sus moradores y de los de sus contornos, juntamente fuesen asimismo obligados a dar ca-
que habiéndose hecho tan aborrecible no para- da español a cada uno de sus indios dos mar-
ron hasta quitarle lastimosamente la vida; y cos de plata todos los meses el mismo día de la
según Acosta y el capitán Pedro Méndez, su ava- visita, los cuales se habían de entregar en sus

ricia y codicia fueron causa de su muerte, a lo propias manos para comprar los mantenimientos
menos la material y aparente, porque son incom- y darlo personalmente a los indios, so pena de
prensibles y secretos los caminos y juicios de que si así no se hiciese serían multados por la
Dios. Y a la verdad es así que la avaricia y am- primera vez en 4,000 pesos de a nueve reales,
bición codiciosa son los más perniciosos y detes- por la segunda en 8,000, y por la tercera en per-
tables vicios que pueden caer en los que gobier- dimiento de los indios y demás bienes que tu-
3.
nan, porque demás de que los hace odiosos y viesen.
desamados de sus súbditos, es raíz y fuente de Alborotóse la Villa con este auto tan perjudi-
grandísimos males y pecados en los poderosos y cial a los vecinos como provechoso al corregidor,

cabezas de los reinos y repúblicas, porque de ella pues en sólo cuatro meses que por satisfacer su
salen y nacen las fuerzas, las injusticias, las ra- codicia se lo permitieron, de 4,000 indios que
piñas y cohechos, los rigores y crueldades, los había en esta Villa tributarios de españoles, a
pechos e intolerables exacciones, el no pagar dos marcos de plata cada uno, llegó a percibir
los servicios que al rey se hacen, el condenar los 32,000 marcos, sin que los desventurados indios
inocentes, el venderse los delitos, el codiciar y hubiesen sacado más provecho que añadírseles
tomar lo ajeno, las guerras, alborotos, bandos cada día un puñado de maíz y una manta y ca-
y muertes.
miseta que se les dio el primer mes, y por esto
Fue, pues, el general Carrión el segundo co- les doblaban sus dueños las tareas: tal fue la

rregidor de esta Imperial Villa, siendo el prime- avaricia y codicia de este corregidor.
ro (como quieren Acosta y Pasquier), el general No quisieron los españoles sufrir más aquellas
Pedro de Hinojosa, a quien los traidores mata- burlas, y así suplicaron el corregidor alzase de
ron en Chuquisaca (como tengo dicho en otra mano en aquella ejecución, que ellos tratarían
parte) siendo corregidor cuando aquella ciudad caritativamente a sus indios como hasta allí lo

era villa, y éste fue el que pretendió y consiguió habían hecho; y que pues estaba mal informado
por algunos mercaderes émulos suyos, se infor-
1. Parece que en la lista positiva de corregidores de Potosí no
hay lugar para este general Carrión, pues desde 1563 hasta mase más bien en público o en secreto de los mis-
1565 se suceden uno después de otro el licenciado Diego Álva- mos indios, y vería lo contrario. No quiso el co-
rcz, Gaspar de Saldaña y Diego Pacheco ("Lista de goberna-
dores de Potosí"). Los documentos oficiales coetáneos no re-
gistran el nombre del general Carrión. Cuando mataron a Hinojosa no se había formado aún el ca-
Hay una circunstancia peculiar en la Historia a este propósi- bildo de Potosí, formación que tuvo efecto después de la exen-
to: según ella casi todos los corregidores potosinos son "ge- ción de la Villa. Sólo a partir de 1562. I. 1 Potosí tuvo cabildo
nerales", lo cual está lejos de ser verdad ("Lista. .
." citada). propio a estar con la documentación positiva accesible ("Ex-
[M] tracto de los acuerdos del cabildo de Potosí"). Por consi-
2. Otra idea esencial de la Historia es la inquina contra los guiente, en 1565, año a que se refiere este capítulo, hacía
corregidores, sin duda como reflejo de un estado de ánimo tres que Potosí tenía cabildo y es un hecho que el general
popular, según se desprende del contexto mismo de la obra. Carrión no figura en los acuerdos como corregidor, por lo
[M] menos con ese nombre. [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 12 Año 1565
rregidor admitir la súplica, porque no era de Dios) y como este caballero no ignorase lo que
perder otra semejante cantidad, aunque fuese el corregidor haría, al punto convocó los
de su
sólo en otros cuatro meses. Por esto respondió nación y pidieron ayuda a los portugueses, que
por escrito que si tocante a aquel negocio le re- éstos por no ser muchos estaban vecinos en una
plicaban una sola palabra, luego al punto les for- calle corta. Así estando prevenidos llegó el co-
zaría a que exhibiesen la multa. Indignáronse rregidor,
y como
viesen a punto la resistencia
losdueños de indios y determinaron oponerse al soltó la capa (porque así le aconsejaron los su-
corregidor y a los vecinos mercaderes, que (por yos) y arremetiendo a la primera hilada donde
habérseles entrado la envidia a acompañar su estaban ocho portugueses en la mitad de la calle,
codicia) solicitaban llevase adelante la molestia los mataron a todos a balazos de arcabuz,
en los dueños de indios. y antes
mataron ellos tres de los contrarios con sus es-
Llegado el i 9 del mes de agosto de este año v
] Ganó el corregidor la calle y puer-
copetas. [68
(después de los cuatro meses de la contribución) tas de las casas de don Julián, de donde (viéndo-
fueron dos castellanos paisanos del corregidor a se [éste] con los suyos a punto de perderse) salió
casa de don Julián de Cúpide (donde estaban por delante animándolos con sola espada
y ro-
algunos extremeños portugueses) a decirle en- dela, y aunque
y punto fue herido de una bala
al
viase sus indios a la visita,
y como ya estaban en un brazo, acometió luego tan fieramente a los
llenos de impaciencia los que tenían indios, el castellanos y andaluces, que siguiéndole sus ex-
don Julián, arrebatado de la cólera, sacando un tremeños y algunos portugueses que habían que-
puñal mató a uno de los mensajeros dándole dado salieron a la calle y mataron con sus mos-
fieraspuñaladas por los pechos
y pescuezo. Lo quetes y arcabuces 14 de sus contrarios.
mismo hicieron los que allí estaban con el otro El corregidor, que supo esta matanza
compañero, que a palos y estaba
y coces le quitaron la lejos en la esquina, desesperado de conseguir su
vida. Arrastraron los cuerpos a la calle,
y al pun- intento se retiró a toda prisa dejando a unos
y
to llegó a noticias del corregidor el hecho de
otros matándose e hiriéndose como si hubiesen
aquellos hombres; el cual ardiendo en iras salió sido fieros enemigos. Continuándose tan san-
de su casa con los criados
y amigos que pudo grienta pendencia murieron otros nueve de una
recoger. Fuese para el barrio de los castellanos
y otra parte, y de entrambas hubo muchos heri-
y andaluces (que entonces eran todas aquellas dos. Retiráronse todos cansados de aquella cruel
cuadras donde ahora está la iglesia mayor, plaza refriega. Quedó tan escandalizada la Villa que
del Regocijo
y Casa de la Moneda hasta la fal- comenzaron a aborrecer al corregidor de tal ma-
da del Cerro), llamó a la voz del rey, a que acu- nera que conjurados ya para matarlo por los ban-
dieron todos con sus armas. dos que les había introducido, se vio obligado
Fueron con el corregidor más de roo hombres a salir huyendo volverse a Chuquisaca, de don-
y
al barrio
y casa de don Julián (que era extreme- de, llevado de la codicia, volvió al cabo de
15
ño, y con los de su nación vivían donde después
meses a esta Imperial Villa en ella lo mataron
y
se edificó la iglesia de San Juan de
y hospital como diré más adelante.

Capítulo XII

CONTINÚANSE en esta imperial villa los bandos y pendencias


SANGRIENTAS ENTRE LAS NACIONES, Y SEGUNDA VEZ QUITA DIOS
AL CERRO LA RIQUEZA DE SUS METALES

Aunque don Antonio de Acosta y el capi- ella manda al licenciado Arias de Aponte, que
tán Pedro Méndez dicen en sus historias a la sazón era alcalde mayor de la justicia, desar-
/ A que
los bandos
y pendencias que en me a las cuatro naciones abandalizadas, para el
-A- -A, capítulo pasado quedan dichas, tu-
el sosiego de esta Imperial Villa, le da el modo
y
vieron fin aquel mismo año después que salió
y traza (en una instrucción inserta) con que
huyendo el corregidor, porque los vecinos des- haya de ejecutar lo mandado para que no se le-
interesados procuraron se hiciesen las amista- vantasen contra su persona. Y
también le ordena
des, he hallado yo que llegaron hasta éste de
y manda que cuando por justicia no pudiere lo-
I 5^5>
P or una provisión de la real audiencia de grarse el castigo en don Julián de Cúpide, lo ha-
La Plata que hallé buscando ciertos papeles. En ga matar con sus propios indios prometiéndoles

125
Año 1565 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

entera libertad, pasándolos solamente a un tri- acertaron con el beneficio, que de este cuidado
1
buto moderado para el rey. les sacaba veta Descubridora (y otras
el ser la

Esta provisión con otras varias órdenes está que en aquel tiempo se labraban) de plata blan-
dada en La Plata en 8 de febrero de este año de ca y otros más dóciles.
1 565,
y P or est0 digo que l° s bandos y encuentros
A estos les sacaban los indios la ley con aquella
sangrientos de estas cuatro naciones duraron en ingeniosa invención de sus huayras (que dije en
esta Villa hasta este año. Y según los autos que el capítulo 4 de este libro IV) aunque no toda,
también están insertos en aquella provisión, he- porque si el cajón de metal (por lo que después

chos en esta Villa de Potosí por el dicho licen- se reconoció) era de 400 marcos de plata, saca-
ciado Arias de Aponte, se conoce claramente ha- ban solamente 200, y si era de 200 sacaban 100:
ber habido en el mes de marzo de este sobredicho si no es que (como dice Bartolomé de Dueñas)

año mayores disturbios y derramamiento de san- los mismos indios que lo beneficiaban escondie-
gre que el pasado, porque en dichos autos está sen para sí la mitad por la ocasión que para ello
una rigurosa sentencia contra don Julián de Cú- tenían, pues estaban solos ( sin el registro de es-
pide, Sancho de Aresti, Antonio de Oporto, Juan pañoles) en los cerros más altos del contorno
de Lamego y Agustín de Llerena, a los cuales donde más bien soplaba el viento; y se confirma
condena en pena de muerte; y más adelante por esto con lo que se vio cuando el excelentísimo
un bando manda generalmente, así a españoles señor don Francisco de Toledo, virrey de estos
como a indios y negros, que donde quiera que se reinos, mandó (estando en esta Villa) hacer la
hallaren y fueren vistos, ora les acometan entre experiencia en presencia suya de la misma mane-
muchos juntos o uno a uno, de la manera que se ra y con un poco del mismo metal que había
pudiere sean muertos y despedazados los dichos quedado, y sacaron más cantidad de plata que
don Julián y los otros por haber despreciado una la que antes sacaban los indios a solas.

provisión de la real audiencia y entrado con ma- Después se pasó el beneficio a los españoles y
no armada en casa del dicho licenciado Arias de la continuación e inteligencia, [y] con la mucha

Aponte, y sin respeto de la real justicia haberle experiencia que tuvieron salieron insignes bene-
muerto cuatro criados y que hubieran hecho lo ficiadores de metales de la nación que vulgar-
mismo con el dicho juez a no haberse ocultado, mente llaman criolla, sin que haya metal (varia-
ble, rico, pobre o rebelde) que sea, que no esté
y que haciendo otras insolencias en la Villa se
habían retirado al asiento de Porco, donde en sujeto a su sabiduría, pues le sacan toda la ley
compañía de muchos hombres de la nación extre- (poca o mucha) que tiene con diversos materia-
meña y algunos portugueses estaban haciendo les que son para aquel propósito y declararé
bravatas y amenazando a la justicia, por lo cual algunos en otra parte. En aquellos tiempos total-
da permiso a cualesquier personas para que los mente no se atinaba con el beneficio de los meta-
maten: y juntamente que si dentro de tres días les negrillos y otros semejantes, y así las minas

no salieren por destierro de la Villa todos los an- que daban en tales géneros las desamparaban,
daluces y portugueses (como lo tiene promulga- como desampararon en este año que vamos refi-
do en el bando) puedan asimismo matarlos y riendo muy ricas labores, aunque todo fue (por
tomar sus haciendas en premio. Y
según todo lo lo más cierto) permisión de Dios quitar la oca-
referido conforme está en los autos que tengo sión de sus ofensas; mas nadie reconocía que era
muy bien vistos, pasaron estas alterajYqJciones por este camino y así sólo clamaban al Señor pi-
diéndole nuevas riquezas.
y derramamientos de sangre hasta este año de
1565, y no sé cuál sea la causa de que los que ¡Oh descaminados y contumaces deseos de los
han escrito los sucesos de esta Villa lo dejan de hombres, que por el contagio de la culpa os pro-
contar, aunque sólo Bartolomé de Dueñas lo curáis la pena! Si la piedad de nuestro gran Dios
apunta. no contradijera nuestra propia pretensión, sólo
Pero todos en conformidad dicen que por fal- concediendo los arbitrios a nuestros deseos nos
tarles la caridad y despedazarse los unos a los castigara. ¿A cuántos, permitiéndoles el Señor de
otros como crueles fieras, les quitó Dios segunda toda la riqueza que le piden, les quitó el sueño
vez en este año a los moradores de Potosí la ri- y la quietud que tenían y les dio envidiosos y
queza de los metales de su Cerro. Cuéntanlo más ladrones? ¿Cuántos le importunaron por digni-
2
largamente Acosta y Méndez, y declaran cómo dades y honras, a quien envió con ellas el despe-
en el mes de mayo de este año repentinamen- ñadero y la afrenta? ¿Qué mujer no le pide y
te en unas labores bajaron de ley los metales y ruega con vehemencia le dé hermosura, sin ver
en otras dieron en el género de negrillos y no que en ella consigue el riesgo de la honestidad
y la dolencia de su reputación?
¿Qué mancebo
1. Los documentos de la audiencia de La Plata no registran no desea gentileza y donaire con ella adquiere
y
nada a este respecto. El tribunal era puntillosísimo en cuanto
a las formalidades judiciales y sería monstruoso que, si se el aparato para adúltero y los méritos para des-
expidió tal provisión, ella incluyese semejante cláusula. Es honesto ? Si el hombre más presumido de su acier-
obvio que aquí hay una yuxtaposición de la irrealidad sobre la
realidad, con la circunstancia de que se trata de una referencia to, a instancias de su conciencia paseare alguna
documental. [M] vez la verdad por los tránsitos de su vida y por
2. Don Antonio de Acosta, libro IV, capítulo i; el capitán Pe-
dro Méndez, segunda parte, capítulo 8 [A].
los corredores de su espíritu, hallara que ha sido

126
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 12 Año 1565
ruina de su alma cuanto por sí ha fabricado en modo
este lo demás, así
de mantenimientos como
ella, y contara en su salud tantos portillos como los otros géneros de mercería, pues como afirma
edificios. No saber desear y arrojarse a pedir es el dicho autor Pedro Méndez valía entonces una
delito espiritual, esnecedad humana. Bien acier- vara de paño de Castilla 50 pesos,
y él mismo
ta quien sospecha que siempre yerra. Quien para dice lo siguiente: "En cierta ocasión vine a esta
los negocios con Dios recusa sus deseos, sabe con- villa del asientode Berenguela (y traje 8,000
testar la demanda ajustada a la ley de Dios, que pesos que allí busqué con harta fatiga mía) a
es por la que se juzga;
y como sola una ley re- comprar algunos géneros para vestirme; lo pri-
y
sume los derechos del cielo, no padece equivoca- mero que compré fue una espada, daga puñal
ciones ni menos consiente trampas. y
en 1,000 pesos, y un sombrero razonable en 500;
Comenzóse a sentir tan de veras por todos los una pieza de holanda en 500, 10 varas de paño
y
habitadores de estos dilatados reinos la falta de de Segovia compré por otros 500 pesos, más otro
metales en este Cerro, o [de] riqueza vestido de seda con guarniciones me costó 2,000
y acierto
de beneficio en ellos, que se reconoció más bien pesos”.
que hasta allí ser Potosí la base sobre que esta- Menudencia parece ésta para historia tan gra-
ban fundadas sus felicidades. Cesaron por la ma- ve; pero la historia es
si maestra de la vida huma-
yor parte los muchos y exorbitantes gastos de na, hasta estas poquedades ha de sufrir para
esta Imperial Villa,
minoraron los gastos de bas- que se vea a lo que llega la codicia de los mer-
timentos y ropa: aquel valor de dos cabezas caderes cuando ellos reconocen abundancia de
de ganado mayor, una vaca toro, que traída de mosca [dinero] en los compradores falta de gé-
y
y
muchas [69'] leguas compró el licenciado Arias neros; pues aquellos que en aquel tiempo se
de Aponte por cantidad de 2,000 pesos de a nue- vendían por tan excesivos precios son los mismos
ve reales, para que multiplicasen en unas tierras que ahora se compran tan baratos. Verdad es que
que compró en el valle de Mataca, siendo las en esta Villa de Potosí jamás dejan de ser los
primeras cabezas que en él entraron; aquel valor mercaderes crueles enemigos del bien de los po-
de una oveja del Perú (que así las nombraron bres, codiciosos
y sumamente ambiciosos; pero
los españoles, dan el nombre de
y los indios les en comparación de aquellos excesivos precios son
llamas) que para el mantenimiento ordinario muy cortos los de ahora. También lo ocasionaba
se compraba por 20 pesos
y ocasión hubo que se la abundancia de plata que entonces había
en
compró por 30, y éstos eran los machos para esta poderosa Villa, que al presente se experi-
cargar y trajinar con ellos, que en aquella sazón menta mucho descaecimiento en las minas de su
se les había vedado a los españoles lo que tan
mal Cerro.También se debe haber declarado lo dicho
introducido tenían de que los indios cargasen porque es gran gloria de nuestros españoles mo-
de un pueblo a otro lo que habían menester. radores de Potosí, pues en tan poco tienen siem-
(Cargan estos brutos ordinariamente cinco o seis pre el dinero que como tengan necesidad
de
arrobas,
y en aquellos tiempos fueron de gran cualquier género lucido en ninguna cosa lo es-
provecho a los españoles porque no abundaban timan, aunque en este particular es muy digno
otras cabalgaduras,
y en éstos lo son para los de nota el desorden de los trajes
indios.)
y aderezos de
casa y otros embarazos en que siempre se han
Minoraron asimismo los excesivos precios de metido los de Potosí, la vida ociosa de las mu-
y
algunos animales de cerda que con sus hembras jeres peligrosa para la honestidad
se compraron varias veces por 1,000 pesos, y profana,
y le- que no tratan de más que galas.
choncillos hubo que antes de este año se com-
tán blanco a 3 pesos vara; 6 frazadas de Castilla
praron por 200. Arroba de vino por a 13 pesos y
30 pesos, 4 tomines cada una; 12 varas de tafetanes de colores a
3 pesos
hanega de trigo por 40 y 2 tomines vara; 10 varas de tafetán blanco a 3 pesos vara; 6
y a veces por 80, un frazadas de Castilla a 13 pesos
cuchillo por seis pesos, una gallina por otros seis, y 4 tomines cada una; 12 va-
ras de manteles de doce cuarteles a
4 pesos y 6 tomines vara; 10
un huevo por dos reales, un pliego de papel, cuyo varas de servilletas a 1 peso
y 2 tomines vara; 12 caminas de
rúan a 4 pesos y 4 tomines; 2 docenas de cuchillos de
valor asentado eran cuatro reales, ocasión hubo belduque
y a 9 pesos docena; 6 espejos de acero redondos a
2 pesos cada
(según lo cuenta el capitán Pedro Méndez 3 co- uno; ó pares de borceguíes a 2 pesos
y 6 tomines; 6 libras de
hilo de acarreto a 2 pesos
mo testigo de vista) que valió un peso. Y a
y 4 tomines; x docena de tijeras
de despabilar a 5 tomines; 8 gorras de paño a
2 pesos y 4 tomi-
nes cada una; 10 varas
3- Méndez, segunda parte, capítulos y una tercia de paño blanco a 9 pesos y
9-10. [A] 4 tomines; 6 varas de paño amarillo a 9 pesos y medio; 8 varas
Los precios que dan Méndez
y Arzáns están hinchados en de terciopelo carmesí dos pelos a 13 pesos;
forma típicamente potosina. El extracto siguiente, 3 varas y dos ter-
preparado cias de terciopelo azul
y 6 varas una tercia del conocido a xx
por Gunnar Mendoza, da una idea de los
precios en 1559 pesos y 4 tomines; 8 varas de terciopelo pardo a
según los protocolos notariales de Potosí: 11 pesos y
medio; 1 libra de seda a 25 pesos
0 ^'£ ac ¡ón. Juan Barba, mercader, morador en la y 1 tomín” (Archivo Na-
cionaj de Bolivia, Sucre, Escrituras públicas, Lázaro
ciudad de La Plata, estante en este asiento de minas de del Agui-
Potosí, la, año 1559, f. cccclxvi). Ver también
la "Carta de obliga-
en favor de Pedro Álvarez de Campos, mercader, ,
morador en ción: Juan de la Torre, mercader, morador en
Potosí, en favor
dicho asiento, y de Diego García Gorvalán, mercader,
estante, de Diego Núñez Pérez, mercader, por 11,855 pesos corrientes
por 2,000 pesos corrientes de
4 pesos el marco en razón de las por una cargazón de mercaderías” (ibid., f. dxxxvii) la
"Carta
mercaderías siguientes: 14 varas de palmilla blanca a de venta: Diego Rodríguez, mercader, morador en
;

6 pesos y Potosí, a
4 tomines; 11 varas y 2 cuartas de palmilla azul a Pedro Barroso, mercader y morador asimismo, ciertas mer-
6 pesos
y 6 tomines; 13 varas y cuarta de grana a 16 pesos; caderías " (ibid., Escrituras públicas, Reinoso,
23 varas
de paño pardo a u pesos vara; 16 varas de paño negro a 12 1559, f. lxxi).
La audiencia de La Plata informaba al rey en 1562 II, que
pesos vara; 100 varas de rúan a .
1
8 pesos y 2 tomines vara; "en Potosí valen las cosas cuatro veces más que en Lima
15 varas de terciopelo negro a 12 pesos vara; 30 varas de ta- ordi-
nariamente y cuando más barato valen doblados”. Levillier,
fetanes de colores a
3 pesos y 2 tomines vara; 10 varas de tafe- Audiencia de Charcas, I, 66. [H]

127
Año 1566 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Volviendo, pues, a los efectos que causó la enriquecer todo el Perú y toda tu España, y en

falta de ricos metales, digo (prosiguiendo) que esto ha de gastar muchos años. También me
también cesaron en esta Villa los comercios, detu- habéis de creer que todos estos rededores están
viéronse los mercaderes de España y los que se llenos sus cerros de plata, y todo os lo ha de dar
volvieron perdieron la mitad del precio que su el gran Dios que vosotros y yo adoramos”. Estas

codicia imaginaba sacar. Los vecinos de esta Im- y otras razones dijo el cacique, con
que admiró y
perial Villa reprimieron su prodigalidad y ceñi- alegró a los españoles (como dicen Acosta y
dos en los gastos no trataban de superfluidades. Méndez) De aquí se originó en Potosí la cantiña
.

Y como todos participaron de esta falta les cupo que decía;


a los indios mucha parte de necesidad, aunque "Si Potosí se os acaba,
(con más experiencia y conocimiento que los es-
acudid luego a Andacava;
pañoles) daban grandes esperanzas consolando
si os faltare Potosí
a todos, diciendo que en ahondándose más las
ahí tenéis a Tollosí;
minas darían mucha más plata que hasta allí
si Potosí se acabare
habían dado. Y con esto no cesaban de escoger
comenzará Carecare”.
de las tierras, gabarros y desmontes lo que en-
tendían tener algún provecho, y así mantuvieron Y así fueron ensartando y nombrando otros mi-

no sólo esta Villa, mas también todo el Perú y nerales cercanos, los cuales dieron y dan hoy su
cargadores de España, que éstos siempre son los plata para ayuda de la infinita que sale de Potosí,
que destruyen este reino, pues si toda la plata que aunque no con la abundancia y permanencia que
en aquellos 20 años había dado Potosí no saliera este riquísimo Cerro.
del reino llevándosela ellos, repartida entre sus Por más infeliz que a otro ninguno tuvo esta
moradores españoles cada uno estuviera muy des- Villa de Potosí, a este año de 1565, por haber
cansado. comenzado en él segunda vez la falta de riqueza
Finalmente los indios daban esperanzas de que en los metales de su Cerro, que se continuó por
volveríael Cerro [70] a dar mucha plata y asi- tiempo de cinco años, y al cabo de ellos (como
mismo que cuando el verdadero Dios (decían) diré más adelante), volvió la divina providen-

quisiese, se descubrirían muchos y muy ricos cia a darles tercera vez con indecible abundancia
minerales en contorno del Potosí; como entre
el la riquezade sus minas, que sin más intercaden-
otros lo dijo el indio cacique don Pedro Cusí cias hastahoy permanece.
Tambo, estando con los españoles en la plaza En este mismo año adquirió esta Imperial
de esta Villa, que lamentándose [éstos] del des- Villa su escudo de armas (sobre las que tenía
caecimiento de las minas del Cerro les dijo: "No dadas por el emperador Carlos V) por el rey
os aflijáis, viracochas, que al Potosí lo crió Dios don Felipe II, y le confirmó este prudentísimo
para vosotros, porque así lo sabemos mucho tiem- monarca la nueva formación de su ilustre cabil-
po ha y es un cuerpo aquel Cerro que si en do concediéndole (como queda dicho) las mis-
tantos años os ha dado en plata un solo dedo, mas preeminencias que tiene el de Sevilla, cuya
9
de tan grande cuerpo podéis esperar que para cédula fue dada en el Bosque de Segovia en i
acabaros de dar un solo brazo ha de tornar a de agosto de este dicho año.

Capítulo XIII

DEL CASTIGO QUE DIOS EJECUTÓ EN ESTA VILLA EN UNOS INDIOS


SODOMITAS, Y DE CÓMO EN ESTE MISMO AÑO FUERON HA-
LLADOS EN LAS MINAS DE SU RICO CERRO ADMIRA-
BLES SECRETOS OBRADOS DE NATURALEZA

A PRINCIPIOS de este año de 1566 (según nás, bárbaros que aún hasta estos tiempos no
/% los que escribieron de esta Imperial Vi- han recibido nuestra santa fe aunque se mues-
i \ lia,
y particularmente el
capitán Pedro tran amigos y comercian con los españoles.
Xque
-X. Méndez, que fue testigo de vista) dicen
un ejemplar cas-
ejecuté) la divina justicia
Eran dos y entrambos casados, y (como des-
pués declararon algunos católicos indios) eran
tigo en unos indios. Éstos eran naturales de To- apóstatas y se habían vuelto a las costumbres de
mina, según Acosta y Pasquier, aunque Méndez sus padres, que era la idolatría y otros pecados
dice se verificó después del castigo ser chirigua- muy sucios. Entre ellos cometían el pésimo y
128
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 13 Año 1566
abominable nefando, y por no tener impedimento que aquellos eran avisos de algún gran castigo;
en tan grave maldad se salían de esta Villa pedíales la enmienda, y no podía nada en su
y se
iban unas veces al Arenal, otras a Tarapaya, dureza. Otras noches se continuaron estos avisos
y
otras a Carachipampa: allí cometían el pecado
y el buen cura les exhortaba ponderándoles ser
varón con varón, y mujer con mujer. Un día, amenazas del cielo, y el fruto que cogía era el
irritada la divina justicia, estando estos maldi- que le dijesen oprobios y multiplicasen blasfe-
tos en el Arenal (un cuarto de legua de esta mias, diciendo que aquellos fuegos eran de sus
Villa) repentinamente se oyó un trueno espan- ídolos irritados de que adorasen a Cristo.
toso a las 10 del día,que atemorizó a todos sus Una noche al fin llamaron al cura fuera del
moradores de modo que en más de una hora no pueblo para que confesase un indio que se mo-
volvieron en sí. Pero pasado aquel sobresalto ría; el buen pastor salió a confesarlo
y y a curar
sabiendo que el terrible rayo había caído en el su oveja, llevando a su indio sacristán. Hizo su
Arenal, fueron al paraje muchos españoles e oficio, confesóse el enfermo,
y volvíase a su casa.
indios, llevándolos Dios para que viesen el es- Caminó hasta el paraje de su pueblo, y no le
trago de su justicia por la malicia del pecado. hallaba: iba por la una parte, volvía por la otra
Llegaron, pues, y vieron que los dos indios esta- dando vueltas, y no le divisaba ni él ni su sacris-
ban en la misma forma que cuando cometían tan tán,aunque éste le decía que aquel era el estelaje.
grave culpa les cogió la muerte, pero hechos pe- Desmentíale el cura diciéndole que cuándo junto
dazos los huesos y saliendo humo de sus cuerpos, al pueblo había habido lagunas,
y que allí veían
dando horror a cuantos lo miraban; las indias dos, una cerca de la otra,
y que la barranca del
estaban de la misma manera de modo que no es pueblo se había tornado en un cerro tajado. Ad-
y
para declarado, desnudos sus abominables cuer- mirábanse el cura y sacristán porque todo lo veían
pos, renegridos del fuego que los había abrasado trocado, tanto que lo juzgaron por encanto. Así
y manifestando el que abrasaba sus almas en los pasaron la noche aguardando a oir si ladraba
infiernos. Las justicias mandaron abrir una hoya perro o cantaba gallo,
y no oían voz, ruido ni
algo apartada de aquel lugar,
y apenas hubo in- clamor. Fue amaneciendo, tanteaban el camino,
dios [7o 7
} que en ella los quisiesen sepultar: las señales
y el pueblo, y no veían más que una
tal era el horror que a todos causaba. altísima quebrada,
y en lo bajo dos lagunillas
En este mismo año (como refiere el muy reve- como cenegales, sin que en lo alto se viese rastro
rendo padre maestro fray Antonio de la Calan- de población. Salió el sol, y perdía el juicio el
cha) / sucedió el estrago del pueblo de Ancoanco, cura creyendo ya era acción diabólica de aquellos
que estaba poco más de dos leguas de la ciudad hechiceros. Creció la admiración viendo que no
de Chuquiabo, porque sus indios cometían el parecía persona viviente ni animal muerto o
mismo pecado. Era antes de esto doctrina de reli- vivo. Pero ¿cómo lo había de haber, si mientras
giosos de nuestro padre San Agustín, buen cura fue a la confesión del indio enfer-
y por ver el
que aquellos indios eran "grandes idólatras mo, abrasó la justicia de Dios hundió pueblo,
y y
públicos sodomitas, añadiendo a esta contumacia barranca y sodomitas al infierno, sin que quedase
el ser blasfemos contra la ley de Cristo un alma, ni animal casero, ni del campo, que
y contra el
sacerdote que los doctrinaba”, se trató en capí- pareciese? Hundió
paredes, alhajas y pueblo sin
tulo el renunciar esta doctrina, porque el padre dejar cosa alguna. Quedaron solamente
al igual
fray Baltasar de Contreras, gran siervo de Dios, del camino real las dos ciénagas a modo de la-
que los doctrinaba y que tanto trabajó en la con- gunillas asquerosas, como sucedió en Sodoma
versión de aquellos idólatras sodomitas, no ganó para memoria del delito y de la pena. Hallaron
un palmo de tierra su solicitud. Hecha la renun- viva sobre un monte a una niña indiecita de 10
cia por los padres, "el obispo puso en este pue- a 12 años, y admirados de verla viva
y en aquel
blo un clérigo, que por el suceso se colige era paraje le preguntaron cómo se había librado
sacerdote virtuoso que se ocupaba en el cuidado del castigo de su pueblo,
y y respondió que viendo
de su obligación”. Conoció el riesgo de aquellos que el fuego iba abrasando tan aprisa a todos,
indios y procuró el remedio, [mas] no aprovechó llamó en su favor a la madre de Dios, vio venir
y
con sus amenazas empeorando cada día en sus una señora muy blanca y hermosa como española,
reincidencias.
y cogiéndola por la mano la había librado. Mejor
Estaba
el pueblo sobre un alto en una barran- ángel sacó a esta niña que a Lot: privilegios de
ca,
y una noche se vieron llamaradas de fuego la inocencia
y prestezas de los socorros de María
alrededor del pueblo. Los indios aunque los mi- santísima; a esta niña veneraban todos como a
raban atónitos poco o nada los conmovía, que bendita. En estas dos ciénagas afirmaban indios
cuando ceguedad y obstinación se apodera de
la
y españoles (y los religiosos que asistían por allí
los pecadores nada es bastante a reducirlos a la después de muchos años) que se criaban unos
razón y temor de Dios. El buen cura les significó pescadillos negros con alguna semejanza huma-
na, feos y de malísimo hedor. Los más que pasan
1. El padre maestro fray Antonio de la Calancha, Coránica de
por aún hasta hoy, platican el desdichado su-
allí,
San Agustín del Perú, libro II, capítulo 39. [A]
Lo que sigue hasta el f. 71 es copia en parte literal ceso, por ser junto al camino real que pasa
y en [71]
parte libre de Calancha en el lugar citado. [M] a esta Villa de Potosí
y a las demás tierras de

129
Año 1566 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

arriba. Algunos años, hasta que el indio sacris- cruz (como cuentan Acosta y Méndez), en la
tán murió, estaba muy
viejo y con un bordón mina de Centeno (que es con la de Cotamito y
pidiendo limosna a los pasajeros, diciendo que otras, de una misma veta) quebrando un gran
a él solo y a una niña les había dejado Dios cuan- trozo hallaron una plancha de metal blanca, re-
do aniquiló su pueblo, quedando libre de aquel donda como una luna cuando se muestra llena.
lastimoso castigo, porque él solo no había sido En ella se veía obrada de naturaleza una imagen
culpado en el delito. 2 de la Concepción de Nuestra Señora la Virgen
Habiendo visto el estrago que hace Dios en los Santa María, con el rostro y ojos levantados para
abominables pecadores, pasemos ahora a ver arriba y las manos arrimadas al pecho. Cosa por
secretos admirables que mediante su divina pro- cierto admirable (dice el capitán Pedro Méndez)
videncia ha obrado la naturaleza como se mani- ver esta imagen formada de menudísimas líneas
festó este año en el riquísimo Cerro de Potosí. de plata blanquísima, con tanta perfección que
Por el mes de febrero de este año de 1566 ni el más aventajado artífice del orbe la pudiera
(como cuentan Acosta y Méndez), entrando imitar en obra. Esta preciosa imagen fue colocada
acaso a la mina nombrada Cotamito un minero en la misma mina donde se halló, en lugar decen-
español con dos negros y cuatro indios a buscar te en un nicho de plata, a quien los indios y mi-

algún razonable metal, toparon con un gran tro- neros veneraban con suma devoción, y así de día
zo: hicieron la quiebra, y dentro hallaron for- como de noche le tenían sus velas encendidas.
mada de naturaleza una hermosísima cruz de Pagábales la divina señora la devoción que tenían
plata blanca en seguidas y delgadas hebras, y a su imagen, librándolos de grandes peligros en
en los brazos y pies unas listas de color rosicler. que a cada paso se ven en las minas. Allí estuvo
Servíale de peaña (como dice Acosta) un globo hasta el año de 1612 que Cario Corzo de Cesa
pequeño a manera de una lima, en cuyo pezón se [Leca], 3 alcalde mayor de minas de este riquísi-
levantaba la santa cruz del género de metal que mo Cerro, mostrándose celoso de la devoción (si
llevo dicho, siendo el de la peaña de color ber- no fue de la codicia), diciendo no ser decente
mejo con muchas listas de varios géneros de me- aquel lugar para tan preciosa imagen se la llevó
tal todos de plata. El tamaño de la cruz (según a su casa, y sin duda le daría algún cajoncillo por
el padre maestro Calancha y Acosta), era de una nicho, pues de allí a algunos meses se fue a Es-
tercia, aunque otros dicen media vara, y la peaña paña con ella, aunque al cabo de algunos años
(que Méndez y Acosta dijeron ser un mundo) volvió a esta Villa y ejercitó el mismo oficio de
dicen otros era del tamaño de una cabeza grande alcalde mayor de minas.
de hombre: que en muchas noticias ordinaria- Desde el punto que fue hallada esta imagen,
mente no son fáciles de concertar los autores en creció la devoción de los indios y mineros en tanta
las circunstancias. Fue cosa admirable en toda la
3. Existe abundante información sobre los beneficios inven-
Villa la hallada de esta preciosa joya: inestima- tados por Carlos Corzo. Un ejemplo es la "Información y
ble prenda, sagrada insignia de nuestra redención autos sobre el nuevo beneficio de los metales, lamas y relaves
que descubrieron Carlos Corzo y Juan Andrea Corzo, 1587",
y arma segura y fuerte para defensa de nuestros con el 9
N
65 en el extenso y valioso volumen de manuscritos
enemigos que quiso Dios formase naturaleza de la Biblioteca Nacional, Madrid, "Descubrimiento del Po-
tosí y otras minas”, f. 274-308, así como los Nos. 61-64 (f.
de precioso metal en las entrañas de este rico 249-273) y Nos. 66-75 (f 309-413) en el mismo volumen.
Cerro. Tuviéronlo todos por feliz presagio de La nueva invención no se impuso de inmediato. El virrey
conde del Villar se mostró indeciso e informó al rey en 1588.
que volvería la divina y poderosa mano a dar IV. 25, que el procedimiento de Corzo exigía más maquinaria
nuevamente al Cerro abundantísima riqueza, y azogue, de suerte que era incierto si iba a aumentar o dis-
minuir los reales quintos y que el asunto continuaba en estu-
como sucedió después, que sin más intercaden- dio: Levillier, Gobernantes del Perú, XI, 55-57. El contador
cias se continuó la saca de poderosos metales. Tristán Sánchez recomendaba al virrey don García de Men-
doza en 1590, noviembre, “que nadie sea permitido de usar
Esta preciosa cruz (como dice el padre maestro hierro sino solamente azogue” (Archivo de Indias, Patronato
fray Antonio de la Calancha) fue llevada a Es- 238. No. 1, ramo 9). Carlos Corzo envió una carta de queja al
virrey en 1590. II. 4, en la que pide ayuda, describe el nuevo
paña como obra especial de naturaleza, y que beneficio, dice que gastó en él un año y más de 30,000 pesos;
la tienen en Barcelona en el convento de San que los dueños de minas e ingenios le prometieron 100,000
pero el cabildo de Potosí redujo la suma a 40,000; que la au-
Agustín. diencia de La Plata por primera sentencia mandó darle 20,000,
A los dos meses que fue hallada esta preciosa y que el virrey escribiese a la audiencia se haga justicia y se le
den indios para sus ingenios ( ibid ., Lima 273, f. 170).
2. Si bien Arzáns cita a Calancha al comienzo de este episo- Corzo no era evidentemente un hombre que se rindiese con
dio, no dice que todo él está copiado casi literalmente de la facilidad. En 1600 presentó un detallado memorial sobre sus
Coránica. servicios (Archivo de Indias, Charcas 51) que fue remitido a
Tratándose de fuentes impresas, es factible el cotejo con la España en 1600. XII. 26 por la audiencia de La Plata con una
Historia para el establecimiento de las conclusiones correspon- vigorosa recomendación para que se le diese el oficio de alcal-
dientes; pero lo más de la Historia en esta primera parte, a es- de mayor de minas de Potosí (Mendoza, "Documentos de mi-
tar con las citas de Arzáns, está tomado de fuentes no sólo nas”, No. 217), que finalmente obtuvo en 1609 por seis años
inéditas sino perdidas, como los libros de Méndez, Acosta, (ibid., No. 287). Continuó también ocupándose en invencio-
Dueñas. Sobrino y Pasquier. Se plantea, pues, por propia nes y mejoras para las minas, como puede verse en la real cé-
gravitación un problema: ¿Qué es y no es de Arzáns en la dula dirigida al virrey del Perú y la audiencia de La Plata en
Historia en estos años? Claro que previamente habría que 1607.XII.10 para que envíen informes sobre el ingenio y mo-
establecer la existencia real de dichos autores y sus libros. Si delo que Carlos Corzo, de Potos!, ha descubierto para moler
esas fuentes existieron en verdad, Arzáns queda principal- los metales, si se podrá usar de él y de un horno para secar los
mente como un mero transmisor de episodios ajenos en la ladrillos de los metales negrillos que dice hará, así como lo
primera parte de la Historia; si esas fuentes no existieron, que costará ponerlo en ejecución (Archivo de Indias, Charcas
Arzáns deviene el creador o recopilador de esos episodios tra- 416, libro II, f. 237-238).
dicionales. [M] Finalmente en 1610. 1 16 dio un extenso y valioso testimo-
.

130
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 13 Año 1566
manera, que en todas las minas descubiertas las tronco la imagen de Cristo crucificado, la cual
y
que en adelante se descubrieron, colocaron dentro fue hallada (como en dicha historia se refiere),
en los cruceros la imagen de la Concepción de entre lo espeso de una montaña estando cortando
Nuestra Señora, y desde aquellos tiempos todos cantidad de madera para edificios. Otros secretos
los años, víspera de la Natividad de Cristo Nues- semejantes pudiera referir de los que se han ha-
tro Señor, las bajan en procesión a las iglesias de llado en varias partes de estas Indias Occidenta-
la Villa, cada mina con sus indios, en que la de- les, pero baste aquí lo dicho, pues los han escrito
voción les atrae competencias como diré en otra otras mejores plumas.
parte rnás largamente, cuando trataré de la suma En
este mismo año de 1566 5 se descubrió en
veneración que tienen los indios al culto divino. peruano reino uno de los metales en gran
este
Otros secretos admirables de naturaleza se han manera provechoso para sacar la plata por bene-
hallado en este rico Cerro, como se verá [7V} ficio, que fue el azogue, que hasta allí no se
adelante. También se han descubierto y hallado usaba de él para el efecto. Este metal de azogue,
en varias partes de estas Indias otros muchos se- como es notorio, se halla en una piedra que jun-
y
mejantes secretos, en que Dios ha mostrado el tamente da el bermellón, que fue en gran manera
amor que las tiene, pues habiéndolas sacado del estimado de los antiguos y llamado minio. Pli-
cautiverio del demonio convertido sus naturales nio 6 refiere que los romanos lo tenían por cosa
y
a la santa fe católica, quiso también se conociese sagrada y con él teñían el rostro de su dios Júpi-
cómo desde tiempos antecedentes las tenía esco- ter
y los cuerpos de los que triunfaban, y los de
gidas para que en ellas fuese conocido adorado, Etiopía teñían con ello solamente los ídolos: los
y
según los secretos e instrumentos admirables de gobernadores de los romanos lo estimaban
nuestra salud, que por disposición divina formó tanto que no consentían que se beneficiase en
con tanta perfección naturaleza tan impensada- España, sino que así en piedra como se sacaba
y
mente fueron halladas por los españoles allá en de la mina se llevaba sellado a Roma donde lo
las más escondidas entrañas de la tierra. En el beneficiaban, y llevaban cada año de España a
asiento de Lipes no ha muchos años que se halló Roma como 10,000 libras de bermellón, y esto
una imagen de la Concepción de Nuestra Señora, lo tenían por extremada riqueza,
y de ninguna
de la misma manera que en este Cerro de Potosí, otra parte sino de España se sacaba, especialmen-
aunque aquella de los Lipes no estaba formada te de la Andalucía, donde había muchos pozos
en plancha redonda sino en un mediano trozo de él.
de metal rico. En
este peruano reino los indios en tiempo de
Y no sólo se han descubierto estos secretos en su gentilidad labraron muchos años esta calidad
los metales
y entrañas de la tierra, mas también de pozos o minas, solamente para sacar el ber-
en los árboles y troncos que nacen a la vista, mellón, porque ellos usaban de él (como los ro-
pues habiéndose traído en cierta ocasión de la manos y etíopes) sin tener noticia del azogue,
Frontera un desmesurado cedro para cortar unas hasta que poseyendo ya el reino los españoles
y
tablas, aserrándolo por el medio se descubrió pasados más de 40 años, gobernándolo el licen-
formado un corazón que tendría una cuarta, en ciado Lope García de Castro como gobernador
4. y
él todas las sagradas insignias de la pasión de de este reino y presidente de la real audiencia de
Cristo Nuestro Señor de sólo unos visos que del Lima este año de 1566, vino a poder de Enrique
mismo cedro salían, pero tan claros que de lejos Garcés, 7 portugués, un pedazo de este metal co-
se gozaba con más ventaja que de cerca. Véase lorado; y como sabía que el azogue salía del
la Historia del reino de Chile por un docto je- mismo metal que el bermellón, fue a ver las
4
suíta,
y en ella se verá figurada en un grueso minas e hizo la prueba y halló que eran minas
nio sobre la decadencia de Potosí
y los remedios necesarios pa-
de azogue, con la cual ocasión se descubrieron
ra la recuperación de las minas (Mendoza, "Documentos de
v v
minas”, No. 288, f. I5 -i8 ). [H]
otras muchas del género, particularmente las muy
Véase también infra, libro V, capítulo 24. nota 2.
Entre las personalidades de la historia colonial potosina, 5. Todo lo que sigue hasta el final del capítulo es una adición
Carlos Corzo de Leca (su firma autógrafa dice Leca
y no Cesa en el ras. de Brown, una de las pocas adiciones de este tipo
como escribe ía Historia ) es una de las que necesitarán un es- de material descriptivo o narrativo, pues según hemos adver-
pecial tratamiento biográfico por su carácter representativo, co- tido (supra, libro I, capítulo i, nota
mo metalúrgico, como funcionario de minas, como comercian- 24) casi todas las adicio-
nes son de tendencia moralizadora. [M]
te (fue socio en la compañía formada con
Juan de Pendones 6. Plinio, Historia natural, libro XXXIII, capítulo 7. [A]
y Francisco de Guzmán para la trajinería de azogues entre 7- Sobre esta interesante figura portuguesa de la historia his-
Huancavelica y Potosí: Mendoza, "Documentos de minas”, No. panoamericana temprana, véase el valioso estudio de Lohmann
iii ), como dueño de minas e ingenios, como viejo vecino de Villena, "Enrique Garcés, descubridor de mercurio en el Perú,
la Villa, y, en fuerza de todo eso, como profundo conocedor poeta y arbitrista”, y Hanke, "The Portuguese in the Spanish
de las cosas más esenciales de Potosí. Además, Corzo es una Empire, with Special Reference to Potosí”.
figura representativa en el aspecto de la contribución de los ex- Está por escribirse la historia circunstanciada del nuevo pro-
tranjeros en el extraordinario fenómeno histórico de Potosí, cedimiento. Entre los documentos existentes pueden verse el
tema que no cuenta con un estudio esclarecedor en este decisi- informe de José de Acosta al presidente del Consejo de Indias,
vo capítulo de la historia hispanoamericana. Juan de Ovando, en 1574. III. 20, sobre los cambios radicales
A estar con la Historia Carlos Corzo de Leca murió en la introducidos en Potosí por el uso del azogue que suscitó au-
gran inundación de Potosí de 1626, pero este dato hay que to- mentos de salarios, nuevos descubrimientos
marlo con reserva en razón de las peculiaridades del texto en y nuevas necesi-
esta primera parte. Corzo, que a comienzos de 1610 declaraba
dades (Archivo de Indias, Charcas 40 ?
N
61). Pedro Fer-
nández de Velasco está uniformemente considerado como el
tener 60 años (Mendoza, "Documentos de Minas”, No. 288, autor del nuevo procedimiento pero Damián de la Bandera
T
f. i8
) contaría cuando la inundación 76 años. [M] reclamo el honor para sí en su "Probanza de servicios
P. Alonso de Ovalle. [M]
y mé-
ritos, 1586.V.6” (Archivo de Indias, Charcas
42). [H]
Año I$6j HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

nombradas de Huancavelica, 8 donde la más fa- 1,000,000. En otros tiempos tenía su majestad
mosa se llamó de los Santos y de Amador de de estas minas de azogue de este peruano reino,
Cabrera, por haberla descubierto un indio criado sin costa ni riesgo, 400,000 pesos de a 14 reales
suyo. Es un peñasco duro, empapado todo en azo- cada uno, y no había año que no se sacasen de
gue, y esta famosa mina se llegó a poner en 8o estas minas 8,000 quintales de azogue después
varas de largo y 40 de ancho; vendióle Amador que entró en posesión real, los cuales se repar-
de Cabrera por 250,000 ducados, y pareciéndole tían {72] (como también se reparten hoy) para
que había sido engañado en la mitad del precio el beneficio de los metales del rico Cerro de esta

puso pleito al comprador, alegando que valía Villa, para los de Oruro, Lipes, Aullagas, Ocuri
500,000 ducados, y aun a muchos que conocían y los otros minerales. Y aunque en este año no se
el fruto que se sacaba les pareció que valía comenzó a usar del dicho beneficio por azogue,
a poco más de cuatro años se usó de él con admi-
8. Sobre Huancavelica véase Whitaker, The Huancavelica rable acierto, como en su lugar diré más larga-
Mercury Mine, y Lohmann Villena, Las minas de Huancaveli-
ca. [Hf mente.

Capítulo XIV

VUELVE EL CORREGIDOR CARRIÓN DE CHUQUISACA A ESTA VILLA


DE POTOSÍ. EJECUTA VARIAS INJUSTICIAS Y QUÍTANLE LA
VIDA. REFIÉRESE TAMBIÉN EL ESTRAGO QUE HIZO EN
ESTA VILLA UN HORRIBLE GRANIZO QUE CAYÓ

D IJIMOS en el capítulo II de este libro


IV cómo (aborrecido de toda esta Vi-
lla el corregidor Carrión por su dema-
siada codicia y bandos entre las nacio-
nes que de ella resultaron) teniendo noticias
de que lo querían matar se fue huyendo a
Chuquisaca; y como hubiesen pasado más de
verá. Añadióse a esto (según cuentan don Anto-
nio de Acosta, don Juan Pasquier, el capitán
Pedro Méndez y Bartolomé de Dueñas), 1 el que
los dos hermanos Guevaras, naturales del valle
de Mataca, traían en aquella sazón pleito muy
reñido con Diego Lariz y Fernán Duero, caste-
llanos, sobre una rica mina que los Guevaras
dos años de su estada en aquella ciudad, y no habían descubierto el año antecedente en este
olvidase de su memoria aquellos 32,000 mar- Cerro de Potosí y los dos castellanos decían ser
cos de plata que con tanta facilidad había sacado suya por haberla días antes descubierto y con
de los de esta Villa, trató de volver a recoger mano poderosa se las habían quitado. Acudieron
otros tantos y más si pudiese. Y aunque le acon- entrambos hermanos a pedir justicia a uno de los
sejaron los de aquella ciudad no viniese a esta alcaldes ordinarios, el cual, vista la sinrazón de
Imperial Villa, porque se sabía que aun de sólo los castellanos, sentenció contra ellos en derecho
oir su nombre se escandalizaban, atropellando de justicia. Llegó a esta sazón el corregidor Ca-
toda razón (con hasta 20 hombres de guarda) rrión (como llevo dicho), valiéronse de su favor
salió para esta Villa y llegó a ella a principios los dichos Diego Lariz y Fernán Duero, arras-
de enero del año de 1567, después de las eleccio- tró ante sí la causa, y sentenció en favor
nes de alcaldes. Lo primero a que aspiró su co- de ellos, solamente (como dicen los autores arri-
dicia fue a atravesar todos cuantos mantenimien- ba citados) por no perder 4,000 pesos que le
tos entraban, y para hacerlo con más desembarazo prometieron, aunque no falta quien diga que fue
enviaba al camino 10 ó 12 hombres de aquellos por hacerles bien mediante la mucha amistad
que trajo en su compañía, a quitarlos por fuerza, que con Lariz y Duero tenía.
y traídos los revendía a muy subidos precios. A Hacer bien a otro sin hacer mal al prójimo ni
esto añadió nuevos tributos a los indios labra- a sí mismo, blasón es de Dios. No por esto pongo
dores, y a los mercaderes y oficiales señaló al- dificultad en el hacer bien, sino cuidado: hágase
gunas gabelas que hasta allí no se les había bien pero mírese a quién se hace, que esto es lo
impuesto. que digo. Ni tampoco niego que no se ha de hacer
Pocas veces deja de defenderse el que roba bien a todos, a los buenos y a los malos, a los
con lo propio que roba; pero también hay veces
que el mismo robo les embaraza la defensa, y así 1. Don Antonio de Acosta, libro IV, capítulo 2; Pasquier,
libro II, capítulo 16; Méndez, segunda parte, capítulo 10;
le sucedió a este corregidor, como adelante se Dueñas, libro V, capítulo 6. [A]

132
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 14 Año 1567
amigos y a los enemigos: a los buenos porque de tal modo que ninguno de los moradores se te-
lo merecen, a los malos para que lo merezcan, a nía por seguro, porque sin culpa ninguna, faltos
los amigos porque lo son, a los enemigos porque de caridad, temor de Dios de la justicia, mata-
y
no lo sean. Dije, pues, arriba que debiéndose ban a cuantos encontraban aunque no fuesen de
hacer bien a todos, se mire a quién se hace. sus contrarios.
Hacer bien es poner en honra, hay quien sólo Durante esta rebelión llegó a faltar totalmente
y
supo aguardar a verse en ella para ser ruin, en esta Imperial Villa quien administrase justicia
y
como sea cierto que el que dio la honra hizo bien, porque el licenciado Arias de Aponte, 3 con la ve-
también será cierto que al que se la dio le hizo nida segunda vez a ella del corregidor Carrión,
mal si con ella le hizo ruin. Por eso se ha de hizo dejación del oficio de alcalde mayor de la
mirar a quién se hace bien, porque quien con justicia
y se fue al valle de Mataca, donde go-
el bien se hace malo siempre se ha visto,
y quien zaba de muy quieta vida en unas tierras propias
con el mal se hace bueno muchas veces se ve. Si que allí tenía; los dos alcaldes ordinarios, como
el corregidor Carrión mirara a quién hacía
bien el uno era andaluz
y el otro portugués, cada cual
en Lariz y en Duero, no les diera ocasión de ser miraba sólo por su bando nación; el teniente
y y
homicidas de quien les hizo el bien. de corregidor que el difunto Carrión tenía puesto
Finalmente, el bien que a estos dos traidores en tiempo de su ausencia, se había retirado a la
hizo y el mal que los moradores experimentaron ciudad de La Plata porque no le matasen, por
de su mano, que se les hizo intolerable, les obligó donde se puede considerar cuál estaría esta mi-
a perderle todo el respeto. Los dos traidores por serable Villa.
complacer a sus enemigos aconsejaron
y dispu- Sabiendo estas calamidades en la ciudad de
sieron su muerte por in[y2 v ]terés de cierta con- Los Reyes el licenciado Lope García de Castro,
veniencia que después consiguieron,
y los agra- presidente de aquella real audiencia
viados trataron de su venganza, unos otros se y cuarto
y y gobernador del Perú (siendo el primero don
arrojaron de acuerdo
y voz común a entrar en Francisco Pizarro, marqués de los Charcas Ata-
su casa un martes en el mes de julio de este año, y
bülos, el licenciado Cristóbal Vaca de Castro que
capitanéandolos los dos hermanos Guevaras; fue
el segundo, el tercero el licenciado Pedro
y de
apellidando Viva el rey don Felipe II, mueran Gasea, y el cuarto el ya dicho licenciado Lope
la
y
los tiranos”, le dieron más de
15 heridas y medio García de Castro) éste, pues, escribió con gran-
vivo lo sacaron por una ventana
y lo arrojaron des instancias
y encarecimientos al licenciado
sobre gran multitud de espadas
y picas de los Arias de Aponte volviese a esta Imperial Villa
demás enemigos suyos que ocupaban la calle,
y con su acostumbrada prudencia y sagacidad
donde también estaban Diego Lariz
y Fernán pacificase aquellos rebeldes ánimos. Púsolo al
Duero disfrazados con sus armas. Esto fue entre punto en efecto el licenciado, aunque con gran-
tanto que los otros que estaban dentro acababan dísima pena de volver a experimentar fatigas
de quitar la vida a los y
20 hombres de su guarda desasosiegos de los encuentros
y crueles enemis-
y a otros que allí se hallaron. Arrastraron al des- tades que continuamente se veían en esta Villa,
dichado corregidor hasta la plaza donde le hicie- pues se había visto en gran riesgo de perder la
ron tajadas. 2 vida en otra ocasión que la gobernó. Sintió mucho
Sabido por la real audiencia de La Plata des- este caballero dejar la paz que gozaba en su reti-
pachó un pesquisidor que averiguase la verdad ro, pero lo hacía con voluntad ánimo de asegu-
de este caso y castigase los culpados. El cual y
rar entre aquellos desunidos moradores unas
acompañado de los alcaldes ordinarios fueron a dilatadas paces
y que gozasen de buena amistad,
prender a los dos hermanos Guevaras que con los tan necesaria e importante a la conservación de
más culpados se habían retirado al asiento de Por- las gentes que la llama Cicerón descanso de
la
co: y sabiendo que venían contra ellos juntaron
vida, fruto de la virtud, sumo bien de los conten-
50 hombres de varias partes de aquella provincia tos humanos, vínculo firme de la prosperidad,
con los cuales hicieron grandes resistencias. Mo-
fortaleza de las adversidades
tivóse de esto nuevas sediciones en esta Villa y compañera de
y los peligros. Vino, en fin, a esta Imperial Villa
todo paró en bandos cruelísimos con gran derra-
y se dio tan buena maña que en menos de ocho
mamiento de sangre en los cuales perecieron mu- días sosegó aquel disturbio
chos particulares y les hizo hacer ge-
nobleza, siendo de una parte
y nerales amistades. Perdonáronse las muertes que
castellanos, andaluces vascongados,
y y de la otra sehabían hecho entre los abandalizados, llevando
portugueses, extremeños los peruanos de varias
y gran cantidad de plata para la real cámara. Pro-
ciudades del reino. Continuáronse estos bandos
cedióse por orden del licenciado Lope García
de
Castro, gobernador de estos reinos, contra los dos
2. El general Carrión, como queda
dicho, es uno de los corre-
gidores legendarios o fantasmas de la Historia.
Su muerte se- hermanos Guevaras y sus aliados, diéronlos por
gún este pasaje, acontece en julio de 1567. Entre tanto, en
traidores
y publicáronse bandos contra sus vidas,
la
realidad, en 1567.V.26 se despedía del
cabildo el corregidor
Diego Pacheco, provisto por gobernador del Tucumán,
y de in- 3 Todas las idas y venidas de este supuesto licenciado
-

Arias
mediato en 1567. VI. 6 era recibido en el corregimiento
de de Aponte no tienen indicio que las apoye, ni la
Potosí su sucesor Gómez de Chaves, que existencia
permaneció ininte- misma de dicho licenciado, en los documentos coetáneos
rrumpidamente en el oficio hasta 1569.V.23 ("Lista de hay y
go- que remitir este episodio a! material legendario de
bernadores de Potosí”). [M] la primera
parte de la Historia. [M]

I33
Año 1568 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

por ser los principales conjurados en la muerte se llevógran parte de la población que estaba
del corregidor Carrión. almediodía del Cerro, en aquella gran encañada
Aún no bien pasada esta fatalidad en [73] que corre de oriente a occidente por su falda
esta Villa, le sobrevino otra no de menor gran- (ahora nombrada río de Huayna), que por la
deza que la pasada, la cual fue que por el mes noticia que tuvo el excelentísimo señor virrey
de octubre de este año, viernes a las 6 de la ma- don Francisco de Toledo de esta ruina cuando
ñana comenzó una tempestad tan espantosa que estuvo en esta Villa, mandó abrir esta grandiosa
atónitos sus moradores de ver caer tanta multi- zanja, y por ella corre el río dicho de Huayna y
tud de rayos y granizo, todos los que pudieron las avenidas (cuando llueve) que bajan de las

se acogieron a los sagrados templos a pedir a cabeceras (que son grandes quebradas) y tam-
Dios misericordia. Dicen Acosta y los otros auto- bién de todo el Cerro rico y de mucha parte de
res que este granizo fue en el tamaño como hue- la Villa, que todas estas aguas van a parar a aquel

vos de paloma, y en más de dos horas que duró río como también el desagüe de la laguna de

lo espeso de su caída no quedó casa pajiza que San Sebastián. Arruinada, pues, con estas aguas
no la destruyese, y derritiéndose por la tarde con que se derritió del granizo mucha parte de aque-
la fuerza del sol se formó un arroyo por princi- llas casas, perecieron en ellas 30 personas, y
pio, que ayudándole otros muchos llegó a gran- fuera mayor el estrago si los demás vecinos no

huyeran.
deza de río, y tan crecido que corriendo furioso

Capítulo XV
REPUGNAN LOS MERCADERES DE ESTA VILLA DE POTOSÍ EL PAGAR SEIS
PESOS POR IOO DE ALCABALA, PELIGRO EN QUE POR ESTO SE VIO
EL TESORERO DE LA HACIENDA REAL, Y CÓMO POR ORDEN
DEL GOBIERNO FUERON FORZADOS
A ADMITIRLOS

A
verdad de la historia y cumplimiento en en otros servicios había hecho. Acabado y men-
ella son las partes más esenciales que digo tienen el mundo, no los premios que se pi-
den por los servicios, sino los premios que se
I^ pide, que el estilo, las flores, el lenguaje,
ya que adornan y recrean, no son tan im-
portantes que no pueda pasar sin ellas. Escri-
piden por los premios. Malísimo modo de enri-
quecer han hallado algunos pretensores de ser-
biré aquí otro nuevo alboroto que hubo en esta vicio real: pedir que les den porque pidieron, y

Imperial Villa este año de 1568, con la venida luego piden que les den porque les dieron. La
del licenciado Ordaz,
1
tesorero juez oficial real causa de esta maldad está en que los codiciosos
proveído para esta dicha Villa, el cual se recibió piden que les den algo a los que lo toman todo
por el mes de marzo con poco gusto de los vecinos para sí. unos pueden pedir y los otros
Por esto los

particularmente mercade- no pueden negar, le negaron nada al


como no
y demás moradores,
res y dueños de minas, porque ya se sabía cómo licenciado Ordaz aquellos, digo, que teniendo
su venida era a reformar todo lo perteneciente cargo de la hacienda real quisieron darle de ella,
a la hacienda real. por no parecer castigados de su mano por delitos
No era la primera vez que el licenciado Ordaz que tenían.
ejercitaba este cargo, pues antes, del mucho ejer- Con los dueños de minas tuvo menos que hacer
cicio en otras partes había sacado mucho prove- el licenciado, porque luego que vieron la provi-

cho, que nadie sirve a los reyes sin él, y luego


sión del gobierno (adquirida con su mucha soli-
piden premios y mercedes, aunque este licen- citud) y el orden que habían de tener en pagar
ciado (como él mismo pretendió este cargo para los quintos de su majestad (en que hasta allí

esta rica Villa, consiguiendo lo que deseaba y ciertamente hubo algún desorden) y de la ma-
sacando notable provecho de dinero) se ahorró nera con que se habían de satisfacer su personal
de la molestia del pedir merced y premio, como trabajo a los indios, sin réplica ninguna lo pu-
sieron en efecto porque se midieron con la razón.
Las contradicciones de hecho que este episodio presenta co- Los mercaderes sintieron mucho el que se les
tejado con los datos de la documentación positiva permiten
acrecentase la alcabala de las entradas y despen-
inferir que se trata de una elaboración irreal. Desde luego, el
licenciado Ordaz, su calidad de tesorero juez oficial real, y su dió de sus géneros porque hasta allí pagaban so-
comisión en Potosí no encuentran ningún apoyo en los docu- nuevo
oficiales coetáneos. [M] lamente dos pesos ensayados por 100, y el
mentos

134
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPITULO 15 Año 1568
tesorero les señaló que pagasen seis pesos de a ban de presente los metales del
Cerro sin ninguna
2
nueve reales. Aunáronse todos ellos y se resol- riqueza, como mostraba la experiencia, y que
lo
vieron a la repugnancia alegando que los [73 v si esto se continuase no había para qué asistir ni
]
oficiales reales, sus antecedentes, habían enta- venir más a Potosí, pues la plata solamente hacía
blado que se pagase tan solamente dos pesos
el habitable la tierra por ser su temple tan insu-
ensayados, no porque en esto les hiciesen favor frible.
y gracia sino caridad y justicia: por cuanto ellos Estas y otras razones alegaron en su favor los
solos (como decían
y alegaban) eran los que mercaderes de esta Imperial Villa, pero nada
hacían los gastos de las fiestas públicas, forzados
bastó a que el licenciado Ordaz dejase de llevar
de daban cantidad de plata para los adelante su resolución; antes sí amenazándolos
las justicias;
edificios
y para otras cosas del bien común; que de que si no venían en dar los seis pesos de a
en solos 20 años de vecinos de Potosí habían nueve reales les obligaría a que pagasen el doble,
dado 60,000 pesos de donativos, los cuales se
y que en caso de repugnancia los daría por des-
habían remitido a España en dos ocasiones; leales y usurpadores de los haberes reales, em-
que para la ciudad de Los Reyes habían dado bargaría sus haciendas y los daría por extraños
40,000; para el reino de Chile 50,000 sin más de la provincia: desesperados los mercaderes res-
de 200 soldados que a su costa habían despacha- pondieron al licenciado que estaban resueltos a
do al dicho reino; que para la pacificación del entregar al rey 12,000,000 que entre todos ten-
reino de Tucma (ahora Tucumán) habían dado drían en ropa y dinero, quitarle a él la vida con
y
más de 70,000 pesos, sin muchos soldados a su mil puñaladas.
costa; que para pacificar las provincias de arriba Oído esto el licenciado Ordaz dio parte al jus-
y poblar de españoles las fronteras de indios ene- ticia Arias de Aponte, el cual como experimen-
migos estaban actualmente contribuyendo 20,000 tado en otros semejantes
casos se excusó con
pesos; que demás de lo dicho tenían otro graví- prudentes razones y aconsejó al tesorero se con- 5
simo gasto y pensión cual era el de los alquileres tuviese en aquella determinación
y llevase aquel
de casas y tiendas, pues por una tienda que tenía negocio por otro camino. Era el tesorero de aspe-
solamente seis varas de ancho,
y otras tantas de rísima condición natural arrebatado,
y y así atro-
largo pagaban 500 pesos a la Villa o a los pobla- pellando toda razón llamó un alcalde ordinario
dores; que los indios e indias yanaconas de su
y recogiendo más de roo hombres españoles y
majestad que se alquilaban para el servicio de 400 indios fueron todos con sus armas a las casas
casa, se les daban a ellos en precio más subido de León de Moría y Alfonso Rangel, que vivían
que a otros vecinos. Demás de esto, que se debía en una misma calle pared en
medio de sus casas,
atender a que ya los precios de las mercaderías donde como los más principales y ricos mercade-
habían bajado de tal manera que casi estaban res habían recogido a los demás, que serían
tan baratos como en España, 3 que si cuando los hasta 4
80. Éstos, que más de los 30 habían ejer-
y
precios estuvieron tan subidos que se daba el gé- citado la milicia en varias partes, como estuvie-
nero por cuatro tanto más que al presente se les 4.sen prevenidos
salieron de los primeros a resistir
había señalado solos dos pesos ensayados de al- el primer encuentro, que fue tan bueno que a no
cabala por 100, cuánto más sin razón sería que ser por el motivo que se ha dicho se pudiera en-
ahora (habiendo bajado los dichos precios) les grandecer esta hazaña; pues fue tal que con sólo
subiesen tanto la alcabala; que también se debía sus espadas y algunas picas acometieron a los del
atender a que por justos juicios de Dios se halla- tesorero, que por no estar en orden, con sólo el
amago de cargar sobre ellos fueron desbaratados
2. La mención de las alcabalas
en este pasaje es prematura.
La cobranza de este derecho en el Perú fue acordada por Fe- y muertos cuatro hombres, y otros muchos he-
lipe II en 1558 pero no se hizo ninguna tentativa de llevarla ridos.
a ejecución hasta 1574, y aun entonces se suspendió por favo-
El licenciado Ordaz, como viese en un punto
recer a los vasallos de Indias
y por la buena situación de la
real hacienda, hasta que por cédula real del Pardo,
1591. XI. 1
deshecha toda su braveza, huyó con los demás;
(donde se contienen todas estas noticias) se ordenó en defini-
tiva su imposición ( Leyes de Indias, libro VIII, título y siguiendo el alcance los mercaderes, hiriendo
13, ley
a unos, derribando
primera.) y atropellando [a] otros, fue
Particularmente en Potosí el trámite del establecimiento de alcanzado, y echándole mano de los cabellos lo
la alcabala fue inaugurado en cabildo de 1592. X.i
en que se
leyeron los despachos reales arrastraron hasta la plaza donde le dieron mu-
y vicerreales que señalaban la co-
branza de este derecho al 2%. ("Acuerdos del cabildo de Poto- chos palos y coces, y lo hubieran muerto si al-
T
sí t. VI, f. 97 ss.). Hubo diversas contradicciones
,
y re-
presentaciones por parte de los vecinos
y el trámite se hizo
gunos sacerdotes, con otras personas desintere-
arduo y abundante en contradicciones de los vasallos: "Repre- sadas, [74] no lo hubieran amparado
sentación de los mercaderes de Potosí al virrey pidiendo se sus- y sacado
penda la cobranza de la alcabala en dicha Villa de poder de sus enemigos.
y se tome
cuentas a los receptores de ella”, 1594. IX. 3. (Audiencia de Luego que se recobró de salud el dicho licen-
Charcas: Cartas y relaciones, 9
N
545 ) En 1601. VII. 24 se apro-
.

ciado se fue a Chuquisaca donde dio cuenta de


bó finalmente, y en cabildo abierto, el repartimiento de la al-
cabala en la Villa Imperial ("Acuerdos de Potosí”, t. IX, f. todo lo sucedido al general Avendaño o Aviñón
164 ss.). [M]
3. Este mismo año, en X.27, la audiencia de La Plata escribía En el repartimiento general de la alcabala entre los vecinos
al rey encareciendo la necesidad de hacer al alguacil
mayor de y moradores de Potosí en 1601 fueron empadronados 35 mer-
ese tribunal "una merced particular", pues con sólo los apro-
caderes entre los de ropa de Castilla
vechamientos propios del oficio "no se puede sustentar por ser y de la tierra ("Acuerdos
de Potosí”, t. IX, f. 164). [M]
la tierra tan costosa”. [M]
5- Como el general Carrion, tampoco el general Avendaño

135
Año 1369 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

(que unos autores le dan este nombre y otros el


amonestaciones les obligó a que admitiesen el
otro), corregidor de aquella ciudad y de esta seis por xoo de alcabalas y que exhibiesen la

Villa de Potosí, que vino [a este reino] en com- multa, y aunque quisieron suplicar de ella no se
pañía del licenciado Lope García de Castro, go- les permitió, por lo cual, como hombres desespe-
bernador de este reino y presidente de la real rados, dijeron algunas palabras feas contra el
audiencia de Lima, como atrás queda dicho. El gobierno, y prorrumpieron en amenazas contra
general Avendaño, pues, despachó con toda el general Avendaño. Luego los más presumidos
diligencia un correo a la ciudad de Los Reyes recogieron sus haciendas y se salieron de la Villa
para que el gobierno determinase este negocio haciendo propósitos de no volver a ella hasta
castigase en los mercaderes aquel atrevi- matar así al tesorero como al corregidor. Pusié-
y
miento. ronlo en efecto, aunque no lo hubo en todo como
6
Volvió el correo bien despachado por el mes lo habían pensado .

de agosto de este año, con provisiones y man- 6. Poco dice la Historia sobre el régimen cultural de Potosí.
datos rigurosos para que la real audiencia de La En este año se encontraba en Potosí un Sancho de Salazar,
"maestro de enseñar mozos’’ (Archivo Nacional de Bolivia,
Plata y el corregidor los ejecutasen en los merca-
Sucre, Registros de escrituras públicas, Juan Bravo, año 1569,
deres de esta Villa, que en suma era pagasen f. cxxiiii). Particulares de interés sobre la forma de enseñanza

por la misma época en la Villa Imperial se encuentran en el


irremisiblemente por alcabala el precio que les
documento "Concierto: Diego Hernández, residente, maestro
había señalado el tesorero, y que por la repug- de enseñar muchachos a leer y escribir, deja la escuela que al
presente tiene en esta villa y la cede y traspasa en Diego Ló-
nancia y atrevimiento que habían tenido luego
pez de Haro”, " y por la dicha cesión y traspaso y por una
al punto exhibiesen 100,000 pesos en que los mesa y tres banquillos de muchachos” que da a López de
Haro, éste le da un capote de grana colorada guarnecida
multaba para la real cámara. Remitióse ía pro- de terciopelo negro bueno, y un caballo blanco con su freno”,
visión a esta Villa de Potosí (de Chuquisaca) con condición que "durante el tiempo que aquí residiere y
estuviere López de Haro, no ha de tener escuela de muchachos
al licenciado Arias de Aponte, alcalde mayor de
el dicho Diego Hernández, público ni secreto, ni enseñará a
para que ejecutase el orden del go-
la justicia, leer ni escribir ni contar, lo cual ha de ser desde hoy día de
la fecha de esta escritura”. Diego López de Haro, por su par-
bierno, como lo hizo con su acostumbrada pru-
te, "sea obligado de guardar y cumplir dos cédulas de con-
dencia, pues juntó a los mercaderes y con suaves cierto que tiene de muchachos, la una de Barba, panadero, y
la otra de Diego Hernández", y desde hoy día "no pueda

tiene cabida entre los corregidores de carne y hueso de Potosí. cobrar ni cobre por virtud de dichas dos cédulas cosa alguna
Entre 1567 y 1571 se suceden sin soluciones de continuidad por lo que ha de haber el dicho López de Haro por el trabajo
los corregidores Gómez de Chaves, don Jerónimo Luis de Ca- que ha de tener en enseñar los dichos muchachos”, Potosí,
brera y Damián de 1a Bandera ("Lista de gobernadores de 1572. II. 21 (Archivo de Potosí, Escrituras públicas, Martín de
Potosí”). [M] Barrientes, año 1572, t. 4, f. 23 del mes de febrero). [M]

Capítulo XVI

DE CÓMO EL GENERAL AVENDAÑO SE RECIBIÓ POR CORREGIDOR DE


ESTA VILLA. LEVANTARON CONTRA ÉL LOS MER-
CÓMO SE
CADERES. ENCUENTROS QUE TUVIERON Y RIESGO
DE LA VIDA EN QUE SE VIO EL CORREGIDOR

RANDE atrevimiento fue el de los mer- ricos mercaderes de esta Villa (por lo que que-

G '"el
caderes de Potosí en esta ocasión, dice
capitán Pedro
testigo
aquella su verdadera y elocuente
que nos dejó manuscrita y sin
de
Historia
acabarla porque
Méndez 1 (que como
vista escribió este caso en
'

,
da dicho en el capítulo pasado) se fueron a
los valles de Mataca y estando allí tuvieron noti-
cias cómo por nuevo orden del gobierno de Los
Reyes y real audiencia de La Plata, iba el gene-
ral Avendaño (a quien don Antonio de Acosta
nombra Aviñón) por corregidor de la Villa Im-
arrebatadamente fue llevado preso a la ciudad
de Los Reyes por cierto testimonio que indig- perial de Potosí, para que allí asistiese sin estar
namente le levantaron unos infames hombres en Chuquisaca la mitad del año, y que adminis-
en quienes después se vio ejecutado un riguro- trase justicia rectamente, castigando tantas inso-

so castigo del cielo, para escarmiento de los lenciascomo en esta dicha Villa se hacían, y
que temerariamente quitan las honras y famas). también para que entendiese en el buen gobier-
Dice, pues, que habiéndose ausentado los más no de los indios del repartimiento que trabaja-
ban en el Cerro, y la reforma que en esto se
1 El capitán Pedro Méndez, segunda parte, capítulos 3-4.
esperaba.
[A]
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 1 Año 1569
Con esta noticia se esforzaron los mercaderes iban a juntarse con los mercaderes, de suerte que
a la venganza, y como León de Moría
y Alfonso ya osaban éstos enviar a los caminos
y entradas
Rangel se hallasen ricos no dificultaron ponerlo de la Villa a quitar todos cuantos mantenimien-
en ejecución, pues haciéndose cabeza de aquel tos la entraban, cosa sintió mucho en ella
que se
motín juntaron armas y algunos caballos que a cargaban de maldiciones al corregidor por ha-
y
toda diligencia hicieron traer de las provincias berles metido esta calamidad.
bajas. No fue esto tan en secreto que no se su- Era ya público en esta Villa que León de Moría
piese en La Plata antes que saliese el general,
y y Alfonso Rangel tenían crecida cantidad de oro y
aunque procuraban impedirle la salida, como él plata para llevar adelante la guerra que inten-
era tan gran soldado
y valeroso capitán (como taban brevemente comenzarla; que tenían 160
se experimentó el año de 1564, cuando siendo españoles, 300 indios
y 40 negros, muchos arca-
general de la mar don García de Toledo fue buces, escopetas y otras armas, 30 caballos, mu-
tomado el peñón de Vélez, y en otras batallas nición y bastimentos en abundancia. Dice el ca-
en que dio bastante prueba de su valor) no se pitán Pedro Méndez que habiendo hecho junta
le dio mucho de razones con que intenta-
las el corregidor de capitanes y diestros soldados,
ban detenerlo ni de las vanas prevenciones de entre otras palabras que le dijo fue que se ale-
los mercaderes. Con todo eso recogió hasta 20 graba de que hubiese ocasiones en que demostrar
soldados y algunos amigos que le quisieron su valor; pero que le pesaba de que habiendo de
acompañar, los cuales trajeron ocho caballos ser su capitán, como lo era, se hallase mal visto
buenos. de los que habían de ser sus soldados; que le per-
Con este acompañamiento llegó el general donasen si en algo los tenía agraviados, pues sen-
Avendaño a esta Villa a principios del mes de tía no haberlo hecho con este ánimo. Con estas
abril del año de 1569, donde fue recibido con
v
y otras razones se reconciliaron con los capita-
[74 ] muchos regocijos del ilustre cabildo 2 (que nes y soldados primero y luego con los nobles
y
ya se había reformado con los honores que ha- demás vecinos de la Villa, diligencia (dice el
bernos dicho) y de toda la Villa, porque se temía dicho autor) tan buena que fue bastante a impe-
alguna insolencia de los mercaderes. Fue este dir la calamidad que se esperaba, porque los al-
corregidor el tercero en propiedad de los que zados iban por horas creciendo en fuerzas.
gobernaron esta Imperial Villa de los proveídos El corregidor señaló cuatro compañías con sus
y
y nombrados en España; fue de gallarda dispo- capitanes a cargo del general Francisco César,
sición, hermoso rostro
y agradable comunica- que en varias guerras de estas Indias
y pacifi-
ción, de gran esfuerzo e inclinado a las armas, cación de las montañas
y valles de Abibe como
y muy venturoso; fue liberal,
ejercitado en ellas valeroso capitán dio muestras de quién era. 3
bien hablado, de gran ingenio, tuvo otros dones Nombrado, pues, por general escogió 200 espa-
y
naturales y virtudes grandes. Pero todo lo man- ñoles y 400 indios, a los cuales pagaron de los
cilló
y desdoró su ambición y libertad de condi- 100,000 pesos que dieron de multa los merca-
ción queriendo con soberbia señorearlo todo, me- deres.
nospreciando a los nobles y maltratando a los mayo de este año avisaron los cen-
El día 6 de
humildes, que a no ser así, él fuera uno de los bue- tinelascómo por el camino de Carachipampa
nos y más señalados y alabados corregidores que atravesaba un buen escuadrón de españoles a pie
han gobernado esta Imperial Villa.
y a caballo, y que según el ruido bajaba por las
Pasadas las fiestas de su recibimiento comenzó laderas y camino de Chaqui otro de indios que
a entender en el particular de la insolencia de parece seguirían a los españoles. Alborotóse la
aquellos mercaderes,
y porque supo que algunos Villa y alegráronse los ánimos del general César
vecinos tenían inteligencia con ellos los amenazó
y sus capitanes. Enviaron a Pedro Ximón con
con asperísimas palabras de castigarlos si no se 10 caballos a reconocer la intención del enemigo
enmendaban. Pasados cuatro días supo cómo dos adonde se encaminaba, y estando en las Lade-
y
mestizos naturales de la ciudad de La Plata esta- rillas llegó a ellos un mozo español que con gran
ban refinando cantidad de pólvora para enviar a fatiga, aun antes que le preguntasen la causa ni
los alzados:habidos a las manos los mandó azo- de dónde venía, se adelantó a decir que él ve-
tar públicamente en el rollo. Prendió a algunos nía de Chuquisaca para esta Villa con unos plie-
mineros del Cerro y a otros muchos vecinos, gos de la real audiencia para el corregidor que
y y
embargó sus bienes por sospechas que tuvo de en el camino encontró con un escua[y5]drón de
que estaban coaligados con los mercaderes; soldados, los cuales con el cuento de una lanza
y a
cuatro forasteros que ignorando lo que pasaba le dieron un golpe
y derribándolo en tierra le
en esta Villa venían a vender su ropa los prendió quitaron el caballo y la espada lo trajeron hasta
y
y quitó todas sus mercancías. Con estas y otras media legua de allí, donde se descuidaron con
cosas se hizo aborrecible de muchos, fue acortar él de modo que pudo ocultarse entre unas pie-
y
sus fuerzas cuanto acrecentarlas en sus contra-
rios, porque se salían de dos en dos
y de cuatro 3. César, personaje de carne y hueso, pudo dar can;: real a este
en cuatro los vecinos demás moradores pasaje de la Historia, mas, inadvertidamente para Arzáns,
y y se había muerto muy lejos y unos seis años antes de la revelación
2. Véase supra, capítulo 15, nota 5. [M] de Potosí (Acosta, Compendio histórico, p. 257), [M]
Año 1569 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dras, y pasando el escuadrón se vino para el ca- tóse el general César para volver a acometerle
mino; que según iban razonando se encaminaban pensando fenecer con aquel golpe, pero
la batalla
a ponerse en una quebrada que decían estar una salióle al contrario, el Moría (al tiempo
porque
legua de esta Villa; que llevaban consigo más de que lo ejecutaba) desvió su caballo con gran
200 españoles e indios cargados de oro y plata ligereza, de suerte que pasó de largo sin hacer

y mucha ropa, a los cuales guardaban


por todos efecto el encuentro, y volviendo sobre el general
lados 50 hombres de a caballo y 100 de a pie por el lado izquierdo le alcanzó una fiera esto-
arcabuceros; que ahora al llegar a aquellas lade- cada y le hirió en el hombro y la cara.
ras venía otro escuadrón de indios que de lejos A esta sazón llegaron los indios soldados de
apercibió con la vista venir cargados aunque ig- César, y como los viese un Juan Millán comenzó
noraba de lo que fuese. a decir a voces: "A ellos, señor general, a ellos,
Con sólo esta noticia se volvieron Pedro Xi- que vienen en nuestro favor 1,000 castellanos y
món y sus caballos a su general de quien fueron 2,000 indios”. Con esta industria desmayaron
reprendidos ásperamente porque no habían sa- los de Moría y se recobraron los de César, que
lido al encuentro a los indios que venían rezaga- por su temeraria resolución hubieran todos pere-
dos y traído algunos para más satisfacerse. Y cido pues de solos 20 con que acometieron al ene-
reconociendo el general Francisco César que migo faltaban ya seis, sin ocho heridos, porque
aquel negocio requería toda diligencia, dejando los contrarios eran 200 y de mejor fortaleza sus
en su lugar al capitán Pedro Méndez, nuestro 50 caballos, aunque (como dice el capitán Pedro
historiador, con sus 20 caballos (que más no te- Méndez) si algo más se detuviera el rompimien-
nía) y hasta 50 indios de los más sueltos fue to de la batalla hubiera socorrido a César con 200
para donde se encaminaban aquellos escuadro- infantes, pues cuando con ellos subía la cuesta
nes, y se dio tan buena maña que bajando por que llamaban Cansada para llegar al valleci-
una loma a una quebrada, a la salida de ella (que llo que está a poca distancia, ya se volvían tra-

era el mismo paraje que hoy se llama Jesús Va- yendo a César muy malherido.
lle) encontró el escuadrón de españoles a tiempo Y cuando este autor escribe este punto repren-
que estaban descargando y armando pabellones de a los del general de codiciosos sin tiempo,
y toldos de gruesas mantas.
pues dice que cuando llegaron los indios [75']
Alfonso Rangel, uno de los capitanes de aquel que seguían a César y Juan Millán manifestó a
escuadrón, apeándose del caballo estaba recono- voces el socorro, fue tan grande el temor de los
ciendo una fuentecilla de agua que hay en aquel mercaderes y demás soldados que todos huyeron
vallecillo y fue el primero que reconoció a los desamparando a sus capitanes, León de Moría
de César a tiro de arcabuz, y revolviendo para que fuertemente estaba combatiéndose con Cé-
los suyos corriendo y a grandes voces comenzó a sar, y Alfonso Rangel que muy malherido esta-

decirles "Alarma, alarma", a cuyas voces acu- ba recogido entre las cargas del tesoro; y como
dieron todos. Diéronle su caballo y lanza a Ran- esto viesen los de César, mandaron a los indios
gel, y montando salió al encuentro al general que con la mayor prisa que pudiesen cargasen a
Francisco César que ya estaba cerca de él y le aco- cuestas cuanto pudiesen y revolviesen para la Vi-
metía con fiereza.Rangel no pudo o no supo en- lla, y aquí es donde dice Méndez que pudieron

ristrar su lanza (que no es todo la tercia de una haber seguido elalcance de los que huían hasta
vara al tercio de una lanza) pues sin impedimen-
,
alejarlos, y así hubieran conseguido la victoria y
to alguno le entró con la suya César con tan po- pillado una buena riqueza: mas ellos y los indios
deroso golpe que hiriéndolo en los pechos lo se embarazaron en recogerla y dieron tiempo a
arrojó por las ancas del caballo una gran distan- que los que huían volviesen la cara, y como vie-
cia. Luego arremetió a 10 jinetes que todos car- sen que ni los seguían ni curaban mas de sólo el
gaban sobre su persona, adonde ciertamente Cé- pillaje, revolvieron con más acuerdo y se lo qui-

sar se mostró ser digno de tener tal nombre pues taron a lanzadas y cuchilladas.
él solo de cinco fieros encuentros derribó otros Huyeron los caballos y los indios, malheridos
tantos de aquellos 10 hombres. algunos, aunque otros con su ligereza se escapa-
A esta ocasión llegó León de Moría, que ya ron por los cerros, cargados de oro y plata, que
dejaba allí cerca dos hombres muertos de los de después se halló ser de dos arrobas de oro y un
César, y (tan bravo como su mismo nombre) quintal de plata. Con esto se volvieron a tiempo
acometió al general, que por estar ya cansado su que el capitán Pedro Méndez subía la cuesta, de
caballo no pudo repararse a tiempo y recibiendo donde todos juntos a instancias del general Fran-
el golpe de lanza fue muy malherido en el costa- porque venía herido de
cisco César se volvieron,
do derecho. Rompió su lanza León de Moría con muerte con otros soldados, aunque por bien cu-
este encuentro, y al tiempo que revolvía la rienda rados fue voluntad de Dios que sanasen. Alfon-
al caballo para echar mano a su espada, el bravo so Rangel murió en Mataca al cabo de ocho días,
César le dio una cruel herida de lanza pasándole y en la batalla
murieron otros dos mercaderes
un muslo de parte a parte, y tras ésta, otra en la cuyos cuerpos se trajeron a esta Villa cuatro días
cabeza, aunque le había rebatido la lanza con su después, que allí los dejaron con la prisa de reti-
espada, causa de no ser grande la herida. Apar- rarse aquella misma noche al valle de Mataca.

138
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 17 Año 1570
Después de esta batalla se contentaron los mer- pada, pasándole con la una el muslo derecho
y
caderes con sólo salir a los caminos que venían la otra le alcanzaron en el espinazo y aunque le
a esta Villa y quitar los mantenimientos que en- tiraron una bala de pistola no le hirieron con ella
traban, sobre lo cual tuvieron con las guardas de porque Dios la encaminó a otra parte.
los campos que el corregidor había puesto algu- Cayó el corregidor en la calle casi muerto, y
nos encuentros de menos cuenta. Y
viendo León los traidores mataron dentro a su desdichado so-
de Moría y los suyos que aquello iba a lo largo, brino (que lleno de cobardía se había escondido
considerando que el corregidor Avendaño les tras de la cama)
y a otros dos criados que entra-
había causado aquella determinación de una vida ron a favorecerlo. Los traidores en un punto se
tan penosa, acordaron de enviar a esta Villa 12 salieron a la calle disparando sus pistolas
y ter-
hombres escogidos para que en hallando ocasión ceronas [sic] para atemorizar a cuantos estaban
oportuna entrasen disfrazados a su casa y lo ma- en ella, que ya se habían juntado muchos al rui-
tasen. do. Fuéronse a la calle de los Césares donde te-
Resueltos en esto vinieron los 12 señalados y nían sus caballos y montando en ellos se fueron
sinque nadie pudiese conocerlos estuvieron es- con mucha prisa a Mataca.
pacio de un mes esperando lograr el lance, como Logrado este lance se hicieron más insolentes
lo hicieron a finesde este año, pues entraron en los mercaderes, atreviéndose a llegar con sus ca-
su casa ocho hombres disfrazados,
y ocultándose ballos hasta esta Imperial Villa, haciendo mil
dos de ellos en un pozo y los demás en una ca- daños a los indios que encontraban y en los ca-
balleriza, quedaron otros cuatro en la calle para minos quitando los mantenimientos que la con-
socorrerlos, y cuando más descuidados estaban ducían. Fue muy sensible en los vecinos estas mo-
acometieron a los de su guarda (que en aquel lestias que no eran para menos, pues se hallaban
punto se hallaban solos seis alabarderos y algu- sin mantenimientos con que sustentarse ni géne-
nos criados) y derribando algunos ganaron una ros de que vestirse, aunque de Chuquisaca se
sala donde sabían que estaba el corregidor. El traían algunos pagando seis pesos de a nueve rea-
cual como se viese perdido mandó
a un sobrino les por 100 de alcabala, que sin remedio quedó
suyo que cerrase las puertas de aquella cuadra entablado por entonces, cojjyójsa que tanto sin-
mientras él rompía a golpes la reja de una ven- tieron aquellos mercaderes en aquel tiempo. Hoy
tana que era de madera. Los ocho traidores, no no se siente el pagar cuatro pesos de a ocho rea-
perdiendo un punto de tiempo, a breves golpes les, aunque la codicia de los arrendatarios más
derribaron la débil puerta y entraron a tiempo quisiera verla otra vez correr a los seis pesos
y a
que el corregidor (rota ya la reja) se arrojaba más, porque ya no se atiende al adelantamiento
por la ventana a la calle; y antes que lo acabase de la hacienda real sino al aprovechamiento de
de hacer le dieron dos heridas muy malas de es- aquel que lo arrienda.

Capítulo XVII

CONTINÚA LEÓN DE MORLA SU LEVANTAMIENTO CON VARIAS MOLES-


TIAS DE ESTA VILLA. INSTITUYE EL ILUSTRE CABILDO LA JUSTI-
CIA DE LA SANTA HERMANDAD PARA GUARDA DE LOS
CAMPOS Y ARRABALES, Y CÓMO EN ESTE AÑO VOL-
VIERON TERCERA VEZ A FLORECER LAS MINAS
DEL CERRO PARA PERPETUARSE

D
manos y
ESEABAN
Méndez)
ya (dice
los vecinos
de una vez entrasen
el capitán Pedro
de Potosí que
los alzados hasta
sus barrios y casas para llegar a las
que con propia o la contraria destruc-
ción se acabase aquella calamidad que experi-
mentaban. Porque según este autor perecían ya
maltratándolos con palos y heridas. Los alzados
(como se hallaban en buen temple, con sobrados
mantenimientos y ningún castigo en sus insolen-
cias) no trataban de otra cosa más que de sólo
molestar a esta Villa con amenazas
y también
ejecuciones, pues con sus caballos llegaban a los
arrabales y quemaban los ranchos de los indios
y
de hambre por causa de no querer los naturales casas de españoles que por allí estaban, robaban
conducir mantenimientos temiendo que aquellos lo bueno que hallaban
y hacían otros daños. Hu-
malos hombres se los quitasen, como lo hacían, bo día (dice el capitán Pedro Méndez) que tu-

139
Año i$-jo HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

vieron cinco veces grandes rebatos, de suerte que hallarse en esta batalla: el corregidor metido en
como población es grande, si acudían los veci-
la una silla de manos como aun todavía convale-
nos por una parte, por otra acometían a entrar ciente y César en su caballo aunque no como
sus enemigos, y así por todas partes y a todas general por no estar en todo recobrada su
el

horas era necesario estar con las armas en las fortaleza. Juntáronse 300 españoles infantes, 46
manos. caballos y 700 indios, y domingo al amanecer
Todo esto se ocasionó de multiplicar leyes y caminó este ejército (si tal nombre se le puede
ordenar novedades que ordinariamente son abo- dar) hasta ponerse en la loma de la Cantería.
rrecibles cuando no son buenas, descrédito sola- Estando (como dice el capitán Méndez) León
mente de la autoridad de las nobles repúblicas y de Moría con sus 80 infantes y 50 caballos en la
desdoro de la obediencia de los vecinos y demás plazuela Oval, le avisaron secretamente que a
moradores. Han de ser pocas y su observancia toda diligencia se volviese por donde había ve-
puntual, para que los pueblos no trabajen tanto nido y no por el camino real, donde estaba la
con ellas como con los vicios. Es relajadísima la Hermandad con 1,050 hombres. A lo que con
república o desautorizadísima donde hay muchas mucha descompostura dijo: "Ya veo que la es-
leyes. Aquella merece alabanza donde el ejem- pada de la real justicia es terrible y tiene mucho
plo de las cabezas y el repetido consejo persuade alcance, pero consuélome con que la mía nunca
no innove contra las antiguas costumbres. Siem- ha sido desnudada contra la voz del rey, sino so-
pre fue guarda infiel de ellas el miedo solo de lamente contra la codicia de los que insolente-
laspenas impuestas a los transgresores. La espe- mente gobiernan”. Esto dijo a voces que oyeron
ranza de los premios es tribunal venerado de los muchos vecinos que allí estaban, y luego dijo a
humanos pechos. Si el licenciado Ordaz y los de- sus soldados: "Amigos, pocos somos para des-
más ministros no hubieran innovado el corriente truir nuestros enemigos pero vuestro valor su-
del tanto por 100 de alcabala, no se viera esta plirá esta falta, y siendo así vamos a ver cómo
Imperial Villa con el trabajo insoportable que defienden la Villa estos cobardes que sólo tienen
se vio. alientos para despojar y robar las haciendas de
1
Viendo, pues, tanta penalidad el ilustre cabil- los vecinos”.
do, en la junta que ordinariamente se hace el pri- Diciendo esto y recogiendo su infantería en
mer día del año para la elección de alcaldes medio fueron al campo adonde estaban los con-
ordinarios y otros oficios, en este de 1570 nom- trarios, yllegando a contar este punto el capitán
braron dos alcaldes de la Santa Hermandad, se- Pedro Méndez lo celebra con la agudeza de sus
ñalando en la ocasión al uno para que con 50 dichos y otros chistes en menosprecio de aquellos
hombres españoles y 200 indios guardasen y lim- capitanes y soldados del campo, pues dice esta-
piasen de traidores los campos, caminos y entra- ban muy de propósito formando una nueva Vi-
das de la parte de oriente, que eran por donde lla, aunque sin Cerro que la engrandeciese. Uno

más daño hacían, como los que iban a dar a los decía: "Este sitio está más abrigado para mí y
valles de Mataca en los cuales estaba el enemigo; para fulano”; otro decía: "Aquí en esta encaña-
y al otro con otros 50 españoles y 100 indios para dita ha de estar mi caballo”; unos enviaban a sus
que hiciesen lo mismo en la parte de occidente, casas por colchones y frazadas; otros por ollas,
donde están los caminos y entradas de las más vasos y otros trastos inútiles para el caso presen-
señaladas provincias del Perú. También se dio te. Y aunque es cierto tenían sus centinelas, esta-
por rey la vara de alcalde provincial, y desde
el ban éstas en el camino real y no podían ver la
este año quedaron asentadas estas varas para ad- parte por donde León de Moría entró en la Villa.
ministrar justicia en toda la provincia de Porco El cual (como salió de ella y en
llevo dicho)

y campos y arrabales de esta Imperial Villa. breve tiempo se puso a las espaldas del contrario,
Nombrados los alcaldes de la Santa Herman- y sin detenerse un punto arremetió con mucha
dad y señalados sus puestos cada cual con su orden diciendo todos a voces: "Viva el rey, viva
gente, se fueron a ocuparlos y esperar algún buen el rey, mueran los tiranos codiciosos”. Los alcal-

lance para lograrlo en el enemigo. No se pasaron des y demás cabos quedaron con aquel repentino
muchos que León de Moría con 80 in-
días sin caso poco menos que muertos, y los que más
fantes y cincuenta caballos dejase probar la mano, alientos tuvieron fue sólo para huir por diversas
que ya sabía cómo estaban armados contra él partes.Adelantóse la caballería de Moría y entró
aunque no pensó que eran tantos: pues un do- derribando tiendas, pabellones y toldos, atrope-
mingo en el mes de febrero se atrevió a llegar a
1. En las elecciones de este año y en las posteriores hasta
la plazuela Oval (como dice Méndez, que como
1573 inclusive no se nombraron tales alcaldes de la Santa
después se reformó la población no sabemos aho- Hermandad ("Extracto de los acuerdos del cabildo de Poto-
V sí"). Pero como quiera que hay una laguna en los acuerdos
ra cuál fuese) [7Ó ] Los alcaldes de la Herman-
. entre 1573 y 1585 no es posible fijar con certeza cuándo se
dad y el alcalde provincial había cuatro días que introdujeron estos alcaldes. En 1585 ya los había ("Acuerdos
de Potosí", t. V, f. 233’). [M]
sabían por noticias la determinación de esta en- Una real cédula dirigida al virrey del Perú en 1585. III.
trada, y así estaban con toda prevención. El ge- ordenaba se informase sobre varias peticiones de la Villa de
Potosí, entre ellas la de "crear el oficio de alcalde de la her-
neral Francisco César y el corregidor Avendaño,
mandad" (Archivo de Indias, Charcas, 415, libro I, f. 133-
por estar ya con mejoría de sus heridas, quisieron 135 ’). [H]
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO 17 Año 1570
liando indios y españoles con sólo los cuentos de quienes los indios no les habían dejado pelo de
las lanzas;
y por esto dice Méndez que a palos ropa. Martes, que fue el tercer día de esta bata-
deshicieron la braveza de aquel ejército. lla, sacaron a estos siete hombres a la plaza don-
El corregidor y Francisco César, temiendo ser de fueron ahorcados, y decuartizándolos lleva-
muertos con menoscabo de su valor, puesto ya a ron sus cabezas a los caminos, allí las pusieron
y
caballo, esforzándose
y animando a algunos que donde viéndolas sus compañeros les sirviese de
también habían tomado sus caballos, con sumo escarmiento.
valor acometiendo a los enemigos pudieron en- Éste fue el primer empleo de la nueva justicia
frenar su ímpetu,
y el alcalde provincial (que no de la Santa Hermandad, instituida en aquellos
declara Méndez su nombre,
y sólo dice que era tiempos para la seguridad de los campos
y arra-
un valeroso soldado) salió al encuentro a Moría bales por el daño que hacían los alzados, aunque
cuando más encarnizado andaba en el destrozo, en éstos son mayores los que hacen los ladrones,
y afirmándose en los estribos le arrojó la lanza que si entonces 200 hombres quitaban a los in-
con tal fuerza que habiéndose Moría reparado dios algunos mantenimientos que conducían, hoy
con su adarga, se la pasó con toda facilidad le cuatro o seis pocos más son bastantes a quitar
y
hirió (rompiendo el peto) en una costilla, aun- muchísimas vidas y robar crecidas haciendas, co-
que fue pequeña la herida; el cual como un león mo lo han hecho infinidad de veces, sin que sean
(en obras y nombre) revolvió sobre el alcalde bastantes los ministros de la justicia ordinaria ni
y
le dio una brava lanzada en los pechos, de que de la Santa Hermandad a impedir estas gravísi-
cayera si no se asiera de las crines del caballo. mas maldades, por más que los persigan de día
Francisco César, elcorregidor y otros de a caba-
y de noche, ocasionando esto ser tan grande la
llo que vieron el aprieto del alcalde acudieron a población y con tanta multitud de ranchos (ha-
socorrerlo, y el primero que empleó su lanza fue bitación de los indios), callejones
y otros escon-
el corregidor pues hirió a Moría en un pie, el dedizos, donde a poca diligencia de sus pies se
cual conociendo que aquel era el corregidor a meten, de manera que ios mercaderes
y demás
quien tanto aborrecía hirió de espuelas al caballo vecinos de caudal se ven obligados a guardar sus
y con notable fiereza le acometió de suerte que casas con bocas de fuego, perros bravos
y bastan-
aunque le impidieron otras lanzas la ejecución te gente, que es suma desdicha la que se experi-
y
lleno del golpe, tendiendo la suya cuanto pudo menta en esta Villa; y si se ha de decir la verdad,
lealcanzó con la punta en una oreja, de que que- remedio tuviera si quisieran las justicias
y si la
dó bien rasguñado, y él muy malherido de otras real audiencia de La Plata no les limitara el po-
dos lanzadas que le dio César otro soldado. der en virtud de la nueva cédula que la reina
y
Allí acabara la vida (dice Méndez) si los su- nuestra señora doña Mariana de Austria despa-
yos de tropel no le socorrieran,
{77] en cuya re- chó (gobernando entrambas monarquías), cosa
vuelta (dice) se atropellaron los unos a los otros, muy acertadísima por la imprudencia de los jue-
y cayendo algunos fueron muy bien pisados de ces con que administraban justicia en esta Impe-
los caballos. Sacaron del peligro a León de Mor- rial Villa
y provincias de sus contornos.
ía y retirándose tocó a recoger, porque sus infan- Después de este encuentro tan reñido se abs-
tes también andaban sin orden entre sus contra- tuvo León de Moda de llegar hasta la Villa,
rios peleando con empeño, y ya se había juntado aunque después que sanó de sus heridas no dejó
los del campo que habían huido
y los acometían de molestar los caminos, y aunque el gobierno de
por todas partes. Finalmente recogiéronse am- Lima y la real audiencia de La Plata le escribie-
y
parados de la caballería se fueron para el camino ron dejase las armas que tan en menoscabo de
real, no cesando los indios de perseguirlos con su crédito había tomado
y que se volviese a Po-
piedras, dardos
y algunas flechas. Perdió Moría tosí, que en nombre de su majestad le perdona-
en esta batalla 10 caballos, que fueron ios jinetes ban, no quiso hacerlo por temor de que fuese
que cayeron en la revuelta cuando lo favorecie- engañado, si bien no hizo más daño, antes fue
ron, a los cuales se llevaron los indios
y después despidiendo los soldados pagándoles liberalmen-
los dieron al corregidor. Perdió también siete te quedando con bastante guarda, recelando siem-
hombres, cinco de los infantes y dos jinetes a pre que la adulación de sus mismos allegados
quienes tomaron vivos los indios por haberlos podrían venderlo y ponerlo en manos de su per-
derribado a pedradas; y de los contrarios queda- dición, y como ya dos días antes de esta batalla
ron heridos más de 30, de los cuales murieron lo habían intentado los más íntimos amigos que le
cuatro. Túvose a grande felicidad no ser más los atendían, que ordinariamente los aduladores tie-
heridos y muertos,
y aun haber quedado destrui- nen cabida en todas partes y a todos agradan,
y
dos por el descuido en que estaban,
y haber sido la lisonja
y el interés son como dos hermanos
tan repentinamente acometidos. muy amados, y así no hay lisonjero que no sea
Dejaron el campo bastantemente guarnecido interesado, y por el interés han faltado muchos
de españoles e indios y volviéronse a la Villa el a sus obligaciones.
corregidor, 2 capitanes y demás soldados, llevan- Con esto se sosegó la Villa celebrando con
do desnudos en carnes a los siete españoles a fiestas laquietud y Dios Nuestro Señor, que les
2. Véase supra, capítulo 15, nota 5. [M] envió este consuelo, les acrecentó el gusto al col-
Año iyyi HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

mo de su deseo pues por el mes de agosto de este ta del Cerro. Y de la manera que éstos se avenían

año comenzaron nuevamente a florecer las mi- con los españoles era que al que tenía mina le da-
nas del Cerro. Acosta y Méndez dicen que fue ban los indios que en ella entraban un marco y si
3
sin comparación mayor la riqueza que esta ter- era muy rica dos cada semana; y los dichos indios
cera vez se descubrió en el Cerro, y que se cono- sacaban la plata del metal con aquella inven-
ció claramente ser providencia divina. Ésta se ha ción extraña de los hornillos al viento que ten-
v
continuado [77 ] hasta hoy, aunque al presente go dicho en otra parte, y luego que la sacaban
se experimenta mucho menoscabo en algunas de con este artificio la apuraban y afinaban con sus
aquellas antiguas labores. Descubriéronse en es- fuelles pequeños o cañones con que soplaban.

te año (dicen los dichos autores) nuevas vetas Esta invención (que ya he dicho en otra parte se
que hasta allí no se habían reconocido, y de llamaban huayras) duró hasta este año de 1570,
las que estaban descubiertas se comenzó a sacar porque desde el de 1571 se comenzó a sacar la
nuevos y muy poderosos metales.
1 Fue tan sonada rica plata con azogue, como se verá en el capí-

esta riqueza que de todo el Perú acudió muche- tulo siguiente.


dumbre de españoles así de los naturales (que
Esta forma del trabajo minero parecería corresponder a
vulgarmente llaman criollos) como de los de Es- 3.
la de los indios varas (Capoche, Relación, p. 108. Véase su-
paña, y también innumerables indios, a sacar pla- pra libro II, capítulo 7, nota 2), [Ai]

Capítulo XVIII

DE CÓMO SE COMENZÓ A SACAR LA PLATA DE LOS METALES DEL CERRO


CON AZOGUE, Y EL GRANDÍSIMO PROVECHO QUE DE ESTO RESULTÓ

ELICÍSIMO fue para la Villa Imperial de que no puede tener ni cabe comparación, ni se
puede referir sin que cause notable admiración:

F
y
Potosí este año de 1571 pues en él (co-
mo dicen don Antonio de Acosta, don
Juan Pasquier, el capitán Pedro Méndez
Bartolomé de Dueñas) comenzó de nuevo la
suma e incomparable grandeza de Potosí, porque
porque es de advertir que en aquellos 24 años
desde su descubrimiento se habían juntado tan-
tos y tan grandes desmontes del metal desechado
(por falta de conocimientos y beneficio) que pa-
se halló material seguro y permanente para que recían otros pequeños cerros en el tamaño, y con
la variedad de metales que tiene este riquísimo la invención del azogue se beneficiaron todos

Cerro no se perdiese ninguno por falta de bene- estos metales y redujeron en otros tantos cerros
ficio como sucedía antes. Ya dijimos en el capí- de fina plata.
tulo 13 de este libro IV cómo en este peruano Con azogue se pusieron generalmente en
el

reino Enrique Garcés, portugués, descubrió el beneficio toda la variedad de metales que tiene
metal de azogue el año de 1566. En éste, pues, este rico Cerro, porque antiguamente no se be-

de 1571 el famoso que primero inventó el bene- neficiaba más que solamente el metal de plata
ficio del metal de plata con el de azogue fue blanca y el que llaman plomo ronco (que siem-
Pedro Fernández de Velasco, el cual con provi- pre son riquísimos entrambos), los cuales no se
sión del excelentísimo señor don Francisco de mostraban rebeldes en las huayras. Pero la otra
Toledo, comendador del Acebuche, quinto virrey variedad de metales no se reducían a este género
del Perú año de 1569 a 30 de noviembre
(que el de beneficio, y así los desechaban, aunque con
se había recibido en la ciudad de Los Reyes) pesadumbre, que no ignoraban lo mucho que se
dada en dicha ciudad a 20 de agosto de 1571, perdía por no saber el beneficio pues todos eran
comenzó a sacar muy rica plata con el beneficio de rica plata.

del azogue que experimentó su muy plausible Al metal negrillo particularmente no se le su-
efecto en las minas y metales de Berenguela, con- po el beneficio aun muchos años después que los
que se apreció mucho más el metal de azogue que otros géneros se beneficiaron con azogue; el cual
tan innumerables quintales se han sacado de las dicho metal negrillo es en cuatro maneras: co-
minas de Huancavelica. mún, con rosicler, amasado y espejado. El común,

Con la invención de este nuevo beneficio fue llamado mayor, es el más rico. El rosicler es una
tanta la riqueza que se comenzó a sacar del Cerro pinta morada con cambiantes carmesíes, el cual
mojado y refregado con un hierro se pone colora-
1. Acosta, libro IV, capítulo 3; Pasquier, libro II, capítulo 6; do como una sangre, y esta pinta está esparcida
los indios varas (Capoche, Relación, P. 108. Ver supra,
de
por el metal, y por ella se conoce la riqueza de
la
libro II, capítulo 7, nota 2). [M]

142
PRIMERA PARTE. LIBRO IV. CAPÍTULO l8 Año IJJI
él. El metal rosicler es en tres maneras: uno que El de la plata blanca está en el metal a la traza
tiene estas pintas claras en el color, modo que
y en estar y si con pedacitos de plata batida en
salpicadas por la piedra, de este modo se halla pan se pusiese en el metal,
y y en unas piedras es-
ordinariamente en los quijos 2 el tán más menudas
{78] rosicler; y en otras mayores las hojitas
el segundo modo del un poco más
rosicler es de plata.
obscuro y está a modo de clavo en el metal (a La plata hilada son unos hilos naturales que
que llaman algunos ojo de rosicler), el cual pasa parecen en lo bruñido a los que hacen los tirado-
la piedra de parte a parte,
y éste ordinariamente res en forma de alambre,
y por esto la llaman
se halla en unas piedras que se llaman maza- algunos plata hilada habiendo de llamarse con
cotes por ser en sí feas
y como amasadas de más propiedad plata tirada; y de este género fue
cieno, pero muy ricas; el tercero modo de rosi- el metal de la veta Descubridora en nuestro gran
cler se halla muy menudo,
y de unas pintas Potosí, siendo estos hilos tan gordos como el de-
muy sutiles. do meñique en algunos trozos de metal, sin que
Otro género de metales hay en este admirable esta excelencia se haya visto ni en otros minera-
Cerro de Potosí que llaman mulatos, es en dos les ni en las otras vetas
y y metales de este mismo
maneras: los unos tienen plata hilada
(y ésta se Cerro.
ve también en algunos quijos negrillos), En
y ha metal paco rico se cría el género que lla-
el
sucedido partir uno
y quedar colgando ambos man plomo ronco, que en algunos está como ma-
pedazos de unos hilos de plata misteriosamente sa que se puede cortar con un cuchillo.
obrados de la naturaleza; el otro género de me- Y
así como un cuerpo humano no sólo tiene
tales mulatos son de color de cáscaras de nueces
sangre sino muchos géneros de humores de que
verdes, y algunos son muy ricos
y arman sobre consta el cuerpo, caja del alma racional, del mis-
espejuelos blancos que tocan algo en amarillo, mo modo el metal de plata consta de muchos
y tienen mucha plata blanca (algunos reducen géneros de metales, que son caja de la plata pura.
este género de metales a los mulatos, otros a Estos humores son en dos maneras: unos que
pacos). 3 ellos entre sí naturalmente se abrazan
y endu-
Fuera de estos géneros hay otro metal que lla- recen, y de esta masa se engendra el oro
y la
man mazacote los mineros, el cual de ordinario plata; otros que
admitir composición ni
sin
es riquísimo,
y él lo da entender porque suele mixtura alguna, lo líquido lo convierten en
tener mucho rosicler y mucha plata hilada. Llá- sólido, y de éstos se hacen las piedras preciosas
mase mazacote porque (como toqué arriba) es a (como dice Séneca en sus Qucestiones natura-
modo de cieno amasado y se desmorona con las les, libro VII).
manos, quedando solamente el clavo de rosicler Estos humores en la composición del mixto
o la plata hilada. Este metal se saca
de las minas o metal de plata no pierden su naturaleza, antes
del paco y del negrillo,
y de cada metal de éstos cada uno sigue la suya, así el humor verde, uno
y
toma más el color; pero el más rico mazacote es se convierte en azufre, otro en caparrosa; el azul
del metal negrillo. Y
a las piedras ricas referidas o morado, en alcohol; lo acuático, parte en argile,
se reduce lo que se llama tacana 4 que es lo más sutil,
y otro género
,
y parte en arena, que es lo
rico que llaman papas.
más grueso; lo blanco, en salitre o caliche; el
De la propia manera que hay metales de di- amarillo, en oropimiento o arsénico; lo colora-
versos colores, hay tierras entre estos metales ri- do, en bol; lo naranjado, en cobre
cas y pobres de todos colores; el beneficio de y bronce; lo
negro, en polvorilla.
ellas es como el de los metales,
y no se pueden Estos metales juntos, o en todo o en parte, se
conocer perfectamente por los colores si son ricas hallan en este famoso Cerro en el metal de la
o no, sino con el azogue, por falta de él (antes plata y ayudan a su generación,
y
y así la quie-
de ser usado en el beneficio de estos metales) se ren tanto que todos se arman contra el azogue
perdían todos ellos, como tengo dicho. para que no se lleve,
y por esta oposición y con-
Los indios en aquellas sus huayras que en trariedad los llaman antinomias. Otros le lla-
(
otra parte he dicho eran unos hornillos de fuego, man antimonios, tomando el nombre del alcohol
que ponían en los collados altos de los contor- llamado antimonio, que
y es el más dañoso al
nos de este rico Cerro de la Villa, que pasaban azogue.
y
de 2,000) sacaban la riqueza por beneficio de No obstante que algunos de estos simples son
fundición tan solamente del metal que llaman señales entre los mineros para conocer el buen
plata blanca, plata hilada el de plomo ronco.
y [78'] metal (como es la polvorilla y el azufre,
bronce y calichal) el metal rico de este famoso
2 Quijo: piedra cuarzosa notable por su dureza. [M]
.
Cerro (después que se reconoció la fineza del
3- Del quechua pfakju — bermejo. Minerales de plata llama-
dos así por su color que va de rojizo a castaño por el género llamado plata blanca, el de la plata hilada
óxido
de hierro que contienen. [M]
4- Del quechua tacana = mazo, martillo. Mineral
y plomo ronco) era color de ámbar; otro tiraba a
de plata de
color que va de gris a negro, muy rico, que no se color negro, en el que llaman plomo ronco; otro
podía re-
ducir a polvo en los ingenios por su consistencia blanda, a color rojo,
gra- que después llamaron rosicler; y
nulosa o laminosa, debiendo desmenuzarse con un mazo
o otro ceniciento, que ha tenido varios nombres,
martillo, y de ahí su nombre. Era el mineral de elección
para
las huayras. [M] y con el tiempo se fueron descubriendo los otros

143
Año I$-JI HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

géneros de metales que arriba hemos dicho y sus en él y en la villa de Plata por su majestad el

calidades.
5 licenciado Polo, que cada sábado en su propia
He referidola variedad de metales que hay en casa, donde estaban las cajas de las tres llaves, se

esteadmirable Cerro para confirmación de lo que hacía fundición, y de los quintos reales venían
arriba dije, de que los más de éstos los desecha- a su majestad 30,000 pesos, 25, y algunos poco
ban por falta de conocimiento y beneficio, hasta menos, y algunos más de 40. Y
con sacar tanta
que en este año se comenzó a sacar la plata con grandeza, que montaba el quinto de la plata que
azogue de todos ellos. Con esto se apreció más el pertenece a su majestad más de 120,00 castella-
Cerro de Potosí: crecieron los caudales de los nos cada mes, decían que salía poca plata y que
vecinos, enriqueciéronse innumerables foraste- no andaban las minas buenas. Y
esto que venía

ros, aumentáronse los reales quintos, y finalmen- a la fundición era solamente metal de los cris-
te gozaron y gozan de su riqueza todos los habi- tianos, y no todo lo que tenían, porque mucho

tantes del orbe. Y puédese considerar que si con sacaban en tejuelos para llevar donde querían,
y los indios verdaderamente se cree que
sólo el beneficio que los indios hacían en sus llevaron
huayras de los metales llamados plata blanca y a sus tierras grandes tesoros. Por donde con gran
plomo ronco sacaron tantos millones de plata, verdad se podrá tener que en ninguna parte del
cuántos más sacarían con el beneficio nuevo de mundo se halló cerro tan rico, ni ningún príncipe
tanta variedad de metales que no sólo habían de un solo pueblo, como es esta famosa villa de
de sacar de las minas sino también los que estaban Plata, tuvo ni tiene tantas rentas ni provechos,

sacados y arrojados en los desmontes. También se pues desde el año de 1348 hasta el de 1551 le
puede discurrir cuán grande sería la riqueza de han valido sus quintos reales más de 3,000,000
este nuevo beneficio por la mucha que se sacaba de ducados, que monta más que cuanto hubieron
con el antecedente de las huayras, para lo cual los españoles de Atabalipa ni se halló en la ciu-

pondré aquí unas palabras sacadas a la letra de dad del Cuzco, cuando la descubrieron”. Hasta
la Crónica de este peruano reino, escrita por Pe- aquí este autor.
6
dro Cieza de León, en el capítulo 109, que trata más notable cuanto se trata de una de las personalidades deci-
de cómo se descubrieron las minas de Potosí. sivas en la historia temprana de Potosí. "Fui el primero", dice
de sí mismo, "que goberné estas provincias después que se
"Cargó tanta gente" (dice este autor) "a sacar descubrió Potosí, y el que lo puso en la orden que ha tenido,
plata, que parecía aquel sitio una gran ciudad. Y y el que hizo las ordenanzas de las minas y lo
demás por don-
de hasta hoy se rige”, y "aunque ha 23 años que lo empecé,
porque forzado ha de ir en crecimiento o venir casi nunca lo he dejado de la mano para entenderlo como
en diminución tanta riqueza, digo” (son palabras ahora”, "Relación de los fundamentos acerca del notable daño
que resulta de no guardar a los indios sus fueros", 1571. VI. 26,
del dicho autor) "que para que se sepa la grande- Documentos inéditos de América, XVII, 136. Capoche se refie-
za de estas minas, según lo que yo vi el año del re con elogio a Polo Ondegardo ( Relación p. 177)-
7 Sobre los escritos del licenciado Polo Ondegardo véase Hans
Señor de 1549 en este asiento, siendo corregidor Horkheimer, "Breve bibliografía sobre el Perú prehispánico”,
Fénix, Revista de la Biblioteca Nacional, N5
5 (Lima, primer

5. Esta caracterización de los minerales de Potosí no figura semestre, 1947), p. 266. No están mencionadas por este autor
en el ms. de Madrid. [M] las "Ordenanzas de las minas de Huamanga”, 1362. III. 25,

6. Pedro de Cieza de León, Crónica del Perú, primera parte,


(Documentos inéditos de América, VIII, 449).
capítulo 109. [A] Noticias sobre Polo Ondegardo en Raúl Porras Barrenechea,
7. Al propio tiempo que cita este pasaje de Cieza, Arzáns "El licenciado Polo de Ondegardo”; Levillier, Audiencia de
omite el completar su lista de corregidores de Potosí con el Charcas, t.I y II; Levillier, Gobernantes del Perú, t. I-VIII;
nombre del licenciado Polo Ondegardo. La omisión es tanto Levillier, Don Francisco de Toledo, t. I. [M]

144
[79] LIBRO V

Capítulo I

DE LA VENIDA DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON FRANCISCO DE TOLEDO,


VIRREY DEL PERÚ, A ESTA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ. DE CÓMO
INVENTÓ LA FAMOSA FABRICA DE LOS INGENIOS PARA MO-
LER LOS METALES, Y LAS MUCHAS, ADMIRABLES Y
PROVECHOSAS ORDENANZAS QUE HIZO

N año de 1572 se hallaba generalmen-


el acompañado de los hombres más experimenta-

E te llenode aplausos y estimación en la


ciudad de Los Reyes el excelentísimo se-
ñor don Francisco de Toledo, comenda-
dor del Acebuche, virrey del Perú, que como dije
en el capítulo antecedente llegó a aquella ciudad
dos en minas, y en cada labor le hicieron los es-
pañoles mineros y los indios del trabajo una arti-
ficiosa salva de tiros

y cruceros de las minas.


que cargaron en
Y
después de haberlas
visto en este y otros dos días
las bocas

y tanteádolas y
a fines del año de 1569. Y como su venida fuese regístrádolo todo muy a su satisfacción, se bajó
con deseos de un felicísimo acierto, un servicio a la Villa donde hizo junta de los dueños de
agradable a la prudente majestad que lo enviaba, minas, de los demás interesados en ellas
y veci-
y de un grandísimo y dilatado bien para estos rei- nos de buenos caudales, a quienes propuso con
nos, quiso personalmente visitar todas sus ciuda- discretas razones cuán conveniente sería el que
des, villas y lugares, para que con más seguridad se fabricasen ciertos ingenios donde se moliesen
y certeza pudiese escribir con pluma llena de sa- los metales del Cerro. Parecióles bien lo que su
biduría y espíritu de lo venidero las leyes que excelencia disponía,
y todos prometieron los
vulgarmente llaman ordenanzas, por donde no harían a su costa sin que se sacase un solo mara-
sólo los indios se gobernasen, mas también los vedí de la hacienda real, aunque el virrey les
españoles vecinos y moradores de este peruano ofreció de ellamucha cantidad.
reino pudiesen ir muy seguros guiándose por tan Pusiéronlo por obra, y así se comenzaron a
loables leyes, imitando su excelencia a Semíramis fabricar, no en el centro de la Villa por donde
que las impuso a los asirios, Minos a creten- ahora atraviesa la famosa Ribera 2 (porque en-
ses, Solón a atenienses, Licurgo a lacedemonios, tonces no había de dónde les viniese agua) sino
Foroneo a argivos, Mercurio Trimegisto a egip- 2. Informaciones de primera mano contradicen este aserto. En

y Numa Pompilio a los


cios, Ascelpio a rodos, 1372. III. 17 el cabildo de Potosí en vista del informe favorable
de los comisionados al efecto, adjudicó a Pedro Hernández
romanos. un sitio de ingenio "en la parroquia de indios de Santiago,
Con este empeño, pues, subió el excelentísimo con cargo de que aproveche el agua sin perjuicio de los in-
dios de ella” ("Extracto de los acuerdos de Potosí”); en
señor don Francisco de Toledo caminando más I 57 2 -VIII.ii el cabildo resolvió que
"habiendo pedido mu-
de 400 leguas desde la ciudad de Los Reyes a esta chas personas sitios para ingenios de azogue
y beneficios de
plata, se les ha concedido con concepto al bien público
Imperial Villa, y llegó a ella por el mes de no- y reales
quintos" y "habiéndose incrementado los beneficios de plata
viembre de este año de 1572. Hízosele un grande era necesario hubiese sitios que dar,
y así los que en adelante
se concedieren sean solares señalados por los que se
recibimien[79 v ]to alegrando diputa-
y aplaudiendo su ren ( ibid .); en 1572. IX. 25 el cabildo acordó que "creciendo
venida con 15 días de costosísimas fiestas, pues cada día el beneficio de metales por azogue, por cuya razón
se han dado solares y sitios para ingenios, era necesario tam-
por manifestar su grandeza esta Imperial Villa bién adjudicar a los indios en cada doctrina 200 pies en cua-
no excusó gasto ninguno, que con gran liberali- dro para el mismo efecto, y aunque se haya dado a otra perso-
na se les compense en otro lugar” ( ibid .). Las doctrinas o
dad lo sacó todo a plaza. 1 parroquias de indios estaban en la misma Villa o junto a ella.
Pasados los 1 5 días de fiestas al punto comenzó Sobre el trabajo de edificación de ingenios hay una impor-
tante documentación en el Archivo de Potosí, Registros
su excelencia a poner en orden lo que convenía de es-
crituras públicas. Resumimos a continuación una muestra tem-
al buen gobierno prana:
y buena disposición del Cerro y "Obligación para hacer un ingenio de madera”: Hernán
minas. Entró personalmente en todas las labores Martínez, oficial y maestro de hacer ingenios de madera, se
obliga a hacer para Juan de Anguciana en la chacra de Lapa-
1. Desde 1572. VIII. 29 el cabildo de Potosí había venido to- ya, 3 leguas de Potosí, dos ingenios de madera de
moler me-
mando disposiciones para el recibimiento de Toledo ("Extrac- tal de plata, cada uno de
4 mazos y cada uno para moler en
to delos acuerdos de! cabildo de Potosí”). La famosa en- un día natural 14 quintales de metal de plata cernido, en ca-
trada del virrey fue en XI. 2 3 y el cabildo salió a recibirlo a y
da uno una tina de lavar metales, un repasadero para repasar
las afueras de la Villa
( ibid .). Otros particulares relativos los metales que se incorporaren en el azogue, "y en el tiempo
a ¡os preparativos para el recibimiento de Toledo que los ingenios repasaren y lavaren los metales se entien-
y sus prime-
ros actos en la Villa, ibid., X.6, X.io, X.24, XII. 15, XII 23. de que se han de alzar y no han de moler, al tiempo que mo-
y
[M] lieren no han de repasar ni lavar”; más se obliga a "sacar las

Í45
Año 17,72 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

cerca del valle de Tarapaya donde formaron al- cia alguna que fuese tocante al servicio real y al
gunos ingenios, y de la misma manera en una bien común; y así se comenzaron a fabricar cua-
quebrada que está entre el rico Cerro de Potosí tro ingenios al oriente del rico Cerro, poco más

y los de Caricari y también hubo algunos dueños de una legua de distancia, y otros ocho a la parte
de minas que molieron sus metales en el río de del poniente, dos leguas de esta Villa, por la
Cachimayo que dista de esta Villa 17 leguas, mas conveniencia de un pequeño arroyo que tribután-
érales en éste y en los otros parajes de mucho in- dole otros menores crecía su caudal bastante para
conveniente por la lejanía, mas no de costo (para el efecto, el cual llevaba sus corrientes por aquella

el fin de hacerse ricos los dueños) porque la ri- parte.


queza de los metales en la ocasión daban para Después de haber hecho el virrey tan buena
todo. Con todo eso se determinaron algunos años diligencia se salióun día a pasear por toda la
después a fabricar unas grandes lagunas en las Villa y lastimándose de verla con aquellas mal
cabeceras de la Villa y juntamente la Ribera, formadas calles, trató de ensancharlas cuanto se
como se verá más adelante. pudiese y hacer nueva plaza en el centro de la
Electos los sitios donde se habían de hacer los Villa y poniendo por obra sus loables determi-
ingenios, quiso su excelencia hallarse en la dis- naciones lo primero se trató en junta de los
posición y traza de ellos, que no omitía diligen- pobladores, dueños de minas e ingenios (que ya

acequias para hacer los ingenios de manera que de todo punto rrarlos y guardarlos con perjuicio del bien común; y que en
queden hechos y acabados, molientes y corrientes, firmes y bien esta virtud, atendiendo a la antigua costumbre desde que se
hechos”, en todo lo cual "yo, Hernán Martínez he de ser obli- labró el Cerro y pobló la Villa, no podía disimular semejante
gado a entender con sola mi persona, mano e industria de abuso, cuando eran comunes los desmontes para las personas
ella, y con mis herramientas”. Juan de Anguciana, por su par- que se quisiesen aprovechar de ellos, y resultaba por esa razón
te, se obliga "de dar toda la gente, negros e indios que fuesen grandísimo perjuicio en consentir que los particulares quisie-
necesarios para el sacar de las acequias y hacer todo lo de- sen hacerlos suyos, mayormente cuando habiendo expedido
más que fuere menester, hasta hacer y acabar los dos inge- providencia el excelentísimo señor Toledo para aplicar dichos
nios, más toda la madera puesta al pie de la obra, y donde se desmontes por de su majestad, se suspendió su cumplimiento
ha de hacer y edificar los ingenios dos indios carpinteros que por el daño común consiguiente a la república, españoles e in-
ayuden”. "Y por cada uno de los ingenios vos Juan de Angu- dios de ella, y que a fin de que prevaleciese una costumbre tan
ciana me habéis de dar y pagar 750 pesos de buena plata co- útil, no juntase nadie desmontes en lo sucesivo ni los enterrase
rriente de 4 pesos el marco, pagados la tercia parte en comen- en corrales o canchas, y que cada semana solamente por una vez
zando a traer la madera, la otra tercia hecha la mitad de la los pudiesen bajar del Cerro y beneficiar para, conclusa esta
obra, y la otra tercia acabados que sean de hacer y poner en operación, volver a subir y tener igual ejercicio en la semana
perfección. .
y más se me ha de dar lo que hubiere menes-
. ;
siguiente, y de este modo se pudiesen aprovechar todos de los
ter para mi sustento y comida durante el tiempo que me ocu- desmontes y no de otra manera, so pena de 500 pesos de oro
pare en hacer los ingenios, y cada mes una botija de vino de aplicados por tercias partes, ejecutándola cualquiera de los
Castilla en el lugar de la obra; y me obligo de no entender jueces de la Villa, entendiéndose que los desmontes que hasta
en otros ingenios algunos demás de dos que tengo concertados la fecha se hubiesen recogido fuesen comunes, deshaciéndose
con Gonzalo Santos y Juan Carrasco, ni tomaré otra obra al- los corrales, canchas y montones hechos con ellos, sin que nin-
guna”, Potosí, 1 572.I.7 (Martín de Barrientos, año 1572, t. guno lo pueda defender bajo la pena establecida, pidiendo
IV, f. 12-13) • licencia a las justicias todos los que quisiesen beneficiar dichos
De inmediato comenzaron a edificarse ingenios también en desmontes por azogue para bajar los que hubiesen menester
otras partes fuera de Potosí, como lo demuestra un "Concierto y no de otra manera, so la misma pena. Lo cual se mandó
de ingenio de metales”, La Plata, 1572.X.19, por el cual Bar- pregonar” ("Extracto de los acuerdos del cabildo de Potosí”)
tolomé Remón se obligó a hacer para Diego Moreno, estantes en la fecha indicada.
en La Plata, un ingenio de agua para el beneficio de azogue en Los dueños de ingenios, o azogueros, como se los llamó
el sitio de Hondo Valle, junto al río de Pilcomayo (Archivo después, no eran, necesariamente, dueños de minas al mismo
Nacional de Bolivia, Sucre, Escrituras públicas, escribano Juan tiempo, y por lo general no lo eran. El sistema más común de
Bravo, año 1572, f. ccclxv). trabajo era el llamado fletamento, que consistía en el contrato
De la prisa con que el trabajo de minas comenzó a adap- hecho entre el dueño del ingenio y el dueño de la mina para
tarse al nuevo sistema dan idea las fechas de los siguientes el beneficio del metal. El resumen siguiente da una idea de
documentos, aparte su valor informativo sobre el sistema mis- este sistema:
mo: "Fletamento de metales”: Luis de Soria, vecino, se obliga
"Carta de concierto: Diego de Mendieta, vecino de La Pla- y fleta de moler, cerner y beneficiar de todo beneficio hasta
ta, y Benito Sánchez, residente, para trabajar y beneficiar por poner en piñas de plata desazogadas, para Hernando de Val-
azogue una mina en Potosí”, La Plata, 1572. XI. 7 (Archivo Na- dés, vecino, 4,000 quintales de metal de plata", los cuales se
cional de Bolivia, Sucre, Registros de escrituras públicas, Juan molerán en el valle de Tarapaya en una cabeza de ingenio de
Bravo, año 1572, f.ccc); "Carta de concierto: Andrés Veláz- agua que Soria tiene en compañía de otra con Alonso Rigodón,
uez, boticario, residente en La Plata, en nombre de Manuel para lo cual Soria pondrá dicha cabeza de ingenio moliente y
e Espinal, estante, con el licenciado Gorvalán de Robles, corriente, los indios necesarios para el beneficio, 6 fuegos y 5
abogado de la audiencia de La Plata, y Benito Sánchez, resi- repasos y todo el aviamiento necesario. Valdés ha de poner
dente, para el trabajo y beneficio por azogue de una mina en los 4,000 quintales en el ingenio a su costa. Soria da presta-
el cerro de Potosí”, La Plata, 1572.XI.10 ( ibid ., f. ccccxxii); dos a Valdés para el beneficio 36 quintales de azogue en caldo
"Carta de compañía de minas: Manuel Aivarez y Hernando "para que con ellos incorpore los dichos metales”, los cuales
Barreno, para el trabajo de ellas y beneficio por azogue en se le han de volver en especie al fin de este fletamento, y los
T
Potosí y Porco”, La Plata, 1573.V.3 (ibid., 1573, f. I27 ); que no se volviesen serán pagados a 85 pesos corrientes el
"Carta de concierto de servicio: Francisco de H inojosa y Gon- quintal. Se ha de moler desde hoy en adelante "y no alzaré
zalo de las Cabezas, residentes en La Plata, obligándose el la molienda ni beneficio en manera alguna hasta que se acaben
segundo a hacer en las minas del primero en Potos! el bene- de beneficiar todos los 4,000 quintales, y no lo cumpliendo
ficio por azogue”, La Plata, 1573.V.22 (ibid., f. clvíii). as! o no dando la cabeza de ingenio libre y desembarazada
Establecido el nuevo beneficio por azogue en Potosí, los para ello y todo el recaudo y beneficio que se suele y acostum-
desmontes, o sea la tierra mineral arrojada antes cerro abajo bra a dar en otros ingenios al beneficio viejo que hasta aquí
desde las bocaminas como desperdicio, se valorizaron rápida- se ha hecho y no por la invención de hierro que nuevamente
mente y atrajeron el interés de quienes el día de la víspera no ahora se usa", que en tal caso Valdés sin más diligencia pueda
daban nada por ellos. Comenzó así la pugna por los desmon- sacar contra Soria y sus bienes ejecutivo por los perjuicios
tes hasta el punto de que el cabildo de Potos! tuvo que aprobar que hubiere recibido, o pueda fletar en otro ingenio de Tara-
en su acuerdo de 1572.II.1 una ordenanza de la que da cuenta paya, al precio que concertare la molienda de dichos metales.
esta trascripción: "El procurador general Luis de San Román Y "por la molienda de los 4.000 quintales por cada quintal
presentó escrito en que siendo los desmontes de las minas co- me daréis a 6V2 tomines ensayados, que suman 3,250 pesos
munes para todos los que se han querido aprovechar de ellos ensayados", los cuales ya ha recibido Soria. Soria dará también
después de haberse descubierto el beneficio de la plata con a Valdés un aposento con su llave en el ingenio para que esté
parte por
azogue, muchas personas, así dueños de minas como las que y viva o la persona que en el beneficio esté de su
no las tenían, habían subido al Cerro y apropiádose de can- todo el tiempo. Potosí, 15S8.I.14 (Archivo de Potosí, escritu-
tidad de desmontes, dispuesto corrales y canchas en que ente- ras públicas, Pedro Venegas, año 1588, f. 112). [M]

146
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO I Año 1572
se comenzaban a llamar azogueros demás 3
había mucho se deseaba, pues el rey católico, el
) y
vecinos, cuán acertado sería el que se fabricasen papa y venecianos juntaron sus fuerzas, y nom-
los ingenios dentro de la Villa, por ser muy a braron por general al señor don Juan de Austria
propósito el sitio y ser una ladera tendida en la papa a Marco Antonio Colonna. Llegó
[y] el el
cual estarían los ingenios unos en pos de otros señor don Juan a Nápoles, adonde recibió el bas-
para moler con un buey de agua,
y que ésta se tón de general, bendito por el papa. De allí llegó
pudiese recoger (de las fuenteciílas que estaban a Mesina en 24 de agosto. Llevaba 80 galeras,
entre los cerros de Caricari
y otros arroyuelos 22 naves, 21,000 infantes, sin otros aventureros
que había en aquellas quebradas) en unos creci- que quisieron seguir al señor don Juan. Nuestra
dos vasos que para este efecto se podrían hacer armada toda era 280 galeras, 25 naos, seis galea-
de piedra y cal. Aprobaron todos la disposición, zas y 40 fragatas, sin las de Venecia que estaban
pero se les hacía imposible la ejecución de la mal armadas; otros acortan el número de los
obra (aunque por entonces se intentó probando La armada del turco se componía de 308
vasos.
varios caminos),
y así se quedó solamente en galeras.La batalla fue de las más reñidas y afor-
palabras, que después tuvieron su cabal efecto; tunadas para la cristiandad que se puede pensar,
y por entonces se contentaron con sólo dejar se- pues por muchas horas no se conoció ventaja
ñalado el sitio donde después se fabricaron los hasta que de la capitana de don Juan de Austria
ingenios y vasos para el agua. de un mosquetazo murió Alí bajá. Fue entrada
Luego el virrey hizo mudar la iglesia mayor la capitana
y desmayaron los turcos, y se alcanzó
adonde al presente está, que es el medio de la la victoria día 18 de octubre del año de 1571,
gran población y enfrente del rico Cerro, la igle- siempre memorable a los siglos presentes veni-
y y
sia antigua la erigió en parroquia de indios nom- deros por esta gran batalla, comenzada antes de
brándola San Lorenzo. Comenzáronla a cimentar la una después de mediodía,
y fenecida a la
a mediado de diciembre de este año;
y en el mis- noche, habiendo sido a las dos horas de pelea
mo día se comenzó
de la gran Casa de la obra muerto Alí general y presa su real, hecho el jui-
Moneda y cajas reales,
porque en este mismo cio del fin en favor de los confederados, inferio-
año por orden de su excelencia la que estaba fun- res en 60 galeras a los turcos, como dicen los más
dada antes en la ciudad de Lima se pasó a esta que la escriben. Los muertos fueron más de
Imperial Villa, porque corría en ella el comercio 30,000, 10,000 prisioneros, 175 galeras que se
con plata sin sellar, que (como ya he dicho en ganaron, 99 que dieron en tierra. Libertáronse
otra parte) llamaban plata corriente
y la daban 1 5 ,000 cristianos, 7,000 esclavos de galera. De los
al peso añadi[8o]endo un real, conque eran nuestros murieron 10,000,
y entre ellos mucha
de nueve reales los que se daban por ocho, de gente noble española. Repartiéronse los despo-
que nació llamar pesos y reales de a ocho la jos así: la capitana del turco al rey; al pontífice
moneda mayor. 27 galeras, 9 cañones gruesos, tres pedreros, 42
Estando el virrey el día 24 de diciembre de sacres y 200 esclavos; al rey católico 81 vasos,
este año, víspera de la Natividad del Señor, bien 68 cañones grandes, 12 pedreros, 168 sacres,
divertido trazando
y disponiendo la nueva obra 3,600 esclavos; a Venecia 54 vasos, 38 cañones,
de la iglesia mayor, llegó un correo con la noti- seis pedreros, 84 sacres,
2,400 esclavos. Cupieron
cia (que tanto gozo causó a su excelencia
y a toda al derecho de décima del generalísimo 16
la
esta Villa) de cómo el año antecedente se consi- vasos, 720 esclavos,
y las piezas de 10, una; que-
guió de la batalla naval contra los tur-
la victoria daron en su poder los dos hijos de Alí bajá
y 47
cos en golfo de Lepante (cuya relación hizo el
el principales.
virrey publicar a son de cajas
y clarines por las Publicada esta buena noticia juntamente con
plazas y calles de esta Villa), la cual fue que la del nacimiento del príncipe don Fernando
doliéndose mucho el santo pontífice Pío V del (que fue a 4 de diciembre del año antecedente
daño que la cristiandad padecía (mayormente de 1571) llena de regocijo toda esta rica Villa
los venecianos) por los turcos, se efectuó lo que dieron principio sus vecinos demás habitadores
y
Nohay
a unas costosísimas fiestas con una riquísima
3- en documentación coetánea datos que apoyen
3 a y
este aserto. Por entonces se siguió usando la denominación muy máscara que de repente hizo la no-
vistosa
dueños de minas e ingenios” o "señores de minas e ingenios”.
bleza aquella misma noche,
Capoche en su Relación, que es del año 1585, no emplea aún y desde el día se-
la voz azoguero. gundo de la Natividad del Señor se continuaron
El documento más temprano en que hemos localizado esta
palabra^en el sentido del texto, es un memorial remitido por
los demás regocijos. Y dice el capitán Pedro Mén-
los dueños de ingenios de Potosí al virrey en 1594. VI.
17, don-
dez 4 que era cosa maravillosa ver los caballeros
de se emplean lo mismo las denominaciones "azogueros”, "be-
neficiadores e "ingenieros” para los dueños de ingenios,
moradores de Potosí compitiendo unos con otros
y
las de señores de minas” para los dueño de minas ("Acuer- mostrando las riquezas que tenían, que sin duda
dos de Potosí t. VII, f.
295L 296). Solórzano observa a este
,
eran las mayores del Perú, en galas, joyas
propósito: "Verdaderamente la máquina de Potosí es tan gran- y ca-
de y se compone de tantas cosas, que ni se deben apurar todas denas de oro con que adornaron sus personas.
n 4am P oco perderse de vista. Y échase de ver lo que en ella
¿
obran
También hubo competencias en las fiestas, justas
y fructifican estos azogues, pues sus mineros se han
querido y quieren llamar azogueros, preciándose más del nom-
y torneos que se hicieron, y los banquetes y comi-
bre del metal que se les reparte para beneficiar los de plata,
que del de ¡a misma plata o minas de donde la sacan". Políti- das soberbias y demasiado costosas que hubo.
ca indiana, II, 437 - [M] 4. Méndez, segunda parte, capítulo 6. [A]

I 47
Capítulo 11

CONTINÚA EL VIRREY LA REFORMACIÓN Y NUEVAS ÓRDENES TAN


FAVORABLES A ESTA IMPERIAL VILLA

ONTINUANDO Potosí las fiestas rea- Mandó también el virrey hacer la plaza nueva
les por el nacimiento del príncipe don (llamándola del Regocijo) delante de la iglesia
Fernando y victoria que mediante el mayor, tan espaciosa que de largo tenía 250 varas
favor divino se alcanzó del turco, llegó y de ancho 130, con una calle por medio de ella,
el año de 1573 en que también gastó todo el mes por la cual se pasaba de la calle del Contraste
v
de enero. [8o ] Acabadas estas grandiosas fies- a la nombrada Lusitana, por habitar en ella la
tas, volvió el virrey con su acostumbrado celo nación portuguesa, que hoy es toda de mercade-
res, conocida sólo por calle de la Acera de San
y fervoroso ánimo a entender en el bien y pro-
vecho de la Villa,pues habiéndose ya abierto los Agustín. Desembocaban en esta dilatada plaza
cimientos para la obra de la iglesia mayor, a 10 calles, dos por cada esquina de los cuatro can-
principios de febrero de este dicho año puso su tos, y las dos del medio.

excelencia la primera piedra con gran solemni- Formáronse otras dos plazas que lindan con
dad, y se continuó la obra a su costa hasta el fin. esta del Regocijo: la una (más corta) para que
Luego después de haber señalado el sitio adon- en vendiesen las gallinas, huevos, man-
ella se

de se había de fabricar la Ribera, hizo el virrey teca,carbón y otros mantenimientos (en la mayor
ensanchar las calles y dividir la población de parte de ésta se edificó después el suntuoso tem-
indios apartándola de los españoles; y así quedó plo de Nuestra Señora de Misericordia) la otra ;

el sitio de la Ribera por medio, y la población de es la famosa plaza del Gato (nombre que los
indios a la parte del mediodía. españoles han corrupto porque los indios llaman
Asimismo hizo su excelencia se formase hacia ccatu a esta y semejantes plazas) [y] también
la falda del Cerro una zanja ancha de 10 varas, la llaman Baratillo, o a lo menos parte de ella
toda de piedra y cal, de oriente a poniente por tiene este nombre, y toda es del mismo tamaño
espacio de una legua, para que por ella corriese que la antigua del Regocijo, que como voy di-
el agua cuando lloviese, porque como es una ciendo mandó hacer el virrey. Tiene asimismo
media quebrada aquel sitio y estaban en aquel esta plaza del Gato, o Baratillo, dos calles, una
tiempo en ella gran parte de las casas de españo- que va por el medio y largo de ella, y otra por
les, todos los años se experimentaban grandes lo ancho.
ruinas de aquella corriente como sucedió el año Esta famosa plaza es antigua, y lo que de nue-
de 1567 que (como tengo dicho en otra parte) vo hizo su excelencia fue unos poyos altos (como
por el mes de octubre cayó un espantoso granizo hoy se ven) donde las indias venden cuantos
en el tamaño como huevos de paloma y aun ma- mantenimientos se cogen en el Perú, como tam-
yores, que en dos horas que duró no quedó casa bién otras alhajas y ropa con mucha convenien-
que no la destruyese; y derritiéndose por la tarde cia. Los dichos mantenimientos se venden todos

se formó un gran río cuya corriente se llevó to- los días de la semana en esta plaza, y en ella
das las casas y ranchos de indios que en aquel hacen mercado franco el domingo, por ser el día
espacioso sitio estaban, y se ahogaron 30 perso- que reciben la satisfacción de su trabajo así los
nas. Otro semejante estrago sucedió el año de mineros españoles, mayordomos de ingenios, y
1570 en el mismo sitio con una nevada que cayó demás oficiales, como también los indios: y está
por julio, que durando ocho días se tuvo ya por de tal modo entablado el que haya de ser este
azote de las iras de Dios por los pecados de Po- mercado el domingo que no ha sido posible mu-
tosí, pues llegando a subir más de una vara se darlo a otro día, aunque varias veces lo ha inten-
hubo de inundar toda la Villa, y creció este río tado el juez eclesiástico por los inconvenientes
de tal manera que aniquiló 140 casas de espa- que resultan.
ñoles y muchas de indios, en que perecieron 46 Esta plaza o mercado ha sido y es de tanta mag-
personas. Informado, pues, su excelencia de este nitud y riqueza que muy pocos o ninguno le igua-
anual riesgo, mandó hacer la dicha zanja bien la en el mundo. Y
cronista Pedro Cieza de
el

profunda y calzada toda de piedra sobre la cual León 1


(como de vista) dice de esta plaza
testigo
mandó fabricar 22 puentes en varias calles por las palabras que sacadas al pie de la letra son las
donde corre, y con esto se aseguró aquel paraje
1. Pedro Cieza de León, Crónica del Perú, primera parte, ca-
de semejantes ruinas. pítulo no. [A]
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 2 Año 1373
siguientes. "En todo este reino de Perú” (dice cuando estuvo en esta Villa se vendían no sólo
este autor) "se sabe por los que por él hemos los 25, 30, ó 40,000 pesos que dice cada día, mas
andado que [81] hubo grandes tiangues, 2 que también los hubo tales que de la mañana a la
son mercados, donde los naturales contrataban noche se vendieron pasados de 70, 80,000 más
y
sus cosas; entre los cuales el más grande pesos, de que pudiera decir muchas particulari-
y rico
que hubo antiguamente fue el de ciudad del la dades para mayor confirmación a no temer pro-
Cuzco, porque aún en tiempo de los españoles lijidad que las más veces causa fastidio. 3 Baste
se conoció su grandeza, por el mucho oro que se sólo decir que el año de 1547 cuando Gonzalo
compraba y vendía en él, y por otras cosas que Pizarro tiranizaba este reino, Francisco de Car-
traían de todo lo que se podía haber
y pensar. vajal, su maestre de campo, se topó en el camino
Mas no se igualó este mercado, o tiangues, ni de la ciudad de Los Reyes para esta Imperial Vi-
otro ninguno del reino al soberbio de Potosí: lla con cierto mercader, el cual (como cuenta en
porque fue tan grande la contratación, que sola- sus Comentarios reales Garcilaso de la Vega) 4
mente entre indios, sin intervenir cristianos, se venía a vender 12,000 pesos de varios géneros;
vendía cada día, en tiempo que las minas anda-
y aunque Carvajal le dijo que ya sabía cómo en
ban prósperas, 25 y 30,000 pesos de oro,
y día el estado que estaba la tierra todo lo que traía
de más de 40,000: cosa extraña que creo que era suyo, el mercader astuto le respondió dicien-
y
ninguna feria del mundo se iguala al trato de do que desde el punto que cargó su mercancía
este mercado. Y lo noté algunas veces, y veía había hecho el ánimo a partir de ganancias con
que en un llano que hacía la plaza de este asien- él,
y que así le diese seguridad para llegar a esta
to, por una parte de él iba una hilera de Villa de Potosí: de suerte que Carvajal (no sin
cestos
de coca, que fue la mayor riqueza de estas partes; falta de ambición
y codicia de que por varios au-
por otra rimeros de mantas camisetas ricas, del- tores es notado) le concedió paso seguro
y y demás
gadas y bastas; por otra parte estaban montones mandó por escrito con amenazas a los mercade-
de maíz y de papas secas y de las otras sus comi- res de esta Imperial Villa que ninguno abriese
das; sin lo cual había gran número de cuartos de su tienda hasta que aquel mercader vendiese sus
carne de la mejor que había en el reino. En fin, géneros. Ejecutóse así el mandato
y en sola una
se vendían otras cosas muchas que no digo; mañana, puestos los géneros a la vista en esta
y
duraba esta feria o mercado desde la mañana plaza, los vendió por menudo, pasando de
30,000
hasta que oscurecía la noche;
y como se sacase pesos con las ganancias, conque brevemente se
plata cada día, estos indios son amigos de comer volvió el mercader adonde estaba Carvajal, con
y
y beber, especialmente los que tratan con los es- quien sucedieron los reparos chistes (al referir
y
pañoles, todo se gastaba lo que se traía a vender, la memoria de los precios) que cuenta este autor.
en tanta manera que de todas partes acudían El capitán Pedro Méndez en el capítulo
17
con bastimentos y cosas necesarias para su pro- de la [8i v ] segunda parte de la "Historia de
veimiento. Y
así, muchos españoles enriquecie- Potosí dice que había semanas que se vendían
,

ron en este asiento de Potosí con solamente tener en aquel tiempo en este mercado o plaza rica
dos o tres indias que les contrataban en este tian- (como este autor dice) 300,000 pesos de a nue-
gues, y demuchas partes acudieron grandes cua- ve reales de plata, que lo ordinario era venderse
y
drillas de yanaconas, que se entiende ser indios más de 200,000 pesos a la semana en manteni-
libres que podían servir a quien fuese su volun- mientos y géneros de los mercaderes, que en
tad; y las más hermosas indias del Cuzco abundancia concurrían a la golosina de la plata.
y de
todo el reino se hallaban en este asiento”. Añade La cual era tanta cantidad sacada de las minas
eldicho autor diciendo: "Una cosa miré el tiem- de este rico Cerro que (como dice Garcilaso de
po que en él estuve, que se hacían muchas trapa- la Vega
5
valía más el hierro que la plata, pues
)
zas,
y por algunos se trataban pocas verdades. Y por herraje de caballo o muía en esta Villa en
al valor de las cosas fueron tantas mercaderías, aquel tiempo daban dos marcos de plata a veces
y
que vendían los ruanes, paños holandas casi
se tres.
y
tan barato como en España, y en almoneda” Formada, pues, la plaza del Regocijo de que
(dice) vi yo vender cosas por tan poco precio, arriba íbamos diciendo, se hicieron al poniente
que en Sevilla se tuvieran por baratas. muchos Y de ella unos espaciosos portales
y en ellos una
hombres que habían habido mucha riqueza, no grandiosa escala para subir a la sala del ayunta-
hartando su codicia insaciable, se perdieron en miento. Nombrábase esta escala de la Consulta,
tratar de mercar
y vender, algunos de los cuales por ser allí donde se juntaban los veinticuatros
se fueron huyendo a Chile
y a Tucumán y a otras
3. En estas palabras Arzáns revela claramente su
partes, por miedo de las deudas; así todo lo que tendencia a
y lo anecdótico más bien que. a lo descriptivo e
informativo
se trataba era pleitos debates que unos con otros en la composición de su obra. Este es un indicio de que
y la
Historia estaba concebida con miras a una lectura irrestricta
tenían”.
e inmediata: de ahí el que su autor tratase de hacerla
lo me-
Hasta aquí son palabras de este autor, que real- nos pesada y lo más amena que fuese posible. Por otra parte,
este es otro rasgo que confirma su condición popular.
mente no exagera ningún particular de cuanto [M]
4. Garcilaso, Comentarios reales, Historia del Perú,
segunda
dice pues ciertamente que en aquellos tiempos parte, libro V, capítulo 31. [A]
5. Garcilaso de la Vega, Comentarios reales, segunda parte
2. Del quechua tiyani ~ sentarse. [M] libro VI, capítulo 3. [A]

I 49
Año 1573 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

y consultaban lo que habían de


determinar arriba. comenzó a experimentar una paz y tranquilidad
Quedó esta plaza tan grande (aunque más pro- general y un colmo de felicidades en todo el rei-
longada que ancha) y de mucha capacidad sus no, pues el mismo año que se recibió en Los
portales, que cuando las guerras de los vicuñas Reyes, que fue el de 1569 (como queda dicho),
con su infantería y caballería se daban crueles comenzó nuevamente la providencia divina a dar
batallas en esta plaza sin embarazo alguno, y a los hombres muy abundante y muy rica plata
cuando se hacían fiestas reales (y otras que no lo en este Cerro de Potosí (que por sus pecados era
fuesen) no se embarazaban en ella tanta muche- la segunda vez que les había en aquel tiempo qui-
dumbre de caballos, carros triunfales y otra má- tado la riqueza de los metales) y desde enton-
quina de invenciones, como también tablados y ces se fue continuando hasta estos tiempos, en
andamios muy espaciosos. los cuales se experimenta algún descaecimiento
En esta grandeza se mantuvo la plaza del Re- en las labores, mas no es de manera que sea tan
gocijo (tan nombrada en el Perú) hasta el año por el cabo su sentimiento como se experimentó
de 1641 que por su impertinente antojo el gene- en aquellos pasados.
ral don Juan Vázquez de Acuña, caballero del Y como el virrey era tan católico y devoto cris-
hábito de Calatrava, le quitó la mitad de ella y tiano, acudió con mucho afecto a lo que tocaba
mandó edificar muchas tiendas en aquel espacio al culto y veneración divina, que como llevo de-

para rentas del cabildo, y juntamente la cárcel clarado a su costa (en la mayor parte) hizo edi-
muy capaz, las salas del ayuntamiento muy espa- ficar la nueva iglesia matriz (cuya obra se iba

ciosas, y casas del corregidor en medio de las continuando en este año) y también perfeccionó
,

tiendas, que son oficios de los escribanos. Pero el hospital real que el año de 1555 se había fun-

aunque le acortaron más de la mitad, quedó ca- dado, y mandó hacer un gran cementerio para
paz para correr en ella toros, jugar cañas, justas enterrar los cuerpos de indios que en él morían;

y demás regocijos. Y así quedaron los corregi- y asimismo hizo hacer algunas oficinas que allí
dores con casas señaladas para su habitación, y faltaban. Visitó la iglesia de San Francisco y en
el primero que las estrenó después de acabadas ella la sagrada capilla donde se venera aquella
fue el general don Juan Velarde Treviño, de la admirable imagen del Santo Cristo de la Vera-
orden de Calatrava, 6 y en ellas viven los suceso- cruz, e hizo información jurídica de cómo este
res, que los más de ellos no han dejado buena portento de maravillas fue hallado milagrosa-
fama por la demasiada codicia en recoger plata mente de la manera que tengo dicho en el libro
con gravísimo daño de los súbditos. III de esta Historia, capítulo 3, y de cómo el pelo

Estaba alegrísima esta Imperial Villa de ver de su sacrosanta barba es natural, de cuyas reli-
la solicitud y veras con que el virrey procuraba quias le dio el padre guardián y el señor virrey
su lucimiento y buen gobierno, que todos a porfía las estimó en mucho. Y
después de haber [82]
le rendían plácemes y agradecimientos, a que venerado esta santa imagen y hecho una larga
el benigno virrey correspondía con palabras de información de su hallada milagrosa y demás
mucha cortesía y acrecentamiento de beneficios. 7 portentos que en aquellos años habían experi-
Pondera el capitán Pedro Méndez no sólo las fe- mentado los moradores de esta Villa (que des-
licísimas obras de este famoso virrey mas tam- pachó a España) dio de limosna a este divino
bién su dichosísima venida a este reino del Perú, Señor 20 arrobas de cera, muy buena ofrenda en
pues dice que desde el punto de su llegada a la aquel tiempo pues valía en esta Imperial Villa
ciudad de Los Reyes (si no toca en adulación) se a ocho pesos de a nueve reales la libra.
Como el virrey deseaba entablar una firme paz
6. El ms. de Madrid trae en seguida en este punto una cláu- en todas las provincias de Perú, y desde la ciudad
sula que el ms. de Brown omite, por haberla encontrado sin de Los Reyes estaba bien informado de las in-
duda demasiado fuerte, y que tiene interés consignar por su
valor como síntoma crítico: "y en ellas viven los sucesores, quietudes y molestias que León de Moría había
que los más de ellos (hasta la hora de ésta) han sido crueles hecho en esta Villa de Potosí, caminando para
aves de rapiña, fieras inhumanas que despedazan a sus súbdi-
tos por quitarles la plata. ¡Oh Potosí, qué de corregidores
la tierra arriba y estando en el Cuzco le escribió
que te han gobernado (o robado, por mejor decir) estarán su excelencia alabando su buena determinación
quizá en los infiernos! Tales son sus obras, y así no debe cau-
sar escándalo mis palabras a los lectores” ( f .82 )
.
[M] en haber obedecido al gobierno de Lima y real
7. Luis Capoche se muestra también favorable a la obra de audiencia de La Plata por las cartas que le es-
Toledo en Potosí: véase su Relación, p. 55-56, 59-60. Cauda-
losa información y documentación sobre este gobernante clave cribieron, pues sabía que atendiendo a ellas había
en la historia de Potosí se encuentra en Levillier, Don Fran- despedido sus soldados y quietádose, aunque era
cisco de Toledo; Levillier, Gobernantes del Perú, III- VII I
Levillier, Audiencia de Charcas, I y II. Pero a pesar de la in-
informado de cómo había reservado 50 merca-
fatigable labor del Dr. Levillier, quedan aún importantes deres hechos soldados para su guarda y seguri-
materiales inéditos en el Archivo de Indias, como el extenso
informe enviado por la audiencia de Lima a España en dad; y que él se la aseguraba con tal que volviese
1575 V.6, describiendo la situación de Potosí a la llegada de
v
a Potosí y tratase y contratase muy a su placer; y
Toledo (Archivo de Indias, Lima, 270, libro II, f. i-9 ).
Para mostrar el cuidado con que Toledo preparó su visita que pues su alteración había sido sólo por no
a Potosí señalaremos que envió por delante a la Villa Impe- pagar seis pesos de alcabala, que en nombre de
rial a un funcionario de confianza, competente y de carácter,
don Juan Dávila, a observar la tierra: véase el "Parecer de la su majestad le admitía así a él como a los otros
audiencia de La Plata en la información de servicios de don mercaderes que en su compañía estaban el que
Juan Dávila, 1589.V.8" (Mendoza, "Documentos de minas",
N» 153). [H] pagasen solamente dos pesos ensayados por ioo,

150
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 3 Año 1573
conque no sirviese de ejemplar para otros entre- de saber para la claridad de este suceso que
es
tanto que nuevamente informase al Consejo de antes de él no pagaban en esta Villa este tributo
Indias. con título de alcabala, sino que lo llamaban per-
Esta carta tan favorable no la llegó a recibir tenencia real, y se cobraba a los nuevos mercade-
León de Moría, porque antes que el virrey lle- res que entraban en ella con sus mercancías, pi-
gase a esta Imperial Villa salió de Mataca con diéndoles diesen lo que quisiesen; y entonces
30 mercaderes y se fue a las provincias del Tucu- ellos daban lo que querían graciosamente, pues
mán a la continuación de aquellas conquistas, en diciendo algunos que no podían dar sino tal
donde los acogieron en sus compañías los ca- cantidad corta y nada más, eso se recibía con
pitanesdon Juan Polancos, Pedro Coronel, Luis tanto gusto como lo más que daban otros, siendo
Martínez y don Isidro Fuentes, que como queda la mayor cantidad que (si se tomaba por cada
dicho en el capítulo 12 de esta Historia, libro III, 100) no pasaban de tres pesos de a nueve reales,
llevaron cuatro compañías de soldados el año de
y lo ordinario era un peso ensayado por el cente-
1554 que salieron de esta Villa. Y aunque sus nar. El licenciado Ordaz fue el primero que en
amigos le escribieron remitiéndole una copia de sólo esta Imperial Villa introdujo este tributo con
la carta del virrey
y asegurándole se ejecutaría título de alcabala,
y algunos años después (que
todo lo que en ella prometía, no quiso León de a lo menos fue el de 1589) cuando llegó a la
Moría, y así se quedó en aquellas provincias con ciudad de Los Reyes por virrey de estos reinos
losmercaderes que siempre quisieron seguirle. el excelentísimo señor don García Hurtado de
Éste fue el fin del levantamiento de León de Mendoza, marqués de Cañete, lo introdujo en to-
Moría y los otros mercaderes, que tanto desaso- dos los reinos del Perú y obligó a pagar dicho tri-
siego causó a esta Villa, originado de la mal con- buto de alcabalas a españoles e indios, éstos de
siderada resolución del licenciado Ordaz, teso- sus cosechas y aquéllos de sus tratos
y contratos,
rero juez oficial real que fue proveído para esta como lo dice Garcilaso de la Vega 8 en sus Co-
Imperial Villa. El cual introdujo en ella el tri- mentarios reales. Historia del Perú.
buto de la alcabala según que corría en España
8. Garcilaso, Comentarios reales, segunda parte, libro VIII,
y corre hoy en los reinos de su majestad. Porque capítulo 15. [A]

Capítulo III

RECONOCE EL VIRREY POR LOS LIBROS REALES LOS MUCHOS MILLONES


DE PLATA QUE EN AQUELLOS AÑOS SE HABÍAN QUINTADO. ENTA-
BLA LA MITA EN POTOSÍ Y PASA A LA CIUDAD DE LA PLATA,
DONDE ESCRIBIÓ SUS ADMIRABLES ORDENANZAS

A última visita que en esta Villa Imperial de a lo que se reconoció haberse registrado
y quin-
Potosí hizo el excelentísimo señor don tado.

I Francisco de Toledo fue las reales cajas,


donde por los libros de la hacienda de su
majestad halló que en aquellos 27 años le habían tre
A
estando
principios de febrero de este año de 1573,
el virrey en esta Villa, vino a ella el maes-
de campo Damián de Bandera, caballero
la
llevado de quintos al rey 76,000,000 de pesos del orden de Santiago, justiciamayor de La Pla-
ensayados, que cada uno es de 13 reales [82 v ta y de esta Villa Imperial de Potosí, que había
] y
un cuartillo.
1
Y ¿cuánto sería lo que del princi- más de año y medio estaba proveído para el go-
pal se dejó de quintar por no registrarse ? Porque bierno de dicha ciudad y Villa por el dicho se-
como los indios no hubiesen tenido veedores ni ñor virrey, y por haber pasado al reino de Chile
se les pudiese ir a la mano en cuanto al sacar la con la gente que su excelencia envió a aquellos
plata, por llevarla ellos a sacarla a los altos presidios no vino a los Charcas hasta principios
y cerros de la redonda en aquellas huayras (como de este año, que después de haberse recibido en
está ya dicho), se cree indubitablemente que La Plata pasó a esta Villa, adonde su excelencia
escondieron y llevaron a sus tierras muchísi- lo llamó para que en ella quedase por justicia
ma cantidad de planchas de plata, que junta mayor y alcalde mayor de minas del rico Cerro
con la que los españoles mineros
y contratantes y visitador general de que se esta-
los ingenios
sacaron en pasta sería otra cantidad que igualase ban fundando en el valle de Tarapaya (o su cer-
1. Véase el apéndice "Cálculos sobre
canía) y Tavacoñuño. 2
la producción de plata
en Potosí". [H] 2. "A principios de febrero de este año de 1573” hacía un

I5I
Año iy/y HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Fue el primero que obtuvo la vara de alcalde Y porque en esta Historia vaya escrito algo de su
mayor de minas, justicia que instituyó su exce- acertadísimo dictamen, pondré solamente la in-

lencia con renta de 3,000 pesos en la caja real, y troducción de su libro que toca a las ordenanzas
otros dos alcaldes veedores también con buena de las minas. Donde se podrá ver muy larga y
cuidado de las minas. Señaló tam-
renta, para el generalmente estas leyes (que comúnmente en
bién un protector para el amparo y defensa de este reino del Perú llaman ordenanzas hechas por
los indios. el dicho señor virrey don Francisco de Toledo y

Ultimamente hizo su excelencia la repartición de otros comisarios y gobernadores) es en el To-


de los indios en los dueños de minas e ingenios, mo primero de las ordenanzas del Perú, dirigi-
señalando para esto muchas provincias y pueblos das al rey nuestro señor en su Real y Supremo
hasta en número de 20,000 indios (que otros Consejo de las Indias por mano del Excelentísi-
antes también habían asignado para labor de las mo señor don Melchor de Navarra y Rocafull,
minas, aunque menos en el número dicho de caballero del orden de Alcántara, duque de la
20,000), las cuales dichas provincias y pueblos Palata, príncipe de Massa, de los consejos de Es-
contribuyesen cada año 5,000 indios para el tra- tado y Guerra, Virrey, Gobernador, y Capitán
bajo del Cerro e ingenios, y ésta es la que se lla- general de estos reinos. Recogidas y coordinadas
ma mita, 3 que si es de tanto provecho para el por el licenciado don Tomás de Ballesteros, re-
orbe el trabajo personal y terrible de estos indios, lator del gobierno superior, etc., impreso en
es también la mayor injusticia y falta de caridad Lima, año 1685:
que se hace con ellos. Para el cuidado de ella "Don Francisco de Toledo, mayordomo de su
creó su excelencia un bastón con título de capi- majestad, su virrey, gobernador y capitán general
tán general de la mita, a quien asimismo señaló de estos reinos y provincias del Perú y Tierra
renta de 3,000 pesos cada un año en las cajas Firme, presidente de la real audiencia y chan-
reales, siendo mucha más renta la que los mise- cillería que reside en la ciudad de Los Reyes,
rables indios contribuyen en varios manteni- etc. Por cuanto entre los otros negocios que de

mientos, alhajas, lana de vicuña y otras cosas a la visita general resultan de mucha calidad e im-
su natural modo, con que regalan y enriquecen portancia, y que convino verlos y que se exami-
así al dicho capitán de la mita como a su protec- nasen por mi persona para dejar proveído en ellos
tor, que no debieran recibirles nada ni oprimirlos lo que más conviene, fueron los de la provincia
porque les den, pues el rey descarga en ellos su de los Charcas, que es lo último de los estados de
conciencia y les da buenas rentas para que obren su majestad en este reino por esta parte de lo
en justicia y caridad con ellos. que se puede decir que tiene necesidad de orden
Acabada por el virrey la visita en esta Villa y y concierto (porque lo de más ade[83]lante son
dado fin a todo lo que convenía al servicio de su poblaciones nuevas y en que aún no está dispues-
majestad y bien de la república, se partió para ta la materia sino sólo en las cosas de guerra y
4
la ciudad de La Plata a escribir sus ordenanzas. el descubrimiento y pacificación de los natura-
les) porque en esta provincia están las minas de
año y medio que Damián de la Bandera se había recibido de Potosí y las de Porco y Berenguela, y es tierra
corregidor en Potosí, y en abril de dicho año de 1573 ya es- de metales y de donde está pendiente la esperan-
taba reemplazado en el corregimiento por don Juan Dávila, a
quien la Historia no menciona ("Lista de gobernadores de za de estos reinos, y de aquí por la mayor parte
Potosí”). [M] se han sustentado hasta ahora en la riqueza y
3. Solórzano en su monumental Política indiana sigue siendo
la fuente de información édita más autorizada sobre la mita
prosperidad que es notorio: lo cual como es cosa
y su estructura. Por lo demás, el estudio de esta institución natural acabarse, como todo se acaba, se había
indohispánica está por hacerse. Una contribución para ese es-
tudio es nuestro trabajo inédito "La mano de obra minera en puesto en tales términos que la mayor parte de
el Alto Perú, 1549-1816. Catálogo de documentos del Archivo lasminas están ciegas y desamparadas, y los se-
Nacional y la Biblioteca Nacional de Bolivia”.
La difícil posición de Arzáns frente a la mita está muy bien ñores de ellas despedidos los mineros que las tie-
expresada en sus propias palabras en este pasaje: "Si es de nen a cargo, y quitados los puentes y estribos
tanto provecho para el orbe el trabajo personal y terrible de es-
tos indios, es también la mayor injusticia y falta de caridad que para la seguridad habían dejado en la mayor
que se hace con ellos”. En el curso de la Historia lo veremos parte para sacar lo que en ellas había quedado,
oscilando entre uno y otro extremo. Arzáns aceptaba la mita
por su supuesta utilidad pública, pero rechazaba los malos tra- porque como el metal rico ha faltado en lo bajo,
y van tan hondas y es mucha la costa que tienen
tamientos a los indios sujetos a la mita. La experiencia de dos
siglos y medio demostró fehacientemente que de aquélla se
seguían irremediablemente éstos. [M] para tornarlo a buscar y descubrir, y están en po-
4. La versión de la Historia sobre la visita de Toledo a Potosí der de esta gente de poca posibilidad por la ma-
recuerda un poco la versión de la Biblia sobre la creación del
mundo. No todo fue tan rápido y simple como parece. La- yor parte, y para fundir y sacar algún provecho
mentablemente no se cuenta con un estudio integral sobre esta de las tierras, gabarros y desmontes, por haberse
etapa de la administración vicerreal de Toledo. Levillier en su
obra citada Don Francisco de Toledo, deja al virrey en mo- tantas veces escogido por los naturales lo que de
mentos de salir del Cuzco para Potosí. El "hado de frustra- ello entendían tener algún provecho, y faltaba la
ción” que parece presidir las cosas potosinas, se hace también
aquí patente. En la colección de los libros de acuerdos del industria, fue bien menester la invención del azo-
cabildo de Potosí (Archivo Nacional de Bolivia, Sucre) faltan gue, de la cual han resultado grandes provechos
los correspondientes a la visita de Toledo. Y lo propio aconte-
ce con los libros de acuerdos y las cartas y relaciones de la de presente y otros que se esperan porque se han
audiencia de La Plata: no queda en ellos cosa en calidad y entablado ingenios con que se beneficia lo per-
cantidad que valga mayormente la pena sobre este importante
episodio potosino. [M]
dido y de que ninguna esperanza se tenía. Y co-

152
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 3 Año 1373

mo los desmontes, tierras y puentes que habían los de España, y en las medidas que se hacen
cegado casi todas las minas sin esperanza de pro- por la superficie de la tierra hay en lo bajo mu-
seguir adelante en la labor de ellas, se ha hallado cha diferencia, y las vetas decaen también a la
útil por el beneficio de azogue, vanlas limpiando parte del sol ordinariamente en tanto grado que
y beneficiando de manera que de aquello que a 70 y 80 estados salen de sus cuadras y aun se
tenían desamparado sacan algún provecho, y la vienen [83 v ] a incorporar unas con otras, porque
costa que en ello ponen algunos van dando es- en todas las decaídas no es igual ni conforme y
peranza de hallar el metal rico en lo hondo, y de necesidad, así en las principales como en los
para sacarlo con menos trabajo han proseguido ramos que de ellas salen ha de haber diferencia
los socavones que estaban empezados, y dan otros y pleitos, y muy mayores y de mayor importancia
de nuevo dirigidos a las vetas principales, con lo cuanto más profundas y hondas fueren en el Ce-
cual se va teniendo esperanza de la sustentación rro de Potosí, y como es tan alto, aunque hasta
de este reino, porque no tienen otro trato ni gran- ahora no ha hecho agua, ha sido forzoso dar
jeria en que poder estribar,
y de ello pende lo socavones leste oeste por la falda de él, dirigidos
que procede de los almojarifazgos y aduanas, y a las vetas principales, que todas las importantes
la conservación y aumento de los quintos reales. corren norte sur, para tomarlas en más hon-
"Y porque los pleitos que se empezaban a mo- dura de la que sería posible labrándolas por al-
ver con las nuevas labores y los que han tenido to, así por la mala labor
y poco seguro que llevan,
hasta aquí cuando el Cerro solía tener más apro- por ir casi todas las labores a tajo abierto, como
vechamiento son de grande inconveniente para para el descargo de la conciencia real para que
el beneficio de los dichos metales,
y si la espe- los indios estén sin riesgo al beneficio de ellas;
ranza que la mayor parte de la gente tiene que y en otras partes donde han hecho y hacen agua
cuando el Cerro de Potosí después que se tomen sirven también los dichos socavones de desaguar-
200 estados y participe de la humedad de abajo, las y del efecto susodicho,
y como de ellos resul-
ha de tener la misma prosperidad que al princi- ta el bien público tan evidente, es forzosa la
pio, movidos por algunas razones salen verda- facultad para que pasen y puedan caminar por
deros, los pleitos serían de mayor importancia minas y cuadras y pertenencias ajenas, y por otros
y
la determinación de más dificultad: para pro- socavones que van encaminados por diferentes
veer sobre esto y sobre otros negocios muy im- partes, y habiéndose de labrar por ellos las vetas
portantes me pareció necesario que por mi per- adonde van dirigidos, y las demás que se hallan
sona yo viese las dichas minas y entrase en los descubiertas y por descubrir en el camino, son
dichos socavones, y me detuviese algunos meses menester nuevas ordenanzas que traten de lo que
en esto consultando lo que en todo se debía pro- han de guardar con todos los que por ellos en-
veer, así paraque cesasen como para que las la- traren a labrar, los que los han dado
y trabajado,
bores llevasen las comodidades que convenían con lo que han de acudir los dueños de las minas
para que los naturales que en ellas trabajan tu- de derecho por razón de la entrada, y la orden
viesen toda seguridad y se les pagasen sus sala- que han de tener los unos con los otros habiendo
rios con justificación de entrar todos por una misma puerta, mayor-
y se les diesen doctrina
muchas otras cosas tocantes al descar-
suficiente y mente que pudiéndose dar otros socavones infe-
go de la conciencia real, y cumplimiento de al- riores para tomar las vetas en más hondura, co-
gunos capítulos de instrucción de su majestad, mo se ha puesto en práctica y aun empezádose a
en que expresamente me lo manda. hacer también, es necesario determinar el orden
"Sobre todo lo cual fue negocio conveniente que se ha de tener entre los que dieren los unos
hacer ordenanzas y constituciones, porque dado socavones y los otros, que como son nuevas las
caso que las que había sobre esta materia, he- dificultades de necesidad son menester nuevas
chas por el presidente Gasea por el [virrey] leyes para su determinación.
y
conde [de Nieva] y comisarios, y por otros go- "Asimismo los metales tienen muchas diferen-
bernadores, desdicen algunos casos, y faltan otros ciasen una misma mina, y aun en cada vara, y
muchos, y aun en los determinados, con la varie- piérdense muy de ordinario, y si el discurso que
dad del tiempo y más experiencia que ahora se han tenido desde que el Cerro se descubrió se
tiene, y mudanza de haberes de algunos de ellos, hubiera de tratar por extenso hasta hoy, según
fuera necesario que se proveyesen de otra mane- la relación e informaciones que por mi persona
ra. Y aunque por la Nueva recopilación que trata he tomado de diferentes personas, cuya asisten-
sobre estos minerales se quisieran seguir en estas cia ha sido ordinaria desde el principio, sería
partes (las cuales yo vi con asistencia del presi- muy largo: pero quienquiera entenderá clara-
dente y oidores de esta real audiencia para que mente la diferencia notable que hay y ha habido
se mandasen cumplir que pare-
y ejecutar en lo de estas minas a todas las descubiertas de que se
ciese hacer al propósito de lo de por acá) muchas puede tener noticia, en todas las formas de apro-
de ellas por las diferencias de los casos no se vechamientos y fundiciones, tratos y labores,
y
pueden aclarar a ios negocios de estas partes, orden de residir en ellas los españoles y natu-
porque los cerros donde se han hallado las minas rales: una de las cuales ha sido que con ser tanta
de importancia son más altos y encumbrados que la cantidad de plata que ha salido de este Cerro

153
Año 1J73 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de Potosí, todos los metales han beneficiado los ingenios armados de todas suertes, de que resul-
indios con fundiciones pequeñas, comprándolo ta molerse tanta cantidad de metales
y sacar tan-
ellos mismos de los señores de las minas y bene- tos quintos reales pertenecientes a su majestad.
ficiándolo con ciertos hornillos al viento, y ha- De tal suerte conviene poner la orden que por
ciendo las refinaciones después con otros en su acudir a cualquiera de las granjerias, sin tener
casa, sin haber habido otro género de artificio, y consideración a la otra, no reciba ningún detri-
aunque se han probado muchos que he visto, no mento, y dar particulares ordenanzas a algunos
parece podría resultar de todo ello cosa de im- asientos de minas de este reino, que no convie-
portancia, y después que faltó el metal (que ha nen a otros, conforme a la calidad de sus tierras
muchos años) de alguno que se ha hallado a bol- y disposición de ellas, como lo he visto personal-
sones mezclándolo con lo que habían desechado, mente por experiencia, y otras cosas que vistas
y con ligas y metales pobres han sustentado toda se entienden mejor las necesidades que hay de
la contratación de este reino, que aun [que] con ordenanzas y lo que conviene, de lo que se pue-
dificultad los más diestros saben enteramente la de signar por relaciones.
orden que tienen en hacerlo, y así no se podrían "Y así fue necesario tomar de todo lo estatuido
excusar las mezclas de unos metales con otros, hasta ahora lo que conforme al tiempo y necesi-
que se prohíben en otras partes, sin aventurarlo dad presente conviene que se guarde, añadien-
todo de presente y quedar sin ningún fruto, por- do lo necesario para que las minas se labren y
que la necesidad y experiencia los ha hecho tan los metales se beneficien en cuanto fuere posible,
diestros en este género de granjeria, que mucho atajando lo que pareció que era estorbo para que
tiempo no lo han alcanzado los españoles, y aun tenga cumplido efecto, y estatuyendo por orde-
por ser cosa tan menuda tampoco se han dado ni nanzas algunas cosas que se coligen de la ins-
procurádolo los jornaleros y gente de servicio, trucción que su majestad me dio sobre esta ma-
los cuales son de otra condición que los de Es- teria que tocan al descargo de su real conciencia
paña, y con quien es menester otro cuidado en y al bien de los naturales, y modificando otras
lo que toca a su conservación y cura y buen trata- que estaban ordenadas con menos justificación
miento, que no sean agraviados en la paga de los de la que convenía de presente, y dando algunos
jornales por su incapacidad, y que el trabajo sea privilegios a los descubridores (especialmente
moderado conforme a su condición y a lo que de minas de azogue) para que con más voluntad
conviene para conservarlos, y a granjear la asis- se animen a trabajar y gastar sus haciendas en
tencia voluntaria, como su majestad lo pretende. descubrir minerales y beneficiar metales. Y
pro-
"Demás de lo cual los tratos y granjerias, aca- curando entender en todo lo que más convenía
rreto y orden que se tiene en proveer las minas por mi persona, y asistencia de presidente y oido-
de todo es muy diferente de lo que en otras par- res de estas provincias, que han tratado estos ne-
tes se ha visto, y lo mismo es en los desmontes gocios mucho tiempo y determinado las dudas
y necesidades que hay de proveer de lo que a y dificultades que sobre ello se han ofrecido, avi-
ellos toca, para que se conserven y cesen las ex- sándonos asimismo de algunos antiguos que nos
orbitancias, destrucción y aniquilación en ellos pareció podrían dar alguna claridad en lo que
que se ha hecho hasta aquí. Asimismo en el nue- conviniere para adelante, mandando para ello
vo beneficio del azogue (que es de [84] donde asimismo venir del asiento y Villa Imperial de
pende la restauración de este reino, pues con él Potosí los hombres más expertos y antiguos que
se beneficia lo perdido y de lo que ya no había había en aquel asiento y en este reino y para
esperanza de provecho, y se limpian las tierras que asistiesen conmigo, con cuyo parecer hice las
y desmontes que cegaban las minas, y se ahon- ordenanzas siguientes’’.
dan y busca el metal rico de que se tiene tan Esta es la introducción del dilatado libro de
cierta experiencia) ha sido necesario proveer de las ordenanzas hechas por el dicho señor virrey
suerte que de tal manera se entable la dicha gran- don Francisco de Toledo, las cuales dejo aquí
jeria que no se venga a hacer negocio particular de poner por no ser conveniente a esta Historia,
cesando los tratos de los naturales, porque de pues era alargarla en tanta demasía que si para
otra manera sería perjudicial; y aun está claro algunos fuera de mucha utilidad, generalmente
que también se entablarían los ingenios con mu- sirviera su dilación de desabrimiento al gusto de
cha dificultad cesando los aprovechamientos de la materia que llevo. Ya tengo citado el libro y
los naturales, porque sin ellos y el grande inte- autor donde el curioso lo podrá ver muy a su
rés que se les sigue de sus tratos y beneficios de satisfacción. En él se contienen 92 ordenanzas
metales, con gran violencia se podrían traer a las de sólo las que pertenecen a las minas de plata,
dichas minas; de manera que pues con el bene- porque las que generalmente hizo este excelen-
ficio del azogue y limpiarse las minas se van tísimo señor para todas las provincias, ciudades,
labrando las tierras y desmontes, y descubrién- villas,pueblos, lugares, caminos y mesones o
dose metales de los que los indios solían com- tambos de estos reinos son innumerables. Es cosa
prar, era razón acudir en particular con muchas de admiración lo que se nota en estas útilísimas
ordenanzas a la nueva conservación de este nue- ordenanzas, pues lo que al presente se experi-
vo beneficio, donde ya he visto tanto número de menta en las minas de este rico Cerro, de perte-

T 54
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 4 Año 1574
nencias, pedimentos pleitos, previno su excelen- remotos, aunque también quedaron otros más, y
y
cia más de un siglo antes. En esto ¿qué podemos entre ellos los hijos de sus antecesores, que asi-
decir sino que la providencia divina lo guiaba mismo murieron en Fima algunos de los infantes
todo, y que la majestad del prudentísimo monar- que allá fueron llevados, y otros que escaparon
ca Felipe II anduvo acertadísimo en enviar tal de esta malísima acción, que su motivo fue por-
ministro para tal efecto? Que es cierto con ese que ninguno en ningún tiempo tuviese o pidiese
ánimo lo envió a estos reinos,
y su excelencia derecho a la monarquía.
también se ayudó para hacer estas ordenanzas de Volvióse a España su excelencia después de ha-
personas de mucho talento, siendo una de ellas ber gobernado estos reinos 16 años (según cuenta
el señor obispo (que en este reino fue tenido por Garcilaso de la Vega en el capítulo 20 del li-
santo) de Popayán fray Agustín de Coruña, de bro VIII [de la segunda parte] de sus Comen-
la orden de nuestro padre San Agustín, que fue el tarios reales pensando ser premiado por esto
y
que pidió a su excelencia con grande instancia sus ordenanzas. Visitó al rey don Felipe II que
no quitase la [84 v ] vida al rey o inga Túpac lo recibió con mal semblante, pues ya sabía lo
Amaru, (que siendo bautizado se llamó don Fe- que había hecho, y así le dijo: "Yo no te envié
lipe,a petición suya y en memoria de nuestro a que matases reyes, sino a que sirvieses reyes”.
monarca don Felipe II) y viendo el señor obispo Fuese a su casa y en breve tiempo la pena que de
que no se la quiso conceder le pronosticó que esto recibió le quitó la vida. Murió en los reinos
de aquello no se había de servir su majestad, de España, ya lohe dicho, pero su fama vive y
y
que si algún daño le viniese lo atribuyese al vivirá en estos del Perú mientras ellos duraren,
rigor de aquella sentencia que daba contra el pues quizá por sólo eternizar esta fama hizo todo
inga, como en efecto se cumplió aquel pro- lo que llevo referido, que siempre el deseo de
nóstico. alcanzarla es muy activo en gran manera.
Finalmente, escritas y publicadas estas orde- Pues ¿quién sino por sólo alcanzarla arrojó a
nanzas se volvió el virrey a la ciudad de Fos Re- Horacio del puente abajo, armado de todas ar-
yes, y allí fue continuando otras nuevas órdenes mas en la profundidad del Tíber; quién abrasó
y entre ellas la que fue causa de su total rui- el brazo
y la mano de Mucio; quién impelió a
na. ¡Oh permisiones inescrutables del Altísimo! Curcio a lanzarse en la profunda sima ardiente
¿Quién le dijera a su excelencia que después de que apareció en la mitad de Roma; quién, contra
un trabajo tan sumamente aplaudido en este pe- todos los agüeros que en contra se la habían mos-
ruano reino había de tener en España un tan trado, hizo pasar el Rubicón a César ? Y con más
contrario parecer y desigual correspondencia? modernos ejemplos, ¿quién barrenó los navios y
Así sucedió, que (como tengo dicho en otra par- dejó en seco y aislados los valerosos españoles
te) el dicho señor virrey hizo degollar al inga guiados por el famoso héroe Hernán Cortés en
don Felipe Túpac Amaru contra el parecer de esteNuevo Mundo ? Todas estas y otras grandes
muchos buenos y particularmente del señor obis- y diferentes hazañas son, fueron y serán obras
po de Popayán (como arriba dije), con aparen- de la fama, que los mortales desean como pre-
teso ciertas causas que para ello tuvo; y asi- mios y parte de la inmortalidad que sus famosos
mismo hizo desterrar a todos sus herederos, que hechos merecen, unos por sus admirables letras
fueron muchos los que perecieron en parajes muy
y otros por el valor de sus armas.

Capítulo IV

LOS FAMOSOS AZOGUEROS Y DEMÁS DUEÑOS DE MINAS DETERMINAN


FABRICAR LA RIBERA DE INGENIOS DENTRO DE LA VILLA, Y UNAS
LAGUNAS CON CUYAS AGUAS SE MOLIESEN LOS RICOS METALES

A CABADA la primera fábrica de ingenios inconveniencia de llevarlos tanlejos, en que ordi-


(que como tengo dicho se formaron nariamente se ocupaban más de 2,000 carneros;
/ A cerca del valle de Tarapaya, y de la que (como he dicho en otras partes) así llaman
JL -A» misma suerte en Tavacoñuño) se co- en este reino los españoles aquellos brutos que
menzaron a moler los metales en ellos por el los indios en su idioma general nombran lla-
mes de octubre del año de 1574 y a pocos días mas.
después se comenzó también a sentir la mucha Estas ovejas y carneros son uno de los exce-
Año 1574 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

lentes animales que Dios crió en este peruano En estos carneros se llevaba antiguamente la
reino y de más provecho para sus naturales, el plata que de esta Villa sacaban del Cerro, cami-
cual parece que la majestad divina tuvo cuidado nando por el camino real del Cuzco a dar unas
de criarlos para que pudiesen vivir y sustentarse. veces a la ciudad de Arequipa, cerca de donde
Porque por vía ninguna estos indios (digo los está el puerto de Quilca, o al de Arica, y en estos
serranos de este reino) pudieran pasar la vida mismos se traía los quintales de azogue de Huan-
si no tuvieran de este ganado o de otro que les cavelica a esta Villa de Potosí,caminando 300,
diera el provecho que de él sacan. En los valles 400 y más leguas de unas partes a otras de suerte
de los llanos y en otras partes calientes siembran que si en aquel tiempo faltaran estas ovejas y
los naturales algodón y hacen sus ropas de él, carneros, con gran dificultad se pudiera contra-
conque no sienten falta ninguna porque la ropa tar ni andar en este reino por la mucha distancia
[85] de algodón es conveniente para esta tierra. que hay de una ciudad a otra, y por la falta de
En la serranía en muchas partes (como son las bestias que entonces había; y hoy los indios en
provincias del Collao, los Soras y Charcas, y en sólo estos carneros conducen de muy lejas tie-
otros valles) no se cría árbol ni el algodón rras varios mantenimientos a esta Imperial Villa.
aunque si se sembrara daría fruto. Y
poder los Valía en aquellos tiempos cabeza de este gana-
naturales (si no lo tuvieran de suyo por vía de do a 15 pesos, y hoy vale la quinta parte de aquel
contratación) haber ropa todos fuera cosa impo- precio y a veces la sexta.
sible. Por lo cual el Dador de los bienes, que es Es también muy digno de notar la fortaleza de
Dios nuestro sumo bien, crió en estas partes tan- los indios de este reino, porque seguramente ca-
ta cantidad de este ganado que los españoles lla- minan cargados muchas leguas con cuatro y más
mamos carneros y ovejas, del cual unos son blan- arrobas de peso, y en esta Villa los que llaman
cos, otros negros y otros pardos, y tan grandes aparapitas (que es lo mismo que llevadores) car-
como unos asnillos crecidos de piernas y anchos gan de una parte a otra (mucha distancia) más
de barriga; tira su pescuezo y talle a camello, y de siete u ocho arrobas en sus espaldas.
las cabezas largas. La carne de este ganado es Volviendo, pues, a la inconveniencia que los
muy buena, si está gorda y tierna. Es ganado muy azogueros y otros dueños de minas tenían con la
doméstico y que no da ruido. Los carneros lle- distancia que había del Cerro a los ingenios, digo
van a cuatro y a cinco arrobas de peso, sin que que para evitarla y adquirir otras grandes con-
necesiten para la carga de albardas o aparejos veniencias trató esta Villa generalmente de ha-
(como los llaman en estos reinos) porque con la cer una junta en la cual se determinase fabricar
abundancia de lana que naturaleza les dio no la Ribera en el medio de la Villa, y juntamente

necesitan de otro ningún aparejo: y en cansándo- a las cabeceras de ella unas grandes lagunas,
1
se no se pierde, pues la carne es tan buena. para que recogiéndose en ellas las aguas de al-

1. Hay una extensa documentación sobre la llama y su signi- compañía en el beneficio del ganado y en curar las carachas
ficación en la historia de la minería potosina en el Archivo [sarna, en quechua] y en alquileres de indios y servicio de
Nacional de Bolivia, Sucre, y en el Archivo de Potosí, especial- ello tengo de pagar y costear yo el dicho Lope de Castro las
mente en de escrituras públicas en ambos reposi-
las secciones dos partes y yo el dicho Juan de Paredes la una.
torios. Esta documentación está constituida por cartas de com- "Item lo que yo el dicho Juan de Paredes gastare en la co-
pra y venta de llamas, conciertos de acarreo, y cartas de mida de mi persona y herraje de mi caballo durante el tiempo
compañía para el transporte con recuas de llamas, como la que esta compañía durare ha de ser por mitad de ambas partes
siguiente: y tanto ha de pagar el uno como el otro.
"Carta de compañía: Lope de Castro y Juan Paredes, resi- "ítem, yo el dicho Juan de Paredes me obligo de dar cuenta
dentes en La Plata, para hacer acarretos con una tropa de lla- con pago a vos el dicho Lope de Castro de esta dicha compa-
mas. La Plata, 1561. VI. 10 (Archivo Nacional de Bolivia, Re- ñía y de lo ganado y granjeado en ella, la cual cuenta, me
istros de escrituras públicas, Lázaro del Águila, año 1561, obligo de dar todas las veces que me la pidiereis con pago
lxxxiv) de lo ganado, y, sacados los caudales y costas, de lo que que-
"Primeramente yo el dicho Lope de Castro meto en esta dare habéis de tener vos el dicho Lope de Castro dos partes y
compañía 170 carneros de la tierra de carga. yo el dicho Juan de Paredes la una.
"Item, yo el dicho Juan de Paredes meto en esta compañía "ítem, al cabo de los dichos año y medio yo el dicho Juan
85 carneros de la tierra de carga y todos los dichos carneros de Paredes asimismo me obligo de dar cuenta con pago a vos
que ambos metemos son indivisos y por partir. Lope de Castro de toda la compañía, puestos y costas y ga-
"Item, metemos nosotros ambos los susodichos un carnero nancias de ella, de lo cual como dicho es, de las ganancias
y 200 costales, en lo cual tengo yo el dicho Lope de Castro sacadas las costas, tengo que tener yo Lope de Castro las dos
las dos partes y yo el dicho Juan de Paredes la una parte. partes y yo Juan de Paredes la una y si, lo que Dios no
"Item, hacemos esta dicha compañía por tiempo y espacio quiera, hubiere pérdida asimismo la hemos de pagar por estas
de un año y medio cumplido, primero siguiente que corre y partes, y toda la hacienda de ganado y otras cosas que hubiere
se cuenta desde el primer día del mes de julio venidero de este al cabo de esta dicha compañía la hemos de partir por esta
presente año. orden.
"Item, es condición que con los dichos carneros y costales "Item, además de lo susodicho yo, el dicho Lope de Castro,
se ha de andar al trato y tengo de andar con ello yo el dicho me obligó a dar a vos, el dicho Juan de Paredes, 70 cargas de
Juan de Paredes en aquellas cosas y en las partes que a mí me maíz puestas en Mojotoro y Tacopaya las cuales os daré luego
pareciere y más útil sea, y tengo y me obligo yo el dicho Juan y cada cuando vos las pidieres”.
de Paredes de tener a mi cargo lo susodicho y beneficiarlo sin Si se tiene en cuenta que los otros medios de transporte a
que vos el dicho Lope de Castro entendáis en cosa alguna. base de acémilas fueron tan escasos y precarios (en propor-
"Item, yo el dicho Juan de Paredes me obligo de tener cuen- ción con las necesidades del trabajo en los primeros años de la
ta y razón de todo lo que se ganare y granjeare para esta minería potosina) que los españoles hubieron de ocupar a los
compañía para dar cuenta con pago a vos el dicho Lope de mismos indios como bestias de carga, se comprenderá porqué
Castro. las llamas vienen a constituir uno de los supuestos esenciales
"Item, es condición que yo el dicho Juan de Paredes durante del fenómeno de Potosí. Esto explica la profusión documental
este tiempo de esta dicha compañía pueda sacar el ruin ga- relativa a la llama, así como la presencia frecuente de este ani-
nado y venderlo y comprar y meter buen ganado y de todo mal en la iconografía potosina. Véase la lámina "Cerro de
tener cuenta y razón. Potosí, circa 1585". en Capoche, Relación, según un original
“Item, es condición que los gastos que se hicieren en esta existente en la Biblioteca de la Hispanic Society of America,
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 4 Año 1574

gunas fuentecillas que por allí nacen y también nuestro castellano que pecho de mujer mozajd
las lluvias del cielo, con ellas se moliesen los me- Fabricóse esta laguna a costa del rey, aunque la
tales en dicha Ribera. Conformes todos se resol- mayor parte fue costeada por cuatro caballeros
vieron en esto, y se distribuyó entre los de mayor dueños de minas en el asiento de Porco, que fue-
posible la cantidad de dinero que para uno y otro ron el capitán Illáñez, el capitán don Iñigo de
se necesitaba: y el rey nuestro señor don Felipe II, Mendoza, de la orden de Calatrava, don Sebas-
por una cédula que despachó este año de 1574 tián de Arlés, y el contador Villafranca,
y fue
pactó con ellos, que fabricándola dentro de ella para que sus aguas moliesen en cuatro ingenios
les asignaba 20,000 indios perpetuos. 2 que fabricaron estos caballeros en aquel paraje.
A esta sazón tenía ya adquirido mucho nombre Los azogueros de esta Imperial Villa, luego que
la laguna que comúnmente
y con más propiedad se acabó de fabricar en ella la Ribera, les dije-
esllamada de Chalviri 3 (y no Tavacoñuño, co- ron que les diesen el arroyo de agua que salía de
mo se llamó antes por un cerro de la forma de esta laguna y que ellos les fabricarían cuatro in-
una teta que está más arriba, que es lo mismo en genios en esta Ribera. Vinieron en ello estos ca-
balleros, dejaron los ingenios que allá tenían
Nueva York ("Atlas of Sea Charts”, K3), y la reproducción y
del mapa pictórico de Potosí por el pintor potosino Gaspar dieron el arroyo, el cual con el rodeo por donde
Miguel de Berrío, año 1758, en Documentos de Arte Colonial
lleva su curso camina casi cinco leguas, la una
Sudamericano La Villa Imperial de Potosí, I, Academia Na-
,

cional de Bellas Artes de la República Argentina (Buenos y media rodeando una gran peña, sin que hasta
Aires,_i943), según el original existente en el Museo de Arte
hoy se haya podido conseguir un barreno que ha
Colonial de Sucre.
En Potosí la llama se empleaba tanto localmente, sobre todo muchos años se comenzó para horadarla, y que
en las bajas de minerales desde el Cerro a los ingenios, como en
por allí pasase el agua excusando el rodeo don-
el transporte de la plata
y de los bastimentos desde o hacia
Potosí. de se consume mucha, aunque en otra peña más
Se explica también porqué el cabildo de la Villa Imperial
corta se consiguió el horadarla, [85 v que a no
estuvo siempre vigilante sobre la integridad de este precioso ]
medio de transporte, como lo demuestra el acuerdo hecho en ser así no llegara la demás. Esta laguna
y arroyo,
1587. VI. 15 (Acuerdos de Potosí, t. V, f. 3i8 v ): llamada hoy de Chalviri, la fortaleció y encana-
"En este cabildo se trató y confirió que a causa de que los
indios que residen en esta villa tienen muchas carnicerías ló su corriente con toda perfección años después
matando en ellas muchísima cantidad de carneros de la tierra el ilustre general don Rafael Ortiz de Sotomayor,
gordos y muy buenos para el trabajo, y si en ello no se pu-
siese remedio vendría a faltar el dicho ganado que es el medio comendador de San Juan y recibidor de la dicha
para bajar los metales del Cerro a los ingenios sin lo cual no
orden, corregidor de esta Imperial Villa, de quien
se podría beneficiar los dichos metales,
y cesaría el trato y co-
mercio de esta república y los reales quintos vendrían a mucho en su lugar diré largamente. 5
menos, para remedio de lo cual mandaron que de aquí en ade-
Dispuestos, pues, los maestros, peones mate-
lante los indios no maten ni puedan matar carneros de la y
tierra si no fuese en la plaza de los carneros
y en la plaza
riales (todo a fuerza de plata) se comenzó la
de San Sebastián, y que los carneros que así quieran matar
obra de la famosa Ribera por el mes de diciem-
sean los martes y sábados de cada semana
y no otro día alguno,
y primero lo manifiestan ante la justicia mayor de esta villa y bre del año de 1574, habiendo antes prevenídose
no de otra manera, para que se sepa y entienda si son nue- con una solemne misa y plegaria general, descu-
vos o tales que puedan trabajar o hembras que no han de
poderlas matar, y que así lo cumplan so pena de perdimiento bierto el Santo Cristo de la Veracruz de San Fran-
de la carne que mataren para el denunciador, y a los indios de cisco, en cuyo nombre se comenzaron entrambas
que se les den 100 azotes y los trasquilen, y mandaron que se
pregone públicamente para que venga a noticia de todos obras, que tanto han ayudado al universal pro-
y
ninguno pretenda ignorancia". vecho. Ocupáronse en la fábrica de la Ribera 66
En 1596. IX. 7 el cabildo encarecía en estos términos la
significación de la llama para Potosí: "La cosa más necesa- maestros (obligándose a fabricar roo cabezas de
ria para la conservación
y sustento de aquella república es el ingenios por entonces, aunque después se fabri-
ganado de la tierra con que se meten en la Villa todas las cosas
necesarias para el sustento de ella, así de mantenimientos caron otras 32) y más de 200 oficiales todos es-
y
de mercaderías, y se bajan los metales de las minas a los inge- pañoles con 4,000 indios peones. 6
nios. Y en aquella Villa y en ¡as partes donde nace el dicho
ganado hay mucha desorden en matar ovejas [de la tierra] con
lo cual el dicho ganado se va cada día encareciendo más
y 4. Del aymara tauaco — moza, y ñuñu = teta. [M]
más [. .] y un carnero de la tierra que valía a tres pesos vale
.
5. El párrafo que aquí termina es una adición del ms. de
ahora a 10” ( ibid t. VIII, f. io T -n). Brown. [M]
Todavía hoy, no obstante el desarrollo de los medios de 6. Hasta este momento de la investigación potosina no se han
transporte, la llama sigue cumpliendo un papel importante en localizado documentos de mucha sustancia sobre la construc-
el desenvolvimiento económico de Bolivia.
Se explica así, en fin, porqué la significación de la llama ha
ción de las lagunas y la ribera de ingenios de Potosí. A
tenor
de lo dicho (supra, capítulo 3, nota 4), no es creíble que una
sido realzada desde los primeros años de la Colonia, como lo ni otra fuesen hechas de principio a fin en una sola vez. En
expresa Cieza de León, tan conocedor de las cosas de esta la "Información hecha ante la audiencia de La Plata por don
tierra: "digo que este es uno de los excelentes animales que
Juan de Ayala Figueroa, procurador general de Potosí, sobre
Dios crió, y más provechoso, el cual parece que la majestad los servicios hechos a la corona por dicha Villa, año 1610”
divina tuvo cuidado de criar en estas partes para que las gentes
pudieran vivir y sustentarse” (La crónica del Perú, capitu-
(Mendoza, "Documentos de minas”, N 9
27), el testigo Alon-
so de Santana, escribano público y del cabildo de la Villa,
lo III). Los bolivianos, conscientes de esto, al adoptar sus sím- declaró que "por no tener esta Villa río para la molienda
bolos nacionales incluyeron la efigie de la llama entre ellos, y
y beneficio de metales que en ella se benefician, se ha tomado
sus poetas clásicos la han cantado, como Jaime Mendoza en su por medio hacer algunas lagunas, y las primeras que se hicie-
fuerte poema "Paisajes andinos. La llama”
y Gregorio Reynolds ron las hizo un Pedro Sandi y Aulestia, que costaron a esta
en su conocido soneto "La llama”. [M]
Vale la pena mencionar las tentativas de introducir camellos
república gran suma de ducados. Y por no ser capaces para
recoger el agua necesaria, don Pedro de Córdova Mesía, siendo
en el Perú en el siglo xvi como otro tipo de transporte. Véase corregidor de esta Villa, las acrecentó e hizo otras que costaron
información sobre este fracaso en Hanke, Prejuicio racial en
Nuevo Mundo,
a esta Villa y república 44,000 pesos. Y después la experiencia
el p. 24 [H]
. mostró no ser aún capaces para la molienda por llover muy
2. Véase Rudolph, "The Lakes of Potosí”. [H] poco en esta tierra, y don Pedro de Lodeña, corregidor que
No hay vestigios de esta cédula real en las fuentes éditas e fue en esta Villa, sacó otras lagunas e hizo otras de nuevo dos
inéditas consultadas. [M] leguas poco más de esta Villa, que costaron el sacarlas
y traer-
3. Del aymara ch’allua —
pez y el sufijo iri que denota abun- las 60,000 pesos corrientes. Y por no haber llovido estos años
dancia: lugar donde abundan los peces. [M] cosa de consideración, don Rafael Ortiz de Sotomayor, corre-

*57
Año 1574 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

En la obra de las lagunas concurrieron 20 ¡Oh qué de males y daños causa y ha causado
maestros y 6,000 indios peones; y así se gastaron la envidia en el mundo, pues no deja altos ni
muchos millares de pesos (cuyo número diré más bajos, hombres ni mujeres, cortes ni palacios, bo-
adelante) en salarios y mantenimientos. lo Y netes ni capillas que no corran por ella! La en-
malo en que en este año y en el si-
este caso fue vidia, según Aristóteles, es una pasión del alma
guiente se compraron los mantenimientos por y una mortal tristeza de ver a otro con honra o
muy subidos precios, por haber sido estériles en- hacienda o con otro dote de naturaleza, imagi-
trambos años. Y es de advertir que Potosí sus- nando que es en detrimento de la suya. Así lo ex-
tentaba en este tiempo 120,000 personas entre perimentó doña Leonor, pues entre las que más
7
españoles e indios, según el padrón que el ex- se señalaron en aborrecerla por sólo envidia de
celentísimo señor don Francisco de Toledo hizo su belleza y gracias (como también de su mucha
el año pasado que estuvo en esta Villa. Por cau- riqueza) fue una mujer llamada Claudia, natu-
sa, pues, de valer los mantenimientos tan caros ral de Cádiz, la cual más por desenvuelta que
y de la misma manera todos los materiales
en por hermosa era muy celebrada de los hombres
aquel tiempo, costaron tanta suma de millares de en esta Imperial Villa.
plata entrambas obras como se verá después. Y Ésta, pues, a costa de ellos y de su honestidad,
así los dejaremos continuando tan exorbitantes viendo que por competencia de galas ni de otras
gastos hasta de estas admirables máquinas.
el fin gracias afectadas, no podía igualar ni exceder
En este mismo año 8
sucedió en esta Imperial como ella quería a doña Leonor, apoderada de
Villa la muerte lastimosa de la señora doña Leo- la envidia, llena de furor y rabia (que por eso los
nor Fernández de Córdoba, que cuentan en sus antiguos pintaban a este vicio con lengua y ojos
historias don Antonio de Acosta, el capitán Pe- de serpiente venenosa, declarando la ponzoña
dro Méndez y más largamente el licenciado Iba- que consigo trae) propuso en su ánimo derribar
,

9
rra en la que escribió de los sucesos memorables de todo punto el buen crédito de aquella señora
del Perú. Fue esta nobilísima señora de los rei- y aun quitarle la honra y la vida corporal, como
nos de España, de donde vino casada con un ca- al fin lo ejecutó levantándole un fiero testimonio
ballero de una de las órdenes militares, aunque que fraguado en su infernal idea lo escribió a su
el autor no sé que motivo tuviese para ocultar su marido que en la ocasión se hallaba en la ciudad
nombre declarando el de su mujer, y Acosta sólo del Cuzco, con tales circunstancias que le hubo
le da título de general sin decir de dónde ni por- de dar todo el crédito que quiso desconsiderada-
qué. Avecindóse en esta Villa adonde por su mente, y tomando buenas cabalgaduras en bre-
admirable hermosura, discreción, agrado, rique- ves días se puso en esta Villa, adonde ocultán-
za y otras dotes de naturaleza que le acompaña- dose de su mujer sólo se descubrió a quien con
ban fue notablemente envidiada de otras muchas tanto desasosiego le trajo.
forasteras que habitaban esta Villa. Al fin aquella fiera enemiga revestida del de-
gidor de esta Villa trató de sacar otras lagunas cuatro leguas monio trazó el engaño y enredo con un compa-
de esta Villa, que se concertaron en 50,000 pesos corrientes, ñero de sus lascivias, y con tal desventura de doña
que si no se hubieran sacado era imposible poder ir plata de
consideración a su majestad este presente año y hubiera cesado Leonor, que primero tuvo sobre sí toda la ira y
la molienda de los metales” (f. 7-8) La condición de escribano
.
rabia de su marido que ella llegase a presumir
de cabildo da a la declaración de Santana una autoridad deci-
siva pues debió de consultar los papeles originales de su oficio. la traición. [86] Pues una noche que la buena
El testigo Nicolás de Guevara, ex alcalde ordinario y ex escri- señora dormía descuidadamente, valiéndose la
bano de cabildo declaró en la misma información que "el año
1609 se trajo el agua de una laguna que llaman Tavacoñuño, maldita Claudia de una infiel criada a quien más
y para poder moler con el agua de ella se abrieron y rompieron estimaba doña Leonor, metió a un hombre ami-
v
27,000 varas de acequia” (f. 42 ). El testigo Gaspar Ruiz,
alcalde ordinario, residente más de 40 años en Potosí, dijo que go suyo en su casa y allá a la media noche hizo
vio hacer las lagunas "en su tiempo, atajando quebradas, rom- lo mismo con el marido. El cual desde un cuarto
piendo cerros y peñas haciendo grandes acequias, que las pro-
mesas que se hicieron costaron gran suma de pesos que se alto por una ventana vio salir de la sala aquel
dieron a un Pedro Sandi y Aulestia, que fueron los maestros hombre, cubierto de una rica gala que para el
de ellas, y por no ser suficientes estas primeras lagunas se hi-
v
cieron después otras” (f. 49 ). efecto de esta maldad, por industria de Claudia,
Por consiguiente, las lagunas se hicieron en un lapso de pidiéndola prestada se la había vestido. Visto
más de 30 años que es el que media entre la visita de Toledo
a Potosí y el gobierno del corregidor don Rafael Ortiz de por el marido que aquel hombre salía de la sala
Sotomayor que entró en Potosí en 1608. de su mujer y se encaminaba a las puertas de la
Otro tanto puede decirse seguramente de la obra de los in-
enios de la Ribera. Según la misma "Información” citada arri- calle (que ya las tenían abiertas para su intento)
a, en róio el número de ingenios alcanzaba a 140, que "con acometió lleno de furor y cólera terrible a salir
lavaderos y deshacederos de hierro y otros instrumentos e in-
venciones para sustentar esta máquina habían costado más de tras él, pero hallando cerrada la puerta de aquel
2,000,000 por ser las maderas y hierro y demás materiales cuarto, mientras se arrojó por la ventana tuvo
para su fábrica muy costosos, de suerte que sólo un palo que
V
sirve de eje cuesta 1,200 pesos ensayados” etc. (f. 8 ). [M] tiempo el fingido traidor de salir a la calle y po-
7. Este importante documento no ha sido localizado. En 1577. nerse en cobro, pues aunque salió en su alcance
XII. 23 el licenciado Juan de Matienzo, oidor de la Audiencia
de La Plata, informaba al rey que quería levantar un censo pero todo maltratado por la altura de la ventana de
que su recargado trabajo de ver varios juicios de residencias donde cayó, ya no parecía; por lo cual volvió a
le había impedido hacerlo hasta entonces (Levillier, Audiencia
de Charcas. I, 461). [H] lo más seguro que fue a su descuidada e inocente
8. Este episodio hasta el final del capítulo es una adición del mujer, que al ruido las criadas la habían desper-
ms. de Brown. [M]
9. Ibarra, Sucesos del Perú, libro I, capítulo 6. [A]
tado, y con mortal turbación arrojándose de la

158
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 5 Año 1575
cama poder tomar cosa que cubriesen sus des-
sin suerte que si en ésta era admirable, en su cuerpo
nudos mal aliñado cambray (delicada
pies, ni el era peregrina, formándose de tantas excelencias
hoja y cubierta débil del bello jazmín de su cuer- un portento divino, un asombro de virtud y un
po) salió a ver la ocasión de tanto ruido y sobre-
, pasmo de hermosura; y es cierto que ni queda
salto suyo y de sus criados, cuando se encontró exagerado, ni encarecido lo que fuera bastante.
con el terrible acero de su indignado cuanto mal A
este, pues, dulce espectáculo
y monstruo
considerado marido. primero en belleza y en la vida del cuerpo, se la
El cual diciéndole palabras injuriosas le tiró a quitó bárbaramente la envidia,
y la crueldad de
los pechos de punta, y la inocente señora abrien- un inhumano marido faltando a la obligación
do algo con la mano,
los ojos al peligro la apartó de caballero, pues sin tener certeza de su ofensa,
¡tierna flor para tan cortante
hoz Tornóla a tirar atropellando toda consideración
y caridad, hizo
!

segunda punta, y con entrambas manos hizo la como fiera terrible representación después en su
misma diligencia, ¡poca nieve para aplacar tanto misma casa del más triste espectáculo y de la
fuego! Hablóle turbadas palabras de cariño, ¡in- mayor monstruosidad que jamás se vio en marido
útil dulzura para tan duro enemigo Al fin, atra-
! con su mujer. Mas no se quedaron sin el castigo
vesado un muslo con la espada, cayó a sus pies sus homicidas, porque Dios que miró la inocen-
y
abrazándose de ellos le pidió le dijese la causa de cia de esta señora lo ejecutó primero en el ma-
quitar la vida a quien estaba tan inocente; pero rido, pues como abriese los ojos después que hizo
nada bastó para que mandando cerrar bien las tan grande crueldad,
y aun se informase de la
puertas de su casa le acabase de dar la muerte maldad de Claudia, aun antes de tomar satisfac-
con muy exquisitos tormentos que le dio, tan ción de ella (que así lo tenía intentado) fue
indecentes para declarados como bárbaros para hallado a los 40 días después que le quitó la
significados. 10 Omítanse circunstancias, pues fue vida,muerto en su cama, sin prevenciones de su
un sujeto donde asistió tanta nobleza y tan rara alma, sin saberse la causa, porque se acostó bue-
hermosura, de pocos años mas tan gentil de cuer- no y sano. La envidiosa y perversa Claudia,
po, talle y disposición gallarda, que cualquiera pasados cuatro meses, también experimentó el
juzgaba sus años por mayores,
y a este modelo divino castigo por esta
y por otras innumerables
mismo seguían las demás facciones: el brío, el culpas, pues fue muerta atrozmente a manos de
donaire, y la virtud
y discreción del alma, de dos hombres, que entrambos eran sus amigos,
que habiendo los dos reñido por celos pagó ella
10. Este tema de desviación sexual se reitera con iguales o pa-
recidas circunstancias varias veces a lo largo de la Historia.
sus maldades y enredos con que los tenía in-
[M] quietos.

