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El Estado de la Nación “No tenemos plata” por medio de la Ley XXI Nº 2345 sancionada

el 3/3/19 ha establecido un régimen de ahorro obligatorio que fija un reintegro de las


sumas ahorradas, con más un interés a pagar luego de sesenta (60) meses desde la
fecha del depósito. Las sumas ahorradas se reintegrarán con más un interés que se
determinará aplicando una tasa igual a la que rija para los depósitos en cajas de ahorro
común del Banco de la Nación Argentina. Quedan obligados a cumplimentar el sistema
de ahorro de este Título los sujetos que se indican a continuación: Las personas físicas
domiciliadas en el país que tuvieran en sus cajas de ahorros al 31/12/2018 montos
superiores a 500.000 pesos. El ahorro correspondiente se determinará aplicando sobre
el importe de ahorro, una tasa del ciento (30%). Lo viene a consultar Pablo JORVATO,
quien se ve afectado por el régimen dado que es comerciante y ahorra para el giro
comercial. Su cliente le pide argumentos para demandar al Estado Nacional. Indique
que le diría y qué argumentaría. *

En lo que al caso respecta, dependiendo la doctrina, podemos tomar la Ley XXI N°2345
como un impuesto o una contribució n especial.
Desde mi punto de vista, clasifico a este tipo de Ley como un empréstito forzoso, en otras
palabras, un contrato coactivo, dado que no reú ne los caracteres singulares que
encontramos en una contribució n especial, como así tampoco reú ne los requisitos de un
impuesto en sí mismo.
Vale aclarar que dentro de la contribució n especial, debe haber un beneficio y el mismo
debe ser directo. En lo que al Sr. Jorvato respecta, no hay una relació n entre mi cliente y
estas particularidades.
Por otro lado, el impuesto no incluye una contraprestació n a cargo del Estado, como si lo
incluye el empréstito forzoso, es decir, hay un reintegro respecto a la quita realizada por
parte del Estado al Sr. Jorvato.
La nota particular respecto a este ú ltimo pá rrafo, se centra en la inconstitucionalidad a lo
que hace a la Ley de ahorro obligatorio.
Primeramente se está vulnerando el artículo 16 de nuestra Constitució n Nacional, el cual
pone de manifiesto que “…todos sus habitantes son iguales ante la ley…”. La Ley en cuestió n,
se basa en distintos criterios para llevar a cabo la aplicació n de la misma, provocando cierta
tensió n respecto a la igualdad de los habitantes, de hecho, deja de haber igualdad.
Por otro lado, se vulnera el artículo 17 de nuestra Constitució n Nacional, el cual pone de
manifiesto que “…la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser
privado de ella…”. Claramente observamos la vulneració n de la propiedad como su nombre
lo indica, y asimismo la privació n de su ahorro.
No debemos soslayar otra cuestió n importante dentro del articulo manifiesto, el mismo
expone “…la expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y
previamente indemnizada…”. La cuestió n aquí se refleja en dos notas particulares, en primer
lugar el término “expropiació n” y en segundo lugar la “previa indemnizació n”.
Segú n la Real Academia Españ ola, cuando citamos el término expropiació n, estamos
refiriéndonos a la privació n de un bien o un derecho, ergo, no só lo se está vulnerando el
artículo 17 de la Constitució n Nacional, sino también el artículo 17 de la Declaració n
Universal de Derechos Humanos, el cual expone que “…toda persona tiene derecho a la
propiedad y que nadie será privado arbitrariamente de la misma…”; y asimismo, se vulnera el
artículo 23 de la Declaració n Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, cuya
redacció n expone que “…toda persona tiene derecho a la propiedad privada correspondiente
a las necesidades esenciales de una vida decorosa…”. Ambos tratados, con jerarquía
constitucional.
Respecto a la segunda cuestió n planteada, no hay una indemnizació n previa sino que, la
misma es posterior a la quita del capital del Sr. Jorvato, cuyo reintegro se hará nada má s ni
nada menos que sesenta meses posteriores desde lo ocurrido.
La inconstitucionalidad está clara desde varios aspectos, empero, respecto al ú ltimo
extremo expuesto anteriormente, cito a la teoría del empobrecimiento. Recordemos que
esta teoría se ha dejado sin efecto, ya que el Estado se enriquece con un impuesto
ilegalmente cobrado. En este caso, el Sr. Jorvato, está pagando un empréstito forzoso, y el
Estado, mediante el mismo y siendo inconstitucional, extrae un beneficio de aquel.
Por otro lado, cabe citar al fisco nacional, cuyo ente jurídico, debe reconocer el proceso
inflacionario como un hecho singular, el cual provoca una lesió n en el patrimonio del Sr.
Jorvato al momento de su reintegro. En consonancia, se deberá tener en cuenta el artículo 4
de la Ley 23256.
Por ú ltimo, y no por ello menos importante, en el fallo “Horvarth, Pablo c/ Fisco Nacional”,
se hace menció n a que el sujeto pasivo del “ahorro obligatorio”, deberá demostrar que su
capacidad contributiva ha desaparecido o disminuido a causa del mismo, para así poder
tener aptitud procesal para agraviarse.
Entiendo que el mismo lesiona el artículo 19 de nuestra Constitucion Nacional, ya que, como
bien expone, “…las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a
la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la
autoridad de los magistrados…”.
Por lo expuesto anteriormente, se debe dejar sin efecto la Ley XXI Nº 2345 sancionada el
tres de septiembre de 2019, declarando la misma inconstitucional.

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