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Investigación Penal:

1. Método científico: Este precisa una adecuada distribución de las partes de un


problema, mediante cuestionamientos sobre el fenómeno que interesa. Significa que
se usa una metodología, que permite llegar a verdades objetivas. Consta de una serie
de pasos, y a través de ellos se extraen conclusiones.
2. Técnicas de investigación: técnicas de investigación son el conjunto de
herramientas, procedimientos e instrumentos utilizados para obtener información y
conocimiento.
3. Observación: Es el proceso de percepción de objetos y procesos, la cual se hace en
forma dirigida metódicamente. La observación es una actividad humana que debe
practicarse al máximo para obtener buenos resultados. Muchas personas miran un
lugar donde se ha cometido un crimen, pero no perciben la información que allí hay
porque no han ejercido tal vez el sentido de observación y desconocen los
procedimientos técnico-científicos que se pueden aplicar en un determinado
momento, siendo los especialistas que actúan en este campo los que con su
experiencia desarrollan ciertas habilidades que les permite captar de forma objetiva
la escena del crimen.
Los principios de la observación son los siguientes:
Primer principio: Consiste en el propósito que tiene la observación tal como mirar ciertas
variables o simplemente recrear nuestros sentidos.
Segundo principio: La observación es siempre sistemática y lleva consigo un
procedimiento, representado en un hábito o algo cada vez se hace más espontáneamente y
de manera permanente, sin que ocupe mayor concentración.
Es importante descartar algunas suposiciones respecto de la observación. La primera
consiste en que cuando se habla de observar la confundimos con ver o con mirar. La
observación puede incluir todos nuestros sentidos.
Tercer principio: Los resultados siempre son descripciones de características que
simbolizamos mediante la escritura, producto de un proceso mental en el investigador.
Cuarto principio: La observación es una identificación de las cualidades o elementos de un
objeto o de una situación.
4. El problema: La observación aporta los indicios y datos relevantes, y a partir de
ellos surgirán necesariamente una serie de interrogantes que relacionarán estos datos
con la situación investigada. Cada interrogante debe basarse en las observaciones, y
llevar consigo una posible respuesta (hipótesis).
5. Qué, cómo, dónde, cuándo, con qué y por qué: La Investigación Criminal tiene
como fin primordial la búsqueda de la verdad, mediante la reconstrucción histórica
del delito, para determinar ¿qué pasó?, ¿cómo aconteció?, ¿cuándo se perpetró?,
¿dónde ocurrió?, ¿quién lo cometió?, ¿cuántos participaron? y ¿por qué sucedió?.
La misión de un investigador dentro de esta Unidad, es la de realizar las pesquisas
necesarias para lograr el esclarecimiento de un hecho punible de acción pública, que
conculque derechos fundamentales, coordinando con las diferentes disciplinas de la
Criminalística y las Ciencias Forenses de dicha dependencia, la práctica de los
peritajes que correspondan, a los fines de demostrar con elementos técnico
científicos, la verdad de lo ocurrido y en consecuencia la identificación de sus
autores o partícipes.
6. Hipótesis: Es toda suposición, posible o imposible, necesaria o útil, para deducir
una consecuencia o establecer una conclusión, conjetura, sospecha o presunción.
Toda hipótesis no es más que una probable respuesta que trata de explicar los
hechos ocurridos. La hipótesis es la respuesta dada a cada interrogante surgido de
la observación, y se pueden establecer tantas hipótesis como sean necesarias.
7. Interpretación: Hace referencia a que, se debe interpretar lo que aconteció en el
sitio utilizando la lógica, con la finalidad de formularse las Teorías del
Caso correspondientes y orientar las investigaciones. Las hipótesis deben ajustarse y
ser coherentes con la información plenamente establecida mediante el conocimiento
del hecho y de las relaciones determinadas, con base en datos, y que tengan
conexión con otros hechos.
8. El descarte: Discriminación técnica de la evidencia previamente colectada y
registrada en los documentos asociados, que con criterio forense, no requiera la
práctica de peritaje.
9. El modus operandi y su vinculación con nuevas modalidades de investigación:
Desde hace años se ha utilizado el modus operandi como herramienta de
investigación que coadyuda a perfeccionar la eficacia policial. De hecho, es habitual
el esclarecimiento de hechos delictivos mediante este procedimiento por parte de la
Policía, pese a que judicialmente no exista correspondencia entre lo esclarecido por
esta y lo enjuiciado por los Tribunales. Nada extraordinario esto último, puesto que
difícilmente coincidirán los criterios policiales y judiciales a la hora de calificar un
hecho.

Cuando se esclarece un hecho criminal atendiendo a unos, supuestos, criterios de


modus operandi puros y duros, los esclarecimientos posteriores de los mismos
asuntos por otros métodos (pruebas científicas, suma de indicios, declaraciones
inculpatorias, etc.) no hacen más que desacreditar el uso que del modus operandi se
hace como herramienta estadística. Por ello habremos de considerar si no es más
cierto que el modus operandi no es un buen recurso para establecer un vínculo entre
delitos, máxime cuando su uso como herramienta de investigación no puede
considerarse tampoco muy eficaz.

Con lo antes mencionado, podemos distinguir hoy día:

a) El modus operandi. Se compondría de todos aquellos actos estrictamente


necesarios para cometer el delito y obtener éxito en su comisión. Sería una conducta
aprendida, que se va perfeccionando a lo largo del tiempo, y en el que la respuesta
de la víctima también tiene influencia significa en su evolución.

b) El “sello personal”. También llamado “firma psicológica” o ritual, lo componen


todas aquellas conductas innecesarias para la comisión del delito con éxito, pero que
cumplen alguna función de satisfacción de pulsiones o motivos del perpetrador. Es
propio y característico de cada delincuente y normalmente no varía a lo largo del
tiempo (o su cambio es mínimo), en función de la satisfacción de sus motivos o
fantasías y de la variación de éstas. Sin importar si entre la primera ofensa y la
última han transcurrido 10 años. El ritual puede evolucionar, pero el tema
permanece constante.
c) Escena. La valoración de la disposición final de una escena de crimen
(escenificación) depende de los investigadores que lleven el caso, de sus habilidades
para analizarla y para determinar quién, qué, cómo, y porqué gobernó las acciones
acerca de cómo se desarrolló la historia en el lugar.

10. Móvil: es el motivo que mueve a una persona a inducir cierta acción. Un móvil no
implica un elemento criminal en sí mismo, sin embargo el sistema legal típicamente
permite a los móviles ser probados para hacer plausibles las razones de los acusados
para cometer un crimen, al menos cuando los móviles son confusos o difíciles de
identificar. No obstante, no se requieren móviles para alcanzar veredictos. Los
móviles también se usan en otros aspectos de un caso específico, por ejemplo
durante la investigación inicial de la policía.

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