Capítulo V
DE CÓMO EN LA RIQUÍSIMA VETA DE CENTENO FUERON HALLADOS
DOS ADMIRABLES SECRETOS DE NATURALEZA Y CÓMO EN ESTE
MISMO AÑO SE COLOCÓ EN ESTA IMPERIAL VILLA LA NUE-
VA OBRA DE LA IGLESIA MAYOR

ONTINUANDO la poderosa y liberal moso (aunque los ojos no estaban bien forma-
mano de Dios el dar a los hombres dos) y era de plata blanca; el pecho hasta la
tanta riqueza en las minas de su Cerro cintura de rosicler; los brazos de diversas mez-
gozándola [86V J sin ninguna zozobra clas; no tenía forma de pies sino que desde la cin-
los moradores de esta Imperial Villa, llegaron tura iba adelgazando hasta rematar en punta,
al año de 1575 en que por el mes de febrero, si- aunque tenía una pequeñita basa, y todo era de
guiendo aquella riquísima veta nombrada de metal negrillo. De la misma forma que aquí
Centeno (que tantos millones de plata ha dado llevo referido lo escriben 1 don Antonio de Acos-
y
que siendo de las primeras que se descubrieron ta, el capitán Pedro Méndez y Bartolomé de
permanece hasta hoy su riqueza) ahondando una Dueñas.
de sus poderosas minas, a los 115 estados halla- Visto por los mineros españoles
y demás in-
ron una estatua de metales diferentes que medida dios de trabajo secreto tan notable, antes de sa-
después tenía siete cuartas
y así era del tamaño
1. Acosta, libro IV, capitulo 4; Méndez, segunda
de un hombre mediano. El rostro tenía muy her- parte, ca-
pítulo 7; Dueñas libro V, capítulo 8. [A]

I 59
Año 1575 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

cario dieron parte al maestre de campo Damián curiosidad española 4 averiguó que con bastante
2
de la Bandera, mayor de esta Villa y
justicia muestra de ingenio dividían los indios del Perú
alcalde mayor de minas de su Cerro, el cual
las el año en 18 meses
y daban 20 días a cada mes,
con los dos alcaldes veedores y mineros de las conque hacían 360 días, y los cinco restantes no
otras labores, con otros muchos vecinos, subie- lo daban a mes ninguno sino que los llamaban
ron al Cerro. Entraron los que eran jueces al días baldíos; y comenzaban el primer mes en el
suyo donde estaba en un frontón aquella admira- nuestro de marzo, y esto era siempre, aunque de
ble estatua. Quisieron sacarla entera como estaba los cinco días baldíos llegase a faltar con el tiem-

y no se pudo porque como tenía la cabeza pe- po para comenzar este dicho mes; si bien toma-
gada a un gran trozo de metal al cortarlo se ban tres días de febrero (según se reconoció por
quebró el pescuezo. Sacáronla afuera, y movién- buena cuenta de los españoles) porque su primer
dose un gran alboroto entre los indios comen- día del año era a 26 de febrero, aunque algunos
zaron sus acostumbradas y diabólicas interpre- historiadores del Perú dicen que a 18 de marzo.
taciones, y luego un llanto y vocería, pues como A los me[8y]ses en la lengua general (que es
simples y agoreros decían que aquel era el Cerro la quechua) llamaban los indios quilla, que se
de Potosí y que ya los españoles le habían quita- interpreta luna, y a los días sol, y por esto cuando
do la cabeza, como lo habían hecho con sus ingas aquellos primeros españoles que entraron a este
y todas sus cosas. Enfadados los españoles de reino les preguntaban en qué tanto tiempo lle-
sus llantos y simplezas les dieron muchos palos garían de un pueblo a otro, respondían que en
y los volvieron al trabajo. Bajaron al pueblo esta cuatro, seis ó 10 soles, que como llevo dicho así
obra de naturaleza y fue general la admiración. llamaban a los días; al presente les dan otro
Beneficiaron con azogue las manos y los demás nombre, aunque a los meses no le han quitado
del cuerpo, y se guardó la cabeza en las cajas rea- el antiguo que tenía. Los mexicanos en la Amé-

les donde se conservó algunos años, y después rica septentrional también daban al año 365 días
no se supo de ella: claro es que los mismos que como nosotros y como en este peruano reino, y
la guardaban la pondrían en cobro como en pro- asimismo le dividían en 18 meses señalando a
pio beneficio. cada mes 20 días, de cuyo número se componían
No paró aquí el motivo de admiración en los los 365; y los cinco restantes eran como días in-
vecinos de esta Villa y demás moradores, pues tercalares que se añadían al fin del año para
para su mayor aumento a los dos días después igualar al curso del sol. Mientras duraban estos
que fue hallada admirable obra de natura-
esta cinco días (que a su parecer dejaron advertida-
leza se descubrió otra no de menor calidad, la mente mayores como vacíos y fuera de cuen-
sus
cual (como afirman los autores arriba citados) ta) se daban a la ociosidad y trataban de varios
en el mismo paraje se halló dentro de un gran divertimientos, y según la cuenta [el año] co-
toro de metal, un monstruo de piedra bruta du- menzaba a 3 de nuestro mes de febrero; sus se-
rísima y de color morado, que no tocaba a pa- manas eran de 13 días y sus siglos que consta-
nizo 3 de plata. Tenía la cabeza de sapo, un brazo ban
4.
de cuatro semanas de años.
de gente y el otro de vaca; el cuerpo no se distin- Volviendo, pues, a nuestra narración digo que
guía por lo mal formado, aunque el capitán Pe- llevando adelante los indios el decir que sus pa-
dro Méndez (como testigo de vista) afirma que sados pondrían aquel ídolo en este lugar y que
era a manera de una concha de tortuga, y esto en aquel cordel se veía la cuenta del tiempo en
(dice) era por la parte del lomo y los lados, y que lo pusieron dijeron también que cada nudo
que por la barriga estaba sin ninguna forma liso de aquella piedra significaba páchac, que en cas-
como una tabla, y que no tenía pies más de sola- tellano es 100. Tenía 20 nudos que sumaban
mente (en el lugar donde los pudiera tener) (contando a su modo los meses de a 20 días y
dos pezoncillos desiguales. Todos los que se ha- los años de a 18 meses) 2,000 años, y de la misma
llaron presentes (dice este autor) juzgaron que manera contándolos por nuestro estilo, pues 20
fuese algún ídolo de indios gentiles, porque se veces 100 son 2,000. Pero no podremos creer
persuadían estar hecho a mano. Pero si así fuera (dice el capitán Pedro Méndez) lo que dijeron
(pregunta este autor) ¿quién o cómo lo pudo los indios que aquella figura monstruosa era ídolo
haber metido allí? Los indios, porque hallaron puesto por sus mayores, porque si así fuera,
en el cuerpo de aquel ídolo uno a manera de cor- ¿quién, cuándo o cómo lo pudo haber metido en
del anudado a trechos, formado de la misma las entrañas de aquel Cerro y dentro de un gran
piedra, dijeron que aquello lo pondrían sus ante- toro de metal ? Mas ¿quién lo pudiera haber obra-
pasados, porque cada nudo en aquel lazo de pie- do y metido allí sino la propia naturaleza que
dra decían significar una cuenta grande de años. no era lo primero que había formado en el centro
Y como allí había algunos indios antiguos, la de este riquísimo y admirable monte? Pues en
esta misma mina (como tengo dicho en otra par-
2. Por esta fecha hacía dos años que Damián de la Bandera te) el año de 1551 se halló un arbolillo con su
no era más corregidor de Potosí ("Lista de gobernadores de
Potosí"). [M] Los españoles demostraron indudable curiosidad por la his-
3. Panizo: el color y otras señales exteriores del mineral toria y las realizacionesde los incas como puede verse en los
por donde puede reconocerse su mayor o menor rique- valiosos trabajos de Means. Biblioteca Andina, Vargas Ugarte,
za. [M] Historia del Perú: Fuentes. [H

160
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 6 Año i$]6
tronco y ramas de la misma forma de un ciprés, te de esta obra era Cerro de Potosí, y en todas
el
todo de plata blanca, obrado de naturaleza; el las cornisas de los bancos esta-
y y sobresalientes
de 1556 en una quiebra de metal que en otra ban muchas figuras de ángeles, teniendo cada
labor se hizo (como también queda dicho) se uno en la mano una letra del alabado. El altar
halló una cruz hermosísima también de plata que dentro de este arco estaba tenía cuatro ros-
blanca con unas listas de rosicler en los brazos tros: en el uno estaba debajo de un riquísimo
y
pies, cosa por cierto digna de toda admiración; dosel de finísimo oro la custodia del Santísimo
y sin lo referido se han hallado en varias labores Sacramento, en el segundo la imagen de la Con-
otras muchas y admirables obras de naturaleza cepción de Nuestra Señora, en el tercero la del
en este mismo Cerro y en otros. apóstol Santiago, y en el cuarto la de Santa Bár-
En el mes de octubre de este mismo año se co- bara, a quien poco tiempo después juraron por
locó la iglesia mayor en esta Imperial Villa, que patrona de esta Villa; y así estaban en este mag-
a costa del excelentísimo señor v
don Francisco [87 ]nífico altar los cuatro primeros patrones
de Toledo (como ya queda dicho) se comenzó, de la Villa. En todos los rostros de este dicho al-
y acabó a la de sus nobles y ricos vecinos; y sien- tar ardían 400 velas de a libra de blanca cera.
do sólo de adobes (salvo las portadas, arcos Esta vistosa y rica obra la costeó el ilustre ca-
y columnas que son de piedra) se costeó con bildo y los otros 11 altares los costearon varias
130,000 pesos, porque el millar de adobes de naciones de los reinos de España, como en la
materia tan baja como es la tierra valía enton- calle Lusitana los famosos portugueses levanta-
ces a 100 pesos de a 8 reales. Solemnizó Potosí ron un gran obelisco de grandísimos maderajes,
la colocación de este sagrado templo con grandes particularmente pinos y cedros, donde hicieron
fiestas, siendo las primeras un rico altar con cuatro rostros. En toda esta
y principales las que
tocaban al culto y veneración divina, pues para lucidísima obra estaban varias figuras de escul-
traer en procesión al Santísimo Sacramento se tura, que significaban las virtudes con sus versos
hicieron 12 riquísimos altares en varias calles,
y y letras que lo declaraban. Los demás altares es-
uno en particular en la mitad de la plaza del taban también vistosa y ricamente formados de
Regocijo y calle que atravesaba entonces por me- distintas y costosas invenciones con sus dedica-
dio de ella, dentro de un admirable arco que torias escritas con letras de oro.
triunfal se manifestaba con toda grandeza con Pasada esta solemnísima función se le hizo al
cuatro portadas obradas de cedro Señor Sacramentado un costoso novenario, des-
y pintadas de y
muy vivos y hermosos colores. Estaban en las pués hubo muy grandes fiestas de regocijo que
cuatro portadas repartidos con muy buen orden duraron en varias maneras 10 días con muy cre-
32 niños, donde con muy propios y riquísimos cidos gastos con que ordinariamente sabe la mag-
vestidos estaban colocados los 12 apóstoles con nanimidad de los moradores de Potosí desem-
otros patriarcas y doctores de la iglesia. El rema- peñarse en semejantes funciones.

Capítulo VI

CÓMO ACABARON DE FABRICAR LAS LAGUNAS EN ESTA IMPERIAL


SE
VILLA Y LOS MUCHOS MILLARES DE PESOS QUE COSTARON

M UCHAS
bres
con las
veces sucede con los
que aquello

provecho eso mismo les sirve des-


pués de mayor congoja
Nuestro Señor, que previene
y ruina porque Dios
y sabe todas las
cosas, las dispone de modo que a su tiempo
hom-
que fabricaron
esperanzas de su bien y
doles: "Vecinos de Potosí, famosos

oficiales, magníficas
y opulentos
azogueros, riquísimos mercaderes, descansados

y excelentes señoras, y vos-


otros indios, los de grandes
y medianos caudales
y también los jornaleros: sabed que la obra que
tenéis acabada a tan grande costo con nombre de
la famosa laguna de Caricari, ha de ser instru-
(movido de la ingratitud de los hombres) eje- mento de vuestra ruina de aquí a 50 años; por-
cuta en ellos rigores de su justicia, tomando por que vuestros pecados han de irritar la divina
instrumento lo mismo que inventaron para su justicia de modo que roto el vaso que tenéis hecho
provecho. ¿Quién en este año de 1576 que se para recoger las aguas, éstas saldrán de madre,
acabó de fabricar la famosa laguna de Caricari aniquilarán esa famosa
y opulenta Ribera que
hablando con esta ilustre Villa pudiera haberles ahora tenéis casi acabada de fabricar, destruirá
avisado con estas o semejantes palabras, dicién- vuestros barrios y casas,
y al paso que perecieren

161
_

[88] Laguna de Caricari

162
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 6 Año 1576
millares de tus habitadores se perderán también menterio en la delantera, por un arco que tiene
millones de vuestras riquezas?’’. Así sucedió el debajo de él pasa el agua de una parte a otra,
y
año de 1626 como se verá cuando llegaremos así está como en isla esta capilla.
a él. En lo último de la muralla delantera y a mano
A principios, pues, de octubre de este año de derecha de la capilla está un desaguadero, por
1576 (mes en el cual comienzan ordinariamente donde cuando se llena esta laguna sale un for-
las humedades con las lluvias del cielo) se acabó midable raudal que bajando a la Villa por unas
la grandiosa fábrica de la laguna de Caricari peñas (donde tiene abiertos a pico los pasos)
y y
juntamente la de San Sebastián con otros tres llevando su corriente por detrás de la parroquia
vasos menores cerca de la Villa, sin otros que de San Roque del Ttio (que está ya fuera del po-
para un mismo efecto se hicieron después más blado), es llamado de los indios Cusimayo, que
distantes. La laguna de Caricari es la que aquí en castellano significa río del Contento, nombre
se ve figurada, la cual está fundada en un llano supuesto por la plebe, al cual van multitud de
puesto entre unos riscos
y encumbrados cerros, mujeres a lavar su ropa, donde tienen ordinaria-
salvo la parte que mira al occidente (que es la mente varios regocijos el tiempo que dura su co-
Villa) que distante del cerco tiene algunas lo- rriente, que son los meses de enero, febrero, mar-
mas muy grandes cuyas faldas llegan hasta bien zo y abril.
cerca de la población; ésta es por la dicha parte Entre este desaguadero
y la capilla y (más
de occidente, porque las que miran al mediodía cercano al dicho desaguadero) está manifiesta
llegan hasta la Ribera de ingenios. hasta hoy a los moradores de Potosí (quizá para
Los altos cerros que están a la parte de oriente su escarmiento) aquella admirable zanja que
de esta famosa laguna son de riquísima plata abrió el agua de cuando por peca-
esta laguna,
y de ella se ha sacado muchísima, aunque en dos de esta Villa hizo aquel estrago la divina
estos tiempos se saca con gran dificultad por la justicia en la mejor parte de su gran población,
mucha agua en que han dado, particularmente como diré cuando llegare al año que sucedió.
de las minas que están en lo más alto cerca de Quieren decir algunos vecinos antiguos de esta
la laguna de San Pablo, donde se comienza lo Villa que cuando reventó esta laguna (calamidad
que llaman calle de la Plata, nombrada así por que hasta ahora se llora) no estaba esta muralla
ser un espacioso llano entre los mismos cerros, a tan fuerte como está hoy,
y aun quieren decir
manera de una calle, que tiene de largo poco más que era formada de tierra: disparate de los gran-
de un cuarto de legua,
y ancha como las que des que ordinariamente cuenta el ignorante vul-
tienen mejor proporción,
y llámanla de Plata go, porque ¿cómo pudiera sola una semana
y
porque toda o la mayor parte de ella es de este aun menos días detener una muralla de tan frágil
rico metal. 1 materia a un elemento tan rápido
y terrible?
La parte que mira a la Villa está hecha de una Lo cierto es que del mismo material de que
muralla fortísima de piedra ahora se ve fabricada lo estaba entonces
y cal, y tan ancha (y si
que pueden pasearse por ella en una carroza, esto algo tiene de más fortaleza es el gran estribo que
es sin los estribos que por dentro
y fuera tiene, tiene por la parte de dentro, de piedra
y cal) y
de los mismos que tendrá cada uno el mismo que entonces castigó Dios a Potosí abriendo la
ancho que la muralla. fuerte muralla con solas dos tercias de agua que
Tiene tam[88 T ]bién un tajamar de altura de salió,
y lo mismo puede hacer ahora y en cual-
una vara y tres cuartas de ancho, el cual está quier tiempo que los hombres irritaren su divina
sobre la muralla
y sirve de barandilla o almena justicia. Y así [si] vemos fabricada esta famosa
para ver con seguridad el agua, que hasta allí laguna por la industria humana por manos de
y
llega su altura. los mismos hombres, tiene Dios aparejado el
Casi a la mitad de esta muralla delantera está azote de su justicia para cuando el desenfrena-
la compuerta, la cual es como un aposentillo pe- miento de los habitadores de esta Villa le obli-
queño de bóveda, y por afuera tiene su puerta guen a que lo descargue sobre ellos.
con llave, y por ella entran a medir la altura del A la mano izquierda de la compuerta y en lo
agua y darla más o menos conforme quieren; la último de la muralla que cae por aquella parte
cual corre por debajo de esta compuerta está otro desaguadero por el cual sale un buen
y sale
afuera, y de allí va al pueblo donde se distribuye golpe de agua todo el tiempo que duran las llu-
en 290 pilas. vias,
y esta agua va a juntarse con el arroyo que
A la mano derecha de esta compuerta, distante viene de la laguna de San Sebastián a la Ri-
de ella 500 pasos, está la capilla de San Ildefon- bera.
so, patrón de la laguna (que fue la primera Esta famosa laguna de Caricari (o de San
fábrica que se hizo de bóveda en esta Villa), a Ildefonso o del Rey, que con estos tres nombres
la cual rodea el agua por todas partes,
porque es llamada) se fabricó para que de ella bebiese
aunque tiene un espacioso sitio a manera de el pueblo;
ce- y esto porque carecía de agua, pues
vemos que 31 años estuvo sin ella, bebiendo
1 . En Historia como en toda la documentación de la época,
la
la palabra metal suele emplearse frecuentemente por mineral. de los muchos manantiales o fuentecillas que hay
[M] en varias partes y calles de la Villa. Y al poniente
163
Año I$j6 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

del rico Cerro de Potosí (como tengo dicho En esta capilla de San Ildefonso se celebra so-
en otra parte) crió Dios una fuente regalada, lemnísima fiesta todos los años su propio día,
milagro de naturaleza, que llaman Flamencos, como a patrón de aquella temerosa laguna, donde
de tanta estima en aquellos tiempos que valía acude innumerable gente.
una botija de esta agua ocho reales por estar Para el cuidado de estas y las otras lagunas
distante más de un cuarto de legua. Y sin esta que mantienen la Ribera señaló su majestad una
fuente, de las nombradas y regaladas hay otras persona de toda fidelidad con una buena renta
cinco fuera de la población, que llaman Chorri- que se le da de sus reales cajas todos los años;
llos,como es el de San Clemente, Tingrayhuasi, y es muy justo que el lagunero sea de toda satis-
el de Castilla, el de los Berros (que está abajo facción, pues de él pende (después de la divina
de esta laguna) y el de la Cantería (que llaman providencia) la salud del pueblo, y por esto es
Caja de Agua). De ésta, por ser de más exce- también arriesgada su conveniencia, pues le va
lencia, se trajo a la Villa (a costa de muchos no menos que la vida su descuido.
millares de plata) de distancia de media legua He dicho cuanto hay que decir de las lagunas
y se distribuye esta agua en cuatro pilas,
que de Caricari y San Pablo, que son las que susten-
una de ellas es la nom[89]brada de San Juan, tan la Villa. Digamos ahora lo que fuere nece-
sario de las que mantienen la Ribera.
y con éstas y otras que vienen de varias fuente-
cillas tiene Potosí 290 pilas. Con diferencia de seis a ocho días se acabó
La causa de fabricar esta laguna fue por sólo también la obra de las lagunas de San Sebas-
que tuviesen los moradores todos abundancia de tián, San Pedro y San Lázaro pues (como queda

agua y conveniencia de tenerla en sus plazas, ca- dicho) las de Caricari y San Pablo se acabaron
lles y casas, porque las fuentes que he nombrado de fabricar a principios de octubre de este año de
están lejos, de donde las más (por caer el septen- 1576, y a 12 de dicho mes se acabaron estas
trión) menos se pueden conducir al pueblo. otras.
También a la parte de oriente, de más de una La laguna de San Salvador es llamada común-
legua distante de la Villa, le vienen cuatro arro- mente de San Sebastián sólo porque del grande
yos de agua muy buena de varias fuentecillas y arroyo que sale de su compuerta para la Ribera
quebradas que cayendo por los cerros de Caricari se parte otro pequeño (que llaman Agua de
desaguan los tres pequeños en la laguna de San Castilla) y entrando éste a la Villa por detrás
Pablo y el mayor en la de San Ildefonso. de la parroquia de la Purísima Concepción pasa
Esta laguna de San Pablo es también nom- por la calle de la parroquia de San Sebastián, y
brada de la Reina, la cual está fabricada a las una cuadra más abajo se junta con el río de la
faldas de los ricos cerros de Caricari y la muralla Ribera, y por esto es llamada de San Sebastián,
delantera es ancha y fortísima y de necesidad lo siendo verdaderamente su patrón el Salvador.
ha de ser porque la una parte la cubren sus pro- Este arroyo llamado Agua de Castilla sirve para
pias aguas y la otra las de la laguna del Rey, lavar los hábitos de los religiosos y otra ropa,
o Caricari, de suerte que para pasar a la otra para lo cual tienen formadas unas bateas de pie-
banda se ha de ir por encima de la muralla. La dra en partes señaladas.
laguna de San Pablo no tiene otra parte por don- Esta laguna de San Salvador o San Sebastián
de puedan correr sus aguas más que solamente está fabricada entre unas altísimas peñas que es-

a la dicha de Caricari, y allí desagua así de la tán a la diestra y la siniestra mano. Por la parte
compuerta como del desaguadero. que mira al pueblo tiene una ancha y fortísima
En esta Imperial Villa comienza ordinaria- muralla de piedra y cal, de la misma manera que
mente a llover en el mes de octubre, y si el año la de Caricari con sus estribos por dentro y fuera.
es de muchas aguas por el de febrero siguiente En medio de ella está la compuerta de bóveda,
están ya llenas estas lagunas y las otras que y por debajo de ésta sale un buey de agua, el
mantienen la Ribera, y desde el dicho mes de cual tiene camino abierto en peña viva que va
febrero hasta el de abril están desaguando; y por una loma, y trastornando una peña llega a
en estos tres meses son los que puede temerse bajar a la quebrada y cabeceras de ella donde co-
alguna fatalidad como la que sucedió a 15 de mienzan los ingenios a moler con esta agua. A
marzo el año de 1626, como se dirá a su tiempo. mano izquierda de la muralla y a lo último de
Esta laguna de San Ildefonso y la de San Pa- ella está un desaguadero por el cual [89*] sale
blo, que se fabricaron juntas, costaron con mate- un buen golpe de agua que caminando como
riales y manufactura 700,000 pesos de a ocho dos cuadras trastorna su curso por una gran peña,
reales, sin la zanja que en peña viva se fabricó y de allí se deja caer
a otra quebrada por la cual
por espacio de tres cuartos de legua para que corre hasta llegar a las faldas del rico Cerro de
corriese el desagüe de Cusimayo. Tiene esta la- Potosí, que por allí en su respecto es la parte sep-

guna de San Ildefonso o Caricari 3,450 pasos de tentrional y por donde más extiende su falda;
rodeo, y por la parte de su mayor profundidad y pasando por Huayna (donde tiene puente de
tendrá hasta 18 varas. La de San Pablo tiene de dos ojos porque tiempo de lluvias viene cre-
el

rodeo 1,200 pasos, y de altura poco más de 10 cido) corre por detrás de la parroquia de San

varas. Francisco el Chico y por el paraje que llaman

164
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 6 Año 1576

Lagunas de San Sebastián, San Pedro


y San Lázaro.

Vilasirca, y detrás de la parroquia de Copacabana unos grandes cerros y por el mayor de ellos (que
se junta con el río de la Ribera. de muralla) baja un gran golpe de agua
le sirve
Esta corriente es la que mandó hacer el exce- que es más que arroyo, el cual viene caminando
lentísimo señor don Francisco de Toledo cuando poco menos de cinco leguas con el rodeo que trae
estuvo en esta Villa
y fue informado del estrago desde la laguna grande de Chalviri, que está
que algunos años (como queda dicho) suele entre unos altísimos cerros todos de minas
[90]
hacer este río, que como tiene más de tres le- de plata. Este grande arroyo o río pequeño costó
guas de quebrada con muchas vertientes, venía más de 30,000 pesos el traerlo desde aquella la-
(como siempre viene) muy crecido,
y más en guna, porque en partes tiene hechos los arca-
estos tiempos que en aquéllos, porque entonces duces de maderas fuertes puestos de una peña
no se juntaba este desaguadero pues no había a otra en el aire, en otras de piedra
y cal, y en
lagunas, ni tampoco se le juntaban varios arro- otras abiertos a pico en las duras peñas. Antigua-
yos que hoy salen de las minas del rico Cerro, mente caminaba este río casi legua y media más
que están a su oriente y parte del septentrión. porque rodeaba la mayor parte de una gran loma
Sobre este dicho río (como queda dicho en otra arenisca, y aunque asimismo rodea hoy otra peña
parte) mandó su excelencia fabricar 22 puentes con igualdad de distancia, era mucho más incon-
en varias calles por donde corre, después de veniente así aquel rodeo como la arena de aquella
haber hecho una zanja de 10 varas en ancho loma porque en ella se consumía la mayor parte
y
una legua en largo toda de piedra cal, que el del agua; y para evitarlo, a costa de muchos mi-
y
tiempo ha ido destruyendo. A la mano derecha llares de pesos
y gran fatiga se horadó de medio
de la compuerta (y último de la muralla por a medio una peña, por ella pasa hoy el dicho río,
y
aquella parte) está otro desaguadero cuyas aguas dejando aquella legua y media de rodeo, sin que
se juntan allí cerca con las que van a la Ribera. esto se haya podido conseguir en otra peña
Por la parte del mediodía de esta laguna están que también rodea otro tanto, como llevo dicho

16 5
Arlo 15-/7 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

aquí y dije ya en otra parte. Caminando, pues, la tos,y que estuviesen prontos a todo cuanto en
distancia referida este río, entra a esta laguna aquel ministerio les ordenase el español lagu-
de San Sebastián y permanece todo el año su nero.
corriente, salvo que cuando esta dicha laguna Acabada esta famosa fábrica de lagunas en el
está llena con las lluvias no entra en ella, sino dicho mes de octubre de este año de 1576 hicie-
que lo echan por otras quebradas, y pasando el ron los vecinos y demás moradores de Potosí
riesgo vuelve a entrar a esta laguna que es gran grandes fiestas en aquellos sitios, fomentándolas
parte para mantener la Ribera. el general Pereira, caballero del hábito de San-

A la parte del oriente de esta laguna está tam- tiago, cuarto en número de los corregidores pro-
bién la de San Pedro, que sólo divide la una de pietarios de esta Imperial Villa, que en este mis-
la otra una muralla cuyas aguas por su compuer- mo mes de octubre y año dicho se recibió con
ta y desaguadero tributan a la de San Sebastián. general aplauso de españoles e indios, porque
Un cuarto de legua más arriba está fabricada (según el capitán Pedro Méndez y otros auto-
la laguna de San Lázaro, a la cual entran dos res) era de muy afable condición, amigo de la
gruesos arroyos de agua que vienen de aquellos paz, rico y de ánimo liberal, conque no tuvo ne-
cerros y grandes quebradas que hay por los altos. cesidad de molestar la Villa por recoger con de-
2
Otro arroyo nace de un cerrillo que está cerca de masía la plata como lo hacen otros.
esta laguna, al cual se junta otro que sale de Tiene finalmente esta laguna de San Sebastián
su desaguadero y viene corriendo gran espacio, 2,000 pasos de circuito, y de profundidad por la
y desagua en el río que va a la Ribera. El agua
compuerta tiene hasta 20 varas. Las otras dos de
que sale de la compuerta de esta laguna corre y San Lázaro y San Pedro son vasos más pequeños,
entra a la de San Pedro, y todas, con otros brazos y todas tres se costearon con 900,000 pesos. La
pequeños que con nombre de lagunas están fa- distancia que hay desde la laguna de San Sebas-
bricados por aquellos contornos, y muchos arro- tián a la Villa será como media legua corta, y
yos, fuentecillas y otras vertientes, tributan con de de Caricari o San Ildefonso habrá dos cuar-
la

sus aguas de unos en otros a la laguna de San tos y medio de legua. Y por haber dado fin a la
Sebastián; y todo eso, en no lloviendo con abun- famosa obra de las lagunas pasaremos al siguien-
dancia o tardándose el principio de las aguas un te capítulo y año en que también se acabó de fa-

poco más de los primeros meses acostumbrados bricar la Ribera de ingenios.


se ve en gran conflicto el gremio de azogueros. 2. Los documentos oficialescoetáneos tampoco registran el
Para estas y las otras lagunas de Caricari asig- nombre de este general Pereira como corregidor de Potosí. En
el tiempo en que según la Historia el gobierno potosino estuvo
nó el excelentísimo señor don Francisco de To- a cargo de Pereira, los corregidores que positivamente figuran
ledo 40 indios de repartimiento que cuidasen y en dichos documentos son el licenciado Gómez Hernández y
el licenciado Matienzo ("Lista de gobernadores de Potosí”).
reparasen continuamente las murallas y conduc- [M]

Capítulo Vil

DE CÓMO ACABÓ DE FABRICAR LA OPULENTÍSIMA RIBERA; EL


SE
GRANDÍSIMO COSTO QUE TUVO, Y GENERAL REGOCIJO
DE SU ESTRENO

Igrande fue el contento que esta Imperial ramente al Santo Cristo de la Veracruz de San
Villa de Potosí tuvo el año pasado de ver Francisco, poniéndole por nombre Ribera de la

S i acabada la grandiosa obra de sus lagunas,


mayor la tuvo en este de 1577 con ver fe-
necida la famosa fábrica de la Ribera de ingenios
Veracruz de Potosí, y al rey Felipe II. Púsose
todo en ejecución y el viernes después de jueves
de Compadres, señalado para este efecto, se hizo
en que (según el capitán Pedro Méndez, don una solemnísima fiesta en la iglesia de San Fran-
Antonio de Acosta, 1 y otros que han escrito de cisco, a que acudió el general Pereira con el ilus-
Potosí) fue por los meses de enero y febrero. Y tre cabildo y el gremio junto de señores azogue-
como se acercaba ya el santo [90'] tiempo de ros, a quienes el señor virrey don Francisco de
Cuaresma, quiso el general Pereira se hiciesen Toledo en nombre del rey don Felipe II había
fiestas y se dedicase esta costosísima obra prime- dado y concedido
grandes honores, franquezas y
preeminencias que poco después confirmó el mis-
r. Méndez, "Historia de Potosí", segunda parte, capítulo 8;
Acosta, libro VI, capítulo 5. [A] mo rey Felipe y acrecentó todo aquello que el
1 66
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 7 Año i$T]
afecto de su rico Potosí se merecía, como se ve devotas demostraciones juraron por patrón de
por dos cédulas que les remitió, la una el año de toda la Ribera al santo Cristo de la Veracruz.
1580 y la otra el de 1585 (dada en Zaragoza), Pasada esta solemne función, que fue la más per-
según dicen en sus historias el capitán Pedro fecta y no superflua, aquella misma noche se
Méndez, don Antonio de Acosta, don Juan Pas- pusieron infinitas luminarias en las murallas o
2
quier, Juan Sobrino
y Bartolomé de Dueñas; y cercos de todos los ingenios, en que cada uno de
por lo que con particularidad cito estos autores losdueños quiso competir en el gasto de varios
en cosa que por tan cierta no era muy necesaria, fuegos,como cohetes, bombas, volcanes y otros
es porque entrambas cédulas dadas por este pru- muchos y nuevos artificios. El siguiente día por
dente y benignísimo monarca no aparecen hoy, la mañana celebraron cabildo, donde acudieron
pues como dice don Juan Pasquier (autor más elgremio junto de azogueros, los otros dueños
moderno) hizo grandes diligencias por saber qué de minas y también los minadores mayores. Se-
se hicieron estas cédulas (por ser las primeras ñalaron seis principales de los señores azogue-
que adquirió gremio de azogueros, y
este noble ros,para que en actos y determinaciones que se
tan honoríficas que en la que dio en Zaragoza les les ofreciesen en servicio real
y conveniencia su-
dice por excelencia "Los señores azogueros 3 del ya hiciesen cabeza con título de diputados del
Potosí, mis muy leales vasallos”)
y nunca (dice) gremio, que después confirmó la majestad del rey
pudo conseguirlo. 4 Y añade más este autor dicien- don Felipe II,
y éstos fueron (según el capi-
do que cómo había de hallarlas si le aseguraron tán Pedro Méndez don Juan Pasquier) los si-
y
después que el general don Pedro de Lodeña, guientes: el capitán Illánez, el maestre de cam-
corregidor de la Villa, por ciertas contradic- po don Fernando Arzáns Dapífer y Toledo, don
ciones que le hiceron los señores azogueros las Pedro de Luna, el capitán don Iñigo de Mendoza,
ocultó de manera (sacándolas del oficio de la caballero del hábito de Calatrava, don Pedro
hacienda real) que hasta hoy no han aparecido. Ponce de León, protector de los naturales, y el
Y de que estas cédulas diese aquel católico y pru- alférez don Juan Millares Verdugo, 5 alcalde ma-
dentísimo monarca, y las tuviese este gremio, yor de minas. Éstos fueron los primeros diputa-
y
gozasen de sus honores dos de este gremio, que hasta hoy se han ido
y privilegios los señores
azogueros ninguno puede poner duda pues ve- sucediendo. Después de nombrados estos seis ca-
mos que los católicos reyes don Felipe III y don balleros,con agradables ceremonias y breves ra-
Felipe IV, sus hijos zonamientos dedicaron la famosa fábrica de la
y sucesores, les dieron otras
honoríficas cédulas, como se verá en el Tomo Ribera al rey nuestro señor don Felipe II. Aque-
primero de las ordenanzas del Perú que se im- lla tarde se estrenó la plaza nueva del Regocijo,
primió en la ciudad de Los Reyes el año de 1685 que para estas fiestas se había guardado; lo pri-
por mano del excelentísimo señor don Melchor mero con 12 bravos toros que se corrieron desde
de Navarra y Rocafull, y se verá también más la 1 hasta las 3 de la tarde, porque a las
4 en-
adelante en esta Historia. traron a jugar cañas, la una cuadrilla a cargo del
5.

Asistida, pues, del ilustre cabildo,


gremio de general Pereira, con 32 vecinos de la nobleza,
y
azogueros y toda la nobleza y demás cuerpo de la la otra al del maestre de campo don Fernando
Villa, se hizo la fiesta en San Francisco, en que Arzáns, diputado del [91] gremio, con otros 32
predicó el reverendo padre guardián, luego con señores azogueros. Jugáronlas con mucha destre-
y
za y gusto de toda aquella dilatada plaza, donde
2. Méndez, segunda parte, capítulo
8; Acosta, libro VI, capí-
tulo 6; Pasquier libro II, capítulo 18; Sobrino, primera parte, había multitud de gente. Continuáronse las fies-
canto XIII; Dueñas, libro V, capítulo 9. [A]
por otros ocho días con varias invenciones
tas
3. El empleo de la palabra "azogueros" en dichas cédulas sería y
del todo anacrónico. Véase supra, capítulo 1, nota
3. [M] que la nobleza por su parte, los se-
regocijos, en
4. Es inconcebible que si se expidieron estas cédulas de 1581
ñores azogueros por la suya, los dueños de minas
y 1585 y si existía ya para entonces la poderosa institución que
rué el gremio de azogueros de Potosí, se perdiesen tan fácil- y mineros por otra, y los indios por su parte se
mente, pues ya que no los originales siquiera un testimonio
y señalaron todos con grandisísimos gastos.
en último caso una copia simple debió quedar en el archivo
de dicho gremio, que era celosísimo de sus privilegios
y fran-
En el mes de marzo de este dicho año se aca-
quicias y estaba en pleno ejercicio de su personería cuando
baron y pusieron en perfección 100 cabezas de
Arzáns escribía la Historia.
Por otra parte, más anacrónica aún que el empleo de la ingenios, quedando otras 12 comenzadas que se
palabra "azogueros” es aquí la mención del gremio de azo-
acabaron después, y con el tiempo se fabricaron
gueros como existente en época tan antigua. En 1608. X. 14,
con ocasión de la aguda crisis que sufrían las minas de Potosí, otras 20; y así fueron por todas 132 cabezas en
los dueños de minas e ingenios presentaron ante el cabildo
un el espacio de cuatro millas
memorial con diversas peticiones ("Acuerdos de Potosí”, y media, como dicen
t. XII. f.
144), memorial que comienza así: "Los azogueros, Pasquier y Dueñas. Y no sé porqué estos autores
dueños de minas e ingenios de esta Villa que aquí firmamos
cuentan por millas italianas y no por leguas cas-
nuestros nombres, por nos y en nombre de todos los demás in-
teresados en lo que de yuso irá declarado” etc. Si para 1608 tellanas las distancias que se ofrecen referir en
hacía tanto tiempo que existía el gremio de azogueros con
sus diputados y todo, la presentación habría sido hecha for-
sus historias. Y si como quieren que todo el es-
malmente a nombre de dicho gremio y por sus diputados, no No donde llegan nuestras informaciones, tes-
existe, hasta
y
colectivamente. Dicho memorial es prueba suficiente de que timonio documental de que el gremio de azogueros de Potosí
para esa fecha el gremio de azogueros de Potosí no existía hubiese tenido alguna vez seis diputados. El número de dichos
aún como institución formalmente constituida. Esta constitu- diputados fue primero de dos (Mendoza, "Documentos de
ción fue confirmada por el virrey marqués de Montesclaros en minas”, N* 1305, f. 98) y posteriormente se elevó a cuatro
provisión de 1611. II. 2 (Cañete, "Código carolino”, ms.,
libro III, título 11, ordenanza 20 )• [M]
( ibid .,
9
N
161, f. 309). Sobre la existencia del gremio en esta
época, véase la nota anterior. [M]

167
Año i^-ji HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Forma de los ingenios en que se muelen los metales de plata en la Ribera de Potosí, el uno de dos cabezas
y el otro de una

pació de esta Ribera desde el primero hasta el pequeño de la Ribera están fabricados puen- n
último ingenio tenga las dichas cuatro millas y tes en varias calles que por él atraviesan: éstos
media italianas, de las que comúnmente tres ha- son de los más nombrados por estar en los pasos
cen una legua española, y cada milla 1,000 pa- más principales y necesarios, porque hay otros
sos, y cada paso cinco pies, y cada pie dos palmos de menos nombre por donde los indios pasan a
de hombres, tendrá según esto legua y media, sus ranchos. Otros cinco puentes están cerca de
aunque según mi experiencia y parecer tendrá la quebrada de San Bartolomé sobre este mismo
cabalmente una legua y tres cuartos de ella. río, camino de las provincias de abajo: y fue pre-

Corre la fábrica de esta Ribera por lo alto de ciso fabricarlos porque con las lluvias crece en
las casas de oriente a occidente, y viene el grueso esta parte con mucho caudal y sin ellos no se
arroyo por arcaduces de piedra y madera que en pudiera pasar.
muchas partes están por el aire sobre vigas muy Cada ingenio está cercado de murallas de pie-
altas, y parte la población por dos cuadras de la dra, algunas de vara y media de ancho y otras de
plaza. [91'] Con la fábrica de esta Ribera hubo a dos varas, con sus portadas grandes y postigos;
ingenios tiene de ancho y
bastante ocasión de dividir la población, como y cada uno de estos
se hizo por orden del excelentísimo señor don largo una cuadra en proporción geométrica, aun-
Francisco de Toledo, quedando la de los indios que algunos pocos son más prolongados que an-
a la parte del mediodía desde la falda del Cerro chos. Y según el capitán Pedro Méndez, gran
hasta la dicha Ribera, y de allí para adelante la investigador de las grandezas de Potosí, don An-
de los españoles. Sobre este grueso arroyo o río tonio de Acosta y otros autores, tuvo de costo

168
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 7 Año 1577

esta famosa Ribera (de materiales y manufac- ceñido con un cinchón de hierro. es cosa ad- Y
tura) 10,000,000 de reales de a 8; y esta máqui- mirable ver que tan poca agua pueda con aquella
na de su costo, aunque es muy digna de admi- rueda y desmesurado eje, y que si es de dos ca-
ración, no lo debe ser tanto si se considera la bezas ingenio baje y suba solamente de hierro
el
variedad de cosas tan necesarias para la compos- (de almadanetas) 25 quintales, y que los ma-
las
tura del cuerpo, cuya cabeza de ingenio es de zos (que son seis en cada cabeza) con su alma-
tanta grandeza. daneta, con los sobarbos y cinchones pesarán a
Puesta, pues, en perfección la famosa Ribera lo menos otros xo quintales. Los sobarbos son
a mediados del mes de marzo de este año, llenas unos espigones a manera de cucharas de madera
las lagunas con agua de aquellas vertientes y
el fuerte que están asidos en los mazos de donde
lluvias de cielo, se comenzaron a moler los me- las levas del eje levantan el mazo
y almadaneta.
tales en los ingenios, con general regocijo de la El eje con la rueda está suspendido sobre unas
Villa. Y para más inteligencia de la grandeza
6
horcas de fortísimos troncos, las cuales [92] lla-
y máquina de ingenio que fabricó la codicia de man castillos, y en cada cabo del eje está metido
los hombres, diré lo más que pudiere de las cosas un espigón grueso de hierro, que llaman guijo,
grandes y menudas de que se compone, declaran- los cuales puestos sobre los castillos van dando
do también algunos vocablos que tocan al bene- la vuelta de su ordinario curso, y éstos continua-
7
ficio de los metales. mente se han de ir mojando con agua porque si
Lo principal de esta máquina (fuera del cas- así no lo hacen, calentándose fuertemente se sal-
co ) es la rueda: la cual en algunos ingenios mue- drá el dicho espigón o guijo del eje y se hará
le en dos cabezas, cuyo eje (labrado de un for- pedazos la rueda, que sólo ella tiene de costo de
midable soto) tendrá io varas de largo, y si es madera, cinchones de hierro y clavos más de 500
de una sola cabeza tiene seis varas poco más o pesos.
menos. Estos ejes, o sotos (que es la madera más De otros muchos artificios se compone la má-
fuerte de cuantas en este reino produce la tierra quina de lo que solamente toca a la molienda
para obras gruesas), se traen en carretas (tirán- del metal, como son los palos que detienen los
dolas ocho bueyes 012 muías) de las provincias mazos de las almadanetas, que llaman cadenas
del Tucumán caminando más de 300 leguas, y la piedra adonde dan el golpe los mazos para mo-
en aquellos tiempos principios de esta gran fá- ler el metal, que los indios llaman mortero
y los
brica compraron los dueños de ingenios cada uno españoles dado; los cedazos que son por donde se
de estos ejes por 2,000 pesos. cierne el metal después de molido, y son de hilo
En esta viga gruesa está armada la rueda de de alambre; y otras menudencias que hay en
madera fuerte que llaman tipa, cuyo círculo aquel galpón donde está el ingenio, todo muy
(igualmente en todas ellas) tiene 30 varas, y de necesario para sacar la plata.
grueso tres cuartas, con sus huecos a manera Digamos ahora los otros instrumentos más
de cajoncillos adonde recibe el golpe del agua que principales que pertenecen al beneficio de los me-
baja del chiflón, el cual es un cañón de madera tales, que la industria humana fabricó para aca-
por donde cae el agua a la rueda. Aquella viga bar de sacar en limpio el de su provecho que es
o eje es el que hace andar la rueda del ingenio, la plata.

y por la parte de adentro hace subir y bajar los En algunos ingenios o patios de los más capa-
mazos con las levas que están asidas al mismo ces están cuatro o cinco buitrones, que
llaman así
eje. los sitios donde se ponen de metal
los cajones
Las levas son unas roscas de madera que están en masa y se preparan para el beneficio. Cajón se
asesgadas en el dicho eje, y alzan los mazos para llama el metal cuando después de quemado si
moler el metal. es de negrillo, o molido solamente si es de los
Los mazos son unos cuarterones de madera otros géneros, e incorporado con azogue, agua
y
recia, donde están las almadanetas que muelen sal, se comienza a repasar en el buitrón,
y es de
el metal. 50 quintales en masa. En cada buitrón caben 20,
Almadanetaes a modo de yunque de hierro, 30 o 40 cajones conforme el sitio.
de ocho a nueve arrobas de hierro (y algunas se Repaso, o repasar, es el que se hace al cajón
hacen de cobre en esta Villa) sirve de cabeza con los pies y el azadón, como quien hace mez-
y
al mazo con que se quiebra y muele el metal: cla, y el indio que hace los repasos se llama re-
8
y la almadaneta está metida en el mazo por un pasiri
buen espigón que tiene, y el dicho mazo por la Topo 9 es una medida de madera que hace dos
parte que tiene el espigón de la almadaneta está arrobas y media de metal poco más o menos,
y
medirla (en el idioma indiano) se llama topear.
6. Arzáns nos da en este capítulo más detalles sobre la Ribera
que las otras historias ya conocidas. [H]
Tina es a modo de brocal de pozo más capaz,
7. Para información adicional sobre este tema, que debe ser 8. Vocablo mestizo, compuesto del español repaso y el sufijo
objeto de un estudio más a fondo, véase: Gunnar Mendoza,
Glosario de voces relativas al trabajo minero” (Capoche, Re-
aymara iri, que denota calidad, función; repasiri =
repasador.
Estas palabras indo-españolas son notables casos simbólicos de
lación, p. 198-208). Otros ítems de interés son Stubbe, Vo- la conjunción histórica de los dos ingredientes étnicos
y socia-
cabulario, y Halse, A Dictionary. [H] les cuyo resultado fueron la conquista y la colonia en In-
Véase también Calderón, "Diccionario y vocabulario mine- dias. [M]
ro”. [M] 9. Del quechua tupu = medida. [M]
Año iyj-j HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

en que antiguamente se lavaba el metal; y tnoli- Pella se llama la plata y azogue todo junto.
nillo es aquel que suele estar dentro de la tina Capillo es [un recipiente] de barro muy [92*]
a modo de linterna que hace mover las aspas. delgado en forma de mortero, aunque más an-
Aspa era un instrumento a manera de cruz cho de boca, en el cual se derrite el estaño o plo-
(como lo es en las ruedas grandes del ingenio) mo.
delgados Cañamazo de exprimir es un cotense pendien-
y tiene en los palos de esta cruz otros
atravesados: estaba por debajo de la linterna del te del colgadero, y dentro está la sabanilla, y por
molinillo, y servía de deshacer y menear los re- ambos lienzos se exprime la pella.
laves y lamas en la tina, para que subiendo éstas Colgadero es un palo que está (a modo de vi-
arriba con el agua quede la pella en el suelo de ga de lagar) dentro en la pared, y otra punta
la tina apartada del relave; mas hoy no lavan el carga sobre un palo con su muesca, y de él pende
metal en tinas sino en unos huecos abiertos en el cañamazo, y debajo está la tinilla donde cae el

el suelo y puestos a trechos unos en pos de otros azogue exprimido.


con unas pieles de vaca, donde sólo con las ma- A\olde sin alma, es como cubo de madera don-
nos revuelven el agua sin cesar los indios que de se echa la pella por lo ancho, y por lo angosto
llaman lavadores, y así bien meneados los relaves tiene un agujero por donde sale el azogue expri-

y lamas, suben éstas arriba, y corriendo con


el mido a la recogedera; hace 120 libras de pella
agua queda la pella asentada en el hueco sobre exprimida.
el cuero. Molde de piñas, es poco menor que el de arri-
Chiflón es un cañón de madera por donde cae ba y tiene en el suelo una muesca, y desde ella
el agua al lavadero, y también por donde con vio- hasta la boca se pone un palo torneado, y entre
lencia cae asimismo el agua a la rueda para mo- él y el molde echan la pella y la tacan, y sacan-

ler el metal. do el palo queda un barreno de su tamaño en la


Canaletas es un camino por donde corren las piña, que es lo que llaman alma.
lamas y relaves a los huecos arriba dichos (que Tacar 14 es apretar la pella en el molde con un
10
también llaman ccochas ), y pónense en ellas tac ador, el cual es de madera fuerte.
unos cañamazos o costales con sus escaloncillos Recogedera es una badana que se pone debajo
de soga, donde se detiene alguna pella, gajes de del molde de las piñas cuando las tacan, donde
las señoras ingenieras. También se llama cana- cae el azogue.
leta la caja por donde va el agua al chiflón, y cae Sabanilla es un pedazo de ruán crudo donde
así a la rueda como al lavadero. se echa la pella, y está dentro del cotense, y por
Deslamar es cuando se echa el metal en el la- ambos lienzos se exprime el azogue.
vadero y moviéndolo (antiguamente con el mo- Tinilla es a modo de librillo, donde cae el azo-
linillo en la tina, y ahora con las manos y azado- gue del cotense, y está debajo del colgadero.
nes en el sitio de lavadero) comienza a correr Platillo es un suelo de barro redondo, de un
el agua espesísima por las canaletas, que es la jeme de atravesía y un dedo de grueso, con agu-
lama, y esta lama es la primera tierra del metal. jeros, sobre que se pone la piña a desazogar.

Ccocha es un sitio donde se recogen las lamas Desazogadera es el lugar debajo de una rama-
que salen de la tina al lavadero, y aquel donde da, donde se desazogan las piñas, y esto que es
entran los relaves, y donde se hacen y lavan los sacarles el azogue se llama desazogar; los indios
ensayes menores. llaman a este lugar piñahuasi, que es lo mismo
Relave es la arena que sale de la tina o lava- que casa de las piñas.
dero después de haber deslamado el metal; y el Piñacamayo 15 es el que tiene cuidado en la
hacer esto (por ser segundo lavatorio) se llama desazogadera con las piñas de plata.
relavar. Candelero es de hechura de medio mortero de
11
Callana es un tiesto de botija o cántaro don- barro delgado y las paredes huecas; por la parte
de se hacen los ensayes. ancha carga sobre los travesaños del cañón y por
Baño es un poco de azogue que se echa en la la angosta sustenta el platillo que carga la piña.
tina o primer hoyo del lavadero para lavar el Cañón es de barro a modo de atanor algo an-
cajón. cho de boca, con sus bordos, y pendiente de ellos
Vilque 12 es a modo de maceta de España, para se pone en la desazogadera, ras con el suelo; tie-
llevar el azogue de una parte a otra en el ingenio. ne en la boca cuatro travesaños gruesos por la
Incorporo es el que se hace en el buitrón, con parte de adentro donde descansa el candelero
el metal, sal, la cal, azogue y estaño. que sustenta la piña, y en esta boca encaja la ca-
Yapar 13 es lo mismo que cebar. peruza.
Poruña es a modo de patena algo honda, de un Caperuza es un instrumento de barro delgado,
jeme de atravesía, en el que se hacen los ensa- de altor de tres cuartas poco menos, a modo tam-
yes, y ha de ser de barro liso porque no se pe-
14. Verbo indio-español, derivado del quechua tacana — mar-
gue la pella y corran los relaves.
tillo, mazo. Tacador, adjetivo indio-español derivado del mis-
10. Del quechua kjocha — charca, poza, laguna. [M] mo vocablo. [M]
11. Del quechua k' allana — tiesto. [M] 15. Locución compuesta de la palabra piña (de plata) y la
12. Del aymara uilliki — recipiente. [M] desinencia quechua camáyuj que denota obligación o cargo:
13. Del quechua yapana — añadidura, f M] piñacamayuj = encargado de las piñas. [M]

170
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 7 Año 1.577

bien de atanor pero cubierto por lo angosto, y indias aquel su estimado brebaje que llaman chi-
por lo ancho encaja con el cañón; y porque con cha), y vale cada un costal dos reales y a veces
ella se tapa la piña se llama caperuza. tres,género que es sinnúmero lo que de él se gas-
Chupalla 16 es una medida de que se usa para ta al cabo del año en esta Villa para estos dos
el azogue cuando se da por menudo: una pesa efectos; también con otro nombre es llamado ta-
de una libra del marco llena de azogue es dos quia 20 este dicho estiércol.
libras de azogue, y al tanto de las demás pesas. Icho 21 es a modo de esparto de Castilla, y tam-
Mate es un calabazo redondo de boca peque- bién sirve para encender el fuego.
ña, con el cual se mide el azogue, y hace doce Yareta22 es una raíz que se cría en las peñas y
libras y media poco menos, y aserrado por el me- se extiende por ellas, sin rama ni hoja sino lisa;
dio se llama también mate o chupalla. es de color verde claro,
y asimismo sirve para
Quepiña 17 es la cantidad de sal o ceniza que quemar el metal.
cabe en una manta de indio, de vara de ancho y Moyar23 es menear el metal con un rodillo en
vara y media de largo. el horno; y el que hace esto se llama moyador u
Cutama (que en castellano es lo mismo que hornero.
costal) es una bolsa de cuero de vaca (que hace Otro instrumento antiguo hay en los ingenios
una arroba de metal algo más) con que se saca de esta Imperial Villa, que hoy no sirve, el cual
el metal de las minas. era para deshacer el hierro, y son unas amoladu-
Requemar es, cuando la piña está ya desazo- ras como las piedras de barbero,
y deshecho el
gada, ponerla entre carbón encendido para sacar- hierro servía para el beneficio de los metales de
le el azogue que quedó: y esto se hace dentro plata.
de la ramada en lo más abrigado, porque funde Además de todos estos instrumentos y otros
la piña si le sopla el aire. más menudos de que se compone la máquina de
Los hornos donde se quema el metal negrillo un ingenio, lo hace de mayor grandeza la vivien-
son en dos maneras: el uno y más usado en los da principal del señor azoguero, muy capaz para
ingenios es a modo del de pan con su capilla, su mucha familia; los almacenes de la plata y el
salvo que la lumbre se da en un poyo cubierto azogue; varios galpones (que son unos cuartos
pegado al mismo horno, y por una puerta se da más largos que anchos) donde se ponen los me-
la lumbre,
y por otra del mismo poyo sale la ce- tales en piedra que bajan del Cerro,
y las granzas
niza: en medio tiene otra puerta que se comunica (que son las que quedan después de molido el
con el horno y por ella entra la llama que rever- metal), el cobre, la cal, la ucha, la sal y otros
bera por todo él y baña la harina del metal, y la materiales y maderajes para mantener esta má-
maleza que el fuego vuelve en humo sale por dos quina. Tienen también todos los ingenios sus ca-
cañones que están frontero de la lumbre y suben pillas donde se celebra el santo sacrificio de la
como una vara por encima de la capilla del hor- misa y demás fiestas de su devoción, muy rica-
no; y éste es el que más sirve, como he dicho, mente adornadas.
y
se llama de reverberación porque da el fuego su Los indios que ordinariamente se ocupan en va-
actividad inmediatamente al metal. El otro hor- rios ministerios de un ingenio son 40, 50
y en
no se llama de tostadillo, que es a modo de mesa otros más o menos, conforme su repartimiento:
de trucos, sin capilla, y el fuego se da por una éstos tienen un indio que los manda
y ordena lo
puerta de una frente, y por otra sale la ceniza. que deben hacer, y es llamado capitanejo. Un
Mita 18 se entiende un día de quema, y la no- mayordomo español, de quien pende toda la ad-
che otro tanto. También se entiende por mita ministración, con salario en otros tiempos de 50
cuando los indios vienen cada año de las provin- pesos cada semana, y hoy es muy corto en com-
cias asignadas a pagar (trabajando personalmen- paración. Un beneficiador de los metales, que en
te) el tributo a que están obligados con violen- tiempos pasados tenía de salario cada semana 200
cia; y éstos son los que trabajan en el Cerro pesos, y hoy, aunque es mucho menos, es el me-
y en
los ingenios. jor de los salarios que dan los señores azogue-
Ucha 19 es el [93] estiércol de los carneros, a ros.
24

quienes nombran llamas los indios (como tengo


dicho en otras partes). Sirve este estiércol para 20. Del aymara takya = estiércol. [M]
quemar dicho metal (y también para cocer
21. Del quechua ichjtt — paja. [M]
las 22. Yareta: conifera de la región andina [M]
23. Verbo indio-español, derivado del quechua muyu = vuel-
16. Del quechua achupalla — pesa (sustantivo). [M] ta. [M]
17. De! quechua kj’epi — carga. [M] 24. Hay un extenso material para el estudio de estos porme-
18. Del quechua y aymara mit’a —
vez, turno. [M] nores en el Archivo Nacional de Bolivia, Sucre, Documentos
19. Del quechua uchja =
estiércol. [M] de minas, 1561-1825. [M]
Capítulo VIH

RECIBE EL ILUSTRE CABILDO DE ESTA IMPERIAL VILLA DE POTOSÍ POR


NUEVO ALFÉREZ REAL AL GOBERNADOR DON JUAN DE ZARATE.
CELÉBRANSE A SU COSTA SOLEMNÍSIMAS FIESTAS. DE-
CLÁRASE LA ANTIGÜEDAD DE SU ESTANDARTE
REAL Y LAS BATALLAS EN QUE SE HALLÓ

N grande estimación ha tenido y tiene es- gros.


4
Con en la batalla 5 de Aban-
ellos se halló

E
también por
ta Villa Imperial de Potosí

las circunstancias tan


su antigüedad. Porque según el
aquel
estandarte real, no sólo por estar dedi-
cado al apóstol Santiago, su patrón, sino
honrosas de
capitán Pedro
su cay este estandarte, que no fue muy sangrienta, y
6
fuelo mucho la batalla de Salinas en que tam-
bién se halló, la cual se dio entre don Diego
Almagro el viejo (adelantado y gobernador de
la Nueva Toledo) y Hernando Pizarro, hermano
Méndez, don Antonio de Acosta y don Juan Pas- del marqués don Francisco: en ella murió el
quier,
1
el año de 1492, viernes que se contaron 6 alférez Medellín, que lo fue de Almagro, y quedó
de enero 2 (año dichoso, día feliz, colmo de ma- este estandarte por mucho rato en el suelo y fue
yores trofeos, en que se se desarraigó de España ganado por los de Hernando Pizarro.
7
el nombre mahometano) el ejército de los Reyes Después de ésta se halló en la cruel batalla
Católicos don Fernando y doña Isabel, junto con de Chupas, que se dieron entre el gobernador
sus majestades entró con dicho estandarte a la Cristóbal Vaca de Castro de la parte real (en
ciudad de Granada a gozar de los triunfos de la cual estuvo este famoso estandarte) y el mozo

aquel reino en compañía de los otros tremolan- don Diego Almagro, hijo del ya ajusticiado go-
tes. bernador, que a la sazón tenía sólo 20 años de
Poco meses después que España tuvo esta glo- edad: el cual al principio de esta batalla viendo
ria, sin desvanecer la fortuna el estado tan supe- que Pedro de Candía el griego (a quien había
rior en que se hallaban los sucesos españoles, en hecho su capitán de artillería) disparaba por
de agosto del mismo año, aquel insigne y fa- alto al ejército contrario, se llegó a él y lo mató
3
moso don Cristóbal Colón, con 130 compañeros, a lanzadas sobre la misma artillería, y apeándose
1.
partió de Moguer, y descubrió estas Indias Oc- del caballo (como lo cuentan Garcilaso de la
2.
cidentales,
3. en cuya compañía vino a tan admira- Vega, contador Agustín de Zárate y el pres-
el
8
ble conquista este glorioso estandarte o bandera bítero Francisco López de Gomara en sus pe-
triunfadora, en mano de Martín Pinzón, uno de ruanas historias) se subió sobre la pieza de
los alféreces de esta valerosa compañía. Y añade artillería hacia la boca y la bajó haciendo fuer-

el dicho autor Pedro Méndez que con este estan- za, poniéndola en punto le mandó dar fuego:
y
darte vino otro que asimismo se halló en la con- salió la pelota y abrió el escuadrón real desde
quista de Granada en manos de don Alonso Mén- la vanguardia hasta la retaguardia, y lleván-
dez Niño, tío suyo; que el dicho estandarte quedó dose 17 hombres fue uno de ellos el alférez
en la isla de Haití (que es la Española) y este que llevaba esta bandera, y si metiera otras cua-
otro pasó al reino de México continuando la con- tro pelotas no tenía necesidad don Diego de
quista, y de allí a las provincias de Honduras has- pelear más, aunque él quedó vencido, como en
ta hallarse en la ciudad de Nombre de Dios, de su lugar queda dicho; murieron de la parte del
donde el marqués don Francisco Pizarro lo tomó rey 300 hombres y quedaron 400 heridos, y de la
para conquista de este peruano reino.
la de don Diego (valiente y gallardo mestizo, pues
8
Hallóse en la prisión del rey Atahuallpa, y fue habido en una india de Panamá) 200 [muer-
pacificadas aquellas provincias de Cajamarca y tos] y quedaron 100 heridos, habiendo peleado
Cuzco, tomándolo Gonzalo Pizarro por orden con sólo dos horas de sol hasta bien entrada la
de su hermano el marqués pasó a conquistar noche.
v
[93 ] los Charcas. Fundóse la villa de Chuqui- 4. El resto de este párrafo y los dos párrafos siguientes no
figuran en el ms. de Madrid. [M]
saca (que después fue ciudad) y en ella estuvo
5. Batalla de Abancay. año de 1536. [A]
hasta las crueles guerras de Pizarros y Alma- 6. Batalla sangrienta de Salinas, año 1538, a 6 de abril. [A]
7. Batalla sangrienta de Chupas; diose a 15 de septiembre,
Méndez, segunda parte, capítulo 9; Acosta, libro IV, ca- año de 1542. [A]
pítulo 7; Pasquicr, libro II, capítulo 19. [A] 8. Garcilaso de la Vega, Comentarios reales segunda parte,
,

El 6 de enero de 1492 fue efectivamente viernes. [M] libro III, capítulos 16-18; Agustín de Zárate, Historia del
La prisión del rey Atahuallpa fue a 3 de mayo (día pre- Peni, libro IV, capítulo 29; Francisco López de Gómara,
cioso de la invención de la cruz) del año de 1533. [A] Historia del Perú, capítulo 150. [A]

172
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 8 Año 1578

Hallóse asimismo este estandarte o bandera en parte del presidente de 50 en 50 y de 100 en 100,
la memorable batalla 9 de Huarina, que se dio por lo cual dice el autor arriba citado que no se
entre el capitán Diego Centeno de parte de los puede llamar batalla ésta, pues no hubo golpe ni
leales, y Gonzalo Pizarro y su maestre de campo herida. En este ejército real se halló este estan-
Francisco Carvajal de los desleales, en cuyo ejér- darte en mano del licenciado Benito de Carva-
cito estuvo en mano de uno de sus alféreces, que jal alférez general en él.

lo fue Pedro de Cuena. Fue muy sangrienta esta De después de ser degollados Pizarro y
allí,

batalla (como la cuenta Garcilaso de la Vega 10 y Carvajal y los otros capitanes que no se pasaron
los otros autores del Perú), en la cual Diego al presidente, fue llevado al Cuzco donde estuvo
Centeno llevaba 1,200 hombres siendo los 260 segunda vez hasta el año 1553 en que el maris-
de a caballo, y Pizarro sólo 500, y de éstos los cal Alonso de Alvarado, estando en la ciudad

85 de a caballo; pero el valor y prudencia de su de La Paz, lo hizo traer con una compañía de
maestre de campo Carvajal fue el todo de esta soldados, y con ella subió a los Charcas; entró
parte para vencer la batalla. Murieron en el en- en esta Villa de Potosí, donde hizo un gran cas-
cuentro de parte de Centeno más de 350 y salie- tigo en los desleales que de todas naciones se
ron heridos otros tantos, de los cuales murieron hallaban en ella, como ya queda dicho en el
150; y siguiendo Carvajal el alcance de los que capítulo 1 1 del libro III de esta Historia. Pasó a
huían mató con porras otros 100 hombres rendi- la ciudad de La Plata, donde hizo lo mismo.
dos de modo que por todos fueron los muertos Volvió a esta Imperial Villa el mariscal con
arriba de 600. De parte de Gonzalo Pizarro mu- sus soldados y nuestro estandarte, y estándola
rieron menos de 100 hombres, los 70 y tantos fue- gobernando llegó la noticia de cómo Francisco
ron de a caballo, que de los infantes no murieron Hernández Girón se había alzado en el Cuzco.
15. Lo que más memorable se hizo en esta san- Envió el dicho mariscal el estandarte y muchos
grienta batalla (como lo cuenta el autor arriba soldados contra el traidor, y sin llegar a él se
citado) fue morir 107 caballos con sus dueños, 11 quedó en la ciudad de La Paz y por eso no
cuyo número contó personalmente el capitán se halló en la batalla de Chuquinga, que (como
Garcilaso de la Vega, padre del dicho autor Gar- cuenta Garcilaso de la Vega en sus Comentarios
14
cilaso. Quedó muy atemorizado el presiden- reales J fue entre el temido mariscal Alonso
te Pedro de la Gasea y el ejército real, que al Alvarado y Francisco Hernández Girón. Una
tiempo de esa batalla estaba en el valle de Jauja, cosa particular dice este autor en el capítulo 17
que saliendo de Trujillo para Los Reyes no entró en que prosigue con los sucesos de esta batalla,
en aquella ciudad por seguir a Pizarro, que ya cuyas palabras propias son las siguientes. "Mu-

sabía cuán mal estaba, y con todo eso fue vence- rieron de la parte del rey el capitán Herrera 15
dor. Los indios pronosticaron la pérdida de esta (y prosigue con los nombres de otros 12 solda-
batalla de Huarina diciendo a sus amos: "Señor, dos) " y [fue herido] Gonzalo Silvestre” (dice)
mira dónde quieres que pongamos o llevemos este "de quien atrás hemos hecho larga mención, el
hato antes que se lo lleven los enemigos, porque cual perdió en aquel lance un caballo que le ma-
aquellos pocos te han de vencer”. Y
aunque ellos taron, por el cual dos días antes le daba Martín
estuvieron para apalearlos porque lo tal dijeron, de Robles (a quien el presidente Gasea, como
al cabo sucedió así con el mal pronóstico. atrás dijimos, dio 40,000 pesos de renta) 12,000
Después de esta batalla vino a poder del ejér- ducados, y él no lo quiso vender por hallarse en
cito real esta bandera, y se halló en la de Jaqui- la batalla en un buen caballo”. Los que murieron
jahuana o Sacsahuana 12 (como dice Garcilaso de (prosigue el autor) fueron hombres principa-
la Vega), 13 cuatro leguas del Cuzco, donde fue les. Gonzalo Silvestre, con una pierna quebrada,

vencido Pizarro, y degollado, como también Car- que su caballo se la quebró, escapó huyendo. Sin
vajal. Y aunque (como dice este autor en sus estos caballeros mataron los de Hernández otros
Comentarios reales ) que el presidente Gasea 60 soldados famosos. Juan de Piedrahita siguió
tuvo 2,000 y tantos hombres, sin el general y el a los del mariscal, que estaban ya desordena-
maestre [94J de campo, alférez general y sar- dos, y rindió más de 300 y los volvió consigo.
gento mayor (que son las cuatro cabezas princi- El mariscal, que tanto braveó en esta batalla,
pales) y otros siete capitanes para la caballería salió huyendo con otros muchos, y esto fue por

y 13 para la infantería, [y] sin el capitán de la ser llevado de su capricho y soberbia, con ha-
artillería,
y Pizarro tuvo 1,000 hombres, aunque ber perdido en el mismo paraje otra batalla an-
sin llegar a rompimiento se le pasaron todos a la tes de ésta, y esto es con haber ido ya de huida
Hernández. Los indios mataron más de 80 de
9. Cruel y sangrienta batalla de Huarina, diose el año de
1547. [A] los que huían; y fue porque los del mariscal les
10. Garcilaso, Comentarios reales, segunda parte, libro V,
mandaron que matasen a los del tirano, teniendo
capítulos 18-21. [A]
la victoria por suya cuando huyesen,
11. Arzáns se resiste a copiar fielmente. Garcilaso sólo dice y salió al
que su padre contó los caballos ( Comentarios Madrid, 1723, contrario, porque en los caminos no se distin-
p. 305). [M]
12. Batalla de Sacsahuana cerca de Xaquijahuana, diose el
año de 1548. [A] 14. Garcilaso, Comentarios reales, segunda parte, libro VII,
13. Garcilaso, Comentarios reales, segunda parte, libro V, capítulos 15-17. [A]
capítulos 35-36. [A] 15. Garcilaso no menciona este nombre. [M]

173
Año 1578 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

guían ni los indios sabían de eso. Finalmente los trencilla de oro la imagen del apóstol Santiago
que murieron en la batalla y en la escaramuza puesto a caballo destrozando infieles, de más de
del primer día fueron más de 120, y de los que media vara de largo y poco menos de ancho; y
quedaron heridos (que fueron 280) murieron sólo esta tarja del apóstol se conserva entera por-
otros 40, de manera que de los del mariscal fue- que todo lo demás del real estandarte está hecho
ron cerca de 250 y de los tiranos sólo 17, y el hilas mantenidas solamente en los caireles, que
saco fue el más que hasta entonces se vio
rico también se conservan fuertes; y así como está lo
en el Hernández
Perú. Al cabo, pues, Francisco sacan en estos tiempos cada año el día del apóstol
Girón quedó vencido poco después en la batalla con grande acompañamiento y fiesta, llevándolo
de Jatunjauja, y preso fue llevado a la ciudad de el alférez real a caballo; y con haber durado más

Los Reyes, y en ella murió degollado como de 216 años se espera adelante su duración por
queda dicho en el capítulo 12 del libro III de lo fuerte de los caireles y bordadura, además que
esta Historia. El memorable en este reino maris- aforrándolo en otra tela puede permanecer el
cal Alonso de Alvarado murió amelancolizado tiempo que Dios quisiere.
de haber perdido la batalla de Chuquinga. Y pues habernos declarado la antigüedad y
Volviendo, pues, a nuestro estandarte, que lo triunfos en que se ha hallado este real estandar-
dejamos en la ciudad de La Paz sin haberse halla- te, digamos ahora la estimación que de él se ha

do en estas dos últimas batallas, digo que pasado hecho siempre en esta Villa. En el mes de mayo
algún tiempo, advirtiendo la ciudad del Cuzco de este año de 1578 falleció el alférez real Fran-
que este famoso estandarte le pertenecía por ha- cisco Centeno que fue el primero que ocupó este
berse conquistado con él, lo pidió a Chuquiabo honorífico puesto en Potosí, antiguo capitán, sol-
o La Paz. Resistióse esta ciudad y alegó tener dado diestro, uno de los pobladores de esta Im-
derecho en él. Súpolo Chuquisaca o La Plata y perial Villa y quien en varias provincias de este
dijo pertenecerle por haberse fundado con dicho reino capitaneando a pocos españoles venció
estandarte y poseídolo algunos años. Estando li- ejércitos de innumerables indios. Fue quien en
tigando sobre él todas tres ciudades, por impedir la batalla que tuvieron los indios con los españo-
cualquier escándalo avisaron del caso al excelen- les de Cantumarca (cuando se descubrió el Cerro
tísimo señor don Andrés Hurtado de Mendoza, de Potosí) se halló con el cargo de alférez; fue
marqués de Cañete, virrey que entonces lo era de este caballero quien como valeroso y leal capitán
v
este reino, quien [94 ] por haber tenido noticia defendió en esta Imperial Villa la parte del rey
de que el emperador Carlos V hizo merced de cuando Gonzalo Pizarro alteró estos reinos, y
este estandarte a la Villa Imperial de Potosí, deshizo a los traidores que hacían mil daños en
mandó su excelencia se le restituyese. Púsose en ella, como queda dicho en el libro II de esta

ejecución: entregáronlo en esta Villa, y pasados Historia, capítulo 7. Fue deudo muy cercano de
algunos meses el dicho señor virrey mandó a los aquel famoso y leal capitán Diego Centeno, que
vecinos fuesen a pacificar los indios de las pro- después fue general en el ejército del presidente
vincias del Tucumán que en algunas partes se Gasea, de quien tanto habernos dicho en el le-
habían rebelado. Salió con una valiente compa- vantamiento de Gonzalo Pizarro, indigno por
ñía el general Gómez de Solís con dicho estan- cierto este insigne general de la muerte que tuvo,
darte, y estando en un valle cerca del de Esteco pues la envidia y la infamia se la dio con ponzoña
tuvieron con aquellos indios los españoles una en Chuquisaca después que Gasea se fue a Lima
sangrienta batalla, y en lo más riguroso de ella pasada la guerra.
disparando los indios (o uno de ellos) una flecha Habiendo, pues, fallecido Francisco Centeno,
llegó al asta, cerca del brazo de Francisco Sauce- antiguo capitán y alférez real de esta Villa, que
do, alférez, que lo tenía, y lo cortó como si fuera a petición suya se le había dado este puesto, y
una agudísima espada. Recobróla el alférez le- el rey nuestro señor don Felipe II héchole mer-

vantando el estandarte del suelo, y a pocos lances ced de 5,000 pesos de renta cada año en sus rea-
ganaron los españoles la batalla. Pacificadas les cajas por su vida y sin ejemplar, quedó vacío
aquellas provincias, volvieron los que habían ido este cargo, y por gozar de sus honores lo preten-
de esta villa con el invencible estandarte, y de dieron muchos caballeros vecinos y ricos azogue-
paso conquistaron algunos pueblos de indios que ros de esta Villa. Redujéronse los oficiales reales
por Tarija y los Chichas se habían mantenido en a rematarlo en el mayor ponedor por vía de ven-
libertad. Entraron en esta villa donde fue reci- ta. Estaba en ocasión en esta Imperial Villa
la

bido este estandarte con muchas demostraciones don Juan de Zárate, gobernador que había sido
de regocijo, y por comenzarse a raer por los cabos de las provincias de Chucuito y electo para las
se dispuso el que no fuese sacado en batallas, sino del Tucumán, aunque después se excusó de go-
solamente la víspera y día del apóstol Santiago bernarlas. Este caballero, pues, fue el mayor opo-
y como de tan gran caudal en
en el paseo que con grande acompañamiento y sitor, hacienda y
fiesta se saca todos los años. méritos, ni él reparó en la cantidad de la postura

Este bendito estandarte es de un finísimo da- ni otro después de ella se atrevió a adelantarla.
masco carmesí con cairel de seda del mismo co- Rematósele [95] en fin en cantidad de 40,000
lor: en medio de él está bordado de realce de pesos de a ocho reales, y afirma el capitán Pedro

174
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 8 Año 1578
Méndez que lleno de gozo y liberalidad no excu- Imperial Villa dejó sucesión de la gran casa de
só ningún género de gasto para manifestar el Alba de donde venía. El dicho mantenedor y
alegría de su grandioso ánimo, teniéndose por otros 80 caballeros aventureros entraron a la
muy dichoso de empuñar aquel real estandarte plaza con varias, admirables y muy costosas in-
que se había batido en nombre de los tres mayo- venciones, cada uno de por sí, como
es costum-
res monarcas que ha tenido el orbe, como fueron bre.Los premios fueron de piñas de acendrada
el rey católico don Fernando el V, el máximo e plata de a 50 marcos, y de los 80 aventureros ga-
invicto emperador Carlos V
y el prudentísimo naron al mantenedor los 50. El siguiente día
señor don Felipe II, rey de España y emperador hubo torneos y escaramuzas de los caballeros,
de las Indias; y así no reparando en costo ningu- con nuevas invenciones; y por otros cuatro días
go previno para el día del apóstol Santiago unas se representaron varios pasos de los libros de ca-
admirables fiestas que (conforme las refieren el ballerías, así en teatros como con caballos
y lan-
capitán Pedro Méndez, Acosta, Pasquier,
y con zas en la plaza. Sobre todo se hizo una grande
y
mucha elegancia el poeta Juan Sobrino 16 las galantísima justa, siendo el primero que entró
diré aquí. a la plaza el nuevo alférez con 30 caballeros en
El día 24 de julio, víspera del apóstol Santia- sus caballos encubertados ricamente con arneses
go, patrón de esta Imperial Villa, hizo su primer de guerra y lanzas con puntas diamantinas; y por
paseo con dicho estandarte el nuevo alférez; el otra esquina entró el general Pereira, corregidor
cual sobre un poderoso y gallardo bruto mani- de esta Villa, con otros 30 caballeros azogueros
festó la gallardía de su persona
y riqueza de su en gallardos caballos encubertados también como
felicísima suerte. Iba vestido este noble gober- los otros con arneses de guerra. Pusiéronse en los
nador y alférez real de una riquísima tela musga puestos para encontrarse en sus hileras, y como
bordada toda de oro y aljófar, una gorra encar- tocaron las trompetas y chirimías con otros ins-
nada cubierta de finísimos diamantes con tres trumentos, arrancaron con tan extraña furia que
cañones de oro formados en la cabeza, y alas de topándose con las lanzas, otros cuerpo con cuer-
una águila del mismo metal de los cuales salían po, fue negocio muy peligroso. Muchos caballe-
unos penachos de plumas blancas, encarnadas, ros cayeron en tierra
y quedaron muy quebran-
azules y verdes, cuyos troncos subían unos para tados, y el corregidor con otros de entrambas
v
arriba y otros se derramaban para abajo cubrien-
[95 ] partes muy malheridos; murieron siete
do parte de un mantón de brocado azul que pen- caballos y otros quedaron sin provecho por mu-
día del hombro izquierdo y daba media vuelta chos días, y por esta causa no se hizo el juego de
por debajo del brazo derecho. Toda la crin cola cañas que estaba prevenido para remate de las
y
del caballo estaba cubierta de cadenas de perlas, fiestas. Mas porque no hiciese falta para el entero

y las cubiertas eran de brocado azul bordado de cumplimiento de tanto regocijo, hizo el magní-
piedras preciosas. Acompañábanlo toda la no- fico alférez se supliese con dos saraos muy visto-
bleza y demás vecinos en caballos
y muías muy sos y cuatro comedias nuevas:
y demás de esto
ricamente aderezadas. Hiciéronse las vísperas con hizo muy soberbios banquetes así para la nobleza
gran solemnidad, y aquella noche se encendieron como para la plebe, quedando toda esta Imperial
muchas y grandes luminarias con multitud de Villa sumamente regocijada y satisfecha con tan-
grandes fuegos artificiales que duraron hasta las ta variedad de fiestas, gozadas sin ningún mal
10 de la noche; y continuándose estas luminarias, sabor de pesadumbres que las más veces se suelen
a la claridad de sus luces se pudo ver por sus mezclar con los placeres. El corregidor los
y
plazas y calles una riquísima
y vistosa máscara otros caballeros que salieron heridos de los en-
que hizo la nobleza. El siguiente día, que lo fue cuentros de aquel arriesgado regocijo mejoraron
del apóstol patrón, volvió el alférez a salir con en breves días, y así tuvieron loable fin estas fa-
el mismo acompañamiento a su paseo y luego mosas fiestas, en que afirman el capitán Pedro
entraron todos a la iglesia mayor donde se dijo Méndez y otros autores, gastó el alférez real don
la misa y sermón con gran solemnidad. Juan de Zárate en mantenerlas, 130,000 reales
De allí a cuatro días se dio principio a unas [sic] de a ocho, sin los 40,000 de las postura. 17
grandes en que se esmeraron la bizarría,
fiestas
la gala, la riqueza 17. En carta de Potosí 1577.XII.23, el licenciado Juan de
y la destreza de los caballeros Matienzo, oidor de la audiencia de La Plata, que por encargo
que quisieron competir en ellas. Los primeros del virrey Toledo gobernaba en Potosí como justicia mayor,
cuatro días no tuvo otro divertimiento la multi- daba al rey esta breve descripción de la Villa por estos años:
"Es un pueblo Potosí como va figurado en este lienzo que va
tud de gente (que en la gran plaza del Regocijo con esta. Tiene 2,000 vecinos españoles, sin gran multitud
estaba repartida en balcones, tablados de mujeres y muchachos, no soliendo haber en él antes que
y venta- el beneficio de sacar plata por azogue se usase, más de 200
nas) más de solamente ver correr los bravos to- o 300 hombres. Hay de 20,000 indios para arriba, sin otras
ros que se jugaron, porque en estos días cayó una tantas indias y muchachos, doblados, los cuales están en sus
rancherías, que así llaman sus casas o chozas, las cuales están
poca de nieve que no dio lugar a otros regocijos. por sus calles abiertas, que antes no solían tener ninguna.
El quinto día que serenó el cielo se corrió sortija, Están 13 parroquias en esta ranchería de indios, en cada una
su sacerdote clérigo o fraile que les doctrina y administra los
cuyo mantenedor fue el nobilísimo caballero don sacramentos” (Levillier, Audiencia de Charcas, II, 456).
Fernando Arzáns Dapífer y Toledo, que en esta En cuanto a la pintura que se menciona al comienzo, que
sería de gran interés para la iconografía potosina, nada se
16. Sobrino, "Historia de Potosí”, canto XIV. [A] sabe de ella. [M]

175
Capítulo IX

CÓMO EL GENERAL PEREIRA DEJÓ EL GOBIERNO DE ESTA IMPERIAL


VILLA Y VINO POR JUSTICIA MAYOR DON MARTÍN GARCÍA
ÓÑEZ DE LOYOLA, CON OTROS SUCESOS
DIGNOS DE MEMORIA

algunas de estas grandes cosas de armas que tanto

D
EL general Pereira, caballero del há-
i bito de Santiago, tengo dicho en ha habido de ellas en esta memorable Villa, y
f
capítulos cómo fue de muy
otros no callando asimismo los ejemplos de paz y bue-
amables prendas, y hombre rico por nas costumbres de los pacíficos y mansos jueces,
extremo, conque no tuvo necesidad de molestar y condenando los vicios y pecados con condenar y
esta Imperial Villa por adquirir riqueza como los abominar los que los usaron y cometieron. Por-
demás corregidores que la han gobernado, aun- que para esto principalmente se escriben y se
que si él fuera de natural ambicioso la misma han de leer las historias, para que leyendo los
abundancia de bienes que poseyó le ocasionara vicios y pecados los huyan, y las virtudes imiten,

y de los casos y acaecimientos tomen


a querer adquirir más y más aunque atropellara aviso los
toda razón. Fue, pues, este caballero muy próspe- lectores, y reglas para la vida, y se hagan experi-
1
componer su caudal
ro en riquezas, llegándose a mentados y sabios para otros semejantes.
no de millares sino de millones de oro y plata. Volviendo, pues, al general Pereira digo que
Don Antonio de Acosta quiere que fuese portu- antes que volviese a España fue casado en la ciu-
gués de nación, natural de la villa de Cubillán dad de La Paz donde le nació una hija muy her-
en aquel reino, pero el capitán Pedro Méndez mosa de cuyo parto murió su madre, y quedó
dice (con otros autores) que fue extremeño y poseyendo un gran dote. Cuando [96] vino con
natural de la villa de Alcántara. Pasó a estas el cargo de corregidor trajo a la hija, cuyo nom-

Indias; en México fue su primera fortuna y en bre era doña Plácida Eustaquia Pereira, de edad
varias ciudades del Perú su prosperidad. Volvió de 11 años, y en el tiempo que estuvo en esta
a España y tornó con el corregimiento de esta Villa cumplió los 13, conque su gran hermosura
Villa y su hábito de Santiago. Fue su gobierno llamó a prisa pretensores varios para su matri-
muy pacífico, por lo cual no hubo en su tiempo monio. Entre otros muchos fue felicísimo un ca-
pendencias, enemistades ni bandos como en los ballero nombrado Alaminos, que como noble y
antecesores y sucesores en esta Villa de Potosí, diestro soldado fue después a gobernar las armas
porque con admirable prudencia supo prevenir al reino de Chile. Recibió el venturoso caballero
los lances y atajar toda ocasión de disgusto. a la hermosísima doncella y recibió con ella
Y aunque tengo entendido que los lectores (como afirman el capitán Pedro Méndez, Acosta
siempre quisieran que les contasen grandes ba- y Pasquier) 2,300,000 pesos
de dote, en oro,
tallas, extraños acaecimientos, notables hechos y plata, joyas y perlas: admirable cosa en caba-
mudanzas, en el tiempo que duró el corregi- lleros particulares, y grandezas experimentadas
miento de este caballero no hubo nada de esto, siempre en esta Imperial Villa de Potosí, aunque
sino que se gozó de mucha paz y regocijos fes- es verdad que antes ni después no se vio seme-
tivos. Pero también entiendo que las historias de jante dote; pero han sido sobremanera cuantio-
los príncipes y ministros pacíficos, y de tiem- sos, como se verán algunos entre las grandezas

pos felices y sin guerras y desastres, no son tan que en el discurso de esta Historia se irán refi-

agradables para muchos como las que cuentan riendo.


muertes, guerras, batallas, caídas de estado, mu- Celebráronse estas magníficas bodas en el mes
danzas de reinos, victorias muy señaladas, bu- de febrero del año 1 579, con muy costosas fiestas
llicios,bandos, alborotos y finalmente grandes que se hicieron. Pasadas éstas comenzó el gene-
acaecimientos de bien o de mal, tanto que los ral Pereira a disponer su viaje para los reinos
libros de mentiras y fabulosos son leídos y agra- de España, de que días antes había dado parte al
dan comúnmente, porque matan muchísimos gobierno de la ciudad de Los Reyes; y despidién-
hombres y combaten ciudades y fingen cosas casi dose de toda la villa con gran sentimiento de
imposibles. Por lo cual (conformándome yo con ella (porque era muy amado de todos) salió

el parecer de muchos discretos) he determinado


1. Este es un pasaje clave que se deberá tener en cuenta para
de tener cuidado también de agradar como de
comprender adecuadamente la doctrina y técnica de Arzáns
aprovechar al lector cuando puedo, contando sobre la composición de la Historia. [Mj

176
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 9 Año 1579
con gran acompañamiento de los vecinos y mucha en riquezas y porque en esta primera ocasión
riqueza, por el mes de abril de dicho año, que- tenían (como vulgarmente se dice) el padre al-
dando en esta Villa la bellísima doña Plácida su calde, siendo juez mayor el señor don Martín,
hija. que era ilustre guipuzcoano, pero no de los que
A
pocos días después de su ausencia llegó a podían fomentar sus inquietudes porque con su
esta Imperial Villa don Martín García Óñez de admirable prudencia supo enfrenar a los unos
Loyola 2 por justicia mayor de ella. Estaba este y a los otros sus bárbaras y fieras determinacio-
caballero casado con doña Beatriz, princesa he- nes.
redera de los reinos del Perú, hija única del rey Este mismo año estando el alférez real don
don Diego Sayri Túpac, hermano mayor del Juan de Zárate previniendo segundas fiestas para
rey don Felipe Túpac Amaru, a quien mandó el apóstol Santiago, a fines del mes de julio lle-
degollar el excelentísimo señor don Francisco de garon a esta Imperial Villa las noticias de los
Toledo, virrey de estos reinos, por el motivo mal sucesos de España, que entonces tenían gran bien
considerado que hemos dicho en otras partes. los habitadores del Perú porque cada un año en
Guardó Dios a esta hermosísima señora de los mes señalado se les participaba, sin que en esto
rigores del dicho virrey,
y habiéndose casado hubiese falta ninguna. Suspendiéronse las fiestas
con el dicho don Martín García le hizo merced porque aunque en las dichas noticias vinieron
el rey nuestro señordon Felipe II a la señora mezclados los gustos con las penas, éstas exce-
doña marquesado de Oro-
Beatriz, su mujer, del dieron como es costumbre en esta miserable vida,
pesa en este reino, y no muchas leguas de esta que a un gozo vienen apegadas muchas pesadum-
Villa. Don Martín García Óñez bres. La buena noticia fue cómo el año [9Ó V
y Loyola, ca- J
ballero del hábito de Calatrava (a quien después pasado de 1578 había nacido el príncipe don Feli-
hizo el rey don Felipe II merced del gobierno pe, que fue el tercero de este nombre; pero tam-
de Chile) fue sobrino de nuestro padre bién vino otra de cómo aquel mismo año murió
y gran
patriarca de la sagrada Compañía de Jesús San el príncipe don Fernando, que estaba jurado prín-
Ignacio de Loyola, que el año de 1556 pasó de cipe de aquellos y de estos reinos.
esta vida al eterno descanso habiendo visto en También se supo cómo el dicho año, hallándo-
vida su religión fundada en todo lo descubierto se el señor don Juan de Austria en Flandes, adon-
del orbe. Tuvieron estos nobilísimos consortes de había ido por orden de su hermano, mu-
una hija muy hermosa, que después del lamenta- rió en 20 de octubre, siendo de
33 años. Pueden
ble suceso de su padre fue llevada a España sus hazañas correr parejas con las de los antiguos
y
casó en la corte con don Enrique de Borja, caba- capitanes.
llero del hábito de Santiago, sobrino de San Súpose también cómo el dicho año de 1578,
Francisco de Borja, de la esclarecida Compañía después de haberse aprestado grande máquina
de Jesús, cuyos clarísimos descendientes son hoy de guerra en Portugal para pasar a África a res-
marqueses de Oropesa. tituir al rey de Fez
y Marruecos (cosa que la pru-
Ejercitó el dicho señor don Martín el oficio dencia de Felipe II desechó) la abrazó el rey don
de justicia mayor en esta Imperial Villa de Potosí Sebastián, sin haber sido parte para que desistie-
con gran prudencia, porque (según el capitán ra de esta empresa el haberse visto en Guadalupe
Pedro Méndez) en su tiempo, y particularmente los dos reyes, tío y sobrino, a quien persuadió
en este año, comenzaron los vascongados a des- no hiciese la jornada por su persona. Nada
componerse con las otras naciones, origen de fue bastante a que desistiese, ni los ruegos
tanta calamidad como después sucedió en esta de su abuela ni los de su tío el cardenal don
Villa con las memorables guerras de los vicuñas. Enrique. Partió a esta jornada (el sobredicho
Adelantáronse los vascongados a tener algunas año) desgraciada por la falta de prudencia. Ayu-
altiveces con las otras naciones que habitaban en dóle el rey nuestro señor con 5,000 hombres,
y
esta Imperial Villa, particularmente con los ex- habiendo el rey don Sebastián hecho tan gran
tremeños, andaluces y criollos, por verse pujantes esfuerzo y salido toda la nobleza de Portugal, no
llegaban en todos a 17,000 hombres. Partió de
2. Sobre esta prominente figura puede verse la "Información
Lisboa a 24 de junio el ya dicho año de 1578.
de servicios de Martín García de Óñez
y Loyola, años 1572-
1 57o Maúrtua, Juicio de límites, VII, 3-70. Según una car-
,
Llegaron a tierra de moros, y sin hacer nada el
ta suya al rey, de Potosí, 1579. IV.
13, su título de corregidor ejército del rey de Portugal esperó 18 días para
fue visado por los oficiales reales de Potosí en 1579. III.
14 y que llegase el último, pues trabada la batalla
en 1579. III. ió presentó allí su "Testimonio del permiso para
ir a España” (Archivo de Indias, Charcas
40, N ?
85). En [fue] tan feroz por el campo portugués que sólo
1582 se le seguía juicio de residencia ("Lista de gobernado-
res de Potosí") un el rey parece lo había de acabar por su persona:
y existe "Fragmento de carta de Martín
García de Loyola al rey sobre el juicio de residencia que por
orden del virrey se le siguió como a corregidor de la Villa
y así fue, pues después de haberle muerto dos
caballos y herido en el rostro, cansado
Imperial de Potosí”, sin fecha (Biblioteca Nacional, Chile, y fatigado
Sala Medina, Manuscritos, t. 902, f. 124-128). Uno de sus cayó muerto de un mosquetazo. Murió también
tenientes, Alonso Torrejón, fue castigado por los cargos que
se le opusieron por mal uso el rey Muley ahogado, y su hermano el rey de
y abuso de sus atribuciones,
según la "Ejecutoria de la sentencia pronunciada en el pleito Marruecos que estaba enfermo dentro de una
de residencia de Alonso Torrejón, teniente de corregidor de
Potosí, 1579. III. 13” (Archivo de Indias, Charcas 16, N* litera también murió allí. Al fin venció la moris-
94).
ma, al valor la multitud, y la constancia fue pas-

177
Año 1580 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

mo pues en cinco horas que duró la batalla la Estas y otras noticias fueron las que embara-
ferocidad portuguesa la mantuvo. Quedaron zaron las fiestas que el alférez real don Juan de

muchos señores portugueses presos. Fue este día Zárate quería asegundar en este año; y si bien
4 de agosto del dicho año. Coronóse muy a prisa se considera esta última noticia (fuera del senti-
el cardenal don Enrique, [y] siendo de 75 años miento que debe causar semejantes acaecimien-
trataba de casarse comode morirse,
si tratara tos en los reyes aunque sean extraños) fue muy
que para hombre tan virtuoso fue cosa muy de buena para toda nuestra nación, pues la favoreció
reparar. Dios grandemente siendo el nervio más formida-
Don Antonio de Acosta historiador de esta ble el de la unión. Esto se vio dentro de año y
Villa de Potosí, como portugués de nación lle- medio después de la muerte del rey don Sebas-
gando a escribir lo lastimoso de este suceso (cuya tián, en que el rey don Felipe II lo alcanzó para

noticia dice, le cogió en esta Villa a los cuatro sí


y para sus sucesores a pesar de los
muchos pre-
días entrado en ella) en el capítulo 8 del libro tensores al reino de Portugal, siendo su derecho
IV de la Historia de Potosí, encareciendo esta más llano: aunque años después se experimentó
gran fatalidad hace una lastimosa exclamación la ingratitud y mala correspondencia del duque

declarando las virtudes, sumo valor y miserable de Braganza, a quien nuestros reyes don Feli-
ruina de este desgraciado rey; y callando su pe II, don Felipe III y don Felipe IV favorecie-
muerte concluye con sólo decir que de envidia ron tanto mirando su casa con grande atención
Marte consiguió el no tener opositor en
el fiero el para que no desdijese, y olvidado con el beneficio
mundo, pero que a su tiempo volvería. se levantó con el reino.

Capítulo X
DE CÓMO DESCUBRIERON NUEVAS Y RIQUÍSIMAS LABORES EN
SE
ESTE CERRO DE POTOSÍ, LA ABUNDANCIA DE PLATA QUE
GOZABAN LOS MORADORES DE ESTA VILLA, Y ALGU-
NOS COTEJOS DE SUS GRANDEZAS CON LA
MISERIA ANTIGUA DE OTROS REINOS
1.

2
EFIEREN el capitán Pedro Méndez y países. Con la abundancia de riquezas que se

K gozaban volvieron a subir de precio así las mer-


1
Antonio de Acosta, testigos oculares
caderías como los mantenimientos, y en nada se
y verdaderos historiadores de los ca-
L_ sos y antiguas [97] grandezas de Po- reparaba porque para todo había, y si mucho
tosí, que en este año de 1 580 se descubrieron cua- se gastaba mucho más daba la poderosa y liberal
tro riquísimas labores las cuales fueron las que mano de Dios en las minas de su Cerro. Ninguna
hasta ahora nombran Amoladera (asombro de prosperidad de cuantas han tenido los hombres
riquezas que tanto provecho ha dado a los hom- en ninguna parte del mundo podrá igualarse a la
bres), Polo Grande, la que nombraron Buscona que tuvo Potosí en aquellos tiempos. Muchos es-
pañoles enriquecieron y fueron a España prós-
y la Margarita, todas cuatro poderosísimas:
la

Amoladera y la Buscona en la parte del Cerro peros con solamente traer de varias provincias a
que llaman sombrío, y la Margarita y Polo a la esta Villa cargas de chuño (que es un género de
parte del sol. mantenimiento que hacen los indios de lo que
Con estas nuevas labores y el beneficio de azo- llaman papas, exprimiendo el zumo y secándolo
gue (que en todos los metales se hacía) había al sol). Porque se ha de advertir que si hoy vale

tanta abundancia de plata que ninguno de los una carga de este mantenimiento cinco o seis
moradores de qué cosa
esta Imperial Villa sabía pesos, en aquellos tiempos lo atravesaban los es-
era necesidad, y todos cuantos acudían a ella de pañoles de los indios por ocho pesos cada carga
los más remotos reinos en busca de riquezas se (que son dos tercios), y vendido en la plaza de
3
volvían en breve tiempo muy prósperos a sus esta Villa era por precio de 16 o 20 pesos, y a
Méndez, segunda parte, capítulos 10-11; Acosta, libro IV, 2. Véase la nota 1 en capítulo 16 infra. [M]
capítulos 9-io, [A] 3. carta del licenciado Cepeda, presidente de la audiencia
En
Una indicación sobre la riqueza coetánea de Potosí contie- de La Plata, al Consejo de Indias, de La Plata, 1588. 1 13 se .

ne un informe jesuítico de que más de 1,000 cofradías exis- dice que "la fanega de trigo que ahora 10 años valía tres
tían entonces y que otras más se instituían cada día, y que en pesos, de presente vale en esta ciudad, adonde se coge, siete
harina, y la fanega
1580.X. 22, el día de las once mil vírgenes, 200 cofradías y ocho pesos y en Potosí de 10 y 12 en
salieron en procesión, "y ellos muy bien aderezados, que dio de maíz otro tanto; y ahora 20 años dicen solía valer una
gusto a todos, y decían que no habían visto en Potosí tan bue- botija de vino de Castilla (que no había de la tierra) 20 ó
na procesión", Egaña, Monurnenla peruana, 1576-1580, II, 25 pesos corrientes de ordinario no habiendo falta, y hoy vale
860. [H] de 40 a 50 aunque haya mucho, y lo de la tierra de 15 pesos

178
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 10 Año 1580
este modo
todos los otros mantenimientos y mer- rán todos cuántos merecen y en [97 v cuánto se
]
caderías, conque todo manifestaba riqueza, abun- ha de tener el honor de los conquistadores y des-
dancia, prosperidad y grandeza de ánimo. cubridores que tanto en estas partes han traba-
Verdad que en aquellos tiempos (y más en
es jado, y cuánta razón hay para que su majestad
los principios de la pacificación de este reino) el les haga mercedes a los que han pasado por estos
mismo carecer de un género o lo poco que de trabajos y servídole lealmente sin haber sido car-
él se alcanzaba,
y la abundancia de oro y plata niceros de indios, porque los que se han preciado
que tenían los españoles por haberlo con toda de serlo antes merecen castigo que premio a mi
facilidad quitado a los indios, era la causa de que entender. Cuando se descubría esta provincia
todo se vendiese y comprase por tan excesivos mercaban los caballos a 3,000 y 4,000 pesos, y
precios en todo el reino, pues como cuenta el cro- aun en este tiempo algunos hay que no acaban
nista Pedro de Cieza de León en su peruana Cró- de pagar las deudas viejas, y que estando lle-
nica (primera parte, capítulo 26) mantenimien- nos de heridas y hartos de servir, los meten en las
tos y mercaderías valían a tan altísimos precios cárceles sobre la paga que les piden los acree-
que al referirlos en España a unos causaba risa dores”. Hasta aquí es el dicho autor, cuyas pala-
y a otros se les hacía increíble. Sacadas al pie de bras he traído para que se vea que aquellos pre-
la letra las palabras de este autor en este particu- cios tan excesivos que se vieron en los principios
lar son las siguientes en el capítulo ya citado: de la pacificación de las provincias de este reino
"En la cumbre de la cordillera se hacen unos pe- se experimentaron también años después en esta
queños valles en los cuales está la provincia de Imperial Villa por su gran riqueza prosperidad.
y
Buga. Los naturales de ella son valientes guerre- Asombro causará al mundo si se hace cotejo
ros. A los españoles que fueron allí cuando ma- de las grandezas que siempre ha tenido Potosí,
taron a Cristóbal de Ayala los aguardaban sin y de la pobreza que en los siglos pasados tuvo
temor ninguno, y cuando mataron a este que di- nuestra España antes de descubrirse estas Indias.
go, se vendieron sus bienes en la almoneda a No porque ahora no ostenta realezas si antes su-
precios muy excesivos, porque se vendió una ahora es la señora de los tesoros si
fría miserias;
puerca en 1,600 pesos con otro cochino, y se ven- entonces padecía necesidades. Porque bien mi-
dían cochinos pequeños a 500, y una oveja de las rándolo, tantos centenares de millones de plata
del Perú en 280 pesos: yo la vi pagar a un don que se han sacado de este gran Cerro ¿a dónde
Andrés Gómez, vecino que es ahora de Cartago, han ido a parar sino a los reinos de España ? Otra
y la cobró Pedro Romero, vecino de Anzerma; y cosa es su abominable permisión, pues (sin mirar
los 1,600 pesos de la puerca
y del cochino cobró el daño que se hace) todo aquello que pudiera
el adelantado don Sebastián de Belalcázar de los sobrarle para su mayor prosperidad, se lo quita,
bienes del mariscal don Jorge Robledo, que fue enriqueciendo a los extranjeros por sólo llevar
el que lo mercó,
y aun vi que la misma puerca adelante la vanidad de sus trajes
y profanidad
se comió un día que se hizo un banquete, luego de sus galas.
que llegamos a la ciudad de Cali con Vadillo. Y Pero aunque no cause ningún asombro los co-
Juan Pacheco, conquistador que ahora está en tejos que quiero hacer, a lo menos quedará en-
España, mercó un cochino en 225 pesos, grandecido el famoso Potosí por sus admirables
y los
cuchillos se vendían a 1 pesos. A Jerónimo Luis y nunca vistos excesos, y así referiré por princi-
5
Texelo oí decir que cuando fue con el capitán pio lo que en este año sucedió en esta Villa con
Miguel Muñoz a la jornada que dicen de la Vieja, los oficiales reales de ella. Murió el capitán don
mercó una almarada para hacer alpargates por Gil de Nortes, azoguero en esta Imperial Villa,
30 pesos, y aun yo he mercado un par de alpar- repentinamente; y como es costumbre en ella más
gates en ocho pesos de oro. También se vendió que en otra alguna, los oficiales reales aún antes
en Cali un pliego de papel en otros 30 pesos”. que el cuerpo estuviese frío se llevaron hasta
Prosigue este autor contando estas carestías, 2,000,000 que tenía de caudal, sin la cabeza de
y dice: "Otras cosas había aquí que decir en gran ingenio. Dentro de dos meses (como fuese avi-
gloria de los nuestros españoles, pues en tan po- sado) vino de la ciudad del Cuzco un hijo suyo
co tienen los dineros que como tengan necesidad natural habido en una india, y trajo consigo el
en ninguna cosa los estiman. De los vientres de testamento que en aquella ciudad había otorga-
las puercas compraban antes que naciesen los le- do su padre en que lo dejaba por heredero de
chones a 100 pesos y más. Si les era de agradecer cuanto tenía adquirido y pudiese adquirir en ade-
a los que lo compraban o no, porque hubiese lante, porque con prevención de buen cristiano
multiplico de ello, no trato de esto, mas quiero había hecho en salud el dicho su testamento.
decir que el prudente lector piense Mostrólo a los oficiales reales, y teniéndolo por
y mire que
desde el año de 1527 hasta este de 1547 lo que se un simple lo echaron de su presencia. El mozo
ha descubierto y poblado, viendo lo imposible de poder cobrar lo que era
y mirando esto, ve-
suyo acudió por valedores al rey don Felipe II
y
a 20, y a este respecto las demás cosas” (Levillier, Audiencia aunque por ciertas causas que no hay para que
de Charcas, II, 332 [M]-
decirlas no debía heredar más que sólo 1,000,000
Mas información sobre precios supra, libro IV, capitulo 12,
nota 3. [H] su majestad mandó se le diese todo cuanto ha-

179
Año 1580 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

bían llevado de la casa de su padre, y así se hizo gó al sabio rey a trabar amistad con aquel ene-
sin falta ninguna. migo de la fe. Y Remón en la historia general de
Pues vamos ahora a lo que se lee en la historia su orden, libro V, capítulo II, dice: "He aquí
de España escrita por el rey don Alfonso el Sa- una corona cristiana empeñada en un moro bár-
bio. El rey don Alfonso IX de León hizo guerra
4 baro por la gran pobreza de un rey de España, y
contra su hijo don Fernando el Santo, y el hijo ésta le obligó a un rey tan sabio a trabar amista-

viendo los grandes daños envió a saber de su pa- des, y a sentar comunicaciones entre moros y ca-

dre cuál era la causa de tan sangrienta guerra, tólicos, para que esparciesen el tósigo del Alco-

que se lo avisase y lo enmendaría; y le respondió rán y el veneno de su secta”. Pasemos a otro


por escrito que hacía la guerra porque no le pa- cotejo.

gaba 10,000 maravedíes: pagóselos y cesó la gue- Cuando el año de 1578 traían pleito muy re-

rra. Y
nótese que por 36 pesos y 6 reales y 4 ñido licenciado Ordaz, tesorero juez oficial
el

maravedíes era tan cruel guerra entre padre e real de esta Villa, y el maestre de campo don Fer-

hijo.Cotéjese ahora y adviértase la diferencia que nando Arzáns Dapífer y Toledo, diputado del
hay de 2,000,000 a poco menos de 37 pesos, y la gremio de azogueros, sobre la posesión de unas
miseria antigua de aquellos reyes a la grandeza de tierras que al dicho don Fernando le pertenecían

nuestro prudentísimo monarca don Felipe II: en el valle de Mataca, el tesorero decía pertene-
aquéllos se hacían cruel guerra por una cortedad, cerle por estar casado con sobrina del sobredicho

el señor rey don Felipe II ni hizo ningún cau- don Fernando, cuyo derecho era más legítimo.
y
dal de esta otramáquina queriendo más dársela Finalmente el pleito fue muy costoso y muy re-

a un pobre mestizo por un mediano derecho que ñido, y conviniéndose entre los tres se determinó
tenía, que no aplicarla para los muchos gastos que el tesorero y su mujer poseyesen las hacien-
que se le ofrecían, a lo menos en un millón, das,con tal que diesen cada año a don Fernando
porque había razón para ello. 15.000 pesos, y otros 5,000 a un don Diego su
El año de 1578 los indios calchaquíes en las sobrino, y con esto quedaron muy satisfechos.
provincias del Tucumán se levantaron contra los Pero es necesario advertir que aquellas haciendas
españoles, y con los pueblos de los indios conver- en aquellos tiempos daban de provecho cada año
5
tidos. Fue tan grande el poder de estos bárbaros 46.000 pesos.
que habiendo hecho muy gran estrago en todas En capítulo 29 de la historia general arriba
el

aquellas provincias, así en españoles como en dicha de España dice el rey don Alfonso que ha-
indios, pasaron a la de los Chichas cerca de esta biendo gran pleito porque el rey don Fernan-
Villa. [98] Los corregidores de Tarija y de dicha do III [había] quitado el reino de León a sus dos
provincia de los Chichas, con otros tenientes y hermanas doña Sancha y doña Dulce, trataron
justicias del Tucumán pidieron favor a esta Im- de partidos y convenciones entre los tres, doña
perial Villa; y considerando que en sólo 12 años Teresa, madre de ellas, y doña Berenguela, ma-
les habían dado 1,200,000 pesos para ayuda de dre del rey. Juntáronse en Valencia y determinó-
la pacificación y mantenencia de aquellas pro- se que don Fernando poseyese el reino con tal

vincias, suplicaron a los señores diputados del que cada año diese a cada una de las infantas
gremio de azogueros les prestasen 50,000 pesos 15.000 maravedíes, que son 55 pesos 1 real y 6
sobre las cédulas que tenían de sus oficios y otras maravedíes. Para que se note aquella antigua mi-
escrituras. Viendo los señores azogueros el tra- seria de aquellos reinos y se vea la grandeza de

bajo en que se hallaban aquellos capitanes y la una sola villa en éstos.


humilde súplica que les hacían, compadecidos de En año de 1417, poco más de 50 años antes
su necesidad les enviaron 200,000 pesos y 50 sol- que se descubriesen estas Indias Occidentales,
dados a su costa, sin querer recibir las cédulas ni dice en su testamento el rey don Enrique III que
por empréstito sino liberal-
escrituras, ni darlos manda fundar siete capellanías en la san-
erigir y

mente, como así lo dieron, conque se remedió ta iglesia de Toledo, y señala 1,500 maravedíes
muy a tiempo aquella necesidad destruyendo con de renta a cada una, que son cinco pesos y cua-
gran valor aquellos bárbaros. Vamos al cotejo. tro reales y cuatro maravedíes. Y
manda que
Cuando el infante don Sancho vino a rompimien- cada año se le hagan 12 aniversarios y por cada
uno se le den a los señores sacerdotes 20 marave-
to dando batalla al rey don Alfonso el Sabio, su
padre, pretensor del imperio, se vio tan necesita- díes, que son cinco reales y cinco maravedíes.

do que don Alfonso envió a pedir socorro al rey ¿Qué de cuotidianos, ricos y muy costosos tes-
moro de Marruecos pidió dineros prestados tamentos de los que en esta magnánima Villa
y le
sobre su corona, que aunque fuera de oro era hoy han hecho los de grande y mediano posible que
caudal de pobre plebeyo: y esta necesidad le obli- en ella han fallecido pudiera traer aquí por co-
tejo de la cortedad arriba dicha; qué de cape-
El rey don Alfonso, Historia de España, cuarta parte, ca-
llanías de 4, 6, 8 y 10 mil pesos no están funda-
4.
pítulo 10. [A]
5. La Historia resuena acá como un eco tardío del gran alza- das para alivio de las almas; qué de obras pías
miento de los calchaquíes del Tucumán que desde 1562 hasta
y limosnas muy
cuantiosas no han dejado por sus
1564, capitaneados por su cacique, el legendario don Juan
Calchaquí, tuvieron en continuo recelo a los españoles (Au- testamentos? ¿A quién no causará admiración el
diencia de Charcas: Libros de acuerdos, t. I, f. io, 114; Lc-
saber que en tiempos tan menoscabados de la
villier. Audiencia de Charcas, I, 133). [M]

180
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 10 Año 1580

grandeza de esta Imperial Villa como los presen- taba España estas y otras miserias y hoy goza de
tes, haya entierros que cuesten 8 o io mil pesos, tanta grandeza.
como entre otros muchos el de don Lorenzo de En el testamento del rey don Alfonso XI está
Oquendo, caballero del hábito de Santiago, fun- una manda a don Martín Alonso su hijo (habi-
dador insigne del convento de carmelitas des- do fuera de matrimonio) de 40,000 maravedíes,
v
[98 ]calzas de Santa Teresa de esta Villa cuyo que son 147 pesos y 16 maravedíes, moneda que
entierro, con el octavo día de sus honras, costó según aquel tiempo claro es que sería cantidad
8.000 pesos, y otros tantos el del alférez real don considerable pues era manda de rey a un hijo.
Juan Urdinzu Arbeláez, del mismo hábito de San- Acerquémonos más al tiempo que se descubrió
tigo ? El del maestre de campo Antonio López de el Perú. Luis Cabrera de Córdoba en la Historia
Quiroga que falleció el año 1699, con novenario del rey Felipe II, hablando de lo que se vestían
de misas y al fin de sus honras costó 10,000 pesos, en España en el tiempo que era príncipe, poco
y a este modo otros muchísimos. Cosa notable es y pobre, dice: "Las medias eran de carisea, es-
ver lo que tiene de costo hoy al presente un solo tameña o paño, ligadas con atapiernas o cenojiles,
día del aniversario que se hace en la iglesia mayor aunque ya usaba el rey Felipe de las de punto de
de esta Villa todos los años (como lo hacen en aguja, de seda, que le enviaba en presente y re-
otras partes por la conmemoración de difuntos) galo desde Toledo la mujer de Gutiérrez López
pues el lunes, que es el primer día dedicado a la de Padilla”. A ésta podremos llamarla modestia,
cofradía de las Benditas Ánimas, se costea con y al uso de España pobreza y necesidad, que aun-
1.000 pesos. También es muy digno de notar el que es más dañosa la profanidad de ahora que la
que todos los años el día de Todos Santos, desde limitación de entonces, no lo obraba todo la vir-
mediodía hasta el siguiente, que es el de conme- tud porque a lo más obligaba la necesidad.
moración de difuntos, de responsos que en sólo Para cotejo de esto pudiera, no sin lástima, re-
la iglesia mayor mandan decir los moradores de ferir los daños sin enmienda que padece Potosí
esta Villa, a medio real cada uno, se junta en estos cuando ahora (y siempre) con inconstancia en
tiempos más de 1,000 pesos, y son muchos más los trajes es todo variedad superflua, locura des-
los que se juntan en todas las parroquias
y demás atenta y costosa vanidad. ¿A quién no causará
iglesias de ella. admiración si oye decir que cualquiera de las
Apuremos más estos cotejos en el particular de mujeres que en Potosí se precian de profanas se
los testamentos, que con tanta cortedad de los fa- echa un vestido encima, que con las joyas
y per-
llecidos se otorgaban en España antes que se des- las de su atavío pasa su costo de 3,000 pesos, y
cubriesen estas Indias. En el testamento de don los hombres casi de la misma manera pues para
Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo, hay entre imitar en un todo el traje de las mujeres no les
otras partidas, de a 30 maravedíes que es menos falta otra cosa sino adornar sus orejas,
[99] ma-
que un real, y otros a 50 maravedíes, que hizo do- nos y pechos con lo precioso que ellas se ador-
nación la siguiente: "Otrosí, mandamos a la nan ? Porque si bien se advierte, ¿qué es una cho-
obra de nuestra iglesia 1,000 maravedíes. Nues- pa (que así llaman un saco de rica tela que se
tro misal que nos hicimos de nuevo, en que cele- ponen sobre el armador) sino un rico bajo, como
bramos, queremos para la nuestra capilla de San es propio uso de las mujeres, con la diferencia
Blas, en que digan misa los capellanes, por cuan- que adornan sus faldas con dichos bajos y
éstas
to no tiene misal ninguno. Otrosí, de estos ellos sus pechos ? ¿Qué es ver un hombre vestirse
100.000 maravedíes de este año hicimos gracia todo de colorado, verde y azul, sino tomar de las
a Ruy López Dávalos, camarero del señor rey y mujeres los propios colores de que usan en sus
su adelantado mayor del reino de Murcia, para trajes? Barbas ya no las usan, cabellos postizos,
ayuda de la compra del condado de Ribadeo”. largos y enrizados sí. Y en estos trajes profanos
Monta esta dádiva para comprar un condado 367 y variables consumen gran parte de sus cauda-
y seis maravedíes. Y lo que
pesos y cinco reales les y aun las dotes de sus mujeres
y herencia
vemos en Potosí es que se compra una cabeza de de los hijos, y siendo españoles de nación se vuel-
ingenio en estos tiempos por 20 ó 30,000 pesos, ven franceses (y demás extranjeros) en los tra-
y en los pasados por 60, 80 ó 100,000 pesos. "Ha- jes.
cemos prosigue las mandas del dicho
gracia’’, Todos los cotejos que tengo hechos, no sola-
testamento, "a nuestra iglesia (con que celebra mente se pueden aplicar a las grandezas de Po-
el prelado que viniere) una cruceta pequeña, tosí sino también a las demás excelencias que
pectoral de oro un
anillo pontifical que nos dio hoy goza España, la mayor parte por los efectos
y
la infanta que ahora de Navarra, en que hay
es del famoso Cerro de Potosí. Entre los cotejos que
siete piedras, las seis grandes zafiros
y la una en acerca de esto trae en su famosa historia del Perú
medio balaje, y una sábana listada de oro, Garcilaso de la Vega están dos que son los si-
y un
libro blanco de los Prefacios por donde nos de- guientes. Dice el uno que meses antes que se ga-
cimos misa Véase esta poquedad de renta, pues
. nase el Perú se compró un mayorazgo de los
hoy sube de 20,000 ducados,
y entonces no lle- mejores de Extremadura en 200,000 maravedíes
gaba a 500 pesos; y es un cotejo consigo mismo, (que son 735 pesos y 2 reales y 12 maravedíes)
pues antes de descubiertas las Indias experimen-
y que no muchos años después rentaba más de

181
Año 1581 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

8,000 ducados. El otro es que en Córdoba dejó do fray Antonio Daza, cronista del orden de San
un caballero en su testamento ( en tiempo que ya Francisco, y hallarán que más de 10 años después
se descubrían las Indias) que se hiciese una fiesta que don Cristóbal Colón descubrió estas Indias
a Nuestra Señora y que la misa fuese cantada, (que fue el de 1492 no pasando de las islas de
ella un religioso del orden de nues- Barlovento) tenía el convento de Santa María
y predicase a
tro padre San Francisco, y que se le diesen 30 de la Cruz en Cubas, villa poco más de cinco
maravedíes (que es menos de un real) para que leguas de Madrid, esto que a la letra dice en el
comiese aquel día el convento, y llegando a este capítulo 9. "El monasterio estaba tan pobre cuan-
particular el padre maestro fray Antonio de la do le comencé a gobernar (fue el año de 1506)
Calancha en la Crónica del Perú añade diciendo: que sólo tenía unas tierrecillas donde sembrar
“Y ha más de 70 años que le caben de parte a una miseria, y nueve reales de renta cada año”.
esta capellanía 30 ducados cada año, y muchos Cotéjese ahora la grandeza que tiene con la pa-
a 40 y más”.
6 sada miseria, y se conocerá deberle a estas Indias
y al rico Potosí su mayor
Véase el libro de la bienaventurada virgen felicidad.

Santa Juana de la Cruz recopilado por el reveren-


aquí un camino objetivo para apreciar la intensidad del im-
pacto de Potosí sobre la economía de ultramar. [M]
6. Las cosas no son tan simples como las presenta Arzáns. Son inexcusables para el estudio de este tema los trabajos
Por una parte el maravedí no tenía (como moneda variable de Hamilton, American Treasure and the Price Revolution
que ha sido) el mismo valor monetario en las épocas que in Spain, 1501-1650; Money, Prices, and Wages in Valencia,
Arzáns toma para sus comparaciones; por otra parte, habría Aragón, and Navarra, 1551-1500; "Monetary Inflation in Cas-
que tomar también en cuenta el valor adquisitivo de las mo- tile, 1598-1600”; "Monetary Disorder and Economic Deca-

nedas respectivas. Sin embargo, es evidente que Arzáns señala dence in Spain, 1561-1700”. [H]

Capítulo XI

PIDE EL VIRREY DE LIMA AL JUSTICIA MAYOR DE ESTA IMPERIAL VILLA


NOMBRE CAPITANES QUE HAGAN LEVAS DE GENTE PARA EL
REINO DE CHILE, Y LOS ALBOROTOS QUE DE
ESTO RESULTARON

OZANDO de Po-
esta Villa Imperial de suerte que les cupo a mucho menos. Repara-

G tosí de gran prosperidad por la ri-


""queza de su Cerro llegó a este año
de 1581 en que a principios del mes
de agosto vino un correo de la ciudad de Los Re-
yes con pliegos del excelentísimo señor don Mar-
ron los extremeños y andaluces en la mucha des-
igualdad del repartimiento, y añadióse a esto el
que más de los 40 eran tratantes, oficiales y
otros que tenían embarazos precisos; y conocien-
do claramente la pasión del general le suplicaron
que todos aquellos hombres que tenían [99 ]
T
tín Enríquez, virrey del Perú, que fue el sexto de
los que gobernaronestos reinos con este cargo, y tratos y demás embarazos no fuesen obligados a
muy nuevo en pues había pocos días de su lle-
él ir a la guerra; que se contentase con 30 hombres

gada. Por ellos pedía su excelencia al justicia ma- de cada nación de aquellas dos, pues eran dupli-
yor de esta Villa don Martín García Óñez y Loyo- cados en este número más que las otras naciones.
la nombrase capitanes para que levantasen hasta El general don Martín, irritado porque que-
200 soldados para los presidios del reino de Chi- rían deshacer lo que tenía hecho los prendió a
le porque se hallaban sin guarnición bastante. Y todos y poniéndolos en el cuartel que tenía se-
como el señor don Martín era tan gran soldado ñalado los aseguró con guardas, y embargó de
cortesano tra- algunos y quitó de otros con rigor y violencia los
y excelente capitán, luego dejó el
je y poniéndose en el de milicia nombró los capi- bienes que poseían. Alborotóse el pueblo con es-
tanes y quiso por su mano escoger los soldados. tas prisiones, y los andaluces y extremeños que

Parece ser (y aun lo afirma el capitán Pedro estaban libres llamaron en su favor a los españo-
Méndez) queel general don Martín estaba a mal les de que con nombre de criollos se
las Indias,

con las naciones de extremeños y andaluces (re- distinguen de sus padres (cuando éstos son de
liquias que le habían quedado desde el alboroto España y habidos en mujeres castellanas o crio-
que hubo el año de 1579); y como de estas dos llas, que si son habidos en indios son llamados

naciones hubiese muchos hombres, poniéndolos mestizos). Juntos, pues, criollos, andaluces y ex-
en lista entresacó hasta 100, y luego fue repar- tremeños enviaron a decir al general Loyola que
tiendo entre los demás habitadores de esta Villa luego al punto diese por libres a los presos y res-

182
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO II Año 1581
tituyese sus bienes, donde no entrarían de mano nes mandó (pena de la vida) ninguno osase a
armada y los pondrían en libertad. Visto por el empuñar las armas sin su orden. Con esto se de-
general el atrevimiento recogió todos los vascon- tuvieron sin pasar adelante, y los contrarios vien-
gados, algunos castellanos y muchos criollos de do que no arremetían se estuvieron quedos. Otros
varias provincias del Perú que asistían en esta vecinos andaban con mucha diligencia apagando
determinó resistir y aun castigar severa-
Villa, y el fuego que en breve tiempo se había apodera-
mente a los contrarios. Pero éstos, como iban au- do de muchas casas. Volvióse el general a su ca-
mentando sus fuerzas por momentos, se burla- sa porque la nieve creció de modo que no dio
ban de la determinación del general. lugar a poder estar más en la calle,
y lo espeso
Estando, pues, los unos y los otros con preven- y abundante de ella fue de grande ayuda para
ción de rompimiento, sucedió un día que fatiga- aplacar la voracidad de aquel furioso elemento.
dos los presos (en el cuartel) de la hambre y Ya en esto se venía a más andar el alba [100}
estrechez en que el general los tenía, llegaron a en que todavía los nevados copos se iban levan-
saber cómo en un pequeño aposento de aquella tando unos sobre otros, y el aire sutil y penetran-
casa estaban 12 quintales de pólvora que el ge- te obligó a todos los que habían trasnochado a
neral había guardado desde pocos días antes, recogerse a sus casas.
y
ciertos en esto se resolvieron temerariamente a Considerando los libertados la temeridad que
ponerles fuego una noche, para que entre la con- habían hecho (pues se quemaron siete casas
y
fusión y alboroto que forzosamente había de cau- perecieron tres personas en sus llamas por su
sar el incendio tuviesen ocasiónde recuperar la causa) en compañía de algunos libertadores se
libertad, porquede advertir que en lo que más
es salieron fuera de la Villa a pie, temiendo el justo
tenía puesto su cuidado el general era en la se- castigo que el general pudiera hacer en ellos. Pe-
guridad de los presos, y así los guardaban por su ro no lo hizo, porque aquel mismo día llegó otro
orden 60 soldados con arcabuces y algunos indios correo asegundando la misma petición del virrey
con sus piedras y lanzas. y que se abreviase despacho de los soldados
el
Resueltos, pues, en la ejecución del incendio, porque el gobernador de Chile instaba. Con esto
avisaron a los de su nación cómo aquella noche el general don Martín no curó del castigo sino
era la determinada,
y por tanto que estuviesen solamente de recoger los soldados que pedían,
a la mira para que cuando el caso llegase les die- costándole muchos sinsabores y dificultades lle-
sen ayuda con el tropel de sus armas para la sa- nar el número de 200 porque con el alboroto re-
lida. Serían ya las 10 de la noche (que la hacía ferido rehusaban los unos, se escondían los otros
muy obscura y comenzaba a nevar con mucha y todos casi lenegaban la obediencia. Finalmen-
fuerza) cuando metiendo por los resquicios de te losandaluces y extremeños se salieron con su
la puerta dos varas encendidas determinación de no ir, y así se compuso el nú-
y revueltos tam-
bién los extremos con cuerdas asimismo encen- mero dicho de vascongados, criollos, castellanos
didas, tocando en los fardos(que estaban cubier- y algunos portugueses.
1

tos con mantas de lana) a poca diligencia les Dispuestos, pues, capitanes
y soldados salió
dieron fuego, y al momento con espantoso es- con ellos el general don Martín en los últimos
truendo levantó el frágil techo del aposento días de diciembre de este año para el puerto de
y
desparramándose en el aire los maderos encen- Arica, donde esperaban unos navios para pasar
didos y la paja dieron fuego a las vecinas casas. al reino de Chile esta gente
y otra que se había
Los que estaban dentro presos, ejecutores de este recogido de otros pueblos. 2 El noble general don
daño, entraron juntos a una caballeriza Martín iba sumamente disgustado de los vecinos
y derri-
bando una pared cuanto fue necesario se fueron y demás moradores de esta Villa, y aunque lle-
todos sin que nadie se lo impidiese, porque los vaba intención de volver a ella mudó después
de la guarda harto hacían en defender las puer- su parecer y de Arica se partió para Los Reyes, de
tas por amparar sus vidas, que los otros (anda-
luces, extremeños
y peruanos o criollos) cuando r. Vigorosas representaciones se hicieron sobre la
disminu-
vieron el efecto del incendio, como estuviesen ción de los reales quintos por el envío de operarios mineros
a Chile. Se buscaba una resolución para que ningún operario
prevenidos arremetieron a las puertas a sacar por minero fuese forzado a ir y que fuesen solamente volunta-
ellas a los suyos. Entretanto que éstos se comba- rios. Véanse los "Autos e información acerca del perjuicio
que ha seguido en la Villa de Potosí por levantar gente
se
tían, lograron los presos su libertad,
y aun tuvie- para el reino de Chile, 1581” (Archivo de Indias, Charcas
ron tiempo de recoger armas I 34 )- Una carta de Martín García de Loyola al virrey
y ayudar a los de Mar-
su nación, diligencia que fue hecha muy a tiem-
tín Enríquez (Biblioteca Nacional, Madrid, ms. 1151, 5
N
13)
contiene una descripción del estado de Potosí por entonces.
po pues ya el general venía con multitud de gente [H]
2. En carta de 1587. X. I la audiencia de La Plata había ad-
a reparar aquel daño,
y si hallara menos resis- vertido al virrey conde del Villar, que "ninguna cosa pudo ser
tencia los destruyera a todos según venía de in- de mayor daño y ruina para la grandeza del cerro de Potosí
y
para el tesoro tan grande que de allí se saca para el servicio
dignado.
de su majestad [. .] que hacer levantar en aquella Villa gen-
.

El general don Martín, como tan discreto te de guerra, porque con solo el movimiento de la que se ha
hecho para Chile ha cesado en común la labor
y beneficio de
y bien intencionado capitán, considerando que los metales de plata y perdido su majestad gran suma de sus
aquel lance más era dar fomento al deseo que te- reales quintos y los beneficiadores sido damnificados en mu-

nían de rompimiento venganza aquellas nacio- cho (Audiencia de La Plata, Cartas y relaciones, ?
N *04)
3
y [M]

183
Año 1581 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

donde algunos años después, habiéndole hecho ruina más que lastimosa de aquel varón exce-
r
merced a este famoso capitán la majestad de lente y conquistador famoso [ioo ] Pedro de
nuestro católico rey Felipe II del gobierno de Chi- Valdivia, primer gobernador de aquel gran reino
le, se partió para aquel reino. de Chile, a quien el bravo Caupolicán con otros
Y
por concluir con este caballero referiré bre- valientes capitanes indios venció en batalla, cuya
vemente su lastimoso fin; y así es de saber que victoria les dio Lautaro (paje que antes del al-
gobernando aquel dicho reino en tiempo que la zamiento de estos indios fue del dicho goberna-
indomable provincia de Arauco triunfaba de las dor) pues yendo ya los bárbaros de vencida, los
españolas armas el año de 1599 (según historias alientos y consejos que les dio Lautaro los animó
de aquel reino) habiendo salido el señor gober-
,
de suerte que embistiendo de nuevo fue vencido
nador don Martín a dar una vuelta a las otras el gobernador con otros 150 soldados españoles

ciudades y fronteras de aquel fiero enemigo, vol- que todos murieron, y al gobernador, que toma-
viéndose para la ciudad de Santiago con sólo 30 ron vivo, trataban Caupolicán y otros capitanes
españoles reformados (aunque otros dicen 55, de tenerlo cautivo para servirse de él; mas Lau-
como cuenta el padre Alonso de Ovalle 3 de la taro y otros pidieron su muerte pues aunque pro-
Compañía de Jesús, natural de dicha ciudad de metía el afligido gobernador que si le daban la
Santiago y procurador a Roma, en aquella su vida se iría de aquel reino con todos sus españo-
Histórica relación del reino de Chile') por haber les, no quisieron otorgársela porque entendieron

(y bien) que el gobernador por la


mandado a la demás milicia se volviese a sus necesidad
presidios, estando descansando le acometió el presente prometía dejar la tierra, y que vién-
valiente Pelantaro con 200 indios soldados de dose libre no la haría: por lo cual el general
valor, y lo mataron con los demás capitanes y Caupolicán se resolvió a darle la muerte, como
soldados sin perdonar la vida ni aun a tres re- se ejecutó, dicen unos que echándole por la boca
ligiososde San Francisco, que eran el muy reve- oro derretido diciéndole que se hartase de lo que
rendo provincial fray Juan de Tovar, fray Mi- tanto apeteció en vida, y otros dicen que lo mata-
guel Rosillo, su secretario, y el compañero lego ron con crueles heridas. Al fin su cabeza o casco
fray Melchor de Arteaga, que iban a visitar les sirvió de copa para beber su bebida de maíz, y

su provincia. Fue muy llorada la muerte de aques- las canillas de sus pies de flautas, como lo acos-

te insigne gobernador porque según el autor tumbraban con todos los vencidos, y más cuando

arriba citado, fuera de los dotes de nobleza he- han sido personas de valor. Todo lo escribe más

redada de sus antepasados era en su persona apa- largamente Garcilaso de la Vega en la primera
cibilísimo, prudente, de grande ingenio y traza, parte de sus Comentarios reales, Historia del
de lindo talle, bien dispuesto y tan agradable Perú, en la vida del gran inga Yupanqui, donde
que se robaba generalmente las voluntades. adelantó los sucesos y muerte del gobernador
No paró aquí esta desgracia, que otras muchas Pedro de Valdivia, por haber sido cosa tan dig-
sucedieron en aquel reino después de la muerte na de memoria, y porque en la segunda parte
del gobernador, pues pasados dos años destruyó (donde era su propio lugar) no había de escri-
aquel fiero enemigo aquellas seis ciudades que bir los sucesos de aquel reino.
cuentan las historias (que fueron Valdivia, la Fue este alzamiento de aquellos indios, caute-
Imperial, Angol, Santa Cruz, la Villarrica y losa ganancia del castillo de Penco, muerte que
Osorno), y aunque también hay quien diga que en él dieron a los españoles y la que dieron al
se perdieron la Concepción y la de Chillán, el gobernador y los suyos el año de 1553, en el cual
padre Alonso de Ovalle lo duda, si bien dice que comenzó la guerra tan porfiada y larga que duró
si es cierto se perdieron entonces estas dos ciu- (cosa memorable) 40 años, y aun de este término
dades últimas, se tornarían a recuperar pues las pasó pues el año de 1611 (aunque se habían
vemos ahora en el ser que están, y no a las otras hecho las paces) se continuaba la guerra con
seis que todas quedaron hasta hoy destruidas, algunos de aquellos bravos capitanes arauca-
llevándose aquellos bárbaros cautivos todos sus nos.
vecinos, monjas y demás señoras y doncellas, y El bravo Caupolicán, soberbio con las dos vic-
padecieron 40 años de cautiverio, con indecibles torias alcanzadas de los españoles se encaminó
trabajos y lástimas, hasta que celebrando paces para la ciudad de la Concepción, y desamparán-
con aquellos indios el marqués de Baides, go- dola sus afligidos moradores porque faltaban
bernador de aquel reino, fueron restituidos al- fuerzas para la resistencia, llegando a ella la des-
gunos españoles que habían quedado, como tam- truyó echó por tierra (como cuentan las histo-
y
bién diré en otra parte si se ofreciere.
4
rias de Garcilaso de la Vega, La Araucana
Sabida cosa es que cerca de 50 años antes de don Alonso de Ercilla, y el padre Alonso de
de esta lamentable destrucción había sucedido Ovalle arriba citado). Este famoso general y
(como cuentan las historias de aquel reino) la valeroso Caupolicán era tuerto, aunque siempre
hizo a derechas cosas memorables como otros
3. El padre Alonso de Ovalle, Histórica relación del reino
de Chile y de las misiones y ministerios que ejercita en él la
celebrados héroes que tuvieron el mismo defecto,
Compañía de Jesús, libro IV, capítulo n. [A] cuales fueron Felipe de Macedonia, Sertorio, An-
Todo lo que sigue hasta el fin del capítulo es adición en
tígono, Aníbal y el moro Tarif. Al fin murió
el ms. de Brown. [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO II Año 1581
este famoso general empalado por los españoles, parecía haber salido el sol a mostrar toda su luz
a quienes la traición de uno de sus mismos indios aquella hora; de que absorta toda esta Villa, aten-
entregó estando retirado en parte segura después diendo a lo que sería vieron un grandísimo globo
que fue roto por una batalla. Recibió
ellos en de fuego que habiendo salido (a lo que pareció)
el santo bautismo su alma pasó a la gloria ce- de entre las peñas del paraje que hoy se llama
y
lestial. Y aunque prometió si le daban la vida Jesús Valle, pasando por encima de la población
hacer dar la obediencia de todos los suyos al rey fue a dar a los cerros de Caricari, donde con
de España, no quisieron los españoles; pero él espantoso estruendo reventó esparciendo sus
les dijo últimamente que aunque a él le quitasen centellas con tanta violencia
y espesura que pa-
la vidaexperimentarían otros muchos Caupolica- reció llover fuego sobre los ranchos de indios
nes que les darían mucho en que entender, como del Agua (que llaman) de Castilla y todos aque-
así sucedió, pues como cuenta Garcilaso 5 en la llos ingenios de la Ribera que por allí estaban,
segunda parte de sus Comentarios reales, después más de media legua de donde reventó, que hasta
de la muerte del gobernador Pedro de Valdivia allí llegó. Fue grande el horror que causó en

y poco antes de ser destruida la ciudad de la todos los moradores porque creyeron que llovía
Concepción, sucedió también la muerte lastimera fuego sobre ellos y así les obligó a salir de sus
que aquellos bravos indios dieron al gobernador casas y correr por todas partes a las iglesias,
Francisco de Villagra y a 200 españoles que iban adonde pedían con grandes llantos voces mise-
y
con él, que pasó en la loma que llaman de Vi- ricordia y favor a María santísima.
llagra, nombre que le quedó por este suceso; Sintióse también al amanecer del día siguiente
aunque el padre Alonso de Ovalle no dice que un terremoto, aunque muy blandamente, como
fue muerto este caballero sino que quedó muy en otras ocasiones se ha experimentado en esta
malherido y los soldados muertos. Después de Villa, que pocos lo han sentido por su manse-
este suceso, en otra batalla fue muerto el maestre dumbre; y es providencia divina que no sean
de campo don Juan Rodulfo con otros 200 hom- fuertes, porque si así fuera, Cerro Rico
y lagunas
bres en la ciénaga de Purén. Y
antes de esto el en un instante aniquilaran esta Villa cayéndose
saco por emboscada, en que robaron al goberna- el uno por estar hueco gran parte,
y rompiéndose
dor don García Hurtado de Mendoza, marqués lasmurallas de las otras.
de Cañete, todo su real, mientras él fue en alcan- Tres suertes (según varios filósofos) hay
ces de unos indios araucanos;
y otras muchas de temblores de tierra: el uno la hace mover de
victorias que estos bravos indios alcanzaron del una a otra parte; otro es de manera que levanta
español. la tierra
y la baja y derriba montes y edificios;
He querido, aunque alargándome un poco el tercero es tal que arranca los montes
y se los
más, [101 J referir los sucesos del reino de Chile lleva consigo corriendo por largo espacio de tie-
aunque en suma, por lo mucho que esta Imperial rra. Los de primera suerte han sido y son en es-
la
Villa le ha ayudado siempre con gente millones te reino del Perú muy ordinarios. De esta tercera
y
de plata en la guerra y en la paz. manera sucedió uno este año de 1581 en la ciu-
Y pues hemos contado los sucesos y alboro- dad de La Paz, el mismo día que acabo de decir
tos que en este año hubo en esta Villa ocasiona- se sintió en esta Imperial Villa (que fue el que se
dos de particulares pasiones entre sus moradores, siguó a la reventazón del globo) que quizás
daremos fin a este capítulo contando también el fue el mismo que se experimentó en aquella ciu-
que tuvieron con un amago de la ira de Dios por dad, y corrió hasta esta Villa. Fue tal que derribó
sus pecados. una altísima sierra y la tierra derribada corrió
Fue, pues, así que en los fines de este año de continuamente legua y media, como si fuera
1581, un día a las 9 de su noche, que la hacía arroyo de agua o cera derretida, de manera que
muy obscura, de improviso se vio tan clara que cegó una laguna, quedando toda la tierra ten-
dida por aquella distancia; y así fue de mucho
5. Garcilaso, Comentarios reales, segunda parte, libro VIII,
capítulo 19. [A] espanto para aquella ciudad y sus comarcas.

1:85
Capítulo Xll

ENTRA NUEVO CORREGIDOR A ESTA IMPERIAL VILLA DE POTOSÍ.


CONTINÚANSE LOS BANDOS ENTRE LAS NACIONES
Y MATAN AL ALCALDE ORDINARIO Y AL
ALGUACIL MAYOR

AMENTABLE año fue para esta Imperial Viendo los andaluces y extremeños que el jus-
Villa de Potosí este de 1582, en el cual ticiamayor no hacía oficio de juez prudente sino
(como escriben en sus historias el capi- de apasionado capitán, y que le ayudaban más de
[ tán Pedro Méndez,don Antonio Acosta,
don Juan Pasquier, Bartolomé de Dueñas y el
200 hombres vascongados, castellanos y algu-
nos extranjeros, recogieron para su defensa
famoso poeta Juan Sobrino) 1 padecieron los ve- todos los de su nación junto con la de los perua-
cinos muchas calamidades con los crueles ban- nos (que llaman criollos) y no sólo igualaron
dos de las naciones. Y
para comenzarlas a con- pero aun excedieron al número de sus contrarios.
que por ausencia del
tar es necesario advertir Estando con estas prevenciones que sólo ame-
general don Martín García Óñez y Loyola, nazaba una gran ruina en esta Villa, llegó la
quedó gobernando esta Villa Diego Armendi, noticia de que dentro de 30 días estaría en ella
alcalde ordinario que lo era este año en ella, el nuevo y propietario corregidor, que fue bas-

vascongado y no de sana intención, pues con tante para que no se ejecutase algún estrago, si
deseo de vengar algunas pasiones hizo muchas bien cada bando estaba prevenido en sus cuarte-
extremeños, les, con grandes escándalos e inquietudes de toda
y graves molestias a los andaluces y
que fueron los que por alcanzar libertad el año la Villa por los daños que hacían los soldados.

pasado ejecutaron con fuego el estrago que A principios del mes de abril de este año de
queda referido. Antes que el general don Mar- 1582 llegó a cuatro leguas de esta Imperial Villa
2
tín se partiese de esta Villa habían los culpa- el general Marcelino, quinto en número de los
dos alcanzado perdón de su delito, y el benig- corregidores propietarios de ella, a quien Acosta
y Pasquier le nombran
no y prudente caballero les mandó volver a sus Marcos Lino, pero según
casas con leves multas y cargos llevaderos que el capitán Pedro Méndez y algunas escrituras de

les puso. aquellos tiempos su propio nombre era Marce-


El nuevo justicia mayor temerariamente quiso lino, y así le llamaremos en esta Historia. Estan-

castigar aquel delito diciendo no haberlo purga- do, pues, el dicho corregidor cerca de esta Villa
do y que siendo tan grave era muy digno de una detenido hasta saber la intención y ánimo de los
grave pena, por tanto que fuesen a servir al rey abandalizados, el justicia mayor Diego Armendi
v
a Chile pues eso era lo que habían [ioi ] repug- (que había sólo tres meses que tenía aquel títu-
nado. Atizaban este fuego (para que de todo lo) como alcalde ordinario (que con este eran
punto ardiese) los vascongados. Y aunque las dos años lo era de esta Villa) fue a ver al nuevo
naciones desinteresadas juntamente con algunos corregidor y lisonjearlo con la bienvenida, lle-
andaluces y extremeños que nunca cooperaron vando consigo al alguacil mayor y más de 6o
en aquellas alteraciones, suplicaron al justicia hombres vascongados.
mayor no renovase los disturbios que su antece- Puesto al fin Diego Armendi ante el corregi-

sor había quietado perdonando a los culpados, dor, después de darle la bienvenida con algunas
nada bastó para dejar de llevar adelante su mala ceremonias de sentimiento le dijo: "Señor, vues-
intención. Es la novedad tan mal contenta de sí, tra venida ha sido tan a tiempo cual no os lo sabré
que cuando de lo que ha sido se desagrada se significar aunque sí agradecer tanto de parte de

cansa de lo que es, y para mantenerse en novedad su majestad cuanto de la mía, porque después
tiene por vida, muertes y fallecimientos perpe- 2. Este general Marcelino tampoco pudo ser un corregidor
de carne y hueso. En abril de 1582 seguía despachando el
tuos, y es fuerza o que deje de ser novelero o que corregimiento de Potosí don Juan Dávila, y en 1583. II. 8 le
por ocupación tenga siempre el dejar de ser. sucedió don Alonso Ortiz de Leiva ("Lista de gobernadores
de Potosí") a quien no menciona la Historia.
Este episodio de la entrada, batalla y muerte del general
1. Méndez, "Historia de Potosí", segunda parte, capítulo 12; Marcelino (capítulos 12 y 13) corresponde de lleno al ma-
Acosta, Historia peruana, libro IV, capítulo n; Pasquier, li- terial de los relatos guerreros de la Historia. Detalles como
el diálogo entre el general Marcelino y el alcalde Armendi,
el
bro II, capítulo 20; Dueñas, libro V, capítulo 10; Sobrino,
"Historia de Potosí", segunda parte, canto I. [A] color de las plumas del casco del corregidor, y hasta dónde
Se observará que Arzáns cambia aquí los títulos que había la estocada del capitán Monrroy penetró en las entrañas de

dado anteriormente para las obras de Acosta ( Historia de Po- don Sancho, etc., hacen obvia la calidad ficticia de este pasa-
tosí) y de Sobrino ("Historia potosina"). [M] je. [M]

186
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 12 Año 1582
de la última carta que escribí a vuestra merced el alguacil mayor de la Villa que por estar los
donde le di cuenta de las insolencias que andaban traidores en la plaza juntos convenía guardar la
haciendo los andaluces, extremeños y estos mes- persona del corregidor. Habíanse ido ya los an-
tizos que llaman criollos, que son los más perju- daluces y criollos a sus barrios
y casas, y los ex-
diciales, los han continuado de modo que total- tremeños estaban por hacer lo mismo cuando se
mente han perdido el respeto a Dios y a la real les allegó un negro
y les dijo lo que había dicho
justicia, cometiendo tanta variedad de delitos el alguacil mayor,
y faltándoles por esto la pa-
que entre bárbaros no se ejecutaran: la hacienda ciencia apeándose de las cabalgaduras en que
real se ha visto en gran peligro de ser robada; estaban sacando las espadas arremetieron a los
las vidas de los ministros de su majestad y demás vascongados diciendo a voces: "Viva el rey, mue-
vecinos leales en manifestó peligro de perder- ran estos tiranos mentirosos”. Los vascongados
las; los gastos que he tenido en mantener solda- que también estaban muy bien armados y mejor
dos para la defensa de todo lo que refiero y de mi prevenidos, sacaron sus espadas
y algunas pisto-
persona han sido exorbitantes. Ahora vea vues- las,
y se pusieron a la resistencia. El alcalde Die-
tra merced si es necesario su valor para castigar go Armendi, motor de estos daños, era primo
estas traidoras naciones, hermano del alguacil mayor (también vizcaí-
y si lo es, aquí está mi
brazo y la lealtad de toda mi nación, que con no) a quien el dicho alcalde con varias persua-
nuestras personas, haciendas
y vidas serviremos siones le acarreó su ruina, aunque a él le sucedió
a su majestad y a vuestra merced”. lo mismo, que muchas veces el parentesco ocasio-
Con estos embelecos y mentiras quiso ganar la na lo que debía estorbar; quiero decirlo más cla-
voluntad del nuevo corregidor, el cual como des- ro: el ser hermanos, primos y cuñados, padres e
apasionado de aquellas naciones abandalizadas, hijos, sirve más veces de disculpa de dejarlo de
porque (según capitán Pedro Méndez) era
el ser que de razón para serlo. Oiga cada uno a su
catalán, le dijo a Diego Armendi estas breves más esta verdad.
parentela y ella acreditará
razones: "Mucho me pesa de que los señores an- Al dos primos (entrambos mal mi-
fin estos
daluces, extremeños criollos os hayan dado oca- rados y peor aconsejados) capitanearon a los su-
y
sión para que con enojo depongáis de ellos tales yos y revolviéndose unos con otros se trabó una
abominaciones: todo puede ser; pero para ejecu- cruelísima y sangrienta refriega. En lo más encen-
tar cualquier castigo en tantos hombres es nece- dido de ella cayó muerto el alguacil mayor de
sario oir sus descargos, dos fieras estocadas que le dieron en los pechos,
y a vos os conviene probar
la calumnia que les ponéis. Si así lo hiciéredes y al poco rato cayó también el alcalde Armendi
y ellos no se descargaren tened por muy cierto muerto de otras muchas heridas, a vista del nue-
que se les dará castigo correspondiente a sus vo corregidor que como buen soldado, viendo
delitos. Vamos a la Villa, donde con prudencia que sus voces no hacían ningún efecto, terciando
se procurará el remedio de estos daños”. en el brazo izquierdo un gran manto de grana
Con esto se encami[io2]naron todos para la que traía de camino, con la espada en la derecha
Villa; y no faltó quien se adelantase a dar aviso se arrojó en medio de todos abriendo campo a
a las tres contrarias naciones de lo que Armendi cuchilladas. Y como los apurase de modo que
había dicho Por esto se indignaron
al corregidor. les parecía a los extremeños ejecutaba en ellos
tanto que hicieron propósitos de matarlo, aunque alguna venganza, cuando más encolerizado es-
en aquel punto andaban acelerados buscando me- taba hiriendo y derribando hombres, le dispara-
dios convenientes para que antes de recibirse ron una pistola y le hirieron muy mal en el brazo
supiese el corregidor lo contrario. El más a pro- izquierdo. Acudieron sus criados
y algunos seño-
pósito que hallaron fue enviar al camino a los res clérigos (que ya estaban ayudando a los des-
señores diputados del gremio de azogueros, para venturados, que unos con sólo una mortal herida
que introduciendo conversación brevemente in- y otros con muchas, todos revueltos en su misma
formasen al corregidor la verdad del caso. Púsose sangre acababan sus vidas) y sacaron al corre-
en ejecución y caminando todos hasta cerca de gidor de aquel peligro. Hundíase la plaza con
la Villa, quedó satisfecho el corregidor. Salieron las voces de los hombres, gritos de las mujeres
y
las tres naciones a recibirlo por varias calles, cada clamor de las campanas. Habían acudido al rui-
una de por sí, aunque el prudente corregidor do las sagradas comunidades de San Francisco,
envió a decirles con mucho comedimiento de pa- Santo Domingo y la Merced, que fue de gran
labras se detuviesen sin juntarse con los vascon- bien para la Villa porque las compañías de an-
gados que venían en su compañía. Así lo hicie- daluces y criollos se habían vuelto a juntar al rui-
ron y todos se vinieron a la plaza en sus caballos do y volvían a la plaza, y de la misma manera
y muías, bienarmados los unos y los otros. acudían otras naciones en favor de los vasconga-
Entró el nuevo corregidor (que era hombre dos.
de agradable presencia
y de gallarda disposi- El corregidor aunque estaba malherido, sin
ción), subió a las salas del ayuntamiento querer recogerse a ser curado llamó a toda prisa
y fue
recibido con las ceremonias acostumbradas. Ba- al vicario de la Villa que con muchos eclesiásti-
jó las gradas para ir a las casas de su alojamiento cos estaba en la plaza, y a los prelados de las re-
y al punto lo rodearon las vascongados, diciendo ligiones que asimismo estaban allí,
y les suplicó

187
Arlo 1583 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

se metiesen de por medio y atajasen aquella rui- que en el capítulo antecedente dijimos suceder
na. Así lo hicieron, pues los unos con no peque- esta calamidad; y fue en aquella ciudad con tan-
ta ruina de casas que la dejó casi asolada. Lo más
v
ño peligro se metieron entre las [i02 ] espadas,
los desembocaderos de admirable en esto es que uno de los que murie-
y los otros se pusieron en
las calles,donde con santas precauciones impi- ron en este encuentro, estando para expirar dijo
dieron el que no entrasen las otras naciones, que estas palabras: "Condenado soy también,
y si ella
al entrar en la plaza fuera mayor la mortandad ha muerto despedazada entre las ruinas de su
de aquellos hombres. Pudieron tanto los venera- casa con el temblor yo muero aquí de estas crue-

bles sacerdotes y otros seculares desinteresados, les heridas, y entrambos vamos a padecer los
que los aquietaron y apartaron, quedando muer- tormentos del infierno”. Expiró luego, y obser-
tos de las dos naciones vascongada y extremeña vando el día y hora de su muerte con las pala-
18 hombres, sin el alcalde Armendi y el alguacil bras dichas se supo después que a la misma hora
mayor, y sin otros muchos que quedaron muy murió entre las ruinas del temblor de aquella
malheridos. ciudad de Arequipa una moza natural de Se-
Sucedió este encuentro en esta Villa el mismo villa con quien este hombre estuvo amancebado
día en que en la ciudad de Arequipa este mis- muchos años, y el uno al otro aquella mañana
mo mes se habían escrito unas cartas llenas de amorosa
y año se experimentó un
espantoso tem-
blor, que fue de la segunda manera de las tres sensualidad.

Capítulo Xlll

DE CÓMO CONTINUARON LOS BANDOS ENTRE LAS NACIONES


SE

Y DE CÓMO FUE MUERTO EL GENERAL MARCELINO CON


OTROS NOBLES EN UNA SANGRIENTA BATALLA

N OTABLE
Méndez) fue
cibió el
(dice
el
el capitán

todos los moradores de Potosí des-


pués que fue herido el primer día de su llegada.
Añade este autor diciendo que le oyó decir (entre
las maneras y propósitos de castigo que inten-
Pedro
mal afecto que con-
Marcelino contra
general
y temiendo el último punto de
sus iras, sin dete-
nerse en súplicas ni valimiento de las personas
buenas, se juntaron las tres naciones de andalu-
ces, extremeños y criollos (que por todos serían
hasta 300), compuesta la mayor parte de noble-
za, hombres ricos y no faltos de valor, los cua-
les recogieron todo género de armas, munición

taba ejecutar en los rebeldes) que indubita- y 40 buenos caballos.


blemente había de labrar un castillo dentro de la El corregidor ardiendo en iras de ver la bre-
Villa, para padrastro de sus inquietudes y sober- vedad con que los contrarios habían juntado to-
bios ánimos, y que lo hubiera puesto en ejecu- das sus fuerzas, mandó pregonar segunda vez
ción si el dicho corregidor no se precipitara en que, pena de traidor a la real corona, cualquier
lo que después diré. hombre apto que luego al punto acudiese a to-
mar armas Acu-
y acuartelarse en
Continuándose, pues, los irremediables ban- las cajas reales.

dos con grandes trabajos de la Villa, llegaron dieron todos los que eran capaces de tomarlas,
alistaron más de 500 hombres
sus moradores a este año de 1583 en que el ge- y en dos días se
neral Marcelino, desesperado de no poder hallar vascongados, castellanos, criollos, portugueses y
modo ni para el castigo ni para el remedio de algunos extranjeros con muy buenas armas que
tantos daños, se determinó a buscarlo por las ar- el corregidor les repartió y 50 caballos, aunque
mas. Para esto, lo primero, señaló para guarda no de la fortaleza y bondad de los contrarios.

de su persona 50 hombres, los 20 peruanos o crio- Toda esta prevención se hallaba junta por el mes

llos, que todo es uno) y los 30 vascongados, de junio de este año, temiendo cada bando [103]
desacierto tan grande en meter a su casa estas y esperando el
rompimiento, cuando siendo
dos encontradas naciones, que fue causa de su to- avisada la real audiencia de La Plata por los se-
tal ruina. Luego hizo pregonar por toda la Villa ñores azogueros, vino a toda diligencia el presi-
que todos los que fuesen leales acudiesen a ser- dente con mucha parte de la nobleza de aquella
vir al rey y se alistasen debajo de sus banderas. ciudad. Acudieron todos a su llamamiento: el
Con esto se alborotaron todos los habitantes y general Marcelino con mucha arrogancia y pala-
particularmente los contrarios del corregidor, bras llenas de ira dio sus razones, y los contra-

188
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 13 Año 1583
ríos dieron sus descargos. Visto por el presiden- 20 vascongados de la cuadrilla, y sin duda mu-
te el encono del corregidor y la determinación riera hecho pedazos si los suyos no lo ampara-
de sus contrarios, con prudentes palabras y santas ran, pues estaba ya con seis heridas, desjarretado
persuasiones obligó a entrambas partes a que no muy malherido. En
el caballo,
y éste también
pasasen adelante en su perdición, ayudando tam- esto se había ya puesto a caballo el general Mar-
bién los que vinieron de la ciudad, las sagradas celino,
y queriendo acometer a los extremeños y
religiones y otros vecinos desapasionados. Con criollos, se lo impidieron muchos caballeros que
esto se sosegó la Villa, mas no en el todo, porque habían juntado. Abrieron la puerta de una
allí se
aunque el presidente solicitó con mucho empeño esquina de la plaza, y se salieron los criollos
y
el que se hiciesen las juntas
y se recogiesen las ar- extremeños, quedando el general fulminando
mas, no lo pudo conseguir a causa de que las venganzas contra ellos. Los vascongados sacaron
dos partes se recelaban la una de la otra, cosa el cuerpo del desdichado don Sancho,
y hacién-
que sintió el presidente y todos los mediane- dolo enterrar el siguiente día comenzaron a pre-
ros que parece prevenían algún mal paradero, venir una mal determinada venganza, fomentada
como en efecto sucedió después. por el imprudente corregidor.
En estas andanzas mediaba ya el mes de julio y De todo eran avisados los contrarios, y no que-
porque se acercaban las fiestas del apóstol San- riendo descuidarse en cosa de tanta importancia,
tiago, pidió la Villa al presidente demás ciu- se juntaron con sus andaluces y renovaron todas
y
dadanos tuviesen por bien de no volverse sin ver- sus fuerzas. Nombraron tres capitanes para ca-
las. Pero temiendo los de la ciudad algún mal en da nación el suyo: Alfonso de Niebla para los
ellas se excusaron
y determinaron su partida, y andaluces, Medellín para los extremeños,
y para
mucho más cuando supieron que la una cuadrilla los peruanos o criollos Pedro de Alaminos. El
del juego de cañas se componía de vascongados corregidor hizo lo mismo
y nombró por capita-
y montañeses, y la otra de extremeños y criollos. nes a Ramón [i03 v ] Bofill, criado suyo catalán
y
Desampararon al fin la Villa aquellos señores y de nación, a Juan de Irlanio, que dice era inglés,
ella quedó previniendo las fiestas, principio de a Sebastián de Guiluz, vascongado, a Pedro
y
muchas desdichas. Barrini, alemán, que no quiso fuesen otros de la
Llegó, pues el día del apóstol, y se comenzaron nación española. Y (como dice el capitán Pedro
con grandeza y gastos acostumbrados. Jugá-
la Méndez) nunca el general Marcelino nombrara
ronse cañas y fue capitán de la una cuadrilla don a Sebastián de Guiluz, que parece prevenía su
Sancho Usetagui vascongado, y de la otra el capi- desdicha, pero pidiólo encarecidamente toda la
tán Monroy, extremeño, dos antiguos enemigos nación vascongada, y concediólo para su total
porque (según el capitán Pedro Méndez) en la ruina. Nombrados estos capitanes se encargaron
ciudad del Cuzco algunos años antes tuvieron de 350 hombres, y con los de la guarda del co-
por ciertos amores una muy reñida pendencia, de rregidor fueron 400. De éstos eran los ioo arca-
la que salió malherido el capitán Monroy,
y aun- buceros, 70 piqueros, 30 mosqueteros, 50 caba-
que después hicieron amistades y se hablaban al llos,
y los otros 100 con sólo espadas, rodelas y
parecer con mucha conformidad, en lo interior algunas pistolas. Los contrarios se componían de
permanecía un gran deseo de venganza en aquel 300: 40 buenos caballos, 80 arcabuceros, otros 80
capitán. Ejecutóla en medio del regocijo de este piqueros, 50 mosqueteros,
y los restantes con va-
día, pues tomando por achaque la divisa
y un rias armas como escopetas, espadas, rodelas
y
mote en vascuence que traía en el escudo el don pistoletes. Precedieron a la batalla algunos desa-
Sancho, diciendo ser contra demás
él y los extre- fíos y encuentros de poca cuenta,
y últimamente
meños, tiempo que el vascongado volvía con
al se resolvieron los andaluces
y las otras dos nacio-
los de su cuadrilla a tomar su puesto le salió al nes a concluir aquel pesado negocio con una ba-
encuentro el vengativo extremeño,
y dando sus talla (que fue muy sangrienta en esta Villa)
razones brevemente le provocó a que le retornase porque sabían que el corregidor iba creciendo en
algunas palabras injuriosas. Mostróse agraviado fuerzas, y a ellos se les iban acabando los mante-
el capitán
y sacando la espada, puesto sobre el nimientos, y no podían recogerlos por los bandos
caballo, le tiró tan poderosa estocada que pasán- rigurosos que había sobre los que se lo daban.
dole el escudo le metió más de seis dedos de ella Con esta resolución, un lunes en que se media-
en las entrañas. Cayó el desventurado don San- ba el mes de agosto, formando el escuadrón a las
cho casi muerto del caballo,
y el cruel capitán 5 de la tarde, saliendo de la plazuela de San Lo-
acudiendo sobre él lo atropelló con el suyo le renzo se fue a poner al paraje que después se lla-
y
volvió a herir en el pescuezo. mó Cebadillas, adonde armaron sus tiendas y
Todo esto pasó en breve rato, pues aunque el esperaron la determinación del general. El cual
corregidor, cuando le vio sacar la espada, se arro- a la misma hora que caminaron sus contrarios
jó del balcón a un tablado mandó tocar alarma, y con la noche que luego
y de allí al suelo, si-
guiéndole muchos hombres, cuando llegó cerca vino no hubo tiempo de que se juntase la gente
del herido ya estaba acabando la vida
y el agre- hasta el siguiente día (que fue martes) en que
sor andaba como un desesperado defendiéndose a las 4 de la mañana comenzó a ponerse en orden
a cuchilladas porque ya lo habían cercado más de el escuadrón, con resolución de ir a dar la bata-

189
Año 1583 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

lia al mismo paraje donde se habían alojado. fantería de una y otra parte se habían ya traba-
Serían las 6 del día cuando salió de su casa el do, y la arcabucería hacía en entrambas partes
general Marcelino, atropellando innumerables gran estrago. Andaba el general Marcelino muy
persuasiones de tantos sacerdotes como lo cerca- encarnizado destrozando infantes y derribando
ban impidiéndole el que no fuese a la batalla. caballos, tanto que como su valor fuese grande y

Bajó a la plaza sobre un poderoso caballo, calada su presencia que discurría a todas partes alenta-
la visera ytodo encambronado con unas fuertes y ba a sus soldados, y así peleaban todos con no-
lucientes armas sobre las cuales traía vestida una table fiereza, tres veces fueron rotos los andalu-
riquísima ropa de brocado azul bordada de mu- ces,extremeños y peruanos, y por el gran valor
chas perlas y diamantes, y encima un tahalí o ban- de sus capitanes se tornaron a componer y resis-
da carmesí también bordada de piedras preciosas, tira sus contrarios.
del cual pendían seis pistoletes (que el general Siendo, pues, ya las 3 de la tarde, y habiendo
llamaba pedreñales). Sobre el duro casco traía tiempo de cinco horas que duraba la batalla con
una gorra de felpa nácar cubierta con muchas mucha ventaja del corregidor, sucedió que Mar-
joyas de valor y muchas plumas verdes, azules, tín de Gozueta, vascongado y soldado de la guar-
encarnadas, blancas y amarillas; el caballo era de da del corregidor, dijo a los otros vascongados
los buenos que se crían en Cochabamba: ancho, (que también eran de la guardia) que pues el
fuerte y de color tordillo, muy ricamente encu- tiempo ofrecía tan buena ocasión, arremetiesen
bertado. Parecía más bien que venía de fiesta juntos a los 20 criollos compañeros suyos (y de
que de pelea. los que como arriba dije guardaban al corregi-
Luego que entró a la plaza sonaron los atambo- dor) y los matasen a todos. Aún no lo acabó de
son de las trompetas, la tierra
res, el aire llenó el proponer cuando con grande infidelidad acome-
temblaba debajo de los pies, los corazones de la tieron los 30 vascongados a los otros 20 criollos
mirante turba estaban suspensos temiendo unos diciendo: "Mueran los traidores mestizos’’. Los
esperando otros el bueno o mal suceso de aquel criollos, viéndose acometer por todas partes, tra-
y
tremendo caso. El gallardo general luego que taron de defenderse y ofenderlos, entre las cua-
llegó a la mitad de la plaza arremetió el caballo, les dos naciones se trabó una sangrienta batalla.

jugando la lanza que era muy grande y con dos Acudieron los demás soldados, que todos tenían
agudos hierros, llevando en la siniestra mano un bien ocupadas las manos en matarse y herirse, y
finísimo escudo en el cual iban pintadas sus ar- cada cual nación acudió a la suya, donde, como
mas con las barras de Aragón (que en las Indias si de nuevo se comenzara la cruel batalla, fue

no es fácil de averiguar si los escudos de armas mayor la mortandad.


son propios o ajenos). A la mitad de la carrera El general Marcelino, que ya andaba muy fati-

a no asirse gado con el cansancio, entró por medio de ella


y floreos del caballo tropezó éste, y
de duda el general. Este suceso
la silla cayera sin con una espada, por haber quebrado la lanza en
tuvieron muchos por agüero y los capitanes le sus enemigos, y después de haber herido de muer-
pidieron con mucha instancia no entrase en la ba- te al capitánAlfonso de Niebla (que lo era de
talla; mas él no hizo ningún aprecio de aquellas los andaluces) se encontró con su capitán Sebas-
persuasiones, antes sí con mucha cólera mandó tián de Guiluz, tiempo que Medellín y Pedro

que marchasen en orden porque sabía estar a de Alaminos venían en sus alcances, el uno a pie
punto de batalla los contrarios. Y era así, por- y el otro a caballo, los cuales dos capitanes (de
le decían
que éstos estaban con ánimo de que si el general criollos el uno y de extremeños el otro)
no fuese a ellos, venir a la plaza para ejecutar a voces se detuviese, que querían batalla con él.
de una vez el rompimiento, de suerte que cuando El general Marcelino pidió a Sebastián de Gui-
llegaba ya al sitio donde estaban comenzaba el luz le diese su lanza y buscase otra mientras se
escuadrón de los criollos a moverse para la combatía con aquellos hombres. El vascongado
plaza. respondió muy colérico y descompuesto al corre-
La caballería del corregidor venía por delante, gidor diciendo: "Lanza pides cuando yo quiero
como viesen cerca la infantería criolla, sin or- con ella defender mi vida, busca otra y déjame,
y
den ni mandato de sus capitanes arremetieron que ya viene sobre nosotros y volviendo las
;

con sus caballos, y en un punto la deshicieron riendas al caballo dejó en el último peligro al

que[i04]dando tendidos en el suelo hasta 10 corregidor. El cual con aquella braveza de su áni-
infantes. Fue rompimiento este que hubieran de mo quiso defenderse con la espada, pero, ay do-
perderse totalmente las tres naciones si no fuera lor, que ni pudo ni tuvo tiempo, porque al punto
por el sumo valor del capitán Pedro de Alami- de volver la rienda a repararse del golpe que le

nos, el cual con espada y rodela en las manos amenazaba la lanza de Medellín se arrodilló el

esforzaba a los suyos y obligaba a que no huye- caballo tropezando sobre un cuerpo muerto que
sen, que ya estaban para ello. Entretanto acudió allí le puso su desventura; y en esta ocasión fue-

la caballería, que era compuesta de andaluces y ra muy bueno le diera la vida el no haberse ido
y
extremeños, y detuvieron la del general, que an- el desleal capitán, pues pudiera socorrerlo, y
daba sin orden hiriendo en los criollos, y se trabó cuando no lo hiciera personalmente, dándole la
una sangrienta batalla entre unos y otros. La in- lanza cuando se la pidió, pudiera con ella haber
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 14 Año 1584
esperado a su contrario con más seguridad. Arro- lo unos indios, y caminando con él una cuadra
dillado, pues, el caballo, llegó por un lado Me- más adelante lo metieron en un pobre rancho
y
dellín y por otro Alaminos,
y el uno con la lama avisaron a sus soldados, que a poco rato que lle-
y el otro con una pica le dieron dos mortales garon expiró. Publicóse en toda la Villa su muer-
heridas: la pica le pasó el muslo derecho de parte te con general sentimiento de ella, porque a no
a parte y quedó herido el caballo, con cuya nue- sucederle tan lastimoso suceso se esperaba un
va espuela se empinó dando mil corcovos, dis- loable y acertado gobierno; pero costóle la vida
y
parando con el dolor, contra su voluntad lo sacó la tenacidad de vengar por armas el poco respeto
de la batalla hacia la parte del cerro de Munay- que se le había tenido. Hiciéronle un costoso en-
pata, sin que ninguno de los suyos lo pudiese ver tierroen la iglesia de San Francisco, quedando
por estar todos en lo más encendido de ella. Los toda esta Villa (y aun todo el reino del Perú)
otros capitanes extranjeros la mantenían con no- asombrada de los memorables sucesos que en ella
table valor, hasta que por unos indios se comen- se veían.
zó a publicar la desgracia del general que que- Esta muerte del general Marcelino el juicio
y
daba en un humilde rancho. Comunicáronse de los hombres juzgó que era justicia permisión
aquellos capitanes, tocando a recoger se fueron y
y divina por la que dio a un indio cacique cerca de
retirando con orden hacia el paraje donde decían la ciudad de La Paz cuando venía para esta Villa,
estar el desdichado corregidor, cosa que les dio habiéndose trabado los dos sobre negarle unas
a los con[i04 v ]trarios mucho gusto porque fal- muías que el general le pidió, peleando entram-
y
taba ya lo mejor de su ejército los que quedaban bos con armas desiguales, mató al cacique; la ver-
y
no se podían tener de cansados. dad Dios la sabe, que ordena las cosas como es
Murieron en esta batalla 70 hombres de las su voluntad. Cuentan también otros males que
tresnaciones contrarias, con el capitán Alonso hizo en el discurso de su vida
y la demasiada
de Niebla, que lo era de los andaluces, con otros ansia con que solicitó el corregimiento de esta
nobles de todas tres naciones. De los del general Villa, causa de su ruina: lo que yo puedo juzgar
murieron 40 y de entrambas partes hubo muchos
y afirmar es notar en esto que los más altos luga-
heridos. Y
si el general Marcelino no hubiera res y estados son los menos seguros
sido mortalmente herido en lo más riguroso de y a peligros
y desastres más sujetos, así para el cuerpo como
la batalla fueran muchos más los que perecieran
para el alma. Lo del alma es más dificultoso de
porque (como queda dicho) luego que se publi- probar porque es cosa que pasa más secreta
có su desgracia tocaron a recoger sus capitanes y
de quien ha de ser sólo Dios el juez; pero (a lo
y se fueron retirando al lugar donde estaba ya que parece) en los lugares altos hay mayores oca-
despidiendo la vida (que se la quitó más breve siones, aparejos mayores
y libertades para pecar,
la cruel herida del pulmón)
y era el mismo adon- y más embarazos y dificultades para dejarlo de
de se detuvo el caballo cuando con el dolor de su hacer. Y
en cuanto a la parte de los hombres es
herida, sin poderlo detener el malherido caballe- la flaqueza igual en los altos
ro, llegó hasta allí con sus desvarios.
y en los bajos, que
Acogiéron- es argumento de mayor riesgo.

Capítulo XIV
DE CÓMO ENTRARON EN ESTA IMPERIAL VILLA LOS RELIGIOSOS DEL
GRAN PATRIARCA SAN AGUSTÍN A LA FUNDACIÓN DE SU
IGLESIA Y CONVENTO, Y DE CÓMO POR INTERCE-
SIÓN DE NUESTRO PADRE SAN NICOLÁS DE
TOLENTINO SE COMENZARON A LO-
GRAR LOS NIÑOS QUE EN
ELLA NACÍAN

A NTIGUO fue el afecto y devoción que de Charcas a sus fundaciones le tenían en la igle-
esta Imperial Villa de Potosí, tuvo al sia mayor un riquísimo nicho, donde veneraba
/ % gran patriarca San Agustín; pues (co- toda la Villa a su querido patriarca. También
”* mo queda dicho en el capítulo 8 del queda dicho en el mismo capítulo cómo estando
libro IV de esta Historia) aun antes
que sus ve- los moradores de ella el año de 1560 hasta el de
nerables religiosos entrasen en esta provincia
1561 experimentando aquella cruelísima peste

191
Año 1584 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

por sus pecados y falta tan grande de lluvias, las continuaron anualmente en el día del santo.
acordaron de elegir un santo, para que valiéndose Enriquecieron con muchas y preciosas dádivas la
de su protección presentase ante Dios sus ca- nueva iglesia, y dice el padre maestro fray Anto-
lamidades y ruegos, y (como allí se dijo más lar- nio de la Calancha en su peruana historia, cró-
gamente) porque la variedad de afectos que cada nica de su religión, que es la de nuestro padre
San Agustín, las palabras siguientes:"Son tan-
uno mostraba al santo de su devoción no quedase
sentida echaron suertes por tres veces, y en todas tas las limosnas, que el año que estuve en Po-
ellas salió San Agustín. Incomparable fue la ale- tosí (que fue el de 1611) por predicador mayor
gría de los afligidos moradores de ver que Dios de aquel convento, se hicieron las cuentas, y se
mostraba ya sus misericordias en ellos y luego al halló que en 27 años desde su fundación habían

punto ordenaron una humilde y devota proce- dado de limosna los vecinos (fuera de los cálices,
2
sión (con las circunstancias que en el capítulo lámparas y blandones) 535,000 pesos”.
arriba citado quedan dichas) llevando en andas Hallábanse obligados de este gran patriarca,

al gran patriarca, y antes de volver a la iglesia por los cuotidianos beneficios que recibían de su
de donde habían [105] salido, milagrosamente amo, y de las de nuestro padre San Nicolás de
por intercesión del santo llovió con tanta abun- Tolentino, que era el tutelar de los niños que na-
dancia y se continuó con grande alegría de los cían en esta Villa, con cuyo amparo e intercesión
corazones, pues había dos años que no llovía. vivían ya y se lograban, pues (como queda dicho
Cesó aquella horrible peste que reinando en toda en el capítulo 1 del libro II de esta Historia ),
la Villa la hubo de asolar. siendo como era tan insufrible y riguroso el tem-

Hallándose en tanta manera reconocidos a su pudo humanamente en


ple de esta Villa, no se
querido patriarca, con devotas aclamaciones lo más de 40 años desde su fundación lograr niño
juraron por patrón y pusieron por nombre al rico que aquí nacía, porque (según los de Potosí han
Cerro San Agustín Potosí. Hiciéronle solemnísi- escrito) sucedía nacer el niño de las entrañas de

mas fiestas y procuraron con muchas instancias su madre y helarse luego. Por esta causa se iban
la fundación de su convento, aunque por enton- las señoras vecinas a parir a los valles más cer-

ces aún no habían entrado los benditos religiosos canos de Mataca, Cinti y otros, y allí parían y
a la provincia (como pero lue-
llevo dicho) criaban sus hijos desterrándose de Potosí dos o
go que comenzaron, que fue el año de 1 564,
las tres años por lograrlos, y aún esto no era bastan-
suplicaron por cartas su venida ofreciendo libe- te pues los traían ya criados a que la inclemencia
ralmente todo el costo de su fundación. Los del frío marchitase [tan] delicadas flores.

benditos religiosos (como queda dicho en otra Queriendo, pues, el remediador de todas las
parte) se excusaron por entonces: sería quizás cosas aliviar la pena que tan sensible era en esta
temiendo las inquietudes que padecía la Villa Imperial Villa, dispuso lo que aquí contaré. Era
con los continuos bandos, pues dejando la gran- vecino de ella el capitán Francisco Flores, noble
deza de Potosí se fueron a fundar primero en castellano viejo, el cual gozaba en compañía de

otros pueblos cortos de la provincia. doña Leonor de Guzmán, su mujer (que asimis-

Sintieron notablemente los vecinos el desaire mo era señora castellana) , 2,000 pesos de renta
no pedir nada a los hombres cada semana. Tuvieron seis hijos, mas ninguno
y determináronse a
sino sólo a Dios, como en efecto por este seguro les vivió, porque aunque doña Leonor se iba

modo lo consiguieron, pues en este año de 1584, a parir a los valles y criarlos, volvía a esta Villa a

de sólo su voluntad (movida de la divina) vi- que el cruel frío se los matase. Sintiéndose, pues,
nieron a fundar su convento el muy reverendo preñada este año de 1584, en ocasión que la sa-
padre maestro fray Diego de Castro, fray Juan grada religión de nuestro santo padre Agustín
del Canto, fray Juan de Chaves, fray Melchor (como llevo dicho) se comenzaba a fundar en
Flores y fray Juan Vizcaíno. Recibiólos Potosí esta Villa, como no tuviese heredero ninguno

claro es que como quien los deseaba. Dioles porque todos se le habían muerto, hallábase su-
v
la ilustre Villa un gran sitio para su convento, el mamente afli[io5 ]gida. Instábanle se fuese a

cual en aquel tiempo era un espacioso lugar cer- algún valle a parir y criarlo, mas como otras ve-
cado adonde se beneficiaban cajones de metal, ces lo hubiese hecho, y con todo eso no se le lo-

que llamaban los españoles ingenios de viento y grase estaba ya desconfiada, por lo cual hizo el
ahora son llamados por los indios trapiches. Tam- ánimo a node esta Villa, determinada a pa-
salir

bién les dieron una plazuela para su cementerio rir en ella y que se hicese la voluntad de Dios.

por ser entonces una calle seguida a aquel para- Así esperaba (por estar ya cerca) la hora de su
parto.
y hoy está muy
je, distinto pues corre otra calle
por donde antes eran continuadas casas. Diéron- Un día de los que más llena de aflicción se ha-

les crecidísima cantidad de plata para la obra, llaba entró a su casa el muy reverendo padre

muchas rentas y todo lo demás que fue necesa- maestro fray Diego de Castro, prior del nuevo
rio.
1
Fuese continuando la obra, y acabada a su convento de San Agustín y como le preguntase
tiempo hicieron los vecinos y demás habitadores 2.Arzáns se aprovecha tanto de la Coránica de Calancha en
laHistoria que sorprende su silencio sobre la persona y la
solemnísimas fiestas a su muy querido patrón, y obra de fray Antonio. Véase Gabriel René-Moreno, Fray

1. Véase supra, libro IV, capítulo 8 ,


nota 2. [M] Antonio de la Calancha". [M]

192
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 14 Año 1584
la causa de su desconsuelo y le satisfaciese en to- recibió en esta Imperial Villa el dicho general,
do, le dijo el padre prior: "Señora, tenga por su sucedió su muerte (como queda dicho en el ca-
muy devoto a nuestro santo padre Nicolás de To pítulo pasado) cesaron sus pretensiones, y el ge-
lentino, y ofrézcale a su patrocinio desde hoy el neral don Eulogio, luego que tuvo la noticia en
hijo que tiene en sus entrañas, y espere enNues- laciudad de Los Reyes, donde se hallaba en la
tro Señor y en la intercesión de San Nicolás, que ocasión, se encaminó para esta Villa con toda
ha de ser felicísimo su alumbramiento y le ha de diligencia. Llegó (como llevo dicho), a princi-
vivir para su heredero”. La afligida señora, con pios de este año sin los despachos necesarios para
toda fe le dijo: "Padre prior, yo le estimo a vues- su gobierno, ni instrumento por donde constase
tra paternidad el consuelo que me ha dado, el nombramiento, porque éste lo tenía el general
y si
Dios me sacare con bien prometo al Santo Nico- Marcelino en su poder cuando vivía, y después
lásuna cuantiosa limosna y de hacerle poner al de fallecido no se sabe qué se hizo. Y
como sa-
que naciere su nombre, y tengo mucha confian- bía esto el cabildo de esta Villa, no quiso recibir-
za que con esta buena diligencia me ha de vivir”. lo como a corregidor propietario sino como a
Así sucedió, porque el día de la Natividad del justiciamayor, de que quedó tan indignado el
Señor parió un niño muy hermoso. Pusiéronle por general don Eulogio que en todo el tiempo que
nombre Nicolás, vivió y fue el primero que se gobernó no pudo tener paz con los veinticuatros.
logró de los que en Potosí nacieron. De allí a Enfermó luego del dolor de experimentar su de-
ocho años se fueron el capitán Francisco Flores saire, aunque no le faltó el debido respeto
y obe-
y su mujer a la ciudad de Los Reyes, donde fue diencia, que no hay golpe de fortuna ligero a la
secretario de aquella real audiencia, grandeza. La infelicidad es menos sensible a los
y Nicolás
Flores su hijo, como logrado de milagro, así tam- que desdichados fueron diversas veces, porque
bién alcanzó el logro de virtud
y letras, pues fue labrándolos en su yunque los endurece al fin; pero
doctor en la insigne universidad de Lima es gravísima a quien comienza a experimentarla.
y re-
gidor en aquel ilustre cabildo. Con este ejemplar Y aunque la real audiencia de La Plata y el vi-
(dicen el capitán Pedro Méndez otros autores) rrey de Lima hicieron mucho sentimiento de la
y
todas las señoras que se hallaban encintas ofre- determinación de este ilustre cabildo
y después
cieron sus hijos a San Nicolás,
y en naciendo les pasaron a reprensiones y amenazas, de nada hi-
hacían poner el nombre del glorioso santo. Fue cieron aprecio: [el cabildo] sabía entonces lo que
tal el favor que merecieron con esta diligencia era y el poderoso brazo que su querido monarca
que todos lograron sus hijos, y todos se llamaron don Felipe II le había dado, y hoy (según lo que
Nicolás en aquellos tiempos. 3 se experimenta en ocasiones) parece que lo ig-
A principios de este año de 1584 llegó a esta nora. Viéndose desairado el corregidor ocurrió
Imperial Villa el general don Eulogio Alonso de al rey don Felipe por la confirmación del corre-
5.

Zúñiga y Figueroa, el cual estaba nombrado por gimiento, y no le vino tan aprisa como desea-
corregidor de ella en caso que el general Marce- ba. Entretanto sucedieron en esta Villa varios
lino pasase ai gobierno de Chile como él había encuentros, muertes y heridas como diré mas ade-
pedido. 4 Y como a pocos meses después que se lante.
3. El pasaje de San Nicolás de Tolentino está tomado de Este mismo año se levantaron los indios calcha-
Calancha, Coránica, p. 750. [M] quíes en las provincias del Tucumán,
4. Hay completa disconformidad entre la Historia y los do- y quitando
cumentos coetáneos sobre la fecha en que Zúñiga entró en la vida a muchos de los que ya eran vasallos de
funciones y sobre la calidad de éstas. Durante todo este tiem-
po el corregidor titular fue Ortiz de Leiva; Zúñiga fue sólo
nuestro católico rey intentaban pasar con sus
su teniente, siendo además su pariente
y dependiente (Acuer- bárbaros ejércitos a los Chichas, provincia cerca-
dos de Potosí, t. V, f. 233 y 260; "Lista de gobernadores de
Potosí"). Zúñiga despachó el gobierno de Potosí, en efecto,
na a esta Imperial Villa. Fue avisado el corregi-
pero no como justicia mayor sino como teniente de corregidor dor Eulo[io6]gio, y envió a su costa 50 buenos
durante un año (octubre, 1584-octubre, 1585), lapso en el
cual Ortiz de Leiva estuvo refugiado en la Compañía de
soldados, muchas armas y dinero, con que los ca-
Je-
sús por sus querellas con los vecinos (ibid., t. V, f. v
233 ) y pitanes españoles refrenaron el orgullo de aque-
de donde finalmente salió de fuga a Lima (carta del licen-
llos bárbaros. 5
ciado Cepeda, presidente de la audiencia de La Plata, al rey,
La Plata, 1585.I.1, Levillier, Audiencia de Charcas II, 128; 1:585.11.10(Archivo de Indias, Charcas 41, 42). Quizá el
véase supra, capítulo 12, nota 2). dato más concluyente sobre
el desgobierno de Ortiz es el hecho
Si el general don Eulogio es Zúñiga el general Marcelino de que Luis Capoche, que al parecer rehuyó toda dase de
tendría que ser Ortiz de Leiva, pero éste no murió en Potosí funciones e intervenciones oficiales, no tuvo reparo en actuar
en 1583, pues en octubre de 1585 se fue a Lima como queda como testigo contra Ortiz, "Autos que el corregidor de Po-
dicho. [M] tosí hizo con los oficiales reales sobre el tanteo de cuentas
La inquieta personalidad de Ortiz de Leiva figura extensa- y
llaves que quitó de las cajas a Martín de Mardóñez, teniente
mente en los informes de la audiencia de La Plata al rey (Le-
villier, Audiencia de Charcas, II). Hay dos informes de
tesorero”, fs. 182-197’ (Archivo de Indias, Charcas
35 N p
Or- 70). [H]
tiz de Leiva desde Potosí al rey, fechados en 1584.II.26 y Véase supra, capítulo 10, nota 5. [M]

193
Capítulo XV
CONTINÚANSE LAS ENEMISTADES ENTRE EL CABILDO Y EL CORRE-
GIDOR DE ESTA VILLA. EL VIRREY DE LIMA PROVEE UN
JUSTICIA MAYOR Y LOS BANDOS QUE
DE ESTO RESULTARON

ON las reprensiones y amenazas que En este brevísimo tiempo lo tuvieron bastante

C el ilustre cabildo de esta Imperial Vi-

lla tuvo del virrey y real audiencia de


La Plata enconaron más las ene-
se
mistades con el general Eulogio, pues llegando
al día i- de enero del año de 1585, estando en
aquellos veinticuatros y demás hombres que allí
estaban, de arrojarse por una ventana al patio
unos tras otros, y de allí se fueron todos a casa
de don Fernando Arzáns Dapífer y Toledo, di-
putado del gremio de azogueros y caballero a
las salas del ayuntamiento en las elecciones de quien se le debía todas atenciones. Allí se for-
alcaldes ordinarios, tuvieron por ellas muchas talecieron, y acudiéndoles sus amigos y criados

contradicciones el general y veinticuatros: y tan- (con otros muchos vecinos) formaron brevemen-
to descomponer que a empujones
se llegaron a te un escuadrón de más de 80 hombres. Los dos

echaron al general de la sala diciéndole muchas alcaldes ordinarios (aunque el uno estaba herido,

injurias. Temerarios anduvieron los veinticuatros como se ha dicho) llamando a la voz del rey ha-
este día, pues sin pensar lo que pudiera sobre- bían ya recogido muchos hombres, y con algunas
venirles obraron, si más arrogantes, menos pru- escopetas y arcabuces andaban a buscar al corregi-
dentes. dor, el cual sabiendo cómo estaban tantos contra

Considerar los peligros es prudencia de cobar- él se retirócon sus 40 soldados a San Fran-
des, habiendo de entrar a experimentarlos, y cisco. El herido alcalde, mal o bien curado, capi-

muchas veces también es cobardía de valien- taneaba su escuadrón, y antes de juntarse con el
tes. Muchos triunfos ha ocasionado la considera- de los veinticuatros (que a eso mismo ya se enca-
ción, y muchas victorias ha dado la temeridad. No minaban) acometieron la casa del corregidor, y
apruebo los temerarios ni a los cobardes condeno: la saquearon y derribaron lo mejor de ella, eje-

digo quiénes son los que deben ser lo uno o lo cutando su furor en lo que no era culpable. En
otro, ymuestro el peligro de esta virtud y el logro esto les cogió la noche, que la hizo muy obscura

de aquel vicio. y lluviosa, y retirándose a su casa el alcalde con

Quedaron, pues, los veinticuatros muy ufanos bastantes soldados de guarda, los demás se fue-

de haber echado al general de la sala, y él se fue ron a las suyas, conque cesaron por entonces los
a su casa adonde en breve rato armó 40 hombres; disparatados disturbios.
honra, aun antes que salie- Los del cabildo escribieron al virrey una carta
y como eran todos de
sen del ayuntamiento los veinticuatros cercaron descompuesta y no quisieron enviar la elección
los portales por orden del general derribaron de los alcaldes ordinarios para que la confirma-
y
a mosquetazos las puertas, que ya por ser avisa- se, como era ya uso (porque así lo introdujo el

dos de algunos criados las habían cerrado. Los excelentísimo señor virrey don Francisco de Tole-
veinticuatros y demás personas de oficio que allí do). Sentido por esto el virrey envió con los ne-
estaban se vieron en gran tribulación, por estar cesarios poderes al maestre de campo don Luis
v
sin armas, que su desconsideración y temeridad de Icinize por [io6 ] juez de esta causa, el cual
(sin prevenirlas) los hizo arrojados y después les llegó a esta Imperial Villa por mayo de este año,
los sucedidos daños no
ocasionó grande temor. Los dos nuevos alcaldes y en lugar de remediar
se pusieron a las puertasde la segunda sala don- hizo otra cosa más que aumentarlos con su im-
general que prudencia, porque con la gente que trajo y la que
de era el ayuntamiento y viendo al
intentaba entrarse por ellas con mano armada, recogió en esta Villa formó un escuadrón de más
comenzaron a decir a voces, "Aquí del rey, aquí de 60 hombres, y con ellos intentó prender a cada
del rey”. Estaba Juan de Tapia, andaluz, cerca de uno de los veinticuatros en sus casas, sin mover-
ellos con su espada y rodela; el cual con gran có- se en nada contra el corregidor. No faltó quien
lera le dijo a don Pedro de Lugo (que era el uno de esto diese aviso a los veinticuatros, los cua-
de "¿Quién es aquí contra el
los dichos alcaldes) :
les se juntaron en casa del decano, y lo que allí

rey,pechero y mal nacido?” (debía de conocerlo determinaron fue recoger copia de soldados, y
pues era de un mismo pueblo) y dándole una cu- unidos con los dos alcaldes ordinarios refrenar
chillada en un hombro lo derribó en el suelo. los mal mirados términos con que intentaba pro-

194
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 15 Año 1585
ceder el maestre de campo. Pusiéronlo por obra, campo don Luis de Icinize oyó a los soldados la
y sin detenerse una hora le enviaron con 12 determinación de los veinticuatros en que dentro
hombres de a caballo a intimar guerra sangrien- de dos horas harían que las desembarazase,
ta advirtiéndoleque en nombre de su majestad mandó a los de su guarda fuesen a juntarse con
con todo rigor, como a traidor e in-
la llevarían los otros, y todos impidiesen la entrada a los con-
quietador de la república si no se contenía en trarios.
ejecutar sus disparatadas intenciones. Los veinticuatros con la noticia arriba dicha,
Viendo maestre de campo don Luis de Ici-
el sin detenerseun punto partieron de las casas del
nize tanta resolución en los veinticuatros decano con 80 hombres, llevando un tiro grueso
y alcal-
des ordinarios, con mucho disimulo les envió a en hombros de indios (el cual se había fabrica-
decir que harían muy bien de moverle guerra si do en esta Villa en ocasión antes de ésta), y tan
él daba algún motivo que fuese injusto, pero que buena maña se dieron que primero se vieron cer-
advirtiesen que pues él traía orden de su exce- cados los portales del cabildo
y tomadas todas
lencia para la averiguación de aquel caso, lo ha- las entradas de la plaza, que los otros fuesen so-
bía de llevar hasta el cabo aunque le costase la corridos. No pasaban de 30 soldados los que
vida, y que ahora les pedía en nombre del rey estaban en guarda de los portales salas, pero es-
y
don Felipe II no se moviesen a dar nuevos escán- [ioyjtaban amurallados con una fuerte paliza-
dalos hasta que su excelencia fuese segunda vez da, la cual puesta entre los 12 arcos se hacía muy
informado. Volvieron los 12 soldados con la res- dificultosa de romper para entrar. Plantaron el
puesta, que fue muy bien recibida del cabildo, cañón bien cerca de aquellos portales sobre can-
y
tornáronlos a enviar con orden que dijesen al tidad de costales llenos de estiércol de carneros
maestre de campo que ellos eran muy fieles vasa- de la tierra (que en una calle estaban para ven-
llos de su majestad y siempre habían procurado der), y entretanto los soldados de los portales
mantener la paz en los bandos que hasta allí ha- altos y bajos por ciertas troneras disparaban sus
bía habido; que nunca habían dado ocasión a arcabuces sin cesar, con notable peligro de los de
ninguna persona alta ni baja para que se les per- la plaza, pues mataron cuatro indios
y un espa-
diese el respeto que tan justamente se les debía; ñol de los que estaban componiendo la pieza
que las demasías de los corregidores pasaban a sin otros que quedaron malheridos. Dispues-
insolencias, causa de todos los daños que en lo ta, pues, en breve rato
y dándole fuego, si el es-
pasado y en lo presente se experimentaban; que truendo atemorizó a muchos que jamás lo habían
y
si con un solo justicia mayor no se podían averi- oído, la bala (dando en el capitel de una colum-
guar, cómo podrían con dos; por tanto que le na sobre que se sustentaban tres arcos) los echó
suplicaban en nombre de su majestad se fuese de al suelo con la máquina de un cuarto
y corredor
la Villa o a lo menos se estuviese quieto en ella que estaba encima, y sepultó vivos nueve solda-
sin dar más
escándalo, y que entretanto que no dos que debajo estaban.
desarmase y despidiese la gente alborotadora Deshecha esta dificultad entraron por allí mu-
que le seguía, ellos estarían
con la que tenían en chos de los vencedores con algunos veinticuatros
nombre del rey para la seguridad de sus perso- (que hacían oficio de capitanes) y mataron otros
nas y de toda la Villa;
y que pues el justicia don cuatro soldados que guardaban la puerta de la
Eulogio había entrado con mano armada a las primera sala. Los demás se rindieron pidiendo
salas del ayuntamiento, herido al alcalde ordina- por merced la vida, y el alférez real don Juan de
rio,
y ellos huido por no morir a manos de su Zárate (de quien atrás hemos dicho) saliendo
traición, lo tenían por enemigo declarado a un cabo del corredor que no había padecido la
y es-
peraban satisfacerse de aquel agravio; que pues ruina, batió una bandera diciendo a voces: "Viva
y
les tenían ocupadas las salas del ayuntamiento los el rey
y premie la lealtad de esta Villa”. Los de
soldados del dicho justicia, le hacían saber cómo la plaza dispararon toda su arcabucería.
dentro de dos horas estarían sobre ellos harían Esto sucedió a tiempo que habiendo el general
y
desembarazarlas mal de su grado. don Eulogio y el maestre de campo don Luis de
Calló el maestre de campo, no respondió pa- Icinize recogido hasta 200 hombres, sacándolos
y
labra ni hizo otra demostración más que entrarse contra su voluntad a muchos de sus tiendas (mer-
a una recámara, de donde llamando a un criado, caderes y oficiales) venían ya con ellos al soco-
le mandó que a toda diligencia fuese a dar parte rro, pero tarde porque ya se habían apoderado de
algeneral Eulogio de todo aquello que decían sus casas los veinticuatros, y cuando iban a en-
y
determinaban los veinticuatros. Obedeció el cria- trar a la plaza por la esquina del Reloj, los sol-
do, y los soldados volvieron sin respuesta aunque dados que la guardaban les dieron una rociada
con la noticia de que según el alboroto de la casa de arcabucería, conque se retiraron mal de su
del dicho maestre de campo, daban a entender se grado. Los señores cabildantes quedaron muy go-
daría favor brevemente a los soldados que esta- zosos con la restauración de sus casas, aunque
ban en guarda de las salas del ayuntamiento. Es- con alguna pena de ver el estrago que aquella
to era muy cierto, porque no podían dar mayor bala de 25 libras había hecho en ellas, pues fuera
pesadumbre a los del cabildo como haberles de haber derribado los arcos bajos y altos que
ocupado sus salas, y así luego que el maestre de eran de piedra, con otro cuarto que estaba enci-

195
Año 1586 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ma, penetró las dos tapias de una sala, dejándo- Pasada esta calamidad, el general don Eulogio,
la maltratada, y salió a dar en un corredor
muy y el maestre de campo don Luis de Icinize (que
donde paró: tanta es la fuerza de aquel infernal entrambos se tenían por corregidores de esta
instrumento que aquella obra (que se había he- Villa) dieron aviso al gobierno de Lima de todo
cho en seis años, y aún no se había acabado del lo sucedido, aunque ya se tenía noticia de nuevo

todo) la deshizo de lo mejor en un momento. virrey. Los veinticuatros y alcaldes ordinarios no

Sosegado algún tanto este escandaloso albo- quisieron desarmar ni deshacer sus compañías de
roto, se movieron compasivos los soldados triun- soldados, y de la misma manera el general y
2
fadores a desenterrar los cuerpos cuyo estrago maestre de campo, conque los soldados de unos
y otros hacían muchos daños en
hizo la bala, y sacaron dos que debajo de un grue- la Villa, y de-

so madero se habían conservado con vida aunque más de esto la tenían alborotada con las reñidas
muy maltratados. Los demás estaban hechos pe- pendencias que a todas horas había entre ellos.
dazos. Comenzaron luego a reedificar los porta- El maestre de campo don Luis procuraba diver-
les y salas, que (acabadas) quedaron con mayor tir el tiempo
y los ánimos con la visita de la caja
perfección en aquellos tiempos, y después se des- real, cuyo orden también trajo de Lima, y el ge-

hizo todo por impertinentes pareceres de los co- neral Eulogio intentaba y buscaba modos para
rregidores que fueron sucediendo, ocupando la que dicho maestre de campo desamparase la Vi-
mitad de la plaza con los edificios de las casas lla (que dos gatos en un saco mal se pueden

del cabildo (distintas de las primeras), casas del avenir). Visitó, pues, los libros reales, y halló
corregidor, cárcel pública, tiendas de oficios don- que desde el año [107'] de 1573 (en que ajustó
de están los escribanos y otras muchas tiendas y elexcelentísimo señor virrey don Francisco de
casas para rentas del cabildo, como ya queda di- Toledo haberse quintado 76,000,000 desde el
cho en otra parte; y donde antes eran las casas de 1545 del descubrimiento de este rico Cerro,
del ayuntamiento se hizo un mesón o tambo (que según dichos libros) se habían quintado desde
es todo uno) luego se arruinó y sólo servía de
:
dicho año de 1573 hasta éste de 1585 otros
sitio o cancha donde se entretenían los ociosos 40,000,00o.
con el juego de bolas, y ahora está fundada en él
1 Empieza, pues, a hacerse patente en la composición de es-
la iglesia y convento de las Recogidas.
tos pasajes de la primera parte de la Historia la técnica de
1. En los documentos coetáneos no se encuentran referencias superposición de elementos irreales sobre elementos reales:
a este episodio, que por la intervención directa del corregidor la Historia superpone el nombre de don Eulogio, irreal, so-
guerra bre el nombre real de don Alonso de Zúñiga y Figueroa; éste
y el cabildo sería tanto o más grave que los de la
entre vicuñas y vascongados cuarenta años después. En los tuvo una actuación real en Potosí pero no como corregidor o
extensos informes que de la audiencia de La Plata fueron al justicia mayor sino como teniente de corregidor y no prota-

Consejo de Indias sobre los hechos más importantes ocurridos gonizó los excesos que dice la Historia. Don Luis de Icinize
en el distrito en el año 1585 (Levillier, Audiencia de Charcas, es una superposición sobre el nombre real de Luis de Isun-
ll, 205, 213, 240, 245) se habla con detalle sobre muchos za, quien estuvo a cargo del gobierno potosino, en efecto,

acontecimientos potosinos de actualidad, y, como es de supo- pero en otro momento y en circunstancias diferentes ("Lista
ner, sobre las querellas del corregidor Ortiz de Leiva con los de gobernadores de Potosí”). [M]
oficiales reales y los vecinos principales de Potosí, conflicto 2. Esta cifra es cercana a la que ofrece Capoche, quien calcu-

en que intervino la audiencia enviando a la Villa al oidor la una producción de 34,714,325 pesos para el lapso com-

Lopidana; pero nada se dice sobre los gravísimos disturbios prendido entre 1574 y el día de San Juan de 1585 (Capoche,
del general don Eulogio, don Luis de Icinize y el cabildo. Relación, p. 51). [H]

Capítulo XVI

LA REAL AUDIENCIA DE LA PLATA ENVÍA UN JUEZ PARA COMPONER


LOS DISTURBIOS DE ESTA VILLA. PRETENDE ÉSTE EL GOBIERNO,
Y MUÉVENSE NUEVOS ESCÁNDALOS, GUERRAS Y
DERRAMAMIENTO DE SANGRE

ON suma infelicidad gozaba Potosí de Viendo, pues, la real audiencia de La Plata que

C sus riquezas o por mejor decir penaba


por ellas, pues su misma prosperidad
le ocasionaba y acarreaba tanta adver-
sidad, porque es claro que si no abundara la plata
no acudieran por ella tanta variedad de gentes
entre

solo en
general don Eulogio y el maestre de
el

campo don Luis se iba encendiendo el terrible


fuego de la ambición por querer cada uno ser
el gobierno, envió al licenciado Cristó-
bal de Eslava para que atajase el incendio com-
como acudían a esta Villa, causa de tantas inquie- poniendo como mejor pudiese aquellos dos jue-
1
tudes. no Machuca presentó una petición contra los extranjeros en
Potosí en 1577. XIII. 18 adjuntando una lista de extranjeros
residentes en la Villa (Archivo de Indias, Charcas 35. N
9
1 Los documentos coetáneos rebosan de noticias sobre los
.

