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Universidad Autónoma del Estado de México.

Unidad Académica Profesional Tejupilco.

ÍNDICE DE FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA EN MUJERES


CASADAS Y SOLTERAS CON UNA VIDA SEXUALMENTE
ACTIVA

TESIS

Que para obtener el título de


Licenciado en Psicología

PRESENTAN
Gema Glorisel Benítez Loza, No. Cuenta 1370574
Violeta González Morales, No. Cuenta 1370573

DIRECTOR:
Lic. En Psic. Erika Magali Jaimes Pérez

Diciembre, 2017

1
Presentación

La presente investigación consta de dos apartados, la primera parte la integra el


marco teórico el cual se divide en dos capítulos, el capítulo uno se denomina
función sexual femenina, está integrado por los temas sexualidad humana, función
sexual, anatomía y fisiología sexual, anatomía de los genitales de la mujer,
órganos sexuales externos, órganos sexuales internos, respuesta sexual humana,
respuesta sexual femenina, el acto sexual, que ocurre con los genitales en el acto
sexual, algo sobre la importancia de la intimidad, cambios físicos durante la
respuesta sexual, cambios durante la excitación, sensualidad, provocación y
excitación, antes del orgasmo, clímax femenino, afortunadas nosotras
multiorgasmia, lubricación en la vagina: placer de anfitriona, las mujeres y las
zonas erógenas, sensaciones erógenas genitales en la mujer, los pechos y
respuesta sexual.

El capítulo dos se llama costumbres y actitudes de la mujer, lo integran los


siguientes temas: Psicología, costumbres sexuales, mitos sexuales, sobre los
mitos sexuales femeninos, verdades, mitos e inexactitudes sobre orgasmos
múltiples en mujeres, la sexualidad femenina existe, las relaciones íntimas,
desarrollar una sexualidad natural o sana, una relación más satisfactoria, química
sexual, ideas para fomentar la creatividad sexual, la importancia de los sentidos,
nuevas actitudes hacia el sexo, erotismo aspectos descriptivos amor, pareja y
erotismo, sexo y erotismo, amor sin erotismo y erotismo sin amor, una visión del
erotismo de la mujer, estímulos eróticos, algo sobre la seducción femenina, de la
vagina a la mente y de la mente a la vagina, ¿cómo es la sexualidad en la
actualidad?, mi sexo es mío, el animus femenino, guía de placeres para mujeres,
el juego, ser conscientes de la sexualidad y energía femenina, la conciencia de la
sexualidad, dificultades con el calentamiento: disfunciones, disfunciones sexuales,
por ultimo química corporal y droga.

El segundo apartado es el método, que está integrado por el objetivo general,


objetivos específicos, planteamiento del problema, hipótesis, tipo de estudio,

2
variables o factores, población, muestra, instrumento o técnica, diseño de la
investigación, captura de la información y procesamiento de la información.

Finalmente se presentan los resultados, discusión, conclusiones, sugerencias o


recomendaciones y referencias.

3
Resumen

El propósito de esta investigación fue comparar el índice de la función sexual


femenina que presentan las mujeres casadas y solteras con una vida sexualmente
activa en el municipio de Tejupilco, la hipótesis considerada es comparar, si existe
o no diferencia estadística en el índice del funcionamiento sexual en mujeres
casadas y solteras con una vida sexualmente activa, el tipo de estudio que se
utilizó fue el comparativo, la población se integró por mujeres casadas y solteras
del municipio de Tejupilco Estado de México.

La muestra fue de 82 mujeres del municipio de Tejupilco que reunieron las


siguientes características: estar casadas o solteras, que tuvieran por lo menos un
año de relación con su pareja, teniendo una vida sexualmente activa, con un
rango de edad de 18 a 30 años, que sepan leer y escribir, que no padezcan
ninguna enfermedad mental o una discapacidad física y sobre todo dispuestas en
participar en la investigación.

El instrumento o técnica que se utilizó en esta investigación fue índice de función


sexual femenina (IFSF) desarrollado por Rosen y Cols (2000), el cual consta de 19
preguntas y se agrupa en 6 dominios que son: deseo, excitación, lubricación,
orgasmo, satisfacción y dolor, se utilizó un diseño no experimental, para realizar
la captura de la información se pidió la participación a mujeres casadas y solteras
en un periodo indefinido.

Posteriormente se les explicó a cada una de las participantes los objetivos de la


investigación, se les dio a conocer que toda la información que ellas
proporcionaron a la investigación se analizaría de manera confidencial y que sus
datos personales no serían de ninguna manera expuestos o divulgados, por último
se les dio un cordial agradecimiento por su participación, y una vez capturada la
información se realizó el procesamiento de la misma, utilizando el programa SPSS
versión 20.0 para obtener frecuencia, media, porcentaje y gráficas de los
resultados obtenidos.

4
Índice

Presentación ........................................................................................................... 2

Resumen ................................................................................................................. 4

Introducción ............................................................................................................. 8

CAPITULO I FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA....................................................... 12

1.1 Sexualidad humana ..................................................................................... 12

1.2 Función sexual ............................................................................................ 12

1.3 Anatomía y fisiología sexual ........................................................................ 13

1.4 Anatomía de los genitales de la mujer ......................................................... 14

1.5 Órganos sexuales externos ......................................................................... 15

1.6 Órganos sexuales internos .......................................................................... 19

1.7 Respuesta sexual humana .......................................................................... 21

1.7.1 El sexo físico ......................................................................................... 23

1.8 Respuesta sexual femenina ........................................................................ 23

1.9 El acto sexual .............................................................................................. 25

1.10 Que ocurre con los genitales en el acto sexual ........................................... 25

1.11 Algo sobre la importancia de la intimidad .................................................... 26

1.12 Factores que estimulan o inhiben el deseo sexual femenino ...................... 29

1.13 Cambios físicos durante la respuesta sexual .............................................. 29

1.14 Sensualidad, provocación y excitación ........................................................ 30

1.15 Antes del orgasmo....................................................................................... 30

1.16 Clímax femenino.......................................................................................... 32

1.17 El punto G ................................................................................................... 33

1.18 Afortunadas nosotras multiorgasmia ........................................................... 34

5
1.19 Eyaculación femenina ................................................................................. 36

1.20 Lubricación en la vagina: placer de anfitriona ............................................. 36

1.21 Las mujeres y las zonas erógenas .............................................................. 37

CAPITULO II COSTUMBRES Y ACTITUDES DE LA MUJER .............................. 38

2.1 Psicología ........................................................................................................ 38

2.2 Costumbres sexuales ...................................................................................... 39

2.3 Mitos sexuales................................................................................................. 39

2.4 La sexualidad femenina existe ........................................................................ 41

2.5 Las relaciones íntimas ..................................................................................... 41

2.6 Desarrollar una sexualidad natural o sana ...................................................... 42

2.7 Una relación más satisfactoria ........................................................................ 42

2.8 Química sexual................................................................................................ 42

2.9 Ideas para fomentar la creatividad sexual ....................................................... 43

2. 10 La importancia de los sentidos ..................................................................... 44

2.11 Nuevas actitudes hacia el sexo ..................................................................... 45

2.12 Erotismo: aspectos descriptivos .................................................................... 45

2.13 Algo sobre la seducción femenina ................................................................. 49

2.14 De la vagina a la mente y de la mente a la vagina ........................................ 49

2.15 ¿Cómo es la sexualidad en la actualidad? .................................................... 50

2.16 Mi sexo es mío .............................................................................................. 51

2.17 El animus femenino ....................................................................................... 51

2.18 Guía de placeres para mujeres ..................................................................... 52

2.19 Ser conscientes de la sexualidad y energía femenina .................................. 52

2.20 La conciencia de la sexualidad ...................................................................... 53

2.21 Dificultades con el calentamiento: disfunciones ............................................ 54

6
2.22 Disfunciones sexuales ................................................................................... 54

2.23 Química corporal y droga .............................................................................. 56

Método .................................................................................................................. 60

Objetivos ............................................................................................................... 60

Objetivo general: ................................................................................................ 60

Objetivos específicos: ........................................................................................ 60

Planteamiento del problema .................................................................................. 60

Hipótesis................................................................................................................ 62

Tipo de estudio ...................................................................................................... 62

Variables ............................................................................................................... 62

Población............................................................................................................... 63

Muestra ................................................................................................................. 63

Instrumento ........................................................................................................... 64

Diseño de la investigación ..................................................................................... 65

Captura de la información ..................................................................................... 65

Procesamiento de la información .......................................................................... 65

Resultados ............................................................................................................ 66

Discusión ............................................................................................................... 76

Conclusiones ......................................................................................................... 82

Sugerencias .......................................................................................................... 83

Referencias ........................................................................................................... 84

Anexos .................................................................................................................. 88

7
Introducción

Oelrich (2006), la sexualidad se reconoce como una fuerza integradora de la


identidad, que contribuye a fortalecer y/o producir vínculos integrales, además de
ser el placer sexual, fuente de bienestar físico, psíquico, intelectual y espiritual,
que cuando está libre de conflictos y angustias promueve el desarrollo personal y
social.

A mediados del siglo XIX algunos científicos comienzan a interesarse


abiertamente por el estudio de la sexualidad. A finales de ese siglo se establecen
en materia de sexualidad principios muy represivos. Krafft-Ebing, representante de
esos principios y considerado predecesor de la Sexología, tuvo una influencia
decisiva en la Medicina y el Derecho, al realizar por primera vez la descripción
sistemática de determinadas conductas sexuales, pero lo hizo tomando como
criterio científico la moral dominante (Fader & Pacheco, 1994a citado por Real,
2010). Citan al principio y al final del enunciado y eso no es correcto

Havelock Ellis enfoca una nueva visión de la sexualidad y permitió adelantarse


varias décadas, con ideas hoy asumidas por casi todos los profesionales. Rechazó
planteamientos aceptados como verdades científicas, como que el placer es solo
deseable en el hombre y planteó que la mujer puede desear y obtener placer en
las relaciones sexuales (Fader & Pacheco, 1994b citado por Real, 2010).

Entre los muchos autores que llevaron a cabo estudios sobre la sexualidad, Kinsey
en los años cincuenta y Masters y Johnson a partir de los años sesenta, crean un
nuevo campo de estudio en la Sexología y revolucionan los conocimientos sobre
la sexualidad humana (Real, 2010).

Kinsey (1970), comenzó a interesarse por la sexualidad en 1938, cuando


comprendió que no había datos científicos sobre la sexualidad humana. Llegó a la
conclusión que la mejor manera de estudiar la sexualidad humana era por medio
de entrevistas personales. Como resultado de estos estudios publicó, dos grandes
informes: la sexualidad masculina en 1948 y la sexualidad femenina en 1953.

8
A pesar de las limitaciones técnicas de estos estudios, se inicia una forma nueva
de estudiar la sexualidad: la sociológica.

En 1966 Masters y Johnson concluyeron una investigación sobre la fisiología


sexual, que favoreció a la mujer. Se demostró que la capacidad de respuesta 23
sexual era igual o mayor a la del hombre. Esta investigación marcó un hito de
trascendencia en la liberación femenina. Se describieron 4 fases de la respuesta
sexual humana: excitación, meseta, orgasmo y resolución llamada respuesta
tetrafásica. Con posterioridad Helen Kaplan la simplificó y planteó la respuesta
bifásica (excitación y orgasmo). Esta misma autora en 1977, planteó la respuesta
trifásica (deseo, excitación, orgasmo) (Kaplan, 1976) citado por Real, 2010, p. 23)

Se impuso este tipo de respuesta y se comenzaron a estudiar las alteraciones de


estas fases como disfunciones Berman (2000) citado por Real (2010, p.23)

Berman, Werbin, Leahy y Goldstein (1999) citado por Real (2010, p. 23) dicen que
esto constituyó una herramienta de trabajo para la terapia sexual y fue la primera
vez que se propuso el factor hormonal androgénico, como causa orgánica del
deseo sexual.

Berman,(et., al(1999), citado por Real, (2010; p. 23) mencionan que en el segundo
quinquenio de los años 90 y el año 2000, los urólogos comenzaron a liderar
grupos multidisciplinarios para la investigación de la fisiología del clítoris, la vulva,
la vagina y sus relaciones con los sistemas neuroendocrino y vascular.

En las citas que remarque de rojo, corregir y apegarse al formato APA

Kaplan en 1974 efectúa un resumen interesante sobre la acción de las hormonas


sexuales masculinas y femeninas en la conducta en general y la respuesta sexual
en particular. Los estudios en cuanto a los determinantes endocrinos del
comportamiento sexual femenino han estado marcados por el hecho que se ha
tomado como referencia el comportamiento masculino y se han deducido algunos
aspectos del comportamiento sexual femenino; en 1975, Beach a partir de un
estudio realizado en roedores sugirió que el conocimiento desde el punto de vista
endocrino estaría facilitado considerablemente al separarlos en tres componentes

9
relacionados con la eficacia de la mujer como estímulo sexual, con la intensidad
con que la hembra busca al macho y provoca el comportamiento sexual, y el
deseo de recibir al macho en apareamiento (Robert, Rose & Edward, 1984).

Graziottin (2000) citado por Real (2010, p. 32) menciona que los estudios de
sexualidad de manera frecuente omiten la realización de pruebas endocrinas, y
los niveles de las hormonas involucradas en la RSF muchas veces son inferidos o
deducidos. En la actualidad existen datos relativamente escasos para evaluar los
influjos hormonales en el comportamiento sexual femenino, de modo especial en
aquellas que tienen buen estado de salud.

Pfaus (2009) citado por Real (2010, p.33) menciona que los bajos niveles de
testosterona se asocian a disminución del deseo sexual, así como a disminución
de la sensibilidad genital, y afectación del orgasmo. La fisiología sexual de la
mujer incluye una cantidad crítica de testosterona no solo para el desarrollo de
todos los tejidos sino para experimentar energía vital y libido.

La sexualidad es un aspecto central de la calidad de vida de la mujer y es el reflejo


de su nivel de bienestar físico, psicológico y social. Sin embargo, frecuentemente
en la práctica clínica vemos problemas serios de sexualidad. En un estudio
reciente hemos descrito que los trastornos de la sexualidad afectaban al 50% de
las mujeres de edad media, comprometiendo principalmente el deseo y la
excitación (Blumel, Binfa, Cataldo, Cararsco, Izaguirre & Sarra, 2002). Revisar la
redacción.

Es difícil estudiar un fenómeno tan complejo como es la sexualidad humana, ya


que este comportamiento ha variado en el tiempo y en los diferentes grupos
humanos. A esta diversidad debemos agregar además, las variaciones
individuales de la sexualidad (Gramegna, 2000 citado por Blumel, Binfa, Cataldo,
Cararsco, Izaguirre & Sarra, 2004).

Un gran avance, ha sido la clasificación realizada por la Asociación Psiquiátrica


Americana (APA, 1994) que ha agrupado los trastornos de respuesta sexual

10
normal en cuatro tipos: 1. trastornos del deseo; 2. trastornos de la excitación; 3.
falla orgásmica; y 4. dolor sexual.

La sexualidad conceptualmente compromete no sólo procesos psicológicos sino


que también orgánicos. Sin embargo, la clasificación de la APA se refiere sólo a
aspectos psicológicos. El International Consensus Development Conference on
Female Sexual Dysfunctions desarrolló una nueva clasificación; mantuvo las
cuatro áreas básicas y agregó dos más: lubricación y satisfacción (Basson,
Berman, Burnett, Derogatis, Fergurson, Fourcroy & Cols citado por Blumel, Binfa,
Cataldo, Cararsco, Izaguirre & Sarra, 2004).

Revisar la redacción de los apartados que se resaltaron en color rojo, en cuanto a


las citas apegarse al Manual APA.

11
CAPITULO I FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA

1.1 Sexualidad humana (Siguen desarrollando sus temas de una manera muy
breve)

Su Origen está en las raíces latinas que significan cortar o dividir, lo que hace
referencia a la división de los organismos en los géneros masculino y femenino.

Según Rathus et al., (2005) la sexualidad humana se define como las diferentes
maneras en que experimentamos y nos expresamos como seres sexuales. El
conocimiento de nosotros mismos como mujeres u hombres es parte de nuestra
sexualidad, como lo es la capacidad que tenemos para las experiencias y
respuestas eróticas. Nuestra sexualidad es una parte esencial de nosotros
mismos, nos comprometamos o no en una relación sexual o en una fantasía
sexual, o incluso si perdemos la sensación de nuestros órganos genitales debido a
una lesión.

1.2 Función sexual

Se define como un fenómeno relacionado con la reproducción, cuyas


características específicas son: capacidad de lograr la satisfacción sexual y
responder efectivamente a la relación sexual de pareja. Representa un aspecto
clave de la salud pélvica femenina, el cual ha emergido recientemente como tema
ampliamente discutido (Basson y Cols, 2003).

La sexualidad es un aspecto central de la calidad de vida de la mujer y es el reflejo


de su nivel de bienestar físico, psicológico y social. Sin embargo, frecuentemente
en la práctica clínica vemos problemas serios de sexualidad. En un estudio
reciente hemos descrito que los trastornos de la sexualidad afectaban al 50% de
las mujeres de edad media, comprometiendo principalmente el deseo y la
excitación (Blumel et al., 2004).

12
Los protagonistas principales de la relación sexual son los llamados órganos
sexuales. Estos se dividen en externos los que están a la vista y en internos los
que por encontrarse dentro del cuerpo no se aprecian a simple vista.

1.3 Anatomía y fisiología sexual

Los genitales poseen, tanto en hombres como en mujeres, la doble función de


reproducción y placer sexual. Las glándulas sexuales femeninas gónadas son los
ovarios, responsables de la producción con los óvulos que son expulsados uno por
mes desde la menarca (primera menstruación) hasta la menopausia (cese de la
producción) y que en caso de ser fecundados originan el huevo. Además, los
ovarios segregan dos hormonas: los estrógenos y la progesterona, que
determinan los caracteres sexuales secundarios femeninos.

El ovulo pasa del ovario al útero, donde anidara el huevo, a través de las trompas
de Falopio; el útero es un musculo hueco en forma de pera situado inmediata
mente detrás de la vejiga, que se conecta con los genitales externos a través de la
vagina, conducto musculo membranoso de 7 a 10 centímetros de largo y 3 a 5 de
diámetro.

