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LOS 7 ENSAYOS DE LA REALIDAD

PERUANA Y LA REALIDAD
NACIONAL POR VICTOR ANDRES
BELAUNDE

DOCENTE:
ALUMNO:
LAS BASES ECONÓMICAS
En la colonia hay necesidad de hacer diferenciaciones horizontales por lo que se refiere
al tiempo y verticales por lo que se refiere a las instituciones. El autor parece no negar su
admiración por la conquista. Después de ella, hay un período de creación económica más
admirable aún. La aprehensión del continente fue obra de la audacia individual de 108
conquistadores; la formación de organismos nuevos, la creación de la vida municipal y
política y de una nueva vida económica fue obra de los nuevos pobladores y del Estado.
Y si la conquista duró apenas cincuenta años, no fue mayor el tiempo que demandó aquel
milagro de construcción y de organización.
Se estableció la ganadería, nula en muchos países o limitada en otros a los ejemplares de
la Ruta autóctona. Se desarrolló la minería, que no contrarió sino que fomentó la
agricultura, como lo ha probado Humboldt; se introdujeron nuevos cultivos y se
implantaron nuevas industrias que en un momento podían competir con las peninsulares.
Respecto de las bases económicas de la república da el primer lugar al comercio británico.
El papel de Inglaterra es mayor después de la independencia que en la independencia.
Después de la independencia los países americanos desde el punto de vista económico
giran alrededor del comercio y del capital inglés.
La evolución económica de la república es dividida en sólo dos períodos: el del guano y
el salitre y el de la economía actual
La guerra de la independencia produjo un enorme desgaste económico. Las acciones
militares devastaron el territorio y destruyeron la riqueza. Se calcula que el Perú mantuvo
un ejército, contando las cifras de ambos lados de más de 50.000 hombres.
El orden dirigido por Castilla hizo posible la formación o la reconstituci6n del capital
nacional. Este proceso se aceleró y oriento infaustamente por el descubrimiento del guano
y el sistema de las concesiones fiscales.
La guerra del Pacifico liquidó el período del guano y del salitre, y esta liquidación está
bien observada: depresi6n general de la producción y del comercio, desaparición de la
moneda, ruina del crédito.
La duplicación violenta del capital nacional, por obra de la guerra europea, corresponde
al don gratuito de la riqueza guanera. En ambos casos, no bastando al Estado las mayores
rentas, se contratan empréstitos.

LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA
Al finalizar el siglo XVIII se intenta una reforma en la enseñanza universitaria. Ello se
origina en los injustamente olvidados proyectos de la Junta de Aplicaciones de los bienes
de jesuitas, de 1772.que sugerían un programa innovador-experimental y nacionalista.
Este programa se realiza años más tarde en los colegios católicos. La orientación

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intelectual de fines del siglo XVIII es inductiva, experimental, económica, nacionalista,
y de nuevas disciplinas sociales. Es una especie de renacimiento' al finalizar nuestra Edad
Media; y como renacimiento un movimiento complejo en que se juntan a la rica savia de
la tradición ética, nuevas disciplinas y nuevas orientaciones. Juzgando con un criterio de
relativismo histórico, no podríamos decir que en el siglo XIX se presenta entre nosotros
un movimiento de realismo científico económico y nacionalista comparable al del antiguo
Mercurio Peruano, tan admirado por Humboldt.
A pesar de la renovación que suponía la política seguida por los nuevos decanos y los
nuevos catedráticos faltaba mucho por hacer. Quedaban todavía algunos catedráticos
rutinarios o anticuados. Contra ellos se dirigió el movimiento universitario de 1919, que,
además, abogó por la implantación inmediata del justo principio de la participación de
los estudiantes en la enseñanza.
En la universidad había dos males que combatir: el catedrático rutinario y el alumno
perezoso, inerte en fa clase o en la biblioteca o ausente 'de ellas;
La educación popular era, evidentemente, la primera necesidad nacional. Esa educación
debería orientarse al dominio del medio; sin descuidar las disciplinas éticas, como lo
pensaron los primitivos misioneros, y lo realizó Sarmiento en la Argentina. En síntesis,
por lo que se refiere a la tabla de valores, tenía· raz6n el Dr.' Villarán.

LA EVOLUCIÓN DE NUESTRA CULTURA


No hay que atribuir a supervivencia de formas o de ideologías lo que ha sido fruto de
circunstancias geográficas o de defectos psicológicos. Si la capital del Perú hubiera
estado. Como México en el centro de la población indígena, nuestra literatura habría
tomado otro rumbo. Si después de la independencia. y aun antes de ella. no se hubiera ido
produciendo la decadencia provinciana, y Cuzco, Huamanga y Cajarnarca hubiéranse
conservado como centros importantes de economía y cultura, es seguro que al lado del
criollismo limeño habría surgido una vigorosa literatura indigenista.

Se lamentó que el pasado y la realidad incaica no hubieran encontrado un cantor digno


de ellos.
El pasado prehispánico ha sido factor esencial en la inspiración literaria, y citaba, revelan
hasta qué punto el sentido de las civilizaciones extinguidas, reíle jando parte esencial de
nuestro espíritu, podía producir obras de gran belleza.
Después de la independencia, la umca población que conservó cierto desarrollo fue
Arequipa. En ella surgió una cultura con rasgos característicos y bastante diferenciados
de los de Lima.
Población blanca, pero serrana por la' situación geográfica, y próxima a los centros
indígenas, Arequipa presentó la primera manifestación de reflejar el medio de los Andes
y la tristeza quechua.
Aunque de educación estrictamente clásica, Melgar es un romántico espontáneo. Es el
primero, el más sincero y el más hondo de nuestros románticos. ¿Encarnan sus yaravíes
de un modo exclusivo el alma indígena?

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Considerar los cantos de Melgar como un producto hispano e indígena al mismo tiempo.
En nuestro concepto, Melgar encarna la síntesis de elemento hispánico y de elemento
indígena en que debería basarse el alma de la nacionalidad.
Arequipa no estaba destinada en el siglo XIX a ser tierra de poetas dominando
políticamente al Perú, su cultura, por razones pragmáticas, toma una orientación jurídico-
política o científica. Los discípulos de Chávez de la Rosa y de Luna Pizarra cultivan las
matemáticas, las ciencias naturales, la historia o la jurisprudencia. El derecho patrio será
la obra de Arequipa. Martínez inspira el Código civil y Pacheco lo comenta. La Rosa el
Código penal.
Nuestra enciclopedia jurídica, en el Diccionario de García Calderón. Luna Pizarro
después de la independencia; y Piérola, después de la guerra con Chile, encarnan los
verdaderos programas políticos. Al lado de este movimiento de cultura seria. La poesía
resulta mediocre.
Pero la situación cambia al finalizar el siglo XIX y en el siglo XX, cuando Arequipa
pierde su influencia política. El pensamiento cede a la imaginación y al sentimiento.
Surge la brillante generación lírica de Percy Gibson, César A. Rodríguez, Morales de
Ribera. More, Guillén e Hidalgo.
Surgen en Arequipa magníficos trozos de literatura castiza e indigenista;
El pensamiento de las distintas generaciones que se sucedieron después de la
independencia se tradujo en revistas y ellas revelan que se conservó la preocupación
nacionalista y cosmopolita al mismo tiempo que se anuncia en las páginas del Mercurio
Peruano nostalgia del virreinato y la ausencia absoluta de espíritu nacional o popular.
Orientación nacionalista se acentúa cuando a raíz de la guerra con Chile. Un grupo de
intelectuales peruanos, Carranza y estimulados y alentados por el gran Raimondi,
fundaron la Sociedad Geográfica peruana, que ha vivido en algunas épocas vida intensa
y brillante y cuyo boletín contiene contribuciones del más alto interés científico, siendo
por ellas altamente apreciado por las Sociedades extranjeras.
La explicación que Mariátegui da de la simpatía de los elementos nacionalistas y
conservadores para don Ricardo. No hubo en ello jamás un propósito político; las
Tradiciones tienen, política y socialmente, un sentido democrático;
Desde el punto de vista humano, en que supieron expresar. Palma respecto del pasado, y
Prada, en algunos de los problemas de lo presente y de lo futuro. Los sentimientos e
inquietudes más profundos del espíritu nacional.
Creemos que el contraste entre el carácter colonial, costero y cosmopolita de Lima y el
ruralismo disperso de la sierra no significa una oposición irreductible. Aquella dualidad
puede superarse enriqueciendo el espíritu nacional. La conciliación hay que encontrarla
en las raíces de la propia nacionalidad.
Sobre el cosmopolitismo y provincianismo está el nacionalismo, La función de Prada,
fue dar tonicidad y nuevo vigor al espíritu nacional decaído y humillado. Aquella función
la desempeñó soberbiamente. El Perú. Después del 80, debía ser nacionalista. Encontró
en Prada su verbo y su jefe. Prada describe luego los males nacionales; entonces aparece