El virrey Toledo envió a la audiencia de Charcas una


muchos extranjeros y otros elementos de perturbación que 23).
carta en 1580. VIII. 8 señalando "la perniciosa afluencia de
acudían a Potosí atraídos por el ansia de riqueza. Juan Loza-

196
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO l6 Año 1586
ces, el cual llegó a esta Villa
en el mes de febrero muy descompuestas contra el motor licenciado,
de año de 1586 y fuera mejor que nunca lle-
este reprendiéndolo de revoltoso y enemigo de la paz.
gara, pues no sólo no ejecutó el orden que traía Con este motivo se encendieron los ánimos así
mas antes, a título de juez reparador de los dis- de los señores azogueros como del licenciado,
y
turbios se levantó con el gobierno de la Villa: tanto que encontrándose en la plaza con el dipu-
conque tenemos ya tres jueces que nos darán de tado don Fernando Arzáns, le dijo este caba-
sus vanos alborotos bastantemente que decir en llero entre otras palabras descompuestas que le
este capítulo. 2 cortaría la lengua mano con que había pronun-
y
Lo primero que hizo el nuevo juez licenciado ciado y escrito aquellos desatinos, a no ponerse
y
fue introducir un pleito entre los veinticuatros de por medio muchas personas de cuenta que
y señores azogueros, sobre que en cierta conver- allí estaban lo pasara muy mal el licenciado,
sación le dijeron los veinticuatros cómo los azo- porque arremetió para él con un puñal. Aparta-
gueros debían pagarles los sitios en que habían dos que fueron cada uno se encaminó a su casa,
fabricado los ingenios. Y
como el juez licenciado y como cada cual se tenía por agraviado al punto
estaba disgustado porque los azogueros no ha- se previnieron de gente
y armas. Al licenciado
bían hecho ningún caudal de su venida, toman- Cristóbal de Eslava le dieron favor los andaluces
do muy a la medida de su deseo la ocasión de
y extremeños; a don Fernando, el general don
satisfacerse les dijo que pusiesen luego la deman- Eulogio, con todo el gremio de azogueros, crio-
da, que él les pondría en las manos brevemente llos y castellanos. El maestre de campo don Luis
el buen efecto. Comenzóse el pleito ante el ge- de Icinize, como contrario del general, quiso
neral don Eulogio (que siendo fundado por só- también con aquella ocasión probar la mano,
lo pasión serían tales los escritos) porque se la daban los vascongados (que se ha-
y los azogue-
ros acudieron con la respuesta, alegando entre llaban ya muy poderosos en esta Villa)
y los na-
otros derechos cómo el principal era haberles varros, portugueses algunos
y extranjeros.
hecho donación el excelentísimo señor don Fran- Cosa lastimosa (dice el capitán Pedro Mén-
cisco de Toledo de aquel sitio 3
(y otro mayor si dez) era ver un pueblo cristiano, prevenidos
fuese necesario) en nombre del rey don Felipe II, sus moradores para despedazarse los unos a los
2.
de quien esperaban nuevas donaciones otros, tan sin caridad, vergüenza ni temor de
y privi-
íegios,
y que así no responderían a otro ningún Dios, trayendo la voz del rey de plaza en plaza,
escrito por ser disparatada la petición. Añadie-
y de calle en calle por capa de sus pasiones, ven-
ron en esta respuesta algunas razones palabras ganzas y ambiciones infernales. Estaba puesta
y
vagabundos, casados sin sus mujeres, extranjeros gente de to-
en tal estado esta desdichada Villa que los mer-
y
das las ciudades del Perú a Potosí” (Audiencia de Charcas: caderes ni oficiales [108] no abrían sus tiendas
Cartas y relaciones). El rey ordenó al virrey del Perú
audiencia de Charcas en 1580. XII. enviar "una relación
y a la por temor de que allí dentro no los matasen los
7 de
los extranjeros que asisten en la Villa de
Potosí, ministerios soldados apasionados, como lo habían hecho con
en que se ejercitan e inconvenientes que podrían resultar de su
algunos. Los nobles no osaban salir de sus casas
residencia (Archivo de Indias, Charcas 415, libro II, f. 27-

2 v ). y una "Lista solos sino en cuadrillas por no ser acometidos,


7 y minuta de los extranjeros que hay en la
villa de Potosí” fue remitida en 1581 (ibid., Charcas 41).
La situación no mejoró y la audiencia de La Plata advertía
presos y ultrajados, porque las cosas de gober-
al rey en 1584.II.20 sobre el peligro permanente, nación y justicia todas andaban turbadas
especial-
mente en razón de los piratas ingleses que merodeaban en las y co-
rrompidas, que como los jueces eran tan malos
costas del Perú (Levillier, Audiencia de Charcas, II, n 4-1 15). y
El motín intentado en 1583 por Juan Fernández, vecino tiranos, y las cosas iban por fuerza
Potosí (ibid., II, 55 - 59
de y tiranía y no
la rebelión de los mestizos en
) y por orden ni derecho, pues cual andaba la salud
1586 preocuparon también a las autoridades. Sobre este último
episodio véase la "Información, confesiones
y providencias y disposición de la cabeza, tal la tenían los miem-
tomadas en Potosí sobre lo acaecido en el motín que ocasio-
naron los mestizos de aquella población, 1586. II.
bros, tantoque entre los malos tiempos que esta
1 (Archivo
de Indias, Patronato, 191, N’ 5 ).[H] Imperial Villa ha tenido, fueron aquellos de los
La audiencia envío a Potosí en 1585-1586 dos comisiona- muy infelices y tristes, permitiéndolo así Dios
dos, pero no a la persona ni en la fecha ni para el objeto
que apunta la Historia: para castigo de los malos de que abundaba esta
a) El licenciado Juan Díaz de Lopidana, oidor de la au-
Villa entonces,
diencia, estuvo en Potosí desde 1585.XI.12 hasta 1586.III.7 y para más perfección y mérito
principalmente para remediar las disensiones entre el corre- de los buenos que entre ellos padecían. 4
gidor Ortiz de Leiva y los oficiales reales
y vecinos principa- Sucedió un día que yendo el cabildo en forma
les (Acuerdos de Potosí, t. V, f. T
233 261; Levillier, Audien-
,

cia de Charcas, II, 208, 241). a una fiesta que se hizo en la iglesia mayor, ba-
b) El licenciado Juan Rodríguez de Mora, oidor de la
jaba por la esquina del Reloj el general don Eu-
audiencia, estuvo en Potosí desde 1586. XI. 12 hasta 1587.
III. 9 para despachar la plata del rey logio con 50 hombres de guarda, el cual habló
y para otros efectos aje-
nos al tema de la Historia (Levillier, Audiencia de Charcas,
II, 259, 274; Audiencia de La Plata: Acuerdos, t. VI,
muy descomedido con los veinticuatros diciendo
f. 142*).
El licenciado Cristóbal de Eslava, no desempeñó ninguna ser ellos causade tantos alborotos. Los veinti-
comisión de la audiencia ni tuvo figuración oficial ninguna en cuatros lo desmintieron le cargaron toda la cul-
1586 en Potosí ("Acuerdos de Potosí”, t. V). En 1587 fue y
pa con razones de experiencia,
y por esto indig-
varias veces teniente de justicia mayor, no por nombramiento
de la audiencia sino del capitán Juan Ortiz de Zárate, a la
sazón visitador y justicia mayor de Potosí ("Lista de gober-
3.Méndez, segunda parte, capítulos 13-14. [A]
nadores de Potosí ’). Ni los acuerdos del cabildo ni la corres-
4.Tiene interés tomar en cuenta cláusulas como esta, en que
pondencia de la audiencia, inédita (Archivo Nacional de Bo- laHistoria sirve de vehículo a la expresión de opiniones del
livia) o publicada (Levillier, Audiencia de Charcas)
dan autor sobre la realidad social y política de la Villa en su pro-
cuenta de los episodios que en este capítulo aparece protago-
pio tiempo, opiniones superpuestas sobre tiempos anterio-
nizando el licenciado Eslava. [M]
res. [M]

197
Año 1586 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

insolencias que hacían la vil que se había


gente
nado general desnudando la espada arremetió
el

para ellos con mucha cólera. Los nobles cabil- introducido en los guardas. Asimismo los tres

dantes (que venían con muchos de sus criados y juecesgobernaban cada cual por su cabo, descom-
negros esclavos que casi igualaban en número a poniendo lo estatuido en el Cerro, en la Ribera,
los del general) sacando todos las espadas se y en todo lo demás
que con la ayuda de Dios
comenzaron a defender con mucho valor, aun- había dispuesto y repartido para el buen gobier-
que con más riesgo de sus personas porque los no el excelentísimo señor don Francisco [108']
contrarios les dispararon muchas escopetas y pis- de Toledo.
tolas, con que mataron cuatro esclavos y dos cria- Estando en este estado la afligida Villa llegó
dos españoles, quedando heridos cuatro o cinco a ella la noticia de cómo eran ya pasados algunos
personas de las del cabildo, y si no fuera por el días 5 que el excelentísimo señor don Fernando

sumo valor con que los negros pelearan perecie- de Torres y Portugal, conde de Villar de Don

ran los señores. Pardo, se había recibido por virrey de estos rei-
No faltó quien brevísimamente diese aviso al nos, siendo el séptimo en número de los que con

licenciado Cristóbal de Eslava (a cuya parte es- dicho cargo gobernaron este riquísimo reino. El
taban inclinados los veinticuatros) y en un ins- capitán Pedro Méndez dice que más de dos meses
tante acudió al socorro con los andaluces y extre- antes llegó esta noticia a esta Imperial Villa, la
meños. Entraron a la plaza de tropel y tomando cual el mismo señor virrey despachó con un sol-

por las espaldas a los del general emplearon muy dado, por traerles una real cédula del prudentí-
bien sus arcabuces, pues quitaron la vida a 13 de simo rey don Felipe II para los señores azogueros
ellos sin otros muchos heridos. Los demás hu- con grandes preeminencias. Y
como de esto tu-
yeron y general se escapó, asistido de buena
el viese noticia el licenciado Cristóbal de Eslava,

suerte, porque le tiraron muchos balazos cuando que en todo se mostraba muy contrario a aquellos
iba huyendo sobre una muía que su fortuna le señores, hizo que en Tarapaya lo detuviesen, y
deparó en la esquina del Gato, y no paró hasta aun pasó adelante su atrevimiento quitando al

meterse entre los nuevos edificios del convento soldado los pliegos y poniéndolo en prisiones.
de San Agustín. En ellas estuvo tiempo de dos meses (que fue-
Sabido por los señores azogueros la rota del ron los que duraron los alborotos entre los tres

general, juntaron más de 160 soldados criollos jueces que quedan dichos) hasta que valiéndose
castellanos con hasta 1,000 indios, y esperaron de uno de los que estaban en su guarda (que se
y
al día siguiente para ir en busca del licenciado, el le mostró muy fiel) con todo secreto dio aviso

cual fue avisado aquella noche de lo que se inten- a los diputados del gremio de azogueros.

taba contra él, temiendo su ruina (porque sólo Sabido esto por dichos señores diputados se
y
tenía 80 hombres, y aun de éstos eran 30 de los temió otra fatalidad en la Villa, porque juntaron
que tenían ocupados en su guarda los venticua- todo su poder y le hicieron fuertes amenazas al
tros) acordaron de pedir favor al maestre de licenciado diciendo que si dentro de una hora no
entregaba todos los pliegos que les había remi-
campo don Luis de Incinize, que como era tan
contrario del general acudió con todos los que le tido su excelencia, lo destruirían de modo que

seguían y así formaron sus escuadrones compues- no quedase ni aun memoria suya ni de todo cuan-
tos de 200 hombres, 50 caballos y los demás in- tos le seguían.Temió el licenciado, y temieron
fantes bien armados. Los contrarios no tenían todos cuando se publicó la sinrazón que se les
caballos, pero en todo se aventajaban porque había hecho. Luego al punto les envió con mu-
además de ser mayor en número tenían el ca- chas ceremonias de cortesía y disculpas los plie-
ñón de artillería que los veinticuatros (cuya era) gos. Enviaron por el soldado y trajéronlo con

habían dado con los 30 soldados de su guarda. mucha confusión del licenciado, porque viendo
su maldad lo desampararon todos: el cabildo
Perdiérase la Villa sin duda alguna si llegaran
a rompimiento, porque lo más principal y noble retiró lagente con que le ayudaba, y el maestre
de ella estaba metido en este alboroto tan des- de campo (después de haber hecho la misma di-
agradable a Dios, al rey y a los buenos vecinos. ligencia) le reprendió su desatino. Finalmente

No tuvo efecto la batalla por haberse metido de por este medio comenzó el sosiego de la Villa,
por medio los ruegos y persuasiones de todo el que tan necesario era para el bien común. Los
estado eclesiástico, que andaban de unas cabezas veinticuatros hicieron las amistades con los azo-

en otras apagando aquel terrible incendio. Sose- gueros, de la misma manera el general don
y
gados, pues, se retiraron a sus cuarteles sin que- Eulogio con unos y con otros.
rer deshacer sus escuadrones, continuándose por Luego se abrieron las cartas en cabildo cele-
8
brado sólo para este propósito, se leyó la real
esto las calamidades de esta Villa porque entre y
los soldados o guarda de los señores había a to-
das horas pendencias, heridas y muertes, vengan- 5. Varios cientos de días, pues el conde del Villar entró en
Lima en 1584.XI.25 (Mendiburu, Diccionario histérico-bio-
do con esta ocasión sus antiguos y presentes agra- gráfico del Perú, VIII, roo. [M]
vios. Demás de esto había grandes robos en el 6. En ninguno de los acuerdos del cabildo de Potosí celebra-
dos en 1586 para abrir cartas del virrey se menciona esta
poblado caminos; quitaban también a los mi-
y cédula real. Lo mis parecido que en la documentación poto-
Tole-
serables indios sus hijas y mujeres, con otras sina coetánea se encuentra es una provisión del virrey
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO l6 Año 1586
cédula que el año pasado había dado el benigní- fortaleza de Sansón, la sabiduría de Salomón,
simo monarca don Felipe II en la ciudad de Za- la ligereza de Azael, la hermosura de Absalón,
ragoza tan en favor de los azogueros de esta las riquezas de Creso, la liberalidad de Alejan-
Villa que como dije en el capítulo 7 de este libro dro, la justicia de Trajano, la elocuencia de
V les dice por excelencia "Los señores azogue- Demóstenes, y el celo a su patria de Cicerón, en-
ros de la Villa Imperial de Potosí en el mi Reino tiendo que no tendrá tantas gracias cuando sea
Nuevo de Toledo, llamado Perú, mis muy leales perseguido. ¡Oh cuántas ruinas se han visto en
vasallos”. Y
más adelante en esta misma cédula, Potosí por no poderse librar de este infernal vi-
según los autores que en dicho capítulo van cita- cio, cuántos caudales se han perdido
y cuántas
dos, adonde dice (entre otras preeminencias) insolencias no han hecho por él Perdidas, pues,
!

que no puedan ser presos por deuda alguna, dice aquellas cédulas, adquirieron después otras, da-
su majestad: "Y cuando fuere deuda real pro- das, por los magníficos reyes don Felipe III
y don
cedida de mis azogues, se les podrá hacer esperas Felipe IV, que pondré a su tiempo.
por el tiempo que pidieren y fuere más conve- Viendo el excelentísimo señor virrey don Fer-
niente, con que tengan la Villa por cárcel, hasta nando de Torres y Portugal lo bien que miraban
y
30 leguas en contorno, salvo sí para alejarse lasmajestades católicas a los azogueros de esta
algunos centenarios de leguas, según lo dilatado Imperial Villa, quiso también de su parte honrar-
de aquel mi reino, dejaren bastante seguridad, los con otras honoríficas provisiones, en que de-
pues siendo mis ricos hombres ayudados con los más de hacerles donación en nombre de su ma-
mismos efectos de mi real caja podrán satisfa- jestad de los sitios que necesitasen para fabricar
cerme con más conveniencia suya”. más abajo Y los ingenios y viviendas que más quisiesen, man-
añade diciendo: "Pues se les debe atender en dó que los precios de aquellos materiales (perte-
todo por la mucha fidelidad con que (según so- necientes a los dichos ingenios) de varios me-
mos informados por nuestros virreyes, audiencia tales, maderas
y otras cosas, fuesen con más
de los Charcas y otros ministros de aquella Villa) moderación que a los demás vecinos: "Item, que
acuden a mis reales quintos”. Más adelante dice: cuando se trajesen de la provincia de Tucumán
"Porque los dichos mis azogueros, capitanes a los ejes para las ruedas de los ingenios, fuesen
guerra y paz, son el lustre de aquel rico Cerro obligados los vecinos de aquellos caminos
y y po-
los que mantienen la grandeza de aquella noble blados a dar ayuda con sus personas, bueyes y
y augusta Villa, y en quienes estriba la esperanza muías para conducir las carretas en que venían,
de mis reinos”. Finalmente (como dicen el capi- con graves penas si así no lo hiciesen”, y de la
tán Pedro Méndez, don Antonio de Acosta Bar- misma manera obligaba a todos los habitadores
y
tolomé de Dueñas) no se vio tanta manera de de los tambos (que es lo mismo hoy que meso-
favores, tantas preeminencias, honores nes), caminos y poblados desde la Frontera a
y fran-
quezas y privilegios juntos en esta
y otra cédula Potosí, para cuando trajesen las ruedas
y mazos
que les dio antes de ésta (el año de 1580) aquel para los dichos ingenios. "Item, que los dichos
benignísimo y prudente rey a dichos señores señores azogueros puedan tener en sus ingenios
azogueros, aunque en esta segunda que dio en (donde habitaren con su familia y ricos cauda-
Zaragoza el dicho año de 1585 afirman que echó les) gente de guarda española con seis bocas de
el resto de sus liberalidades. fuego, y que los negros sus esclavos puedan traer
Pero es dolor grande (como dice don Juan Pas- sus espadas”. 7 Estos y otros muchos privilegios
quier autor más moderno) para los señores azo- les concedió su excelencia en nombre de su ma-
gueros el haberse perdido entram[i09]bas cédu- de los que trajo de España.
jestad, fuera
las, o por más claridad (añade el dicho autor) Pocos días después que fue recibido en la ciu-
haberlas aniquilado la envidia de un corregidor dad de Los Reyes el excelentísimo don Fernando
mal intencionado. Ya dije en el capítulo 7 de este de Torres y Portugal, conde de Villar de Don
libro V cuál fue el que les hizo este daño. si Y Pardo (que fue este año de 1586 como arriba
(como quiere este autor) lo causase la envidia, dijimos) sucedió en aquella ciudad aquel espan-
es vicio de los más antiguos del mundo, el que toso temblor 8 que derribó gran parte de los edi-
más se usa y no tendrá fin hasta que el mundo ficios, casas
y templos de ella, y dejó otros muy
lo tenga, es vicio de que uno no puede librarse. quebrantados y maltratados; y si la divina mise-
Del mentiroso podemos guardarnos excusando ricordia no previniera, con un grande
y sordo
el conversar con él; del soberbio no igualándo- ruido que se oyó antes del terremoto, muriera mu-
nos con quien lo es; mas del envidioso no basta chísima gente, pero no murieron más de 20 por-
huirle ni menos halagarle. Es tan poderoso y que todos se salieron a las plazas
y a los campos
atrevido este vicio que (como dice una docta donde los edificiosque caían no los podían coger
pluma) no hay homenaje que no escale, ni muro debajo. Corrió este terremoto por la costa del mar
que no derribe, ni mina que no contamine, ni 170 leguas y en ancho por la sierra más de 50,
potencia a que no resista, ni hombre a que no
7. Entre provisiones del conde del Villar asentadas en los
las
acometa. Si hubiese alguno en quien se hallase la
libros del cabildo de Potosí tampoco se encuentran las que
menciona Arzáns en este párrafo. [M]
do, fecha en el valle de Yucay, 1571.V.22 (Mendoza, "Do- 8. Este temblor ocurrió en 1586.VII.9 (Levillier, Gobernan-
cumentos de minas", N 9
80). [M] tes del Perú, X, 171). [M]

T 99
Año i$8j HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

poco después de pasado salió de sí el mar y motos en estos reinos tomaron ocasión muchas
y
con furiosa braveza entró dos leguas la tierra personas buenas, así sacerdotes como seculares,

adentro, y subió 1 5 brazas en alto. Pocos años de escribir a los moradores de esta Imperial Vi-

antes de éste sucedió otro en la costa de Chile, llade Potosí pidiéndoles tuviesen paz y deja-
que derribó montañas altísimas con que cerró las sen enemistades tan continuas, advirtiéndoles
madres y corrientes de algunos ríos dejándolos que si así no lo hacían experimentarían nuevos
hechos lagunas, derribó pueblos, mató muchos castigos por su rebeldía; y la misma amenaza
hombres, sacó el mar fuera de sí por muchas le- y petición les
hizo el nuevo virrey que acaba-
guas y dejó los navios en seco muy lejos del ba de experimentar en aquella ciudad tan lamen-
agua. Con el espanto que causó estos fieros terre- table estrago.

v
[
io9 ] Capítulo XVII

DE CÓMO AL GENERAL DON EULOGIO LE VINO EN PROPIEDAD EL CO-


RREGIMIENTO DE ESTA VILLA DE POTOSÍ, Y DE CÓMO VOLVIÓ
A ROMPER LA PAZ INTRODUCIENDO NUEVAMENTE
MUY SANGRIENTOS BANDOS ENTRE
LOS CRIOLLOS Y LAS DEMÁS
NACIONES

Y en el capítulo 14 de este libro V


A dije ticuatros, les dijo algunas palabras descompues-
cómo viendo el general don Eulogio tas, a que estos señores satisfacieron con otras
Alonso de Zúñiga y Figueroa (que semejantes, y a no ponerse de por medio los dos
toda esta carga de nombres tenía, cau- alcaldes ordinarios hubieran andado a puñadas
sa de tomar cada uno de los autores el que el corregidor y el decano. Con la imprudencia
quería) que el ilustre cabildo de esta Imperial del general se rompió la paz y buena amistad
Villa no lo quería recibir por corregidor pro- que con gusto generalse había hecho (tan necesa-

pietario sino sólo por justicia mayor (origen de ria eimportante a la conservación de las gentes
tantos males como sucedieron durante el tiempo que la llama Cicerón descanso de la vida, fru-
de su gobierno) ocurrió a España por la confir- to de la virtud, sumo bien de los contentos hu-
mación del corregimiento, en que (como dije en manos, vínculo firme de la prosperidad, fortaleza
el capítulo arriba citado) estaba nombrado para de las adversidades, y compañera de los peli-
después que hiciese ausencia el general Marceli- gros). Volvieron los veinticuatros a tomarse con
no; y como [éste] fue muerto en aquella batalla, el general, faltándose al respeto en actos públi-
vino a tomar posesión y sucedió la repugnancia cos con mucho escándalo de la Villa, y como el
de los veinticuatros. decano era peruano y de la misma nación los
Estando, pues, los tres jueces aun todavía con más de los veinticuatros, mostrábales el general
el tema de gobernar cada uno por su parte llegó muy mal afecto y procuraba que todas las demás
en el mes de febrero del año de 1587 la confir- naciones hiciesen lo mismo. Reconociéronlo así
mación del corregimiento para el general don los peruanos o criollos, y aun llegaron a descu-
Eulogio, y así fue el sexto en número de los co- brir cierta conjuración perversa y escandalosa dis-

rregidores propietarios de esta Imperial Villa. puesta por el dicho general, la cual era que para

Llególe también con dicha cédula otra merced un día señalado se juntasen 200 hombres de las
de un hábito de Calatrava, y asimismo la de al- naciones de España para que en su compañía im-
calde mayor de minas del rico Cerro, que es renta provisadamente diesen en los criollos en plazas,
muy considerable en estos tiempos y la era mejor calles y casas, y los desarmasen, particularmente

en aquéllos. Cuando se leyó en cabildo la cédu- todas las de fuego, y las cotas, rodelas, coletos
la, como todavía le durase el enojo con los vein- y jubones fuertes.
1

i. No
hubo nunca la supuesta confirmación real de don Eu- corregidor y varias cédulas reales correlativas se encuentran
pudo leerse en el cabildo, en cuyos libros no se
logio, ni en el Archivo de Indias (Charcas 415, libro I, f. 147-149).

encuentra ni rastro de todo esto. Tampoco Zúñiga recibió la Inicialmente el cabildo de Potos! trasmitió al rey su compla-
merced de alcalde mayor de minas, pues en 1587.I.29 entró cencia por La designación de Zores, en 1588. II. 15 (ibid.,
en posesión de esc oficio don Luis de Carvajal, sucediendo a Charcas 32, N' iy), V el presidente de la audiencia de La
Diego Bravo (Acuerdos de Potosí, t. V, f. 295). Véase supra, Plata, licenciado Cepeda, coetáneamente se refería a él como
capítulo 14, nota 4. [M] “buen republicano y hombre de sana intención; en lo que ha
I.as idas y venidas del corregidor real de entonces, don mostrado ha dado a entender ser sagaz y prudente” (Levillier,
Pedro Zorcs de Ulloa, están bien documentadas. Su título de Audiencia de Charcas, II, 373). Al cabo de un año, en 1589.

200
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 17 Año 1587
Habría en esta Villa (según el capitán Pedro Fue así que para el día 6 de agosto de este
Méndez) en la ocasión más de 500 hombres na- año tenían determinada la ejecución, y sucedió
turales de varios reinos del Perú, aunque de que tres días antes, estando en la calle de los
éstos los más eran de Mataca y otros valles cir- Césares el capitán Pineda, andaluz, pasó por ella
cunvecinos, y con sus padres (unos de España Juan Pérez Ramusio, criollo de Mataca, y vién-
y
otros criollos) asistían en esta Villa en que tam- dolo el Pineda le dijo (son las mismas palabras
bién había ya niños naturales de ella de dos o tres del autor Méndez) : "Ven acá mestizo, ¿sabes
años, que mediante la intercesión de San Nico- persignarte?”. Llegóse Juan Pérez con mucha
el
lás de Tolentino (como ya tengo dicho) se logra- socarra muy cerca de él, y de improviso desnudó
ban, lo que antes no se pudo por el riguroso tem- un alfanje que traía en lugar de daga y díjole:
ple. Y como secreto entre muchos no lo puede "Mis padres que fueron andaluces como los vues-
ser, los mismos señalados para el efecto lo des- tros me mostraron hacer el Per signum crucis de
cubrieron. Los criollos que llegaron a saberlo, esta manera”, y diciendo
y haciendo antes que
sin alboroto ninguno se fueron a los veinticuatros pudiese defenderse, le dio al Pineda un fiero gol-
de su nación y dieron parte de lo que se intentaba pe en la frente. Cayó en tierra no tan herido como
contra ellos. Anduvieron inquiriendo si sería or- aturdido, y entonces el Juan Pérez con más cólera
den de su majestad por algún mal informe, le hizo pedazos la frente
y y murió luego. Acudió
viendo que no habían cometido crimen ninguno mucha gente y el agresor se fue a casa de Lucas
contra su rey y señor natural, sacaron en limpio Morón, a quien los criollos (por serlo él) habían
ser solamente sobrada pasión del general contra señalado por capitán en la defensa que querían
ellos: además que luego descubrieron el fin del hacer oponiéndose a la temeraria resolución del
trato, y era que después de efectuado el desar- corregidor.
marlos, darían parte a su majestad Alborotóse la Villa con este suceso. Los criollos
y le infor-
marían cómo era muy conveniente aquella dili- se recogieron en casa de Lucas Morón, previ-
gencia para el sosiego de la Villa por cuanto (por niendo el lance. Los andaluces, vascongados y
decirlo solamente el apasionado general) eran extremeños, castellanos y otras naciones acudie-
los inquietadores de ella, soberbios y crueles. ron a la plaza por orden del corregidor, y sin
Con de modo los criollos
esto se impacientaron detenerse un punto dieron en los criollos que
que comunicándose los unos a los [no] otros sin orden salieron con su caudillo Morón a la
en breve tiempo se resolvieron a la defensa, si calle,
y por entrambas esquinas fueron acometi-
bien disimularon prevenidos esperando la últi- dos, donde murieron muchos;
y con esto (sin
ma resolución del corregidor. pasar adelante con la victoria) se entretuvieron
los de aquellas naciones en celebrarla con risadas
II 24 (Archivo de Indias, Charcas
42) los potosinos se que-
jaban sobre el corregidor, quien daba su propio punto de y saltos de placer de ver caer, tropezar y huir a
vista en 1588.III.23 los que parecían estar ya de todo punto venci-
y 1589.III.13 (ibid., Charcas 16. Char-
cas 42). Finalmente, en 1589.VII.20 el cabildo escribió
al rey dos: lo cual fuera así si prosiguieran peleando
informándole haber sido faltado al respeto por el corregidor
de aquella villa; pide se dé un castigo ejemplar
y con todo y no se detuvieran en despreciarlos.
rigor {ibid., Charcas 32). El corregidor presentó sus des- Una cosa es tener y alcanzar victorias, otra
cargos, como se ve en 1590. III.
6, "Carta de la audiencia de
Charcas a su majestad remitiendo el proceso de los vecinos lograrlas. Hazaña es la de la divina providencia
de Potosí, acusados por el corregidor don Pedro Zores de el vencer con sus propias victorias a los vencedo-
Ulloa por desacato contra su persona” (Levillier, Audiencia
de Charcas, Ul, 78). res, porque es peor no saber vencer que ser
El corregidor quiso asegurarse de que la corona apreciaba vencido. Dios (para su castigo) no necesita de
la calidad de su desempeño, presentando dos memoriales
en
1 590^ (Archivo de Indias, Lima 199, confederar su justicia con la calamidad del delin-
y Lima 272) y en 1603
una "Probanza de méritos y servicios” de 154 folios {ibid., cuente. Para empobrecer da riquezas, para rendir
Lima 215).
da victorias, para desautorizar da honras;
La "Residencia tomada a don Pedro Zores de Ulloa, corre- y por
gidor de las minas de Potosí por el oidor de la audiencia de contrario autoriza con
el el desprecio, con la pér-
La Plata” en 1594 cuenta, 1,391 folios {ibid., Escribanía
de Cámara 865). La audiencia, al opinar sobre su probanza dida hace victoriosos, y ricos con la pobreza.
y su residencia en 1596. II. 8, alabó su actuación como corre- Parte de lo dicho se ha de verificar sin respuesta
gidor. Su administración pacífica
y eficaz aumentó la produc- en el general don Eulogio y en los que le seguían,
ción de plata y los reales quintos. Organizó el trabajo de los
indios, estimuló nuevos procedimientos de beneficio, cons- que ahora diré.
truyó tres lagunas, puentes
y caminos; visitó las minas con
riesgo de su propia vida, y durante un hundimiento de minas Viéndose, pues, perdidos los criollos por últi-
estuvo durante 40 días con sus noches en el sitio del desas- mo esfuerzo acometieron juntos a los que que-
tre; y recogió un empréstito gracioso de 200,000 ducados
para el rey. Durante la epidemia de viruela en que enfermaron daban la calle arriba donde estaba el corregidor
47.000 personas, estableció hospitales en las iglesias y gastó con los suyos gozosos de ver la ruina de sus con-
grandes cantidades de su propio peculio. Se da también un
esquema de su vida: sirvió 14 años en Italia antes de pasar trarios, y con gran valor (por no morir como los
a las Indias; peleó en Lepanto, Navarino
y en la conquista compañeros) emplearon sus arcabuces en una
de Túnez; estuvo cautivo en Argel 18 meses
y fue rescatado gran tropa que por allí estaba; y fue tan buena
con 3,000 ducados. Su única recompensa fue el corregimiento
de Potosí. La audiencia concluye "que nunca ha sido gober- la suerte que por los muchos que cayeron les
nada aquella villa ni tenido corregidor que entienda la má-
quina de ella y henchido sus vacíos como don Pedro de Ulloa”. dieron los otros franca salida a otra calle. Los
El tribunal recomendó para él un "hábito de cualquiera de vascongados y castellanos, que les venían dando
las órdenes de Santiago. Calatrava o Alcántara
y 6,000 ó caza por las espaldas, se detuvieron porque sus
7.000 pesos ensayados de renta por dos vidas” (Mendoza,
"Documentos de minas”, N Q
192). [H] balas habían muerto algunos de sus mismos com-
201
Año 158-7 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

pañeros. Los criollos se fueron retirando más de en otras los gemidos y llantos de aquellos que
una cuadra hasta meterse en una casa vecina a la veían arder sus casas; aquí se acuchillaban dos,
del corregidor (que era en la calle de Santo Do- allí cuatro, acullá 10; caían unos, huían otros

de y todo era un lastimoso espectáculo cuanto


mingo) porque de todas partes, hasta las allí

ventanas, los abaleaban. Los del corregidor se veía. Abrasóse todo el barrio en cuyas llamas

los iban acosando sin darles lugar a poderse valer (fuera de la hija y criada del general) perecie-
de nada. Cerraron las puertas los criollos, y como ron otras seis personas. Los que murieron en los
los contrarios no las pudiesen derribar aunque lo encuentros al rigor de las armas no declaran
intentaron, trajeron fuego, y dándolo a las casas, los autores el número, más de que sólo dicen que

al momento, ayudado del mucho viento que a la fueron muchos de una y otra parte. Pasada esta
sazón corría, comenzaron a levantarse furiosas calamidad (que duró desde las 10 del día hasta
llamas por toda ella. Comunicóse el incendio a las 7 de la noche) se recogieron a sus casas todos

las que estaban vecinas, y a poco espacio (quizás los de la pendencia, heridos unos y cansados to-

en castigo de la demasiada pasión del corregidor, dos, maldiciendo al corregidor que los había me-
que de todos aquellos daños era causa) prendió tido en tanto mal. El cual no con pequeño dolor
en las casas de su vivienda, y sin poderlo reme- de su alma, hizo enterrar al siguiente día a su
diar, apoderado de toda ella perecieron en sus malograda hija, y lo mismo hicieron los otros
llamas (¡oh que lástima!) una hija sumamente parientes de los que habían muerto en la ba-
2
hermosa del corregidor, de edad de 10 años, otra talla.

muchacha indiana y una negra esclava. A los dos días después de esta fatalidad llegó
El desventurado y peor intencionado corre- a esta Villa otra causa y motivo de pena, que fue
gidor, como viese el incendio apoderado de su la noticia de cómo Francisco Draque [Drake],

casa dejó las armas y el bastón, y dejara cuanto inglés corsario, infestaba las costas de estas In-
poseía dentro de ella por no ver aquel estrago. dias con muchos daños. 3 El
virrey don Fernando

Ya no decía "Aquí del rey”, sino "Aquí de Dios, de Torres que participaba estas noticias, pedía
señores, que perece mi casa. Favor, ayuda, que con encarecimiento de parte de su majestad, un
se abrasa”. Y
diciendo estas y otras razones se- donativo para ayuda de la resistencia en los puer-
mejantes se metió por las llamas en socorro de tos de este peruano reino, porque se temía la

su hija, pero [no ] ya tarde, que tal diligencia


v
entrada de aquel enemigo que andaba pujante.
no sirvió más que de retirarse todo chamuscado. Con esta noticia dejaron los moradores de Potosí
Estaba (dicen el capitán Pedro Méndez y don por entonces sus inquietudes, y acudieron a la
Antonio de Acosta) el general, que su semblante contribución del dinero. Juntáronse en seis días
compasión aun a los duros y fie- 28,000 pesos que luego salieron para el puerto
y fatiga causara
ros enemigos. Y
aunque él tenía por cruelísi- de Arica, donde esperaba navio que los condu-
mos a los criollos de quienes sin ninguna ocasión jese al del Callao. Y aunque mientras se recogió
se había hecho tan mortal enemigo, y por esto y salió la plata, no hubo en esta Villa más es-
pudieran quitarle la vida en aquel lance pues ya cándalos, luego volvieron como bárbaros a las
se habían vuelto a rehacer, no lo hicieron porque armas; de cuyos efectos no se sacaban más que
4
veían que sus malas obras lo tenían ya en aquel ofensas contra Dios.
extremo. Pero acordándose que los más que en 2. Este episodio es otro ejemplo de superposición de lo irreal
sobre lo real. [M]
aquel punto eran sus contrarios por sólo lison- 3. Desde 11 de mayo de este año hubo en efecto
varias noti-
jear al corregidor antes habían sido sus amigos y cias sobre la presencia de corsarios ingleses en las costas del
Pacífico, y se resolvió enviar socorro de gente: 20 soldados
deudos (por serlo de sus padres), llegándose a vecinos (Acuer-
y pertrechos, a costa de su majestad y de los
ellos con palabras de sentimiento y las armas en dos de Potosí, t. V, f. 315’, 316, 333). [M]
unos a Hay muchos datos sobre invasores extranjeros en Dagnino
las manos se acuchillaron los los otros. Arica. [H]
y Olivera, El corregimiento de
Era notable la confusión de casi toda la Villa 4. La Historia calla que durante el año 1587 se
sucedieron
en el gobierno de Potosí el capitán Juan Ortiz de Zárate, el
que allí se había juntado, porque en unas partes licenciado Cristóbal de Eslava y el general don Pedro Zores
se oían las voces de los que apagaban el fuego; de Ulloa ("Lista de gobernadores de Potosí"). [M]
Capítulo XVIII

DE OTRAS CALAMIDADES QUE ESTA IMPERIAL VILLA DE


POTOSÍ PADECIÓ EL AÑO DE 1588

AS
calamidades que en este año de 1 588 pa- das, un día se habían juntado hasta 20 personas
deció esta Villa Imperial de Potosí por sus entre hombres y mujeres en una casa, donde ha-

I pecados cuentan en sus historias el capi-


as tán Pedro Méndez, don Antonio Acosta,
Bartolomé de Dueñas y don Juan Pasquier, 1 las
biendo comido y bebido demasiadamente, can-
sados también de bailar, a la media noche se re-
cogieron a dormir cada cual con su compañera
cuales fueron grandes y de varias maneras. Lo en la torpeza, cuando dos horas antes del día,
primero, dicen, que habiendo comenzado las estando todos en un profundo sueño (como si
aguas en el mes de octubre del año antecedente no tuvieran irritadas con sus culpas la divina
con grande fuerza se continuaron hasta el mes justicia) cayó un gran lienzo de pared
y luego
de enero, febrero y marzo de este año de 1588 el techo,
y los mató sin que escapase ninguno.
en el cual y por dichos tres meses llovió de tal Estas y otras lástimas sucedieron en tiempo
manera que por castigo de la divina jus-
se tuvo de tres meses que duró la fuerza de aquellas llu-
ticia por los pecados de sus moradores. vias, pues (según los autores arriba citados) se
Un día (dicen el capitán Pedro Méndez y los arruinaron 72 casas y perecieron en ellas 36
demás autores arriba citados) que se contaban 5 personas; y fueran más los muertos si los más de
de enero de dicho año, estando en el barrio de la los vecinos no se hubieran salido a los campos
parroquia de San Lorenzo un hombre de los
y plazas con sus toldos o pabellones, donde les
reinos de España durmiendo en compañía de una era más conveniente que a todas horas los mojase
bella dama peruana, a las n
de la noche con la el agua penetrando los reparos, que no verse en
continuación del agua cayó una sala alta donde un momento sepultados con la tierra de sus casas.
estaban, y entrambos quedaron hechos pedazos Pasada esta calamidad se le siguió otra, que fue
cogiéndoles la muerte en aquella ocasión de tor- la ordinaria de los sangrientos bandos, que
peza. Pasó adelante la ira del Señor, pues en el como conservaban vivas, cualquier
las brasas se
cuarto bajo vivían otros dos españoles amance- de la locura y pasión de los hombres
airecillo
bados, y cayendo con el peso de la ruina el suelo encendían grandes llamaradas de disturbios. Su-
del alto también los hizo pedazos. cedió, pues, en el mes de abril de este año que
En
este mismo mes sucedió un día, a las 8 de como los vascongados se hallasen ya pujantes en
la mañana, que estando en la plazuela de las número y riqueza, se habían tomado con los an-
Gallinas en una casa, y dentro 1 1 en un cuar- daluces por ciertas competencias amorosas y tam-
[ 1]
to, 10 hombres forasteros (parte de ellos espa- bién (como dice el capitán Pedro Méndez) por-
ñoles y otros mestizos) haciendo entre ellos la que la prosperidad de la mina Descubridora se
repartición de un robo que la noche antecedente había vuelto a la posesión de los andaluces, que
habían hecho a un pobre hombre, de 500 pesos, desde el descubrimiento del rico Cerro estaba en
repentinamente, como si lo hiciera visible mano, los de esta nación por haber sido de ella su pri-
fue cerrada la puerta con un gran golpe mer descubridor (como tengo dicho en otras
y al
momento cayó la casa y los mató a todos, hallán- partes), y por varios acaecimientos vino a poder
dolos después sobre la moneda que habían ro- de vizcaínos, y como voy diciendo, en este año
bado despedazados los nueve, y el uno aunque volvió a sus primeros dueños. No declara la causa
de la misma manera pero vivo, el cual antes de el autor pero dice que de esto se motivaron muy
expiar pidió encarecidamente restituyesen aque- reñidos encuentros entre estas dos naciones. Y
lla plata al dueño de quien habían hurtado, de- para que fuesen con más ruido y más de veras,
clarando quién era. ordenaron los andaluces el aunarse con los ex-
Continuándose la furia del agua, en que los tremeños y criollos, sus antiguos compañeros
días y las nochesno cesaban de caer, sucedió otra en semejantes locuras, y aunque lo rehusaron los
ruina en el mes de febrero. Fue, pues, que como criollos por haberse hecho sus contrarios en
se acercaban los malditos juegos de carnestolen- los encuentros del año pasado, mas con todo eso,
1. Méndez, "Historia de Potosí”, segunda parte, capítulo 15; por las persuasiones y empeños de la nación ex-
Acosta, Historia peruana, libro IV, capítulo 12; Dueñas,
tremeña, hicieron las amistades con unos
Historia de! Perú”, libro V, capítulo n; Pasquier, "Histo- y con
ria de Potosí”, libro II, capítulo
21. [A] otros: donoso acto, pues mostraba la caridad

203
Año 1588 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

entre ellos para despedazar a otros, siendo todos Carga es y no caudal. Tan pesada es esta carga
cristianos. que hunde al que se carga de ella; y al contrario,
Con esta diligencia quedaron los andaluces ninguna cosa que no sea muy leve la cargan que
tan contentos como crecidos en fuerzas, lo cual no se hunda en ella. Con un soplo se alborota
sabido por los vascongados hicieron lo mismo porque es como el mar, y ahoga sólo a los que
juntando las suyas con las de los navarros, galle- de ella se fían.

gos y de otros reinos de España. Viendo el ge- No


faltaron desventuras en espacio de 70 días
2
neral don Eulogio la prevención de aquellos que entretuvieron previniendo los instrumentos
hombres, buscando ocasión en que estuviesen en de su muerte, pues todo era pendencias y derra-
junta, y hallándola, habló con los que le habían mamiento de sangre. Lo más sensible (como di-

ayudado en los encuentros pasados diciéndoles: ce el capitán PedroMéndez) era ver envilecida
"Amigos, no sabré deciros la alegría que me ha la nobleza, por estar metida entre mucha parte

causadoel veros tan a punto de mataros los unos de gente soez, falta de razón y de caridad. así, Y
a los otros. Adelante, amigos, adelante a la eje- sin haber ya diferencia alguna los unos y los
cución, que la tierra ni entre bárbaros fuera tan otros, llegaron al día 24 de agosto [sic, por julio]
a propósito pues en ella parece que no tenéis de este año de 1588, que por ser víspera del após-
Dios, rey ni razón. ¿Pero de qué puedo admi- tol Santiago se vistieron de gala la mayor parte

rarme, si el que esto os dice es vuestra cabeza de los moradores de esta Villa para acompañar
3
que juntamente con vosotros ha ejecutado tantos el real estandarte, aunque debajo traían muy
desatinos como habéis visto en los años pasados ? fuertes armas porque no tenían hora segura en
Ya he caído en la cuenta que a no ser así pudiera ser acometidos los unos de los otros.
seguir vuestras locuras en la presente ocasión; A las 2 y media de la tarde estaban juntos más
aconsejaros améis la
y no digo esto con ánimo de 3. Detalles de interés sobre esta importante ceremonia se

paz, porque creo que ya en Potosí jamás la go- encuentran en el acuerdo que el cabildo celebró en 1591.22.
VII (Acuerdos de Potosí, t. VI, f. 29 T -3o):
zarán sus moradores: algún clima cruelísimo es el "En este cabildo se trató de la orden y forma que se ha de te-
que os sigue en esta Villa; el hado
v
]
es[m ner en sacar el pendón y estandarte que se ha de sacar perpetua-
mente todos los años el día del apóstol Santiago y la manera
muy riguroso y sangriento; su estrella tan cali- que se ha de tener así en llevarle desde las casas de cabildo a la
iglesia mayor de esta villa y paseo que se ha de hacer por las
ginosa y mortífera, corre y correrá siempre pre-
calles. Yhabiéndose conferido y platicado, fueron de parecer
dominando y causando tantas desventuras. así, Y los dichos capitulares que se haga en la forma siguiente:

amigos, continuad vuestras pendencias, heridas "Que las vísperas del señor Santiago en las casas de cabil-
do parezca el estandarte al amanecer puesto en una ventana
sirve para
y muertes, pues ni el libre albedrío os con sus paños de damasco o doseles, y puesto un cojín de
oponeros, ni la caridad de vuestros prójimos os terciopelo en la parte donde se ha de poner la vara, y que
aquella tarde a hora de vísperas todo el cabildo pleno vayan
mueve a compasión. No hay vergüenza en vos- con los demás caballeros del pueblo en casa del alférez gene-
ral, al cual saquen acompañándole de su casa y le traigan a
otros, ni en mí la hubo cuando corría pareja con
las casas de cabildo, adonde habiendo hecho primero su pleito
vuestros disparates; no hay respeto a la real jus- homenaje se le entregue el estandarte en las manos y vayan
ticia, quizás porque ella no ha sabido permitirlo. desde la casa del cabildo por la calle de la Casa de la Mo-
neda y vengan a salir a la esquina de la plaza por la calle de
Pero qué digo, si lo principal, que es el temor Mercaderes, y vaya todo derecho hasta emparejar con la puer-
ta de la Merced, y desde la misma puerta baje hasta la iglesia
de Dios, os falta’’.
mayor, y desde allí vaya hasta la esquina de los Carangas, y
Hasta aquí llegaba el general con su razona- desde allí por la misma plaza llegue por junto a la Compa-
miento, mas antes que pasase adelante, perdién- ñía, y por la calle de la dicha Compañía abajo vaya a salir
a la puerta del convento de Santo Domingo y suba por toda
dole el respeto tres o cuatro de aquellos que le la calle arriba hasta la esquina de la plaza, y atravesando por

oían, le dijeron que si no bastaba de necedades, toda ella se apeen en las gradas de la puerta principal de di-
cha iglesia mayor, y se vaya derecho por la iglesia hasta las
le obligarían con sus armas a que callase. El ge- gradas primeras de la capilla, adonde tengan puesta una silla
neral les dijo con mucho sosiego: "Pues, amigos, de terciopelo de medio a medio de la iglesia mayor, con una
alfombra grande y un cojín de terciopelo adonde se asiente
a la ejecución, a la matanza, que cuando viere la
y esté el alférez general, y desde allí le tome el
estandarte
grita y alboroto de vuestros encuentros me pon- el regidor más moderno y le lleve. Volvióse a acordar que el
propio alférez general le lleve hasta ponerle en el altar ma-
dré en parte que lo vea y me regocije, y a los que yor, as! a las vísperas como a la misa, y que el traerle después
quedaréis con vida os daré los aplausos”. Apar- de dichas vísperas solemnes o la misa sea el traerle el tal
regidor más moderno hasta entregárselo al dicho alférez ge-
tóse luego el general para no experimentar otro neral; y por la misma orden de acompañamiento y lo demás
desaire y los otros se fueron a sus casas, haciendo sea el día siguiente que es el propio día del señor Santiago,
y los acompañamientos de la salida de vísperas y misa sea
chanza de todo cuanto les había dicho. de la misma orden como el que se lleva, y de parte del ca-
Mostrábase ya el general malcontento, con bildo se advierte al señor cura de esta iglesia que al dicho
alférez general se la ha de traer el evangelio y la paz con
prudencia suspensa unas veces, y otras con pala- subdiácono revestido, y la procesión se les ha de pedir que
bras artificiosas, mezcladas con suavidad, man- sea a la redonda de la plaza adonde ha de traer el dicho al-
férez general el estandarte detrás de todos los sacerdotes en
sedumbre, caridad y benevolencia, porque sabía medio del cabildo al lado derecho del corregidor y al otro
cuánto riesgo hay en empezar cosas que se ase- lado el alcalde más antiguo, de manera que le lleven en me-
dio de sus antigüedades, y el mismo lugar ha de tener siem-
guran si las sigue el pueblo, pues aun en llegarse pre aunque en esta Villa asista o esté virrey o gobernador o
a las que sigue hay peligro, porque la multitud presidente y oidor o cualquiera otro personaje que tenga man-
do o gobierno; y esto se entienda que el lado derecho ha de
tan fácil deja, y en lugar de acompañar confunde. tener siempre del virrey o gobernador o presidente u oidor o
2. Todavía en 1588 sigue el general don Eulogio campeando cualquiera otro personaje, y el acompañamiento, siempre que
en páginas de la lliiloria, cuando su doble real, don Alon-
las saliere de la iglesia, ha de ser hasta su casa.
so de Zúñiga terminó toda su actuación potosina en 1585 "Y asimismo se acordó que el entregar el estandarte al
(suprd, capítulo 14. nota 4). [M] alférez general sea el dicho corregidor o alcalde más antiguo

204
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO l8 Año 1588
de 400 hombres de todas las naciones en la pla- batalla. Los de más cuenta fueron don Francisco
zuela de San Lorenzo esperando a que saliese el Arias de León (caballero del hábito de Calatra-
alférez Zárate de su casa. La mayor parte de este va), y (del mismo hábito) don Juan Ordóñez
gentío estaba a caballo, los otros en buenas mu- de Lara, don Luis Fernández de Córdoba (del
las,
y todos con sus pajes y libreas. De éstos echó hábito de Santiago) y otra nobleza. Lo particular
mano el demonio para el rompimiento y estrago de esta batalla, destreza en sus encuentros, suerte
que se vio aquella tarde, porque pareciéndo- y contrario que le cupo a cada uno lo escriben
les que podían dar mucho gusto a sus señores largamente el capitán Pedro Méndez, don Anto-
aquellos que servían a los vascongados comenza- nio de Acosta y el insigne Juan Sobrino, 5 el cual
ron a tirar a los contrarios menudas piedras, con la escribió en verso
y bien diferente de los otros
otras inmundicias. Sentidos de esto los que reci- historiadores, pues él como poeta pudo
y quiso
bían el agravio, correspondieron, lo primero con contar o cantar la cosa no como fue sino como
palabras de vituperio. Los movedores del ruido debía ser, y los historiadores Méndez y Acosta
echaron mano a sus espadas y fueron a acuchillar la escribieron no como debía ser sino como fue,
a los contrarios;éstos hicieron lo mismo, y veis sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna. Y
aquí toda la desventura en su punto, porque los esto no es cosa nueva, que a fe que no fue tan
señores acudieron a la defensa de sus pajes cria- piadoso Eneas como Virgilio lo pinta, ni tan pru-
y
dos; 4 y como estaban deseando el rompimiento, dente Ulises como le escribe Homero. 6
apeándose algunos de los caballos y muías, cada
5. Méndez, "Historia de Potosí”, segunda parte, capítulos
nación acudió a la parte donde le movía la pasión. 16-17; Acosta, Historia peruana, libro IV, capítulos 13-14;
Sobrino, segunda parte, cantos II-III. [A]
Algunos caballeros sin quererse apear de sus ca-
6. Este capítulo no menciona a los gobernantes que se suce-
ballos pidieron sus lanzas,
y brevemente les fue-
dieron en el corregimiento de Potosí en este año, don Pedro
Zores de Ulloa, don Antonio Zores de Ulloa, y Alonso To-
ron dadas por sus criados; otros a toda carrera
rrejón ("Lista de gobernadores de Potosí”). [M]
de personalmente las fueron a traer.
los brutos Es también curioso que Arzáns no mencione en este capí-
tulo o el siguiente la gran epidemia de viruela que diezmó
De que quisieron la batalla a caballo serían
los
a los indios de Potosí en 1589 y que causó gran preocupación
(como dice el capitán Pedro Méndez) hasta 20 en la audiencia de La Plata y el cabildo de Potosí (Acuerdos
de Potosí t. V, f. 406, 410-411). [H]
de cada parte. Éstos, como eran nobles, con pa-
El texto de los documentos coetáneos citados arriba es de
labras comedidas pidieron los unos a los otros gran interés como una aproximación de primer plano a las
creencias y hábitos de la época. En 1589. XI. 16 la audiencia de
que la escaramuza fuese en el campo, como to-
y La Plata despachó una real provisión al cabildo de Potosí:
dos viniesen en ello se salieron del poblado has- "Sabed que habiendo tenido noticia el presidente y oidores
de la nuestra audiencia y cancillería real que reside en la ciu-
ta ponerse en el paraje que hoy llaman el Arenal.
dad de La Plata de los dichos nuestros reinos, de que, en la
Los que peleaban a pie experimentaron un ciudad de Los Reyes y después en la del Cuzco ha habido
enfermedad general que casi es pestilencia, y que por la mayor
gran estrago porque brevísimamente se proveye-
parte ha dado y da en los indios naturales, han mandado ha-
ron de arcabuces, escopetas
y pistolas. Con éstas
cer y se ha hecho y van haciendo las prevenciones necesarias”.
[. .] "Y porque siendo como es esa villa mucho mayor en
y con sus aceros en menos de una hora se mata-
.

concurso de gente es necesario hacer las dichas prevenciones


ron unos a otros 76 hombres, prevaleciendo (co- con el cuidado que conviene porque sería mucho mayor el
daño que se seguiría dando la enfermedad en los naturales
mo dice el dicho autor Pedro Méndez) la parte que en ella están poblados en tanto número, fue acordado
de los [1 12] andaluces, extremeños peruanos.
4.
í.• ] que luego que ésta recibáis deis orden cómo en esa
y dicha villa se hagan plegarias a la divina majestad y proce-
Los 40 caballeros se combatían terriblemente
siones generales suplicando tenga por bien de usar de su acos-
en el Arenal, porque demás de la nobleza de to- tumbrada misericordia, y con particular cuidado y vigilancia,
vos, las nuestras justicias, procuraréis quitar
dos, había entre ellos muchos muy diestros en y castigar los
y pecados y excesos públicos para que a Dios nuestro señor sea
las armas. Duró su batalla hasta después de po- mas acepta la plegaria, y el dicho cabildo y regimiento desde
luego nombrará un diputado o dos para que en cada una de
nerse el sol, que tuvo fin por el innumerable pue- las parroquias de esa villa juntamente con el cura
y benefi-
blo que acudió, y tanto más por el lastimoso
allí ciado de ella acudan a lo que a los naturales de ella convenga
llanto que hacían los criados para su cura y beneficio y que se les dé y tengan el refrigerio
y demás familia necesario, y asimismo vean y miren con particular cuidado
de los caballeros que habían muerto en dicha todo lo que será menester prevenir para que no caiga en ellos
la dicha enfermedad haciendo que en las dichas parroquias
y casas de los naturales haya toda limpieza y se quiten las in-
y se le ha de entregar desde la ventana estando a caballo el mundicias que podrían causar vapor dañoso para la salud", etc.
dicho alférez en la plaza con todos ios demás capitulares. Por su parte, el cabildo de Potosí, en acuerdo celebrado en
Asimismo se acordó que los gastos que ha de hacer hace 1589. XII. 20 tomó las providencias siguientes: "que en las
y
el alférez general para libreas de
atambores, pífanos, minis- parroquias de Santa Bárbara y San Benito, que están juntas
triles y asimismo para colación o las
demás cosas que le pa- y donde ha caído la mayor parte de los enfermos, se reduz-
reciere, se le den de los propios de esta villa
dos barras ensa- can y traigan los demás de las otras parroquias que han caído
yadas y marcadas, que valgan 500 pesos de a
450 maravedís, lo y fueren cayendo, para que en ambas dos iglesias se curen
cual se haga generalmente con todos los alféreces
que fueren todos los dichos enfermos poniendo en ellas los españoles
de aquí adelante; y este año, atento a ser tan tarde, convenientes para el dicho efecto e indios fiscales y ladinos
lo gaste
en estos ministerios el mayordomo de la Villa, para lo para que ayuden al servicio de los dichos enfermos, y se va-
cual se
le dé libramiento, atento a que el alférez
general dijo que no yan sacando de entre ellos los convalecientes y poniéndolos
quena las dichas dos barras, y asi se volvió a mandar que los en galpones aparte donde se les dé de comer y acaben de sanar
gaste el mayordomo de esta Villa en dar colación a las
damas y para que lo dicho tenga efecto se acordó por los dichos
que se convidaren aquel día. capitulares que para curar los dichos enfermos y darles de
Y asimismo se acordó que el señor Hernán Sánchez de comer y premiar a los españoles y otras personas que los cu-
Velasco, regidor, y el señor Pedro de Mondragón, fiel rasen se junte limosna entre los señores de minas e ingenios
ejecu-
tor, hagan hacer un tablado para
el cabildo y para los caba-
y beneficio que tuvieren indios así de trajín como de servi-
lleros forasteros que aquí hubiere en los
cinco arcos que están cio y para otros cualesquier efectos en esta manera: que cada
debajo de las casas del corregidor, el cual sea muy bueno uno de todos ellos por cada indio de los que tuviere de re-
y
como conviene a! cabildo y con la tapicería de él", [M] partimiento así en las minas como ingenios beneficios y tra-
Automáticamente viene a la memoria el recuerdo de Món- jines, salinas y para otros cualesquier efectos dé
teseos y Capuletos. [M] y pague un
peso corriente de a ocho reales”, etc. [M]

205
Capítulo XIX

CÓMO EN ESTA IMPERIAL VILLA SE HICIERON AMISTADES GENERALES


POR MEDIO DEL VIRREY DE LIMA, CON OTROS SUCESOS
DIGNOS DE MEMORIA

V
IENDO todo el estado eclesiástico de el medio más eficaz, como se experimenta ordi-

esta Imperial Villa, las calamidades que nariamente que la suavidad siempre, o las más
continuamente padecía por los irreme- veces, ha sabido conseguir la quietud y buena
diables bandos de sus habitadores, y que amistad, siendo al contrario la crueldad, que esta
su venerable presencia ni sus santas persuasiones es una terrible inhumanidad y fiereza detestable

no eran bastantes a detener aquella diabólica fu- y vicio de bestias fieras: es la


crueldad enemiga de
riacon que sólo procuraban despedazarse los toda sazón y justicia, y aun peor que el pecado
unos a los otros, acordaron de suplicar al virrey de la ira y de la soberbia; la crueldad, finalmente,
de Lima tuviese por bien de componer aquellos no es oficio de hombres sino de fieras, pues se
alborotos. Éralo a la sazón el excelentísimo don goza el que la usa, de sangre y mal ajeno. Escri-
García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, bió también su excelencia a la real audiencia de
octavo en número de los virreyes del Perú, que La Plata, pidiéndole que como más cercana hi-
había pocos días de su llegada. 1 Pusiéronlo en ciese todo lo que fuese posible para que se con-
efecto, y en el mes de febrero de este año de siguiese la deseada paz y quietud de aquellos
Y
1589 enviaron un soldado a su costa a la ciudad moradores, y de la misma manera [ii2 ] al co-
de Los Reyes, dándole cuenta de todo lo sucedi- rregidor y demás justicias de esta Villa.
do, y suplicándole por el remedio, advirtiéndole Llegaron estas cartas la Semana Santa de este
que había llegado a tal extremo la rebeldía de año, y el mismo día (que fue Domingo de Ra-
la los moradores, que aunque la
mayor parte de mos) a las 10 de la noche se publicó el buen
real audiencia de La Plata había procurado por despacho con tanta alegría de los que iban sa-
varios modos el sosiego de sus inquietudes no biendo la noticia, que (como dice el autor arriba
lo había conseguido, y que así viese su excelencia citado) se conoció claramente que Dios movía
el camino que podría tomarse para el remedio los corazones para que todos se moviesen a gozar

de tantos daños, y que éstos eran generales, pues de la paz, que tan agradable le era como lo pu-

la abundancia de riquezas que Dios estaba dando blicaron los ángeles cuando nació para nuestro
actualmente en las minas de su Cerro no se podía remedio. Dice más el dicho autor, que en menos

sacar sin mucha zozobra porque los inquietado- de dos horas se supo en la mayor parte de la Vi-
res (que se llamaban soldados) lo quitaban por lla, y todos se conformaron en el gusto de reci-

fuerza no sólo cuando los bajaban a los ingenios, bir la paz. Luego, antes de media noche comen-

mas dentro de ellos y de las minas no estaban zaron las campanas en las torres a manifestar la
seguros de que los robasen, con otros males es- alegría de aquellos venerables sacerdotes en cu-
candalosos y muy perjudiciales que en todo se yas iglesias estaban; y como el tiempo era santo
la Pasión del Señor, a
experimentaban. y se acercaban los días de
Sabido por el virrey los sucesos de esta Villa, la misma hora andaban los hombres de unas ca-

dice el capitán Pedro Méndez que intentó subir sas en otras, o ya por las calles y plazas, enter-

personalmente a remediarlos, y que si no lo eje- necidos dándose los brazos uno a otros y pidién-
cutó luego fue porque los de aquella corte se lo dose perdón de los agravios pasados. En esto
impidieron y aconsejaron lo intentase primero ocuparon el resto de la noche, y apenas la blanca
por otros modos. No se halló por entonces otro aurora había dado lugar a que el luciente Febo,
más a propósito que el que su excelencia escri- con el ardor de sus calientes rayos, las líquidas
2
biese a esta Villa mostrándola mucho cariño, per- perlas de sus cabellos de oro enjugase, cuando
donándola sus delitos en nombre de su majestad por todas las calles, torres y balcones se oyeron
sosiego de la paz, y este fue gran ruido de clarines, trompetas y cajas, en se-
y encareciéndoles el
ñal de la alegría que toda la Villa tenía por ver
1. Según informes oficiales del propio marqués de Cañete,
los que se acababan las guerras mediante las amista-
su entrada en el gobierno vicerreal fue en 1590. 1.6 (Levillier,
Gobernantes tlel Perú, XII, 105). Pareciera que Arzáns está des que ya se habían comenzado a hacer. Los in-
adelantado un año. El marqués de Cañete desembarcó para
hacerse cargo del virreinato, en el Callao en 1589. XI. 28
(Acuerdos de Potos!, t. V, f. 413). [M] 2. Es obvia la procedencia cervantina de esta cláusula. [MI

206
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 19 Año 1589
dios andaban saltando y dando voces por las ca- Levantóse el oidor, y con voces que parecían
lles,diciendo que ya Dios se había acordado de gritos les dijo que por la voz del rey, a quien
todos, que teniendo paz los viracochas ellos po- invocaba, les mandaba se detuviesen a oír sen-
drían gozar de las riquezas del Cerro y servirlos tencia. Detúvose Pedro de Alaminos, y en nom-
con más voluntad. bre de los otros dijo que estaban resueltos [113]
Martes Santo en la noche llegó a esta Villa el a morir primero en términos de guerra, que
licenciado Bejarano, 3 oidor de la real audiencia esperar ni oir sentencia que fuese en menoscabo
de La Plata, que a la posta vino a la asistencia de de su honra. Algunos de los que estaban en la
las amistades. Fue muy bien recibido porque to- sala se salieron al patio en favor de sus amigos,
dos los ánimos estaban ya sosegados y muchos deudos y paisanos, y viendo el oidor el nuevo
se habían ya reconciliado. Aún no se sabía el alboroto (que se daba a entender moción de re-
orden de su excelencia [el virrey], que en par- sistencia) con más sosiego les dijo que si eran
ticular venía en un pliego para que el oidor lo vasallos del rey de España se estuviesen quietos,
ejecutase. Juntáronse a las 8 de la mañana, Miér- que la suma piedad que a su majestad asistía no
coles Santo en la real caja, el muy ilustre cabildo, daría lugar a que el castigo fuese conforme a sus
el gremio de azogueros y mucha parte de la no- delitos, que la pena sólo sería pecuniaria. Esto
bleza: abrióse el pliego,
y leyóse el perdón con dijo el oidor por atajar (como prudente) el al-
las circunstancias que se acostumbraban en se- boroto que se comenzaba, porque (según Méndez
mejantes casos. Oíanle todos con mucha alegría; y Acosta) más de seis cabezas corrían notable
pero ésta se mudó en pena y turbación cuando riesgo según el orden de su excelencia. Pero nin-
se comenzaron a declarar las personas exceptua- guna persuasión fue bastante a que los alterados
das del perdón. De éstas era primeramente el ge- se sosegasen y volviesen a la sala; antes por mo-
neral don Eulogio, a quien mandaba su excelencia mentos se iban juntando muchos hombres en su
comparecer en la ciudad de Los Reyes dentro de favor. Luego se salieron a la calle, quedando el
6o días porque dejando de administrar la real oidor muy indignado. Sosególo el corregidor
justicia se había hecho cabeza en los pasados ban- dándole razones de experiencia y avisos para que
dos; y a la verdad, aunque el capitán Pedro disimulando por entonces con aquellos caballe-
Méndez dice de este caballero que fue deseme- ros no se ocasionasen nuevos escándalos.
jante a los buenos predecesores cercanos a sus No se acabó de saber el orden de su excelen-
tiempos, y que fue muy ambicioso, arrogante cia, porque se dejó de leer con recelo de que no
y
banderizo, y gran perseguidor de los peruanos, se hiciese público; como ya se sabía ser general
y
con todo eso, fue de grande ingenio, excelente el perdón, encareciéndoles la paz los señores
letrado, muy sagaz
y astuto, hombre de gran ex- oidor y corregidor a todos los que estaban pre-
periencia y ánimo valeroso, de buen rostro sentes, les dijeron hiciesen las amistades con pú-
y agi-
gantada persona, y muy diestro gallardo hom- blicas demostraciones. Luego se fueron a sus ca-
y
bre de a caballo. Tampoco gozaba del perdón el sas,
y a las 2 de la tarde se juntaron todas las
capitán Monroy, por haber muerto en la plaza naciones encontradas en la iglesia de Santo Do-
pública en tiempo de regocijos a don Sancho Usé- mingo, donde con tiernísimos actos de caridad
tagui, ni menos lo gozaban Medellín y Pedro de se pidieron perdón los unos a los otros repitiendo
Alaminos por la muerte que dieron al general abrazos sobre abrazos y lágrimas a lágrimas. Des-
Marcelino. pués de cantadas las tinieblas de aquel día pre-
Estos y otros seis caballeros fueron de los ex- dicó el muy reverendo padre prior de aquel
ceptuados, los cuales sin faltar alguno se hallaban convento, con grande espíritu
y eficacia, exhor-
en aquella junta. Y
sin acabar de oír el fin del tándoles a la paz y perseverancia en ella.
orden se puso en pie el general, pedida licencia Acabada esta función se siguió la otra de la
y
dijo en breves palabras que obedecería en todo, procesión por ser Miércoles Santo, que acompa-
pues fuera de ser mandato superior era muy justa ñaron todas las naciones con hachas de cera blan-
la pena que se merecía; que sólo sentía el que ca en las manos. Los caballeros a quienes no al-
fuese señalado entre los que más culpa tenían canzaba el perdón, aquel mismo día se salieron
que su persona; que con dos palabras en una carta de la Villa por evitar escándalos pesadumbres,
y
misiva obedeciera de la misma manera y con y se retiraron al valle de Mataca, conque quedó
mas voluntad que presente. Calló el general,
al por entonces sosegada y alegre toda esta Imperial
y los otros participantes, que también estaban ya Villa. Diose aviso de todo al virrey, y tuvo por
en con demostraciones de turbación se enca-
pie, bueno lo que se había hecho en este negocio.
minaron hacia las puertas con intención de salir Pasados algunos días, en el mes de abril de
apresuradamente por ellas a ponerse en cobro. este año vino un soldado a esta Villa enviado por

3- El licenciado Bejarano no fue oidor en La Plata hasta su excelencia el señor marqués de Cañete, con
1603. En 1602. XII. 26 la audiencia de Charcas escribía al rey cartas para el ilustre cabildo
que Bejarano no había llegado aún a La Plata a hacerse cargo y para el capitán
de su oiduria (Audiencia de Charcas: Cartas don Diego Ponce de León, caballero del hábito
y relaciones
N" 799). de Calatrava, en que con grandes instancias pedía
En 1589 desempeñó una comisión del virrey (no de la
audiencia) en Potosí
a este caballero y capitán, que lo era del número
el oidor de Charcas licenciado Montea-
legre (Levillier, Audiencia de Charcas, [M] de esta Villa, levantase 60 soldados
II, 417). y los remi-

207
Año 1589 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ
5
tiese con brevedad reino de Chile por cuanto
al Acosta, don Juan Pasquier y otros autores) unos
se hallaban aquellos moradores sin las necesarias hombres que no habiendo cabido en otras partes

fuerzas para resistir al bárbaro araucano, que del mundo por sus abominaciones, después de
con las victorias alcanzadas del español se halla- haberlos acogido Potosí le pagaron el hospedaje

ba muy soberbio y pujante, amenazando toda la con tan malas obras que (contando los dichos
tierra. Luego al punto el capitán don Diego co-
4 autores las más decentes) dicen que entrando una
menzó a levantar la gente que se le pedía, y en noche al rancho de un pobre indio casado y con
breves días la remitió a aquel reino por el des- tres hijas de muy buen parecer, le dijeron que se

poblado, que entonces (por ser camino nueva- las diesen juntamente con su mujer. El indio

mente descubierto para los españoles) era un todo turbado, con razones en mal pronunciado
totalperecedero de los hombres, como lo fue en castellano les encareció lo mal que hacían y les
esta ocasión, pues de los 60 que fueron perecie- pidió por amor de Dios que se fuesen de allí. Los
ron 22, y los que allá llegaron estaban tan que- perversos españoles, sin temor de Dios ni lástima
brantados que se dijo no haber podido servir por de aquel miserable indio lo mataron y después
entonces. Es una cordillera el paso de este camino arrastraron su cuerpo afuera, y continuando sus
la más horrible que se ha descubierto hasta ahora maldades las forzaron a todas. En otra ocasión
en estos reinos porque siempre está cubierta de mataron a una pobre mujer española por robarle
nieve, y el aire que corre tan penetrante que so- lo que tenía. Finalmente (como dejados de la

lamente pasando por ella se han helado los hom- mano de Dios) después de haber cometido gra-
bres juntamente con sus caballos y muías y suelen vísimos pecados de homicidios, robos, torpezas
mucho tiempo. Demás de trataron de irse a la
estar sin corrupción y otros graves escándalos,
esto es aquel paso tan seco que no hay aguadas ciudad del Cuzco. Pusiéronlo por obra, y habien-
ni otro alivio alguno, y así es necesario proveerse do una noche entrado al almacén de uno de los
de todo y doblar las jornadas. ingenios, muerto cuatro indios que se les opusie-

Este 1589, por el mes de sep-


mismo año de ron y robado ocho piñas de plata que allí esta-
tiembre, mereció esta Villa de Potosí hospedar ban, se fueron al camino real.
al bienaventurado y gran siervo de Dios San Eran estos perversos hombres hasta 15, y todos
Francisco Solano que pasaba a las provincias de cargados de lo que habían robado en varias ca-
Tucumán y Paraguay a hacer guerra a los vicios, balgaduras llegaron cerca del amanecer a la
demonio innumerables almas de quebrada de San Bartolomé que (como dije en
y quitarle al
aquellos infieles y darlas a Dios por medio del el capítulo 3 del libro II de esta Historia está

santo bautismo. Hospedóse, pues, en el convento una legua de esta Villa) y estando en la mitad
de nuestro padre San Francisco, como verdadero de aquella quebrada, donde hace más angostura
hijo suyo; y estando juntos los religiosos en el y se levantan más las peñas de
uno y otro lado,
refectorio (el mismo día del seráfico padre) les allí ejecutó Dios en aquellos malos hombres el

exhortó el guardián que se regocijasen, y por castigo que merecían sus delitos, porque de im-
v
obligarlos a ello cantó una [ii3 ] copla en ala- proviso se juntaron las peñas y despedazándolos
banza del santo patriarca. Viendo el bienaventu- (juntamente con los brutos que llevaban carga-
rado santo Solano la cortedad de los súbditos, dos de lo que habían robado) se tornaron a abrir
llevado del celo de la obediencia salió a toda dejando patente el destrozo. Estaban de la otra
prisa por debajo de las mesas y tomándole la co- parte de la quebrada unos ranchos de indios, y
pla comenzó con grande alegría [a cantarla] y oyendo el espantoso ruido que dicen hicieron
a dar vueltas juntamente, el rostro encendido aquellas peñas al abrirse y cerrarse, acudieron a
como unas brasas de fuego, con tanto espíritu y ver lo que era y los hallaron despedazados a to-
fervor que lo que en otro fuera ocasión de risa dos. Avisaron a la Villa, y cuando lo vieron
él permitió el Señor lo asombrados todos temieron las iras de Dios que
y aun de menosprecio, en
fuese de ejemplo de obediencia, moviendo a to- en aquellos pecadores se veían ejecutadas.
dos a tanta devoción que vencidos de la suavidad No era esta la primera vez (según los autores
de ella se derretían en lágrimas. arriba citados) que en esta quebrada se había
Este mismo año (según cuentan en sus histo- visto el suceso de abrirse y cerrarse, pues otras
muchas antes de ésta se experimentó lo mismo,
rias el capitán Pedro Méndez, don Antonio de
que (como queda dicho en el capítulo 3 que arri-
4. Ni en este mes de en todo el año 1589 hay refe-
abril ni
ba cité) pasando la gente por ella se cerraba, y
rencias en los acuerdos del cabildo de Potosí a cartas del vi-
rrey sobre la guerra contra los araucanos en Chile. En 1587 matándolos se tornaba a abrir. Y si esto no su-
el virrey conde del Villar dio comisión al corregidor de Po- cedía de esta manera, de otra se veía la desgracia,
tosí don Pedro Zores de Ulloa para juntar de 200 a 400 sol-
dados, todos o la mayor parte de elíos en la misma Villa y porque cuando pasaban en cabalgaduras de im-
el resto en la ciudad de La Plata y su distrito, para socorrer proviso se alborotaban éstas y no paraban hasta
a Chile contra los corsarios ingleses (Levillier, Gobernantes
del Perú, X, 424). En 1588 y 1589 la mayor preocupación de hacer pedazos a los hombres con sus corcovos.
los españoles en estos reinos no fueron los araucanos sino Otras veces se levantaba de la misma quebrada
esos corsarios que merodeaban en el Pacífico desde Panamá
al sur (Levillier, Gobernantes del Perú, XI, XII). Posterior-
mente, el marqués de Cañete, recién llegado al Callao, des- 5. Méndez, "Historia de Potosí", segunda parte, capítulos
pachó socorros bélicos a Chile, que salieron de dicho puerto 18-19; Acosta, Historia peruana, libro IV, capítulo 16; Pas-
[M] quier, "Historia de Potosí”, libro II, capítulo 22. [A]
en 1589.XII.25.

208
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 20 Año 1590
un viento huracán tan espantoso, que súbitamen- Volvamos al general don Eulogio, a quien
te les quitaba la vida, y si no la perdían en aquel (como tengo dicho) fue llamado a la ciudad de
punto los arrebataba y arrojaba encima de otras Los Reyes por el excelentísimo señor marqués
peñas que hay en sus contornos. 6 Ya queda dicho de Cañete, virrey de estos reinos. Y es de saber
en el mismo capítulo cómo en la mitad de esta que después que se hicieron las amistades, como
quebrada está una cueva grande (bien obrada el licenciado Bejarano (oidor de la real audien-
de naturaleza en la misma peña), adonde los cia de La Plata, que como hemos visto se halló
indios bárbaros que habitaban en Cantumarca, en ellas) se inclinase a favorecer la causa del
un día en la semana iban como en procesión a general, pidió a su excelencia suspendiese la eje-
adorar al demonio, que las más veces se les apa- cución de lo mandado
.

le diese tiempo para


y
recía allí visible en figura horrible componer
y espantosa. sus dependencias.
Concedióselo el
Y después que los españoles destruyeron con virrey,pero como desde que entró el dicho co-
civiles guerras aquella población perseveró el co- rregidor a esta Villa no tuviese paz con el ilustre
mún enemigo en dicha cueva; y como tal, en pa- cabildo, y en todas las juntas tuviesen desabri-
sando por allí los hombres, por permisión divina mientos y riñas, informado nuevamente su exce-
hacía en ellos horribles estragos. Éstos padeció lencia, porque no se moviesen nuevos escándalos
esta Villa hasta que los venerabilísimos padres
y se perturbase la paz mandó que sin dilación
de la sagrada Compañía de Jesús, después de alguna saliese de esta Imperial Villa compare-
y
haber fundado su colegio en ella
y sucedido el ciese en la ciudad de Los Reyes, con graves penas
caso que queda referido en este año, movidos de si así no lo hiciese. Púsolo en ejecución
y con la
su acostumbrada caridad, fueron un día llevan- prisa que se le daba salió a principios del mes de
do [1 14] en procesión la imagen del apóstol San agosto de este año, y quedó en su lugar de jus-
Bartolomé, y colocándola en otra pequeña ticia mayor (con orden del virrey) don Antonio
y na-
tural cueva cercana a la grande, al punto salió Zores de Ulloa, azoguero rico en esta Villa, cuyo
de ésta el demonio dando bramidos haciendo gobierno fue muy loable por la mucha prudencia
y
un espantoso ruido se estrelló en la misma peña, 8
y benignidad con que lo ejercitó.
quedando hasta hoy las señales de un color ver-
primera parte de la Historia este episodio correspondería a
dinegro. Colocado el santo, nunca más se vio otra
la clase de las leyendas regionales. [M]
desgracia, y desde entonces le tiene esta Imperial 8 Tampoco durante este año tuvo nada que hacer en la Villa
este general don Eulogio como se ve por los documentos coe-
Villa mucho afecto y devoción al sagrado após- táneos. Don Antonio Zores de Ulloa no entró al gobierno
tol, cuya fiesta van los vecinos a celebrar todos potosino en agosto de este año de 1589 como justicia mayor
provisto por el virrey, sino que desde 1588.I.18 fue teniente
los años a aquella quebrada. 7
de corregidor, nombrado por don Pedro Zores de Ulloa, co-
rregidor propietario de Potosí ("Lista de gobernadores de
6. Otra serie de materiales característicos en esta primera par- Potosí”). Don Antonio no ejerció sus funciones de teniente
te de la Historia es la correspondiente a relatos legendarios de corregidor en forma estable sino intermitentemente, du-
con alusión a la geografía y otros elementos locales. [M] rante las ausencias de don Pedro (Acuerdos de Potosí, t V)
7. En la caracterización de los heterogéneos materiales de la
[M]

Capítulo XX
CÓMO SE HICIERON SOLEMNÍSIMAS FIESTAS EN ESTA IMPERIAL VILLA
POR LA NUEVA COLOCACIÓN DEL TEMPLO DE LA
SAGRADA COMPAÑÍA DE JESÚS

H EMOS llegado al año de 1590, y no


con poco gusto de mi pluma por ver
que en éste ni en los otros dos años si-
guientes no tiene que escribir rigurosos
bandos, derramamiento de sangre ni otros casos
que sirvan de dar pesadumbre a los lectores. Es-
cribiré sí sucesos
octavas.
las fiestas
Y porque los dichos autores escribieron
solemnísimas que en este año se hicie-
ron por la colocación del templo de la sagrada
Compañía de Jesús haré yo lo mismo, si bien
no seré tan prolijo
cribieron. 1
como los que primero las es-

y cosas que causen gustoso di- Había poco menos de 10 años que duraba la
vertimiento, porque la misma historia los trae fábrica de este templo, no porque fuese la obra
en lo sucesivo de los años, según con la misma singular ni muy costosa sino porque después de
y
verdad que los escribieron el capitán Pedro Mén-
1. A través de estas palabras se percibe que mucho
del mate-
dez, don Antonio de Acosta, don Juan Pasquier, rial de la primera parte de la Historia tiene que ser
fruto de
elaboraciones sucesivas: "Y porque los dichos autores escri-
Bartolomé de Dueñas Juan Sobrino en sus
y bieron [. .] haré yo lo mismo” etc. [M]
.
Año 1590 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

levantados los cimientos la primera vez se advir- estreno y colocación de su nuevo templo previno
que mirando la puerta principal al oriente unas solemnísimas fiestas, la mayor parte de ellas
tió
las colaterales capillas impedían la cuadratura y a su costa, sin reparar el generoso caballero en

perfección de los claustros o patios. Por esta cau- ningún embarazo ni gasto crecido. Lo primero
sa mudaron el cañón de la iglesia volviéndola ordenó se hiciesen 12 altares en varias calles
puerta principal a la parte del sur que mira al del pueblo, señalando para el cargo y costoso

rico Cerro, como la de mayor. Estando


la iglesia lucimento de cada uno a dos señores azogueros,
ya para cubrir, se determinaron los padres fun- a cuyo desempeño (fuera de la devoción) obligó

dadores a alargarla un poco más porque les pare- la competencia. Formáronse estos altares debajo

ció estar corta, en estas andanzas vino a durar de 12 arcos triunfales cuyas columnas, basas, ca-
y
obra tan llana 10 años. Fabricaron la torre sobre piteles, cornisas, pedestales, frisos y cuartones

la portada principal, de piedra, ladrillo y adobes, todo estaba dorado y esmaltado con varios nichos
empresas, ver-
cubierta de azulejos, que después se experimentó y otros ornatos de estatuas, tarjas,
con ella una gran fatalidad porque cayendo (las- sos, letras y jeroglíficos, que todos formaban una
timosamente) mató a tres venerabilísimos pa- máquina admirable. En los altares que se levan-
dres. taba en forma de trono con cuatro rostros, esta-
Acabada, pues, con perfección la iglesia en ban de bellísimos bultos varios pasos de la vida
este año de 1590 trataron los padres y los mora- del santo patriarca, con otros adornos curiosos y

dores de esta Imperial Villa de colocarla con de mucha riqueza. Adornáronse todas las calles
la mayor demostración de regocijos que se pu- por donde había de ir en procesión el Santísimo
2
diese. Y como don Antonio Zores de Ulloa, Sacramento con riquísimas telas, tafetanes y pin-
justicia mayor de esta Villa, era muy devoto del turas excelentes, cerradas las esquinas con rejas

patriarca San Ignacio y de sus hijos, quiso en doradas.


toda manera demostrar el amor que les tenía. Llegado el día señalado a las 2 de la tarde

Demás de este afecto natural se hallaba este comenzó a salir el acompañamiento de la iglesia
caballero obligado a hacer cualquiera demos- mayor. Lo primero iban unas danzas muy bien
tración y empeño en favor de aquella sagrada ordenadas para ser de indios, ricamente vestidos
religión porque era deudo muy cercano del pa- a su modo en el traje pero de sedas muy preciosas.
dre José de Acosta de esta misma Compañía Luego se seguían varias naciones de indios ves-
de Jesús, de los primeros provinciales que lo fue tidos a la usanza antigua, cada uno con el traje

en este reino del Perú, y cuando por los años de de su reino o provincia, con varios ramilletes
1585 estuvo en esta Imperial Villa dejó enco- de flores en las manos. A éstos se le seguían cua-
mendada la nueva fundación de su colegio al tro compañías de indios a la soldadesca: la una

dicho don Antonio como a azoguero rico en ella. llevaban macanas y escudos cuarteados en las ma-
Hallábase en este año de 1590 el dicho padre nos, la segunda arcos y flechas, la tercera tirade-

José de Acosta en la corte de Madrid, y en este ras y bastones, la cuarta lanzas y dardos; los

mismo [ 1 1 V ] año imprimió aquella su gran vestidos que llevaban era de pieles de animales
historia intitulada Historia natural de las Indias, varios guarnecidos con puntas de oro y plata.
comunicó al católico rey don Felipe II la gran Tras estas compañías iban los indios caciques,
riqueza del Cerro de esta Villa de Potosí, y dijo gobernadores y enteradores de la mita, con otros
lo que escribe en su Historia, libro IV, capítulo 7, [indios] nobles que a la sazón se hallaban en

que desde el año 1545 en que se descubrió, hasta esta Villa, todos tan ricamente vestidos que hasta

el de 1585 se habían sacado en esta Imperial entonces no se vio cosa semejante, porque aun-
Villa de quintos para su majestad 11,000,000 que iban en sus propios trajes eran las ropas de
de pesos ensayados de a 13 reales y un cuartillo, ricos brocados y telas guarnecidas con mucha
conque viene a ser en pesos o reales de a ocho perlería y piedras preciosas; éstos llevaban en las

registrados para el quinto, más de 500,000,000 manos hachas de blanca cera de cuatro libras
como tengo dicho en otra parte, y se puede con- cada una. Luego se seguía toda la casa de los
siderar serían otros tantos los que en dicho tiem- ingas del Cuzco desde su primer monarca hasta
po sacarían sin registrar ni dar quinto de ellos. el último, con riquísimos vestidos a su uso, con el

Y si esto fue en solos 40 años, ¡qué será en los precioso cerquillo y borla (que fue su corona) y

164 que hasta el punto que esto se escribe han hachas de cera doradas en las manos. En pos de
corrido! Porque (como tengo advertido en otra esta real bizarría venían los indios de la mita

parte) en espacio de 26 años desde su invención (que son los que labran las minas del rico Cerro)
tan admirable no se supo del beneficio de azogue, con camisetas de pieles de vicuñas, monteras de
cuando de los desmontes y
se inventó hasta algodón y bolsas de cuero plateadas a las espal-
y
desechos se sacaron muchísimos millones de das, y dentro de ellas riquísimos trozos de metal

plata. de plata en piedra, que después que se acabó la


Pero volviendo a referir el afecto y devoción función las ofrecieron todas al nuevo templo,
de don Antonio Zores de Ulloa para con el pa- que (según el capitán Pedro Méndez) cuando se
triarca San Ignacio de Loyola, digo que para el beneficiaron llegó su monto a 10,000 pesos.
Luego se seguían los españoles con este orden:
2 . Véase la nota 8 en el capítulo anterior. [M]

210
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 20 Año 1,590

iban primero todos los oficiales de oficios mecá- bien ordenada Compañía que los regocijos y fies-
con hachas de cera de a dos libras en las
nicos, tas humanas no se mezclasen con las del culto
manos, cada cual en su gremio. A éstos seguía divino. Por esto, pasado el novenario se comen-
una compañía de arcabuceros con ricas galas y zaron con notables gastos de toda esta Imperial
muchas plumas en los sombreros. Luego iba una Villa, que en todas maneras duraron 15 días. Lo
multitud de niños vestidos de ángeles, llenos de primero se representaron cuatro famosas come-
joyas de muchísimo valor, cantando elogios al dias; después se hicieron muy vistosos saraos
y
Santísimo Sacramento. A esta angélica compañía otras danzas de artificio de las que llaman ha-
se seguía otra de mosqueteros vestidos de grana bladas. Entretanto se disponían
y levantaban en
finísima, guarnecidos con pasamanos de plata. la plaza del Regocijo seguros tablados
y anda-
Luego se seguían {115] los mineros del Cerro mies para ver los toros y demás regocijos que
vestidos de ricas telas de plata, llevando en las tenían prevenidos.
manos unas varas largas de blanco y precioso Comenzáronse un lunes, en que a las 3 de la
metal, pendientes del un cabo unos cerrillos se- tarde habiéndose ya corrido hasta cuatro toros,
mejantes al de Potosí, también de plata, para por las 10 bocas de las calles que (entonces como
ofrecer juntamente con sus afectos al nuevo tem- tan dilatadas) desembocaron en la plaza se oyó
plo. Tras de éstos iba el noble gremio de azo- al mismo tiempo un gran estruendo de arcabu-
gueros, vestidos a lo cortesano con ricas cadenas cería y luego fueron entrando por ellas los seño-
de oro a los pechos y hachas de blanca cera en res diputados del gremio de azogueros con otros
las manos. Luego se seguían los capitanes del caballeros, a lancear los toros jugar alcancías.
y
número, con sus compañías de arcabuceros, mos- El que primero entró en la plaza, fue el nobilí-
queteros, piqueros y alabarderos, todos muy simo maestre de campo don Fernando Arzáns
ricamente vestidos. Seguíanse las sagradas reli- Dapífer y Toledo, el cual llevaba una ropa de
giones con velas de a libra en las manos, luego, terciopelo carmesí forrada en raso verde guarne-
y
debajo de un riquísimo palio, llevaba el vicario cida toda con mucha pedrería y perlas; traía una
eclesiástico la custodia del Santísimo Sacramen- gorra de terciopelo blanco cubierta de diamantes
to. Detrás iba el ilustre cabildo, oficiales reales de mucho valor y plumas azules y encarnadas; el
y otros tribunales y ministros. Últimamente iban muy ricamente encubertado,
caballo era tordillo,
otras dos compañías de soldados con arcabuces
y y los penachos verdes y azules; traía en su com-
escopetas. pañía este gallardo caballero otros dos azogue-
Anduvo la procesión por las más principales ros ricamente vestidos. El capitán Illánez llevaba
calles de la Villa, y acabándose después de puesto una riquísima ropa de terciopelo morado, forra-
el sol fue colocado el que lo es de justicia, con da en raso blanco y toda bordada de aljófar; la
grande alegría de aquel acompañamiento gorra iba cubierta de preciosas joyas,
y de- y las plu-
más devotos moradores. Luego que obscureció mas blancas y azules; el caballo era también tor-
la noche se volvió a aclarar con el resplandor de dillo, y en toda la crin estaban muchas joyas
y
tantas luminarias
y hachas de cera que se pusie- lazos de perlas; venían otros dos caballeros azo-
ron en todas las plazas, calles, balcones venta- gueros en su compañía, como en las demás de los
y
nas. El rico Cerro estaba cubierto de la misma diputados. Don Pedro de Luna llevaba una capa
manera con mucha variedad de luminarias, otra
y y un sayo de finísima grana frisada con mucha
multitud que se oía de cajas, clarines trompetas chapería; el caballo era negro
y y las cubiertas de
alegraban dulcemente los oídos. Demás de mu- escarlata, guarnecidas con puntas de plata; los
chos y varios fuegos artificiales que en todo el penachos de plumas blancas, y también los de la
Cerro disparaban sin cesar, hacían lo mismo una gorra. El capitán don Iñigo de Mendoza, caba-
pieza de artillería dos pequeños tiros de bronce llero del hábito de Calatrava, llevaba una ropa
y
que estaban plantados en la punta del Cerro, de terciopelo morado, con mucha pedrería per-
y
a que correspondían muchos castillos de fuego
y las,
y un riquísimo mantón pendiente del hom-
truenos que estaban puestos en las plazas bro izquierdo sembrados en él muchos diaman-
y to-
rres. A las 10 de la noche se vio una riquísima tes, esmeraldas y rubíes; traía un sombrero con
y
vistosa máscara que hicieron los mineros, con cintillo de diamantes y otras joyas de mucho va-
tanta variedad de carros triunfales, figuras, retra- lor; las plumas encarnadas
y azules, y del mismo
tos y otras representaciones, que declarándolas color los penachos del caballo, el cual era [115*]
el capitán Pedro Méndez, don Antonio de Acosta bayo, con cubiertas de terciopelo amarillo con
y el poeta Juan Sobrino se alargan demasiada- mucho aljófar. Don Pedro Ponce de León, pro-
mente refiriendo estas famosas fiestas. tector de los naturales, llevaba una ropa de ter-
Amaneció el día sin haberse acabado los rego- ciopelo carmesí forrado en raso verde con mucha
cijos de aquella noche,
y se continuaron con otras pedrería y perlas; el caballo era de color castaño
demostraciones festivas después de la misa ser- obscuro, con cubiertas de lo mismo que vestía su
y
món. Hízose un solemnísimo novenario, señor. El alférez don Juan Millares Verdugo,
y los
que doctamente oraron en aquellos días fueron caballero del hábito de San Juan, llevaba una
los prelados de las religiones
y curas de las pa- ropa de terciopelo blanco forrado en raso verde,
rroquias. Pidieron los venerables padres de tan sembrado de muchas estrellas de oro y esmeral-

211
Año 1397 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

das; el caballo era blanco; las cubiertas de raso rillo con los rapacejos de hilo de plata. El gene-
amarillo, pendientes muchos mascarones de oro ral don Iñigo Álvarez Lanuza, caballero del

fino; las plumas verdes, encarnadas y amarillas. hábito de Santiago, corregidor de los Charcas,
Estos seis caballeros eran azogueros y diputados llevaba un albornoz de damasco amarillo y una
de aquel gremio, y entraron por las seis calles marlota de terciopelo blanco y raso blanco: lle-
principales que desembocaban en la plaza, con vaba también un bonete colorado cubierto de
dos compañeros azogueros cada uno, y por las ricas perlas, y una toca azul con un plumaje for-

otras cuatro calles (que asimismo desembocaban mado de oro y esmeraldas. Don Diego Martínez
en aquellos tiempos en dicha plaza) entraron con Chico, caballero del hábito de Alcántara, alcalde
4
muy mayor don
ricos y gallardos trajes el justicia ordinario de esta Villa, llevaba una marlota de
Pedro Zores de Ulloa,
3
mayor de la
el alguacil terciopelo blanco con muchas perlas y rubíes, y
Villa don Diego Girón, el alcalde provincial don un albornoz de damasco pardo. El veinticuatro
Antonio Montenegro, y don Alvaro de Anteque- don Alvaro Núñez Fonseca, del hábito de Alcán-
ra, tesorero de la Casa de Moneda, con otros tara, llevaba una marlota de terciopelo encarna-

caballeros, que todos con mucha destreza alan- do y un albornoz de damasco blanco con mucho
cearon y mataron ocho toros, y luego jugaron aljófar y esmeraldas. Los demás caballeros lleva-

alcancías, y dando carreras en pareja se salieron ban albornoces de damasco azul y marlotas de
de la plaza. terciopelo blanco. Entrados en la plaza dieron

El siguiente día también se corrieron toros, y dos vueltas por ella, alancearon y mataron algu-
siendo las 3 de la tarde entraron a la plaza los nos toros. Eran por todos 100 caballeros, los cua-
señores azogueros a jugar cañas. Traían albor- les jugaron cañas con mucha destreza y felicidad.

noces de damasco encarnado y marlotas de raso El siguiente día, que fue miércoles, justaron
azul. Capitanéabalos don Fernando Arzáns, el estos mismos caballeros, en que de una parte

cual entró con un albornoz de damasco verde y fue el diputado don Fernando Arzáns y los demás
una marlota de terciopelo amarillo y leonado, azogueros, y de la otra el justicia mayor don Pe-
derecha una banda de terciopelo dro Zores de Ulloa con toda la demás nobleza,
y en la manga
encarnado cubierta de perlas y diamantes. Por aunque hubo algunas desgracias de las que casi
otra calle entró la contraria cuadrilla, cuyo capi- ordinariamente suceden en las justas. Otro día
tán era el justicia mayor don Pedro Zores de corrieron sortija, de que fue mantenedor el jus-

Ulloa, compuesta de la mayor nobleza de la ticiamayor, en que se vieron de carros y otras


Villa. Entró este justicia mayor con una marlota invenciones y premios, muchísimos millares de
de terciopelo blanco y raso blanco en ella, y un pesos por su costo. En estas y otras fiestas ocupa-
albornoz de damasco encarnado con los rapace- ron 13 días, y se acabaron felizmente, que no fue
jos de hilo de oro. El general don Juan Bautista de poco gusto en Potosí porque siempre suelen
Morón, corregidor de la provincia de Chichas, tener malos paraderos.
con una marlota de terciopelo blanco y damasco
En este pasaje abundan los nombres apócrifos. Los alcal-
del mismo color y un albornoz de damasco ama-
4.
des ordinarios de este año fueron Luis de Isunza y el capitán
Luis García de Meló (Acuerdos de Potosí, t. V, f. 415’); te-
3. Hay aquí una confusión de dos sujetos. Don
Pedro era el
corregidor propietario, y don Antonio su teniente ( Lista de sorero de la Casa de Moneda era don Pedro de Alvarado
f. 431); alguacil mayor era Diego Caballero de la
gobernadores de Potos!” ) Además alguacil mayor era en 1590
.
( ibid

Diego Caballero de la Fuente (Acuerdos de Potosí, t. V, f. Fuente, como se ha dicho; ningún veinticuatro se llamaba
412’). [M] don Alvaro Núñez Fonseca (ibid., t. V). [M]

Capítulo XXI

DE CÓMO FUE RECIBIDO POR CORREGIDOR DE ESTA VILLA EL GENERAL


DON JUAN ORTIZ DE ZARATE, CON OTROS SUCESOS
DIGNOS DE REFERIRSE

OZABA esta Villa Imperial de Potosí de Zárate, caballero del hábito de Calatrava, por

G
Ulloa,
1
en este tiempo de una total quietud y
^ gustosa

cuando en
de 1591 llegó a
paz por el prudente y justísi-
mo gobierno de don Pedro Zores de

ella el
el mes de abril del
general don Juan Ortiz
año
su corregidor; el cual fue el séptimo de los pro-
pietarios. Recibiólo esta Villa con mucho gusto

y fiestas por los buenos créditos que tenía, pues


cuatro años antes de éste estuvo en ella, y con lo
que adquirió en varios cargos fue a España (de

Durante todo el año 1591 y el de 1592 hasta mayo don de Potosí (Acuerdos de Potosí, t. V-VI). Juan Ortiz de Zá-
Pedro Zores de Ulloa continuó como corregidor propietario rate, que había sido justicia mayor y visitador antes, entró

212
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 21 Año 1591
donde había venido) y volvió con el corregimien- Mercedes, y el colegio de la Compañía de Jesús.
to dicho. Pero como [n 6
] las más veces sea Pasados algunos años después se fundó el con-
cierto que los estados y cargos mudan costum- vento y hospitalidad de San Juan de Dios, asi-y
bres, así se experimentó en este caballero, pues mismo de monjas, como
los conventos e iglesias
(como dicen el capitán Méndez, Acosta, Pasquier son el de Nuestra Señora de los Remedios, agus-
y otros autores) tuvo grandes descréditos por su tinas, el de las carmelitas de Santa Teresa,
y el
demasiada codicia y ambición. de las Recogidas. También se fundaron años des-
En año se descubrieron algunas minas en
este pués la iglesia de Jerusalén y casa de los cléri-
el mucho más la prosperidad de
Cerro, creció gos de San Felipe de Neri, San Roque de Vila-
esta Villa, y del mismo modo la multitud de sus sirca, la iglesia de Nuestra Señora de Misericor-
moradores que a la golosina de la plata acudían dia y otras devotas capillas, como también seis
de la Europa y América, por lo cual también se beateríos de indias, que son los de San Francisco,
aumentaba la población así de españoles como Santo Domingo, las de la Compañía de Jesús,
de indios. San Benito, San Juan de Dios y las carmelitas.
Para estos naturales se hallaban fundadas has- Ultimamente en estos presentes tiempos se ha
ta este año las parroquias de San Lorenzo, Santa fundado la nueva religión de la compañía betle-
Bárbara, San Bernardo, Nuestra Señora de Copa- mítica, que es recolección
y hospitalarios por ser
cabana, San Benito, Santiago, San Sebastián, San de su cuarto voto, cuya fundación se hizo en el
Pedro, San Pablo, San Francisco el Chico, hospital real de esta Imperial Villa. Conque bre-
San Juan, San Cristóbal y Nuestra Señora de la vemente he declarado todos los templosque la
Concepción que se estaban fundando. Después adornan, y en otra parte diré la grandeza con que
se fundó la de San Martín
y últimamente la de en ellos se venera al culto divino.
San Roque, llamada del Ttio. De las sagradas re- Y volviendo al nuevo gobierno del general
ligiones estaban fundadas San Francisco, Santo don Juan Ortiz de Zárate, digo que a los pri-
Domingo, San Agustín, Nuestra Señora de las meros días de su recibimiento sucedió que ha-
biendo venido en su compañía un hombre de los
en gobierno como corregidor propietario en 1592. IX. 12
el

( Lista de gobernadores de Potosí”). Cuando se hizo cargo reinos de España, éste (con el arrimo del gene-
del gobierno era simplemente capitán
y ni era caballero de ral) dio en hacerse insolente con los vecinos.
ningún hábito ni llevaba el título de don. [M]
La vida de este controvertido corregidor está bien docu- Entre otros modos de los que llaman buscar la
mentada en los archivos. Su título como corregidor de La
Plata y Potosí fue expedido en San Lorenzo en 1591. IX. 18
vida que le dio el corregidor, fue uno el de por-
(Archivo de Indias, Charcas 415, libro I, f. 234 T -235 T ). Per- tero de cabildo, en que todavía este lobo tenía
sonalmente no deseaba el cargo, por tener 36 años,
y en para entretener los dientes pues eran 1,000 pe-
carta de 1592. XII. 28 solicitó su relevo al rey Charcas
( ibid.,

43). Su solicitud no fue aceptada y poco después, en 1593. sos de renta cada año; tampoco sería noble ni de
II.25, firmaba junto con el cabildo un nuevo pedido de privile-
razonables obligaciones pues andaba por puertas
gios y mejoras al rey. Este documento es una breve
y concen-
trada historia de las violentas fluctuaciones en la producción y cargado de hierros. En ese tiempo asistía en
de plata desde que Potosí fue descubierto,
y un reclamo de esta Villa don Antonio de Castro (natural del
precios mejores para el azogue y otros bastimentos, de más
indios para el trabajo, de corregidores más aptos, de una pueblo de Chaqui, que está cercano a este Poto-
orden para que todos los navios que saliesen de España para
sí), hijo legítimo de don Benito de Castro, del
las Indias trajesen 1,000 quintales de hierro como lastre,
de ayuda para las iglesias y para los hospitales donde los mu- reino de Galicia, y de doña María de Lugo, en-
chos indios maltrechos y enfermos se curaban (Acuerdos
trambos muy nobles (como afirma el capitán Pe-
de Potosí, t. VI, f. 153-154). En 1593. IV. 2 Ortiz de Zárate
escribió una larga carta "dando cuenta a su majestad de ha- dro Méndez) Estando, pues, un día don Antonio
.

berse posesionado de su oficio


y del estado en que encontró de Castro en la plaza con un tío suyo, pasaba el
la hacienda real, sobre el buen tratamiento de los indios
y
beneficio de las minas, número de indios con que se labran, portero por allí cerca, y mirándolo con atención
agravios que se hacen a los mineros
y cómo se benefician los el tío le dijo aldon Antonio: "Este hombre se
metales más barato con hierro molido que con azogue” (Archi-
vo de Indias, Charcas 43 y Charcas 415, libro II, f. io4 t -io
7).
parece mucho en
el rostro a uno que fue esclavo
Ortiz de Zárate tuvo primero una luna de miel con el ca-
de un caballero de mi pueblo, lo vi herrar cuan-
bildo, el cual informaba al rey en 1593.VI.11 de su agrado y
por el nombramiento en vista de los adelantos logrados por do lo compró, y era morisco de Granada’’. A lo
ef nuevo corregidor (ibid., Charcas 32, N 0
21). Ortiz de que dijo don Antonio: "Si eso es así, podrá ser
Zárate firmó otro informe al rey en 1593.VI.18 (ibid., Char-
cas 32, p
N
24) pero poco después dejó a Potosí para pre- también que éste sea su hijo o nieto, porque
sentarse ante el virrey,
y en 1593.X.12 el cabildo pidió que según sus obras, no son de caballero como él pre-
e corregidor volviese a Potosí "donde hace falta su presen-
|
ta (ibid., Charcas 32, ?
N
26). De regreso en Potosí escri- sume "Así es’’, dijo el tío, "aunque no lo
.

bió al rey en 1593.X.5 hablando afiladamente contra los virre-


aseguro”.
yes que a fin de conservar la gracia de su majestad procuran
enviar toda la plata posible, sin acordarse de lo que pasará Pasados algunos meses después de esto, están-
adelante. Pide se ponga remedio a la decadencia del pueblo”
dose haciendo las anuales fiestas del apóstol pa-
(Archivo de Indias, Charcas 43). La situación cambió luego,
y el corregidor envió al rey en 1595.V.30 un "Memorial trón, queriendo una tarde don Antonio subir con
acerca de las violencias que ha sufrido” (ibid., Lima
132), y el su mujer y familia a los miradores del cabildo le
cabildo por su parte se quejaba en
1595 (ibid., Charcas 32)
salió al encuentro el portero
de los malos tratos del corregidor Juan Ortiz de Zárate”.
y con palabras des-
Véanse también Levillier, Audiencia de Charcas, III, "Diligen- compuestas le impidió la subida diciéndole que
cias hechas por el capitán Juan Ortiz de Zárate
en la real au-
diencia de La Plata para que lo dejasen volver a usar su
oficio
no era él sujeto a ponerse en aquel puesto. Indig-
de corregidor de Potosí ’, 1594. II. (Archivo de Indias, nado por esto don Antonio, como no pudiese to-
5 Char-
cas 35 5
N
81); y Declaration de mise en liberté du capitain
Joan Ortiz de Qarate 1594. VIII. 4 (Bibliothéque Nationale,
,
mar allí con obras la satisfacción de este agravio
Francia, Manuscrits espagnols le dijo que era un perro comprado, vendido
175, f. 250). [H]
y

213
Año 1591 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

herrado: esto fue acordándose de lo que el tío Indignado don Antonio con tan abominable
le había dicho. Y como esto sucediese delante de respuesta presentó un escrito diciendo que proba-
mucha gente que allí estaba quedó muy colérico ría ser verdad lo que había dicho dentro del tér-

el portero, fulminando contra don Antonio una mino pedido, y que siendo parte
apasionada el
cruel venganza. Dio luego parte al corregidor, el corregidor y por esto teniéndolo por sospechoso,
cual llevado de la pasión, sin atender a la razón apelaba desde luego al rey nuestro señor en su
ni al escándalo que se seguía lo hizo poner en la real audiencia de La Plata, donde legitimaría
cárcel pública con general sentimiento de la Villa su persona y juntamente pediría que su alteza
por lo bienquisto que estaba don Antonio. preguntase al corregidor declarase el motivo de
Pasadas puso el portero su querella
las fiestas amparar a un infame descendiente de moros. No
diciendo haberle quitado la honra. faltaron personas graves que con muchas razones
y acusación,
El corregidor, agravando el delito hizo cabeza persuadieron al corregidor admitiese aquel es-

de proceso, tan empeñado en favorecer la causa crito (que no lo quería hacer), y temiendo algún
del portero que se hizo muy notable. La mujer de motín (porque se iba moviendo) hubo de pasar
don Antonio, viendo cuán a lo largo iba la pri- por todo, y así fue la causa a Chuquisaca y tras
sión de su marido, valiéndose de personas a quie- ella don Antonio por orden de la real audiencia.

nes se les debía toda veneración suplicaron éstas Hasta aquí iban de mal en peor las cosas de don
al corregidor suspendiese la causa, y al portero Antonio porque el hermano del portero (que
que se bajase de la querella, que se obligaba a como ya dije era relator en aquella real audien-
darle 2,000 pesos de a ocho reales. No vinieron cia) puso nueva acusación contra él, y como tenía
en ello el juez ni el demandante. Sabido por valedores, aun los mismos ministros de la audien-
don Antonio y que ya la causa se la tenían pro- cia apretaron por todas partes la causa. Pero

bada, envió a llamar a su tío que era vecino de como se le habían concedido los 60 días del tér-
la £ii6 v
ciudad de La Plata. Vino éste a toda
j]
mino para la prueba y ya iban corriendo espera-
de ver al sobrino en aquel
diligencia, y pesándole ban el fin para cargarle la mano; y (según corría
estado sólo por el origen de su dicho comuni- entre los apasionados) le prevenían una senten-
caron lo que se podría hacer. Acordóse el tío ciaen que padecía afrenta su honra, y por eso
cómo en la ciudad de Los Reyes asistía un sol- no le habían permitido legitimase su persona
dado amigo y paisano suyo, el cual, como deudo aunque tenía mejor tratamiento en la prisión que
de aquel que fue amo del morisco, podría saber el que le hicieron en esta Villa.
si éste tuvo algunos hijos, porque el portero tenía El correo, pues, que despachó don Antonio a
en la ciudad de La Plata un hermano con oficio su costa, lo hizo con tan buena diligencia que
de relator en aquella real audiencia, y decía tener llegando a Lima en 26 días, por el nombre y
otro eclesiástico cura en la villa de Cochabamba. señas halló al soldado mercader, y dándole una
Determinó don Antonio (dudando y aventu- carta, lo primero que dijo después de leerla fue

rando la cosa) enviar una persona a Lima, que que el esclavo de su primo (que era el que decía

viéndose con aquel soldado (que en la ocasión en la carta) tuvo en la ciudad de Lugo del reino
era mercader) averiguase si aquel esclavo dejó de Galicia cuatro hijos que los conoció de vista y
hijos, y para esto pidió al juez término de 60 comunicación a todos ellos; que sabía muy bien
días que dentro de ellos respondería lo que haber pasado a estas Indias los tres mancebos
y
mejor le conviniese. Vino en ello la parte y el de poca edad y que el otro hermano quedó sir-
juez, no por hacerle ningún bien sino por la mo- viendo al dicho su primo, por ser ya muerto su
lestia y atrasos que se le seguían con la dilatada padre; y que a cualquiera de los dichos hermanos
prisión. Mas porque no quedase por distinto ca- que viese al punto lo conocería. Oyendo esto el

mino de diligencia, le dijo el tío a don Antonio correo alegrísimo le dijo que él traía las voces
que volviese a intentarlo prometiendo a la parte de don Antonio, y que si se viniese en su com-
dinero que la antece- pañía 5,000 pesos, los 2,000 allí luego
le daría
y juez mayor cantidad de
dente, en atención de que era muy dudoso el y los restantes en
Potosí.

otro camino, aunque le aseguraba ser el portero Vino en ello el mercader muy contento, recibió
un propio retrato del morisco. Hízolo así don la cantidad que de contado le había prometido,

Antonio y prometióles 5,000 pesos al juez y a pagó lo que debía, y al punto vinieron a esta

la parte. Respondieron que dijese por escrito Villa. A la primera vista conoció al portero, y sin
haber mentido, como hombre que a la sazón dársele a conocer ni ser visto por él pasó a La
había estado tomado del vino (por ser después Plata, porque faltaban tres días para cumplir el
de comer) y que luego exhibiese 10,000 pesos término de los 60. Allí vio al otro hermano y
por la pena. He querido decir todas las circuns- quedó del todo enterado en que eran entrambos
tancias porque sin faltar ninguna refieren las de hijos del morisco. Fue a la cárcel, diole cuen-

este cuento el capitánPedro Méndez y don An- ta a don Antonio y al punto pidió audiencia
tonio de Acosta, y también porque se vea a lo por su procurador. Diéronsela, y como pidie-
que llega la malicia de un perverso que tiene sen que su alteza mandase comparecer al portero
bajas obligaciones y de un juez tan indiscreta- en aquella real audiencia se ejecutó luego y pues-
mente apasionado. tos en su presencia los dos hermanos, de impro-

214
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 21 Año 1591
viso apareció allí el soldado o mercader testigo, bizarramente se pasean por las calles de esta
y los saludó y nombró por nombres
sus propios Villa, la melena postiza y enrizada, sombrero
aunque ellos se los habían mudado. Quedaron de tres picos, listón nácar,gabán a la francesa
[117] absortos el portero y relator; y prosiguió azul o colorado, balona hasta el ombligo o cor-
el testigo declarando cómo eran aquellos hom- bata como ya es uso, calzones de muy vivos co-
bres hijos de un esclavo,
y queriendo pasar lores sin que lleguen a la rodilla, medias negras,
adelante con algunas razones que tocaban al co- zapatos blancos y no cortos tacones, capa corta
rregidor de esta Villa, le mandaron que callase. de vivo color, y lo mismo sus vueltas: "Señor
Púsose todo por escrito, más de ceremonia que ¿por qué dejastes la grandeza de vuestra patria
de justicia, aunque luego al punto mandaron
y nobleza de vuestra casa?”. Experimentada es
soltar de la prisión a don Antonio. El cual vien- la respuesta,
y así son muchos los que han dicho
do la felicidad del suceso y prueba de aquel caso que porque mataron un caballero o dieron una
tan en su favor, quiso llevar adelante la satis- bofetada a un duque, hirieron a un marqués,
facción, y considerando que en aquella real au- apalearon a un conde u otros disparates seme-
diencia no se podía hacer otra cosa porque los jantes que de verdad causan risa, aunque ellos
ministros se inclinaban a favorecer a sus con- tienen por simple al que se lo pregunta. Pregun-
trarios, determinó dar parte de todo al virrey, tad a otros que (recientes en su venida) andan
como con el testigo que de aquella ciudad
lo hizo casi desnudos
y en varias casas por un pedazo de
vino, a quien pagó con liberal mano el beneficio pan, que por qué padecen tanta necesidad
y os
recibido. responderán diciendo que el mar en una tormen-
Llegó a Los Reyes, donde informado su exce- ta les tragó 100 o 200,000 ducados de ropa que
lencia de aquel caso fueron multados el portero traían,
y para acreditar esta mentira añadirán
y relator en 5,000 pesos de a ocho reales cada maldiciones a maldiciones: "Maldita sea esta
uno, y al corregidor de esta Villa en 3,000 por tierra”, dirán, "donde diablo me ha
el traído a
haber fomentado aquella maldad. Todo volvió padecer necesidades cuales nunca en la mía expe-
brevemente y se puso en ejecución sin falta nin- rimenté; maldita la hora en que me embarqué
guna, aunque no quedó satisfecho don Antonio para este infierno de las Indias”. Pero pasados
pues como caballero que se tenía por muy agra- algunos años veréislos a estos muy contentos,
viado, no reparando en gastos despachó al real porque como ya han adquirido riquezas se les
Consejo de Indias haciéndole saber lo sucedido, vuelve en gloria lo que abominaban por infierno.
y como el tío de don Antonio tenía en la corte Desengañaos, peruanos o criollos, porque habéis
valedores, tuvo tan buen despacho aquel nego- de saber que mis padres ( que lo fueron de Es-
cio que con nueva prueba que allá se dio vinie- paña, como muchos de los nuestros) notando las
ron los dos hermanos seculares privados de oficio obras buenas o malas de lo que de allá pasaban,
y
y también desterrado. A don Antonio le vino un juntamente sus palabras, decían: "Sabed que este
destierro de todo el reino,
y al hermano que te- que más presume es mucho menos de lo que
nían cura en Cochabamba suspenso para siempre él os da a entender; aquel que menos habla
y más
y también desterrado. A
don Antonio le vino un bien obra, ese sí es verdaderamente noble, por-
hábito de Santiago, con otras honras honores que de unos y de otros me consta lo que son.
y
que prudente rey don Felipe II le hizo. 2
el Sabed que aquel que dice que tuvo tantos mil du-
Este suceso cuentan los autores arriba citados cados en su tierra, si eso fuera verdad no había
por muy notable en aquellos tiempos, sería por- para qué pasar a las Indias; y si pasara con alguna
y
que en ellos no se permitía pasar a estos reinos cantidad de ropa la despendiera
y se volviera,
gente de mala raza, porque así lo tenían man- pero no lo hace porque allá es un estropajo
y
dado nuestros católicos monarcas. Pero ya no es aquí es un gran personaje. Reparad otra cosa:
lo que solía, por donde entiendo que son
muchos que el que es perfectamente noble no lo dice él
los que de España pasan a estas Indias gente co- pero lo publican otros aunque lo vean muy po-
mún y falta de nobleza: esto es para en realidad, bre”. Y finalmente el caballero (porque lo es)
porque en lo demás está ya puesto en uso que pasa a estos reinos con un puesto, que es digno
no hay otra nobleza más que el haber nacido en premio de sus méritos por que allá fue conocido,
los reinos de España. Aun esto es lo menos, pues
y éstos son los más calificados, porque si desde
es lo más el decir cada uno de los que de allá acá lo pretenden, hay muchos [ii7 v que lo ad-
]
pasan a estas Indias, que unos vienen de los go- quieren por caminos muy siniestros
y todos fal-
dos, otros de los antiguos sos. Hay también muchísimos nobles que la ne-
y valerosos romanos,
éstos de los príncipes de Europa,
y esos otros de cesidad los trae, que no todos los hijos de España
los reyes; si sus obras acreditaran sus palabras
y son mayorazgos ni tienen rentas.
fuera muy bueno, pero todo es al contrario. Pre- Don Juan Pasquier, andaluz y autor moderno
guntó un peruano a uno de estos presumidos que de esta Villa Imperial, doliéndose de ver estra-
2. A veces ciertos detalles en los cuentos que incorpora Ar- gada la antigua nobleza de esta Villa por estar
zans en la primera parte de la Historia
recuerdan la ingenui- introducida en ella tanta bajeza de los que se
dad de los romances castellanos primitivos: en
este relato no-
velesco tenemos al prudente rey don Felipe llamaban caballeros no siéndolo, culpa a los que
enviando a don
Antonio un hábito de Santiago no se sabe porqué. [M] lo permiten y luego añade el daño
y descrédito

2I 5
Año 1592 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

que por ellos padece la verdadera nobleza de un mercader de su mismo pueblo (porque le
España en las Indias. Cuenta también algunos amenazó de que le daría 200 azotes) “¿Os pa- :

casos afrentosos que han pasado por estos caba- rece que mis espaldas son como las vuestras, que
lleros fingidos. De uno dice que siendo de los en Toledo, por lo que hicisteis, os dieron más
reinos de España, le dijo uno de su mismo pue- de 400, y muchos más en las galeras del rey?”.
blo (ciertamente noble aunque de pocos bienes Pero el decir estas verdades le costó la vida al
de fortuna) por ciertos agravios que le hizo: mercader, porque no se pasaron seis días sin que
"Agradeced ese hábito al dinero que en las In- dejasen de matarlo de un balazo, que aunque
dias habéis adquirido, que yo me acuerdo que se atribuyó a otra cosa, ésa fue la causa. Dice de
muchas veces entrasteis a mi casa con vuestra otro que llegó a esta Villa muy pobre y abatido,
bacía a hacer la barba a mi padre”. Y aunque se y andaba diciendo que el mar le había tragado
lo dijo sin testigo que lo oyese, bastó esta palabra 80,000 ducados en géneros, y le dijo uno: "¿De
para echarlo de todo el Perú. "Veréis”, dice este dónde sacasteis esa suma de ducados, porque en
autor, "a algunos de esta ralea venir a Potosí vuestra generación, que la conozco muy bien, no
cargados de apellidos nobles sin que les cueste hay 60 maravedíes?”. Otro que dijo que el ene-
más que hurtarlos, y del mismo modo las ejecu- migo le había quitado en el mar toda su hacien-
toriasque muestran. A un gran rico”, prosigue el da, díjole otro que le estaba oyendo: "Igual vos y

dicho autor, "que había tomado el apellido de los de vuestra nación: como enemigos de Dios

los excelentísimos señores duques del Alba, le1 y nuestros nos la quitáis a veces”.
Pero por esta
3
dijo en Potosí, uno que lo conocía (riñendo con verdad dice este autor que le quitaron la vida.

él): 'Acordaos que fuiste Antón Carral, y mu-


3. Arzáns es antiespañol en la medida en que los españoles
chas veces os vi con la hoz cuando pasaba por
son "enemigos de Dios y nuestros”, es decir de los criollos.
vuestra aldea’ ”. Dice más, que a un cierto caba- En este sentido la Historia es un documento que ocupará
lugar inexcusable para el estudio del estado anímico del pue-
llero(que por decir él que lo era lo eligieron un
blo de los dominios americanos con relación a la gente ultra-
año en esta Villa por alcalde ordinario) le dijo marina durante la Colonia. [M]

Capítulo XXII

CÓMO POR HABER PROMULGADO EL GENERAL ZARATE UN AUTO


RIGUROSO CONTRA UNOS POBRES PADECIÓ ESTA VILLA
UNA CRUELÍSIMA HAMBRE

ERDAD tiempo que quisiesen. Demás

V
muy experimentada es que de y casa por todo el
los pecados que cometen las cabezas es de esta buena obra se les hacía otra a los pobres
participante en el castigo todo el cuerpo viejos, ciegos y de otros impedimentos, hasta el

de la república. Entre los ejemplares número de 20, la cual era el sustentarlos el tiem-

que de esto se ha visto en esta Villa Imperial po que de aquella manera vivían. La casa era

de Potosí, cuentan el capitán Pedro Méndez, grande, con patios apartados, y de tres que eran
don Antonio de Acosta y don Juan Pasquier en el último estaban 10 aposentos para cada dos
el que sucedió este año de 1 592, y dicen que como impedidos, y si el uno era ciego el otro había de
en todos tiempos ha sido liberal y caritativa con ser cojo o manco para que entrambos ayudándose
los pobres forasteros, había años que el ilustre lo pasasen con más alivio. En faltando el uno

cabildo de esta noble Villa, de sus propios tenía entraba el otro, avisando primero al decano del
señalados 1,000 pesos para que en el mesón o ayuntamiento. También la renta para este efecto
tambo de la Cebada (que ahora es casa particular salía de los propios de la Villa, y era de los poyos

en la plazuela de San Lorenzo) se diese de comer de la gran plaza del Gato que pagaban las indias
a los pobres que allí se acogiesen hasta que ellos para vender en ellos los mantenimientos, como
buscasen conveniencia, obra muy caritativa y muy lo hacen hoy. La renta era de 800 pesos, conque

alabada de los dichos autores, porque como acu- entrambas buenas obras tenían de costo 1,800:
dían tantos a buscar alivio en sus fatigas cuando poco era para tan excelso bien como en retorno
no lo hallaban en los amigos y paisanos, allí te- pudieran tener de la mano de Dios.
nían abundancia de mantenimientos de la tierra Pero líbrenos su divina majestad de la codicia
y ambición de los hombres. Fue notable (dicen
1. Méndez, capítulo 20; Acosta, libro IV, capítulo 17; Pas- general don
los autores arriba citados) la del
quicr, libro II, capítulo 23. [A]

216
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 22 Año 1592
Juan Ortiz de Zárate, pues demás de haber visi- eran a unos de azotes, a otros de destierro, a
tado las armas de los vecinos y demás moradores otros de ir a servir al rey en los presidios de
de esta Villa, llevado [118] por cada uno a seis Chile, y a otros multas cuantiosas
y perdimiento
pesos y hecho otras muchas injusticias sólo a fin de bienes. Con estas y otras disposiciones teme-
de arrancarles la plata así a españoles como a rarias movidas de su codicia se hizo tan aborreci-
indios, dio también en mover nuevos pleitos, dis- ble el corregidor que todos deseaban beberle la
posiciones contrarias a las que con mejor dicta- sangre.
men que el suyo estaban dispuestas. Y sabiendo En este tiempo era muy venerado en toda la
que en el mesón o tambo de los pobres foraste- Villa por gran siervo de Dios el muy reverendo
ros se gastaban cada año aquellos 1,800 pesos padre fray Juan del Canto, religioso de nuestro
de las rentas del cabildo, dio en que se evitasen padre San Agustín y uno de los fundadores de su
aquellos gastos y que él apercibiría dicha canti- convento en ella. Este siervo del Señor, viendo
dad para otras obras pías: decía que aquello era las insolencias del corregidor, movido de su mu-
superfluo, y que con tal seguro venían los vaga- cha caridad entró un día en su casa y con grande
bundos a vivir en aquel hospicio con todo rega- fervor le dijo lo mal que obraba reprendiéndole
lo. Algunos veinticuatros que el corregidor tenía con aspereza sus vicios, añadiendo que para que
agregados a su parecer le ayudaron a la determi- viese lo que Dios se había desagradado por haber
nación, de suerte que aunque el decano quitado a tantos pobres el sustento se experimen-
y otros
señores del ayuntamiento juntamente con el pro- taría en la Villa un hambre que les causase mu-
curador general defendieron a los pobres, preva- cha pesadumbre. El corregidor le dijo que él ha-
leció la malicia de la otra parte, que a veces per- bía obrado muy justamente,
y que si así no lo
mite Dios sean mortificados los tristes, míseros hubiese hecho se obligaba a pasar la pena con
y afligidos por manos de los ricos, soberbios y más gravamen que a otro alguno de sus súbditos.
codiciosos. Echaron a
pobres de aquel hospi-
los Así sucedió, porque desde aquel punto (que
cio en cuya posesión se habían mantenido 28 eran los primeros días de enero de este año de
años, y se repartieron en varias casas con gran 1592) repentinamente se levantaron las aguas
sentimiento de ellos y de toda la Villa por el mal que hasta allí la providencia divina enviaba so-
que se les hacía; y doliéndose de aquel caso mu- bre la tierra, y como era el mes en el cual comien-
chos señores azogueros y otros vecinos ricos de- zan en estas regiones a sazonarse los panes y de-
terminaron fabricarles otra casa donde se con- más frutos, faltándoles las lluvias se secaron sin
tinuase la caridad a su costa. Pero la malicia querer pasar adelante en disponerse para dar
y
cruelísimas entrañas del corregidor, pareciéndo- sustento a los humanos. Aún no eran pasados 15
le o tomando por achaque el que no se ponía en días cuando de los valles de Mataca, Pitantora
ejecución su mandato, lo impidió con amenazas Cochabamba (que son losque mantienen de
y
y crecidas multas por pena si pasaban adelante pan a esta Imperial Villa) avisaron a sus corres-
en el amparo de aquellos pobres, por lo cual lo pondientes el suceso notable que había sobreve-
dejaron de hacer en público y los pobres no se nido en los frutos. Comenzóse a experimentar
hartaron de cargarle millares de maldiciones. la falta y los pobres acudieron al amparo de Ma-
Supo el corregidor cómo andaban por las ca- ría santísima, pidiéndole con lágrimas suspiros
y
lles, iglesias
y plazas clamando justicia a Dios que por su mano les fuese impetrada la divina
contra él, de que indignado promulgó luego un piedad y socorro en aquella gravísima necesidad.
auto contra dichos pobres tan escandaloso para El corregidor aún se estaba pertinaz mostrán-
los buenos que harto tuvieron que sentir dose más cruel; y estando en la cumbre de su
y notar
todos. Fue, pues, que dentro de tres días saliesen altivez, el que solo puede
y suele abajar las so-
de la Villa todos aquellos que no tuviesen oficio ber[u8 v ]bias (que es Dios) puso límite a sus
y que a título de pobres forasteros
ni beneficio desvanecidos pensamientos y detestables obras,
estaban en que de allí en adelante no
ella, comenzó a caer en la cuenta y los vecinos y
les y así
consintiesen entrar si no es que viniesen a ne- demás moradores (que siempre habían temido
gocio y en tal caso pudiesen estar solamente seis este suceso) a cargar de culpas al que de caridad
días,
y que esto se entendía con los que demostra- era falto. Los labradores guardaron lo poco que
ban [no] ser vagabundos; "ítem, que por cuanto tenían, y sin poder meter un solo grano ni otro
los de España se habían introducido en ser mer- fruto en la Villa, ella sola por justo castigo del
caderes de los frutos de la tierra quitándoles a los cielo padeció grandísima hambre. Y para que se
indios su propio ejercicio, desde luego se les im- ejecutase la sentencia que el corregidor había
pidiese esta usurpación; ítem, que no se permi- dado contra sí mismo, sucedió que continuándo-
tiese a losmendigos pordiosear por las calles, se lahambre y llegando el mes de septiembre
pues [no siéndolo] a la sombra de la manquedad llegó a faltarle todo género de mantenimiento,
fingida y de la llaga falsa andaban los bravos
y de tal suerte que de 30 personas que en su fa-
ladrones y la salud borracha”. Estos otros rigu- milia tenía perecieron de hambre las 18,
y y de los
rosos mandatos contenía este auto, que sin re- demás fuera lo mismo si (como advertidos) hu-
medio ninguno se puso por entonces en ejecución yendo de su señor no se repartieran en las casas
porque las penas impuestas a los inobedientes de los señores azogueros.

217
Año 1593 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Admirable (dice el capitán Pedro Méndez) sustento le acarrearon al corregidor accidentes


fue este castigo por ser con más rigor ejecutado mortales que lo pusieron en punto de desespera-
en la casa del corregidor, pues aunque por todas ción. Pero a lo que no le movió la caridad le

las de la Villa pasó la hambre en ninguna mu- obligó la necesidad, pues (advertido por perso-
rió persona alguna; y aun dice más este autor nas buenas) todo despechado hizo traer a su ca-
(como testigo de vista) que a muchos ricos de ma el auto que con tanto rigor había hecho con-
esta Villa que siempre se ejercitaron en obras tra los pobres, y allí (sin esperar tuviese otro

de caridad, no les faltó el pan y otros manteni- efecto por la pluma) lo rompió y deshizo con
2
mientos así para sus familias como para muchos las manos y los dientes.
pobres que les pedían sustento en aquella nece- elementos característicos de
2. En este episodio se advierten
sidad. Sólo al corregidor le faltó todo, porque la Historia por estos años:
composición de la

metían de noche a) Una estructura esencial basica de realidad, pues la falta


lo poco que se traía al pueblo lo
de lluvias y la carestía fueron hechos efectivos aunque co-
se había mostrado tan
y ocultaban, y como él menzaron en 1591 y no en 1592 (Acuerdos de Potosí, t. VI,

cruel con los pobres, hicieron lo mismo los ricos


f. 64, 7 °\ 73 . 9 °) • , , , ,

b) Sentido popular: la crueldad de los ricos y poderosos


sin quererlo socorrer con una sola migaja de pan, es castigada.
c) Sentido bíblico de culpa y castigo: Jehová está pronto
tal erasu aborrecimiento por tales obras que a
siempre a castigar los pecados de Potosí como los del pueblo
todos había hecho. La pesadumbre y falta de elegido. [M]

Capítulo XXIII

DE CÓMO POR MEDIO DE UNA ROGATIVA Y PROCESIÓN CESÓ LA HAMBRE


Y ENVIÓ DIOS CON ABUNDANCIA SUS MISERICORDIAS, Y DE CÓMO
POR LA CODICIA DEL CORREGIDOR SE MOVIERON MUY
SANGRIENTOS SUCESOS

ONTINUÓSE hambre hasta media-


la bres padecían todos aquella desventura, determi-

C do de este año de 1593 que empezaron


a coger los trigos, que se habían dado
como por milagro porque como el año
antecedente no hubiese cosechas y el Señor qui-
siese llevar adelante el castigo que Potosí mere-
naron por el camino contrario desenojar a Dios,
y fue que vistieron a su
pobres había en la Villa a
costa a todos cuantos
cada uno conforme la
calidad de su persona. Esto hecho, les dieron ve-
las de a libra de cera para que todos fuesen en
cía por sus pecados, no quiso enviar las lluvias procesión delante del santo crucifijo. Anduvo
tan necesarias para dar los frutos que en estas por las iglesias y calles más principales de la Vi-
regiones comienzan por el mes de octubre y en lla, acompañándola todos sus moradores, hacien-

este mismo se hacen las primeras siembras. No do los más muchas y varias penitencias. Serían
cayó una gota de agua hasta mediado de diciem- las 10 de la noche cuando se acabó la procesión;

bre, conque afligidos sumamente los moradores recogiéronse a sus casas y dentro de una hora co-
de esta Villa y considerando que si se continua- menzó a llover con tanta abundancia que en 24
ba el año siguiente aquella penosa calamidad horas que duró aquel primer aguacero hubo bas-
perecerían totalmente, acordaron de pedir a Dios tante en el vaso para comenzar a moler la Ri-
muy de veras el alivio necesario para tan grave bera.

necesidad. Ordenaron un novenario de rogativa Continuáronse las lluvias hasta el mes de abril
en la iglesia de San Francisco ante el Santo Cristo en todos los valles que la mantienen, y fue el año
de Veracruz, patrón de la Ribera, y la purísima
la tan fértil de frutos que no se vio hasta allí otro
imagen de la Concepción de Nuestra Señora, semejante. Alegres los moradores de esta Villa,
patrona de la Villa. Comenzóse a 22 de diciem- andaban el siguiente día de la procesión alaban-
bre y se acabó el segundo día de enero de este do al divino padre de misericordias por todas las
año dicho de 1593, y durante el novenario no se calles, dándole las debidas gracias. El [119] co-
vio ni una pequeña nube en el cielo. Hízose la rregidor, con sus achaques que le duraron mu-

procesión con mucha devoción y lágrimas de to- chos días, no asistió a estas funciones ni aun qui-
da la Villa clamando por agua porque ya había so que nadie le visitase en su casa en todo aquel
parado la Ribera por faltarle en sus lagunas. tiempo. El era para temido por ser (como fue)
Los señores azogueros, considerando que por hombre belicosísimo, bravo y soberbio, codicioso
el daño que el corregidor había hecho a los po- y de mucha ambición, y por eso sus tiempos muy

218
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 23 Año 1393

revueltos y que las inquietudes pasadas torna- rrear plata y ropa, como para ello llevaba muchos
ron por sus malas obras a continuarse, que si no indios y negros. Pero llegando a la casa de don
fueron a los pocos que tenían su voz, a todo el Leonardo Belalcázar, que tenían ya prevenidos
restante de los moradores de esta Villa plugo de hasta 20 extremeños, salieron a las puertas y sa-
su poca salud, y aun deseaban verlo muerto pro- ludaron al corregidor y vascongados con sus ar-
metiéndose serenidad y bonanza tras de tan gran como ellos no los tenían para corres-
cabuces, y
tormenta y tempestad como fue la de su gobierno. ponder huyeron todos con el corregidor y no
Mas él recobró de salud y volvió al tema de su pararon hasta su casa. Mandó luego sacar las
codicia y ambición. Las rentas que se gastaban armas de las cajas reales, soltó la capa, llamó a
en hospedar los pobres volvieron a los veinticua- la voz del rey, acudiéronle vascongados
y nava-
tros, apercibiéndolas todas el corregidor el tiem- rros, repartió las armas previno el acometimien-
y
po que de en adelante gobernó con pretexto
allí to para el día siguiente.
de hacer otra obra más pía; y así les quitó total- De todo fueron sabedores los extremeños, y
mente a los pobres aquel bien que se les hacía, no queriendo descuidarse en lo que les importa-
mas no por esto dejaron de tenerlo, pues per- ba llamaron en su favor a los peruanos y en toda
petuamente lo hallan en la liberalidad de sus aquella noche previnieron todo lo necesario para
vecinos. su defensa. Serían por todos 60 hombres (dice
No paró en esto la codicia del general Zárate, el capitán Pedro Méndez)
:
30 arcabuceros, 10
pues viendo los opulentos caudales de los mer- mosqueteros y 20 piqueros; de mestizos y negros
caderes llamó un día a sus alguaciles y con ellos (dice) serían otros 20 alabarderos. Los del co-
fue a visitar todos los almacenes y tiendas de rregidor tenían 12 caballos, un cañón grueso, y
ropa, con el pretexto de que vendían géneros dos tiros pequeños, 50 arcabuceros, 20 mosquete-
podridos y adulterados y que las pesas eran falsas ros, otros 20 piqueros, 10 alabarderos
y más de
1
y las varas no de ley. Esto bien creo yo que sería 30 esclavos y otra gente de servicio con chuzos,
verdad, que muchos mercaderes las más veces partesanas, alfanjes, espadas y rodelas.
hacen de las suyas; pero el corregidor no lo hizo Bien sabían los contrarios la ventaja y por esto
por el bien común cuanto por su particular inte- pidieron favor a los andaluces, mas no se lo die-
rés, pues ellos se quedaron continuando su mal ron por ser de esta nación el corregidor aunque
obrar y el muy buen provecho de
corregidor sacó no se llevaba bien con ellos, por lo cual se vieron
esta diligencia porque a cada uno les arrancó io los extremeños y peruanos en grande aprieto.
pesos por la visita que les había hecho. Él hizo Aconsejáronles algunas naciones desinteresadas
muy bien su propio negocio (como lo hacen to- saliesen al campo y no se dejasen cercar dentro
dos los hijos de los hombres) y no atendió a la de la casa ni calles porque era cierta su perdición,
inconveniencia del ajeno que por su codicia se y aunque venían en ello miraban también el que
les siguió, porque Juan de Coria, don Antonio si daba en el campo la batalla la artillería
y ca-
Miravel, Alejandro de Belvis, don Leonardo Be- ballos los destrozarían. Estando en estos parece-
lalcázar, el alférez Reina
y don Pedro Salva- res y que ya venía el alba, se determinaron a dar
león, todos extremeños dueños de almacenes de una vez sobre la artillería (que estaba a las
y
ricos, aunque le permitieron la visita no quisieron puertas de la caja real con toda la arcabucería
pagársela. por guarda) y ganarla si pudiese. Con esta re-
Indignado por esto el general les hizo causa solución don Leonardo Belalcázar, don Pedro
y los multó en 2,000 pesos a cada uno. Envió Salvaleón, don Antonio Miravel y don Blasco
luego al alguacil mayor a pedirlos,
y los extre- [ii9 v ] de Santa Ana (que hacían oficio de capi-
meños se comunicaron y determinaron negarle tanes) pusieron en orden sus soldados, y se en-
la obediencia, enviándole a decir con el mismo caminaron adonde estaba la artillería, con tanto
alguacil que estaban resueltos a no pagar apa- silencio que primero se apoderaron de ella que
riencia de pecho a quien era indigno de ser señor fuesen sentidos. Acometieron a los que la guar-
en ninguna manera; que por echarlo de la Villa daban por entrambos lados, diciendo "Viva el
servirían al rey con 20,000 pesos rey, mueran los tiranos”,
y harían con y en breve rato mataron
esto a los vecinos mucho bien. 10 hombres.
Ardiendo en iras el corregidor juntó muchos En este punto (que lo era en el que ya amane-
vascongados (que con los de esta nación se lle- cía) fue avisado el general, que a toda prisa
y
vaba muy bien) y fueron a prender a los extre- con gran sobresalto se comenzó a vestir y armar,
meños, y con esto se rompió la paz que había
y no del todo compuesto salió al patio de la real
más de tres años que de ella se gozaba. No caja con una espada y rodela a esforzar a los su-
advirtió el corregidor en que siendo nobles los yos, encargando a voces el que no se perdiese la
extremeños que hacían cabeza en aquel juego, artillería y los caballos. Pero ya era tarde, porque
forzosamente habían de mirar por sus personas; los extremeños y peruanos (que como ya he di-
parecióle que no era más de prenderlos cho en otras partes los llaman criollos) con gran
y aca-
valor la ganaron y quebrando las ruedas la in-
1. En 1586 Ortiz de Zárate estuvo en Potosí como visitador
por nombramiento vicerreal ("Lista de gobernadores de Po-
habilitaron. Luego acometieron a las puertas de
tosí”). [M] la real caja porque de allí les tiraron muchos

219
Año 1593 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

arcabuzazos, y con algún daño que recibieron la Por la poca salud del corregidor envió la real

entraron y se sacaron los caballos. audiencia de La Plata a esta Imperial Villa por
El corregidor con la mayor parte de los suyos justicia mayor de ella al licenciado Diego Trevi-

se entraron a la sala del tesoro, y mirándola con ño, el cual gobernó en su compañía un año y se
3
el debido respeto los contrarios no se movieron volvió.
contra sus enemigos aunque estaban abiertas las
puertas. Saliéronse a la plaza dejando muertos Hoy habiendo faltado todo lo referido arriba, la situación
día,

que por es tal que si no fuera por el capital invertido en las minas
seis de los suyos: lleváronse los caballos,
y en más de 150 ingenios de moler metales y deshacer hierro
estar ensillados no faltaron quien los mandase que hay en Tarapaya, la Ribera y dentro de la Villa, en que
tienen ocupados más de 2,000,000, "es cosa llana que hubie-
con destreza. Fue esto para ellos extremada fac- ran desamparado el Cerro como lo han querido hacer en los
ción, porque los mosqueteros, piqueros, alabar- intervalos dichos”.
Por el interés del rey, de los vasallos y la conservación del
deros y la demás gente de servicio que eran de reino, acuden al rey, "que es el que solo después de Dios lo
la parte del corregidor y estaban en guarda de su puede remediar”, a fin de que la duración y riqueza del Ce-
rro sea perpetua, porque en sus entrañas quedan muchas más
casa, como fuesen
avisados acudieron a las cajas
de las ya sacadas, según se entiende por las labores que cada
reales a dar presto favor al corregidor que sólo día se descubren, sólo que en su trabajo es más la costa que el
beneficio. Envían, pues, un procurador que pida: 1. Que se
estaba con los 50 arcabuceros; y como el haber use del rigor que antes se usaba para que en las flotas que
ganado la artillería y caballos fuese en breve ra- vienen de España no pase nadie a Potosí, porque de 2,000
hombres que vienen a Indias en cada pasaje, 1,000 vienen a
to, cuando los demás soldados acudieron al favor
parar a Potosí y provincia a consumir el fruto de las labores
ya los extremeños y criollos se encaminaban de y beneficios fuera de otros "cien mil géneros de inconvenien-
tes”. 2. Que esta Villa sea declarada libre y franca porque así
vuelta a las casas de sus capitanes, y así la gente será como el mercado público de estos reinos y cesará la ca-
del corregidor sin hacer otro efecto entraron a restía tan excesiva que al presente hay, facilitándose las la-
bores; "y en esta franquicia se ha de comprender la imposi-
las cajas reales a sólo darle los pésames, y con
ción del medio por 100”. 3. Que el azogue baje de precio
mucha razón porque viendo la rota de su gente de 85 a 60 pesos ensayados. 4. Que el azogue se fíe con la
seguridad necesaria por ocho meses desde la entrega. 5. Que
fue tanta la pena que sintió que dándole recias se aumente la mita por lo menos en los 1,000 indios colla-
calenturas estuvo muy al fin de su vida. guas de la jurisdicción de Arequipa que los virreyes pasados
tenían señalados. 6. Que los indios de mita sólo se repartan
De este rompimiento quedaron aquellas na- a los dueños efectivos de minas e ingenios de ley. 7. Que los
ciones de vascongados y sus aliados muy enemis- corregidores sean personas de este reino, prácticas y de buena
fama, pudiendo los virreyes removerlos cada que convenga
tados contra los extremeños y criollos porque los
y acrecentándoles su salario hasta 5,000 pesos ensayados, y
10 arcabuceros que de la parte del corregidor lo mismo se provea para los alcaldes mayores de minas, vee-
dores del Cerro y protector de naturales. 8. Que se quiten los
murieron fueron vascongados, y de los contrarios corregidores de naturales porque con sus tratos y granjerias
cuatro extremeños y dos criollos. También hubo han sido los que más han hecho encarecer los mantenimientos
y distraído mayor número de indios. 9. Que se restituya a
la
muchos heridos de entrambas partes, y entre ellos Villa la correduría, pregonería y mojonería por roo años por-
13 niños criollos naturales de esta Villa, que co- que la del pueblo es pobrísima siendo tan ricas las rentas
reales. 10. Que no venga de España ningún navio con ropa
mo rapacillos se metieron entre sus padres cuan- sin que traiga de lastre 1,000 quintales de hierro que tanto
do acometieron a ganar la artillería, y fueron se gasta en el beneficio de los metales, n. Que no haya en
la Villa más de 30 pulperías en los lugares señalados por el
heridos, y muy mal algunos porque a uno le llevó
cabildo. 12. Que de los diezmos se haga alguna merced a la
una bala el brazo izquierdo, a otro le hizo peda- iglesia mayor de la Villa que es muy pobre, acrecentando
la jurisdicción de la Villa a 10 leguas a la redonda. 13. Que al
zos un muslo otra bala y a otros las piernas, de
hospital donde se curan los indios de minas de sus enferme-
2
cuyas heridas murieron cuatro. dades o lisiaduras, habiendo de ordinario en él 150 enfermos,
se haga merced de 10,000 pesos de renta en los primeros
2. En II.25 este año el cabildo de Potosí había remitido al indios que vacaren, o de pensión en el obispado de Charcas
rey un memorial (Acuerdos de Potosí, t. VI, f. i 53 -t 54 ) que es muy rico. 14. Que se moderen los derechos eclesiás-
describiendo la situación de las minas: ticos. [M]
El licenciado Diego López Treviño no fue justicia mayor
"El Cerro rico de esta Villa él solo ha sido y es el que ha 3.

dado ser y sustancia a este reino”. "Desde el día en que se ni lo designó la audiencia: fue teniente de corregidor nom-
descubrió hasta hoy ha tenido los siguientes intervalos: El brado por el propio Ortiz de Zárate. Tampoco fue el único
primero fue la abundancia de metales ricos y el poco costo teniente de corregidor que tuvo Ortiz de Zárate ("Lista de
de la extracción y beneficio hasta llegar a una hondura de gobernadores de Potosí"). Los capítulos relativos al gobier-
30 ó 40 estados, y esto duró 20 ó 25 años”. El segundo in- no de Ortiz de Zárate pueden muy bien servir como materia
tervalo fue cuando ahondándose las minas se acabó la riqueza prima para estudiar una de las tendencias características de
la Historia. Ortiz de Zárate tuvo del virrey el grave encargo
y disminuyó el fruto hasta el punto de que no llegaban
a
300,00 pesos los quintos reales, momentos en que el virrey de entablar en Potosí el impuesto de la alcabala, hecho im-
Toledo "dio lumbre y claridad cómo los metales se labrasen portante no sólo en Potosí sino en todo el imperio indiano
por el beneficio del azogue, de que resultó tomar el Cerro por sus antecedentes y consecuencias. Arzáns y los autores
nuevas fuerzas y dar mayores riquezas de sí que jamás había potosinos que él cita tenían al alcance de la mano los libros
dado", y esto duró como 13 o 14 años. El tercer intervalo del cabildo para recoger siquiera los pormenores más exter-
fue cuando los metales de azogue también se empobrecieron nos del asunto. El tema, empero, no les interesó ni podía
de suerte que se gastaba más en el azogue que el provecho interesarles porque en la Villa el entable de las alcabalas no
que se sacaba, y entonces se descubrió el beneficio del hie- tuvo una repercusión espectacular, no dio origen a penden-
rro que repara la pérdida del azogue "con que se ha podido cias, heridas, muertes, incendios, etc.
beneficiar desde entonces hasta ahora con ganancia, por es- Más información sobre Ortiz de Zárate supra capítulo 21,
pacio de cuatro años que ha que este beneficio se inventó”. nota 1, y capítulo 23, nota 1. [M]

220
Capítulo XXIV
ENTRAN EJÉRCITOS DE INDIOS INFIELES A LAS PROVINCIAS DE CHICHAS Y
PORGO, CONSIGUEN DE ELLOS LOS CAPITANES DE ESTA IMPERIAL
VILLA UN GRAN TRIUNFO, Y DECLÁRASE CÓMO EN ELLA SE HALLÓ
SER A PROPÓSITO EL METAL DE HIERRO PARA
BENEFICIAR EL DE PLATA

A ÜN no era bien pasado ei alboroto que general Zárate, porque a la verdad fue este licen-
queda referido en esta Imperial Villa ciado amigo de justicia, de amigable conversa-
/ A (fuente y cabeza de todas novedades y ción,amado y bienquisto, sabio y de grande es-
J*- mudanzas y madre sustentadora en fuerzo en la guerra, honesto
y temeroso de Dios
aquellos tiempos de los bandos
y guerras) cuan- y por esto buen cristiano, aunque no falta quien
do sobrevino otro que se comenzó a publicar a de Potosí ha escrito que deje de notarlo impru-
principios del año de 1594,
y fue que (como la dente, avariento y codicioso, que en alguna ma-
embriaguez nunca guarda secreto) unos indios nera lo desacredita.
que estaban poseídos de ella, en una junta dije- Estando ya la gente levantada (que por todos
ron cómo había cuatro días que tenían hospeda- serían400 españoles y más de 1,000 indios) lle-
dos en su rancho cinco indios enemigos,
y que garon correos diligentes del asiento de Porco y
éstos eran espías enviados por el señor de los otros pueblos de su contorno, con aviso de que
iguaros (provincias cercanas a los valles habiendo asolado muchos lugares de los Chichas
y villa
de Tarija), el cual con poderoso ejército de sus aquellos bárbaros, se hallaban ya dentro de la
gentes (y algunas tropas de indios cal chaqui es provincia de Porco y estaban alojados a cuatro
y guaymores de las provincias del Tucumán) se leguas de aquel asiento.
encaminaban a las de los Chichas y la de Porco, Era una lástima ver venir a esta Villa huyendo
donde está Potosí. Oyeron esta conversación al- multitud de mujeres (así españolas como indias)
gunos de los naturales de esta Villa y avisaron de aquellos miserables pueblos con sus hijos
y
al capitán de la mita (que entonces lo era don padres viejos. En el asiento de Porco estaban para
Juan de Argüello), el cual sin mostrarse negli- la resistencia 100 españoles y 500 indios, pero
gente hizo la averiguación como el caso reque- ni éstos juntos con los de esta Villa ni otros más
ría. Prendió a los indios espías
y entrególos a un parecían ser bastante a resistir tanta multitud de
alcalde ordinario,
y puestos en cuestión de tor- bárbaros, pues según se pudo averiguar (con los
mento confesaron (aunque en muy obscuro idio- indios presos) pasaban de 15,000.
ma) cómo eran enviados por su señor y caciques Con las continuas alarmas que a todas horas
de otras provincias a ver si podrían entrar en se repetían por los que huyendo venían, salieron
esta Villa
y por cuál camino que fuese menos los capitanes un domingo al amanecer (que se
usado. contaban 28 de enero de este año) y habiendo
Tomada su confesión los aseguraron en la pri- caminado siete leguas aquel día por mal camino
sión, y estando en esta diligencia llegaron [120] llegaron a las oraciones al asiento de Porco. El
varios correos de algunos pueblos (así de espa- enemigo se hallaba media legua distante con in-
ñoles como de indios) con el aviso de que aque- tención de acometer al asiento el día siguiente,
llos infieles con poderoso ejército hacían gran pero teniendo noticia de que el ejército de Potosí
estrago en los Chichas, y, así, que los socorriesen estaba ya en él, se levantaron de donde se aloja-
porque temían perderse todos. Alborotóse la Vi- ban y se encaminaron para el pueblo de Puna.
lla, tocáronse cajas de guerra, acudieron los ve- El capitán Alberto Pérez Grande, que tenía a su
cinos a sus capitanes, que los eran del número cargo 40 buenos jinetes, se adelantó con ellos a
don Alberto Pérez Grande, Mauricio Escude- impedirle la entrada en Puna, porque no habían
ro, don Alvaro Ruiz de Grado
y don Antonio Nú- quedado en aquel pueblo más de solas las muje-
ñez de Mercado. El general Zárate, aunque ya res y niños por estar los hombres en el ejército
estaba mejor de su achaque dio todas sus veces de Porco.
al Diego Treviño, justicia mayor de
licenciado De todo tenía aviso el bárbaro porque se pa-
esta Villa, aquien más quisieran sus moradores saban muchos indios cristianos a sus ejércitos. A
tenerlo por su corregidor propietario que no al éstos gobernaban siete caciques o señores podero-

221
Año 1594 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

sos, nombrados Caranalta, Potirí, Condoripí, Ma- cual hizo lomismo con su arco y flechas, y sin
yasurú y el general Ypití. Éstos eran de los ¿gua- detenerse un punto le tiró una de ellas con tan
ros, en cuyas fronteras estaban los valles de poderoso brazo que pasándole la adarga por la
Tarija. Los calchaquíes y guaymores que venían parte baja salió la flecha una gran distancia. En-
con ellos eran gobernados por los caciques o ca- tonces todo colérico nuestro capitán le tiró una
pitanes llamados Mepene y Chicamini. cuchillada al indio por encima de un hombro
El capitán don Alberto con sus 40 caballos no donde le hizo grande herida. Pero no vio don
pudo adquirir noticia del enemigo en espacio de Alberto un indio que a sus espaldas andaba mi-
tres leguas que habían caminado, y estando pro- rando la parte menos armada del cuerpo para
siguiendo su camino fueron avisados por unos emplear una flecha, y cuando arremetió a dar la
indios cristianos que andaban entre unas peñas cuchillada al indio general se puso [don Alber-
huyendo cómo aquellos enemigos habían dejado to] tan cerca que con la misma flecha desvió un
el camino de Puna y que iban a gran prisa al canto del escaupil (que son aquellos sayos esto-
pueblo de Chaqui. Con esta noticia enderezaron fados de algodón, mejores que el más duro peto
para dicho pueblo los españoles, dando también ni acerada cota para impedir las violentas fle-

aviso a los otros capitanes para que siguiesen las chas) por allí se la metió pasándole un muslo.
y
huellas. A poco más de una legua que hubieron En punto llegaron los demás capitanes es-
este

caminado los jinetes tuvieron aviso que allí cerca pañoles (que los jinetes que se retiraron en la
detrás de una peña estaba el bárbaro recogiendo quebrada por estar cerca les dieron aviso) y to-
mantenimiento de unos sembrados que por allí dos acudieron entrando por el mismo arroyuelo
estaban. hasta salir a tan buen tiempo que a no ser así
Metióse don Alberto por una quebrada por pereciera sin duda el capitán don Alberto y sus
dar en ellos sin ser visto ni sentido, pero salióles caballeros, porque él estaba malherido con otros

al contrario porque un indio de los que guiaban cuatro españoles sin otros dos muertos, y tam-
se pasó al enemigo y les dio aviso brevemente de bién siete caballos. Viendo los indios sobre sí
cómo aquellos españoles venían sobre ellos. Me- todo de los españoles y naturales cris-
el ejército

tiéronse los bárbaros en la misma quebrada por tianos, dieron [sus] acostumbrados alaridos y se
donde habían de salir los caballos y repartidos dividieron en varias tropas para mejor defender-
entre los riscos deuno y otro lado, al tiempo que se. Los españoles diciendo "Santiago y a ellos ,

con mucha prisa (por haber descubierto algu- arremetieron con gran furia, donde se trabó una
nos) el capitán Alberto procuraba salir a lo raso muy sangrienta batalla. Los bárbaros como des-
con los suyos, descargaron sobre ellos tal muche- esperados empleaban bien los golpes de sus ma-
dumbre de flechas y piedras que en brevísimo canas, dardos, tiraderas, flechas y piedras. Los
rato les mataron cuatro caballos, quedando los bravos españoles con sus arcabuces, mosquetes,
jinetes muymalheridos. Pusiéronlos a las ancas lanzas y espadas hacían grande estrago en los in-
de los otros, y como en aquella angostura no se dios. Duró este encuentro desde las 9 del día

pudiesen aprovechar de los caballos ni lanzas, los (en que se comenzó la batalla con sólo 15 caba-
unos se retiraron para atrás y los otros picaron llos) hasta las 7 de la noche, la cual los despar-
hasta salir de la quebrada. El general Ypití los tió sin saberse todavía cuya era la victoria. Los

seguía, no cesando un punto de dispararles in- españoles se retiraron a la quebrada por donde
numerables flechas. Salieron a lo raso el capitán salieron y los indios a las faldas de unos cerros
don Alberto con 15 caballos y toda la muche- para esperar la mañana, velando bien de entram-
dumbre de indios bárbaros; allí sin orden los bas partes.
unos a los otros se acometieron fieramente, y si Aún no era bien amanecido el día cuando co-
los jinetes hacían gran estrago en los indios éstos menzaron un confuso rumor los españoles de cla-
con la multitud pusieron a los españoles en gran- rines y cajas y juntamente de arcabucería, y los

de aprieto, y más cuando les mataron otros tres indios de cornetas, bocinas y otros instrumentos.
v
caballos que los indios más bien [i20 ] tiraban Luego se pusieron en orden los unos y los otros,
a éstos que a los jinetes. sibien los indios no con aquel orgullo del día
Estando en el rigor de la batalla ejecutando antecedente porque con la claridad de éste vieron
don Alberto un terrible estrago en los indios más que los muertos pasaban de 1,000, y que el ge-

señalados, le salió al encuentro el general Ypití, neral Ypití y los capitanes Potirí, Mayasurú y
diciéndole algunas palabras no entendidas le Chicamini habían huido aquella pasada noche
y
acometió con un grueso bastón que tenía en las muy malheridos con muchos de sus indios, que-
manos, y como esto viese el valeroso capitán picó dando los otros capitanes para el fin de la batalla.

el caballo, y desviándose un trecho el golpe del Esta se comenzó a las 6 de la mañana porque
indio que iba con violencia fue descargado en los españoles deseaban concluir aquel negocio

una gran piedra donde se hizo pedazos. Don Al- brevemente, porque no tenían los mantenimien-
berto se arrojó del caballo (porque ya no estaba tos necesarios a causa de estar muy atrás por las

de provecho según se hallaba de cansado y he- retiradas que había hecho el bárbaro de unas

rido en un pie) y embrazando la adarga con su partes a otras. Fue muy sangrienta por el valor
espada en la derecha se fue para el bárbaro. El con que pelearon los indios y la fortaleza de sus

222
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPITULO 24 Año 1594
brazos en disparar de las flechas, pues según
el le hemos de amar como a padre y temer como a
la relación de Juan de Yepes, soldado que se señor y justo juez.
halló en esta batalla (que la hube entre unos Y
dejando aparte el descubrimiento primero
papeles) dice vio matar con sólo una de ellas hecho por el almirante don Cristóbal Colón y
dos indios del ejército cristiano, porque (estando los sucesos del marqués don Fernando Cortés
uno tras otro) disparada la flecha le pasó al pri- y los otros capitanes y gobernadores que descu-
mero las entrañas, y saliendo por atrás se le brieron la Tierra Firme (porque no lo quiero to-
entró al otro por una verija mar tan de
y entrambos murie- atrás sino sólo decir lo que pasó en el
ron. Otro tiro (dice) dio por los pechos a un Perú) marqués don Francisco Pizarro ¿cuán-
: el
caballo y le salió la flecha por la cincha del lado tos trabajos pasó él
y sus compañeros sin ver ni
izquierdo. Los escudos
y adargas (dice) los pa- descubrir otra cosa que la tierra que queda a
saban como si fueran de seda, y sólo paraban la parte del norte del río San Juan? No bastaron
en las defensivas armas de algodón. Las flechas sus fuerzas ni los socorros que les hizo el adelan-
(añade) eran de aquel durísimo madero que tado don Diego de Almagro para ver lo de ade-
llaman chunta, con puntas de pedernal dientes
y lante. Y el gobernador Pedro de los Ríos, aten-
de varios animales. diendo a la copla que le escribieron, que decía
Finalmente, siendo las 9 del día se declaró
por los españoles, porque los indios
la victoria "Ah, señor gobernador,
viendo muertos tantos de los suyos comenzaron mírelo bien por entero,
a huir por aquellos campos
y peñas del Agua que allá va el recogedor
Caliente. Prendieron a Caranalta
y Mepene con y acá queda el carnicero”,
otros indios principales,
y ganaron un riquísimo
despojo porque de lo que estos bárbaros habían dando a entender que Almagro iba por gente para
robado era mucha cantidad de oro la carnicería muchos trabajos y Pizarro los
de
y plata, sin los
lo que ellos trajeron en sus pechos, cabezas, mataba en ellos. Por lo cual envió a Juan Tafur,
gargantas y manos, pues (como dice la rela- de la ciudad de Panamá, con mandamiento para
ción) fuera de estas joyas con que adornaban que los trajese; y como desconfiados de descubrir
sus personas estaban muchos arcos
y macanas se volvieron todos con él, si no fueron 13 cristia-
guarnecidas con oro. Sin esto recogieron gran nos que quedaron con don Francisco Pizarro, los
multitud de vasos de plata, mantas cuales estuvieron en la isla de la Gorgona hasta
y ricos teji-
dos de lana [121]
y algodón. Fue el triunfo de que don Diego de Almagro les envió una nao,
esta victoria martes a 30 de enero del año de
1 594. con la cual a suventura navegaron. Y
Dios (que
Túvose por milagrosa por ser corto el número del solo es el que todo lo puede) quiso que lo que en
ejército cristiano, que pasaban
y los bárbaros tres o cuatro años no pudieron ver ni descu-
de 15,000. Murieron de éstos sobre 4,500 sin brir por mar ni por tierra, lo descubriesen en 10
otros 2,000 heridos,
y quedaron prisioneros ó 12 días. Y
así (con este divino favor) aquellos
hasta 3,000 que los demás huyeron por varias 13 cristianos con su capitán descubrieron este ri-
partes y murieron de hambre muchos. De los quísimo reino del Perú.
españoles murieron cuatro Después,
y 14 caballos, 112 cabo de algunos años, cuando el
al

y más de 200 heridos entre


indios cristianos mismo marqués con 160 españoles entró en dicho
españoles e indios. 1 reino, no bastaran a defenderse de la multitud
Atribuyóse esta victoria a los patrones de Po- de los indios si Dios no permitiera que en la oca-
tosí CristoNuestro Señor Sacramentado, la san- sión hubiera guerra cruelísima entre los dos her-
tísima Virgen en su Concepción Inmaculada manos Huáscar y Atahuallpa, y así ganaron la
y
el apóstol Santiago, a quienes quedó esta Villa tierra. Cuando en el Cuzco generalmente se le-
encomendando el buen efecto del cristiano ejér- vantaron los indios contra los cristianos, dicen
cito.Y esto no fue cosa nueva en estas Indias que no había más de 180 españoles
las historias
Occidentales porque siempre ha mostrado el Se- de a caballo y de a pie, pues estando contra ellos
ñor sus obras admirables en sus descubrimientos, Mancco Ccápac Inga (segundo de este nombre)
aunque también ha permitido notables castigos con más de 200,000 indios de guerra durando
y
en aquellos que faltos de caridad han hecho terri- un año entero, es milagro grande escapar de las
bles estragos en los humildes indios. De uno manos de los indios, pues (como ellos mismos
y
otro apuntaré algunos para que se conozca cómo afirmaron) veían algunas veces cuando andaban
peleando con los españoles, que junto a ellos
1. Como los territorios dependientes de Potosí venían a
caer
en frontera de indios infieles, la amenaza de andaba una figura celestial que en ellos hacía
éstos era perma-
nente. Sin embargo, este episodio de la
perdurable lucha contra
los chiriguanos parece estar anacrónicamente
gran daño. Y
luego vieron los cristianos que
situado en este aquellos bárbaros pusieron fuego a la ciudad, el
ano 1594, pues en informe que la audiencia de La Plata envió
Ce n tí- 17 dice que "los indios chiriguanaes de la cual ardió por muchas partes, emprendiendo en
r Ju
Cordillera, que confinan con los valles cercanos a esta ciudad
y
la iglesia (que era lo que deseaban los indios ver
y sus comarcas [donde estaba Potosí] ha mucho tiempo que
no han salido a hacer asaltos como solían, deshecha) tres veces la encendieron
y han enviado al-
gunos principales a esta audiencia a significar el deseo que y otras tan-
tas se apagó por sí siendo en la parte que ponían
tienen de estar en paz con los españoles”,
Levillier, Audien-
cia de Charcas, III, 240. [M] el fuego paja seca sin mezcla ninguna.

223
Año 1594 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

El capitán Francisco César (que también es- corderillos indios) que incesablemente hacía de-
tuvo en esta Villa y se experimentó su valor rramar no ablandaba aquel corazón terrible.
le

en ella cuando León de Moría y los otros mer- El río Aqueronte fingen los poetas que hierve en
caderes la molestaron como atrás queda dicho) rabias y venenos y que pasa por junto al infierno:

que de
salió a descubrir [sic\ Cartagena el año muy junto al infierno camina el corazón que está
de 1536 y anduvo por grandes montañas, pasan- hirviendo siempre en odios y crueldades; pero
do muchos ríos profundos y muy furiosos con si Dios permite que tales corazones haya en los

sólo 60 españoles a pesar de los indios, estuvo hombres por pecados de los otros hombres, te-
en la provincia del Guaca donde estaba una casa man unos y otros el justo castigo que tarde o tem-
principal del demonio de la cual sacó de un ente- prano ha de venir.
les

rramiento 30,000 pesos de oro. Y viendo los El mariscal don Jorge Robledo, consintiendo
indios cuán pocos eran, se juntaron más de 20,000 hacer en la provincia de Pozo gran daño a los
para matarlos, y cercándolos a todos tuvieron con indios y que con las ballestas y perras matasen
ellos batalla, y aunque eran tan pocos como he tantos como de ellos mataron, permitió Dios que
dicho y venían desbaratados y flacos pues no co- en el mismo pueblo fuese sentenciado a muerte
los vientres de los
mían sino raíces, y los caballos desherrados, los y que tuviese por sepultura
favoreció Dios de tal manera que mataron e hirie- mismos indios, como cuentan las historias. Del
ron a muchos indios sin faltar ningún español. Y mismo modo murieron el contador Hernán Ro-
no hizo Dios sólo este milagro por estos cristia- dríguez de Sosa y Baltasar de Ledesma y fueron
nos, antes fue servido de guiarlos por camino juntamente con él comidos por los indios, habien-
que volvieron a Uraba en 18 días habiendo anda- do primero sido demasiadamente crueles contra
do por el otro cerca de un año. ellos. ¡Oh suma justicia de Dios desvelada y aten-

De estas maravillas muchas se vieron cada ta, pues ordenó y dispuso que como estos espa-
v
día en las pacificaciones, y baste decir que [i2i ] ñoles diesen muertes crueles a los indios así se
poblaban en una provincia donde había 50 ó las diesen a ellos, y tuviesen fines tan miserables

60,000 indios sólo 40 ó 50 cristianos: a pesar cuales fueron tener por sepulcro los vientres de

de ayudados de Dios, estaban y podían


ellos, aquellos bárbaros (como el de los perros servían
tanto que los sujetaban y atraían a sí. Demás de de lo mismo para ellos por gusto de tales con-
esto, en tierras temerosas de grandes lluvias y quistadores), que la maldad nunca encendió su
terremotos continuos, como cristianos entraban rabioso fuego contra otro que no se conservase
en ellas luego se veía claramente el favor de Dios parte del incendio para abrasarse en el mismo!
porque cesaba lo más, y rasgadas estas tales tie- El adelantado Belalcázar, que a tantos indios
rras dieron y dan provecho, sin verse los hura- dio muerte en la provincia de Quito, Dios permi-
canes tan continuos, rayos y aguaceros que cuan- tióde castigarle con que en vida se vio retirado
do no había cristianos se veían. del mando de gobernador por el juez que le
Mas también de advertir otra cosa: que
es tomó cuenta, y pobre y lleno de trabajos, triste-
puesto que Dios volvía por los suyos, aquellos za y pensamientos murió en Cartagena yendo
que llevaban por guía su estandarte, que es la con su residencia a España. Francisco García de
cruz, no quiso ni quiere que sea el descubrimien- Tovar, que tan temido fue de los indios por los
to como tiranos, porque en los que esto hacía muchos que mató, ellos mismos le mataron y co-
se vieron sobre ellos castigos grandes. Y así mieron. Al gobernador de Chile don Pedro de
los que tales fueron pocos murieron de muer- Valdivia y conquistador de aquel reino, ¿qué le
te natural como los principales que se halla- acarreó su lastimosa muerte sino la ambición y
ron en tratar la muerte del inga Atahuallpa, codicia del oro y molestias que hizo a los indios
que todos los más murieron miserablemente y porque le tributasen más cantidad de la que pri-
con muertes desastradas. Y
se puede tener por mero les había señalado? Ellos mismos, pues, lo
muy que aquellas memorables guerras de
cierto vencieron en batalla y le quitaron la vida siendo
Pizarros y Almagras, con otras que hubo en este su prisionero, y le dieron a beber el oro derretido
reino, las permitió Dios para castigo de los que que tanto codició, con harta lástima de cuantos
en él estaban. A los que esto así consideraren, les lo supieron.

parecerá que Francisco Carvajal, maestre de cam- No viva engañado ninguno en pensar que Dios
po de Pizarra, era verdugo de la divina justicia, no ha de castigar a los que fueren crueles para

castigo se hizo y después con estos indios, pues ninguno dejó de recibir
y que vivió hasta que el
pagó él con la muerte los graves pecados que hizo la pena conforme al delito. De un Roque Martín,

en la vida. Los que tienen por muy dura al dia- vecino de la ciudad de Cali, refiere un historiador
mante, no deben de haber conocido el corazón que a los indios que se les murieron viniendo con
del hombre: más duro es que la más dura piedra. otros españoles de Cartagena a aquella dicha

El diamante se ablanda con la sangre de un ani- ciudad, haciéndolos cuartos los tenía en la percha
mal lo; el corazón del hombre no se ablanda con
il
para dar de comer a sus perros: después indios lo
la sangre de su enemigo. Así fue este hombre de
mataron y comieron. Otras muchos pudiera de-
más duro corazón que el diamante, pues tanta cirde aquellos tiranos conquistadores y adelante
sangre de inocentes (y particularmente la de los diré de algunos corregidores de provincias de in-
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 24 Año 1594
dios (que son mucho peores, como al presente se para rociar los cajoncillos, como se hace. Salió
experimentan en ellos tanta insolencia y tira- a buscarla. Estaba una tienda de barbería enfren-
nías) . Y
sólo concluyo con que puesto que Nues- te, llegó al cajón de la rodaja,
y vaciando toda
tro Señor en las conquistas y descubrimientos fa- aquella agua en un cántaro con ella roció el metal
vorezca a los cristianos, si después se vuelven
y comenzó de nuevo a repasarlo. Sobróle tiempo,
[122} crueles tiranos castígalos severamente (se- vino su señor, hizo sus ensayes todo alborozado
y
gún se ha visto y ve) permitiendo que algunos, o le preguntó al muchacho qué le había puesto al
ya de los dichos o ya de los corregidores, y otras metal. Y como reconociese el buen semblante de
personas que tienen indios a su cargo, mueran re- su amo
le dijo lo que pasaba, por donde conoció
pentinamente, que es más de temer. que para que diese toda la ley era necesario el
Remataremos
este capítulo volviendo a referir material del hierro. Lavó su cajón,
y si había de
lo sucedido
en esta Imperial Villa de Potosí, de- sacar 20 marcos de plata sacó 25. Publicóse el
clarando brevemente cómo en este año de 1594 caso y desde entonces se le añadió el material del
se descubrió otronuevo material para beneficiar hierro, y para esto deshacían las almadanetas
el_metal de plata, porque después de la inven- gastadas y otras piezas [de hierro] en ruedas de
ción del azogue (que fue lo más importante para amolar, y echando los puñados necesarios a los
el efecto) se hallaron ser a propósito otros mate- cajones, recogía y les sacaban toda la plata. Así
riales que juntos todos la sacasen con aquella prosiguieron muchos años hasta que la providen-
perfección que se requería: estos fueron la cal cia divina les mostró nuevamente que en lugar
y la sal, con que se preparaban los cajones. En del hierro le echasen estaño y también el cobre,
este año, pues, se descubrió otro material para conque todos fueron aciertos y se ahorraron del
su perfección, y fue el metal del hierro (que gasto y trabajo del hierro. Luego proveyó Dios
silo era en el nombre, en la obra lo fue por en- el acierto del beneficioen el metal negrillo que-
tonces de gran acierto). El modo con que se mándolo, y con unos y otros sustenta Potosí todo
descubrió fue en esta forma, según cuenta el el orbe.
2

capitán Pedro Méndez. A


espaldas del convento
de Santo Domingo (dice) estaba una casa donde 2. La versión que da Arzáns sobre el descubrimiento del be-
neficio del hierro ratifica el sentido popular de la Historia.
se beneficiaban metales (que entonces llamaban Desde luego, el descubrimiento del beneficio del hierro no
ingenios de viento, y ahora trapiches). En ella acaeció en este año de 1594, sino, sin lugar a ninguna duda,
en 1587 (Acuerdos de Potosí, t. V, f. 337 v Levillier, Audien-
tenía puestos un hombre unos cajoncillos de ;

cia de Charcas, II, 337). A los autores potosinos les tenía


metal de plata. Repasábalos un muchacho que sin mayores cuidados esta precisión erudita. Tampoco les
interesaba precisar que los descubridores fueron los hermanos
tenía (yk queda dicho en su lugar qué significa
Carlos Corzo y Juan Andrea Corzo, quienes lograron el bene-
repasar y cuáles son los cajones preparándolos ficio como resultado de muchas, largas
)
y costosas experien-
cias. Para los fines de la Historia es, asimismo, poco signifi-
para el un día a ciertos
beneficio, y saliendo cativo que Carlos Corzo sea una de las grandes figuras de la
negocios aquel hombre dejó al muchacho encar- metalurgia potosina. En la versión de la Historia, en cambio,
encontramos circunstancias típicamente populares: el descu-
gándole del ejercicio del repaso; mas él se salió brimiento se hace por casualidad; el agente principal del des-
a divertir y no acudió a lo que debía. Reconoció cubrimiento no es siquiera un metalúrgico, sino un mucha-
cho, y un muchacho a quien más le gustaba divertirse que
[luego] que ya era hora de que viniese su señor,
trabajar; hay de por medio una barbería, que era en Potosí

y comenzó a toda prisa su


advirtió su descuido lo más popular que se puede pedir; los nombres del muchacho

repaso. ¡Oh cómo es grande la providencia de y su patrón quedaron en el misterio; por encima de todo
está la grande providencia de Dios, etc. [M]
Dios y cómo sabe también mirar por la inocen- La familia Corzo tuvo muchos miembros y ejercitó una
influencia poderosa en Potosí (Archivo de Indias. Lima 270,
pues el descuido y divertimiento de aquel ra-
cia,
libro I, fs. 5oo-5oo
v v
ibid., Charcas 415, libro I, fs. i6o -
;
V
paz fue motivo de tanto provecho en aquel l6l, 20I-203 ).
Para bibliografía sobre desarrollo técnico, véase Maffei y
tiempo para los hombres No halló agua a mano
!
Rúa Figueroa, Apuntes. [H]

225
Capítulo XXV
DE CÓMO EL CORREGIDOR ZARATE SALIÓ DE ESTA IMPERIAL VILLA CON
GENTE DE GUERRA PARA EL REINO DE CHILE, Y DE CÓMO VINO
A GOBERNAR ESTA VILLA EL LICENCIADO JUAN DÍAZ
DE LOPIDANA, OIDOR DE LA PLATA, CON
OTROS SUCESOS DIGNOS DE
MEMORIA

M
ción,
UY bien hallado estaba el general
don Juan Ortiz de Zárate en esta
Imperial Villa de Potosí aunque
no satisfecha su codicia y ambi-
pues él quisiera (según sus obras) que
todos los caudales de los vecinos fuesen suyos,
aunque si le fuera posible los quitara por fuerza
amistades duran hasta los trabajos, pues en
niéndolos un hombre los amigos le faltan. Oh
tiempo infeliz donde son tan leves todos que
apenas corre el viento de una tribulación cuan-
do desaparecen: dichoso el que llega a tener
uno solo que sepa en las leyes de amistad las
obligaciones que tiene, y entre cuantos lo han
te-

como los quitaba con varios pretextos. Pero lle- sido.

gando a principios de enero de este año de 1595, fin (como llevo dicho) llegó este caballero
Al
a instancias del gobierno de Lima fue obliga- al puerto de Arica harto fatigado con su gente
do a recoger soldados en esta Villa de Potosí (pero cuando el valor no falta todos los peli-
la ciudad de La Plata y gros son cortos), y luego que llegó vino nueva
y recibir los que enviaba
otros pueblos de los Charcas para el reino de orden del gobierno de que allí se detuviesen has-
Chile porque así los pedían el gobernador y de- ta que les mandase otra cosa porque el inglés

más moradores de aquel reino para la defensa corsario Francisco Draque [Drake] (que los

del horrible araucano. Juntáronse 1,000 españo- años antecedentes había infestado las costas de
les de varias naciones con harta pena del gene- estas Indias haciendo muchos daños) andaba
muy poderoso en estos rei-
ral Zárate, porque dejando todas sus convenien- y solícito por entrar
estuvieron con grandes incomodidades,
cias salió con ellos en el mes de febrero para el nos. Allí

puerto de Arica, tan aborrecido de toda esta hasta que pasados algunos meses vino la noticia
Villa que aun de sus mismos soldados temió de que en Panamá había desbaratado a este fa-
muchas veces que en el camino le quitasen la moso corsario don Alonso de Sotomayor, caba-
vida; y lo peor fue que sus mismos amigos soli- llero del hábito de Santiago, gobernador que

citaron su salida con esta compañía y otras gran- había sido de Chile, y que el dicho corsario Fran-
des desconveniencias, y los más íntimos lo des- cisco Draque había muerto de coraje viéndose
ampararon 1 .
vencido. Fue gran parte para este buen suceso el
¡Oh cómo tiene muchos la felicidad, oh cuán capitán Francisco Caro de Torres, bien conocido
pocos necesidad! Aquí conoció este caballero
la por lo mucho que sirvió en sus primeros años en
los que habiéndole sido muy aficionados le fue- Flandes, en este reino del Perú y en el de Chile,
dejó la milicia) por sus exce-
ron contrarios en los trabajos, que aunque es ver- y (después que
dad que dio mucha ocasión a todos, pero entre lentes escritos. Él fue a España enviado por So-

amigos ha de ser forzosa la tolerancia entre los tomayor para que diese esta buena nueva al
unos y los otros. Dichoso es el que tiene una prudentísimo rey don Felipe II.
desdicha si no dura mucho tiempo, pues con ella Esta detención fue causa de que gente tan lu-
se desengaña de muchas cosas y advierte de quién cida no pasase a Chile, que hubiera sido muy
puede fiarse y quién sabe ser amigo. En aquellos conveniente su ida, pues pocos años después
pasados tiempos solía permanecer la amistad se perdieron aquellas seis ciudades que fueron la

hasta las aras, esto [122'] es en las cosas que de Osorno, Valdivia, la Imperial, Santa Cruz,
no se oponían al divino culto; mas ahora las Angol la Villarrica, como cuentan las historias,
y
que no hay lengua que pueda significar el estrago
Ortiz de Zárate hizo dejación de su oficio y salió práctica-
1.
Potosí, por desacuerdos con la audiencia
que en ellas hicieron los bárbaros araucanos, y el
mente de fuga de
de Charcas, en 1594. VIII. 15 ("Lista de gobernadores de lastimoso y dilatado cautiverio que tuvieron entre
Potosí"); no volvió más a la Villa ni presidió tal junta y
ellos aquellos desventurados españoles. Durante
salida de gente en auxilio de Chile desde Potosí. En 1587
hubo leva de soldados para Chile en Potos!, durante el corre- los meses que en el puerto de Arica estuvo el ge-
gimiento de don Pedro Zores de Ulloa. Pudiera la Historia
neral Zárate y los soldados, los más de ellos se
referirse a este hecho. [M]

226
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPITULO 25 Año 1393
volvieron acosados de la hambre, algunos mu- dos los indios y mineros a aquel hueco dieron
rieron allí de peste,
y pocos fueron los que pasa- fuego a la carga, y reventando con espantoso es-
ron a Chile. El general se fue a la ciudad de truendo movió todo aquel sitio juntamente con
Arequipa, pobre, enfermo sin cargo alguno. la cueva donde se habían recogido, que no dista-
y
Luego que el general don Juan Ortiz de Zárate ba más de cuatro varas,
y hundiéndose mató a
salió de esta Villa, vino nombrado por el rey don los dos mineros
[123J y a los dichos 300 indios.
Felipe II el licenciado Juan Díaz de Lopidana, Esto dicen algunos escritores de Potosí,
y tam-
oidor de la real audiencia de La Plata, por corre- bién lo he visto en una relación que hallé de
gidor de dicha ciudad
y de esta Imperial Villa aquel tiempo, y en ella dice que sucedió en la
de Potosí, y así fue el octavo corregidor de ella mina de don Antonio Zores de Ulloa, azoguero
en propiedad, aunque en todos los escritos del rico en esta Villa
y justicia mayor que fue en ella
tiempo que gobernó dicen; "Corregidor como atrás queda dicho. Pero don Antonio de
y justi-
cia mayor de los Charcas, visitador general del Acosta con otros autores dicen que sucedió en
Cerro, minas e ingenios de la Villa de Potosí, la mina de Mendieta, distante mucho espacio
y
valles de Tarapaya
y Tavacoñuño”. También es de la de don Antonio, que perecieron 600 in-
y
verdad que por el riguroso temple de esta Villa, dios y los mineros;
y sólo dice fue hundimiento
la mitad del año durante su corregimiento se de toda la mina, sin el motivo del tiro que queda
estaba en la ciudad de La Plata, esta falta la referido. El capitán Pedro Méndez dice haber
y
campo Alonso García Ra-
suplía el maestre de sucedido en la Descubridora,
y que fueron más
món de Oviedo que asimismo fue primero nom- de 300 indios los que perecieron. En cualquiera
brado corregidor de esta Villa, la gobernó poco que fuese ello, sucedió el estrago;
y y no fue el
tiempo aunque su asistencia en ella fue muchos primero ni el último, pues son innumerables los
años, y todo por disposición conveniente al ser- indios que este monstruo de riqueza se ha traga-
vicio de la majestad del rey don Felipe II. 2 do. En el discurso de esta historia referiré algu-
Fue recibido con mucho aplauso regocijo de nos semejantes sucesos, aunque no para causar
y
todos los vecinos de esta Villa el licenciado Juan pena a mis lectores sino para que se glorifique
Díaz de Lopidana, por los buenos créditos que a Dios Nuestro Señor
y a su santísima madre,
tenía, que a la verdad fue un caballero que debió
pues tan grandes maravillas ha obrado favore-
iguales beneficios a la fortuna
y a la naturaleza: ciendo a españoles e indios que en vida se han
en la sangre nobilísimo, en la hacienda poderoso, visto sepultados de los sueltos otros
y hundimien-
sutil en el ingenio, y con mayores esfuerzos en tos. En esta ruina no sólo se perdieron tantas
laparte de jurista, siendo no menos florido para la vidas mas también gran suma de riqueza, que-
elocuencia que para el valor prudencia con que dando imposibilitada de sacarse.
y
disponía las cosas más arduas, dando a todo ad-
Volvamos al señor oidor Juan Díaz de Lopi-
mirable salida. Luego que se acabaron las fiestas dana que con tan buenos aciertos empezaba su
que hicieron por su venida, lo primero en que gobierno y tan amable se hacía de toda la Villa.
entendió fue en visitar las minas del rico Cerro Y hemos de estar en que el buen juez o goberna-
y hacer reparar los puentes y estribos que en dor que sucede en una ciudad, villa o provincia
ellas había.
a otro que lo fue malo, es bueno
y dichoso por-
Dolíale a este benigno corregidor la reciente que siendo bueno sucede a otro que la hace me-
ruina que a 28 de enero de este año de
1595 (po- jor. El que gobierna bien la ciudad (o lo que
cos días antes que el general Zárate
saliesede fuere) que otro gobernó mal, la gobierna
esta Villa) se y la
experimentó en una de las pode- restaura. Débesele la constancia en no imitar al
rosas minas de su Cerro. La cual fue que
habién- que le precedió, y atajar la consecuencia al es-
dose topado una gran dureza en un suyo
de cándalo, y acreditar la imitación al ejemplo. Fue
mucha riqueza, determinaron los dos mineros es- la virtud
y el desinterés del licenciado Juan Díaz
pañoles de aquella labor destrozarla cargándola
quien le hizo amabilísimo en esta Villa, conque
con pólvora. Hicieron un gran barreno,
y car- olvidaron el aborrecimiento que todos sus habi-
gado y bien taqueado para que hiciese muy buen
tadores tenían a su antecesor, nombre
efecto, se resolvieron en darle fuego y por él al
un viernes de todo corregidor.
al amanecer. Trescientos
indios dicen algunos Visitó, pues, el señor licenciado esta las otras
autores estaban en y
el no porque todos se
suyo, minas de este Cerro y mandó se labrasen más
ocupasen en dar el barreno sino que los que tra- anchas, se fortaleciesen los puentes de las labo-
bajaban en labrar otros suyos se habían allí cerca
res,
y se reparasen los peligros que en ellas había.
recogido a descansar en un derrumbamiento
que Inventó también en esta Villa los ingenios de
había quedado antes a manera de cueva.
caballos, dichos asíporque dos de estos brutos
Dispuesto todo lo necesario
y retirándose to- dando vueltas alrededor de ciertos instrumentos
2. A
Ortiz de Zárate sucedió inmediatamente
en el gobierno movían unos troncos de donde pendían las rue-
e icenciado Narváez de Valdelomar,
no el licenciado Lopidana nombrado y después de éste vi- das que molían el metal. 3 Admirable máquina
por la audiencia de Char-
cas y no por el rey,
y todo esto aconteció en 1594 y no en so Vázquez Dávila y Arce, a quien
1595 El maestre de campo García Ramón no
-
la Historia no menciona
suplió en nin- Lista de gobernadores de Potosí'1

gún momento a Lopidana ( ). [M]


y ni siquiera le sucedió en el go- 3. Diez años antes, en 1585, Capoche ya hablaba de
bierno: entre ambos gobernó
como corregidor el capitán Alon- dos cla-
ses de ingenios de caballos inventados poco
después de la

227
Año 1396 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ñuño distante de esta Villa tres leguas, cuyos ri-


según me la dieron a entender por estampa por-
quísimos metales se traían a ella en piedra y se
que en este tiempo no hay rastro de ella, mas
beneficiaban en los ingenios de caballos, que
de solamente los de piedra (que hoy llaman tra-
para éstos y para otros que se traían de la cerca-
piches) donde solos dos indios mueven una gran
nía y contornos se fabricaron por su orden, por-
piedra que está pendiente en unas vigas de unos
argollones de hierro, y ésta muele el metal sobre que la famosa Ribera de agua estaba tan pode-
rosa y pujante de metales, que si como en ella
otra desmesurada piedra. En tiempo de este co-
rregidor se descubrieron las minas de Tavaco-
había 132 cabezas de ingenios fueran cuatro tan-
azogue: otros, de caballo, con piedra a tos más no bastaran a moler cada semana aquella
introducción del
manera de molino de yeso ;
otros,de caballos con ciertas abundancia que daban las minas de su Cerro.
ruedas que mueven mazos” ( Relación p. 117). [Mj

Capítulo XXVI

DE CÓMO POR ORDEN DEL VIRREY DE LIMA FUERON DEGOLLADOS EN


ESTA VILLA CUATRO HOMBRES POR TRAIDORES AL REY, Y
LA GRAN RESISTENCIA QUE PRIMERO HICIERON

tercero, y el cuarto don Pedro Villarrubia. Quie-


STANDO señor Juan Díaz de Lopi-
el
capitán Pedro Méndez don Antonio de

E dana entendiendo en hacer algunas nue- ren el y


vas ordenanzas que fuesen convenientes Acosta que el Villarrubia, Monteargil y Caracena
a las minas y repartimiento de indios (so-
fuesen nobles y que hubiesen obtenido muchos
cargos honrosos en varias ciudades de España y
bre las que había hecho el excelentísimo señor
don Francisco de Toledo) a principios de este de las Indias, pero no lo demostraron por sus
año de 1596 vino de cómo se había
la noticia obras.Del Jerónimo Valdenebro dicen que aun-
ya recibido en la ciudad de Los Reyes el exce- que de su nacimiento no tenía nobleza la había
señor don Luis de Velasco, marqués adquirido por sus obras, y así lo engrandecen por
lentísimo
1
ellas antes de su caída, y después de ellas se due-
de Salinas, que es el noveno virrey del Perú.
len y lamentan de su ruina y no de los otros, por
Trajo el correo un pliego oculto para el corre-
lo cual pudiera yo preguntar que cuál es digno de
gidor, el cual pasados ocho días se hizo tan pu-
mayor infamia, uno que es de muy buen linaje
blico que no hubo cosa que más claramente se
hace alguna vileza o cosa fea de que pueda ser
escribiese por muchas plumas en aquel tiempo. y
que en él venía, que ha- reprendido, o uno que ha alcanzado valor por
Era, pues, el orden
su sola persona y comete la misma vileza hacien-
biendo a las manos a unos hombres de tales señas
luego al punto de la prisión los saca- do lo que no debe. Y
si alguno me responde: El
y nombres, valor por su
sen al suplicio, donde después de publicados cier-
que ha ganado el merecimiento y
persona”, le replicaré que es claro y notorio a
tos delitos que habían cometido les fuesen corta-
das las cabezas y puestas en lugares públicos. No
todos, que mayor obligación tiene un hombre
merecen los pecadores que se haga memoria de bueno a obrar cosas buenas y virtuosas, que uno
ellos, pero cuando son tan notables y sus hechos
que no lo es tanto, digo en la calidad y linaje, y
así, por esta obligación que tiene sobre sí
merece
tan feos y perniciosos que destruyan una repú-
blica, una provincia o reino, es fuerza decir su
mayor premio y honra en ser bueno siguiendo la
nacimiento, nombre, vida y obras, para que se virtud de sus pasados, que no el que es de bajo
linaje porque no está tan obligado a
vea por cuyas manos permite Dios que sus esco- y obscuro
gidos padezcan. usar de aquella bondad, y así como al bueno se
le ha de dar mayor premio por esto, es
digno de
Eran estos hombres de los reinos de España,
mayor infamia si se desvía del camino que fundó
los dos montañeses y los otros dos manchegos.
Llamábase el uno Jerónimo Valdenebro, Mon- elque dio principio a su linaje y siguieron los
teargil [i23 ] el otro, don Juan de Caracena el
v que de él han procedido, y si es digno de mayor
infamia faltando a su obligación, justo será que
Lima en 1596. se le dé mayor honra sin contradicción
ninguna.
1. El virrey Velasco ingresó a su gobierno en
VI. 23, según sus propios informes al rey (Levillier, Gober- Pero dejando esto, vamos al caso.
nantes del Perú, XIV, 12). La primera carta que de él recibe
la audiencia de Charcas anunciando su llegada
es de 1596. Lo que más cortó la cabeza a estos hombres
les
VII. i (Audiencia de Charcas: Cartas y relaciones, N’ 584). fue que Monteargil y Caracena, que tenía tierras,
Lopidana ya no era corregidor en 1596. En 1595- V. 9
esclavos y ¡ganados en las islas que llaman de
Da- las
dejó el gobierno en manos del capitán Alonso Vázquez
volvió a su plaza de oidor de Charcas ( Lista famoso corsario
vila y Arce y Perlas, tuvieron tratos con el
de gobernadores de Potosí")- [M]
228
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 26 Año 1596
Francisco Draque [Drake] a quien en el capí- Unas permisiones no son consecuencias de otras.
tulo pasado dijimos haber destruido Sotomayor El gobierno de Dios pende de su soberano juicio,
en Panamá, que no dista muchas leguas de dichas no se deja guiar de nuestras resoluciones; pero
islas. Juntáronse con ellos Jerónimo Valdenebro somos tan ignorantes nosotros que tenemos creí-
y don Pedro Villarrubia, con otros hombres de do que no puede dejar de suceder ni el propio
poca cuenta, y fueron tan adelante los tratos con bien que deseamos ni el mal que deseamos ajeno.
el inglés que (según después se supo) les envia- Puestos en esta Villa estos hombres, se dieron
ban mantenimientos cuantas veces necesitaban de sólo con la ociosidad a los peligrosos {124] en-
ellos. Demás de esto habían agregado para sí mu- tretenimientos del juego que tantos daños aca-
chos caciques de las provincias de Cartagena rrea, pues muchos de los tahúres cuando les fal-
y
el Darién, para dar entrada en ellas al corsario. tan dineros procuran haberlos por todas las vías
Descubriéronse estos tratos por un indio fiel que ilícitas que pueden,
y vienen a hurtar y a robar
(llevando al Draque unos pliegos) desviándose
y aun a hacer insultos los hijos a los padres, y los
del paraje adonde iba los dio en Panamá a don criados a los señores; y cuando de esta manera
Alonso de Sotomayor, el cual envió luego a pren- no pueden lo roban de sobre el altar si allí lo
der a los traidores; pero ya por ser avisados hallan, y así algunos lo vienen a pagar en las
de su confidente, que supo lo que pasaba, se horcas, y aun si no lo pagan también las ánimas
pusieron en cobro Villarrubia, Valdenebro, Mon- no son tan mal librados. Así lo hicieron estos
teargil y Caracena, que eran cabezas de la trai- hombres, pues para mantener el juego
(y la las-
ción. Hubieron a las manos a otros que les se- civia, a que también se dieron), hallándose sin
guían, ahorcaron a dos de ellos, dinero que gastar dieron en haberlo por modos
y a otros azo-
taron. indecentes falseando firmas
y engañando con su
Los cuatro principales que refiero pasaron a malicia a los buenos que lo buscaban con harta
la provincia de Quito: allí los persiguió la jus- fatiga.
ticia. Vinieron a la ciudad de Los Reyes, donde Sucedió un día que habiendo reñido Valdene-
sin darse a conocer tuvieron noticia cómo de bro y Villarrubia sobre el juego con un soldado
aquel gobierno había salido sentencia de muerte llamado Pedro de Barrios, le dieron entrambos
contra ellos. Por esto se fueron al Cuzco, en don- muchas heridas. Sabía el herido los traidores tra-
de habiendo entrado una noche en casa de una tos que allá habían tenido con el corsario
y los
mujer vino el galán que la tenía (que era un bandos que las reales justicias de Panamá
y
vizcaíno), y hallándolos allí, temerariamente los Cartagena, Lima y Cuzco tenían echados sobre
acometió con espada
y daga, y aunque peleó sus vidas, y esto porque en cierta conversación
con ellos con grande valor, pero siendo los otros se lo había oído sin que ellos lo sintiesen. Sanó
cuatro y él solo, de dos mortales heridas que le de sus peligrosas heridas Pedro de Barrios, sa-
y
dieron cayó en el suelo biendo cómo el excelentísimo señor don Luis de
y allí lo acabaron de ma-
tar. Huyeron de aquella ciudad
y anduvieron de Velasco estaba ya en Los Reyes (cuyo criado ha-
pueblo en pueblo, siempre temiendo el castigo bía sido en España) fue a la posta le dio cuenta
y
de sus delitos. Quien tiene alguna llaga, aunque de todo lo sucedido. Luego pidió [el virrey] la
se la oculte
y defienda el vestido, todo piensa que causa y sentencia que antes de su venida se había
le topa en ella; los que han cometido alguna dado contra aquellos hombres,
y confirmándola
culpa, aunque tengan cien maneras de ocultarla nuevamente la remitió al corregidor Juan Díaz
siempre andan sospechosos del castigo, éste tar- de Lopidana, quien (como arriba queda dicho)
y
de o temprano ha de llegar. al cabo de ocho días puso en ejecución lo que le
Al fin, con la soga arrastrando vinieron a esta era mandado.
Villa de Potosí. Entretanto que duraron estas an- Prevenidos los alguaciles y bastante gente fue-
danzas, fue vencido muerto el corsario Francis- ron un miércoles al punto de amanecer a las casas
y
co Draque (como queda dicho en el capítulo donde moraban Villarrubia y sus compañeros,
pasado). Tuvieron estos hombres esta noticia a que era en la plazuela de la Cebada (como dice
pocos días después de su llegada a esta dicha Vi- el capitán Pedro Méndez). Estaban las puertas
lla,
y la lloraron amargamente porque tenían cerradas, y como el corregidor llamase se asomó
esperanzas en aquel corsario, no sólo de refugio un mulato alquilado que les servía. Éste también
para sus maldades sino también de venganza andaba huyendo de la justicia por ciertas muer-
y
daño general que con su entrada en cualquiera tes que había hecho,
y pareciéndole que venían
parte de estos reinos harían. Parece que no han por él fue a toda prisa al cuarto donde dormían
acabado de entender los malos que sin la divina sus señores bien ajenos de aquel caso. Díjoles
voluntad no se puede hacer nada. Determínanle cómo el corregidor estaba llamando a las puertas
el daño al que aborrecen,
y si Dios no lo permite con mucha gente armada. Al punto les vino a la
no le pueden hacer daño. ¿Qué importa que memoria sus delitos, que la conciencia culpada
maquinen los malos destrucciones, venganzas vale por mil testigos. El mulato decía: "Señores,
y
daños terribles, si todo, sin la permisión de Dios por mí vienen", y ellos decían: "No sino por
(que todo lo sabe
y todo lo puede) no pueden nosotros”.
ni saben hacer nada de cuanto saben
y pueden ? Comenzaron a vestirse brevemente
y determi-

229
Año 1596 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

naron hacer la resistencia posible y aun de rendir la segunda cayó en el suelo, y al punto acudieron
allí primero la vida que darse a prisión. Estaban sus criados a quienes mandó, que atado lo arras-

en otros cuartos dos oficiales y otros mozos va- trasen a la calle.


gamundos. Fueron a ellos los cuatro culpados y Villarrubia, Valdenebro y el mulato habían

dijéronles que la justicia los buscaba a todos por muerto a dos hombres, y si ellos salen a la pla-
motivo de algún testimonio, y que por no verse zuela hubieran hecho gran suerte porque pelea-
en alguna afrenta les resistiesen todos. "¿Qué ban como desesperados. Pero cuando más encar-
esperamos por nuestro temor cuando la justicia nizados andaban tirando cuchilladas a cuantos
no espera sino ejecutar todo su rigor en noso- veían por delante, con el mismo arcabuz de Mon-
tros?" decían estos hombres. "Dos peligros gran- teargil que había tomado uno de los que venían

des tenemos: en sabernos librar del peligro in- con la justicia mató al mulato, y también fueron
fame está el librarnos; peor es vivir indignos muertos otros dos de aquellos que ayudaban a
de la vida por no saber morir que morir dignos de los traidores. Villarrubia y Valdenebro, que es-

vida por saber buscar la muerte. Seguidnos ami- taban bien fatigados con el cansancio, se dieron
gos,que podrá ser nos escapemos, y si no, mu- a prisión a más de 12 hombres que los cercaban

ramos todos defendiéndonos de muertes afren- con sus espadas.


tosas”. De este modo fueron presos estos cuatro hom-

Aquí llegaban con su razonamiento persuasi- bres, habiendo ellos muerto temerariamente cua-
vo, cuando viendo el corregidor la tardanza en tro de los que vinieron en favor de la justicia,
abrir las puertas comenzó a derribarlas, pero en- herido al alcalde ordinario y a otros criados. Lle-
tre tanto ya estaban armados los de dentro, que váronlos a la cárcel junto con los que les dieron
por todos eran 10. Monteargil y Caracena tenían favor (de los que quedaron, digo) que fueron
sus arcabuces, y Valdenebro y Villarrubia sus otros tres. Luego sobre sus primeros delitos acri-
escopetas; al mulato y a los otros les repartieron minaron de su resistencia y muertes, conque
los

cuatro pistolas. Cayeron las puertas y el primero al tercero día fueron sacados a la plaza, donde

que acometió a entrar fue el corregidor, diciendo estaba un cadalso, y allí se ejecutó la sentencia

a voces: "Aquí del rey”. La prudencia siempre confirmada nuevamente por el nuevo virrey. Fue-
dicta que es necesario tal vez templar la celeri- ron degollados un martes que se contaron 20 de
3
dad con tardanza para que se maduren los suce- abril de este año sin que a ninguno de los cua-
,

sos, porque las dos cosas que tiene contrarias el tro se les viese ninguna acción de poco ánimo.

consejo (que son la prisa y la ira veloz) ordi- Pusieron sus cabezas en varias plazuelas de la
nariamente se acarrean precipicios y tragedias la- Villa por algunos días. Los otros tres que sim-
mentables. En un punto, pues (por la celeridad) ,
plemente ayudaron a la resistencia fueron sen-
estuvo la vida del corregidor porque Monteargil tenciados a azotes y destierro, que lo cumplieron
a un tiempo sus ar- en el reino de Chile. Bien parece la piedad en el
y Caracena les dispararon
cabuces, al tiempo mismo que tropezando el co- príncipe o pero cuando la misericordia
el juez;

rregidor en las puertas cayó, y pasando por alto desacredita el valor, hace el príncipe o su minis-
2.
las balas quedó un alguacil muy malherido en tro injusticia contra sí mismo por no hacer jus-

un muslo muerto otro hombre de aquellos que ticia como disponen las leyes, aunque parezca
y
con el corregidor venían. dificultoso que a un mismo tiempo tenga mise-
2 4
Visto el suceso por don Antonio Lorenzana ,
ricordia y castigue los delitos .