La vulva constituye el conjunto de órganos genitales externos; ocupa gran parte


del periné, por delante del ano. Está formada por una zona cóncava llamada
vestíbulo, flanqueada por dos pliegues: los labios mayores y los labios menores.
En la parte delantera del vestíbulo se encuentra el meato uretral, el orificio por
donde se expulsa la orina, detrás de él, el orificio de la vagina serrado
parcialmente solo en la especie humana por una membrana denominada himen.
El himen esta perforado por un orificio cuya forma y dimensión varían de una
mujer a otra, que permite la evacuación de la sangre menstrual aun en las mujeres
vírgenes. A cada lado del vestíbulo se encuentran los labios menores o ninfas; se
unen adelante rodeando con un capuchón mucoso un órgano situado por delante
del meato.

El clítoris está formado por un tronco y una zona más abultada, el glande, que es
lo único visible bajo los labios menores. Posee una inervación muy rica y la

13
estimulación tanto del tronco como del glande provoca su erección y el aumento
de volumen. Circundando parcialmente los labios menores, están los labios
menores, pliegues cutáneomucosos que recubren los labios menores y el
vestíbulo; en el curso del acto sexual, se separan. Los labios mayores se unen
adelante a nivel del monte de venus, zona situada delante del pubis y
almohadillada por tejido adiposo. La cara interior de los labios está recubierta por
una mucosa rozada y la externa, como también el monte de venus de vellos
pubianos.

Tras la vulva, en el límite entre el himen y los labios menores, están las glándulas
de bartholin, que en el momento del acto sexual segrega una serosidad espesa
que lubrica la entrada vaginal.

1.4 Anatomía de los genitales de la mujer

Kusnetzoff, (2003) los genitales tienen, tanto en hombres como en mujeres, la


doble función de reproducción y placer sexual. Las glándulas sexuales femeninas
gónadas son los ovarios, responsables de la producción con los óvulos que son
expulsados uno por mes desde la menarca (primera menstruación) hasta la
menopausia (cese de la producción) y que en caso de ser fecundados originan el
huevo. Además, los ovarios expulsan dos hormonas: los estrógenos y la
progesterona, que determinan los caracteres sexuales secundarios femeninos.

El ovulo pasa del ovario al útero, donde anidara el huevo, a través de las trompas
de Falopio; el útero es un musculo hueco en forma de pera situado
inmediatamente por detrás de la vejiga, que se conecta con los genitales externos
a través de la vagina, conducto musculo membranoso de 7 a 10 centímetros de
largo y 3 a 5 de diámetro (Kusnetzoff, 2003).

La vulva constituye el conjunto de órganos genitales externos; ocupa gran parte


del periné, por delante del ano. Está formada por una zona cóncava llamada
vestíbulo, flanqueada por dos pliegues: los labios mayores y los labios menores.
En la parte delantera del vestíbulo se encuentra el meato uretral, el orificio por
donde se expulsa la orina, detrás de él, el orificio de la vagina serrado

14
parcialmente solo en la especie humana por una membrana denominada himen
(Kusnetzoff, 2003).

El himen esta perforado por un orificio cuya forma y dimensión varían de una
mujer a otra, que permite la evacuación de la sangre menstrual aun en las mujeres
vírgenes. A cada lado del vestíbulo se encuentran los labios menores o ninfas; se
unen adelante rodeando con un capuchón mucoso un órgano situado por delante
del meato. El clítoris está formado por un tronco y una parte más abultada, el
glande, que es lo único que se puede observar bajo los labios menores. Posee
una inervación muy rica y la estimulación tanto del tronco como del glande
provoca su erección y el aumento de volumen. Circundando parcialmente los
labios menores, están los labios menores, pliegues cutáneomucosos que recubren
los labios menores y el vestíbulo; en el curso del acto sexual, se separan
(Kusnetzoff 2003).

Kusnetzoff (2003), los labios mayores se unen adelante a nivel del monte de
venus, zona situada delante del pubis y almohadillada por tejido adiposo. La cara
interior de los labios está recubierta por una mucosa rozada y la externa, como
también el monte de venus de vellos púbicos.

Tras la vulva, en el límite entre el himen y los labios menores, están las glándulas
de bartholin, que en el momento del acto sexual segrega una serosidad espesa
que lubrica la entrada vaginal (Kusnetzoff, 2003).

1.5 Órganos sexuales externos

Los órganos sexuales femeninos se pueden dividir en órganos sexuales externos


o genitales, que son los que podemos ver, y órganos sexuales internos, a los
cuales no tenemos acceso a simple vista. Los órganos genitales reciben en
conjunto el nombre de vulva. Las diferentes partes de la vulva son el Mons pubis,
que se llama también Mons benedis o monte de venus, los labios mayores, los
labios menores, el clítoris y la abertura vaginal (Coloma, 2000)

 El monte de venus

15
Consiste en el tejido graso que cubre la zona de unión de los huesos púbicos en la
zona frontal del cuerpo, por debajo del abdomen y por encima del clítoris, en la
pubertad el monte se cubre con vello púbico que puede ser espeso y rizado, pero
esto puede variar entre las mujeres tanto en ondulación como en textura y color, el
vello púbico captura las secreciones químicas que exuda la vagina durante la
excitación sexual. El monte funciona como un cojín durante la relación sexual
(Rathus et al., 2005)

 Los labios mayores


Son grandes pliegues de piel que discurren hacia abajo desde el monte de venus
a lo largo de los labios de la vulva. En algunas mujeres los labios mayores son
más gruesos y abultados, en otras son más delgados, planos y menos notables.
Las superficies exteriores de los labios mayores, por la zona de los muslos, están
cubiertas de vello púbico piel más oscura que los que encontramos en los muslos
y los labios menores. A ellos legan gran cantidad de terminaciones nerviosas que
responden a la estimulación y son susceptibles de producir placer sexual (Rathus
et al., 2005)

 Los labios menores


Son dos membranas desprovistas de pelo y de color claro, localizadas entre los
labios mayores. Rodean las aberturas uretral y vaginal. Las superficies exteriores
de los labios menores se unen a la de los labios mayores, en la parte superior se
une el prepucio del clítoris, los labios menores están muy vascularizados y poseen
muchas terminaciones nerviosas, lo que los hace extremadamente sensibles a la
estimulación sexual, cuando se estimulan se oscurecen y se hinchan llenándose
de sangre (Rathus et al., 2005).

 El clítoris
Deriva de la palabra griega kleitoris, que significa colina o pendiente. Recibe su
nombre de la manera en que se monta sobe el pene y forma un montón de tejido
esponjoso en el glande, el cuerpo del clítoris (tallo clitoridiano) mide unos 25 mm
de largo y 6 mm de ancho. Es conocido por muchos nombres, desde bijou (joya) a

16
pokhotnik (lujuria). El clítoris es el único órgano sexual cuya única función
conocida es la experimentación de placer (Rathus et al., 2005)

El clítoris es un órgano exclusivo de la mujer, llamado el órgano del placer porque


su única función es intervenir en la obtención del orgasmo (Castaño & Palacios,
2009).

 Excitante clítoris
Paramo (2009), habiendo cubierto con éxito los preliminares, una adecuada
estimulación del clítoris inicia la ascensión hacia la excitación sexual. La sala de
calderas de la libido va pidiendo con incremento aceleración más combustible a
medida que los receptores sensoriales van aumentando la producción de
hormonas y neurotransmisoras. El frenesí bioquímico, en creciente sexual,
encuentra finalmente salida en una explosión orgásmica.

Cuando en las relaciones sexuales se domina este proceso, predispone más y


mejores relaciones sexuales; crea un lazo de fidelidad con la pareja, gracias al
juego neutro, bioquímico de hormonas, como la oxitocina, que crea en la mujer
confianza, tranquilidad, entrega, unido a neurotransmisores que la dan
sensaciones de bienestar por ser antidepresivos, anti estrés, anti ansiedad
(Paramo ,2009).

Una adecuada estimulación del clítoris favorece a un mayor riesgo sanguíneo en


el área genital (ver en anatomía como todo el clítoris aumenta de tamaño). Al ir
aumentando la excitación, la vagina también incrementa su vascularización,
segregando lubricante que arregla el camino de bienvenida al pene. El conducto
vaginal se despliega (las paredes de la vagina están siempre pegadas entre sí, el
conducto vaginal no existe nada más que para el coito y el parto), y en ese
momento la vagina está preparada para actuar como un aspirador (Paramo,
2009).

La excitación está alcanzando su máximo de tensión: el deseo de la mujer de que


el pene entre en su vagina es de tal intensidad que se consume de pura ansiedad
para sentirlo y abrazarlo. Es cierto que unas mujeres necesitan gran estimulación

17
que otras, ya sea en tiempo, intensidad o velocidad, para llegar a la excitación,
pero eso dependerá del descompás excitante entre el cerebro y la vagina (Paramo
,2009).

Cuando el pene se penetra en la vagina, este sentirá la calidad acogida que se le


dispensa, la lubricación en las paredes mejora su acceso a un medio agradable y
deseable, invitándole a quedarse, el lubricante vaginal (que produce la vagina de
forma normal) también contrarrestara el miedo (ph) acido, existente en la vagina
(para protegerse de infecciones), a fin de mejorar la supervivencia de los
espermatozoides cuando entren en ella y asegurara que alguno de ellos, el mejor,
puede llegar al ovulo y fecundarlo (Paramo ,2009).

 El vestíbulo
Es el camino de entrada se refiere al área dentro de los labios menores que
contienen las aberturas hacia la vagina y la uretra. Al vestíbulo llegan gran
cantidad de terminaciones nerviosas lo que lo hace muy sensible al estímulo
sexual táctil o de otro tipo (Rathus et al., 2005)

 La abertura uretral
La proximidad de la abertura uretral a los órganos sexuales externos puede
provocar problemas higiénicos en las mujeres sexualmente activas (Rathus et al.,
2005)

 La abertura vaginal
Lo que se ve es la abertura vaginal o introitus, cuando uno aparta los labios
menores (Rathus et al., 2005)

 El himen
Es un pliegue de tejido sobre la abertura vaginal que está presente al nacer y
puede permanecer en parte intacto, por lo menos hasta que una mujer realiza el
coito, por esta razón se ha llamado la virginidad (Rathus et al., 2005)

 El perineo
El perineo comprende el tejido superficial subyacente entre la abertura vaginal y el
ano. Al perineo llegan gran cantidad de terminaciones nerviosas. La estimulación

18
del aria puede elevar la excitación sexual. Muchos médicos realizan una incisión
perineal rutinaria durante el parto, llamado episiotomía, para facilitar (Rathus et al.,
2005)

 Los bulbos vestibulares


Los bulbos vestibulares están unidos al clítoris en lo alto y se extiende hacia abajo
a lo largo de los lados de la abertura vaginal. La sangre los congestiona durante la
excitación sexual inflando la vulva y alargando la vagina (Rathus et al., 2005)

Antes se creía que la fuente de la lubricación vaginal, o humedad que


experimentan las mujeres durante la excitación sexual, se producía por las
glándulas de Bartholin. Ahora se sabe que la congestión de los tejidos vaginales
durante la excitación sexual es el resultado de una forma de sudoración a lo largo
de la pared vaginal. Durante la excitación sexual, la presión de esta congestión
causa la humectación de muchos capilares que están en la pared vaginal y esta
humedad atraviesa el revestimiento vaginal, formando la base de la lubricación
(Rathus et al., 2005)

1.6 Órganos sexuales internos

Según Coloma (2000), los órganos sexuales internos son los ovarios, los tubos
uterinos o trompas de Falopio, el útero o matriz, la vagina y algunas otras
estructuras accesorias.

 La vagina
La vagina se extiende hacia atrás y hacia arriba de la abertura vaginal,
normalmente mide en reposo entre 76 y 127 mm de largo. La vagina normalmente
se representa como un canal o un barril, pero cuando está en reposo es como un
tubo muscular. Sus paredes son al tacto como los dedos de un guante vacío. La
vagina se extiende en longitud y anchura durante la excitación sexual (Rathus et
al., 2005)

19
 El cuello uterino
El cuello uterino es la parte final más baja del útero, sus paredes, como las de la
vagina producen secreciones que contribuyen al equilibrio químico de la vagina.
La abertura en medio del cuello uterino normalmente tiene la anchura de una
hebra de heno (Rathus et al., 2005)

 El útero
El útero es el órgano donde un ovulo fertilizado se implanta y se desarrolla hasta
el nacimiento (Rathus et al., 2005)

 Las trompas de Falopio


Las trompas de Falopio miden aproximadamente 10 cm de longitud y se extienden
desde la parte final del útero hasta los ovarios. La parte de cada tubo más cercana
al útero es el istmo, que se ensancha en la ampolla cuando se aproxima al ovario
(Rathus et al., 2005)

 Los ovarios
Los ovarios son órganos almendrados que miden unos 40 mm de largo, están
situados a cada lado del útero, al cual están unidos por las ligaduras ováricas. Los
ovarios producen los ovulas y las hormonas sexuales femeninas el estrógeno y la
progesterona (Rathus et al., 2005)

 Los pechos
Los pechos son caracteres sexuales secundarios, es decir, distinguen a las
mujeres de los hombres pero no están involucrados directamente en la
reproducción (Rathus et al., 2005).

Han sido y son “la obsesión de los hombres”. Las mujeres están conscientes de
eso y muchas de ellas viven también obsesionadas intentando mejorarlos,
agrandarlos, reducirlos, según los casos. Contribuye a todo esto la lamentable
publicidad que se hace explotando a las mujeres como objeto erótico, o el uso
difuminado de fotografías o imágenes de actrices o vedettes (Kusnetzoff, 2003).

20
Kusnetzoff (2003) el recorte y la parcialización de la persona femenina en estos
casos sirven de ejemplo de motivación, tanto de hombres como de mujeres. Ríos
de dinero corren cada mes en cosmética, gimnasia correctiva, cirugía, aparatos
infernales prometedores de “estética”, “juventud “y “belleza”. Se suele entender
tarde cuando se comprende, que si bien la estética es primordial, es solo una
parte de la compleja trama erótica, y no se disminuye a lo visual.

No sentirse menos por ser distinto del ideal y recordar que la sensualidad reside
en muchos factores simultáneos ayuda a la mujer a entregarse sin temores,
tensiones ni vergüenza al acto de amor (Kusnetzoff, 2003).

 Los pechos y respuesta sexual


La mayor parte de las mujeres disfrutan bastante de las carisias y besos en los
senos, lo que, afortunadamente, también la mayoría de los hombres están muy
dispuestos a brindar. Para los olvidadizos, siempre queda el recurso de guiar sus
manos o su boca, o formular un pedido expreso (Kusnetzoff, 2003).

Kusnetzoff (2003), tampoco debe creerse “anormal” aquella a quien algunos roces
le resultan incomodos o incluso dolorosos, porque para ser eficaz, el estímulo de
la región ha de ser delicado y suave debido a su extrema sensibilidad. Si bien toda
la estructura de las mamas es sensible, algunas partes lo son más que otras. Su
parte central es evidentemente la que más reacciona al tacto, ya que las
terminaciones nerviosas de la areola y el pezón están enlazadas con áreas
especiales en el cerebro medio y la neurohipofisis.

 El pezón
El pezón que queda en el centro de la areola, contiene fibras musculares lisas que
hace que el pezón se ponga erecto cuando se acortan. La areola es el área que
rodea el pezón. Los pezones son ricos en terminaciones nerviosas, de tal manera
que el estímulo de los pezones eleva la excitación sexual para muchas mujeres
(Rathus et al., 2005).

1.7 Respuesta sexual humana

21
La respuesta sexual humana, son aquellos cambios fisiológicos que se producen
en el hombre y en la mujer, tanto en los genitales como en todo el cuerpo, cuando
se da una estimulación sexual. En primer lugar, debemos considerar los hechos y
situaciones que pueden constituirse como estímulos sexuales. Los estímulos
externos son percibidos por uno o varios órganos de los sentidos: vista, tacto,
gusto, oído y olfato; en cambio, los originados en el interior son principalmente las
fantasías, recuerdos y sueños (Álvarez, 1996).

Hay mujeres que se excitan y experimentan mucho placer por caricias en los
pechos, mientras que para otras esto en ocasiones no solo es desagradable, sino
repulsivo (Álvarez, 1996).

El gusto y el olfato, íntimamente relacionados pueden ser un importante elemento


para proporcionar o terminar la excitación, y por tanto, propiciar una buena
relación sexual. Aquí hablamos sobre todo de pulcritud y aseo adecuados. En
cuanto a llevar al extremo el deseo de pulcritud, podemos decir que, en las
mujeres, los frecuentes lavados y duchas vaginales, dañan, a la larga, la mucosa
de la vagina (Álvarez, 1996).

El tacto es uno de los principales elementos para la estimulación sexual efectiva,


por lo cual en este aspecto también es indispensable conocer los gustos y
preferencias de nuestra pareja. En ciertas personas las caricias, en lugar de
producir excitación, son desagradables, por esto es muy importante la
comunicación, expresar lo que nos gusta y lo que nos desagrada, para lograr dar y
recibir caricias placenteras y estimulantes (Álvarez, 1996).

El oído para algunas personas es muy estimulante escuchar exclamaciones de su


pareja; otras se sientan muy excitadas cuando, durante la relación sexual el
compañero expresa cualquier tipo de sentimiento (Álvarez, 1996).

En cuanto a los estímulos provenientes del interior, mencionamos los recuerdos y


fantasías. Ambos hechos, esencialmente internos, consisten en los procesos
mentales del individuo y desempeñan un papel muy importante en la excitación y

22
estimulación sexual. Con la fantasía se pueden realizar todos los actos y
transportarnos a cualquier situación (Álvarez, 1996).

Según Barrios (2005), la respuesta sexual humana es ante todo, la integración de


procesos fisiológicos que generan el placer sexual o erotismo: deseo, excitación y
orgasmo/eyaculación. Estos procesos suponen la participación del sistema
nervioso central, periférico y autónomo, así como de neurotransmisores y algunas
hormonas. Son cuatro los fenómenos de la RSH:

 Cambios químicos y eléctricos en la membrana de las células naturales


que originan actividad neurotransmisora y neurosecretora.
 Cambios en los vasos sanguíneos: vasocongestión por incremento en el
flujo de sangre.
 Actividad muscular, contracciones en los músculos liso y estriado.
 Sensación subjetiva (emocional) de placer.

1.7.1 El sexo físico

Según Castaño & Palacios (2009), todas las mujeres responden de forma similar,
a nivel fisiológico ante la excitación. Las respuestas sexuales femeninas son muy
similares entre si y muy parecidas a las respuestas sexuales masculinas. Las
mujeres muestran pequeñas diferencias en el comportamiento sexual:

 Tardan más en conseguir los niveles de excitación.


