Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Salud Publica y Atencion Primaria de La Salud Lemus
Salud Publica y Atencion Primaria de La Salud Lemus
www.corpuslibros.com
,6%1
DERECHOS RESERVADOS
&RUSXV(GLWRULDO\'LVWULEXLGRUD
editorial@corpuslibros.com
jdlemus@corpuslibros.com
www.corpuslibros.com
7XFXPiQ7HO)D[
&$$5&LXGDG$XWyQRPDGH%XHQRV$LUHV$UJHQWLQD
7LUDGDHMHPSODUHV
6HWHUPLQyGHLPSULPLUHQPD\RGH
Buenos Aires - Argentina
ISBN:
ERRNVPHGLFRVRUJ
www.corpuslibros.com
AUTORES
RICARDO DURLACH
Médico infectólogo. Doctor en Medicina
Director médico del Hospital Alemán de Buenos Aires
3URIHVRU3URWLWXODU\'LUHFWRUGHOD&DUUHUDGH(VSHFLDOLVWDGH(QIHUPHGDGHV,QIHFFLRVDVGHOD8QLYHUVLGDG&DWyOLFD
Argentina
3UHVLGHQWHGHOD&RPLVLyQ'LUHFWLYDGHO,7$(6,QVWLWXWR7pFQLFRGH$FUHGLWDFLyQGH(VWDEOHFLPLHQWRV$VLVWHQFLDOHV
KUMIKO EIGUCHI
3URI7LWXODUGH%LRTXtPLFDH,QPXQRORJtD86$/
3URI7LWXODUGH0HWRGRORJtDGHOD,QYHVWLJDFLyQ'RFWRUDGRGH6DOXG3~EOLFD8&(6
'LUHFWRUD*HQHUDOGH'RFHQFLDH,QYHVWLJDFLyQ0LQLVWHULRGH6DOXG*&%$
DANIELA R. LEMUS
Médica. Diplomada en Salud Pública. Docente de la Catedra de Salud Pública. Dpto. de Salud Comunitaria.
)DFXOWDGGH&LHQFLDVGHOD6DOXG8&(6,QYHVWLJDGRUDGHOD)XQGDFLyQ&,'(6$UJHQWLQD
DELIA OUTOMURO
0pGLFD8%$/LFHQFLDGDHQ)LORVRItD8%$
'RFWRUDHQ0HGLFLQD8%$
3URIHVRUD5HJXODU$GMXQWDGH%LRpWLFD8%$
3URIHVRUD5HJXODU$GMXQWDGH0HGLFLQD,QWHUQD8%$
(['LUHFWRUDGHO'HSDUWDPHQWRGH+XPDQLGDGHV0pGLFDV)DFXOWDGGH0HGLFLQD8%$
'LUHFWRUDGHO,QVWLWXWRGH%LRpWLFD)DFXOWDGGH0HGLFLQD8%$
-HIHGH'HSDUWDPHQWRGH&RQVXOWRULRV([WHUQRV+RVSLWDO3LxHUR0LQLVWHULRGH6DOXG*&$%$
Coordinadora del Programa de Bioética, Ministerio de Salud, GCABA
RAFAEL SÁNCHEZ HERRERO (ESPAÑA)
/LFHQFLDGRHQ0HGLFLQD\&LUXJtD8QLYHUVLGDGGH9DOODGROLG
'8(8QLYHUVLGDGGH9DOODGROLG
Médico especialista en Medicina de familia
Coordinador de equipos de Atención Primaria en Gerencia de Atención Primaria de Valladolid Este
-HIHGH6HUYLFLRGHRUJDQL]DFLyQ\IXQFLRQDPLHQWRGHHTXLSRVGH$WHQFLyQ3ULPDULDGHO6$&</
Director Técnico de Atención Primaria de SACYL
CLAUDIO TABOADELLA
Médico Especialista en Medicina del Trabajo
([PLHPEURGHO&RQVHMR'LUHFWLYRGHOD&RPLVLyQ,QWHUQDFLRQDOGH6DOXG2FXSDFLRQDO\6HFUHWDULR
1DFLRQDOSRU$UJHQWLQDDQWHODPLVPD\
3UHVLGHQWHGHOD$VRFLDFLyQ/DWLQRDPHULFDQDGH6DOXG2FXSDFLRQDO
3UHVLGHQWHGHO&RPLWp&LHQWt¿FRGHOD)HGHUDFLyQ$UJHQWLQDGH0HGLFLQDGHO7UDEDMR
9LFHSUHVLGHQWH6RFLHGDGGH0HGLFLQDGHO7UDEDMRGHOD3URYLQFLDGH%XHQRV$LUHV
3URIHVRU$GMXQWRGH0HGLFLQDGHO7UDEDMR&DUUHUDGH(VSHFLDOLVWDHQ0HGLFLQDGHO7UDEDMR8&$
Gerente Médico Asociart ART SA
Índice
PRÓLOGO / 17 INTRODUCCIÓN / 65
PROFESIONAL / 84
ESTRATEGIA 28: FAVORECER LA FORMACIÓN CONTINUADA Y LA ACTIVIDAD SISTEMAS LOCALES Y DISTRITOS DE SALUD / 113
DOCENTE EN LOS EQUIPOS DE ATENCIÓN PRIMARIA / 84 1. EL PROCESO DE REGIONALIZACIÓN / 113
ESTRATEGIA 29: INCENTIVAR EL DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES DE 2. LOS SISTEMAS LOCALES DE SALUD / 115
INVESTIGACIÓN EN LOS EQUIPOS DE ATENCIÓN PRIMARIA / 84 3. LOS DISTRITOS DE SALUD / 118
ADDENDA / 121 VENTAJAS DE LOS SERVICIOS INTEGRADOS / 170
REFORMAS ESENCIALES EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES A PARTIR DEL EL SISTEMA SANITARIO DE DISTRITO / 171
AÑO 2008.
ATENCIÓN PRIMARIA Y SISTEMA HOSPITALARIO, REDES INTEGRADAS DE EL SISTEMA DE ENVÍO DE CASOS: UNA RELACIÓN BIDIRECCIONAL / 177
SERVICIOS DE SALUD /121
CAPÍTULO 6: SISTEMAS DE INFORMACIÓN
CAPÍTULO 5: SISTEMA DE EFECTORES DE SERVICIOS DE EN APS / 179
SALUD COMUNITARIA DE COMPLEJIDAD
PANORAMA INTRODUCTORIO / 179
ASCENDENTE / 129
EL CONTINUO HECHOS-DATOS-INFORMACIÓN Y LOS DISPOSITIVOS
HOSPITALES GENERALES – CENTROS DE SALUD Y ACCIÓN COMUNITARIA – ORGANIZACIONALES PARA GENERAR INFORMACIÓN / 180
CENTROS MÉDICOS BARRIALES – MÉDICOS DE CABECERA / 129
OBSTÁCULOS PARA ADQUIRIR INFORMACIÓN / 183
CENTROS DE SALUD COMUNITARIA Y UNIDADES DE ATENCIÓN DE LA
SALUD DESCENTRALIZADAS. CONCEPTO, FUNCIONES Y POLÍTICAS DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN EN LOS SILOS Y LAS REGIONES
OPTIMIZACIÓN / 131 SANITARIAS/ 184
SILOS / 187
DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA DE COMPLEJIDAD ASCENDENTE EN EL QUE SE APS / 188
/ 137
INSCRIBE LA REORGANIZACIÓN DEL PRIMER NIVEL DE ATENCIÓN
ESTRATOS FUNCIONALES EN EL HOSPITAL / 149 APLICACIONES POTENCIALES DE LOS SIG EN SALUD, EPIDEMIOLOGÍA Y
HOSPITALES DE ALTA RESOLUCIÓN / 151 GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN ORGANIZACIONES DE SALUD / 203
RELACIÓN ENTRE EL HOSPITAL BASE Y EL CENTRO DE SALUD: UNA HISTORIA SOFT DISPONIBLE PARA ANÁLISIS SIG / 208
DE DESENCUENTROS / 151
ANEXO IV - EXPRESIÓN GEORREFERENCIADA DE
LA RED DE SERVICIOS EN ESCENA; FLUJOS, CIRCULARIDAD, REFERENCIA Y
DIVERSOS PROBLEMAS Y EVENTOS DE SALUD-
CONTRARREFERENCIA / 153
ENFERMEDAD / 211
COBERTURA PORTEÑA DE SALUD; MÉDICOS DE CABECERA Y CENTROS
MÉDICOS BARRIALES / 157 CAPÍTULO 8: CALIDAD EN APS / 215
LA RELACIÓN ENTRE EL PRIMERO Y EL SEGUNDO NIVEL – MEDICINA CALIDAD EN ATENCIÓN DE LA SALUD / 215
INTEGRADA / 165
ATENCIÓN INTEGRADA: VENTAJAS Y DESVENTAJAS / 167 OBJETOS DEL CONTROL DE CALIDAD EN SALUD / 217
INTEGRACIÓN DE LOS SERVICIOS SANITARIOS / 167
LIMITACIONES A LA INTEGRACIÓN / 168 VARIABILIDAD DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL / 219
PUNTOS FUNDAMENTALES DE LA EVALUACIÓN DE LA APLICACIÓN DE LA DIALÉCTICA ENTRE VARIABILIDAD Y CALIDAD / 219
ESTRATEGIA MUNDIAL DE SALUD PARA TODOS / 168 ESTUDIOS SOBRE VARIABILIDAD DE PRÁCTICA PROFESIONAL / 220
TENDENCIAS DE LOS SISTEMAS INTEGRADOS DE SALUD / 168 EL EFECTO GLOVER, O EL PARADIGMA DE LA AMIGDALECTOMÍA / 220
SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LA VPP / 222 RIESGO Y CONCEPTOS CONEXOS (UN DRAMA EN TRES ACTOS) / 263
MÉTODO DE USO APROPIADO / 224 ACTO UNO: DEFINICIONES, CONCEPTUALIZACIONES Y BOSQUEJO
EPISTEMOLÓGICO DEL RIESGO. ROTHMAN, MIETTINEN, AYRES, DE
ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD Y MEJORA DE LA CALIDAD / 224 ALMEIDA: PRESENTACIÓN DE LOS DRAMATIS PERSONAE / 263
ACTO DOS: DE LOS ASÍ LLAMADOS FACTORES DE RIESGO (¿O MARCADORES
DONABEDIAN COMO PUNTO DE INFLEXIÓN / 226 DE RIESGO?) Y DE LA EPIDEMIOLOGÍA DE TALES FACTORES
O FACTOROLOGÍA / 267
AUDITORÍA MÉDICA COMO PARADIGMA DE CONTROL DE CALIDAD EN ACTO TRES: DE LA POSIBLE MEDICIÓN DEL RIESGO / 271
SALUD / 231
PASOS EN EL DISEÑO DE UNA AUDITORÍA / 234 ERRORES POTENCIALES DE LOS ESTUDIOS / 274
SELECCIÓN DE UN TÓPICO PARA AUDITAR / 235 VALIDEZ Y CONFIABILIDAD / 274
IDENTIFICACIÓN DE OBJETIVOS ESPECÍFICOS / 236
ESPECIFICACIÓN DE CRITERIOS Y ESTÁNDARES / 236 PRUEBAS / 276
¿PARA QUÉ SE NECESITA UN ESTÁNDAR? / 237
RECOGIDA DE DATOS / 238 INSTRUMENTOS ESTRATÉGICOS DE LA EPIDEMIOLOGÍA / 279
ANÁLISIS DE DATOS Y COMPARACIÓN CON CRITERIOS Y ESTÁNDARES / 238 1. ESTRATEGIAS DE TRAZADORES / 279
ACUERDO E IMPLEMENTACIÓN DEL CAMBIO / 238 2. ESTRATEGIA DE UNIDADES GEOGRÁFICO-POBLACIONALES / 279
¿CÓMO PUEDE SUPERARSE LA RESISTENCIA AL CAMBIO? / 239 3. ESTRATEGIA DE VIGILANCIA CENTINELA / 280
ESTRATEGIAS PARA IMPLEMENTAR EL CAMBIO-DEVOLUCIONES / 239 4. ESTRATEGIA DE ESTUDIOS DE ESCENARIOS O NICHOS
SOCIOECOLÓGICOS / 280
MONITORIZACIÓN / 241 5. ESTRATEGIA DE MAPAS INTELIGENTES / 280
ENTENDIENDO LA VARIACIÓN. CONTROL ESTADÍSTICO DEL PROCESO / 242 6. ESTRATEGIA DE EVALUACIONES EPIDEMIOLÓGICAS RÁPIDAS / 280
QUÉ SE HACE UNA VEZ QUE SE TIENEN TODOS LOS DATOS / 245 7. ESTRATEGIAS DE CONGLOMERADOS (CLUSTERS) / 281
8. ESTRATEGIAS DE INSTRUMENTOS DE PRIORIZACIÓN DE RIESGOS E
ESTRATEGIA DE EVALUACIÓN DE CALIDAD EN APS / 246 INTERVENCIONES / 281
9. PAQUETES INFORMÁTICOS ESPECIALIZADOS / 281
LA EVALUACIÓN Y LA GARANTÍA DE LA CALIDAD / 247
EJEMPLO DE PROCESO NACIONAL ENCAMINADO A INICIAR O FORTALECER LA ENDEMIAS Y EPIDEMIAS. ESTUDIO DE BROTES EPIDÉMICOS / 283
EGC / 247
DEFINICIÓN DEL CASO / 287
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN Y GARANTÍA DE LA CALIDAD DE LA ATENCIÓN DE CONFIRMACIÓN DE BROTE EPIDÉMICO / 288
SALUD A NIVEL DE DISTRITO / 247
ETAPAS DE LA INVESTIGACIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE UN BROTE / 292
ETAPA DESCRIPTIVA / 292
CAPÍTULO 9: MEDIOS, MÉTODOS E INSTRUMENTAL ETAPA ANALÍTICA / 294
EPIDEMIOLÓGICOS EN SALUD PÚBLICA Y ATENCIÓN ETAPA DE INTERVENCIÓN (EXPERIMENTAL) / 298
PRIMARIA / 251 SCREENING / 298
INSTRUMENTOS TRADICIONALES DE MEDICIÓN EPIDEMIOLÓGICA / 260 ANEXO ANÁLISIS EPIDEMIOLÓGICO Y GESTIÓN SANITARIA DE LA
EPIDEMIA DE GRIPEA H1N1: EXPERIENCIA EN LA CIUDAD DE BUENOS
MEDIDAS DE OCURRENCIA DE EVENTOS O PROBLEMAS DE SALUD / 260 AIRES (INVIERNO DE 2009) / 304
I. INTRODUCCIÓN / 304 TRASFONDO / 361
II. MÉTODO Y ESTRATEGIA DE GESTIÓN / 305
III. RESULTADOS Y CONSIDERACIONES GENERALES / 308 ¿TIENE SENTIDO INTERVENIR? / 361
IV. CONCLUSIONES / 309 SALUD Y ENFERMEDAD / 363
CAPÍTULO 10: FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN PEQUEÑOS RIESGOS DISEMINADOS: UN GRAN PROBLEMA SANITARIO / 364
ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD / 311 PREVENCIÓN INDIVIDUAL VS. ESTRATEGIA DE ALTO RIESGO / 367
INTRODUCCIÓN / 311
DIAGNÓSTICO PRECOZ E HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD / 368
RENOVACIÓN DE LA ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD / 312
CAMPO DEL RECURSO HUMANO EN SALUD / 313 INDIVIDUOS Y POBLACIONES: LOS EXTREMOS DEL CONTINUUM / 369
CAPÍTULO 11: EVALUACIÓN DE TECNOLOGÍAS EN LOS ORÍGENES DE LA MEDICINA DEL BIENESTAR / 375
SALUD / 335
EL SÍNDROME DE ULISES, LA EXPLOSIÓN DE COSTOS Y LA MUERTE DE UNA
UTOPÍA / 377
CAPÍTULO 12: PROMOCIÓN DE LA SALUD / 345
SOBREVUELO HISTÓRICO / 345 DE LA MEDICINA DE CONSUMO A LA MEDICINA SOSTENIBLE / 378
LA CARTA DE OTTAWA, LALONDE, CARELIA DEL NORTE Y SALUD PARA DE LA MEDICINA POSITIVISTA A LA APS / 380
TODOS / 349
ÉTICA COMUNITARISTA / 381
ACCIONES EN PROMOCIÓN DE LA SALUD / 350 LA ÉTICA DE LA BIOÉTICA EN APS: EL COMUNITARISMO LIBERAL / 382
1. CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS SALUDABLES / 350
2. CREACIÓN DE ENTORNOS FAVORABLES A LA PROMOCIÓN ALGUNAS REFLEXIONES FINALES / 385
DE LA SALUD / 351
3. FORTALECIMIENTO DE LA ACCIÓN COMUNITARIA Y CAPÍTULO 15: PARTICIPACIÓN COMUNITARIA / 387
EMPODERAMIENTO / 351
4. DESARROLLO DE APTITUDES PERSONALES / 351 ANTECEDENTES / 387
5. REORIENTACIÓN DE LOS SERVICIOS DE SALUD / 352
CUMBRE Y OBJETIVOS DEL MILENIO / 355 LOS DISTINTOS TIPOS DE ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y SU
RELACIÓN CON LA UNIDAD ESTRATÉGICA DE SALUD / 388
AUTOGESTIÓN COMUNITARIA / 356
LOS DIVERSOS TIPOS DE ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL / 388
ADDENDA / 359 LAS ASOCIACIONES GREMIALES / 388
CONCEPTOS DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD: DUALIDADES DE LA TEORÍA LAS ORGANIZACIONES COMUNITARIAS U ORGANIZACIONES DE BASE / 389
DE LA SALUD PÚBLICA (MILTON TERRIS) / 359 FUNDACIONES EMPRESARIAS / 390
LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES / 391
CAPÍTULO 13: INDIVIDUOS ENFERMOS Y POBLACIONES
ENFERMAS / 361 EL RELEVAMIENTO DE LA INFORMACIÓN / 393
LEGISLACIÓN / 394 INTERLUDIO: SOBRE LA POSIBILIDAD DE PREDECIR EL FUTURO Y EL
PROBLEMA DEL ORÁCULO EN LA PLANIFICACIÓN / 433
SITUACIÓN ACTUAL DEL RELACIONAMIENTO HOSPITAL-COMUNIDAD / 394
LAS DIVERSAS MODALIDADES DE RELACIONAMIENTO / 394 SOBRE LA TOMA DE DECISIONES / 435
CONSEJOS LOCALES DE SALUD, COMITÉS LOCALES DE SALUD, ETC. / 399 PARA TERMINAR: ALGUNAS FISURAS EN EL EDIFICIO CAUSALISTA / 441
CONSEJOS LOCALES DE DESARROLLO COMUNAL / 399
COMPLEJIDAD Y CAOS / 442
PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LAS ESTRUCTURAS ORGANIZACIONALES DE EN TORNO A SOKAL O EL CABALLO DE TROYA DE LA
LAS INSTITUCIONES DE SALUD / 400 POSMODERNIDAD / 442
PROBLEMAS QUE PLANTEA LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA / 400
PARADIGMAS DE LA COMPLEJIDAD / 444
EVALUACIÓN DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA / 402 ASOCIACIONES DÉBILES Y PREDICCIONES DE BAJA ESTABILIDAD / 445
MARCO CONCEPTUAL DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA A EVALUAR / 403 CAOS, ESTRUCTURAS DISIPATIVAS Y MODELOS NO LINEALES / 446
EVALUACIÓN DE LA AMPLITUD DE LA PARTICIPACIÓN / 403 REDES INDEPENDIENTES DE ESCALA / 448
TEORÍA DE LAS CATÁSTROFES / 449
ESCALA PARA LOS INDICADORES DE PARTICIPACIÓN DE LA
COMUNIDAD / 405 LECCIONES PARA LA EPIDEMIOLOGÍA / 450
INDICADOR / 405 MODELIZACIÓN / 450
CALIFICACIÓN / 405 REED Y FROST Y SU MODELO EPIDÉMICO / 452
LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN EL ESCENARIO DE LAS ÁREAS MODELOS ESTOCÁSTICOS / 455
PROGRAMÁTICAS HOSPITALARIAS / 406
MODELIZACIÓN DE LA PESTE NEGRA / 456
EL SOFTWARE DE SIMULACIÓN STELLA / 458
ACTIVACIÓN Y DIRECCIONALIDAD DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN EL
ÁMBITO HOSPITALARIO / 409 CAPÍTULO 17: CONDICIONES DE VIDA Y SITUACIÓN DE
LOS ESPACIOS DE CONCERTACIÓN EN EL CAMPO DE LA PARTICIPACIÓN SALUD / 463
COMUNITARIA HOSPITALARIA / 410
CONDICIONES DE VIDA / 464
LA PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA / 411
ESTADO ACTUAL DE LAS CONDICIONES DE VIDA Y SITUACIÓN
DESARROLLO DE LOS RECURSOS HUMANOS PARA LA PARTICIPACIÓN DE SALUD/ 465
COMUNITARIA / 414
REQUERIMIENTOS METODOLÓGICOS DEL ENSAYO CLÍNICO CAPÍTULO 21: HISTORIA DE LAS IDEAS Y LOS MODELOS
CONTROLADO / 523 EPIDEMIOLÓGICOS / 585
1. DISEÑO Y EJECUCIÓN / 524
2. PROBLEMAS ESPECIALES EN UN ENSAYO CLÍNICO / 524 INTRODUCCIÓN / 585
DISEÑOS EXPERIMENTALES ESPECIALES / 524
PARADIGMAS EN EPIDEMIOLOGÍA / 587
DISEÑOS CUASI EXPERIMENTALES / 525
OBJETOS Y MODELOS DEL CAMPO DE LA SALUD / 589
INVESTIGACIONES CUALITATIVAS / 526
ANEXO DOCUMENTAL. PROGRAMA MÉDICO OBLIGATORIO / 539 ESTADÍSTICA COMO RECUENTO DE RECURSOS DEL ESTADO / 594
RESOLUCIÓN Nº 939/2000 – ANEXO I MINISTERIO DE SALUD – CONTADORES Y PRINCIPALMENTE ANALISTAS DE EVENTOS / 594
ARGENTINA / 539
LEYES DE ENFERMEDAD Y TABLAS DE SUPERVIVENCIA / 596 SEMMELWEISS Y LA FIEBRE PUERPERAL / 610
ADOLPH QUETELET: UN PUNTO DE INFLEXIÓN / 597
EL MÉTODO NUMÉRICO Y LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL / 612
LA ESTADÍSTICA ALEMANA Y LA ARITMÉTICA POLÍTICA INGLESA / 599
EPIDEMIOLOGÍA NOVECENTISTA Y LA PREEMINENCIA DEL GERMEN / 614
FARR Y LA ESTADÍSTICA EPIDEMIOLÓGICA DEL FUNCIONARIADO: EL USO
ADMINISTRATIVO DE LA NOVEL DISCIPLINA / 601 REDES DE CAUSALIDAD, CAJAS NEGRAS Y CAJAS CHINAS / 615
EL BRUMOSO ENSAYO DE BAYES: INTERLUDIO NECESARIO HACIA OTRA EPIDEMIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA / 617
/ 602
MIRADA A LAS PROBABILIDADES
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Y RECOMENDADA / 619
EL CÓLERA COMO ENFERMEDAD PARADIGMÁTICAMENTE COLONIAL: SNOW
Y LA INFLUENCIA DE LA POLÍTICA EN LOS MODELOS CIENTÍFICOS / 605 ÍNDICE ANALÍTICO / 643
Prólogo
$IRUWXQDGDPHQWHHOGHEDWHVREUHODVHVWUDWHJLDVGHODVDOXGFROHFWLYDSDUDDOFDQ]DUODWDQGHVHDGDPHWDGHHTXLGDGHQ
VDOXGQRKD¿QDOL]DGR&HOHEUDPRVSRUORWDQWRTXH-RUJH/HPXV9DOHQWtQ$UDJHV\2UR]0DUtD&DUPHQ/XFLRQL\VX
HTXLSRQRVLQWURGX]FDQQXHYDPHQWHHQHVWHGHEDWH<HVWRHVDVtSRUTXHORVTXHKHPRVWUDEDMDGRHQODLQYHVWLJDFLyQ
ODGRFHQFLD\ODSUiFWLFDGHODVDOXGFROHFWLYDHQORV~OWLPRVDxRVQRVKHPRVHQIUHQWDGRQRVRORFRQTXHODDQVLDGD
meta no se logró sino también con el desafío de realizar un análisis crítico del por qué de ese fracaso.
La historia de la Salud Publica desde sus inicios conocidos se ha preocupado de este problema. El mensaje sobre las
FDXVDVTXHOOHYDQDODLQMXVWLFLD\DODLQHTXLGDGHQVDOXGVHSXHGHUHVXPLUHQGRViPELWRV3RUXQODGRODLQMXVWLFLD
HQHOGHVDUUROORHFRQyPLFRVRFLDO<SRURWURODGRORVSUREOHPDVHQODRUJDQL]DFLyQ\¿QDQFLDFLyQGHODVDOXG'HQWUR
GHOPDWHULDOWHPiWLFRTXHVHGHVDUUROODHQHVWHWUDWDGRH[LVWHQDQWHFHGHQWHVSDUDDQDOL]DUDPERVFDPSRVGHOFRQRFLPLHQWR
Por un lado la relación entre salud y desarrollo tiene numerosas referencias históricas. La última propuesta es el
DQiOLVLV\ODUHÀH[LyQFRQWHQLGRVHQHOPHQVDMHVREUHORVGHWHUPLQDQWHVVRFLDOHVGHODVDOXGHODERUDGDSRUOD206
3RURWURODGRWDPELpQVHSXHGHHQFRQWUDUQXPHURVRVLQWHQWRVGHUHRUJDQL]DFLyQVDQLWDULDTXHKDQWUDWDGRGHUHVROYHUHVWH
WHPDGHQWURGHOVHFWRUVDOXG6LQHPEDUJRVHKDGHPRVWUDGRTXHDSHVDUGHHVRVHVIXHU]RVH[LVWHQFODUDVHYLGHQFLDVVREUH
la persistencia de las inequidades en salud.
'RFXPHQWRVGHRUJDQLVPRVLQWHUQDFLRQDOHVFRPRRSLQLRQHVGHH[SHUWRV\GHIXQFLRQDULRVGHORVSDtVHVD¿UPDQ
TXHODVLWXDFLyQGHLQHTXLGDGHQVDOXGHQODPD\RUtDGHORVSDtVHVQRPHMRUy8QGRFXPHQWRKLVWyULFRVREUHHO
WHPDVHHQFXHQWUDHQ3ODQGH6DOXGSDUDODV$PpULFDVHGLWDGRHQSRUOD236GRQGHVHSRQtDHQHYLGHQFLDODV
LQHTXLGDGHVHQVDOXGDOPHQFLRQDUTXHHOGHVDItRGHODGpFDGDHUDHOSURYHHUVHUYLFLRVGHVDOXGDOGHORVKDELWDQWHV
de la región que no lo recibían adecuadamente.
$GHPiVHQHVWHPLVPRGRFXPHQWRVHKDFtDPHQFLyQGHODHVWUHFKDUHODFLyQHQWUHODVDOXG\HOGHVDUUROORD¿UPiQGRVH
que “la salud es un producto intersectorial y depende del desarrollo global. Las decisiones económicas no deben
SHUGHUGHYLVWDTXHODILQDOLGDGGHODHFRQRPtDHVHOKRPEUH\VXELHQHVWDU\TXHHOKRPEUHQRHVVRORXQPHGLRGHOD
HFRQRPtDVLQRVX¿QVXGHVWLQRVXVHQWLGR\VXUD]yQGHVHU´
(VWDPLVPDD¿UPDFLyQODYROYHPRVDHQFRQWUDUHQORVGRFXPHQWRVFRQWHQLGRVHQODGHFODUDFLyQGHOD0HWDGH
6DOXGSDUD7RGRVGH¿QLGDSRUORVSDtVHVLQWHJUDQWHVGHOD206HQHODxR\HQORVGHODFRQIHUHQFLDGH$OPD
$WDGHGRQGHVHUHD¿UPDQORVSULQFLSLRVGHHTXLGDGDFFHVLELOLGDGHFRQyPLFDFXOWXUDO\JHRJUi¿FD\HOURO
fundamental de la comunidad, insistiéndose en que el sistema de salud es un componente del desarrollo social así
como un instrumento de justicia.
18 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
1XHYDPHQWHHQHODxROD2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHOD6DOXGLQVLVWtDHQODQHFHVLGDGGHUHGXFLUHOH[FHVR
GHPRUWDOLGDG\GHPRUELOLGDGH[SHULPHQWDGDSRUODSREODFLyQHQH[WUHPDSREUH]D\OD236D¿UPDEDTXH³HO
GHODSREODFLyQGH$PpULFD/DWLQD\HO&DULEHHVGHFLUDOUHGHGRUGHPLOORQHVGHSHUVRQDVQRUHFLEHDWHQFLyQ
GHODVDOXGHQIRUPDDGHFXDGD´
La misma situación de desigualdad se encuentra en las tasas de mortalidad infantil reportadas por la OPS para el
SHUtRGRHQGRQGHVHPXHVWUDTXHORVSDtVHVFRQLQJUHVRVDOWRVWHQtDQXQDWDVDGHSRUPLOPLHQWUDVTXH
ORVGHPHQRUHVLQJUHVRVOOHJDEDDSRUPLO
0iVUHFLHQWHPHQWHHVWHSDQRUDPDSRFRDOHQWDGRUVHGHVFULEHGHQXHYRHQGRFXPHQWRVR¿FLDOHVGHOD236D¿UPiQGRVH
TXH³ORVSURJUHVRVGHODVPHWDVVDQLWDULDVIXHURQPHQRUHVGHORSUHYLVWRPHQFLRQiQGRVHFRPRFDXVDVGHODPLVPDD
ODIDOWDGHFRRUGLQDFLyQLQWUDHLQWHUVHFWRULDODOGp¿FLWGHUHFXUVRV¿QDQFLHURV\DODGpELOSDUWLFLSDFLyQGHODSREODFLyQ
HQODVGHFLVLRQHVFRQFOX\HQGRTXH³D~QSHUVLVWHODIDOWDGHHTXLGDGHQHODFFHVRDORVVHUYLFLRVGHVDOXG\KD\XQ
QRWDEOHJUDGRGHH[FOXVLyQFRQUHODFLyQDORVPHFDQLVPRVGHSURWHFFLyQVRFLDOGHVDOXG´<HVWDVPLVPDVD¿UPDFLRQHV
VREUHHOHYLGHQWHIUDFDVRHQORVORJURVSDUDXQDVDOXGFROHFWLYDFRQHTXLGDGVHYXHOYHQDHQFRQWUDUHQHOGRFXPHQWRGH
DSR\RDODUHVROXFLyQGHODUHQRYDFLyQGHODHVWUDWHJLDGH$36GHO$OOtVHD¿UPDTXH³DSHVDUGHTXHH[LVWLHURQ
ORJURVSURPHGLRJOREDOHVVHDGPLWHTXHODVLQHTXLGDGHVHQVDOXGDXPHQWDURQ´
(OHYLGHQWHIUDFDVRGHORV~OWLPRVDxRVGHODVSROtWLFDVGHVDOXGVHREVHUYDFXDQGRVHDILUPDTXHDSHVDUGHTXHVH
LQWURGXMRXQDYDULHGDGGHUHIRUPDVLQLFLDGDVSRUHODXPHQWRGHORVFRVWRVSRUPDODFDOLGDGLQHILFLHQWHVVHUYLFLRVOLPLWDGRV
SUHVXSXHVWRVQXHYDVWHFQRORJtDV\SRUHOFDPELRGHOUROGHO(VWDGRODPD\RUtDGHODVUHIRUPDVDOFDQ]DURQUHVXOWDGRV
OLPLWDGRV\KDVWDQHJDWLYRVPHGLGRVHQWpUPLQRVGHPHMRUDUODVDOXG\ODHTXLGDG<ORTXHHVPiVFRQWXQGHQWHD~QVH
UHFRQRFHTXH³ODH[SHFWDWLYDLQKHUHQWHGHTXHODHVWUDWHJLDGH$36LEDDGLVHPLQDUQDWXUDOPHQWHORVEHQH¿FLRVGHVDOXG
HQIRUPDHTXLWDWLYDQRRFXUULy´
)UHQWH D HVWD UHDOLGDG QRV SUHJXQWDPRV FXiOHV GHEHQ VHU ODV SROtWLFDV \ HVWUDWHJLDV HQ VDOXG SDUD ODV SUy[LPDV
décadas. Como lo hemos mencionado antes, el debate sobre las desigualdades de la sociedad, la relación de la pobreza
FRQODVDOXGKDHVWDGRVLHPSUHSUHVHQWH(QHOFDPSRHVSHFt¿FRGHODVDFFLRQHVGHVDOXGWDPELpQVHDYDQ]yPXFKRHQ
temas propios, tanto en lo que hace a las políticas de salud como a metodología sanitaria.
5HVXOWDUi~WLOUHSDVDUPX\EUHYHPHQWHGHVGHODGpFDGDGHORVDxRVKDVWDQXHVWURVGtDVHOQXPHURVR\YDOLRVR
FRQMXQWRGHPDWHULDO\GHH[SHULHQFLDVHQVDOXGFROHFWLYDRULHQWDGDVDODHTXLGDGHQVDOXG(OORVVHSXHGHQHQFRQWUDUHQ
la literatura internacional y nacional en libros y documentos disponibles.
6yORSDUDPHQFLRQDUORVPiVUHOHYDQWHVHQFRQWUDPRV\DHQODGpFDGDGHORVDxRV\DPSOLRVGHEDWHVVREUHOD
UHODFLyQGHODSREUH]DFRQORVQLYHOHVGHVDOXG\ODQHFHVLGDGGHHQIRFDUQXHYRVHVTXHPDVGHGHVDUUROOR<DHQHVRV
DxRVVHPHQFLRQDEDFODUDPHQWHWDPELpQODFULVLVGHOVHFWRUVDOXG\ODQHFHVLGDGGHORJUDUFREHUWXUDXQLYHUVDOOLJDGD
DODSURJUDPDFLyQORFDO\DODSDUWLFLSDFLyQVRFLDO6HUHTXHUtDDGHPiVODPRYLOL]DFLyQ\FRQWULEXFLyQGHORVUHFXUVRV
KXPDQRV\¿QDQFLHURVSDUDWDO¿Q6HGH¿QtDQ\HMHFXWDEDQLPSRUWDQWHVH[SHULHQFLDVHQSURJUDPDVGHVDOXGUXUDO\
GHUHJLRQDOL]DFLyQVDQLWDULDDVtFRPRODIRUPDFLyQGHUHGHVGHDWHQFLyQFRPRXQDIRUPDGHLGHQWL¿FDUQHFHVLGDGHVGH
SREODFLRQHVSRVWHUJDGDV$OPLVPRWLHPSRVHGHVDUUROODURQPHWRGRORJtDVGHSODQL¿FDFLyQ\GHDGPLQLVWUDFLyQVDQLWDULD
aplicadas a los sistemas de salud y a los establecimientos sanitarios. El hospital y los centros de salud fueron también
REMHWRGHDQiOLVLVSDUDORJUDUPD\RUFDOLGDG\H¿FLHQFLD
$GHPiV VH DYDQ]y HQ H[SHULHQFLDV UHODFLRQDGDV FRQ SURJUDPDV GH VDOXG FRPXQLWDULD KDFLHQGR pQIDVLV HQ OD
formación de RRHH en salud, contribuyendo a enriquecer la teoría y práctica de la medicina comunitaria y la medicina
VRFLDO8QDYDQFHLPSRUWDQWHORFRQVWLWX\yODLQWURGXFFLyQGHODWHRUtDJHQHUDOGHVLVWHPDVODLQYHVWLJDFLyQRSHUDWLYD\OD
LQYHVWLJDFLyQGHVLVWHPDVGHVDOXG\VXDSOLFDFLyQDODQiOLVLV\GHVDUUROORGHORVVLVWHPDVGHVDOXG/DLQYHVWLJDFLyQ
HSLGHPLROyJLFD ODV HQFXHVWDV GH VDOXG \ GH XWLOL]DFLyQ GH VHUYLFLRV ORV SURJUDPDV GH HVWDGtVWLFDV VDQLWDULDV ODV
LQYHVWLJDFLRQHVFOtQLFDV\GHVHUYLFLRVGHVDOXGWRPDURQXQDPSOLRGHVDUUROORFRQWULEX\HQGRDOIRUWDOHFLPLHQWRGHO
VHFWRUHQEDVHDHYLGHQFLDVFLHQWt¿FDVHQODVLQWHUYHQFLRQHVVDQLWDULDV\GHWHFQRORJtDVPpGLFDV
3DUDOHODPHQWHVHREVHUYDDGHPiVODFRQWULEXFLyQGHODUHÀH[LyQ¿ORVy¿FDDOFDPSRGHODVDOXGFROHFWLYDHQHVSHFLDO
el tema de la Bioética aplicada tanto a la ética de la distribución de recursos como a la utilización de tecnologías. Los
Prólogo 19
SURJUDPDVGH¿QDQFLDFLyQGHOVHFWRUORVVLVWHPDVSURYLQFLDOHVGHSURWHFFLyQ\GHREUDVVRFLDOHVWUDWDURQGHDXPHQWDU
ODFREHUWXUD¿QDQFLHUD
(QFRQWUDPRVDGHPiVH[SHULHQFLDVHQODHMHFXFLyQGHSURJUDPDVGHDWHQFLyQLQWHJUDOGHJUXSRVSULRULWDULRV±PDGUH
\ QLxR DGROHVFHQWHV YHMH] \ HQIHUPHGDGHV LQIHFFLRVDV SDUDVLWDULDV GH SDWRORJtDV SUHYDOHQWHV SURJUDPDV GH
UHKDELOLWDFLyQGHODVDOXG±GHVWDFiQGRVHHQWUHHOODVODVFDPSDxDVGHLQPXQL]DFLRQHVHQE~VTXHGDGHFREHUWXUDVWRWDOHV
Se iniciaron los estudios sobre tecnologías médicas y el desarrollo y utilización de los medicamentos. Se asiste también
DDPSOLRVGHEDWHVVREUHODQHFHVLGDGGHXQDLQWHJUDFLyQGHVHUYLFLRVGHVDOXGSDUDXQDDWHQFLyQLQWHJUDOGHODSREODFLyQ
SDUDHQIUHQWDUODVHJPHQWDFLyQGHOVHFWRU\SDUDORJUDUXQDDGHFXDGDUHODFLyQGHOGHVDUUROORVRFLDOVHDYDQ]yHQODV
acciones de protección del medio y el control del saneamiento básico. Estas propuestas se analizan tanto en ámbitos
rurales como especialmente enfrentando los desafíos de la urbanización y los problemas de las grandes ciudades.
&RPRFRQWLQXLGDGGHHVWDVGpFDGDVGHIUXFWtIHUDSURGXFFLyQFRQFHSWXDOPHWRGROyJLFD\GHH[SHULHQFLDVFRQFUHWDVVH
GH¿QHHQODPHWDGHVDOXGSDUDWRGRV\HQODHVWUDWHJLDGHDWHQFLyQSULPDULDGHVDOXG6HSURGXFHGHHVD
IRUPDXQDQXHYDUHD¿UPDFLyQGHORVSULQFLSLRVGHVROLGDULGDGMXVWLFLDHTXLGDG\GHODE~VTXHGDGHOFRPSURPLVR
JOREDOGHOGHVDUUROORSDUDORJUDUVDOXGFRQpQIDVLVHQODSURPRFLyQSUHYHQFLyQ\DWHQFLyQ(QODGpFDGDGHORVDxRV
\WUDQVFXUULGRVDxRVGHODGH¿QLFLyQGHODPHWDGHVDOXGSDUDWRGRVVXUJHXQDQXHYDSROtWLFDGHVDOXGPXQGLDO
Tanto en los países de las Américas como en todos los integrantes de la OMS y como una continuación
conceptual, se propone una reorganización total del sector salud, tomando como antecedentes las políticas y estrategias
anteriores, potenciados por los cambios políticos ocurridos en los países hacia la democratización, la participación,
la descentralización y el desarrollo local. En las Américas, este proceso de cambio fue impulsado por la Resolución
;9GHVHSWLHPEUHGHDSUREDGDSRUOD;;;,,,5HXQLyQGHO&RQVHMR'LUHFWLYRGHOD236(QHOODVHVXEUD\D
la urgente necesidad de acelerar la transformación de los sistemas nacionales de salud mediante el desarrollo y
IRUWDOHFLPLHQWRGHORVVLVWHPDVORFDOHVGHVDOXG6,/26FRPRWiFWLFDRSHUDWLYDGHODHVWUDWHJLDGHDWHQFLyQSULPDULD
TXHVHFRQVLGHUDFODYHSDUDDOFDQ]DUODPHWDGHVDOXGFRQHTXLGDG
'H¿QLyHOSURFHVRGHHVWDEOHFLPLHQWR\GHVDUUROORGHORV6,/26FRPRXQDSROtWLFDVRFLDOHQODTXHORVDVSHFWRV
UHODFLRQDGRVFRQODVHVWUXFWXUDVGHSRGHU\ODVSROtWLFDVGHJRELHUQRVHHQWUHOD]DQFRQIDFWRUHVFXOWXUDOHVGH¿QDQFLDPLHQWR
y desarrollo económico, y de organización y administración del Estado en general, y de los sistemas de salud en
particular. Estas propuestas son posteriormente apoyadas por la relación de la promoción de la salud a los ámbitos
PXQLFLSDOHVGH¿QLpQGRVHGHHVDPDQHUDHOFRQFHSWRGHPXQLFLSLRRFLXGDGVDOXGDEOHDVtFRPRHODQiOLVLVGHOD
RUJDQL]DFLyQGHORVVLVWHPDVGHVDOXGODDGPLQLVWUDFLyQKRVSLWDODULDODFDOLGDGGHDWHQFLyQODDXWRHYDOXDFLyQ\OD
DFUHGLWDFLyQGHHVWDEOHFLPLHQWRV([LVWHQQXPHURVDVSXEOLFDFLRQHVTXHGHWDOODQGLFKDVH[SHULHQFLDVTXHGHPXHVWUDQ
la decisión de políticas hacia el proceso de descentralización de la acción sanitaria.
'HHVWDPDQHUDOOHJDPRVD¿QHVGHODGpFDGDGHORVGRQGHVHFRQWLQ~DD¿UPDQGRTXHHOVLVWHPDGHVDOXGHVXQD
parte integrante del sistema social, lo que hace que sea el resultado de su entorno histórico, social, cultural, técnico y
SROtWLFR3DUDTXHHVWRVHDIDFWLEOHHVHVHQFLDOTXHODUHIRUPDVHOOHYHDFDERGHPDQHUDTXHWRGDVODVIXHU]DVVRFLDOHV
puedan manifestarse. Por lo tanto, el componente político territorial es fundamental. Aparecen además propuestas
orientadas a los denominados subsidios a la demanda y un predominio de la teoría de mercado aplicada a la
organización de los sistemas de salud. Continuando con nuestro desarrollo histórico encontramos que, a partir del
DxR\IUHQWHDQXHYDVHYLGHQFLDVGHTXHODPHWDGHVDOXGSDUDWRGRVQRVHORJUyVHSRQHpQIDVLVDXQGHEDWH
UHQRYDGRVREUHHTXLGDGHQVDOXG\VHGH¿QHQODVPHWDVGHOPLOHQLR6HUHQXHYDQORVDSRUWHVFRQFHSWXDOHVGHOD
¿ORVRItDpWLFRPRUDOODVFLHQFLDVGHODVDOXGODVFLHQFLDVPpGLFDVODVFLHQFLDVVRFLDOHVDSOLFDGDVDODVDOXGFROHFWLYD
ODHSLGHPLRORJtDVRFLDOHQWUHRWUDVGRQGHXUJHQGH¿QLFLRQHVFRQFHSWXDOHV\RSHUDWLYDVUHODFLRQDGDVFRQODVDOXG\
la equidad.
'HVWDFDPRVHQWUHHOODVODSURSXHVWDTXHDSDUWLUGHODGH¿QLFLyQGHLQHTXLGDGFRPR³DTXHOODVGLIHUHQFLDVHQVDOXG
LQQHFHVDULDVHYLWDEOHV\DGHPiVLQFRUUHFWDVHLQMXVWDV´OOHJDDXQDH[SOLFLWDFLyQRSHUDWLYDFRPR³ODVGLIHUHQFLDV
sistemáticas en el estado de salud y en la atención de la salud recibidas por grupos de población debidas a factores
VRFLDOHVHFRQyPLFRVFXOWXUDOHV\RSRUHOGLIHUHQWHDFFHVRXWLOL]DFLyQFDOLGDG\¿QDQFLDPLHQWRGHORVVHUYLFLRVGH
DWHQFLyQGHODVDOXG´
<HQORTXHKDFHDODGH¿QLFLyQGHODVGHFLVLRQHVGHSROtWLFDHLQWHUYHQFLRQHVVREUHHTXLGDGVHSURSRQHQ³DTXHOODV
GHFLVLRQHVGHSROtWLFDHVWUDWHJLDV\DFFLRQHVSURJUDPiWLFDVGH¿QLGDVSRUXQDVRFLHGDGWDQWRDQLYHOQDFLRQDO
20 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
FRPRORFDODWUDYpVGHVXVOtGHUHVHLQVWLWXFLRQHVWDQWRHQHOiPELWRS~EOLFRFRPRSULYDGR\FRPXQLWDULRHQXQ
FRQWH[WRGHGHVDUUROORGHPRFUiWLFRSDUWLFLSDWLYRRULHQWDGRDHYLWDU\FRUUHJLUODVGHVLJXDOGDGHVVRFLDOHVHFRQyPL
FDVHGXFDFLRQDOHV\ODVGHVLJXDOGDGHVHQHODFFHVRXWLOL]DFLyQFREHUWXUDHIHFWLYDFDOLGDG\¿QDQFLDPLHQWRGHORV
VHUYLFLRVGHVDOXG´'HHVWDGHILQLFLyQUHVXOWDHYLGHQWHFUHHPRVODQHFHVLGDGGHGHMDUH[SOtFLWRVQRVRORORVSUREOHPDV
sino las responsabilidades del sector salud, las que se resumen en el informe anual de la OMS sobre la salud mundial del
DxRGRQGHVHD¿UPDTXH³ODGLIHUHQFLDHQWUHXQVLVWHPDGHVDOXGTXHIXQFLRQDDGHFXDGDPHQWH\RWURTXHQROR
KDFHSXHGHPHGLUVHHQPXHUWHVGLVFDSDFLGDGHVHPSREUHFLPLHQWRKXPLOODFLyQ\GHVHVSHUDQ]D´&RQFOXLPRVSRUOR
WDQWRTXHODVDOXGFROHFWLYDHQIUHQWDKR\YLHMRV\QXHYRVGHVDItRV
6HUiQHFHVDULRGHHVWDPDQHUDXQGHEDWHVREUHODSURGXFFLyQ\DUWLFXODFLyQGHFRQRFLPLHQWRVODGH¿QLFLyQGHODV
necesidades, las acciones prioritarias y la organización adecuada para la aplicación de esos conocimientos. Para
HOORHOVHFWRUVDOXGGHEHUiPRYLOL]DUVHKDFLDXQQXHYRSDUDGLJPD
Estamos seguros de que los contenidos de este libro contribuirán a un apropiado debate para orientar a los
VLVWHPDVGHVDOXGDFXPSOLUFRQVXVUHVSRQVDELOLGDGHVGHSURPRYHUODVDOXGSUHYHQLUODHQIHUPHGDG\DWHQGHUD
ODSREODFLyQFRQHTXLGDG\FDOLGDG/RVFRQRFLPLHQWRV\H[SHULHQFLDVSUHVHQWDGDVSHUPLWLUiQVLQOXJDUDGXGDVD
SURPRYHUORVFDPELRVHQHVHVHQWLGR
'LUHFWRUIXQGDGRUGHO&HQWUR,QWHUGLVFLSOLQDULR8QLYHUVLWDULRSDUDOD6DOXG,186
GHOD)DFXOWDGGH&LHQFLDV0pGLFDVGHOD81/3$UJHQWLQD
3UHVLGHQWHGHO&HQWUR(VSHFLDOL]DGRSDUDOD1RUPDOL]DFLyQ\$FUHGLWDFLyQHQ6DOXG&(1$6
(['LUHFWRUGH6LVWHPDV\6HUYLFLRVGH6DOXG236206([&RRUGLQDGRUGH3URJUDPDVGH236HQSDtVHVODWLQRDPHULFDQRV
APS: Evolución internacional y
1
renovación de la Atención Primaria de Salud
relacionadas con el primer contacto con el sistema de primaria que se han propuesto a los países de ingresos
VDOXGHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQORVWUDWDPLHQWRVVHQ- EDMRV/DOODPDGDDWHQFLyQUHJXODGDmanaged careSRU
FLOORVTXHSRGtDQVHUVXPLQLVWUDGRVSRUSURYHHGRUHVFRQ ejemplo, procura sobre todo fortalecer la atención prima-
SRFRDGLHVWUDPLHQWRRODVLQWHUYHQFLRQHVSDUDDWDFDUODV ULD\HYLWDUORVWUDWDPLHQWRVLQQHFHVDULRVHQHVSHFLDOOD
causas primarias de las enfermedades, y otras de índole hospitalización. Las críticas más importantes al enfoque
política, dependiendo de la acción multisectorial o de SULQFLSDOGHOPRYLPLHQWRGHDWHQFLyQSULPDULDVHEDVDQ
la participación comunitaria. La multiplicidad de signi- en que presta poca atención a la demanda de asistencia
¿FDGRV \ VXV FRQVHFXHQFLDV D PHQXGR FRQWUDGLFWRULDV VDQLWDULDSRUSDUWHGHODJHQWH\VHFRQFHQWUDFDVLHQH[-
SDUDODSROtWLFDH[SOLFDQSRUTXpQRKD\XQVRORPRGHOR FOXVLYD HQ VXV QHFHVLGDGHV SUHVXQWDV /RV VLVWHPDV QR
de atención primaria y por qué ha sido difícil imitar los cumplirían su cometido cuando estos dos conceptos no
HMHPSORVH[LWRVRVGHORVSDtVHVRHVWDGRVTXHDSRUWDURQ VRQFRQJUXHQWHVSRUTXHHQWRQFHVORVVHUYLFLRVRIUHFLGRV
las primeras pruebas de que podía lograrse un mejora- QRSXHGHQFRLQFLGLUFRQDPERV/DDWHQFLyQLQVX¿FLHQWH
miento sustancial de la salud a un costo asequible. En DODGHPDQGDVHUHÀHMDUtDHQHOKHFKRGHTXHOD'HFODUD-
muchos países se hicieron considerables esfuerzos por FLyQGH$OPD$WDKDFHFDVRRPLVRGHO¿QDQFLDPLHQWR\
adiestrar a trabajadores comunitarios de salud para que ODSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVSRUHOVHFWRUSULYDGRDPHQRV
SUHVWDUDQ VHUYLFLRV EiVLFRV \ H¿FDFHV HQ IXQFLyQ GHO que se interprete que la participación comunitaria com-
costo, en establecimientos rurales sencillos, a la pobla- SUHQGH¿QDQFLDPLHQWRSULYDGRHQSHTXHxDHVFDOD
ción que hasta ese momento tenía poco o ningún acceso Se estima que la pobreza es una de las razones por
a la moderna atención de salud. A pesar de estas inter- ODVTXHTXL]iVODVQHFHVLGDGHVQRVHH[SUHVHQHQODGH-
YHQFLRQHVPXFKRVGHHVRVSURJUDPDVVHFRQVLGHUDURQ PDQGD \ HVR SRGUtD UHVROYHUVH RIUHFLHQGR OD DWHQFLyQ
FRQ HO WLHPSR FXDQWR PHQRV IUDFDVRV SDUFLDOHV (O ¿- VDQLWDULDDFRVWRORVX¿FLHQWHPHQWHEDMRQRVRORHQWpU-
nanciamiento era inadecuado, los trabajadores tenían minos monetarios, sino también en tiempo y en gastos
SRFRWLHPSRSDUDGHGLFDUORDODSUHYHQFLyQ\DODH[- H[WUDPpGLFRV +DEUtD PXFKDV UD]RQHV TXH GHWHUPLQDQ
tensión hacia la comunidad; su adiestramiento y equipo una incongruencia entre lo que la gente necesita y lo
HUDQLQVX¿FLHQWHVSDUDORVSUREOHPDVTXHDIURQWDEDQ\ que quiere; por eso, limitarse a facilitar establecimien-
OD FDOLGDG GH OD DWHQFLyQ HUD WDQ GH¿FLHQWH TXH VH FD- WRV PpGLFRV \ RIUHFHU VHUYLFLRV WDO YH] QR EDVWD SDUD
racterizaba como primitiva en lugar de primaria, en UHVROYHUOD
particular cuando la atención primaria se limitaba a los
SREUHV\VRORDORVVHUYLFLRVPiVVHQFLOORV Tercera generación de reformas y la APS
Ha quedado demostrado que resulta particularmente
difícil hacer que los sistemas de envíoUHIHUHQFLDFRQWUD- En general, tanto las reformas de la primera generación
UUHIHUHQFLDSURSLRVGHORVVHUYLFLRVGHVDOXGHLQGLVSHQ- como las de la segunda se han regido mucho por la
VDEOHVSDUDVXGHVHPSHxRDGHFXDGRIXQFLRQHQGHIRUPD oferta. La preocupación por la demanda es más carac-
DGHFXDGD/RVVHUYLFLRVGHORVQLYHOHVLQIHULRUHVGHOVLV- terística de los cambios de la tercera generación, que
tema a menudo se utilizaban mal, de manera que quienes actualmente está en marcha en muchos países e incluye
SRGtDQHYLWDEDQSRUORFRP~QHVRVQLYHOHVHLEDQGLUHFWD- reformas tales como «hacer que el dinero siga al pacien-
PHQWHDORVKRVSLWDOHV8QDFRQVHFXHQFLDGHHOORIXHTXH te» y abandonar la costumbre de simplemente dar a los
ORVSDtVHVVLJXLHURQLQYLUWLHQGRHQFHQWURVGHWHUFHUQLYHO SURYHHGRUHV XQ SUHVXSXHVWR TXH D VX YH] VXHOH HVWDU
ubicados en las ciudades. determinado por necesidades presuntas.
En los países desarrollados, la atención primaria se ha Si la base de organización y la calidad de la atención
integrado mejor en la totalidad del sistema, quizás porque primaria de salud a menudo no alcanzaron su potencial,
se ha asociado más con el ejercicio de la medicina gene- JUDQSDUWHGHORVIXQGDPHQWRVWpFQLFRVVLJXHVLHQGRYi-
UDO \ IDPLOLDU \ FRQ SURYHHGRUHV GH XQ QLYHO PiV EDMR lida y se ha mejorado continuamente. Este logro puede
como las enfermeras de atención directa y los asistentes FRQVLGHUDUVH D JUDQGHV UDVJRV FRPR XQD FRQYHUJHQFLD
PpGLFRV8QDPD\RUGHSHQGHQFLDGHHVWHWLSRGHSHUVR- SDXODWLQDKDFLDORTXHOD206OODPDHOQXHYRFRQFHSWR
nal forma el núcleo de los programas actuales de reforma del acceso para toda la población, según el cual se pre-
GH PXFKRV SDtVHV GHVDUUROODGRV (IHFWLYDPHQWH FRPR tende facilitar atención sanitaria esencial de alta calidad,
KDFHQRWDU6WDU¿HOGODDWHQFLyQSULPDULDVHKDGH¿QLGR GH¿QLGDVREUHWRGRSRUHOFULWHULRGHH¿FDFLDHQIXQFLyQ
GHVFULWR\HVWXGLDGRDPSOLDPHQWHHQORVFRQWH[WRVHQTXH GHORVFRVWRVDWRGRVHQYH]GHODFFHVRDWRGDODDWHQ-
VHGLVSRQHGHUHFXUVRVVX¿FLHQWHVDPHQXGRHQUHODFLyQ ción posible para toda la población o solo la atención
con especialistas en medicina de familia o medicina ge- más sencilla y más básica para los pobres.
neral. Los programas correspondientes a esas descripcio-
nes son mucho más ambiciosos que los planes inacep- /DV LQWHUYHQFLRQHV VDQLWDULDV \ QXWULFLRQDOHV SXH-
WDEOHPHQWHUHVWULFWLYRV\GHVDOHQWDGRUHVSDUDODDWHQFLyQ den lograr un cambio sustancial en la salud de grandes
1. APS: Evolución internacional y renovación de la Atención Primaria de Salud 23
esta [especie de] promoción de la APS-S bajo el para- punta de lanza para el desarrollo y el cambio social. De
guas de la APS es mantener las intervenciones de salud hecho, este es uno de los principales temas de este li-
EDMR¿UPHFRQWUROPpGLFR\SRVSRQHUODQHFHVLGDGGH bro. Pero el proceso no es tan sencillo como sugiere el
un cambio social, económico y político a largo plazo». 81,&()+D\WDQWRVSODQWHDPLHQWRVSDUDODVLQWHUYHQ-
(O81,&()KDUHFLELGRIXHUWHVFUtWLFDVSRUVXDFHS- ciones de salud como los hay para el desarrollo.
tación, aunque haya protestado a veces, de las «políticas &RPRFRQODVHVWUDWHJLDVGHGHVDUUROORODVLQWHUYHQ-
de ajuste» impuestas por los gobiernos y por haberse re- ciones en salud nunca son políticamente neutrales: pue-
signado a planteamientos muy limitados de atención de GHQSURPRYHULQGHSHQGHQFLD\DXWRVX¿FLHQFLDRSXHGHQ
VDOXG*HRUJH.HQWDXWRUGHThe Politics of Children Sur- IRPHQWDUGHSHQGHQFLD\SDVLYLGDG3XHGHQDSR\DUFXDO-
YLYDO (/DVSROtWLFDVGHVXSHUYLYHQFLDLQIDQWLO), señala que: quier forma, justa o injusta, de gobernar. Pueden prepa-
«Tal resignación no es la única respuesta posible. UDUHOFDPLQRSDUDXQHVWDGRVRFLDOHTXLWDWLYRRSXHGHQ
Incluso adaptándose a las restricciones económicas de- VRVWHQHUXQRLQMXVWR\GHVSyWLFR/RVSODQL¿FDGRUHVGH
VDUUROODQGRWpFQLFDVEDUDWDVGHLQWHUYHQFLyQHQVDOXG la salud deben ser prudentes para formular y poner en
es posible resistir y luchar contra dichas restricciones. SUiFWLFD LQWHUYHQFLRQHV TXH IDFLOLWHQ XQ FDPELR VRFLDO
En vez de limitarse a preguntar cómo pueden adaptar- SURJUHVLVWDHQYH]GHGL¿FXOWDUOR/DIDOWDGHLQWHQFLyQ
se los ciudadanos y los empleados de la salud pública, R GH FDSDFLGDG GHO 81,&() SDUD DEDUFDU OD GLPHQ-
XQRSXHGHWDPELpQSUHJXQWDUVHFyPRSRGUtDQYROYHUVH VLyQSROtWLFDGHODVLQWHUYHQFLRQHVVDQLWDULDVHVHQJUDQ
¿UPHVGHIHQVRUHVGHVXFDXVDFXOWLYDQGRXQDEDVHGH SDUWH OD UHVSRQVDEOH GH ORV LQVX¿FLHQWHV \ D PHQXGR
poder propia y haciendo notar sus exigencias». LQVRVWHQLEOHV UHVXOWDGRV GH VXV GLYHUVDV HVWUDWHJLDV GH
VXSHUYLYHQFLDLQIDQWLO
Por representar un abandono del potencial más libe- $QDU¿$VDPRD%DDKGLUHFWRU(MHFXWLYR$GMXQWRGH
UDGRUGHOD$36,DIDYRUGHOPiVOLPLWDGR\FRQVHUYDGRU OD2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHOD6DOXG206UHFRQRFLy
GHOD$366DOJXQRVFUtWLFRVKDQOODPDGRDOD5HYROX- en Buenos Aires que la entidad fue incapaz de afrontar
FLyQHQSURGHOD6XSHUYLYHQFLD,QIDQWLO©ODUHYROXFLyQ ODLGHRORJtDGHPHUFDGRSUHGRPLQDQWHHQORVPLHQ-
TXHQRHVª8QDFRVDHVFLHUWDHODSR\RGHO81,&() WUDV TXH HO H[ GLUHFWRU GH OD HQWLGDG +DOIGDQ 0DKOHU
DOD$366HOHFWLYDDWUDYpVGHOD5HYROXFLyQHQSURGH UHVSRQVDELOL]yD81,&()GHOIUDFDVRGHORVSODQHVGH
OD6XSHUYLYHQFLD,QIDQWLOUHSUHVHQWDXQJUDQFDPELRGH atención primaria.
estrategia con profundas implicaciones políticas. Las confesiones e imputaciones fueron formuladas
(O81,&()VHGH¿HQGHGHHVWDFUtWLFDLQVLVWLHQGRHQ en el marco de la Conferencia Internacional de Salud en
TXHOD5HYROXFLyQHQSURGHOD6XSHUYLYHQFLD,QIDQWLOHV %XHQRV$LUHVFRQODSDUWLFLSDFLyQGHVDQLWDULVWDVGH
compatible con la APS Integral, sugiriendo que representa SDtVHV\GHOD206OD2UJDQL]DFLyQ3DQDPHULFDQD
la punta de lanza de la APS. Sin embargo, las medidas en GHOD6DOXG23681,&()\OD&(3$/
SURGHOD6XSHUYLYHQFLD,QIDQWLOKDQVLGRDPHQXGRSXHVWDV ©/DDWHQFLyQSULPDULDDYDQ]yFRQOD206SHUROD
en práctica de la misma forma que la atención médica ofre- OMS también fue parte del problema cuando en la déca-
cida por el doctor de La Historia de Rakku, con resultados GDGHOFRPSUHQGLPRVTXHQRDOFDQ]DUtDPRVORVREMH-
SUHYLVLEOHVHOWUDWDPLHQWRIXHDSOLFDGRFRQp[LWRSHURHO WLYRVDPELFLRVRVTXHQRVKDEtDPRVSURSXHVWR\FDtPRV
SDFLHQWHPXULy3XHVWRTXHODVPHGLGDVGHOD5HYROXFLyQ en la indeferencia o el pánico, declaró Asamoa-Baah, al
HQSURGHOD6XSHUYLYHQFLD,QIDQWLOQRFRPEDWHQDGHFXDGD- iniciarse la conferencia.
mente las causas sociales fundamentales que contribuyen a El director de la OMS aseguró que algunas institu-
ODPXHUWHGHORVQLxRVVRQPXFKRPHQRV©YLGDHIHFWLYDVª ciones y algunos países perdieron la fe en la atención
GHFRPRTXHVHUtDQVLVHDFRPSDxDUDQGHXQDHVWUDWHJLD SULPDULDGHODVDOXGGXUDQWHORV
PiVLQWHJUDO(QVXVHVFULWRV81,&()FRQWLQ~DVHxDODQGR 3HURFRQ¿yHQTXHHOFRQJUHVRGH%XHQRV$LUHVUH-
las causas sociales de la falta de salud, pero las medidas de ~QDDXQDJDOD[LDGHHVWUHOODVTXHDSRUWDQPLODxRVGH
VDOXGUHDOHVTXHIRPHQWDODVHYLWDQFXLGDGRVDPHQWH(VWR H[SHULHQFLDFRPRSDUDUHFXSHUDUODLQLFLDWLYDDJUHJyHO
VLWXDUtDDO81,&()HQXQDSRVLFLyQGHEDMRULHVJRSROtWLFR ghanés Asamoa-Baah.
3HUR¢TXpSDVDFRQORVQLxRV" $ VX YH] +DOIGDQ 0DKOHU SUHVLGHQWH GH OD 206
Creemos que las medidas de salud incluidas en la durante tres períodos y titular de la organización duran-
LQLFLDWLYD HQ SUR GH OD 6XSHUYLYHQFLD ,QIDQWLO SRGUtDQ WH OD$VDPEOHD GH$OPD$WD GH TXH PDUFy XQD
KDFHUPiVSRUVDOYDUYLGDV3HURSDUDTXHHVWRRFXUUD bisagra en la atención de la salud primaria, mencionó
estas medidas prioritarias de salud necesitan ser puestas D 81,&() FRPR XQD GH ODV FDXVDV GHO IUDFDVR GH ODV
en práctica de una forma integral y liberadora. Cuando REMHWLYRVWUD]DGRVHQDTXHOODRSRUWXQLGDG
es controlada por los consumidores, la promoción de la 81,&()FDPELyHQVHJXLGDGHRULHQWDFLyQ\DEDQ-
salud puede ser un componente importante, e incluso donó las ideas de Alma-Ata», dijo Mahler al periodis-
1. APS: Evolución internacional y renovación de la Atención Primaria de Salud 27
ORV QXHYRV GHVDItRV HQ VDOXG \ PHMRUDU OD HTXLGDG (O UH¿HUHDODVDOXGFXHVWLyQGHLPSRUWDQFLDFODYHSDUDOD
REMHWLYR~OWLPRGHXQHVIXHU]RGHHVWDQDWXUDOH]DHVOR- UHQRYDFLyQGHOD$363RUHMHPSORHOGHODPRUWD-
grar mejoras sostenibles en salud para toda la población. OLGDGPDWHUQDDIHFWDDOGHODSREODFLyQPiVSREUH
(QWUHODVUD]RQHVTXHMXVWL¿FDQODUHQRYDFLyQGHOD de los países; en algunos de ellos, la diferencia en la es-
$36VHHQFXHQWUDQORVQXHYRVGHVDItRVHSLGHPLROyJLFRV SHUDQ]DGHYLGDHQWUHORVPiVULFRV\ORVPiVSREUHVKD
que la APS debe asumir; la necesidad de corregir las OOHJDGRDVHUGHFDVLDxRV/DGLVWULEXFLyQGHVLJXDO
debilidades e incoherencias presentes en algunos de los GHODVQXHYDVDPHQD]DVSDUDODVDOXG\GHVXVIDFWRUHV
GLVWLQWRVHQIRTXHVGHOD$3VHOGHVDUUROORGHQXHYRVFR- GHULHVJRKDDJUDYDGRWRGDYtDPiVODVGHVLJXDOGDGHVHQ
nocimientos e instrumentos sobre buenas prácticas que materia de salud, tanto al interior de los países como
SXHGHQLQFRUSRUDUVHSDUDLQFUHPHQWDUODHIHFWLYLGDGGH entre los diferentes países. El aumento de las desigual-
la APS; el reconocimiento creciente de la APS como es- dades no sólo representa el fracaso del sistema de sa-
trategia para fortalecer la capacidad de la sociedad para OXG VLQR TXH VHxDOD OD LQFDSDFLGDG GH ODV VRFLHGDGHV
reducir las desigualdades en materia de salud; y, por úl- de abordar las causas subyacentes de los problemas de
timo, el creciente consenso respecto a que la APS es salud y de la injusta distribución en ellas.
un enfoque sólido para abordar las causas de la falta de A medida que nuestra comprensión de la salud se ha
salud y de las desigualdades. ampliado, también lo ha hecho el reconocimiento de las
Por lo tanto, se considera que una estrategia re- OLPLWDFLRQHVGHORVVHUYLFLRVGHVDOXGWUDGLFLRQDOHVSDUD
QRYDGD GH$36 HV XQD FRQGLFLyQ HVHQFLDO SDUD ORJUDU responder a las necesidades de la población. Para mu-
REMHWLYRVGHGHVDUUROORDQLYHOLQWHUQDFLRQDOFRPRORV chos en la Región, «la salud es un fenómeno con impli-
contenidos en la Declaración del Milenio de las Nacio- caciones sociales, económicas y políticas y, sobre todo,
QHV 8QLGDVORV REMHWLYRV GH 'HVDUUROOR GHO 0LOHQLR X un derecho fundamental, y las desigualdades, la pobre-
2'0DVtFRPRSDUDDERUGDUODVFDXVDVIXQGDPHQWD- ]DODH[SORWDFLyQODYLROHQFLD\ODLQMXVWLFLDHVWiQHQWUH
OHVGHODVDOXGíWDOFRPRKDGH¿QLGROD&RPLVLyQGHOD las causas más importantes de los problemas de salud
206VREUHORV'HWHUPLQDQWHV6RFLDOHVGHOD6DOXGí\ TXH DIHFWDQ D OD JHQWH SREUH \ PDUJLQDGDª ,QYHVWLJD-
SDUDFRGL¿FDUODVDOXGFRPRXQGHUHFKRKXPDQRFRPR ciones recientes han dilucidado las complejas relaciones
han articulado algunas constituciones nacionales, gru- TXHH[LVWHQHQWUHORVGHWHUPLQDQWHVVRFLDOHVHFRQyPL-
SRV GH OD VRFLHGDG FLYLO \ RWURV 3DUD UHQRYDU OD$36 cos, políticos y ambientales de la salud y su distribución
será necesario apoyarse en el legado de Alma-Ata, apro- en la sociedad. Ahora sabemos que cualquier enfoque
YHFKDUDOPi[LPRODVOHFFLRQHVDSUHQGLGDV\ODVH[SH- SDUDPHMRUDUODVDOXGGHEHDUWLFXODUVHHQXQFRQWH[WRVR-
riencias acumuladas durante más de un cuarto de siglo, cioeconómico y político más amplio y ha de colaborar
además de reinterpretar y modernizar el enfoque y la con múltiples sectores y actores.
práctica de la APS para estar en disposición de afrontar En la mayoría de los países de las Américas se han
los desafíos del siglo XXI. realizado reformas de los Sistemas de Salud en los trein-
Persisten desafíos considerables: algunas enfermeda- WD ~OWLPRV DxRV HQWUH ODV UD]RQHV TXH KDQ SURSLFLDGR
des infecciosas, como la tuberculosis, continúan siendo dichas reformas se encuentran el aumento de los costos,
importantes problemas de salud: la infección por el VIH/ ORV VHUYLFLRV LQH¿FLHQWHV \ GH HVFDVD FDOLGDG ODV UHV-
SIDA es una amenaza continua en casi todos los países de tricciones en los presupuestos públicos, el desarrollo de
la Región, y están aumentando las enfermedades no trans- QXHYDVWHFQRORJtDV\ORVFDPELRVSURGXFLGRVHQHOURO
PLVLEOHV$GHPiV OD 5HJLyQ KD H[SHULPHQWDGR FDPELRV GHOHVWDGR$SHVDUGHODVHQRUPHVLQYHUVLRQHVHIHFWXD-
económicos y sociales generalizados que han tenido gran das, los resultados de la mayoría de las reformas han
repercusión en la salud. Estas transformaciones incluyen VLGROLPLWDGRVFRQWUDGLFWRULRVRLQFOXVRQHJDWLYRVHQOR
DVSHFWRVFRPRHOHQYHMHFLPLHQWRGHODSREODFLyQORVFDP- TXHVHUH¿HUHDODPHMRUDGHODVDOXG\ODHTXLGDG
ELRVHQODGLHWD\ODDFWLYLGDGItVLFDODGLIXVLyQGHODLQIRU- Aunque sólo algunos pocos países han aplicado una
mación, la urbanización, y el deterioro de las estructuras HVWUDWHJLDGH$36LQWHJUDODQLYHOQDFLRQDOSDUHFHTXH
sociales y los sistemas de apoyo, todo lo cual, directa o otros están empezando a inclinarse por enfoques más
indirectamente, ha condicionado una serie de problemas LQWHJUDOHVGDQGROXJDUDPXFKDVH[SHULHQFLDVDSHTXH-
de salud como la obesidad, la hipertensión y las enferme- xDHVFDODDORODUJRGHOD5HJLyQ
GDGHVFDUGLRYDVFXODUHVHODXPHQWRGHORVWUDXPDWLVPRV\ 9DULRVREVHUYDGRUHVKDQLQWHQWDGRH[SOLFDUSRUTXp
ODYLROHQFLDORVSUREOHPDVUHODFLRQDGRVFRQHOFRQVXPR la APS GL¿HUH tanto de un país a otro. En la Región de las
de alcohol, tabaco y drogas, y la constante amenaza de de- $PpULFDVHQSDUWLFXODUQRHVH[WUDxRHQFRQWUDUGLIHUHQ-
sastres naturales y de infecciones emergentes. WHVSXQWRVGHYLVWDVREUHOD$36GHELGRDODVSHFXOLDUL-
(VWDVWHQGHQFLDVVHSURGXFHQHQHOFRQWH[WRGHXQ dades del desarrollo histórico de la salud y la atención a
empeoramiento global de las desigualdades en lo que se la salud, así como al legado de diferentes sistemas polí-
30 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
de que haya seguridad sanitaria en las comunidades en siones la APS no como un conjunto de reformas, que
TXHYLYHQ\GHSRGHURSLQDUVREUHODVFXHVWLRQHVTXH es lo que se pretendía, sino como un programa más de
afectan a su salud y la de sus comunidades. DWHQFLyQGHVDOXGTXHSURSRUFLRQDEDXQDDWHQFLyQGH¿-
(VDVH[SHFWDWLYDVFRLQFLGHQFRQORVYDORUHVHQTXHVH FLHQWHDSHUVRQDVSREUHV(QHVWDHYROXFLyQHVWiLPSOt-
EDVyOD'HFODUDFLyQGH$OPD$WDH[SOLFDQODDFWXDOH[L- cito el reconocimiento de que para que los sistemas de
gencia de que los sistemas de salud se ajusten más a esos salud tomen el rumbo adecuado hace falta un conjunto
YDORUHV\RWRUJDQXQUHQRYDGRDSR\RVRFLDO\SROtWLFRDO de reformas concretas que tengan en cuenta los diferen-
DFWXDOPRYLPLHQWRHQSURGHOD$36HQVXVLQWHQWRVSRU WHVFRQWH[WRV\TXHUHVSRQGDQDORVGHVDItRVVDQLWDULRV
UHIRUPDUORVVLVWHPDVGHVDOXG/DVH[SHFWDWLYDVFUHFLHQ- DFWXDOHV\SUHSDUHQSDUDORVGHPDxDQD
WHV\HODPSOLRDSR\RDORVYDORUHVFRQVDJUDGRVHQOD'H- (VWDVUHIRUPDVYDQPXFKRPiVDOOiGHODSUHVWDFLyQ
claración de Alma-Ata no siempre se han traducido con GHVHUYLFLRVbásicos y superan los límites establecidos
IDFLOLGDGHQXQDWUDQVIRUPDFLyQHIHFWLYDGHORVVLVWHPDV con respecto a los elementos fundamentales de los sis-
de salud. Ha habido circunstancias y tendencias ajenas temas nacionales de salud. Por ejemplo, para alinear los
al sector de la salud –por ejemplo, procesos de ajuste es- VLVWHPDVGHVDOXGVREUHODEDVHGHORVYDORUHVTXHJXtDQ
WUXFWXUDO±VREUHODVTXHHOPRYLPLHQWRHQSURGHOD$36 la APS harán falta políticas ambiciosas en materia de re-
KDWHQLGRSRFDLQÀXHQFLDRFRQWURO$GHPiVPXFKDVYH- cursos humanos. Sin embargo, sería ingenuo pensar que
FHVHOPRYLPLHQWRKDVLPSOL¿FDGRHQH[FHVRVXPHQVDMH estas se pueden establecer independientemente de las
lo que ha dado lugar a la aplicación de fórmulas gene- SROtWLFDVGH¿QDQFLDFLyQRGHSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVGH
rales, no adecuadas a situaciones y problemas distintos. la reforma de la función pública y de las disposiciones
Como consecuencia de ello, las autoridades sani- UHODWLYDVDODPLJUDFLyQWUDQVIURQWHUL]DGHORVSURIHVLR-
tarias nacionales y mundiales han considerado en oca- nales de la salud.
1. APS: Evolución internacional y renovación de la Atención Primaria de Salud 35
Al mismo tiempo, las reformas de la APS y el mo- obtener mejores resultados: reformas de la presta-
YLPLHQWRHQSURGHOD$36TXHODVIRPHQWDWLHQHQTXH ción de servicios;
DMXVWDUVH PiV DO FDPELR VRFLDO \ D ODV FUHFLHQWHV H[-
SHFWDWLYDVTXHDFRPSDxDQORVSURFHVRVGHGHVDUUROOR\ x reformas que mejoren la salud de las comunidades,
PRGHUQL]DFLyQ/DSREODFLyQGHOPXQGRHQWHURH[SUHVD PHGLDQWH OD LQWHJUDFLyQ GH ODV LQWHUYHQFLRQHV GH
FDGDYH]PiVVXRSLQLyQVREUHODVDOXGSRUFRQVLGHUDUOD salud pública y la atención primaria y el estableci-
XQHOHPHQWRTXHLQÀX\HHQVXYLGDFRWLGLDQD\ODGHVXV miento de políticas públicas saludables en todos los
familias, y sobre la manera en que su sociedad se ocupa sectores: reformas de las políticas públicas;
de la salud y la atención sanitaria.
/D GLQiPLFD GH OD GHPDQGD GHEH UHÀHMDUVH HQ ODV x UHIRUPDV TXH VXVWLWX\DQ OD H[DJHUDGD GHSHQGHQFLD
políticas y los procesos de adopción de decisiones. de los sistemas de mando y control, por un lado, y
La reorientación necesaria de los sistemas de salud la inhibición y laissez-faire del Estado, por otro, por
KDGHEDVDUVHHQGDWRVFLHQWt¿FRVVyOLGRV\HQXQPDQHMR XQ OLGHUD]JR LQWHJUDGRU SDUWLFLSDWLYR \ GLDORJDQWH
racional de la incertidumbre, pero en ese proceso tam- capaz de afrontar la complejidad de los actuales sis-
bién ha de tenerse en cuenta lo que las personas esperan temas de salud.
de la salud y la atención sanitaria para sí mismas, sus
IDPLOLDV\VXVRFLHGDG(OORHQWUDxDDUUHJORV\QHJRFLD- Reformas del liderazgo
ciones delicadas con numerosas partes interesadas, lo El primero de estos cuatro conjuntos de reformas tie-
FXDOVXSRQHGHVYLDUVHWRWDOPHQWHGHORVPRGHORVOLQHD- QH SRU REMHWR UHGXFLU OD H[FOXVLyQ \ ODV GHVLJXDOGDGHV
OHV\YHUWLFDOLVWDVGHOSDVDGR$VtHQHVWRVPRPHQWRV VRFLDOHV HQ VDOXG (Q GH¿QLWLYD ORV GHWHUPLQDQWHV GH
ODVUHIRUPDVGHOD$36QRHVWiQGH¿QLGDVHVHQFLDOPHQWH esas desigualdades requieren una respuesta por parte
SRUORVHOHPHQWRVDTXHVHUH¿HUHQ\WDPSRFRH[FOXVL- de la sociedad, y la adopción de decisiones políticas y
YDPHQWHSRUODHOHFFLyQGHODVLQWHUYHQFLRQHVGHFRQWURO técnicas que afectan a muchos sectores. Las desigual-
GHHQIHUPHGDGHVTXHKD\TXHH[SDQGLUVLQRSRUODGLQi- dades sanitarias también están determinadas por las
mica social que determina la función de los sistemas de desigualdades en cuanto a la disponibilidad, el acceso
salud en la sociedad. \ODFDOLGDGGHORVVHUYLFLRVSRUODFDUJD¿QDQFLHUDTXH
estos factores imponen a las personas, e incluso por las
barreras lingüísticas, culturales y de género que a me-
Cómo la experiencia ha modificado la nudo subsisten en la manera en que se ejerce la práctica
perspectiva del movimiento en pro de la APS clínica.
8QDFRQGLFLyQLQGLVSHQVDEOHSDUDTXHORVVLVWHPDV
Cuatro conjuntos de reformas de la APS de salud puedan reducir las inequidades que presentan
HVJDUDQWL]DUDWRGRVHODFFHVRDORVVHUYLFLRVHVWRHV
Las reformas de la APS se estructuran en cuatro grupos colmar la brecha en la oferta de los mismos. Las redes
TXHUHÀHMDQODFRQYHUJHQFLDHQWUHODHYLGHQFLDGLVSRQL- GHVHUYLFLRVVRQPXFKRPiVDPSOLDVDKRUDTXHKDFH
ble sobre lo que se necesita para articular una respuesta DxRV SHUR KD\ JUDQGHV JUXSRV GH SREODFLyQ TXH KDQ
H¿FD]DORVDFWXDOHVGHVDItRVVDQLWDULRVORVYDORUHVGH quedado a la zaga. En algunos lugares, las guerras y
equidad, solidaridad y justicia social que guían el mo- ODVFRQWLHQGDVFLYLOHVKDQGHVWUXLGRODLQIUDHVWUXFWXUD\
YLPLHQWRHQSURGHOD$36\ODVFUHFLHQWHVH[SHFWDWLYDV en otros, la atención de carácter comercial no regulada
de la población en las sociedades en proceso de moder- RIUHFHVHUYLFLRVSHURQRQHFHVDULDPHQWHORVTXHKDFHQ
nización. IDOWD(OGp¿FLWGHRIHUWDGHDWHQFLyQVLJXHVLHQGRXQD
realidad en muchos países, por lo que la ampliación de
x reformas que garanticen que los sistemas de salud ODVUHGHVGHVHUYLFLRVHVXQREMHWLYRSULRULWDULRFRPROR
contribuyan a lograr la equidad sanitaria, la justicia HUDKDFHDxRV
VRFLDO\HO¿QGHODH[FOXVLyQGDQGRSULRULGDGVREUH A medida que ha ido aumentando la oferta general
WRGR DO DFFHVR XQLYHUVDO \ OD SURWHFFLyQ VRFLDO HQ GHVHUYLFLRVGHVDOXGKDTXHGDGRFDGDYH]PiVSDWHQWH
salud: reformas en pro de la cobertura universal; que los obstáculos al acceso constituyen un importante
factor de inequidad: en particular, los honorarios co-
x UHIRUPDVTXHUHRUJDQLFHQORVVHUYLFLRVGHVDOXGHQ EUDGRVDORVXVXDULRVVRQXQDLPSRUWDQWHFDXVDGHH[-
forma de atención primaria, esto es, en torno a las clusión de la atención requerida. Además, cuando las
QHFHVLGDGHV\H[SHFWDWLYDVGHODVSHUVRQDVSDUDTXH personas tienen que comprar atención sanitaria a un pre-
sean más pertinentes socialmente y se ajusten mejor cio por encima de sus posibilidades, los problemas de
D XQ PXQGR HQ HYROXFLyQ DO WLHPSR TXH SHUPLWDQ salud pueden desembocar rápidamente en una situación
36 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
mientos biomédicos concretos y especializados; es damentalmente de que se elijan políticas sanitarias –por
inaceptable que en los países de ingresos bajos la ejemplo en materia de medicamentos esenciales, recursos
atención primaria sea sinónimo de atención presta- KXPDQRVR¿QDQFLDFLyQ±TXHUHVSDOGHQODVUHIRUPDVID-
da por personal no profesional con escasos conoci- YRUDEOHVDODHTXLGDG\ODDWHQFLyQFHQWUDGDHQODVSHU-
mientos técnicos a los pobres de zonas rurales que sonas. Además, está claro que la salud de la población
no pueden permitirse nada mejor; se puede mejorar con políticas controladas por sectores
x ODDWHQFLyQSULPDULDUHTXLHUHLQYHUVLRQHV\UHFXUVRV distintos del de la salud. Los planes de estudios, la po-
VX¿FLHQWHVSHURVHUHYHODOXHJRFRPRXQDEXHQDLQ- lítica de las empresas con respecto a la igualdad entre
YHUVLyQHQFRPSDUDFLyQFRQODVGHPiVRSFLRQHVGLV- hombres y mujeres, la inocuidad de los alimentos y los
ponibles; es inaceptable que en los países de ingresos ELHQHV GH FRQVXPR R HO WUDQVSRUWH GH GHVHFKRV Wy[LFRV
EDMRVODDWHQFLyQSULPDULDVHWHQJDTXH¿QDQFLDUFRQ son otras tantas de las cuestiones que pueden marcar pro-
SDJRVGLUHFWRVSDUWLHQGRGHOVXSXHVWRHTXLYRFDGRGH fundamente e incluso determinarla salud de comunida-
que es barata y los pobres deben poder permitírsela. GHVHQWHUDV±GHPDQHUDSRVLWLYDRQHJDWLYD±HQIXQFLyQ
de las decisiones que se tomen. Si se adoptan medidas
La atención primaria puede contribuir en gran medida orientadas en concreto a la colaboración intersectorial,
a mejorar la salud de las comunidades, pero no basta para es posible tener debidamente en consideración «la salud
UHVSRQGHUDORVGHVHRVGHODVSHUVRQDVGHYLYLUHQFRQGL- en todas las políticas»para garantizar que, junto con los
ciones que garanticen la protección de su salud, fomenten REMHWLYRV\PHWDVGHORVGHPiVVHFWRUHVORVHIHFWRVHQOD
ODHTXLGDGVDQLWDULD\OHVSHUPLWDQYLYLUVHJ~QVXVYDORUHV VDOXGLQÀX\DQHQODVGHFLVLRQHVGHSROtWLFDS~EOLFD
Las personas esperan también que sus gobiernos adopten &RQHO¿QGHOOHYDUDGHODQWHHVDVUHIRUPDVHQHOHQWRUQR
una serie de políticas públicas para afrontar los desafíos sa- H[WUDRUGLQDULDPHQWHFRPSOHMRGHOVHFWRUGHODVDOXGVHUi
nitarios, como los que plantean el proceso de urbanización, QHFHVDULRUHLQYHUWLUHQHOOLGHUD]JRS~EOLFRGHPDQHUDTXH
HOFDPELRFOLPiWLFRODGLVFULPLQDFLyQSRUPRWLYRVGHJp- se fomenten modelos de colaboración para el diálogo so-
QHURRODHVWUDWL¿FDFLyQVRFLDO/DVSROtWLFDVS~EOLFDVDEDU- bre políticas con múltiples interesados, porque esto es lo
can las políticas y los programas técnicos que tratan los que la gente espera y lo que mejores resultados da. Si las
problemas de salud prioritarios. Esos programas se pueden DFWXDFLRQHVHQWRUQRDOD$36VHEDVDQHQODH[SHULHQFLD
GLVHxDUGHPDQHUDTXHVHDSOLTXHQDWUDYpVGHODDWHQFLyQ H[WUDtGD GH p[LWRV \ IUDFDVRV DQWHULRUHV ODV DXWRULGDGHV
primaria y al mismo tiempo la refuercen; si no es así, pue- VDQLWDULDV SXHGHQ GHVHPSHxDU XQD ODERU PXFKR PiV H¿-
GHQ VRFDYDU ORV HVIXHU]RV SRU UHIRUPDU OD SUHVWDFLyQ GH caz de formulación e introducción de reformas de la APS
VHUYLFLRVDXQTXHQRVHDGHIRUPDLQWHQFLRQDGD/DVDX- DGDSWDGDVDODVFLUFXQVWDQFLDV\ODVGL¿FXOWDGHVFRQFUHWDV
toridades nacionales son las principales responsables de de los países. La gobernanza de la salud representa un gran
DGRSWDUODVGHFLVLRQHVFRUUHFWDVHQODIDVHGHGLVHxR desafío para los ministerios de salud y demás instituciones
Los programas concebidos para abordar problemas –gubernamentales y no gubernamentales– con una función
VDQLWDULRVSULRULWDULRVDWUDYpVGHODDWHQFLyQSULPDULDVH de liderazgo en el terreno de la salud.
KDQGHFRPSOHPHQWDUFRQLQWHUYHQFLRQHVGHVDOXGS~- Estos ya no pueden contentarse con administrar el sis-
EOLFDDQLYHOQDFLRQDOHLQWHUQDFLRQDO(VWDVSXHGHQSUR- WHPDWLHQHQTXHFRQYHUWLUVHHQRUJDQL]DFLRQHVGLVFHQWHV
SLFLDUH¿FLHQFLDVGHHVFDOD\DQWHDOJXQRVSUREOHPDV Para ello hace falta un liderazgo integrador que permita
VRQOD~QLFDRSFLyQYLDEOH/DHYLGHQFLDGLVSRQLEOHGH- la participación de toda una serie de interesados ajenos
muestra de forma abrumadora que la adopción de me- al sector público, desde médicos hasta miembros de la
GLGDVDHVHQLYHOHQHOFDVRGHDOJXQDVLQWHUYHQFLRQHV VRFLHGDGFLYLO\GHVGHFRPXQLGDGHVKDVWDLQYHVWLJDGRUHV
TXHSXHGHQLUGHVGHODVUHODWLYDVDODKLJLHQHS~EOLFD\ \SHUVRQDOXQLYHUVLWDULR/DVHVWUDWHJLDVQHFHVDULDVD¿Q
ODSUHYHQFLyQGHHQIHUPHGDGHVKDVWDODVGHSURPRFLyQ de mejorar la capacidad de las autoridades sanitarias para
de la salud, puede contribuir de forma importante a la OOHYDUDFDERODVUHIRUPDVGHOD$36FRQVLVWHQHQWUHRWUDV
VDOXG6LQHPEDUJRFXULRVDPHQWHHVDVLQWHUYHQFLRQHV HQXWLOL]DUFRQHVH¿QORVVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQVDQL-
VHGHVFXLGDQHQWRGRVORVSDtVHVVHDFXDOVHDVXQLYHOGH WDULDDSURYHFKDUODVLQQRYDFLRQHVGHOVHFWRUGHODVDOXG
LQJUHVRV(VWRVHREVHUYDVREUHWRGRHQORVPRPHQWRVGH \ODVGLQiPLFDVFRQH[DVGHWRGDVODVVRFLHGDGHV\FUHDU
FULVLV\DPHQD]DVJUDYHVSDUDODVDOXGS~EOLFDFXDQGR FDSDFLGDGPHGLDQWHHOLQWHUFDPELRGHH[SHULHQFLDVWDQWR
la capacidad de respuesta rápida no sólo es fundamental DQLYHOQDFLRQDOFRPRFRQRWURVSDtVHV
para garantizar la salud, sino también para mantener la
FRQ¿DQ]DGHODSREODFLyQHQHOVLVWHPDGHVDOXG Aprovechar las oportunidades
La formulación de políticas públicas, sin embargo, es
algo más que la salud pública clásica. Las reformas de la Los cuatro conjuntos de reformas de la APS se basan en
atención primaria y la protección social dependen fun- YDORUHV FRPSDUWLGRV TXH JR]DQ GH DPSOLR DSR\R \ HQ
38 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
desafíos comunes a un mundo en proceso de globaliza- WRUQR D ORV YDORUHV GH OD$36 (O FUHFLPLHQWRGHO 3,%
ción. Sin embargo, para determinar la manera de actuar ±FLHUWDPHQWHYXOQHUDEOHDODGHVDFHOHUDFLyQGHODHFR-
deben tenerse en cuenta las realidades claramente dis- nomía, las crisis alimentaria y energética y el calenta-
WLQWDVGHFDGDSDtV/DVUHIRUPDVUHODWLYDVDODFREHUWXUD miento global– está impulsando el gasto sanitario en el
XQLYHUVDOODSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVODSROtWLFDGHOVHF- PXQGRHQWHURFRQODQRWDEOHH[FHSFLyQGHORV(VWDGRV
tor público y el liderazgo no se pueden introducir como IUiJLOHV$SURYHFKDUHVWHFUHFLPLHQWRHFRQyPLFREULQ-
un modelo o un paquete uniforme. En los países con un daría oportunidades para introducir las reformas necesa-
HOHYDGRJDVWRHQVDOXGTXHHVHOFDVRGHFDVLWRGRVORV ULDVGHOD$36TXHQRVHKLFLHURQHQORVDxRVRFKHQWD\
SDtVHV GH LQJUHVRV DOWRV KD\ XQ DPSOLRPDUJHQ ¿QDQ- QRYHQWD6yORXQDSHTXHxDSDUWHGHORVJDVWRVVDQLWDULRV
ciero para acelerar el cambio de enfoque de la atención se destinan actualmente a corregir distorsiones comunes
terciaria a la atención primaria, crear un entorno norma- del funcionamiento de los sistemas de salud o a superar
WLYRPiVVDOXGDEOH\FRPSOHPHQWDUORVVLVWHPDVELHQRU- ORV REVWiFXORV TXH OLPLWDQ OD SUHVWDFLyQ GH VHUYLFLRV
JDQL]DGRVGHFREHUWXUDXQLYHUVDOFRQPHGLGDVFRQFUHWDV SHUR HVDV SRVLELOLGDGHV H[LVWHQ \ HVWiQ FUHFLHQGR FRQ
SDUDUHGXFLUODH[FOXVLyQ(QORVQXPHURVRVSDtVHVFRQ rapidez. La solidaridad y la ayuda mundiales seguirán
UiSLGRFUHFLPLHQWRGHOVHFWRUGHODVDOXG±GRQGHYLYHQ siendo necesarias como complemento y ayuda a los paí-
PLOORQHVGHSHUVRQDV±HOSURSLRFUHFLPLHQWREULQ- ses que progresen lentamente, pero pasarán a ser menos
da la oportunidad de basar los sistemas de salud en los importantes en sí que los intercambios, el aprendizaje
principios de una sólida atención primaria y de la cober- conjunto y la gobernanza global. Esta transición ya se
WXUDXQLYHUVDOHQXQPRPHQWRHQTXHHVWiHQSOHQDH[- ha producido en la mayor parte del mundo: casi todos
SDQVLyQHYLWDQGRORVHUURUHVSRUDFFLyQFRPRLQYHUWLU los países en desarrollo han dejado de depender de la
de forma desproporcionada en la atención terciaria, u ayuda. La cooperación internacional puede acelerar la
RPLVLyQFRPRQRLQYHUWLUHQSROtWLFDVS~EOLFDVVDOXGD- FRQYHUVLyQ GH ORV VLVWHPDV GH VDOXG GHO PXQGR HQWUH
bles, que han caracterizado últimamente a los sistemas otras cosas, mediante una mejor canalización de la ayu-
de salud de los países de ingresos altos. Hay que recono- GDSHURORVYHUGDGHURVSURJUHVRVVHORJUDUiQJUDFLDVD
FHUTXHHOGHVDItRHVPXFKRPD\RUSDUDORVPLOOR- una mejor gobernanza de la salud en los países, tanto
QHVGHSHUVRQDVTXHYLYHQHQORVSDtVHVGHÈIULFD\$VLD en los de ingresos bajos como en los de ingresos altos.
sudoriental, donde el sector de la salud está creciendo Las autoridades sanitarias y los dirigentes políticos
OHQWDPHQWH\SDUDORVPiVGHPLOORQHVGHSHUVRQDV constatan con incomodidad las actuales tendencias del
TXHYLYHQHQ(VWDGRVIUiJLOHV6LQHPEDUJRLQFOXVRHQ GHVDUUROORGHORVVLVWHPDVGHVDOXG\ODHYLGHQWHQHFHVL-
esos casos, hay signos de crecimiento –y pruebas de que dad de adaptación a los cambios en la demanda y los de-
este se puede acelerar sin recurrir al método contrapro- VDItRVVDQLWDULRV\DODVFUHFLHQWHVH[SHFWDWLYDVHQUHOD-
GXFHQWH\QRHTXLWDWLYRGHORVSDJRVGLUHFWRVHQORVSXQ- ción con la salud, lo que acentúa la oportunidad de apli-
WRVGHSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRV±TXHRIUHFHQSRVLELOLGD- car las reformas de la APS. La frustración de la gente y
GHVGHH[SDQGLUORVVLVWHPDV\ORVVHUYLFLRVGHVDOXG'H la presión por que haya una atención de salud distinta
hecho, estos países tienen la necesidad, más que ningún \PiVHTXLWDWLYD\XQDPD\RUSURWHFFLyQHQVDOXGSDUD
otro, de optar por la APS y, como en el resto del mundo, la sociedad están en aumento: nunca hasta ahora había
pueden empezar a hacerlo de inmediato. KDELGRH[SHFWDWLYDVWDQJUDQGHVFRQUHVSHFWRDORTXH
(ODFWXDOFRQWH[WRLQWHUQDFLRQDOHVIDYRUDEOHDXQD las autoridades sanitarias, y en concreto los ministerios
UHQRYDFLyQ GH OD$36 /D VDOXG PXQGLDO HV REMHWR GH de salud, deberían estar haciendo a ese respecto. Si se
una atención sin precedentes, en la que destacan el cre- DSURYHFKDHVWHLPSXOVRODLQYHUVLyQHQODVUHIRUPDVGH
ciente interés por la unidad de acción, el aumento de la APS podría acelerar la transformación de los sistemas
los llamamientos en pro de una atención integral y uni- de salud, de manera que los resultados sanitarios sean
YHUVDO±\DVHDSRUSDUWHGHODVSHUVRQDV9,+SRVLWLYDV PHMRUHV\VHUHSDUWDQGHIRUPDPiVHTXLWDWLYD(OPXQ-
o por quienes se ocupan de proporcionar tratamiento GR GLVSRQH GH WHFQRORJtD PiV DYDQ]DGD \ GH PHMRUHV
y atención, ministros de salud o el Grupo de los Ocho sistemas de información, lo que le ofrece la posibilidad
*±\ODSUROLIHUDFLyQGHPHFDQLVPRVGH¿QDQFLDFLyQ GH VDFDU HO Pi[LPR SURYHFKR GH OD WUDQVIRUPDFLyQ GH
LQQRYDGRUHV GH FDUiFWHU PXQGLDO UHODFLRQDGRV FRQ OD los sistemas sanitarios. La creciente participación de la
solidaridad global. Asimismo, hay signos claros y po- VRFLHGDG FLYLO HQ OD HVIHUD GH OD VDOXG \ OD PD\RU H¿-
VLWLYRV GH XQ PD\RU GHVHR GH FRODERUDU HQ HO HVWDEOH- FLHQFLDGHHVFDODGHOVDEHUFROHFWLYRHQHOSODQRPXQGLDO
cimiento de sistemas sostenibles para la salud en lugar SRUHMHPSORHQHOiPELWRGHORVPHGLFDPHQWRVHVHQFLD-
de aplicar enfoques parciales y fragmentados. Al mismo OHVUHIXHU]DQWDPELpQODVRSRUWXQLGDGHVGHp[LWR
WLHPSRVHDEUHODSHUVSHFWLYDGHUHIRU]DUODLQYHUVLyQ (QORVGLH]~OWLPRVDxRVODFRPXQLGDGPXQGLDOKD
LQWHUQDHQODUHYLWDOL]DFLyQGHORVVLVWHPDVGHVDOXGHQ empezado a ocuparse de la pobreza y la desigualdad en
1. APS: Evolución internacional y renovación de la Atención Primaria de Salud 39
el planeta de forma más sistemática, por ejemplo, esta- de las autoridades sanitarias consideran que su respon-
EOHFLHQGRORV2'0\SRQLHQGRGHUHOLHYHODFXHVWLyQGH sabilidad con respecto a la salud ya no se limita a las
la desigualdad en la formulación de las políticas socia- LQLFLDWLYDVGHVXSHUYLYHQFLD\FRQWUROGHHQIHUPHGDGHV
les. A lo largo de ese proceso, el tema de la salud, muy VLQRTXHHQWUDxDFDSDFLGDGHVLPSRUWDQWHVYDORUDGDVSRU
relacionado con todo ello, ha ocupado un lugar destaca- las personas y la sociedad. La legitimidad de las auto-
GR(VWREULQGDODRSRUWXQLGDGGHLPSULPLUPiVH¿FDFLD ULGDGHVVDQLWDULDVGHSHQGHFDGDYH]PiVGHORELHQTXH
a la acción sanitaria, y crea además las condiciones so- sepan desarrollar y reformar el sector de la salud con
ciales necesarias para establecer alianzas sólidas fuera DUUHJORDORVYDORUHVGHODSREODFLyQWDQWRSRUORTXHVH
GHO VHFWRU GH OD VDOXG$Vt ODV DFWLYLGDGHV LQWHUVHFWR- UH¿HUHDODVDOXGFRPRDORTXHVHHVSHUDGHORVVLVWHPDV
ULDOHVYXHOYHQDVHUSURWDJRQLVWDV$FWXDOPHQWHPXFKDV de salud en la sociedad.
APS: Evolución nacional y
2
en la ciudad de Buenos Aires
1
/DH[SUHVLyQTXHPHMRUUHVXPHHOFRQFHSWRdependencia de sendapath dependanceHVVLPSOH\OODQDPHQWHTXH©ODKLVWRULDFXHQWDª
+RGJVRQ$XQTXHVHHQIUHQWDXQDJDPDGHSRVLEOHVIXWXURVHVLQHYLWDEOHTXHHQHOGHVHQYROYLPLHQWRVRFLDOODVFRQGLFLRQHV
iniciales cuenten. La historia siempre pasa factura. No sólo la herencia institucional acumulada en el pasado pesa en las opciones polí-
WLFDVGHOSUHVHQWHVLQRTXHWDOHQWUDPDGRLQVWLWXFLRQDOVLUYHGHIUDJXDDXQDVRUJDQL]DFLRQHVVRFLDOHVFX\DFDSDFLGDGGHVXSHUYLYHQFLD
depende del mantenimiento del statu quo. Por lo tanto, los cambios en la tecnología social, aunque no necesariamente en la tecnología
ItVLFDUHSUHVHQWDQXQDDPHQD]DDODVUHODFLRQHVGHSRGHUH[LVWHQWHV
Este concepto se emparenta con lo que se llama encapsulamiento ceremonialTXHVLJQL¿FDLQFDSDFLGDGGHFDPELDUGHLQYHQWDUGHLQQR-
YDUGHGLVHxDULQVWLWXFLRQHVSDUDHQIUHQWDUQXHYRVSUREOHPDVRQXHYDVH[SUHVLRQHVGHYLHMRVSUREOHPDV&DWDOi2OLYHUDV5HY&LHQFLDV
Soc
44 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
POBLACIÓN CUBIERTA
INTERVENCIONES INCLUIDAS TODA LA
SÓLO LOS POBRES POBLACIÓN
Atención sanitaria
Básica o sencilla Concepto original
primitiva
El nuevo concepto de
Esencial o eficaz en función de los costos Atención Primaria
acceso para todos
De salud selectiva (nunca El concepto clásico de
Todo lo que sea médicamente útil
de consideró seriamente) acceso para todos
Tabla 2.1: Cobertura de la población por varias intervenciones, según las diferentes nociones de atención primaria
de la salud. $GDSWDGRGH)UHQN-©%XLOGLQJRQWKHOHJDF\SULPDU\KHDOWKFDUHDQGWKHQHZSROLF\GLUHFWLRQVDW:+2ª
'LVFXUVRSURQXQFLDGRDQWHOD$VRFLDFLyQ(VWDGRXQLGHQVHGH6DOXG3~EOLFD&KLFDJR,OOLQRLVGHQRYLHPEUHGH
HQ ORV ((88 GRQGH VH OH UHFRQRFH FRPR XQD GH ODV Está en el corazón del managed care que lo que es
características principales de las propuestas de reforma PHMRU SDUD HO SDFLHQWH SXHGH VHU GH¿QLGR \ FRQYHUWLGR
GHVDOXG\DXQTXHHOFRQFHSWRQRHVIRUPXODGRH[SOt- HQXQSURWRFRORTXHSXHGHVHULPSOHPHQWDGRFRQH¿FD-
citamente, sus elementos están presentes en propuestas cia. El 0&, por su naturaleza altera las decisiones de los
GHUHIRUPDGHVDOXGGHYDULRVSDtVHVGH$PpULFD/DWLQD médicos sobre sus pacientes. Busca limitar la libertad clí-
\HO&DULEH2362061DFLyFRPRXQDDOWHUQD- nica donde esta libertad podría resultar en la prescripción
WLYDSDUDODSREODFLyQIUHQWHDOSDJRGLUHFWRDPpGLFRV GHXQWUDWDPLHQWRQRH¿FLHQWHQLHIHFWLYR&RPLHQ]DQD
y hospitales; los planes de salud asumen la responsa- emerger pruebas apuntando a una mejora de los resulta-
ELOLGDGGHRIUHFHUGHWHUPLQDGRVVHUYLFLRVDXQDSREOD- dos y una percepción, por parte de los pacientes, de los
FLyQYROXQWDULDPHQWHD¿OLDGDDFDPELRGHXQDSULPD¿MD EHQH¿FLRVGHXQDFHUFDPLHQWRSODQL¿FDGRSDUDVXWUDWD-
DQXDO&RPSUHQGHODFUHDFLyQGHLQFHQWLYRVSDUDTXHORV PLHQWR/RTXHWRGDYtDWHQHPRVTXHYHUHVHOXVRGHO0&
D¿OLDGRVHOLMDQSODQHVGHEDMRFRVWR\HOGHVDUUROORGH SDUDFRQWHQHUFRVWRV6HJXUDPHQWHYHQGUi/DVYHQWDMDV
estándares uniformes de sistemas de información, que potenciales del 0&SDUDORVSURYHHGRUHVQRKDQVLGRLJ-
SHUPLWLUtD D ORV FRPSUDGRUHV \ VXV D¿OLDGRV FRPSDUDU QRUDGDVSRUODLQGXVWULDGHORVVHJXURVSULYDGRV/DLQ-
la utilización, costo, calidad y satisfacción del desem- GXVWULDIDUPDFpXWLFD\DYLRODRSRUWXQLGDGHQHVWHFDPSR
SHxRGHORVGLIHUHQWHVSODQHVHQFRPSHWHQFLD\SRUOR Creemos que es tiempo de una discusión en la im-
WDQWRKDFHUHOHFFLRQHVPiVFRVWRHIHFWLYDV+DQJDQDGR SOHPHQWDFLyQ\GLVHxRGHSURJUDPDVGH0&. No sabe-
importancia a raíz de la aparición de grupos de usuarios PRVFyPRSRGUtDHYROXFLRQDUIUHQWHDODVWHQVLRQHVHQ-
TXH¿QDQFLDQVXDWHQFLyQFRQODPRGDOLGDGGHSDJRSRU tre la libertad clínica y la contención de costos. También
FDSLWDFLyQHOVHUYLFLRHVWiDFDUJRGHPpGLFRVGHFXL- TXHUHPRVH[DPLQDUFyPRHVWRVSURJUDPDVSRGUtDQGH-
GDGRVSULPDULRVTXHQRWLHQHQFRQWUDWRVH[FOXVLYRV/D sarrollarse cuando se aplican a sistemas de salud fuera
H[LVWHQFLDGHXQDUHGGHSURYHHGRUHVHVODFDUDFWHUtVWLFD GH((88
más importante que distingue a la atención gerenciada; +D VLGR REMHWR GH FRQWURYHUVLD HQ ORV ((88 \ VX
HO D¿OLDGR TXH VH DWLHQGH IXHUD GH OD UHG GH VHUYLFLRV OOHJDGDD(XURSDVHYHFRQSUHRFXSDFLyQSRUSDUWHGH
tiene una limitada cobertura o no tiene cobertura por el los clínicos y los gerenciadores. Asumimos que el 0&
VHUYLFLRHVWRVSODQHVGHJHUHQFLDLQFOX\HQDFWLYLGDGHV sería un término que todos los trabajadores de la salud
GHUHYLVLyQGHODXWLOL]DFLyQ&DVLWRGDVODVDFWLYLGDGHV reconocerían como una colección de herramientas y téc-
de una organización de salud, basada en el managed nicas con las que se brindarían cuidados de alta calidad
care pueden ser consideradas de marketing, y este debe y accesibles económicamente. Pero el término tomó
VHUYLVWRFRPRXQFRQFHSWR\XQSURFHVRHOFRQFHSWR XQVLJQL¿FDGRGHFRQWUROH[WHUQRDKRUURGHFRVWRV\
de entender las necesidades y deseos de sus miembros, PiVD~QDOJRQRGHVHDEOHTXHYLQRGH((886LQWp-
PLHQWUDVTXHHOSURFHVRHVFUHDU\HQWUHJDUVHUYLFLRVTXH WLFDPHQWH0& es una mala palabra.
satisfagan los deseos de los miembros y reúnan metas $ SHVDU GH OD LQFHUWLGXPEUHTXH H[LVWH HQ OD PHQ-
¿QDQFLHUDV\GHFDOLGDG te de los europeos, persiste una importante fuerza para
Al respecto resulta interesante transcribir los con- HO GHVDUUROOR GH SUiFWLFDV FRVWR HIHFWLYDV (Q HO 5HLQR
FHSWRVGH(OOLV\%XUQV-RXUQDORI0DQDJHG&DUH, 1997 8QLGRXQQ~PHURGHFOtQLFRVKDDGRSWDGRODWpFQLFDGH
/ -RXUQDORI,QWHJUDWHG&DUHTXHLQWURGXFHQDKR- integrated care pathway ,&3 (Q OD GHVFULSFLyQ GHO
ra el integrated care. QXHYRVLVWHPDQDFLRQDOGHVDOXGVHKL]RPHQFLyQGHUH-
Los costos para el cuidado de la salud están cre- FRQVWUXLUORVVHUYLFLRVGHVDOXGGHPDQHUDTXHEULQGHQ
ciendo más rápido que la habilidad de las economías salud de alta calidad, basada en la necesidad, no en la
nacionales para sostenerlos. La contención de costos se capacidad para pagar. Se reemplaza el mercado inter-
KDVHJXLGRULJXURVDPHQWHHQ((88GRQGHXQVLVWHPD no con cuidados integrales. Mucho, sino toda de esta
FRPSOHMRGHLQFHQWLYRV\SHQDOLGDGHVHVXVDGRSRUORV YLVLyQ HVWi EDVDGR HQ PXFKDV KHUUDPLHQWDV TXH HVWiQ
SURYHHGRUHV GH VDOXG SDUD FRQWURODU FDOLGDG \ FRVWRV agrupadas bajo el amplio término de 0&, pero se acon-
RSHUDWLYRVOtPLWHV(VWHVLVWHPDHVFRQRFLGRFRPRMa- sejó no usar esta palabra. ¿Qué comprende integrated
naged care 0& careFXLGDGRVLQWHJUDGRV"'HVGHHOSXQWRGHYLVWDGHO
8QD GH¿QLFLyQ WtSLFD SRGUtD GHVFULELUOR FRPR XQ Gobierno cuidados integrados e integralesSURYHHUi; en
DFHUFDPLHQWR SODQL¿FDGR SDUD EULQGDU VHUYLFLRV Pp- el hogar, consejos rápidos y sencillos e información a
dicos, buscando controlar costos y mejorar la calidad las personas sobre salud-enfermedad y el sistema nacio-
PHGLDQWHXQDYDULHGDGGHPpWRGRVTXHSRGUtDQLQFOXLU nal de salud; en la comunidad, consejo y tratamiento en
FRQWURODU OD DFFHVLELOLGDG UHYLVLyQ GH HVWiQGDUHV GH consultorios locales y centros de salud; en el hospital,
WUDWDPLHQWR\HOXVRGHLQFHQWLYRVSDUDPHMRUDUODH¿- UiSLGR DFFHVR D VHUYLFLRV HVSHFLDOL]DGRV UHODFLRQDGRV
ciencia. con consultorios locales y centros de salud.
2. APS: Evolución nacional y en la ciudad de Buenos Aires 47
Estos escenarios comprenden aspectos que hoy de- IRUPDV GH YLGD QR HV VRUSUHQGHQWH TXH HVWRV SUREOH-
bemos considerar como integrated care y no managed mas conciten la atención. Los trabajos actuales sobre
care. los determinantes sociales de los estados de salud, sin
Integración en términos de gerenciamiento de enfer- HPEDUJRUDUDYH]UDVWUHDQVXWHPSUDQDKLVWRULDLQWHOHF-
PHGDG HV SDUWH GH XQD YLVLyQ GHO IXWXUR 3RU PXFKDV WXDO(QYH]GHHVWRHVWRVWUDEDMRVWLHQGHQDSUHVHQWDUVH
condiciones, el cuidado de alta calidad es dado por un FRPR QXHYRV GHVFXEULPLHQWRV FRPR VL ODV JHQHUDFLR-
equipo de profesionales que pueden ser doctores o en- QHV DQWHULRUHV QR KXELHVHQ KHFKR REVHUYDFLRQHV VLPL-
fermeras entrenados, que trabajan en Atención Primaria lares y no hubiesen llegado a las mismas conclusiones
o totalmente basado en la práctica hospitalaria. acerca de la causa social de la enfermedad y la muerte.
Como colofón de este capítulo es importante trans- «(QIDWL]yODVFLUFXQVWDQFLDVKLVWyULFDV\PDWHULDOHV
cribir el Informe de la Comisión sobre Macroeconomía y concretas en las cuales aparecía la enfermedad, las fuer-
Salud; Macroeconomics and health: investing in health ]DVVRFLDOHVFRQWUDGLFWRULDVTXHLPSHGtDQODSUHYHQFLyQ
for economic development±*LQHEUD206 \ HO URO GHO LQYHVWLJDGRU SURSRQLHQGR UHIRUPDV (Q HO
x 6H GHVWDFD HO SDSHO íJUDQGHV UHSHUFXVLRQHVí TXH análisis de la etiología multifactorial, Virchow sostenía
DOJXQDVLQWHUYHQFLRQHVVDQLWDULDVEiVLFDV\GHEDMR que los factores causales más importantes eran las con-
costo pueden tener en las principales causas de en- GLFLRQHVPDWHULDOHVGHODYLGDFRWLGLDQDGHODJHQWH(VWD
IHUPHGDGHVHYLWDEOHV PLUDGDLPSOLFDEDTXHXQVLVWHPDGHVDOXGHIHFWLYRQR
x /DV LQWHUYHQFLRQHV SDUD DWDFDU HVWRV SUREOHPDV GH podría limitarse al tratamiento de perturbaciones pato-
salud forman parte integral de las estrategias y pro- ¿VLROyJLFDVGHSDFLHQWHVLQGLYLGXDOHV«'HDFXHUGR
gramas nacionales de atención primaria de salud con este análisis, las condiciones sociales inadecuadas
$36 TXH HQ JUDQ SDUWH FDUHFHQ GH IRQGRV VX¿- incrementaban la susceptibilidad de la población frente
cientes. al clima, agentes infecciosos, y otros factores causales
x Hay argumentos que podrían ser utilizados para re- HVSHFt¿FRVQLQJXQRGHORVFXDOHVSRUVLVyORHUDVX¿-
QRYDUHOLQWHUpVGHORVJRELHUQRVHQLQYHUWLUHQSUR- ciente para producir una epidemia; ‘el progreso de la
gramas o estrategias de APS. PHGLFLQDGHELHUDHYHQWXDOPHQWHSURORQJDUODYLGDKX-
x 1RHVFODURHOEHQH¿FLRGHFDPELDUHOQRPEUHGHOD mana, pero la mejoría de las condiciones sociales podría
estrategia de APS al de estrategia de desarrollo de REWHQHU HVWH UHVXOWDGR FRQ PD\RU p[LWR \ UDSLGH]¶$O
sistemas cercanos al cliente. GHVFULELUODVLQDGHFXDGDVFRQGLFLRQHVGHYLYLHQGDQX-
x (OHMHUFLFLRGHHVWLPDUHOQLYHODFWXDOGHORVJDVWRV WULFLyQ\YHVWLGR9LUFKRZFULWLFDEDODDSDWtDGHORVIXQ-
en atención primaria y la GH¿FLHQFLD GH FREHUWXUD cionarios gubernamentales por ignorar que estas eran
GH GLIHUHQWHV WLSRV GH VHUYLFLRV SXHGH VHU XQD KH- las causas básicas de la enfermedad».
UUDPLHQWD~WLOSDUDLGHQWL¿FDUODVQHFHVLGDGHVQDFLR-
QDOHVHVSHFt¿FDVGHUHDVLJQDFLyQRPRYLOL]DFLyQGH Las ideas
recursos a los que hay que hacer frente.
