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COMUNICACIÓN EN CASA:

La comunicación en casa es fundamental para fortalecer la salud emocional de los 'peques':

Cariño, respeto y seguridad ayudan a fomentar la salud emocional de los más pequeños. Así lo afirma María Pérez Orozco,
psicopedagoga y profesora en la Universidad de La Rioja, quien defiende la idea de que los padres se conviertan en
proveedores de un entorno seguro, que incorpore estos tres elementos. La seguridad y la confianza serían, por tanto, claves
para que los niños se desarrollen emocionalmente de manera correcta en sus primeros años de vida.

Para optimizar estos sentimientos, los padres deben concentrar sus esfuerzos en equillibrar en la misma balanza coherencia
y diálogo, a fin de conseguir el equilibrio psicológico de los 'peques' en la primera etapa del crecimiento. Los padres se
convierten así en los primeros modelos a imitar: no es posible que los niños tengan salud emocional si reciben unas
directrices determinadas, que distan mucho de lo que perciben después en primera persona.

Este tipo de situaciones, de hecho, crea en ellos emociones contradictorias: de ahí la importancia de que exista coherencia a
la hora de educarles, tanto si se trata de algo positivo, como un premio por un trabajo bien hecho o por buena conducta,
como de algo negativo, como un castigo o una reprimenda. 'Al hablar de educación hacemos referencia a los valores que se
quieren transmitir, a las prioridades, a los acuerdos y a las normas vividas en el seno familiar', afirma la maestra, quien
aconseja a los padres que es mejor equivocarse juntos antes que acertar por separado.

De hecho, cuando los padres 'van por libre', con un estilo educativo diferente, los niños tienden a mostrar desconfianza e
inseguridad, ya que en la mayoría de situaciones no saben a qué atenerse. Los valores que se adquieren durante la infancia
comienzan a formar parte de la personalidad a una edad temprana: las tres etapas evolutivas en la vida del niño -primera
infancia, de 0 a 3 años, segunda infancia, de 3 a 7 años, y tercera infancia, de los 7 a los 12 años-, son momentos ideales
para el desarrollo de este tipo de hábitos positivos, ya que es justo después, en la adolescencia, cuando surgen las crisis de
identidad, y por lo tanto es más difícil inculcar valores.

Lo ideal: compartir momentos de comunicación familiar donde se pongan 'etiquetas' a los sentimientos y emociones vividas
durante el día; una terapia casera excelente para el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños antes de entrar de
lleno en la pubertad.

COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS:


Trucos para facilitar la comunicación en la familia:

Si es importante el diálogo en las relaciones interpersonales, lo es aún más la comunicación en la familia. La comunicación
está guiada por los sentimientos y por la información que transmitimos y comprendemos.

La comunicación nos sirve para establecer contacto con las personas, para dar o recibir información, para expresar o
comprender lo que pensamos, para transmitir nuestros sentimientos, comunicar algín pensamiento, idea, experiencia o
información con el otro, y para unirmos o vincularnos a través del afecto y de la empatía.

Consejos para mejorar la comunicación entre padres e hijos: Cuando existe la comunicación en una familia, seguramente
se puede afirmar que existe un compañerismo, una complicidad, y un ambiente de unión y afecto en la casa. Pero, sobre
todo y lo más importante, es que hay un respeto mutuo y unos valores bien asentados que enraízan con el origen de unas
buenas relaciones.

Poner en práctica estas recomendaciones mejorará el clima familiar para facilitar la comunicación y la confianza entre
niños y adultos, entre padres e hijos, y acercará posturas.

- Al dar una información, busca que siempre sea de una forma positiva.

- Obedecer a la regla de que "todo lo que se dice, se cumple".

- Empatizar o ponernos en el lugar del otro.

- Dar mensajes consistentes y no contradictorios.

- Escuchar con atención e interés.

- Crear un clima emocional que facilite la comunicación.

- Pedir el parecer y la opinión a los demás.


- Expresar y compartir sentimientos.

- Ser claros a la hora de pedir algo.

Diálogo en la familia:

Crear un clima de comunicación en la família, no es una tarea tan facil. Hay que ayudar a los hijos con prácticas sobre el
terreno, con consejos educativos y, sobre todo, con el ejemplo para crear el clima adecuado que facilite esa comunicación.

10 errores de la comunicación en la familia

Las razones de una mala comunicación familiar

Cuando un miembro de una familia llega a su casa, puede percibir un mensaje de bienestar o tensión sin la necesidad de
mirar a la cara del resto de la familia. Eso suele suceder con más frecuencia cuanto más estrecha es la relación en las
personas, ya que en estos casos más importancia tendrá esa percepción y más evidente será la comunicación no verbal. En
ocasiones, la falta de diálogo supone una grave limitación a la comunicación.

