Estudiante: Daixuly Cerón Méndez Facultad: Ciencias de la Administración

Código:201943300 Programa: Contaduría Pública

Fecha:2-septiembre-2020 Curso: Introducción a las Ciencias Humanas
Actividad: Informe de Lectura Docente: Isabel Cristina Gutiérrez

El presente informe de lectura referirá a “el principio o doctrina de la evolución orgánica y sus
implicaciones” (en base al libro “El Hombre y el Mundo Biológico: El hombre cultural y el animal
Biológico”) J.Rogers, H. Hubbell y C.Byers,
La doctrina de la evolución orgánica ya es un principio firmemente establecido, aún a pesar de tener
detractores (basan su posición en conflictos de creencias y sentimientos populares), sin embargo, los
fundamentos históricos y la naturaleza de la evidencia obligaron a los estudiosos a que esta realidad
fuera aceptada.
Basándose en que siempre se ha querido buscar una explicación para el origen del universo se
contrasta las explicaciones dadas por la ciencia. (Los más lejanos aportes a la teoría evolucionista,
los proporcionan estudiosos de Grecia, Aristóteles y Da Vinci, éstos últimos permitieron lograr
avances gracias al el estudio de la anatomía de los animales y fósiles, permitiendo un avance frente
a la anatomía de estos animales y comprobando la extinción) Con aquellas dadas por la doctrina de
la creación especial, la iglesia (basada en la biblia, específicamente en génesis) y el catastrofismo
(serie de catástrofes que acabaron con la vida en cada épocas determinadas, siguiendo así una
nueva creación de tipo superior, terminando en Génesis y en el diluvio). Este conflicto se vio
terminado gracias a la llegada de la memoria “Theory of the Earth” (1785 y 1795), de James Hutton,
bautizada como el principio del Uniformismo. Hutton, Playfair y Lyell conformaron la era geológica y
“ayudaron a preparar el camino para el establecimiento de la evolución como uno de los principios
biológicos fundamentales”, principio que revela que la tierra surge “como corolario inevitable que la
era geológica ha sido inmensamente larga”. Con los trabajos de Hutton se empezó a estudiar la
teoría evolucionista mediante el estudio de fósiles; durante estas investigaciones, se podía ver
transiciones graduales, sus condiciones, además del estudio de su anatomía que permitieron
apreciar de manera más precisa la variedad de los organismos, junto a las semejanzas entre
animales y plantas, que parecían distintos, o en el caso contrario. Hubo muchos personajes que
quisieron proporcionar una teoría firme acerca de que estos fenómenos debían poseer algún sentido
que pudiera captarse: Goethe “teoría de la metamorfosis”(1700) Erasmus Darwin y Lamarck
(1700,1815); y Robert Chambers(1844), “Vestiges of Creation” junto a El poeta Tennyson con la
siguiente parte de “In Memoriam” poco antes de 1850, sin embargo, todos estos trabajos carecían de
pruebas, evidencias y causas adecuadas que los respaldara.
La prueba de la realidad de la evolución mediante una teoría capaz de explicarse y comprobarse se
ve expuesta en el trabajo de Charles Darwin, que inicio su paso por su idea de la evolución, en el
crucero británico Beagle(1836).En 1838 Darwin lee “Mathus on population”, lo que le sirvió como
punto de partida para sentar su teoría de la selección natural. La primera obra con relación a esto fue
“El Origen de las Especies” (1859) y cuenta con 2 ediciones:, “La prueba de la Realidad de la
Evolución” y “La teoría de la Selección Natural”. Lo dicho por Darwin sobre el cambio evolutivo se
puede resumir en: selección natural de los cambios más favorables, adaptación al medio ambiente,
gradualismo (sumario de muchos pequeños cambios producen una nueva especie) y transmisión por
herencia de los caracteres adquiridos por adaptación.
A grandes rasgos, la evolución puede resumirse en: “descendencia con modificaciones”. esta se
puede interpretar como la posterioridad y progresividad compleja y constante de las especies
longitudinalmente, descendencia que desde sus inicios ha dado pie a la multiplicación, diversificación
y pluralización de las especies. La definición fundamental establecida tiene dos corolarios que
amplían lo dicho sobre la evolución orgánica: “con el correr del tiempo, las especies singulares
