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razón de san Josemaría, que sufrió gran- ticelli. En las paredes del oratorio se suce-
demente al comprobar las tentativas de den alegorías de la Virgen.
rebajar la trascendencia del sacrum y la Estos detalles, tomados en su con-
santidad de los sacramentos. Su pruden- junto, y otros que pondría por obra más
cia pastoral le llevó a tomar las medidas adelante con motivo de la construcción de
de su competencia para que la fiel aplica- oratorios en la sede central del Opus Dei
ción de los nuevos libros litúrgicos en los en Roma, responden a un modo de conce-
Centros del Opus Dei no se viese afectada bir las formas del culto cristiano en el que
por desviaciones ni incertidumbres. Unas prima la grave y noble elegancia, ajena a
palabras, que datan de aquellos años, sin- cuanto pueda parecer afectado o poco
tetizan su mente: “amaremos esta liturgia auténtico. Muy pronto, en 1934, ya dejó
nueva, como hemos amado la vieja” (cfr. constancia de su aprecio por la sencillez
Del Portillo, 1993, pp. 138-139). que caracterizaba la liturgia de los inicios
de la Iglesia: “(…) volvamos a la sencillez
2. Algunas realizaciones de los primeros cristianos: riqueza, cuanta
El amor a la liturgia llevó a san Jose- podáis, pero jamás a costa de la liturgia.
maría a cuidar el culto sacro, tanto por lo Arte serio, lleno de grave majestad. Nunca
floripondios, ni luz eléctrica. El retablo, retro
que se refiere a las vestiduras y objetos
tabulam: a su sitio, detrás del altar, como
litúrgicos, como a las iglesias y oratorios,
algo accidental. La Santa Cruz y el ara
en los que vale la pena detenerse. La cir-
–completamente aislada la mesa del altar–
cunstancia de la construcción de la sede
ocupen el lugar sobresaliente” (Instrucción,
central del Opus Dei en Roma por los años
9-I-1935, n. 254: AGP, serie A.3, 90-1-1).
cincuenta fue ocasión para que san Jose-
maría tuviera oportunidad de proyectar ex San Josemaría se traslada a la Urbe
novo algunos oratorios. En realidad, ya lo en el año 1946 y en esta coyuntura ro-
había hecho antes al construir el oratorio mana vuelve a expresar su sensibilidad
del Centro de la Obra situado en la calle litúrgica en lo concerniente a los oratorios
Diego de León, y también el de Molinovie- que albergaría aquella sede central, y que
jo, la primera casa de retiros que promo- a nosotros nos permite identificar su im-
vió, localizada en la provincia de Segovia. pronta, al menos en algunos de sus per-
El primero se construyó en 1941 y está li- files. Aunque siguió de cerca el proyecto
gado a momentos decisivos en la historia de todos los espacios celebrativos de la
del Opus Dei. Es un oratorio sobrio y no- sede central de la Obra, sugiriendo ideas
ble, decorado con motivos simbólicos de a los arquitectos, hay, sin embargo, cua-
la tradición litúrgica de la Iglesia. Su planta tro oratorios que destacan, a mi juicio, por
elíptica permite que los fieles ocupen su su volumen y representatividad: el oratorio
lugar en torno al altar (circumstantes). El de Santa María de la Paz, que es la actual
oratorio de Molinoviejo fue bendecido en iglesia prelaticia; el dedicado a los Santos
el año 1948. Durante gran parte del ve- Apóstoles; el oratorio de Pentecostés y el
rano de ese año, san Josemaría escogió de la Santísima Trinidad.