alcalde ordinario, que también había venido con


El 20 de abril de 1596 no fue martes sino sábado. [M]
el corregidor, desnudando la espada con gran
3.
4. Puede ser indicar, como aproximación a las
ilustrativo
valor y presteza, acometió a Monteargil, que es- fuentes del autor y su enfoque histórico, algo de lo que real-
mente iba sucediendo en Potosí en 1596, cuando la Historia
taba más cerca cargando nuevamente su arcabuz, está casi exclusivamente consagrada a los crímenes y castigos

y le tiró tan gran estocada


que dándole por los de cuatro pecadores.
El Archivo de Indias, el Archivo Nacional de Bolivia, el
pechos cayó en tierra, mas no quedó libre don Archivo de Potosí y otros repositorios contienen tanta y
Antonio porque Caracena, que cerca estaba, le tan variada documentación que mencionarla en detalle sería
cosa de traer a cuento miles de ítems. La selección siguiente
dio con el cañón del arcabuz un gran golpe en muestra la complejidad e importancia de las fuentes hoy acce-
la cabeza, y cayó sin sentido, quedando malhe- sibles y que el autor no utilizó, sea por no conocerlas o por-
que no encuadraban dentro del concepto peculiar que tenia
rido. Volvió en sí prestamente (que dice el capi-
sobre la historia, aspecto este último que se discute en la
tán Pedro Méndez era este caballero de espíritu introducción de los editores. _ _

Acomienzos de este año el capitán Alonso Vázquez Da-


arriscado) y no curando de la vara que estaba vila, corregidor de Potosí, hizo una visita de los ingenios de
v
en el suelo, terciando la [i24 ] capa en el brazo Potosí y Tarapaya, y en enero 25 firmaba un excelente infor-
me que es una especie de minucioso "Quién es quién” de los
izquierdo volvió sobre Caracena, el cual había ya principales dueños de ingenios por entonces (Bibliotheque
desechado el arcabuz y con su espada hacía des- Nationale, Francia).
En febrero 24 el capitán Pedro de Olivera Siles enviaba
trozos en losque eran de parte de la justicia; y desde Potosí una carta al rey sobre asuntos relacionados con
arremetiendo con él, a costa de otra herida que la administración de la Villa, con diversos documentos
anexos
(Archivo de Indias, Charcas 44), mientras que en febrero 28
recibió en un brazo le dio dos muy malas, y de
Juan Pérez de Valenzuela y Francisco de Camargo anuncia-
ban al rey que "habían enviado la última partida de plata
soli-
Los alcaldes ordinarios elegidos para este año 1596 fueron del pasado año, superior en 76,187 pesos a la anterior", y
Juanes de Castro y don Luis Dávalos (Acuerdos de Potos!, citaban aumento de sueldo ( ibid ., Charcas 32, N” 35)- En
t. VII). [M]
marzo 1 el corregidor Alonso Vázquez Dávila y Arce "infor-
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPITULO 27 Año
Reconociendo el señor corregidor Juan Díaz acierto y provecho de losdueños de minas. 5 Que-
de Lopidana que el tiempo había demostrado al- dó por justicia mayor de esta Imperial Villa el
gunas cosas muy necesarias tocantes a la buena licenciado don Diego Cabeza de Vaca por ausen-
gobernación de la mita y minas del rico Cerro, cia del maestre de campo Alonso García Ramón
hizo nuevas ordenanzas que adelantasen las del de Oviedo, que en la ocasión había ido al Cuzco,
señor virrey don Francisco de Toledo,
y para y era (como he dicho en otro capítulo) el que
escribiríascon más autoridad fue a la real au- administraba justicia cuando faltaba el corregi-
diencia de La Plata, donde se efectuó con mucho dor Lopidana. Gobernó esta Villa el licenciado
ma al rey sobre el laboreo de minas, servicio forzoso de in- don Diego con mucha prudencia por tiempo de
dios, etc.” ( ibid ., Charcas 44). ocho meses, pues aunque algunos ánimos inquie-
En marzo 2 y mayo 4 el cabildo de Potosí inició una im-
portante campaña por nuevos privilegios con dos cartas tos de los moradores quisieron renovar los
en las pasa-
cuales se pedía al rey "que se reduzcan los quintos al dos bandos, él supo impedirlos
décimo, aun castigar
se les modere el precio de los azogues, se Ies quite la
alcabala’
y
y que el reparto de los indios sea para los dueños de minas
algunos rebeldes. 6
y
no como lo ha hecho Ortiz de Zárate” (ibid., Charcas para procurar sus negocios.
32 ’ En diciembre 13 el fiscal del Con-
Nos. 36-37). sejo de Indias don Alonso de Sotomayor, responde
Las minas de Potosí estaban decayendo, o así se informaba a 17 peti-
ciones presentadas por Sancho de Valenzuela,
,
al rey, de suerte que la corona recibiría con gusto un docu- procurador
mento de abril 3, en 39 folios, intitulado "Descripción breve
de Potosí (Archivo de Indias, Charcas
32,
Ortiz de Zárate, que como corregidor exasperó
?
N38). Juan
a muchos po-
y sumaria del descubrimiento que hizo Francisco Gómez del tosinos, aparece ahora en Madrid hablando
cerro nuevo de Potosí [. .] que está en la cordillera de los asuntos
.
de de Potosí, ante la junta de hacienda en 1596: "El papel
Pariacaca [. .] por Juan Fernández de Hinestrosa” que
.
(ibid. leyó en la junta de hacienda Juan Ortiz de
Charcas 134, ?
N
12). visto todo lo proveído para Potosí” (ibid.,
Zárate habiendo
Indiferente gene-
El rey estaba alerta a los acaecimientos de Potosí,
y en julio ral 1239). La junta, sin embargo, terminó
sus sesiones sin
17 escribía al virrey don Luis de Velasco "que porque se ha adoptar ninguna decisión. Sobre este cuerpo, véase
entendido haberse hallado modo de beneficiar los metales Hanke
ne- An Unpublished Document on the Junta de Hacienda de
grillos de Potosí ayude
y esfuerce aquel beneficio por lo Indias”.
mucho que importa” (ibid., Indiferente general 606, libro II, Entre otros interesantes documentos del año
L 27 -28). Nuevos despachos reales fueron enviados 1596, sin
al virrey fecha precisa, se encuentran diversos informes de los
sobre los negocios de Potosí en agosto gremios
4 y 11 (ibid., Indife- de Potosí (Archivo de Indias, Charcas
rente general 606, libro II, f. 8-ro, 35) y una "Memo-
13-15), y como desde la ria de los oficiales reales que han sido
aventajada metrópoli de ultramar era fácil ordenar las y son en Potosí desde el
cosas ^las *a que son los que han de dar confianza”
de Indias, en agosto 4 el rey instruía al corregidor de Potosí
(ibid., Charcas 35),
'que los mantenimientos para Potosí sean abundantes siem- y algunos "Papeles curiosos y metalúr-
gicos acerca del uso del hierro
pre y a precios razonables para todos” (ibid., Indiferente y azogue en las minas de
ge- Potosí. Pareceres de Juan Sancho de Valenzuela, Luis
neral 606, libro II, f. 10-11). de Qui-
ñones Osorio y Cristóbal Delgadillo,
En septiembre 7 el cabildo hizo un acuerdo sobre lo que y sobre los bastimentos
se pediría al virrey
y delineó un extenso "Memorial que la
necesarios en dichas minas" (ibid., Patronato
mo 10). [H]
238, N 5
1 ra-
Villa de Potosí remite con su procurador general don
Luis 5. Las ordenanzas de Lopidana están publicadas en el Tomo
Davales de Ayala para que se presente ante el nuevo virrey
primero de las ordenanzas del Perú recogidas por el licencia-
solicitándole las mercedes que se expresan, en
consideración do Ballesteros. [M]
a la quiebra actual de las labores mineras” (Acuerdos
de 6. Don Diego Cabeza de Vaca fue teniente de corregidor de
Potosí t. VIII, f. 3, 5-12). Este es un sustancioso documento
Juan Ortiz de Zárate en 1594 ("Lista de gobernadores de
muy noticioso sobre Potosí, y debe ser publicado algún día. Potosí”). Ya está dicho que Lopidana no tuvo nada que hacer
Entre tanto el virrey, preocupado por los abusos que
los durante este año en Potosí. En 1596 gobiernan en Potosí el
indios recibían, enviaba en diciembre
3 una "Provisión para capitán Alonso Vázquez Dávila
<jue el cabildo de Potosí haga cjue los y Arce, corregidor, con su
pulperos no estén en teniente el licenciado Cristóbal de Eslava;
las rancherías de indios sino dentro de y el maestre de
la traza de la villa” campo Alonso García Ramón, corregidor, con su teniente
(Mendoza, "Mano de obra minera”, N’ 136).
licenciado Andrés de Avendaño ("Lista de gobernadores de
Potosí tenía normalmente uno o más agentes ante la
corte Potosí”). [M]

Capítulo XXVII

DE CÓMO VOLVIÓ DE LA PLATA EL CORREGIDOR


JUAN DÍAZ DE LOPI-
DANA A ESTA REPUGNANCIA QUE A SU ENTRADA
VILLA. LA
HICIERON LOS MORADORES. REFIÉRESE TAMBIÉN EL ES-
TRAGO QUE HIZO UNA TEMPESTAD EN ESTE AÑO

V ERDADERAMENTE
del señor licenciado
na fue muy prudente
que el gobierno
Díaz de Lopida-
y por eso en-
grandecido con debidas alabanzas del
capitán Pedro Méndez don Antonio de Acosta,
y
aunque Pasquier y Bartolomé de Dueñas quieren
decir que fue soberbio en obras
rinde a Dios debidamente (como dice un docto
autor) huirá de dos extremos: de elación inso-
lente y de sujeción torpe, que todo tiene achaque.
De donde dice aquella grave sentencia que "hay
una santa soberbia y una humildad inicua”. San-
ta soberbia es la que se ensoberbece contra el

y palabras y que mundo, la que desestima el siglo con todas sus


por esto se hizo aborrecible de muchos. El que se grandezas, regalos, estimaciones, no usa de ellas
y

231
Año 1597 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

atendiendo siempre a lo celestial. Al contrario razón, la caridad y buen celo le hizo ordenar y

hay una humildad que no es propiamente virtud ejecutar estas y otras valentías; y sin hacer repa-

sino nimia abyección entremetida a buscar por ro en la fama aborrecible ya pública, tenía por

todos medios la gracia humana aunque aventure mayor felicidad conservar la virtud en lo oculto

Cuando la soberbia no es santa a la mostrar el valor en plaza que faltar a su obli-


la salvación. y
verdad sino solamente a la apariencia, vistién- gación y servicio del rey tan lealmente. Antes,
dose el soberbio del agradable color de la hu- pues, de volver el corregidor de la ciudad de La

mildad, es tempestad en nube disimulada para Plata se puso en esta Imperial Villa el dicho or-

hacer estrago en la república. den, y como era en general se alborotaron todos


De esta calidad ha habido muchos en todos sus habitadores y murmuraban en corrillos del

tiempos, que haciendo a las virtudes aparentes corregidor. Publicóse que venía a ejecutar la or-

instrumentos de su tiranía han conseguido los denanza; tuvieron sobre el caso muchas consul-
fines que deseaban. Mas no fue £125] de éstos tas, así los nobles como los plebeyos, y resolvie-

este corregidor, porque a la verdad grandes cré- ron mitad del camino suplicando
a escribirle a la

ditos dejó de prudente, sabio y benignísimo. Pero de la ordenanza, que aunque se sabía sería por
como quiera que a la inclinación y malicia huma- tiempo limitado lo que tocaba a las escopetas y
na siempre le parezca mal el que los buenos im- arcabuces y que luego se volverían a sus casas,
contra las carabinas y pistolas
pidan las malas costumbres en que los perversos y que el rigor era
se ejercitan, así llevaron a mal en esta Villa Im- que consigo traían, con todo eso lo tuvieron todos
perial de Potosí algunas disposiciones bien or- por gravísimo mal, y por esto pusieron en efecto
denadas que hizo por sólo que todos gozasen de la súplica. Pero ellos tuvieron de palabra res-

mucha paz y sosiego; y como de ordinario sucede puesta tan contraria a su deseo, que como si les
que de un pequeño accidente suelen resultar co- hiciera gravísimo daño determinaron tornarle a

mo de causa tristes y miserables efectos, así cre- suplicar, prometiendo servir al rey con 100,000

ciendo (con algún razonable fundamento con pesos por redimir la vejación, y que si esto no
las noticias de su venida a ejecutar lo ordenado
admitiese desde luego le intimaban una cruel y
elcorregidor) el furor del ignorante vulgo, co- sangrienta guerra, y que como a enemigo decla-
menzaron a recoger las armas y disponerse a la rado no le permitirían entrar en la Villa.
resistencia. Cogióle esta segunda carta o súplica general
Entre las disposiciones del corregidor fue una en el tambo Quemado, tres leguas de esta Villa,
que a los moradores de esta Villa se les hizo muy donde hubo de detenerse por el alboroto que se
de imposible el obedecerla, que (como dicen los había levantado. Otro día supo el corregidor có-
autores de Potosí) había ordenado en la real mo la plebe había hecho tres compañías de sol-
audiencia de La Plata el que todos los vecinos dados y que salían al camino que entraba de la
de esta Villa de cualquier estado y calidad que ciudad de La Plata y hacían allí salva de arca-
mañana corregidor se vio
fuesen no pudiesen traer consigo ni tener en sus bucería a y tarde. El
casas ningún género de armas de fuego, atento a muy porque consideraba que habiendo
afligido

que costumbre de Potosí de traer


la perjudicial hecho aquella ordenanza con intención de que
públicamente los más de sus vecinos y otros ha- todos gozasen de la paz como cosa tan necesaria
bitadores carabinas pistoletes pendientes de la a la vida humana, y que quitando a los inquieta-
y
cinta era un tan mal uso que ni entre bárbaros dores aquellos infernales instrumentos se evita-
se permitía en tiempos de paz; y que por esta rían los bandos, derramamiento de sangre y poco

libertad estaba la Villa tan pronta a sus insolen- respeto a la justicia, ahora se experimentaba lo

cias, por lo cual convenía el remedio como tan contrario pues veía toda la Villa armada contra
necesario al bien general; que el rey estaría bien su persona sin tener sino algunos buenos en su
servido de que todas las armas de fuego que te- favor. Afligióse tanto de esto que estuvo con la

nían en sus casas y traían consigo se pusiesen en pesadumbre bastantemente, aunque luego como
las cajas reales, de donde para lo lícito y más prudente procuró el consuelo de su fatiga pi-
preciso se podrían tomar; y que si en una cosa diendo a Dios estuviera siempre de su parte. La
tan justa, tan de razón y caridad no fuese obede- próspera fortuna es dádiva de Dios que consue-
la, la adversa es también dádiva de Dios
que
cido, a cualquiera rebelde daba por traidor y fe-
amonesta, para que ni desvanezca la prosperidad
mentido, y que los condenaba desde luego en
perdimiento de bienes y destierro perpetuo en el ni lo adverso desmaye el ánimo, porque todo es
T

reino de Chile, donde podrían más bien emplear obra de Dios y dádiva de su pode[i2 5 ]rosa y
sus alientos en los enemigos infieles y no entre franca mano, cuya providencia está atalayando no
los mismos cristianos, amigos y deudos, como tanto a la súplica del que le pide como conve-
bárbaramente lo hacían en esta Imperial Villa; niencia de lo que necesita.
hacendados los multaba (si no Al fin quiso desde donde estaba el corregidor
y a los vecinos y
obedeciesen) en cantidad de 4,000 pesos. volverse (desesperanzado de conseguir su buen
Bien sabía el señor licenciado Lopidana que deseo) a la ciudad de La Plata. Pero fue aconse-
había de tener grande contradicción y resistencia jado por los prelados de las sagradas religiones
escandalosa. Pero la virtud arraigada en el co- (que allí le fueron a ver) el que no dejase de
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 27 Año 1597
entrar en la Villa,
porque ya se había levantado pestad se vieron diversas lástimas, que aunque en
elmotín y los soldados 1 harían mil insolencias. el género de muerte todo era uno, en el estado
Acordaron de que se les diese por escrito el que que los cogía hubo lloradas diferencias. Vivían
no se ejecutaría la ordenanza, con tal que nin- (dicen el capitán Pedro Méndez don Antonio
y
guno fuese osado a valerse de aquellas armas de Acosta) en la calle Imperial dos mancebos
pena de la vida, y que los que acostumbraban hermanos, los cuales había tiempo de cinco años
traer consigo carabinas
y pistoletes
2 los dejasen, que (siendo los mismos que asistía en esta Villa,
pena de que si no lo hiciesen desde luego los siendo ellos forasteros) estaban entrambos con
daba por traidores y enemigos de la república. dos mujeres casadas, cuyo pecado de adulterio
Con esto les envió una reprensión muy áspera,
y el saber todos que de la ciudad de La Paz las
amenazando a toda la Villa con la ira de Dios habían robado de sus maridos los tenía escanda-
que caería sobre ellos por su soberbia. Finalmen- lizados. No acaba de persuadirse el pecador que
te todos le prometieron la paz
y buena amis- el pecado manifiesto (no haciendo gala de él)
tad, como lo cumplieron sin falta ninguna pues por la confesión y arrepentimiento se deshace
y
durante su gobierno no hubo bandos ni penden- que oculto crece. Estos pecadores no trataban de
cias. Después de haberse ajustado los capítulos
manifestar sus culpas al confesor, a lo menos
de una y otra parte, determinó el corregidor en- en aquellos cinco años que en esta Villa estuvie-
trar en la Villa. Salieron todos los vecinos a re- ron, y faltando este freno claro es que habían
cibirlo vestidos de gala, y con mucha cortesía de desenfrenarse en culpas. Envió Dios el eno-
le pidieron perdón de no haberle obedecido en
jo de sus iras en un rayo que arrojó al principio de
aquel particular prometieron de servirle confor- la tempetad,
y y penetrando una pared entró en
mes en Fue su segunda entrada el día 18
la paz. un cuarto mató a uno de los adúlteros junto con
de febrero de este año de 1597 continuó su go- su compañera, que todavía estaban en la cama,
y
bierno muy pacífico y acertado.
y saliendo el rayo por la puerta fue a entrar por
Pasados algunos días despachó al virrey sus la de otro cuarto, distante 12 varas, donde esta-
nuevas ordenanzas, las cuales confirmó su exce- ban los otros adúlteros y también los mató.
lencia y se guardan hasta hoy con mucha puntua- El día antes de esta tempestad sucedió que un
lidad. mal hijo, porque su padre le había gastado
50
Y como pocos eran los años que en aquellos pesos en un pobre vestidillo que por tapar sus
tiempos se pasaban sin la experiencia de calami- carnes había hecho, sabiéndolo el perverso arre-
dades, sucedió una bien llorada en este mismo metió con el pobre viejo sin atender a la vene-
y
año en el mes de marzo, fue que un viernes a ración tan debida a los padres, le echó sus infer-
y
las 8 del día se
levantó repentinamente una tem- nales manos a las venerables canas
y lo derribó
pestad tan horrible de granizo truenos que puso en el suelo. El viejo con tristes gemidos le dijo:
y
en grande temor a toda la Villa. Pasado un cuar- '
Tente, mal hijo, y no acabes de matarme,
y ad-
tode hora comenzó a apretar tan terriblemente vierteque si faltaren cristianos en este pueblo
así la piedra como los rayos, que en poco más
de para que castiguen esta tu maldad, rayos han de
otro cuarto no quedo techo de paja
y teja que no fulminar los cielos que os hagan cenizas. Déja-
lo destruyese porque afirma el capitán Pedro
me levantar, que de aquí por la mañana te bus-
Méndez eran mayores que pomos de espada. Los caré los 50 pesos por que me maltratas
y te los
rayos (dice este autor) fueron tan espesos daré para que os sirvan de mayor infierno”. Apar-
y re-
petidos que habiendo caído más de 20 en varias tóse el desventurado mozo, diciéndole que si no
casas (fuera de otros muchos que cayeron en los se los daba la siguiente mañana se los había de
templos, calles
y plazas) mataron 28 personas cobrar a puñadas. Levantóse el viejo fue a bus-
y
así españoles como indios.
car los 50 pesos, juntóles,
y el día siguiente a la
Entre los que perecieron en esta rigurosa tem- hora que comenzaba la tempestad entró en casa
de su hijo, y dándoselos le dijo: "El cielo está
1. Sobre estos llamados soldados,
curioso subproducto de las armado contra ti. Me voy para no ver tu castigo
conquistas y guerras civiles de Indias, en acuerdo
del cabildo a mi vista”. Los truenos
de Potosí, 1594, V. 2 6, "Martín de Mardones, veinte rayos iban menudean-
y
y cua-
tro, propuso el gran daño
y perjuicio que había en los solda- do y al punto que el pobre padre se entraba en
dos que en esta Vilk asisten, por los grandes
robos, insultos, una tienda que en[i2Ó]frente de la casa de su
latrocinios, bellaquerías
y homicidios que cada día sucedían
S ^ causa dos por dichos soldados
así de día como de hijo estaba, cayó un rayo en ella
k° en tal
noche, manera que ninguna persona estaba segura en y le deshizo los
su casa; y que convenía que se pidiese al señor huesos sin abrirle herida; y su alma ¿qué se pue-
corregidor que
con toda brevedad los eche de esta Villa, su tierra de presumir de ella sino que si le faltó la divina
y juris-
dicción mandándoles marchar por sus jornadas de
manera que piedad, pasó de
cesen los dichos insultos por ser éste asiento de allí a los eternos fuegos ?
minas y contra
ordenanzas y mandatos expresos de su majestad
y visorreyes Estemos ciertos en que no abre brecha por
c ue no ha a soldados
ni enarbolen banderas,
y y que de su donde entre más a su salvo en la plaza o ciudad
l

estada no se espera sino la total ruina


y destrucción de esta
Villa (Acuerdos de Potosí, t. VII, f. 287). [M]
etc. murada la artillería del enemigo: los pecados de
2. En febrero de
1597 apenas se había hecho cargo del go- sus habitadores son los tiros más fuertes. Si cal-
bierno potosino el corregidor Alonso Osorio,
que tuvo por
[enante al licenciado Duarte Fernández; muerto Osorio el ca- man los vicios, levantará el enemigo el sitio de
budo nombró por teniente al licenciado Narváez de Valdelo-
mar ( Lista de gobernadores de Potosí”). A ninguno de éstos la plaza que tuviere más fatigada con generales
menciona la Historia. [M] asaltos, secretas minas y otras máquinas de gue-

233
Año 1597 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

rra. estrago de los reinos y ciudades viene


Todo es que como ya no se repara en que los alcaldes
por los pecados de su habitadores: si faltaren ordinarios y demás jueces sean hombres de en-
para el castigo los enemigos hombres, no falta- tendimiento y temerosos de Dios, sino solamente
rán hambres, pestes y rayos terribles que los des- el que sean de España: como algunos de éstos

truyan como sucedió en esta Imperial Villa esta sepan más del arado, de la horma de un zapato
ocasión. Vamos adelante. y de la vara de medir, no es posible
que sepan
En de los Herreros estaban en una casa
la calle administrar justicia. Por donde es una lástima ver
dos viviendas altas una sobre otra y debajo un la tiranía que se experimenta en esta Villa, no
cuarto. En él vivían cuatro hombres, que había vista ni entre bárbaros. Finalmente otros muchos

pocos días de su llegada a esta Villa. Arrojó casos sucedieron en esta tempestad, que tomó
el cielo un rayo durante la tempestad, dio en el Dios por instrumento para castigo de los que tan
primer cuarto, derribólo, cayó sobre el segundo, sin temor suyo le ofendían.
éste sobre el bajo, el cual, cayendo con el peso Volvamos señor corregidor Juan Díaz de
al
y
de los otros, hizo pedazos a aquellos miserables Lopidana, el cual continuando su buen gobierno
hombres. Uno de ellos que todavía estaba con y ejecución de sus útilísimas
ordenanzas se hizo
vida cuando apartaron la tierra y maderos con- amabilísimo de toda la Villa sin acordarse de la
fesó a voces que aquello era castigo bien mere- repugnancia pasada, porque en todos cumplían
cido por sus delitos: que el último que habían lo prometido de tener amistad y amar la paz.

cometido era haber robado unas alhajas de plata Visitó este año los libros de la hacienda real y
de la iglesia del pueblo de Porco, las cuales ha- halló que desde el año de 1545 (q ue se descu-
llarían entre las ruinas del cuarto alto (por ha- brió el rico Cerro) hasta éste de 1597, se habían
3.
berlas puesto en una alacena) y que se restituye- quintado por todos 536 millones. Y lo mismo
sen a aquella iglesia, que él daba muchas gracias significa Bernardo de la Vega en el libro de Las

a Dios porque le había prestado la vida hasta grandezas del Perú, y se entiende ser pesos ensa-
declararlo y pedirle perdón. Con esta declaración yados de a 13 reales y un cuartillo. dice el 4
Y
fueron luego desenterrando los trastes, y a poca capitán Pedro Méndez que también halló el se-
diligencia hallaron las alhajas de la iglesia con ñor Lopidana por dichos libros que sólo los rea-
otras joyas que también habían robado de una les quintos dados en aquellos 52 años pasaban

señora de la ciudad de La Paz. Restituyóse lo de 30,000,000, y advierte este autor que fuera
que era de la iglesia, y con lo demás se quedaron otro tanto o más si todo lo que se sacaba del Ce-
los jueces hasta que se averiguase, como siempre rro se registrara para el quinto, pues se dejaba
dicen lo mismo y jamás quieren hallar al dueño, de hacer lo que se iba en desperdicios, plata la-
5
porque ellos se hacen de lo que no es suyo, y si brada, piñas de extravío y otros gastos.
el que lo es propio lo pide, luego le dicen que
diciendo ser ilícito y digno de reprobar, y que los
que lo
muestre testigos, como si el ladrón hubiera de compraban y quien pecaban
lo permitía se iban al infierno y
3
llevarlos para hacer el robo. La causa de esto mortalmente” etc., y el asunto fue hasta el virrey (Capoche,
Relación, p. 151). La introducción de los predicadores en la
Otra clase característica de los materiales de esta primera vida privada se verifica con los sermones que se hicieron so-
parte de la Historia son las historias de pecadores, a la que bre la del capitán Luis Antonio de Valdivielso en la villa de
corresponden estos pasajes. No es difícil discernir que ellos Oruro en 1617 (Audiencia de La Plata: Expedientes, año
1617, No. 3, f. 37 - 38). En el texto de la Historia misma
t
están tomados principalmente de los sermones moralizadores
que, por lo visto, debían de ser frecuentes y profusos en hay buenos ejemplos que ilustran ambos extremos. [M]
4. La audiencia de La Plata informaba el rey en 1582.
XII.
Potosí.
No se olvide que los sermones tenían trascendencia docu- 28 que "el justo valor de un peso ensayado son 13 reales
mental concreta, pues solían aludir a la vida del lugar y del y un cuartillo, y no 12, como se
cobra en Potosí" (Archivo
tiempo, tanto en el aspecto colectivo y público como indivi- de Indias, Charcas 16,
?
N
17). [H] _
5. Baltasar Ramírez, que estuvo 13 años como
administrador
dual y privado: Cuando por los años 1580 se debatía ruido-
samente en Potosí el rescate de metales por los indios, el del hospital de la Santa Veracruz en Potosí, tiene una des-
_

padre Bárzana, de la Compañía de Jesús, "en sermones que cripción de la Villa Imperial en 1597 (Maúrtua, Juicio de
hizo predicaba por palabras expresas contra [. .] el rescate,
.
límites, I, -
345 353 )- [H]

2 34
Capítulo XXVIII

EN QUE SE CUENTA LOS EXTRAÑOS SUCESOS QUE POR CAUSA DE AMORES


ACAECIERON A UNA BELLÍSIMA DONCELLA

OS amores y memorables sucesos de la bellí- Pero si esta hermosa doncella excusaba el ver
sima doña Floriana Rosales escriben en
y ser vista, eso mismo encendía más el deseo de

I sus historias el capitán Pedro Méndes,


don Antonio de Acosta y el poeta Juan
Sobrino 1 en sus elegantes octavas. Fueron sus
los pretendientes por ser encaminados a buen fin.
Entre éstos los que con más eficacia permanecían
en la solicitud eran el capitán don Rodrigo de
padres (según estos autores) extremeños nobles,
Alburquerque, persona que con deseo de servir
que entrambos con la unión del santo matrimo- al rey en Chile había venido a Potosí a levantar
nio vinieron a estas Indias
y se avecindaron en gente a su costa, y aunque en la ciudad de Los
esta Villa.
Trajeron de España dos hijos de poca Reyes le tenían tratado un casamiento con una
edad, don Pedro
y don Martín. Llamábanse los doncella que en todo le era igual, como es peste
dichos sus padres don Alvaro Rosales Montero
la ambición, el deseo de honor, estimación, cré-
y doña Ana Quintanal. dito ymayores riquezas, se pega con facilidad,
A poco más de un año que estuvieron en esta las más veces en
esto y en pretensiones amorosas
y

Imperial Villa se sintió preñada doña Ana,


y anda el pretendiente en tinieblas sin saber qué
acercándose el tiempo de su parto, temiendo el fin han de tener sus deseos; el gobernador del
rigor del temple, se determinó a retirarse al
va- Tucumán era el otro porfiado pretensor, que
llede Tarapaya que aunque no es muy caliente pasando a Los Reyes a verse con el virrey se
pero es bueno y se goza mejor la vida,
y también quedó (por haber visto a Floriana en una
por la conveniencia de la cercanía. Allí les nació
iglesia cierto día de fiesta) a ser su pretendiente;
una hija, a quien por el nombre de su madre
y y [era otro] don Julio Sánchez Farfán, corregi-
por la grande hermosura [i26v que manifesta-
] dor de Porco. Fuera de estos caballeros foraste-
ba como tierna y bella flor, le pusieron el de Flo-
ros había otros vecinos pretendientes,
riana, pues ella nació el día
y unos y
de la natividad del otros a toda hora rondaban la calle de aquella
Señor. Crióse allí hasta la edad de tres años, des- hermosa doncella.
cubriendo cada día mayor perfección en su her-
Todo lo ignoraba su encierro, hasta que un
mosura. Trajéronla a esta Villa a quien siempre
día por los mismos vecinos fueron advertidos sus
reconoció por patria.
padres y ellos a su hija, por la mucha confianza
Luego que tuvo 12 años y
se comenzaron a in- que de su virtud tenían, de conforme parecer do-
quietar por su pretensión muchos hombres no- blaron su recogimiento, tanto que los días de fies-
y que tenían cargos honoríficos. Y
bles, ricos
ta a sólo el alba se mostraba en las calles para ir
aunque sus padres hermanos eran por ello mo-
y a misa. Nada bastó para que un día (sin saber
lestados a fin de que la diesen por mujer,
nunca por cuya mano había venido) se hallase un papel
ninguno pudo conseguirlo porque sabían muy
encima de un escritorio de su casa, que tomán-
bien que su hija no trataba de tomar
semejante dolo y viendo la firma decía: "Criado de vuestra
estado, ejercitada siempre en la virtud
y recogi- merced, el gobernador”. No refieren los autores
miento de su casa, la cual velaba sobre
sí misma, lo que en él contenía porque dicen que sólo ma-
huyendo las ocasiones de ver y mirada de
ser nifestaba liviandades sin algún fin honesto,
los hombres, que el mirar incauto y
hace tal vez porque otra cosa no merecía lo entregó al fuego
se ame lo que no se quisiera haber
amado, y se que en un brasero le deparó allí su enojo. No
empieza a labrar aquella cadena que siendo un
quiso hacer sabedores a sus padres, porque sen-
ojo el primer eslabón, suele ser el último
la eter- tían muy mal del gobernador. Respondió al pa-
na condenación: a la vista sigue el
pensamiento, pel con muy breves razones
y bien pensadas, que
alpensamiento la delectación, a la delectación el fueron las siguientes: "Hanme dicho que el cie-
consentimiento, a éste la obra, a la obra la cos-
lo os negó el nacer de nobles padres,
tumbre, a la costumbre la fuerza, a ésta la y yo así lo
deses- creo por lo que acredita la desatención de vues-
peración y a la desesperación condenarse
el que tro papel; mas él tuvo su merecido porque seme-
(por no recoger los ojos para no ver
y cerrarlos jantes liviandades no merecen otra cosa que el
para no percibir) quiso perderse.
fuego”.
1. Méndez tercera parte, capítulo 1; Acosta, libro IV, Ofendióse tanto el gobernador de la respues-
capí-
tulo 18; Sobrino, segunda
parte, cantos IV-VI. [A] ta, que imaginando el que su padre le hubiese
Año 1598 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dicho a su hija que era indigno de lo que pre- de Heliogábalo, de quien dijo Herodiano que
menospreciaba la vestidura romana y griega por
tendía, propuso de sacarlo al campo y reñir sobre
deseo, que ser hecha de lana, y la traía de oro y púrpura
el caso: donoso modo de conseguir su
punto aun con preciosas piedras a lo persiano, como refiere
si hubiera de ser para dejarlo de todo
Lampridio. Apenas hallaremos quien vista de la
no fuera tan reparable; pero querer hacer mal a
tela ni color que vistió su padre ni abuelo.
su padre y luego gozar a la hija, gran disparate.
Resolvióse el gobernador a ejecutarlo, y como
Puntualmente estuvo el gobernador en el pa-
raje yhora señalada, donde luego salió Floriana
sabía que de ordinario se iba don Alvaro al pa-
trayendo entre las bellas flores de su rostro el
raje de San Clemente a hacer mal a un caballo
fuese a esperarlo, que ajeno del caso llegó des-
venenoso áspid de sus enojos. Llegó turbado
el amante ofensor con el sombrero en
la mano
pués aquel caballero. Significóle el gobernador
diciendo: “Señora, aquí tenéis a vuestro esclavo
su sentimiento; disculpóse don Alvaro y culpó su
todo paró en sacar sus espadas y y fino amante,
mejor dijera el indigno de mere-
atrevimiento, y
ceros, pues dos veces os tiene agraviada’’. Pero
acuchillarse.
Esto sucedió en mes de enero del año de
el llegando a este punto, sin dejarlo Floriana pasar
2 (como tam- adelante, sacando una ancha y bien afilada na-
1578, y como por este mes suelen ir
bién hacen hoy lo mismo) algunas mujeres a vaja que traía en la manga, como una leona

aquel paraje a tener sus meriendas y bailes por arremetió a cortarle la cara diciéndole muchos

causa de un venero de riquísima agua que hay baldones. El gobernador que vio sobre sí aquel

allí, quiso la suerte que aunque eran las


2 de la monstruo de belleza y de iras, con gran presteza
viendo rebatió con la mano el tajo que le tiró, de suerte
tarde se hallasen dos damas. Las cuales
que no de donde estaban se acuchillaban
lejos que impidió el ver deshecho su rostro, y la na-
aquellos hombres fueron a ponerse cerca y no sin vaja entró por el dedo pulgar y parte de la palma

faltade valor se metieron de por medio, y tan hasta los huesos. Y como al defender el rostro se
retirase para atrás, tropezó con un madero
que
buena maña se dieron que apartándolos no los
había y cayó, y viéndose herido y que le
dejaron volver acometerse, que harto lo deseaba allí

don Alvaro por verse herido a las primeras, aun- asegundaba otra tajada, se levantó tratando a su
que la herida no era de cuidado. Luego llegó enemiga de traidora. Sacó una daga que traía,
Floriana su riesgo le arrojó a la
más gente y se hubieron de ir cada uno por su y advirtiendo
cara un envoltorio de mantas que allí topó,
con
parte.
tan buen acierto que a un mismo tiempo le em-
Entrando en su casa don Alvaro dio muchas y
muy sentidas reprensiones a su hija, la cual ar- barazó la vista y el brazo porque se le enredó en
la daga parte de ella, y tuvo lugar de
empuñar
diendo en iras, disculpándose con su padre pri-
a dos manos un grueso tronco que allí le deparó
meramente determinó después satisfacer por su
su fortuna, y tan grande golpe le dio en los pe-
mano aquel agravio. En[i27jvió a decir al go-
chos y frente que cayó sin sentidos el gobernador.
bernador con palabras comedidas y bien disimu-
ladas que la siguiente noche le esperaba en cierta En esto acudieron al ruido los de su casa por
tienda, a la cual saldría por una pequeña puerta la parte de adentro y algunos también de las
vecinas tiendas, y como viesen al gobernador
que entraba de un cuarto de su casa, donde sin
ensangrentado como muerto por lo aturdido,
ningún testigo quería hablarle. Con notable ale- y
vida.
dijeron todos que ciertamente estaba sin
gría (dice el capitán Pedro Méndez) recibió el
Entróse Floriana, y sus padres con gran pesa-
gobernador al mensaje y mensajero, que como
el amor es ciego de la misma manera lo
son todos dumbre y sobresalto trataron de esconderla, mas
ya no fue posible, porque como estuviese
allí
sus efectos, y respondió que no faltaría a la hora
corregidor vino a toda diligencia por
señalada. Púsose aquel día una rica gala, que en cerca el

esto era vanísimo el gobernador y amigo de mos-


haberle avisado, y no pudo hacer otra cosa Flo-
riana más de subir a un cuarto y arrojarse
por
trarse así en concurrencia de mujeres. El
dema-
siado afecto a las galas si es algo más tolerable una ventana a la calle. No era esta muy alta pero
pudo haber sido arrojo de mayor desgracia,
en las mujeres es vicio abominable en los hom-
el

bres, así buscando telas exquisitas como colores, porque al punto de bajar se le asió el faldellín
indignas de mujeres livianas, y mucho de un madero que estaba sobresaliente en el mar-
y tal vez cabeza
más en estos desdichados tiempos con los trajes co de la ventana, y quedó pendiente con la
baja, sin poder valerse ni hacer fuerza para ras-
extranjeros tan apetecidos de los españoles; y el
porque de caer al suelo se pu-
afectar tanto la vestidura de seda y que sea igual gar el faldellín
a todos estados, es haber cursado en la escuela diera matar.
En este punto, mayor parte del pueblo
como la

2. El ms. de Brown pone 1578 y el ms. de


Madrid, 1598. El supiese del caso, habían acudido muchos a la casa
capitulo corresponde al año 1598 y en ese sentido el ms.
de conociese
de doña Floriana, y como una criada
Madrid esti correcto. Podría ser que la indicación del ms.
de Brown sea un simple error de copia; pero podría ser
tam- a don Julio y supiese que amaba a su señora, le

bién que originalmente, en la fuente de donde Arzáns


tomó espaldas
que en la His- dijo fuese al callejón que estaba a las
el episodio, éste correspondiese al año 1578 y
toria —que está lejos de distribuir sus materiales sistemáti- de las casas y viese si Floriana andaba por allí,
camente — haya venido a incorporarse en el año 1598 porque
porque había rato que se arrojó por la ventana.
así lo dispuso Ar/áns. [M}
¡36
PRIMERA PARTE. LIBRO V. CAPÍTULO 28 Año 1598
Fue luego don Julio, y (como ordinariamente na, y apretaba en que fuese buscada
y puesta en
los enamorados advierten en todas las acciones prisión, y como llegase a su noticia, trató de mu-
aun de los criados cuyos dueños aman) como el dar el traje y ausentarse de la Villa. Púsose en
capitán Alburquerque los viese hablar en secreto hábitos de india (que en cualquiera se levantaba
a don Julio y a la criada, fuele siguiendo hasta de todo punto su hermosura) y estando para po-
entrar en el callejón, sin que lo sintiese. nerse en una muía no faltó quien avisase al co-
Llegó, pues, el don Julio a punto que la afligi- rregidor que (aunque eran las 9 de la noche
y
da Floriana, con ansias mortales pedía ya favor la hacía muy obscura) vino al punto y con mucho
diciendo que se ahogaba. Acercóse el amante ca- comedimiento dijo a la afligida doncella se vi-
ballero y extendiendo los brazos tomó de los hom- niese con él a su casa. No falta quien diga que
bros a la doncella, y tirándola fuertemente (ras- cuando el corregidor la estuvo mirando le pare-
gándose el faldellín) cayó y con el peso también ció (aunque estaba en aquel traje) la más her-
fue al suelo don Julio. En esto acudió el capitán mosa mujer que en toda su vida había visto, y
Alburquerque, y con palabras de sentimiento y el niño ciego que todos le llaman amor no quiso
enamorado cubrió con su capa a Floriana y luego perder la ocasión que se le ofrecía de triunfar de
la levantó del suelo. Viendo esto don Julio, ar- un alma de hombre como las demás (aunque
diendo en celos se puso en pie,y sacando un pu- de un juez prudente y respetuoso) y ponerla en
ñal arremetió contra capitán, diciéndole era la lista de sus trofeos,
y así dicen que llegándose
el
un traidor villano, que a su vista tenía aquel atre- al señor licenciado bonitamente le envasó una
vimiento. Como el capitán oyese aquellos vitu- terrible flecha, con que le pasó el corazón de
perios y se viese acometer con tanta furia, sacó parte a parte; y como es invisible el amor pudo
una daga e hizo lo mismo con don Julio,
y sin hacerlo muy al seguro, pues entra
y sale por
dar tiempo a otra cosa en un instante fue mal- donde quiere sin que nadie le pida cuenta de
herido en los pechos el capitán que cayó en sus hechos.
tierra pidiendo confesión. Oyendo lo cual Flo- Tomóla, pues, de las manos el corregidor
y
riana, maldiciendo su fortuna se fue de allí a consolándola con palabras amorosas la llevó a
toda prisa, porque acudían algunos indios. su casa. Buen pasaje tendrá Floriana, pues le será
Seguíale [i27 v ] don Julio, y viéndolo la don- cárcel de amor. Diole un cuarto decente,
y reti-
cella le suplicó se volviese porque no padeciese rándose al suyo el corregidor no pudo sosegar
su honra más de lo que hasta allí lo padecía, toda aquella noche pensando en la hermosura de
por presumir algunos como querían. No quiso laque ya había hecho señora de su libertad.
aquel caballero diciendo que primero perdería Luego que amaneció fue a visitarla, y como la
mil vidas que dejarla en aquel paso. Pero estas viese con la claridad del día le pareció sobre
detenciones no sirvieron de otra cosa más que de hermosa bellísima. Díjole muchas razones que
dar tiempo a que el corregidor viniese en busca (aunque entendía con ellas acreditar la que le
de los agresores, que viéndolo don Julio tomó había movido a señalarle prisión en su casa) lue-
del brazo a la doncella go conoció Floriana el camino recto adonde iban.
y apresuradamente la
sacó por la otra salida del callejón donde estaba Respondió a todo con mucha prudencia, adelan-
un muladar. Allí la dejó diciéndola se agazapase tándose sólo en los agradecimientos. Continuaba
sin dejarse ver, mientras él divertía al corregi- el corregidor tanto las visitas que con haber sólo
dor por otra parte. Fue así que don Julio con la dos días que allí estaba, quisiera más Floriana
espada en la mano se encaminó a otra calle, hallarse en un calabozo con las incomodidades
y
viendo que lo acosaban algunos criados del co- ordinarias del que está aprisionado que no con los
rregidor arremetió contra ellos, que viéndolo tan regalos y cariños hechos por mal fin. El que ama
bravo le abrieron campo, él se valió de sus pies a uno con exceso quita el amor de otros sujetos
y
y se puso en cobro. Volvió extraviando calles de su naturaleza amables y se pone en riesgo de
adonde había dejado a Floriana, la cual tanto no ser muy amado y de corazón; el que no repara
por huir de don Julio como de la justicia, si- se puede hacer odioso a muchos por mostrar a
guiendo las orillas del arroyo que por allí pasaba uno exceso de su agrado.
llegó a uno de sus puentes; pasó por él entrán- Sabía don Julio desde donde estaba con recato
dose al rancho de unas indias, donde la acogie- de la manera que se hallaba Floriana en casa
ron con mucho cariño. Allí esperó el día que no del corregidor, y lleno de celos rabiosos escribió
tardó en venir,
y luego hizo saber a su padre a la doncella sus sentimientos. Ella le respondió
dónde se hallaba, el cual también se había ocul- disuadiéndole de lo que para sí para el corregi-
y
tado aquella noche porque el corregidor quería dor pensaba, si bien le suplicaba como a caballero
prenderlo. Supo Floriana cómo los dos heridos le diese favor para poder salir de aquella prisión.
estaban con esperanzas de vida, de que no tuvo Conformóse en todo don Julio con lo que Flo-
poco gusto pues ellos mismos abonarían lo suce- riana pretendía, y con todo secreto dispusieron
dido refiriendo los motivos porque toda la Villa que una noche (después que el corregidor se re-
le cargaba la culpa. cogiese a dormir) la esperase don Julio debajo
Tenía el gobernador un sobrino azoguero: éste de un balcón, y que ella bajaría por una soga, de
y
formó querella ante el corregidor contra Floria- allí que la llevase a Chuquisaca. Con esta deter-
Año 1598 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

minación llegó noche prevenida, y era (según


la (como dijimos) y el corregidor fue por otra calle
dice el capitán Pedro Méndez) la que Floriana donde por haber rumor de gente juzgó que fue-
había señalado engañando al corregidor para el sen ellos. Desengañáronse con que no eran, y
cumplimiento de su torpeza. Fue así que (como volviendo a la plaza del Gato oyeron que unos
era un viernes de Cuaresma) todos los criados perrillos ladraban entre los poyos. Fueron para
del corregidor habían ido a oir ejemplo a la allá, y hallando el cuerpo muerto de don Julio

Compañía de Jesús, y pudo don Julio verse con quedaron admirados el corregidor y los que le
Floriana y disponer de la manera y hora en que perseguían. Trajeron luces y conocieron ser don
se había de ejecutar. Julio, y como el corregidor sabía que era pre-
Dadas las 10 de la noche, que era en la misma tendiente de doña Floriana y el que había herido
que la doncella había de ir al cuarto del corre- al capitán la noche que por huir de la justicia

gidor, se puso en el balcón y atando con seguri- quedó pendiente de la ventana, luego pensó que
dad la soga bajó por ella hasta ponerse en manos Floriana hubiese sido el motivo. Mandóla buscar
de don Julio, sin que hasta allí nadie los [128] por todos aquellos poyos y calles, y como no la
sintiese. Díjole Floriana a don Julio que antes hallasen hizo llevar el cuerpo a su casa. Buscá-
de dar un solo paso le hiciese juramento de segu- ronle las heridas juzgando lo hubiesen muerto al
ridad en su persona y pureza. Píízolo así, y están- rigor de ellas. No le hallaron ninguna, porque no
dola desatando la soga que se había puesto en era como presumían, y por esto se persuadió el
la cintura veis aquí que asomándose al balcón el corregidor a que Floriana le hubiese dado algún
corregidor (porque su misma tardanza le había tóxico. Con esta presunción luego que amaneció
hecho curioso en irla a ver) y viéndola abajo con hizo llamar a los médicos para que lo reconocie-
aquel hombre, volvióse adentro llamando a sus sen, y ellos declararon cómo no era veneno ni
criados para que saliesen en alcances de aquellos golpe. El corregidor hizo cuantas diligencias fue-
sujetos. Turbóse de tal modo la doncella que ron posibles por haber a sus manos a Floriana,
aunque don Julio le daba prisa a que huyesen mas que todo el tiempo
ella estuvo tan oculta
antes que el corregidor saliese, no pudo acabar que duró el gobierno al señor licenciado no se
le

con ella el que diese paso concertado. Viendo el tuvo ninguna noticia de ella.
caballero el peligro de entrambos, tomó a Flo- En el mes de marzo de este año, pocos días
riana en sus hombros y caminó apresuradamente después de la muerte repentina de don Julio
con ella hacia la plaza del Gato. Metióse entre Sánchez Farfán, corregidor de Porco, murió tam-
aquellos poyos sudando y trasudando, y (como bién el capitán Rodrigo de Alburquerque de las
dice el capitán Pedro Méndez) o fuese con la heridas que le dio don Julio, que no pudo tener
fatiga grande que llevaba don Julio, o algún remedio por mucho que se hizo en curarlas. El
mal interior que tenía, o fuese algún misterio gobernador se fue a Los Reyes a fines de este
que sólo Dios lo sabe, pues sentándose a des- mismo año de 1598, y llegando a la ciudad de
cansar en un poyo repentinamente cayó muerto. La Paz le dio un fiero tabardillo que a pocos
Visto por Floriana y juzgando fuese algún días le quitó la vida. De esta manera acabaron
desmayo, acudió presto poniéndole la cabeza en estos tres caballeros pretensores de doña Flo-
el regazo. Pero advirtiendo que era muerto, con riana, la cual, como su fin era sólo el servir a
gran sobresalto se puso en pie, y temiendo que Dios, luego que se fue el corregidor Lopidana
si allí la habían podrían entender que en alguna salió de donde estaba escondida, y con mucho
manera era ella causa de su muerte, tomando la recogimiento en casa de sus padres guardó per-
capa, espada y sombrero de don Julio y ponién- petua castidad, y dice don Juan Pasquier murió
doselo todo se fue para el cementerio de San de mucha edad con opiniones de que fue gran
3
Agustín, donde recobrándose algún tanto se en- sierva del Señor.
caminó hacia los barrios de San Lorenzo, que allí 3. Todo demuestra (por ejemplo el hecho fatal de que los
protagonistas tengan que consumirse como en las tragedias
vivía una amiga de su madre. Llamó a las puer-
shakesperianas) que este episodio corresponde de lleno al
y como la conociesen luego material legendario de la Historia. No es imposible que en
tas, abrieron y la
su raíz se encuentre algún hecho que aconteció en efecto.
recogieron.
Pero al cabo de muchas reelaboraciones es de suponer lo aña-
Dejémosla descansando y volvamos al corre- dido y sobreañadido que estará el relato. Su misma inserción
cuando en el año 1598 no tiene más razón que el haberlo querido así
gidor, el cual teniéndose por afrentado
Arzáns, a fin de que con la intervención del licenciado Lo-
asomándose balcón (como queda dicho) vio
al pidana —
personaje de indubitable realidad histórica —
y otros
elementos reales, el relato cobre más verosimilitud.
a Floriana en la calle con aquel hombre, lla-
La historia de Floriana inicia otra serie de materiales carac-
mando a sus criados salió con ellos en sus alcan- terísticos de la Historia en esta primera parte, serie que pu-

pudieron haber porque don Ju- diera llamarse de historias ejemplares, por alusión a las no-
ces, mas no los
velas ejemplares de Cervantes cuya influencia en aquéllas es
lio y Floriana cogieron hacia la Plaza del Gato obvia. [M]
Capítulo XXIX
LLEGA A POTOSÍ LA NOTICIA DEL FALLECIMIENTO DEL REY DON
FELIPE II, CELÉBRANSE SUS REALES EXEQUIAS Y REFIÉRESE
CÓMO EL SIERVO DE DIOS FRAY ANTONIO DE SAN PEDRO
ASISTIÓ EN ESTA VILLA ANTES DE SU CONVERSIÓN

ONTINUANDO su gobierno el señor de la mano derecha, que en las miserias del vivir

C licenciado Juan Díaz de Lopidana 1 con


mucha paz
y sosiego de los moradores,
en este año de 1599 en el mes de abril
llegó a esta Imperial Villa la noticia (tan lamen-
table para ella) del fallecimiento del rey don
padecen igualdad, cebándose tal vez lo más as-
queroso en lo más delicado, pero entre tantos
males como le embistieron con excesivos dolores
era
Muy
el mayor
el de sus pecados,

resignado en la voluntad de Dios le dio


Felipe II, monarca que siempre la atendió tan su alma domingo 13 de septiembre, año
1598,
obsequioso como liberalísimo en favorecerla con siendo de 71 de edad. Varón grande, rey pru-
grandes privilegios. Después que el año pasado dentísimo, como se ve en su famosa historia, su
de 1598 se hubo desposado el príncipe don Fe- vida fue perpetua batalla contra los herejes,
ipe III con doña Margarita de Austria, y
la in-
y se le oyó decir muchas veces que si su hijo fuera
i a ta dona
sabel
(
hermana del príncipe) con mismo
hereje, él diera la leña para quemarle.
.
;? J
Alberto, archiduque de Austria, se retiró el rey Tuvo admirables virtudes, y por eso le favore-
don Felipe II al Escorial, cansado de tantas jor- ció Dios en todas ocasiones, que las buenas obras
nadas, a prepararse [i28 v para la última (como notó con agudeza Cayetano)
] y cas- se llaman
tigar algún exceso de la mocedad.
Él se obligó a armas, a diferencia de los pecados, que no se
la pena, dándosela por su mano
con grandes ri- llaman armas sino obras de tinieblas, porque las
gores, viviendo como religioso. Doce años antes acciones virtuosas hechas a la luz de la divina
de su transito no bebió vino,
y en su comida fue gracia son para quien las hace armas ofensivas
muy mortificado. Gravísimas enfermedades pasó
y defensivas; al contrario los pecados, como ofen-
con gran paciencia, sufriendo le cortasen un den y hieren el alma de quien los comete, no
dedo

^ *V^
ia
V" mM unaao P or
presidir y dirigir las honras fúnebres,
la audiencia de Charcas para
designó las personas
de j P e morado y blanco. Las molduras y capi-
as
lonas
que habían de llevar las insignias, etc. [M] teles todos eran de mármol dorado: las colum-
Año 1599 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ñas jónicas, con los tercios relevados. Las medias les,


y tras ellos los mercaderes
todos vestidos de
cañas estaban doradas, y las rejas, fajas y pasa- luto. En pos de éstos iba el capitán Escudero con
manos, todo enriquecido de oro con mucho do- su compañía de mosqueteros vestidos de seda par-
naire ornato. Las imágenes de gallarda y ad- da con bandas negras. Luego iba toda la nobleza
y
mirable pintura, y las ropas de finísima tela y con luengos lutos y los cuellos negros. Seguíanse
brocado. Tenía de alto este bello edificio 100 los oficiales reales y los de la Casa de Moneda

palmos. Las columnas todas eran en número de (que por todos eran en número de 60, con los
80. Remataba la fábrica el gran Cerro de Potosí, acuñadores y mercaderes de plata) arrastrando
a cuyas faldas (por la parte que miraba a la puer- muy largas y frisadas bayetas (que llevaban cada
ta principal de la iglesia) estaba el retrato en cola o loba dos pajes vestidos de paño negro),
bulto (de excelente mano) déla riquísima Villa, y las cabezas (sobre sombreros
de falda caída)
en forma de una grave y hermosa doncella, con llevaban estos caballeros cubiertas con otras ba-
imperial corona de finísimo oro con muchos dia- yetas hasta los pechos. Luego iba la compañía
mantes engastados. Su ropaje era de tela blanca del capitán don Alonso de Grado (que era el
bordados de rubíes, es- tercero de los del número), vestidos de paño
y negra, con excelentes
meraldas, jacintos, topacios y perlas. En
todos leonado con guarniciones de tafetán negro, con
los arcos estaban (de pinturas admirables y bien los mosquetes y arcabuces vueltos y banderas

dispuestos jeroglíficos) los triunfos que alcanza- arrastrando. Seguíase el gremio de los señores
ron en varias partes del mundo sus reales armas, azogueros, arrastrando lutos del mismo modo
con muchas banderas puestas en los capiteles y que de la Casa de
los oficiales reales y los otros
cedente) estaban en sus asientos todo el estado
cornisas con versos latinos y castellanos que de-
claraban las metáforas y figuras. Durante el tér- eclesiástico. Este día y los pasados desde que
mino de tan gallarda obra no cesaron los cla- llegó la noticia se dijeron en dicha iglesia mayor
mores de las campanas de día y de noche, porque 1,200 misas por la difunta majestad. Predicó en
todas las sagradas religiones y curas de las parro- padre provincial de los jesuitas
estas exequias el

quias fueron por sus antigüedades a celebrar cada que en en esta Villa (como
la ocasión se hallaba

día las reales exequias a la iglesia mayor. dicen Méndez y Acosta, aunque no declaran su
Acabado el edificio se señaló el día 24 de nombre) Acabada con toda solemnidad esta real
.

mayo de este año de 1599 para el lleno de la real función, volvió el acompañamiento a las cajas
función. El día antes salió a vísperas el acompa- reales de donde habían salido, y cada cual se
ñamiento de las reales cajas en esta forma: Iban fueron a sus casas. Afirman los dichos autores
primero 200 indios (de los que llaman yanaco- y otros curiosos
que escribieron estas exequias,
nas del rey) con mantas de lana negra y capiro- que tuvieron de costo 130,000 pesos de a ocho
tes de bayeta del mismo color. Luego se seguían reales. Valía (dicen) en este año la libra de cera

500 indios de los vecinos, dueños de minas y tra- a seis pesos.


piches, oficiales de varios oficios y de los que te- Este mismo año llegó a esta Imperial Villa de
nían algunos cargos en la Villa; éstos iban con Potosí Antonio Rodríguez Correa, portugués
capas de luto y sombreros de falda caída. Tras de nación natural de Celorico en aquel reino. El
éstos iban cuatro compañías de indios con cami- cual (por los pocos medios con que se hallaba)
setas de lana negra y gorras muy levantadas de Moneda. En pos de este noble y rico gremio iba

copas también negras; los arcos y flechas lleva- el con el corregidor Lopidana,
ilustre cabildo

ban a las espaldas y las lanzas y banderas arras- arrastrando lutos de la longura y modo que los
trando. Luego iban los caciques, así los de esta señores azogueros. Remataba este acompaña-
Villa como de otros pueblos que en la ocasión miento la compañía del capitán Mercado (que
asistían en ella, todos de luto vestidos a la espa- lo era el cuarto de los del número) vestidos de

ñola salvo la cabeza que llevaban con unos llau- seda musga, con franjas de plata y seda negra,
arrastrando las picas, con cajas des-
tus al modo que usaban Tras éstos se
los ingas. y todos iban
seguían los indios de mita (que son los que
la templadas y pífanos tristes.
labran las minas y trabajan en los ingenios, tri- Serían las 2 de la tarde cuando salió este dila-
butarios en esto del rey) todos con camisetas de tado acompañamiento de las cajas reales, y ha-

[129] bayeta negra y mantas de lana que llevaban biendo andado por las calles más principales
arrastrándolas por el suelo tomadas de un cabo entraron a vísperas fúnebres a las 4 y media de
con la mano izquierda, y las cabezas con monteras la tarde, quedándose afuera el acompañamiento
negras. Seguíanse luego los españoles siendo los de indios y mucha parte de la de españoles por
primeros el capitán Diego Grande, que lo era no caber todos en la iglesia mayor. En el mauso-
del número de esta Villa) con su compañía de leo, capillas y cuerpo de dicha iglesia, se veían

arcabuceros vestidos de tafetán negro, llevando arder 4,000 luces de cera blanca, la mayor parte
de a dos libras cada vela, y la restante hachas de
los arcabuces vueltos, las cajas destempladas,
arrastrando. Luego se seguía una a tres libras y media. Acabóse la función de estas
y las banderas
bandada de pobres forasteros, a quienes por serlo vísperas a las 8 de la noche. Volvióse el acom-
había dado el ilustre cabildo capas de luto y pañamiento, y el siguiente día tornaron a la igle-
sombreros negros. Seguíanse después los oficia- sia del mismo modo, donde (como el día ante-

240
PRIMERA PARTE, LIBRO V. CAPÍTULO 29 Año 1599
se puso a vender mantenimientos varios en una cómo este corregidor era un hombre terrible, co-
tienda de la plazuela que llaman del Rayo. Estas dicioso y desvergonzado, de quien se tenía
tiendas son conocidas comúnmente en esta Villa experiencia en otras provincias que había gober-
con el nombre de pulperías, porque (como tengo nado. Esperaban y temían todos un infeliz go-
dicho en otra parte) a los principios de su fun- bierno, llamando tiempo desgraciado el de su
dación sólo se decían tiendas,
y hallando un día venida a esta Villa.
que en una de ellas estaban vendiendo un pulpo, El tiempo siempre es el mismo
y éste no daña
de aquí se les quedó el dicho nombre de pulpería. a los reinos y ciudades,
y siendo duración natu-
En una de éstas, pues, estuvo Antonio Rodríguez ral del primer moble no puede obrar en las cosas
Correa tres años, donde habiendo recogido suma si no con uniformidad. Los vicios de los hom-
es
de plata se fue a la ciudad de Los Reyes (dicho- bres o sus virtudes son causa de la bondad o ma-
so viaje). Allí permitió Dios se descubriese el licia de los tiempos. A las revoluciones de las
secreto y disimulo con que muchos años había estrellas atribuye Julio Fírmico la variedad de
estado judaizando, sin querer abrir los ojos a la fortuna en las monarquías. Y
aunque no se puede
luz de la fe y verdadera ley de Nuestro Señor negar la inclinación de las estrellas, queda ileso
Jesucristo, aun estando en varias ciudades, villas el libre albedrío que es causa inmediata de las

y lugares de católicos, y particularmente en esta acciones humanas y de los consejos. Otros lo re-
de Potosí adonde de muchos, o por adulación o ducen a la divina providencia (y es así) de cuyo
por ignorancia, era tenido por muy buen cristia- imperio dependen los estados de los reinos. Pero
no, que como la adulación canoniza los santos es muy obscuro conocer los modos que Dios tiene
aparentes, ellos con torpe error llegan a creer que en la conservación o ruina de una monarquía,
lo son, y como donde no hay pecados no parece reino, ciudad o villa.
puede echar profundas raíces el dolor en ellos, Descontentáronse los buenos vecinos y los ma-
no hacen penitencia, con que excitan mayor ira los inquietadores se alegraron porque estaban
en Dios. ya cansados del pacífico gobierno del señor licen-
Cayó por voluntad divina en manos de
al fin ciado Juan Díaz de Lopidana. La paz es hija de
la santa Inquisición el año de 1604 (que fue la justicia ycomo no puede haber hija sin madre
el mismo en que llegó a aquella ciudad) no puede haber paz interior en el alma ni exte-
y en el
dicho año se dio la sentencia de su causa. Allí se rior en la república si no es administrando jus-
convirtió (aunque al principio se mostró rebelde ticia. El ver los inquietadores que el licenciado
al llamamiento de Dios) siendo de
33 años de no la administraba, porque no había ocasión para
edad. Salió últimamente [i29 v desterrado a Es- ello, lo extrañaban
] y deseaban más el rigor que
paña después de cumplir su penitencia con gran- la suavidad. Por esto discurrían
(y no fuera de
dísima humildad (¡oh qué gran felicidad!), camino) los perversos y mal acostumbrados mo-
y
estando en la ciudad de Sevilla tomó primero el radores que si el corregidor nuevo era de la cali-
hábito en el convento de Santo Domingo, dad que decían forzosamente había de ser in-
y
(como se refiere en el libro de su vida) lo dejó quietísimo su gobierno, y de esto se habían de
3.
porque le dijeron que no merecía aquel santo ocasionar renuevos de los pasados bandos, en
hábito pues era judío,
y con toda humildad se que había muchos que lo deseaban, particular-
fue a la villa de Osuna, sufriendo con admirable mente los andaluces, criollos y extremeños, con-
paciencia esta y otras mortificaciones, que no tra los vascongados
y navarros. El señor Lopida-
era ya como otros del mundo, que quieren servir na reconoció la inquietud que en los ánimos
a Dios con todas comodidades
y no perderlas de había causado la noticia del nuevo corregidor,
vista cuando todos vamos siguiendo el guión por lo cual en buena conformidad se despidió del
de la cruz; no merece otra más agria
y es error, si cabildo, religiones
y hombres buenos, y dejando
censura, entender pueden componerse la aten-
encomendada la Villa a los alcaldes se volvió a
ción a Dios con servir a nuestros afectos. Tomó,
Chuquisaca. Luego por orden del virrey vino por
pues, en aquella villa el hábito en el convento de
justicia mayor el señor doctor Arias de Ligarte, 4
los descalzos de Nuestra Señora de las .Mercedes oidor de la audiencia de La Plata,
de mi señora Santa Ana, donde profesó y gobernó en-
y fue tretanto que llegó el nuevo corregidor. 5
gran siervo de Dios, llamándose nuevamente fray
que no menciona la Historia) en 1599. IV. 26 ("Lista de go-
Antonio de San Pedro. Ocupó 19 años después bernadores de Potosí"). [M]
de su conversión en una vida admirable de virtud, 4. Arias Ugarte no fue justicia mayor sino corregidor, nom-
brado por el virrey en reemplazo de Escalona Agüero ("Lis-
resplandeciendo con infinitos milagros, y
como se ta de gobernadores de Potosí”). [M]
refieren en el libro de su vida. 5. El autor se encuentra tan preocupado con la muerte
y
exequias de Felipe II que casi pasa por alto las nuevas orde-
A mediado de este año
salió de Lima para la nanzas para Potosí, promulgadas en la Villa en 1599. V.
31
ciudad de La Plata general don Alvaro Pati-
el (Biblioteca Nacional, Bolivia, Manuscritos, Colección Rück,

ño, nombrado por corregidor de aquella ciudad


N?
575 A
t. I, f. 204 ss.)
y apenas si las menciona a! final de¡
capítulo 26. Hay un anuncio oficial de las nuevas ordenanzas
y de esta Imperial Villa. Publicóse luego en ella
3 por el virrey Velasco en 1599. VIII. 31 (Archivo de Indias,
Charcas 134).
Abundante información sobre la legislación de indios, el
Don Alvaro Patino no fue nunca corregidor sino teniente número exacto de ellos que cada dueño de minas tenía,
de corregidor, ni fue nombrado este año por y los
el virrey sino peligros que pasaban en las labores hay en el "Repartimiento
por el corregidor doctor Gaspar de Escalona
y Agüero (al general de indios” en 150 páginas (ibid., Charcas
134). [H]

241
„ !. — . I ' ^ ’T. — '
1 "-
*

HISTORIA.
DELA
V/LLA yMPERIALDE POTOSI
R1(WKAS INCOMPARABLES DEjVFAMWOCERO
GffANDEÍAS
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ÍVÍ GVtRAS CIVILES, yCASOS MEMORABLE.?.

LIBROJEXTO.
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.. Vida . <vnas $\jA
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vinieren aejiás Indias, mar trajeron cargad* fif^O


/lijes, que Bienes desfortuna
jarajuftentarlos. f £00.

cerne Ci mejor que anCecfo^ytunen otres


Bue-
nos. (/erque conocían, come tedes de vemos cene
cerj que vamos, corriendo tormenta enej/e mar
defmundo. /osetas dolos vicies conquí/tanJín
cefqr Caacqfas, «/famibas,jiio Badcauerdef
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joco imperta asser empegado sen, a*

üer falido con Bueutismpe, podar conteda


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Ca naveta
tre
t>3°] LIBRO VI

Capítulo 1

DE CÓMO HICIERON EN ESTA IMPERIAL VILLA UNAS REALES FIES-


SE
TAS POR EL REY DON FELIPE III, Y DE CÓMO SE RECIBIÓ
EN
ELLA EL GENERAL DON ALVARO PATINO. LOS SAN-
GRIENTOS BANDOS QUE NUEVAMENTE SE CO-
MENZARON DESDE SU VENIDA PARA
CONTINUARSE POR MUCHOS
AÑOS

LEGADO he con el corto vuelo de mi pluma abuelos adquirieron en esta Villa bienes de for-
en la historia de la Villa Imperial de tuna, como tuvieron 10 hijos (los cuatro nacidos

I^ Potosí al año de 1600, nuevo siglo de su


felicísima fundación. Ysi se ha de aten-
der a la razón antes de pasar adelante refiriendo
en la villa de Bilbao en el señorío de Vizcaya,
uno en la ciudad de Toro en Castilla la Vieja,
dos en la de Sevilla de aquellos reinos de Espa-
sus memorables sucesos, digo que siento cuanto ña, y los tres en esta Villa de Potosí), de lo que
más puede ser el proseguir con esta historia, por adquirieron poco o mucho en oficios honrosos les
dos causas. La primera, por ser indigna de que cupo poca parte a cada uno,
sus notables grandezas las hubiese de y así fue forzoso
escribir asistir siempre en la casa
un sujeto que tanto carece de letras pues ni la y servicio de mis pa-
dres, conque no pude lograr el ejercitarme en
la
gramática (que es común aprenderla en toda gramática ni retórica, cosa de que harto me he
de esta Villa) no merecí su tan pro-
la puericia
dolido en varios lances, particularmente al em-
vechoso ejercicio. Porque si he de decir la ver- y
prender esta y otras obras; siendo éste el motivo
dad, el grande afecto y
y veneración que en mi del carecer del sumo bien (como es la sabiduría)
niñez tuve a mi padre
y señor me obligó a que por falta de letras forzosamente se ha de experi-
siempre le atendiese, sin apartar debidamente mi mentar en esta Historia la falta del encumbrado
voluntad un punto de la suya, añadiéndose a esto
estilo,las flores
y lenguaje que sobran en las de
los cortos medios que tuvo para mantener su otros autores. Pero ¿qué mayor excelencia que
decencia, porque cuando mis señores abuelos
vi- laverdad y cumplimiento con que la escribo ?
nieron a estas Indias más trajeron carga de hijos
La segunda causa de mi sentimiento en la pro-
que de bienes de fortuna para sustentarlos. Pero secución de esta Historia (que arriba dije) es el
al ánimo grande, aunque esté retirado oprimi- haber de escribir tanta calamidad, tiranía
y
do, nunca le falta cómo explayarse para utilidad y de-
rramamiento de sangre como en la mayor parte
de muchos, a quienes se ampara con voces, con-
de este nuevo siglo se experimentó en esta Im-
sejos, buen ejemplo
y obras. perial Villa. Mas es forzoso decir lo que otros
No Ies faltó nada de esto a mis señores padres, vieron y escribieron con tanta puntualidad ver-
antes fue la buena crianza y educación que en y
dad, fuera de que no dejan de tener su enseñanza
sus hijos hicieron
como la mejor que han hecho estas miserias a que está sujeta nuestra natura-
y hacen otros buenos, porque conocían (como leza, pues por
ella se conoce a lo que pueden
todos debemos conocer) que vamos
corriendo hombres si Dios aparta de ellos los ojos
llegar los
tormenta en este mar del mundo. Las olas de los de su piedad. Y aunque fueron grandes las ca-
vicios conquistan sin cesar las casas
y familias, y lamidades y castigos que la divina majestad eje-
no debe haber descuido en los que las gobiernan
cutó gran parte de este siglo en esta Villa
en tan peligroso estado, que por cuenta por
suya co- sus culpas (que todo se verá escrito), también
rrerá el naufragio
y perdición de los que están se ha de ver las felicidades que tuvo, las riquezas
a su cargo, pues poco importa haber empezado a
y prosperidades que gozó, y los admirables y so-
navegar bien, haber salido con buen tiempo,
pa- brenaturales beneficios que el Señor obró con sus
sar el golfo con toda serenidad,
descubrir la tie- moradores en distintas maneras. 1
rra con toda alegría, si al tiempo de tomar el
Este pasaje confirma plenamente la tendencia
1.
puerto se rompiese la nave entre [i30 y los espectacular
pe- y sensacionalista de la Historia. Muchas e importantes cosas
J
ñascos. Yaunque es verdad que mis venerados habían ocurrido en el siglo anterior
y habían de seguir ocu-
rriendo en el siglo XVII, en la actividad económica,
política,

2 43
Año 1600 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

Continuando, pues, el referir los sucesos de enero 2 con una vistosa y riquísima máscara que
esta Villa, digo que prosiguiendo el señor doctor
hicieron los famosos mineros del Cerro, en la

Arias de Ugarte, oidor de la real audiencia de La cual se vieron admirables figuras, costosísimos

Plata, justicia mayor de esta Imperial Villa (que carros, lucidas galas, preciosos bordados, piedras
inestimable valor, gallardos caba-
después fue arzobispo de los Charcas y de Los y perlas de
llos y bellísimos jaeces. En el último carro (que
Reyes) su buen gobierno (que a la verdad fue
muy acertado, prudente y pacífico) mandó abrir era sumamente rico y grande y lo tiraban 12 ca-

por un lado de la laguna de Caricari en el taja- ballos blancos) estaba el rico Cerro de Potosí de
en figu-
fina plata, a sus faldas la Imperial Villa
mar, una concavidad para desaguarla, por cuan-
con un vestido de
to llenándose rebalsaba en partes. Diligencia muy ra de hermosa y grave doncella

acertada entonces, aunque después por allí mis- tela de plata cubierto de diamantes, esmeraldas,

e inundó la mayor
año de 1626 se rompió jacintos, amatistas y rubíes, puesta de rodillas
mo el

parte de la Villa(como en su lugar diré cum- ante un retrato de la [131] majestad de Feli-

plidamente). Hizo este reparo en el tajamar el pe III que estaba en un riquísimo trono debajo
año de 1599, y se estrenó el acierto de su des- de dosel, cercado de niños vestidos de ángeles
agüe por el mes de febrero de este año de 1600 que le cantaban la enhorabuena de su nuevo rei-
que fueron abundantísimas las lluvias. nado. La Villa tenía en la mano diestra un Cerro
También por el mes de junio de este año de de Potosí de plata y en la siniestra unas barras
1600 llegó a esta Imperial Villa la noticia de có- del mismo metal, las cuales juntamente con el

mo el rey Felipe III se había casado el año ante- Cerro ofrecía a aquella representada majestad.
cedente con la serenísima doña Margarita de La siguiente noche hicieron los indios nobles
Austria, hija de los archiduques Carlos y María, y ricos otra máscara muy galana y vistosa, en la

la felicidad con que había dado cual iban en sus propios trajes todas las naciones
y juntamente
principio a su pacífico reinado y el gusto con que del Perú, con otras figuras ya feas ya agradables,

estaban sus vasallos, que no obsta para el acierto todo muy de ver. Iban también en ricos carros
en el gobierno que la clemencia sea sólo adorno todos los ingas del Perú, y en el último (que era
de la majestad, porque tal vez conviene se vis- de plata y lo tiraban 50 salvajes vestidos de va-
rias pieles de animales) estaban debajo de ri-
ta de severidad para administrar justicia, y ha de
proceder de manera que ni la severidad disminu- quísimos doseles los tres grandes monarcas de
ya el amor, ni la clemencia demasiada la autori- España que también lo fueron del Perú: el em-
dad, porque el perdonar a todos los delincuentes perador Carlos V, su hijo el rey Felipe II, y su
nieto Felipe III. En otros asientos más inferiores
es tan gran crueldad como no perdonar a alguno.
estaban en sus propios trajes (que son muy ex-
Alegrísimos, pues, los moradores de Potosí
con tal noticia, de común parecer determinaron celentes) los reyes ingas que después de su en-

nobles, plebeyos, españoles e indios, a manifestar trada conocieron los españoles, que fueron el

su alegría con unas reales fiestas, que en todas poderoso aunque infeliz Cusí Huáscar, su herma-
maneras de regocijo duraron 20 días, pues tan no el tirano Atahuallpa, Mancco Ccápac II, Sayri
benignísimo rey les había dado Dios. Antes de Túpac, Cusí Tito, y Túpac Amara que fue el úl-
timo; estos tres últimos recibieron el santo bau-
comenzarlas hubo notables disensiones entre el
ilustre cabildo y los señores azogueros sobre que
tismo.

estos caballeros no quisieron pasar por lo que el


Fuéronse continuando las fiestas, con notables
cabildo pretendía, que era el que se detuviesen gastos de todos los gremios. Hubo seis días de

las fiestas hasta la venida del nuevo corregidor, el


comedias, cuatro representaciones que llaman
cual habiendo salido de la ciudad de Lima estaba para esta coro-
2. La cuenta de los gastos que el cabildo hizo
muy falto de salud en el Cuzco, y por esto muy nación incluye los correspondientes a "22 días de cohetes, y
de espacio en aquella ciudad. Alegaron los seño- hacer con ellos una gualdrapa de un toro, y bombas y rue-
das”; "rasos para cuatro ropas de reyes de armas y para
res azogueros y demás vecinos que según la fa- haber las armas reales dibujadas”; "damasquillo de la China
para donde se pusiesen las armas reales ; tafetán amarillo
ma el nuevo corregidor mas se inclinaba a la in-
gorras de los reyes de armas
y papelón para forrar las
,

quietud y codicia de riquezas que a la paz y "tafetán carmesí de Castilla para forrar las ropas de los reyes
regocijo de los súbditos, y que no dudaban que su de armas”; "250 adobes para hacer la escalera del tablado”;
"600 garrochas para dos días de toros"; "tafetanes de colores,
venida había de ocasionar nuevos bandos y pesa- de España, para los gallardetes del tablado"; material para
dumbres. Prevaleció la parte de los vecinos y se- "luminarias en las casas del cabildo, y en la plaza cuatro
pirámides con invenciones de fuego”; Jerónimo de Montoya
ñores azogueros, conque el ilustre cabildo hubo fue el artífice que hizo los cohetes y bombas; hubo que
hacer
condi-
de conformarse con ellos. aderezar los balcones del cabildo que estaban en malas
ciones; se gastaron cuatro pesos corrientes en yerba
para dar
Diose principio a las fiestas a 18 del mes de de comer a los toros; 10 pesos corrientes a "cinco indios mú-
corrientes a
sicos que sirvieron en estas fiestas ; 56 pesos

minera, etc. de Potosí, muchas cosas decisivas pero silen-


don Diego Quispi, pintor, por la hechura del retrato del rey
ocho
nuestro señor que está al óleo en las casas del cabildo .

ciosas. La Historia no tiene espacio, ni Arzáns tiempo, para corrientes de


tanta calamidad, ti- pesos a "cuatro indios chirimías”; "230 pesos
ellas, porque su preocupación esencial es
la colación que se dió el día del
estandarte al cabildo y a los
ranía y derramamiento de sangre" como efectivamente abunda-
ba también en Potosí o también "las felicidades, prosperidades
demás"; "50 libras de pólvora se gastaron en los cohetes y
Dios obró', lodo esto tiene bombas de fuego y otras invenciones". Los gastos sumaron
y sobrenaturales beneficios que
en total 1,761 pesos 4 tomines, v el cabildo quedó
alcanza-
un obvio sentido espectacular, y sabemos por el propio Arzáns
do en 19 pesos corrientes (Acuerdos de Potosí, t. IX, f. 154

el porqué de su proclividad hacia estos elementos


efectistas:
véase sujtra libro V, capítulo 9. nota 1. [M] 1 W). [MI
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO I Año 1600
de invención, seis de bravos toros con varias en- vascongado de nación, con Nicolás Enríquez,
tradas de la caballería, unas veces de máscara de esta Villa y mancebo de poca edad. Y
criollo
y
otras sin ella. Las noches se regocijaron con saraos porque el dicho Nicolás dio una caja de colación
y danzas representadas, luminarias en las calles y a una dama que allí cerca estaba en otro balcón
plazas, y muchos y muy costosos fuegos artifi- pegado a éste, se indignó tanto el vizcaíno que
ciales. Todos los días que duraron estas reales sin atender a lo que hacía, como era corpulento
y
fiestas saludaron las cuatro compañías de solda- de muchas fuerzas tomó en brazos al mancebo
dos a la aurora con toda su arcabucería mosque-
y y lo arrojó por el balcón abajo. La fuerza del
tería. Corríanse los caballos
y oíase por todas deleite (poderoso hechizo que adormece la razón
partes la dulce armonía de varios instrumentos
y el más despierto discurso) es tanta que parece
que se tañían, así de la parte de los españoles co- no hay para ella resistencia; a la ignorancia se la
mo de los indios. El penúltimo día de estas fiestas lleva a empellones
y da en la ocasión con ella, y
se corrió sortija
y se jugaron cañas, de la una a la conciencia más advertida recatada la sobor-
y
parte los oficiales reales con la nobleza, de la na y la hace torcer la severidad de su juicio.
y
otra los señores azogueros, con tanta gala, rique- Cayó el mozo al suelo tan aturdido que junta-
za de carros, invenciones, joyas, piedras mente con el efecto del golpe pareció a todos
y perlas
preciosas, que puso en grande admiración a cuan- que estaba muerto. Alborotóse la plaza, llegó en
tos forasteros se hallaron en esta Villa. un momento la noticia a Juan Enríquez, su pa-
El último día, para dar fin a tanto regocijo se dre (de los reinos de España), que estaba fuera
hizo una grande y maravillosa justa de 30 a 30 de la plaza aunque cerca,
y viendo [131*] a su
caballeros. Los unos fueron los señores azogue- hijo de aquel modo, como un desesperado des-
ros y los otros los oficiales reales con la nobleza nudando la espada subió al balcón. Escondióse
de vecinos, en que unos y otros a competencia se Igarzábal en una cama (que mejor le hubiera
quisieron señalar, así en las costosísimas galas estado defenderse, pero todo es permisión de
como en el pelear, golpes de las espadas y en- Dios), hallólo enojado padre y sin darle tiem-
el
cuentros de las lanzas. El capitán Pedro Méndez, po a otra cosa con muchas es-
ni valerle nadie
don Antonio de Acosta, don Juan Pasquier, Bar- tocadas le quitó la vida. Creció el alboroto.
tolomé de Dueñas y Juan Sobrino 3 (que con Acudieron los criados del corregidor con otros
mucha particularidad escribieron la grandeza de ministros de justicia,
y también los amigos de
estas fiestas) dicen que don Fernando Arzáns, Juan Enríquez, que eran andaluces y extremeños.
diputado del gremio de azogueros, mantenedor Los vascongados, que ya se habían juntado en el
de la justa, llevaba un vestido tan rico que se Empedradillo, clamaban diciendo a voces "Mue-
apreció en 80,000 pesos porque todo él iba bor- ra el malhechor”. Entraron en la casa los unos
y
dado de riquísimas perlas, jacintos, rubíes za- los otros,
y y dentro se trabó una cruel pendencia
firos,
y 30 esmeraldas de extraña grandeza y de en la cual mataron a don Mendo Patiño, herma-
la misma manera 12 diamantes de mucho valor. no del corregidor, y a dos criados suyos que tan
Y a este modo todos los demás caballeros, que imprudentemente se empeñaron en acuchillar a
por no alargarme tanto no sigo la prolijidad de los andaluces. Mataron también a Sancho Ocoz
los dichos autores. Fueron tan terribles los en- y otros tres vascongados. Y
esto (dice el capitán
cuentros de las armas en estas justas que fueron Pedro Méndez) sucedió en tan brevísimo tiempo
muchos los que cayeron
y más de 20 los heridos que habiendo el corregidor apartádose de los mi-
y los muertos cinco, que por eso se dice que este radores del cabildo y venido a la casa (que no
regocijo es poco para veras pesado para burlas. habría 100 pasos), cuando llegó a toda prisa ya
y
Pasadas estas fiestas, a los 10 días después (que no tuvo remedio. Aunáronse andaluces, extre-
fue principios de julio de este año) llegó a esta meños y portugueses, e hicieron al corregidor, a
Imperial Villa el general don Alvaro Patiño por los vascongados
y castellanos una sangrienta re-
corregidor y justicia mayor de ella
y alcalde ma- sistencia en la plaza. Murieron algunos de una
yor de minas,
y es el noveno de sus corregidores y otra parte, y fueron heridos más de 30.
propietarios. 4
Súpose cómo venía indignado con- Fue tan confuso este caso y de tanta lástima que
tra los señoresazogueros y demás vecinos por no afirma el dicho autor Pedro Méndez como testigo
haber querido suspender las fiestas reales hasta de vista, que es de parecer no haberse visto en
su venida, por lo cual salió solo el ilustre cabildo
Potosí (entre tantos como hasta allí hubo) otro
y algunos eclesiásticos a recibirlo. Después de semejante, porque dice que como casi toda la
recibido le hizo solo el cabildo fiesta de toros.
Villa estuviese en la plaza mirando los toros de
Y siendo el segundo día que se corrían estaban los balcones, tablados
andamies, las mujeres
y
en un balcón de la plaza Martín de Igarzábal,
(viendo a sus maridos y parientes en la cruel
3. Méndez, tercera parte, capítulos 4-5; Acosta, libro IV, capí- pendencia) dando gritos se arrojaban al suelo,
tulos 20-21; Pasquier, libro III, capítulos
1-2; Dueñas, libro no quedando las más muy bien paradas, acudían
V, capítulos 12-13; Sobrino, segunda parte, cantos
IV-V. [A] a meterse entre los que peleaban por apartarlos,
4- Está dicho que Patiño no fue corregidor (ni menos
nom-
brado por el rey como da a entender Arzáns, ya que lo caían unas, heríanse otras enredábanse entre las
cuenta y
entre os corregidores propietarios) ni entró en el mes
l
de sayas los aceros, y de la misma manera andaban
julio: no fue sino teniente de corregidor
(por segunda vez)
y entró en marzo ("Lista de gobernadores de Potosí"). [M] los hombres y los niños. No faltaron picaros (di-

245
Año 1601 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ce el mismo autor) que en lo más riguroso del de La Plata muy sangrientos bandos entre vas-
caso soltasen del coso un bravísimo toro, el cual congados y criollos, de que resultaron muy re-
con gran ligereza y ferocidad, levantando a unos ñidos encuentros, muertes y heridas. Juntáronse

y atropellando a otros hizo gran estrago, y em- a la parte de los criollos los de Castilla la Vieja,
bistiendo a una de las mujeres que allí estaban, y de éstos fue cabeza don Gonzalo de Cabrera y
tomándola por las faldas (que luego se enreda- el relator Ortiz de los criollos, y a no mediarlo la

ron en los cuernos) la arrastró parte de la plaza real audiencia se hubiera perdido la ciudad, aun-
dejándola herida y casi descoyuntada. No cesa- que los criollos fueron los más mal parados
ban los hombres de acuchillarse, diez aquí, cuatro porque fueron desterrados por aquella real au-
acá, y dos acullá. Retiróse el corregidor por es- diencia y se vinieron a esta Imperial Villa.
capar la vida, los de los bandos se fueron a sus
y
Domingo de Garay, que descubrió la conjuración y tiranía
casas cansados de pelear, y desde este día se con- del licenciado Juan Díaz Ortiz y don Gonzalo Luis de Ca-
tinuaron las muertes, heridas y pendencias, sin brera”, 1599. VI. 25 ( ibid ., f. 2); "Parecer [. . ] en La in-
formación de servicios de Juan de Losa Barahona, escribano
que en muchos años se gozase de un bien tan de cámara de la audiencia, en particular haciendo el proceso de
grande como es la paz. la conjuración de Ortiz y Cabrera", 1599. X. 12 ( ibid ., f.
5 4-7); "Acuerdo hecho por el cabildo de Potosí sobre lo que
Este mismo año hubo en Chuquisaca o ciudad se ha de hacer en esta Villa con motivo de haber querido al-
zarse en ella y la ciudad de La Plata contra el rey el licenciado
5. Parece aludir aquí la Historia a la conspiración que inten-
taron simultáneamente ("el mismo día y a la misma hora”) Juan Díaz Ortiz, el capitán Gonzalo Luis de Cabrera, Salvador
en Potosí y La Plata el capitán Gonzalo Luis de Cabrera y el de Fuentes y Felixberto Daza” (Acuerdos de Potosí, t. VIII,
licenciado Juan Díaz Ortiz en marzo de 1599- La consabida f. 192); informes de la audiencia de La Plata (Levillier,
delación puso el hecho en conocimiento de la audiencia de Audiencia de Charcas, III, passim) y del virrey del Perú en
diferentes fechas {ibid., Gobernantes del Perú, XIV) al Con-
Charcas y los dos cabecillas fueron prontamente presos y
ajusticiados. Aquí hay notas de gran interés: El licenciado sejo de Indias.

Juan Díaz Ortiz era nada menos que relator de la audiencia de Entre los disturbios de Potosí este es uno de los más suge-
La Plata, y los conspiradores pensaban, luego de apoderarse rentes y de los menos conocidos a la vez. El proceso fue remi-
de la tierra, pedir ayuda a los ingleses y meter 2,000 de ellos tido por la audiencia de La Plata al Consejo de Indias. [MJ
por el Río de la Plata hasta Charcas. El episodio puede recons- Ver también de Bartolomé Escandell Bonet, "Re-
el artículo
percusión de inglesa en el pensamiento peruano
la piratería
truirse en sus trazos generales con los documentos siguientes:
"Parecer de la audiencia de La Plata en la información de del siglo xvi”. Este trabajo está basado en una carta de Juan
servicios del capitán don Gonzalo Luis de Cabrera”. La de Losa a los inquisidores, 1599. III. 17 (Archivo Histórico
Plata, 1599. III. 6 (Audiencia de La Plata: Acuerdos, t. Nacional, Madrid, Registro de Cartas y despachos, libro 1036,
XIII, f. 1); "Parecer [. .] en la información de servicios de
.
f. 307-308). [H]

Capítulo 11

DE CÓMO CONTINUARON LOS BANDOS EN ESTA VILLA, Y


SE LAS
MUERTES QUE EN ELLOS HUBO. DÍCESE TAMBIÉN LA
VENIDA Y ASISTENCIA QUE EN ELLA HIZO
EL SIERVO DE DIOS FRAY VICENTE
BERNEDO

sin armas, artífice sin pericia ¿cómo se puede

Y
A dije en el capítulo pasado cómo ha- do
biendo la real audiencia de La Plata nidebe llamar cristiano aquel en quien no se ha-
sosegado los bandos que en aquella lla una acción de Cristo ? El nombre de cristiano

ciudad hubo entre los vascongados y es nombre de justicia, bondad, integridad, casti-

criollos, fueron desterrados el relator Ortiz con dad, paciencia, humildad y casi de todas las de-
otros 30 criollos. Los cuales todos en el mes de más virtudes. Y si a este relator le faltaban estas
enero de este año de 1601 llegaron a esta Impe- virtudes, ¿cómo podía tener nombre de buen cris-

rial Villa con ánimo de llevar adelante su enco- tiano ?

no. Estos 30 criollos eran naturales unos de Ma- Llegaron, pues, a esta Villa vituperando a los
taca y otros de varios pueblos de los Charcas, y señores oidores, que esto [132] no fue lo prime-
por esto dice el capitán Pedro Méndez que como ro ni menos lo postrero pues no hay quien no lo
a vagamundos e inquietadores de aquella repú- haga cuando se halla desfavorecido. A pocos
blica los echó la real audiencia junto con su ca- días después que hubieron llegado estos criollos,
beza o capitán, que lo era (como queda dicho) movieron los vascongados que estaban en esta
el relator Ortiz, vecinode aquella ciudad, a quien Villa una pendencia contra ellos, y la resulta fue
este dicho autor engrandece de buenas partes, y salir al campo de las Cebadillas desafiadas estas

no sé cómo pueda ser, cuando es muy cierto fue dos naciones, y murieron de entrambas partes
un hombre de ánimo inquieto, de dañada inten- seis hombres quedando otros muchos heridos, y

ción y cabeza de bando. Porque si ninguno hay aunque ajustaron después de esta sangrienta pen-
tan vano que sin letras se llame abogado, solda- dencia las amistades las naciones desinteresadas.

246
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 2 Año 1601
con todo esto el capitán Alonso Riburdinzu, viz-
Éste es
el venerable siervo de Dios fray Vicen-
caíno, mató una noche de un balazo a Nicolás de te Bernedo, de la sagrada orden de predicadores,
Arcos, natural de esta Villa, hijo de Juan de Ar-
natural de la villa de la Puente de la Reina en
cos, castellano viejo, el cual estabaen la ocasión la Europa, cuatro leguas de la ciudad de Pam-
ausente de esta Villa, por esto por parecerle plona, que a los
y y 39 años de su edad llegó al
que era poco delito matar a un niño se paseaba convento de su orden de esta Villa de Potosí.
el capitán Alonso. Súpolo eJ. corregidor,
y previ- Dicen algunos que su llegada fue el año de 1602,
niendo lo venidero, más por asegurarle la vida pero el capitán Pedro Méndez, Acosta
que por castigarlo, lo puso en la cárcel. y otros
afirman que fue en éste de 1601 por el mes de
Fue avisado Juan de Arcos de la temprana noviembre. Llegó en fin, en tiempo que Potosí
y
desgraciada muerte de su hijo, vino a esta Villa, ardía en varias maneras de pecados: disposicio-
y sabiendo cómo estaba el agresor en la cárcel, y nes divinas, quizás, para que entre tantos malos
aunque pidiese justicia no había de ser castigado hubiese uno bueno que supiese interceder por
el delito (lo uno por ser el capitán
bien empa- ellos, cuando irritada su justicia con las abomi-
rentado, y lo otro porque ya era costumbre anti-
naciones de sus culpas quisiese descargar en ellos
gua el matarse los hombres en esta Villa, el azote de sus iras, que siempre entre los
y el gran-
muerto se quedaba muerto
y el matador libre y des favores que hace Dios a los reinos ciudades
paseándose, que a tal desventura llegó Potosí) y
no es el menor
darles santos que con los ejem-
se determinó a vengar la muerte por sus
propias plos raros de sus virtudes
manos. Comunicó su intención con los criollos. y vidas las edifiquen
y adornen, y con el eficaz valimiento de su in-
Claro es que siendo [éstos] tan mortales enemi-
tercesión las patrocinen
y amparen con la divina
gos de los vascongados, habían de apoyarla
y clemencia.
que la pusiese en ejecución prometién-
alentarle a
Estúvole muy bien en Egipto al rey faraón la
dole toda su ayuda. Fueron, pues, 50 hombres
una venida del forastero
y santo José; grandes soco-
noche, sábado 13 de abril, por su cabo
y y cabeza rros tuvieron aquel monarca
el Juan de Arcos,
y los vasallos en su
y derribando una pared con más dilatada hambre,
barretas se entraron a la cárcel,
y abundantemente satisfa-
y el dicho Juan cieron su más importuna necesidad por la buena
de Arcos dio dos balazos al capitán Riburdinzu,
industria de aquel justo varón. Muy bien les hu-
y dejándolo muerto se salieron a la plaza sin que biera estado a aquellas miserables ciudades de
corregidor ni otra persona alguna le dijesen
nada Pentápolis haber tenido siquiera 10 justos en sus
ni se moviesen a cosa. De allí se fue cada uno a contornos, para excusar el incendio que por su
su casa y Juan de Arcos fuera de la Villa.
El ge- nefando delito las redujo a pavesas que no qui-
neral don Alvaro Patiño luego que y
amaneció so Dios que el cielo, ejecutor de su ira, lloviese
llamando a la voz del rey (por sólo que no fuese el fuego
y azufre en que habían de abrasarse
notado de negligente) recogiendo muchos hom-
para escarmiento a los siglos, hasta haber sacado
bres fue a las casas de Juan de Arcos, 1
y como no de ellas al justo Lot con su mujer
y familia.
lo hallase se encontró sin haberlo
pensado con ¿Cuántas veces logró España aun estas Indias)
todas sus alhajas (y
y cantidad de 6,000 pesos en visibles los patrocinios del grande apóstol San-
ropa de Castilla otros géneros de la tierra,
y y de tiago, capitaneando a caballo nuestros católicos
estos hizo justicia llevándoselos a su
casa donde ejércitos contra la furia bárbara de los moros?
los encerró en un cuarto para servirse de ellos. ¿Y cuántas a la ciudad de Nápoles, amenazada
Dejemos a los malos embarbascados en sus a terribles bostezos de su encendido Vesubio,
codicias y enemistades mientras referimos
la ve- libró las vidas del riesgo, patrocinada
de San
nida a esta Villa de un varón de Dios,
tan hu- Januario su patrón ? ¿Y cuántas también a Cata-
milde, tan pobre
y de tanta caridad. nia se hubiera tragado el Mongibelo si su glo-
riosa patrona Santa Águeda, cuyo cuerpo se ve-
1. El cotejo de todo este episodio
con los documentos coetá-
neos oficiales que se conservan permite
establecer algunas cir- con d gobierno potosino que estaba a cargo del
cunstancias dignas de nota: corregidor
Cordova y Mesía ("Lista de gobernadores de Potosí”).
a) Este episodio aconteció en
1595 y no en 1601.
.

Es, pues, patente aquí el método de


b) Juan Díaz Ortiz no fue desterrado superposición de ele-
.
sino ajusticiado por mentos que se observa en la composición de esta primera
la conspiración que intentó
posteriormente, y esto sucedió no par-
en 1601 sino en
te de la Historia: superposición de lo irreal sobre lo real
1599 (véase supra, capítulo 1, nota 5). (Ianize— Isunza, Riburdinzu= Rodríguez,
c)El capitán Alonso Riburdinzu que
.
etc.), superposi-
dice la Historia (f. ción de realidades diferentes (episodio de Díaz
13 2 ) era en realidad Alonso Rodríguez. Ortiz, 1599,
Esta desfiguración y de Juan Arcos, 1595) etc. Por este camino, es obvio que
es analoga a la de Icinize =
Isunza que se hizo notar supra, cierta parte de la verdad queda encubierta;
libro V, capitulo 15, nota 1. pero como la
Historia tiene como objeto declarado el
d) Juan Arcos (que realmente establecimiento de
.
se llamaba Juan Arcos) la verdad, resulta que la Historia
entro en efecto, con otros en esta parte quiere hacer
1 5 ó 20 hombres armados una noche historia mediante una antihistoria. La
en la carcej desfiguración del nom-
y mató a Alonso Riburdinzu [Rodríguez] La bre Rodríguez a Riburdinzu en este caso
Historia esta en esto conforme con particular puede
el hecho esencial. obedecer a la necesidad de hacer coincidir el episodio
e) Los documentos dicen que
.
Arcos mató a Rodríguez en con las
luchas entre naciones: Riburdinzu es un
venganza de que éste lo apaleó, no dicen apellido vasco v
si Rodríguez mató Rodríguez no.
ai lujo de Arcos,
y agregan que Rodríguez estaba preso en la El episodio Juan Arcos-Alonso Rodríguez,
cárcel por una "conspiración”. característica-
mente potosino, está bien documentado en Audiencia
1). El relator
Díaz Ortiz estuvo conectado con el episodio de
La Plata: Cartas y relaciones, No. 604 (conjunto
Juan Arcos-Alonso Rodríguez pero no como deinformes
promotor indi- enviados por el relator Díaz Ortiz a la audiencia
recto sino estrictamente al
contrario, como comisionado de la de Charcas
desde Potosí sobre su comisión, que componen un
audiencia de La Plata para su averiguación cuadro con-
y castigo. vincente sobre el ambiente social coetáneo de
g)- En 1601 ya don Alvaro Patiño no tuvo nada la Villa) y en
que hacer Levilher, Audiencia de Charcas, III,
287 [M]

247
Año 1601 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ñera en un maravilloso templo, no la ampara


allí reverendísimo señor maestro don fray Jerónimo
con su protección? Pues algunas veces (como di- Méndez de Tiedra, arzobispo de la ciudad de La
ce el muy reverendo padre fray Antonio de Cas- Plata, poco después de la venturosa muerte del
siervo de Dios, la cual (prosigue el dicho autor
tillo en su Devoto peregrino. Viaje de Tierra San-
de fuego de aquel monte, que no
ta ) salen ríos
diciendo) no pareció después aunque se habían

hay otro remedio sino sacar el velo de la santa hecho buscándola exquisitas diligencias en los
para que el fuego se detenga y no consuma y aca- archivos eclesiásticos de esta Imperial Villa y de

be la ciudad. ¡Tanto pueden y saben hacer los La Plata, por cuya causa se hizo nueva informa-
santos con Dios por los lugares en que descansan ción sumaria (a petición de la orden) por co-

honradas sus venerables cenizas; tanto interesan misión del ilustrísimo y reverendísimo señor
los hombres de tener en sus ciudades a los que
maestro don fray Gaspar de Villarroel (éste de la
religión de los ermitaños de nuestro padre San
así los pueden favorecer!
v
Dichoso Potosí [i32 ] que mereció gozar 19 Agustín, y el primero de la de los predicadores)
años de la vida del venerable siervo de Dios fray arzobispo de la misma ciudad el año de 1662 en
Vicente y merece tener consigo su venerable que aunque los más testigos conocieron y trata-
cuerpo. Crió el Todopoderoso entre estos pára- ron al bendito fray Vicente, no pudieron decla-
mos poderosísimo Cerro de Potosí, rey de los
al rar tan plenamente como convenía, respecto de

montes del orbe, para que de lo oculto de sus haber pasado 43 años y alcanzádole vivo poco
venas diese al mundo tan abundantes tesoros que tiempo.
la malicia del hombre, después de poseídos, con-
Pero fue Dios servido que aunque en tanta
virtió en veneros mortales de codicia, de que se confusión de tiempo y antigüedad, no faltaban
siguieron tantas ofensas de su divina majestad, auténticos instrumentos que nos dieron muy cla-

como atrás se ha visto en esta Historia y las que ras noticias de su venida al Perú y a esta Villa

en adelante se verán en tantas muertes que en los con todas sus circunstancias: que no consiente
bandos hubo por ocasión de la plata, y lo que es la providencia divina que aun esto (que no es lo

más lastimoso, tantas pérdidas de almas que por más en las vidas de los suyos) se pierda de las
la misma ocasión han parecido perdidas. Tras- memorias pues cuida de sus cabellos. Después de
puso Dios de Navarra a Potosí al venerable fray la llegada del siervo de Dios a esta Villa tuvo su

Vicente Bernedo en aquel tiempo en que andaba primera celda en la misma torre de la iglesia
la ponzoña de la codicia envenenando los cora- en uno que más parecía agujero que habitación
zones para despedazarse con las armas, y fue para de gente, donde estuvo dos años, que sólo su
triaca antídoto de tantos males y que con su virtud pudiera tolerar la incomodidad de la cel-
y
asistencia en esta memorable Villa fuese su po- dilla y rigor del temple. Diéronle por fuerza otra

breza ejemplo del rico codicioso, del ambicioso en lo más retirado de los claustros, y en ella fue
su desprecio del mundo, del soberbio su humil- asombro de virtudes, viviendo a la sazón en una
dad, del delicado sus penitencias, y del glotón gran población donde quizás por entonces no se
sus ayunos, sin que para tantos males como aca-
hallarían 10 justos, enviciados todos sus habita-

rrea a loshombres el mal uso de la plata dejase dores en varias maneras de pecados, y así pare-
cería este siervo de Nuestro Señor como la bella
de haber antídotos en las heroicas virtudes del
venerable padre fray Vicente, que para sólo este rosa entre espinas y sin que el fuego de la plata

fin (entre los muchos que alcanza sola su cien-


(que de todos estaba apoderado ardiendo en sus
pechos la codicia) pudiese hacerle ningún daño.
cia) se puede entender piadosamente que le crió
en aquel tiempo allá en Navarra y trasplantó Esto declara aquel soneto que el capitán don Jo-
después a Potosí. sé Unzueta Meléndez (sobrino del autor que

Finalmente la ejemplar vida, divino celo, an- escribió la vida admirable del venerable fray Vi-

gélicas acciones, obras maravillosas, profético cente) celebrando su pobreza dijo así:

espíritu y gloriosa muerte, pluma más que hu-


"Soneto
mana con dilatados volúmenes pedía. Bien es
verdad que el muy reverendo padre fray Juan
Vivir entre la llama y no quemarse,
Meléndez, cronista de su sagrada orden de pre-
respirar en el fuego y no encenderse
dicadores de los reinos de este Perú, la escribió
prodigio es, mas ya ha llegado a verse,
con docta pluma aunque muy breve, porque (co-
milagro, pero ya llegó a tocarse.
mo el dicho reverendo padre dice en la vida de
este siervo de Dios, capítulo 3) la causa de no
Fuego es la plata (pues sin abrasarse
saberse los progresos en la religión del venerable
miraron muy pocos) que el tenerse
padre fray Vicente desde que recibió su sagrado la
brasas son en el seno para arderse,
hábito hasta que llegó a este Perú debió de ser
(dice) que los padres que había en esta provin- que sin quemar no llegan a guardarse.
cia y conocieron al siervo de Dios acá y en Es-
paña murieron antes de poder declarar lo que Tres heroicos mancebos evadirse
sabían, y si lo declararon sería en la información
del de Babel pudieron sin perderse,
viviendo entre el ardor sin consumirse;
que de su vida y prodigios hizo el ilustrísimo y
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 3 Año 1602

y el gran Bernedo pudo sin vencerse bir aun lo más mínimo de sus prodigiosas obras.
en Potosí a su plata resistirse: Mas en llegando a su tiempo no dejaré de de-
mira si puede más encarecerse.” cir algunos casos y juntamente su dichoso trán-
2
sito.
Dejemos, pues continuando el siervo de Dios
su asistencia en esta Imperial Villa ejer[i33jci- 2. En lo esencial las noticias de la Historia sobre Bernedo
coinciden con la "Información de la vida, muerte y milagros
tándose en admirables virtudes, que la historia del siervo de Dios fray Vicente Bernedo”, año 1662, 1 66 f.,
no permite (por no ser particular) referir tanta ordenada por el arzobispo Villarroel y citada en el texto de la
v
Historia (f.i32 ). Este ms. se conserva en la Biblioteca Na-
grandeza ni mi corta pluma es suficiente a escri- cional de Bolivia (Colección Rück, No. 13). [M]

Capítulo 111

DE CÓMO FUE MUERTO EN UNA BATALLA QUE


EL GENERAL PATINO
SE DIERON LOS ABANDALIZADOS, Y DE CÓMO HABIÉNDOSE ESCA-
PADO DE UNAS HERIDAS EL LICENCIADO RAMÍREZ, SU LUGAR-
TENIENTE, QUEDÓ POR JUSTICIA DE ESTA VILLA

V
IENDO el general don Alvaro Patiño 1 de la cantábrica nación, quiso asegurarse con
que de la nación vascongada estaban
los ella y llevar adelante el intento que (según los
ya tan poderosos en riquezas y armas, autores arriba citados) era castigar algunos hom-
quiso arrimarse a ellos con intención bres ricos de los andaluces y extremeños (como
(como dicen el capitán Méndez
y Acosta) de también a los peruanos o criollos) porque se le
perseguir a los criollos, andaluces extremeños, oponían en los muchos efectos de su codicia y
y
a quienes aborrecía de muerte. Refieren los dichos ambición. Y si el dicho corregidor estaba alegrísi-
autores (y juntamente don Juan Pasquier, Barto- mo por haber ganado las voluntades de los vas-
lomé de Dueñas y Juan Sobrino) 2 los puestos, congados para lograr su intento, ellos también
la riqueza
y el poder que ya en este año de 1602 lo estaban por entender que no había de haber
tenían los vascongados, pues dicen que de 132 quien les fuese a la mano en sus pendencias
y
cabezas de ingenio que tenía la Ribera, los 8o bandos; y aún dice más el capitán Pedro Mén-
eran de los de esta nación; los puestos honrosos dez, que después de haberle traído a la memoria
de la Villa (varas de justicia, oficios en la Casa la muerte lastimosa que los andaluces, extre-
de Moneda y cajas reales) lo más era por ellos meños y criollos (cuando la resistencia que
administrado. De aquí nació el mostrarse muy le hicieron el año de 1600 como queda dicho) le
soberbios despreciando a las otras naciones, por dieron a don Mendo Patiño, su sobrino, y a otros
y
esto se perdió totalmente en Potosí la paz animaron a la venganza prometién-
y so- criados, lo
siego de sus habitadores, cada día iba creciendo dole su ayuda y nombrándolo por cabeza de su
y
esta preñez para parir nuevas desdichas. Y en los bando.
vascongados se aumentaba la hinchazón tanto Con esta perversa diligencia provocaron tanto
que después reventó, quedando abatida su sober- a las tres naciones contrarias haciendo notables
bia con notables lástimas, muertes,
y destrucción insolencias en algunos hombres, que reconocido
suya, como más adelante se verá. Más distante por ellas y viendo que el corregidor no hacía ofi-
están del alto conocimiento de Dios aquellos que cio de juez sino de cabeza de bando, se determi-
ocupan mayor altura que los que caminan por
la naron a romper con él y con los vascongados.
lo más profundo, si no se rinden a Dios Nombraron por
y tratan su capitán o cabeza a don Justino
de imitar los pasos de sus virtudes, vanamente Botello, el cual desde años antes dicen que le era
y
se prometen las honras, los cargos muy
y la suficiencia contrario y deseaba ocasión de venganza.
para el ejercicio de
mismos, soberbios con la
los Los unos y los otros se previnieron de armas
y
altura del puesto, como si fuera suya
y no de caballos, y así estuvieron espacio de dos meses
Dios la potestad que ejerce, la altura que ocupa. rompimiento, temiéndose el un bando
sin llegar a
Pero por esta soberbia los castiga
y destruye su porque estaban casi iguales en armas y
del otro
divina majestad. número de hombres. Componíase la parte del
Viendo, pues, el corregidor Patiño la pujanza corregidor de 180 hombres vascongados
y nava-
i. En 1602 Patiño nada tuvo que hacer ya en el gobierno de
rros,
y algunos catalanes. De éstos los 50 eran
Potosí ("Lista de gobernadores de Potosí”). [M] de a caballo valientes y diestros, los 80 arcabu-
2. Méndez, tercera parte, capítulo
6; Acosta, libro IV, capí- ceros, 30 mosqueteros
tulo 23; Pasquier, libro III, capítulo
3; Dueñas libro V, ca-
y 20 piqueros, fuera de los
pítulo 14; Sobrino, segunda parte, capítulo 1. [A] esclavos, criados y pajes, que todos estaban arma-

249
A fio 1602 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dos de pistolas y espadas. La parte de Botello se dos escuadrones se fueron a poner al lugar seña-
componía de 200 hombres, andaluces, extreme- lado. El general Patiño salió de su casa con 30
ños, criollos de varias ciudades del Perú y algu- alabarderos de guarda sobre un poderoso caballo
nos mancebos naturales de esta Villa. De éstos sin guarnición ninguna mas de solamente la silla

eran los 40 de a caballo, 100 arcabuceros, 20 mos- bordada de oro, con muchas perlas y diamantes,
y un penacho de varias plumas en
queteros y 40 piqueros, sin otros mestizos, cria- la frente. El

dos y esclavos armados de chuzos, tridentes y caballero tampoco llevaba librea ni otra cosa de
algunas escopetas. gala sólo una banda roja, toda bordada
mas de
Estaba tan alborotada la Villa que hubo de de perlas, diamantes, esmeraldas y rubíes sobre
parar la labor del Cerro y la Ribera, y los mer- las finísimas armas que traía: su lanza gruesa

caderes y oficiales cerraron sus tiendas, y por no y larga, y la rodela fuerte y dorada. El capitán

acudir a una ni a otra parte los unos se ocultaron don Justino Botello iba sobre muy bien armado
en sus casas y los otros se salieron fuera de la más galán, porque sobre las armas traía una so-
Villa. Deseaban todos que llegase el día en que brevesta o casaca de un brocado nácar muy rico,
de una vez se diese la batalla, porque no entra- sembradas por ella muchas joyas de diamantes
ban mantenimientos a causa de quitarlos por y esmeraldas, con muchos lazos
de perlas que
fuerza los criados y gente [133'] vil que estaba le hacían en grandísima manera galán y visto-

en los dos ejércitos (si ejército se puede llamar so. Volábanle sobre la celada grande cantidad
a cuatro locos que había en cada uno). Todos de plumas verdes, encarnadas y blancas. La lanza
estos y otros daños ocasionó el corregidor con era grandísima y con dos acerados hierros, el uno
sus malas obras, y también la pérdida de su vida, de más de una cuarta y el otro más corto. La ro-
No hay cosa tan dela de acero bien templado, con una punta muy
y la de su alma Dios lo sabe.
importante y dificultosa como hacer un hombre larga asimismo de acero. El caballo era fuerte,
buen empleo de la vida, y el acertar en eso es grueso y furioso, el cual traía cubiertas de bro-
tan considerable que una vez no tiene
si se yerra cado nácar con muchos lazos de perlas, y en
reparo. No es la vida cosa que una vez gastada cada lazada una joya de diamantes. En el pecho
o perdida se puede reparar su pérdida. La ha- estaba pendiente de dos cadenas de oro un sol
cienda, la honra, la salud, lo más precioso que muy resplandeciente del mismo metal, y el pe-

estimamos, si se pierden se reparan; no así la nacho de varias plumas, y en toda la crin mu-
vida y el tiempo. chas cadenas de perlas. Finalmente este caballe-
Don
Justino Botello se determinó a desafiar ro también fue a mostrar su riqueza como su
5
al corregidor, señalando el día siguiente para la valor.
batalla. Aceptó el corregidor, y haciendo tocar Serían las 7 de la mañana cuando se mostra-
alarma fue primero que salió al campo que
el ron los dos escuadrones a tiro de arcabuz el uno
está entre el Arenal y el cerro de Munaypata. del otro; y con ser el cerro de Munaypata muy
Allí los dejó a cargo del licenciado Juan Ra- dilatado por la parte que miraba a aquel campo,
mírez de Salazar, teniente de corregidor de esta estaba todo cubierto de innumerable gente, así
5.
Villa, con gran descomodidad por ser el mes
3 hombres como mujeres, esperando todos el fin
de marzo riguroso de aguas aquel año y los ca- de aquel suceso sangriento. Estando ya para darse
ballos sin paja ni cebada que comer. Díjoles que la batalla llegó allí el vicario eclesiástico de la

no se moviesen un paso hasta el siguiente día, y Villa, con toda la clerecía y juntamente el padre
él se volvió a su casa, donde aquella noche dur- rector de la sagrada Compañía de Jesús, y pues-

mió el último sueño de su vida. Los contrarios tos entre los escuadrones pidieron a los capi-
tuvieron por alojamiento las casas de su capitán tanes o cabezas encarecidamente dejasen de eje-
Botello, como más cuerdos, donde cenaron bien cutar el acontecimiento pues era entre cristianos
durmieron mejor. No así el teniente y los suyos, y con tan poca o
ninguna causa; que advirtiesen
y
porque a las 8 de la noche comenzó a llover con el estado en que a cada uno podría cogerle la
tanta fuerza que obligó a los vizcaínos a que des- muerte. Estas y otras persuasiones les hicieron los
pués de muy bien mojados, viendo la continua- señores sacerdotes, pero nada bastó a que deja-
ción del agua, poniéndose de dos en dos en los sen de llevar adelante la ejecución; y así se hu-
caballos se fueron a la vuelta de Munaypata, por bieron de pasar a Munaypata, con grande pena
donde coge el resto de la Ribera, y se metieron de ver que su venida y súplica nada había apro-
en el ingenio de Sancho Aranzoaga, vascongado; vechado.
hicieron se remataron El licenciado Ramírez, a cuyo cargo había
y en dos veces que lo
de cansados los caballos porque había un cuar- dejado el corregidor la disposición de su escua-

to de legua y cargaban dos hombres cada uno. drón, cumpliendo bien con su oficio (que según
Luego que amaneció el día miércoles que se el capitán Pedro Méndez, también sabía de armas

contaron 26 de marzo de este año de 1602,'* los como de letras) lo tenía dispuesto en forma de
media luna. En el cuerno derecho estaban 40 ar-
3. El licenciado Juan Ramírez de Salazar fue teniente de co-
rregidor de don Pedro de Córdova y Mesía y no de Patino,
A través de estos pasajes se hace obvia la influencia de
y Patino, como está dicho, no fue sino teniente
de corregidor
("Lista de gobernadores de Potosí). [M] la literaturacaballeresca sobre una extensa porción de los ma-
teriales de esta primera parte de la Historia. [M]
4. El 26 de marzo de 1602 no fue miércoles sino martes. [MJ

25O
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 3 Año 1602
cabuceros, io mosqueteros y io piqueros soldados han peleado como
y estos valientes perdiendo
60 hombres eran vascongados. El mismo número las vidas,
y tú vienes ahora de refresco a querer
había en el cuerno izquierdo con las mismas ar- detener mi último esfuerzo para conseguir la vic-
mas, y éstos eran mezclados navarros vasconga- toria?”. El corregidor sin responder una sola
y
dos. En cuerpo o rostro del escuadrón estaban
el palabra arremetió contra Botello con notable fie-
delanteros io catalanes mosqueteros,
y luego los reza, pensando con sólo el primer golpe de lanza
50 caballos cada uno con dos pajes y criados a acabar con él. No pudo desviarse ni tuvo tiempo
los lados con espadas como
y pistolas. Por un lado y por quisiera y así recibió el golpe en la rodela
otro guardaban las espaldas muchos esclavos, por la parte baja, que atropellándosela fue he-
con partesanas, alfanjes {134] y espadas. Don rido poderosamente en el brazo
y en el pecho.
Justino Botello puso su escuadrón en dos trozos Volvióse a retirar el corregidor
y de nuevo aco-
partiendo igualmente la infantería, dejando apar- metió a Botello, que tampoco tuvo tiempo ni
te los 40 caballos porque siendo todos nuevos pudo acometer a su contrario ni estorbar otro
temió algún desorden al tiempo de que oyesen golpe de lanza, del cual fue segunda vez herido
el primer estruendo de la pólvora. También re- abajo de una costilla. Entonces votando
y rene-
servó a otro lado distante a los mestizos gando de su desventura volvió las riendas a su
y cria-
dos, que todos estaban bien armados, mandán- caballo, con intención de huir la muerte (según
doles que estuviesen a la mira para ayudar en después se discurrió), y habiendo corrido algún
el mayor peligro. poco de distancia, advirtiendo lo mal que hacía
Hicieron señal de acometer
y adelantándose y quien lo hacía, volviendo en sí revolvió tam-
el teniente Ramírez con sus 50 caballos bién con mucha cólera contra el corregidor que
y los cria-
dos y pajes, acometieron fieramente al un trozo venía a medio trote en sus alcances,
y encontrán-
de los contrarios donde estaban andaluces crio- dose le dio un bote de lanza por lo descubierto
y
llos,
y en un instante fueron rotos, muertos al- de la rodela, que no bastando el peto
y cota
gunos y heridos los más. Eran éstos hasta 80 fuerte fue muy malherido cerca del riñón iz-
hombres. Huyeron los que quedaron con tanto quierdo. Rompió la lanza con este golpe
y vol-
desorden al otro brazo, que también hubo de viendo las riendas para tener lugar de sacar su
perderse porque a un tiempo los infantes espada se acercó al corregidor, le dio una brava
y ca- y
ballos por uno
y otro lado los acometieron. Acu- lanzada que recibiéndola en la rodela se la pasó
dió con presteza Botello con sus 40 caballos, que con facilidad, y rompiendo la cota jacerina paró
y
así ellos como los que los gobernaban eran aven- en el jubón de armar sin llegar a la carne. Y
tajados, y no sólo detuvieron la furia del teniente como Botello viese al contrario tan cerca de sí,
y sus caballería mas también mataron cuatro, y arremetió el caballo con gran fuerza le dio
y
el quedó muy malherido de dos botes
teniente una estocada en el costado derecho donde le hizo
de lanza que le dio Botello. Apretáronlos de una mortal herida. Cayó en tierra el desdichado
modo que siendo ya muchos los heridos, cayendo corregidor, y visto por los suyos vinieron a gran
al suelo los más huyeron los que quedaron por- prisa hasta 10 arcabuceros a socorrerlo, a tiempo
que de cansados los caballos no podían ya mo- que ya Botello arrojándose del caballo iba sobre
verse, pues hubo algunos que apeándose dejaron el corregidor para acabarlo de matar. Los arca-
los caballos en poder de los vencedores buceros atendiendo más a los paramentos, rique-
y se
escaparon a pie. Entretanto pelearon los infan- za de la silla y joyas que llevaba el caballo de
tes
y criados de una y otra parte como leones, Botello que al peligro en que estaba su general,
llevando lo mejor los vascongados por la primera arremetieron a él y en un instante desnudaron al
rota, hasta que el capitán Botello volvió de seguir bruto de todo, y entretanto tuvo lugar Botello de
a los caballos que huyeron, acometiendo con darle otra herida al corregidor, con que acabó
y 35
caballos (que a otros cinco le habían muerto los de quitarle la vida. 6 Mas él no quedó con ella
catalanes mosqueteros) a sus contrarios, comen- para poder gozar de la victoria, porque los codi-
zaron como de nuevo a hacer grande estrago en ciosos arcabuceros también lo mataron de dos
ellos. arcabuzazos, y con la misma brevedad que des-
El corregidor (que hasta este punto había es- nudaron al caballo hicieron lo mismo con Bo-
tado algo desviado mirando la batalla con sus tello.
alabarderos) viendo que ya había vuelto la suer- Con esto se concluyó la batalla,
porque era
te en favor de sus contrarios, poca
y el peligro en que que había de parte de los anda-
la ventaja
estaban los suyos, a medio galope vino a soco- luces, extremeños criollos, pues eran de entram-
y
rrerlos. Fue avisado Botello de su venida bas partes casi iguales los muertos
y aun- y los heridos.
que estaba muy cansado salió de la batalla con Todos los catalanes (que serían 15) murieron,
algunos mosqueteros, los cuales tiraron algunas
6. En 1604. III. 12, más de un año después de morir en la
balas a los alabarderos del corregidor que con Historia, Patiño estaba vivo, desempeñaba el oficio de factor
temor huyeron. Detuviéronse los de Botello por de la real hacienda en Potosí, se había presentado ante la
audiencia de Charcas pidiendo información
su mandado, y premio de sus
y saliendo al encuentro al corre- servicios, y por el parecer de la audiencia de Charcas sobre
gidor con mucha cólera le dijo: "Mal capitán, éstos consta que además de teniente de corregidor fue alcalde

¿por qué has estado tan quieto, cuando vuestros mayor de minas en Potosí (Audiencia de La Plata: Acuerdos
t. XIII, f. 32). [M]

25I
Arlo 1603 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

y de
T
vascongados y nava[i34 ]rros hasta 30.
los donde se recibió por justicia mayor 7 de esta Villa

De las otras tres contrarias naciones murieron y procuró aquietarla con mucha prudencia,
como
también 24. El teniente licenciado Juan Ramírez se efectuó, pues tuvo algún sosiego Potosí du-
de Salazar quedó con tres peligrosas heridas, y de rante el poco tiempo que estuvo con este cargo.
entrambas partes hubo 60 heridos. Bajó toda la
gente de Munaypata al paraje de la batalla, adon- 7. No hay constancia en los libros del cabildo sobre que el
licenciado Ramírez de Salazar hubiese sido justicia mayor de
de viendo tantos cuerpos sin vida levantaron el Potosí. Fue teniente de corregidor ("Lista de gobernadores
grito hasta los cielos, particularmente las muje- de Potosí”). [M]
La documentación positiva coetánea refleja diversos hechos
res, porque entre ellas había hijas, consortes y
de interés que no menciona el autor, como una provisión de
parientes como también madres. Luego trataron 1602.II.9 relativa a las ordenanzas de la Casa de Moneda
de la Villa de Potos! (British Museum, Sloane ms. 3055,
de llevar aquellos cuerpos para darles sepultura, f. 119-126) las "Ordenanzas acerca de los indios de Potosí, pa-
;

quedando absortos los moradores de ver tantas ra que se repartan a los verdaderos dueños de minas e ingenios"
( Documentos inéditos de América, XVIII, 301-333); y la
y tan lastimosas tragedias como sucedían
cada
"Causa criminal seguida de oficio contra don Antonio Zores
día. Pasados algunos días se declaró la mejoría de Ulloa, contador de la real hacienda de Potosí, y sus cóm-
plices, por haber querido matar a Diego de Meneses, tesorero
del licenciado Ramírez, y luego que se levantó
de la misma” (Audiencia de La Plata: Expedientes, año 1602,
de la cama fue llevado al cabildo en hombros, No. 6). [H]

Capítulo IV

DE CÓMO SE RECIBIÓ POR CORREGIDOR DE ESTA IMPERIAL VILLA


EL GENERAL DON PEDRO DE LODEÑA Y LA VISITA QUE GE-

NERALMENTE HIZO POR ORDEN DE SU MAJESTAD

H
ALLÁBASEen la ciudad de la Plata Pedro de Lodeña no tenía la cédula para el co-
desde el año pasado de 1602, reci- rregimiento, mas de solamente en la del general
bido por corregidor de aquella ciu- Patiño su nombramiento, y que por esto luego
dad y de esta Imperial Villa de Po- que sucedió su muerte ocurrió a España por la
tosí, el general don Pedro de Lodeña, el cual confirmación, y en ir y volver los despachos pa-
siendo avisado de los alborotos que había en saron muchos meses. Llegó al fin sus despachos
esta Villa no quiso venir hasta ver en qué para- (que había virrey amigo que lo solicitase) y lue-
ban. También es de saber que el general don go se puso en camino para esta Villa, y entró
Alvaro Patiño estaba proveído para el gobierno en ella i 9 día del mes de enero del año de 1603
y fue el décimo en número de los
de las provincias de Tucumán, y por esta causa corregidores
dio su majestad el corregimiento de Potosí a de esta Villa. 1 Recibióse con mucho gusto de
don Pedro de Lodeña. El señor virrey don Luis sus moradores excusando las fiestas que le tenían
de Velasco, marqués de Salinas, le detuvo la cé- prevenidas (porque no sucediese algún escán-
dula al general don Alvaro en Los Reyes, y des- dalo) y comenzó su gobierno ganando volunta-
pachó a don Pedro de Lodeña con su corregi- des y dando más mano a la misericordia que a
miento, y esto sólo por dar pesadumbre a don la justicia, que el juez prudente consiguiera en

Alvaro, para que teniendo primero la noticia de su gobierno buenos aciertos si a imitación del sol
sucesor no supiese de la promoción. Por esto, se mostrase siempre sereno y claro, sin que le
pues, se le dio poco adon Pedro de Lodeña de afeen las tinieblas de propias pasiones, consi-
estarse en La Plata hasta que don Alvaro se derando que el gusto y aun la vida de los súbdi-
fuese o a lo menos tuviese noticia de dicha pro- tos depende de la vida del ministro que los
moción. Sucedió su muerte como queda dicho gobierna, que la da o la quita conforme al tem-
en el capítulo pasado y el ilustre cabildo recibió ple de su condición, que la indignación del juez,
por justicia mayor al licenciado Juan Ramírez y más si está
apasionado, es para el súbdito un
de Salazar, teniente del general don Alvaro, y mensajero de la muerte.
esto porque se dudaba si don Pedro de Lodeña Pasados algunos días le vino orden a este co-
traía los despachos por su majestad, pues bien se rregidor de su majestad en que visitase sus rea-
sabía cómo en ciudad de La Plata estaba reci-
la les cajas, Casa de Moneda, minas y Ribera. Fue

bido por corregidor de Potosí y se ignoraba el i. DonPedro de Lodeña se recibió como corregidor en Po-
tosí en 1602. XI. 28, tenía sus despachos en perfecto orden y
motivo de no encaminarse a esta Villa. El capi-
entró de inmediato a despachar su oficio en forma regular
T
tán Pedro Méndez lo declara diciendo que don y permanente (Acuerdos de Potosí, t. X, f. 9 ss.). [M]

252
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPITULO 4 AflO 1603

esta la tercera visita general


que se hizo en Po- sus ministros poderosos atropellaban los privile-
tosí,en la cual se reformaron algunas cosas to- gios que tenían adquiridos de su majestad, que
cantes a las ordenanzas de las minas que no se bien parece que el litigante, el agraviado o el
guardaban por los mineros, teniendo ellos muy pretendiente, el vasallo que ha servido en la
buenos provechos con daño notable de los mise- guerra o en la paz con pérdida de hacienda, de
rables indios. 2 En la visita de las reales cajas, comodidades y tal vez con riesgo de la vida, no
halló por los libros de cuentas haberse quintado espere siempre la sentencia
y el despacho de la
desde el año de 1545 del gran descubrimiento boca del ministro sino de la del rey, que [éste]
y
del rico Cerro hasta éste de 1603, 596,000,000 sea informado de los servicios que se le hacen,
y
de plata ensayada, de a 13 reales
y un cuartillo que siempre los consejos reales, audiencias tri-
y
cada peso, siendo otro tanto o más lo que habría bunales estén atentos al consejo del rey, a sus de-
dejado de quintarse, que es lo que desperdiciarían cretos y a sus órdenes.
los indios, lo
y innumerable que en piñas, en plan- Los cuatro diputados del gremio de azogue-
chas, en plata labrada para los templos 4
y casas, ros pidieron por escrito al general don Pedro
que sin quintar ocultarían gastarían mineros
y de Lodeña se sirviese dar libertad a los dos azo-
y
contratantes (como lo hacen hoy) y asimismo los gueros y desembargar sus ingenios, para que con-
muchos millones que irían a la Europa por el tinuasen el dar quintos a su majestad pues era
puerto de Buenos Aires, todo sin quintar, como injusta la demanda que se les ponía;
y pues espe-
hoy sucede de la misma manera, para que se raba respuesta favorable del señor virrey ante
note la grandeza nunca vista de este admirable quien habían apelado, atendiese la súplica que
3
[135] Cerro. que ellos desde luego daban una segu-
le hacían,
En la visita que hizo en los ingenios de la fa- rísima fianza de 100,000 pesos. El corregidor
mosa Ribera halló cómo por pasiones particula- respondió no haber lugar, atento a que estando
res tenía la real audiencia de La Plata presos pendiente aquella causa en la real audiencia de
y
embargados los ingenios a don Pedro de Ártica La Plata no podía el entender en ella, pero que
y a don Rodrigo de la Piedra, azogueros, con con todo eso daría parte a dicha real audiencia
el motivo de que estos dos caballeros estaban
y conforme a su respuesta ejecutaría lo que más
obligados a pagar 80,000 pesos a don Alvaro conviniese. Tornaron a suplicarle diciendo que
de Ascanio como heredero del capitán Agrámen- se lo pedían en nombre del rey nuestro señor don
te, cuyos fueron dichos ingenios, sin querer mos-
Felipe II, de quien tenían adquiridas dos cédulas
trar instrumentos por donde fuese legítima la de muchos privilegios y excepciones, que uno de
y
deuda, mas de solamente decir que aquellos in- ellos era que no pudiesen ser presos por deu-
genios por su primer dueño debían aquella can- das particulares ni embargados sus ingenios,
y
tidad. Era
demandante deudo muy cercano del
el que siendo deuda real tuviesen la Villa por cár-
presidente de dicha real audiencia,
y así dice el cel. A lo que respondió el corregidor que se le
capitán Pedro Méndez que prevalecía la sinrazón, diese término de seis días para ver lo más con-
por lo cual fueron aconsejados aquellos nobles veniente.
azogueros acudiesen al rey en su real corte, pues Lo que hizo fue dar brevemente aviso a la au-
diencia real, y antes de cumplido el término tuvo
2. En vista del descuido que existía en cartas del presidente, sin saber lo que contenían
las labores en este
aspecto, el virrey don Luis de Velasco había expedido
en Los ninguna persona. Pero por
Reyes, 1600. III. 14, una provisión al corregidor de Potosí los efectos, con faci-
disponiendo que para la buena labor lidad se reconoció lo que puede la pasión de un
y estabilidad de las mi-
nas del Cerro, el alcalde mayor de minas
y los veedores asis- juez, pues dice don Juan Pasquier 5 (autor mo-
tan personalmente al trabajo de día
y de noche, so pena de
privación de sus oficios
y de 500 pesos de oro contra el co- derno) que se tenía por cierto (según los escri-
rregidor que no lo hicese cumplir (Archivo Nacional de Bo-
livia, Sucre, Provisiones vicerreales
toresde Potosí, y la común tradición bien recibi-
del gobierno de Potosí
anos 1595-1605, f. 72-75)- [M] da como de padres a hijos heredada) el que la
t- a audiencia de La Plata informaba
al rey a fines de este
año (XII.26) que "en la Villa de Potosí se continúa la labor suma benignidad del rey don Felipe II hubiese
de aquellas minas y el beneficio de los metales, que aunque concedido a los azogueros de Potosí muchos pri-
la costa que en esto se tiene es mucha
y los metales no tie- vilegios por dos cédulas,
nen la riqueza que solían va bien dada la una en Zara-
y los quintos reales no
tienen disminución,
y hase ayudado mucho este beneficio para goza y la otra en Madrid. Éstas dice este autor
que los metales den la plata y ésta dé toda la ley con el be-
neficio del cobre que mezclan con los metales
las tuvieron ocultas los corregidores porque los
de plata, al
cual echan un nuevo material de cal con la cual azogueros no gozasen de sus fueros, temiendo les
se purifica
la plata de manera que sale muy blanca
y cendrada y de perderían el respeto cuando se ofreciese ocasión.
toda la ley, que ha sido una cosa de mucha importancia
por-
que antes de esto con sólo el cobre, aunque se sacaba plata Pero sabíase ciertamente que las dichas cédulas
en cantidad, era muy morena” etc., (Audiencia de La Plata:
Cartas y relaciones, No. 866).
paraban en el oficio de la real hacienda. De aquí
En contraste con estos informes todavía optimistas, la Vi- (prosigue el dicho autor) las sacó el general don
lla no tenía con qué subvenir a sus
propios gastos, y en carta
de Lima, 1603.X.24, el virrey avisaba a la audiencia de Pedro de Lodeña, según fue después informado,
La
y nunca más se supo de ellas aunque en la me-
Plata que Potosí le había "pedido que la sisa del vino
y carne
que allí se cobrara, que estos días atrás mandé quitar, la pro-
rrogue para que de moria de algunos que las oyeron leer quedaron
lo procedido se puedan proseguir ciertas
obras públicas que están comenzadas
y no se podrán acabar
si falta la sisa
de cuyo procedido se han comenzado, porque 4. Hasta hace poco eran seis según la Historia. Véase supra,
no hay plata de otra parte con que se prosigan
y acaben” etc libro V, capítulo 7, nota 5. [M]
>bid., No. 852. [M] Pasquier, libro
5. III, capítulo 4. [A]

253
Año 1603 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

las preeminencias que (en otra parte llevo refe- Luis de Velasco, caballero del orden de
"Don
ridas) les dio a los dichos azogueros. si el Y Santiago, virrey lugarteniente del rey nuestro

motivo de este daño fue sólo lo que queda refe- señor. Por cuanto don Pedro Zores de Ulloa, en

rido de la injusta demanda, tuvieran por bien nombre de la Villa Imperial de Potosí, presentó
redimirlo los señores azogueros con mayor can- ante mí una petición del tenor siguiente:

tidad de dinero por no quedarse sin gozar de 'Don Pedro Zores de Ulloa, en nombre de la
tan excelentes preeminencias.
6 Villa Imperial de Potosí, en virtud de los po-
Sabía la real audiencia que don Pedro Zores deres que suyos tengo, digo que entre otras or-

de Ulloa, maestre de campo general de estos rei- denanzas que el señor virrey don Francisco de
nos, había bajado a la ciudad de Los Reyes en Toledo instituyó para el buen gobierno, perpetui-
nombre de esta Imperial Villa, para que el exce- dad y conservación de aquella dicha Villa y de
lentísimo señor don Luis de Velasco favoreciese los dueños de minas e ingenios de ella, hizo

la causa de los señores azogueros, y como tar- [una] en favor de los dichos mineros que es la
daba ya seis meses sin que tuviesen ninguna fa- sexta de todas las ordenanzas, en que por ella
vorable respuesta, apretaban a los presos en que manda ordena que los ingenios, minas y adhe-
y
pagasen al demandante. Mas ellos se tenían fuer- rentes de ellas no sean vendidos por ningunas
tes siempre con la esperanza de que a lo menos
deudas que dueños de ellas deban, ni puedan
los

les habían de valer las ordenanzas hechas por el sus personas ser presas por las dichas deudas en

excelentísimo señor don Francisco de Toledo, la cárcel pública, señalando y dándoles por car-
celería para cuando lo tal sucediere la dicha
pues de ellas la sexta manda y ordena que los
ingenios minas no puedan ser vendidos ni em- Villa. La cual dicha ordenanza es verosímil
y
bargados por deudas de sus dueños, ni ellos pue- haberla confirmado y aumentado con nuevas
dan ser presos en la cárcel pública. preeminencias el rey nuestro señor don Felipe II,
Estando, pues, experimentando todo el gremio que de Dios goce, por cédulas que despachó a
de azogueros muchos desaires y aun notables pe- los señores azogueros de aquella Imperial Villa,

sadumbres, así de la real audiencia como del las cuales por su descuido se han perdido. Y
aunque nada de lo dicho ignoran asi los señores
corregidor, y de modo que faltos ya de paciencia
intentaban tomar las armas contra el corregidor oidores de la real audiencia de La Plata como
(que fuera de mucho escándalo y ruina) llegó el corregidor y demás justicias de la Villa Impe-

un soldado, enviado por el virrey con una provi- rial de Potosí, con todo eso se han propasado

sión muy favorable para los señores azogueros, a molestar a los dichos azogueros, poniéndoles

con que cesó el alboroto que se había comenzado. en la cárcel pública y embargándoles sus inge-
La dicha 7
provisión, o lo más principal de ella, es nios y minas, como actualmente se experimenta
v
del tenor sigui[i35 ]ente: en don Pedro de Ártica y don Rodrigo de la
"Don Luis de Velasco, caballero de la orden Piedra, azogueros ricos de dicha Villa, por sólo

de Santiago, marqués de Salinas, virrey, lugarte- que el licenciado don Alvaro de Ascanio les de-
niente del rey nuestro señor, su gobernador y ca- manda cantidad de 80,000 pesos que dice per-
pitán general en estos reinos y provincias del tenecerlescomo heredero del capitán don Luis
Perú, Tierra Firme y Chile. A
vos el corregidor de Agramonte, cuyos fueron dichos ingenios; la
de la Villa Imperial de Potosí y a vuestro lugar- cual demanda, según las escrituras y otros pape-

teniente en dicho oficio, alcaldes ordinarios y les del dicho capitán difunto, es siniestra. Atento
a lo cual a vuestra excelencia pido &c
otras cualesquier justicias de su majestad que al
.

presente sois y que en adelante fuereis de la dicha Respondió su excelencia benignamente aten-
Villa su distrito y jurisdicción. Bien sabéis y diendo a la razón y justicia, y entre otros órdenes
y
provisión (que por ser muchas
debéis saber cómo de pedimento y suplicación y mandatos de su
el ponerlas todas) dice una de
de don Pedro Zores de Ulloa, maestre de campo y largas excuso
"Ordeno y mando, que
ningún escribano
general de estos dichos reinos, en nombre de esta ellas:
ni notario ante quienes otorgaren las tales escri-
dicha Villa, yo mandé dar y di una mi provisión
deuda particu-
turas de venta o renunciación por
del tenor siguiente:
lar, sea osado a poner ni ponga en ninguna
de
6. Véase supra, libro V, capítulo 7, nota 3. [M] ellas la dicha renunciación, aunque las partes
La suma de esta provisión figura en el índice del volumen
7.
contrayentes lo pidan tácita y expresamente, so
de "Provisiones del virrey don Luis de Velasco para Potosí,
1596-1605” (Archivo Nacional de Bolivia, Sucre), pero el pena de dos años de suspensión de sus oficios y
documento mismo no consta en el volumen, ni hay señales de
de pesos de oro para la cámara de su majes-
500
haber sido extraído después, y como la encuadernación es coe-
tánea querría decir que la eliminación fue también coetánea, y tad por cada vez que la tal renunciación o venta
esto confirmaría la ocultación que denuncia la Historia. Una encargoY
hiciere o pusiere o diere fe de ella.
copia de la provisión autorizada en 1612 existe (Mendoza,
"Documentos de minas", N 34, f. 4 V 55 )- Su fecha no es
<)
a dicha real audiencia de La Plata así lo haga
la que da la Historia sino 1603. II. x. El fragmento que en
la
cumplir y ejecutar, y las dichas penas en los que
versión de Arzáns comienza: "La cual dicha ordenanza es ve-
rosímil", y termina: "dicho capitán difunto, es siniestra es, rebeldes o inobedientes fueren, por lo mucho
una interpolación de la Historia. La provisión no se expidió
con motivo del conflicto que dice la Historia sino de otro más
que importa y conviene al bien universal de estos
serio suscitado entre los azogueros y los mercaderes represen- reinosy de aquella república. Y si alguno de los
tados por Hernando Jaramillo de Andrada, Alonso Reluz,
dichos dueños de minas e ingenios estuvieren
Domingo I,ópcz de Osuna y Pedro Ballesteros. [M]

254
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO Año 1604
5

presos por cualesquier justicias o por la dicha prisión don Pedro de Ártica y don Rodrigo de
real audiencia, por la misma causa los soltarán
la Piedra, los cualesobligaron al demandante a
y harán soltar libremente de las cárceles y pri- que prosiguiese el pleito, como no tenía instru-
siones en que estuvieren, y
no se procederá más
y mentos, porque le faltaba la razón
contra ellos a prisión, venta ni ejecución de los y le sobraba
la malicia, se fue huyendo a la provincia
de Qui-
dichos sus ingenios, ni minas, adherentes per- to, bien corrido
y y apesarado de no haber salido
trechos de ellos, guardando en esto el tenor de la con su intento. La real audiencia el corregidor
dicha ordenanza. Y
como negocio y caso de go- y
procuraban satis£i36Jfacerse en los señores azo-
bierno mando al dicho corregidor me dé aviso
gueros, haciéndoles algunos desaires, mas ellos
de cómo así se hace, cumple mi
y ejecuta esta se las tenían para en contra
provisión. La cual y aun sabían corres-
pregonará públicamente en
se ponderles muy a su favor. 8
la dicha Villa de Potosí
y demás partes que con-
venga, para que de ella haya notoriedad
y nin- 8 n
xce ente y minuciosa relación de la Villa en
guno pueda pretender ignorancia. Fecha en Los '

es la
F ! .Á5
,
Descripción de la villa y minas de Potosí"
1603
(Jiménez
Reyes ai 9 día del mes de enero del año de 1603. de la Espada, Relaciones geográficas, II,
113-136). Se dan
precios de víveres y otros artículos. En el
acarreo de la sal
Don Luis de Velasco. Por mandado del señor se empleaban 1,000 indios
y otros 200 en la fabricación de
velas. En el laboreo trabajaban
virrey, don Alonso Fernández de Córdoba”. 19,000 indios y 10,000 más
^ansporte de artículos. Se dice cuánto costaba el plan-
Luego, pues, que llegó el soldado (que fue a j de
chado una camisa y que 120 prostitutas españolas
chas mujeres indias se dedicaban "al ejercicio y mu-
i- de abril de este año) al segundo amoroso”.
día se publi- Otro informe hecho en 1604
có en esta Imperial Villa por las calles y descrito por Maffei y Rúa
plazas Figueroa, Apuntes, dice que 30,000 indios
y trabajaban en Po-
más principales a son de clarines tosí.
y cajas, con gran Un
informe confidencial, al parecer perdido hoy fue
diri-
contento de los señores azogueros rabiosa pena gido por el padre Antonio Maldonado, "Compendio
al virrey
1 y
del corregidor biográfico de todos los vecinos de Potosí en el
y demás contrarios. Salieron de la año 1603”
(Jiménez de la Espada, Tres relaciones, p. XVI). [H]

Capítulo V
CÓMO SE CONTINUARON LOS BANDOS CON MUCHO DERRAMAMIENTO
DE SANGRE Y MUERTES DE PERSONAS PRINCIPALES

D
ESPUÉS de la sangrienta batalla que de 1604 una fatalidad harto escandalosa por los
el año de 1602 (como queda referi- amores de una noble señora casada, que a la ver-
|
r
do) se dieron las abandalizadas na- dad, por obligación precisa podían pueden te-
y
ciones (en que murieron con las dos ner los jueces el refrenar la deshonestidad de las
cabezas 66 hombres, siendo los más bien
empa- mujeres de sangre ilustre, que tan grave daño
rentados) quedaron de una otra parte y más en- hace a los reinos, provincias o ciudades, e impide
conados los ánimos
y con más vivos deseos de tantos bienes,
y así es justo se gobiernen con más
venganza, si bien por la pérdida de tantos
hom- atenta disciplina. ¿Quién pudiera persuadir a los
bres se suspendieron los encuentros
de formados señores que la nobleza no debe ser sagrado de
escuadrones, pero no el de refriegas
y penden- delincuentes sino tácita enseñanza de virtuosos
cias particulares, con notable destrucción
y aca- empleos, y que Dios se enoja agriamente con los
bamiento de los moradores, aunque como
esta que disfrutando de los puestos más altos por su
Imperial Villa siempre ha sido,
y es, común pa- calidad y sangre, le retornan injurias, especial-
tria de los hijos de la mayor
parte del mundo, si mente los que no son cautos en el vicio de la
faltaban unos acudían otros,
y por esto en todos sensualidad ?
tiempos ha tenido innumerables
habitadores que Las liviandades, pues, de esta señora motiva-
a la golosina de la plata
vienen de millares de ron a salir desafiados al territorio de San Clemen-
leguas.
te, Jorge Carrizales, extremeño,
Continuándose, pues, las pendencias y Sancho Bur-
y desa- goa, vascongado. Pelearon entrambos fieramente
fíos de personas así nobles como de los
que no y el Carrizales mató a Burgoa. Y
anduvo el ma-
lo eran, sucedió en el mes de enero de este año tador tan cruel que estando el vizcaíno penetrado
de tres mortales heridas tendido en el suelo, le
1. La afluencia
de gente a Potosí, en particular de la gent y
° 1 * ° tra mira que la "golosina de la plata", acab. pidió encarecidamente a Carrizales no le acaba-
nnr r í?
por constituirse en un sonsonete
inexcusable en toda la lite se de quitar la vida hasta haberse confesado,
U ra y
d„ >

V 7 auc^! encial ¿esde" las épocas más temprana así que


rogaba por Nuestro Señor Jesucristo
le
e apendice CálcuIos de población d.
Potosí” [M] le trajese un confesor
y le llamase a Sebastián de

2 55
Año 1604 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

muestras de católico cristiano Jorge Carrizales, y


Burgoa, su hermano, para comunicarle de su ha-
el heredero Sebastián valiéndose de algunos
crio-
cienda. El perverso y bárbaro extremeño no que-
llos fueron una noche adonde estaba depositado
riendo usar de caridad en nada, revestido del
el caudal de Jorge Carrizales, sacáronlo
sin ser
demonio sacó un puñal con el cual le acabó de
Y
añadiendo crueldades a cruel- sentidos y se salieron de la Villa, porque los vas-
quitar la vida.
congados habían pedido a Burgoa que luego que
dades, montando en una muía se vino en casa
apercibiese la dicha cantidad de que era heredero
de Sebastián de Burgoa, hermano del difunto, y
con mucho disimulo mostrando un sentimiento
(que pasaba de 100,000 pesos) se aplicase para
continuar la guerra y destruir a sus enemigos. El
fingido le dijo cómo a su hermano le habían
dado unas mortales heridas de que quedaba en Sancho Burgoa se libró de todo caminando con
su plata a la ciudad de Arequipa, de donde pasó
talparaje para morir, que a toda prisa se viniese
a España a gozar en mucha paz de aquella ri-
con él adonde lo había dejado, sin alborotar a la
queza.
gente de su casa.
El vascongado, con sobresalto tan repenti-
el
Con este suceso se irritaron más los extreme-
ños y decían que aquella no había sido herencia
no, como se deja entender, sin advertir en cosa
que mal le pudiese suceder, tomando sólo su es- sino robo manifiesto. Y
como esto oyesen los vas-
por delante del malvado Carri- congados, hicieron propósito de juntar todas sus
pada salió a pie
fuerzas y destruir a sus contrarios. Determinados
zales, yestando ya cerca del cadáver comenzó a
llamar a Sebastián por su nombre, a su hermano,
en esto, con la ocasión del maldito uso de jugar
respondiese, volviéndose a Carri- carnestolendas formaron los vascongados dos
y como no le
"Mi hermano es muerto: ¿quién, cuadrillas de a 30 hombres, mezclados con na-
zales le dijo:
que le quitó la vida ? Entonces varros y algunos extranjeros, y estando en la pla-
señor, ha sido el .

extremeño sin apearse de la muía le res- zuela de la Cebada puesta una bandera en el bal-
el cruel
pondió diciendo: "Quien le quitó la vida fue este cón de una casa donde se holgaban muchos
andaluces, extremeños y criollos, llegaron de tro-
acero”, y desnudándolo en un momento le tiró
pel, rompieron la bandera y entrando en aquella
una fiera cuchillada por la cabeza y le hirió muy
casa sin darles lugar a defenderse mataron cuatro
mal. Quedó aturdido Burgoa, aunque brevemen-
te volviéndose en sí sacó su espada diciendo
a hombres y a una dama de la ciudad de La Plata
Carrizales: "Sólo tú traidor pudieras haber he- muy celebrada, la cual había sido dependencia
cho esta maldad”, y arremetiendo para él (por- ilícitade uno de los vascongados. Los criados y
esclavos de los andaluces y extremeños se empe-
que el matador le acometía otra vez) le tiró tan
ñaron tanto en defender a sus señores que tam-
fiera estocada el vizcaíno que metiéndole la pun-
bién mataron dos vascongados, y a otro le corta-
ta por un verija salió a la rabadilla. Al punto
ron una pierna con un alfanje. Fuera mayor el
cayó en el suelo mortalmente herido, y llamando
extremeños y sus aliados no hubie-
a Sebastián le pidió que no fuese tan cruel como
estrago si los
ran estado conel embarazo de su merienda, en
él lo había sido con su hermano, y
refiriéndole

brevemente la inhumanidad que había hecho, le que también se experimentaba la fortaleza de


los brindis.
dijo que avisase a su casa para que llamasen a
Los vascongados se salieron de la casa dejando
un confesor, o si más vida tuviese lo llevasen de
"Porque muertos y heridos, y caminando hacia el paraje
allí para poder hacer su testamento:

quiero”, dijo a su contrario, "que ya que mi fie- de las Cebadillas encontraron con dos mancebos
criollos, hijos de andaluces, y entrambos los
ma-
reza te ha quitado la hacienda que vuestro her-
taron a cuchilladas. Alborotóse toda la Villa con
mano pudiera dejarte, por haberle impedido el
aquellas muertes y toda se puso en armas, por
tiempo que podía ocupar en mandártela por es-
lo cual se vio muy a punto de perderse de
una
crito, yo quiero que me la des para que me per-
vez, porque los andaluces, criollos y extremeños
dones y apercibas todo lo que Dios me ha dado,
sólo con que hagas bien por mi alma y la de tu
que no se hallaron en la casa donde sucedió el
estrago, sabiendo todo el caso se juntaron en
la
hermano”.
dicho Sebastián, montó en la muía plazuela del Rayo con sus arcabuces y escopetas,
Oído por el
y partieron
en busca de los vascongados. Viendo
del herido y fue a dar aviso a su casa, y él se
corregidor don Pedro de Lodeña que si se en-
retiró a San Francisco hasta ver en lo que para-
el

mandando también a sus amigos trajesen el contraban se perdería de una vez la Villa, invo-
ba,
cuerpo de su hermano a su casa para darle sepul- cando la voz del rey le acudieron muchos caste-
llanos y criollos y casi toda la clerecía que
con
tura. Todo se hizo brevemente: trajeron al heri-
el vicario, movidos de caridad,
acudieron a ata-
do, confesóse, recibió el viático; ordenó su testa-

había prometido a jar aquelincendio, como cuotidianamente lo ha-


mento [
x 36'j} conforme lo
cían sin que parentesco ni amistad que tenían
el
Sebastián, dejándole por único heredero de un
cuantioso caudal, y que a su voluntad dejaba el
con muchos de los abandalizados lo impidiese,
hacer bien por su alma la de su hermano (en que la observancia del divino precepto de amar
y que
a los enemigos es también imitación de Dios,
cuya hacienda, que también era mucha, sin ad-
mitir siquiera pleito se echó el corregidor como
hace salir el sol sobre buenos y malos; y si se ha-
ce semejante a Dios el que amando a sus
ene-
juez de difuntos). A los cuatro días murió con

56
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 5 Año 1604
migos no les niega la luz, ni
el sol de su amor, día sus venganzas, pues fueron muchos los muer-
ni los efectos de su caridad, gran dificultad es tos y heridos. Finalmente, no el tiempo santo que
amar lo aborrecible, retornar gracias por ofensas. se comenzaba ni la razón ni justicia pudiera ser
Mas el premio es tal, el interés tan divino, que bastante a mitigar aquella general furia sino sólo
todo se facilita para quien lo sabe estimar, como su misma no había casa donde
destrucción, pues
lo hacían estos sacerdotes de Dios pues entre los no una lástima. El corregidor dolién-
se llorase
que morían al rigor de las balas y del acero, ha- dose de ver casi arruinada toda la Villa andaba
bía muchos que eran sus propios padres y herma- solícito, procurando sosegar a las personas no-
nos, y no por esto faltaban a la caridad aun con bles para que el común no pasase adelante en sus
los mismos matadores. desatinos viendo que los principales se aquieta-
Al fin aquellos venerables sacerdotes detuvie- ban. Mas no se pudo en el todo sosegarlos,
y así
ron a las tres naciones en una calle,
y tan buena no se pasaba día sin que dejase de haber penden-
maña se dieron que forzados de sus persuasiones cias, heridas y muertes.
losmetieron en una casa, aunque seis de ellos La paz es hija de la justicia, y no puede haber
haciendo fieros con sus armas se fueron en busca aquélla donde ésta no se administra. Pero estaba
de los vascongados, los cuales ya también esta- Potosí de suerte que con ninguna seguridad se
ban proveídos de arcabuces, escopetas y pistolas. podía administrar justicia. Lo que más escándalo
Encontráronlos tras de la parroquia de San Lo- causó fue que el día de Jueves Santo de esta Cua-
renzo, y disparándose los unos a los otros los resma, entrada ya la noche, unos entunicados
seis mataron cuatro vascongados,
y éstos mata- andaluces y extremeños mataron a Pedro de Ála-
ron cinco de los contrarios. El uno que escapó hu- va y a Sancho de Allendona, vascongados, que
yendo se entró en una casa, subióse a una azotea ajenos de aquel caso andaban las estaciones.
y de allí mató otros dos vascongados, uno pri- El Sábado Santo en la noche fueron una cua-
mero pasándole de las espaldas al pecho la bala, drilla de vascongados a casa de don Fernando
y otro después de haber vuelto a cargar presta- Arzáns Dapífer y Toledo, uno de los diputados
mente su arcabuz. Visto esto por los postreros del gremio de azogueros, adonde aquellos entu-
de aquellos vascongados que iban la calle arriba, nicados matadores se habían acogido, como en
entraron en la casa, y cuando subían por la esca- casa de tan principal caballero. Serían las de n
lera de la azotea, el abaleador (que era un ex- la noche cuando don Francisco Nicolás Arzáns,
tremeño) estaba ya en el tejado, que iba a dejarse hijo de don Fernando, mancebo de poca edad
caer en otra casa,
y de allí no quiso perder oca- que a hurto de sus padres había salido afuera por
sión de hacer mal, pues disparando su arcabuz un postigo, se volvía a aquella hora, y viendo
mató al primero que estaba arriba. Los otros se (aunque algo distante) que aquellos hombres
dejaron caer de la escalera, quedando dos de ellos arrimaban dos escaleras a la muralla del in-
muy lastimados, y el extremeño de tejado en te- genio a toda prisa hizo sus señas, y abierto el pos-
jado fue a dar adonde no lo vieron. tigo mandó a los criados que advirtiesen lo que
En esto serían ya las 6 de la tarde, con un agua- había en los tejados o cubiertas pajizas. Levanta-
cero que no se podía andar por las calles, mas ron los ojos y vieron que más de 20 hombres es-
con todo eso en todas las de la Villa dice el taban en aquellos techos y murallas embarazados
capitán Pedro Méndez 2 que en unas se oían los en descolgar unas escaleras, que por tener más
estruendos de arcabuces, en otras los gritos de altura por la parte interior no alcanzaban. Dieron
las mujeres
y niños, aquí se veían correr los hom- voces los criados, despertaron sus señores, con y
bres con las espadas unos mayordomos (que eran
[137] y arcabuces ellos los criollos), y los
otros, allí llevaban medio arrastrando ya un andaluces y extremeños a quienes venían a quitar
muerto o ya un herido, las campanas se deshacían la vidaen venganza. Armáronse todos y tomando
con plegarias, los clérigos
y religiosos andaban arcabuces, escopetas y pistolas,
y los indios del
por varias partes corriendo tropezando por acu- trabajo (que serían más de 100) hondas
y y pie-
dir a los miserables moribundos, por una parte dras, descargaron en los vizcaínos todo junto
y
llevaban el Santísimo Sacramento, por otra el de con tan diestras manos que en un momento ca-
la extremaunción,
y de esta manera se vio Potosí yeron rodando por aquellos techos cuatro de
en el día y noche de sus mayores trabajos, ha- ellos, que los dos nunca más se levantaron. Los
ciéndose memorable el martes de carnestolendas demás dispararon sus arcabuces a montón no y
de este año en que sucedió esta fatal tragedia. hicieron mala pues mataron a uno de los
suerte,
El día siguiente, Miércoles de Ceniza, fue de mayordomos e hirieron a dos criados. Entretanto
grandísima lástima ver
y saber por menudo las abrieron los dueños las puertas, salieron los in-
muchas que tan ciegamente habían ejecutado en dios, y por un callejón (por donde habían subido
toda la Villa, porque los muertos pasaban de los vizcaínos) les dieron tal carga de pedradas
50,
así hombres como mujeres, los heridos más que habiendo herido y derribado muchos por la
de
80; muchas damas celebradas forasteras cortadas parte de afuera, los demás huyeron arrojándose
las caras, las orejas algunos por el puente abajo.
y las piernas; hasta los indios
y la demás gente de servicio guardaron para este De este modo se portaban los miserables mo-
2 . Méndez, tercera parte, capítulo 8. [A] radores de Potosí en sus más que disparatados
Año 1605 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

bandos.
3
Fueron muchas las batallas y penden- (como dicen el capitán Pedro Méndez y don
cias que uno a uno, dos a dos, diez a diez, y vein- Antonio de Acosta) murieron muchos nobles de
4
te a veinte se dieron en este año. En las cuales España y de las Indias.
mano en este tiempo. Hubo tan buenas palabras que el preso
De de Potosí tal como se reflejan en la do-
los disturbios tomó tanta avilantez que estuvo más libre de lo que yo pu-
3.
cumentación oficial coetánea, da idea una carta del corregidor diera sufrir si no fuera por encender más la pesadumbre. Va
don Pedro de Lodeña a la audiencia de La Plata, de Potosí, mi teniente a dar cuenta de todo más en particular a vuestra
1604. IV. 29 (Audiencia de La Plata: Cartas y relaciones, No. alteza, a quien suplico se sirva de mandar proveer persona

905 ) :
que haga la información para que quien estuviese culpado se
"Miércoles 28 de este hubo desde la entrada de la calle castigue y ni estos frailes ni otros se atrevan a hacer seme-
de la Merced hasta la puerta del hospital una gran revuelta jantes fuerzas pues no pueden defender los retraídos, como
entre los sastres sobre la elección del prioste de su cofradía se les está mandado, y estando vuestra alteza tan cerca no
en que hubo más de 100 espadas desnudas. Yo sal! de mi puede tener riesgo el sacarlos y en este lugar no es bien que
casa y llegué a la pendencia donde hallé herido a uno de ellos vea nadie que a puñadas nos defienden los delincuentes, por
muchas ocasiones que cada día se ofrecen como mejor
y prendí dos. Supe que un Diego Malo
había sido el agresor y las

se había retraído a la iglesia mayor. Llevando un alguacil sabe vuestra alteza. Yaunque el padre guardián pudiera ex-
uno de estos presos salió de la iglesia a matarle y lo hiciera cusar lo que pasó porque salió con los frailes y se halló
si no se le defendieran mucho número de gente que estaba
presente y después acá lo ha ayudado y favorecido, toda la
allí. A este ruido volví sin poder haber hecho información culpa la tuvo Bolonia que por particulares suyos quiso de-
ni entendido la causa de la pendencia ni si estaba peligroso el fender este hombre no escarmentado, que le envió el marqués
herido ni los demás. Fui en seguimiento de Diego Malo que a España por otro encuentro que tuvo en Chancay con un
había salido de la iglesia mayor e ídose a San Francisco y en- alguacil y que le quitaron el guardianato del Cuzco por la in-
trando tras él me le defendió el padre Bolonia mandando solencia que allí hizo, y como el señor presidente sabe ha
cerrar la puerta y apellidando a los frailes con tanta fuerza puesto este lugar dos o tres veces a revolverle con todos los
Fueron demás monasterios, de manera que fue menester de mucha
y poco respeto como si yo fuera un alcalde de indios.
tantas sus voces que salieron todos los frailes y le comenza- autoridad y gran prudencia para mandarlo componer .

ron a ayudar asiendo por los cabezones al teniente y echán- Se ve claro que en Potosí podían acontecer realmente cosas
dole a trompellones, el cual así por defenderse como porque como muchas de las que relata la Historia en esta primera
todos los frailes venían sobre mí que estaba asido con el parte y parecen demasiado peregrinas a primera vista; lo que
preso y un fraile me había sacado de la cinta la espada y la sucede es que en la Historia los elementos reales suelen estar
suya a Diego de Meneses, y se venían para nosotros tirando confundidos con otros irreales o con circunstancias de tiem-
estocadas, trayendo el teniente la espada casi por el suelo pos, lugares, personas y cosas cambiadas. El problema no es,
hacia los pies Bolonia, se abalanzó a pasar donde yo estaba pues, como se insistirá posteriormente, de verosimilitud o
con el preso y al pasar topó con la espada casi en la orla del inverosimilitud, sino de realidad e irrealidad. [M]
hábito de llano y comenzó a dar voces que le daban de es- 4. En carta de Potosí, 1604.IV.6 (Audiencia de La Plata:
paldarazos sin haber imaginación de tal. Fueme forzoso acu- Cartas y relaciones, No. 896) el licenciado Alonso Maído-
dir al socorro y fuime para los frailes que traían las espadas nado Torres, presidente de la audiencia, anunciaba al rey que
en las manos, que queriéndome aprovechar de la mía para la carta cuenta se había cerrado en marzo 3 1 c °n 1 ,492 barras

detenerlos me hallé sin ella. Llegó el licenciado don Diego grandes y 110,000 pesos corrientes desde enero 1, y que esto
de Agreda y abriéronle la puerta y requeríle que me allanase representaba un incremento de 30,000 pesos ensayados en
la casa y habiendo hecho algunos autos lo hizo y así saqué comparación con lo que fue en este mismo tiempo el año
al preso y le traje a la cárcel porque nunca le largué de la pasado. [M]

Capítulo VI

EN QUE CUENTA UNA SANGRIENTA BATALLA QUE HUBO ENTRE


SE
OCHO BRAVOS CABALLEROS POR LOS AMORES DE UNA HERMO-
SA DONCELLA, Y CÓMO SE CONTINUABAN LOS BANDOS

EFIRIENDO el capitán Pedro Méndez, que tenía en plata sellada y marcos en piña,
fuera del ingenio, porque se hallaba viejo y

E don Antonio de Acosta, Juan Sobrino y


los demás autores los sucesos de la Villa
L_ Imperial de Potosí que en este año de
1605 se vieron, dicen que habría poco más
de seis años que era llegado a ella don Enrique de
enfermo.
Llegaron, pues (como tengo dicho) a esta Vi-
lla, y en este año de 1605 se contaban seis de su

llegada y 14 de la edad de su hija. Ha estado


,

Cárdenas, uno de los buenos caballeros de la muy adulterado de los escritores de Potosí el
Andalucía. El cual habiéndose casado en la ciu- nombre de esta bellísima doncella, porque unos
dad de Écija con doña Engracia de Villavicencio, la llamaron Graciana, otros Floriana y otros Ma-
les nació allí una hija muy hermosa. Y como a los
riana. Con este último le llamaré yo, porque
seis años que tuvo de edad la niña, recibiesen Méndez y Acosta, que son los más antiguos, con-
sus padres unas cartas que de esta Villa de Potosí
forman en tal nombre y todos juntos en sublimar
les escribió don Isidro de Villavicencio, tío de
su grande hermosura, pues dicen que concurrien-

doña Engracia, trataron [137' ] pasarse a este do como siempre concurren innumerables muje-
no parar hasta verse en esta Im- res a esta Villa de todos estados y de varios reinos
reino del Perú y
(como hacen los hombres) ninguna le igualaba
perial Villa, porque el noble don Isidro, que era
azoguero ricoen ella, los envió a llamar pa- en belleza y se aventajaba ésta como el sol a las

ra hacerlos herederos de más de 200,000 pesos demás estrellas.

258
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 6 Año 1605
Esta sin igual hermosura tenía fuera de juicio mayor claridad digo más: que los padres de la
muchos nobles de España, y entre ellos al
a sar- doncella trataban ya de darla estado pues tenía
gento mayor de la Villa, Pedro de Isunza, viz- edad suficiente, un buen dote recogido (porque
caíno de nación, y al veinticuatro Gregorio de habían heredado el caudal
y cabeza de ingenio
Chaves (natural de Mataca, 1 valle distante de es- de su tío, que tres años antes había muerto)
,
lo y
ta Villa 12 leguas), el cual aunque era noble que más incitaba era el peligro de su mucha her-
(por ser hijo del veinticuatro Francisco de Cha- mosura. Determinados en esto anduvieron mi-
ves,extremeño) 2 era notado y aun despreciado rando un hombre que fuese a propósito para la
por tenerlo por simple y de rudo entendimiento, calidad de sus personas,
y como tuviesen bastan-
aunque esto fue sólo en su niñez. te experiencia de las nobles partes del veinticua-
Hace a lo venerable de una persona e importa tro Gregorio de Chaves por la amistad que con
para su reverencia y estimación que no hayan sido él tenían, le convidaron con lo mismo que él
testigosde sus niñeces los que después (por llegar quería, porque este caballero amaba honestísi-
a mejor suerte) le han de reverenciar estimar, mamente a Mariana y siempre con la mira de pe-
y y
que les esté oculta aquella parte de flaqueza de dirla a sus padres por esposa.
y
ignorancia de niñez que le conozcan, De contrario parecer había
y traten sido en todo Pedro
siempre como si de su persona se esperara la de Isunza porque su deseo (según quieren Acos-
grandeza y el mando, varón entero, con severidad ta y Méndez) si por una parte era de liviandad,
bastante a componer, a admirar atemorizar. Esta por otra de infame venganza por ser de la nación
y
es una de las razones, si no es la principal, por- extremeña sus padres y una de las que tenía por
que es rarísimo ser admirado
y estimado un hom- enemigas. Todo cabe en los hombres. Mas si bien
bre en su patria. Redúcese dificultosamente nues- se advierte, ¿quién (pregunto yo) podrá resistir
tro ánimo a dar estimación a quien vio
y trató en las amorosas flechas,
y más cuando la belleza del
los humildes principios de la niñez aun entre los objeto es extremada? Añadiéndose a esto el sa-
y
aumentos grandes de la naturaleza duran firmes ber que aunque la pidiese por esposa, sus padres
las memorias de aquellos principios pequeños, no se la habían de dar por ser muy contrarios.
tan indignos de estimación En efecto, este caballero vascongado asestó los
y respeto. Es ciego
error de nuestro corazón (en quien puede la for- tiros de su deseo por la parte más flaca de la mu-
tuna sus aumentos) hacer a su juicio venerable ralla, que en doña Mariana
y y su casa fue la de
digno de todo respeto a cualquiera, por vilísimo sus criadas a quienes ganó primero con dádivas,
que haya sido, hasta el día en que ella empezó a
y ellas contrastaron a esta doncella de modo que
mirarle con ojos buenos, esta veneración no pue- en breve tiempo le pusieron a la vista (de puer-
y
de diligenciar la gracia en el sujeto que de veras tas adentro) toda su ruina. Supo [138] el viz-
aumenta. ¡Oh hombre, hoy das estimación al que caíno (como bien ladino en la castellana) sig-
ayer conociste pobre, con eso desnudo de toda nificarle su pena,
y ( prometerle montes de oro y
honra) por sólo que la fortuna le favoreció ya facilitar todas las dificultades. Y
aunque, de otras
es rico: pues ¿por qué la niegas a quien Dios veces que Mariana había visto a Isunza en varios
y
la naturaleza aumentó
y prosperó con prosperi- concursos, no le había parecido mal su gentileza
dades y aumentos verdaderos ? La fortuna hace
y buen rostro y estaba casi enamorada de su per-
venerable a la persona en quien nada pone, la sona, con todo eso, por lo
y que tocaba a su honra
naturaleza y gracia que de veras la aumentan, ¿no le dijo que no le permitiría ninguna ejecución si
la hacen estimable?
no fuese con que le diese palabra de ser su es-
Estos dos caballeros, al fin, eran los que con poso. Vino en esto el enamorado caballero,
más fuerza de inclinación pretendían a la bella y no
contenta Mariana pidió más: que se lo diese
Mariana. La cual, aunque vivía con mucho reca- por escrito. Y aunque lo rehusó, al cabo atrope-
to y encierro, con todo eso no le faltó modo
y lló por todo. Hizo su obligación con firma suya
razón a don Pedro de Isunza para manifestarle y
gozó de las delicias amorosas, principio de las
su mucha pasión. Finalmente viola, requebróla,
desdichas que después experimentaron,
y ruina
escuchóle la doncella
y enamoróse del vizcaíno de entrambos.
a hurto de sus padres, porque no hay mujer
(por Esto sucedió al mismo tiempo que sus padres
retirada que esté recatada que sea) a quien no
y habían ajustado el casamiento con el veinticuatro
le sobre tiempo para poner en efecto
y ejecución Gregorio de Chaves, y que dentro de 40 días se
sus atropellados deseos. Todo lo he dicho y para pusiese en efecto. Pasados dos días que estaba ya
el trato hecho con el dicho veinticuatro,
n n y junta-
L^ ®í vein ^ cuatro de este nombre figura en los libros del
I 1

i
cabildo de Potosí por estos años. [M] mente el que
la doncella había dejado de serlo,

Ee TA
de Madrid dice: "y entre ellos al sargento mayor
la Villa, Pedro de Isunza, vizcaíno,
le hicieron sabedora sus padres de cómo era gusto
y al veinticuatro Gre- suyo el que les obedeciese en recibir por su es-
gorio de Chaves, extremeño”. Todo lo
que sigue desde "na-
tural de Mataca” hasta "hacen poso al veinticuatro Gregorio de Chaves, ponde-
estimable?”, es adición en el
ms. de Brown.
rándole su gran calidad, virtud
Esto, con lo que se observa en la
nota anterior, hace obvio y bienes que lla-
que este episodio, a pesar de la intervención del
corregidor man de fortuna. Quedó atónita la mal mirada
on Pedro de Lodeña, que lo fue de verdad, debe
ser remi- Mariana, y volviendo algún tanto en sí, con mu-
tido a la clase de las historias
caballerescas y ejemplares de
esta primera parte. [M] chas lágrimas les pidió que le diesen un día de
Año 1605 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

término para poderles responder muy a su satis- rido (que el vascongado le había hecho) de un

facción. Dijéronle que lo mejor sería que allí escritorio donde la había puesto la noche ante-

luego les obedeciese, pues ellos lo tenían bien cedente (siempre con siniestra intención). Avi-
mirado. A lo que respondió que estaba muy obe- sado el vicario, vino al punto con el fiscal y en
diente al sacrificarse a su voluntad, y dando otros una silla de manos la hizo llevar a un recogimien-
colores a su repugnancia les besó las manos y to de mujeres, y el vizcaíno se fue al corregidor

agradeció el beneficio que le hacían y ellos muy para que estuviese prevenido.
contentos la dieron mil abrazos. No hay duda Doña Mariana, luego que se vio en parte se-
que los hijos tienen obligación de obedecer a sus gura le dijo al vicario que Isunza era su esposo,
padres, pero no en todas las cosas, especialmen- como lo vería por aquella obligación, y sacándo-
tecuando llegan a los años de discreción, que la del seno se la dio a leer, y que le suplicaba
cada uno tiene derecho a elegir el estado y modo diese aviso al corregidor y juntos le hiciesen sa-

de vida que le pareciere, porque de otra suerte bedores a sus padres. Hízolo así el vicario, y el
no hubiera diferencia entre los esclavos y los hi- corregidor le dijo que Isunza decía no haberla
jos si éstos debieran obedecer a sus padres en gozado con palabra de ser su esposo, y que aun-
todas las cosas. que lo dijese la dama
o lo mostrase por escrito
Y
Recogióse a su recámara la afligida niña, y lla- era todo falso; que todo esto le había [i38 ] di-

mando a una criada (de las sabedoras de su mal) cho juntamente significado la mucha desenvol-
y
la dijo fuese a lo de Isunza y le dijese cómo aque- tura y facilidad de la niña, añadiendo que decía

lla noche a la hora acostumbrada viniese sin el dicho Isunza sustentaría lo que él decía ser

falta. Hízolo así, llegó el tiempo y hora, vino el verdad con sus armas. El vicario le afirmó cómo
vascongado, todo lo sucedido, y
refirióle final- el había visto la obligación que le había hecho,

mente que poniéndose en há-


se resolvieron en pero que pues todo pretendía negarlo ponía aque-
bitos de hombre y sacando todas cuantas joyas lla causa en manos del divino y justo juez. El co-

pudiese saliese una noche a las puertas de la ca- rregidor le dijo que él también la miraría como
lle, que él tendría prevención para llevarla a su debía, y con esto se fueron juntos a los padres de
y
casa y después se podrían ir disfrazados a la ciu- Mariana y de todo les dieron cuenta.
dad de Los Reyes. Don Enrique de Cárdenas, su padre, con mu-
Todo se ejecutó como lo determinaron, aun- cho sosiego y prudencia agradeció al corregidor
que fueron diversos y muy para llora- el aviso y últimamente le dijo que él procuraría
los fines
dos. Llegó el día (que fue uno de los del rigu- satisfacerse de aquel agravio. Tornóle a decir el

roso mes de junio de este año), y aquella noche corregidor que pusiese acusación contra el mal-
en que todo lo tenía prevenido Mariana, a las 12 hechor y él acudiría a lo que era de justicia, pues-
de ella, habiendo tomado las llaves sin que de to que decía no haberla gozado con palabra de

nadie fuese sentida, se puso con todas las joyas casamiento, y que pues esto era siniestro según
que pudo sacar en manos de Isunza. El cual to- la obligación que tenía su hija, le forzaría a que la

mándola de las suyas la llevó a su casa. No la cumpliese. Respondió don Enrique estaba resuel-
echaron de menos sus padres hasta que amane- to a castigarpersonalmente aquella maldad. Con
ció, que entonces como viesen andar los criados esto se fue corregidor y don Enrique mandó
el

todo sobresaltados preguntaron la causa, y ellos poner un cartel de desafío, con palabras muy des-
compuestas provocativas, en las puertas de
la dijeron con mucho sentimiento. Atónitos sus y
padres quedaron como fuera de sí, y pasado Isunza. El cual (aconsejado del capitán Llauría,

un rato, con algún más acuerdo, encerraron en un de su nación) aceptó el desafío y respondió con
cuarto a las dos criadas que servían a su hija, y iguales vituperios. Señalaron día y personas que

luego al rigor de azotes las hicieron declarar todo habían de combatir sobre el caso, y fueron don
lo que sabían en cuanto a la desenvoltura de Ma- Enrique con Isunza, el capitán Llauría con el
riana y quién había sido el robador de su honra. veinticuatro Chaves, que según estaba de picado

Ardiendo en iras se determinó don Enrique de y a su parecer deshonrado quisiera él solo com-
vengar su agravio a vista de toda la Villa. Man- batirse con todos. Señalaron también sus padri-

dó llamar al veinticuatro Gregorio de Chaves, a nos cada uno, siéndolo de don Enrique don Mar-
quien tenía escogido por yerno, y pidiéndole que tino Pedroso, andaluz, y del veinticuatro lo fue

le ayudase a tomar satisfacción de aquel agravio Fernando de Orellana, extremeño (como el pa-
se lo prometió con todas sus fuerzas. Supo Pedro dre de su ahijado), y del capitán Llauría fue
de Isunza la determinación que contra su perso- padrino Sancho Urrigorri, y Pedro de Cherri de
na se prevenía, cuando ignoraba que no se sabía Isunza, todos caballeros de valor y honra, por lo

nada del caso, y aconsejándose de los de su na- cual fue una batalla entre los ocho de las más

ción de lo que haría le dijeron diese parte al vica- memorables en Potosí.


Andaba toda la Villa alborotada esperando
para que asegurase a la dama y que
rio él negase
el día asignado para la batalla, y por esto (así
haberla dado palabra de casamiento si ella le

reconviniese con ello. Y como ya Mariana era los agraviados como los vascongados conformes)
sabidora del caso, cuerdamente sacó (sin que mudaron el día y el paraje. Y un martes, una
persona alguna lo viese) la obligación de ma- hora antes que amaneciese, se presentó don En-
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 6 Año 1605
rique y el veinticuatro, cada cual con su padrino, espada con grande cólera acometió a don Enri-
en que llaman Agua de Castilla, y a poco
el sitio que. Él [139] hizo lo mismo
y a los primeros
rato vinieron Pedro de Isunza
y el capitán Llau- lances le dio Isunza una mala herida en el hom-
ría con los suyos;
y todos ocho caballeros estaban bro derecho, mas no tan a su salvo que otra peor
sobre fuertes y gallardos caballos, muy bien ar- le dio don Enrique en la cabeza, sin haberle sido
mados, y sobre las armas ricas libreas
y plumas bastante el acudir con el escudo a repararse ni
hermosas de varios colores. Luego que se junta- menos la fineza del casco. Quedó Isunza atur-
ron, sin saludarse, el que primero habló fue don dido con el golpe
y la herida, y vuelto algún
Enrique, y mirando a Isunza le dijo: "Dime, mal tanto en sí tornó sobre don Enrique con mucha
caballero y peor cristiano, ¿cómo tienes atrevi- furia y tirándole una estocada le pasó la adarga
miento de negar la obligación que de vuestra
y le hirió el brazo en dos partes. Don Enrique
mano hicisteis a mi hija, diciendo la tomarías le aseguró otro golpe en la cabeza (anteponien-
y
por mujer legítima si ejecutabas con ella vues- do el escudo) a dos manos le descargó la espada
tra torpeza, y cómo os atrevisteis después de
y rompiéndoselo le metió tres dedos de punta
haber manchado mi honra a robar de mi casa por la frente. Cayó en el suelo Isunza de pechos
la joya que yo más estimaba?”. A lo que respon- sin sentidos,
y acudiendo don Enrique a acabarle
dió Isunza diciendo: "Yo, señor don Enrique, de quitar la vida vio que ya estaba para rendir
la pretendí como hombre, pensando que cuando el alma,
y así lo dejó, que no tardó mucho en
hallase poca o mucha resistencia en ella no per- acabar.
día yo nada; pero fue al contrario pues hallé en Apartóse de allí a tomar su caballo montan-
y
vuestra hija mucha facilidad,
y si ella me pidió do en él (aunque muy malherido) se puso a ver
le diese palabra de ser su marido verbalmente la sangrienta batalla de los seis caballeros,
que
primero y después por escrito, no fue con aquella parece (según se acometían) que entonces co-
honestidad ni instancia que su estado requiría, menzaban. El capitán Llauría estaba herido en el
mas de solamente una no bien intencionada ce- pecho de una lanzada que le había dado el vein-
remonia, y conforme a eso si alguna palabra le ticuatro en el primer encuentro. No podía lograr
fue de cumplimiento;
di,
y en lo que toca a la golpe ninguno el capitán Llauría a causa que el
obligación que muestra de
mi letra y firma, digo contrario era muy diestro y el caballo ligerísimo,
que todo es falso”.
y así entraba y salía seguro. Mas una vez volvió
Apenas hubo acabado esta última razón cuan- las riendas al suyo y fingiendo que huía del ama-
do don Enrique con mucha cólera le dijo: "Ya go que le hacía la lanza del veinticuatro, el cual
veo que en todo eres falso, fementido traidor, picando su caballo hizo
y la arremetida en sus
y ahora pagarás la infamia que hicisteis en una alcances, y el astuto capitán volvió como un
casa que no lo merecía”. 3 Diciendo esto volvió pensamiento y (encontrándolo) por lo descu-
las riendas a su caballo para tomar del campo lo bierto del adarga le metió la lanza hiriéndole
que convenía, y como lo viesen los demás ca-
le abajo de la costilla. Hallándose burlado
balleros se apartaron llamando cada cual a su y tan
malherido el veinticuatro, no hay palabras con
contrario. En el paraje no había más gente que qué poder significar la rabia con que acudió a
hasta cinco criados españoles
y algunos negros la venganza,
y dando furiosamente de espuelas al
de estos caballeros. Luego sin aviso de cajas ni caballo arremetió para el capitán y le dio tan
trompetas ni otra señal alguna, arremetieron cada poderoso bote de lanza por los pechos, atrope-
cual por su parte. El caballo de don Enrique era
llándole la adarga, que mal de su grado lo sacó
ligerísimo aunque de menos fortaleza que el de de la silla y arrojó por las ancas al suelo. Con
Isunza,
y así llegó con tanta velocidad a su con- este golpe rompió su lanza
y saltando del caballo
trario que dándose frente con frente se arrodi- sacó su espada
y fue sobre el capitán, que con
llaron entrambos,
y el de don Enrique quedó la cruel herida del pecho
y el golpe de la caída
temblando como azogado. Los encuentros de las no daba muestras de tener vida.
lanzas no hicieron ningún efecto,
y viendo don Estando ya para darle otra estocada el vein-
Enrique de la manera que había quedado su caba- ticuatro sintió a sus espaldas tropel de caballo,
llo y
y la fortaleza del contrario, se apeó con mucha volviendo el rostro vio que era el general don
presteza porque Isunza daba muestras de volver- Pedro de Lodeña. El cual luego que aquel día
le aacometer. El cual, sin advertir la ventaja llegó amaneció fue avisado cómo aquellos caballeros
a don Enrique con intención de
atropellarlo con habían salido al campo, de que temiendo la ruina
el caballo
y herirlo con la lanza. Mas no le suce- de cualquiera de ellos o de todos juntos, vistién-
dió como pensó porque don Enrique dio un salto dose y armando su persona, a todo correr de su
y se apartó, y con mucha presteza arremetió para caballo fue al paraje de la batalla llegó, pero ya
Isunza con la espada en la mano, y
y le dio una tarde pues Pedro de Isunza era ya muerto,
herida en la pierna izquierda que se la pasó y
con lo mismo sucediera con el capitán Llauría si
tan
facilidad hiriendo también al caballo. Sintiéndose
a tiempo no llegara. Arrojóse luego del caballo
herido Isunza, se arrojó del bruto
y sacando su y pidió al veinticuatro encarecidamente no pa-
sase adelante en la batalla, pues su contrario
r\,ri
0S diál °S° s son t*P* C0S del género literario
caballeresco. más
parecía estar muerto que vivo. Otorgóselo el
Año 1606 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

veinticuatro y fuese a levantarlo del suelo, que fue elque pasados ocho días después de la ba-
lo hizo con mucha caridad, y apretándole las he- talla, repentinamente murió en el recogimiento
ridas lo dejó arrimado a una piedra y él se fue a donde estaba la desdichada Mariana, no sin evi-
curar de las suyas. dentes señales de haberle dado veneno, y hay
El corregidor subió en su caballo para ir a po- quien diga que fue por orden de don Enrique su
nerse entre don Martino Pedroso y Sancho Urri- padre. Y si esto fue así es para notar la demasia-
gorri, padrinos (como hemos dicho) el uno de da crueldad [139'] que tuvo con su única hija,
desenvoltura y poco
don Enrique y el otro del capitán Llauría, que y ella pagó con la vida su
4
traían muy sangrienta batalla; y según estaban recato.

de fatigados y heridos no se esperaba de entram- Con estos lamentables sucesos se aumentaron


bos otra cosa que su muerte. Llegó, pues, el co- los bandos, sin que se pasase día que no se ex-
rregidor, y con palabras comedidas (sin usar de perimentasen muertes, incendios, heridas y des-
su oficio sino de piadoso padrino, porque el caso trucción de las haciendas, que todo llegó a los
presente no daba lugar a otra cosa) los apartó, oídos del excelentísimo señor don Gaspar de
quedándole muy agradecidos porque ya no se Acevedo y Zúñiga, conde de Monterrey, décimo
podían tener en cuatro horas que peleaban, y los virrey de estos reinos, que acababa de llegar a

caballos de la misma manera. El Pedroso tenía Lima. 5 El cual mandó (con un soldado que despa-
cinco heridas, siendo muy peligrosa la una que chó a esta Villa) al general don Pedro de Lo-
le había dado su contrario entre las dos costillas deña remediase tantos daños, y que luego al pun-
del lado izquierdo. Urrigorri tenía cuatro y todas to de recibida su cartadesarmase a las naciones
peligrosas, y aunque de ellas sanó, le quedaron abandalizadas (para el sosiego de esta Villa)
muy malas reliquias pues al cabo de 10 años vino por el tiempo que su excelencia determinase, y
a morir de ellas. que en ella no permitiese gente ociosa sin oficio.
Fernando de Orellana y Pedro de Cherri hacían Pero según estaba Potosí ni uno ni otro se pudo
su batalla a pie porque sus caballos se les can- poner en ejecución.
saron, y lo mejor de ella llevaba el vizcaíno pues 4. Este episodio legendario da materia para hacer un
análisis

con cuatro heridas que le había dado al contra- de los elementos extra-históricos que entran en la composi-
ción de la Historia en esta primera parte. Al comenzar el
rio (tres de lanza y una de espada) lo tenía muy episodio dice Arzáns que "ha estado muy adulterado de los
fatigado, aunque también el buen vizcaíno se escritores de Potosí el nombre de esta bellísima doncella,
porque unos la llamaron Graciana, otros Floriana y otros
hallaba con tres heridas. Llegó el corregidor a Mariana”, etc. Esto confirma la hipótesis de que cada escri-
ellos y muy comedido de palabras los apartó y tor potosino introducía cambios en su respectiva versión de
estos relatos. Quiere decir, asimismo, que se trata de mate-
pidió se fuesen a curar. riales que iban y venían incorporados en el acervo común y
Entretanto, puestos en sus caballos don Enri- popular de Potosí en alguna antigua época. ¿Cuándo y por
quién fueron escritos? Otro rasgo característico de estos re-
que y el veinticuatro se fueron a sus casas, donde
latos son los injertos de realidad que aparecen casi siempre
avisando a los de su nación se les juntaron 80 bajo la forma de corregidores, alcaldes ordinarios, fechas o
lugares precisos de consistencia real en medio de la trama
hombres que les asistieron de guarda los 30 días novelesca. ¿Es Arzáns el responsable de estos injertos realis-
que tuvieron de cama por sus heridas, y con esta tas? Por todo ello la Historia en esta primera parte repre-
senta un desafío a los estudiosos, no solamente a los histo-
diligencia aseguraron el que entrasen los vascon- riadores sino a los investigadores de la literatura colonial
gados a quitarles la vida en venganza de la muer- hispanoamericana. [M]
5. El conde de Monterrey no entró
en Lima en el curso del
te de Isunza, que así lo habían intentado. año 1605 sino que desde 1604. XI. 28 estaba ya en esa ciudad
A este suceso se siguió otro bien lastimoso, que (Mendiburu, Diccionario biográfico, VIII, 383)' [M]

Capítulo Vil

CÓMO IRRITADA LA DIVINA JUSTICIA CON LOS PECADOS DE POTOSÍ

FUERON CASTIGADOS CON UNA RIGUROSA SECA, Y LA GRAN


PENALIDAD QUE PADECIERON SUS MORADORES

erán grandes los pecados de la Villa Im- hombre tienen reparo estas pérdidas y estas caí-
das que en el ángel no le tuvieron, que éste
de
perial de Potosí, mayor en sumo grado

S era la misericordia de
sufría. Rómpese con
Dios pues tanto
las culpas
derrámase el precioso licor de la gracia: al ava-
el
los
vaso y
una vez rompió el vínculo de la caridad para no
poderse unir. La falta de la gracia en el hombre
tiene reparo con ella misma.
El mayor pecado (de entre muchos de que
ro por los resquicios de sus codicias, al deshones-
to por las roturas de sus liviandades. Pero en el estaban enviciados los moradores de esta Villa

262
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 7 Año 1606
en aquellos tiempos) era el del homicidio, la
y ahora nada alcanzan ni merecen consuelos ni
venganza cruel del enemigo y no hartarse de ver alivios ?
derramada tanta sangre humana. No admitía nin- Muy malas Pascuas tuvieron y peores entra-
guno ni aprobaba la ilustre y heroica hazaña de das de año nuevo, porque llegado el de 1606,
saber perdonar el enemigo (todos se llevaban cuando por el mes de enero suelen estar con más
de la razón de estado del mundo, que la bautiza de mitad de agua sus lagunas, sus pilas abun-
la
con nombre de pusilanimidad)
y huir de la oca- campos verdes y toda la tierra con sa-
dantes, sus
sión que pide valentía esfuerzo. Con esta falta lutífera humedad, todo fue al contrario, porque
y
de caridad llegaron, pues, a irritar la divina jus- la ira de Dios hacía ese amago de su justicia para
ticia, de modo que la obligó a castigarlos con
que se arrepintiesen de sus culpas. No cayó en
quitarles totalmente el agua (gran sustento de los meses de enero, febrero
y marzo ni una sola
la vida) y de tal manera fue que nunca tal se gota de agua. Mantenimientos entraban pocos
y
vio en Potosí semejante calamidad. Pero ni éste muy caros a la [140] Villa, el sustento de agua
y
que en varias ocasiones expe-
ni otros castigos les faltó totalmente. Procuraron todos los medios
rimentó fueron equivalentes a lo que merecían posibles para no perecer,
y no se halló otro más
sus abominables delitos,
y todos eran solamente que solamente el desamparar la Villa. Aun para
azotes de benignísimo padre, aunque tal vez es esto no hallaron salida, porque la suma riqueza
en la apariencia horrible a los hombres lo que que poseían en sus ingenios, casas
y almacenes,
esde su mayor utilidad; pero siempre la voz de les servían de poderosas amarras para no poderse
Dios resuelve la mayor dureza del corazón hu- mover. Los pecados son vientos en el mar del
mano, sin que lo estorbe su resistencia, salvo mundo, que causan formidables borrascas por
si de su libre albedrío quiere por fuerza su per- y
cualquier lado las levantan cuando parece estar
dición, que entonces también los deja Dios.
más seguros. No hay prosperidad que de ella
Llegó, pues, el tiempo señalado por el Creador misma no se tema y espere alguna adversidad.
para que las lluvias fructifiquen la tierra, que Los criados, los esclavos, los indios la gente
y
en este dilatado reino del Perú son ordinaria- de menos suerte andaban cuatro, seis o io leguas
mente sus principios por el mes de octubre, aun- en busca de agua por los campos quebradas. Y
y
que en algunos valles comienzan por el de sep- como las más veces sucede que como si no bas-
tiembre y en otros por el de agosto (que es tara ser castigados de la justísima mano de Dios,
variación admirable en poca distancia de unos a también los hombres se la toman
y saben ator-
otros), y duran hasta el de marzo
y abril del mentarse los unos a los otros faltando a la razón
año siguiente. Y llegando el dicho tiempo seña-
y caridad, así, pues, lo ejecutaron en esta oca-
lado para esta Villa
y sus contornos (que fue el sión, que hubo día que por un jarro de agua dio
mes de octubre del año antecedente) no se vio una mujer seis pesos porque ya moría de sed, el
señal en el cielo de nubes que pudiesen comen- y
tirano portugués que se lo vendió no quería darlo
zar con sus rocíos. Siguióse el de noviembre
y menos de ocho pesos, hasta que a puros ruegos
diciembre, y fueron de la misma manera. Afli- y
lágrimas, diciéndole que no tenía más hubo de
giéronse mucho los moradores, porque bien en- vendérselo tan caro. Rico hubo que teniendo seis
tendían que aunque a los principios del año si-
negros esclavos a todos les obligó a que trajesen
guiente comenzasen a caer las aguas no habría
otros tantos jumentos cargados de agua de tres
tiempo para que se llenasen sus lagunas, que ésta leguas distante, y trayendo a dos botijas cada
es pensión ordinaria en Potosí tanto por
el sus- uno, las vendía a 10 pesos, de modo que en cinco
tento precisocomo porque se mantenga la Ribera. meses que le duró la mercancía de agua vendió
Ya no molía de noche y ya en las pilas no
ésta más de 18,000 pesos de ella, para que se vea si
corría el agua más de solas io horas. 1
falta la codicia
y terrible avaricia del hombre,
Solemnizaron la fiesta de la Purísima Concep- aun cuando pudiera temer a Dios pues tenía a la
ción de Nuestra Señora como es costumbre en
vista el castigo por sus pecados.
esta Villa,
y la dedicaron su novenario para que La mayor conveniencia que hacía a los vecinos
intercediese con su hijo
y les socorriese en aque- de mediano caudal, era darles una arroba por
lla aflicción. ¡No lo merecían
sus pecados, ay, cinco o seis pesos. Y llegando don Juan Pasquier 2
Dios qué lástima! La caridad se derrama, la gra- (autor moderno) a escribir esta calamidad dice
cia se vierte del
alma por las roturas que rompe la que habiéndosele hecho increíble lo que cuentan
culpa mortal. ¿Cuántas veces se han experimen- en este particular el capitán Pedro Méndez
tado en esta Villa faltas de lluvias, y
y con sólo don Antonio de Acosta de la crueldad con que
valerse del amparo de María santísima han al- vendían el agua a los pobres, para quedar satis-
canzado consuelo sus penas
y alivio sus fatigas, fecho de tan infalible verdad
y salir de la duda
i- La Historia patees anticipar aquí la gran sequía del halló acaso en el oficio del cabildo, buscando
año
ta audiencia de La Plata informaba en 1609.1.8 ciertos registros, unos escritos, los cuales conte-
(Mendoza, "Documentos de minas” No. 281, f.
1) que la nían un pleito de demanda de más de 15,000
taita de agua hacía disminuir
grandemente los reales quintos
en Potosí, su presidente, Alonso
Maldonado de Torres, de- pesos puesta a Luis Morejón de Lobera
cía por su parte a la audiencia
de La Plata que "la escasez y a sus
de agua para los ingenios es absoluta”
(ibid., No. 282 f
1). [H] 2. Pasquier, libro III, capítulo 6. [A]

263
Año 1606 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

hijos, en que demandante decía ser procedi-


el luego volver por el agua tres leguas de donde
la traían. Los descomedidos hombres les dijeron
dos de 1,500 botijas de agua, que durante el
tiempo de su falta (trayendola de más de cuatro que las mujeres tenían obligación de servir a los
leguas de distancia) se las había dado a precio hombres, y por tanto querían llevarse aquellos
cántaros, y que ellas fuesen a traer otros y en-
de xo pesos cada una, y traía por bastante razón
tonces se contentarían con la mitad.
a su parecer la de haberles socorrido en tiempo
Tomados aquellos cántaros se volvían al pue-
de tanta necesidad. Y por la misma defendía su
con muchos ruegos las muje-
parte Luis Morejón, pues decía que el deman- blo, siguiéndoles
res pidiéndoles lo que con tanta fatiga habían
dante, falto de toda caridad, les había vendido
tiránicamente la misma necesidad. Finalmente traído, cuando don Basilio Sánchez Monroy,

el mismo historiador pone la sentencia que dio


el azoguero en esta Ribera y muy noble extremeño,
juez, en la cual obliga al dicho Luis Morejón a salía de los arrabales de la Vida para el paraje

que pague sólo 3,000 pesos que es a razón de de la Cantería, y viéndolo cerca las mujeres le
significaron su pena y la temeridad ruin de aque-
dos pesos cada botija.
Fue tan horrible esta seca que por el mes de lloshombres. Indignóse don Basilio contra ellos
reprendió su atrevimiento. Los manchegos,
abril de este año hasta las aguas de los pozos y
salobres se secaron, sin que más se pudiese tener [no] acostumbrados a semejantes desatenciones,

en esta Villa ninguna bestia para las cosas aun le dijeron que si alguna de aquellas mujercillas
más necesarias, porque sin duda todas perecie- de cántaro era su dama, le obligarían a que tam-
bién les sirviese de aguador como ellas lo habían
ran como habían perecido ya otras muchas. Era
una grande lástima (dice el capitán Pedro Mén- hecho. No hay áspid pisado por descuido de la-

dez) ver ir multitud de hombres, mujeres y niños brador que tan presto se vuelva contra él en ven-
al paraje que hoy llaman Samasa (tres leguas
ganza de su daño, como el agraviado caballero
de esta Villa) unos, otros a las Cebadillas, ca- ciego de cólera volvió sobre aquellos descome-

mino de Porco, y otros al valle de Tarapaya, a didos hombres, y con la espada en la mano los
pie, con cántaros pequeños en busca de agua.
acometió a entrambos, quedando el uno atrave-
Muchos desampararon sus casas y se fueron a sado en un momento de parte a parte el pecho.
vivir cerca de estas aguadas. ¡Oh, válgame Dios, El compañero que vio tan de improviso ejecutado
moradores de esta Villa ha- el mal suceso, mirando por sí y sacando breví-
que pudieran los
simamente espada embistió contra don Ba-
la
berse librado de esta calamidad con evitar las
silio, el cual estaba pugnando por sacar la suya
culpas, y no que por ellas perecían juntamente
con los inocentes! ¿Es posible que teniendo en que fuertemente se había clavado en el pecho
Dios el hombre un mayordomo cuidadoso y di-
de aquel hombre caído, y como viese sobre sí al
otro, dejó la espada y apartando la punta del
ligente, con cuya asistencia se podía prometer
felicidades en la casa de su alma y en las contrario con solos los brazos (porque tiraba
muchas
conveniencias temporales, le desestima, siendo a herirle por los pechos) con mucha ligereza se

el hombre el que le menosprecia y el menospre- abalanzó del manchego echándole fuertemente


los brazos al pescuezo, y dándole un traspié dio
ciado Dios? Hacíanse muchas rogativas y proce-
siones pidiendo a Dios el agua, de que ya sin con él en el suelo, donde quitándole su propia
ella era acabar vida en Potosí, que (como
con la espada con ella le quitó la vida.
era castigo por sus pecados) aun la fuente que
Las doncellas juntamente con su madre, vien-
llaman de Flamencos en el Cerro rico, y otros do muertos aquellos dos hombres por su causa,
parece Y se pusieron de rodillas ante aquel caballero (que
veneros permanentes, todos se secaron.
mostraba muy duro porque la tan de veras había tomado la satisfacción por
que el cielo se
ellas) y le suplicaron, no sin lágrimas, las de-
dureza de sus corazones no se ablandaban como
fendiese en adelante porque temían les vendría
debieran aun teniendo el castigo sobre ellos, pues
(como dicen Méndez y Acosta) no dejaban los algún notable daño. Prometióselo así don Basi-
lio, y (atendiendo a que ninguna persona los
miserables moradores de llevar adelante sus acos-
tumbradas pendencias y encuentros, porque los había visto) les dijo se volviesen ellas al pueblo
malintencionados salían al campo y caminos a por distinta parte de donde estaban, y que él
quitar los mantenimientos y el agua a los que con toda disimulación se encaminaría hacia la
Cantería, como que iba a encontrarse con los in-
la traían, más por ocasionar disgustos que por
extrema necesidad que de ello tuviesen, pues la dios de su ingenio que le traían el agua para su
casa. Todo sucedió como quisieron, pues siendo
podían comprar como los otros.
las 5 de cuando esto pasó, hasta el si-
la tarde
Estando abajo de la Cantería una mujer con
guiente día no se vieron los cuerpos, que pasando
dos hijas suyas que venían de traer dos cantáridos
por allí unos indios los hallaron medios comidos
de agua y un poco de maíz que habían comprado
en el camino, salieron de la Villa dos perversos de los perros. Y aunque el
corregidor hizo gran-

manchegos y llegando a ellas les [140*] toma- des diligencias por saber quién los había muerto,

ron los cantáridos por fuerza. Las mujeres les no lo consiguió.


ofrecían el uno, rogándoles que les dejasen el Otras muchas calamidades se experimentaron
otro para poder descansar el día siguiente, y
durante esta falta de agua, así de varias penden-
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 8 Año 1601
das que tuvieron unos con otros por quitarse los el nombre de San Felipe de Austria ( ibid No. 252),., y en
cántaros que de ella traían, como de muchos 1607. IV. 19 el licenciado Alonso Maldonado de Torres, pre-
sidente de la audiencia, sugería al tribunal que era convenien-
abortos de mujeres y ansias mortales que se pa- te asignar a las nuevas minas una razonable cantidad
de in-
dios (ibid., No. 255). En 1607. XII. 6 la audiencia informaba
decía careciendo de aquel sustento. Finalmente,
al rey que en seis meses, los ingresos de real hacienda
por
con tan terrible fatiga llegaron al mes de agosto concepto de derechos, venta de oficios
y arriendos de minas
de este año, en que el día mismo de la Asun- sumaban 215,000 pesos, y que la villa contaba con cerca de
2,000, españoles, sin que en nada se hubiese damnificado a
ción de Nuestra Señora (que en esta Imperial Potosí ( ibid ., No. 261); en 1607. XII. 10 agregaba que en
Villa es fiesta muy solemne dichos seis meses los quintos reales
y uno y medio por 100
y conocida con la montaban ya 106,786 pesos ensayados (ibid., No. 262). Co-
advocación de Nuestra Señora de Misericordia) mo el virrey no mostrase mucho entusiasmo y antes bien
comenzó el divino Señor a tenerla con aquellos recelase que las nuevas minas podían perjudicar a Potosí, en
carta de 1608. 1. 22 la audiencia le decía resueltamente que de
miserables moradores enviándoles una nieve con las averiguaciones judiciales hechas "se colige claro que
en
tanta abundancia que durando tres días bastó muchos años no llegó Potosí a la grandeza que este asiento
ha llegado en menos de uno, y que promete le ha de exceder
para recoger copia de agua sus lagunas. Luego mucho en riqueza (ibid., No. 265). Como desde Potosí qui-
se siguió el mes de septiembre siesen soplar malos vientos contra esta fundación, en carta
y comenzaron las de 1608. II. 15 (ibid., No. 278) la audiencia decía: "Podráse
aguas con general consuelo, no sólo de Potosí que informen a vuestra majestad que esta fundación
y pobla-
mas también de todo el Perú por lo que todos in- ción de Oruro ha hecho daño a Potosí,
y estamos ciertos que
con verdadera relación no se puede esto decir, porque de los
teresaban de esta Villa. 3 indios que tiene de mita Potosí no se le ha quitado uno ni
ninguno para Oruro, antes con esto se ha conseguido lo que
vuestra majestad tiene mandado y de nuevo nos manda por
3. Nada dice Arzáns sobre el descubrimiento de las minas su cédula de 4 de mayo de 1607, que demos orden como se
de Oraro en este año y la fundación posterior de una villa, eche de Potosí la gente suelta. Esta toda ha acudido a Oruro
hecho que afectó en alguna manera a Potosí. En carta de La por la fama de su riqueza, y muchos que en Potosí estaban
Plata, 1606.IV.1 (Mendoza, "Documentos de minas", No.), perdidos y no tenían en qué ganar de comer, están remediados
la audiencia de La Plata anunciaba al rey que en
compensa- en Oruro y confírmase esto con que los quintos de Potosí no
ción del decrecimiento de las minas de Potosí se habían des- han venido en disminución en este tiempo, antes en aumen-
cubierto en Oruro, a 60 leguas al norte, otras que prometían to en cantidad de más de 50,000 pesos por haber ido mucha
riqueza. Antes de un año se había fundado allí una villa, con plata a quintarse de Oruro a Potosí”. [M]

Capítulo VIII

EN QUE SE CUENTA LA MUERTE DEL GENERAL DON PEDRO


DE LODEÑA, Y CÓMO VINO A SUCEDERLE EL GENERAL
DON PEDRO DE CÓRDOVA MESÍA

STANDO el general don Pedro de Lodeña herederos de su nobleza y riqueza lo trocó con el

E gozando de muchas riquezas y estimacio-


nes en esta Villa Imperial de Potosí, en el
mes de enero del año 1607 le llegó la mer-
ced, tanto por él deseada, cual fue la de un há-
bito, digno por cierto de su persona; pero no
de Calatrava cuya merced le vino en los princi-
pios de este año que vamos refiriendo. Juan So-
brino y don Juan Pasquier niegan el que primero
fuese caballero del hábito de San Juan,
que sólo tuvo
dicen y
la merced del de Calatrava y ésta
tuvo tiempo de gozarlo porque lo arrebató un muy pocos días. 1

terrible accidente en que brevísimamente le qui- Recibida, pues, aquella merced con grandes
tó la vida
y le sirvió de mortaja lo que tanto fiestas que todos le hicieron, pasados 20 días,
había deseado para vivir estimado, que el amor yendo a divertirse a la laguna de Caricari, como
mundano es un fuego escondido y una agradable de ordinario corre allí un viento furioso
y muy
llama, es un sabroso veneno
y una muy dulce re- frío por ser aquellos cerros todos de rica plata,
tama, es un alegre tormento
y una gustosa infa- lo destempló de modo que vino a su casa
y se
mia, finalmente es una penetrante herida muer- acostó; sobrevínole luego calentura
y y sobre esto
te que presto acaba. En el punto que uno ama un tabardillo que en 10 días le quitó la vida.
las
cosas terrenas, es cierto que luego empieza a te- Murió este caballero a mediados del mes de
rrier. En el amor mundano
no hay razón, orden febrero, con algunas señales de dolor por dejar
ni firmeza. esta vida, que aunque es natural el apetito de vi-
No he podido averiguar si el hábito que le vir en todos los mortales es mucho más amarga
vino fue del orden
[141J de San Juan o de Cala- y dolorosa la muerte en los que en esta miserable
trava, porque unos dicen fue el uno vida gozan de toda abundancia,
y otros el el estado más y
otro. Verdad es que Acosta y Méndez quieren eminente tiene mayor riesgo cuando Dios hace
decir que el año de 1605 le vino la merced del
de San Juan, que con intención de casarse tener 1. El tema no parece que fuese muy a propósito para una obra
y poética como era la de Sobrino. [M]
4

Año 1607 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

visitao llama a los poderosos del mundo: mal mes de septiembre de este año, y es 9
en nú- n
segura es la potestad cuando excede de los lí- mero de los corregidores propietarios de Po-
mites de la razón, [y] tiene su ruina en su mayor tosí.

aplauso. Tuvo [don Pedro] adquiridos 120,000 Luego que se recibió en cabildo (que fue el
pesos en sólo moneda, y aunque parece mucho, mismo día que llegó), presentó una real cédula
es poco en comparación de lo que han tenido de parte del excelentísimo señor marqués de
otros corregidores de esta Imperial Villa con me- Montesclaros a quien el rey nuestro señor don
nores servicios hechos a su majestad y menos Felipe III había dado orden de que en esta Villa
2
días. Pero semejantes caudales, por estar tiráni- recogiese la cantidad que (pedida en su real nom-
camente adquiridos no se lograrán ni llegarán bre) le había de servir con ella como hasta allí

a la cuarta generación, porque las cosas que apre- lo habían hecho todos sus moradores. El nuevo

suradamente crecen con la misma presteza se corregidor, con muy comedidas palabras signi-
deshacen y son como el humo y como los hermo- ficó primero la necesidad que su majestad tenía

sos vapores nacidos de los muladares y cienos, que de que se le hiciese aquel servicio, y luego supli-
en el aire se consumen; sólo duran aquellas que có a la Villa (representada en aquel ilustre ca-
con tiento y temor a Dios se adquieren. En- bildo) de su parte pusiese en ejecución lo pro-
terraron su cuerpo en la iglesia de la Compañía puesto, desempeñándose con la mayor liberalidad
de Jesús con grande acompañamiento de la ma- que pudiese. Luego se levantó el decano de su
yor parte de la Villa y general sentimiento de asiento, y en nombre de todo aquel ilustre ayun-
ella, porque se había hecho afable con todos. tamiento prometió que dentro de tres días con-
Fue hombre grave y muy modesto, caritativo, tribuirían juntos 50,000 pesos de a ocho reales.

sabio, casto y de honestas costumbres; en propor- Agradeciólo el nuevo corregidor, y saliendo todos
ciones era bien dispuesto, hermoso, rojo, aunque a la plaza brevemente se hizo público en toda la

de mirar grave. Villa el donativo que se pedía, con que en menos


Muerto el general don Pedro de Lodeña quedó de 20 días (con los 50,000 que dieron los veinti-
por mayor de
justicia esta Villa, nombrado por cuatros) se juntaron 600,000 pesos con mucha
su ilustre cabildo,don Alejandro de Cárcamo, el alegría del general, que luego remitió al virrey
aviso de todo, y escribió a esta Villa su excelencia
cual con mucha paz y gusto de todos gobernó
3
esta Villa algunos meses. Luego llegó la noticia los agradecimientos en nombre de su majestad.

de cómo estaba ya recibido en la ciudad de Los Don Antonio de Acosta dice que este donativo
Reyes el excelentísimo señor don Juan de Men- fue de un millón, pero don Juan Pasquier lo tie-
doza y Luna, marqués de Montesclaros y que fue ne por ponderación y afirma que fue medio
el n
9
virrey del Perú, y en su compañía vino el millón; aunque lo cierto es (según varios instru-
general don Pedro de Córdova Mesía, caballero mentos que he visto) los 600,000 pesos dichos.
de la orden de Calatrava, por corregidor de esta 4.
En el espacio de aquellos 20 días que se juntó
Imperial Villa de Potosí. El cual, con la noticia esta cantidad, quisieron los vecinos solemnizar

del fallecimiento del general Lodeña, hizo su con varias fiestas de regocijo la venida de su
viaje para esta dicha Villa y llegó a ella en el nuevo corregidor. El cual con el gusto de haber
despachado aquel negocio con tanta magnanimi-
2. Esta cláusula es fundamentalmente errónea. Don Pedro de
dad, quiso admitirlas, porque habíalas repugnado
Lodeña murió en 1607.VIII.15 ("Acuerdos de Potosí’, t. considerando los gastos sobre la cantidad de di-
XII, f. 51). Además, no parece justa la Historia en esta atri-
bución de 120,000 pesos en sólo moneda a Lodeña: "En
cho donativo. En estas fiestas quisieron señalarse
este cabildo se trató de cómo el señor don Pedro de Lodeña, los caballeros mozos, naturales de esta Villa, par-
corregidor y justicia mayor de esta Villa y provincia, está a
ticularmente en unas justas y juego de cañas.
punto de muerte y desahuciado de los médicos y que según
se entiende morirá de aquí a la media noche; eí cual, como [141' J Yaunque es verdad (como quieren el
es notorio, ha vivido como fiel vasallo y criado de su ma-
capitán Pedro Méndez y don Antonio de Acosta)
jestad, con gran limpieza y puntualidad a satisfacción de esta
república, y mediante su limpieza muere tan pobre y necesi- que por ser las primeras que hizo la noble ju-
tado que no tiene con que enterrarse, antes deja muchas deu-
das, y ha pedido al prior y convento de Santo Domingo de
ventud no se vieron en ellas la destreza y gallar-
esta Villa le entierre de limosna y a algunos capitulares día que se experimentan en otras más cursadas,
de este cabildo acudan con lo que pudieren a su entierro por
la extrema necesidad que tiene. Y tratado y conferido sobre pero con todo esto no faltan escritores (como
ello y atento a las causas susoreferidas y que son notorias a don Juan Pasquier y Bartolomé de Dueñas) que
este cabildo y república, unánimes y conformes dijeron que es-
digan que más fue mal afecto de las otras nacio-
te cabildo acuda a su entierro como a corregidor y cabeza
de él, y de los propios de esta Villa se gáste la cera necesa- nes (y particularmente de los vascongados) que
ria en su entierro y octavario", etc., Potosí, 1607.VIII.15
defectos que hubiese que notar en los criollos.
(Ibid. )
El parecer de la audiencia de La Plata de 1605. III. 20 re- Mas éstos tomaron tan de veras (viéndose no-
sume la opinión del tribunal sobre Lodeña (Mendoza, Do-
cumentos de minas", No. 240). [M]
tados) su desempeño, que (como veremos en el

3. Muerto Lodeña, el gobierno potosino quedó en manos


del
licenciado Juan de Ibarra, que era a la sazón teniente de El marqués de Montesclaros se recibió en Lima en 1607.
corregidor de Lodeña y que de inmediato fue designado jus- XII. 21 (Mendiburu, Diccionario biográfico, V, 277). Nin-
ticia mayor por el presidente de la audiencia de Charcas Alon- guna cédula real trajo para don Pedro de Córdova y Mesía,
ni éste tuvo que hacer nada con el gobierno potosino en
este
so Maldonado de Torres que a la sazón asistía en Potosí
cumpliendo comisiones oficiales ("Lista de gobernadores de tiempo: fue corregidor, nombrado por el virrey, en 1600-1602
Potosí"). Pudiera ser que don Alejandro de Cárcamo sea el y no volvió más al gobierno de Potosí. En septiembre de
nombre ad-hoc de la Historia para Ibarra. pero ese nombre 1607 estaba ejerciendo el gobierno el licenciado ibarra ("Lis-
no está registrado en los documentos coetáneos. [M] ta de gobernadores de Potosí"). [M]

266
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 9 Año 1608
siguiente año) hicieron unas riquísimas
y admi- corregidor a toda la Villa por el afecto que le
rables fiestas cuales hasta allí no se vieron seme- mostraban, procuró con todas sus fuerzas el que
jantes en Potosí. gozasen de una firme y verdadera paz, mandan-
Pero volviendo a las que todas las naciones do con suavidad y prudencia restituir lo usurpado
hicieron este año por la venida del general don por algunos (sobre que había crueles bandos
Pedro de Córdova Mesía, digo que duraron 12 pidiendo cada uno lo que era suyo),
y también
días en los cuales se corrieron toros, jugaron haciendo las amistades entre los vascongados
y
cañas, hubo justas, torneos, máscaras, comedias peruanos y asimismo entre las demás naciones,
y otros festines que a todos dieron mucho gusto, aunque todo duró muy poco tiempo, como se
tanto por lo lucido y rico de estas fiestas
y costo- verá adelante. Pero no faltó por diligencia
y
sascompetencias de las naciones, cuanto porque cuidado suyo, obrando en todo cristianamente,
acabaron con mucha paz, sin que se
se hicieron y que decretos de los jueces que disuenan de la
experimentasen pesadumbres ni derramamiento razón o atropellan la justicia, no se deben tener
de sangre como en otras. Agradecido el nuevo por suyos sino sacados con extorsión.