2WUR KLWR VLJQL¿FDWLYR UH¿HUH %RQD]RWD %RQD]RWD
La Atención Primaria en Argentina HV©HQODGpFDGDGHOHOJRELHUQRGHOMXVWLFLD-
lismo con el Ministerio del Dr. Carrillo, donde pasan
Antecedentes hasta la Declaración de Alma-Ata FRVDV GH XQD VLJQL¿FDFLyQ HQRUPH HQ OD SUREOHPiWLFD
VDQLWDULDDUJHQWLQD$WUDYpVGHOGHVDUUROORGHODVREUDV
1XHVWUR SDtV WXYR GHVGH FDVL XQ VLJOR DQWHV GH$OPD sociales acceden a la posibilidad de atención de salud
$WD XQ LPSRUWDQWH PRYLPLHQWR VDQLWDULR UHODFLRQDGR enormes sectores, antes marginados de la posibilidad
con la determinación social de las enfermedades, en es- de la misma; se duplica el número de camas del sector
SHFLDODWUDYpVGHODVLGHDVGH9LUFKRZ\SRULQWHUPHGLR público, el hospital público adquiere un carácter y la red
GHQXHVWURVVDQLWDULVWDVGH¿QGHOVLJOR;,;\SULQFLSLRV efectora nacional adquiere una presencia que no se co-
GHO;;:LOGH3HQQD\&RQLVREUHWRGR nocía con anterioridad». Por esa época se instalaba tam-
6HJ~Q:DLW]NLQGHVGH©TXHDSDUHFLyHOFOiVL- bién la fragmentación del sistema sanitario, el modelo
co trabajo de Virchow sobre medicina social a mediados médico hegemónico y el hospitalocentrismo.
del siglo XIX, las siguientes generaciones en general 'HQWURGHHVWHPDUFRKLVWyULFRSUHYLRVHSXHGHQGHV-
KDQ ROYLGDGR VX PHQVDMH \ VRODPHQWH PiV WDUGH KDQ FULELUGLYHUVDVDFWLYLGDGHVOLJDGDVDOSULPHUQLYHOGHDWHQ-
descubierto las condiciones de la sociedad que generan FLyQDODUHJLRQDOL]DFLyQ\DODH[WHQVLyQGHODFREHUWXUD
enfermedad y mortalidad. Ahora, cuando los factores La ronda sanitaria, metodología de trabajo que se empezó
patogénicos del lugar de trabajo y del medio ambiente a hacer en Colombia y después fue trasladada a nuestro
DPHQD]DQODVXSHUYLYHQFLDGHODKXPDQLGDG\GHRWUDV SDtVDODSURYLQFLDGH-XMX\SRUHO'U&DUORV$OEHUWR$O-
48 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
implicaba que los conjuntos sociales no estaban pre- sociales, al igual que ha ocurrido en algunos países
ocupados por los problemas de salud/enfermedad; latinoamericanos y algunos europeos, contribuir al
que los mismos serían considerados secundarios GHVDUUROORGHDOJXQDDOWHUQDWLYDDODFRQVWUXFFLyQGH
por la población; que los estratos subalternos son algún modelo en el cual puedan alcanzar consenso
menos sensibles a la incidencia de la enfermedad. posiciones que consideran a la salud en el plano de
Otra mirada y otra profundidad indicaría otra lectu- OD MXVWLFLD VRFLDO OD HTXLGDG \ WDPELpQ OD H¿FLHQ-
UD3ULPHURVHxDODUtDTXHODSREODFLyQHQIXQFLyQGH FLDª0HUFHU
sus propias condiciones inmediatas percibe, por lo x ©6RODPHQWH XQD SHUVRQD PX\ FDYHUQtFROD GLUtD TXH
PHQRVSDUFLDOPHQWHDODHQIHUPHGDGFRPRXQDYD- ORVRFLDOQRSHVDHQODVDOXG2MRTXHDOJXQRVFDYHU-
riable dependiente de fenómenos estructurales y que QtFRODVVRQSURIHVRUHVXQLYHUVLWDULRVDVtTXHKD\TXH
son estos los que quieren solucionar. Segundo que tenerlos en cuenta. Pero realmente, esto ya es margi-
dado que la enfermedad y en algunos de estos con- nal al pensamiento dominante. Pero lo que yo quiero
WH[WRVODPRUWDOLGDGVRQSDUWHFRQVWDQWHGHODYLGD plantear es que cuando uno habla de ciencias sociales
cotidiana, la preocupación se orienta hacia procesos y salud corre el riesgo de mezclar cosas un poco di-
sociales y económicos que aseguren la salud, más IHUHQWHV9ROYDPRVXQPRPHQWRDOFRQFHSWRGHTXp
TXHFRPEDWDQODHQIHUPHGDGª0HQpQGH] es APS. Recuerden que en Alma-Ata la declaración
x ©(QOD3URYLQFLDGH%XHQRV$LUHVGHVGHHO0LQLV- IXH¿UPDGDSRUWRGRHOPXQGRSRUHO0LQLVWHULRGH
terio de Salud, hay una política en salud que intenta Salud de Haití, por el Ministro de Salud de los mili-
GHVDUUROODU SURJUDPDV GH $36 $7$0'26 TXH cos argentinos, por el Ministro de Salud de Somoza
LQWHQWDGHVDUUROODULQYHVWLJDFLRQHVHSLGHPLROyJLFDV \HVWRVUHJtPHQHVTXHHYLGHQWHPHQWHYHQODVDOXGGH
GHORVWUDEDMDGRUHVGHODVDOXG«(QOD$UJHQWLQDQR RWUDIRUPD«/DGHFODUDFLyQGH$WHQFLyQ3ULPDULD
KDEUiLQYHVWLJDFLyQHSLGHPLROyJLFDTXHOOHYHGHQWUR GH$OPD$WDHVXQDHVSHFLHGHWHVWSUR\HFWLYRXQR
GHVXVYDULDEOHVXQDTXHHVPX\LPSRUWDQWHFRPR YHDOOtORTXHTXLHUH<HQHVHVHQWLGRVLSODQWHDPRV
son los efectos epidemiológicos de la represión y ciencias sociales y salud, el grado de ambigüedad es
TXH KDQ SURYRFDGR XQD FDWiVWURIH VRFLDO \ TXH KD tan enorme que corremos el riesgo de que sea otro
producido también catástrofes urbanas durante el µWHVW SUR\HFWLYR¶ 3RU HVR WDO YH] FRQYHQJD GLIHUHQ-
SHUtRGR\FX\RVHIHFWRVD~QSHUGXUDQª&OD- FLDUXQSRFRGHTXpHVWDPRVKDEODQGRª(VFXGHUR
UD
x ©(VWRVLJQL¿FDTXHDODKRUDGHDQDOL]DUODVWpFQLFDV x ©¢([LVWHHQVDOXGXQFDPSRGHOFRQRFLPLHQWRFLHQ-
sociales, tales como las que están relacionadas con Wt¿FRTXHVHRFXSHGHORVDVSHFWRVVRFLDOHVUHODFLR-
la APS, con todas estas modalidades autogestiona- nados con el proceso salud-enfermedad y con los
rias, participacionistas, estas modalidades alternati- VHUYLFLRV GH VDOXG" 6t \ KD UHFLELGR GLIHUHQWHV GH-
YLVWDVHQJHQHUDOGHEHPRVWHQHUSUHVHQWHTXHHOODV nominaciones, entre otras, Medicina Social, Cien-
en sí mismas, si bien aceptables en principio, no cias Sociales aplicadas a Salud, Ciencias Sociales
REVWDQWHHQFLHUUDQXQDDPELJHGDGTXHVHUHVXHOYH en Salud. La primera que ‘aparece’ históricamente
HQODVFRQWH[WXDOL]DFLRQHVKLVWyULFRVRFLDOHVHQTXH HV0HGLFLQD6RFLDO\VHUH¿HUHHQIRUPDJHQHUDODO
ellas funcionan. Con esto quiero decir que no son objeto de estudio en ese campo del conocimiento.
FRQFHSWRV TXH GHVFULEDQ XQtYRFDPHQWH DOJR HQ VX Los otros nombres designan las disciplinas inclui-
RSHUDFLyQ \ HQ VX FRQFHSFLyQ VLQR TXH YDQ D GH- das en el mencionado campo del conocimiento y en
SHQGHUGHOFRQWH[WRHQTXHHOODVIXQFLRQDQSDUDTXH DOJXQDVFLUFXQVWDQFLDVVHHVSHFL¿FDQODVGLVFLSOLQDV
SRGDPRVDSUHFLDUUHDOPHQWHVXVLJQL¿FDGRKLVWyULFR particulares. Así, desde las ciencias sociales, la so-
VRFLDOª6DPDMD ciología médica, la economía médica, la economía
x ©/DVDOWHUQDWLYDVWHyULFDV\SROtWLFDVTXHVHRIUHFHQ política de la salud, etc. y desde las ciencias mé-
en el campo de la salud son bastante pobres, por de- dicas, la epidemiología social, la higiene social».
cirlo de alguna manera. Por un lado hay una persis- *DUFtD
tencia de un asistencialismo distribucionista que no x «Y casi siempre cuando pensamos en interdisci-
ha hecho autocrítica con respecto a las posiciones plina, entonces pensamos, claro, contratemos a un
TXHGHIHQGtDHQODGpFDGDGHORV\SRURWURODGR antropólogo, a un sociólogo y a un economista. Y
hay toda una fuerte e importante corriente que detrás es posible que haya que hacerlo, pero el problema
GHXQDSUHVHQWDFLyQH¿FLHQWLVWDGH¿HQGHODSURIXQ- es mucho más que eso. El problema fundamental es
GL]DFLyQGHXQPRGHORSULYDWLVWDHQODRUJDQL]DFLyQ la posibilidad de construir un objeto común al cual
GHORVVHUYLFLRVGHVDOXG)UHQWHDOGLVWULEXFLRQLVPR QRVDSUR[LPHPRVGHVGHGLIHUHQWHVGLVFLSOLQDVGLV-
\IUHQWHDOH¿FLHQWLVPRSULYDWLVWDFDEHDODVFLHQFLDV ciplinas que ya tienen un esquema conceptual, por
52 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
lo tanto, un arsenal metódico y, por lo tanto, unas $ SDUWLU GHO DxR HO 3URJUDPD GH 5HIRUPD \D
OH\HVGHYDOLGH]XQRVFULWHULRVGHYDOLGH]TXHQRHV H[SXHVWRWRPDODVLJOD352$36\VREUHODEDVHGHOD
fácil de compaginar y adicionalmente un problema 5HVROXFLyQGHOGHMXQLRGH\OD5HVROX-
PX\ JUDYH HO SUREOHPD GHO SRGHU HQ ORV VDEHUHV FLyQGHOGHHQHURGHSDVDD¿QDQFLDUIXQ-
Porque eso sí, el economista está dispuesto a discu- damentalmente el Programa Nacional de Médicos de
tir, pero él será la autoridad en economía porque la Cabecera.
economía es su ciencia madre y a los médicos, en el El Programa Nacional de Médicos de Cabecera
problema de la malaria, cómo puede un economista es un programa destinado a brindar cobertura de primer
imponernos su criterio. Entonces el problema era, QLYHODPEXODWRULRDORVKDELWDQWHVTXHQRSRVHDQFREHU-
\DQRHOGHOFRQRFLPLHQWRíTXHHQPLRSLQLyQHVHO tura médica y que no cuenten con otra posibilidad de
SUREOHPDSULQFLSDOíHUDHVWHRWURUHÀHMRGHODSUR- atención que la que les puede brindar el sistema público,
blemática del poder. Porque el problema del poder HVWDQGRSUHYLVWDVXLPSOHPHQWDFLyQHQWRGRHOWHUULWRULR
no es sólo cómo el Estado lo ejerce, son todos estos de la Nación, mediante la adhesión de los efectores de
circuitos del poder, es este poder del saber que está Salud de las distintas jurisdicciones.
permanentemente circulando en cada momento y La Coordinación del Programa está a cargo de la
que lo tenemos por todos los poros tanto en lo indi- Subsecretaria de Atención Primaria de la Salud y el gas-
YLGXDO\PiVHQORFROHFWLYRHQORVRFLDOª)UDQFR to que demanda el Programa es imputado a los créditos
$JXGHOR asignados a las partidas del presupuesto de este Minis-
terio y de otras jurisdicciones.
Década del 90 − Del primer nivel de El Subsecretario de Atención Primaria de la Salud se
atención a la planificación estratégica halla facultado para gestionar la suscripción de Cartas
de Compromiso con los efectores de Salud jurisdiccio-
A partir de la Declaración de Santa Rosa, en el ámbi- nales para el cumplimiento de las funciones asignadas.
WRGHO&2)(6$HO\GHQRYLHPEUHGHHQ (O3URJUDPDGLVHxDGRSRUHO0LQLVWHULRHVLPSOH-
GRQGHVHH[SUHVDEDTXHOD$36HUDODUHIRUPDHVSHUDGD mentado por el Gobierno de la Jurisdicción, con el apo-
en el Sistema de Salud Argentino, en el ámbito de la \RVXSHUYLVLyQ\¿QDQFLDFLyQGHFUHFLHQWHGHO0LQLVWH-
6XEVHFUHWDUtDGH$WHQFLyQ0pGLFD3URJUDPDV3ULRULWD- ULRGH6DOXGGHOD1DFLyQ/D¿QDQFLDFLyQGHFUHFLHQWH
ULRVVHFRPHQ]yDDSOLFDUHO3ODQ1DFLRQDOGH$WHQFLyQ consiste en:
Primaria de Salud que comprendía:
/D-XULVGLFFLyQDWUDYpVGHVXRUJDQLVPRGH6DOXGHV
x Inclusión obligatoria de la APS en el marco del Pro- la encargada de gestionar el sistema de atención médica,
grama Nacional de Hospitales de Autogestión, con procurando que se realice bajo criterios de accesibili-
XQSRUFHQWDMH¿MRSDUD¿QDQFLDUHOSULPHUQLYHO GDG\SDUWLFLSDFLyQGHORVEHQH¿FLDULRVLPSOHPHQWDQGR
x Incorporación de las Normas de APS en el Progra- XQPRGHORGHDWHQFLyQTXHRUGHQHHOÀXMRSUHVWDFLRQDO
ma Nacional de Garantía de Calidad UHVSRQVDELOLFHDORVGLYHUVRVDFWRUHVVREUHODDVLJQDFLyQ
x Incorporación de un Programa de Reforma de la GHORVUHFXUVRV\SULYLOHJLHODUHODFLyQPpGLFRSDFLHQWH
$36DWUDYpVGHXQFUpGLWRGHO%,'TXHLQFOX\HUD por encima de las ecuaciones económicas.
capacitación, mejoramiento de la calidad e incenti-
YRVDOWUDEDMRHQHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQ La Jurisdicción selecciona al profesional que cumpli-
rá la función de Médico de Cabecera, pudiendo reunir
La APS después del año 2000. SDUDHVWDWDUHDHO$SR\RGHORV1LYHOHVGH&RODERUDFLyQ
De la capacitación y consolidación
a la medicina integrada La Jurisdicción Acotada propone al Ministerio de
Salud de la Nación los nombres y currículum de los
A pesar de la estrategia, quedó a todos claro que no se profesionales, y el Ministerio de Salud contrata a tales
KDEtDDOFDQ]DGRODGH¿QLFLyQKRUL]RQWHGH©VDOXGSDUD SURIHVLRQDOHV SRU XQ PRQWR TXH SRGUi VHU PRGL¿FDGR
WRGRVHQHODxRªXQDH[SUHVLyQFRP~QHQHVRV FRQHODFXHUGRGHODVSDUWHVFDGDVHLVPHVHV
DxRVHUDTXHDOSDVRTXHVHVHJXtDVHUtDDOFDQ]DGDHQ
©DxRVª$FWXDOL]DGDFRPR©VDOXGSDUDWRGRVHQ La elaboración de los padrones sobre la base del ca-
HOPHQRUWLHPSRSRVLEOHªODHVWUDWHJLDGH$36UHQRYy WDVWURGHEHQH¿FLDULRVODVLWXDFLyQVRFLRHFRQyPLFDGH
VXVREMHWLYRVSHURVLJXLyVLHQGRHOFDPLQRPiVLQGL- ORVEHQH¿FLDULRVGHFDGDGLVWULWR\ORVGDWRVHSLGHPLR-
cado para constituir el núcleo principal de un sistema OyJLFRV GLVSRQLEOHV VHUYLUiQ GH EDVH SDUD HO HVWDEOHFL-
de salud. miento de metas y programas sanitarios.
2. APS: Evolución nacional y en la ciudad de Buenos Aires 53
Debe incluir entre sus contenidos los temas que el Capacitación en servicio
ministerio determine. 6LHQGR YRFDFLyQ GHO 0LQLVWHULR GH 6DOXG IRPHQWDU HO
perfeccionamiento de los recursos humanos del sector
Complementariamente, el Departamento de Educa- VDOXGHQWRGRVVXVQLYHOHV\HQSURFXUDSHUPDQHQWHGH
ción para la Salud y el Departamento de Salud Ambien- ODH[FHOHQFLDHOPRGHORSUHYpHOGHVDUUROORGHSURJUD-
tal del Ministerio de Salud de la Nación tendrán a su mas de capacitación continuada y sistemática del recur-
cargo la capacitación de los profesionales del Programa VRKXPDQRDWUDYpVGHODUHDOL]DFLyQSHULyGLFDGHFXU-
en temas tales como Relación Médico Paciente, Violen- sos de capacitación obligatorios para los profesionales
FLD)DPLOLDU6DOXG$PELHQWDOHWFPHGLDQWHODUHDOL]D- GHHVHQLYHO\SURPXHYHODFDSDFLWDFLyQHQVHUYLFLRGH
ción de encuentros regionales de dos días de duración. ORVSURIHVLRQDOHVTXHVHGHVHPSHxDQFRPRPpGLFRVGH
(O 3URJUDPD SUHYp OD FRRUGLQDFLyQ FRQ RWURV SUR- cabecera en el marco del programa y de profesionales
gramas y áreas ministeriales tales como Salud Bucal, PpGLFRVFRQIXQFLRQHVVLPLODUHVHQSURJUDPDVD¿QHV
Áreas de Riesgo, Patologías de Riesgo, etc.
En el marco del Programa se establece, en colabo- Creación de una red de agentes de promoción
ración con el Ministerio de Educación de la Nación, el El Programa Nacional de Médicos de Cabecera consti-
programa «El Médico en la Escuela», destinado a brin- WX\HHQODSUiFWLFDXQDYHUGDGHUDUHGGHDJHQWHVRGLIX-
GDUDFFLRQHVGHSURPRFLyQ\SUHYHQFLyQGHODVDOXGD VRUHVGHORVSURJUDPDVGHSUHYHQFLyQGHODHQIHUPHGDG
ORVDOXPQRVGHORVHVWDEOHFLPLHQWRVHGXFDWLYRVGHQLYHO \SURPRFLyQGHODVDOXGDWUDYpVGHODFRRUGLQDFLyQ\
primario y secundario. DSR\RUHFtSURFRFRQRWURVSURJUDPDVD¿QHVGHVDUUROOD-
En su estructura de gestión, el Programa establece GRVSRUHO0LQLVWHULRGH6DOXGGHOD1DFLyQ3520,1
XQ1LYHOGH&RODERUDFLyQDFDUJRGHGLVWLQWDVHQWLGDGHV 352$36/86,'$'(1*8(HWF
colaboradoras pudiendo ejercer esa función aquellas or-
JDQL]DFLRQHVQRJXEHUQDPHQWDOHV21*TXHKDELHQGR Integración a la organización sanitaria
sido designadas como tales por el gobierno jurisdiccio- Los médicos de cabecera del Programa realizan sus ta-
nal o el Ministerio de Salud de la Nación, tengan entre reas en coordinación e incorporados a la organización
VXV REMHWLYRV OD PHMRUD GH OD VDOXG GH OD SREODFLyQ \ VDQLWDULDSURYLQFLDO\RPXQLFLSDOGHVDUUROODQGRVXDF-
cuenten local o regionalmente con una adecuada inser- WLYLGDG HQ IRUPD LQWHJUDGD FRQ HO UHVWR GH ORV QLYHOHV
ción comunitaria. GH OD RUJDQL]DFLyQ \ HQ HVWUHFKD LQWHUFRQH[LyQ FRQ HO
+RVSLWDOGH5HIHUHQFLD/RFDO=RQDO\FRQOD5HGGH
Objetivos 6HUYLFLRV+RVSLWDODULRVMXULVGLFFLRQDO\GHWRGRHOSDtV
«Nosotros, las Ministras y Ministros de Salud y sus y el desarrollo de las capacidades de las personas y
representantes reunidos en el marco de la Conferencia sus comunidades.
Internacional de Salud para el Desarrollo: ‘Derechos, /D VDOXG VH HQFXHQWUD FRQGLFLRQDGD SRU GLYHUVRV \
hechos y realidades’, que se realizó en la Ciudad de dinámicos determinantes sociales, económicos, cul-
%XHQRV$LUHVORVGtDV\GHDJRVWRGHOSDUD turales y ambientales. La responsabilidad por su cui-
DQDOL]DU ORV ORJURV \ ODV GL¿FXOWDGHV HQ OD LPSOHPHQ- GDGRHVGHWRGRV\HOUROGHORVVLVWHPDVGHVHUYLFLRV
tación de la Estrategia de Atención Primaria de la Sa- de salud, basados en la estrategia de atención prima-
lud y con el objeto de propiciar el fortalecimiento de ULDHVFODYHHLQFOX\HDODFRPXQLGDG(VWRLPSOLFDOD
FRQVHQVRV\DHVWDEOHFLGRV\JHQHUDUQXHYDVSURSXHVWDV necesidad de políticas de Estado y compromiso desde
tendientes a la consagración de una estrategia de salud WRGRVORVVHFWRUHVRUJDQLVPRVS~EOLFRVVHFWRUSULYD-
para la equidad, basada en la atención primaria. do, organizaciones de la comunidad, organizaciones
&RQVLGHUDQGR\WHQLHQGRHQFXHQWDTXH internacionales y de cada uno de los ciudadanos.
5HD¿UPDPRVTXHGLVIUXWDUHOPi[LPRJUDGRGHVD- 4. Reconocemos que la salud es fundamental para la
lud que se pueda alcanzar es uno de los derechos FRQVHFXFLyQGHORVREMHWLYRVGHGHVDUUROORFRQYHQLGRV
fundamentales de todo ser humano sin distinción de LQWHUQDFLRQDOPHQWHLQFOXLGRVORVTXH¿JXUDQHQOD'H-
raza, religión, ideas políticas o condición económica claración del Milenio, que refuerzan a la salud como
o social, siendo esto responsabilidad y deber del Es- una parte esencial del desarrollo y que, por lo tanto,
tado conjuntamente con la participación ciudadana. es necesario aumentar los compromisos políticos de
5HFRQRFHPRVTXHORVHVIXHU]RVGHODVVRFLHGDGHV\ todos los sectores y recursos destinados al sector salud.
las políticas públicas deben orientarse hacia el de- $¿UPDPRVTXHODHTXLGDGXQLYHUVDOLGDG\VROLGDUL-
sarrollo humano. Esto implica que dichos esfuerzos dad deben regir los sistemas y las políticas de salud
requieren encaminarse al mejoramiento de la calidad y desarrollo.
GHYLGDGHORVSXHEORVHQFRQWUDGHODSREUH]D\OD /DHVWUDWHJLDGH$WHQFLyQ3ULPDULDGHOD6DOXG$36
H[FOXVLyQDVHJXUDQGRODLJXDOGDGGHRSRUWXQLGDGHV VHEDVDHQYDORUHV\SULQFLSLRVTXHVLJXHQYLJHQWHV\
58 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
R S AL L
LU
D ÓN DA
D IL ÓN LIA NF CA LE
S
CA
CI NI NT CI MI LE MI IA NT BU
SA RI FA ZA RO DÉ NC ME
LA UT SA IN NI FA T N E D UD
N Y O U N N E S LU L
RA Y LE RN IN
M
CI
Ó CO F. E SA
PA N AB TE EN DS SA
IÓ
MA CA Y
ME
IÓ
N
T AC P OT N N I FI RAT TT
O
N
C Ó A T Y I Ó
UC
A EN UA CI PL , IS
IM AG EN EV EV OV
ED AL AT PR PR PR
SÍ NO NO SÉ
0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 0
1
EM
A
IC
O
AP
S
IÓ
N . AP
S
RE
V
IST
A OS IÓ
N
LE
S
LÍT AC E.. RI CC IB ...
IST LA BL SE DE YP AL UA LE EX RB
LS PO AN A RO N RN US FL SU
DE DO R PO B
ED
IÓ TE S EE S DE
AL LO LA ON OC
R PA A LO AP
OR SP A C SM
E L IB
OM OS ID
AD V DA OS DE
SD DE PR CI NO AL
L RE ES TO D PT E O IUE E
TICU PO
R
EA AD IZ A OSRE
S L LA RVOQ A
R
RI
D AN CI
A F TE DE SE ÓN
AR A NT RG LO
H
EN MO CI
ÑAD U TO ME O L HA N A
IN A
A RO A E T
PA SA D ÁN D N S P
OM LA UA ST AR TA T IE DO DA
AC D EC
OSE D ES R IEN I OS N TA
D EA
I C E
EA IC SO VI OR
I
AD
BR RV AP ER ID
CU S SE OSS P AC
LO L CA
100%
10
90% 20
80% 20 40 40
70% 60
60%
50%
70
40%
70 50
30% 60
20% 40
10%
10 10
0%
PACIENTES VISTOS POR EL SISTEMAS DE CITAS Y SE FOMENTA ADSCRIPCIÓN SISTEMA REF Y CONTRARREF BUENA DOTACIÓN DE MÉDICOS
MISMO PRESTADOR SEGUIMIEINTO ÁREAS Y ENFERMERAS
100% 10
90% 20 20 20 20
30 30 30 30
80% 50 40 50 50
70% 60 60 60 60 20 40 60
30 70
60% 80
30 50
50% 100 100
70
40% 60 60 40 20
10 10
30% 60 50
50 50 30 50 50
20% 40 40 40 20
30 30 30 30
10% 20
10 10 10 10 0 10 10
0%
ES LT S C ES L AS AS AS R L
NE
S ÑO YO
R AL UR
O A R I VOS ET TB ES OR TA LU
D
RI IÓ
N
LA CA
NI OL DU AT LI OR ON M EN EN IC IC IC
CIO
ES A D ES A MA EN SEG A MI E NT TT
O
EN CI M B ÁS ÓN SA I TA U TR SCO BU
ZA N S T R F V M I C ÍA D R L A S E D
NI MU NE UN UL P
RT
O
ÓN
E ES AD RUG LU CA
S C RA N D LU
MU AD CIÓ
N
CI PR EN
F RA PA AS LU SA
CO M U C OM PA S
SI
ON ÍA CI SA DI PA AM SA
IN F CO ES N I CA NE E JER MÉ N NF R S AS
EN F EN
F N TE F E L E S I Ó E G A M
EN MU A
AN
I ÁM O NS E
A C Y TT
O O AM RA
CO PL EX TT CO AD PR GR OG
F ID UC PR
EN I AL ED DX P RO
C
PE
ES
Figura 2.5: Modelo de atención de APS integralidad. Grado en que los establecimientos entregan los siguientes servicios
100%
90% 20 20
30
80%
50 50 50
70%
60%
50%
70
40% 80
70
30% 40
50 50
20%
10%
10 10
0%
NORMAS DE REGISTRO DE REGISTRO DE CONTROL GUÍAS CLÍNICAS POLÍTICAS
REGISTRO PARA VACUNAS Y CONTROL PRENATAL DE RELACIÓN ENTRE
CRECIMIENTO CRECIMIENTO PARA PRENATAL PARA EL USUARIO NIVEL PRIMARIO Y
DESARROLLO Y EL USUARIO OTROS
VACUNACIONES
Figura 2.7: Modelo de atención de APS coordinación. Efectividad de la coordinación entre niveles del sistema
de salud
LOCAL 20 50 30
INTERMEDIO 20 70 10
NACIONAL 50 50
Figura 2.8: Planificación. ¿Se encuentran las capacidades y herramientas para planificar suficientemente desarro-
lladas para apoyar el enfoque de APS?
62 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
LOS MÉDICOS EN
GENERAL TIENEN
INTERÉS EN EL NIVEL
50 40 10
PRIMARIO
Figura 2.10: Logros alcanzados por la APS en el país: principios. ¿Cuál es la valoración del grado de avance en
los principios del enfoque de APS en los últimos 20 años?
2. APS: Evolución nacional y en la ciudad de Buenos Aires 63
PROMOCIÓN DE LA SALUD 40 40 20
EXPECTATIVA DE VIDA 30 50 20
POLÍTICAS ECONÓMICAS CONTRA LA
POBREZA 70 20 10
CAPACIDAD DE RESPUESTA
DE ESTABLECIMIENTOS 30 50 20
SERV PREVENTIVOS 10 50 40
MEDS ESENCIALES 30 40 30
1
Presentado en Buenos Aires, en el XV Congreso Argentino de Administración Hospitalaria. Ministerio de Salud GCABA, octubre
%DVDGRHQHO'RFXPHQWR³$36HQHOVLJOR;;,´FRQODFRODERUDFLyQGHSHUVRQDODVLVWHQFLDOGLUHFWLYR\GRFHQWHGH6HUYLFLR
GH3URJUDPDV$VLVWHQFLDOHV6HUYLFLR0DGULOHxRGH6DOXG0DGULG&HQWURGH6DOXG'HOLFLDV6XU=DUDJR]D&RQVHMR*HQHUDOGHGLSOR-
PDGRVHQ7UDEDMR6RFLDO\$VLVWHQWHV6RFLDOHV%DUFHORQD6RFLHGDG(VSDxRODGH0HGLFLQD)DPLOLDU\&RPXQLWDULD0iODJD'LYLVLyQ
GH$WHQFLyQ3ULPDULDGHO,QVWLWXW&DWDOiGH6DOXW%DUFHORQD6HUYLFLR0XUFLDQRGH6DOXG6XEGLUHFFLyQ*HQHUDOGH$WHQFLyQ3ULPDULD
8UJHQFLDV\(PHUJHQFLDV0XUFLD(TXLSRGH$WHQFLyQ3ULPDULD/DV&DOHVDV0DGULG6RFLHGDG(VSDxRODGH3HGLDWUtD([WUDKRVSLWDOD-
ULD\$WHQFLyQ3ULPDULD6DODPDQFD)HGHUDFLyQGH$VRFLDFLRQHVGH(QIHUPHUtD&RPXQLWDULD\$WHQFLyQ3ULPDULD0iODJD&HQWURGH
6DOXG9LFHQWH6ROGHYLOOD0DGULG6RFLHGDG(VSDxRODGH0HGLFLQD*HQHUDO/XJR'LUHFFLyQGH$WHQFLyQ3ULPDULD\&RPXQLWDULD6HU-
YLFLR9DVFRGH6DOXG9LWRULD6HUYLFLRGH6DOXGGHO3ULQFLSDGRGH$VWXULDV2YLHGR&HQWURGH$WHQFLyQ3ULPDULD&$36(%DUFHORQD
'LUHFFLyQ$WHQFLyQ3ULPDULD1DYDUUD*HUHQFLDGHO+RVSLWDO&DP0LVVHV,EL]D6RFLHGDG(VSDxRODGH0HGLFLQD5XUDO\*HQHUDOLVWD
6RFLHGDG(VSDxRODGH0HGLFLQD)DPLOLDU\&RPXQLWDULD6DODPDQFD,QVWLWXWRGH,QIRUPDFLyQ6DQLWDULD0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQ-
sumo, Madrid. Centro Instituto Catalán de la Salud, Terrasa, Barcelona.
66 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
GDQDORVFLXGDGDQRVFRPRORVYDORUHV\SULQFLSLRVGHO 1DFLRQDOGH6DOXGíGHEHJDUDQWL]DUODJOREDOLGDGFRQWL-
VLVWHPDVDQLWDULRHVSDxRO$GHPiVGHHVWRVYDORUHVSDUD nuidad y accesibilidad de la atención a lo largo de toda la
TXHODVIXQFLRQHVEiVLFDVGHDWHQFLyQSULPDULDVHOOHYHQ YLGDGHODVSHUVRQDVDFWXDQGRFRPRJHVWRU\FRRUGLQD-
DGHODQWHHVSUHFLVRGH¿QLUORVVHUYLFLRVGHWLSRDVLVWHQ- dor de casos y regulador del caminar del paciente por una
cial, de salud pública, de apoyo y de atención a la comu- organización asistencial multiprofesional. La reforma de
nidad que ha de ofrecer atención primaria, así como la OD DWHQFLyQ SULPDULD LQLFLDGD HQ KD VXSXHVWR XQ
organización más adecuada dentro del sistema de salud VLJQL¿FDWLYRLQFUHPHQWRHQODVSUHVWDFLRQHV\FDSDFLGDG
SDUDRIUHFHUFRQODPD\RUFDOLGDGHVRVVHUYLFLRV UHVROXWLYDGHHVWHQLYHODVLVWHQFLDOFRQXQGHVDUUROORLP-
SRUWDQWHHQORV~OWLPRVDxRVWDQWRFXDOLWDWLYRFRPR
Análisis de la situación FXDQWLWDWLYRGHVXRIHUWDRFDUWHUDGHVHUYLFLRV8QDFDU-
WHUDFRPSUHQGLGDSRUXQFRQMXQWRGHVHUYLFLRVGLULJLGRV
La oferta de servicios hacia las personas, familias y grupos sociales, de promo-
FLyQGHODVDOXGSUHYHQFLyQGHODHQIHUPHGDGDVLVWHQFLD
/DGHVFULSFLyQGHODRIHUWDGHVHUYLFLRVDVLVWHQFLDOHVD sanitaria, mantenimiento y recuperación de la salud y
WUDYpVGHXQDFDUWHUDGHVHUYLFLRVVHLQLFLyDFRPLHQ]RV UHKDELOLWDFLyQ$GHPiV OD FDUWHUD GH VHUYLFLRV KD IDYR-
GHODGpFDGDGHORVHQORVVHUYLFLRVGHVDOXGJHVWLRQD- recido el desarrollo de las funciones de docencia, forma-
GRVSRUHO,16$/8'JHQHUDOL]iQGRVHSRVWHULRUPHQWH FLyQHLQYHVWLJDFLyQDVtFRPRODJHVWLyQGHODDWHQFLyQ\
DO UHVWR GH VHUYLFLRV GH VDOXG /D FDUWHUD GH VHUYLFLRV OD FRRSHUDFLyQ HQWUH QLYHOHV DVLVWHQFLDOHV7RGR HOOR KD
VXSRQHHOFRPSURPLVRGHOVHUYLFLRVDQLWDULRFRQHOFLX- SUHWHQGLGRJDUDQWL]DUODFRQVHFXFLyQGHORVREMHWLYRVGH
dadano en relación a las prestaciones que se le ofrecen. HTXLGDGHIHFWLYLGDGH¿FLHQFLD\YLDELOLGDGGHOVLVWHPD
Para los profesionales es, además, un instrumento de HQXQPDUFRGHFDOLGDG$SHVDUGHOJUDQDYDQFHFRQVH-
HYDOXDFLyQ \ GH GHOLPLWDFLyQ GH FRPSHWHQFLDV < SRU guido hasta ahora por la atención primaria y la ampliación
último, para los gestores supone una herramienta de GHODFDUWHUDGHVHUYLFLRVHVQHFHVDULRVHJXLUDYDQ]DQGR
SODQL¿FDFLyQ\HOHFFLyQGHSULRULGDGHV(VWHLQWHQWRGH \VLHVSRVLEOHFRQXQDSHUVSHFWLYDSUHPRQLWRULD<DHQ
armonización de la oferta en atención primaria ha dado ORV~OWLPRVDxRVVHKDSURGXFLGRHQQXHVWURHQWRUQRXQD
buenos resultados, al menos para garantizar la equidad VHULHGHFDPELRVVRFLRGHPRJUi¿FRVLPSRUWDQWHVTXHKDQ
GHDFFHVR\ODFDOLGDGGHOVHUYLFLR$HOORKDFRQWULEXLGR VXSXHVWRPRGL¿FDFLRQHVGHOHQWRUQRGHORVVHUYLFLRVGH
ODLQFOXVLyQHQODRIHUWDGHVHUYLFLRVGHORVFULWHULRVGH atención primaria y que nos alertan sobre dónde debemos
población diana, normas técnicas de calidad e indicado- dirigir nuestros esfuerzos. Algunos de estos cambios son:
res de cobertura y resultados.
1R REVWDQWH WRGDYtD HV FRQVLGHUDEOH HO GHVFRQR- (QYHMHFLPLHQWRSREODFLRQDO
FLPLHQWR GH ORV XVXDULRV GH ORV VHUYLFLRV UHDOHV D ORV $XPHQWR GH OD SUHYDOHQFLD GH SDWRORJtDV FUyQLFDV
que tienen derecho, entre otras cosas por su escasa \R GHJHQHUDWLYDV GLDJQRVWLFDGDV DGHPiV HQ XQD
SDUWLFLSDFLyQHQHOGLVHxRGHODRIHUWDGHVHUYLFLRV(Q fase más precoz de la enfermedad
cuanto a los profesionales, hay cierto cuestionamiento Aumento de las situaciones de dependencia
al entender que, en pocos casos, la cartera ha recogido $XPHQWR\YDULHGDGGHORVSUREOHPDVSVLFRVRFLDOHV
HOFRQMXQWRGHODDFWLYLGDGSURIHVLRQDOQRVLHQGRDGH- y de las demandas relacionadas con la salud mental
más, proporcional la asignación de recursos a la carga Incremento de la población inmigrante
GH WUDEDMR )LQDOPHQWH OD HYDOXDFLyQ GH OD FDUWHUD GH Cambios en la estructura familiar
VHUYLFLRVKDSUHVHQWDGRSUREOHPDVQRGHVGHxDEOHV$Vt Incremento de la morbimortalidad asociada a los es-
no ha conseguido establecer correcciones que permitie- WLORVGHYLGDQRVDOXGDEOHV
UDQ WHQHU HQ FXHQWD ODV HVSHFL¿FLGDGHV VRFLRHFRQyPL- Mayor información por parte de los usuarios y cam-
FDV\GHPRJUi¿FDVGHFDGD]RQDEiVLFDGHVDOXGQRKD ELRV HQ HO FRQFHSWR GH VDOXG JHQHUiQGRVH QXHYDV
FRQVHJXLGR XQD FRRUGLQDFLyQ HIHFWLYD HQ ORV VHUYLFLRV QHFHVLGDGHV\H[SHFWDWLYDVHQVDOXG
QHFHVDULDPHQWHFRPSDUWLGRVFRQHOVHJXQGRQLYHO\HQ 0D\RUH[LJHQFLDSRUSDUWHGHORVXVXDULRVHQODFDOL-
VXFRQFHSFLyQKDDGROHFLGRGHXQGLVHxRSLUDPLGDOFRQ GDGGHORVVHUYLFLRVSUHVWDGRV
poca implicación de los profesionales asistenciales en ,PSRUWDQWHGHVDUUROORFLHQWt¿FR\WHFQROyJLFR
VXHODERUDFLyQ\PRGL¿FDFLRQHV
Servicios administrativos. Las unidades
Servicios básicos asistenciales de atención al usuario en Atención Primaria
/D DWHQFLyQ SULPDULD GH VDOXG íFRPR HO QLYHO LQLFLDO /D HYROXFLyQ GH OD DWHQFLyQ SULPDULD KD SXHVWR GH
básico y central de la atención sanitaria en el Sistema PDQL¿HVWRTXHHQVXUHIRUPDQRVHSRQGHUDURQDGH-
3. Gestión en APS: Análisis de situación y propuestas de mejora 69
cuadamente todos los aspectos que con el tiempo se- Actividades de soporte:
UtDQ UHOHYDQWHV HQ OD SUHVWDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV 6L docencia e investigación
ELHQ ORV DVSHFWRV DVLVWHQFLDOHV HVWDEDQ ELHQ GH¿QL-
dos, no sucedió lo mismo con lo que debían de ser Docencia
ORV GLVSRVLWLYRV DGPLQLVWUDWLYRV GH DSR\R D OD ODERU /DV DFWLYLGDGHV GH LQYHVWLJDFLyQ \ GRFHQFLD FRQVWLWX-
FOtQLFRDVLVWHQFLDO/RVSURIHVLRQDOHVGHORVVHUYLFLRV \HQ XQD GLPHQVLyQ PiV GH ORV VHUYLFLRV GH DWHQFLyQ
DGPLQLVWUDWLYRV DO HVWDU HQ FRQWDFWR GLUHFWR FRQ HO primaria. La oferta asistencial de atención primaria se
usuario, son un elemento de capital importancia por HQULTXHFH\VHMXVWL¿FDVRFLDOPHQWHFXDQGRVHGHVDUUR-
su papel ante los ciudadanos y ante la propia organi- OODDFRPSDVDGDFRQODVDFWLYLGDGHVGHIRUPDFLyQGHORV
zación interna. SURIHVLRQDOHVKDFLDHOH[WHULRURSDUDVDWLVIDFHUQHFHVL-
Al inicio de la reforma de la atención primaria, se dades internas del equipo. De igual forma, el desarrollo
UHTXHUtDGH¿QLUODVQXHYDVIXQFLRQHVGRWDUGHSHUVRQDO GHOtQHDVGHLQYHVWLJDFLyQUHIXHU]DHLQFUHPHQWDODFD-
\DGHFXDUODIRUPDFLyQGHORVVHUYLFLRVDGPLQLVWUDWLYRV lidad de las prestaciones asistenciales tradicionales de
Inicialmente, no todos los centros disponían de personal los equipos.
no sanitario de apoyo, sobre todo en el ámbito rural. En
GRQGH H[LVWtD HVWD ¿JXUD ODV DFWLYLGDGHV GHVDUUROODGDV Investigación
se centraban en la organización del acceso a las con- /DLQYHVWLJDFLyQHVLPSUHVFLQGLEOHHQWRGRVORViPEL-
sultas mediante la entrega de números y la recogida de tos profesionales sanitarios, ya que la práctica clínica,
DYLVRVGHDVLVWHQFLDDGRPLFLOLR ODLQYHVWLJDFLyQ\ODGRFHQFLDIRUPDQXQFRQMXQWRTXH
En la actualidad, el grado de desarrollo de las uni- GH¿QHHOWUDEDMRGHFDOLGDG(VDWUDYpVGHODWUDQVPLVLyQ
GDGHV DGPLQLVWUDWLYDV GH DWHQFLyQ DO XVXDULR HQ ORV GHOFRQRFLPLHQWRDODVQXHYDVJHQHUDFLRQHV\GHOGHVD-
FHQWURVGHVDOXGHVPX\KHWHURJpQHR/DSURSLDHYROX- UUROORHLQQRYDFLyQHQHOFRQRFLPLHQWRFRPRVHSXHGH
ción de la tecnología y de los requerimientos sociales contribuir al progreso del sistema sanitario y de sus pro-
KDQKHFKRTXHGLVPLQX\DQODVDFWLYLGDGHVPiVRPH- fesionales.
QRVPHFiQLFDVDIDYRUGHIXQFLRQHVTXHUHTXLHUHQXQD
PD\RU HVSHFLDOL]DFLyQ (Q ORV FRQVXOWRULRV SHTXHxRV Situaciones especiales
hay menos personal de apoyo, lo que se puede paliar
en parte mediante la tecnología que dote al centro de La atención urgente en atención primaria
FRQH[LyQon line\DWUDYpVGHPRGHORVRUJDQL]DWLYRV El modelo actual de atención a las urgencias es fruto de
desde la cabecera de los centros de salud. No obstan- ODHYROXFLyQGHOPRGHORH[LVWHQWHDQWHVGHODUHIRUPD
WHORVSURIHVLRQDOHVVDQLWDULRVPpGLFRV\HQIHUPHUDV (QODV]RQDVXUEDQDVH[LVWtDQVHUYLFLRVGHXUJHQFLDVTXH
TXHWUDEDMDQVRORVHQFRQVXOWRULRVPXFKDVYHFHVKDQ IXQFLRQDEDQ FRQ SHUVRQDO FRQWUDWDGR HVSHFt¿FDPHQWH
de asumir estas tareas. para esta función, de lunes a sábado, desde las 17 has-
$XQTXHVHUtDGLItFLOGH¿QLUXQDXQLGDGDGPLQLVWUD- WDODVKRUDVGHOGtDVLJXLHQWHDWHQGtDQODVGHPDQGDV
WLYDGHDWHQFLyQDOXVXDULRtipoTXHIXHUDYiOLGDSDUD SURGXFLGDVKDVWDODVGHODPDxDQD\ODVKRUDVORV
WRGR HO WHUULWRULR VH SXHGHQ GLIHUHQFLDU ORV VHUYLFLRV GRPLQJRV\IHVWLYRV(QWUHODV\ODVKRUDVHOUHV-
que desde ella se prestan en dos áreas funcionales, se- ponsable de las urgencias domiciliarias era el médico
J~Q D TXLpQ YD\DQ GLULJLGDV$Vt H[LVWLUtDQ VHUYLFLRV de familia o pediatra de cupo y zona pero, en las áreas
dirigidos al clienteH[WHUQRORVFLXGDGDQRVXQDR¿- urbanas, lo más habitual era que los ciudadanos se des-
FLQDGHXVXDULRV\RWURVVHUYLFLRVGLULJLGRVDO cliente SOD]DVHQDORVVHUYLFLRVGHXUJHQFLDVKRVSLWDODULRVWDQWR
LQWHUQR ORV WUDEDMDGRUHV GHO HTXLSR ODV XQLGDGHV GH en horario diurno como nocturno. En las zonas rurales
DSR\R \ ODV HVWUXFWXUDV GLUHFWLYDV GH JHVWLyQ \ XQD los médicos de APD permanecían de guardia localizada
R¿FLQD GH FHQWUR DQWLJXDPHQWH FRQFHELGD FRPR XQD KRUDVGtDVDODxR
VHFUHWDUtD (VWD GLYLVLyQ HV ~WLO FDUD D OD UHJXODFLyQ Con la reforma de la atención primaria, los centros
de los procedimientos, aunque en la cotidianeidad del de salud comenzaron a atender las consultas urgentes
WUDEDMRHQORVHTXLSRVUHVXOWDPiVYLUWXDO(VWDGLIHUHQ- en el centro, mientras estos permanecían abiertos, y las
ciación no supone la necesidad de especialización por urgencias domiciliarias hasta las 17 horas, de lunes a
parte de los profesionales de las unidades administra- ViEDGR ,QLFLDOPHQWH VH PDQWXYLHURQ ORV GLVSRVLWLYRV
WLYDVDXQTXHVtMXVWL¿FDODVHSDUDFLyQGHGRVJUDQGHV HVSHFt¿FRVGHXUJHQFLDVDXQTXHIXHURQHYROXFLRQDQGR
espacios funcionales para estas áreas y una prepara- VHJ~QODV&RPXQLGDGHV$XWyQRPDVDGLVSRVLWLYRVFRQ
FLyQVX¿FLHQWH distintas denominaciones y modelos de organización.
En los centros rurales se implantó el modelo de aten-
ción continuada, normalmente en los centros cabecera
70 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
,QIRUPDWL]DFLyQ /D SURJUHVLYD LQIRUPDWL]DFLyQ y en la atención domiciliaria, sin que se haya desa-
tanto de las agendas como de la historia clínica, ha rrollado de manera adecuada su implicación en la
IDFLOLWDGRPHMRUDVRUJDQL]DWLYDVGHORVFHQWURVDVt DWHQFLyQGHODVSDWRORJtDVDJXGDVSUHYDOHQWHV\GH
como el creciente desarrollo de sistemas de informa- las urgencias. Esta situación genera que una parte
ción que permiten disponer de datos actualizados y importante de la población asignada a una unidad
¿DEOHVVREUHODDFWLYLGDG\UHVXOWDGRVGHORVHTXLSRV EiVLFDDVLVWHQFLDOWHQJDGL¿FXOWDGSDUDDFFHGHUDORV
QHFHVDULRVSDUDLPSOHPHQWDUPHMRUDVRUJDQL]DWLYDV VHUYLFLRVGHHQIHUPHUtDHQHVSHFLDOORVGHSUHYHQ-
)RUPDFLyQSRVJUDGRHQ0HGLFLQDGH)DPLOLD\&R- ción y promoción de la salud.
PXQLWDULD/DFUHDFLyQGHHVWDHVSHFLDOLGDGHQ Organización del equipo centrada en la medicina
y su posterior obligatoriedad para el ejercicio en y enfermería de familia. El liderazgo y número de
DWHQFLyQSULPDULDDSDUWLUGHJDUDQWL]yXQQL- médicos de familia y enfermería entre los miembros
YHOPtQLPRIRUPDWLYRGHORVPpGLFRVTXHHMHUFHQHQ del equipo condiciona, en ocasiones, una menor par-
HO VLVWHPD \ OD XQL¿FDFLyQ GHO SHU¿O FRPSHWHQFLDO WLFLSDFLyQGHOUHVWRGHSURIHVLRQDOHVHQORVREMHWLYRV
GHOFROHFWLYR \DFWLYLGDGHVGHOHTXLSR
Como principales debilidades del modelo actual se 3RFDÀH[LELOLGDGGHODVDJHQGDV/DLQFRUSRUDFLyQGH
SXHGHQVHxDODU ODVFRQVXOWDVSURJUDPDGDV\ODFLWDSUHYLDDODFXOWXUD
RUJDQL]DWLYDGHORVHTXLSRVGHDWHQFLyQSULPDULDQR
Rigidez del sistema. La actual rigidez de la normati- VLHPSUH VH DFRPSDxy GH XQ SRVWHULRU GHVDUUROOR GH
YDODERUDO\GHODVHVWUXFWXUDVGHJHVWLyQQRIDFLOLWD DJHQGDVÀH[LEOHV\GHFDOLGDG/DJHVWLyQGHOWLHPSR
ODLQQRYDFLyQ\GL¿FXOWDHOGHVDUUROORGHODSRWHQFLD- asistencial adaptado a las necesidades de los ciuda-
lidad de la atención primaria de salud. GDQRV\DODYDULDELOLGDGGHODGHPDQGDSHULRGRVGH
Burocracia. La persistencia de modelos de prescrip- HSLGHPLDOXQHVSXHQWHVHWFKDFHQHFHVDULRHOGHVD-
ción de medicamentos y de incapacidad temporal, UUROORGHDJHQGDVÀH[LEOHV\GLQiPLFDV
no adaptados a las necesidades actuales, genera una 'H¿FLHQFLDVHVWUXFWXUDOHV\GHGRWDFLyQGHUHFXUVRV
sobrecarga de tareas burocráticas que recaen sobre KXPDQRV(OHQYHMHFLPLHQWRGHODSREODFLyQODLQ-
todo en los profesionales sanitarios y que disminu- corporación creciente de población inmigrante y la
yen de forma considerable su tiempo de dedicación PD\RUH[LJHQFLDGHFDOLGDGGHORVVHUYLFLRVS~EOLFRV
D WDUHDV FOtQLFDV PiV H¿FLHQWHV \ PHMRU YDORUDGDV de los ciudadanos han propiciado un desajuste entre
por los ciudadanos. La informatización ha supuesto las dotaciones de los equipos de atención primaria y
XQ LQGXGDEOH DYDQFH SHUR QR KD ORJUDGR HOLPLQDU las necesidades reales de atención.
el problema. &DSDFLGDGUHVROXWLYD/DGRWDFLyQGHPHGLRVGLDJ-
,QVX¿FLHQWHGH¿QLFLyQGHODVIXQFLRQHVGHORVSURIH- nósticos, la limitación del acceso de los médicos de
sionales. La creación de los equipos de atención pri- familia y los pediatras a algunas pruebas comple-
PDULDQRYLQRDFRPSDxDGDGHXQDFODUDGH¿QLFLyQ mentarias y la presión asistencial condicionan, entre
de las funciones de sus componentes. La persisten- RWURVIDFWRUHVODFDSDFLGDGUHVROXWLYDGHODDWHQFLyQ
cia de esta situación ha propiciado un desarrollo he- primaria.
terogéneo de los equipos que genera tensiones entre 6LVWHPDUHWULEXWLYR(OVLVWHPDUHWULEXWLYRXQLIRUPH
distintos profesionales; médicos de familia, pedia- \ FRQ HVFDVD LPSODQWDFLyQ GH LQFHQWLYRV OLJDGRV D
WUDVHQIHUPHUDVDX[LOLDUHVGHFOtQLFDDGPLQLVWUDWL- REMHWLYRVGL¿FXOWDHOUHFRQRFLPLHQWRGHORVSURIH-
YRVFHODGRUHVHWF/DSREODFLyQHQJHQHUDOGHVFR- sionales con mayores responsabilidades y de aque-
QRFHODRIHUWDGHVHUYLFLRVGHDOJXQRVSURIHVLRQDOHV llos que obtienen mejores resultados.
GHORVFHQWURVGHVDOXGHQIHUPHUtDDGPLQLVWUDWLYRV )DOWDGHWLHPSRSDUDODVDFWLYLGDGHVQRDVLVWHQFLDOHV
trabajadores sociales, etc. La presión asistencial creciente ha condicionado, en
'LVWULEXFLyQSRFRH¿FLHQWHGHODVFDUJDVGHWUDEDMR PXFKRVFDVRVHODEDQGRQRSURJUHVLYRGHDFWLYLGD-
*HQHUDGDSRUODIDOWDGHGH¿QLFLyQGHODVIXQFLRQHV des no asistenciales propias de la atención primaria
de los distintos profesionales. FRPR ODV DFWLYLGDGHV FRPXQLWDULDV OD IRUPDFLyQ
,QVX¿FLHQWHLPSOLFDFLyQGHODHQIHUPHUtDHQODDWHQ- FRQWLQXDGDODGRFHQFLD\ODLQYHVWLJDFLyQ
ción de procesos agudos y urgencias. La incorpora- 'L¿FXOWDGHVSDUDODFRQWUDWDFLyQGHSHUVRQDO(QORV
ción de los profesionales de enfermería a los equi- ~OWLPRV DxRV KD KDELGR XQ SURJUHVLYR DXPHQWR GH
SRVHQJHQHUDOFRQXQDSURSRUFLyQHTXLYDOHQWHDOD ODGHPDQGDGHSURIHVLRQDOHVIRUPDGRVDWUDYpVGHO
GHPpGLFRVPRGHORXQLGDGEiVLFDDVLVWHQFLDO VLVWHPD0,5TXHKDLQÀXLGRHQXQDGL¿FXOWDGSUR-
ha propiciado una creciente implicación de la en- JUHVLYDSDUDFXEULUGHWHUPLQDGDVYDFDQWHVSHULRGRV
fermería en la atención de las patologías crónicas GHYDFDFLRQHVHWF
3. Gestión en APS: Análisis de situación y propuestas de mejora 73
GHO3ODQGH6DOXGFRQXQDEDMDLQWHJUDFLyQHQVXGLVHxR XQLGDGHVGHSURYLVLyQ/DFDSDFLGDGGHLQWHUYHQFLyQGH
\DSOLFDFLyQGHRWURVQLYHOHVGHDWHQFLyQ ORVGLVWLQWRVDJHQWHVLPSOLFDGRVHVYDULDEOHDORODUJRGH
Otros aspectos mejorables serían la coordinación de este proceso: en la mayoría de las Comunidades Autó-
ORVQLYHOHVDVLVWHQFLDOHVFRQODUHGGHVDOXGS~EOLFD\OD QRPDVH[LVWHSDUWLFLSDFLyQGHORVSURIHVLRQDOHVVDQLWD-
información que reciben los ciudadanos y los propios rios, pero no así de los ciudadanos en el ámbito que les
SURIHVLRQDOHV VDQLWDULRV HQ UHODFLyQ D ORV REMHWLYRV HQ afecta.
salud y su desarrollo. (OVHJXLPLHQWRGHORVREMHWLYRVVHKDYLVWRLPSXO-
(V SRU WDQWR IXQGDPHQWDO DVHJXUDU TXH OD SODQL¿- VDGRHQORV~OWLPRVDxRVSRUHOGHVDUUROORGHODVQXHYDV
cación estratégica en salud establecida en las Comu- WHFQRORJtDVTXHDGHPiVSHUPLWHXQiJLOSURFHVRGHHYD-
QLGDGHV GLVSRQJD GH SURFHGLPLHQWRV GH¿QLGRV SDUD VX luación. Los sistemas de información permiten medir
HODERUDFLyQ GHVDUUROOR \ HYDOXDFLyQ SHULyGLFD VLHQGR LQGLFDGRUHVFODYHWDOHVFRPRHOQLYHO\ WLSRGHDFWLYL-
aconsejable que desde las administraciones y los co- GDG OD XWLOL]DFLyQ GH ORV VHUYLFLRV ORV FRVWHV OD FDOL-
UUHVSRQGLHQWHV 3DUODPHQWRV DXWRQyPLFRV VH SURPXHYD dad y la satisfacción de los ciudadanos, para establecer
ODSDUWLFLSDFLyQ\ODWUDQVSDUHQFLDLQIRUPDWLYDKDFLDORV comparaciones entre centros y garantizar los derechos
ciudadanos y hacia los profesionales sanitarios. de los ciudadanos.
Por último, es básico alcanzar la armonización entre En algunas Comunidades Autónomas se han imple-
las estrategias autonómicas de salud y las del Estado, en PHQWDGRPHWRGRORJtDVGHPHMRUDGHFDOLGDGYLQFXODGDV
la medida en que muchos de los problemas contempla- DODGH¿QLFLyQ\HYDOXDFLyQGHREMHWLYRVDVtFRPRHV-
GRVSXHGHQVHUDERUGDGRVFRQPD\RUH¿FLHQFLDGHPD- WUDWHJLDVGHLQFHQWLYDFLyQHQUHODFLyQDODFRQVHFXFLyQ
QHUDFRQMXQWD\FRQPHQRULQÀXHQFLDGHRWURVLQWHUHVHV de determinadas metas institucionales.
que no sean estrictamente sanitarios. Son factores limitantes la sostenibilidad económi-
FDGHODRIHUWDHOWRGDYtDLQVX¿FLHQWHGHVDUUROORGHORV
Planificación de la oferta sistemas de información sanitaria y la parcialidad de los
de servicios en Atención Primaria VLVWHPDVGHHYDOXDFLyQDPHQXGRGLULJLGRVPiVKDFLD
los procesos que hacia resultados. En ocasiones, el im-
/DJHVWLyQTXHIDYRUHFHHOGHVDUUROORGHODRUJDQL]DFLyQ pacto de las prioridades políticas altera el desarrollo de
sanitaria es aquella que se basa en el conocimiento, lo ORVREMHWLYRVSUHYLVWRVHQJHVWLyQ6HFRQVLGHUDTXHOD
TXHVXSRQHFUHDU\GLIXQGLUHOFRQRFLPLHQWRFLHQWt¿FR SODQL¿FDFLyQGHREMHWLYRVGHEHLQFOXLUODYDORUDFLyQGH
DSR\DU\GLYXOJDUORVSURFHVRVH¿FLHQWHVGHJHVWLyQFOt- los recursos necesarios para su realización, lo que no
QLFD IDYRUHFHU ODV LQYHUVLRQHV VRFLDOPHQWH UHOHYDQWHV siempre ocurre.
WUDGXFLUHYLGHQFLDVHQSURFHVRVGHJHVWLyQGHOFDPELR
\IDYRUHFHULQQRYDFLRQHVIXQGDPHQWDGDV)UHQWHDHVWH Continuidad en la atención sanitaria
modelo de gestión, el gerencialismo burocrático persi-
JXHHOFRQWUROGHOJDVWRFRPRREMHWLYR¿QDOVLQUHQWDEL- La falta de continuidad entre atención primaria y aten-
OL]DUODVH[SHULHQFLDVGHODRUJDQL]DFLyQ\SURGXFLHQGR FLyQHVSHFLDOL]DGDVLQFULWHULRVFOtQLFRV\RUJDQL]DWLYRV
el distanciamiento de profesionales y ciudadanos. comunes, es uno de los principales problemas de nues-
/D SODQL¿FDFLyQ DQXDOSOXULDQXDO GH REMHWLYRV TXH tro sistema sanitario. Esto origina perjuicios al ciuda-
se realiza actualmente en las Comunidades Autónomas, dano que tiene una imagen fraccionada del sistema y
EDMR XQD UHODFLyQ FRQWUDFWXDO ¿QDQFLDGRUSURYHHGRU HVFDXVDGHSUREOHPDVGHH¿FLHQFLD\GHDFFHVLELOLGDG
FRQWULEX\HDGLVPLQXLUODYDULDELOLGDGHQODRIHUWDGHORV 3DUD WUDWDU GH VROXFLRQDUOR H[LVWH OD WHQGHQFLD FUH-
VHUYLFLRV\DODPHMRUDGHVXH¿FLHQFLD3HUPLWHODDGDS- FLHQWHHQODV&RPXQLGDGHV$XWyQRPDVGHSURPRYHUXQD
WDFLyQDORVFDPELRVGHPRJUi¿FRV\VRFLDOHVDGPLWHOD DWHQFLyQLQWHJUDGDDWUDYpVGHHVWUDWHJLDVGHJHVWLyQFOt-
participación de los profesionales en el pacto, y es una QLFDTXHGH¿QHQODVLQWHUYHQFLRQHVDJDUDQWL]DUHQFDGD
oportunidad para el benchmarking FRPSDUDFLyQ SDUD QLYHO(OPRGHORSUHGRPLQDQWHHVHOGHJHVWLyQFOtQLFD
DSUHQGHUGHODVPHMRUHVSUiFWLFDVHQWUHORVSURYHHGR- GH SURFHVRV FRQ GHQRPLQDFLRQHV GLYHUVDV GLUHFFLyQ
UHV 6X YLQFXODFLyQ UHDO D OD RULHQWDFLyQ PDUFDGD SRU FOtQLFDSURFHVRVFODYHGHDWHQFLyQLQWHUGLVFLSOLQDUSUR-
ORV3ODQHVGH6DOXGHVYDULDEOHDOJXQDV&RPXQLGDGHV FHVRVLQWHJUDOHVHWF
$XWyQRPDVGH¿QHQHVWUDWHJLDVHQVDOXGFRQXQFDUiFWHU /DYLVLyQLQWHJUDOGHODDWHQFLyQSHUPLWHVLWXDUDOD
SOXULDQXDOFRPSDWLELOL]iQGRORFRQREMHWLYRVGHJHVWLyQ atención primaria como eje del proceso, y orientar este
de carácter anual. KDFLD ODV H[SHFWDWLYDV \ QHFHVLGDGHV GHO SDFLHQWH (O
(OGHVSOLHJXHGHODSODQL¿FDFLyQVHSURGXFHen cas- GLVHxR GHO SURFHVR GH DWHQFLyQ UHTXLHUH XQD VHOHFFLyQ
cada GHVGH ORV QLYHOHV WHUULWRULDOHV PiV DOWRV FRQ ODV GH ORV SUREOHPDV SUHYDOHQWHV FRQ DOWR LPSDFWR HQ OD
áreas de salud, hasta los profesionales de las distintas VDOXG \ HQ HO JDVWR VDQLWDULR TXH MXVWL¿TXH HO HVIXHU-
3. Gestión en APS: Análisis de situación y propuestas de mejora 75
blemas de salud. Su utilidad depende de su grado de ac- A continuación se analizarán más profundamente
cesibilidad, de su capacidad para dar cuidados integra- cuáles son estos factores que inciden en la capacidad
OHVDORODUJRGHODYLGDGHOSDFLHQWHORQJLWXGLQDOLGDG de resolución, cuál es la situación actual en nuestro
garantizando la coordinación de los cuidados prestados SDtV\SRU¿QVHKDUiXQDVHULHGHSURSXHVWDVGHPH-
HQGLIHUHQWHVQLYHOHV3DUDORJUDUHVWRVREMHWLYRVVHQH- jora.
FHVLWDXQDDWHQFLyQSULPDULDUHVROXWLYD
(QORV~OWLPRVWLHPSRVODXWLOL]DFLyQGHHVWHQLYHO Factores que influyen en la resolución
asistencial ha aumentado considerablemente. Al ser la y dependen del sistema
atención primaria el primer contacto del usuario con el
VLVWHPD VDQLWDULR HV DTXt GRQGH VH KDFH PiV HYLGHQWH Recursos y financiación
el desequilibrio entre el incremento de la demanda y la 3DUDUHVROYHUGHPDQHUDVDWLVIDFWRULDORVSUREOHPDVVD-
capacidad de respuesta asistencial. nitarios de la población, la organización sanitaria debe
La meta o imagen horizonte de la atención prima- disponer de recursos en personal, equipamiento y me-
ULDSRGUtDUHVXPLUVHFRPRUHVROYHUGHIRUPDHIHFWLYD GLRVDSURSLDGRV\VX¿FLHQWHV(OGp¿FLWGHUHFXUVRVSXH-
H¿FLHQWH \ VDWLVIDFWRULD ORV SUREOHPDV GH VDOXG GH ORV de dar lugar a una menor resolución en atención prima-
pacientes en base poblacional, integrando las diferentes ULDLQVX¿FLHQWHWLHPSRGHFRQVXOWD\GL¿FXOWDGHVSDUD
SDUFHODVGHODSHUVRQDODERUDOIDPLOLDU\VRFLDOHQXQ UHDOL]DURWUDVODERUHVSURSLDVGHHVWHQLYHOUHGXQGDQGR
PDUFRGHHTXLGDG\MXVWLFLDGLVWULEXWLYD HVWRHQXQDPHQRUH¿FLHQFLDGHOVLVWHPD
$WHQGHUFRQFDOLGDGHVQHFHVDULRSHURQRVX¿FLHQWH (O FUHFLPLHQWR SURJUHVLYR GH OD GHPDQGD DVLVWHQ-
$GTXLHUH XQD JUDQ UHOHYDQFLD HQ HO EXHQ R PDO KDFHU FLDO XQLGR D XQ Q~PHUR LQVX¿FLHQWH GH PpGLFRV SDUD
OR TXH SRGUtDPRV GH¿QLU PiV FRPR idoneidad de las DWHQGHUOD VH YH UHÀHMDGR HQ TXH HVWRV SURIHVLRQDOHV
actuaciones ante los problemas de salud. Resolución es DWLHQGHQ HQ (VSDxD XQ PiV GH SDFLHQWHVGtD TXH
un concepto que integra calidad e idoneidad y que debe OD PHGLD GH ORV SDtVHV HXURSHRV ,QIRUPH GH OD 206
VHUHO¿Q~OWLPR(OREMHWLYRQRHVDWHQGHUHVUHVROYHU +HDOWK &DUH 6\VWHPV LQ 7UDQVLWLRQ, Spain. European
En este sentido, atender cinco o diez pacientes proba- 2EVHUYDWRU\ RQ +HDOWK &DUH 6\VWHPV :+2 UHJLRQDO
EOHPHQWHQRVHDUHOHYDQWHHQWDQWRTXHQRVHUHVXHOYDQ 2I¿FHIRU(XURSD
VXV SUREOHPDV 3HUR Vt HV UHOHYDQWH TXH VH UHDOLFH XQ Por otro lado, la necesidad de personal de enfer-
DGHFXDGRVHJXLPLHQWRDOyGHORVGLDEpWLFRVRVH mería tiene relación directa con las funciones y tareas
UHVXHOYDQDGHFXDGDPHQWHFLQFRRGLH]FDVRVGHKRPEUR asistenciales que asuman. Así, en los casos en que enfer-
GRORURVR5HVROYHUHVHOREMHWLYRSHURVLHPSUHHQEDVH mería atienda patología de baja complejidad, urgencias
a términos poblacionales. HQORVFHQWURVDOHVWLORGHORVwalk-in centers atendidos
El enunciar esta meta es el primer paso que abre SRUHQIHUPHUDVDGHPiVGHODVWpFQLFDV\SURJUDPDVGH
otras necesidades: En primer lugar, hay que hacer- crónicos, se producirá una mayor necesidad de dotación
ODRSHUDWLYD\UHDOLVWDHQODSUiFWLFDDVLVWHQFLDO(OOR de enfermeros en los centros de salud.
FRQOOHYD LGHQWL¿FDU WDQWR HQ HO iUHD GH SUHYHQFLyQ Por otra parte, también hay que tener en cuenta que
como en la de atención a problemas de salud, los H[LVWHXQDHVFDVH]GHSHUVRQDODGPLQLVWUDWLYR\GHDSR-
SURFHVRV DVLVWHQFLDOHV GH PD\RU UHOHYDQFLD \ GH¿QLU yo, que obliga al personal sanitario a dedicar una parte
HQ FDGD XQR GH HOORV ORV HOHPHQWRV FODYH HQ WpUPL- LPSRUWDQWH GH VX WLHPSR D DFWLYLGDGHV EXURFUiWLFDV HQ
nos de resolución. En segundo lugar, hay que asu- detrimento de las asistenciales, constituyendo este he-
PLUTXHODVPHWDVQRVHFRQYLHUWHQHQUHDOLGDGSRUHO FKRXQDGHODVFDUHQFLDVPiVJUDYHVGHQXHVWUDDWHQFLyQ
hecho de ser enunciadas. Son necesarios cambios en primaria.
ODHVWUXFWXUDLQIUDHVWUXFWXUDVDGHFXDFLyQGHORVUH-
FXUVRVKXPDQRVFRPSHWHQFLDSURIHVLRQDOHWF\HQ Herramientas de apoyo, equipamiento
HO SURFHVR PRGHOR RUJDQL]DWLYR« SDUD SRVLELOLWDU y acceso a pruebas diagnósticas
los resultados, aunque esto no los garantice. En tercer
OXJDUQRPHMRUDUiODFDSDFLGDGUHVROXWLYDVLQLPSOL- Las herramientas de apoyo y el equipamiento clínico en
cación de los profesionales. Por lo general, la política atención primaria han constituido un determinante fun-
de personal de las organizaciones funcionarizadas no GDPHQWDOGHODRIHUWDGHVHUYLFLRVTXHSRGtDQEULQGDUVH
IDYRUHFHHOHVWDEOHFLPLHQWRGHGLIHUHQFLDVHQIXQFLyQ GHVGHDWHQFLyQSULPDULDDVtFRPRXQIDFWRUGHFLVLYRHQ
GHORVUHVXOWDGRVORTXHGL¿FXOWDORVLQFHQWLYRVSRU ODSURSLDFDSDFLGDGUHVROXWLYDGHHVWHQLYHO
el trabajo bien hecho o que los trabajadores asuman Las herramientas de apoyo diagnóstico y el equipa-
QXHYDV UHVSRQVDELOLGDGHV 6H SXHGH D¿UPDU TXH VLQ PLHQWRVRQSRUGH¿QLFLyQFDPELDQWHVHQHOWLHPSRHQ
PRWLYDFLyQQRKD\UHVROXFLyQ IXQFLyQGHORVDYDQFHVWHFQROyJLFRV\HOFRQRFLPLHQWR
3. Gestión en APS: Análisis de situación y propuestas de mejora 77
FLHQWt¿FRTXHKDFHTXHVHYD\DQLQFRUSRUDQGRDOJXQDV DWHQFLyQSULPDULD\TXHVLUYDGHUHIHUHQFLDDODVHV-
o dejando de usar otras. tructuras de gestión. Al igual que se detalla la ofer-
El acceso a las pruebas diagnósticas en nuestro país WD GH VHUYLFLRV GH DWHQFLyQ SULPDULD FRPR JDUDQWtD
ha sido muy heterogéneo en función de factores geo- de prestaciones para los ciudadanos, disponer de un
JUi¿FRVRUJDQL]DWLYRVRGHRWURWLSR6LQHPEDUJRHQ referente en pruebas diagnósticas y equipamiento
XQD SHUVSHFWLYD GH OD DWHQFLyQ SULPDULD GHO VLJOR ;;, WDPELpQ GHEH VHUYLU FRPR JDUDQWH GH DFFHVLELOLGDG
\ WHQLHQGR HQ FXHQWD HO QLYHO GH IRUPDFLyQ DFWXDO GH para los ciudadanos.
ORVPpGLFRVGHIDPLOLD\SHGLDWUDVHVREOLJDGROOHYDUD
cabo una ampliación de la oferta de pruebas diagnósti- Dotación tecnológica
cas en atención primaria que permitan aumentar su ca- El acceso rápido a tecnologías de apoyo puede ser
SDFLGDGUHVROXWLYD XQLQFHQWLYRSDUDODEXHQDSUiFWLFDFOtQLFDDGHPiV
Cuando el acceso a los medios diagnósticos y te- de aumentar la eficiencia, siempre que estas tecno-
rapéuticos que precisan los pacientes está limitado, el logías se usen de forma adecuada. Son especialmen-
PpGLFR GH DWHQFLyQ SULPDULD GHULYD PiV \ SRU WDQWR te determinantes para ello: la informatización de las
HV PHQRV UHVROXWLYR /D H¿FLHQFLD GHO VLVWHPD H[LJH historias clínicas, la digitalización de las imágenes,
TXH VROR VH GHULYHQ D DWHQFLyQ HVSHFLDOL]DGD SUREOH- el acceso informático a pruebas complementarias y
mas seleccionados adecuadamente, y susceptibles de ODFRQH[LyQWHOHPiWLFDHQWUHORVGLVWLQWRVQLYHOHVGH
VHUDERUGDGRVDHVHQLYHO3RUWDQWRXQHOHPHQWRFODYH atención.
para mejorar la resolución en atención primaria es el Con respecto a la historia clínica informatizada, y
acceso de los profesionales a las pruebas diagnósticas WHQLHQGRSUHVHQWHTXHGHEHVHUYLUSDUDPHMRUDUODDWHQ-
que precisa el paciente. No obstante, habrá que tener FLyQDOSDFLHQWHKD\TXHVHxDODUTXHDSRUWDQXPHURVDV
en cuenta que muchas pruebas diagnósticas han sido YHQWDMDVFRPRVRQXQPD\RUFRQWHQLGRGHLQIRUPDFLyQ
YDOLGDGDVHQHQWRUQRVGHDOWDSUHYDOHQFLDGHHQIHUPH- la información es más legible, se facilita la protocoli-
GDGKRVSLWDO\SRUWDQWRKD\TXHWHQHUSUHFDXFLRQHV zación de los procesos y la transmisión de resultados y
D OD KRUD GH DFHSWDU GLFKD YDOLGH] HQ RWURV iPELWRV IDYRUHFH OD LQYHVWLJDFLyQ 7DPELpQ SXHGH WHQHU DOJ~Q
GRQGHODSUHYDOHQFLDHVPHQRU\HOHVSHFWURGHHQIHU- LQFRQYHQLHQWHFRPRHVHOFDPELRHQODUHODFLyQPpGL-
medad es menos ÀRULGR, como ocurre en atención pri- FRSDFLHQWH \ OD H[LVWHQFLD GH ULHVJRV HQ UHODFLyQ D OD
maria. FRQ¿GHQFLDOLGDGGHORVGDWRV
$O QR FRQVLGHUDU ORV QLYHOHV DVLVWHQFLDOHV FRPR
compartimentos estancos se entiende que la apuesta no La formación continuada en Atención Primaria
puede ser de pruebas diagnósticas ubicadas en atención
primaria, sino accesibles para los profesionales de este +D\ TXH VHxDODU TXH PXFKRV HTXLSRV GH DWHQFLyQ SUL-
QLYHODVLVWHQFLDO PDULD UHDOL]DQ DFWLYLGDGHV GH IRUPDFLyQ FRQWLQXDGD
El criterio general para considerar que una prue- para sus propios miembros. Aun así, sigue teniendo nu-
ba diagnóstica debe ser accesible desde atención PHURVRVUHWRVFRPRODVGL¿FXOWDGHVRUJDQL]DWLYDVSDUD
primaria es que de los resultados de su aplicación su realización, el que gran parte de ella se realiza fuera
PHMRUHODFDSDFLGDGGHUHVROXFLyQGHOSULPHUQLYHO del horario laboral, que su impacto real en la calidad
de atención. De igual forma, el criterio para propo- del trabajo clínico no sea bien conocido, que una parte
ner que un equipamiento o instrumento diagnóstico LPSRUWDQWHGHODPLVPDHVWpRUJDQL]DGDR¿QDQFLDGDSRU
se encuentre en el centro de salud es que, además de ODLQGXVWULDIDUPDFpXWLFDFRQJUHVRVUHXQLRQHVFKDUODV
PHMRUDU OD FDSDFLGDG UHVROXWLYD VHD UHQWDEOH HQ XQ HWFTXHODDVRFLDPXFKDVYHFHVDVXVSURPRFLRQHVFR-
sentido amplio, tanto económico como en términos merciales, etc.
de accesibilidad. La formación continuada tiene un doble papel: man-
Se considera inadecuado poner límites al catálogo WLHQHHOSHU¿OFRPSHWHQFLDOGHOSURIHVLRQDO\PRGHODOD
de pruebas complementarias a las que tenga acceso el cultura organizacional. Ambos componentes tienen una
médico de familia y el pediatra de atención primaria, importancia trascendente en la capacidad resolutiva del
VLHQGRHOSURSLRIDFXOWDWLYRHOTXHYDORUHODLGRQHLGDG profesional. En todo caso, para aumentar esta capaci-
de las solicitudes, en función de las necesidades del pa- dad en atención primaria es preciso fomentar e integrar
ciente y su capacitación profesional. ORVFRQFHSWRVGHODPHGLFLQDEDVDGDHQODHYLGHQFLDGH
1R REVWDQWH \ GDGD OD KHWHURJHQHLGDG H[LVWHQ- una manera global en todo el sistema de salud, creando
te en la actualidad en equipamientos y accesibili- JXtDVGHSUiFWLFDFOtQLFDTXHDEDUTXHQDORVGRVQLYHOHV
dad, es importante apostar por un paquete básico de atención, con sus correspondientes adaptaciones te-
que debe quedar garantizado para todo equipo de UULWRULDOHV&RPXQLGDGHV$XWyQRPDV
78 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Propósito: 3URPRYHU OD FRRUGLQDFLyQ GH ORV UHFXUVRV Propósito: $VHJXUDU XQ WLHPSR VX¿FLHQWH GH FRQVXOWD
para garantizar la continuidad y longitudinalidad de la para la atención de los pacientes.
atención sanitaria.
Líneas de actuación
Líneas de actuación Adecuar los recursos de personal sanitario y no sani-
Potenciar el papel de la atención primaria como WDULR DGDSWiQGRORV DO SHU¿O GH DFWLYLGDG GH ORV SUR-
coordinadora de los recursos sanitarios y como re- IHVLRQDOHV \ EDViQGRVH HQ FULWHULRV GHPRJUi¿FRV GH
JXODGRUDGHORVÀXMRVGHSDFLHQWHVJHQHUDGRVHQHO IUHFXHQWDFLyQ VRFLDOHV QLYHO VRFLRHFRQyPLFR LQPL-
sistema JUDFLyQGLVSHUVLyQJHRJUi¿FDHLQVXODULGDGHLPSOH-
'HVDUUROODU SURJUHVLYDPHQWH HQ DWHQFLyQ SULPDULD PHQWDQGRODXWLOL]DFLyQGHFODVL¿FDFLRQHVGHSDFLHQWHV
ODVFRPSHWHQFLDV\ORVUHFXUVRVSUHFLVRVSDUDOOHYDU VHJ~QHOFRQVXPRSUHYLVLEOHGHUHFXUVRVcasemix
adelante esta función de agencia Gestionar la organización de las consultas y el ta-
Impulsar que los profesionales de medicina de fa- PDxRGHORVFXSRVGHIRUPDTXHSHUPLWDDORVSUR-
milia, pediatría y enfermería actúen como agentes fesionales disponer del tiempo necesario para cada
de salud del usuario del Sistema Nacional de Salud, paciente, todo ello sin que se produzca un impacto
ejerciendo como guías y coordinadores de los recur- QHJDWLYRVREUHODVGHPRUDVHQODDWHQFLyQ
sos necesarios para responder a sus necesidades de 0HMRUDU OD H¿FLHQFLD RUJDQL]DWLYD GH ORV HTXLSRV
salud mediante la redistribución de las cargas de trabajo.
3URPRYHU TXH ORV FLXGDGDQRV WHQJDQ GHUHFKR D OD
elección de su agente de salud dentro de los límites Estrategia 4: Integrar las unidades
que garanticen un adecuado funcionamiento del sis- administrativas en la estructura organizativa
tema sanitario. de los equipos de Atención Primaria
Poner en funcionamiento la receta electrónica que (VWDEOHFHU DFWLYLGDGHV SDUD HO LQWHUFDPELR GH OD
OOHYH FRQVLJR PXOWLSUHVFULSFLyQ SUHVFULSFLyQ WHP- información y de conocimientos entre los profesio-
SRUDO FRPXQLFDFLyQ WHOHPiWLFD FRQ OD R¿FLQD GH nales, que permitan el aprendizaje de las mejores
IDUPDFLDHLQFRUSRUHHOYLVDGRHQHOSURFHGLPLHQWR prácticas.
electrónico
Mejorar la gestión de los procesos de la incapacidad Estrategia 17: Impulsar el uso racional
WHPSRUDOPHGLDQWHODVLPSOL¿FDFLyQGHORVWUiPLWHV y de calidad de los medicamentos
DGPLQLVWUDWLYRV\ODPHMRUDHQODFDOLGDGGHODSUHV-
cripción de la IT Propósito: Lograr una prescripción farmacéutica de
*DUDQWL]DU TXH FDGD QLYHO DVLVWHQFLDO JHVWLRQH ORV calidad.
SURFHGLPLHQWRV DGPLQLVWUDWLYRV JHQHUDGRV SRU VX
DFWLYLGDG LQFDSDFLGDG ODERUDO UHYLVLRQHV SURJUD- Líneas de actuación
PDGDVWUDQVSRUWHVDQLWDULRSUXHEDVHWF (ODERUDULQGLFDGRUHVGHFDOLGDGEDVDGRVHQHYLGHQ-
FLDFLHQWt¿FDSDUDHYDOXDUHOXVRUDFLRQDOGHORVPH-
Estrategia 15: Promover la efectividad dicamentos
en la atención a las patologías crónicas Elaborar e implantar guías clínicas y terapéuticas
conjuntas, entre los diferentes ámbitos de atención,
Propósito: Mejorar la atención a los pacientes crónicos. GHORVSUREOHPDVGHVDOXGGHPD\RUSUHYDOHQFLD
'HVDUUROODUSODQHVGHLQYHVWLJDFLyQLQGHSHQGLHQWHV
Líneas de actuación de los intereses de la industria farmacéutica sobre
Impulsar estrategias para abordar de manera inte- UHVXOWDGRV HQ VDOXG GHULYDGRV GH OD XWLOL]DFLyQ GH
JUDO ODV SDWRORJtDV FUyQLFDV PiV SUHYDOHQWHV FRQ- GLIHUHQWHVDOWHUQDWLYDVWHUDSpXWLFDV
WHPSODQGR ORV DVSHFWRV SUHYHQWLYRV GLDJQyVWLFRV Desarrollar los sistemas de información y las nue-
terapéuticos, rehabilitadores y sociosanitarios. YDV WHFQRORJtDV SDUD TXH ORV SURIHVLRQDOHV SXHGDQ
'LVHxDU PRGHORV GH VHJXLPLHQWR GH ORV SDFLHQWHV disponer de herramientas de mejora de la calidad de
polimedicados que refuercen la adherencia terapéu- la prescripción
WLFD\JDUDQWLFHQXQDOWRQLYHOGHVHJXULGDGDQWHORV Impulsar planes de formación independientes, que
posibles riesgos de los medicamentos mejoren la práctica clínica
Potenciar la atención farmacéutica para lograr una Potenciar las actuaciones de los farmacéuticos de
mayor calidad en el seguimiento y el control de los atención primaria en el ámbito del uso racional de
tratamientos crónicos. los medicamentos y el trabajo conjunto con los res-
ponsables de la prescripción
Estrategia 16: Impulsar la elaboración e 9DORUDUH[SHULHQFLDVSLORWRHQODVTXHVHFRQWHPSOH
implantación de guías clínicas y los la participación conjunta de profesionales médicos y
intercambios de información sobre de enfermería en la prescripción de medicamentos.
buenas prácticas para su generalización
en el sistema sanitario Estrategia 18: Promover la evaluación
y difusión de los resultados en salud
Propósito: Mejorar la práctica clínica.
Propósito: 0HMRUDUORVVLVWHPDVGHHYDOXDFLyQGHUHVXO-
Líneas de actuación tados en atención primaria.
Disponer de guías de práctica elaboradas con cri-
WHULRVGHPHGLFLQDEDVDGDHQODHYLGHQFLDHVWDEOH- Líneas de actuación
ciendo los procedimientos de actualización de las 3URPRYHU TXH ORV VHUYLFLRV GH VDOXG UHDOLFHQ HYD-
mismas luación de resultados en salud en atención primaria,
Incorporar sistemas de información en consulta que hospitalaria y conjuntos
permitan el acceso en línea a la información cientí- Impulsar que las administraciones y asociaciones
¿FDPiVUHOHYDQWH SURIHVLRQDOHV \ FLHQWt¿FDV GLYXOJXHQ ORV HVWXGLRV
3URPRYHUODIRUPDFLyQFRQWLQXDGDEDVDGDHQJXtDV sobre resultados en salud
clínicas Impulsar que la información sobre resultados sea
Desarrollar estrategias dirigidas a la implantación FRPSUHQVLEOHDFFHVLEOH\DXWRH[SOLFDWLYD
GH ODV JXtDV FOtQLFDV DVt FRPR D OD HYDOXDFLyQ GHO 3URPRYHUTXHORVVHUYLFLRVGHVDOXGUHDOLFHQODH[-
impacto de esta implantación plotación descentralizada de las bases de datos clí-
82 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
QLFRVDQLYHOGHiUHD\]RQDEiVLFDGHVDOXG\TXH ,QFHQWLYDUODVDFWLYLGDGHVPL[WDVGHIRUPDFLyQHLQ-
HVWRVLUYDSDUDODVHVWUDWHJLDVGHIRUPDFLyQHLQFHQ- YHVWLJDFLyQ
WLYDFLyQSURIHVLRQDO 0DQWHQHUXQDRUJDQL]DFLyQGH¿QLGDSDUDFDGDQLYHO
Mejorar la integración de datos de atención primaria asistencial.
y del hospital para facilitar a los profesionales la au-
WRHYDOXDFLyQGHVXVUHVXOWDGRV Estrategia 21: Potenciar la comunicación
y coordinación entre Atención Primaria
Estrategia 19: Promover un sistema de y atención especializada
referencia de medición de resultados en
salud orientado a los profesionales y Propósito: 0HMRUDUODFRPXQLFDFLyQHQWUHQLYHOHVDVLV-
a la población tenciales.
Propósito: Potenciar la participación comunitaria y la Propósito: 0HMRUDU OD FRRSHUDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV
atención a la comunidad prestada desde atención pri- VDQLWDULRV \ ORV VHUYLFLRV VRFLDOHV HQ OD DWHQFLyQ D ORV
maria. usuarios.
/DVGL¿FXOWDGHVKDOODGDVHQODLPSOHPHQWDFLyQGHOD$36 FRQHOWLHPSRODLQWHJUDFLyQGHORVHIHFWRUHVGHORVWUHV
\ ORV 6,/26 D QLYHO LQWHUQDFLRQDO DIHFWDURQ FRPR HV VXEVHFWRUHV OD FRRUGLQDFLyQ HWF HQ XQD HVWUDWHJLD GH
REYLR\HQIRUPDPiVDSUHFLDEOHDORVSDtVHVHQYtDVGH distritos de salud. El subsector público tenía, además de
desarrollo. En el caso de nuestro país, en donde ha sido ODVUHVSRQVDELOLGDGHVGHSUHYHQFLyQSULPDULDVHFXQGDULD
WUDGLFLRQDOPHQWHGL¿FXOWRVDHVWDLQWHUUHODFLyQDOSXQWRGH \WHUFLDULDODGHVHUYLUGHFDWDOL]DGRUSDUDHVWHSURFHVR
hablarse de un sistema de salud fragmentado, la imple- de consolidación de la estrategia de SILOS y distritos de
mentación de esta estrategia se dejó en un primer momen- salud. En el fondo no son más que etapas de un mismo
to bajo la responsabilidad de los efectores públicos, con el SURFHVR\±QRSXGLHQGROHJDOPHQWHSODQL¿FDUHOVXEVHF-
ánimo de que más adelante se suscitara la incorporación tor público a los otros dos– la única manera de comenzar
–bien que lenta e insegura– de los efectores de los demás a implementar la estrategia.
subsectores. En nuestro medio el término área programática fue
El problema radicaba en que la creación de un Dis- DFXxDGRHQODGpFDGDGHO\ODVSULPHUDVDSOLFDFLRQHV
trito de Salud con instituciones y profesionales solo del prácticas del concepto datan del primer quinquenio del
iPELWRS~EOLFRQRUHVSRQGHSRUFRPSOHWRDODGH¿QLFLyQ 6H GHVWDFDQ HQ HVWH VHQWLGR OD H[SHULHQFLD GH -XMX\
ni al profundo concepto que la sustenta. Para sortear esta en 1967 –en el medio rural– o la del área de Promoción y
GL¿FXOWDGFRQHOUHWRUQRDODGHPRFUDFLDHQODGpFDGDGHO Protección del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires en
VHGHQRPLQyDOiUHDJHRJUi¿FRSREODFLRQDO\HSLGH- 1971 –en el medio urbano–, por citar sólo dos ejemplos
miológico-social que debería constituir un distrito con de diferentes ámbitos en los que se aplicaron conceptua-
el término de área programática, referido a un hospital- lizaciones similares.
EDVHWpUPLQRTXH\DVHYHQtDXVDQGRHQYDULRVVHQWLGRV /XHJRGHOD&RQIHUHQFLDGH$OPD$WD\ODH[WHQVLyQ
en la República Argentina, como luego comentaremos. mundial de las estrategias de SILOS y Distritos de Salud,
Se debe recalcar –y creemos que la reiteración no es VHFRPLHQ]DDDYDQ]DUWDQWRHQODWHRUtDFRPRHQODSUiF-
HQYDQR±ODVVXWLOHVSHURVLJQL¿FDWLYDVGLIHUHQFLDVHQWUH tica de las áreas programáticas. En el primer caso, durante
Distritos de Salud y Áreas Programáticas. En el primer ORVSULPHURVDxRVGHODGpFDGDGHODSDUHFHQODVSULPH-
caso, el distrito poseeYDULDVLQVWLWXFLRQHV\HIHFWRUHVLQ- ras GH¿QLFLRQHV, entre las que se destacan:
GLYLGXDOHV GH VDOXG DGHFXDGDPHQWH FRRUGLQDGRV (Q HO - en el medio académico©HVHOiPELWRJHRJUi¿FRGH
VHJXQGRXQKRVSLWDOS~EOLFRposee un área sujeta a un cobertura asignado a un establecimiento, para ejecu-
SURJUDPD HQ JHQHUDO GH DWHQFLyQ SULPDULD GH OD VDOXG tar el programa de atención médica y de saneamiento
FRQVXVUHVSHFWLYRVQLYHOHVDVFHQGHQWHVGHFRPSOHMLGDG ambiental. El área programática de cada hospital se
SDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULDHWF GHWHUPLQDVHJ~QGLVWLQWDVHVSHFL¿FDFLRQHVSRUHMHP-
Para sintetizar los conceptos, se trataba de una es- SORODFDSDFLGDGGHVXVVHUYLFLRVGHLPSOHPHQWDUODV
trategia de área programática que aspiraba constituirse DFWLYLGDGHV SURJUDPiWLFDV OD SRVLELOLGDG GH DFFHVR
90 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
JHRJUi¿FRGHODSREODFLyQ\ODUHODFLyQFRQRWURVFHQ- Pi[LPRHQWUHHOXVXDULRPiVDOHMDGR\HOVHUYLFLRD
tros asistenciales. Debe distinguirse de la anterior a la VX DOFDQFH DVt FRPR ORV WLHPSRV Pi[LPRV HQWUH HO
denominada iUHD GH LQÀXHQFLD, determinada por la HVFDORQDPLHQWRSURJUHVLYRUHIHUHQFLDGRGHVHUYLFLRV
demanda espontánea y regular de pacientes residen- Para ello se tendrá en cuenta la factibilidad en base a:
WHVIXHUDGHOiUHDSURJUDPiWLFD(OiUHDGHLQÀXHQFLD - Tipo de camino
habitualmente, es mucho más amplia que el área pro- - Tipo de transporte
gramática y deberá ser tenida en cuenta en la progra- - Animal
PDFLyQGHDFWLYLGDGHVKRVSLWDODULDVª - Tracción
- en el medio asistencial público, «ÈUHDGH,QÀXHQFLD - Motorizado
'H¿QLFLyQ ámbito de donde proceden, con cierta 3~EOLFR\SULYDGR
regularidad, pacientes que espontáneamente concu- - &LUFXQVWDQFLDVGHPRJUi¿FDV
UUHQDOHVWDEOHFLPLHQWRRDDOJXQRVGHVXVVHUYLFLRV - Se considerará o analizará la concentración de la po-
(O iUHD GH LQÀXHQFLD HQ OD SUiFWLFD HV PiV DPSOLD blación del área.
que el área programática, o bien, para algunos ser- - Permanente
YLFLRV VH VXSHUSRQH GHQWUR GH OD PHQFLRQDGD iUHD &LUFXQVWDQFLDOPLJUDFLRQHVODERUDOHV
ÈUHD3URJUDPiWLFD'H¿QLFLyQámbito de cobertura - Se considerará los grupos etáreos de la población del
DVLJQDGRDXQRRYDULRVHVWDEOHFLPLHQWRVRVHUYLFLRV área.
que lo componen, a quienes les corresponde cumplir - Se considerará el asiento de escuelas e instituciones de
con el programa de atención médica de la comunidad la comunidad del área.
GHOiUHD\UHDOL]DUODVDFFLRQHVSUHYLVWDVSDUDPRGL- - Circunstancias sanitarias
¿FDUIDYRUDEOHPHQWHODVFRQGLFLRQHVDPELHQWDOHV(O - Asiento de los establecimientos y su complejidad
Área Programática está determinada por la capacidad )OXMRGHODSREODFLyQHQVXGHPDQGD6HPHGLUiSRUHO
GH ORV VHUYLFLRV SDUD ODV DFWLYLGDGHV DVLJQDGDV SRU número de egresos del establecimiento de no residen-
las posibilidades de acceso de la población a los ser- tes en el área.
YLFLRV\ODH[LVWHQFLDRIDFLOLGDGHVGHLQVWDODFLyQGH - Morbilidad y mortalidad estimada del área de cada es-
XQUHJLVWURELRGHPRJUi¿FRGHODSREODFLyQGHOiUHD tablecimiento
&LHUWRV VHUYLFLRV GH XQ PLVPR HVWDEOHFLPLHQWR SXH- - &LUFXQVWDQFLDVWpFQLFRDGPLQLVWUDWLYDV
GHQH[WHQGHUGHGLVWLQWDIRUPDORVOtPLWHVGHVXViUHDV - Procurar la coincidencia con los límites político-admi-
programáticas, en razón del grado de especialización QLVWUDWLYRV
RWLSRGHHVWDSRUHMHPSORXQVHUYLFLRGHSVLTXLDWUtD - Recursos del área
infantil en condiciones de brindar su especial atención - Considerar los recursos humanos y su concentración
DORVSDFLHQWHVGHWRGDXQDSURYLQFLDª por establecimiento y su área
- en el medio de la salud pública, «área programática - Considerar los recursos físicos y distribución por es-
GHXQHVWDEOHFLPLHQWRHVXQDVXSHU¿FLHGHOLPLWDGDSRU tablecimiento
FLUFXQVWDQFLDVJHRJUi¿FDVGHPRJUi¿FDVVDQLWDULDV\ - Considerar medios de comunicación y transporte de
WpFQLFRDGPLQLVWUDWLYDV GRQGH PHGLDQWH XQ SURFHVR cada establecimiento en su área.
GHSURJUDPDFLyQ\FRQGXFFLyQXQL¿FDGDGHWRGRVORV
recursos disponibles en la misma, se trata de satisfacer Estos intentos de conceptos y normas coinciden con
las necesidades de salud de la población que la habita». GLYHUVDVSXEOLFDFLRQHVHQ$WHQFLyQ0pGLFD5HYLVWDGH
OD (VFXHOD GH 6DOXG 3~EOLFD HWF HQ GRQGH VH RIUHFH
En la VIII Reunión Nacional de Autoridades de GLYHUVRVHMHPSORVGHDSOLFDFLRQHVHQODVOODPDGDVáreas
Salud Pública6DQWLDJRGHO(VWHURDWUDYpVGHO'R- operativas o de demostración.
FXPHQWRVHRIUHFHQSRUSULPHUDYH]ODV©3DXWDVSDUDGH- A pesar de este importante desarrollo conceptual y
terminar el área programática de un establecimiento», a metodológico teórico, producto de sanitaristas argentinos
saber: que más tarde tendrán gran importancia para diseminar la
HVWUDWHJLDHQODUHJLyQGHODV$PpULFDV3DJDQLQL%R\HU
- 'HOLPLWDFLyQGHODVXSHU¿FLH HWFHVWDVSULPHUDVH[SHULHQFLDVGHLPSOHPHQWDFLyQQR
&XDQGRH[LVWDQDFFLGHQWHVJHRJUi¿FRVFRQLQÀXHQFLD prosperaron en forma sustancial, especialmente en el ni-
H[FHVLYD VREUH OD DFFHVLELOLGDG D ORV VHUYLFLRV VHUiQ YHOPXQLFLSDOGHOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHV
considerados como límites entre áreas. +DFLD OD SODQL¿FDFLyQ WULHQDO SURSXHVWD SRU OD
- Circunstancias de comunicación Secretaría de Salud Pública no contemplaba el estudio de
6H UHOHYDUi OD UHG YLDO \ GHWHUPLQDUi ORV WLHPSRV GH iUHDVHSLGHPLROyJLFRVRFLDOHVDXQTXHDSR\DEDDFWLYLGD-
DFFHVLELOLGDGDORVVHUYLFLRVHVWDEOHFLHQGRHOWLHPSR GHVHQ]RQDVGHULHVJRVRFLDOvillas de emergenciaDWUD-
4. La regionalización sanitaria... 91
HOHVWXGLDQWH\HOSURIHVLRQDOSDUWLFLSHQDFWLYDPHQWH GLQWHJUDUUHGHVGHVHUYLFLRVGHVDOXGFRQRWURVHVWD-
HQODFRPXQLGDGIDSUR[LPDUVHDOFRQRFLPLHQWRGH EOHFLPLHQWRV DVLVWHQFLDOHV S~EOLFRV R SULYDGRV GHEL-
ODGHPDQGDHIHFWLYDGHODSREODFLyQGHFDGDiUHDKRV- GDPHQWHKDELOLWDGRVSRUDXWRULGDGFRPSHWHQWHSUHYLD
SLWDODULDJUHRUGHQDUODGHPDQGDGHORVVHUYLFLRVGH autorización de la autoridad jurisdiccional.
DWHQFLyQPpGLFD\KGRWDUDOKRVSLWDOGHORVUHFXUVRV $UW(ODFFLRQDUGHGLFKRVHVWDEOHFLPLHQWRVGHEHUi
necesarios –materiales y humanos– para cumplir con UHXQLUORVVLJXLHQWHVUHTXLVLWRVGGHVDUUROODUDGH-
estos postulados. PiVGHODVDFWLYLGDGHVDVLVWHQFLDOHVGHGRFHQFLDHLQ-
$SHVDUGHGDUVHSRUSULPHUDYH]ODVFRQGLFLRQHVSDUD YHVWLJDFLyQTXHOHDVLJQHODDXWRULGDGFRUUHVSRQGLHQWH
comenzar con la estrategia en Buenos Aires, su ejecución acciones de promoción y protección de la salud y de
GXUDUiYDULRVDxRV SUHYHQFLyQGHODHQIHUPHGDGHQODViUHDVSURJUDPiWL-
/D5HVROXFLyQ1%0GHOGHIHEUHURGH FDV\HQODUHGGHVHUYLFLRVTXHSXHGDLQWHJUDUª
de la Secretaría de Salud Pública y Medio Ambiente de
la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, estable- Ciudad de Buenos Aires: planificación,
ció un sistema de selección de profesionales que habrían programación y ejecución
GHVHUGHVLJQDGRVLQWHULQDPHQWHFRPR-HIHVGH'LYLVLyQ
R8QLGDG©ÈUHD3URJUDPiWLFDªHQORV+RVSLWDOHV*HQH- 3RGHPRVGLYLGLUHVWHDFiSLWHHQFXDWURHWDSDVODTXHYD
rales de Agudos. Esta Resolución fue cuestionada por la GHDODGHKDVWDODGHKDVWD
$VRFLDFLyQ GH 0pGLFRV 0XQLFLSDOHV HO GH PDU]R GH \ODGHODOSUHVHQWHFDVLWUHVGHFHQLRVHQWRWDO
HVH DxR HQ FRQVLGHUDFLyQ D VHU LQFRQVXOWD LQVWL-
WXFLRQDOL]DUGHVLJQDFLRQHVLQWHULQDVGHRULJHQFHQWUDO Primera etapa (1984-1988)
QRHVWDEOHFHUQRUPDVFODUDVGHHYDOXDFLyQ\SHUPLWLUTXH
profesionales no médicos pudieran acceder a esas funcio- (QHOSULPHUSUREOHPDTXHHQFRQWUyHOHVWDEOHFLPLHQWR
nes de conducción. de las áreas programáticas fue sin duda cómo realizar la di-
(QVHUHDOL]y¿QDOPHQWHHOFRQFXUVRDELHUWRSDUD YLVLyQJHRJUi¿FDGHOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHV6LHQGREDV-
SURYHHUORVFDUJRVGHSURIHVLRQDOHVGHFRQGXFFLyQSDUD WDQWHFRPSOLFDGRHVWXGLDUODVUHVSHFWLYDViUHDVGHLQÀXHQFLD
las primeras ocho áreas programáticas de similar núme- de cada Hospital General de Agudos y emprender los tra-
URGH+RVSLWDOHV*HQHUDOHVGH$JXGRV\UHFLpQHQ bajos de diagnóstico epidemiológico-social necesarios para
GLYHUVRV'HFUHWRVSRQtDQHQIXQFLRQHVDORV-HIHVGH'L- GHWHUPLQDUFLHQWt¿FDPHQWHFDGDiUHDVHGHFLGLyXWLOL]DUOD
YLVLyQVHOHFFLRQDGRV$SDUWLUGHHVWHPRPHQWRVHSXHGH ]RQL¿FDFLyQXWLOL]DGDSRUHOVLVWHPDGHHPHUJHQFLDV\FDWiV-
decir que comienza la aplicación concreta de la estrategia, WURIHV&,3(&OXHJR6$0((VWDGLYLVLyQHQGRFHiUHDV
OXHJRGHORVSRVWXODGRVWHyULFRV\ODVEUHYHV\VLHPSUH –una por cada hospital general, completada por la transfor-
UHGXFLGDVH[SHULHQFLDVGHFDPSR\DDQDOL]DGDV PDFLyQGHO+RVSLWDO7RUQ~±WXYRYHQWDMDV\GHVYHQWDMDV
(QORVSUy[LPRVDFiSLWHVVHDQDOL]DUiQORVSUREOH-
PDV GH SODQL¿FDFLyQ SURJUDPDFLyQ HMHFXFLyQ \ HYD- (QWUHODVYHQWDMDVVHFXHQWD
OXDFLyQDTXHGLHURQRULJHQFRQYLUWLpQGRVHVLQOXJDUD <DHVWDEDLPSOHPHQWDGD\VHHYLWDEDXQDQXHYDGLYLVLyQ
GXGDVHQXQDGHODVH[SHULHQFLDVGHVDOXGS~EOLFDPiV - Los hospitales conocían perfectamente los límites uti-
interesantes y fructíferas de la región de las Américas, OL]DGRViUHDGHUHVSRQVDELOLGDG
WDQWRSRUVXH[WHQVLyQFRPRSRUODVHQRUPHVHQVHxDQ- - La población, en general y por utilizar el sistema de ur-
zas que para la estrategia de SILOS en grandes ciudades JHQFLDVWDPELpQWHQtDFRQFLHQFLDGHHVWD]RQL¿FDFLyQ
permitió recoger. - Se ahorraba un tiempo precioso, pues otro sistema lle-
Debe aceptarse que, a partir de ella y de sus resul- YDUtDFRPRPtQLPRWUHVDxRVDUULHVJDQGRLQ~WLOPHQWH
tados, es prácticamente impensable un retroceso hacia la continuidad de la implementación de la estrategia.
la etapa de instituciones de salud no comprometidas con (Q~OWLPRWpUPLQRVHSRGtDOXHJRPRGL¿FDUDWUDYpV
una población y un medio ambiente de responsabilidad. de los estudios producidos por las mismas áreas pro-
(QHVHVHQWLGRHO'HFUHWRGHDEULOGHUH¿- gramáticas.
ULpQGRVHDORV+RVSLWDOHV3~EOLFRVGH$XWRJHVWLyQ+3$
REOLJDGH¿QLWLYDPHQWHDWRGDVODVLQVWLWXFLRQHVDWUDEDMDU <HQWUHODVGHVYHQWDMDV
H[WUDPXUDOPHQWH/DFLWDGDQRUPDH[SUHVD 6HLQWURGXFtDXQD]RQL¿FDFLyQTXHKDEtDVLGRUHDOL]DGD
©$UW (O +RVSLWDO 3~EOLFR GH$XWRJHVWLyQ DFWXDUi según los isócronos del sistema de urgencia, es decir,
como organismo descentralizado de acuerdo con las sin tomar en cuenta las características de la población
QRUPDVYLJHQWHVHQFDGDMXULVGLFFLyQ\FRQODVIDFXO- cubierta.
tades legales que le asigna la autoridad competente en /DGLYLVLyQUHVXOWDQWHQRHUDFRPSDWLEOHFRQODV]RQDV
HOPDUFRGHGLFKDVQRUPDVFRQFDSDFLGDGSDUD« FHQVDOHV\FRPRVLHVWRIXHUDSRFRH[LVWtDQGLVWULWRV
4. La regionalización sanitaria... 95
electorales, escolares y policiales, por supuesto, nin- sión Área Programática era un servicio, con lo que se im-
guno coincidente. ponía la necesidad de asignarle recurso físico y humano,
- Era difícil epidemiológicamente saber los numera- o bien era una coordinadoraGHDFWLYLGDGHVH[WUDPXUDOHV
GRUHVSREODFLRQDOHVOXHJRVHUHDOL]DURQHVWXGLRVGH GHORVVHUYLFLRV\DH[LVWHQWHVSHGLDWUtDWRFRJLQHFRORJtD
DSUR[LPDFLyQFHQVDO FOtQLFDPpGLFDHWF(QHOSULPHUFDVRVHFRUUtDHOULHVJR
- Los indicadores de morbimortalidad seguían otros pa- de crear un segundo hospital, tal cual había sucedido con
WURQHVJHRJUi¿FRV ORVVHUYLFLRVGHXUJHQFLDVVHGHFtDTXHHQJUDQSDUWHGHO
([LVWtDQSREODFLRQHVGHULHVJR9LOODVGHHPHUJHQFLD día no estaba el hospital de guardia, sino que la guardia
&DVDVWRPDGDVRLQWUXVDGDVTXHHUDQGHOiUHDGHLQ- estaba de hospital\FUHDUXQQXHYRservicio-centrismo,
ÀXHQFLDGHXQKRVSLWDOSHURTXHGDEDQHQODSURJUD- DKRUD GHO iUHD SURJUDPiWLFD (Q HO VHJXQGR WRGDYtD HO
mática de otra. ULHVJR HUD PD\RU SRUTXH FRQ ODV GL¿FXOWDGHV WUDGLFLRQD-
- La falta de precisión epidemiológico-social agregó OHVGHORVVHUYLFLRVSDUDUHDOL]DUDFWLYLGDGHVH[WUDPXUDOHV
más confusión sobre la estrategia a los profesionales y de atención primaria se corría el riesgo de arriesgar todo
del hospital. OR DYDQ]DGR /D VROXFLyQ QR OD GLR XQ HVWXGLR FLHQWt¿FR
GHOSUREOHPDVLQR±FRPRHQHOFDVRGHOD]RQL¿FDFLyQ±OD
7HQLHQGRODHVWUDWHJLDH[LVWHQFLDUHDODSDUWLUGH propia coyuntura.
FRQHOQRPEUDPLHQWRHIHFWLYRGHORVRFKRSULPHURVMHIHV (VWDQGR ORV SULPHURV SRFRV FHQWURV GH VDOXG HQ
VHSXHGHGHFLUTXHODVDFWLYLGDGHVGHSURJUDPDFLyQORFDO \HQDFDUJRGHOD'LYLVLyQ&HQWURVGH6D-
FRPHQ]DURQHQHVDIHFKDDXQTXHQRODVGHSODQL¿FDFLyQ OXGGHOQLYHOFHQWUDO\GHORV'LUHFWRUHVGH+RVSLWDOGHODV
FX\DSUREOHPiWLFDVHKDH[SXHVWR(QWUH\HQ- UHVSHFWLYDViUHDVVHJ~QTXpSUREOHPDVHWUDWDUD\HO3UR-
tonces, puede destacarse: JUDPDGH6DOXG(VFRODULPSOHPHQWDGRDSUHVXUDGDPHQWH
«- la incorporación de modalidades descentralizadas y FXDQGRVHPXQLFLSDOL]yHOiUHDHGXFDWLYDHQOD&LXGDGGH
no tradicionales de atención de la salud para acercarla %XHQRV$LUHVDFDUJRGHORV'HSDUWDPHQWRVGH3HGLDWUtD
al lugar de residencia o de trabajo del usuario, espe- \&RQVXOWRULRV([WHUQRVHOMHIHGHiUHDSURJUDPiWLFDFR-
cialmente en las áreas de población más desprotegida. menzó a ocuparse de esos temas, por lo que necesaria-
OD FUHDFLyQ GH iUHDV JHRJUi¿FDV GHO KRVSLWDO SDUD OD mente se hizo cargo en forma transitoria de profesionales
H[WHQVLyQGHVXUHVSRQVDELOLGDGVRFLDO GHHMHFXFLyQELHQTXHQRHQIRUPDFODUD\GH¿QLWLYD
- la proyección de los hospitales a la comunidad me- Pronto la falta de personal, especialmente no médico,
GLDQWHFRQWDFWRVÀXLGRVFRQODVHQWLGDGHVFRPXQLWD- VHKL]RHYLGHQWH\VHFRPHQ]yDDVLJQDUDOiUHDSURJUD-
ULDVH[LVWHQWHVHQVXiUHDGHUHVSRQVDELOLGDGHVFXH- mática instructores de residentes, residentes y becarios
las, sociedades de fomento, clubes de barrio, consejos GHSURJUDPDVHVSHFLDOHVHQODPHGLGDGHODH[WHQVLyQGH
YHFLQDOHV SURJUDPDV\DFWLYLGDGHV+DFLD¿QHVGH\DOD'LYL-
- la realización de importantes esfuerzos en el sentido de sión Área Programática contaba con el manejo de recur-
UHRULHQWDU\IDYRUHFHUXQDRIHUWDGHVHUYLFLRVEiVLFRV VRVItVLFRV\KXPDQRVSURSLRVSHURH[LVWtDJUDQFRQIX-
y sencillos de salud en forma precoz y oportuna desti- sión sobre su real alcance en cuanto al manejo futuro o
nados prioritariamente a aquellos grupos de población sobre sus responsabilidades en la coordinación de otros
de mayor riesgo social y económico, jerarquizando HIHFWRUHVGHRWURVVHUYLFLRV
ODVDFFLRQHVSUHYHQWLYDV\GHSURWHFFLyQGHODVDOXG
OD DGRSFLyQ FRPR HVWUDWHJLD FODYH D OD DWHQFLyQ SUL- Segunda etapa (1989-1991)
PDULD \ OD SDUWLFLSDFLyQ FRPXQLWDULD D WUDYpV GH OD
asignación de áreas programáticas de responsabilidad (QHOUiSLGRDXPHQWRGHODVDFWLYLGDGHVHVSHFLDO-
DORVKRVSLWDOHVJHQHUDOHVDVtFRPRVXYLQFXODFLyQWpF- PHQWHODVH[WUDPXUDOHVOOHYyDODQHFHVLGDGGHGHWHUPL-
QLFD\DGPLQLVWUDWLYDFRQORVFHQWURVGHVDOXG\DFFLyQ QDUGLYHUVRVSXQWRVFUtWLFRVTXHQRVHKDEtDQWHQLGRHQ
FRPXQLWDULDSDUDIDYRUHFHUODGHULYDFLyQVLVWHPiWLFD cuenta en los primeros tiempos de implementación. Di-
de todas aquellas personas que requirieron atención YHUVDViUHDVHVWXYLHURQVRPHWLGDVDYHUGDGHUDVcrisis de
médica especializada de diagnóstico y tratamiento de crecimiento, constituyéndose una estrategia de solución
mayor complejidad y tecnología». FRQ HO REMHWLYR GH FRQIRUPDU XQ 6LVWHPD GH 6HUYLFLRV
de Salud Comunitaria. La Dirección General Adjunta
(QORV~OWLPRVPHVHVGH\SULPHURVGHHQ de Áreas Programáticas realizó, con la colaboración de
VXFHVLYDVUHXQLRQHVGHORVSULPHURVRFKRUHVSRQVDEOHVGH WRGRVORV-HIHVGH'LYLVLyQXQGLDJQyVWLFRGHVLWXDFLyQ
cada área programática, con el Director General Adjunto, PRGHORREVHUYDGR\OXHJRGHVDUUROOyXQ3ODQGH2SWL-
se comenzó a tratar la problemática de implementación de PL]DFLyQGHODVGRFHiUHDV5HVROXFLyQ6&91
DFWLYLGDGHV$TXtVXUJLyHOVHJXQGRSUREOHPDVLODGLYL- \GHORV&HQWURVGH6DOXG5HVROXFLyQ6&91
96 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
En este período se logró sentar bases conceptuales HO QLYHO MHUiUTXLFR GHO &HQWUR GH 6DOXG \$FFLyQ &R-
sólidas, funciones claras y normas precisas, respaldadas PXQLWDULD 1 GHSHQGLHQWH GHO +RVSLWDO *HQHUDO GH
por los correspondientes instrumentos legales. Se deben $JXGRV ³'U ,JQDFLR 3LURYDQR´ GH 6HFFLyQ D 8QLGDG
GHVWDFDUORVDYDQFHVSURGXFLGRVHQODVVLJXLHQWHViUHDV RWRUJiQGRVHOHHO1LYHOGH&RPSOHMLGDG,,\FRQVLJQDQ-
GR VX QXHYR HPSOD]DPLHQWR VLWR HQ OD FDOOH$ULDV 1
GHO%DUULRGH6DDYHGUD
Anexo I Que la actual administración del Gobierno de la Ciu-
GDG$XWyQRPDGH%XHQRV$LUHVKDYHQLGRGHVDUUROODQGR
Decreto N° 281/11 GLIHUHQWHVSROtWLFDVS~EOLFDVSDUDPHMRUDUODH¿FLHQFLD\OD
%XHQRV$LUHVGHPD\RGH H¿FDFLDGHVXJHVWLyQ
Que los cambios en la organización propiciados por el
VISTO: SUHVHQWHWLHQHQHQPLUDFRDG\XYDUDPHMRUDUHOGHVDUUROOR
/RV 'HFUHWRV 1 1 1 1 GHVHUYLFLRVGHVDOXGDFFHVLEOHVTXHSURGX]FDQUHVXOWDGRV
1\HO([SHGLHQWH1\ satisfactorios en la comunidad, siempre manteniendo un
1%ROHWtQ2¿FLDOGHOD&LXGDGGH QLYHODVLVWHQFLDOGHFDOLGDG
%XHQRV$LUHV3iJLQD1 Que los titulares de la Regiones Sanitarias efectuaron
XQD HYDOXDFLyQ FRPR FRQVHFXHQFLD GHO FRQWURO GH JHV-
CONSIDERANDO: WLyQ HQ ODV 'LYLVLRQHV ÈUHDV 3URJUDPiWLFDV HQ ORV DxRV
4XH PHGLDQWH HO 'HFUHWR 1 VH DSUREDURQ ODV XWLOL]DQGRFRPRSDUiPHWURVSDUDHVWDODGLV-
Áreas Programáticas de los Hospitales Generales de WULEXFLyQGHORVSURIHVLRQDOHVTXHSUHVWDQVHUYLFLRHQODV
$JXGRV \ ORV UHVSHFWLYRV &HQWURV GH 6DOXG \ $FFLyQ Áreas Programáticas y los Centros de Salud y Acción Co-
&RPXQLWDULD &(6$& HVWDEOHFLHQGR VX GHSHQGHQFLD munitaria y la infraestructura de los mismos;
de aquellas; 4XHHQYLUWXGGHODPHQWDGDHYDOXDFLyQVHUHFRPHQGy
4XHHQYLUWXGGHODQRUPDFLWDGDWDPELpQVHDSUR- ODFUHDFLyQGHQXHYRV&HQWURVGH6DOXG\$FFLyQ&RPX-
EDURQ ORV FULWHULRV GH FDWHJRUL]DFLyQ SRU QLYHOHV GH QLWDULDODDPSOLDFLyQGHODFREHUWXUD\VHUYLFLRVSODVPD-
complejidad para los CESAC, así como sus localiza- do en las crecientes consultas efectuadas por la población
FLRQHV GHSHQGHQFLD RUJiQLFD QLYHOHV GH FRPSOHMLGDG \ODGLYHUVLGDGGHSUHVWDFLRQHV\HOGHVDUUROORGHGLYHUVRV
y denominaciones de los Centros de Salud y Acción SURJUDPDV\DFWLYLGDGHVUHDOL]DGRVHQDTXHOORV
Comunitaria; Que por otra parte debe tenerse en cuenta la íntima
Que por último, en el Decreto mencionado se apro- UHODFLyQH[LVWHQWHHQWUHODHGXFDFLyQ\ODVDOXGFRQVLGH-
EDURQORVSHU¿OHVGHORVSXHVWRVGHORVFDUJRVGHFRQ- radas actualmente como basamentos indisolubles de la
ducción Jefe de Centro de Salud y Acción Comunitaria FDOLGDGGHYLGDGHQXHVWUDVRFLHGDGTXHKDFHQHFHVDULDOD
&(6$& -HIH GH &RRUGLQDFLyQ 0pGLFD &(6$& \ creación de una Sección de Salud Escolar, sustentada en
-HIHGH5HODFLRQHV&RPXQLWDULDV&(6$& un programa de atención de la salud de educadores y edu-
Que asimismo y a efectos de una óptima redistribu- candos que propenda el alcance de un satisfactorio estado
ción de recursos físicos, humanos y tecnológicos y debi- SVLFRItVLFRGHWRGRVORVDOXPQRVGHOVLVWHPDHGXFDWLYR
GRDODQHFHVLGDGGHFRQWDUFRQVHUYLFLRVDOWDPHQWHHVSH- Que, en tal sentido, es necesario realizar cambios en
FLDOL]DGRVVHFUHySRUPHGLRGHO'HFUHWR1 las Áreas Programáticas, adecuándolas a los actuales pro-
ORV&HQWURVGH6DOXG\$FFLyQ&RPXQLWDULDQ~PHURV cesos de descentralización y jerarquizar un sistema ba-
\\SRUHO'HFUHWR1 VDGR HQ OD DWHQFLyQ SULPDULD GH OD VDOXG TXH SURPXHYD
HO&HQWURGH6DOXG\$FFLyQ&RPXQLWDULD1 la equidad, mejore la calidad en la atención, garantice el
4XH FRQIRUPH OR H[SXHVWR \ FRQ HO ¿Q GH DFWXDOL- GHVDUUROORSURIHVLRQDO\DXPHQWHODH¿FDFLDHQODJHVWLyQ
]DU \ RUJDQL]DU HQ XQ VROR DFWR DGPLQLVWUDWLYR OD LQ- de los recursos;
formación básica referente a los Centros de Atención 4XHDWHQWRORH[SXHVWRSUHFHGHQWHPHQWH\FRQHORE-
3ULPDULDDWUDYpVGHO'HFUHWR1VHPRGL¿FDURQ jeto de fortalecer la promoción, protección y control de la
ORV 'HFUHWRV 1 \ UHHPSOD]iQGRVH salud, así como también el desarrollo de lo concerniente a
HO$QH[R,9$\,9%GHO'HFUHWR1\HO ODVDOXGHVFRODUFRUUHVSRQGHHOHYDUHOQLYHOGHOD'LYLVLyQ
$QH[R , GHO 'HFUHWR 1 HVWDEOHFLpQGRVH XQD ÈUHDV3URJUDPiWLFDVD'HSDUWDPHQWRVPRGL¿FiQGRVHOD
renumeración de la totalidad de los Centros de Salud denominación de los mismos a Áreas Programáticas de
\$FFLyQ&RPXQLWDULDVXQLYHOGHFRPSOHMLGDGXELFD- Salud en cada uno de los Hospitales Generales de Agudos
ción, hospital y región sanitaria de los que dependen; GHO0LQLVWHULRGH6DOXGFUHiQGRVHOD'LYLVLyQ3URJUDPDV
4XH PHGLDQWH HO 'HFUHWR 1 VH UHVROYLy y Centros de Salud y la Sección de Salud Escolar, que
PRGL¿FDUSDUFLDOPHQWHHO'HFUHWR1HOHYDQGR dependerán de aquellos;
4. La regionalización sanitaria... 97
4XHDVLPLVPRFRUUHVSRQGHPRGL¿FDUODGHSHQGHQFLD 6HFFLyQ&RQWUROGH6DOXGODVTXHFRPR$QH[R,,DWRGRV
RUJiQLFRIXQFLRQDOGHOD'LYLVLyQGH3URPRFLyQ\3URWHF- sus efectos forma parte integrante del presente.
ción de la Salud, de la Sección Control de Salud y de los $UWtFXOR(VWDEOpFHVHTXHORVWLWXODUHVGHODV-HID-
&HQWURV GH 6DOXG \$FFLyQ &RPXQLWDULD &(6$& TXH WXUDVGH'LYLVLyQÈUHD3URJUDPiWLFDFX\RQLYHOVHPRGL-
dependerán de los Departamentos Áreas Programáticas ¿FDSRUHODUWtFXORGHOSUHVHQWHVHUiQDXWRPiWLFDPHQWH
de Salud; reubicados en los Departamentos, Área Programática de
4XHFRQIRUPHORHVWDEOHFLGRSUHFHGHQWHPHQWH\D¿Q 6DOXGFRQIRUPHORGLVSRQHHOSXQWRGHOD&DUUHUD
de efectuar la cobertura de los cargos inherentes a las jefa- 0XQLFLSDO GH 3URIHVLRQDOHV GH OD 6DOXG 2UGHQDQ]D 1
turas de los citados Departamentos Áreas Programáticas \VXVPRGL¿FDWRULDV
GH6DOXGUHVXOWDGHDSOLFDFLyQDOFDVRHOSXQWRGHOD $UWtFXOR$SUXpEDQVHORVFULWHULRVGHFDWHJRUL]D-
2UGHQDQ]D1\VXUHJODPHQWDFLyQ FLyQSRUQLYHOHVGHFRPSOHMLGDGSDUDORV&HQWURVGH6DOXG
4XHHQYLUWXGGHHOORFRUUHVSRQGHUHXELFDUDORVSUR- \$FFLyQ&RPXQLWDULD&(6$&GHFRQIRUPLGDGFRQOR
IHVLRQDOHVDFDUJRGHODVLQVWDQFLDVFX\DPRGL¿FDFLyQGH GHWDOODGRHQHO$QH[R,,,HOTXHDWRGRVVXVHIHFWRVIRUPD
QLYHOVHSURSLFLDDXWRPiWLFDPHQWHHQHOQXHYRQLYHOFRQ parte integrante del presente.
todos los derechos y obligaciones; $UWtFXOR'HMiVHHVWDEOHFLGRTXHODVORFDOL]DFLRQHV
Que asimismo resulta necesario aprobar los criterios GHSHQGHQFLDRUJiQLFDQLYHOHVGHFRPSOHMLGDG\GHQRPL-
GH FDWHJRUL]DFLyQ SRU QLYHOHV GH FRPSOHMLGDG SDUD ORV naciones de los Centros de Salud y Acción Comunitaria
&HQWURVGH6DOXG\$FFLyQ&RPXQLWDULD&(6$&\HV- &(6$&ORVRQDFRUGHORHVWDEOHFLGRHQHO$QH[R,9HO
WDEOHFHUODVORFDOL]DFLRQHVGHSHQGHQFLDRUJiQLFDQLYHOHV que a todos sus efectos forma parte integrante del presente.
de complejidad y denominaciones de los mentados Cen- $UWtFXOR'HUyJDVHHO'HFUHWR1
tros; $UWtFXOR(O0LQLVWHULRGH+DFLHQGDDUELWUDUiODV
4XHHQYLUWXGGHORVFDPELRVLQVWDGRVSRUHOSUHVHQWH PHGLGDVSUHVXSXHVWDULDVSHUWLQHQWHVD¿QGHGDUFXPSOL-
UHVXOWDFRQYHQLHQWHGHURJDUHO'HFUHWR1 miento a lo dispuesto en el presente decreto.