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otro aspecto: el de disecador implacable de nuestras taras hereditarias, de nuestras
defectuosas instituciones, de nuestros partidos y de nuestros hombres.
Prado filósofo, tuvo una gran influencia en la juventud de su tiempo; generalizando las
teorías que venían a atenuar las conclusiones positivistas en boga en esa época, anunció
la reacción idealista que había de representar con más intensidad la generación
novecentista.
Los trabajos históricos en Ulloa han alternado con panfletos políticos destinados a servir
siempre una causa desinteresada. Ulloa ha consagrado su actividad en los últimos
tiempos, al descubrimiento de América y a los problemas colombinos siendo reconocida
su autoridad en la materna.
El periodismo nacional, después de la guerra, continuó por lo general como la oratoria
política, empírico, personalista. Valioso esfuerzo para unir al periodismo con las
corrientes de cultura universales y el estudio de los problemas del país se debe a Alberto
Ulloa cuando creó El Tiempo. Ulloa heredó de su padre, don José Casimiro, el sentido de
los problemas peruanos.
La fundación de La Prensa, debida a la audacia y constancia de Pedro Osma, acentuó la
orientad6n de El Tiempo, agregando mejoras decisivas en el orden de la información y
noticiera y gráfica. Al fundirse El Tiempo y L4 Prensa, Ulloa encontró, en esta última, el
instrumento apropiado.
El Comercio, nuestro diario casi secular, cuya autoridad supieron conservar la acertada
visión de José Antonio Miró-Quesada y el nacionalismo de Carranza, no se sustrajo al
movimiento de renovación. Sostuvo con brillo la competencia con los nuevos colegas,
mejorando todos sus servicios.
REGIONALISMO Y CENTRALISMO
FACTOR GEOGRÁFICO
Mariátegui acentúa los contrastes geográficos y raciales sobre la fusión entre las razas
española e indígena, la costa es, para él, mestiza y española; la sierra, indígena

Belaunde difiere, diciendo que la oposición entre la costa y la sierra no es tan radical. No
hay un salto brusco o un abismo entre ellas. La región intermedia, la llamada sierra
Cisandina, viene a constituir como un lazo de unión. Esta faja intermedia, al ancharse,
sobre todo en el Sur, contiene núcleos de población importante, en que se matizan o se
armonizan los rasgos de las zonas extremas.
Ejemplo típico el de Arequipa, ciudad que sintetiza la unidad nacional. Racialmente
española pero geográficamente andina y serrana.

FACTOR RACIAL
La creciente burocracia estaba representada por el elemento blanco, así como el comercio
y parte de las pequeñas industrias. Aquellos miles de blancos no podían estar todos
compuestos de señores feudales: había una clase media blanca. Por último aquellas
ciudades fueron centro de fusión, centros de mestizaje. El indígena sólo se conservó puro
en las haciendas.

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La costa Norte y la costa Centro del Perú son predominantemente mestizas y españolas.
La sierra interandina es predominantemente indígena.
El mestizo es un vínculo de unión entre ambas, con diferencias de porcentaje, en las
diversas zonas del Perú.
FACTOR DE LA INTERDEPENDENCIA ECONÓMICA.
Es un factor de unidad y de cohesión, que no pueden ser desdeñados por el materialismo
histórico, Mariátegui, ha visto con claridad esa unidad económica entre la sierra y la costa
Dice que el Perú no puede dividirse longitudinalmente, sino latitudinalmente, y que el
desarrollo de los centros productores de la sierra depende de la salida al mar.
FACTORES HISTÓRICOS Y LOS FACTORES ESPIRITUALES
Comunidad de recuerdos y de esperanzas a través de una larga convivencia política,
parece que fuera el elemento constitutivo de toda nacionalidad. Esa comunidad espiritual
ha existido, a pesar de nuestra incultura y analfabetismo, de nuestras incoherencias y
divisiones, y se ha despertado a veces en forma clara y eficiente. Que esa comunidad une,
a pesar- de complejos psíquicos, a blancos y mestizos, a serranos y costeños, no hay la
menor duda, y se puede afirmar también que ella ha ido permeando las capas indígenas

ENTONCES EN SINTESIS
Mariátegui cree que el Sur del Perú, Arequipa, Puno, Cuzco y Apurímac tienen los
caracteres de una verdadera región; dando a entender que el resto del Perú-costa y sierra
debería formar otra.
Y si bien es cierto que el Sur constituye una unidad económica, Existiría para la formación
de esa región el grave problema de la capital. El Cusco invocaría sus títulos históricos;
Arequipa, su mayor importancia y su mejor posición geográfica. Ese regionalismo en
mayor escala sería, naturalmente, visto con simpatía por Chile y por Bolivia pues
reduciría al Perú a su máxima debilidad transformándolo no siquiera en un estado federal
en que todos los diversos elementos por su número y pequeñez se compensan, sino en
una especie de república dual, de equilibrio imposible y de existencia precaria
El verdadero regionalismo exige pues, superar las dualidades de sierra y costa de Sur y
Norte. Su base geográfica, trascendiendo de nuestra provincia y de nuestro departamento
no debe aproximarse a la extensión de un estado. La solución del problema supone como
hemos dicho un doble criterio realista: histórico y económico.
¿CÓMO SE FORMÓ LA SOCIEDAD PERUANA DESPUÉS DE LA CONQUISTA?
El español no se limitó a ocupar la costa y a expedicionar o tener simplemente puestos
avanzados en la sierra. Ocupó, pobló y aprehendió todo el territorio del imperio incaico
y sobre la totalidad de los estratos indígenas erigió sus núcleos de población con la vida
integral, cultural y económica de las ciudades hispanas.

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La ciudad creció, la ciudad produjo el mestizaje; la ciudad era un centro cultural: tenía
las escuelas conventuales, y, algunas de ellas, como el Cuzco y Huamanga, poseían
universidades, la ciudad era el principal mercado.
Cada intendencia fue creada sobre el núcleo de la vieja ciudad y del bien definido
territorio de un obispado. La costa del Perú se dividió en tres intendencias: Trujillo, Lima
y Arequipa. La sierra comprendió otras tres: Tarma, Huamanga y Cuzco.
Mainas formó un gobierno militar con atribuciones excepcionales, y luego las provincias
del Altiplano, que pertenecían a la intendencia de La Paz, constituyeron otra intendencia:
la de Puno, que se agregó al Perú. La importancia del Sur se revela en la existencia de
varias intendencias. No se unió Huamanga al Cuzco o Huamanga a Tarma; no podía
hacerse una sola unidad política de Arequipa y el Cuzco. Puede decirse que la primitiva
demarcación intendencial dibujaba una base de demarcación regional.
El centralismo comprendió instintivamente que debía aliarse con las dispersas influencias
locales en las pequeñas provincias y que no podía disponer de las viejas ciudades.
Mariátegui, descuidando sus causas, describe, sin embargo, en el capítulo que llama
Descentralizacion centralista, la equivocada política que se siguió al constituir los
concejos departamentales en la época de Pardo, en la misma forma en que se constituía
el Congreso, es decir, sobre la base provincial. El error se agravó en la ley del 86, en la
cual se prescindió aun del sufragio directo y se constituyeron las juntas departamentales
con delegados de los concejos de las provincias.
Descartado el regionalismo basado en las pequeñas provincias, y descartada también la
artificial división tripartita del territorio, hay que buscar otra base de demarcación
geográfica para la región
La República subdividió las intendencias en forma tal que los departamentos han
triplicado el número de aquéllas. De un modo general, la demarcación intendencial
fuepara esa época, una buena base de demarcación regional.
Cajamarca y Amazonas pueden formar una región. En la costa Norte, desde el punto de
vista económico hay dos regiones: la del petróleo (Piura y Tumbes) y la del azúcar
(Libertad y Lambayeque)
La región de Lima (antigua intendencia) es la del algodón y la vid. La región de Arequipa
(con Moquegua :v Tacna) está caracterizada por el tráfico internacional.
Por lo que se refiere a la sierra centro, la demarcaci6n colonial tuvo presentes dos factores
que han desaparecido: la importancia de la explotación del mercurio en Huancavelica y
el desarrollo de la ciudad de Huamanga, punto intermedio del tráfico entre el Cuzco y
Lima
En la sierra del Sur hubo también dos intendencias: para anexar al Perú las provincias -
del Collao, ribereñas del Titicaca, se creó la de Puno. La región del Sur esencialmente
ganadera y agrícola podría coincidir con el distrito de la audiencia del Cuzco incluyendo
los departamentos del Cuzco Apurímac y Puno.
Este nuevo regionalismo no será uniforme ni artificialmente simétrico. En el Sur por
ejemplo, la región del Cuzco--que incluiría Apurímac y Puno-estaría caracterizada por la

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representación predominante en su organismo director de las comunidades de aldea. En
Arequipa, el regionalismo estaría caracterizado por la importancia de la representación
de los elementos obreros y comerciales. Un contraste parecido existiría entre la región
Norte y la región Centro de la sierra. En Lima el elemento profesional y burocrático
alcanzaría gran importancia. En la costa Norte del Perú se dividirían la mayor influencia
los obreros y directores de la industria agrícola y de la petrolera

Viendo las cosas retrospectivamente, cabe discurrir acerca del error que supuso fundar
una capital en la costa, sometida a los ataques de los piratas, en una solución de aparente
equidistancia geográfica; pero alejada, por el obstáculo terrible de la cordillera, no sólo
de la gran masa de población indígena, sino de los núcleos de población española del
resto del territorio.
Pizarro creó una capital. Es sabido que su pensamiento fue fundarla en Jauja, en plena
sierra. ¿Por qué renunció al Cuzco? Había que tener en cuenta la necesidad de mantener
una relación constante con Panamá y la circunstancia de que el gobierno de Pizarra apenas
abarcaba el Cuzco, que fue objeto de la disputa entre él y Almagro. Cuando la capital fue
trasladada a Lima, cuyo valle tenía una numerosa población indígena y cuya situación se
hallaba próxima a un santuario o centro religioso, la fundación se consolidó
definitivamente por la opinión de los viejos oidores, enamorados de su clima dulce «en
que no llueve, ni nieva ni graniza». Y Lima fue capital por ser centro burocrático, y, dada
la política del monopolio, centro comercial.
Lo cierto es que la primacía o la capitalidad de Lima estaba basada en factores de carácter
comercial y económico en la Colonia y se consolidó en la República por los mismos
factores reiterados por la riqueza guanera primero, azucarera después que eran costeñas
y de la mineral serrana, que tiene por Lima su salida.