Capítulo IX

EN QUE SE REFIERE LA GRANDEZA Y RIQUEZA DE UNAS FAMOSAS


FIESTAS QUE HICIERON EN ESTA IMPERIAL VILLA
SUS NOBLES CRIOLLOS

IDEN alguna variedad, pues


las historias en verso*) defienden sienten lo contrario, pues
y

P no sólo para divertimiento y


se escriben
gusto de los humanos mas también para
tener alguna muestra de enseñanza,

1608 celebró la nobleza,


y así
escribiré las famosas fiestas que en este año de
dicen lo que arriba queda dicho, de que fue mal
afecto de las contrarias naciones que defectos que
hubiesen tenido en aquellos regocijos.
(como dicen estos
si fue

mismos autores) una murmu-


Y
y juventud criolla ración liviana, con todo eso no parece bien entre
de esta Imperial Villa de Potosí, motivándolas la nobleza, pues de cualquier modo que sea la
solamente pundonor y vanidad, en que no fal-
el murmuración (liviana o pesada) al cabo es una
ta que reprender, porque la vana ostentación
de plática nacida de envidia o malquerencia, que
los hombres enfada mucho a Dios, aunque sean procura deslustrar y oscurecer la fama, vida
y
señores y reyes. Quienes más larga
y gustosa- virtud ajena, y toda murmuración es un mortal
mente cuentan la grandeza de estas fiestas son el veneno de la amistad; además que el murmurar
capitán Pedro Méndez, don Antonio de Acosta es oficio de mujeres
y no de varones.
y el poeta Juan Sobrino, a quienes seguiré excu- Pero sea lo que fue, estos caballeros criollos
sando alguna prolijidad. comotan pundonorosos
(y más en aquellos tiem-
Dicen, pues, ios dichos autores 1 que habiendo pos conla abundancia de riquezas) sintieron de
celebrado el año pasado todas las naciones que modo el verse notados que procuraron poner
en Potosí se hallaron con varios regocijos la ve- todo su valor y fuerzas en su desempeño
y que
nida del general don Pedro de Córdova Mesía, todos viesen que de nada carecían. Con esta de-
entre éstas la nobleza
y juventud criolla quiso terminación, aunada toda la nobleza criolla de
demostrar sus riquezas en unas justas
y juego esta Imperial Villa, publicaron en toda ella cómo
de cañas. Pero como la nación criolla en aquellos para la celebración del día de Corpus de este
tiempos estaba mal mirada de las otras de Espa- año de 1608 querían hacer unas solemnísimas
ña (y particularmente de la vascongada) quisie- fiestas, para las cuales convidaban a todos los
ron éstas desacreditar con sus lenguas a los nobles que quisiesen verlas, y a los caballeros que en
criollos, notándolos de poca destreza en la ga- ellas [142] habían de correr sortija, jugar cañas
llardía
y mando de los caballos y que no sabían y justar, Ies daban y señalaban tiempo de ocho
de invenciones curiosas. Y
aunque los sobredi-
2. Esta noticia sobre "otro escritor, cuyo
chos escritores aprueban esta nota, don nombre se ignora,
Juan que también escribió en verso” sobre Potosí, acrecienta e¡
Pasquier y Bartolomé de Dueñas (con otro escri- interés y complica el cuadro de las fuentes de la
Historia.
¿Escribió este autor sobre el suceso particular de estas fiestas,
tor, cuyo nombre se ignora, que también escribió
o sobre la historia de Potosí en general? ¿Fue anterior o
posterior a Méndez y compañía? La Historia no lo menciona
1. Méndez, tercera parte,
capítulos 8-9; Acosta, libro IV, más, pero bien pudiera deberse a que para entonces sólo se
capitulo 23; Sobrino, segunda parte, canto
II. [A] conservaban fragmentos de su obra. [M]

267
Ario 1608 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

meses para que se previniesen de todo lo nece- Francisco Nicolás porque habiendo nacido el mis-
sario. mo día del seráfico patriarca veníale su propio
Llegó, pues, tiempo determinado, y habien-
el nombre, y el de Nicolás porque (como queda
do enviado a suplicar al presidente de la real dicho en capítulo 14 del libro
el V
de esta His-
audiencia de La Plata el que se hallase a tales toria ) después que por intercesión de San Nico-
fiestas, quiso honrarlas con su venida trayéndose lás de Tolentino se comenzaron a lograr los
consigo la mayor parte de la nobleza de aquella niños que nacían en Potosí sin que ya el duro
ciudad. A las demás villas y lugares de los con- temple y riguroso frío los matase, a todos los
tornos no fue necesario suplicarles por su venida, que en adelante nacían se les ponía el nombre
pues ya la fama de la prevención de tales fiestas de Nicolás, como reconociendo al glorioso san-
los tenía convocados, y todos juntos se hallaron to el singular favor que les había hecho y enco-

en los principios del mes de junio. Y


después de mendándole de nuevo a su patrocinio el niño
haberse celebrado la fiesta del día de Corpus a lo que nacía.

divino con el mayor culto, veneración y grandeza Era en esta ocasión don Francisco Nicolás de
que hasta allí se había visto en Potosí, dieron sólo 18 años de edad, habiendo dos antes que
principio a los regocijos humanos con seis días era caballero cruzado del orden de Calatrava,
de bien representadas comedias cuyo teatro se merced que el rey hizo primeramente a su padre
hizo en el cementerio de la iglesia mayor. Luego don Fernando por sus buenos servicios, y él (por
se corrieron toros por espacio de otros seis días, estar bien cargado de años) suplicó a su majes-
hubo otros cuatro de torneos, justas, saraos y otros tad pasase la dicha merced a su hijo, y así se lo
festines de mucho gusto y bizarría. Asimismo otorgó. Este mancebo caballero fue el mantene-
los gallardos criollos hicieron seis máscaras, las dor del juego de sortija, y capitán de una cuadri-
dos de día y las cuatro que lucieron de noche, lla para el de cañas.
con tantos gastos, riqueza y vistosas invenciones, Venido, pues, el día señalado, estando toda
tantas galas, joyas, preciosas perlas y piedras de la plaza rodeada de tablados y andamios que se

sumo valor, que dieron mucho que mirar y mucho habían hecho para ver los toros que se corrieron
más que notar a los forasteros, que con nueva antecedentemente, domingo a fines de junio, a
codicia encendió los deseos que en algunos había la 1 del día estaban ya todos los caballeros y da-

de las riquezas de Potosí, procurando después mas, matronas y doncellas en los balcones y ta-
con sus inquietudes alborotar la Villa por gozar- blados. Después de haberse jugado 12 toros, a
las mediante el robo y la violencia. Y aunque la esquina del Reloj
las 4 de la tarde por se

el capitán Pedro Méndez con otros autores refie- oyó un gran ruido de pólvora y tiros, y luego
ren por menudo todas las circunstancias de estas vieron entrar al nobilísimo don Francisco Ni-
famosas fiestas, he querido yo omitirlas por pa- colás con toda su cuadrilla, que se componía de
recerme puede servir de molestia a los lectores, 40 mancebos naturales de esta Villa.
con alguna prolijidad lo que toca Venía el gallardo don Francisco capitaneándo-
y sólo referiré
al juego de cañas y sortija. los en un poderoso caballo chileno, castaño claro,

En muchas partes de esta Historia tengo hecha armado de finas armas y sobre ellas un preciosí-
mención de don Fernando Arzáns Dapífer y To- simo vestido bordado en damasco azul, sembrado
ledo, azoguero rico en esta Imperial Villa, y de de muchos diamantes, esmeraldas y rubíes. Cu-
su mucha nobleza, añadiendo ahora para mayor bría su cabeza un finísimo casco, y en él estaban
excelencia de este capítulo el declarar cómo este muchas plumas verdes, azules y encarnadas, que
caballero era primo segundo del excelentísimo salían de unos troncos de filigrana de oro. En
señor don Fernando de Toledo, gran duque de la mano diestra una lanza dorada y en la sinies-
r
Alba: y habiendo casado en esta Imperial Villa [i42 ]tra un escudo donde estaban pintadas sus
con la ilustre señora doña Elvira de Espíndola, armas y sembradas en ellas piedras preciosas.
ledieron de dote dos cabezas de ingenio con sus Estaba también un lucero de diamantes, con los
poderosas minas, por lo cual tuvo de caudal el rayos que llegaban a las dichas armas, y abajo
noble don Fernando más de 4,000,000 en sólo decía "Desde el Alba vine aquí”, dando a enten-
moneda, sin que tanta prosperidad lo ensoberbe- der que descendía de la gran casa del Alba. En
ciese ni con ella hiciese obras contrarias a su no- el lado izquierdo del pecho traía el hábito de

bleza, ni a su buena conciencia, que no tiene Calatrava, todo formado de muy vivos rubíes.
embarazo la salvación del alma si la voluntad La silla era de filigrana de oro y lo mismo los
humana se rinde como debe a Dios. Y los fines estribos; los penachos del caballo de plumas

de este caballero correspondienron a sus buenos verdes, encarnadas y azules; las crines y colas
principios, con la perseverancia en el obrar bien. cubiertas de lazos de perlas y muy vistosas cintas.
Con la abundancia de riquezas que gozó, sir- Así venía este joven caballero, y no menos
vió mucho a los reyes don Felipe II y III y fue galanes sus 40 mancebos, todos con unos coletos
diputado del gremio de azogueros por espacio de rico ante bordados de oro y aljófar, sombre-
de 27 años. Tuvo muchos hijos este ilustre ca- ros ricos con cintillos y diamantes, las plumas

ballero, aunque sólo uno le vivió que fue don encarnadas y azules, y sus escudos y lanzas, los
jaeces bordados de oro y perlas, las crines y colas
Francisco Nicolás Arzáns y Toledo, y llamábase

268
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 9 Año 1608
de con cintas verdes y azules, y todos
los caballos das que en dicha carroza estaban hechas de fina
muy gallardos seguían a su capitán. El cual dio plata, venían ricas
y preciosísimas joyas de oro
vuelta por la plaza haciendo sus acatamientos al piedras de mucho valor. Caminó la carroza,
y y
presidente y corregidor. Luego comenzaron a sin parar llegó hasta los espaciosos portales del
hacer un diestro caracol, con muchas vueltas y cabildo que (como tengo dicho en otra parte)
revueltas muy gallardas, y (acabado) se pusie- eran tales y podían caber en ellos (a lo menos)
ron en forma de media luna hacia la esquina lu- 500 hombres: tan grande fue la plaza del Re-
sitana. gocijo en aquellos tiempos que en sólo un canto
Luego por la calle de los Mercaderes entró pequeño de ella había tan gran espacio, ahora
y
don Nicolás Esteban de Luna, natural de esta tiene la mitad menos porque (como ya queda
Imperial Villa e hijo de don Pedro de Luna, dicho) una cuadra entera de casas se formó des-
natural de la de Madrid, azoguero rico en este pués en ella, como hoy se ve. Luego, pues, que
Potosí. Venía el gallardo mancebo en un caballo llegó la carroza a los dichos portales, los hom-
negro, y el caballero armado
y sobre las armas bres que con ella venían armaron una rica tienda
un vestido de brocado encarnado, guarnecido en la cual pusieron un aparador de fina plata,
todo él con cadenas y lazos de perlas. Sobre el
y en él colocaron las ricas joyas para los premios.
acerado casco traía una sierpe de oro, los ojos No se pasó media hora cuando por la esquina
y lengua de muy vivos rubíes; volábanle por y calle de los Mercaderes se oyó un gran estruen-
encima muchos penachos de plumas verdes, blan- do de arcabucería, y pasado éste se publicó la
cas y amarillas. La silla estaba bordada de oro venida del gallardo mantenedor don Francisco
y
aljófar, estribosde plata dorados, y toda la crin Nicolás Arzáns y Toledo cuya entrada fue en
del caballo con cadenas de perlas
y unos masca- esta forma: Primeramente 12 arcabuceros ves-
rones de oro fino a trechos. Así también venía tidos de fina escarlata guarnecidos con pasama-
cubierta toda la anca del caballo; la cola entre- nos de plata. Luego entraron con mucho orden
tejida de lazos de oro
y perlas; el penacho de otros tantos mosqueteros vestidos de paño de
plumas blancas, azules y amarillas. En la mano Holanda guarnecidos con puntas blancas. Tras
derecha la lanza y en la siniestra un escudo donde de todos éstos entró un carro triunfal de plata
estaban pintadas sus armas y una luna (formada dorada, tirado de ocho caballos negros. En me-
de cristal) llena y hermosa. El mote decía "Nun- dio del carro estaba un trono alto de plata,
y en
ca la ha eclipsado el sol". él una silla embutida toda ella
[143] de marfil
Tras de este mancebo caballero venían otros sobre la cual estaba sentado el gallardo mancebo,
40 gallardos mozos, todos vestidos de brocado armado, y sobre las armas un riquísimo vestido
azul y guarnecidos con puntas de oro, en ellas a lo romano, todo él bordado de oro, plata
y y
muy preciosos diamantes y esmeraldas. Traían piedras preciosas; cubría su cabeza un acerado
en los pechos riquísimas cadenas de oro, som- casco y en él ceñido un laurel de preciosas esme-
breros ricos, y en las terciaduras unas joyas de raldas; los plumajes que le volaban eran verdes
diamantes; las plumas de varios colores; los pe-
y encarnados; en el lado izquierdo del pecho
nachos de los caballos de la misma variedad de traía el hábito de Calatrava formado de rubíes.
plumas; los jaeces bordados de oro perlas Tras del carro venían 12 hombres vestidos de
y y
los estribos de plata dorados; las crines y colas fondo verde, tirando de diestro 12 caballos
con cintas y lazos de perlas;
y sus lanzas y escu- de diferentes colores pero iguales de jaeces, pues
dos dorados. Así seguían a su capitán con el cual todos eran bordados de oro
y plata; los pena-
dieron una vuelta a la plaza,
y luego hicieron chos verdes y azules; los estribos, los pretales
y
también un diestro caracol. las herraduras, todo era de finísima plata; las
Pasado éste, al son de muchos clarines, trom- crines y colas todas cubiertas de cintas blancas
comenzaron las dos cuadrillas a es-
petas y cajas
y azules.
caramuzar una con otra;
y (acabada) tomaron Así entró este caballero, y dando una vuelta
cañas y jugaron con mucho
concierto 10 a 10, con su carro por toda la plaza se llegó a la
haciendo en el juego cada cual su deber; donde estaba su aparador. Detuvieron
y los tienda
capitanes hicieron primores tales que admiraron el carro y bajando del trono pidió un caballo,
a las naciones. Acabado el juego, que duró más
subió en él, tomó su lanza
y rodela (en la cual
de dos horas, formaron entre todos un caracol estaban sus armas con la misma letra que el día
y luego jugaron alcancías con mucho concierto, y antes) y volvió de nuevo a dar otra vuelta por
dando todos carreras a la par se salieron de la toda ía plaza, alegrando a todos con su mucha
plaza dejando a todos muy contentos. gallardía. Llegó
a su tienda,
y apeándose se
El día siguiente (que fue lunes) sería poco sentó a la puerta de ella a esperar los aventure-
más de la 1 del día cuando ya estaban todos en ros. Su padre don Fernando, el capitán Martín
los balcones y tablados,
y a esa misma hora lo López, don Juan de Laet, 3 don Enrique Montano
primero que se vio entrar en la plaza fue una
y el capitán de la mita don Ambrosio Díaz de
grande carroza toda dorada aunque sin cubierta
(tirábanla cuatro caballos blancos), en la cual 3. Se advertirá que el nombre coincide con el del geógrafo
flamenco autor de una conocida descripción del Nuevo Mun-
estaban muchas lanzas doradas,
y en unas gra- do, en la cual naturalmente se habla de Potosí. Supuesto
Año 1608 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Auz se sentaron allí cerca en unas ricas sillas para tenedor que era contento y que arriesgaba a per-
ser jueces del juego. der una cadena de oro de 10,000 pesos de valor,
dejaría el aventurero el Cerro y
De allí a breve rato se oyó un gran ruido de y que si él ganase
clarines, trompetas y cajas por la esquina del la rueda. Diciendo esto pidió un caballo de los 12

Reloj, y poniendo allí todos la vista vieron entrar que tenía, yponiéndose en la carrera la dio con
una rueda muy grande y ancha [que] toda era tal destreza que se llevó la sortija. Corrió también

de plata. En ella estaban de esmalte pintados don Nicolás (que ya se había puesto a caballo)
muchos hombres de diferentes estados. Venía con su acostumbrada y feliz fortuna, y también se
asimismo cerca de la rueda (que era de la fortu- la llevó con más ventaja en la destreza. Asegundó

na) el Cerro de Potosí, también de fina plata, el mantenedor (porque era el trato de dos suer-

tan alto que la sobrepujaba, y con mucho artifi- tes, y no la tuvo en la segunda, porque al tiempo

cio venía rodando aquella rueda y muy poco a de entrar la lanza por el claro de la sortija dio
poco daba la vuelta. Encima del Cerro estaba un un salto el caballo y no se la llevó. Tornó a correr
don Nicolás como primera. Todos
y se la llevó
la
mancebo de poca edad, que de todos fue conocido
ser el noble don Nicolás de Mendoza, natural dieron voces diciendo que había ganado y el man-
de esta Villa de Potosí e hijo de don Iñigo de tenedor perdido su cadena. Volvió de su carrera
Mendoza, caballero andaluz (el cual fue en su don Nicolás los jueces le hicieron dar la dicha
y
mocedad de los conquistadores del Perú, y fue cadena, y poniéndola en la punta de la lanza
capitán en la pacificación de las provincias de se fue a los miradores del cabildo donde esta-

Tomina, y por otros muchos servicios le hizo ba Anarda Mesía, doncella hermosísima, hija
merced el rey don Felipe II de un hábito de [i43 v del corregidor (con quien después casó
]
Calatrava y de otros honoríficos puestos). Este este caballero), y levantándose en los estribos
besó la cadena y se la dio diciéndole: Servios
caballero fue el que se halló en aquella primera
batalla que tuvieron los españoles con los indios señora de recibir esta cortedad ganada por este
en la fundación de esta Imperial Villa (como en brazo fuerte perdonad mi atrevimiento, pero
y
su lugar queda dicho) con el cargo de capitán. atended que no hay mala fortuna para mí y con
Hijo, pues, de este caballero fue don Nicolás, la buena que poseo os serviré hasta morir”. A la

(como voy diciendo) venía sobre el Cerro, y hermosa doncella se le cubrió el rostro de un
y
al tiempo que aquella rueda (de la fingida for- color encendido con que aumentó su hermosura.
tuna) se movía para dar la vuelta hacía el ade- Miró a todas las señoras que allí estaban, y vien-
mán de pisarla con un pie. Era de notar las pin- do que todas bajaban los ojos y nada le decían
turas de hombres que en la rueda estaban, cómo se levantó y la recibió. Besóla, púsosela al cuello

unos caían abajo y otros subían arriba. El gallar- y haciendo un acatamiento con gravedad, se tor-
do don Nicolás estaba muy ricamente vestido nó a sentar. El caballero volvió a su cerro, y con

de un brocado nácar, cogidos los golpes con pre- él se salió de la plaza.

ciosos diamantes, el sombrero lleno de joyas de Habiendo salido don Nicolás entró en la plaza
mucho valor y muchas plumas encarnadas y blan- una gran montaña y el Cerro de Potosí: el Cerro
cas. En el escudo (demás de sus armas) estaba era de plata, y la montaña toda cubierta de plan-
pintada la rueda de la fortuna, y encima de ella chas de hierro. Venían juntas y en el Cerro estaba
un hombre que la tenía firme con una espada y un gallardo mozo a quienes todos conocieron
una letra que decía "Pues que la tengo a mis ser don Nicolás Pablo Ponce de León, natural

pies nunca podrá derribarme”. Así dio vuelta a de esta Villa e hijo de don Pedro Ponce de León,
la plaza, alegrando a todos su gallarda inven- caballero noble pues venía de los duques de
ción. Detrás de la rueda y Cerro venían hasta 20 Arcos. Era este joven y gallardo caballero del
hombres a pie, todos armados, los cuales traían hábito de Santiago (como también lo era su
de diestro un caballo negro chileno, muy rica- padre) y en esta sazón tenía 20 años de edad.
mente enjaezado; la silla era de plata dorada, de El cual venía vestido de un brocado azul y ama-
lo mismo los estribos, y freno y pretal; el penacho rillo (pues la ropilla y capa era azul y lo demás

era de plumas blancas, y en toda la testera muy del vestido de otro brocado amarillo) las plu- ;

ricas cadenas de oro y perlas. mas del sombrero de los mismos colores. Estaba
sentado sobre el Cerro, sin más silla ni asiento
Habiendo, pues, llegado a la tienda del man-
tenedor le dijo: "Caballero, ya sabéis que soy que misma punta que era de plata. En la mano
la

aventurero y vengo al juego a probar mi valor siniestra traía un escudo y en el pintadas sus

con el tuyo; puedo asegurar de mi parte la ga- armas, y abajo de ellas un dardo cuya punta tenía
nancia porque siempre he triunfado de mi for- atravesado un corazón que destilaba gotas de
tuna, y asívengo con intención de llevar la joya sangre. La letra decía "Mi muerte es con hierro".

mejor que tuvieres”. A lo que respondió el man- El rostro traía arrimado sobre la mano derecha,
pensativo. Sobre la montaña estaba
y venía como
que en este episodio se sabría discernir bien qué es lo
no el retrato de una doncella hermosísima, la cual
real y lo irreal, cabe preguntar si esta identidad de nombres
es simplemente casual o deliberada. Si bien Arzáns no men-
estaba vestida de una riquísima tela blanca bor-
ciona en la Historia a Laet y su libro, no es de creer que los dada de perlas, el cabello suelto, y en la cabe-
veces pareciera que Arzáns se ríe un poco de sus
A za una guirnalda de rosas; en la mano derecha
ignorase
lectores. [M]

270
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 9 Año 1608
tenía una lanza, y en la siniestra un corazón caballo y los jueces le dijeron que ya sabía cómo
oprimido. había perdido. Respondió diciendo: "Un infeliz
El retrato estaba muy propio, al cual conocie- que ha perdido lo más, no siente perder lo me-
ron ser de una doncella cuyo nombre era Mar- nos Los dos montes quedaron junto con el re-
.

garita (hija de don Bartolomé Astete de Ulloa, trato para el mantenedor,


y don Nicolás Pablo se
factor de la hacienda real), 4 de la cual (corno salió de la plaza junto con su padrino
y acom-
más largamente refieren Méndez, Acosta, Pas- pañamiento.
quier y Sobrino, autores que hemos nombrado No se tardó mucho cuando por la calle [144]
en otras partes) se había enamorado el gallardo de los Mercaderes oyeron gran ruido, viendo lo
y
don Pablo, y habiéndola pedido a su padre por que sería al punto entraron 20 centauros que pa-
esposa, negándosela se disculpó con decir que recían (muy al natural) la mitad de hombres
era muy tierna su hija, pero de allí a pocos días y
la otra de caballos: éstos traían arcos
y flechas
(según los dichos autores) se enamoró de ella en las manos y estaban vestidos de pieles de ani-
don Sancho de Mondragón, caballero vascon- males guarnecidos con cercos de perlas; las colas
gado rico, y el factor don Bartolomé su padre de los caballos adornadas con cintas
ylazos de
luego le prometió dársela en matrimonio, pues oro; en las cabezas traían unas guirnaldas de yer-
se la pedía con mucho empeño, quedaron en bas verdes. Tras de éstos venía un valeroso man-
y
que se efectuase de allí a dos meses. Entretanto cebo vestido de pieles de animales fieros, pues era
se hicieron estas fiestas,
y en ellas salió don Ni- la ropilla de piel de tigre, efectos de su valor, por-
colás Pablo (como llevo dicho) con las cifras de que cuando lo llevó su padre a las provincias
la pasión que le atormentaba,
y por esto vestía del Tucumán (donde abunda la ferocidad de
de amarillo y azul, celoso desesperado. El estar
y estas bestias) una noche le asaltó en el campo
la doncella sobre el monte o peña de hierro un
sig- tigre,
y aunque (como cuenta el capitán Pe-
nificaba haber trocado Margarita al gallardo crio- dro Méndez) se vio en manifiesto peligro este
llocon el venturoso vizcaíno, mas no fue como mancebo caballero, al cabo con su natural valor
don Pablo pensaba porque la doncella corres- le dio un golpe a dos manos (al tiempo que con
pondía a su voluntad
y el haber venido en ello gran ligereza segunda vez le asaltaba) con un
no fue con gusto suyo sino forzada, violentada alfanje por encima de la cabeza, que con tan
y
de su padre. La letra daba a entender que con gran golpe lo derribó en el suelo
aquel yerro que cometía y allí le quitó
y ser su contrario de la vida, mandólo desollar,
y trajo la piel, con la
aquella provincia donde abunda aquel duro me- cual quiso salir
y lucir en esta fiesta. Asimismo
tal, con ese le quitaban la vida,
causa porque des- en las fronteras de Tomina, siendo corregidor
pués sucedió lo que adelante se verá. su padre de aquella provincia, saliendo un día
Pero volviendo al juego de
digo que
sortija, a cazar se encontró con un fiero oso,
el valeroso don Pablo dio vuelta y (aunque
por toda la plaza de poca edad) este caballero no rehusó a acome-
con su celosa invención sin alzar los ojos ni el terle con su caballo
y lanza, con tan buena suerte
rostro de sobre la mano. Habiendo, que de dos golpes le hizo dejar la vida a sus pies.
pues, lle-
gado al mantenedor, con voz desentonada ronca De la piel de éste también quiso el valiente ca-
y
le dijo: "Mantenedor venturoso, no es necesario ballero hacer ostentación como despojo de su
que yo corra contigo dos lanzas, pues mi enemiga fuerte brazo,
y así en estas fiestas cubrió con
me tiene atravesado con una este pecho, pues dicha piel parte de sus espaldas
soy despojo de su crueldad de ti también
y y cabeza, y por
me encima de ella se puso la piel de la cabeza del
doy por vencido; pero por no faltar a lo propues- oso, de modo que por lo bien dispuesto
y extra-
y si me ganares serán estos
to correré una sola,
ordinario del vestido admiró alegró toda la pla-
dos montes tuyos, que pasando a vuestro y
poder za. Las pieles, o vestido, estaba cubierto de
mas-
el trasunto de este basilisco
no tendré la ocasión carones de oro fino
de llegar al fin de mi vida más breve de lo y guarnecido de alfójar y
que perlas. El caballo en
que venía asimismo estaba
espero Diciendo esto se dejó caer del Cerro
.

[y] cubierto de una piel de león, toda guarnecida de


pidió su caballo, el cual era negro, cubierto
con perlas; las crines
y cola estaba adornado de dien-
cubiertas de lo que vestía su señor; la silla
era de tes de varios animales, todos engastados en
oro y
filigrana de oro, los estribos de lo
mismo, engas- encadenados unos con otros con labores de fili-
tadas muchas amatistas
y esmeraldas en ellos; grana de oro; el penacho del caballo caballero,
las plumas azules y
y amarillas. Habiendo subido de diversos colores de plumas, la silla era toda de
en él miró lo que haría el mantenedor,
el cual concha de perla; los estribos eran de oro forma-
sepuso en la carrera se llevó la sortija. Corrió das unas manos de tigre.
y
don Pablo y al tiempo de llegar a la sortija Detrás de este caballero traían una gran mon-
se
le fue la lanza por alto no hizo nada.
y Detuvo su taña cubierta de mucha espesura de árboles,
yerbas y flores, hecho a mano con artificio mara-
4. Bartolomé Astete de Ulloa
fue un potosino de carne
hueso pero a la sazón aún no era factor y villoso: entre los árboles había diversos anima-
(lo fue años después),
sino don Diego de Valverde
(''Acuerdos de Potosí", t. XIR lesgrandes y pequeños, y muchas hermosas aves
L SU). Esto sugiere que los nombres reales y
están puestos en en la arboleda. Asi venía el gallardo
este episodio sin gran cuidado,
simplemente para sugerir una y valeroso
sensación de realidad. (M} mancebo, de quien tardaba ya declarar quién era

271
Año 1608 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

nombre,cual fue de todos conocido ser ción la causó vuestro amor”. La doncella con
y su el

don Nicolás Antonio de Avis, hijo de don Ma- mucha honestidad los recibió, y haciéndole una
grave sumisión le respondió diciendo: "Si la
nuel de Avis, caballero del hábito de Santiago,
portugués de nación. Éste, pues, habiéndose causa os dio mi amor, ya el vuestro me causa
5
casado en esta Villa tuvo tres hijos, y de éstos incendio”. Responder quiso el favorecido caba-
llero, pero se lo estorbó el ruido de unos a ma-
el mayor fue el dicho don Nicolás, el más
va-

liente y bien dispuesto en proporciones que en nera de truenos que se oyeron por la calle de
San Francisco, y así le convino salir con su admi-
aquellos tiempos produjo Potosí. Estaba este
caballero en días de concluir un casamiento con rable invención.

una doncella noble, natural también de esta Pusieron todos la vista en aquel ruido que se
Villa, que le había costado muchos desasosiegos oía y vieron entrar un gran carro, que lo tiraban
grandes trabajos el conseguirlo a fuerza de ena- 12 caballos bayos, todos muy ricamente enjaeza-
y
morado, y por quien (como refieren Méndez y dos. Sobre el carro estaba un mundo o globo muy
Acosta más largamente) estuvo a punto de per- grande esmaltado de azul, y sobre él unas nubes.
der la vida por experimentar lo imposible del Cerca de aquel globo estaba el elemento del agua,
amoroso afecto. que era un mar de donde salían con mucho
artificio ríos de agua y se entraban en el mundo.
Habiendo, pues, dado vuelta a la plaza, y lle-
gando a los miradores del presidente, corregidor Encima de las nubes que estaban sobre este globo
paró la montaña, y el gallardo don venía formado el elemento del aire, y por cua-
y cabildo se
tro bocas soplaban y combatían al mundo. Sobre
Nicolás Antonio descendiendo del caballo echó
mano a un alfanje demasquino y abrazó una ro- elelemento del aire estaba el del fuego, formado
dela, donde estaba pintada una doncella que te- con tal industria y artificio que todo él ardía
como un volcán, del cual salían y se oían truenos
nía en las manos un corazón oprimido y abajo
como dan- y relámpagos que
caían al mundo. Fue cosa de
este mote: "Más valor tiene el amor ,

do a entender que habiendo este caballero ven- grandísima admiración el artificio, que con cohe-
animales feroces una tierna tes y pólvora hacían que obrasen tan parecidos
cido tantos hombres y
efectos. De las nubes que sobre el mundo estaban
doncella lo puso en punto de muerte.
Echado, pues, mano al alfanje embistió con la caía con maravilloso concierto un granizo hecho

peña, y dándole grandes golpes al momento ca- de azúcar que parecía natural.
Admiró a todos la invención, la cual dio vuel-
yeron a sus pies los más fieros animales que en
tas a la plaza sin cesar los elementos de hacer
ella estaban. Luego con la continuación de los
golpes se abrió una gran boca, y por ésta salieron sus propios efectos, y parándose enfrente de los

12 hombres armados, y todos con alfanjes aco-


miradores del cabildo se abrió el mundo por cua-
tro partes y se descubrieron muchos hombres de
metieron al valeroso don Nicolás; y habiendo
diferentes estados (a lo que parecía) unos como
peleado un rato con ellos los venció y como for- ,

que cultivaban otros cavando minas, y


zados los hizo entrar por donde salieron. Tornó
la tierra,

otros en varios entretenimientos. Estaba también


a dar otros golpes en la falda de la peña, y con
ellos abrió una espantosa boca de donde salió un cerro de plata, que era el de Potosí, sobre el
un río de fuego, salieron 12 demonios cual venía sentado un caballero mozo armado de
y tras él
con unas ondas de fuego; embistieron con todas armas, y sobre la cota un peto cubierto
feos
don Nicolás Antonio y a todos los venció y de muchas joyas y perlas; las botas bordadas
encerró otra vez en la peña. Luego se oyó en la con mucho aljófar. En la mano diestra una lanza
y en la siniestra
un escudo, y en él pintado un
cumbre una suavísima y agradable música, y
abriéndose nuevamente la peña apareció un retra- hombre cercado de fieros animales, peñas y ele-
to bellísimo de una doncella; el valiente mozo
mentos; la letra decía "Cuán desgraciado nací,
puso los ojos en ella y se inclinó hasta el suelo. pues cielo y tierra es contra mí”. Refieren Méndez
Acudieron los que le acompañaban y lo levanta- y Acosta
que este caballero fue siempre de muy
contraria fortuna, y tal que desde los 10 años
ron. Pidió su caballo, y montando con él llegó al
mantenedor y le dijo: "Caballero, si sois servido de su edad se comenzó a estrellar con él. Tuvo
(dicen los dichos autores) grandes y varios tra-
de que corramos un par de lanzas y fueres más
venturoso que yo, serán vuestros todos mis des- bajos por voluntad divina y castigo de sus propias

pojos”. A lo que respondió el mantenedor ser culpas y las de sus padres, y habiendo gastado en

muy contento, habiendo corrido entrambos ga- tanta variedad de sucesos 1,800,000 pesos que
y
naron Los jueces [144*} llamaron a
la sortija. fragmentos que pare-
5. Hay a veces en la prosa !a Historia
don Nicolás Antonio, y por la buena invención cen puestos en verso, como los siguientes en este pasaje:
le dieron unos chapines bordados todo de
dia-
"Servios, señora esposa,
mantes, joya de muchísimo valor. Recibiólos el
de recibir esta joya. .

con ellos fue al balcón don- "Si la causa os dio mi amor,


gallardo caballero, y ya el vuestro me causa incendio".
de la doncella estaba (cuyo nombre era doña
en
Feliciana Falconí), y poniéndolos en la punta de Bien pudiera ser que el texto vaya copiando materiales
pues Ar-
verso (no precisamente del libro de Juan Sobrino,
la lanza la dijo: "Servios, señora esposa, de re- záns informa repetidamente que éste estaba puesto
en octavas

cibir esta joya en memoria de que mi inven- reales): véase supra, nota 2. [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPITULO 9 Año 1608
tenía de caudal, al fin de sus días (que fue a los ciosas. Tenía en la cabeza una guirnalda de azu-
30 años de edad) lo enterraron de limosna por cenas formadas con mucha perfección. En la
lo que después diré. mano diestra traía una palma de esmeraldas,
y
Salió, pues, al carro
aquel caballero, que de en la siniestra una corona de laurel. A todos ad-
todos fue conocido ser don Nicolás Eugenio Nar- miró la belleza del trasunto alababan al artífi-
y
váez, natural de esta Imperial Villa e hijo de don ce que la sacó porque era tan parecido que si el
Valeriano Narváez, caballero de los reinos de original no estuviera en el balcón, juzgaran que
España, de una de las ciudades de Castilla la venía en el jardín; así fue conocida de todos ser
y
Vieja. Bajó del carro don Nicolás y se le dio un la bellísima doña Floriana de Montes, natural
caballo, el cual venía ricamente enjaezado: la de esta Villa, aquella doncella que tanto dio que
silla estaba bordada de oro, plata
y perlas, los hacer a toda ella, pues por ser hermosísima
y
estribos, freno y pretal también de plata; los plu- haber quedado tierna cuando murieron sus pa-
majes (así del caballero como del caballo) de dres tuvo muy ricos y nobles pretensores para el
diferentes colores. Después de montar en él se matrimonio. Pero todo fue requerir a una dura
fue paso a paso delante de su carro, llegó al man- roca, y de tal suerte experimentaron sus desdenes
tenedor y le dijo: "Valiente mantenedor, yo trai- aquellos pretensores que
muchos padecieron gran
go en el Cerro que allí ves ocho barras de plata menoscabo en su salud, y en ellos (como dicen
para arriesgarlas en el juego. Quiero contigo Méndez, Acosta, Pasquier, Sobrino) se vieron
y
correr una sola lanza,
y si perdiere queden las muchos extremos de locura y desesperación,
y
barras por alfombra de tus pies”. El mantenedor aunque todo lo sabía esta constante mujer, no
dijo ser contento
y habiendo corrido se llevó la hacía caso de ninguno, por cuya causa la llama-
sortija. Corrió don Eugenio,
y aunque también ron estos dichos autores la Constante en el Des-
se la llevó fue tocando la lanza en el medio dén.
círculo de abajo,
y así la misma sortija se entró A de este bellísimo retrato estaba un
los pies
en Perdió, pues, y volviendo al mantenedor
ella.
gallardo mozo muy ricamente
vestido de un bor-
dijo: "Todos son contra mí”,
y luego mandó a dado de aljófar, el cual tenía la cabeza debajo
los criados diesen las barras, aunque los jueces del brazo de aquel retrato, que tenía la corona de
mandaron se recibiesen solas las cuatro. Entróse laurel. Púsosela en ella
y saliendo al jardín des-
así a su globo, volvieron de nuevo los elementos
cendió al suelo por una grada. Diéronle su ca-
a combatirlo,
y así se salió dejando contentísi- ballo, el cual era ruano ricamente enjaezado,
mos a todos, que igualmente alabaron su inven- y
subiendo en él mandó retirar el jardín él se fue
y
ción.
gallardeando al mantenedor. Era este caballero
Luego por la esquina del Gato se oyó un ruido natural de esta Villa, llamábase don Nicolás de la
suavemente armonioso de varios
y agradables Llana, hijo de don Fernando de la Llana, de las
instrumentos que llevó tras sí la vista
y atención montañas de Burgos. Fue este don Nicolás el más
de toda la plaza, y vieron entrar un grande, bello venturoso mancebo que tuvo Potosí, no sólo por
y vistoso jardín. Estaba todo él cercado con una sus riquezas y dotes de naturaleza mas también
reja de fina plata muy curiosamente obrada; den-
por haber alcanzado por su esposa a la bellísima
tro del jardín estaban muchas macetas de plata, y En la mano siniestra traía un escudo y
Floriana.
en ellas bellísimas
y varias dores hechas a mano en pintado un monte en el cual estaba el dios
él
con muy vivos y propios colores: todo lo demás Cupido desnudo, en la una mano su arco
del jardín estaba cubierto de arboleda de mano; y fle-
chas y en la otra un corvo alfanje con el cual
en un lado se veía un eminente cenador, el cual parece que destrozando la arboleda del monte
tenía ocho arcos de plata dorados. El
[145] cielo procuraba llegar a un llano que en la cumbre
que lo cubría estaba cuajado de estrellas de oro estaba, y en él una doncella ricamente vestida.
fino. Detrás de aquella agradable invención
ve- Al pie del monte estaba con letras de oro lo si-
nían 12 hombres con muy ricos vestidos de seda, guiente: Montes de dificultades mi firme amor
y traían de diestroun caballo de color castaño los allana”, declarando en el enigma
y letra que
riquísimamente enjaezado. La silla era tejida de como la doncella se llamaba Montes el caba-
unos lazos de aljófar sobre tela nácar, los estribos y
llero Llana, todo lo había allanado su amor ven-
de filigrana de plata, toda la testera
y y anca del ciendo la dificultad de tal monte. Y
era así que
caballo venía cubierta de unos ramos sólo su perseverancia la contrastó, hallándola
y flores
(hechas a mano) de oro
y esmaltes. cierto día en el valle de Mataca en una huerta
Luego que el jardín llegó a la mitad de la pla- (o casa de recreación), adonde se había ido por
za se paró,
y corriéndose unas cortinas de tela huir de los molestos pretendientes, alcanzando el
rica que en los ocho arcos estaban, quedó paten- sí para matrimonio, por el modo tan honesto
el
te el cenador descubierto por todas partes. Lo como que cuentan el capitán Pedro Mén-
discreto
primero que en él se ofreció a la vista fue un dez, don Antonio de Acosta, Juan Pasquier, Due-
hermosísimo retrato de una doncella, la cual es- ñas y el famoso poeta Juan Sobrino 6 en sus oc-
taba vestida de blanco
y encarnado: era la tela
sumamente rica, y en ella sembradas muchas 6. Méndez, tercera parte, capítulo io; Acosta,
libro IV, ca-
y pítulo 24; Pasquier, libro III, capítulo
diversas flores bordadas de perlas 7; Sobrino segunda
S
y piedras pre- parte, cantos III, VI. [A}

273

'
I
Año 1608 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

tavas, cjuepor dilatado no lo pongo aquí. Y así águila de oro, joya preciosísima, la cual dio a la

vuelvo al venturoso don Nicolás, el cual corrió hermosa doña Floriana, y volviéndose a su jar-
con el mantenedor dos lanzas y a quien ganó una dín se salió de la plaza.'

pintura de una sociedad rica y pode- general de indios para Potosí que el virrey hizo en 1610
7. Es difícil reconciliar la
(Bibliothéque Nationale, Francia, Manuscripts espagnoles
rosa, capaz de preparar y pagar ostentaciones tan minuciosa
este capítulo y el siguiente, con_los 175, No. 37, f- 257-301)-
y bellamente descritas en ,
.. , .

hechos tales como se dan en la documentación de estos años, Un ejemplo concreto de la pobreza que afligía a los azo-
que demuestran una tenaz decadencia en la producción de gueros puede apreciarse en Pedro de Mondragón, descrito
plata, de suerte que por 1608 Potos! estaba en medio de
una por la audiencia en 1603.XII.26 como uno de los vasallos
severa crisis económica. El virrey don Luis de Velasco, en su más útiles que vuestra majestad tiene en Potosí”, hijo natural
relación oficial de 1604.XI.28 expresa que el bienestar de de Juan de Mondragón, hombre noble, y de una india palla,
todo el Perú depende de Potosí y que la creciente profundi- que entre los indios se tenían por principales”. Había obte-
dad de las minas y la escasez de indios hacía el trabajo de nido importantes oficios que sirvió con cordura y diligencia
inéditos de llegando a ser uno de los más ricos vasallos de Potosí (Men-
las minas cada vez más dificultoso (Documentos
doza, "Documentos de Minas”, No. 234). Mondragón fue
América, IV, 406-439).
una de las víctimas de la decadencia de las minas, pues en
.

En consecuencia, Velasco concedió a los dueños de minas


1608.III.6 escribía una carta quejosa al rey, recordando que
ciertos privilegios (Archivo de Indias, Charcas 32) Y consi-
a lo largo de los años había dado a la corona en los emprés-
deró atentamente los problemas mineros. Existe, por ejemplo,
titos graciosos más de 1,500,000 pesos (Archivo de
Indias,
un extenso informe de 1607 sobre las operaciones mineras y
Nationale, Francia, Charcas, 134, No. 14). Cerca de una año después el rey daba
el mejor uso de los indios (Bibliothéque
gracias a Mondragón pero al parecer no pasó de ahí (ibid.,
Manuscripts espagnoles 175. No. 25, f. 126-198'), y un do-
minico llamado Miguel Monsalve obtuvo en 1607. VI. 7 la Charcas 415, libro II, f. 216-217).
El cabildo de Potosí encabezó, como es de suponer,
las
exclusividad por 20 años para usar el procedimiento secreto
gestiones para obtener ayuda del rey y en 1608. III. 10 escri-
que había inventado "para beneficiar con azogue los metales para
negrillos del Cerro de Potosí, y otros cualesquier metales
que bió al rey "rogando que le atienda en sus instancias
tengan maleza” ( Disposiciones complementarias de leyes de mejorar la decaída situación de la Villa y las labores mine-
ras” (ibid., Charcas 32, No. 59), a lo que el rey
respondió
Indias, III, 261-262). Pero la decadencia persistió, como lo

informaban los oficiales reales en 1607. IV. 15 (Archivo de en 1608. IV. 2 lo usual: que la audiencia de La Plata informe
sobre la petición anterior del cabildo para que se cobrase
el
Indias, Charcas 32, No. 53) y un extenso informe del
jesuíta

Diego de Torres al presidente del Consejo de Indias en este décimo en lugar del quinto de los metales (ibid., Charcas,
asimismo en
mismo lapso certifica también sobre la situación desesperada 418, libro II, f. 24^-246) El cabildo presentó
1610.II.16 una "Información sobre los servicios de la Villa
de los dueños de minas e ingenios de Potosí (Archivo secre-
Esta Imperial de Potosí” en 70 fojas (ibid., Charcas 87) <iue
to vaticano. Nunciatura de España, t. LIX, f. 27-41).
probablemente una versión aumentada de la "Información
última referencia viene de mi viejo amigo fray Vicente Bel- ante
hecha por Juan de Ayala, procurador general de Potos!,
trán de Heredia, O.P., de Salamanca. documento lleno de
la audiencia de La Plata en 1610.I.29,
La audiencia de La Plata informaba en 1608. III. 17 que el
información histórica, constituido por declaraciones tomadas
virrey marqués de Montesclaros había resuelto avocar a

seis meses.
a los principales vecinos de Potosí durante unos
todos los asuntos de Potosí, en perjuicio de las atribuciones ca-
Carlos Corzo dio un amplio testimonio (f. 15-19) Y el
propias de la audiencia (Mendoza, Documentos de minas ,
uno de
pitán Hernández Valderrama, de 80 años de edad y
No. 270; Audiencia de La y relaciones, No.
Plata:_ Cartas_
de Potosí con-
los primeros pobladores, recordó los servicios
1086); el esforzado virrey decidió además en 1608.VI.1
ir v
tra Gonzalo Pizarro 60 años antes (f. 34 )-
E° s comienzos
en persona a Huancavelica para remediar la escasez de azo- minera,
de Potosí, su situación presente, iglesias, maquinaria
gue (Mendoza, ibid., No. 276). El virrey, respondiendo quizá especificaron con gran
1608. II. 14 etc., y sus grandes servicios al rey se
a un largo memorial de Felipe de Godoy, de lejos había
detalle (la conducción de agua potable desde
sobre cómo mejorar a Potosí (British Museum,
Sloane
costado más de 100,000 pesos). Pero ahora el famoso
asiento
preocu-
ms. 3055, No. 4, f. 26-73) también mostraba su reme-
de minero estaba muy necesitado y esperaba que el rey
pación. Para no recargar más a los azogueros abrumados general Juan de
diase su necesidad. Lo que el procurador^
deudas, ordenó al virrey en 1608. II. 18 que sus deudas a
la
mérito a
Ayala y Figueroa pedía para Potosí era que en
corona fuesen cobradas suavemente (Escalona Agüero, Gazo-
los servicios prestados por la Villa al rey, y a estar ahora
philacium, p. 57). También ordenó al virrey en 1608.I.27 descaecidas, los
sus vecinos pobres y las labores de minas
que tratase de sacar alguna gente de Potosí para la pacifica- venda al
Gondra, quintos reales se reduzcan al diezmo, el azogue se
ción de los indios chiriguanaes (Colección Manuel perpetuamente
precio de costo y los vecinos sean relevados
Universidad de Texas, No. 911), y al corregidor de Potosí documento
de pagar alcabalas”. (El original de este valioso
en 1608.X.9 que castigue los pecados públicos y no consienta Documentos de
se encuentra en Sucre. Véase Mendoza,
que haya casas de juego (Archivo de Indias, Charcas 4 * 5 i

había pre- minas”, No. 288).


libro II, f. 212). Por otra parte, en 1608.VI.26
. ,
,

El cuadro que forma toda esta documentación


no deja de
guntado si, para aliviar a los indios, no podrían traerse ne- los potosinos por su
1610. II. ser sombrío, y descontando el celo de
gros a las minas; la respuesta de los oficiales reales,
propia causa, se hace difícil creer que en 1608 las
fiestas
18, fue una resuelta negativa (ibid.,
Charcas 35)- Es de creer (EIj
fuesen tan espléndidas como la Historia las pinta.
que esto influyó en el cuidadoso y detallado repartimiento

Capítulo X
EN QUE SE DA FIN AL JUEGO DE SORTIJA

N O tardó mucho rato cuando entró a lucientes armas y sobre ellas unas vestiduras ri-
plaza una gran pirámide toda es-
la
quísimas de telas de plata cuajada de piedras pre-
ciosas; en la mano diestra, una lanza y
en la
maltada de varios colores. Tras ella
siniestra un escudo, y en él pintado el Cerro
de
también entró el gran Cerro de Potosí,
Potosí con una letra que decía:
todo de plata, con muchas y esmaltadas listas, y
"Esta firme maravilla
en ellas muchos rubíes y amatistas que parecían
a la pirá- los míos la descubrieron;
vetas; era muy grande y sobrepujaba
de plata por esto a todos nos dieron
mide. Encima del Cerro, en una silla

armado de finas y lauro y fama en esta Villa”.


dorada, estaba un caballero

274
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 10 Año 1608
Este caballero fue luego conocido ser don An- guarnecidos con puntas de oro; en el espolón
gelo de Villarroel, hijo de don Francisco
v
y nieto estaban las armas de Potosí
y un mote que decía
[
I 45de don Juan de Villarroel, caballero an-
] Sin segundo”. En la galera venían 20 mancebos
daluz, el primer español que descubrió el rico (todos naturales de esta Villa) vestidos a lo cor-
Cerro de Potosí (como queda dicho en el princi- tesano de fondo negro, los cabos bordados de
pio de esta Historia). Nieto, pues, de este noble oro y perlas con muchos diamantes, jacintos es-
y
y rico capitán era don Angelo, el cual luego que meraldas en sombreros negros, con plu-
ellos; los
llegó a la mitad de la plaza con su famosa inven- mas verdes, encarnadas y doradas. El capitán era
ción, se abrió la pirámide por cuatro partes, de un gallardo caballero llamado don Nicolás Félix
forma que se pudo ver muy bien lo que dentro de Aguilar, hijo de don Francisco de Aguilar,
había, que eran las siete maravillas tan celebra- caballero del hábito de Calatrava, de los reinos
das en mundo, siendo una de ellas la pirámide
el
de España. Venía el famoso don Nicolás Félix
[Cheops] entre las que hubo en Egipto; estaba arrimado al estanterol, que era de finísimo oro.
el sepulcro [de] Mausoleo, los muros de Babilo-
De esta suerte entró la galera y parando en me-
nia, el coloso de Rodas, el simulacro de Júpiter, dio de la plaza disparó el cañón de crujía
el templo
de Diana y el y las
Ilion o alcázar troyano, demás piezas: era tal el ruido de la pólvora que
todas obradas con gran artificio de plata dorada parecía batían los balcones plaza
y y aun toda la
y esmaltada. Villa. Admiró a toda ella la costosísima inven-
Detrás de esta máquina (como llevo dicho) ción de los caballeros potosinos.
venía el gran Cerro de Potosí, maravilla del
mun- Llegó, pues, la galera al mantenedor, saltaron
do hecha no por mano de hombres sino por la del los 20 mancebos en tierra,
y les dieron caballos
Creador. En círculo del Cerro estaba un mote gallardos y soberbios, que todos los que sirvieron
que decía: "Yo sí maravillo al mundo”. Otras en estas grandes fiestas fueron de los más aventa-
muchas cifras, motes
y versos estaban en todo el jados que en la ocasión hubo en el reino de Chi-
Cerro, con caracteres plateados; asimismo en to- le,
y de tan subido precio que (según el capitán
das aquellas siete maravillas estaban escrito en Pedro Méndez) se compraron por 3,000 pesos
verso los autores que las hicieron
y por qué mo- unos y por 2,500 otros, y a mí no me parece mu-
tivos. Fue cosa admirable ver la costosa
inven- cho porque cuando todavía permanecían las
ción, pues toda ella era de finísima plata.
El po- grandezas de los regocijos de Potosí (que no ha
deroso don Angelo dio vuelta con ella por toda muchos años) los vi comprar por 1,500 pesos
la plaza, llegando al mantenedor bajó del Ce-
y algunos y por 1,000 muchísimos, esto es cuando
rro, subió en un gallardo caballo que con ricos ya se experimentaban algunos menoscabos de su
jaeces manifestaba la grandeza de su señor,
corrió primera grandeza. Pueden estos caballos del di-
dos lanzas y entrambos caballeros ganaron la sor- cho reino de Chile (como quieren decirlo muchos
tija. Pero los jueces le dieron
a don Angelo por hombres de España) competir con los céfiros del
su maravillosa invención una joya de
oro y dia- famoso Betis. Los 20 en que cabalgaban estos
mantes de la misma forma del Cerro de Potosí caballeros estaban con riquísimos jaeces, borda-
de más de 10,000 pesos de valor, dos de perlas y piedras preciosas, los penachos
y ésta la dio a
la señora doña Angela de Sanabria y
(doncella testeras de plumas encarnadas
noble y muy hermosa con quien después casó y ramillos de oro.
este Y volviendo la galera a disparar, se salió de la
caballero),
y apeándose de su caballo se volvió plaza.
a subir al Cerro
y dando otra vuelta a la plaza Los 20 caballeros se dispusieron para la sorti-
se salió de ella dejándola toda
alegrísima. ja,
y el capitán don Nicolás Félix le dijo al man-
Habiendo salido oyó un gran estruendo de
se tenedor: "Servios, señor caballero,
artillería por la plazuela de las Gallinas,
[146] de co-
y luego rrer una lanza con cada uno de nosotros, sin
vieron entrar una grandiosa galera que
parecía interés de premios así de vuestra parte como de la
ir navegando con el
trinquete. Todos los de la nuestra, que sólo venimos a igualar nuestra suer-
chusma iban bogando cantando con tono muy te con la vuestra”. El mantenedor dijo que era
y
suave elogios Santísimo Sacramento. Estaban
al contento por obedecer a tan buenos caballeros;
divididos a cuatro partes, los unos vestidos y
de habiendo corrido con todos de los 20 sólo cinco
brocado azul, otros de nacar, otros de verde
y perdieron, y los 15 ganaron joyas que el liberal
otros de amarillo. La palamenta, árboles ente-
y y generoso mantenedor les dio a todos, y éstos
nas estaban doradas; la ropa hecha
de blanca pla- las repartieron a sus madres
ta maciza, y de lo mismo sus barandillas; el y hermanas y a otras
es- doncellas de su afecto. Luego al son de muchos
polón era de plata dorada, las velas de brocado
clarines y cajas
comenzaron una gallarda esca-
carmesí con flecos de seda
y oro, con muchas ramuza que agradó mucho a todo el femenil sexo
flámulas
y gallardetes; las banderillas de muchos por no estar acostumbradas a verlas semejantes;
y agradables colores; la divisa de la galera era hicieron después un diestro caracol,
elCerro de Potosí, del cual salían cuatro ríos de y dando ca-
rreras se salieron.
plata y entraban a las cuatro partes
del mundo, En saliendo éstos entró a la plaza un alto
que estaban de muy buen pincel; los marine-
allí y
hermoso castillo todo dorado con muchas ban-
ros y
y proeles venían vestidos de brocado blanco, deras. Fue caminando hasta la mitad de la plaza

2 75
AÍIO 1608 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

enfrente de los miradores del presidente, nalmente estaba de excelente pincel todo cuanto
y paró
corregidor y cabildo adonde disparó mucha arti- adorna a este reino.
llería. Encima de homenaje estaba el
la torre del De dentro de aquel globo salió un caballero
Cerro de Potosí, y encima de él un águila de oro mozo que de todos fue conocido ser el gallar-
con las alas extendidas, y abajo con letras de do don Ceferino Colón, hijo de don Francisco
oro decía Non plus ultra. Los pendones del casti- Colón y nieto de don Diego, almirante y virrey
llo eran de brocados de diversos colores, y
en los de México, y biznieto del famoso don Cristóbal
cuatro cuadros había muchas cifras, enigmas y
Colón, el que dio a España estas Occidentales
Indias. Era el bizarro don Ceferino natural de
versos de Marte y Cupido, que no las pongo por
demasiadamente el capítulo. Todo el esta Villa, mozo de sólo 14 años de edad cuando
no dilatar
con varias labores y follaje y mu- se hicieron estas fiestas, en las cuales por ser
castillo estaba
chas batallas (dadas en varios tiempos en este descendiente de don Cristóbal vino al juego con

peruano reino) entretalladas. Dentro del castillo tan famosa invención. Estaba vestido de un bro-

(con gran artificio) se oía mucha y armoniosa cado riquísimo tan cuajado de piedras preciosas
música de arpas, cítaras, vihuelas, guitarras y como diamantes, esmeraldas, rubíes y jacintos,

otros instrumentos que deleitaban los oídos.


que casi no se veía la tela por lo bien cubierto del
Detrás de este castillo venían muchos mance- bordado con dichas piedras y otra mucha perle-
ría. También venían 50 mineros del Cerro con
bos vestidos de librea de damasco y raso con
ricas galas de diferentes telas de oro y plata. Los
guarniciones de plata, trayendo de diestro 30 ca-
jaeces de sus caballos bordados de seda y oro; los
ballos con ricos jaeces, lazos de oro, cintas y
cadenas de perlas. Luego por unas puertas que en penachos de las frentes eran de plumas de plata
el castillo había salieron 30 caballeros, todos
ga- dorada obradas a mano; las crines y colas ador-
llardos jóvenes naturales de esta Imperial Villa
nadas y trenzadas de lazos de oro y ricos hilos de
perlas.
e hijos de la nobleza de España. Éstos llegaron
una Habiendo subido [146'] el gallardo don Ce-
al mantenedor y corrieron con él cada uno
cuales también ferino en su bien enjaezado caballo, apartaron el
lanza y todos ganaron joyas, las
repartieron a las señoras matronas y doncellas de globo hacia la esquina del Gato y comenzaron a
su afecto, y al son armonioso de la música se vol- hacer una vistosa escaramuza. Entretanto que és-
ta se hacía, por la misma esquina del Gato en-
vieron al castillo y éste los recibió con el gran
estruendo de su artillería. Estando dentro toca- traron hasta 100 indios rica y galanamente ves-
tidos a su usanza: eran las camisetas de felpa
ron afuera un rebato con clarines y cajas, y sa-
lieron al ruido segunda vez aquellos 30 caballe-
nácar guarnecidas con puntas de oro; las cabezas

ros con lanzas y adargas, tomaron sus caballos, y


con preciosos llautus de piedras de mucho valor,
y en ellos muchas
plumas encarnadas, verdes,
divididos en dos cuadrillas (en que de la una
azules y amarillas; en los hombros, rodillas y
hacía cabeza el dios Cupido y de la otra el fiero
Marte) trabaron una vistosa y agradable batalla. empeines de los pies llevaban puestos unos mas-
Acabada ésta tomaron cañas, y repartidos comen- carones de oro fino al modo que usaban los ingas
del Perú. Rodearon los indios aquel globo em-
zaron a jugarlas con mucha destreza y gusto de
todos; después hicieron un diestro caracol, y dan-
puñando en las manos macanas doradas, dardos,
arcos y flechas. Acabada su escaramuza, los es-
do carreras de cuatro en cuatro en pareja se sa-
lieron de la plaza y tras ellos el castillo.
pañoles se apearon de los caballos y el capitán
De allí a breve rato, por la esquina del Reloj don Ceferino puso en orden sus soldados, y al
entró un globo muy grande, ceñido con una faja son de clarines, trompetas y cajas marcharon para
de oro que decían: El los indios. Éstos también tocaron sus cornetas,
azul, y en ella unas letras
cajas y otros instrumentos al uso de sus guerras,
Nuevo Mundo o América, cuarta parte de la tie-
y comenzaron
españoles e indios una batalla con
rra”. Conforme iba caminando y llegando a la
mitad de la plaza se iba abriendo y extendiendo, tanta destreza que sin lastimar a unos las espadas
ni a otros las flechas, dieron mucho gusto a cuan-
de modo que se pudo ver todo lo que dentro ha-
tos los vieron. Al cabo de un que duró la
rato
bía, que era un mapa en tablas de cedro de todo
batalla se retiraron los indios y quedaron triun-
lo que hay en el Nuevo Mundo o Indias Occi-
dentales. Veíanse pintados de admirable pincel fantes los españoles, y así se salió aquel mundo

montes de plata y oro, minas de preciosas pie- o globo de la plaza con los indios. Volvieron los
dras; estaba un dilatado mar donde había muchos 50 mineros con don Ceferino, y llegando al man-
peces, como ballenas, caimanes y otra tenedor corrieron con él cada uno una lanza y
y varios
variedad de fieras marinas. Asimismo, a un lado ganaron joya los 42. Luego tomaron todos cañas
mapa estaban las provincias de toda y jugaron con
mucho concierto, y haciendo todos
y a otro del
la América, y con más particularidad las de este un caracol se salieron de la plaza.
reino del Perú, con sus famosas ciudades, villas Habiéndose ido estos caballeros entró a la pla-
lugares, entre éstas la Imperial Villa de Poto- za un gallardo mozo en un brioso y muy lucido
y y
plata. También estaban pintados caballo. Traía un vestido a lo romano, todo bor-
sí y su Cerro de
muchos varios animales y aves diferentes, como dado de aljófar y perlas; estaba ceñida la cintura
y
también mucha arboleda, plantas y flores; y fi- con una ancha pretina bordada de diamantes; un
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO II Año 1608
rico laurel entreverado con un cintillo de oro y ración de todos, tanto de que no cayese de la silla
piedras preciosas. El caballo estaba cubierto con como de
una gualdrapa de brocado verde también borda-
la buena suerte de llevársela. Y
consi-
derando mantenedor la ventaja que le hacía el
el
do de oro y esmeraldas que sólo pies manos aventurero no quiso correr con él, antes luego
y
descubría; las crines
y cola con ricas cintas pla- que volvió a su tienda le dio una gargantilla de
teadas, la silla de un bordado de lazos de oro oro y diamantes
y y unos brazaletes de ricas per-
plata, y los estribos de oro fino con muchas es- las. Tomólas don Nicolás (que ya estaba
a lo
meraldas engastadas. derecho en su caballo)
y fue al balcón donde
Así entró el gallardo mozo a quien conocieron con otras señoras estaba su mujer (que pocos me-
serdon Nicolás de Córdoba, natural de esta Vi- ses había que era casado),
lla e hijo de don Diego de Córdoba, andaluz.
y poniendo en la
punta de la lanza las joyas se las dio,
Traía don Nicolás una lanza escudo; en él pin- y dando
y otra vuelta a la plaza se salió de ella.
tadas sus armas
y una letra que decía: "Todos En esto eran ya las 5 y media de la tarde, co-
hacen con las manos lo que yo hago con los pies”. y
mo no entrasen más aventureros mandaron los
Dio una vuelta a la plaza, llegando al mante- jueces se quitase el aparador, que
y aún todavía
nedor le dijo gustaría de correr con él una
si
quedaban en él muchas joyas, alabando todos su
lanza. Respondióle que eran contento,
y apenas grandeza. Apartóse el presidente, corregidor
lo hubo dicho cuando el diestro don Nicolás y
cabildo de los miradores, quedando todos muy
apretó el caballo,
y en el principio de la carrera gustosos y memorias perpetuas de estas fiestas.
colgó escudo del arzón, y con gran ligereza
el
He excusado el ponerlas en verso (en el cual
volvió la cabeza abajo
y la puso sobre la silla, el escribieron concertada
y elegantemente Juan So-
rostro para la delantera, las manos en los estribos brino en sus octavas,
y el doctor don José Veláz-
y los pies arriba, entre ellos puso la lanza (ayu- quez, colegial de San Cristóbal de la ciudad de
dándole un paje) y puesto muy bien en la carre- La Plata) por no alargarme tanto, pues queda
ra corrió,
y se llevó la sortija con grande admi- bastantemente declarado.

Capítulo XI

EN QUE SE REFIERE LA
SANGRIENTA BATALLA QUE DON NICOLAS PABLO
PONCE DE LEÓN TUVO CON DON SANCHO DE MONDRAGÓN POR
LA HERMOSA MARGARITA, Y LO QUE MÁS SUCEDIÓ

Y A
el
dijimos en
el capítulo pasado cómo
gallardo don Nicolás Pablo Ponce
de León estaba herido
y apasionado
por los amores de doña Margarita As-
tete, como lo manifestó la invención

da al juego de sortija,
de su entra-
[147] que como es tal el
amor cuyas fuerzas poderosas a ninguno perdo-
se doliese. Pero volviendo al caso, digo que pa-
sadas estas fiestas determinaron los padres de
Margarita poner en efecto el casamiento de esta
hermosísima doncella con don Sancho de Mon-
dragón, y que fuese el día de San Juan de este
año de 1608, que (como tan mala nueva) breve-
mente llegó a noticia de don Nicolás, no que-
nan, en este caballero las ejecutó con y
tan gran riendo acabar la vida a manos de su trocada
fuerza que forzosamente lo había de rendir
y suerte llamó a Bernardo Cortés, mozo noble
hacer poner las armas de su libertad en manos y
de natural de esta Villa, amigo suyo muy experi-
aquel sujeto, haciéndose cautivo de la y
angélica mentado en valor, y le dijo se armase,
que habían
belleza de Margarita; porque como del
resplan- de quitar a Margarita de quien no era su dueño
deciente sol la luna
y estrellas reciben la clari- antes de que se diesen las bendiciones.
dad que en ellas se muestra (no teniendo de sí
Con esta determinación se armaron entrambos
mismas otra ninguna con que manifestársenos), de fuertes y lucidas armas subiendo en sus ca-
podían así los sentidos que la vida tenían de este y
ballos salieron de sus casas con lanzas
caballero prestada por el tiempo que la bella y adargas,
Mar- y se encaminaron para la plaza del Regocijo. Sa-
garita quisiese dársela; recibiéndola
de ella le lía de la suya don Sancho de Mondragón 1
para
pagaban el tributo del conocimiento
que de esto
le debían, poniéndose las 1. Este nombre puede ser otra creación
veces que podía en su de Arzáns combinan-
do los de Pedro de Mondragón (véase la nota anterior)
presencia con aquella humildad que más
pensaba Sancho de Madariaga, regidor del cabildo, que presentó y
en
aprovecharle para que de su atribulado corazón 1610. X. 13 un "Memorial y discurso...” (British
Museum
Sloane ms. 3055, No. 5, f. 74-86. [H]

2 77
Año 1608 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

mayor, acompañado de toda la nobleza mino el capitán Antonio Galíndez, andaluz, con
la iglesia
de Vizcaya que eran más de 100 hombres. Iba dos hijos suyos naturales del valle de Mataca,
tras él la novia, no con aquella entereza de su
mancebos de mucho valor, a los cuales (como la
bella Margarita hubiese vuelto en sí de su des-
gran hermosura sino toda afligida y desfigurada,
como quien iba forzada su voluntad porque la mayo y advirtiese el riesgo de don Nicolás y el
tenía puesta en don Nicolás. Acompañábanla suyo) se levantó de donde estaba y fue a encon-
matronas y doncellas, cuando de trar a aquellos hombres que venían, y puesta de
muchas ilustres
con muchas lágrimas les pidió favorecie-
improviso (en la misma plaza) les acometieron rodillas
sen a su esposo; y como capitán Antonio Ga-
el
los dos bravos criollos, rompiendo con las lanzas v
como líndez era noble y muy ex[i47 ]perimentado en
el acompañamiento de los vascongados, y

los alanceaban de encima de los caballos hirie- lasarmas, consolando a Margarita con breves pa-

ron a algunos y otros huyeron. El valeroso don labras mandó a cuatro criados que asistiesen en

Nicolás llegó a Margarita (que como una esta- guarda de su persona con sus armas, y a sus dos
hijos que le siguiesen, y luego con notable valor
tua estaba de inmóvil por lo que sucedía) y to-
(sin apearse de una muía en que venía) se puso
mándola a dos manos de los pechos la puso so-
bre el caballo, y siguiéndole su amigo Bernardo
al lado de don Nicolás al tiempo que Martín de
Lorri, por haber roto su lanza, le acometía con
Cortés se salieron de la plaza y enderezaron al
la espada, y saliéndole al encuentro el capitán le
camino de Chuquisaca.
¡Quién podrá significar el furor que concibió dio en el pescuezo una mortal herida de que cayó

el agraviado don Sancho de Mondragón


Sólo ! en el suelo brevemente murió. Entonces cobran-
y
digo que desatinado con la lengua, prorrumpió do don Nicolás nuevos alientos arremetió a Mon-
en vituperios contra toda la nación peruana, co- dragón, y dándole por los pechos una cruel he-
más veces que rida cayó del caballo, y de ésta y otra que tenía
mo si la lengua no fuera peor las

una fiera espada, y la muerte y la vida ciertamen- luego murió. Los dos hijos del capitán no estu-
en manos de la lengua, y si alguno pien- vieron ociosos, pues a pie cada uno por su parte
te están
bueno y no refrena la lengua vana es su acometieron a los otros vascongados, los cuales
sa ser
bondad. La fe está situada en el entendimiento, viendo muertos dos de sus compañeros y que
caridad en el querer, en los ojos el conocimien- aquellos mozos procuraban desjarretar los caba-
la
piedad en las manos, la llos, volvieron las riendas y huyeron.
to, el oír en las orejas, la
abstinencia en la garganta, la castidad en el cuer-
Desposada, pues, Margarita con el herido ca-
ballero, aún no lo dejaron los vascongados con-
po, el amor en el corazón: pero la vida sólo está
valecer de sus heridas porque una noche, habien-
en la lengua. Ardiendo, pues, en iras don Sancho
de vituperar a la nación de sus do ido de esta Villa los parientes del difunto
y no cesando
contrarios, al punto fue a su casa a armarse, y Mondragón a Chuquisaca (que fue el segundo
caballeros vascongados, todos en día después que gozaban Margarita y don Nico-
con otros seis
lás los opimos frutos del himeneo, aunque no
buenos caballos y bien armados, siguieron a don
lo alcanzaron a dos leguas de esta
celebraron su boda con fiestas y regocijos, si bien
Nicolás y
Villa.
con mucha pena de los que se quejaban envidio-
grande riesgo que te- sos), serían las 11 de ella cuando llegaron a su
Viendo este caballero el
casa seis hombres vascongados y como hallaron
nía de perderlo todo, bajó del caballo a Marga-
las puertas abiertas se entraronpor ellas. Estaba
rita (que desmayada estaba con el sobresalto)
el valeroso don Nicolás en la cama con su que-
viendo que sus enemigos venían, y con notable
rida esposa, cuando (al estruendo de una esco-
valor entrambos caballeros (Cortés y don Nico-
peta que dispararon dentro de su sala) todo al-
lás) acometieron a sus contrarios, por haber ellos
borotado se puso sobre el cambray un coleto y
hecho la misma diligencia. Trabóse entre los
cota, y con una lanza y un escudo defendió la
nueve una desigual y sangrienta batalla que du-
angosta entrada del camarín donde estaba, que
rando poco más de dos horas, al cabo de ellas
vencieron don Nicolás y Bernardo Cortes quitan-
aunque le dispararon otras dos balas no le hicie-
ron ningún daño porque Dios las encaminó a
do la vida a Mondragón y a Martín de Lorri, y de
los otros cinco que huyeron iban los dos muy
otro lado.
En esta ocasión entraba de fuera el valeroso
malheridos. El valeroso don Nicolás (a quien
Bernardo Cortés, amigo y compatriota del ga-
Méndez llama Pablo, y Acosta Saulo), aunque
llardo don Nicolás (que ya mejor de sus heridas
estaba con siete heridas y Cortés con cuatro, to-
había salido a divertirse), y sabiendo lo que era
maron a Margarita y la llevaron a Chuquisa-
entró por la sala con la espada en la mano y em-
ca, donde a los cuatro días que sintió alguna
bistió con los seis vascongados, los cuales dejan-
mejoría se desposó con ella sin levantarse de
do a don Nicolás volvieron sobre Cortés con sus
su lecho.
espadas. Con esto tuvo ocasión el indignado don
Don Juan Pasquier y Bartolomé de Dueñas,
Nicolás de salir afuera, y él y Cortés se revolvie-
autores modernos de los sucesos de Potosí, dicen
ron con los vascongados. Mas como éstos eran
que cuando don Nicolás y Cortés se estaban cruel-
seis, pusieron a los dos en grande aprieto, y
tal
mente combatiendo con los siete vascongados,
que dieron a Cortés dos peligrosas heridas que
acertaron a la misma hora a venir por aquel ca-

278
PRIMERA PARTE, LIBRO VI. CAPÍTULO II Año 1608
ya no se podía tener en pie; y aunque el valiente allí se fueron a una casa donde se ocultaron. En-
don Nicolás mantenía la batalla, con todo eso le
y halló a los cuatro muy malheri-
tró la justicia
fue forzoso entrarse al camarín y allí tornar a dos, y aunque hicieron grandes diligencias por
defender la entrada como lo hizo con notable haberlos a las manos no lo consiguieron.
valor. El día siguiente después de este suceso murió
Estaba Margarita dando voces, pidiendo con don Diego de Mondragón (a quien [148] hirió
favor para su esposo, que oyéndolas los vas-
ellas Margarita), por lo cual les convino a ella, a su
congados se enfurecieron más y procuraban ma- esposo y a Cortés, salir huyendo de aquella ciu-
tar a don Nicolás
y entrar donde estaba; pero dad. Recogiéronse en un valle, no teniendo allí
y
aunque cansado y no del todo sano de sus heri- seguridad por las muchas diligencias de la justi-
das, defendía la entrada con más valor. Mas don cia se fueron a la ciudad del Cuzco. Pero ni allá
Diego de Mondragón, primo del difunto, atro- estuvieron seguros, aunque ya mejor de sus he-
pellando la espada de don Nicolás se entró don- ridas, [y] recobrado en el todo su salud pasaron
de Margarita estaba, y fue tan ruin su intención a la de Lima, donde don Nicolás y Margarita se
que llegó a ella con una alfanje en la mano, presentaron al excelentísimo señor virrey mar-
y
echándole garra de los cabellos la degollara sin qués de Montesclaros, quien con su mucha pru-
duda si viéndose Margarita en tan grande peli- dencia y benignidad les oyó piadosamente todo
gro no extendiera las blancas y desnudas manos, cuanto en aquel caso había desde su origen. El
y dándole Dios fuerza no detuviera el brazo de virrey,que benignamente les oyó, íes dio buenas
su enemigo. Así lo hizo
y con notable ánimo co- esperanzas y mandó tuviesen por cárcel la ciudad
gió a dos manos la empuñadura del alfanje que de Lima. Esto es lo que en conformidad escriben
aferrado estaba en las de su contrario, así como don Antonio de Acosta, el capitán Pedro Mén-
y
lo tenía, con toda su fuerza se lo jugó hacia el dez y don Juan Pasquier, de don Nicolás Pablo
rostro, que como para allí estaban los filos le hi- Ponce de León y doña Margarita Astete, a quie-
rió ai vascongado desde la nariz hasta la cabeza nes dejándolos en la ciudad de Lima no los men-
metiéndole más de tres dedos en la frente, que cionan más; aunque Juan Sobrino Bartolomé
y
luego cayó privado de los sentidos. de Dueñas dicen que volvieron a esta Imperial
El bravo don Nicolás peleaba con mucho va- Villa después de pasados seis años, donde con
lor en defensa de la entrada, mas ya no podía una muy considerable renta que tenían gozaron
tenerse en pie cuando llegó Margarita con el al- de muchos hijos. 2
fanje en la mano que quitó del vencido vizcaíno Este mismo año de 1608 a fines del mes de ju-
(cubierto su cuerpo con una sobrecama de escar- lio, por ocasiones muy leves (como era ya cos-
lata por estar en camisa),
y viendo a su esposo tumbre en esta Villa) tuvieron los criollos
y
tan fatigado le comenzó a infundir nuevos alien- portugueses una brava refriega con los vasconga-
tos con palabras llenas de valor, diciéndole entre dos. Era muy apasionado de esta nación el gene-
otras: "A ellos, a ellos esposo mío, que Dios está ral Mesía, por lo cual hizo justicia de criollos
y
de nuestra parte”. Y fue tal el ánimo que los dos portugueses y no de los contrarios. Por esto en un
concibieron que a pesar de los cinco contrarios desafío general, en que se aunaron 20 criollos
salieron afuera,
y viendo Cortés la nueva ayuda y 30 portugueses, fueron contra 60 vasconga-
de don Nicolás y Margarita cobró mayor esfuer- dos y dándose una cruel batalla en el paraje del
zo,
y los tres pelearon con tanta braveza que en Arenal, mataron aquellas dos naciones 19 vascon-
breve hirieron a tres de sus enemigos (sin el que gados, aunque murieron seis criollos (que fue-
quedaba dentro expirando). Los otros dos huye- ron los que recibieron el primer encuentro) cin-
y
ron y fueron a dar parte a la justicia,
y sabiendo co portugueses, sin otros muchos heridos.
los tres vencedores que venía con todo aparato
2. Se confirma aquí que los autores potosinos introducían
se arrojaron por una ventana a una huerta,
y de ad libitum modificaciones en los episodios que trataban. [M]

279
Capítulo Xll

CÓMO CONTINUARON LOS SANGRIENTOS BANDOS DE LAS NACIONES,


SE
Y PELIGROS DE LA VIDA EN QUE SE VIO EL GENERAL DON PEDRO
DE CÓRDOVA MESÍA POR FAVORECER A LOS VASCONGADOS

AUNQUE es verdad que el general don Pe- el pueblo descontento, peligran los buenos y los
/\ dro de Córdova Mesía, caballero del sabios entre las quejas de la gente, y también
[entre] las espías y acusadores que los conjura-
j 1 hábito de Calatrava, fue bien recibido
dos traen mezclados en todos los corrillos, y es
JL -a» en su corregi-
esta Imperial Villa por
dor, y toda ella se alegró por su cortesía y el casi imposible poderse salvar en esta borrasca

buen deseo que mostró en mantenerla en mu- los oídos ni las lenguas, porque para el que

cha paz y justicia, después dio en malquistarse teme es cómplice igualmente el que calla como
con los andaluces, a quienes debía más bien el que responde.

atender pues era de aquella nación; y como eran No dejó el corregidor de saber esta conjura-
parciales de aquellos andaluces los extremeños ción y (aunque no con toda certeza) al fin pren-
v
había de ver abo- dió a muchos sospechosos [i48 ] y los atormen-
y criollos, forzosamente se
rrecido de estas tres naciones. El motivo de no tó, y a otros desterró mezclando entre ellos

mostrar buen afecto a la suya dicen el capitán algunos que no tenían culpa. Pero no remedian-
Pedro Méndez y don Antonio de Acosta que do nada con esto, antes sí encendiendo más el fue-
fue porque no se le permitió introducirse a este go de la venganza, sus contrarios (un lunes que
corregidor en la mina de rica plata que tenía don se contaron 28 de enero el año de 1609) \ yendo

Fernando de Liruela, andaluz (donde eran inte- a la cancha de Huayna (como es costumbre de
resados otros caballeros de esta nación) temiendo los corregidores) a la buena administración y

su mucha codicia, pues dicen los dichos autores paga que hacen los señores azogueros y mineros
que por ella no guardaba amistad ni cortesía a los indios de la mita) arriba de la plaza de
con ninguna persona (alta o baja que fuese), Mañazos le salieron al encuentro seis hombres
siendo tal la afición que tenía al amor terrestre bien armados y embozados, los cuales con las
la razón y aun se acer- espadas en las manos sin hablarle una sola pala-
y mundano que olvidaba
caba a la locura, que el amor terreno siempre bra le acometieron fieramente. Era la muía en que
es amigo de novedades, falso en las promesas, iba nueva y briosa, y esto fue en su abono por-
enemigo del descanso y perseguidor del sosiego, que como sintiese aquellos hombres que la cer-
es caída de dichosos, polilla de afortunados, jaula caban y tiraban golpes a su amo (tocando algu-
de locos y arca de desventurados, y finalmente nos en la silla) se alborotó y comenzó a dar
es cosa experimentada ser este amor terreno prin- grandes corcovos, y tras esto (a pesar de su
cipio de miserias y extremo de desdichas. dueño) lo llevó corriendo a más de dos cuadras
Sobre hacerse malquisto por su codicia y distante, aunque no faltó quien dijese que el

afición al amor terreno este corregidor, añaden haber huido de su voluntad le dio la vida. Pero
también los autores arriba citados, a quienes asi- habiéndole seguido cuatro criados que llevaba,
mismo siguen don Juan Pasquier y Bartolomé de y sosegada ya la
muía, se apeó de ella y llamando
Dueñas diciendo que se apasionó tanto de los a la voz del rey acudieron muchos indios que
vascongados por ciertos intereses que de ellos por aquellos ranchos había, y formando un es-
tenía, que cuanto a éstos los amaba tanto más cuadrón de todos volvió adonde le hicieron el
aborrecía a los andaluces, extremeños y perua- acometimiento y no halló ninguno, que no eran
nos (a quienes vulgarmente llaman criollos). los seis tan necios que logrando su intento se

De aquí era que viendo los vascongados tan de habían de estar allí, pues iban prevenidos de
su parte corregidor se atrevían a ejecutar mu-
al buenos caballos para ponerse en cobro (como
chas temeridades en sus contrarios, los cuales lo hicieron), y el corregidor se volvió a su casa

(conociendo la causa) en una junta que hicieron atónito del suceso.


Luego se supo en toda la Villa, acudieron los
los andaluces y criollos determinaron quitar la
vida al corregidor o a lo menos darle algunas 1. El 28 de enero de 1609 no fue lunes sino miércoles.
este capítulo correspondiente al año 1609 la Historia
En
heridas para escarmiento de su demasiada pasión sigue haciendo actuar a don Pedro de Córdova y Mesía como
que para todo hay atrevimiento cuando al juez corregidor de Potosí. Está dicho que lo fue una sola vez en
1600-1602. En 1609 era corregidor de Potosí don Rafael
le falta prudencia para el gobierno de sus
la
de Sotomayor, que se recibió a fines del año anterior
Ortiz
súbditos; y cuando por sus desórdenes se muestra ("Lista de gobernadores de Potosí"). [M]

280
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 12 Año 1609
vascongados y otros hombres desinteresados a tiraron los contrarios dos balazos llevándole una
los impertinentes pésames,
y todos le prometie- de estas balas buena parte del cabello del lado
ron defenderlo y ayudarlo en la destrucción de izquierdo, no hizo más efecto. Entróse a la casa
sus enemigos. No se pudo saber quiénes fuesen
y cerró las puertas con mucha presteza, pero que-
los que le acometieron, aunque a fuerza de mu- dándose afuera dos de los seis que no le habían
chas diligencias no dejaron de noticiarse haber desamparado (que se mostraron valerosos), los
sido un azoguero andaluz y otros vecinos crio- mataron a balazos. Desataron las manos a su ca-
llos. Andaba pueblo alborotado y los ánimos
el pitán y con mucho gozo lo volvieron a su casa;
y
de los abandalizados tan inquietos, que en cual- el desafío no tuvo efecto porque no salieron los
quier plaza, calle o campo que se encontraban contrarios, que por orden del corre[i49jgidor
se acuchillaban, abaleaban, mataban y herían. fueron a asistiren su guarda temiendo no le
Andaban los vascongados muy solícitos por persiguiesen sus enemigos. Con estas fatigas se
vengar muertes de Mondragón y los otros viz-
las hallaba la Villa Imperial de Potosí cuando llegó
caínos que murieron a manos de don Nicolás, la noticiade cómo la ciudad o catedral obispal
Margarita y Cortés, y en quienes habían deter- de Chuquisaca se había hecho ya arzobispal, que
minado ejecutarla era en don Juan Ponce de fue una nueva bien recibida;
y con ocasión de
León y don Nicolás Ponce, hermanos entrambos unas solemnes fiestas que se hicieron mitigaron
y primos del que andaba huyendo de la justicia. algo los encuentros
y pendencias sanguinolentas
Pusiéronlo en efecto el día 28 de marzo de que tan dañosas les era. 2
este año, que saliendo desafiados cuatro vascon-
gados con otros tantos 2. Hay una abundante documentación sobre el estado precario
criollos,
(y entre ellos que las labores mineras tenían por estos años en Potosí. En
los dichos don Juan
y don Nicolás) al paraje 1608. IX. 30 se reunió el cabildo (Acuerdos de Potosí, t. XII,
f. 139) a petición del procurador general
de San Clemente, murieron en la refriega estos y de muchas per-
sonas interesadas en el beneficio de metales "y se mandó abrir
dos hermanos y Silvestre Oliván,
y de los vas-
las puertas de las casas del ayuntamiento,
y que el portero
deje entrar a todas las personas que quisieren libremente".
congados sólo Martín de Abeytia. Segunda vez
El licenciado Juan de Ibarra, corregidor a la sazón, hizo un
(a los 15 días de este desafío) tornaron al mis- prolongado discurso diciendo "cómo era notorio que el Cerro
mo paraje criollos y vascongados (40 con otros rico de esta villa, habiendo sido tan rico
y próspero en otros
tiempos y de donde se ha sacado mucha suma de riqueza, ha
tantos) diéronse la batalla, la cual en sólo una venido de seis años a esta parte en tanta pobreza
;
y disminu-
hora que duró fueron heridos 30 vascongados, ción y los que traen labores no las pueden sustentar por ser
los metales de tan poca ley que no alcanzan a las grandes
de los cuales murieron tres dos criollos, cinco costas que tienen, las cuales costas no han bajado desde el
y y
indios que también peleaban por sus amos. Pa- tiempo que se sacaban metales ricos sino antes se han aumen-
tado", explicando a continuación detalladamente este extre-
sado este alboroto quisieron de nuevo darse mo. Se acordó dar aviso inmediato al rey, hacer informacio-
nes justificadas sobre la situación
otra batalla estas dos encontradas naciones, se- y despachar un procurador
general ante su majestad.
ñalando un capitán de cada parte,
y estando de- En 1Ó08.X.14 los azogueros presentaron un memorial al
terminados para la pelea un domingo en el mes cabildo en el mismo sentido, acentuando el hecho de que si
bien "este daño y ruina es muy conocida en esta Villa, par-
de abril, antes que este día amaneciese fue el ticularmente entre los azogueros
y personas que con sus ha-
general Mesía con 20 arcabuceros a casa de don ciendas les ayudan para las labores
y beneficios, la causa de
no conocerse y entenderse fuera de ella por los que no lo
Nicolás de Aro, capitán señalado de los criollos, ven ni entienden, teniendo solamente la mira puesta en el
número de las barras que cada año bajan de ella, y a que
y hallándolo con sólo seis alabarderos los des- en los quintos reales no hay tanta disminución como era fuer-
armó a todos, y maniatando a don Nicolás lo za hubiese si el daño fuera tan notable como se ha dicho, es
mandó llevar a la cárcel
diciéndole que era cabeza porque no consideran que el azoguero que ahora cinco o seis
años tenía 20,000 pesos de caudal con que traía aviadas sus ha-
de bandidos, inquietador de la paz, que sin te- ciendas, y otros más y menos, y otros que para aviarlas se
mor de Dios, del rey ni de su justicia, había prestan de particulares, con que gastan
y consumen las suyas
por sustentar sus labores y beneficios están entablados,
formado el escuadrón de vagamundos, gente y
aunque a ojos vistas conocen su daño y pérdida las van sus-
mal nacida (esto decía por los criollos)
cruel y tentando por no desampararlas y han venido el día de hoy
no solamente a consumir aquel caudal que de antes tenían
añadiendo otros vituperios, amenazándole que sino empeñarse en mucha más cantidad que el valor de sus
dentro de 20 horas había de morir ahorcado pú- haciendas, llevándose tras sí a los dichos particulares que les
ayudaban con las suyas sin que éstos tampoco se pudiesen
blicamente. salir afuera hasta haberlas acabado de consumir por la mu-
En esto acababa ya de amanecer, cuando por cha que tenían ya gastada en lo susodicho, de manera que de
todo este caudal y de todas estas haciendas que no son pro-
una esquina asomaron 30 arcabuceros, mosque- cedidas de metales sino adquiridas en otros tratos
y granje-
teros y escopeteros peruanos, todos que venían rias se han pagado y pagan hoy quintos a su majestad, con-
que en ellos no se ha podido conocer el daño y disminución
a casa de su capitán (según el orden que les en que este pueblo ha venido” ( ibid f. i44 v ).
había dado) y en un momento, preguntando el En 1608. XII. 5 el cabildo y vecinos volvieron a reunirse
en cabildo abierto y resolvieron que se informe al rey y al
alboroto que veían en aquella calle
y sabida la virrey los servicios hechos por esta Villa a su majestad; el
causa, sin tomar ningún parecer arremetieron grandísimo daño que se sigue a las minas y al bien universal
de la falta que de algunos años a esta parte hay de los in-
todos al corregidor con tanta presteza coraje, dios de mita; que se fíe el azogue con plazos liberales; que
y
que sin dartiempo a su arcabucería para la de- se reduzca el quinto al diezmo (ibid., f. 158-164).
En 1608.XII.11 todavía hubo un nuevo cabildo abierto
fensa huyó toda quedando solamente con seis de los azogueros conjuntamente con el cabildo de la Villa
hombres. El corregidor, que se vio en tan mani- y se resolvió enviar un procurador ante el virrey para ges-
tionar el remedio de la situación ( ibid f. 168).
fiesto peligro de la vida, dejando al capitán en
Finalmente, en 1609. 1 2 5 se nombró a don Diego Cabeza
.

la calle acudió prestamente a ganar un zaguán de Vaca por procurador general de la Villa para que fuese
con esa comisión ante el virrey (ibid., f. 190' ). Véase supra,
cuyas puertas se acababan de abrir,
y aunque le capítulo 9, nota 7. [M]

281
Capítulo XIII

DE UN PORTENTOSO CASO EN QUE CRISTO NUESTRO SEÑOR MANIFES-


TÓ SU GRAN MISERICORDIA EN UN PECADOR DE ESTA VILLA,
CON OTROS SUCESOS ADMIRABLES

A UNQUE los autores Bartolomé de Due- Estando, pues, tan de asiento en tanta manera
de vicios, sucedió que un día en el mes de junio,
/\ ñas, don Juan Pasquier y Juan Sobri-
víspera del día de Corpus (según Méndez y
j \ no nos dicen en sus historias
1
que el
X JL prodigioso suceso que con no poca ad-
miración mía referiré en este capítulo sucedió
Acosta), una mujer por cuyos amores había
muchos días que andaba perdido (que también
el año de 1612, con todo eso he querido seguir en extremo era sensual) le hizo experimentar no
más bien el parecer del capitán Pedro Méndez sólo la operaciónque hacen los desdenes porfia-
Antonio de Acosta que conformes dicen' dos mas también los terribles y rabiosos celos.
y de don
fue el de 1610, por parecerme ser lo más cierto. Unos y otros hicieron tal efecto en el miserable
Los instrumentos originales de este suceso se pecador que cayendo en el último punto de des-
hallan en la secretaría arzobispal de la ciudad esperación, tomando un lazo en las manos salió

de La Plata, adonde por orden del arzobispo de de su casa a buscar alguna oculta parte donde
aquella ciudad (y el primero que lo fue después ahorcarse, ayudándole también en su desespera-

que dejó de ser obispado) fueron llevados por ción la pobreza en que lo habían puesto sus
su visitador para examinarlos. vicios y malas costumbres, con otros infortunios

Y pues vamos al caso,


digo que si el lustre de o invenciones del demonio de que se había va-
los milagros se califica de los provechos, cuantos lido para ponerlo en aquel estado.

más fueron éstos más insigne es el prodigio mi- Cogió por la calle de la iglesia de Nuestra
lagroso, y si las utilidades son de clase superior Señora de las Mercedes con intención de llegar
tanto más se crece la calidad del milagro. Resu- hasta el matadero de las vacas, y en la parte que
citar las almas es mayor milagro que resucitar mira al campo colgarse de un palo que sobresa-
los cuerpos porque la vida del alma es más cali- liente de la pared se mostraba a propósito; y

ficado bien que la vida del cuerpo, porque éste llegando al cementerio de dicha iglesia de las
líbrase de lo funesto y triste de las hediondeces Mercedes a la 1 del día, le salió al encuentro
del sepulcro y las almas se libran de la eterna y un hermoso niño con un canastillo en las manos
lamentable esclavitud del infierno, y cuanto ma- y le dijo: "Señor don fulano”
(no declaran el
nombre los autores) "hágame vuestra merced
yores son los provechos del alma tanto mayores
son los despechos y rabias del demonio. Así lo agasajo en llamar con aquella companilla de
experimentó el pecador, a quien sucedió el caso la portería, que no alcanzo a la soga y quiero dar

siguiente. este canastillo a un religioso”. Díjole el hombre:


Vivía en esta Imperial Villa de Potosí un gran "Niño hermoso, ¿de dónde me conoces y sabes
pecador, mozo en la edad y viejo en sus abomi- mi nombre?”. "Yo muy bien le conozco”, dijo
nables costumbres. No falta quien diga que había el niño, y de nuevo volvió a instarle llamase con

nacido noble, pero en nada lo mostraba su mal la campanilla. Hízolo así, tocó la campanilla,

vivir, porque además de otros vicios sumamente salió un religioso y al punto desapareció aquel

aborrecibles a los ojos de Dios y de los hombres, niño. El buen religioso, como no viese otra per-

era gran homicida, mortal enemigo de los de su sona más que aquel hombre, con algún enojo
especie, traidor y de cruel ánimo: vicio abomina- le preguntó qué era lo que quería, y aun con

ble pues es cosa experimentada que al cruel cuan- palabras alteradas le dijo que aquella era hora de
to más le ruegan más se ensoberbece y pone descansar y de comer, no de conversar ociosa-
más cruel, aunque también se experimenta que mente si a eso venía.
al cruel y soberbio cuanto más le tarda el castigo El hombre, en aquel punto lleno ya de temor

tanto más riguroso viene y más grave. Final- y reverencia a


aquel religioso, le satisfizo con
mente en todo era este mozo sumamente perver- mucha humildad refiriéndole lo que pasaba con
so y escandaloso. el hermoso niño, lo cual y haberse allí en su pre-
capítu- sencia desaparecido lo tenía atónito. Escuchábale
1. Dueñas, libro V, capítulo 14; Pasquier, libro III,

lo 9; Sobrino, segunda parte, canto VI. [A] el religioso con más sosiego notando lo demu-
Méndez, tercera parte, capítulo 12; Acosta, libro IV, ca-
2 .

dado del rostro en aquel hombre, y en este ins-


pítulo 25. [A]

282
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 13 Año 1610
tante [i49 v ] le favoreció Dios con un rayo de su no te costó a ti lo que a mí”; y extendiendo
divina luz, pues todo compungido le dijo al ben- su santísima y liberal mano diestra (así atada
dito religioso que quería confesarse y que él era como estaba) señaló con el dedo al pecador,
un gran pecador a quien el demonio en pago de cosa por cierto de grande admiración pues para
sus abominables culpas lo llevaba por aquella testimonio de este milagro se quedó esta sagra-
calle como arrastrando a los infiernos, pues iba da imagen así con el dedo extendido como
con intención de ahorcarse, y que la divina piedad hoy se ve. 3
no lo había permitido pues le puso aquel niño Por este prodigioso suceso colocaron al Santo
(que sin duda sería algún ángel del cielo) para Cristo en una capilla bien adornada donde es
impedir su desesperada resolución, y que así le sumamente venerado, y cada año hasta el día de
pedía por amor de Dios le llamase un confesor. hoy se le hace un costoso novenario con su fiesta.
El religioso con mucha ternura le dijo esperase Dichoso pecador mil veces, pues mereció tan
en la iglesia, porque siendo la 1 del día estaban gran favor de mano de aquel piadosísimo Señor.
comiendo los religiosos. Entróse en la iglesia ¡Oh padre de misericordias, bendita sea vuestra
aquel pecador dejando burlados a los infernales clemencia pues favoreciste a este pecador no sólo
ministros que lo llevaban ya por suyo a la cárcel por vuestra divina boca, mas también señalán-
del infierno. dolo con vuestro santísimo dedo, como a quien
Estaba en aquella iglesia debajo del coro a la no sólo era llamado sino que también fue esco-
entrada una devotísima imagen de Cristo (reden- gido El cual, después que atónito
!
confuso el
y
y como entrase
tor nuestro) puesto a la columna, confesor lo hubo absuelto, viendo que Jesucristo
aquel pecador luego puso los ojos en ella, Nuestro Señor tan piadosamente lo miraba, vol-
y
advirtiendo que sus pecados lo habían puesto de vió a su casa muy distinto de lo que había salido
aquella suerte comenzó su corazón a sentir tan de ella, y después todo el tiempo que duró lo
de veras las ofensas cometidas contra Dios, que restante de su vida hizo asperísimas penitencias,
no pudiendo contenerse empezó a deshacerse en
y en ellas le cogió la muerte dejando notables
sollozos y lágrimas de dolor,
y arrojado a sus señales de su predestinación.
pies le pedía muy de veras perdón de sus culpas, Ejemplo fue éste no sólo para los pecadores
proponiendo a voces de confesarlas, enmendarse mas también para los venerables sacerdotes
que
y satisfacer por ellas. En este punto, a instancias administran sacramento de la penitencia: para
el
del portero, salió del claustro un religioso que los pecadores porque vean que Dios no quiere
viéndolo aquel pecador se levantó de los pies del que ninguno se pierda, pues vemos en éste cuán
Santo Cristo, y llegándose al sacerdote le pidió a su cargo tomó el Señor el favorecerlo, como
encarecidamente le confesase. El religioso mos- por quien tan liberalmente derramó su sangre
y
tró mucho desabrimiento, o fuese porque la pre- dio la vida; y para los confesores, para que como
sente hora más era para descansar que para oir padres de verdadera caridad la tengan con los
una confesión (que bien consideraría ser larga) penitentes que rendidos llegan a pedirles la salud
o (lo que más era para engrandecer el caso) de sus dolientes almas, y a todos (sin excepción
[por] ser disposición divina: se resistió cuanto a de ninguno, y al punto que la piden), les admi-
loprimero y no quiso oírle, mas el penitente asido nistren este saludable sacramento, porque si así
fuertemente de sus pies le suplicó con muchas no hacen se puede malograr el trabajo que le
lo
lágrimas le confesase. costó al buen pastor hallar traer en sus hombros
y
Movido el sacerdote de sus importunaciones la oveja perdida, que como ya está muy bien-
le oyó de penitencia,
y tales debían ser sus peca- hallada entre los ajenos y nocivos pastos, el "no
dos pues acabada su confesión no quiso absol- puedo” del confesor la espanta, y poco ha me-
verlo o por lo menos quería con esto atemori- nester para volverse a sus venenosos deleites,
zarlo. Instó el penitente a pedirle por la sangre como le sucedió en esta Imperial Villa [150] a
de aquel Señor, que presente estaba, le absolvie- un perdido mozo, el cual un año (que no dice la
se de sus culpas, ponderándole que si la muerte le relación cuál) después de pasada la pascua de
cogiese en aquel punto se podía condenar, que Resurrección se fue a confesar a la iglesia mayor
aunque tenía gravísimo dolor de sus pecados no de esta Villa, donde halló un señor sacerdote
sabía si era digno de perdón, clérigo y le pidió que por amor de Dios le oyese
y así que no le ne-
gase la absolución para su consuelo de penitencia. El buen sacerdote tendría algún
y poder lle-
var adelante el propósito de su enmienda. No embarazo, pues muy indignado le dijo que por
quiso de ninguna manera el confesor, antes como qué no se había confesado la Semana Santa y
enfadado se levantó había dejado aquella diligencia para después de
y fue a entrarse a su claus-
tro, pero, ¡oh bondad de Dios Pascua; "Señor”, dijo el mozo, "no ha sido de
y cuánto estima las
almas que redimió con su preciosa sangre!, pues malicia ni descuido sino una forzosa necesidad
en aquel instante este misericordiosísimo Señor queme hizo estar fuera del pueblo, y con la
que en su santa imagen estaba atado a la colum- confianza que de que la iglesia nos señala tiempo,
na, con unas dulcísimas palabras que que es hasta el Domingo de Cuasimodo, por esto
rompe el
corazón de ternura al oírlas, hablando con su
sacerdote le dijo; "Absuelve a ese hombre, que 3 Hay alguna afinidad entre este episodio y la leyenda del
-

Cristo de Burgos puesta en romance por José de Zorrilla. [M]

283
Año 1610 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

vengo antes de este plazo, y así le vuelvo a su- acabase su confesión y recibiese la absolución,
plicar oiga de penitencia por amor de Jesu-
me pero el penitente le dijo: "Pues vuestra paterni-
cristo”. Volvióle el sacerdote las espaldas dicien- dad me condena, voyme al infierno y no quiero
do que no quería. Desesperóse el mozo (viendo perdón”. Y diciendo esto se salió de la iglesia y
el mal efecto de su petición) de suerte que a nunca más lo vio el confesor por mucho que lo
voces le dijo: "Sacerdote de Dios, pues no me deseó, de lo cual quedó con tanta pesadumbre
quieres confesar por ahora, yo te hago jura- que hasta que Dios le quitó la vida siempre le
mento que en todos los días de mi vida no me acompañó.
tengo de confesar”. Y añadiendo a estas otras Por este tiempo florecían las virtudes del ve-
palabras llenas de temeridad y horror se salió de nerable siervo de Dios fray Vicente Bernedo en
la iglesia y se entregó a todo género de vicios. esta Imperial Villa, cuya dichosa llegada(como
Pasaron tres años sin quererse confesar, y al cabo hemos dicho) fue el año de 1601. Dolíale en el
de ellos en una pendencia le dieron una mortal alma a este bendito padre al ver tantas ofensas
herida de que allí luego murió sin confesión. cometidas contra Dios, tanta manera de vicios en
En este mismo cuaderno manuscrito (cuyo au- que los miserables moradores estaban embarbas-
tor es un religioso de la seráfica orden) se cuen- cados, y procuraba con santas persuasiones apar-
ta otro caso semejante por la poca prudencia de tarlos de su mal estado; pero ni esto ni su ejem-
otro confesor, "religioso de cierta orden” (que plar y portentosa vida bastaba a convertirlos. En
así lo dice aquella relación, y aunque declara este año de 1610 (cuyos sucesos vamos refirien-

otras circunstancias tampoco dice el año) Llegó-


. do) sucedió que yendo este gran siervo del Se-
se un pecador de esta Imperial Villa (dice este ñor de compañero con otro religioso procurador
autor) a confesarse con aquel religioso, y comen- de su convento al oficio de cabildo a cierto nego-
zóle a oir con algún enfado. Grandes serían sus cio que tenía con el secretario, estando en él el

pecados pues se escandalizó de modo el confesor bendito siervo de Dios fray Vicente saliendo de
que exagerándolos comenzó en voz algo levan- su mucha modestia (sin que a lo que parecía hu-
tada a decir al penitente: "¡Cómo no se ha abier- biese motivo que lo ocasionase) improvisamente
to la tierra y se lo ha tragado! Sepa que está dio una gran risada, cosa que todos extrañaron
el infierno abierto para castigar sus pecados, y porque sabían que sus verdaderos regocijos eran
está por ello condenado a eternos tormentos”. en Dios solamente y no en cosa alguna de esta
Oyendo el penitente aquellos extremos y exage- miserable vida. Volviéronse al convento y el pa-
raciones del confesor, le dijo: "Padre, no se abrió dre procurador refirió al prelado lo que pasaba,
la tierra ni me tragó cuando estaba cometiendo y como era notable todo cuanto veían en el ben-
esas ofensas contra Dios, y ahora que me con- dito padre fray Vicente, le mandó el superior
fieso y arrepiento de haberle ofendido ¿quiere dijese el motivo que había tenido para reírse en
que se abra y me trague? No quiere Dios que parte tan pública. El siervo de Dios, con su acos-
ninguno no puede vuestra pa-
se condene, y así tumbrada modestia y con mucha humildad, res-
ternidad asegurar que ya estoy condenado a los pondió diciendo que la causa había sido ver en-
infiernos, que si yo quiero salvarme hay miseri- trar en aquella tienda del oficio tanta multitud
cordia en Dios para perdonarme; pero pues vues- de demonios con tal prisa que caían unos sobre
tra paternidad no sabe administrarme el sacra- otros porque no cabían por las puertas, y esto
mento de la penitencia que le pido, tampoco le provocó a risa. Quedó admirado el superior,

quiero yo proseguir con él”. Y


diciendo estas y con justa causa, pues en parte donde la ver-
y otras palabras de más temeraria desesperación dad debía estar en su punto y estimación, por
que confianza, se levantó y se fue. Quedó el con- reverencia del juramento que allí se hace, se
fesor oírle y de la resolución de su
admirado de veía hecho pocilga de demonios por la menti-
v
ida, yentrando en un gran escrúpulo se puso en ra, interés, engaño y ti[i50 ]ranía de los malos

pie y comenzó a llamar al penitente para que escribanos.

284
Capítulo XIV

DE CÓMO EL GENERAL DON PEDRO DE CÓRDOVA MESÍA


CONTINUÓ SU
MAL AFECTO CON LOS CRIOLLOS, BANDOS SANGRIENTOS QUE
POR ESTO HUBO, Y LOS INFORMES QUE CONTRA DI-
CHO CORREGIDOR SE DIERON A ESPAÑA

D
IJIMOS en el capítulo 12 de este libro IV cíese elmotivo y causa que los peruanos habían
cómo el general don Pedro de Córdova dado al corregidor para que así los persiguiese 2
| ,

f Mesía 1
mostró inclinado a la parte
se que no sirvió de otra cosa el tal despacho más que
de la nación vascongada, y por la pri- de agravar las costas y salir bien aprovechado el
sión que hizo en la persona de don Nicolás de presidente, que esto ni fue lo primero ni menos
Aro se vio en gran peligro de la vida, como lo postrero que se vio en Potosí, pues siempre se
allí referimos. Con aquel suceso, pues, se in- ha visto y cada día se experimentan semejantes
dignó tanto el corregidor que asegurando muy provechos a costa de los mismos perseguidos.
bien su persona con muchos hombres de guarda Justamente se deben a los reyes las alabanzas de
persiguió cuanto pudo a toda la nación perua- los buenos ministros cuando tales los envían a
na que en esta Villa se hallaba, embargando las administrar justicia, pues justamente padecen las
haciendas y demás bienes de los nobles, quejas que ocasionan los que son malos. Por esto
y pren-
diendo y haciendo otros daños a los que no lo deben considerar (cuando eligen jueces) que en
eran. diferentes personas se eligen a sí mismos.
Cuando la ignorancia y el miedo se apoderan Al fin vino el señor licenciado, hizo sus averi-
de un juez, nada es bastante a que se sujete a la guaciones, cumplió con el mandato del virrey
razón: todo lo atropella porque de todo teme. (sin apartarse de la afición del corregidor) cargó ,

Esto es confesarse indigno de las defensas del la culpa a los criollos


y la resulta de lo proce-
sufrimiento (invencible despreciador de calami- sado fue hacer nuevo informe a su excelencia
dades). El sufrimiento, la paciencia la pruden- representándole la inquieta inclinación de los
y
ciason los valentones de la virtud. No padece la criollos, y que por lo tanto convenía desarmar-
fortuna ultrajes de otros; en ellos se desalien- los, particularmente de armas de fuego, como lo
tan los castigos,
y cánsase en su perseverancia la tenía ejecutado. Este fue el efecto de la informa-
crueldad. ción y quejas hechas por la nación peruana al vi-
Quedaron por esta vez los criollos
y peruanos rrey, aunque por no acabarla de desesperar el
muy abatidos en armas, sin poder tomarlas para señor presidente Bejarano (en nombre y obras)
la defensa de tanta insolencia, efecto de la igno- desembargó las haciendas de los nobles y sacó de
rancia y cobardía del corregidor;
y viendo que las cárceles a los que el corregidor tenía presos,
cada día crecía más el abatimiento, determina- que todo se hizo a trueque de mucha plata.
ron dar parte al virrey de Lima, puesto que la Viendo los criollos que su negocio se hallaba
real audiencia de La Plata atendía más a la man- en peor estado del que estaba (pues el corregi-
tenencia del corregidor que a las querellas dor no perdía ocasión en molestarlos), se resol-
y
súplicas de los criollos. Informado al fin el exce- vieron a hacer otro nuevo informe y remitirlo al
lentísimo señor marqués de Montesclaros despa- rey don Felipe III por mano del gobernador de
chó un correo al licenciado Bejarano (que por Buenos Aires, que por ser deudo muy cercano
oidormás antiguo de la real audiencia de La Pla- 2. Ni licenciado Ruiz Bejarano hacía oficio de presidente
el
tahacía oficio de presidente) para que luego al (aunque era oidor más antiguo), ya que esta plaza estaba

titularmente ocupada por don Diego de Portugal, ni el virrey
punto pasase a esta Imperial Villa que recono-
y le dio tal comisión. Durante este año el único miembro de la
audiencia de Charcas que estuvo en Potosí fue el propio
1. Como se ha hecho notar,
desde 1609 era corregidor de presidente, don Diego de Portugal, para el despacho de la
Potosí don Rafael Ortiz de Sotomayor
y hacía más de seis plata del rey. El año siguiente de 1612 Ruiz Bejarano fue
anos que había dejado de serlo don Pedro
de Córdova y efectivamente a Potosí, pero no como presidente de la au-
Mesía. [M]
diencia ni a lo que dice la Historia sino, igualmente, a des-
Para mayor información sobre Ortiz de Sotomayor, especial- pachar la plata de su majestad. De acuerdo con su técnica
mente sobre sus esfuerzos por acrecentar la provisión de agua de superposición, la Historia reúne ambos hechos en uno
a Potosí, agrandando la laguna de Tavacoñuño, véase la "In- solo (Audiencia de La Plata: Cartas y relaciones. No. 1160)
formación hecha de oficio conforme a la nueva orden de su [M]
majestad de los servicios que le ha hecho don Rafael Ortiz de
uejaiauo irasonuo aesae rotosi, 1012. III. 20 una Memoi
Sotomayor, corregidor
y justicia mayor de la villa de Potosí”, sobre la mita de Potosí” escrita por el cura
y vicario Luis1

1610. II. 1 (Archivo de Indias, Charcas


87). [H] Vega, de Tomahavi (Archivo de Indias, Charcas 135). [H]

285
Año 1611 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de un caballero natural de esta Villa tuvo en todo mita del rico Cerro. Volvió por el mes de sep-
muy buen efecto. tiembre el dicho señor presidente y (como he-
Entretanto que este informe fue y volvió de mos dicho en otra parte) fue cuando numeró los
España sucedió que no pudiendo ya los criollos vecinos y demás asistentes de esta Imperial Vi-
tolerar las sinrazones y daños del corregidor, ha- lla, pues habiéndose propuesto el año de 1610

biendo recogido muchos arcabuces, caballos y por el señor virrey marqués de Montesclaros, en
otras armas que los extremeños y andaluces (con Consejo de Indias, si sería bien se avecindasen
quienes siempre se llevaron bien) les dieron por los indios de la mita en esta Villa de Potosí y no

su dinero, se determinaron a romper con el corre- dejarlos volver a sus provincias, por los daños
gidor y vascongados. Pusiéronlo en efecto un lu- que en traerlos y volverlos cada año resultaban
nes en el mes de abril de este año de 1611 con el (pues de 5,000 que en aquellos tiempos venían
motivo de llevar presos (por la calle Imperial) cada año no se volvían los 2,000 porque unos se
el corregidor (con un escuadrón de vasconga- escondían en los pueblos cristianos, y otros se pa-
dos) a don Pedro Álvarez Parrada y a Basilio saban a los indios infieles), para ver, pues, si
Pérez Tirado, naturales de esta Villa, porque ha- convenía el avencindarlos se mandó, cuanto a lo
bían dado de puñadas a un vascongado. Salieron primero, reconocer cuántos vecinos y demás ha-
de una casa 20 criollos, que en aquella calle es- bitadores tenía Potosí, y (con especial diligencia
taban disponiendo su determinación, y acometie- y cuidado del presidente)
distinguiendo los pa-
ron al corregidor y a su escuadrón tan de impro- drones, se numeraron 160,000 personas.
viso y con tanto valor que brevemente fueron El capitán Pedro Méndez y don Antonio de
desbaratados todos los vascongados y heridos Acosta ponen en sus historias este padrón de la
cuatro de ellos. El corregidor, como ya lo tenía de misma forma que fue hecho por el señor Beja-
costumbre, temeroso del caso se lanzó dentro rano con esta división y claridad, y dicen que
de una tienda de mercadería y cerró las puertas, se numeraron 76,000 indios de varias provincias
diligencia muy buena [151] para su persona por- juntamente con los naturales de esta Villa, en-
que más de cuatro bocas de fuego lo buscaban trando también en este número los 5,000 de la
con intención de no malograr sus balas. mita, y en todos de entrambos sexos y edades;
Quedaron libres los presos, y muy gozosos los 3.000 españoles, entre grandes y pequeños, naci-
criollos de haber logrado aquel lance se juntaron dos en esta Imperial Villa; 35,000 españoles,
todos, mezclándose algunos extremeños y anda- criollosde todos los reinos y provincias de estas
luces para la defensa de sus personas, porque el Occidentales Indias, de entrambos sexos; 40,000
corregidor después de verse en salvo convocó a españoles de los reinos de España, y extranjeros;
los vascongados, castellanos y otros hombres de 6.000 negros, mulatos y zambos de entrambos
varias naciones para castigar aquel exceso de los sexos, de diversas provincias del mundo: conque
3
criollos; y aunque luego fueron con el escuadrón sustentaba Potosí 160,000 moradores. Por lo
formado a la calle y casas donde estaban muy cual no tuvo efecto el que se avecindasen los
bien armados y prevenidos, no hicieron otra cosa 5.000 indios de las minas e ingenios, temiendo
más de amenazarlos de que los habían de ani- que al multiplicarse en esta Villa los tales indios
quilar, y pararon en decirles muchos baldones sería posible la falta del sustento en todos; aun-
criollos hacían algunas que (después de la divina providencia) para mu-
y luego se fueron. Los
salidas, unas veces de 10 en 10, otras de 20 chos más diera el riquísimo y liberal Cerro.
en 20, acometían cuadrillas de vascongados y
demás contrarios, mataban y herían en algunas 3. Según lo dicho supra nota 2, se plantearía el problema
de quién fue el que hizo este censo de Potosí, si Ruiz Beja-
y en otras eran muertos y heridos, y de esta ma- rano o don Diego de Portugal, y cuándo se hizo, si en 1611
nera pasaba Potosí sus disturbios. o en 1612. Si fue Ruiz Bejarano, tuvo que ser en 1612; si fue
en 1611 tuvo que ser don Diego de Portugal. En la colección
El señor Bejarano se volvió a Chuquisaca por
de los libros de acuerdos del cabildo de Potos! (Archivo Na-
no verse en algún trabajo en estas revueltas, aun- cional de Bolivia, Sucre) falta el volumen XIII, correspon-
diente a los años 161 1-1613 donde seguramente había noticias
que luego le obligó el virrey volviese a esta Villa
sobre dicho censo. Véase el apéndice "Cálculos de población
a ejecutar su mandato en órdenes tocantes a la de Potosí”. [M}

286
ÉMÉMMHÉ |H|

Capítulo XV
CELÉBRANSE UNAS BODAS Y FIESTAS POR EL CASAMIENTO DE LA BELLÍ-
SIMA ANARDA, HIJA DEL GENERAL MESÍA. ES LLAMADO A ESPAÑA
POR LAS QUEJAS DE LOS CRIOLLOS. VIENE A GOBERNAR
ESTA VILLA EL LICENCIADO ANDRÉS DE PAZ, Y RE-
FIÉRESE UN EXTRAÑO CASO EN QUE SE VIO
MUY ARRIESGADA LA SALVACIÓN DE UN
HOMBRE

N el capítulo 9 de este libro VI dijimos los criollos, por haber tocado a los oídos del rey

E cómo el general don Pedro de Córdova

Mesía tenía una hija cuyo nombre era


Anarda, y que en aquel famoso juego de
sortija salió a plaza (junto con su invención) los
amores y honestos servicios del noble don Nico-
redundaría en su daño, quiso por esto dejar de
y
continuar su mal afecto contra esta nación; así,
mostrando mucha alegría (o verdadera o fingi-
da) prometió a don Iñigo
y a don Nicolás que
para el día 14 de febrero les entregaría a su hija,
y

lás de Mendoza, natural de esta Villa, muy bien


y con esto los despachó muy contentos.
empleados en esta bellísima doncella. Muchos Durante los 15 días que faltaban se previ-
caballeros de España luego que entró en esta nieron los unos y los otros para las bodas
y
Villa la solicitaron por esposa
y la pidieron a su regocijos, y llegando el día señalado hizo el co-
padre, mas él no quiso darla a ninguno. Pasados rregidor llamar al novio
y a su padre y les entre-
algunos días, el capitán don Iñigo de Mendoza, gó a su hija, juntamente con un crecido dote que
caballero del hábito de Calatrava (de quien he- en monedas, joyas
y perlas se apreció en poco
mos hecho memorias en otros capítulos de esta menos de 1,000,00o, 1 por lo cual dijeron los que
Historia la pidió al general, para esposa de su mala voluntad tenían al corregidor que se ale-
)
hijo don Nicolás, único heredero de su mucha graban de que su hija le quitase parte de lo que
nobleza y riqueza; y el general, que conocía al tan mal tenía adquirido en esta Villa, publicando
capitán don Iñigo por ser de una misma nación la pobreza con que le habían conocido en España,

y patria, vino en dársela, aunque por tener en la de que se veía muy fatigado con ella, cuanto
ocasión sólo n
años de edad la hermosa doncella [más] ahora con la riqueza que poseía (quitada
le dijo se la
entregaría a su tiempo, no sin envidia por fuerza de muchos, y por varios caminos toda
de otros pretensores que lo llegaron a saber, que mal adquirida) y con temor de experimentar al-
la envidia en todas partes se aloja, ya en los pa- gunos menoscabos de ella. Y no dudo que si
lacios de los príncipes, [i5i v ya en las opulentas cuando venía a estas Indias pobre y menesteroso
]
casas de los señores ya en los aduares de los bár- le vendrían combatiendo muchos pensamientos
y
baros y en las chozas de ios pastores; esto de ver sin dejarle sosegar un punto en mitad de las
y
medrar al vecino que me parece no tener más ondas del mar, como acontece a todos los que
mérito que yo, fatiga casi a todos demasiada- con necesidad vienen por acá, no menos ahora
mente. en el sosiego de la tierra le combatirían aun-
Cuando el corregidor prometió a su hija aún que por diferente causa, que si entonces no dor-
no era enemigo de los criollos de esta Villa como mía por pobre ahora no podía sosegar de rico,
después lo fue, que según su rabia más quisiera que tan pesada carga es la riqueza al que no está
ver despedazado a don Nicolás que casado con usado a tenerla ni sabe usar de ella, como lo es la
su hija. Pero en este año de 1612, con mucha pobreza al que la tiene continuo. Cuidados aca-
resolución, acompañado don Iñigo de su hijo rrea la plata y cuidados la falta de ella, pero los
y
de otros caballeros andaluces unos se remedian con alcanzar una mediana can-
y criollos entraron
un día en la casa del corregidor, aumentan mientras más parte
y le dijeron tidad, y los otros se
que ya la señora Anarda tenía 14 años de edad, se alcanza.
y Sí ue pues la poca que hasta allí tenía había 1. Aunque es probable que esta cifra está hinchada por la ten-
sido el impedimento de los desposorios se ejecu- dencia del autor a la exageración, todavía se encontraban en
Potosí grandes fortunas como puede apreciarse en el hecho
tase luego pues no había que hacer otro reparo.
de que Hernando Ortiz de Vargas en 1611.VI.3 pagó al rey
Ya el corregidor tenía algunas noticias de cómo 100,000 ducados de Castilla por el título de alguacil mayor
las de Potosí (Archivo de Indias, Charcas 418, libro III f 42"
quejas que contra su persona habían formado
58). [H]

287
Año IÓ12 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSI

Hiriéronse los desposorios con muchas y muy de [152] Potosí un hidalgo llamado Fulgencio
el corregidor su padre
costosas fiestas, sin querer Orozco el año de 1610, de 50 años de edad, de
hallarse en ninguna. Aún no eran del todo aca- los reinos de España, hombre corpulento, de ros-

badas las dichas fiestas cuando llegó el correo or- tro severo y mirar espantable, muy falto de bie-

dinario de la ciudad de Los Reyes, y trajo unos nes temporales y por esto (como vulgarmente se
pliegos de España y otros del virrey, en que le dice) se encaminaba a buscar la vida. Acogié-
mandaban que dentro de 20 días saliese de Potosí, ronlo como lo tienen de costumbre los piadosos
dentro de un año después vecinos, y después de haber reparado algún tanto
y por lo consiguiente
que hubiese visto este orden compareciese por su su necesidad lo acomodaron por mayordomo de
persona en la corte de Madrid. Tuve en mis ma- un ingenio, para que mediante su personal dili-
nos una copia de esta carta escrita en el Escorial gencia tuviese no sólo que comer mas también
a 23 de
2
septiembre del año de 1611, y aunque dinero que poder ir recogiendo. Comenzó con
también hube otra relación en que dice que al mucho anhelo a trabajar pero en vano (dice ei
corregidor don Pedro de Córdova Mesía le vino capitán Pedro Méndez), porque era tal su des-
en dicha carta una gravísima reprensión y que gracia que no pudo adquirir cosa que le fuese de
el término para que saliese de esta Villa sólo fue utilidad para el buen intento que tenía. Ejercitóse
de 24 horas, es muy siniestro y escrita con dema- en otros servicios, trazas y modos de adquirir di-
siada pasión. Lo cierto es que el dicho término nero, pero en nada lo pudo conseguir: conven-
para su salida fue de 20 días (según la copia dríale así, que su divina majestad siempre reparte
dicha) y con mucha mansedumbre sin reprensión a cada uno lo que le conviene.
ninguna es llamado a la corte. Al cabo del año y ocho meses de trabajo inútil
Salió, en fin, el corregidor con gusto de la mi- que tuvo, viendo que no adquiría nada se deses-
tad de los moradores de esta Villa y pesar de la peró de suerte que (como si no fuera cristiano)
otra mitad, como siempre ha sucedido en ella, dando voces decía mil blasfemias y echábase
alegrándose unos del mal que a sus suscriptores otras tantas maldiciones, y sin querer tomar con-
les viene y pesándoles a otros de su bien. El virrey sejo bueno ni hacer discurso saludable se fue al
brevemente envió por justicia mayor al licenciado hospital real, o fuese por haberle sobrevenido
Andrés de Paz, en quien se experimentó ser cierto algún accidente o el de su misma rabia y pesa-
el vulgar refrán que dice: "Otro vendrá que bue- dumbre, pues parece que brevemente quería per-
no me hará’’. Comenzó su gobierno por fines del der de una vez la vida según las temeridades que
mes de marzo de este año, 3 conformando a los decía. Cuando comenzó a blasfemar (en el hos-
principios sus obras con su nombres pues procuró pital) de Cristo nuestro bien y de los santos,
que todos gozasen de una segura paz y buena creyeron todos los que le oían que eran desvarios
amistad, favoreciendo a los naturales o criollos del mal, y no eran sino furores estimulados del
de esta Villa en cuanto le era posible, de suerte demonio. Hablábale (a lo que se pudo entender)
que se hizo amable con ellos y con todos los de- el maligno espíritu en secreto, y él atendía como

más moradores. Pero el común enemigo, como que escuchaba pues el enfermo levantando el
le dolíaaquella paz y sosiego que todos se desea- grito le dijo: "¿Qué me quieres? Ya hago lo que
ban, introdujo nuevos alborotos, enemistades y me mandas, lo que te prometí he cumplido, y de
bandos, como adelante diremos. para dar fin Y cuanto me
prometiste nada has hecho”.
a este capítulo referiré el caso siguiente, en que Oyendoesto los presentes lo tuvieron por en-
se verá convertido a Dios un pecador blasfemo, lo demoniado, y fueron a llamar al muy reverendo
cual sucedió en este año de 1612. padre maestro fray Antonio de la Calancha (que
Méndez, don Antonio de
El capitán Pedro en la ocasión era predicador mayor de su con-
Acosta, el muy
reverendo padre maestro fray vento de nuestro padre San Agustín, y de quien
Antonio de la Calancha, y don Juan Pasquier di- por su mucha virtud y letras hacía grandísima
cen 4 que habiendo llegado a esta Villa Imperial estimación toda esta Villa) y fue para que re-
dujese a aquel hombre. Vino luego con otros
2. Esta carta tuvo que ser un documento apócrifo pues es sacerdotes, y halláronle continuando blasfemias
imposible soñar siquiera que el rey de España escribiese una
carta ordenando el cese de un corregidor que había cesado y repitiendo horrorosas desesperaciones. Trató el
en sus funciones ocho años antes, como es el caso de don reverendo padre maestro fray Antonio de redu-
Pedro de Córdova y Mesía ("Lista de gobernadores de Poto-
[M] cirlo, pero ni con razones ni argumentos pudo
sí").
3. Las cosas no pudieron ser como la Historia dice pues Cór- hacer siquiera que callase. El padre Juan de Vega,
dova y Mesía cesó en el gobierno en 1602 y el licenciado Paz
no fue justicia mayor sino teniente de corregidor recibido no
de la Compañía de Jesús, era en la ocasión comi-
en 1612 sino en 1609 ("Lista de gobernadores de Potosí"). sario del Santo Oficio, y sabiendo lo que pasaba
[M] maestro fray Antonio estaba con
y que el padre
.

4. Méndez, "Historia de Potosí tercera parte, capitulo 12;


,

Acosta, Historia de Potosí, libro IV, capítulo 26; Calancha, el enfermo, le envió orden de lo que había de
Coránica de San Agustín del Perú, 41; Pasquier, Historia
hacer, suplicándole por caridad no lo desampa-
de Potosí", libro III, capítulo 10. [A]
No obstante las citas de Méndez, Acosta y Pasauier, el epi- rase. Concurrió tanta multitud de gente a ver al
sodio está todo él copiado, con ligeros retoques, de Calancha,
Coránica, p. 731-733. y no es creíble que Calancha copiase
que llamaban endemoniado, que ni el ruido deja-
a Méndez, Acosta y Pasquier porque Calancha, junto con el ba que el enfermo oyese al buen religioso ni la
pecador, fue el actor principal de este episodio y lo relata
[M} confusión daba lugar a que le pudiese sosegar,
precisamente en esa condición.

288
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 15 Año 1612
pero la justicia (que también había acudido a la infame un hombre que me prestó su plata fiando
novedad) los obligó a callar. de mi palabra, y quiero más condenarme que pa-
El enfermo, embravecido con el padre fray An- recer en el mundo”. ¡Oh desdicha humana, oh
tonio, le dijo que para qué se cansaba, que ni él caballería mentirosa! Mas ¡oh abominables leyes
había de confesar a Cristo ni dejarle de aborrecer del mundo, donde se siente más perder el crédito
eternamente, que ya él estaba condenado desde con un hombre que menospreciar la fe perder
y y
aquella cama
estaba viendo su hoguera en el el respeto a Dios! Porque ya vemos que se le
infierno.Varias amonestaciones le hizo el padre, atreven porque sufre y le afrentamos porque nos
y ningunas pudieron sosegarle. Púsole un Cristo honra. ¡Que una deuda de plata prefiera nuestra
delante y huía el rostro, y si no le decía blasfe- ceguera a deudas de Criador que nos crió, redi-
mias. Quitóle una vez al padre el Cristo de la mió y que nos sustenta, de un padre y Señor que
mano y se le tiró a una buena mujer que de cerca nos espera, y de [un] juez que antes de cobrar
y muy afanada decía que le conjurasen, y con nos envía la paga!
el golpe la hirió en la frente. A cada blasfemia El padre fray Antonio le preguntó cuánta era
se alzaba un gran
alarido, y los fieles se en- la cantidad que debía
y lo que para dar estado a
cendían en celo, sin que justicias ni fuerzas los su hija sería menester. El enfermo, como indig-
echasen de allí, antes se multiplicaba el gentío nándose más contra Dios, dijo furioso: "El ser
y crecía la confusión, invocando todos los santí- poco me enfurece más, pues no pidiéndole desde
simos nombres de Jesús, María que salí de España sino sólo 2,000 pesos para dar
y José. Tratóse
de exorcizarle como a endemoniado; exorcizá- estado a mi hija y 800 que debo a un honrado
ronle el cura
y el padre fray Antonio dos veces, y amigo que me los prestó, he trabajado desde que
decía el enfermo a gritos: "No tengo el demo- pasé a este Perú y en este Potosí hasta rendir la
nio en el cuerpo, aquí está en mi cabecera. Con vida, y todo cuanto he medrado por mi trabajo
promesas me tiene engañado, y con mentiras y me ha deshecho Jesucristo por su enojo enrique-
opresión me tiene rendido. Déjenme”, decía a vo- ciendo hombres bajos y sin obligaciones
y tra-
ces, "que bien breve iré a los infiernos”. yéndome a este miserable estado. Quíseme valer
El padre predicador fray Antonio, con ternura del demonio, hame prometido millares de ha-
en los ojos, dulzura en las palabras gran caridad ciendas y siempre me ha mentido. Aquí me tiene
y
en el deseo le probaba ser todo ilusión del demo- arrojado, y mostrándome el lugar que entre lla-
nio y desesperación remediable, asegurándole el mas me aguarda en el infierno, me obliga a que
cielo si se arrepentía;
y cuando él decía ser impo- blasfeme de Cristo y a que desespere de Dios
y
sible por lo mal que hablaba de Jesucristo
y por de su misericordia, diciéndome que no tengo ya
lo que le aborrecía, le daba el padre Antonio a remedio y que estoy condenado”.
entender la misericordia inmensa de nuestro Re- Calló volviendo el rostro a la pared,
y queda-
dentor y la piedad de su paciencia
[y] ponderá- ron todos cuantos le oían tan confusos, temerosos
bale los falsos engaños del demonio que le opri-
y espantados, que ninguno movió los labios. El
mía; y a veces le rogaba al padre fray Antonio padre fray Antonio le obligó a que le volviese
que le dijese afrentas al demonio, porque de- el rostro,
y le dijo que su poca fe y falta de con-
cía que mostraba grande sentimiento, pero luego fianza habrían irritado a Dios desde que salió
volvía a repetir las blasfemias. de España, castigando antecedentes pecados para
Cansado ya el reverendo padre de intentar no ayudarle al estado de su hija; o quizás aquellos
medios, le preguntó le dijese la causa de aborre- medios eran los convenientes para la salvación
cer tanto a su Creador,
y que cómo (siendo noble de ambos, que los divinos secretos quedaban re-
y de padres hidalgos) se despeñaba a locuras de servados al infinito saber de Dios,
y que no a
herejes y a horrores de judaizante. El enfermo,
todos los ricos daba el Señor los bienes porque
alzando la voz, que toda la multitud de gente muchos los hurtaban, otros los adquirían con
que allí estaba [i52 v le oyó, dijo: "Aborrezco logros y usuras
J (y gran parte se quedaban con lo
a Cristo porque da riquezas a hombres baladíes que les habían fiado), o por préstamos o por
y a personas plebeyas, y a mí, siendo caballero albaceazgos. Y así no era dádiva de Dios aquélla,
y
con obligaciones grandes, me aflige con pobre- ni él debía enojarse con Dios porque no le daba
y habiendo pasado a este Perú a ganar con
zas,
semejantes bienes, antes debía estarle agradeci-
que poner en estado a una hija que tengo, me do, y que tuviese por gran mentira del demonio
ha quitado muchas veces lo que he ganado, ha- el decirle que ya su ánima no tenía remedio
ciendo que a mis ojos ganen otros en lo que yo y
estarcondenado, como las que confesaba haberle
me he perdido. ¿Quién habrá que en esta Villa dicho en sus promesas
y en sus dádivas, y que
haya trabajado como yo no haya adquirido na- para que viese la piedad inmensa de Jesucristo
y
da, cuando soy testigo que con menos afán
que vería cómo los circunstantes le daban de limos-
el mío, en menos tiempo
y con más descanso han na los 2,800 pesos, deseando agradar a Jesucristo
logrado muchos centenares de dinero ? Pero yo
remediando su alma.
¿qué he sacado sino mayor pobreza, últimamen- Aún no lo acabó de proponer el reverendo pa-
y
te un infierno que me espera ? Aunque lo
que más dre fray Antonio, cuando ocho o 10 caballeros
por ahora me irrita es que me ha de tener por vizcaínos y montañeses que allí estaban, algu-
y

289
Arto 1612 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

nos de éstos que asistían por familiares del Santo ta también el tiempo en que sucedió. Don Anto-
Oficio (como entre ellos estaba Martín Pérez de nio de Acosta, que le sigue, dice lo mismo. Don
Gállate, que era el uno) ofrecieron cada uno Juan Pasquier quiere decir que sucedió el año de
toda la cantidad, particularmente el Martín Pé- 1601 con hijo del general don Alvaro Patiño, y
rez, que dijo era obra aquella en que todos que- que para ello tuvo bastantes evidencias. El padre
6
rían tener parte; y entre cuatro o cinco fueron maestro fray Antonio de la Calancha sólo dice
al Contraste
5
no sólo por la cantidad sino por al principio del caso: "Vino por corregidor de

lo que habían de hacer de costas los 2,800 pesos Potosí un caballero y trajo de España un hijo
hasta ponerlos en España, y añadieron muchos mancebo, galán discreto y de estimables prendas;
pesos para decirle de misas. llamábase don Alonso de Leiva”; esto es lo que
Entretanto que fueron por la plata (que la dice, con que no me da resquicio para poder

trajeron con toda prisa, por estar el Contraste conjeturar qué corregidor fuese, porque del ape-
7
menos de una cuadra) quedó Orozco suspenso, llido del hijo ninguno ha gobernado esta Villa.
8
"¡Oh caridad cristiana, oh in- Bartolomé de Dueñas y Juan Sobrino conforman
y admirado dijo:
fame hombre! Espántenme este demonio que en que sucedió este año de 1612, y por decir
quiere ahogarme; echen agua bendita, que con ambos que lo tienen muy bien averiguado quise
ella se aparta. ¿Que es posible”, decía, "que pue- seguirlos y cesar de averiguarlo puesto que el

da perdonado y que tendrá piedad de mí


ser caso lo escriben de una misma manera los auto-
Jesucristo?”. Fueron tan tiernas las plegarias de res citados, el cual es como se sigue.

los circunstantes y las lágrimas de gozo, que mayor de esta Imperial


Siendo, pues, justicia
parecía conmoción celestial. Los eclesiásticos Villa el licenciado Andrés de Paz (según Bar-
que allí se hallaron, hicieron lo que Dios les ad- tolomé de Dueñas y Juan Sobrino) tuvo un hijo
virtió. (el cual trajo de España) llamado don Alonso

Trajeron en talegos la plata, y cuando él la de Leiva. No declaran estos autores si fue hijo
vio comenzó a llorar, y cogiendo a Cristo abjuró legítimo o natural, ni por qué causa no tenía el
sus herejías, condenó sus blasfemias, llamándose apellido del padre. Este gallardo mozo se ena-

sucio, infame, ingrato, loco, bárbaro, descomul- moró de una señora noble de primeras de esta
las

gado [153} y desconocido. Dijéronle los venera- Villa, llamada doña Gregoria, casada con un hi-

bles sacerdotes que para tratar de su confesión dalgo rico y poderoso llamado fulano Tufiño;
nombrase al que se había de entregar de aquella dispuso tercerías, solicitó con dádivas y preten-
plata para que a su satisfacción se despachase a dió agradar con festejos, pero halló tan honrada
España; señaló persona y entregósele. resistencia que no volvía segunda vez el que se

Esto era a las 6 de la tarde, y el pelear con él atrevió la primera.

comenzó desde las 3 y media. Desde prima noche Viendo el mancebo enamorado que ninguna
comenzó a confesarse obrando en todo conforme traza le valía yque toda la república la tenía por
daba orden el comisario del Santo Oficio: "Vete ejemplo de honradas, intentó otro medio, valién-
enemigo engañador”, decía al demonio, que dose de una doña Juana, con quien tenía estrecha
todo
5. eso que me dices es mentira, déjame que ya amistad doña Gregoria. Ésta le desahució de su
me he vuelto a mi Redentor”. Viéronsele extre- pretensión ponderando la gran virtud de su ami-
mados actos de arrepentimiento, llamando en su ga, y que cuantas diligencias hiciese por su deseo

ayuda a la santísima Virgen. A pocas horas per- iban todas perdidas. No se resfrió don Alonso
dió el habla y no despegaba de la boca el costado aunque le puso tantos imposibles, antes cargó la
de Cristo, entre las 3 y 4 de la mañana murió, mano en regalar a doña Juana y hacer socorros
y
mucho consuelo gruesos a su marido, que con la mano del corre-
dejando a todos con y esperan-
zas de su salvación. gidor (su padre) pudo darle indios y préstamos.
Remataremos este capítulo refiriendo otro su-
6. Méndez, "Historia de Potosí", tercera parte, capítulo 14;
ceso, y en él los medios que interpuso Dios para Acosta, Historia del Perú libro IV, capitulo 27; Pasquier,
,

que una noble señora muriese monja, porque Historia de Potosí, libro III. capítulo 11; Calancha. Coránica
de San Agustín, historia del Perú libro II, capítulo 41. [A]
son raros y llenos de admiración. Y aunque el Las palabras atribuidas a Méndez al comienzo de este
caso pasó en realidad con las circunstancias que párrafo podrían ser una clave para explicar en parte las
incongruencias que sobre tiempos y personas se denuncian
(sin añadir ni quitar cosa alguna de lo que dicen tan frecuentemente en esta primera parte de la Historia. Las
los autores) he de contar, con todo eso, en el superposiciones tendrían según esto el fin deliberado de encu-
brir en parte la verdad, porque los relatos se escribían casi
particular del tiempo y año en que sucedió quiero a la par con los hechos y los autores temían comprometerse
declarar la duda que tengo, y ésta porque los con personas vivientes. Esto confirmaría la deliberación en el
encubrimiento de la verdad, lo cual comunicaría a esta His-
mismos autores que lo cuentan me motivan a toria potosina en su primera parte un carácter antihistórico,
ello. sin dejar por eso de ser historia. [M]
7. Es obvio que Arzáns no vio los libros del cabildo de
Po-
Pedro Méndez claramente dice que
El capitán tosí, por lo menos los de estos años y los anteriores. De
lo

por respeto de las personas nobles que en este contrario sabría que hubo un corregidor no sólo de este ape-
llido sino del mismo nombre: don Alonso Ortiz de Leiva,
caso intervinieron calla los nombres más princi- que gobernó en Potosí en 1583-1585 ("Lista de gobernado-
res de Potosí") y que obviamente es el padre de este
don
pales, y aun porque siquiera no se conjeture ocul-
Alonso de Leiva. [M]
So-
Oficina donde se comprobaba el peso y ley de las barras 8. Dueñas, "Historia de Potosí", libro V, capítulo 18;

de plata. [M] brino, poeta, segunda parte, tanto VII. [A]


PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 15 Año 1612
Viéndose por una parte obligados doña Juana se de otros y ellos pudiesen avisarle. Agrade-
y
su marido, y por otra conociendo la integridad de cióles el beneficio
y gratificóles la amistad, tra-
doña Gregoria, temían perder los favores de don yendo de allí en adelante menos descuido en su
Alonso si no le contentaban, o la amistad de doña persona y más compañía.
Gregoria que también les era de provecho. Viendo doña Gregoria cuán mal le habían sa-
Trazaban medio cómo medrar en ambos mares, lido las trazas de quitar la vida a
don Alonso y
dilatando los consuelos y no atreviéndose a co- a doña Juana, fue reprimiendo el mujeril furor
menzar la conquista alabando con ponderación
y dio en otro extremo que el demonio solicitó.
las partes y galas de don Alonso. Luego se la Pasados pocos meses (¡quién tal dijera!) se fue
entendió doña Gregoria y con enojo le dijo que si enamorando de don Alonso, y escribió con gran-
otra vez le hablaba de aquel caballero, había de des instancias y caricias a doña Juana. Ninguno
perder su amistad mientras viviese. la quiso creer, pensando eran nuevos disimulos
Atajóse el daño por algunos días, hallándose para quererlos matar. Ella prometió tantos segu-
y
más y más obligado el marido de doña Juana, ros, que se hubieron de ver
y se hubieron de en-
trazaron que se fingiese enferma
y enviase a cadenar, haciendo extremos el uno
y el otro de
llamar a doña Gregoria para que viese un bor- excesivo amor. Cada día visitaba doña Gregoria
dado de una saya, y que en su casa no quedase adoña Juana, y de su inquietud coligió algún
ninguna criada, para que en viniendo en su silla daño el marido de doña Gregoria. Reñíala al
como otras veces sola, entrase en la recámara a principio, supo algo más de los extremos de don
ver la bordadura,
y allí estuviese don Alonso es- Alonso, prohibióle las visitas de doña Juana
y
condido, donde la redujese o violentase. Hízose diole a entender su malicia. Avisó a don Alonso
todo como fue trazado: vino doña Gregoria, del peligro (no porque él lo ignoraba)
y trató de
hablaron de su achaque, quiso ver lo bordado, matar a Tufiño. Para esto llamó a los soldados
dio voces doña Juana llamando a sus criadas, que a él lo habían ido a matar (¡oh suerte y có-
quejóse de lo mal que aquéllas le servían, pidió mo te truecas !) y todos tres juntos dieron al salir
amiga que entrase al aposento, [i 53 v entró
a la de una casa una noche tres puñaladas al honrado
]
doña Gregoria con su inocencia, y cerrando la marido, que al huir conoció por la luz que daba
puerta doña Juana la cogió don Alonso. Dio gri- una pulpería a don Alonso. Acudió gente al rui-
tos ella,pidiendo justicia al cielo y llamando a do, llevaron al herido a su casa, donde fue el
la amiga de traidora infame (la cual huyó deján- corregidor, y preguntándole si sabía quién le ha-
dolos encerrados),
y defendiéndose como hon- bía herido, respondió que su hijo
y doña Grego-
rada afeó al caballero tan vil resolución, conque ria su mujer. Mostró el corregidor finezas de juez
(más advertido) dejó la fuerza,
y díjole que diciendo que otro día había de degollar al hijo,
abriese la puerta, saliéndose ambos cada cual sin que le valiese la ley paternal. Aquella noche
para su casa. se huyó doña Gregoria llevando consigo un co-
El día siguiente, disimulando doña Gregoria frecillo de joyas de gran valor,
y don Alonso la
el agravio, le envió a doña Juana unas notas di- llevó a Chuquisaca.
ciéndole que buena había estado la burla pasada, Llegados brevemente a aquella ciudad y sien-
pero que comiese aquello que le había sabido do avisada la real audiencia del caso, se trató de
bien.Alegróse la amiga pensando que ya se había prenderlos, por lo cual don Alonso se escondió
ablandado, y mandó guardar para la noche el en casa de doña Isabel de la Cuba tras el dosel
regalo. Sacáronle para cenar de una alacena,
y de un fue a casa de su madre, que
altar, y ella se
estaba todo lleno de gusanos: conocióse el ve-
era muy
noble y santa y principal señora de la
neno, y quedaron cuidadosos temiendo que doña
ciudad de Sevilla, y doña Gregoria, su hija,
Gregoria les había de quitar la vida. de aquella de Chuquisaca (según el capitán
Concertó la dicha señora con dos soldados Pedro Méndez). Vivía esta señora frontero de
matantes, que ella les daría a 1,000 pesos a cada las monjas agustinas de aquella ciudad,
y siem-
uno y una cadena de oro las armas cosas de pre había deseado que doña Gregoria, su hija, lo
y y
camino que pidiesen porque le matasen a don fuese en aquel convento, aunque por gusto de su
Alonso. Vinieron en el concierto
y trataron de padre fue casada con el noble Tufiño, azoguero
matarlo una noche aguardándole a que saliese rico en esta Villa de Potosí. Este caballero murió
de una casa honrada donde estaba jugando. Como el siguiente día que le dieron las heridas,
y pro-
entraban algunos
y venían dos soldados pregun- bó la muerte el corregidor o justicia mayor co-
taban quiénes eran,
y ellos por disimular entra- giendo a uno de los soldados, que luego confesó,
ron al juego, donde don Alonso (que era libe-
y aquel mismo día lo ahorcaron.
ral) les dió honrado barato. Los
soldados se Despachó por todas partes ministros
a prender
volvieron a salir,
y consultando entre sí el yerro y envió la causa a la real audiencia de
al hijo,
que hacían en matar a un tan amable caballero
Chuquisaca para el castigo de doña Gregoria.
perdiendo por eso la tierra
y quizás la vida, Fuela a prender el oidor Juan Díaz de Lopida-
aguardaron a que saliese na 9 y el alguacil mayor de corte, y hallándola en
y descubriéronle el
intento de doña Gregoria, fingiéndole que ellos
habían convenido en hacerlo porque no se valie- 9. En 1612 hacía 11 años que Lopidana no era más oidor de
La Plata pues el último acuerdo en que aparece su firma es

291
Año 1613 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

el estrado con su madre le pidieron licencia dis- la llamó Dios, y tomando el hábito de monja
culpando su venida, y con valor de señora le dijo profesó. Volvió a las Indias don Alonso, y lle-

a la hija que entrase a ponerse el manto y fuese gando a Panamá desde el camino envió un tanto
con aquellos señores, que si estaba inocente Dios de la bula y cédula, que cayendo en manos de la
la defendería y si era culpada era muy digna de madre lo rasgó todo con despecho. Llegó hasta
castigo. Entró doña Gregoria a la recámara, y Lima para ir a sacarla y casarse con ella. Caminó
puso su saya y vestido a una hermana suya, que hasta la ciudad de Chuquiabo [La Paz] y de allí
cubierto el rostro con el manto en muestras de le avisó los recaudos que traía, con que el demo-

vergüenza salió, llevándola el oidor y sus minis- nio inquietó a doña Gregoria. Los religiosos de

tros. Al punto [154] que ellos salieron se fue San Agustín y el reverendo padre fray Luis Ló-
doña Gregoria a las monjas (que no estaba más pez (que era ya obispo electo del Paraguay) le
de la calle de por medio) y se entró en su clau- ponderaron los principios de su culpa y los me-
sura. Habían andado dos cuadras cuando la dios piadosos de Dios, obligándola a temer los
hermana alzando el manto dijo que por qué castigos del cielo, de que cobró tan espirituales

culpa la llevaban presa. Conocieron el engaño, bríos que le escribió a don Alonso agradeciendo
corrieron a la casa, y supieron que ya estaba en la fineza de noble y representándole el temor de

las monjas. Dios, pidiéndole dejase el mundo, que ya ella


Dejémosla en este monasterio y vamos a don no trataba sino de su salvación. Don Alonso sin
Alonso que luego al punto, tomando el cofre de verla se volvió a España, y afirman tomó el há-

joyas de doña Gregoria, caminó por Buenos Aires bito de cartujo, y doña Gregoria se dio a peniten-

a España y allí negoció perdón del rey para él cia y oración y murió monja de probada vir-
Gregoria. Pasó a Roma y negoció tud. Aquí se pueden ponderar los daños que se
y para doña
bula de su santidad para que si hubiese profesa- acarrea y la desdicha a que trae el amor munda-
no, y los trueques y fines que dispone el amor
do doña Gregoria, se anulase la profesión por
10
ser obligada del miedo y no con acción volun- divino.

taria. En estas negociaciones y viajes se pasaron


10. El episodio de Orozco está tomado de Calancha, con la
tres años, y desconfiada del amor de don Alonso diferencia de que éste no indica los años en que aconteció
p. 759), y, salvando la atribución del hijo al
li-
( Coránica,

de 1600. X. 24 (Audiencia de La Plata: Acuerdos, t. XIII, cenciado Andrés de Paz, para darle visos de realidad, según
un simple re- la consabida técnica de la Historia por estos años, el episo-
f. 11 ). Su inclusión en este episodio es, pues

curso en la conocida técnica de composición de la Historia. dio de doña Gregoria está copiado literalmente también de
Esto mismo prueba el carácter novelado de este episodio. [M]
Calancha (
Coránica p. 528). [M]

Capítulo XVI

EN QUE REFIEREN DOS MILAGROS QUE HIZO DIOS POR INTERCE-


SE
SIÓN DE SAN NICOLÁS DE TOLENTINO EN ESTA VILLA, Y EL
TRÁGICO HALLAZGO DE UN PRECIOSO CARBUNCLO EN
EL PARAJE DE CANTUMARCA

UÉ pueblo habrá en la cristiandad hijos se salían a parir a los valles convecinos


desterrándose un año o más tiempo, las más

Q
1 donde no se hayan experimentado
veces cuando volvían con ellos se los mataba el
'

singulares favores y milagros que


Dios Nuestro Señor ha hecho por riguroso frío. Ya tengo dicho en el capítulo arri-
^San Nicolás de Tolentino? En esta ba citado cómo el doctor don Nicolás Flores,
Villa Imperial de Potosí su panecito ha obrado regidor que fue del cabildo de la ciudad de Los
portentos en heridos, en llagados y en diversas Reyes y doctor en aquella universidad, fue el
enfermedades, que sería dilatada relación espe- primer criollo de Potosí que se logró en muchos
cificar los muchos milagros tan continuamente años de su población por intercesión de San
obrados. Cuantos niños nacían en este Potosí Nicolás, a quien le ofrecieron sus padres antes
(como tengo dicho en capítulo 14 del libro
el V de nacer y prometieron ponerle su nombre (como
de esta Historia ) de padres españoles morían, lo hicieron); y obró tanto esta novedad que

o al nacer o antes de los 15 días de nacidos, por- después que se aclamó por milagro, todos los
que el terrible frío y los aires helados los mata- vecinos dedicaban sus hijos a San Nicolás y
ban; y aunque las señoras vecinas por lograr sus poniéndole su nombre se lograron, conque en

292
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO l6 Año 1613
aquellos tiempos cuantos nacían se llamaron Ni- vicios yde insolencias, como se experimentaba
colás. Crióse Nicolás Flores en esta Villa hasta en aquellos malintencionados, que siendo ellos
la edad de ocho años, sanándole el santo acha- abominables por sus vicios reprendían a este
ques grandes (no causados del frío, sino de otros buen mercader lo que ellos tenían por mal, que
mortales) milagrosamente. Quebróse en una era la quietud poca comunicación con los malos.
y
ocasión de ambas binzas, y bajóle la quebradura Este rico mercader, pues, entre otros géneros
a ser una hernia grandísima donde las tripas ba- de mercancía que tenía para vender eran ocho
jaban, y endurecido y cerrado el orificio se moría quintales de muy buena pólvora, que estaba en
el niño. Juzgaron sus padres que estaba obligado un cuarto juntamente con más de 30,000 pesos
San Nicolás a conservarle la salud, pues se lo en géneros de riquísima ropa de lana
y telas de
habían ofrecido aun antes que naciese valiéndose mucho precio. Una noche, por descuido de un
de su devoción. Desahuciados de los médicos de muchacho que acaso entró allí con una criada a
y
la esperanza lleváronselo a su altar,
y el santo sacar otros trastos, se dejó arrimada a un fardo
lo sanó quitándole la hernia, soldándole las que- de pólvora una vela que tenía en la mano mien-
braduras y dándosele instantáneamente bueno tras entrambos salían con lo que sacaban en
y sano. hombros. Fue providencia divina que saliesen
Los milagros que en el fuego ha obrado en afuera, porque entretanto, habiéndose quemado
son muchos, y de ellos son los siguien-
esta Villa las jergas en que estaba envuelto el barril (cuya
tes. Una noche en el mes de agosto (que en éste boca no tenía cubierta), le dio fuego la gran
[en] Potosí son los vientos terribles) se prendió llama que se levantó de los líos
y jergas, y vo-
fuego en una de las casas de la plaza del Carbón, lando por lo alto juntamente con otros fardos de
en que peligraba toda una cuadra entera porque la misma pólvora que estaban encima, dio en la
las más de sus casas estaban cubiertas de paja. techumbre de un cuarto alto que sobre aquel bajo
El viento era íomahavi, cierzo loco,
y en este estaba, y con la violencia de este infernal ins-
año de 1613 (como dicen don Antonio de Acos- trumento se levantó en el aire,
y allí se esparció
ta, el padre maestro fray Antonio de la Calancha haciendo notable daño en las casas vecinas.
y el capitán Pedro Méndez) 1 fue [i54 v ] de Encendiéronse aquel y otros dos cuartos, saltó
más horribilidad que otros. No había agua con en camisa don Ambrosio Pantoja (que lo cogió
que apagar aquel incendio, y éste había empren- durmiendo) y viendo arder su casa quedó atónito
dido furiosas llamas en un gran trecho de 10 o sin movimiento, arrimado a una pared como
varas. La confusión y la muchedumbre una estatua, pues aunque los criados le dieron
y grita
de gente era grande. Vinieron los religiosos de voces que huyese (porque sólo tres barriles se
nuestro padre San Agustín al socorro (porque habían encendido y los demás que estaban con
una de de su convento) y haciendo
las casas era la ropa se encenderían
y echarían la casa por
acallar la multitud pidió el padre prior a todos tierra sin que nada quedase) él no se movió ni
que llamasen a San Nicolás mientras echaba un habló palabra. A esto salió de la cocina una india
panecito suyo en la fuerza del incendio. Echóle que habiendo despertado al estruendo, vien-
y al instante (cosa maravillosa) se vino retiran- do que se abrasaba toda la casa volvió adentro,
y
do la llama de él, a un lado tomando un panecito de San Nicolás dando gri-
y del otro, hacia el
panecito (como pudieran agujas al acero o las tos tornó a salir arrastrando cuatro hijospeque-
llamas al combustible),
y en llegando al pan se ños que tenía. Era ésta la cocinera (llamábase
apagó todo como si un río de agua pasara por Nicolasa, india de alquiler para guisar de comer
los techos. Admiró el milagro, glorificando todos a los forasteros), la cual, dejando en otro patie-
a Dios en su santo. 2 cillo a sus hijos se llegó al incendio diciendo a
Este mismo año, en el mes de septiembre, vivía voces "Nicolás, Nicolás”, y arrojando el pane-
en la calle de los Mercaderes un don Ambrosio cillo, ¡cosa admirable!, como si le echasen encima
Pantoja, mercader muy rico, hombre de buena un mar de agua se apagaron las furiosas llamas
intención y caritativo con los pobres, aunque mal que ardían en el cuarto donde se había encendido
mirado y aun aborrecido de algunos ricos por ser la pólvora.
poco entremetido en bullicios mundanos, por Visto esto por la india y que en los otros cuar-
y
esto murmurado y vanamente reprendido, que la tos se iba cebando el fuego, fue corriendo a su
murmuración no tiene mejor velo para paliar cocina por otro panecito. Con fe viva de que con
y
encubrir su maldad disoluta que darse a entender él había de apagarse todo el incendio no cesaba
el murmurador que todo cuanto dice son senten-
de llamar al santo. Entró en su cocina,
y como
cias de filósofos,
y que el decir mal es reprensión estaba obscura no daba con el atadijo de los pa-
y el descubrir los defectos ajenos buen celo; y necitos. Atormentaba a la india las voces tan
no hay vida de ningún murmurador que (si bien repetidas de los que pedían agua para apagar el
se considera
y escudriña) no se halle llena de incendio, que ya eran más de 100 personas que
andaban sobre los techos. Finalmente halló los
1. Acosta, libro IV
capítulo 28; Calancha, libro III, capítulo panecitos y volvió al lugar del fuego, que andaba
41; Méndez, tercera parte, capítulo 15. [A]
2. El episodio del panecito de
muy vivo, y dando voces decía que invocasen to-
San Nicolás de Tolentino está
tomado de Calancha (Coránica p.
75 i). [M] dos a San Nicolás, que él había apagado el fuego

293
Arlo 1613 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

del otro cuarto, y con mucha confianza acercán- todos cinco pudiera decir pues era el uno el de-
dose arrojó dos panecitos, y milagrosamente a monio que en aquella piedra, o fantástica o ver-
vista de todos se apagó todo el fuego, clamando dadera, tenía dispuesta la ruina de aquellos hom-
todos "Milagro, milagro de San Nicolás’’. bres. Éstos celebraban con gozo y admiración la

Don Ambrosio, que algún tanto había vuelto hallada de aquella piedra; eran pobres, o a lo
en sí y visto el suceso de apagarse milagrosa- menos los dos criollos de mediano caudal, y los
mente tanto incendio, y con lo que la india le de España como recientes en su venida no tenían
decía que los panecitos lo habían apaga[i55]do, bienes ningunos. Cada cual la tomaba en sus
que se lo agradeciese al santo, lleno de gozo manos y todos se prometían con ella mucho des-
pidió sus vestidos y (aunque eran las de la u canso. Y después de haberse regocijado gran rato
noche) se fue convento de San Agustín, y lla-
al sin hartarse de mirarla, se sentaron muy despacio
mando a la portería le abrieron por ser tan cono- a tratar de cuál de los cuatro era el dueño per-
cido. Entró a la celda del padre prior, a quien fecto de la preciosa piedra. El Enrique Lozano
refirió todo el suceso suplicándole que antes de decía que él era el dueño y no otro, por cuanto
amanecer campanas y se diese
se repicasen las habiendo sospechado que en aquel poyo hubiese
principio aun novenario a San Nicolás. Dejóle algún tesoro, se puso a quitar las primeras pie-
sobre una mesa 200 pesos y volvióse a su casa, dras; los criollos decían que sudando y trasudan-
donde tuvo más y más que admirar cuando vio do habían cargado y apartado el peso de las pie-
que los fardos de ricas telas y otros de varios dras y que para quitar la tierra habían servido
géneros (que [estaban] al otro lado de los barri- sus brazos de barretas, palas y azadones, y que
les que se encendieron) estaban quemados los por eltanto era suya.
cotenses y líos sin haber tocado a las telas. Fue Heaquí dispuesta ya por el demonio la ruina
un milagro muy a la vista de San Nicolás, pues de aquellos hombres, pues porfiando cada cual,
estando otros cinco barriles de pólvora con los dos de España por una parte y los dos criollos
estos ricos fardos, no les tocó el fuego, por haber por otra, en que tenían derecho a llevarse la pie-
en aquel punto echado la india el panecito y dra, se fueron encendiendo de modo que remi-
apagádose todo. Continuó don Ambrosio la de- tiéndolo a las armas se acuchillaron fieramente,
voción y dádivas con el santo, contando a todos siendo el primero que cayó muerto al rigor del
el No obstante se vio obligado a gastar
milagro. acero uno de los criollos, que viéndolo el com-
2,000 pesos en componer algunos techos de otras pañero, dejando a su contrario arremetió al
tiendas que (arruinados tres y maltratados otros Enrique Lozano y en un momento le metió más
con el cuarto alto que levantó el fuego) fue for- de media vara de espada por las entrañas y al
zoso repararlos, o ayudar a los gastos como lo instante cayó en el suelo revolcándose en su san-
hizo. Y
pues hemos visto las maravillas de Dios gre, y luego ciegamente se volvió sobre el con-
por intercesión de su santo, pasemos a ver lo trario, el cual ya le tenía dadas dos heridas mor-

que obra el demonio por permisión divina. tales, siendo la peor una que cuando arremetió

Es, pues, el caso que en este mismo año y (se- al Enrique Lozano le dio metiéndole gran parte

gún el capitán Pedro Méndez y don Antonio de de la espada por un vacío. Encontráronse los dos
Acosta ) 3 por el mes de octubre, se salieron a pa- terriblemente, y el herido criollo le tiró una fiera

sear una tarde Enrique Lozano con otros tres estocada por las sienes, que clavándole la espada
amigos, el uno paisano suyo de los reinos de Es- cayó sobre ella el de España y pasándosela por
paña y los otros dos criollos de esta provincia de la nuca luego al momento expiró; y dentro de
Porco; no señalan estos autores de qué ciudad o un brevísimo espacio también cayó muerto su
villa eran naturales. Fuéronse, pues, al paraje de matador, por estar (como he dicho) con dos
Cantumarca, al mismo lugar donde antiguamente mortales heridas.
tenían los indios gentiles su población. Metiéron- Lozano no había muerto todavía
El Enrique
se entre las ruinas ( chullpas o entierros, que y pedía confesión
a voces; mas allí no había un
había formados de tierra) y quitando el Enrique alma que le oyese, aunque pasada más de una
Lozano unas piedras labradas que en un poyo hora llegaron acaso por allí dos indios a quienes
v
estaban, con ayuda de los criollos (porque ima- rogó fuesen al ingenio más cer[i55 ]cano y lla-
ginaron hallar algún tesoro o porque su desti-
allí masen al mayordomo y al dueño. Así lo hicieron
no disponiéndolo todo
los llevaba a su perdición, y brevemente vinieron
azoguero y mayordomo,
el demonio por permisión de Dios) hallaron un juntamente con el capellán que acaso se halló
cántaro de piedra, y sacudiendo la tierra de que en la ocasión en el ingenio. Confesóse el herido
les refirió todo lo que
estaba lleno descubrieron un hermoso y resplan- y (juntos todos) después
deciente carbunclo: piropo le nombran los auto- pasado había, y que la piedra preciosa la tenía
res citados, que debían de ser algo griegos, y yo puesta sobre unos terrones, que la tomasen y con
semejantes vocablos no les envidio pues no hay ella hiciesen bien por todos cuatro. Acudieron
para qué ponerlos en historias como ésta. capellán, azoguero y mayordomo a buscar la
Acudieron todos cuatro a ver tanta belleza: piedra, y no la hallaron (ni la hallarán jamás
porque se presume que la tal piedra fue fantás-
3. Méndez, tercera parte, capítulo 16; Acosta, libro IV, ca-
pítulo [A] tica, formada allí y puesta por el demonio para
29.
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 17 Año 1614
pérdida de aquellos miserables hombres) pues hechos según esos documentos. El objetivo de los conspirado-
res era apoderarse de la Villa Imperial la noche de navidad
aunque este día y el siguiente la buscaron no pa- de 1612; matar al corregidor y demás justicias y oficiales
reció; y juzgando la hubiese escondido alguno de reales; tomar las cajas reales
y demás casas de gente rica;
soltar a los presos de la cárcel, convocar a la gente popular
los que había perecido, les registraron las faltri- perdida, poner en libertad a los negros y esclavos
y a los
queras y demás vestidos hasta desnudarlos (que indios del cerro, y ayudarse de todos ellos en su intento;
enviar a la ciudad de La Plata a matar al presidente
es terrible la codicia de los hombres) y nada y oidores
de la audiencia; tomar el puerto de Arica y fortificarse en él,
hallaron. Mandaron luego llevar los cuatro cadá- "y alzar bandera
y apellidar libertad y ser señores de la tierra
y gobernar y mandarla”. Entre los conspiradores se contaba
veres al pueblo, y fueron enterrados con lástima Diego Sánchez Jaramillo, barbero, que comunicó el hecho a
de todos. Francisco Fajardo de Montoya, clérigo,
y ambos resolvieron
delatar la conspiración para aprovecharse del premio que
Don Antonio de Acosta y el capitán Pedro podían obtener. Poniéndolo en efecto, informaron de todo a
Méndez afirman que la piedra fue fantástica, in- fray Antonio de Zamora, de! convento de San Agustín, con
quien se formalizó la delación ante el corregidor don Rafael
ventada por padre de la mentira, pues nunca
el
Ortiz de Sotomayor en 1612. XII. 14. De inmediato se pro-
pareció; pero don Juan Pasquier, Bartolomé de cedió contra los conspiradores, fueron tomados presos Alonso
Yáñez, Antonio Flores, el alférez Zapata, Alonso Rodríguez,
Dueñas y otra relación que de este suceso tengo
Juan Serrano, Pedro López de Mora y un soldado llamado
en mi poder, quieren asegurar que la preciosa pie- Gregorio y se hizo justicia de Alonso Yáñez, Antonio Flores,
Alonso Rodríguez y el alférez Zapata, y se fue procediendo
dra fue verdaderamente hallada, y que el azo- luego contra otros. La opinión pública de Potosí se dividió
guero (que era hombre de España) la tomó (por radicalmente en torno a este episodio, pues mientras unos le
atribuyeron suma gravedad otros lo tuvieron por cosa de
haberla hallado en el lugar que el moribundo le
burla porque los hombres que trataron de la conspiración
dijo) y la escondió sin quererla mostrar a ningu- "eran unos picaros, perdidos y pobres vagabundos que de
ordinario andaban en los bodegones y borracherías y estando
na persona, y que pasados algunos años se fue
borrachos trataban de la inquietud”.
a España muy rico, y entonces contó el mayordo- Las piezas principales que ilustran sobre este episodio:
mo cómo su amo halló la piedra y la ocultó. Todo Año 1613. Información del servicio que hizo Diego Sán-
chez Jaramillo, barbero, morador de Potosí, en delatar la
puede ser, y así lo escribo conforme lo cuentan conspiración que en dicha Villa trataron Alonso Yáñez
y
consortes contra el servicio del rey (Audiencia de Charcas:
unos y otros autores. Adelante diré de otro pre-
Expedientes, No. 5, 32 f.).
ciosísimo carbunclo que verdaderamente 4 fue ha- Año 1613. Información del servicio que hizo Francisco
Fajardo de Montoya, clérigo presbítero, morador de Potosí
llado en Tarapaya. 5
en delatar la conspiración. . (ibid., No. 5b, 37 f. )
.

Año 1613. Información de los servicios de Andrés de Paz,


4. En este "verdaderamente” está implícita la admisión de teniente de corregidor de Potosí (ibid., No. 6, 13 f.).
que episodio anterior es fantástico. Como tal es un cuento,
el Carta de la Audiencia de La Plata al Consejo de Indias:
y sin duda uno de los buenos cuentos de la Historia. [M] Unos soldados intentaron amotinarse en Potosí, y habiendo
5. Nada dice la Historia sobre la conspiración de Alonso sido delatados se hizo justicia en cinco de ellos. La Plata,
Yáñez que fue descubierta en Potosí a fines del año pasado y 1613. III (ibid., Cartas y relaciones, No. 1184, 1 f.).
comienzos de este. En dos lugares posteriores Arzáns alude en Carta de la Audiencia de La Plata al virrey de Lima: Avisa
forma sui géneris a este episodio, y como del cotejo de esos del levantamiento intentado en Potosí y que se hizo justicia
lugares con los documentos coetáneos salen conclusiones de en cinco hombres desvalidos La Plata, 1613. IV. 1 (ibid.,
interés sobre la técnica peculiar de composición de muchos No. 1188, 2 f.). Véase infra, libro VI capítulo 20, nota 4, y
materiales en esta primera parte, daremos la versión de los libro VIII capítulo 7, nota 3. [M]

Capítulo XVII

RENUÉVANSE LOS BANDOS ENTRE LAS NACIONES. DON EUGENIO


NARVÁEZ QUITA LA VIDA EN UNA BATALLA AL JUSTICIA
MAYOR DE ESTA VILLA, Y CUÉNTANSE LAS TRAGEDIAS
DE ESTE CABALLERO HASTA SU MUERTE

D
IJIMOS en el capítulo 15 de este li- palabras. Pero el común enemigo, que reconocía
i bro IV cómo el licenciado Andrés de lo mucho que perdía si aquel sosiego se conti-
*
Paz comenzó su gobierno en esta Im- nuaba, procuró con todo su esfuerzo meter ciza-
perial Villa con mucha prudencia, pro- ña entre el buen fruto que se pretendía go-
curando introducir la paz
y quietud que todos zar. El motivo fue (como cuenta el capitán
deseaban. 1 Hizo mucha estimación de la nación Pedro Méndez) la pretensión del justicia mayor
peruana y ella correspondía dadivosa, pagándole de tener parte en la rica mina de la Candelaria,
con obras lo que este justicia mayor hacía de que entonces era reciente su descubrimiento en
3ic nciado Andrés de Paz sólo administró
este Cerro. Eran los primeros interesados Victo-
j"
W 5 el gobierno
de Potosí, y como teniente de corregidor, por períodos muy riano Juste y don Eugenio Narváez, naturales de
breves, de días, con motivo de ausencias circunstanciales
del esta Villa; después se introdujeron el sargento
corregidor Ortiz de Sotomayor ("Lista de gobernadores de
Potosí”). [M] mayor don Eufrasio Ortiz y Juan Volante, an-

295
Año 1614 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

daluces, y juntamente Antonio Meneses y don algunos de estas dos naciones en la riqueza de la
Germán de Porcallo, portugueses entrambos. mina. Los de la nación vascongada fueron al
Este Porcallo era caballero del hábito de Cristo, justicia mayor y le ofrecieron sus personas y ha-

rico y muy amigo del justicia mayor, a quien por ciendas porque castigase a los criollos culpados
afecto o por conocer que entre muchos no puede en el maltratamiento de los indios y heridas de
gozar con quietud cualquiera bien temporal, dio Guierrea; admitió el corregidor el ofrecimiento
de gracia al justicia mayor la parte que tenía en y juró de vengar lo que él decía ser agravio. Supo
la mina. El licenciado quedó sumamente agra- cómo los andaluces y portugueses estaban en
decido y contento, que no hay quien no lo esté favor de los criollos y propuso de castigarlos a
con el oro y la plata (de los mundanos hablo, todos.
que los buenos huyen de ella porque conocen los Alborotóse la Villa, comenzaron los escánda-
daños que consigo trae el tenerla) que el interés
,
los, pendencias y heridas en las calles y plazas,
tiene algunas veces mayor fuerza y poder que la perdiendo el respeto a la justicia por la impru-
honra, si bien no la tiene en los hombres de pre- dencia del corregidor; el cual ardiendo en iras
sunción y que se estiman en algo; y si por ventura recogió todas las armas que pudo, mandando a
en éstos se siente esta flaqueza, pierden el valor los vascongados, navarros y algunos castellanos
que tienen para con los que tienen presunción de que le siguiesen y asistiesen cuando fuesen llama-
la honra, y luego son menospreciados de ellos. dos para castigar a los criollos y sus aliados, y
Tenía, pues, el licenciado justicia mayor por mandó publicar guerra contra ellos. ¡Oh pasión,
buen Pedro de Guierrea, vasconga-
secretario a y cómo sacas de juicio a los hombres Trabajaron
!

do. A éste le dijo que dejando la pluma fuese al los señores curas de Matriz y parroquias (como
la

Cerro por minero en la parte que le tocaba, y también los prelados de las sagradas religiones
aunque se excusó alegando ignorancia en aquel y caballeros seculares) todo cuanto
pudieron con
ejercicio, al cabo (por instancias de Resano, ami- el justicia mayor que no se precipitase en gue-

go y paisano de Guierrea, que dijo entendía de rrear a sus súbditos por cosas de interés, que
minas) hubo de ir, y en su compañía Resano. Ve evitase tantos daños como podían resultar to-
aquí lo que Dios permite y el demonio introduce mando armas contra ellos, que no despertase
las

por el interés y la codicia para la inquietud y a quien dormía; y por cosas que le supieron decir
perdición de los hombres. Porque es de saber nunca con él pudieron acabarlo. Lo cual es de
que los indiosque labraban las varas pertene- creer que permitió Nuestro Señor para que el
cientes al justicia mayor, o ignorándolo o por justicia mayor Andrés de Paz (que movía la gue-

introducir disgustos se fueron metiendo con sus rra) pagase con su muerte y las de otros muchos
barretas a la pertenencia de los criollos. El Victo- inquietadores tanta ambición y pecados como
riano, que estaba por minero, los echó a palos habían cometido, que a las veces es así, que cuan-
una mañana, y muy mal[i56]tratados se fueron do Dios quiere castigar a uno y derribarle del
a sus amos. Vino el Guierrea y el Resano por estado y felicidad que tiene (porque sus pecados
esto con espadas desnudas contra el Victoriano, así lo merecen) suele taparle los oídos y no dar

que prevenido del ayudante y de un mestizo cria- lugar a que crea y siga los buenos consejos.
do de don Eugenio, se defendieron muy bien y No se dormía don Eugenio viendo la determi-
aun ofendieron a los contrarios, pues le hirieron nación del corregidor o justicia mayor, pues tam-
en la cabeza al Guierrea. Era conocida la ventaja bién recogió muchas armas y previno a los de su
de parte de los criollos, pues fuera de ser tres era nación y a los andaluces y portugueses, que todos
el mestizo de muy arriscado espíritu. Bajáronse le prometieron su ayuda.
al pueblo los unos y los otros (que esto sucedió Estando en esta prevención con grande albo-
en el Cerro), los criollos a casa de don Eugenio roto de los moradores, sucedió un día en el mes
España a lo del corregidor o justicia de junio de este año de 1614 que trabándose una
y los de
mayor, 2 que informado del caso, fue tanta la pendencia en la calle Lusitana, entre unos anda-
rabia y enojo que concibió que atropellando toda luces y los criados del justicia mayor, mataron
razón fue a lo de don Eugenio, y sin atenderse éstos a un caballero andaluz; que viendo el su-
a sí mismo ni a lo que se diría en la Villa arre- ceso los de su nación se entraron aquella noche
metió a puñadas contra el noble caballero, de en casa del justicia mayor y le mataron cinco
suerte que [éste] hubo de sacar un puñal para hombres que le asistían, y entre ellos al Guierrea

defenderse; acudieron los criados y el licenciado y otros dos vascongados. El justicia mayor no

se salió muy colérico. Luego se supo en toda la pudo saber quiénes fuesen los agresores, y per-
Villa suceso, y como el don Eugenio estaba
el suadiéndose a que concurrirían al caso criollos,
bienquisto hicieron sentimiento los más de los andaluces y portugueses, fue tanto el desenfreno
vecinos, particularmente los andaluces y portu- de su cólera que con todo secreto mandó a los
gueses, por ser (como llevo dicho) interesados vascongados, navarros y otros de su parte, que
desafiasen aquellas tres naciones, y que él haría
2. Según d argumento de la Histori¡t el corregidor o justi-
cia mayor era el licenciado Andrés de Paz; pero según los
cabeza en la batalla; gran temeridad y pasión
documentos oficiales coetáneos el corregidor en ejercicio era de juez.
don Rafael Ortiz de Sotomayor ("Lista de gobernadores de
Potosí"). [M] Púsose en ejecución, y un domingo a 26 de ju-

296
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 17 Año 1614
3
nio de este año se dieron aquella memorable de gran valor y destreza en las armas, hermoso de
San Clemente (que cuentan en sus
batalla en rostro, en miembros antes que mediano, gen-
alto
historias el capitán Pedro Méndez, don Antonio tiles
y bien puestas proporciones, y gallardo y
de Acosta, don Juan Pasquier y el poeta Juan avisado cortesano, y de grata muy noble condi-
y
Sobrino) 4 en que según refieren de parte del ción. Por haber muerto sin hacer testamento los
justicia mayor eran 116 hombres, cuya cabeza o ministros reales le embargaron 80,000 pesos en
capitán fue el mismo justicia mayor que dejando piñas y moneda, y muchas joyas
y plata labrada,
el bastón de juez salió disfrazado con armas de que todo pasaría de 100,000 pesos, sin aten-
capitán. De la otra parte eran roo hombres crio- der que tenía tres hijos en España, que aunque
llos, andaluces
y portugueses, cuyo capitán fue eran habidos fuera de matrimonio (como dicen
don Eugenio Narváez, de quien adelante contaré Pasquier y Bartolomé de Dueñas, contra lo que
fatales sucesos, siendo uno de ellos éste en que Méndez de que fue allá casado y dejó
advierte
su desventura lo puso. de este matrimonio) el estar tan lejos fue
hijos
Diose, pues, la batalla, y el primero que cayó causa de perder la herencia, que no es esto lo
muerto a manos de don Eugenio fue el justicia primero ni postrero que sucede en Potosí.
mayor (que su disfraz le acarreó brevísimamente Volvamos a don Eugenio Narváez por ver sus
la muerte) de una cruel estocada con que el desventuras y a lo que está sujeta la miseria de
fuerte brazo de don Eugenio le pasó el corazón. esta vida. Fue don Eugenio natural de esta Im-
Ninguno vio su desgracia, ni el mismo matador perial Villa, hijo de don Valeriano Narváez (ca-
v
en[ i 5Ó ] tendió que quedaba sin vida; muy
y así los ballero notorio, natural de la ciudad de
de una y otra parte continuaron la sangrienta Toro en Castilla la Vieja,como ya dije en el
batalla, en que murieron 70 hombres de la parte capítulo 9 de este libro VI, cuando el año de 1608
del justicia mayor y fueron heridos 43; de los celebraron aquellas famosas fiestas los criollos de
contrarios murieron 30
y quedaron heridos 38. esta Villa). Dicen el capitán Pedro Méndez y
Quedó el campo por los de don Eugenio y enton- don Antonio de Acosta que a los 10 años de la
ces se publicó la muerte del licenciado Andrés edad de don Nicolás Eugenio Narváez (que le
de Paz, justicia mayor de esta Villa. Súpose en nombran así estos autores) le quitó la muerte a
toda ella y los alcaldes ordinarios acudieron con su padre y madre en menos de tres meses. He-
muchos hombres a prenderlos: donosa acción de redó gran suma de plata
y quedó solo en com-
porque si supieron muy bien que aque-
justicia, pañía de un tío suyo y de un fidelísimo criado
llosdos escuadrones iban a pelear, entonces sin que su padre trajo de España (a quien don Eu-
detención pudieran haberles estorbado la deter- genio amaba como hermano) aun éstos le fal-
;

minación con mano de justicia no fuera


(esto es si taron porque el tío murió poco después de sus
tan dificultoso), pero esperar a que se dé la ba- padres, y al buen criado
y a otros dos esclavos
talla
y que forzosamente se habían de matar, los mató un rayo,
y así se iban eslabonando sus
excusado era el ir a prender uno solo cuando desdichas.
todos pelearon
y todos mataron; mas ya caigo Fue también miliciano de Marte y Cupido: en
en la cuenta que iban a poner en prisión la plata. 5 Marte de los bandos que había de las naciones,
Don Eugenio Narváez, luego que supo que al y de Cupido en los amores de una dama por
que había muerto era el justicia mayor que los quien tuvo muchas pesadumbres. A los 20 años
y
alcaldes ordinarios venían a prenderlo, salió hu- de su edad se casó con doña Nicolasa Ordóñez de
yendo por los cerros
y quebradas de Jesús Valle Lara, doncella noble, hermosa
y muy rica, pues
a pie y sin alivio ninguno, siguiéndole dos cria- en oro y plata le dio 400,000 pesos en dote; mas
dos solamente, como
y así se escapó. Volvieron los al- era en todo infeliz, a los 10 meses de sus
caldes a casa de don Eugenio, donde le embar- desposorios murió de parto su mujer,
y recibien-
garon solos 40,000 pesos que le había dejado do el niño el agua del santo bautismo, en poco
(quitándole lo demás) su desventura, pues era menos de una hora también murió, perdiendo
1,600,000 pesos los que sólo en moneda le deja- don Eugenio el cuantioso dote que luego se lo
ron sus padres, todo se perdió experimentando pidieron los suegros.
y
sucesos muy adversos, como más adelante se verá. No puso mano (dicen los autores arriba cita-
Muerto el justicia mayor fue notable el escán- dos) en cosa que pudiese tener buen suceso: atri-
dalo que hubo en esta Villa, llorando unos la búyese (dicen) a que su padre trató mal a un
pérdida de tan buen juez, otro la ruina de don venerable sacerdote clérigo por quitarle canti-
Eugenio, que a muchos hacía gran bien. Enterra- dad de plata que un hermano suyo le había entre-
ron su cuerpo en la iglesia mayor, con mucho gado y el buen sacerdote había gastado en cosas
acompañamiento de la nobleza luto que todos necesarias parte de ella, y don Valeriano le obligó
y
vistieron. Fue este caballero admirable en letras, con afrentas y otras graves pesadumbres a pa-
un io de 1614 no fue domingo sino jueves. £M}
i
garlo; y aunque por el desacato que tuvo con su
j
4- Méndez, tercera parte, capítulo 17-18; Acosta, libro IV,
capitulo 30; Pasquier libro III, capítulo
sacerdote no le castigó Dios, se vio en don Eu-
12; Sobrino, segunda
parte, canto VIII. [A] genio, su hijo, notables calamidades sin duda por
5- Aun en los episodios
irreales la Historia encuentra cam-
po para dar vía libre a su tendencia crítica, sobre
todo con el
los pecados de su padre. Y así se fueron conti-
tema de la codicia de las justicias. [M] nuando hasta que del todo quedó arruinada su

297
Año 1614 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

persona y casa, sin quedarle suce[i57]sión en estos efectos, sino la voluntad divina que preten-
ella. día castigar suavemente en aquel mozo así sus

A ocho meses después de la muerte de su


los pecados como los de su padre. Dispuso (pasa-
mujer se le trató segundo matrimonio con doña das aquellas desventuras) ir a servir al rey lle-
Leonor Enríquez, doncella noble, hermosísima y vando una valiente compañía de soldados al rei-
rica, quien le daba en dote gran suma de milla- no de Chile, que el año de 1602 (como en su
res de dinero y una cabeza de ingenio con sus lugar queda dicho) habían ganado los indios
ricasminas; pero estando ya todo dispuesto y pre- araucanos en aquel reino a los españoles aquellas
venidas las bodas, le dio a doña Leonor un dolor seis ciudades, con infinidad de lástimas de sus

de costado que en cuatro días le quitó la vida. habitadores y cautiverio de tantos años (que
A todo hizo buen pecho don Eugenio, pues fueron 40), en que al cabo de ellos el marqués
estos ni otros muchos infortunios no le desani- de Baides, gobernador de aquel reino que vino de
maron a entrar con su admirable y costosa inven- España, celebró las paces entrando a las provin-
ción al juego de sortija aquel año de 1608 (como cias del enemigo con hasta 10,000 guerreros
queda dicho), que aun en él salió perdidoso. (contando entre éstos los criados y aventureros,
Pasadas las fiestas, teniendo en la ocasión 23 pero la milicia fue grande), y hechas las paces
años de edad, considerando la mala suerte que entre españoles e indios éstos restituyeron algu-
en su patria le asistía trató de hacer ausencia de nas señoras y hombres de calidad ya casi vueltos
ella, y para esto despachó a España poderes y indios, y por esto no quisieron salir muchos: o
dinero a los deudos de su padre para la preten- ya de empacho por las costumbres y trajes que de
sión de un oficio real en la ciudad de Lima, que ellos usaban, o porque tenían muchos hijos ha-

no distinguen cuál los autores aunque sí dicen bidos en indias los españoles y los indios en las
que tuvo buenos despachos, y que así el oficio señoras y demás mujeres, todos gentiles enemi-
como también un hábito de Santiago le remitie- gos de Dios y de los cristianos pues aunadas la
ron en navios de Buenos Aires, mas no llegaron sangre araucana y la española han salido los bár-
a estas Indias porque el navio en que venían pa- baros más feroces de lo que eran.
deció tormenta y se perdió, y sólo le trajeron a A dar ayuda a los afligidos presidios que esca-

don Eugenio la mala nueva para su mayor pena paron de los indios dispuso el ir nuestro don
Eugenio llevando 80 soldados a su costa, y te-
y confusión; pero como
eran tan cuotidianos sus
infortunios y su paciencia admirable, ya se le niendo ya copia de armas y demás prevenciones
hacían llevaderos, y así pasó por éste como por necesarias para el trabajoso intento se le opuso
los demás sin hablar desatinos en tanta variedad su mala suerte (porque en nada tuviese felici-
de desventuras, sin desesperarse ni llamar a la dad) y sucedió la muerte del justicia mayor, que
muerte como otros impacientes, aunque ninguno queda arriba dicho. Finalmente, habiendo esca-
la llama con tan gran voluntad (aunque mayores pado de los alcaldes ordinarios cuando por esta
adversidades y trabajos le persigan) que no se muerte fueron a prenderlo (como allí dije) an-
espante y les pese muy de veras cuando siente su duvo escondido en diversos pueblos de indios,
venida y que no quisiese huir cien mil leguas de comiendo manjares a que no estaba hecho su es-
ella si pudiese, conque lo acertado es que se su- tómago, más de año y medio. Volvió a esta Villa
fra pacientemente el vivir y las adversidades que falto de salud, de sustento y vestuario. Recogióse
tuvieren, hasta que sea cumplido el curso de la en el hospital real, hizo allí cama, y donde car-
vida que por soberano hacedor de todas las
el gado de sus trabajos, armado de grandísima pa-
cosas le está a todos prometido. ciencia y hechas todas las diligencias de cristiano
Tornó de nuevo nuestro don Eugenio a que- dio el alma a su Criador, de edad de 30 años no
rer fijar la voltaria rueda de su fortuna que nunca cumplidos. Quien había tenido 1,600,000 pesos
quiso estarse queda, aunque ni el fabuloso nom- de caudal no tuvo para su mortaja, la cual y el
bre de fortuna ni otros acasos humanos obraban entierro fue de limosna.