Por ello, y en uso de las facultades conferidas por los $UWtFXOR(OSUHVHQWHGHFUHWRHVUHIUHQGDGRSRUHO
DUWtFXORV\GHOD&RQVWLWXFLyQGHOD&LXGDG$XWy- 0LQLVWURGH6DOXGHO0LQLVWURGH+DFLHQGD\SRUHOVHxRU
noma de Buenos Aires, Jefe de Gabinete de Ministros.
Artículo 11.- Dése al Registro, publíquese en el Bo-
(/-()('(*2%,(512'(/$&,8'$'$87Ï- OHWtQ2¿FLDOGHOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHVFRPXQtTXHVH
120$'(%8(126$,5(6'(&5(7$ a la Subsecretaría de Gestión de Recursos Humanos y a
$UWtFXOR(OpYDVHHOQLYHOGHODV'LYLVLRQHVÈUHDV la Dirección General de Gestión Pública y Presupuesto
Programáticas a Departamentos y modifícase la denomi- y para su conocimiento y demás efectos, remítase al Mi-
nación de los mismos a Área Programática de Salud en QLVWHULRGH6DOXG&XPSOLGRDUFKtYHVH0$&5,/HPXV
cada uno de los Hospitales Generales de Agudos del Mi- - Grindetti - Rodríguez Larreta
nisterio de Salud.
$UWtFXOR&UpDQVHOD'LYLVLyQ3URJUDPDV\&HQ-
tros de Salud y la Sección Salud Escolar, que depende- Anexo II
rán del Departamento Área Programática de Salud de los
distintos Hospitales Generales de Agudos del Ministerio Decreto N° 642/09
GH6DOXGFRQIRUPHODHVWUXFWXUDTXHREUDFRPR$QH[R, 3XEOLFDGRHQHO%2&%$1GHO
el que a todos los efectos forma parte integrante del pre- %XHQRV$LUHVGHMXOLRGH
sente.
$UWtFXOR 0RGLItFDVH OD GHSHQGHQFLD RUJiQLFR VISTO:
IXQFLRQDO GH OD 'LYLVLyQ 3URPRFLyQ \ 3URWHFFLyQ GH OD /DV /H\HV 1 \ 1 HO 'HFUHWR 1
Salud, de la Sección Control de Salud y de los Centros *&%$HO([SHGLHQWH1\
de Salud y Acción Comunitaria, los que dependerán del
Departamento Área Programática de Salud, conforme la CONSIDERANDO:
HVWUXFWXUDTXHREUDFRPR$QH[R,HOTXHDWRGRVORVHIHF- 4XHHO'HFUHWR1*&%$GLVSXVRODGHVFRQFHQ-
tos forma parte integrante del presente. tración de la atención médica dentro del área programá-
$UWtFXOR $SUXpEDQVH ODV IXQFLRQHV GH ORV 'H- tica de cada establecimiento asistencial, pudiendo efec-
SDUWDPHQWRVÈUHD3URJUDPiWLFDGH6DOXGGHOD'LYLVLyQ tuarse dichas prestaciones en consultorios médicos de ca-
Programas y Centros de Salud, de la Sección Salud Es- UiFWHUSULYDGRTXHFXHQWHQFRQODKDELOLWDFLyQSHUWLQHQWH
colar, de los Centros de Salud y Acción Comunitaria, de Que asimismo el citado Decreto dispuso la incorpo-
OD'LYLVLyQ3URPRFLyQ\3URWHFFLyQGHOD6DOXG\GHOD UDFLyQFRPR³0pGLFRGH&DEHFHUD´GHORVSURIHVLRQDOHV
98 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
médicos que, perteneciendo a la Carrera de Profesiona- picio establecer la integración de un cuerpo colegiado
OHV GH OD 6DOXG HIHFW~HQ FRPR DFWLYLGDG FRPSOHPHQ- en el ámbito de la Subsecretaría de Atención Integrada
WDULDWDUHDVGHDVLVWHQFLDDSDFLHQWHVGHULYDGRVSRUORV de Salud;
KRVSLWDOHVHQHOiUHDSURJUDPiWLFDGHORVPLVPRV¿MiQ- 4XHHOFLWDGRFXHUSRGHEHUiHQXQSOD]RGHQRYHQWD
dose por otra parte la forma de elección de los referidos días de integrado, informar al Ministerio de Salud sobre
profesionales; ODYLJHQFLD\YLUWXDOLGDGGHODVQRUPDVTXHVHDSOLFDQHQ
4XH PHGLDQWH /H\ 1 VH FUHy OD &REHUWXUD HO6LVWHPD³3ODQ0pGLFRGH&DEHFHUD´\TXHVHDQDSOLFD-
3RUWHxD GH 6DOXG &R36 FRQ HO REMHWR GH JDUDQWL]DU EOHVDO6LVWHPDGH&REHUWXUD3RUWHxDGH6DOXGDVtFRPR
el derecho del acceso a la cobertura integral, personali- GLVHxDU\SURSRQHUPHFDQLVPRVGHGLIXVLyQGHOUHIHULGR
zada y gratuita y la atención de la salud, jerarquizando 6LVWHPDD¿QGHSXEOLFLWDU\GDUDFRQRFHUHOPLVPRDVXV
HOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQFRQIRUPHHODUWtFXORGH SRWHQFLDOHVEHQH¿FLDULRV
OD /H\ 1 \ HQ ORV WpUPLQRV GH OR GLVSXHVWR SRU 4XHHO3RGHU(MHFXWLYRDWUDYpVGHOD$XWRULGDGGH
HO 'HFUHWR 1 *&%$- VXV FRPSOHPHQWDULRV \ Aplicación, debe arbitrar las medidas que permitan el
PRGL¿FDWRULRV FRQRFLPLHQWR GH OD &REHUWXUD 3RUWHxD GH 6DOXG SRU ODV
Que de conformidad con lo establecido en el artículo SHUVRQDVUHIHULGDVHQHODUWtFXORGHOD/H\TXHVHUHJOD-
GHODFLWDGDOH\HOEHQH¿FLRDOFDQ]DDWRGRVORVKD- menta, debiendo en consecuencia proceder a la difusión
bitantes que no posean cobertura de salud de ninguna pública de la misma;
índole y acrediten su residencia en la Ciudad Autónoma Que corresponde disponer que el Ministerio de Sa-
de Buenos Aires; lud es la instancia responsable de dictar las normas ope-
4XH HO DUWtFXOR GH OD UHIHULGD QRUPD GHWHUPLQy UDWLYDVQHFHVDULDVSDUDODLPSOHPHQWDFLyQGHORGLVSXHV-
TXHODDXWRULGDGGHDSOLFDFLyQGHODPLVPDHVHOQLYHO WRHQHOSUHVHQWHGHFUHWR\SDUDUHVROYHUWRGDVLWXDFLyQ
jerárquico superior del Gobierno de la Ciudad Autóno- QR SUHYLVWD HQ HO PLVPR GHELHQGR HQ WRGRV ORV FDVRV
ma de Buenos Aires en materia de Salud; facilitar la incorporación del peticionante a la cobertura;
4XHFRUUHVSRQGHUHJODPHQWDUOD/H\1 Que las medidas que se propugna implementar por el
Que en este sentido, es menester establecer que la SUHVHQWHWLHQHQHQPLUDJDUDQWL]DUORVEHQH¿FLRVGHOVLVWH-
&REHUWXUD 3RUWHxD GH 6DOXG &R36 HV DEDUFDWLYD GHO PDTXHHOOHJLVODGRUKDFUHDGRSRUOD/H\1FRQHO
VLVWHPD GHQRPLQDGR ³3ODQ 0pGLFR GH &DEHFHUD´ FRQ objeto de que todo residente de la Ciudad Autónoma de
sus planes incorporados; %XHQRV$LUHVFXHQWHFRQODFREHUWXUDGHOSULPHUQLYHOGH
Que por otra parte corresponde reglamentar la for- atención, derecho contemplado en la Ley Básica de Salud;
ma en que debe acreditarse la residencia en la Ciudad Que la Procuración General de la Ciudad de Buenos
Autónoma de Buenos Aires. $LUHVKDWRPDGRODLQWHUYHQFLyQTXHOHFRPSHWHGHFRQ-
Que corresponde asimismo establecer que el Minis- IRUPLGDGFRQORGLVSXHVWRSRU/H\1
terio de Salud es la autoridad de aplicación de la Ley Por ello, y en uso de las atribuciones conferidas por
1 ORV$UWtFXORV\GHOD&RQVWLWXFLyQGHOD&LXGDG
4XHDORV¿QHVGHXQDDGHFXDGDJHVWLyQGHORVUH- Autónoma de Buenos Aires,
FXUVRV¿QDQFLHURVGHVWLQDGRVSDUDHOSUHFLWDGR6LVWHPD
UHVXOWDLPSUHVFLQGLEOHHIHFWXDUHOUHOHYDPLHQWRGHODSR- El jefe de gobierno de la Ciudad
EODFLyQFRQ\VLQFREHUWXUDFRQHO¿QGHEULQGDUDTXLH- Autónoma de Buenos Aires decreta:
nes carecen de cobertura médica de la seguridad social
RSULYDGDXQ6LVWHPDGH$WHQFLyQ3ULPDULDTXHSHUPLWD $UWtFXOR'pMDVHHVWDEOHFLGRTXHOD&REHUWXUD3RU-
SUHYHQLUFRQWLQJHQFLDVGHVDOXG WHxDGH6DOXG&R36DEDUFDHOVLVWHPDGHDWHQFLyQPpGLFD
4XH HV QHFHVDULR GRWDU D ORV EHQH¿FLDULRV GHO 6LV- GHVFRQFHQWUDGDFUHDGDSRU'HFUHWR1*&%1
WHPDGHXQGRFXPHQWRGHLGHQWL¿FDFLyQVDQLWDULDTXH $UWtFXOR 6HUiQ EHQH¿FLDULRV GH OD &REHUWXUD
impida la sustitución de persona, como así también la 3RUWHxD GH 6DOXG ODV SHUVRQDV FRQ UHVLGHQFLD KDELWXDO
DGXOWHUDFLyQ GHO PLVPR FRQ HO ¿Q GH HYLWDU GDxRV HQ y permanente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
GHWULPHQWRGHRWURVEHQH¿FLDULRV que carezcan de todo tipo de cobertura médica.
4XH UHVXOWD FRQYHQLHQWH GLVSRQHU TXH OD DXWRULGDG $UWtFXOR/DUHVLGHQFLDHQOD&LXGDG$XWyQRPD
sanitaria puede propiciar el cambio de profesional a pe- de Buenos Aires se podrá acreditar en forma fehaciente
GLGRGHOEHQH¿FLDULR \WDOFRPRVHYLHQHHIHFWXDQGRHQHO6LVWHPDGHQRPL-
Que a efectos de que la autoridad de aplicación de la QDGR³3ODQ0pGLFRGH&DEHFHUD´GHELHQGRHVWDUUDGL-
/H\1ORJUHHIHFWXDUXQDSODQL¿FDFLyQGHORVUH- FDGR HO GRPLFLOLR GHO EHQH¿FLDULR HQ WRGRV ORV FDVRV
FXUVRVWHQGLHQWHDXQDJHVWLyQRSHUDWLYDPHQWHH¿FLHQWH en el Área Programática del Hospital correspondiente
GHOD&REHUWXUD3RUWHxDGH6DOXG&R36UHVXOWDSUR- al mismo.
4. La regionalización sanitaria... 99
Región sanitaria Área programática de Salud Hospital General de Agudos Cabecera Comuna
1 Área de Salud del Hospital General de Agudos “José María Perna” 4
Área de Salud del Hospital General de Agudos “José María Ramos
1 3
Mejía”
1 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Cosme Argerich” 1
2 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Teodoro Álvarez” 7
2 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Parmenio Piñero” 8
Área de Salud del Hospital General de Agudos “Donación Francisco
2 9
Santojanni”
3 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Abel Zubizarreta” 11
3 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Enrique Tornú” 15
3 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Carlos Durand” 5y6
3 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Vélez Sarsfield” 10
4 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Ignacio Pirovano” 12 y 13
4 Área de Salud del Hospital General de Agudos “Juan A. Fernández” 14 y 2
Tabla 4.1: Articulación de las Áreas Programáticas con las Comunas (RES 1304/11)
6DQLWDULD,FRPSUHQGHJHRJUi¿FDPHQWHODV&RPXQDV (/0,1,6752'(6$/8'5(68(/9(
\OD5HJLyQ6DQLWDULD,,FRPSUHQGHODV&RPXQDV 1 %ROHWtQ 2¿FLDO GH OD &LXGDG GH
\OD5HJLyQ6DQLWDULD,,,FRPSUHQGHUiODVFRPXQDV %XHQRV$LUHV3iJLQD1
\\OD5HJLyQ6DQLWDULD,9FRPSUHQGHODV Artículo 1.- Establécese la articulación de cada una
&RPXQDV\ de las Áreas Programáticas de Salud de los Hospitales
Que continuando con el proceso de descentraliza- Generales de Agudos del Ministerio de Salud con las
ción, resultando prioritario fortalecer un sistema basa- Comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en
GRHQODDWHQFLyQSULPDULDGHODVDOXGTXHSURPXHYDOD ORVWpUPLQRVGH\GHOD/H\%iVLFDGH6DOXGGHOD
equidad, mejore la calidad en la atención, garantice el Ciudad Autónoma de Buenos Aires y conforme la distri-
GHVDUUROORSURIHVLRQDO\DXPHQWHODH¿FDFLDHQODJHV- EXFLyQGHODV&RPXQDVTXHVHHVWDEOHFHQHQHO$QH[R,
tión de los recursos, tal lo normado por la Ley Básica $UWtFXOR 5HJtVWUHVH 3XEOtTXHVH HQ HO %ROHWtQ
GH 6DOXG \ FRQ GLFKR SURSyVLWR VH HOHYy PHGLDQWH HO 2¿FLDO GH OD &LXGDG GH %XHQRV $LUHV FRPXQtTXHVH
'HFUHWR 1 *&$%$ HO 1LYHO GH ODV ÈUHDV GH para su conocimiento a las Subsecretarias de Atención
Salud, denominándolas Departamentos Áreas Progra- Integrada de Salud, de Administración del Sistema de
máticas de Salud en cada uno de los Hospitales Gene- 6DOXG\GH3ODQL¿FDFLyQ6DQLWDULD&XPSOLGRDUFKtYH-
rales de Agudos del Ministerio de Salud, creándose la se. Lemus
'LYLVLyQ 3URJUDPDV \ &HQWURV GH 6DOXG \ OD 6HFFLyQ
Salud Escolar, dependiendo de aquellas; 7DPELpQVHDYDQ]yHQODSURWRFROL]DFLyQ~QLFDGHODV
4XH HO DUWtFXOR GH OD OH\ UHIHULGD HVWDEOHFH TXH DFWLYLGDGHVGH$WHQFLyQ3ULPDULDGHOD6DOXGDWUDYpVGH
dichas Áreas Programáticas de Salud responden a una OD5HVROXFLyQ6&9DVDEHU
GHOLPLWDFLyQ JHRJUi¿FRSREODFLRQDO \ WHQGHUiQ D DUWL- 1- Historia Clínica epidemiológica-psicosocial
FXODUVHFRQODVFRPXQDVVLHQGRODVHGHDGPLQLVWUDWLYD SURWRFRORGHUHIHUHQFLDFRQWUDUUHIHUHQFLD
de las competencias locales en materia de salud; SURWRFRORGHFRQWDFWRVLQWHUQDFLRQDOHV
4XHHQYLUWXGGHHOORFRUUHVSRQGHHVWDEOHFHUGHQWUR 4- protocolo de registro de bibliografía
de cada Región Sanitaria la articulación entre las Áreas SURWRFRORGHUHJLVWURGHLQYHQWDULR
Programáticas de Salud de los Hospitales Generales de 6- protocolo de recurso humano
Agudos y cada una de las Comunas creadas por la nor- 7- protocolo de centros de salud y acción comunitaria
PDWLYDFLWDGDDWHQGLHQGRDODGLVWULEXFLyQGHODVPLV- SURWRFRORGHHIHFWRUHVFRPXQLWDULRV
mas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 9- protocolo de screening de salud escolar
Por ello, en uso de las atribuciones conferidas por el SURWRFRORGHSURGXFFLyQGHVDOXGHVFRODU
DUWtFXORGHOD/H\1 11- seguimiento integral para el programa de salud escolar
4. La regionalización sanitaria... 101
5HGHV \ 3URJUDPDV &RPR VH YHUi HQ HO FDStWXOR ORVKRVSLWDOHVEDVHODVUHVSHFWLYDVGLYLVLRQHVRXQLGDGHV
correspondiente, se consensuaron programas centra- de áreas programáticas continuaron con los compromisos
les –cuando su alcance era para todas las áreas, pero DVXPLGRV FRQ OD FRPXQLGDG$ ODV DFWLYLGDGHV \D WUDGL-
VLHPSUHFRQFRRUGLQDFLyQ\HMHFXFLyQORFDO±6DOXG FLRQDOHVVHDJUHJyXQDYLUWXDOUHVSRQVDELOLGDGFRPSOHWD
HVFRODU6DOXGGHOD0XMHU\OD)DPLOLD$GLFFLRQHV HQODYLJLODQFLDHSLGHPLROyJLFDORFDOGHSDUWLFXODULQWHUpV
HWF $VLPLVPR HQ WRGDV ODV iUHDV VH GHVDUUROODURQ SRUORVSUREOHPDVGHSUHYHQFLyQGHOFyOHUDFDPSDxDGH
SURJUDPDVGHLQYHVWLJDFLyQDFFLyQORFDOHVGLULJLGRV poliomielitis, meningitis, etc.
a las reales necesidades de la comunidad y con su in- $VLPLVPRVHWUDWyGHVGHHOQLYHOFHQWUDOGHHYDOXDUOD
WHUYHQFLyQHQWRGRVORVSDVRVGHOSURFHVR0XFKRVGH producción de efectores y programas en relación al perso-
estos programas comenzaron a trabajar en Red, lo que QDOLQYROXFUDGR\DSR\DUODUHIHUHQFLD\FRQWUDUUHIHUHQ-
LQWHJUDEDSRVLWLYDPHQWHDODFRPXQLGDGHOiUHDSUR- FLD FUHDQGR FRPLWpV HVSHFLDOHV D HVH ¿Q DXQTXH DPEDV
JUDPiWLFD\VXVHIHFWRUHVORVVHUYLFLRVKRVSLWDODULRV DFWLYLGDGHV FDUHFLHURQ GH FRQWLQXLGDG \ VX¿FLHQWH QLYHO
\ ORV QLYHOHV HVSHFLDOL]DGRV D SHVDU GH ORV HVFDVRV técnico.
UHFXUVRV\ODVP~OWLSOHVGL¿FXOWDGHVHQODUHIHUHQFLD 0iVLQWHUHVDQWHUHVXOWyODSURGXFFLyQFLHQWt¿FDGHORV
contrarreferencia. QLYHOHVORFDOHV&LHQWRVGHWUDEDMRVGHLQYHVWLJDFLyQFR-
PHQ]DURQDSUHVHQWDUVHDUHXQLRQHVFLHQWt¿FDVMRUQDGDV
3UHVXSXHVWR&RQRFLHQGRODVGL¿FXOWDGHVSUHVXSXHV- \FRQJUHVRVQDFLRQDOHVHLQWHUQDFLRQDOHVH[SRQLHQGRODV
tarias de los hospitales y su tradicional prioridad por H[SHULHQFLDVGHOSULPHUGHFHQLRGHDFWLYLGDGHV(QPX-
ODVLQYHUVLRQHVHQDOWDFRPSOHMLGDGVHWUDWyGHDVHJX- FKDVÈUHDV3URJUDPiWLFDVODSURGXFFLyQFLHQWt¿FDLJXDOy
UDUXQÀXMRGHIRQGRVHLQVXPRVDWUDYpVGHOD5HVROX- RVXSHUyDODVUHDOL]DGDVSRUORVVHUYLFLRVWUDVFHQGLHQGR
FLyQ6&9TXHH[SUHVD HOQLYHOQDFLRQDO\HPSUHQGLHQGRLQYHVWLJDFLRQHVFRODER-
©DXWRUL]DUDJLUDUDORVKRVSLWDOHVEDVHSDUDVXH[- UDWLYDVFRQFHQWURVDVLVWHQFLDOHVRXQLYHUVLGDGHVH[WUDQ-
FOXVLYDDSOLFDFLyQDODDGTXLVLFLyQGHORVLQVXPRVEi- jeras.
sicos de efectores periféricos y áreas programáticas, el 'HEHDJUHJDUVHTXHGLYHUVDV&iWHGUDVGH6DOXG3~EOL-
GHORVQXHYRVIRQGRVLQJUHVDGRVPHQVXDOPHQWH FD(SLGHPLRORJtD\$WHQFLyQ3ULPDULDGHOD6DOXGHQYLD-
DODFXHQWDHVSHFLDOGHOD6HFUHWDUtDFRQSHULR- URQDVXVDOXPQRVGHSUHJUDGR\SRVJUDGRDSURYHFKDQGR
dicidad mensual cada Área Programática informará a ODH[FHOHQWHUHODFLyQGRFHQWHDVLVWHQFLDOTXHSHUPLWLyOD
la Dirección General de Atención Médica del uso y HVWUDWHJLD6LELHQD~QQRYHGRVDSDUDQXHVWURPHGLRHVWD
destino dado a cada partida girada». reorientación de la docencia en epidemiología y salud pú-
'HFXDOTXLHUPRGRHVWHUHIXHU]R¿QDQFLHURGHVH- EOLFDVHKDGHFRQWDUHQWUHXQRGHORVPD\RUHVp[LWRVGH
guridad no comprometía la teoría de que el Hos- la corta historia de los Distritos de Salud en la Ciudad de
pital Base debe hacerse cargo del presupuesto de Buenos Aires.
sus centros y en la práctica no demostró mayor Digamos por último que el personal de conducción y
H¿FDFLD HMHFXFLyQLQFRUSRUDGRDHVWDH[SHULHQFLDVyORFRQFRQRFL-
PLHQWRVWHyULFRVEiVLFRVGDGRTXHQRH[LVWtDFDVLKLVWRULD
+DVWD HO ¿Q GHO DxR ODV ÈUHDV 3URJUDPiWLFDV SUHYLDKDGHVDUUROODGRFRQHOWUDQVFXUVRGHOWLHPSRXQD
FRQWDEDQFRQFHQWURVGH6DOXGGHGLIHUHQWHQLYHOHV- PDHVWUtDSUiFWLFDHQODHVWUDWHJLDGH6,/26FRQYLUWLpQ-
tructura edilicia y recurso humano, habiendo crecido en GRVHHQHOSULPHUQ~FOHRGHH[SHUWRVHQHOSDtVSDUDHO
IRUPDLPSRUWDQWHVXVDFWLYLGDGHVHLPSDFWRORTXHOOHYyD iUHDFUtWLFDGHPHJDOySROLV(VWRVKDQGH¿QLGROHQWDSHUR
las autoridades a proponer la creación de un Departamen- seguramente, un marco y una doctrina que ha protegido
WRGH6DOXG&RPXQLWDULDTXHLQWHJUDUDODVGLYLVLRQHVGH DODVDFWLYLGDGHVGHiUHDSURJUDPiWLFDGHFR\XQWXUDVSR-
Área Programática, Promoción y Protección de la Salud OtWLFDV GHVIDYRUDEOHV HPEDWHV SVHXGRWpFQLFRV GH SRFD
\6HUYLFLR6RFLDORXQD6XEGLUHFFLyQHTXLYDOHQWHRXQD racionalidad o incursiones demagógicas ingenuas, esta-
Dirección de Distrito de Salud suprahospitalaria, todos EOHFLHQGR±DWUDYpVGHJUDQGHVGL¿FXOWDGHV±XQQ~FOHRGH
SUR\HFWRVTXH¿QDOPHQWHWXYLHURQHVFDVRDSR\RSROtWLFR DFWLYLGDGHVFRQSULRUL]DFLyQGHODVSREODFLRQHVGHULHVJR
\IXHUWHUHVLVWHQFLDWpFQLFDDQLYHOKRVSLWDODULR GHLPSDFWRHYDOXDGR\UHVXOWDGRSUREDGR
(OWHUFHUSHUtRGRFRPSUHQGHDSDUWLUGHODxRFD-
racterizado por un cambio estructural en la Secretaría de Tercera etapa (1992-2007)
6DOXG3~EOLFDTXHFRQOOHYyODGHVDSDULFLyQGHOD'LUHF-
ción General Adjunta de Áreas Programáticas, aunque al- (VWDHWDSDHVWXYRFDUDFWHUL]DGDSRUHOLQFUHPHQWROHQWR
JXQDVGHVXVIXQFLRQHVIXHURQDVXPLGDVSRURWURVQLYHOHV SHURFRQWLQXRGHODVDFWLYLGDGHVGHODViUHDVSURJUDPi-
Sin lugar a dudas el tiempo demostró la necesidad de este ticas, así como el crecimiento del número de Centros de
DSR\RFHQWUDODXQDHVWUDWHJLDGHPDVLDGRMRYHQSHURHQ 6DOXG\$FFLyQ&RPXQLWDULD&(6$&\ODLQFRUSRUD-
4. La regionalización sanitaria... 103
FLyQGHRWURVHIHFWRUHVGHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQ1RV - ([WHQVLyQGHOFRQRFLPLHQWRHSLGHPLROyJLFR\GHORV
UHIHULPRVDORV&HQWURV0pGLFRV%DUULDOHV&0%\D sistemas de información
ORV0pGLFRVGH&DEHFHUD0&DVtFRPRODLQFRUSRUD- - 'HVDUUROORGHODJHVWLyQFOtQLFDHQHOSULPHUQLYHO
FLyQGHO¿QDQFLDPLHQWRSRUHO352)(\GHO&RRUGLQD- DVt FRPR OD LQFRUSRUDFLyQ D HVWUDWHJLDV GH HYDOXD-
GRUGHHVWD~OWLPD¿JXUD ción de la calidad de atención
(QORV~OWLPRVDxRVGHODGpFDGDGHOVHFUHD - Incorporación a las redes y programas centrales,
OHQWDPHQWHXQD¿JXUDGHtrack Approach con las áreas como lógicos nodos y efectores
programáticas y los Hospitales Base, con una depen- - ,QFOXVLyQGHOSULPHUQLYHODODVUHIRUPDVGHJHVWLyQ
dencia cada día más directa de los CESAC con los ni- de insumos en los hospitales base, así como la ur-
YHOHVFHQWUDOHVGH$36\GHRWURVSURJUDPDVYHUWLFDOHV JHQWHGLVWULEXFLyQGHQXHYRHTXLSDPLHQWR
que comenzó a resentir las relaciones entre el primer - ([WHQVLyQDVHJXUDPLHQWR\SURPRFLyQGHODVDFWL-
QLYHO\HOVHJXQGRQLYHOGHDWHQFLyQ YLGDGHVGHGRFHQFLDHLQYHVWLJDFLyQFRQYHQLRVFRQ
En esta etapa es de destacar la aparición de la Ley XQLYHUVLGDGHV S~EOLFDV \ SULYDGDV 5HVROXFLRQHV
Básica de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos 'HFUHWRV/H\HVGH%LRpWLFDH,QYHVWLJDFLyQ
Aires, que incorporaba la autonomía en salud, y la po-
VLELOLGDGGHFRPSOHWDUGH¿QLWLYDPHQWHODUHJLRQDOL]D-
ción, al crear las regiones sanitarias, las áreas de salud Estudio, desarrollo e implementación de
y las comunas, tres conceptos que –como detallamos las Regiones Sanitarias
anteriormente– permiten alcanzar una real estrategia
de SILOS. Regiones sanitarias - Ley Básica de Salud
En este período, caracterizado por el anclaje de las $UW
áreas programáticas en multitud de funciones y tareas, Regiones Sanitarias. Número y delimitación
programas centrales y locales, y el dominio de las acti- La Autoridad de Aplicación debe establecer
YLGDGHVH[WUDPXUDOHVGHORV+RVSLWDOHV%DVHVHDVLVWH regiones sanitarias en un número no menor de
también al desarrollo del raciocinio epidemiológico WUHV RULHQWiQGRVH D GHVDUUROODU OD FDSDFL-
VX¿FLHQWHSDUDKDFHUVHFDUJRGHODYLJLODQFLDJHQHUDO dad de resolución completa de la red estatal en
H LQWHQVL¿FDGD HQ FDVRV GH HQIHUPHGDGHV LQIHFWRFRQ- cada una de las mismas, coordinando y articu-
WDJLRVDV GHQJXH KHSDWLWLV HWF R WR[LDOLPHQWDULDV lando los efectores de los tres subsectores, y
entre otras. FRQWHPSODQGR OD GHOLPLWDFLyQ JHRJUi¿FRSR-
EODFLRQDOEDVDGDHQIDFWRUHVGHPRJUi¿FRVVR-
Cuarta etapa (2008 hasta el presente) cioeconómicos, culturales, epidemiológicos,
ODERUDOHV\GHYtDV\PHGLRVGHFRPXQLFDFLyQ
$SDUWLUGHGLFLHPEUHGHVHLQFRUSRUDXQDSODQL¿-
cación estratégica de base epidemiológica para la Ciu- Regiones sanitarias - Ley Básica de Salud
dad Autónoma de Buenos Aires, caracterizada por un $UW
decálogo de reformas esenciales: 5HJLRQHV6DQLWDULDV2EMHWLYR
- Estudio, desarrollo e implementación de las Regio- /DV UHJLRQHV VDQLWDULDV WLHQHQ FRPR REMHWLYR
nes Sanitarias OD SURJUDPDFLyQ RUJDQL]DFLyQ \ HYDOXDFLyQ
- Aseguramiento de la Atención Integrada de Salud de las acciones sanitarias de sus efectores. Tie-
- Estudio de la migración de las antiguas Áreas nen competencia concurrente y especializada
3URJUDPiWLFDV FRQ OtPLWHV HQ ORV LVyFURQRV GHO VHJ~QODFDSDFLGDGGHUHVROXFLyQGH¿QLGDSDUD
6$0(DODVQXHYDVÈUHDV3URJUDPiWLFDVGH6DOXG las mismas, y en su articulación en redes lo-
con base en las Comunas incluidas en las Regiones FDOHVUHJLRQDOHVLQWHUUHJLRQDOHVFRQORVVHUYL-
Sanitarias cios de mayor complejidad.
- ,QFRUSRUDFLyQGHQXHYRV&HQWURVGH6DOXGGHPR-
derna infraestructura, supliendo algunos a aquellos Regiones sanitarias - Ley Básica de Salud
creados transitoriamente, con estabilización de sus $UW
FRUUHVSRQGLHQWHVQ~PHURV\QLYHOHVGHUHVROXFLyQ Regiones Sanitarias. Conducción y Consejos
- Reordenamiento de los Recursos Humanos de las Regionales
iUHDV GH VDOXG \ GH ORV HIHFWRUHV GHO SULPHU QLYHO Cada región sanitaria está conducida por un
eliminando los nombramientos por suplencias de funcionario dependiente de la autoridad de
guardia o módulos asistenciales y nombrando las aplicación, y establece un consejo regional in-
Jefaturas correspondientes tegrado por representantes de los efectores, de
104 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
las áreas de salud, de los trabajadores profe- Áreas de salud - Reglamentación de la Ley Básica
sionales y no profesionales, y de la comunidad de Salud - Decreto
Regiones Sanitarias. Coordinador del Área de
Áreas de salud - Ley Básica de Salud Salud
$UW /DFRRUGLQDFLyQGHODDFWLYLGDGGHFDGDiUHD
Regiones Sanitarias. Lineamientos de salud estará a cargo de un Coordinador del
Las áreas de salud se desarrollan en base a los Área de Salud, quien deberá ser integrante de
siguientes lineamientos: la Carrera Profesional Hospitalaria. Será de-
DUHVSRQGHQDXQDGHOLPLWDFLyQJHRJUi¿FRSREOD- signado por la Secretaría de Salud. El Coor-
cional y tenderán a articularse con las futuras dinador de Área de Salud organizará las ac-
comunas; WLYLGDGHVFRQORV-HIHVGHÈUHD3URJUDPiWLFD
EVRQODVHGHDGPLQLVWUDWLYDGHODVFRPSHWHQFLDV correspondientes.
locales en materia de salud; (O&RRUGLQDGRUGHOÈUHDGH6DOXGFRQYRFDUi
FVRQFRQGXFLGDV\FRRUGLQDGDVSRUXQIXQFLRQDULR a las organizaciones intermedias de la socie-
de carrera; GDGSDUDODSDUWLFLSDFLyQHQODVDFWLYLGDGHVGH
GFRQVWLWX\HQXQ&RQVHMR/RFDOGH6DOXGLQWHJUD- salud.
do por representantes de la autoridad de apli- La participación en estas tareas se realizará
cación, de los efectores y de la población del DWUDYpVGHORV&HQWURVGH6DOXG0pGLFRVGH
área Cabecera y los Consultorios Barriales de Mé-
H DQDOL]DQ ODV FDUDFWHUtVWLFDV VRFLRHSLGHPLROyJL- dico de Cabecera del Gobierno de la Ciudad
cas locales, pudiendo proponer la cantidad y Autónoma de Buenos Aires. Sin perjuicio de
SHU¿OGHORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQ ello, el personal en cuestión mantendrá su
GHSHQGHQFLDDGPLQLVWUDWLYD/DVOLFHQFLDVRU-
Áreas de salud - Reglamentación de la Ley Básica GLQDULDVRH[WUDRUGLQDULDVDVtFRPRFXDOTXLHU
GH6DOXG'HFUHWR decisión que afecte a los agentes destinados
a cada Área deberán ser conformadas por el
El establecimiento de las Áreas de Salud se Coordinador de Área de Salud.
UHDOL]DUiGHQWURGHORVQRYHQWDGtDVKiEL-
les posteriores a la sanción de la Ley de Des- &2081$6<6$/8'
centralización y de su correspondiente regla- Quince comunas cuyos límites respetan las
mentación identidades barriales que, en muchos casos,
Cláusula transitoria; Implementación progre- los CGP desconocían.
VLYD2EMHWLYRV
Hasta tanto se sancione la reglamentación Subsidiariedad de la actuación del Gobierno
mencionada en el párrafo anterior, la Secre- Central en relación con las competencias de
taría de Salud del GCABA instrumentará la las Comunas. Es decir, que todo lo que puede
creación de áreas de salud en la Ciudad, en ser resuelto en el ámbito comunal, no debe ser
relación con los actuales CGP, en las que pro- abordado por el Gobierno Central.
PRYHUi OD RUJDQL]DFLyQ GHO SULPHU QLYHO GH
atención. (QHODFWXDOSURFHVRGHWUDQVLFLyQVHGLVROYLy
Dichas áreas de salud tendrán como objeti- DORV&*3VSDUDUHHPSOD]DUORVSRU&HQ-
YRV tros de CGPCs, conforme a los límites de las
DFRPHQ]DUODVH[SHULHQFLDVGHLQWHJUDFLyQGHOSUL- comunas.
PHUQLYHOGHDWHQFLyQ
EDVXPLUSOHQDPHQWHODVDFFLRQHVGHVDOXGGHHVH Las Comunas son unidades de gestión política
SULPHUQLYHO \ DGPLQLVWUDWLYD FRQ FRPSHWHQFLD WHUULWRULDO
FGHVDUUROODUODVDFWLYLGDGHVGHSURPRFLyQ\SUH- Son instancias de gobierno local con compe-
YHQFLyQGHODVDOXG\ tencia en un barrio o en un conjunto de barrios.
GFRRUGLQDUVXDFWLYLGDGFRQORVHIHFWRUHVGHDWHQ-
ción primaria de las distintas dependencias del Son organismos de gobierno con un ámbito
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos territorial propio, con base poblacional y con
Aires. autoridades electas.
4. La regionalización sanitaria... 105
sonal. Si cada centro o equipo debe desarrollar su propio den estos pacientes que coopere en un estudio sobre el
programa interno, se debería formar a grandes cantidades por qué ocurrieron estos ingresos y si, de hecho, podrían
GHLQGLYLGXRVSDUDTXHUHDOL]DUDQySWLPDPHQWHODHYDOXD- KDEHUVHHYLWDGR0iVGLItFLOHVHYDOXDUODVDFWLYLGDGHVGH
FLyQGHVXVDFWLYLGDGHV(QIRUPDH[WUHPDVLVRORKD\GRV SODQL¿FDFLyQGHXQiUHDSURJUDPiWLFDODVLQYHVWLJDFLRQHV
PpGLFRVHQXQ&HQWUROHVVHUiGLItFLOH[DPLQDUGHIRUPD HSLGHPLROyJLFDVTXHGHEHUtDOOHYDUDFDERRODFREHUWXUD
REMHWLYDHOWUDEDMRGHORWUR6LQFRQVLGHUDUPiVTXHODDVLV- de inmunizaciones resultante.
tencia reparadora, también debería tenerse en cuenta que Las medidas del proceso para la calidad de la atención
los profesionales en estos Centros tienen cierto aislamien- SULPDULDGHEHQLQFOXLUDVLPLVPRODHYDOXDFLyQGHFyPR
to de la educación continuada y su reacreditación debería VHGHVHPSHxDQODVWDUHDVGHHGXFDFLyQ\FRRUGLQDFLyQHV
basarse en la práctica de la medicina familiar antes que en decir, sobre una secuencia de asistencia antes que sobre
la superespecialización. Si ahora consideramos las reales YLVLWDVDLVODGDVGHEHUtDQWUDWDUFXHVWLRQHVFRPR
IXQFLRQHV TXH VH HVSHUDQ GHO SULPHU QLYHO KDOODUtDPRV ¢(VWDEDQ ORV QLxRV UHFLELHQGR OD LQPXQL]DFLyQ DGH-
TXH QR H[LVWHQ IXHQWHV PX\ FRQRFLGDV GH H[SHULHQFLDV FXDGD\VHOHVHVWDEDH[DPLQDQGRGHDFXHUGRFRQXQ
anteriores, ni instrumentos consensuados y probados, en SURJUDPD"
HVSHFLDOHQHOFDPSRGHODHYDOXDFLyQGHiUHDVSURJUDPi- ¢)XQFLRQyODUHIHUHQFLDFRQWUDUUHIHUHQFLDFRQHOVHUYL-
ticas y distritos de salud. FLRGHOKRVSLWDOEDVH"R
6DEHPRVTXHWUDGLFLRQDOPHQWHODHYDOXDFLyQGHODFD- - ¿Se pesquisan las embarazadas para comenzar las ta-
OLGDGSXHGHKDFHUVHYDORUDQGR UHDVGHFRQWURO\HGXFDFLyQ"
HVWUXFWXUDHVGHFLUUHFXUVRVKXPDQRVItVLFRV\¿QDQ-
cieros que se necesitan para proporcionar la atención 3iUUDIR DSDUWH PHUHFH OD HYDOXDFLyQ GH OD JHVWLyQ
a las personas. en el marco de la atención primaria. Huguet Recasens
SURFHVRFRPSUHQGHODVDFWLYLGDGHVTXHORVSURIHVLR- H[SUHVD TXH ORV VHUYLFLRV VDQLWDULRV GH DWHQFLyQ SUL-
QDOHVGHODVDOXGOOHYDQDFDERVREUHODVSHUVRQDVFR- PDULDSRGUtDQGH¿QLUVHFRPRDTXHOODRUJDQL]DFLyQHQ
munidades y medio ambiente, y la relación entre los FRQVWDQWHPRYLPLHQWRFRQVWLWXLGDHQSULPHUOXJDUSRU
LQGLYLGXRV\HOVLVWHPD los profesionales sanitarios, quienes tienen un propósi-
UHVXOWDGRORVFDPELRVTXHVHSURGXFHQDQLYHOGHVDOXG WREiVLFDPHQWHDVLVWHQFLDO\SUHYHQWLYR\FRQWLHQHQXQ
de la población asistida, incluyendo impacto y el cos- VLVWHPDGHYDORUHVFRUSRUDWLYRVSURSLREDVDGRHQODH[-
WREHQH¿FLRHQWpUPLQRVGHVDOXG SHULHQFLDKLVWyULFDGHODSURIHVLyQ\VXYLYHQFLDDFWXDO
6LELHQODHYDOXDFLyQGHODHVWUXFWXUDHVPX\LPSRU- en el seno de la sociedad. En segundo lugar, estos profe-
WDQWH OXJDU ItVLFR WHFQRORJtD DGHFXDGD FDSDFLWDFLyQ VLRQDOHVVHUHODFLRQDQDFWLYDPHQWHFRQORVGHPDQGDQWHV
GHO HTXLSR LQWHUGLVFLSOLQDULR HWF SDUD +HDWKHU 3DOPHU GHVXVVHUYLFLRVORVXVXDULRVVXVIDPLOLDV\VXPHGLR
ODVHYDOXDFLRQHVGHOSURFHVR\GHOUHVXOWDGRVRQSDUDOD ambiente, mediante la aplicación de sus conocimientos
atención primaria un desafío especial debido a algunas y técnicas en unos equipamientos físicos y tecnológi-
FDUDFWHUtVWLFDVGHWHUPLQDGDVGHODDWHQFLyQHQVXFRQWH[- FRVWUDWDQGRGHORJUDUODPi[LPDSDUWLFLSDFLyQFRPXQL-
WR+HPRVGLFKRTXHORVREMHWLYRVGHHOODVRQODSUHYHQ- WDULD3RU~OWLPRH[LVWHXQDHVWUXFWXUDRUJDQL]DWLYD\GH
FLyQHOWUDWDPLHQWRFRQVHUYDGRUGHODVGROHQFLDVPHQRUHV gestión con la función de coordinar, conducir y contro-
y, a largo plazo, el tratamiento de la enfermedad crónica lar estas relaciones y los recursos disponibles entre los
tanto como la educación para la salud y la participación SULQFLSDOHV FRPSRQHQWHV GH HVWDV YDULDEOHV 'LUHFFLyQ
comunitaria. Es por lo tanto complicado hallar medidas GHGLVWULWRRGHiUHDSURJUDPiWLFD
del resultado apropiadas y comprobadas para estas con- (V DTXt GRQGH VH KDFH WRGDYtD PiV GL¿FXOWRVD OD
diciones. Por ejemplo, la tasa de mortalidad, medida de HYDOXDFLyQ HQ HO SULPHU QLYHO GH DWHQFLyQ MXVWDPHQWH
resultado muy utilizada normalmente para la atención en el eje fundamental de optimización de resultados y
hospitalaria, carece aquí de sentido por ser rara la muer- en el centro de la estrategia de cambio emprendida, y en
WH HQ ODV DFWLYLGDGHV GH DWHQFLyQ SULPDULD \ VL RFXUUH donde se hacen más necesarios los aportes instrumenta-
lo hace después de que el paciente ha sido ingresado en les para facilitar este proceso.
un hospital, de modo que se hace difícil saber si hay que (QRUGHQDLUGHVDUUROODQGRXQLQVWUXPHQWRH¿FD]\
atribuirla estadísticamente al hospital o al prestador de TXHSHUPLWDVXSHUIHFFLRQDPLHQWRSURJUHVLYRDVtFRPR
atención primaria. Sin embargo, esto aún parece posible TXH WRPH HQ FXHQWD OD H[SHULHQFLD DFXPXODGD HQ HO
GHVROXFLRQDUDOSXQWRGHTXHHQ((88ODV352Peer tema, se puede utilizar el siguiente sistema protocoliza-
Review OrganizationsUHYLVDQUHJXODUPHQWHORVLQJUHVRV GRPRGL¿FDGRGH/DYDGHQ]\FRO/ySH]$OED\+3DO-
HQ ORV KRVSLWDOHV GHELGRV D HQIHUPHGDGHV TXH TXL]i PHUTXHSHUPLWHXQDVHQFLOODHYDOXDFLyQGHODH¿FLHQFLD
VHSXGLHUDQKDEHUHYLWDGRPHGLDQWHXQDDWHQFLyQSULPDULD total del área programática y los Centros de Salud, a tra-
de alta calidad. Se pide al área o al Centro del que proce- YpVGHOLQGLFDGRUSRUFHQWXDOGHGHVDUUROOR,3'SRU
4. La regionalización sanitaria... 107
ODFLIUDUHODWLYDGHUHVSXHVWDVD¿UPDWLYDVVREUHHOWRWDO /DVDFWLYLGDGHVGHGRFHQFLDHLQYHVWLJDFLyQVHH[-
FRQVLGHUDGRGHYDULDEOHVLQYHVWLJDGDV tendieron a la casi totalidad de las áreas programáticas;
(VWHVLVWHPDSHUPLWHJHQHUDULQYHVWLJDFLRQHVHQVHU- DHQHOSUHJUDGRGHODFDUUHUDGHPHGLFLQDHQODVDVLJ-
YLFLRVGHVDOXGGHQLYHOSULPDULRGHWLSRLQIRUPDWL]DGR QDWXUDV$WHQFLyQ3ULPDULD0$3\6DOXG3~EOLFD
XWLOL]DQGRORVSDTXHWHVHSLGHPLROyJLFRVHQXVR(3,,1- HQOD8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHV\(SLGHPLRORJtD
)2*/,0HWF\HVWDEOHFHUXQSURJUDPDFRQWLQXRGH \6DOXG3~EOLFDHQOD8QLYHUVLGDGGHO6DOYDGRU
HYDOXDFLyQTXHSHUPLWHFRQRFHUHOLPSDFWRGHGLYHUVDV EHQHOSUHJUDGRGHODVFDUUHUDVGH3VLFRORJtD(QIHU-
DFWLYLGDGHV GH RSWLPL]DFLyQ HPSUHQGLGDV DVt FRPR PHUtD\6HUYLFLR6RFLDOGHGLYHUVDVXQLYHUVLGDGHVH
FRPSDUDU HVWiQGDUHV GH GLYHUVDV iUHDV SURJUDPiWLFDV institutos terciarios
GLVWULWRV GH VDOXG iUHDV RSHUDWLYDV R HIHFWRUHV SHULIp- FHQHOSRVJUDGRGH(SLGHPLRORJtD6DOXG3~EOLFD3OD-
ricos». QL¿FDFLyQHQ6DOXGHWFGHGLYHUVDVXQLYHUVLGDGHV
&RQ HO SURWRFROR H[SOLFLWDGR VH KD FRPSDUDGR HO +DFLDWHQtDQDFWLYLGDGHVGHGRFHQFLD\SUHVHQ-
DYDQFHUHJLVWUDGRHQHOSULPHUGHFHQLRFRQUHVXOWDGRV WDEDQWUDEDMRVGHLQYHVWLJDFLyQYDULDViUHDVSURJUDPi-
más que satisfactorios. También se ha demostrado cómo ticas y estos trabajos se incorporaron a la bibliografía
la producción de los centros de salud y los equipos in- nacional e internacional, así como las presentaciones a
WHUGLVFLSOLQDULRV KD FUHFLGR H[SRQHQFLDOPHQWH FRQ HO VHPLQDULRV MRUQDGDV \ FRQJUHVRV D ODV UHVSHFWLYDV DF-
correspondiente aumento de su personal; pero ya hemos tas y libros de resúmenes. Se estima en dos centenares
DGYHUWLGRVREUHODVSRVLEOHVIDODFLDVGHFRPSDUDUHVWRV HOQ~PHURGHWUDEDMRVUHIHULGRVDODDFWLYLGDGHQiUHDV
LQGLFDGRUHVFRQRWURVIXHUDGHFRQWH[WR'LFH%DUUHQH- programáticas, centros de salud o programas de inter-
FKHDTXH©ODFDWHJRUtDH¿FLHQFLDRSURGXFWLYLGDGDSOLFD- YHQFLyQORVSURGXFLGRVHQODSUHVHQWHGpFDGD
GDDXQDLQVWLWXFLyQS~EOLFDPHUHFHGHWHQLGDUHÀH[LyQ Pero luego de esta etapa de consolidación, que ase-
La relación producción obtenida-recursos insumidos, JXUyVXIXWXURUHVWDDXQVXSHUDUSUREOHPDVFODYHRSWL-
que de una manera general constituye el componente PL]DUFRQFHSWRV\DFWLYLGDGHV\VREUHWRGRDYDQ]DUHQ
EiVLFR GH FXDOTXLHU GH¿QLFLyQ GH H¿FLHQFLD R SURGXF- ODGLUHFFLyQGHORVREMHWLYRVSXHVFRPRGHFtDXQJUDQ
WLYLGDGHQXQDHPSUHVDRLQVWLWXFLyQS~EOLFDVLQ¿QHV KRPEUHFLYLO©SDUDGHWHUPLQDUTXpFDPLQRKD\TXHVH-
de lucro, está acotada, condicionada y caracterizada no guir, es necesario saber adónde se quiere llegar». Esto
VRORSRUHOWLSRHVFDOD\VLJQL¿FDGRVRFLDOGHOSURGXFWR requiere tiempo, ya que «el desarrollo y fortalecimien-
¿QDOTXHVHVXSRQHODRUJDQL]DFLyQGHEHSURGXFLUVLQR to de las áreas programáticas es un proceso complejo
WDPELpQSRUVX¿QDOLGDGRPLVLyQVRFLDO\DVHDFRPR y delicado, necesariamente a largo plazo. El proceso
LQVWUXPHQWR FDWDOL]DGRU YLDELOL]DGRU H LPSXOVRU GH OD KDDYDQ]DGRDULWPRVGLIHUHQWHVHQFDGDOXJDU6LQHP-
producción de otras áreas y organizaciones públicas y EDUJRDXQHQORVTXHKDDYDQ]DGRPiVWRGDYtDIDOWDQ
SULYDGDVTXHLQWHJUDQHODSDUDWRSURGXFWRUQDFLRQDO3RU DVSHFWRVTXHLQWURGXFLU3RUHMHPSORHQDOJXQDVH[SH-
HVWDVUD]RQHVODQRFLyQGHH¿FLHQFLDRSURGXFWLYLGDGGH riencias se ha logrado descentralización en aspectos ad-
una empresa o institución pública descentralizada o no, PLQLVWUDWLYRVSHURQRHQORV¿QDQFLHURVRELHQVHFRQV-
debe referirse, necesariamente, a la relación «resultado tituye un buen modelo de atención con características
social de la producción-costo social de los recursos in- PX\SRVLWLYDVSHURQRVHORJUDODSDUWLFLSDFLyQSOHQDGH
sumidos». De todas maneras, es imprescindible desligar la comunidad.
\QRFRQIXQGLUHOFDUiFWHUµGH¿FLWDULR¶GHXQDLQVWLWXFLyQ ,QYROXFUDUWRGRVORVDFWRUHV\GDUOHVWRGDVODVFRQGL-
S~EOLFDFRQHOFDUiFWHUGHµLQH¿FLHQWH¶(VQHFHVDULRUH- ciones necesarias para que se desarrolle el proceso que
FRQRFHUTXHHO¿QRPLVLyQVRFLDOGHXQHPSUHVDTXH implica un área programática es una tarea delicada que
GHSHQGHGHOHVWLOR\QLYHOGHGHVDUUROORGHXQDVRFLHGDG requiere un enfoque ‘largoplacista’.
\GHORVYDORUHVTXHODLQIRUPDQSXHGHFRQ¿QDUODDOD El desarrollo de áreas programáticas es un proceso
SURGXFFLyQGHELHQHVRVHUYLFLRVHQXQDHVFDOD\HQXQ que no termina puntualmente sino que responde a las
área que puede ser teóricamente ‘rentable’ o ‘cuasirren- necesidades y cambios de la población. Sus resultados
table’, pero que en la mayoría de los casos constituye un en cuanto a atención integral de salud serán tangibles
iUHDSRUGH¿QLFLyQµLQKHUHQWHPHQWHQRUHQWDEOH¶'HOR no a corto plazo sino a mediano y largo plazo. Pero, una
que se trata en todo caso sería de estimar qué proporción YH]DOFDQ]DGRVVHPDQWHQGUiQFRQVWDQWHVVLHPSUHTXH
GHOPRQWRGHOGp¿FLWHVLQKHUHQWHDODPLVLyQVRFLDOGH el área programática actualice sus tácticas de acuerdo
la empresa o institución y al uso como instrumento de con lo que dicte la población».
políticas que de ellas hace el gobierno, y qué proporción
GHHVHPRQWRSXHGHVHUDWULEXLGDDODLQH¿FLHQFLDWHFQR- &RPR PtQLPR XQD YLVLyQ IXWXULVWD GH ODV$3 \ OD
OyJLFD\DGPLQLVWUDWLYDFRQTXHODRUJDQL]DFLyQXWLOL]D APS debería incluir la consideración de los siguientes
los recursos asignados». fenómenos o los siguientes ejes:
108 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Se ha hecho mucho en este sentido, pero resta aún 4.1 Profundizando la regionalización con la determina-
mucho por hacer en las áreas de: FLyQ±DODPDQHUDGHODH[SHULHQFLDFDQDGLHQVH±GHFXDWUR
- fortalecimiento de los docentes a seis distritos de salud en los que se pueda:
- cambios en los métodos pedagógicos
- desarrollo del material didáctico adecuado FRQWDUFRQLQIRUPDFLyQGHPRJUi¿FD\HSLGHPLROyJLFD
- profesionalización del epidemiólogo de la población objeto
GLVHPLQDFLyQGHODVLQYHVWLJDFLRQHV WHQHUXQLQYHQWDULRDFWXDOL]DGRGHORVVHUYLFLRVH[LV-
- incorporación de la bibliografía seleccionada tentes
- recibir información sobre la utilización de los recursos
3RURWUDSDUWHWDPELpQVHQHFHVLWDDYDQ]DUHQ - obtener consenso comunitario sobre prioridades
- el mejoramiento y actualización de la formación téc- SRVHHU FRPSOHWR FRQRFLPLHQWR GH ORV GLYHUVRV DV-
nica de los funcionarios locales para que aumenten SHFWRVGHODDFFHVLELOLGDGDORVVHUYLFLRVSDUDOOH-
su capacidad de hacerse cargo de las responsabilida- QDUODVSULQFLSDOHVGH¿FLHQFLDVGHOVLVWHPDGHSUHV-
des que trae consigo la descentralización taciones
OD LQWHJUDFLyQ GH OD GRFHQFLD XQLYHUVLWDULD FRQ ODV - establecer mecanismos de comunicación y cola-
áreas programáticas ERUDFLyQ LQWHUVHFWRULDO DVt FRPR GH SODQL¿FDFLyQ
ODFDSDFLWDFLyQHVSHFt¿FDHQJHUHQFLD\DGPLQLVWUD- FRQWURO GH FDOLGDG \ VXSHUYLVLyQ FRQWLQXD GH ORV
ción de distritos de Salud VHUYLFLRV
- el desarrollo de habilidades para fomentar la admi- ORJUDUFDSDFLGDGSDUDLGHQWL¿FDUSUREOHPDVGHVDOXG\
QLVWUDFLyQORFDOFRQXQDSHUVSHFWLYDHVWUDWpJLFD capacidad para buscar y ofrecer soluciones a situacio-
QHVFRQFUHWDVHQJUXSRVKXPDQRVHVSHFt¿FRV
Por último, debe tenerse presente un tema siempre
recurrente: la educación continuada de los profesio- Estos distritos contarían con una Dirección General
QDOHV \D TXH DOHMDGRV GH ORV VHUYLFLRV KRVSLWDODULRV de Salud Comunitaria propia.
obligan a implementar rotaciones continuas o disconti-
nuas, cursos especiales y otras formas de capacitación ,QFRUSRUDQGRDORVSURIHVLRQDOHVGHODVDOXGGHODV
especiales. áreas, con sus propios consultorios particulares –a la
PDQHUDEULWiQLFD±DOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQHVSHFLDO-
'HVDUUROORGHQXHYRPRGHORGHDWHQFLyQ PHQWHHQODV]RQDVGHPHGLRDDOWRSRGHUDGTXLVLWLYR
Esto implica «la transición de una organización de Esto, por supuesto, no implica la desaparición de los
fuerte orientación biomédica hacia un sistema de sa- centros de salud, sino la progresión de la estrategia ha-
OXGTXHRWRUJXHPD\RUSHVRUHODWLYRDORVDVSHFWRVGHO cia el apuntalamiento del PpGLFRGHFDEHFHUD.
medio físico-social y del comportamiento. En el nue- &UHDQGRXQ'HSDUWDPHQWRGH6DOXG&RPXQLWDULDD
YRPRGHORVRQWUDVFHQGHQWDOHVORVHVSDFLRVHVWLORVGH QLYHOGHORV+RVSLWDOHV%DVHTXHPHMRUHODVUHODFLRQHV
YLGDPHMRUDPLHQWRGHOPHGLRIDPLOLDUVRFLDO\ODER- GH ODV 'LYLVLRQHV GH ÈUHD 3URJUDPiWLFD 3URPRFLyQ \
UDOHQGRQGHODFRPXQLGDG\ODVRUJDQL]DFLRQHVVRFLD- 3URWHFFLyQGHOD6DOXG\6HUYLFLR6RFLDOHLQWHJUHVXV
OHV SXHGHQ WHQHU XQD SDUWLFLSDFLyQ HIHFWLYD SRVLEOH- DFWLYLGDGHV\OtQHDVGHDERUGDMH
mente más aun que las propias instituciones del sector
salud». Se plantean cambios que implican pasar: 5. 2SWLPL]DUODSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULD\ODLQWHU-
sectorialidad
- de una tecnología altamente inapropiada hacia una Se ha determinado que la participación social genera:
WHFQRORJtDGHVDUUROODGDFRQEDVHHQODLQYHVWLJDFLyQ - conciencia de su situación a los pobladores de la co-
- de la centralización a la descentralización munidad
GHORVSHTXHxRVUHVXOWDGRVDFRUWRSOD]RDORVUHVXO- XQQXHYRVHQWLGRGHUHVSRQVDELOLGDGHQFXDQWRDGH-
tados integrales a largo plazo rechos y obligaciones del estado y la comunidad
GHODVGHFLVLRQHVGHDOWRQLYHODODVGHFLVLRQHVHQXQ - democratización de los sistemas y procesos de de-
SURFHVRSDUWLFLSDWLYR cisión
- de las jerarquías a las redes de trabajo. - prioridad para las necesidades de los más necesitados
QXHYDVSHUVSHFWLYDVGHGHVDUUROORVRFLDO
$FWXDOPHQWHGLYHUVRVSODQHVGHVDOXGSDUDOD&LX-
GDGGH%XHQRV$LUHVDYDQ]DQHQHVWHVHQWLGRVREUHGRV 3RUORTXHVHSURSXJQDDYDQ]DUHQHVHVHQWLGRDWUD-
ejes: YpV GH ORV &RQVHMRV GH 6DOXG SDUD TXH OD FRPXQLGDG
pueda lograr:
110 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ODLQYHVWLJDFLyQGHVHUYLFLRVGHVDOXGHQGRQGHVHHYDO~H MHIDWXUDUHVWULQJHQODH¿FLHQFLDGHORVVHUYLFLRVFR-
en cada caso la relación entre la reorganización propuesta munitarios.
\ODHTXLGDGH¿FLHQFLD\H¿FDFLDHVSHUDGDVª /RVDVSHFWRVRUJDQL]DWLYRVSDUDDOFDQ]DUFREHUWXUDV
Debemos agregar por último que, si bien «hay una ~WLOHVVRQPX\GH¿FLHQWHVVXSDSHOHVIXQGDPHQWDO-
JUDQGLVWDQFLDHQWUHHOREMHWLYR\ODUHDOLGDGªHVQHFHVDULR PHQWH SDVLYR WDQWR SRU HO ODGR GH VHU VLPSOHPHQWH
continuar con los esfuerzos para contribuir al desarrollo UHDFWLYRVDODGHPDQGDFRPRSRUODGHELOLGDGGHVX
GHHVWDH[SHULHQFLDORFDOGHGHVDUUROOR\IRUWDOHFLPLHQWR interrelación con los hospitales para la referencia-
de áreas programáticas y distritos de salud. contrarreferencia.
0XFKRVGHORVSUREOHPDVTXHGH¿QtDPRVHQHOGLDJ- 11 - La asignación de una determinada comunidad de
QyVWLFRGHVLWXDFLyQGHOSULPHUTXLQTXHQLRGHODH[SHULHQ- ULHVJR D &HQWURV \ 8QLGDGHV 'HVFHQWUDOL]DGDV GHEH
cia o se han resuelto o han comenzado a solucionarse en VHUFODUDPHQWHGH¿QLGDGHQWURGHFDGDiUHDSURJUD-
SDUWH /RV WUDVFULELPRV SDUD UHFRUGDU FyPR DYDQ]DPRV PiWLFDQRVLHQGRFRQYHQLHQWHODVXEGLYLVLyQGHOiUHD
cuanto falta aún por hacer y cómo no son problemas dife- HQQXHYDVVXEiUHDV([LVWHXQGHIHFWXRVRUHODFLRQD-
rentes a los hallados en otras latitudes: miento del personal con la comunidad.
©([LVWHQSUREOHPDVGHGHFLVLyQSROtWLFDSUHVXSXHV- /RVDVSHFWRVFXOWXUDOHV\GHFRPSRUWDPLHQWRGHOD
WDULD GH UDFLRQDOLGDG QRUPDWLYD \ HVWUXFWXUDOHV TXH FRPXQLGDGVXDFWLWXGIUHQWHDORVVHUYLFLRV\ODVED-
impiden tanto la aplicación coherente de la estrategia rreras que limitan el acceso a ellos, no son puntos su-
como su optimización. ¿FLHQWHPHQWHWHQLGRVHQFXHQWDDVtFRPRWDPSRFRHO
1R VH WLHQH XQD GHELGD FRQFHSWXDOL]DFLyQ GHO VLV- papel que deben jugar las comunidades en la adminis-
tema, de los Centros y de otras formas de atención WUDFLyQGHORV&HQWURV\81$6$'\ORVPHFDQLVPRV
LQWHJUDGDHLQWHJUDOGHODVDOXGH[WUD\RLQWUDPXUDOHV GHSDUWLFLSDFLyQSRVLEOHV([LVWHJUDQGHVLQIRUPDFLyQ
GLYHUVDVPRGDOLGDGHVRUJDQL]DFLRQDOHVGHFDGDiUHD sobre las condiciones socioculturales, económicas y
$FWXDOPHQWHHOVLVWHPDORJUDEDMDFREHUWXUDIXQFLR- de percepción de problemas de salud de las comuni-
na en su mayor parte con demanda espontánea y se GDGHVDTXLHQHVVHSUHWHQGHVHUYLU
muestra incapaz de satisfacer las necesidades de sa- 1RHVWiQH[SOLFLWDGRVORVREMHWLYRVTXH±FRQHVSH-
lud de la población. Se destaca el riesgo de asociar la Ft¿FRVLQGLFDGRUHV±GHEHUtDQDOFDQ]DUVHLQGLFDGRUHV
implementación de estrategias de atención primaria a GHPRUWDOLGDGPRUELOLGDG\GHPHWDVGHSURJUDPDV
LQVWLWXFLRQHVGHWRGRRUGHQ&HQWURV8QLGDGHV6HQ- )DOWDGH¿QLUGH¿QLWLYDPHQWHORVDVSHFWRVHVWUXFWX-
VRUHVHWFTXHSXHGHQQRVHUHIHFWLYDV UDOHVGHODVUHODFLRQHVGH&HQWURV\8QLGDGHVFRQHO
1RHVySWLPRHOFRQWLQXRTXHGHEHLQLFLDUVHDQLYHO 6LVWHPDGH6HUYLFLRV\SDUWLFXODUPHQWHFRQODVÈUHDV
de la familia y se incorpora como función de múltiples Programáticas y los Hospitales Base.
LQVWLWXFLRQHV\VHUYLFLRVGHVDOXGSUHVWDQGRVHUYLFLRV ([LVWHSRFDRQXODSURJUDPDFLyQ\QRUPDWL]DFLyQ
a las personas y al ambiente. local, debilidad en la asesoría y en la capacitación y
1RSDUHFHFODUDPHQWHGH¿QLGDODUHVSRQVDELOLGDGGH QXODORJtVWLFDWUDQVSRUWHFRPXQLFDFLRQHV\YLiWLFRV
ORVMHIHVGHFHQWURV\QRH[LVWHQMHIDWXUDVWLWXODUHV 16 - Desconocimiento de la estructura y caracteres epi-
(OUHFXUVRKXPDQRTXHVHGHVHQYXHOYHHQHVWRV&HQ- demiológicos de la comunidad asociada e inadecuada
WURVQRUHVSRQGHPXFKDVYHFHVDODVQHFHVLGDGHVGH participación de la comunidad en la toma de decisio-
estas instituciones, en cuanto a su formación, lo que a QHVHLQH[LVWHQFLDGHPHFDQLVPRVDGHFXDGRVSDUDOD
SHVDUGHOYROXQWDULVPRFUHDGLVWRUVLRQHVHQHOGHVHP- participación.
SHxR \ IXQFLRQDPLHQWR GHO HTXLSR LQWHUGLVFLSOLQDULR 17 - Ausencia de prestigio y futuro en el personal asigna-
GHVDOXG/DLQHVWDELOLGDGGHUHYLVWDGHOSHUVRQDOQR do, estando ausente tanto de su propia educación con-
SHUPLWHXQDSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVSHUPDQHQWH\DGH- WLQXDFRPRGHODSRVLELOLGDGGHGRFHQFLDXQLYHUVLWDULD
cuada a las necesidades de la población. HLQYHVWLJDFLyQ
([LVWHIDOWDGHVXPLQLVWURVHVHQFLDOHVORFXDOUHVWULQ- 6H DEXVD GHO WpUPLQR FREHUWXUD UHODFLRQiQGROR HV-
JHODHIHFWLYLGDGGHOWUDEDMRGH&HQWURV\8QLGDGHV SHFLDOPHQWHDXQDLQIUDHVWUXFWXUDFHQWUR81$6$'
especialmente medicamentos y alimentos básicos. HWF\QRDFREHUWXUDSRUVHUYLFLRVLQWHJUDOHVFRPX-
6HUHFROHFWDSRFDLQIRUPDFLyQSDUDODSURJUDPDFLyQ nitarios.
local y esta poca consume tiempo del personal sin que 1RVRQFODURVORVREMHWLYRVDDOFDQ]DU\ODVIXQFLRQHV
se oriente a las necesidades de los propios Centros. La TXHGHEHQVHUUHDOL]DGDVSRUORV&HQWURV\81$6$'
LQIRUPDFLyQHVFDSWDGD\HQYLDGDDRWURVQLYHOHV\QR para el desarrollo de la estrategia de atención primaria.
se recibe respuesta ni datos analizados. /D DVLJQDFLyQ GH UHFXUVRV WDQWR GHVGH HO KRVSLWDO
/DEDMDFDSDFLGDGGHJHVWLyQH[LVWHQWH\ODGHEL- EDVHFRPRDQLYHOFHQWUDOHVDOHDWRULD\QRSHUPLWHHO
OLGDG GH ORV SURFHVRV GH RULHQWDFLyQ HYDOXDFLyQ \ desarrollo de una administración situacional.
4. La regionalización sanitaria... 113
ORFDOHQWUHODVYDULDVFDWHJRUtDVGHDWHQFLyQ/DUHJLR- LQWHJUDGRUD\QRUPDWLYDGHODFRRUGLQDFLyQQDFLRQDOGHO
QDOL]DFLyQ FRPR LQWHJUDFLyQ YHUWLFDOL]DGD WDPELpQ HV VLVWHPDGHVDOXGQLYHOHQHOTXHVHIRUPXODQSROtWLFDVJOR-
UHIHULGDHQORVVHUYLFLRVSULYDGRVFRPRVXFHGHHQORV EDOHV\VHGH¿QHQORVVLVWHPDVGHDSR\RORJtVWLFRWpFQLFR
((88:HLO \DGPLQLVWUDWLYRTXHUHTXLHUHODHMHFXFLyQGHSURJUDPDV\
Dentro de este concepto, el enfermo deberá recibir ODSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVHQHOQLYHOORFDOª
atención médica lo más cerca de su casa y ser encami- De la misma manera que en la Región de las Américas
QDGRDORVRWURVQLYHOHVSRUUHIHUHQFLDPpGLFD(VWHPR- se ha elaborado la propuesta de los SILOS, en el ámbito
YLPLHQWRSODQL¿FDGRGHSDFLHQWHVGHXQQLYHODRWURGH PXQGLDO \ FRQ HO PLVPR MXVWL¿FDWLYR VH KD GH¿QLGR OD
acuerdo con indicaciones diagnósticas, requiere un in- estrategia de apoyo a los distritos de salud, todos como
tercambio permanente de conocimientos y habilidades base para acelerar la aplicación de la estrategia de
por diferentes canales. Implica, también, que los ser- APSGH¿QLGDHQ$OPD$WD\UHD¿UPDGDHQ5LJD
YLFLRVFRQPHQRUJUDGRGHHVSHFLDOL]DFLyQVRQHVFDVD- \WHQLHQGRHQFXHQWDTXHODVHYDOXDFLRQHVUHDOL]DGDVSRU
mente distribuidos y los más especializados y de menor ORV SDtVHV GHPXHVWUDQ TXH ORV DYDQFHV ORJUDGRV QR KDQ
uso son más centralizados. La regionalización puede ser DOFDQ]DGR D UHVROYHU ORV SUREOHPDV EiVLFRV GH VDOXG \
FRQVLGHUDGD VHJ~Q /HZLV FRPR XQD IRUPD GH atención de la salud de los grupos poblacionales más
robinhoodismo, donde los recursos de salud redundan- necesitados.
tes y fácilmente accesibles a los ricos son eliminados o $GHPiV OD FULVLV HFRQyPLFR¿QDQFLHUD TXH DIHFWD
transformados en recursos más accesibles a los pobres. D OD PD\RUtD GH ORV SDtVHV KD SXHVWR HQ HYLGHQFLD ORV
3DUD6KHSV\0DGLVRQUHJLRQDOL]DFLyQLQFOX\H SUREOHPDVHQODH¿FLHQFLD\H¿FDFLDGHORVVLVWHPDVGH
la construcción y aceptación de una ¿ORVRItDGHOHVSDFLR salud, los que deben mejorar si se pretende alcanzar una
social, es decir, de la región como base de la organiza- mayor utilización de los escasos recursos y así contri-
FLyQGHODVLQVWDODFLRQHV\HOSHUVRQDOSDUDVHUYLFLRVGH EXLUDORJUDUODGLVWULEXFLyQPiVHTXLWDWLYDGHORVPLV-
salud de alta calidad económicos y accesibles. PRV (VWD H[LJHQFLD GH PD\RU HTXLGDG H¿FDFLD \ H¿-
(V QHFHVDULR GHVWDFDU TXH HQ OD HYROXFLyQ GH HVWH FLHQFLDVHHQFXHQWUDHQPDUFDGDGHQWURGHXQFRQWH[WR
FRQFHSWRPXFKDVYHFHVVHKDUHJLRQDOL]DGRODFRQVXOWD GHPRJUi¿FRHSLGHPLROyJLFRVRFLDO\HFRQyPLFRFRQ
médica y la atención a la morbilidad, descentralizando SURIXQGRVFDPELRVHQODQHFHVLGDG\GHPDQGDGHVHUYL-
el hospital algunas de sus atenciones. Pero, al perfec- FLRV\HQODUHGH¿QLFLyQGHOUROTXHOHFRUUHVSRQGHDORV
cionarse la regionalización, este concepto debe ser más sistemas de salud en el desarrollo político-democrático
DPSOLRHLQWHJUDO/DUHGGHVHUYLFLRVKRVSLWDOHV\VLVWH- y en la participación de cada país».
mas locales de salud no solo debe atender la morbilidad $VtORV6,/26VHGH¿QHQHQXQHVSDFLRSREODFLRQDO
\ODFRQVXOWDPpGLFDVLQRXQQ~PHURGHDFWLYLGDGHVTXH determinado, teniendo en cuenta todos los recursos para
HVUHVSRQVDELOLGDGGHORVVHUYLFLRVFRPRKLJLHQHHVFR- ODVDOXG\HOGHVDUUROORVRFLDOH[LVWHQWHHQHOPLVPRUHV-
ODU GH ORV DOLPHQWRV SURJUDPDV FRQWUD GDxRV HVSHFt- pondiendo a los procesos de descentralización del Estado
¿FRVGHWHFFLyQGHFiQFHUKLSHUWHQVLyQHQIHUPHGDGHV y del sector salud, a las necesidades de la población y a
LQIHFFLRVDV\PHWDEyOLFDVHWFGHELpQGRVHGLULJLUORV ODHVWUXFWXUDGHODUHGGHVHUYLFLRV\RUJDQL]iQGRVHSDUD
VHUYLFLRV FRQ FULWHULRV \ HQIRTXHV HSLGHPLROyJLFRV \ facilitar la conducción integral de las acciones; por lo que
VRFLDOHVWHQLHQGRFRPRREMHWLYRFHQWUDOODGLVPLQXFLyQ QRSXHGHQVHUFRQVLGHUDGRV±FRPRDYHFHVVHKDKHFKR±
GH OD PRUELOLGDG \ PRUWDOLGDG \ FRPR UHVXOWDGR ¿QDO como un ente jurídico o físico, o como una propuesta téc-
PRGL¿FDUHOFXDGURKLJLpQLFRHSLGHPLROyJLFRGHODSR- nica de reorientación físico-funcional de las unidades de
blación asignada. La coordinación intersectorial no pue- VHUYLFLRHQXQHVSDFLRORFDOFRQDXWRQRPtDHQUHODFLyQ
de disminuir ni cambiar que la responsabilidad por la al sistema nacional de salud. Al contrario, la propuesta
PRGL¿FDFLyQGHOFXDGURGHPRUELOLGDG\PRUWDOLGDGGH de los SILOS representa un elemento táctico, fundamen-
la población es, en primera instancia, responsabilidad tal dentro del proceso de transformación de los sistemas
GHORVVHUYLFLRVS~EOLFRVGHVDOXGª nacionales de salud, de los cuales son parte inseparable.
Repetimos pues que no se trata de un simple
2. Los Sistemas Locales de Salud HVSDFLR JHRJUi¿FR HV WDPELpQ XQ HVSDFLR GHPR-
JUi¿FR HSLGHPLROyJLFR WHFQROyJLFR HFRQyPLFR
$¿UPD 3DJDQLQL TXH ©ORV Sistemas Locales de Salud VRFLDO\VREUHWRGRSROtWLFR, insertado en una tota-
(SILOS) GHEHQ YHUVH FRPR XQLGDGHV EiVLFDV RUJDQL]D- lidad histórica donde se articulan, por una parte, las
WLYDVGHXQDHQWLGDGJOREDOSOHQDPHQWHDUWLFXODGDTXHHV XQLGDGHVSURGXFWRUDVGHVHUYLFLR\SRURWUDSDUWHOD
el sistema nacional de salud. Es decir los sistemas locales población con sus diferentes necesidades y posibili-
GHVDOXGFRQVWLWX\HQHOSXQWRIRFDOGHSODQL¿FDFLyQ\JHV- GDGHV HQ XQD UHODFLyQ ELXQtYRFD \ WRWDOL]DGRUD 'H
WLyQSHULIpULFDVGHORVVHUYLFLRVGHVDOXGEDMRODLQÀXHQFLD esta relación y solamente de ella, y en este espacio y
116 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Sistema educativo
Otros
Universidad
Escuelas de
formación
técnica
Privado Público
Cooperativas Sistema de
Subsistema
Sistema institucional atención de salud
económico
Industrias Seguridad
social
Primarios
Grupos Servicios
Comercios Subsistema de salud
popular ambiental
Población Subsistema
Otros tradicional
Grupos
sociales (ROLX)
Grupos
étnicos
Org.
Autoridad étnicas
local
Org.
Org. religiosas
culturales y
deportivas
Sindicatos
Partidos
políticos Org.
comunitarias
Sistema cultural
Sistema político
demiológica, de una estructura socioeconómica, de una D /D H[LVWHQFLD GH XQ VLVWHPD GH SODQL¿FDFLyQ DG-
estructura de poder y de una organización técnica espe- ministración e información que permita recolectar
Ft¿FDTXHFRQVWLWX\HQODEDVHGHODVUHODFLRQHVHQWUHODV datos sobre situación de salud y prestación de ser-
estructuras referidas y los recursos, en la cual la realidad YLFLRV TXH LQFRUSRUH HO DQiOLVLV HSLGHPLROyJLFR \
social es el resultado de la interacción de todas estas es- DGPLQLVWUDWLYR GH HVD LQIRUPDFLyQ \ TXH XWLOLFH HO
tructuras. )LJXUD análisis para el proceso de gestión.
Subcentro Subcentro
Agente de salud/ Centro II Centro II Agente de salud/
familias UNASAD UNASAD familias
Médicos
Salud mental
Centro de
Obstétricas
salud III/IV
Enfermeras
Asistentes sociales
Auxiliares sanitarios
Gobierno y ONG
Participación
comunitaria
Oficina
Hospital
Coordinación de
de distrito
intersectorial distrito
o base
de salud
Gobierno
Programas
Figura 4.2: Esquema de Distrito de Salud con dependencia externa al hospital (Montreal - Canada)
- Es lo bastante grande como para contar con personal administrativamente de los centros y agentes
WpFQLFR\DGPLQLVWUDWLYRHVSHFLDOL]DGR\WLHQHFRPR periféricos pero rechazan o ignoran la respon-
problemas: sabilidad de dirigir una estrategia de Distrito de
6DOXGFRQVHUYLFLRVLQWHJUDOHVHLQWHJUDGRV\QR
TXHODHVWUXFWXUDGHPXFKRVVHUYLFLRVVDQLWDULRV sólo para población sino para medio ambiente
UHÀHMDVXIXQFLyQGHPHURVUHFHSWRUHVGHFDVRV LQFOX\HQGRDPELHQWHVRFLDO
y cuenta con agentes de salud e instalaciones
cuya principal labor clínica consiste en atender Otras pautas importantes son las dimensiones y
emergencias y problemas de salud raros y de di- límites del Distrito y la posición del Hospital u hos-
fícil resolución, con el resultado de un escalón SLWDOHVGHUHIHUHQFLD'LFH1HZHOOTXH©QRH[LVWHXQD
periférico descuidado, cuyos agentes carecen de dimensión perfecta, puesto que los límites dependen
VXSHUYLVLyQ IRUPDFLyQ \ DSR\R ORJtVWLFR \ XQ GHOWDPDxRGHODSREODFLyQODIDFLOLGDGGHDFFHVRD
VHJXQGRQLYHOKRVSLWDODOTXHVHDWULEX\HQGH- HOOD\ODFRQ¿JXUDFLyQGHOD]RQD&XDQGRODSREOD-
masiadas tareas y gasta la mayor parte de sus FLyQHVUHODWLYDPHQWHSHTXHxDHVGLItFLOMXVWL¿FDUHO
UHFXUVRVHQJUDQQ~PHURGHSDFLHQWHVH[WHUQRV FRVWRGHXQFHQWURVDQLWDULRGHVHJXQGRQLYHOKRVSL-
con trastornos primarios. WDODPHQRVTXHODFRPXQLGDGVHHQFXHQWUHDLVODGD
6LODSREODFLyQHVUHODWLYDPHQWHJUDQGHODLPSRUWDQ-
- TXHODPD\RUSDUWHGHORVGLUHFWRUHVGHVHUYLFLRV FLDGHODGHPDQGDSXHGHUHTXHULUXQVHJXQGRQLYHOGH
de salud están dispuestos a responsabilizarse VHUYLFLRVPD\RU\PiVLPSHUVRQDO(VWRSXHGHWHQHU
4. La regionalización sanitaria... 121
&RQFUHWDPHQWH HVWDEOHFtD OD FRQFUHFLyQ GH YDULDV ± ,17(51$&,Ï1 325 &8,'$'26 352-
UHIRUPDVHQXQSHUtRGRGHFXDWURDxRV *5(6,926±5HV
8QL¿FDFLyQ GH &DUUHUDV \ OODPDGR D &RQFXUVR
±5(*,21$/,=$&,Ï1±5HV SDUD 'LUHFFLRQHV \ 6XEGLUHFFLRQHV (OLPLQDFLyQ
1RUPDWL]DFLyQ GH OD 'RFHQFLD GH *UDGR \ 3RV- GHORVLQWHULQDWRVSURORQJDGRV±'HFUHWR±
grado 5HV±±
(YDOXDFLyQGH7HFQRORJtDVHQ6DOXG5HV 3ULPHU&RQYHQLR&ROHFWLYRGH7UDEDMRGH3URIH-
&RQYHQLRFRQOD3URYGH%XHQRV$LUHVÈUHD0H- sionales de Salud
tropolitana. $GHFXDFLyQ (VWUXFWXUDV +RVSLWDOHV \ ÈUHDV GH
6DOXG±'HFUHWR±5HV
±*(67,Ï1&/Ë1,&$±5HV
,QVWLWXWRGH7UDVSODQWHV±/H\±'LUHFWRULR /D HVWUDWHJLD GH UHJLRQDOL]DFLyQ HVWXGLDGD SUHYLD-
'HF mente por los modelos epidemiológicos Espacial Se-
1XHYR0LQLVWHULRGH6DOXG FXHQFLDO'LVFULPLQDQWH6'6\GH6LVWHPDVGH,QIRU-
2SWLPL]DFLyQGHO6$0( PDFLyQ*HRUUHIHUHQFLDOHV*,6IXHLPSODQWDGDSRUOD
&REHUWXUD3RUWHxDGH6DOXG±'HFUHWR 5HVROXFLyQGHOGHHQHURGHFRQODFRQIRU-
PDFLyQTXHYHPRVHQOD)LJXUD
±*(67,Ï1325352&(626±5HV
,QYHVWLJDFLyQ ± /H\HV ± 'HFUHWR Se crearon cuatro Direcciones Generales de Regio-
±'HFUHWR±5HV±&RPLWp QHV 6DQLWDULDV LQWHJUDQGR FDGD XQD HOODV D ODV FR-
&HQWUDOGHeWLFDHQ,QYHVWLJDFLyQ5HV PXQDV HQ ODV TXH VH LED D GLYLGLU SROtWLFDPHQWH HQ HO
Auditorio Central del Ministerio futuro, a la Ciudad.
– Una red o sistema integrado de salud permite que las (metas de producción y calidad, versus recursos),
personas resuelvan problemas de salud de diferentes para la agregación de valor a través de mejoras
complejidades, cooperativa y consensuadamente en constantes de sus procesos, en un contexto de in-
diferentes establecimientos; un mismo proceso clíni- terdependencia y cooperación entre los distintos
co por una enfermedad cualquiera tiene etapas que equipos y de estos con otros establecimientos y dis-
se desarrollan en el primer nivel y etapas en que las positivos (lógica de sistemas integrados).
personas son derivadas a especialidades, ya sea en
forma ambulatoria u hospitalizada. El proceso clíni- *HVWLyQSRU3URFHVRV
co es entonces la guía de la gestión en red y permite – 5HVROXFLyQ
distinguir redes entre establecimientos, o redes de – &DPELR HVWUDWpJLFR HQ OD RUJDQL]DFLyQ KRVSLWD-
redes que conectan procesos al interior de un mismo ODULD WDQWR GHQWUR GH XQ KRVSLWDO FRPR HQWUH
establecimiento de salud. Las normas de referencia YDULRV KRVSLWDOHV UHODFLRQDQGR ORV SURFHVRV GH
y contrarreferencia, así como protocolos y guías clí- DWHQFLyQDORVSDFLHQWHVGHXQDPDQHUDPiVH¿-
nicas, deben ser diseñadas mirando la continuidad FLHQWH\UDFLRQDO
ÀXLGDGHGLFKRVSURFHVRV – (QHVWHVHQWLGR\DVHKDFRPHQ]DGRFRQHO&RP-
SOHMR+RVSLWDODULR6XUDVRFLDQGRORV+RVSLWDOHV
Gestión ClínicaGHORV6HUYLFLRVGH6DOXG 0RQRYDOHQWHV 0XxL] 8GDRQGR \ )HUUHU <D VH
– 5HVROXFLyQ FXHQWDFRQHO3ODQ0pGLFR\HO3ODQ$UTXLWHFWy-
– Capacitación para la instrumentación de la re- nico.
IRUPDDOSHUVRQDOGHFRQGXFFLyQGHKRVSLWDOHV\ – $SR\DGRSRUOD$00687(&%$\OD)HGHUD-
centros de salud ción de Profesionales
– /D JHVWLyQ FOtQLFD SHUPLWH XQD PHMRU JHVWLyQ
FRQGXFFLyQ\DGPLQLVWUDFLyQGHORVKRVSLWDOHV\ (YDOXDFLyQGH7HFQRORJtDV
FHQWURVGHVDOXGLQYROXFUDQGRDORVVHUYLFLRVHQ – 5HVROXFLyQ
ODUHVSRQVDELOLGDGGHOPDQHMRGHUHFXUVRVKXPD- – 6H KDFtD QHFHVDULR OD (7(6 FRPR KHUUDPLHQWD
QRV\PDWHULDOHV GHDSR\RHQHOPHMRUDPLHQWRGHODJHVWLyQVDQL-
– Implica una administración basada en las necesi- WDULD SDUD HO DVHVRUDPLHQWR HQ LQFRUSRUDFLyQ
GDGHVGHORVFLXGDGDQRV\HOPHMRUDPLHQWRGHOD GRQDFLyQ FRQGLFLRQHV GH XWLOL]DFLyQ XVR UD-
calidad de las prestaciones. FLRQDO\DGTXLVLFLyQGHWHFQRORJtDVDSURSLDGDV
– Se debe entender como autogobierno clínico siendo uno de los ejes esenciales en las políticas
como la corresponsabilidad de los equipos clínicos de salud.
4. La regionalización sanitaria... 125
&UHDFLyQGHO3URJUDPDGH(YDOXDFLyQGH7HFQROR- VDOXGHTXLWDWLYRVHLQWHJUDOHVDXQDSREODFLyQGH¿QL-
JtDVTXHDOFDQ]DDSURFHGLPLHQWRVPHGLFDPHQWRV da, y que está dispuesta a rendir cuentas por sus resul-
\GLVSRVLWLYRV\DHTXLSDPLHQWRVDQLWDULR tados clínicos y económicos y por el estado de salud de
la población a la que sirve.
Cobertura Porteña de Salud
– 'HFUHWR5HJODPHQWDULR (O SUy[LPR SDVR HV OD VXSHUDFLyQ GH OD VHJPHQWD-
– 0HGLDQWH OD /H\ VH FUHy OD &R36 FRQ HO ción y fragmentación, en el caso de nuestro país, de los
REMHWR GH JDUDQWL]DU HO GHUHFKR GHO DFFHVR D OD diferentes sistemas de las diferentes jurisdicciones, y de
FREHUWXUDLQWHJUDOSHUVRQDOL]DGD\JUDWXLWD\OD ODH[LVWHQFLDGHXQVLVWHPDS~EOLFRSULYDGRGHODVHJX-
DWHQFLyQGHODVDOXGMHUDUTXL]DQGRHOSULPHUQL- ridad social, del PAMI y de las ART, tratando de inte-
YHOGHDWHQFLyQ JUDUORVDXQD~QLFDUHGGHVHUYLFLRV/RVDGHODQWRVHQOD
(OEHQH¿FLRDOFDQ]DDWRGRVORVKDELWDQWHVTXHQR Ciudad en estos aspectos es lento, muy relacionado a la
SRVHDQ FREHUWXUD GH VDOXG GH QLQJXQD tQGROH \ jurisdicción nacional, pero se han logrado importantes
acrediten su residencia en la Ciudad Autónoma DYDQFHV +RVSLWDOHV GH *HVWLyQ 'HVFHQWUDOL]DGD &RQ-
de Buenos Aires. YHQLRV,QWHUMXULVGLFFLRQDOHV
Abarca el sistema de atención médica desconcen- (VWD H[SHULHQFLD FRLQFLGH VXVWDQFLDOPHQWH FRQ ODV
WUDGDFUHDGDSRUHO'HFUHWR recomendaciones de la Organización Panamericana de
$FUHGLWDFLyQIHKDFLHQWHGHUHVLGHQFLDKDELWXDO\ la Salud; se pretende un hospital en la lógica de las Re-
SHUPDQHQWHHQHOiUHDSURJUDPiWLFD des Integradas de Servicios de Salud, un nuevo mode-
lo asistencial traducido en cambios –no fáciles– en la
manera en que pensamos, actuamos y convivimos; se
(OLPSDFWRGHHVWDVUHIRUPDVSHUPLWLyOOHYDUDGHODQ- requiere un modelo de organización y gestión diferente
te la red integrada de servicios de saludDUWLFXODQGR al de un establecimiento autónomo que no tiene com-
¿UPHPHQWH ORV KRVSLWDOHV HVSHFLDOL]DGRV WHUFHU QL- promisos compartidos con otros establecimientos, con
YHO ORV KRVSLWDOHV JHQHUDOHV VHJXQGR QLYHO \ ORV el objeto de lograr mancomunadamente ciertas metas e
FHQWURV GH VDOXG \ DFFLyQ FRPXQLWDULD PpGLFRV GH impactos en una población determinada.
FDEHFHUD FHQWURV PpGLFRV EDUULDOHV SULPHU QLYHO
FRQODVOtQHDVWUDQVYHUVDOHVGHSURJUDPDV\UHGHVGH La siguiente Tabla compara los atributos esenciales
VHUYLFLRV (O VLVWHPD GH DWHQFLyQ PpGLFD GH (PHU- en modelo de atención y gestión, propuestos por la OPS
JHQFLD\HO3URJUDPDGH&REHUWXUD3RUWHxDGH6DOXG HQHO\ODVUHIRUPDVHVHQFLDOHVUHDOL]DGDVHQQXHV-
se incorporaron estratégicamente a esta concepción. tro sistema de salud, en ese mismo sentido.
5HFRUGDPRVTXHVHGH¿QH5HGHVLQWHJUDGDVGH6HU-
YLFLRVGH6DOXGcomo una red de organizaciones que
presta, o hace los arreglos para prestar, servicios de
Reforma Esencial en la
Tipo RED HOSPITAL
Red de la CABA
Definición desde la red de las
carterías de servicios, sistemas
Estrategia alineada con Análisis de la situación
Planificación en de referencia y contrarreferencia,
las necesidades de la de salud con base
Red sistemas de retroalimentación,
población de la red. geodiscriminante.
control de gestión y
financiamiento.
El Hospital tiene
autonomía de gestión,
Los hospitales son parte de un pero la red define el
Implantación de
sistema proveedor de servicios, tipo de actividades,
Población y la estrategia de
estructurados en torno a una nivel de complejidad
Territorio Regionalización –
población y territorio a cargo y especialidades en
Resolución MS 31/08.
definidos. atención abierta y
cerrada, incluida la
atención de urgencia.
(continúa en página siguiente)
126 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Hospitales generales – Centros de salud en la época clásica, que se suelen iniciar a mediados del
y acción comunitaria – Centros médicos siglo XIX con las preocupaciones de los reformadores
barriales – Médicos de cabecera VRFLDOHVTXHHQIUHQWDURQODVFRQVHFXHQFLDVGHODUHYROX-
ción industrial. ‘La política es la medicina en gran escala’
6LQOXJDUDGXGDVODFROXPQDYHUWHEUDOGHODHVWUDWHJLD HVXQDIUDVH9LUFKRZTXHVLQWHWL]DHVWDYLVLyQ(QHOVLJOR
GHÈUHDV3URJUDPiWLFDVHVXQDH¿FLHQWHRUJDQL]DFLyQGH que transcurre entre estas primeras propuestas reforma-
ORVQLYHOHVGHDWHQFLyQFRQFRPSOHMLGDGDVFHQGHQWH\ doras y la II Guerra Mundial discurre el primer ciclo de
que asegura una oportuna referencia/contrarreferencia. la historia de los Centros de Salud. En concreto entre los
3RUORPHQRVGHVGHODGpFDGDGHOGLYHUVRVWUDEDMRV DxRV\VHSURGXFHDDPERVODGRVGHO$WOiQWLFR
GH LQYHVWLJDFLyQ HQ VHUYLFLRV KDEtDQ DGYHUWLGR TXH XQ HVWHSULPHUPRYLPLHQWRGHORV&HQWURVGH6DOXG¶
JUDQ SRUFHQWDMH GH ODV DFWLYLGDGHV GH SUHYHQFLyQ SUL- (Q (XURSD IXQGDPHQWDOPHQWH HQ HO 5HLQR 8QLGR
PDULDSURPRFLyQ\SURWHFFLyQGHODVDOXGVHFXQGDULD VH SURGXFH HQ XQD SULPHUD IRUPXODFLyQ GH¿QLGD
GLDJQyVWLFR \ WUDWDPLHQWR \ WHUFLDULD UHKDELOLWDFLyQ del concepto de centro de salud integrado por Lord
VHSRGUtDQUHVROYHUPiVH¿FD]PHQWHIXHUDGHORVJUDQ- 'DZVRQRI3HQQHQHO©,QIRUPHGHOFRQVHMRFRQVXOWLYR
des hospitales, más cerca de la población, con mejor VREUH VHUYLFLRV PpGLFRV \ D¿QHVª 6H SODQWHD OD FRQ-
impacto y resultado en términos de salud, y a un mucho YHQLHQFLD GH OD UHDOL]DFLyQ GH DFWLYLGDGHV SUHYHQWLYDV
menor costo. IXVLRQDGDVFRQODVGHWLSRFXUDWLYRHQODDVLVWHQFLDSUL-
(QODH[SHULHQFLDGHOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHV\ PDULD 3DUHFH TXH ODV LGHDV SODQWHDGDV QR WXYLHURQ XQ
en un primer momento, se crearon unos pocos Centros JUDQp[LWRHQORVDxRVVXFHVLYRVHQ(XURSD2FFLGHQWDO
GH6DOXGGHVGHHOQLYHOFHQWUDODSURYHFKDQGRUHFXUVRV quizá, como plantea Roemer, debido a la fuerza política
ItVLFRV\DH[LVWHQWHV de la práctica médica particular. No obstante, se man-
Como sabemos, el Centro de Salud Integral es «la tiene el interés por la propuesta de centros de salud, po-
estructura funcional y física en la que se desarrollan las QLpQGRVH HQ PDUFKD HQ HQ HO GLVWULWR ORQGLQHQVH
DFWLYLGDGHVSURSLDVGHOD$36HQORVWHUUHQRVGHSURPR- GH 3HFNKDP XQD QXHYD H[SHULHQFLD GRQGH VH HQIDWL]D
FLyQSUHYHQFLyQDVLVWHQFLDFXUDWLYD\UHKDELOLWDFLyQ\ la orientación hacia la promoción de la salud y se re-
reinserción social, así como en el de las acciones comu- ODWLYL]DODLPSRUWDQFLDGHODDWHQFLyQDOWUDWDPLHQWRGH
QLWDULDVª0DUWtQ=XUUR(VXQWLSRGHRUJDQL]D- HQIHUPHGDGHVPRGL¿FiQGRVHODLGHDGH/RUG'DZVRQ
FLyQTXHDFW~DVREUHXQDFRPXQLGDGGH¿QLGDJHRJUi¿- ,QWHUUXPSLGDODH[SHULHQFLDGH3HFNKDPSRUOD*XHUUD
FDPHQWHDXQTXHHOWDPDxRGHHVWDSREODFLyQ\HOWLSR 0XQGLDO SURVLJXH QR REVWDQWH KDVWD HO DxR (Q
GHVHUYLFLRVSUHVWDGRVKD\DVLGRPX\YDULDEOH este primer ciclo se produce en Asia y África la instau-
'LFH /ySH])HUQiQGH] TXH ©HQWHQGLHQGR TXH OD YL- UDFLyQGHGLYHUVDVLQLFLDWLYDVGHFHQWURVGHVDOXGGLUL-
sión social de la medicina tiene antecedentes muy claros gidos fundamentalmente a poblaciones rurales, y auspi-
130 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
/DVHJXQGDSHUVSHFWLYDHVODTXHREWLHQHODVPD\R- KDQWHQLGRWUDGLFLRQDOPHQWHFDVLFRPR~QLFRREMHWLYROD
UHVYHQWDMDVGHOPRGHORFHQWURGHVDOXG\ODFRKHUHQWH enfermedad, y han dirigido sus esfuerzos hacia el per-
con la estrategia de atención primaria de salud, en tanto feccionamiento técnico de los medios diagnósticos y el
SHUPLWHODDGDSWDFLyQFRQPiVÀH[LELOLGDGDODVQHFHVL- tratamiento de patologías establecidas, prestando poca o
dades de salud de sus comunidades. QXODDWHQFLyQDODSUHYHQFLyQGHHVWDVDODSURPRFLyQR
En nuestro país, estas primeras instituciones de aten- FRQVHUYDFLyQGHODVDOXG\DOGLDJQyVWLFRRSRUWXQRHQHO
ción primaria funcionaron en general como consultorios período prepatogénico o precoz.
H[WHUQRV SHULIpULFRV QR HVWDEDQ XELFDGRV HVWUDWpJLFD- Con la aparición de las Áreas Programáticas y, den-
mente en las poblaciones de riesgo y era escasa la inter- WURGHHOODVGHORVHIHFWRUHVGHVHUYLFLRVFRPXQLWDULRV
GLVFLSOLQD&RQODFRQVWLWXFLyQGHODViUHDVSURJUDPi- de atención primaria, esta situación entra en un proce-
ticas y la descentralización de las decisiones resultante, VRJUDGXDO\SURIXQGRGHUHYLVLyQ\FDPELRHOVLVWHPD
SURQWRHVWDVLWXDFLyQWHQGLyDUHYHUWLUVHQRVyORFRQHO ORFDOKDFRPHQ]DGRDJXLDUODEU~MXODGHORVREMHWLYRV
crecimiento del número de Centros de Salud y Acción primordiales desde el norte de la enfermedad hacia el de
&RPXQLWDULD VLQR FRQ VX PiV H¿FLHQWH UHJLRQDOL]DFLyQ ODVDOXG3ROtWLFRVSODQL¿FDGRUHVSURIHVLRQDOHVVDQLWD-
VREUHODVSREODFLRQHVREMHWLYRSULRULWDULDV/D7DEOD ULRV\FLXGDGDQRVVRQFDGDYH]PiVFRQVFLHQWHVGHTXH
H[SRQHODVFDUDFWHUtVWLFDVGHODVSREODFLRQHVGHULHVJRHQ la función principal de un sistema sanitario no radica
áreas concentradas y la ubicación de los Centros de Sa- H[FOXVLYDPHQWHHQJDUDQWL]DUHOGHUHFKRGHOLQGLYLGXR
lud. Se estableció un 6LVWHPDGH6HUYLFLRVGH6DOXG&R- enfermo a ser bien asistido y tratado, sino que también
munitariaGHQWURGHOFXDOVHGH¿QtDHOUROGHORV&HQWURV y en primer lugar, es la de procurar que no enferme, que
GH6DOXG\$FFLyQ&RPXQLWDULD&(6$&\ODV8QLGDGHV VHPDQWHQJDVDQRDVHJXUDUHQGH¿QLWLYDVXGHUHFKRD
GH$WHQFLyQGHOD6DOXG'HVFHQWUDOL]DGDV81$6$' la salud y considerar a la enfermedad como el resultado
GHXQIUDFDVRHQHOORJURGHHVWHREMHWLYR
Centros de Salud Comunitaria y 7DQWRFRPRHO6LVWHPDGH6HUYLFLRVGH6DOXG&RPX-
Unidades de Atención de la Salud nitaria tiende a lograr el cambio de orientación del sistema
Descentralizadas. Concepto, VDQLWDULRGHVGHHOREMHWLYRGHHQIHUPHGDGKDFLDHOREMHWL-
funciones y políticas de optimización YRGHVDOXG\DOPLVPRWLHPSRSRWHQFLDUODFRRUGLQDFLyQ
HQWUHHOVHFWRUVDOXG\DTXHOORVRWURV(GXFDFLyQ0HGLR
/RV&HQWURVGH6DOXG&RPXQLWDULD\ODV81$6$'VRQ Ambiente, Acción Social, Deportes, Mujer y Solidaridad
LQVWLWXFLRQHV GH VDOXG TXH MXVWL¿FDQ VX H[LVWHQFLD HQ 6RFLDOHWFTXHKDQGHLQWHUYHQLUHQHOSURFHVRGHFRQ-
que los sistemas sanitarios y la práctica de la medicina VHFXFLyQGHXQDFDOLGDGGHYLGDDGHFXDGDGHEHORJUDU
Tabla 5.1: Población estimada por grupos de edad, según áreas programáticas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
132 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
como premisa fundamental, cambiar la orientación de sus los recursos de infraestructura de salud y los recursos
SURIHVLRQDOHV/D¿JXUDGHHVWRVKDGHVHUSRWHQFLDGDHQ KXPDQRV VH RUGHQDQ \ HVWUDWL¿FDQ SRU PHGLR GH XQ
muchos de sus contenidos pero también transformada por SURFHVRDGPLQLVWUDWLYR\GHODRUJDQL]DFLyQGHODWHF-
completo en otros puntos, para lograr su incorporación nología médica y sanitaria, para ofrecer prestaciones
SOHQD D ORV QXHYRV HOHPHQWRV FRQFHSWXDOHV RUJDQL]DWL- de salud integradas. Se considera que para que estas
YRV\IXQFLRQDOHVGHOVLVWHPDVDQLWDULR(VQHFHVDULRXQ SUHVWDFLRQHV WHQJDQ LPSDFWR HQ HO QLYHO GH VDOXG \
SURIHVLRQDOHQHOTXHVHXQHQODVFDUDFWHUtVWLFDVSRVLWLYDV bienestar deben ser accesibles a toda la comunidad sin
tradicionales en los terrenos del conocimiento y contacto H[FHSFLRQHVWHQHUFDOLGDGXQLIRUPH\SURSRUFLRQDUVH
profundo con la población a su cargo y de la continuidad en forma continua e integral, de acuerdo a las necesi-
de la asistencia prestada, con la mística y el cambio de dades del ser humano.
orientación del sistema. (O6LVWHPDDXQTXHGLVHxDGRSDUDSURSRUFLRQDUVHU-
&RQFHSWXDOL]DGRVORVVHUYLFLRVGH$WHQFLyQ3UL- YLFLRV GH VDOXG D WRGD OD SREODFLyQ GHEH FRQWHQHU ORV
maria y definida esta, en abono del trabajo intra o PHFDQLVPRVGHÀH[LELOLGDGDGHFXDGRVSDUD
intersectorial que forma parte de la estrategia, de- D$WHQGHUDJUXSRVSULRULWDULRVDWUDYpVGHSURIHVLR-
bería aclararse que esta es parte del desarrollo so- nales o técnicos con capacitación para la estrategia,
cioeconómico de los pueblos y que la salud global- amén de la propia de sus disciplinas
mente depende del mejoramiento de las condiciones E5HDOL]DUVXESURJUDPDVSDUDUHVROYHUSUREOHPDVGH
\ODFDOLGDGGHYLGDDOPLVPRWLHPSRTXHFRQWULEX- salud de carácter local
ye a estos. F &RQWHQHU IyUPXODV GH LQIUDHVWUXFWXUD \ GH UH-
(O 6LVWHPD GH 6HUYLFLRV GH 6DOXG &RPXQLWDULD cursos humanos para atender las características
EULQGDGRSRUODVUHVSHFWLYDVÈUHDV3URJUDPDDWUDYpV YDULDEOHVGHODSREODFLyQ\VXFRQFHQWUDFLyQGH-
GH VXV HIHFWRUHV +RVSLWDOHV %DVH&HQWURV GH 6DOXG PRJUi¿FD
81$6$'HVXQFRQMXQWRGHPHFDQLVPRVGHELGDPHQ- G%ULQGDUXQDDWHQFLyQLQWHJUDGDHLQWHJUDOHQHTXLGDG
WHVHOHFFLRQDGRV\RUJDQL]DGRVDWUDYpVGHORVFXDOHV FRQQLYHOHVDVFHQGHQWHVGHFRPSOHMLGDGDVHJXUDGRV
UNIDADES ESPECIALIZADAS
DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
3
A PR
HOSPITAL
GENERAL
1
Figura 5.1: Sistema de servicios de complejidad ascendente de atención integrada de salud - CABA
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 133
Es decir, los Centros de Salud son sólo una parte de DVt D WUDYpV GH XQ SURFHVR GH FRQWURO \ YLJLODQFLD
un Sistema de complejidad ascendente en determinada permanente, se ejerza una atención de base familiar
ÈUHD3URJUDPDSDUDHYLWDUTXHODDWHQFLyQSULPDULDTXH y con apoyo interinstitucional.
VHEULQGDUiHQHOORVQRVHFRQYLHUWDHQDWHQFLyQ©GHVH-
gunda para ciudadanos de segunda, practicada por pro- (VQHFHVDULRGH¿QLUXQequipo interdisciplinario óp-
fesionales de segunda». timo mínimo, quedando para el ajuste situacional
local consensuado las posibilidades de crecimiento,
La conceptualización básica del sistema es la si- en el sentido de las necesidades de la población y de
guiente: la estrategia de atención primaria. Cada uno de sus
/RVQLYHOHVGHDWHQFLyQGHODVDOXGVHWUDGXFHQHQOD integrantes debe tener –dentro de su incumbencia
práctica, en la DJUXSDFLyQHVWUDWL¿FDGD de recursos SURIHVLRQDORFRPXQLWDULD±XQSDSHOGH¿QLGRSDUDOD
para satisfacer necesidades determinadas, cuya orga- atención integrada e integral, familiar y comunitaria
nización debe dirigirse hacia la solución de problemas FRQHOREMHWLYR\PHWDHQHOVHUKXPDQRVXiUHDVR-
HVSHFt¿FRV\DOORJURGHXQDPi[LPDH¿FLHQFLDHQOD cial, y su medio ambiente. Este equipo de salud debe
SURGXFFLyQ\SUHVWDFLyQGHORVVHUYLFLRV/DRUJDQL- WHQHU GH¿QLGDV VXV DFFLRQHV SUHFLVDGDV VXV PHWDV
]DFLyQGHHVWRVVHUYLFLRVVHEDVDHQHOFRQRFLPLHQWR con base en rendimientos promedio, y delineados
de la naturaleza del problema que requiere atención, sus procedimientos básicos de trabajo.
y en el contenido tecnológico para satisfacer esa ne- Este planeamiento es un factor de trascendencia
cesidad: es decir, en la relación entre la situación de SDUD HO GHVDUUROOR GH ORV VHUYLFLRV FRQVWLWX\H OD
VDOXG\ODFRPSOHMLGDGGHVHUYLFLRVUHTXHULGRVSDUD esencia de la programación, la precisión de la co-
atenderla. En este sentido, el establecimiento de un bertura y el instrumento de monitoreo de la marcha
VLVWHPDGHFRPSOHMLGDGDVFHQGHQWHGHVGH81$6$' GHORVVHUYLFLRVSRUXQLGDGHVHTXLSRVSHUVRQDV(O
y CESAC hasta el Hospital Base o especializado, no sistema sólo adquiere formalidad y capacidad cuan-
consiste solamente en el proceso de catalogar unida- do se cuenta con los documentos, manuales, guías
des, sino que representa una serie de acciones de reor- \ODVX¿FLHQWHSURWRFROL]DFLyQHQODTXHVHSUHFLVHQ
JDQL]DFLyQJHQHUDOGHVWLQDGDVDD¿UPDUODHVWUXFWXUD ORVOLQHDPLHQWRV\QRUPDVRSHUDWLYDVPHQFLRQDGDV
organizacional –actualmente muy inestable– con el
¿QGHDVHJXUDUXQDGHVFRQFHQWUDFLyQGHODDWHQFLyQ - El papel de la comunidad es otro factor de trascen-
SULPDULD PHGLDQWH XQ VLVWHPD GH QLYHOHV DFFHVLEOHV dencia para el óptimo funcionamiento de la estra-
en equidad para quienes necesiten dicha atención, a tegia; de la adecuada participación de ella depende
WUDYpVGHPHFDQLVPRVGHFRRUGLQDFLyQ\DSR\RHQWUH HQPXFKRHOp[LWRGH&HQWURV\81$6$'6XLQ-
ORVQLYHOHVPHQFLRQDGRV corporación ha sido un instrumento de difícil apli-
cación, que en la práctica tropieza con obstáculos
- Su administración coherente necesita de la conjuga- de múltiple naturaleza. Las Áreas Programáticas
ción de una serie de recursos legales, tecnológicos, GHEHQ GLVHxDU PHFDQLVPRV LQWHOLJHQWHV \ FUHDWL-
de estructura física y humana que, debidamente im- YRV SDUD ORJUDU OD SDUWLFLSDFLyQ GH OD FRPXQLGDG
SOHPHQWDGRVKDFLDODFRPXQLGDGDWUDYpVGHIRUPDV XQRGHORVPiVLPSRUWDQWHVHVODLQYHUVLyQTXHVH
SUHGH¿QLGDVPtQLPDVGHVHUYLFLRV±FDSDFHVHQSR- hace en capacitación y reciclaje en recursos profe-
tencia de crecer modularmente–, permitan un real y sionales y el tiempo óptimo para organizar a dicha
PHGLEOHLPSDFWRHQHOQLYHOGHVDOXG\XQDySWLPD FRPXQLGDGFRQOD¿QDOLGDGGHTXHLQWHUYHQJDHQ
utilización de los recursos que a ella se destinan en el manejo de los programas y emprenda y ejecute
la Ciudad de Buenos Aires. UHDOPHQWHSRUVtPLVPDREUDVGHEHQH¿FLRSDUDVX
salud y para el mejoramiento social y de su medio
/DSURJUDPDFLyQHIHFWLYDQHFHVLWDGHDFWLYLGDGHV\ ambiente.
de procedimientos de trabajo profundos, en donde
el equipo interdisciplinario y los agentes de salud 8QDGHFXDGRDFFHVRDORVVHUYLFLRVVHxDODGRFRPR
o promotores secundarios y primarios entren desde una de las características básicas del sistema, se
un principio en contacto con la familia, conozcan GHEHOOHYDUDFDERDWUDYpVGHODFUHDFLyQGHXQVLV-
VXLQWHJUDFLyQVXYLYLHQGD\VXPHGLRDPELHQWH\ tema de complejidad ascendente, tanto de atención
dentro del proceso de su atención sigan su historia primaria como secundaria, en lugares estratégicos
\ FDPELRV HQ HO QLYHO GH VDOXG SDUD HVWDU HQ FRQ- \SODQL¿FDGDPHQWHXELFDGRV\ORPiVFHUFDQRVTXH
diciones de establecer las medidas promocionales, VHD SRVLEOH GHO OXJDU GRQGH WDOHV VHUYLFLRV VH UH-
HGXFDWLYDV \ UHSDUDGRUDV TXH OD IDPLOLD UHTXLHUH \ quieran. Se debe replantear el primero, segundo y
134 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
WHUFHUQLYHOGHFRPSOHMLGDGFRQIRUPHDFULWHULRVGH EOHPDVGHVDOXGEDMRXQDSHUVSHFWLYDPXOWLGLVFLSOLQDULD
agrupación poblacional, con cobertura asignada, y que integre los aspectos biológicos con los psicológicos
EXVFDUPHGLRVGHFRPXQLFDFLyQ\PRYLOLGDG y sociales.
