valores más altos en la nariz (que se piensa que es
la principal vía de transmisión) y en la garganta
durante los primeros momentos de la infección. Concretamente, entre el primer día con síntomas y el último. Y esto ocurre incluso en los pacientes con síntomas leves.
También descubrimos que, durante varias
semanas, puede detectarse material genético del virus en muestras extraídas de la garganta y en muestras de heces. Pero no se detectó presencia del virus vivo en ninguna muestra recogida nueve días después de que el paciente empezara a manifestar síntomas.
Sin embargo, algunas personas, en especial
aquellos que ya padecían enfermedades graves o que tenían el sistema inmunológico debilitado (por estar recibiendo quimioterapia, por ejemplo), tenían posibilidades de experimentar procesos de eliminación viral más prolongados. En cualquier caso, los resultados apuntan a que los infectados con SARS-CoV-2 tienen propensión a resultar contagiosos en el periodo comprendido entre unos pocos días antes de empezar a desarrollar síntomas y los cinco días posteriores.