 Pueden necesitar más tiempo para conseguir el orgasmo.
 Una vez alcanzado el orgasmo se produce una satisfacción física
pero en ocasiones la mujer mantiene cierto nivel de excitación.

El sexo se mueve entre la búsqueda de sensaciones gustosas y el encuentro, en


muchas ocasiones, de sensaciones desagradables entre la satisfacción y la
frustración, el placer y el dolor (Castaño & Palacios, 2009).

1.8 Respuesta sexual femenina

23
Según Álvarez (1996), durante la fase de excitación, el principal cambio que se da
es la lubricación vaginal; durante esta se produce un líquido que humedece la
vagina, especialmente en el tercio externo; los labios mayores al llenarse de
sangre, aumentan de tamaño y se separan, es decir, se entreabren; los labios
menores también aumentan de tamaño y se expanden ligeramente. El clítoris se
congestiona de sangra y aumenta de tamaño, esta circunstancia hace que sea
extremadamente sensible, al grado que las caricias directas pueden ser molestas
en vez de producir placer o excitación.

Los cambios que se dan en los órganos sexuales internos consisten en las
modificaciones que se presentan en los tercios internos vaginales y en el útero o
matriz, el cual se yergue, y pierde parcialmente la anteroversion que tenía en
estado de reposo; ello provoca que el fondo de la vagina se expanda, formándose
una especia de bolsa invertida (Álvarez, 1996).

Asimismo otras partes del cuerpo sufren cambios durante la fase de excitación;
por ejemplo los pechos de la mujer pueden aumentar ligeramente de tamaño, pero
sobre todo se presenta erección de los pezones, en el resto del cuerpo pueden
darse fenómenos de tensión muscular, en ocasiones con algunos movimientos
involuntarios (Álvarez, 1996).

Durante la fase que Masters y Johnson denominaron meseta hay ciertos cambios
importantes, que de no conocerse pueden dar la impresión de que se ha perdido
la excitación, tal es el caso del retraimiento del clítoris, es decir, parece que
desaparece y deja de ser visible. Los fenómenos que revisamos en el resto de los
órganos se acentúan durante esta fase. Es importante mencionar que las areolas
(zonas oscuras que rodean los pezones) se congestionan y al observarlas
pareciera que los pezones hubieran perdido su erección. La tensión muscular es
todavía en la mayor, en especial los músculos de la cara, lo que da lugar a una
expresión facial tensa que indica un estado avanzado de excitación (Álvarez,
1996).

Después de la meseta sobreviene la fase de orgasmo que Kaplan llama


mioclónica o de contracciones musculares. Estas se producen sobre todo en la

24
musculatura de órganos sexuales tanto interna como externa, son involuntarias, y
tienen un efecto fundamentalmente liberador de la tensión y la vasocongestión. Es
obvio que el factor más importante del orgasmo es la intensa sensación de placer,
cuya situación varía muchísimo de una persona a otra. En cuanto al orgasmo
femenino es importante señalar algunos hechos de reciente investigación: el
primero se refiere a que algunas mujeres son capaces de una multiorgasmia, es
decir, pueden tener más de un orgasmo sin necesidad de que se inicie un nuevo
ciclo de respuesta, en algunas se da con continuidad y sobreviene después de
que la tensión disminuye un poco (Álvarez, 1996).

1.9 El acto sexual

El acto sexual propiamente dicho comienza con la lenta introducción del miembro
en la vagina. En la primera fase ambos compañeros pueden dominar su
excitación, aumentar o inhibir la voluntad. La vagina se humedece y la introducción
y los movimientos órgano masculino no son dolorosos sino muy agradables,
cuando más suave y lento es el movimiento, mayor es el placer que prepara la
completa satisfacción (Reich, 1974)

1.10 Que ocurre con los genitales en el acto sexual

Según Cao (2009), en la mujer excitada sexualmente se alteran los pezones,


adoptando el aspecto de arrugados al endurecerse, como consecuencias de la
oxitocina. El clítoris igualmente manifiesta el proceso de erección, que puede ser
más o menos pronunciado en dependencia de las características de cada mujer.
La vagina y vulva se humedecen como mecanismo natural de lubricación, tan
necesario para realizar el acto sexual.

En realidad para detectar los efectos físicos de la excitación en una mujer se


requiere de una observación detenida de las partes más íntimas de ella, algo que
puede resultar poco agradable aun para las voluntarias menos pudorosas. Este
hecho ha limitado enormemente el desarrollo de investigaciones sobre los efectos
de la excitación sexual en la mujer (Cao, 2009)

25
En las mujeres, el no alcanzar el orgasmo o padecer dolores o molestias durante
el acto sexual es una situación más frecuente que la disfunción eréctil en los
hombres. Existen estadísticas de las más diversas fuentes, acerca de la
frecuencia en que hombres y mujeres presentan problemas durante el acto sexual.
A esa situación en la mujer se denomina disfunción sexual (Cao, 2009).

1.11 Algo sobre la importancia de la intimidad

 Primer nivel o nivel de excitación


Kusnetzoff (2003), es el nivel de la atracción física. Los estímulos capases de
llevar hasta allí a una mujer son distintos y cambian de una a otra y de una etapa a
otra de la vida. A veces, recuerdos genes placenteras y de otros momentos
vividos, a veces recuerdos de alguna lectura o de una película, y casi siempre, la
combinación de estos dos o tres factores, disparados por la presencia de un
hombre, su comportamiento, una mirada, o tal vez el rose de sus manos en una
presentación formal. Estas imágenes son casi siempre tan fugaces que las
mujeres suelen afirmar que no las han experimentado, sino que se han sentido
eróticamente atraídas en forma repentina.

Es favorable recordar aquí una de las diferencias principales ente el varón y la


mujer: mientras el primero se excita principalmente con estímulos visuales; la
mujer requiere esencialmente de los táctiles. Otra característica es que la mujer
suele excitarse más tardado que el hombre. De hecho, el estado de excitación
suele a aumentar en intensidad cuando en una atmosfera de intimidad, los
cuerpos se rozan o son estimuladas determinadas zonas muy sensibles, no
precisamente con los cuerpos desnudos, si bien sabemos que el contacto ° piel a
piel ° proporciona incentivos directos y muy fuertes (Kusnetzoff, 2003).

Existen varios hombres y mujeres con la costumbre de desvestirse rápidamente,


en la suposición de aumentar al máximo la excitación sexual; si bien esta práctica
en varias ocasiones es efectiva, en muchísimas otras no. Hay numerosas
personas, de ambos sexos, que necesitan de un tiempo límite de excitación

26
estando vestidos, o con poca ropa, pero no desnudos totalmente (Kusnetzoff,
2003).

Kusnetzoff (2003), volviendo al periodo de excitación anteriormente dicho, en la


mujer se caracteriza por la aparición de una exudación más o menos espesa en
las paredes de la vagina, capaz de lubricarla y facilitar así la posible penetración.

Esta lubricación es la señal específica, importante indicador para la mujer y para


su compañero de que la psiquis y el orgasmo como en todo coordinado,
responden en forma agradable, a los estímulos eróticos. Esta sensación de
humedad que llega a los genitales externos femeninos, suele ser de agrado y es
acompañada de una suave relajación de los músculos que rodean la entrada
vaginal.

Simultáneamente se produce la erección de los pezones la dilatación de las


areolas, el aumento del diámetro del tallo clitoridiano; los labios mayores se
apartan del orificio vaginal y los menores aumentan de tamaño. Todas estas
reacciones son dirigidas por delicados mecanismos neuroquímicos. Así, de la
lubricación vaginal es responsable uno o varios intermediarios químicos
dependiente del sistema llamado parasimpático (la acetilcolina, por ejemplo) cuya
misión principal es dilatar los vasos sanguíneos para lograr un mayor flujo de
sangre a la pelvis (Kusnetzoff, 2003).

 Segundo nivel o fase de meseta


Kusnetzoff (2003), normalmente la fase de excitación de paso a este segundo
nivel que se denomina de “meseta”, porque la excitación se sostiene en niveles
altos, y tiende a no subir ni descender. Este es un periodo de intenso goce. La
excitación llegar con demasiada nitidez a la corteza cerebral y tanto la mujer como
el hombre pueden controlar todos sus actos.

Mencionamos que pueden controlar todos sus actos por que como característica
primordial el periodo o nivel siguiente, el orgasmo, es incontrolable; es como un
dique rebalsado de agua. Para la mujer es favorable permanecer un prolongado
tiempo en la fase de meseta. Y es bueno porque le permite un adecuado llenado

27
de sangre en toda la cavidad pélvica, donde están sus genitales. Este llenado es
fundamental para luego tener un orgasmo satisfactorio (Kusnetzoff, 2003).

El hombre puede excitarse fácilmente, por lo menos, más primero que su


compañera, y eso es debido, sin duda, a que para llenar sus órganos genitales de
sangre, es decir asegurar la erección, se necesita apenas 20 a 30 cm cúbicos, sin
embargo la mujer necesita el triple, por lo menos para garantizar la excitación
constante y una agradable lubricación. He aquí el gran secreto. Los varones tienen
que saber estimular a la mujer, pero tan importante como ello es que conozcan el
tiempo que ella necesita para alcanzar un grado óptimo de excitación (Kusnetzoff,
2003).

 Tercer nivel o de orgasmo propia mente dicho


Este lapso es, a todas luces, de mucha menor duración que los anteriores, pero de
alto nivel en cantidad y calidad de placer. En realidad su duración no puede ser
calculada porque tiene fuertes componentes psicológicos. Decimos por lo general
que dura un instante. Y como mencionamos anteriormente, es mucho más fácil
experimentarlo y sumergirse en él, que explicarlo con palabras (Kusnetzoff, 2003).

Kusnetzoff (2003), las sensaciones producidas son intenso alivio, como


desprenderse bruscamente de una carga de tensión acumulada durante un cierto
periodo. Algo así como subir lentamente por la escalerilla a un tobogán muy alto, y
luego sostenerse allí por un tiempo, soltarse así abajo en una caída anunciada,
cargada de tensión, pero alegre, vivaz y relajante.

 Cuarto nivel o de resolución


Este cuarto nivel hace referencia al periodo de “deslizamiento suave “que va
desde el principio del descenso de la sensación orgásmica hasta el descanso final.
Se trata de una fase o nivel agradable con sensación de plenitud y bienestar. Esta
fase es muy importante en la mujer, el descenso (orgasmo simple) ovarios
seguidos de sus correspondientes elevaciones (orgasmo múltiple). Esta última
capacidad de tener muchos orgasmos en un solo coito, es una de las grandes
diferencias con los varones (Kusnetzoff, 2003).

28
1.12 Factores que estimulan o inhiben el deseo sexual femenino

Según Castaño y Palacios (2009), el deseo sexual femenino está constituido por
memorias conscientes e inconscientes que se han ido formando a lo largo de la
vida, en el deseo intervienen numerosos factores que lo estimularan o inhibirán
como:

 El estado de salud físico y mental.


 La anatomía femenina, el cuerpo y los genitales femeninos.
 Las hormonas sexuales-el cerebro femenino.
 El hecho de ser mujer-la mente femenina.
 Las relaciones de pareja-el género femenino y el masculino.
 Las experiencias sexuales previas: agradables y desagradables

1.13 Cambios físicos durante la respuesta sexual

El principal fenómeno que se da ante la excitación es la vasocongestión, es decir,


la acumulación de la sangre en la zona pélvica; esta congestión de sangre en la
mujer provoca la lubricación vaginal. A nivel psicológico lo que sucede
fundamentalmente es un aumento de tensión tendiente a buscar mayor
estimulación y a aumentar el acercamiento con la otra persona. Cuando esta
excitación llega a su nivel más alto, puede permanecerse así hasta que se
desencadena el segundo fenómeno físico de la respuesta sexual: la fase
mioclónica o fase orgásmica; esta consiste físicamente en una serie de
contracciones musculares sobre todo a nivel genital que liberan la vasocongestión
y, a nivel psicológico, provocan una sensación de gran placer, muchas veces difícil
de describir (Álvarez, 1996).

 Cambios durante la excitación


 Lubricación vaginal, hinchazón de clítoris, labios mayores, menores y
uretra.
 Elevación del útero, alargamiento y dilatación de la vagina.
 Retracción y elevación del clítoris y congestión de los labios menores.

29
 Si se llega al orgasmo se producen contracciones en vagina, pelvis y ano
también se producen secreciones que pueden ser muy abundantes,
dependiendo de cada mujer, del grado de excitación, de la etapa del ciclo
menstrual, del nivel hormonal y de la edad.

1.14 Sensualidad, provocación y excitación

Según Océano Grupo Editorial (s.f.), saber acariciar y saber disfrutar con las
caricias son habilidades susceptibles de aprendizaje y de entrenamiento, que cada
persona ha realizado en distinta medida a lo largo de su vida, sin que nunca sea
tarde para dedicarles atención. Esta aptitud tiene una clara relación con la facilidad
de cada persona para comunicarse con los demás, puesto que no podemos
olvidar que la sexualidad es una forma de comunicación: la más íntima, la que
implica más expresión de sentimientos, de deseos, de placer, a la vez que es la
requiere más sensibilidad hacia las necesidades del otro, mas empatía. La
sexualidad es una forma de comunicación muy completa y variada: durante las
relaciones sexuales se expresan ternura, atención, cariño, complicidad, seducción,
apasionamiento, alegría y calma a la vez, en una secuencia de comportamientos
enlazados por el deseo.

1.15 Antes del orgasmo

Para unas estas contracciones son rítmicas y no se interrumpen hasta llegar hasta
llegar al orgasmo, para otras se produce una fase de contracciones rítmicas
fuertes y aceleradas, luego, hay una especie de pausa, y después se vuelven a
producir a las contracciones cada vez más intensas hasta llegar al punto final o el
orgasmo (Castaño & Palacios, 2009).

 El desencadenante de la respuesta sexual femenina


La mujer parte de un estado físico donde hay un deseo neutral, todavía no hay un
deseo sexual ni un deseo con significados eróticos; si ella se siente bien y conecta
con un estímulo sexual externo y permite que ese estimulo la excite, entonces se

30
producirá un aumento de la excitación a nivel genital y de las zonas erógenas, la
confianza en sí misma y en esos estímulos sexuales externos que reciba, la
sensación de bienestar y la seguridad que le aporta esa situación sexual vivida
hará que su deseo sexual se despierta de nuevo (Castaño & Palacios, 2009).

No hay una relación directa entre el deseo, la excitación y el orgasmo como ocurre
en el hombre, las mujeres necesitan analizar y sentirse seguras de todo el
proceso. A partir de que el deseo neutral se transforma en deseo sexual sienten la
necesidad de confiar en esa situación (Castaño & Palacios, 2009).

 ¿Qué es el orgasmo?
Del griego orgao, “hervir de ardor”, el orgasmo es una descarga de la tensión
muscular en una serie de contracciones. No tiene una expresión única: difiere de
un sexo a otro, de un individuo a otro y de una experiencia a otra (Kusnetzoff,
2003).

El orgasmo es un hecho complejo donde intervienen factores fisiológicos,


neurohumorales, endocrinos y, en forma predominante, psicológicos. Las
sensaciones producidas en la piel y los músculos, principalmente en las zonas
erógenas, genitales, pechos y labios envían las informaciones al sistema nervioso
central. Allí se producen complejísimas reacciones neuroquímicas, muchas de
ellas aún desconocidas, e impactan sobre centros del cerebro medio e inferior,
donde se encuentran grandes acumulaciones de neuronas, responsables de los
impulsos más primitivos, entre otros, los de la sexualidad; de allí, se emiten luego
señales para la corteza cerebral y la mujer entonces toma conciencia de las
sensaciones de placer y, sobre todo, de su significado (Kusnetzoff, 2003).

Kusnetzoff (2003), todo esto, claro está, dura muy pocos segundos y está
acompañado de movimientos casi automáticos de todas partes del cuerpo y en
especial de la pelvis y los órganos genitales: vagina y útero.

 El orgasmo no es un fin sino un medio


Kusnetzoff (2003), la preocupación por el orgasmo, por llegar a él, por mejorar su
calidad, por prolongarlo, por tener más de uno, puede hacer perder de vista todo lo

31
demás, el placer del mero contacto, del intercambio de afecto, de dar placer al
otro. Disfrutar, gozar de los momentos de estar juntos es, seguramente,
indispensable. Tener orgasmos es un derecho que puede tener cualquier mujer,
pero tenerlos con la condición de un clima de amor y ternura antes, durante y
después: sobre todo después de él.

La excitación vaginal produce sensaciones voluptuosas de tumescencia de las


mucosas vulvo-vaginales y movimientos orbiculares ritmados de progresión
ondulatoria, desde el exterior hacia el interior, del cuerpo de la mujer (Dolto, 1984)

El orgasmo útero-anexial se caracteriza por movimientos del cuerpo uterino que se


balancea de adelante atrás y de atrás adelante con una cierta articulación
ritmada del cuello sobre el cuerpo uterino, con movimientos ondulatorios del
cuerpo uterino que siguen de la vagina. El orgasmo útero-anexial siempre es para
una mujer plena mente satisfactorio, tanto desde el punto de vista emocional como
físico. Nunca va seguido por dolores esposa ticos, ni de vaginismo seccional
pasivo o activo (Dolto, 1984)

1.16 Clímax femenino

El pene, al terminar de eyacular, pierde con mucha facilidad la congestión vascular


y se relaja en la última fase de la respuesta sexual, ya que el pene tiene además
otra función que es el ser conducto hacia el exterior de la orina. No sucede igual
con el clítoris: su única función es el place, no tiene ninguna más, esto hace que el
clítoris no tenga prisa para recuperar su volumen normal, tardando de 5 a 10
minutos más que el hombre en rebajar la dilatación y la congestión sanguínea.
Para vaciar la sangre que hay en el clítoris, la mujer debe seguir estimulándose,
bien por ella misma, o rozándose con su pareja, o bien podría ser el hombre quien
continúe la estimulación (Paramo, 2009).

Paramo (2009), mientras dura el proceso de descongestión del clítoris, se podrá


suceder un orgasmo tras otro de distintas intensidades. El que la mujer no se
levante inmediatamente después de la eyaculación masculina y se continúe con la
estimulación del clítoris y las zonas aledañas (el clítoris alcanza su máximo

32
tamaño y congestión), permitirá mantener más tiempo los espermatozoides en el
interior de la vagina.