298
Capítulo XVIII

DE CÓMO POR MUERTE DEL LICENCIADO ANDRÉS DE PAZ FUE PRO-


VEÍDO POR JUSTICIA MAYOR DE ESTA VILLA EL LICENCIADO
IBARRA, OIDOR DE LA REAL AUDIENCIA DE LA PLATA, Y DE
CÓMO POR LA CONTINUACIÓN DE LOS BANDOS Y DE-
RRAMAMIENTO DE SANGRE SE VOLVIÓ BREVE-
MENTE A AQUELLA CIUDAD, CON OTROS
ADMIRABLES SUCESOS

UEGO [157'] que mataron al licenciado An- y dijeron: ''Pues continúese el derramamiento
drés de Paz nombró el ilustre cabildo de de sangre si las cabezas lo quieren así”. No obs-

I
da,
JI de
1
esta Imperial Villa
ella al general
por justicia
don Martín de
caballero del hábito de Calatrava, perso-
mayor
Estra-
tante, por ver la buena elección de este ilustre
cabildo hecha en un caballero de tanta suposi-
ción como el general don Martín de Estrada, le
na en quien se veían resplandecer excelentes dejaron gobernar seis meses, sin que en ellos (co-
virtudes, aventajado en letras mo
y armas pues fue dicecapitán Pedro Méndez) 3 se viese en
el
colegial en Salamanca, el valor de su espada se toda esta Villa sacar la espada ningún hombre
y
conoció el año de 1604 (cuando los caballeros para otros porque el general asistía a todas ho-
de Malta y el marqués de Santa Cruz saquearon ras en calles
y plazas, procurando conservar la
una isla en el archipiélago a los turcos trayendo paz y que no hubiese corrillos en las esquinas
mucha riqueza y cautivos) pues allí, y después porque de ahí se movían las pendencias, desha-
en las Molucas, se señaló con hechos soberanos ciendo estas juntas con sólo palabras llenas de
de que dejó fama. Había un año que este caballe- caridad y cortesía, que fue mucho el conseguirlo,
ro asistía en esta Villa, con mucha estimación de porque todas las mudanzas son trabajosas
y ( aun-
sus vecinos por las amables prendas que le asis- que sean de mal en bien o de bien en mejor) se
tían: mostróse muy agradecido por la elección
hacen con dificultad porque la costumbre se con-
que en su persona habían hecho
[y] supo con su
2.
vierte en otra naturaleza.
mucha prudencia sosegar los ánimos de los aban- Gobernó, pues, con mucho acierto los seis me-
dalizados, que por tantas muertes como hubo en ses que se le permitió, y no pudiendo hacérsele
la pasada batalla estaban con
resoluciones de más tolerable la codicia y ambición de uno de los
venganzas amenazando gran ruina a la Villa. Y oidores de La Plata, vino el que fue electo por
viendo toda ella (junto con las sagradas religio- mayor de
justicia esta Villa, que fue el licenciado
nes) la benignidad 4
y prudentísimo gobierno del Ibarra, y se recibió en ella a principios del mes
general don Martín, determinaron suplicar a la de enero de este año de 1615. Luego aquel día de
real audiencia de Chuquisaca
y al virrey de Lima su recibimiento los malintencionados armaron
mantuviesen a este caballero en el gobierno de en la plaza una pendencia, que habiendo tenido
esta Villa pues él sabía mantenerla en paz
y quie-
tud. La audiencia de La Plata virrey
y el dijeron cosa, con vista de los libros del cabildo y otros documentos
que se diese aviso al general don Rafael Ortiz de oficiales coetáneos. [M]
3. Méndez, tercera parte, capítulo 19. [A]
Sotomayor, corregidor propietario de esta Villa, El doctor Antonio de Ibarra, oidor de La Plata, pudo estar
4.
que por lo que adelante se dirá estaba ausente en Potosí en 1615 cumpliendo alguna comisión del virrey
y o de la audiencia, pero de ninguna manera como justicia ma-
se hallaba en la provincia del Tucumán. 2 yor. En el mes de enero y todos los demás de 16x5 gobernó
Viendo esta respuesta los suplicantes callaron en Potosí el corregidor titular Ortiz de Sotomayor con su
teniente de corregidor el tesorero Juan de Luno ("Lista de
gobernadores de Potosí”). Lo probable es que la Historia
1. Este general don
Martín de Estrada es fruto de una nueva confunda a este doctor Antonio de Ibarra, oidor de Charcas,
superposición de lo irreal a lo real en la Historia. Desde fines con el licenciado Juan de Ibarra (que no fue oidor), quien
de 1608 el corregimiento de Potosí estuvo a cargo
de don a la muerte del corregidor don Pedro de Lodeña en 1607 fue
Rafael Ortiz de Sotomayor, quien desempeñó
esas funciones nombrado justicia mayor por el presidente de la audiencia
sin más que interrupciones de días. Ni siquiera el nombre de La Plata, licenciado Alonso Maldonado de Torres, que
nera l Martín Estrada está consignado en los libros del asistía entonces en Potosí ("Lista de gobernadores de Potosí” ).
k-f>f
cabildo desde julio de 1614 en adelante
("Lista de gober- [M]
nadores de Potosí”). [M]
Sobre el licenciado Juan de Ibarra, véase su "Solicitud para
Quizá Ortiz de Sotomayor estuvo en Tucumán antes de que en el Consejo de Indias se vean unas ocho cartas, que
su venida como corregidor a Potosí en 1608 o después de su acompaña, donde consta lo bien que sirvió a su majestad en
salida en 1617; pero puede
afirmarse con toda evidencia el oficio de corregidor de Potosí”, 1612 (Archivo de Indias,
que mientras gobernó Potosí de 1608 a
1617 no ocurrió tal Charcas 48). [H]
Alio 1615 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

su principio en burlas (y sólo por ver lo que ha- buen deseo de gobernarla con acierto, que ella
ría el nuevo licenciado) vino a parar en veras, no tenía necesidad de que viniese su persona
porque como todos moradores de Potosí eran
los cuando la tenía tan buena como el general don
enemigos unos de hallando oportunidad
otros, Martín, que tan cristianamente había goberna-
se acuchillaron muy bonitamente y mataron a un do. Estas y otras cosas le dijeron perdiéndole de
mozo andaluz y se hirieron unos a otros 10 ó 12 todo punto el respeto por las temeridades que
hombres. El oidor, habiéndose asomado a un bal- primero les dijo el oidor, a quien dejándolo con
cón por ver qué ruido era, brevemente lo volvió las razones que nuevamente les iba a decir se
adentro un discreto miedo, y aún no hubo bien salieron de su sala haciendo propósitos de no
entrádose cuando una bala de carabina dio en obedecerle en cosa que él ordenase.
las puertas del balcón, que algún perverso y mal Súpose luego en toda la Villa este sinsabor y
nacido le tiró sin ser movido de otra cosa más todos quisieron perderle el respeto no obede-
que de su mal natural. ciendo sus mandatos, y los bandos se continua-
Con este suceso cobró tan gran miedo el oidor ron con tanto descaro que a la plaza pública y
que ya le pesaba haber venido a una tierra de calle donde vivía el señor oidor se iban a matar
bárbaros, como él decía. Mejor dijera si se cul- y herir los hombres. Todo era pendencias y llo-
para a sí mismo, a su ambición y a la vanidad de radas lástimas, y esto todos los días, sin que el
la honra mundana, y atendiera al engaño que oidor hablase ya una sola palabra ni aun se aso-
todos recibimos en desearla y procurarla, y cuán mase a las puertas de su casa, porque todos lo
mal entendemos qué cosa es la honra para usar aborrecían de muerte. Al cabo de poco menos
de ella conforme a lo que en sí es, y en fin, con de siete meses que tuvo de encierro, amedrentado
cuánta mengua y deshonra procuran de honrarse por una parte y desesperado por otra, una no-
todos los mortales teniendo tan grande obliga- che en la cual hubo un gran alboroto causado
ción para huir de ello, como lo podrá ver cual- por la muerte lastimosa que dieron al contador
quiera que con claro juicio procurare entender el don Pedro de Monterrey, 6 viendo que se hun-
engaño de esta honra fingida y engañosa; y este día la Villa con las voces y “Muera, muera” de
señor oidor lo vería y experimentaría en sí mis- los hombres abandalizados, se salió disfrazado

mo, pues habiendo dejado su quietud y real esti- de su casa, fuese a lo del cura de la parroquia de
mación por adquirir una honra vana de mandar Copacabana, y el siguiente día por caminos ex-
solo, se vio en riesgo de perder la vida para per- traviados se volvió a la más segura Plata. En
derlo todo, y ya que no la perdió le faltaron al los pocos meses que estuvo en esta Villa (según
debido respeto y veneración. el capitán Pedro Méndez, y Acosta) hubo 30

Lleno, pues, de temor y de enojo juntamente, muertes en aquellos continuos bandos, y los más
hizo llamar a los alcaldes ordinarios y a los ofi- fueron dados con inhumanidad, por mostrarse
ciales reales, a los unos para saber de ellos cuán- bárbaros en todo. Quedó por justicia mayor uno
tos vecinos podrían servir al rey fielmente para de los alcaldes ordinarios, y no dejaron de con-

castigar por armas aquellos perversos amotina- tinuarse los bandos.


dos, a los otros para saber qué cantidad de Este mismo año, estando bendito padre fray
el
y
armas había en la real caja para el mismo efec- Vicente Bernedo (de quien hemos dicho en
to. Los unos y los otros respondieron a su sa- otras partes) en la iglesia de su religión de pre-
tisfacción, pero le advirtieron que iba errado por dicadores ayudando misa al padre prior, de im-
aquel camino, y que [158] otros corregidores proviso (sin ocasión a lo que parecía) soltó la

que habían sido buenos soldados y experimen- risa su gran modestia, de que hizo reparo el

tados capitanes habían intentado lo mismo y no padre prior, y acabando de decir la misa entró
lo habían conseguido, y que pues no era oposi- a la sacristía con el siervo de Dios a quien man-
ción contra los mandatos reales sino solamente dó debajo de obediencia dijese el motivo de
pasiones entre aquellas naciones por sus intere- aquella risa. Dijo: “Padre nuestro, sabrá vues-
ses [y]buenos o malos afectos, procurase con tra paternidad que el motivo fue el que unas

suavidad sosegarlos, que este medio se tenía por mujeres que estaban en la iglesia no oían la misa
experiencia ser más a propósito.® sino que divertidamente estaban parlando, y cer-
El oidor, sin dejarlos pasar más adelante les ca de ellas estaba el maligno espíritu escribien-
dijo que todos eran unos, y que en aquella sala do con mucha prisa aquello que parlaban en un
estaba temeroso de ellos porque todos olían a pergamino, y como lo blanco de éste faltase aun
traidores. Los alcaldes y oficiales reales, llenos antes que dejasen la conversación, viendo el de-
de desmintieron, y
ira lo dijeron que
demás le monio que ya no había dónde escribir más, to-
su codicia lo había traído a esta Villa y no el mó un cabo del pergamino con los dientes y el
otro con las dos manos, y dio tan grande estirón
5. Esta fue la opinión popular sobre los vicuñas en su lucha
contra los vascongados en los años 1622 y siguientes: véase
por alargarlo que rompiéndose cayó en el suelo
Crespo G., La guerra entre vicuñas y vascongados y Mendo- esto es lo que me
y se dio un gran golpe; y
za. Guerra civil.
Una de las paradojas de la Historia de Arzáns es que no causó risa".
obstante los errores de hecho que se advierten en esta primera
6. Don Pedro de Monterrey, contador de Potosí, no
figura
parte, es como un espejo que refleja el pensar y sentir popu-
lares de su medio y su tiempo. [M] en los documentos coetáneos. [M]

300
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO l8 Año 1615
Daremos fin a este capítulo refiriendo un ex- fray Juan de Riveros,
y con voz temerosa le re-
traño caso que sucedió en esta Villa de Potosí prendió al atrevido mozo lo que hacía, diciendo
con el cadáver del siervo de Dios fray Juan de que aquella niña y sus padres eran devotos de
Riveros, religioso de nuestro padre San Agus- San Agustín, y que no había de permitir que
tín,juntamente con algunas de sus virtudes. Fue allí se le hiciese tanto mal como era la indecen-
el caso que en esta Imperial Villa vivía un mes- cia,
y que si no se enmendaba de hacer seme-
tizo llamado Simón Casas, ladrón extraordina- jantes robos lo castigaría Dios arrojándolo en
rio (como dicen Méndez, Acosta, y Pasquier, 7 los infiernos.
que cuenta este caso), porque si otros hurtan de Volvióse a echar el cadáver (que sólo se ha-
los vivos, éste hurtaba de los muertos. El modo bía sentado) y al punto cayó Simón en aquel
era que teniendo gratos a los indios medios sa- suelo, permitiéndolo así Dios para que hubiese
cristanes que duermen de noche en las iglesias testigos de aquel suceso, porque el muchacho al
para guardarlas, hablábales cariñoso el día que punto que vio caer a su padre salió corriendo, y
intentaba dar manotada y les decía que se fue- llegándose a una puerta que de la parte de una
sen a dormir a sus casas, que él guardaría la capilla daba al claustro su salida, comenzó a dar
noche porque tenía que rezar sus
iglesia aquella tales gritos que despertó a los religiosos de las
devociones (era devoto de los cuerpos
y no de vecinas celdas. Acudieron luego entrando por
las almas), y como tanto estaba acreditado la sacristía, llegóseles el muchacho y contó lo
de bueno con ellos, muy contentos (sin prevenir que pasaba: fueron a la bóveda y hallaron al mo-
la mala intención del mestizo) se confiaban de zo que todavía no era vuelto en sí; echáronle
él y se iban a dormir a sus casas. Entonces este agua y fuese recuperando poco a poco; y vuelto
mestizo Simón, acompañado de un hijillo suyo, en todo su acuerdo refirió lo mismo que su hijo,
abría las bóvedas y aun escarbaba las sepulturas con muchas lágrimas de haber ofendido a Dios,
y desnudaba los cuerpos, ¡cosa admirable en y allí les dijo cómo lo tenía de costumbre y que
este hombre!, pues siendo natural el horror que en varias iglesias lo había hecho. Los religiosos
causa un difunto, él hasta las camisas les quita- volvieron a vestir el cuerpo de la difunta
y die-
ba; y vueltos a enterrar, después con otro her- ron muchas gracias a Dios por su siervo el padre
mano que tenía despachaba a otros pueblos a fray Juan de Riveros. El mozo Simón enmendó
vender lo que hurtaban. Procuraba éste que las su mala vida y sirvió muchos años al convento.
sepulturas [i5S v Y porque se sepa quién fue este siervo del se-
] fuesen de aquel mismo día,
antes que se pudriese la ropa, y así asistía a ve- ñor, el padre fray Juan de Riveros, diré algo de
lar los difuntos, acompañándolos en sus entie- su vida, aunque más largamente se verá en la
rros y a la noche los desnudaba. Coránica de San Agustín del Perú, por el muy
Murió este año de 1615 doña Agustina Nú- reverendo padre maestro fray Antonio de la
ñez, hija del capitán de la mita don Calisto Calancha. 8
Núñez de Mercado, caballero del hábito de Al- Entró por prelado a la provincia de Aymaraes
cántara, y de doña Leonor de Hinojosa, personas el padre fray Juan de Riveros poco después de
de mucha estimación en esta Villa
y muy devo- haber convertido aquellos indios los padres fray
tas de nuestro padre San Agustín. Enterráronla Francisco Núñez, fray Cristóbal de Ribadeney-
en la iglesia de este gran patriarca, en la bóveda ra, frayJuan de Arroyo y fray Nicolás Jiménez,
donde estaba el cuerpo del siervo de Dios fray religiosos apostólicos que como tales obraron
Juan de Riveros, que había 12 años de su glo- muy bien en ellos. Fue nuestro fray Juan de Ri-
rioso tránsito
y estaba incorrupto.
Era la difunta veros peruano, natural del Cuzco, digno hijo de
doncella muy
honesta en vida y hermosísima San Agustín; era (dice el padre maestro fray
antes que fuese despojo de la muerte; su edad Antonio de la Calancha) un dechado de virtu-
no pasaba de 13 años. des, resplandeciendo en él la cabal observancia
Enterrada, pues, quedóse aquella noche el de la religión y lo estrecho de la pobreza
y peni-
mestizo Simón en la iglesia (valiéndose de su tencia, ángel en la castidad, Santo Tomás de
hipocresía con los indios simples como lo tenía Villanueva en las limosnas y en el amor de los
de costumbre),
y siendo la hora de media no- pobres, pues así en aquella provincia de los Ay-
che, ayudado de su hijuelo (que no era tan pe- maraes como en otras donde predicó a los indios
queño que no tuviese 10 años) abrió la puerta fue el amparo y refugio de pobres, curándolos,
de la bóveda, que era de madera, entrando con vistiéndolos y enseñándolos. Ganó con la clari-
y
luz comenzó a desnudar el cuerpo de la difunta dad de su vida nombre de perfecto y con su pre-
niña: quitóle la mortaja (que ni aun esto les de- dicación el título de apostólico ministro. Era
jaba), zapatos, medias, saya
y fustanes, que todo abundante y diestro en muchas lenguas de aque-
era de ricos géneros. No
le faltaba más de la llos indios, siendo en todas continuo predicador,
camisa, y viéndola que también era de codicia con que cogió gloriosas cosechas para el cielo.
acudió a quitársela, cuando veis aquí que de im-
proviso se levantó el cuerpo del siervo de Dios 8. Fray Antonio Calancha, historia del Perú, Coránica de
San Agustín libro IV, capítulo 12. [A]
,

!' Acosta, libro V, capítulo i; Méndez, tercera parte, ca- Todo lo que sigue sobre fray Juan de Riveros es copia
pítulo 20; Pasquier, libro III, capítulo 13. [A] literal ligeramente recortada
y retocada, de Calancha. [M]

301
Año 1615 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Fundó iglesias [y] asentó la fe, comenzando comenzó de nuevo su gobierno el ilustre gene-
a ser ministro evangélico desde el año de 1566, ral don Rafael Ortiz de Sotomayor, comendador
que entró en la provincia de Paria la austral, de San Juan y recibidor de la dicha orden. Digo
donde a los bárbaros uros dio a conocer la fe y que comenzó de nuevo a gobernar esta Villa
les asistió hasta el año de 1571, entrando este porque es de saber que a este caballero hizo co-
año en la provincia de Cotabambas, donde es- rregidor de esta Villa de Potosí el rey don Feli-
tuvo por su prior y en su conversión hasta el año pe III el año de 1611 para que sucediese a don
1575 de donde salió para prelado de la provin- Pedro de Córdova Mesía, porque aquel año lle-
cia de Omasuyos, trabajando hasta el año de garon a oídos de su majestad las quejas de los
1582. Entró a la conversión de la provincia criollos contra este corregidor (como queda di-

de los Aymaraes, en que asistió hasta el año de cho en el capítulo 14 de este libro IV). Trajo
1584, y desde este año se ocupó en andar pre- don Rafael tres corregimientos (premio de sus
dicando ya en esta ya en aquella provincia, hasta leales servicios): el de Porco, Chayanta y Poto-

el año de 1591 que fue por prior del santuario sí, todos en esta provincia que generalmente lla-

de nuestra señora de Copacabana, donde sirvió man Charcas, aunque en la cédula decía que si
a la Virgen y a la predicación hasta el año de luego entrase en el corregimiento de La Plata y
1594, que fue por prior a Chuquisaca, [159] y Potosí, acabado que hubiese, pasase al gobierno
en el capítulo provincial que se celebró el año de la provincia de Chucuito.
1598 fue electo en definidor, y en el sucesivo de Luego que vino enajenó el corregimiento de
1602 presidió como vicario general y salió por Chayanta, y lo recibió el capitán Alderete dán-
visitador de esta provincia. dole buena cantidad de dinero, que era lo que
Era justificadísimo en sus acciones, entero en había menester don Rafael cuanto el otro nece-
castigar malos ejemplos y temido de todos los sitaba de honra, que es tanta la rabia y furor de
descuidados. Por su prudencia, virtud y gobier- los mortales por adquirir y ganar honra unos
no sirvió a tan honrosos puestos y regentó tan- con otros, como el adquirir el oro y la plata,
tos prioratos y doctrinas, en que trabajó como que jamás piensan en otra cosa: y harto buen
amigo de Dios y como temeroso de su concien- pensamiento sería si lo hiciesen para que se
cia. En todas estas misiones convirtió gran nú- ganase la honra verdadera o el buen uso de la
mero de almas, sacando a otras de sus idolatrías riqueza, [pero] lo que tienen por muy gran dis-

y vicios, destruyendo los ídolos y


adoratorios, creción y saber es aventajarse con otros en pala-
plantando el árbol de la fe, de que cogió raci- bras afectadas [y] en obras de viva la gala, rei-
mos de ánimas para el lagar de la iglesia y del ne la crueldad y quítese lo ajeno, y cuando se
cielo. Continuando, pues, este bendito padre la gana en lo uno o en lo otro entre hombres que
visita de esta provincia, llegó el plazo de cobrar presumen de la honra, ¿qué desasosiego de cuer-
sus premios. Efabía mostrado en las visitas de po y de ánima nace de ello ?
los conventos celo santo y evangélica pobreza, Entró don Rafael a esta Villa donde a la sa-
amor de padre y temor de Dios. Llegó a esta zón (que fue a principios del año 1612) era
Imperial Villa pobre de espíritu pero muy rico justicia mayor el licenciado Andrés de Paz. Re-
de virtudes el año de 1603, y pasados algunos cibióse con mucha alegría y fiestas que le hicie-
días murió dejando envidia su muerte y prego- ron sus moradores e hizo su lugarteniente al
neros su vida; pero no se contentó el cielo con dicho licenciado, con ánimo de huir las ocasio-
las pruebas de su vida inculpables, sino que qui- nes de pesadumbre en las inquietudes de esta
so que después de muerto quedase incorrupto. Villa. Recibióse también por corregidor de Por-
Era (como dice el maestro Calancha) hom- co (en cuya provincia está Potosí), y todo se lo
bre gruesísimo y de muchas carnes, en quienes permitió la audiencia real de La Plata y virrey
la corrupción obra más presto, y quiso Dios que de Lima por ser tan buen caballero. Puso asi-
este privilegio desmintiese a la naturaleza. Pa- mismo un teniente en Porco, y fuese a Buenos
sados algunos meses advirtieron los religiosos Aires a ciertos negocios. Volvió dentro de un
esta incorrupción viendo su cuerpo entero, cuan- año a esta Villa, y halló cartas del rey en que le
do otros de 10, otros de ocho días enterrados mandaba visitase la Ribera rica y el Cerro por
estaban corrompidos. Continuóse por muchos algunas quejas que se dieron del maltratamien-
meses el estar entero, sin que el vientre (que era to que se hacía a los indios. Obró en este par-
muy alto) tuviese menoscabo. Extendióse esta ticular con mucha prudencia, y (demás de dejar
nueva por la provincia, y cuando en este año de a los unos y a los otrosmuy contentos) recono-
1615 sucedió lo que queda dicho con el mozo ciendo que podría faltar el agua en las lagunas
Simón, que había pocos más de 12 años de su para la Ribera, como había faltado algunos años,
muerte, lo vieron todos los religiosos y algunos mandó el año de 1613 hacer por su industria y
seglares entero e incorrupto, y el año de 1629 arbitrio la laguna grande que llaman Tavaco-

(como dice el padre maestro Calancha) estaba [i59 T ]ñuño, tres leguas de esta Villa, ponien-
de la misma manera sin corrupción, y eran pa- do un parapeto y terrapleno a unas peñas, que
sados 26 años de su glorioso tránsito. coge gran cantidad de agua, y con esta preven-
En este mismo año, por el mes de septiembre, ción por maravilla falta todo el año para cebar

302
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 19 Año 1616
las demás lagunas (y particularmente la que co- to, no lo hizo como se le ordenó, aunque envió
múnmente llaman de San Sebastián) y no cesa sus disculpas prometiendo abreviar su venida.
como solía antes la molienda: acierto maravillo- Entretanto administró justicia en esta Villa el
so y de grande interés, por lo cual dejó don Ra- general don Martín de Estrada por tiempo de
fael grande fama. seis meses (como queda dicho) en los cuales so-
Es muy alabado este caballero del capitán Pe- lamente se gozó de paz
y quietud por la pru-
dro Méndez, que ensalza sus virtudes
y excelen- dencia de tan gran caballero (como arriba se
tes prendas y añade que habiendo gobernado dijo). Luego vino por justicia mayor el licencia-
esta Villa ocho años, en todos ellos ningún ve- do Ibarra, oidor de La Plata, sucedióle mal
y
cino tuvo ninguna queja aunque en el último volvióse a Chuquisaca,
y siendo de todo avisado
año no faltaron malos hombres que sintiesen el general don Rafael le convino en venir a su
mal por la recta justicia que hizo en unos in- corregimiento en este año, adonde fue recibido
quietadores de la paz, como se verá adelante. con mucha alegría y fiestas. 9 Fue este caballero
Y aunque no asistió (dice este autor) todo este 12° en número de los corregidores propietarios
tiempo en esta Villa, fue muy temido de ella, de esta Imperial Villa, contado entre los
y es
contra lo que dice don Antonio de Acosta, Pas- muy buenos por sus virtudes y excelentes partes
quier y Dueñas, que este corregidor la temió a de naturaleza, y porque ciertamente la gobernó
ella
y que así muy apenas asistía ocho días en muy recta y prudentemente. 10
su plaza en todo el año, porque unas veces es- Ortiz de Sotomayor, como se ha dicho se recibió en Po-
9 -

taba en Porco, otras en Chuquisaca tosí en 1608 y no en septiembre de 1615 ni a principios de


y otras en el 1612 y fue nombrado por el rey para suceder a don Pedro
Tucumán, asistiendo en esta Villa de Potosí sólo de Lodeña y no a don Pedro de Córdova
y Mesía. Su título
su teniente el licenciado Andrés de Paz, a quien real no consigna nada de lo que aquí dice Arzáns ("Lista
de gobernadores de Potosí”).
(como queda dicho) le quitó la vida don Euge- En la información de servicios que en 1610 hizo Ortiz de
nio Narváez. Por esta causa los dichos autores Sotomayor ante la audiencia de Charcas mencionaba el de "ha-
ber dado orden cómo el agua de las lagunas que dicen de Ta-
no mencionan al general don Rafael desde el vacoñuño se llevase, como se ha llevado, a la ribera donde
año de su venida hasta éste de 1615, que de están ios ingenios" como uno de los más importantes que hizo
(Audiencia de La Plata: Acuerdos, t. XIII, f. 58). [M]
asiento se vino a administrar justicia a esta Im-
10. Este año hubo un repunte en la producción de plata del
perial Villa por haber sabido la muerte de su Cerro. En carta de Potosí, 1615. III. 12 (Audiencia de La

teniente, mas aunque fue avisado de este falle-


Plata: Cartas y relaciones,N 9
1208) don Diego de Portugal,
presidente del tribunal, informaba a éste que en la armada
cimiento por el virrey y real audiencia de La de este año han ido a su majestad 1,352,870 pesos 5 tomines,
lo que representa un aumento de 211,297 pesos
Plata y que viniese brevemente a su corregimien- 5 tomines so-
bre la armada del año pasado. [M]

Capítulo XIX
EN QUE SE REFIERE UN MILAGRO QUE HIZO LA MADRE DE DIOS DE
LA CANDELARIA DE LA PARROQUIA DE SAN PEDRO DE ESTA
VILLA CON UNOS INDIOS A QUIENES ENCERRÓ UNA
MINA EN EL CERRO, Y CÓMO SE CONTINUABAN
LOS BANDOS CON MUCHO DERRAMAMIEN-
TO DE SANGRE

NTRE las milagrosísimas imágenes de nio de escribanos, suponiendo también 1 que lo

E María santísima que se veneran en los


sagrados templos de Potosí está aquella
hermosísima Señora de la Candelaria en
sólo de los vecinos de la Villa mas también de
la parroquia de San Pedro, asilo
que esta mi Historia contiene es lo mismo que
lo que contienen otros infinitos libros antiguos
modernos donde se cuenta lo que en cada parte
aconteció, y cada uno de los que los leyeren les
y

y amparo no
1. Las palabras que siguen en el texto son una clave
los indios para
y mineros que están en las espantosas explicarse las peculiaridades de esta primera parte, sobre
entrañas del Cerro, donde más de ordinario asis- todo cuando dice que "nadie tenga más obligación para la
verdad de la historia que contar las cosas como las sabe,
te para el socorro de los peligros. Son innumera- y
cada cual le da el crédito que la buena prudencia enseñare,
bles los milagros que ha hecho esta bellísima y a quien ésta falta le dará el que él quisiera”, concepción
decididamente popular. Sus términos literales mismos con-
imagen como otras que están en esta Villa. De
firman esta interpretación, pues líneas más abajo dice: "Tam-
éstos referiré los más que de ellos se hayan hecho bién advierto a mis lectores que si llamare milagro, o santo
siervo de Dios, o diere otro título semejante a alguno es
informaciones y estén dados por fe
y testimo- por darle el título que le ba dado el pueblo”. [M]

3°3
Año 1616 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

puede dar la fe que gustare, pues donde no y muy lamentable precedió en la labor Descu-
alegare en este particular libros y casos admi- bridora en que perecieron 186 indios. No fue así
rables con informaciones de príncipes eclesiás- en este de quien vamos diciendo, pues habién-
ticos o certificaciones y testimonios de escriba- dose hundido la mina quedaron encerrados ocho
nos, tiene la fe que se debe dar a varones indios y un muchacho pequeño, sin hallar los
religiosos y a otros de mucho crédito y verdad dueños de la parte de fuera remedio ninguno
y a tradiciones continuadas, siendo como es la
para tanto mal, ni modo para sacarlos. Pasaron
mayor parte de lo que en esta Historia refiriere algunos días y perdieron las esperanzas de que
en lo tocante a milagros sacado de archivos con- estuviesen vivos, y así pasaron a mandar decir
ventuales y averiguado de personas de diferentes muchas misas por sus almas. Cesaron las plega-
estados, escogiendo lo más verdadero y proba- rias de las campanas porque eran ya pasados
ble. Además que es concedido (como dice el ocho días, y aun de sacar los cuerpos no había
obispo Sosa) a todos cuantos han nacido en esperanzas por ser el hundimiento de mucha dis-
el mundo el escribir con las condiciones que yo tancia. Y aunque continuamente de día y de no-
escribo, pues desde el principio de él se han refe- che estaban 20 indios abriendo nuevamente el
rido y escrito tanta multitud de diferentes casos camino, no podían llegar al suyo donde había
milagrosos sin que nadie tenga más obligación sucedido el fracaso de encerrarse, disponiéndolo
para la verdad de que contar las co-
la historia así la voluntad de Dios para que más resplande-

sas como cada cual le da el crédito


las sabe, y ciesen sus maravillas.
que la buena prudencia enseñare, y a quien ésta Llegó el día sábado en que se contaron 16
falta le dará el que él [160] quisiere sin que por días de su encierro, y estando el cura en su igle-
ello el historiador pierda ni gane más crédito sia de San Pedro celebrando la misa de la madre
que el que ella o él se tenía, advirtiendo que en de Dios se alborotó la gente que en esta iglesia
cosas tan graves no ha de hablar un cristiano estaba, con la noticia de que ya milagrosamente
(que teme a Dios) cosa que tiene por mentira, habían salido los indios que estaban enterrados.
y que no son novelas ni libros de poesía los fa- Al punto repicaron las campanas, acudió toda
vores admirables que Dios hace a los hombres. la Villa a la iglesia y no tardaron un cuarto de
También advierto a mis lectores que si llamare hora en venir los desenterrados indios con mu-
milagro o santo siervo de Dios o diere otro tí- cha gente que los rodeaba. Entraron hasta el al-
tulo semejante a alguno (pues me es preciso tar mayor, donde viendo a la santísima imagen
declarar las virtudes de algunas personas justas, descubierta comenzaron a derramar muchas lá-
que con ellas han engrandecido esta ilustre Vi- grimas de ternura, y a voces rendían las gracias
lla), es por darle el título que les ha dado el a la Virgen soberana diciéndole mil ternezas en
pueblo y no el que está reservado al sumo pon- su idioma, que ordinariamente las palabras afec-
tífice, cuya autoridad rendidamente adoro y a tuosas en el lenguaje indiano (particularmente
cuyos pies me humillo sujetándome en todo a la en la general de este Perú) enternecen mucho
corrección de nuestra santa madre iglesia. Si re- por su abundancia y dulzura; y como tales las
fiero milagros de Cristo Nuestro Señor, de su decían estos indios mezcladas con sus lágrimas,
santa madre, de otros santos canonizados y de movieron a llanto a cuantos les oían.
algunos que han sido justos y admirables sus Acabó el cura la misa y en presencia de toda
vidas (aunque no se hayan hecho informaciones la gente que había concurrido a verlos, les pre-

por los ordinarios) lo hago sólo mientras esta guntó cómo era su salida y cómo habían vivido
diligencia se hiciere y la iglesia llegare a califi- tantos días sin el sustento tan necesario a esta
carlos. Con esta advertencia referiré gustoso el humana Respondieron diciendo: "Estando
vida.
milagro siguiente, y los demás que en el discur- de noche trabajando la mina de repente se hun-
so de esta Historia se verán. dió muchas varas hasta donde estábamos, y
La bellísima imagen de Nuestra Señora de la viéndonos en tanto peligro, luego que oímos el
Candelaria de la parroquia de San Pedro que ruido llamamos a la Virgen santísima de la Can-
está en esta Imperial Villa, fue obrada de manos delaria de San Pedro, y nos socorrió en todo
de aquel hombre (tan favorecido de esta divina esta Señora: lo primero, en no coger a ninguno
señora) llamado Juan de Miranda, primoroso de nosotros en el hundimiento, y aunque nos

en la escultura, aunque más parece obrada por tapó no por eso desconfiamos, antes
la salida,

manos angélicas que humanas porque es un mi- esperábamos el que la Virgen nos había de sacar
lagro de hermosura y un asombro de milagros. de allí; lo segundo fue que un cabito de vela
El primero que obró fue este año de 1616 en que teníamos encendido no se apagó ni se acabó
aquella profunda labor (que en este rico Cerro desde aquella noche hasta esta mañana; el ter-
ha dado tantos millones de plata) de quien fue cer milagro que esta nuestra madre y Señora hizo
dueño el maestre de campo don Pedro Zores de con nosotros fue que no habiendo metido allí
Ulloa, azoguero poderoso en la Ribera de esta dentro ni un mollete que comer, viendo que nos
Villa. apuraba el hambre le pedimos muy de veras a la
Sucedió, pues, en el mes de abril aquel gran Virgen, y de repente hallamos allí unos molle-
hundimiento en esta mina, aunque otro mayor tes mejores que tu pan, tan sabrosos y de tanta

304
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 19 Año 1616
v
sus[i6o ] tanda que con un bocado tuvimos pa- to de los hombres en desenfrenándose es indo-
ra todos los días; hasta el agua fue de milagro mable y no se puede resistir con solas palabras
porque allí no había ni una gota, y cuando tu- si no hay también manos
y fuerza corporal a que
vimos sed comenzó a salir de un laque? y ésa tengan respeto. El camino, pues, que tomó fue
bebíamos. Así pasábamos muy contentos y siem- que con mucho recato comenzó a recoger armas,
pre pidiendo y esperando que la Madre de Dios amigos y demás gente para oponerse a los in-
nos había de sacar de allí. Pedro y Cristóbal, quietos y castigarlos por guerra, pues ellos no
nuestros compañeros, despertando una vez del querían sosegarse y gozar de la paz. Bien hacía
sueño que por más descanso habían tomado, di- en esto el general pues no podía ya menos, que
jeron habían soñado que la Virgen les dijo que la valentía mal empleada se queda en temeri-
el sábado, al tiempo de comenzar la misa en dad (esto es cuando la muestra sólo con los que
San Pedro, saldríamos; pero no sabíamos qué pueden menos) y la virtud necia hace mal en el
día era ni cuándo sería el de nuestra salida. Al bien que no sabe hacer,
y es a veces peor la vir-
cabo, de repente vimos por un agujero pequeño tud viciosa y la valentía desatinada que la co-
que había quedado cuando se tapó la mina una bardía cuerda y el vicio considerado, cuanto es
luz tan grande que parecía el sol; comenzamos mejor lo malo que se enmienda que lo bueno
a seguirla y milagrosamente se abrió el camino. que se empeora.
Fuimos siguiendo la luz (porque caminaba de- No ignoraban esta prevención los abandali-
lante de nosotros) y con esta claridad se apagó zados. Sólo los tenía cuidadosos así a los vas-
y consumió la que teníamos; iba a trecho apar- congados, navarros y valencianos (que juntos
tada aquella luz y en un instante nos hallamos hacía la una parte) con los andaluces, peruanos
fuera en la cancha, mas no vimos quién traía
y extremeños (que eran de la otra) el no saber
tanta claridad porque luego se nos perdió de la a qué parte se inclinaba el corregidor, porque
vista, más bien conocimos que era de la misma mostraba no declararse a ninguna, pero muy bien
Señora que a nuestros compañeros señaló el día advertían que le ayudaban la mayor parte de
de nuestro desentierro. Luego que nos vimos [la] nobleza (de varias naciones) con sus ha-
fuera, preguntamos qué día era,
y nos dijeron ciendas y que no ignoraban lo harían con sus
que sábado. Quedamos admirados cuando nos personas. Con este temor estuvieron sosegados
preguntaron cómo no nos habíamos muerto en los inquietos, aunque no faltaban pendencias
16 días que había que estábamos encerrados por- particulares cada día.
que a nosotros nos parecía que cuanto más sólo A fines de este año se acabó de fabricar la
cinco días eran los que habíamos estado den- muralla o parapeto de la laguna de Tavacoñuño
tro”. (llamada comúnmente de Chalviri) que (como
Acabaron los indios (con mucho llanto) de arriba dijimos) el general don Rafael mandó
contar milagroso suceso, y todos dieron mu-
el hacer para tanto bien de la Ribera. Duró la obra
chas gracias a Dios
y a su santísima madre; y en poco menos de cuatro años, y acabada en éste
hacimiento de rendidas gracias hicieron un gran- quiso ir a verla y hacer regocijos por su estre-
dioso novenario los mayordomos de esta sobe- no. Acompañóle todo el gremio de señores azo-
rana Señora. gueros y 200 hombres de guarda, porque los
Volvamos a los bandos tan nocivos que se inquietos no estorbasen la fiesta, aunque ninguno
continuaban entre las naciones, cosa que con se movió acompañó
a ello ni al corregidor. Hu-
gran pesadumbre mía los cuento por cada vez bo espléndidos banquetes, agradables comedias
que se ofrece, pero veo que es forzoso pues es
y vistosos saraos, todo a mucho costo de los se-
tan del caso de la Historia. No bastaba la pru- ñores azogueros; hubo juegos liberalísimos, pues
dencia del general don Rafael para sosegar los (como dice el capitán Pedro Méndez, que se
ánimos rebeldes de aquellos inquietos, por más halló presente) en dos tardes noches se jugaron,
y
que con halagos
y cortesías procuraba compo- con pérdida de unos y ganancias de otros, más
nerlos; por lo cual desesperado de poder conse-
de 100,000 pesos. 3
guir nada por aquel camino quiso tomar otro
en cosa que ya no tenía remedio, pues le era
3 En 1617. V. 23 la audiencia de La Plata despachó una
-

forzoso conservar por cualquier modo el respeto provisión real para que el corregidor
y demás justicias de
Potosí repriman el gran desorden que ha habido
que se le debía. Porque la malicia y hay en
atrevimien-
y dicha Villa "en tener tablajes y juegos públicos de muy gran-
des cantidades con notable escándalo y mal ejemplo
2 y mucho
de agua en lo hondo de una labor minera. Pa- daño de las personas que han perdido a los dichos juegos",
rece derivarse de! aymara lakja =. tenebroso, oscuro. [M] Audiencia de La Plata: Cartas y relaciones, No. 1225. [M]

305
[
i 6 i ] Capítulo XX
EN QUE SE CUENTA CÓMO EL GENERAL DON RAFAEL VENCIÓ EN DOS
VALEROSOS ENCUENTROS A LOS ABANDALIZADOS. LA RECTA
JUSTICIA QUE HIZO EN LAS CABEZAS. REHÁCENSE LOS
CONTRARIOS, PROCURAN MATARLO, Y SALE HU-
YENDO DE ESTA VILLA

OS escándalos causados de los bandos que excusaron, y se vinieron a ella a servirlos en la


entre las naciones asistentes en esta guerra. Con la venida del teniente (que entró

I^ Villa Imperial se continuaban


todos los reinos de las Indias se sa-
bían) llegaron a noticia del excelentísimo señor
(como en con su escuadrón formado a 3 de abril de este
año de 1617) se alborotó Potosí y aun las otras
provincias circunvecinas, que luego corrió la
don Francisco de Borja y Aragón, príncipe de fama, y todos se lamentaban temiendo gran ruina
Esquilache, 12 9 en número de los virreyes del en esta Villa donde eran interesados.
Perú, que desde el año antecedente gobernaba El general don Rafael sin más acuerdo les
1
estos reinos. El cual doliéndose de las calami- intimó la guerra. Los abandalizados respondie-
dades que padecía esta Villa, temiendo su ruina ron que ellos eran fieles vasallos de su majestad
y que en nada habían ido contra su real
servicio,
y previniendo los daños que se seguirían a la
real hacienda, instó al corregidor don Rafael que si vivían con las armas en las manos era por
lo remediase de la manera que se pudiese. Don satisfacer agravios recibidos los unos de los otros,
2
Juan Pasquier dice que don Rafael escribió al pero que si su merced se resolvía a pelear con
virrey representándole los daños que se seguían ellos, estaban muy prontos a la defensa, y que

de la continuación de los bandos y la rebeldía de todos los daños que se siguiesen fuesen sobre su
aquellos que los mantenían, pues habiéndoles persona pues reconocían ser solamente antojo
varias veces exhortado a la paz, no la querían de pelear. Dada esta respuesta los de una y otra
admitir, puesta su confianza en los muchos que parte tendieron sus banderas y aprestaron sus
eran y tener dinero en abundancia y mucha can- gentes y armas.
tidad de armas y caballos; por lo cual había Los vascongados y parciales enviaron a decir
determinado llevar aquel negocio por todo el a sus contrarios que mediante el hacer las amis-
rigor de las armas, y que por el tanto se lo permi- tades se juntasen en un cuerpo, y así podrían con
tiese su excelenciapues no había otro mejor ca- más seguridad resistir al corregidor. A lo que
mino. Y el virrey (dice este autor) no sólo se respondieron con mucho enfado andaluces, pe-
lo permitió mas también se lo agradeció y pidió ruanos y extremeños que no querían y que mejor
de nuevo lo pusiese en ejecución, porque de les estaría aunarse con el corregidor, pues no

todo estaba informado y que le ofrecía su poder sería lo primero que en esta Villa habían hecho
para el efecto. cuando se veían apurados.
Con esto el general don Rafael se determinó Oído esto por los vascongados, los más se pa-
a romper con los rebeldes, y como tenía pre- saron al corregidor y los menos se salieron a
vención de gente y armas no quiso más dilación. Mataca y a otras partes. Algunos portugueses,
Envió llamar a su lugarteniente del corregimien- catalanes y otros extranjeros (que andaban entre
to de Porco (a quien también tuvo prevenido ellos) se juntaron con los andaluces y peruanos
desde antes) para que con todos los españoles por temor de lo que pudiese sucederles, y con
de aquella provincia se viniese y trajese los ca- éstos y todas tres naciones engrosaron su gente
ballos que en ella se hallasen. Luego que pasaron hasta ponerla en número de 500 hombres y 60
las aguas, entrando ya el mes de abril, vino el caballos, cuvos capitanes eran (como hasta allí

teniente con 15 caballos y 150 españoles, que lo habían sido) don Alonso Fáñez, castellano;
aunque había más en toda aquella provincia, el alférez Flores, peruano de esta Villa; Antonio

muchos (por no perder las conveniencias que Zapata, gallego; el capitán Moreno y don Pedro
tenían con los inquietadores de de esta Villa) se Alderete, andaluces; don Gonzalo de Mena, ex-
tremeño, y su hijo don Nicolás, natural de esta
1. El príncipe de Esquilache entró en Lima en 1615. XII. 18 Villa.La parte del corregidor se componía de
(Mcndiburu, Diccinn.trio biográfico, II, 57). [M]
2. Pasquier, libro III capítulo 14. [A] 430 hombres y de éstos los 80 de a caballo, que

306
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 20 Año ióiy
todos eran de varias naciones siendo lamayor dia luna mirando escaramuzar sus caballos, de
parte peruanos o criollos (que todo es uno) y improviso fueron aquellos contrarios acometidos
castellanos, y mucha nobleza, con cuatro buenos por dos partes sin darles lugar el sobresalto a
capitanes: don Fernando Arzáns 3 y su hijo don más que para sólo huir hasta el cerro de Munay-
Nicolás, diputados del gremio de azogueros, pata. Don Alonso Fáñez
y el alférez Flores, que
don Calisto Núñez de Mercado, capitán de la mandaban la caballería, viendo la prisa con
mita, y el teniente de la provincia de Porco, que que huían los infantes y el estrago que el corre-
v
era [iói ] criollo de Mataca, y no declaran los gidor hacía en ellos esforzando sus 6o caballos,
escritores su nombre. les resistieroncon gran valor, peleando como
Todo el mes de pasó en prevenciones,
abril se desesperados contra la aventajada caballería y
esperando cada parte ocasión de vencer al con- peones del corregidor.
trario sin riesgo suyo. ¡Oh cuánta noche habitan En esto al ruido de las armas despertaron los
nuestros deseos; cuánta sangre y sudor nuestro que dormían en los ranchos, y viendo a sus dos
borra las sendas que camina nuestra imagina- capitanes Zapata y Moreno (que con muy pocos
ción; qué pocos saben contar entre las dádivas soldados peleaban juntamente con los de a ca-
de Dios la brevedad de la vida! La gente del ballo) fueron a ayudarlos, pero ya no se podían
corregidor estaba alojada en la plaza del Re- mantener los de su parte porque el corregidor
gocijo y portales del cabildo,
y los contrarios en hacía en ellos mucho estrago, y tanto que por
el paraje de las Cebadillas en cuatro ranchos bas- no perderse todos huyeron para el cerro de Mu-
tantemente capaces, habiendo para esto echado a naypata, donde sus capitanes Alderete, Mena
y
los indios que en ellos estaban, aunque éstos ven- su hijo Nicolás habían puesto en orden a sus
garon después el agravio muy a su satisfacción. soldados temiendo el alcance que les daría el
Tenía el corregidor tomados los cuatro caminos corregidor,como lo hizo, siguiendo a los caballos
que entran a esta Villa porque no pudiesen los
y pocos peones que últimamente huían al mismo
contrarios valerse de los mantenimientos que se paraje. Y
como el corregidor y los suyos viesen
traían, cosa muy penosa para ellos pues con gran que en lo más eminente del cerro estaban con
trabajo loshabían para sustentarse. buen orden y que le disparaban cantidad de ar-
Llegado el mes de mayo, a los cuatro días, cabuces, se detuvo y volvió al paraje de la vic-
una tarde se salieron los bandidos al campo apar- toria donde su teniente
y los otros capitanes
tado de los arrabales como dos cuadras, a correr tenían presos a don Alonso Fáñez al alférez
y
los caballos en las bocas de fuego;
y ejercitarse Flores (que los alcanzaron la vuelta de Munay-
no todos, porque más de 200 estaban poseídos pata por no haber querido subir a lo más alto)
de sueño en los ranchos por ser los que habían con otros 50 peones y ocho de a caballo, con más
velado en guarda la noche antecedente. Los in-
15 muertos y 20 heridos. De la parte del corregi-
dios dueños de aquellas casas estaban a la mira, dor solamente eran dos los muertos y 10 heridos.
y como les pareciese buena ocasión de venganza Los indios de los ranchos (dueños de ellos)
fueron muy
a prisa ai general don Rafael
y le saquearon cuanto los españoles tenían allí los
dieron aviso y se ofrecieron a guiarlos por callejo- vencidos, y el corregidor lo dio por bien hecho
nes excusados
y ponerlos sobre los contrarios sin pues por ellos se hizo tan buena suerte. Llevó el
que los viesen. Al punto, como aquellos días corregidor a los presos y heridos a la cárcel, con
anduviese armado el general, subió en su caballo grandes llantos que se oían por las calles, porque
y mandó a sus capitanes marchar sin ruido de unos eran maridos, otros padres, hijos, hermanos
cajas ni otro instrumento de guerra. Adelantóse
y deudos de las personas que lloraban. Mandó el
el corregidor y poniéndose en parte que no lo corregidor poner prisiones a don Alonso Fáñez
viesen halló ser verdad cuanto los indios le dije-
y al alférez Flores. En esto eran ya las 7 de la
ron, yhabiendo visto las entradas y partes por noche cuando el escuadrón de los abandalizados,
donde pudiesen acometerlos sin ser sentidos, se por la descomodidad del cerro de Munaypata, se
y mandó que dividida la
volvió a sus capitanes bajaron con mucho orden (que el miedo que una
gente en dos trozos, acometiesen los unos por vez se concibe en el ánimo es dificultoso el des-
los callejones que llaman de Chicha Barata, y pedirle brevemente) y se alojaron en el ingenio
él haría lo mismo por la parte de la parroquia de Francisco de Navajeda, donde estuvieron en
de San Bernardo. vela aquella noche, y lo mismo hizo el escuadrón
Así lo hicieron,
y siendo las 4 de la tarde, del corregidor en la plaza, recelándose unos de
cuando más descuidados estaban de tal caso los otros, pues todavía quedaban a
le los bandidos
contrarios, puesta su infantería en forma de me-
52 [162] caballos y 400 infantes.
3. Este don Fernando Arzáns Dapífer Toledo aparece por pri- El corregidor no estaba contento con aquel
y
mera vez en la Historia en 1577 (supra f. 90 T
) y ya era enton-
ces diputado del gremio de azogueros según
Arzáns. Si enton-
vencimiento y así andaba engrosando su gente
ces tenía 30 años, que no es mucho
pedir, en este año de para deshacer de una vez aquellos contrarios,
1617 contaría con 70, bien llevados como para salir a pelear y
en las guerras potosinas. Por otra parte, antes que éstos hiciesen la misma diligencia de-
parece que era dipu-
t a d° vitalicio del gremio de azogueros (cargos que en la terminó acometerlos segunda vez a cara des-
realidad se renovaban anualmente por elección),
y parece cubierta. Podíalo ejecutar muy bien porque tenía
además que la diputación era hereditaria pues su hijo don
Nicolás era también diputado. [M] ya más de 500 hombres peones más de 80 caba-
y

307
Año 1617 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

líos. Habló a los capitanes de su escuadrón y que venían delanteros. Rompieron finalmente
animólos a lograr nuevamente la suerte favora- los caballos a los peones matando a algunos, y
ble; todos vinieron en ello, y se previnieron para en un instante se volvieron a componer porque
el siguiente día que fue al tercero del vencimien- sus capitanes Alderete, Mena y su hijo eran de
to. Sabida esta determinación por los contrarios, valor y experiencia. Ya la caballería del corre-
quisieron huir al valle de Tarapaya pero impidié- gidor se había encontrado con la enemiga y pe-
ronselo sus capitanes con ánimo de pelear hasta leaban los unos y los otros con notable valor: los
morir; por esto se pasaron aquella mañana que caballos de los abandalizados eran más fuertes
esperaban la batalla más de 100 hombres al y diestros que los del corregidor, el número igual
corregidor, que sintiéndolo los capitanes Zapata, pero la suerte varia, porque el teniente fue mal-
Moreno y los otros salieron tras ellos con arca- herido y más de peligro el capitán de la mita,

buces, diciéndoles eran unos infames, cobardes muerto su caballo y él con tres heridas, estragos
y otros vituperios, y disparándoselos
mataron a que hacían el Zapata y Moreno.
cuatro de ellos; los que quedaron les prometie- Acometieron éstos al corregidor dos veces, y
ron pelear hasta perder las vidas. aunque él era valeroso caballero valióle más en
Viéndolos tan determinados sus capitanes, y esta ocasión la ligereza de su caballo, causa de
estando ciertos que aquel día había amanecido salir y entrarmuy seguro y lograr algunos botes
para la sangrienta batalla que se esperaba, exhor- de su lanza. Estando en lo más vivo de la batalla,
tándolos a la defensa de sus vidas (llamando advirtiendo el riesgo de perderse, mandó a su
tirano al corregidor) salieron al paraje de Can- criado suyo (que también peleaba a caballo)
tumarca (que cerca estaba) a ponerse en orden fuese a recoger cuantos de sus infantes pudiese

y esperar a sus contrarios, que siendo las 8


del para que les ayudasen con sus arcabuces; fue el
día no tardaron en venir una hora. Pusieron su criado, y en un instante (que no estaban lejos)
escuadrón en forma de media luna muy exten- vinieron más de 100 de ellos, siguiéndoles mu-
dida, y la caballería con sus piqueros estuvieron chos del resto que iban saliendo de varios escon-
fuera (también en orden) para ver de qué ma- drijos. Entretanto fueron heridos y derribados de

nera se componía el contrario. El corregidor llevó los caballos 11 de la parte del corregidor. Luego
su gente en dos trozos, caballería y peones; a le acometieron cuatro de los contrarios con ansias

éstos hizo marchar primero por la parte de la de acabar con el corregidor, el cual fue herido
parroquia de San Benito, y él con los caballos en un muslo y él mató uno de los cuatro. Llega-
quedó para ir por la parte de San Bernardo, de- ron los peones del corregidor, y aunque sin orden
t
jando en medio el cerro de Munaypata.Tanto disparaban sus arcabuces [iÓ 2 ] y escopetas bas-
caminó la infantería aquel cuarto de legua que tó para ser vencidos los contrarios, porque ya
hay de la Villa a Cantumarca, que en breve tiem- sus caballos o los más de ellos no podían moverse
po llegaron marchando de 10 en 10. de cansados: huyeron los más sueltos (que serían
Estaba a la mira Zapata y Moreno con sus más de 20) y quedaron cinco muertos y los
res-

caballos, y advirtiendo que los del corregidor tantes heridos y presos.


no venían arremetieron contra aquellos peones, Volvamos a los peones de los bandidos que
y en un instante (matando e
hiriendo a los que peleaban con los 40 de a caballo del corregidor,
estaban en las primeras hileras) los demás huye- de quienes cuentan el capitán Pedro Méndez y
ron la vuelta del pueblo, continuando el estrago don Antonio de Acosta particulares hazañas de
los de a caballo hasta meterlos en los ingenios y su valor. Estando (dicen) don Nicolás Arzáns
ranchos de los indios. Entretanto llegó el corre- alanceando y atropellando a los peones, se llegó
gidor con su caballería por la otra mano del cerro a él uno de ellos (que era andaluz y había sido

y sabiendo la rota de su infantería


(dicen el ca- antes criado de su padre don Fernando) y to-
pitán Pedro Méndez y Acosta) estuvo muy a mándole con la una mano el freno del caballo
punto de volverse el corregidor antes que le con la otra le asió de una pierna, diciéndole:
acometiesen; pero don Fernando Arzáns se lo im- "¿Quién a ti, rapaz, te ha hecho capitán de ca-
pidió, afeándole su determinación, y aconsejóle ballos?”, y con gran fuerza lo arrojó por el lado
que arremetiese a la infantería contraria, aunque izquierdo del caballo (dándose un gran golpe
parecía estar puesta en buen orden, y que esto en la cabeza) y luego en un momento se puso
se hiciese con 40 caballos, y los 44 esperasen de el bravo andaluz sobre el caballo. Levantóse con

vuelta a la caballería contraria que tanto se ha- presteza el capitán y sacando un pistolete que
bían empeñado en acosar a los infantes destro- traía le "Aguarda, ingrato mal nacido,
dijo:
zados. que tú verás puedo ser capitán para echar del
si

Fue muy acertada disposición pues el noble mundo traidores”. Al punto volvió las riendas el
don Fernando y su hijo don Nicolás acometieron andaluz, y cuando arremetió con la lanza para
con sus 40 caballos (dejando los cuatro para don Nicolás él le disparó la pistola, y metiéndole
guarda del corregidor) a la bien compuesta in- la bala por las sienes cayó allí muerto el anda-

fantería, pero ésta con sumo valor los recibió en luz y el capitán cobró su caballo. A su padre don
su media luna y antes que a ellos llegasen derri- Fernando se le opuso otro de la misma nación
baron tres de a caballo con sus arcabuces, de los con una espada en la mano, y al tiempo que se
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 20 Año IÓIJ
abalanzó contra él para herirlo con su lanza, el Andaba pesaroso el general por habérsele es-
andaluz dio un salto y el encuentro no hizo efec- capado don Pedro Alderete, don Gonzalo de
to, antes con mucha ligereza le tiró un buen golpe Mena y su hijo don Nicolás, que después con-
y le desjarretó el caballo de ambos pies al capitán; tinuaron los bandos. El siguiente día a este cas-
el cual saltó al suelo sacando la espada acome- tigo mandó también dar garrote a otros seis
y
tió al gallardo andaluz, que no lo rehusó, aunque hombres de los presos como a más culpados en
a la primera embestida acudieron otros dos de a la mantenencia de los bandos, y fueron tres an-
caballo, conque se hubo de apartar el peón, y daluces, dos criollos y un extremeño; mandó azo-
porque vio que le acometían aquellos caballeros tar algunos, desterró otros 10,
y a otros tantos
se valió de su ligereza desviándose a los encuen- hizo llevar a Chile, multó en crecidas cantidades
tros, y hallando ocasión hirió mortalmente al a muchos, y a los menos perdonó [163] para su
uno pasándole el muslo derecho de una estocada. daño, pues aunque fue avisado por un noble
Ya don Fernando había tomado otro caballo de hombre (aunque pobre) que no soltase de la pri-
los que andaban sueltos por el campo,
y como sión a Hernando Melgarejo, a don Antonio de
vio el andaluz que se venía para él, tomó su ar- Urrea, a Gómez de Reguera y al alférez Osma
cabuz y escabulléndose entre los peones se salió porque intentaban venganza cruel en su persona,
de la batalla. Otro noble vizcaíno andaba en su no hizo caso el general de sus persuasiones, antes
caballo haciendo destrozos en los peones hasta sí lo despidió con palabras de vituperio
y prome-
que uno de ellos saltó en las ancas, y con un puñal sas de castigo afrentoso. Nadie se meta donde
lo acogotó y los dos cayeron al suelo. Finalmen- no le llaman ni quiera usar del oficio que por
te de los 40 caballos que acometieron a estos ningún caso le toca; y se ha de considerar que
peones apenas quedaron bien parados los 10, nunca el consejo del pobre, por bueno que sea,
pero como cargaron sobre ellos otros peones fue admitido, ni el pobre humilde ha de tener
y
caballos que envió el corregidor, los deshicieron, presunción de aconsejar a los grandes y a los
quedando en el campo otros muchos muertos que piensan que lo saben todo. La sabiduría en
y
heridos, porque los más se juntaron,
y así apiña- el pobre está asombrada, que la necesidad
y mi-
dos (abaleando a sus contrarios sin cesar) se seria son las sombras nubes que la oscurecen;
y y
fueron retirando hasta unos ranchos, adonde ha- así (si acaso se descubren) la juzgan por ton-
ciéndose fuertes ninguno se atrevió a llegarse a tedad y la tratan con menosprecio.
ellos. Menospreciado el consejo del pobre hombre,
Tocó
a recoger el corregidor,
y reconociendo no se pasó mucho sin que el corregidor experi-
losmuertos y heridos se hallaron ser de su parte mentase el daño que de no admitirlo resultó.
30 peones y 11 de a caballo los que murieron, Porque es de saber que pasados algunos días en
con más de 40 heridos; de la contraria parte que la Villa lloró estas tragedias, se juntaron los
fueron los muertos 14 peones
y cinco de a ca-
ballo, 50 heridos
y otros tantos presos. Entró el en todos los casos (f. 162-164): originalmente el ms. decía
corregidor a la Villa no con aquella alegría de Yáñez y luego fue enmendado Fáñez. El ms de Brown cir-—
vencedor, porque aunque lo fue era mucha la
cunstancia importante —dice uniformemente y sin enmienda
Fáñez. En el mismo se hace además la diferenciación entre Fá-
gente que de su parte pereció. Luego a los cuatro ñez y Yáñez: "aunque los nombres eran parecidos los ape-
lativos fueron diferentes, y el uno era Fáñez y el otro Yáñez”
días (en que se halló mejor de la herida del v
(f. i ). En realidad se trata de una sola persona, Alonso
62
muslo) mandó públicamente en un
cadalso cor- Yáñez (ni "don” ni "capitán” según los documentos coetá-
neos), aquel que con Antonio Flores, el alférez Zapata (los
tar las cabezas a don Alonso Fáñez, al alférez mismos que nombra la Historia en este año 1617) y otros
Flores, a Antonio Zapata y al capitán Moreno planearon en 1612 una conspiración frustránea de que se dio
cuenta supra, capítulo 16, nota 5.
que también fueron presos en la segunda batalla El pasaje es precioso para analizar la técnica de composi-
como Fáñez y Flores en la primera. ción de Arzáns en esta parte de la Historia:
a) El episodio de 1612-1613 está superpuesto sobre el año
Este don Alonso Fáñez no es el capitán Yáñez 1617 en este capítulo.
que algunos escritores de las cosas de Potosí dis- b) Cuando Arzáns escribía el año 1617 sabía del alboroto
intentado por Yáñez, aunque no con precisión, y por cual-
cordan en los nombres al contar su prisión quier motivo (o sin motivo, según su técnica peculiar) in-
y
muerte, porque aunque nombres eran pare-
los sertó el episodio en dicho año.
c) Posteriormente Arzáns supo más del motín intentado
cidos los apelativos fueron diferentes,
y el uno por Yáñez, vio que el tratamiento que había hecho no era
era Yáñez el otro Fáñez. Verdad es que entram- satisfactorio y recurrió al ardid de desfigurar el nombre Yáñez
y
por Fáñez superponiendo la F sobre la Y; quedó así habili-
bos fueron semejantes en los alborotos
y género tado para argüir que su Historia no se refería a Yáñez sino
de muertes, pues antes de esta batalla (por ca- a Fáñez, como lo hace en el ms. de Brown (f. i 62 v al final)
en el párrafo que comienza "Este don Alfonso Fáñez no es
bezas de bando y levantamiento que intentaron) el capitán Yáñez” etc., párrafo que es una adición del ms. de
rueron presos el capitán Yáñez, don Gregorio Brown. Tiene interés cotejar este párrafo con el ms. de Ma-
drid cuyo texto no dice sino esto: se "mandó cortar las cabe-
Flores,
y otros dos hidalgos, y (ajusticiados) zas a don Alonso Fáñez, al alférez Flores, a Antonio Zapata
hechos cuartos pusieron sus cabezas en el rollo y al capitán Moreno, que también fueron presos en la se-
por orden del general don Rafael, que hizo lo gunda batalla como Fáñez y Flores en la primera. Estas cuatro
cabezas hizo poner en el rollo, por serlo de aquellos bandos,
mismo con las cabezas de don Alonso Fáñez, y andaba pesaroso el corregidor por habérsele escapado don
y Pedro Alderete” etc. (f. 164).
los otros tres, 4
Zapata, Moreno y Flores. En conclusión: Las superposiciones de contenido irreal en
la Historia son deliberadas. La Historia era leída cuando se
4- En el ms. de Madrid se nota
claramente en este pasaje una escribió y Arzáns temía la crítica de sus coetáneos. Se con-
superposición de la letra F sobre la Y en el apellido Yáñez firma que el ms. de Brown es posterior a! ms. de Madrid. [M]

309
Año 1618 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ya nombrados Hernando Melgarejo, don Anto- de su vida (por haberle deshecho su defensa),
nio de Urrea, Gómez de Reguera y el alférez disfrazándose en traje muy ruin se fue a San
Osma, personas nobles, a quienes por tales per- Agustín, habiendo suplicado antes a los señores
donó el corregidor (que también la ingratitud azogueros, alcaldes ordinarios y oficiales reales,
tal vez se apodera de la nobleza cuando se mira defendiesen su casa y recámara que era riquísi-
sólo a la venganza) y junto con otros plebeyos ma. Así lo hicieron, y sabiendo los sediciosos que
(indignos de nombrarse aquí y sí bien dignos de el corregidor estaba en San Agustín, fueron más

ser castigados) determinaron matar al corregi- de 30 de ellos al convento, que a no cerrarle las
dor y a los vascongados que guardaban su per- puertas se entraran a matarlo. Escondióse el co-
sona presumiendo que a instancias de estos ca- rregidor en una bóveda de la iglesia, donde
balleros había quitado la vida a las cabezas de estuvo tres días (porque tenían cercado el con-
sus abominables escuadrones, como si sus delitos vento aquellos bárbaros), al cabo de los cuales
no mereciesen por tales peores muertes. Es ver- el diputado don Fernando Arzáns se dio tan bue-

dad que con voz del servicio real todos los vas- na maña que una mañana sacó disfrazado al
congados agraviados ayudaron al corregidor con corregidor y lo llevó a su casa; luego con mucho
sus personas y haciendas. recato traspusieron su recámara, sin que aquellos
Olvidados, pues, aquellos a quienes sin pena sediciosos lo sintiesen, aunque bien sentían en
ninguna perdonó y soltó de la prisión el general, sus rabiosos corazones el no poderla tomar y ma-
andaban solícitos por quitarle la vida que (como tar al corregidor. El cual habiendo estado oculto
dijo el otro) lo más presto que los hombres olvi- 40 días en casa de don Fernando salió huyendo
dan es el beneficio recibido. Andaban ya otra vez para la ciudad de Lima, 5 quedando los sediciosos
los sediciosos recogiendo gente y armas; volvie- escandalizando la Villa con sus abominables
ron a unirse los que huyendo habían escapado y hechos procurando también con vivas ansias des-
en todas partes sonaba un "Muera el corregidor truir a todos los vascongados: pero ellos como
avisados y valientes se fortalecieron y llegaron
y los vizcaínos”. Con esta fiera determinación, a
principios del mes de diciembre de este año, los a juntar tanta gente, armas y caballos, que se
apoderaron de toda la Villa, temiendo todos por
sediciosos y alborotadores hallaron oportuna
ocasión de acometer a la guarda del corregidor, esto una grande ruina.
que toda era de vascongados, y sin poderse de- 5. Ortiz de Sotomayor no salió huyendo de Potosí. Entregó
normalmente el gobierno a su sucesor y antes de esta entrega
fender mataron e hirieron muchos de ellos.
no estuvo ausente en su oficio 40 días ni cuatro ("Lista de
El general, que vio aquel estrago y el riesgo gobernadores de Potosí”). [M]

Capítulo XXI

DE UN MILAGRO QUE HIZO LA MADRE DE DIOS DE LA CANDELARIA


DE SAN PEDRO CON UN INDIO EN EL CERRO. DE CÓMO VINO
POR CORREGIDOR DE ESTA VILLA EL GENERAL DON FRAN-
CISCO SARMIENTO DE SOTOMAYOR, Y DE LAS SEÑALES
PRODIGIOSAS CON QUE EL CIELO PREVINO EL
AZOTE QUE DIOS DESCARGÓ EN ELLA EN LAS
MEMORABLES GUERRAS DE LOS VICUÑAS

Y A dijimos en el capítulo 19 de este li- Continuando, pues, tan soberanos beneficios


bro VI cómo la bellísima imagen de esta divina señora con sus devotos, sucedió en
la madre de Dios de la Candelaria, este año de 1618 que en la mina cuya veta es lla-
queestá en la parroquia de San Pe- mada Antona y es una de las cinco principales
dro de esta Villa, es muy milagrosa y cada día del rico Cerro, estando en ella trabajando los
experimentan los que afligidos la llaman singu- indios salió uno de ellos cargado de un costal de
v
su mano, así con los mo- metal. Era este indio muy devoto de la madre
] de
lares favores [i 63
radores de la Villa como en el rico Cerro con de Dios de la Candelaria de San Pedro (de quien
los indios y españoles mineros que en lo espan- vamos refiriendo) y se llamaba Lorenzo, y estan-
toso y arriesgado de sus minas sacan la plata. do en la mitad del camino de aquella mina cayo

3x0
im _ in-i.1

PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPITULO 21 Año 1618


un suelto sobre el indio y derribándolo quedó Tomaron en las manos aquellos desmesurados
enterrado con solamente la cabeza de fuera. Al granos, y si les causó espanto su grandor, mayor
punto de caer (según el indio contó después) lo tuvieron cuando (cogidos
y apretados) se
llamó en su favor a esta divina señora diciendo: derretían y en lugar de salir agua clara se tor-
"Virgen santísima de la Candelaria de San Pe- naba en sangre. Fuese publicando y experimen-
dro, valedme”. Favorecióle no sólo en [no] per- tando el prodigio por toda la Villa, y atónitos
mitir que aquel desmesurado trozo lo moliese e se miraban unos a otros.
hiciese menudos pedazos, mas, ¡oh piedad de la El nuevo corregidor fue avisado del suceso,
madre y amparo de necesitados!, la misma san- trajéronle algunos granos, hizo la experiencia y
tísimaVirgen se le apareció visible, y levantán- quedó con la misma admiración que los otros:
dolo de los brazos le dijo en el idioma indiano: esto sucedía cuando solamente eran cogidos y
"Saltama Lorenzo”, 1 que quiere decir "Levántate apretados en las manos, que dejando su blancura
Lorenzo”, y lo levantó de las manos con las su- se volvía sangre y corría en gotas. El corregidor
yas piadosas sano y bueno y lo sacó hasta la boca mandó recoger cantidad de aquel granizo en una
de la mina, y desapareció la santísima Vir-
allí que (apretándolo) luego que se volviese
vasija, y
gen. Contó el indio al minero (que estaba afue- en sangre o color de ella, lo guardasen hasta el
ra) el suceso milagroso, y todo admirado entró día siguiente, y en otra vasija mandó también
al donde había sucedido y halló tan im-
paraje poner del mismo granizo, y que a éste no le
posibilitado el camino que sólo a fuerza de in- tocase ninguna mano hasta por la mañana. Lue-
dios se tornó a abrir, donde hallaron el costal go que amaneció acudieron a ver el estado en
de metal y la vela que el indio traía en las manos. que estaba y lo hallaron del mismo modo que lo
Reconocido el milagro, bajó el minero al indio dejaron: la una vasija convertida en sangre y la
Lorenzo a la iglesia de San Pedro y todos dieron otra mucha parte derretida en agua clara; llega-
muchas gracias a Dios y a su santísima madre. ron algunos y metiendo las manos en la vasija
A principios de este mismo año llegó a esta clara, al momento se tornó en color de sangre,
Imperial Villa el general don Francisco Sarmien- con que creció la admiración. Temió el corre-
2
to de Sotomayor, caballero del hábito de San- gidor, y todos lo tuvieron por presagio fatal.
9
tiago, 1 en número de los corregidores propie- Aquella misma noche de su entrada siendo
tarios de esta Imperial Villa de Potosí. Fue muy las 7 y media de habiéndose ya vuel-
[164] ella,
notable la entrada de este caballero en cuyo tiem- to a aclarar el cielo apareció en el aire un admi-
po se comenzaron las memorables guerras de los rable cometa, el cual nacía por encima del rico
vicuñas, en que quedaron destruidos los de la
nación vascongada (que en esta Villa estaba ave-
cindada) por manos de sus enemigos cuales fue-
ron andaluces, peruanos (o criollos), extreme-
ños y castellanos, como adelante se verá.
Por las historias divinas y profanas sabemos
que cuando en el mundo han de suceder casos
notables, el cielo los anuncia días antes
y se ven
visiones espantosas
y sucesos admirables que los
representan. Esta verdad se vio en nuestro Potosí
no sin asombro de sus habitadores, pues todos te-
mieron los estragos que después experimentaron.
El día, pues,que entró en esta Villa el general
don Francisco Sarmiento de Sotomayor, siendo
las 4 de la tarde
y estando ya en su casa reci-
biendo parabienes de la nobleza, repentinamente
(habiendo poco antes estado el cielo claro Cerro de la parte del mediodía y remataba en
y sin
muestras de llover, aunque era su tiempo pues el de Munaypata al occidente: era de color de
por el mes de enero descargan con rigor las sangre y alumbraba como fuego. El capitán Pedro
aguas) se cubrió el cielo de espesísimas nubes Méndez y don Antonio de Acosta 3 dicen que
[y] terrible el aire parece quería arrancar los era a manera de un corvo alfanje, pero Juan
techos,de modo que atemorizados todos espera- Sobrino, don Juan Pasquier y Bartolomé de Due-
ban alguna gran tempestad, que no tardó mucho ñas 4 dicen que era de la misma forma de una
en verse pues comenzó a caer un granizo en el hoz, y así la pintan. Duró su admiración sólo
tamaño como nueces de Chile,
y esto tan espeso cuatro noches, y el nuevo corregidor
y toda la
que en breve tiempo subió del suelo media vara. Villa temieron algún derramamiento de sangre.
La figura del cometa es la que aquí se ve.
1. Parece haber aquí una reminiscencia del aymara saata-
ta — levantarse. [M]
2. DonFrancisco Sarmiento de Sotomayor no entró en Po- 3. Méndez, tercera parte, capítulo 21; Acosta, libro V, ca-
tosí a principios de
1618 pues ya se había recibido como pítulo 2. [A]
corregidor nombrado por el rey el año anterior
("Lista de 4. Sobrino, tercera parte, canto IX; Pasquier, libro IV, ca-
gobernadores de Potosí”). [M] pítulo 15; Dueñas, libro V, capítulo 19 [A]

311

1
Año 1618 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Vistas estas señales, ¿qué podemos decir sino preguntado [por] el corregidor cuál sería la cau-
que eran diligencias de la inmensa piedad de sa, respondió bárbara y apasionadamente dicien-
Dios para evitar en los abandalizados el delito do que sería por mostrarle cuán conveniente era
de los homicidios, y en los jueces para prevenir- ver derramada en su presencia la sangre contra-
les se guardasen y atajasen el daño venidero? ria. El corregidor le dijo que como no fuese san-

Hablólos por los presagios que del granizo y gre de pobres o a lo menos alguna que pedía
color de sangre se vieron, aconsejólos con el co- justicia todo lo demás se podría llevar hasta
meta, con los temores que concibieron y con los el cabo, dedonde sacó el don Egidio que el co-
otros fatales presagios que a éstos se siguieron, rregidor pasaría por el que se continuasen los
porque al corregidor ni demás jueces les quedase bandos.
queja de verse sin respeto y fatigados por ampa- Aún no pararon aquí los fatales presagios
rar sus vidas, ni a los homicidas excusas de sus (aunque duró todo el día sudor de sangre de
el
delitos. Por esto las repúblicas y quienes las la piña), pues pasados otros nueve días después
gobiernan deben cargar la consideración sobre de este suceso sobrevino otro. El cual fue que vi-
los acontecimientos, considerándolos como pre- vía un hombre en esta Villa (hijo de un extre-
venciones divinas, no como acasos humanos. meño), natural de Ccoraguari en Mataca, mudo
Ya sabía muy bien el corregidor los bandos de nacimiento. Éste, pues, repentinamente sa-
tan sumamente rencorosos que se continuaban lió de su casa un día (en cuerpo y descubierta la
en Potosí, y viendo aquellos prodigios y que las cabeza) corriendo y dando gritos por las calles
personas buenas que con él estaban, atemorizadas diciendo solamente [164'] estas palabras: "Mue-
le decían que por pecados de toda la Villa se ran, mueran”. Al principio juzgaron cuantos lo
podía esperar no menos que su total ruina, estaba veían que lo había tomado algún frenesí y pro-
con gran pesadumbre, de la cual no quiso cenar curaron cogerlo para sosegarlo o hacerle algún
ni dormir aquella noche, aunque más le supli- medicamento, aunque el saber que era mudo y
caban procurase descansar. Amaneció el siguiente oirlo hablar tan de improviso les causó grande
día, en el cual juntándose con los prelados de las admiración. Tomado, pues, a mano después de
sagradas religiones consultaron el remedio de haber corrido muchas calles le preguntaban
los daños que se experimentaban por la guerra de otras cosas, y a nada respondía ni tenía len-
introducida por el demonio en las naciones, y gua para otra cosa mas de sólo para repetir:
determinaron que los venerables prelados predi- "Mueran, mueran”. Fue llevado ante el corregi-
casen y exhortasen a la paz a los moradores de dor, donde lo azotaron y amenazaron de muerte
esta Villa, y que el corregidor con su mucha cor- porque dijese la causa de aquellas espantables
tesía y prudencia hiciese lo mismo, sin que por palabras, mas él sin decir otra ninguna levantaba
entonces tuviese jurisdicción la justicia sino sólo más el grito con el "Mueran, mueran”.
la misericordia;pero aunque esto se puso en eje- Alborotóse nuevamente toda la Villa con este
cución después, nada bastó porque ya Dios que- suceso y los abandalizados braveaban y en sus
ría castigar los pecados de esta Villa. ocultas juntas determinaban venganza los unos
Otro singular prodigio se vio a los cuatro días de los otros, sin atender que Dios tenía levantado
después de la venida del corregidor, y fue que el brazo de su justicia para castigarlos con varias
5
el maestre de campo don Egidio Oxonemún, maneras de muerte sin confesión, como después
caballero del hábito de Santiago, vascongado de se experimentó. Entre estos infaustos presagios
nación, azoguero rico en la Ribera de esta Villa, quiero poner lo que se halla escrito en un cuader-
le envió de presente una piña de plata de 60 mar- no de mano intitulado "Relación de las guerras
cos sobre un asiento de oro finísimo. Recibiólo el civiles que en la Imperial Villa de Potosí se vie-

corregidor con mucha alegría (claro está, porque ron y llamaron de los vicuñas”, por un cierto sa-
nadie se entristece de que le den preciosos dones) cerdote. No sé cuál sería la causa de ocultar su

y agradeció mucho al maestre de campo


el pre- nombre, que la dicha relación está doctamente
sente: fue mucho, porque a los corregidores de escrita, clara, verdadera y desapasionada. En las

Potosí les parece poco cuanto más les dan, por- márgenes de esta dicha relación están declaradas
que ellos se tienen por dueños de todo lo ajeno. algunas dudas, nombres y otras circunstancias
Puso la piña sobre un bufete, cuando veis aquí que aquel sacerdote autor dejó de declarar, y al
que pasada una hora comenzó a destilar gotas principio de donde comienza a marginar, dice
de sangre por varias partes, en tanta abundancia su nombre con estas mismas palabras: "Lo de
que llenándose el asiento de oro corría por aque- los márgenes es de Gabriel Velázquez Rodero,
lla mesa. Visto el suceso por el corregidor, todo hombre de verdad”. El autor sacerdote que escri-
lleno de asombros envió a llamar a don Egidio bió la tal relación, al fin de ella dice lo siguiente
para mostrarle aquel asombro: el cual vino, y (que son sus mismas palabras) "Estos memora-
:

bles sucesos,más que civiles guerras y bárbaros


5. Este nombre parece ser una desfiguración fonética de Oya- hechos de los hombres que se hicieron tan cono-
nume, como los de Icinizc (Isunza) y Riburdinzu (Rodrí-
guez) que se hicieron notar atrás. Óyanume era uno de los cidos con el nombre de vicuñas, ocasionaron el
vascongados más poderosos en Potos! por estos años y figura demasiado poder que en la Villa de Potosí te-
profusamente en los documentos coetáneos; en cambio don
Egidio Oxonemún está del todo ausente de ellos. [M] nían los vizcaínos, contra quienes y otras nacio-

312
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 22 Año 1619

nes que les siguieron se conjuraron aquellas otras mismo año a esta Villa don Luis de Valdivielso, 7
cuatro, yaun se vieron aborrecidos de todos cuan- andaluz, mozo valiente aunque de natural inquie-
tos habitaban en esta Villa, pues hasta los mu- to y ruidoso, como se experimentó a los cuatro
chachos haciendo bandos mataron (los que se días de su llegada, pues estando jugando a la
hacían castellanos o vicuñas) a tres de los que pelota con los criollos y los de otras naciones,
se hacían vizcaínos. En el pueblo de Caiza’’, pro- ocasionó a un Martín de Usurbi, vascongado, con
sigue el autor, "que no está lejos de Potosí, parió ciertas palabras descompuestas que le dijo sobre
una perra cuatro perrillos: el amo
púsole al uno el juego, de que resultó que el Usurbi le dio un
por nombre Vizcaíno, al cual (cosa admirable) golpe con la pala a Valdivielso, el cual tenién-
de dos meses todos, lo mataron
los tres, siendo dose por afrentado sacó la daga, y sin duda le
mordiéndolo y despedazándolo a bocados”. quitara la vida a no ponerse de por medio los
Este mismo año de 1618 vino a esta Villa don que allí estaban. Pero como el Valdivielso era
Antonio Géldrez, 6 nacido en Magro, hombre de amigo de los criollos y portugueses, salieron a
soberbias y terribles acciones, enemigo acérrimo la demanda; los vizcaínos acudieron al suyo,
y
de la nación vascongada, el cual trabó amistad se comenzaron a acuchillar con las dagas
y gol-
con los andaluces, criollos, castellanos y extre- pear con las palas, de que salieron muchos heri-
meños, y dio orden cómo fuesen destruidos los dos. Apaciguáronlos los desinteresados, pero que-
vascongados, y se hizo capitán o cabeza en aque- daron los unos y los otros muy indignados.
lla ocasión de los criollos. También vino este
7. Sobre la condición del capitán Luis Antonio de Valdiviel-
6. Los documentos coetáneos tampoco han recogido el nom- so, que tan principal papel desempeñó en el bando de los
bre de don Antonio Géldrez, y es difícil discernir a qué per- vicuñas contra los vascongados, los documentos coetáneos
sona de carne y hueso entre los vicuñas correspondería en dan informaciones inequívocas, las cuales hacen de él una
caso de que el nombre sea un pseudónimo. Dado el trata- personalidad representativa y dan además una idea del lugar
miento histórico-legendario que Arzáns hace de este episodio, y del tiempo, que ayuda a comprender mejor este azaroso
pudiera tratarse también de un personaje ficticio, como tantos momento de la historia potosina. (Audiencia de La Plata:
otros de esta primera parte de la Historia. [M] Expedientes, 1617, N’ 3 y 1618, 9
N7). [M]

Capítulo XXJ1

DE UN MILAGRO QUE OBRÓ LA MADRE DE DIOS DE LA CANDELARIA DE


SAN PEDRO EN FAVOR DE UNOS INDIOS CASADOS. REFIÉRESE
LA DICHOSA MUERTE DEL SIERVO DE DIOS FRAY VICENTE
BERNEDO, Y DE CÓMO SE CONTINUABAN LOS SAN-
GRIENTOS BANDOS. DÍCENSE LOS MOTIVOS QUE
HUBO PARA HACERSE TAN ABORRECIDOS
LOS VASCONGADOS

AL paso que los españoles disponían las hecho buenas obras. Procuraba la mujer disua-
/jk ofensas de Dios con sus abominables dirle de aquellos terribles celos,
y como ella era
/ "I bandos, pasiones, rencores y odios mor- virtuosa y se hallaba inculpable reprendió al ma-
-A. JL tales,
su madre santísima, la virgen rido, que aunque la reprensión era suave era fue-
María, estaba como entretenida en favorecer
y el mismo empeño de volver por
ra de tiempo,
a los pobrecitos humildesque en sus necesidades el español defendiendo su buen proceder le oca-
lallamaban. Éstos eran los indios, quienes en sionaba a confirmar sus sospechas, pareciéndole
aquella y en todas ocasiones podían ser ejemplo que la movía el amor deshonesto a defender-
de paz y hermandad pues siempre la saben man- lo, que los celos es una cifra mal entendida y un
tener jamás se ven entre ellos bandos escandalo- libro escrito en lengua extranjera,
y donde aunque
sos, aunque en sus [165] embriagueces nos les se lean los descargos no se entiende la verdad,
faltan pendencias particulares. cuando ella es pura.
En el mes de febrero de
este año de 1619 su- marido y revestido del demo-
Irritado, pues, el '

cedió, pues, en esta Imperial Villa que un indio nio, desnudando una fiera cuchilla cogió a su
de los que llaman principales, rico muy ladino, mujer de los cabellos y levantó el brazo para
y
nñó un día con su mujer sobre tener sospecha de degollarla. Viéndose esta mujer en tan grande
que le ofendía con un español a quien él había aprieto invocó a la madre de Dios de la Cande-

313

I
Año 1619 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

laria de San Pedro. Cosa maravillosa, al momen- sólo su admiración. Con este ejemplar se puso
to se le quedó al marido el brazo yerto, sin po- más cuidado en guarda del venerable cadáver,
la

derlo doblar para ejecutar el golpe. Atónito y pero nada bastó pues todos a muy poca ocasión
pesaroso el indio, no sabía qué hacerse y sólo de- que hallaban procuraban lograr su devoción hur-
cía que hasta allí había sido ignorancia de la tando lo que podían. Aquel bendito dedo que
verdad. Y no hay duda que harto peor es saberla quitaron del devoto ladrón, puesto por los religio-
sos de su predicadora orden en una arquilla de
y no usar de ella como conviene, que
aunque
la ignorancia no excusa el pecado (como no se plata fue para bien común pues no hubo enfer-
puede negar) a lo menos quita la gravedad del medad ni otra dolencia que, aplicada, no la
pecado porque más gravemente peca el que co- sanase.
mete un pecado sabiendo que lo es, que el que ig- Pasemos ahora a decir (porque así lo quiere
norantemente peca sin saber lo que hace. Abrióle la claridad de esta Historia) los motivos que tu-
Dios a aquel indio los ojos y conoció que la Vir- vieron en esta Imperial Villa las naciones que en
gen santísima le impedía aquella mala ejecución ella habitaban para aborrecer y perseguir a los

y que su mujer no tenía culpa, mas no se


le vol- vascongados, porque si no se declararan forzosa-
vió el brazo a su primer estado hasta que acon- mente habían de incurrir en la nota de bárbaros,
sejado pidió a su mujer muy de veras el per- insolentes, faltos de razón y caridad sus contra-
dón. Concedióselo ella y entrambos con lágrimas rios. Yo confieso la verdad y digo que contra toda

pidieron a la madre de Dios cobrase el brazo su mi voluntad escribo daños que se le hicieron a
natural movimiento, y milagrosamente quedó sa- una nación tan sumamente esclarecida y que tanta
no y bueno. Dieron muchas gracias a Dios y a nobleza ha tenido y tiene esta Imperial Villa por
María santísima, y después vivieron muy con- con los que de aquellas ilustres provin-
ella, así

formes. ciasvienen y se avecindan, como por los hijos


Este mismo año quiso la majestad divina pre- que acá dejan (de que yo tengo mucha parte y
miar de su siervo fray Vicente Ber-
las virtudes me precio de tenerla), y en ellos tantas prendas
nedo llevándoselo de esta vida temporal a la dignísimas de toda estimación. Admirado me tie-
eterna bienaventuranza, siendo de edad de 57 ne el ver que en aquellos tiempos se hiciesen tan
v
años, habiéndolo merecido Potosí con vida los aborrecibles los vascongados [iÓ5 ] cuando aho-
ra su cortesía, liberalidad, mansedumbre y gran-
1
19 en que fue asombro de virtudes. Fue venera-
do en vida y muerte de toda esta Imperial Villa de benignidad obligan a que todos los amen y
por santo, y sus reliquias obraron y están obran- procuren su amistad.
do (por voluntad de Dios) multitud de mila- Caballeros de esta nobilísima nación he comu-
gros. Su bendito cadáver se conserva en su nicado en esta Villa, cuyas obras buenas y mag-
convento de predicadores de esta Imperial Villa, nanimidades en favor de ella y de los menestero-
entero, tratable y oloroso, aunque al presente le sos y pobres de otras naciones que han hecho se
faltan algunos dedos de pies y manos que la de- podían esculpir en mármoles y bronces: un don
voción ha cortado para reliquias juntamente con Juan Urdinzu Arbeláez, caballero del hábito de
otros pedacillos de su bendito cadáver, en que Santiago, alférez real de esta Villa, cuya caridad
muchos (no pudiendo con las manos) se han con los pobres de ella fue admirable. Testigo soy
valido de los dientes por la ocasión y licencia que de vista que muchas veces yendo a verle y ha-
les han dado para verlo y besar sus manos. Al- blarle en cosas que se me ofrecieron, lo hallé
gunos años después de su glorioso tránsito, ha- muy a propósito en su cancel puesto al sol con-
llando un devoto oportuna ocasión de ver el ben- versando con los pobres que iban a pedirle el so-
dito cadáver le cortó un dedo del pie derecho sin corro para su necesidad, cuyas preguntas y chistes
que los religiosos lo viesen, mas no pudo el que ayudaba yo a celebrar, porque primero les daba
hizo el hurto lograrlo porque salió de la herida un real, y el pobre agradeciéndolo acometía a irse,
hacer
tanta sangre viva que fue necesario hacerse ma- y el buen caballero lo asía de sus trapos sin
nifiesto el prodigio, y acudiendo el padre prior y asco de ellos (pues a veces se le quedaban en las
toda la comunidad, admirados del caso, trajeron manos) y no los volvía hasta acabar de conversar
corporales y lienzos, y era tanta la sangre que con éstos. Asido, pues, de ellos, les decía que qué
todo quedó lleno de ella. Quitáronle la reliquia habían de hacer con aquel solo real. Unos res-
al atrevido, sin sacar de aquel suceso más que pondían que con él comprarían un pan y una
vela, otros decían que carne, y otros varios cosas
1. En acuerdo de 1619. VIII. 23, el cabildo de Potosí decidió
que en mérito a que fray Vicente de Bernedo y Bazán vivió comestibles. Entonces este humildísimo caballero
tantos años en la Villa "resplandeciendo con su virtuosa, les decía con mil chistes: "¡Yo no sé cómo po-
ejemplar y penitente vida, y gozando sus vecinos y moradores
del fruto de ella y de muchas mercedes que su divina ma-
dréis pasar este día con solo un real, cuando yo
jestad mediante su intercesión se sirvió de hacer”, se debia no puedo los días ordinarios cada uno con 10
hacer "las honras a la muerte del dicho padre el martes si-
guiente de la semana, que entra en su casa y entierro, con pesos!”. Luego les daba un peso o dos, conforme
la pompa y ornato que a tan justo varón se debe" (Acuerdos eran, y los despachaba contentos. Lo mismo era
v
de Potosí t. XVI. f. 1 5 o )
En 1675. II. 1 el cabildo decidió ayudar "con la mayor parte en el vestirlos, porque si un pobre le pedía una
de limosna que se pueda" para ayudar a la impresión del mantilla, él se la daba y además un manto y
libro de fray Ju;ín Meléndez en que se relata la vida de Ber-
nedo (ibid., t. XXX, f. 57'). [M] una saya si era mujer honrada a las tales; y a

3 M
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 22 Año 1619
otras pobres vergonzantes les daba cada semana ña Polonia de Orozco, hija de don Antonio de
a unas cuatro y a otras seis pesos. Y
así digo que Orozco, criollo de Mataca, hijo natural de don
fue admirable su caridad para con todos. Dígan- Rodrigo de Orozco, marqués de Mortara (criollo
lo los dos colegios de la sagrada Compañía de también de Mataca, aunque el reverendo padre
Jesús de esta Villa y el de Chuquisaca, cuyo in- fray Antonio de la Calancha dice que fue de Chu-
signe benefactor fue; díganlo las monjas carme- quisaca) honra [166] de los peruanos y maestre
litas de esta Villa, las recogidas y otras muchas de campo en los Estados de Flandes, donde los
memorias que dejó. rebeldes lloraron su valor y la corona de Castilla
Finalmente, pasó ya de esta vida este singular amplió su opinión.
caballero, cuyo testamento y mandas fue de un Hoy al presente ilustran esta Imperial Villa
cristiano verdaderamente virtuoso sumamente muchos caballeros de la nación cantábrica, que
y
caritativo, que yo lo oí leer, y si sus albaceas cum- de cada uno pudiera escribir (si la brevedad de
mandas muchos pobres que-
plieron tan insignes estos capítulos no me lo impidiera) singulares
darían con perpetuo alivio. Fue de los ricos azo- virtudes y ejemplares obras de caridad, particu-
gueros de esta Villa y tuvo de sobra el oro larmente del insigne general don Ignacio de Na-
y la
plata, esto es después que Dios se lo dio en este rriondo y Oquendo, caballero magnánimo, cor-
Potosí, porque a él llegó
y vivió algunos días con tés, liberal
y sumamente caritativo. Finalmente
suma pobreza (aunque ningún daño le hacían las digo que considerando yo tanta bondad, manse-
riquezas, por no asir mucho de ellas). Lláman- dumbre, nobleza y magnanimidad en los de
se las riquezas espinas,
y es así que un hombre aquesta nación, me admira una y muchas veces
aunque tenga espinas en las manos no le harán cómo en aquellos tiempos fuesen tan aborrecidos
daño si las tiene abiertas, mas cerrándolas lastí- de otras naciones. Es verdad que (como vulgar-
mase y sácale sangre. Este buen caballero no re- mente se dice) no todos ios dedos son parejos,
cibía daño de ellas porque las estimaba pues (según los autores que escribieron aquellas
y tenía
en poco, buscando él mismo a los pobres con guerras) por algunos malos que en esta nación
y lo mismo hacía de lo que
quienes las repartía; había padecieron los buenos, y los mismos auto-
era suyo la señora doña Francisca de Ayala, su res engrandecen la bondad de Francisco de Oya-
dignísima consorte. nume, que para defensa de los de su nación fue
Otro ejemplar de caridad y magnanimidad fue capitán en las guerras de los vicuñas, como ade-
don Lorenzo de Narriondo y Oquendo, caballero lante se verá.
del orden de Santiago, insigne vascongado a Diré, pues, los motivos que hubo para comen-
quien muchas veces vi dar la limosna hincado de zar a ser aborrecida esta noble nación de las otras
rodillas y llevarla otras veces personalmente a las que en esta Imperial Villa habitaban, siguiendo
casas de los pobres solicitando él mismo su ali- en todo a lo que cuentan 13 autores que confor-
vio; y de la misma manera la señora doña Ana mablemente escribieron estas sediciones, alboro-
de Oquendo, iguales consortes en todo, hija tam- tos y guerras que llamaron de los vicuñas. El
bién de vascongado, la cual sobre lo aventajado capitán Pedro Méndez, don Antonio de Acosta
de sus virtudes llevó en dote millón Dueñas 2 dicen conformes que
y medio en y Bartolomé de la
piñas, moneda, oro, joyas perlas. Fue lustre de prosperidad en que se vio la nación vascongada
y
las señoras de esta Villa, como natural de ella, con sus riquezas fue la ocasión de su ruina en
engrandecida por su incomparable caridad, pues esta Villa, porque si ella se ensoberbeció sólo por
crió
y dotó a su costa más de 20 niñas huérfa- las felicidades que gozaban, forzosamente ha-
nas,
y en compañía de su noble marido fundó bían de mirar con desprecio a los que tenían me-
el convento de carmelitas de Santa Teresa en nos bienes de fortuna. Prosiguen estos autores y
esta Villa. Confiesami gratitud perpetua deuda dicen que desde el año 1601 se comenzaron a
a este caballero pues con su mucha benignidad señalar los vascongados en armas
y riquezas, y
hizo una de las fundadoras de dicho convento a esto por la venida a esta Villa del maestre de
una prima mía, costeando todo lo necesario sin campo don Egidio Oxonemún, caballero del há-
que sus padres gastasen ni un real. Ya Dios les bito de Santiago, de quien ya hicimos mención
habrá pagado en la gloria tanta caridad bue- en el capítulo antecedente. Trajo este vasconga-
y
nas obras, pues entrambos son pasados de esta do caballero cerca de 1,000,000 en ropa de Cas-
vida. tilla por Buenos Aires,
y con él vinieron 32 mozos
Del capitán Pedro de Armendurba, caballero vizcaínos que por acá llaman chapetones cuando
vascongado, cuentan muchos hombres ancianos son los principios de su llegada. Luego que des-
(que lo conocieron en esta Villa) que remedió pendió su ropa compró ingenios en esta Ribera
en vida 30 doncellas dando a cada una para sí, y agenció varios oficios con renta
4,000 pe- y ho-
sos,
y en su testamento dejó orden para que re- nor para sus chapetones y demás amigos de su
mediasen otras 10. Dicen más, que se llegaba a nación, y como ésta se sabe dar la mano los unos
las cárceles las pascuas de Resurrección
o seis
2. Méndez, "Historia de Potosí”, tercera parte, capítulo 22;
días antes,
y sacaba tantos presos por deudas Acosta, historia de Potosí intitulada Las tres destrucciones
cuantos alcanzaba en 12,000 pesos que repartía de la Villa Imperial de Potosí, libro V, capítulo ;; Dueñas,
en su historia intitulada "Grandezas de Potosí”, libro V, ca-
todos los años. Fue casado este caballero con do- pítulo 20. [A]
Año 1619 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

a los otros en breve tiempo se hallaron todos rretas, esto es que se rompiese por la mina del
igualmente ricos. Blanco, para que si topase con la de Oxonemún

Ochenta cabezas de ingenios (dicen estos di- dentro de su veta, se apartase luego cediendo en
6
chos autores) llegaron a tener por suyas, que el Juan Blanco. El indio pongo (que entre los
después (por falta de herederos y por volverse demás indios del trabajo tiene dominio en el
a España otros) se enajenaron. Ciento sesenta mando, aunque limitado) de don Egidio, que ya
mercaderes había en esta Villa vizcaínos, unos oía golpe de las barretas cerca del socavón
el
de a 1,000,000, otros de a 500, 600 y 800,000 que había dado su amo, le dijo a éste que él
allí
reales de a ocho de caudal; 3 y de 12 mercaderes se fingiría enojado y se iría a servir al Blanco y
de plata que había, los ocho eran de esta nación. le divertiría hacia un lado, de modo que no topase
De 12 veinticuatros que en el ayuntamiento ha- con el socavón. Así lo hizo y así se quedó Óxo-
bía los cinco eran vascongados, y de otros 12 ca- nemún con la mina, y aunque después se supo
balleros que por varios cargos tenían en él voz y que la poseía en mala conciencia (de que le re-
voto eran los ocho de esta misma nación. Los más quirió el Juan Blanco) no hizo caso de él, y así
de los años salían electos dos alcaldes ordinarios ardiendo en iras, de hombre quieto que era, jun-
vascongados, atropellando razones y costumbres tándose con los contrarios de la nación vascon-
como también ordenanzas del reino hechas por gada hizo después muchos estragos en ella.
los virreyes y otras cabezas, que ninguna ley tan Los dos hermanos Verasáteguis, vascongados,
justa y razonable harán los hombres, que la ma- con este ejemplar quitaron también la mina a
4
licia humana no la quebrante alguna vez. Los Juan Sánchez, criollo, que llamaban ellos el Za-
alcaldes veedores del Cerro también eran vascon- patero porque decían haberlo sido en España su
gados. De 38 oficiales de la Casa de Moneda los padre. En este mismo año y con estos repetidos
22 eran de esta nación y de 10 de las reales cajas ejemplares (según cuentan los autores arriba ci-
eran los seis vascongados, y así en todo lo demás tados) echaron de las minas de Piquisa (cinco
de la república. De suerte (dicen estos autores) leguas de este Potosí) a los andaluces, peruanos
que ricos y con tales cargos estaban señoreados y extremeños que las tenían. Otro día en esta
.

de Potosí, y no hacían caso de las otras n


nacio- Imperial Villa, el alférez real Domingo Vera-
nes que en esta Villa habitaban, antes sí a todos sátegui, riñendo en la plazacon un alcalde ordi-
los ultrajaban, particularmente a los peruanos o nario de nación extremeño, le acometió el alfé-
criollos como a hijos de las demás naciones. rez, quebró la vara y rompió el cuello; y aunque
Lo que más irritó a los criollos, andaluces, cas- lo supo el corregidor, ni él ni otro ninguno le
tellanos y extremeños fue lo que referimos en dijo una palabra: tal era (dicen aquellos auto-
el capítulo 20, el año de 1617: que estas cuatro res) la soberbia y el poder que tenían ya los vas-
naciones presumieron que a instancias de los vas- congados.
congados había hecho justicia el general don Ra- En este año, día de San Felipe y Santiago, se
fael, primero en don Alonso Yáñez hicieron fiestas de toros en esta Villa, y estando
y sus aliados
y después en don Alonso Fáñez, alférez Flores, don Antonio Géldrez en un tablado con otros
Zapata, Moreno y los otros; y como vieron que andaluces y peruanos, los vizcaínos por darles
después de estas muertes todos los vascongados pesadumbre arrojaron de otro tablado donde es-
agraviados dieron favor y ayuda al dicho general taban una garrocha a un criado de Géldrez, y
con sus personas y haciendas, confirmaron su sos- dándole en las espaldas quedó herido. Viendo
pecha y procuraban cruel venganza de ellos. esto su amo y los que con él estaban, bajaron del
Y como todos los motivos y causas se iban en- tablado y fueron al de sus contrarios y comenza-
cadenando unas con otras, sucedió a los princi- ron a cortar los lazos con que estaba atado. Los
pios de este año de 1619 (como cuentan don vascongados porque no cayese se arrojaron de él,
Juan Pasquier, el poeta Juan Sobrino, 5 y la re- y con sus espadas arremetieron a Géldrez y así
lación de aquel autor incógnito de nombre que se trabó una bien reñida refriega de que queda-
dije arriba) que viendo el maestre de campo don ron muchos heridos de una y otra parte. Fuera
Egidio Oxonemún, que la mina de Juan Blanco, mayor el daño si el corregidor no los mediara.
[i66 v ] criollo, era muy rica, le tomó por otra El reverendo padre fray Marcos de Guadalajara
parte la veta. Recelólo el Juan Blanco, y temien- y Javier, orden de Nuestra Señora del Car-
de la
do el poder de Oxonemún querellóse a la real men, de la observancia de la provincia de Ara-
audiencia, la cual mandó que se comunicasen ba- gón, en la quinta parte de la Historia pontifical,
tratando en el capítulo 14, del libro XIX, del
3. Es ambigua esta expresión "reales de a ocho", pues no se
origen de estos alborotos y guerras civiles de los
sabe a ciencia cierta si eran reales solamente o pesos de a
ocho reales. [MI vicuñas, dice lo siguiente.
El poderío efectivo de los vascongados en Potosí puede
4.
"Entremos en los sucesos de Potosí, que tomó
establecerse en el plano del gobierno real y comunal y de los
oficios administrativos con una inspección circunstanciada de origen este año y se prosiguió el siguiente, en
los acuerdos del cabildo (Archivo Nacional de Bolivia, que ya no tuvo lo revoltoso de las mayores cabe-
Sucre) desde 1383 hasta el año en que comienza formalmente
la guerra civil. En este lapso no falta sino el tomo XIII, co-
rrespondiente a los años 1612-1613. [M] 6 Del quechua purteu =
puerta. Se aplicó este nombre a los
5. Pasquier, libro III, capítulo 16; Sobrino, segunda parte, indios encargados de cuidar la entrada de la casa, mina, etc.,
canto X. [A] de los patrones. [M]

316
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 22 Año 1619
zas, tuvo lo sangriento de las dos naciones, que sangre llegase después a verse contagio pestilen-
belicosas por naturaleza y encontradas por emu- te, que inficionase no sólo al pueblo que enfer-
lación en todos siglos han hecho alarde de sus maba, sino a los circunvecinos y distantes que
espíritus invencibles por no cederse. ¡Oh lo que gozaban de más entera salud. No valieron al prin-
arrastra la nobleza pundonorosa Oh lo que atro-
! ¡
cipio las recetas que en quejas manifestaron los
pella la emulación de generosos corazones Ex- ! excluidos, tan justas como a sazón interpuestas,
tremeños y vizcaínos serán en este accidente los
y así poco a poco se fue corrompiendo el humor,
primeros papeles de esta tragedia; la rica Villa hasta que rompiendo los lazos de la paciencia la
de Potosí puesta en el centro y corazón casi del justa indignación, comenzando defensa honrosa
reino del Perú, elevada en 19 grados de la otra acabó desatinada turbación, y en opinión de al-
parte de la línea, distante de Chuquisaca 18 le- gunos, sedición calificada.
guas” (y no son sino 21) "y 300 de la ciudad de "Para deshacer, pues, el orgullo de los vizcaí-
Los Reyes, cabeza de los virreyes de aquel dila- nos, que habían causado semejantes irritaciones,
tado imperio, fue el teatro adonde se representó; se determinaron los extremeños, andaluces, cas-
la causa, pundonor noble de los extremeños, que tellanos y sus hijos peruanos (después de haber
habiendo sido ellos los descubridores y conquis- instado en diferentes ocasiones con los goberna-
tadores de aquellas dilatadas provincias,
y por dores por vía de súplica, recurso
y otros medios,
esto dignos de ser más favorecidos en los puestos dispusiesen que los oficios de la república no se
de la república, se hallaban en ellos tan atrasa- hiciese hereditaria en aquella nación, que sólo
dos que sin valerles esta y otras relevantes cali- había pasado allí a disfrutar lo que ellos habían
dades, dignas de toda buena remuneración, se conquistado con sus puños, ganado con sus ar-
veían sin premios sus familias, sin ministerio mas y plantado con su sangre; que supuesto que
sus sujetos y sin oficio sus personajes, por ha- a ellos como a conquistadores les tocaba los ho-
berse introducido en ellos los vizcaínos, en quien nores de tales, y en sus naciones había sujetos de
valió más la maña de Ulises que el valor de conocida nobleza, prudencia valor, era no sólo
y
Áyax. agravio privarlos de aquellos honores pero in-
"No es mucho que gocen unos los frutos de justicia conocida
y violento despojo quitárselos
los trabajos de los otros, de que bien se queja a ellos por levantar a los que, ya que los mere-
Virgilio; pero es nuevo que a fuerza de la indus- ciesen, habían de entrar en ellos a falta de no
tria
y sinrazón, quiera el que no trabajó alzarse haberlos en las familias de los conquistadores)
con la heredad y el fruto, en perjuicio del derecho de acabar de una vez con las armas lo que no ha-
de la conquista. Al fin los vizcaínos se hallaban bía podido conseguir su justicia con la pluma,
y
este año con el mando
y gobierno de la república, así valiéndose para esto de los soldados (así lla-
excluyendo de él por los medios que les dictaba man a los que viven en las Indias sin asiento fijo
su ambición a los extremeños,
y con ellos a las de casas y familias) que se hallaron en aquel pa-
dos naciones sus hermanas, andaluces
y castella- raje, se apellidaron contra sus émulos, contra los
nos, y a sus hijos los peruanos; valíanse de las cuales comenzaron algunos encuentros en que
fuerzas del poder
y del dinero para su conserva- muchos dejaron con la altivez las vidas: entre
ción y para el exterminio de sus émulos. Publica- otros fue uno San Juan de Urbieta, cuya persona
ban lo radicado en su sangre de la nobleza cantá-
y valor merecía más dilatada fortuna, pero no
brica y de la progenie vizcaína, como si siempre sabiendo conservarla no fue mucho muriese a
ésta fuese [167] en quien estuviese vinculado el manos de su temeridad, que ordinariamente fin-
valor y la prudencia, o las demás naciones estu- giéndose valentía ocasiona este y otros semejan-
viesen condenadas a perpetua ignobilidad. Error tes malos sucesos. Con éste comenzó aquella na-
en que incurren muchos que pagados de sus bla- ción a desbocarse en unos, a sentirse en otros
y
sones miran con desprecio los escudos de armas a temerla muchos”.
de los ajenos. Hasta aquí el reverendo padre fray Marcos de
Llegó, pues, a tanto pujamiento de sangre
el Guadalajara, y prosigue (aunque brevemente)
vizcaína, que pareció necesario
y aun forzoso el con los sucesos de estas guerras,
y así conforman
sacar alguna para la salud pública, acaso porque
todos los escritores de ellas contando los motivos
no llegase a corromperse en aquel cuerpo mal- que hubo para el rompimiento contra los vascon-
humorado y lo que entonces era abundancia de gados.

3i7
Capítulo XXIII

CÓMO CONTINUARON LOS BANDOS Y ALBOROTOS DE LA VILLA


SE

CON MUCHO DERRAMAMIENTO DE SANGRE, Y DE


OTROS SUCESOS DIGNOS DE MEMORIA

H ALLÁBASE
esta Imperial Villa de Po-
en este año de 1620 tan a punto de
tosí
perderse que no faltaba otra cosa sino
ejecutar el rompimiento, porque de ca-
da parte de los que mantenían los bandos había
mucha prevención de gente y armas y cada día
las acrecentaban, conque no se esperaba más
noche fuese

parando
3.
muy obscura (no pudiendo
guir las personas que andaban en
a uno una bala juzgando fuese Arando,
dieron por yerro a Pedro de Lastra, de que luego
cayó muerto. En esto, como
el
distin-
patio)

se alborotase la casa
reconocieron los de don Antonio haber errado
el tiro, y diciéndoselo al don Antonio, dijo: "No
dis-

que de una vez se perdiese la Villa. Estaba ya importa, que vizcaíno es”, y con este consuelo
en tal estado que aun el andar los hombres por mataban a los hombres.
las calles era delito, no se pasaba un día sin En este mismo año vino a esta Villa el conta-
que hubiese falta de pendencias, muertes y he- dor Alonso Martínez Pastrana enviado de Lima
3
ridas. Venían de todo este dilatado reino sol- a la visita de las cajas reales, y como era amigo
dados y gente ociosa a la fama de las sediciones, de don Antonio Géldrez y de don Luis Anto-
unos por matar y otros por robar las haciendas:
justo castigo de Dios por los pecados de Po- El contador Martínez de Pastrana desempeñó un activo
1 papel para agitar los ánimos de los azogueros y crear una
tosí. situación de inestabilidad general, a estar con los oficiales
A principios del mes de enero de este año, reales que en 1622 enviaron al rey un expediente voluminoso
para probar una "Solicitud” en que denunciaban al contador
estando en la esquina del Gato don Antonio porque "contraviniendo lo ordenado por el virrey intervino
Géldrez, llegó el alcalde ordinario Martín de para hacer alcalde ordinario a su primo; que alteró los tér-
minos de derecho para las posturas a las veinticuatrías de la
Bertendona, 2 vizcaíno, a prenderlo por sus in-
Villa; los dos años que está allí han disminuido los
que en
quietudes, y como se viese acosado el don Anto- ingresos 285,000 pesos, de manera que montan más
en
1, los salarios de él y sus oficiales que lo que se ha cobrado”
nio y que le decía se diese a prisión, sacó la (Archivo de Indias, Charcas 36). El contador también urgió
espada y acometió al alcalde; pero como a la voz a los azogueros a pagar sus deudas a la real caja, las cuales a
fines de 1621 sumaban un total de 3,577,081 ducados ( ibid
del rey acudiese mucha gente y cercasen al don Charcas 36), y para 1623 el contador había cobrado 450,355
.,

Antonio,
2. hizo campo con su espada arremetiendo ducados (ibid., Charcas 36). Un excelente relato de cómo
el contador luchó obstinadamente para ejecutar las reales ór-
por uno y otro lado y así se escapó. Fuese don denes, aun cuando éstas implicasen el choque con el prepo-
Antonio a casa de un andaluz, allí se juntaron tente grupo de los vascongados en el cabildo se encuentra en
Crespo R., La guerra entre vicuñas y vascongados, p. 40-64.
muchos criollos, extremeños y castellanos, y co- [H]
„ .
Martínez de Pastrana no vino a Potosí en 1620, como
municando entre todos el suceso de la prisión
asienta la Historia. En 1618.XII.14 estaba ya en la Villa
que pretendía el alcalde en su persona, determi- cumpliendo su ruidosa comisión (Acuerdos de Potosí, t. XVI,
naron matarlo, y juntamente a un don Juan de f. 90) En 1618.XII.23 fulminó, con efecto tácticamente calcu-
.

lado para disminuir los votos de los vascongados en la elec-


Arando, vascongado, que decían haber insistido ción inminente de alcaldes ordinarios, un auto para que de
al Bertendona para la prisión de don Antonio. acuerdo con una provisión vicerreal de 1610.X.18 las perso-
nas que estuviesen en deuda con la caja real por el resto del
Fueron, pues, con el dicho don Antonio dos crio- valor de sus oficios no pudiesen seguir desempeñándolos.
llos, un andaluz y un extremeño a casa de don Tiene interés resumir la lista de deudores porque ilustra so-
v bre el precio de los oficios potosinos y sobre los vascongados
Juan de Arando [iÓ7 ] quien a su parecer estaba que los desempeñaban: Hernando Ortiz de Vargas, alguacil
muy seguro con guarda de 12 hombres de su mayor debía 5,690 pesos ensayados como resto de los 102,000
ducados en que se le remató el oficio; Diego de Álviz Velás-
nación. Escalaron la casa (porque bien sabía don
quez, alférez real, debía 9,500 ducados de 18,000 que valió
Antonio que el Arando por el recelo que tenía el oficio, habiéndolo renunciado en Martín de Álviz, su hijo
sirviéndolo Domingo de Verasátegui (vascongado), por, pro-
estaba prevenido) y puestos encima del tejado
visión vicerreal, hasta que dicho hijo alcance su mayoría de
espiaron al Arando con escopetas, y como la edad; Alonso Reluz el Mozo, tesorero de la Moneda, debía
17.000 ducados de 70,500, y por su falta de salud sirve por
él Pedro de Elorriaga (vascongado); Bartolomé de
Mirez

Una sobria y precisa descripción de Potosí en los años de debía 1,300 pesos ensayados de 9,200 de una veinticuatría que
la guerra civil vicuña-vascongada se encuentra en Vázquez de renunció en Gabriel de Urbizu (vascongado), que no ha
Espinosa, Compendio y descripción, p. 585-587. pagado dicha cantidad; Juan Gutiérrez de Paredes, veinticua-
tro debía 1,700 pesos ensayados por su hermano Pablo
de
A tiempo de entrar en este arduo episodio, conviene recor-
dar también que el título que primero había previsto Arzáns Paredes que renunció el oficio en él y "se metió en religión :

para su libro fue "Guerras civiles y casos memorables de Juan de Castro, veinticuatro, debía 2,300 ducados de 7,000;
Potosí" como puede verse en sus Anales, en Ballivián y Ro- Antonio de Rueda, veinticuatro, debía 2.600 ducados de
xas, Archivo boliviano, I, p. 286. [M] 8.000 (ibid.. f. 93’). Los acuerdos del cabildo en adelante
Bertendona no fue alcalde este año sino el anterior (Acuer- contienen información precisa sobre las operaciones de Mar-
dos de Potosí, t. XVI, f. 100’). [M] tínez de Pastrana en relación con este mismo aspecto. (MJ
PRIMERA PARTE. LIBRO VI. CAPÍTULO 23 Año 1620
nio de Valdivielso, se volvieron a esta Villa (que (sin públicas armas) mayor cada
se reconocía
por las muertes que habían hecho andaban hu- día el daño y de castigo por la
sin esperanza
yendo algunas leguas fuera) y a la sombra del improbabilidad de los delincuentes. Quiso a éste
contador se paseaban en ella. Esme forzoso decir y a los públicos daños ocurrir el general don
los nombres de personas señaladas en nobleza Francisco Sarmiento, y tomó por arbitrio sacar el
porque así los declaran los que escribieron estas pendón real para reconocer en los que se arrima-
guerras, y para que se vea cuán de veras serían ban a él los buenos y en los que se apartaban los
estos alborotos, pues tales personas estaban me- malos, y con esto saber cuál de las naciones en-
tidos en ellos y este caballero fue después ca- contradas era sospechoso. Ejecutólo al parecer
beza oculta de los vicuñas. Procuraban los del con buena intención pero con mala fortuna, por-
bando contrario matar a don Antonio en ven- que las naciones contrarias, juzgando cada una
ganza de la muerte de Pedro de Lastra, mas no que aquella estratagema era traza para llevar pre-
lo podían ejecutar por la prevención con que sos a los unos y a los otros, en vez de arrimarse
vivía. Hallábanse ya los dos bandos muy encar- al pendón para defenderlo se arrojaron con tanta
nizados, pero no tomaron en los primeros meses violencia contra los que le seguían que a no poner
de este año las armas aunque con las lenguas al su vida en los pies quedaran en el congreso
descubierto se herían (aunque vilmente, porque miserablemente muertos, y el corregidor que
no hay arma más vil e infame que la lengua des- mantuvo como valiente capitán el fiero encuen-
mandada) y en las plazas y esquinas de las calles tro salió herido de un balazo. Huyeron los de
amanecían coplas y libelos en deshonor de per- esta facción unos a sus casas
y otros a los pueblos
sonas señaladas. circunvecinos, hasta que (sosegada la irritación
Llegado ya el mes de mayo, trataron los viz- de la justicia) volvieron a sus iras con ma[i68]-
caínos de romper de una vez con sus contrarios, yor fiereza. De todo esto se sacará cuán peligroso
eligiendo por su cabeza
y caudillo a Domingo es en la república la acepción de personas para
Verasátegui, no divirtiéndoles de la pensada ven- los magistrados,
y más cuando se hace en oposi-
ganza los malos sucesos de los encuentros pasa- ción de los más antiguos en ella, por medios no
dos, antes bien cada accidente de las muertes
y muy seguros a la conciencia y muy perjudiciales
heridas que daban a los de su nación, les era agui- a los beneméritos.
jón para ejecutarla; pero detuvo su saña el no Continuándose los encuentros sangrientos en
tener todavía juntas sus fuerzas,
y lo que más por este mismo año por el mes de junio (como cuen-
entonces los acobardaba era el odio que les tenía tan el capitán Pedro Méndez el reverendo padre
y
el pueblo, que ofendido de la arrogancia con que fray Juan de Medina, religioso de nuestro pa-
sehabían habido en el gobierno de la república dre San Agustín, en su manuscrito intitulado
deseaban aquella ocasión para vengarse de su "Relación de las guerras civiles de Potosí para el
soberbia. No la intermitía Domingo Verasátegui, católico rey nuestro señor don Felipe IV el Gran-
y así laintentó con grande tropa de los suyos
y de”) 4 sucedió con el siervo de Dios (este título
resolución intrépida de acometer a los extreme- le dan estos dos autores) doctor don Pedro Fran-
ños y a sus aliados, que no menos prevenidos cisco de [en blanco ] uno de los tres curas de la
que constantes aguardaban la ejecución. Pero iglesia mayor de esta Villa, que habiendo una
Dios dispuso las cosas de otra suerte porque el noche herido de muerte sus contrarios a unos
Verasátegui (con mejor acuerdo) se apartó de hombres en la plaza llamaron a este siervo del
la intención del congreso, dejándolo para cuando Señor para que los confesase. Vino con mucha
tuviesemayores fuerzas. No así sus fieros con- caridad, y estando ayudando a los heridos con
que juzgando la resolución que había
trarios, fervorosas palabras desde el cementerio donde
tomado en ofensa suya
y que por temor de sus estaban los crueles homicidas, los tornaron a aba-
enemigos o por miedo de la disipación de las lear y alcanzaron las balas al buen cura dándole
riquezas lo había dejado, salieron a buscarle dos de ellas en los pechos la otra en un brazo.
y y
no hallándole sitiaron sus casas, que a no librarle Bien piadoso sacerdote y no por eso
las sintió el
y librarlas la autoridad del presidente de La Pla- se desvióde aquellas míseras ovejas; absolviólos,
ta, don Diego de Portugal (que
se halló en esta y murieron tres. Ya había acudido la gente, y
ocasión en esta Villa), sin duda ninguna estos sabido haberle alcanzado las balas al siervo de
contrarios acabaran con sus émulos, los soldados Dios lleváronlo a su casa, descubriéronle el pe-
salieran bien surtidos,
y la plebe se vengara de cho y en él hallaron aplastadas las balas, sin ha-
una vez en total ruina de la Villa. cer otro efecto más que dejarle (sin dolor nin-
Sosegóse con esto algún tanto el fervor de los guno) unas señales rosadas, que en los días de
unos y el coraje de los otros porque Verasátegui su vida adelante no se le quitaron, para testimo-
fue a varias ciudades villas a juntar los hombres nio de lo que Dios había obrado con el buen
y
de su nación, pero no por esto dejaban de aco- cura.
meter cualquier exceso (si les venía a la mano) Don Antonio Géldrez y el alférez Alonso
en gente desarmada, conque muy de ordinario Montero con
se otros andaluces
y criollos fueron
hallaban muertos
y heridos de una y otra parte
en calles 4. Méndez, tercera parte, capítulo 23; Medina, capítulo 2.
plazas, de manera que por entonces
y

319

m.
Año 1620 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

los que se hallaron en esta refriega, y el Mon- Barrionuevo; acometiéronle muchos vizcaínos
tero (que era terrible carnicero) dicen que fue junto a San Agustín, defendiéronse los tres va-
el que disparó las balas al cura aunque los com- lientemente, huyó Barrionuevo quedando solos
pañeros se lo impedían. Pasados algunos días Montero y Géldrez: a éste le tiraron un mosque-
después de este suceso, una noche don Antonio tazo de que cayó aunque no herido por lo bien
Géldrez se entró a ver con doña Isabel de Men- armado que estaba, y estúvole defendiendo Mon-
día, mujer de don Sebastián Sánchez de Merlo, tero hasta que se recobrase. Tiráronle a Montero
que en aquel tiempo había ido por capitán de una cuchillada tal que cogiéndole el sombrero y
leva contra los indios enemigos de la frontera rematando en una esquina partió allí una gran
de Tomina; dejó a que le guardase las espaldas piedra; retiráronse los dos Montero a San Agus-
al alférez Alonso Montero, porque sabía que tín, y Géldrez a la cárcel. Este Alonso Montero

Domingo Verasátegui (que ya había vuelto a se fue a los Chichas y yendo un día a Esmoraca,
esta Villa con gente de su nación y armas) soli- le envió a decir el teniente Fulgencio de Segovia
citaba a esta señora por mal. El alférez con la que no parase que aquella noche tenía co-
allí,

costumbre de su mal natural mató de un balazo misión contra Respondió que él venía cansado
él.

y a la mañana se iría.
a un chapetón vizcaíno que por allí pasó. Vino Echóse a dormir, vino el
huyó el alférez, y llevaron preso a
la justicia, teniente con gente, díjole se confesase que le ha
Géldrez. Salió una noche de la prisión (entre de dar garrote; él dijo que no tenía que confe-
otras) con el dicho alférez y con el sargento sarse, y así lo ahogaron sin confesión.
8V
I> ] LIBRO VII

Capitulo 1

EN QUE CUENTA CÓMO SE CONTINUARON LOS SANGRIENTOS


SE
BANDOS, CON OTROS SUCESOS ESCANDALOSOS QUE PRECEDIE-
RON AL ROMPIMIENTO DE LAS GUERRAS, SEDICIONES Y
TUMULTOS CIVILES. DECLÁRASE CÓMO ESTE FUE UNO
DE LOS TRES AZOTES QUE DESCARGÓ DIOS EN PO-
TOSÍ POR SUS MUCHOS PECADOS

RANDES son calamidades que se


las terribles crueldades los unos por mano de los

G
mayores
acarrean la peste yel hambre en esta
"miserable vida, pero nadie podrá ne-
gar (y más los experimentados) ser
que se trae la guerra; porque de
las
los tres azotes de la divina justicia con que sue-
otros,que el mayor enemigo que tiene el hombre
es el hombre, [169]
y encareciéndolas el capi-
tán Pedro Méndez y don Antonio de Acosta
dicen que la tiranía, crueles hechos
y guerras ci-
viles de esta Villa dejan muy atrás a las de Roma,
le castigar a los reinos
y ciudades es el de la Francia y Granada, porque es de notar (dicen
guerra el más grande, así porque le siguen los estos autores) la rabia cruel, inhumanas obras
y
otros dos como porque trae consigo mayores rencor mortal que en cristianos corazones se apo-
penas y (lo que peor es) mayores culpas, de las deró, de tal suerte que no había padres para
cuales carece la peste: en tiempos de ésta todos hijos ni hijos para padres, no había parentesco
procuran componerse con Dios y disponerse para ni amistad, todo fue crueldad, falta de razón,
la muerte, aun los que están sanos,
y Dios (que de ley, de caridad y de temor de Dios
y de la
es la suma bondad) es el que envía la peste sin justicia real.
atravesar por manos de hombres como sucede en ¿Quién podrá especificar el rigor con que a
la guerra, por lo cual David tuvo tan a dicha que manos de la fiereza tenían muchos una muerte
padeciese peste su pueblo
y no guerra, porque dilatada y lastimosa ? Pues a unos muy despacio
juzgó por mejor caer en las manos de Dios que en les iban cortando los brazos, pies
y pedazos de
las de los hombres; también la hambre, aunque otras partes de sus cuerpos con harta indecencia,
trae algunos pecados disminuye otros, porque
y así morían; a otros les picaban en muy menu-
aunque la acompañan muchos hurtos no consien- do las carnes con dagas y puñales, molíanles
te tantos faustos
y vanidades, y no son tanto los los huesos,
y así acababan; a otros les sacaban las
géneros de vicios que permite como la guerra entrañas y torciéndolas formaban (¡qué horror!)
ocasiona. sogas de ellas y los arrastraban a los campos
Para representar las calamidades que trae esta para manjar de los perros,
y en los huecos de
calamidad bastará decir las que esta Imperial aquellos desentrañados vientres (sirviendo de ho-
Villa padeció de cuatro años continuos, pues rrendos y lastimeros pesebres) ponían la ceba-
aunque en los pasados nunca desde su fundación da y paja para los caballos: a otros (¡qué espan-
y encuentros muy sangrientos
faltaron guerras to!) les cortaban las telas de los vientres,
y con
(como dicho quedan en los libros gran inhumanidad las ajustaban en las cajas de
y capítulos
antecedentes) lo cuotidiano
y escandaloso de las guerra y con ellas salían a sus bárbaras batallas.
que se verán en estos cuatro años fueron memo- Finalmente no hay otro autor de cuantos escri-
rables.Y digo que bastará decir las calamidades bieron estas guerras que (como ellos afirman)
que padeció esta Villa para representar las que no refieran esta calamidad con tiernos sentimien-
se trae la guerra, puesto que por las historias tos: y si todas plumas desmayan, ¿cómo ha de le-
sabemos las que ha habido en el mundo las que vantarse la mía para significar tamañas lástimas ?
y
muestra la experiencia cada día. En suma, pues, Y es de advertir que como fue azote de las iras
fueron tantas las calamidades que padeció esta de Dios por los pecados de Potosí, no sólo fueron
augusta Villa que no es posible referirlas todas estas civiles guerras contra los
vascongados (mo-
ni cómo en sí fueron. Cometiéronse infinitos
pe- tivoque tomaron para emprenderlas), mas tam-
cados contra Dios, experimentaron los hombres bién unos contra otros todo género de viviente
Año 1621 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

racional que moraba en esta desventurada Villa, que jamás hubo tal voz ni entre los nobles ni
de todas edades y sexos, de todos estados y cali- gente común.
dades, pues de 12 naciones que la habitaban, las El capitán Pedro Méndez, don Antonio de
unas con las otras se despedazaban, y de la misma Acosta, Juan Pasquier, fray Francisco Jaramillo
manera los indios. Murieron también muchas (de la orden de predicadores), el reverendo pa-
mujeres a manos de los soldados vicuñas por sólo dre fray Marcos de Guadalajara y Javier (de la
que acudían a los vascongados o a otros hombres orden de nuestra Señora del Carmen de la obser-
a quienes tenían mal afecto. vancia de la provincia de Aragón) el doctor don ,

Trece son los autores que han escrito estas José Velázquez (colegial del colegio de San
guerras civiles de los vicuñas, y de éstos los ocho [iÓ9 v ] Cristóbal de la ciudad de La Plata), el
están sus historias impresas y los otro cinco se maestro don Pedro de Guilléstegui, (presbítero,
quedaron en manuscrito. 1 Uno de estos manus- que escribió en verso), Bartolomé de Dueñas,
critos es su autor el reverendo padre fray Juan Juan Sobrino en sus octavas, la relación intitula-
de Medina, cuya historia (como ya dije en otra da "Guerras civiles de Potosí, que se llamaron de
parte) se intitula "Relación de las guerras civi- los vicuñas”, que como en otra parte dije su au-
2
les de Potosí para el católico rey de España y de tor es un sacerdote cuyo nombre se ignora, y
las Indias don Felipe IV el Grande”. En ella otros autores, junto con la común tradición de
quiere su paternidad abonar a los vascongados los vecinos de esta Villa: todos estos dichos auto-
con deshonor de las demás naciones, pues dice res igualmente escribieron la verdad en todo el
que la destrucción de los cántabros habitadores punto de pureza de estas guerras sin muestra al-
de esta Imperial Villa fue por defender la real guna de pasión, refiriendo cada uno en dilatadas
corona, y que las justicias de este peruano reino más sonados y más honestos, de
hojas los sucesos
fomentaron a los vicuñas sus contrarios; cosa por quienes he sacado lo más conveniente y menos
cierto que por ella merecía el tal volumen ser escandaloso de estas guerras para la decencia y
aniquilado de suerte que no quedase ni aun me- brevedad de esta Historia adonde se verá la ver-
moria de él, porque fácilmente se conoce leyén- dad de todo y cómo solamente hicieron tantos
dolo la demasiada pasión de su autor, y por ella disparates los hombres movidos de la pasión de-
también se conoce que fue vizcaíno aunque su masiada de sus naciones, como también de la
paternidad dice ser de Medina del Campo, y infernal codicia y ambición de la plata, pues,
se previene con este aviso por excusar la nota de (como dice el capitán Pedro Méndez) era cosa
contrario y apasionado en sus escritos. Bartolomé de notar ver venir a Potosí hombres humildes
de Dueñas y Juan Sobrino afirman que era de y ángeles en la condición, y la plata los ensober-
Bilbao, y reprenden aquel su escrito en sus his- becía y tornaba en demonios según sus atrocida-
torias desengañándolo con razones y autorida- des. Efectos también (como he dicho en otras
des; dicen más, que por ser vascongado este reli- partes) de la influencia de las estrellas de natu-
gioso no estaba bien recibido en el convento de raleza de Marte que predominan en esta Villa, a
esta Villa, y por esto se fue al de Chuquisaca que (debiendo oponerse sus moradores con el
donde acabó de escribir su libro, habiendo escrito valor del libre albedrío) se rendían y se veía en
la mitad en esta Villa (con tanta prolijidad que común el efecto de tan duras constelaciones.
puso el día, la hora y circunstancias de cada su- A este mi propósito, ya de propia influencia
ceso) y la otra mitad en Chuquisaca por noticias de sus astros, ya de la abundantísima riqueza de
y cartas, las cuales trasladó a su libro y
le dio que gozaba esta Imperial Villa que ocasionaba
fin; y habiendo escrito sólo los alborotos y gue- tanto derramamiento de sangre, diré lo que dice
rras de los vicuñas (que duró cuatro años) llenó el padre Alonso de Ovalle, de la Compañía de

580 fojas de cuartilla, ponderando los casos con Jesús en aquella historia intitulada Histórica re-
demasiada pasión en favor de los vizcaínos y en lación del reino de Chile que en otra parte he
contra de las otras naciones. Y no hay para qué citado. Dice, pues, en el capítulo 2, del libro III,
abonar a los vascongados más que a los contra- lo siguiente:
rios, que todos hicieron disparates iguales, y que "Corren plaza los indios de Chile a boca de
así los de una parte como de la otra estuvieron todos los que los conocen y han escrito de ellos,
muy acordados y concertados años atrás para de los más valerosos y más esforzados guerre-
hacer unos mismos desatinos, y así el reverendo ros de aquel tan dilatado mundo; pluguiese a
padre fray Juan de Medina dijera muy bien (si Dios no tuviéramos tanta experiencia de esto, que
hubiera escrito desapasionadamente) que fueron estuviera hoy aquel reino de los más floridos y
más bandos y sediciones particulares y tumultos opulentos de las Indias, de que no es pequeña
civiles que levantamientos contra la real corona, prueba el estado en que hoy se halla sin embargo
del perpetuo y continuo contraste que ha tenido

1. La cuenta no parece estar muy exacta. De todos los autores


de guerras desde más de 100 años que se comenzó
que la Historia cita a propósito de la guerra vicuña-vasconga- a pelear, sin haber dejado un punto las armas de
da, por lo menos nueve son inéditos: Pedro Méndez, Juan
Sobrino, Bartolomé de Dueñas, Juan Pasquier, fray Juan de
las manos, que es cosa maravillosa y digna
Medina, José Vclázquez. Pedro de Guilléstegui, el sacerdote
anónimo y el doctor Leonardo de Cabrera, clérigo presbí- 2. Para mayor información sobre la documentación rica rela-

tiva a las guerras de los vicuñas, véase la Introducción. [H]


tero. [M]

322
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO I Año IÓ2I

de ponderación que habiendo el español avasa- que en casa de Pedro de Aro [170] se entró un
llado tan en breve imperios tan poderosos (como día un mozo huyendo del alcalde Francisco Urri-
fueron los de Moctezuma en México y del Inca bayen, el cual entró tras él, el mozo (por haber
y
en el Perú) nunca haya podido acabar de sujetar dado unas heridas a cierto criado de un vascon-
estos valientes guerreros de Chile, hijos de aque- gado) se escondió en la recámara debajo de la
lla cordillera que parece les pega lo crudo e cama de una hija que tenía. El alcalde entró hasta
incontrastable de sus inexpugnables rocas y as- allí. El padre de Aro no estaba en la casa, pero
perezas, sino que ya sea la causa que apuntamos la hija hizo cerrar la puerta de la sala diciendo
arriba de fray Gregorio de León, que atribuye era aquella mucha
violencia y desatención, y que
este brío y valentía a la fertilidad de la tierra no lo había de sacar de su recámara. Rayo es del
que como él dice (y es así) casi no necesita cielo cuando en la potestad reina la ira. Enojóse
nada de fuera, a que añade el nacer y vivir esta demasiadamente Francisco Urribayen, pues abo-
gente trayendo debajo de los pies tanto oro como minando de la nación peruana y baldonándola
se cría en ella y beber continuamente de las pidió fuego para abrasar aquella casa por ser de
aguas que pasan por sus minerales, participando criollo, y viendo que la doncella repetía que pri-
de sus buenas y generosas calidades, como los mero se dejaría quemar que permitir sacar aquel
que viven en la Villa de Potosí y se crían junto mozo, pues se había valido de su recámara, arre-
a aquel prodigioso Cerro de la plata tienen unos metió a niña y diciéndola mil injurias la dio
la
ánimos tan intrépidos y levantados, como se ha muchas bofetadas. La doncella con este maltra-
experimentado en las inquietudes y revoluciones tamiento echó el resto a su enojo y con notable
que allí ha habido, y son tan generosos que he furia acometió al alcalde, y abrazándose de él le
oído contar a algunos mercaderes de aquel lugar, apretó los dientes en un brazo de tal modo que
que si acontece quebrar uno de ellos o hallarse al apartarla hubo de sacarle parte del brazo. En
con deudas y con alcances de cuidado, en salien- esto los vecinos criollos que supieron lo que pa-
do por la mañana de casa y viendo aquel Cerro saba, tomando armas fueron a cercar la casa,
sus
parece que se les ensancha el corazón, y se hacen llegaron a la puerta a tiempo que cuatro criados
superiores a su fortuna y cobran nuevos alientos del alcalde sacaban maniatado al mozo y arras-
de mejorarse”. Hasta aquí el padre Alonso de trando de los cabellos a la niña. Enfureciéronse
Ovalle en dicha historia, con que sirve de apoyo los criollos y mataron a fieras estocadas a cuatro
lo referido a lo que dije arriba de que la abun- criados del alcalde, el cual dio voces a la voz del
dante riqueza que gozaba esta Imperial Villa rey; acudióle mucha gente, entráronse los criollos
era en gran parte motivo de tanta inquietud. a la casa (que serían hasta 10) cerraron las puer-
Y pues estos memorables alborotos y civiles tas, y tomando a la niña se fueron por un postigo,
guerras que se llamaron de los vicuñas fue uno el alcalde rompiendo las puertas dio a saco la
y
de los tres azotes que más a las claras descargó casa. Si las justicias hubiesen de hacer justicia de
Dios en Potosí por sus pecados, comenzaré a sí mismos no se hallarían menos culpados que
contarlas conformándome en todo con lo que los otros, porque debajo del mando que tienen
escribieron personas que todo pasó a sus ojos. y el poder que se les ha dado la principal paga
A principios de este año de 1621 eligieron los es que todo el mundo los estime y tenga en tanto
del cabildo por alcaldes ordinarios a Francisco casi como al mismo príncipe o señor que les ha
Urribayen y a Sancho Arrieta, vizcaínos entram- dado el cargo, y si les parece que alguno los esti-
bos, con que ocasionaron mayores alborotos en la ma en poco, necesidad tiene de guardarse de no
Villa, porque estos alcaldes prendieron a cuan- venir a sus manos porque con la presunción luci-
tos les eran contrarios, desarmándolos ferina que en el cuerpo adquieren están muy
y multán-
dolos en crecidas cantidades de dinero. 3 Con esto arriesgados.
se amotinaron más los andaluces, criollos, extre- En este tiempo entre las locuras que hacían los
meños, castellanos y manchegos, que con estas hombres en esta Villa andaba muy válida una
y las demás naciones se malquistaron los vas- que era la del Empedradillo (que es la parte más
congados. pública en la plaza del Regocijo, puesta al orien-
En este mismo año por mes de enero sucedió y donde, como dicen Méndez y Acosta, no
el te,

3. En 1621.I.6 fueron elegidos Salvador de Campos


pisaban otros sino los muy valientes), inventado
y Lá-
zaro de Hernaní como alcaldes ordinarios,
y Francisco de Be- por un portugués, aunque Pasquier dice que por
navides y Luis de Barja como alcaldes de la Santa Hermandad.
Los cuatro eran del bando contrario a los vascongados, como
un catalán y Dueñas que por un extremeño, y
que éstos contradijeron arduamente esta elección (Acuerdos de yo digo que el principal inventor sería el demo-
Potosí, t. XVI, f. 289 ss.)
nio, y éste y todos tres concurrían a esta locura.
En 1622 ganaron los vascongados y los elegidos fueron don
Martín de Zamudio y Diego de Villegas como alcaldes ordina- Inventóse para sacar a los aliados más valientes
rios,
y Francisco González de Legarda y Francisco de Paredes
como alcaldes de la santa hermandad ( ibid t. XVI, f. 377 ss.) y diestros, pues el que venía de nuevo a pasarlo
Los nombres que da Arzáns no figuran desde 1618 hasta (que esto era lo principal de la invención) ha-
1622.
llaba 10 ó 12 hombres que defendían el paso,
La diferencia en los nombres podría explicarse, pero que- y
daría en pie la diferencia en cuanto al bando de los dos al- sacando el nuevo pasante la espada embestía con
caldes ordinarios, la cual puede deberse a uno de tantos
todos, y si la suerte le ayudaba pasaba a fuerza
anacronismos, o, mejor, una de tantas superposiciones de tiem-
pos muy propias de esta primera parte de la Historia. [M] de valor sin lección ninguna, y si no quedaba

323
Año 1621 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

muerto (y quién duda que si moría mal pasaría que maestreaba un soldado irlandés) jugaban
también su alma a los infiernos) o a lo menos los mestizos, mulatos e indios.
con muchas heridas, y éstos que pasaban libre- Una tarde salían, pues, los castellanos y crio-
mente eran de los más aventajados en valor. En llos de la casa donde jugaban a tiempo que los
este paraje estaba, pues, un día don Sancho de vascongados salían también de la suya, que esta-
la Peña Serrano, vizcaíno de nación. Llegóse a él ba una cuadra más abajo. Encontráronse, mur-
Antonio Ortiz, andaluz, y al pasar le dio con la muraron los unos de los otros (que lo mismo ha-
contera de la espada en un pie. El vizcaíno no le cen los niños de la doctrina cuando salen de sus
dijo palabra, pero el deseoso andaluz volvió por escuelas y se encuentran unos con otros) y sa-
allí mismo y diole otro golpe: también se estuvo cando las espadas se acuchillaron bonitamente
quedo. Fuese el vizcaíno a su casa, refirió a los quedando heridos algunos. Supo la pendencia
de su nación el suceso y todos dijeron "Pues ma- Géldrez y que había sido sobre cuál juego de es-
nos a la venganza: muera, muera”, y diciendo pada era el mejor, con que a instancias de los que
esto fueron seis de ellos a casa del andaluz adon- se preciaban ser sus discípulos (si lo eran en todas
de lo hirieron y le quemaron la casa por haber- sus obras reniego de ellos) puso carteles de desa-
se escondido en un cuarto otros dos andaluces fío en que pedía saliesen 12 vascongados con

y cerrádose por de dentro. Sabido esto por los otros tantos de los suyos. Aceptaron los vascon-
criollos y demás andaluces salieron a la deman- gados, salieron de una y otra parte hombres va-
da y dieron muerte lastimosa a dos vizcaínos, lientes, y érales preciso porque cada cual había
cuyos cuerpos no parecieron para darles sepul- de acreditar la mejoría de su juego. Reconocido
tura sagrada, ni se supiera de sus muertes si un el sitio que (según el capitán Pedro Méndez
y
muchacho no lo publicara, porque en el encuen- Acosta) fue en la plazuela de San Agustín (ha-
tro que tuvieron, después de quedar mal heridos bríala entonces, que ahora no sé cuál sería), sa-
cinco vascongados y muchos más de la otra parte, lieron una noche, en la cual alumbrándoles la lu-
fingieron los contrarios (o dos de ellos) entrar- na (como dice el poeta Juan Sobrino en una de
se en una casa, metiéronse tras ellos los dos vas- sus octavas que comienza diciendo "La luna lle-
congados sin que los suyos los viesen, y cerrando na se mostraba a Géldrez ”) 4 se acometieron con
las puertas fueron despedazados aquella noche. tal coraje, que parecía en cada par haberse en-

En el mes de febrero de este año hubo otro es- contrado dos fieras crueles. Al cabo de una hora
cándalo. Vivían en la plazuela de San Pedro los que había que lidiaban sin conocerse cuáles eran
dos hermanos Miguel y Juan Suárez, criollos de los vencedores, cayó en tierra de una estocada
esta Villa, y en la misma plazuela se habían apea- Géldrez, aunque la herida fue muy pequeña. De-
do en otra casa el día antes unos chapetones viz- fendiéronlo con sumo valor los suyos, levantóse
caínos, y estando los Suárez en dicha plazuela y volvió de nuevo a la refriega, y a breve rato
cerca de ellos dijeron los vizcaínos algunas pala- cayó muerto Sancho de Labarrieta a manos de
bras demasiadamente descompuestas contra la Géldrez, y como era tanto el ruido pudieron los
nación peruana. Oyólos Miguel Suárez, y con mu- vascongados tomar el cuerpo y (llamando a la
cha cólera se llegó a uno de ellos con la daga en portería de San Agustín) lo metieron y oculto
v
la [i70 ] mano y con ella le dio en la cabeza mu- lo enterraron en la bóveda porque no se publi-
chos golpes; mas no vio el desventurado una pis- case, encargando a los religiosos el secreto.
tola que el vizcaíno traía, la cual se la disparó, y Retiráronse los unos y los otros a don Anto-
pasándole el pecho al Suárez cayó muerto. Vino nio Géldrez con la fatiga que tuvo perdió su
el alcalde Urribayen, dejó al agresor y prendió al capa, la cual se la llevaron los vizcaínos, y el día
hermano del difunto, conque se aumentaron más siguiente amaneció la dicha capa en la esquina
los enconos y rabias de los criollos. de la plaza, clavada con tres clavos y un letrero
En este mismo mes de febrero salió de la cár- gracioso en que declaraba cuya era y que ninguno
cel don Antonio Géldrez porque así hubo orden la sacase de allí, pena de la vida: tales estaban
del virrey de Lima, que fuera mejor no la hubie- los juicios de aquellos hombres. Luego lo supo
se pues las atrocidades pasadas merecían un gran don Antonio y con los 12 compañeros de la no-
castigo, y su libertad no fue para enmienda sino che antecedente bajó a la plaza, donde halló que
para mayores y más escandalosos homicidios. la defendían muchos vascongados; acometiéron-
Había en la ocasión en esta memorable Villa mataron a un vizcaíno chape-
les los contrarios,
cuatro casas de esgrima donde aprendían a ma- tón (ya he dicho lo que quiere decir chapetón,
tarse los hombres, como si la muerte en llegando que es recién venido de España a las ciudades y
el término de la vida pudiera faltar a acabarlos villas de este reino) y muy mozo, quedaron otros
a todos. Los castellanos, criollos, extremeños, an- heridos, y don Antonio sacó su capa.
daluces y manchegos jugaban en casa de don El día siguiente salieron muy bien armados
Antonio Géldrez, quien los mastreaba; los portu- más de 100 hombres vascongados y navarros por
gueses, gallegos, aragoneses, catalanes y otros las calles de la Villa, y mataron cuantos criollos,

extranjeros en casa de don Juan de Castelnovio;


4. Este apellido no ha sido localizado en las fuentes que se
losvascongados, navarros y montañeses en casa
han podido consultar, pero cuando menos, gracias a este ver-
de Sancho de Labarrieta; y en la otra casa (en so, puede discernirse que es de acentuación grave. [M]

324
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 2 Año 162
castellanos, andaluces y extremeños encontraron se de fuertes armas don Pedro Arias Zamorano,
en de suerte que dice Acosta que mori-
ellas, hijo de un castellano, tomó una armazón de toro
rían hasta 30 hombres, aunque Méndez afirma y se fue a la esquina donde estaba el corrillo y
que no pasaron de 12 y que fueron de varias el vizcaíno que dijo tales palabras. Llegóse a él
naciones. Alborotóse el pueblo, y juntándose los don Pedro, y con voz alterada dijo: "En este
criollos, andaluces y demás aliados hasta 88 hom- infame concurso hay un mal nacido que con len-
bres, se opusieron a los vizcaínos, gua vil pronunció esta y aquella desvergüenza,
y encontrándo-
se en la plaza se trabóuna sangrienta refriega y mi venida sólo es a satisfacer con éste’’. Sacó
en que murieron 26 vizcaínos y navarros, y otros el armazón,
y con mucha presteza le dio al viz-
cuatro de los contrarios. Retiráronse los vascon- caíno tan fiero golpe en el rostro que cayó en el
gados, y los castellanos y extremeños y andalu- suelo muy maltratado,
y desnudando la espada
ces se entraron en las casas de aquellos sus ene- embistió con todos. Lo mismo hicieron contra él,
migos y mataron otros io hombres. Memorable y el don Pedro hirió a tres de sus contrarios aun-
día fue éste en Potosí (el cual fue miércoles 27 que él no quedó sano pues sacó rota la cabeza, y
de febrero) 5 con tantas muertes, heridas, clamo- a no acudir el corregidor ya estaban de una otra
y
res de cam[i7i]panas
y llanto general de mu- parte muchos hombres para matarse.
jeres y gritos de niños. Finalmente, a no salir Dolióles tanto a los criollos aquellos desatinos
todas las sagradas religiones en comunidad se que dijo el vascongado que no pararon hasta
hubiera de una vez perdido la Villa, las cuales quitarle la vida despedazándolo en menudas pie-
se pusieron de por medio, con que se amainó zas, con que comenzó en su muerte el escarmien-
aquella furia. to de otros maldicientes,
y también procuraron
El día 28 de febrero, siguiente al de este me- hacer igual a la suerte de aquel vizcaíno la des-
morable alboroto, continuándose las desdichas dicha de todos los que le atendieron en el corri-
de Potosí sucedió que estando en la esquina del llo, como lo consiguieron en los más. Y era ver-
Reloj un corrillo de vascongados, dijo uno de dad que había días que los criollos, viendo la
ellos hablando con los otros: "Sabed, señores, demasía de los vascongados, habían pedido a sus
que los criollos han mandado a todas las muje- padres castellanos, andaluces, extremeños y los
res que ninguna nos asista en nada, con pena de otros, que por entonces no les diesen a sus her-
la vida si hacen lo contrario; manas en matrimonio a los vascongados, porque
y por esto digo que
de aquí adelante, sus propias mujeres nos han de trataban de aniquilar su engreimiento;
y a las
servir en la mesa
y en la cama’’. No faltó quien demás mujeres mandaron que de ninguna mane-
de esto diese noticia a los criollos,
y armándo- ra les asistiesen en nada, pena de que por ello
serían muertas, y así sucedió que por hacer lo
se El 27 de febrero de 1621 no fue miércoles sino sá-
bado. [M] contrario mataron a muchas.

Capítulo 11

DONDE TRATA LA MUERTE DEL PADRE PEDRO ALONSO TRUJILLO,


SE
RECTOR DEL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, CUYO MOTIVO
FUE SU GRAN CARIDAD Y CELO CON QUE REPRENDÍA LOS
PECADOS. DE CÓMO MATARON AL CAPITÁN DON
JUAN DE IRANIETA. CONTINUACIÓN DE EN-
CUENTROS SANGRIENTOS ENTRE LOS
ABANDALIZADOS, Y PREVENCIO-
NES PARA LLEVAR ADELAN-
TE LAS SEDICIONES
Y ALBOROTOS

H pecado, cuán

O
terrible eres pues obli- manos: porque según intentan tus habitadores
gas a que Dios aparte los ojos de su perder el respeto a sagrados
templos y
sus
'misericordia de quien fe comete! Ay sacerdotes ¿qué se puede decir de sino que ti

de ti, Potosí, que por los tuyos estás eres enemigo de Dios? ¡Ay desdichada Villa,
experimentando las iras de Dios,
y aun parece cuántas desdichas te esperan! Vuelve en ti
y
que ya quiere la majestad divina dejarte de sus advierte que los venerables sacerdotes que te
Año 1621 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

asisten te exhortan a que reconozcas que los da- tenía por límite la miseria, ni su venganza la
ños que padeces provienen de tus culpas; mira muerte: de ella no se defendía envidiado con
el

que un apostólico varón te convida a que oigas dejar de ser, porque su terrible rabia alimentaba
en él la palabra de Dios. Pero temo que la obs- en procurar (siendo imposible) que no hubiese
tinación de tus habitadores sus saludables razo- sido. En ninguna edad ni en ningún suceso han
nes las ha de convertir en mortífero veneno con faltado hombres de estas costumbres: díganlo
que te quites la vida del alma y quites a tus pró- las desdichas y tragedias de los reinos y ciudades,
jimos las del cuerpo. que no sucedieran si ellos faltaran.
Así sucedió, pues, en este año de 1621. En el Comunicó, pues, con aquellos malos hombres
mes de marzo por tiempo santo de Cuaresma, su abominable resolución que luego la pusieron
viendo padre Pedro Alonso Trujillo, rector del
el en efecto, llamando a deshora y con disfraz al
colegio de la sagrada Compañía de Jesús, varón padre Pedro Alonso a una confesión; el cual con
de gran virtud y letras, las execrables maldades, su acostumbrada caridad salió y fue con ellos a
muertes, rencores, escándalos y demás pecados una casa, adonde (como dicen Acosta y el padre
que cometían los hombres en esta Villa, trató de Medina) don Antonio le dio tantos golpes con
reprender en el pulpito tantos vicios. Para esto una talega llena de arena que lo dejó por muer-
convidó con humildes súplicas a todos los inquie- to. Espantosa inhumanidad, indigna por cierto

tadores y mantenedores de aquellos bandos, y por de esta memoria que hacemos del nombre de
ser tan venerable y de mucho respeto hubieron aquel mal hombre; pero no podemos borrar lo
de ir (aunque por cumplimiento) a oír uno de que escribieron otros ni dejar de tener su ense-
sus sermones, en el cual con el celo de la honra ñanza estas miserias a que está sujeta nuestra na-
de Dios reprendió generalmente lo público de turaleza, pues se conoce por ellas a lo que puede
sus pecados, cargó la mano sobre los que eran llegar el hombre si le deja Dios. El buen padre
cabeza de tan escandalosos bandos, y como uno rector como pudo se volvió al colegio y dentro
de ellos era el don Antonio Géldrez, con disfra- de 20 días murió sin querer declarar la causa de
zadas razones le dijo temiese a Dios, hiciese su muerte.
penitencia y dejase los malos consejos que daba Publicóse el caso por los mismos que acompa-
a las naciones. Acabó su sermón y salieron los ñaron a don Antonio, alborotóse la Villa, y con
amotinados muy indignados contra el buen padre, ansias de despedazar al maldito Géldrez anda-
diciendo que se hacía de parte de los vasconga- ban de unos en otros, preguntando si era verdad
dos. Esto es lo que cuenta el capitán Pedro Mén- lo que se decía, y hasta las mujeres iban a pre-
v
dez de este caso, y no quiere proseguir [i7i ] guntarlo a los padres de la sagrada Compañía de
hasta el fin por no escandalizar los oídos católi- Jesús con los mismos deseos de vengar su muerte.
1
cos, como en su "Historia” dice. Los niños hacían la misma diligencia y andaban
Don Antonio de Acosta y el padre fray Juan cargados de dagas, puñales y cuchillos, esperan-
de Medina 2 lo cuentan de otra suerte, que esta do que los padres dijesen si era cierto que la
dificultad tiene la historia, que apenas en un he- muerte del padre rector se había ocasionado de
cho se conforman los que lo ven en contarlo co- los golpes que decían. Y los amabilísimos padres
mo pasó, y cada uno de los dichos autores afirma viendo el común alboroto y que todos decían:
ser verdad lo que refiere, y así digo que cada cual "Mueran don Antonio y los que le siguen”, an-
determine lo que le pareciere. Los ya citados au- daban disimulando y satisfaciendo a todos con
tores (Acosta y el reverendo padre Medina) di- razones a propósito para el presente caso. No es
cen que la reprensión fue en casa del corregidor mucho que todo el pueblo quisiese vengar esta
Sarmiento, adonde por orden suya y del padre lastimosa muerte, porque era y siempre es gran-
rector se habían juntado para ver si los podían de el afecto que a la sagrada Compañía de Jesús
reducir a la paz. Hecha, pues, la reprensión (o le ha tenido: y bien mirádolo se merece toda (y
en el púlpito o en casa del corregidor) se salie- en todo el mundo) la estimación de verdadera
ron los amotinados llenos de indignación y rabia madre, porque este florido colegio es un árbol
contra el venerable padre. Venida la noche (te- de cuyas flores, de cuyos frutos y ramas gozan las
rrible caso, y por eso callado de algunos autores) iglesias, religiones y estados: allí se afirman, cre-
juntó don Antonio otros hombres tan malos co- cen y dilatan para ser sombra y ser el descanso de
mo él, porque como tenía su medra en la emi- la república, porque con su mucha virtud y doc-
nencia de las maldades no tenía vergüenza. Era trina se comunican y reparten (por medio de la
este hombre falsario de virtudes, gran hablador juventud que crían) todos los bienes que dentro
y mentiroso. No perdonaba a los buenos ni a los de su interior recogimiento encierran, como la
malos: a aquéllos porque le eran contrarios, a raíz oculta todo lo bueno del árbol debajo de su
éstos porque no le fuesen competidores. Era cruel, corteza.

y si algo tenía de valiente era con infamia. Su Viendo, pues, el excomulgado Géldrez el al-
riqueza toda era por soberbia. Su envidia aun no boroto y escándalo de la Villa y que todos lo bus-
1. Méndez,tercera parte, capítulo 24. [A] caban con deseos de beberle la sangre aun con
2. Acosta, libro V, capítulo 4; el reverendo padre fray Juan estar dudosos de que si él hubiese quitado la vida
de Medina en su "Relación de las guerras civiles de Poto-
sí". [A] al padre rector, se escondió de tal manera que no

326
__
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 2 Año 1621

fue posible ser hallado, aunque es cierto estaba Así se despidió el cruel don Antonio Géldrez.
en lo de don Luis de Valdivielso escondido, adon- Ved qué bárbaros consejos y la mala conciencia
de sólo sus parciales lo veían y de donde trató de que le acompañaba. El siguiente día salió y lo
irse a España huyendo. Antes de hacerlo juntó acompañaron todos los aliados hasta dejarlo en
a todos los de su bando, y estando presentes, co- seguro, y despidiéndose con muchas lágrimas de
mo quien se despide para no verse más ordenó e unos y otros partió para el puerto de Buenos Ai-
hizo una plática ,que don Antonio de Acosta res, y de allí a España
y a Roma a alcanzar la
llama testamento) cuyo tenor es el siguiente: absolución del pontífice. Dios tenga misericor-
"Amigos y señores míos: Ya veis en el paso dia de él. Esto es lo que igualmente cuentan Acos-
de ausencia que estoy. No siento [172] sino el ta y el padre Medina de don Antonio Géldrez
dejar las cosas tan en los principios; pero aunque contra lo que dicen Juan Pasquier y la relación
yo falte, quiero que quede en mi lugar don Luis manuscrita de aquel autor incógnito en el nom-
3
Antonio Valdivielso, hombre de mis propias par- bre: que no habiéndose podido averiguar si don
tes” (propia manda para tal sucesor) "para que Antonio Géldrez interviniese en la muerte del
lleve adelante lo que tenemos determinado, con- padre rector como se había publicado, se pasó a
viene a saber, que salgan de este Potosí todos los Chuquisaca huyendo de la furia de Potosí (que
vizcaínos si acaso no salieren para la otra vida. pedía su muerte a voces), y que allí se casó con
Para esto, lo primero ordeno y encargo que todas doña Elvira Flores (natural de esta Villa y viuda
las naciones estéis unánimes con los criollos para del alférez real Domingo Verasátegui, 4 que mu-
la destrucción de estos salvajes. Ajustado esto, rió de un fiero tabardillo el año siguiente de
después habéis de quitar la vida al capitán Ar- 1622), y que llevó en dote 120 barras de plata,
danieta, al capitán San Juan de Urbieta, al capi- las cuales tomó,
y que pasando a España con ellas
tán Francisco de Oyanume, al veinticuatro Pedro volvió a este Perú (con un hábito de Santia-
de Verasátegui y al alférez real don Domingo su go, dice la relación arriba citada, y Pasquier, que
hermano, a Sancho de Madariaga y al capitán con hábito de Calatrava), cosa que a mí se me
San Juan de Vidaurre, porque habéis de saber hace muy dificultoso de creer, y así entiendo que
que tienen ya recogidas muchas armas y que quie- estos dos autores quisieron solamente no decla-
ren alzarse contra todas las naciones y echaros rar la verdad por favorecer la causa de don
de esta Villa. Antonio.
"Además de esto, después de que hayáis quita- A pocos días después de la ida de don Antonio
do y recogido sus armas, no dejéis ninguno a Géldrez falleció el maestre de campo don Egidio
vida de cuantos no salieren de ella que sean de Oxonemún, caballero del hábito de Santiago,
esta engreída nación. Sabed también cómo han vascongado, de quien hemos dicho en otra parte
enviado cartas a todos los pueblos de este reino era el fomento de su nación en esta Villa,
y así
en que piden vengan a este Potosí todos los viz- faltaron a un mismo tiempo dos hombres que
caínos a hacer su alzamiento. Conviene para esto eran poderosos para mantener cada uno la parte
usar de prudencia: tened espías secretas,
y con- de su bando. 5
forme vinieren lleven en la cabeza. Demás de Continuábanse las enemistades entre las nacio-
esto, si las justicias (como son corregidor, alcal- nes y cada día crecían más las pendencias, encuen-
des ordinarios y oidores de Chuquisaca) os qui- tros, muertes
y escándalos, y los vascongados
sieran apremiar o hacer otra vejación, no paséis se veían con más gente cada día, que acudían
por ello sino que pasen ellos por los filos de vues- de todo el Perú los de su nación a la fama de las
tras espadas; si por orden del virrey viniere gente guerras, y por haber recogido multitud de ar-
de guerra contra vosotros, haced fuerte en este mas no hacían caso de sus contrarios. Sabien-
Potosí y no rindáis vuestras armas. do los andaluces, criollos, extremeños y los de-
"Demás de esto, ya veis que los vizcaínos tie- más aliados, cómo se juntaban aquellas armas en
nen usurpada la plata del Cerro, y los más de casa del capitán Francisco de Oyanume (que ha-
ellos son azogueros que a costa de los indios pe- bía quedado en lugar de Oxonemún),
y que se
ruanos lo han adquirido; quitadles las piñas,
joyas y haciendas,
y repártase todo entre los que 3. Pasquier, libro III, capítulo 17, y la relación intitulada
ayudaren a la expulsión. Yo quisiera daros otros "Guerras civiles de los vicuñas, etc.”. [A]
4. Domingo de Verasátegui y su mujer fueron en esta época
muchos consejos que son necesarios y convenien- dos importantes personajes potosinos de carne y hueso, pero
tespara este caso, pero la conciencia por la muer- esta última no se llamaba Elvira Flores sino doña Clara Bra-
vo de Cartagena < Audiencia de Charcas: Expedientes, año
te del rector (que no entendí sucediese, porque 1659 N 9 V
13, f. 3 ), que tiene su lugar en la lucha de los
mi ánimo no fue de quitarle la vida) me apura vicuñas y vascongados (Mendoza, Guerra civil. Nos. 31, 82).
La Historia inicia aquí un enredo de superposiciones en nom-
aprisa a salirde esta Villa. Allá voy a España: bres de personas que se enmaraña más aún después. Ver
80,000 pesos llevo para el camino, infra, capítulo 8, nota 4, y capítulo 17, nota 1. [M]
y pasaré a 5. Según se ha indicado, no se han encontrado los nombres
Roma, que me absuelva su santidad. Vosotros de Géldrez y Oxonemún en los documentos coetáneos. Esto
cumplid lo que os he ordenado. No haya cobardía no quiere decir necesariamente que los personajes sean ima-
ginarios, sino que posiblemente no se llamaban como dice
ni menos caridad, reine la soberbia, el valor
y la ¡a Historia.
crueldad. Y con quedaos con Dios amigos
esto, Los nombres que figuran en el f. 172 en el discurso o
testamento de Géldrez, constan en los documentos, menos el
míos; abrazadme, que no nos hemos de ver más”.
del capitán Ardanieta que tampoco ha sido localizado. [M]

327
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

traía de los minerales cercanos mucha cantidad ni razón se embistieron como fieras en las calles
de plomo para balas, que se refinaba pólvo- y plazas, y aun dentro de sus casas unos con
ra y otras muchas prevenciones [172'] que la otros, porque oyeron la noticia de las sucedidas
fama publicada, y que el vulgo novelero decía muertes, y así se mataban y herían.
a voces que se alzaban los vizcaínos contra las Estando en lo más encendido de este alboroto
demás naciones, y que indubitablemente destrui- sucedió que en las casas donde estaba aposentado
rían a los criollos, éstos y lo andaluces, extre- (había tiempo de solos cuatro días de su llegada
meños demás de su bando con tales nuevas a esta Villa) el capitán don Juan de Iranieta,
y los
acudieron a buscar armas: cuál sobrecosía un caballero del hábito de San Juan, vascongado,
coleto ycomponía una cota; cuál por no quedar- que pasaba a las provincias del Tucumán a eje-
se sin arcabuz o una escopeta, no reparaba en el cutar ciertos mandatos reales, se entraron dos
precio excesivo que le pedían; vieras a la loca vizcaínos retirándose de muchos de sus contra-
juventud afilar espadas, aguzar puñales, limpiar rios que los seguían. El capitán Iranieta, que vio
alfanjes, prevenir rodelas, asegurar broqueles y el alboroto, tomó dos pistolas en las manos y
disponer mil trazas de armas para defenderse salió de su cuarto a defender a los de su nación.
y ofender. Disparó entrambas pistolas a un tiempo: la de la
Los meses de abril, mayo, junio y julio, todos mano siniestra no hizo ningún efecto, la derecha
se pasaron en prevenciones militares, todo era lo hizo tal que dando la bala a un andaluz (que
desasosiego, llantos de mujeres y gritos de niños. andaba allí muy solícito en perseguir a los viz-
Estaban ya las tiendas de esta Villa cerradas te- caínos) lo derribó muerto porque le rompió el
miéndose cada uno tan gran prevención; y los corazón. Los demás andaluces y criollos (que
ricos y poderosos (como naturalmente enemigos serían más de ocho) al punto que vieron caer a
del pueblo y de sus inquietudes) estaban con aquel hombre arremetieron al buen caballero con
mayor temor, atendiendo solamente a la seguri- espadas en las manos, el cual tornó a entrar en
dad de sus vidas y casas. Las sagradas religiones su cuarto por tomar la suya, pero antes que la
también estaban admiradas de las cosas que oían, desnudase le dieron tantas estocadas que allí cayó
y no sabían en qué habían de parar tantas desdi- mortalmente herido. Saliéronse los contrarios de
chas, temiendo el participar de ellas. Las justi- la casa porque el corregidor venía por la noticia
cias no sabían cómo remediarlo. que ya le habían dado, y halló acabando al ga-
A principios de agosto hubo una pendencia llardo capitán. Confesóse, recibió los demás sa-
entre criollos y vascongados, y antes que se ar- cramentos, y el siguiente día murió, que nadie
mase mataron a Juan Alonso (maestro cerrajero, puede huir de su buena o adversa suerte.
natural de esta Villa) y otro hijo suyo de edad Continuáronse las pendencias, desafíos, en-
de 16 años a quien dieron una estocada, y con cuentros y muertes de otras personas señaladas
las ansias mortales, tomando un gran martillo de (que no todo se puede contar en particular) y
hierro y esgrimiéndolo a un lado y a otro, hizo en esto y otras prevenciones gastaron los me-
pedazos dos cabezas de vizcaínos que luego mu- ses de septiembre, octubre, noviembre y diciem-
rieron y juntamente el mozo. Tras esto, sin orden bre de este año.

Capítulo 111

DE LAS JUNTAS QUE HICIERON LOS ANDALUCES, CRIOLLOS Y


DEMÁS ALIADOS PARA RESOLVER SUS BÁRBAROS INTEN-
TOS. DE CÓMO MATARON AL CAPITÁN SAN JUAN
DE URBIETA, Y EL MOTIVO DE LLAMARSE
VICUÑAS LOS DE UN BANDO

PRINCIPIOS de enero del año de 1622 dicha grande en todos los tiempos de Potosí,

A sobre
narios
la

veinticuatros,
congados querían
alcaldes, y lo mismo
elección de los alcaldes ordi-
hubo grandes debates entre
porque los que eran vas-
fuesen de su nación los
las otras naciones,
1
los

des-
porque (como es patria común) todos preten-
den cuantos a ella vienen (aunque sean extran-
jeros) el mandarla o tener los mejores puestos.

que iban a perder la elección (como la perdieron) echaron


mano de toda clase de recursos para evitar la derrota. En
1622 los vascongados ganaron la elección sin dificultad
1. A estar con los libros del cabildo, estos debates ocurrieron (Acuerdos de Potosí, t. XVI). [M]
no en 1622 sino en 1621, en que los vascongados, previendo Esta elección suscitó una insólita cantidad de papeles. Co-

328
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

le había de matar hastaalma. Vínose huyendo


el calde Martín de Ormache y lo llevó a la
cárcel,

a esta Villa, siguiéronle algunos amigos del donde habiendo preso a algunos sospechosos
muerto, juntáronse con Pedro Sojoga y Pedro (porque ciertamente no se sabía quiénes fuesen
y
del Aja, Luis López, Diego Reinoso y Tomás de los agresores) hizo que pasasen por junto a él,

Cabrera, los cuales fueron muy amigos de don para ver si la sangre clamaba contra el homicida.
Antonio Géldrez, y andaban éstos de su parte No quiso pasar el alférez Diego de Alberca, que
con muchos deseos de pelear con Urbieta por- era uno de los presos sin culpa, diciendo (como

que se alababa de haber derribado a Géldrez en dice Méndez) que "Vino solo sería lo que cla-

la refriega de la plazuela de San Agustín. mase”. Amortajaron el cuerpo en casa de Oya-


Aquéllos, pues, que habían determinado la nume, donde un primo del difunto Francisco
muerte de San Juan de Urbieta, viendo que ya Barbosa, dijo mirándolo: "Dios te perdone; tú
estaba de vuelta en esta Villa y con más enemi- mataste a mi primo en los Chichas, y lo has ve-
gos, por la muerte que había dado a Barbosa y nido a pagar en Potosí”; por estas palabras lo
otros gravísimos daños que había hecho, se resol- mataron aquella noche los vascongados.
vieron [173'] a matarlo, y un martes en el mes Sabiendo la muerte de Urbieta, Pablo Martí-
de junio de este año estuvieron todo el día espe- nez de Córdoba su amigo, que era de Sevilla, co-
rando ocasión de verlo fuera de su guarda Anto- menzó a lamentarse. Oyólo Oriundo [Uriondo],
nio Vázquez (a quien llamaban el Galán), Val- vizcaíno, que acaso pasaba por cerca de él, y

divielso, Reinoso y Cabrera. No se desvió de los deteniéndose le dijo que por qué se lamentaba
suyos hasta aquella noche, que a las 7 de ella, siendo su contrario, y luego añadió diciendo que
entre otros que lo espiaban les cayó en suerte (y los que habían hecho aquella alevosía eran unos

en muy mala para Urbieta) a Luis López, Diego moros blancos (por los andaluces), unos judíos
Reinoso y Pedro de Aja, los cuales venían con traidores (por los extremeños) y unos mestizos

Diego Sánchez, mestizo oficial, y encontraron a bárbaros (por los criollos): es preciso referir
Urbieta cerca de de Francisco Oyanume
las casas algunas palabras de niñería, por estar así escrito,
en una calle pedregosa que va a salir a la parro- porque se vea la locura de estos hombres pues
por ellas se mataban los unos a los otros. Desa-
quia de Santa Bárbara, que venía con otros cua-
tro vascongados, de los cuales los dos, viendo que fiólo (por el dicho) el capitán Domingo Mar-
lesacometían aquellos hombres, huyeron dejan- tínez de la Mancha, y mientras éste se entró a
do al capitán Urbieta con Sancho Cantabria y una casa a ponerse un jaco, llegó gente y por
Diego de Orueta: el Cantabria cayó de un fiero entonces se embarazó el desafío, y el siguiente
golpe de alfanje medio muerto en el suelo, y día amanecieron hechos pedazos Oriundo en
Orueta desamparó al capitán: el cual, como se su casa, y Pablo Martínez y el capitán Domingo
vio solo y con gran riesgo, arremetió a sus con- Martín muy malheridos, porque aquella noche
trarios como una fiera acosada. habían peleado bárbaramente en la plazuela de
En este punto los tres de sus enemigos se tur- San Lorenzo, y habiéndolos maltratado y herido
baron de suerte que por herir a Urbieta se hirie- el Oriundo, se fue a su casa, y sabido por los ami-

ron unos a otros, que es muy propio de la culpa gos del capitán Domingo Martín y Pablo Martí-
repartir siempre con los delincuentes el mal que nez, fueron a ella y con notable barbaridad ma-

les persuade que hagan a otro: aquí se conoce taron y despedazaron al Oriundo. Dentro de
claramente que la pena del mal empieza del malo cuatro días de esta refriega murió de sus heridas
que le hace. Presto se apoderó de la conciencia el capitán Domingo, aunque Pablo Martínez
y
de aquellos tres contrarios el horror, derramán- sanó de las suyas, al cabo (pasados dos años)
dose frío temeroso en sus corazones, temblando vino a morir de ellas por haber sanado a los
desordenado por huir unos antes principios sobre falso.
y con ímpetu
que otros, hasta que Diego Sánchez el mestizo La muerte de Urbieta irritó mucho a los vas-

los detuvo, vituperándolos con palabras y voces congados, que como si todos fueran justicias

descompuestas. Dicen unos que con sólo una prendieron a cuantos les pareció haber determi-
daga los acometió este vizcaíno, y otros que no nado y ejecutado su muerte, y también prendían
le dieron lugar a empuñar ningún arma y que a cuantos llegaban a esta Villa como no fuesen

solas con las manos se defendía con ánimo de de Navarra y Vizcaya, sacándolos de los tambos
levantar del suelo sus armas que en la primera o mesones con escuadrón formado que traía el al-
embestida se le cayeron, pero lo cierto es (como calde Martín [174] de Ormache con el pretexto
dice Méndez) que con su espada y capa se defen- de que sólo venían a dar favor a sus contrarios, y
dió y trajo muy apurados a sus enemigos, y que Francisco Luyando, clérigo (como dice Méndez
sacerdote que no declara
según su braveza no lo hubieran ni aun herido y la relación de aquel
a no derribarlo el mestizo con una piedra que le su nombre), el Naipero, andaba con cordones
tiró en la nuca. Caído, pues, en el suelo y fuera de seda en la cinta para dar garrote, que estas
de quitarle la vida con muchas heridas que le monstruosidades se acarrea una pasión dema-
dieron, le picaron la lengua y manos en menudas siada.

partes. Un día llevaba preso el alcalde Diego de


Vino la justicia, tomó el cuerpo muerto el al- Villegas (que era compañero de Martín de Or-

33 °
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 3 Año 1622
4
mache) un mozo cuñado de Pedro Sayago:
a En esta ocasión (que fue a principios del mes
llegóse a él don Juan de San Juan, vizcaíno, y de junio de este año de 1622) llegó a esta Im-
atravesólo de parte a parte con un estoque delan- perial Villa la noticia del fallecimiento del rey
te del alcalde, de que luego murió. Y no casti- nuestro señor don Felipe III (que fue el 31 de
gando estos desafueros las justicias se tomaron marzo del año antecedente de 1621) y tardó esta
más licencia los vascongados, que salían de noche nueva sólo de Lima a este Potosí más de cuatro
con armas de fuego y las disparaban a sus con- meses, 5 temiendo que por ella se perdiese de una
trarios, llegando a tanto (como dicen Méndez vez esta Villa pues en todo el Perú se sabían sus
y Acosta) que no respetaban a los sacerdotes, alborotos. Finalmente el general don Francisco
pues les ponían las espadas a los pechos porque Sarmiento con su mucha prudencia la publicó,
se arrojaban a apaciguarlos, y en una de estas después de haber alcanzado con todas las nacio-
revueltas descalabraron al cura de Tarapaya por- nes suspensión de alborotos y armas por tiempo
que llegó a confesar a un herido que estaba para de dos meses. Sintió toda la Villa la muerte de
morir: era de animoso corazón y tan bueno este rey, de los mejores (podremos decir) que
para pastor de almas como para capitán de solda- gozó España, padre de la paz, único hijo de la
do, y por esto se metía de ordinario en semejantes santa Iglesia, tan amado de sus vasallos como se
peligros, aunque mal hecho (porque la temeri- puede ver en sus obras: cayó por tierra muchas
dad y el valor no son una misma cosa, antes bien esperanzas de los señores azogueros y otros no-
desconformes, y por la misma causa sus efectos bles vecinos de esta Villa que pretendían algunos
opuestos) si bien su mucha caridad le acrecen- premios por sus servicios, con otros privilegios
taba los naturales cuanto aventajados alientos. que esperaban. Regla general [r/V]. Falleció en
Rabiosos
los andaluces y criollos
y las demás Madrid siendo de 42 años y 11 meses. Reinó 22
naciones contrarias de ver a los vizcaínos con
y medio. Celebráronse sus reales exequias con
tanta mano, se volvieron a juntar con sus armas las grandezas siempre acostumbradas en esta Vi-
en casa del doctor don Antonio Zambrano (uno lla y con mucha paz
y conformidad de todas las
de los tres curas de la iglesia mayor de esta Villa, naciones que en ella habitaban, pues durante el
que después honró sus sienes una mitra) a tratar tiempo en que se celebraron no llevaron los hom-
del remedio. Estando en esto, llegaron a la dicha bres armas ningunas (ni siquiera un puñal) que
casa los portugueses (que serían más de
30) con parecía no haber sido jamás enemigos los unos
sus capitanes Andrés de Matos
y Diego Tomás. de los otros. Tuvo de costo estas reales exequias
Salió a reconocerlos el cura; dijéronle ellos que [i74 v ] 80,000 reales de a ocho y valía la libra
venían a juntarse allí contra los vascongados, de cera en aquella ocasión a seis pesos de a ocho
por cuanto sin ocasión que les hubiesen dado reales.
leshabían muerto aquella noche dos hombres de Pasada esta función volvieron a su tema, y ter-
su nación y los días pasados otros cuatro, que cera vez hicieron junta en casa de Pastrana para
y
les advertía cómo andaban los vizcaínos con dos acabar de conformar las voluntades determinar
y
escuadrones formados rondando las calles la última resolución rompiendo con los vascon-
y en-
trando en las casas. Juntáronse todos determi- gados. Juntáronse en ella los más principales,
y
naron rondar la Villa
para defender sus casas. porque acababa de disponer todo lo ne-
allí se
El nombre que tomaron fue Tocino cesario para el efecto. Y
y la divisa estando todos en sus
para conocerse pañuelos blancos por toquillas, asientos se levantó Juan Suárez, natural de esta
y
estando ya para salir se lo impidieron el corre- Villa (hermano de Miguel Suárez, a quien como
gidor don Francisco Sarmiento
y don Antonio queda dicho mataron en la plazuela de San Pe-
de Castro, vicario eclesiástico de la Villa, que dro) y dijo:
fueron avisados de secreto del doctor Antonio "Señores: Parece que la resolución de nuestro
Zambrano, receloso de alguna ruina. intento no acaba de efectuarse, y no sé cómo ig-
El corregidor receloso de ver tanta gente ar- noran vuestras mercedes que en la tardanza está
mada entró con alguna cólera, pero saliéndoíe al el peligro. Sepan, pues, que ahora antes de llegar
encuentro los que eran cabezas de aquellas nacio- vi llevar preso a Diego Reinoso, a don Alonso
nes lo templaron diciéndole que si se habían jun- Díaz, al alférez Flores y al sargento Rodríguez,
tado y tomado armas no era en deservicio de su a los cuales llevan los vizcaínos maltratándolos a
majestad sino en defensa de sus personas nada haciéndose jueces, y dicen son los que
la cárcel,
defendidas de la justicia
y daños graves que les determinaron la muerte de Urbieta; temo no les
hacían los vizcaínos. Prometióles el corregidor suceda alguna desdicha. ¿Qué es lo que hacemos ?
de remediarlo,
y rogóles (que mandarles ya no Manos a la venganza, que si se dilata más no la
daba lugar el estado en que estaban las cosas) podremos tomar, si ya no es que habiéndonos
que se fuesen a sus casas. Así lo hicieron, pero
5. Ocultar esta noticia durante cuatro meses era práctica-
los vizcaínos aquella noche prosiguieron en sus mente imposible, a menos que se cortase todo el tránsito de
inquietudes. pasajeros desde España y desde otras partes de las Indias a
Potosí, así como los correos y aun el comercio. La noticia
4- U)s alcaldes ordinarios de este año fueron don Martín oficial pudo tardar los cuatro meses que dice Arzáns, pero
de Zamudio y Pedro Villegas. La Historia está correcta tampoco es creíble que fuese por los disturbios de Potosí.
en
cuanto al segundo, pero no en cuanto al primero Aquí hay una de esas superposiciones típicas de la Histo-
pues dice
'Martín de Ormache” (f. 173''). [M] ria. [M]

331
Arlo 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

puesto en peligro nos queráis dejar en él; y si valor para la ejecución. Impidióles Pastrana esta
esto es así declaraos luego, para que como crio- desordenada resolución diciéndoles que aún no
llos, sabiendo vuestro defendamos solos
retiro, estaba dispuesto lo necesario, y comenzándolo a
nuestra honra y mantengamos nuestro crédito. poner en efecto nombraron capitanes para más
Mas no es razón que siendo nuestros padres (de de 200 soldados que tenían alistados y los que
cuyas naciones descendemos) y habiendo noso- por alistarse estaban. Los capitanes fueron Do-
tros reñido vuestras causas no queráis ayudar- migo Martín, Juan Lazo, Francisco de Soto.
nos por ahora, que por hallarnos tan pocos os Domingo Márquez, don Pedro Gallegos, Andrés
necesitamos; ayudadnos a ley de caballeros, pues Zarco (a éste llamaban el Pastor), don Fran-
le

no vais en deservicio real sino solamente a echar cisco Castillo elmozo, don Fernando Bermúdez
a esta nación inquietadora en este reino de la Moreira, Pedro Sayago, Diego de Alberca y Die-
paz. Si teméis sus armas, yo os certifico que ellas go Vázquez.
para ser nuestras no aguardan sino a que estos Para conducir a la Villa de diversos valles los
enemigos dejen de serlo con la vida, que el di- mantenimientos, caballos, armas y demás pertre-
funto no tiene otro séquito que el de la sepultura. chos que faltasen, nombraron a don Luis de Val-
Y si para nosotros no hay justicia que ampare divielso y a Cristóbal de Velasco. Para repartir

nuestras causas, tomémosla por nuestras manos; el dinero


y demás víveres a
Lorenzo Remón, a
ved quesi toman más fuerza harán que no val- Velasco, a Alonso Cabezas, don Luis Hurtado de
gamos nada. Mendoza, don Isidro Garavito y Cebrián Gutié-
"Nuestra nación criolla siempre ha sido muy rrez, y para componer las riñas entre los soldados

fiel a sus reyes, como se vio en los disturbios que a don Fernando Bermúdez y a don Luis Gutié-

hubo a los principios y entrada a este reino de rrez. Para alféreces y otros comandantes y buen

los de vuestras naciones, y en todas ocasiones nos gobierno de milicia, al alférez [175] Vilches,
han estimado andaluces, extremeños y castella- Juan Lazo, Manuel de Ureña, Cristóbal del Salto,
nos, no sólo por ser hijos y deudos suyos, mas Pedro Gallegos y Francisco de Castro (al que
también porque todos hallan piadosa acogida en llamaban el Galleguillo aunque era criollo).
este Perú y particularmente en este Potosí. Mas Para cronista de los sucesos de esta guerra a Juan
estos vizcaínos, ¿por qué, pues, se quieren alzar Sobrino en verso, y a nuestro capitán Pedro Mén-
contra nosotros y contra los que no sois de dez en prosa, que nunca tal nombraran pues esto
su nación, aborreciendo el nombre de criollos, fue causa de su perdición, dejando su verdadera
historia de Potosí sin acabarle,
injuriándonos, pues no tienen otro título que y bien investigada
darnos más de sólo mestizos bárbaros? Como si como adelante diré.

(dado caso que esto fuera rigor) la mixtura de Dispuesto lo más necesario, acordaron de que
la sangre fuera cosa vista sólo en este reino, cuan- todos se llamasen castellanos aunque eran de
do en todo el mundo es lo mismo, y las más veces diferentes naciones. Acordaron también de po-
una real sangre se mixtura con otra de otro rey nerse todos sombreros de lana de vicuña de la
muy distinto en costumbres.
6
Obligación tenían más encendida, y cintas nácares por divisa con
estos vizcaínos de conservar nuestras amistades flecos de la misma lana delgadamente hilada

no maltratarnos de obra y de palabra, lo uno para conocerse. Por estos sombreros los llamaron
y
porque en nuestra patria han adquirido los teso- vicuñas.
ros y estimación que tienen, y lo otro porque nues- Demás de estas disposiciones hicieron los caste-
tros padres les han dado en los pasados años sus llanos o vicuñas (que así los llamaremos en ade-
hijas en matrimonio, como lo manifiestan muchos lante) solemne propósito de no dejarse prender
de sus hijos que viven, nacidos en esta Villa y en con las justicias y que cualquier daño que uno de
todo el reino, aunque ahora ellos son causa de ellos recibiese de sus contrarios estuviesen todos

que no se mixture nuestra sangre con la suya. obligados a la satisfacción, y determinado todo
No nos pesa de esto, y sólo me pesa de que lo que habían de ejecutar en daño de los vascon-

tanto tarde la venganza. Mueran, mueran los gados resolvieron salir el día siguiente a matar-
vizcaínos”. los con escuadrón formado. Estando en esta jun-
Y apenas dijo estas últimas palabras cuando ta, no faltó quien avisase al corregidor lo que

levantándose todos de sus asientos dijeron: "Pues disponían los vicuñas; y advirtiendo el general
no se dilate más, mueran”, y acometieron a salir los venideros daños, vino acompañado de los

por las puertas con las espadas en las manos, alcaldes ordinarios y muchos vascongados, y en-
porque con la peste bien razonada que oyeron res- trando en las casas donde estaban, apagaron los
pondieron también que no les faltaba manos ni castellanos las velas, unos salieron y otros se es-
condieron, y luego les tiraron a los vascongados
6. Arzáns aprovecha de estos pasajes histórico-novelados y en
particular de los discursos apócrifos, para interpolar sus pro- con las sillas y demás alhajas de casa, de que
pias ideas y sentimientos, que reflejan a la vez las ideas y
muchos salieron con sus chichones en la cabeza.
sentimientos del pueblo a que pertenece. Pasada la Conquista
e iniciada apenas la Colonia, el grueso del pueblo en los Fuese corregidor sin poder remediar nada, y
el
sectores del imperio indiano con fuerte proporción de indios,
para ver otros alborotos de esta Villa pasemos al
era ya un pueblo mestizo. Arzáns traduce aquí el sentir de
la mayoría del pueblo de Potosí. [M] capítulo siguiente.

33 2
_ a

Capítulo IV

DE CÓMO LOS CASTELLANOS O VICUÑAS SALIERON CON SU ES-


CUADRÓN POR LAS CALLES Y PLAZAS HACIENDO MUCHOS DA-
ÑOS. DE CÓMO EL MUY REVERENDO PADRE GUARDIÁN
DE SAN FRANCISCO HIZO LAS AMISTADES ENTRE VI-

CUÑAS Y VASCONGADOS, Y DE CÓMO LAS VOL-


VIERON A ROMPER, CON OTRAS PARTICU-
LARES PENDENCIAS Y MUERTES

ESUELTOS los castellanos o vicuñas al a los alcaldes, y a la voz del rey acudieron los

R rompimiento público con los vasconga-


dos, habiéndose juntado todos en casa
i*, del capitán don Diego Zambrana

mádose todos un martes en el mes de julio del


año de 1622, compusieron un escuadrón de po-
y ar-
vascongados y demás vecinos desinteresados con
sus armas, y viendo el corregidor buen número
de gente subió con ellos al matadero. Las más
veces en el mundo los delitos pequeños se casti-
gan y los grandes se coronan, y sólo es delincuen-
co más de 200 hombres, la mayor parte de crio- te el que puede ser castigado, y el facineroso
llos
y la restante de andaluces, extremeños, cas- que no puede ser castigado viene a tener un cargo
tellanos y algunos manchegos, gallegos,
y por- y es señor por su mismo delito. Pudiera el gene-
tugueses, mezclándose muchos vagamundos, que ral Sarmiento haber atajado con tiempo este
la maldad una cosa tiene peor que ella daño, castigando los delitos graves de los pode-
y es ne-
cesitar de ruines para su aumento conserva- rosos que mantenían estos alborotos, y no que
y
ción. Resolvieron luego el salir públicamente sólo se entretuvo en el castigo de los delitos pe-
a matar a cuantos de sus enemigos encontrasen queños y en la pequeñez [175*] de aquellos que
y a cuantos se lo impidiesen, que en la forzosa los cometían, y ahora cuando el caso se había
determinación no se ha de tratar de inconvenien- hecho irremediable procuraba remediarlo.
tes cuando la maldad
y la prudencia son del Viendo, pues los castellanos o vicuñas que el
mundo los pilotos. corregidor venía con gente armada, salieron a
Salió, pues, el escuadrón y cogió por la calle las puertas, donde hallaron al corregidor
y alcal-
de San Francisco. Serían las 8 del día cuando des ordinarios, que todos intentaban entrar. Ade-
bajaron a la plaza, dieron vuelta por ella dispa- lantóse Francisco Paredes, capitán de la escuadra
rando los arcabuces para provocar a los vizcaínos, criolla, que capitán general no lo tuvieron en esta
quitando la vida a cuantos encontraban, así con guerra y fue permisión de Dios para mayor con-
las balascomo con las espadas, de suerte que este fusión y fatal desdicha de Potosí, porque los
día murieron 12: los cinco fueron unos pobres criollos querían fuese criollo, los andaluces an-
oñciales que en su trabajo estaban ocupados sin daluz, y así las demás naciones, por esto no sólo
y
ofenderles en nada, y los siete fueron vizcaínos fueron las guerras con los vizcaínos, mas tam-
mercaderes que muy descuidados asistían en sus bién unas con otras aquellas inconformables
tiendas por las calles por donde pasaba el mal naciones que cada cual quería mandar la gente
determinado escuadrón. absolutamente, y por esto se mataban y herían.
Viendo los vecinos tan no pensado suceso, Ninguna acción a que muchos atienden la aprue-
vueltos ya en sí de la enajenación de su asombro, ban todos, porque donde asisten malos y buenos
a toda prisa cerraron sus casas temiendo los no es posible la concordia y es forzosa la diferen-
daños que suelen ejecutar en semejantes motines. cia, y más cuando la pretensión se acompaña con
El tal escuadrón, después de haber dado vuelta algún interés. Riesgo propio es el de las juntas
por la plaza del Regocijo se subió a las casas del populares cuando las convoca el primer grito
matadero de las vacas, y entrando dentro hicie-
y las arrebata cualquier demostración: tiene en
ron allí su fuerte. ella más parte el que se adelanta que quien se
Informado el corregidor Sarmiento de lo que justifica. Siempre es la victoria violenta (o el te-
pasaba y como decían los vicuñas "Viva el rey, mor) cuando lo da la mayor parte; vence el
mueran los vizcaínos”, temiendo y teniendo por número y no la razón.
perdido a Potosí, bajó a la plaza en cuerpo, llamó Salió pues, Francisco Paredes,
y haciendo una

333
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

raya con una lanza en el suelo dijo al corregidor ñas sin hablar palabra volvían los arcabuces con-
mercedes se han de tra su persona se retiró de allí, y el escuadrón
y demás justicias: "Vuesas
servir de no pasar de esta raya, porque estamos prosiguió su camino hasta entrar en San Francis-
resueltos a no recibir ningún daño de la justicia, co donde pasaron lo restante del día y la noche.
pues pudiendo remediar con tiempo lo que nos la mañana, bajó el padre guardián a
Venida
han hecho nuestros contrarios, lo han dejado la plaza, habló al corregidor diciendo disimulase
hasta que se experimenten estas y otras resolucio- el castigo de aquellos atrevimientos porque de

nes”. Viendo el corregidor aquella determina- otra manera se erraría al buen efecto de la paz,
y luego añadió los capítulos que habían
ción [y] el soberbio escuadrón que braveaba tan- 2 tratado
tas armas de fuego y acero, todo asombrado se los vicuñas. El corregidor (como prudente) le

fue de allí temiendo no le matasen. concedió todo cuanto le pedía (además que en el
En esta ocasión el muy reverendo padre fray estado en que se habían puesto las cosas no se
Ginés de Dueñas, guardián de San Francisco, va- podía ya hacer menos que pasar por todo) y
rón prudente y apostólico, informado de todo trató de su parte se efectuasen las amistades.
lo que pasaba fue con su humildísima comunidad Volvió el padre guardián al convento, vino el
adonde estaba el formidable escuadrón, y entran- capitán Francisco de Oyanume al trato de las
do dentro habló a las cabezas rogándoles enca- paces en nom[i76]bre de sus vizcaínos, y aquel
recidamente por la sangre de Nuestro Señor Je- día se hicieron en San Francisco de este modo:
sucristo se aquietasen y abrazasen la paz, y tales que los castellanos o vicuñas que estaban en la
razones supo decirles que sosegó el furor de sus iglesia iban entrando al claustro, dando las ma-
ánimos. Viéndolos el padre guardián ya sosega- nos en señal de amistad (a las puertas de él) a
dos, les pidió con muchos ruegos se viniesen en los religiosos y oficiales reales, que hacían con
su compañía al convento, que allí harían las Oyanume las veces de los vizcaínos que no qui-
amistades y se ajustarían con mejor modo las sa- sieron parecer entonces. Luego se retiró Oyanu-
tisfacciones. A
que dijeron los vicuñas ser con- me a su casa, y los vicuñas se fueron a las de sus
tentos como fuese con los capítulos siguientes: capitanes dando los arcabuces a sus criados y
lo primero, que se diesen por satisfechos los unos cubriéndose con sus capas.
y los otros con las muertes sucedidas; lo
segundo, El siguiente día se juntaron Oyanume y los
que no fuesen ellos desarmados, porque no les Verasáteguis con el corregidor en la plaza, donde
hiciesen algún daño así las justicias como sus también estaban con Juan Fernández de Tovar
contrarios; lo tercero, que el almacén de armas todos los cabezas de vicuñas, y levantando la voz
que tenían los vizcaínos en casa del capitán Fran- el capitán Oyanume de modo que le oyesen los

cisco de Oyanume se llevase a las reales cajas; y vicuñas dijo al corregidor que él por sí había
otros capítulos de menos cuenta, que
a todo pro- dado la mano para las amistades, pero que no
metió padre guardián entera satisfacción. Lue-
el sabía la voluntad de cada uno de los de su nación,
go se puso en orden el escuadrón para ir a San que los agraviados estaban con ánimo de tomar
Francisco llevando al buen prelado en medio, y satisfacción. Oído por los castellanos vicuñas,

comenzaron a caminar disparando los arcabu- dijeron que siendo cabeza de los vascongados
ces. estaban bien hechas las paces en nombre de todos
Habiendo escuadrón pasado por el Empe-
el los de su nación, pues también había muchos crio-
llos y otras naciones agraviadas, y que a una pala-
1
dradillo, se toparon Juan Fernández de Tovar

y Juan Laso de la Vega con el capitán


Durana y bra que les había dicho dejaron las venganzas
paz. Pero atropellando estas
Pedro de Geldos, vizcaínos. Dijo Juan Laso: y recibieron todos la
"Recia cosa es que por los pocos que andamos otras razones Oyanume y el alférez real
Domin-
y
encontrados hayamos de alborotar la Villa. Re- go Verasátegui dijeron que por qué se había de

dúzcase esto a desafío, que yo seré el primero pasar sin castigo escándalo de haber salido con
el

que me ponga en campaña”. Respondióle Dura- el escuadrón formado a matarlos.


na descompuesto; sacaron todos las espadas. To- Siempre el pecado para introducirse en la vo-
var, a quien cupo Durana, lo hizo retirarse hu- luntad (que sólo quiere lo bueno, y lo malo deba-
yendo, y tan encarnizado lo seguía Tovar que si jo de razón de bueno) se pone caras equívocas

Velasco no lo metiera en la tienda de su botica con pecado es grande representan-


las virtudes. El

sin duda lo matara; Juan Laso hirió a Geldos, te: hace infinitas figuras con deleite de quien le

oye, y también personajes, no siendo alguno de


y así herido huyó a lo del corregidor. Tovar y
Juan Laso se fueron a alcanzar el escuadrón de ellos. Es hijo y padre de la hipocresía, pues para

los vicuñas. Estos los ampararon porque el corre- ser pecado primero es hipócrita, y es hipócrita
gidor venía a prenderlos, jurando por la real luego que es pecado. Si el capitán Oyanume y
corona de quitarles la vida por inquietadores de sus vizcaínos querían amistades, ¿cómo preten-
la paz que se pretendía; y como vio que los vicu- dían castigos para sus contrarios a un mismo

2. Con mediación del guardián de San Francisco y en la


la

1. Juan Fernández de Tovar figura en los papeles oficiales iglesia delconvento se celebraron paces entre los bandos en
coetáneos (Mendoza, Guerra civil, Nos. 24, 26) como her- lucha pero no en julio de 1622 sino, exactamente, el 24 y 25
mano lego en el convento franciscano de Potosí en 1623 e de septiembre de 1623, y no hay noticia de otras paces cele-
intermediario entre la justicia y los vicuñas. [M] bradas antes (Mendoza, Guerra ciril, N 5
26). [M]

334
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 4 Año 1622
tiempo? Comedia falsa es del pacado. Vamos tegui y la otra en la del capitán Oyanume, para
adelante. resistir a sus enemigos,
y entrambos trozos pre-
Viendo los vicuñas no haber ajuste de paces venían armas y caballos para darles batalla con
dijeron: "Pues no quieren amistades y unos y todo su poder, como después sucedió.
otros están agraviados, satisfaga cada cual sus Pedro de Geldos entró una noche adonde con
daños, que con juramento decimos que no nos sus camaradas estaba Juan Fernández de Tovar
han de quedar en esta Villa ningún vizcaíno a y les dijo cómo él, aunque vizcaíno, era y había
vida”, y diciendo esto sacaron sus espadas y di- de ser su amigo, lo cual le agradecieron todos;
jeron al corregidor se apartase de allí, que ha- pero el domingo siguiente yendo con seis vizcaí-
bían de matar a Oyanume. A
padreesto llegó el nos se encontraron con el Tovar en el cementerio
guardián de San Francisco, que acaso pasaba por de la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes,
la plaza, y metiéndose por medio juntamente con que iba a la comedia con el capitán Pedro Mar-
elcorregidor se apartaron los vicuñas y se salie- tín,capitán [iy6 v Montero y Pedro del Hoyo:
]
ron de la plaza con propósito de seguir en lo éstos para acudir a la cortesía se quitaron los
comenzado. sombreros, esos otros sacaron las espadas y de
Habiendo quedado el corregidor con Oyanu- una fiera estocada mataron allí luego a Geldos.
me y Verasátegui, le dijo Oyanume: "Señor co- Otro día encontraron seis de los vicuñas a los dos
rregidor: Si vuestra merced deja pasar este atre- hermanos Lucas y Domingo de Chavarría y a
vimiento y poco respeto a la real justicia, harán Juan de Ibarra, vizcaínos todos, y acometiéndo-
otros males que no se puedan después remediar. les los vicuñas se entraron huyendo los contra-
Por tanto, pues, como vuestra merced es capitán rios en casa de Barbosa, gallego, que tenía trato
general recoja la gente leal del pueblo
y vamos de pulpería en la calle de San Francisco, el cual
a castigar estos enemigos, que yo prometo a vues- como viese aquellos hombres que se amparaban
tra merced 500 hombres vascongados de su casa les abrió una puerta que salía al patio,
y navarros,
y armas, pólvora, balas y dinero para la mante- y con la espada en la mano defendió la entra-
nencia de todo,
y quiero en esto servir al rey mi da; y por esto el buen hombre perdió la vida al
señor, como siempre me he ocupado en su servi- rigor de una bala que le tiraron. En lo restante
cio”. Graciosa fidelidad (dice Juan Pasquier, de este mes de julio (en el cual sucedieron estas
autor andaluz de estos sucesos) de los vizcaínos muertes) hubo muchos desafíos
y pendencias
en aquella ocasión, después de haber sido ellos muy sangrientas, en las cuales murieron 14 hom-
la causa de tantos alborotos. Por esto digo yo bres de una y otra parte.
que el pecado es grande representante
y es hi- A principios de agosto hicieron los vicuñas
pócrita. otra junta en casa de Pastrana,
y lo que en ella
Respondióle el corregidor que todo lo recibía determinaron fue matar al alférez real Domingo
en nombre del rey, pero que el mejor camino se Verasátegui, cabeza de un escuadrón de 200 vas-
había perdido por su imprudencia pues no ha- congados. Señalaron a don Francisco Castillo 4
bían querido conservar las paces,
y al presente (natural de esta Villa
y cabeza de sus criollos)
era cierto que viéndose los contrarios con las pre- para la ejecución y dieron 150 hombres para que
venciones de gente
y armas se habían de defen- con desafío provocase a encuentro sangriento a
der y hacerse mayores los escándalos, mas que él Domingo Verasátegui, mas Castillo tomó sólo
avisaría lo que conviniese y que tuviese los sol- los 50 que escogió por su mano, pero no tuvo
dados a punto. Con esto se fueron y los vicuñas efecto porque lo estorbó el corregidor.
se recogieron en casa del capitán don Diego El día 3 de agosto a las 10 de la mañana
Zambrana, 3 y allí de nuevo ordenaron otras co- estaba el alférez Verasátegui con más de 20 viz-
sas haciendo nuevamente propósitos de no rendir caínos en la plaza en conversación con el corregi-
las armas
y llevar adelante la destrucción de los dor. Súpolo Castillo
y escogió 10 hombres (que
vascongados. fueron Valdivielso, Velasco, Bermúdez, el Pas-
Rota, pues, totalmente la paz, los vicuñas se tor, Gutiérrez, Sayago, Castro, Vilches, Francisco
atrevieron a mayores desatinos, González y Enrique Arias). Con éstos bajó a la
y unidos entre sí
acometían, herían
y mataban a cuantos vascon- plaza. Cubiertos con sus capas
y debajo de ellas
gados veían, hasta que ellos se juntaron, la sus rodelas, llegaron donde estaban los vizcaínos
mitad en casa del alférez real Domingo Verasá- y en un momento desnudaron las espadas dicien-
En do "Muera Verasátegui y su cuadrilla”,
3. los episodios
de la lucha vicuña-vascongada la discri- y los
minación entre lo que es historia acometieron con tanta prisa que casi no les dieron
y lo que es leyenda se faci-
lita hoy porque tenemos a
mano muchos documentos con los
cuales puede cotejarse la Historia. lugar a sacar las espadas; mas como eran más en
Oyanume, Verasátegui,
Valdivielso, San Juan de Vidaurre, don Pedro de Andrade, número, mientras
redro Sayago, Sancho Madariaga, etc., son nombres
resistían los unos los otros aco-
histó-
ricos; Oxonemún, Géldrez, Geldos metían.
son nombres que no se
encuentran en los documentos oficiales coetáneos. Son nom- Don Francisco Castillo embistió a Verasáte-
bres legendarios aunque los personajes a
que se aplican en
Ja Historia son históricos en la mayor parte de los casos. 4. En la lista de nombres tenemos un Francisco del
reales
Dentro de la línea de analogía fonética que suele emplear
la Historia en sus
Castillo (Mendoza, Guerra N 9
93) que fue vicuña, pero
civil,
superposiciones onomásticas, este Zambra- no general en jefe de los vicuñas como este don Francisco
na podría corresponder a Zamorano,
que fue cabeza real de Castillo de la Historia. Véase infra, capítulo 12, notas
1 y
los vicuñas (Mendoza, Guerra civil).
[M] 2. [M]

335
Ario 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

gui, el cual le rebatió dos puntas, pero en la ter- gados de adentro las defendieron (subiendo a
cera que le tiró le atravesó un brazo,
y Alberca, los tejados) con lanzas y piedras. Duró el asalto
que ya se había puesto al lado de Castillo, le dio desde las 8 del día hasta las 2 de la tarde, de
a Verasátegui otra peor herida en la cabeza, y si suerte que ya las casas flaqueaban de resistencia,
el corregidor no lo defendiera con su espada lo pues aunque era de piedra el cerco (por ser in-
mataran sin duda. Vieran a Valdivielso (como genio en la Ribera) ya por algunas partes había
tan diestro) jugar su fuerte acero a todas partes derribadas algunas piedras, mas no descaecían
y derribar hombres. El Pastor, vuelto un león, sus defensores, tirando los indios y amos tantas
hizo primores este día. Velasco cuantos topaba, piedras que hirieron a más de 20 de los vicuñas,
atropellaba y hería. Hundíase la plaza a gritos. y si la defensa se hace con bocas de fuego hubie-
Unos acudían a la voz del rey y otros a la de sus ran muerto a muchos de ellos, que por no tener
naciones y si no llegaran los señores clérigos (que en aquella casa la pólvora no se hizo. Rabiosos
en el cementerio de la iglesia mayor estaban) y los vicuñas viendo tantos heridos de los suyos,
se pusieran de por medio, muchos perecieran, que cuatro de ellos murieron después, apretaron
pues quedaron muy malheridos siete vizcaínos, y el cerco, y estando ya para ser entrada la casa les
Verasátegui con mayor peligro. Castillo sacó dos dijeron cómo Oyanume había una hora que ha-
heridas, Valdivielso tres, Alberca cinco, y Sayago bía salido por un postigo, huyendo [177] para
y otros quedaron también malheridos. Retiráron- Tarapaya con 50 hombres. Dejaron los vicuñas
se unos y otros, quedando aquellos señores sacer- las casas y partieron para el camino de San Bar-
dotes asombrados de los irremediables bandos; y tolomé, donde les dieron noticias estaban muy
el clero y las sagradas religiones procuraban com- lejos los vizcaínos, y por esto se tornaron a las ca-
ponerlos con amistades, mas no podían. sas de Oyanume, donde hallaron a las puertas de
El día 6 de agosto, viendo los vascongados ella al corregidor con más de 800 hombres, que
cuán adelante llevaban la guerra los vicuñas, de- por las noticias que le dieron recogió esta gente
terminaron la misma ejecución, para lo cual hi- y vino a reparar aquel daño, y así se volvieron
cieron junta el veinticuatro Pedro de Verasátegui muy disgustados los vicuñas. 5
(hermano del alférez real Domingo Verasáte-
5. Aunqueestos y otros sangrientos sucesos de 1622 puedan
que todavía estaba muy malo de sus heridas)
gui, salir mitigados gracias a la fraseología de Arzáns. es evidente
Oyanume que la tensión aumentaba en Potos!, como puede verse por
el capitán y otros principales, y metie- la "Representación de don Gabriel Gómez de Sanabria, fiscal
ron en las casas de este capitán 500 hombres para de 1a audiencia de La Plata, 1622.VIII.3” (Audiencia de La
hacer guerra a los vicuñas. Y
como la fama co- Plata: Cartas y relaciones, 5
N
1253) para que revoque el
auto del corregidor de Potosí don Felipe de Manrique, que
rriese diciendo que los vizcaínos se levantaban condenó a muerte y pérdida de sus bienes a todos los ociosos,
con todo su poder, llegó a noticias del contador delincuentes y hombres de malas costumbres que no saliesen
de la Villa dentro de tres días, lo que ocasiono desórdenes
Pastrana, quien (con capa de leal servidor de su y varias muertes. Por todas partes los ánimos potosinos, que
majestad) en breve tiempo juntó 200 hombres no necesitaban mucho para encenderse, estaban ardiendo. El
rey ordenó en 1622. IX. 21 (Archivo de Indias, Charcas 419,
escogidos y fueron a casa de Oyanume, y llegan- libro IV, f. 22) al corregidor de Potosí para que envíe rela-

do Pastrana con ellos a las puertas las hallaron ción sobre las causas que movieron al cabildo de la Villa a
no consentir que el arzobispo llevase en la procesión del
cerradas. Quisieron derribarlas pero los vascon- Corpus los criados que quisiere. [H]

Capítulo V

EN QUE SE REFIERE LA BATALLA DE HUAYNA, CON LOS


SUCESOS PARTICULARES DE ELLA

V
IENDO vascongados el descaro con
los deseaban la venganza, y todos el beberse la san-
que o vicuñas les acome-
los castellanos gre. No hacían caso del mandato evangélico de
tían en sus propias casas con escuadro- amar a los enemigos, precepto tan sumamente
nes formados, determinaron ganar o per- santo, eternamente seguro, y humanamente des-
derse de una vez en una batalla: y para su cansado, sólo difícil de persuadir a la terrible
buen efecto, después que el capitán Oyanume bestialidad de la ira. Pero ¿cuándo no le obede-
volvió de Tarapaya (que fue el segundo día cemos al revés en aquellos y en estos tiempos?
de su retirada), recogieron todas sus armas, Oímos los gritos que nos exhortan a amar a nues-
gente y caballos, y publicaron la guerra de poder tros enemigos: habían de obedecerse en amar
a poder con los vicuñas, que oído por ellos, se los del cuerpo, y obedecérnoslos en amar los del
previnieron de todo lo necesario. Unos y otros alma. En los malos, que son muchos, ¿qué otra
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 5 Año 1622
cosa se ama que el mundo ? ¿En qué otra cosa se Alborotada la Villa con el rompimiento de la
emplea la afición que en la carne y en el demo- esperada batalla, andaban todos previniéndose
nio? Así, pues, aquellos hombres, con vivos de- para el día 9 de agosto (que fue viernes) 1
y
seos de venganza unos de los otros, se previ-
los viendo el corregidor que ni amena[i77]zas ni
nieron para tomarla, sin que ninguno imaginase ruegos habían sido bastantes a detener aquella en-
el perdonar a su enemigo como cristiano. diablada resolución, se salió de la Villa la noche
Don Juan Pasquier dice que la hueste de los antecedente con la mayor parte del gremio de
vascongados en estos alborotos no pasaban de azogueros, oficiales reales y otros ministros lea-
300 hombres y que siempre fue mayor la de los les,temiendo gravísimos males en sus personas.
vicuñas, pero el capitán Pedro Méndez
y don Fuéronse a Tarapaya, dejando pagados
y preve-
Antonio de Acosta dicen que juntamente con los nidos 400 soldados para defensa de las reales
esclavos (que pelearon valerosamente en esta cajas y de sus casas, aunque muy ocultos por no
batalla) pasaron de 600 hombres la hueste de se ver obligados a dar ayuda a la una o a la otra
los vascongados. Por el original de una carta que parte.
tengo en mi poder, escrita de mano propia por A8de agosto, jueves, a las 7 de la noche salió
el capitán Oyanume al contador don Sebastián el escuadrón de los vascongados del ingenio
y
de Guaycolea, vizcaíno, a Chuquisaca, se ve que casas del capitán Francisco de Oyanume muy en
por todos fueron 500 hombres,
y para más cla- orden aunque con mucho silencio por no ser sen-
ridad pondré sus mismas palabras sacadas de la tidos de los vicuñas,
y fueron a entrarse en las
dicha carta que son las siguientes: casas de Huayna, que es una plaza muy grande
"En este estado están ya las cosas de Potosí, cercada con unos aposentillos
y ramadas dentro,
ya llegado a extremo que el día de mañana, que
y está al pie del Cerro de Potosí, la cual sirve
será viernes, se acabará de una vez de perder los lunesde la semana para que allí se junten los
todo en una batalla que de poder a poder nos indios que trabajan en las minas,
y los azo-
habernos de dar con nuestros enemigos. Hannos gueros los avían (es término usado entre los
dicho que tienen 100 caballos
y que sus infantes mineros y los indios, que el aviar aquí no es otra
llegarán a 300, entendemos serán más pues por cosa que darles plata para que compren lo ne-
y
momentos les acuden muchos mestizos de los cesario de algún corto mantenimiento, porque
contornos. Nuestra hueste se compone de 160 desde el lunes hasta el sábado no bajan hasta el
paisanos entre viejos y mozos, 40 navarros, más pueblo) En esta plaza y casas (que por llamarse
.