EL PROBLEMA RELIGIOSO

“La Iglesia era el Estado mismo. El culto estaba subordinado a los intereses sociales y
políticos del imperio”.

El Amauta centraliza sus críticas contra el llamado “librepensadorismo”, contra la


“clerofobia”, contra lo que podría apodarse el “ateísmo profesional” de los liberales de
fin de siglo; en cambio exalta la fuerza religiosa del mito; y afirma que el mito social
puede reemplazar, en hondura y fuerza capitalizadora, a la religión, poseyendo su mismo
impulso y hasta muy semejante dirección.

Según el autor ha pasado ya la hora en que la religión se reducía a la iglesia y el rito y,


por consiguiente, ha terminado la vigencia de un "libre pensamiento" que se declaraba
ateo, laico y racionalista. "La crítica revolucionaria no regatea ni contesta ya a las
religiones, y ni siquiera a las iglesias, sus servicios a la humanidad ni su lugar en la
historia, sino que concede su entera significación al factor religioso. Entre nosotros, el

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culto católico se superpuso a los ritos indígenas, sin absorberlos más que a medias. En la
actualidad "la experiencia histórica de los últimos lustros ha comprobado que los actuales
mitos revolucionarios o sociales pueden ocupar la conciencia profunda de los hombres
con la misma plenitud que los antiguos mitos religiosos

MARIATEGUI tiene sus preferencias, el protestantismo, como era, por otra parte, lógico,
dadas las conexiones del protestantismo y del capitalismo, hermano siamés del
socialismo. Eso explica su aceptación sin reservas del elogio del puritano, hecho por
Frank, quien, por otra parte, está en lo cierto cuando afirma que el puritano encarnó la
voluntad de potencia. Esa misma simpatía hacia el protestantismo lo lleva a dar una
explicación equivocada de la falta de espíritu proselitista o· misionario en Norte América
y del esfuerzo evangelizador en el Imperio español. Atribuye este último a la
circunstancia de existir una población avanzada, digna de catequización en nuestra
América.

Lo más admirable de la acción misionaria en Hispanoamérica no se realizó como sostiene


Mariátegui en los territorios propicios a la catequización, sino en las tierras vírgenes casi
indomables: desiertos o selvas: California y Nuevo Méjico, la hoya amazónica, el Orinoco
y el Plata; y entre tribus salvajes.

Juzgando la religión incaica Mariátegui la pone en el cuadro general de las religiones


primitivas. Bien señalados están sus rasgos esenciales:
l. el predominio del carácter social sobre el de la creencia individual que nos asemeja a
la China y no a la India
2. la unión del Estado y de la Iglesia, o sea el sistema teocrático, y
3. el sentido panteónico o sincréico, como el del Imperio Romano, que asimila y respeta
las deidades locales.

El buen éxito del comunismo incaico tuvo, como uno de sus factores esenciales, el
prestigio religioso de su monarquía. La confusión de la Iglesia y del Estado es, por otra
parte con diversidad de grados o matices, el fenómeno general de todos los pueblos, hasta
el advenimiento del Cristianismo. Al través del justo criterio de relativismo histórico,
resulta favorable el balance de la religión incaica socialmente, bastaría, para apreciarla,
su conformidad con la estructura política y económica del Imperio; y estéticamente, el
culto del Sol, tan natural y explicable en la desolación de la Puna, y su liturgia grave,
colorista y rítmica.
Esa confederación de fetichismos, si cabe llamarla así, bajo la presidencia del culto solar,
había recorrido su curva máxima. El ciclo estaba concluido. A pesar de lo que cree
Spengler, la conquista vino a su hora.

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La facilidad con que el catolicismo asimila las razas aborígenes, indica que la religión
incaica estaba destinada a desaparecer totalmente, al sucumbir el Imperio (quedaban con
su vida multisecular las infinitas supersticiones localistas-y provincialistas, de muy difícil
desarraigo)
El esplendor litúrgico del culto –católico (la pompa exterior del culto católico contribuyó
a su difusión)
El espíritu heroico, la inspiración misionaría, el magnetismo-apostólico de hombres de
tan alta espiritualidad, como Francisco Solano o Toribio de Mogrovejo)

El catolicismo ha representado siempre, no la vulgar conciliación de extremos, sino una


genial superación de antinomias. Entre el espiritualismo puro y el materialismo puro,
levanta su realismo o, diré mejor, su ético-realismo, que deslinda las dos esferas,
estableciendo la interdependencia y la justa valuación. La misma superación de
antinomias observamos entre el principio de libertad y el principio de disciplina, entre la
mística y la jerarquía; idéntica síntesis entre el individuo y el Estado, por medio de la
corporación: entre el orden político y el orden espiritual, por el nexo y deslinde entre el
Estado y la Iglesia. Esa obra de equilibrio fue rota por la Reforma protestante, que, en lo
político, acentuó el absolutismo nacionalista de los Estuardos y de los príncipes alemanes,
o el individualismo puritano; y, en lo económico, La acumulación de la riqueza en manos
de los grandes señores.

La reforma protestante:
En Inglaterra quedó agravado el abismo entre el pobre y el rico.
La Reforma protestante en Alemania produjo paralelo efecto respecto del Gobierno. Creó
el estatismo prusiano
Es posible que el capitalismo inglés y el estatismo germánico hayan acelerado el proceso
económico y "el proceso político en Europa. Pero la costa de qué valores y con el
sacrificio de qué principios hemos logrado esta aceleración de la Fuerza. Es posible que,
dentro de la orientación ético realista y de la estructura corporativa que imprimió a la
sociedad el catolicismo, el avance hacia la edad mecánica hubiese sido más lento; pero se
habría realizado con menos injusticia y más sólidamente.
No podemos juzgar de la forma que habría tomado la economía europea, mantenida la
unidad religiosa, la unidad internacional y el justo equilibrio económico y moral entre la
Iglesia y el Estado.

El catolicismo que vino a -América no fue el catolicismo de triunfo o de equilibrio


medieval, sino el de exaltado fervor y fiebre beligerante de la Contra Reforma. Los
misioneros unían el sentido místico a la audacia militar; y. en -este sentido, eran almas
modernas. Eran unos conquistadores a su manera. Mayor audacia y mayor sentimiento de
sacrificio compensaban la ausencia del sentido vital: poder, riqueza o gloria.

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Mariategui reconoce que «la evangelización tuvo una etapa heroica». Ya es algo. Pero la
verdad es que esa etapa heroica dura tres siglos. Su error consiste en no hacer
diferenciaciones horizontales en la época colonial.
La etapa heroica de la evangelización en las regiones definitivamente asimiladas es
reemplazada, un siglo después del descubrimiento, por una época de quietud y decadencia
eclesiásticas

Viendo en el catolicismo sólo la liturgia y no el espíritu, es explicable que Mariátegui


sostenga que la obra misionaria no trasformó el alma religiosa del indio y que el culto
católico simplemente se yuxtapuso al fetichismo primitivo.

En cambio, en lo fundamental hay hechos innegables de la penetración del espíritu


católico en las masas indígenas. Debo señalar los dos principales: la reacción ante el
dolor, que no es en el indígena, hoy al menos, colectivamente, de fría resignación fatalista,
sino de plegaria y de esperanza; y la generalidad e intensidad del culto marial. Ambos
hechos aparecen indisolublemente unidos

El culto marial, como en la Edad Media, es el culto del alma popular. El indio de la
Colonia y de la época presente que dice ante la madre común su pena individual y quizá
su pena colectiva, se ha alejado definitivamente de la antigua magia. Hay un nuevo
vínculo entre la raza dominadora y la raza dominada; indios, mestizos y blancos reclaman
esta común maternidad. El nuevo culto de la vieja raza es cristocéntrico, su fiesta principal
como la de todos los pueblos católicos, la del Cuerpo de Cristo, y la devoción dominante,
la de María. De un modo obscuro, imperfecto, impreciso, si se quiere ha triunfado el
cristianismo.

Los conquistadores no podían representar ningún principio de moralidad organizadora;


encarnaban la dominación sin control. Pronto estalló la lucha entre ellos; luego la rebelión
contra el rey. De 1535 a 1553, el Perú vive en estado de anarquía. Sólo una institución
representa el sentido de la justicia, la autoridad moral, la cultura, la disciplina y el orden:
el Episcopado. El poder real que se afirmó sólo después fue un gran factor coadyuvante:
pero no principal; contra él se enfrentaron muchas veces y con celo admirable obispos y
misioneros, defendiendo a la raza oprimida.

La decadencia eclesiástica, si la hubo en el extremo en que nos la pintan, tuvo una causa
bien definida: la sujeción de la Iglesia al Estado, la burocratización religiosa. Sobre este
hecho no discurre Mariáteguí. Ya es algo sin embargo que reconozca, por ejemplo, que
el Santo Oficio se comportó más cómo una institución política que como una institución
religiosa.