,PSOLFDGDV HQ WRGDV ODV IXQFLRQHV \ DFWLYLGDGHV
(QHOSULPHUQLYHOHO&HQWURGH6DOXG&RPXQLWDULD GHVFULWDV SUHYLDPHQWH ODV GH HGXFDFLyQ SDUD OD VDOXG
GH¿QLGRFRPROD©HVWUXFWXUDIXQFLRQDO\ItVLFDHQOD han de estar dirigidas de forma principal no a la mera
TXHVHGHVDUUROODQWRGDVODVDFWLYLGDGHVSURSLDVGHOD transmisión de conocimientos e informaciones sobre las
atención primaria en los terrenos de la promoción, características de las enfermedades, sino a potenciar la
SUHYHQFLyQDVLVWHQFLDFXUDWLYD\GHUHKDELOLWDFLyQ\ autorresponsabilidad de las personas y comunidades en
reinserción social, así como en el de la participación el cuidado de su propia salud.
comunitaria». Aunque todas las actuaciones desarrolladas por el
&HQWUR GH 6DOXG KDQ GH WHQHU XQD YHUWLHQWH HGXFDWLYD
Las funciones del Centro de Salud Comunitaria han en las asistenciales es donde se establece un contacto
de permitir el planeamiento programado, en la prácti- SHUVRQDO\GHFRQ¿DQ]DHQWUHHOSURIHVLRQDOVDQLWDULR\
FD GLDULD GH ODV JUDQGHV OtQHDV GH DFWLYLGDG GHVFULWDV el paciente para tratar un problema concreto, donde las
como: SRVLELOLGDGHV GH LQWHUYHQFLyQ SRVLWLYD \ H¿FD] HQ HVWH
$WHQFLyQSUHYHQWLYD\GHSURPRFLyQGHODVDOXG terreno son mayores.
* Diagnóstico y tratamiento de enfermedades - Reha- El Centro de Salud es el ámbito institucional en el
bilitación y reinserción social que ha de producirse la participación comunitaria de
* Atención domiciliaria y urgente base en las tareas del sistema sanitario, y por ello han
* Vigilancia epidemiológica GHVHUDGHFXDGDPHQWHSURPRYLGDV\SRWHQFLDGDVWRGDV
'RFHQFLDHLQYHVWLJDFLyQ ODVDFWLYLGDGHVGLULJLGDVDHVWHREMHWLYRHVHQFLDOVLQHO
Y de aquellas otras necesarias para el análisis inicial FXDO QR HV SRVLEOH UHDOL]DU XQD YHUGDGHUD$WHQFLyQ GH
\YLJLODQFLDSRVWHULRUGHODVLWXDFLyQGHVDOXGGHODFR- OD6DOXGQLFRQVHJXLUODPi[LPDDGDSWDFLyQGHO&HQWUR
munidad atendida. a las necesidades concretas de la población atendida y
su consideración como una estructura propia de la co-
El centro de salud comunitaria como institución ha munidad.
GHGHVHPSHxDUXQSDSHOLPSRUWDQWHHQODFRRUGLQDFLyQ /DVIXQFLRQHV\DFWLYLGDGHVGH'RFHQFLDH,QYHV-
intersectorial y en la detección de casos y problemas, y tigación han de desarrollarse en el Centro de Salud,
ha de recibir y transmitir las informaciones generadas de acuerdo a programas preestablecidos que contem-
en la actuación sobre los mismos. plen aspectos de formación continua y de pre y pos-
/DVIXQFLRQHVGHSURPRFLyQ\SUHYHQFLyQTXHKD- JUDGRDVtFRPRRWURVGHLQYHVWLJDFLyQFOtQLFD\HSL-
cen referencia a actuaciones sanitarias programadas so- demiológica relacionados también, al igual que todos
EUHLQGLYLGXRVRJUXSRVGHSREODFLyQHVSHFt¿FRVRGH los anteriores, con las necesidades y características
riesgo, deben ser asumidas y desarrolladas primordial- concretas de la situación de salud de la comunidad
mente por el Centro de Salud, integrándolas con las de atendida.
carácter asistencial. 3DUDODSXHVWDHQPDUFKDGHODVDFWLYLGDGHVGRFHQWHV
/DVIXQFLRQHV\DFWLYLGDGHVDVLVWHQFLDOHVFXUDWLYDV\ en general y en particular de las dirigidas a pregradua-
de rehabilitación y reinserción social forman el núcleo GRVHVQHFHVDULDODH[LVWHQFLDGHPHFDQLVPRVGHFRRU-
básico sobre el que se asientan e integran las restantes dinación funcional con las facultades correspondientes.
funciones del Centro de Salud Comunitaria como ins- En este sentido, y de forma parecida a lo que sucede con
titución, y han de estar fundamentadas en actuaciones los hospitales que hoy realizan docencia de pregrado,
programadas y protocolizadas que impliquen la colabo- es preciso considerar la incorporación de determinados
UDFLyQ FRQVWDQWH GH ORV GLVWLQWRV LQGLYLGXRV TXH FRP- &HQWURVGH6DOXGDODHVWUXFWXUDGRFHQWHXQLYHUVLWDULD
SRQHQORV(TXLSRV,QWHUGLVFLSOLQDULRV\ORVVHUYLFLRVGH y con ella la de los profesionales de los mismos para
apoyo. Su desarrollo ha de tener lugar en los ámbitos impartir los elementos teóricos y prácticos propios de
de atención de las consultas del Centro, así como en el la estrategia.
domicilio, con posibilidades de comunicación para la La gestión de los recursos sanitarios correspon-
GHULYDFLyQGHXUJHQFLDV dientes al ámbito de actuación del Centro de Salud y la
La programación asistencial ha de responder a las FRRUGLQDFLyQ IXQFLRQDO FRQ ORV RWURV QLYHOHV GH OD UHG
necesidades y demandas concretas de la población aten- sanitaria son funciones que ha de asumir aquel como
GLGD\HVWDUHVSXHVWDQRKDGHVHUSDVLYDVLQRTXHSRUHO institución con recursos propios y que actúa como puer-
FRQWUDULRKDGHLPSOLFDUODE~VTXHGDDFWLYDGHORVSUR- WDGHHQWUDGDGHOVLVWHPD(YLGHQWHPHQWHHO&HQWURKD
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 135
PARTICIPACIÓN EN EL PROCESO
ORGANIZACIÓN DE COMUNIDADES
PROMOCIÓN Y APOYA PARA LA
ÁREA PROGRAMÁTICA
APOYO LOGÍSTICO
APOYO LOGÍSTICO
DE DECISIÓN
ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD PARA LA SALUD
Figura 5.2: Modelo global de niveles de complejidad para las estrategias de atención primaria y áreas pro-
gramáticas
GH UHVSRQGHU D ODV OtQHDV GH SURJUDPDFLyQ GLVHxDGDV - En este sistema importa asimismo el tipo de plan-
para el conjunto del área en que está incluido, pero no ta física para las instituciones de salud que han de
por ello ha de dejar de tener un grado importante de operar, así:
autonomía en la gestión de sus recursos, que le permita
$ QLYHO WHUFLDULR \ VHFXQGDULR VH GLPHQVLRQDQ
GDUXQDUHVSXHVWDÀH[LEOH\H¿FLHQWHDODVQHFHVLGDGHV Hospitales Generales y Hospitales Especiali-
concretas de la comunidad a la que atiende. En el terre- ]DGRV FRQVLGHUDQGR HO Q~PHUR GH FDPDV VX¿-
no de la coordinación funcional, el Centro de Salud es FLHQWHVSDUDDWHQGHUH¿FD]\H¿FLHQWHPHQWHDOD
HOHMHDOUHGHGRUGHOTXHKDQGHFDQDOL]DUVHORVÀXMRVGH población referida.
GHPDQGDGHVHUYLFLRVKDFLDRWUDVSDUWHVGHOVLVWHPDDVt
(QHOPLVPRVHQWLGRDQLYHOSULPDULRVHQHFH-
FRPRODFRQH[LyQGHORVGLVWLQWRVSURJUDPDVGLVHxDGRV sitan unidades que tengan características arqui-
para el conjunto del área sanitaria a la que pertenece a WHFWyQLFDV TXH UHÀHMHQ IXQFLRQDOLGDG DGHFXD-
WUDYpVGHVXSUHVHQFLDDFWLYDHQORViPELWRVGHGHFLVLyQ da y presentación digna, con plantillas tipo y
de la misma. cuadros básicos de equipo preestablecidos, que
SHUPLWDQFRQEDMRFRVWRRSHUDWLYRVXUHSURGXF-
136 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 5.3: Área de complejidad en la Planificación de la Atención Primaria de la Salud y Áreas Programáticas
- Por último, la estructura del Recurso humano, per- /RV &HQWURV GH 6DOXG &RPXQLWDULD \ 81$6$'
IHFWDPHQWH PRWLYDGD \ UHFLFODGD HQ ORV SULPHURV constituyen el ámbito principal donde ha de producir-
DxRV FRQ SURJUDPDV GH FDSDFLWDFLyQ DVLVWHQFLD \ VHODLQWHJUDFLyQUHDOGHODVDFWLYLGDGHVGHSURPRFLyQ
rehabilitación, y luego por el acceso de personal ya SUHYHQFLyQDVLVWHQFLDOHVFXUDWLYDV\GHUHKDELOLWDFLyQ
formado en el pregrado para esta estrategia, se con- y reinserción social. Los equipos interdisciplinarios
sidera un factor de trascendental importancia junto a asumen estas actuaciones globalmente y los distintos
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 137
profesionales que los forman los ponen en práctica ba- Descripción del sistema de
ViQGRVHHQXQDGLYLVLyQIXQFLRQDOGHOWUDEDMRTXHWHQJD complejidad ascendente en el que se
en cuenta sus diferentes aptitudes, actitudes y disponi- inscribe la reorganización del
bilidad, con independencia de su situación jerárquica o primer nivel de atención
estamental.
(OVLVWHPDHVWiLQWHJUDGRSRUWUHVQLYHOHVGHDWHQFLyQ
- La atención del medio ambiente es un factor de ac- El primero es responsable del tratamiento y seguimiento
ción integral en los Centros de Salud. Ha sido de- de patologías sencillas y de la promoción y protección
PRVWUDGDODLQWHUUHODFLyQTXHH[LVWHHQWUHHOKRPEUH GHODVDOXGVHDSR\DHQORVQLYHOHVVXSHULRUHVDORVTXH
y su medio ambiente, y esta relación ha originado UH¿HUHWHPSRUDOPHQWHSDFLHQWHVRVHxDODSUREOHPDVDP-
HO FRQFHSWR HFROyJLFR GH OD HQIHUPHGDG GH¿QLpQ- ELHQWDOHV (Q JHQHUDO ODV DFWLYLGDGHV GHO SULPHU QLYHO
GRVHHVWDFRPRXQGHVHTXLOLEULRHQWUHHOLQGLYLGXR VHHQIRFDQVREUHWRGRHQSUHVHUYDU\FRQVHUYDUODVDOXG
y el medio físico, biológico y social de su entorno. de la población por medio de acciones de promoción,
/RVVHUYLFLRVGHVDOXGLQWHJUDOHVSRUORWDQWRGHEHQ SURWHFFLyQHVSHFt¿FDGLDJQyVWLFRSUHFR]\WUDWDPLHQWR
comprender la promoción del saneamiento básico a oportuno de padecimientos que se presentan con fre-
QLYHO FRPXQLWDULR HO FRQWURO VDQLWDULR \ DPELHQWDO cuencia, cuya resolución es factible mediante una com-
DQLYHOORFDO\DQLYHOFHQWUDOHOHVWXGLRDQiOLVLV binación de recursos simples y poco complejos.
QRUPDWLYLGDG \ RUGHQDPLHQWR GH ORV IDFWRUHV DP- &RUUHVSRQGHQ DO VHJXQGR QLYHO ODV DFWLYLGDGHV GL-
ELHQWDOHV TXH SXHGDQ WHQHU HIHFWRV DGYHUVRV HQ OD ULJLGDVDODUHVWDXUDFLyQGHODVDOXGDWHQGLHQGRGDxRV
salud del hombre. SRFR IUHFXHQWHV \ GH PHGLDQD FRPSOHMLGDG ORV VHUYL-
Participación
comunitaria
Determinación
de Programas Beneficios Necesidades
esperados de salud
autoridades
Medidas de
control e
intervención
Mesas de
trabajo
Definición de Funciones y
la tecnología Tecnologías Proceso actividades
apropiada
Distribución
de servicios
CENTROS
DE
SALUD
Humanos
Movilización Físicos y
de insumos Presupuesto Recurso materiales
críticos
Financieros
Roles del
equipo
Motivación Comportamiento Comunicación
del equipo Liderazgo Incentivos
y desempeño
de salud
Participación
y supervisión
Apoyo a puestos
y programas
Vinculación Red de Relaciones
del centro Articulación contactos internacionales
de salud
Internación con
red hospitalaria
FLRVTXHRWRUJDVRQSURSRUFLRQDGRVDSDFLHQWHVGHULYD- VXKLVWRULD\FDPELRVHQHOQLYHOGHVDOXGSDUDHVWDU
GRVGHOSULPHUQLYHO\DORVTXHVHSUHVHQWDQHVSRQWi- en condiciones de establecer las medidas promocio-
neamente con urgencias médico-quirúrgicas. En lo que QDOHVHGXFDWLYDV\FXUDWLYDVTXHODIDPLOLDUHTXLHUD
respecta al medio ambiente, se ejerce el control sani- \DVtDWUDYpVGHXQSURFHVRGHFRQWURO\YLJLODQFLD
tario y de la contaminación ambiental, con apoyo del permanente, ejerzan la medicina familiar, contando
laboratorio. para ello con el apoyo institucional.
(O WHUFHU QLYHO HV DTXHO TXH UHDOL]D DFWLYLGDGHV GH
(OHTXLSRGHVDOXGDQLYHOSULPDULRVHLQWHJUDFRQ
restauración y rehabilitación de la salud a usuarios que los equipos ya enunciados, cada uno de ellos con un
presentan padecimientos de alta complejidad diagnós- SDSHOGH¿QLGRSDUDODDWHQFLyQLQGLYLGXDOIDPLOLDU
tica y de tratamiento que han sido referidos por otros \FRPXQLWDULDFRQOD¿QDOLGDGGHDWHQGHULQWHJUDO-
QLYHOHVGHDWHQFLyQ$QLYHODPELHQWDOVHHMHUFHQDFFLR- mente al ser humano y su medio ambiente.
QHVQRUPDWLYDV\GHPRQLWRUHRGHODFRQWDPLQDFLyQTXH (VWH HTXLSR GH VDOXG WLHQH GH¿QLGDV VXV DFFLRQHV
requieren de tecnología especializada. precisadas sus metas con base en rendimientos prome-
(OPHFDQLVPRGHGLUHFFLyQ\HQODFHDGPLQLVWUDWLYR dio, y delineados sus procedimientos básicos de trabajo.
GHO VLVWHPD VH LQWHJUD SRU ORV VLJXLHQWHV QLYHOHV MHUiU- Este planteamiento es un factor de trascendencia para
TXLFRV XQ QLYHO FHQWUDO HVHQFLDOPHQWH QRUPDWLYR GH HO GHVDUUROOR GH ORV VHUYLFLRV FRQVWLWX\H OD HVHQFLD GH
SODQL¿FDFLyQ GLUHFFLyQ \ FRQWURO XQR LQWHUPHGLR GH la programación, la precisión de la cobertura y el ins-
DGDSWDFLyQGHQRUPDV\PDQHMRGHSURJUDPDV\VHUYL- WUXPHQWR GH FRQWURO GH OD PDUFKD GH ORV VHUYLFLRV SRU
FLRVHQHOiPELWRGHOÈUHD3URJUDPiWLFD\HOQLYHOORFDO unidades, equipos y personas.
UHSUHVHQWDGRSRUORV&HQWURV\81$6$'
Objetivos de la reorganización
Los conceptos básicos del sistema son, pues, los si- del primer nivel de atención a
guientes: través de Centros de
/RVQLYHOHVGHDWHQFLyQGHODVDOXGVHWUDGXFHQHQ Salud Comunitaria y UNASAD
ODSUiFWLFDHQODDJUXSDFLyQHVWUDWL¿FDGDGHUHFXU-
sos para satisfacer necesidades determinadas, cuya /DLQIUDHVWUXFWXUDUHFXUVRV\RUJDQL]DFLyQGHHVWHQLYHO
organización debe dirigirse hacia la solución de UHVSRQGHQDOKHFKRGHTXHVX¿QDOLGDGHVODDWHQFLyQGH
SUREOHPDV HVSHFt¿FRV \ DO ORJUR GH XQD Pi[LPD necesidades de salud simples, frecuentes y que requie-
H¿FLHQFLDHQODSURGXFFLyQ\SUHVWDFLyQGHORVVHU- ren recursos combinados de poca complejidad y accesi-
YLFLRV bles a la población dependiente.
/DRUJDQL]DFLyQGHVHUYLFLRVGHVDOXGVHEDVDHQHO Las acciones deben tener calidad uniforme, ser ca-
conocimiento de la naturaleza del problema a so- SDFHVGHDWHQGHUFXDQWRPHQRVDOGHORVSUREOHPDV
lucionar, la condición o situación de salud que re- que se presenten, incluir la participación de la comu-
quiere atención y el contenido tecnológico para sa- QLGDG \ VX FRVWR QR GHEH VHU HOHYDGR /RV HOHPHQWRV
tisfacer esa necesidad; es decir, en la relación entre EiVLFRV GH OD RUJDQL]DFLyQ RSHUDWLYD GH HVWH QLYHO VRQ
ODVLWXDFLyQGHVDOXG\ODFRPSOHMLGDGGHVHUYLFLRV los siguientes:
requeridos para atenderla.
* Por lo tanto, el proceso de establecimiento de un a) Servicios
VLVWHPD HVFDORQDGR GH VHUYLFLRV QR FRQVLVWH VROD-
mente en el proceso de catalogar unidades, sino que /DVDFWLYLGDGHVTXHVHWUDGXFHQHQORVVHUYLFLRVPtQL-
representa una serie de acciones de reorganización PRVREiVLFRVTXHFDUDFWHUL]DQDHVWHQLYHOHVWiQGLULJL-
general, destinadas a desconcentrar la atención de das no sólo a la atención de los problemas, sino también
ODVDOXGPHGLDQWHXQVLVWHPDGHQLYHOHVDFFHVLEOHV D OD PRGL¿FDFLyQ SRVLWLYD GH XQ HVWDGR GH VDOXG SRU
SDUD TXLHQHV QHFHVLWHQ GLFKD DWHQFLyQ D WUDYpV GH ello, deben abarcar tanto al ser humano como al me-
mecanismos de coordinación y apoyo entre los ni- GLRDPELHQWH(QODJDPDGHGLFKRVVHUYLFLRV\IRUPD
YHOHVPHQFLRQDGRV GHSURSRUFLRQDUORVVHUHFRQRFHTXHSXHGHQH[LVWLUGL-
$ WUDYpV GH XQ SURJUDPD GH DFWLYLGDGHV \ GH SUR- YHUVDVPRGDOLGDGHVVHJ~QODVLWXDFLyQJOREDOJUDGRGH
FHGLPLHQWRVGHWUDEDMRGH¿QLGRV&HQWURVGH6DOXG desarrollo institucional, disponibilidad de recursos pro-
&RPXQLWDULD\81$6$'VHSUHWHQGHORJUDUTXHHO fesionales, etc.
médico y el personal del equipo de atención prima- Aun cuando la característica básica es la simplici-
ria entren desde un principio en contacto con la fa- dad de los recursos, en la práctica la combinación de los
PLOLDFRQR]FDQVXLQWHJUDFLyQVXYLYLHQGD\VXPH- mismos puede no ser tan sencilla y requerir de la con-
dio ambiente, y dentro del proceso de atención sigan MXJDFLyQRSHUDWLYDGHUHFXUVRVPpGLFRVGHHQIHUPHUtD
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 139
y de asistencia social, para realizar tareas como las de - atención y referencia de urgencias médico-qui-
GHWHFFLyQGHHQIHUPHGDGHVFUyQLFRGHJHQHUDWLYDVYLJL- rúrgicas, psicológicas, psiquiátricas y sociales
lancia epidemiológica y organización de la comunidad. * Atención odontológica a grupos prioritarios y aten-
'HEHFRQWHQHUXQFRQMXQWRGHVHUYLFLRV\XQDFRPSOHMD FLyQRGHULYDFLyQGHXUJHQFLDV
tarea organizacional, si se desea que la atención –para
&DSDFLWDFLyQ\DGLHVWUDPLHQWRDSHUVRQDODX[LOLDUGH
ser aceptada por la comunidad– sea uniforme y de bue- la comunidad
na calidad, y al mismo tiempo se garantice la permanen- * Referencia
cia de las acciones. - de pacientes al hospital general o área progra-
$OJXQRVGHORVVHUYLFLRVRDFWLYLGDGHVDUHDOL]DUSRU mática
el equipo de atención primaria, es decir, el médico, la - para estudios de laboratorio y diagnóstico por
enfermera, el asistente social, etc., tienen una caracterís- imágenes
tica básica fundamental, inherente a la atención prima- - para problemas de control sanitario y ambiental
ria: la consulta y el control de enfermedades. En otros al área programática
casos, su inclusión dentro de la gama de prestaciones SDUD QRWL¿FDFLyQ \ FRQWURO HSLGHPLROyJLFR DO
depende de la situación local y del estado de salud de la área programática.
comunidad, como ocurre cuando se trata de la alimen- $XQFXDQGRODVDFWLYLGDGHVUHSUHVHQWDQXQpaquete
tación complementaria y de la promoción de obras de mínimo TXH GH¿QH \ FDUDFWHUL]D OD DWHQFLyQ SULPDULD
saneamiento. HO VLVWHPD RSHUDWLYR GHEH WHQHU FLHUWD ÀH[LELOLGDG GH
/DV DFWLYLGDGHV TXH GHEHQ GHVDUUROODU ORV HTXLSRV adaptación o enfoque prioritario de acciones, según el
LQWHUGLVFLSOLQDULRVTXHGH¿QHQDVLPLVPRORVVHUYLFLRV diagnóstico de la situación de salud y las características
DSURSRUFLRQDUVRQODVVLJXLHQWHV epidemiológicas o sociales de la comunidad a atender.
&RQRFLPLHQWRGHOHVWDGRGHVDOXGLQGLYLGXDOIDPL- Con objeto de mantener uniformidad en las acciones y
liar y comunitario EHQH¿FLRV VH SUHWHQGH TXH ODV DFWLYLGDGHV PHQFLRQD-
* Orientación y capacitación de la población depen- GDVVHSURSRUFLRQHQHQIRUPDFRQVWDQWHHQWRGRVHUYLFLR
diente para el cuidado de su salud, mediante la for- GHDWHQFLyQSULPDULDFXDOTXLHURPLVLyQSXHGHVLJQL¿-
mación de grupos de: car un deterioro de la calidad, sin embargo, la intensi-
- adultos dad, enfoque o prioridad con que se realicen deberán
JUXSRVMXYHQLOHV depender de un sistema de programación que parta de
- embarazadas y madres en período de lactancia un diagnóstico de la comunidad, del seguimiento de las
- mujeres en edad fértil DFFLRQHV\GHODDSOLFDFLyQGHOLQHDPLHQWRVRSHUDWLYRV
- escolares GH¿QLGRVSRUHOQLYHOFHQWUDO
* Nutrición
- orientación nutricional b) Agrupamiento de la población
- alimentación complementaria a menores de cua-
WURVDxRVHPEDUD]DGDV\PDGUHVHQSHUtRGRGH La población a atender puede encontrarse en áreas o
lactancia bien densamente concentradas, o bien dispersas, o en
3URPRFLyQSDUDHOVDQHDPLHQWR$SR\RDODYLJLODQ- asentamientos puntuales propios de una megalópolis.
cia y control sanitario del medio ambiente
- detección y referencia de problemas de control Tipo y descripción de unidades
ambiental El sistema modular de atención primaria, que consiste
&RQWUROGHHQIHUPHGDGHVSUHYHQLEOHVSRUYDFXQDFLyQ HQ DVLJQDU SHUVRQDV D XQ HTXLSR LQWHUGLVFLSOL-
* Detección oportuna de enfermedades crónico-dege- nario de salud, permite uniformar las características
QHUDWLYDV generales de las unidades físicas en que se propor-
&RQWURO\YLJLODQFLDHSLGHPLROyJLFDGHHQIHUPHGD- FLRQDUiQ ORV VHUYLFLRV VLQ HPEDUJR HV FRQYHQLHQWH
des transmisibles GLVSRQHU GH FLHUWD ÀH[LELOLGDG SDUD FRQMXJDU DOJXQDV
* Consulta médica general por grupos de edad, que acciones, administrar adecuadamente las unidades, fa-
comprende: FLOLWDUODORJtVWLFD\VREUHWRGRUHVSRQGHUDYDULDQWHV
- a enfermos GHPRJUi¿FDVORFDOHV
- a sanos Los Centros de Salud Comunitaria del Sistema de-
GHSODQL¿FDFLyQIDPLOLDU EHQWHQHUFDSDFLGDGSDUDDWHQGHUGHDKDEL-
- de control del embarazo WDQWHVPHGLDQWHXQFRQVXOWRULRKDVWDKDELWDQWHV
- detección de incapacidades y referencia para su FRQFRQVXOWRULRVRKDELWDQWHVPHGLDQWHXQLGD-
rehabilitación des de 6 consultorios.
140 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
* Es importante el establecimiento de un subsiste- cobertura y, en muy pocos países, organizado como par-
PD ORJtVWLFR TXH SHUPLWD HO ÀXMR H¿FLHQWH GH ORV te de un sistema nacional de salud. En la actualidad, y
elementos materiales que requieren los Centros y QRREVWDQWHODKHWHURJHQHLGDGFRQFHSWXDO\RUJDQL]DWLYD
81$6$'SDUDVXIXQFLRQDPLHQWRHVWHVXEVLVWHPD del hospital en la Región, la tendencia que predomina es
GHEHUiDSR\DUVHHQODLQIUDHVWUXFWXUDItVLFDH[LVWHQWH la de los hospitales públicos administrados directamente
\HQORVUHFXUVRVGHSHUVRQDOGHORVQLYHOHVWpFQLFRV SRU HQWLGDGHV GHO (VWDGR TXH FRH[LVWHQ FRQ KRVSLWDOHV
\DGPLQLVWUDWLYRVGHÈUHDV3URJUDPiWLFDV\+RVSL- SULYDGRVFRQ\VLQ¿QHVGHOXFUR
tales Base. Desde sus inicios, el hospital se concibe como una
6HGHEHDVHJXUDUHQHVWHVHQWLGRODSURYLVLyQGHDOL- XQLGDG GH RIHUWD DVLVWHQFLDO GH VHUYLFLRV HQ OD TXH VH
PHQWRV\PHGLFDPHQWRVEiVLFRV\DH[SOLFLWDGRVHQ DSUHFLDXQDGLYLVLyQGHOWUDEDMRSRUWDUHDVRULHQWDGDHQ
ODSODQL¿FDFLyQGHÈUHDV3URJUDPD función de la curación de enfermedades, con una alta
/DSODQL¿FDFLyQGHORVFHQWURVGHVDOXGGHEHEDVDUVH tendencia a la especialización de procedimientos y con
HQORH[SOLFLWDGRSRU$UDQGD5HJXOHVHQHO una jerarquización de funciones basada en la práctica
sentido de que los CESAC prestan una determinada de la medicina, lo que supedita a criterios médicos la
FRPELQDFLyQGHWLSRVGHVHUYLFLRVGHVDOXGUHDOL]D- UHODFLyQ FRQ RWUDV SURIHVLRQHV \ GH¿QH HO FDUiFWHU GH
dos de una determinada forma, lo que constituye la las prácticas institucionales. Las organizaciones en ge-
plasmación concreta de la estrategia de cada equipo neral, y los hospitales en particular, están regidas por
de atención primaria. En estos métodos y técnicas SURFHGLPLHQWRV GHVFULSFLyQ HVWDQGDUL]DGD \ GHWDOODGD
LQIRUPDOHV GH SODQL¿FDFLyQ GH PXFKRV HTXLSRV GH GHXQDDFWLYLGDGXRSHUDFLyQ6RQODVJXtDVSDUDODHMH-
DWHQFLyQ SULPDULD SXHGH KDEHU FODYHV LPSRUWDQWHV cución permanente de una misma tarea que, por sus ca-
SDUD PHMRUDU ORV SURFHVRV LQIRUPDOHV GH SODQL¿FD- UDFWHUtVWLFDVHVSHFLDOHVQHFHVLWDQGHRWUDVH[SOLFDFLRQHV
FLyQ3HURMXVWDPHQWHORVPRGHORVGHSODQL¿FDFLyQ acerca de «cómo es hecho en la práctica diaria». Las
H[WHUQRVPLGHQVXH¿FDFLDSRUODFDSDFLGDGGHPR- LQVWLWXFLRQHVRHVWDEOHFLPLHQWRVGHVDOXGLQWHUYLHQHQHQ
GL¿FDUHVWDHVWUDWHJLD ORVGLIHUHQWHVQLYHOHVGHDWHQFLyQ\SRVHHQGLYHUVDFRP-
* Es necesario que los controles sanitario y ambien- SOHMLGDGPHGLGDSRUODGLYHUVLGDGGHDFFLRQHVGHVDOXG
tal se encuentren ligados a criterios y acciones de que realizan y por el tipo de recurso médico y de otros
FDUiFWHUHSLGHPLROyJLFRGLULJLHQGRODVDFWLYLGDGHV SURIHVLRQDOHVGHVDOXGTXHHQHOORVVHGHVHPSHxDQ
de este recurso, en lo posible, hacia el control de Los hospitales están afectados por la crisis general
ODVFDXVDVGHGDxRDODVDOXGGHODSREODFLyQFRQ del sector público, caracterizada por una restricción
base en el diagnóstico y análisis de la situación de presupuestaria omnipresente, creciente y penosa, y por
la salud. VHYHUDVGHELOLGDGHVGHRUJDQL]DFLyQ\JHVWLyQ+R\HO
3DUDTXHHORWRUJDPLHQWRGHORVVHUYLFLRVPDQWHQJD KRVSLWDO VH YH DERFDGR D PRGL¿FDU VX WUDGLFLRQDO IXQ-
\PHMRUHSURJUHVLYDPHQWHVXFDOLGDGHVIXQGDPHQ- cionamiento frente a una poderosa tendencia de re-
WDOTXHVHOOHYHDODSUiFWLFDXQSURJUDPDGHHGXFD- forma sectorial, que busca articular mecanismos para
ción continuada para el personal de los diferentes XQLYHUVDOL]DU OD DWHQFLyQ DSURYHFKDQGR OD FDSDFLGDG
QLYHOHV LQVWDODGDWDQWRS~EOLFDFRPRSULYDGDVREUHODEDVHGH
esquemas de aseguramiento, sistemas nacionales de sa-
Interludio: El hospital OXG \ VHSDUDFLyQ GH IXQFLRQHV HQWUH ¿QDQFLDPLHQWR \
SURYLVLyQIRQGRVQDFLRQDOHVRORFDOHVSDUDFRPSUDGH
El hospital es una institución milenaria –de las pocas VHUYLFLRVDUHGHVGHDWHQFLyQ
TXHH[LVWHHQODKLVWRULDKXPDQDMXQWRDOD,JOHVLD±\ 7RGRV HVWRV FDPELRV FRQYLHUWHQ D OD DXWRQRPtD
KD HYROXFLRQDGR GHVGH FRQFHSFLRQHV DVLVWHQFLDOLVWDV hospitalaria en un paradigma que ayuda a responder a
UHOLJLRVDV HO SDWLR GH DWUiV GH OD DEDGtD \ GH EHQH¿- las necesidades de salud de los usuarios y a facilitar la
FHQFLD VRFLDO ±H[SUHVLRQHV GH REOLJDFLyQ GHO (VWDGR toma de decisiones en el hospital y sus relaciones con el
EHQHIDFWRU± KDVWD OD DGRSFLyQ SURJUHVLYD GH IRUPDV entorno. Sin embargo, pocos equipos humanos, y mu-
RUJDQL]DWLYDVHPSUHVDULDOHVXQDHYROXFLyQTXHVHHVWi cho menos los del sector público, pueden alcanzar su
LPSRQLHQGRDQLYHOPXQGLDODSULQFLSLRVGHOVLJOR;;, autonomía sin pasar antes por un doloroso proceso de
(QJHQHUDOVHSXHGHD¿UPDUTXHHOKRVSLWDOVHKDPDQ- cambio. En la situación actual, prácticamente todos los
WHQLGRFRPRXQDLQVWDQFLDDLVODGDGHSURYLVLyQGHVHUYL- principios de organización hospitalaria conocidos deben
cios dependiente, según los lugares y las épocas, ya del PRGL¿FDUVHHQUHVSXHVWDDODVVLJXLHQWHVQHFHVLGDGHV
ministerio de salud, la seguridad social, organizaciones 3UHVWDUVHUYLFLRVGHFDOLGDG\RULHQWDGRVDOXVXDULR
VRFLDOHVJRELHUQRVORFDOHVPXQLFLSLRV\DGHLQVWLWX- /RJUDU DXWRQRPtD UHVSRQVDELOLGDG \ FRPSURPLVR
FLRQHV SULYDGDV FRQ GLIHUHQWHV JUDGRV GH GHVDUUROOR \ del profesional
142 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
1
Véase, por ejemplo, Administración Hospitalaria y de Organizaciones de Atención de la Salud5RVDULR&RUSXV
Se ha dicho de los departamentos de urgencia de los hospitales que poseen articulación sensible ya que los cambios en la comu-
nidad se reconocen inmediatamente, por ejemplo, en la frecuencia de accidentes de tránsito, impacto de las medidas de control
DOFRKROHPLDXVRGHFDVFRDSDULFLyQGHQXHYDVGURJDVGHXVRLQGHELGRHQODFRPXQLGDGLQFUHPHQWRGHORVKHFKRVYLROHQWRV
HWF(VWDLQIRUPDFLyQSXHGHVHUHPSOHDGDFRPRSXQWRGHSDUWLGDSDUDODLQYHVWLJDFLyQHSLGHPLROyJLFDGHORVIDFWRUHVGHULHVJR
SDUWLFXODUHVDQLYHOUHJLRQDO0DUWLQ0$
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 143
Es curioso que lo mismo pase con los murciélagos, que duermen colgados cabeza abajo en las ramas de los árboles, ocupando
posiciones superiores –ramas más altas– a medida que su jerarquía en el grupo es mayor –y así, además, se mantienen más ale-
jados de los depredadores de tierra.
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 145
cuando la enfermedad instaurada requería su ais- Los profesionales pasan a ser asalariados den-
lamiento. tro del hospital; esto, conjuntamente con el desa-
rrollo de los sistemas mutuales y de la seguridad
Segunda generación social, hace que la profesión liberal deje de serlo.
(O(VWDGRLQYLHUWHHQHOVLVWHPDGHDWHQFLyQHQ
(O GHVDUUROOR FLHQWt¿FR WHFQROyJLFR DSRUWy DO salud asumiendo la responsabilidad del mismo, el
FDPSRGHODDWHQFLyQGHODVDOXGQXHYRVPpWRGRV concepto de salud es incorporado a los derechos de
de diagnóstico y tratamiento y una mayor profe- los ciudadanos y, con los fondos del tesoro nacio-
sionalización en el recurso humano. Los hospita- QDOVH¿QDQFLDQORVKRVSLWDOHV([LVWLHQGRHOUHFXU-
les pasaron de recibir pacientes para ayudarlos a un VRHFRQyPLFR\ODGHFLVLyQSROtWLFDGHYROFDUORDO
bien morir a estudiar las causas de la enfermedad, campo de la salud, el hospital los utiliza sin cues-
e intentar distintos esquemas y abordajes terapéu- WLRQDUVHH¿FLHQFLDRUHQWDELOLGDG
ticos. El paciente se mantenía a disposición del Para los profesionales, los recursos eran de ori-
FXHUSR SURIHVLRQDO SDUD DOFDQ]DU WDOHV REMHWLYRV gen mágico e inagotables, y no debían ser un pro-
las internaciones eran prolongadas, ya sea porque EOHPD )LQDQFLHUDPHQWH VH SDVD GHO KRVSLWDO GH
los tratamientos así lo requerían o porque el caso EHQH¿FHQFLDDOKRVSLWDOS~EOLFR
clínico tenía utilidad pedagógica para los estu- /D DUTXLWHFWXUD VH PRGL¿FD DFRPSDxDQGR DO
diantes. QXHYRPRGHORGHDWHQFLyQODQHFHVLGDGGHLQWHU-
Se arrastran culturas anteriores y los profesio- consultas, de interacción entre los pabellones con
nales mantienen esa actitud de seres superiores VHUYLFLRVGHGLDJQyVWLFR\VHUYLFLRVFHQWUDOHVFRPR
frente a los pacientes en inferioridad de condicio- quirófano, hace inadecuados a los antiguos pabe-
nes; el profesional de pie junto a la cama y el pa- OORQHVFRQMDUGLQHVDVXDOUHGHGRU/RVQXHYRVKRV-
ciente acostado condicionan tanto para uno como SLWDOHVVHFRQVWUX\HQVLJXLHQGRHOPRGHORGHHGL¿-
SDUDHORWURXQDYLVLyQGLVWLQWDGHODUHDOLGDG FLRYHUWLFDORGHmonobloque en peine; son ejemplos
6H DWLHQGH H[FOXVLYDPHQWH OD GHPDQGD HVSRQ- de esta época el Hospital de Clínicas de Buenos
tánea; el hospital cerrado espera que el paciente $LUHV HO +RVSLWDO )HUQiQGH] ORV +RVSLWDOHV JH-
JROSHHODSXHUWDGHPDQGDQGRDWHQFLyQHOFOiVLFR PHORVFRQVWUXLGRVHQHO*UDQ%XHQRV/DQ~V6DQ
©HQIpUPHQVH \ YHQJDQª QR H[LVWH FRPSURPLVR 0DUWtQ $YHOODQHGD HWF /RV YLHMRV KRVSLWDOHV
con la comunidad, ni tiene asignada un área geo- pabellonados se readaptaron arquitectónicamente
JUi¿FDGHUHVSRQVDELOLGDG con pasillos y galerías que unían los antiguos pa-
/D SURIHVLRQDOL]DFLyQ VH UHÀHMD HQ WRGRV ORV bellones.
campos del hospital, médico, enfermería, adminis- (OHMHGHOQXHYRPRGHORGHKRVSLWDOHVORRUJD-
WUDFLyQHWF&RQORVQXHYRVPpWRGRVGHGLDJQyVWLFR QL]DWLYR\DVtHVFRPRDSDUHFHXQQXHYRHVSHFLD-
\WUDWDPLHQWRDSDUHFHQORVQXHYRV6HUYLFLRV&HQWUD- lista, el administrador sanitario, que no sólo utili-
les de diagnóstico y tratamiento y los profesionales za las herramientas de la administración general,
WpFQLFRV UDGLRORJtD ODERUDWRULR KHPDWRORJtD 6H sino que está comprometido con la doctrina de la
HQWDEOD XQD FRPSHWHQFLD HQWUH ORV H[ VHUYLFLRV GH salud pública.
ORV SDEHOORQHV \ HVWRV QXHYRV VHUYLFLRV FHQWUDOHV
SHURHOPD\RUFRQÀLFWRHVHOGHSRGHUHQWUHORVH[ Tercera generación
pabellones y la administración central. El jefe de pa-
bellón se resiste a perder su condición de autoridad El modelo de atención pasa de la reparación del
máxima y sigue intentando tener su equipo de rayos GDxR D OD DWHQFLyQ LQWHJUDGD LQWHJUDO XQLYHUVDO
o su laboratorio independiente del central. RSRUWXQDDFFHVLEOHH¿FD]\H¿FLHQWH(OKRVSLWDO
$SDUHFHQORVFRQVXOWRULRVH[WHUQRVHQSULQFL- tiene asignada un área programática, área geográ-
SLRGHQWURGHODVVDODV\FRPRH[WHQVLyQGHHVWDV ¿FD HSLGHPLROyJLFD \ VRFLDO VREUH OD TXH GHVD-
SDUDHOVHJXLPLHQWRGHSDFLHQWHVH[WHUQDGRVOXH- UUROODSURJUDPDVGHVDOXGVREUHORVLQGLYLGXRV\
go como área de atención ambulatoria de «todo el medio. Se contempla no sólo la salud biológica
aquel que lo demandare». Pero, culturalmente, el de la población sino también la psíquica y social.
FRQVXOWRULRH[WHUQRVHPDQWLHQHFRPRDOJRajeno Se trabaja sobre la demanda espontánea pero
al hospital; a las meritocracias les interesa el pa- también se analiza la necesidad y se busca darle
ciente complejo, y por eso le asigna al consulto- UHVSXHVWD6LJXLHQGRHOPRGHORGH/HYHOO\&ODUF
ULRH[WHUQRXQiUHDUHGXFLGD\XQUHFXUVRKXPDQR VHLQFRUSRUDODSURPRFLyQSUHYHQFLyQ\UHKDELOL-
especial. tación al quehacer de un hospital. Los hospitales
146 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
4
(YROXFLyQGHORVHGL¿FLRVKRVSLWDODULRV$SUR[LPDFLyQDXQDYLVLyQWLSROyJLFD7UDEDMRH[SXHVWR\SXEOLFDGRHQDFWDVGHO,9
&RQJUHVR/DWLQRDPHULFDQR\-RUQDGDV,QWHUGLVFLSOLQDULDVGHOD$VRFLDFLyQ$UJHQWLQDGH$UTXLWHFWXUDH,QJHQLHUtD+RVSLWDOD-
ULD%XHQRV$LUHVSiJLQDV
148 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
)XQFLRQHVVLPLODUHV &ODKLJLHQHGRPpVWLFDFRPROLPSLH]D\HYDFXD-
3URGXFWRV ción de residuos, con especial referencia a los
*UXSRVGHXVXDULRV residuos patológicos
3URFHVRV D. transporte
ÈUHDVJHRJUi¿FDV (ODYDGHUR
)DOPDFHQDMH\GHSyVLWR
Las funciones del Hospital pueden sintetizarse como G. comunicaciones
VHH[SRQHDFRQWLQXDFLyQ206 +SODQL¿FDFLyQ\GLVHxR
)XQFLRQHVFOtQLFDV
6HUYLFLRVFOtQLFRV En general, nuestros hospitales se hallan departa-
3ROtWLFDVGHDGPLVLyQQRUPDVTXHUHÀHMDQODFD- mentalizados, siendo un ejemplo típico de la estruc-
SDFLGDGGHOKRVSLWDOSDUDWUDWDUHOSHU¿OSDWROyJLFR WXUD UHVXOWDQWH (O KRVSLWDO FRPR \D VH KD H[SUHVD-
asignado a ese establecimiento GRQHFHVLWDGHSHUVRQDOFDOL¿FDGRHQDGPLQLVWUDFLyQ
3URFHVRFOtQLFRFRPSUHQGHHOGLDJQyVWLFRHOWUDWD- hospitalaria, campo de la salud pública de enorme im-
miento, la atención, la rehabilitación SRUWDQFLDSRUODVGL¿FXOWDGHVTXHSUHVHQWDODJHVWLyQ
'HSDUWDPHQWRV FOtQLFRV FRPSUHQGH ORV GH XUJHQ- estratégica de estas instituciones de salud. Ha sido
FLDLQWHUQDFLyQGLIHUHQFLDGDRLQGLIHUHQFLDGDRSRU GH¿QLGDFRPRXQSURFHVRHQHOTXHVHPRYLOL]DQUH-
FXLGDGRVSURJUHVLYRV\SURFHVRGHDWHQFLyQPpGLFD FXUVRVGHSHUVRQDO¿QDQ]DVHTXLSRVHLQVWDODFLRQHV
a. Cirugía y Centro quirúrgico LGHDOPHQWHGHPDQHUDH¿FLHQWH\H¿FD]SDUDFXPSOLU
b. Atención obstétrica ORV ¿QHV GH XQD LQVWLWXFLyQ 6RQ IDFWRUHV FODYH SDUD
c. Atención pediátrica una administración fructífera el nombramiento de un
d. Atención psiquiátrica administrador con dotes de liderazgo y capaz de tra-
e. Rehabilitación bajar con un equipo. Igualmente importantes son la
f. Atención ambulatoria disponibilidad de recursos y una estructura orgánica
g. Hospital de día adecuada.
6HUYLFLRVGH(QIHUPHUtDTXHFRPSUHQGHQXQDDP-
SOLDYDULHGDGGHDFWLYLGDGHVHQWUHODVTXHVHGHVWD- El proceso de administración hospitalaria consiste
can cinco categorías principales: en un ciclo caracterizado por las siguientes funciones:
4.1 La atención física y psicológica diaria del paciente 3ODQL¿FDFLyQ
/DHGXFDFLyQGHORVSDFLHQWHV 2UJDQL]DFLyQ SURJUDPDFLyQ \ SUHVXSXHVWRV DVLJ-
/DDVLVWHQFLDDOPpGLFRHQXQDDPSOLDYDULHGDGGH QDFLyQDSURSLDGDGHUHFXUVRV\GH¿QLFLyQGHiUHDV
DFWLYLGDGHV de responsabilidad y relaciones
4.4 El manejo y organización de las salas de interna- (MHFXFLyQLQFOXLGDVODPRYLOL]DFLyQGHUHFXUVRV \
FLyQD¿QGHSHUPLWLUODFRRUGLQDFLyQGHDFWLYLGDGHV la resolución de problemas operacionales y estruc-
/DSODQL¿FDFLyQGHODFRQWLQXLGDGGHODDWHQFLyQ turales
con el paciente y educación de las familias &RRUGLQDFLyQLQWHJUDFLyQ\FRRSHUDFLyQFRQRWURV
5HJLVWURVPpGLFRV programas y sectores del hospital y la comunidad
6. Control de calidad (YDOXDFLyQ UHFRQVLGHUDFLyQ GH PpWRGRV UHGH¿QL-
&DSDFLWDFLyQHQVHxDQ]DHLQYHVWLJDFLyQ FLyQGHREMHWLYRV
)XQFLRQHVGHORV6HUYLFLRVGH$VLVWHQFLDDORV&OtQLFRV /D IXQFLyQ FODYH GH OD JHVWLyQ KRVSLWDODULD HV OD
A. Laboratorio de Dirección, en tanto toda institución debe tener un
B. Producción de imágenes para el diagnóstico solo jefe o director, quien asume la responsabilidad
&)DUPDFLD ¿QDOSRUHOWUDEDMRTXHDOOtVHUHDOL]D6HKDGHEDWLGR
D. Hemoterapia mucho si el Director de un Hospital tiene que ser un
E. Esterilización profesional médico o un profesional no médico con
)6HUYLFLRV'LHWpWLFRV la preparación adecuada. En las instituciones más
G. Anatomía Patológica y Morgue grandes y complejas se tiende a nombrar a un pro-
fesional no médico como Director General, pero en
)XQFLRQHVGHORVGHSDUWDPHQWRVGHDSR\R su gran mayoría los hospitales generales están bajo
$ORVVHUYLFLRVS~EOLFRVWDOHVFRPRDJXD\HOHF- la dirección de un médico. Se necesita entonces que
tricidad este profesional reciba una preparación administra-
B. el mantenimiento y reparaciones WLYD DGLFLRQDO \ HO UHVSDOGR GH XQ SURIHVLRQDO GH OD
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 151
H/DGHSHQGHQFLDGHORVFHQWURVDXQQLYHOORFDOUH- )DVHIDVHGHSDUWLFLSDFLyQH[SHUL-
gionalizado es similar; en Quebec dependen de las mental, controlada por militantes de izquierda. El
«secretarías subregionales de salud pública de la co- FDUiFWHUH[SHULPHQWDOGHODRSHUDFLyQDQLYHOORFDOWLH-
PXQLGDGª\HQ%XHQRV$LUHVGHVXHTXLYDOHQWHODV ne en cuenta lo mejor y lo peor. La resistencia no tarda
áreas programáticas o distritos de salud. PXFKRHQOOHJDU/RVFHQWURVVRQVHxDODGRVFRPR©QL-
dos de política» por las élites médicas y los legisladores
I/DHYDOXDFLyQGHODDFWLYLGDGGHORVFHQWURVHQDP- que crean las clínicas en respuesta a la «amenaza». En
ERVFDVRVIXHH[WUHPDGDPHQWHSRVLWLYD'LFH%R- VHDEULHURQFHUFDGHFHQWURVHOJRELHUQRDODU-
zzini para el caso de Quebec, «sin duda, los centros PDGR SRU ORV SROtWLFRV FUHD OD ©HYDOXDFLyQ GH RSHUD-
han triunfado, en el curso de su atormentada histo- FLyQªGLULJLGDSRUXQFRPLWpGHH[SHUWRV,QIRUPHGHOD
ULD\DSHVDUGHODVGL¿FXOWDGHVLQPHQVDV\ODIDOWD PD\RUtDPHQRVGLVFXUVRV\UHYROXFLyQPiVVHUYLFLRV
de recursos adecuados, en desarrollar una cantidad 6HGHEHSUHVHUYDUODRULHQWDFLyQKDFLDOD©SUHYHQFLyQOD
\ YDULHGDG LPSUHVLRQDQWH GH DFFLRQHV FRPXQLWD- participación, la autonomía local.
ULDV \ SUHYHQWLYDV 1DGLH HQ UHDOLGDG QL VLTXLHUD )DVHIDVHGHHIHUYHVFHQFLD/RVFHQWURV
el gobierno, se ha tomado el tiempo necesario para buscan a tientas su identidad. Se los acusa de no brindar
HYDOXDU FRUUHFWDPHQWH OD LPSRUWDQWH FRQWULEXFLyQ VHUYLFLRV SRU FDXVDV LQWHUQDV LGHRORJtD GH RSRVLFLyQ
que los centros han realizado al bienestar de la al enfoque curativo GL¿FXOWDGHV SDUD FRQWUDWDU PpGL-
comunidad». Habiéndose creado un «espacio en FRVSHURWDPELpQSRUFDXVDVDMHQDVDVXYROXQWDGOD
los centros para un tipo de medicina diferente, WUDQVIHUHQFLDGHVHUYLFLRVGHDVLVWHQFLDVRFLDOSULPDULD
más orientada a la comunidad, más cercana a la SUR\HFWDGDSDUDORVFHQWURVQRWHQGUiOXJDUKDVWD
PHGLFLQD KROtVWLFD YLQFXODGD FRQ ORV FRPSRQHQ- debido a la resistencia institucional. Los centros conti-
tes psicosociales de la asistencia primaria básica, núan siendo peligrosos políticamente y las clínicas pri-
más atenta a los problemas complejos como la YDGDVVHKDQH[SDQGLGRFRQUDSLGH]+DVWDHOJRELHUQR
YLROHQFLDIDPLOLDUODVDOXGPHQWDOHWFª6HWHPLy de orientación socialdemócrata y nacionalista, elegido
TXHORV©FHQWURVGHVDOXGSXGLHUDQFRQYHUWLUVHHQ QXHYDPHQWH HQ EORTXHD VX HYROXFLyQ 0LHQWUDV
µPLQL¶ FHQWURV GH HPHUJHQFLDª SDUD OOHQDU HO YD- WDQWRVHDQXQFLDODVLJXLHQWHGLUHFWLYDVREUHODIXQFLyQ
FtRHQODSUiFWLFDPpGLFDSULYDGDRGHODVHJXULGDG GHORVFHQWURV©GHQWURGHODRUJDQL]DFLyQGHORVVHUYL-
VRFLDO R SRU HO FRQWUDULR iPELWRV GRQGH SURIH- cios de asistencia social y salud pública de Quebec, el
sionales asalariados puedan practicar una atención &HQWURGHO6HUYLFLR&RPXQLWDULR/RFDOWLHQHODIXQFLyQ
bio-psico-socialFyPRGDPHQWHLQFOXLGRVespacios más importante. Con la atención de una zona precisa
GHUHÀH[LyQHWFSHUR©ORVFHQWURVHVWiQLQJUHVDQ- HOGLVWULWRHO&/6&DSXQWDDPHMRUDUODVFRQGLFLRQHV
GRHQXQDQXHYDHUD(VWDQRHVWiH[HQWDGHSHOLJUR VRFLDOHV\HOHVWDGRVDQLWDULRGHODSREODFLyQDWUDYpVGH
SHURVLJQL¿FDWDPELpQODDGTXLVLFLyQGH¿QLWLYDGH XQ HQIRTXH DPSOLR PXOWLGLVFLSOLQDULR \ FRPXQLWDULR
derechos de ciudadanía para los centros, lo cual no (OREMHWLYRGHO&/6&HVWDPELpQTXHODSREODFLyQVHD
HVLQVLJQL¿FDQWH». capaz de confrontar con autonomía sus problemas y su
(Q OD &LXGDG GH %XHQRV $LUHV ODV DFWLYLGDGHV solución. En el CLSC es donde recae principalmente
asumidas por los Centros de salud, y aun por las ODUHVSRQVDELOLGDGSRUORVVHUYLFLRVSULPDULRV\SRUORV
GLYLVLRQHV ÈUHD 3URJUDPiWLFD GH ORV KRVSLWDOHV SURJUDPDVHVSHFt¿FRVGHSUHYHQFLyQGLULJLGRVDODFR-
generales, han crecido en forma geométrica. Sub- munidad».
VLVWHQHQWUHRWURVORVSHOLJURVGHFRQYHUWLUDO $ HVWH WH[WR VLJXHQ ORV GHWDOOHV RSHUDWLYRV TXH HV-
centro de salud en la salitaGHSULPHURVDX[LOLRVGH SHFL¿FDQODVWDUHDVTXHORV&HQWURVGHEHQRIUHFHUVHU-
comunidades antropológicamente cerradas, inclu- YLFLRVSULPDULRVPpGLFRV\GHDVLVWHQFLDVRFLDO\SUR-
VRFRQDPEXODQFLDVFUHDUORVVRORSDUDYLOODVGH JUDPDV JOREDOHV HVSHFt¿FRV SUHYHQWLYRV \ FXUDWLYRV
HPHUJHQFLD R SREODFLRQHV GH ULHVJR \ ROYLGDU GLULJLGRV D JUXSRV YXOQHUDEOHV SHULQDWDOLGDG QLxH] \
DORVSURIHVLRQDOHVTXHDOOtWUDEDMDQFDSDFLWDFLyQ MXYHQWXGFLXGDGDQRVGHHGDGDYDQ]DGDGLVFDSDFLWDGRV
URWDFLyQHWF HQIHUPRVPHQWDOHVHWF/DGLUHFWLYDFRQ¿UPDWDPELpQ
ODPLVLyQJOREDOGHORV&HQWURVHQWpUPLQRVGHSUHYHQ-
Lecciones de Québec FLyQ\SDUWLFLSDFLyQLQGLYLGXDO\FROHFWLYD
Al igual que lo ya comentado en anteriores capí- La declaración anterior es histórica; es el primer
WXORV VREUH ORV WUHV SHUtRGRV GH OD HYROXFLyQ GH WH[WRR¿FLDOTXHHVSHFL¿FDODIXQFLyQGHORV&/6&V\
nuestras áreas programáticas, en el caso de Quebec FRQ¿UPDDOPLVPRWLHPSRVXIXQFLyQFRPRLQVWLWXFLyQ
KXERWUHVIDVHVTXHSRUORH[SXHVWRHQFHVWDEDQ SURYHHGRUDGHVHUYLFLRV\FRPRLQVWLWXFLyQRULHQWDGDDO
más ligados a aspectos políticos: ELHQHVWDUJHQHUDOGHODFRPXQLGDG(OWH[WRGHPXHVWUD
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 157
también que los políticos y tecnócratas liberales y so- Cobertura porteña de Salud;
cialdemócratas nunca dejaron de creer en la función de Médicos de Cabecera
los Centros. y Centros Médicos Barriales
)DVH(QHOFDPSRGHDFFLyQFRQ-
tinúa el debate sobre orientación de los servicios El siguiente paso para la constitución del Sistema
YXOQHUDEOH D OD FHQWUDOL]DFLyQ EXURFUiWLFD YHUVXV GH6HUYLFLRVGH6DOXG&RPXQLWDULDVHGLRHQRFWX-
prevención y orientación local. Sin embargo, lenta- EUH GH FRQ HO 'HFUHWR TXH LQFRUSR-
mente, disminuyen los dogmas ideológicos, la bre- raba el PLAN DE MÉDICOS DE CABECERA,
FKDHQWUHSUHYHQFLyQ\FXUD\ODVDQLPRVLGDGHVHQWUH FX\RWH[WRHVHOVLJXLHQWH
ORVPpGLFRV/D)HGHUDFLyQ3URYLQFLDOGHORV&/6&V
WUDEDMDFRQSHUVHYHUDQFLDSDUDSURPRYHUHOFRQVHQVR Plan médicos de cabecera
IXQGDPHQWDO\REWHQHUDSR\RDQLYHOJXEHUQDPHQWDO Decreto nº 456/96 GCABA
/D HVWUDWHJLD GH OD )HGHUDFLyQ HV HO IRUWDOHFLPLHQWR
de la red mediante la obtención de mandatos precisos Artículo 1° - Dispónese la desconcentración de la
GHOJRELHUQR(QVHOHYDQWDHOEORTXHR\KDVWD atención dentro del área Programática de cada Estable-
VHRWRUJDQSURJUHVLYDPHQWHQXHYRVPDQGDWRVD cimiento Asistencial.
ORV&/6&VVHUYLFLRVGHDVLVWHQFLDGRPLFLOLDULDVHU- Artículo 2º - /DV SUHVWDFLRQHV SUHYLVWDV HQ HO
YLFLRV SDUD OD PDGUH \ HO QLxR VHUYLFLRV HVFRODUHV artículo precedente podrán efectuarse en Consulto-
VHUYLFLRV VRFLDOHV SULPDULRV VHUYLFLRV GH VDOXG S~- ULRV0pGLFRVGHFDUiFWHUSULYDGRTXHFXHQWHQFRQ
EOLFD ODERUDO (Q UHVXOWD HOHFWR XQ QXHYR JR- la habilitación pertinente.
bierno con tendencias neoconservadoras. Los Cen- Artículo 3º- Incorpórese como Médico de Ca-
WURV HQWUDQ QXHYDPHQWH HQ GLVFXVLyQ VX H¿FLHQFLD becera al profesional médico que perteneciendo a
ODPXOWLSOLFLGDGGHORVSURJUDPDVORFDOHVQRHYDOXD- ODFDUUHUDGH3URIHVLRQDOHVGHOD6DOXG2UGHQDQ-
dos, la duplicidad de funciones. Mientras tanto, los ]D%0\HO+RVSLWDOGHUHIHUHQFLD
&HQWURVKDQHQWUDGRHQXQDQXHYDIDVHGHVXKLVWRULD HIHFW~HFRPRDFWLYLGDGFRPSOHPHQWDULDWDUHDVGH
como están más integrados al sistema, deben com- DVLVWHQFLDDSDFLHQWHVGHULYDGRVSRUHO+RVSLWDOHQ
SDUWLUHOGLQHUR\HOSRGHUFRQRWURV$¿QHVGH el área Programática del mismo.
el Ministerio encarga la preparación de un informe 'LFKRV SURIHVLRQDOHV VHUiQ HOHJLGRV D 3RU OD
GH HYDOXDFLyQ VREUH ORV &/6&V (O LQIRUPH %UXQHW Secretaría de Salud, a propuesta de la Dirección
que recomienda básicamente un ajuste de la misión GHO+RVSLWDODYDODGDSRUHO&RQVHMR$VHVRU7pFQL-
SRFRVSURJUDPDVSHURVyOLGRV\ODWHUPLQDFLyQGH FR$GPLQLVWUDWLYR&$7$
la red, es aprobado por el Ministerio. Indudablemente (QGLFKDSURSXHVWDVHGHEHUiYHUL¿FDUSUHYLD-
los centros están aquí para quedarse. mente que los consultorios de los profesionales a
3RGUtDPRVVHxDODUFRPRFRORIyQGHHVWHFDStWXOR HOHJLUGHEHUiQFRQWHPSODUODFREHUWXUDJHRJUi¿FD
ORH[SUHVDGRHQODH[SHULHQFLDGH4XHEHF©HOGHVD- de las distintas áreas que integran al área Progra-
ItRGHODHYDOXDFLyQHQUHDOLGDGSRGUtDVHUODFODYH mática correspondiente.
para lograr mayor poder y autonomía local. También Artículo 4º - Las prestaciones que se brinden
HVHYLGHQWHTXHODOXFKDGHORVFHQWURVSRUGHUULEDU serán determinadas por la Secretaría de Salud.
la forma tradicional de practicar la medicina y crear Artículo 5º - El profesional médico deberá
salud, no está terminada. Los centros como institu- prestar la atención en forma personal a cada uno
FLRQHV LQQRYDGRUDV FRQWLQXDUiQ VLHQGR DWDFDGRV SRU GHORVSDFLHQWHVTXHOHGHULYHQRTXHVHHQFXHQWUHQ
GLYHUVDV F~SXODV 3HUR HVWD OXFKD QR KD WHUPLQDGR DVLJQDGRVUHVSHFWLYDPHQWH
SULQFLSDOPHQWHSRUTXHFUHDUVDOXGVLJQL¿FDFUHDUOD D'HEHUiOOHYDUXQUHJLVWURGLDULRGHSDFLHQWHVGHUL-
sociedad, crear cultura. Con otras instituciones, los YDGRV\FDGDXQRGHHOORVFRQWDUiFRQVXUHVSHFWL-
centros trabajan en la construcción de la sociedad YD+LVWRULD&OtQLFDHQODFXDOHOSURIHVLRQDOGHMDUi
IXWXUD TXH GHVHDPRV VHD H¿FLHQWH DO Pi[LPR \ XQ asentado debidamente cada acto médico con las
OXJDU HQ GRQGH WRGDYtD OD FDOLGDG GH YLGD QR OOHJXH prescripciones que efectuare en cada caso;
en segundo término. Se pueden requerir paciencia y E3DUDHOFDVRTXHFRUUHVSRQGDXQDLQWHUFRQVXOWD
un panorama histórico de medio alcance. En este sen- GHEHUiGHULYDUDOSDFLHQWHFRQODFRUUHVSRQGLHQ-
WLGRQRSDUHFHPX\SUHWHQFLRVRREVHUYDUODKLVWRULD WH¿FKDFOtQLFDGHGHULYDFLyQ\GHLQWHUFRQVXOWD
de los Centros de Salud como un laboratorio social de F /DV GHULYDFLRQHV HQ WRGRV ORV FDVRV GHEHUiQ
ODYLGDUHDOTXHSXHGHLQVSLUDUHVIXHU]RVHQFXDOTXLHU efectuarse al Hospital de Referencia tanto sean
parte». para atención programada o de Emergencia;
158 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Art. 2º - La Subsecretaría de Salud en un plazo ser a nombre de su padre, madre, tutor o en-
GHFLHQWRRFKHQWDGtDVFRQODGRFXPHQWDFLyQ FDUJDGRHQHOTXH¿JXUHHOGRPLFLOLRRGHOR
dispuesta en el artículo precedente, confeccionará contrario, recibo de alquiler.
OHJDMRV SRU FDGD XQD GH ODV UHVSHFWLYDV iUHDV SUR- E'RFXPHQWRGHLGHQWLGDGFRQGRPLFLOLRDFWXD-
JUDPiWLFDV 'LFKD GRFXPHQWDFLyQ VHUi FRQVHUYDGD lizado
en forma actualizada, por el órgano de control del Elegirán sus médicos de cabecera dentro del
sistema. área programática del hospital base en que se
Art. 3º - Los habitantes con domicilio real en halle su domicilio.
la Ciudad de Buenos Aires accederán al sistema 6HOHVHQWUHJDUiXQFDUQHWLGHQWL¿FDWRULRSDUDOD
correspondiente al área programática de su domi- FRQVXOWD \R GHULYDFLyQ SUHYLD PDQLIHVWDFLyQ
cilio. Para el caso de situaciones de límites geo- por escrito de su falta de cobertura médica de
JUi¿FRV\RGHRWURRUGHQTXHHVWpQUHODFLRQDGRV obra social y/o mutual y/o entidades análogas,
directamente con la prestación será considerado FRQRVLQ¿QHVGHOXFUR
por la Subsecretaría de Salud. 4. Podrá elegir libremente su médico de cabecera
Art. 4º - 'HURJDGRSRU$UWGHOD5HVROXFLyQ dentro de la lista que el hospital de referencia
1%2&%$3XEO H[KLEDKDVWDXQFXSRTXHHOPLVPRGHWHUPLQH
Art. 5º - (OSUHVHQWHVLVWHPDQRH[FOX\HODDWHQ- \TXHQRSRGUiVXSHUDUODVSHUVRQDV
ción en los establecimientos asistenciales, de los El usuario tendrá derecho a solicitar cambio de
pacientes que no reúnan los requisitos del artículo PpGLFRDWUDYpVGHOiUHDSURJUDPiWLFDGHOKRV-
GHOGHFUHWR113 SLWDOXQDYH]SRUDxR
Art. 6º - La Subsecretaría de Salud anualmente 6. El usuario podrá solicitar la cobertura de su
YHUL¿FDUiODYLJHQFLDGHODUHVSRQVDELOLGDGSURSLD grupo familiar al área programática:
asumida por cada profesional al momento de su in- a. Los miembros del grupo familiar deberán acre-
corporación al sistema. ditar los mismos requisitos que el usuario titular.
Art. 7º - Créase, en el ámbito de la Subsecre- b. De los Médicos de Cabecera prestadores
taría de Salud, una comisión permanente, que será 1. Los médicos de cabecera deberán asistir a los
ODHQFDUJDGDGHFRQVLGHUDUODVPRGL¿FDFLRQHV\R SDFLHQWHVDVLJQDGRVRGHULYDGRVHQVXVSURSLRV
adecuaciones que resulten necesarias para la diná- consultorios habilitados legalmente y en forma
mica del sistema. totalmente gratuita, en el horario que se en-
Art. 8º - $SUXpEDVH HO UHJODPHQWH RSHUDWLYR FXHQWUHDSUREDGRFRQLQWHUYHQFLyQGHOMHIHGH
\ORVIRUPXODULRVGHXVRREOLJDWRULRLGHQWL¿FDGRV área programática.
como «Planilla diana de registro de atención» y Deberán asistir a los pacientes que soliciten
«Planilla de interconsulta internación» y que como su atención, brindándoles el tiempo necesario
$QH[RV,\,,$\%IRUPDQSDUWHLQWHJUDQWHGHOD que el acto médico requiere, con buena aten-
presente. ción y dedicación de acuerdo al arte y ciencia
Art 9º - La Dirección General de Planeamien- de su profesión. Solicitará los estudios que
WR\(YDOXDFLyQGHOGHVHPSHxRGHSHQGLHQWHGHOD FUHDFRQYHQLHQWH\HVWDEOHFHUiHOWUDWDPLHQWR
6HFUHWDUtD GH 6DOXG OOHYDUi D FDER HO FRQWURO H[- pertinente.
terno continuo de gestión y de auditoría médico Realizará tareas de atención primaria de la Sa-
asistencial del sistema y de sus relaciones con los OXG \ GHWHUPLQDUi DFFLRQHV GH 3UHYHQFLyQ \
efectores y usuarios, debiendo informar trimes- Promoción de la misma entre los pacientes.
WUDOPHQWHDOVHxRUVHFUHWDULRGHVDOXGUHVSHFWRGHO 4. 'HULYDUi FRQ OD )LFKD &OtQLFD FRUUHVSRQGLHQ-
control dispuesto. WH KRMD GH GHULYDFLyQ VHJ~Q PRGHOR DGMXQWR
HQ DQH[R DO +RVSLWDO GH UHIHUHQFLD SDUD WRGD
Anexo I consulta o práctica de mayor complejidad. El
Reglamento Operativo +RVSLWDO OH GHYROYHUi ORV UHVXOWDGRV SDUD VHU
a. 'HORVKDELWDQWHVEHQH¿FLDULRV adjuntados en su Historia Clínica.
1. /RV XVXDULRV EHQH¿FLDULRV GHO SODQ GHEHUiQ Se interesará y efectuará el seguimiento del
acreditarse como habitantes de la Ciudad de HVWDGR\HYROXFLyQGHVXVSDFLHQWHVLQWHUQDGRV
Buenos Aires y su domicilio en el área progra- debiendo dejar constancia de ello en la respec-
mática del hospital: WLYD+LVWRULD&OtQLFD
D 5HFLER GH XQ VHUYLFLR D VX QRPEUH SDUD HO 6. Las urgencias serán realizadas por el SAME,
caso de tratarse de un menor o incapaz podrá HO +RVSLWDO QRWL¿FDUi DO 0pGLFR GH &DEHFHUD
160 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ODSUHVHQFLDGHOSDFLHQWHD¿QGHLQWHULRUL]DUOR Anexo II B
sobre el estado del mismo y a efectos de que el Secretaría de Salud
3URIHVLRQDOSXHGDVHJXLUVXHYROXFLyQ Ver Tabla 5.3
7. Procurará dar turnos de atención con la mayor
FHOHULGDGSRVLEOHHYLWDQGRODHVSHUDRGHPRUDV El Plan incorporó su Coordinación y otras especiali-
/DVFDXVDOHVSDUDGDUSRU¿QDOL]DGDVODVDFWLYL- dades por los siguientes Decretos:
dades del Médico de Cabecera serán analizadas
por la Secretaría de Salud quien decidirá en úl- DECRETO 3.266/998
tima instancia. BOCBA 626 Publ. 05/02/1999
9. /OHYDUi XQ UHJLVWUR GLDULR GH DWHQFLyQ VHJ~Q Artículo 1º - ([WLpQGHVHODGHVFRQFHQWUDFLyQGHOD
PRGHORGHSODQLOODDGMXQWDHQDQH[RFX\DFR- atención en consultorio a la especialidad de tocogineco-
SLDVHUiHOHYDGDPHQVXDOPHQWHDOÈUHD3URJUD- ORJtDFRQIRUPHDODQRUPDWLYDLQGLFDGDHQHO'HFUHWR
PiWLFDSDUDVXHYDOXDFLyQ 1*&%$%21
Las Historias Clínicas y demás documentacio- Art. 2º - Siguiendo los lineamientos del sistema
nes, en caso de cese o denuncia, deberán ser jurisdiccional de salud, la Secretaría de Salud y la
entregadas al Hospital de referencia, quien la 6HFUHWDUtD GH +DFLHQGD \ )LQDQ]DV TXHGDQ IDFXO-
FRQVHUYDUiSDUDVXFRQWLQXLGDGFRQHOSURIHVLR- WDGDV SDUD H[WHQGHU PHGLDQWH UHVROXFLyQ FRQMXQWD
nal que lo sustituya. la desconcentración de la atención en consultorios
11. El profesional podrá suspender anualmente la D RWUDV HVSHFLDOLGDGHV \ GH JHQHUDU RWURV VHUYLFLRV
atención hasta dos períodos, los que no podrán para la atención de la salud de los beneficiarios del
VXSHUDUORVFXDUHQWD\FLQFRGtDVFRUULGRV plan.
en total. Dicha circunstancia deberá ser comu- Art. 3º - &UpDVH OD ¿JXUD GH FRRUGLQDGRU PpGLFR
QLFDGD FRQ VX¿FLHQWH DQWHODFLyQ DO ÈUHD 3UR- del plan médicos de cabecera, cuyas funciones serán
gramática, debiendo informar qué Profesional GHVHPSHxDGDVSRUXQSURIHVLRQDOPpGLFRVHOHFFLRQDGR
del sistema lo reemplazará, debiendo adjuntar entre los médicos del hospital, con los requisitos esta-
DGHPiVODFRQIRUPLGDG¿UPDGDSRUHVFULWRGHO blecidos en el presente decreto.
profesional reemplazante. Art. 4º - Los profesionales seleccionados como
El Área Programática establecerá la forma y coordinadores médicos deberán ser médicos de ejecu-
modo de realizar el control interno y auditoría ción de planta y dedicar su carga horaria habitual a cum-
PpGLFD GH ORV 3URIHVLRQDOHV GHO VLVWHPD HYD- plir la función de coordinación, quedando obligados a
luando el impacto social de la prestación y lle- una prestación semanal total de cuarenta horas. Si su
YDQGRLQIRUPDFLyQHVWDGtVWLFDSDUDVXSRVWHULRU asignación horaria fuera menor, la diferencia será com-
DQiOLVLV\SODQL¿FDFLyQ pensada mediante la percepción del módulo correspon-
7RGD VLWXDFLyQ QR SUHYLVWD HQ HO SUHVHQWH VHUi diente a coordinadores médicos, en forma proporcional
resuelta por la Subsecretaría de Salud con in- DODVKRUDVHQTXHH[WLHQGHVXKRUDULR
WHUYHQFLyQGHODFRPLVLyQFUHDGDHQHODUWtFXOR Art. 5º - Sin perjuicio de las tareas realizadas por
GHODSUHVHQWH el coordinador médico, el director del hospital será el
UHVSRQVDEOH ¿QDO GH OD H¿FLHQWH DUWLFXODFLyQ HQWUH ORV
Anexo II A PpGLFRVGHFDEHFHUD\ORVVHUYLFLRVKRVSLWDODULRV
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Art. 6º - El Secretario de Salud delegará, mediante
Secretaría de Salud resolución, en un funcionario de la Secretaría de Salud,
Ver Tabla 5.2 la tarea de producir las incorporaciones y los ceses de
los profesionales necesarios para el cumplimiento de la en la atención primaria de salud es un segmento más o
presente ley. menos autónomo del sistema nacional de salud. Com-
Artículo 5° - Acreditación. La autoridad de aplica- prende en primer lugar, y sobre todo, una población
FLyQDWUDYpVGHORVHIHFWRUHVGHVDOXGUHJLVWUDUi\DFUH- ELHQGH¿QLGDTXHYLYHGHQWURGHXQiUHDDGPLQLVWUDWLYD
GLWDUiDORVEHQH¿FLDULRVTXLHQHVUHFLELUiQHOOLVWDGRGH \JHRJUi¿FDFODUDPHQWHGHOLQHDGDVHDXUEDQDRUXUDO
profesionales disponibles. $EDUFDWRGDVODVLQVWLWXFLRQHVHLQGLYLGXRVTXHSUHVWDQ
Artículo 6° - Difusión. La autoridad de aplicación VHUYLFLRV GH DWHQFLyQ GH VDOXG HQ HO GLVWULWR VHDQ JX-
GHEH DUELWUDU ODV PHGLGDV QHFHVDULDV SDUD LGHQWL¿FDU bernamentales, del seguro social, no gubernamentales,
inscribir y brindar cobertura a todos los habitantes indi- SULYDGRVRWUDGLFLRQDOHV
FDGRVHQHODUWtFXORGHODSUHVHQWHOH\$WDO¿QGHVD- Así pues, el sistema de salud de distrito está com-
rrolla programas de difusión pública dirigidos a brindar SXHVWR GH XQD JUDQ YDULHGDG GH HOHPHQWRV UHFtSURFD-
LQIRUPDFLyQVREUHOD&REHUWXUD3RUWHxDGH6DOXG mente relacionados que contribuyen a la salud en los
Artículo 7° - Seguimiento. La autoridad de aplica- hogares, las escuelas, los lugares de trabajo y las comu-
ción debe remitir anualmente un informe sobre la im- QLGDGHVDWUDYpVGHOVHFWRUVDOXG\RWURVVHFWRUHVD¿QHV
plementación de la presente ley a la Legislatura de la El sistema comprende la autoasistencia de todos los
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. DJHQWHV\HVWDEOHFLPLHQWRVGHVDOXGLQFOXVLYHHOKRVSL-
Artículo 8° - Presupuesto. Los gastos que deman- WDOGHOSULPHUQLYHOGHHQYtRGHFDVRVJHQHUDOHV\ORV
de la aplicación de la presente ley se imputarán a las VHUYLFLRVGHDSR\RDSURSLDGRVFRPRODERUDWRULRVGLDJ-
partidas presupuestarias correspondientes. nóstico y apoyo logístico. Los elementos que lo com-
Artículo 9° - Reglamentación. (O3RGHU(MHFXWLYR ponen deben estar bien coordinados por un funcionario
procederá a reglamentar la presente ley en el plazo de designado para esta función, con el objeto de que agru-
VHVHQWDGtDVGHVXSURPXOJDFLyQ pe todos estos elementos e instituciones en un conjun-
Artículo 10 - Comuníquese, etc. to integrado de actividades sanitarias de fomento de
ODVDOXGSUHYHQFLyQFXUDFLyQ\UHKDELOLWDFLyQ206
La relación entre el primero y el /D H[WHQVD UHYLVLyQ ELEOLRJUi¿FD GH $UPLWDJH
segundo nivel – Medicina integrada QR HQFXHQWUD XQD GH¿QLFLyQ XQLYHUVDO GHO FRQ-
cepto de integración0iVGHORVWpUPLQRVUHODFLRQD-
8QD FRQVHFXHQFLD VXPDPHQWH LPSRUWDQWH GH OD DSOL- dos con integraciónIXHURQUHFXSHUDGRVHQHVWDUHYLVLyQ
cación de la estrategia de Atención Primaria de Salud HQDOUHGHGRUGHGH¿QLFLRQHV\FRQFHSWRVPLHQWUDV
HVVXUHODFLyQFRQHOVHJXQGRQLYHOGHDVLVWHQFLDHIHF- que la mayor parte de los términos y frases tenían una
tores especializados y hospital general de distrito. En VROD GH¿QLFLyQ RWURV WHQtDQ YDULRV S HM cuidado in-
OD PD\RU SDUWH GH ODV H[SHULHQFLDV LQWHUQDFLRQDOHV XQ tegradoIXHH[SOtFLWDPHQWHGH¿QLGRSRUYDULRVDXWRUHV
permanente peligro para esta permanente relación es el 0LHQWUDVTXHPXFKDVGHHVWDVGH¿QLFLRQHVHUDQVLPLOD-
GLYRUFLRHQWUHORVWUHVQLYHOHVGHDVLVWHQFLDVLQH[LVWLU res y referenciadas a cuidados continuados dentro de un
XQDYHUGDGHUDUHIHUHQFLDFRQWUDUUHIHUHQFLDHQWUHORVQL- sistema de salud, una amplió el concepto para incluir
YHOHVGHPD\RU\PHQRUFRPSOHMLGDG VHUYLFLRV VRFLDOHV YLYLHQGD \ FRPLGD 2WUDV GLIHUHQ-
La solución a esta frecuente desinteligencia, que a FLDVLQFOXtDQODQHFHVLGDGGHVHUFRVWRHIHFWLYRDSOLFD-
YHFHVUHVSRQGHDLQWHUHVHVDVLVWHQFLDOHVJUHPLDOHVSR- bilidad a pacientes complejos, o en un enfoque hacia
líticos o conceptuales, ha sido la atención integrada. FXLGDGRV EDVDGRV HQ OD SREODFLyQ (VWD UHYLVLyQ KDOOy
/D 236 *UXSR GH (VWXGLR GH OD 206 KD QXPHURVRVFRQFHSWRVGHLQWHJUDFLyQíYHUWLFDOYLUWXDO
GH¿QLGR OD LQWHJUDFLyQ HQ WpUPLQRV funcionales como KRUL]RQWDOIXQFLRQDOFOtQLFRHWF$VXYH]integración
una serie de operaciones encaminadas en esencia a au- SRGUtDVHUWRPDGDFRPRDQLYHOHVVLVWpPLFRVRODFRRU-
QDU HVWUXFWXUDV DGPLQLVWUDWLYDV IXQFLRQHV \ DFWLWXGHV GLQDFLyQGHVHUYLFLRVRSURJUDPDVSDUDXQDSREODFLyQ
mentales, independientes a otros efectos, de manera que GHWHUPLQDGD/DH[SHULHQFLDGHGLYHUVRVSDtVHV*UHFLD
se combinen hasta formar un todo. )LQODQGLDHWFDGYLHUWHVREUHORVD~QSRFRVUHVXOWDGRV
3HURWDPELpQVHKDGH¿QLGRODH[SUHVLyQservicios de la estrategia.
integrados de salud en términos de organización como 8Q Q~PHUR HVSHFt¿FR GH LQGLFDGRUHV IXHURQ SUR-
aquellos servicios necesarios para la protección sani- SXHVWRVSDUDPHGLUTXpQLYHOVHKDEtDORJUDGRHQXQVLV-
taria de una zona determinada y que se prestan con tema integrado de salud: algunos autores los focalizaron
subordinación a una sola dependencia administrativa, en indicadores para una integración funcional y clínica.
o de varias pero con las providencias adecuadas para 2WURV ORV XVDURQ SDUD OD HIHFWLYLGDG GH EULQGDU VHUYL-
su coordinación8QVLVWHPDGHVDOXGGHGLVWULWREDVDGR FLRVUHGHVGHHIHFWLYLGDGHQSURYHHUVHUYLFLRV\QLYHOHV
166 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
de integración entre distintas organizaciones dentro de dena interdisciplinaria en la que la debida coordinación
ODUHG/HJJDW\/HDWWGHVDUUROODURQLQGLFDGRUHV HQWUHORVGLVWLQWRVQLYHOHVHVODFODYHGHOp[LWR(QHVWR
GHULYDGRV GH XQD FRPELQDFLyQ GH HVWUXFWXUD SURFHVR la responsabilidad de las áreas programáticas de salud.
y resultado en orden de capturar información tanto en Sin una adecuada Coordinación Asistencial no parece
la implementación de la integración como en la perfor- SRVLEOHXQQLYHODFHSWDEOHGHDWHQFLyQVDQLWDULD
mance de los sistemas integrados de salud. La colaboración intersectorial con miras a la inte-
De cualquier modo, la pregunta que se hace Alcaraz JUDFLyQHVPiVIiFLOHQHOQLYHOORFDORGLVWULWDOTXHHQ
4XLxRQHURHV¢HOUHVXOWDGRGHLQWHJUDUQLYHOHVDVLVWHQ- ORV QLYHOHV VXSHULRUHV SURYLQFLDO R FHQWUDO /D LQWH-
ciales superará sistemáticamente al de la organización gración es una manera de optimizar el uso de recursos
FRQYHQFLRQDO" 6LHQGR OD UHVSXHVWD TXH OD LQWHJUDFLyQ escasos y de responder mejor a las necesidades de la
YHUWLFDO HQWUH QLYHOHV DVLVWHQFLDOHV ±HQWHQGLGD FRPR SREODFLyQ 0HMRUDQGR OD H¿FLHQFLD \ OD H¿FDFLD \ FRQ
UHG FRRUGLQDGD GH VHUYLFLRV TXH SURSRUFLRQDQ OD FRQ- OD SDUWLFLSDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV GH HGXFDFLyQ \ RWURV
tinuidad asistencial a una población determinada sobre VHUYLFLRVVRFLDOHVODLQWHJUDFLyQWLHQHSRU¿QDXPHQWDU
cuya salud se tiene responsabilidad y cuyos consumos ODVDWLVIDFFLyQGHOXVXDULRFRQORVVHUYLFLRVGHVDOXG
VDQLWDULRVLPSOLFDQXQULHVJR¿QDQFLHUR±WLHQHDSULRUL No es una estrategia de la que echar mano cuando
PiVYHQWDMDVVDQLWDULDV\HFRQyPLFDVTXHLQFRQYHQLHQ- ORVSURJUDPDVYHUWLFDOHVVHTXHGDQVLQIRQGRVQLFRQ-
WHV 3HUR HVWR LPSOLFD TXH WDO LQWHJUDFLyQ YHUWLFDO SRU siste en acumular responsabilidades en el personal asis-
VtPLVPDQRJDUDQWL]DPD\RUHVQLYHOHVGHH¿FLHQFLDQL tencial sin un aumento correspondiente de los recursos.
la coordinación ni la continuidad asistencial. Es preciso No es una panacea.
también desarrollar una red de interrelaciones horizon- ,QWHJUDUQRVLJQL¿FDHQDEVROXWRSUHVFLQGLUGHGLV-
WDOHV TXH IDYRUH]FDQ OD FRPXQLFDFLyQ SHUPDQHQWH GH FLSOLQDVSURJUDPDVSHUVRQDO\VHUYLFLRHVSHFLDOL]DGRV
todos los agentes que participan, dejando a un lado los QRTXLHUHGHFLUTXHQHFHVDULDPHQWHWRGRVORVVHUYLFLRV
protagonismos y las presiones para adquirir mayores KD\DQGHVHUSUHVWDGRVSRUXQPLVPRSHUVRQDOSROLYD-
FXRWDVGHSRGHUVLQSULPDFtDVGHXQQLYHOVREUHRWUR OHQWH 8Q VLVWHPD UDFLRQDO GH HQYtR GH FDVRV UHTXLHUH
Nótese lo que decía Santos Gómez al respecto: HVSHFLDOLVWDVHQORVQLYHOHVVHFXQGDULR\WHUFLDULRVLORV
«La atención primaria se queja de que la Atención UHFXUVRVORSHUPLWHQSXHGHVHUFRQYHQLHQWHFLHUWDHVSH-
Especializada no es ágil, tiene muchas esperas prolon- FLDOL]DFLyQDQLYHOGHODDWHQFLyQSULPDULD
gadas, no trata de igual a igual a sus colegas de APS, Ante el ascenso de la hiperespecialización de la
no les informa, les genera prescripciones difíciles de oferta, la cronicidad de las patologías y los elementos
adquirir, etc. La Atención Especializada se queja de de comorbilidad en la atención sanitaria han crecido
TXH OD$36 QR UHVXHOYH QDGD GH TXH OH GHULYD FDVRV H[SRQHQFLDOPHQWH ODV LQWHUGHSHQGHQFLDV FOtQLFDV GH
banales, de que no frena la demanda de urgencias y IRUPD TXH OD EXHQD DWHQFLyQ VDQLWDULD H[LJH PXFKD
GHTXHEORTXHDHOKRVSLWDO/RVGRVQLYHOHVDVLVWHQFLD- más logística clínica (gestión clínica) e integración de
OHVFDPLQDQIUHFXHQWHPHQWHVRORVVLQDSHQDVQH[RVGH procesos (gestión por procesos) de lo que nunca se
XQLyQVDOYR±FXDQGRH[LVWH±ODKRMDGHLQWHUFRQVXOWD KDEtDQHFHVLWDGR5HSXOOR/DPHGLFLQDFXED-
DEULHQGRPLO¿VXUDVHQHOSURFHVRDVLVWHQFLDO/D$WHQ- QDGHH[WHQVDH[SHULHQFLDHQHOiUHDWDPELpQUHSDUy
FLyQ3ULPDULDROYLGDQGRFDGDYH]PiVVXVIXQFLRQHV HQTXHQRVHKDEtDQDOFDQ]DGRORVQLYHOHVGHH¿FLHQFLD
DVLVWHQFLDOHVVHDOHMDGHOKRVSLWDODOTXHRGLDHYLWDQ- HVSHUDGRV HQ OD UHIHUHQFLDFRQWUDUUHIHUHQFLD ([SUHVD
do participar en la atención continuada, acercándose 6DQVy TXH -RQHV 0LORUG 0XNRGVL 0RQWLHO
FDGD YH] PiV D XQD µPHGLFLQD GH PDQRV OLPSLDV \ 5RGUtJXH] (QUtTXH] )RXUQLHU 2TXHQGR \ .OLEDQV-
guante blanco’. La atención especializada siempre más NLDYDODQHVWDUHDOLGDG5H¿HUHTXHQRHVLQIUHFXHQWH
SUHVWLJLRVDSHURSHUYHUVDQDYHJDGHIRUPDPL[WDS~- que los médicos de la atención secundaria o terciaria
EOLFD\SULYDGDVHFXHVWUDQGRHQIHUPRVHQVXVFRQVXO- LJQRUHQODUHPLVLyQGHOPpGLFRGHOSULPHUQLYHO\VH
WDVH[WHUQDVVLQTXHUHUORVVROWDUFRQODH[FXVDGHTXH consideren en el derecho de cuestionar su conducta, o
µQRKD\YLGDLQWHOLJHQWHIXHUDGHOKRVSLWDO¶RSHQVDQGR comentar, delante del paciente, sobre la calidad de la
PDOLQWHQWDQGRFRQVHJXLUDFWLYLGDGH[WUDRUGLQDULDTXH UHIHUHQFLD0XFKRVSDFLHQWHVTXHVRQHYDOXDGRVHQORV
FRPSOHWH ORV VXHOGRV GH OD VDQLGDG S~EOLFDª 6DQWRV hospitales regresan a la comunidad sin un informe de
*yPH] contrarreferencia, y esta tendencia se apreció aun ante
SDFLHQWHVOOHJDGRVDOKRVSLWDOUHPLWLGRVGHVGHHOQLYHO
Es por ello que se dice que, si el paciente y su pro- primario.
FHVRGHVDOXGHQIHUPHGDGVRQ~QLFRVSDUHFHHYLGHQWH (O SDSHO GH ORV QLYHOHV VHFXQGDULR \ WHUFLDULR QR
que único debería ser el proceso asistencial. El paciente HV HO GH VHU MXH] R YHUGXJR GHO QLYHO SULPDULR FDGD
\VXSURFHVRDVLVWHQFLDOVHPXHYHQDORODUJRGHXQDFD- QLYHO GH DWHQFLyQ WLHQH ELHQ HVWDEOHFLGD VX PLVLyQ \
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 167
GHEHYHODUSRUFXPSOLUODFRQUHVSRQVDELOLGDG'HSUR- ODVDWLVIDFFLyQFRQHVRVVHUYLFLRV3RUDxDGLGXUDODLQWH-
ponérselo, los hospitales pueden contribuir mucho más gración suele reducir las diferencias y hacer más equita-
a la mejoría de la asistencia en general. Cada referen- WLYRVHODFFHVR\ODXWLOL]DFLyQGHORVVHUYLFLRVHQWUHORV
FLD GHEH JHQHUDU XQD FRQWUDUUHIHUHQFLD FRPR H[SUH- GLVWLQWRV JUXSRV JHRJUi¿FRV \ VRFLRHFRQyPLFRV (VRV
sión de un elemental principio de educación, en primer factores facilitarán por fuerza la aplicación de las estra-
lugar; cada documento que recibamos procedente de tegias de desarrollo sanitario en el futuro, ya que estas
RWUDLQVWLWXFLyQGHVDOXGGHEHVHUFRQVLGHUDGRYiOLGR\ VHLQVWUXPHQWDUiQHQXQRVVHUYLFLRVSOHQDPHQWHLQWHJUD-
KDVWDTXHVHGHPXHVWUHORFRQWUDULRYHUtGLFR/RVFDVL GRVHQYH]GHVXSHUSRQHUVHDXQFRQMXQWRIUDJPHQWDGR
tradicionales problemas con la referencia y la contra- de programas.
rreferencia deben dar paso a relaciones más éticas y
profesionales que prestigien mucho más nuestra me- Integración de los servicios sanitarios
GLFLQD D SDUWLU GH OD HOHYDFLyQ GHO SURSLR SUHVWLJLR \
UHVSHWRGHTXLHQHVODGHVHPSHxDPRVFRQWLQ~D6DQVy /D LQWHJUDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV VDQLWDULRV FRQVWD GH
el aprendizaje será entonces multidireccional, y el co- YDULRVHOHPHQWRVTXHMXQWRVSODVPDQVXLPDJHQFRP-
QRFLPLHQWR FRQVWUXLGR FRQ OD LQWHOLJHQFLD FROHFWLYD SOHWD (VRV GLYHUVRV HOHPHQWRV DEDUFDQ YDULDV iUHDV
Actuando de esta manera tendremos ante nosotros la importantes:
demostración práctica de cómo, en efecto, nadie sabe - La integración de las tareas asistenciales en un mar-
tanto como todos nosotros juntos. co determinado
(VWHJUXSRGHHVWXGLRGH¿QLyODLQWHJUDFLyQGHORV - La integración de las funciones de gestión y apoyo
VHUYLFLRVGHVDOXGFRPRHOSURFHVRFRQVLVWHQWHHQUHXQLU - /DLQWHJUDFLyQGHORVFRPSRQHQWHVRUJDQL]DWLYRV
IXQFLRQHV FRPXQHV H[LVWHQWHV HQ XQD PLVPD RUJDQL-
]DFLyQ R HQ YDULDV SDUD UHVROYHU SUREOHPDV FRPXQHV (QUHIHUHQFLDDOGHVDUUROORGHORVVHUYLFLRVGHVDOXG
comprometerse con una concepción de los problemas y HO &RQVHMR (MHFXWLYR GH OD 206 UHFRPHQGy HQ
unas metas compartidas y utilizar tecnologías y recursos XQDHVWUDWHJLDSDUDDWHQGHUODQHFHVLGDGGHVHUYLFLRVEi-
comunes para alcanzar esas metas. Se trata de promo- sicos de salud. El Consejo pidió que se afrontaran los
YHU VHUYLFLRV GH DWHQFLyQ SULPDULD GH VDOXG TXH HVWpQ problemas de salud con criterios de sistema y rechazó
plenamente integrados bajo la administración de un VROXFLRQHVDGPLQLVWUDWLYDVFRPRHOSDVRGHODLQWHJUD-
equipo de personal sanitario de distrito, dirigido por un FLyQGHSURJUDPDVYHUWLFDOHVDODGHKRUL]RQWDOHV'HVWD-
DGPLQLVWUDGRUFRPSHWHQWHFRQHO¿QGHVDFDUHOPi[LPR có la necesidad de un cambio radical de actitud, de ma-
rendimiento de recursos escasos. QHUDTXHORVVHUYLFLRVVDQLWDULRVWUDEDMDUDQGHFRQVXQR
con la comunidad y con otros sectores relacionados con
Atención integrada: ventajas y desventajas la salud. Ya no era aceptable que la salud se considera-
UD\GH¿QLHUDDLVODGDPHQWHHQIXQFLyQGHVyORHOVHFWRU
/DH[SHULHQFLDLQWHUQDFLRQDOKDKHFKRYHUDOJXQDVLP- sanitario.
SRUWDQWHVYHQWDMDV\GHVYHQWDMDVGHODDWHQFLyQLQWHJUDGD (VWRVDUJXPHQWRVVLUYLHURQGHIXQGDPHQWRHQ
de salud. La integración es un medio de englobar recur- para la Declaración de Alma-Ata sobre Atención Pri-
VRV\DFWLYLGDGHVHQFXDQWRVHDIDFWLEOHSDUDVDWLVIDFHU maria de la Salud, mediante la cual la comunidad sa-
ODVQHFHVLGDGHVORFDOHV\KDFHUXQXVRH¿FLHQWHGHORV nitaria internacional intentó, con proclamaciones de
UHFXUVRV8QVHUYLFLRORFDOSXHGHHQFRQVHFXHQFLDVH- SROtWLFD\HVWUDWHJLDPRGL¿FDUHOPRGRGHFRQFHELUHO
JXLUWHQLHQGRSURJUDPDVYHUWLFDOHVRHVSHFLDOHVFXDQGR SUREOHPD GH OD LQWHJUDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV GH VDOXG
la situación lo requiera, pero debe al mismo tiempo ser /D'HFODUDFLyQUHSUHVHQWyXQDYDQFHGHVGHODFRRUGL-
XQVHUYLFLRLQWHJUDGRFRQODFDSDFLGDGSDUDVRVWHQHUODV QDFLyQSXUDPHQWHDGPLQLVWUDWLYDGHORVVHUYLFLRVKDFLD
DFWLYLGDGHVGHOSURJUDPDYHUWLFDODODUJRSOD]R$PERV XQD SHUVSHFWLYD LQVSLUDGD HQ FULWHULRV GH VLVWHPD TXH
HQIRTXHVQRVHH[FOX\HQVLQRTXHVHFRPSOHPHQWDQ destacaba la interrelación de todos los componentes de
/DLQWHJUDFLyQSXHGHDSRUWDURWURVEHQH¿FLRVDOVLV- XQVLVWHPDTXHFRPSUHQGHDOLQGLYLGXRODIDPLOLD\OD
tema asistencial. Por ejemplo, es más probable que los comunidad.
VHUYLFLRV VHDQ VRVWHQLEOHV D ODUJR SOD]R PLHQWUDV TXH 8QDYH]PiVVHSURGXMRXQJUDQGHEDWHHQWUHORVTXH
ORV SURJUDPDV YHUWLFDOHV VRQ FRQ IUHFXHQFLD H¿FDFHV adoptaron un enfoque selectivo para la implementación
sólo durante un período limitado. Con la integración, GHOD$36\ORVTXHDSR\DEDQHOGHVDUUROORGHVHUYLFLRV
por lo tanto, son mayores las posibilidades de que mejo- de APS completos8QVHFWRUTXHVHSUHVWDEDDODHYD-
UHQDORODUJRGHORVDxRVPX\GLYHUVRVLQGLFDGRUHVGHO OXDFLyQGHODH¿FDFLDGHORVSURJUDPDVYHUWLFDOHVHUDHO
estado de salud. Es probable que la mayor participación GHODVDOXGLQIDQWLO/RVSURJUDPDVGH$36VHOHFWLYDKDQ
GHODFRPXQLGDGHQORVVHUYLFLRVLQWHJUDGRVDFUHFLHQWH GDGRUHVXOWDGRVSRVLWLYRVFXDQGRORVGLVSHQVDULRVRIUH-
168 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
cían una atención integrada de salud infantil. Sin ella, transmisibles, como el paludismo, el cólera, la esquis-
ODV YLVLWDV SHULyGLFDV SRU SHUVRQDO PRQRYDOHQWH GHMDQ tosomiasis, la tuberculosis y el síndrome de inmunode-
GHVDWHQGLGRVDORVODFWDQWHVQDFLGRVHQWUHYLVLWD\YLVLWD ¿FLHQFLDDGTXLULGD6,'$
Son muchos los casos en que incluso una integración
SDUFLDOGHORVVHUYLFLRVKDGDGRUHVXOWDGRVSRVLWLYRV Los problemas medioambientales son causa de
preocupación creciente.
Limitaciones a la integración
Se estima que globalmente se han agudizado las
La integración tropezaba, y aun tropieza, con las limi- disparidades en el estado de salud, se han recrudecido
taciones de la acción sanitaria. Los administradores sa- las enfermedades transmisibles y no transmisibles, y es
QLWDULRVVHKDQUHVLVWLGRDHVWDEOHFHUYtQFXORVFRQRWURV GH¿FLHQWHODLQWHJUDFLyQGHODVDFWLYLGDGHV.
VHFWRUHVFRORFDQGRWRGDVXFRQ¿DQ]DHQODWHFQRORJtD
SDUDUHVROYHUGHWHUPLQDGRVSUREOHPDVGHVDOXG5HIRU- Las tareas del futuro son:
]DEDQ HVWD DFWLWXG ORV PHFDQLVPRV GH ¿QDQFLDFLyQ \ - responsabilización de los gobiernos ante los grupos
asignación de recursos para programas con determina- PiVGHVIDYRUHFLGRVGHODSREODFLyQ
GDVHQIHUPHGDGHV6HKDFtDHOPi[LPRKLQFDSLpHQLQ- UHGH¿QLFLyQGHODIXQFLyQGHORVJRELHUQRVGHKDFHU
WHUYHQFLRQHVVDQLWDULDVLGHDGDVSDUDSURGXFLUPHMRUDV frente a los problemas prioritarios
en el estado de salud a corto plazo y apenas se reparaba DXPHQWRGHIRQGRVSDUDVHUYLFLRVGHVDOXG
en los procedimientos para mejorar de manera sosteni- HTXLOLEULRGHIRQGRVSDUDVHUYLFLRVGHVDOXG
EOHODVDOXGGHODSREODFLyQ(YLGHQWHPHQWHQRKDEtD - mayor cooperación internacional en materia de salud
LQFHQWLYRVQL¿QDQFLHURVQLGHRWUDtQGROHSDUDXQHQ-
foque integrado de la atención de salud. El personal (V QHFHVDULR HVWDEOHFHU XQ QXHYR PDUFR SDUD XQ
sanitario manifestaba su perplejidad pidiendo conti- desarrollo sanitario sostenible.
nuamente fondos adicionales para atender necesidades
por satisfacer. A largo plazo, los donantes ejercían una Tendencias de los sistemas
LQÀXHQFLDGHVPHVXUDGDVREUHHOGHVDUUROOR\HOIXQFLR- integrados de salud
namiento de los sistemas nacionales de salud en los
SDtVHVEHQH¿FLDULRV Los informes de la OMS tienen en cuenta importantes
'HQWUR GH VXV DFWLYLGDGHV SDUD IRUWDOHFHU VXV VHU- tendencias sociopolíticas relacionadas con el desarrollo
YLFLRVQDFLRQDOHVGHVDOXGOD206KDFRODERUDGRFRQ de sistemas integrados de salud. Aunque se aclara que es-
GLYHUVRVSURJUDPDVYHUWLFDOHVHQDVXQWRVUHODWLYRVDOD WRVSUHVHQWDQJUDQGHVYDULDFLRQHVVHJ~QORVSDtVHVFDEH
integración, centrándose principalmente en hacer más REVHUYDUHQPXFKRVFDVRVGHWHUPLQDGDVWHQGHQFLDV
VRVWHQLEOHV ORV DYDQFHV ORJUDGRV FRQWUD GHWHUPLQDGDV
HQIHUPHGDGHV/DH[SHULHQFLDDGTXLULGDHQODHMHFXFLyQ - PD\RUpQIDVLVHQODUHVSRQVDELOLGDGGHOLQGLYLGXROD
de esos programas ha acrecentado la capacidad técnica familia y la comunidad;
\JHUHQFLDOGHORVVHUYLFLRV - preocupación creciente por el medio ambiente y por
ecosistemas mundiales sostenibles, habida cuenta
Puntos fundamentales de la evaluación del crecimiento constante de la población mundial;
de la aplicación de la - preocupación creciente y, en muchos países, medi-
Estrategia Mundial de Salud para Todos das prácticas para corregir las desigualdades socia-
les, satisfacer las necesidades de grupos minorita-
6H KDQ SURGXFLGR LPSRUWDQWHV DYDQFHV HQ SROtWLFD \ rios, en particular las minorías étnicas, los discapa-
HGXFDFLyQSHURVHKDQYLVWROLPLWDGRVSRUODUHFHVLyQ FLWDGRV\ODVSHUVRQDVGHVIDYRUHFLGDV\GDUUHVSXHV-
mundial. ta a los derechos de las mujeres y los ancianos;
- desilusión creciente con el institucionalismo y el au-
+D\XQDYROXQWDGFDGDYH]PiV¿UPHGHDOFDQ]DUOD toritarismo y deseo de participación y descentrali-
salud para todos. ]DFLyQSXHVWRGHPDQL¿HVWRSRUODVGHPDQGDVFDGD
YH]PD\RUHVGHODFRPXQLGDG\ORVXVXDULRVGHSDU-
+DKDELGRSURJUHVRVHQOD$36SHURPiVVHOHFWLYRV WLFLSDU HQ OD SODQL¿FDFLyQ SUHVWDFLyQ \ HYDOXDFLyQ
que de ámbito general. GHORVVHUYLFLRV
Ha mejorado el estado general de salud, pero está 'HVGH OD SHUVSHFWLYD GH ORV FHQWURV GH VDOXG HVDV
DXPHQWDQGR OD SUHYDOHQFLD GH DOJXQDV HQIHUPHGDGHV preocupaciones y tendencias se han manifestado en
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 169
6. /RVVHUYLFLRVLQWHJUDGRVGHVDOXGVRQPiVVRVWHQL- GDWRVSDUDODVLQYHVWLJDFLRQHVVDQLWDULDV\ODHGXFDFLyQ
EOHVTXHORVSURJUDPDVYHUWLFDOHVHVSHFLDOPHQWHHQ continua del personal de salud.
ORVSDtVHVPiVSHTXHxRV\SREUHV
7. (QXQVHUYLFLRLQWHJUDGRHVIiFLOSHGLUFXHQWDVDORV x Mejora de la satisfacción y comodidad de los usua-
UHVSRQVDEOHV \D TXH OD FRPXQLGDG SXHGH REVHUYDU rios
más de cerca su comportamiento. 0HMRUDUORVVHUYLFLRVHQDUDVGHODFRPRGLGDG\VD-
WLVIDFFLyQGHOXVXDULRSXHGHVHUEHQH¿FLRVRSDUDHVWH\
Ventajas de los servicios integrados SDUD ORV VHUYLFLRV (O XVXDULR REWLHQH XQ VHUYLFLR PiV
personalizado y sensible a sus problemas. El costo de
/DLQWHJUDFLyQGHORVVHUYLFLRVGHVDOXGWHQGUtDFXDWUR ORVVHUYLFLRVSXHGHGLVPLQXLUDOGHVFHQGHUHOQ~PHURGH
YHQWDMDVSULQFLSDOHV YLVLWDVTXHKDFHHOXVXDULRFRQHODKRUURFRQVLJXLHQWH
de tiempo para este y para el personal. Puede también
x 0HMRUDGHODH¿FLHQFLD\ODSURGXFWLYLGDG resultar más fácil contar con la información necesaria
/DLQWHJUDFLyQSXHGHKDFHUPiVH¿FLHQWHHOXVRGH SDUDXQEXHQVHJXLPLHQWR\HQYtRGHORVFDVRV<VREUH
ORVUHFXUVRV(OSHUVRQDODSURYHFKDPHMRUVXWLHPSRVL WRGRHOFRPSRQHQWHDVLVWHQFLDOGHOVHUYLFLRSXHGHKD-
se organizan bien las tareas y se cronograman los ser- FHUVHPiVH¿FD]DOFUHDUVHODRSRUWXQLGDGGHFRQVXOWDV\
YLFLRV \ HO WUDWDPLHQWR 8QD PHMRU FRRUGLQDFLyQ HQWUH registros más personalizados.
ORVGLIHUHQWHVQLYHOHVGHORVVHUYLFLRVGHSDUWDPHQWRV\
secciones puede aminorar las necesidades de recursos y x Aumento de la equidad
ODGXSOLFDFLyQGHDFWLYLGDGHV6HSXHGHDXPHQWDUODH¿- 7RGDVODVH[SHULHQFLDVGHORVSDtVHVDQDOL]DGRVSRU
ciencia: a)PHMRUDQGRODXWLOL]DFLyQGHORVVHUYLFLRVGH HO*UXSRGH(VWXGLRUHÀHMDQHOGHVHRGHPHMRUDUODHTXL-
apoyo, como la capacitación y la logística, para propor- GDGHQSDUWLFXODUHQHODFFHVRDORVVHUYLFLRVGHVDOXG
FLRQDUORVVXPLQLVWURV\VHUYLFLRVTXHUHTXLHUHHOSHUVR- /DDFFHVLELOLGDGWLHQHYDULDVGLPHQVLRQHVFRPRODDF-
QDOGHVDOXGHQORVGLIHUHQWHVQLYHOHVb) reduciendo la cesibilidad física, el acceso a cuidados de alta calidad
GXSOLFDFLyQGHORVUHJLVWURVDQRWDQGRHQXQVRORH[SH- \ODDFFHVLELOLGDG¿QDQFLHUD/RVHVIXHU]RVGHLQWHJUD-
diente todos los datos clínicos, de salud pública, y de la- FLyQ HQFDPLQDGRV D KDFHU PiV H¿FLHQWH HO HPSOHR GH
ERUDWRULRUHODWLYRVDXQPLVPRLQGLYLGXRc) reuniendo los recursos en el sector sanitario podrían sentar las ba-
ODVDFWLYLGDGHVVHQFLOODVGHSUHYHQFLyQ\WUDWDPLHQWRHQ ses para la equidad al redistribuir las responsabilidades
HOPLVPROXJDUSDUDDSURYHFKDUDOPi[LPRODVLQVWDOD- asistenciales respecto de determinados grupos entre el
ciones y el equipo disponibles; y d) mejorando la pro- sector asistencial público, el no gubernamental y el pri-
JUDPDFLyQGHORVVHUYLFLRVHVSHFLDOHVGHGLDJQyVWLFR\ YDGR(ODFFHVRHTXLWDWLYRDODVDQLGDGHVXQDFXHVWLyQ
tratamiento, especialmente de los hospitales. de justicia social y encarnación del derecho humano bá-
sico a la salud.
x Mejora del estado de salud Las desigualdades en materia de salud, tanto entre
/D LQWHJUDFLyQ SXHGH DXPHQWDU OD H¿FDFLD JOREDO unos países y otros como en cada uno de ellos, han sido
del sistema y mejorar así la salud de la población. Si se siempre inaceptables para los defensores de la atención
afrontan los problemas de salud de manera holística y se SULPDULD/DVLQLFLDWLYDVSRUSURPRYHUXQDDWHQFLyQLQ-
actúa contra la enfermedad y contra sus causas profun- WHJUDGDGHVDOXGSUHWHQGHQSUHVWDUXQVHUYLFLRPiVH¿-
GDVVHDSURYHFKDUiQPHMRUORVUHFXUVRV\VHUiQPD\R- FLHQWH\H¿FD]TXHVDWLVIDJDODVQHFHVLGDGHVGHWRGDVODV
UHVORVEHQH¿FLRVSDUDODVDOXG8QDSDUWLFLSDFLyQDFWLYD SHUVRQDV &XDQWR PiV H¿FLHQWHPHQWH XWLOLFHPRV QXHV-
\VRVWHQLGDGHODFRPXQLGDGORVLQGLYLGXRV\ODVIDPL- tros escasos recursos, más probable será que lleguemos
OLDVHQODSODQL¿FDFLyQ\YLJLODQFLDGHODDFFLyQVDQLWDULD a toda la población.
puede reducir la dependencia de la comunidad respecto /RVHVWXGLRVGHOD206SURSRQHQXQQXHYRPRGHOR
GHORVVHUYLFLRVVDQLWDULRV\HVWLPXODUODDWHQFLyQGRPL- de sistema sanitario de distrito, más apropiado para la
ciliaria, reduciendo así la demanda total y el costo de introducción de la atención integrada de salud. Se basa
ORVVHUYLFLRVPpGLFRV/DYLJLODQFLDGHODVDOXGFRQOD en modelos anteriores elaborados por la OMS, pero
SDUWLFLSDFLyQDFWLYDGHODFRPXQLGDGSXHGHSURSLFLDUXQ se centra en una atención primaria dirigida, completa
FRQWUROPiVUiSLGR\H¿FD]GHODVHSLGHPLDVXQPHMRU H LQWHJUDGD FRPR IXQGDPHQWR GHO VLVWHPD 8Q IDFWRU
conocimiento de los factores determinantes de las en- HVHQFLDOGHHVWHQXHYRPRGHORHVODLQWHJUDFLyQWRWDOGHO
fermedades, sobre todo en el plano local, una respuesta hospital de distrito en el sistema.
integrada a las necesidades clínicas y de salud pública (OGLVWULWRHVHOQLYHOPiVLGyQHRSDUDFRRUGLQDUOD
GHODFRPXQLGDGXQDPD\RUH¿FDFLDHQODSURPRFLyQGH SODQL¿FDFLyQ VH HIHFW~H HVWD HQ VHQWLGR GHVFHQGHQWH
ODVDOXG\ODSUHYHQFLyQGHODHQIHUPHGDG\XQDEDVHGH SRULQLFLDWLYD\VHJ~QFULWHULRVGHOQLYHOVXSHULRUGLUHF-
5. Sistema de efectores de servicios de salud comunitaria de complejidad ascendente 171
Estos programas surten mayores efectos cuando están en la atención secundaria. Esta atención es episódica y
LQWHJUDGRV FRQ RWURV VHUYLFLRV GH VDOXG FRPR OD HGX- especializada y, en la mayoría de los casos, cubre sólo
cación sanitaria en las escuelas o la nutrición infantil. SDUWHGHODVQHFHVLGDGHVGHOLQGLYLGXR\ODIDPLOLD3RU
3DUD ORJUDU XQD EXHQD LQWHJUDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV HVWHPRWLYRUDUDVYHFHVHVH¿FD]FRPREDVHSDUDXQD
HQHVHQLYHOVHUHTXLHUHXQVLVWHPDGHLQIRUPDFLyQTXH atención integrada de salud, ya que tiende a la intros-
YLQFXOHHQWUHVtDORVPLHPEURVGHOSHUVRQDOGHORVGL- pección RULHQWDGD PiV DO SDFLHQWH LQGLYLGXDO TXH DO
YHUVRVQLYHOHVDVtFRPRFRQORVXVXDULRV\ODFRPXQL- FRQMXQWRGHODFRPXQLGDG(VSUHFLVRKDOODUQXHYDVPD-
dad y con el equipo de gestión del distrito. Los datos QHUDVGHLQWHJUDUORVVHUYLFLRVKRVSLWDODULRVHQHOVLVWH-
UHODWLYRVDLQGLYLGXRV\IDPLOLDV\DODVFDUDFWHUtVWLFDV ma sanitario de distrito.
epidemiológicas de la comunidad son instrumentos de 8Q VLVWHPD GH GLVWULWR SOHQDPHQWH LQWHJUDGR GHEH
gestión utilizables tanto en los centros de salud como a comprender también una amplia gama de componentes
QLYHOFHQWUDOGHOGLVWULWR(OFHQWURGHVDOXGGHEHHVWDU intersectoriales que se combinan para alcanzar objeti-
HQFRQH[LyQFRQOD comunidad y con los hospitales de YRVVDQLWDULRVHQHOGLVWULWR(QWUHHVRVFRPSRQHQWHVGH-
SULPHUQLYHOGHHQYtRGHFDVRVSDUDXQDDPSOLDJDPDGH EHQ¿JXUDUORVVHUYLFLRVPHGLRDPELHQWDOHVHGXFDWLYRV
DFWLYLGDGHV y sociales, así como proyectos localmente apropiados
Los hospitales forman parte del sistema sanitario de para la obtención de ingresos.
distrito. Sus funciones han de complementar y respaldar La recomendación es que es preciso interconectar a
ODVDFWLYLGDGHVGH$36HQHOGLVWULWR3XHGHQSURSRUFLR- ORVGLYHUVRVWLSRVGHSHUVRQDOGH$36HQHOVHQRGHXQ
nar las instalaciones básicas para los sistemas de man- sistema integrado que responda a los intereses y pre-
tenimiento, información y suministro y para las pruebas RFXSDFLRQHVIXQGDPHQWDOHVGHODFRPXQLGDG/DFODYH
de diagnóstico y laboratorio que se les pidan. El hospital SDUDFRQVHJXLUORHVXQDDFFLyQYLJRURVD\FRQVWDQWHGH
de distrito dependerá de la autoridad sanitaria del distri- la comunidad, no sólo como asesora sino, lo que es más
to y ha de rendirle cuentas a efectos de la integración de importante, como poseedora y, por tanto, administrado-
ORVVHUYLFLRV ra de una APS integrada.