Los movimientos que se sucederán en su interior por el orgasmo/ multiorgasmos


dirigirán a los espermatozoides en dirección al cérvix o cuello del útero, que se
empezara abrir/dilatar por la hormona oxitocina que la mujer segrega en grandes
cantidades en cada orgasmo Favoreciendo el paso y el camino de los
espermatozoides hacia el encuentro del ovulo. El abrazo entre los dos cuerpos
tras la eyaculación y el clímax femenino es un cómplice más en este proceso
(Paramo, 2009).

La zona de máxima enervación y por lo tanto llena de sensaciones, placer,…


radica en el clítoris en todas las mujeres. Esto no sucede en la vagina porque en
realidad la vagina no tiene terminaciones nerviosas; está diseñada para no
experimentar demasiadas sensaciones, ya que uno de sus funciones es la
dilatación previa al parto/alumbramiento, y sería una gran tortura, imposible de
soportar si hubiese sido dotada de terminaciones nerviosas (Paramo, 2009).

1.17 El punto G

Paramo (2009), hay investigaciones que señalan que solo el 30% de las mujeres
alcanzan el orgasmo vaginal, lo que supone que un 70% de mujeres solo pueden
alcanzar el orgasmo clitoririano, o que no pueden tenerlo de ninguna manera. La
verdad es que el coito vaginal puro y duro no es el procedimiento ideal para que
la mujer se excite sexualmente. La excitación y el orgasmo vaginal proviene del
contacto con la parte sensible de la vagina, la cual está ubicada alrededor del
orificio, y en la pared superior, a la entrada de la vagina, nombrada punto G y más
cercana a la uretra (aproximadamente a los 5 cm. De entrada de la vagina).

Las últimas investigaciones determinan que escondido en un pequeño espacio


entre la uretra y la vagina estaría el responsable del placer, el punto G, percibido
en el inicio de la vagina como un abultamiento. Algunos autores hablan de
próstata femenina (que era todavía llamada en los manuales de anatomía e
histología, glandes de skene, y era considerada como un glande sin importancia).
33
La próstata femenina tendría un peso de 5 gr. Y un volumen de la quinta parte o
un cuarto del volumen de la próstata masculina. Tiene la misma estructura e
histología (glande, canales y músculos lisos), las mismas secreciones (Paramo,
2009).

Esta próstata encaja con la uretra (cerca del meato uretral, por donde sale la
orina) por canales muy finos, que algunos autores creen relacionada con el 30%
de mujeres que alcanzan el orgasmo vaginal. Esto explicaría la llamada
eyaculación femenina en algunas mujeres durante el orgasmo. En la dilatación y
extencion del clítoris, la entrada vaginal está en contacto pleno con los bulbos o
haz clitoridiano, llenos de sangre y terminaciones nerviosas, que lo estimula. Es
decir, la excitación del clítoris debe también participar con la vagina para que el
orgasmo ocurra con un coito (Paramo ,2009).

1.18 Afortunadas nosotras multiorgasmia

Se llama multiorgásmica a aquella mujer que es capaz de experimentar orgasmos


sucesivos, o varios durante un breve periodo, durante la relación sexual. Algunas
mujeres que tienen una sexualidad satisfactoria, de pronto leen o escuchan acerca
de la multiorgasmia y se sienten frustradas porque no les ha tocado vivir esa
experiencia, no lo toman como una posibilidad sino como un mandato o sentencia
y creen que si no llegan a sentirla es porque algo anda mal en ellas y eso no es
verdad. Nosotras no poseemos una respuesta sexual refractaria (periodo posterior
al orgasmo masculino en donde el pene requiere tiempo para volver a lograr la
erección), por eso es que somos privilegiadas sexualmente en comparación con
ellos y podemos ser multiorgásmicas (Dichi, 2010).

No siempre es fácil conseguir la multiorgasmia, es necesario que seas estimulada


adecuadamente y que nada distraiga tu mente, además no es de la noche a la
mañana, se requiere de aprendizaje sexual que puede llevar años en
desarrollarse, aunque en algunas mujeres se da naturalmente desde el principio
de su vida sexual. Es importante recordar que somos responsables de nuestro

34
placer, ya sea que estemos solas o acompañadas, no siempre hay que dejar que
él haga todo, porque puede no ser capaz o no saber hacerlo (Dichi, 2010).

Si bien esta situación es más común en las mujeres que en los varones, tampoco
quiere decir que sea un fenómeno universal, y que aquellas mujeres que no son
multiorgasmicas no deben sentir que están mal o que carecen de algo (Álvarez,
1996).

El segundo aspecto importante, y que hasta hace poco ha sido aceptado, es la


posibilidad de que algunas mujeres expulsen liquido durante el orgasmo en mayor
o menor cantidad, por la uretra, es decir, tienen eyaculación. Publicaciones
recientes presentan investigación que demuestran que las mujeres tienen una
acumulación de células glandulares en el tejido que rodea a la uretra, al parecer,
en algunas mujeres las contracciones orgásmicas provocan un vaciado de líquido
que producen estas células, que al salir por la uretra constituye la eyaculación
femenina. En el pasado muchas mujeres le referían esta situación a sus médicos,
quienes consideraban que se orinaban o sufrían un relajamiento de los músculos,
lo que provocaba la salida de orina. Hoy en día se pude afirmar que se trata de
contracciones musculares que provocan la expulsión del líquido producido por
estas células y que no tiene nada que ver con orina (Álvarez, 1996)

De hecho se piensa que para llegar a este punto, es necesario estimular el punto
de Graffenberg. Al parecer a la mujer que se le estimula este punto experimenta
una sensación intensa, y algunas refieren tener deseos de orinar; esto ocasiona
que con frecuencia interrumpa las caricias y el juego sexual por temor; pero si
continua la estimulación es muy factible que presente la eyaculación (Álvarez,
1996).

Esto explica lo que muchas mujeres dicen al respecto de que solo logran Tener
orgasmos si en el momento de mayor excitación cierran las piernas y al cruzarlas
se desencadena. Probablemente ello sucede porque al cerrar las piernas el pene
se eleva y de este modo se estimula directamente tanto al clítoris como al punto G
(Álvarez, 1996).

35
Por último cuando después de uno o varios orgasmos cesa la tensión, aparece la
fase de resolución, es decir, todos los cambios físicos presentados desaparecen y
vuelven a las condiciones iniciales, lo que por lo genera provoca gran relajamiento
y bienestar (Álvarez, 1996).

1.19 Eyaculación femenina

Galeno (médico de la antigua Grecia, fundador de la fisiología experimental), en su


época llego asegurar que las mujeres pueden producir una especie de líquido
seminal durante el orgasmo. Cuando se estimula correctamente el punto G de la
vagina, algunas mujeres pueden experimentar un orgasmo que va acompañado
de la emisión de un líquido parecido al seminal. Dicho fluido se expuso cerca de la
uretra, lo que en ocasiones puede llevar a confundirlo con orina (Paramo ,2009).

Paramo (2009), la mayoría de las mujeres puede ser imperceptible la expulsión de


un fluido que no es orina durante la experiencia orgásmica, pero otras mujeres
pueden producir una mayor cantidad de líquido, que podría ser un conjunto de
eyaculación femenina y lubricante vaginal.

1.20 Lubricación en la vagina: placer de anfitriona

Una respuesta importante de la respuesta sexual femenina es la lubricación


vaginal, que está producida por una trasudación de líquido a través de la mucosa,
a partir de la rica red vascular que hay en su lecho. Cuando el grado de lubricación
es bajo, la penetración es molesta y hasta dolorosa. Pero que la mujer no lubrique
no es para deprimirse, ni para culpabilizar o sentirse culpable. Tenemos el placer
al alcance de la mano, así que seamos prácticos, el mercado nos ofrece una
amplia gama de lubricantes íntimos. Su aplicación puede empezar como un juego:
se lo extiendes con delicadeza a tu pareja en sus genitales (el glande),
masajeándole eróticamente, y después de igual forma en los tuyos, al tiempo que
la temperatura sexual va subiendo (Paramo ,2009).

36
1.21 Las mujeres y las zonas erógenas

El sexo es físico y en las mujeres se siente y se manifiesta a través de todo el


cuerpo, los órganos sexuales femeninos han sido invisibles durante siglos y se les
ha dotado de un significado mágico y fantástico que contribuía de forma negativa a
la construcción de una sexualidad adulta (Castaño & Palacios, 2009).

 Sensaciones erógenas genitales en la mujer


Las pulsiones, de origen endógeno, están en relación con la vida de un organismo
femenino. El deseo, cualquiera sea su provocación ocasional o aparente, por una
causa exógena sensorial, una vez significado los sentidos de la mujer, se focaliza
en su región genital. Después del orgasmo, la mujer experimenta una distensión
corporal general, que trae consigo a menudo un periodo de sueños más o menos
prolongados (Dolto, 1984)

La duración necesaria para la realización de los orgasmos es muy variable, aun en


la misma mujer. También son su intensidad y su calidad. Se admite que la
excitación clitoriana sirve de desencadenante a las secreciones vulvo-vaginales y
al placer esperado y reclamado por la mujer a raíz de la intromisión del pene en la
vagina. Estas secreciones hacen que la penetración resulte más ajustada y
voluptuosa para los dos participes (Dolto, 1984).

37
CAPITULO II COSTUMBRES Y ACTITUDES DE LA MUJER

2.1 Psicología

Paramo (2009), Y con pocas variaciones represor, llegamos así a los albores de la
era moderna con Freud como figura importante rupturista, que define al hombre
como un entramado inconsciente de deseos reprimidos. La evaluación
sociocultural en occidente ha ido permitiendo que otros, como Alfred kinsey, mas
ters & Johnson, shere hite, etc. Hayan seguido investigando sobre la sexualidad
en un intento de ponernos al día con tanto retraso histórico acumulado.

Así pues, en el concerniente al sexo, se realizaron normas, leyes, costumbres, que


fueron formadas, reguladas o impuestas según las necesidades históricas, las
creencias, las conveniencias en la delimitación de esferas de poder, o
simplemente como consecuencia de negociaciones o vaivenes políticos. (Paramo,
2009).

Aparecieron los mitos y tabúes, tan fácilmente propagarles en ambientes de


fanatismo y pobreza cultural. Así, aparecen mitos sobre la menstruación, la
masturbación, la homosexualidad, sobre lo correcto del comportamiento de la
mujer y del hombre (Paramo, 2009).

Las leyes parciales marcan pautas profundas que tardan milenios en ser
interrogadas. Se realizaran también normas sobre la estructura familiar
(monogamia y poligamia), dependiendo de las necesidades sociales y de
reproducción del momento. El individuo se veía forzado a que su actitud fuese
aceptada y confirmada por el exterior (por los demás, que ratificarían así que uno
está actuando correctamente), aderezado con grandes dosis de culpabilidad
cuando uno se saltaba las normas. Todo ello ha hecho posible que los individuos
fueran más influenciables, fáciles de manipular y controlar (Paramo, 2009).

38
2.2 Costumbres sexuales

Océano Grupo Editorial (s.f.) menciona que durante mucho tiempo, lo “normal” o
“habitual” en la sexualidad ha venido determinado más por la sexualidad
masculina que por la femenina. Pero también es cierto que durante mucho tiempo
la mujer ha callado y no ha manifestado su deseo de cambiar el estilo de las
relaciones sexuales. Los cambios que van manifestándose en la conducta sexual
de las parejas, a medida que aumenta la información sexual y que los roles de
género tienden hacia el igualitarismo, parecen beneficiosos, puesto que facilitan
un mayor placer para ambos.

2.3 Mitos sexuales

En nuestra sociedad aún existe mucha ignorancia sexual, por ello todavía circulan
muchos mitos y errores en torno a la sexualidad. Son consecuencia, entre otros,
de una escasa educación sexual y de una larga herencia de oscurantismo.
Podríamos decir que un mito es una representación, una creencia, con
connotaciones de verdad absoluta, que se ha ido construyendo con una base
errónea de creencias o miedos, o a veces equivocada en persecución de unos
ideales. Y esto ha llevado a mitos en torno a la sexualidad de la mujer, del
hombre, de las relaciones sexuales (Paramo, 2009).

 Sobre los mitos sexuales femeninos


Las mujeres son todas diferentes; cada una de ellas tiene una forma de
expresarse. Cuando tenemos relaciones sexuales somos seres humanos al
competo, tano hombres como mujeres, es decir que llevamos con nosotros
nuestros aprendizajes, condicionamientos, idealizaciones, egos y personalidades,
todo nuestro ser participa en una relación sexual, y eso la hace diferente según
quien sea nuestra pareja sexual, así, el nivel de sudor puede ir desde nada a
mucho; el nivel de excitación verbal/gutural puede ir de cero al infinito; y el nivel de
lubricación es importante para que el encuentro sexual sea satisfactorio, pero no
siempre las mujeres tienen la misma capacidad (Paramo, 2009).

39
Paramo (2009), puede depender de la época o momento hormonal que estén, del
estrés, de miedos, inseguridad, autoestima, utilización de preservativos (aunque
para esto existen lubricantes específicos para vaginas que protegen el pH acido
vaginal, evitando infecciones o enfermedades). Pero así y todo, es importante
insistir en que cualquier nivel de sudoración, lubricación expresión es
perfectamente normal, porque lo importante es cómo nos sintamos con nuestra
pareja sexual. Dejemos que sea nuestro interior el que determine la expresividad
exterior, porque al revés no funciona.

 Verdades, mitos e inexactitudes sobre orgasmos múltiples en mujeres


Es importante saber que si bien toda mujer puede, con cierta experiencia, amor y
paciencia del compañero ser multiorgasmica, casi todas quedan profundamente
satisfechas con un solo orgasmo por relación sexual. Sobre todo si se ha pasado
un periodo suficiente de preludios de juegos amorosos, donde ha predominado la
ternura, la comunicación y la atención de ambas personas. Lo cierto es que,
posiblemente, una de cada cinco mujeres se siente realmente satisfechas después
del segundo o tercer orgasmo. Hay varias mujeres que en circunstancias
especiales de tranquilidad, de alegría, de comodidad y “de sintonía” con su pareja,
son capaces de alcanzar cinco, seis o más orgasmos (Kusnetzoff, 2003).

Kusnetzoff (2003), la mujer puede tener uno o varios orgasmos cuando aún esta
vestida, si el compañero hace presión provocando el roce de la ropa interior con el
clítoris y la zona genital. Luego, cuando el periodo de excitación avanza, se puede
alcanzar otro orgasmo acariciando y besando el cuerpo de la mujer semidesnudo
o desnudo y pasando uno o dos dedos sobre la zona del clítoris o introducidos en
la cavidad vaginal. La mujer, entre tanto, con sus movimientos de pelvis, va
buscando, “acomodando” los dedos de su pareja hacia la parte más sensible y
puede alcanzar así uno o dos orgasmos más. Tal vez en ese instante, ambos
decidan descansar.

Si se continúa, el hombre puede penetrarla y ambos alcanzar el orgasmo; si el


hombre puede retrasar la eyaculación, la mujer quizá pueda tener más de un
orgasmo en esa etapa, pero si él está muy excitado y eyacula rápidamente, ella

40
puede acompañarlo con movimientos, pero sin precisamente tener un orgasmo
más (Kusnetzoff, 2003).

2.4 La sexualidad femenina existe

Categóricamente, la mujer no es una suerte de hombre deformado que debiera


relacionar como aquel a los mismos estímulos, y mucho menos un ser mutilado o
insensible que carece de deseos y no puede acceder al gozo. Biológicamente está
capacitada para vivir con plenitud todas las etapas de relación sexual, deseo,
placer, orgasmo, en forma equivalente, si no similar, al hombre. Prejuicios y
tabúes religiosos y sociales, errores y mentiras difundidos fácilmente y
convincentemente justificados, la han condenado al pudor, la desconfianza y la
resignación ante la violencia de su discriminación sexual (Kusnetzoff, 2003).

Para Kusnetzoff (2003), la respuesta sexual femenina, es eso: femenina, privativa


de las mujeres. si bien sus etapas son análogas a las de la respuesta sexual
masculina, se diferencia de esta en multitud de rasgos que ambos integrantes de
cada pareja deben saber y deben recordar para lograr la máxima armonía y el
máximo placer en sus relaciones, algo a lo que toda mujer y todo barón tiene
inalienable derecho. Y conocimiento de sí mismo y del otro, el dialogo abierto y
sincero, la superación de pretextos, excusas y fingimientos, la exploración propia y
mutua, son los elementos impredecibles de una satisfactoria vida sexual.

2.5 Las relaciones íntimas

El sexo se refiere exclusivamente a las diferencias físicas, anatómicas y


fisiológicas. Según la OMS, el termino sexo se refiere al conjunto de
características biológicas que definen el espectro de los seres humanos como la
hembra y el macho, el género se utiliza para describir las características de
hombres y mujeres que están basadas en factores sociales (Castaño & Palacios,
2009).

Las relaciones todavía están afectadas por la herencia ancestral del modelo
patriarcal. El hombre deseaba, la mujer esperaba, él tenía que ser activo, ella
41
debía mostrarse pasiva, el disfrutaba el sexo, ella lo sufría. Los nuevos modelos
dan paso a nuevos valores sexuales, las mujeres se permiten disfrutar del sexo y
expresar su sexualidad influida por estos modelos sin embargo, los que ya han
cumplido los 40 se enfrentan a numerosas contradicciones y paradojas (Castaño &
Palacios, 2009).

2.6 Desarrollar una sexualidad natural o sana

La conexión entre el cerebro y los genitales tiene que ser absolutamente fluida
para que pueda experimentarse la sensación de placer sexual. La mujer necesita
desconectarse de su amígdala en el cerebro, es decir perder el control. Para
permitirse sentir, necesita relajarse, estar cómoda, desconectarse de todo lo
cotidiano y lo que ronda en su cabeza, estimulando todos los sentidos corporales
para que se sienta presente en el ahora, en este momento que esta; necesita
crear un ambiente agradable, con olores, música, para sentir placer y poder llegar
a un orgasmo si así lo desea (Paramo, 2009).

2.7 Una relación más satisfactoria

Océano Grupo Editorial (s.f.), menciona que durante mucho tiempo se ha venido
considerando que los hombres deseaban una sexualidad rápida, dirigida a
conseguir un coito los más rápidamente posible sin perder mucho tiempo y
caricias previas, lo cual era muy distinto de lo que deseaba el sexo femenino, que
anhelaba un juego previo a la penetración, más lento, con caricias por todo el
cuerpo, que permitía excitarse lo suficiente como para llegar a desear el coito, que
de otra manera resultaba molesto, sino doloroso, y difícilmente le permitía en
estas condiciones alcanzar el orgasmo.