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A pesar de esa decadencia aun en los siglos XVII y XVIII las más altas manifestaciones
del pensamiento las encontramos en los hombres de Iglesia. Han de ser éstos los que sin
renegar de la ortodoxia y la tradición ética de la filosofía medieval tratarán de implantar
las nuevas ciencias experimentales y sociales preparando así el ambiente espiritual de la
independencia

Al estallar la Independencia el clero se dividió; algunos miembros del alto clero


nombrados por el rey fueron leales a la causa española, pero el bajo clero, como lo observa
en Méjico Justo Sierra, fue partidario de la independencia y factor decisivo en ella

Nuestro autor conviene en que en nuestra revolución no hubo un problema religioso: el


jacobinismo en este aspecto no podía progresar en América. La revolución fue un
movimiento nacionalista y democrático, pero no anticlerical.
La república continuó y acentuó la tradición regalista de la monarquía española según la
cual la Iglesia debería estar sometida al Estado.
La gran desgracia de la Iglesia durante la República ha sido su dependencia del Presidente
y 108 nombramientos episcopales por el congreso. El resultado ha sido las infelices
designaciones eclesiásticas; la unión de la política y de la religión, la tendencia de nuestro
clero a ver al presidente como la del clero colonial de ver al rey, y de rendirle repugnante
pleitesía
COMENTARIO
Según el autor ha pasado ya la hora en que la religión se reducía a la iglesia y el rito y,
por consiguiente, ha terminado la vigencia de un "libre pensamiento" que se declaraba
ateo, laico y racionalista. "La crítica revolucionaria no regatea ni contesta ya a las
religiones, y ni siquiera a las iglesias, sus servicios a la humanidad ni su lugar en la
historia, sino que concede su entera significación al factor religioso. Entre nosotros, el
culto católico se superpuso a los ritos indígenas, sin absorberlos más que a medias. En la
actualidad "la experiencia histórica de los últimos lustros ha comprobado que los actuales
mitos revolucionarios o sociales pueden ocupar la conciencia profunda de los hombres
con la misma plenitud que los antiguos mitos religiosos

LA EVOLUCION DE NUESTRA CULTURA

No hay que atribuir a supervivencia de formas o de ideologías lo que ha sido fruto de


circunstancias geográficas o de defectos psicológicos. Si la capital del Perú hubiera
estado. Como México en el centro de la población indígena, nuestra literatura habría
tomado otro rumbo. Si después de la independencia. y aun antes de ella no se hubiera
ido produciendo la decadencia provinciana, y Cuzco, Huamanga y Cajamarca
hubiéranse conservado como centros importantes de economía y cultura, es seguro que
al lado del criollismo limeño habría surgido una vigorosa literatura indigenista.

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Se lamentó que el pasado y la realidad incaica no hubieran encontrado un cantor digno
de ellos.
El pasado prehispánico ha sido factor esencial en la inspiración literaria, y citaba,
revelan hasta qué punto el sentido de las civilizaciones extinguidas, reflejando parte
esencial de nuestro espíritu, podía producir obras de gran belleza.
Después de la independencia, la única población que conservó cierto desarrollo fue
Arequipa. En ella surgió una cultura con rasgos característicos y bastante diferenciados
de los de Lima.
Población blanca, pero serrana por la situación geográfica, y próxima a los centros
indígenas, Arequipa presentó la primera manifestación de reflejar el medio de los Andes
y la tristeza quechua.
Aunque de educación estrictamente clásica, Melgar es un romántico espontáneo. Es el
primero, el más sincero y el más hondo de nuestros románticos. ¿Encarnan sus yaravíes
de un modo exclusivo el alma indígena?
Considerar los cantos de Melgar como un producto hispano e indígena al mismo
tiempo. En nuestro concepto, Melgar encarna la síntesis de elemento hispánico y de
elemento indígena en que debería basarse el alma de la nacionalidad.
Arequipa no estaba destinada en el siglo XIX a ser tierra de poetas dominando
políticamente al Perú, su cultura, por razones pragmáticas, toma una orientación
jurídico-política o científica. Los discípulos de Chávez de la Rosa y de Luna Pizarra
cultivan las matemáticas, las ciencias naturales, la historia o la jurisprudencia. El
derecho patrio será la obra de Arequipa. Martínez inspira el Código civil y Pacheco lo
comenta. La Rosa el Código penal.
Nuestra enciclopedia jurídica, en el Diccionario de García Calderón. Luna Pizarro
después de la independencia; y Piérola. después de la guerra con Chile encarnan los
verdaderos programas políticos. Al lado de este movimiento de cultura seria. La poesía
resulta mediocre.
Pero la situación cambia al finalizar el siglo XIX y en el siglo XX, cuando Arequipa
pierde su influencia política. El pensamiento cede a la imaginación y al sentimiento.
Surge la brillante generación lírica de Percy Gibson, César A. Rodríguez, Morales de
Ribera. More, Guillén e Hidalgo.
Surgen en Arequipa magníficos trozos de literatura castiza e indigenista;
El pensamiento de las distintas generaciones que se sucedieron después de la
independencia se tradujo en revistas y ellas revelan que se conservó la preocupación
nacionalista y cosmopolita al mismo tiempo que se anuncia en las páginas del Mercurio
Peruano, nostalgia del virreinato y la ausencia absoluta de espíritu nacional o popular.
Orientación nacionalista se acentúa cuando. a raíz de la guerra con Chile. Un grupo de
intelectuales peruanos, Carranza y estimulados y alentados por el gran Raimondi,
fundaron la Sociedad Geográfica peruana, que ha vivido en algunas épocas vida intensa

13
y brillante y cuyo boletín contiene contribuciones del más alto interés científico, siendo
por ellas altamente apreciado por las Sociedades extranjeras.
La explicación que Mariátegui da de la simpatía de los elementos nacionalistas y
conservadores para don Ricardo. No hubo en ello jamás un propósito político; las
Tradiciones tienen, política y socialmente, un sentido democrático; desde el punto de
vista humano, en que supieron expresar. Palma respecto del pasado y Prada, en algunos
de los problemas de lo presente y de lo futuro. Los sentimientos e inquietudes más
profundos del espíritu nacional.
Creemos que el contraste entre el carácter colonial, costero y cosmopolita de Lima y el
ruralismo disperso de la sierra no significa una oposición irreductible. Aquella dualidad
puede superarse enriqueciendo el espíritu nacional. La conciliación hay que encontrarla
en las raíces de la propia nacionalidad.
Sobre el cosmopolitismo y provincianismo está el nacionalismo.

EL ORIGEN DE LA TIRANÍA
El régimen institucional creado amenazaba ruina. Triplicación de gastos públicos y
endeudamiento progresivo; acentuación del régimen personal por la destrucción del
presupuesto y la desaparición efectiva del gabinete; parlamento sin verdadera oposición
al principio, anarquizado y dividido después, dominado por los elementos localistas;
desconcierto en la polínca internacional y una general atmósfera de indiferencia y
pesimismo. Tales eran los tristes rasgos de la situación creada para el Perú al abandonarse
el espíritu y los rumbos certeros la administración de Piérola.
Debíase, principalmente, esta obra destructora a la aparición de un nuevo personaje en la
política del Perú: don Augusto B. Leguía, a quien. por uno de esos errores colectivos
inexplicables. se señalaba como un hombre nuevo, excepcionalmente preparado en
materias económicas y de orientaci6n práctica. El partido civil, al asumir con la elección
del señor Candamo la direcci6n del país, buscó para las funciones importantísimas del
ministerio de Hacienda la colaboraci6n de este flamante personaje. Con él surgía un tipo
nuevo de político. Nuestros caudillos habían sido jefes entrenados en la disciplina y en el
honor militar o personalidades civiles de educaci6n humanista y legal, formadas en el
respeto de las instituciones y en el culto del' orden y la ley.
Mas, lejos de seguir esa política, Leguía se fue desprendiendo poco a poco de los escasos
elementos de capacidad y de honradez que le habían rodeado. Fué eliminando toda
oposición en las Cámaras por la persecución y la prisión de los diputados o senadores que
manifestaron cierta independencia. .
El país contemplaba, sorprendido y desorientado, tales acontecimientos. La conciencia
nacional parecía desviada.
El Perú comenzó a vivir en un ambiente irrespirable de esclavitud política y moral.
Aquello no podía durar, sino creando una expectativa nacional alrededor de nuestro gran
problema y dando la sensación de un bienestar ma:terial y de un progreso económico
deslumbrantes. A esa doble simulación se redujo la estrategia del gobierno.

14
La primera sólo era posible iniciando un proceso arbitral, cualquiera que él fuese; la
segunda, aplicando en forma desordenada y de derroche las acrecentadas rentas' públicas,
aumentando los impuestos y agotando el crédito.