Sin embargo, en cuanto organización, el hospital /D$36HQHVWHFRQWH[WRVLJQL¿FDXQVLVWHPDDVLVWHQ-
tiene encomendadas una serie de funciones centradas FLDOHVWUHFKDPHQWHYLQFXODGRDODFRPXQLGDG\GHOTXH
Nivel
asistencial
secundario
Salud de Salud del Salud Tubercu- Paludis- Salud Otros
(gobierno, Cirugía SIDA
la madre niño mental losis mo ambiental servicios
sector
privado,
ONG)
Nivel
asistencial Atención primaria de salud
primario
(gobierno,
sector
privado, Comunidad
ONG)
Tabla 5.5: Modelo de sistema sanitario de distrito basado en la atención primaria de salud
idealmente, la comunidad es propietaria y administrado- mensiones del sistema de salud. La APS tiene su princi-
ra. Basados en esta infraestructura hay conjuntos de pro- pal base en la comunidad, donde está situada la mayor
JUDPDVRVHUYLFLRVYHUWLFDOHVTXHSUHVWDQDWHQFLyQVHFXQ- SDUWHGHHOODSHURWDPELpQHQHOKRVSLWDOYJORVGHSDU-
daria, cada uno de los cuales se ocupa de sólo una parte tamentos de urgencias y traumatología y los hospitales
de las necesidades sanitarias de la comunidad. El proble- comunitarios, donde agentes de atención primaria pue-
PDKDVWDDKRUDKDVLGRTXHHVWRVHOHPHQWRVYHUWLFDOHVKDQ GHQHMHUFHUFLHUWDVUHVSRQVDELOLGDGHVFOtQLFDV$VLPLV-
IUDJPHQWDGRORTXHGHEHUtDVHUXQVHUYLFLRLQWHJUDGR mo, la atención secundaria se presta en los hospitales,
8QSUREOHPDLPSRUWDQWHHQODLQWHJUDFLyQHVHOOX- como hasta ahora, y en la comunidad. Por ejemplo, el
gar que debe ocupar el hospital en el sistema sanitario alta de los pacientes de los hospitales antituberculosos o
de distrito. Aunque se ha procurado reorientar a los hos- psiquiátricos y su paso a la comunidad podría o debería
pitales hacia la salud para todos, ayudándolos a man- VHJXLUVLHQGRLQFXPEHQFLDGHXQVHUYLFLRHVSHFLDOL]DGR
WHQHUXQDUHODFLyQPiVH¿FD]FRQOD$36SDUHFHVXE- DPHQRVTXHHVRVSDFLHQWHVVHDQWUDQVIHULGRVGHQXHYR
sistir cierta incertidumbre sobra la función real de los al cuidado de personal de atención primaria.
hospitales y su encuadre en la APS. También hay cierta (QOtQHDFRQHOPRGHORGHO*UXSRGH(VWXGLROD)L-
confusión sobre las relaciones entre la APS y otros ser- JXUDPXHVWUDFyPRVHSRGUtDPRGL¿FDUODGLVWULEX-
YLFLRVFRPXQLWDULRV FLyQGHORVVHUYLFLRV\UHFXUVRVHQWUHORVVHUYLFLRVKRV-
En la mayoría de los países, los sistemas de salud se pitalarios y comunitarios por un lado y los de atención
RUJDQL]DQ\DGPLQLVWUDQHQGRVJUXSRVORVVHUYLFLRVED- primaria y secundaria por otro.
VDGRVHQHOKRVSLWDOSRUXQODGR\ORVVHUYLFLRVEDVDGRVHQ (VWHPRGHORVXJLHUHXQDDOWHUQDWLYDDODGLYLVLyQDF-
ODFRPXQLGDGSRURWUR(VWDGLVWULEXFLyQGHORVVHUYLFLRV tual de los sistemas de salud en los hospitales y APS,
VHUH¿HUHHVHQFLDOPHQWHDOOXJDUGRQGHVHSUHVWDODDWHQ- DVDEHUGLYLGLUHOGLVWULWRíDHIHFWRVGHRUJDQL]DFLyQí
FLyQTXHYDGHVGHODPiVGHVFHQWUDOL]DGDHQHOKRJDU HQ$36\DWHQFLyQVHFXQGDULDHVSHFLDOL]DGD$XQTXH
KDVWDODPiVFHQWUDOL]DGDKRVSLWDOHVGHDOWDWHFQRORJtD PDQWHQHUHOKRVSLWDOFRPRXQLGDGGHVHUYLFLRVSUHVHQ-
Cabría decir que la puerta del hospital es la frontera entre WDFLHUWDVYHQWDMDVWDPELpQWLHQHVXVGHVYHQWDMDV3HUR
la atención de base hospitalaria y la basada en la comuni- también las tiene crear un track approachFRQXQ¿QDQ-
GDG(VWDGLYLVLyQQRWLHQHHQFXHQWDHOQLYHOGHDWHQFLyQ FLDPLHQWRSDUDOHOR8QSUREOHPDHQHOSDVDGRKDVLGR
R GH UHVSRQVDELOLGDG H[LJLEOH 3XHGH DGHPiV OLPLWDU HO TXHORVUHFXUVRVSDUDOD$36SURYHQtDQGHPXFKDVIXHQ-
iPELWRGHOD$36KDVWDTXHGDUHVWDUHGXFLGDDXQDYD- tes diferentes, lo que hacía muy difícil transferirlos de
ULDQWHHQHOPRGHORYHUWLFDO sectores poco importantes a otros prioritarios.
(QOD)LJXUDHO*UXSRGH(VWXGLRSUHVHQWDRWUD Otros prerrequisitos son un marco jurídico con una
manera de organizar un sistema sanitario de distrito en ley de salud pública que respalde el proceso de refor-
ODTXHVHWLHQHQHQFXHQWDHVWRVIDFWRUHV(QHOODVHGLYL- PD\GLULJHQWHVPX\FDSDFHVDQLYHOFHQWUDO\ORFDOTXH
de el sistema de salud en atención primaria y secunda- estén persuadidos de la necesidad de la integración. La
ULDQRVHJ~QHOOXJDUGRQGHVHSUHVWDVLQRSRUHOQLYHO H[SHULHQFLD GH SDtVHV GHVDUUROODGRV \ HQ GHVDUUROOR KD
GHUHVSRQVDELOLGDG\ODFRPSOHMLGDGTXHYDQGHVGHOD demostrado que la asignación directa de fondos al dis-
autoatención a las técnicas más especializadas. WULWRSHUPLWHXQXVRLQWHJUDGR\HTXLWDWLYRGHORVUHFXU-
El modelo elaborado por el Grupo de Estudios, que sos, pero se puede tardar cierto tiempo en equilibrar la
VHSUHVHQWDHQOD)LJXUDFRPELQDHVDVGLIHUHQWHVGL- DVLJQDFLyQ GH UHFXUVRV HQWUH OD$36 \ RWURV VHUYLFLRV
174 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 5.6: División de la atención de salud en el dis- Figura 5.7: Integración de la atención de salud en
trito por responsabilidad y complejidad del servicio el distrito
Figura 5.8: Transferencia de recursos y servicios de la atención secundaria de salud a la atención primaria
VENTAJAS DESVENTAJAS
UÊ Servicio físicamente diferenciado y fácilmente UÊ Como centro de poder e influencia, sigue
perceptible como unidad de gestión. dominando los sistemas sanitarios y absorbiendo
UÊ Los servicios, incluido el mantenimiento y otras recursos de los servicios de atención primaria
actividades de apoyo al sistema sanitario de y salud pública, menos influyentes, de la
distrito, pueden coordinarse bajo el mismo techo. comunidad.
UÊ Sirve de base para la enseñanza, la capacitación, UÊ El grueso de los recursos está movilizado en
el adiestramiento y la investigación. forma de instalaciones, equipos, edificios y
UÊ Percibido y valorado por las comunidades como servicios de apoyo.
importante recurso de salud. UÊ Con frecuencia, desinterés por la APS y tendencia
a centrarse más en la atención secundaria o
incluso terciaria.
UÊ Su objetivo fundamental es desarrollar su propia
gama de servicios, más que atender a las grandes
necesidades sanitarias de la población.
UÊ Puede fragmentar la continuidad esencial de la
atención (el servicio sin costura) ya que, cuando
se da de alta a los pacientes, puede romperse
el contacto pues el hospital no se considera
responsable del seguimiento.
UÊ El hospital como entidad organizativa puede
fragmentar la organización, gestión y prestación
de la APS.
ORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQSULPDULDGHODVDOXG\FRQ PXQLGDGORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQSULPDULDGHVDOXG\RWURV
los representantes de la comunidad en cuestiones de sectores del desarrollo, comparte la oportunidad y la obli-
interés para toda la zona atendida por el hospital, y JDFLyQGHSUHVWDUVHUYLFLRVGHVDOXGH¿FDFHV\HFRQyPLFD-
HVWiGHGLFDGRDUHDO]DUODDXWRVX¿FLHQFLD\ODLQGH- mente accesibles, a la entera población y de hacer participar
pendencia de la comunidad. DODFRPXQLGDGHQVXSODQL¿FDFLyQHMHFXFLyQ\HYDOXDFLyQ
- Participa con los integrantes de la comunidad y sus
RUJDQL]DFLRQHVHQODSODQL¿FDFLyQHMHFXFLyQ\HYD- Principios rectores para determinar la distribución
luación de los programas relacionados con el hospi- GH WDUHDV HQWUH OD XQLGDG GHO SULPHU QLYHO GH FRQWDFWR
tal y la comunidad. FHQWURGHVDOXG\HOKRVSLWDOEDVH
1. Lo que no se hace o no puede hacerse en el hogar o
Tiene funciones en el envío de casos –referencia y en el centro de salud deberá hacerse en el hospital y
contrarreferencia: YLFHYHUVDQRGHEHKDEHUODJXQDVHQHOVLVWHPD
- Es capaz de responder adecuadamente a las necesi- +DEUiTXHHYLWDUODVXSHUSRVLFLyQ\ODFRPSHWHQFLD
dades de todos los pacientes remitidos por los esta- D¿QGHSUHYHQLUJDVWRVLQQHFHVDULRVTXHOHUHVWDUtDQ
EOHFLPLHQWRVGHVDOXGGHOSULPHUQLYHOGHFRQWDFWR H¿FLHQFLDDOFHQWURGHVDOXG\DOKRVSLWDO
RGHHQYLDUORVHQFRQGLFLRQHVGHVHJXULGDGDQLYHOHV (O FHQWUR GH VDOXG HV HO OXJDU GRQGH GHEHUi HIHF-
de atención más complejos. tuarse el primer diagnóstico y donde se tiene la obli-
7LHQHREOLJDFLyQGHHQYLDUSDFLHQWHVGHYXHOWDDOFHQ- gación de prestar asistencia completa, integrada y
tro que los remitió en primer lugar con la informa- FRQWLQXD (O KRVSLWDO HV HO OXJDU GRQGH VH OOHYDQ D
ción apropiada. FDERDFWLYLGDGHVTXHSRUDOJXQDUD]yQQRSXHGHQR
2IUHFH XQ FRQGXFWR VHJXUR SDUD HO HQYtR GH WRPDV no deben descentralizarse más.
de muestras de laboratorio procedentes del distrito 4. En todos los aspectos de la atención de salud también
y para la rápida transmisión de los resultados de las LQWHUYLHQHQIDFWRUHVSVLFROyJLFRV\FXHVWLRQHVGHULYD-
pruebas correspondientes. das de las relaciones humanas. Por lo general, cuanto
más prominentes sean estos elementos, más adecua-
Tiene funciones de adiestramiento: do será el centro de salud como lugar de atención.
- Elabora programas de adiestramiento y educación per-
manente para todas las categorías del propio personal. El hospital que no se integra en el sistema de salud de
- Con el personal de toda categoría del sistema de sa- GLVWULWRFRUUHSHOLJURGHUHVWULQJLUORVVHUYLFLRV\SUHVWDUDWHQ-
lud de distrito comparte el interés por elaborar pro- FLyQVyORDODVSHUVRQDVTXHYLYHQHQODVSUR[LPLGDGHVD
gramas de adiestramiento tanto para estos grupos ODVTXHSXHGHQSDJDUODRDODVTXHWLHQHQDOJXQDLQÀXHQFLD
como para la comunidad. social o política, mientras que el hospital integrado en el sis-
- Cuando corresponde, facilita programas de educa- tema de salud de distrito está a disposición de todos los que
ción y adiestramiento basados en la comunidad para YLYHQHQHVHGLVWULWRQRLPSRUWDFXiQOHMRVHVWpQGHOKRVSLWDO
estudiantes de otros hospitales o distritos. o cuán pobres sean. Los únicos factores determinantes son el
sufrimiento y la necesidad de esas personas.
6HLGHQWL¿FDFRQRWURVVHFWRUHVGHGHVDUUROOR El hospital base complementa ODDFWLYLGDGGHORVFHQ-
- Se une al personal de salud de distrito y a la comuni- tros de salud, pero no debe dar en absoluto la impresión
GDGSDUDWUDWDUGHHVWDEOHFHUYtQFXORVHQWUHHOGHVD- de que compite de alguna manera con ellos. Por el contra-
rrollo de la salud con otros sectores del desarrollo. ULRVXVDFWLYLGDGHVGHEHUiQHVWDUGHVWLQDGDVDIRUWDOHFHU
ODFDSDFLGDGGHORVFHQWURVGHVDOXG\ODFRQ¿DQ]DTXH
Es un recurso para la resolución de problemas: estos inspiran. La interacción del hospital con los centros
- Junto con la comunidad y el personal de toda catego- GHVDOXGYDULDUiGHDFXHUGRFRQHOQLYHOWpFQLFRGHOSHU-
ría del sistema de salud de distrito, tiene la oportuni- sonal que allí trabaja y estará sujeta a la orientación del
dad y la necesidad de abordar problemas relaciona- FRPLWpGHVDOXGGHGLVWULWRRVXHTXLYDOHQWH
GRVFRQODVDOXGGHODVSHUVRQDV\ODH¿FDFLDGHORV
VHUYLFLRVGHVDOXG El sistema de envío de casos:
una relación bidireccional
El hospital base de área programática de salud es, por
ORWDQWRPXFKRPiVTXHXQHVWDEOHFLPLHQWRFXUDWLYRTXH /DGLVWDQFLDHOWUDQVSRUWH\ODV¿QDQ]DVVRQIDFWRUHVTXH
IXQFLRQDHQXQVRORQLYHOHQXQVLVWHPDGHVDOXG(VWiHQ QRSXHGHQLJQRUDUVH\TXHLQÀX\HQHQODPDQHUDGHWUD-
UHDOLGDGHVWUHFKDPHQWHYLQFXODGRDWRGRVORVDVSHFWRVGHO tar a los pacientes. Todo paciente, sin embargo, recibirá
desarrollo de la salud dentro de su distrito. Junto con la co- SULPHURDWHQFLyQHQODXQLGDGGHVDOXGGHOSULPHUQLYHO
178 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
con lo que en cada realidad local es posible lograr, para les, por lo que necesitará un control amplio: el sistema
producir y usar información, así como para desarrollar y de información, que se organiza por producción y ser-
manejar sistemas de información, por ello es importan- YLFLRV \ FRQ XQD FRPXQLFDFLyQ DVFHQGHQWH HQ YH] GH
te contrastar necesidades y capacidades, tanto locales GHVFHQGHQWHHQODTXHODJHVWLyQGHORV55++\GHO
como nacionales. FRQRFLPLHQWRUHVXOWDHOHOHPHQWRFODYH
([LVWH XQD JUDQ GLYHUVLGDG GH VLWXDFLRQHV TXH VH De esta manera, está claro que el cemento de las
SURGXFHQ HQ ORV KRVSLWDOHV H LQÀX\HQ HQ ORV VLVWHPDV QXHYDV RUJDQL]DFLRQHV SDVD D VHU OD LQIRUPDFLyQ (VWD
de información. El desarrollo de la información y de HVODUHSUHVHQWDFLyQDFWLYD\GLQiPLFDGHODUHDOLGDGFLU-
sistemas de información –más allá de los condicionan- FXQGDQWHTXHHOODPLVPDSURSRUFLRQDHQXQFRQWH[WR
tes internos de este tipo de sistemas– ha estado en gran GHWHUPLQDGRDWUDYpVGHHOHPHQWRVHVWiWLFRVTXHOODPD-
PHGLGDGHWHUPLQDGRSRUODHYROXFLyQGHODIXQFLyQ\OD mos datos –datumORGDGR±TXHVHH[WUDHQGHKHFKRV
gestión hospitalaria global. RFXUULGRVRSHUFLELGRV6XREMHWLYRHVREWHQHU\GLVHPL-
En los sistemas de información de los hospitales nar el conocimiento y reducir el grado de incertidumbre
VH GHWHFWDQ P~OWLSOHV OLPLWDFLRQHV \ GH¿FLHQFLDV QR –aunque esto dentro de ciertos límites– y proporcionar
sólo debido a restricciones económicas, en especial del DOWHUQDWLYDV TXH GHVHQFDGHQHQ FRPSRUWDPLHQWRV 6H
sector público, sino también a modos de gestión inade- dice que la información forma parte del paisaje y cual-
FXDGRVDOLPLWDFLRQHVGHODH¿FLHQFLD\ODHIHFWLYLGDG quier aspecto que de él nos interese nos brindará cono-
hospitalarias y al bajo soporte de la información o del FLPLHQWRLQWXLWLYRRFRQFUHWRREMHWLYDGRSRUORVGDWRV
uso que se hace de ella. Para ser útil, esta información Ahora bien, la información tiene también limita-
debe adecuarse a las necesidades, ha de ser de calidad, FLRQHV\HIHFWRVDGYHUVRV(QSULPHUOXJDUFRPRKDFH
RSRUWXQD\HVWDUDODOFDQFHGHORVGLUHFWLYRV6LQHPEDU- notar Agrest, si bien busca reducir la incertidumbre y
JR OD LQIRUPDFLyQ QR HV VX¿FLHQWH SDUD DVHJXUDU XQD por ende la inseguridad, la información tiende a un lí-
buena gestión. El mayor desafío que plantea un siste- mite óptimo, más allá del cual una mayor información
PDGHLQIRUPDFLyQHVSUHVWDUDVLVWHQFLDDORVGLUHFWLYRV no aumenta nuestra capacidad de decisión, antes bien,
del hospital en su papel de estrategas y líderes que bus- la empeora. La capacidad de absorber información es
can acometer las acciones, organizar los medios para limitada, por el hecho cierto de que nuestra propia pla-
ORJUDUOR \ PRWLYDU DSR\DU \ HYDOXDU HO GHVHPSHxR GH WDIRUPDSDUDWUDPLWDULQIRUPDFLyQ\DOWHUQDWLYDVHVOLPL-
los recursos humanos. Las herramientas de ayuda a la tada físicamente. Por eso, debemos tratar de aceptar este
decisión constituyen el resultado postrero de cualquier KHFKRWUDWDUGHOOHYDUODLQVHJXULGDGDFHURHVLPSRVL-
sistema de información. ble, y por lo tanto la información será por naturaleza
siempre incompleta en alguna medida. El correlato de
lo que estamos comentando es que el médico abocado
El continuo hechos-datos-información a la tarea de tomar decisiones a diario, abrumado ante
y los dispositivos organizacionales para ODPRQWDxDGHLQIRUPDFLyQQXHYDTXHUHFLEHFDGDGtD\
generar información la necesidad de establecer diagnósticos, puede castigar
al enfermo con medicamentos y estudios que buscan
&XDOTXLHUD TXH VHD OD LGHD R PRGHOR ¿ORVy¿FRFRQ- UHGXFLUODLQWUDQTXLOLGDG\ODLQFHUWLGXPEUHODGHOPp-
ceptual que se tenga de la organización, está claro que GLFR \D TXH HVWi GHPRVWUDGR TXH HO XVR GH UHFXUVRV
WUDQVIRUPDHQHUJtDDSDUWLUGHHQWUDGDVinputsGHOPH- diagnósticos y terapéuticos mide la reacción del médico
GLRSDUDJHQHUDUVDOLGDVoutputsGHDFXHUGRDORV¿QHV ante su propia inseguridad, y por ello es probable que
RUJDQL]DFLRQDOHVHVSHFt¿FRV(VWHHVTXHPDVLPSOL¿FD- VHUHTXLHUDXQHQWUHQDPLHQWRPpGLFRHVSHFt¿FRHQDUDV
GRVHUHSURGXFHHQODSURSLDRUJDQL]DFLyQWDQWDVYHFHV de tolerar en cierta medida esta inseguridad, ya que la
FRPRVXEVLVWHPDVSXHGDQVHULGHQWL¿FDGRVRGH¿QLGRV LQVHJXULGDG TXH QR PRGL¿FD FRQGXFWDV SXHGH UD]RQD-
y cada uno con características propias, por ejemplo los blemente ser tolerada. Agrest propugna la necesidad de
SURYHHGRUHVORVFOLHQWHVLQWHUQRVHWF6XJUDGRGHIUDJ- desabrumación, como la llama, que incluye facilitar la
mentación puede ser tan grande como se desee o como información, seleccionarla, ponerla en condiciones de
LQGLTXHODOyJLFDRVHOOHJXHDOJUDGRPiVSHTXHxRGH recuperación, entrenarse en la utilización del razona-
fragmentación –atómico diríamos– para funciones ho- miento y la jerarquización; postula que necesariamente
mogéneas. En contra de una organización cerrada con ODLQIRUPDFLyQGHEHVHUEUHYHDPHQDFODUD~WLO\YHU-
una cultura endogámica, en la que la estrategia sigue a dadera.
la estructura, en una organización abierta y basada en el /D QRFLyQ GH HVWD DEUXPDFLyQ R LQWR[LFDFLyQ LQ-
conocimiento, la estructura sigue a la estrategia, tiende IRUPDWLYD HV FRPSDUWLGD SRU :XUPDQ TXLHQ GH¿HQGH
a la descentralización y se orienta hacia los profesiona- la importancia de la forma en la que la información
6. Sistemas de información en APS 181
es entregada. Sostiene que es una bendición la canti- El sistema de información que hemos delineado tie-
dad de información disponible, pero es una catástrofe QHFRPR¿QDOLGDGREYLDJHQHUDUFRQRFLPLHQWRHLQIRU-
que la mayor parte de ella no sea entendible, por lo que mación. La información como recurso se puede concep-
debe transitar un proceso de interpretación, selección, tualizar como un conjunto de datos más o menos estruc-
reducción y organización. Gelatt, por su parte, llega a turado y elaborado sobre una realidad o un aspecto de
comentar que en miles de decisiones diarias, además, ella que nos permite conocerla, al menos parcialmente,
nos enfrentamos con el problema de que la información SUHYLHQGR\FRPSHQVDQGRVXHYROXFLyQ6XVFDUDFWHUtV-
disponible está sesgada y es en gran medida incomple- WLFDV GHEHUtDQ VHU SRWHQFLDOLGDG GH LQIRUPDU DXQTXH
WD FRQÀLFWLYD LUUHOHYDQWH \ WHQGHQFLRVD \ HQ PXFKRV SDUH]FDSHURJUXOOHVFRFDSDFLGDGGHVHUFRPXQLFDGD\
casos, además, uno decide no tanto por lo que racio- UHFLELGDWHQHUVLJQL¿FDGRHQVXFRQWH[WR\SDUDVXUHFL-
nalmente deduce sino por creencias o deseo, de modo piente o destinatario, y ser independiente de su soporte
que, en la mayoría de los casos, uno decide primero y ItVLFR(OUHFXUVRLQIRUPDFLyQGHEHUtDVHUH[SUHVLyQGHO
GHVSXpVH[SOLFDUDFLRQDOPHQWHODGHFLVLyQ continuumLQIRUPDWLYRTXHYDGHVGHODIXHQWHSDVDQGR
Lo que sí está claro, en todo caso, es que la infor- SRUVXVRSRUWHKDVWDVXXVXDULRMXQWRDVXFRQWHQLGR
PDFLyQSXHGHSURYRFDUWDQWRHQVXHPLVRUFRPRHQVX Las distinciones entre los pasos a lo largo de este con-
UHFHSWRUHIHFWRVQHJDWLYRVSRUVXYROXPHQFRPSOHML- WLQXR QR VRQ WHUULEOHPHQWH GLVFUHWDV SHUR H[LVWHQ HQ
dad o accesibilidad: que hagamos accesible nuestra in- HIHFWRHQFLHUWRVQLYHOHV3RUORWDQWRODVGLVWLQFLRQHV
IRUPDFLyQJHQHUDLQWUDQTXLOLGDG\FRQGXFWDVGHHYLWD- entre datos e información aparecen en tonos de gris y,
ción, y que otros nos hagan accesible la suya, conducta además, el tránsito de un lado a otro del continuo [datos-
GHUHFKD]RSRUH[FHVR/RVULHVJRVGHODLQIRUPDFLyQ sabiduría] es arduo de transitar. Esto se debe más que
R PiV H[DFWDPHQWH GH TXH HVWD VHD UHFKD]DGD VRQ HO QDGDDTXHHQXQH[WUHPRGHOHVSHFWURODFRPSUHQVLyQ
gran detalle, la incomprensión del problema global por VHKDFHFDGDYH]PiVSHUVRQDOKDVWDTXHVHYXHOYHWDQ
lejanía, la soberbia técnica, el refugio en la cifra o el íntima que no puede realmente ser compartida con los
símbolo, la realización de análisis fragmentarios, etc. demás. En cambio, sí puede ser compartido el proceso
/RTXHHVHYLGHQWHHVTXHHOUHFHSWRUGHODLQIRUPDFLyQ TXH OOHYD KDFLD HOOD 'DWRV H LQIRUPDFLyQ DXQTXH VRQ
tenderá a rechazarla o dejarla de lado si no la compren- palabras naturalmente intercambiables en nuestro len-
GHROHUHVXOWDGHPDVLDGRSRFRGLJHULGD\GLJHULEOH guaje cotidiano, no son lo mismo. La información no
y debe dedicar gran cantidad de recurso tiempo en es- VyORWLHQHPiVYDORUVLQRTXHWRPDPiVWUDEDMRFUHDUOD
tudiarla. y comunicarla.
CONSUMIDORES
PRODUCTORES
EXPERIENCIAS
REALIDAD
CONTEXTO
INFORMACIÓN
ESTRATÉGICA
TÁCTICA
OPERATIVA
DATOS
En el análisis de las organizaciones se acepta que el )XQGDPHQWDOPHQWH WDO GLVSRVLWLYR GHEH VHU XQ VR-
sistema de información adopta la forma de una pirámide SRUWHH¿FD]\H¿FLHQWHGHODDGPLQLVWUDFLyQ±JHVWLyQ±
en el sentido de que cuando más arriba se está menos da- para que esta tenga menores probabilidades de error y
WRV\PiVLQIRUPDFLyQVHQHFHVLWD\YLFHYHUVD(VFODUR para que el riesgo en las decisiones sea menor. De este
en cualquier caso que la gestión del conocimiento y los modo, tanto puede obtener tasas de uso de diferentes
sistemas de información gerencial constituyen factores SUHVWDGRUHV R EHQH¿FLDULRV GHO VLVWHPD FRPR JHQHUDU
FUtWLFRVGHp[LWRHVGHFLUHOHPHQWRVLQWHUQRVPHGLEOHV HVFHQDULRVGHQHJRFLDFLyQDQDOL]DQGRSHU¿OHVKLVWyULFRV
TXHWHQGUiQXQDLQÀXHQFLDGHFLVLYDHQHOFXPSOLPLHQWR GHSUHVWDGRUHVSDUDHYDOXDUHOLPSDFWRGHXQLQFUHPHQWR
GHORVREMHWLYRVRUJDQL]DFLRQDOHV de aranceles, por caso. En la actualidad parece una rea-
8QYHUGDGHURVLVWHPDGHLQIRUPDFLyQRUJDQL]DFLR- OLGDGTXHODPD\RUtDGHODVRUJDQL]DFLRQHVWLHQHGL¿FXO-
nal es un conjunto coherente de elementos interrelacio- tades para aprender y llegar al conocimiento. Y no deja
nados, humanos y tecnológicos, ordenados de forma de ser paradójico que esto ocurra en la llamada era del
interdependiente, que constituye una unidad funcional acceso a la información.
VLVWpPLFDRXQWRGRRUJiQLFRRULHQWDGRDXQDDFWLYLGDG /DWHFQRORJtDGHODLQIRUPDFLyQHQVHxDTXHJHQH-
o una necesidad concreta y común. rar información es mucho más que reunir datos. Mu-
Es una microorganización dentro de la macroorga- chas entidades son aún profundamente burocráticas,
QL]DFLyQ6XIXQFLyQFRQVLVWHHQSURYHHULPiJHQHVFRQ- utilizando en sus operaciones cotidianas múltiples
FUHWDV\DEVWUDFFLRQHVLQWHOLJLEOHVGHODUHDOLGDGHQRWUDV IRUPXODULRV\SUHLPSUHVRVTXHDFXPXODQPRQWDxDVGH
SDODEUDVUHÀHMDUUD]RQDEOHRDFHSWDEOHPHQWHELHQODUHD- GDWRV TXH XQD YH] XWLOL]DGRV SDUD VXV ¿QHV HVSHFt¿-
OLGDGTXHDXPHQWHQQXHVWURFRQRFLPLHQWRDWUDYpVGHOR cos languidecen en cintas magnéticas o discos rígidos
que los datos aportan, generando de este modo el proceso sin generar ninguna utilidad. Es más, esto genera una
LQIRUPDWLYR(QGH¿QLWLYDLQWHUSUHWDKHFKRVSDUDHQWHQ- GXSOLFDFLyQ GH GDWRV TXH QR VyOR HV LQH¿FLHQWH VLQR
derlos y transmitirlos; las cifras y los datos con los que TXHWDPELpQGHVSLOIDUUDXQDJUDQFDQWLGDGGHYDOLRVD
WUDEDMD DXQTXH LPSRUWDQWHV VyOR VRQ RULHQWDWLYRV \ VX información.
función no es discutir el dato sino aportar conocimien- 3DUD TXH YHUGDGHUDPHQWH RFXUUD XQ SURFHVR GH
WR3RUHVRQXQFDH[WUDHFRQFOXVLRQHVH[FOX\HQWHVDEVR- aprendizaje, estos datos de múltiples fuentes deben
lutistas, tipo blanco o negro, sino que más bien elabora reunirse y organizarse de modo consistente para poder
un abanico de posibilidades de mayor o menor grado analizarse en el futuro, generando información que pueda
GHYHURVLPLOLWXGDODOX]GHODLQIRUPDFLyQGLVSRQLEOH VHUYLU D OD DFFLyQ HV GHFLU TXH PRGL¿TXH SDWURQHV GH
Por un lado recibe inputs representados por datos de sus FRPSRUWDPLHQWR \ HQ GH¿QLWLYD D\XGH D OD WRPD GH
SUHVWDGRUHVSURYHHGRUHV\EHQH¿FLDULRVORVDOPDFHQDHQ decisiones basada en mecanismos racionales. Esto es lo
grandes bases y los tramita por medio de transacciones que se llama, además, disponer de la información con
relacionales, para generar outputs en forma de informa- RULHQWDFLyQDOFOLHQWHXVXDULRREHQH¿FLDULRPiVTXHD
ción disponible para multiplicidad de clientes internos. OD RUJDQL]DFLyQ HQ Vt 3DUD HMHPSOL¿FDU VH GLFH HQ HVWH
6. Sistemas de información en APS 183
H
HOSPITAL
??
EMERGENCIA
RESTOS MONETARIOS
VOLUMEN DE SERVICIOS
SI UN SISTEMA NO
EL DESEMPEÑO ES UNA CARACTERÍSTICA SISTÉMICA, POR LO TANTO, PARA ALCANZAR CAMBIA, SEGUIRÁ
UN NIVEL DIFERENTE DE DESEMPEÑO ES NECESARIO ACTUAR SOBRE EL SISTEMA OBTENIENDO LOS
MISMOS RESULTADOS
TXH SHUPLWDQ H[WUDHU PD\RU FDQWLGDG GH LQIRUPDFLyQ el caso de las enfermedades– se recomienda, por
GHYDORUHVTXHHOXVRKDHPSREUHFLGRª ejemplo, &DVH'H¿QLWLRQIRU3XEOLF+HDOWK6XUYHL-
Debe tenerse también muy en cuenta la incorpora- llance&'&
FLyQGHVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQ\GHYLJLODQFLDGHQR- GIXHQWHVGHLQIRUPDFLyQRUJDQL]DFLyQGHOÀXMR
PLQDGRVQRFRQYHQFLRQDOHVFRQODSDUWLFLSDFLyQGHSHU- HIXHQWHVDGLFLRQDOHV\QRFRQYHQFLRQDOHVGHLQIRU-
VRQDOQRPpGLFRHQHOUHJLVWUR\QRWL¿FDFLyQGHHQIHU- mación
PHGDGHVSUREOHPDV\HYHQWRVGHVDOXG(VWRVSXHGHQ IDQiOLVLV\SUHVHQWDFLyQGHORVGDWRV
JHQHUDU\XWLOL]DULQIRUPDFLyQHLQGLFDGRUHVHQHOQLYHO JXVR\SXEOLFDFLyQGHODLQIRUPDFLyQtWHPPX\LP-
local y el hecho de poder ampliar la posibilidad desde SRUWDQWHVLVHTXLHUHOOHJDUDORVSURGXFWRUHVGH
lo local más allá de las necesidades de los sistemas clá- ODLQIRUPDFLyQFRQHMHPSORVGHSDUDTXpVLUYHQ\
VLFRV ©HO HQIRTXH SUHGRPLQDQWH VREUH OR QR FRQYHQ- FyPRVHXVDVXFRODERUDFLyQFRQHOVLVWHPD\D
cional en epidemiología tiene un carácter delimitado, la comunidad y al poder decisorio, brindando aná-
cual es el de que se caracteriza por utilizar la estructura OLVLVGHODFRQGLFLyQGHYLGD\VDOXGTXHVXVWHQWHQ
comunitaria para obtener información que luego pueda LQWHUYHQFLRQHV
ser incorporada al sistema».
En este marco se pretende superar problemas de ino- Asimismo, en relación ahora con los datos del siste-
portunidades, baja calidad y baja cobertura del sistema ma, estos deben:
FRQYHQFLRQDO DVt FRPR VX LQFDSDFLGDG SDUD HQIUHQWDU DHVWDUUHIHULGRVDODVSHUVRQDV
coyunturas. EEDVDGRVHQODSREODFLyQ
(QFXDOTXLHUFDVRODVDOWHUQDWLYDVQRGHEHQLQWHUIH- FRULHQWDGRVDORVSUREOHPDVLGHQWL¿FDGRV\FODVL¿-
ULUFRQHOVLVWHPDFRQYHQFLRQDO\PiVELHQGHORTXHVH FDGRVSDUDVXSUHYHQFLyQ\VROXFLyQ
trata es de sistematizar oportunamente algunas técnicas. GHVWDUUHIHULGRVDOSURYHHGRULGHQWL¿FDUGyQGH\SRUTXLpQ
/DViUHDVGHDSOLFDFLyQVRQHOUHÀHMRGHODVHVWDGtVWLFDV VHSURSRUFLRQDHOVHUYLFLRHQHOHVSDFLR\HQHOWLHPSR
YLWDOHVSRUHMHPSORDSDUWLUGHUHFDEDUVREUHODEDVHGH HGHEHQHVWDUUHIHULGRVDOSURFHGLPLHQWRRDOSURFH-
la infraestructura comunitaria, mejor información sobre VR(OVLVWHPDGHEHWHQHUODVIRUPDVGHLQWHUYHQFLyQ
defunciones y nacimientos, etc. utilizadas.
Deben considerarse algunos requisitos para la im- IORVGDWRVGHEHQHVWDUUHIHULGRVDOSHUtRGRGHWLHPSR
SOHPHQWDFLyQGHOVLVWHPDFRPRODLGHQWL¿FDFLyQGHYD- relacionando las personas y los lugares en las dife-
FtRVHQORFRQYHQFLRQDOJDUDQWtDGHFRQWLQXLGDGFDSD- rentes épocas.
cidad de respuesta de los sistemas locales, no competir JGHEHQVHUSUiFWLFRVUHGXFLHQGRDOPtQLPRODFDUJDGH
FRQHOVLVWHPDIRUPDODSURYHFKDULQIUDHVWUXFWXUDH[LV- las personas encuestadas, el tiempo de procesamiento
tente, no transculturar la comunidad y propender por la \VLHVSRVLEOHGHEHQVHUYLUD¿QHVP~OWLSOHV\
intersectorialidad, la participación de la comunidad y la K VH GHEHQ VHOHFFLRQDU \ MXVWL¿FDU VRODPHQWH VL KD\
SRVLELOLGDGGHFDSWDULQIRUPDFLyQUHOHYDQWHVHOHFFLRQD- FHUWH]DGHTXHYDQDLQÀXLUHQODWRPDGHGHFLVLRQHV
da y susceptible de ser interpretada directamente. de magnitud sustancial.
Con estas bases conceptuales, deberíamos ocuparnos
ahora de los insumos mínimos que el sistema de infor- 3RU ODV GL¿FXOWDGHV HQ OD FUHDFLyQ RUJDQL]DFLyQ \
mación debe aportar al sistema de vigilancia epidemio- operacionalización de sistemas de información para el
lógica, es decir, la cadena información-análisis-acción análisis epidemiológico, nos referiremos –en forma bre-
que estamos pretendiendo. Así tendríamos en cuenta la YH\FRPSOHPHQWDULD±DOFDVRSDUWLFXODUGHODHVWUDWHJLD
FRQVLGHUDFLyQ\H[LVWHQFLDGHORVVLJXLHQWHVDFiSLWHV de SILOS y APS.
DVLVWHPDUXWLQDULRGHLQIRUPDFLyQGHVDOXGSULRULGD- SILOS
des - grupos diferenciales - situación actual de salud
comunitaria (Q JHQHUDO VH WUDWD DFWXDOPHQWH GH PRGL¿FDU ORV WUD-
E PRQLWRUHR GH SREODFLyQ WRWDO GHQVLGDG PHGLGDV GLFLRQDOHV VLVWHPDV GH LQIRUPDFLyQ D WUDYpV GH OD RU-
\ FUHFLPLHQWR HWF HYHQWRV \ SUREOHPDV GH VDOXG JDQL]DFLyQGHRWURVPRGHORVGHLGHQWL¿FDFLyQGHSUR-
HSLGHPLDV VDOXG DPELHQWDO HWF \ atendidos en EOHPDV ORFDOHV SRU HMHPSOR ORV VLWLRV FHQWLQHODV \
VDOXG\HQIHUPHGDGSURYLVLyQGHODDWHQFLyQGHOD ODXWLOL]DFLyQGHSURFHGLPLHQWRVQRFOiVLFRVHQODYD-
salud; estimación de la accesibilidad, cobertura, im- ORUDFLyQ\HQODLGHQWL¿FDFLyQGHSUREOHPDVFRPRHO
SDFWRGHSURJUDPDV\DFWLYLGDGHV HPSOHRGHPpWRGRVFXDOLWDWLYRVGHLQIRUPDQWHVFODYH
FGH¿QLFLyQGHcaso, problema o eventoGDGDODLP- MXLFLRV JUXSDOHV SRQGHUDGRV \ RWUDV WpFQLFDV 8QD
SRUWDQFLDHSLGHPLROyJLFDGHHVWDDFWLYLGDG±\SDUD SURSXHVWDGHLGHQWL¿FDFLyQGHWDOODGDGHORVSUREOHPDV
188 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
percibidos, por ejemplo, tanto por los actores del sis- APS
WHPDGHVHUYLFLRVFXDQWRSRUODVSURSLDVFRPXQLGDGHV
SRVLELOLWDXQDREMHWLYDFLyQPD\RUGHODVSULRULGDGHV\ La información que genera la APS en la actualidad se
una mejor adecuación de la aplicación de los recursos caracteriza por la impermeabilidad y la estrechez de las
disponibles. HVWDGtVWLFDV R¿FLDOHV \ SRU OD SURIXVLyQ GH LQLFLDWLYDV
Asimismo se busca una óptima pero sencilla estra- espontáneas al lado de una cierta confusión en el aná-
WL¿FDFLyQVRFLDODSDUWLUGHODLGHQWL¿FDFLyQJHRJUi¿FD lisis y en el uso que debe hacerse de esta información.
GHWRGRVORVJUXSRVKXPDQRVFRQHO¿QGH©DJUXSDUD 6HSUHVHQWDFRPRQHFHVDULDODHODERUDFLyQGHREMHWLYRV
WRGDVDTXHOODVSHUVRQDVTXHSRVHHQFRQGLFLRQHVGHYLGD asistenciales medibles, la protocolización de una buena
semejantes que los inducen a tener de manera muy ge- SDUWHGHOWUDEDMRFRWLGLDQRODH[LVWHQFLDGHHVWXGLRVGH
QHUDOQHFHVLGDGHVUHTXHULPLHQWRV\H[SHFWDWLYDVWDP- demanda y frecuentación de tipo institucional, la crea-
bién semejantes». En este caso, el sistema de informa- ción de una documentación útil para el acto asistencial y
FLyQGHEHDSRUWDUDODSODQL¿FDFLyQ\SURJUDPDFLyQODV la implantación de métodos informáticos que colaboren
QHFHVLGDGHVGHORVJUXSRVTXHDFXVDQPD\RUHVQLYHOHV en estas tareas.
de postergación y asignarles las prioridades que les co- Además de ser pobre e inadecuada, la circulación
rresponden en un sistema de salud que quiere ser social- GHHVWDLQIRUPDFLyQTXHSRGUtDVHUYLUDOHSLGHPLyORJR
PHQWHHTXLWDWLYR del hospital de referencia, de los centros de salud y los
3DUD ORJUDU HVWH REMHWLYR HO VLVWHPD GH LQIRUPD- 6,/26 SDUD SODQL¿FDU \ HYDOXDU TXHGD DO PDUJHQ GH
ción y el análisis epidemiológico no tienen un modelo los equipos interdisciplinarios. La optimización de la
único, pero cuanto más se disponga de criterios socio- LQIRUPDFLyQWLHQHSRUREMHWRXQDPHMRUDFXDOLWDWLYDHQ
económico-culturales el proceso de segmentación e la la- bor asistencial, ordenando al mismo tiempo, de
LGHQWL¿FDFLyQ GH ORV JUXSRV FRQVLVWHQWHV WHQGHUi D VHU manera racional, los datos que cada profesional genera
PiVDGHFXDGRDODUHDOLGDGTXHVHWUDWDGHFRQRFHU8QD HQ VX FRQWDFWR FRQ HO VLVWHPD VDQLWDULR H[LVWLHQGR XQ
ayuda muy importante en este caso son las encuestas JUDQLQWHUpVSRUFRQRFHUHOSHU¿OGHODGHPDQGDDVLVWLGD
nacionales de hogares, las de necesidades básicas insa- FRQHO¿QGHPHMRUDUODJHVWLyQGHORVFHQWURV\ODSODQL-
tisfechas, etc., que tienden a reunir los conocimientos ¿FDFLyQGHO6,/26HQJHQHUDO
EiVLFRV SDUD SHUPLWLU XQD HVWUDWL¿FDFLyQ DO PHQRV HQ (VWH LQWHUpV KD OOHYDGR D PXFKDV H[SHULHQFLDV FD-
tres grupos de estratos: racterizadas por:
FLRQDOPHQWHOLJDGDVDJUDYHVGLVWXUELRVHQORVVLVWH- FRQPiVH¿FLHQFLD\HIHFWLYLGDGSRUSDUWHGHOKRVSLWDO
mas de registro y análisis. /DVDOWHUQDWLYDVGHRUJDQL]DFLyQDFWXDOGHORVVLVWHPDV
*UDQ SURIXVLyQ GH HVWXGLRV DLVODGRV \ UHSHWLWLYRV GHVDOXGÀXFW~DQHQWUHEXURFUDFLDVMHUiUTXLFDVFRQGLV-
UHDOL]DGRVSRUORVJUXSRVPiVDFWLYRVHLQQRYDGRUHV WLQWRVQLYHOHVGHGHFLVLyQ\DFFLyQ\VLVWHPDVEDVDGRV
GH$36RHQGDWRVGHIUHFXHQWDFLyQSURGXFWLYLGDG\ en la interacción del mercado, especialmente entre pro-
gastos por parte de la administración. YHHGRUHV \ FOLHQWHV$GHPiV H[LVWHQ VLWXDFLRQHV PL[-
tas, como la representada por el sistema contractual. El
En este sentido, el sistema de información debe pro- LQWHUpV SRU FRQRFHU \ HYDOXDU FyPR VH FRPSRUWDQ ORV
PRYHU OD HODERUDFLyQ GH HVWXGLRV FRODERUDWLYRV FRQ HO VLVWHPDVJOREDOHVHQXQSDtVH[LJHWHQHUFODURHOPRGR
objeto de que el epidemiólogo logre obtener el marco ge- GHRUJDQL]DFLyQJOREDOFyPRHVODFRQ¿JXUDFLyQGHOD
QHUDOGHODGHPDQGDVXVYDULDEOHV\VXVFRQGLFLRQDQWHV UHG DVLVWHQFLDO \ FXiO HV HO SDSHO TXH GHVHPSHxDQ ORV
/RVUHJLVWURVGHGHPDQGD\IUHFXHQWDFLyQGHGHULYDFLR- hospitales en dicho sistema.
QHVGHSDFLHQWHVUHIHUHQFLD\FRQWUDUUHIHUHQFLD\GHVHU- En su función moderna, también puede ocurrir que
YLFLRVSURPRYLGRVGHEHQVHUFRRUGLQDGRVUHVSRQGLHQGR hospitales tradicionalmente dirigidos al sector público
DSHTXHxRVPXHVWUHRVLQWHQVRV\GHJUDQ¿DELOLGDGSDUD puedan funcionar como instituciones abiertas al mercado
REWHQHU XQD PRQLWRUL]DFLyQ GH OD DFWLYLGDG DVLVWHQFLDO FRPSHWLWLYR LQFOXVR FRQ VHUYLFLRV FRQWUDFWXDOHV \ HOOR
6HGHEHWHQHUFXLGDGRFRQODVLGHDVGHLQIRUPDFLyQH[- desemboca en que el sistema de información sea una red
KDXVWLYD\FRQWLQXDGDSXHVQRVLHPSUHHVQHFHVDULD\HV que trascienda la organización hospitalaria formal. El
mal acogida por los profesionales que hacen este tipo de cambio procurado en la gestión hospitalaria y la necesi-
UHJLVWURVGDGRHOJUDQYROXPHQGHGDWRVTXHJHQHUDQ\ dad de lograr la sostenibilidad económica de los hospita-
ODGL¿FXOWDGGHDVHJXUDUXQSURFHVR\XQDQiOLVLVVDWLVIDF- OHVH[SOLFDQTXHHQHOORVVHGpJUDQSULRULGDGDODH¿FLHQ-
torio de la información. Los equipos deberán plantearse FLDPXFKDVYHFHVFHQWUDGDHQODFRQWHQFLyQGHFRVWRV\
PXFKDV YHFHV ODV QHFHVLGDGHV LQIRUPDWLYDV DMXVWDGDV D HOPHMRUXVRGHOUHFXUVR/D206SURPXHYHXQPRGRGH
VXVSURSLRVREMHWRVGHLQWHUYHQFLyQDOSDUGHFRQWULEXLUD GHWHUPLQDU\HYDOXDUORVVLVWHPDVGHVDOXGVREUHODEDVH
los sistemas generales de información. del rendimiento global, lo que tiene consecuencias para
los modelos de atención y de información hospitalaria.
También la OCDE participa en la promoción de modelos
Información en efectores de salud: de atención en los que se subrayan más los elementos
ámbito hospitalario y el primer económicos y los centros asistenciales. Por otro lado, la
nivel de atención información hospitalaria rutinaria contribuye a perfeccio-
QDUODYLVLyQGHPRGHORVGHDWHQFLyQ\UHQGLPLHQWRHQOD
La información también es una herramienta de apoyo medida en que aporta antecedentes empíricos.
a la calidad global de la función hospitalaria. El siste- En el marco de la descentralización, el énfasis de
PD GH LQIRUPDFLyQ HVSHFLDOPHQWH FXDQGR HV H¿FLHQWH ODVGHFLVLRQHVUHFDHHQHOQLYHOORFDORGHOKRVSLWDOHQ
\¿DEOHSHUPLWHDFFHGHUFRQUDSLGH]DWRGDVODVLQIRU- especial en aquellas de tipo operacional y administra-
maciones útiles en el campo de la atención médica. De WLYR OR TXH SRQH GH PDQL¿HVWR OD QHFHVLGDG GH IRUWD-
este modo, la información permite establecer una co- OHFHUODVJHVWLRQHVDXWyQRPDVTXHDVXYH]GHPDQGDQ
PXQLFDFLyQ UHDO HQWUH ORV GLYHUVRV DFWRUHV GHO PXQGR HODSR\RGHVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQDXWRVX¿FLHQWHVHQ
hospitalario. los quienes la producen son los que usan la informa-
La información, aunque sea completamente adecua- FLyQ/DGHVFHQWUDOL]DFLyQH[LJHHQWUHRWUDVFRVDVTXH
GDVRORSXHGHUHÀHMDUORTXHDSDUWLUGHFODURVPRGHORV ODVUHVSRQVDELOLGDGHVGHJHVWLyQTXHDQWHVYDULDEDQHQ
de gestión y operación de hospitales es posible recono- GHSHQGHQFLDGHORVQLYHOHVGHDJUHJDFLyQJHRJUi¿FD\
FHUGHVFULELUPHGLU\HYDOXDU$HVWHUHVSHFWRVHGHEHQ DGPLQLVWUDWLYDDKRUDWHQJDQTXHVHUDVXPLGDVSRUWRGRV
considerar dos dimensiones: el sistema hospitalario que ORVQLYHOHVFHQWUDOUHJLRQDO\ORFDOFRPRODSODQL¿FD-
GHPDQGDXQDQiOLVLVFRPSDUDWLYR\HOVLVWHPDGHVDOXG ción estratégica, la gestión del personal, los contratos, la
JOREDOTXHQRVHSXHGHHYDOXDUDPHQRVTXHHOVLVWHPD PRQLWRUL]DFLyQ\HYDOXDFLyQ\ODSURJUDPDFLyQ\JHV-
de información global esté debidamente articulado. tión del presupuesto.
El hospital y los sistemas de salud están insertos en 6LQHPEDUJRHOFRQFHSWRGHQLYHOHVGHDWHQFLyQ
XQPXQGRQXHYRFRPSHWLWLYR\JOREDOL]DGR\SRUDxD- GHGLVWLQWDFRPSOHMLGDGVLJXHYLJHQWH\H[LJLHQGRXQ
GLGXUDVHYDORUDQFDGDYH]PiVODVUHODFLRQHVGHFRV- sistema integral y articulado de información. Para los
WR \ EHQH¿FLR VRFLDO GH ORV UHFXUVRV TXH VH LQYLHUWHQ GLVWLQWRVQLYHOHVWLHQHVXPDLPSRUWDQFLDHOLQWHUFDP-
La información puede permitir mejorar el control y la bio de información dirigido a apoyar sus funciones
HYDOXDFLyQ GH OD JHVWLyQ DVt FRPR DFRPHWHU DFFLRQHV GHJHVWLyQHQYtRGHSDFLHQWHVVLVWHPDVGHVXSHUYL-
190 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
/RVVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQKDQHYROXFLRQDGRVH- ¿QDQFLHUDRGHLQWHJUDFLyQDIHFWDUDOSHUVRQDO\VXU-
gún las demandas cambiantes de la atención de salud y la gir al analizar o usar la información. En este sentido,
información para atención de salud. Este progreso se ha ODVFULVLVTXHDPHQXGRDWUDYLHVDQORVKRVSLWDOHVSXH-
YLVWRIDYRUHFLGRDGHPiVSRUODSRVLELOLGDGGHDSOLFDU GHQ DJUDYDUVH R WHQGHU D VROXFLRQDUVH GHSHQGLHQGR
QXHYRV DYDQFHV WHFQROyJLFRV HQ ODV RUJDQL]DFLRQHV GH de la disponibilidad o de la carencia de sistemas de
atención de salud. Buena parte de los temas abordados LQIRUPDFLyQ \ JHVWLyQ $ YHFHV ODV GH¿FLHQFLDV GH
KDVWDSULQFLSLRVGHORVHVWXYLHURQUHODFLRQDGRVFRQOD los sistemas de información son los desencadenantes
manera de aportar información a las operaciones admi- RDJUDYDQWHVGHGLFKDVFULVLV3RUHOORHVLPSRUWDQWH
QLVWUDWLYDV (O DYDQFH HQ DGPLQLVWUDFLyQ H LQIRUPiWLFD UHYLVDUORVSUREOHPDVGHODLQIRUPDFLyQKRVSLWDODULD
WDPELpQ KD IDYRUHFLGR GLFKD HYROXFLyQ /RV VLVWHPDV actual, que habrán de solucionarse en el futuro, como
de información se han ido utilizando paulatinamente en la dispersión o la falta de integración de la informa-
DSOLFDFLRQHVFDGDYH]PiVDPSOLDVHQODViUHDVFOtQLFD FLyQ ORV FRQWHQLGRV PDVLYRV QR HVWUDWpJLFRV ODV OL-
DGPLQLVWUDWLYD¿QDQFLHUD\GHLQWHUDFFLyQKRVSLWDODULD mitaciones del uso por los gerentes o la necesidad de
con las redes y el entorno social. Por otra parte, los siste- adaptar los sistemas de información a los cambios y
mas de información para la atención de salud corrieron de asegurar su sostenibilidad. Al estudiar las limita-
SDUDOHORVDODVWHQGHQFLDVHYROXWLYDVJHQHUDOHVGHWRGRV ciones de los sistemas de información cabe subrayar
ORV VLVWHPDV GH LQIRUPDFLyQ \ UHFLELHURQ OD LQÀXHQFLD que:
del desarrollo tecnológico: estaciones con computado-
UDVFHQWUDOHVH[WHQVDVDSDULFLyQGHPLFURFRPSXWDGRUDV * Los sistemas no orientados por las necesidades
TXHSHUPLWLHURQHOUHHPSOD]RGHWHUPLQDOHVSDVLYDVOD GH LQIRUPDFLyQ SXHGHQ GHVFRQWH[WXDOL]DUVH \ VHU
FRQH[LyQGHHVWRVFRPSRQHQWHVDXQDUHG\HOGHVDUUROOR inútiles para la gestión, independientemente de su
de multimedia y estaciones de trabajo. FDSDFLGDGLQIRUPDWLYDLQWUtQVHFD\GHVXVFRVWRV\
3DUD GLVHxDU GHVDUUROODU R DGHFXDU VLVWHPDV GH LQ- VR¿VWLFDFLyQ
formación deben tenerse en cuenta los siguientes ele-
/DVFDSDFLGDGHVORFDOHVGHGLVHxDU\PDQHMDUVLVWH-
mentos: PDVGHLQIRUPDFLyQPiVDOOiGHODLQYHUVLyQLQLFLDO
demandan una capacidad institucional de capacita-
* El entorno institucional de los sistemas de informa- ción, manejo, producción, análisis y uso de informa-
ción; estos sistemas han de adaptarse a muchos tipos ción que deben tenerse en cuenta desde la etapa de
GHRUJDQL]DFLRQHVTXHSUHVWDQVHUYLFLRVGHVDOXG SODQL¿FDFLyQGHOVLVWHPD
* Los cambios dinámicos que se producen en la fun-
'HEHFRQVLGHUDUVHODYHORFLGDGFRQTXHFDGXFDQORV
FLyQGHORVVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQHQORVGLYHUVRV sistemas de información, en especial su estructura
QLYHOHVGHDFFLyQ\GHFLVLyQKRVSLWDODULRV\HQORV \ODWHFQRORJtDGHVRSRUWH6LQHPEDUJRDYHFHVOD
VHUYLFLRV\VLVWHPDVGHVDOXG WHFQRORJtD UHODWLYDPHQWH REVROHWD WDPELpQ SXHGH
* La necesidad de integrar información y sistemas de ser adecuada para satisfacer las necesidades de in-
LQIRUPDFLyQ HQ ODV UHGHV DGPLQLVWUDWLYDV DVLVWHQ- IRUPDFLyQORFDO\ EULQGDUORV EHQH¿FLRVHVSHUDGRV
FLDOHV\FRQWUDFWXDOHVGHORVVHUYLFLRV\VLVWHPDVGH DHVHQLYHO
salud * Las mismas limitaciones de la institución pueden in-
/RVDYDQFHVWHFQROyJLFRVHQODHVWUXFWXUDGHVLVWH- ¿FLRQDU\UHSURGXFLUVHHQVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQ
mas y las telecomunicaciones, que facilitan el desa- SHMOLPLWDFLRQHVGHRUJDQL]DFLyQIRUPDFLyQGHO
rrollo de redes coordinadas de atención. SHUVRQDOSUHVXSXHVWDFLyQQHFHVDULDHWF
Figura 7.2: Mapa del mundo conocido, en el que el artista cartógrafo incluye la que entendía como la ubi-
cación del paraíso terrenal, en Oriente
relación de los diferentes fenómenos naturales y socia- $VLPLVPR HV PiV TXH LOXVWUDWLYD HQ HVWH VHQWLGR OD
OHVPHGLDQWHVtPERORVFRQYHQFLRQDOHV historia del diagrama del subterráneo de Londres. El
La cartografía, no obstante, ya ha entrado de lleno en SULPLWLYR VLVWHPD GH WUDQVSRUWH VXEWHUUiQHR GH /RQGUHV
el terreno de lo digital, por un lado mapas en apariencia The London Underground o familiarmente The Under-
FRQYHQFLRQDOHVKDQGHMDGRGHLPSULPLUVH\VHGLVHxDQGH ground o The TubeGDWDGH<DKDFLDVHKL]R
manera que sean fácilmente accesibles y compilables por HYLGHQWHODQHFHVLGDGGHTXHORVSDVDMHURVFRQWDUDQFRQ
SDUWHGHOXVXDULRTXLHQWDOYH]GHFLGDLPSULPLUORVPiV XQPDSDTXHSHUPLWLHUDXQXVRPiVH¿FD]GHOWUDQVSRUWH
WDUGH0XFKDVLPiJHQHVVDWHOLWDOHV¢VRQPDSDV"DOFD- Los primeros mapas eran literales, esto es, mostraban el
UHFHUGHHVFDODRVHOORVGLVWLQWLYRVGHODFDUWRJUD¿DXVXDO trayecto real de las líneas y la ubicación de las estaciones
QRORVHUtDQHQUHDOLGDG6LQHPEDUJRORVOtPLWHVFRQYHQ- VLJXLHQGRORVSULQFLSLRVFRQYHQFLRQDOHVGHODFDUWRJUDItD
FLRQDOHVTXHGDQFDGDYH]PiVGHVGLEXMDGRVDPHGLGDTXH A medida que el subterráneo crecía, los mapas de la red
los mapas se asimilan a la representación de datos. Con mostraban el trayecto de las distintas líneas relacionadas
HOGHVDUUROORGHODWHFQRORJtDORVGDWRVJHRJUi¿FRVVRQ FRQHOUHOLHYHGHOD]RQDORVEDUULRVGHODFLXGDG\ORV
FDGD YH] PiV PDQLSXODEOHV HVFDODEOHV \ ÀH[LEOHV \ VH QRPEUHV GH ODV FDOOHV DO Pi[LPR QLYHO GH GHWDOOH SRVL-
SXHGHQYLVXDOL]DUHQFRPELQDFLRQHVLQQXPHUDEOHV\FRQ EOH(VWRUHVXOWDEDH[FHOHQWHSDUDORVSULPHURVXVXDULRV
DSDULHQFLDVPX\GLYHUVDV<DGHVGHXQDGHODVSULPHUDV TXH LQWHQWDEDQ DVRFLDU OR TXH VH YHtD SRU HQFLPD GH OD
GH¿QLFLRQHV GH PDSD +DUOH\ :RRGZDUGHistory of ciudad con lo que pasaba debajo de ella, pero el rápido
&DUWRJUDSK\ VH VHQWDED TXH HUD XQD UHSUHVHQWD- FUHFLPLHQWRGHODUHGOOHYyDTXHHOPDSDVHFRQYLUWLHVH
FLyQJUi¿FDTXHIDFLOLWDODFRPSUHQVLyQHVSDFLDOGHFRVDV HQXQJDOLPDWtDV\H[LJLyDGRSWDUDOJXQDPHGLGDGHVLP-
conceptos, condiciones, procesos o acontecimientos del SOL¿FDFLyQ+DUU\%HFNGLEXMDQWHGHFLUFXLWRVHOpFWULFRV
mundo humano, esto es, una herramienta para la gestión FX\D RFXSDFLyQ OH GLR H[SHULHQFLD \ FDSDFLWDFLyQ VX¿-
GHOFRQRFLPLHQWR\QRVyOR±HQVXYHUVLyQUHVWULFWLYD±XQ cientes sobre los símbolos y las técnicas usadas para el
REMHWRKDELWXDOPHQWHGHSDSHOFRQ¿QHVVREUHWRGRXWL- dibujo de cables eléctricos, diodos, resistores, empalmes
OLWDULRVFLHQWt¿FRVRJHRJUi¿FRVTXHOOHYyDXQDYLVLyQ \YiOYXODV\VREUHORVFyGLJRVGHFRORUHVTXHHUDQXVDGRV
determinista y empobrecida del desarrollo de la cartogra- SDUDUHSUHVHQWDUHVWRVHOHPHQWRVVHYLRREVHVLRQDGRSRU
ItD(VWDGLIHUHQFLDIXQGDPHQWDOIXH¿QDPHQWHSHUFLELGD utilizar esa técnicas para mejorar el mapa de la red de
por Charles Minard, pionero de la cartografía temática; subterráneos de Londres. Se dio cuenta de que el mapa
GHVXVFDUWDV¿JXUDWLYDVUHSURGXFLPRVXQDGHODVPiVFR- debía ser menos realista y más diagramático ya que, al
QRFLGDVOD&DPSDxDGH1DSROHyQGHDODTXHPiV ¿QGHFXHQWDVODUHDOLGDGGHOPXQGRHVPX\FRPSOHMD\
tarde nos referiremos. VLHPSUHHVQHFHVDULRXQSRFRGHVLPSOL¿FDFLyQ(QHVWH
200 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
1
Otra muestra de lo desagradecidas o impersonalesTXHVXHOHQVHUODVRUJDQL]DFLRQHVHVORTXHHQRWURFRQWH[WRKHPRVOODPDGR
efecto Loman, en referencia a la metafórica obra de Miller, La muerte de un viajante/HPXV-' $UDJHV\2UR]9Adminis-
tración Hospitalaria5RVDULR&RUSXV
7. Sistemas de información georreferencial (SIG) en Salud Pública y APS 201
YRVHVHOGH-RKQ6QRZTXLHQDQDOL]yODGLVWULEXFLyQGH JHQHVVDWHOLWDOHVKDQSHUPLWLGRODREVHUYDFLyQSHULyGLFD
ODHSLGHPLDGHFyOHUDHQWUH\HQHOiUHDGH GHORVIHQyPHQRVVREUHODVXSHU¿FLHGHODFRUWH]DWHUUHV-
Soho, Londres, en el clásico 2QWKH0RGHRI&RPPXQL- WUH/DLQIRUPDFLyQDVtSURGXFLGDKDH[LJLGRHOGHVDUUROOR
FDWLRQRI&KROHUDLQ/RQGRQ6QRZUHD- de herramientas para lograr una representación cartográ-
lizando uno de los primeros mapas inteligentes de que ¿FDHVSHFt¿FD(OPHGLRHQHOTXHVHGHVDUUROODURQHVWDV
VHWHQJDPHPRULD\TXHSHUPLWHYLVXDOL]DUFRQFODULGDG herramientas tecnológicas correspondió a las ciencias
la concentración de muertes coléricas en las cercanías de teledetección, análisis de imágenes, reconocimiento
de la bomba de la calle Broad, siendo este hecho el que de patrones y procesamiento digital de información, en
aclaró el panorama para el propio Snow y permitió ade- JHQHUDOHVWXGLDGDVSRUItVLFRVPDWHPiWLFRV\FLHQWt¿FRV
más –si bien desconocía los entresijos bacteriológicos H[SHUWRVHQSURFHVDPLHQWRHVSDFLDO(VREYLRTXHHVWRV
de la enfermedad– lograr que los Guardians quitaran la tenían un concepto diferente al de los cartógrafos, con
manija de la bomba con lo que la epidemia cesó como UHVSHFWRDODUHSUHVHQWDFLyQYLVXDOGHODLQIRUPDFLyQ
KDEtDFRPHQ]DGRíSUH¿JXUDQGRODWHRUtDGHODFDMDQH- Entre los elementos principales de un mapa se men-
gra, esto es, la posibilidad de operar en las entradas o cionan la escala, la distancia, la localización y la pro-
VDOLGDV GHO VLVWHPD D~Q GHVFRQRFLHQGR FRQ H[DFWLWXG yección.
TXpRFXUUHHQVXLQWHULRUíYpDVHPiV\PiVFRPSOHWR
sobre Snow en el capítulo sobre historia de las ideas en Escala
epidemiología, en esta misma obra).
([SUHVD TXp WDQWDV YHFHV KD GLVPLQXLGR JUi¿FDPHQWH
(QHOVLJOR;,;FRQVXDYDQFHWHFQROyJLFREDVDGR una imagen con respecto a la realidad. En un mapa, la
HQ HO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FR GH OD 7LHUUD VH SURGXMH- escala depende del área a representar, el grado de deta-
URQJUDQGHVYRO~PHQHVGHLQIRUPDFLyQJHRPRUIROyJLFD lle requerido y la cantidad de información que se quie-
TXH VH GHEtD FDUWRJUD¿DU /D RULHQWDFLyQ HVSDFLDO GH OD UHPRVWUDU3RUHMHPSORSDUDHOQLYHOORFDOGHVDOXGVH
LQIRUPDFLyQVHFRQVHUYyFRQODVXSHUSRVLFLyQGHPDSDV requieren mapas de mayor escala que permitan incluir
WHPiWLFRVHVSHFLDOL]DGRVVREUHXQPDSDWRSRJUi¿FREDVH PD\RUGHWDOOHSDUDYLVXDOL]DUIDFWRUHVGHULHVJRSRWHQ-
Recientemente la fotografía aérea y en particular las imá- ciales, tales como fuentes de agua contaminada, criade-
202 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ros de mosquitos, fuentes de emisión de contaminantes superior de los mapas coincide con él. La mayor parte
LQGXVWULDOHVHWF(QHOQLYHOQDFLRQDORHQHOUHJLRQDOQR de los mapas se dibujan con una red de cuadrículas de
es necesaria igual precisión. UHIHUHQFLD/DVOtQHDVYHUWLFDOHVGHHVDUHGUHSUHVHQWDQ
los meridianos y las horizontales los paralelos.
Distancia
Localización
La estimación de la distancia se calcula al multiplicar el re-
corrido de un segmento en centímetros o milímetros sobre el (Q JHQHUDO VH XWLOL]DQ FXDWUR QRFLRQHV JUi¿FDV SDUD
mapa por su escala numérica. El resultado será la distancia representar la localización de los fenómenos espacia-
real sobre el terreno. En Salud Pública, el cálculo de distan- OHVHOSXQWRODOtQHDODVXSHU¿FLH\HOYROXPHQ(VWRV
cia puede ser importante para distintos aspectos como: de- elementos se representan por lo general en un plano de
¿QLFLyQGHOWLHPSRUHTXHULGRSDUDLUGHXQDORFDOLGDGDRWUD acuerdo a la geometría euclidiana y se localizan mate-
en busca de un centro de salud, cálculo de combustibles para máticamente en los mapas por medio de las coordena-
transportarse entre diferentes sitios, estimación de los rangos GDV FDUWHVLDQDV ;< R ORQJLWXG \ ODWLWXG 6L VH FRQ-
GHYXHORGHPRVTXLWRVYHFWRUHVGHDJHQWHVLQIHFFLRVRV\VXV VLGHUDQODVDOWXUDVRYRO~PHQHVVHGHEHQORFDOL]DUORV
fuentes de criadero, estimación de la dispersión de partículas SXQWRVHQXQVLVWHPDGHFRRUGHQDGDV;<=RORQJLWXG
SROXFLyQHQHOPHGLRDPELHQWHHWF latitud, altitud. Estos sistemas se utilizan principalmen-
WH SDUD PHGLU \ XELFDU FRQ XQD SUHFLVLyQ SUHGH¿QLGD
Altura la posición espacial de los atributos de población, sus
FRQGLFLRQHVGHYLGD\VDOXG\VXHQWRUQR&RQHOORVHV
Las líneas que se encuentran en algunos mapas topográ- posible localizar otras propiedades espaciales, como las
¿FRVUHSUHVHQWDQFXUYDVGHLJXDODOWLWXGHQPHWURVVR- GLVWDQFLDVDOWXUDVYHFLQGDGHVPDJQLWXGGHWDVDVRULHV-
EUHHOQLYHOGHOPDUPVQP\VHFRQRFHQFRPRLVRKLS- JRVGHXQHYHQWRGHVDOXGHQPRGHORVWULGLPHQVLRQDOHV
VDVLVROtQHDVRFRWDVGHQLYHO&XDOTXLHUSXQWRVREUHOD etc.
OtQHDRFHUFDQRDHOODWHQGUiHOPLVPRYDORUTXHSRUOR
JHQHUDOHVLQGLFDGRFRQQ~PHURVDORODUJRGHODFXUYD
&XDQGRVHWUDWDGHPRQWDxDVSRUHMHPSORODPi[LPD ¿Qué es precisamente un Sistema de
altura se anota en la cima o centroide. Información Geográfica (SIG)?
Figura 7.5: Mapa del brote de cólera estudiado por Snow en la zona del Soho londinense
24 a 28,9 (3)
19, 6 a 24 (3)
18,4 a 19,6 (3)
15,5 a 10,6 (3)
14, 7 a 15, 5 (4)
13 a 14,7 (4)
Figura 7.6: Mortalidad infantil por provincias. Presentación, en formato tabular y como mapa temático
7. Sistemas de información georreferencial (SIG) en Salud Pública y APS 205
Figura 7.7: Densidad de beneficiarios y tasas promedio de consultas por barrios en Capital Federal en una
cobertura de salud
206 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 7.8: Área de influencia de los principales prestadores preferenciales, CABA y GBA
7. Sistemas de información georreferencial (SIG) en Salud Pública y APS 207
na información adicional sobre los atributos de dicho almacenamiento de datos como una colección de tablas
dato espacial. El formato raster puede ser construido a en las que campos comunes en diferentes tablas son usa-
partir de la digitalización de mapas, de fotografías aé- GRVSDUDYLQFXODUODVFRPRHQFXDOTXLHUVLVWHPDGHED-
UHDVRGHLQIRUPDFLyQGLJLWDOREWHQLGDDWUDYpVGHVHQ- ses de datos relacionales. El sistema de gestión de bases
sores remotos de satélites. Las imágenes de satélites y GHGDWRVPDQWLHQHHQOD]DGRVELXQtYRFDPHQWHORVGDWRV
fotos digitales son ejemplos de datos digitales almace- espaciales y los datos atributos.
QDGRV HQ IRUPDWR UDVWHU &RQYLHQH PHQFLRQDU TXH ODV Es posible que los tipos de datos requeridos para un
imágenes en formato raster pueden ser procesadas para SURSyVLWRRXQSUR\HFWRHVSHFt¿FRGHXQ6,*UHTXLHUDQ
FRQYHUWLUODVHQIRUPDWRYHFWRULDO GH XQD PRGL¿FDFLyQ SDUD KDFHUORV FRPSDWLEOHV FRQ HO
(O IRUPDWR YHFWRULDO HV PiV XVDGR SDUD GHVFULELU VLVWHPD /D PRGL¿FDFLyQ GH HVWUXFWXUD GH GDWRV HV XQ
entidades discretas, tales como un estado o un muni- proceso que permite lograr esta compatibilidad. Asimis-
cipio de un país, pero menos para describir entidades PR HQ HVWH SURFHVR SXHGHQ DxDGLUVH QXHYDV YDULDEOHV
continuas, tales como tipos de suelo, accesibilidad a un HLQGLFDUVHFXiOHVVHUiQLQGH[DGDVSDUDKDFHUPiVH¿-
puesto de salud, etc. ciente la operación de relación de las tablas. En ocasio-
/RVGDWRVGHORVDWULEXWRVVRQYDORUHVRFDWHJRUtDV QHVVHUHTXLHUHSURFHVDUYDULDEOHVVLPSOHVSDUDJHQHUDU
GHYDULDEOHVTXHVHUHODFLRQDQFRQXQHQWRUQRH[LVWLHQ- XQDYDULDEOHFRPSOHMD3RUHMHPSORVLVHGHVHDREWHQHU
GR GLIHUHQWHV IXHQWHV GH GDWRV R \D H[LVWHQWHV UHJLV- ODWDVDGHPRUWDOLGDGSRUiUHDVJHRJUi¿FDVVHXVDUiHO
WURV FHQVDOHV UHJLVWURV GH YLJLODQFLD HQ VDOXG S~EOLFD YDORUGHODVYDULDEOHVGHIXQFLRQHVQXPHUDGRU\SREOD-
HVWDGtVWLFDVYLWDOHVHQFXHVWDVHWFRTXHVHFRQVWUX\HQ FLyQGHQRPLQDGRUPXOWLSOLFiQGRVHSRUXQDFRQVWDQWH
ad hocHQFXHVWDVFRQSURSyVLWRVHVSHFt¿FRVH[SORUD- Este procedimiento puede realizarse con un mayor nú-
FLyQGHFDPSRHWFLQFOX\HQGRHQHVWDVORVdata ware- PHURGHYDULDEOHV\FRQGLIHUHQWHVSURFHVRVPDWHPiWL-
housing, esto es, bases de datos preparados y limpiados, FRV FRPR FXDQGR VH FDOFXOD OD PHGLD \ OD GHVYLDFLyQ
TXHJHQHUDQRWUDVEDVHVGLIHUHQWHVHVWRVHKDFHFRQSUR- HVWiQGDUGHFDGDXQDGHODVYDULDEOHVTXHFRQIRUPDQHO
JUDPDVHVSHFt¿FRV/RVGDWRVLQJUHVDQDORV6,*ELHQ tQGLFH\FDOFXODUHOYDORUGHGHVYLDFLRQHVHVWDQGDUL]D-
por captura bien importándolos desde otras bases. GDVFRQUHVSHFWRDOYDORUHVSHUDGR
Los datos espaciales y los datos de atributos son 'HVSXpVGHODHQWUDGDGHGDWRVHVSDFLDOHVDYHFHV
usualmente almacenados empleando el modelo relacio- VH UHTXLHUH UHDOL]DU PRGL¿FDFLRQHV R HGLFLRQHV GH OD
nal de bases de datos, implementado en el sistema de cartografía. Puede ser que se requiera editar las bases
gestión de bases de datos contenido en el SIG. Dicho FDUWRJUi¿FDV SDUD FRUUHJLU HUURUHV R DFWXDOL]DU FDP-
modelo ha sido ampliamente usado, ya que permite el ELRVHQODRUJDQL]DFLyQSROtWLFD\DGPLQLVWUDWLYDRELHQ
208 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
cambios debidos a fenómenos naturales. También puede los datos de la/las tablas consultadas. Se puede almacenar
VHU QHFHVDULR FRPELQDU R GLYLGLU WHUULWRULRV HQ QXHYDV HVWDWDEODUHVXOWDGRSDUDSURFHVRVSRVWHULRUHVFRQYLUWLpQ-
XQLGDGHVFRQ¿QHVGHUHRUGHQDPLHQWRDGPLQLVWUDWLYRR dose en tabla permanente.
analítico; este proceso es conocido como redistritamien-
WRredistricting
Las consultas de datos SIG permiten recuperar infor- Soft disponible para análisis SIG
mación de las bases de datos espaciales y de atributo. Las
consultas pueden realizarse por medio de herramientas ([LVWHQGLIHUHQWHVSURJUDPDVGH6,*FRQGLVWLQWRQLYHO
HVSDFLDOHVRELHQDWUDYpVGHO/HQJXDMH(VWUXFWXUDGRGH GHVR¿VWLFDFLyQSDUDODHODERUDFLyQGHDSOLFDFLRQHVHQ
&RQVXOWDStructured Query Language64/(O64/HV Salud Pública. La decisión sobre la selección de cada
un lenguaje de consultas en los sistemas de bases de datos uno de ellos depende de características tales como el
relacionales. Con las herramientas espaciales la consulta WLSRGHXVR\ODGLVSRQLELOLGDGGHUHFXUVRVGHHTXLSRV
puede realizarse directamente sobre el mapa. Por ejem- ¿QDQFLHURV\KXPDQRV8QRGHORVPiVFRQRFLGRVHVHO
SOR DO LGHQWL¿FDU XQ iUHD FRQ PD\RU LQFLGHQFLD GH XQD YLHMR freeware EpiMap, desarrollado por CDC/ OMS.
enfermedad, se puede obtener otra información sobre EpiMap es un sistema sencillo y accesible, que per-
SRVLEOHV GHWHUPLQDQWHV SREODFLyQ HVWDGR VRFLRHFRQy- PLWH FRQVWUXLU ODV EDVHV FDUWRJUi¿FDV IiFLOPHQWH VLQ
PLFR HWF TXH HVWiQ DOPDFHQDGDV HQ DOJXQD GH ODV WD- tener que recurrir a equipo especial. Además, EpiMap
blas asociadas a dicho mapa. Por medio del SQL pueden permite la generación de bases de datos simples para
UHDOL]DUVHVHOHFFLRQHVDWUDYpVGHFULWHULRVTXHWDPELpQ realizar diferentes tipos de mapas temáticos con rapidez
corresponden a procesos analíticos descritos posterior- \ FRQ UHFXUVRV GH FyPSXWR SRFR H[LJHQWHV *UDFLDV D
PHQWH3DUDLGHQWL¿FDUODViUHDVFUtWLFDVGHPD\RUULHVJR VXVQXHYDVKHUUDPLHQWDVGHKLSHUWH[WR(SL0DSSURGXFH
GHGDxRDODVDOXGVHVROLFLWDUtDODVHOHFFLyQGHDTXHOODV XQDVHULHGHVDOLGDVHQPDSDVWDEODV\WH[WRVYLQFXODGRV
TXH WHQJDQ XQ YDORU VXSHULRU R LQIHULRU D XQ SDUiPHWUR con el sistema de procesamiento y análisis epidemioló-
GHWHUPLQDGR FULWHULR SRU HMHPSOR ODV iUHDV FRQ LQFL- gico denominado EpiInfo. Se pueden usar datos de otras
dencia mayor a la media del país y con un INB superior IXHQWHV\IRUPDWRVFRPRDUFKLYRVGHG%DVH'%)/R-
a la media. Dichos criterios pueden ser combinados con WXV:.
\RWURVPiV6LELHQHVPX\IXQFLRQDO
operadores lógicos, tales como y, o y no. Las consultas pensamos que hoy ha sido superado por una serie de
SURGXFLGDVSRUHO64/JHQHUDQWDEODVUHVXOWDGRYLUWXDOHV programas.
HV GHFLU TXH VyOR H[LVWHQ HQ OD PHPRULD GH DVLJQDFLyQ /D206\HO)RQGRGHODV1DFLRQHV8QLGDVSDUDOD
aleatoria de la computadora o RAM, con un conjunto de ,QIDQFLD81,&()LQLFLDURQXQSURJUDPDVREUHHOPD-
puntos, líneas y polígonos. Por ejemplo, un tema pue- temático, por su parte, puede tridimensionalizarse
de representar autopistas como líneas, bancos como XVDQGR HO FRPDQGR ' H LQFRUSRUDQGR OD IXQFLyQ GH
puntos y los límites de un municipio como polígonos. LQWHUID] GH JUi¿FRV openGL –que se usa ampliamen-
Los Temas o 6KDSH¿OHVVRQDUFKLYRVTXHDOPDFHQDQOD WHHQGLYHUVLGDGGHMXHJRVSDUD3&FRPRHO'RRP
ubicación geométrica y de atributos de los rasgos geo- )LJXUDV\(QHVWRVPDSDVODaltura de
JUi¿FRV 8Q VKDSH¿OH GH¿QH OD JHRPHWUtD \ DWULEXWRV cada barrio es proporcional a la amplitud de la tasa o
GH UDVJRV JHRUUHIHUHQFLDGRV \ VH FRPSRQH GH KDVWD YDULDEOHQXPpULFDHQHVWXGLRSHUPLWLHQGRXQUiSLGR\
DUFKLYRVFRQH[WHQVLRQHVHVSHFt¿FDVTXHVHDOPDFHQDQ H¿FD]DQiOLVLVde visu del problema.
todos en el mismo directorio, siendo los más importan- /DSRVLELOLGDGGH]RQL¿FDUHVWRHVDJUXSDUREMHWRV
WHV 1RPEUHBDUFKLYRVKS ±HV HO DUFKLYR TXH DOPDFHQD en el mapa para realizar cálculos agregados sobre los
ODJHRPHWUtDGHORVUDVJRV1RPEUHBDFKLYRVK[±HVHO GDWRVDVRFLDGRVDHVWRVREMHWRV\REWHQHUYDORUHVQHWRV
DUFKLYRTXHDOPDFHQDHOtQGLFHGHODJHRPHWUtDGHORV \OtPLWHVSDUDHVWDV]RQDVHVXQDIXQFLyQPX\LPSRU-
UDVJRV1RPEUHBDUFKLYRGEI±HVHODUFKLYRG%DVHTXH WDQWHHOPDSDDVtFRGL¿FDGRPXHVWUDODH[WHQVLyQGHODV
almacena la información de atributos de los rasgos. Arc ]RQDVHLQFRUSRUDXQOLVWDGRGH]RQL¿FDFLyQHQIRUPDGH
view comparte potencialidades semejantes. Ambos son WDEOD(OSURFHVRGH]RQL¿FDUDGHPiVSHUPLWHREVHUYDU
el soft que utiliza la unidad de sistema de información y actualizar de forma instantánea el número de registros
JHRJUi¿FDGHO*RELHUQRGHOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHV \ HYHQWXDOPHQWH FDPELDU ODV DVLJQDFLRQHV H LQWHQWDU
para confeccionar sus mapas. QXHYDV DJUXSDFLRQHV SDUD GHWHUPLQDU ODV PHMRUHV VR-
1XHVWURJUXSRWUDEDMD\SRVHHH[SHULHQFLDFRQHOVRIW luciones a las necesidades planteadas. Es importante
Map Info –con el que se han confeccionado la mayoría de QRWDU TXH OD IXQFLyQ ]RQL¿FDU QR FUHD REMHWRV QXHYRV
los ejemplos que ilustran este capítulo–, que posee entre sino que sólo es una herramienta para el tratamiento de
RWUDVYHQWDMDVODSRVLELOLGDGGHDSHUWXUDGLUHFWDGHGLYHU- ORV H[LVWHQWHV PRVWUDQGR REMHWRV GHO PDSD TXH FRP-
VLGDGGHDUFKLYRVGHGDWRVFRPR([FHO$FFHVV\RWURV parten la misma información de zona como un grupo
YLVWDVP~OWLSOHVGHOLVWDGRHQYDULDVYHQWDQDVGHPDSDV VHSXHGH]RQL¿FDUFXDOTXLHUWDEODUHSUHVHQWDEOHHQXQ
acceso directo ODBC a datos de bases remotas como PDSDTXHWHQJDREMHWRVGHUHJLyQOLQHDOHVRSXQWXDOHV
Oracle, caSDVGHPDSDVLQWHJUDGDVOH\HQGDVFDUWRJUi¿- 3DUDFRQVWUXLU]RQDVVHODVFRQYLHUWHHQ]RQDGHGHVWLQR
FDVYDULDGDVSRVLELOLGDGGHFUHDUYLVWRVRVPDSDVWHPiWL- DJUHJDQGRREMHWRVDODVQXHYDV]RQDVWDPELpQSXHGHQ
FRV\'\DVLPLVPRXQDPSOLRUDQJRGHSRVLELOLGDGHV YHUVHORVUHVXOWDGRVGHODVH[SUHVLRQHVGHFiOFXORHQHO
GHFUHDFLyQGHJUi¿FRVGHGLYHUVRWLSRSDUDHQULTXHFHUHO OLVWDGRTXHPXHVWUDQORVYDORUHVQHWRVSDUDFDGD]RQD
análisis. Asimismo, es factible efectuar búsquedas y di- $PHGLGDTXHVHHOLJHQREMHWRVQXHYRVHOOLVWDGRUHÀHMD
ferentes tipos de consultas SQL, entornos de trabajo que LQPHGLDWDPHQWHORVFDPELRVHQWUHODV]RQDVFRQQXHYRV
JXDUGDQ WRGDV ODV FRQ¿JXUDFLRQHV \ YLVWDV SRVLELOLGDG FRQWDGRUHVSRU]RQD\QXHYRVWRWDOHV\OtPLWHVEDVD-
GHH[SRUWDFLyQDIRUPDWRVEPSR-3(*(VWHVRIWWLHQH GRVHQODVH[SUHVLRQHVTXHVHKD\DQHVSHFL¿FDGRHQHO
además la posibilidad no menor de trabajar en conjunto cuadro de diálogo. Si se está se acuerdo con la propuesta
FRQHO6366JHQHUDQGRFUXFHVGHDQiOLVLVYHUGDGHUDPHQ- del soft en cuanto a reasignación de zona de destino, se
WHYDOLRVRV pueden hacer permanentes los cambios.
Los mapas temáticos, esto es, el proceso de reali- En cuanto a las bases de datos requeridas en los SIG,
zar un mapa respecto de un tema, analizando datos de GHEHQVHUORPiVSUHFLVDVSRVLEOHORVYpUWLFHVXREMHWRV
tablas que el soft genera ad hoc a partir de distintos JUi¿FRVUHIHUHQFLDGRVSUHIHUHQWHPHQWHHQFRRUGHQDGDV
repositorios de datos de cualquier tipo, permiten la rá- JHRJUi¿FDVODWLWXG\ORQJLWXG6HSXHGHQREWHQHUGD-
pida, precisa y comprensible ubicación y ponderación tos de alta calidad de organizaciones nacionales e inter-
GHFXDOTXLHUYDULDEOHHQHVWXGLRQRVyORGHYDULDEOHV nacionales que manejan bases de datos grandes, como
numéricas sino también nominales, lo que permite el datos censales, catastrales, de morbilidad, de mortali-
PDQHMRGHDPSOLRQ~PHUR\WLSRGHYDULDEOHVUHIHUL- GDGSREODFLyQGHFOLPDGHWLHUUDGHYHJHWDFLyQUHFXU-
das a barrio, distrito y fracción censal como unidades VRV FRQGLFLRQHV GH YLGD HWF ([LVWHQ HQ QXHVWUR PH-
jurisdiccionales de menor jerarquía. Map Info posee dio, empresas que se dedican a la preparación de datos
además una función uniónjointTXHSHUPLWHFRPEL- de fuentes propias, que siempre contienen suciedad o
nar datos de diferentes tablas abiertas, para crear nue- LPSXUH]DV HQ EDVHV OLPSLDV DSWDV SDUD VHU JHRFRGL¿-
YRV PDSDV WHPiWLFRV XQLHQGR R IXVLRQDQGR YDULDEOHV cadas. En síntesis, la capacidad de manejo integral de
GHLQWHUpVFUHDQGRXQDFDSDWUDQVSDUHQFLDSDUDFDGD información espacial de los SIG permite generar distin-
YDULDEOHHQMXHJR/DIXQFLyQexpresiónexpression tos escenarios, función imprescindible para el análisis
por su parte, hace lo propio incorporando criterios o HVWUDWpJLFRHQODE~VTXHGDGHDOWHUQDWLYDVSDUDODWRPD
funciones matemáticas o algebraicas. Cualquier mapa de decisiones.
7. Sistemas de información georreferencial (SIG) en Salud Pública y APS 211
Anexo IV
Expresión georreferenciada de diversos
problemas y eventos de salud-enfermedad
Figura 7.14: Corredores sanitarios Ciudad de Buenos Aires y GBA (Área AMBA)
7. Sistemas de información georreferencial (SIG) en Salud Pública y APS 213
Figura 7.18: Mortalidad infantil ciudad de Buenos Aires, año 2009 e ingresos promedio por familia
1
Véase, por ejemplo, Lemus JD, Aragües y Oroz V.$XGLWRUtD0pGLFDODFDOLGDGGHODDWHQFLyQHQORVVHUYLFLRVGHVDOXG. Ro-
VDULR&RUSXV
216 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
&RRUGLQDWRGRVORVWLSRVGHVHUYLFLRPpGLFR PHGLFLQD \ ¿MDQ ODV QRUPDV GH DWHQFLyQ 3RU HQGH OD
,PSOLFDODDSOLFDFLyQGHWRGRVORVVHUYLFLRVGHTXH FDOLGDG GHO SURFHVR GH OD DWHQFLyQ HVWi GH¿QLGD FRPR
GLVSRQHODPHGLFLQDFLHQWt¿FDPRGHUQDDODVQHFHVL- FRPSRUWDPLHQWRQRUPDWLYRHVGHFLUHOJUDGRGHDSHJR
dades de toda la gente. RFXPSOLPLHQWRGHODVQRUPDVHQODDFWXDOLGDGGHEHQ
DJUHJDUVH ORV FULWHULRV HVWiQGDUHV \ HYLGHQFLD FLHQWt-
También se propuso que «los estándares de calidad ¿FDFRQORTXHYROYHPRVDODGH¿QLFLyQGH0\HUV\
deben basarse en el grado en el que la asistencia está Slee. Estos autores, muy razonablemente, se cuidan de
disponible, es aceptable, FRPSUHKHQVLYD, continua y do- DGYHUWLUTXHVLQHPEDUJRGHEHFRQVLGHUDUVHFDGDUHD-
cumentada, y asimismo en el grado en que la terapia lidad en particular, estableciendo sus recursos y posi-
DGHFXDGDVHEDVDHQXQGLDJQyVWLFRH[DFWR\QRVyORHQ ELOLGDGHVSURIHVLRQDOHV¿QDQFLHURV\GHLQIUDHVWUXFWXUD
ODVLQWRPDWRORJtDª(VVHOVVW\Q para considerar normas cuyo cumplimiento sea posible;
Más o menos para la misma época, los famosos HQGH¿QLWLYDTXHHVWDVQRUPDVSDUDVHUHQYHUGDG~WL-
0\HUV \ 6OHH GH¿QtDQ FDOLGDG FRPR HO ©JUDGR HQ TXH les, deben ser elaboradas localmente y relacionadas con
se cumplen las normas, en relación con el mejor conoci- la realidad y circunstancia. Vale decir que una norma
PLHQWRPpGLFRH[LVWHQWHHQFDGDPRPHQWRGHDFXHUGR puede ser útil y aplicable en un hospital del centro de
con los principios y prácticas generalmente aceptados». Manhattan, pero no en uno del conurbano bonaerense
(VWDGH¿QLFLyQPHUHFHXQSDUGHFRPHQWDULRV/DVQRU- por una multiplicidad de circunstancias.
mas aludidas remiten a la atención documentada de Según la OMS, en una declaración típica y tan am-
Esselsstyn y debe entenderse en la actualidad como la SOLD TXH KDFH GLItFLO KDFHUOD RSHUDWLYD OD FDOLGDG HQ
PHMRU HYLGHQFLD FLHQWt¿FD GLVSRQLEOH 'RQDEHGLDQ D asistencia sanitaria es «asegurar que cada paciente re-
TXLHQFRPHQWDUHPRVSRUH[WHQVRPiVDGHODQWHVHUH¿H- ciba el conjunto de medios diagnósticos y terapéuticos
UHGHQWURGHOFRQWH[WRGHVXHVTXHPDWULQLWDULRHVWUXF- más adecuado para conseguir una atención sanitaria
WXUDSURFHVRUHVXOWDGRDOSURFHVRGHODDWHQFLyQFRPR óptima teniendo en cuenta todos los factores y cono-
HOREMHWRSULPDULRGHODHYDOXDFLyQGHODFDOLGDG\GLFH FLPLHQWR GHO SDFLHQWH \ GHO VHUYLFLR PpGLFR \ ORJUDU
que, en su faz técnica, está determinado por el estado de el mejor resultado con el mínimo riesgo de efectos
la ciencia y la tecnología médica en cualquier momento DGYHUVRV\ODPi[LPDVDWLVIDFFLyQGHOSDFLHQWHFRQHO
dado, es decir, por el modo en que los maestros hacen proceso».
Control m
reverso de Proceso de CARÁCTER
planeación PERMANENTE dirigido a:
m Criterios o puntos de referencia
prefijados, y a
m Corregir posibles desviaciones que se
produzcan respecto de aquellos
UTILIZACIÓN
DE RECURSOS
PRÁCTICA
H
HOSPITAL
GESTIÓN DEL RIESGO
CUIDADO DEL
PROFESIONAL
PACIENTE Y OTROS
SATISFACCIÓN DEL
USUARIO
Y DEL PROVEEDOR
Objetos del control de calidad en salud QRFLPLHQWR FLHQWt¿FR \ WHFQROyJLFR GHO PRPHQWR /D
LPSRUWDQFLDGHODFRPSHWHQFLDFLHQWL¿FRWpFQLFDGHORV
(V~WLOUHFRUGDUHQHVWHFRQWH[WRTXHODSURSLD206KD profesionales sanitarios es el elemento básico.
GH¿QLGRFXDWURFRPSRQHQWHVHQODDWHQFLyQPpGLFD 8QDGH¿QLFLyQPiVHFOpFWLFD\TXHUHFRJHGHIRUPD
* la práctica profesional H[SOtFLWDRWURVDVSHFWRVFRQFHSWXDOHVGHODFDOLGDGDVLV-
* la utilización de recursos WHQFLDOHVODDGRSWDGDHQSRUHO3URJUDPD,EpULFR
* la gestión del riesgo y GH (YDOXDFLyQ \ SXHVWD HQ PDUFKD GH DFWLYLGDGHV GH
* la satisfacción del paciente HYDOXDFLyQ\PHMRUDGHODFDOLGDGDVLVWHQFLDOHQ$WHQ-
ción Primaria, a partir de las propuestas de Palmer, que
TXH VRQ SUHFLVDPHQWH \ SRU GH¿QLFLyQ ORV REMHWRV DGHPiVGHUHIHULUVHDODFDOLGDGFLHQWL¿FRWpFQLFDGHOD
del control de calidad en la atención de la salud. atención prestada y a la satisfacción del usuario, incluye
(QHVWHFRQWH[WRGHEHPRVHQIDWL]DUTXHFDOLGDGVLJ- los términos de accesibilidad, equidad y la limitación
QL¿FDDOJRGLVWLQWRSDUDFDGDSHUVRQD$VtSDUDHOFLUX- LPSXHVWD SRU ORV UHFXUVRV H[LVWHQWHV DOJXQRV SUH¿JX-
jano, en un hipotético caso de una cirugía de reemplazo rados por Donabedian. Así dice que calidad es: «La
de cadera, el resultado es de calidad cuando el paciente SURYLVLyQGHVHUYLFLRVDFFHVLEOHV\HTXLWDWLYRVFRQXQ
sale sin mayores sobresaltos de la sala de operaciones, QLYHOSURIHVLRQDOySWLPRWHQLHQGRHQFXHQWDORVUHFXU-
se recupera y es dado de alta con rapidez y sin ninguna sos disponibles y logrando la adhesión y satisfacción
LQIHFFLyQJUDYH(OWHUDSLVWDItVLFRTXHORDVLVWHSXHGH del usuario».
YHUHOPLVPRFDVRFRPRGHDOWDFDOLGDGVLHOSDFLHQWH $SHVDUGHODH[LVWHQFLDGHRWUDVQXPHURVDVGH¿QL-
puede caminar con casi el total de su capacidad normal ciones del concepto de calidad de las prestaciones y ser-
después del tratamiento. El paciente, por su parte, se- YLFLRV VDQLWDULRV 'RQDEHGLDQ 0D[ZHOO 9XRUL -&$-
JXUDPHQWHYHUiODFDOLGDGHQVXSRVLELOLGDGGHFDPLQDU +2206-XUDQ'HPLQJHWFQRSXHGHGHFLUVHTXH
pero también si está libre de dolor, que en muchos casos KD\D XQD TXH UHÀHMH HQ OD PLVPD SURSRUFLyQ HO VHQWLU
IXHODFDXVDTXHOROOHYyDODFLUXJtDGHPRGRDFFHVR- unánime de los distintos actores: profesionales sanita-
ULRHOSDFLHQWHWHQGHUiDLGHQWL¿FDUFRPRGHFDOLGDGD rios, gestores y usuarios.
una atención amable por parte del personal de la clínica, (QGH¿QLWLYDSDUHFHFODURTXHHVPX\GLItFLOOOHJDU
o si la habitación y la ropa de cama estaban limpias, a un consenso sobre lo que constituye la buena calidad
ODFRPLGDFDOLHQWH\JXVWRVD\HOEDxRHQEXHQDVFRQ- GHDWHQFLyQSRUORVYDORUHVLQKHUHQWHVHQODGH¿QLFLyQ
diciones; quizá incluso considere esto en primer lugar &RQVLGpUHVHORTXHDGYHUWtD'RQDEHGLDQGHEHHYL-
VLHOUHVXOWDGRWpFQLFRIXHDGHFXDGR(ODGPLQLVWUDGRU WDUVHTXHODGH¿QLFLyQGHFDOLGDGVHHQVDQFKHWDQWRTXH
del sanatorio, por su parte, considerará el procedimiento WHUPLQHVLHQGRXQVORJDQTXHVLJQL¿TXHSUiFWLFDPHQWH
FRPRH[LWRVR\GHFDOLGDGVLHVWHVHOOHYDDFDERGHQ- FXDOTXLHUFRVDTXHXQRTXLHUDTXHVLJQL¿TXH
WURGHORVOtPLWHVHFRQyPLFR¿QDQFLHURVHVWDEOHFLGRV\ (OPLVPR'RQDEHGLDQDGPLWtDTXHKDEtDYDULDVGH-
no incluye complicaciones costosas, como infecciones ¿QLFLRQHVGHFDOLGDG\FDGDXQDSRGtDVHUYiOLGDHQHO
KRVSLWDODULDV (Q VXPD WRGDV VRQ FRQVLGHUDFLRQHV Yi- FRQWH[WRDSURSLDGR3RUORPHQRVDGPLWH'RQDEHGLDQ
OLGDVSRUTXHFRPR\DDGYHUWtD'RQDEHGLDQODYLVLyQ ORVVHUYLFLRVGHVDOXGSXHGHQVHUDQDOL]DGRVGHVGHWUHV
de la calidad depende del color del cristal que emplea diferentes planos: la óptica de los prestadores, la de los
quien mire. usuarios y la de la sociedad en general.
Esto subraya además la noción subyacente de cali- Suele opinarse con acierto que pueden dejarse de
GDG \ GH DXGLWRUtD PpGLFD FRPR FRQFHSWR VLVWpPLFR ODGR PRPHQWiQHDPHQWH ODV GH¿QLFLRQHV \ IRFDOL]DUVH
RSROLVpPLFRHVGHFLUWHQLHQGRTXHDWHQGHUDGLYHUVRV HQORTXHODHYDOXDFLyQGHODFDOLGDGHVFDSD]GHOOHYDUD
SXQWRVGHYLVWD(QHVWHVHQWLGRVXHOHXWLOL]DUVHDYHFHV FDERHVGHFLUORVREMHWLYRVGHODPHMRUtDGHODFDOLGDG
el concepto de rendimiento institucional, que es más (QSULPHUWpUPLQRHOREMHWLYRSULQFLSDOGHORVHV-
SUHFLVR\ RSHUDFLRQDOTXH HOGH FDOLGDGD VHFDV-&$- IXHU]RVSRUPHMRUDUODFDOLGDGVHYLQFXODDFRPSURPL-
+2 VRVFRQODVRFLHGDG\FRQORVLQGLYLGXRVFRQFUHWRVXQD
(O,QVWLWXWRGH0HGLFLQDGH(VWDGRV8QLGRV,20 VDOYDJXDUGDQHFHVDULDSDUDORVSDFLHQWHVSDUWHGHHVWR
SRUVXSDUWHGH¿QHFDOLGDGFRPR©(OJUDGRHQHOFXDO VH ORJUDUi PHMRUDQGR OD HTXLGDG \ OD H¿FLHQFLD GH ORV
ORVVHUYLFLRVGHVDOXGSDUDORVLQGLYLGXRV\ODVSREOD- VLVWHPDV\VHUYLFLRVGHVDOXG
ciones incrementan la probabilidad de resultados de- En segundo lugar, debe lograrse el resguardo de la
seados y son consistentes con el conocimiento profe- VDOXGGHODVSREODFLRQHVUHGXFLHQGRODYDULDFLyQLQWHU
VLRQDODFWXDOª=XUUR5HSUHVHQWDXQDGH¿QLFLyQ LQGLYLGXDOHQODSUiFWLFDGHORVSURIHVLRQDOHVHQHOXVR
PD[LPDOLVWDTXHLGHQWL¿FDODFDOLGDGFRPRXQFRQFHSWR de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, habida
DEVROXWRLGHDOFX\ROtPLWHHVHOPi[LPRQLYHOGHOFR- FXHQWDGHODLPSUHVLRQDQWHYDULDFLyQHQORVSHU¿OHVGH
218 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
práctica profesional, tasas quirúrgicas y aun de diagnós- HVSHUD HWF E HIHFWR GH OD DWHQFLyQ HQ HO HVWDGR GH
tico y tratamiento de entidades o condiciones clínicas VDOXG \ F OD PDQHUD R WUDWR UHFLELGR GXUDQWH HO SUR-
FRUULHQWHVKHFKRFRQ¿UPDGRSRUDEXQGDQWtVLPDOLWHUD- ceso de atención por parte del personal implicado. Se
WXUD TXH VH UHPRQWD D ORV WUDEDMRV GH *ORYHU D SULQ- acepta que, aparte del componente organizacional, la
cipios de siglo, y nos introduce en el interesantísimo satisfacción se relaciona muy directamente con el tra-
tema, que desarrollaremos con cierto detalle más ade- WR SHUVRQDO OR TXH VH KD YHQLGR HQ OODPDU HO arte de
ODQWHGHODXWLOL]DFLyQGHVHUYLFLRVGHVDOXG\ODYDULD- la atención médica, y que incluso las diferencias entre
bilidad, estandarización y patronización de los mismos, ODVH[SHFWDWLYDVGHOXVXDULR\ORTXHHVFLHQWt¿FDPHQWH
WHPD FRQYHQLHQWHPHQWH WUDWDGR SRU 3DVVRV 1RJXHLUD correcto pueden minimizarse, en la medida en que los
/DLQWURGXFFLyQDSURSLDGDGHQXHYDWHFQRORJtD\ODUH- profesionales sean capaces de establecer una relación
ducción de los procedimientos innecesarios son también HIHFWLYDFRQORVXVXDULRV
aspectos de este punto. La satisfacción de los profesionales no ha sido in-
3RU~OWLPRODHYDOXDFLyQGHODFDOLGDGGHEHSHUVH- cluida en el concepto de esta dimensión. Donabedian y
JXLU REMHWLYRV HGXFDFLRQDOHV &RQVWLWX\H OD EDVH SDUD RWURVDXWRUHVODH[FOX\HQH[SOtFLWDPHQWH\ODFRQVLGHUDQ
OD LQYHVWLJDFLyQ SURYHH PDWHULDOHV HGXFDWLYRV SDUD OD como un factor de la organización que puede condicio-
HGXFDFLyQFRQWLQXD\GH¿QHHOURO\UHVSRQVDELOLGDGGHO QDURLQÀXLUHQODFDOLGDGGHODDWHQFLyQTXHVHSUHVWD(O
SDFLHQWHHQHOSURFHVRGHDWHQFLyQ'H*H\QGW PRGHORGHJHVWLyQGHFDOLGDGWRWDOGDPD\RUUHOHYDQFLD
'H OR H[SUHVDGR VXUJH TXH H[LVWHQ GLVWLQWRV \ YD- a la satisfacción de los profesionales que son considera-
riados componentes de la calidad que pueden ser medi- dos clientes internosGHOSURGXFWRRVHUYLFLRSHMORV
EOHVFRQPD\RURPHQRUH[DFWLWXGDHVWRVFRPSRQHQWHV VHUYLFLRVPpGLFRVVRQFOLHQWHVLQWHUQRVGHORVVHUYLFLRV
suele denominárselos dimensiones. Son, como mínimo GHUDGLRORJtDRGHODERUDWRULR/RVXVXDULRVVHGH¿QHQ
=XUUR como clientes externos.
Competencia profesional. Es la dimensión central Accesibilidad. )DFLOLGDG FRQ OD TXH ORV VHUYLFLRV
y menos discutida de la calidad. Hace referencia a la sanitarios pueden ser obtenidos en relación a barreras
capacidad de utilización por parte de los profesionales RUJDQL]DWLYDVGLVWDQFLDKRUDULRHFRQyPLFDVFXOWXUD-
GHOPiVDYDQ]DGRQLYHOGHFRQRFLPLHQWRH[LVWHQWHSDUD les o emocionales. Palmer incluye en esta dimensión el
abordar los problemas de salud, es decir, para producir FRQFHSWRGHHTXLGDG0D[ZHOOODVFRQFHSWXDOL]DFRPR
salud y satisfacción en la población atendida. Incluye dimensiones diferentes. Vuori, por el contrario, propone
WDQWRORVDVSHFWRVFLHQWL¿FRWpFQLFRVFRPRHOWUDWRLQWHU- subsumir la accesibilidad en el concepto adecuación de
personal en la relación con el paciente. Es la dimensión los recursos como componente distributivo. Creemos
que mejor se entiende por los profesionales sanitarios y que, en sentido amplio, el de equidad está incluido en el
la que con más frecuencia se ha utilizado en la medición concepto de accesibilidad.
de la calidad de la atención sanitaria.
(IHFWLYLGDG6HWUDWDGHXQDGLPHQVLyQTXHVHUH¿HUH
Satisfacción. 6H SXHGH GH¿QLU FRPR OD PHGLGD HQ a la calidad del producto. Es la medida en que una de-
la que la atención sanitaria y el estado de salud resul- terminada práctica o atención sanitaria mejora el estado
WDQWHFXPSOHQFRQODVH[SHFWDWLYDVGHOXVXDULR6HJ~Q GHVDOXGGHOLQGLYLGXRRGHODSREODFLyQFRQFUHWDTXHHV
ODVGLVWLQWDVGH¿QLFLRQHVGHFDOLGDGHVWDGLPHQVLyQVH DWHQGLGD(VWHHOHPHQWRGHODGH¿QLFLyQUHVDOWDTXHHORE-
incluye o se confunde con el concepto más amplio de jeto del sistema de atención de salud no es sólo generar
aceptabilidad. Por ejemplo, para la JACO, el término VHUYLFLRVVLQRPHMRUDUODVDOXGGHODSREODFLyQ$XQTXH
DFHSWDELOLGDGLQFOX\HODVDWLVIDFFLyQGHOSDFLHQWHíGH- HIHFWLYLGDG\H¿FDFLDVRQWpUPLQRVUHODFLRQDGRVGHEHQ
¿QLGD HQ OD PDQHUD H[SXHVWDí PiV OD DGKHVLyQ com- VHU HPSOHDGRV GH XQD PDQHUD DSURSLDGD (¿FDFLD HV HO
plianceRJUDGRGHFRODERUDFLyQGHOSDFLHQWHGH¿QLGR UHVXOWDGR R EHQH¿FLR TXH VH REWLHQH GH XQD SUHVWDFLyQ
como la medida en la que el paciente acepta y cumple el HQFRQGLFLRQHVLGHDOHVGHXWLOL]DFLyQ/DHIHFWLYLGDGVH
plan de tratamiento y cuidados prescritos. Con algunas UH¿HUHDORVUHVXOWDGRVREHQH¿FLRVREWHQLGRVEDMRFRQ-
H[FHSFLRQHVFRPRHOFDVRGH9XRULTXHLQFOX\HODVD- diciones habituales: por ejemplo, el cribado de cáncer de
WLVIDFFLyQFRPRSDUWHGHODFDOLGDGFLHQWL¿FRWpFQLFDOD FXHOORTXHHVXQDPHGLGDH¿FD]SXHGHQRVHUHIHFWLYDHQ
PD\RUtDGHODVGH¿QLFLRQHVGDQXQOXJDUSURPLQHQWHD GHWHUPLQDGDVFLUFXQVWDQFLDVORFDOHVHQXQDFRQVXOWDDP-
esta dimensión al medir la calidad. EXODWRULDPDOUHODFLRQDGDFRQVHUYLFLRVHVSHFLDOL]DGRVR
La satisfacción/aceptabilidad puede referirse como FRQXQDGH¿FLHQFLDHQUHFXUVRVKXPDQRVRPDWHULDOHV
mínimo a tres aspectos o subcomponentes diferentes: La JCAHO mantiene las dos dimensiones en su lis-
DDVSHFWRVRUJDQL]DWLYRVDPELHQWHItVLFRWLHPSRVGH tado de las siete características principales de la calidad,
8. Calidad en APS 219
res británicos, cronológicamente el primer llamado de Bolande aborda este tema desde la interesantísima óp-
DWHQFLyQVREUHODDPSOLDYDULDFLyQHQODVWDVDVSREODFLR- tica de la que él llama cirugía ritual%RODQGH
QDOHVGHODVLQWHUYHQFLRQHV*ORYHUDWDOSXQWR estableciendo que un importante cuerpo de datos esta-
TXH VH DFXxy HO FRQFHSWR HIHFWR *ORYHU para referirse GtVWLFRVKDFtDSHQVDUTXHQRH[LVWtDHYLGHQFLDFRQFUHWD
DHVWHIHQyPHQR/RVKHFKRVLQGLFDEDQTXHH[LVWtDHQ GH ORV EHQH¿FLRV D ODUJR SOD]R GH OD DPLJGDOHFWRPtD
,QJODWHUUD\*DOHVXQDWDVDGHWRQVLOHFWRPtDGHHQWUH y la tonsilectomía. En este sentido, la presión paren-
\XQDLQGLFDFLyQYHFHVPiVIUHFXHQWHHQQLxRV tal es el mayor determinante de la decisión de realizar
GH FODVHV DFRPRGDGDV XQD PD\RU LQFLGHQFLDHQ QLxRV ODRSHUDFLyQ\ODYDOLGH]FLHQWt¿FDGHODFLUXJtDHVWi
TXHHQQLxDVXQDHGDGGHPi[LPDLQFLGHQFLDHQWUHORV sujeta a serio cuestionamiento. Es sorprendente que,
\ORVDxRV\DXVHQFLDGHFRUUHODFLyQFRQORVOODPDGRV ORV QLxRV FLUFXQFLGDGRV VRQ YHFHV PiV SURFOLYHV D
IDFWRUHVLPSHUVRQDOHVFRPRKDFLQDPLHQWRSREUH]DYL- ser adenoidectomizados que los no circuncidados. La
YLHQGDGH¿FLHQWHRFOLPD/RVHVWXGLRVGHGLVWULEXFLyQ DGHQRLGHFWRPtD SXHGH YHUVH DVt FRPR XQD FDVWUDFLyQ
JHRJUi¿FD OD JHRUUHIHUHQFLD GLUtDPRV KR\ UHYHODURQ simbólica suplementaria o segunda circuncisión. Más
GLIHUHQFLDVHQODVWDVDVSRUHVFRODUHVGHHQWUH allá de esta lectura psicoanalítica, parece claro que la
\HVGHFLUYHFHV<DTXHHUDGLItFLOPHQWHSR- tonsilectomía y la adenoidectomía se realizan a menu-
sible pensar en diferencias en la incidencia de patología do de un modo ritual por requerimiento o necesidad de
DPLJGDOLQD HQWUH ODV ]RQDV HVWXGLDGDV OD ~QLFD H[SOL- ORVSDGUHVPiVTXHSRUYHUGDGHUDVUD]RQHVPpGLFDV
FDFLyQSODXVLEOHHUDODYDULDFLyQHQODRSLQLyQPpGLFD En nuestro medio, comentaremos someramente los
respecto de las indicaciones de la cirugía. Se sugiere UHVXOWDGRVGHXQWUDEDMRTXHUHSURGXMRHOGH*ORYHU/H-
TXH HO p[LWR GH OD RSHUDFLyQ KD OOHYDGR D LQGLFDUOD HQ PXV-'/XFLRQL0&$UDJHV\2UR]9\DTXH
muchos casos dudosos y a menudo se la practica sin QRVSDUHFLyDSURSLDGR\DODYH]LQWHUHVDQWHDERUGDUHO
FDXVDDGHFXDGDRVLQVX¿FLHQWHFRQVLGHUDFLyQGHTXHHO fenómeno de VPM para determinar, en primer lugar, si
FUHFLPLHQWRVHDSDVDMHURR¿VLROyJLFR&RPRFLWDEDHO HVWDVLWXDFLyQGHYDULDFLyQVLJXHGiQGRVHDQWHXQDFLUX-
0HGLFDO5HVHDUFK&RXQFLO©«HVGLItFLOFUHHUTXHGDGR gía que es aún hoy una de las realizadas con mayor fre-
el gran número de tonsilectomías practicadas, todas las cuencia y, de ser así, tratar de analizar los factores con-
personas a ser operadas pasen por un sistema de estric- FXUUHQWHV \ SURSRQHU \ SURSLFLDU PHGLGDV FRUUHFWLYDV
WDVHOHFFLyQ\HVLPSRVLEOHGHMDUGHFRQFOXLUTXHH[LVWH que den cuenta del adecuado cuidado de los pacientes,
XQDWHQGHQFLDDSUDFWLFDUODFRPRXQULWXDOSUR¿OiFWLFR LQFOXLGDVXVHJXULGDGKR\SRUKR\XQREMHWLYRDFHSWDGR
de rutina sin ninguna razón ni ningún resultado en par- del control de calidad.