2.8 Química sexual

Un aspecto de especial interés en el funcionamiento sexual es la influencia


hormonal y química sobre los comportamientos eróticos. Esta influencia ha sido a
veces exagerada y en ocasiones minimizada. Tiene sentido entonces el elucidar

42
algunos aspectos mitificados por el gran público, así como reconocer que diversas
facetas de la química sexual siguen siendo misteriosas (Barrios, 2005).

2.9 Ideas para fomentar la creatividad sexual

La conexión entre el cerebro y los genitales tiene que ser absolutamente fluida
para que pueda experimentarse la sensación de placer sexual. La mujer necesita
desconectarse de su amígdala en el cerebro, es decir perder el control. Para
permitirse sentir, necesita relajarse, estar cómoda, desconectarse de todo lo
cotidiano y lo que ronda en su cabeza, estimulando todos los sentidos corporales
para que se sienta presente en el ahora, en este momento que esta; necesita
crear un ambiente agradable, con olores, música, para sentir placer y poder llegar
a un orgasmo si así lo desea (Paramo, 2009).

 Primer paso: Cultivar la sensualidad


Océano Grupo Editorial (s.f.), refiere que se puede iniciar de forma cariñosa y
prudente: un beso en la mejilla, un masaje en el pelo, un abrazo, unas palabras
tiernas…que nos permite acercarnos dulcemente a nuestra pareja, viendo si
somos acogidos y mimados de la misma forma y respetando que quizás al otro
no le perezca.

Lo ideal es fijarse tanto en lo agradable que resultan las carisias que se reciben
como en lo agradable que resulta sentir el tacto de la píen del otro en nuestros
dedos y en nuestra piel [Océano Grupo Editorial (s.f.)]

Esas carisias iniciales, no genitales, van de la cabeza a los pies, son lentas y
suaves (a no ser que uno de los dos sufra cosquillas) y producen un estado de
relajación, bienestar y deseo de que ese estado perdure. Al prolongarse, aumenta
la confianza mutua, la intimidad se hace más evidente y la combinación resulta
más fácil [Océano Grupo Editorial (s.f.)]

 Segundo paso: provocar el placer


Océano Grupo Editorial (s.f.), menciona que ahora puede iniciar las caricias
°provocativas°, caricias que se acercan a las zonas genitales, caricias que se

43
hacen con las manos y la boca, mientras los dos cuerpos se abrazan
calurosamente, en esos momentos, ambos están sintiendo ya las señales propias
de la excitación: la relación se hace más rápida, el corazón late más rápido, la
musculatura se tensa, los genitales aumentan de tamaño por la afluencia de
sangre hacia ellos y enrojecen; aumenta la temperatura; inicia la lubricación
femenina y la erección masculina aumenta o se hace más fuerte.

 Tercer paso: excitación y orgasmo


Según Océano Grupo Editorial (s.f.), refiere que estamos ya en la fase de °
excitación°, fase a la que es difícil llegar sin los preliminares hasta ahora
mencionados. El tiempo que ello requiere es diferente: no es siempre el mismo, si
no que varía según los días, las circunstancias, el humor, el cansancio, teniendo
en cuenta que para muchas mujeres, la estimulación del clítoris es absolutamente
necesaria para poder alcanzar posteriormente un orgasmo y que muchas no
pueden alcanzarlo únicamente con la estimulación

2. 10 La importancia de los sentidos

Todos los sentidos desempeñan su papel en la sexualidad, Conocemos el papel


que juega la vista en la fase del acercamiento erótico entre una pareja: se mira de
frente a los ojos, vemos lo que nos atrae, somos vistos y captados atrayendo la
atención. Entre los ojos y la piel está el oído: lo que oigo, los sonidos, las palabras,
las melodías portadoras de historias y de sensaciones (Poudat, 2000)

Además del gusto, de cuya existencia nos acordamos porque nos invade (gusto
de la piel en la saliva), hay otro sentido muy importante: el olfato, hoy está probado
que tenemos dos narices: una “nariz pensante”, que se encarga de la percepción
consciente de los olores, y una “nariz sexual”, capaz de sentir las feromonas, las
sustancias segregadas fuera del cuerpo, causantes en gran parte de la atracción
sexual (Poudat, 2000).

 Los sentidos que matan o que exaltan el amor


Según Poudat (2000), en el plano sexual cada sentido puede tener un efecto
incitador o disuasorio.

44
 El tacto

No es solamente el contacto con las manos o con los dedos sobre el cuerpo. Es
también el contacto de cualquier parte del cuerpo (boca, labios, lengua, sexo, piel).

 La vista

Es la mirada sobre mi cuerpo, sobre el cuerpo de mi pareja, desnudo o vestido, la


visión de los movimientos, de las posturas, del cuerpo excitado.

 El oído

Son los sonidos, las palabras expresadas, la música del lenguaje, tanto oírme y
escucharme como oír y escuchar a mi pareja.

 El gusto

Es el contacto de mi saliva, de mi lengua, de mi paladar sobre el cuerpo de mi


pareja (sobre cualquier zona de ese cuerpo).

 El olfato

Son los olores naturales de los cuerpos (el aliento, el sudor, las secreciones etc.).

2.11 Nuevas actitudes hacia el sexo

Hace veinte años aproximadamente, no oíamos quejas sobre la falta de deseo


sexual femenino. Las demandas solían ser por problemas de erección o de
eyaculación precoz, pero ellas no acudían a la consulta para buscar alguna
solución a un problema como el de la falta de deseo sexual (Castaño & Palacios,
2009).

2.12 Erotismo: aspectos descriptivos

En la mujer: los labios mayores se aplanan y se elevan hacia arriba y los lados,
tendiendo entonces a abrirse la entrada de la vagina (Barrios, 2005).

45
Los labios menores se engruesan y extienden, en tanto que el agolpamiento de
sangre origina una modificación en la coloración de la vulva, que se torna más
oscura; esta apariencia ha sido llamada “piel sexual” (Barrios, 2005).

El clítoris, región particularmente sensible, se erecta *durante la excitación, lo cual


lo hace más notorio (Barrios, 2005).

En la vagina existen varios cambios. El primer (signo cardinal de la fase de


excitación femenina) es la lubricación vaginal (Barrios, 2005).

 Amor, pareja y erotismo


Según Barrios, (2005) la intimidad está compuesta por diez entidades:

1) Ganas de favorecer el bienestar de la persona amada


2) Goce por compartir o estar junto con esa persona
3) Respeto por el otro ser
4) Seguridad de contar con la otra persona en circunstancias de necesidad
5) Mutua comprensión
6) Poner a disposición del otro el propio ser y hasta las propias posesiones
7) Capacidad de recepción de apoyo emocional por el otro ser
8) Facultad de entrega de apoyo emocional a esa persona
9) Comunicación profunda con la persona amada
10) Valoración positiva del otro.

La pasión es el componente del triángulo amoroso caracterizado por contener


tanto la pasión sexual como la expresión de otros impulsos y necesidades: el
requerimiento de autoestima, entrega, pertenencia y sumisión. Entendamos a la
pasión según Stenberg, como un conjunto de requerimientos primarios que
funcionan con base fisiológica y que constituyen motores de existencia. Así el
impulso sexual (deseo erótico) como la fuerza interior para autoapreciarse, la
energía organísmica para dejarse fluir en el vínculo amoroso y el anhelo de
pertenecer, en el sentido simbólico, al ser amado, son elementos sustantivos de la
triada amorosa. A menudo se observa que aquellas parejas que carecen de
pasión caen en el vacío, tedioso, desmotivante. En cambio la carga energética que

46
la pasión conlleva, le da vigor, sentido y rumbo al vínculo de pareja (Barrios,
2005).

El erotismo es un fenómeno eminentemente humano, pues no se conoce que las


especies animales no humanas generen y compartan erotismo, sino simplemente
actividad copulatoria con fines de reproducción de la especie (Barrios, 2005).

El erotismo es la potencialidad personal de producir y comunicar una forma


especial de placer: deseo, excitación y orgasmo. Incluye los fenómenos mentales
(ideaciones, fantasías, recuerdos) asociados a dicho placer. Esta potencialidad
erótica puedo o no incluir reproductividad y a partir del advenimiento de los
anticonceptivos, se ha favorecido un privilegio del placer sobre la facultad
reproductiva (Barrios, 2005).

 Sexo y erotismo
Hasta ahora, solo se trataba el sexo si iba unido al sentimiento amoroso, para ello
se trataba de dos sentimientos inseparables e insolubles.

El deseo sexual, el placer y la satisfacción son exponentes de una sexualidad en


apariencias más libres, mas despejada de mitos religiosos y prohibiciones
ancestrales.

La sexualidad está configurada por la anatomía y la fisiología, el cuerpo, los


genitales y las zonas erógenas, así como las hormonas sexuales serán punto de
partida para el deseo y la excitación sexual (Castaño & Palacios, 2009)

El deseo y la excitación sexual vendrán configurados por el estado de salud físico,


la educación efectivo-sexual, la autoestima, el tipo de personalidad y las
experiencias y expectativas personales de cada uno (Castaño & Palacios, 2009).

El deseo y la excitación sexual también vendrán determinados e influenciados por


las normas éticas y morales de la sociedad, por lo que se ha dado en llamar el
sistema de valores sexuales predominantes en el grupo de pertenencia. Por tanto
la sexualidad no se queda solo en lo físico sino que tiene que ver con la
inteligencia emocional, se vive sexualmente con el cuerpo y con la mente, el sexo
se disfruta y también se padece (Castaño & Palacios, 2009).
47
Una de las consecuencias de la transformación de los valores sexuales es el
hecho de que las mujeres empiezan a verse como mujeres deseantes, que
pueden decir sin culpa y vergüenza yo deseo y yo quiero el control de mi cuerpo y
de mi vida (Castaño & Palacios, 2009).

El deseo sexual viene configurado por una gran carga simbólica, heredera de las
tradiciones más antiguas a pesar de todos los cambios sociales, este deseo se ve
impregnado de costumbres y hábitos difíciles de erradicar, se vive, en muchas
ocasiones (Castaño & Palacios, 2009).

 Amor sin erotismo y erotismo sin amor


Algunas parejas se dispensan afectividades intensas y no existe la vinculación
erótica: es bien conocido el hecho de que hay relaciones de pareja en las que lo
que se comparte gran amor y sin embargo no es esencial tener relaciones
sexuales, o bien si las tienen, no se caracterizan por su gran intensidad ni por ser
fuentes generadoras de placer (Barrios, 2005).

 Una visión del erotismo de la mujer


Kusnetzoff (2003) el deseo femenino es mucho más continuo. Ella tiende a sentir
en forma más duradera e integral. Solo después de haber sido considerada,
admirada, escuchada y acariciada como una totalidad, se siente verdaderamente
femenina.

Para una mujer, el orgasmo se mide en referencia al antes y al después. Si no


hubo seguimiento, hay posibilidad de que el orgasmo no llegue, aun habiendo
existido, carecer de importancia y ser olvidado (Kusnetzoff, 2003).

La mujer es un ser humano táctil por excelencia, anhela carisias, ternura, para
ella, no hay mucha diferencia, en un momento determinado, entre cariño,
sentimiento y pasión. Un hombre siempre tiende a separar las cosas: la emoción
es la emoción, el sexo y lo erótico es otra cosa. Un ejemplo concreto de esta
diferencia es que él es capaz de mantener relaciones tras la más desagradable de
las situaciones, y hasta recuperar la discusión después del acto sexual como si no
hubiese pasado nada (Kusnetzoff, 2003).

48
 Estímulos eróticos
Según Masters y Johnson (1996), los estímulos desencadenantes de la respuesta
sexual humana son de dos tipos:

Los reflexogénicos dan lugar a una RSH de arco reflejo corto y son aquellos que
de manera directa estimulan la terminación nerviosa de órganos pélvicos, zonas
periféricas a los mismos, recta y vejiga. Por ejemplo: tocamientos y caricias en la
vulva, el perineo, el pene, etc.

Los estímulos psicogénicos son los que se perciben atreves de los cinco sentidos
de las imágenes creadas mental mente: estímulos táctiles extra pélvicos, gusto,
olfato, oído y vista.

2.13 Algo sobre la seducción femenina

Kusnetzoff (2003), seducir viene del latín seducere que significa arrastrar, llevar
consigo, ¿adónde y para que conduce a otro una mujer cuando seduce? No
exactamente a la concreción del acto sexual. Para ello es un elemento intermedio,
no una totalidad, y nunca se queda en él.

La ilusión de la conducta sexual femenina es actuar de despertador de la atención


y deseo del hombre. Dejar huellas en él y provocarle un permanente retorno a esa
huella, eso explica su notable contradicción entre la conquista y el rechazo, que no
es sino un medio para retener a otro (Kusnetzoff 2003).

2.14 De la vagina a la mente y de la mente a la vagina

Tanto el cuerpo como la mente ayudan a la mujer a la formación y expresión de


una sexualidad adulta, la biología de la mujer es distinta a la del hombre y eso
beneficia a todos porque las mujeres cuanto mejor entienden su cuerpo y esas
diferencias respecto al varón desarrollan una mejor autoestima sexual.

49
2.15 ¿Cómo es la sexualidad en la actualidad?

Paramo (2009), en algunas culturas apenas ha habido cambios respecto al cambio


respecto al pasado. En diferentes lugares del mundo la represión aún sigue
presidiendo las costumbres. En los casos más severos incide en el propio cuerpo,
como las púberes que siguen sufriendo mutilaciones físicas diversas en sus
órganos genitales. En otros, simplemente la vida social de la mujer se ve
restringida en grados diversos. Si bien, como afirman algunas creyentes, hay
normas sociales que son aceptadas y practicadas de buen grado por mujeres en
base a sus creencias a decir sus creencias y modales sociales, lo que no
podemos soslayar es que esas normas cuando no son libremente elegidas sino
impuestas, están atentando contra la libertad de las ciudadanas afectadas.

Paramo (2009), menciona que hay sociedades en que las mujeres de edad serán
las encargadas de que se observen y se traspasen las normas igual que otras
mujeres de edad anteriormente hicieron con ellas. Hay también entornos
radicalizados en los que el mínimo intento o trasgresión de las reglas, ocasionara
que las trasgresoras sufran accidentes domésticos, quemaduras o desfiguraciones
del rostro, incluso llegar a ser lapidadas socialmente o ejecutadas por miembros
de su propia familia o de la familia del esposo para limpiar el honor, este
aprendizaje acondicionado, que se ha sucedido de generación en generación, ha
quedado guardado en el inconsciente, subconsciente individual y colectivo como
tradición o creencias (algo que se cree, no necesariamente constatado), a las que
en un tiempo se les dio un carácter sagrado, se institucionalizaron y se les
imprimió un carácter divino imbricándole en lo social.

Todo este sufrimiento, sus causantes y los sufridores, conlleva una energía de
muy baja frecuencia: la misma que la oscuridad, el odio, la vergüenza, el egoísmo,
hay mucho de instintivo y error de evolución en las conductas primitivas (Paramo,
2009).

50
2.16 Mi sexo es mío

El sexo femenino se compone de una parte interna, la vagina que es invisible y


generalmente desconocida para la propia mujer, y de una parte externa formada
por los genitales que integran la vulva, los labios mayores, los labios menores, la
uretra y el clítoris. La vagina tiene una forma similar a un tubo alargado, cuando no
está estimulada sexualmente se puede decir que no hay espacie entre las paredes
vaginales. El largo de la vagina, el túnel vaginal como lo llamaron los sexólogos
Masters y Johnson, suele medir entre 7 y 8 centímetros cuando no hay tensión
sexual, y entre 11 y 12 centímetros cuando hay excitación (Castaño & Palacios,
2009).

El primer cambio fisiológico de la vagina en fase de excitación sexual y el mejor


percibido por la mujer es un aumento considerable de la lubricación y una
expansión de las paredes de la misma, la vagina se abre de forma involuntaria,
está más húmeda y dispuesta para le penetración, también se produce una doble
respuesta; si hay una relación efectiva en la estimulación sexual se produce la
excitación en y los correspondientes cambios fisiológicos que a su vez da lugar a
una mayor excitación y que tienden a facilitar el orgasmo (Castaño & Palacios,
2009).

El clítoris, los labios mayores, los labios menores y uretra tienen una rica
vascularización con densas redes capilares en las que se acumulan gran cantidad
de sangre, lo que provoca un aumento de volumen cuando hay estimulación, son
muy sensibles al tacto y a la vibración y por eso responden muy bien a la
estimulación erótica (Castaño & Palacios, 2009).

2.17 El animus femenino

La sexualidad femenina ha sido la gran desconocida en los círculos científicos;


apenas se han estudiado (solo en los últimos años ha habido avances en el gran
vacío existente), ya que prevalecían los estudios de la sexualidad masculina,
considerándose la femenina como una derivación de aquella. La mujer ha olvidado

51
quien es (con su configuración cerebral tan dirigida hacia el exterior, con un gran
área de comunicación, la importancia de los gestos en los demás, de ser
aceptada), ha arrinconado a su esencia para tratar de imitar al hombre,
desarrollando su aspecto masculino en el trabajo, en la sexualidad, en el cortejo,
ya que solo be posible su reconocimiento social y el mantenimiento de su
autoestima (supervivencia instintiva) si asimila los valores masculinos (Paramo,
2009).

2.18 Guía de placeres para mujeres

 El juego
El hombre necesita de 3 a 5 minutos para llegar al orgasmo, las mujeres de 10 a
20 minutos, esta diferencia hace que el juego previo sea tan importante para ella.
Cuando hablamos de juego previo nos referimos a una mirada sugerente, un beso,
una caricia, masturbación, sexo oral, todo aquello que nos excita. La calidad del
orgasmo está relacionada con la calidad del juego previo; mientras más excitación
más orgasmo (Dichi, 2010).

Es muy importante tratar de disfrutar no solo al recibir sino también al dar, el


vínculo emocional en la intimidad que se crea con las caricias son factores que
enriquecen enormemente el encuentro. El juego presexual no es un lujo, es la
llave que abre el placer para la mujer, la mejor forma de enseñarle a el como
hacerlo es mostrándole el camino (Dichi, 2010).