LA POLITICA INTERNACIONAL, SUBORDINADA AL EMPRÉSTITO


EL TRATADO CON CHILE
La única política conveniente en la
cuestión del Pacífico era la de un arbitraje
jurídico y amplio ante un tribunal mundial.
Se preveía que Chile se iba a mostrar ahora
dispuesto no sólo a la mediación, sino aun
al arbitraje político. Mientras el Perú
carecía de una orientación propia, Chile
desarrolló hábilmente la política prevista.
Chile comprendió que su único camino
favorable era el del arbitraje político de los
Estados Unidos. El interés esencial de
Chile era solo conservar Arica. Acogieron,
entonces, con simpatía el plan chileno.
Sabían, además, que para ello contarían
con la ciega adhesión del Perú.
De este modo resultó que el Perú fue llevado a Washington, debido a una
maniobra chilena, mientras que la prensa leguiísta decía al país que habíamos obligado a
Chile a ir allí, confundiendo lamentablemente las épocas y las circunstancias. Se
constituyó un tribunal arbitral de jurisconsultos, o designarse a la Corte suprema de los
Estados Unidos o, por último, a la misma Corte de La Haya, que en esos momentos
aparecía propiciada por el partido republicano- como una compensación a su
apartamiento de la Liga.
Sin embargo, el Perú fue conducido de derrota en derrota hasta la suscripción del
protocolo de 1922. Con la promesa de un arbitraje amplio sobre Tacna y Arica, se obtuvo
de nuestros negociadores la suscripción de un acta revalidando el tratado de Ancón.
Hughes zanjó el conflicto ofreciendo un arbitraje verdaderamente cojo, en el que, en un
extremo el árbitro decidía sobre las condiciones del plebiscito, y en otro extremo dejaba
el problema sin solución.1
Se sacrificó la dignidad y el interés nacional ante la expectativa de operaciones
financieras. Hubo, además, una razón política: el fracaso del arbitraje significaba la
desviación de la atención pública hacia otros problemas. La dictadura, sin el proceso
arbitral, perdía su escudo y su defensa. El orden público no podía ser alterado durante

1
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Lima

15
este proceso. Al error en las negociaciones del compromiso, siguió el error en la
designación de los abogados peruanos y en la orientación de la defensa.
Nunca dudamos respecto del resultado del laudo. Temíamos que éste ordenase el
plebiscito dentro de las condiciones que Chile había propuesto en 1910 o en 1912; pero
se le dio a Chile condiciones más favorables que las que había pedido se refutaron todos
los cargos que la defensa del Perú había formulado, y se absolviera a Chile de la acusación
cuya justicia estaba en la conciencia de todos los países de América. Se hicieron muchas
protestas debido al resultado del laudo por lo cual, se nombró al general Pershing para
presidir el plebiscito. Los informes de Pershing y de Lassiter recuperaron para el Perú la
posición que tenía antes del laudo.
El Perú tenía derecho para fijar sus condiciones, establecer su mínimum y negarse
a oír cualquier otra propuesta de arreglo. Pero no seguimos esa política. En cambio, el
país acusado en los informes de Pershing y Lassiter, arrogantemente exigían no sólo la
provincia, sino la ciudad y el morro de Arica. El problema se dilató durante mucho tiempo
debido a que el Perú solo dilataba el proceso para recibir beneficios financieros. Había
dos países profundamente interesados en la liquidación del problema: Chile, que sentía la
acusación del continente y las consecuencias de su rebeldía, respecto de la validez del
tratado de Ancón, y los Estados Unidos, cuyo prestigio en el mundo estaba comprometido
por el fracaso del asunto. Coincidiendo los intereses de los Estados Unidos y de Chile en
una pronta solución del problema, era de esperar que tratasen de imponérsela al Perú. El
Perú podía poner sus condiciones, tenía
todas las de ganar. Mas tales razones de
dignidad y de alta previsión no podían tener
ningún efecto en la triste mentalidad del
régimen. Para él, lo único de valor efectivo
era el apoyo político de los Estados Unidos
y el visto bueno de la secretaría de Estado en
los futuros empréstitos.2
Cuando se anunció la transacción en
la cuestión del Pacífico creíamos que se iría
a la división de las provincias y la
internacionalización de Arica. Pero jamás
pudimos prever que Arica fuera cedida
totalmente y, mucho menos que, por la
pérdida de ese puerto para Tacna, se
incluyera en el tratado la oprobiosa cláusula
de los seis millones.
Si la cesión de Arica por sí misma
creaba un problema, éste resultaba
reagravado por la complicidad que se exigía al Perú en la política chilena frente a Bolivia.
No es para describirse el inmenso dolor que la liquidación final de la cuestión con Chile

2
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-67592.html

16
produjo en los hombres en quienes el patriotismo no había sido amenguado, sino avivado,
por el destierro.
EL TRATADO DE LIMITES CON COLOMBIA
No se tiene muy en claro el origen del tratado con Colombia. Se debe investigar
profundamente este origen. Sabemos que el tratado se celebró directamente entre el
presidente y el ministro de Colombia. Se atribuye al canciller la afirmación de que él se
limite a poner su firma. En protocolo firmado en Washington, con la intervención del
secretario de Estado, el Brasil obtuvo el retiro de la reserva colombiana, y Colombia, el
retiro de las objeciones brasileras.
El Perú, nuevamente sacrificado, sancionaba esta reconciliación. Los Estados
Unidos podían ofrecerle a Colombia el servicio de haber removido el único obstáculo
para obtener el Amazonas. El protocolo de mediación vino a revelar toda la enormidad
del nuevo tratado de límites; fatalmente, tuvo que hacer referencia a que el Perú, no sólo
cedía la orilla superior del Putumayo, sino un corredor que daba a Colombia acceso al
Amazonas, que no necesitaba, puesto que lo tenía ya por el mismo Putumayo, y que jamás
había seriamente pretendido.

La obra de daño de Leguía iba en progresión geométrica. No sólo Leticia había


sido cedida. A Colombia, no sólo se le daba el puerto que nunca necesitó ni pidió, sobre
el Amazonas, sino una inmensa faja que comprendía quince puestos y la mitad de la
extensión entre Leticia y la boca del Napo, como si Colombia considerase inseguros sus
puestos avanzados y desease extenderse hacia Iquitos para crear cerca de la capital del
Oriente peruano una posición absolutamente sólida. Por último, el tratado contenía
sospechosas cláusulas sobre indemnizaciones a los propietarios damnificados. Una vez
más el elemento dinero venía a reiterar la ignominia del arreglo. En el colmo de la
demencia no se exigió siquiera la neutralidad perpetua o desmilitarización del territorio
cedido.3
La inconcebible generosidad de Leguía con Colombia no nos ha traído ni el afecto
ni la amistad de ese país. La entrega del Amazonas ha llevado un sello de crimen.

3
https://historiaperuana.pe/periodo-independiente/republica/frontera-peru-colombia/

17
Colombia lo ha recibido sin intenso júbilo y sin gratitud. Y es que el gobierno que arranca
una concesión de un dictador tiene la conciencia de que está cometiendo un delito y «no
perdona el que ofende». Y el pueblo que es víctima de la mutilación que le ha impuesto
la dictadura no puede olvidarla.
LA CUESTIÓN DE NICARAGUA
Cuando los marinos americanos volvieron a ocupar Nicaragua, la política de
Leguía no fue siquiera la del silencio o la del apoyo detrás de bastidores. Con cinismo
incomparable, el dictador impartió sus instrucciones a sus delegados en la Conferencia de
la Habana, que se tradujeron al fin en el discurso que pronunció Denegri, secretario
privado del tirano, injuriando a los pueblos centroamericanos, ante el asombro y
vergüenza de la Asamblea.
No se limitó a esto el dictador: en el colmo del servilismo y de la mengua, hizo
personalmente las declaraciones que cohonestaban el imperialismo yanqui, al que calificó
de paternal y necesario, y ordenó a su embajador en Washington que hiciera una visita
especial para manifestar la simpatía del Perú en su política centroamericana.
Había otros gobiernos dictatoriales en América cuya subsistencia podía depender
del apoyo político o económico de Washington. Pero esos dictadores tenían lo que podía
llamarse dignidad animal. Sintieron la solidaridad biológica, si no espiritual, con los otros
países de América y su actitud fue de silencio. El único que lo rompió, para oprobio del
continente fue el tirano del Perú.
LA GESTIÓN ECONÓMICA DE LA TIRANÍA
El Perú, con la duplicación de sus rentas,
pudo haber cruzado su territorio de carreteras y
ferrocarriles, saneado sus principales poblaciones
y erigido escuelas. El valor de las pocas obras
llevadas a cabo no representa ni el diez por ciento
de lo que se ha invertido en ellas. En generosidad
inverosímil, se obsequiaban palacios para las
Legaciones extranjeras con el objeto de dar a los
antiguos propietarios precios altísimos. No bastó
la duplicación de la renta; se incrementó la deuda
interna, agotando el crédito nacional.
Para hacer frente a los gastos que se
acrecentaban en progresión acelerada, se elevaren
los impuestos, en forma tal, que se llegó al límite
de la capacidad tributaria del Perú. Un informe
reveló que los gastos nacionales se triplicaron sin
provecho alguno para el país, en aumentos de
sueldo y en un inútil desarrollo de la burocracia.
En el transcurso de dos años y medio, recibió el

18
Perú cien millones de dólares. Al término de este plazo, el Estado estaba en quiebra.4
En su ansia de dinero que necesitaba, el gobierno pensó entregar definitivamente
las reservas petroleras del Perú a una Compañía extranjera. Se acogió el proyecto de dos
aventureros de la finanza internacional. que le proponían la constitución de una Compañía
monopolizadora del refinamiento del petróleo y otra de la explotación ofreciéndole en
compensación un nuevo empréstito que le salvara de la bancarrota.