los objetos litúrgicos y destinó para él la Los trabajos de construcción del ora-
habitación más apropiada de la casa, torio de Santa María de la Paz se conclu-
consiguiendo un espacio que invita al re- yeron en el mes de diciembre de 1959 y fue
cogimiento. A pesar de los pocos medios dedicado por el cardenal Tardini, entonces
disponibles, procuró que tuviera la mayor Secretario de Estado, a comienzos del año
dignidad posible. El retablo está formado siguiente. Quien penetra en esa aula litúrgi-
por un fresco que representa la Anuncia- ca no tarda en percibir el clásico estilo ba-
ción y está inspirado en un cuadro de Bo- silical romano. De planta rectangular, con
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La estima creciente de la Iglesia por el don misterios de Xto., tan viva y perfecta, que
precioso de la Eucaristía produjo, con el se renuevan y vuelven a efectuar misterio-
paso del tiempo, obras de arte que, en el samente en ella” (Ejercicios Espirituales,
caso de la columbas eucarísticas, se plas- Meditación «Nuestra Misa», Vergara 9-IX-
maron en realizaciones admirables por 1938: CECH, p. 676, nt. 5). Esta nota resul-
su riqueza y gusto exquisitos, homenajes ta altamente significativa en cuanto que se
de la fe al amor con que Cristo-Eucaristía halla en sintonía teológica con los desarro-
quiere a su Iglesia. Consciente de este pa- llos de la “doctrina de los misterios” (Mys-
trimonio espiritual, san Josemaría quiso terienlehre) que, acerca de la presencia
que, sobre el altar del oratorio donde ce- actual del misterio de Cristo en la liturgia,
lebra el Prelado del Opus Dei, hubiera una había propuesto Odo Casel (†1948). Esta
columba eucarística. Tras su delicada orfe- intuición, una de las más fructíferas ideas
brería late la fe y el amor de san Josemaría teológicas de nuestro siglo, fue el corazón
por el Santísimo Sacramento. de la doctrina litúrgica del Concilio Vatica-
El elenco de pormenores que se des- no II (cfr. Bouyer, 1964, p. 242 y conferen-
prenden de las descripciones precedentes, cia pronunciada por Joseph Ratzinger en
sin ser exhaustivo, testimonia, en su con- 1965, cit. en Rosas, 1996, p. 41).
junto, el aprecio de san Josemaría por la
a) La participación litúrgica. La partici-
venerable tradición del Rito Romano y su
pación activa de los fieles en las celebra-
deseo de situarse en continuidad con ella.
ciones litúrgicas de la Iglesia fue, como se
Su gusto por lo sobrio, sencillo y noble en
sabe, el eje en torno al cual giró la entera
el culto divino presenta conexiones con
reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.
determinadas dimensiones del Movimien-
Actualmente, el Catecismo de la Iglesia
to litúrgico. La Misa dialogada, la centra-
Católica responde a la pregunta acerca
lidad del sagrario, la comunión dentro de
la Misa, la conciencia del significado pro- del sujeto de la celebración con estas pa-
fundo del altar cristiano, la verdad de los labras: “La Liturgia es «acción» del «Cris-
signos… son otros aspectos que muestran to total»” (CCE, n. 1136). San Josemaría
al sacerdote que siente hondamente la li- buscó y procuró siempre una participa-
turgia y mueve a una participación activa ción activa de todos los presentes en las
en ella. celebraciones litúrgicas. Una anotación de
gran fuerza expresiva, datada en 1938, re-
vela su sensibilidad: “¡Catedral de Burgos!
3. Relieves teológicos Mucho clero: el arzobispo, el cabildo de
Una vez expuestos algunos aspectos canónigos, los beneficiados, cantores, sir-
concretos de la vivencia litúrgica de san vientes y monagos... Magníficos ornamen-
Josemaría, parece oportuno reflexionar tos: sedas, oro, plata, piedras preciosas,
sobre ella a la luz del trasfondo teológico- encajes y terciopelos... Música, voces,
litúrgico que subyace en su predicación arte... Y... ¡sin pueblo! Cultos espléndidos,
y en sus escritos. Para eso detendremos sin pueblo. Catedral de Burgos” (Apuntes
nuestra atención sobre algunos textos, íntimos, n. 1590: CECH, p. 657). Otro tex-
conscientes de que la selección será ne- to, redactado también en 1938, discurre
cesariamente limitada. por la misma línea: “(Sevilla) visito la cate-
Mencionamos ante todo una frase dral (...). Es grandiosa. Lástima de coro en
contenida en los guiones que redactó para medio, y de presbiterio enjaulado, aunque
la predicación de unos ejercicios espiritua- la jaula de hierro dorado sea magnífica: no
les dirigidos a sacerdotes a finales de los dejarán participar del culto más que a los
años treinta. En ella se lee: “La Misa, sacri- privilegiados” (Carta 19-IV-1938: AGP, se-
ficio del N. T.: Representación de todos los rie A.3.4, 255-2, 380419-2).
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