80 criollos del Nuevo Reino [de Granada], Qui- el cerrillo pequeño que nace del grande, Huayna
to, Lima
y otras partes lejanas, hijos de nuestros Potosí, que es lo mismo que Potosí el mozo,
paisanos; más nuestro amigo Jorge el francés nos tomó la dicha plaza el nombre de Huayna) se
ha servido a su costa con 60 hombres catalanes, alojaron los vascongados con la mira de que los
roncaleses y otros extranjeros; Mondragón nos indios de sus minas,si acaso fuese necesario, les
envió del Tucumán 50 hombres entre paisanos, ayudasen tirando piedras y en lo demás que se
montañeses y de otras tierras, a cargo de Sandu- ofreciese, y también para que les sirviese de
llo su hijo, y nos envió 20 caballos buenos; de fuerte donde estar seguros. Buena diligencia si
los Chichas
y Tarija nos acudieron con 15 ca- hubieran fortalecido sus paredes.
ballos y 20 hombres de otras naciones; tenemos Sabido esto por los vicuñas (que ya de todo es-
más de 100 esclavos que también los hemos ar- taban prevenidos) aquella misma noche se pusie-
mado, y en suma pasan de 500 con los cuales ron en orden, y dos horas antes del día se hallaron
hemos de entrar en batalla el día de mañana: con su escuadrón distante de Huayna una carrera
de estos 500 hombres son los 80 de a caballo, de caballo, temiendo siempre el que si les daban
que más no hemos hallado. Ya sabes cómo todo más tiempo a los vizcaínos se fortalecerían en
este pueblo me quería mucho. Con
estas alte- aquel sitio y les sería muy de mal a los vicuñas,
raciones hemos perdido esa querención, aunque los cuales se componían (como quieren algunos)
con todo eso me estiman muchos azogueros de no buenos jinetes y 3° infantes (los 100
y
y me han ofrecido de ayudarme
otros del pueblo arcabuceros, 50 mosqueteros, otros 50 escopete-
so capa de sus paisanos. Encomiéndanos a Dios ros, 60 piqueros
y 40 con varias armas menudas)
y a la Virgen Santa María para que nos ayude Capitaneaban este escuadrón cinco valerosos
contra nuestros enemigos. Las amistades de que caballeros: don Fernando Bermúdez Moreira,
te escribí el otro día fueron tornadas
a rotura,
1. El 9 de agosto de 1622 no fue viernes
porque queremos vengar tantos agravios”. sino martes. El
detalle permite colegir que la carta de Oyanume (f.
177) no
Este es un capítulo de la carta de Oyanume es real sino legendaria también, pues en ella, de acuerdo
con la cronología errada de la Historia, se dice "mañana,
sacado a la letra, conque se verifica haberse ha-
que será viernes, se acabará de perder todo”. Como todo en
llado en esta batalla más de esta parte de la Historia, su documentación es una mezcla
500 hombres de
su parte de realidad y ficción. Esta carta probablemente corresponde
y también que de la de los vicuñas pa- al segundo grupo. Cabe preguntar si Arzáns mismo
inven-
sarían de 400, aunque Pasquier taba los documentos o los tomaba ya inventados de los otros
y otros dicen que autores potosinos.
su escuadrón ni en esta batalla
ni otras entradas Esta repetición inmediata de días
y fechas ("9 de agosto,
que adelante hicieron durante estos alborotos que fue viernes", "8 de agosto, jueves”) hace ver que se
trata de un recurso deliberado para dar una mayor sensación
pasaron de 300 hombres.
de exactitud al relato. [M]

337
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

castellano viejo, y don Francisco Castillo, perua- billode Surco hasta las casas y plazas de Huayna,
no de esta Villa, la caballería; y Andrés Zarco, aunque de cualquier manera que quiso ponerse
don Pedro Gallegos, y Diego de Alberca la siempre quedaba mejor el contrario.
infantería. La parte de los vascongados ya tene- Serían las 10 del día cuando los vicuñas, mo-
mos visto se componía de 500 hombres (esto es viendo su campo, se pusieron a tiro de arcabuz
con los esclavos), y en este ejército (si tal lo de los vascongados, y después de haberse habla-
podemos llamar) estaba unida mucha nobleza, do los capitanes por boca de los ayudantes que
que Oyanume y los Verasáteguis conmovieron iban de un campo a otro con ánimo de ajustar
sus ánimos y los irritaron de forma y a todos, medios de paz (según cuenta Méndez) no se
que servía esta nobleza a este escuadrón de ala pudo conseguir por lo que cada uno pedía. Vien-
de caballería y mangas de mosquetería. Estos do, pues, que todo era perder tiempo mandó
eran vascongados y navarros en número de 200; Oyanume tocar sus clarines, y los vicuñas que
los demás eran arcabuceros, escopeteros y pi- entendieron la seña arremetieron, los primeros
queros. del cuerno derecho de su media luna (que eran
Al punto que amaneció se oyeron de la parte mosqueteros) contra la manga izquierda de ar-
de los vascongados gran ruido de cajas, trompe- cabucería de los vascongados, y como era de no-
tas y clarines, a lo que respondieron los vicuñas bleza supieron muy de veras resistirla, y habiendo
con sólo el estruendo de su arcabucería, y luego volteado 10 o 12 vicuñas huyeron los restantes
se retiraron (hasta salir de una encañada donde al cuerpo del batallón, ganándoles aquel puesto

estaban) y se tendieron en una ladera muy pe- los vascongados. En esto se habían ya asido tan
dregosa en forma de media luna, y don Francis- fieramente la caballería de una y otra parte que
co Castillo y don Fernando Bermúdez Moreira jamás se vio en Potosí ni en todo el Perú encuen-
enviaron a decir al capitán Francisco Oyanume tro ni braveza semejante, porque de una y otra
que le esperaban para la batalla, con ánimo parte peleaba valor y la nobleza. Peleaban a
el

de que no viniese dentro de una hora ellos le


si su parecer por la honra, y así, aunque eran per-
irían a buscar a su rinconada. La respuesta fue sonas que los más poseían muchas riquezas y
el salir Oyanume por delante de su campo en un conveniencias humanas, no se les daba nada de
poderoso caballo, escaramuzando con gracia por perderlo todo con la vida.
aquella encañada. Parecía bien a todos la gallar- Yyo no veo en el mundo cosa que en más
día de su persona, porque (según el capitán se deba tener, preciar y estimar, que la honra,
Pedro Méndez) era alto de cuerpo, gentilhombre de la cual dice el filósofo que es el mayor bien de
y bien proporcionado.
Estaba armado de un finí- todos los bienes exteriores, y así todos la busca-
simo peto, espaldar, gola, brazaletes y escarcelas, mos y anteponemos a los otros bienes
mundanos
con unas armas milanesas de 11 listas; cubría y la tenemos porsubida y más próspera feli-
la

su cabeza un morrión cubierto todo de lazos de cidad y riqueza de todas las que en esta vida
perlas, con muchas plumas de varios colores; pueden alcanzarse para vivir en ella, porque por
pendíale de un ancho tahalí su ancha y cortado- ellaestiman las gentes todos los otros bienes en
ra espada, los tiros riquísimos, pues ellos y el poco: el dulce amor de los hijos, la afición de

tahalí estaban cubiertos de diamantes y esme- sus mujeres, el sosiego de sus casas y patrias, y
raldas; las botas con muchas cadenas de perlas; finalmente tienen en poco las vidas ofreciéndo-
el caballo era negro, chileno, alto y fuerte, y en las a cada paso por la honra. Verdad es que

sus pechos estaba un águila imperial bordada estos caballeros no peleaban por una verdadera
en una tela riquísima de oro, de donde con her- honra, pues no debían (por ser cristianos) ma-
mosa labor estaban pendientes a trechos unas tarse unos a otros; conque siendo el motivo de

perillas de oro y diamantes; las demás cubiertas esta guerra todo pecados en varias maneras,
del caballo eran de telas de plata bordadas con ¿qué honra podía ser la que defendían y por qué

mucho aljófar, y los penachos de plumas blancas se mataban?


y encarnadas.
En lo más vivo de esta batalla se encontró don
No parecía haber salido este caballo a esca- Sancho de Mondragón, uno de los capitanes de
ramuza sangrienta sino a regocijo de una plaza, la caballería vascongada, mozo de poca edad,
pero con este adorno, gallardía de su persona con don Fernando Bermúdez, y a los primeros
parecería el duro lances fue malherido de dos botes de lanza el
y brioso andar del caballo
[178] Marte dios de las batallas, si ya no es que Bermúdez, que a toda prisa se hizo sacar de la
por lahermosura de su rostro podremos decir batalla porque no se pudo tener en su caballo.
que se asemejaría a Venus que para burlar a Luego este capitán vizcaíno arremetió contra
Marte de aquel modo se había disfrazado. Des- otros dos caballeros vicuñas que se señalaron
pués de haberse paseado este gallardo vizcaíno entre los suyos, y al uno derribó muerto del ca-
por aquella encañada y reconocido todo aquel ballo y al otro le hirió en el rostro. Peleó tan

sitio, halló haberle cabido lo peor de él, pues los bravamente este mozo vizcaíno que sin poner
vicuñas tenían lo más eminente de la media la- duda quedara la victoria por los de su nación
dera, y así procuró poner su escuadrón en forma si con una bala de mosquete no le quitara la

prolongada, apoderándose desde cerca del tam- muerte la lanza de las manos.

33 8
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 5 Año 1622
Oyanume y otros dos capitanes vascongados recoger, que oyéndolo su gente se dieron tanta
andaban haciendo destrozos en la caballería con- prisa en retirarse para entrar a Huayna, que la
traria. Don Francisco Castillo le salió al encuen- puentecilla del arroyo que por pasa se cayó
allí
tro a Oyanume, y entre
los dos se trabó cruel con la mucha gente que pasaba por encima,
y
batalla. Castillofue malherido de un bote de mataron dos soldados las piedras y los caballos.
lanza en el pecho, y al tiempo que revolvía el Entraban tan de tropel por las puertas de Huay-
caballo Oyanume para volver a herir a Castillo na que cayendo unos sobre otros ahogaron otros
tropezó el bruto y dio de hocicos en el suelo, tres. Los vicuñas no paraban en acosarlos hasta
conque le dio a su salvo dos heridas Castillo. meterse a vueltas en la plaza. Pedro de Verasá-
Los peones de Oyanume tiempo tuvieron de de- tegui cayó con su caballo a las puertas,
y si no
fenderlo con sus picas, pues se hallaron allí fuera por unos negros que lo sacaron allí quedara
cuatro de ellos; pero como en algunos tiene muerto, como quedó bien pisado el caballo
y
tanta fuerza la codicia,por quitarle las ricas cu- atravesado murió luego de las heridas que mu-
biertas del caballo no curaron de defenderlo, chos le dieron por no dejarlos entrar con la pres-
y
así fue herido por la lanza de Castillo,
y uno teza que querían. Metidos dentro los peones
y
de los codiciosos peones muerto de otra lan- algunos caballos, los demás huyeron al pueblo
zada. hasta las casas de Oyanume,
y otros para el ca-
En esto llegaron algunos de a caballo de los mino de Tucumán con el alférez real Domingo
de Castillo y le dijeron acabase con Oyanume, Verasátegui, el cual muy malherido de dos lan-
y
así se concluirían los bandos. Ya Oyanume se zadas, considerándose tan aborrecido de toda la
había arrojado del caballo viéndose malherido, Villa, puesto en un jumento (que no se halló
y con la espada en la mano medio de sus
estaba en otra cabalgadura habiéndole muerto sus contra-
enemigos, cuando llegaron allí don Nicolás rios el caballo) siguiéndole la señora doña Elvi-
Arzáns y otros azogueros bien armados
y en sus ra, su mujer, a pie, arréandole a la humilde ca-
caballos, caladas las viseras por no ser conocidos balgadura y apretándole con la mano izquierda
de los de sus naciones, los cuales por el mucho la herida del muslo, que era grande
y muy pe-
afecto que tenían a Oyanume venían en su favor, ligrosa,caminó así tres leguas hasta los ranchos
y fue tan a tiempo como acabo de referirlo, pues de unos indios donde con alguna seguridad de
viéndolo en tan gran peligro lo defendieron sin ser alcanzado de sus enemigos, medianamente
herir a Castillo, que bien pudieran. curado, tomando dos por las buenas se fueron al
Los peones de entrambas partes peleaban como pueblo de Chaqui, donde fue muy bien curado,
leones por el valor de sus capitanes,
y con haber y volviendo al cabo de tres meses a esta Villa,
dos horas que batallaban a vista de toda la Villa dándole un fiero tabardillo pasó de esta vida
y así se acabaron sus inquietudes. Y volviendo al
(que allí estaba rompiendo el aire con sus alari-
dos) no se había declarado la victoria de ninguna fin de la batalla digo que los vicuñas con aquella
parte, aunque
en este punto y término de las dos retirada tan mal hecha de los vizcaínos, cobraron
horas (según cuenta Méndez) estaban los vicu- nuevos alientos y, habiendo maltratado herido
y
ñas muy [iy8 v fatigados de los negros e indios a muchos, viendo que cerraban las puertas de
]
de sus contrarios, que con armas arrojadizas los Huayna y que por los resquicios y troneras les
maltrataban, y a no estar heridos todos los capi- tiraban muchos arcabuzazos, rodearon las casas
y
tanes vascongados que algo más durara la bata- por lo más frágil de ellas, derribando un gran
y
lla quedaran aniquilados los vicuñas. pedazo del cerco, entraron, y dentro se trabó
Sabido por Oyanume que todos sus capitanes otra batalla peor que la pasada, porque metidos
estaban muertos unos heridos otros, no querién- en aquel sitio pelearon con sólo las espadas aque-
y
dose recoger a curar aunque todos se lo pedían, llos que las tenían, otros con puñales, otros con
apretándose las manos una con otra manifes- las picas, de suerte que otra semejante confusión
tando el dolor que su corazón sentía de que por
y gritería no se vio en otros encuentros. Y dice
faltar sus capitanes se perdería la batalla, puesto el capitán Pedro Méndez que no fueron tantos
a caballo se subió al cerro pequeño de Huayna, los heridos y muertos en la primera batalla que
y
desde allí vio el estado en
que estaba su gente de poder a poder se dieron afuera, como en
y que sin orden peleaban unos con espadas esta de adentro. Serían, pues, las
y 3 de la tarde
rodelas, otros con las picas y otros con las bocas cuando comenzó a caer una nieve tan espesa que
de fuego, que por el sitio tan pedregoso trope- no se veían los unos a los otros,
y así se fueron
zaban los caballos, caían a cada paso los peones. retirando los vicuñas a la parroquia de San Fran-
Bajó al punto
y tocó a recoger, porque (según cisco el Chico, que está allí cerca, entrándose en
dijo después este capitán) temiendo
quedar des- las casas del cura con sus heridos, y los vascon-
truido de gente hizo esta diligencia para que gados metiéndose en los aposentos capillas de
y
recogiéndola en la cancha de Huayna tuviese aquella casa de Huayna. E)on Antonio de Acos-
después con que mantenerse, aunque si poco más ta, Pasquier
y Juan Sobrino, afean con encareci-
esperara y adelantara siquiera con voces a los miento el haberse dado esta batalla en lugar tan
suyos, quedaran los vascongados con lleno de tropiezos y desacomodado, pues esto fue
la victoria.
Finalmente, mal advertido, tocó a toda prisa a causa de la muerte de muchos hombres valerosos;

339
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

y por eso el poeta Juan Sobrino maldice en sus o siendo parciales o enemigos, se inclinan sus
versos aquel sitio diciendo: relaciones al lado de su amor, de su odio o de su
condición) 2 dicen, pues, que los que murieron
:

"¡Oh sitio infausto de Huayna,


de parte de los vascongados fueron 106 y de los
maldito seas mil veces,
vicuñas 130, y así no llegaron por todos a 300,
malditos sean tus pedriscos,
aunque los heridos de una y otra parte pasaron
tu puentes, casas y entradas!”
de 200, que después murieron algunos; y lo
Varían que cuentan esta batalla
los autores más de que blasonaron los vicuñas fue haber
en el número de los que murieron de una y otra ganado 20 caballos y muchas armas de fuego que
parte, pues unos dicen que pasaron de cientos, y en la retirada perdieron los vizcaínos. Éstos es-
que la mayor parte de vicuñas; otros dicen que tuvieron dos días en Huayna y luego que forta-
sólo 70 fueron de los vicuñas, y que en la reti- lecieron el ingenio y casas del capitán Francisco
3
rada que hicieron los vascongados a las casas de Oyanume se bajaron a ellas.
de Huayna fue su mayor daño, pues por todos 2. Hay que tener en cuenta estas palabras de Arzáns para
murieron de esta parte más de 90 hombres. Lo penetrar adecuadamente en su concepto popular de la historia.
Alguna vez, en el curso de su relato, Arzáns quiere hacer
que en este particular dicen algunas relaciones ufana ostentación de documentos, pero es evidente que él
junto con el padre fray Juan de Medina y la co- sigue ante todo ''la común tradición”: entre los libros del
cabildo de Potosí y la "Historia" del capitán Pedro Méndez,
mún tradición (pues ésta sirve después de largo
se queda naturalmente con el capitán Méndez. [M}
tiempo de representar lo antiguo por nuevo, por 3. En los documentos coetáneos no ha quedado vestigio de
la batalla de Huayna. Según estos documentos la lucha entre
lo que el otro filósofo llamó al tiempo "inventor
vicuñas y vascongados fue del todo irregular, con la técnica
de cosas nuevas, registro de las anti[i79]guas”, favorita del asalto. En la Historia, y en pasajes como este, la
lucha cobra un carácter formal y caballeresco y los protago-
y si bien tiene un resabio la tradición humana,
nistas tienen tranquilidad suficiente para salir al campo con
que como a los principios cuando sucede la cosa finísimos petos, morriones cubiertos de lazos de perlas, ta-
halíes con diamantes y esmeraldas y hasta las botas con cade-
[se ve] por varias personas variamente y cada mucho que
nas de perlas: trabajo de orfebrería que no tiene
una la pintacon los visos y colores que le agrada, ver con la historia propiamente dicha. [M]

Capítulo VI

CÓMO SE CONTINUARON LAS GUERRAS Y ALBOROTOS DE LA VILLA. DE


CÓMO EL CORREGIDOR LLEVÓ EL ALMACÉN DE ARMAS DE LOS
VASCONGADOS A LAS CAJAS REALES. ASALTOS QUE
DIERON LOS VICUÑAS A LAS CASAS DE OYA-
NUME: DE CÓMO LA ENTRARON A
COSTA DE MUCHA SANGRE,
Y LO DEMÁS QUE
SUCEDIÓ

ASADOS cuatro días después de esta ba- fue 14 de agosto) recogió todos los ministros de

P los
talla hubo nuevamente otro alboroto en
toda la Villa, que lo causó el decir que los
vascongados juntaban mayores fuerzas pa-
ra destruir a los castellanos
vascongados entendiesen
o vicuñas: y como
haberse inquieta-
justicia ymuchos vecinos desinteresados, con los
cuales fue a las casas de Oyanume donde
sus vascongados, y entrando dentro le dijo a este
caballero que él tenía todo el pueblo alborotado,

y que para su
quietud y sosiego de todos le había
estaban

do la Villa salieron de las casas de Domingo de entregar todas las armas que en su casa tenía.
Verasátegui (donde estaban muchos) cuatro Desde mostró el corregidor muy
esta ocasión se

arcabuceros: los dos disparaban calle arriba y contrario a los vizcaínos, y viendo Oyanume su
los otros dos calle abajo. Acudió a este ruido resolución quiso sosegarlo diciéndole que él no
el corregidor don Francisco Sarmiento, y de un tenía ningunas armas juntas, que cada cual venía
balazo le muía. Con esto soltó la capa,
mataron la con la suya. Pero el corregidor hizo derribar las

apellidó la voz del rey, acudió gente, y a don puertas de un almacén de donde sacaron 500 ar-
Francisco de Castro (que estaba en cuerpo) le cabuces, mucha cantidad de mosquetes, lanzas,
llevó una bala las faldas de la ropilla y le fue picas otras armas defensivas ofensivas, ocho
y
y
raspando los lomos; otra dio en la cara a un banderas, y cuatro cajas de guerra, y muy indig-
soldado y lo mató. nado contra Oyanume pretendió llevarlo preso.
Retiróse el corregidor y el siguiente día (que Disculpóse diciendo que aquellas armas las tenía

340
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 6 Año 1622
para defensa de su casa y nación y no para le- hechos pedazos a tres vicuñas y de la misma ma-
vantarse como decían, pero que si no hacía lo nera a otros dos vizcaínos con las entrañas espar-
mismo con sus contrarios que de todo haría cidas en el dicho paraje,
y los otros cuatro de
información al rey. A lo que respondió el corre- esta nación nunca más parecieron, aunque según
gidor que los castellanos no tenían tan gran nú- la declaración de un indio (juntándose otros
mero de armas almacenadas como él, y que si vicuñas) les dieron muertes atrocísimas
y arras-
vizcaínos no hubieran motivado los bandos no se traron sus cuerpos hacia los barrios de la parro-
viera con tanto trabajo la Villa; quia de San Pedro y no se supo más de ellos.
y diciendo estas
y otras razones más descompuestas hizo sacar y El día 19 de agosto, juntos más de 200 vicuñas
llevar a las reales cajas todas las armas que halló fueron a las casas de Domingo Verasátegui don-
en su poder, por lo cual dijo Oyanume de estaban fortalecidos 60 vascongados, y como
y los de
su bando que el corregidor era cabeza de los éstos viesen la multitud contraria cerraron muy
vicuñas. bien las puertas, que no pudiendo abrirlas los
Mas no por esta diligencia cesaron las guerras, vicuñas trajeron mazos de fuego para abrasarlas.
pues cada hombre vascongado tenía sus armas Vino a esta sazón el presidente don Diego de
de fuego y acero. Todas las luces apagó el capi- Portugal con mucha gente, apaciguó a los caste-
tán Francisco de Oyanume a su felicidad, tuvo llanos y dejó allí presos a los vascongados por
sin ojos el deseo, desvelóse
en prevenir casi su asegurarlos. Entretanto un soldado vicuña de las
ruina, en acarrear para sí y para todos los de islas de Canaria puso fuego a las casas del alcal-
su nación todo su mal,
y como determinaba a de Villegas donde estaban algunos vizcaínos;
oscuras no vio que sus contrarios eran también abrieron las puertas porque entrase gente a apa-
poderosos para oponerse a sus designios. Conti- gar el incendio, y a vueltas entraron los vicuñas
nuábanse las pendencias, encuentros, heridas
y y mataron a Julián de Mausústegui. Vino allí el
muertes, de tal suerte que no se pasaba día en presidente; retiráronse los unos
y los otros, con
que no se experimentasen estos alborotos varias que se atajó el mayor daño que se pudiera eje-
y
lástimas que no es posible especificarlas. cutar.
El día ió de agosto de este año se pregonó en Habían determinado los andaluces y extreme-
esta Imperial Villa la pragmática de su magestad ños vicuñas quitar la vida al capitán Francisco
contra las pistolas, y aunque fue en tiempo que de Oyanume, y los criollos lo estorbaban junta-
más necesitaban de ellas obedecieron los leales. mente con casi toda la Villa porque de toda ella
El día 17 de este mismo mes llegó a esta Villa era muyquerido por su mucha caridad, cortesía
don Diego de Portugal, presidente de la real au-
y liberalidad extremada. Es la liberalidad tan
diencia de Chuquisaca, a remediar estos alboro- magnífica virtud en los señores que el pueblo no
tos y castigar a los culpados, pero no salió con sólo trueca a ella la libertad, sino que también
su intento porque ya no tenían remedio tantas al tirano que es liberal le aclama por señor justo,
calamidades. Un día después de la llegada del y al señor en todas las demás virtudes excelente,
presidente tuvieron un desafío vascongados si es avariento le aborrece por tirano. La libera-
y
vicuñas y pelearon tres veces en este solo día. lidad sazona todas las acciones de un caballero, es
En la primera hirieron a Juan de Paredes, capitán realce de lo bueno
y disculpa de lo malo, ad-
de los criollos, [iy9 Y que peleó con la escuadra quiere alabanzas en su vida
] y granjea las lágri-
de Juan de Chavarría, quien le dio las heridas, mas en su muerte. Al que es liberal y caritativo
y murieron otros dos criollos, y los vascongados le echan menos siempre, porque las necesidades
lesganaron el puesto y algunas armas; mataron presentes acuerdan de las que socorrió el antece-
también los vascongados tres mestizos que esta- sor en cualquier puesto que haya tenido, las
y
ban con otros en el escuadrón de criollos. En el socorridas se adelantan a las que puede socorrer
segundo encuentro que fue a hora del medio día el que le sucede. Amaban al capitán Oyanume los
(habiendo sido el primero a las ó de la mañana) moradores de esta Villa casi todos por su caridad
cobraron sus puestos los criollos, lanzando de él
y liberalidad. Por esto en estas guerras muchas
a los vizcaínos,
y Diego de Paredes, sobrino de veces defendieron su vida aun los mismos que
Juan de Paredes (que tomó la demanda) dio un pudieran quitársela. Estimáronlo viviendo, y
balazo a Juan de Chavarría de que le hizo peda- muerto lo lloraron amargamente. En estos distur-
zos un brazo. El tercer encuentro fue a las 8 de bios lo aborrecían aquellos vicuñas que no eran
la noche (alumbrándoles la luna)
y en éste ma- peruanos sólo porque en su casa favorecía a los
taron al sargento Rodrigo de Arechea de una de su nación con armas de fuego teniendo en lo
estocada y a Pedro de Güeldo, vizcaínos entram- interior un baluarte de colchones.
bos; mataron también los vicuñas
13 negros es- Un día que se contaron 20 de agosto los indios
clavos de los vascongados, que fueron los que
y mestizos de su casa apedrearon a don Jerónimo
recibieron las primeras cargas de arcabucería. de Cabrera y a otros andaluces a quienes hicieron
Aquella misma noche (según cuentan Méndez muy mal. Corrió la voz de esto al Empedradillo
y Acosta) salieron a pelear al paraje de las y a San Agustín donde estaban muchos vicuñas,
Cebadillas seis vicuñas con otros tantos vascon- los cuales irritados fueron a las casas de Oyanu-
gados, y por la mañana hallaron muertos me. Salieron hasta 15 mestizos con algunos es-
y

341
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

pañoles criollos que asistían a Oyanume y más dos heridas a Valdivielso, por lo cual no tuvo
de 50 indios, y pelearon con los vicuñas tan de efecto el asalto, y se volvieron. La maldad tiene
buena gana que con algunas alabardas, partesa- siempre la entrada fácil y la salida difícil: el

nas, espadas y piedras (que eran sus armas) ma- bulto del pecado es muy embarazoso y por esto
taron cuatro vicuñas e hirieron otros 10. Juntá- en ocasiones quiere ser solo sin admitir otro peso;
ronse todos los demás vicuñas con sus capitanes, éntrase sin compañía y con desahogo a pecar, y
cargaron de nuevo sobre los mestizos e indios, en pecando se ahoga el hombre en las propias
rompiéronlos con su arcabucería, llegaron a las anchuras.
puertas que defendían dos compañías de vascon- El día 25 de agosto recogió José Pérez hasta
gados y sus aliados; éstos se entraron a las casas 60 vicuñas, y con ellos fue a dar otro asalto a las
con intención de dañarlos y ampararse ellos de su casas del capitán Oyanume. Hallaron las puertas

baluarte, pero nada más se hizo porque vino el abiertas, y queriendo entrar dentro se lo estorbó
corregidor Sarmiento con Antonio Maldonado un indio, diciéndoles no entrasen porque los viz-
(su teniente), vicario y otros eclesiásticos, y
el caínos habían hecho en las salas y aposentos unas
los apartaron, que a no ser así se pierde la Villa, troneras pequeñas, y que estaban dentro más de
porque ya los mestizos e indios se habían rehecho 200 esperando y a la mira de que entrasen los
vicuñas para dispararles los arcabuces por las
y volvían de nuevo contra los
vicuñas.
El 22 de agosto tornaron los vicuñas a las troneras que en todo el rededor del patio prin-
casas e ingenio del capitán Oyanume con inten- cipal estaban.Oído esto por los vicuñas, no en-
ción de destruirla y matar a los viz[i8o]caínos traron pero mandaron traer fuego, y poniéndolo

que en Llegaron a sus puertas donde


ella estaban. en algunos cuartos (que no eran de tejas sino
hallaron 100 hombres que la defendían, con los de peinadillos) comenzó a arder por aquellas
cuales se trabó una cruel refriega con sólo espa- partes. Hubiérase abrasado toda si a la sazón
das y rodelas. Mataron los vascongados a dos sol- no viniera el corregidor con mucha gente, y como
dados vicuñas e hirieron con una lanza a Pedro lo viesen los vicuñas se retiraron. El corregidor
Vaca, natural de esta Villa y cabeza de su escua- mandó apagar el fuego y los vascongados salie-
dra, y como todos tuviesen por muerto a este su ron de los aposentos, que viéndolos a todos con
capitán (porque estaba en el suelo cubierto de arcabuces en las manos se indignó contra ellos
sangre y sin movimiento) desmayaron sus solda- cargándoles de toda culpa en los daños que ex-
dos y levantándolo en sus brazos se retiraron, por perimentaba la Villa, diciéndoles que estaba bien
lo cual no tuvo efecto el asalto. Volviéronse los hecho que los castellanos arruinasen a los vas-
vicuñas jurando de vengar las heridas de su capi- congados, pues en los principios no habían ad-
tán con muerte de los más principales vizcaínos. mitido la paz que por medio de los buenos se les
uno por uno los crio-
El siguiente día salieron había ofrecido; y diciendo estas y otras razones
llos en busca de vascongados para vengar las se volvió a su casa muy indignado.
heridas del capitán Vaca, y encontrando en la El día 26 don Francisco Castillo escogió 80
calle de San Francisco a Lucas de Chavarría y a soldados vicuñas, y todos bien armados y resuel-
su sobrino, que estaban con otros cuatro vizcaí- tos fueron a las casas de Oyanume, el cual
nos, y acometiéndoles otros tantos criollos, ma- teniendo noticia de la determinación con que ve-
taron a Lucas de Chavarría y a su sobrino, y a nían salió a la calle, y con él el veinticuatro Ve-
otros dos abalearon dejándolos malheridos. Vien- rasátegui, a esforzar con su asistencia y palabras
do los vecinos tantas muertes, heridas, penden- 100 hombres, la mayor parte arcabuceros. Aco-
cias y demás atrocidades que todos los días se metiéronse de entrambas partes como fieros leo-
experimentaban, cerraban sus casas y se esta- nes, y aunque al principio del encuentro pelearon
ban dentro unos, y otros se salían de noche y se valerosamente los vascongados (pues mataron
iban a los contornos a vivir entre los indios, y así 20 vicuñas y de ellos 12 criollos de esta Villa,
pasaba Potosí sus desventuras. que siempre eran los delanteros) al cabo de poco
Este mismo día (que se contaron 23 de agos- más de media hora, habiendo los vicuñas muer-
to) fueron 50 soldados vicuñas a casa de Oya- to al capitán Santiago de Azpeita y al capitán

nume, y llegando a las puertas (que las hallaron Jáuregui se declaró la victoria por ellos. Huye-
cerradas y bien guardadas) desafiaron y llamaron ron Oyanume y el veinticuatro
Verasátegui, y
en altas voces a los vizcaínos, diciendo saliesen mataron los vicuñas 46 hombres, y quedaron
50 hombres a probar sus fuerzas; pero no salie- heridos más de 20; de los vicuñas murieron 23 y
ron porque parece que ya iban de caída las suyas. hubo 30 heridos.
El día martes 24 fueron don Francisco Castillo El siguiente día de esta batalla fueron muchos
vicuñas a plaza del Gato y quitaron las cabezas
y don Luis Antonio Valdivielso con 200 vicuñas,
la

todos determinados a romper de una vez las pa- (que estaban puestas en el rollo) de don Alonso
1
redes y matar a los vascongados que estaban en Fáñez, del alférez Flores, Zapata y Moreno. de
casa de Oyanume; pero en el espacio que marcha- quienes el año de 1617 (como allí dijimos) hizo
ban se trabaron Castillo y Valdivielso sobre man- justicia el general don Rafael Ortiz de Sotomayor
dar el escuadrón, que cada uno quería ser solo.
1. Ver supra, libro VI. capítulo 16, nota 5, y capítulo 20,
Acometiéronse con las espadas y Castillo le dio nota 4. [M]

342
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 6 Año 1622
a instancias de los vascongados, según quisieron ron a cargo del capitán Andrés Zarco (a quien
decir en aquella ocasión, y desde entonces estaban llamaban el Pastor). Salieron de esta Villa a las
puestas dichas cabezas, que no se quitaban [i8o v oraciones, y llegando a la quebrada de San Bar-
J
por mandato de la real audiencia de Chuquisaca, tolomé vieron algunos vicuñas que a la salida de
pero este día 27 de agosto de este año las quita- ella estaba innumerable gente de guerra no cono-
ron los vicuñas y pusieron un letrero en que decía cida, de que asombrados los soldados vicuñas no
mentía cualquiera que dijese que estaban por osaron salir de la quebrada, y se volvieron al
traidores al rey, y que en su lugar pondrían ciento pueblo sin poder saber qué ejército era aquel. Por
de sus enemigos como a tumultuantes de la re- la mañana se publicó el suceso y se tuvo por pro-
pública. digioso, atribuyéndolo muchos desapasionados a
Oyanume, recogiendo
El capitán Francisco de la mucha caridad y bondad del capitán Oyanu-
uno de los ingenios que
sus vizcaínos, se fue a me, y que también se extendía a hacer muchísi-
estaban en Tarapaya, y así lo acertó, porque mo bien por las benditas almas del purgato-
aquella noche del mismo día 27 de agosto fue- rio (según cuentan el capitán Pedro Méndez
y
ron en busca suya más de 200 castellanos o vi- Acosta).
cuñas, y escalándole la casa entraron 30 de ellos Dejó el capitán Oyanume en guarda de su
y le mataron los caballos, le trillaron las tejas e casa 120 hombres, los 40 vascongados y los de-
hicieron otros desafueros, mas no le llevaron más criollos, y también los mestizos que nunca
nada en esta ocasión, pues aunque un soldado le desampararon,
y todos a cargo de Sancho de
rompió las puertas de un aposentillo quiso hur- Madariaga y San Juan de Vidaurre, quienes man-
y
tar un jarro de plata (que fue lo primero que tenían y rechazaban los continuos acometimien-
topó) no lo consintieron Juan de Paredes
y Die- tos de los vicuñas, siendo unas veces vencedores
go de Alberca, que eran sus capitanes. De allí y otras vencidos.
fueron ai Agua de Castilla, al ingenio de Sancho El día i 9 de septiembre tuvo noticias el corre-
de Madariaga, y no hallaron ninguna persona: gidor de que los vicuñas tornaban a prevenirse
estaba la casa trasminada de socavones por donde para ir a matar a Oyanume, y por esto le envió
habían salido. Oyanume volvió el siguiente día a decir se fuese de Tarapaya a Chuquisaca extra-
con sus vizcaínos, españoles, peruanos viando caminos. Hízolo así, y aquella noche ma-
y mesti-
zos, y en dos días tornó a tejar sus casas. taron los vicuñas a Sancho Burguera y a otro viz-
29 de agosto se trabó una brava batalla
El día caíno, los cuales salían del pueblo a juntarse con
entre los mismos vicuñas sobre la pretensión de Oyanume; diéronles muertes atrocísimas sacán-
y no conformar las volunta-
la capitanía general doles los corazones y las entrañas, de que hicieron
des, propia pensión de los ejércitos cuando se soga y ataron con ella los cuerpos uno con otro
componen de variedad de naciones, y permisión de los pescuezos. Amaneció el día siguiente, que
divina en este escuadrón, porque como a faltos fue domingo, y fueron los vascongados a las
de caridad con sus contrarios (con quienes tan casas de Andrés Zarco con Juan de Vidaurre,
cruelmente se guerreaban) faltaba también entre entráronla de improviso y mataron atrocísima-
ellos mismos la paz
y conformidad. Murieron en mente (despedazando en menudas piezas sus
este encuentro de varias naciones hasta 30 hom- cuerpos) a seis soldados vicuñas. Juntáronse
bres y hubo 40 heridos. otros muchos, rechazaron a los vascongados, tor-
El día 30, como viesen algunos vicuñas entrar naron de nuevo a pelear en la calle, y fueron
al capitán Oyanume en casa del factor don Bar- muertos de una y otra parte otros 12 hombres
tolomé Astete (que iba a visitar a su mujer) fue-
, y se contaron de los heridos más de 40.
ron con el capitán Castillo muchos soldados vi- El día 3 de septiembre se dieron otra batalla
cuñas a matarlo. Y como de esto tuviese noticia vizcaínos y vicuñas, y en ella murieron cuatro
un señor sacerdote clérigo con todo secreto hizo de parte de los vizcaínos y quedaron otros 10
avisarle,
y no tuvo más tiempo el factor (que heridos, y de los vicuñas hubo 30 heridos aunque
lo era de la hacienda real) que cerrar las puer- ninguno de muerte. [181] Esa misma noche fue-
tas de la sala,
y mientras los vicuñas las derri- ron los vicuñas a casa de don Lope Amaro por-
baban a fieros golpes se lanzaron por una ven- que les dijeron que en ella estaba Oyanume, y
tana al segundo patio, que de no hacerlo así como no lo hallasen acometieron a don Lope
muriesen entrambos; como allí no tuviese segu-
y y le mataran si no se les escapara huyendo. La
ridad Oyanume, se atajó su peligro haciéndole gente vil que entre los vicuñas había ido, rom-
sacar con los criados en una silla de manos oculto pieron las puertas de su almacén y le llevaron
por delante de sus enemigos, así se escapó. 300 marcos de plata.
y
Viendo Oyanume que ya no tenía seguridad Sabiendo los vicuñas que el capitán Oyanume
en Potosí, se fue a Tarapaya en compañía del con 80 hombres se pasaba de Tarapaya a Chu-
veinticuatro Pedro Verasátegui con 50 soldados quisaca, enviaron a Castillo con 50 soldados de
de guarda. Llegando a noticias de los vicuñas la a caballo al camino para que les hiciese mal; mas
ausencia del capitán Oyanume, tuvieron por me- no dieron con Oyanume porque claramente se
jorlance ir a Tarapaya a darles batalla en el conocía que Dios estaba de su parte, pues estan-
despoblado, y tomando sus mejores soldados fue- do en una quebrada alojado con su escuadra pasó

343
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

la de los vicuñas sin reparar en los otros, y en guardaban lealtad, parentesco ni amistad. Murie-
muchas ocasiones que se vio en grandes aprietos ron ese día 63 hombres de entrambas partes y
se reconocía ser favorecido de Dios. Ya he dicho quedaron heridos 120, y fue este estrago al salir
repetidas veces que era este caballero sumamente huyendo los unos de los otros en uno de los re-
caritativo con los pobres y muy devoto de las encuentros por un estrecho callejón: que el hom-
benditas almas del purgatorio, y así premiaba el bre bien cabe por cualquier entrada, mas el
Señor esta virtud. 2 hombre en quien cabe el pecado por ninguna
Cuando el tiempo anda de revuelta aun los salida cabe. Grande arma ofensiva de los agra-
mismos de un bando se desavienen fácilmente, viados es la culpa de quien los agravió. Los que

y es permisión divina para su castigo.


En estos mataron a sus contrarios, por matarlos unos a
alborotos siempre fueron contra los vascongados, otros se hirieron y mataron; por librarse, los unos
andaluces, extremeños, criollos, castellanos y a los otros se estorbaron y ocasionaron su mal,
manchegos, y ahora, sobre haber cortado la cara porque la muerte propia de sus enemigos empe-
al secretario Triana unos criollos, se hicieron zaba a pelear con ellos mismos.
contra ellos los andaluces, extremeños y caste- El día 7 de septiembre mataron los vicuñas a
llanos, tomando por capitán a don Leandro Pon- Juan Fernández, andaluz, maestro de sastrería, y
ce de León juntamente con Triana y Fernando cuatro de sus oficiales, porque habiéndoles antes
Bermúdez. A la defensa salieron don Francisco notificado no cosiesen obras para los vasconga-
Castillo y Juan Fernández de Tovar con los crio- dos, hallaron en su tienda unos jubones esto-
llos, manchegos, gallegos y algunos portugueses. fados, para ellos: tal era la locura de aquellos
3
Tocóse por esto a rebato: el presidente con hombres en estos alborotos.
4
muchos peruanos de la nobleza, aragoneses, ca- El día 8 (que fue sábado) dieron un fiero
talanes y navarros fue contra Castillo y Tovar, asalto a las casas del capitán Oyanume los vicu-

que andaban en las calles maltratando e hiriendo ñas, y por defenderla con sumo valor los vascon-

a sus contrarios; acometióles el presidente, que gados y mestizos no la entraron. Mataron los
andaba en un caballo esforzando a los suyos. vicuñas de un balazo a Diego Burguera, y ma-
Resistióle Castillo y Tovar poderosamente, ma- taran también al capitán San Juan de Yidaurre
tando e hiriendo a muchos. Llegó a esto el corre- a no ampararlo Alonso de Salto y Pedro Truji-
gidor Sarmiento con la gente de su guarda en 11 o (criollos
y mineros de Oyanume) con una
favor del presidente. Salióle al encuentro Tovar banda de mestizos, pues al salir por un postigo
con una manga de mosqueteros, y le dijo con en un caballo se lo mataron con una bala y cayó
mucha libertad al corregidor que él tenía la culpa Vidaurre muy maltratado.
de aquellos alborotos, añadiendo algunos vitu- El día siguiente (que fue domingo) teniéndo-
perios, y dejándolo en aquella calle llamó a los se los vicuñas por afrentados y pareciéndoles que
suyos, y se pasaron a Tovar de la parte del presi- les notaban su poco esfuerzo en no tener efecto

dente muchos hombres, y entre ellos un alcalde los asaltos, volvieron con el capitán Castillo 150

de la hermandad, Sifuentes, que era su amigo, y escogidos vicuñas (que ya el día antecedente se
con todos fue contra don Leandro y Bermúdez habían hecho entre ellos unas solemnes amista-
4.

que con sus escuadrones venían para él. No pe- des) con determinación de entrarla a fuerza de
learon porque eran ya las oraciones y la noche valor y diligencia, como lo hicieron abriendo con
amenazaba con nieves. Con esto pudo tener oca- barretas un lienzo del cerco, y por allí entraron,
sión el corregidor de prender a Tovar que había aunque por ser angosta la entrada [18T] ma-
ido disfrazado a su casa, pero sabido por Castillo taron luego los vizcaínos seis vicuñas. Estando
fue con los suyos y se lo quitaron de las manos. ya dentro ¿quién podrá decir el furor con que
Aquella noche estuvieron los escuadrones arma- unos y otros pelearon? Pero siendo ya infeliz la
dos y a punto de entrambas partes. suerte de los vascongados en Potosí y en esta
El día 5 de septiembre tuvieron cuatro reen- ocasión, perdieron allí dentro la vida 40 nobles
cuentros estas naciones, que como
no bastara
si cántabros, aunque Méndez dice fueron navarros
el matarse enemigos con enemigos se mataban y vascongados. Mataron también los vicuñas a
unos a otros, movidos sólo de la pasión de sus todos los criollos que ayudaban y que eran de la
naciones, en que como bárbaros y desatinados no parte de Oyanume, que según el mismo autor
serían 12, y a 19 negros esclavos. Los mestizos
2. Aquí asoma patente el sentido popular que anima la His- por orden de Vidaurre guardaban el almacén de
toria: Oyanume era un hombre generoso, caritativo, y por
consiguiente, aunque era vascongado. Dios estaba de su parte Oyanume donde estaban más de 10,000 marcos
estando en general contra los vascongados porque eran pre- de plata en piñas, capitaneándolos Pedro de Oya-
potentes, soberbios, etc. [M]
3. Ya sabemos que en esta primera parte de la Historia es nume (mozo de sólo 13 años de edad, hijo na-
una práctica corriente manejar a los personajes reales de tural del capitán Francisco de Oyanume, habido
suerte que aparecen haciendo cosas irreales. El presidente
don Diego de Portugal era, según el doctor don Gabriel de una mujer española) el cual había dos días
Gómez de Sanabria, que como fiscal de la propia audiencia que de Buenos Aires, donde fue por orden de su
de La Plata lo conocía muy bien (Mendoza, Guerra civil,
N’ 82 ) un "santo viejo", con más de un achaque ( f. 1 y ) y
,
1 .
padre, era llegado a este Potosí de vuelta.
un "providentísimo y prudentísimo varón" que prefería desde
luego la táctica de la persuasión sagaz (f. 1 37’ ) a los azares
caballerescos. [M] El 8 de septiembre de 1622 fue jueves. [M]

344
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 6 Año 1622
Vencidos, pues, y muertos los soldados de San puertas luego queasomó lo derribó una bala. Era
Juan de Vidaurre por los vicuñas acometieron el difunto gallego de nación; y como todo era
después los mestizos, los cuales con espadas y ro- desatino, viendo los gallegos que aquella muerte
delas defendieron por un buen espacio las puer- se había ocasionado de haberse entrado en su
tas del almacén y mataron cinco hombres vicu- casa aquellos dos vizcaínos, fueron aquella tarde
ñas; pero como aquéllos eran muchos y los a lo de Pablo de Endarza que era uno de ellos, y
arcabuceaban a menudo, muertos y heridos algu- después de haberle quitado la vida le llevaron
nos desampararon por orden de Oyanume el los criados y gente vil que con ellos fueron gran
mozo las puertas del almacén, que rompiéndo- cantidad de plata labrada y sellada que tenía.
las los vicuñas entraron, y estando en el pillaje El día 1 5 de octubre mataron los vascongados
de los marcos de plata se llegó Pedro de Oyanu- al alférez Arce, andaluz, de un balazo que le
me por una ventana y arrojó la cuerda de un ar- dispararon de una ventana pasando por una ca-
cabuz encendida a un fardo de pólvora que allí lle,
y sabido por los vicuñas entraron en la casa:
estaba medio descubierto, y encendida quemó escapáronseles los vascongados (que eran dos
cuatro soldados vicuñas de los que andaban más los que mataron a Arce)
y descargaron su rabio-
solícitos, de que murieron los dos en breves ho- sa barbaridad en 10 personas que en la vivienda
ras. Luego mandó a los indios del ingenio (que alta estaban, y fueron tres vizcaínos que aquel
allí asistían como hasta 6o) que apedreasen aque- día habían llegado a esta Villa, dos mozos natu-
llos enemigos, y con esta orden
y el ver muertos rales de Lima con quienes vinieron, dos indios
tantos hombres de la parte de su amo, tomaron arrieros que los trajeron, y tres muchachos,
y si
sus hondas y fueron tantas las piedras que les a más hallaran en todos ejecutaran su fiereza.
tiraron que pudieron divertir a los vicuñas mien- Fuéronse continuando las pendencias, muertes
tras que por un postigo salieron huyendo todos
y heridas desde el mes de septiembre hasta me-
los que habían quedado de parte de Oyanume, diados de noviembre, con tantas {182] cruelda-
cayendo unos sobre otros. Murieron por esto mu- des y lástimas que se hacen inexplicables. El nú-
chos indios a manos de los vicuñas, y de entram- mero de los que perecieron en espacio de estos
bas partes (sin los muertos) se contaron 215 dos meses (según Méndez y Acosta) fueron 38
heridos, que muy pocos fueron los que allí no de la parte de los vascongados y 19 de los vicu-
virtieron sangre. Hallándose los vicuñas señores ñas, y de unos y otros se contaron 84 heridos. 6
del ingenio y casas, la saquearon Entre las lástimas que se vieron en estas muertes
y llevaron las
piñas y barras del almacén que pasaron de 8,000 fue la del capitán fñiguez, que hallaron su cuer-
marcos, que con dificultad el mozo Oyanume pu- po una mañana en el Arenal, desnudo, cortado
do escapar 2,000 marcos quitándoselos de las elbrazo derecho y sacado el corazón; el capitán
garras cuando encendió la pólvora, los cuales hi- Sancho del Hierro fue hallado sin entrañas en
zo llevar afuera con los mestizos
y después los las Laderillas; al alférez Reguivel lo hallaron
envió a su padre; y porque no les sirviese de más en la Cantería comido de perros, y otros hombres
amparo y fortaleza a los vascongados aquellas principales de parte de los vascongados fueron
y muy gozosos
casas, las demolieron los vicuñas hallados con semejantes lástimas. De parte de los
se volvieron. vicuñas fue hallado muerto en Huayna el capi-
El día 12 de septiembre, en el mismo cerro de tán Manuel de Brito, portugués, ahogado con
Munaypata encontraron una banda de vicuñas cordel; a don Bernardino de Zárate y a doña Ca-
a Domingo de Chavarría, que con otra de vas- silda Leonel, dama en aquella ocasión muy fes-
congados iba a tomar lo más eminente de aquel tejada en esta Villa, hallaron muertos una ma-
cerro para su defensa. Acometiéronles los vicu- ñana despedazados sus cuerpos y puestos con
ñas y en los primeros lances mataron a Sancho indecencia sobre un bufete; entrambos eran na-
Lormendi y a Domingo de Chavarría, y hallán- turales de esta Villa
y personas nobles, y quienes
dose los vizcaínos sin su capitán huyeron todos. hicieron esta barbaridad fueron unos catalanes.
Desde 12 de septiembre hasta sus fines hubo También fue hallado el cuerpo del sargento Sán-
entre vicuñas
y vascongados 52 pendencias. En chez en un muladar muerto a innumerables pu-
una de éstas mataron al capitán Juan de íbarra, ñaladas. Y a este modo otros ilustres varones que
vizcaíno, habiendo antes él solo muerto de una estaban metidos en tan sangrientos y más que bár-
vez cuatro soldados vicuñas. Contáronse en estas baros y cruelísimos bandos.
pendencias y sangrientos encuentros 15 de los Viendo las sagradas religiones juntamente con
que se mataron unos a otros, más de 40 heridos los vecinos desapasionados tan lastimosas trage-
y
de entrambas partes.
5. Arzáns cuenta desde septiembre hasta mediados de no-
El día i 9 de octubre mataron atrozmente los viembre, 38 muertos vascongados, 19 muertos vicuñas
y 84
vascongados a Pedro de las Casas, carpintero de heridos de ambos bandos, y se queda muy corto según sus
propias cifras de detalle, pues en sólo el mes de septiembre
la Ribera,
y a otros dos criollos mineros del Ce- la suma de las bajas acaecidas en los encuentros de los días 1,
rro. El mismo día mataron los vicuñas a Pedro 2. 3. 4, 7, 8, 9, y 12 da los totales siguientes: 85 muertos
vascongados, 16 muertos vicuñas, otros 90 muertos de am-
Gallegos, que tenía trato de pulpería, porque vi- bos bandos (no especificados) y 455 heridos de ambos bandos.
niendo en alcance de dos vizcaínos para matarlos Estos detalles confirman que los pormenores estadísticos de
la Historia por estos años son un mero recurso para dar sen-


se entraron en su tienda, y saliendo a cerrar las sación de verosimilitud al relato. [M]

345
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dias, por todos caminos procuraban componer aviso a las naciones y a los criollos mineros, que
con amistades estos más que terribles bandos, y unos y otros luego comenzaron a prevenir galas,
para esto andaban de una nación en otra, de unos caballos y libreas para lo que se les había ordena-
en otros barrios y de unas casas en otras, pero do. Y
aunque pudiera excusar el mezclar entre
nada remediaba y en vano era el trabajo. Asimis- laspenalidades los regocijos, no lo haré por ver
mo se hacían rogativas en las iglesias a las sacra- que igualmente cuentan estas fiestas todos los
tísimas imágenes de devoción. Pero, ay dolor, autores que escribieron estas guerras.
pues parece que Dios no admitía las súplicas de Y dejándolas para el capítulo siguiente, dare-
los buenos, y a los malos parece quería dejarlos mos con las debidas memorias de un
fin a éste
de sus manos. Estaba Potosí desposeído de todo varón insigne en virtudes y letras, cual fue el ve-
gusto, cercado por todas partes de terribles an- nerabilísimo padre Diego Álvarez de Paz, de la
gustias. Veíanse sus calles bañadas de cristiana muy esclarecida Compañía de Jesús. 6 El cual sien-
sangre. Los hijos se hallaban sin padres y las do provincial actual de este Perú vino a esta pro-
mujeres sin maridos, pues si a unas les faltaban vincia de los Charcas y llegó a este Potosí el año
por el final efecto que en ellos había hecho el de 1621, a tiempo que los abandalizados pre-
plomo y acero, a otras aunque les vivían sólo era venían estos alborotos y crueles guerras de los
para su mayor tormento porque estaban tan me- vicuñas, en que con grande fervor trataba del re-
tidos en quitarse la vida losunos a los otros que medio; pero cuando se esperaba haberlo median-
no seacordaban de otra cosa que de sólo hacer te sus sermones, pláticas espirituales y persuasio-
balas, torcer cuerdas y refinar pólvora, con que nes de mucha caridad, quiso Dios pasarlo de esta
estaba esta Imperial Villa la más afligida del vida a su eterna gloria para que gozase el premio

mundo. de sus admirables virtudes. Falleció, pues, el año


El corregidor don Francisco Sarmiento, como dicho (de su llegada a esta Villa) de 1621, y en
esperaba por horas al sucesor procuraba escapar este de 1622, abriendo acaso su sepulcro, fue
de Potosí con vida, y así con buenas persuasiones hallado su bendito cadáver entero, tratable y des-
y ánimo sosegado intentaba sosegar los de sus pidiendo de sí una celestial fragancia, indicio de
súbditos, y por divertirlos (como dicen Méndez, la gloria que gozaba su alma, y de la misma ma-
Acosta y Pasquier) ordenó que se hiciesen fies- nera se conserva hasta el punto de que esto se
tas por el rey nuestro señor don Felipe IV como escribe, con haber más de 86 años de su glorioso
a nuevo en la monarquía, y que se juntasen con tránsito.
las que anualmente se hacían el día de la Concep-
6. El venerable padre Diego de Paz, provincial del Perú,
ción de Nuestra Señora como a patrona. Diose escribió aquellos maravillosos libros De vita spirituali. [A]

Capítulo Vil

CÓMO SEHICIERON FIESTAS EN ESTA IMPERIAL VILLA, Y CÓMO NO


SE DEJARON DE CONTINUAR LOS SANGRIENTOS BANDOS

IEMPRE en los sucesos del mundo se ha- costumbre, y que se interpolasen con los feste-
llan acompañados la pena y el gusto, el jos reales tan debidos al nuevo monarca Feli-

S regocijo y el llanto. Quizás con esta mira


|

las plumas que antes de la mía escribie-


ron los sucesos de Potosí, interpolaron la narra-
pe IV. 1 Mandaron se corriesen toros y se jugasen
cañas, de
nos o vicuñas, y
que no poco
así
se alegraron los castella-
pidieron al corregidor que
ción de estas fiestas con las calamidades que en diese la una cuadrilla a los vizcaínos para el jue-
aquel tiempo experimentaron sus moradores. Y go de cañas. Pero reconociendo el corregidor y el

si ordinariamente al placer le sigue el llanto, cabildo la indignación de aquellas naciones y que


venganza y alborotos aun
v
mézclese uno con otro en esta [ i 82 ] ocasión manifestaban deseos de
pues jamás se desamparan entrambos. Diviertan en los regocijos, no quisieron que los vasconga-
el asombro mis lectores (que no dejarán de ha- dos se hallasen en ellos. Por esto dieron la una
berles causado las noticias de aquellas civiles cuadrilla a don Pedro de Andrade (caballero
guerras) con el cuento de estas fiestas, que a ellas gallego y fomentador oculto de los vicuñas), y
se le seguirán nuevas lástimas. que en su compañía fuesen 40 criollos del rico
Llegado, pues, el día i
9
de diciembre, dio or- Cerro; y la otra dieron al contador Alonso Mar-
den el ilustre cabildo de las fiestas que se habían 1. fiestas de la coronación de Felipe IV, a estar con los
Las
librosde acuerdos del cabildo de Potosí, se llevaron a cabo
de hacer después del novenario de la Purísima
no en esta fecha sino a partir del 6 de enero de este año
Concepción de Nuestra Señora como era anual (Acuerdos de Potosí, Sucre, t. XVI, f. 340’). [M]

346
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 7 Año 1622

tínez Pastrana, y que en su compañía fuesen otros cada banda. Dieron vuelta a la plaza, y llegando
40 caballeros que se compusiesen de andaluces, a los miradores del presidente y cabildo se in-
castellanos, gallegos y extremeños, 10 de cada clinó cuanto pudo
y pidió licencia para lancear
nación. al bravo toro. Diéronsela, y dando de espuelas al
Llegó el día de la Purísima Concepción de caballo partió como una saeta. Paróse en medio
Nuestra Señora, celebróse su fiesta con gran so- de la plaza y aguardó al feroz bruto, el cual llegó
lemnidad en la iglesia mayor, y a los 15 de di- después de haber volteado dos alabarderos. Sa-
ciembre se vieron hechos en la plaza del Rego- lióle al encuentro el valeroso Castillo con deter-
cijo muchos tablados y andamios. Trajeron 60 minación de derribarlo de la primera lanzada,
toros de los más bravos que se crían en las pro- pero aun antes que la pusiese a punto para el
vincias de Tucumán. A las noticias de tales fies- acierto, llegó el toro con tal presteza que no tuvo
tas, vino mucha gente de los lugares circunveci- más tiempo que picar con gran fuerza su caballo,
nos creyendo que no habría ya guerras pues se de suerte que le hizo dar un gran salto en el aire.
hacían tan ricas fiestas. Estando el primer día Con esta diligencia pudo desviarse un tantito,
metidos los toros en el coso que tenían hecho a que a no hacerlo hubiera herido, mas con
así lo
la entrada de la plaza
y siendo las 2 de la tarde, todo eso fue tan a raíz del estribo derecho el
cuando querían comenzarlos a jugar llegó de cuerno del toro que llegó a la cincha, sin herir
y
Chuquisaca el presidente don Diego de Portugal al caballo la rompió y quedó en dos pedazos.
con mucha gente de guarda, que temiendo no Viendo el fuerte mozo malogrado su intento,
fuese ocasión aquellas fiestas de la total pérdida no haciendo caso de la poca seguridad de la silla
de Potosí había caminado a la posta a hallarse revolvió furioso el caballo porque segunda vez le
en ellas y evitar algún mal si pudiese. Alboro- acometía el toro, y aunque todos [183] le dieron
tóse la plaza por entender era alguna traza de voces dejase la peligrosa suerte, no se curó de
rompimiento contra los castellanos o vicuñas, los ella, antes detuvo al caballo
y esperó al fiero
cuales creyéndolo así se arrojaronde ios tablados bruto que desde trecho largo venía con la cabeza
y todos corrieron a sus casas a tomar sus arcabu- baja para ejecutar su golpe,
y llegando al caballo
ces,
y estando ya juntos y armados les dijeron la le dio Castillo tan fiera lanzada en la nuca que lo
buena intención del presidente, conque todos se derribó en el suelo, mismo tiempo cayó mo-
y al el
sosegaron y volvieron a sus tablados zo con la
y mirado- Paróse en un
silla sin soltar la rienda.
res. momento y revolviendo con ligereza saltó en el
Estando ya todo en quietud y el presidente, caballo y partió hacia los miradores del presi-
corregidor y cabildo en sus señalados asientos, dente, dejando la silla en el suelo
y al bravo toro
serían las 3 de la tarde cuando se comenzaron a muerto. Hizo su acatamiento al presidente
y co-
correr los toros, y habiéndose jugado ya hasta seis rregidor, y quedaron todos alabando su buena
soltaron al más feroz que había, el cual dio vuel- suerte. Trajéronle otro caballo
y dando vuelta a
ta a la plaza derribando e hiriendo cuantos to- la plaza se salió de ella dejándola muy alegre,
paba; y después de haber muerto dos hombres prosiguiendo el divertimiento en ver los bravos
y herido otros nueve entró a la plaza don Fran- toros.
cisco Castillo, natural de esta Villa, sobre un Aquella noche, más por adulación y lisonjear
caballo brioso: era chileno, de color castaño, la algunos vicuñas a sus capitanes que por vengan-
silla de filigrana de plata, los estribos de lo mis- za, pusieron fuego al tablado que tenían hecho
mo. Venía armado este caballero de lucidísimas los vascongados y navarros, los cuales se junta-
armas, que sobre su gentil disposición formaban ron y fueron contra una cuadrilla de vicuñas que
una imagen de Marte en la tierra. Traía sobre estaba en la plaza. Riñeron muy bien con las es-
las armas una rica ropilla toda bordada de lazos padas, y mataron los vizcaínos a dos de sus con-
de oro y cubierta de aljófar; parecía estar sobre trarios, que fueron los más aduladores
y lisonje-
telade plata la obra. Por debajo de la ropilla se ros que motivaron este alboroto
y así pagaron
mostraba un buen coleto de ante amarillo, sobre su mala costumbre, que a muchos sucede que por
el cual traía una tela de plata azul que se veía la dulce lisonja se pierden,
y los lisonjeros y adu-
por los menudos resquicios de una acerada cota; ladores lo pagan; y aunque siempre la adulación
ésta tenía guarnecidos los cabos en cerco con ri-
y lisonja es más aceptable y agradable que el des-
cas perlas.Cubría su cabeza un rico sombrero engaño y buen consejo, con todo eso, el que a su
negro; plumaje era negro, el penacho del ca-
el amigo lisonjea, amigo es pero como a enemigo
ballo también negro. Traía en la diestra mano le trata,
y entrambos reciben el daño. Los vicu-
una gruesa lanza en la izquierda una rodela; ñas también mataron aquella linda noche a Pe-
y
en ella estaba de buena pintura un castillo, con dro Arizmendi, vizcaíno, a quien el siguiente día
un mote que decía "Yo le guardo”. hallaron sin cabeza.
Entró tan brioso, que a todos dio gusto a sus El día martes que se siguió al del primer día
y
contrarios temor. Acompañábanle 12 alabarde- de toros, después de haberse corrido algunos
y
ros, todos bien armados
y sobre las armas unas siendo las 3 de la tarde entraron en la plaza los
vestiduras de tela nácar; los sombreros de lana gallardos andaluces, castellanos, portugueses
y
de vicuña, y los plumajes rojos, venían seis por extremeños, a jugar alcancías. Venían los anda-
y

347

* * I
'-JHJ
Año 1622 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

luces en caballos blancos; éstos eran seis, y traían puntas de oro; éstos eran hombres de varias na-
las libreas de damasco azul, los penachos y plu- ciones de los de la liga vicuña. Luego entraron
mas del mismo color, los jaeces bordados de oro en caballos bien aderezados 12 clarineros y trom-
y azul; traían por divisa en las adargas un cerro peteros, todos vestidos de fina escarlata guarne-
de plata que manifestaba ser el de Potosí, con cidos con puntas de plata. Tras de todos entró
varias letras y enigmas en cada una. Con mucho el contador Alonso Martínez Pas[i83']trana con

brío y arrogancia entraron otros seis portugue- 40 caballeros (10 castellanos, 10 portugueses, 10
ses en caballos bayos, con libreas y jaeces de bro- extremeños, y 10 andaluces).
cado azul y verdes; las plumas de entrambos Venía el gallardo contador en un caballo ne-
colores; las capas, que eran de rica tela verde, gro, chileno, alto y fuerte. Vestido a lo cortesa-
estaban guarnecidas con puntas de oro; traíanlas no, los cabos bordados de oro (de hilo de oro se
galanamente pendientes del hombro izquierdo, entiende) y embutidas muchas esmeraldas; las

y terciadas en el brazo, en el cual traían sus adar- blancas mangas que por los cabos descubría es-

gas, y por divisa el Cerro de Potosí con un águila taban bordadas de aljófar y ricas perlas. Cubría
imperial encima y varias letras y enigmas. Tam- su cabeza un rico sombrero negro con plumas
bién entraron los diestros castellanos en yeguas encarnadas, blancas y verdes. En la terciadura
alazanas, los jaeces bordados con hilo de plata traíauna joya de oro y diamantes que era de la
en telas naranjadas; los caballeros estaban con forma del Cerro de Potosí, de más de 10,000 pe-
ricos vestidos a lo cortesano y las plumas de va- sos de valor. La silla bordada de plata y perlas,
rios colores; traían en las adargas de buena pin- los estribos de plata dorados. En la frente del
tura el Cerro y la Villa con varias letras cifradas. caballo estaba una lanza que salía de entre un
Los extremeños entraron en caballos negros; sus penacho de plumas verdes y encarnadas; en toda
libreas eran de tela de plata; las cubiertas de los la testera estaban unos ramillos de seda con mu-
caballos de brocados amarillos, las plumas ver- chos lazos de oro y en cada uno una esmeralda;
des y encarnadas; en las adargas estaba por divisa las crines estaban cubiertas de cintas nácares ve-
el Cerro de Potosí sobre un globo de plata con necianas con enlazadas rosas formadas de las
sus enigmas y letras. Con estas galas y divisas, mismas cintas y en cada rosa una joya de oro y
entraron de seis en seis con buen orden, y dando diamantes; la cola traía encintada, con cintas ná-
vuelta a la plaza hicieron entre todos un diestro cares y blancas, y (entretejidas en ellas) cadenas
caracol. alcancías, y dando mu-
Después jugaron de perlas. Traía el gallardo contador en la mano
chas vueltas y carreras se salieron de la plaza derecha una lanza dorada con un pendoncillo
dejando a todos muy contentos. rojo, en la siniestra su adarga y en ella una es-
El tercer día (que fue miércoles) dispuesto pada ensangrentada que de la punta destilaba
para el juego de cañas, siendo las 3 de la tarde gotas de sangre, y abajo decía "Por la expulsión
(habiendo antes corrido algunos toros) lo pri- se derrama”.
mero que se vio entrar a la plaza fueron más de No
era necesario manifestar en pinturas tales
50 indios que de dos en dos venían ricamente empresas, motes y enigmas, pues nadie ignoraba
vestidos a su usanza, con camisetas bordadas de que en el corazón de este caballero (como vicu-
hilos de oro y perlas, y llautus de mucho valor ña disimulado) se encerraba la ira precipitada y
en sus cabezas. Traía cada uno una grande fuente la soberbia resuelta, y que era leonera y no co-

de plata colmada de colación, tapadas con ricas razón, y que su fiereza natural no necesitaba de
toallas de delgado canequí guarnecidas con otras fieras. Realmente que en las repúblicas es-
puntas, y otras de lo mismo traían en el hombro tos hombres de ira desbocada y condición cerril
derecho. Éstos subieron a los miradores del pre- pueden ser útiles muchas veces para varias fac-
sidente, corregidor y cabildo: hiciéronles a su ciones sin perjudicar a lo bueno, si bien pocas ve-
modo aquellas tan celebradas cortesías que usa- ces lo saben ser, pues solamente lo son por el

ban en de los ingas, con aquella media


la corte motivo de grandísimos daños.
vuelta, ademanes de rostro, manos y pie derecho. Así entró el gallardo cuadrillero guiando los
Después de hechas sus reverencias estos indios 40 caballeros, todos mozos de valor, los cuales
les dieron la colación que sus amos los mine- también venían con riquísimas galas. Los caste-
ros les enviaban. Repartieron también otras fuen- llanos a lo cortesano, de rico fondo; los jaeces
tes a las nobles señoras que estaban en los bal- bordados de oro y plata; las plumas blancas y
cones. azules; las cintas de las crines y colas eran verdes
Pasada esta dulce ceremonia se oyó ruido de y blancas; en las adargas un mundo pintado de
cajas por la calle del Contraste, y mirando todos esmalte azul y encima una corona de oro con
aquella parte vieron entrar 12 negros atabaleros esta letra: "Castilla es corona”. Los portugueses
en muías buenas, todos vestidos de raso verde y venían vestidos de damasco azul y guarnecidos
encarnado; las cubiertas de las muías o gualdra- con puntas de plata; las plumas verdes y amari-
pas eran de tela nácar, los atabales cubiertos con llas; los jaeces bordados de plata; las cintas de

brocados azules y con muchas cadenas de perlas las colas y las crines eran verdes y encarnadas; los
en los bordes. Tras ellos venían 100 arcabuceros estribos y pretales de plata fina; traían los por-
vestidos de paño de Londres guarnecidos con tugueses sus lanzas y escudos y en ellos pintados
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO ~¡ Año 1622

un mar con el Cerro de Potosí en medio de sus cianas formadas unas rosas. Los caciques sobre-
aguas, y abajo ciertos caracteres en el lusitano salían en las galas, pues en los hombros, rodillas
idioma que no declaran los autores. Los andalu- y empeines traían unos mascarones de oro fino,
ces también vestían de negro a lo cortesano; los en las cabezas unos riquísimos llautus de perlas
jaeces bordados de oro y los estribos de plata y piedras preciosas, al modo que vestían los reyes
dorados; las plumas de varios colores; no traían ingas. Así entraron los indios, dieron vuelta a la
cintas en las crines y colas sino unos cordones plaza, y formando media luna la dejaron desem-
trenzados de seda e hilos de perlas; los pretales barazada.
y cascabeles eran de plata; en los escudos pues- Luego, después de oírse un gran estruendo de
tos unos luceros con muy claros y al parecer res- pólvora, vieron entrar a don Pedro de Andrade,
plandecientes rayos, los cuales llegaban a un capitán de la cuadrilla criolla. Venía este caba-
mundo o globo de cristal que abajo estaba como llero bien armado sobre un caballo blanco, chi-
que le alumbraba, con unas letras cifradas que leno, y muy soberbio. Traía en la cabeza un
declaraban el enigma, y los que estas fiestas es- acerado casco (aunque todo él dorado) sobre el
cribieron lo dejaron de declarar en sus historias. cual le volaban muchos plumajes de diversos co-
Los extremeños venían vestidos de brocados lores. Sobre sus armas vestía un jubón de escarla-

y puntas de oro. De
verdes y amarillos guarnecidos con puntas de ta todo guarnecido de perlas
plata; los jaeces bordados de oro y perlas; los los hombros le colgaba un hermoso mantón de
penachos y plumas de los sombreros, verdes y brocado nácar también guarnecido con puntas
blancas; en las adargas estaban unas peñas ador- de oro. Los botines bordados de aljófar y perlas.
nadas de diamantes, y en el medio de ellas el La silla era de filigrana de oro, las espuelas y
Cerro de Potosí con cifradas letras abajo; las estribos asimismo eran de oro; toda la testera del
cintas de las crines y colas eran encarnadas y pla- caballo estaba cubierta de unas palmillas de oro
teadas. De este modo entraron a la plaza estas fino; las crines y cola con cintas encarnadas
y
cuatro naciones con su capitán, y dando vuelta azules, entretejidas cadenas de perlas. La lanza
por ella dejaron aficionadas a las damas de la dorada y el pendoncillo de tela de plata; en su
gallardía de sus personas. Luego jugaron alcan- adarga estaba pintado el Cerro de Potosí y en
cías,y después hicieron un diestro caracol. él unas cabezas de hombres, las cuales mostra-
Entretanto los arcabuceros no cesaban de dis- ban ir volteando del Cerro abajo, y al pie decía
parar sus arcabuces, y habiéndose puesto de tres "Si se alzaron, ya cayeron”.
en tres alrededor de la plaza, cesaron de dispa- En los grandes movimientos de las repúblicas
rar,
y la caballería también retirándose a su pues- hacen oficio de adivinos los desocupados mali-
to la dejaron desembarazada. No se tardó medio ciosos, y de astrólogos los malcontentos que
cuarto de hora cuando oyeron un gran ruido por atienden. Este caballero, sólo por malicias de al-
la calle de los Mercaderes,
y poniendo allí los gunos y de adivinanzas a su modo se entendía
ojos vieron entrar a la Fama sobre un ligerísimo ser cabeza de los vicuñas, cosa que los buenos
caballo. Traía puesta una corona de oro en la ca- sentían por haber sido tan amable de todos; pero
beza, y con alas de muy vistosas plumas: venía declarándose por sus enigmas y letras también
vestida de brocado blanco, bordado todo de aljó- se declararon muchos en la desestimación. No
far, perlas
y piedras preciosas; no parecía carre- todo lo que se calla y descubre es falta de secre-
ra la de su caballo sino vuelo, to, sino muchas veces sobra de malicia ajena.
y habiendo dado
vuelta a la plaza se salió sin parar. Por eso conviene que los movedores de las fac-
De allí a breve rato se oyó mucho ruido de ciones se prevengan de recato prudente y mudo,
tiros de pólvora, y cesando vieron entrar hasta sin que sus palabras equívocas (ya que las dicen)
200 indios como cuando vienen a la mita de este puedan entenderlas ni los amigos ni los contra-
rico Cerro cada año, mas esta entrada fue de re- rios.
gocijo y la otra es de mucho llanto. Entraron, Del modo dicho entró este enemigo de la na-
pues, con varios instrumentos como de trompe- ción vascongada, y tras él el gran Cerro de Po-
tas, cañahuecas
y calabazos, todos plateados y tosí todo de plata con listas esmaltadas, que mos-
encintados, que son los mismos instrumentos con traban ser sus vetas y desmontes. En la cumbre
que entran cuando vienen de sus provincias, que del Cerro, estaba la imagen de Purísima Con-
la
si no es muy agra[i84]dable el sonido de ellos cepción de fina plata. Alegró
a todos la rica y
a lo menos no es enfadoso. Traían también unos vistosa invención de los mineros famosos. Llegó
cañoncitos de plata alternativamente puestos a el Cerro a la mitad de la plaza, donde se detuvo
manera de órgano (que llaman los indios ayari-
y pudo verse y notarse los enigmas, letras y ci-
chis) que hacen una suave armonía. Venían de fras que en él estaban pintadas, las cuales no
20 en 20 con sus caciques o principales,
y todos pongo por la brevedad de este capítulo. A un
vestidos a su uso, con ricas camisetas bordadas lado del Cerro estaba aquel riquísimo venero de
de oro y perlas. En las cabezas traían los ricos agua que llaman Flamencos, y vertía aguas olo-
llautus, que los más eran de perlas con muchas rosísimas, y puesto con tal artificio que arrojaba
plumas de varios colores. Las alpargatas de sus un penacho bien distante, y esparcido en el aire
pies (que llaman ellos ojotas) con cintas vene- llenaba de fragancia toda la plaza; acudían to-

349
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dos los que estaban en ella a mojar sus vestidos la contraria cuadrilla. Acabada la escaramuza de-

y lienzos para alegrar el olfato. En todo el Cerro jaron las lanzas y tomaron cañas, y apartando
estaban los nombres de todas las vetas, socavones el Cerro a un lado se comenzó el juego con gran

y labores escritos con letras de oro. regocijo de toda la plaza. Sólo [184' ] los vascon-
Detrás de este Cerro traían 40 caballos muy gados (cuyo tablado estaba abajo de los mirado-
ricamente enjaezados: las sillas eran de finísima res del presidente y corregidor) reventaban de
plata, los estribos y frenos de lo mismo, los pre- cólera por ver los enigmas y letras contra su na-
tales eran de cascabeles de plata, los penachos de ción. Después que jugaron con mucha destreza
plumas blancas y azules, las cintas de las crines hicieron entre todos un caracol, y dando carreras

y colas todas plateadas. Traíanlos del diestro 40 en pareja se salieron los forasteros, y los criollos
mancebos indios, que por ser los que sirven a los apeándose de los caballos se entraron a las minas
mineros los llaman cabritos. Venían éstos vesti- de su Cerro. Estando dentro se oyó un gran ruido
dos con camisetas de felpa de varios colores y de golpes y tiros de pólvora que parecía labra-
ricos llautus en las cabezas. Habiéndose detenido ban las minas, y dando una vuelta a la plaza
un rato el Cerro en medio de la plaza, comen- se salieron.
zaron los de la otra cuadrilla a escaramuzar unos Otros dos días hubo de toros en los cuales
con otros y los arcabuceros a disparar, a cuyo manifestaron su destreza los caballeros derribán-
ruido salieron de las bocas de las minas (que dolos con rejones. Pasáronse las fiestas y prosi-
en aquel Cerro estaban bien dispuestas) 40 mine- guieron las guerras como se verá en el siguiente
ros, vestidos todos de unos cortos capotillos de capítulo; y para dar fin a éste diré el resumen
lana grosera (que llaman cordellate) y es vesti- de las calamidades de este año que se vieron
do propio para entrar en las minas. Todos ellos en esta Villa, conforme lo hacen el capitán Pedro
estaban rajados a la escaramuza, por cuyas pi- Méndez y don Antonio de Acosta.
caduras se veían finísimas telas de oro y plata Las muertes que hubo en estas guerras desde
de que venían vestidos. Los broches de estos ca- principio de enero hasta fines de diciembre fue-
potillos eran de finísimas esmeraldas, las alpar- ron en todas suertes de hombres de varias nacio-
gatas que para entrar en las minas se ponen de nes 732, no entrando en este número la de los
2
piel de toro sobre los zapatos, eran de plata fina mestizos, indios, negros y mulatos que pasaron
apretadas con cordones de seda y oro. Luego que de 500. Los heridos que escaparon con vida, 628.
salieron de las fingidas minas les dieron sus ca- Los encuentros, que por ser de poder a poder
ballos, y saltando en ellos sin poner pie en los entre los dos bandos se le puede dar nombre
estribos, tomaron las lanzas y escaramuzaron con de batallas más sangrientas, fueron seis, y las
pendencias entre cuadrillas y particulares, 560.
2. En esta primera parte de la Historia, las informaciones
indeliberadas son quizá más exactas y valiosas que las deli- Los robos de las casas de los vecinos, 127, y otras
beradas, como las noticias que en este párrafo se pueden lástimas y atrocidades particulares que se vieron,
discernir sobre el vestido que usaban los mineros del Ce-
rro. [M] que no es bastante mi pluma a referirlas.

Capítulo VIII

DE LAS GUERRAS CIVILES DE ESTA IMPERIAL VILLA, Y SANGRIENTOS


SUCESOS QUE SE VIERON EN EL AÑO DE 1623

ONTINUANDO nuestro Dios y Señor estas cruelísimas guerras, que habiendo sido su

C
tantas las
el azote de su justicia en los morado-
res de esta Imperial Villa de Potosí
que fueron
llegó este año de 1623, en
calamidades que padeció, que si se
hubieran de especificar todas y como ellas fueron
principio entre solas dos parcialidades de vas-
congados y vicuñas, después no sólo se continua-
ron en dichas parcialidades mas también en tan-
tas cuantas la pasión de cada una de las naciones
se inclinaban, conforme a sus malos o buenos
era necesario otros mayores volúmenes y otra defectos; y así se hicieron estas guerras más te-
pluma más levantada que la mía. Pero ya que así rribles, y en fin como azote de las iras de Dios

ha de ser, contentárame con saber que a la pie- por sus pecados, permitiendo por ellos tanta ma-
dad cristiana le estará mejor no ver particulares nera de desdichas y muertes sin prevención de sus
crueldades ejecutadas por manos de católicos, almas, con otras miserias (a que está sujeta esta
aunque en el todo no me puedo excusar, y así vida) inexplicables. Y siendo así que toda aque-
referiré lo menos escandaloso que se pudiere de lla locura de sus guerras y motivos que tuvieron

35 °
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 8 Año 1623
para mantenerlas era un temor forzoso y un con- huye de embarazado y no de cobarde. Y de
es
cuando la suerte les permitía el des-
suelo inútil éstos son más los que mueren con sus propias
trozo de sus contrarios, y tan vana la victoria armas que con las de los enemigos. La muerte
cuando era principio de su propio mal como cuan- parece que fácilmente los conoce en las batallas
do era el fin de sus temeridades, ni a tales guerras y con justiciera elección los halla entre los ven-
y facciones perversas le faltaban secuaces ni a turosos y generosos. Muchos valientes capitanes
los mantenedores de ellas aplausos. han sido heridos desarmados, donde infinitos de
Prosigo, pues, diciendo que a principios de este los suyos eran muertos debajo de sus armas.
año de 1623 San Juan de Vidaurre con otros Al fin como desatinados unos y otros
pelearon
vascongados encontraron cerca de Huayna al en esta refriega, y murieron ocho de la parte de
contador Alonso Martínez Pastrana, el cual venía los vascongados y fueron heridos otros 35, que-
con sólo dos negros. Acometiéronles los vascon- dando los de esta nación casi aniquilados. De
gados después de haberle dicho brevemente que los vicuñas murieron tres
y hubo 14 heridos.
había hecho muy mal en el juego de cañas de Hasta 9 de febrero no se dieron varas de alcal-
pincelar en su adarga la espada ensangrentada des ordinarios por los muchos pretensores, pues
y escribir que por la expulsión se derramaba. El los vascongados pedían al capitán San Juan de
contador, viéndose en tan gran peligro se arrojó Vidaurre y a Sancho de Madariaga y el pueblo
de la muía en que venía, y al tiempo de sacar pedía que se les diesen a Pedro de Andrade y al
su espada fue muy malherido de dos estocadas. contador Alonso Martínez Pastrana. Por esto se
Los negros huyeron para el Cerro, donde encon- dilató hasta este dicho mes, que vino orden ex-
trando a dos mineros de don Pedro de Andrade presa del virrey de Lima no se diese a ninguno
les dijeron fuesen a favorecer al contador; de los pretensores sino a dos hombres desapasio-
y
como estaba allí cerca fueron en brevísimo tiem- nados y prudentes. Escribió su excelencia al pre-
po con sus escopetas (que con ellas bajaron del sidente de los Charcas remediase estos daños en-
Cerro) y hallaron en el suelo al contador revuel- tretanto que llegase el nuevo corregidor de esta
to en su sangre,
y que así caído se defendía con Villa don Felipe Manrique, el cual venía cami-
las manos de cuatro espadas que acometían y
le nando. Y con ser lo que más cuidado le daba al
procuraban acabar con su vida. Los mineros, que virrey los alborotos de esta Villa, ella le escribió
traían a punto sus escopetas, cada cual sin apear- que no era cosa de cuidado y que si lo había sido
se de sus muías las dispararon contra los vascon- estaba ya todo en quietud. Eligieron, pues, según
gados, y la una hizo tal efecto que derribó muer- orden del virrey por alcaldes ordinarios a don
to a uno de ellos, Juan Ortiz de Medina y a don Diego de Toledo,
y los otros dos con Vidaurre
temiendo las balas se retiraron a San Francisco entrambos de más de 60 años. 1
el Chico. Llevaron al contador a su casa muy El día que se les dieron las varas hubo come-
malherido, y sabido por los vicuñas el suceso, dia. Fue el corregidor a verlas con los nuevos
después de haber ido a darle los pésames muy alcaldes, y queriendo los vicuñas ver su agilidad
encolerizados determinaron que no quedase nin- formaron un gran ruido con sus espadas a las
gún vizcaíno en esta Villa, con muerte o con puertas del coliseo, y como aquellos nuevos al-
ausencia. La noche de este suceso mata-
del día caldes eran hombres viejos tardaron en salir.
ron los vascongados en la plazuela de San Lo- Tan grande virtud como riesgo es ser bueno
renzo de un balazo a Alvaro de Vilches, natural entre los malos, y el mérito mayor para con los
de esta Villa y capitán de los vicuñas, los cuales malos es ser de entre los malos el peor. Los
luego que supieron su [185] muerte fueron a vicuñas como malos, viendo buenos a los alcal-
casa de Francisco de Ovieta, des se burlaron de ellos, y decían a voces: "Sá-
y al él y a otros tres
vascongados que con él hallaron les quitaron la quenlos en hombros para que remedien este
vida con muchas puñaladas que les dieron. daño”; y era el caso que pretendía hacerlo en
El día 8 de febrero salieron desafiados los vas- sus personas, mas no tuvo efecto porque no sa-
congados y vicuñas al campo de San Clemente lieron tan afuera que más seguros no estuviesen
con espadas y rodelas. Los vascongados estaban dentro.
tan cargadamente armados de armas defensivas, El día 12 de febrero volvieron a pelear vicuñas
que hallándose con ellas casi impedidos queda- vizcaínos en el campo de San Clemente, y ma-
y
ron los más heridos
y muertos en esta refriega. taron 10 hombres de la parte de los vizcaínos
y
También se ha de armar el ánimo y el corazón hubo ocho heridos; de los vicuñas hubo dos muer-
como el cuerpo, porque si falta el valor tos y 15 heridos, y a uno le cortaron un pie con
y la
prudencia, la loriga un alfanje, y a otro lo atravesaron de las espal-
y el escudo y la celada es
peso molesto, y una confesión resplandeciente das al pecho con un estoque, y aunque vivió al-
y grabada del temor del espíritu. Cuerpo que no gunos meses al cabo murió de la herida.
le arma su corazón, las armas le esconden mas Viendo los vascongados cuán adelante iba su
no le arman. Quien va armado de hierro
y des-
nudo de valor, es hombre con armas cuanto son 1. Los alcaldes ordinarios del año 1623 fueron el maestre
ellas armas sin hombre; si vive es por ignorado, de campo Fernando de Loma Portocarrero y don Diego de
si muere es por impedido,
Ayala Carvajal (Mendoza, "Documentos de minas”, t
333 N ’

y es cierto que si no
T
f. 2 7 ). [M]
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

destrucción salían de noche con mil descomodi- que el sacerdote no haga lo que debe, no tiene
dades, y se iban unos a los Chichas y los más a poder el príncipe secular para castigarle ni po-
Chuquisaca donde Oyanume y el veinticuatro ner en él las manos, porque eso le toca a Dios
Verasátegui los amparaban. Teniendo los vicu- y a quien ejerce sus veces en la tierra que es el
ñas esta noticia les ponían espías, y a la salida pontífice romano, y que hacer en contra de esto
del pueblo les quitaban la vida con bárbara in- (aunque le den color de justicia y aunque le
humanidad. Una mañana hallaron en las Lade- echen capa de celo) tendrán siempre su castigo,
rillas al capitán Araníbar muerto, hecho peda- más o menos conforme fuere la culpa y menos
zos, con las entrañas derramadas y envueltas o más conforme a la penitencia de quien delin-
A don Sancho de Aran-
parte de ellas en los pies. que; digo que si no tiene el más poderoso secular
dia, después de haberlo muerto en uno de los poder para el castigo del sacerdote, ¿cómo se
arrabales de esta Villa una noche, ataron su cuer- atreve el más ordinario y más perverso a ejecu-
po de los pies a una muía, y a las 8 de ella entró tarlo? Asegúrense, pues, todos que tendrán el
por las calles haciéndose pedazos a corcovos debido castigo de la ira de Dios.
hasta que fue detenida por algunos vecinos, y Era tanta la prisa que se daban en matar a los
desatándolo llevaron el cuerpo a su casa. Tam- vascongados que habiendo el día 20 de febrero
bién fueron hallados en la Cantería, Arosqueta dado los vicuñas unas heridas mortales a Diego
y Santiago de Ibarra muertos y puestos con inde- Arreguirre en su misma casa, les dijo que lo deja-
cencia sus cuerpos desnudos. sen confesar. Llamaron los criados a un sacerdote
Viendo estas y otras lástimas los moradores clérigo, que allí cerca estaba. Comenzó su con-
nobles de esta Villa y que el castigo de Dios fesión, y viendo los vicuñas que tardaba en ella,
por sus pecados se dilataba, deseaban ya que entraron y a los pies del confesor lo acabaron
de una vez se acabase de perder la Villa; y como de matar. ¡Oh crueldad de hombres cristianos!
esto no se cumpliese, los hacendados desampa- A 29 de febrero llegó a la ciudad de La Plata
raban sus casas y con todas sus riquezas se pa- el general don Felipe Manrique, corregidor nue-

saban a sus haciendas (que en este reino se lla- vo de esta Villa de Potosí y dicha ciudad de La
man chacras). Otros se iban a vivir entre los Plata con cuya venida se alegraron los vasconga-
indios, y en todas partes experimentaban angus- dos. El capitán Francisco de Oyanume salió con
los de su nación a recibirlo, y después de darle
tias, sobresaltos, cuidados
y penas mortales, pues
como piadosos cristianos (que siempre cabe pie- la enhorabuena de su llegada a aquella ciudad

dad entre la nobleza) tenían sus corazones ator- le refirieron las atrocidades que se habían hecho

[i85 v ]mentados con las noticias de tantas cala- y hacían en Potosí, y cómo para escapar las vidas
midades. se habían venido huyendo. Informado el nuevo
No era impedimento el santo tiempo de Cua- corregidor de todo, (aunque ya desde el camino
resma en que estaban a los crueles y más que lo sabía) prometió a los vascongados de que los
bárbaros vicuñas para no matar, herir y hacer volvería a esta Villa y castigaría a los vicuñas.
otras atrocidades. Estando el viernes después Todo se supo en esta Imperial Villa, y juntán-
del Miércoles de Ceniza predicando un religioso dose todos los vicuñas determinaron no dejar
de San Agustín el sermón y doctrina del santo entrar nuevamente a los vascongados y matar al
evangelio del perdón de los enemigos, entró corregidor si los defendiese, y porque los que
Andrés Zarco (a quien llamaban el Pastor) a estaban en esta Villa no diesen ayuda al nuevo
la iglesia con un arcabuz en el hombro y el som- corregidor procuraban los vicuñas que ninguno
brero calado, llegó hasta el crucero, tendió a quedase con vida, de suerte que aquellos perse-
todas partes la vista por ver si había algún viz- guidos caballeros por huir de la muerte que in-
caíno, y como no lo hubiese se tornó a salir. tentaban darles aquellos enemigos crueles se
Notaron todos su abominable acción y el predi- salían de noche a pie, y por los cerros y caminos
cador dijo en altas voces: "Ya aquel hombre está no usados se iban a Chuquisaca, y si los encon-
sin Dios, pues aun en su sagrada casa entra a traban en los caminos también les quitaban la
buscar a sus enemigos”. Habiéndolo oído el Pas- vida. Por esta causa (como dicen Méndez y
tor, volvió a la noche, llamó a la portería y dijo Acosta) se hacían sacar en baúles sobre cabalga-
le abriesen. No quiso el portero, a quien todo duras 10 ó 12 leguas, y así cada cual buscaba
airado le dijo: "Dile al predicador de esta tarde modos para escaparse; otros se iban bajo el am-
que si tú me abrieras, yo le hiciera que no se paro de los hábitos de los religiosos, acompañán-
señalara en público con mi persona”. Con esto dolos ellos mismos con suma caridad hasta po-
se fue, yno se pasaron muchos días sin que más nerlos en salvo. Los que estaban en esta Villa no
públicamente se viese ahorcado por la justicia osaban salir de dos en dos, ni de cuatro en cua-
(como adelante diré) pagando este y otros peca- tro por las calles, sino de 20 en 20, y fuera me-

dos con muerte tan afrentosa. jor no saliesen pues siempre volvían algunos
Castigue el cielo a tales hombres porque vana- menos pues eran muchos sus enemigos, aunque
gloriosos no se jacten de su maldad, y de ellos en sus casas estaban seguros.
ni

saquen escarmiento los que viven y quisieren nuevo corregidor don Felipe Manrique lue-
El
imitarles en su mal obrar. Y si vemos que aun- go que llegó a Chuquisaca envió a este Potosí

35 2
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 8 Año 1623
a su sobrino don Francisco de Esquivel a que le teniente, diole hora y media de término. Todos
previniese casa, pues supo que nadie se la preven- los de aquel pueblo rogaron por él con lágrimas.
dría. Muchos de los vicuñas intentaron matar a Nada aprovechó, y visto que no había otro reme-
don Francisco de Esquivel que en nada les había dio, se confesó y salió azotándose al suplicio, que
ofendido. Amparólo don Fernando Bermúdez no lejos de la iglesia hincaron un palo; y antes
Moreira, que era uno de los capitanes vicuñas, de darle garrote le dijo al teniente (que presente
llevándolo a su casa y por esto quisieron sus estaba) "Traidor, si me matas injustamente, yo
:

mismos soldados quitarle la vida, mas él se les te cito al tribunal de Dios dentro de un año”;
y
escapó una noche que le cercaron la casa, antes del año murió repentinamente, y apenas
y can-
sado de seguir aquella vida tan llena de peligros tuvo con qué enterrarse porque los ministros rea-
se fue al Tucumán, y dentro de un año (aún les lo recogieron todo.
antes que cesasen estas lamentables guerras) vol- El día 24 de febrero riñeron Tomás Pérez,
vió muy alegre trayendo centenares de muías de andaluz, y Castillo el Chiquito, manchego (que
aquellas provincias. Vendiólas en Porco (siete entrambos eran vicuñas) sobre pretensiones amo-
leguas de esta Villa) a Gaspar de Mercado, por rosas; y enojado el Tomás Pérez acusó de ladrón
cajones de metal [186] rico, y el Bermúdez se a su contrario, por lo cual fue preso. Pero afian-
quedó allí a beneficiarlos,
y ya tenía más de 400 zándolo Cristóbal del Salto, salió de la cárcel.
librasde pella de 40,000 pesos que recibió en Aquella misma noche acompañado Castillo de
dichos metales. Pidióselas el teniente Fulgencio otros dos manchegos sobrinos del alférez Mon-
de Segovia, mestizo (de quien dije en el capítulo tes, fueron en busca de Tomás Pérez,
y hallán-
23 del libro VI de esta Historia fue el que dio dolo lo mataron atrozmente. 2 El siguiente día sa-
garrote en Esmoruco al alférez Alonso Monte- lieron a vengar esta muerte don Leandro Ponce
ro). Prometióselas don Fernando Bermúdez al de León, Diego de Alberca y otros de sus amigos.
dicho teniente (que lo era de aquel partido de Encontraron a Cristóbal del Salto que venía de
Chichas) el cual envió por ellas a Juan de Buen- confesarse y comulgar de la Compañía de Jesús;
día, médico portugués, que le dijo eran para arremetieron con él en la plaza de la Cebada,
aviarse él. diéronle muchas estocadas, y sin estar armado
No quiso Bermúdez dárselas al portugués por- (cosa admirable y providencia divina) ninguna
que dijo sólo haberlas prometido al teniente, el pasó de la ropilla. Pasaron luego adelante, a las
cual avisado del portugués que estaba el Bermú- casas de Jacinto de la Peña (que estaban en fren-
dez como alzado (habiendo un año como llevo te de la iglesia de la Compañía) donde se habían
dicho que se había ido al Tucumán, huyendo de juntado todos los manchegos para resistir aque-
que no le matasen sus mismos allegados) tomó llos nuevos contrarios,
y estando ya cerca salió a
aquel motivo (como ordinariamente lo hacen los aquietarlos el padre Basilio, jesuíta, que por su
malos jueces) para quitarle toda su hacienda, mucha virtud y letras era muy venerado de toda
que estos tales son tan malos que las virtudes la Villa. Sacó allí un Cristo crucificado,
y tales
(si aun apariencia tienen de ellas) son su riesgo. cosas dijo a los unos y a los otros que los quietó
Si prosiguen en la violencia, se despeñan; si se por entonces. Luego aquella tarde los de don
reportan, los despeñan. Su iniquidad es de tal Leandro, por vengar sus particulares agravios
condición que la obstinación los edifica, la cruel- entraron en la casa de juego de Matías Barrutel
dad los alienta y la enmienda los arruina. Una muchas cuchilladas
y dieron al Pastor y su pistola
de dos: o no empezar a ser cruel o no acabar de se laquebraron en las costillas, tomando por
serlo, porque el desprecio es más ejecutivo que el achaque el que siendo andaluz defendía a los
temor, y aquél se alienta en la mudanza que manchegos.
hace el cruel que se templa, Don Juan Fernández de Tovar con los suyos,
y éste crece en la
porfía del que multiplica su crueldad. Digo que que eran una valiente escuadra de vicuñas, se
éste acabará peor pero no tan presto: recogía siempre en casa del escribano Francisco
y así el
pertinaz consigue la duración, interés a que true- García Barroso, donde dejando una noche sus
ca su alma, que ésta, riquezas mal adquiridas armas, sin avisar a ninguno de sus compañeros
y
todo se pierde. se fue al convento de San Francisco
y tomó el
Vino, pues, el teniente Fulgencio con más de hábito de aquella orden. 3 Debía más de 20,000
30 hombres. No sabían nada en Esmoruco, donde pesos porque gastaba mucho con sus camaradas,
a la sazón estaba el Bermúdez; el cual salió a y todo se lo perdonaron sus acreedores. Esta de-
recibirlo en cuerpo con sólo una daga en la cinta.
Apartóle a un lado de la gente el teniente, des- 2.Este episodio está abundantemente documentado en los
y registros
oficiales y coetáneos. La muerte de Tomás Pérez
pués de hablar un rato (que no sabe lo que le sucedió el 30 de abril de este año, a las 10 de la mañana, en
dijo) sacó Bermúdez la daga. Retiróse el tenien- la calle de la Merced, de dos estocadas en el cuello
que le
dieron en una pendencia con Pedro Fernández del Castillo,
te,acometiéronle los demás, defendiéndose Ber- fulano Delgado, Bernardo de la Peña
y Gabriel Hurtado’.
múdez un corto espacio, y viendo que eran mu- Pérez había declarado como testigo contra Fernández deí
Castillo pocos días antes en una causa por hurto. (Mendo-
chos los contrarios
y sus armas muy cortas, sin za, Guerra civil, p
N
56). Es evidente en este episodio de la
cesar de acometerle todos Historia el contraste de realidad e irrealidad que caracteriza
y él de defenderse composición de la primera parte.
tomó la iglesia por su amparo. Sacólo de ella el la [M]
3. Véase supra, capítulo 4, nota 1.

353


Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

terminación tomó así por verse libre de deudas, bién causa de que pierdas la vida”, y diciendo
como porque todos los alborotos se los cargaban esto le disparó una pistola, y metiéndole la bala
a él a causade reconocerle como cabeza más prin- por los pechos y otra que le asegundaron por la
cipal los que alborotaban la Villa. Muy esforza- boca, cayó muerto el vizcaíno.
da borrasca padecía la imaginación de este caba- Los vicuñas abrieron las cartas, y con ellas se
llero, pues por quedarse con lo ajeno, por una volvieron a esta Villa. Mostráronlas a los otros
parte, y por otra la mala conciencia de sus deli- de su facción, que todos juntos, advirtiendo cómo
tos, le pasaba a una confianza tan vana como los calumniaban de traidores se enfurecieron y
decir que iba a asegurar su salvación. No dudo salieron por las calles diciendo a voces que men-
de ella si hizo [186'] penitencia correspondien- tían cuantos dijesen no ser vasallos fieles de su
te; pero recoger cantidad de dinero y entrarse majestad católica, y que la verdad era que sus
con él a una religión en la cual verdaderamente contrarios eran los inquietadores de las repú-
cada uno de sus hijos guarda el voto de la pobre- blicas en los reinos de las Indias; y añadiendo
za, no sé yo cómo podía con regalo oculto imitar otros vituperios contra tan noble nación, dijeron
a sus hermanos para salvarse. El alférez Montero todos a una: "Mueran, mueran, y no quede nin-
si no fuera casado le siguiera en la religión; pero guno”.
ya que esto no pudo hacerlo se retiró a la vi- Corrió esta voz por todas las calles y cono-
lla de Tarija con su mujer y dejó de seguir la ciendo los vascongados el nuevo alboroto des-
barbaridad de aquellas guerras, en que muchos ampararon sus casas, y unos acudieron a San
nobles faltaron demasiadamente a sus obliga- Agustín y otros a Santo Domingo a favorecerse;
ciones. pero algunos que fueron alcanzados por los vi-
El día 20 de febrero escribieron los vascon- cuñas murieron, y otros quedaron heridos. Todo
gados que estaban en esta Villa de Chuquisaca el mes de marzo se pasó en muertes, heridas,

al corregidor don Felipe Manrique, avisándole pendencias y robos considerables, porque era así
abreviase su venida porque ya determinaban no que la gente vil y forastera que a la noticia de
dejarlo entrar, y que don Pedro de Andrade, el estos alborotos habían venido a esta Villa, roba-

contador Alonso Martínez Pastrana y los más ban casas enteras y hacían otras gravísimas mal-
principales del pueblo lo fomentaban. Despacha- dades, de suerte que desde principios de enero
ron esta carta con un mozo vizcaíno, y estando hasta marzo de este año (según Méndez y Acos-
en el tambo de la Laja, llegaron allí dos soldados ta) pasaron de 300,000 pesos los que sólo en
vicuñas que iban a Chuquisaca disfrazados a moneda saquearon de particulares vecinos. Vien-
reconocer qué tal era el nuevo corregidor por do los azogueros y demás hacendados que no
orden de los de esta Villa, y juntándose con el estaban seguras sus riquezas, plata, joyas y alha-
vizcaíno fingieron toda ignorancia, y preguntán- jas preciosas, las trasponían de noche a los con-

dole de lo que pasaba en la Villa respondió ventos de Santo Domingo y la Compañía de


diciendo: "Qué os he de decir sino que Poto- Jesús.
sí esta alzado contra la corona real, y porque Informado el nuevo corregidor en Chuquisaca
los vizcaínos se les han opuesto por servir al de los repetidos desafueros y maldades inexpli-

rey los han muerto, y veis aquí las cartas que lle- cables que se hacían en esta Imperial Villa, deter-
vo a Chuquisaca para la audiencia y el corregi- minó el venir a castigar tanta insolencia. Recogió,

dor”. pues, toda la gente vascongada que se hallaba


El silencio siempre es delatado por pensativo en aquella ciudad, y con ella y muchos criollos y
voz por impaciente, y extiéndese a tanto el soldados de otras naciones dispuso jornada para
y la
riesgo que aún no se libra de él quien (conocien- Potosí, que no dejó de turbar a los vicuñas, pues

do los delatores) por disimular alaba y defiende con los varios pareceres no determinaban lo que
las violencias. Porque aquel que se encarga de acu- habían de ejecutar. Unos decían que tomasen
sar para que el señor a quien con adulación o sin 200 soldados y saliendo al camino notificasen al
ella sirve estime su maña y la tenga por [más] corregidor entrase solo y despidiese la guardia
grande que la prudencia del recatado, artificio- que traía, y de no hacerlo se le diese batalla.
samente no refieren lo que dijo delante de él sino Otros decían que pues se sabía ser enemigo de-
lo que quería que por sus grandes
dijese, y alega clarado y venía a destruirlos, sin requerirle en
servicios el testimonio falso y con sus mentiras nada se rompiese con él y le quitasen la vida.
acredita su eminencia, pero las más veces el so- Ultimamente determinaron que don Pedro de
plón acusador mentiroso tienen el pago mere- Andrade se retirase a sus haciendas de Ulti (10
cido, o de su mismo dueño o de sus contrarios, leguas distante de esta Villa) y todas las demás
como lo tuvo este vizcaíno por su mentira, pues cabezas que las tenían hiciesen lo mismo, y que
apenas hubo acabado de decirlas cuando uno de en ellas acogiesen a los [187] demás soldados
los soldados vicuñas se llegó a él y le dijo: "Men- hasta ver el estado de las cosas. Así lo ejecutaron,
nación en decir que pasándose unos a Ulti y otros a varios pueblos de
tís vos
y todos los de vuestra
nos hemos alzado contra la corona real. Vuestra Mataca y de los Chichas, y en los pueblos, hacien-
soberbia ha sido causa de tantos alborotos y de das y caminos mataron los vicuñas algunos vas-
las muertes que decís, y vuestra mentira será tam- congados que hallaron. Quedaron en esta Villa

354
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 9 Año 1623
de Potosí 80 de los escogidos en valor para
y no lo que dice Pasquier, que fue ayudado con
continuar las guerras y avisar a los demás. tósigo. Quedó muy rica la viuda con sólo una
y
El día 4 de abril de este año vino de Chuqui- muy
hija tierna,
y como era por muchas razones
saca Pedro de Oyanume, hijo del capitán Fran- estimada esta señora se miraba su casa con gran
de Oyanume, que después del saco que en
cisco respeto, y por esto la tomaron los vascongados
su casa hicieron los vicuñas,
con lo poco que es- por amparo suyo, y la piedad de esta señora los
capó de plata se fue a aquella ciudad y lo entregó mantuvo de mantenimientos todo el tiempo que
a su padre. Sabido por los vicuñas que el mozo duraron estas alteraciones, y de noche hacía po-
Oyanume era llegado y que con cuatro vascon- ner guardas a su costa en toda su casa porque
gados se habían ido derecho a lo de la ilustre no entrasen los vicuñas.
4

señora doña Clara de Alabianos, trataron de Sabido, pues, que Oyanume el mozo estaba en
darla pesar porque en su casa se acogían
y am- su casa fueron con don Diego Alberca 50 vicu-
paraban vascongados, navarros y los demás par- ñas, y entrando salió al ruido la noble señora
ciales. Era esta señora natural de esta Villa afeándoles su atrevimiento. Ellos la dijeron que
(y
tan excesivamente hermosa que dejaba admirados bastaba ya el respeto con que habían mirado a su
a cuantos la veían), de mucha virtud y aventa- casa, y que siendo natural de esta Villa hacía
jada caridad, la cual a esta sazón había tiempo de muy mal en recoger en ella vizcaínos, por lo cual
poco menos de dos años que quedó viuda de po- estaban determinados a matar a Pedro de Oya-
y
ca edad, pormuerte del maestre de campo don nume y cuantos de sus enemigos hallasen allí. La
Egidio Oxonemún,caballero del hábito de San- caritativa señora (como tan discreta) supo decir-
tiago, su marido, de quien en otras partes de les tales razones que los hizo volverse sin hacer
esta Historia se ha hecho mención. ningún daño con sólo la promesa de que no los
La muerte de este caballero vascongado (dicen tendría más en su casa, y no porque así lo cum-
Méndez y Acosta) se originó que habiendo el pliese después (porque su caridad a todo se opo-
año 1621, por ausencia del alférez Domingo Ve- nía), aunque los tenía con mucho recato.
rasátegui, sacado en paseo (como es costumbre)
el estandarte real, día del apóstol Santiago, pa-
4. El alférez real Domingo de Verasátegui no estuvo ausente
trón de esta Villa,no le acompañó ningún caba- en esa oportunidad y sacó el estandarte (Acuerdos de Po-
llero de las demás naciones. Túvolo por gran
tosí, XVI, f. 326 v ). Conviene recordar aquí que la mujer
t.

de Domingo de Verasátegui, a quien la Historia cambia el


desaire, y cavando en él se echó a morir nombre por el de Elvira Flores, se llamaba realmente doña
y se salió
Clara Bravo de Cartagena (véase supra, capítulo 2, nota 4).
con ello muy aceleradamente; esto es lo cierto,

Capítulo IX

CÓMO LLEGÓ A ESTA NUEVO CORREGIDOR DON FELIPE


VILLA EL
MANRIQUE, JUSTICIA QUE HIZO EN ALGUNOS VICUÑAS,
Y CONTINUACIÓN DE LOS SANGRIENTOS BANDOS

UNES 9
de mayo del año 1623 1 entró en
i de la Villa a recibirlo, porque así estaba ordena-
esta Imperial Villa
de Potosí el general do del excelentísimo don Diego Fernández de

I don Felipe Manrique por corregidor de


ella
(y es el 14 en número de los pro-
pietarios que la han gobernado) con 300 hom-
Córdoba, marqués de Guadalcázar, que era nue-
vo en el gobierno de estos reinos y 13 en número
de sus virreyes. 2 Habiéndole hecho esta Villa el
bres bien armados; 130 eran vascongados, nava- debido recibimiento al nuevo corregidor, el ante-
rros
y algunos extranjeros, siendo los más de cesor don Francisco Sarmiento le envió un rico
ellos de los que habían salido huyendo de esta presente en cortesía. Desechólo don Felipe
y le
Villa y se hallaban en Chuquisaca, Oruro, Chu- envió a decir que no lo recibía por ser dádiva de
quiabo y otros pueblos, menos el capitán Oyanu- un mal juez, fomentador de traidores.
me y el veinticuatro Verasátegui, que se queda- Viernes 12 de mayo en cabildo celebrado
ron en Chuquisaca hasta que el corregidor les mandó don Felipe a don Francisco Sarmiento
avisase de la destrucción de sus enemigos, como diese su residencia, que así lo mandó el virrey,
se lo había prometido. como
y se la tomó con demasiada pasión fue mo-
Salieron los desinteresados
y la mayor parte 2.El marqués de Guadalcázar entró en Lima en 1622. VII. 22
1. El i 9 de mayo de 1623 fue, efectivamente, lunes.
[M] (Mendiburu, Diccionario biográfico, t. III, p. 238). [M]

355
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

tivo de indignarse contra don Felipe, y lo mismo de Huayna el corregidor don Felipe, riñeron Juan
hizo su hijo don Agustín Sarmiento que luego Ortiz (natural de esta Villa, minero de Juan Mu-
se aunó con los vicuñas y trató de que totalmente ñoz Gago) y Diego Muguértegui, vascongado,
destruyesen a los vascongados, por ser como y sacando las espadas hirió Ortiz a su contrario.
presumían los que animaban al nuevo corregi- Llegóse el corregidor a prenderlo, y viéndose
dor hiciese cuantos desaires y vejaciones pudiese apurado, acometió al corregidor con ánimo de
al antecesor y castigase con todo rigor a los vicu- quitarle la vida, y lo hiciera a no defenderlo
ñas. Poco se diferencia lo malo de lo bueno si algunos azogueros vascongados que allí estaban.
el hacer mal es con capa del bien. Dificultoso Enfurecióse el general con Ortiz, hízolo llevar
parece que de la virtud (siendo santa) pueda a la cárcel, mandó luego se confesase [y] pere-
hacer delito el mal ejercicio. Precioso es [187’] ciera sin duda a no decirle al general los padres
el dado en moneda es merced y disparado
oro, y de la sagrada Compañía de Jesús suspendiese la
en bala es muerte, y sin perder lo precioso queda ejecución porque le aseguraban que en Mataca
culpado. y Chichas estaban 300 hombres para entrar en
El día sábado 13 de mayo en
la noche prendió esta Villa y no se sabía con qué determinación.
don Felipe Manrique Andrés Zarco, que ya he
a Quedó admirado el corregidor de lo que oía, sus-
dicho era el que llamaban el Pastor; prendió tam- pendió el ajusticiarlo, y como era de animoso
bién a Bernardo de la Peña y a Gabriel Hurtado corazón no cesó de perseguir en cuanto podía
(que eran primos hermanos, manchegos de na- a los vicuñas, particularmente a los que eran crio-
ción) y a otros criollos y andaluces, que aunque llos, desarmándolos, embargándoles sus bienes

estaban bien prevenidos para su defensa por y haciéndoles otras muchas vejaciones.
entonces estaban sin la vigilancia que debían, y Demás de esto (como dicen el capitán Pedro
el corregidor con 200 hombres bien armados dio Méndez y don Antonio de Acosta) se hizo muy
sobre ellos y los hubo sin ninguna resistencia. aborrecible este caballero, porque en tiempo en
El día martes 16 pusieron una horca en la que Potosí carecía de todo género de manteni-
plaza, y habiendo el general don Felipe recogido mientos por las continuas guerras y robos que en
500 hombres y nombrado cuatro capitanes, les los caminos se hacían, atravesó e hizo estanque
mandó que guardasen las ocho calles que desem- de los pocos que entraban con capa de más segu-
bocaban en la plaza, todos con bocas de fuego, ridad para los vendedores y compradores, y des-
y siendo las n
del día sacaron a ajusticiar a pendíanse por su cuenta a precios muy subidos, y
Gabriel Hurtado y a Bernardo de la Peña, man- mucho más si sabía ser para las casas y familias
chegos, a Diego de la Piedra y Manuel de Cen- de los que tenían nombre de vicuñas. Siempre
tellas, naturales de esta Villa. Y
porque no hu- los delincuentes fueron alegrón y hacienda de los
biese algún alboroto de vicuñas, los sacaron de malos jueces; por esto los buscan: para hallarlos,
la cárcel y llevaron derecho a la horca, donde no para corregirlos. En lo que más logro tuvo
pagaron sus delitos a vista del corregidor que (añaden estos autores) fue en la coca, pues ha-
presente estuvo puesto a caballo con su bastón. biéndola atravesado toda llegó a vender un pu-
Viendo los vicuñas lo que el nuevo corregidor ñado por un real, de suerte que como ésta es una
iba haciendo, se salían de dos en dos y de cua- yerba necesaria (según quieren decir indios y
tro en cuatro a las haciendas de sus cabezas, y mineros) para aumentarles las fuerzas y quitar-
en pocos días se hallaron en Ulti 200 hombres, en les el sueño cuando labran las minas del Cerro

los Chichas 50, y todos se iban juntando para teniéndola en la boca (aunque esto me parece
entrar poderosamente en esta Villa y matar a sus a mí que más es sólo costumbre inmemorial en
contrarios. los indios) todo su salario y jornales se iba a com-
El día martes 23 de mayo, volviendo el general prar la coca; y si esto no es así, yo digo lo que
4
don Felipe a poner mayor número de gente en otros escribieron.
las calles, sacaron por las acostumbradas al Pas- Maltrató (fuera de lo dicho) a los oficiales
tor con público pregón que decía que en nombre españoles e indios forasteros, dando a los unos
del rey nuestro señor lo mandaba ajusticiar el muchos palos y azotes a los otros, que viendo el
general don Felipe Manrique, por inquietador
4. Entre los capítulos que ante la audiencia de La Plata puso
de la Villa, sedicioso y quebrantador de los fue- Juan Alfaro, clérigo presbítero, contra don Felipe Manrique
ros de la justicia. Ahorcáronlo en la plaza y ha- (Mendoza, Guerra civil, N 9
54), el segundo dice "que es-
tando prohibido a los jueces y justicias por leyes de estos
ciéndolo cuartos pusieron la cabeza en el rollo reinos que no puedan tratar ni contratar, no sólo las ha que-
con mucho gozo de sus enemigos. Los vicuñas brantado el corregidor, pero habiendo comprado 4,000 cestos
de coca, la mayor parte de ella podrida y a muy bajos precios,
que se hallaban en esta Villa ocultos escribieron con opresión y fuerza que hizo a los gobernadores, caciques,
la muerte del Pastor a don Pedro de Andrade y principales e indios que asisten al entero de la mita de la
Villa, se la repartió y vendió a siete, ocho y nueve pesos, en
a los demás vicuñas, que todos lo sintieron. Y
que interesó gran suma de plata, de que resultó cobrar avi-
mientras ellos en Ulti juntan caballos y munición, lantez los dichos gobernadores, caciques y principales para
no cumplir la mita y haberse desentablado, como hoy lo está
diré lo que más hizo el corregidor en esta Villa.
en gran perjuicio de los reales quintos y de los dueños de
3
El día lunes i p de junio, estando en la cancha minas e ingenios, por no cumplirse los que le están reparti-
dos, y de que asimismo resultó enfermar muchos de los indios
3. Después del acierto casual señalado supra, nota i, Arzáns de la dicha Villa, por estar como estaba la mayor parte de la
vuelve a las andadas: el i 9 de junio de 1623 fue jueves. [M] coca podrida", f. 2. [M]

356
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPITULO 9 Año 1623
ejemplar de los vicuñas también intentaban hacer Esta noticia tuvo muy alborotados a sus mora-
bando y matar al corregidor y a los que le aconse- dores.
jaban. De aquí nació el salir de noche en cuadri- A los 10 de junio salió de esta Villa don Juan
llas y apedrear y herir a muchos de los que hacían Frías Breñas, alcalde de la Hermandad, con 30
la parte del corregidor,
y una mañana hallaron soldados arcabuceros de los que trajo el general
despedazados (a pedradas) a dos vizcaínos don Felipe, y 20 indios alabarderos, y con escri-
y
un mulato que asistían al corregidor. También bano y confesor fueron a Ulti donde estaban los
mataron [188} a otros dos mayordomos de San- vicuñas. Gran temeridad por cierto ir pocos a
cho Madariaga, uno vascongado
y otro mestizo, casa de enemigos, siendo muchos
y crueles. Sa-
poniéndole sus mismos indios en el Cerro dentro lióles don Francisco Castillo al encuentro con 50
de una mina un gran suelto sobre falso, hombres, y de éstos eran 10 de a caballo. Fue avi-
y al en-
trar se lo echaron encima
y murieron despeda- sado Frías dos leguas antes de Ulti por unos
zados. indios cómo venían los vicuñas a encontrarlos.
Conociendo los vicuñas que el general era Fue tal el temor que concibió este alcalde que
demasiadamente codicioso y llevado por el inte- como si ya los tuviesen sobre sí
y se viesen des-
rés y adulaciones, Antonio Vázquez natural de truir, dieron a huir todos; y con tener tanta tierra
esta Villa (hombre rico por una mina que le ma- de por medio fueron alcanzados los que atrás
nifestó un indio) se le arrimó entrándole con un
, quedaron y mataron cuatro de ellos en el pueblo
presente de 1,200 marcos de plata en piñas. Gran de Chaqui, sin otros que escaparon malheridos.
suma para cohecho, y con ser tal no sirvió a los Volvióse el alcalde y tuvo qué contar muchos
principios para aplacarlo sino para encender- días, haciéndole creer el miedo que los que sobre
lo, pues siempre la codicia padece achaques de los suyos vinieron pasaban de 500 hombres, to-
hidropesía, creciendo la sed cuanto más se dos leones, [y] con la frialdad que entre sus bre-
bebe. Fuele cebando con otros presentidos, ñas se había apoderado nunca más quiso manifes-
y
finalmente él le compró
voluntad, y cuando
la tarla al fuego de las armas.
estuvo debajo de su amistad le supo decir tales Advirtiendo el general don Felipe que los albo-
razones que le amainó los primeros ímpetus con rotos de Potosí iban de mal en peor, y desde que
que entró a Potosí. Espantárame yo si las dádi- se había mostrado manso se iban volviendo a esta
vas no quebrantaran las peñas. Villa los vicuñas, juntamente con lo que decían
¡Oh que puedes ¿Quién bastará a
interés, y lo
!
los vascongados que aquellos sus enemigos ve-
decir las cosas mal hechas que se hacen en el mun- nían a Potosí a esperar a los soldados que esta-
do por causa de interés ? Pues donde se atraviesa, ban en Ulti para que juntos todos los matasen a
ni queda la ley de amistad, ni de parentesco, ni ellos y al corregidor, insistido por los vasconga-
de justicia, ni de razón ni de hidalguía. ¡Qué de dos persiguió por todos modos a los que olían a
juramentos falsos, votos no cumplidos, fiestas vicuñas. Luego mandó pregonar con cajas
y cla-
quebrantadas, qué de rencillas
y muertes, hasta rines a usanza de guerra que daba por traidores
torpezas, se venden a dinero, qué de maneras de a los vicuñas que cualquiera que matase o pren-
y
hurtos No hay oficio donde no haya mil géneros
!
diese a muchos de ellos (que nombró) si tenía cri-
de fraudes y engaños. ¡Qué de colores para que- men de lesa majestad se le perdonaría, a los que
brar las pragmáticas de los precios, los aranceles en tal crimen no habían incurrido se les da-
y tasas de los oficios, qué de maneras de disimu- ría 500 pesos por cada uno;
y porque le nota-
lados logros, de disfrazadas simonías! No hay ron que le habían cohechado los vascongados
vicio que no sea vendible. A Cristo nuestro bien pues no nombraba a ninguno [de ellos], encartó
vendió Judas una vez por 30 dineros; ahora ha- después en otro pregón que mandó dar a dos o
brá 30 que le vendan 30 veces por un dinero. tres.
5
Comenzó luego a buscar a los vicuñas el
Efectuado, pues, el intento de Antonio Váz- corregidor entrando a las casas con un escuadrón
quez que era apartarlo del fervor con que había de vascongados y de otras naciones,
y a cuan-
entrado haciendo justicia en sólo los vicuñas, dio tos sospechaban ser parciales
(y también a los
aviso a los parciales que estaban fuera de la deudos y amigos de los vicuñas) los llevaron
\ illa para que cuando más descuidado estuviese a la cárcel, llevándose juntamente todas sus ar-
elgeneral viniesen sobre su persona le hiciesen
y
5. 1623. Testimonio del auto pregonado por orden de don
experimentar su poder. Los vascongados luego
Felipe Manrique, corregidor de Potosí, en la plaza mayor
de
conocieron que izquierdeaba un poco, dicha Villa, disponiendo que en vista de permanecer en los
y no sa- contornos de ella muchos de los alborotadores expulsados,
biendo la causa decían que le habrían dado yer-
algunos de los cuales se atreven aun a entrar en el pueblo a
bas sus contrarios para atontarlo, no cesaban caballo y con armas para resistir a la justicia, todo ello
y con
el favor
de soplar las brasas. y la ayuda de algunos vecinos, nadie pueda de hoy
en adelante, so pena de la vida -y perdimiento de bienes, ad-
El día 8 de junio se supo en esta Villa cómo mitir en sus casas ni dar cosa alguna al alférez Montero,

los vicuñas Pedro Fernández del Castillo, fulano Delgado, Simón de


que estaban fuera habían hecho cua- Salas, Diego de Alberca, el alférez Juan Sobrino,
Pedro Galle-
tro compañías de soldados para entrar en ella gos, Francisco de Castro nombrado el Galleguillo, fulano
y Carvajal, Antonio de Vigo, fulano Santillán, Pedro Alonso,
acabar de una vez con los vascongados,
y que Juan Laso, fulano Bernal, Juan Fernández, Miguel de Tal
y
todos decían no quedar satisfechos hasta que nin- San Juan de Vidaurre; y nadie pueda andar a caballo o muía
después del toque de las ánimas, ni usar arma alguna. Potosí,
guno quedase en ella con muerte o con ausencia.
agosto 3. 3 f.”, Mendoza, Guerra civil No. 8. [M]
,

357
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

mas, sin dejarles ni aun los más pequeños cu- muertos, pues luego que se vieron afuera en la

chillos. calle dijeron a voces: "A ellos, a ellos, que ya


El día 22 de junio fueron los vascongados con vienen 200 vicuñas en nuestro favor", y como
elcorregidor a casa de Juan de Paredes, natural esto oyeron los vascongados dejaron la refriega
de esta Villa, porque les dijeron que estaban 100 y salieron a la calle con el corregidor, y al punto
hombres armados; y aunque no hallaron sino sólo cerraron los vicuñas las puertas. Los vizcaínos
10 que acababan de venir [188'] de fuera, éstos, viéndose burlados acometieron a derribarlas, y
viéndose cercados de enemigos, remitieron a sus los que estaban dentro tomaron los dos cuerpos
manos Estaba entre ellos Juan Sobri-
la defensa. y los arrojaron por una ventana a la calle, y ellos
no (el la historia de Poto-
que en verso escribió se fueron por los tejados aunque malheridos los
sí) el cual tenía dos pistolas, y dando fuego a la más. El corregidor juró de ahorcar a cuantos en-
una derribó a Francisco Romero (que Méndez contrase que fuesen vicuñas. Por eso tornaron a
dice era un vascongado) que luego murió pasán- salirse algunos fuera de la Villa, y otros se jun-
dole del pecho a las espaldas la bala; y revolvien- taban de 20 en 20 en sus casas esperando por
do para el general le apuntó la otra pistola, pero horas la venganza y escribiendo a los de Ulti el
en este punto le dieron un golpe tan duro con peligro en que quedaban.
una alabarda que rompiéndole cota y coletos El día 2 de julio fue el general don Felipe
quedó herido en el pecho, y aunque cayó en el a prender a Manuel Luiz, uno de los capitanes
suelo luego se levantó en un momento, y como vicuñas, porque supo que en su casa se juntaban
tenía la pistola en la mano y vio al que le hirió a tener sus consultas y resoluciones. Hallólo
(que fue don Juan de Mondragón, su amigo y solo, y viéndose ya sin remedio salió con una
compadre) se la disparó y derribó muerto. lanza y un broquel a resistir al primer encuentro,
En poder de los ruines y desagradecidos no pero antes que hiciese nada le quitó la vida una
duran más los buenos de hasta tanto que puede bala.
ser su fin lisonja de otros peores. Estos dos com- A fines de julio mataron los vascongados en el
padres vivían juntos y Juan Sobrino lo mantenía ingenio de Oyanume a Pedro Valdés, natural
de todo cuanto es necesario a un hombre para de esta Villa, y lo hicieron pedazos. La mujer y
pasar esta vida, y con todo eso se le mostró tan parientes pidieron justicia contra el mayordo-
desagradecido aunque este desagradecimiento mo y demás vizcaínos, puesto que no era de sus
pagó con la vida. El bueno que en poder del contrarios. El corregidor los prendió y a los dos
malo está seguro, puede ser bueno mas no en- días los echó fuera, y de nuevo puso en prisiones
tendido, pues no previene que [siendo malo] a algunos criollos que estaban en la cárcel. Con
como tal no puede dejar de ser contrario de lo estas y otras cosas mal hechas, presto le veremos
bueno. El que sabe ser malo y peor que otros destruido.
tales,
y quiere medrar por asegurarse de su per-
A 10 de agosto, lunes en la noche, vinieron de
versidad, trabaja en probar que todos los buenos Ulti 10 soldados vicuñas a los que estaban en
son malos, pues si tienen crédito de virtud dice esta Villa con cartas de sus capitanes; éstos en-

que es hipocresía y que por eso es más sospe- traron en caballos, y con arcabuces en las manos.
choso. No se descuidó este autor poeta en cantar Venían a llevar dinero para mantener los solda-
esta su propia hazaña, pero con tan obscuros tér- dos, y como no pudieron sacarlo de donde oculto
minos poéticos que si don Juan Pasquier no los lo tenían los vicuñas por no ser vistos, fueron al
comentara en sus escritos no lo dijera yo con la ingenio de Martín de Ibarburen (que estaba fue-
claridad que en esta Historia. ra del poblado) y entrando en él se les escapó
Viendo los vascongados muertos de los suyos de las manos el mayordomo que también era viz-
aquellos dos hombres y que los alentaba el corre- caíno. Derribaron las puertas del almacén y se
gidor, apretaron los brazos y comenzaron de llevaron 180 marcos de plata en piñas que allí
nuevo a herir a los vicuñas. Viéronse éstos en no- hallaron, y rompiendo una gavetilla toparon con
table peligro por estar dentro de la sala, y mucho 200 pesos en moneda que también se los lleva-
más cuando hirieron a Juan de Paredes (que ron, y volviendo a la plaza derribaron la horca
mantenía la refriega con sumo valor) y otros que el corregidor tenía puesta. De allí fueron al
seis que quedaron malheridos. Sólo don Fran- rollo y quitaron la cabeza del Pastor y luego se
cisco Castillo y don Francisco de Castro no fueron fueron; el suceso venidero pide nuevo capítulo
y
heridos, y por ellos escaparon los demás de no ser y atención.
Capítulo X
DE CÓMO ENTRARON EN POTOSÍ 12 ALENTADOS VICUÑAS A MATAR
AL CORREGIDOR, Y DE LO QUE DESPUÉS OCURRIÓ

N UNCA tienen acierto los jueces que a


de la justicia les mueve el
la ejecución
interés o la demasiada pasión, porque
siempre adquieren por enemigos a una
de las partes. [189] ¡Oh si todos los que admi-
nistraran la real justicia no carecieran de pru-
dencia, pues con ella dieran a cada uno su
gidor y que después se haría lo mismo con los
vizcaínos. Dispusieron también viniesen 10 esco-
gidos hombres en buenos caballos con 100 infan-
tes, los cuales no entrasen al pueblo sino que se

quedasen en el campo para lo que se ofreciese,


y entrando los 12 matasen al corregidor. Don
Juan Pasquier y Bartolomé de Dueñas dicen que
derecho y no agraviaran a los unos por sólo com- no fueron más que siete, pero lo cierto es haber
placer a los otros! Bien pudiera el general Felipe sido 12 según Méndez, Acosta
y el padre fray
Manrique remediar los daños de Potosí con Juan de Medina quienes declaran sus nombres
prudentes modos, con buenas y discretas per- que son los siguientes: el valeroso don Francisco
suasiones, y cuando esto no bastara entraba en- Castillo, don Luis Antonio Valdivielso, don Die-
tonces el castigo de los malos go Zambrana, Antonio Vázquez, don Diego de
y premio de los
buenos igualmente, sin hacer más por unos que Alberca, Juan Sobrino, Domingo Márquez, don
por otros. Mas no hizo nada de esto: antes (co- Diego Vázquez, Pedro Román, Alonso Moreira,
mo dicen Méndezy Acosta), sobornado de don Francisco de Castro y Juan Laso.
dádivas y ricos presentes y movido de mucha Éstos, pues, salieron de Ulti dejando orden de
pasión, procuró solamente vengar agravios de que ¡es siguiesen los infantes, aunque después
iosvascongados con la destrucción de muchos no quiso que fuesen don Pedro de Andrade, y
que les eran contrarios. Alabábase de esto así caminaron solos para esta Villa en 12 buenos
mucho, y escribió al virrey diciendo que había caballos con 20 soldados que quisieron acompa-
estirado cuellos de los más estirados vicuñas, ñarlos. Supo esta venida Tovar (el que se metió
tronchado cabezas nobles y embargándoles opu- fraile), avisó a su guardián,
y su paternidad y
lentos caudales. Mejor dijera que se los había fray Pedro Aramburu le dieron parte al general
quitado para sí, aunque no opulentos como es- don Felipe dos días antes que entrasen en esta
cribía sino 100 pesos de uno, 500 de éste, 1,000 Villa, señalándole la misma noche que había de
de aquél, y 10 reales de este otro, atravesando suceder. El general no hizo caso del aviso, aun-
los mantenimientos y vendiendo la necesidad que volviéndole a guardase porque era
instar se
a los pobres. De estos
y otros daños (que por cierta la determinación
y venida de los vicuñas,
escandalosos se callan) que hizo a esta Imperial atropellando las persuasiones engañosas de los
Villa, se originó su ruina como luego diré. Por- vizcaínos de lo contrario envió a don Francisco
que quien extiende cuanto más puede en panes de Esquivel a recoger gente y armas.
la barra o teja de oro, al paso que la extiende la Más provechoso es al que gobierna el que le
adelgaza, y de barra sólida (que romper no da cuidado que el que se le quita, porque siendo
se puede) la vuelve hoja que aun de la respira- cuidado el gobierno le quita el gobierno quien le
ción del que la mira no se defiende. Así los artí- quita el cuidado. El súbdito que aborrece en
fices de la maldad suelen extender el poder de el superior lo que le hace aborrecible, no aborrece
sus superiores, hasta que de puro delgado le pue- al superior sino a quien le aborrece; pero quien
dan llevar donde quisiere su resuello no paran por acreditarse se vale de la lisonja y se toma
y
hasta su perdición, como lo experimentó este la licencia para decir lo que quiere sin evitar el
corregidor. Vamos, pues, al caso. daño que de su mal consejo sobreviene, éste cier-
Habiendo renovado el bando de que matasen tamente aborrece al superior y a toda la república,
o prendiesen a los vicuñas (con la misma prome- pues todos participan de los males procedidos de
sa que en el pasado) el general don Felipe Man- su dañado consejo.
rique, faltándoles ya la paciencia a los vicuñas día miércoles 6 de septiembre llegaron
El
escribieron a los que estaban en Ulti pidiendo aquellos vicuñas a un rancho de indios en Ca-
venganza, y aquéllos no la quisieron dilatar más. rachipampa (habiendo caminado siempre por
Hicieron junta sobre lo que se haría, quebradas y cerros, juzgando todavía no ser sen-
y salió de-
terminado viniesen a esta Villa a matar al corre- tidos), y como fuesen las 5 de la tarde espera-
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ron que llegase la noche, y serían poco más de vía el corregidor no en la plaza donde hoy tienen
las 8de ella cuando llegaron a la Cantería del su propia morada sino en aquella calle que va a
pueblo, donde dejaron los 20 soldados, y con al- entrar a las Siete Vueltas, 1 cerca de la iglesia
gunos criados se acercaron a la capilla de San mayor y de San Agustín.
Martín (que después se hizo iglesia grande y Llegando al cementerio de la iglesia de la Mer-
parroquia de indios) que está a la entrada del ced vieron que algunos caballos desmontados y
pueblo por aquella parte oriental. Estando allí gente estaban en la esquina de la calle de la Co-
los 12 vicuñas les vino aviso de los suyos en que media, y sospechando ser los que guardaban
les decían que a la media noche estarían juntos aquella calle cogieron para la plazuela del Ra-
hasta 80 hombres que venían por el camino de yo, y bajaron por la calle de las Mantas y de los
Chaqui y estaban como dos leguas distante, y que Mercaderes hasta el Empedradillo, y de allí fue-
así los esperasen. ron derecho hasta las casas del corregidor. Al
El general don Felipe a instancias del muy re- embocar por el zaguán se encontraron con el mu-
verendo padre guardián fray Ginés de Dueñas lato, que dijo a voces: "Señor, aquí están los va-

y de don fray Pedro Aramburu se había preve- lientes”. Los cuales juzgando que los esperaban
nido de gente y armas, porque [189' ] es de saber ya prevenidos quisieron retirarse, pero uno de
que habiéndole avisado dos días antes de la ve- los 12 allegándose al mulato, le metió una bala
nida de los vicuñas (como arriba dije), fiado en por las sienes con que cayó muerto. Luego don
su valor y en que tenía por imposible el atrevi- Francisco Castillo (que venía por cabo de ellos)
miento, no quería prevenirse; pero viendo que mandó que dos calles abajo y otras dos calles
todos se lo decían, mandó a don Francisco de arriba disparasen sus arcabuces, y con nuevo ardid
Esquivel, su sobrino (o hijo natural como otros decía a voces: "Vos, capitán, tomad aquella es-
dicen), tomase a cargo su defensa. Cuando la quina, y vos con esos 50 hombres guardad esa
tarde del día que entraron los vicuñas le rogaba puerta, y vos con los de vuestra compañía andad
el padre guardián mirase por su persona y que a tal calle”, etc.

aquella noche era la determinada, enfadado el Con esto el general don Felipe pensando ser
general le dijo: "Padre guardián, no tenéis que muchos los vicuñas y teniendo por cierta su muer-
turbarme el corazón con tan repetidas amenazas, te, perdido el color, del zaguán adonde había sa-

que de don Felipe Manrique tiembla la tierra”. lido revolvió con presteza a su sala, volviendo
Esto dijo puesto en pie con la voz que más pareció de cuando en cuando el rostro al temeroso trance
grito, y pisando fuertemente la tierra movien- que entraba por sus puertas. Quien no atendiere
do las gruesas piernas, parece que la hacía a la diversidad de nuestros afectos, podrá admi-
temblar. Mostraba estos alientos aunque otra rarse de lo que a este caballero sucedía y a to-
cosa le quedaba en el pecho, y hacía bien, porque dos de ordinario sucede cuando algún daño es-
vilmente quiere asegurar sus desdichas quien peramos, que es volver los ojos a verle como si
desespera del remedio de ellas, y justamente nos importase alcanzarle; mas a buena luz mira-
carece de remedio quien en la esperanza no deja do se hallará que esta natural acción de la vista
puerta por donde puedan acometerle sus dichas. es más para asegurarnos de que le huimos, que
Luego que comenzó a anochecer mandó abrir to- por certificarnos de que le tenemos. Cerró la sala
das las puertas de su casa, y en la sala se estuvo el general, dejando en ella a Francisco Sánchez,

con algunos soldados (con quienes mofando de hombre de valor, con Luis de la Daga, don Ger-
sus enemigos se puso a jugar naipes), enviando mán de Azcaray, Sebastián de Urquidi y don Tir-
2
de cuando en cuando un mulato a las puertas a so Conchillos, y él se metió en la recámara con
ver si venían los valentones (así llamaba a los otros cuatro vascongados, dos criollos y dos es-
vicuñas) clavos negros: allí se armó don Felipe, y entre

Los 12 (que como tengo dicho estaban ya en todos afijaron las puertas con baúles y otros tras-
San Martín) sabiendo que el corregidor se pre- tos que allí estaban.
venía de gentes y armas, animados de su propio Los ocho vicuñas que estaban dentro en los
valor y de que muchos del pueblo que eran vicu- patios dieron fuego a la casa repitiendo: "Viva
ñas encubiertos, o les habían de ayudar o no el rey, viva el rey, muera el codicioso y mal corre-

habían de ofenderlos, sin aguardar a los de su gidor”, con otros vituperios que le decían. Co-
escuadra (que como dije les enviaron a decir es- menzóse a arder por algunos cuartos, y llegando
tarían con ellos a la media noche) dejaron los la fiereza de los vicuñas a la sala, al primer golpe

caballos a sus criados advirtiéndoles que cuando que igualmente le dieron echaron abajo las puer-
más alborotado estuviese el pueblo los llevasen tas. Entraron
y don Pedro Román le dio una cu-
a lo de don Hilario, caballero vicuña de los en- chillada a Francisco Sánchez (que le acometió
cubiertos que vivía junto a la parroquia de San con espada y rodela por ser el primero que en-
Pedro. Bajaron los 12 vicuñas bien armados (con 1. Las Siete Vueltas era el nombre de una calle de Po-
arcabuces al hombro y las cuerdas encendidas) tosí. [M]
2. Estos nombres son apócrifos. Como en lo demás, el epi-
por la calle de la Merced de dos en dos, siem- sodio del asalto a la casa del corregidor coincide en parte
pre por la sombra que las paredes hacían huyendo con los hechos, según los actuados judiciales que se hicieron
de inmediato (Mendoza, Guerra dril, No. 56) y en parte
de la mucha claridad que la llena luna daba. Vi- discrepa de estos hechos. Arzáns da la versión popular. [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO IO Año 1623

tró) y fue tal que rompiéndole la rodela le hirió entraban unos y salían otros, y algunos de los he-
muy mal en No pudieron abrir la puer-
la cabeza. chores que habían vuelto entre la multitud, es-
ta que cerraba la recámara, y mientras a golpes condiendo los arcabuces, se mostraban diligentes
pretendían algunos vicuñas derribarla los otros por ver el fin.
mata[ic>o]ron a balazos a los cinco hombres que Ya en esto habían abierto la puerta de la recá-
estaban en la sala, cuyos nombres dije arriba y mara y sacado al herido general y a los que con
eran todos nobles y de mucha estimación. Luego él estaban. Uno de ellos era el capitán Sancho de

tomaron de los candeleras cuatro velas que allí Madariaga, de muy pequeña estatura, el cual pre-
ardían, y atándolas en los arcabuces dieron fue- sumía de valiente y dice Méndez que sólo lo era
go al resto de la casa. El afligido y turbado ge- de lengua y no de obras. Dice más, que fingiendo
neral don Felipe se había ya arrojado por una en conversación la voz muy abultada decía: "Por
ventanilla a un callejón que caía dentro de la el omnipotente Dios, que el que me oyere hablar
misma que era pasaje a otra, aunque en
casa, y no me viere juzgará que soy algún gigante, co-
la ocasión estaba cerrada la salida con una pared- mo lo soy en obras cuando estoy con las armas
cilla baja, que si por ella se pasara el general a en las manos”. Éste, pues, como oyese decir que
la vecina casa se escapara sin lesión ninguna
y unos indios venían a dar aviso al general don
sin la menor dificultad; pero no lo advirtió. Felipe de que una escuadra de vicuñas entraba al
Bien puede el ingenio discurrir en algunas co- pueblo por San Martín, todo despavorido, sin
sas porque las alcanza; mas prevenirlas todas es atender a que ya estaba casi toda la Villa en fa-
imposible, porque o no se le proponen luego, o vor de la justicia, escabullándose entre la muche-
no le parecen importantes, o (lo que más es) dumbre de gente a todo el veloz valimiento de
dependen de intenciones ajenas las cuales son sus pies se fue al convento de San Agustín, y me-
manifiestas a sólo Dios, siendo cualquiera de es- tiéndose en el oculto agujero de una celda aún
tas causas no sucedan los
bastante a hacer que no se tenía allí por seguro; y por esto cantó Juan
casos como que se yerren los fines,
se desean y a Sobrino en uno de los versos de su "Historia” lo
saliendo a diferente término del que se imaginó siguiente:
o se previno. No falta quien diga que este corre-
"Huye Sancho Madariaga,
gidor fue aconsejado de los suyos con quienes
renuncia su omnipotencia;
estaba dentro que se arrojase al callejoncillo, con
no busca huecas razones
intención de que quitándole la vida sus enemi-
sino el hueco de una celda”.
gos (pues a él le buscaban para ese efecto) es-
capasen ellos, como así estuvo por suceder. Con el mismo temor se hallaban en otra celda
Fue visto el general en aquel paraje por uno del mismo convento el
letrado Salas y don Juan
de los vicuñas desde una ventana de la sala de de Ortuño, que a entrambos pretendían también
donde se veía aquel pasadizo, y que estaba arri- los vicuñas despedazarlos: a Salas porque decía
mado a un rincón por la parte de adentro. Allí era el que daba consejos al corregidor para que
le apuntó con el arcabuz
y diole la bala en un fuesen perseguidos, y a Ortuño porque era el
muslo, que por no ser grande la herida pudo vol- que corría con los logros del general y partían
verse a entrar por la ventanilla a la recámara; de ganancias.
y
al tiempo que metida la cabeza Después de haberse vuelto en ceniza la mayor
y parte del cuerpo
se entraba le tiraron otra bala desde el mismo parte de las casas sin haberse podido remediar,
puesto que la primera, y le pasaron la pantorrilla vino Burgos (que era el dueño de ellas) y las
del pie izquierdo sin tocarle en el hueso (que primeras noticias que le dieron fue cómo los gi-
fue no muy corta suerte), gantes del Corpus se habían hecho cenizas. Mal-
y cayó para adentro
diciendo a los que allí estaban: "Amigos, que me dijo por ello al corregidor lamentándose porque
han muerto’’, a cuya voz se salieron los 12 vicu- eran los que vistiéndolos y componiéndolos si le
ñas de la casa. En la puerta encontraron a don daban 500 pesos para ello las indias vecinas y de
Francisco de Esquivel que venía desolado porque varios tratos (como es costumbre), él se tomaba
le dijeron habían muerto a su tío. Así como los los 400 y con el resto los componía, por lo cual

y dijo: "Pues a don Felipe


vio, sacó la espada dijo el autor arriba citado:
habéis muerto, matadme a mí también”. Respon-
dióle uno de los vicuñas que se reportase "Burgos que su casa ve
y fuese
en paz porque él no les había agraviado como su abrasarse en vivas llamas,
tío. Pero porfiando en que había de pelear, éste suspira por los gigantes
mismo que procuraba reportarlo le envasó tres que al fin ellos le sustentan”.
veces su espada,
y cayó muerto, y los vicuñas hu-
yeron. Estaba en duda la muerte del corregidor, y los
Como se levantasen las llamas sobre las casas, [190'] vicuñas que andaban entre la multitud
se alborotaron los vecinos, tocaron a fuego las de gente se preguntaban: "¿Ha caído el Ha-
campanas de la iglesia mayor y San Agustín, acu- cho?” 3 . Si respondían que no, decían algunos:
dió innumerable gente al clamor,
y al ampara 3. Hacho, corrupción de la palabra quechua jachu — bagazo
de la justicia (que ya se publicaba lo sucedido) (de la coca masticada) Por el pasaje de la Historia, se ve que
.

361
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

"Oh, malhaya el avieso”. Finalmente así ecle- menzó a hacer un razonamiento al pueblo, que
siásticos como que no fueron
seculares, todos los todo estaba en la plaza, y lo que dijo fue:
él
vicuñas atendieron al corregidor, que habiendo "Bendito sea Dios que me ha sacado de entre mis
por consejo de Sancho Medrano escondídose enemigos, si acaso no estoy ahora entre ellos. Y
(después de herido) debajo de unos colchones, así, que lo sois ved cuál me habéis
señores, los
se hubiera de ahogar fatigado del susto y de las puesto, que ya me veo en los umbrales de la muer-
heridas. Tomáronlo en brazos muchos sacerdo- te; alegraos con ella si ése ha sido vuestro deseo.

tes clérigos y religiosos, y sacáronlo a la calle Y vosotros, señores, los que estáis desapasiona-
porque sus enemigos (que se presumía estar allí) dos ved la sinrazón que se me hace sólo por
no le acabasen de quitar la vida, y también por sosegar a esta Villa, de que todos sois participan-
el fuego que de toda la casa del general
y de las tes en sus desdichas. ¿En qué historias se leen las
que estaban vecinas se había apoderado, siendo guerras civiles, crueldades y abominaciones que
tanto el humo y la multitud de gente que procu- se ven en Potosí siendo república de cristianos ?
raba apagarlo que se temían ahogarse muchos. Bien podéis de aquí en adelante mataros y come-
Lleváronlo a la plaza, adonde (y en las cajas ros a bocados unos a otros, que yo me alegraré
reales) estaban los señores azogueros con la de- si lo veo, pues que por guardaros justicia me han

más nobleza de esta Villa con sus armas en guar- muerto, y sin culpa ninguna han hecho lo mismo
da de ellas. de los que con mi persona estaban: muerto es
Estando el corregidor malherido entre los por- mi sobrino que en nada ofendió a ninguno, ved
tales para subirlo a las salas del ayuntamiento se qué rigor”.
llegó a su persona el doctor don Diego Iporre, Aquí llegaba el general con su razonamiento
clérigo de mucha virtud y letras, y como le oyese cuando se le trabó la lengua y luego cayó con un
hablar palabras de despecho y rabia sin querer nuevo desmayo. Alborotóse la gente, y unos di-
que le curasen, le dijo temiese a Dios y mirase jeron "Mueran los vicuñas”, y otros "Muera de
por su alma que estaba arriesgada a perderse, y una vez el corregidor, que así tendrá sosiego esta
tanto bueno supo decirle que lo sosegó; y dicien- Villa”. ¡Oh cuán inadvertidamente se aseguran
do que se moría le dio un desmayo (como dicen riesgos particulares en conveniencias comunes, y
Méndez y Acosta) y Juan Sobrino cantó lo si- más cuando se funda en el daño de uno la conve-
guiente: niencia de muchos ¿Quién fue tan necio que pue-
!

da persuadirse a que su salud importe tanto a otro


"Llevaron luego a la plaza como a él ? En esto confesaron los contrarios del
al señor de aquesta Troya; general los delirios de su confianza propia, que
díjole al pasar Iporre, es y será el tósigo de todas las prosperidades.
clérigo de gran conciencia: Al fin los eclesiásticos subieron en brazos al
—Téngase vuestra merced, general a una de las salas del ayuntamiento, y
oiga lo que Dios me enseña. poniéndolo en una cama fue curado con esperan-
No blasfeme, no desespere, zas de mejoría. Los alcaldes ordinarios le pusie-
que no es de cristianos pechos; ron mucha gente de guardia, y dieron aviso bre-
conviértase al Criador vemente al presidente don Diego de Portugal
y haga larga penitencia, que estaba en Tarapaya. 5
mire que son aldabadas Este es el memorable suceso del general don
de Dios las balas que lleva; Felipe Manrique, que tanto hizo en el Perú en
tema el coco del infierno aquel tiempo, pues no hubo parte donde no se
y más coca no despenda cantase su tragedia en este romance:
porque esa coca ante Dios
en su tribunal desflema; "De su refulgente asiento
con el Cerro y con sus indios derrama plata en la tierra
amaine, señor, tributos la que, faltándole el día,
porque es sudor de inocentes su rostro inconstante muestra.
4
y a Dios sus clamores llegan”. Airosa venía en su carro
tachonado de planetas,
Así van prosiguiendo estos antiguos romances y en medio del Empedrado,
en que se cuentan los mismos sucesos que he- recogió toda la rienda.
mos dicho del general don Felipe, el cual vol- Paróse a ver cómo salen
viendo en sí de su desmayo y poniéndose en pie de sus vengativas cuevas
en las gradas de la subida del cabildo o salas de doce [191] vicuñas que pueden
ayuntamiento, con una voz ronca y levantada co- ser tigres de Hircania fiera”.

cí pueblo había puesto a Manrique el apodo de Hacho se-


Así va prosiguiendo este antiguo romance la
guramente por sus comercios ilícitos de coca. [M]
4. Es obvio que el romance ha padecido adulteraciones a tra-
vés de copias sucesivas: el verso siete cuenta nueva sílabas 5. Don Diego de Portugal no estaba entonces ni en Tarapaya
en vez de ocho, y los versos dos, ocho y 18 no cumplen con ni en Potosí sino en La Plata (Mendoza, Guerra dril, No.
la asonancia c-a propia del romance. [M] 12). [M]

362
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 10 Año 1623

historia que hemos referido, que por su proliji- rosos vascongados con quienes aquel mismo día
dad he excusado el decirlo todo. 6 había llegado de la villa de Cochabamba en fa-
La noche en que sucedió esta mengua en el vor del general don Felipe. Y
como ya el capitán
altivo ánimo del general don Felipe fue la mis- Azcoitia (por haber oído clamor de las cam-
el
ma en que llenaba la luna y hacía mucho aire, panas) sospechando lo que podía ser estuviese
como lo dice el romance, por cuya causa se agra- prevenido, luego que llamaron los vicuñas a las
varon más las heridas que le dieron, pues estuvo puertas (que ellos entendían estar allí solos
al frío dos horas sin querer que le curasen. Pero losmayordomos, que eran criollos) se encontra-
ya curado y seguro de sus enemigos trataba nue- ron de improviso con los vascongados. Luego
vamente de la venganza, y sólo para este efecto unos y otros supieron cómo eran enemigos. Az-
deseaba sanar. Grande es la ceguedad de los coitia, muy de comedido, después de haber salu-
hombres pues en una desdicha no escarmienta dado a don Francisco Castillo como cabeza de
para otra. Diéronle aquellas heridas al general, los que venían, le dijo el intento de su venida y

y él se curó de ellas para volver a entregarse a anduvo tan valiente y determinado este gallardo
los riesgos. El marinero adereza la nave que la vascongado que aquella misma hora le pidió
tempestad le maltrató, para volverla al peligro. campo y luego a los demás vicuñas. Los cuales,
Sobre las ruinas de la casa que se le cayó vuelve admirados de la novedad, consultando brevemen-
eldueño a edificarla, sin mirar que edifica para te entre ellos lo que harían le respondieron con
que se le vuelva a caer. El ruiseñor a quien el razones muy atentas ser contentos de lidiar con ta-
labrador descompuso el nido, vuelve a hacer otro les caballeros;
y añadiendo que no se perdiese
en el ramo mismo que se le rompieron. La abe- más tiempo pues ya la primera luz del día les
ja a quien el oso le desbarató el panal, vuelve a convidaba, se fueron un cuarto de legua distante
labrar el panal quizás para el oso. Si es mucho lo de aquellos ingenios, 12 para 12.
que yerran éstos no es poco lo que este corregi- Puestos en el sitio, advirtieron cinco de los
dor yerra sacando su vida de los brazos de la vascongados que sus caballos estaban flacos y
muerte para las antecedentes malas obras de su cansados porque habían caminado más de 60 le-
vida. guas, por lo cual determinaron los caudillos que
Digamos ahora lo que pasó con los 12 vicuñas no batallasen más de los siete de cada parte; y
de esta facción. Los cuales como
viesen y oyesen aunque los cinco caballeros restantes, así vascon-
que toda la Villa se lamentaba por las inocentes gados como vicuñas, quisieron igualar la lid a
muertes de seis varones nobles que perecieron pie, no se lo permitieron sus capitanes
y sólo les
en casa del general
(y particularmente por la dijeron sirviesen de padrinos de unos y otros sin
de don Francisco de Esquivel, su sobrino, que de empuñar las armas, aunque porfiadamente Juan
todos era amado),
y que todos decían "Mueran de Oyhenar instaba en combatirse con todos cin-
los vicuñas que tal han hecho”, se salieron de la co él solo con espada y rodela, ya provocándolos
plaza luego que acabó su razonamiento el corre- ya persuadiéndoles a aquellos cinco vicuñas, y
gidor (donde estaban disfrazados), aunque era su ligereza mucha y excelente su des-
y se fueron
adonde tenían ordenado les tuviesen sus caballos treza, siendo tal número los contrarios
y de arris-
y montando en ellos se bajaron a Cantumarca, cados espíritus, necesariamente le había de faltar
porque según estaban contra éstos todo el pue- los alientos,no el valor porque tiene su habita-
blo no tenían seguridad enninguna casa. Serían ción en alma cuando perfectamente le asiste
el
las 4 de la mañana cuando sin saber lo que ha- a un hombre.
cían llegaron a las puertas de Juan Durango, Mas no puedo dejar de decir que está enga-
donde el capitán Azcoitia se hallaba con 11 vale- ñado el que piensa que un hombre solo puede
reñir con muchos, por más fuerza que le sobre,
íS- La versión del asalto a la casa del corregidor, repetimos, pues, como dice un gran maestro en esta ciencia
coincide en parte con ios documentos coetáneos. Son diferen-
tes las circunstancias de las heridas que sufrió aquél, así
de la verdadera destreza, un movimiento se im-
como los nombres de que guardaban su casa. Ver "1623.
los pide con otro movimiento, a una acción se opone
Autos hechos de por don Diego Muñoz de Cuéllar,
oficio
otra acción, un tiempo se proporciona
comisionado por la audiencia de La Plata para la averigua- y mide
ción y el castigo del asalto perpetrado al anochecer del 6 de con otro que sea su igual, y una intención ocurre
septiembre de este año a la casa de don Felipe Manrique,
a otra intención tan solamente. Supuestas estas
corregidor de Potosí, contra Pedro Fernández del Castillo,
cabeza principal de los vicuñas en los disturbios de la Villa, verdades, ¿cómo quiere el valor más alentado
sobre haber sido uno de los 12 hombres que con Pedro
Gallegos, el alférez Juan Sobrino, Alonso de Santana, Fran-
que su movimiento impida cinco distantes o más
cisco de Castro llamado el Galleguillo, Pedro Alonso, Juan o menos, su acción cinco diversas en diversos
Bernal y otros sediciosos, entraron en la casa del corregidor,
sujetos y diversas posiciones, su intención a cinco
mataron a don Francisco de Esquivel, a un mestizo llamado
Mateo, a Juan Moreno, Mateo de Arévalo, Francisco López diferentes, y que a un mismo tiempo se mida con
y Diego Sánchez, hirieron a don Felipe Manrique. Pedro So-
rrozales, Fernando Ortiz, Andrés Solórzano, Benito de Zú-
muchos desiguales? Pase (en los que piensen
ñiga, un mestizo llamado Andrés, Juan Núñez, Juan de esto) su parecer por temeridad inconsiderada,
y
Pilas, don Juan Enríquez de Otálora
y un viejo apellidado dejemos que a su costa los desengañe la experien-
Carrillo, prendiendo después fuego por los techos a la casa
y escapando sin ser habido ninguno, Potosí, abril 30-diciem- cia, no porque no hemos visto defender un hom-
1 ®' 2 57 ñ”, Mendoza, Guerra civil, No. 56. Ver también
i.. Relación
la
bre su vida de cuatro (más y menos) hombres,
de las inquietudes y alborotos de la Villa Im-
perial de Potosí”, de Gómez de Sanabria
( ibid No. 82). [M] y también atropellar, herir y poner en huida uno

363
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

solo a muchos, pero hemos de estar en que son salido, llevando losdos cuerpos muertos, y los
con[i9i']forme los sujetos, que por eso el otro vicuñas se metieron entre los ranchos de los in-
excelente capitán cuando le preguntaron que con dios de Santa Bárbara dejando el cuerpo de Már-
cuántos se podría reñir de modo que pudiese de- quez. A
la misma hora vino de Tarapaya el pre-
fenderse y ofenderlos, respondió diciendo: "Si sidente don Diego de Portugal, el cual levantó
es hombre de bien basta uno solo, pero de bella- dos compañías de gente que guardasen las cajas
cos, la calle llena”. reales, y aquella misma tarde mandó que todos
El gallardo Azcoitia dice el capitán Pedro los de la Villa acudiesen con sus armas a la pla-
8
Méndez que aseguraron personas que lo ha-
le za. Era su intento ver si venían algunos de los
bían conocido en el Cuzco y Cochabamba, que 12 (que ya se sospechaban quiénes eran, y aun
sería de 30 años cuando su destino lo trajo a este ciertamente se sabía ser Castillo la cabeza, por
lamentable suceso, era de los nobles de Bilbao, las señas que los de Azcoitia, que ya estaban
alto de cuerpo, fuerte y de mirar grave. El caba- dentro de la Villa, daban), pero como no vinie-
llo en que entró en esta batalla (según el mismo ron a la plaza se volvieron los demás a sus casas,
autor) era de los buenos de aquel valle de Co- haciéndose todos cargo de buscar a los vicuñas
chabamba, tordillo y de buena presencia. El ca- y matarlos.
ballero sobre sus finísimas armas traía una sobre- Aquella noche siguiente a la que fue herido el
vesta o casaca de una tela que parecía una plan- general don Felipe, estando en la plaza (des-
cha de oro finísimo, sembradas por ella muchas pués de las oraciones) un señor sacerdote cléri-
estrellas de plata fina, que le hacían en grandí- go ayudante de curas de la Matriz, se llegó a él
sima manera galán y vistoso. 7 Volábanle sobre un hombre y retirándolo a una parte secreta con
la celada gran cantidad de plumas blancas, azu- achaque de que se quería confesar, le dijo: "A
les, verdes
y encarnadas. La lanza era grandísima vuestra merced he escogido para que socorra esta
y gruesa, y de un hierro acerado de más de una Villa. Tome esta llave, y en tal casa hallará es-
tercia. El escudo dorado condidos aquellos hombres que han hecho este
y en él pintadas sus ar-
mas. No era necesario tanta gala y bizarría para estrago, prevenidos de muías. Ábrales y dígales
ser despojo de la muerte. que al punto huyan porque toda la Villa está con-
Don Francisco Castillo su contrario no traía tra ellos, que si ahora vuelven con su escuadra
lucimiento ninguno más que una capa de escarla- (que tienen intención de volver con ello por estar
ta, quizás por cubrir lo negro aunque fuerte de una legua de aquí) en tiempo que están en esa
sus toscas armas, y en la cabeza sólo un morrión plaza armados tantos, es cierto les han de ayu-
pequeño. El caballo era bayo, chileno, fuerte, dar, y es para temer lo que pueda suceder”. Y
descansado y muy diestro. A Valdivielso le cupo aunque la noche era lóbrega y lluviosa fue el
Urquidi; a Diego Zambrana, Uzurvil; a Antonio buen sacerdote a aquella diligencia, y no halló
Vázquez, San Juan de Murguía; a Diego de Al- en la casa más que las muías, bien proveídos los
berca, el capitán Anzuola; a Juan Sobrino, San- bolsillosde las sillas de dinero. Cogiólas y [a]
7.
cho Elgoibar; a Márquez, Pedro Zumaya; a Pe- aquellas horas salió en busca de los 11 vicuñas
dro Román, Vergara. Comenzóse la batalla entre fuera de la Villa. Dijéronle unos arrieros cómo
estos 14 caballeros, de las sangrientas que se ha- leshabían quitado sus muías en la Cebadilla por
bían visto en Potosí. Fue finalmente tan grande estar sus caballos que no podían ya dar un paso,
el encuentro que Azcoitia dio a Castillo con su y que iban camino de Porco. Y mientras los busca
lanza por los pechos que lo sacó de la silla a las aquel buen sacerdote, digamos otros sucesos que
ancas del caballo, y si no se asiera de ella cayera hubo en esta Villa.
de allí muy distante. Rompió la lanza Azcoitia El día que se contaron 8 de septiembre, teme-
con este golpe y revolvió el caballo para sacar la roso el presidente don Diego de Portugal de que
espada, y al tiempo que volvía sobre Castillo éste si los vicuñas acometiesen a la Villa sería cruel
le salió al encuentro ya firme en la silla,
y pa- el estrago en ellos o en los de la guarda que había
sándole con su lanza el escudo le metió gran puesto, cargando toda la culpa al general don
parte del hierro a Azcoitia por el estómago, Felipe se fue a Chuquisaca, dejando a Potosí sin
y luego cayó muerto. Ultimamente los otros 12 una cabeza que con prudencia y valor la defen-
9 10
se combatieron fieramente, y Pedro Román ma- diese. El cabildo despachó de todo aviso [193*
tó a Vergara; y de los vicuñas fue muerto Már- Ms. de A\ctdrid~\ al virrey y a la real audiencia
quez a manos de Pedro Zumaya, y Antonio de La Plata pidiéndole hiciese volver al presi-
Vázquez y Diego de Alberca quedaron muy dente por el riesgo que tenía la Villa de perder-
malheridos. se. Entraron allá en acuerdo un día después que

En esto serían ya las 7 de la mañana. Los vas- llegó el presidente, y determinaron volviese a
congados se tornaron al ingenio de donde habían
8. Está dicho que don Diego de Portugal no estuvo entonces
en Potosí sino en La Plata, como que presidió en la audiencia
A estar con los documentos que brotaron de los aconteci- los acuerdos inmediatos para hacer trente a la grave situa-
mientos mismos, la lucha tuvo un carácter más bien bronco ción (Mendoza, Guerra civil, Nos. 12, 25, 82). [M]
(Mendoza, Guerra civil: Crespo, La guerra entre vicuñas y 9. Don Diego de Portugal estaba en La Plata y no en Po-
vascongados) Sobre tan áspero cañamazo Arzáns aplica estos tosí desde dias atrás, como se ha hecho notar. [M]
T
finos bordados caballerescos de consistencia puramente legen- 10. En el ms. de Brosvn falta el folio I92-I92 .La transcrip-
daria. [M] ción se ha hecho en esta parte según el ms. de Madrid. [M]

364
--

PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPITULO II Año 1623

Potosí su señoría. Pero él respondió despechado Al segundo día de su venida (que fue 14 de
11
que ya Potosí no tenía remedio, que quería guar- septiembre) amanecieron unos cartelones en la

dar su vida y no perderla entre bárbaros; y vien- plaza, y el uno decía:


do su resolución despacharon al oidor don Diego
Muñoz de Cuéllar. El oidor con su garnacha
Sabiendo los vicuñas que estaban en Ulti que dicen lo ha de remediar:
el oidor iba a Potosí y que publicaba haría gran bien pueden por él doblar.
justicia en los de su facción, determinaron pasar
a Chuquisaca con 50 caballos y 100 infantes, y Todo lo supo el oidor, que no dejaron de serle
dieron orden a los que estaban en Porco y Chi- tragos de muerte. Y advirtiendo el riesgo de que
chas para que con todos los que allí se hallasen también corría su vida, mandó reforzar la guar-
acometiesen a Potosí. Voló luego la fama con da de las cajas reales donde estaba con el corre-
esta novedad que alborotó aquella ciudad y esta gidor, y que los indios guardasen las esquinas y
Villa. El oidor dejó la compañía de soldados que entradas del pueblo porque no entrasen los vicu-
le daban y salió disfrazado, y sin gente ni otro ñas. Pero los que estaban dentro no dejaban de
ruido entró en esta Villa por no alborotar a los lograr ocasión de daño en sus enemigos.
vicuñas. La primera diligencia que hizo fue mu-
dar al corregidor a las cajas reales, que lo halló xi. Muñoz de Cuéllar salió de La Plata en la mañana del 8
de septiembre, y el xi había comenzado ya la pesquisa del
muy malo y muy cercado de enemigos. asalto (Mendoza, Guerra civil, Nos. 12, 25, 15). [M]

Capítulo XI

ENTRADAS Y ACOMETIMIENTOS QUE LOS VICUÑAS HICIERON EN POTOSÍ.


PREVENCIÓN DE CHUQUISACA EN SU DEFENSA. MUERTES DE VAS-
CONGADOS QUE EN AQUELLA CIUDAD Y EN ESTA VILLA HI-
CIERON, Y CÓMO FUE DESCUBIERTA Y COLOCADA LA
IMAGEN DE LA MADRE DE DIOS DE JERUSALEN

D IJIMOS en el capítulo pasado cómo entre sí capitanes para la entrada, conque el buen
aquel buen eclesiástico (cuyo nombre ayudante se volvió a Potosí. A poco tiempo mu-
ayudante de los curas de la
se ignora) daron de parecer quizá movidos por distinto in-
mayor, fue en busca de los 11
iglesia forme. Luego juntaron mucha gente de todas
vicuñas que hicieron el estrago en el corregidor naciones excepto los andaluces, que por estar
y su casa; el cual llegó a Chaquilla (estancia en aquella sazón de mal con los criollos y extre-
de Villalobos, uno de los vecinos ricos de Po- meños se habían juntado (aunque no todos) con
tosí) [y] pasó a los ingenios de Saucapalca el general don Felipe. De Saucapalca salieron los

(abajo de Tomahavi) donde los halló ya con vicuñas y vinieron marchando contra Potosí más
mucha gente que se les había juntado, y más que de 200 hombres con muy buenas armas. Llega-
luego agregaron dos personas principales y ricas ron a Chaquilla con deseo de entrar una noche a
(siendo la una hermano del corregidor de Por- esta Villa ymatar al general don Felipe y a los
co); y estaban determinados [194, Air. de Ma- vizcaínos.
drid' de volver sobre Potosí.
}
Alborotóse Potosí con la nueva, y el general y
El buen sacerdote, recelando el daño, les dijo [el] oidor don Diego Muñoz enviaron a apaci-
que no hiciesen tal, porque si fiaban de los ve- guarlos al vicario de esta Villa, don Antonio de
cinos éstos habían de ser contra ellos; que mejor Castro; y aunque los habló no hizo nada. De allí
sería entrarse a Santa Cruz de la Sierra y con- pasaron los vicuñas a Porco temiendo la entrada
quistarla del todo, 1 conque se borrarían sus deli- en Potosí por estar todo en armas para resistirlos.
tos. A ellos les pareció bien el consejo. Señalaron Luego cogieron para Ulti, adonde juntaron más
gente hasta llegar a tener 100 caballos montados
Santa Cruz de la Sierra era la última población en el dis-
y 200 infantes, y estando juntos se fueron a alo-
1.
trito de Charcas hacia el oriente, ya en la hoya tributaria 2
del Amazonas y en frontera de indios infieles y de portugue- jar a la estancia de don Martín de Zamudio, y
ses. Ver René-Moreno, Biblioteca Boliviana; Groussac, Men-
doza y Garay, Jaime Mendoza, El Chaco ; Finot, Historia de 2. Esta es una incongruencia. Como se ha hecho notar, don
la conquista. [M] Martín de Zamudio era uno de los vascongados principales
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de aquí salían sin dejar vizcaíno que no maltra- al oidor y corregidor, los cuales llamaron a don
tasen, ni de otras naciones que atendían al co- Juan de la Cueva y le dieron en nombre del rey
rregidor. la capitanía general, poniendo en sus manos el
La noche del día que se contaron 20 de sep- seguro de sus vidas. Repartióse armas, pólvora,
tiembre volvieron a esta Villa los vicuñas que balas y cuerda, y luego mandaron que los solda-
hirieron al general. En sus caballos rompieron dos asentasen plaza a 30 pesos de sueldo [i94 v .

la guarda de indios
sin hacerles daño, y entrando Ms. de Madrid ] cada mes, que luego se comenzó
a la plaza dispararon los arcabuces provocando a a sacar plata de la real hacienda con exorbitante
los que guardaban las cajas reales a que saliesen gasto.
y peleasen. Mas ellos, por quererlo así el oidor, El día 24 de septiembre llegaron a esta Impe-
se estuvieron quedos; y los vicuñas (que por to- rial Villa 600 soldados que los corregidores de
dos eran 12) llegaron a las ventanas que daban Cochabamba, Paria, Oruro y Chayanta enviaron
y uno a uno
a los cuartos del oidor y corregidor al general don Felipe a instancias de la real au-
les abalearon las rejas diencia de La Plata. El capitán Oyanume había
y puertas. El corregidor
estaba todavía malo de sus heridas, y mucho más recogido 100 hombres en Chuquisaca (vascon-
lo estuvo con este sobresalto. Luego se volvieron gados y de otras naciones) y al tiempo que que-
los vicuñas sin hacer más daño. rían salir para esta Villa llegó a su noticia cómo
El día siguiente, viendo el oidor el atrevimien- los vicuñas decían que entrarían a aquella ciudad
to y poco efecto que había tenido el cuidado de
y matarían a Oyanume y a los demás vasconga-
poner guardas, mandó se alistasen algunos ba- dos, y aun a los mismos oidores; con cuya noti-
rrios de los vecinos,
y hecha esta diligencia halló cia se alborotó aquella ciudad y luego mandó la
ser 4,000 españoles de varias naciones capaces real audiencia se alistasen los vecinos,
y (alista-
de tomar armas, y para cada una nombró su capi- dos) se hicieron seis compañías, mandaron es-
y
tán 3 para los criollos a don Fernando Vaca, para
: tuviesen a punto para lo que sobreviniese.
los andaluces a don Fernando de Ávalos, para los Sabido por los vicuñas cómo Chuquisaca y Po-
vascongados a don Antonio de Sasola, para tosíestaban puestos en arma, echaron voz de que
los catalanes
y extranjeros a Lorenzo Remón, primero asaltarían la ciudad por tener menos
para los portugueses a Moreira (cirujano), para 4
gente. Con estas noticias [193] cerraron los
los manchegos a Aparicio Martínez, para los ex- mercaderes y oficiales sus tiendas, y todos fueron
tremeños a Juan Núñez de Anaya (éste era vicu- al cuerpo de guardia que ya rondaba de noche
y
ña oculto), para los castellanos a don Tiburcio esperaba de día. Por esta causa se veían ya de-
Arias Minaya. Nombrados estos capitanes y reco- sesperados los vecinos de aquella ciudad y desea-
nocido cada uno su gente, les encargó el oidor ban o que se quitase la guardia o de una vez se
y corregidor la guarda de las cajas reales y la acabase de perder la ciudad.
Villa. Nombraron también capitanes indios para El día i 9 de octubre entraron en Potosí de dos
que guardasen los campos y entradas del pueblo en dos y de cuatro en cuatro por las calles que
con 8,000 indios. Todo esto escribían los vicu- no había guardia 50 vicuñas, y esa misma noche
ñas que estaban en esta Villa a los de afuera, y a hora de las 7 encontraron al veinticuatro Pedro
éstos prevenían mayor aparato de guerra. de Verasátegui (que de Chuquisaca había venido
En este tiempo se hacían las fiestas de Nuestra con el oidor) con otros dos vascongados. Acome-
Señora de Guadalupe en Chuquisaca, y los 12 tiéronles los vicuñas, mataron a los dos vizcaínos
vicuñas que habían entrado las dos veces que
y Verasátegui se escapó malherido. Juntáronse
quedan dichas en esta Villa fueron a aquella que estaban en la
a los 50 vicuñas los Villa, y
ciudad a alancear los toros. Entraron una tarde tomando por capitán a don Francisco Castillo
disfrazados a la plaza con ricas galas y buenos determinaron entrar a la plaza con 100 hombres
caballos, y aunque se sabían ser vicuñas se ignoró todos arcabuceros, y para que fuese mayor el so-
por entonces el que eran aquellos sobre cuyas vi- bresalto de la guardia dispusieron que entrasen
das se habían echado rigurosos bandos. Allá se 25 por cada esquina de las más principales, como
hacían fiestas, y Potosí se abrasaba en guerras y lo hicieron, disparando al entrar los arcabuces
desdichas. con tanto ruido al mismo tiempo que parecían
El día 23 de septiembre amanecieron en la pla- 1,000 hombres por cada parte. Túvose por per-
za de esta Villa unos carteles de desafío retando dido el oidor y de la misma manera el corregidor,
el cual (porque no le quitasen la vida en su ca-
de Potosí: su persona fue herida y su casa asaltada durante
los disturbios (Mendoza, Guerra civil, Nos. 43, 45). [M] ma) saltó de ella, púsose una cota y salió a la reja
3. El cotejo de la lista de Arzáns con la que incluye la do-
de una ventana a esforzar la gente; lo mismo hizo
cumentación positiva sugiere esa mixtura de realidad e irrea-
lidad que caracteriza la composición de estos capítulos de la el oidor sin bajar a la plaza. La noche era tenebro-
Historia: criollos, don Fernando Cabeza de Vaca; andaluces,
sa y lluviosa, y no se veían unos a otros. Dispa-
Francisco de Godoy y Rivera; vascongados, don Antonio de
Sasiola; aragoneses, Lorenzo Remón; portugueses, Melchor raban a tiento los de la guarda, y los vicuñas se
Moreira; manchegos, Aparicio Martínez; extremeños, Juan reparaban en las almenas del cementerio de la
Núñez de Anaya; castellanos, Alonso Ruiz de Rivera; galle-
gos, Alonso de Santana (Mendoza, Guerra civil, No. 11). En iglesia mayor, y como éstos reconociesen la ven-
cuanto al número de soldados que se juntaron, los 4,000
uc dice Arzáns exceden con mucho a los 255 que realmente 4. Desde este punto continúa la trascripción según el ms.
ucron (ibid., loe. cit. ) [M]
.
de Brown. [M]

366
n*> .uMHBnKimumHiMam

PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO II Año 1623

taja y elclamor de las campanas que allí llama- entrar a don Pedro Barrutia (de los buenos hom-
ban a todo el pueblo ([siendo] innumerable la bres de esta noble nación, casado y bien empa-
gente que acudía junto con los indios de la guar- rentado en la ciudad de Los Reyes, que el día
da) los vicuñas se fueron juntando a un cuerpo antes había llegado a percibir una herencia de

y (escondiendo las armas) unos se entraban a gran suma de dinero) en una tienda de barbería.
sus casas y otros fingían venir a favorecer la jus- Díjole el oficial que mirase cómo no tenía segu-
ticia. Con esto se aquietaron esperando a la ma- ridad en la vida, que no anduviese solo porque
ñana para ver los efectos. Amaneció el día y se habían venido de Potosí muchos hombres a ma-
hallaron en la plaza siete hombres muertos de tar a los de su nación. A lo que respondió el des-
los de la guarda y dos vicuñas, y el corregidor venturado caballero que él acababa de llegar y
muy a pique de perder la vida por su levantada. no había hecho daño a nadie. En esto entró un
v
El día 4 de octubre se supo en La Plata la en- niño y le dijo: "Señor, mirad que os [i93 ] es-
trada de los vicuñas en Potosí y muertes que hi- peran unos hombres para mataros. Mandad avi-
cieron; y como decían habían de hacer lo mismo sar a la justicia y no salgáis hasta que se vayan”.
en aquella ciudad, luego al punto mandó la real Pero despreciando estos avisos, sólo requiriendo
audiencia se juntasen los vecinos, y nombró por su espada salió a la calle, y habiendo caminado
capitán general a Moneada, un soldado de valor 10 ó 12 pasos le dispararon una bala que pasán-
y experiencia, que lo había sido en Flandes, el dole de las espaldas a los pechos cayó allí muerto.
cual dispuso los escuadrones y entradas de la ciu- El día 18 en las puertas del mesón o tambo de
dad con maderas, cadenas y otros atajos como la Estrella, acometieron ios vicuñas a Diego Sa-
quien lo sabía hacer. 5 Hecha esta diligencia, en- garsazu y a otros cuatro vascongados que con él
viaron con presteza algunos soldados a los mine- estaban: mataron a dos de ellos y Sagarsazu es-
rales de Aullagas para que trajesen plomo, pues capó malherido. Aquella misma noche mataron
no tenían más que dos arrobas de aquel metal. a puñaladas estos carniceros vicuñas a dos man-
Refinóse cantidad de pólvora en Chuquisaca. cebos vizcaínos (criados de Oyanume) que en-
Despachóse también un auto a esta Villa con contraron en las puertas de su misma casa, con-
pena de la vida a los que vendían y refinaban que no tenían hora segura, pues o ya en sus casas
pólvora para los vicuñas. Notificóse este auto a o en las calles y plazas encontraban la muerte.
Juan de Vanegas, que de este trato era maestro Viendo la real audiencia que los vascongados
mayor en esta Villa, el cual respondió que no perecían a manos de los vicuñas, y que ni los mis-
beneficiaba la pólvora para los vicuñas ni para mos oidores estaban seguros pues los tenían ame-
particulares personas sino en general para todos nazados, echaron bando general sobre sus vi-
los que viniesen a comprarla. Ya es casi ordinario das, prometiendo muchos premios al que matase
en estos reinos el no haber tanta atención en obe- algún vicuña. Pregonóse también que ninguna
decer los decretos de las príncipes y jueces, aun- persona de cualquier estado o calidad que fuese se
que sean muy lícitas las materias, y así se dismi- atreviese a darles socorro ni acogida en poblados
nuye la autoridad del que manda por faltar en el ni caminos, y el que lo contrario hiciese luego
súbdito la pronta abediencia. Siempre se propo- muriese por ello. Saliéronse los vicuñas que en
nen réplicas o súplicas, con que no llegan a po- aquella ciudad estaban, 6 y sabido el bando por
nerse en debida ejecución los decretos de ios re- los otros de su facción, enfurecidos renovaron
yes, en gravísimo daño de la república que se sus propósitos que era de no dejar a vida vascon-
gobierna por ese medio. gados ni persona que de su parte fuese, como se
El día 9 de octubre Diego de Alberca y los dos vio en esta Imperial Villa con notable escándalo
hermanos Juan Laso y Pedro Laso juntaron 30 y barbaridad más que cruel, pues quitaron la vida
vicuñas de los sobresalientes con los cuales fue- estos vicuñas a muchas mujeres que tenían alguna
ron a Chuquisaca, y aunque tenía gente de guar- dependencia con los vascongados, y (como afir-
da la ciudad no les faltó modo para entrar. Éstos man Méndez y Acosta) mataron en esta ocasión
se repartieron en varias casas con disposición de a dos niñas de poca edad sólo por ser hijas de
matar a los vizcaínos que pudiesen, y particular- vascongados y hallarlas guisando de comer para
mente a Oyanume y al veinticuatro Verasátegui, enviarlo a sus padres. Muchos de los hijos varo-
que éste aún sin estar sano de sus heridas se volvió nes de esta esclarecida nación, naturales de esta
a Chuquisaca donde se tenía por más seguro. Avi- Villa, andaban huyendo en varias provincias por-
sáronles por cartas los vascongados que estaban que no les quitasen la vida como a sus padres, y
en Potosí mirasen con quién hablaban y quién algunos aun de ellos mismos se veían aborreci-
entraba en sus casas, porque sabían que habían dos por ser de nación criolla y entonces crueles
ido muchos de los vicuñas a matarlos. Por esto enemigos los que eran vicuñas.
vivían todos con vigilancia,
y no era bastante di- El día jueves i 9 de noviembre a hora del me-
ligencia para su seguridad pues el día 16 de octu- diodía entraron en esta Villa 100 soldados vicu-
bre, que andaban acechando los vicuñas a los ñas en buenos caballos, con su general que era
vascongados en la calle de la Audiencia, vieron Francisco Castillo. Dividíanse en dos trozos, el

5- Los libros de acuerdos de la audiencia de La Plata no 6. Nada dicen los documentos coetáneos sobre esta supuesta
consignan nada de esto. [M] entrada de los vicuñas en La Plata. [M]
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

uno a cargo de don Francisco de Castro, y el otro de no ios buscase, y ellos trataron de ocultarse
alde Antonio Vázquez; todos traían arcabuces (porque los buscaba con 200 hombres armados)
y pistolas. Llegaron a la plaza, y los capitanes de y para mayor seguridad se fueron a Ulti.
la guarda temiendo la ventaja de aquella caballe- El día 9 de noviembre por la tarde se supo en
ría arcabuzada, no quisieron moverse de donde esta Villa cómo habían entrado 12 hombres vi-
estaban. El oidor ni corregidor no se asomaron cuñas con ánimo de quitar la vida al maestre de
a las ventanas, cosa que sintieron mucho los vi- campo Juan Romero. Diéronle estas noticias a
cuñas porque no se lograba el intento de ma-
les este caballero, y estuvo con cuidado. Aquella
tar a aquellos señores con algunas balas que misma noche [194] salió a rondarlos con 30 sol-
cercaban las rejas. Los vascongados tampoco pa- dados. Los vicuñas hicieron lo mismo contra él,
recieron, y los vicuñas, dando vuelta a la plaza porque les dijeron eran pocos los que le acom-
sin hacerdaño a los de la guarda se fueron de- pañaban, y todos bien armados y con arcabuces
jando solamente con mayor temor y cuidado al andaban en sus alcances. Venían, pues, estos vi-
oidor y corregidor. cuñas por la calle de San Francisco con intención
El día viernes 2 de noviembre llegó el correo de asomarse a la plaza, cuando por la calle Im-
ordinario de Lima, con quien escribió el virrey 7 perial (que así se llamaba en aquel tiempo aque-
a los justicias de esta Villa remediasen los albo- lla donde estaban las puertas
y portada principal
rotos y guerras castigando a los inquietadores, y de la Casa de Moneda, antes que las mudasen a
que sabiendo quiénes eran las cabezas y los que la plaza donde hoy están) asomó el maestre de
hicieron el estrago en casa del corregidor sean campo con su escuadra, y reconociendo los vicu-
luego ajusticiados públicamente o remitidos con ñas ser el mismo a quien buscaban, con gran pres-
prisiones y guardas a la ciudad de Lima. Pero teza por turbarlos dispararon todos sus arcabu-
nada se puso en ejecución, pues era Fuenteove- ces, sin ningún efecto a causa de que los de
juna quien lo había hecho. 8 Mandó también su Romero (como no habían salido para la vuelta
excelencia que la vara de alguacil mayor se le de la esquina) pudieron los delanteros retirarse
diese al alférez Juan Romero (que en la ocasión pasos atrás a la misma calle por donde venían, y
estaba en Chuquisaca), navarro de nación, caba- así las balas de los vicuñas pasaron sin hacer daño
llero de experimentado valor y muy rico, a quien ninguno. Sólo don Francisco Castillo (que era ca-
asimismo hizo maestre de campo contra los vi- pitán de ellos) volvió a cargar su arcabuz y dán-
cuñas que (como se ha dicho en otra parte) lla- dole fuego (como ya cargaban los de Romero so-
maban castellanos. "Item, que luego a letra vista bre ellos) derribó un soldado pasándole la bala
despachasen a la ciudad de Lima al contador un muslo, y arrojando el arcabuz comenzó a decir
Alonso Martínez Pastrana, por ser notorio que a grandes voces: "Ninguno se dé a prisión sino
era uno de los principales mantenedores de muramos todos, y haga cada cual lo que yo hago”.
aquella inquietud. Item, que Francisco García Ya en esto estaba con espada y rodela y los de-
Barroso, escribano de su majestad, saliese deste- más empuñaron al punto las suyas, porque los
rrado de esta Villa a las provincias del Tucu- de Romero les igualaban en armas pues no traían
mán, por ser así conveniente al servicio real. Item, bocas de fuego.
que por el mismo motivo don Pedro de Andrade Eran los 12 vicuñas de mucho valor y los mis-
fuese con cierta comisión a la ciudad de Chu- mos que entraron a matar al corregidor, salvo
quiabo”. Estos y otros mandatos muy necesarios tres de ellos (que eran don Antonio Moreira y
al sosiego de esta Villa remitió su excelencia, don Juan Meneses, entrambos lusitanos, y Agus-
aunque no a todos se pudieron dar cumplimien- tín Valer, andaluz, y juntamente Diego de Hita,
9
to. Viéndose ya con la vara de alguacil mayor el mestizo que se les apegó en la misma calle, con
alférez Juan Romero (que había tiempos que lo el cual eran 13) . Éstos, pues, como se vieron aco-
pretendía) y hallándose juntamente con el cargo meter por elmaestre de campo y los suyos, hi-
de maestre de campo, procuró con él hacer cuan- cieron lo mismo con ímpetu enfurecido, todos
to daño pudiese a los vicuñas. No dejó casa don- con espadas y rodelas, habiendo antes arrojado
los arcabuces. De entrambas partes se decía: "Vi-
7. Los pliegos del virrey, fechados en octubre 10 en Lima,
llegaron a Potos! en noviembre 13 (Mendoza, Guerra civil, va el rey, viva el rey, mueran los tiranos”. Como
No. 51). En noviembre 27 llegaron otros, fechados en octu- los de Romero eran muchos se veían los 12 casi
bre 23 (ibid., No. 53). [M]
8. Alusión al episodio que compone la pieza teatral de Lope en el aire levantados de las espadas contrarias,
de Vega del mismo nombre, en que los aldeanos del lugar pero ellos peleaban como desesperados, y en es-
llamado Fuenteovejuna, en España, agraviados por su señor
el comendador Fernán Gómez, le dan muerte, sin que de pacio de una hora que duró el combate hicieron
las averiguaciones judiciales que se hicieron resulte sino que hazañas singulares los vicuñas, pues vieras a Cas-
''Fuenteovejuna To sea el pueblo] lo había hecho”, dispo-
niendo finalmente el rey que "pues no puede averiguarse tillo que pareciéndole que su espada no corta-
el suceso por escrito, aunque fue grave el delito por fuer- ba, tomando su arcabuz del cañón a dos manos
za ha de perdonarse". [M]
9. Nada de lo que aquí se dice consta en las disposiciones descargaba tan fieros golpes que maltrataba a
del virrey. Alguacil mayor propietario de Potosí era a la cuantos topaba, sin que le resistiesen rodelas ni
sazón don Juan de Loaiza Calderón, oidor de Charcas, y
por delegación de éste lo era Lorenzo Remón (cabeza oculta broqueles al poderoso efecto de su brazo.
de los vicuñas) con aprobación del virrey (Mendoza, Gue- Viendo los vicuñas que ya comenzaban a de-
rra civil, Nos. 9, 14). Juan Romero era un conocido cabeci-
lla de los vicuñas (ibid., Nos. 68, 71, 78, 79, 87). [M]
caer sus fuerzas y que a más andar venía el alba

368
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO II Año 1623

sefueron retirando, y ios de Romero no curaron poco menos [i94 v ] de 80 hombres vascongados,
de seguirlos, antes se recogieron para la plaza navarros y de otras naciones, ayudándole el maes-
llevando 1 1 de los suyos heridos y descalabrados tre de campo Romero. Luego caminó a encontrar-

y el maestre de campo maltratado y atormentado se con Castillo (que ya iba para Munaypata) y
un brazo de un golpe que le dio Castillo. Algunos en la parroquia de San Bernardo se encontra-
de estos vicuñas quedaron heridos, y el mestizo ron, y sin ninguna detención se acometieron
Diego de Hita rota la cabeza en dos partes. Cas- entrambos escuadrones con sólo espadas, dardos,
tillo mandó a los suyos le siguiesen y no se que- algunas cortas lanzas, y dos o cuatro arcabuces.
dasen en el pueblo. Así lo hicieron y llegaron Pelearon bravamente unos y otros, y por falta de
hacia la parroquia de San Francisco el Chico, por- un prudente capitán fue roto el escuadrón de Vi-
que sabían que por aquella parte no había indios daurre, el cual por no ser del todo perdido se fue
de guardia. Pero los que vivían por aquellos ran- retirando con algún ordenuna cuadra más abajo
chos avisaron a los que guardaban el camino que de San Bernardo a un gran rancho de indios que
viene de las provincias del Tucumán, y en breve allí estaban, disponiéndolo así la providencia di-
instante se vieron cercados de ellos y cargados vina para manifestar sus maravillas, que la gracia
de piedras que les tiraban. Sacaron fuerzas de fla- de Dios es muy oficiosa amiga de ilustres em-
queza aquellos cansados vicuñas, y unos con ar- pleos, y enemiga de ociosidades.
cabuces y otros con las espadas se lanzaron entre Es de saber, pues, que fatigados los del capitán
ellos, y derribando e hiriendo, algunos rompie- Vidaurre se entraron en aquel rancho, que visto
ron la guarda y se fueron al collado de la Can- por los de Castillo y que juntamente defendían
tería, huyendo, que el huir del enemigo tal vez sus contrarios la entrada, dieron fuego al pajizo
no es miedo sino arte militar. Allí les aclaró el rancho que en un momento comenzó a reducirse
día, con el cual vieron que un religioso de San a cenizas. Estaba entre los aposentos una ramada
Agustín venía con ocho muías ensilladas al pue- también cubierta de paja y dentro de ella un tos-
blo, que sería para sacar en ellas algunos vascon- co nicho, aunque bien compuesto, donde estaba
gados; y llegándose al religioso y dos mozos que una imagen de la madre de Dios con el Niño en
con él venían se las quitaron,
y montando en ellas sus brazos, a quien los indios de aquel rancho
se fueron a Ulti donde los recibieron los com- veneraban y festejaban con mucha devoción.
pañeros, y con ellos don Pedro de Andrade, que Abriendo entrada el fuego a los vicuñas, se
no quiso aceptar la comisión que el virrey le daba metieron de tropel al rancho a ejecutar su dia-
porque para llevarlo a Lima. 10
le avisaron era bólico furor en aquellos caballeros. Pero, ¡oh
El día 21, habiendo venido Juan Sobrino de providencia de Dios y favores admirables de Ma-
Ulti a esta Villa solo y oculto, en la casa que se ría santísima!, pues cuando más encarnizados
hospedó estaba Pedro de Saloguén, vizcaíno, y acometían a los de Vidaurre, repentinamente les
como se alborotase la casa con la venida de este sobrevino a los de Castillo un miedo, un horror
bravo vicuña salió de un cuarto el vascongado tan admirable (como después publicaba este ca-
y
le dijo avisaría al maestre de campo Romero su pitán) que aterrados todos salieron huyendo del
venida. Juan Sobrino muy socarronamente le res- rancho tropezando unos sobre otros, y no pararon
pondió diciendo: "Yo os quitaré de este trabajo, hasta meterse por las calles y casas del pueblo
dejadme apear’’, y sacando una pistola mató con sin haber quien los siguiese.
la bala al Pedro de Saloguén y montando otra El capitán Vidaurre, que estaba dentro de la
vez en su muía se fue a otra casa con mucho so- ramada con la mayor parte de su gente, si admi-
siego. rado estaba de que habiéndose hecho cenizas to-
El día 23 en la noche vino a esta Villa don do el rancho la ramada donde estaba aquella
Francisco Castillo con 50 vicuñas, determinada- imagen (que tenían presente) se estaba intacta,
mente a matar a cuantos vascongados encontrase más lo estuvo cuando vio salir huyendo a sus ene-
y de no de Potosí. El siguiente día, sabiendo
salir migos sin que nadie Aquella mis-
les persiguiese.
el capitán San Juan de Vidaurre cómo Castillo ma tarde se hizo público el caso, y luego vino el
se encaminaba con 80 soldados vicuñas para el vicario eclesiástico don Antonio de Castro con
ingenio de Juan Durango, que estaba en Cantu- el maestre de campo Juan Romero
y un escua-
marca (adonde estaban escondidos muchos milla- drón de soldados. Preguntaron a los indios cúya
res de pesos era aquella bellísima imagen
y otras riquezas de los vascongados) y qué tiempo había
con poca gente de guarda, salió de San Agustín que allí la tenían. Ellos respondieron que habría
con algunos vascongados que allí había hasta la como 40 años que allí se había aparecido una ma-
plazuela de San Lorenzo, donde acabó de juntar ñana sin saber cúya era ni de dónde viniese, y
desde entonces la tenían como a su verdadera
10. El ms. de Madrid trae aquí este párrafo que no consigna madre y de sus hijos, pues les sanaba de sus en-
el ms. de Brown: "El día 20 de noviembre salió de esta
Villa el contador Alonso Martínez [de] Pastrana (sin haber fermedades con sólo dormir una noche en su ra-
acabado la visita de las cajas reales, que a eso fue enviado),
el cual iba forzado del oidor
mada, y que a sus hijos chiquitos les daba muchas
y corregidor. Llevó 20 barras
de plata para el virrey, que (como dijo al despedirse) la veces el pan la misma imagen cuando no tenían
mitad desellas sería remedio eficaz para curar
y atajar cual- ellos con que sustentarlos,
quier daño. También el secretario Francisco García Barroso y que así les rogaban
se fue en su compañía”. [M] no se la llevasen de allí, pues por eso mismo nun-

369

m
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ca después que la tenían la habían querido mos- turales sin afirmar lo cierto en loque toca (digo)
trar a los españoles. Pero esto no sirvió más que a lo que contaren de su venida a aquel rancho,
de fervorizar al capitán Vidaurre, el cual pidió pues son innumerables los milagros que desde
al vicario le diese licencia para llevarla consigo este suceso se sabe haya hecho
y está haciendo
hasta que con más quietud se le hicese una capi- en esta Villa con sus devotos. Pasado algún tiem-
lla donde colocarla. El vicario,importunado de po después de esta hallada, le hicieron los que se
este capitán, se lo concedió encargándole tam- hallaban favorecidos de esta divina señora una
bién la tuviese en depósito hasta que más despa- capillita donde la colocaron, y después agran-
cio examinase aquellos indios. dándola se hizo muy conocido este templo, lla-
Fue de tal suerte el alarido que levantaron to- mándose de Jerusalén, y en él está esta milagrosa
dos aquellos naturales del rancho oyendo que se imagen, pues no hay persona de cualquier calidad
querían llevar la imagen, que hubieron de dejár- que diciendo "Virgen santísima de Jerusalén”,
sela, encargándoles solamente la tuviesen con de- cuanto más afligidos se hallan que luego al pun-
voción limpia y católica. Con esto se fueron los to no experimenten su favor y amparo, que
españoles dando muchas gracias a Dios y a su siempre la misericordia divina es ala que hace
madre santísima, que tanto favorecen a los hom- protección a los hijos de la iglesia. Adelante diré
bres. Y como después hubiese tanta variedad de algunos milagros obrados por esta soberana se-
sucesos en esta Villa se olvidaron del examen ñora, de los más aprobados, y más adelante diré
Acosta y Pasquier escribieron sin más
judicial, y también la ruina de su templo y reedificación a
averiguación sólo lo que los indios dijeron, que costa del insigne caballero don Francisco de Or-
piadosamente se les podía dar crédito a estos na- tega, del hábito de Santiago.

[
I
95] Capítulo Xll

DE CÓMO CONTINUABAN LAS GUERRAS Y LÁSTIMAS. DE CÓMO


SE
FUE PRESO DON FRANCISCO CASTILLO. LA ENTRADA QUE LOS
VICUÑAS HICIERON EN ESTA VILLA CON ESCUADRONES
FORMADOS, Y DE CÓMO SE LIBRÓ DE LA PRISIÓN

D
ON Francisco Castillo, nombrado ya en- de los cuartos y aposentos. Fue avisado el oidor
i por general de los vicu-
tre los suyos desde antes que los vicuñas entrasen al ingenio,
f ñas, sin temor de Dios ni de la real y con 1,000 hombres vino a tiempo que tenían ya
justicia (a quien tenían por entonces cercados los cuartos con intento de ponerles fue-
oprimida) continuando su soberbia y aun pasan- go; pero viendo los vicuñas la mucha gente del
do a tirano persiguió con extremo a la nación oidor se fueron. Los vascongados que estaban
vascongada que tanto lustre ha dado siempre a dentro como los vieron retirarse salieron fuera
esta Imperial Villa. Teniéndole, pues, por cobar- con ánimo de que les ayudarían los del oidor, y
de aquellos que ignoraban la causa de la huida aunque lo hicieron siguiendo el alcance a los vi-
que con violencia sobrenatural hizo con todos los cuñas ellos se metieron entre los ranchos y tiran-
suyos (como queda dicho en el capítulo pasado) do desde allí algunas balas mataron a un criollo
quiso (soberbio) enmendarlo. Mucho se debe te-
y a otro vizcaíno de aquellos que les seguían y
mer la ira de Dios, cuyos efectos son formida- luego se retiraron con orden a la Cantería.
bles y crecen al peso de la tolerancia. El capitán El siguiente día a las 5 de la tarde Castillo y
Pedro Méndez dice que después confesaba don sus vicuñas dieron un asalto a las casas de Oya-
Francisco Castillo que con gran temor empren- nume, y aunque la defendieron los vizcaínos y
día cualquier facción en daño de sus contrarios, mestizos que en ella estaban de guarda, al cabo
movido sólo de lo que se diría de su persona. se retiraron y los vicuñas la entraron y la maltra-
Con esta espuela, el día 26 de noviembre vol- taron señalándose en esto más que en los asaltos
vió a juntar sus vicuñas,
y fueron al ingenio de pasados.
Sancho Madariaga, que lo guardaban 50 hom- Así pasaba Potosí sus grandes trabajos. Sus
bres ( parte de ellos vascongados parte de nava- mayores blasones en este tiempo eran tantas
y
rros, peruanos
y extranjeros) y derribando las muertes sin confesión, y todas sus calles se veían
puertas comenzaron a tirarle algunos arcabuza- bañadas de sangre. Todas estas calamidades se
zos, a que también correspondieron los vizcaínos acarrearon los pecados de sus habitadores, desde

370
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 12 1623

el más poderoso juez hasta el más mínimo súb- Santo Domingo. Fue su muerte de un mosqueta-
dito, y esto en todas maneras, aunque no digo de zo que pasando por una calle le disparó mostrán-
la poca justicia que había, las dudosas resolucio- dose obediente al mando de la justicia. Sabido
nes y acuerdos en materia de gobierno, por estar por los vicuñas anduvieron a buscar a Uzcátegui,
oprimida entonces, sino de la perversión de las el cual se fue al convento de San Angustín. Los
costumbres de grandes y pequeños, que es el esta- vicuñas tomaron 100 hombres, y sin que nadie
do más doloroso de una república, porque no sen- se lo impidiese, fueron a cercar el convento. Ce-
tían el origen de su daño más que los muertos en rráronles las puertas y les dijeron por amenaza
sus sepulcros. Los mismos vicios, los pecados mis- que se fuesen si no querían morir a manos de 500
mos que antes que tuvieran y tenemos todos los hombres que allí tenían los vascongados. Con
cristianos a Jesucristo por legislador, por redentor esto se les acrecentó la furia,
y rodeando el con-
y maestro, inundan el mundo, y no sé si diga que vento pusieron escalas por la parte del noviciado,
mayores, pero lo cierto es que con más culpa que caía hacia las cocinas. Entraron más de 50
y
menos disculpa. ¿Qué disculpa tiene la soberbia vicuñas diciendo "Mueran los vizcaínos”, pero
del que adora a un Dios humilde, la avaricia del el cocinero, mozo criollo y muy virtuoso, presta-
que adora a un Dios desnudo, la injuria del que mente echó el golpe a la puerta de la entrada
adora a un Dios benévolo, la ira del que adora a del claustro principal,
y poniéndoseles delante
un Dios sufrido ? ¿Y qué disculpa tienen tantas los reprendió
y rogó se fuesen de allí, pues [si]
caídas (como si se anduviera a ciegas) a la pre- era delito escalar cualquier casa, mucho más lo
sencia de un sol que es Jesucristo ? Todas estas sería escalar el convento;
y tales razones sobre
culpas acarrearon en esta Villa tan graves daños éstas supo decirles que los hizo volver por donde
como experimentaba. habían entrado, moviéndoles también a apresu-
El oidor y el corregidor no sabían cómo reme- rar su salida el decirles que los vizcaínos sus ene-
diar tantos males,
y aunque luego mandaron pre- migos se habían ya ido por la portería a Santo
gonar que cualquiera que cabeza
les trajese la Domingo. Luego partieron allá, y como hallaron
de alguno de los vicuñas se le daría
en oro lo que las puertas del convento abiertas se entraron seis
pesase, no sirvió de otra cosa (como de preven- soldados vicuñas, y a no cerrarlas con presteza se
ción disparatada a la sazón) más que de acrecen- entraran todos y sucediera algún terrible escán-
tarles su fiereza. dalo. Los religiosos con armas guardaban la se-
9
El día i de diciembre pidieron los criollos mi- gunda puerta. Luego echaron a los que habían
neros al oidor y corregidor les diesen licencia para entrado y de nuevo cerraron bien las puertas. Los
hacer las fiestas de la Concepción de Nuestra Se- vicuñas con ánimos desesperados cercaron el con-
ñora,que no era bien (decían) que pues la habían vento, y se vio en gran aprieto. Avisaron al oidor,
jurado por patrona del Cerro no demostrasen sus vino con muchos soldados
y los vicuñas se fue-
afectos con solemnes fiestas
y regocijos, puesto ron.
que las del patrón de la Villa, el apóstol Santia- El día 16 a las 5 de la tarde entraron en esta
go, ni las del patriarca San Agustín, no se habían Villa 20 hombres vicuñas en caballos, y dejándo-
hecho. Mas no quisieron concedérsela porque los en una plazuela frente a la iglesia de Nuestra
dijeron que no era bien que en tiempo de tan Señora de las Mercedes bajaron a pie con los ar-
irremediables trabajos hubiese gustos, que ven- cabuces al hombro, y llegando al cementerio de
drían los vicuñas a las fiestas mayor comenzaron a disparar contra
y las tornarían en la iglesia
alborotos y penas, que así se suspendiesen hasta los soldados de la guarda que estaban en los por-
y
mejor ocasión, cosa que aquellos mineros sin- tales de las casas del cabildo. Pusiéronse éstos en
tieron mucho porque habían prevenido grandes ala desde las puertas de la Casa de Moneda, y
gastos y mandado traer del reino de Chile 100 correspondieron también a los vicuñas. Ampa-
caballos para las fiestas, de los mejores
que allí rábanse éstos con las almenas del cementerio,
y
que después los compraron los vicuñas.
se crían, los de la plaza se guarecían entre los pilares
Continuándose las insolencias de los vicuñas, de los arcos y el zaguán de la Casa de la Moneda.
a 13 de diciembre, día de Santa Lucía, estando Tiráronse unos y otros más de 500 balas, como
y
en sermón en la iglesia de Santo Domingo entra- losde la guarda disparaban de abajo para arriba
ron en ella seis vicuñas con sus arcabuces a bus- contra los vicuñas, éstos se inclinaban pasaban y
car vizcaínos,
y hallando a uno de ellos en la las balas a las puertas de la iglesia donde sus
mitad de la iglesia le echaron mano de los [i95 v señales se ven hasta hoy. Murieron de los de la
]
cabellos y lo sacaron arrastrando a la calle para plaza dos soldados y hubo siete heridos,
y a uno
matarlo, pero escapóseles en las puertas. Albo- de ellos le llevó una bala el brazo derecho a raíz
rotóse el auditorio
y el predicador a grandes vo- del hombro. Después de haberse abaleado se
ces los reprendió,
y ellos dijeron desde las puer- apartaron los vicuñas de las almenas,
y desnu-
tas que sabían muy bien lo que hacían que así dando sus aceros paso ante paso se fueron hacia
y
se dejasen de disparates, y con esto se fueron. el hospital real donde ya les tenían sus caballos,
El día 14, Juan de Uzcátegui, vizcaíno, quitó
y montando en ellos se salieron de la Villa. Con-
la vida a Velasco, que era uno de los capitanes tinuaron estas entradas otras siete veces
y en
vicuñas y de los que el día antes entraron en todas ellas mataron más de 80 soldados de la

371
Año 1623 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

guarda, porque venían en sus caballos los vicuñas Castillo traerían 1,000 hombres y destruirían
a carrera suelta y arrojándose de ellos y dispa- toda la Villa. Fueles respondido que se lo entre-
rando sus arcabuces todo era uno; por esto, como garían luego que sanase (era con intención de
las más veces los tomaban descuidados, las pri- quitarle la vida y darles el cuerpo, pero no lo hi-
meras balas empleaban los vicuñas. cieron por el alboroto de sus vicuñas y las ame-
El día lunes 22 de diciembre por la mañana nazas que habían hecho).
vino don Francisco Castillo, general de los vicu- El día 23 de diciembre a las 8 de la mañana
ñas, a esta Villa, con Alberca, Sayago, Valdi- pelearon don Agustín Sarmiento, hijo del corre-
vieso, Remón, Paredes y Sobrino, y entrándose gidor don Francisco Sarmiento con don Juan Mu-
ocultos a casa de una mujer en la plazuela del ñoz de Cuéllar, sobrino del oidor don Diego, so-
Rayo, lo supo el maestre de campo Juan Romero bre decirle a don Agustín que su padre era causa
Tenían un de que los vicuñas destruyesen la Villa. Por esto
y fue a prenderlos con 50 hombres.
centinela los de Castillo, pero les avisó tan tarde le acometió con la espada y le dio dos malas he-
que casi no tuvieron lugar de tomar los arcabu- ridas a don Juan; y como se hallase el general
ces. Viéndose rodear de tanta gente los cinco don Felipe en la plaza, llevó preso a don Agustín
compañeros dejaron a Castillo y saltando las pa- a la cárcel pública.
redes se fueron; mas no por esto se le vio a Cas- Miércoles 24, estando en Empedradillo un
el

tillo punto de cobardía, y más que ordinariamen- religioso de San Agustín se llegó a él un soldado

te sucede que el corazón airado juzga las cosas vicuña y le dijo: ''Ah padre, ¿cómo dice que es-
al contrario de lo que ellas son. Entró el maestre toy descomulgado porque entré en su convento
de campo por un callejón al patio (el cual era en busca de mis enemigos ? Ahora digo que me
angostísimo, y no cabía más de sólo su persona) pesa de que ya que en él entré, no haber muerto
con un venablo en la mano, y viéndolo Castillo a cuantos vizcaínos allí estaban”. Enojado el re-
le apuntó con el arcabuz. No dio fuego a la pri- ligioso le respondió diciendo: ''Descomulgado
mera y diole tiempo por esto al maestre de campo estás con todos los de vuestro bando, y dejaos de

a que le diese un fiero golpe con el venablo, la mano de Dios como enemigos suyos y de los

que a no ser fuerte aquel caballero allí cayera; y cristianos”. Pero apenas hubo dicho estas pala-
aunque quedó herido, no por eso se rindió, antes bras cuando el malvado vicuña le disparó un ar-
con presteza volvió el arcabuz al puesto. Ya en cabuz que consigo traía, y con el estruendo ( ¡caso
este punto había desnudado el maestre de cam- admirable!) se hizo menudas piezas la caja y
po un alfanje con el cual sin temor llegó a Cas- cañón y quedó el soldado malherido en el brazo
tillo, y con gran ligereza desvió el cañón del ar- con una astilla de hierro, sin haberle al religioso
cabuz; salió la bala y le llevó los puños de los hecho ningún daño. Era un siervo de Dios este
coletos y las faldas del capotillo, que eran de un sacerdote y así lo libró su divina majestad de
estofado durísimo. Fue felicidad de los [196] aquel desalmado pecador. ¡No sé cómo no tiene

soldados que no entrase ninguno a ese tiempo Dios muchos que le sirvan y que se le rindan,

por el callejón, que también lo hubiera herido o pues a todos favorece y les paga su resolución!
muerto. Tornó el maestre de campo con gran có- No deja Dios sin premio el más mínimo servicio
lera a darle otro golpe con el alfanje en la cabe- que se le haga, ¿y cómo estimará al que le sir-
za, y cayó en el suelo malherido; saltó luego so- ve de corazón, al varón justo, si tal vez se agrada
bre que aunque quiso Castillo levantarse no
él, de que lo reconozca por señor y se le rinda aquel
lo dejó. Acudieron los soldados, y dándole otros que sabe le sirve de cumplimiento ? A este la ha-
muchos golpes y heridas lo llevaron preso a las ce favores, ¡oh bondad de Dios!
reales cajas porque en otra parte no lo pudieran Este mismo día se pasó el maestre de campo
asegurar; hiciéronlo curar, y le pusieron prisio- Romero a las cajas reales, porque juraron los vi-
nes.
1
Sabiendo los compañeros y soldados la pri- cuñas que lo habían de matar o tomarlo en rehe-
sión de su general se fueron a Ulti, donde junta- nes hasta que les diesen a Castillo.
ron toda su gente para venir a librarlo. Los que El día 25 amanecieron muertos en varias calles
estaban en esta Villa hicieron avisar al oidor y cinco hombres, todos peruanos. No se supo quié-
corregidor que si no les volvían a don Francisco nes fueron los homicidas, aunque después afir-
maron algunos que una cuadrilla de negros por
1. Este episodio permite identificar plenamente a este su-
puesto don Francisco Castillo con Pedro Fernández del Cas-
orden de los vizcaínos sus amos. Este mismo día
tillo ( supra capitulo 4, nota 4), y al supuesto alguacil ma-
, mataron los vicuñas de un balazo a Juan Ruiz de
yor maestre de campo Juan Romero con el alférez Cristóbal
Romero. El 8 de diciembre de 1623 el alférez Cristóbal Ro-
Porras por haberse hecho de la parte contraria.
mero, que no era alguacil mayor, recibió orden de ir a pren- También este día fueron sabedores los vicuñas
der en cierta casa a Pedro Fernández Jel Castillo, uno de los
implicados en el asalto a la casa del corregidor; y habiendo
cómo su general Castillo estaba mejor de sus he-
entrado con otros soldados a dicha casa y encontrado a Pedro ridas, y que decían el corregidor y oidor le habían
Fernández del Castillo, éste "encaró a Romero el arcabuz
con el gatillo alzado, y Romero embistió a Castillo con el
de dar garrote y entregar el cuerpo a sus soldados.
venablo, y el dicho Castillo disparó el arcabuz y le dio con Éstos con tal noticia enviaron a Ulti y a los Chi-
las municiones por debajo del brazo y rompió la manga del
capote, siendo Dios servido que no le hiriese, y Romero se
chas correos diligentes a decir que marchasen lue-
abrazó a Castillo y le asió hasta que llegó otro soldado, y go las tropas de gente a sacarlo de la prisión, y
aunque se resistía lo prendieron y trajeron al cuerpo de
guardia" etc. (Mendoza, Guerra civil, No. 56, f. 121. [M]
mientras fueron y vinieron se pasaron cuatro días.