LA TIRANIA DE LEGUIA EN LA HISTORIA DE AMERICA


Leguía presenta un tipo nuevo en la tiranía de América. Aunque ha simulado
espíritu tradicionalista y ha hecho la caricatura de García Moreno, su adhesión a la Iglesia
era una repugnante comedia. No puede ponérsele tampoco al lado de los déspotas de
draconianismo militar. Tuvo de éstos la crueldad y el rigor, que no llegó a todos los
extremos a que pudo llegar por el sometimiento del país, debido al bienestar económico
y a la ilusión internacional; más careció en lo absoluto de aquella recia hombría. De
aquella desagradable pero vigorosa masculinidad del déspota de las pampas o de los
Andes. Y, sobre todo, no tuvo ni por asomos su patriotismo instintivo o biológico.
Tampoco puede ponérsele al lado de los déspotas económicos que sintieron y trabajaron
por el ideal de prosperidad nacional.
Todo era posible en América, infinitos matices de despotismo, contradictorias
formas de anarquía, menos un régimen de abdicación de la nacionalidad. Pero en los
últimos tiempos aparece, como una enfermedad del Caribe, y como una especie de
degeneración del mismo despotismo, el tipo del régimen instrumento del imperialismo
extranjero. Ese tipo, por circunstancias fatales que hemos tratado de explicar, se extiende
en el Perú. No sólo la restauración nacion peruana, sino la salud del continente, exigía la
extirpación del fenómeno, y su sanción definitiva para que no vuelva a aparecer. En
realidad, la obra, el espíritu de. Leguía era la destrucción de la independencia. Él ha
encarnado el anti-Bolívar.
LA DURACION DE LA TIRANIA Y EL ESFUERZO REVOLUCIONARIO

4
https://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Legu%C3%ADa

19
La continuación de esa crisis, acentuado el
desconcierto por el egoísmo individual ha
determinado su mantenimiento. Las clases
poseedoras ofrecieron al régimen una resistencia
pasiva que fue desapareciendo por sectores. siendo
su actitud al final, triste es decirlo. casi de tácita
aceptación. Fracasaron inexplicablemente las
tentativas para formar una alianza de todos los
elementos de orden o aun para obtener. en la obra
restauradora, el apoyo económico de los que podían
prestarlo.
La campaña principista encabezada por la
universidad tuvo eco en la revolución de Loreto,
cuyo éxito le habría ahorrado al Perú la vergüenza
de un centenario en pleno régimen dictatorial. Esta
vez es la capital de la sierra peruana: el Cusco. En
este movimiento, de traición demócrata por la
figuración de la valiente y pura personalidad de Samanez Ocampo5, destácase ya Sánchez
Cerro. el hombre que había de derrocar la tiranía. Tampoco tuvo éxito el movimiento del
Cusco. En esta vez el factor que lo desvío fue el proceso arbitral, sobre el que la prensa
gubernativa hizo concebir las más infundadas ilusiones.
Un año después, el espíritu de resistencia revélase nuevamente en Lima y su
centro vuelve a ser la universidad. con motivo de la política religiosa del gobierno. Hubo
dos movimientos de opinión pública y dos revoluciones. El fracaso de éstas no se debe
solamente a los factores económicos e internacionales a que hemos aludido, sino a la falta
de unidad y concierto en la oposición.
El gobierno triunfó fácilmente de estos ataques intermitentes y esporádicos. Y
Leguía aprovechó las fiestas del centenario de Ayacucho para inaugurar el segundo
período con fausto y derroche. Favorecióle también la demora en la solución del problema
del Pacífico. La conciencia nacional parecía adormecida. Las fiestas del centenario de
1924 envolvían al país en una ola de ilusión y de embriaguez. No en vano habían
transcurrido cinco años y el país se había ido habituando a la tiranía. Extinguida la ilusión
que había mantenido al régimen por el engaño de largos sectores de opinión pública, se
aproximaba Leguía al fin de su segundo período.
La primera reelección de Leguía podía atribuirse a la desviación colectiva
producida por las expectativas que se cifraban en el arbitraje americano; la segunda, tenía
lugar después de la ominosa liquidación de nuestras fronteras en el Sur y en el Norte.
La historia, sobre todo la de América, nos demuestra los terribles efectos del
régimen personal. Cae la dictadura y a la tragedia de la esclavitud, suceden los horrores
de la anarquía y del caos. Benjamín Constant decía con gran justicia que los dictadores
son responsables, no sólo de los males que causan directamente, sino de los que vienen
después que ellos han desaparecido.

5
https://es.wikipedia.org/wiki/David_Samanez_Ocampo

20
Ante la realidad de la revolución. el tirano se conduce como se había previsto y
anunciado: toma la fuga dejando el poder en manos que él creía podían defender sus
intereses y los del régimen. La lucha civil parecía inevitable. No han sido las simples
causas económicas las que han echado abajo al régimen. No podrá negarse que en la
evolución política son ellas factores de primera importancia, no sólo en la preparación' de
la caída de los gobiernos, sino en la ocasión de ella. Pero nunca la miseria o el caos
económico se traducen en movimientos orgánicos y orientados. Rumbo, constancia,
organización son siempre obra del espíritu. Cualquier observador imparcial de la primera
fase de la revolución peruana, tendrá que convenir que ésta ha tenido una visión clara
respecto de la unidad nacional y de la necesidad de liquidar, en forma implacable y justa,
los crímenes de la tiranía.
LA GRAN NECESIDAD DEL MOMENTO
Después de la guerra, teníamos como en la época de la independencia, el capital
moral creado por el heroísmo y el sacrificio; y las fuerzas éticas tienen raíces más hondas
cuando están acendradas por el infortunio que cuando son nimbadas por la gloria. Del
dolor de la derrota podía surgir nuevo ideal. El espíritu del Perú no había muerto; a su
hora el hombre de la resistencia de Lima sentaría los fundamentos del renacimiento
peruano.
Con la dictadura de Leguía, el Perú atraviesa la tercera crisis de su historia. El país
ha presenciado, año tras año, la quiebra de sus instituciones y la insignificancia de sus
hombres. La guerra del Pacífico liquidó nuestra riqueza material. La tiranía de Leguía
parecía haber agotado nuestro capital moral.
Es indispensable el factor objetivo de un pensamiento y de un programa común.
Y éste sólo puede conseguirse por el planteamiento sincero, valiente, de los males
efectivos y de los síntomas reales de la crisis actual. Desviar la atención pública hacia
cuestiones teóricas o simples anhelos de perfeccionamiento cuando amenazan
desaparecer las bases de nuestra vida civilizada, sería un juego de criminal infantilismo o
la revelación de turbios propósitos. Las necesidades del país. la falta de trabajo para el
elemento popular. la perpetua quiebra de la clase media, la desorganización de los
servicios públicos, la reducción de rentas, reclaman orden, paz, armonía, disciplina,
concordia.
EL PROBLEMA INTERNACIONAL

21
Hemos dicho que la diplomacia de Leguía
subordinó todas nuestras cuestiones a un solo
objetivo: el empréstito americano. Nuestra
cancillería dejó de existir como entidad
autónoma. Vivió para cumplir las órdenes y para
adivinar los deseos de la Casa Blanca.
En la Liga, a la que hemos vuelto, aunque
tardíamente, nuestra actuación debe inspirarse en
la preservación de nuestra personalidad, sirviendo
a los ideales de paz y de justicia internacional,
dentro de la vinculación que nos une al grupo
cultural que representan los pueblos hispánicos.
La Liga responde al viejo ideal bolivariano que es
el ideal de Hispanoamérica. La Unión
Panamericana responde, a su vez, a innegables
vinculaciones de orden económico y político. Ha
sido la desgracia del Perú el tener las más serias
cuestiones internacionales, que eran no solamente
cuestiones de fronteras, sino de personalidad o
integridad nacional. 6
El efecto de los inconsultos tratados de Chile y Colombia le dejó sentir
inmediatamente: se habló de una alianza entre Bolivia y Ecuador. Parece que el Perú, ante
esa contingencia. no contaría con la alianza de Chile y de Colombia. Estos países no la
han ofrecido. ni siquiera insinuado. Y viendo las cosas con el descamado realismo que se
impone, sobre todo en materias diplomáticas, hay que decir esta necesaria verdad: que
Chile prefería que Bolivia desvíe su resentimiento hacia el Perú y siga la línea de menor
resistencia para obtener su anhelo nacional; y Colombia, por vinculaciones tradicionales
con el Ecuador y por las compensaciones que podía obtener en la frontera andina, en un
conflicto entre el Perú y el Ecuador, a pesar del tratado reciente, acompañaría con sus
simpatías, si no con su apoyo, las pretensiones ecuatorianas.
Por lo mismo, es nuestro deber trabajar denodadamente para que se inicie entre el
Perú y Chile y el Perú y Colombia una época de positiva inteligencia. fraternidad y
cooperación. Mas esta política no exige echar un velo a las dificultades que los tratados
han creado. La revisión de esos tratados se impondrá algún día por obra de la opinión
continental, para atender a las necesidades o anhelos de aquellos países. Tal rumbo puede
parecer utópico en estos momentos; pero los tratados no son eternos; el derecho
internacional y la opinión del mundo se orientan ahora a hacer posibles las revisiones que
podríamos llamar preventivas con el objeto de asegurar la paz, evitando la agudización
de futuros conflictos.
EL PROBLEMA POLITICO
EL CESARISMO BUROCRATICO