Muchas veces, la prisa de los padres por recibir alguna información, les impide conocer la opinión de sus hijos y, de igual
forma, impide que sus hijos se den cuenta de la actitud abierta y de la predisposición a escuchar de los padres. La
situación anterior es especialmente importante en la adolescencia. Son múltiples las situaciones en que los padres sienten
curiosidad por lo que hacen los hijos y éstos, ante una situación de exigencia, responden con evasivas.

Clima para crear una buena comunicación en familia

Los enemigos de la comunicación en familia

Otro impedimento para la comunicación es la impaciencia de algunos padres para poder incidir educativamente en la
conducta de sus hijos. Todo el proceso educativo pasa por la relación que establecen padres e hijos, y ésta se apoya en la
comunicación; por eso, es tan importante preservarla y mantener la alegría de disfrutarla. Para ello es suficiente que los
padres no quieran llevar siempre la razón y convencerse que comunicarse no es enfrentarse.

La vida familiar cuenta también con unos enemigos claros para establecer conversaciones y la relación interpersonal. La
televisión en la comida, los horarios que dificultan el encuentro relajado, los desplazamientos de fin de semana... Hay que
luchar frente a estas situaciones y adoptar una actitud de resistencia provocando un clima que facilite la comunicación.

Errores que impiden la comunicación en la familia

1- Generalizaciones: Siempre estás pegando a tu hermana, nunca obedeces. Seguro que, en algún momento, hace algo
distinto de pegar a su hermana. Posiblemente, alguna vez, sí ha sabido obedecer.

2- Juicio de los mensajes que recibes: La madre, cuando el padre llega de la calle, dice: Parece que hoy llegas más tarde. El
padre replica: ¿Qué pasa?, ¿los demás días llego antes?. ¡Siempre estás pendiente de la hora a la que vengo!

3- No saber escuchar para comprender bien lo que quieren decir los demás realmente.

4- Discusiones sobre la versión de algo que sucedió hace ya tiempo. ¿Para qué darle tanta importancia a sucesos ya
pasados?

5- Establecimiento de etiquetas. Evita catalogar siempre del mismo modo situaciones o comportamientos parecidos,
recordando un acontemiento puntual.

6- Aplicación de objetivos contradictorios. Si una vez te pareció bien, evita que la siguiente sea al revés.

7- El lugar y el momento que elegimos. Escoger un buen momento o lugar puede favorecer la comunicación en familia.

8- Exposición de preguntas llenas de reproches. Los reproches entorpecen una buena comunicación.

9- Modos de expresión. El abuso de los: Tú deberías, Yo debería hacer; en vez de los: Qué te parece si..., Quizás te
convenga, Yo quiero hacer, Me conviene, He decidido.

10- Cortes en la conversación. Se presta más atención a lo que quieres decir, que a escuchar al otro.

Consecuencias de la falta de comunicación entre padres e hijos


Cuando no hay diálogo en la familia

Siempre que decimos, hacemos o dejamos de hacer cosas, estamos estableciendo relaciones con los otros, por lo que
estamos comunicando La comunicación dentro de la familia determina la manera en que los niños aprendan una
manera de emocionarse y pensar para comunicarse con los demás.
Cuando los miembros familiares coordinan las formas de comunicación llegan a satisfacer las necesidades de todos
los miembros. Pero, ¿qué ocurre cuando falta ese diálogo y ese entendimiento? En Guiainfantil.com te contamos
cuáles son las consecuencias.

Causas de la falta de comunicación en familia

Dentro del núcleo familiar se aprende y enseña a través de los valores, maneras de pensar y cómo se comunica.
Gracias a esta coordinación, dentro de la familia se va construyendo la manera de enfrentar las dificultades diarias y
de ver las cosas mediante la negociación o respetando y aceptando otros puntos de vista.
La falta de comunicación tiene que ver con los numerosos malentendidos que se dan dentro de las familias. Un
pequeño error en la comunicación puede causar mal ambiente durante mucho tiempo. Por tanto, si no
existe conexión entre los miembros de la familia se generan problemas de comunicación.
Los problemas en la comunicación comienzan con la aparición de algunos factores resultado del excesivo
“individualismo” de los miembros o de los estilos educativos que utilizan los padres. Entre estos factores podemos
encontrar:

- Falta de tiempo. La falta de tiempo para estar juntos en familia es un factor clave para la falta de comunicación.
Hoy en día el ritmo de vida es acelerado y además se le muestra más importancia a cosas más triviales como
internet, TV, etc.
- Poca paciencia. Es otro factor que contribuye en gran medida a la falta de comunicación. Cuando aparece
la irritación se busca la manera más fácil para resolver la situación: ignorar al otro
- La disciplina. El ser autoritario y no dejar expresar al niño sus necesidades puede ser perjudicial. Además, dejar
demasiada libertad de elección, convirtiendo su demanda en lo más importante también puede serlo. Se debe buscar
el equilibrio hacia una comunicación positiva.
La falta de comunicación en familia tiene que ver con problemas psicológicos en niños y adolescentes de carácter
emocional y comportamiento. Estos problemas se pueden extender fuera de la familia afectando en el trabajo,
escuela y otros entornos sociales

