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La Vida de Daniel Lección 3

Cómo Orar en Tiempos de Crisis


Pasaje de Estudio: Daniel 2:14-23; 46-49

Vs de Memoria: Daniel 2:47

Los primeros versículos de este segundo capítulo de Daniel nos dicen que Daniel encaró una gran
crisis en este tiempo. El Rey Nabucodonosor tuvo un sueño impresionante, vs 1, que había
olvidado. Así que llamó a sus magos, astrólogos y adivinos y otros “sabios”, 2-4, y les exigió que le
revelaran su sueño y su interpretación, vs 5-9. Los hombres sabios de Babilonia le dijeron que
nadie podía hacer esto. Esto enfureció tanto al rey que ordenó la muerte de todos los sabios, que
incluía a Daniel, Ananías, Misasel y Azarías, vs 12-13. Daniel entonces buscó una entrevista con el
rey y le prometió que le revelaría su sueño y su interpretación vs 14-16.

Esta fue una de muchas crisis que Daniel experimentó durante su largo e interesante ministerio.
Pero ¿qué hacía Daniel cuando venía una crisis? Oraba. Y nosotros, que vivimos 2,500 años
después, debemos hacer lo mismo: buscar el lugar de oración para nuestros tiempos de crisis.
Todos tenemos crisis en la vida. Hay crisis nacionales, 2 Crónicas 14:11-12; crisis religiosas, Hechos
4:23-31; crisis domésticas, Hechos 9:36-43; y crisis personales: problemas de salud, Santiago 5:13-
14, en relación a los negocios o con nuestros seres queridos. ¿Estás viendo una crisis ahora?
Entonces, haz lo que Daniel hizo: ora. Lea Daniel 2:14-23, y vea cómo orar en tiempos de crisis

1. UN TIEMPO DEFINIDO PARA LA ORACIÓN

¿Por qué pidió Daniel que el rey le diera tiempo? Porque quería orar. Daniel tenía un
tiempo definido apartado para orar, Daniel 6:10, pero ahora había necesidad de tiempo
especial, adicional, para orar. No pidió una reunión pública, ni hizo petición general.
Inmediatamente que fue presentado con un problema, fue a orar. Si tú estás encarando
una crisis ahora, separa un tiempo definido para buscar el rostro de Dios para poner ese
asunto perplejo en sus manos para que te dé la solución.

2. UN LUGAR DEFINIDO PARA ORAR

“Luego se fue Daniel a su casa”, vs 17. ¿Por qué? Porque en su casa tenía un lugar de
oración, un cuarto especial donde las ventanas se abrían hacia Jerusalén, Daniel 6:10.
Jesús tenía un lugar de oración, Marcos 1:35; Lucas 6:12; Pedro tenía un lugar de oración,
Hechos 10:9; las mujeres piadosas de Filipos tenían un lugar de oración, Hechos 16:13.
¿Tienes tú un lugar de oración? Entonces, ve a ese lugar, así como lo hizo Daniel.

3. BUSCA EL COMPAÑERISMO EN LA ORACIÓN

Daniel pudo orar a solas, y lo hizo en Daniel 6:10. Tenemos la autoridad de Jesús para orar
a solas, vea, Mateo 6:6. ¿Puede imaginar a estos cuatro hombres jóvenes de rodillas
rogando al Señor a oir y contestar sus oraciones? ¡Ciertamente Dios no podía rehusar
escuchar tales peticiones! Jesús dio una promesa especial tocante a la oración unida, vea
Mateo 18:19; y en muchas otras partes de la Biblia tenemos ilustraciones del poder de la
oración unida, corporativa, vea Hechos 12:5. En tu crisis ahora, busca 0el compañerismo
de uno o más creyentes serios y comparte tus problemas con ellos
4. SÉ ESPECÍFICO EN LA ORACIÓN

El vs 18 nos dice que estos hombres oraron “sobre este misterio”. Lea otra vez Hechos
12:5; estos creyentes del primer siglo estaban orando por una persona, por Pedro. Si Ud.
estudia en su Biblia todas las ocasiones en que se menciona la oración se dará cuenta de
cómo la oración fue específica. Por ejemplo, Gedeón oró pidiendo una señal, Jueces 6:39.
Ana pidió un hijo, 1 Samuel 1:10-13; Elías pidió que no lloviera, Santiago 5:17. ¿Qué
necesitas tú? Pídeselo a Dios. Si necesitas dinero, pide dinero. Si necesitas ser sanado, pide
ser sanado. Vea Lucas 11:11-13.

5. CUIDA LOS MOTIVOS EN LA ORACIÓN Estos hombres oraron “a fin de que Daniel y sus
compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia”, vs 18. ¿Estaban orando sólo
para salvar sus propias vidas? “Señor, ¡no dejes que perezcamos con los otros!” Para
entender el significado de su oración vea 1 Reyes 18:36-37. Ellos oraban que Dios fuera
glorificado y que su reino se extendiera a través de la respuesta a sus oraciones. La oración
con el motivo equivocado no prevalece, vea Santiago 4:3; pero en Salmos 50:15 y Juan
14:13 se nos dice lo que debe ser el verdadero motivo de la oración.

6. EJERCITA TU FE EN LA ORACIÓN.

En otras palabras, ora en fe. Ora creyendo. En este incidente vemos que Daniel tenía
completa confianza en Dios, y que Dios oiría y contestaría su oración. En el vs 18 oró por
“las misericordias del Dios del Cielo”. Daniel creía que Dios oiría y contestaría su oración,
vea el vs 28. Sabía eso en su corazón antes de hacer esta declaración con sus labios. Una
razón por qué nuestras oraciones no son contestadas es por nuestra incredulidad, vea
Santiago 1:5-7. Podemos tener fe, porque fe es un don de Dios, vea 1 Corintios 12:9.

7. RECIBE LA RESPUESTA A TU ORACIÓN. Note la clase de respuesta que Dios les dio:

(1) Fue una respuesta DEFINIDA, vs 19. Pidieron revelación, y Dios les dio la revelación.

(2) Fue una respuesta MILAGROSA, vs 19. Sólo Dios pudo revelar las cosas secretas, y es lo
que hizo...

(3) Fue una respuesta HUMILLANTE, vs 19. Vino en una “visión de noche”. .

(4) Fue una respuesta que produjo ACCIÓN de GRACIAS, vs 20-23. Lea de nuevo el gran
himno de acción de gracias de adoración al Señor.

(5) Fue una respuesta que GLORIFICÓ a Dios. Versículo de Memoria para el Próximo
Domingo: Daniel 2:28

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