2.19 Ser conscientes de la sexualidad y energía femenina

La energía femenina es energía de amor dulce, de amor suave, amor amplio,


amor sin barreras, de amor incondicional, de amor receptivo, intuitivo,
comprensivo; es energía de amor de niña, de adolecente, de mujer, mujer madura;
es energía de amor germinadora que anida la semilla. La hembra erguida, con su
nueva configuración cerebral, se encontró liberada de la influencia predominante
de las hormonas, y de atrás definitivamente las épocas de celo y de su olor
(Paramo, 2009).

52
La mujer ya no está sujeta a estas normas: le desinstalaron el programa y no
tienen que buscar apareamiento desenfrenadamente, ni temer que ningún macho
la penetre en su época de ovulación, ni perder su autoestima porque en épocas
fuera de celo los machos no se fijan en ella, ahora es poseedora del libre albedrio;
su excitación y sus relaciones sexuales estarán libes de fechas, incluido su tiempo
de embarazo o crianza (Paramo, 2009).

2.20 La conciencia de la sexualidad

Paramo (2009), cada mujer es una unidad, en la que hay una correspondencia
ente todos sus niveles: fisiológico, biológico, psicológico, sexual, energético y el
mantener el equilibrio adecuado entre todos ellos es la clave para estar felices
reconfortadas y radiantes. Es ese equilibrio el que permite conectaros con la
propia energía del alma. Y en ese punto, cuando toquéis a los demás, llegaran a
ver quiénes sois realmente: un ángel de luz, un ángel que conscientemente trae
luz al plano humano, tan a menudo ensombrecido por ilusiones que impiden ver la
luz interior en cada ser vivo.

Para conseguir la mujer el equilibrio de todos sus niveles, debe empezar por
conocer cada uno de ellos, su funcionamiento y sus conexiones. Pero no solo un
conocimiento mental o racional, sino un conocimiento consistente. Para ello,
recordad que contamos con las herramientas de nuestro cerebro más avanzado;
intención, atención y dedicación. Ese equilibrio en la mujer implica la conciencia de
su energía femenina. La energía femenina tiene una inclinación natural a volcarse
hacia el interior, hacia la dimensión interior de las cosas (Paramo, 2009).

Paramo (2009), está relacionada con los sentimientos, la inspiración y con


trascender los límites del yo para conectarse con los demás, la energía femenina
es fluida y receptiva, y cuando se combina con la energía masculina, conduce a la
forma más elevada de creatividad.

La mujer debe reencontrase con su propia energía femenina. Si hay excedente de


energía masculina en ella, la energía femenina se suprime, y hay demasiado
enfoque en el mundo externo, en ser reconocida y valorada por los demás. Esto te

53
aísla de tu energía del alma, del flujo viviente de los sentimientos y emociones que
constantemente trata de decirte que es lo que necesitas y realmente quieres. Esto
te hace estar atrapada en las expectativas y demandas del mundo externo. Eres
conducida por la inseguridad y entonces tratas de manejar esa inseguridad
forzándote a cumplir con estándares que no te son propios (Paramo, 2009).

Paramo (2009), no te sientes segura y nutrida por la energía femenina y buscas


establecer una sensación externa de seguridad siendo competitiva y controladora.
Todo esto te hace muy dependiente de cómo piensan, sienten y actúan los demás.
Desconcertada de tu guía interior original, adquieres un ego tenso y ansioso que
constantemente necesita y quiere dominar todo el tiempo. La mujer debe
reconocer que la belleza real está en el interior, que es la relación pensamiento,
emociones, energía y es la que brota por cada poro de su piel y todo su ser, la
mujer ha olvidado utilizar sus habilidades y capacidades, las percepciones, las
intuiciones, la energía femenina tiene un grado de sutileza especial.

2.21 Dificultades con el calentamiento: disfunciones

Las disfunciones sexuales dificultan o impiden el disfrute de la actividad sexual en


cualquiera de sus etapas: deseo, excitación y orgasmo. En el deseo, puede
deberse a una producción insuficiente o que existe un desequilibrio de hormonas
como la testosterona, estrógenos o por fatiga, embarazo, por medicación (como
los antidepresivos), o estados de depresión o ansiedad. En la excitación, puede
ser por insuficiente riego sanguíneo, falta de lubricación vaginal, enfermedades
crónicas o el estado de la relación de pareja (Paramo, 2009).

2.22 Disfunciones sexuales

Paramo (2009), al perder los humanos la capacidad de regirse por su instinto, no


han sabido acoplar la dinámica instintiva con la dinámica social, lo que da origen a
mecanismos de defensas psíquicas y neuromusculares que componen la corteza,
o dicho en otros términos, la necesidad de adaptación crea una estructura

54
neuromuscular que entre otras, tiene la función de evitar la angustia, pero como
contrapartida genera una disminución de la capacidad de sentir el mundo y la vida.

Hay una disfonía neurovegetativa que ocasiona ilimitaciones en su capacidad de


sentir y vivir el placer, constriñendo el abandono necesario para alcanzar el
orgasmo. La capacidad de expansión se encuentra reducida porque el yo se ha
refugiado, protegiendo la corteza (Paramo, 2009).

Algunos casos de disfunción sexual en la mujer son consecuencia bien de


disfunciones biológicas propias o bien de comportamientos sexuales del hombre
hacia la mujer que evidencia un desconocimiento de la sensibilidad y sexualidad
de ella. También, por desconocer la mujer su propio cuerpo para indicar a su
pareja lo que desea y necesita. La contrapartida positiva es que ahora se investiga
más la sexualidad femenina, aunque se haga principalmente desde un punto de
vista comercial: un ejemplo de ellos son las grandes industrias farmacéuticas,
buscando fármacos para reducir las disfunciones sexuales al ver el éxito
económico que supuso el fármaco para la disfunción eréctil masculina (Paramo,
2009).

Las disfunciones sexuales, como el deseo sexual en la mujer, presenta un índice


tan elevado que el conseguir algún fármaco efectivo contra ello sería un negocio
multimillonario. Se hicieron grandes inversiones para encontrar el fármaco que
aumentara el deseo sexual en la mujer, pero la gran inversión de dinero no se
correspondió con los resultados alcanzados, porque se llegó en un primer
momento a la idea de disfunciones sexuales femeninas eran un 95% psicológicas
(Paramo, 2009).

 La frigidez
Las torpezas masculinas, en las primeras relaciones de desfloración suelen ser
responsables de este síntoma. Se las podría evitar, un poderoso impulso del
deseo genital, en una mujer sana enamorada, puede eliminar las inhibiciones y los
temores debidos al primer coito que resulto doloroso por culpa de un amante torpe
(Dolto, 1984)

55
El sexo de la mujer está también comprometido en el amor, independientemente
de que la sexualidad sea un éxito para ella, pues el amor es en todos los niveles
de la libido, la sublimación en la idealización de la persona cuyo deseo, cuales
quiera sean las pulsiones en juego, hace que ella falle al que la ame, los efectos
del orgasmo en una mujer enamorada son simbólicos y cambiantes. La hacen
acceder a la genitalidad y a sus sublimaciones (Dolto, 1984)

 El vaginismo
El vaginismo no es nunca el único síntoma fóbico, aunque se presente como única
dolencia de la mujer y ella solo habla de sus otras fobias durante el tratamiento
psicoanalítico. En el momento del coito es cuando desean conscientemente que
se detenga la intromisión debido a una contracción muscular inconsciente que
hace físicamente imposible la penetración (Dolto, 1984).

2.23 Química corporal y droga

La respuesta sexual, como toda conducta, es promovida por el sistema nervioso,


el cual emplea productos químicos conocidos como neurotransmisores que sirven
para trasmitir sus mensajes. Si una droga interfiere el paso de estas sustancias
transmisoras, los mensajes normales se verán distorsionados y la conducta se
alterará; en concreto, los efectos químicos de algunas drogas inciden directamente
sobre el cerebro, modificando el funcionamiento de los centros reguladores de la
sexualidad, mientras que otras sustancias lo hacen sobre los centros nerviosos
periféricos que controlan la actividad de los órganos genitales (González et. al.,
2006).

González et. al., (2006) también debe anotarse que algunos compuestos químicos
afectan el área sexual del individuo, mientras otros producen una intoxicación
general del organismo que accionará subsidiariamente sobre la sexualidad. En
cualquier caso, el efecto de una droga sobre la conducta sexual debe entenderse
como la intervención de un elemento dentro de un sistema psicosomático
altamente complejo, por eso resulta difícil valorar exactamente los efectos de cada
sustancia sobre el organismo humano.

56
 Tranquilizantes y somníferos
El efecto principal de los tranquilizantes y las píldoras para dormir, es reducir la
ansiedad de una persona y tranquilizar su mente. Las drogas más utilizadas son
las del grupo de las benzodiacepinas, como el diazepam, el clorodiacepóxido y el
nitrazepam. 6 Ocasionalmente los problemas sexuales suelen ser el resultado de
la ansiedad o la tensión que pueden bloquear la excitación o el orgasmo, y bajo
estas circunstancias algunas personas han descubierto que una pequeña dosis de
benzodiacepinas les ayuda a reducir el estrés y pueden mejorar la respuesta
sexual. Por otra parte, se sabe que estas drogas no tienen un efecto especial
sobre las respuesta sexual, a menos que se las tome en grandes dosis, en este
caso el interés sexual decrece automáticamente (González et. al., 2006).

 Antidepresivos
González et. al., (2006) una persona que esté gravemente deprimida perderá
inevitablemente el interés por el sexo, por lo que el tratamiento con antidepresivos
como la imipramina, la dotiepina y la amitriptilina pueden ayudar a reducir la
depresión, y por ende, aumentar la capacidad de respuesta sexual.
Lamentablemente cuando se administran en grandes dosis, los antidepresivos
afectan las respuestas colinérgicas, y por tanto, la fase de excitación puede verse
anulada, provocando también impotencia en el hombre.

 Las drogas más usadas y el sexo


Tabaco No está claro si el tabaco tiene efecto sobre el funcionamiento sexual. En
algunos casos esporádicos se ha informado de jóvenes fumadores con problemas
de erección, y en los que el cese en la conducta de fumar produjo una rápida
recuperación de su disfunción. La asociación entre el tabaco y la arteriosclerosis
está bien establecida, y así mismo que esta tiene efectos importantes de
menoscabo de la respuesta de erección, por lo que a largo plazo los efectos del
tabaco pueden estimarse como negativos (González et. al., 2006).

González et. al., (2006) uno de los aspectos que con frecuencia se constatan en la
clínica es la queja de algunas personas de que el mal aliento (halitosis) de su
pareja disminuye su libido, o incluso, llega a producir un cierto rechazo de la

57
situación. Es bien sabido que la nicotina reduce el flujo de la sangre a través de
las arterias, lo que puede dificultar en cierta medida alguna de las manifestaciones
de la respuesta sexual del organismo, los fumadores producen un número mayor
de espermatozoides anormales en el semen.

 Marihuana
La marihuana, al igual que el alcohol, tiene efectos depresores, y las
consideraciones sobre sus efectos de relajación física y mental y el sentimiento de
bienestar, probablemente provengan del mismo tipo de desinhibición que produce
el alcohol. Quizá por esto algunas personas hablan de la utilidad de la marihuana
para enfrentarse a la ansiedad asociada a situaciones relacionadas con la
conducta sexual. La desinhibición permite obviar los prejuicios sociales y los
tabúes personales. Está comprobado que como efectos inmediatos ayuda en la
desinhibición, relaja y produce sensación de bienestar, aumenta la sensibilidad
táctil y distorsiona la realidad, por lo que impide realizar actividades de
concentración y coordinación motora (González et. al., 2006).

González et. al., (2006) su consumo frecuente, reduce los niveles de testosterona
y puede causar disminución en la producción de espermatozoides. Igualmente
disminuye el deseo sexual y provoca disfunción eréctil. Los efectos de
expectativas y sugestionabilidad de quien la consume, lo mismo que el alcohol,
pueden ser muy importantes. Un consumo persistente suele concluir con un
desinterés por el sexo. En algunos casos se informa, en mujeres, de disminución
de la lubricación vaginal, lo que en ocasiones hace el coito doloroso. Entre los
efectos a largo plazo, la mayoría de los autores están de acuerdo en que la
marihuana inhibe la producción de hormonas masculinas, en el mismo grado que
lo hacen el alcohol o los opiáceos.

 Cocaína
Es un alcaloide natural que se extrae de la hoja de la planta Erithroxilum coca,
nombre científico de la coca. Constituye un producto natural del subtrópico en los
países del sur como Bolivia, y se presenta en estado silvestre o en cultivos
agrícolas, cuya antigüedad se remonta a la historia precolombina. Su mecanismo

58
de acción está en relación con la inhibición de la recaptación de aminas biógenas
como la adrenalina, la noradrenalina, la dopamina y la serotonina, estimulando con
ello el SNC. En el mercado clandestino existen por lo general 2 tipos de cocaína:
el clorhidrato de cocaína y el crack. Es quizá una de las sustancias que tiene más
fama de ser capaz de aumentar la excitación y la respuesta sexual; pero, si bien
es cierto que se cita con frecuencia a la cocaína como un fuerte estimulante
sexual, también se sabe que provoca disfunciones sexuales (González et. al.,
2006).

Siguen teniendo una gran cantidad de temas con información incompleta y muy
corta, el titulo de algunos temas es incoherente, redundante o no tiene nada que
ver la información con el título, también tienen un mal uso de las citas.

59
Método

Objetivos

Objetivo general:

Comparar el índice de la función sexual femenina que presentan las mujeres


casadas y solteras con una vida sexualmente activa en el municipio de Tejupilco.

Objetivos específicos:

 Describir el deseo sexual que presentan las mujeres casadas y solteras


con una vida sexualmente activa.
 Conocer la excitación sexual que presentan las mujeres casadas y solteras
con una vida sexualmente activa.
 Descubrir el nivel de lubricación sexual que presentan las mujeres casadas
y solteras con una vida sexualmente activa.
 Demostrar el nivel de orgasmo sexual que presentan las mujeres casadas
y solteras con una vida sexualmente activa.
 Identificar la satisfacción sexual que sienten las mujeres casadas y solteras
con una vida sexualmente activa.
 Determinar el dolor sexual que sienten las mujeres casadas y solteras con
una vida sexualmente activa.

Planteamiento del problema

La voz (2016) refiere que la sexualidad es una construcción social y se encuentra


atravesada por normas, creencias, fantasías y mitos que se van construyendo y
perpetuando en el imaginario colectivo. Respecto al funcionamiento sexual de la
mujer esta no tenía derecho de opinar, ya que solo se le trataba como objeto por
que no podía ser capaz de manifestarse como tal al acto sexual, al hombre no le
importaba lo que esta sentía, simplemente lo que quería era satisfacerse, en
algunos casos muchas mujeres solo tenían la obligación de cumplir como mujer

60
hacia los hombres, y estas no eran capaces de sentir una atracción hacia ellos y
más porque su vida sexual era incompleta ya que probablemente no alcanzan un
orgasmo, una excitación, una lubricación, pueden sentir dolor y con esto no logran
tener una satisfacción sexual.

En varias ocasiones las mujeres son las que se les dificulta alcanzar un orgasmo y
por ello no sentirse satisfecha con su pareja, por lo cual llegan a tener más
complicaciones para disfrutar por completo la relación sexual. Por tanto Martínez,
(s.f.) opina que durante años se impuso un modelo que tendía a cercenar el placer
de la mujer en la relación sexual intentando crear una relación directa entre mujer,
sexo y reproducción, ese paradigma posteriormente fue reemplazado por un
concepto de liberación que consistía en igualar condiciones entre ambos géneros
o reducirlas a la idea de encuentros casuales o vínculos basados en lo sexual.

Frank, Anderson y Rubinstein,(1978) es importante mencionar que dada la dura


realidad sobre la sexualidad, en las mujeres es frecuente que la disfunción sexual
se dé a menudo y no es sorprendente que el 35% de las mujeres normales
refieran desinterés por el sexo. Esto suele pasar debido a que algunos hombres
no se preocupan por si las mujeres sienten dolor o si llegan a tener un orgasmo y
una satisfacción sexual, sino que se preocupan más por satisfacer sus
necesidades sexuales sin darle importancia al dolor que experimente su pareja, y
esto ocasiona que las mujeres muestren desinterés por la relación sexual con su
pareja, trayendo como consecuencia disfunciones sexuales o la separación de la
pareja en el caso de las solteras y el divorcio en el caso de las casadas, aunque
es importante mencionar que influyen muchos factores tanto internos como
externos para que esto suceda, tomando en cuenta el funcionamiento sexual, por
ello es interesante saber si la función sexual es la misma tanto en mujeres
casadas como en mujeres solteras o si existe alguna diferencia por lo que se
plantea la siguiente pregunta de investigación.

¿Cuál el índice de función sexual femenino en mujeres casadas y solteras con una
vida sexualmente activa?

61
Hipótesis

H0: No existe diferencia estadística en el índice del funcionamiento sexual en


mujeres casadas y solteras con una vida sexualmente activa.

H1: Existe diferencia estadística en el índice del funcionamiento sexual en mujeres


casadas y solteras con una vida sexualmente activa.

Tipo de estudio

El tipo de estudio fue comparativo, según Fideli (1998) el método comparativo es


un método para confrontar dos o varias propiedades enunciadas en dos o más
objetos, en un momento preciso o en un arco de tiempo más o menos amplio.

Variables

 Función sexual
Definición conceptual: La función sexual se refiere a la actividad relacionada con
los órganos, glándulas y hormonas sexuales. Mediante ella se expresa la
sexualidad humana, se perpetúa la especie y se permite a la pareja mantener una
íntima comunicación y el disfrute de sensaciones placenteras.

Definición operacional: se utilizó el instrumento de índice de función sexual


femenina (IFSF) desarrollado por Rosen y Cols (2000). El cual mide los siguientes
seis dominios:

 El deseo sexual
(Del lat. Vulg. Desidium). Anhelo, aspiración, tendencia. Es la expresión de una
pulsión o una necesidad. Llevan a buscar la satisfacción en el sexo contrario
(Alarco, 2000).

 Excitación sexual
La excitación sexual es sin duda una fase altamente placentera en las relaciones
sexuales, toda percepción sensorial puede ocasionar una respuesta erótica.

 Lubricación sexual
62
(Del lat. Lubricus, lubrico; del lat. Vagina, vaina). Trasudado que aparece en las
paredes de la vagina inmediatamente después de la excitación sexual y que
facilita la introducción del pene (Alarco, 2000).