tienden a dividirse y formar otras; y debe existir consanguinidad en grados variables entre los
organismos”.
Con respecto a la historia evolutiva se dice que todas las formas de vida están relacionadas con un
ancestro común, en ese sentido, los organismos se parecen tanto más entre ellos cuanto más
cercana se halle la época en que se separaron del tronco ancestral común, o en otro caso, donde la
descendencia de un tronco original no solo ha resultado distinta de sus antecesores, sino que se
divide en varias clases, basándose en el hecho: la descendencia de antecesores comunes,
determinante en esta relación. Todo el proceso evolutivo de cambios graduales, desde su
multiplicación y desaparición continua ha estado en actividad desde el comienzo de la vida, siendo
este el proceso que permite que las múltiples divisiones de la vida deban encontrarse unidas por
lazos de sangre.
Las pruebas de la evolución se refieren a las evidencias que sustentan lo anterior, entre ellas: los
fósiles, el parentesco genético, la anatomía comparada, la embriología y la homología y en sus
casos analogías.
El principio que se usa como prueba de evolución se basa en la presencia de estructuras o patrones
corporales comunes o conservadas en organismos distintos e incluso cumpliendo otras funciones,
esto mediante la anatomía comparada que ayuda a determinar la filogenia entre animales y a como
estos se adaptan siguiendo con la línea del ancestro en común, que puede verse respaldada por la
genética.
Las semejanzas en relaciones como evidencia de relaciones se basan en dos clases: la analogía,
como muestra de convergencia entre formas solo lejanamente relacionadas donde los órganos o
estructuras que desempeñan la misma función, pero tienen una constitución anatómica diferente. Y
la homología, prueba de relación directas, las semejanzas homólogas son las que provienen de un
mismo sentido de evolución, estas son estudiadas por la anatomía comparada. la embriología ayuda
a la interpretación del significado de las semejanzas homólogas, pues se logra apreciar que estas
semejanzas fundamentales entre estructuras homólogas provienen de que tales estructuras se
desarrollan a partir de rudimentos. Los distintos grados de modificación que estas presentan, no
invalidan las similitudes básicas resultantes de su origen común, esto se logra siguiendo el desarrollo
embrionario de las estructuras en cuestión, y determinar así, sí provienen o no de un mismo origen.
Por otro lado, la embriología también ha aportado muchas pruebas de evolución, esta basa su
argumento en que los seres vivos con aspectos diferentes tienen etapas en su desarrollo
embrionario similar, donde en especialmente las primeras etapas, los organismos tenían similitudes
a otros con los que comparten parentesco, proponiéndose el concepto biológico de capitulaciones.
La existencia de homologías, de paralelismo en el desarrollo embrionario y de relaciones químicas
graduales entre organismos, no prueban que haya habido evolución. La validez de las pruebas
proporcionadas por esas diversas ramas de la ciencia radica en su abundancia y consistencia. No se
puede impugnar la conclusión de que las homologías son el resultado de la descendencia con
modificaciones, de un tronco ancestral común. Lo más conveniente entre las homologías y las
semejanzas graduadas es la forma en la que los hechos descubiertos en distintos terrenos
concuerdan y se apoyan entre sí.
Conclusión: La teoría de la evolución, es uno de los logros más importantes de la historia de la
ciencia, ayudando a comprender la diversidad biológica y las relaciones entre los diferentes
organismos, y lo más controversial “la explicación de que todos los seres vivos (incluyendo
humanos) forman parte de una misma línea evolutiva”-Darwin. Que como lo explica el título de esta
sección: nuestra naturaleza humana es animal. Los seres vivos somos el resultado de un prolongado
proceso natural de cambio biológico. Proceso que se ha extendido durante miles de millones de
años, lenta, gradual, irreversible y progresivamente. Le evolución es precisa y acumulativa, además
de responder a las necesidades de adaptación, modificando a los organismos a largo plazo.