WLFXODUǻ 7RPDPRVHVWDLQWHUYHQFLyQFRPRXQDVXHUWHGHWUD-
Ya Bakwin decía que ninguna operación se prac- zador epidemiológico, podríamos decir, por un número
ticaba con tanta frecuencia como la tonsilamigdalec- GHUD]RQHVFRQODFRQYLFFLyQGHTXHFXDOTXLHUKDOOD]JR
WRPtD %DNZLQ \ KDEtD DPSOLDV \ HQLJPiWLFDV VLJQL¿FDWLYRVHJXUDPHQWHVHUHSHWLUtDHQPXFKDVRWUDV
YDULDFLRQHVHQVXLQFLGHQFLDVLHQGRDGHPiVXQDGHODV FLUXJtDV\SURFHGLPLHQWRVSRUQRGHFLUHQWRGRVQXHV-
LQWHUYHQFLRQHVTXLU~UJLFDVPiVDQWLJXDVFRQRFLGDVHMH- tra elección también propendió a una suerte de mereci-
FXWDGDVSRUHOKRPEUHH[LVWLHQGRUHIHUHQFLDVGHTXHVH do reconocimiento a este autor preclaro que, con rigor
SUDFWLFDEDHQOD,QGLDKDFHPiVGHDxRV'D\HQ PHWRGROyJLFRXQDPHQWDOLGDG¿QDPHQWHHSLGHPLROyJL-
$XVWUDOLD KDEOD GH WDVDV GH SDUD DOXPQRV GH HV- FD H LQTXLVLWLYD\ OD DSOLFDFLyQDFHUWDGDGH ODOODPDGD
FXHODVS~EOLFDV\HQHVFXHODVSULYDGDVUHÀHMDQGR FXULRVLGDG RUJDQL]DGD SUH¿JXUy XQ SUREOHPD TXH
este hecho las diferencias en el estatus socioeconómico DxRVGHVSXpVVHPDQL¿HVWDHQWRGDVXPDJQLWXG
de los pacientes. (QFDUDPRV XQ HVWXGLR DQDOtWLFR UHWURVSHFWLYR VR-
La moda de la tonsilectomía está propagada en todo bre tasas de uso de amigdalectomías realizadas en un
HOPXQGR\SHVHDH[LVWLUXQDGRFHQDGHLQGLFDFLRQHV TXLQTXHQLR HQ WUHV UHJLRQHV JHRJUi¿FDV SUHFLVDPHQWH
SDUD OD FLUXJtD HQ OD SUiFWLFD ORV QLxRV VH VRPHWHQ D delimitadas entre usuarios de una cobertura de salud
ella por una de tres razones: infecciones frecuentes, GH EXHQ QLYHO VRFLRHFRQyPLFRFXOWXUDO FRQ VHGH HQ
KLSHUWUR¿D DPLJGDOLQD R PX\ HVSHFLDOPHQWH SUHVLyQ OD&$%$TXHFXHQWDFRQEHQH¿FLDULRVTXHVH
de los padres. A pesar de esto, según la American Aca- GLVFULPLQDURQSRUVH[RJUXSRHWiUHR\KiELWDWGHUHVL-
demy of Pediatrics, el número de amigdalectomías ha- GHQFLDHQIUDQMDVGHDDxRV6HFRQVLGHUDURQHQWRWDO
EUtDEDMDGRHQORV(VWDGRV8QLGRVVLJQL¿FDWLYDPHQWH XQRVSURFHGLPLHQWRVHQHQ
durante las últimas tres décadas, de más de un millón HQHQ\HQ/DVLQWHUYHQFLRQHV
DODxRHQORVKDVWDXQDVDODxRHQODDFWXD- quirúrgicas bajo análisis fueron notoriamente más fre-
lidad, si bien esta cifra es discutible ya que otros men- cuentes en la CABA que en otras regiones a lo largo
FLRQDQXQRVSURFHGLPLHQWRVDQXDOHV(Q GHOTXLQTXHQLRSFRQFHQWUiQGRVHFDVLDEVROXWD-
222 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ORVFDVRVHQHVWHFRQWH[WRUHFRUGHPRVTXHODPHMRUDHQ GLVPLQXLUVH ODV YDULDFLRQHV 6L QR HV HVWD OD FDXVD ODV
ODFDOLGDGQRWLHQHFRPRREMHWLYRSULPDULRUHGXFLUFRV- HVWUDWHJLDV GH LQWHUYHQFLyQ GHEHUtDQ IRFDOL]DUVH HQ
tos, aunque la reducción surja como consecuencia de los hacer llegar la información a los médicos por medio de
DQiOLVLV HIHFWXDGRV \ ODV DFFLRQHV LPSOHPHQWDGDV HQ guías clínicas, protocolos, formación continuada, etc.; re-
otras palabras, se estaría confundiendo el síntoma con FXpUGHVHHQHVWHFRQWH[WRTXHODOLWHUDWXUDHVSHFLDOL]DGD
la enfermedad. \ODH[SHULHQFLDDFXHUGDQTXHHOFDPELRHVODHWDSDPiV
Es importante comprender que, en algún caso, la espinosa y en muchos casos la que tiene menos proba-
933WDPELpQSRGUtDDOPHQRVHQSDUWHVHUXQUHÀHMRGH ELOLGDGHVGHOOHYDUVHDFDER([LVWHQXWULGDELEOLRJUDItD
algún fenómeno no abordable, de orden médico, social GHPRVWUDWLYDGHOKHFKRGHTXHODJHQWH\ODVRUJDQL]DFLR-
o de otro tipo, aun de factores desconocidos totalmente QHVPDQL¿HVWDQXQDQRWRULDUHVLVWHQFLDDORVSURFHVRVGH
RQRFRPSUHQGLGRVSRUFRPSOHWRGLVWLQWDPRUELOLGDGR cambio. La resistencia al cambio no siempre ni necesa-
distintas preferencias de la población, diferente acepta- ULDPHQWHVHPDQL¿HVWDGHPDQHUDFOiVLFDRHVWDQGDUL]DGD
ELOLGDGRGHVHDELOLGDGVXWLO\VXEOLPLQDOTXHQRHVYL- Puede ser abierta, implícita, inmediata o diferida. La más
VLEOHVLWXDFLRQHVHQODVTXHQRWLHQHVHQWLGRWUDWDUGH perjudicial es la resistencia implícita o diferida. La resis-
LQWHUYHQLURLQFOXVRVHGHVFRQRFHDEVROXWDPHQWHFyPR WHQFLDLPSOtFLWDHVVXWLO\GLItFLOGHWUDWDUVHPDQL¿HVWD
Para algunos autores un tanto nihilistas, podríamos de- SRUDFWLWXGHVHTXtYRFDVLQRFHQWHVSHURSOHQDVGHVHQWL-
FLU OD LQH[LVWHQFLD GH XQD PRGDOLGDG IpUUHD \ XQtYRFD GRFRPRSpUGLGDGHOHDOWDGRPRWLYDFLyQLQFUHPHQWRGH
de medir calidad hace imposible establecer lo que sig- HUURUHVERLFRWVDMHIHV\HQFDUJDGRVHOIDPRVRMXHJRGH
QL¿FDQODVWDVDVHQHVSHFLDOEDMDV\DOWDVGHXWLOL]DFLyQ ODUHEHOLyQGH0LQW]EHUJDXPHQWRGHODXVHQWLVPRHWF
de un procedimiento, en términos justamente de calidad GHYROXFLyQGHODLQIRUPDFLyQGHORVSURSLRVUHVXOWD-
de cuidados. Además, en ciertos casos no es totalmente GRVfeedback7DQLPSRUWDQWHFRPRORJUDUHOFDPELR
FODUDODFRUUHODFLyQHQWUHYDULDELOLGDG\XVRLQDSURSLD- \TXL]iFRPRSDUWHGHHVWHSURFHVR¿JXUDQGLYHUVDVHV-
GR (Q HVWD VLWXDFLyQ SDUHFH HYLGHQWH OD QHFHVLGDG GH WUDWHJLDV SDUD GHYROYHU D ORV PpGLFRV ORV UHVXOWDGRV GH
conocer, en cada caso concreto, cuáles son las causas las auditorías. El feedback de los resultados suele ser el
GHODYDULDELOLGDG\VREUHWRGRVLHVWDVFRUUHVSRQGHQD SXQWRGHFRPLHQ]R\HVDOWDPHQWHHIHFWLYR\DTXHSHUPL-
problemas abordables desde la política, la práctica mé- WHDORVSDUWLFLSDQWHVLGHQWL¿FDUGH¿FLHQFLDV\HQIRFDUR
GLFDRODLQYHVWLJDFLyQ enfrentar los pasos requeridos para cambiar, pero aun así
(QGH¿QLWLYDHOFRQWUROGHOD933¢SXHGHUHGXFLUORV el feedbackSRUVtVRORQRVXHOHVHUVX¿FLHQWH*ULPVKDZ
FRVWRVGHODDWHQFLyQPpGLFD"$OJXQRVHVWXGLRVHPStUL- et al5HFRUGHPRVHQHVWHFRQWH[WRTXH0\HUV\
cos parecen apoyar esta postura e incluso algunos autores 6OHHSUHFXUVRUHVGHODDXGLWRUtDPpGLFDDGYHUWtDQVREUH
KDQOOHJDGRDWUDWDUGHFXDQWL¿FDUOD3RUHMHPSOR)LVKHU las suspicacias que esta despertaba entre los médicos, que
FDOFXOyTXHVLWRGDVODViUHDVGH2UHJyQWXYLHUDQODVWDVDV ODYHtDQFRPRXQDDFWLYLGDGFRQDPHQD]DGHLQVSHFFLyQ\
GHXWLOL]DFLyQGHVHUYLFLRVGH6DOHPVXFDSLWDOSRGUtDQ de crítica. El trabajo de auditoría debería ser impersonal
OLEHUDUVH VX¿FLHQWHV UHFXUVRV SDUD SDJDU ORV JDVWRV GH VHDQDOL]DHOTXHKDFHUPpGLFR\QRDOPpGLFRHODQiOL-
todo el programa Medicaid del citado Estado. De acuer- sis de los errores tiene por objeto impedir su repetición y
do a lo antedicho, deberían encontrarse mecanismos que no la creación de martirologios o la caza de brujas sobre
estimulasen la utilización apropiada de procedimientos y EDVHV FLHQWt¿FDV 2WUDV HVWUDWHJLDV SDUD LPSOHPHQWDU HO
que disminuyesen la utilización inapropiada, de tal ma- cambio son:
QHUDGHDXPHQWDUODFDOLGDGDVLVWHQFLDOODH¿FLHQFLDHQ
la utilización de los recursos, y la equidad en el acceso w
Educación / entrenamiento: seminarios dentro del
a las prestaciones sanitarias. ¿Puede hacerse esto en la JUXSRYLVLWDVRFODVHVRH[SRVLFLRQHVGHSDUWLFLSDQ-
SUiFWLFD"<¢FyPR"VHUtDQODVSUHJXQWDVFODYH'LUHPRV WHVH[WHUQRVHVSHFLDOLVWDVFRQVXOWRUHV
que si un procedimiento tiene claro consenso sobre sus w
Recordatorios: posters en las salas de reuniones,
indicaciones, sustentadas quizá por ensayos clínicos, la entrada estructurada de datos en los registros com-
YDULDELOLGDGHQVXXVRVyORVHH[SOLFDUtDSRUGLIHUHQFLDV putarizados
HQODGHPDQGDDFHSWDFLyQ\SUHIHUHQFLDVGHORVSDFLHQ- w
3ROtWLFDVJXtDVLPSOHPHQWDFLyQGHQXHYDVSROtWL-
WHVDFFHVRDODVERFDVGHH[SHQGLRRSRULJQRUDQFLDRLQ- cas o guías dentro del grupo
cluso acción espuria de los profesionales sanitarios, bien w
Cambios del equipo: creación de grupos multidisci-
QR XWLOL]DQGR XQ SURFHGLPLHQWR GH HIHFWLYLGDG FRPSUR- plinarios para desarrollar determinados aspectos del
EDGD R XVDQGR XQR QR SUREDGDPHQWH EHQp¿FR VyOR SRU FXLGDGRSRUHMHPSORJUXSRGHGLDEHWHVGHREVWH-
EHQH¿FLRVFUHPDWtVWLFRV WULFLDHWF
Si las diferencias se debieran a distinto genio de pre- w
&RQWUROGHODXWLOL]DFLyQDWUDYpVGHODUHYLVLyQSRU
VHQWDFLyQGHODHQIHUPHGDGUDURHQYHUGDGQRSRGUtDQ SDUHVpeer review\WpFQLFDVGHUHYLVLyQGHODXWL-
224 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Modelo
unificador
FLRQHVWLHQHODUHVSRQVDELOLGDGGHHYDOXDUODFDOLGDGGH TXHpOOODPyDPHQLGDGHV\TXHVHUH¿HUHDOHQWRUQRGH
la atención que están recibiendo y de asegurarse de que ODDWHQFLyQHOFRQWH[WRItVLFR\VRFLDOHQTXHVHOOHYDD
QRVHGXSOLFDQXRPLWHQVHUYLFLRV FDERODPLVPDTXHWLHQHTXHYHUSRUHMHPSORFRQOD
Si se desea realmente mejorar la calidad de la aten- sala de espera, la secretaría, etc. En última instancia, en
ción es necesario que políticos, gestores y líderes clíni- tanto las amenidades o el entorno implican elementos
cos se comprometan en la tarea. WDOHV FRPR SULYDFLGDG FRPRGLGDG UHVHUYD FRUWHVtD
DFHSWDELOLGDG\RWURVDQiORJRVSRGUtDHQGH¿QLWLYDYHU-
se como una forma de relación interpersonal, de la que
Donabedian como punto de inflexión es difícil separarla aun en términos didácticos.
Habida cuenta de estos componentes, se sigue que
1RV UHIHULUHPRV EUHYHPHQWH D OD REUD \ ODV LGHDV GH HVQHFHVDULRGH¿QLUODFDOLGDGHQFDGDiPELWRHVSHFt¿FR
$YHGLV'RQDEHGLDQQDFLGRHQ/tEDQRHQ\IDOOH- Como mínimo, dice Donabedian, la calidad técnica
FLGRHQ)XHPpGLFRHQ%HLUXW\OXHJRVHWUDVODGy consiste en la aplicación de la ciencia y la tecnología de
D ((88 GRQGH REWXYR XQ JUDGR HQ 6DOXG 3~EOLFD HQ XQDPDQHUDTXHULQGDHOPi[LPRGHEHQH¿FLRVSDUDOD
+DUYDUGVLHQGRUHFOXWDGRSRUOD(VFXHODGH6DOXG3~- VDOXG VLQ LQFUHPHQWDU VXV ULHVJRV PiV DGHODQWH YHUH-
EOLFDGHOD8QLYHUVLGDGGH0LFKLJDQHQODTXHOOHYyD mos que este es el núcleo duro de calidad, la quintaesen-
FDERODPD\RUSDUWHGHVXWUDEDMRDFDGpPLFR$WUDYpV FLDGHODQRFLyQGHFDOLGDGSDUDHVWHDXWRUHQRWUDVSD-
GH ODV LGHDV H[SXHVWDV HQ XQ FXHUSR GH XQRV OLEURV ODEUDV HV HO PHMRU EDODQFH SRVLEOH HQWUH EHQH¿FLRV \
DUWtFXORV H LQFRQWDEOHV FRQIHUHQFLDV 'RQDEHGLDQ ULHVJRVTXHVHH[SUHVDHQODFRQRFLGDPi[LPDSULPHUR
transformó el pensamiento sobre sistemas de salud de- QR GDxDU XVXDOPHQWH ORJUDU DOJ~Q WLSR GH EHQH¿FLR H
PRVWUDQGRXQDYLVLyQTXHORXELFyPX\SRUGHODQWHGH LGHDOPHQWHHOPD\RUEHQH¿FLRSRVLEOH
sus contemporáneos, demarcando las líneas de futuras La bondad o calidad en el terreno interpersonal es
LQYHVWLJDFLRQHV\GHVDUUROORV$SDUWLUGHVXREUDHOiP- PiV GLItFLO GH GH¿QLU \ VH YLQFXOD SRU QHFHVLGDG FRQ
bito de los sistemas de salud se transformó en un área YDORUHV\QRUPDVVRFLDOPHQWHGH¿QLGRVTXHPDUFDQORV
robusta para la inquietud y la acción dentro de la que su límites de las relaciones entre las personas. En otras pa-
WHUUHQRHVSHFt¿FRIXHODFDOLGDGGHODDWHQFLyQPpGLFD ODEUDVHOQLYHOGHFDOLGDGHQHOiPELWRGHODVUHODFLRQHV
Su obra central, de 1966, introduce el esquema triparti- LQWHUSHUVRQDOHVVHPLGHSRUHOQLYHOGHDFHSWDFLyQDHV-
to de estructura, proceso y resultado, que es su mayor WRVYDORUHVQRUPDVH[SHFWDWLYDVRDVSLUDFLRQHV
OHJDGR\FRQVWLWX\HXQSDUDGLJPDSDUDODHYDOXDFLyQGH 0DQL¿HVWDHODXWRUDGHQWUiQGRVHHQHOGLOHPDHQWUH
VLVWHPDV\VHUYLFLRVGHVDOXG3UHFLVDPHQWHQRVUHIHULUH- FDQWLGDG\FDOLGDGGHDWHQFLyQTXHHVIiFLOGH¿QLULQ-
PRVGHIRUPDVXFLQWDDODVLGHDVH[SORUDGDVHQHOOLEUR WXLWLYDPHQWHDXQDDWHQFLyQLQVX¿FLHQWHFRPRSREUHHQ
Donabedian comienza por plantearse la misma de- FDOLGDGSHURODLQYHUVDGLVWDGHVHUFLHUWD
¿QLFLyQGHFDOLGDGDVXMXLFLRXQPLVWHULRDGHVFLIUDU &XDQGR XQD DWHQFLyQ HV LQQHFHVDULD R H[FHVLYD HV
6HxDOD TXH OD FDOLGDG HV D OD YH] XQD SURSLHGDG TXH probable que no esté contribuyendo a lograr más bien-
ODDWHQFLyQPpGLFDSXHGHSRVHHUHQGLYHUVRJUDGRQR estar para el enfermo, además, es también pobre en ca-
siendo claro si es un único atributo o un conjunto de lidad, ya que implica un cierto riesgo no contrabalan-
atributos funcionalmente relacionados o incluso una FHDGR SRU OD SRVLELOLGDG GH ORJUDU XQ EHQH¿FLR FRPR
combinación heterogénea de atributos aglutinados por YLPRVSRURWUDSDUWHWDPELpQGHVDSURYHFKD\GLODSLGD
FRQYHQLHQFLDRSUHIHUHQFLDSHUVRQDO\VREUHWRGRFXiO UHFXUVRVHVGHFLUHVSREUHHQH¿FLHQFLDORTXHDJUHJD
es la naturaleza íntima del atributo, y asimismo un jui- XQGHPpULWRHQODHYDOXDFLyQGHODFDOLGDG
cio sobre si una determinada atención posee esa o esas <¢TXpRFXUUHVLODDWHQFLyQH[FHVLYDHVLQRIHQVLYD"
propiedades. También es pobre en calidad desde la óptica donabedia-
6LHQGR TXH OD FDOLGDG FDOL¿FD D OD DWHQFLyQ PpGL- QD\DTXHHQSULPHUOXJDUQRDSRUWDUiQLQJ~QEHQH¿FLR
FDHVQHFHVDULRSULPHURGH¿QLUOD'RQDEHGLDQODFRQ- \HQVHJXQGRWpUPLQRHVVRFLDOPHQWHLQH¿FLHQWH\DTXH
ceptualizó como el tratamiento que aplica un médico o GHVDSURYHFKDXQUHFXUVRTXHSRGUtDVHUXWLOL]DGRHQEH-
cualquier profesional de la salud a un episodio de enfer- QH¿FLRGHRWUDVSHUVRQDVHVWDDWHQFLyQLQQHFHVDULDLP-
PHGDG R OHVLyQ FODUDPHQWH LGHQWL¿FDGR FRQVLGHUDQGR plica, además, por parte del profesional, descuido, falta
TXHODPLVPDSRVHHGLYHUVRVFRPSRQHQWHVXQDVSHFWR de juicio o impericia en su trabajo, lo que agrega otro
técnico, que implica la aplicación de la ciencia y la téc- HOHPHQWRQHJDWLYRGHMXLFLR
nica de la Medicina y otras disciplinas de la salud al pro- El siguiente punto ineludible es considerar la relación
blema concreto del enfermo; un aspecto interpersonal entre calidad y costo monetario, que hoy tiene una actua-
TXH LQYROXFUD WRGDV ODV LQWHUDFFLRQHV TXH WLHQHQ OXJDU lidad inédita. Es cierto que la calidad cuesta dinero pero
entre el terapeuta y el paciente, y un tercer elemento FXDQGRODDWHQFLyQHVH[FHVLYDDXQFXDQGRVHDLQRIHQVL-
8. Calidad en APS 227
BENEFICIOS
Utilidades de beneficios
RIESGOS
COSTOS MONETARIOS
Volumen de servicios
Mencionaremos al pasar que en este punto otros auto- Si consideramos que una función esencial del trata-
UHVFRLQFLGHQFRPRSRUHMHPSOR9XRULTXHGLVHxDXQDV PLHQWRHVPHMRUDUHOELHQHVWDUGHOSDFLHQWHHVLQHYLWDEOH
FXUYDVVHPHMDQWHVDODVGH'RQDEHGLDQGHWLSRFXDGUi- que este comparta con el terapeuta la responsabilidad de
WLFRTXHLQGLFDQYLVXDOPHQWHTXHODFDOLGDGFUHFHKDVWD FRQVHQVXDUORVREMHWLYRVGHODDWHQFLyQ\GHYDORUDUWDQ-
XQSXQWRPi[LPRFRQHODJUHJDGRVXFHVLYRGHSUHVWD- WRVXVEHQH¿FLRVFRPRVXVULHVJRV(OSURIHVLRQDOSUR-
FLRQHV\OXHJRGHFUHFHFDGDYH]PiVDPHGLGDTXHVH SRUFLRQDRSLQLyQH[SHUWDHOSDFLHQWHYDORUDKDFLHQGR
incrementan los riesgos y costos. del médico su agente y pidiéndole que lo ayude en su
9ROYLHQGRD'RQDEHGLDQVHDSUHVXUDDGHFODUDUTXH GHFLVLyQSRQLHQGRVXVDEHUDWDO¿Q(VWDHVODGH¿QL-
VLHVWDFRQFHSWXDOL]DFLyQXQL¿FDGRUDSDUHFHH[DJHUDGD FLyQ LQGLYLGXDOL]DGDGH OD FDOLGDG DVt OODPDGDSRUTXH
HQHOPXQGRUHDOORVSDFLHQWHVVRQFDSDFHVGHYDORUDU habría tantas calidades como enfermos, de acuerdo a la
de modo adecuado estos componentes en apariencia YDORUDFLyQGHFDGDXQR&RPRDQWHVPHQFLRQDPRVOD
heterogéneos. Así, cuando una afección seria pone en YDORUDFLyQ TXH KDFH HO SDFLHQWH GH OD DWHQFLyQ GH TXH
ULHVJR OD YLGD FRQ JXVWR VH ROYLGDQ UH¿QDPLHQWRV HQ es objeto, o en último análisis su satisfacción con el tra-
ODDWHQFLyQSDUDSRQHUHODFHQWRHQORYHUGDGHUDPHQWH tamiento recibido, es considerada de la mayor impor-
LPSRUWDQWHFRPRORVEHQH¿FLRVGHODDWHQFLyQWpFQLFD WDQFLD \D TXH SURSRUFLRQD LQIRUPDFLyQ VREUH HO p[LWR
(O PRGHOR XQL¿FDGRU HQ ~OWLPR DQiOLVLV LPSOLFD GHOSURYHHGRUHQFROPDUORVYDORUHV\H[SHFWDWLYDVGH
TXH ODV H[SHFWDWLYDV \ YDORUDFLRQHV LQGLYLGXDOHV DVt OD DWHQFLyQ \ HV XQ LQVWUXPHQWR YDOLRVR SDUD OD LQYHV-
como el costo de las prestaciones pueden entrar dentro tigación.
GHODGH¿QLFLyQGHODFDOLGDGGHODDWHQFLyQ$OPLVPR /D HYDOXDFLyQ TXH KDFH HO SDFLHQWH H[SUHVDGD
WLHPSR\GDGRTXHGH¿QLUODFDOLGDGLPSOLFDHVWDEOHFHU como satisfacción o insatisfacción, sue- le basarse en
una norma, es útil considerar algunas cuestiones. un sinnúmero de factores, desde cualidades del entorno
En lo que hace a las cuestiones técnicas, es indu- hasta aspectos técnicos o lo que el paciente considera
dable que los profesionales de la salud deben, como RGHFRGL¿FDFRPRVDEHUWpFQLFR3RUHMHPSORPXFKRV
H[SHUWRVHQHOWHPDHVWDEOHFHUORTXHFRUUHVSRQGHWpF- SDFLHQWHVVH¿MDQHQFRQGXFWDVTXHFRPELQDGDVGHXQD
QLFDPHQWHODFDOLGDGGHODDWHQFLyQPpGLFDVHGH¿QLUi PDQHUDSDUWLFXODUSDUHFHQVLJQL¿FDUFRPSHWHQFLDRFD-
así, como ya mencionamos, como el tratamiento que lidad a juicio del paciente, como indicadores que son
sea capaz de procurar el mejor equilibrio entre riesgos al mismo tiempo una prueba de interés personal, como
\EHQH¿FLRV SXQWXDOLGDGUHVSHWRDWHQFLyQUHÀH[LyQHWF2WURVSD-
&XDOTXLHURWURIDFWRULQFOX\HQGRFRVWRVH[SHFWDWL- FLHQWHVTXL]iPiVH[SHULPHQWDGRVUHFODPDQODSUHVHQ-
YDV\YDORUDFLRQHVGHORVSDFLHQWHVGHEHUiFRQVLGHUDU- FLDGHSUHJXQWDVHVSHFt¿FDV0XFKRVHQIHUPRVDO¿Q
se como facilitador u obstaculizador para alcanzar este \HVHVWDXQDH[SHULHQFLDFRWLGLDQDYDORUDQODFDOLGDG
estándar de calidad, pero sin afectar al estándar mismo. por la cantidad y complejidad de los estudios a que son
Esta es la llamada calidad técnica por Donabedian y es sometidos.
HYLGHQWHTXHOHRWRUJDSUHHPLQHQFLDVREUHODTXHYHUH- 1RREVWDQWHWDOYDORUDFLyQWLHQHOLPLWDFLRQHVFRPR
mos a continuación. antes consideramos. El paciente tiene una comprensión
8. Calidad en APS 229
En definitiva,
factor necesario Pero aun así es un
pero no suficiente. enfoque válido para evaluar
calidad de sistemas o instituciones.
INFORME
FLEXNER-JOINT
COMISSION
ESTRUCTURA ACREDITACIONES
¿CÓMO ES? ITAES
Criterios que
determinan o
Autoridad influyen el
accionar médico
Empiria
Miscelánea
Objeto Intereses espurios
PROCESO
primario de Complejo fármaco
¿QUÉ SE HACE? ¿CÓMO SE HACE? industrial, etc.
la evaluación
Fisiopatología
ECR, Meta
extrapolación de
feudos terciarios
Ciencia
La buena práctica La calidad es determinada al mundo real
Medicina enseñada y como comportamiento
practicada por maestros. normativo.
Mortalidad Satisfacción
Normas RESULTADO
Criterios
MBE ¿CUÁL FUE EL DESENLACE?
Estado
funcional y
Costos
calidad de
vida
limitada e incompleta de la ciencia y técnica médicas, trabajo operacional, su esquema tripartito de estructura,
de modo que sus juicios en esta arena pueden y de he- proceso y resultado, aclarando que es, por sobre todo,
FKR VRQ GHIHFWXRVRV VLWXDFLyQ FRPSDUWLGD FRPR YL- una manera útil de organizar la forma de pensar acerca
PRVSRUFXDOTXLHULQWHUYHQFLyQSURIHVLRQDOHQWHUUHQRV GHOFRQIXVRFDPSRGHODHYDOXDFLyQGHODFDOLGDG
DOWDPHQWH WHFQRORJL]DGRV 3RU RWUD SDUWH PXFKDV YH- Tal esquema tripartito es una abstracción de lo que
FHVHQODYLGDUHDOHOSDFLHQWHVROLFLWDRGHPDQGDFRVDV HQ YHUGDG HV XQD VXFHVLyQ GH HOHPHQWRV HQFDGHQDGRV
que sería incorrecto o poco ético que el profesional le en la que cada elemento es causa del que le sigue y, a la
brindara. YH]HVWiFDXVDGRSRUORVTXHORSUHFHGHQHQWDOFDGHQD
(Q GH¿QLWLYD OD RSLQLyQ GHO HQIHUPR HVWi UHODFLR- de elementos sucesorios, es estéril tratar de determinar
nada a la calidad. Ya que la satisfacción del enfermo TXp HOHPHQWRV VRQ PHGLRV \ FXiOHV ¿QHV \D TXH ORV
HVHQVtPLVPDXQEHQH¿FLRGHODDWHQFLyQ¿JXUDHQHO SURSyVLWRV \ SHUVSHFWLYDV GHO DQDOLVWD GHWHUPLQDQ TXp
PHQWDGREDODQFHGHEHQH¿FLRV\ULHVJRVTXHHVFRPR VHJPHQWRVGHODFDGHQDYDDHVWXGLDU6LVHSRQHQSRU
UHSHWLPRVHOQ~FOHRYLWDOGHODHFXDFLyQGHODFDOLGDG HMHPSORORVUHVXOWDGRVDO¿QDOHVSRUTXHVHVXSRQHTXH
para Donabedian. HOREMHWLYR~OWLPRHVPHMRUDUODFDOLGDGSHURHQRWURV
(VWDVFRQVLGHUDFLRQHV\RWUDVOOHYDQDODXWRUDFRQ- FRQWH[WRVTXL]iODPHMRUDGHODFDOLGDGVHDXQ¿QSDUD
FOXLUPDQLIHVWDQGRTXHH[LVWHQHQUHDOLGDGYDULDVGH¿- lograr alguna otra cosa, como el desarrollo económico.
QLFLRQHVGHFDOLGDGRDOPHQRVYDULDVYDULDQWHVGHXQD Con estas limitaciones in mente, puede pensarse en
PLVPDGH¿QLFLyQ\FDGDXQDHVOHJtWLPDHQHOFRQWH[WR la estructura como el conjunto de características más
DSURSLDGR 1R REVWDQWH SURSXJQD VX FRQYHQFLPLHQWR HVWDEOHVGHORVSURYHHGRUHVGHDWHQFLyQORVLQVWUXPHQ-
GHTXHHOEDODQFHHQWUHEHQH¿FLRV\ULHVJRVSDUDODVD- WRV\ORVUHFXUVRVKXPDQRVItVLFRV\¿QDQFLHURVTXH
OXGHVHOQ~FOHRGXURGHODHYDOXDFLyQ\FRPRYLPRV WLHQHQDVXDOFDQFH\TXHLQFOX\HQ~PHURFDOL¿FDFLyQ\
DVLJQDDODRSLQLyQH[SHUWDWpFQLFDSUHHPLQHQFLDVREUH distribución del personal profesional así como los recur-
otras consideraciones a las que considera facilitadores u VRVKXPDQRVItVLFRV¿QDQFLHURVTXHVHQHFHVLWDQSDUD
obstáculos que no afectan el estándar técnico de calidad. SURSRUFLRQDUDWHQFLyQPpGLFD(OFRQFHSWRYDWDPELpQ
En otra parte de su obra, central desde el punto de más allá de los factores de producción, para incluir la
YLVWDGHVXWUDVFHQGHQFLD\TXHFRQVWLWX\HXQYHUGDGHUR PDQHUDFRPRHO¿QDQFLDPLHQWR\ODSUHVWDFLyQGHVHU-
OHJDGR 'RQDEHGLDQ H[SRQH HO TXH VHUtD VX PDUFR GH YLFLRV GH VDOXG HVWiQ RUJDQL]DGRV WDQWR IRUPDO FRPR
230 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
informalmente. La presencia de seguro de salud es un elementos del proceso asistencial sólo pueden utilizarse
aspecto de la estructura. También lo es la manera como FRPRLQGLFDGRUHVGHFDOLGDGVLWLHQHQXQDUHODFLyQYi-
ORVPpGLFRVOOHYDQDFDERVXWUDEDMR\ODPDQHUDHQTXH lida con los resultados deseados y es igualmente cierto
son retribuidos. Las características básicas de la estruc- que algunos resultados pueden utilizarse como indica-
WXUDVRQTXHHVUHODWLYDPHQWHHVWDEOHTXHIXQFLRQDSDUD GRUHVGHFDOLGDGVLH[LVWHDOJXQDUHODFLyQHQWUHHOORV\
producir atención o es un atributo del ambiente y que aspectos del proceso asistencial. Así pues, la validez de
LQÀX\HVREUHODFODVHGHDWHQFLyQTXHVHSURSRUFLRQD una determinada medida reside no en que sea de proce-
&RPRPHGLRSDUDHYDOXDUFDOLGDGODHVWUXFWXUDHV so o resultado sino en lo que se sabe sobre su relación.
un instrumento romo, en palabras de Donabedian, ya 6L H[LVWH UHODFLyQ VH SXHGH XVDU FXDOTXLHU PHGLGD GH
TXH VyOR SXHGH LQGLFDU WHQGHQFLDV JHQHUDOHV 8Q EXH- proceso o resultado dependiendo de cuál es más fácil de
QDHVWUXFWXUDHVWRHVUHFXUVRVVX¿FLHQWHV\XQGLVHxR REWHQHU6LQRH[LVWHUHODFLyQQLQJXQDHVYiOLGDª
de sistema apropiado, son probablemente el medio más 8QDEXHQDHVWUXFWXUDHVLPSRUWDQWHSDUDODFDOLGDG
LPSRUWDQWH SDUD SURWHJHU \ SURPRYHU OD FDOLGDG GH OD en cuanto aumenta o disminuye la probabilidad de una
DWHQFLyQSHURFRPRIXHQWHGHLQIRUPDFLyQODHYDOXD- buena actuación, aunque no se puede asumir que una
ción de la estructura es de bastante menor importancia buena estructura sea garantía de unos buenos resulta-
que el proceso y el resultado, es decir, es una condición GRV(VXQDFRQGLFLyQQHFHVDULDSHURQRVX¿FLHQWH(O
QHFHVDULDSHURQRVX¿FLHQWH\DTXHPXFKDVFRQGLFLR- estudio de la estructura no es el mejor camino para co-
nes y circunstancias del proceso, por ejemplo, pueden nocer la calidad de la atención sanitaria, aunque es un
LQFLGLUQHJDWLYDPHQWHHQHOUHVXOWDGR elemento básico en la acreditación de instituciones y en
El estudio y análisis de los resultados es otro enfo- la calidad de los programas de formación. Esto es así
TXH LQGLUHFWR SDUD HYDOXDU FDOLGDG GH DWHQFLyQ \ HVWR SRUTXH H[LVWHQ FRQGLFLRQHV R FLUFXQVWDQFLDV VHSDUDGDV
puede parecer paradójico: considerar al resultado de la de la estructura que pueden actuar sobre ella, alterando
atención como cambios en el estado de salud y consi- HQGH¿QLWLYDHOSURFHVR\HOUHVXOWDGR
derar a estos como una media indirecta de la calidad ([LVWHXQDQLPLGDGDOFRQVLGHUDUTXHODPHMRUIRUPD
HQYH]GHODPiVGLUHFWDGHWRGDV6HJ~Q'RQDEHGLDQ de garantizar la calidad de la atención es actuar sobre el
los cambios en el estado de salud no pueden tomarse SURFHVR LQWURGXFLHQGR DFWLYLGDGHV GH PHMRUD HQ HO WUD-
FRPRLQGLFDWLYRVGHFDOLGDGKDVWDTXHRWUDVFDXVDVSDUD bajo habitual de todos los profesionales, siguiendo la
tales cambios hayan sido eliminadas y pueda uno es- terminología que se emplea en los programas de mejora
WDUUD]RQDEOHPHQWHVHJXURGHTXHODDWHQFLyQSUHYLDHV continua de la calidad, construyendo procesos de calidad.
la responsable de tales cambios. Pero lo mismo podría 8QDYH]TXHVHKD\DHVWDEOHFLGRTXHGHWHUPLQDGRV
decirse del proceso, cuyos elementos no son garantía SURFHGLPLHQWRVXVDGRVHQVLWXDFLRQHVHVSHFt¿FDVHVWiQ
GHFDOLGDGKDVWDTXHVHKD\DHVWDEOHFLGRVXYLQFXODFLyQ FODUDPHQWH DVRFLDGRV FRQ EXHQRV UHVXOWDGRV QRUPDV
con los resultados deseados. DOJRULWPRVPHGLFLQDEDVDGDHQODHYLGHQFLDVXPHUD
¢8QDHVWUXFWXUDGHFDOLGDGSUHVXSRQHXQDDWHQFLyQ presencia o ausencia puede tomarse como una prueba
GHFDOLGDG"¢XQEXHQSURFHVRGHDWHQFLyQDOSDFLHQWH de buena o mala calidad. El uso de los resultados para
SUHVXSRQHXQEXHQUHVXOWDGR"¢PHGLUHOSURFHVRHVPH- HYDOXDUFDOLGDGWLHQHLQQXPHUDEOHVYHQWDMDVVXYDOLGH]
GLUHOUHVXOWDGR" no se cuestiona, son concretos, robustos y sujetos apa-
6XxRO\%DxHUHVFRQVLGHUDQTXHHVWDSROpPL- rentemente a una medición más precisa. Sin embargo,
FDTXHHQIUHQWyDGLVWLQWRVDXWRUHVHQORVDxRVVHWHQWD algunas consideraciones restringen su uso. En algunas
y que, en algún sentido, ha continuado hasta nuestros ocasiones, un determinado resultado puede no ser per-
días, queda superada con la argumentación de Donabe- WLQHQWH SRU HMHPSOR FXDQGR VH HOLJH OD VXSHUYLYHQFLD
GLDQHQTXHPDQWLHQHWRGDVXDFWXDOLGDG©(QPL FRPRFULWHULRGHp[LWRHQXQDVLWXDFLyQTXHQRHVPRUWDO
RSLQLyQHVWDFRQWURYHUVLDSDUWHGHXQDFRQFHSFLyQHUUy- pero que puede conducir a una condición de salud su-
QHD/DHYDOXDFLyQGHODFDOLGDGQRHVXQHVWXGLRGHLQ- EySWLPDRLQYDOLGDQWH(QHOUHVXOWDGRSXHGHQLQWHUYH-
YHVWLJDFLyQVREUHODUHODFLyQHQWUHSURFHVR\UHVXOWDGR nir muchos otros factores ajenos a la atención médica.
es un juicio sobre el grado en que el proceso de atención )LQDOPHQWHDYHFHVHVQHFHVDULRTXHWUDVFXUUDQJUDQGHV
utiliza lo que actualmente sabemos. Es cierto que los periodos de tiempo antes de que algunos resultados se
Por ejemplo, si se instala un centro de imágenes en una adecuada estructura edilicia, se contratan imagenólogos entrenados y
se compra tecnología de punta, las imágenes debieran ser de calidad. Pero accesoriamente se podría pretender que efectuaran
WRPRJUDItDVSRUKRUDFRQORTXHHOUHVXOWDGRVHUtDPX\PDOR8QDFRQGLFLyQGHWUDEDMRLPSXHVWDVREUHXQDEXHQDHVWUXFWXUD
altera el resultado.
8. Calidad en APS 231
En el White Paper TXH OOHYy D OD FUHDFLyQ GH XQD SRUVXSDUWHORJUDXQDVtQWHVLVDSURSLDGDDOGH-
estructura nacional de soporte de la auditoría en el Ser- cir que la auditoría es el proceso de evaluar crítica y sis-
YLFLRGH6DOXGLQJOpV1+6ODDXGLWRUtDPpGLFDVHGH- temáticamente nuestra propia práctica profesional con
¿QHFRPREl análisis crítico y sistemático de la calidad el compromiso de mejorar el rendimiento y, en última
GH OD DWHQFLyQ PpGLFD LQFOX\HQGR ORV SURFHGLPLHQWRV instancia, la calidad de la atención y el costoefectividad
utilizados para el diagnóstico y tratamiento, el uso de en el cuidado del enfermo.
los recursos y el desenlace resultante y calidad de vida
para el pacienteSecretaries of State(VWDGH- * La referencia a patrones o estándares de compara-
¿QLFLyQ TXL]i SHFD SRU GHPDVLDGR DPSOLDGHMDQGR HQ ción, considerados como ideales o el patrón oro de
claro que la auditoría, en última instancia, puede tener UHIHUHQFLDUHIHULGRVHQHVWHPRPHQWRFRPRHYLGHQ-
TXHYHUFRQFDVLFXDOTXLHUDVSHFWRGHODDWHQFLyQPp- FLDGHEXHQDDWHQFLyQHQHOFRQWH[WRGHODSURSXHVWD
dica y debe hacerse en forma sistemática; en último MBE
análisis esta declaración considera los tres aspectos * La necesidad de un compromiso serio y profundo
básicos de la trilogía de Donabedian estructura (en
este caso bajo la forma de recursos humanos o de otra Asimismo, el propio término de DXGLWRUtDPpGLFD pa-
tQGROH¿QDQFLHURVSRUHMHPSORSURFHVRSURFHGLPLHQ- rece estar obsoleto GHELpQGRVH SUHIHULU HO GH DXGLWRUtD
tos usados en el diagnóstico y tratamiento) y resultado profesional, que hace referencia a que otros profesionales
(desenlace de vida y calidad de vida)/DGH¿QLFLyQVLQ del arte de curar, aparte de los médicos, pueden y deben
embargo, no indica que VRQWDPELpQHOHPHQWRVQHFHVD- GHGLFDUVHDHVWRVSURFHVRVHYDOXDWLYRV(QHVWHVHQWLGR
rios en la conceptualización el compromiso implícito \DGHVGHORVIXHSULRULGDGHQHOVHUYLFLRLQJOpVGHVD-
GHORVSURIHVLRQDOHVLQWHUYLQLHQWHVSDUDKDFHUFDPELRV OXG1+6LQYROXFUDUDtodas las profesiones del arte de
en su práctica cuando sea necesario, y la necesidad de curar, y QRVyORDORVPpGLFRV en la auditoría, producién-
demostrar mejorías HQ OD FDOLGDG \R FRVWRHIHFWLYLGDG dose una inclinación des- de la práctica uniprofesional a
de la atención como consecuencia, precisamente, de OD PXOWLSURIHVLRQDO GH OR LQGLYLGXDO DO FRPSURPLVR GH
esta participación, de modo que estos elementos pueden equipos y de la unidisciplinariedad a la multidisciplina-
FRQVLGHUDUVHDJUHJDGRVDGHFXDGRVDODGH¿QLFLyQ riedad, cambiándose la nominación genérica de estas
De forma accesoria, el Departamento de Salud bri- DFWLYLGDGHVGHDXGLWRUtDPpGLFD a auditoría clínicaPri-
WiQLFRGH¿QLyRWUDVGRVFDUDFWHUtVWLFDVFODYHVGHODDXGL- PDU\+HDOWK&DUH&OLQLFDO$XGLW:RUNLQJ*URXS
toría: su necesaria focalización en el paciente y el desa- \DFHSWiQGRVHTXHODSULPHUDGHYLQRHQODVHJXQGD
rrollo de una FXOWXUDGHHYDOXDFLyQ\HGXFDFLyQPpGLFD ,QFOXVRHQODDFWXDOLGDGKDVREUHYHQLGRXQDVHJXQGD
continua, que quizá sea la quintaesencia del proceso HYROXFLyQDORTXHVHOODPDclinical governance o gestión
de auditoría &RPR HOHPHQWR ¿QDO GHEH GHVWDFDUVH OD FOtQLFD(QHOFRQWH[WRGHHVWDREUDSURSRQHPRVXQWpU-
FRQ¿GHQFLDOLGDGGHODHYDOXDFLyQHIHFWXDGDWDOTXHHO PLQRPiVDPSOLR\DEDUFDWLYRDXQTXHQRH[FOX\HQWHGH
proceso se realice en forma impersonal, ya que en últi- los otros sino complementario o de DXGLWRUtDVLVWpPLFD.
PDLQVWDQFLDVHHVWiHYDOXDQGRDODDWHQFLyQPpGLFD\
no a los médicos. Este punto es muy importante ya que
cualquier sistema de auditoría sólo podrá implantarse y Topología y naturaleza de la auditoría médica
WHQHUp[LWRVLFXHQWDFRQODDFHSWDFLyQHLQWHUQDOL]DFLyQ
de los médicos actuantes y es fundamental que estos 7RPDQGRHQFRQMXQWRHVWDVGH¿QLFLRQHVSRGUtDPRVGH-
tengan la percepción de que el sistema no será una espe- cir clásicas y antiguas, de auditoría con las más moder-
FLHGHFD]DGHEUXMDVFLHQWt¿FD0DULQNHUSRUVX nas, encontramos una serie de elementos comunes que
parte, indica que auditoría médica es el intento de mejo- DPEDVYLVLRQHVFRPSDUWHQTXHVRQ
UDUODFDOLGDGGHODDWHQFLyQPpGLFDPLGLHQGRHOUHQGL-
(YDOXDFLyQGHODFDOLGDGGHODDWHQFLyQPpGLFDR
miento de los que brindan servicios de salud en relación más ampliamente, profesional
con estándares deseados y mejorando continuamente. * El apego a normas, procedimientos o procesos de
En forma análoga, Crombie et al HVWDEOHFHQ atención
que auditoría es un proceso de revisión de la atención * La impersonalidad o neutralidad del proceso eva-
PpGLFD LGHQWL¿FDQGR GH¿FLHQFLDV TXH SXHGDQ VHU UH- luativo en sí
mediadas(VWDVGRVGH¿QLFLRQHVQRHQIDWL]DQDOJXQRV * El espíritu de autoeducación continuada, sistemáti-
DVSHFWRVHVHQFLDOHVFRPRHOKHFKRGHTXHODHYDOXDFLyQ ca y perenne
debe efectuarse sistemáticamente, y que asimismo debe
H[LVWLUXQFRPSURPLVRSHUVRQDOGHORVSURIHVLRQDOHVLQ- +DH[LVWLGRFLHUWRGHEDWHVREUHODQDWXUDOH]DtQWLPD
YROXFUDGRVFRPRVHFRPHQWyFRQDQWHULRULGDG)UDVHU de la auditoría. Se ha dicho que no se trata de un arte
8. Calidad en APS 233
ni una ciencia sino de una disciplina que ha ido ganan- que es capaz de captar datos del medio y procesarlos,
do terreno, a tal punto que no se concibe hoy ninguna trasformándolos en información que será a su turno
LQVWLWXFLyQ GH SURYLVLyQ R PHGLDFLyQ GH VHUYLFLRV GH GLVHPLQDGD HQWUH ORV GLIHUHQWHV HVWUDWRV RUJDQL]DWLYRV
atención de la salud que no cuente con un departamento que la requieran. Esta estructura básica adopta diver-
GH DXGLWRUtD PpGLFD $UDQJXUHQ5H]]yQLFR 6X sas conformaciones de acuerdo al tipo de organización
ubicación y conformación clásica en el organigrama se GHTXHVHWUDWH/RVKRVSLWDOHVXQLYHUVLGDGHVHVWXGLRV
FRUUHVSRQGHFRQXQyUJDQRFRQVXOWLYRRDVHVRUGHstaff, jurídicos o contables, entre otros, confían para la coor-
HVGHFLUVHSDUDGRGHODOtQHD\VLQRSHUDWLYLGDGHMHFXWL- dinación del trabajo en la estandarización de destrezas,
YDGHSHQGLHQGRGHORVQLYHOHVGHFRQGXFFLyQ$UDQJX- ODFDSDFLWDFLyQ\ODHQVHxDQ]D\FRQWUDWDQHVSHFLDOLVWDV
UHQ5H]]yQLFRVLHQGRHVWDXELFDFLyQHVWUDWpJLFD GHELGDPHQWH FDSDFLWDGRV \ HQVHxDGRV ±SURIHVLRQDOHV±
QHFHVDULD\DTXHFRPRHQWH¿VFDOL]DGRURHYDOXDGRUno SDUD HO Q~FOHR RSHUDWLYR \ OXHJR OHV GDQ XQ PiV TXH
puede ubicarse por debajo de los niveles de línea que considerable control sobre su propio trabajo, por lo que
podría llegar a evaluar. HO SURIHVLRQDO VH GHVHPSHxD HQ IRUPD UHODWLYDPHQWH
Dice Mintzberg que las organizaciones están es- LQGHSHQGLHQWH GH VXV FROHJDV SHUR HVWUHFKDPHQWH YLQ-
WUXFWXUDGDVSDUDFDSWDU\GLULJLUVLVWHPDVGHÀXMR\SDUD FXODGRFRQORVFOLHQWHVSDFLHQWHVTXHDWLHQGHFRQVWL-
GH¿QLU ODV LQWHUUHODFLRQHV HQWUH ODV SDUWHV 0LQW]EHUJ tuyendo lo que ha dado en llamarse burocracia profe-
1LÀXMRVQLLQWHUUHODFLRQHVVRQOLQHDOHVDXQTXH sional. La mayor parte de la coordinación necesaria se
ODV SDODEUDV TXH XVDPRV SDUD GH¿QLUORV Vt OR VRQ SRU basa en la estandarización de destrezas y conocimientos
OR TXH HV ~WLO OD YLVXDOL]DFLyQ JUi¿FD 3URSRQH DVt XQ y toda esta capacitación está dirigida a la internalización
diagrama básico, casi un logotipo de la organización, GHQRUPDVSDUDVHUYLUDOFOLHQWH\FRRUGLQDUHOWUDEDMR
constituido por cinco partes elementales interconecta- en otras palabras, la estructura de estas organizaciones
das: la base de la organización formada por quienes rea- es esencialmente burocrática, pero mientras la llamada
lizan el trabajo básico relacionado directamente con la burocracia mecánica genera sus propias normas, las de
producción, el llamado núcleo operativo, que en las or- ODSURIHVLRQDOVHJHQHUDQIXHUDGHVXVOtPLWHVXQLYHU-
ganizaciones de salud, paradigmáticamente el hospital, VLGDGHV
adopta una conformación particular; la FXPEUHHVWUDWp- En la burocracia profesional se enfatiza la autoridad
gica, en quienes recae la responsabilidad general de la de naturaleza profesional y es GLItFLO FRQ¿DU HQ RWUDV
organización; entre ambos se articula una línea media, formas de estandarización ya que los productos son de-
cadena de gerentes o, en el medio hospitalario, jefes de masiado complejos como para ser estandarizados di-
GHSDUWDPHQWRGLYLVLyQHWFKDVWDDTXtODVIXQFLRQHVGH rectamente por los analistasSLpQVHVHSRUHMHPSORHQ
línea, y a ambos lados y por fuera de ellas, por una parte una cirugía cardiaca que sólo puede ser estandarizada o
el staff de apoyoTXHH[LVWHSDUDVXPLQLVWUDUVRSRUWHD SDUDPHWUL]DGDSRUTXLHQHVODHIHFW~DQ$VLPLVPRlos
la organización fuera de su corriente de trabajo opera- productos del trabajo profesional no pueden ser medi-
cional, y por otra, la llamada tecnoestructura, donde se dos fácilmente y así se prestan muy poco a la estanda-
ubican los analistas que centran su atención en el dise- rización /D EXURFUDFLD SURIHVLRQDO SXHGH YLVXDOL]DUVH
xR\IXQFLRQDPLHQWRGHODHVWUXFWXUDOOHYDQGRDFDER como un repertorio de programas ensamblados apli-
GLYHUVDV IRUPDV GH HVWDQGDUL]DFLyQ HQ OD RUJDQL]DFLyQ cables a situaciones predeterminadas, teniendo el pro-
YpDVHPiVGHWDOODGRDOUHVSHFWRHQHO&DStWXOR. Si IHVLRQDO GRV WDUHDV EiVLFDV FODVL¿FDU OD QHFHVLGDG GHO
bien Mintzberg ubica entre los miembros del staff de cliente y aplicar o ejecutar ese programa. El núcleo ope-
apoyo a la consejería legal y dice que en ocasiones el rativo es la parte crítica y crucial de esta estructura y,
VWDIIGHDSR\R\ODWHFQRHVWUXFWXUD¿JXUDQXQLGRV\HWL- dado el alto costo de los profesionales, tiene sentido res-
quetados simplemente de staff, separa las nociones nue- paldarlos tanto como sea posible, por lo que se necesita
YDPHQWHGLFLHQGRTXHHOVWDIIGHDSR\RQRSXHGHYHUVH un amplio apoyo de staff para efectuar todo el trabajo
en primera instancia como consejero. de rutinaTXHSXHGDVHUIRUPDOL]DGRHQHOKRVSLWDOHVWR
Siguiendo a Varo, aceptamos pues la ubicación de HVWiGDGRSRUORVGHSDUWDPHQWRVTXHEULQGDQVHUYLFLRV
ODDXGLWRUtDPpGLFDRGHOFRPLWpKRVSLWDODULRGHDXGLWR- GHDSR\RRGLDJQyVWLFRSRUHMHPSORla tecnoestructu-
ría en la tecnoestructura organizativa, es decir, en el es- ra y la línea media no están demasiado elaboradas que
trato analítico que planea, diseña y cambia incluso los digamos ya que, por una parte, el trabajo es difícilmen-
procesos de trabajo en las organizaciones y funciona te estandarizable, como hemos considerado; la línea
como asesora directa de la alta gerencia. Incluso noso- PHGLD VXHOH VHU DQJRVWD \D TXH H[LVWH SRFD QHFHVLGDG
WURVSURSRQHPRVXQDYLVLyQVXSHUDGRUDLQFRUSRUDQGROD GHVXSHUYLVLyQGLUHFWD6LELHQVHVXJLHUHTXHODEXUR-
idea de DXGLWRUtDVLVWpPLFD para designar lo que imagi- cracia profesional es una estructura democrática, por
namos como un sistema de información organizacional OR PHQRV SDUD ORV SURIHVLRQDOHV GHO Q~FOHR RSHUDWLYR
234 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
los profesionales no sólo controlan su propio trabajo consejeros pueden tratar de controlar la información que
VLQR TXH WDPELpQ EXVFDQ FRQWURODU ODV GHFLVLRQHV DG- guía las decisiones o como diseñadores pueden imponer
ministrativas que los afectan, ejecutando por sí mismos normas burocráticas para limitar las posibilidades de
DOJR GHO WUDEDMR DGPLQLVWUDWLYR KDELpQGRVH OODPDGR D los otros. En un sentido es un enfrentamiento entre poder
este tipo de conformación meritocracia. Esta aparece formal e informal; unos tratan de mantener el juego en un
en organizaciones con un VLVWHPDWpFQLFRFRPSOHMRTXH QLYHOGHPDQGR\RWURVHQXQRGHDXWRULGDG/RVDVHVR-
REOLJDDFRQ¿DUHQODFDOL¿FDFLyQGHVXVDJHQWHV y se da res de la tecnoestructura se mueven además con libertad
HQHVWUXFWXUDVGHWLSRIHGHUDWLYRFRPRODVEXURFUDFLDV entre los niveles más altos de la jerarquía, de quienes
SURIHVLRQDOHV HQ ODV TXH FDGD HVSHFLDOLVWD WUDEDMD GH GHSHQGHQGLUHFWDPHQWHDSHODQGRDYHFHVDla estrategia
IRUPDDXWyQRPDHQHOQ~FOHRRSHUDWLYRDSOLFDQGRWpF- de la ropa sucia, pues como parte de sus investigaciones
QLFDVHVWDQGDUL]DGDVHQHOKRVSLWDOcomo organización en otros departamentos pueden GHVFXEULULQH¿FLHQFLDVH
invertida, la mayor parte de las decisiones no se toman incompetencias de otros para utilizar luego este conoci-
HQ OD FXPEUH HVWUDWpJLFD VLQR HQ HO Q~FOHR RSHUDWLYR PLHQWRHQFRQWUDGHVXVHYHQWXDOHVULYDOHV$GHPiVORV
en la soledad de los consultorios 3RU RWUR ODGR ORV analistas que se encuentran fuera de la jerarquía pueden
VHUYLFLRVGHORVH[SHUWRVVRQPX\GHPDQGDGRVHQFRQ- a menudo presentarse ante la dirección para conseguir el
GLFLRQHVLGHDOHV\HQFRQVHFXHQFLDpueden dejar a la apoyo para el desarrollo de sus planes, mientras que la lí-
organización cuando lo deseenORTXH0LQW]EHUJOODPD QHDPHGLDHYHQWXDOPHQWHQRSXHGHQLVLTXLHUDSRQHUVHHQ
los cosmopolitas, término con el que designa a los pro- contacto con los que se encuentran por encima de ellos.
fesionales pluriempleados en contraposición a los loca-
les, aludiendo a los empleados a tiempo completo, más
comprometidos con la organización de la que tienen que Pasos en el diseño de una auditoría
HVSHUDUWRGR3RUWRGDVHVWDVUD]RQHVHQODVPHULWRFUD-
FLDVHOVLVWHPDGHDXWRULGDGWLHQGHDVHUUHODWLYDPHQWH /DDXGLWRUtDPpGLFDRFOtQLFDFRPRSUH¿HUHQOODPDUOD
débil. El poder distribuido en base a la habilidad puede los ingleses, o sistémica, como hemos dado en llamarla
recordarnos en cierta manera a una democracia, pero en nosotros, es pues, según hemos considerado, una disci-
realidad la palabra meritocracia es mucho más adecua- plina o campo de acción FRPR OD VDOXG S~EOLFD TXH
GD\ORTXHHQYHUGDGLPSRUWDHQHVWDFRQ¿JXUDFLyQGH se nutre de una serie de disciplinas subsidiarias, como
poder es el tipo de habilidad o conocimiento que se po- desarrollo organizacional, estadística y tecnología o in-
seeKDELpQGRVHH[SUHVDGRUHSHWLGDPHQWHTXHOR~QLFR teligencia del conocimiento. Suele aceptarse hoy, en es-
que el médico respeta es el conocimiento y a quien lo pecial entre autores ingleses, que las actividades de au-
detenta. ditoría consisten en un círculo o espiral, con una serie
&RPR KHPRV VHxDODGR ORV DQDOLVWDV GH OD WHFQRHV- GHSDVRVPiVRPHQRVELHQGH¿QLGRVDUWLFXODGRVGHXQD
WUXFWXUDODDXGLWRUtDHQHVWHFRQWH[WRVHRFXSDQGHOGL- manera lógica, que guardan semejanza con el llamado
VHxR\ODGLUHFFLyQGHOVLVWHPDIRUPDOGHFRQWURO\DGDS- FLFOR3'&$3ODQ'R&KHFN$FWLRQGH'HPLQJTXH
tación. Como tales ejercen un considerable papel como se emplea en el campo de la industria.
DJHQWHVFRQLQÀXHQFLD dentro de la organización, partici- En el caso de la auditoría estos serían los prolegó-
SDQGRDFWLYDPHQWHHQORVjuegos de poder que han sido PHQRV\SXHGHQUHVXPLUVHHQRSLQLyQGHYDULRVDXWRUHV
descritos de forma magistral por Mintzberg, en este caso %DNHU \ RWURV 5&1 Institute, 5R\DO &ROOHJH RI 1XU-
en el llamado juego de la línea media versus la asesoría sing1,&(GHO1+6HWFHQHOHVWDEOHFLPLHQWRGHSD-
especializada(OHQIUHQWDPLHQWRHQWUHDPERVFRQ¿JXUD trones de buena práctica, la medición del rendimiento
un juego de poder clásico. Enfrenta las decisiones de la en relación a estos estándares, la acción para mejorar el
línea media, que tiene autoridad formal, contra los espe- QLYHOGHDWHQFLyQHOPRQLWRUHR\FRQWUROXOWHULRU\ODV
cialistas de la tecnoestructura, que tienen poder gracias a correcciones de ser estas necesarias.
sus habilidades especiales. La autoridad de estos últimos 6LHPSUHVHJ~QORVLQJOHVHVH[LVWHQDOPHQRVORVVL-
HV SRU GH¿QLFLyQno directa, es decir, el personal espe- guientes tipos genéricos de auditoría:
FLDOL]DGRQRGHEHLQIRUPDUDORVDQWHULRUHVVLQRDQLYHOHV
más altos de la jerarquía. Por lo tanto, ambos grupos tie- * Auditoría basada en estándares: el clásico ciclo que
QHQXQHVWDWXVSDUHFLGRSRGUtDPRVUHEDXWL]DUHVWHMXHJR mencionamos y detallamos en el siguiente acápite.
como la rivalidad entre primos hermanos(VWiFODURTXH * Auditoría de screening de ocurrencias adversas
HOREMHWLYRGHOMXHJRHVFRQWURODUODVGHFLVLRQHVWUDWDQGR y monitoreo de incidentes críticos (auditoría de
ORVGLUHFWLYRVGHUHWHQHUVXFDSDFLGDGGHDFWXDUGLVFUHFLR- HYHQWR VLJQL¿FDWLYR sinónimo de monitoreo de
QDOPHQWH\ORVHVSHFLDOLVWDVGHHOLPLQDUHVWDSUHUURJDWLYD HYHQWRVFHQWLQHODGHVDUUROODGRHQHOFDStWXORGHLQ-
Esto lo pueden hacer los últimos de dos maneras: como dicadores.
8. Calidad en APS 235
Identificación de
objetivos específicos
Especificación de criterios
y estándares
Recogida de datos
Análisis de datos y
comparación con los
criterios y estándares
Monitoreo Acuerdo e
del implementación
cambio del cambio
UN ESTÁNDAR
(un criterio para los ingleses)
EMERGENCIA
esto es, una declaración o enunciado que puede utili- Al establecer estándares es esencial que estos sean rea-
]DUVH SDUD HYDOXDU OR DSURSLDGR GHO FXLGDGR PpGLFR listas y obtenibles y no imposibles de alcanzar en el mundo
en otras palabras, un metro o patrón\DVLPLVPRTXp real, lo que no debería ser óbice para establecer estándares
QLYHOGHUHQGLPLHQWRHVHVSHUDEOHORTXHORVLQJOHVHV DUWL¿FLDOPHQWHEDMRV3DUDDOJXQRVFULWHULRVGHEHUtDVHUUD-
llaman estándares HVWR HV HO SRUFHQWDMH GH HYHQWRV ]RQDEOHHVWDEOHFHUHOHVWiQGDUHQHOSRUHMHPSORUH-
TXHGHEHFXPSOLUFRQHOFULWHULR6HJ~Q9XRULHOHV- JLVWUDUHQORVSDFLHQWHVKLSHUWHQVRVDOPHQRVHTXLVYHFHVDO
tándar es el componente de la medida de la calidad DxROD7$RHIHFWXDUHQWRGRVORVGLDEpWLFRVXQIRQGRGHRMR
DVLVWHQFLDOHOYDORUGHOFULWHULRTXHGHPDUFDHOOtPLWH DQXDORXQH[DPHQGHH[WUHPLGDGHVLQIHULRUHVHTXLVYHFHV
HQWUHODFDOLGDGDFHSWDEOHRLQDFHSWDEOH6XHOHH[LVWLU Entre las condiciones del criterio ideal debemos
no obstante, cierto grado de solapamiento, intercam- mencionar:
biabilidad o incluso confusión entre ambos términos,
por ejemplo, entre nosotros el manual del ITAES lla- 1. Debe basarse en la evidencia
PDHVWiQGDUHVDORVTXHDTXtHVWDPRVGH¿QLHQGRFRPR Ya que los criterios representan el patrón oro contra
criterios, y de hecho estándar es un nombre aceptado el que se comparará la acción realizada, es de capital
por el uso en lugar de criterio y nosotros lo preferire- LPSRUWDQFLDTXHHVWpQLQYHVWLGRVGHDXWRULGDG(QWpU-
PRV(OHVWiQGDUVHUH¿HUHDOFyPRKDFHUDOJR\DTXH minos actuales, deben estar respaldados por la mejor
ODVDOXGRFXDOTXLHURWURVHUYLFLRQRSXHGHSUHVWDUVH HYLGHQFLDFLHQWt¿FDGLVSRQLEOH
de cualquier manera. Esta manera correcta o estándar
de calidad representa pues un consenso sobre ciertas 2. Debe jerarquizarse o priorizarse
características óptimas que debe tener un determinado 6HJ~Q DXWRUHV LQJOHVHV %DNHU \ )UDVHU H[LVWHQ
insumo, proceso o resultado. Se ha referido el estándar tres categorías de prioridad en criterios. Los que ellos
al estado de la calidad esperada, un modelo probado, o llaman criterios must doGXURVTXHVHUHODFLRQDQDDF-
bien más sencillamente una norma. FLRQHVTXHFRQOOHYDQXQQRWDEOHLPSDFWRHQHOGHVHQODFH
\HVWiQDYDODGRVSRUXQFXHUSRLPSRUWDQWHGHHYLGHQFLD
¿Para qué se necesita un estándar? LQYHVWLJDWLYD/RVTXHOODPDQFULWHULRVshould doLQWHU-
PHGLRV TXH VH YLQFXODQ D DFFLRQHV TXH WLHQHQ PHQRV
En ausencia de estándares, cada agente de prestación LPSDFWR \ PHQRV FXDQWtD GH HYLGHQFLD UHVSDOGDWRULD \
crea su propio patrón de atención, y lo considera correc- los que llaman criterios could doEODQGRVFRQPtQLPR
WRH[LVWLHQGRPXOWLSOLFLGDGGHPDQHUDVVXSXHVWDPHQWH impacto y el menor respaldo de todos.
FRUUHFWDVGHKDFHURSUHVWDUDOJR(VWRH[SOLFDHQSDUWH
ODYDULDFLyQGHODSUiFWLFDPpGLFD(OHVWiQGDUHQWRQFHV 3. Debe ser mensurable
VLUYHSDUD2360$( Ya que los componentes esenciales de la auditoría son la
* Hacer una declaración explícita de la calidad espe- medición y la confrontación con un patrón, se sigue que
rada en el proceso de atención y sus productos para todos los criterios es necesario que sean capaces
,GHQWL¿FDU ODV GH¿FLHQFLDV en insumos, procesos y de ser medidos. Más aún, ya que debe asegurarse que
resultados todos midan lo mismo, es aconsejable que los criterios
* Indicar TXLpQ GHEHUtD HVWDU HMHFXWDQGR GHWHUPLQD- VHDQ VX¿FLHQWHPHQWH H[SOLFLWDGRV SDUD PLQLPL]DU ODV
GDVSDUWHVGHOSURFHVR\GHTXpIRUPD oportunidades de malos entendidos. Esto guarda seme-
* Medir la brechaHQWUHHOGHVHPSHxRUHDO\HOHVSH- janza con lo que desarrollamos en el capítulo sobre in-
UDGRRSUHYLVWR dicadores, en el que se estableció que los componentes
FACTOR CONSECUENCIA
Probable incremento en la mortalidad o morbilidad
Impacto importante en salud
si el cuidado es pobre.
Mejorar la calidad en condiciones comunes
Afecta a gran número de personas. usualmente tiene más impacto que en condiciones
raras.
Existe evidencia disponible sobre cuidados De otro modo, los esfuerzos por cambiar el
adecuados. rendimiento actual son difíciles de justificar.
Hay buenas razones para suponer que el rendimiento Concentra el esfuerzo en elementos óptimos de
actual puede mejorarse. cuidado.
tar los pasos requeridos para cambiar, pero aun así el GL¿FDFLRQHVORJUDGDV\HYHQWXDOPHQWHSURFHGHUD
feedbackSRUVtVRORQRVXHOHVHUVX¿FLHQWH*ULPVKDZ PRGL¿FDFLRQHVHQHOSODQLQLFLDO3DUDRWURVDXWR-
et al5HFRUGHPRVQXHYDPHQWHHQHVWHFRQWH[WR res ingleses, como Bogan y Redfern, el camino
TXH 0\HUV \ 6OHH DGYHUWtDQ VREUH las suspicacias que crítico es parecido al delineado hasta aquí, sólo
GHVSHUWDEDODDXGLWRULDPpGLFDHQWUHORVPpGLFRV, que FRQ DOJXQDV YDULDFLRQHV FRPR VH REVHUYD HQ OD
ODYHtDQFRPRXQDDFWLYLGDGFRQamenaza de inspección )LJXUD
y de crítica. Reiteramos que el trabajo de auditoría debe 8QD YDULDFLyQ PHQRU SHUR LPSRUWDQWH HV OD FRQVL-
ser LPSHUVRQDOVHDQDOL]DHOTXHKDFHUPpGLFR\QRDO deración de una medida del tiempo, lo que otorga un
PpGLFR; el análisis de los errores tiene por objeto impe- marco lógico para la auditoría.
dir su repetición y no la creación de martirologios o la Para la metodología de la mejoría de la calidad,
FD]DGHEUXMDVVREUHEDVHVFLHQWt¿FDV por su parte, impulsada por autores como Carey y
/OR\GSRUHMHPSOR5&DUH\5/OR\GVHWUDWD
Otras estrategias para implementar el cambio son: QXHYDPHQWH GH XQ SURFHVR HQ HO TXH GHVWDFDQ YDULDV
* Educación / entrenamiento: etapas.
- seminarios dentro del grupo
YLVLWDV R FODVHV R H[SRVLFLRQHV GH SDUWLFLSDQWHV ,GHQWL¿FDUXQDRSRUWXQLGDGGHPHMRUD
H[WHUQRVHVSHFLDOLVWDVFRQVXOWRUHV
¢4XpSURFHVRVGHEHQPHMRUDUVH"¢'yQGHIRFD-
* Recordatorios OL]DUHPRV"
- posters en las salas de reuniones
6HVXJLHUHHVFXFKDUDOFOLHQWHDXVFXOWDUVXYR]
- entrada estructurada de datos en los registros más que la propia
computarizados
¢&yPRVHUHDOL]DHVWR"$WUDYpVGHHQFXHVWDVGH
- registros estructurados en papel satisfacción o análisis de quejas
* Políticas / guías
LPSOHPHQWDFLyQGHQXHYDVSROtWLFDVRJXtDVGHQ- 'LFH%HUZLFNTXHKD\FXDWURiUHDVQXFOHDUHV\DPHQ-
tro del grupo FLRQDGDV
&DPELRVGHOHTXLSR
GHVHQODFHV GH OD DWHQFLyQ DXPHQWDU OD H¿FLHQ-
- creación de grupos multidisciplinarios para desa- FLD\FDOLGDGGHORVVHUYLFLRVUHGXFLHQGRHOXVR
UUROODUGHWHUPLQDGRVDVSHFWRVGHOFXLGDGRSHM LQDSURSLDGRGHDGPLVLRQHVFLUXJtDVH[iPHQHV
JUXSRGHGLDEHWHVGHREVWHWULFLDHWF complementarios
* Monitoreo del cambio * el proceso de la atención
Ningún proceso de cambio puede tratar de estable- * el costo total del cuidado y la enfermedad
FHUVH GH XQD YH] \ SDUD VLHPSUH VLQR TXH PiV * justicia social y equidad en salud
bien se trata de un proceso permanente, proacti-
YRUHÀH[LYRÀH[LEOH\FRQWURODGR(OGRFXPHQ- 2. Priorizar
to no puede ser guardado en un cajón sino que
3ULRUL]DUVLJQL¿FDDMXVWDUODVH[SHFWDWLYDVDORTXHVHD
GHEHVHJXLUVHHQHOWLHPSRSDUDHYDOXDUODVPR- PDQHMDEOH\SDVLEOHGHUHQGLUHOPi[LPREHQH¿FLR
8. Calidad en APS 241
DEFINIR ESCALA DE
METODOLOGÍA
PROPÓSITO TIEMPO
SELECCIONE
UN TÓPICO
Ausencia de
Pertinencia Viabilidad
duplicación
Feed back
COMIENZO y diseminación
Posibilidad de Urgencia en la
DEL ESTUDIO Asentimiento
aplicar resultados necesidad
político y recomendaciones de datos
OPS/OMS
Seleccione temas para investigación
Monitoreo Mecanismos de
implementación
y control feed back y
del cambio
ulterior diseminación
* Implica responder a la pregunta: ¿en qué concentra- Sólo mencionaremos en esta parte que, ante una
UHPRVHVIXHU]RV" FDXVDHVSHFLDOODPLVPDGHEHLQYHVWLJDUVHSDUDDQXODU-
* Implica decidir cuál de todas las oportunidades po- la, y la acción incorrecta sería, en este caso, cambiar un
tenciales se encara primero. proceso que es correcto. En el caso de las causas co-
-XUDQDSOLFyHODQiOLVLVGH3DUHWRHOHFRQRPLVWDGHOLWD- munes, en cambio, debe cambiarse el proceso, siendo
OLDQRGHOVLJOR;,;TXHREVHUYyTXHXQDSHTXHxDPL- una acción incorrecta tratar la causa común como causa
noría de la gente en Italia poseía la mayor proporción especial.
de tierras y medios de producción, y generalizó este
KHFKRHQIRUPDGHXQSULQFLSLRTXHOOHYDVXQRPEUH
SDUDWUDWDUGHGHWHUPLQDUFXiOGHODVYDULDVRSRUWXQLGD- Monitorización
des deberían encararse primero. El análisis de Pareto es
una discriminación que se ha llamado separar lo poco La monitorización supone el establecimiento de un sis-
vital de lo mucho trivial, ya que para cualquier gru- tema de información regular, sistemático y completo,
po de situaciones que contribuyen a un efecto común, que mida los aspectos esenciales de la atención que se
unas pocas darán cuenta de la mayor parte del efecto. SUHVWDHQXQDLQVWLWXFLyQDWUDYpVGHORVOODPDGRVLQGL-
/D)LJXUDUHVXPHODVHFXHQFLDGHSDVRVSDUDDXWRUHV cadores clínicos.
que enfatizan el concepto de mejora de la calidad. El indicador clínico es una herramienta para identi-
Se incluye un algoritmo para establecer estrategias ¿FDUSURFHVRVRDVSHFWRVLPSRUWDQWHVGHODSUiFWLFD1R
GHPHMRUDXQDYH]GLDJQRVWLFDGDXQDFDXVDHVSHFLDO constituyen por sí mismos una medida directa de la ca-
RQRUPDOGHYDULDFLyQ lidad sino que forma parte de un sistema de alarma para
VHxDODUDVSHFWRVTXHUHTXLHUHQXQHVWXGLRHQSURIXQGL-
3. Organizar un equipo dad. Los indicadores clínicos pueden ser de dos tipos:
* Para procesos complejos siempre se necesitará más LQGLFDGRUHVFHQWLQHODVGHWHFWDQXQFDVRVX¿FLHQWHPHQ-
de una persona para considerar todos los aspectos o WH JUDYH TXH SRU HO PHUR KHFKR GH SUHVHQWDUVH H[LJH
SXQWRVGHYLVWD XQDLQYHVWLJDFLyQGHWDOODGDGHOSURFHVRGHDWHQFLyQR
LQGLFDGRUHVFXDQWLWDWLYRVEDVDGRVHQXQDSURSRUFLyQ
&ODUL¿FDUFRQXQFXUVRJUDPD &XDQGR XQR GH HVWRV LQGLFDGRUHV FXDQWLWDWLYRV DO-
FDQ]DXQQLYHOGHDOHUWDHVWDEOHFLGRSUHYLDPHQWHXP-
5. Estandarizar EUDO GH HYDOXDFLyQ DGYLHUWH DFHUFD GH OD SRVLELOLGDG
de que se esté produciendo un problema de calidad. Si
,GHQWL¿FDUFDUDFWHUtVWLFDVFODYHGHFDOLGDG VHFRQ¿UPDVHLQLFLDHOFLFORHYDOXDWLYRSDUDSRQHUHQ
242 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
QUÉ
IDENTIFICAR IDENTIFICAR
IDENTIFICAR UNA CLARIFICAR EL
ORGANIZAR CARACTERÍSTICAS CLAVES RECOLECTAR CAUSAS NORMALES
OPORTUNIDAD PROCESO CON UN
UN EQUIPO DE CALIDAD DEL ASPECTO DATOS Y ESPECIALES DE
DE MEJORA CURSOGRAMA
PUNTUAL QUE DESEA MEJORAR VARIACIÓN
CÓMO
CÓMO
Incorrecta Incorrecta
Equidad y
justicia social
Tratar la
Cambiar el
causa normal
proceso
como especial
Figura 8.9: Examen del proceso de Carey y Lloyd
mún y especial. La común es determinada por las ca- SURFHGLPLHQWR RSHUDWRULR SRUTXH XQ FLUXMDQR ROYLGy
racterísticas del sistema adoptado, siendo responsabi- una gasa dentro del abdomen.
lidad de la gerencia corregirlas, son inherentes a cada 3DUDWUDWDUGHFODUL¿FDUYLVXDOPHQWHHVWRVSURFHVRV
proceso y resultan de su propio ritmo. La especial in- H[LVWHQORVOODPDGRVJUi¿FRVGHFRQWUROGHVDUUROODGRV
WURGXFHXQDSHUWXUEDFLyQUHOHYDQWHHQHOSURFHVRTXH SRU PXOWLSOLFLGDG GH DXWRUHV 'XQFDQ 3\]GHN
GHEHVHULGHQWL¿FDGD\HOLPLQDGD5HVSRQGHDFDXVDV 0RQWJRPHU\:HVWHUQ(OHFWULFHWF
irregulares o no naturales. Los métodos de control es- $QDOL]DUHPRVEUHYHPHQWHXQJUi¿FRGHFRQWUROSDUDLQ-
tadístico de la calidad tienen por objeto eliminar las troducirnos luego en un ejemplo propio del ámbito de
causas especiales –o bien poner en caja procesos con- la salud.
trolados. Cuando en un proceso de producción pasan 8QJUi¿FRGHFRQWUROSURYHHEiVLFDPHQWHXQUHJLV-
DSUHGRPLQDUODVFDXVDVFRPXQHVGHYDULDFLyQVHGLFH tro de un proceso a lo largo del tiempo; es un registro
que el proceso entró en estado de control estadístico GLQiPLFR GH GDWRV \ SXHGH XVDUVH YLUWXDOPHQWH FRQ
RVHHVWDELOL]y\WRGDVODVYDULDFLRQHVWLHQHQDSDUWLU FXDOTXLHU WLSR GH GDWRV FXHQWD GH HYHQWRV SRUFHQWD-
de ahí, una determinación aleatoria. No obstante, el MHVHWF(QFXDOTXLHUJUi¿FRVHFRQVWUX\HXQDOtQHD
alcanzar el estado de control estadístico no asegu- KRUL]RQWDOHMH;HQHOTXHVHFRQVLGHUDQODVXQLGDGHV
ra ipso facto la calidad del producto. En un sistema de tiempo o la secuencia en la que se recolectaron los
FRQWURODGR R HVWDEOH ORV OtPLWHV GH OD YDULDFLyQ VH datos. En el eje Y se cubre el espectro total de ocurren-
WRUQDQ SUHYLVLEOHV \ HO VLVWHPD SXHGH VHU REMHWR GH FLD GH ORV HYHQWRV 6H SORWHD XQ PtQLPR GH SXQ-
XQD SODQL¿FDFLyQ GH FDOLGDG DSXQWDQGR D VX SURJUH- tos, conectándose los puntos con una línea continua.
VLYRSHUIHFFLRQDPLHQWR\HVWDHVVX~QLFDYLUWXG(O 6HFRQVLGHUDXQDPHGLGDGHWHQGHQFLDFHQWUDOPHGLD
punto básico que resaltan Shewart y Deming es que la RPHGLDQD\VHFRQVWUX\HQORVOtPLWHVVXSHULRUHLQ-
YDULDFLyQH[LVWH\HVLQKHUHQWHDWRGRORTXHKDFHPRV ferior que son paralelos a la media y representan la
/RVSURFHVRVTXHH[KLEHQFDXVDVFRPXQHVGHYDULD- GLVWDQFLD GH GHVYtRV HVWiQGDU GH GLFKD PHGLD 6H
ción son predecibles dentro de límites estadísticos. UHFRUGDUi TXH HQ XQD FXUYD GH GLVWULEXFLyQ QRUPDO
/DVFDXVDVHVSHFLDOHVHQFDPELRGHEHQVHULGHQWL¿- la media, la mediana y el modo coinciden, siendo la
cadas y eliminadas. El tratar de mejorar procesos que GHVYLDFLyQRGHVYtRHVWiQGDU6'RVLJPDXQDPHGLGD
VyORWLHQHQFDXVDVHVSHFLDOHVDFUHFHQWDUiODYDULDFLyQ GHODGLVSHUVLyQGHYDORUHVDOUHGHGRUGHODPHGLD&HU-
y malgastará recursos, y sólo cuando estas causas ha- FDGHOGHODVREVHUYDFLRQHVHQXQDFXUYDQRUPDO
yan sido eliminadas, será apropiado tratar de cambiar FDHQGHQWURGH6'FHUFDGHOGHQWURGH6'\
el proceso. La mejora del proceso no debería ser la FHUFDGHOGHQWURGH6'/RVOtPLWHVVXSHULRUH
UHDFFLyQHIHFWLVWDUHDFWLYDDFXDOTXLHUUHVXOWDGRDG- LQIHULRUGHOJUi¿FRGHFRQWUROUHSUHVHQWDQMXVWDPHQWH
YHUVR \D TXH VL VyOR VH HVWi HQ SUHVHQFLD GH FDXVDV HVWHQLYHOGH6'9LVXDOPHQWHHVFRPRVLDFRVWiUDPRV
comunes, esto empeorará las cosas. Es como si un XQDFXUYDQRUPDODOODGRGHHVWDVOtQHDVGHWHQGHQFLD
equipo quirúrgico decidiera cambiar las técnicas o el FRPRVHDSUHFLDHQOD)LJXUD&RPRSXHGHYHUVH
244 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
VHGLYLGHDFFHVRULDPHQWHHOiUHDGHOJUi¿FRHQ]RQDV ¢4XpHYLGHQFLDHODQiOLVLVGHOJUi¿FRGHDFXHUGR
llamadas A, B y C, que generan 6 subáreas iguales en- DORVFULWHULRVDQWHVPHQFLRQDGRV"/DVSUHRFXSDFLR-
WUH ORV OtPLWHV VXSHULRU H LQIHULRU 8QD YH] SORWHDGRV QHV GHO FRQVHMR GLUHFWLYR SDUHFHQ LQIXQGDGDV 6L VH
ORVSXQWRVVHFRQVLGHUDQTXpFULWHULRVVRQLQGLFDWLYRV DQDOL]DHOJUi¿FRVHYHTXHVyORKD\FDXVDVFRPXQHV
de causas especiales; estos son: GHYDULDFLyQ$OJXQRVGDWRVFDHQSRUGHEDMRGHOSUR-
8QSXQWRIXHUDGHOOtPLWHGHORVVLJPDV medio y otros por encima, elemento característico de
'RVSXQWRVVXFHVLYRVHQOD]RQD$RPiVDOOi ODYDULDFLyQDOD]DU1RVHFXPSOHQLQJ~QFULWHULRGH
RSXQWRVVXFHVLYRVHQOD]RQD%RPiVDOOi los mencionados arriba como causa especial y, por
SXQWRVVXFHVLYRVHQOD]RQD&RPiVDOOi lo tanto, estamos en presencia de causas comunes de
RPiVSXQWRVHQ¿ODDVFHQGHQWHRGHVFHQGHQWHTXH YDULDFLyQORTXHLPSOLFDTXHHOSURFHVRHVHVWDEOH\
indican una tendencia si la cantidad de puntos plo- predecible. Es característico que quienes no poseen
WHDGRVHVGHRPiV una mirada estadística de los datos tengan inclina-
SXQWRVVXFHVLYRVDOWHUQDQGRDOWDV\EDMDVHQ]LJ]DJ FLyQDYHUWHQGHQFLDVGRQGHQRODVKD\\ORSHRUD
SXQWRVRPiVHQ]RQD&VLJPD TXHUHUDFFLRQDUHQFRQVHFXHQFLD1yWHVHTXHHVWRQR
VLJQL¿FDTXHHOSURFHVRVHDDGHFXDGRRQRSXHGDPH-
Supóngase, como ejemplo práctico, que se está tra- jorarse, ya que de hecho la tasa podría reducirse. Esto
bajando en un hospital y sale a prensa una información VyORTXLHUHGHFLUTXHVLQDGDVHKDFHHQORVSUy[LPRV
GHRWURYHFLQRTXHORJUyUHGXFLUVXWDVDGHFHViUHDV PHVHVFDEHHVSHUDUODPLVPDWDVDGHGHSURPH-
D XQ (O GHSDUWDPHQWR GH FRQWURO GH FDOLGDG GH dio de cesáreas; en otras palabras, nos habla de las
VXSURSLRKRVSLWDOTXLHUHVDEHUFXiOKDVLGRODHYROX- capacidades del proceso. En este ejemplo, seguirá
ción de la tasa de cesáreas en el mismo, para lo cual se H[LVWLHQGRXQDWDVDGHFHViUHDVFRPRODSUHVHQWHKDV-
FRQVWUX\HXQJUi¿FRGHFRQWUROFRPRHOTXHVHPXHV- WDTXHVHLQWURGX]FDDOJXQDFDXVDHVSHFLDORVH
WUDHQOD)LJXUD\TXHUHVXPHLQIRUPDFLyQGH PHMRUH HO SURFHVR SDUD UHGXFLU VX YDULDELOLGDG \ VX
meses. QLYHOGHGHVHPSHxRDFWXDO
2EVpUYHVHTXHVHWLHQHXQDWDVDPHGLDGHFRQOt- 8QVHJXQGRHMHPSOR6XSyQJDVHTXHVHHVWiDOIUHQ-
PLWHVVXSHULRUHLQIHULRUGH\DSUR[LPDGDPHQ- te de una unidad coronaria de un gran hospital, y se ha
WH 8QD YH] GLEXMDGR HO JUi¿FR HO FXHUSR GLUHFWLYR QR REVHUYDGRTXHHOWXUQRYHUGHXQSDFLHQWHLQJUHVDGRHV
SDUHFHPX\VDWLVIHFKRFRQORTXHYH$VXPHTXHOD~OWL- decir, el tiempo que demanda la transferencia de tubos
PDSDUWHGHOJUi¿FRHVWRHVORVSXQWRVTXHOOHJDQD \JXtDVHVHQSURPHGLRGHPLQXWRV6HFRQVWUX\HXQ
HQWUHORVPHVHV\SDUHFHQPDUFDUXQDFODUDGLIH- JUi¿FRGHFRQWUROHQHOTXHVHDSUHFLDTXHORVOtPLWHVVX-
UHQFLDXQFDPELRHQHOSDWUyQshiftingHVSHFLDOPHQWH SHULRUHLQIHULRUVRQUHVSHFWLYDPHQWH\PLQXWRV(O
FRQUHODFLyQDORVGHOVHPHVWUHDQWHULRUPHVHVD HTXLSRGHFLGHTXHHVWHHVXQWLHPSRH[FHVLYR\GHFLGH
FODUDPHQWHXELFDGRVSRUGHEDMRGHODPHGLDGH mejorar el proceso. Se establece entonces una estanda-
8. Calidad en APS 245
TXH DWDxH D XQ VROR FLUXMDQR XQ VROR GtD HQ XQD VROD luación y Garantía de la Calidad de la Atención Primaria
RSHUDFLyQ'HEHLQYHVWLJDUVHTXpSDVyHQHVHFDVRH[- GH6DOXGD¿QGHSURSRUFLRQDUXQLQVWUXPHQWRTXHD\X-
FHSFLRQDO\HYLWDUTXHVHUHSLWD9LFHYHUVDVLHOSURFHVR GHDHYDOXDU\JDUDQWL]DUODFDOLGDG(*&GHODDWHQFLyQ
VyORHYLGHQFLDFDXVDVFRPXQHVGHYDULDFLyQQRSXHGH primaria de salud en los países en desarrollo. Se abor-
WUDWDUVHFDGDXQDFRPRVLIXHVHH[FHSFLRQDO dan en ella los puntos principales que probablemente
&RPSOHPHQWDULDPHQWHDHVWDDSUR[LPDFLyQPHQFLR- han de tener en cuenta las autoridades sanitarias del
QDUHPRVTXHHQJHQHUDOH[LVWHQWUHVHMHVPHWRGROyJLFRV QLYHOFHQWUDO\GLVWULWDODOSODQHDUHVWRVSURFHGLPLHQWRV
GHUHVROXFLyQGHSUREOHPDVTXHVRQ2360$( /DJXtDGHEHYHUVHFRPRSDUWHGHXQSDTXHWHMXQWRFRQ
* Resolución rápida de problemas la publicación ya mencionada y con la publicación titu-
* Resolución de problemas basada en equipos lada *XLGHRQ'LVWULFW+HDOWK&DUH4XDOLW\$VVHVPHQW
5HGLVHxRGHSURFHVRV and Assurance*XtDSDUDOD(YDOXDFLyQ\*DUDQWtDGH
7RGRVFRPSDUWHQODVIDVHVGHLGHQWL¿FDFLyQDQiOL- OD&DOLGDGGHOD$WHQFLyQGH6DOXGD1LYHO'LVWULWDO(Q
VLVGHVDUUROORGHLQWHUYHQFLRQHVHLPSOHPHQWDFLyQTXH XQFRQWH[WRPiVDPSOLRVHFRQVLGHUDUiTXHHVWHSDTXH-
KHPRVYLVWRHQHVWHFDStWXOR(OHQIRTXHGHODUHVROX- te de EGC es, en sí mismo, uno de los instrumentos de
ción rápida se adopta si el problema o su solución son la serie destinada a fortalecer la gestión de los sistemas
REYLRV QHFHVLWD XQD UiSLGD UHVSXHVWD \ VXV FDXVDV QR GHVDOXGDQLYHOGHGLVWULWR\HODSR\RSUHVWDGRSRUORV
H[LJHQPD\RUHVGDWRVSDUDVHUFRPSUHQGLGDV/DVROX- sistemas nacionales de salud.
ción suele ser clara y no se requiere el consenso de un Tanto este como los demás instrumentos que se le
HTXLSRSDUDLQWHUYHQLU£VLHVWDIXHVHODVLWXDFLyQXVXDO relacionan deben, por necesidad, ser de carácter gene-
HQHOPXQGRUHDO+DELWXDOPHQWHLQFOXVRHOUHFRQRFL- ral, ya que las cuestiones referentes a la calidad estricta,
miento y la solución los realiza una persona como parte QRUPDVGHFDOLGDG\PHGLGDVFRUUHFWLYDVYDUtDQGHXQ
de sus tareas cotidianas, aunque pueden también ser fru- país a otro, e incluso de una región a otra del mismo
to del esfuerzo consciente por encontrar problemas por país.
parte de un equipo. ¢4XpHVORTXHKDGHHYDOXDUVH\JDUDQWL]DUVH"
El enfoque basado en equipos se utiliza cuando se 6H UHFRPLHQGD TXH SRU UD]RQHV RSHUDWLYDV VH GH-
trata de un problema de mayor complejidad, en situacio- ¿QD FDOLGDG FRPR OD REVHUYDQFLD GH ODV DFWLYLGDGHV
nes en las que no queda claro GDPEOpH cuál es la mejor UHFXUVRV\SURFHGLPLHQWRVRUJiQLFRVUHODWLYRVDODDWHQ-
solución ni cuáles son las causas últimas del problema. ción de la salud, en acuerdo con las normas pertinentes.
Por esto, su solución o tratamiento depende de la crea- 6HHYLWDUiDVtODFRQIXVLyQFRQRWUDVFDUDFWHUtVWLFDVGH
ción de un equipo que debería agrupar o reunir a las los sistemas de atención de salud, como disponibilidad
personas más cercanas al problema y lo conocen más a GHUHFXUVRVFREHUWXUDRH¿FDFLD
fondo. Como la mayoría de los problemas en ámbitos ¢'yQGHKDGHLQWHQVL¿FDUVHODHYDOXDFLyQ\JDUDQWtD
como el hospitalario, trascienden los límites de un solo GHODFDOLGDG"
departamento o sección, un tal equipo de mejoramiento La unidad apropiada para organizar la EGC es el
GHEHUtDLQWHJUDUVHSRULQGLYLGXRVSHUWHQHFLHQWHVDVHF- VLVWHPD GH DWHQFLyQ GH VDOXG D QLYHO GH GLVWULWR 6L HO
WRUHVGLYHUVRV\VLHVSRVLEOHPXOWLGLVFLSOLQDULRVORTXH proceso está apenas iniciándose, la elección de los pri-
DJUHJDSXQWRVGHYLVWDRPLUDGDVGLIHUHQWHV meros distritos que han de aplicarlo se hará de acuerdo
)LQDOPHQWHHOUHGLVHxRGHSURFHVRVHVXQHQIRTXH con criterios, como los siguientes:
metodológico de gerencia de procesos en el que estos se (OLQWHUpV\FDSDFLGDGGHOHTXLSRDGPLQLVWUDWLYR
PRGL¿FDQGHUDt]FRPRGLFHFRQDFLHUWR%RKLJDVWUDWD /DLPSRUWDQFLDGHORVSUREOHPDVUHODWLYRVDODFDOL-
de responder a la pregunta: si empezara este negocio dad que ellos presenten; y
hoy, ¿cómo lo haría?%RKLJDV /DSRVLELOLGDGGHORJUDUXQPHMRUDPLHQWRGHODFDOL-
¢&XiQGRKDGHXWLOL]DUVH" GDGFRQORVUHFXUVRVH[LVWHQWHV
&XDQGRHOSUREOHPDLGHQWL¿FDGRUHYHODXQSURFHVR (OSULQFLSLRGHHTXLGDGH[LJHTXHODVPHGLGDVSDUD
TXHVHUHDOL]DFRPRUHVXOWDGRGHP~OWLSOHVPRGL¿- garantizar la calidad rijan en distritos enteros y que la
caciones parciales ad hoc que se han ido acumulan- HYDOXDFLyQ\YLJLODQFLDGHODFDOLGDGVHUHDOLFHHQWRGDV
do por necesidades circunstanciales. las unidades o, por lo menos, en una muestra represen-
WDWLYDGHHVWDV
El énfasis estará en la labor de los distritos. Al mis-
Estrategia de evaluación de calidad en APS PRWLHPSRTXHHVWRVHPSLHFHQDOOHYDUDODSUiFWLFDOD
(*& JUXSRV GH H[SHUWRV GHO QLYHO FHQWUDO SURFHGHUiQ
La OMS proporcionó un informe llamado Quality As- DH[DPLQDUODVQRUPDVTXHPiVXUJHQWHPHQWHVHQHFH-
VHVVPHQWDQG$VVXUDQFHIRU3ULPDU\+HDOWK&DUH(YD- sitan.
8. Calidad en APS 247
Población y técnicas de muestreo tomando sólo una cucharada y no tomar toda la cacerola.
8VXDOPHQWH KDFHU XQ PXHVWUHR HV PiV EDUDWR \ PiV Ui-
/DPD\RUtDGHORVFRQRFLPLHQWRVDFWXDOHVWDQWRFLHQWt¿- pido que chequear a toda la población, pero debe tenerse
cos como técnicos, están basados en estudios realizados cuidado con los errores, es decir, las diferencias entre los
HQ XQQ~PHURUHODWLYDPHQWH UHGXFLGRGHREVHUYDFLRQHV UHVXOWDGRVDUURMDGRVSRUODLQYHVWLJDFLyQ\ODVFLIUDVUHDOHV
efectuadas en repetidas ocasiones, a partir de las cuales se HQODSREODFLyQ8QDSREODFLyQEDMRHVWXGLRQRQHFHVDULD-
generaliza una teoría: este proceso se basa en la inferen- PHQWHHVWiFRQVWLWXLGDSRUSHUVRQDV6LODLQYHVWLJDFLyQGHO
cia estadística, que pretende estimar el comportamiento riesgo se efectúa analizando registros médicos, entonces
GHXQDYDULDEOHHQXQDSREODFLyQGHWHUPLQDGDDSDUWLUGH la población bajo estudio son los registros de las personas
XQQ~PHURUHGXFLGRGHREVHUYDFLRQHV8QSURFHVRLQGXF- elegibles. Si se está interesado en comunidades enteras, en-
WLYRGHHVWDQDWXUDOH]DTXHYDGHORSDUWLFXODUDORJHQH- tonces las comunidades componen la población en estudio.
UDOVHDVRFLDLQHYLWDEOHPHQWHDODSRVLELOLGDGGHFRPHWHU
errores y está claro que el error será mayor en la medida Llamamos población al conjunto de todas las posibles
HQTXHODSDUWHREVHUYDGDVHDPiVSHTXHxD\VREUHWRGR REVHUYDFLRQHVGHODYDULDEOHHQHVWXGLRRWRGDVODVXQLGD-
HQ OD PHGLGD HQ TXH QR UHÀHMH Rrepresente la realidad GHVTXHVHSXHGDQREVHUYDUPLHQWUDVTXHmuestra sería el
sobre la que recaerán las conclusiones de la inferencia. VXEFRQMXQWR GH REVHUYDFLRQHV REWHQLGDV GH OD SREODFLyQ
Asimismo, la mayor parte de los estudios epidemiológi- HVFRJLGDHVWDV~OWLPDVGHEHQVHUUHSUHVHQWDWLYDVGHODSR-
cos requiere ser realizada mediante muestras, ya que, la EODFLyQ\WHQHUXQWDPDxRVX¿FLHQWH/DPHWRGRORJtDXWLOL-
PD\RUtD GH ODV YHFHV VHUtD LPSRVLEOH HIHFWXDUORV VREUH zada para obtener la muestra de la población de referencia
WRGDXQDSREODFLyQ(VSRUHOORTXHJUDQSDUWHGHODYDOL- es el llamado PpWRGRGHPXHVWUHR y al conjunto de técni-
dez de estos estudios dependerá del rigor con que se haya cas conocidas se lo denomina WpFQLFDV GH PXHVWUHR 8Q
seleccionado esa muestra. SUREOHPDGHPXHVWUHRVXUJHDOH[LVWLUXQDSREODFLyQ¿QLWD
cualquiera, esto es un grupo de entes de alguna naturaleza,
Es decir, hay que decidir si se estudia a todas las per- sobre la que se quiere conocer una característica general o
VRQDVGHODSREODFLyQREMHWLYRRELHQVHWRPDXQDPXHVWUD parámetroSHMHOVDODULRSURPHGLRRHOSRUFHQWDMHGHDQ-
GHHOODSREODFLyQEDMRHVWXGLR8QDPXHVWUDVHOHFFLRQDGD FLDQRVDXWRYDOLGRVHQXQDFRPXQLGDG\HQOXJDUGHSUR-
correctamente tendrá características muy similares a las ceder a obtener el dato para cada una de las unidades, se
GHODSREODFLyQREMHWLYR±VHUtDun espejo de la población, decide medir solo a una parte de esta y estimar el número
una población en miniatura.LVFKERDHVFDODR desconocido a partir de esta información.
hasta una biopsia de la misma. Todos creemos en el mues-
treo y lo usamos cotidianamente aunque no reparemos en 8QSDVRGHFDUGLQDOLPSRUWDQFLDHQHOSURFHVRKLVWy-
esto; por ejemplo, probamos la cantidad de sal de la sopa rico de consolidación de la teoría del muestreo fue dado
252 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
con la introducción del azar en el método de selección muestreo han sido ideados precisamente para conseguir
GHODPXHVWUD(OD]DUSXHGHLQWHUYHQLUGHPXFKRVPR- WDOYDULDELOLGDG
dos, pero se considera que se le ha conferido un carácter
estadísticamente riguroso solo cuando se cumplen dos (OLQYHVWLJDGRUSRUORJHQHUDOYDWUDVGRVFRVDVHQ
condiciones: TXH HO PpWRGR RWRUJXH XQD SUREDELOLGDG primer lugar que el margen de imprecisión asociado a sus
conocida de integrar la muestra a cada elemento de la FRQFOXVLRQHV VHD SHTXHxR \ HQ VHJXQGR WpUPLQR WHQHU
población y que tal probabilidad no sea nula para ele- XQDHVWLPDFLyQGHFXiQSHTXHxRUHVXOWyRGHFXiOIXHVX
mento alguno. En tal caso, se dice que se ha seguido magnitud real. El carácter probabilístico del método de se-
XQPpWRGRSUREDELOtVWLFRGHPXHVWUHR. Las nociones de lección asegura esto último y en eso radica precisamente
PXHVWUDUHSUHVHQWDWLYD\GHPXHVWUDSUREDELOtVWLFDVXH- VXYLUWXGIXQGDPHQWDOSHURQRSRUIXHU]DJDUDQWL]DORSUL-
OHQLGHQWL¿FDUVHHUUyQHDPHQWHFRPRXQD\ODPLVPD PHUR(QGH¿QLWLYDORFLHUWRHVTXHHOD]DUQRLQ\HFWDUH-
SUHVHQWDWLYLGDGDFDGDPXHVWUDHVSHFt¿FDTXHVHREWHQJD
Los procedimientos probabilísticos satisfacen al
menos en parte las exigencias intuitivas, ya que elimi- &RQVLGHUHPRV HO VLJXLHQWH HMHPSOR 6LOYD
QDQRPLWLJDQFXDQWRPHQRVODFDUJDVXEMHWLYDTXHSR- (Q XQD HVFXHOD KD\ DOXPQRV GH FDGD VH[R \ VH
GUtD LQÀXLU HQ OD HOHFFLyQ GH ORV HYHQWRV TXH VH YDQ D TXLHUHREWHQHUXQDPXHVWUDGHLQGLYLGXRVGHOWRWDO
HVWXGLDU \ SRU HQGH HQ ODV FRQFOXVLRQHV RWUD SDUWH GHD¿QGHHVWXGLDUHOUHQGLPLHQWRDFDGpPLFR6L
y esto es lo realmente medular, solo bajo tales procedi- VHSHUPLWHTXHVHDHQH[FOXVLYDHOD]DUHOTXHGHWHUPL-
mientos se podría solucionar la tarea de medir el grado QHORVHOHPHQWRVGHODPXHVWUDELHQSXHGHRFXUULU
de precisión con que se realizan las estimaciones. TXHWRGRVVHDQYDURQHVDXQTXHWDOHYHQWRVHDWDQH[-
traordinariamente improbable, que a todos los efectos
Es necesario resaltar que la noción de representati- prácticos pueda considerarse imposible(QWDOFDVR
YLGDGVRORWLHQHXQalcance intuitivo(QHIHFWRQRH[LV- ODPXHVWUDQRVHUtDUHSUHVHQWDWLYDUHVSHFWRGHOVH[R\
te una GH¿QLFLyQIRUPDOíTXHSHUPLWDHVWDEOHFHUHOgra- en consecuencia, tampoco de aquellos factores directa
do de representatividadGHXQDPXHVWUDíSDUDGHFODUDU o indirectamente correlacionados con él. Si se supiera
VLHVWDHVRQRUHSUHVHQWDWLYDGHODSREODFLyQGHODTXH TXHíFRPRVXHOHRFXUULUíORTXHVHLQYHVWLJDHVDOJR
VHREWXYR(VWDQRFLyQLQWXLWLYDJR]DGHDPSOLRGRPL- DVRFLDGRFRQHOVH[RSDUHFHUtDMXVWL¿FDGR\SUXGHQWH
QLR6WHSKDQ\0F&DUWK\DOHUWDQTXHHOWpUPLQR UHFKD]DU HVD PXHVWUD FRPR IXHQWH GH HYHQWXDO JHQH-
muestra representativa está OHMRVGHWHQHUXQVLJQL¿FD- ralización. Sin embargo, quizás tampoco sería desea-
do preciso; para conseguirla, lo que debe procurarse es EOHTXHODPXHVWUDFRQWXYLHVHDOGHORVDOXPQRV
TXHODPXHVWUDH[KLEDLQWHUQDPHQWHHOPLVPRJUDGRGH zurdos que hay en la escuela, o que la proporción de
GLYHUVLGDGTXHODSREODFLyQ0XFKRVSURFHGLPLHQWRVGH DOXPQRVGHODPXHVWUDFX\DVPDGUHVSRVHDQXQQLYHO
Pacientes con
Población objeto infección
de estudio nosocomial
Criterios de selección
(Inclusión y exclusión)
Pacientes con
Población de infección
Referencia nosocomial en
nuestro hospital
* Estudio de una sola proporción (para la prevalen- Es decir, que la proporción buscada está en algún
cia o incidencia de un factor de riesgo o una enfermedad) SXQWR HQWUH \ FRQ XQ QLYHO GH FRQ¿DQ]D GH
D(VWLPDFLyQSUHYLD \ OD PXHVWUD WLHQH TXH WHQHU XQ PtQLPR GH
Donde: REVHUYDFLRQHV
Q WSTG (O(UURU(VWiQGDUGHOD3URSRUFLyQ((3QHFHVD-
n:HVWLPDFLyQSUHYLD rio para calcular d, no se conoce en este caso porque
t:FRQ¿DELOLGDG QRVHWLHQHHOQ~PHURGHREVHUYDFLRQHVnTXHHVOR
p: proporción de población en la que se mide la ca- TXH VH GHVHD REWHQHU QL HO YDORU H[DFWR GH p. Por lo
racterística WDQWR HVWH YDORU GHEH HVWLPDUVH VREUH OD EDVH GH ODV
T 1-p hipótesis y de la información obtenida por referencias
d: precisión ELEOLRJUi¿FDV
1
5HFXpUGHVHTXHHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]D,&GDXQDLGHDGHOUDQJRUHDOHQTXHVHHQFXHQWUDHOSDUiPHWURHQODSREODFLyQ
256 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Técnicas de recolección de datos (Q HO FDVR GH DQiOLVLV GHVFULSWLYRV GLFH 6LOYD ©OR
más usual es el tratamiento que debe darse al cómpu-
La recolección de datos es una etapa fundamental en la WRGHOWDPDxRPXHVWUDOFXDQGRVHUHDOL]DXQPXHVWUHR
SODQL¿FDFLyQ H LPSOHPHQWDFLyQ GH XQ HVWXGLR \D TXH VLPSOHDOHDWRULR06$VLHQGRHOFDVRPiVVHQFLOOROD
VLHVWDKDVLGRVXSHU¿FLDORVHVJDGDRDXQLQFRPSOHWD estimación de un porcentaje», esto es por ejemplo:
ORVDQiOLVLVGHWDOHVGDWRVVHGL¿FXOWDQ\HOUHVXOWDGRGHO
análisis será de baja o dudosa calidad. Debería enfati- * Estimar el porcentaje P de aquellos sujetos de una po-
zarse, por tanto, el desarrollo de herramientas apropia- EODFLyQGHWDPDxR1TXHFXPSOHQFRQFLHUWDFRQGL-
GDV\SUREDUODVYDULDVYHFHV'HDFXHUGRDOWLSRGHHVWX- ción o tienen cierto atributo, para lo que se debe selec-
dio en ISSS se combinarán técnicas según el principio cionar y encuestar una muestra simple aleatoria cuyo
de la triangulación ya mencionado. WDPDxRQDWXUDOPHQWHHVQHFHVDULR¿MDUGHDQWHPDQR
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 257
rentes estimaciones recorrerían, probablemente, un SDUD FDGD SUREOHPD H[LVWH XQ Q~PHUR ~QLFR LQGHSHQ-
DPSOtVLPR HVSHFWUR GH YDORUHV FRPR FDQGLGDWRV D GLHQWHGHOHQIRTXHSHUVRQDOODLQWXLFLyQ\ODH[SHULHQ-
VHUHOWDPDxRPXHVWUDO(VWDGL¿FXOWDGFRPR\DVH FLDGHOLQYHVWLJDGRUXQQ~PHURTXHSXHGHVHUGHWHUPL-
GLMRVXHOHROYLGDUVHEDMRODSUHPLVDGHTXHVHSXHGH nado técnicamente por aquellos elegidos, capaces de
elegir el parámetro más importanteORTXHVHDTXH GHVHQWUDxDU FRPSOHMDV IRUPXODFLRQHV< HVR FRPR VH
HVWRVLJQL¿TXH KDYLVWRHVVLPSOHPHQWHIDOVR
F&DUiFWHU UHGXFWRU GH ORV WDPDxRV PXHVWUDOHV LQGX- Soluciones in extremis o qué podría
cidos por la necesidad de realizar estimaciones den- ensayarse
tro de subclases. Lo usual es que se seleccione una
muestra de unidades y luego se hagan análisis cir- 1) Fijar un porcentaje
cunscritos a subconjuntos de la población, basados de la población como tamaño muestral
íQDWXUDOPHQWHíHQORVFRUUHVSRQGLHQWHVVXEFRQMXQ-
WRVPXHVWUDOHVFX\RVWDPDxRVVRQPHQRUHVDYHFHV ©«VL XQR QR WLHQH HOHPHQWRV SDUD GHFLGLU HO WDPDxR
PXFKRPHQRUHVTXHHOGHODPXHVWUDRULJLQDO'H PXHVWUDOGHPDQHUDULJXURVDSRGUtDWRPDUHOGHOD
hecho, las sesudas formulaciones para determinar población para formar la muestra», se ha dicho sin de-
WDPDxRVGHPXHVWUDVXHOHQGHVFRQRFHUSRUFRPSOH- masiado tino. Esto implicaría en gestión, por ejemplo,
to que más tarde se harán estimaciones dentro de VHOHFFLRQDUHQGLYHUVRVKRVSLWDOHVXQDPXHVWUDDOHDWRULD
subconjuntos para los que las muestras se reducen, IRUPDGD SRU HO GH ODV KLVWRULDV FOtQLFDV FRQ FLHU-
en algunos casos en muy notable medida. to atributo. Esta es una indicación casi descabellada ya
TXHFRQHOODODHYDOXDFLyQGHORVKRVSLWDOHVJUDQGHVVH
(O DQiOLVLV DLVODGR GH OD H¿FLHQFLD FDUHFH GH VHQWLGR YHUL¿FDUi FRQ GHVPHGLGR ULJRU PLHQWUDV TXH OD GH ORV
ya que si no hubiese limitaciones de recursos, quizá ni se SHTXHxRVSRGUtDVHUHQH[WUHPRLPSUHFLVD(VELHQVDEL-
plantearía siquiera el uso de muestras. Las disponibilida- do que la calidad de una estimación depende sobre todo
des de tiempo, personal y presupuesto ocupan un lugar GHOWDPDxRDEVROXWRGHODPXHVWUD\VRORPtQLPDPHQWH
GHWHUPLQDQWH HQ ODV GHFLVLRQHV DXQTXH PXFKDV YHFHV OD del de la población. Si se quieren o se necesitan indica-
LQÀXHQFLDGHHVWDOLPLWDQWHVHHMHU]DGHPDQHUDLPSOtFLWDR ciones de tipo general, hay que dar DEVROXWRV YpDQVH
solapada. Esto es bien sabido y conocido por las empresas en este sentido las ideas de Rose, en otra parte de esta
que realizan estudios para marketing, que suelen tomar un obra). Por ejemplo, el World Fertility Survey ha reco-
Q~PHUR¿MRGHUHVSRQGHQWHV6HSXHGHDUJLUTXHKDKD- mendado que los promedios nacionales de fecundidad
ELGRHVIXHU]RVWHyULFRVSDUDKDFHULQWHUYHQLUORVDVSHFWRV VH UHDOLFHQ FRQ WDPDxRV GH D PXMHUHV HQ
económicos en las formulas para la determinación del ta- edad fértil. Pero ¡nótese en este caso el enorme margen
PDxRGHODPXHVWUD6HWUDWDVLQHPEDUJRGHIyUPXODVíHQ propuesto!
JHQHUDOHQH[WUHPRDELJDUUDGDVíFX\DDSOLFDFLyQH[LJHHV-
SHFL¿FDFLRQHVGHFRVWRV\GHYDULDELOLGDGHVTXHVRORSXH- 2) Partir de la idea de que el porcentaje de
GHQRIUHFHUVHDWUDYpVGHOSURFHGLPLHQWRGHinventarlas. sujetos con cierto rasgo asciende
6LOYD\DH[SXVRTXHODPD\RUtDGHORVWH[WRV al 50%, para obtener el mayor
y de los profesores prescinden de estas realidades, sien- tamaño muestral posible
GR XQDH[FHSFLyQ QRWDEOHXQDYH]PiVODREUD PDJQD
GH5RWKPDQ±VRUSUHQGHQWHHQWDQWRVVHQWLGRV\D (VWHHUURUSDUHFHHVWDUEDVWDQWHH[WHQGLGR\VLJQL¿FDTXH
que todoHVWiGHQWURGHHOODDXQTXHDYHFHVVHDGLItFLO FXDQGRHOLQYHVWLJDGRUno tenga la menor idea acerca de
GHKDOODUSRUORGHQVRGHVXWH[WRíTXLHQDXQTXHVLQGH- cuál puede ser el parámetro, debería considerar el 50%.
sarrollar estas ideas in extensis, reconoce la inviabilidad Se trata, no obstante, de una falacia ya que es imposible
de una solución teórica. Escribe Rothman: GDUUHVSXHVWDKDVWDWDQWRQRVHFRPXQLTXHFXiOHVHOYDORU
GH3RDOPHQRVGHTXpGROHQFLDRHYHQWR±SUREOHPDGH
«En resumidas cuentas, el problema de determinar VDOXGíVHWUDWD(QHIHFWRVLFRQVLGHUDPRVSRUHMHPSOR
HOWDPDxRGHPXHVWUDPiVDGHFXDGRQRHVGHQDWXUDOH]D ODSUHYDOHQFLDGHFiQFHUSXOPRQDUXQQ~PHURSUy[LPR
WpFQLFDVXVFHSWLEOHGHVHUUHVXHOWRSRUYtDGHORVFyP- DHQXQHUURUGHVHUtDGHVFRPXQDOSHURVL
putos, sino que ha de encararse mediante el juicio, la VHWUDWDGHODSUHYDOHQFLDGHKLSHUWHQVLyQWDOHUURUVHUtD
H[SHULHQFLD\ODLQWXLFLyQª totalmente razonable, pues con seguridad es menor que
ODGpFLPDSDUWHGH3'LFKRGHRWURPRGRFXDQGRVHYDD
La mayoría de los autores propician que se consoli- calcular no hay que preestimar P, no solo porque aparece
GHHQHVWXGLDQWHVHLQYHVWLJDGRUHVODFRQYLFFLyQGHTXH H[SOtFLWDPHQWHHQODIyUPXODVLQRSRUTXHVLQHVHFRQR-
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 259
FLPLHQWRHVLPSRVLEOHGHFLGLUHOYDORUGHOHUURUDEVROXWR ODSUHYDOHQFLDHVQHFHVDULRSDUDVXVWLWXLUHQOXJDUGH3
que también aparece en ella. HQODIyUPXODODPiJLFDVXVWLWXFLyQSRUQRUHVXHOYH
Por último, para ilustrar prácticamente estas ideas so-
bre el error relacionado, imaginemos que dos muestristas Muchos metodólogos profesionales pueden poner
pretenden estimar mediante MSA el mismo parámetro P HQXQVHULRDSULHWRDPRGHVWRVLQYHVWLJDGRUHVH[LJLpQ-
HQXQDSREODFLyQGHQ XQLGDGHV(OSULPHUR±OOD- GROHVTXHMXVWL¿TXHQHOWDPDxRPXHVWUDOTXHKDQHOHJL-
PpPRVORPXHVWULVWD$íWXYRPRWLYRVSDUDFUHHUTXHHOYD- GRSRUDQDORJtDFRQORTXHKDQYLVWRHQODOLWHUDWXUDR
ORU3SXHGHHVWDUFHUFDGH\HORWUR±GLJDPRVHOPXHV- porque es el que permiten sus recursos. Sin embargo,
WULVWD%íno tiene la menor idea al respecto, de modo que ORVSURSLRVLQTXLVLGRUHVVHYHUtDQHQVLPLODUGL¿FXOWDG
DSOLFDUiODUHJOD\WRPDUi3 $PERVGHFLGHQWUDEDMDU VLHQOXJDUGHGHGLFDUVHDSHGLUUHVSXHVWDVWXYLHUDQTXH
FRQXQQLYHOGHFRQ¿DQ]DGHO\HUURUUHODWLYRGHO producirlas. En tal caso, quizás acudirían a la aplicación
GHIyUPXODVTXHWLHQHQXQDFDUJDGHVXEMHWLYLGDGDFDVR
/RVUHVXOWDGRVSDUDORVUHVSHFWLYRVFyPSXWRVVHUtDQ WDQJUDQGHFRPRODGHTXLHQHOLJHHOWDPDxRPXHVWUDO
ORVVLJXLHQWHV\VRQGHQXHYRHVFDORIULDQWHV guiado por su propio y saludable sentido comun. Tanto
las fórmulas para el cómputo de errores como las de
MUESTRISTA A MUESTRISTA B los estadígrafos en que se basan las pruebas de hipóte-
Proporción P 11,0% 50,0% VLVFRQWHPSODQORVWDPDxRVPXHVWUDOHVHPSOHDGRV\HQ
ambos casos, la estructura de esas fórmulas es tal que el
Máximo
error 1,1% 5,0% LQYHVWLJDGRUGHEHUtDGHVFRQ¿DUGHODYDOLGH]GHUHFXU-
admisible sos en caso de que la escasa magnitud de la muestra así
lo aconseje.