372
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 12 Año 1623

El día 29 de diciembre en la noche se supo Agustín, y en la esquina del Gato llegó un sol-
cómo Castillo estaba en gran aprieto y que se dado criollo (y su mismo paisano). Éste, como
estaba confesando y disponiendo para morir. no lo conociese, le dio una fiera cuchillada en
Sabido por los vicuñas tornaron a avisar a los un hombro, con la cual lo derribó en el suelo.
de Ulti, y esa misma noche vino correo de don Dijéronle que era Castillo; pesóle gravemente
Pedro de Andrade, que el siguiente día al punto al soldado de lo hecho, ayudólo a levantar y
de amanecer estarían don Francisco Castro y en su compañía se fue hasta San Agustín, donde
Diego de Alberca con 250 hombres en esta Villa, entrando Castillo por una puerta se salió por otra
los cuales quedaban 4 leguas antes, y que en y caminó a la Cantería porque supo cómo ya
estando cerca se juntasen con ellos y sacasen a estaba allí su gente. Recibiéronlo con suma ale-
Castillo de la prisión quitando la vida a cuantos gría y levantándolo en brazos dijeron: "Viva
io defendiesen, y acabasen de una vez con los nuestro general y mueran nuestros enemigos”,
vizcaínos. que la adulación siempre erige templos, como al
Martes 30 de diciembre se dijo que antes de Dios verdadero, a las deidades fingidas. Luego
medio día mostrarían colgado en el balcón a don le dieron el caballo que quitaron de don Pedro
Francisco Castillo, y oyendo esto los vicuñas que de Saldívar, y montando en él comenzó a dispo-
estaban en esta Villa (que serían más de 50) ner la entrada al pueblo, por quererlo así los
salieron a cara descubierta con arcabuces en las soldados.
manos a ver si podían tomar algún vascongado En este punto se alborotó la Villa con cajas,
para que amenazado de muerte les diesen por li- trompetas y clarines, y juntamente el clamor de
bre a Castillo. Y discurriendo otros modos de de las campanas que parecía hundirse toda. El
librarlo, como los soldados de guarda impedían maestre de campo Juan Romero recogió toda su
la entrada a la plaza, rodearon por la calle Lusi- gente ayudándole don Juan de la Cueva, animán-
tana y en una de sus esquinas vieron que estaba dolos entrambos con razones a propósito. El
don Pedro de Saldívar, vizcaíno, en un caballo oidor quiso hallarse en la batalla, pero los capi-
guardándola. Los vicuñas le atajaron la vuelta tanes no se lo permitieron. Juntóse a la voz
a la plaza y luego lo cercaron por tomarlo. El del rey un gran número de hombres vecinos del
vascongado picó el caballo hacia San Agustín, pueblo, y en un cuerpo con los de la guardia sa-
que ima[i9Óv ]ginando los vicuñas se les había lieron para la Cantería donde ya Castillo tenía
de escapar por la velocidad del caballo, le tira- ordenado sus escuadrones. Don Francisco de Cas-
ron muchas balas aunque no le alcanzó ninguna, tro ocupaba el ala derecha con 50 infantes y 20

y entrando en el cementerio se arrojó del bruto caballos. Diego de Alberca la siniestra con otros

y entró al convento. Llegaron los vicuñas y se 50 infantes y 20 caballos. Don Francisco Castillo
lo llevaron junto con el arcabuz y la espada, que había tomado el cuerpo del batallón con 60 in-
también la dejó en el suelo. En este punto vino fantes y 30 caballos. En la retaguardia estaban
aviso a los vicuñas cómo ya sus escuadrones esta- don Pedro de Andrade (disfrazado) con 40 in-
ban en Carachipampa, y ellos se fueron a jun- fantes y 25 caballos. Juntáronseles los indios que
tarse a la Cantería. por aquella parte guardaban la Villa, que serían
En cuando entró el
esto serían las 9 del día 1,000 y don Luis de Valdivielso quiso capitanear-
presidente don Diego de Portugal a las cajas rea- loshaciendo campo aparte. En esto llegaron el
les (que había dos días de su venida a Chuqui- maestre de campo Romero y don Juan de la Cue-
saca) y no se supo cuándo ni quién le dio a va, que viendo también formado el campo de los
Castillo dos fieros cuchillos
y unas limas con vicuñas brevemente formaron el suyo, que si en
las cuales cortó las prisiones. Dijeron unos que número pasaban de 3,000 sin los indios, en destre-
los mismos religiosos que por orden del oidor za y caballos era desigual. Los indios, como ordi-
vinieron a confesarlo, pero lo cierto es que el nariamente son noveleros, viendo que ya se que-
general se le diesen por mano
don Felipe hizo rían acometer los ejércitos dejaron a los vicuñas
y
del presidente temiendo que de quitarle la vida se volvieron a los de la guarda pero éstos les die-
se seguirían mayores alborotos. Desembarazado
1623. XII. 19 que habiendo sentenciado a muerte a Pedro
ya de las prisiones, salió con los cuchillos en Fernández del Castillo y estando éste "en la misma prisión
entrambas manos que parecía el fiero Marte. de estas casas reales con un par de grillos y una cadena, y
siempre un soldado de posta con su arcabuz a la puerta de
Llegó a las puertas, donde viendo a los soldados la prisión, y en el patio y puerta de las casas reales otros io
que la guardaban sin ningún temor les dijo: o 12 soldados con sus arcabuces, parece que a las 2 de la
tarde del día de esta fecha se salió el preso habiendo limado
"Dejadme salir,
y si me lo impidiereis cortaré y las prisiones y llevando dos cuchillos carniceros en las ma-
abriré camino con Y
diciendo
estos cuchillos”. nos, sin que por ninguno los soldados se le hiciese resistencia
ni aun hiciesen ruido [ ] de donde presumo que la ocasión
. . .

y haciendo se entró por medio de ellos jugando fue comunicada si no con todos por lo menos con algunos
una y otra mano, aunque le acometieron con de estos soldados de quien siempre he tenido poca satisfac-
y ción, como en general no hay de quien tenerla”, etc. (Men-
las espadas rebatió las puntas recibiendo algu-
y doza, Guerra civil, No. 58).
nos golpes salió a la plaza; 2 enderezó para San En cuanto a que fue el propio corregidor quien por inter-
medio del presidente de la audiencia de Charcas hizo llegar
2. Las circunstancias de la fuga del don Francisco Castillo al preso las limas y cuchillos para su fuga, esto es lo que
de la Historia coinciden también con las de la fuga del Pedro posiblemente dijo el pueblo, con su malicia ingenua (si cabe
Fernández del Castillo de los documentos oficiales. El oidor la antinomia) en la oportunidad y Arzáns se encarga de tras-
Muñoz de Cuéllar informaba a la audiencia de Charcas en mitirnos la versión popular. [M]

373
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

ron muchos palos por lo que habían hecho. Esta- Potosí se vieron por sus pecados en año de 1623.
ban entre los escuadrones del maestre de campo Ya te advertí al principio de estas crueles gue-
Romero hasta 100 soldados vascongados y nava- rras que no las había de referir muy por sus
rros, con otros extranjeros que siempre habían cabales por no afligir corazones piadosos con tan-
estado de su parte, particularmente 10 alemanes, ta varie[i97]dad de lástimas como cada día se
algunos franceses e italianos. vieron, [y] también considerando que si todos
Saliendo de los suyos don Francisco Castillo los sucesos (sin exceptuar alguno) los hubiera
dijo al maestre de campo: "Mucho sentiré que sin de contar, su prolijidad causara a vuestra pacien-
culpa se derrame tanta sangre cristiana. Salgan cia notable pesadumbre. Por esto, pues, he pro-
a un lado todos los vizcaínos y sus más allegados, curado abreviar los sucesos, pasar muchos en
que otros tantos saldremos con iguales armas, y silencio, y referir en general los más decentes. Fi-
peleen ellos pues son los que han causado tantos nalmente los que en este dicho año murieron en
daños”. Al punto que estaban en estos pareceres, varios encuentros en el campo y en las pla-
vino el presidente don Diego de Portugal en un zas, calles y casas (según el resumen que hace
caballo y su persona bien armada, y poniéndose el capitán Pedro Méndez desde principios de

en medio les pidió muy encarecidamente a los enero) fueron 2,200, sin los indios, negros y
generales dejasen la batalla pues todos eran cris- mulatos, que dice pasaron de 600. En Chuqui-
tianos, y con suaves y discretas razones les pidió saca murieron también a manos de los vicuñas
a los vicuñas se fuesen y a los de guarda se vol- 35 hombres. Asimismo los que perecieron en los
viesen, que el ministro obrará con acierto si sabe caminos y lugares del contorno de Potosí de
tal vez temblar la soberanía. Obedecieron unos varias naciones pasaron de 400. Los heridos que
y
otros aunque los vicuñas sintieron mucho no ha- en sólo esta Imperial Villa hubo fueron 1,600
ber hecho ningún efecto su venida. 3 (esto se entiende ser de los que no murieron).
Estos son, piadoso lector, los sucesos menos Los robos que así en Potosí como en los contor-
escandalosos que en esta memorable Villa de nos hicieron la gente vil con son de vicuñas se
contaron más de 2,000. Veamos ahora con la
3. El ms. de Brown no trae esta última cláusula, que com-
pleta el texto. [M] brevedad posible lo que sucedió al año de 1624.

Capítulo XIII

CÓMO SE CONTINUARON LOS ALBOROTOS Y GUERRAS CIVILES EN EL


AÑO DE 1624. CUÉNTASE EN ESTE CAPÍTULO CÓMO UN SOL-
DADO INTENTÓ MATAR AL GENERAL DON FELIPE. AMIS-
TADES QUE HIZO CON LOS VICUÑAS, ENTRADAS
QUE HICIERON EN ESTA VILLA Y MUERTES
QUE EJECUTARON EN VARIAS OCASIONES

M
tando el
UY indignado tenía a Dios Potosí con
sus grandes pecados, pues éstos le
obligaron a dar más mano
que a su misericordia, acrecen-
ticia

castigo y dilatándolo en sus moradores


no sólo días y meses sino también años ente-
ros, sin quererse apiadar de tanta calamidad co-
a su jus-
mos, pues, adelante refiriendo algunos de sus
efectos.
A i
9
de enero de este dicho año de 1624
hizo la elección de alcaldes ordinarios y se die-
ron las varas a don Diego Martínez, andaluz, y
a don Pedro de Torres, peruano de
Este día se representaron comedias (o una de
esta Villa.
se

mo experimentaban; que no bastando tres con- ellas) en el coliseo, a la que fueron los nuevos
tinuos de aflicción en esta vez pasó su justicia alcaldes y el ilustre cabildo. Fue providencia
al cuarto año sin darles una hora de consuelo, divina que el general don Felipe Manrique no
porque en los pasados no vacaron ni un momento fuese a ella, teniendo por costumbre inviolable
en cometer ofensas contra la admirable paciencia el ir a todas, que el pecador se paga de las apa-
de aquel divino y piadosísimo padre que aún Los alcaldes ordinarios de este año no fueron los que
1.

con tantas ofensas, así en esta ocasión como menciona la Historia sino Alonso de Santana y Manuel de Gue-
vara (Mendoza, Guerra ciiil, No. 91, f. 215 y 277'). Sor-
siempre, fue su castigo con piedad. Al fin tenían prenden todas estas inexactitudes en el relato de un episodio
los moradores de Potosí muy bien merecido este que al decir de Arzáns está respaldado en las obras de testi-
gos presenciales de los acontecimientos, como fueron Mén-
azote, y así lo experimentaban dilatado. Pase- dez, Acosta, Sobrino, Dueñas y Pasquier. [M]

374
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 13 Año 1624

riencias de los bienes del mundo y se descuida en raba y ayudaba con mantenimientos a los vicuñas.
tocar el bien verdadero. Si en esta ocasión hubiera Hízolo así, y de vuelta en el mesón o tambo de
ido a este su acostumbrado divertimiento, quizás la Quebrada, caminando a Chuquisaca, fueron
se representara en su persona algún trágico su- sobre el mayor los vicuñas, siendo los
alguacil
ceso, pues es de saber que un soldado vicuña car- principales don Miguel de Ávalos y Pedro de
gó una pistola y disfrazándose se entró al coliseo Zumárraga, los cuales lo cercaron en un cuarto
y se puso tras de la silla en que se había de sentar del tambo a quien pegaron fuego, pero no pu-
el corregidor, con la llave levantada, para que diendo emprenderse del todo le dijeron que sa-
cuanto más descuidado estuviese se la disparase liese fuera, que le daban palabra de no matarlo.
a su salvo por las espaldas (di jóse después que Apenas se había salido cuando el Zumárraga le
fue por orden de don Agustín Sarmiento, que to- tiró un balazo al alguacil don Pedro de que cayó
davía estaba en prisiones), mas no tuvo efecto en tierra, allí caído le dieron otro y lo degolla-
y
tan abominable intención pues como queda dicho ron. Mataron también otro mozo corchete y a
no fue el general a esta comedia, porque fati- un negro. El secretario Ruano (que era muy pe-
gado con la consideración de los males de esta queño de cuerpo y estaba allí con don Pedro) se
Villa y los propios suyos quiso tener consuelo escapó metiéndose entre el colchón y la barbacoa
con la lección de un libro espiritual, que tampoco que allí estaba. Uno de los matadores se puso
le faltaba a este caballero inclinación a lo bueno el coleto que quitó al corchete, por el cual le

y no puede dudarse que la virtud infusa o adqui- conocieron después en Chuquisaca, y fue ajusti-
rida es muro del alma con que hace frente a todos ciado con otros dos que él declaró y que en aque-
los enemigos, que apenas se atreven a las forti- lla ciudad se hallaban. Don Pedro de Zumárraga
ficaciones que la ponen guardándola de día
y de y don Miguel de Ávalos se fueron a los pueblos
noche. El soldado por esperar más prevenido no de los Charcas, y cogiéndolos en Macha don Pa-
bajó la llave, y como tuviese a la cinta aquel ins- blo de Contreras, corregidor de Chayanta, les dio
trumento de la muerte, al primer movimiento que garrote en aquel pueblo. Luis de Baja (que se
hizo (permitiéndolo así Dios para castigo de su vino a este Potosí) fue preso por el oidor don
pecado) descerrajándose la llave dio fuego, y Diego Muñoz de Cuéllar, y viendo su cuñado
saliendo la bala se le entró por una pierna que Alonso de Santana que no tenía remedio alcanzó
con facilidad se la pasó de parte a parte, y cayó con el juez que con todo secreto en la cárcel se
en el suelo sin sentidos. Acudieron los que esta- le diese garrote
y él lo enterró también de se-
3
ban cerca y lo levantaron malherido. Vuelto en creto.
sí confesó a voces su mal intento. Lleváronlo Los capitanes vicuñas, viendo ya el extremo a
al hospital donde lo curaron que habían llegado, pues todos eran sus enemi-
y el corregidor fue
a visitarlo, a quien el soldado pidió perdón, gos, determinaron con todas sus fuerzas venir a
y
después que sanó se recogió a hacer penitencia esta Villa y destruirla de una vez
y después reti-
de sus culpas en una religión. rarse entre los indios infieles. Supo esto el general
A pocos días después de este suceso Diego de don Felipe (que estaba ya solo porque el oidor se
Alberca se atrevió a desafiar por tercera persona había vuelto a Chuquisaca) y temiendo el que
al general don Felipe, señalándole campo donde se perdería esta Villasi la embestían los vicuñas,
estaría solo con su caballo y las acostumbradas les envió padre Basilio y al padre Jerónimo
al
armas de caballeros; y luego escribió al virrey Mental vo (de la sagrada Compañía de Jesús,
dándole cuenta de cómo por castigar soberbios varones de esclarecida virtud y sabiduría) a que
ánimos mantenía con los suyos la guerra, y que los redujesen; pero no aprovechando se volvieron
la continuaría hasta destruir [i97 v
] a sus ene- y por consejo del padre Basilio escribió una carta
migos, con otros desatinos indignos de declararse, muy cortés y comedida el corregidor a los vicuñas

y firmando al pie de la carta: Los caballeros de la en que pedía perdón de los excesos pasados
les
Puna. Fue por esto tanta la indignación del virrey
y les prometía seguridad en la vida y honra, acto
que estuvo ya determinado a subir a esta Villa, digno por cierto de alabanza por ser de humildad
como lo hubiera hecho a no embarazárselo así en quien siempre se mostró soberbio si no es
los de aquella ciudad de Lima como ios oidores cuando experimentaba algunos infortunios; y
de la real audiencia de La Plata, prometiéndoles siempre hemos de estar en que Dios aborrece a
todos de sosegar esta Imperial Villa, pero nada los soberbios del mundo, que se desvanecen por
se pudo hacer por entonces. la potestad no siendo suya sino del que se la dio.
El corregidor, por consejo del oidor don Jorge
Manrique, que era su apoyo y defensa envió a 3. Tal era la fama de Barja que, una vez preso, los oidores
se apresuraron a instruir al corregidor Astete de Ulloa "para
don Pedro Beltrán, alguacil mayor de Chuqui- que sin la menor dilación y con todo secreto haga confesar
saca, a secuestrar los bienes de Luis de Baja 2 en al prisionero y en seguida le haga dar garrote dentro de la

Cconapaya, 8 leguas de esta Villa, porque ampa-


cárcel, y no queriendo aquél confesarse por dilatar la eje-
cución, le haga dar garrote de todas maneras, por la parte
principal que ha tomado en las inquietudes de la Villa”,
2. Luis de Barja (Mendoza, Guerra civil Nos. 64, 68, 71,
, Mendoza, Guerra civil No. 75. La apresurada ansiedad de la
,

75 85, 88). Si ambos ms. dijesen Baja una sola vez podría
> audiencia se explica además por su interés de evitar que el pri-
creerse que se trata de un error, pero escriben Baja en todas sionero comunicase todo lo que sabía del conflicto
las veces. Barja fue uno de los cabecillas más furentes de
y lo compli-
los case aún más denunciando a la gente principal que lo fomen-
vicuñas (Mendoza, ibid.) [M] taba por el lado de los vicuñas. [M]

375
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Obligóse el mismo padre Basilio a llevar la de los mismos hombres, que deben anteponer a
carta en compañía del ayudante de curas de todo las cosas pertenecientes a su servicio.
la iglesia mayor. Halláronlos (como este docto Estas primeras cartas del general don Felipe
jesuíta lo escribió a la real audiencia de La Plata y respuesta de los vicuñas no las refieren sacadas
en una carta cuya copia tengo en mi poder) en el a la letra los que escribieron estas lamentables
Tambo Quemado. "Vilos”, dice el padre Basilio, guerras, ni yo he podido adquirir original ni
"con muy buenas y finas armas pero casi desnu- traslado de ellas como lo hube de otras dos que
dos; muchos y gallardos caballos, arcabuces, mos- después escribió el dicho general con deseo de
quetes y otra variedad de armas, y dos tiros conseguir la paz, y respuesta a ella de los vicuñas
pequeños de bronce. Finalmente el aparato de cuyo tenor es el siguiente:
guerra y sus ánimos desesperados era para temer, "Sabe Dios, señores, lo que siento haber sido
mas con todo eso leíles la carta, exhortóles a la corregidor de Potosí en tiempo tan calamitoso,
paz, y gustando todos de ella, yo escribí la res- y mucho más siento el ver cuán lejos está el re-
puesta en nombre suyo agradeciendo la oferta y medio de tanta desdicha, que así me lo parece,
cortesía, prometiendo dejar las armas, que no pues ni la diligencia del padre Basilio en orden
habían tomado en deservicio de su majestad sino a conseguir la paz ni la que vuestras mercedes
en defensa de sus personas y para vengar los me prometieron en su carta ha tenido ningún
agravios que les habían hecho los vascongados efecto; por donde considero que si Dios Nuestro

y el nombre que se les impuso de traidores. es Y Señor no lo remedia moviendo vuestros corazo-
cierto”, dice el padre Basilio prosiguiendo su car- nes a la quietud, se perderá de una vez esta noble
ta, "que jamás tuvieron intentos de alzarse como cuanto afligida Villa. Por eso, señores, he querido
sus enemigos por vengarse han escrito a España, remitiros estos renglones, con esperanza en Dios
pues estando en Chaquilla, y yo allí presente el de que han de tener el efecto que deseo, pues
año pasado continuando las misiones, y viendo es solamente de que goce Potosí la paz que en
estos caballeros (a quienes llaman comúnmente otros tiempos, que siendo así será en servicio de
castellanos o vicuñas) pasar la plata de su ma- entrambas majestades y que se respete la real
jestad al puerto de Arica, se pusieron en dos hile- justicia, que no es bien que los jueces hayan de
ras y antes de llegar hicieron una salva de su tener gente de guarda en sus casas por temor
arcabucería, y cuando pasaba por medio del es- de que sus enemigos le han de quitar la vida.
cuadrón se quitaron los sombreros con reveren- "Admirado estoy de las guerras civiles que en
cia”. Escrita la carta firmaron diciendo Los fieles esta Villa se experimentan, pues son tales que
vasallos de su majestad y servidores de vuestra exceden a las de Sila y Mario que hubo en el im-
merced. perio romano y en otros reinos de la Europa, 4
Volvió el padre Basilio con la respuesta la y no sé, señores, cuál haya sido la causa; y si
cual agradó mucho al corregidor, y agradeció para ellas la habéis tenido, cuál sea la que yo os
al padre Basilio tan buena diligencia, lo primero he dado para que con tantas veras procuréis mi
porque había esperanzas [198] de la paz que muerte. Pero si en dármela está el sosiego de
todos deseaban aunque (por lo breve de la carta vuestros ánimos, por ser en servicio del rey mi se-
que respondieron los vicuñas y parecerle al corre- ñor desde luego pongo en vuestras manos mi
gidor más de cumplimiento que de buen deseo sangre y vida: lo que os pido, pues sois cristia-
y voluntad que tuviesen al sosiego) no lo ase- nos, es que dejéis las armas y vengáis a gozar
guraba; y lo segundo porque generalmente toda de la paz, que de nuevo os prometo por la real
la Villa prevenía las fiestas de la canonización corona que haré mi parte lo que más bien fuere
del gran patriarca San Ignacio, a quien y a otros de gusto y servicio vuestro. Esto os pido, no
tres españoles y un italiano la venerable memo- como general de la Villa Imperial de Potosí sino
ria de Gregorio XV
puso en el catálogo de los sólo como don Felipe Manrique, amigo vuestro
santos: [a] San Ignacio de Loyola, fundador de y en nada contrario, que si no está más de en ser
la sagrada Compañía de Jesús, murió en Roma vicuña, enviadme un sombrero de vuestra divisa
el año 1556; a San Francisco Javier, general y y lo seré para ser corregidor que os agrade por
maestre de campo de aquella mejor compañía, manteneros en la paz. Que Dios os la dé como
murió a la vista de la China el año de 1552; a deseo, y os guarde y dé su gracia. Potosí, enero
San Isidro de Madrid, murió el año de 1563; 12 de 1624. Vuestro amigo don Felipe Manri-
a Santa Teresa de Jesús, natural de Ávila, mu- que”.
rió año 1582; y San Felipe Neri, murió en Ro- Esta carta fue luego remitida a Ulti con cria-

ma año 1595. Había poco menos de un año que


Esta cláusula "y en otros reinos de la Europa" no figura
4.
era llegada a Potosí esta gustosísima noticia y no en el ms. de Madrid; en la respuesta de los vicuñas, las

se podía celebrar con las debidas fiestas y rego- cláusulas que van desde "pues así como es propio de todo
hombre" hasta "faltamos a la obligación de cristianos", fal-
cijos que se deseaban, por los disturbios y san- tan igualmente en el ms. de Madrid, así como la cláusula
grientos alborotos que se experimentaban, pues "para sus resoluciones" en el segundo párrafo de dicha res-
puesta de los vicuñas. Si de un códice a otro de la misma
aunque Dios Nuestro Señor ha de ser preferido Historia hay estas variantes, habrá que suponer las que se
a todas las atenciones de carne y sangre, permi- interpolarían pasando de unas fuentes a otras. En conse-
cuencia, suponiendo que estos documentos no son apócrifos,
te a veces su divina majestad el estorbo por mano es obvio que se encuentren muy retocados. [M]

376
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 13 Año 1624

do español del corregidor, y juntándose todos festando los efectos de una pasión indiscreta y
los vicuñas se abrió y se leyó con mucho gusto una desvanecida soberbia.
y sosiego de
sus ánimos, y luego se determina- "Dice vuestra merced que procuramos su
ron responder como lo hicieron del tenor si- muerte con muchas veras y que ignora la causa;
guiente: bien parece que para escribirlo entraba la mano
"Señor: Habrá 10 días que desde el Tambo al tintero y no la metía al pecho para considerar
Quemado, donde en aquella ocasión nos hallá- si nos asisten motivos que lo ocasionen. Pero,

bamos, remitimos a vuestra merced en respuesta sea como vuestra merced dice, nosotros podemos
una carta con el virtuoso y doctísimo padre Ba- preguntar con más razón: ¿por qué causa han
silio, quien con su admirable caridad nos exhortó escrito los vizcaínos a España diciendo que nos
a la santa paz que todos deseamos, pues así como hemos alzado y tomado las armas dando batallas
es propio de todo hombre desear gozo y contento, contra el real pendón siendo una cosa tan sinies-
así le ha de ser propio desear paz, porque donde tra? Pues es notorio que de su parte se comen-
no la hay no puede haber contento ni gozo como zaron los alborotos, con intento (movidos de su
al presente igualmente lo experimentamos. Tam- soberbia y riquezas que poseían) de destruir a
bién todos los animales enseñan al hombre que las demás naciones, que si ahora es al contrario,
tengan paz, pues todos ellos la procuran, donde ¿por qué no lo confiesan con toda verdad y no
los de la tierra por tener paz se esconden en las que con falsas relaciones procuran irritar a nues-
cuevas y roturas de ellas, los peces se bajan al tro natural rey y señor, sólo al fin de que su ma-
profundo, las aves vuelan a lo alto y dejan la tie- jestad ponga el hombro a nuestra destrucción,
rra que les da dulce sustento. Para que el cristiano porque en ellos no hay fuerzas para satisfacer
tenga esta paz, debe desearla y procurarla como agravios que muy justo se lo tienen merecido?
lohacemos de nuestra parte, que no porque nos Pero no les ha de valer sus marañas, que tam-
llaman desalmados, bárbaros y faltos de caridad, bién sabemos con certidumbre, han llegado ya
enemigos de Dios y de nuestros prójimos, falta- a oídos de su majestad informes de los desapa-
mos a la obligación de cristianos. En dicha carta sionados, y se verá lo distinto de uno y otro.
agradecimos a vuestra merced la buena voluntad "Nuestro sentimiento es por esto muy justo, y
que nos muestra, y juntamente le pedimos en ella así nos parece durará más dilatado tiempo, que
un solo capítulo nada dificultoso para concedér- no es bien no se satisfaga tan grave daño de nues-
noslo, pues no se seguía ningún perjuicio a la tra honra, que vida sin ella no la queremos. Pero
persona de vuestra merced ni a nuestros contra- por servir al rey nuestro señor, cuyos fidelísi-
rios.Ahora recibimos otra [i98 v ] de vuestra mos no obstante de no conce-
vasallos somos,
merced en que no le merecemos siquiera el darse dernos lo pedido en la primera carta obedecere-
por entendido de dicho capítulo, por lo cual es- mos a vuestra merced y haremos las amistades
tamos persuadidos a creer que es cautelosa la con los vizcaínos, aunque no aseguramos la dura-
paz que se nos ofrece o que vuestra merced no ción de su parte. Vuestra merced no se muestre
ha leído la dicha nuestra carta. tan apasionado de hombres que todos son san-
que fuere, y dejando este par-
"Sea, señor, lo chos 5 y mándenos avisar de lo que más conve-
ticular a su voluntad, le aseguramos la verdad niente fuere del servicio de su majestad y gusto
de la estimación que hemos hecho de sus cartas, de vuestra merced, que en todo obedeceremos
porque se han traído consigo las atenciones de muy rendidos. Dios Nuestro Señor guarde a
su desengañada y medrosa pluma. Si esta dili- vuestra merced muchos años. De estos huaycos, 6
gencia se hubiera hecho un poco antes fuera y enero 20 de 1624. Los castellanos ”
aplaudida de discreta, que los jueces que vienen Esta carta la recibió el corregidor con mucho
a gobernar las repúblicas han de entrar con la desabrimiento, publicando que los vicuñas no
prudencia en la mano, y no mostrarse con de- querían la paz y que nuevamente le habían per-
masiada pasión de los unos sin saber si los otros dido el respeto, y así se dejó en este estado sin
tienen bastante razón para sus resoluciones. No efectuarse el sosiego porque aún no era tiempo
ignora vuestra merced (pues de todo está in- según voluntad de Dios.
la
formado) que es mucha la que tenemos de nues- Viendo
los vascongados cuán a lo largo iba el

y que esos señores vizcaínos han ido fin de aquel continuado trabajo, pidieron al corre-
tra parte
contra ella, y vuestra merced se ha dejado llevar gidor les admitiese el asentar plaza en la que al
de lo que han hecho costumbre: que después de presente tenían en esta Villa de Potosí, que has-
originar los alborotos, luego en hallándose apu- ta entonces no lo estaban como los otros soldados
rados se arriman a la real justicia. Esto ya se (que no los quisieron el oidor y corregidor) sino
tiene experimentado en este reino, y particular- que asistían en su voluntad en el cuerpo de guar-
mente en esta Villa, y vuestra merced ha fomen- da; y su petición tampoco tuvo efecto por evitar
tado los siniestros informes que le han hecho mayores daños, que los beneficios no se han de
contra nuestras personas: pero ya tenemos todos pedir ni aceptar en agravio de quien los hace.
las manos en la masa, la mira en el blanco, mejor

dijéramos en lo rojo de la sangre, que está no 5. El autor de la carta era lector del Quijote por lo vis-
to. [MI
colocada en alto sino vertida en el suelo, mani- 6. Palabra quechua que significa quebrada. [M]

377

lili 1

Plflillipi
Año 1624 PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 10

El día 18 de enero, yendo pasando un soldado traviado el camino vino a salir por un lado del

vicuña por las calles de San Francisco salió a las rico Cerro a las 5 de la tarde, y metiéndose entre
puertas de una casa don Sancho Rentería, viz- unas peñas y quebradas no fue visto ni sentido
caíno,hombre de edad y canas, y hablando con de ninguna persona que pudiese dar aviso a esta
un niño de su misma nación le oyó decir el vicu- Villa. Luego que anocheció marcharon y a las 8
ña: "Presto les vendrá el castigo de España a de la noche llegaron a Huayna (que ya he dicho
estos traidores”: y revolviendo el soldado le dijo: estar a las faldas del Cerro); allí descansaron
"Tú eres el traidor, canalla enemiga de las na- una hora, y dadas las 9 entraron en el pueblo
ciones”: y desnudando un alfanje le hizo peda- con todo silencio. Llegaron a un puente que lla-
zos la cabeza al desdichado don Sancho y allí man de San Francisco y allí se dio orden cómo con
cayó muerto. La lengua es siempre pregonero del cada 25 infantes entrase un capitán y 12 caballos
corazón, de tal manera que si hay en él amores, por las más principales esquinas de la plaza, y
amores pregona, y si dolores, dolores publica, y sin duda aquella noche se pierde Potosí si no lo
si hay rencores, rencores vocea, que la bondad o remedia Nuestro Señor que fue en esta forma:
malicia del ánima se conoce fácilmente por la Estando un religioso de nuestro padre San
lengua, y al fin por la lengua perdió la vida este Francisco estudiando un sermón para predicarlo
caballero como otros muchos la pierden por lo el día de la Purificación de Nuestra Señora, des-

mismo. pués de haber cenado se fue a su celda (que la


El día 22 de enero (que fue el mismo [199] ventana de ella caía a la calle de la puente) y se
que recibió el general don Felipe la carta de los puso a encomendar más bien su sermón a la me-
vicuñas) hubo una pendencia entre éstos y los moria, y como sintiese un gran rumor de gente se
vizcaínos, ocasionada de que entrando en el oficio asomó a la ventana y vio que ya el escuadrón
del cabildo Sancho de Madariaga, entró también venía marchando de 10 en 10. Oyóles decir que
Lorenzo Rodríguez Navarro, a cierto pleito, y después de destruida la guarda entrasen a los
como conoció Madariaga que el Rodríguez era cuartos del oidor (que ya había vuelto de Chu-
natural de esta Villa y vicuña, comenzó a razonar quisaca) y le quitasen la vida, y juntamente con
con los oficiales y dijo: "Que no nos quiera el los vizcaínos que allí estaban, no haciendo daño
general darnos sueldo por el servicio del rey en ninguno al corregidor pues les había escrito era
esta plaza, que yo sé que no nos había de quedar su amigo.
ningún vicuña”, y prosiguió con otras niñerías, Viendo y oyendo aquel sacerdote tal resolu-
a las cuales respondió Rodríguez con otras tantas, ción, se apartó de la ventana y en un instante
de que muy colérico el Madariaga desnudó su fue a la celda del padre guardián y le dijo lo que
espada y se fue para Rodríguez, el cual se previno pasaba. El caritativo prelado sumamente pesa-
de la suya, y saliendo a la plaza se acometieron. roso se vistió y al punto convocó a la comunidad;
Del primer encuentro cayó en el suelo Madaria- salió toda, llegaron a su prelado (el cual estaba
ga, pero al punto acudieron muchos vizcaínos y ya con la cruz alta), salieron a la calle a tiempo
embistiendo a Rodríguez le dieron dos heridas. que ya habían pasado algunas hileras de hom-
El día jueves enviaron cartas a Ulti los vicuñas bres, y llegándose al general (el cual estaba sobre
que estaban en esta Villa, avisándoles cómo los un soberbio caballo) le puso la cruz por delante
vascongados decían que presto les vendría cas- y le pidió encarecidamente por la sangre de
tigo de España y lo que Madariaga había dicho Nuestro Señor Jesucristo que derramó en ella
a Rodríguez, con otros casos bien ponderados que no pasase de allí a la destrucción de los vascon-
habían sucedido. Habiendo leído estas cartas los gados y demás gente que había de perecer. Aña-
de Ulti determinaron venir a acabar con los viz- dió a esto una fervorosa y breve plática y fue tal
caínos. Juntáronse todos, y numerándose los sol- que bastó para detenerlos y aun volver por donde
dados se hallaron 200 infantes y 80 caballos, y habían venido, que lo hicieron como cristianos,
luego sin detención el general de esta hueste, don que la justicia, caridad y santidad defienden la
Francisco Castillo, tomando 100 infantes y 50 república de las invasiones de enemigos, y las
caballos se encaminó para Potosí, dejando el res- armas de acero son flacas si se compara con las de
tocon orden de que si fuesen avisados marchasen la oración.
luego en su ayuda. Y
aunque en esta Villa esta- En este punto ya la centinela había dado aviso
ban 4,000 hombres de guarda, 7 sin otros vecinos a la guardia, y en un instante se alborotó el pue-

y demás populares que asimismo estaban avisa- blo. El oidor y corregidor salieron a la plaza a
dos defendiesen sus barrios, con más los indios animar con su presencia y palabras a la gente, y
que guardaban las entradas, los vicuñas eran es- el general y capitanes pusieron en orden sus es-
cogidos leones, y todos venían con ánimo de en- cuadrones, pero luego les avisaron de San Fran-
trar en la plaza y de quitar la vida a cuantos se cisco que se sosegasen, que ya Dios les había
les opusiesen. impedido su resolución. Habiéndose ido los vicu-
Domingo 29, habiendo el general Castillo ex- ñas, quedaron con nuevo temor el oidor, el corre-
gidor y toda la Villa, que como toda la vida hu-
7. Cuando más numerosa fue la compañía formada para la mana es milicia, cada uno tiene en su estado la
guarda de la Villa tuvo 225 soldados (Mendoza, Guerra
civil, No. ir). [M] obligación de militar para Dios, temerle y temer

378
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 1 Año 1624

el castigo por sus culpas, servirle y reverenciarle San Agustín y otros a Santo Domingo, y cerca-
humilde. ron los conventos por dar pesadumbre a los
El día 30 de enero los vicuñas que estaban en [i99 v ] vascongados que en ellos estaban. Vién-
el pueblo, juntos con los que se habían quedado dose en gran aprieto los religiosos enviaron a
de la gente de Castillo, viendo que no tuvo efecto llamar a los soldados de la guarda; vinieron
su deseo, haciendo dos compañías fueron unos a 1,000 hombres, y se fueron los vicuñas.

Capítulo XIV

CÓMO SE HICIERON PACES ENTRE LOS VASCONGADOS Y VICUÑAS Y


CÓMO SE VOLVIERON A ROMPER. DE CÓMO SE CONTINUARON
LAS GUERRAS CON MUCHAS MUERTES Y ESCÁNDALOS. DE
CÓMO EL GENERAL MONCADA FUE MUERTO CON LOS
DE SU ESCUADRA POR LOS VICUÑAS, Y LAS ENTRA-
DAS QUE ÉSTOS HICIERON EN ESTA VILLA

IENDO

V
las sagradas religiones que ca- decir que era gente traidora y sin palabra y po-
da día tenían nuevos temores y grandes drían quebrar las paces. Ningún contrario tienen
sobresaltos que los vicuñas les daban contra sí demás superiores tan gran-
los jueces y
por sacar a los vascongados (que con de como el consejo malo de su propio súbdito,
todas sus riquezas estaban en sus conventos) que quiere más el bien para el enemigo que para
y quitarles la vida, trataron con el general don su señor, movido de envidia de su acierto: obser-
Felipe de aplicar todas sus fuerzas al ajuste de vación es más verdadera que convenía lo fuese
las amistades. Quien más lo procuraba era el pa- en los consejos así de guerra como de otras cosas
dre rector con toda la sagrada Compañía de de buen gobierno (porque no se logre la cordu-
Jesús (que siempre procuran el bien de las re- ra experimentada del que propone bien) votar
públicas), el cual y el padre Basilio fueron a los más en favor del adversario. ¡Oh alevosa mal-
Chuquisaca a verse con los señores de la real au- dad, que quiera más el ignorante perderse que
diencia y con el capitán Francisco de Oyanume, seguir el parecer del que le salva Pero al fin ellos
!

adonde consultaron varios modos de composi- pagan su mala intención, malas palabras, y peo-
ción, y habiendo determinado lo más conveniente res consejos, como le sucedió a este vizcaíno.
volvieron a este Potosí y escribieron discretas car- Estaban presentes algunos soldados criollos de
tas llenas de saludables persuasiones a los vicu- los que eran vicuñas, y llegándose al oidor le di-
ñas que estaban fuera, en que les pedían hiciesen jeron: "Ya ve vuestra merced, señor, cómo estos
las amistades. Recibiólas don Francisco Castillo vizcaínos repudian las amistades y nos calumnian
y los demás capitanes y gente noble que en aque- y tratan de traidores; pues ahora decimos en
lla hueste había, obedeciendo con mucho gusto y nombre de todos los nuestros que tampoco las
dando el sí en aquello que
pedían, y luego es-
les queremos mantener, y demás de esto decimos (ha-
cribieron a los que estaban en esta Villa de su blando con el respeto que se debe a vuestra mer-
facción hiciesen lo que el padre rector de la Com- ced) que no sólo una pero mil veces mienten en
pañía de Jesús y el reverendo padre guardián de decir que somos traidores enemigos de la paz
y
San Francisco (que también con especial caridad faltos de palabra”. Y
volviendo a Nicolás de Oro
procuraba la paz) les mandase. Pusiéronlo en le dijeron: "Agradece, villano, que estás en pre-
efecto y se trató de hacer las amistades. Señala- sencia del señor oidor, pero antes que se pase el
ron día y se concluyeron con mucho gusto de en- día sabremos castigar el atrevimiento de vuestras
trambas partes en la iglesia de la Compañía de palabras”. Y
diciendo esto se salieron del cemen-
Jesús con losque eran cabezas. terio, y estuvieron espiándolo toda la noche, mas
Despuésde hechas propusieron el oidor y co- él no se apartó del cuerpo de guarda hasta el si-
rregidor se quitase la guarda, supuesto que se ha- guiente día (i 9 de febrero) que yendo a su casa
bían hecho las amistades. Hallóse presente Ni- con 10 soldados y dejándolos a las puertas entró
colásde Oro, vizcaíno, y dijo que no convenía se solo, cuando en breve rato oyeron el estruendo
quitaseporque los vicuñas estaban en Ulti y no de un arcabuz. Entraron sus soldados al ruido, y
habían deshecho sus escuadrones, añadiendo el lo hallaron expirando en la mitad del patio de
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

una bala que le había pasado el pecho, que co- tro, vicuña, y queriéndole disparar un arcabuz se
mo lo andaban espiando viéronlo entrar en su alborotaron los que allí estaban
y los religiosos
casa, yentrando por la vecina los vicuñas des- lo echaron fuera.
de un alto mirador le dieron el balazo, de que don Pedro Pimentel, crio-
El día 6 de febrero
murió. llo vicuña (que en hábitos de mujer se andaba
El día 2 de febrero mataronZuazo,al alférez disfrazado en esta Villa por matar vizcaínos),
vizcaíno, estando en la esquina de San Agustín quitó la vida a Baltasar Omucio con una bala de
sobre un caballo. Fue su muerte de una bala de pistola. Con este disfraz andaban 12 soldados vi-

arcabuz con la cual le echaron los sesos sin haber cuñas, a cuyasmanos perecieron muchos hombres
visto nadie de dónde vino la bala, aunque des- no sólo en las calles y casas de Potosí, mas tam-
pués se dijo que del resquicio de una ventana. bién en los campos y caminos, pues unas veces
El día 3 de dicho mes quitó la vida Juan de seponían en hábitos de mujeres españolas, otras
Medina, mestizo vicuña, a don Sancho Uzcáte- en el de mestizas y de indias, otras veces pinta-
gui, vizcaíno, que iba pasando por la esquina de dos los rostros con carbón parecían negros agua-
San Lorenzo, y el tiro fue de apuesta con otro dores y jornaleros, y así disfrazados se entraban
vicuña que donde le apuntó le dio, y fue por un en las casas y quitaban la vida a sus contrarios,
oído. y en los campos y caminos andaban también en
El día 4 escribieron a Ulti los vicuñas que esta- trajes de indios, conque dondequiera no tenían
ban en esta Villa la muerte de [200] Nicolás de seguridad porque en todas partes encontraban la
Oro por lo que había dicho, y vista la carta se muerte, que el apetito humano es bosque de fie-
fueron viniendo los vicuñas de dos en dos y de ras y su malicia inficiona a muchos
y perdona a
cuatro en cuatro a continuar a matar a sus con- muy pocos.
trarios. Este día quitaron también la vida a don Ha
sido muy notable aquel rencor apoderado
Juan de Oquendo los vicuñas en la iglesia de en corazones cristianos, pues fue tal que estos vi-
Mataca (10 leguas de esta Villa), que habien- cuñas a muchos criollos por ser hijos de vascon-
do peleado fieramente seis de ellos contra seis gados los pasaron a cuchillo, aun los mismos que
vascongados mataron los vicuñas a Diego Ibar- eran de una patria, hijos de las otras naciones. Y
guirre y a San Juan del Parral. Huyeron los otros lo que más aumenta la compasión es que muchas
tres,
y don Juan de Oquendo se entró a la iglesia señoras criollas (mujeres e hijas doncellas de no-
de aquel pueblo que allí cerca estaba, y tras él bles vascongados) morían hechas escudos de sus
los vicuñas todos revestidos del demonio (que maridos y padres, quitando a veces una bala, lan-
no podía ser menos), pues aunque llegó hasta el za o espada, dos vidas de un golpe.
altar mayor allí le dieron dos balazos de los cua- ¡Oh crueldad infernal que no perdonas tu mis-
les cayó en tierra, pidió confesión y ni aún esto le ma sangre! Y si Nerón fue tan cruel que su vida
permitieron aquellas fieras, y así acabó la vida era no concederla a nadie (como no la concedió
1
este caballero. Este mismo día estando en la igle- a su misma madre pues por su gusto la hizo ma-
sia de Santo Domingo en esta Villa Cristóbal Ro- tar,
y hizo pegar fuego a Roma y la estuvo mi-
mero (sobrino del maestre de campo Juan Rome- rando siete días cómo ardía) otros innumerables
ro) para comulgar y el sacerdote con la sagrada Nerones ha habido y hay en el mundo que han
forma en las manos, entró don Francisco de Cas- sido peores que aquél, y son de tal calidad los

1. No obstante que este episodio daba materia a Arzáns para suegra les hacían, salió de la puerta y disparó al aire un
un despliegue más espectacular, la versión que dan de ella arcabuzazo para que echaran de ver que estaban apercibidos.
los secos documentos judiciales es más dramática y comu- Y habiéndose puesto él y sus amigos en una paredcilla que
nica más ese ambiente fatal en que parece estar sumergida habían hecho en forma de trinchera delante de la puerta de
la contienda. Extractamos uno de esos documentos. la iglesia, los vicuñas se bajaron a un caminito hondo que va
Juan de Oquendo se había retirado de la Villa a su chacra encubierto, sin que ellos pudiesen verlos desde la iglesia, y
de Nuestra Señora de Aránzazu en el valle de Mataca con por él se pusieron algunos en un matorral que está frontero
su suegra y algunos hombres de guarda. Una mañana vino de la misma puerta de la iglesia, y desde allí dispararon un
un indio amigo a avisar cómo al vecino pueblo de Char- arcabuzazo del cual con la una bala le dieron por los gaz-
quina “habían llegado varios hombres vicuñas diciendo que nates y con la otra por un brazo, de manera que Oquendo
le iban a matar”. Por parecer que no estaba seguro en su cayó muerto. Sus compañeros dispararon hacia el matorral,
casa y porque no se la quemasen, Oquendo determinó irse pero no hicieron daño porque los vicuñas estaban cubiertos
a la parroquia de San Pedro, inmediata a su chacra, con tres y agachados en un huayquillo detrás del matorral".
hombres de guarda, todos armados de arcabuces. Toda la Visto que Oquendo estaba muerto, sus compañeros se fue-
noche estuvieron en la iglesia, velando por sus cuartos por ron con sus arcabuces y se metieron en el monte, y uno de sus
ver si venían los vicuñas. deudos con ayuda de una mulata metió el cuerpo en medio
Al dia siguiente, día de Nuestra Señora, como entre las de la iglesia. Los vicuñas avanzaron hacia la iglesia y el
9 y 10, "empezando el sacerdote a vestirse para la misa y sacerdote les dijo que qué querían pues ya habían muerto
habiéndose quedado Oquendo a la puerta de la iglesia, dijo: a quien buscaban. Pero todos entraron y le quitaron el jaco
'Helos, aquí vienen bajando por la cuesta’, a lo cual el sacer- que tenía puesto Oquendo "y uno de ellos sacó la daga y
dote doña Beatriz de Andrade, suegra de Oquendo, salie- le dió dos piquetes en el rostro hacia la barba diciendo que
y
ron de la iglesia y se fueron para donde venían aquellos quería llevar la sangre en la daga". Y habiendo hecho esto,
hombres rogándoles y pidiéndoles por amor de Dios que no "cogieron tres sillas de caballería buenas y las echaron en
se llegasen a la iglesia, y ellos respondían que ya era tarde, sus caballos y dejaron otras tres muy bellacas de las que
que no querían, y si alguno mostraba voluntad de volverse, traían y se las llevaron, así como el arcabuz de Oquendo,
y tres espadas que estaban arrimadas a un rincón de la
los demás decían que no. Eran ty, y venían unos en caballos igle-

sia. Luego dijeron que habían de ir a las casas de Oquendo


y otros en muías, con sus arcabuces y tapados los rostros
con monteras de rebozo, que no se les veía sino los ojos, y llevarse lo que había, a lo cual respondió doña Beatriz
que
excepto uno que traía el rostro descubierto, que era Fran- pues le habían muerto a su hijo que fuesen y se llevasen lo
cisco de Castro, que llaman el Galleguito". que quisiesen, y con esto subieron en sus cabalgaduras y se
Y visto por Juan de Oquendo "que no querían dejar de fueron por el mismo camino por donde habían venido". (Men-
t
acercarse a la iglesia por los ruegos que el sacerdote y su doza, Guerra civil, No. 67, f. i -5). [M]
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 14 Año 1624

crueles que cuanto más le ruegan más se ensober- cuales fue a Cconapaya, y llegaron al tambo de
bece y pone más cruel. la Laja, sábado 20 de febrero a las 5 de la tarde,
Mataron también estos inhumanos hombres a pero no con tanto secreto que el caballero no su-
muchas mujeres por ser dependencias de vizcaí- piese a lo que venían, y montando en una muía
nos o por algún bien que les hacían, como ya salió huyendo para esta Villa. Sabido de los sol-
tengo dicho en otra parte. Si algún oficial (como dados del general Moneada lo siguieron y lo al-
sastre, barbero u otro semejante) hacía alguna canzaron en el Tambo Quemado.
obra para los de aquella noble cuanto afligida Sería en esto las 7 de la noche (que la hacía
nación, y lo sabían los vicuñas, los mataban por muy obscura) por lo cual les fue preciso quedar-
sólo esto. Si algún arriero les traía en su recua, a se allí contentos con el preso. Mas no quiso Dios
unos y a otros los despedazaban, como sucedió que aquel caballero pagase violencias que los
el día 28 de enero que un arriero del Cuzco trajo vicuñas hicieron en su casa, y así entre los hierros
unos chapetones vizcaínos; éstos se les escaparon, de su prisión llegó a las puertas de su entendi-
y al arriero le dieron muchas heridas de las cua-
miento la consideración de que Dios miraría por
les murió. su inocencia, y después que se vio fuera de tama-
El día 9 de febrero mataron los vicuñas a don ño riesgo agradeció mercedes como quien las
las

Juan de Bilbao porque les dieron noticias estaba debía reconocer en la libertad de tantos
al cielo
escribiendo unas cartas a España contra ellos. peligros. Repetíale las gracias por el beneficio
El día 10 de febrero se echó otro bando en la de haberle sacado bien de tan extraño suceso, y
ciudad de La Plata mandando quitasen la vida a ponderaba el justo acuerdo con que parece que
los vicuñas, y que cualquier persona de cualquier Dios había ordenado el castigo de aquellos ig-
estado y calidad que fuese que les diese acogida norantes, siendo uno mismo el género de pena
en poblado o camino, muriese por ello. Luego se que a él le querían dar, y ellos habían sustituido.
supo en Ulti, de que irritados los vicuñas deter- Es de saber, pues, que cuando los soldados lo si-
minaron ir a aquella ciudad con 200 hombres y guieron, viendo un mestizo criado suyo que lo
matar a los oidores. Resueltos en esto, salió de habían de alcanzar montó en un ligero caballo
con 100 infantes y 100
Ulti el general Castillo y partió para Ulti (que de allí está tres leguas)
caballos, lunespor la mañana a 14 de febrero donde dio aviso a los vicuñas de la prisión de su
(que aunque fray Juan de Medina y otros autores amo. Pesóles mucho y se vieron en gran confu-
ponen este suceso en Semana Santa, Méndez y sión porque apenas se hallaban 20 hombres, que
Acosta afirman que salieron de Ulti el 14 de di- los demás aquel mismo día habían venido para
cho mes), y ese mismo día al anochecer estuvie- esta Villa a hacer otra entrada. Pero los 20 que
ron en Cconapaya, haciendas que ya poseía un allí estaban (que algunos eran de los heridos y

caballero vecino de esta Villa de Potosí por ha- convalecientes) dieron parte a su general Cas-
de Luis de Baja, a quien
berlas quitado la justicia tillo, el cual estaba enfermo aunque no de acha-
también ajusticiaron como queda dicho. Allí se que cuidadoso pues al punto se vistió y mandó
alojaron los vicuñas por aquella noche. Díjole el buscasen cabalgaduras, y apenas se hallaron seis

dueño (que en la ocasión allí estaba) a don Fran- caballos y cuatro muías y sólo ocho arcabuces,
cisco Castillo y demás soldados: "¿Señores, no pues todo lo habían llevado los soldados a la
sabéis que tengo pena de la vida si os doy aloja- dicha entrada. Y como Castillo apuraba la dili-
miento en mi casa?”, a lo que respondieron di- gencia los obligó a salir a pie a los que no tenían
ciendo: "Si no nos lo dais de vuestra voluntad cabalgaduras, y unos y otros caminaron con tal
no será menester suplicaros, porque por ahora es presteza que a las 12 de la noche llegaron a la
nuestra casa y vos habréis de acudir a lo que vie- quebrada del Tambo Quemado. Allí se informa-
v
res que necesitamos, so pena de que si así [200
]
ron de unos indios del estado en que se hallaba
no lo hacéis perderéis la vida”. Viendo esta re- el preso. Descansaron un rato y luego se fueron

solución aquel caballero, les dio cuanto pidie- acercando al tambo, y aunque tenían centinela
ron. estaba por entonces sepultada en gran sueño. Ro-
Aquella noche confirieron entre capitanes y sol- dearon la casa y en un punto rompieron las puer-
dados y determinaron no pasar a Chuquisaca sino tas, entrando con tanto ruido
y grito que pare-
revolver sobre Potosí y destruir de una vez a sus cían 1,000 hombres.
enemigos. Por eso se volvieron a Ulti a prevenir Los soldados del general Moneada, aunque
lo necesario. A los dos días se supo en Chuquisa- prestamente tomaron sus arcabuces se acortaron
ca la venida de los vicuñas
y hospedaje que les de modo que ni calaron cuerda ni se movieron
hizo el caballero. Al punto la real audiencia para un solo paso. El astuto Castillo daba voces di-
ejemplo de otros, mandó lo fuesen a traer preso, ciendo; "Vivos me los tomad todos a mano”, y
pero no hubo quien se atreviese por temor de que como por disposición suya se hubiesen quedado
los vicuñas estarían en su defensa. Mas el gene- afuera los 10 de sus soldados, hacían éstos tan
ralMoneada (que ya en otra parte dije que era gran ruido que juzgaron los de adentro que eran
gran soldado, como experimentado en Flandes) muchísimos sus enemigos. Decía Castillo (pues-
dijo que le diesen 50 soldados a su placer, que él to ya a las puertas hablando con los pocos que
se ofrecía a traerlo preso. Diéronselos, con los estaban fuera): "Vos, capitán fulano, con vues-
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

guardad para aquel lado, y vos fulano


tro tercio Jueves 25 de febrero vino de La Plata el pre-
con vuestro poneos en aquel collado”; y así
el sidente al entero de la armada real y dijo cómo
nombró cuatro capitanes con sus tercios. todo A en aquella ciudad se había quitado ya la guarda,
esto callaban el general Moneada
y sus soldados que era bien se quitase en esta Imperial Villa
llenos de miedo y admiración, faltos de pruden- pues no era impedimento para las entradas de
cia y valor, pues, como dice el capitán Pedro Mén- los vicuñas,
y que allá se habían entrado con las
dez, el mismo Castillo le comunicó después de cabezas de los mismos que eran de la guarda.
sosegados estos alborotos la cobardía que había Sobre esto hubo muchos pareceres y conociendo
reconocido en sus vicuñas, y que si los de Monea- el corregidor que si la quitaba entrarían los vi-
da hubieran disparado un solo arcabuz bastara cuñas a su salvo, no sabía qué medio tomar. Los
para ser aniquilado con los suyos. Pero el silen- vascongados (como oyesen decir que el presi-
cio ymiedo que mostraron sus contrarios por su dente trataba de quitarla) presentaron una pe-
ardid les dio valor para lograr su intento. tición en que pedían que pues se les había nega-
Entendido, pues, por Castillo de que allí estaba do el asentar plaza en Potosí, les asegurasen el
el preso, mandó a los de afuera que entrasen y paso para irse al puerto de Buenos Aires a servir
decía: "Cien soldados guarden laspuertas” (no al rey. No tuvo efecto su petición porque demás
habiendo ninguno) y volviendo a los temero- del seguro, querían cabalgaduras, dinero
y man-
sos les dijo que rindiesen las armas. Así lo hi- tenimientos. Tornaron a pedir por otra, que ya
cieron, y arremetiendo los 20 con los 50 los ma- que no se les diese avíos les asegurasen la vida
taron a todos, y cortándoles las cabezas antes hasta el puerto de Arica, que irían a pie de allí
y
que amaneciera, montando en las mismas cabal- llegar a los pies de su majestad. Pocas luces ha
gaduras de los soldados difuntos partieron para menester la verdad para ser conocida y pocos en-
Chuquisaca. El día siguiente caminaron por des- carecimientos la lengua para manifestar el sen-
hechos y quebradas y a las 10 de la noche llega- por mar Callao para pasar a España y
al del
ron a aquella ciudad. Los que la guardaban im- timiento del corazón, y así se vio claramente (en
pedían su entrada, mas ellos les dijeron que eran el modo de encarecerlo) la verdad con que pe-
los soldados [201] que habían ido por el caba- dían favor aquellos afligidos caballeros. Respon-
llero,
y que traían 50 cabezas de vicuñas. Con dióles favorable el presidente,
y señaló hasta
esto les dieron franca entrada. Preguntaron por 1.000 soldados españoles de varias naciones y
el general Moneada y demás soldados y respon- 2.000 indios que los acompañasen hasta poner-
dieron que se habían quedado atrás. Entraron, los en salvo. Pidieron los soldados 4,000 pesos
pues, hasta la plaza, y en los portales del cabildo ensayados para bastimentos: no quisieron darlos
pusieron las cabezas y se volvieron a salir dicien- los oficiales realesporque dijeron haberse me-
do que iban a alcanzar al general. noscabado en gran parte la hacienda real en la
Amaneció Dios para más
triste espectáculo
el paga de los soldados de guarda.
sucedido en Chuquisaca, pues vieron las cabezas, El día 28 de febrero, considerando el presi-
no de vicuñas sino de sus amigos, parientes y dente y los oficiales reales el mucho gasto en
hermanos. Fue caso que los dejó atónitos y no la paga de los soldados, determinaron quitar la
sabían los oidores cómo castigar aquel atrevi- guarda. Para esto (diciéndoles que se les satis-
miento, que la falta del poder en la justicia es el facería ladeuda de aquel mes) los llamaron. En-
mayor enemigo de la república. Los vicuñas se traron todos a las reales cajas, y quitándoles las
volvieron a Ulti, donde hallaron al caballero, armas los despidieron. Viendo 40 vascongados
que luego que se vio libre recogió todas las ar- (que solos habían quedado) el riesgo de sus vi-
mas que habían sido de los soldados difuntos por das, pidieronque sin sueldo guardarían las rea-
orden de Castillo y se fue a Ulti, escapando su les cajas por ampararse en ellas de sus enemigos.
vida a costa de tantas muertes. Lance logrado Así se les concedió, pues 30 de ellos se metieron
por el enemigo por sólo diligencia pronta y as- en las cajas, otros en compañía de los navarros
tucia, que la abeja, mínima en el cuerpo, excede sus parciales se ampararon en los conventos de
en el ánimo a muchas aves por la industria y San Agustín y Santo Domingo, otros en hábitos
fruto que produce mediante su admirable solici- de fraile salieron de esta Villa hasta ponerse fue-
tud. No fue sólo esta vez la que hicieron este ra de la provincia, y otros más desengañados se
destrozo los vicuñas, que ya había precedido otra quedaron para siempre con el santo hábito de
enviando a los oidores 25 cabezas de soldados estas religiones a asegurar su salvación.
que fueron a llevar presos a don Francisco Cas- A principios del mes de marzo de este año (que
tillo y a don Pedro de Andrade que estaban en fue domingo de carnestolendas) como ya (a las
2
Ulti. noticias de que no había guarda en Potosí) se
fuesen viniendo los vicuñas, aquella tarde entró
1. Estos episodios son apócrifos en la mayor parte. La audien-
cia de La Plata expidió, es cierto, en 1624. X. 21 (no el 10 doza. Guerra civil, No. 71). Pero del general Moneada, de
de febrero) un auto, con motivo de la muerte que los vicu- la entrada de los vicuñas a La Plata
y el cuento de las 50
ñas dieron en el tambo de la Quebrada a don Pedro Beltrán, cabezas no hay ni el menor rastro en documentos coetáneos
alguacil mayor de la audiencia, mandando que los autores como los acuerdos de la audiencia y la citada "Relación"
de dicha muerte "y cualesquiera otros vicuñas sean presos de Gómez de Sanabria, fiscal de dicho tribunal, siendo im-
o muertos en caso de resistencia, señalando premios para posible que esos documentos pasasen por alto semejantes
ello, y que nadie les preste ayuda so pena de la vida” (Men- acaecimientos. [M]

382
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 14 Año 1624

don Francisco de Castro con 50 soldados de a agradable persona, ni tan blanco y de buen ros-
caballo a la plaza, dio vuelta por toda ella, y en- tro que pudiese tener a nadie envidioso, ni tan
contrando a dos criados del oidor los mataron y trigueño que excediese de robusto, proporciona-
se fueron. do en las facciones, airoso en el brío, modesto
El martes de carnestolendas, después de haber en el despejo, en la vista grave, prudente en el
jugado muy a su placer los vicuñas determinaron ingenio, y en la gala y armas muy para visto.
aquella noche jugar de veras con los vasconga- Puestos, pues, por delante de este capitán y su
dos sacándolos de las reales cajas para quitarles escuadrón, les pidieron con el padre comenda-
la vida.Esto se publicó en toda la Villa y ya les dor hiciesen las amistades y no llevasen adelante
pesaba haber quitado la guarda, pero todos los el derramamiento de sangre. Añadió a esto una
vascongados y navarros (con otros que les se- santa y fervorosa plática el padre comendador,
guían) se recogieron a las reales cajas porque que con ella y las lágrimas que todos derrama-
aun en los conventos no tenían seguridad, como ban fue bastante a mitigar aquel terrible furor.
sucedió el día antecedente, que se entraron en el Apeáronse de los caballos (que al fin eran
de Santo Domingo 30 vicuñas en busca de sólo cristianos, y, lo que más fue, estar presente el po-
cuatro vizcaínos que allíestaban en la ocasión deroso Señor de cielo y tierra a quien se sujetan
y vistióse el padre prior muy apretado, mandó y rinden los poderes del mundo, que aun el mar
a aquellos cuatro caballeros se subiesen al coro no solamente le obedece sino le adora quebran-
con sus armas y se defendiesen; y como les ce- do sus olas en la arena) y adoraron rendidos al
rraron las puertas interiores, juraron los vicuñas Señor sacramentado. Luego el buen prelado, co-
que el día martes habían de entrar [2oi v ] al mo viese convertida en mansedumbre la fiereza
convento y sacar a todos los vizcaínos y matar- de los vicuñas ordenó una procesión, a la cual de
los, de suerte que los religiosos (salidos de su buena gana acompañaron los soldados. Bajó a
modestia) se previnieron de armas y recogieron la plaza, marchando las compañías con muy buen
algunos vecinos y amigos seculares. La misma concierto, disparando primero contra la tierra
amenaza y prevención hubo en San Agustín, y las rigurosas balas. Dieron vuelta a la plaza y se
tan fatigados se vieron con el miedo, que quisie- volvieron a la iglesia de Nuestra Señora de las
ron consumir el santo sacramento e irse a las Mercedes, dando toda la Villa infinitas gracias
cajas reales, aunque nunca
les faltó la paciencia al divino Señor que les había impedido su deter-
para tolerar aquellos trabajos e inquietudes, que minación. Todos lo tuvieron por buen presagio,
el título de perseguidos por Cristo tienen los aplicándolo a que tendrían fin tan lamentables
santos por más ilustre que el título de amados. guerras. Pero continuaré el referirlas hasta el
Por evitar este notable escándalo, los capita- tiempo que Dios lo tuvo determinado.
nes que habían sido de la guarda les dieron a Miércoles de Ceniza amanecieron 1 1 hombres
200 hombres a cada uno de los conventos para muertos en las calles, desde la Merced para arri-
que aquella noche los guardasen. Estaba Potosí ba, que los vicuñas cuando bajaban hicieron este
en el día más afligido de los de sus trabajos: to- destrozo. Fueron cinco españoles y los restantes
dos prevenían armas y guardas en sus casas, todo indios. No impedía a aquellos hombres el ser
era plegaria, clamores de campanas, llantos de tiempo santo de Cuaresma para dejar de matar,
mujeres y gritos de niños que quebraban los co- herir y hacer otros daños, no sólo a los vascon-
razones de dolor y no hacían mella en la dureza gados mas también a ios de otras naciones.
de los vicuñas. Lunes 9 de marzo fueron los vicuñas a casa del
¡Oh bárbara crueldad, bastantemente quedas capitán Pedro de Casanova, el cual en aquella
desacreditada de terrible! ¡Oh rencor infernal- ocasión estaba en los Chichas. Ffallaron a su mu-
mente apoderado de pechos cristianos, qué in- jer acostada en su cama, que era una noble
y vir-
tratable eres, qué insufrible, pues ni contigo vale tuosa señora. Tenía dos pequeños hijos, y éstos
la razón ni adquiere veneración la hermosura ni (temiendo el que aquellos hombres quitasen la vi-
compasión las lágrimas! da a su madre) tomaron simplemente cada uno
Llegó al fin la noche en la cual juntos más de una pistola de las que su padre tenía en su alma-
200 vicuñas (y los 80 eran de a caballo) bajaron cén, que estaban cargadas, y se pusieron delante
por San Martín bien apercibidos de armas. Se- de ella. Los vicuñas la dijeron que les diese todo
rían las 12 de ella,
y ya llegaban cerca del con- lo que era de su marido, pues era su enemigo
y
vento de Nuestra Señora de las Mercedes, cuan- ellos habían menesterlo. No parecieron las llaves
do muy reverendo padre comendador y
salió el para sacarlo con violencia [sic], y amenazando de
toda su comunidad con el Santísimo Sacramento muerte a una criada les dijo que su señora las
descubierto y con muchas luces; en cuya cerca- tenía debajo de las almohadas. Acudieron a ellas,
nía estaba un gran número de mujeres sin atender que en aquellos niños había de haber
y niños
llorando y todos puestos por delante del escua- fuerza para castigar su maldad, pues viendo és-
drón esperaban a que llegase don Francisco Cas- tos que a empellones arrojaban a su madre de la
tillo. un gallardo bruto chi-
El cual venía sobre cama dieron fuego a sus pistolas, y las emplea-
leno, armado de finísimas armas; cuya persona ron de tal suerte que la una bala quitó la vida a
(según le pintan otros) era alta, corpulento, de Diego Reinoso y la otra a Pedro de Silis.

383
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

¡Quién podrá decir la rabia que concibieron mo a cuerpo muerto en la sala, al otro más pe-
los demás vicuñas viendo expirar a sus compa- queño hincándole una lanza por el estómago y
ñeros! Ya en esto se había escapado la madre levantándolo en alto se salieron con él a la calle,
por la recámara, y huido [202] por una venta- llevándose toda la plata y joyas que había en los
na. Fue buena diligencia pues no sólo miró por escritorios. Estando afuera, clavaron la lanza
su vida mas también por la que tenía en el vien- (atravesada en el niño) en las puertas, donde lo
tre por estar preñada. Arremetieron a los niños: hallaron muerto; el otro a quien dejaron por tal
al uno dándole muchas heridas lo arrojaron co- fue curado y sanó como de milagro.

Capítulo XV
EN QUE SE CUENTA LA SANGRIENTA BATALLA DEL CAMPO DE SAN
MARTÍN QUE SE DIERON ENTRE LAS NACIONES, CON OTROS
SUCESOS Y MUERTES LASTIMOSAS DE PARTICULARES, Y
DE CÓMO, POR HABER VENIDO ORDEN REAL DE
QUE FUESEN DESTRUIDOS LOS VICUÑAS,
TRATARON ÉSTOS DE LA DEFENSA
CON TODO SU PODER

A inundación lamentable que hizo en esta Vi- Castillo y de la otradon Juan de Miranda. De-
lla Imperial de Potosí la laguna grande de termináronse todos al rompimiento de la san-

IJ Caricari se verá en el año de 1626, cuyo


suceso previno la otra laguna de vaso más
pequeño nombrada comúnmente de San Sebas-
grienta batalla, estando toda la Villa en gran-
dísima confusión porque en las calles, casas y
plazas, unos levantaban las voces riñendo o dis-
tián, rompiéndose en este año de 1624 a 17 de poniendo las armas, y otros procuraban exceder-
marzo a las 5 de la tarde; y entrando sus aguas al los en gritos y braveos, prevenciones todas de
poblado, destruyó gran parte de las casas de in- venganza. Quedaban todos entre tantas disposi-
dios con algunas de españolesque estaban por de- ciones absortos, entre tantas desdichas impacien-
trás de la Concepción, parroquia de indios, y en tes, entre tan porfiada dureza ignorantes del fin

todo lo demás hasta las rancherías de Santa Bár- que tendría tan terrible suceso.
bara y San Benito, y se ahogaron (según cuenta En fin, a la alteración de los unos, a la resolu-
Méndez y Acosta) más de 100 indios y algunos ción de los otros, a la dudosa imaginación de
españoles. algunos y a la porfiada confusión de todos, puso
Sábado que de marzo fue un
se contaron 21 acrecentamiento la resolución de salirse igual-
día muy memorable en Potosí, pues (como di- mente al campo cerca de la capilla de San Martín
cen el capitán Pedro Méndez, Acosta, el reve- (que después, como tengo dicho, se hizo parro-
verendo padre fray Juan de Medina, Pasquier y quia de indios) donde los manchegos tomaron
otros autores) para que todos viesen que en Po- lo más eminente con 230 hombres, y los andalu-
tosí no había padres para hijos ni hijos para pa- ces con 254. Demás de estas naciones españolas,
dres sino que todos sus moradores eran enemi- como los indios las entradas de
que guardaban
gos los unos de los otros, se dieron una cruel la Villa todavía se estuviesen repartidos en los
batalla entre casi todas las naciones que presen- puestos que les habían señalado, el capitán Mi-
tes se hallaban, en la cual se derramó tanta san- randa les pidió le ayudasen. Tocaron sus corne-
gre que ella se vio correr por sus calles. Fue el tas los capitanes indios y lesacudieron los suyos
motivo de esta batalla más parecida a gracia de en número de más de 1,400. Considerando don
niños que a punto de hombres, pues sólo porque Francisco Castillo la ventaja y que las dañosas
los andaluces y criollos dijeron por pasatiempo piedras (armas despedidas de las hondas y los
algunas faltas que hallaban en los manchegos y fuertes brazos de los indios) con más lanzas, dar-
gallegos se indignaron tanto estas dos naciones dos, flechas y macanas le podrían impedir la vic-
que (aunadas con los castellanos y montañeses) toria, llamó a otros indios capitanes de la demás
desafiaron a los andaluces y criollos. Estos, como guarda del pueblo (los cuales vinieron con 1,500
viesen cuatro naciones contra sí, llamaron en su indios a oponerse a los contrarios.
favor a los extremeños y portugueses (aunque Comenzóse la batalla (españoles con españo-
éstos últimos eran pocos), y nombrando cabezas les, e indios con indios) a las 12 del día con ar-

fueron generales de la una parte don Francisco mas de fuego y acero, y antes de la 1 se vio el

384
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 15 Año 1624
suelo cubierto de sangre y cuerpos muertos de en que (a vueltas de tan mala ejecución) pere-
una y otra parte. Hasta las 2 de la tarde estuvie- cieron también tantos de las otras naciones, como
ron iguales las suertes de los escuadrones, pero se ha visto. Pero no cumplieron lo prometido
faltando el capitán don Juan de Miranda que los vicuñas magnates, pues de más de 20 que se
(
murió a manos de don Francisco Castillo) se de- obligaron al sustento y paga de los soldados,
claró la victoria de parte de los andaluces solos don Pedro de Andrade y don Francisco
y crio-
llos, y la llevaron tan adelante que de las nacio- Castillo los mantuvieron,que los demás muy po-
nes manchega y gallega no quedó ninguno con co gastaron. Mas a no ser Castillo tan poderoso
vida. Murieron de los de Miranda 18o 1 hombres en riquezas y valor hubiérales estado muy mal,
y de los de Castillo poco menos de 70, y se con- así a losvicuñas gordos en riquezas como a los
taron de unos y otros 114 heridos. Fue tanta la que no lo eran.
sangre que se derramó que [202 v aunada toda La fortaleza mayor que otras excelencias
es
]
corrió un gran espacio de tierra, acrecentándose adquiridas toma su grandeza por la parte
si se
con la que se virtió de indios, pues como por que se dilata más su conocimiento. Otras virtu-
momentos acudiesen más a una y a otra parte des adquieren inclinación para el sujeto que las
(hasta sus mujeres y pequeños niños) de entram- tiene, mas la fortaleza, inclinación
y respeto,
bas murieron más de 600 acompañada del amor de la patria, hizo en los
y se contaron 380 he-
ridos, así de los de la batalla como de los que antiguos romanos increíbles acciones, e imperada
procuraban apaciguarlos. Memorable día fue és- de la caridad ha hecho en los cristianos prodi-
te para Potosí y los demás que se le siguieron, giosos mártires. La fortaleza es en la paz envi-
pues otros cuatro ocuparon en enterrar los cuer- diada, temida en la guerra; es
el brazo de la pru-
pos haciendo grandes hoyos en los cementerios dencia humana, la seguridad de los amigos
y el
donde los arrojaron a montón, con notable dolor asombro de los enemigos. Un ánimo fuerte pocas
y lástima de toda la Villa. Quedaron por esta veces se ha visto padecer pobreza, porque esta
causa las mujeres de todo punto temerosas, los virtud sabe adquirir riquezas, de que (a no te-
hombres espantosamente asombrados, y los aban- mer tanta prolijidad) pudiera traer innumera-
dalizados tan excesivamente confusos que trata- bles ejemplos. Ella ha hecho reyes, conservado
ron de recogerse por entonces muy aprisa en sus ciudades y defendido repúblicas. Finalmente es
casas, teniendo por medio más cuerdo ausentarse uno de los adornos del alma, y uno de los instru-
de la presencia los unos de los otros para excusar mentos de la felicidad del cuerpo.
su furia, que esperar la cordura de algunos para No faltaba esta virtud heroica al noble don
huir tan conocido riesgo como se experimentó Francisco Castillo hasta el estado presente de su
el siguiente día. fortuna, descubriéndose más cuanto más apre-
Lunes 30 de marzo 2 volvieron a pelear los crio- tados eran los lances de la variedad en los suce-
llos
y andaluces contra castellanos y los pocos sos.Pero dejando los aplausos de una fortaleza
gallegos y manchegos que habían quedado, capi- pasemos a los vicuñas, los cuales considerando
taneándolos don Francisco Castillo con 30 hom- cuán mal habían obrado con ellos sus incitado-
bres y Alberto de Orellana con 34. Pelearon en- res, determinaron contra su voluntad partir de
trambos tan fieramente que Castillo quedó solo riquezas y pagarse por sus manos. Pusiéronlo
con seis hombres vivos, y Orellana con ocho. To- por obra, y con el primero con quien lo ejecu-
dos los demás murieron, y como toda la calle (que taron fue el veinticuatro Manuel de Zamudio,
fue la de las Mantas) se cubriese de sangre en a quien entrando en su casa le sacaron 22,000 pe-
y
aquel punto lloviese un gran aguacero, se mezcló sos; a Alonso de Ávila, que era mercader rico, le
el agua con la sangre
y corrió por las calles. sacaron en plata y ropa 4,000 pesos con los cua-
En esta sazón se hallaban ya los soldados vicu- les se vistieron los soldados que ya estaban des-
ñas muy
indignados contra los ricos que les ha- nudos; a otro rico llamado Pedro González de
bían metido en estas crueles guerras, porque les Guevara le quitaron 18,000, y así fueron sacando
faltaban con el dinero que les habían prometido de los demás la plata que tanto guardaban
y no
para su mantenencia, que una acción tal vez des- gastaban siendo ellos quienes los habían metido
truye la opinión que se granjeó
con otra, pues en tales alborotos, con harta pena de Francisco
sólo Dios en sus obras por ser
es consiguiente Castillo, que por impedirlo le perdieron el respe-
(como todas son) tan sumamente buenas. en Y to varias veces. La gente distraída que entre los
la realidad (como dicen Méndez Acosta) los vicuñas había también aniquilaron todas las casas
y
ricos poderosos fueron los que por vengar agra- de los vascongados. Sólo la de Sancho Madariaga
y
vios particulares que les habían hecho los vas- estaba en pie porque tenía 100 hombres de va-
congados, con vanas persuasiones los incitaron rias naciones asalariados que la guardaban, pero
y
con varias promesas los alentaron a que tomando ya se decía que los vicuñas la habían de entrar
las armas destruyesen aquella esclarecida nación
y quitar la vida a cuantos estuviesen dentro, por
lo cual traspusieron innumerable plata, joyas, oro
1. Los de Miranda tenían 230 hombres según dice líneas
arriba; murieron 180 y "no quedó ninguno con vida”. Estas y otras riquezas que allí [203] tenían de muchos
incongruencias sirven para hacer patente la índole abigarra-
vizcaínos al colegio de la Compañía de Jesús.
da de estos episodios: en parte reales
y en parte irreales. [M]
2. El 30 de marzo de 1624 no fue lunes sino sábado. [M] Supiéronlo los vicuñas y aunque echaban voces

385
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

de que habían de sacar aquel tesoro, nunca se lle- do con que hablan de ellos) los retiramientos de
garon a sus puertas porque los padres con muchos los corazones cercade las personas de quien ha-
sermones y reprensiones los ahuyentaban. blan. También se fijan para reconocer quiénes son
Viernes 27 de marzo anduvieron los vicuñas los que aborrecen a los que aborrecen. No lo ha-
en busca de vizcaínos por descargar en ellos su cen para desfogar enojo sino para descubrir
el

diabólico furor, y como ya en las calles y casas el caudal y séquito que hay para desfogarle. Bien

no los hallasen enviaron a los conventos perso- podemos apropiarle a estos papeles nombre de
nas no conocidas de ellos, ejercitándose la cau- veletas del pueblo, por quien se conoce adonde
tela en sacarlos afuera, que hay muchos hombres y de dónde corren el aborrecimiento y la ven-
con propiedades conformes en todo a la modes- ganza, lo que previene y sabe el que los pone por
tia exterior que muestran, y muchos que con la lo que oye decir a los que los vieron puestos.
apariencia engañan, dorando entre sus razones El día jueves 23 de abril, habiéndose preveni-
lo amargo de sus costumbres (píldoras viles que do los vicuñas de muchas cintas de varios colo-
digeridas con el trato descubren lo más oculto res, fueron al matadero de las vacas y sacando

de su inclinación) Pero estaban ya tan escarmen-


. todas las armazones del ganado los adornaron
tados que no osaban salir ni aun a las puertas. con cintas y bajaron con ellos al pueblo. Entraron
Mas con todo eso, en el convento de San Agus- en las casas más opulentas y pidieron a los due-
tín a las 5 de la tarde salió a la portería don ños que les llenasen los huecos de plata, y no só-
Pedro de Ureta a recibir la cena que le traían. lo esto, sino al que pedía medios reales se les
Estaba un soldado vicuña arrimado al cerco del había de dar medios, al que pedía reales, reales,
cementerio, y luego que vio al vizcaíno se arrojó y al que pedía pesos se les habían de llenar de
dentro por el mismo cerco y le atajó la vuelta y aquella moneda, y si así no lo hacían les daban
entrada con la espada en la mano, de modo que con aquellas medias lunas en el rostro, y herían,
se vio muy apretado. Díjole el vicuña: "Salid y muchas veces les quitaban la vida a puñaladas.
fuera de este cementerio y defendeos". Aceptó Quitaron así muchos millares de pesos, porque
don Pedro, sacó su espada, y habiendo salido por en cada hueco entraban más de 200. Hicieron es-
una parte se volvió a entrar por la otra. El vicuña to con tanta desvergüenza que de 10 en 10 y de
se arrojó tras él, porque conoció que había de 20 en 20 se andaban por las calles con aquella
escapársele, y al entrar a la portería lo alcanzó gala, pidiendo el colmo de ellos.

y dio por el pulmón una cruel herida de que El día i 9 de mayo amaneció muerta y hecha
murió a los dos días. pedazos doña Estefanía Manrique (ilustre seño-
Domingo de Pascua de Resurrección, habiendo ra natural de esta Villa) a manos de los vicuñas,
el oidor tenía la mira
antes sabido los vicuñas que por sólo que enviaba de su casa la comida guisa-
en juntar gente y cuando más descuidados estu- da a los vascongados que estaban escondidos en
viesen prender y matar a los que estaban en el diversas partes.
pueblo, previnieron sus soldados y todos bien El día 10 de mayo en la noche fueron los vicu-
armados, miércoles 22 de abril después de Pas- ñas a las casas de Agustín de Ugalde (navarro
cua, entraron los vicuñas de noche a esta Villa de nación, que tenía trato de pulpería) y le pi-
con 100 caballos y 100 infantes (arcabuceros, dieron les diese un peso de recado. Respondió
mosqueteros y escopeteros). Llegaron a la plaza de adentro el dueño diciendo: "Andad, ladrones,
y comenzaron a escaramuzar unos con otros, y
que ya os conozco y no os lo he de dar si primero
la infantería dando vuelta a ella dispararon no me dais el dinero”. Dijeron los vicuñas:
v
muchas balas a las rejas y ventanas del oidor [203 ] "Tomad que no lo pedimos de balde”, y
y corregidor, dándole a entender que no se olvi- sacando la mano por la ventanilla de la puerta
daban de las armas. Después de haber escara- el bueno de Ugalde le pusieron en ella un cordel

muzado dieron muchas carreras y salieron de la corredizo. Tiraron de él con tanta fuerza que con
plaza. El día siguiente amanecieron en las esqui- terribles dolores le hubieron de descoyuntar el
nas varias figuras y enigmas pintadas en lienzo, brazo. El miserable dio grandes gritos a los cua-
con sus letras y coplones indignos de declararse les bajó su mujer, abrió la puerta, entraron los

por no ser aquí decentes y ser contra los jueces y vicuñas y éstos dijeron que si no rescataba el bra-
vascongados. zo lo habían de cortar y llevárselo. La piadosa
Tienen por cosa acertada algunos señores y mujer les dio 200 pesos, y con ellos se fueron
jueces el despreciar los papelones y pasquines quedando su marido en un grito. Estos desafue-

que hacen hablar mal a las esquinas y pilares, ros y crueldades continuaron muchas veces en las
porque dicen que el modo mejor que hay de que pulperías, y otras (al tiempo que abrían las puer-
callen es no hablar de ellos, y que mejor se caen tas o ventanillas) les tiraban un balazo y qui-

dejándolos que quitándolos. Mas este templado taban la vida. Todos estos daños acarrearon
discurso y razón de estado vive mal informado aquellos bandos tan memorables que habiéndose
del fin que tienen en tales libelos las postizas len- originado por satisfacer particulares agravios re-
guas de las puertas y cantones. Su intento no es cibidos de algunos vascongados, llegaron todos
deshonrar al que vituperan, mas es el fondo de los habitadores de Potosí a experimentar tantas
su malicia. Fíjanlos para reconocer (por el mo- calamidades.

386
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 15 Año 1624

¡Oh cuántos sobresaltos afligieron a esta Impe- cuyo contenido era que con capitanes y copia de
rial Villa en aquella calamidad, oh cuántas aflic- soldados destruyese a sangre y fuego a todos los
ciones la inquietaron, oh cuántos tormentos le que se nombraban vicuñas, demoliendo y arrui-
afligieron, y cuántas inquietudes le oprimieron! nando sus casas y fortalezas. Los jueces y demás
Cuando el dolor daba lugar al discurso y no se ministros son luz del mundo, y si no se adminis-
le negaba a la lengua, lastimosa y tristemente tra justicia y se obedece los mandatos reales to-
se quejaba al cielo, ya comúnmente y ya en par- cante a ella todo está en tinieblas.
ticular,pidiendo la quietud y paz que tanto de- Publicóse la cédula en la ciudad de Los Reyes
seaban. ¡Oh esperanza siempre penosa e infeliz y volaron las noticias a esta Villa de Potosí, que
si del bien porque se tarda,
siempre: y del mal sabido por los vicuñas se juntaron todos a deter-
porque llega tan presuroso! ¡No sé cómo consue- minar lo que mejor les estuviese. Juntos todos,
las algunas veces, si tú en todas ocasiones no don Francisco Castillo, como natural de esta Vi-
sirves más que de afirmar que falta lo que se de- lla y general de aquella hueste vicuña, les dijo
sea! estas razones:
Continuándose, pues, aquel notable rencor que "Señores, amigos, soldados y compañeros
los vicuñas habían concebido contra los vizcaí- míos: Ya veo que no es reputación en los prínci-
nos, temiéndolo éstos no osaban parecer (como pes y sus ministros intentar lo que no ha de lle-
queda dicho) en las calles y plazas, pues en di- gar a ejecución, pero puede ser llegue en nos-
ciendo aquellos crueles vicuñas "Fulano, vizcaí- otros. Ya veis las calamidades que padece nuestro
no, que muera sin remedio”, con mil astucias e Potosí por causa de estos vizcaínos y cómo (si
incesables diligencias lo sacaban de las partes Dios Nuestro Señor no acude con el remedio)
más ocultas y quitaban la vida, como (fuera de se esperan mayores desdichas por lo que habéis
otros muchos) sucedió el día 20 de mayo. Sabien- oído, pues dicen sean destruidas nuestras casas
do que don Pedro Aróstegui estaba fuera de esta y fortalezas y aniquiladas nuestras vidas. Efectos
Villa y que brevemente había de venir, fueron a son de los abominables informes de nuestros pér-
San Agustín y llamando con la campanilla a gran fidos enemigos pues llegaron a decir (según nos
prisa dijeron: "Llamen a don Juan de Aróstegui escriben de Lima) que ha sido levantamiento
para que favorezca a su hermano don Pedro que contra la corona real, y que por haberse opuesto
allí en la plaza le están quitando la vida los vi- ellos a nuestros intentos ha sido su [204] des-
cuñas”. Salió don Juan con un arcabuz en las trucción.
manos y don Sancho Arrazola y Pedro Izaguirre, "Bien os acordáis, señores, que el año de 1622
vizcaínos, en su compañía. Mas luego que salie- cuando el general don Francisco Sarmiento en-
ron del cementerio murieron los tres al rigor de tró en casa de Oyanume halló en su almacén 500
las violentas balas que les tiraron los vicuñas. arcabuces, 300 lanzas, 4 cajas de guerra, 8 ban-
Llegó a tanto el escándalo y desvergüenza de deras e infinita munición. ¿Para qué diremos que
aquellos hombres que salían en cuadrillas por serían estas militares armas? Pues a todos fue
las calles diciendo a las puertas: "Den limosna notorio sus soberbias intenciones, y que en varias
para enterrar el cuerpo de fulano, vizcaíno, que juntas que hicieron determinaron destruir par-
vamos a matar”, y así juntaban suma de plata ticularmente a los andaluces, criollos, extremeños
que de miedo se la daban los vecinos. y castellanos, pero nuestra buena suerte nos per-
El día i 9 de junio anduvieron los vicuñas mitió sucediese lo contrario, que sólo Dios sabe
en busca de Pedro Acharreta, vizcaíno, para ma- apartar la luz de las tinieblas porque es enemigo
tarlo. Halláronlo en una casa, de confusiones, de torcidas intenciones y de toda
y aunque lo aba-
learon al cabo se les escapó. Mas ellos dije- mentira, pues si por su divina permisión no les
ron: "Pues son muchos los que le buscamos, él hubiéramos bajado su engreída cerviz, nos hu-
morirá antes que anochezca”. Y para dar mayor bieran echado de nuestra amada Villa y ellos se
pesadumbre a los vizcaínos tomaron un ataúd hallaran señores de ella, como antes casi lo eran;
y amortajando un indio (que estaba vivo), lo y así os podéis jactar de haber hollado a esta
pusieron en él; vistiéronse los vicuñas con unas nación, que en esta Villa se tenía por invencible,
camisas y con una caldera de agua fueron por las cuando ella más presumía de que en todo el orbe
calles,
y en las esquinas le cantaban disparatadas siempre eran triunfadores de sus enemigos.
sátiras,
y luego proseguían con él llevándolo me- "Y pues es contra toda razón el mal que nos
dio arrastrando, diciendo: "Den para enterrar al quieren hacer ahora por sus siniestros informes,
vizcaíno Acharreta”. Juntaron así mucho dinero, será forzoso arrimarnos a la ley natural defen-
creyendo algunos ser verdad. diendo nuestras vidas, sin querernos rendir por
Habiendo llegado a noticias del católico mo- el rigor que nos amenaza; que aunque nadie ha
narca rey de España de las Indias don Felipe IV de tener dominio sobre los ministros de justicia
y
con más que apasionados informes de la nación si no es Dios
y la ley, con todo eso, si quisieren
vascongada el derramamiento de sangre en estas sosiego en la tierra vean en el real consejo en-
guerras civiles trambas causas, y médiese con prudencia, porque
y destrucción que en ella hacían
los vicuñas, remitió su majestad una cédula al siasí no fuere y vinieren contra nosotros capita-
marqués de Guadalcázar, su virrey de este Perú, nes y soldados, lo primero que se ha de hacer es

387
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

recoger toda la gente capaz de tomar armas, y tros la obra de la fortaleza (no en Munaypata
en particular (por ser gusto mío) todos los crio- como dicen algunos y don Juan Pasquier con
llos de esta Villa que están esparcidos en los con- ellos, sino en un collado que está entre las dos
tornos, y juntos todos, si vosotros, señores caste- lagunas de Caricari y la de San Sebastián). Lo
llanos, andaluces y extremeños que os halláis cual sabido por los vecinos desinteresados y el
presentes nos quisiéredes ayudar como a hijos y gremio de azogueros, acudieron a las sagradas re-
deudos, os los estimaremos como es justo, y si no ligiones para que con su autoridad y veneración
bien podéis desde luego ser contrarios nuestros, fuesen a atajar aquella fiera determinación. Así
que a todos procuraremos oponernos. lo hicieron y juntos los prelados con el vicario
"Juntos, pues, solicitaré tener a los indios de de la Villa llegaron donde Castillo y sus solda-
mi parte, que los hay sinnúmero en este Potosí y dos con algunos artífices estaban echando me-
sus contornos, que suspendiéndoles el trabajo didas y señalando cimientos. Recibiólos con toda
del Cerro sé que nos ayudarán. Lo más necesario veneración, y luego comenzaron con doctas san-
y
en este caso será recoger toda la plata que se pu- tas razones a persuadirle dejase de proseguir
diere, y con ella echaremos 10 ó 12,000 indios aquella obra tan contra la caridad del prójimo.
para que en breve tiempo se haga una fortaleza Díjoles Castillo que estaba resuelto a llevar ade-
donde ya tengo pensado (con dos medianos cas- lante y en forma la guerra, hasta morir con los
tillos
y cuatro torres) meteremos bastimentos suyos en defensa de su patria, la cual estaba
t
cuantos se pudieren; agua bastante nos la dará [204 ] infestada de malos hombres, que con sólo
el venero donde se ha de formar haber nacido en España se tenían por grandes
y levantar el
fuerte: esto es por si fuéramos cercados, que pri- caballeros siendo muy al contrario sus obras,
y
mero que a tanto lleguen (si vuestro valor no que pues no hacían estimación de una tierra que
desmaya) han de trastornar la tierra de arriba tan a manos llenas les daba las riquezas y estima-
abajo, pues ya veis las diferencias que hay de ción, quería que les costase el sudor y aun la vida
de España, y en las guerras que
estas tierras a las a los que de allí en adelante viniesen a Potosí en
hubo en de la pacificación de este
los principios busca de la plata, y que si por malos informes de
reino, si tantos murieron al rigor de las armas vizcaínos se había de ver destruida la lealtad que
muchísimos más perecieron con el de la hambre, siempre habían tenido a su rey y señor natural,
cansancio e intolerable fatiga y descomodidad que harían lavar aquella mancha de honra con
del camino, pues todas aquellas guerras que sólo sangre de sus enemigos 4 .

entre españoles hubo costaron más de millón y Estas y otras razones dijo muy resuelto don
medio de indios. Caballos y armas tenemos, y to- Francisco Castillo, pero con muchas más y mejo-
do lo necesario se recogerá. A las reales cajas, res lo convencieron los venerables prelados. Y
quintos y demás cosas pertenecientes a su majes- como era noble este capitán se humilló y obede-
tad no se toque ni se impida todo lo que fuere de cióles en todo, que nadie ignora que la mayor
su real servicio, como hasta aquí se ha hecho, honra del fiel es obedecer los preceptos divinos
para que más se acredite nuestra lealtad y se veri- en lo que parece de mayor afrenta suya, aunque
fique la falsedad de nuestros contrarios. Este es siempre hay grande inclinación en los pecadores
mi parecer: ved ahora lo que determináis y me a lo ilícito
y prohibido, porque lo es. También
holgaré respondáis conforme a la razón ”. 3 lesobedeció este caballero juntamente en que hu-
Y habiendo oído y entendido lo que dijo su biese total sosiego en la Villa durante el tiempo
general todos aprobaron su resolución y le pro- de las fiestas del gran patriarca San Ignacio de
metieron (pues ya había llegado a tal estado la Loyola. Prometióles don Francisco Castillo que
cosa) ayudarle con sus vidas y haciendas. Publi- luego al siguiente día se iría con todos los suyos
cóse en toda la Villa esta determinación, alboro- a Ulti, para que con más
sosiego se hiciesen, y
táronse las justicias, temieron los oidores, pasó aunque le pidieron que no se fuese pues se ase-
a la ciudad de Lima la nueva, admiróse el virrey, guraban con su palabra, él no quiso concederlo.
y considerando su excelencia que si Potosí sus- Prometiéronles los prelados que con todo su po-
pendía el dar plata por la inquietud de sus gue- der procurarían se hiciesen las amistades en
rras estaría muy mal a todo el reino, no quiso general, y de hacer un informe al rey de sólo la
resolverse a enviar capitanes de guerra contra es- verdad y de la fineza de su lealtad. Con esto dejó
ta mal determinada gente; antes luego sin de- la obra y mandó a los suyos se recogiesen para
tención escribió al rey Felipe la disposición y re- como lo hicieron, sin quedar
salir el día siguiente,
suelto ánimo de los vicuñas y daños que habían más de algunos que siempre habían sido vicuñas
de resultar se ejecutaba su primer orden.
si ocultos.
El día de junio por orden de los vicuñas co-
1 2
menzaron los indios con experimentados maes- 4. La persona de Castillo, a estar con los documentos coetá-
neos, es apócrifa, y estas razones y las anteriores de su discur-
3. Esta versión de la arenga según el ms. de Brown acusa so son seguramente apócrifas también, pero las ideas mismas
varias interpolaciones con relación al ms. de Madrid (damos no son apócrifas y en el peor de los casos quien las mani-
la primera y última palabras de cada interpolación). En el fiesta es el propio Arzáns superponiéndolas sobre las ocu-
primer párrafo: "Ya veo f .1 en nosotros"; en el tercer
. . rrencias de la guerra de vicuñas y vascongados. Lo que es
párrafo: "aunque nadie [ ] con todo eso"; en el último pá-
. . .
de destacar en tales ideas son los elementos de patria, crio-
rrafo: "y en las guerras [ ..] y medio de indios”. Confír- llismo y antiespañolismo planteados de una manera resuelta
mase lo dicho supra capitulo 13, nota
, 4. [M] y categórica. [M]

388
Capítulo XVI

DE CÓMO SE HICIERON SOLEMNÍSIMAS FIESTAS POR LA CANONIZACIÓN


DEL GRAN PATRIARCA SAN IGNACIO DE LOYOLA, CON OTROS
SUCESOS DIGNOS DE REFERIRSE EN ESTA Historia

ASENTADAS treguas con los vicuñas y pa- El campo les dio dorado
sados éstos a Ulti,padre rector Basilio
el por ser de sangre real
/ 1 y su compañía jesuíta trataron luego de la nobleza en sumo grado,
X -Xhacer las fiestas que muy prevenidas
tenían más había de un año por la canoniza-
ser gente fiel, y leal”.
1

ción de nuestro gran patriarca San Ignacio de Infundiendo, pues, en don José de Lorenzana
Loyola, excelente vizcaíno y admirable capitán, esta nobleza y magnanimidad real, comenzó a
pues con su insigne compañía a lo espiritual tie- costear lo que tenían dispuesto a petición suya
ne conquistado el orbe. Ya me admiraba que sien- dos singulares artífices, el uno de nación alemán
do tan poderoso en el cielo y en la tierra no y el otro flamenco, los cuales echaron el resto a
enfrenase la insolencia de aquellos que se mostra- su saber en tanta variedad y máquina de artifi-
ban contrarios a los de su esclarecida nación en cios admirables, que si se hubieran de referir to-
esta Imperial Villa donde siempre ha sido muy dos como fueron ocuparan otro volumen como
notable el afecto que le ha tenido. Habíase ex- éste. Y
por evitar tanta dilación referiré sólo el
perimentado cuando las demostraciones festivas adorno de las calles que hicieron para que pasa-
que costosamente se vieron en la colocación de se la imagen del santo patriarca en procesión, y
su sagrado templo (como atrás queda dicho), las demás fiestas referiré en general.

y nuevamente se experimentó en esta ocasión, Llegado, pues, el término y día señalado (que
pues la nobleza de esta magnánima Villa, sin fue el día 20 [205] de junio de este año de 1624)
reparar en gasto ninguno, celebró con admirables se dieron principio a las fiestas con unas solem-
fiestas las glorias de su canonización. nísimas vísperas, asistiendo los santos patriarcas
Quien más se señaló en los gastos fue el no- (o sus imágenes) de otras religiones, que todos
bilísimo caballero don José Lorenzana de íñi- vinieron con sus hijos tan ricamente vestidos que
guez, natural de esta Imperial Villa y azoguero cada cual admirara a la misma riqueza, pues no
rico en su famosa Ribera, hijo único del general creó Dios preciosa piedra que no se viese en com-
don Eufrasio Lorenzana, del reino de Galicia, y pañía del oro galanamente puestas en sus imáge-
de su mujer la señora doña Leda íñiguez Purvio- nes. El siguiente día (que fue domingo) se co-
sa, natural de Tarazona en el reino de Aragón. menzó la festividad de la misa y sermones, que
Vivía en la ocasión el general su padre, ya vene- todo se continuó por espacio de 15 días, en
rable anciano, liberalísimo por extremo, y así se que al cabo de ellos (según cuentan Méndez,
alegró mucho de ver en su hijo la franqueza con Acosta, y la relación particular que se imprimió
que quiso festejar al santo. Efectos fueron todos en Sevilla de la grandeza de estas fiestas a peti-
de su devoción y nobleza que en este grado bien ción del colegio de esta Imperial Villa) 2 se gas-
se conocía en estos caballeros la mucha que tu- taron 40 quintales de cera blanca, porque ardían
vieron sus progenitores, pues el blasón que tie- en la iglesia desde que Dios amanecía hasta las
nen los de la casa de Lorenzana en el reino de 8 de la noche más de 500 luces en todo el cuerpo
Galicia lo autorizan estos antiguos versos que he y capillas, y esto es que en aquella ocasión se
visto en dos autores y estos caballeros los tenían compró la libra de cera por 5 pesos, que los mer-
escritos en una lámina de plata, y son los siguien- caderes bajaron el precio por ser para tal fiesta.
tes: Domingo que se contaron 4 de julio, 3 que fue
"De Lorenzo y Ana fueron el último día de los sermones, se vieron hechos

los Lorenzanas primeros; 1. De acuerdo con estructura de las estrofas, la segunda


la

del rey Ramiro vinieron cuartilla está armada en


esta versión por los dos primeros
versos y los dos últimos de otras dos cuartillas. El último ver-
como fuertes caballeros. so de la tercera estrofa debió de ser originalmente "por ser
Cien doncellas conquistaron gente fiel y leal". [M]
2. No
ha sido posible localizar esta Relación que habría te-
que en tributo a moros daban nido el interés de proveer un elemento de cotejo para una
por lo cual les dio un león buena parte del material de la primera parte de la Historia
constituido por descripciones de fiestas y ceremonias. [M]
el rey, mas que ellos traían. 3. El 4 de julio de 1624 no fue domingo sino jueves. [M]

389
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

10 altares en varias calles de la Villa con otros mol fino con muchas flores doradas. La pintura
admirables adornos artificiosamente puestos por es nobilísima robadora de los semblantes huma-
aquellos excelentes maestros, que a mucho costo nos, de quien ni las fábricas más sublimes se hu-
estaba todo obrado. Lo primero, por espacio de yen ni los jardines más idolatrados se esconden,
20 cuadras (que fueron por donde anduvo la pro- que en una pequeña pluma de un valentísimo
cesión) tenían formada los artífices una calle pintor encierra el mar sus peces, el aire sus aves,
toda de arboleda, que de muchas leguas el libe- el fuego sus llamas, y la tierra sus plantas; de
ralísimo don José Lorenzana había hecho traer, ésta, pues, que es del rey de los sentidos el ma-
como olivos, molles, manzanos, sauces, arraya- yor halago, estaba manifiesta en todas las calles
nes, azahar del monte (que los indios llaman (en multitud de lienzos sobre las ricas tapice-
4
Corpusttica ) ,
algunos cedros y cipreses, con otra rías) variedad así de imágenes de santos como
mucha variedad de ramazón, que aunque el rigu- de muy excelentes historias. No pongo todo el
roso hielo y distancia del camino había apagado demás adorno de estos altares ni las muchas tar-
su hermosura y frondosidad, con todo esto agra- jas y versos que en ella había, por excusar tanta
dó su mediana verdura y trasplante a una tierra dilación. En este primero y magnífico altar esta-
que todo era esterilidad de árboles, flores y fru- ba el gran patriarca Elias en el monte Carmelo
tos, cuanto abundante de plata. De cada árbol con muchos santos de sus hijos, y entre éstos la
de éstos pendían multitud de jaulas llenas de ca- esclarecida Santa Teresa, madre de tan excelen-
noras avecillas que con su canto armonioso ale- tes hijas como tiene. Todo el monte (que era
graban la fiesta, y de un tronco a otro estaban grande) estaba cubierto de flores bellísimas de
unos arcos cubiertos de plata labrada. Todas las mano, y los bultos de primorosa obra.
puertas, balcones y ventanas estaban cubiertas de De esta plazuela se continuaba el adorno de la
brocados y telas riquísimas y el suelo de alfom- calle hasta la esquina de San [205*] Agustín,
bras. donde estaba un globo muy grande todo de azul
Comenzaba esta calle de arboleda desde la ca- y plata sobre el cual se veía la Villa Imperial de
pilla de la madre de Dios de Loreto (que es una Potosí en forma de una grave y hermosa doncella
de las bien adornadas y ricas de la iglesia jesuíta vestida de rica tela de plata, con cetro en la ma-
en esta Villa) y a la vuelta, tomando la calle para
,
no y corona imperial en sus sienes, sus cabellos
la plazuela de la Cebada, en el principio estaba cubiertos de perlas y de la misma manera su cue-
un riquísimo en medio de un arco triunfal
altar llo y manos. La silla en que estaba sentada era
muy grande con columnas de fina plata; en el de fina plata, y de cojín le servía una porción de
remate de este altar estaba el príncipe de los barras del mismo y acendrado metal. A su lado
apóstoles San Pedro con otros santos pontífices, siniestro estaba de gallardo pincel las armas de

y abajo la santidad de Gregorio con muchos XV esta Imperial Villa, y al lado diestro las armas
cardenales representando cuando puso al gran reales, a cuyos pies con su diestra mano ofrecía
patriarca San Ignacio en el catálogo de los santos, una barra de plata. A las cuatro partes del glo-
todo de excelente escultura y preciosísimos ropa- bo estaban cuatro ingenios formados de cedro
jes con otra variedad riquísima de adorno. De (que significaban su famosa Ribera) moliendo
aquí se pasaba a la esquina de la calle de la Ce- sus ruedas el precioso metal con admirable ar-
bada, siempre por entre aquella trasplantada ar- tificio.

boleda y debajo de arcos cubiertos de piezas de De aquí proseguía la calle hasta la esquina
plata labrada. Lusitana, que así se llamaba entonces la que hoy
En el medio de esta esquina estaba el Cerro de se llama de la Chicha. Aquí estaba otro arco
Potosí, de 20 varas de altura, con todas sus vetas un rico altar
triunfal todo dorado, y debajo de él

y minas por cuyas bocas (al tiempo que pasaba donde estaban (de hermosos bultos) el gran pa-
el santo) escupió gran cantidad de plata. En la triarca San Benito con muchos santos monjes de
mitad de este rico monte estaba un venerable vie- sus hijos, y otra mucha grandeza de adorno.
jo que significaba ser el Cerro, sentado en una Luego se continuaba la formada calle de árbo-
rica silla, vestido de tela de plata y corona impe- les hasta la esquina que desembocaba en la plaza
rial en la cabeza, puestas las manos en forma que del Regocijo de la calle Lusitana (llamada ahora
parecía sacarse las entrañas de plata y arrojarlas aquella esquina de las Lechugas) en cuyo sitio
a muchos hombres que delante estaban, todo de capaz estaba puesto por sus famosos artífices la
gallardos bultos, haciendo en apariencia este li- máquina de los cuatro elementos: del aire, que
beral ísimo monstruo de riqueza en esta ocasión estaba en forma de un hombre con cuatro rostros
lo que en realidad ejecutaba y ejecuta cuotidiana- y el cabello erizado, soplaban sus bocas furiosa-
mente. De aquí proseguía la arbolada calle hasta mente haciendo gran ruido el viento que con
la plazuela de San Lorenzo donde estaba un dila- grandes fuelles lo formaban desde una parte
tado y prodigioso altar debajo de un arco triun- oculta; el fuego estaba en forma de un caraco-
fal, tan grande que cada columna parecía una leado rayo ardiendo y despidiendo con artificio
torre, dada con un barniz que asemejaba al már- un incendio de llamas; la tierra era un globo de
árboles, flores y animales (todos de gonces) mo-
4 Corpus t'ica — flor de Corpus (Cica = flor en que-
chua). [M] viéndose a todos lados; el agua era un mar adon-

39 °
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 16 Año 1624

de estaban caminando de unas parte a otras mu- del altar por todas partes repartidas las imágenes
chos navios y varios peces que por varias partes de los santos hijos de su religión.
asomaban las cabezas. De aquí bajaba la calle hasta una de las esqui-
De
aquí proseguía la calle de trasplantados nas de la que juegan la pelota adonde estaba un
árboles hasta la esquina del hospital real, en- hermosísimo teatro, y en él Apolo con su cítara
trando y saliendo por la iglesia mayor. En esta en las manos y las nueve musas sentadas en ricas
esquina estaba otro arco triunfal cubierto de ricos sillas. Todas estas hermosas ninfas estaban con

brocados y columnas plateadas; debajo de él un instrumentos músicos en las manos, y en unas


magnífico altar y en él puesto el gran patriarca tarjasque [206] a sus pies estaban iban escritos
Santo Domingo, recibiendo el santo rosario de sus nombres con letras de oro, y en verso se de-
manos de la madre de Dios, y muchos santos claraban los regocijos en que cada una preside.
de sus hijos que han realzado su religión, y otro Sus nombres eran Terpsícore, Polimnia, Euter-
innumerable y rico adorno. pe, Urania, Calíope, Clío, Melpómene, Talía, y
De aquí subía la adornada calle hasta la esqui- Erato. Dejo de especificar la gran hermosura de
na de la Comedia, donde con gran artificio y her- sus rostros, la riqueza y variedad de sus vestidos y
mosísima vista estaban debajo de riquísimos do- la multitud de preciosísimas piedras y perlas con
seles las cuatro partes del mundo en forma de que se veían adornadas sus cabezas, cuellos y ma-
bellísimas señoras con vestidos propios al traje nos, por no dilatar este capítulo.
de sus regiones, los cuales estaban cubiertos de Proseguía la adornada calle hasta la otra es-
preciosas piedras y perlas, menos la América que quina de la Pelota, adonde se mostraba otro arco
estaba desnuda sin descubrir la honestidad. A sus triunfal dorado y esmaltado con varios santos de
pies estaban muy al vivo formados los animales la católica iglesia en los nichos ricamente ador-
de que más abundan en sus regiones, con varias nados. Debajo estaba un bellísimo altar y en él
letras y versos. puesto el gran patriarca San Pedro Nolasco,
De aquí proseguía la arbolada calle hasta el acompañándole muchos santos hijos suyos. En lo
cementerio de la iglesia de Nuestra Señora de las demás de este altar servían de adorno muchos
Mercedes y plazuela que tiene enfrente, adonde bultos en forma de cautivos, a quienes los bendi-
estaba un desmesurado y riquísimo arco triunfal tos religiosos mostraban el ejercicio de su cuarto
de 12 arcos, tres por cada cuadro, todo de verde voto.

y oro con muchas labores y pinturas admirables.


De aquí bajaba la vistosa calle hasta la esquina
Debajo de este arco estaba un riquísimo altar, y de los Herreros, en cuyo crucero estaba un teatro
lo que más lo engrandecía era el estar de bellísi- y en él cuatro bellísimas estatuas que represen-
ma escultura el gran patriarca San Francisco re- taban a las tres diosas de la pretensión de la
cibiendo las llagas en el monte Albernia, y en lo hermosura sobre la manzana de oro, que eran
demás del altar estaban muchos santos hijos suyos Palas,Venus y Juno, y la cuarta era del rey Paris,
y de su seráfica orden.
constituido por juez de la contienda. Lo que más
De aquí se continuaba la adornada calle hasta admiró en esta invención fue la más que grande
la plazuela del Rayo adonde estaba un hermoso hermosura de sus rostros y proporción de sus
teatro cubiertopor encima de ricas telas, y en 12 cuerpos, obrado con todo primor por los maestros
estaban las 12 sibilas (Pérsica, Líbica,
ricas sillas ya dichos, y el propio traje, descubiertos pechos,
Délfica, Cumea, Cumana, Samia, Tiburtina, He- brazos y los pies con sandalias, y todas cubiertas
lespóntica, Egipcia, Eritrea, Cimea y Carmenta), de muchas piedras y perlas preciosas.
todas con riqueza y distinción de traje; la dispo- De aquí bajaba la calle con su adorno hasta la
sición, el modo, sus sentencias esquina y cementerio de San Francisco, adonde
y verdades con
letrasde oro escritas, que todo causaba alegría y estaba otro arco triunfal de extremada grandeza
admiración pues (como templados órganos para cubierto de brocados azules, verdes y encarnados,
la poesía) la misma verdad (que es Dios) pro- y muchas jarras y macetas de flores de mano de
fetizó cosas milagrosas por ellas en confirmación fina plata puestas en las cornisas. Debajo se mos-
de la fe católica. trabaun rico altar con cuatro rostros y por rema-
Continuándose la adornada calle llegaba hasta gran patriarca San Francisco de Paula, con
te el
la plazuela de la nueva hospitalidad (que en- muchos pasos de su admirable vida y santos de
tonces estaba en los principios de su fundación su mínima religión.
en esta Villa) del gran patriarca y padre de po- De aquí
seguía la arbolada calle y llegaba has-
bres San Juan de Dios, adonde estaba fabricado ta una de las esquinas de la calle Imperial (o de
un costosísimo arco triunfal todo cubierto de flo- los Sastres) donde en su crucero estaba un gran
res de mano teatro y en él varios dioses y diosas de los genti-
y argentería y las columnas doradas,
con otras muchas riquezas de piezas de labrada les sentados en ricas teniendo en las manos
sillas,

plata con que se adornaba. Debajo estaba un al- unas en ellas con letras de oro
tarjetas escritas
tar en forma piramidal, en cuyo remate se veía sus nombres y lo que inventó cada uno: Júpiter,
de agradable escultura el gran patriarca, sol de el labrar vasos de barro; Neptuno, el arte de

la iglesia, San Agustín, patrón del rico Cerro, marear; Vulcano, el labrar en hierro; Apolo, la
sobre el cual estaba parado, y en todo lo demás música; Minerva, el tejer; Diana, la caza; Juno,

391
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

el vestido; y Ceres, la agricultura. En frente de Juan de Dios sin diadema ni otra cosa que mo-
estos fingidos dioses estaban otros bultos puestos viese a más de una humilde reverencia, porque
en pie, que (no siendo deidades) inventaron aún no estaba beatificado en la ocasión. En este
otras artes y provechos semejantes también con altar estaban muchos pasajes de su vida
y admi-
sus nombres y lo que inventaron: Homero, la poe- rable caridad.
sía heroica; Zenón, Córax, la retóri-
la dialéctica; Continuábase la adornada calle hasta la esqui-
ca; siracusanos, los provechos de las abejas de na de la Compañía jesuítica adonde estaba un
miel, y la cera Aristeo; el sembrar, Triptólemo; rico teatro, y en él (por remate de esta grande-
las leyes, Licurgo espartano; Solón ateniense, la za) sentados en ricas sillas y doseles los católicos
forma de letras; los números y medidas, Palame- reyes de España que hasta aquel tiempo habían
des. Todos los trajes eran variados, ricos hermo- señoreado estas Indias, desde el católico rey don
y
sos, que todo causaba admiración. Fernando el V, en cuyo tiempo se descubrieron,
Continuábase la adornada calle hasta la esqui- hasta Felipe IV que entonces vivía.
na del Empedradillo y entraba por aquella parte De aquí subía la hermosa calle y entraba al
a la plaza del Regocijo, en la cual estaba un arco cementerio de la Compañía adonde daba fin. Por
triunfal, sirviéndole de columnas cuatro desme- ella anduvo la procesión llevando al gran pa-
surados obeliscos que parecían de mármol y eran triarca San Ignacio con los otros de las religiones
de cedro, con un baño exterior blanco y bruñido en riquísimas andas y [con] acompañamiento tan
que no hubiera ojos que no se engañaran. En la lucido y concertado que todo fue grandeza y ri-
cornisa superior y en todo su círculo estaban 40 queza de esta Imperial Villa, manifestándola con
niños, los más hermosos de la Villa, vestidos de su devoción. Concluidos ya los cumplimientos
ángeles, cantando con varios instrumentos la gala del día y retirado el sol de la oficiosa obligación
a San Ignacio. Debajo de este arco estaba un be- de sus esplendores a la soñolienta quietud de las
llísimo y rico altar en cuyo remate se veía este tinieblas, poco a poco fue desenlazando sus her-
gran patriarca jesuíta, vestido riquísimamente de mosos aliños para prestarlos a la noche, y ésta,
un bordado de realce con tanta variedad de pie- esmaltando de diamantes el cielo como envidiosa
dras preciosas que era una maravilla. Hacíanle de unión tan inmensa de claridades, parecía ha-
compañía los 12 apóstoles y otras muchas imáge- ber desatado al sol en tantos desperdicios como
nes de santos del testamento viejo, patriarcas y estrellas,socorriéndose toda esta Villa (para su
profetas, con muy propias vestiduras y otro riquí- más lucida emulación) de las antorchas que ya
simo adorno. Este continuaba en parte de
altar se con la blanca fatiga de la abeja, ya con las lucien-
la plaza hasta la esquina del Contraste por las tes llamas de lo que hermosean los montes, si
muchas imágenes de santos que estaban puestos no consiguen la sustitución del día desmienten
en dos hileras, porque de otra manera no se pudie- las ceguedades de la noche, conque se dio fin a los
ra gozar de toda su vista, 16 días de fuegos artificiales que habían precedi-
y allí remataba con otro
arco triunfal y encima se oía una dulcísima mú- do, quemándose con gran artificio cuatro galeras
sica de unas ninfas bien hermosas
y ricamen- que pareció combatir unas con otras.
te vestidas. Abrían todos los ojos para mirar a Pasados otros dos días se dio principio a los
todas partes tanta novedad y grandeza, porque regocijos de plaza, y se continuaron por otros 14
fuera del rico adorno de uno y otro lado, la cu- días de toros, comedias, saraos, sortija, máscaras,
bierta de encima (que eran de unos brocateles) justas y torneos, quedando perpetuas memorias
estaba por una parte matizada de flores
y por de tanta grandeza. Yo no puedo referir las cir-
otra de estrellas, uniéndose tan agradablemente cunstancias de estos regocijos por la brevedad que
que parecía haberse bajado el firmamento a un llevo en esta Historia y sus capítulos, y porque
prado o haberse subido un prado al firmamento; en éste me llaman otros sucesos que contar.
el suelo era un espacioso estrado de diversos ra- Entre las preciosas piedras que crio Dios en
yos y flores vestido. la tierra es sobre todas la hermosura del carbun-
Proseguía la adornada
calle hasta la esquina clo, piedra que muchos por sólo no haberla visto
del Tambo (que después llamaron de Mencía) imaginan no haberla en el mundo. Y por mos-
adonde estaba un gran teatro ricamente adorna- trar algún desengaño a los tales, quiero contar
do, y en él (de escultura prima) toda la casa de aquí lo que don Antonio de Acosta, nuestro au-
los ingas monarcas del Perú, sentados por su or- tor, dice en su Historia refiriendo sus palabras
den con sus propios trajes, y sus nombres cada mismas.
uno en unas tarjas con letras de oro, adonde acu- "Por el mes de agosto del año de 1624”, dice
dió tanta multitud de indios que si de allí no los este autor, "fue hallado un precioso carbunclo
echaran no pudiera pasar el acompañamiento y cerca del baño de Tarapaya” (entretenimiento
procesión. y regalo de los vecinos de esta Imperial Villa,
De
aquí se continuaba la [2o6 v ] calle hasta la como hemos dicho en otras partes) "en un rancho
esquina y cementerio de Santo Domingo adonde antiguo de indios (donde vivía uno de los de
estaba otro arco triunfal cubierto con ricas telas más de 100 años de edad) por un alemán. El
y otromucho adorno. Debajo de éste estaba un cual estando en Tarapaya, llevado de la curiosi-
suntuoso altar y en él puesto el gran patriarca San dad de ver aquel viejo entró en su ranchuelo
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 16 Año 1624

(que estaba en una quebrada) y halló esta pre- vimos en espacio de noches resplandecer de
seis

ciosa piedra sobre una tabla. Luego conoció lo lejos entre la espesura de unos árboles como la
singular de ella Jorge Magroli, que así se lla- luz de un hacha que alumbraba gran parte de
maba aquel extranjero, y prometiéndole por ella una quebrada, de suerte que creyendo todos que
muchas dádivas, se excusó el indio con decir que era carbunclo, anduvimos con grande alboroto
era luz para de noche y que también la estimaba y diligencias todos los vecinos
por más de 8 días
por haber sido de sus abuelos, señores que habían cercando toda la espesura, pero fue en vano el
gobernado la provincia de los Charcas. Mas el no lo pudimos haber”. Hasta aquí
trabajo porque
codicioso Magroli no quiso malograr tal ocasión, don Antonio de Acosta.
El gran doctor San Isidoro refiere del carbun-
y así le dijo al indio le daría con que se alumbra-
5
se de noche. clo,emperatriz de las piedras preciosas, libro II,
"Volvió a Potosí”, dice este autor, "y le llevó capítulo 13, que los más nobles y de mayor qui-
cera labrada y un vestido de español, con otras late son de color del fuego, y los ciñe una cinta
cosidas que el pobre viejo quedó engañado, y el o faja blanquísima. Éstos tienen una rara propie-
Magroli la trajo a esta Villa, adonde (como casi dad, que si los echan en el fuego sobre brasas se
todos los hombres andan cargados con el ídolo les muere la luz y se les apaga de tal manera el

que adoran así) andaba con él sin apartarlo un fulgor y el color del fuego como si fuera carbón
punto de su vista, y aunque la ocultó de la de o estuviera entre carbones marchita su luz, obscu-
otros no fue tanto, pues algunos la vieron y fue rece sus resplandores y parece ofensivo lo que
ocasión de alborotar a los vecinos. A mí se me antes de estar sobre brasas era deleitable, pero en
hizo increíble” (dice este autor) "y por enterar- rociando con agua el carbunclo recobra al pun-
me de la verdad le pedí con encarecimiento me to su color de fuego, lo que parece muerto co-
la mostrase, y aunque se excusó temiéndose que bra su vida y color natural, da como antes res-
los señores del cabildo se la quitasen (por ha- plandores, muestra deleitoso su aspecto y obra las
berlo dicho así) para presentarlo al rey, tanto propiedades que su naturaleza encierra. Admi-
le importuné que nos la mostró a mí, al sargento rable encuentro apagarse en el fuego donde todo
Cubas, a Dionisio de Acosta y a Nicolás del se enciende, y encenderse con agua donde todo se
Barrio. apaga. Plinio da el principado de las piedras pre-
"No podré”, prosigue, "afirmar cuál era su ciosas al carbunclo que quiere decir carbón en-
propio color, porque la tenía dentro de una caje- cendido en el parecer, y por carecer de tal calor
de oro, y como despedía de sí una claridad
tilla la llaman en griego apiroto. En este linaje de pie-
admirable daba el resplandor en el oro y así dras hay machos (que relucen más) y hembras
parecía de color amarillo, aunque más tiraba (que resplandecen menos), y en Lisboa (dice
a rojo obscuro, si bien mirada de lejos hacía Plinio por autoridad de Boco) haberse hallado
lavariedad de colores que un diamante fino. Era algunas de estas piedras.
del tamaño de la uña del dedo índice y de forma Volvamos a los vicuñas y procuraré (porque
ovada. El resplandor que arrojaba como en dos así lo deseo) abreviar sus desatinos, refiriendo
varas a la redonda de donde estaba era como una primero en este capítulo lo que cuentan las his-
vela de cera de dos libras encendida, y en la de- torias y archivos de esta Imperial Villa de la
más distancia estaba turbia su luz como cuando admirable imagen del Santo Cristo de la Vera-
una vela está media apagada. No es decible”, cruz de San Francisco, y fue que en el mes de
prosigue Acosta, "la admiración que nos causó, agosto de este año de 1624, después de las fiestas
y yo quedé satisfecho de que había tal piedra arriba referidas, un viernes a las 10 del día co-
en el mundo; pero el extranjero, como andaba menzó a sudar copiosamente por todo su rostro.
temeroso de perderla, desapareció de Potosí y Fue esa la segunda vez de habiendo
este suceso,
debía de irse a su país porque nunca más lo sido la primera el año de 1580 cuando con la
vimos”. abundancia de riquezas que gozaba Potosí co-
Prosigue el dicho autor diciendo: "Con esto metía innumerables pecados (que éstos siempre
desengañé [207] a muchos que como yo estaban tiranizan las almas, que son sagrados templos
incrédulos, y así me pareció bien escribir lo que de Dios), no siendo menos lo que en esta se-
vi. Demás que escribiendo de esta preciosa pie- gunda con las atrocidades de estas guerras civiles.
dra muchos autores, entre ellos”, son palabras Alborotóse la Villa con este prodigio y acudió
del autor, "Ludovico Vartomano, afirma que es- toda a su capilla a pedir misericordia por sus
tando en la India Oriental vio en poder del rey culpas temiendo todos su destrucción, que el co-
de Pegú algunos carbunclos que relucían de tal razón humano no duerme en la cama de su ingra-
manera en las tinieblas, que mirándose unos a titud sin que le despierten las voces de los be-
otros les parecía que tenían los cuerpos transpa- neficios divinos. Duró el copioso sudor desde las
rentes o diáfanos, tan penetrante era la luz que 10 del día hasta las 3 de la tarde, y a las 4 de
echaban los dichos carbunclos. Añade más di- ella fue sacado en procesión, conque quedaron

ciendo es verosímil que los hay en este Perú y los moradores de Potosí con algún consuelo.
los reyes ingas los tenían. Estando yo”, dice, "en
5. La cita está obviamente trunca pues falta el titulo del li-
el Río Grande (que está 32 leguas de Potosí) bro. [M]

393

_
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Pasado supo en esta Villa cómo


este suceso se medio, y como Romero traía a la cinta una pistola
los vicuñas se disponían para volver a ella con cargada, con los movimientos se disparó la bala
y
ánimo de alborotarla, y temiéndolo el oidor don le pasó entrambos muslos al buen sacerdote que
Diego Muñoz de Cuéllar (que estaba en esta luego cayó sin sentido y al día siguiente murió.
Villa y hacía a la sazón oficio de presidente) or- El día 9 de agosto estando don Leandro Gue-
denó de nuevo se pusiesen guardas en las reales rrero, uno de los capitanes de la guarda, con un
cajas, porque fuera de lo que en ellas era de su arcabuz cargado, puesta la boca del cañón debajo
majestad estaban de particulares vecinos 30 mi- del brazo, y como
estuviese calada la cuerda
y
llones por la seguridad. Mandó también al maes- jugase con pie la llave, le dio fuego y la bala
el
tre de campo Juan Romero que con 2,000 hom- le entró por el sobaco
y saliendo por el pescuezo
bres rondase el pueblo y los campos mismo quemó Juan de
y procurase cayó muerto. Este día se
matar o prender a los capitanes vicuñas. Con Sanabria, soldado también de la guarda, con dos
este mandamiento, el día 8 de agosto, estando libras de pólvora, de que resultó su muerte. Tam-
en el Empedradillo de la plaza Juan de Paredes bién este día pasando por el Empedrad[207 v ]illo
y Diego de Alberca, se llegó con los soldados otro soldado con un arcabuz cargado al hombro,
y
Romero y los rodeó con intento de echarles mano, y en la misma mano la cuerda encendida, estaba
porque supo venían de Ulti a disponer casa para en la ocasión don Nicolás de Aguilar, niño de
Castillo, su general. Sacaron sus espadas los vi- ocho años (único heredero de la nobleza y rique-
cuñas y acometieron a Romero, que fue el que za de sus padres) en el balcón de arriba,
y dán-
se adelantó a prenderlos. En este punto llegó a dose fuego salió la bala y le dio en la cabeza al
ellos un buen sacerdote clérigo
y se puso de por inocente rapaz, de que murió.

Capítulo XVII

DE LOS DESPOSORIOS DELGENERAL DON FELIPE MANRIQUE. DE CÓMO


NO TENIÉNDOSE YA POR SEGURO TRATÓ DE IRSE DE ESTA VILLA.
DE CÓMO SE HICIERON LAS PACES ENTRE VASCONGADOS Y
VICUÑAS, Y NUEVOS ALBOROTOS QUE HUBO PARA SU
ESTORBO. DE CÓMO VINO POR CORREGIDOR DON
BARTOLOMÉ ASTETE Y PERDÓN GENERAL
QUE VINO DEL REY

Y A dije en el capítulo 8 de este libro VII


cómo por muerte del maestre de cam-
po don Egidio Oxonemún, caballero
del hábito de Santiago, quedó viuda
(como de su marido que fue) la señora doña
Clara de Alabianos, de quien hemos hecho men-
ción en otras partes. En las aventajadas prendas
Al cabo, pues, por su perseverancia
en medio de sus mayores desasosiegos
alcanzarla por esposa. Efectuóse al fin,
biéndose tratado por el mes de julio,
agosto se celebraron los desposorios con públi-
cas fiestas, a los 18 años de la
ñora, habiendo sido
edad de esta se-
primer matrimonio a los
el
en amar
mereció
pues ha-
a 10 de

de esta señora había puesto el general don Fe- 13 de su nacimiento y quedado viuda a los 16
lipe Manrique los ojos, si bien por su mucho con una hija, la cual murió de sólo dos años de
encierro y gran honestidad, con otros puntos de edad. Con esto quedó doña Clara con todo lo
esquivez, se fue desempeñando este caballero que era de su primer marido, que junto con su
limitadamente por tener menos dificultad en re- dote pasaba de 1,000,000; y con esto, su poca
tirarsesi fuese o necesario o conveniente, cosa edad y gran hermosura, quedó con suma alegría
que habían de hacer cuantos hombres se dejan el general don Felipe.
llevar de estas pasiones para ser tenidos por El capitán Pedro Méndez, Acosta y Sobrino
cuerdos. Mas como la hermosura granjea, el que la conocieron (aunque le mudan el nombre)
amor merece [y] el entendimiento provoca, y dicen que era más milagro de belleza que hija
en doña Clara había hermosura, amor y enten- de la naturaleza, desempeño de la discreción,
dimiento, por más que se detenía en amarla, crédito de Potosí y envidia del Perú. 1 El día de
iba granjeando, obligando
y provocando a
le

que hiciese de tantas prendas debida estima- 1. El matrimonio de Manrique con doña Clara de Alabia-
nos. según la Historia, permite deshacer del todo uno de los
ción. peores enredos que (por consecuencia de las superposicio-
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPITULO 17 Año 1624

este nuevo desposorio se puso (para que frisase lo pusieron por obra exhortando a unos y supli-

con de sus mejillas) un vestido de es-


ei rosicler cando a otros por ellas, particularmente el muy
polín de nácar, en el cual se formaban agrada- reverendo padre fray Ginés de Dueñas, guardián
bles rosas de oro sobrepuesto y claveles de bru- de San Francisco, el venerabilísimo padre rec-
ñida plata, llevando por guarnición cadena de tor de la sagrada Compañía de Jesús y el padre
perlas. Cercábanle a su hermoso y desahogado Basilio, que no dejaron diligencia ninguna por
cuello 10 preciosos diamantes con otras tantas hacer. Luego pidieron a los vascongados salie-
esmeraldas engastadas en oro pendientes de un sen de las reales cajas y conventos donde estaban
collar de finísimas perlas. Era su rostro copia de a la celebridad de las paces, pero no quisieron
azucenas si original de jazmines, en quien la na- porque decían los llevaban al matadero; prome-
turaleza para humano esmalte y veneno de vidas tiéronles seguridad el padre rector y guardián
había sobrepuesto templado carmín, y en sus y con esto salieron los más principales.
ojos rasgados, apacibles y juntamente crueles se Ya don Francisco Castillo, general de los vi-
asomaban dos niñas, o por mejor decir dos estre- cuñas, y sus capitanes les tenían prometida [208]
llas de Guinea, bandoleras de Etiopía. la paz, y viendo que estaba para efectuarse capi-

Finalmente en todo era la misma belleza y el tularon lo siguiente: lo primero, que el capitán
olvido de las fatigas del general don Felipe, aun- Francisco de Oyanume y el veinticuatro Pedro de
que la suerte mientras estuvo en Potosí siempre Verasátegui no volviesen a Potosí; lo segundo,
le fue contraria queriendo fatigarle en todos sus que de allí en adelante no se les permitiese a los
gustos como se experimentó en éste, pues el ter- vascongados obtener ninguna administración de
cer día de sus bodas, valiéndose de la buena justicia, como eran alcaldes ordinarios, alcalde
ocasión don Agustín Sarmiento (hijo del corre- mayor de minas, y veedores del Cerro; lo tercero,
gidor don Francisco su antecesor, que hasta que no tuviesen en sus casas armas de fuego; lo
entonces lo tenía preso el general don Felipe) cuarto, que 12 cabezas de ingenios que los viz-
quebrantó la cárcel y se fue a amparar de los vicu- caínos tenían usurpadas a los peruanos las resti-

ñas, que ya todos se habían vuelto a esta Villa, y tuyesen luego a sus dueños; lo que
quinto,
con ellos intentó por venganza quitar la vida 800,000 pesos que con su hija le dio en dote don
a don Felipe. El cual, habiendo sabido la nueva Nicolás de Ovando a Domingo Romolorto, viz-
conjuración por habérsela descubierto un mozo caíno, los volviese al dicho don Nicolás, porque
natural de esta Villa, hallándose ya desesperado a los seis meses de casados murió la dicha su hija
trató de recoger los vascongados que en esta apretada de las pesadumbres que le dio el dicho
Villa habían quedado e irse con ellos a la ciudad don Domingo; lo sexto, que 26 mozos naturales
del Cuzco. Mas no lo puso en ejecución porque de esta Villa, hijos de vizcaínos, los ocho legí-
se lo estorbó el oidor, el cabildo y toda la Villa timos y los demás habidos fuera de matrimo-
representándole que con su ausencia se acabaría nio, que por haberlos desamparado sus padres
de perder Potosí; y así lo detuvieron prometién- padecían grandes necesidades, desde luego los
dole todos de ajustar las amistades, como luego alimentasen o diesen la parte que a cada uno les
cabía; lo séptimo y más esencial, que pues por
nes típicas de la Historia en esta su primera parte) contiene cartas escritas a la ciudad de Los Reyes y a España
el texto:
Se superpone el nombre irreal de doña Clara de Alabia- les imputaban de traidores a la real corona, luego
nos sobre el nombre real de doña Clara Bravo de Carta- al punto escribiesen en contrario con todos tér-
gena, que fue con quien Manrique realmente casó durante
la guerra civil (Audiencia de La Plata: Expedientes, No. 15; minos de verdad desdiciéndose de lo primero, y
Mendoza, Guerra civil, No. 82 ) para su satisfacción habían de pasar por su vista
El primer marido de doña Clara Bravo de Cartagena en
la vida real fue el alférez Domingo de Verasátegui, sobre antes de despacharlas, y que el despacho había
quien la Historia superpone al personaje apócrifo que nom-
de ser por mano de los prelados.
bra don Egidio Oxonemún (véase supra, capítulo 8 no- ,

ta 4)- Estos y otros muchos capítulos fueron los que


La Historia no solamente superpone el nombre de doña pidieron, y vistos y reconocidos por las justicias
Clara de Alabianos sobre el de doña Clara Bravo de Carta-
gena sino también el de doña Elvira Flores (véase supra, y prelados, dijeron ser justo se les concediese para
capítulo 8, nota 4).
El personaje apócrifo don Egidio Oxonemún se superpone
el sosiego de la república
y que en todo se daría
en parte sobre Francisco de Oyanume y en parte sobre Do- cumplimiento. Finalmente los vascongados hu-
mingo de Verasátegui, personajes reales. bieron de pasar por estos capítulos y asimismo
En conjunto, este es en la Historia uno de los casos más
característicos de injertos irreales en el tronco de la realidad. los vicuñas por los que pidieron sus contrarios,
Este pasaje hace, además, obvio el hecho de que estas de-
formaciones de la realidad son deliberadas, pues serían del y concluidos de la una parte y la otra mandaron
todo inexplicables como simples errores ya que suponen el se juntasen todos en la iglesia de San Francisco
invento de nombres inexistentes. 2
el día 24 de septiembre para celebrar las paces
La deliberación, por su parte, sólo se explica aceptando
el propósito de novelar a base de la realidad, propósito que con fiesta. Antes de efectuarse se fue el oidor a
hubo de existir en Arzáns o en alguna de sus fuentes poto-
Chuquisaca, que no quiso hallarse en ellas te-
sinas.
Para llevar hastael extremo lo sui géneris del caso, recor- miendo algún fracaso, no porque en nada mos-
demos que en tercer párrafo del libro VII, capítulo 17
el
traba cobardía sino porque en los aprietos impor-
de esta primera parte, Arzáns dice que Méndez, Acosta
y
Sobrino conocieron a doña Clara de Alabianos, "aunque le tantes el entendimiento (que tal vez ha dado
mudan el nombre": Arzáns afirma y reafirma que
es decir
ese nombre era el verdadero. Esto significaría que el autor 2. La Historia está atrasada un año en este pasaje (Mendoza,
de la superposición es el propio Arzáns. [M] Guerra civil, No. 26). [M]

395
Año 1624 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

industrias para el mal) ha de servir para dispo- raban les dijeron lo que pasaba, y cómo en la
nerse y apercibirse al bien. El general don Felipe plaza estaban 2,000 hombres para aniquilarlos.
Manrique viéndose solo y no teniéndose por se- Apenas acabaron de decir los religiosos estas
guro hiao un propio al virrey, noticiándole cómo razones cuando Castillo y los suyos dijeron:
tenía determinado permutar con el corregidor de "Traición, traición; muera el corregidor y los
la ciudad del Cuzco. vizcaínos y en un instante se juntaron en casas,
”,
El día lunes 25 de septiembre concurrieron calles y plazas más de 1,000 hombres en favor
en la iglesia de San Francisco todos los vascon- de los vicuñas, todos con armas en las manos, y
gados y vicuñas; hubo fiesta solemne, descubier- si aquel día no hubieran mediado los prelados
to el Santísimo Sacramento y el Santo Cristo de la y demás religiosos aquel terrible motín, se per-
Veracruz. Predicó el muy reverendo padre guar- diera Potosí sin remedio pues por todas las calles
dián: exhortóles a la paz y caridad. Acabándose andaban diciendo: "Viva el rey, muera el corre-
de celebrar el santo sacrificio de la misa se dieron gidor y los vizcaínos”. ¡Oh temor, a lo que obli-
los brazos los unos a los otros con tiernas pala- gas; oh muerte lo que puedes; oh qué insufrible
bras y perdones que se pedían, que el perdón del desdicha es esperarte y cuán espantable es el
enemigo es una venganza celestial y equivalente aspecto con que llegas Digo esto porque fue tal
!

satisfacción de la injuria a lo divino. Salieron de el temor del corregidor


y de algunos vizcaínos
la iglesia todos muy conformes, dando a Dios las que le seguían, que entrándose de tropel en las
debidas gracias toda la Villa. Luego se hicieron reales cajas se escondieron en lugares harto in-
fiestas por estas paces, aunadas con las del após- decentes, hasta que viendo el alboroto de las
tol Santiago
y San Agustín (patrones de la Villa mismas casas y que muchos les decían les estaría
y del Cerro) que había dos años que por estas mejor defenderse que esconderse hubieron de
guerras no se hacían. Duraron en todas maneras salir a los patios con harta fatiga. Piensan algu-
de regocijos 15 días con notables gastos de los nos que es cobardía lo que suele ser prudencia, y
vecinos. siempre juzga así quien es vil en el ánimo. Dígolo
Acabadas las fiestas, viendo el demonio que porque una banda de vicuñas cobraron tal esfuer-
se acababa también aquella trama o semilla de zo cuando supieron que el corregidor y los otros
enemistades que había sembrado, asestó toda su sus contrarios se habían escondido, que arreme-
infernal fuerza en atajar la santa paz y sosiego tieron a entrar por las puertas. Pero fue el suceso
que todos deseaban, y comenzólo a hacer en esta bien contrario de lo que ellos pensaron y bien
forma. La gente vil dio en esparcir unas voces parecido al que tienen cuantos juzgan ignoran-
diciendo que las amistades se habían hecho por temente del valor de sus contrarios, pues desen-
sacar a los vizcaínos de los conventos para ma- gañados de que no los había ocultado el temor
tarlos; a los vicuñas les dijeron que en casa de sino la cordura, la necesidad y el sosiego común,
Sancho Madariaga se hacían nuevas juntas de sus el mismo corregidor con muchos sacerdotes
y
contrarios para dar de improviso en ellos. En seculares se les opusieron con sus armas y los
breve instante corrió la voz por todo el pueblo; ahuyentaron de allí.
los vascongados volvieron a ampararse de las El oidor fue con dos compañías de soldados
reales cajas algunos y otros se fueron a lo de a lo de Sancho de Madariaga, que ya también
Sancho de Madariaga con ánimo de morir en la tenían en estado de entrarla. No pudo quietar
defensa de sus vidas. a los vicuñas hasta que padre guardián de San
el
Viendo el general don Felipe aquel nuevo al- Francisco y el padre Basilio, jesuíta, que luego
boroto juró de destruir a sangre y fuego a los vinieron, los sosegaron; y así por esto como por-
vicuñas y sus casas. Luego echó bando que todos que don Diego Muñoz llevó a los cercados (que
los vecinos tomasen sus armas y viniesen a la después aseguró en el cuerpo de guardia, que ya
plaza. En esto llegó el oidor don Diego Muñoz estaba en la plaza) se fueron los vicuñas. Vien-
(que como ya tengo dicho hacía oficio de presi- do las sagradas religiones que se perdía la Villa
dente) que volvía de Chuquisaca, y renovó el si no se acudía con presteza al remedio, volvieron

propósito del corregidor. Estaba don Francisco de nuevo a pedir conservasen las amistades. Obe-
Castillo con otros capitanes vicuñas en su casa decieron de nuevo los vicuñas reconocida la
tan ajenos de aquel caso (pues aunque algunos verdad, y el oidor y corregidor les mandaron en
de sus soldados habían ido a cercar las casas de nombre de su majestad viniesen a la plaza a pre-
Sancho Madariaga con intención de ponerle fue- sentarse en señal de obediencia a su real justi-
go por lo que les habían dicho, no lo sabía Cas- cia. Así lo hicieron a principios del mes de octu-
tillo ni los más de los vicuñas) cuando vieron bre, que habiendo ido el general don Felipe a
entrar por sus puertas clérigos y religiosos, que Huayna con 200 hombres de guarda y dejado en
dando voces les decían: ‘Hombres o demonios casa de Sancho Madariaga otros tantos y asimis-
que no parecéis cristianos, ¿cómo habiendo hecho mo en las reales cajas, entraron a la plaza los ca-
las amistades tratáis de volver a las guerras?” pitanes y vicuñas, siendo el primero su general
Y
y aña[2o8 ]diendo a éstas otras palabras harto don Francisco Castillo el cual entró de gala en
pesadas y descompuestas quedaron los vicuñas un gallardo caballo con 12 alabarderos. Luego
admirados, y preguntando por qué los vitupe- fueron entrando los demás capitanes a pie, con

396
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 17 Año 1624

10 soldados cada uno, temiendo algún daño en encarnizado por acabar de una vez con la vida
sus personas. de Madariaga, y teniendo noticias que estaba en
Oíase ya mucho ruido de armas en la plaza las casas e ingenio de don Nicolás Arzáns Da-
(porque nunca el fuego sabe salir secreto cuando pífer y Toledo muy malherido, fue a ellas, pero
al plomo tiene por vecino y se mira injuriado de salióle a las puertas este caballero, paisano y
la opresión del hierro) y no dejaban los con- sistiesede aquel parecer, que al matar un hom-
trarios de temer algún mal, y aun toda la Vi- amigo de Castillo, y con piedad le rogó que de-
lla respecto de estar todo de la manera que bre a otro cuando le ciega la cólera y (el discurso
estaba, como al fin salió cierto su temor. En este impedido del enojo) no puede obrar bien tiene
punto, como estaban las casas de Madariaga en cierto género de disculpa, mas hacerle tan nota-
la calle del Contraste (que como ya he dicho ble daño cuando el tiempo ha dado lugar a la
en otra parte era aquel tiempo la que mediaba prudencia y a la razón la libertad, no sólo no
por la plaza del Regocijo y pasaba a la calle Lu- tiene disculpa pero hace sobremanera grave su
sitana) vino Juan de Chorruca (vizcaíno, minero culpa. Detúvose Castillo porque le tenía amor
de cancha de Madariaga) sobre una muía a ha- a aquel caballero, y él era discreto y valiente:
blar a su amo por orden del corregidor, y como porque hay algunos cobardes que se enfurecen
la gente de guarda le impedía la entrada dicién- más cuanto más los reportan, y hay muchos ig-
dole que tenían orden de no hacer entrar a nin- norantes que piensan que con el uso de las teme-
guno, dijo Chorruca: "Dejadme entrar, que ven- ridades enamoran, y así las emprenden ordina-
go a verme con el amo y no soy vicuña traidor”. riamente delante de mujeres, y algunos de éstos
Estaban por allí cerca los alabarderos de Cas- contra ellas, siendo la más vil acción que la co-
tillo con algunos soldados de Diego Alberca bardía ha podido enseñar pues en confianza de
que habían venido en su guarda con sus arcabu- que lo son se le atreven porque no han de poder
ces, que oyeron muy bien lo que Chorruca dijo, defenderse.
y calando Matías Solórzano cuerda al arcabuz, Noticiado el corregidor de lo sucedido, vino al
le satisfizo con un "Mientes” de palabra, y de remedio cuando ya no lo tenía, y dando por
obra con presteza le disparó la bala, que entran- perdido a Potosí despachó un soldado al virrey
do por un costado cayó muerto Chorruca, y con con las noticias de lo que había pasado, y que
otro balazo que tiraron le mataron también la sin más dilación suplicaba a su excelencia le per-
muía. Alborotóse toda la plaza, los vicuñas se mitiese pasarse a la ciudad del Cuzco. Concedió-
juntaron y rompiendo la guarda llegaron a las le el virrey cuanto pedía, y (llegando su deseada
puertas y las derribaron a mosquetazos. Salió licencia a principios de noviembre) se despidió
Sancho Madariaga a medio vestir con los viz- del ayuntamiento, prelados, caballeros y hombres
caínos que dentro tenía, y abaleándose los unos buenos de la Villa. Dejó por justicia mayor a
a los otros entraron los vicuñas y mataron 30 don Bartolomé Astete de Ulloa, factor de las
hombres siendo los 13 de ellos vascongados y reales cajas, caballero muy prudente, de ánimo
los demás criollos de varias partes del Perú, y a pacífico y de gran intelecto para el gobierno, que
no tener una oculta puerta por donde escaparon la ignorancia de las materias es portillo por
los demás vizcaínos no quedara ninguno a vida. donde suele entrar al que gobierna la pérdida
Sancho Madariaga huyó con tres heridas, y del de su república. A todos les dijo cuando se des-
mismo modo otros de aquella nación; de los vicu- pedía el corregidor: "Señores, voy al Cuzco a
ñas murieron seis, y heridos quedaron 18. 3 gobernar cristianos, que aquí no hay sino bárba-
Luego, llenos de furia infernal después de ros. Podrá ser que mi sucesor pueda sosegar sus
haber hecho aquel estrago, pusieron fuego a la ánimos”, y diciendo estas y otras razones se fue
casa, con el cual [209] no sólo se ardió ella mas a disponer su partida para de allí a dos días.
también se abrasó todo el barrio. No contentos Aquel mismo día de su despedida se levantó
con esto fueron luego varias cuadrillas a otras otro alboroto porque se dijo que en lo de Mada-
casas de vascongados y por muchas partes pusie- riaga se hacían nuevas juntas para dar la siguien-
ron fuego, que harto tuvieron los vecinos que te noche sobre los vicuñas y no dejar hombre a
hacer en apagarlo. Don Francisco Castillo andaba vida, sin que esto ignorase el corregidor. Un
vascongado, temiendo que se perdería la Villa
3. Este fue un acaecimiento real pero sucedió un año antes
(Mendoza, Guerra civil No. 45).
,
porque se habían juntado cuatro compañías con-
Sancho de Madariaga dejó en la historia de Potosí otras tra los vicuñas, descubrió esto a los dos hermanos
huellas menos cruentas que el recuerdo de su intervención
en esta guerra civil. Véanse: sacerdotes clérigos don Francisco y don Pedro
'T610. Discurso donde se consideran las diferentes cali- Trótolos, naturales de esta Villa, con que se albo-
dades que tienen los metales que se crían en las vetas que
tiene de plata el gran Cerro de Potosí y qué sea la causa de rotó de nuevo Potosí y tomaron todos las armas
estasdiferencias, y de la manera que se deben beneficiar aquella noche, y los vicuñas se atrincheraron con
conforme sus calidades diferentes”. Suscrito en Potosí, 1610.
X.23 por Sancho de Madariaga (Museo Británico, Manus- las almenas del cementerio de la iglesia mayor
cripts,Sloan 3055, p. 6120, f. 74-86). unos, y otros en el Empedradillo, y todos dispa-
"1610. Memoria y orden que se tiene de beneficiar los
metales que se sacan del cerro de Potosí en el ingenio de raban sus arcabuces a los balcones de las reales
Sancho de Madariaga en Tarapaya y en los demás de dicha cajas de donde a ellos les disparaban las dos com-
Villa” Suscrita en Tarapaya, 1610.X.4 por Tomás de Vicuña
( ibid f. 87-92). [M] pañías que las guardaban, y muchas balas hu-

397
Año 1625 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

bieron de despedazar las puertas de la iglesia; excelentísimo señor don Diego Fernández de
una de ellas mató a un niño y no hubo otra des- Córdova, marqués de Guadalcázar, que sólo
gracia porque un gran aguacero apagó todo esto. exceptuaba a Pedro Román y a Pedro Gallegos,
El general don Felipe Manrique, habiendo re- no sólo por más revoltosos y homicidas crueles,
cogido todos los vascongados que estaban en esta sino por lo que más hizo al caso fue porque se
Villa (habiendo ya ellos vendido y enajenado supo por sus mismas cartas ciertos tratos que
los ingenios de la Ribera), los que eran azogue- tenía con Jacques Termin, corsario holandés, el
ros y los que tenían oficios y mando por el rey, cual en estemismo tiempo con 1 1 galeones aco-
salieron con don Felipe hasta 40 vascongados metió puerto del Callao. El Pedro Román
al
sin que quedase ninguno en esta Villa más de (como cuentan Méndez y Acosta) no pareció y
solos algunos frailes que de su nación había, con dicen que fue pública voz
y fama que se fue a
que se acabó de averiguar lo que muchas veces Argel, donde (renegado) fue bajá. Por la cabeza
se piensa, y es que debe ser tenido por ignorante de Pedro Gallegos se prometieron 2,000 pesos y
quien gasta el tiempo en procurar cosa que cono- perdón de {209'] cualquiera culpa. Habíase reti-
cidamente es superior a sus fuerzas. Con esto se rado a Cochabamba el Gallegos donde se le dio
sosegó el pueblo y cesaron las guerras. por amigo Luis de Ayala (que también andaba
El factor don Bartolomé Astete de Ulloa co- fugitivo por haber muerto a un receptor),
y
menzó su gobierno en el mes de octubre de sólo yendo a echar unas ventosas al Gallegos que es-
6.
justicia mayor,
y por el de diciembre de este año taba enfermo, lo degolló y trajo el cuerpo
y ca-
de 1624 le vino en propiedad por el rey, y es en beza salados a Chuquisaca; 6
y aunque le perdo-
número 15 de los corregidores propietarios de naron el delito no le dieron dinero, antes le
4
esta Villa. Fue muy prudente en su gobierno tacharon la acción.
pues castigando asperísimamente a muchos que Habiéndose pregonado en esta Imperial Villa
querían continuar los alborotos, introdujo la paz el perdón real se hicieron grandes fiestas, y el
y quietud que hacía mucho tiempo que no se virrey mandó a los hacendados
y buenos vecinos
gozaba, que cuidar de lo menos importante del volviesen a esta Villa, que andaban por varias
gobierno y dejar lo substancial es ruina de la partes excusando el hallarse en aquellos albo-
República. rotos.
A
16 de diciembre de este año llegó a esta
los exceptuados en él no fueron los que la Historia nombra
Imperial Villa el perdón general dado por el rey sino todos los que habían estado de puertas adentro en el asal-
nuestro señor 5 don Felipe IV, solicitado por el to contra Manrique, a los cuales la audiencia de Charcas agre-
gó algunos otros (Mendoza, Guerra civil. No. 73). [M]
4. Bartolomé Astete de Ulloa fue provisto no como justicia Arzans no menciona las delaciones que precedieron al ex-
mayor sino como corregidor por la audiencia de la Plata terminio de los vicuñas, delaciones hechas por los mismos
en octubre de 1624. Que Astete de Ulloa fue confirmado vicuñas, entre ellos el poeta Juan Sobrino (Mendoza, Gue-
por el rey, y tan pronto para el ritmo usual de las comuni- rra civil, No. 87) uno de los autores potosinos más citados
caciones en la época, es una simple suposición de la His- en toda esta parte de la Historia. La muerte de Gallegos
toria. [M] acaeció no en 1624 sino en 1628 (Mendoza, ibid., No.
5. El perdón no fue enviado por el rey sino por el virrey y 92). [M]

Capítulo XVIII

DE CÓMO SE CONFIRMARON LAS PACES ENTRE LOS CAPITANES VAS-


CONGADOS Y VICUÑAS. DE CÓMO ALGUNOS INQUIETADORES
CONTINUARON LOS ALBOROTOS. INSOLENCIAS QUE ÉSTOS
HICIERON EN LOS POBLADOS Y CAMINOS, Y CÓMO
FUERON MUCHOS AJUSTICIADOS. DE CÓMO SE FUN-
DÓ LA COFRADÍA DE LA MISERICORDIA, Y EL
FIN DE AQUELLAS MEMORABLES GUERRAS

A UN no del todo se acabaron los sangrientos rar, que es no cumplir un hombre con las obli-
bandos
año 1624, porque quedaron
el gaciones de cristiano aun en las cosas de que el

j 1 algunas brasas de aquel fuego en mu- mundo se precia, viene a quedar desacreditado
JL m. chos hombres de natural inquietador, y deslucido puesto que se desvía de lo que le
que después levantaron grandes llamas que hi- puede acreditar de humano, que es la razón, y
cieron mucho estrago. Harta lástima se debe se llega a lo que le pone entre el número de
tener a quien no sabe perdonar injurias, pues las fieras, que es usar tanto de la ira. Enton-
dejando a una parte lo que más se debe ponde- ces, pues, será [tanto] más liberal un hombre

398
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO l8 Año 1625

[cuanto] que la dádiva sea mayor, y entonces quirir: tuvieron la templanza, pues se reporta-
es [tanto] mayor ésta [cuanto] que un hombre ron; la caridad, pues dejaron el notable daño
da la cosa que más estima, que es la satisfac- de su prójimo; pues vencieron sus
la fortaleza,

ción de su injuria. Pero cuando un corazón se mismas pasiones; la prudencia, pues sin ella to-
reviste del demonio, toda razón atropella, no das las demás no son posibles: y finalmente mu-
hace caso de la ley de Dios, y así no para hasta chas de las que se contienen de[2io]bajo de
su total perdición como les sucedió a muchos éstas.

de estos vicuñas. Ponderan el capitán Pedro Con tal respuesta se pusieron en camino en-
Méndez, Acosta y otros que escribieron estas trambos caballeros con algunos de los otros vas-
guerras la grandeza de esta Imperial Villa, pues congados que tenían intereses en esta Villa. Don
no quedó aniquilada con tanta variedad de tra- Francisco Castillo salió con los suyos a recibirlos
bajos como en esta ocasión tuvo, muriendo los con mucho regocijo y galas que vistieron. Entra-
hombres a millares y padeciendo todos los veci- ron juntos y muy conformes con Castillo. Hospe-
nos grandes robos y otros menoscabos en sus dó a Francisco de Oyanume y Verasátegui en
haciendas. su casa Agustín Solórzano, natural de esta Villa
El resumen de los muertos y heridos que en y dueño de minas en el rico Cerro. La mayor
estas sangrientas guerras hubo tengo dicho al fineza que puede hacer la estrella de cualquier
fin de cada un año de los antecedentes según hombre dichoso es ofrecerle la felicidad cuan-
lo cuentan el capitán Pedro Méndez, Acosta y do estaba más declarada la desdicha. Digo esto
Pasquier; y por seguir aquel orden digo que el porque cuando más la experimentaba el Solór-
año de 1624 (que es del que acabamos de refe- zano le dio Dios tanta abundancia de felicidades
rir los sucesos) desde principios de enero hasta que se tuvo por cosa admirable, y fue en una
el mes de noviembre hubo y se contaron (de los mina riquísima que en el Cerro le descubrió un
que se pudo saber) 400 muertos de varias nacio- indio.
nes españolas; y de indios, mulatos y negros pa- El día siguiente de la venida de aquellos
saron de i,6go; los heridos en general fueron vizcaínos fueron los capitanes vicuñas y vascon-
sobre 1,400; los que murieron en los contornos gados a la iglesia de San Francisco donde se
de Potosí pasaron de 80; los robos que en casas renovaron las amistades con regocijo general.
particulares y opulentas de esta Villa se hicie- Luego para su mayor firmeza de conformes vo-
ron fueron 45; las casas que al rigor del fuego luntades se determinó que doña Eufemia Casti-
se aniquilaron por mano de los enemigos de una llo, hija única (y singular en hermosura) de don

y otra parte fueron 70. De manera que sumados Francisco Castillo, se le diese por esposa (con
sólo los tres años (el de 1622, 1623 y 1624) más 600,000 pesos de dote) a Pedro de Oyanu-
son los que murieron españoles de varias nacio- me, hijo del capitán Francisco de Oyanume, que
nes y peruanos 3,332, y los mestizos, indios, así se hizo con demostraciones de alegría en toda
mulatos y negros 2,435. Asimismo los que pere- la Villa, porque así don Francisco Castillo como
cieron en los caminos y pueblos del contorno de don Francisco de Oyanume eran muy queridos de
esta Villa fueron por todos 685. Los heridos en todos. El padrino de estos caballeros novios fue
general que escaparon con vida 3,728. Los robos Agustín Solórzano, quien como hombre tan rico
en esta Villa y sus contornos 2,172, y las casas hizo las bodas con notable grandeza aunque no
que se abrasaron en rigor de las llamas en los salió muy contento de ellas. El mar queda con
dichos tres años pasaron de 200. menos agua cuando le sacan una gota, porque
Pasemos ahora a referir los sucesos del año aunque la vista no lo aperciba no hay duda sino
de 1625, en que a principios de febrero el capi- que se disminuye, y aunque se quede mar que-
tán Francisco de Oyanume y el veinticuatro Pe- da con menos agua. Los defectos en cualquier
dro de Verasátegui (que se hallaban en la ciudad cosa aunque no lo parezcan lo son, y en lo más
de La Plata) pidieron por carta al capitán don grandes suele las más veces echarse más bien
Francisco Castillo y demás cabezas de vicuñas de ver.
que (confirmadas de nuevo las paces) querían El día, pues, que fue el siguiente del desposo-
volver a esta Imperial Villa a gozar con amistad rio, hizo la boda como padrino, y casi al fin del
firme y perpetua su vecindad y fruto de sus banquete; se acabó el vino por los muchos convi-
haciendas. Concediéronles todo cuanto pidieron, dados y brindis que hubo. Notaron esta falta los
y aun suplicaron viniesen luego, que serían bien vascongados y el capitán Oyanume dijo a Solór-
recibidos. Acción por cierto tan cristiana, tan zano: "¿Por qué siendo tan liberales en hacer
piadosa, tan virtuosa y tan noble que fuera lás- derramar nuestra sangre, sois cortos en dar vues-
tima privarse de tanto bien si (atento al consejo tro vino para el gusto de estas amistades?”. Res-
de su pasión) no perdonaran; y al contrario, pondióle Solórzano diciendo: "A saber que ese
granjearon tantos bienes estos caballeros, remi- era vuestro gusto os hubiera aquí traído toda una
tiendo la ofensa y haciendo superior a sí mismos vendimia; pero no faltará tiempo en que expe-
en las fuerzas, y aun vengándose con esto loable- rimentéis y reconozcáis que si mis brazos y ar-
mente. Yde este modo venimos a hallarlos casi mas saben no ser cortos en derribar cabezas, mis
con todas las virtudes que un hombre puede ad- copas liberales sabrán también no sólo hacer

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Año 162 5 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

mudar colores en el rostro mas subirse a las un llano con 60 de los suyos y dejó a los demás
cabezas para derribar poderosos”. Viendo los en la montaña con orden de que a la primera
convidados que con estas y otras palabras se seña saliesen a ayudarlos. Habiendo el capitán
iban encendiendo, divirtieron la contienda con Castillo encontrádolos se dieron la batalla, con
otra plática. indecible valor de los 20 soldados pues a las pri-
Pero Solórzano hizo de lo dicho tanta presun- meras embestidas les mataron a Castro 40 hom-
ción que de allí a poco más de seis meses, día del bres; pero a don Francisco Castillo y sus 20
patriarca San Agustín, convidó a todas la nacio- soldados les quitó la victoria los de la emboscada,
nes y a los vizcaínos que se hallaron en el pasado que (llegando de refresco) el primer efecto fue
para otro espléndido banquete; y (como dicen matarle el caballo al valeroso Castillo quedar
y
Méndez y Acosta) quedaron con todos admira- su persona muymaltratada de la caída. ¿Quién
dos de su desempeño, porque en medio del patio no advierte cuánta más fuerza tiene la razón que
de su casa estaba una pila de plata fina que co- la inclinación, aunque sea depravada y cruel?
rría de ella vino riquísimo
(y esto duró desde las Pues Castro, que de su natural mismo era san-
7 de la mañana hasta las 6 de la tarde) con un griento y vengativo, cuando (por haber sido su
buen artificio, pues desde una sala estaba el capitán Castillo le tenía agradecida inclinación,
cañón (que también era de plata) que cogía que en los que saben ser nobles casi es lo mismo
por debajo de tierra hasta la pila, y por allá ser noble y agradecido) al verse acometer fiera-
echaban cueros y cántaros de vino sin cesar. mente de su mismo capitán se reprimió en en-
Afirman los dichos Méndez y Acosta que tuvo de contrarle, pero cuando se vio tan acosado, sin
costo este convite 80,000 pesos, entrando en él reparar en inconvenientes se arrojó a procurar el
la buena porción de plata que tenía la pila que daño ajeno en los soldados y en quien había sido
eran 2,000 marcos. Quedaron los convidados y su amigo y cabeza, aunque fuese con peligro pro-
los que no lo eran bien satisfechos con aquel li- pio, si bien la razón y la propia defensa le dio la
cor, y muy gozoso el rico Solórzano por haber victoria.
manifestado su liberalidad. 1 Castillo, viéndose algo libre (pues no quedó
Concluidos, pues, estos desposorios se asegu- muerto en la caída) se levantó a gran prisa del
raron las amistades entre las principales cabezas suelo con esperanza de que continuaría su comen-
de una y otra parte. Algunos soldados vicuñas zada piedad el cielo, que quien espera en su auxi-
divididos en cuadrillas hacían mil insolencias lio y se acoge a pedirle favor nunca se ve defrau-
de noche en las casas de los vecinos de esta Villa, dado en sus esperanzas m
en sus ruegos. Puesto,
y de día en los lugares comarcanos. Sabido esto pues, ya en pie, como unfiero león dio tras sus
por los que habían sido sus capitanes, los junta- enemigos, que todos por todas partes le acome-
ron a todos con cariño y cortesía y les pidieron tían, rebatiendo con su ancha
y cortadora espada
y notificaron que no hiciesen daño ninguno y que las contrarias y recibiendo también las puntas en
trabajasen quietos y conformes y que les ayuda- la rodela. Perdiera la vida sin duda porque ya
rían en todo lo que pidiesen. Obedecieron algu- estaba malherido y sólo con Pedro Osorio a su
nos y otros no quisieron reducirse, antes sí eli- lado, que ya los 18 quedaban sin vida, cuando
gieron por su capitán a Castro (a quien llamaban don Luis de Lara (que de los de a caballo sólo
el Galleguillo) el cual con 40 soldados solos él había quedado) viendo a su capitán en tanto
dio mucho que hacer a las dos provincias de aprieto rompió con su caballo y lanza a los que
los Charcas y Porco, pues particularmente en los lo tenían cercado y llegando a Castillo le dijo
despoblados y caminos quitaron muchas vidas. subiese a las ancas. Así lo hizo y los dos se salie-
Llegaban a los arrabales de esta Villa, y puestos ron de la batalla y escaparon, quedando Osorio
en los cañones de las escopetas y arcabuces unos hecho pedazos. Volvióse Castillo a esta Villa
diacitrones, decían a los que encontraban: "Coja donde fue curado con gran diligencia. Quedó
en la boca ese dulce”, y si no lo tomaban les qui- muy gozoso el no sólo en esta oca-
tirano Castro
taban la vida, y lo mismo si lo tomaban con la sión, mas en cuatro entradas que hizo en esta
boca, metiéndole por ella la bala. Imperial Villa le fue muy bien. Hízose tan te-
Hicieron grandes atrocidades, de que enfure- mido que todos los vecinos esperaban de día y
cido don Francisco Castillo y teniendo noticia velaban de noche con las armas en las manos,
estaba Castro con los suyos en Mataca, recogió porque el tirano no mataba a contrarios particu-
20 soldados (los 6 de a caballo y los demás a lares sino en general a cuantos encontraba.
pie) y fue con ellos en busca del tirano. El cual, El nuevo corregidor don Bartolomé Astete y
como ya tuviese esta noticia, se hallaba prevenido don Francisco Castillo con otros principales que
con 130 hombres, los más de ellos [210'] mesti- habían sido vicuñas encubiertos, pusieron el
zos, mulatos hombro en perseguir a aquel tirano (porque iba
y negros fugitivos. Salió Castro a
1. Parece que estas fuentes que manaban vino eran uno de creciendo en insolencias y gente) matando crue-
tantos temas legendarios de Potosí. Posible es que el tema
lísimamente a algunos y ajusticiando a otros
sea desenvolvimiento de algún hecho real, pero no queda
testimonio de íl en fuentes documentales positivas. Aun la que podían haber a las manos. Hubo sospe-
información presentada por Moglia (iiijra. libro IX. capí- cha que don Jerónimo de Cabrera, don Pedro del
tulo 26, nota 3) requiere un análisis crítico previo antes de
ser aceptada. [M] Río, el alférez Montero y Francisco Dana, merca-

PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPITULO 18 Año 1625

der, se querían alzar y juntarse con el tirano Cas- cerca del tambo del Negro más de tres leguas, y
tro.Fueron las justicias, y en lo de don Pedro del allí de alguna distancia, Castillo (que iba en su
Río hallaron muchas armas de fuego, y en lo de alcance) le dio un balazo y cayó malherido. El
Francisco Dana mucha pólvora y balas. Don Je- alcalde don Manuel de Guevara, tomándolo con
rónimo de Cabrera se les escapó y huyó a Mata- los criados, en un tronco que allí estaba le dio
don Pedro degollaron al siguiente día y a los
ca, a garrote sin dejarle (como este tirano pedía) de-
dos dieron garrote. clarar cosas en servicio de su majestad.
Todo esto supo el tirano Castro, que por en- Mas no por esto se acabó de sosegar esta Im-
tonces no de otra cosa más que de dar es-
sirvió perial Villa, porque los soldados que le quedaron
puela a sus insolencias. Asistióles su buena for- tiranizaban los lugares de indios y pasajeros de
tuna por más de medio año, en que después los caminos, por lo cual maldecían a don Fran-
volvió la rueda y lo derribó con todas sus negras cisco Castillo (sin ninguna razón) y cargaban la
felicidades, lo cual fue en esta forma. Habiendo culpa de todo, que las sospechas se dividen en
enviado a esta Villa este tirano a Diego Prieto buenas y malas: unas son propias a los que go-
del Castillo, su muy amigo, por espía de los desig- biernan, las otras a los que calumnian, y cuando
nios que contra él tenía don Francisco Castillo, las sospechas son sin caridad es harta desventura
lo supo este capitán y hubo a sus manos, que de del que las padece, y mucho mal puede esperar
ellas lo pasó a las de la justicia y en breves horas el que tiene semejantes sospechas. Para deshacer-

le dieron tormento de toca porque dijese qué or- se de aquella calumnia pidió al virrey este caba-
den traía, y casi muerto le dieron garrote y col- llero la capitanía general de las provincias de
garon en la plaza. Súpolo el tirano Castro, el Porco y Charcas y vara de alcalde provincial, para
cual rabiando de sentimiento y confiado demasia- con uno y otro cargo destruir aquellos malos
damente en su valor tomando 50 compañeros hombres. Diole el virrey buenos despachos para
vino con ellos a esta Villa. Parecíale a este hom- todo y los poderes necesarios, que hallándose con
bre que cuanto obraba en este ejercicio estaba ellos formó su escuadrón y salió en busca de los
bien hecho, que cuando no fuera claro que era inquietadores, matando como capitán en los en-
tirano, traidor y enemigo cruel, en esta ocasión cuentros que se le oponían y ajusticiando como
debía atender a que los casos adversos, cuando juez a los que tomaba a manos, así en los des-
parece que suceden sin haber dado causa a ellos, poblados como en esta Villa, donde trajo muchos
no es porque no la hayamos dado bastante sino según se ve en la multitud de autos que están en
porque nosotros la tenemos olvidada, como si los oficios públicos de ella, y en éstos tanta va-
sólo se castigase los delitos presentes a nuestros riedad de tormentos y muertes por la rebeldía de
ojos en el tribunal adonde todo está presente. aquellos hombres. Demás de esto envió capitanes
Dejó, pues, este tirano en la Cantería a los 50 por todas partes, prometiéndoles muchos pre-
compañeros (otro yerro grande) y llegó solo mios porque los destruyesen.
hasta la plaza en un caballo armado de todas Con esta diligencia los aniquilaron y quedó
armas y acercándose donde todavía estaba el cuer- totalmente sosegada esta Imperial Villa y las
po de su amigo, puesto ante él le dijo: "¿Qué provincias de sus contornos de lo que tocaba a
delito habéis vos cometido para que os veáis de estos alborotos de vicuñas, mas no en esta Villa
esa suerte afrentado ? Estos infames oficiales rea- el dejarse de matar unos a otros los de varias na-
les, y los inicuos que han sido cabezas de vicuñas ciones en pendencias y encuentros particulares,
merecían más bien el estar en este puesto, pues como siempre se ha continuado en Potosí por
ellos por satisfacer y vengar sus agravios han sido serplaga suya y tan preciso el acoger en su Villa
causa de estas calamidades”, y diciendo estas y cuantos hijos arroja la mayor parte del mundo.
otras razones se llegó a las puertas de las cajas En algunos de los vicuñas que en estos alboro-
reales, donde estaba el corregidor con los otros tos se mostraron tan fieros y bárbaros perdiendo
[21 1] ministros de la hacienda real y muchos el respeto a lo sagrado, ejecutó Dios notables cas-
ricos de la Villa,
y les disparó dos pistolas que tigosaún mucho después, que al cabo se pagan o
traía, que la una derribó malherido a don Sebas- en esta vida o en la otra semejantes insolencias.
tián de Campos. Hecho esto volvió las riendas Tovar, el que se metió fraile en San Francisco
al caballo y se salió de la plaza. (por lo que atrás queda dicho), dejó la religión
Don Francisco Castillo como supiese que aquel en Lima, fuese a Quito donde se casó y poniendo
enemigo había venido y que se salía de la Villa muchas faltas en las mujeres de aquella ciudad y
con lo que había dicho y hecho, montó en su ca- hablando mil males generalmente de aquel sexo
ballo, y con don Manuel de Guevara, alcalde or- le desmintieron dos mozos,
y pasando adelante
dinario, y con otros cuatro soldados siguiendo a pelearon sobre el caso y lo mataron. No sé qué mo-
Castro le dieron alcance en la misma Cantería, tivo tendría este hombre para esto, si bien conozco
que metido entre los suyos los esforzaba a pelear. que no podía dejar de ser infame quien tal habló,
Mas por permitirlo así la divina justicia, llenos porque decir mal de las mujeres hace a un hom-


de miedo huyeron todos por aquellos cerros, y bre averiguada información de mal nacido, sólo
y
Castillo con los pocos que le acompañaban mató quien lo es puede tener tal atrevimiento. Porque,
a 11 de ellos. Castro corrió en su caballo hasta cuanto a lo primero, quien las deshonra y no les
Año 1625 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

da la justa estimación es un ingrato, pues ha- con cargo de ejercitarse en obras de caridad,
v
biendo nacido de sus entrañas las desprecia y [21 i ] y particularmente en la de enterrar pobres
paga el ser que le dieron quitándoles el ser con difuntos amortajándolos a su costa y cargando
el honor, porque las mujeres no pueden preciarse personalmente sus cuerpos hasta la sepultura, y
del ser si el ser honestas les falta. Demás de esto, del mismo modo a los ajusticiados. Moviéronse
por el líquido y blanco humor de sus pechos con a esta fundación porque en aquel tiempo a mu-
que le alimentaron da la vil ponzoña con que las chos cuerpos les servía en los campos de sepul-
ofende, y finalmente a los vestidos con que le tura los vientres de las aves y perros, porque
abrigaron corresponde con la libertad con que matándose bárbaramente los hombres en los des-
descubre sus defectos. También es soberbio pues poblados y arrabales de la Villa, carecían muchos
desprecia sus principios, y mordaz pues no se mo- de sepultura sagrada, o por no saberse de ellos o
dera en la lengua. Es injusto pues en lugar de dar por no ser imputados en el delito de los que les
lo que puede, niega lo que por tantos títulos debe. quitaron la vida, no porque desde los principios
Y en resolución a mal nacido e infame junta los de la fundación de esta Villa faltó en ella esta
nombres de ingrato, soberbio, maldiciente e in- caridad, pues en la parroquia de Santa Bárbara
justo; conque merece perdón esta digresión por estuvo fundada y permaneció en aquellos prime-
haber dicho lo que es quien no sabe estimar a las ros años, pero descaeció y luego faltó casi total-
mujeres y sabe deshonrarlas atrevidamente. Y mente, ya por la abundancia de riquezas que to-
pues he dado fin a tan terrible y trágico suceso dos gozaban o ya por tanta variedad de sucesos y
como el de esta memorable guerra (que a la ver- tragedias. Fundada, pues, nuevamente esta co-
dad lo deseaba en extremo) pasemos a otros va- fradía, aunque no tuviesen más de indicios iban
rios, que no puedo prometer el dejar de referir (como hoy hacen lo mismo) en busca de los cuer-
los semejantes, aunque la misma variedad no pos con estandarte y campanilla. Mantiénese en
causará molestia. 2 la misma caridad esta cofradía, con haber cerca
En este mismo año por el mes de agosto se fun- de un siglo de su fundación. En otras partes de
dó en la iglesia mayor de esta Villa por sus no- esta Historia adelantaremos más las memorias
bles vecinos la cofradía grandiosa de la Mise- de esta gran cofradía cuando la ocasión se ofre-
ricordia, tomando por patrona a la santísima ciere, por ser muy digna de ellas.
madre de Dios en su gloriosa Asunción. Señala- En este mismo año el excelentísimo señor vi-
ronel número de 32 hermanos para su asistencia rrey marqués de Guadalcázar pidió un donativo
2. El tratamiento que Historia hace de la guerra civil de
la a esta siempre magnánima y liberal Villa para la
vascongados y vicuñas, episodio más extenso que hay en
el resistencia del corsario Jacques Termin, que co-
el texto, es esencialmente el mismo que el de tantos otros
episodios breves ya señalados: hace profusos injertos de irrea- mo dije en el capítulo pasado acometió al puerto
lidad en el tronco de la realidad. En este caso la discrimi- del Callao por este tiempo, y le acudió con 30,000
nación de cada uno de estos campos es relativamente hacedera
porque existe una consistente base documental coetánea. [M] pesos que en sólo siete días se juntaron.

Capítulo XIX

EN QUE CUENTA Y SE VERÁ EL HORRIBLE Y DILATADO RENCOR


SE DE
UN HOMBRE, CON OTROS ESPANTOSOS CASOS QUE SUCEDIE-
RON EN ESTA IMPERIAL VILLA ESTE MISMO AÑO

A BOMINABLE es por cierto la hipocresía infernales intenciones no encierra en sí, qué de


/l en el hombre pues fuera de la principal fingidas obras (en la apariencia buenas) no ma-
/ % que es la gravísima ofensa de
causa, nifiesta sólo a fin de engañar a los incautos que
JL. JLDios con ella, también por ser oculta le atienden!
ponzoña hiere, mata y destruye a los hombres. En muchas cosas se parece el erizo al hipócrita,
Porque (si bien se experimentan) los efectos no- y entre éstas es una que este animalejo espinoso,
civos de un hipócrita son semejantes a los del todo el tiempo que nadie le ve ni pretende cazar-
veneno que disfrazado con la buena presencia de le, anda y corre
está desplegado, desenvuelto,
un regalado manjar quita la vida al que le gus- como demás, pero en oyendo ruido de los
los
ta. ¡Qué de crueldades cazadores encoge la cabeza, recoge los pies y há-
y traiciones no oculta
un hipócrita, qué de halagüeñas y engañosas cese un ovillo; todo el tiempo que no está en
palabras no pronuncia para acreditarse, qué de público el hipócrita es como los demás hombres,

402
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 19 Año 1625

esparcido, alegre, amigo de divertirse, pero cuan- habido, porque habéis de saber que el traje que

do siente ruido y se ve en publicidad encoge la traía no era por virtud sino por muy dañada ma-
cabeza y la tuerce, encoge los pies para que no licia. Y para que todos lo sepáis, digo que habrá

vean sus pasos ni se conozca la intención de sus poco más de 20 años que por ciertos agravios que
obras. Dice el Señor: "No seáis como los hipó- me hizo don Martín de Salazar, de los reinos de
critas, que hacen ostentación de lo que no son y España, en los cuales menoscabó en todo o a lo
usan de ardides para parecer que ayunan, y afec- menos en la mayor parte la honra que Dios me
tando créditos de santidad dan solapadamente dio, por esto le quité la vida con muchas puña-
rienda al vicio". ¡Oh monstruosos embusteros, ladas que le di; y después que lo enterraron tuve
ermitaños en la apariencia y demonios en los modo para entrar de noche en la iglesia, abrir su
efectos! Bien dijo aquel que os comparó al pro- sepultura, sacar su cuerpo, y con un puñal le abrí
digioso monte de Catania en esta cuarteta: el pecho, saquéle el corazón, comílo a bocados
(¡oh terribilidad mía!), y después de esto le cor-
"Hipócrita Mongibelo, té la cabeza, quitéle la piel, y habiéndole vuelto
nieve ostentas, fuego escondes. a enterrar me llevé su calavera, vestíme un saco
¿Qué harán los humanos pechos como todos me habéis visto, y tomando la cala-
si saben fingir los montes?” vera en mis manos con ella he andado 20 años
poco menos sin apartarla de mi presencia ni en
Así son los hipócritas: montes (como el Mongi- la mesa ni en la cama, teniéndome todos por bue-
belo) cubiertos de blanca nieve de fingida virtud, no y penitente, engañándolos yo cuando aplica-
y adentro ¿qué son ? Dígalo ese monte, una boca ba mis ojos a la calavera, que juzgarían pondría
de infierno según sus efectos. Dígalo también mi contemplación en la muerte siendo al contra-
el caso siguiente para que se note el modo con rio, pues así como los hombres se vuelven bestias
que finge un rencoroso pecho lo terrible y abo- por el pecado, así yo me volví (la más terrible)
minable de sus obras. en un cruel y fiero cocodrilo; y como dicen que
En ese año de 1625 (según cuentan el capitán esta bestia gime y llora con la calavera de algún
Pedro Méndez, don Antonio de Acosta, don Juan infeliz hombre cuya carne ha comido, no por ha-
Pasquier, Bartolomé de Dueñas y Juan Sobrino) 1 berlo muerto, sí porque se le acabó aquel man-
murió en esta Villa de Potosí aquel tan acredita- tenimiento, así yo (más fiero que las mismas fie-
do de ermitaño, el cual 20 años anduvo por sus ras) miraba la calavera de mi enemigo a quien
calles con un saco o túnica, la barba muy crecida quité la vida, y me pesaba en gran manera de
y una calavera en la mano. Dándose a conocer a verlo muerto, que si mil veces resucitara, otras
todos por un hombre bueno y penitente, por tal tantas se la volviera a quitar. Ycon este cruel
era tenido y así lo veneraban. Como siempre an- rencor he estado 20 años, sin que haya sido posi-
duviese con la calavera en la mano, a veces se ble dejar mi venganza y apiadarme de mí mismo
paraba y la miraba de hito en hito, y todos juz- hasta este punto, que es el último de mi vida, en
gaban que contemplaba en la muerte. Su ordina- el cual me arrepiento de lo hecho
y pido a Dios
ria vivienda era en unos ranchos medios deshe- que me perdone, y ruego a todos que lo pidan
chos que estaban por detrás de la parroquia de así a aquel padre de misericordias que pidió por
Santiago. los que le crucificaron”. Éste fue el contenido del
2
Llegó (como tengo dicho) el término de su papel. ¡Ved, cristiano lector, qué caso!
vida y murió prevenido de todos los sacramentos. En este mismo año (según los autores en el
Después que expiró, como él había ordenado to- antecedente caso citados y en los mismos capítu-
maron la calavera, y dentro de ella hallaron un los) a principios de abril sucedió el caso siguien-
papel en que de su mano había dejado escrito te. Vivía en esta Imperial Villa un hombre cuya

lo si[2i2]guiente; vida desde su mocedad hasta el fin de ella la pasó


"Yo, don Juan de Toledo, natural de esta Vi- en un continuo amancebamiento, que hay peca-
llade Potosí, hijo de un señor que lo ha sido de dores que posponen el deleite a la publicidad de
mucha estima en este reino desde que con el car- sus vicios. Por tiempo de Semana Santa todos los
go vino de las Españas, hago saber a todos los años se apartaba de aquella torpeza, confesábase
que de vista y comunicación me han conocido y recibía el santísimo cuerpo de Nuestro Señor
en ella y a todos los que de noticias quisieren en Jesucristo: claro es que sería por sólo cumplir
adelante conocerme, cómo yo
soy aquel hombre con el precepto de la iglesia, y así sus propósitos
a quien por andar con un saco me tenían todos serían por ceremonia. ¡Oh cuántos infelices ha-
por un ermitaño, o a lo menos los más capaces rán muchas veces lo mismo Aún no bien acaba-
!

me tenían por virtuoso y desengañado de las co- ba de pasar aquellos santos días cuando este des-
sas del mundo,
y generalmente aclamándome dichado volvía a sus torpezas. Piadoso es Dios
toda esta Villa por varón justo, no siendo así, aun con los que más se apartan del justo término
pues soy el más malo de cuantos en el mundo ha de sus preceptos, pues se mostró con este peca-

1. Méndez, quinta parte, capítulo 1; Acosta, libro V, capítu- 2. Este episodio puede servir como modelo para apreciar a
lo 53; Pasquier, libro IV, capítulo 1; Dueñas, libro VI, ca- Arzáns como precursor del género literario de la tradi-
pítulo 29; Sobrino, cuarta parte, canto I. [A] ción. [M]

403
Año 1625 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

dor, como con todos, tan sufrido con tantas cul- no te permite tu mal natural que sean firmes,
pas y tanta permanencia en ellas. Más de 40 años pues no es esta la primera vez que después de tus
cometió estos sacrilegios, hasta que irritada la confesiones vuelves a las culpas; mas asistiéndo-
divina justicia ejecutó en él el castigo que mere- me la gracia de Dios, no las has de cometer con-
cían sus culpas, que si el pecador se atiene a que migo de aquí en adelante. Vete de mi casa, mal
el sufrimiento de Dios leha de dar la gloria al hombre, que no es bien que siendo tú enemigo
cabo de su mala vida, se engaña y corre mucho de Dios seas mi amigo para condenarnos entram-
peligro su salvación. bos; vete, digo, de mi presencia que no quiero tu
Experimentó, pues, el castigo este mal hombre, amistad pues ya tengo por mi verdadero esposo
fama y vana confianza y fue en esta forma.
[ sic
a Jesucristo, a quien he dado palabra de no apar-
Llegó a este año de 1625, y en él al tiempo santo tarme un punto, y así vuelvo a decir que no quie-
y principios de Cuaresma, y el viernes después ro ni puedes estar más en mi compañía porque no
del Miércoles de Ceniza se despidió de una mu- tengo ya necesidad de ti ni de otro mundano
jeren cuya mala amistad había estado ocho años. cuando está Dios de mi parte”.
Era la mujer de buen natural, y así fue mucho el Estas y otras razones le dijo la constante mu-
gozo que tuvo de ver que aquel hombre se iba jer, persuadiendo al hombre a que se disuadiese

de su casa con propósito de no volver más a ella, de aquel mal intento, pero todas no sirvieron de
y (dando por ello muchas gracias a Dios pues la otra cosa que de sólo encender más su apetito, y
sacaba del pecado) se fue a la iglesia de la Com- así engrandeciendo su discreción comenzó a nue-
pañía de Jesús a confesarse, proponiendo con fir- vo a enamorarla; mas era imposible mudar la
meza de no volver más a aquella torpe amistad. mujer su buena intención, antes le amenazaba con
Lo mismo hizo aquel hombre, aunque los efectos la divina justicia, y el desdichado hombre no ha-
fueron muy distintos. No sé cuál sería la inten- cía caso de nada, por lo cual ejecutó Dios en él
ción de este desgraciado pero lo que en él se vio un tremendo castigo, pues estando sentados en-
fue que toda la Cuaresma pasó frecuentando los frente el uno del otro, asombrándose de impro-
sacramentos, ocupándose en ayunos, mortifica- viso aquella mujer y dando un grito le dijo al
ciones y en oir la palabra de Dios. Mas, oh fragi- hombre: "Mira ese demonio que está detrás de
lidad de los hombres, pues no mirando la obli- ti”. Volvió el miserable el rostro y mirando al

gación en que se ponen de cumplir lo prometido demonio que allí estaba se cayó muerto. Acudió
a Dios (que es la verdadera enmienda de sus cul- la mujer y criados a socorrerlo y luego vieron que
pas) atropellan por todo y se vuelven de nuevo ya había expirado, y Dios sabe lo que sería de su
al cieno de ellas. alma.
Así le sucedió a este desventurado, porque pa- Quedó la mujer asombrada, y fue tanto el te-
sada la Semana Santa y llegada la Pascua [2i2 v ] mor de haber ofendido a Nuestro Señor que de
quebrantó la palabra que había dado a Nuestro allí en adelante vivió muy ajustadamente y des-

Señor de no volver a la ocasión. Fuese a casa de pués murió con gran consuelo de todos los que se
la que había sido su amiga hallaron en su muerte por las buenas señales que
y puesto en su pre-
sencia la comenzó de nuevo a requebrar. ¡Oh en ella hubo. Así acabaron sus vidas aquellos
amor, qué mal conoces al sufrimiento, qué necio amantes, tan distinto el uno del otro como queda
te dejas llevar de la impaciencia, qué indiscre- dicho. Dichosa mujer pues supo enmendar su
to te apresuras, qué bárbaro te resuelves a dar la mala vida y servir a Dios, y desdichado hombre
muerte al pecho adonde habitas! Si esto haces que no supo imitarle y acabó tan mal; feliz mujer
con quien te da hospedaje, ¿dime cómo te puedes pues muriendo en gracia del Señor le gozará en
excusar de ingrato, de terrible y de instrumento la gloria por toda una eternidad, e infeliz hom-
de perdición de las almas ? bre si murió en pecado pues estará en los in-
Quedó la mujer admirada de ver otra vez en fiernos sin que tengan fin sus tormentos. ¡Oh
su casa a aquel hombre a quien ya tenía olvida- pecado, y cuán de temer eres que estándote co-
do, y toda colérica le dijo: "Dime hombre, ¿qué metiendo, repentinamente se forme allí el tri-
propósitos hiciste en vuestras confesiones ?”. Res- bunal de Dios! A cuántos desventurados les
pondióle: "De no ofender más a Dios”. "Pues habrá así sucedido y estarán ardiendo en los in-
hombre sin juicio”, le replicó la mujer, "¿cómo fiernos. Caso es por cierto que asombra que allí
te atreves a quererle quebrantar la palabra ?”. Dí- donde el hombre está cometiendo la culpa,
jole: "Porque soy frágil y no puedo resistir las allí mismo le haya Dios de tomar rigurosa cuen-
tentaciones que estos últimos días he tenido, y tú ta de ella.
tienes la culpa pues eres el objeto de mis inquie- Tres casos admirables refieren los autores arri-
tudes”. Enfurecióse la mujer movida del celo de ba citados, que sucesivamente sucedieron en este
la honra de Dios y su santo temor, y toda airada mismo año, que contaré con la misma orden que
le dijo: "No tienes que culparme a mí, mal hom- lo traen en sus historias para confirmación de lo
bre, sino a tu vil inclinación, pues según pienso dicho y para que se tema el riesgo que cada uno
y tú lo has dicho, estás muy mal habituado y toda tiene cuando tan sin temor de Dios se hallan de
vuestra vida la has gastado en ofender a Dios. asiento en la culpa.
Por eso, aunque te confiesas y haces propósitos Fue el uno que estando un caballero en mala

404
PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPÍTULO 19 Año 1625

amistad con una mujer muchos años, en los cua- sin atender al estado del matrimonio ni a sus

les tuvo varias inspiraciones de Dios y varios obligaciones, se hizo muy


deshonesta y profana.
consejos de los buenos para que se apartase de El vicio de la deshonestidad es más abominable
aquella torpe amistad, jamás fue posible hacerlo; en las mujeres nobles y por esto debían huir de
antes (atribuyendo los sucesos, cuando de ellos él con más razón que las que no lo son. Pasados

salía bien, a su buena fortuna) se dejaba estar algunos años de casada le sobrevino al marido
en aquel pecado sin acordarse de su alma ni me- un gravísimo achaque, y de tal suerte fue que
nos de que si mal o bien le sucedía eran todos quedó tullido de pies y manos sin poderse mover
avisos de Dios. Por esto permitió su majestad le de su cama. Esto se quiso la deshonesta mujer,
cogiese la muerte en su obstinación, que a quien pues no guardando la lealtad debida a su marido
duda de las verdades de la fe fácilmente persua- cometió adulterio con un mancebo de los reinos
de demonio que son mentiras.
el de España; y como viese lo imposibilitado de su
un día a un banquete con su
Asistiendo, pues, verdadero dueño, rindió toda su voluntad al aje-
mala compañera, habiendo comido y bebido no con tan gran desvergüenza y poco temor de
abundantemente se halló fatigado con la varie- Dios que en el mismo cuarto donde estaba enfer-
dad de manjares, efectos de la gula. Fuese a su mo su marido tenía otra cama donde a su vista
cama con la mujer, y siendo ya la media noche le ofendía. ¡Oh lastimoso y miserable estado
comenzó ésta a dar espantosos gritos. "Favo- de mujer, cuán imperiosamente está apoderada de
rézcanme”, decía, "que todo el infierno está en tu triste alma esta pasión tirana, y cuán ciega y
este cuarto [213] y quieren ahogarme los demo- arrebatadamente eres llevada al abismo de tu
nios”. Acudieron los criados a los gritos, entra- final desdicha! Mas ¿qué se podía esperar de

ron al cuarto y hallaron a la mujer asida de una tu terrible atrevimiento y más que descarada
imagen de la Virgen santa madre de Dios, a desvergüenza, sino el que tuvieses dos muertes,
quien con muchas lágrimas y turbación pedía le una del cuerpo y otra del alma ?
favoreciese. Acudieron también al caballero y lo Sentía el impedido caballero (cual ya se deja
hallaron muerto en la cama, renegrido el rostro entender) aquella maldad, y viendo que por sus

y con fealdad horrible. manos no podía tomar satisfacción pedía al cielo


Preguntáronle a la mujer cuál era la ocasión la venganza de aquel agravio. Oyóle el justo juez
de aquella desventura, y no hacía ni respondía y remitió al mismo ofendido el castigo que aque-
otra cosa sino sólo pedir a Dios misericordia, y llos adúlteros merecían, pues una noche (que

a los presentes que le trajesen un confesor di- con mucha seguridad después de haber tenido sus
ciendo estaba en punto de condenación. Fueron deshonestos gustos dormían entrambos muy des-
a la Compañía de Jesús y le trajeron uno de aque- cuidados) velaba el buen marido pidiendo a Dios
llos padres. En esto amanecía ya el día, y viendo justicia de su deshonra, cuando de improviso se

la mujer entrar al confesor se arrojó a sus pies halló bueno y sano, y levantándose de la cama
diciéndole: "Padre mío, sáqueme de aquí y vamos conociendo que era voluntad del Señor tomar sa-
a la iglesia, porque allí tras de la cama están tisfacción de aquel agravio, cogió una daga o
muchos demonios que quieren matarme y llevar- puñal, fuese adonde estaban los adúlteros, y co-
me a los infiernos, y creo que ya lo hubieran hecho rriendo las cortinas los halló durmiendo y a en-
si no me hubiera valido del amparo de María trambos les quitó la vida con muchas puñaladas
santísima. Vamos, le ruego, padre mío, antes que les dio. Volvióse el marido a su cama donde
que Dios me quite la vida como se la quitó a este se confirmó haberle dado Dios salud y fuerzas
infeliz en el mismo pecado”. sólo para quitar la vida a los adúlteros. Desven-
Quedó el padre admirado de lo que oía, y con- turados de ellos, pues en el mismo lugar donde
solando a la mujer la llevó a la iglesia, donde ofendían a la majestad divina se formó el tribu-
hizo su confesión con muchas lágrimas y arre- nal para ser juzgados.
pentimiento como quien le había visto las orejas El tercer caso que en este mismo año sucedió
al lobo infernal. Enmendó después su vida y en el mes de octubre fue en castigo de las culpas
quedó tan atemorizada que no apartando de la de otros dos escandalosos pecadores, siendo ins-
memoria el suceso no se le vio jamás el rostro trumento de la divina justicia la laguna de Tara-
con alegría, siempre pálido y asombrado. ¡Oh, paya, boca que se puede decir ser de infierno
muerte, solamente eres horrible a aquellos con pues por morir con desprevención de sus almas,
quien se acaba su memoria, no para los que per- quizá de sus aguas han pasado muchos a los
severa después de ella la gloria de sus virtudes eternos fuegos. Entre innumerables hombres y
Procuróse ocultar este caso por el malaventurado mujeres que en esta tragadora laguna han pere-
caballero, y la arrepentida mujer lo manifestó cido, dice don Antonio de Acosta (en el capítulo
para ejemplo de todos. arriba citado) que se halló presente cuando ha-
El segundo caso que en este mismo año por el biendo ido en esta ocasión al divertimiento de
mes de agosto sucedió en esta Villa fue que don Tarapaya con don Antonio Castrillón, su muy
Francisco González, noble caballero, se casó en amigo, y entrando a la laguna, tuvo grandísima
ella con una señora, la cual aunque también era pena de ver su lastimosa muerte la cual sucedió
noble no seguía la virtud del buen marido, antes, en esta forma.
Año 1625 HISTORIA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ

Habiéndose apartado de su mujer don Antonio mucho ánimo y natural arrogancia. Este vana-
Castrillón en la ciudad de Los Reyes después de mente dijo que él quería saber qué ruido era
haberle jugado la dote y dejádola a perecer, se aquel o quién lo movía. Púsolo en efecto ciñén-
y
vino a este Potosí, donde habiendo redu[2i3'J dose un alfanje se fue con él una noche a la igle-
cido a moneda muchas joyas, perlas y
corriente sia: cerraron las puertas y él se estuvo sentado
alhajas preciosas de su compañera legítima, hizo en un escaño esperando la hora del ruido. Serían,
banquetes, enamoró y festejó damas de las in- pues, las 12 de la noche cuando en el coro de la
numerables forasteras que ordinariamente acu- iglesia oyó un espantoso ruido de hierros. En-
den a esta Villa a feriar sus cuerpos a los hom- tonces todo atemorizado se levantó el sacerdote
bres y a entregar a los demonios sus almas. clavando los ojos adonde comenzaba el rumor.
¡Oh mundo confuso, ciego y sin entendimien- Sintió que caminaba por el coro
y que bajaba un
to,pues amas, y quieres, y buscas, y procuras todo bulto negro, como de un hombre, que causaba
lo que
es en perjuicio de ti mismo! Si no enten- horror, y viendo que se iba acercando hacia adon-
demos lo que hacemos, es muy grande la ceguera de él estaba apenas tuvo ánimo para volver las
e ignorancia, por la cual no se puede excusar el espaldas y correr al altar mayor, y aquella visión
pecado, y si lo entendemos y no lo remediamos tras él. El clérigo (turbado el corazón, llena de
viendo el yerro que hacemos, ninguna excusa nos temor su alma, helado el rostro y erizados los
basta, y así todo es perdición de almas
y todo será cabellos pensando que se habían levantado con-
infierno eterno para ellas. tra él todos los yertos moradores de aquellos se-
En este abominable divertimiento de lujuria y pulcros e infausto domicilio) saltó al altar
y de
adulterio, vanidades, juego allí al trono de la madre de Dios abrazóse de su
y otras locuras gastó
don Antonio gran suma de dinero en esta Villa. sagrada imagen y dijo al que le seguía: "Por la
Asistía en la ocasión en elladoña Juana de Oría, Virgen, no me mate”. A lo que dijo aquel asom-
natural de la ciudad de La
Plata, que (siendo bro con palabras articuladas: "Agradece a la
casada en ella) estando el marido enfermo se abogada que tienes, que yo te hiciera que no fue-
vino a esta Villa de Potosí, donde juntas con las ras vanamente curioso en saber justos juicios de
de su patria la metieron en el trato y amistad Dios”, y diciendo esto se entró en la sacristía. El
ilícita con los hombres. Así vivió muchos días clérigo se estuvo asido de la imagen hasta por
esta mujer, y uno de ellos salió a Tarapaya a ba- la mañana, donde lo hallaron que parecía un di-
ñarse en aquellas peligrosas aguas. Sabía muy funto, y dentro de 12 días murió.
bien nadar, y estando en la laguna ejercitando Continuábase el ruido con mucha inquietud
aquella habilidad viola don Antonio, que a la del pueblo. Pasados algunos días el siervo de
sazón estaba en la compuerta, y desnudándose se Dios Fernando de Ávila (de quien vamos tratan-
arrojó al agua. Era gran nadador, do) se encerró una noche en la iglesia, movido
y así en com-
petencia manifestaban sus habilidades. Pero lí- sólo de su gran caridad. Estúvose en oración hasta
brenos Dios de una mala ocasión: ¿quién dijera la hora del ruido, que sintiéndolo se puso en pie,
que en medio de aquellas aguas se habían de y tendiendo la vista a aquella parte vio que venía
abrasar en furiosas llamas ? Mas eran de concu- para él un bulto que acercándosele, por el traje
piscencia, con las cuales (sin haber tenido jamás con que al parecer estaba cubierto le pareció ser
comunicación entre ellos) palabras y obras todo algún clérigo. Pasó por donde el siervo de Dios
fue a un tiempo. Tomaron pie en la otra banda estaba, el cual le inclinó la cabeza, a que corres-
de la compuerta, pero en parte muy peligrosa pondió aquel bulto con otra inclinación, sin que
que no tenía ni aun media vara de él; echáronse se le pudiese ver el rostro. Siguiólo el buen
los brazos, sin quedarles con que valerse en el sacerdote y entró tras él a la sacristía, abrió los ca-
agua, y así juntos se hundieron y ahogaron. Al jones aquel asombro y sacó uno de los ornamen-
siguiente día arrojó el agua los cuerpos en la mis- tos. Imaginando el siervo de Dios que se quería
ma forma que se perdieron abrazado el uno del revestir como para celebrar el santo sacrificio de
otro indecentemente; sus almas Dios sabe dónde la misa, le ayudó a componer la alba y casulla,
estarán. y esto sin hablarse una palabra ni poderle ver el
Por este tiempo florecían las virtudes del vene-
y al punto
rostro. Salió a la iglesia aquel bulto,
rabilísimo maestro Fernando de Ávila, clérigo se desapareció.
presbítero, natural de esta Imperial Villa, con Quedó el siervo de Dios sumamente afli[2i4]
quien este mismo año sucedió el caso siguiente. gido por no saber quién era ni cuál había de ser
Es, pues, de saber que en la iglesia matriz de esta el alivio de aquel espíritu. Estúvose lo restante

Villa se oía de noche un ruido espantoso, al pa- de la noche en oración, y venida la mañana se
recer de cadenas y tristes suspiros, con el cual hallaron las sagradas vestiduras encima de una
y
su continuación estaba todo el pueblo confuso mesa de la sacristía. No descaeció un punto la ca-
y atemorizado. No sabían los vecinos cuál fuese ridad del buen sacerdote Fernando, y así la noche
la ocasión, el cual ruido y espanto comenzaba siguiente asistió en la iglesia, ocupándola en
todas las noches desde las 12
y duraba hasta el santos ejercicios hasta la hora de media noche,
amanecer. que se oyó el acostumbrado ruido. Rajó del coro
En la ocasión estaba en esta Villa un clérigo de aquella visión, pasó por delante del venerable

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PRIMERA PARTE. LIBRO VII. CAPITULO 19 Año 1625

sacerdote, hiciéronse las venias, entráronse a de Ávila, vivió y murió en esta Imperial Villa,
la sacristía y sucedió lo que la noche anteceden- haciéndose muy conocido y venerado por sus ad-
te, pues tornándose a desaparecer se aumentó mirables virtudes, que el corazón humano al paso
el sentimiento del caritativo varón tanto que que ama a Dios camina el viaje de su salvación,
persuadiéndose con humildad a que se hallaba y el amor divino pone espuelas al alma, que es
indigno de que su divina majestad no le diese velocísima la caridad.
licencia a aquel espíritu para declararle quién Daremos fin a este capítulo, y con él al libro
era y qué necesitaba, dobló sus mortificaciones, VIÍ de esta Historia refiriendo el tránsito dichoso
sus lágrimas y súplicas, pidiendo a Dios el cum- de otro varón admirable en virtudes, el cual fue
plimiento de su deseo. el doctor don Pedro Francisco de [en blanco ]

La virtud de la humildad siempre crece en el que siendo uno de los tres curas de la Matriz de
que la tiene hasta hacerse un árbol que lleva sa- esta Imperial Villa, floreció en ella en tiempo
zonados frutos, que ofrecidos a Dios consigue que en casi todos sus habitadores todo era este-
lo que se le pide. Concedióselo así el Señor pues rilidad de virtudes cuanto abundancia de vicios.
la tercera noche sucediendo lo que en las dos Ya dije (en el capítulo 20 del libro VI de esta
antecedentes, entrando juntos en la sacristía y Historia ) cómo estando divertida su gran cari-
puesto de rodillas el siervo de Dios le pidió de dad en ayudar a unos hombres a quienes sus ene-
parte de Jesucristo Nuestro Señor le declarase migos habían herido de muerte, le alcanzaron
quién era y qué necesitaba, y siendo ya el térmi- tres balas que tiraron,
y dándole todas en el
no de la divina voluntad cumplido, le respondió cuerpo, milagrosamente no fue herido habién-
diciendo: "Yo soy el espíritu de fulano, sacerdo- dole llegado hasta las carnes, adonde después
te, que ha 20 años estoy padeciendo terribles las hallaron aplastadas, como ya en su lugar
penas en el purgatorio satisfaciendo a la divina dijimos. Dice la relación de su vida que muchas
justicia las culpas que cometí en vida. Lo que veces, cuando llevaba el Santísimo Sacramento
ahora me detiene e impide el ver a Dios, sólo a los moribundos y llovía a cántaros (como
es tres misas,que teniendo obligación de decirlas dicen) el agua del cielo, acercaba junto a sí a
no con esta deuda me cogió la muerte:
lo hice, y su sacristán y volvían a la iglesia sin mojarse los
y pues Dios te ha traído y permitídome a mí el dos ni aun con una gota la ropa ni los pies, no sin
decirte quién soy, di por mí las tres mi

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