6
http://www.icarito.cl/2010/06/368-7381-9-4-america.shtml/

22
Por debajo de las etiquetas y denominaciones de los partidos, en el Perú sólo ha
habido tres fuerzas políticas: la plutocracia costeña, la burocracia militar y el caciquismo
serrano que podíamos llamar también caciquismo parlamentario. La clase media y la clase
popular han carecido de efectiva representación política, si no era la de los grandes
movimientos que se cristalizaban en el mandato de un hombre superior como Piérola.
Rota la inteligencia demócrata-civilista en 1902, el partido civil alentó la
reconstitución del partido constitucional, lo cual era revivir las tendencias hacia la
burocracia militar. Ya en el poder, la plutocracia costeña, al excluir la oposición
demócrata, acentuó el caciquismo serrano, que vino a ser así su aliado e instrumento. La
gran agitación plebiscitaria de Billinghurst, en 1912, representó la protesta de los
elementos medios y populares excluidos de la política.
Si Leguía, al ir al poder en 1919, hubiera tenido conciencia de la misión histórica
de ese momento, habría tratado de reanudar la orientación de Piérola limitando la
plutocracia y descartando el caciquismo. Técnicamente, el régimen de Leguía podría
llamarse de cesarismo burocrático, porque ejército y Congreso quedaban convertidos en
meras burocracias.
La disolución del Congreso y la reforma de la constitución nos dan la oportunidad
para descartar definitivamente el caciquismo parlamentario y para reemplazar la
influencia exclusiva de la plutocracia costeña con un régimen de equilibrio. de justa
ponderación del capital y el trabajo, bajo la dirección de los elementos de cultura.
EL ABSOLUTISMO PRESIDENCIAL Y SUS REMEDIOS
Un poder ejecutivo eficaz no quiere decir un poder arbitrario. El término medio
del ideal bolivariano se aparta de los dos extremos que, en trágico ritmo, han sido la ley
de la evolución política en América: ejecutivos débiles o ejecutivos tiránicos. No basta
confiar en las cualidades del presidente, ni en el grado de cultura y desarrollo económico
del país, para que la función ejecutiva realice ese equilibrio de eficiencia y legalidad. Es
necesario que el control, la resistencia al poder ejecutivo se encame en instituciones que,
al mismo tiempo que lo limitan, lo sostienen.
La solución que atrae a los espíritus simplistas es la de someter al ejecutivo a la
influencia decisiva del Parlamento, siguiendo la imitación francesa. El parlamentarismo
es un producto esencialmente inglés y, por lo mismo, no puede importarse. Su eficiencia
está unida a dos cosas típicamente británicas: la tradición monárquica, con el poder
moderador que se encarna en la facultad de la disolución del Parlamento y el régimen
efectivo de dos partidos.
Entre nosotros. las dos tentativas de parlamentarismo no han sido felices: la de
Valcárcel, contribuyó a agravar la crisis del 94 y la del régimen civilista, a partir de 1904,
nos condujo a un inmoral trastrueque de funciones entre el gobierno y el parlamento. Si
nosotros no aceptamos la hegemonía parlamentaria, preconizamos un efectivo y
moderado control parlamentario. No creemos en la separación de los poderes, como la
llevada a cabo, con tanta rigidez e inconveniencia, en la constitución norteamericana.
EL REGIMEN DEL PRESUPUESTO

23
Un presupuesto supone fijeza, precisión y detalle para los gastos conocidos;
supresión de las partidas globales; prudente flexibilidad en las partidas de emergencia;
examen efectivo de la cuenta general de la república como acto esencial del parlamento;
y, sobre todo. Establecimiento del contralor permanente funcionario que tendría que ser
nombrado por el parlamento, por vida, como un fiscal de la nación y con el rango de éste
y el mismo plazo de jubilación.
LEY DE SERVICIO CIVIL
La acentuación del poder por la arbitrariedad en los nombramientos, sólo puede atacarse
mediante una ley estricta de servicio civil. La carrera administrativa exige: examen de
ingreso, ascenso riguroso, requisitos especiales para las funciones de carácter
exclusivamente técnico, un tribunal disciplinario para la multa suspensión y destitución,
término de las cesantías o jubilaciones prematuras.

CONSEJOS REGIONALES
 La innovación fundamental es la de los consejos regionales, siguiendo las líneas
de las actividades económicas.
 Se formó un registro de actividades económicas
o Minería e industrias extractivas.
o Agricultura
o Industria manufacturera
o Comercio y transportes
o Profesiones liberales
EL TÉRMINO DE MANDATO DE CADA ORGANIZACIÓN SERÍA DE DOS
AÑOS CON REELECCIÓN INDEFINIDA.
Funciones:
 Presupuesto Regional
 Caminos regionales
 Instrucción especializada según las necesidades de la región.
 Derecho de veto respecto del nombramiento de autoridades políticas
 Designación de jueces y vocales
 Elección de los tres senadores de la región.
INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL
 La carrera al menos exigía la proporción de dos a uno en las designaciones para
los puestos vacantes entre los jueces y vocales antiguos y los abogados de
experiencia.

24
 Debe conservarse a las cortes superiores el nombramiento de los jueces de paz y
la presentación de una de las ternas para jueces de primera instancia, dando la otra
al colegio de abogados.
 La corte suprema debe formar una terna para los vocales de la corte superior en
cada región y la otra el propio- colegio de abogados.
 El nombramiento corresponderá al consejo regional.
 El Consejo regional presenta dos candidatos, que deben ser necesariamente un
vocal o un abogado antiguo de la región.

LA PRENSA Y LA OPINIÓN PÚBLICA


 Es absolutamente necesario que haya un gran diario oficial en el que se centralicen
todas las publicaciones de este género, debates de las Cámaras. registro de leyes
y decretos, avisos administrativos. etc.
La gran fuerza de resistencia a los abusos del Gobierno es la opinión pública.
 La opinión pública puede ser desviada o por la falta de prensa libre o por las
exageraciones de la prensa irresponsable.
EL SISTEMA ELECTORAL
 Un buen sistema electoral limita la tendencia al absolutismo gubernamental. al
encarnar el triunfo de la voluntad nacional en lo que se refiere a la elección del
presidente. del poder legislativo y de los organismos regionales y municipales.
 La institución primordial es el registro.
 Sobre la base de este registro provincial se llevaría a cabo. por las
municipalidades, el de las actividades económicas y culturales, o profesional, en
los cinco grupos o categorías que hemos considerado.
En cada rubro habría que diferenciar: propietario, director, empleado y obrero.
EL PODER LEGISLATIVO
 Harold Laski, en su magnífica obra reciente (Grammar of Politics, 1930) ha
resucitado los argumentos en contra de la dualidad parlamentaria refutando el
esquema de Lees Smith, en virtud del cual la Cámara alta se formaría por selección
de los miembros de la Cámara baja.
 El interesante proyecto de Sidney Beatrice Webb sobre la diferenciación e
independencia de funciones del Parlamento político y del Parlamento técnico
 La idea del Parlamento corporativo, que, insinuado ya por Sieyés y Benjamín
Constant, reviven la reciente autoridad de un tratadista de la talla de Graham
Wallas y las opiniones de Duguit y Charles Benoist, en Francia.

25
 Donde hay monarca, facultad de disolución, régimen de dos partidos, tradicional
educación política, intensa gravitación de hábitos y costumbres, puede ser una
institución conveniente.
 La Cámara única, magnipotente en países sin esos elementos, sería un desastre; la
vuelta a los períodos más tristes de nuestra historia. los de agitación e incoherencia
jacobinas.
 Se dirá que tales inconvenientes desaparecerían si la Cámara única, en lugar de
elegirse por el sufragio universal, se designase por el sufragio corporativo.
 Es necesario que haya siempre un elemento de cambio y un órgano que refleje la
opinión pública.
 El sistema más adaptable a nuestras repúblicas es el de la dualidad del
Parlamento: Cámara baja elegida sobre la base de la población; Cámara alta
designada por las instituciones o corporaciones.
CONSEJO DE ESTADO Y ECONÓMICO
 El Consejo de Estado creado por la constitución de 19J 9 y que descartó el
despotismo de Leguía, debe ser restablecido.
 Podría constituirse un gran cuerpo técnico formado por la reunión de las
comisiones consultivas compuestas de cuatro miembros para cada ministerio.
 Los miembros del Consejo podían ser designados la mitad por el Gobierno y la
mitad por el Congreso.
 En las materias graves que la constitución fijaría. el Gobierno debería oír al
Consejo de Estado. Esta institución como en Francia resolvería las materias
contencioso-administrativas dejando las claras violaciones de los derechos civiles
por parte del Gobierno a la jurisdicción de los tribunales.
 El carácter técnico de la legislación hace cada día más necesaria la cooperación
de las entidades que representan fuerzas económicas y culturales.
 Podrían imitarse en el Perú, en forma más simple, naturalmente, los consejos
económicos alemán y el establecido recientemente en Francia estatuyendo que la
decisión del Parlamento no puede producirse en tales materias sin oír su informe.
 Sería infundado oponer a esta reforma la objeción de que envolvería retardos en
la obra legislativa y disminución en las leyes por votarse.
 En síntesis, el Perú debe aprovechar su reforma constitucional para adaptar las
instituciones, exigidas por su idiosincrasia política y afirmadas por su historia, a
las necesidades y a los métodos modernos.
 Por eso preconizamos un F'arlamento mixto de sufragio individual o general y de
sufragio corporativo; un ejecutivo fuerte, eficiente, moderadamente centralizado;
un poder judicial absolutamente libre, independiente y técnico y la cooperación
de instituciones como el Consejo de Estado y el Consejo Económico.