Tamaño
1 217 322
muestral
/RV LQYHVWLJDGRUHV UHDOHV HQ FDPELR QR SXHGHQ
¡El tamaño necesario de la muestra obtenida por el XVDU HVHFyPRGR UHFXUVR\ QHFHVLWDQHQ YHUGDGXQ WD-
PXHVWULVWD%UHVXOWDFDVLFXDWURYHFHVPHQRUTXHHOTXH PDxR PXHVWUDO FRQFUHWR SDUD OOHYDU DGHODQWH HVWXGLRV
obtuvo el muestrista A! WDQJLEOHV ¢&XiO HV ¿QDOPHQWH OD UHFRPHQGDFLyQ TXH
(QVtQWHVLVODUHJODTXHVHKDH[DPLQDGRHVDEVXUGD KDQGHVHJXLUHVWRV~OWLPRVDQWHHVWDH[LJHQFLDSUiFWL-
SRUTXHROYLGDTXHHOFRQRFLPLHQWRSUHYLRGHOYDORUGH FD"$SDUWLUGHORVUHFXUVRVGLVSRQLEOHVXQDH[FHOHQWH
ERROR MUESTRAL
Tamaño de la muestra
El universo no
tiene errores.
Actor preponderante:
tamaño de la muestra
Figura 9.2: Error muestral y su dependencia del tamaño de la muestra. Tasa de mortalidad por causa es-
pecífica: número de muertes debidas a una enfermedad específica dividido por la población en riesgo de
contraer esa enfermedad
260 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Ante todo, una petición de principios: la situación en ma- De un modo o de otro, todas las medidas de ocu-
WHULDGHGH¿QLFLRQHVHVXQSRFRFRQIXVD3RUHMHPSOR UUHQFLD íHVSHFt¿FDPHQWH GH HQIHUPHGDGHV DJUDYLRV
RHYHQWRVUHODFLRQDGRVDODVDOXGíDVXPHQHVWDIRUPD
3UREDELOLGDG GH TXH XQ DFRQWHFLPLHQWR GH¿QLGR general. Si bien nunca será posible aprehender un esti-
RFXUUD«FRPRWpUPLQRQRWpFQLFRFRPSUHQGHXQDYD- mador puro del parámetro epidemiológico, ya sea por
riedad de medidas con respecto a la probabilidad de la dinámica del referente concreto del objeto o porque
que ocurra un acontecimiento, generalmente adverso. las limitaciones del proceso de producción de datos no
/DVWDiccionario de Epidemiología permiten acceso a informaciones necesarias para la de-
limitación precisa de la diada conjunto-subconjunto,
El riesgo mide la probabilidad de desarrollar una una solución parcial es el cálculo de transformaciones
enfermedad en un determinado periodo de tiempo y es instantáneas de riesgo o tasas de riesgo. El proceso de
LJXDOPDWHPiWLFDPHQWHDOQ~PHURGHLQGLYLGXRVTXHGH- DQiOLVLVHQ(SLGHPLRORJtDHVHTXLYDOHQWHDODRSHUDFLyQ
VDUUROODODHQIHUPHGDGGLYLGLGRHOQ~PHURGHLQGLYLGXRV del objeto-modelo como una máquina conceptual, cuya
que podía haberla desarrollado al comienzo del estudio. operación fue sistematizada hace mucho tiempo en el
5LHJXHOPDQ +LUVFK236206 Sistema de LógicaGH-60LOO
Miettinen, autor mítico de la epidemiología norte- La primera regla, el canon de la adición, estable-
DPHULFDQDH[SRQHHQVX©tractatus» Theoretical Epide- FH TXH OD RFXUUHQFLD GH XQ HYHQWR FXDOTXLHUD ' GDGD
miology, la que probablemente sea la primera mención a la presencia de un factor E, indica que E causa D. La
la cuestión del establecimiento del objeto en la disciplina: segunda regla, denominada canon de la sustracción,
©«ODUHODFLyQGHXQDPHGLGDGHRFXUUHQFLDDXQGHWHU- SRVWXODTXHVLWRGDYH]TXH(VHHQFXHQWUDDXVHQWHQR
minante, o una serie de determinantes, es denominada VHYHUL¿FD'HQWRQFHVQXHYDPHQWHVHGHEHFRQVLGHUDU
de relación o función de ocurrencia. Tales relaciones son E como causa de D. La tercera regla, canon de la varia-
HQJHQHUDOHOREMHWRGHODLQYHVWLJDFLyQHSLGHPLROyJLFDª ción concomitante, dice que si la intensidad o frecuencia
Esta proposición que puede parecer algo críptica es, sin GH'VHPRGL¿FDGHVSXpVGHXQDPXGDQ]DHTXLYDOHQWH
embargo, metodológicamente fundada; la propuesta de de intensidad o frecuencia en E, entonces E será causa
que el objeto de la ciencia epidemiológica será «la re- de D. Se asume la forma de las dos medidas de asocia-
lación de una medida de ocurrencia a un determinante», ción más tradicionales en Epidemiología, los populares
HVORVX¿FLHQWHPHQWHDPSOLDFRPRSDUDLQFOXLUTXL]iOD riesgo relativo y riesgo atribuible. La Epidemiología
WRWDOLGDGGHORVREMHWRVGHODVLQYHVWLJDFLRQHVFRQGXFLGDV VRSRUWDHOGHVDItRGHLQWHJUDUORLQGLYLGXDO\ORFROHFWL-
bajo el rótulo epidemiológico /D H[SUHVLyQ UHODFLyQ R YRSHURHVWRQRLQFOX\HODSUHWHQVLyQGHGDUFXHQWDGHOD
función de ocurrencia debe ser comprendida como ocu- interfase entre lo biológico y lo social([LVWHQPXFKRV
UUHQFLDHQUHODFLyQRFRPRIXQFLyQGHODSREODFLyQHYL- objetos en el campo de la salud más allá del proceso
dentemente; la idolatría epidemiológica por los denomi- VDOXGHQIHUPHGDG íWDOHV FRPR UHSUHVHQWDFLRQHV LQVWL-
nadores poblacionales se puede traducir entonces como WXFLRQHVSROtWLFDVLGHRORJtDVHWFíTXHQRWLHQHQUH-
una representación del objeto epidemiológico fundacio- ferencias biológicas inmediatas, a pesar de constituirse
nal, que es de naturaleza probabilista y fue mérito del HQ GHWHUPLQDQWHV SULYLOHJLDGRV GHO REMHWR HSLGHPLROy-
pensamiento epidemiológico transitar el camino desde el JLFR H[LVWLHQGR XQD UHODFLyQ GH PXWXD GHWHUPLQDFLyQ
SHQVDPLHQWRGHWHUPLQLVWDXQtYRFRDOSUREDELOLVWD \UHFRUWHVP~OWLSOHVHQWUHORVYDULRVREMHWRVPRGHORGHO
campo de la salud.
6HJ~Q HV YLVXDOL]DGR SRU GH$OPHLGD ¿OKR GDGRV
GRVFRQMXQWRVLQFOXVLYRV'\3ODSURSRUFLyQVXEFRQ- 6HJ~QHOSHQVDGRU\VDOXEULVWD$\UHVHVWRVH
MXQWRFRQMXQWR '3 GHEH H[SUHVDU OD SUREDELOLGDG GH nota en especial con relación a la cuestión del riesgo,
cualquier miembro de P de ser al mismo tiempo miem- TXHDSDUHFHHQORVWH[WRVEiVLFRVGHOFDPSRHSLGHPLR-
bro de D. En otras palabras, indicará la probabilidad de OyJLFR FRPR XQ FRQFHSWRRSHUDFLRQDOFRQ XQD GH¿QL-
264 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ción esencialmente técnica. Escribe Ayres: «Al iniciar el Tales presupuestos indican claramente el carácter
VLJOR;;,HVSDWHQWHODQHFHVLGDGGHH[DPLQDUDOJXQRV LQGXFWLYR GH OD (SLGHPLRORJtD 3HDUFH &UDZIRUG
de los conceptos que, con diferentes grados de crítica, %URZQ GDGRV HO IXQGDPHQWR \ OD QDWXUDOH]D
usamos cotidianamente al producir conocimientos o GH ODV H[SHFWDWLYDV JHQHUDOL]DGRUDV HPEXWLGDV HQ HO
SHQVDU DOUHGHGRU GH LQWHUYHQFLRQHV HQ HO FDPSR GH OD concepto. De esta forma, el riesgo es producido por la
VDOXGS~EOLFD6LFRQVLGHUDPRVODSURIXVLyQGHQXHYDVR REVHUYDFLyQVLVWHPiWLFD\GLVFLSOLQDGDGHXQDVHULHGH
UHQRYDGDVSURSXHVWDVGHSURGXFFLyQGHFRQRFLPLHQWRV HYHQWRV(QFXDQWRFRQFHSWRHOULHVJRRSHUDSRUODYtD
GHRUJDQL]DFLyQGHVHUYLFLRVRGHGHVDUUROORGHPRGHORV GHODSUHGLFFLyQ5HÀH[LRQDQGRVREUHHOFDUiFWHUGHOD
de atención puestos recientemente en el tapete de dis- predicción en el discurso epidemiológico, por un lado,
FXVLyQVREUHODVDOXG²VDOXGGHODIDPLOLDYLJLODQFLD encontramos la predicción en el tiempo, componente
a la salud, promoción de salud, apoyo social, reducción SURSLDPHQWH SUHGLFWLYR GHO FRQFHSWR GH ULHVJR &XDQ-
GH ULHVJRV UHGXFFLyQ GH GDxRV UHGXFFLyQ GH YXOQHUD- do enunciamos el riesgo de una cierta enfermedad D en
ELOLGDG PHGLFLQD EDVDGD HQ HYLGHQFLDV HQWUH RWUDV² XQD SREODFLyQ GDGD HPSOHDPRVXQD VHULH VXFHVLYD GH
debemos considerar como restringida la producción de REVHUYDFLRQHVRFXUULGDVFRQDQWHODFLyQWHQHPRVHQWRQ-
XQDUHÀH[LyQFRQFHSWXDOPiVVLVWHPiWLFD$GHPiVXQD ces el empleo del riesgo en cuanto predictor temporal,
sistematización es fundamental, por un lado, por la ne- o predictor verdadero. Por otro lado, encontramos tam-
cesidad de una crítica consistente y madura acerca de ELpQ HO XVR GHO FRPSRQHQWH SUHGLFWLYR GHO ULHVJR SDUD
ORV VLJQL¿FDGRV VRFLRKLVWyULFRV GH HVRV PRYLPLHQWRV instrumentalizar pseudopredicciones o predicciones en
recientes, y por otro lado, por el interés en la recons- HOHVSDFLR(QHVWHVHJXQGRFDVRHQYH]GHXQDPLVPD
trucción de bases epistemológicas de un campo». SREODFLyQHQPRPHQWRVGLVWLQWRVHQHOWLHPSRVHH[WUD-
SROD XQD VHULH ¿QLWD GH REVHUYDFLRQHV HQ SREODFLRQHV
(Q HVH GLVFXUVR HO FRQFHSWR GH ULHVJR SULYLOHJLD HVWXGLDGDVSDUDSREODFLRQHVQRREVHUYDGDV(VRTXLHUH
el componente imperante en el discurso coloquial: la decir que, a partir del conocimiento de la incidencia de
SUREDELOLGDG íGH RFXUUHQFLD GH HYHQWRV R IHQyPHQRV la enfermedad D en un conjunto de poblaciones cono-
OLJDGRV D OD VDOXGí 0LHWWLQHQ LQWHJUDGD FRPR cidas, se pretende predecirFRQHODX[LOLRGHWHVWVHVWD-
dimensión fundamental del concepto en este campo de GtVWLFRVLQWHUYDORVGHFRQ¿DQ]DPHGLDGHLQFLGHQFLDV
VLJQL¿FDFLRQHV\VXEVLGLDULDPHQWHHQVXRULJHQHOFRQ- RFXDOTXLHURWURFXDQWL¿FDGRUPDWHPiWLFRFXDOVHUiHO
FHSWRGHULHVJRFRPRHQYROYHQWHGHODLGHDGHRFXUUHQ- riesgo de la enfermedad D en la población en general, o
FLDGHHYHQWRVSURWHFWRUHV*DOGVWRQ en grupos poblacionales no incluidos en la serie obser-
YDGD6HWUDWDHQHVHFDVRGHOHPSOHRGHOULHVJRFRPR
La proposición de riesgo como concepto fundamen- un predictor horizontal.
WDOGHHVHFDPSRFLHQWt¿FRUHSRVDVREUHWUHVSUHVXSXHV- Esta es la ambigüedad característica del uso epide-
tos básicos: El primero es la identidad entre lo posible miológico del concepto de riesgo: un predictor simul-
\ORSUREDEOHHVGHFLUTXHODSRVLELOLGDGGHXQHYHQWR táneo temporal y espacial o, más rigurosamente, como
puede ser reconocida en su probabilidad de ocurrencia. predictor y pseudopredictor.
Esa probabilidad se constituye como unidimensional,
YDULDEOH\SRUH[WHQVLyQFXDQWL¿FDEOH'HHVDIRUPD Y ¿dónde se sitúa el riesgo en el discurso epidemio-
el concepto de riesgo trae en la raíz una propuesta de OyJLFR"0iVDOOi\DIXHUDGHOVXMHWRHOULHVJRHVlocali-
FXDQWL¿FDFLyQGHORVHYHQWRVGHODVDOXGHQIHUPHGDG(O zadoHQHOiPELWRGHODSREODFLyQSURGXFLGRRDWULEXL-
segundo presupuesto consiste en la introducción de un GRHQRDOiPELWRGHORVFROHFWLYRVKXPDQRV5LHVJR
principio de homogeneidad en la naturaleza de la mor- HV ¿QDOPHQWH XQD SURSLHGDG GH ODV SREODFLRQHV \ VX
ELOLGDGHVGHFLUODVSDUWLFXODULGDGHVGHORVHYHQWRVVH UHIHUHQFLD OHJtWLPD VHUi H[FOXVLYDPHQWH FROHFWLYD (Q
UHWUDHQ IUHQWH D XQD GLPHQVLyQ XQL¿FDGRUD UHVXOWDQGR los comienzos de la constitución de la Epidemiología
en una unidad de los elementos de análisis propiciada en cuanto ciencia, había una propuesta implícita de con-
por el concepto de riesgo. En tercer lugar, se destaca ceptualización del riesgo absolutoGHDKtODGHULYDFLyQ
HO SUHVXSXHVWR TXH SRVWXOD OD UHFXUUHQFLD GH ORV HYHQ- de la idea de riesgo relativo$ SHVDU GH VHU WRPDGR
WRVHQVHULHLPSOLFDQGRODH[SHFWDWLYDGHHVWDELOLGDGGH HTXLYRFDGDPHQWH FRPR H[SUHVLyQ LQGLYLGXDO HQ DOJX-
los patrones de ocurrencia en serie de los hechos epide- QRV PDQXDOHV HO ULHVJR DEVROXWR VLHPSUH WXYR FRPR
PLROyJLFRV$WUDYpVGHHVHSUHVXSXHVWRVHSXHGHMXV- UHIHUHQWHIXQGDPHQWDOHOFROHFWLYRSREODFLRQDO
WL¿FDUODDSOLFDFLyQGHOFRQFHSWRGHULHVJRHQPRGHORV
GH SUHYHQFLyQ SURSRQLpQGRVH HO FRQRFLPLHQWR GH VXV /D LGHD GH ULHVJR UHODWLYR SHUPLWH OD FRQVWUXFFLyQ
GHWHUPLQDQWHVSDUDLQWHUYHQLUHQVXSURFHVREXVFDQGR GHOFRQFHSWRGHULYDGRfactor de riesgo. Ahora, si en el
ODSUHYHQFLyQGHOULHVJR0DF0DKRQ 3XJK campo epidemiológico, riesgo es predicción, factor de
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 265
Bunge habla reiteradamente de la irrealidad de los conjuntos que no tienen estatus ontológico. Las poblaciones, en este sentido, no
H[LVWHQper se±DOPHQRVHQDSDULHQFLD\DTXHQXQFDIRUPDQFRQJORPHUDGRVYLVLEOHV\QRWDEOHVGHVGHHOSXQWRGHYLVWDVHQVLEOH±VLQR
solo en abstracciones conceptuales –no así las muchedumbres.
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 267
cómo: siempre que... entonces...; además de que ese tipo Entra aquí en escena el iconista checo-irlandés ico-
GHLQIHUHQFLDVSRVLELOLWDQXQULJXURVRFRQWUROFLHQWt¿FR noclasta Petr Skrabanek, de quien se ha dicho que es
responden muy bien a las necesidades de producción pre- una suerte de híbrido intelectualHQWUH3RSSHU\)H\D-
xDGDVGHWHFQRORJtDSDUDODLQWHUYHQFLyQ rabend. Su lado Popper es el riguroso que busca una
OyJLFD H[SOLFDWLYD TXH UHODFLRQH HIHFWLYDPHQWH GRV yU-
3RU¿QHODERUGDMHGHOULHVJRUHWUDGXFHGHFRQWLQXR GHQHVGHVXFHVRV\DODYH]FUtWLFRGHODPHWRGRORJtD
la interpretación de sus límites como necesidad de un epidemiológica espuriaTXHWUDWDGHH[SOLFDUWRGRDOD
saber cómo aún más riguroso, esto es, haciendo coinci- luz de asociaciones VLJQL¿FDWLYDV, y su lado)H\DUDEHQG
GLUWRGDLGHDGHORJURSUiFWLFRFRQXQDLQ¿QLWDE~VTXHGD HOLUUHYHUHQWH\YRUD]GHWUDFWRUGHWRGRDTXHOORTXHHQ
de control técnico. Siempre el argumento sobre el cómo QRPEUHGHODFLHQFLD\ODHSLGHPLRORJtDFUHDGH¿QLFLR-
hacer pesa más sobre el qué hacer. Pero desde fuera de nes, decretos y normas a seguir por la comunidad de
la epidemiología surgen, periódicamente, cuestiona- VDOXGVLQHYLGHQFLDVSUXHEDVRFRQVWDWDFLRQHVDVHPH-
mientos sobre el sentido de sus constructos. jándose más a una teología que a una ciencia.
Acto Dos: de los así llamados factores de Dice Skrabanek que si uno habla en términos estricta-
riesgo (¿o marcadores de riesgo?) y de la mente técnicos, los factores de riesgo no tienen nada que
Epidemiología de tales factores o factorología ver con las causas de las enfermedades, sino que han sido
VRORXQHMHPSORGHODVWULTXLxXHODVHVWDGtVWLFDVSDUDSUR-
Más interesante y polémico, no obstante, es el concepto YHHUXQDH[SOLFDFLyQGHPHFDQLVPRVFDXVDOHVHQULJRU
de factor de riesgo, un elemento asociado con la aparición GHVFRQRFLGRV$VtVLELHQODKRPRVH[XDOLGDGHVRIXHXQ
GHHQIHUPHGDGRGHVHQODFHGHVDOXGFRQPiVIUHFXHQ- factor de riesgo para contraer SIDA, está claro que nada
cia que la que el azar podría ocasionar. Para Naomar de WLHQHTXHYHUFRQVXFDXVDFRPRQRORHVWHQHUXQUHJLV-
$OPHLGD¿OKRHOIDFWRURSURGXFWRUGHULHVJRHVXQIHQy- tro de conductor para sufrir accidentes de tránsito o saber
PHQRDWULEXWRRSURFHVRTXH©GHWHUPLQDHOGHVYtRGHOD nadar para ahogarse. El conocimiento de los factores de
aleatoridad, que condiciona la probabilidad de enfermar ULHVJRUDUDYH]±VLDOJXQD±KDFRQWULEXLGRHQVLJQL¿FDWL-
\ODUHWLUDGHOUHLQRGHODFDVRª'H$OPHLGD¿OKR YDPHGLGDDODHOXFLGDFLyQGHDOJ~QPHFDQLVPRFDXVDO
.DQQHOD¿UPDTXHHOFRQFHSWRPLVPRGHIDFWRUGHULHVJR FRPRPXFKRVHUYLUiGHSLVWD/RVIDFWRUHVGHULHVJRVRQ
VHEDVDH[FOXVLYDPHQWHHQDVRFLDFLRQHVGHPRVWUDGDVHQ factores propiciatorios y se parecen a las causas, sin ser
HVWXGLRVHSLGHPLROyJLFRV.DQQHO HQVtQHFHVDULRVQLVX¿FLHQWHVHQGH¿QLWLYDVLQVHUFDXVDV
propiamente dichas, son factores asociados al efecto que
&RPR YLPRV EDMR HO HStJUDIH DQWHULRU SDUD 0LHWWLQHQ SXHGHQIDYRUHFHUTXHHODJHQWHFDXVDODFW~H
Theoretical Epidemiology ODV ©FDUDFWHUtVWLFDV GH
TXHGHSHQGHFDXVDOPHQWHRQRODPDJQLWXGGHXQDPHGLGD Ya Hegel decía que un ladrillo no mata a un hombre
de ocurrencia son los determinantes del parámetro. Dentro de SRUVHUXQODGULOORVLQRHQYLUWXGGHVXVROLGH]HVWUXF-
QXHVWUR FDPSR SDUWLFXODU GH LQYHVWLJDFLyQ HO GHWHUPLQDQWH WXUDO \ OD YHORFLGDG TXH DGTXLHUH DO FDHU /D SUiFWLFD
VXHOH UHSUHVHQWDUVH FRPR XQ GHWHUPLQDQWH GH H[SRVLFLyQ D FXUDWLYDHLQFOXVRODSUHYHQWLYDHQPHGLFLQDSRGUtDQQR
procesos de salud-enfermedad, siendo tradicionalmente lla- HVWDUREVHVLYDPHQWHLQWHUHVDGDVHQGHVFXEULUHODJHQWH
mado de factor de riesgo»0LHWWLQHQFRQVLGHUDDXQTXHODH[- FDXVDOGLUHFWRHOODGULOORVLQRTXHEDVWDUtDFRQFRUWDUOD
presión factor de riesgo es inadecuada y lo fundamenta en que cadena causal directa para impedir su actuación, nacien-
©«ODVUHODFLRQHVGHXQSDUiPHWURGHRFXUUHQFLD\XQGHWHU- do la idea de la caja negra, la metáfora con la que se
PLQDQWHQRUHVXOWDQQHFHVDULDPHQWHGHXQDFRQH[LyQFDXVDO representa un fenómeno cuyos procesos internos están
y dado que el término factorGHOODWtQlo que haceVXJLHUH RFXOWRVDOREVHUYDGRU\TXHVXJLHUHTXHHQ~OWLPDLQV-
causalidad, factor de riesgo no es un sustituto apropiado para tancia la Epidemiología podría limitarse a la búsqueda
determinante de riesgo. Propone indicador de riesgo como GHDTXHOODVSDUWHVGHODUHGHQODVTXHHVSRVLEOHLQWHUYH-
XQDGHVLJQDFLyQPiVDGHFXDGD(QYHUGDGHVWDGLJUHVLyQVH- QLUHIHFWLYDPHQWHURPSLHQGRODFDGHQDFDXVDO\KDFLHQ-
mántica no es original de Miettinen ya que antes de él Grundy GRLQQHFHVDULRFRQRFHUWRGRVORVIDFWRUHVLQWHUYLQLHQWHV
KDEtDLQGLFDGRODVGH¿FLHQFLDVGHODH[SUHVLyQIDFWRU en el origen de la enfermedadTXHQXQFDVHFRQRFHQ
de riesgo, sugiriendo que factores, no causalmente relaciona- GHKHFKR\DTXHFXDOTXLHUHGL¿FLRWHyULFRWLHQHJULHWDV
dos al riesgo deberían ser tildados de marcadores de riesgo. RLQFRPSOHWXGHV
(QHOHMHPSORFLWDGRVHSRGUtDQHOLPLQDUWRGRVORVODGULOORVGHOSODQHWDSHURWDPELpQHYLWDUTXHFD\HVHQ\HQ~OWLPDLQVWDQFLDVHSR-
GUtDQXVDUFDVFRVDORV¿QHVSUiFWLFRVHOUHVXOWDGRHVHOPLVPR
268 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
En la actualidad, este es el modelo predominante en En otra parte hemos llamado la atención sobre esta
OD LQYHVWLJDFLyQ HSLGHPLROyJLFD 8QD GH VXV SULQFLSD- VHFXHQFLDHVSXULDSHURPXFKDVYHFHVXWLOL]DGDSRUQH-
OHVYHQWDMDVUDGLFDHQODSRVLELOLGDGGHDSOLFDUPHGLGDV FHVLGDGVREUHWRGRHQLQYHVWLJDFLyQHQVLVWHPDV\VHU-
FRUUHFWLYDV H¿FDFHV DXQ HQ DXVHQFLD GH H[SOLFDFLRQHV YLFLRVGHVDOXGHQGRQGHRWUDVFRQGLFLRQHVVRQGLItFLO-
etiológicas completas. Esto sucedió, por ejemplo, cuan- mente asequibles, llamándola cuasi experimento o dise-
GR HQ OD GpFDGD GH ORV FLQFXHQWD VH LGHQWL¿Fy OD DVR- xRDQWHVGHVSXpV, teniendo en mente que se presta por
ciación entre el cáncer pulmonar y el hábito de fumar. su propia naturaleza intrínseca a una miríada de aprecia-
No era necesario conocer los mecanismos cancerígenos FLRQHVHUUyQHDVVRORTXHDYHFHVHVHO~QLFRGLVHxRTXH
precisos para abatir la mortalidad mediante el combate se puede utilizar, de hecho es el único que utilizamos a
al tabaquismo. También es lo que sucedió cuando Snow GLDULRHQQXHVWUDYLGDVRFLDO\DWUDYpVGHOFXDOWRPD-
DERUWyODHSLGHPLDGHFyOHUDGH*ROGHQ6TXDUHHQ PRV±VLH[FOXLPRVODVPRWLYDFLRQHVDIHFWLYDV±£££WRGDV
haciendo retirar la manija de la bomba contaminada con QXHVWUDGHFLVLRQHV
PDWHULDOFORDFDODORV*XDUGLDQVWRGDYH]TXHVHFRQ-
YHQFLyGHTXH HO DJXDWUDVPLWtDOD HQIHUPHGDG±GH XQ 8QHMHPSORPDJQRWUDtGRSRU6NUDEDQHNGHOWLSR
modo tibiamente intuido entonces– YpDVH PiV VREUH GHFiOFXORDVRFLDWLYRVLQVHQWLGRHVHOEULH¿QJ presen-
Snow en el capítulo de modelos epidemiológicos). WDGRHQXQDUHXQLyQDQXDOGHOD6RFLHGDGSDUDOD,QYHV-
8QD GHVYHQWDMD GHO PRGHOR VLQ HPEDUJR HV TXH tigación Epidemiológica, con el insólito titulo «Estudio
FRQPiVIUHFXHQFLDGHODGHVHDEOHH[LVWHXQDGH¿FLHQWH FDVRFRQWUROVREUHSHUURVPRUGHGRUHVª*HUVKPDQ.
FRPSUHQVLyQGHORVHYHQWRVTXHVHLQYHVWLJDQDOQRVHU «&DVHFRQWURO VWXG\ RI ZKLFK GRJV ELWH $EVWUDFWª
necesario comprender todo el proceso para adoptar me- Am J Epidemiol /RV2GGV5DWLRVSDUD
GLGDVH¿FDFHVGHFRQWURO morder a una persona ajena a la familia, se decía en el
paper, estaban incrementados en el caso de los pastores
(O UHVXOWDGR PiV JUDYH GHO VHJXLPLHQWR PHFiQLFR alemanes y los chows y también en los perros que resi-
de este esquema ha consistido en la búsqueda desenfre- GtDQHQFDVDVFRQPDVGHXQFKLFR25 &,
nada de factores de riesgo VLQ HVTXHPDV H[SOLFDWLYRV (VWH25HUDPDVDOWRSDUDSHUURVQRFDVWUDGRV
sólidos, lo que ha hecho parecer a los estudios epide- 25 RHQFDGHQDGRVHQHOMDUGtQ25 (ODX-
PLROyJLFRVFRPRXQDFROHFFLyQLQ¿QLWDGHIDFWRUHVTXH tor concluyó de forma non sequitur4, que la gente podía
en última instancia, explican muy poco los orígenes de PRGL¿FDU el riesgo de ser mordido por un perro castrán-
las enfermedadesORTXHVHFRQRFHFRPRdata dredging dolo o dejándolo sueltoQyWHVHTXHFRQODPLVPDOyJLFD
–dragado y saturación de datos– YpDVHDOUHVSHFWR/H- SXGRKDEHUVXJHULGRTXHODVIDPLOLDVSUHYHQWLYDPHQWH
mus JD, Aragües y Oroz V. ,QYHVWLJDFLyQ HQ 6LVWHPDV ££QRGHEtDQWHQHUPiVGHXQKLMR
\6HUYLFLRVGH6DOXG5RVDULR&RUSXV2007: 78 y ss).
6HKDJHQHUDGRXQDYHUGDGHUDfactorología de ries-
Los detractores de esta metodología hablan de su go, que ha hecho preguntarse si la epidemiología, en au-
HPEDUD]RVD FRQ¿DELOLGDG \D TXH DO QR KDEHU KLSyWH- sencia de epidemias, es algo más que un nombre altiso-
VLVVXE\DFHQWHVGHLQYHVWLJDFLyQPiVDOOiGHXQDYDJD nante respetablemente acreditado por el uso de comple-
VHQVDFLyQJHQHUDOGHTXHODVHQIHUPHGDGHVGHODFLYLOL- jas y crípticas técnicas estadísticas y si quizá esto no se
zación son causadas por esta, el método se basa en rea- GHEDDXQDDOWDSUHYDOHQFLDGHHSLGHPLyORJRVHQPHGLR
lidad en una serie de puñaladas en la oscuridadVHJ~Q de una baja incidencia de problemas solucionables por
ODPHWiIRUDGH6DYLW]VHJ~QODFXDOFLUFXQVWDQFLDVLP- el método epidemiológico.
SRUWDQWHVSHURYDJDVFRPRHOHVWLORGHYLGDVHDVRFLDQ
azarosamente a muchas enfermedades crónicas. 3DUHFHUtDTXHFXDOTXLHUFRPELQDFLyQGHH[SRVLFLyQ
(QGH¿QLWLYDWRGRHVWRKDEODGHQXHVWUDLQFDSDFLGDG y desenlace, aun sin ser biológicamente plausible, o aun
para distinguir entre asociación no causal por un lado y sin apoyarse en hipótesis alguna, pudiera ser adecuada
causalidad por otro. Los lógicos y economistas inclu- SDUD FDOFXODU ULHVJRV UHODWLYRV RGGV UDWLRV R FXDOTXLHU
so llaman a esta falacia post hoc ergo propter hoc, que cosa por el estilo. La principal ocupación de los epide-
VLJQL¿FDocurrió luego de esto, por lo tanto es causado miólogos parece ser hoy por hoy este juego asociativo,
por esto. que consiste básicamente en buscar relaciones entre
4
Literalmente que no se sigue, es decir, razonamiento en el que la conclusión se obtiene de premisas que no están lógicamente conec-
WDGDVFRQHOODVTXHQRVHVLJXHRQRVHGHGXFHGHHOODV3RUHMHPSOR©<DTXHORVHJLSFLRVKLFLHURQJUDQFDQWLGDGGHH[FDYDFLRQHVSDUD
FRQVWUXLUODVSLUiPLGHVHUDQYHUVDGRVHQSDOHRQWRORJtDªDSHVDUGHVHUXQLQJUHGLHQWHLPSRUWDQWHGHOKXPRUQRGHMDGHVHUXQDIDODFLD
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 269
enfermedades de la civilización y factores de riesgo, 8Q iUHD HVSHFLDOPHQWH LQYHVWLJDGD SRU 6DYLW] HV
siendo las primeras básicamente cardiopatías y cáncer. OD GH ODV HYHQWXDOHV DVRFLDFLRQHV HQWUH FDPSRV HOHF-
La particular debilidad de la epidemiología de los fac- tromagnéticos y cáncer. Según el Panel sobre efectos
WRUHVGHULHVJRHVTXHGLIHUHQWHVLQYHVWLJDGRUHVJHQHUDQ sobre la salud de campos eléctricos y magnéticos de
usualmente reportes disímiles o incluso contradictorios. EDMDIUHFXHQFLDGHO2DN5LGJH$VVRFLDWHG8QLYHUVLWLHV
25$8WUHVHVWXGLRVVXHFRVSURGXMHURQHYLGHQFLDFRQ-
Este juego asociativo tiene tres posibles desenlaces: WUDGLFWRULD±RSHRUPXWXDPHQWHH[FOX\HQWH(QHOFDVR
DVRFLDFLyQSRVLWLYDQHJDWLYDRIDOWDGHDVRFLDFLyQ<D de la leucemia infantil, un estudio halló una asociación
su turno, cada uno de estos desenlaces será «de interés», SRVLWLYDPLHQWUDVRWURXQDQHJDWLYD3DUDWXPRUHVFHUH-
©FRQWURYHUVLDOªR©VHQHFHVLWDPiVLQYHVWLJDFLyQªFRQ brales, un estudio mostró riesgo incrementado, mientras
lo que los tres serán publicados. otro, uno decrementado. Para la leucemia linfática en
adultos, el riesgo estaba aumentado en un estudio pero
La falta de asociación es un hallazgo poco común parecía decrecer en otro. El electromagnetismo es un
ya que en la mayoría de los estudios hay al menos una FDPSRIUXFWtIHURGHLQYHVWLJDFLyQ\¿QDQFLDPLHQWRHQ
tendencia haciaXQDDVRFLDFLyQSRVLWLYDRQHJDWLYDTXH palabras de Skrabaneck, ya que es medible y es ubicuo,
pueda mostrarse. Considerando cuántos tipos de cáncer SRUWDQWRHVJULPLHQGRULHVJRVSXWDWLYRVJUDYHVHVIi-
se conocen y la inmensa cantidad de factores dietarios, FLOGLVHxDUXQWUDEDMRHQFXDOTXLHUSDUWH\VLHPSUHVHUi
el número de combinaciones y desenlaces al alcance además interesante para el público. Por ejemplo, algún
abre posibilidades casi ilimitadas a generaciones de estudio analizó los posibles riesgos para el feto de los
epidemiólogos que deseen adentrarse en este ámbito. FREHUWRUHVHOpFWULFRVXVDGRVSRUODPDGUHSRUHMHPSOR
Además, el campo epidemiológico se ha ensanchado paladar hendido, labio leporino o anomalías de cierre de
HQRUPHPHQWH DO LQFOXLU ODV H[SRVLFLRQHV pasivas, por WXERQHXUDOGHSDVRQRKDOOyDVRFLDFLRQHV
HMHPSOR D RQGDV HOHFWURPDJQpWLFDV LQYLVLEOHV HVWD-
ciones nucleares, humo o contaminantes ambientales /RV IDFWRUHV GH ULHVJR VRQ FODUDPHQWH LUUHOHYDQWHV
£LPDJtQHVH TXH LQKDODPRV OLWURV GH DLUH GLD- SDUD GHVFXEULU PHFDQLVPRV FDXVDOHV 8QD FXHQWD GH
ULRV&RQVLGpUHVHFRPRHMHPSORHOFRQVXPRGHFROL- IDFWRUHVGHULHVJRSDUDHQIHUPHGDGFDUGLRYDVFXODUGDED
ÀRUTXHVHFUHHLQYHUVDPHQWHUHODFLRQDGRDOFiQFHU\HO XQRV\GHVGHHQWRQFHVWDOYH]VHKD\DQLQFRUSRUDGR
FRQVXPRGHFDIpTXHVHFUHHSRVLWLYDPHQWHDVRFLDGRD más.
la cardiopatía.
/DSOpWRUDGHIDFWRUHVGHULHVJRKDOOHYDGRFDVLQD-
Siempre se comprende tácita pero no explícitamente turalmente a los epidemiólogos a postular la génesis
que asociación implica de alguna manera causación ya multifactorial de un sinnúmero de afecciones. Pero –ra-
que sin este entendimiento no habría gracia ni sentido ]RQD±HQXQVHQWLGRHVWULFWRWRGRVORVHYHQWRVORVRQ
HQVHxDODUXQDDVRFLDFLyQcasual, esto quiere decir que si uno es golpeado en la cabeza por un trozo de metal
VLHPSUHHOLQYHVWLJDGRUSUHVXSRQHTXHSXHGHGHPRVWUDU FDtGR GH XQ DYLyQ HVWH KHFKR GHSHQGH GH XQD PLUtD-
una asociación causal y siempre es esta la impresión que GD GH VXFHVRV PHQRUHV HQFDGHQDGRV OD YHORFLGDG GHO
desea y hasta usualmente causa en su público. DYLyQODYHORFLGDG\GLUHFFLyQGHOYLHQWRHOGHVWLQRGH
ODFDPLQDWDGHODYtFWLPD\RWURVPiVPXFKRVGHVFRQR-
Por ejemplo, un grupo de epidemiólogos del De- FLGRV(QJHQHUDOQRXVDPRVODSDODEUDPXOWLIDFWRULDO
SDUWDPHQWRGH6HUYLFLRVGH6DOXGHQ%HUNHOH\HVWXGLy si la causa de un suceso es conocida o nos complace lo
una posible asociación entre consumo de café y aborto que aceptamos para nosotros.
espontáneo: los resultados no fueron concluyentes pero
sugirieron una asociación, en especial en mujeres que /RV HSLGHPLyORJRV GLVSRQHQ FDGD YH] PiV GH HV-
sufrieron de nauseas en el embarazo. La conclusión: se WXGLRVFRQLQPHQVRQ~PHURGHYDULDEOHV\SXHGHQDVR-
QHFHVLWD PiV LQYHVWLJDFLyQ SHUR TXHGD ÀRWDQGR HQ HO ciarlas a un amplísimo número de desenlaces, y al me-
DLUHTXHHOFDIpSRGUtDWHQHUXQHIHFWRDERUWLYR QRVHQVHUiHVWDGtVWLFD±\IDOVDPHQWH±VLJQL¿FDWL-
YR&XDQGRVHYHXQJUDQQ~PHURGHDVRFLDFLRQHVHQXQ
+D\XQDQXHYDHSLGHPLRORJtDTXHPXFKDVYHFHVQX- grupo de datos con sólo unas pocas asociaciones reales,
WUH\HVVRSRUWDGD\¿QDQFLDGDSRUUHYLVWDVTXHSURYHH XQQLYHOGHVHYLQFXODUiVREUHWRGRDIDOVRVSR-
MXVWL¿FDFLyQSDUDLQ¿QLWDLQYHVWLJDFLyQ\¿QDQFLDPLHQ- VLWLYRV(VWDIDOVDSRVLWLYLGDGHVHOSURGXFWRPiVXVXDO
WR OD ventaja GH HVWD DSUR[LPDFLyQ HV TXH QXQFD VH del dragado de datos, que resulta simplemente de mirar
RIUHFHXQDUHVSXHVWDFODUD\GH¿QLWLYD\DVtHOSUREOHPD a muchas posibles relaciones, quizá reales pero no cau-
SXHGHHVWXGLDUVHGHIRUPDLQGH¿QLGD VDOHV&RPRORKHPRVFRQVLGHUDGRGHPRGRVX¿FLHQWH
270 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
en otra parte de esta obra, las asociaciones reportadas La razón de esta limitante obedece al hecho de que
HQ HVWXGLRV REVHUYDFLRQDOHV \ QR FRQ¿UPDGDV FRQ XQ el estudio trabaja con información agregada, no indi-
(&5SRUHMHPSORWLHQGHQDVHUH[SRVLFLRQHVDVRFLDGDV YLGXDO 3RU WDQWR SRGUtD UHVSRQGHU D XQD SUHJXQWD WDO
DYDULDEOHVVRFLRHFRQyPLFDV\FRPSRUWDPHQWDOHVTXHD FRPR VL XQ PD\RU QLYHO GH FRQWDPLQDFLyQ DPELHQWDO
su turno se relacionan a una miríada de enfermedades. PRGL¿FDHOULHVJRGHPXHUWHSRUHQIHUPHGDGUHVSLUDWR-
5HFXpUGHVHHOIDPRVRHVWXGLRTXHDSDUHyH[iPHQHV ria aguda en una determinada ciudad pero, encontrada
ItVLFRV \ DQiOLVLV GH ODERUDWRULR FRUUHODFLRQHV XQD UHVSXHVWD D¿UPDWLYD QR SRGUtD GHFLU TXLpQHV HV-
GHULYDGRV GH XQ SRRO GH PXMHUHV OR TXH KDFtD WiQHVSHFt¿FDPHQWHVRPHWLGDVDHVWHULHVJRQLPXFKR
HVSHUDUDVRFLDFLRQHVVLJQL¿FDWLYDV±VyORSRUD]DU±DO PHQRVDVHJXUDUTXHODVSHUVRQDVH[SXHVWDVSUHVHQWDUiQ
QLYHOGHSHURHQUHDOLGDG£VHREWXYLHURQ(Q HOGDxR'HVGHHOSXQWRGHYLVWDWHPSRUDOORVHVWXGLRV
muchos sentidos era más notoria y probable la asocia- HFROyJLFRV VRQ WUDQVYHUVDOHV OR TXH SURGXFH OD FRQVL-
FLyQ£FXDQGRODSnoHUDVLJQL¿FDWLYD JXLHQWH GL¿FXOWDG HQ DVHYHUDU GH PDQHUD FDWHJyULFD HO
orden temporalHQTXHRFXUUHQODVYDULDEOHVHVWXGLDGDV
El modelo de la caja negra también tiene como li- Con el tiempo, los estudios de este tipo han ido per-
PLWDFLyQODGL¿FXOWDGSDUDGLVWLQJXLUHQWUHORVGHWHUPL- GLHQGRSHVRHVSHFt¿FR\SUHVHQFLDHQSDUWHGHELGRDO
QDQWHV LQGLYLGXDOHV \ SREODFLRQDOHV GH OD HQIHUPHGDG temor que despierta la falacia ecológica, y en parte de-
HVGHFLUHQWUHODVFDXVDVGHORVFDVRV\ODVFDXVDVGH ELGRDRWURVSUHMXLFLRV6FKZDUW]GHPRGRTXH
ODLQFLGHQFLD<DHOEULOODQWH*HRIIUH\5RVHKDDGYHU- han llegado a conceptualizarse solo como sucedáneos
tido sobre esta falta de discriminación al preguntarse FRPRXQPDOPHQRUGHORVHVWXGLRVHQTXHODVXQLGD-
si la aparición de la enfermedad en las personas puede GHVGHDQiOLVLVVRQORVLQGLYLGXRVDSHVDUGHTXHFRPR
H[SOLFDUVH GH OD PLVPD PDQHUD TXH OD DSDULFLyQ GH OD GHPXHVWUD6XVVHUFRQVWLWX\HQXQDKHUUDPLHQWD
enfermedad en las poblaciones. En otras palabras, Rose de la salud pública con su propia legitimidad por haber
VHSUHJXQWDVLODHQIHUPHGDGLQGLYLGXDO\ODLQFLGHQFLD producido conocimiento que permanece enteramente
tienen las mismas causas y, por lo tanto, pueden ser YLJHQWHGHVSXpVGHPXFKRVDxRV
combatidas con las mismas estrategias. Y responde ne-
JDWLYDPHQWH El más arraigado y pernicioso de tales prejuicios es
OD FRQYLFFLyQ GH TXH ODV YDULDEOHV PHGLGDV D QLYHO GH
Este tema se relaciona conceptualmente con la lla- grupos no representan agentes causales de enfermedad.
mada falacia ecológica o falacia de agregación, error en Quizás la más emblemática declaración que muestra
HO TXH VH LQFXUUH FXDQGR GH IRUPD HTXLYRFDGD VH GD hasta dónde ha llegado el reduccionismo de la epide-
SRUVHQWDGRTXHXQDUHODFLyQREVHUYDGDDQLYHOGHDJUX- PLRORJtDDOQLYHOLQGLYLGXDOGHDQiOLVLVVHDODTXHKL]R
SDFLRQHVVHGDWDPELpQDQLYHOGHORVLQGLYLGXRV(VWi 5RWKPDQ FXDQGR HVFULELy TXH ©/D FODVH VRFLDO
FODURTXHFXDQWRPiVDJUHJDGRHOGDWRPiVSURFOLYHD no se relaciona causalmente con ninguna o casi ninguna
error es6\RSXHGRVHUWRWDOPHQWHGLIHUHQWHDPLYHFL- HQIHUPHGDGª3DUDGDUVRORXQHOHPHQWRSHUVXDVLYRHQ
no pero quizá para un especialista en marketing somos dirección contraria, basta detenerse en los trabajos de
LGpQWLFRV1RGHEHROYLGDUVHTXHHOWUDEDMRHVWDGtVWLFR +HUW]PDQ\'DYH\et alTXLHQHVPXHV-
procura mantener unidas cosas en principio singulares WUDQQRVRORHOPDUFDGRJUDGLHQWHHQHVSHUDQ]DGHYLGD
y dotar así de realidad y consistencia los objetos más y otros indicadores de salud según grupos socioeconó-
complejos y más amplios. Estos, libres de la abundancia PLFRVRSHUDFLRQDOL]DGRVPHGLDQWHXQDFRPELQDFLyQGH
ilimitada de las manifestaciones sensibles de los casos LQGLFDGRUHVTXHLQYROXFUDQHGXFDFLyQLQJUHVRV\VLWXD-
singulares, pueden entonces ubicarse en otras construc- FLyQODERUDOVLQRVXQRWDEOHSHUVLVWHQFLDDORODUJRGH
FLRQHVFRJQLWLYDVPiVYDVWDV'HVURVLqUHV GHFHQDVGHDxRV
Corrientes más recientes han intentado desarrollar un paradigma opuesto al de la caja negra multicausal, denominado modelo histórico-
VRFLDO(VWHPRGHORVHxDODTXHHVHQJDxRVRDSOLFDUGHIRUPDPHFiQLFDXQPRGHORTXHFRQFHGHHOPLVPRSHVRDIDFWRUHVTXHSRUVX
QDWXUDOH]DGHEHQVHUGLIHUHQWHV7DPELpQUHFKD]DTXHHOFRPSRQHQWHELROyJLFRGHORVSURFHVRVGHVDOXGFROHFWLYDWHQJDXQFDUiFWHUGHWHU-
PLQDQWH\SURSRQHUHH[DPLQDUHVWRVIHQyPHQRVDODOX]GHVXGHWHUPLQDFLyQKLVWyULFDHFRQyPLFD\SROtWLFD6HJ~QHVWDLQWHUSUHWDFLyQ
HOSURSyVLWRSULQFLSDOGHODLQYHVWLJDFLyQHSLGHPLROyJLFDGHEHVHUODH[SOLFDFLyQGHODGLVWULEXFLyQGHVLJXDOGHODVHQIHUPHGDGHVHQWUHODV
GLYHUVDVFODVHVVRFLDOHVHQGRQGHVHHQFXHQWUDODGHWHUPLQDFLyQGHODVDOXGHQIHUPHGDG
6
¿Qué es por ejemplo, el argentino o el norteamericano promedio"RFXDQGRVHGLFHlos romanos eran de tal o cual manera, ¿a qué se
UH¿HUHXQR"¢$ORVURPDQRVGHODOWRLPSHULRHQHOVLJOR,RDORVGHOEDMRLPSHULRHQHO9"¢$OTXHYLYtDHQODSURSLDFLXGDGGH5RPDR
DOTXHYLYtDHQ&RQVWDQWLQRSOD\VHKDEtDorientalizado"
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 271
/H VLUYH DO SURIHVLRQDO DVLVWHQFLDO SRUTXH H[SUHVD IDFWRUSDUWLFXODUSHMWDEDTXLVPR&XDQGROD
HOULHVJRGHXQJUXSRFRQXQIDFWRUSHMYDURQHV H[SXHVWDHVODSREODFLyQWRWDOWLHQHLPSRUWDQFLD
KLSHUWHQVRVIXPDGRUHVHWFHQFRPSDUDFLyQFRQHO SDUDODVDOXGS~EOLFDSXHVPLGHHOEHQH¿FLRSR-
ULHVJRGHXQJUXSRGHUHIHUHQFLDVLQHVWHIDFWRUPX- tencial que cabe esperar si se pudiera disminuir
MHUHVQRUPRWHQVDVQRIXPDGRUDVQROHLQGLFDOD ODH[SRVLFLyQ6HOROODPDGLIHUHQFLDGHODVLQFL-
frecuencia pero le dice en qué medida está aumen- dencias y responde a la fórmula:
WDGR'HWHUPLQDTXHXQSDFLHQWHWDOYH]VHKDOOHHQ
un grupo de alto riesgo y pudiera estar indicada una Riesgo
= Índice de frecuencia entre los expuestos
prueba de selección para descubrir la enfermedad atribuible - Índice de frecuencia entre los no expuestos
WHPSUDQDPHQWH6HxDODKDFLDODFDXVD\HV~WLODGH-
más, para buscar la etiología de un padecimiento. El riesgo atribuible mide, pues, el efecto que al-
5D]yQGH3UHYDOHQFLD53HVXQVXFHGiQHRGHO gún factor puede tener sobre la frecuencia de la
RR, estimado a partir de datos de estudios de HQIHUPHGDGHQFRQVHFXHQFLDVHSXHGHQMXVWL¿-
WLSRFRUWHWUDQVYHUVDO FDU SURJUDPDV SUHYHQWLYRV IXQGiQGRVH HQ HVWH
- Odds Ratio25R5D]yQGHORVSURGXFWRVFUX- YDORU
]DGRV53&
(VWLPDFLyQGHOULHVJRUHODWLYRHQDQiOLVLVGHGL- 'HEH DFODUDUVH TXH QR WRGD DVRFLDFLyQ HV QHFHVD-
VHxR GH HVWXGLRV GH FDVRV \ FRQWUROHV (V XQD ULDPHQWH FDXVDO VLQR TXH H[LJH SDUD HOOR WHQHU HQ
razón de productos cruzados en una tabla de cuenta:
FRQWLQJHQFLD 6H DSUR[LPD DO 55 FXDQWR PiV $VRFLDFLyQIXHUWHFRQHOGDxR
rara sea una enfermedad o problema de salud. 6LJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFD
0HGLGDVSDUDYDULDEOHVFRQWLQXDV5D]yQGHODV 5HGXFFLyQGHOGDxRDOUHGXFLUVHODH[SRVLFLyQDO
PHGLDVFRH¿FLHQWHVGHFRUUHODFLyQ factor sospechoso de causalidad
7HPSRUDOLGDGSUHFHGHQFLDGHOIDFWRUFRQUHVSHF-
E7LSR'LIHUHQFLD WRDOGDxR
- Riesgo atribuible; mide la magnitud del riesgo - Consistencia de los hallazgos en diferentes es-
DEVROXWRIUHFXHQFLDTXHVHSXHGHDWULEXLUDXQ tudios
Hipótesis nula no
Tratamiento N hay diferencias
Si la p es > 5%
no la puedo
rechazar.
Confirmo que no
hay diferencias y
Si la H0 es cierta (no por lo tanto ambos
Observe que siempre hay diferencias) ¿cuál tratamientos son
se habla de rechazar es la probabilidad de iguales.
Verificación refutación
p1 = Proporción en la muestra 1
p2 = Proporción en la muestra 2
n1 n2 = Tamaño de cada muestra
(p1 s N1) + (p2 s N2)
p=
n1 + n2
Prueba de Fisher
q = 1-p
Caso particular, tablas de
Cálculo exacto
2x2 y Ec
de la probabilidad
t(n-2)= X1 - X2
Normalidad
t de Student-Fisher Variancias homogéneas
2 2
Caso particular en que S /n1 + S /n2
(prueba F). Si no se
la variable cualitativa tiene cumple utilizar el test de
2 categorías Welch
S2= S1 (n1 - 1) + S2 (n2 - 1)
U de Mann-Whitney
n1 + n2 - 2
Caso particular en que la
variable cualitativa tiene n = n 1 + n2
dos categorías Prueba no paramétrica
Tabla 9.7: Pruebas estadísticas para contraste de hipótesis de relación con datos independientes
276 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
YHVWLJDFLyQOOHJDQDOREMHWLYREDVWDQWHFHUFDQDPHQWHSHUR
LQWHQWRVUHSHWLGRVGDQUHVXOWDGRVGLVSHUVRVHVWRHVQRVRQ
FRQ¿DEOHV3RU~OWLPRHOFtUFXORGHODGHUHFKDPXHVWUDHO
HVWDGRLGHDOGHPi[LPDYDOLGH]\FRQ¿DELOLGDG
Pruebas
4IPOS
DE VARIABLES 0RUEBA ESTADÓSTICA &ØRMULA #ONDICIONES DE APLICACIØN
g de l = n - 1
Prueba de Wilcoxon para datos
apareados
Comparación de dos medias Prueba no
paramétrica
Tipos
de variables Prueba estadística Fórmula Condiciones de aplicación
Eo Ec 2
x2 X2 =
o p c Ec Muestras grandes
c Como máximo un
o 20% de tabla con Ec
c En caso contrario,
Ec E c o p o
co 2 utilizar corrección
o o co
c o de Yates. En tabla
o po o o
2x2, si algún Ec 2
Eo E c o o o
usarse test
o co
Cualitativa exacto de Fisher
co p c
p opo c
o p -p 2 2
z= X2
c p Ec
op c
co p c Corrección de Yates
c
o p opo c o
c co p opo c c
Muestras grandes
c p
np y nq
co 2 c o o
Muestra pequeña
x-μ X
co p c t= 2
Cuantitativa S
o GL = n-1
c
Las pruebas estadísticas que se aplican en cada Se ha utilizado asimismo el concepto de trazado-
oportunidad están más allá del alcance de esta obra y UHV SDUD HYDOXDU HSLGHPLROyJLFDPHQWH OD FREHUWXUD
pueden hallarse en cualquier libro de bioestadística, GHVHUYLFLRV6HXWLOL]DXQDSDWRORJtDFX\DIUHFXHQFLD
pero consideramos que puede ser útil tener un cuadro sea conocida en poblaciones de condiciones epide-
PLROyJLFDV VLPLODUHV D OD TXH VH HYDO~D 2WUD IRUPD
VLQWpWLFRTXHUHODFLRQHWLSRGHYDULDEOHSUXHEDHVWDGtV-
tica y condiciones de aplicación de dicha prueba, amén GHXWLOL]DFLyQKDVLGRLGHQWL¿FDUHQIHUPRV\GLVFDSD-
GHODIyUPXOD5XL]GH$GDQD cidades innecesarias y muertes prematuras que po-
GUtDQVHUHYLWDGDV
La estimación de la calidad por medio de trazado-
Instrumentos estratégicos UHVH[DPLQDHQHVHQFLDORVDVSHFWRVGHODUDFLRQDOLGDG
de la Epidemiología FLHQWt¿FDSRUPHGLRGHOFXPSOLPLHQWRGHORVFULWHULRV
H[SOtFLWRVRLPSOtFLWRVRGHODOFDQFHGHHVWiQGDUHVGHWHU-
Además de los instrumentos tradicionales a los que he- PLQDGRV0iVDGHODQWHVHYROYHUiVREUHHVWDYHUGDGHUD
PRVSDVDGRUiSLGDUHYLVWDFXHQWDOD(SLGHPLRORJtDFRQ HVWUDWHJLDHQH[WUHPR~WLOSDUDODODERUHSLGHPLROyJLFD
QXHYRV±RUHMXYHQHFLGRV±DERUGDMHVTXHVRORVRFRP- \DGPLQLVWUDWLYD
binados, tratan de ofrecer una cada día mayor dimensión
colectiva de su objeto de estudio: la población. 2. Estrategia de unidades
geográfico-poblacionales
(QWUH HVWRV YHUGDGHURV LQVWUXPHQWRV HVWUDWpJLFRV
epidemiológicos, al alcance del administrador hospita- Consiste en estudios epidemiológicos donde se trabaja
lario o el personal de conducción de áreas programáti- con una población en relación a una unidad territorial
cas o SILOS, se cuentan los que se enumeran a conti- GH¿QLGD KDELGD FXHQWD GH TXH OD FRPXQLGDG WLHQGH D
nuación. FRQIRUPDU FRQJORPHUDGRV UHODWLYDPHQWH KRPRJpQHRV
TXHVHFRUUHVSRQGHQFRQiUHDVJHRJUi¿FDV\FRQGHWHU-
1. Estrategias de trazadores minada situación de salud-enfermedad.
([SUHVD&DVWHOODQRVTXH©HVWDVXQLGDGHVJHRJUi¿-
La idea básica del concepto de indicador trazador es co-poblacionales tienen, entonces, la posibilidad de ser
que uno o muy pocos indicadores nos permiten tener una unidad donde operan los procesos determinantes
una idea de un conjunto mayor de procesos y hechos. La FRQGLFLRQHVGHYLGDGRQGHVHH[SUHVDQORVSUREOHPDV
selección de un trazador requiere un adecuado marco de salud/enfermedad y donde se desarrollan acciones de
conceptual que sustente la relación entre el indicador y salud y bienestar. Algunos autores han postulado que la
ORVSURFHVRVTXHVHHVSHUDUHÀHMHDGHPiVGHXQDYDOL- unidad espacio-poblacional debe constituir la unidad
GDFLyQGHVXVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDG EiVLFDGHJHVWLyQGHORVVHUYLFLRVGHVDOXGª
([LVWHQDOSUHVHQWH±DWUDYpVGHHVWDHVWUDWHJLD±GL-
Los estudios epidemiológicos de, por ejemplo, la YHUVRVHVWXGLRVHSLGHPLROyJLFRVGHHQRUPHYDORUSDUD
HYDOXDFLyQGHVHUYLFLRV\GHODDWHQFLyQGHODVDOXGVH IXQGDUDFWLYLGDGHVDOQLYHOGHFLVRULRORFDO
280 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ciencias del área médica. También la computación tornó G 6366 Soft DPSOLDPHQWH YHUViWLO \ FRPSOHWR TXH
posible el perfeccionamiento y la disponibilidad de prue- SHUPLWHHIHFWXDUDQiOLVLVPXOWLYDULDGRVcluster, fac-
EDVGHVLJQL¿FDQFLDHVWDGtVWLFDFDGDYH]PiVSUHFLVDV\ torial, ACP multidimensional, discriminante y lo-
poderosas». En la actualidad, la labor epidemiológica en JtVWLFD\WLHQHXQVLQQ~PHURGHRWUDVSRVLELOLGDGHV
ORVKRVSLWDOHV\6,/26VHYHDVtIDFLOLWDGDHQPXFKRVDV- GHPDVLDGRH[WHQVDVSDUDFRPHQWDUODVDTXt
pectos –y no sólo en los estrictamente matemáticos– por
el uso de computadores y programas especializados sin- H 0$3 ,1)2 Soft para efectuar los ploteos análi-
gularmente poderosos y aptos para casi todas las funcio- VLV 6,* ]RQL¿FDFLyQ \ JHRFRGL¿FDFLyQ JUi¿FRV
QHVUXWLQDULDVGHODSUiFWLFDGLDULD(VREYLRDFODUDUTXH JHRUUHIHQFLDGRVPDSDVWHPiWLFRV\'TXHDGHPiV
no reemplazan al raciocinio epidemiológico y se debe hace posible articular ambos programas y generar
tener cuidado en no pretender que lo sustituyan, atribu- cruces de suma utilidad. Los mapas temáticos, esto
\HQGRGHIRUPDPiJLFDDODVPiTXLQDV\SURJUDPDVYLU- es, el proceso de realizar un mapa respecto de un
WXGHVTXHQRSRVHHQ\TXL]iQRSRVHHUiQ([LVWHQHQHO tema, analizando datos de tablas que el soft genera
PHUFDGRGHFHQDVGHSURJUDPDVLQWHJUDGRVSDUDGLYHUVDV ad hoc a partir de distintos repositorios de datos de
funciones epidemiológicas que suelen ser denominados cualquier tipo, permiten la rápida, precisa y com-
paquetes informáticos, por lo que se remite al lector al SUHQVLEOHXELFDFLyQ\SRQGHUDFLyQGHODYDULDEOHHQ
FRQVHMR GH VXV SURYHHGRUHV 'H WRGRV HOORV GHVWiFDQVH HVWXGLR QR VyOR GH YDULDEOHV QXPpULFDV VLQR WDP-
SRUVXSUREDGRH[FHOHQWHUHVXOWDGR\DERUGDMHFRPSOHWR ELpQGHYDORUHVQRPLQDOHV
de las necesidades de las unidades locales y el tratamien-
to estadístico adecuado, los siguientes: I6,*(3,6XUJHHQHOFRQWH[WRGHOSUR\HFWRGH236
VREUH 6LVWHPDV GH ,QIRUPDFLyQ *HRJUi¿FD HQ 6DOXG
D(3,,1)2(OFOiVLFRfreeware que ha entre nado a 6,*(3,GHOSURJUDPDGH$QiOLVLVGH6DOXG\6LVWH-
generaciones de epidemiólogos; programa integra- PDV GH ,QIRUPDFLyQ $,6 FRQWULEX\HQGR DO IRUWDOH-
GR SRU XQ SURFHVDGRU GH WH[WRV DSWR SDUD FDUJDU cimiento de la capacidad de análisis epidemiológico
SURWRFRORVEDVHGHGDWRV\VLVWHPDHVWDGtVWLFRSDUD GH ORV WUDEDMDGRUHV GH OD VDOXG 3URYHH KHUUDPLHQWDV
(SLGHPLRORJtD,PSRUWD\H[SRUWDLQIRUPDFLyQGH\ H¿FLHQWHVTXHIDFLOLWDQGLFKDVWDUHDVGHDQiOLVLV\RIUH-
DRWURVSURJUDPDV6HKDH[WHQGLGRVXXVRQRVyORD FHFRRSHUDFLyQGLUHFWDDSDtVHVDWUDYpVGHOGHVDUUROOR
ODLQYHVWLJDFLyQORFDOVLQRWDPELpQFRPRLQVWUXPHQ- DSOLFDFLRQHVGHORV6LVWHPDVGH,QIRUPDFLyQ*HRJUi¿-
WRSHGDJyJLFRHQODHQVHxDQ]DGHOD(SLGHPLRORJtD FD6,*HQGLYHUVDViUHDVGHODVDOXGS~EOLFD
y la Bioestadística. En su formato clásico operaba
bajo entorno DOS, pero actualmente hay disponible Los propósitos básicos del programa son entre otros:
XQDYHUVLyQEDMR:LQGRZV6HSXHGHGHVFDUJDUGH )RUWDOHFHU ODV FDSDFLGDGHV HSLGHPLROyJLFDV QDFLR-
forma gratuita desde los sitios del CD / OMS. QDOHV TXH LQFOX\HQ DQiOLVLV GH VLWXDFLyQ YLJLODQFLD
HQ VDOXG PRQLWRUHR \ HYDOXDFLyQ GH DFWLYLGDGHV GH
E (3,0$3 3URJUDPD FRPSOHPHQWDULR GHO DQWHULRU SUHYHQFLyQ \ SURPRFLyQ GH OD VDOXG )RUWDOHFHU OD
ya que brinda la posibilidad de realizar mapas inte- capacidad analítica y epidemiológica de los toma-
ligentes y, por ende, de optimizar la labor epidemio- GRUHVGHGHFLVLyQGHVDOXG)RUWDOHFHUORVDERUGDMHV
lógica en los distritos de salud y áreas programáticas metodológicos para el monitoreo de desigualdades e
de una manera trascendental. Lo mencionamos por LQHTXLGDGHVHQVDOXG\SDUDODHYDOXDFLyQGHLPSDFWR
VXYDORUKLVWyULFRSHURKDVLGRVXSHUDGRDPSOLDPHQ- GHLQWHUYHQFLRQHVSREODFLRQDOHV(QHVHVHQWLGR6,*
WHSRUORVQXHYRVsofts mapizadores. EPI es un elemento de la cooperación técnica que la
OPS ofrece a los países de la Región de las Américas
F&/867(5. Programa que incluye más de una de- y otras Regiones. Las licencias de uso de SIG EPI
FHQDGHPpWRGRVHVWDGtVWLFRVGLVHxDGRVSDUDDVLVWLU VHGLVWULEX\HQDSDUWLUGHVROLFLWXGHVH[SUHVDVGHODV
en el análisis de datos de la estrategia de clusters. ,QVWLWXFLRQHVGHVDOXGDWUDYpVGHODV2¿FLQDVGH5H-
Opera bajo DOS y es freeware, aunque no es abso- presentaciones de la OPS/OMS en los países.
OXWDPHQWHLQWXLWLYRHQVXPDQHMR(QODDFWXDOLGDG
H[LVWHQYHUVLRQHVEDMR:LQGRZVGHVLJQDGDVHQSDU- SIG EPI cuenta con las siguientes funciones genéri-
ticular para análisis genómicos. cas de los SIG: -Herramientas de manejo de mapas:
7
1RREVWDQWHGHVSXpVPHQFLRQDTXHVLWLHQHQTXHYHQLUELHQYHQLGDVVHDQVLGHMDQFRQTXLVWDVFRPRODKLJLHQHODFUHPDFLyQODFUHDFLyQ
RHOD¿DQ]DPLHQWRGHLQVWLWXFLRQHV±FRPRHO,QVWLWXWRGH%DFWHULRORJtDOD$VLVWHQFLD3~EOLFDORVKRVSLWDOHVGHDLVODPLHQWRV
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 283
LGHQWL¿FDGRUDFHUFDUDOHMDUGHVSOD]DUEXVFDUPHGL- DxR VH ¿UPy XQ FRQYHQLR SOXULDQXDO GH DxRV
FLyQGHGLVWDQFLDV&RQWUROGHFDSDVFDUWRJUi¿FDV\ entre la OPS y la Consellería de Sanidade, al amparo
capacidad de edición de las propiedades de las capas. GHOTXHVHKDGHVDUUROODGRODYHUVLyQ(OJUXSRGH
-Selección espacial usando herramientas geométri- WUDEDMRGH(SLGDWHVXQHTXLSRPXOWLGLVFLSOLQDULRHQ
cas, atributos y otras capas. -Manejo de etiquetas o el que participan epidemiólogos, estadísticos e informá-
rótulos sobre el mapa. -Creación de mapas temáticos ticos de Galicia, OPS y Cuba, y que ha seguido un pro-
GHLQWHUYDORVDSOLFDQGRGLYHUVRVPpWRGRVGHFODVL¿- WRFRORGHWUDEDMRGH¿QLGRSDUDODVHOHFFLyQGHSUXHEDV
cación, símbolos graduados, Ddnsidad de puntos, ba- DOJRULWPRVSURJUDPDFLyQ\D\XGD(SLGDW\(SLGDW
UUDVSDVWHO\YDORUHV~QLFRVRFDWHJRUtDV&UHDFLyQ RSHUDQHQDPELHQWH:LQGRZV6(RVXSHULRU\
GH JUi¿FRV OtQHDV EDUUDV iUHDV SDVWHO GLVSHUVLyQ continúan orientándose, sobre todo, al procesamiento de
FDMDV$GHPiVSRVHHRWURJUXSRLPSRUWDQWHGHIXQ- datos tabulados. De forma general, procuran satisfacer
FLRQHVFXDQWLWDWLYDVHQ(SLGHPLRORJtDPX\~WLOHVHQ ORVPLVPRVREMHWLYRVTXHODVYHUVLRQHVDQWHULRUHV
HODQiOLVLVH[SORUDWRULRGHGDWRVGHVDOXG(QWUHHOODV * Aportar una herramienta de manejo sencillo y de
VHKDQLQFOXLGRHVWDGtVWLFDVGHVFULSWLYDVTXHFDOFXODQ utilidad para el análisis de datos tabulados
un conjunto de medidas de tendencia central y disper- * Apoyar y facilitar la docencia en Epidemiolo-
sión, distribuciones de frecuencia, análisis de correla- gía, tanto en el ámbito de la cooperación técnica
ción, análisis de regresión lineal simple y múltiple y FRPRHQHOXQLYHUVLWDULR
funciones para detección de conglomerados.
)RUWDOHFHUODFDSDFLGDGDQDOtWLFDGHORVSURIHVLR-
nales de salud de los países
J(3,'$7(VXQSURJUDPDGHOLEUHGLVWULEXFLyQGHVDUUR-
6HUYLUFRPRIXHQWHSDUDODIRUPDFLyQDXWRGLGDF-
llado por instituciones públicas y dirigido a epidemiólo- ta en zonas escogidas de la estadística aplicada a
gos y otros profesionales de la salud para el manejo de la Epidemiología.
datos tabulados. El proyecto se inició en 1991 en la Di-
rección Xeral de Saúde Pública de la Xunta de Galicia
como respuesta a la necesidad de tener una calculadora Endemias y epidemias.
para consultas estadísticas y epidemiológicas básicas, Estudio de brotes epidémicos
debido a la escasez y poca accesibilidad de programas
de este tipo. El desarrollo del Epidat se integró en el Entendemos por endemia de una enfermedad, a la habi-
PDUFRGHXQFRQYHQLR¿UPDGRSRUOD2UJDQL]DFLyQ3D- tualmente presente entre los miembros de un determinado
QDPHULFDQDGHOD6DOXG236\OD&RQVHOOHUtDGH6DQL- grupo, en una determinada área. Por el contrario, el térmi-
GDGHGHOD;XQWDGH*DOLFLDFRQHOREMHWLYRGHFRODER- no epidemiaVHUH¿HUHDODRFXUUHQFLDUHSHQWLQDQRKDEL-
UDUHQWDUHDVGHLQYHVWLJDFLyQHQHOiUHDGHODVDOXG/D tual, de un número grande de casos de una enfermedad
SULPHUDFDUWDGHHQWHQGLPLHQWRGHUHQRYDFLyQDQXDOVH HVSHFt¿FDHQXQiUHDJHRJUi¿FDGHOLPLWDGD'HVWDFDPRV
¿UPyHQ\HQGLFLHPEUHGHVDOLyODYHUVLyQ lo de número grande\DTXHFRPRYHUHPRVQRSDUHFHGHFL-
TXH HUD XQD FDOFXODGRUD EiVLFD HQ HQWRUQR '26 VLYRDXQTXHVHDXQUDVJRXVXDOGHODVJUDQGHVHSLGHPLDV
(VWDSULPHUDYHUVLyQGH(SLGDWVHGLVWULEX\yDGHPDQGD
\HQSDUWLFXODUWXYRXQDIXHUWHGLVWULEXFLyQHQ%UDVLO Probablemente sea un buen momento para mencio-
debido a que se presentó en un congreso de la Sociedad nar el hecho de que una epidemia siempre es un hecho
Latinoamericana de Epidemiología que se celebró en luctuoso que genera gran quebranto físico y moral en-
%DKtDHQ/DYHUVLyQ\DHQHQWRUQR:LQGRZV WUHODVSREODFLRQHVDOGHFLUGH3HQQDUH¿ULpQGRVHDOD
DSDUHFLy HQ \ HQ HPSH]y D GLVWULEXLUVH OD HSLGHPLDGHFyOHUDHQ©«XQDHSLGHPLDHV
YHUVLyQPXOWLOLQJHTXHSHUPLWHVHOHFFLRQDUHQWUH VLHPSUH XQD GHVJUDFLD SRSXODU YDOGUtD PiV QR WHQHU-
catalán, castellano, gallego, inglés y portugués. En el ODV«ª73HQQDEl cólera en la Argentina
La anatomíaRHOQHUYLRPRWRUGHODVRFLHGDG5HLWHUHPRVOR\DPHQFLRQDGRVREUHODHSLGHPLDGHFyOHUDGHHQ$PpULFD/DWLQD/D
HQIHUPHGDGVHSURSDJyUiSLGDPHQWHSRUWRGRHOFRQWLQHQWHSURYRFDQGRFHUFDGHFDVRVQRWL¿FDGRV\PiVGHGHIXQFLRQHV
HQSDtVHVHVHDxR(QKDEtDPiVGHXQPLOOyQGHFDVRV\DOJRPiVGHPXHUWHVQRWL¿FDGDVHQOD5HJLyQGHODV$PpULFDV
$GHPiVGHOVXIULPLHQWR\ODVPXHUWHVTXHSURYRFyHOEURWHGHVDWyHOSiQLFRWUDVWRUQyODVHVWUXFWXUDVVRFLDOHV\HFRQyPLFDV, puso
HQSHOLJURHOGHVDUUROORGHODVSREODFLRQHVDIHFWDGDV\GHVHQFDGHQyUHDFFLRQHVLQWHUQDFLRQDOHVH[WUHPDVHLQQHFHVDULDV$OJXQRVSDtVHV
YHFLQRVLPSXVLHURQUHVWULFFLRQHVDOFRPHUFLR\ORVYLDMHVDO3HU~DOLJXDOTXHKLFLHURQGLYHUVRVSDtVHVGHOD8QLyQ(XURSHDORV(VWDGRV
8QLGRV\RWURV6HHVWLPDTXHODVSpUGLGDVGHELGDVDORVHPEDUJRVFRPHUFLDOHVHOSHUMXLFLRFDXVDGRDOWXULVPR\ODVFDtGDVHQODSURGXF-
FLyQDWULEXLEOHVDHQIHUPHGDGHV\PXHUWHVUHODFLRQDGDVFRQHOFyOHUDDVFHQGLHURQQDGDPHQRVTXHDPLOORQHVGHGyODUHV
284 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
8QDHSLGHPLDHVXQSUREOHPDVDQLWDULRSHURDYHFHV UHLWHUDGDPHQWHORVYDORUHVSRUDUULEDGHOOtPLWHHSLGpPLFR
sólo un pocoVDQLWDULRDYHFHVQRHVSULQFLSDOPHQWHXQ HVWDEOHFLGROtPLWHVXSHULRUHQGpPLFRVLORKD\ª
problema sanitario, es un problema político y mediá-
tico, un problema economico, un problema gremial y Por otra parte, se puede considerar un EURWHHSLGp-
OHJDOXQSUREOHPDHVWULFWDPHQWHVRFLDOHQGH¿QLWLYD mico como una situación epidémica localizada, que tie-
QHVXVPLVPDVFDUDFWHUtVWLFDVH[LVWHQFLDGHXQQ~PHUR
3RU¿QpandemiaVHUH¿HUHDXQDHOHYDFLyQQRKD- de personas afectadas por una determinada enfermedad
bitual de la incidencia de una determinada patología o RTXHSUHVHQWDQKiELWRVHVSHFt¿FRVSHMLQJHVWLyQGH
GDxRDODVDOXGHQUHIHUHQFLDDKRUDDXQiUHDJHRJUi¿FD XQDFRPLGDXRWUDFDUDFWHUtVWLFDUHODFLRQDGDFRQODVD-
no limitada, es decir, como una epidemia no circuns- lud, con una frecuencia claramente superior a la espera-
cripta espacialmente. GDHQFRQGLFLRQHVQRUPDOHVHQXQiPELWRJHRJUi¿FR\
SHUtRGRGHWLHPSRGHWHUPLQDGRV1iMHUDet al. Norma-
En general, se habla de incidencia normal a la que tizaciones - II Congreso Panamericano de Epidemiolo-
IXHREVHUYDGDHQODVHPDQDPHVRDxRHSLGHPLROyJLFR gía y Atención de la Salud,
SDVDGR\TXHVHLJXDODDODTXHYHQtDVLHQGRUHJLVWUDGD
HQLJXDOSHULRGRHQORVDxRVDQWHULRUHVFRQXQlímite su- La palabra epidemia presenta en sentido estricto algu-
perior e inferior de incidencia normalFRQMXQWRIRUPDGR QDVOLPLWDFLRQHVSRUVXIDOWDGHSUHFLVLyQFLHQWt¿FDFRPR
SRUODVPHGLGDVPHQVXDOHVPi[LPDV\PtQLPDVFDOFXOD- YLPRV IUHFXHQFLD FODUDPHQWH VXSHULRU D OD HVSHUDGD \
GDVSDUDWRGRXQFLFORGHYDULDFLyQ±HQJHQHUDODQXDO±\ por las connotaciones que tiene para la población general
agrupadas bajo la forma de una distribución estadística, al asociarla a las grandes epidemias del pasado. El térmi-
FRQXQQLYHOGHSUREDELOLGDGSUHHVWDEOHFLGRGHO(VWR no epidemia se utiliza no en el sentido clásico, restringido
VLJQL¿FDTXHVLODHVWUXFWXUDHSLGHPLROyJLFDSHUPDQHFH a las grandes epidemias de enfermedades transmisibles,
LQDOWHUDGDHVGHHVSHUDUTXHVyORHOGHODVIUHFXHQFLDV sino que incluye enfermedad con independencia de su
puedan sobrepasar los límites superiores e inferiores de la HWLRORJtD FRPSUHQGLHQGR SURFHVRV WDQ GLYHUVRV FRPR
LQFLGHQFLDQRUPDO'H$OPHLGD\5RXTXD\URO FiQFHULQWR[LFDFLyQSRUSURSyOHRVRKLVWHULD\VLWXDFLR-
QHVTXHQRVRQHQIHUPHGDGHVHQVHQWLGRHVWULFWRFLHUWRV
)UHFXHQFLD 0i[LPD t con una probabilidad p = KiELWRVHQODSREODFLyQFRPRFRQVXPRGHDOFRKRO
)UHFXHQFLD0HGLDHQHOSHUtRGRt GHODxRFLHU-
WRPHVSRUHMHPSOR[6WHOGHVYtRHVWiQGDUFDO- (OQ~PHURGHFDVRVTXHLQGLFDODH[LVWHQFLDGHXQD
FXODGRSDUDHVHPLVPRSHUtRGRGHODxR epidemia depende, entonces, de:
)UHFXHQFLD 0tQLPD W FRQ XQD SUREDELOLGDG p = - la enfermedad de que se trate
)UHFXHQFLD0HGLDHQHOSHUtRGRt GHODxRFLHU- HOWDPDxR\ODHVWUXFWXUDGHODSREODFLyQHQODTXH
WRPHVSRUHMHPSOR[6WHOGHVYtRHVWiQGDUFDO- se produce
FXODGRSDUDHVHPLVPRSHUtRGRGHODxR ODH[SRVLFLyQSUHYLDDDQWHFHGHQWHVGHFDVRVGHODHQ-
fermedad en la población
Esta franja de incidencia normal esperadaFRQ - el tiempo en que se produce.
GHSUREDELOLGDGVHGHQRPLQDFRQYHQFLRQDOPHQWHfran-
MDHQGpPLFDGHXQDHQIHUPHGDG, siempre en referencia a Así, por ejemplo, la ocurrencia de un caso único de
una determinada población, en una determinada época y triquinosis o botulismo es sospechosa de brote epidé-
GH¿QLGDSDUDXQFLFORFRPSOHWRGHYDULDFLyQHVWDFLRQDO mico, no por el número de casos en sí, sino porque la
o atípica, por lo tanto –y esto es muy importante– no característica de estas enfermedades es que afectarían a
considera la posibilidad de una tendencia sistemática en un grupo de personas que tienen en común el consumo
HOVHQWLGRGHYDORUHVFUHFLHQWHVRGHFUHFLHQWHV6HSXHGH de un determinado alimento.
hablar asimismo de la intensidad del carácter endémico
de una determinada enfermedad, como hipoendémico, 3RUOyJLFDKDFHQIDOWDUHJLVWURVSUHYLRVSDUDSRGHU
mesoendémico e hiperendémico, o también para com- HVWLPDUTXHODRFXUUHQFLDHVDKRUDH[FHVLYD(QDXVHQ-
parar, como mayor, igual o menor endemicidad. FLDGHHVWRVGDWRVH[LVWHQFULWHULRVVXEMHWLYRVTXHSXH-
GHQVHUVX¿FLHQWHPHQWHVLJQL¿FDWLYRVFRPRSDUDKDFHU
Por el contrario, una epidemia es «una alteración, espa- VRVSHFKDUTXHH[LVWHXQEURWHHSLGpPLFRWDOHVFRPROD
cial y temporalmente delimitada, del estado de salud-enfer- percepción de que una enfermedad en un corto perío-
PHGDGGHXQDSREODFLyQFDUDFWHUL]DGDSRUXQDHOHYDFLyQ do de tiempo en una zona, comunidad o grupo social
SURJUHVLYDLQHVSHUDGD\GHVFRQWURODGDGHORVFRH¿FLHQWHV es alta y/o está relacionada con un establecimiento o
de incidencia de determinada enfermedad, sobrepasando acontecimiento social determinados.
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 285
Este período de tiempo también está en función de la bilidad de que una persona expuesta al factor de riesgo
enfermedad. Así, por ejemplo, para una localidad dada, desarrolle la enfermedad.
SXHGHVHUWDQOODPDWLYDDHVWRVHIHFWRVODRFXUUHQFLDGH
FDVRVGHGLDUUHDHQXQDWDUGHFRPRGHKHSDWLWLVHQ Tasa de ataque = Nº de personas que enferman
XQDVHPDQDy¿HEUHVWLIRLGHDVHQVHPDQDV&RPR Nº de personas expuestas al riesgo
PHQFLRQDPRVHOQ~PHURGHFDVRVQRHVGHFLVLYR\SXH-
GH VHU SHTXHxR SRU HMHPSOR KHSDWLWLV$ VH FRQVLGHUD 8QDYH]GHWHUPLQDGDGHVGHHOSXQWRGHYLVWDFRQFHS-
EURWHELHQFDVRHQMDUGtQPDWHUQDOELHQFDVRVFRQ¿U- tual, la presencia de un brote epidémico, la primera cuestión
mados en escuelas o en la comunidad: si duplica la tasa TXHVHSODQWHDHV¢TXpXWLOLGDGWLHQHSURFHGHUDVXHVWXGLR"
usual; en el caso de la polio 1 caso es brote.
Quizá debe recalcarse la necesidad de partir de la
8QEURWHHSLGpPLFRSXHGHVHUODSULPHUDPDQLIHVWD- premisa de que la presentación de una enfermedad en
ción de una epidemia de grandes dimensiones. No forma de brote epidémico es un hecho que no ocurre al
hay diferencia conceptual absoluta. azar, sino que son múltiples los factores que determinan
* Si no se tiene un conocimiento anterior del compor- su ocurrencia.
tamiento de la enfermedad, hay apreciaciones sub-
MHWLYDVSDUDKDFHUQRVVRVSHFKDUODH[LVWHQFLDGHXQ 0HGLDQWHODLQYHVWLJDFLyQHSLGHPLROyJLFDVHLQWHQWD
brote epidémico. conocer estos factores porque dicho conocimiento permi-
/D H[LVWHQFLD GH WDO EURWH HSLGpPLFR GHPDQGD OD WLUiDFWXDUVREUHHOORV1RVLHPSUHUHVXOWDIiFLOLGHQWL¿FDU
atención inmediata por parte del personal de salud. los factores causales. No obstante, este estudio es siempre
XQDXWpQWLFRSURFHVRGHLQYHVWLJDFLyQFLHQWt¿FDQHFHVLWD
En este sentido, Mc Mahon destaca la idea de pre- UHODWLYDPHQWH SRFRV UHFXUVRV \ HV UD]RQDEOHPHQWH IiFLO
valencia excesiva más que del carácter agudo dentro de de realizar en el ámbito de la atención primaria de salud
ODGH¿QLFLyQEiVLFD0F0DKRQTXHFDUDFWHUL]D en las áreas programáticas o distritos de salud.
DPXFKDVHQIHUPHGDGHVLQIHFFLRVDV\QRLQIHFFLRVDVVL
bien, y debido entre otras cosas a la participación viral (QVtQWHVLVODLQYHVWLJDFLyQSHUPLWLUi
HQHQIHUPHGDGHVWDQGLYHUVDVFRPRHOcáncer y las en- w Para el brote actual:
fermedades neurológicas, el carácter preciso o la demar- - conocer sus causas, con lo que se podrán tomar me-
cación neta entre enfermedad infecciosa o no es cada GLGDVSDUDHYLWDUVXGLIXVLyQEDVDGDVHQHOFRQRFL-
vez más difícil de hacer&XDQGRXQDHQIHUPHGDGHVWi PLHQWRFLHQWt¿FR
PX\ORFDOL]DGD\PiVD~QVLHVUDUDRSRFRIUHFXHQWH VHSRGUiQDGRSWDUODVPHGLGDVPiVH¿FDFHVPHQRV
las epidemias poco dramáticas pueden quedar oscureci- costosas y que ocasionen las mínimas molestias a la
GDV6HPHQFLRQDHQODOLWHUDWXUDTXHHQORVDxRVHQ SREODFLyQRJUXSRVHVSHFt¿FRVGHODPLVPD
OD]RQDQRURHVWHGHORV((88WXYROXJDUXQDHSLGHPLD w Para brotes futuros similares:
de recién nacidos con fallas en el cierre del tubo neural - el conocimiento acumulado en el estudio de múlti-
DQHQFHIDOLDHVSLQDEt¿GDRDPEDVKHFKRHVWHTXHIXH ples brotes de la misma enfermedad, indica cuáles
SXHVWRGHPDQL¿HVWRDxRVGHVSXpVHQHOFXUVRGHXQ son los factores que condicionan su aparición, con
HVWXGLRVREUHUHJLVWURGHQDFLPLHQWRVKRVSLWDODULRV0F lo que se podrán poner en práctica las medidas me-
0DKRQ <HQ\IXHLQDSDUHQWHHQHOPRPHQWR QRVFRVWRVDV\PiVH¿FDFHV\DFHSWDGDVSRUODSR-
en que ocurría, a pesar de ser la tasa de incidencia el tri- blación, acudiendo a la raíz del problema.
SOHTXHORQRUPDO\VLHQGRHVWDWDVDEDMD(QHOVHQWLGR w Para conocer mejor las características clínico-epide-
LQYHUVRODVIUHFXHQFLDVGHDWDTXHH[WUDRUGLQDULDPHQWH miológicas de la enfermedad:
bajas en una población y tiempo determinados pueden ODLQYHVWLJDFLyQHSLGHPLROyJLFDD\XGDUiDLGHQWL¿FDU
VHUWDQVLJQL¿FDWLYDVSDUDHQWHQGHUODFDXVDGHODHSLGH- VtQGURPHVQXHYRVRFRPSOHWDUQXHVWURFRQRFLPLHQ-
mia como las frecuencias altas. Tal lo acontecido con la to de la historia natural de la enfermedad.
bajísima incidencia de cólera entre los trabajadores de w Para mejorar el conocimiento de la comunidad:
XQDFHUYHFHUtDTXHQRWRPDEDQDJXDRGHXQKRVSLFLR HOHVWXGLRGHOEURWHHSLGpPLFRD\XGDUiDLGHQWL¿FDU
GHODFDOOH3RODQGFRQVXSURSLRSR]RHQHOFXUVRGHO factores de riesgo que actúan sobre la población de
brote de la calle Broad en el Soho londinense, tan ma- responsabilidad de nuestra área programa, que po-
JLVWUDOPHQWHGHVFULWRSRU6QRZ GUtDQKDEHUSDVDGRGHVDSHUFLELGRVWDOHVFRPRGH-
¿FLHQFLDV HQ HO VDQHDPLHQWR EiVLFR R UHODFLRQDGDV
(OSULPHUGDWRFXDQWLWDWLYRGHXQEURWHHSLGpPLFRHV FRQHOFRQVXPRGHFLHUWRVSURGXFWRVDVtFRPRVL-
el cálculo de la Tasa de ataqueGH¿QLGDFRPRODproba- WXDFLRQHVGHPDUJLQDFLyQVRFLDOWDOHVFRPRFRPX-
286 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
QLGDGHVQRFXELHUWDVSRUORVVHUYLFLRVDVLVWHQFLDOHV QRVHKDKHFKRVHGHEHGHVLJQDUDXQLQGLYLGXRFRPR
LGHQWL¿FDGDVHQODLQYHVWLJDFLyQGHEURWHVGHHQIHU- responsable o encargado para este brote. El proceso
medades susceptibles de control mediante la inmu- de elaboración del informe debe estar estructurado de
QL]DFLyQHQODLQIDQFLDHWF WDOPDQHUDTXHVHSXHGDORFDOL]DUDOLQGLYLGXRUHVSRQ-
sable sin importar cuándo y cómo se haga el primer
,QFOXVR HQ DTXHOORV EURWHV LGHQWL¿FDGRV GH IRUPD contacto.
tardía, o cuando ya están remitiendo, es interesante $QWHVGHVXSRQHUTXHKDRFXUULGRXQYHUGDGHUREUR-
LQWHQWDUVXHVWXGLRDXQTXHVHDUHWURVSHFWLYDPHQWH te, se debe reunir información, al menos sobre algunos
SRUODVUD]RQHVDQWHVH[SXHVWDV(QUHVXPHQHVLP- FDVRV TXH LQFOX\HQ ORV LQIRUPDGRV LQLFLDOPHQWH (Q
portante estudiar un brote epidémico para: HVWD HWDSD WRGDYtD QR HV QHFHVDULR REWHQHU LQIRUPHV
LGHQWL¿FDUODVFDXVDVTXHHVWiQGHWHUPLQDQGRVXDSD- PpGLFRV GHWDOODGRV SDUD YHUL¿FDU XQ GLDJQyVWLFR /D
rición y adoptar las medidas de control adecuadas a información debe usarse para hacer una estimación ge-
corto, medio y largo plazo. neral y rápida de la posibilidad de que haya ocurrido un
- conocer el comportamiento de la enfermedad y los aumento de importancia.
factores de riesgo que actúan en la comunidad y de-
terminan su aparición. Esta estimación general se puede hacer siguiendo
- el estudio será importante de realizar, incluso aunque estos pasos:
sea, en algún caso, de forma incompleta o retros- GHWHUPLQDUHOiUHDJHRJUi¿FDDSURSLDGD\HOSHULRGR
SHFWLYD en el que se estudia el brote
GHWHUPLQDUXQGHQRPLQDGRUDSURSLDGRSHMODSR-
/D206H[SUHVDTXHORVLQIRUPHVVREUHEURWHVYLH- EODFLyQ GH XQD FRPXQLGDG HO Q~PHUR GH QLxRV HQ
QHQGHXQDYDULHGDGJUDQGHGHIXHQWHVSHMHOPpGL- XQDHVFXHOD\FDOFXODUWDVDVGHRFXUUHQFLD
co general, un paciente o un miembro de la comunidad - comparar la tasa de ocurrencia con la de una pobla-
SUHRFXSDGR /D LQIRUPDFLyQ LQLFLDO SXHGH YHQLU HQ ción de referencia apropiada.
OD IRUPD GH XQD OODPDGD WHOHIyQLFD XQD FRQYHUVDFLyQ
SULYDGDRXQDGHFODUDFLyQHVFULWD¢&XiOHVVRQODVSUL- Si se determina que ha ocurrido un aumento im-
meras acciones que deben emprenderse para responder portante, el área programática debe considerar, como
DODQRWL¿FDFLyQ\GHWHUPLQDUVLVHMXVWL¿FDXQHVWXGLR XQ VHJXQGR SDVR RUJDQL]DWLYR HO HVWDEOHFLPLHQWR GH
HSLGHPLROyJLFR" XQ FRPLWp FRQVXOWLYR TXH VXSHUYLVH HO SURFHVR GH GH-
1. Recolección de información sobre casos índice a FLVLRQHV SDUD HYDOXDU HO EURWH 7DO FRPLWp GHEH HVWDU
partir de personas que informan sobre el brote compuesto por profesionales multidisciplinarios y bien
&XDQGRVHLQIRUPDSRUSULPHUDYH]GHOEURWHVLHP- podría incluir a representantes de grupos comunitarios
pre se debe reunir información acerca de: y medios de comunicación interesados. En tercer lugar,
DODVSHUVRQDVTXHLQLFLDQHOLQIRUPH GHEH HVWDEOHFHUVH XQ SURWRFROR HVFULWR SDUD HYDOXDU HO
EODVFDUDFWHUtVWLFDVGHOEURWHVRVSHFKDGR\ brote y todo el personal debe estar instruido acerca de
FODVSHUVRQDVGLUHFWDPHQWHDIHFWDGDVSRUHOEURWH VXXVR(YHQWXDOPHQWHHVWHSURWRFRORLQLFLDOSXHGHUH-
YLVDUVHFRQIRUPHVHREWHQJDPiVLQIRUPDFLyQUHVSHFWR
/DLQIRUPDFLyQVREUHHOLQGLYLGXRTXHLQIRUPDGHO del brote.
brote debe incluir lo siguiente: nombre, domicilio, nú-
mero de teléfono, etc. La información sobre el brote sos- Además, el área programática responsable, el centro
pechoso debe incluir: el suceso de salud sospechado, las de salud o el hospital base, debe mantener un registro
H[SRVLFLRQHVVRVSHFKRVDVHOQ~PHURGHFDVRVHOiUHD diario actualizado de todos los casos informados por la
JHRJUi¿FD GH LQWHUpV HO SHUtRGR GH LQWHUpV \ FyPR VH DFWLYLGDG GH YLJLODQFLD 6L HV SRVLEOH HO UHJLVWUR GHEH
descubrió el brote. La información sobre las personas tener referencias cruzadas y estar computarizado para
DIHFWDGDV GHEH LQFOXLU QRPEUH VH[R IHFKD GH QDFL- TXHWRGRHOSHUVRQDOLQYROXFUDGRWHQJDODPLVPDLQIRU-
miento, dirección, teléfono, persona contacto, modo de mación. También, este puede ser un buen momento para
contactarla y contacto con el médico. OOHYDUDFDERXQDUHYLVLyQGHODOLWHUDWXUDPpGLFDSDUD
Sin importar la fuente del informe, el contacto ini- EXVFDUHYLGHQFLDDGLFLRQDOTXHD\XGHDRULHQWDUVREUHVL
FLDOHVPX\LPSRUWDQWH(OLQGLYLGXRGHEHVHUUHIHULGR HVRQRXQYHUGDGHUREURWH
en poco tiempo a la unidad o persona responsable, si
estas ya se han designado. El informe no debe dejarse Si las estimaciones generales de tasas de ataque,
sin consideración. Se puede seguir una serie de pasos LQFLGHQFLD\DQiOLVLVGHORVOtPLWHV\DH[SXHVWRVLQGL-
RUJDQL]DWLYRV SDUD IDFLOLWDU OD UHVSXHVWD 3ULPHUR VL FDQTXHVHMXVWL¿FDXQDPD\RUHYDOXDFLyQHOVLJXLHQWH
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 287
9
06$/1DFLyQ\06$/&LXGDGGH%XHQRV$LUHVQRUPDWLYDV
288 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 9.4: Geoplot de casos confirmados de dengue en la ciudad de Buenos Aires año 2009
O muy localizado YpDVHODUHIHUHQFLDD0F0DKRQVREUHGHIHFWRVGHFLHUUHGHOWXERQHXUDO.
290 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 9.5: Geoplot de casos confirmados de dengue en la ciudad de Bs. As. año 2009, SEMANAS 11, 13, 14 y 15
11
6REUHHORULJHQGHHVWHQ~PHURVHFXHQWDTXHVHGHEHD5RQQLH)LVKHUJUDQSDWULDUFDGHODHVWDGtVWLFD
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 291
Figura 9.6: Geoplot de casos autóctonos de dengue con epicentro radiado desde la zona de Liniers. Ciudad
de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires año 2009
* ¿cuáles de esos datos son los disponibles para - Regresión generalizada de Mantel
GHVFXEULUODSREODFLyQHQULHVJR" ([WHQVLyQ GHO 7HVW GH .QR[ GH 3LNH \ 6PLWK
Test de Lloyd y Roberts
Esto ha dado origen a numerosos métodos para la
FRPSDUDFLyQHQWUHWDVDVREVHUYDGDV\HVSHUDGDVGHDOWD )LQDOPHQWH OD VLJQL¿FDQFLD HQ FXDOTXLHU HYDOXD-
VR¿VWLFDFLyQSHURTXHWLHQHQUHVROXFLyQVLPSOHPDWHPi- ción epidemiológica se mejora por la plausibilidad
tica, por programas especiales para microcomputadoras. ELROyJLFDXQHQWHQGLPLHQWRGHOPHFDQLVPRTXHFDXVD
$VtDOVyORHIHFWRHQXPHUDWLYRFRQWDPRVFRQ ODHQIHUPHGDG\QRVHEDVDVyORHQXQDSUXHEDHVWD-
GtVWLFD3RUORWDQWRDOHYDOXDUSHTXHxDVFRQFHQWUD-
* Para conglomerados temporales: ciones de casos en comunidades, puede ser importante
- Test de Ederer, Myers y Mantel UDVWUHDU ORV FDVRV LQGLYLGXDOPHQWH UHVSHFWR GH FDUDF-
- Scan Test WHUtVWLFDV FOtQLFDV R GH H[SRVLFLyQ FRPSDUWLGDV TXH
- Test de Bailar, Eisenberg y Mantel puedan compararse con características conocidas de
- Larsen Test GLVWLQWRVWLSRVGHLQWR[LFDFLyQRLQIHFFLyQ7DOFRPSD-
- Tango &OXVWHULQJ,QGH[ ración puede sugerir hipótesis biológicamente plausi-
* Para conglomerados espaciales: EOHVTXHH[SOLTXHQODFRQFHQWUDFLyQ6LQHPEDUJROD
- Tasa de contigüidad de Geary ausencia de un mecanismo biológicamente plausible
- Test de Ohno, Aoki y Aoki FRQRFLGR QR H[FOX\H XQD UHODFLyQ FDXVDO \D TXH OR
- Test de Grimson que es considerado biológicamente plausible en algún
7HVWGH:KLWWHPRUH momento dado depende del estado del conocimiento.
- Test de Cuzick y Edwards /RV LQYHVWLJDGRUHV WDPELpQ SXHGHQ XVDU WDO LQIRUPD-
* Para conglomerados espaciales y temporales - Test ción anecdótica de casos en el proceso de juzgar si la
de Pinkel y Nefzger ocurrencia de una enfermedad particular merece o no
7HVWGH.QR[SDUDWDEODVGHFRQWLQJHQFLD[ más estudios analíticos.
7HVWGH%DUWRQ\'DYLG
292 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 9.7: Geoplot de defunciones por Gripe A según comuna. Ciudad de Buenos Aires 2009
el período epidémico, se representan según el momento Cuando un brote epidémico es de una enfermedad
GHOLQLFLRGHODHQIHUPHGDGHQDOJXQDVHQIHUPHGDGHV cuyo período de incubación es de días o menor, y afecta
en especial en las crónicas, se pueden representar, de DXQJUDQQ~PHURGHSHUVRQDVFRQH[SRVLFLyQFRUWDOD
acuerdo con el momento del diagnóstico de la misma, FXUYDHSLGpPLFDVLJXHJHQHUDOPHQWHORTXHHQHVWDGtV-
ya que puede ser difícil o imposible determinar el ini- tica se conoce como una distribución normalVLPLODUD
FLR XQDFDPSDQD
/DGXUDFLyQGHXQEURWHHSLGpPLFRHVWiLQÀXLGDSRU /8*$52WURVGDWRVUHFRJLGRVGHORVFDVRVGHEHQ
suministrar información acerca de la población en ries-
HO Q~PHUR GH SHUVRQDV VXVFHSWLEOHV TXH HVWiQ H[- JRGHHQIHUPDUGHDFXHUGRFRQODYDULDEOHHSLGHPLROy-
puestas a la fuente de infección y comienzan a in- JLFD OXJDU HVWD LQIRUPDFLyQ FRPELQDGD FRQ RWUDV QRV
fectarse D\XGDUi D LGHQWL¿FDU OD IXHQWH GH LQIHFFLyQ \ HO PRGR
HO WLHPSR TXH ODV SHUVRQDV VXVFHSWLEOHV HVWiQ H[- de transmisión, si se trata de un proceso transmisible
puestas a la fuente (OREMHWLYRHVHODERUDUHOmapa de casosíFRQXQPDSD
SRUHOSHUtRGRGHLQFXEDFLyQPtQLPR\Pi[LPRGH de la zona afectada en el que a cada caso se le asigna un
la enfermedad SXQWRíYpDQVHORVPDSDVPiVDGHODQWHHQHVWHPLVPR
294 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
GHHQIHUPDUOHOR/RVHVWXGLRVGHFDVRV\FRQWUROHV /tPLWHV GH FRQ¿DQ]D 59 (O OtPLWH GH FRQ¿DQ]D
QR SHUPLWHQ PHGLU OD LQFLGHQFLD R OD SUHYDOHQFLD GH VXSHULRUHVLJXDODO25HOHYDGRD=;\HOOtPLWHGH
XQDHQIHUPHGDGRHYHQWRGHVDOXGHQHVWXGLR\DTXH FRQ¿DQ]DLQIHULRUHVHO25HOHYDGRD=;(QHVWDV
no tienen un denominador poblacional –los casos pro- IyUPXODV = HV HO YDORU FRUUHVSRQGLHQWH HQ OD GLVWULEX-
YLHQHQ GH XQD SREODFLyQ GHVFRQRFLGD \ ORV FRQWUROHV ción normal en función del error que deseamos admitir
VRQHVWLPDFLRQHVLGHDOPHQWHUHSUHVHQWDWLYDVGHHOOD± \;FKLHVODUDt]FXDGUDGDGHOYDORUGH&KLFXDGUDGR
VyORSXHGHQHVWLPDUHO25HQYHUGDGXQDVHXGRWDVD RSUXHEDTXHQRVPLGHODVLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFDGHOD
(O REMHWLYR GH XQ HVWXGLR GH FDVRV \ FRQWUROHV HV HV- DVRFLDFLyQFDXVDOFRPRYHUHPRVHQHOSRVWHULRUHMHP-
tablecer si un factor de riesgo está asociado con una SORWRGRHVWRVHREYLDDWUDYpVGHSURJUDPDVFRPRHO
HQIHUPHGDG R HYHQWR ±R HYHQWXDOPHQWH HVWLPDU VL XQ (3,,1)2
IDFWRUHVSURWHFWLYRUHVSHFWRGHOGHVDUUROORGHODHQIHU-
PHGDGRHYHQWR 3RU~OWLPRVLHPSUHKD\TXHFDOFXODUODVLJQL¿FD-
ción estadística de la asociación causal, no sólo porque
Sin embargo, en este tipo de estudios se utiliza una VXYDORUVHDQHFHVDULRHQHOFiOFXORGHORVOtPLWHVGH
PHGLGD TXH HVWLPD FRQ VX¿FLHQWH ¿DELOLGDG HO SRVLEOH FRQ¿DQ]D VHJ~Q HO WHVW GH 0LHWWLQHQ VLQR VREUH WRGR
riesgo de enfermedad y que se denomina –como ya tra- SRUTXH GHEHPRV FRPSUREDU VL WDO DVRFLDFLyQ H[LVWH
tamos anteriormente– Razón de los productos cruzados GHVSXpVGHTXHVHWHQJDQHQFXHQWDODVYDULDFLRQHVGH-
odds ratio 25 R UD]yQ GH PRPLRV R FRFLHQWH TXH ELGDV DO D]DU (VWD VLJQL¿FDFLyQ HVWDGtVWLFD SXHGH VHU
UHVXOWDGHGLYLGLUHOQ~PHURGHFDVRVH[SXHVWRVPXOWLSOL- PHGLGD D WUDYpV GH OD SUXHED GH &KLFXDGUDGR ;
FDGRSRUHOQ~PHURGHFRQWUROHVRWHVWLJRVQRH[SXHVWRV No obstante, Mantel-Haenszel propusieron una modi-
SRUHOQ~PHURGHFDVRVQRH[SXHVWRVPXOWLSOLFDGRSRUHO ¿FDFLyQ GHO WHVW GH ; TXH SUHVHQWD OD YHQWDMD GH QR
Q~PHURGHFRQWUROHVH[SXHVWRV GHSHQGHUGHOWDPDxRGHODVFDVLOODVHQODWDEODGH[
\DTXHSDUDVXFiOFXORVyORXWLOL]DHOYDORUFRUUHV-
2553& D[GE[F SRQGLHQWHDORVFDVRVH[SXHVWRVD\ORVPDUJLQDOHV
(VWDSUXHEDGH;PRGL¿FDGDVHGHQRPLQDSRUHOORX2
donde: a:QGHHQIHUPRVFDVRVHQWUHORVH[SXHV- de MantelHa enszel:
tos; b:QGHVDQRVWHVWLJRVHQWUHORVH[SXHVWRVc:Q
GHHQIHUPRVFDVRVHQWUHORVQRH[SXHVWRV\d:QGH ;0DQWHO+DHQV]HO 2(9DU
VDQRVWHVWLJRVHQWUHORVQRH[SXHVWRV
donde: O QGHFDVRVREVHUYDGRVHQODWDEODGH
El resultado que obtenemos para las razones de [VHFRUUHVSRQGHFRQHOYDORUGHa:; ( QGHFDVRV
productos cruzados correspondientes a cada una de las HVSHUDGRVHVLJXDODOSURGXFWRTXHUHVXOWDGHPXOWLSOL-
fuentes sospechosas se interpreta de la siguiente forma: car el número total de casos MI por el número total de
VLHO25HVLJXDODODXQLGDGVLJQL¿FDQXOLGDGHV H[SXHVWRVNIGLYLGLGRSRUHOWRWDOGHSHUVRQDVHQULHVJR
GHFLUTXHQRKD\DVRFLDFLyQHQWUHODH[SRVLFLyQ\ODHQ- de enfermar 7, es decir, E = MI NI /T Varo YDULDQ]D
fermedad HVLJXDODOFRFLHQWHTXHUHVXOWDGHGLYLGLUHOSURGXFWRGH
VLHO25HVVXSHULRUDLQGLFDTXHH[LVWHDVRFLD- los marginales por el número total de personas en riesgo
FLyQHQWUHODH[SRVLFLyQ\ODDSDULFLyQGHODHQIHUPHGDG GHHQIHUPDUHOHYDGRDOFXDGUDGR\PXOWLSOLFDGRSRUHO
VLHO25HVLQIHULRUDXQRVLJQL¿FDTXHQRH[LV- total menos 1, es decir, Var 1,0,1R0R77
WH DVRFLDFLyQ HQWUH OD H[SRVLFLyQ \ OD HQIHUPHGDG H
LQFOXVR VH SRGUtD LQWHUSUHWDU TXH HO IDFWRU GH H[SRVL- (O YDORU REWHQLGR GH ; VH EXVFD HQ XQD WDEOD GH
ción actúa como protector ante la enfermedad, aun- Chi-cuadrado con un grado de libertad y se obtiene el
que esto no siempre es cierto. La información que nos YDORU GH p, que se interpreta como la probabilidad de
proporciona esta medida de magnitud siempre ha de ir que una asociación, al menos tan fuerte como la obser-
complementada con el establecimiento de los límites YDGDHQORVGDWRVREWHQLGRVSXHGDDSDUHFHUVLODKLSy-
GH FRQ¿DQ]D VXSHULRU H LQIHULRU GH GLFKD PHGLGD HV tesis nula de no asociación fuese cierta, es decir, única-
decir, es necesario medir la precisión con la que dicha mente debida al azar.
PHGLGD FXDQWL¿FD HO ULHVJR GH HQIHUPDU 3DUD HOOR VH
emplean múltiples pruebas, pero una de las más utili- 3RU FRQYHQFLyQ VH DFHSWDQ FRPR HVWDGtVWLFDPHQWH
]DGDV SRU VX VLPSOLFLGDG \ ¿DELOLGDG HV OD 3UXHED GH VLJQL¿FDWLYRVORVYDORUHVGHSDXQTXHHVWHYD-
Miettinen: lor no debe emplearse para estimar los resultados de un
HVWXGLRHQIRUPDDLVODGD8QYDORUGHSGHTXLHUH
=W; GHFLUTXHHQXQSRUFHQWDMHGHOSXHGHQDSDUHFHUGD-
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 297
Carne
Expuestos 30 150 180
No expuestos 170 50 220
Ensalada
Expuestos 200 200 400
No expuestos 50 130 180
Flan
Expuestos 170 150 320
No expuestos 30 50 80
200 200 400
WRV WDQ H[WUHPRV FRPR ORV REVHUYDGRV D SHVDU GH TXH IHFFLyQDOLPHQWDULD'HHQWUHHQIHUPDURQHVWL-
QRKD\DDVRFLDFLyQHQWUHODH[SRVLFLyQ\ODHQIHUPHGDG mándose que podrían haber estado implicados tres pla-
8QDYH]¿QDOL]DGRHVWHDQiOLVLVVHSXHGHOOHJDUD WRVFRQVXPLGRVFDUQHHQVDODGDRÀDQ6HUHDOL]yXQD
DFHSWDUODKLSyWHVLVIRUPXODGD\SRUWDQWROOHYDUD HQFXHVWDH[SRQLpQGRVHORVUHVXOWDGRVHQOD7DEOD
cabo las medidas de control
* rechazar la hipótesis actual por lo que se habrán de (O DOLPHQWR LPSOLFDGR HV HO ÀDQ \D TXH WLHQH OD
JHQHUDUQXHYDVKLSyWHVLV Pi[LPDWDVDGHDWDTXHHQWUHORVH[SXHVWRV\ODPtQLPD
El análisis epidemiológico que nos ha permitido HQWUHORVQRH[SXHVWRVSUHVHQWDXQ25VXSHULRUDODXQL-
aceptar o rechazar la hipótesis puede ser complementado GDG\ODDVRFLDFLyQFDXVDOHVHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FD-
con pruebas de laboratorio que, siempre que sean facti- WLYD5HVWDWUDWDUGHREWHQHUXQHVWXGLRGHODERUDWRULRGH
EOHVQRVD\XGDUiQDFRQ¿UPDUORVIDFWRUHVFDXVDOHV XQDPXHVWUDGHÀDQSDUDFHUWL¿FDUGREOHPHQWHODWR[LLQ-
fección alimentaria y la fuente responsable.
Todos estos cálculos pueden realizarse muy senci- De cualquier modo, además de la metodología cien-
llamente con el Programa informático STATCALC, que Wt¿FDGHGLVHxRGHOHVWXGLRQRVHGHEHQSDVDUSRUDOWR
integra el paquete de programas disponibles en el EPI consideraciones prácticas cuando se desarrollen planes
,1)2XVDQGRHQHVWHFDVRHOOtPLWHGHFRQ¿DQ]DVXSH- para un estudio epidemiológico analítico. Hay que con-
rior e inferior por la 3UXHEDGH&RUQ¿HOG\ODVLJQL¿FD- siderar algunos recursos, arreglos de transporte si se
FLyQHVWDGtVWLFDSRUODPRGL¿FDFLyQGH0DQWHO+DHQ]HO FRQWHPSODQYLVLWDVGHFDPSRUHTXLVLWRVGHSHUVRQDO\
Asimismo se pueden hacer de forma automática las co- UHFXUVRV GH ODERUDWRULR VL VH YDQ D UHFRJHU \ YHUL¿FDU
UUHVSRQGLHQWHVWDEODV\JUi¿FRV&RQVLGpUHVHSRUHMHP- muestras ambientales o biológicas en el estudio.
plo, el caso de una escuela bajo esfera del Área Progra- Los trabajadores de la salud también deben planear
mática de un hospital general de agudos de la Ciudad las necesidades de tiempo para el estudio. ¿Cuánto
GH %XHQRV$LUHV FX\RV DOXPQRV VXIULHURQ XQD WR[LLQ- WLHPSRWRPDUiUHXQLU\DQDOL]DUORVGDWRV"
298 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
6H QHFHVLWDUi KDFHU DUUHJORV SDUD YHUL¿FDU FXiQ sanitario e incluso otros sectores. Ante un brote epidé-
FRPSOHMRV\H[DFWRVVRQORVGDWRVSDUDRUGHQDUORVSDUD mico y para adoptar las medidas de control hay que lo-
el análisis y para el proceso real de su análisis. Si se calizar dónde se está produciendo el problema. Si es en
necesitan procedimientos de control de calidad en el la comunidad, en una institución o totalmente fuera de
ODERUDWRULR \ QR H[LVWHQ ORFDOPHQWH WHQGUiQ TXH SUR- la comunidad. Si es de fuente común, propagada y a qué
SRUFLRQDUVH 7DPELpQ VH SXHGHQ QHFHVLWDU SUHYLVLRQHV cantidad de personas está afectando.
DGHFXDGDVSDUDGLVHxDU\SUREDUFXHVWLRQDULRV\SURWR- En general, hay una serie de medidas estándar de
colos de recolección de datos. FRQWUROTXHVRQUHODWLYDPHQWHIiFLOHVGHLGHQWL¿FDU/D
VLJXLHQWHHWDSDHVYDORUDUORDSURSLDGRGHFDGDPHGL-
Etapa de intervención (experimental) GDSDUDXQDVLWXDFLyQSDUWLFXODUHLGHQWL¿FDUDTXHOODV
otras medidas que pueden reducir la incidencia de la
(OREMHWLYRGHODVLQYHVWLJDFLRQHVHSLGHPLROyJLFDVHVHO HQIHUPHGDG $ YHFHV XQD VLPSOH PHGLGD HV H¿FD]
de proporcionar un conocimiento sobre las relaciones SHURHQRWUDVRFDVLRQHVHVQHFHVDULRWRPDUYDULDVPH-
de causa-efecto y de dosis-respuesta, que pueda usarse didas al mismo tiempo. Deben efectuarse desde los
HQLQWHUYHQFLRQHVHQVDOXGS~EOLFDGLVHxDGDVSDUDSUH- primeros momentos en los que se sospecha la fuente
YHQLUFRQWURODU\HOLPLQDUXQSUREOHPDGHVDOXG7DOHV de infección, mecanismo de propagación, etc. Dentro
acciones, interrumpiendo la cadena causal que produce de las medidas estándar se pueden establecer por el
ODHQIHUPHGDGSXHGHQSRUVtPLVPDVGDUXQDHYLGHQFLD siguiente criterio:
epidemiológica ulterior respecto de la etiología de la en- - Disminuir la susceptibilidad o aumentar la resisten-
fermedad. Si la acción en salud pública, recomendada FLDGHORVVXVFHSWLEOHVSHMDFWLYD\SDVLYDYDFX-
SRUREVHUYDFLRQHVHSLGHPLROyJLFDVGHVFULSWLYDVRDQD- QDVLQPXQRJOREXOLQDVHWF
OtWLFDVHQYHUGDGHOLPLQDRFRQWURODGHIRUPDVXVWDQFLDO - Control de la fuente, cómo eliminar la comida conta-
el problema de una enfermedad, la relación sospechada minada, potabilizar aguas contaminadas, etc.
de causa-efecto gana un fuerte apoyo. Sin embargo, en - Control del mecanismo de transmisión, control de los
ODPD\RUtDGHODVVLWXDFLRQHVHQHVSHFLDOFXDQGRODVH[- YHKtFXORV SRVLEOHPHQWH FRQWDPLQDGRV WDOHV FRPR
posiciones ambientales están asociadas con enfermeda- alimentos, aire, etc.
GHVGHODWHQFLDSURORQJDGDFiQFHUQHIURSDWtDHWFORV
UHVXOWDGRVGHORVHVWXGLRVHSLGHPLROyJLFRVUDUDYH]VRQ &DGDPHGLGDDGRSWDGDGHEHVHUYDORUDGDHQFXDQWR
tan notables y satisfactorios. DVXHIHFWLYLGDGFRVWRWLHPSRGHLPSODQWDFLyQ\DFHS-
tación por parte de las personas implicadas. Y para ello
El problema, sus causas posibles y los resultados de hay que tener muy en cuenta las condiciones en las que
estudios epidemiológicos deben ser cuidadosa y plena- se está produciendo la enfermedad, y que están deter-
PHQWHH[SOLFDGRVDORVPHGLRVGHFRPXQLFDFLyQ\DORV minando de diferente manera que aparezcan los brotes
grupos comunitarios interesados. Esto es importante en epidémicos de cualquier etiología, y saber que las actua-
SDUWLFXODU FXDQGR XQD LQYHVWLJDFLyQ QR SXHGH FRQ¿U- ciones sobre ellos son a más largo plazo.
mar un peligro sospechoso de salud ambiental ya que
ODVFRQFOXVLRQHVQHJDWLYDVVRQPiVGLItFLOHVGHFRPX- Screening
QLFDUGHPRGRFRQYLQFHQWHTXHORVKDOOD]JRVSRVLWLYRV
LQFOXVRORVKDOOD]JRVIDOVRVSRVLWLYRV(QHVWHSURFHVR /RVH[iPHQHVGHtamizado en general en «aparente es-
GHDFFLyQHQVDOXGS~EOLFDDWUDYpVGHODFRPXQLFDFLyQ WDGRGHEXHQDVDOXGªPiVFRQRFLGRVSRUODH[SUHVLyQ
pública, son esenciales los análisis consistentes, claros sajona screening, constituyen un proceso mediante el
y francos del problema bajo estudio y de los resulta- TXH VH WUDWD GH LGHQWL¿FDU HQIHUPHGDGHV R SUREOHPDV
dos de los estudios epidemiológicos. Los efectos de una GHVDOXGVXE\DFHQWHVDWUDYpVGHWHVWHRVPDVLYRV0X\
FRPXQLFDFLyQFRQWLWXEHRVTXHOOHYHDODFRQIXVLyQGHO XWLOL]DGRVHQODVGpFDGDVGHOOXHJRIXHURQHVSH-
público son difíciles de superar cuando es alta la pre- Ft¿FDPHQWHHYDOXDGRVHQFXDQWRDVXFRVWREHQH¿FLRHQ
ocupación de la comunidad sobre peligros ambientales términos de salud.
potenciales.