 Orgasmo sexual
El orgasmo es un pico sensorial, variable y transitorio, de intenso placer que crea
un estado alterado de conciencia, que inicia con salvas de contracciones
involuntarias, rítmicas, de la musculatura pélvica estriada circunvaginal, con la
presencia concomitante de contracciones uterinas, anales y miotonía (Uribe, J.,
Quintero, M. & Gómez, M. 2015).

 Satisfacción sexual
La satisfacción sexual es la etapa final del ciclo de respuesta sexual, como un
derecho sexual y como un factor clave de la calidad de vida de las personas,
asociándose a un mejor estado de salud física y mental (Ahumada, Molina Torres
y Lüttges 2014).

 Dolor sexual
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable, real o
potencialmente vinculada al daño de los tejidos (Asociación Internacional para el
Estudio del Dolor 2012).

Población

Mujeres casadas y solteras del municipio de Tejupilco Estado de México.

Muestra

La muestra será de tipo no probabilística intencional, ya que solo se les aplicara el


instrumento a mujeres casadas y solteras con una vida sexualmente activa del
municipio de Tejupilco, con un rango de edad de 18 a 30 años, que tengan por lo
menos un año de relación con su pareja teniendo una vida sexualmente activa,
que sepan leer y escribir, que no padezcan ninguna enfermedad mental o una
discapacidad física y que deseen participar en la investigación.

63
Instrumento

Se utilizó el Instrumento sobre el Índice de Función Sexual Femenina (IFSF)


desarrollado por Rosen y Cols (2000), este consta de 19 preguntas y se agrupa en
6 dominios que son: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor.

El dominio del deseo se evalúa en porcentaje y frecuencia en las preguntas 1 y 2


con un rango que va de 1 a 5.

El dominio de excitación evalúa frecuencia, porcentaje y confianza en las


preguntas 3, 4, 5, 6 con un rango que va de 0 a 5.

El dominio de lubricación se encuentran las preguntas 7, 8, 9, 10 con un rango de


0 a 5 y evalúa con qué frecuencia se da la lubricación, que tan difícil le es tener
una lubricación y como mantiene una lubricación.

En el dominio de orgasmo se encuentran las preguntas 11,12, 13 con un rango


que va de 0 a 5 y evalúan la frecuencia con que se da un orgasmo, que tan difícil
les es tener un orgasmo y cuan satisfechas se sienten.

El dominio de satisfacción se encuentran las preguntas 14, 15, 16 con un rango


que van de 0 a 5 que evalúan que tan bien o mal se sienten con su satisfacción
sexual.

Por último el dominio de dolor, evalúa las preguntas 17,18, y 19 con un rango de 0
a 5 que evalúa la frecuencia y el porcentaje del dolor.

Cada pregunta tiene 5 o 6 opciones de respuesta asignándoles un puntaje que va


de 0 a 5, el puntaje de cada dominio se multiplica por el factor correspondiente y el
resultado final es la suma de los dominios, y a mayor puntaje mejor función sexual.

El instrumento tiene confiabilidad con un alfa de cronbach de 0.82 y una validez de


0.53 por lo que cuenta con los requisitos para ser aplicado a la población
requerida.

64
Diseño de la investigación

Esta investigación fue de tipo no experimental transversal ya que no se modificó la


variable del índice de función sexual y este se midió en un tiempo y momento
único.

Captura de la información

Se pidió la participación a mujeres casadas y solteras del municipio de Tejupilco


en un periodo indefinido, que tuvieran un año de relación con una vida
sexualmente activa y que no tuvieran ninguna discapacidad física o mental,
posteriormente se les explicó a cada una de las participantes los objetivos de la
investigación, se les dio a conocer que toda la información que ellas
proporcionaron a la investigación seria totalmente de manera confidencial y que
sus datos personales no serían de ninguna manera expuestos o divulgados, por
último se les dio un cordial agradecimiento por su participación.

Procesamiento de la información

Una vez capturada la información se realizó el procesamiento de la misma,


utilizando el programa SPSS versión 20.0 para obtener frecuencia, moda, media,
porcentaje y gráficas de los resultados.

65
Resultados

4.46

3.61
3.43
3.14

1.88
1.74

Dominio Deseo Dominio Dominio Dominio Dominio Dominio Dolor


Excitación Lubricación Orgasmo Satisfacción

Figura 1. Dominios de índice de función sexual femenina en mujeres casadas y solteras

De acuerdo a los resultados obtenidos se puede observar que tanto las mujeres
casadas como solteras, en el dominio de satisfacción obtuvieron una media de
4.46 por lo cual su nivel es alto y están satisfechas con su pareja, en el dominio de
excitación obtuvieron una media de 3.61, lo que indica que se sienten excitadas al
momento de realizar el acto sexual, en el dominio de deseo una media de 3.43,
donde refieren que al sentirse satisfechas y excitadas logran tener ese deseo y
esas ganas de estar con su pareja, en el dominio de orgasmo una media de 3.14,
indicando que las mujeres aun no siendo este dominio el más alto están
conformes con el nivel de alcanzar un orgasmo, en el dominio de dolor una media
de1.88, y en el dominio de lubricación una media de 1.74 por lo cual siendo el
dominio de lubricación el más bajo, refieren que sienten dolor durante el acto
sexual, ya que no siempre logran mantener o estar lubricadas.

66
5.02
4.5
3.96
3.71

2.39
2.15

Dominio Deseo Dominio Dominio Dominio Dominio Dominio Dolor


Excitación Lubricación Orgasmo Satisfacción

Figura 2. Dominios de índice de función sexual femenino en mujeres casadas

En la figura dos se muestran los resultados donde las mujeres casadas obtuvieron
una media de 5.02 en el dominio de satisfacción, lo que indica que su nivel de
satisfacción es alto, logrando sentirse satisfechas con su pareja y con el acto
sexual, seguido del dominio de excitación con una media de 4.5, en el dominio de
deseo una media de 3.96, donde al tener deseo hacia su pareja siente esa
excitación hacia él, en el dominio de orgasmo una media de 3.71 lo que refiere
que a pesar de sentirse atraídas, excitadas y deseadas el nivel de orgasmo no es
elevado, pero si se sienten satisfechas, en el dominio dolor una media de 2.39 y
en el dominio de lubricación una media de 2.15 donde refiere que a pesar de sentir
dolor por no alcanzar una lubricación adecuada, las mujeres casadas se
encuentran satisfechas con su relación de pareja.

67
3.94

2.94
2.77
2.6

1.35 1.4

Dominio Deseo Dominio Dominio Dominio Dominio Dominio Dolor


Excitación Lubricación Orgasmo Satisfacción

Figura 3. Dominios de índice de función sexual femenina en mujeres solteras.

En la figura tres se muestran los resultados donde las mujeres solteras obtuvieron
una media de 3.94 en el dominio de satisfacción, por lo que al igual que las
casadas logran sentirse muy satisfechas, seguido del dominio de deseo con una
media de 2.94, donde refiere que logran una satisfacción, ya que tienen el deseo
de estar con su pareja, en el dominio de excitación una media de 2.77, en el
dominio de orgasmo una media de 2.6, en el dominio de dolor una media de 1.4
por lo que sienten dolor en el acto sexual, por no alcanzar completamente una
adecuada lubricación, y así poder evitar el dolor.

68
5.02

4.5

3.96 3.94
3.71

2.94
2.77
2.6
2.39
2.15

1.35 1.4

Deseo Excitación Lubricación Orgasmo Satisfacción Dolor

Casadas Solteras

Figura 4. Comparación de los dominios de índice de función sexual femenina en mujeres


casadas y solteras.

En la figura número cuatro se muestra la comparación de la función sexual,


tomando en cuenta los seis dominios, y se puede observar claramente que las
mujeres casadas obtuvieron mayor puntaje en todos los dominios lo que significa
que tienen un mayor índice función sexual que las mujeres solteras. Siendo la
satisfacción el que mayor se presentó tanto en mujeres casadas como solteras,
con una media de 5.02, posteriormente el dominio de excitación con una media de
4.5 en el caso de las solteras con una media de 2.77, en el dominio de deseo una
media de 3.96 para las casadas y en las solteras de 2.94, en el dominio de
orgasmo una media de 3.71 en las casadas y en las solteras de 2.6, en el dominio
de dolor una media para las casadas de 2.39 y en las solteras de 1.4 y por último
en el dominio de lubricación una media de 2.15 para las casadas y en las solteras
de 1.35.

69
En la tabla número uno se describe el dominio de deseo en el cual se puede
observar que al evaluar la frecuencia el 28% dijo que pocas veces tiene deseo y el
25.6 % que a veces y solamente el 9.8% dice que la mayoría de las veces sienten
deseo por las relaciones sexuales y al evaluar la intensidad del deseo el 47.6%
dice que la intensidad es moderada, el 12.2 dice que es muy alta y el 4.9% dice
que es muy baja su intensidad de deseo.

Dominio deseo en el índice de función sexual femenina en mujeres casadas y solteras.

Tabla No. 1

Dominio Variables Frecuencia Porcentaje


Nunca 15 18.3
Pocas veces 23 28.0
Frecuencia A veces 21 25.6
La mayoría de las veces 8 9.8
Siempre 15 18.3
Deseo

Intensidad Muy alto 10 12.2


Alto 12 14.6
Moderado 39 47.6
Bajo 17 20.7
Muy bajo 4 4.9

70
En la tabla numero dos se describe el dominio de excitación al evaluar la
frecuencia con que se presenta la excitación se puede observar que el 29.3% la
mayoría de las veces siente excitación, al evaluar el nivel se puede observar que
el 37.8% dice que su nivel es moderado, respecto a la confianza de referirle a su
pareja que se siente excitada solamente el 17.1% dice que tiene muy alta
confianza, y en el aspecto de satisfacción con su excitación el 31.7% dice que
siempre se siente satisfecha con su excitación sexual.

Dominio excitación del índice de función sexual femenina en mujeres casadas y solteras.

Tabla No. 2

Dominio Variables Frecuencia Porcentaje


No tengo actividad sexual 18 22.0
Siempre 18 22.0
La mayoría de las veces 24 29.3
Frecuencia A veces 11 13.4
Pocas veces 10 12.2
Nunca 1 1.2

No tengo actividad sexual 11 13.4


Muy bajo o nada 3 3.7
Bajo 7 8.5
Nivel Moderado 31 37.8
Alto 22 26.8
Muy alto 8 9.8

No tengo actividad sexual 11 13.4


Excitación Muy baja o nada de confianza 3 3.7
Baja confianza 3 3.7
Confianza Moderada confianza 27 32.9
Alta confianza 24 29.3
Muy alta confianza 14 17.1

No tengo actividad sexual 15 18.3


Nunca 4 4.9
Pocas veces 8 9.8
Satisfacción
A veces 12 14.6
La mayoría de las veces 17 20.7
Siempre 26 31.7

71
En la tabla número tres se describe el dominio de lubricación, al evaluar la
frecuencia con que se presenta la lubricación se puede observar que el 31.7% la
mayoría de las veces siente lubricación, al evaluar la dificultad de lubricación el
39% refiere que le es extremadamente difícil o imposible lubricar durante la
actividad sexual, el 26.8% refiere que siempre o casi siempre mantiene la
lubricación hasta finalizar la actividad sexual, pero el 37% dice que le es
extremadamente difícil o imposible mantener la lubricación hasta el final de la
actividad sexual.

Dominio de lubricación en el índice de función sexual femenina en mujeres casadas y


solteras.

Tabla No. 3

Dominio Variables Frecuencia Porcentaje


No tengo actividad sexual 14 17.1
Nunca 2 2.4
Pocas veces 6 7.3
Frecuencia A veces 10 12.2
La mayoría de las veces 26 31.7
Siempre 24 29.3

No tengo actividad sexual 15 18.3


Extremadamente difícil 32 39.0
Muy difícil 27 32.9
Dificultad
Difícil 7 8.5
Poco difícil 1 1.2

Lubricación No me es difícil

No tengo actividad sexual 11 13.4


Frecuencia Nunca 7 8.5
con que Pocas veces 13 15.9
mantiene su A veces 13 15.9
lubricación La mayoría de las veces 16 19.5
Siempre 22 26.8

No tengo actividad sexual 13 15.9


Dificultad de Extremadamente difícil 31 37.8
mantener la Muy difícil 27 32.9
lubricación Difícil 10 12.2
Poco difícil 1 1.2

72
En la tabla número 4 se describe el dominio de orgasmo, al evaluar la frecuencia
con que se alcanza el orgasmo se puede observar que el 28% a veces alcanza el
orgasmo o clímax, al evaluar la dificultad para alcanzar el orgasmo el 37.8%
refiere que le es muy difícil durante la actividad sexual, el 32.9% refiere que están
muy satisfechas para alcanzar el orgasmo durante la actividad sexual.

Dominio de orgasmo en el índice de función sexual femenina en mujeres casadas y


solteras.

Tabla No. 4

Dominio Variables Frecuencia Porcentaje


No tengo actividad sexual 12 14.6
Nunca 6 7.3
Pocas veces 5 6.1
Frecuencia A veces 23 28.0
La mayoría de las veces 21 25.6
Siempre 15 18.3

No tengo actividad sexual 12 14.6


Extremadamente difícil 23 28.0
Muy difícil 31 37.8
Orgasmo Difícil 11 13.4
Dificultad
Poco difícil 3 3.7
No me es difícil 2 2.4

No tengo actividad sexual 13 15.9


Muy insatisfecha 7 8.5
Satisfacción
Moderadamente insatisfecha 5 6.1
para alcanzar
Ni satisfecha, ni insatisfecha 11 13.4
el orgasmo
Moderadamente satisfecha 19 23.2
Muy satisfecha 27 32.9

73
En la tabla número cinco se describe el dominio de satisfacción, al evaluar la
satisfacción emocional se puede observar que el 43.9% se encuentra muy
satisfecha, al evaluar la satisfacción con la relación sexual el 40.2% refiere que
está muy satisfecha, al evaluar la satisfacción con la vida sexual en general el
40.2% dice que está muy satisfecha.

Dominio de satisfacción en el índice de función sexual femenina en mujeres casadas y


solteras.

Tabla No. 5

Dominio Variables Frecuencia Porcentaje


No tengo actividad sexual 14 17.1
Muy insatisfecha 1 1.2
Moderadamente insatisfecha 4 4.9
Emocional Ni satisfecha, ni insatisfecha 11 13.4
Moderadamente satisfecha 16 19.5
Muy satisfecha 36 43.9

Muy insatisfecha 7 8.5


Moderadamente insatisfecha 9 11.0
Satisfacción Con la
Ni satisfecha, ni insatisfecha 11 13.4
relación
Moderadamente satisfecha 22 26.8
sexual
Muy satisfecha 33 40.2

Muy insatisfecha 6 7.3


Con la vida Moderadamente insatisfecha 5 6.1
sexual en Ni satisfecha, ni insatisfecha 14 17.1
general Moderadamente satisfecha 24 29.3
Muy satisfecha 33 40.2

74
En la tabla número seis se describe el dominio de dolor, al evaluar el dolor durante
la penetración vaginal el 31.7% siempre y la mayoría de las veces sienten dolor, al
evaluar el dolor después de la penetración el 48.8% refiere que presentan dolor, al
evaluar el dolor durante o después de la penetración vaginal el 36.6% sienten un
alto dolor.

Dominio de dolor en el índice de función sexual femenina en mujeres casadas y solteras

Tabla No. 6

Dominio Variables Frecuencia Porcentaje


No tengo actividad sexual 12 14.6
Siempre 26 31.7
Durante la La mayoría de las veces 26 31.7
penetración A veces 11 13.4
vaginal Pocas veces 4 4.9
Nunca 3 3.7

No tengo actividad sexual 14 17.1


Siempre 40 48.8
Después de la La mayoría de las veces 16 19.5
Dolor penetración A veces 8 9.8
vaginal Pocas veces 2 2.4
Nunca 2 2.4

No tengo actividad sexual 14 17.1

Durante o Muy alto 23 28.0

después de la Alto 30 36.6

penetración Moderado 12 14.6

vaginal Bajo 3 3.7


Muy bajo o nada

75
Discusión

Mencionan que mujeres tienen el índice más alto y quienes el más bajo en cuanto
a la Función sexual, pero falta sustentar con la teoría.

En la investigación que se realizó sobre el Índice de Función Sexual Femenina


(IFSF) desarrollado por Rosen y Cols (2000) en mujeres casadas y solteras con
una vida sexualmente activa, se les aplico un cuestionario que consta de 19
preguntas el cual mide seis dominios que son, deseo, excitación, lubricación,
orgasmo, satisfacción y dolor.

En los resultados se destaca que las mujeres casadas tienen un mayor índice de
función sexual ya que refieren tener un mayor porcentaje en cada uno de los
dominios, en cuanto en el dominio de deseo tanto las mujeres casadas como
solteras, refieren tener una frecuencia de pocas veces con un 28%, sin en cambio
en cuanto a su intensidad es moderado con un 47.6%, en el dominio de excitación
en las mujeres solteras y casadas refieren tener la mayoría de las veces una
frecuencia del 29.3%, un nivel moderado con un 37.8%, una confianza entre alta y
muy alta con un 46.0%, ya que logran tener una adecuada confianza para
excitarse con su pareja, en cuanto a la satisfacción con un 31.7% donde refieren
que siempre se encuentran satisfechas con su excitación.

En cuanto al dominio de lubricación obtienen un 31% donde refieren tener una


frecuencia en cuanto a su lubricación la mayoría de las veces, esto siendo posible
con la confianza que le ofrece su pareja, ya que con esto se logra tener una mejor
relación, con el simple hecho de darle un beso a su pareja en una parte de él o
ella que despierte esas ganas de llegar al acto sexual, la forma en que la pareja
llegue hasta ese momento, ya que es algo que simplemente no se dice, si no que
se demuestra con un beso, una mirada llegando al juego y la exploración donde
despierta en la mujer esas ganas de estar con su pareja y alcanzar una adecuada
lubricación y que esta a su vez lo disfrute y no sea incomodo o doloroso.

Por otra parte un 39% de las mujeres refieren tener una dificultad extremadamente
difícil para lubricar, siendo esto para ellas algo doloroso ya que al no estar

76
lubricadas la penetración puede ser dolorosa y siendo esto un impedimento para
que lo disfruten, a la mayoría de las mujeres se les dificulta estar lubricadas en
ocasiones por el simple hecho de no querer realizar el acto sexual, no tener
ganas, sentirlo como una obligación y no como una satisfacción. En cuanto a la
frecuencia con que mantienen una lubricación las mujeres casadas y solteras,
refieren que solo un 26% que siempre y un 15% a veces, sobre la dificultad de
mantener una lubricación un 37% de las mujeres refiere que es extremadamente
difícil, ya que para llegar a lubricar es necesario sentir esa atracción y deseo de tu
pareja, siendo esto un medio por el cual se podría lograr una adecuada
lubricación, no obstante una lubricación debe de ser completa o adecuada para la
mujer porque de ello depende si lo disfrute o no.