Consejos para mejorar la comunicación en familia

- No juzgar. Ni criticar, ni sancionar sus conductas de manera constante. Este tipo de actitudes solo ponen barreras
en el niño y los padres.
- Escuchar. Dejar que el niño hable y diga lo que piensa o siente es beneficioso para el buen funcionamiento de la
familia. No interrumpir lo que está diciendo para saber qué piensa.
- Lo que tiene que decir es importante. Muchas veces a los adultos nos parece que anda preocupado por algo a lo
que no le damos importancia. No dársela hace que en un futuro ponga una barrera entre ambos y el niño no decida
hablar de lo que le preocupa.
- No imponer. Darle herramientas para que busque soluciones a sus problemas es mejor que decirle a los niños lo
que deben hacer. Es importante razonar las ventajas e inconvenientes de las decisiones a tomar.
- Respuestas claras. Habla de manera concisa y clara. Conversar de todos los temas de manera abierta, con
naturalidad y sin prejuicios evita que el niño tenga que buscar las respuestas que necesita “fuera” del núcleo
familiar.
1. Escucha lo que dice tu hijo o hija, déjale terminar: Dejar que tu hijo hable, que diga lo que piensa o siente,
es muy beneficioso para el buen funcionamiento de la familia y para su bienestar. Si no dejas que termine lo
que quiere decirte y lo interrumpes porque piensas “ya sé lo que me va a decir”, nunca sabrás qué ideas tiene
ni cómo se siente.
2. No critiques, no juzgues, no culpabilices: No eres un juez. Si te dedicas a sancionar su conducta de forma
constante estás poniendo una barrera entre tu hijo y tú. Si está enfadado y te grita, puedes corregir su
comportamiento con algo como: “ya veo que estás enfadado y me parece normal, pero si no me gritas me
enteraré mejor. Cuando te calmes podremos seguir hablando”.
3. No des lecciones: Tendemos a decir a nuestros hijos lo que deben hacer. Es mucho más útil y beneficioso
que les enseñes a buscar soluciones, que razones con tus hijos las ventajas e inconvenientes de cada
posibilidad.
4. Dale importancia a lo que te dice: A veces lo vemos preocupado por un asunto que para nosotros no tiene
la menor importancia y podemos pensar: “no son más que tonterías, cuando sea grande se dará cuenta ...”. Si
cuenta contigo para hablar de sus cosas, valóralo. Si no le das importancia a lo que quiere contarte, puede
que en el futuro deje de hablarte de ello.
CONSECUENCIAS DE UNA MALA COMUNICACIÓN FAMILIAR:
El ambiente familiar negativo, caracterizado por problemas de comunicación entre padres e hijos
adolescentes, constituye uno de los factores de riesgo más vinculados al desarrollo de alteraciones en la salud
mental en los hijos, como síntomas depresivos, ansiedad y estrés.
En contraste, la comunicación familiar fluida y empática ejerce un fuerte efecto protector ante los problemas
de salud mental e influye de forma positiva en el bienestar psicológico del adolescente.
Un estudio publicado por el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, de la Secretaría
de Salud, destaca que en el contexto escolar, el fracaso, las expectativas negativas de éxito académico o los
problemas interpersonales con los compañeros en términos de victimización o aislamiento social, ejercen una
influencia negativa en la salud mental del estudiante al presentar más síntomas de estrés psicológico y
depresión.
La investigación destaca que los problemas de comunicación en el contexto familiar pueden convertirse en
problemas de ajuste en la escuela, los cuales influyen de forma negativa en la salud mental del adolescente.
La relación negativa entre padres e hijos propicia que el joven adopte un papel de víctima debido a la
concepción que tienen de los padres como figuras amenazantes y la de él como débil, lo cual genera que invite
a ser victimizado por sus iguales.
Aunque las relaciones observadas no varían entre hombres y mujeres, ellos conceden menos importancia a
los patrones ofensivos con el padre, mientras que para ellas la existencia de una mala comunicación con la
figura paterna puede alterar su salud mental. Por otro lado, la relación con los padres es menor en los
hombres que en las mujeres.
Y es que los adolescentes con problemas de victimización o integración social en la escuela, por lo general
tienen más problemas de salud mental, depresión, ansiedad y estrés en comparación con quienes se
encuentran integrados y son aceptados por sus iguales.
Finalmente, el documento señala que a pesar de que la falta de comunicación familiar se convierte en
malestar psicológico en el hijo y es un mecanismo que influye de forma negativa en el clima familiar y
provoca mayores problemas.

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