a pedazos destruida porque no supe pintarme en tu pared que tristeza me daría despertar de madrugada sin tu amor acariciando me la espalda sin tus manos de bufanda con tu aroma en mi recuerdo y no en mi piel que tristeza me daría que acabara con nosotros tus ataques de princesa y mis enojos mi costumbre de cantar y amanecer que tristeza me daría no escuchar ya más tu risa no ver más tus pasos cortos y deprisa ni sofocarme con la brisa de tu pelo cuando empiezas a correr que tristeza me daría acabar solo en este mundo ver mi vida destrozada en un segundo y de repente moribundo con mi cuerpo acostumbrado a proteger que tristeza me daría y me daría más tristeza ver mi amor ya convirtiéndose en pavesa que se apaga cuando empieza a amanecer que tristeza...
que tristeza me daría que acabara con nosotros tus ataques de princesa y mis enojos mi costumbre de cantar y amanecer