En el dominio de orgasmo tanto las mujeres casadas como solteras refieren tener
una frecuencia de un 28% a veces y un 25% que la mayoría de las veces, por lo
que no siempre tienen una frecuencia con sus orgasmos ya que esto es una
complicación para las mujeres por lo que al no tener un orgasmo se les dificulta el
poder disfrutar el acto sexual, al no ser frecuentes con los orgasmos podría inhibir
el deseo o las ganas de poder estar con su pareja.

De igual manera refieren tener un 65% en cuanto a la dificultad de alcanzar un


orgasmo ya que les es extremadamente difícil, esto pudiendo ser una
inconformidad para ellas, ya que no estarían disfrutando el acto sexual con su
pareja, en cuanto a su satisfacción para alcanzar el orgasmo refieren un 14% que
están muy o moderadamente insatisfechas, si no se logra alcanzar, tener o
disfrutar, un orgasmo esto podría ser el factor principal para no sentir el deseo, las
ganas, el atractivo por la pareja, ya que no disfrutarían el acto sexual.

En el dominio satisfacción refieren tener un 43%, donde emocionalmente se


encuentran muy satisfechas respecto a la satisfacción con su pareja, ya que
probablemente si no logran alcanzar un orgasmo, tener una adecuada lubricación
o en su caso no sentirse con el deseo de estar con su pareja en un preciso
momento, estas se encuentran satisfechas emocionalmente. En cuanto a la
satisfacción con la relación sexual de su pareja refieren un 40% de satisfacción

77
hacia su pareja y de igual manera refieren un 40% de satisfacción su vida sexual
en general.

En el dominio de dolor, durante la penetración vaginal obtuvieron un 31% donde


refieren que siempre o la mayoría de las veces sienten dolor, ya que algunas no
alcanzan a lubricar durante la penetración, por lo que probablemente esto sea la
causa del dolor, por otro lado refieren un 48% donde después de la penetración
sienten esta molestia y puede ser muy incómodo para ellas, posteriormente así
como las casadas y solteras refieren tener dolor en un 36% durante o después
de la penetración.

En otra investigación realizada del índice de función sexual femenino la


puntuación promedio fue de 18.26 que difiere de los resultados obtenidos en un
estudio realizado por Artiles, Gutiérrez y Sanfélix, (2006), en España a mujeres
que acudieron al centro de salud urbano con una vida sexual activa con el objetivo
de valorar la función sexual femenina y describir los factores más frecuentes en la
disfunción, donde la puntuación promedio fue de 25.4, muy semejante a la
obtenida en otro estudio realizado por Blümel y Cols, (2004) en mujeres chilenas
con actividad sexual, que fue de 26.

Por otro lado en un estudio realizado por González, et al., (2006) en la Habana
Cuba, a mujeres en la etapa del climaterio los resultados que se obtuvieron fue
que durante el período evaluado el 13,6 % de las mujeres encuestadas consideró
un aumento notorio en la fase del deseo, muy similar al 16,9 % de las mujeres en
relación con las fases de excitación y orgasmo, mientras que el 47,5 % respondió
no experimentar modificaciones respectivamente en las mismas fases. Sin
embargo el 35.6 % reporto disminución en las fases de la respuesta sexual,
mientras que el 22 % lo hizo respecto al deseo, la excitación y el orgasmo. En el
mismo estudio un 63.3 % de las mujeres refieren tener disminución de la libido y
hubo predominio de insatisfacción en un 53.1%.

78
Mientras que en esta investigación los resultados obtenidos por las mujeres
casadas fueron una media alta de 5.02 en el dominio de satisfacción que es el
único componente del índice de función sexual femenina que no se ve tan
influenciado en esta investigación, por el hecho de no tener una pareja estable o
mejor dicho de no estar casada, más bien este hecho se comporta como factor de
riesgo para tener dificultades con el deseo sexual, con la excitación, problemas
con la lubricación, con el orgasmo y con la actividad sexual en general, también
hay más probabilidad de presentar dolor o algún trastorno como lo es la
dispareunia, después en el dominio de excitación se obtuvo una media de 4.5 para
las casadas y una de 2.77 para las solteras lo que quiere decir que las mujeres
casadas tienden a excitarse con más frecuencia y con más confianza porque
tienen una pareja estable y en cualquier momento pueden tener actividad sexual,
por otro lado aunque las mujeres refieren que se sienten satisfechas, en el
dominio de dolor obtuvieron una media de 2.39 y las solteras obtuvieron 1.4 lo que
quiere decir que aunque las casadas tienen una mayor función sexual que las
solteras, estas tienen un menor nivel de dolor ya que no experimentan tanto
disconfort durante y después de la penetración vaginal como las casadas y por
último el dominio de lubricación con una media baja de 2.15 para las mujeres
casadas y con una media de 1.35 para las solteras lo que significa que aunque a
las mujeres casadas se les dificulta lubricar y mantener la lubricación hasta el final
de la actividad sexual, a las solteras se les dificulta aún más aunque no existe
gran diferencia.

De igual forma se realizó un grupo de investigadores de la universidad de Nueva


York a través de decenas de entrevistas a hombres y mujeres de diferentes
edades, con o sin pareja estable, los resultados que obtuvieron fueron el 45.8% de
los entrevistados con una relación duradera practicaba sexo entre dos y tres veces
por semana, y solo un 8% de los soltero/as igualaba la cifra.

La hipótesis de De Beja figura también entre las conclusiones del estudio de la


universidad de Nueva York, la intimidad de las parejas estables es más

79
satisfactorio porque hay más comunicación y experimentación. El sexo de calidad
necesita siempre confianza para que puedas abriste al otro hasta lograr un buen
conocimiento mutuo. La mujer tiene que sentirse cómoda y segura, y quién va a
conocerla mejor que su pareja. Por otro lado el sexo de las solteras cuenta con
particularidades ajenas a las casadas, como el placer de la conquista, el atractivo
del descubrimiento o la pasión de la novedad.

Por otro lado se encontró una investigación realizada por Sánchez, Carreño,
Martínez y Gómez (2005), sobre las disfunciones sexuales femeninas y
masculinas: comparación de género en una muestra de la ciudad de México,
Masters y Johnson estudiaron el comportamiento del ciclo de la respuesta sexual
humana, y lo dividieron en cinco fases: deseo, excitación, meseta, orgasmo y
resolución. La definición de estas fases los llevó a describir y delimitar las
disfunciones sexuales inherentes, aunque no siempre presentes, de la sexualidad
humana.

Este estudio con el Objetivo de establecer la prevalencia, el porcentaje y la


frecuencia de los tipos de disfunción sexual masculina y femenina, así como
determinar la presencia o ausencia de disfunciones sexuales y el tipo de
disfunción que se padece sus diferencias, a la vez se analizan algunas variables
relacionadas con la vida sexual de la muestra, Se utilizaron la Historia clínica de la
sexualidad femenina y el Cuestionario de Sexualidad, versión hombres, que
consta de 90 preguntas y que se diseñó en el Instituto Nacional de Perinatología
para obtener información sobre aspectos de la vida sexual.

A diferencia de la investigación del IFSF de Rosen y Cols que consta de 19


preguntas, aplicado a 82 mujeres, el cual mide 6 dominios que son deseo,
excitación, orgasmo, lubricación, satisfacción y dolor, en este caso en mujeres
casadas y solteras con una vida sexualmente activa, realizando la comparación de
estas sobre su índice de función sexual se obtuvo que las mujeres casadas tienen
una mejor función sexual.

80
Al igual que esta investigación los criterios de inclusión, las mujeres deberían de
por lo menos tener un año de relación con su pareja, que sepan leer y escribir,
que no padezcan ninguna enfermedad ni discapacidad.

Los resultados obtenidos de las disfunciones femeninas se obtuvo que tres fueron
las más frecuentes son, disritmia con 90 casos (23.4%), deseo sexual hipoactivo
con 87 casos (22.6%) e inhibición del orgasmo con 81 casos (21%), mientras que
la dispareunia tuvo 71 casos (18.4%), la inhibición de la excitación, 57 (14.8), el
vaginismo, 35 casos (9.1) y por último la aversión al sexo, 34 casos (8.8%).

En cuanto a los resultados del IFSF se obtuvo una media alta en los dominios de
las mujeres casadas ya que en el dominio de satisfacción con una media de 5.02,
en el dominio de excitación 4.5, en el dominio de deseo 3.96, en el dominio de
orgasmo de 3.71, en el dominio de dolor 2.39 y en el dominio de lubricación una
media de 2.15.

Posteriormente cabe hacer hincapié de que si se presentan algunas dificultades o


en su caso disfunciones sexuales tanto en hombres como mujeres no se puede
llevar a cabo una adecuada función sexual, ya que depende de ambos sexos estar
saludables y tener esa intensidad para gozar del acto sexual.

Su Metodología casi queda, pero si deben poner mayor atención al Marco Teórico
para que corrijan las observaciones, porque considero que contiene información
no acorde a los temas, es importante que enfaticen en los Dominios, es más su
Marco Teórico debe centrarse en los dominios de la función sexual que maneja su
Instrumento.

81
Conclusiones

En la realización la investigación sobre el índice de función sexual femenino en


mujeres casadas y solteras con una vida sexualmente activa de acuerdo a los
resultados obtenidos se concluyó que las mujeres casadas tienen un mayor indicé
de función sexual por lo que se acepta la hipótesis alterna.

De acuerdo con el instrumento de IFSF que mide 6 dominios, las mujeres casadas
obtuvieron un puntaje alto en cuanto a su función de satisfacción, de igual forma
las mujeres solteras obtuvieron puntajes bajos en comparación con los de las
casadas, su satisfacción es alta comparada con los demás dominios.

En el dominio de excitación las mujeres casadas refieren sentirse excitadas hacia


su pareja por lo cual los resultados fueron favorables.

En el caso de las mujeres solteras en los dominios excitación, deseo y orgasmo


son los puntajes altos ya que refieren tener un índice de función sexual, siendo
este más bajo que el de las mujeres casadas.

En el dominio de deseo las mujeres casadas refieren sentir deseo hacia su pareja,
lo cual indica que su índice es alto en cuanto a su relación.

En el dominio de orgasmo las mujeres casadas obtuvieron un mayor puntaje que


las solteras, por lo cual las casadas alcanzan un mayor nivel de orgasmo, este no
siendo tan alto en comparación con su satisfacción.

En cuanto el dominio de dolor los resultados de igual forma fueron altos en las
mujeres casadas, refieren sentir dolor respecto a su función sexual, no obstante
en puntaje es menor que su deseo y satisfacción por lo cual llegando a sentir dolor
disfrutan el acto sexual.

En el dominio de lubricación, fue el segundo puntaje bajo en las mujeres casadas,


ya que refieren que no todas mantienen una lubricación vaginal, mediante el acto
sexual, y cuando la alcanzan no todas logran mantenerla durante el acto sexual.

82
Sugerencias

 La sexualidad es un tema muy amplio y aunque en la actualidad existe varia


información, no se han realizado muchos estudios enfocados a la
sexualidad femenina por lo cual, lo que se sugiere principalmente es que se
generen más investigaciones en este ámbito.
 Se recomienda hacer otro estudio donde se incluyan variables como lugar
de residencia, tiempo de casados o tiempo de la relación sentimental para
el caso de las solteras, y cualquier otro factor psicosocial que pueda influir
en la respuesta sexual femenina.
 Se sugiere darle seguimiento a esta investigación para obtener más
información sobre el tema ya que hasta el momento existen muy pocos
datos y estadísticas sobre la función sexual de las mujeres.
 Se sugiere realizar una investigación con una población mucho más
extensa a la que se utilizó en esta investigación para obtener mayores
resultados estadísticos y estos puedan ser de ayuda para otras
investigaciones similares en nuestro país y en otros países.
 Se sugiere hacer investigaciones en mujeres mayores a las que
participaron en esta investigación para saber si la función sexual es la
misma en todas las edades o si existe alguna diferencia.
 Otra de las sugerencias es realizar un estudio donde participen los hombres
para identificar si la función sexual es mayor o menor a la de las mujeres y
que factores influyen para que eso suceda.
 Se sugiere informar a las mujeres desde una edad temprana sobre la
función sexual femenina, ya que en una comunidad rural o semiurbana
como lo es Tejupilco hay poca información sobre los temas de sexualidad,
por lo que estos en su gran mayoría, se hablan como si fueran tabúes.
 Se recomienda realizar un curso taller donde se informe de forma clara y
precisa sobre la función sexual femenina ya que la gran mayoría de las
mujeres la desconocen en su totalidad.

83
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87
Anexos

88
ÍNDICE DE FUNCIÓN SEXUAL FEMENINA

Edad: _____________________ Estado civil: ___________________________

Ocupación: _____________________ Localidad: ________________________

Instrucciones: Estas preguntas son sobre su sexualidad durante las últimas 4


semanas. Por favor responda las siguientes preguntas lo más honesta y
claramente posible. Sus respuestas serán mantenidas completamente
confidenciales.

Definiciones

Actividad sexual: se refiere a caricias, juegos sexuales, masturbación y relaciones


sexuales.

Relación sexual: se define como penetración del pene en la vagina.

Estimulación sexual: incluye juegos sexuales con la pareja, autoestimulación


(masturbación) o fantasías sexuales.

Marque sólo una alternativa por pregunta

Deseo o interés sexual es la sensación que incluye deseo de tener una


experiencia sexual, sentirse receptiva a la incitación sexual de la pareja y
pensamientos o fantasías sobre tener sexo.

1. En las últimas 4 semanas, ¿Cuán a menudo usted sintió deseo o interés


sexual?

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)

89
– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

2. En las últimas 4 semanas, ¿Cómo clasifica su nivel (intensidad) de deseo o


interés sexual?

– Muy alto

– Alto

– Moderado

– Bajo

– Muy bajo o nada

Excitación sexual es una sensación que incluye aspectos físicos y mentales de la


sexualidad. Puede incluir sensación de calor o latidos en los genitales, lubricación
vaginal (humedad) o contracciones musculares

3. En las últimas 4 semanas, ¿Con cuanta frecuencia usted sintió excitación


sexual durante la actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)

– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

4. En las últimas 4 semanas, ¿Cómo clasifica su nivel de excitación sexual durante


la actividad sexual? _ No tengo actividad sexual

_ Muy alto

90
_ Alto

_ Moderado

_ Bajo

_ Muy bajo o nada

5. En las últimas 4 semanas, ¿Cuánta confianza tiene usted de excitarse durante


la actividad sexual? – No tengo actividad sexual

– Muy alta confianza

– Alta confianza

– Moderada confianza

– Baja confianza

– Muy baja o nada de confianza

6. En las últimas 4 semanas, ¿Con qué frecuencia se sintió satisfecho con su


excitación durante la actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)

– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

7. En las últimas 4 semanas, ¿Con cuanta frecuencia usted sintió lubricación o


humedad vaginal durante la actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)


91
– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

8. En las últimas 4 semanas, ¿le es difícil lubricarse (humedecerse) durante la


actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Extremadamente difícil o imposible

– Muy difícil

– Difícil

– Poco difícil

– No me es difícil

9. En las últimas 4 semanas, ¿Con qué frecuencia mantiene su lubricación


(humedad) vaginal hasta finalizar la actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre la mantengo

– La mayoría de las veces la mantengo (más que la mitad)

– A veces la mantengo (alrededor de la mitad)

– Pocas veces la mantengo (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca mantengo la lubricación vaginal hasta el final

10. En las últimas 4 semanas, ¿Le es difícil mantener su lubricación (humedad)


vaginal hasta finalizar la actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Extremadamente difícil o imposible

– Muy difícil
92
– Difícil

– Poco difícil

– No me es difícil

11. En las últimas 4 semanas, cuando usted tiene estimulación sexual o


relaciones, ¿Con qué frecuencia alcanza el orgasmo o clímax?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)

– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

12. En las últimas 4 semanas, cuando usted tiene estimulación sexual o


relaciones, ¿Le es difícil alcanzar el orgasmo o clímax?

– No tengo actividad sexual

– Extremadamente difícil o imposible

– Muy difícil

– Difícil

– Poco difícil

– No me es difícil

13. En las últimas 4 semanas, ¿Cuan satisfecha está con su capacidad para
alcanzar el orgasmo (clímax) durante la actividad sexual?

– No tengo actividad sexual

– Muy satisfecha

– Moderadamente satisfecha
93
– Ni satisfecha ni insatisfecha

– Moderadamente insatisfecha

– Muy insatisfecha

14. En las últimas 4 semanas, ¿Cuan satisfecha está con la cercanía emocional
existente durante la actividad sexual entre usted y su pareja?

– No tengo actividad sexual

– Muy satisfecha

– Moderadamente satisfecha

– Ni satisfecha ni insatisfecha

– Moderadamente insatisfecha

– Muy insatisfecha

15. En las últimas 4 semanas, ¿Cuan satisfecha está con su relación sexual con
su pareja?

– Muy satisfecha

– Moderadamente satisfecha

– Ni satisfecha ni insatisfecha

– Moderadamente insatisfecha

– Muy insatisfecha

16. En las últimas 4 semanas, ¿Cuan satisfecha está con su vida sexual en
general?

_ Muy satisfecha

_ Moderadamente satisfecha

_ Ni satisfecha ni insatisfecha

_ Moderadamente insatisfecha
94
_ Muy insatisfecha

17. En las últimas 4 semanas, ¿Cuan a menudo siente discomfort o dolor durante
la penetración vaginal?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)

– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

18. En las últimas 4 semanas, ¿Cuan a menudo siente discomfort o dolor después
de la penetración vaginal?

– No tengo actividad sexual

– Siempre o casi siempre

– La mayoría de las veces (más que la mitad)

– A veces (alrededor de la mitad)

– Pocas veces (menos que la mitad)

– Casi nunca o nunca

19. En las últimas 4 semanas, ¿Cómo clasifica su nivel (intensidad) de discomfort


o dolor durante o después de la penetración vaginal?

– No tengo actividad sexual

– Muy alto

– Alto

– Moderado

– Bajo
95
– Muy bajo o nada

96

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