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 Nuestro sistema debe huir de la simple imitación ideológica y tener como guía la
realidad nuestra, los problemas tales como los ha planteado la experiencia, los
conflictos en la forma que existen.
POLÍTICA REFORMISTA
 El problema social es la gran cuestión de la época contemporánea.
 Alrededor de una nueva organización política de la sociedad giró el siglo XIX;
alrededor de nlfvas fórmulas de justicia social girará el siglo XX.
 Tratándose del Perú. cabe hablar de dos problemas sociales:
1. El típicamente nuestro, viejo como la conquista (el problema indígena)
2. El común a todos los países contemporáneos. creado por el desarrollo
industrial.
POSTURAS FRENTE AL PROBLEMA SOCIAL UNIVERSAL
 Individualista o conservadora
 La revolucionaria
 La reformista
LA CUESTIÓN INDÍGENA
 El problema indígena, por lo que se refiere al trabajo de los indios en la minería,
en la agricultura industrializada de la costa y en la que comienza a industrializarse
en la sierra, supone la aplicación de los principios de justicia social universales a
que hemos aludido.
 La cuestión indígena típica aparece cuando se trata de la comunidad y de la
hacienda serrana
 El problema de las haciendas o latifundios serranos parece aún más complicado.
Todo da a entender que las tierras de comunidad, a pesar de los inconvenientes de
este régimen y de lo primitivo de los medios de cultivo están mejor explotadas
que el latifundio. Mariátegui observa con justicia que el régimen de propiedad
individual, cuya cohonestación es la mayor productividad no puede ni siquiera
invocarse en tales casos para defender el latifundio. La expropiación del latifundio
improductivo o retardado se impone. de acuerdo con el principio del código
social-católico que hemos citado.
CONSEJOS REGIONALES
 La innovación fundamental es la de los consejos regionales, siguiendo las líneas
de las actividades económicas.
 Se formó un registro de actividades económicas
o Minería e industrias extractivas.
o Agricultura
o Industria manufacturera

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o Comercio y transportes
o Profesiones liberales
EL TÉRMINO DE MANDATO DE CADA ORGANIZACIÓN SERÍA DE DOS
AÑOS CON REELECCIÓN INDEFINIDA.
Funciones:
 Presupuesto Regional
 Caminos regionales
 Instrucción especializada según las necesidades de la región.
 Derecho de veto respecto del nombramiento de autoridades políticas
 Designación de jueces y vocales
 Elección de los tres senadores de la región.
INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL
 La carrera al menos exigía la proporción de dos a uno en las designaciones para
los puestos vacantes entre los jueces y vocales antiguos y los abogados de
experiencia.
 Debe conservarse a las cortes superiores el nombramiento de los jueces de paz y
la presentación de una de las ternas para jueces de primera instancia, dando la otra
al colegio de abogados.
 La corte suprema debe formar una terna para los vocales de la corte superior en
cada región y la otra el propio- colegio de abogados.
 El nombramiento corresponderá al consejo regional.
 El Consejo regional presenta dos candidatos, que deben ser necesariamente un
vocal o un abogado antiguo de la región.
LA PRENSA Y LA OPINIÓN PÚBLICA
 Es absolutamente necesario que haya un gran diario oficial en el que se centralicen
todas las publicaciones de este género, debates de las Cámaras. registro de leyes
y decretos, avisos administrativos. etc.
La gran fuerza de resistencia a los abusos del Gobierno es la opinión pública.
 La opinión pública puede ser desviada o por la falta de prensa libre o por las
exageraciones de la prensa irresponsable.
EL SISTEMA ELECTORAL
 Un buen sistema electoral limita la tendencia al absolutismo gubernamental. al
encarnar el triunfo de la voluntad nacional en lo que se refiere a la elección del
presidente. del poder legislativo y de los organismos regionales y municipales.
 La institución primordial es el registro.

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 Sobre la base de este registro provincial se llevaría a cabo. por las
municipalidades, el de las actividades económicas y culturales, o profesional, en
los cinco grupos o categorías que hemos considerado.
En cada rubro habría que diferenciar: propietario, director, empleado y obrero.
EL PODER LEGISLATIVO
 Harold Laski, en su magnífica obra reciente (Grammar of Politics, 1930) ha
resucitado los argumentos en contra de la dualidad parlamentaria refutando el
esquema de Lees Smith, en virtud del cual la Cámara alta se formaría por selección
de los miembros de la Cámara baja.
 El interesante proyecto de Sidney Beatrice Webb sobre la diferenciación e
independencia de funciones del Parlamento político y del Parlamento técnico
 La idea del Parlamento corporativo, que, insinuado ya por Sieyés y Benjamín
Constant, reviven la reciente autoridad de un tratadista de la talla de Graham
Wallas y las opiniones de Duguit y Charles Benoist, en Francia.
 Donde hay monarca, facultad de disolución, régimen de dos partidos, tradicional
educación política, intensa gravitación de hábitos y costumbres, puede ser una
institución conveniente.
 La Cámara única, magnipotente en países sin esos elementos, sería un desastre; la
vuelta a los períodos más tristes de nuestra historia. los de agitación e incoherencia
jacobinas.
 Se dirá que tales inconvenientes desaparecerían si la Cámara única, en lugar de
elegirse por el sufragio universal, se designase por el sufragio corporativo.
 Es necesario que haya siempre un elemento de cambio y un órgano que refleje la
opinión pública.
 El sistema más adaptable a nuestras repúblicas es el de la dualidad del
Parlamento: Cámara baja elegida sobre la base de la población; Cámara alta
designada por las instituciones o corporaciones.
CONSEJO DE ESTADO Y ECONÓMICO
 El Consejo de Estado creado por la constitución de 19J 9 y que descartó el
despotismo de Leguía, debe ser restablecido.
 Podría constituirse un gran cuerpo técnico formado por la reunión de las
comisiones consultivas compuestas de cuatro miembros para cada ministerio.
 Los miembros del Consejo podían ser designados la mitad por el Gobierno y la
mitad por el Congreso.
 En las materias graves que la constitución fijaría. el Gobierno debería oír al
Consejo de Estado. Esta institución como en Francia resolvería las materias
contencioso-administrativas dejando las claras violaciones de los derechos civiles
por parte del Gobierno a la jurisdicción de los tribunales.

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 El carácter técnico de la legislación hace cada día más necesaria la cooperación
de las entidades que representan fuerzas económicas y culturales.
 Podrían imitarse en el Perú, en forma más simple, naturalmente, los consejos
económicos alemán y el establecido recientemente en Francia estatuyendo que la
decisión del Parlamento no puede producirse en tales materias sin oír su informe.
 Sería infundado oponer a esta reforma la objeción de que envolvería retardos en
la obra legislativa y disminución en las leyes por votarse.
 En síntesis, el Perú debe aprovechar su reforma constitucional para adaptar las
instituciones, exigidas por su idiosincrasia política y afirmadas por su historia, a
las necesidades y a los métodos modernos.
 Por eso preconizamos un F'arlamento mixto de sufragio individual o general y de
sufragio corporativo; un ejecutivo fuerte, eficiente, moderadamente centralizado;
un poder judicial absolutamente libre, independiente y técnico y la cooperación
de instituciones como el Consejo de Estado y el Consejo Económico.
 Nuestro sistema debe huir de la simple imitación ideológica y tener como guía la
realidad nuestra, los problemas tales como los ha planteado la experiencia, los
conflictos en la forma que existen.
POLÍTICA REFORMISTA
 El problema social es la gran cuestión de la época contemporánea.
 Alrededor de una nueva organización política de la sociedad giró el siglo XIX;
alrededor de nlfvas fórmulas de justicia social girará el siglo XX.
 Tratándose del Perú. cabe hablar de dos problemas sociales:
3. El típicamente nuestro, viejo como la conquista (el problema indígena)
4. El común a todos los países contemporáneos. creado por el desarrollo
industrial.
POSTURAS FRENTE AL PROBLEMA SOCIAL UNIVERSAL
 Individualista o conservadora
 La revolucionaria
 La reformista
LA CUESTIÓN INDÍGENA
 El problema indígena, por lo que se refiere al trabajo de los indios en la minería,
en la agricultura industrializada de la costa y en la que comienza a industrializarse
en la sierra, supone la aplicación de los principios de justicia social universales a
que hemos aludido.
 La cuestión indígena típica aparece cuando se trata de la comunidad y de la
hacienda serrana

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 El problema de las haciendas o latifundios serranos parece aún más complicado.
Todo da a entender que las tierras de comunidad, a pesar de los inconvenientes de
este régimen y de lo primitivo de los medios de cultivo están mejor explotadas
que el latifundio. Mariátegui observa con justicia que el régimen de propiedad
individual, cuya cohonestación es la mayor productividad no puede ni siquiera
invocarse en tales casos para defender el latifundio. La expropiación del latifundio
improductivo o retardado se impone. de acuerdo con el principio del código
social-católico que hemos citado.

CONCLUSIONES
 La unidad nacional del Perú, a pesar de los obstáculos geográficos y de la
complejidad de nuestra estructura, es una realidad: nuestro primer deber,
posponiendo diferencias ideológicas o partidistas, es mantenerla.
 El único problema por resolver es el de encontrar la fórmula por la cual esa unidad
sea más justa, sea más rica, sea más fuerte. Y evidentemente que esa fórmula,
dados nuestro territorio y nuestra diversidad de razas, no consistía en un
centralismo uniformador, estrecho y absorbente, en el centralismo jacobino o
napoleónico, que, por desventura, ha prevalecido, sino en un regionalismo
armónico que extendiera la vitalidad económica y cultural por todo el territorio
 Arequipa surgió como departamento luego de la independencia, y se notaba el
espíritu de aun los sentimientos indígenas y una carente identidad que aún se
estaba forjando en el país, aparte que la corrupción también siguió avanzando, el
nacionalismo se hacía presente a hondamente, aparte en otros lugares después de
Arequipa.
 El gobierno de Leguia dejo graves estragos en el país, ya que había mucha
arbitrariedad y se omitía la libertad de expresión por lo que los medios de
comunicación Vivian oprimidos a tal punto para que no lleguen a ser expropiados
o falsificados incluso en la misma editorial, aparte de tener el país 2 opciones, una
de ceder a lo mismo o la otra de seguir incrementando la deuda.

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