Estos testeos diferencian a personas saludables de
Las medidas de control en caso de un brote epidé- los que pudieran tener una enfermedad; no son usual-
PLFRGHEHQVHUXQDDFWLYLGDGPiVGHORVHTXLSRVLQWHU- mente diagnósticos y requieren de un seguimiento de
disciplinarios de atención primaria de las áreas progra- LQYHVWLJDFLyQDSURSLDGR\XQWUDWDPLHQWRHVSHFt¿FR(V
máticas, aunque en algunos casos, dada la complejidad de suma importancia la seguridad del método, ya que
GHHVWDVPHGLGDVVHLPSOLTXHQRWURVQLYHOHVGHOVHFWRU OD LQLFLDWLYD GHO screening SURYLHQH SRU OR JHQHUDO GH
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 299
/OHYDUDFDERXQEXHQPHWDQiOLVLVUHTXLHUHUHFRQR- TXHGDQXQVHUYLFLRS~EOLFRLQIRUPDQGRDODJHQWH
FHUTXHHOSURFHGLPLHQWRHVHQVtPLVPRXQDLQYHVWLJD- HQUHDOLGDGHVWiQSHQVDQGRHQODVYHQWDVGHOGLDULR
FLyQTXHH[LJHXQGLVHxRFXLGDGRVR(QFRQFUHWRKD\ R OD SXEOLFLGDG GH OD WHOHYLVLyQ /DV SULRULGDGHV
TXH SUHSDUDU SUHYLDPHQWH XQ SURWRFROR SDUD VX UHDOL- de los medios y las agencias de salud pública son
zación, como se hace en cualquier estudio. Son pasos claramente diferentes. Las autoridades necesitan a
fundamentales en estos estudios: los medios para diseminar información importante,
DFRPSLODUXQFRQMXQWRGHLQIRUPHVGHHVWXGLRVHSL- SHURORVPHGLRVQHFHVLWDQKLVWRULDVSDUDYHQGHU\D
GHPLROyJLFRVUHOHYDQWHVWDQFRPSOHWRFRPRVHDSR- que ese es su negocio.
sible
EHVSHFL¿FDUXQDVHULHGHGH¿QLFLRQHVGHYDULDEOHVGH Los reporteros comparten una herramienta común;
UHVXOWDGRH[SOLFDWLYDVRGHFRQIXVLyQTXHVHDQHQ OD HQWUHYLVWD TXH HV VLQ GXGD OD PiV IUHFXHQWH LQ-
WRGRORSRVLEOHFRPSDWLEOHVFRQODVGH¿QLFLRQHVXWL- teracción, entre usted y los medios; los reporteros
lizadas en los estudios primarios TXHUUiQGDUDVXIXHQWHXVWHGDOJ~QWLSRGHDWULEXWR
FUHFROHFWDUODVHVWLPDFLRQHVGHOUHVXOWDGR\ODVFDUDF- SDUDGDUOHXQDXUDGHFUHGLELOLGDGFRPR'U)XOD-
WHUtVWLFDVGHOHVWXGLR\GHORVVXMHWRVGHLQYHVWLJD- no, especialista reconocido internacionalmente en
ción, de forma todo lo estandarizada que sea posible HQIHUPHGDGHVGLDUUHLFDV(VFRQYHQLHQWHTXHLGHQ-
y con las debidas garantías, para contrarrestar ses- WL¿TXHXQWtWXORTXHODDXGLHQFLDSXHGDFRPSUHQGHU
JRVGHSUHIHUHQFLDVGHOLQYHVWLJDGRU con rapidez, ya que no todos están familiarizados
G DQDOL]DU ORV GDWRV GHVFULSWLYRV DVt REWHQLGRV PH- con los términos nefrólogo, neonatólogo, hematoon-
diante uno de los métodos antes considerados, y FyORJRRDXQHSLGHPLyORJR/DVHQWUHYLVWDVYDULDUiQ
H WDQWHDU OD VHQVLELOLGDG GH ORV UHVXOWDGRV GHO PHWD- su formato y aquellas destinadas al periódico local
QiOLVLV UHDOL]DGR HQ G D ODV RSFLRQHV \ VXSXHVWRV YDULDUiQGHODVTXHVHHPLWDQHQXQDFDGHQDLPSRU-
KHFKRVHQORVSDVRVDDG tante, pero todas tratarán de responder las 6 pregun-
tas clásicas: quién/ qué/ dónde/ cuándo/ cómo/ por
Esta estrategia puede arrojar luz sobre las razones de TXp6XWUDEDMRHOVX\RHVWHQHUXQDUHVSXHVWDSUH-
discrepancias en los resultados de ensayos, mejorar los parada para cada pregunta y presentarla de manera
HVWiQGDUHVHGLWRULDOHV\GHLQYHVWLJDFLyQDOIRFDOL]DUORV FODUD\FRQFLVD3HURDQWHVGHFRQFHGHUODHQWUHYLVWD
SXQWRVIXHUWHV\GpELOHVGHODLQIRUPDFLyQTXHH[LVWHHQ UHFODPHODVPLVPDVUHVSXHVWDVGHVXHQWUHYLVWDGRU
XQFDPSRGDGR\RIUHFHUDORVIDFXOWDWLYRVXQDYLVLyQ TXLpQ OR HQWUHYLVWDUi \ GH TXp PHGLR HV R D TXLpQ
REMHWLYD GH OD OLWHUDWXUD GLVSRQLEOH *RRGPDQ representa. Cuál es la cuestión central a considerar y
Asimismo, la aplicación crítica y cuidadosa de técnicas TXpSUHJXQWDVVHKDUiQDVHJ~UHVHFRQVXDVHVRUGH
DSURSLDGDVGHPHWDQiOLVLVIDFLOLWDODH[SORUDFLyQFXDQWL- PHGLRVGHTXHHOWHPDVLQGLFDGRQRVHUiXQVHxXHOR
WDWLYDGHODVGHVKRPRJHQHLGDGHVHQODVtQWHVLVFXDQGR para preguntarle por otros temas que no formaron
HVDSURSLDGDGHORVUHVXOWDGRVGHORVHVWXGLRV-RQHV SDUWHGHODDJHQGDLQLFLDO(QTXpiPELWRWHQGUiOX-
JDUODHQWUHYLVWD\FXiQGR\HQTXpPHGLRDSDUHFHUi
Cómo será conducida y por qué la hacen ¿Aparecerá
XVWHGULGLFXOL]DGRGHDOJXQDPDQHUD"
Qué hacer y qué no en la investigación
de un brote o epidemia 'HVLJQH D XQ ~QLFR YRFHUR ©8Q PHQVDMHUR XQ
mensaje» debiera ser la regla de oro. Si aparece más
Debieran considerarse una serie de puntos prácticos de de una persona diseminando información generará
cara a enfrentar una epidemia. Cada epidemia es dife- confusión. Y recuerde sobre todo que la prensa ama
UHQWH\HVWiFODURTXHODPHMRUFDVL~QLFDPDQHUDGH ODFRQIXVLyQRODFRQWURYHUVLD7RGDDJHQFLDGHVD-
DSUHQGHU D VREUHOOHYDUOD HV DWUDYHVDUOD /DV VLJXLHQWHV OXG WLHQH R GHEHUtD WHQHU YRFHURV TXH WHQJDQ FRQ-
REVHUYDFLRQHVSXHGHQQRREVWDQWHVHUGHD\XGD tactos en la prensa y que sean los que lidien con los
(YLWHHQORSRVLEOHDORVPHGLRV6LDSDUHFHPXFKR PHGLRVXQDJHQWHRDVHVRUGHPHGLRV
en los medios, no está trabajando en el problema o
esa es la imagen que dará. Es fundamental, además, 7UDWH GH PDQWHQHU D ORV WHFQyFUDWDV HQ XQ VHJXQGR
comprender el interjuego entre los medios y los ge- SODQR \D TXH PXFKDV YHFHV JHQHUDUiQ LQIRUPDFLyQ
QHUDGRUHVGHQRWLFLDVXVWHGHQHVWHFDVR\HVTXH contradictoria o al menos potencialmente confusa.
simplemente cada uno tiene su propia agenda. Los Recuerde que debe respetar «un mensaje coherente:
PHGLRV VRQ XQ QHJRFLR \ HQ YHUGDG QR OHV LQWHUH- XQPHQVDMHURª\TXHODSUHQVDDPDODFRQWURYHUVLD
sa la salud de la población; si bien puede parecer $XQDOJRWDQWULYLDOFRPRHOQ~PHURSUHFLVRGHFDVRV
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 301
GH XQ EURWH GDUiQ D ORV PHGLRV OD H[FXVD SDUD XQD mortalidad. En su papel de responsable del SILOS, Distri-
crítica desmedida; no se embarque en una guerra o to de Salud o Área Programática, usted fue requerido para
juego de números con la prensa. Recuerde que aun UHDOL]DUXQDLQYHVWLJDFLyQGHODVHSWLFHPLDSRUVDOPRQHOOD
sin otras noticias, un aumento del número de casos es HQQLxRVWUDEDMDQGRFRQXQHTXLSRLQWHUGLVFLSOLQDULRTXH
XQDQRWLFLDHQVtPLVPD\WHQJDSUHVHQWHTXHORVFD- SDUWLFLSyHQODVDFWLYLGDGHVGHLQWHUYHQFLyQDVLVWHQFLDOGH
VRVODLQFLGHQFLDDFXPXODGD££VLHPSUHDXPHQWDUi esta enfermedad en el Hospital de Referencia.
La infección resulta de la ingesta de comida o agua
6REUHWRGRFRRUGLQHODLQIRUPDFLyQHQWUHORVQLYHOHV FRQWDPLQDGDSRUUHVHUYRULRVKXPDQRVRDQLPDOHVDYHV
ORFDOHVUHJLRQDOHVSURYLQFLDOHV\QDFLRQDOHVUHFXHU- GH FRUUDO URHGRUHV JDQDGR YDFXQR FHUGRV HWF /D
GH OD UHJOD GH RUR OD SUHQVD DPD OD FRQWURYHUVLD \ salmonella es fácilmente destruida con la cocción. El
estará encantada en descubrir que la nación posee in- SULQFLSDOREMHWLYRGHOHVWXGLRHVWHQHUDPSOLDLQIRUPD-
IRUPDFLyQTXHQRWLHQHHOQLYHOUHJLRQDORYLFHYHUVD ción sobre el brote\HQSDUWLFXODUDQDOL]DUFXiOHVQLxRV
están en mayor riesgo de enfermar, de tal manera que
(QODVFRQIHUHQFLDVGHSUHQVDQROHD0LUHGLUHFWD- VHWRPHQODVLQWHUYHQFLRQHVFRUUHVSRQGLHQWHVVREUHORV
mente a la audiencia, hable con entusiasmo gesticu- ambientes de riesgo.
lando si es necesario.
(QODLQYHVWLJDFLyQELEOLRJUi¿FDSUHYLDDHPSUHQGHU
el estudio, se constató que el término salmonellosis se
Addenda: Estudio de brotes UH¿HUHDODLQIHFFLyQFDXVDGDSRUODEDFWHULDGHOJpQHUR
6DOPRQHOODKD\VHURWLSRVFRQWUHVHVSHFLHVSULPDULDV
&UHHPRVFRQYHQLHQWHDJUHJDUXQHMHPSORGHHVWXGLRGH S. typhiFDXVDQWHGHOD¿HEUHWLIRLGHD6&KROHUDVXLV;
EURWH HSLGpPLFR, labor epidemiológica habitual en el S. enteridis, que incluye S. typhimurium, subtipo que en
iPELWRGH6,/26\VHUYLFLRV6LELHQ\DORGHVDUUROOD- HOiUHDWLHQHPi[LPDSUHYDOHQFLD\IXHUWHUHVLVWHQFLDDQ-
mos antes en este mismo capítulo, recordemos aquí que WLELyWLFD/DLQIHFFLyQUHVXOWDGHODLQJHVWLyQGHDJXD
denominamos epidemia a la «ocurrencia, en la comuni- o comida contaminada, la fuente es otro ser humano o
GDGRHQXQiUHDJHRJUi¿FDGHOLPLWDGDGHXQDHQIHUPH- DQLPDO DOJXQRV VRQ SRUWDGRUHV FRPR DYHV GH FRUUDO
GDGHYHQWRRSUREOHPDGHVDOXGFODUDPHQWHHQH[FHVR URHGRUHVJDQDGRHWF(VIiFLOPHQWHGHVWUXLGDFRQOD
sobre lo normal esperado», hecho que puede ocurrir FRFFLyQ(OHVWXGLRHVSXHVXQDLQYHVWLJDFLyQGHVHYHUD
GHQWURRIXHUDGHORVPXURVGHOKRVSLWDORVHUYLFLR LQIHFFLyQVHSWLFHPLDTXHUHVXOWDGHOLQJUHVR\PXOWL-
plicación de una especie muy patógena en el torrente
Estudio de EURWHHSLGpPLFR: Este ejemplo de proble- VDQJXtQHR(VWRVHSXHGHDFRPSDxDURQRGHODWtSLFD
PDSURYHHLQIRUPDFLyQVREUHFyPR HQWHULWLVSHURHVGHSDUWLFXODULPSRUWDQFLDSULRULWDULR
* establecer una hipótesis epidemiológica detener el brote porque la infección se puede diseminar
HVFRJHUXQDSURSLDGRGLVHxRGHHVWXGLR\GH¿QLFLyQ y la mortalidad y morbilidad son altas.
de caso
HVFRJHUYDULDEOHVDSURSLDGDVSDUDHOSURWRFRORRHQ- Primera pregunta: establecer el principal problema
cuesta que necesita ser estudiado; establecer alguna hipótesis
* escoger un grupo control apropiado TXHGHEHUtDVHULQYHVWLJDGD
LQWHUSUHWDU GDWRV GHVFULSWLYRV GH OD GLVWULEXFLyQ GH Problema: EURWHV GH VDOPRQHOOD S. typhimurium
casos con un subtipo que a menudo causa septicemia fueron
LQWHUSUHWDU GDWRV JHRJUi¿FRV GH OD GLVWULEXFLyQ GH UHJLVWUDGRVGXUDQWHORV~OWLPRVDxRVHQVHUYLFLRVGH
casos pediatría del Hospital de Referencia.
FDOFXODU ODV PHGLGDV GH DVRFLDFLyQ odds ratio en Hipótesis: el riesgo de septicemia por salmonella
HVWHFDVR aumenta en asociación con:
LQWHUSUHWDUHVDVPHGLGDVGHDVRFLDFLyQ\VXVLQWHUYD- * lugar de residencia
ORVGHFRQ¿DQ]DELRHVWDGtVWLFRV * fuente de agua potable
KDFHUUHFRPHQGDFLRQHVGHLQWHUYHQFLyQSDUDLQWHUYH- * tipo y modo de preparación de comida
QLU\OXHJRSUHYHQLUODUHFXUUHQFLDGHObrote * higiene doméstica y comunitaria
* relación con animales
Primera parte: Introducción
Segunda pregunta: ¿Qué tipo de estudio epidemio-
La infección por salmonella representa un serio riesgo si OyJLFRVHVXJLHUH\SRUTXp"¢&XiQWRWLHPSRGHEHGXUDU
se complica en una septicemia, acarreando una alta tasa de HOHVWXGLR"
302 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
6pSWLPDSUHJXQWD ¿Qué podría decir acerca del pa- Sexta parte: Comparación de casos
trón de distribución por edad para aquellos que padecen y controles: Lugar de residencia
septicemia no tifoidea y cómo se compara con aquellos
TXHWLHQHQVHSWLFHPLDSRUWLIRLGHD" 6HWUDWDGHFRPSDUDUODXELFDFLyQJHRJUi¿FDGHORVKR-
/D VHSWLFHPLD QR WLIRLGHD DIHFWD D QLxRV SHTXHxRV JDUHVGHDTXHOORVQLxRVFRQLQIHFFLyQDGTXLULGDSRUS.
HLQIDQWHV/DSUHVHQWHHVFDODGHOD¿JXUDHVFRQIXVDVL typhimurium en el medio, con su control hospitalario.
se redibuja demostrará que la distribución no es normal Los resultados son los siguientes:
HQ IRUPD GH FDPSDQD OD HGDG PHGLD HV GH PHVHV
D XQ DxR SURPHGLR DxRV /D VHSWLFHPLD WLIRLGHD CONTROLES CONTROLES
DIHFWDDQLxRVPD\RUHVSHURORVHQIHUPRVVRQWDQHVFD- (N=32) (N=108)
VRVTXHHVGLItFLOFRQ¿UPDUOR Distrito A 15 15
Otros 17 93
Quinta parte: Epidemiología descriptiva
6H GHFLGH REVHUYDU PiV GH FHUFD DTXHOORV FDVRV GRQGH 1RWHTXHHOGHORVFDVRVvsGHORV
hubo infecciones adquiridas en la comunidad, en otras FRQWUROHV SURYLHQHQ GHO GLVWULWR$ (VWD DVR-
palabras, aquellos que tenían infecciones «antes de entrar FLDFLyQSRVLWLYDHVHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYD[
DOKRVSLWDOª/RVFDVRVTXHFXPSOHQHVWDGH¿QLFLyQVRQ SDUDS SXHGHKDFHUHOFiOFXORHQHO(3,
SDUDS. typhimurium\SDUDS. ,1)22WUDPDQHUDGHH[SUHVDUHOULHVJRHVDWUDYpVGHO
typhi. Luego se analiza el lugar de residencia de aquellos 25odds ratioR53&HQHVWHFDVR
QLxRVFRQLQIHFFLRQHVDGTXLULGDVHQODFRPXQLGDGSRUS.
typhimurium HQ HO GLVWULWR$ 25 SDUD&, ±
HQHO%\HQHO&WUHVGHXQD]RQDGHYLOODV 3XHGHKDFHUHOFiOFXORHQHO(3,,1)2
GHHPHUJHQFLDDG\DFHQWHVDXQiUHDGHFORDFDV(O
GHODVLQIHFFLRQHVSRUS. typhi fueron adquiridas en 'pFLPDSUHJXQWD ¿Qué puede decir ahora sobre
YLOODVGHHPHUJHQFLDSXHEORVMyYHQHVGHOGLVWULWR& el factor provenir del distrito A, en términos de con-
YHUWLUVHHQXQFDVRGHHQIHUPHGDG"¢(VXQIDFWRUFDX-
Octava pregunta: ¿Qué piensa de la distribución VDO"¢4XpKLSyWHVLVWLHQHDFHUFDGHHVWRVKDOOD]JRV"
JHRJUi¿FD GH FDVRV GH LQIHFFLyQ SRU ORV GRV WLSRV GH (O SURYHQLU GHO GLVWULWR $ HVWi IXHUWHPHQWH DVR-
VDOPRQHOOD"¢6RQGLIHUHQWHV"¢4XpKLSyWHVLVWLHQHDFHU- FLDGRFRQFRQYHUWLUVHHQXQFDVRQRVHSXHGHGHFLU
FDGHODGLVWULEXFLyQ" FDXVDO SRUTXH HVD D¿UPDFLyQ QR VHUtD SODXVLEOH
Aparece un conglomerado de casos de la especie no GHVGH OR ELROyJLFR HV XQ PDUFDGRU SDUD RWURV ULHV-
WLIRLGHDHQDOJXQDVUHJLRQHV\GHHVSHFLHWLIRLGHDHQ JRV\FRPRVHWUDWDGHXQHVWXGLRGHFDVRV\FRQ-
HOGLVWULWR&(OGLVWULWR$HVXQD]RQDFDOXURVDK~PH- troles, las hipótesis acerca de la causalidad pueden
GD KLSHUHQGpPLFD GH PDODULD 6yOR GH ORV FDVRV VHUJHQHUDGDVSHURQRGH¿QLWLYDPHQWHSUREDGDV/DV
SURYLHQHQGHOiUHD&TXHWLHQHEDMDHQGHPLDGHPDODULD hipótesis pueden ser numerosas, incluyendo suminis-
Las hipótesis deben incluir factores como diferencias en WUR GH DJXD FRPLGD QXWULFLyQ QLYHO VRFLRHFRQyPL-
HOQLYHOGHLQJUHVRVHVWDGRQXWULFLRQDOH[SRVLFLyQDP- co, cultural, etc.
ELHQWDOSDUDH[SOLFDUHVWRVFRQJORPHUDGRV
Séptima parte: Comparación de casos
Novena pregunta: ¢8VWHG SLHQVD TXH HV XQ IDFWRU y controles: Higiene y estado
GH ULHVJR SURYHQLU GHO GLVWULWR$ SDUD GHVDUUROODU XQD sanitario del medio
VHSWLFHPLDDGTXLULGDHQODFRPXQLGDGSRUVDOPRQHOOD"
¿Qué información adicional necesitaría para probar la Se cuenta con resultados adicionales de comparación,
VLJQL¿FDQFLDHVWDGtVWLFDGHHVWHSRVLEOHIDFWRUGHULHVJR" en términos de otros factores ambientales.
304 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 9.9: Circulación viral por semana epidemiológica según red de laboratorios Sivila, Ciudad de Bue-
nos Aires
Figura 9.10: Casos notificados por semana epidemiológica de ETI. Residentes ciudad de Buenos Aires
Figura 9.11: Casos por semana epidemiológica Gripe A H1N1. Residentes y no residentes
Figura 9.12: Tasa de mortalidad por 100 000 por Gripe A en la ciudad de Buenos Aires según área pro-
gramática, invierno 2009
'LIXQGLUODVPHGLGDVGHSUHYHQFLyQUHFRPHQGDGDV &RQVHMRGH([SHUWRV$WHQWRDOD(PHUJHQFLD6DQLWDULD
SRUHO&RPLWpGH([SHUWRVSDUDFRQWHQHUODSURSDJD- decretada por el GCBA se estableció como un canal de
FLyQGHOYLUXV comunicación con el ciudadano al Centro de Atención
7UDQVPLWLU WUDQTXLOLGDG D OD SREODFLyQ PHGLDQWH Telefónica. En este sentido, la Subsecretaría de Aten-
PHQVDMHVGLUHFWRVFODURV\FRKHUHQWHVFRQHO¿QGH ción Ciudadana puso a disposición toda la plataforma
contrarrestar informaciones erróneas que generan GHDWHQFLyQGHORSHUDGRUHVSDUDODUHFHSFLyQ
preocupación en la gente de llamados telefónicos de los ciudadanos, tendiente a
)DFLOLWDUHODFFHVRDODLQIRUPDFLyQHVSHFt¿FDGHOD brindar una información consolidada respecto a la en-
enfermedad y del modo de proceder ante la presun- IHUPHGDG (O YROXPHQ GH OODPDGDV DWHQGLGDV GHVGH HO
ción de contagio LQLFLRGHODFDPSDxDGHVGHHOKDVWDHOGHMXOLRGH
3UHYLR DQiOLVLV GH FyPR RWURV SDtVHV GH OD UHJLyQ IXHGHUHFLELpQGRVHXQSURPHGLRGH
manejaron la comunicación ante la crisis sanitaria, se OODPDGDV GLDULDV VLHQGR HO GHO WRWDO GH OODPDGDV
WRPyODGHFLVLyQGHGH¿QLUGLVWLQWRVYRFHURVSDUDGLIH- ingresadas al 147. La alta disponibilidad de operado-
rentes tipos de mensaje pero sólo uno para cada catego- UHVSHUPLWLyWUDEDMDUFRQXQPX\EXHQQLYHOGHVHUYLFLR
ría, respetando la regla de oro «un mensajero, un men- DWHQGLHQGRHOGHODVOODPDGDVDQWHVGHORVVH-
saje». Así se determinó que el Jefe de Gobierno sería el gundos de espera.
encargado de transmitir los mensajes de tranquilidad a 'HVGHXQSXQWRGHYLVWDPiVWpFQLFRGLUHPRVTXHOD
ODSREODFLyQDWUDYpVGHXQGLVFXUVRFODURUHDOLVWD\FRQ YLJLODQFLDGHODVLQIHFFLRQHVUHVSLUDWRULDVDJXGDVHVWD-
YRFDEXODULR OODQR HYLWDQGR HQ OR SRVLEOH WHFQLFLVPRV FLRQDOHVHQOD$UJHQWLQDVHUHDOL]DDWUDYpVGHODLGHQWL-
3DUDWRGDVODVFXHVWLRQHVHVSHFt¿FDVGHOiPELWRGHODVD- ¿FDFLyQ\QRWL¿FDFLyQGHHYHQWRVFODYHEURQTXLROLWLV
OXG\WpFQLFDVVHGH¿QLyTXHHOSULQFLSDOYRFHURIXHVHHO HQQLxRVPHQRUHVGHDxRVHQIHUPHGDGWLSRLQÀXHQ]D
Ministro de Salud, reconocido epidemiólogo local. Por (7,\QHXPRQtDV/DVLWXDFLyQLQLFLDOUHJLRQDOVHFR-
~OWLPR WDPELpQ KXER XQ JUXSR GH YRFHURV HYHQWXDOHV noció como fase de contención e implicó un monitoreo
FRPRORVPLHPEURVGHO&RPLWpGH([SHUWRV(QFRQFRU- HVWUHFKRGHFDGDFDVRVRVSHFKRVRGH¿QLGRFRPRHOTXH
dancia con la primera etapa de comunicación, se lanzó VHSUHVHQWDEDVLQWRPiWLFRKDELHQGRYLDMDGRD]RQDVGH
XQDIXHUWHFDPSDxDGHD¿FKHVHQODYtDS~EOLFDFRQHO trasmisión sostenida o había entrado en contacto con ca-
REMHWLYRGHOOHJDUDWRGRVORVVHFWRUHVGHODSREODFLyQ VRVVRVSHFKRVRVRFRQ¿UPDGRV(OLQFUHPHQWRGHFDVRV
Otro producto que se utilizó para la difusión fueron las RVRVSHFKRVRVHQ%XHQRV$LUHVOOHYyDO0LQLVWHULR1D-
D¿FKHWDVXQDJHQHUDOVLPLODUDORVD¿FKHVGHYtDS~EOL- cional a iniciar la fase de mitigación el 17 de junio; esta
ca, y una particular, utilizada en la segunda etapa de la implicaba monitoreo diario de las infecciones respira-
FRPXQLFDFLyQVHJPHQWDGD3DUDHVWDIDVHVHGLVHxD- WRULDVDJXGDVVHYHUDV\DVLPLVPRHOPRQLWRUHRGHOD
ron dos dirigidas al sector laboral, que focalizaban en capacidad de respuesta de los sistemas locales de salud.
el uso del transporte público y en las medidas a tomar
HQHGL¿FLRV\HVSDFLRVFRPXQHV(OPHQVDMHFRQWLQXDED III. Resultados y consideraciones generales
FRQODPLVPDOtQHDTXHORVD¿FKHVGHYtDS~EOLFDKDFHU
KLQFDSLp HQ OD SUHYHQFLyQ \ OD UHVSRQVDELOLGDG LQGLYL- 3DUD OD (QIHUPHGDG WLSR ,QÀXHQ]D (7, HO FRUUHGRU
dual, y en tranquilizar a la gente. Durante la primera endémico semanal de residentes en Ciudad de Buenos
HWDSDGHFRPXQLFDFLyQVHUHSDUWLHURQD¿FKHWDV $LUHVHQPXHVWUDXQSDWUyQHVWDFLRQDOGHPi[LPD
JHQHUDOHV\SDUWLFXODUHVHQWD[LV&HQWURVGHJHVWLyQ\ DFWLYLGDGHQWUHODVVHPDQDVHSLGHPLROyJLFDV6(D
3DUWLFLSDFLyQ&*3&VPLQLVWHULRV\GHSHQGHQFLDVGHO /DFXUYDGHFDVRVGHOSUHVHQWHDxRPXHVWUDXQDV-
*RELHUQRELEOLRWHFDVGHSHQGHQFLDVHGXFDWLYDVLQGXV- censo temprano en la semana 11, e incidencia creciente
WULDV FUHDWLYDV LQVWLWXFLRQHV UHOLJLRVDV SROLGHSRUWLYRV DSDUWLUGHODVHPDQDWUDQVFXUULHQGRHQ]RQDGHEURWH
KRVSLWDOHVFHQWURVGHVDOXG/HJLVODWXUDVXEWHPHWUR KDVWDODVHPDQDFRQWHQGHQFLDGHFUHFLHQWH
HWF&RQHOREMHWLYRGHTXHODFDPSDxDWXYLHVHSUHVHQFLD (QUHODFLRQDODFLUFXODFLyQYLUDOJOREDOORVUHVXOWD-
HQUDGLR\WHOHYLVLyQVHGLVHxDURQVSRWVSDUDVHUHPLWL- dos por semana epidemiológica de la red de laboratorios
dos en los canales de aire y de cable. En este sentido, se GHOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHV6,9,/$KDVWDODVHPD-
apuntó a una diferenciación de destinatario, poniendo QD HSLGHPLROyJLFD PXHVWUDQ TXH HQWUH ODV VHPDQDV
en el aire dos tipos de spot: uno dirigido a adultos y otro \SUHGRPLQyODFLUFXODFLyQGH,QÀXHQ]D$+1
DQLxRV(OVLWLRZHEGHO*&%$IXHRWURGHORVFDQDOHV (Q HO SHULRGR REVHUYDGR HO GH WRGDV ODV GHWHU-
GH GLIXVLyQ GH OD LQIRUPDFLyQ UHODWLYD D OD SDQGHPLD PLQDFLRQHVSRVLWLYDVSDUD,QÀXHQ]D$FRUUHVSRQGLHURQ
En la página web www.buenosaires.gob.ar se publica- D$+1(QODV~OWLPDVVHPDQDVVHREVHUYDXQDFDtGD
ron documentos que comunicaban los protocolos que se HQODFLUFXODFLyQGHWRGDVODVFHSDVGH,QÀXHQ]D$FRQ
LEDQUHGH¿QLHQGRHQIXQFLyQGHORVDQiOLVLVGLDULRVGHO PD\RUSHVRUHODWLYRGH965
9. Medios, métodos e instrumental epidemiológicos... 309
(QUHODFLyQDORVFDVRVQRWL¿FDGRVGH(QIHUPHGDGWLSR /DFDQWLGDGGHPXHUWRVSURYRFDGRVSRUODHSLGHPLD
,QÀXHQ]D(7,SDUDUHVLGHQWHVHQ&LXGDGGH%XHQRV$LUHV fue muy inferior a la media de la gripe estacional.
SRUVHPDQDHSLGHPLROyJLFDVHYHHQWUHODVVHPDQDVD (O PLHGR TXH VH JHQHUy HQ OD JHQWH HQ ORV SULPH-
TXHODFXUYDGHFDVRVVXSHUDODQRWL¿FDFLyQUHJLVWUDGD ros días fue disminuyendo a medida que aumentó la
en el trienio anterior. La mayoría de los casos se concentra percepción de que la situación estaba bajo control.
HQODVVHPDQDV\HQWUHHO\HOFRPHQ]DQGR En ese sentido, fue fundamental que el Jefe de Go-
luego una tendencia descendente en las semanas siguientes. ELHUQR\ORVGHPiVYRFHURVGHO*&%$WUDQVPLWLHUDQ
7DPELpQHQODVHPDQDDOVHYLRXQLQFUHPHQ- tranquilidad a la población.
to de los casos que requirieron hospitalización y que llegó a /DLQFRUSRUDFLyQGHXQQ~PHURWHOHIyQLFRSDUDTXH
ORVQLYHOHVPi[LPRVHQOD6('HFHUFDGHFDVRV la gente llamara y recibiera información y orienta-
VRVSHFKRVRVGHLQÀXHQ]D$+1DVLVWLGRVHQHIHFWRUHVGHO FLyQWDPELpQIXHFODYHSDUDEDMDUORVQLYHOHVGHSD-
*&$%$UHVLGHQWHV\QRUHVLGHQWHVIXHURQSDFLHQ- ranoia y temor.
WHVH[WHUQRV\VHKRVSLWDOL]DURQ'HHOORV /D FDPSDxD GH FRPXQLFDFLyQ KL]R IRFR HQ OD UHV-
IXHURQFDVRVGH¿QLWLYRV SRQVDELOLGDGLQGLYLGXDOGHODVSHUVRQDV
'HHVWRVIXHURQPXMHUHV\YDURQHVS 16 /DPD\RUSDUWHGHODSREODFLyQFRODERUyHQHOHVFX-
FRQXQDHGDGSURPHGLRGH\XQDPHGLDQDGH damiento, el aislamiento y el distanciamiento social,
WXYRFRPRUELOLGDGHVRIDFWRUHVGHULHVJRDOPR- así como con las medidas higiénicas recomendadas.
PHQWRGHODLQWHUQDFLyQS/DFRQGLFLyQPiVFRP~Q /RVPHGLRVGHFRPXQLFDFLyQSXHGHQKDFHUPXFKRELHQ
HQQLxRVPHQRUHVGHDxRVIXHURQODVHQIHUPHGDGHVUHV- SHURWDPELpQPXFKRGDxR3RUHVRIXHPX\LPSRUWDQWH
SLUDWRULDV(QWUHORVDxRVORVWUDVWRUQRVQHXUROyJLFRV WUDEDMDUHQFRQMXQWRFRQORVSULQFLSDOHVPHGLRVSDUDHYL-
o enfermedades respiratorias u oncohematológicas. Tras- WDUTXHVHGHVYLUWXDUDHOPHQVDMHDFRPXQLFDU
WRUQRVUHVSLUDWRULRVLQPXQRGH¿FLHQFLDVRPHWDERORSDWtDV /DSUHVHQFLDFRQVWDQWHTXHWXYLHURQHQORVPHGLRV
SUHYDOHFLHURQHQHOJUXSRGH(QWUHORVSDFLHQWHVGH WDQWRHOPLQLVWURGH6DOXGFRPRORVH[SHUWRVDSRUWy
DxRVRPiVWXYRFRQGLFLRQHVPpGLFDVDVRFLDGDV FODULGDG\FUHGLELOLGDGDODLQIRUPDFLyQR¿FLDOVREUH
La presencia de factores de riesgo incrementó el riesgo ab- OD HSLGHPLD \ VLUYLy SDUD FRQWUDUUHVWDU GDWRV HUUy-
VROXWRGHPXHUWHRHQIHUPHGDGFUtWLFDYHFHV,& QHRVTXHSURYRFDEDQDODUPDHQODSREODFLyQ
S6HUHSRUWDURQVRVSHFKRVRVHQHPED- 6HORJUyDUWLFXODUFRQp[LWRFRQGLVWLQWRVDFWRUHVVR-
UD]DGDVGHORVTXHDODSRVWUHIXHURQGH¿QLWLYRV6ROR FLDOHV FiPDUDV HPSUHVDULDV FXOWRV HWF SDUD TXH
HQ KXER GDWRV SUHFLVRV GHO HPEDUD]R VH colaboraran con la difusión del mensaje.
KDOODURQHQHOWHUFHUWULPHVWUHHQHOSULPHUR\ 'HVGHODVHPDQDHSLGHPLROyJLFDKDVWDODHQ
HQHOVHJXQGR(QODVSDFLHQWHVFX\RVGDWRV que dejó de haber fallecidos por la Gripe A, se pasó
HVWXYLHURQGLVSRQLEOHVVHUHSRUWyXQDPRUWDOLGDGGHO por las acciones correspondientes a las etapas de
VLQTXHVHDSUHFLDUDQFRPRUELOLGDGHVHYLGHQWHV/D contención y de mitigación, en forma perfectamente
WDVDEUXWDGHPRUWDOLGDGJOREDOIXHGHOGHODV SODQL¿FDGDWDQWRVREUHHOVLVWHPDS~EOLFRFRPRHO
PXHUWHVRFXUULyHQQLxRVPHQRUHVGHDxRVHQHOJUX- SULYDGR\GHODVHJXULGDGVRFLDO
SRGHDDxRVHQHOGHD (O6LVWHPDGH6DOXGS~EOLFR\SULYDGRSXGRDEVRUEHU
Las tasas brutas de mortalidad mostraron un claro el alto impacto del número de consultas, sin colapsos,
H[FHVRGHULHVJRHQODViUHDVSURJUDPiWLFDVGHORVKRV- con adecuación de los recursos de internación y tera-
SLWDOHV)HUQiQGH]$UJHULFK3HQQD3LxHUR\6DQWRMDQQL pia y la entrega de la medicación necesaria.
FRUUHVSRQGLHQWHVDODVFRPXQDV\\OD 6HORJUyKDFHUIUHQWHDXQQ~PHURGHFRQVXOWDVUp-
tasa particular del área Penna triplicó la de la ciudad. FRUGSDUDODVHSLGHPLDVGHJULSHVLQÀDTXHDUXWLOL-
Esta distribución guarda relación con la mortalidad glo- zando toda la capacidad instalada y toda la calidad
bal de la Ciudad, según fue reportado por nuestro grupo de atención que ha hecho de esta Ciudad un ejemplo
HQRWUDSDUWHH[FHSWRHQODVFRPXQDV\'HEHWH- para la medicina de la región.
QHUVHSUHVHQWHQRREVWDQWHTXHDOVHUUHODWLYDPHQWHSR- (OUHVXOWDGRGHHVWDH¿FD]VLQHUJLDHQWUHHTXLSRGHVD-
cos casos se debe ser cauto con la interpretación de estos OXG\YHFLQRVVHYHUHÀHMDGRHQORVUHVXOWDGRVGHODV
GDWRV\DTXHVRQSURFOLYHVDPXOWLWXGGHVHVJRV WDVDV GH PRUWDOLGDG SRU HQIHUPHGDGHV WLSR LQÀXHQ-
]D(7,KDVWDHOSUHVHQWHLQIHULRUHVDODVHVSHUDGDV
IV. Conclusiones VLHQGR HVWRV GDWRV HQ GH¿QLWLYD ORV TXH SHUPLWLUiQ
MX]JDUODVLQWHUYHQFLRQHVGHSURPRFLyQ\SUHYHQFLyQ
/D*ULSH$GHVSOD]yDODJULSHHVWDFLRQDOVLHQGROD de atención ambulatoria y de internación, así como
FLUFXODFLyQYLUDO±HQDGXOWRVHQWUH\DxRV±HQ las comparaciones epidemiológicas con los datos del
XQYLUXV$+1 quinquenio, de otras jurisdicciones y de otros países.
Formación de Recursos Humanos en
10
Atención Primaria de la Salud
Introducción 6HSURPXHYHODSDUWLFLSDFLyQGHODSREODFLyQHQHOSOD-
neamiento e implementación del cuidado de la salud
(QVHUHDOL]yHQ&KLOHOD7HUFHUD5HXQLyQ(VSH- HQVXVFRPXQLGDGHVFRQVLGHUDQGRTXHORVLQGLYLGXRV
cial de Ministros de Salud, donde se concluyó en la ne- de una sociedad tienen el derecho y el deber de parti-
FHVLGDGGHOD$WHQFLyQ3ULPDULDGH6DOXG$36FRPR cipar en ello.
estrategia para corregir las brechas e inequidades en los
accesos de salud de la población. 6HGH¿QHDOD$WHQFLyQ3ULPDULDGHOD6DOXGFRPR
(QHODxRVHFXPSOLHURQORVDxRVGHOUHFR- «la Asistencia Sanitaria basada en métodos y tec-
nocimiento internacional del concepto de APS en la Con- QRORJtDVVHQFLOODVFLHQWt¿FDPHQWHIXQGDPHQWDGDV\
ferencia de Alma Ata, como estrategia para alcanzar una socialmente aceptables, que estén al alcance de los
PHWDJOREDOHQVDOXG©6DOXGSDUDWRGRVHQHODxRª LQGLYLGXRVIDPLOLDV\FRPXQLGDGDXQFRVWRDFHS-
SDUDORFXDOORVJRELHUQRVGHEtDQ¿MDUSROtWLFDVGHVDOXG table por la comunidad y el país, para que pueda cu-
con el propósito de lograr las transformaciones necesa- brir cada una de las etapas del desarrollo».
ULDVSDUDDVHJXUDUHODFFHVRGHODSREODFLyQDORVVHUYLFLRV
de salud, disminuir las brechas en la situación de salud y - «La APS forma parte integrante tanto del sistema na-
IRUPDUHOUHFXUVRKXPDQRHQ$36. cional de salud, del que constituye la función central
y el núcleo principal, como del desarrollo social y
'LFKDFRQIHUHQFLDHQODTXHSDUWLFLSDURQSDtVHV económico global de la comunidad».
y 67 organizaciones internacionales, marcó un hito al lla-
mar a toda la comunidad internacional, a los gobiernos /DDWHQFLyQSULPDULDGHEHSUHVWDUVHUYLFLRVGHSURPR-
y a los trabajadores de la Salud a tomar acciones para FLyQSUHYHQFLyQFXUDFLyQ\UHKDELOLWDFLyQSRUORWDQWR
SURPRYHUHOPRGHORGH$36SDUDWRGRVORVLQGLYLGXRV VHQHFHVLWDGHLQYHVWLJDFLRQHVVRFLDOHVELRPpGLFDV\VR-
(Q OD 'HFODUDFLyQ GH $OPD $WD VH HVWDEOHFHQ EUHVHUYLFLRVGHVDOXG\VDOXGS~EOLFDGHFDGDSDtV\VXV
SXQWRVDVHJXLUSRUORV¿UPDQWHVQRYLQFXODQWHVGHORV comunidades, para tener resultados que permitan aplicar
cuales se resumen los siguientes conceptos sobre los políticas y estrategias de APS adecuadas, formar al re-
que se ha hecho énfasis en la necesidad de capacitación curso humano en Salud y fomentar la educación sobre
y formación del personal de salud y de la comunidad. ORVSUREOHPDVGHVDOXGVXSUHYHQFLyQ\FRQWURO
- Se considera a la salud como un derecho humano - «Implica esfuerzos coordinados de todas las otras
IXQGDPHQWDO \ VH OD GH¿QH FRPR ©DTXHO HVWDGR GH áreas relacionadas al sector sanitario como las de
total bienestar físico, social y mental y no simple- GHVDUUROORVRFLDO\HFRQyPLFRHGXFDFLyQYLYLHQGD
mente la ausencia de afecciones o enfermedades». obras públicas, comunicaciones, industria, agricul-
312 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Figura 10.1: Principios, valores y elementos esenciales de un Sistema de Salud basado en APS
Para disponer de este tipo de recursos humanos es buscar un consenso en el campo para la capacitación y
QHFHVDULR XQD SROtWLFD DGHFXDGD SODQL¿FDFLyQ HVWUDWp- formación del recurso humano en salud.
JLFDHLQYHUVLyQHQFDSDFLWDFLyQHPSOHRHLQFHQWLYRV
JHVWLyQGHORVUHFXUVRVKXPDQRVVLQSHUGHUGHYLVWDORV Para las acciones en APS se debe tener en cuenta las
FRQÀLFWRVH[LVWHQWHVHQHO&DPSRGHO5HFXUVR+XPDQR PRGL¿FDFLRQHVHQODHGXFDFLyQ\HOWUDEDMRHQHOPHU-
en Salud. cado del trabajo, en el rol de los actores profesionales,
WpFQLFRV\DGPLQLVWUDWLYRVHQHOQLYHOGHMHUDUTXL]DFLyQ
RWRUJDGRDORVWUDEDMDGRUHVHQ$36VLQSHUGHUGHYLVWD
Campo del Recurso Humano en Salud ORVFRQÀLFWRVHLQWHUHVHVGHODVSDUWHVTXHFRQIRUPDQHO
campo de los recursos humanos, la necesidad y forma
8QRGHORVSXQWRVHVHQFLDOHVSDUDHQFDUDUHVWDWUDQVIRU- de regulación y gestión.
mación ha sido y es la formación del recurso humano
en Salud. En este punto no se puede soslayar el cono- (QOD)LJXUDVHYHQUHÀHMDGRVWRGRVORVDFWRUHV
FLPLHQWRGHORVFRQÀLFWRVH[LVWHQWHVHQHOFDPSRGHORV TXH LQWHUYLHQHQ HQ HO FDPSR GH ORV UHFXUVRV KXPDQRV
Recursos Humanos en Salud que deben ser tenidos en en Salud que, con sus particulares intereses, generan
cuenta antes de la formulación de políticas, planes y SHUPDQHQWHV FRQÀLFWRV \ QHJRFLDFLRQHV 1R VH SXHGH
gestión de la formación del recurso humano. Para Pablo pensar en una acción en el campo del recurso humano
%RUGHXHVLPSRUWDQWHLGHQWL¿FDU\FRPSUHQGHUTXLpQHV sin tenerlos presente.
son los actores que constituyen el campo de los recursos
humanos, cuáles son sus intereses, diferencias y simili- &RPRHMHPSORVHSXHGHQLGHQWL¿FDUORVVLJXLHQWHV
tudes para reconocer las posibilidades de construcción actores que interaccionan en acciones de salud y forma-
FROHFWLYDGHWUDQVIRUPDFLRQHVHQHOFDPSRGHGHVDUUR- ción del recurso humano:
llo de recursos humanos. Es fundamental tener esto en
FXHQWD WDQWR SDUD OD SODQL¿FDFLyQ \ OD JHVWLyQ FRPR )RUPDFLyQHQVDOXG
para la formación y capacitación del recurso humano. 8QLYHUVLGDGHVS~EOLFDV\SULYDGDV
Institutos superiores
Cabe reconocer a los distintos actores del campo Colegios médicos
con sus intereses, diferencias y similitudes, campo de Asociaciones y/o Sociedades médicas
acción, competencias e incumbencias para poder inter- 6HUYLFLRVFRQVXSHUYLVLyQGHO&RPLWpGH'RFHQFLD
pretar las diferentes realidades y necesidades y poder H ,QYHVWLJDFLyQ GH FDGD KRVSLWDO \ GH OD 'LUHFFLyQ
314 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Sindicatos
Población Servicios de Salud
Mercados laborales G
R
R
EDUCACIÓN
EDUCACION TRABAJO
R R
G
Profesionalización
Universidades, Población
Institutos, Corporaciones
Escuelas profesionales
PLANIFICACIÓN
PLANIFICACION
Figura 10.2: Visión del campo de desarrollo de los Recursos Humanos en Salud. Fuente: OPS, 2000. R:
Regulación; G: Gestión
GH &DSDFLWDFLyQ H ,QYHVWLJDFLyQ GHO 0LQLVWHULR GH Subsecretaría de Atención integrada de la Salud Mi-
Salud. QLVWHULRGH6DOXG3ROtWLFDV3ODQL¿FDFLyQ5HFWRUtD
(GXFDFLyQYLUWXDO&XUVRV\IRURVGHGLVWLQWRVRUJD-
nismos nacionales e internacionales. 3DUWLFLSDFLyQVRFLDOHQ6DOXG
Centros de Gestión y Participación del Gobierno
,QYHVWLJDFLyQGH6DOXG de la Ciudad
8QLYHUVLGDGHV (QHOIXWXURODVFRPXQDV
Hospitales Educación para la Salud
,QVWLWXWRVGHLQYHVWLJDFLyQ Educación escolar
,QVWLWXWRV\FHQWURVSULYDGRV &HQWURVVRFLDOHV\GHSRUWLYRVFOXEHV\VRFLHGD-
Organizaciones no gubernamentales GHVGHIRPHQWR
&HQWURVSDUURTXLDOHVUHOLJLRVRV
$WHQFLyQGHVDOXG Agrupaciones comunitarias religiosas
3ULPHUQLYHO Organizaciones No gubernamentales
&HQWURVGH6DOXG\$FFLyQFRPXQLWDULD&HVDF 'HSDUWDPHQWRVGHDFFLyQVRFLDO\GHSUHYHQFLyQ
Centros Médicos Barriales HQVDOXGGHORVKRVSLWDOHVGHFRPXQLGDGHVFR-
Médicos de Cabecera OHFWLYLGDGHV
Odontólogos de Cabecera &HQWURVRDJUXSDFLRQHVGHFROHFWLYLGDGHVGHGL-
&RQVXOWRULRVH[WHUQRVGHORVKRVSLWDOHV IHUHQWHVSDtVHVLQPLJUDQWHV\VXVGHVFHQGLHQWHV
&RQVXOWRULRVPpGLFRVDQLYHOSULYDGR )RURV\VLWLRVZHE
3ROLFOtQLFDVRSROLFRQVXOWRULRVSULYDGRV 5HGHV \ SURJUDPDV HQ ORV PHGLRV JUi¿FRV UD-
6HJXQGRQLYHO+RVSLWDOHVJHQHUDOHVGHDJXGRV GLDOHV\WHOHYLVLYRV
+RVSLWDOHVPRQRYDOHQWHVHVSHFLDOL]DGRV
+RVSLWDOHVGHFRPXQLGDGHVSULYDGR
+RVSLWDOHV\&OtQLFDVGH2EUDV6RFLDOHV6LQGL- Articulación e influencia
FDWRV
+RVSLWDOHV\&OtQLFDVSULYDGDV ([LVWHXQJUDGRGHDUWLFXODFLyQHLQÀXHQFLDHQWUHWRGRV
7HUFHUQLYHO7RGRVORVVHUYLFLRVRFOtQLFDVHVSHFLD- ORVDFWRUHVDXQTXHQRVX¿FLHQWH\SURJUDPDGD'HELHUD
lizadas en prestaciones de alta complejidad que forman H[LVWLUXQDDGHFXDGDDUWLFXODFLyQHQWUHORVIRUPDGRUHV
SDUWHGHODVHVWUXFWXUDVHGLOLFLDVGHORVGHOVHJXQGRQLYHO de salud y los de atención de salud, muy especialmente
RWLHQHQHGL¿FLRSURSLRGHQWURGHOiPELWRGHODFLXGDG en la discusión de políticas y gestión, con actualizacio-
nes permanentes, con posibilidad de cambios curricula-
'HJHVWLyQGHORVVHUYLFLRV-HIDWXUDVGH6HFFLyQ UHV \ PDWHULDV RSWDWLYDVFRPR VH HVWi LPSOHPHQWDQGR
-HIDWXUDVGH8QLGDG en algunos planes de la carrera de Medicina.
-HIDWXUDVGH'LYLVLyQ
Jefaturas de Departamentos Los responsables de gestión de salud tendrían que
Direcciones articular acciones con otras áreas y sectores, para inter-
Direcciones generales, ministerio de Salud FDPELDU H[SHULHQFLD \ FRRUGLQDU DFFLRQHV VLQpUJLFDV
10. Formación de Recursos Humanos... 315
que no se superpongan, ni entorpezcan o bloqueen los El problema es que continúa el modelo centrado en
procesos. HOKRVSLWDO\HQODHQIHUPHGDG\QRHQODSUHYHQFLyQ\
/DLQYHVWLJDFLyQVLHPSUHYDDLQÀXLUHQODIRUPDFLyQ HQODVDFFLRQHVGH$36)DOWDUtDXQDYHUGDGHUDDUWLFXOD-
y la aplicación de sus resultados en la atención de salud, ción de acciones entre los distintos actores del campo de
GHEHVHUUHJXODGDSRUHOHVWDGRDWUDYpVGHRUJDQLVPRV recursos humanos en salud, incluyendo a la población.
LGyQHRVDWDO¿QFRQDVHVRUDPLHQWRGHLQYHVWLJDGRUHV\ /RV SURJUDPDV GH GLIXVLyQ PDVLYD GH VDOXG QR VRQ OR
consejos de bioética. VX¿FLHQWHPHQWH DWUDFWLYRV SDUD OD SREODFLyQ GH EDMRV
UHFXUVRV /DV DFFLRQHV GH ODV GLVWLQWDV 21* FRQ ¿QHV
Se debería tener muy claro los fundamentos y los solidarios que llegan a la población de pobres e indigen-
REMHWLYRVGHHVDDSOLFDFLyQSDUDWHQHUDUJXPHQWRVYiOL- WHVQRVRQVX¿FLHQWHV\ODVRUJDQL]DGDVSRUHOHVWDGRQR
dos para su no aplicación ante la presión de la demanda, son monitoreadas y controladas de forma adecuada para
ya que en la actualidad un porcentaje de la población, HYDOXDUVXH¿FDFLD\SRUORJHQHUDOWLHQHQXQ¿QSROt-
especialmente los internautas, tienen acceso a la infor- WLFRHOHFWRUDOLVWDPiVTXHXQDSODQL¿FDGDDFFLyQSDUD
PDFLyQ\DVHDFLHQWt¿FDFRPRODGHGLYXOJDFLyQPDU- OOHYDUVDOXGHGXFDFLyQ\VHJXULGDG
keting y/o publicitaria, que induce a generar la demanda
GHXQVHUYLFLRSUHVWDFLyQRQXHYDPHGLFDFLyQTXHQR 'HVGHHODGYHQLPLHQWRGHODGHPRFUDFLDHQORVSDtVHV
FXHQWDFRQVX¿FLHQWHHYLGHQFLD\TXHDXPHQWDHOJDVWR ODWLQRDPHULFDQRVKDKDELGRFLHUWRVFDPELRVVXVWDQWLYRV
HQ VDOXG HQ GHWULPHQWR GH RWUDV iUHDV QR YLVLEOHV SRU 8QDPD\RURIHUWDHGXFDWLYD
la población como es la promoción y protección de la $SHUWXUDGHQXHYDVXQLYHUVLGDGHV
Salud. - La creación de organismos de acreditación de carre-
ras de grado y posgrado
(VWRHVWDPELpQYiOLGRVREUHODSUHVLyQGHPHUFDGR /DUHFHUWL¿FDFLyQGHODVHVSHFLDOLGDGHVPpGLFDV
en la formación de recursos humanos de salud, en espe- ,QFHQWLYDFLyQ GHVGH OD SROtWLFD \ OD HFRQRPtD D OD
cial en los profesionales de la medicina. LQYHVWLJDFLyQ
Los formadores en salud debieran articular acciones 0D\RURIHUWDGHVHUYLFLRVGHDWHQFLyQPpGLFD
con el debido asesoramiento pedagógico y de ciencias - Mayor cobertura en salud con la suma de los sindi-
GHODFRPXQLFDFLyQSDUDDFWXDUHQORVGLVWLQWRV\YDULD- catos
GRVHVWDPHQWRVDQLYHOVRFLDO\DTXHPXFKDVYHFHVDO 'HVFHQWUDOL]DFLyQGHORVVHUYLFLRVKRVSLWDOHV
tratarse temas de salud por personal no especializado $XPHQWRGHORVSURJUDPDVSDUDSREODFLRQHVYXOQH-
OOHYDDGDULQIRUPDFLyQHUUyQHDRLQWHUHVDGDTXHQRFRQ- rables
GXFHDOREMHWLYR6DOXGVLQRDODFRPHUFLDOL]DFLyQGHXQ $GTXLVLFLyQ\DFFHVRVDQXHYDVWHFQRORJtDV
producto o utilización de una práctica. Por otra parte, - Decisión política en la Atención Primaria de la Salud
una charla o ponencia de un especialista acostumbrado - Mayor trabajo en las áreas programáticas
DO iPELWR DFDGpPLFR VL QR OOHYD VX PHQVDMH D ORV Fy- ,PSOHPHQWDFLyQGHORVPpGLFRVGHFDEHFHUDDQLYHO
GLJRVGHOOHQJXDMHGHOFRP~QGHODVSHUVRQDVVHYXHO- estatal
YHLQFRPSUHQVLEOH\SHRUD~QOOHYDDLQWHUSUHWDFLRQHV - Mayor énfasis en la atención ambulatoria, interna-
HUUyQHDV\DHTXtYRFRVFRQWUDSURGXFHQWHV FLyQGRPLFLOLDULD\KRVSLWDOGHGtDHVWRPHMRULP-
SOHPHQWDGRHQHOVHFWRUSULYDGR
Es en salud donde más ofertas de acciones de todas - Actualmente, regionalización de las áreas de aten-
ODVPHQFLRQDGDVH[LVWHQ\VLQHPEDUJRQRVHKDSRGLGR ción médica
llegar a la meta planteada en Alma Mata. Surge enton- - Interés mediático de los temas de Salud entre otros
FHVODSUHJXQWDVREUHVLVHKLFLHURQHIHFWLYDVODVHVWUDWH- ítems
gias de Atención Primaria de la Salud.
Sin embargo, la necesidad de una mayor coordina-
/D$36SURSRQHXQDRUJDQL]DFLyQGHORVVHUYLFLRV ción y articulación, un mejor control y una adecuada
GHVDOXGSRUGLVWLQWRVQLYHOHVGHDWHQFLyQTXHGHEHFRQ- gestión, el aumento del índice de pobreza e indigencia,
WDUFRQODSDUWLFLSDFLyQGHODFRPXQLGDGSDUDUHVROYHU ODPRYLOLGDGGHODFODVHPHGLDTXHQRSXGRVHJXLUDFX-
problemas mediante prestaciones accesibles, de alta ca- GLHQGRDOVHFWRUSULYDGRHOPDQHMRHVSXULRGHORVIRQGRV
OLGDG\HQIRUPDFRQWLQXDHLQWHJUDO(OSULPHUQLYHOGH de ciertas obras sociales, que cubrió sus prestaciones con
atención de la salud en el marco de la Atención Primaria ODVGHOKRVSLWDOS~EOLFRODGHPDQGDQRFDOFXODGDíFRPR
SXHGH UHVROYHU XQ SRU FLHQWR GH ORV SUREOHPDV GH por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires con el recla-
salud de la población abordándolos en forma interdisci- mo espontáneo desde el Gran Buenos Aires, del interior
SOLQDULDGHQWURGHODSHUVSHFWLYDIDPLOLDU\VRFLDO GHOSDtV\GHSDtVHVOLPtWURIHVíVLQFRQWUDSUHVWDFLRQHVR
316 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
retorno adecuado del gasto originado, falta de una ade- falta de recurso humano capacitado por un lado, y en
cuada política económica, sistemas no informatizados y el otro punto apertura de centros de salud o centros de
una supuesta corrupción en el manejo del dinero público, atención comunitaria y falta de personal de salud capa-
HQWUHRWURVOOHYDQDTXHVHGL¿FXOWHODSODQL¿FDFLyQGHORV citado en APS.
recursos humanos y con ello su adecuada capacitación. 6HSXHGHQPHQFLRQDUHQWUHODVGL¿FXOWDGHVPiVLP-
3RUHMHPSORVLDQDOL]DPRVGHPRJUi¿FDPHQWHOD&LXGDG portantes en el país en el campo de recursos humanos:
$XWyQRPDGH%XHQRV$LUHV&$%$FRQXQDSREODFLyQ - Inadecuada razón en el egreso de médicos y enfer-
HQYHMHFLGD GHEHUtDPRV IRUPDU PiV JHULDWUDV \ HTXLSRV meras
multidisciplinarios en gerontología; sin embargo, la rea- )RUPDFLyQGHPpGLFRVHQIRUPDPDVLYDHQOD8QL-
lidad es que la demanda de atención pediátrica sigue sien- YHUVLGDGGH%XHQRV$LUHVVLQDUWLFXODUFRQHO0LQLV-
do alta por el acceso a la atención de población de las terio de Salud un sistema de internados rotatorios
otras jurisdicciones del país que se dirigen espontánea- por los distintos centros de salud del país
mente a los hospitales pediátricos CABA, que demandan )DOWDGHSROtWLFDVHGXFDWLYDVTXHDGHFXHQHOQ~PHUR
FDGDYH]PD\RUHVIXHU]RHQODFDSDFLWDFLyQHQVHUYLFLRV GHHJUHVDGRVFRQODVYDFDQWHVGHHVWXGLRVGHIRUPD-
de internación, ofreciendo resistencia a la formación y ción de posgrado, como las residencias
capacitación en APS. )DOWDGHDUWLFXODFLyQGHOD8QLYHUVLGDGFRQHO6HFWRU
Salud y con la comunidad
3RURWUDSDUWHLQÀX\HODGHVPRWLYDFLyQODIDOWDGH )RUPDFLyQGHJUDGRFRQGH¿FLHQFLDVSDUDODDGHFXDGD
reconocimiento, el imaginario popular y el seguir cons- articulación con la atención de Salud. Por ejemplo,
truyendo héroes de la medicina en aquellos que emplean los médicos egresan con un título habilitante al ma-
altas tecnologías o trabajan en grandes centros médicos tricularse para ejercer la medicina en todo su campo,
GHOPXQGRGHVDUUROODGR\QRVHYDORUDFRQLJXDOPHGLGD pero no están realmente capacitados para hacerlo sin
DORVWUDEDMDGRUHVGHOD$36TXHVHGHVHPSHxDQHQHO ODIRUPDFLyQGHSRVJUDGR3RUHOORKR\HQGtDH[LVWH
SULPHUQLYHOGHDWHQFLyQHQORVFHQWURVPiVDLVODGRV\R OD HVSHFLDOL]DFLyQ FRQ OD UHYDOLGDFLyQ GH OD PLVPD
LQKyVSLWRV HQIUHQWiQGRVH GtD D GtD FRQ OD DGYHUVLGDG pero sólo para anunciarse como especialista.
ODUHDOLGDGVRFLDOODH[WUHPDSREUH]DODLQGLJHQFLDOD - Inadecuada distribución de los recursos humanos en
ignorancia y la insalubridad ambiental y deben reali- las distintas zonas del país
]DUWDUHDV\DFFLRQHVHQSRVGHWUDWDUGHPRGL¿FDUHVD 6DODULRVEDMRVRSDJRSRUSUHVWDFLRQHVLUUHOHYDQWHV\
realidad, tanto los profesionales, técnicos y demás tra- denigratorias
bajadores que conforman los equipos de APS. Por ello ([SORWDFLyQGHOWUDEDMDGRUHQGHWHUPLQDGRVFHQWURV
HV QHFHVDULD XQD SROtWLFD GH LQFHQWLYRV XQD LPSRUWDQ- SRUPDQRGHREUDFDXWLYD
te gestión y la adecuada formación del recurso huma- - Contratos leoninos y pagos a largo plazo, ante los
no para lograr las metas esperadas con la estrategia de cuales, en muchos casos, el profesional renuncia sin
APS, teniendo en claro que la formación y capacitación haber cobrado nunca
por sí sola no dará respuestas a las necesidades de cam- - Priorización del gasto en altas tecnologías, reformas
bio. Se necesitan acciones articuladas y coordinadas de y mejoras edilicias en detrimento del gasto en recur-
WRGRVORVQLYHOHV VRKXPDQRHQVDOXGHVSHFLDOPHQWHDQLYHOSULYDGR
$WRGRHVWRVHDJUHJDFRPRGL¿FXOWDGHV
Dificultades en el campo del recurso humano /DLQWHUYHQFLyQGHORVJUHPLRVVLQGLFDWRVFRQLQWHUH-
ses partidarios o sectoriales en detrimento del sector
En todo proceso de reforma los trabajadores de la salud Salud.
son fundamentales. Es habitual que se generen entu- )DOWDGHLQFHQWLYRV\GHFRQGLFLRQHVODERUDOHVSDUD
VLDVPR\FRPSURPLVRFRQHODQXQFLRGHQXHYDVOtQHDV desarrollarse técnica y/o profesionalmente.
GHDFFLyQSHURODIDOWDGHFODULGDGHQORVREMHWLYRVOD )DOWD GH LQFHQWLYRV SDUD HO FXPSOLPLHQWR FRQ UHV-
inercia del sistema informal de los procesos, la falta SRQVDELOLGDG \ GHGLFDFLyQ KRUDULD D QLYHO HVWDWDO
de continuidad de las acciones y la falta de resultados En algunos casos es el personal en formación quien
HVSHUDEOHVOOHYDQDUHVXOWDGRVPDJURVRDOIUDFDVR(Q queda a cargo de las tareas que debe cumplir el per-
Argentina, y en la mayoría de los países latinoamerica- VRQDOHIHFWLYRVLELHQKDFHDODLQWHJUDFLyQHQWUHOD
QRV FRQ OD GHVFHQWUDOL]DFLyQ \ HO DYDQFH WHFQROyJLFR IRUPDFLyQ\HOWUDEDMRVHREVHUYDQGLIHUHQFLDVHQWUH
VH REVHUYy XQ DYDQFH GHO VHFWRU SULYDGR FRQ UHVSHFWR ODVDFWLWXGHVGHORVPLVPRVDFWRUHVDQLYHOHVWDWDO\
DO VHFWRU S~EOLFR FRQ PRYLOLGDG GHO SHUVRQDO PiV FD- DQLYHOSULYDGR
OL¿FDGR6HREVHUYDFLHUWRGHVHTXLOLEULRHQWUHODRIHUWD )DOWDGHSURJUDPDVGHFRQWUROGHFDOLGDGSDUDGHWHF-
de infraestructura y equipamiento con alta tecnología y tar las debilidades y fortalezas y actuar en conse-
10. Formación de Recursos Humanos... 317
cuencia para fomentar la implementación de meto- FHQWH FRPSHWHQWH \ PX\ PRWLYDGR \ FRQ XQD FXOWXUD
dologías y la formación y capacitación del recurso profesional complementaria».
humano en salud.
- Ausencia del Estado en la regulación de las matrícu- (Q%XHQRV$LUHVDSHVDUGHODVGL¿FXOWDGHVHFRQy-
las profesionales según las necesidades regionales. PLFDVHQOD8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHV8%$HVWR
VHIRPHQWDDQWHODH[LVWHQFLDGHODFDUUHUDGRFHQWH\HQ
La formación del personal DOJXQDV XQLYHUVLGDGHV SULYDGDV VH GLFWD OD FDUUHUD GHO
de la Educación Superior profesorado para los alumnos que colaboran en la do-
FHQFLD HQ ORV GRV ~OWLPRV DxRV GH OD FDUUHUD GH EDVH
6HJ~QHOLQIRUPHGH)LHOGHQVHSODQWHDODQHFHVLGDGGHOD PLHQWUDV TXH HQ RWUDV LQVWLWXFLRQHV HVR QR HV H[LJHQ-
formación del personal de la Educación superior para lo- cia. Por ello, entre las recomendaciones del Consejo
JUDUXQDHQVHxDQ]DGHFDOLGDG\ORVGHVDItRVTXHHQIUHQ- 1DFLRQDO GH (YDOXDFLyQ \ $FUHGLWDFLyQ 8QLYHUVLWDULD
tan las instituciones formadoras ante los adelantos tecno- &21($8 VLJXLHQGR HVWiQGDUHV JOREDOHV GH (GXFD-
lógicos, la realidad social cambiante, las necesidades de FLyQ 0pGLFD VH HYDO~DQ ODV DFWLYLGDGHV TXH SHUPLWDQ
formación permanente, las condiciones del marco laboral reforzar y perfeccionar las competencias del personal,
y sus regulaciones, las diferencias de contratación entre la asistencia a Reuniones de Educación Médica y la
ODVLQVWLWXFLRQHVSULYDGDV\S~EOLFDVODVFRQGLFLRQHVGH FDSDFLWDFLyQGHQXHYDVWHFQRORJtDV\PpWRGRVSHGDJy-
HPSOHRXQLYHUVLWDULDV\OD¿QDQFLDFLyQHQWUHRWUDV JLFRV2WURVGHORVFULWHULRVGHHYDOXDFLyQVRQHOQ~PH-
UR GH SURIHVRUHV FRQ GHGLFDFLyQ H[FOXVLYD YHUVXV ORV
Por otra parte, en algunas áreas, la totalidad del co- GHGHGLFDFLyQVLPSOH\HOQ~PHURGHLQYHVWLJDGRUHV\
QRFLPLHQWRKXPDQRVHGXSOLFDFDGDWUHVDFLQFRDxRV SXEOLFDFLRQHVHQ UHYLVWDV FRQ UHIHUDWR R\ GH LPSDFWR
Esto hace imposible tener el total del conocimiento, ni la participación de los alumnos ayudantes o tutores en
siquiera en la propia competencia o especialidad. Lo LQYHVWLJDFLyQ\HQIRUPDFLyQHQ$36
TXHOOHYDDWUDEDMRV\HVWXGLRVHQHTXLSRVFRQQXHYRV Si bien dichos parámetros hacen a la acreditación
desafíos en el modelo de formación profesional y esto DFDGpPLFDQRVLHPSUHYDQHQSDUDOHORDODFDOLGDGGH
no sólo le compete a la alta especialización, sino tam- ODHQVHxDQ]DLPSDUWLGDDORVDOXPQRVRDODIRUPDFLyQ
bién a la formación en APS ante la permanente realidad GHOSHUVRQDO\DTXHODQHFHVLGDGGHGHGLFDFLyQH[FOX-
FDPELDQWHDQLYHOHSLGHPLROyJLFRVRFLDOHFRQyPLFR\ VLYD SDUD OD LQYHVWLJDFLyQ KDFH TXH PXFKRV GLUHFWRUHV
SROtWLFRTXHUHTXLHUHQXHYDVKHUUDPLHQWDVHLQVWUXPHQ- de departamento o profesores titulares impartan sola-
WRVSHGDJyJLFRV\QXHYDVSHUVSHFWLYDVGHDFFLyQ mente la clase inaugural y no siempre con la adecuada
preparación pedagógica, quedando la formación de los
(Q ORV SDtVHV HQ YtDV GH GHVDUUROOR OD QHFHVLGDG alumnos de grado a cargo de los ayudantes alumnos sin
GHOSOXULHPSOHRVHKDFRQYHUWLGRHQXQDFRQVWDQWHTXH ODVXSHUYLVLyQDGHFXDGD
GHVSOD]DODVKRUDVGHFDSDFLWDFLyQHQWRGRVORVQLYHOHV 3RURWUDSDUWHQRVLHPSUHORVSDUiPHWURVTXHHYD-
El alto costo de las suscripciones a publicaciones perió- lúan la calidad académica se traducen en la mejora de la
dicas o libros ha dado como resultado que en muchos atención médica o de la gestión en salud.
casos se hacen inaccesibles y no todas las bibliotecas La necesidad de la educación permanente ha gene-
GLVSRQHQGHWRGDVODVFODYHVSDUDHODFFHVRYLUWXDO rado también una gran oferta de cursos de posgrado no
siempre de buena calidad, de allí que uno de los desafíos
La necesidad de formación permanente en una ins- HVHOSDSHOUHJXODGRUGHOHVWDGRHQODHYDOXDFLyQGHOD
titución es una necesidad y todo un desafío, pues no es calidad de la educación superior, con independencia de
sólo la transmisión de conocimientos y métodos peda- compromisos políticos o necesidades coyunturales.
JyJLFRVVLQRODWUDQVPLVLyQGHYDORUHVHOFXPSOLPLHQWR /DDFUHGLWDFLyQ\HYDOXDFLyQGHODVLQVWLWXFLRQHVHGX-
GHODPLVLyQTXH¿MDFDGDLQVWLWXFLyQODDGDSWDFLyQDORV FDWLYDVGHOVLVWHPDGHUHVLGHQFLDVFRPRIRUPDGRUDVGH
FDPELRV PHWRGROyJLFRV OD ÀH[LELOL]DFLyQ IUHQWH D ODV SURIHVLRQDOHVHQVHUYLFLR\GHORVVHUYLFLRVGHVDOXGWLHQH
distintas realidades institucionales, de los demandantes en cuenta uno de los pilares fundamentales: la formación
y de la sociedad, con escasos recursos, bajos salarios permanente. Cada director de las instituciones debería
TXHOOHYDQHQPXFKRVFDVRVDODLPSRVLELOLGDGGHODGH- adoptar medidas en ese sentido y apoyar la formación del
dicación full time de los docentes o la dedicación con personal; además de fomentar el intercambio con otras
horarios rígidos a los educandos. LQVWLWXFLRQHVUHDOL]DUFRQYHQLRV\SURFXUDUWRGRWLSRGH
FRODERUDFLyQTXHIDFLOLWHHO¿QDQFLDPLHQWRGHDFWLYLGDGHV
6HJ~QHO%DQFR0XQGLDO©SDUDFRQVWUXLUOD IRUPDWLYDV TXH FDSDFLWHQ H LQFHQWLYHQ DO SHUVRQDO SDUD
H[FHOHQFLD HV IXQGDPHQWDO FRQWDU FRQ XQ SHUVRQDO GR- una mejor calidad de los procesos y productos.
318 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
- Implementar mecanismos e instrumentos que permi- las destrezas y las actitudes. Según Neufeld y Nor-
WDQDVHJXUDUORVQLYHOHVGHFRQRFLPLHQWRVH[LJLGRV man, la competencia se compone de habilidades clí-
en APS nicas, conocimiento, atributos interpersonales, juicio
(VWDEOHFHUFRQYHQLRV\DFXHUGRVGHORVPLQLVWHULRV FOtQLFR\FDSDFLGDGGHUHVROYHUSUREOHPDV\KDELOLGD-
de salud y las instituciones formadoras para el apo- des técnicas.
yo a estos procesos de cambios. Posee competencia profesional quien dispone de los
conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para
Educación médica y HMHUFHU XQD SURIHVLyQ SXHGH UHVROYHU ORV SUREOHPDV
Atención Primaria de la Salud SURIHVLRQDOHVGHIRUPDDXWyQRPD\ÀH[LEOHHVWiFDSD-
citado para colaborar en su entorno profesional y en la
Distintas declaraciones en políticas de Educación Mé- organización del trabajo.
dica han hecho hincapié en la necesidad de la salida de $GHPiVGHODVFRPSHWHQFLDVHVSHFt¿FDVGHVXVDEHU
OD8QLYHUVLGDGDOD&RPXQLGDGFDPELDUHOPRGHORGH los profesionales de la salud deben agregar otras como:
HQVHxDQ]D FHQWUDGR HQ OR FOtQLFRTXLU~UJLFR SDUD HVWD- 9Aprender cómo aprender
EOHFHUHMHVORQJLWXGLQDOHV\WUDQVYHUVDOHVHQODFXUULFX- 9$XWRHYDOXDFLyQ
la que permitan integrar el concepto de formación en 9(YDOXDFLyQFUtWLFD
$36\TXHDVXYH]ORVSURJUDPDVGHODVUHVLGHQFLDV 9Liderazgo
incorporen y continúen con la educación en acciones de 9Habilidades para el trabajo en equipo
Atención Primaria de la Salud. 9Metacognición
6L ELHQ H[LVWH XQD WHQGHQFLD GH WUDQVIRUPDFLyQ GH 9+DELOLGDGHVGHH[SUHVLyQHVFULWDRUDO
la educación médica orientada a la comunidad, aún no 9&DSDFLGDGGHUHÀH[LyQ
ORJUD VHU VX¿FLHQWH SDUD FRQVHJXLU XQD WUDQVIHUHQFLD 9Interés por el prójimo
SURJUHVLYDGHUHVSRQVDELOLGDGHVDORVVHUYLFLRVDPEXOD- 9Criterios éticos
torios, en busca de la lógica de racionalización, con un
HQIRTXHGHSUHYHQFLyQ\GHSURPRFLyQGDGRTXHVLJXH ¿Cuáles son las competencias que en la educación
siendo muy fuerte la formación y atención centrada en de grado se deben tener en cuenta para un profesional
HOKRVSLWDO(VWROOHYDDTXHD~QQRVHKD\DORJUDGRXQ HQ$36"
QXHYRSHU¿OPpGLFRPHQRVVHVJDGRKDFLDODVHVSHFLDOL-
dades tradicionales. Según Agrest para considerar a un médico en APS
&RQUHVSHFWRDODIRUPDFLyQHQ$36ODV8XLYHUVL- competente:
dades incorporaron el tema en la currícula de grado de
las carreras de Salud, contenidos a manera de módulos - Debe haber adquirido la capacidad de elaborar una
GHVDOXGFRPXQLWDULDR$36SHURVDOYRH[FHSFLRQHVQR KLVWRULDFOtQLFDFRQXQLQWHUURJDWRULR\H[DPHQItVL-
fue un eje curricular. En general no se ha logrado inte- FRHQODTXHORVGDWRVREWHQLGRVWHQJDQHOVLJQL¿FD-
resar al alumnado en el tema. Se han formado técnicos do lo más preciso posible.
HQ6DOXG\VHKDQLPSOHPHQWDGRQXHYDVHVWUDWHJLDVGH
formación basada en la integración docente-asistencial - Cuidar que el médico y el paciente compartan la sig-
VLQORJUDUD~QPRGL¿FDUODKHJHPRQtDGHXQPRGHORGH QL¿FDFLyQGHOOHQJXDMHTXHXVDQUHVSHWDQGRHOTXH
atención a la enfermedad y centrado en el hospital. primariamente usa el enfermo.
Se ha discutido a lo largo de las últimas décadas
sobre distintas estrategias globales y combinaciones de 'HEHVHUFDSD]GHSODQWHDUXQGLDJQyVWLFRSUHVXQWLYR
metodologías educacionales. Muchos fueron los cursos \GHHYHQWXDOHVGLDJQyVWLFRVGLIHUHQFLDOHV
orientados a aportar conocimientos que podrían resultar
~WLOHVSDUDDYDQ]DUHQXQHQIRTXHGHDWHQFLyQSULPDULD - Deberá ser capaz de distinguir como primer paso,
VLQHPEDUJRQRVHYLHURQJUDQGHVFDPELRVHQODRULHQWD- VL VH WUDWD GH XQD HPHUJHQFLD TXH GHEH UHVROYHUVH
ción de los egresados de las carreras de Medicina, ni en de inmediato, de una urgencia que admite postergar
las competencias recibidas por los estudiantes de carre- XQD GHFLVLyQ KDVWD KRUDV R GH GHFLVLyQ SRVWHU-
ras de Ciencias de la Salud. gable por un período mayor, y eso dependerá de la
Hay distintos enfoques sobre la educación por com- H[SHULHQFLD\HOVHQWLGRFRP~Q
petencias.
La competencia se describe como una habilidad - El segundo paso será si se tienen los conocimientos y
personal, nacida de la construcción de conductas UHFXUVRVSDUDUHVROYHUHOSUREOHPDRFRUUHVSRQGHOD
complejas que se originan a partir del conocimiento, GHULYDFLyQDRWURQLYHOGHDWHQFLyQ
320 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
mejoría de los indicadores de rendimiento diagnóstico. impulsar las residencias en áreas rurales, y actualmente
(Q (VWDGRV 8QLGRV OD (VFXHOD GH 0HGLFLQD GH 'DUW- HVWiQHQUHYLVLyQORVSURJUDPDVGHUHVLGHQFLDVPpGLFDV
PRXWKOD8QLYHUVLGDGGH3LWWVEXUJK\OD8QLYHUVLGDGGH para mejorar con los cambios iniciados en la formación
:LVFRQVLQHQWUHRWUDVEDMRHOSUR\HFWRUndergraduate en APS.
0HGLFDO(GXFDWLRQIRUWKHVW&HQWXU\80( han
SURPRYLGRODLQWHJUDFLyQFXUULFXODUGHWRGDVODVPDWH- /D)DFXOWDGGH&LHQFLDV0pGLFDVGHOD8QLYHUVLGDG
ULDVUHOHYDQWHVSDUDOD$36HQHOWHUFHUDxRGHOFLFORFOt- 1DFLRQDOGH/D3ODWDDWUDYpVGHO0LQLVWHULRGH6DOXG
QLFRFRQODLQFRUSRUDFLyQHQODHQVHxDQ]DGHOFRQWDFWR de la Nación, en el marco del Programa de Reforma
estrecho con médicos de atención primaria de la salud. GHOD$36352$36FRQHODSR\RGHO%DQFR,QWHUD-
PHULFDQRGH'HVDUUROORFRPHQ]yHQDJRVWRGHD
(VWDGRV8QLGRV\&DQDGiWLHQHQSURJUDPDVGH(GX- LQVWUXPHQWDUHO3ODQGH7UDEDMRFRQHOREMHWLYRGH¿MDU
FDFLyQ0pGLFD5XUDO(QOD(VFXHODGH0HGLFLQD estrategia de APS en la formación de pregrado del pro-
GH5RFNIRUGGHOD8QLYHUVLGDGGH,OOLQRLVLPSOHPHQWy IHVLRQDOGHVDOXG\FDSDFLWDUDORVGRFHQWHVHQHO'LVHxR
dicho programa para generar médicos de familia para de Propuestas Pedagógicas para la Educación Médica
la región rural de Illinois. Se basaron en la selección en APS.
GHORVHVWXGLDQWHVFRQD¿QLGDGFRQODSUiFWLFDUXUDOLQ-
corporaron la orientación comunitaria en la formación Actualmente el Ministerio de Salud de la Nación,
y la preceptoría rural, consistente en la formación en el desde la Dirección de Capital Humano, trata de impulsar
campo de práctica profesional en el medio rural. ODIRUPDFLyQHQ$36DUWLFXODQGRFRQOD8QLYHUVLGDGGH
Como ejemplo de acciones coordinadas, en Brasil, %XHQRV$LUHV\ODV)DFXOWDGHVGH0HGLFLQDQXFOHDGDVHQ
HQHOORV0LQLVWHULRVGH6DOXG\(GXFDFLyQODQ]D- $)$&,0(5$ /D &21($8 KD KHFKR pQIDVLV SDUD OD
ron el programa PROMED para reorientar la educación DFUHGLWDFLyQGHODV)DFXOWDGHVGH0HGLFLQDODHYDOXDFLyQ
PpGLFD FRQ XQ SDWUyQ GH SUiFWLFD PiV UHOHYDQWH \ DF- HQODIRUPDFLyQ\DFWLYLGDGHVUHODFLRQDGDVFRQ$36
WLYDFRQpQIDVLVHQGHWHUPLQDQWHVVRFLDOHVGHODVDOXG
\ GLYHUVL¿FDFLyQ GH OD SUiFWLFD FRQ SULRULGDG HQ$36 Desde el Ministerio de Salud del Gobierno de Bue-
9HLQWHHVFXHODVGHPHGLFLQDFRPHQ]DURQHQIRUPDYR- QRV$LUHV D WUDYpV GH OD 'LUHFFLyQ GH &DSDFLWDFLyQ H
luntaria y con apoyo económico, como prueba piloto. ,QYHVWLJDFLyQVHKDLPSXOVDGRHOHVWXGLRGHODVQHFH-
(O WXYR p[LWR HQ ODV UHODFLRQHV FRQ ORV VHUYLFLRV VLGDGHV IRUPDWLYDV HQ$36 FRQ HO SUR\HFWR ©¢4Xp VH
locales de salud, con el consiguiente aumento de opor- VDEH\TXpVHKDFHHQ$36"ªHQORVGLVWLQWRVHIHFWRUHV
tunidades de aprendizaje de los estudiantes en todos los GHVDOXGDGHPiVGHGLFWDUORVFXUVRVIRUPDWLYRVPXOWL-
QLYHOHVGHDWHQFLyQGHODVDOXG&RQHVWRVUHVXOWDGRVHQ disciplinarios sobre gestión de formadores, Salud y De-
HODxRVHDJUHJDHOSURJUDPDPRO-SAÚDE 3UR rechos Humanos, Gestión de Educación para la Salud y
6DOXGSDUDHQIHUPHUDV\RGRQWyORJRV\VHFRPHQ]DURQ XWLOL]DFLyQ GH OD SODWDIRUPD YLUWXDO FRPR LQVWUXPHQWR
DLPSOHPHQWDUFHUFDGHSUR\HFWRV GHFDSDFLWDFLyQDGLVWDQFLDIDYRUHFLHQGRHODSURYHFKD-
miento del tiempo en contacto con los pacientes y la
(Q$UJHQWLQDOD8QLYHUVLGDGGHO6DOYDGRULQFRUSRUy comunidad, en especial en los Centros de Salud comu-
HQHO,QWHUQDGR5RWDWRULR~OWLPRDxRGHLQWHJUDFLyQGH nitarios.
la carrera de Medicina, las rotaciones de APS en distin-
WRVFHQWURVGHVDOXGFRPXQLWDULRVFRQDFWLYLGDGHVMXQWR &RQUHVSHFWRDODUHODFLyQFRQODV)DFXOWDGHVGH
DOHTXLSRGHSURIHVLRQDOHVGH$36\DOJXQDVDFWLYLGDGHV Ciencias de la Salud, históricamente los estudiantes
FRQODFRPXQLGDGDGHPiVGHHQVHxDUORVFRQWHQLGRVGH hacen sus rotaciones y prácticas en los hospitales del
$36HQHMHVORQJLWXGLQDOHV\WUDQVYHUVDOHVDORODUJRGH *RELHUQR GH OD &LXGDG GH %XHQRV$LUHV D WUDYpV GH
la carrera de Medicina, en un plan estratégico de ense- GLVWLQWRVFRQYHQLRVSHURHQODDFWXDOLGDGVHHVWiQID-
xDQ]D6DOXG3~EOLFD$36/D)DFXOWDGGH0HGLFLQDGH FLOLWDQGRODVURWDFLRQHVH[WUDKRVSLWDODULDVDSR\DQGR
OD8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHVKDSUHVHQWDGRXQSUR- a los cambios curriculares con miras a mejorar la for-
\HFWRSDUDLQLFLDUXQDH[SHULHQFLDSLORWRFRRUGLQDGDSRU mación en APS con el entendimiento de «la consigna
el Departamento de Pediatría para que los alumnos del asumida por el Programa de Recursos Humanos de
LQWHUQDGRVHFDSDFLWHQHQVHUYLFLRVGH$36 OD236TXHIXHODGHGH¿QLUHOPpGLFRTXHFDGDSDtV
necesita, buscando la reorientación de la formación
([LVWHQURWDFLRQHVYROXQWDULDVKDFLDiUHDVUXUDOHVR para atender a la comunidad y, en particular, mejorar
GHIURQWHUDSHURQRHVWiQWRGDYtDLQFRUSRUDGDVDOSUR- la comprensión de los determinantes sociales y eco-
JUDPDFXUULFXODU/D8QLYHUVLGDGGH7XFXPiQIXHXQD QyPLFRV TXH LQÀXHQFLDQ OD IRUPDFLyQ \ OD SUiFWLFD
de las pioneras en establecer las rotaciones rurales e profesional».
322 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
)RUPDUSURIHVRUHV\OtGHUHVGRFHQWHVHQPHGLFLQDID- ORVGRVVLVWHPDVHQSDUWLFXODUHQODGpFDGDGHOFRPR
miliar con programas de colaboración e intercambio estrategia de lucha contra la pobreza y la atención de los
regionales e internacionales. grupos marginales y de los ghetos.
*DUDQWL]DUORVUHFXUVRVSDUDOOHYDUDFDERODVWUDQV-
formaciones La medicina comunitaria, como disciplina, posibi-
- Constituir una Task Force Iberoamericana para el litaría al estudiante entender el comportamiento social,
desarrollo de la medicina familiar académica para reforzando tanto el estudio como la aplicación de las
profundizar en los cambios de orientación, organi- ciencias sociales en sus relaciones con la salud humana.
zación y contenidos de la currícula de las facultades 7DPELpQHVYLVWDFRPRODUHDOL]DFLyQGHODPHGLFLQDLQ-
de medicina. WHJUDOPHGLDQWHODDSOLFDFLyQGHODVDFFLRQHVSUHYHQWL-
YDV\FXUDWLYDVGHOPHGLRDPELHQWHFRQODSDUWLFLSDFLyQ
(QHO,&RQJUHVR5HJLRQDO:21&$5HJLyQ,EH- DFWLYDGHODFRPXQLGDGRUJDQL]DGD
URDPHULFDQD &,0) 9 &RQJUHVR GH OD )HGHUDFLyQ$U-
JHQWLQD GH 0HGLFLQD )DPLOLDU \ *HQHUDO \ ;,9 &RQ- Las acciones integradas de salud, serían las medidas
JUHVRGHOD$VRFLDFLyQ$UJHQWLQDGH0HGLFLQD)DPLOLDU de protección, promoción, recuperación y rehabilita-
UHDOL]DGR HQ %XHQRV$LUHV HQ VH DQDOL]DURQ ORV ción, realizadas por un equipo de salud. Se pone énfasis
DYDQFHV DOFDQ]DGRV D OD IHFKD \ VH LQFRUSRUy HO 6LP- en el equipo de trabajo multidisciplinario e interdisci-
SRVLR©5ROGHODPXMHUHQOD0HGLFLQD)DPLOLDUªSODQ- plinario, cuyo liderazgo podría caberle o no al médico,
WHDQGR OD WHPiWLFD GH JpQHUR HQ OD 0HGLFLQD )DPLOLDU GDGR TXH OR LPSRUWDQWH HV TXLpQ VH LGHQWL¿TXH FRPR
y la Atención Primaria de la Salud y la necesidad de PLHPEUR\OtGHUTXHLQVSLUHFRQ¿DQ]DHQODFRPXQLGDG
su incorporación en la currícula de grado, ya sea como SURPXHYDDFFLRQHVGHPRFUiWLFDVSURDFWLYDV\SDUWLFLSD-
foco temático o casos problemas y en el posgrado con WLYDVHQHOFXLGDGRGHOD6DOXG
GLVWLQWRVFXUVRVWUDQVYHUVDOHVGHFDSDFLWDFLyQ
En nuestro medio, este tipo de acciones pueden
En el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el ser aprendidas fomentando en los estudiantes de gra-
ORVPLQLVWURV¿UPDURQXQDFXHUGRSDUDLPSOHPHQ- do la realización de rotaciones en los centros médi-
WDUHO3URJUDPDGH,JXDOGDGGH2SRUWXQLGDGHV3,2\ cos barriales, en los centros de salud comunitarios y
HQHOiUHDGH6DOXGVHDYDQ]yFRQODLPSOHPHQWDFLyQGH HQORV&HQWURVGH*HVWLyQ3DUWLFLSDWLYDGRQGHSXHGDQ
cursos que enfocaban los temas de género, igualdad de LGHQWL¿FDUORVHOHPHQWRVVRFLDOHV\FRPXQLWDULRVGHOD
oportunidades y Atención Primaria de la Salud. Dichos formación teórica en APS. Es importante contar con
cursos y talleres fueron muy bien recibidos en aquellos GRFHQWHV R LQVWUXFWRUHV TXH VXSHUYLVHQ OD IRUPDFLyQ
centros de salud comunitarios donde fueron dictados, o programa a realizar, pues si no, los estudiantes lo
pues se enfrentaron con la realidad cotidiana y los ins- YLYHQ FRPR XQD YLVLWD TXH OHV TXLWD WLHPSR SDUD HV-
WUXPHQWRVSDUDUHFRQRFHUHYDOXDU\DFWXDUVREUHGLVWLQ- tudiar las materias troncales básicas o clínicas. En
WRVDVSHFWRVGH+,96,'$YLROHQFLDIDPLOLDU\VRFLDO materias como Sociología Médica, además de dis-
abordaje de salud con los migrantes y respeto a las di- cutir casos problema en las aulas, los alumnos salen
ferencias socioculturales, adolescencia, salud reproduc- a realizar encuestas a la población, para contactarse
WLYDDGLFFLRQHV con la realidad sobre conocimientos de protección y
(VWDV DFWLYLGDGHV GHVWLQDGDV DO SHUVRQDO GH VDOXG SUHYHQFLyQ(QDOJXQDVIDFXOWDGHVVHKDKHFKRODH[-
TXHLQFOXtDQDORVHVWXGLDQWHVGHJUDGRTXHHVWXYLHUDQ periencia de armar equipos de estudiantes de distintas
URWDQGRHQHVHPRPHQWRSRUHOVHFWRUJHQHUDURQH[FH- disciplinas para realizar trabajos conjuntos y jornadas
OHQWHUHVSXHVWD\SRVLELOLWDURQODYLVLyQJOREDOTXHSHU- estudiantiles interdisciplinarias, lo que permite romper
mitiera en el futuro el abordaje multidisciplinario de los con el paradigma de la Medicina centrada en el médico
problemas de salud comunitaria. \SRVLELOLWDODMHUDUTXL]DFLyQIRUPDWLYDFRQFHSWXDOGH
equipo de Salud.
5HFLHQWHPHQWHVHKDYXHOWRDDQDOL]DUHOWHPDGHsa-
lud comunitaria SODQWHDGR HQ FRQ YLJHQFLD HQ $VtFRPRHQHOFDPELRHGXFDWLYRVHSDVyGHODHQ-
la actualidad al hablar de las comunas y la necesidad VHxDQ]DFHQWUDGDHQHOGRFHQWHDODHQVHxDQ]DFHQWUDGD
GHHVFODUHFHUODGH¿QLFLyQGHORVGLVWLQWRVWpUPLQRVTXH HQHODOXPQRVHSURPXHYHKR\OD,QLFLDWLYDGH$WHQFLyQ
VHVRODSDQHQVXVVLJQL¿FDGRV\DFFLRQHV6XUJHHQ(V- 3ULPDULD&HQWUDGDHQHO3DFLHQWH3DWLHQW&HQWHUHG3UL-
WDGRV8QLGRVFRPRXQVLVWHPDGHDWHQFLyQHQWUHHOVLV- PDU\ &DUH ,QLWLDWLYH 6H WUDWD GH XQD SURSXHVWD GH OD
WHPDSULYDGR\HOVLVWHPDS~EOLFRWUDGLFLRQDOSDUDGDU &RPPRQZHDOWK)XQG, alineada con las recomendacio-
atención al grupo poblacional sin acceso a ninguno de nes del Insitute of Medicine para la reformulación de
324 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
OD FDOLGDG HQ HGXFDFLyQ PpGLFD (VWD LQLFLDWLYD EXVFD comunidad en el que pueden participar los estudiantes
©SURPRYHUORVFXLGDGRVGHVDOXGTXHHOSDFLHQWHQHFH- de las carreras de salud, con programas pautados y es-
sita, en el momento que los necesita y del modo que tablecidos.
los quiere». Se centra en cuidados de salud basados en
ODHYLGHQFLDSHURFRQGLFLRQDGRVSRUORVYDORUHVGHORV (ORWURSUREOHPDTXHVHYLVXDOL]DHQODV~OWLPDVGp-
pacientes. Busca reconducir la formación médica tra- FDGDVFRQHODYDQFHGHODWHFQRORJtD\HODXPHQWRGHO
dicional orientada al médico, basada en principios pa- conocimiento, es la súper especialización. Esto ha lle-
ternalistas hacia la satisfacción de las necesidades del YDGRDODIUDJPHQWDFLyQGHODDWHQFLyQGHOVLVWHPDVD-
paciente y de la comunidad. QLWDULRHLQFOXVRGHODYLVLyQVREUHHOSDFLHQWH'HVGH
la misma especialización se ha intentado dar el mensa-
En el estudio $9LVLRQRI3DWLHQW&HQWHUHG3UL- je de la necesidad de la integración de los conocimien-
PDU\ &DUH ORV DXWRUHV GH¿QHQ OD Atención Primaria tos al punto, por ejemplo, de buscar reunir disciplinas
Centrada en el PacienteDWUDYpVGHVLHWHDWULEXWRV como la psiconeuroinmunoendocrinología, donde se
([FHOHQWHDFFHVRDODDWHQFLyQ trata de llamar la atención sobre la necesidad de la in-
3DFLHQWHFDSDFLWDGRHQHOVLVWHPDGHDWHQFLyQFRP- tegridad de la atención del paciente no sólo inmuno-
prometido con el cuidado OyJLFR VLQR GHO SDFLHQWH HQ VX FRQWH[WR SVLFRVRFLDO
6LVWHPD GH LQIRUPDFLyQ FOtQLFD GH DOWD FDOLGDG GH Surgieron así tendencias de integración de otras disci-
la atención, aprendizaje basado en la práctica y au- plinas, pero el sistema de salud en su atención siguió
mento de la calidad generando fragmentación. En el caso del subsistema
4. Coordinación de la Atención médica público, la ausencia de una historia única informatiza-
(TXLSRGHVDOXGLQWHJUDGR\FRPSUHQVLYR da, el tipo de demanda espontánea de los pacientes que
5XWLQDHQODFRPXQLFDFLyQLGD\YXHOWDHQWUHHOSD- se dirigen al hospital, las distancias, especialmente de
ciente y los profesionales DTXHOORVTXHYLYHQHQODV]RQDVVXEXUEDQDVRHQ]RQDV
7. Información disponible públicamente del desempe- carenciadas sin un domicilio referencial, los indocu-
xRGHOSURYHHGRU PHQWDGRV KD OOHYDGR D XQD DWHQFLyQ FDUHQWH GH FRQ-
tinuidad, con falta de comunicación, coordinación e
Este sistema de salud centrado en el paciente apro- integración, con sobreutilización o uso inapropiado de
YHFKDODVKHUUDPLHQWDVLQIRUPiWLFDVFRPRYLVLWDVDWUD- ORVVHUYLFLRVIDOWDGHVHJXLPLHQWRGHORVWUDWDPLHQWRV
YpVGHOFRUUHRHOHFWUyQLFRUHVSXHVWDVDXWRPiWLFDVDORV o falta de adherencia a ellos, resistencia bacteriana por
pacientes, acceso a datos determinados y autorizados sobremedicación o medicación inadecuada instaurada
GHODKLVWRULDFOtQLFDLQIRUPDWL]DGDWXUQRV¿MDGRVPHQ- por distintos médicos, sobredemanda de estudios diag-
sualmente o cuando sean necesarios. QyVWLFRVFX\RVUHVXOWDGRVDYHFHVQRVRQUHWLUDGRVSRU
)DFLOLWDUtDODUHIHUHQFLD\FRQWUDUUHIHUHQFLD\HOVH- el paciente, que en su aparente mejoría no concurre al
guimiento del paciente por el equipo de salud y por es- hospital, y lo hace cuando su estado de salud-enferme-
WXGLDQWHVDYDQ]DGRV dad genera un mayor gasto en recursos y pérdida de la
En los casos en que no tienen acceso a una com- SURGXFWLYLGDG
SXWDGRUD OD KHUUDPLHQWD GH FRQHFWLYLGDG SXHGH VHU HO
WHOpIRQRVREUHWRGRORVWHOpIRQRVPyYLOHVRFHOXODUHV &RPR UHVXOWDGR VH REVHUYD ©GXSOLFLGDGHV GHPR-
UDV LQVDWLVIDFFLyQ PDVL¿FDFLyQ HUURUHV GHVSLOIDUURV
El papel hacia la comunidad, la promoción y la pre- \XQVLQQ~PHURGHLQH¿FLHQFLDV\HIHFWRVLQGHVHDGRV
YHQFLyQ GHEHUtD KDFHUVH FRQ LQYLWDFLRQHV SHUVRQDOHV D TXHWLHQHQVXUDt]HQHVDLQVX¿FLHQWHLQWHJUDFLyQªOR
DVLVWLUDFXUVRV\FODVHVSDUWLFLSDWLYDVGH(GXFDFLyQSDUD TXHKDOOHYDGRDXQFDPSRGHLQYHVWLJDFLyQ\QXHYRV
OD6DOXGFRQIRFRHQODSURPRFLyQSUHYHQFLyQ\SUR- conocimientos sobre los sistemas de atención inte-
tección de la salud, abordando los temas médicos con grada.
un enfoque multidisciplinario centrado en la realidad El término atención integrada integrated care \
del paciente, hábitat, medio ambiente, situaciones labo- otros muchos relacionados, como atención compartida
UDOHV KiELWRV DOLPHQWDULRV GHO VXHxR SRVWXUDOHV HWF shared care atención sin barreras seamless care
TXH KDFHQ DO FXLGDGR GH OD VDOXG ,QYLWDFLyQ D DFWLYL- atención centrada en el paciente patient centered
dades al aire libre, caminatas, ejercicios, tiempo libre, careatención transmuraltransmural caresistemas
manejo del estrés, medidas de higiene, preparación del de atención sanitaria integradaintegrated healthcare
agua, métodos de cocción de los alimentos, manejo de systemsHWFQRWLHQHQVLJQL¿FDGRVXQtYRFRV
los residuos domésticos, diferenciación entre lo recicla- Las características comunes de estos sistemas se ba-
EOH R QR UHFLFODEOH (V HQ HO SDSHO HGXFDWLYR KDFLD OD san en:
10. Formación de Recursos Humanos... 325
9 0D\RULQWHJUDFLyQGHORVSURFHVRVSURGXFWLYRV GHOWULSOHORTXHOOHYDDSHQVDUHQSUHSDUDUHOUHFXUVR
9 ,QYHUVLyQHQWHFQRORJtDVGHLQIRUPDFLyQ\FRPXQL- KXPDQR\ORVVLVWHPDVSDUDEXVFDUODPD\RUH¿FLHQFLD
FDFLyQ7,&V \H¿FDFLDHLQYHVWLJDUORVPRGHORVPiVDGHFXDGRVROD
9 ,QQRYDFLyQRUJDQL]DWLYD FRPELQDFLyQGHORVPLVPRVFRQXQDYLVLyQLQWHJUDGD
9 ,QQRYDFLyQGHJHVWLyQ
9 $UTXLWHFWXUDVRUJDQL]DWLYDVPiVÀH[LEOHVDELHUWDV En Argentina, como en el resto de los países ibero-
SODQDV\SDUWLFLSDWLYDV americanos, la implementación de un sistema integrado
9 &RODERUDFLyQLQWHJUDFLyQFRQSURYHHGRUHVVLVWHPD requerirá de una mayor formación, capacitación y con-
GHVDOXG\FOLHQWHVSDFLHQWHVIDPLOLDUHVFRPXQD cientización del personal de salud y de todos los actores
9 Visión sistémica LQWHUYLQLHQWHVHQHOFDPSRGHORVUHFXUVRVKXPDQRVVR-
9 Enfoque de salud poblacional bre las necesidades de transformar el sistema de salud,
9 eQIDVLVHQODFRRUGLQDFLyQGHVHUYLFLRVHQODVSULPH- SDUDDXPHQWDUODH¿FLHQFLD\FDOLGDG\DVtFXPSOLPHQWDU
UDVGH¿QLFLRQHVFLUFXQVFULWDDOVHFWRUVDOXGPLHQWUDV ODV PHWDV GHO 0LOHQLR 1XxR 6ROLQtV SODQWHD TXH
HQODVPiVUHFLHQWHVLQFOX\HORVVHUYLFLRVVRFLDOHV «el equilibrio de poderes en el sistema y su politización
9 Orientación a resultados LPSLGHQDYDQ]DUKDFLDXQDOyJLFDGHJHVWLyQGHVLVWHPD
9 Referencias a la continuidad de la atención y a la y no de Centros, con enfoque de salud poblacional», por
atención centrada en el paciente. RWUDSDUWHYHHQ(VSDxDTXH©ORVSURIHVLRQDOHVTXHVRQ
¿Cómo se implementa la APS en este tipo de sis- los principales sufridores del modelo actual, en especial
WHPD" 3UHFLVDPHQWH VH EDVD HQ XQD DWHQFLyQ FHQWUDGD HQ$36 QR GDQ VHxDOHV GH OLGHUDU XQD WUDQVIRUPDFLyQ
en el paciente, alrededor del cual se cuida a su familia, del mismo con un mínimo de masa crítica y cruzando
a la comunidad y trasciende a la sociedad, desde una las fronteras entre estamentos y especialidades», esto es
organización y gestión que requiere la integración de coincidente con casi todos los países de la región.
los sistemas, modelos, y un cambio de paradigma en
ORV SURYHHGRUHV GH VDOXG OR TXH LPSOLFD IRUPDFLyQ \ Se hace necesario el desarrollo de arquitecturas or-
capacitación del recurso humano en lo sistémico, co- JDQL]DWLYDV KtEULGDV GHO WLSR HTXLSRV PXOWLGLVFLSOLQD-
QHFWLYLGDG\XQDYLVLyQPRGHUQDGHODHSLGHPLRORJtD UHVDXWRJHVWLRQDGRV\ODLQWURGXFFLyQGHXQDYHUGDGHUD
En la actualidad, el modelo se está implementando JHVWLyQSRUSURFHVRVORTXHSRGUtDOOHYDUDH[SHULHQ-
FRPR HVWXGLR SLORWR HQ YDULRV FHQWURV GH VDOXG GH ,Q- FLDVLQQRYDGRUDVSUHLQWHJUDFLyQTXHHPHUMDQde abajo
glaterra. a arriba3DUDHOORVHGHEHFDSDFLWDUDORVGLUHFWLYRV
docentes y personal de APS, no sólo en la atención co-
7DPELpQ SXHGH YHUVH OD DWHQFLyQ LQWHJUDGD FRPR PXQLWDULD$SUHQGL]DMH %DVDGR HQ 3UREOHPDV $%3
base conceptual de muchos modelos de atención a en- Educación Médica centrada en el estudiante, integra-
IHUPHGDGHVFUyQLFDV&&0H,&&&HQWUHRWURV6HHV- FLyQGRFHQFLDDVLVWHQFLDLQYHVWLJDFLyQ\OD(GXFDFLyQ
WLPDVHJ~QUHSRUWHGHOD206TXHHQHOODVHQIHU- 0pGLFD 2ULHQWDGD D OD &RPXQLGDG (02& VLQR HQ
PHGDGHVFUyQLFDV\GHVDOXGPHQWDODEDUFDEDQXQ ODVQXHYDVHVWUDWHJLDVFRPR$WHQFLyQ&HQWUDGDHQHO
SUR\HFWiQGRVHSDUDHOXQHQHVSHFLDOSRUODV paciente, Gestión por procesos, Atención integrada y
HQIHUPHGDGHVFDUGtDFDVORVDFFLGHQWHVFHUHEURYDVFXOD- Epidemiología aplicada. Serán los responsables políti-
UHVODGHSUHVLyQ\HOFiQFHU(QORVSUy[LPRVDxRVVH cos y de gestión los que decidan qué modelos utilizar
estima que en Latinoamérica y el Caribe el número se para cada necesidad y situación, para ello se requiere
duplicará, mientras que en África subsahariana será más que en las carreras de profesionales de la Salud se in-
Tabla 10.4: Número de inscriptos en disciplinas del equipo de salud no médicas, relacionadas con APS,
año 2008
para sellar el compromiso de cumplimiento de las indi- do propuestas racionales de cambios y soluciones, apo-
FDFLRQHV\VHJXLPLHQWRHQFDVRGHQXHYDFRQVXOWD\WH- yados en la información y la comunicación con otros
ner la percepción del grado de satisfacción del paciente HVWDPHQWRV\QLYHOHV
con la atención. La necesaria y adecuada comunicación
entre los miembros del equipo, hacia los líderes políti- La salud pública es el componente de los sistemas
FRV\RORVDJHQWHVGHJHVWLyQGHRWURVQLYHOHVRVLVWH- de salud que persigue mejorar, proteger o mantener la
mas. La comunicación con la comunidad debe hacerse salud de las poblaciones. Los integrantes del equipo de
HQIRUPDFRRUGLQDGD\FRQREMHWLYRVFODURVTXHGHQFOD- salud de APS deben conocer las funciones esenciales
ULGDG JHQHUHQ FRQ¿DQ]D \ SHUPLWDQ UHDOL]DU HIHFWLYDV de salud pública, LQWHUYHQLUHQODSUHYHQFLyQ\SURPR-
DFFLRQHVGHSUHYHQFLyQRFRQWHQFLyQ ción y fomentar el acceso, la calidad y orientación de los
La gestión de la información es fundamental en la VHUYLFLRV GH VDOXG /DV IXQFLRQHV HVHQFLDOHV GH 6DOXG
era informática donde tanta información circula en las Pública son:
UHGHV\PHGLRVDXGLRYLVXDOHV(OHTXLSRGHEHFRQRFHU 6HJXLPLHQWRHYDOXDFLyQ\DQiOLVLVGHODVLWXDFLyQ
no sólo lo propio, sino tomar conocimiento de la infor- de salud
mación que llega a la población y a los pacientes, para 9LJLODQFLDGHODVDOXGSXEOLFDLQYHVWLJDFLyQ\FRQ-
poder actuar en consecuencia, corregir, aclarar, profun- WUROGHULHVJRV\GDxRVDODVDOXGS~EOLFD
dizar y elegir las fuentes seguras de información. 3URPRFLyQGHODVDOXG
/D206GH¿QLyHQDOVLVWHPDGHLQIRUPDFLyQ 4. Participación de los ciudadanos en la salud
como un «mecanismo para la recogida, procesamiento, 'HVDUUROORGHSROtWLFDV\FDSDFLGDGLQVWLWXFLRQDOGH
análisis y transmisión de la información que se requiere SODQL¿FDFLyQ\JHVWLyQHQPDWHULDGHVDOXGS~EOLFD
SDUDODRUJDQL]DFLyQ\HOIXQFLRQDPLHQWRGHORVVHUYL- )RUWDOHFLPLHQWRGHODFDSDFLGDGLQVWLWXFLRQDOGHUH-
FLRVVDQLWDULRV\WDPELpQSDUDODLQYHVWLJDFLyQ\ODGR- JXODFLyQ\¿VFDOL]DFLyQHQPDWHULDGHVDOXGS~EOLFD
FHQFLDª(VLQGLVFXWLEOHODQHFHVDULDFRPSHWHQFLDHQ (YDOXDFLyQ\SURPRFLyQGHODFFHVRHTXLWDWLYRDORV
gestión de la información en APS, tanto para el personal VHUYLFLRVGHVDOXGQHFHVDULRV
DGPLQLVWUDWLYRHQODVPHVDVGHHQWUDGDPHVRQHVcall 'HVDUUROORGHUHFXUVRVKXPDQRV\FDSDFLWDFLyQHQ
centers, como para los técnicos y profesionales de la salud pública
salud que generan las historias clínicas, las hojas de es- *DUDQWtD\PHMRUDPLHQWRGHODFDOLGDGGHORVVHUYL-
WDGtVWLFDSDUDORVtQGLFHVGHPRUELOLGDGOD¿FKDFOtQLFD FLRVGHVDOXGLQGLYLGXDOHV\FROHFWLYRV
ODVKRMDVGHGHULYDFLyQORVGRFXPHQWRVSDUDUHIHUHQFLD ,QYHVWLJDFLyQHQVDOXGS~EOLFD
y contrarreferencia, pedidos e informes de los estudios 11. Reducción de impacto de las emergencias y desas-
de diagnóstico, etc. tres en salud.
GHVHQFDPELRHVWiQGLULJLGDVDXQGHWHUPLQDGRSHU¿O &RRUGLQDFLyQHQWUHQLYHOHVVLVWHPDVGHUHIHUHQFLD
SURIHVLRQDO íHVSHFLDOLGDGHV PpGLFDV HVSHFLDOLGDGHV y contrarreferencia
RGRQWROyJLFDV SRU HMHPSORí \ QR VRQ PXOWLGLVFLSOL- ÈUHDFOtQLFD
narias, porque implica la incumbencia primaria de la Trato al paciente
profesión de base, más las incumbencias de la espe- $WHQFLyQFHQWUDGDHQHOLQGLYLGXR\ODIDPLOLD
FLDOLGDG 3RU HOOR FRQVLGHUR XQ HUURU OD H[LVWHQFLD GH $WHQFLyQ SUHYHQWLYD FXUDWLYD UHKDELOLWDGRUD \
la especialidad Salud Pública como multidisciplina, ya FXLGDGRVSDOLDWLYRV
que no son las mismas incumbencias las de un traba- Seguimiento compartido
jador social que la de un médico; debiera aclararse en Emergencias
FDGD FDVR OD SURIHVLyQ GH EDVH í0pGLFR HVSHFLDOLVWD Atención domiciliaria
en Salud Pública, Sociólogo especialista en Salud Pú- &RPXQLFDFLyQ
blica, Enfermera especialista en Salud Pública y así Entre profesionales
VXFHVLYDPHQWHíSXHVGLIHUHQFLDODVLQFXPEHQFLDVGH (QWUHSURIHVLRQDOHVGHVDOXGHLQGLYLGXRV
base aunque todos adquieran las competencias esen- Con la comunidad
FLDOHVGH6DOXGS~EOLFDTXHVHGH¿QHQHQHOJUXSRGH 0DQHMRGHFRQÀLFWRV
ODV FRPSHWHQFLDV WUDQVYHUVDOHV \ QR HQ OD HVSHFt¿FD Anuncio de malas noticias
A nuestro parecer, debieran ser Diplomados en Salud 4. Gestión del conocimiento
Pública o Magíster en Salud Pública y, en esa línea de 8VRGHVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQ
SHQVDPLHQWRGLVFXWLUODH[LVWHQFLDGHXQDGLSORPDWXUD 8VRGH,QWHUQHW
en APS o un magíster en APS, pues los conocimien- 0HGLFLQDEDVDGDHQSUXHEDVJXtDVFOtQLFDV
WRV\FRPSHWHQFLDVGH$36GHEHUtDQVHUWUDQVYHUVDOHV 6DOXGS~EOLFD\SURPRFLyQGHODVDOXG
DORVGLVWLQWRVLQWHJUDQWHV(VWHH[SHUWRSRURWUDSDUWH Conocimientos de epidemiología
tendría que tener la función de gestor en APS para co- Enfermedades de declaración obligatoria, brotes,
ordinar las acciones de APS en los distintos sistemas FDPSDxDVGHYDFXQDFLyQ
de atención, concebida la APS no ya como sinónimo +iELWRV\HVWLORVGHYLGD
GHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQVLQRGHXQDHVWUDWHJLDGH 6. Área de gestión
atención integral para lograr una protección social uni- )XQFLRQHV DGPLQLVWUDWLYDV \ JHUHQFLDOHV OLGHUD]-
YHUVDOFRPRGHUHFKRFLXGDGDQR JRVXSHUYLVLyQ\FRRUGLQDFLyQ
Negociación
La FRPSHWHQFLD KXPDQtVWLFD está relacionada Gestión de la calidad, reclamos
FRQORVYDORUHVpWLFRVTXHVHGHEHWHQHUHQHOHMHUFL- 3ODQL¿FDFLyQ\HYDOXDFLyQ
FLRSURIHVLRQDOELRpWLFDRpWLFDFOtQLFDHQODLQYHV- Gestión clínica
tigación y la docencia y en todos sus actos frente a ¿Cómo lograr formar en esas competencias, tanto
sus pares, el personal de salud, así como frente a su en el grado como en el postgrado, y en especial en las
comunidad y a la sociedad toda. Para eso es necesario UHVLGHQFLDV"
HGXFDUHQYDORUHVHLQVLVWLUQRVyORHQHOJUDGRVLQR
también en el posgrado con la formación en bioética Se han planteado distintas herramientas, como el
y en las buenas prácticas, para lograr la mejor aten- aprendizaje basado en problemas; simposios y mini-
FLyQ\HYLWDUORVSUREOHPDVGHODPDODSUD[LVPpGLFD congresos que estimulen el autoaprendizaje, utilización
HQHOVHQWLGRGHODSUD[LVSURSLDGHFDGDSURIHVLyQHQ GHPXOWLPHGLD\FLQHIRPHQWDUORVWUDEDMRVGHLQYHVWL-
el área de la salud. JDFLyQVREUH$36URWDFLRQHVHQFRQVXOWRULRVH[WHUQRV
centros comunitarios y barriales, centros de salud, y
(QHODxRXQWDOOHUGHH[SHUWRVLGHQWL¿FyODV efectuar ejercicios sistémicos de integración de los dis-
competencias que el personal de APS debería tener y WLQWRV QLYHOHV GH DWHQFLyQ \ HO XVR GH SRUWDIROLRV TXH
DFX\DOX]ODQ]y236VXFXUVRYLUWXDOFRQHOREMHWLYR SHUPLWHQODUHÀH[LyQSDUDODPHMRUDGHXQDFRPSHWHQFLD
de desarrollarlas en los cursantes como instrumento YDORUIRUPDWLYR\UHDOL]DQODGRFXPHQWDFLyQGHOORJUR
GH DFFLyQ HQ OD SURVHFXFLyQ GH OD UHQRYDFLyQ GH OD GHHVDPHMRUDYDORUDFUHGLWDWLYR
APS. A continuación se transcriben las competencias
que los autores consideraron más idóneas para APS. Lo fundamental en todos los casos es la elaboración
&DUDFWHUtVWLFDVHVSHFt¿FDVGHOD$36 de un adecuado programa de la residencia de formación
(QIRTXH LQWHJUDO YLGD JpQHUR FXOWXUDV LQGLYL- SRU FRPSHWHQFLDV FRQ REMHWLYRV HGXFDFLRQDOHV FRPX-
duo, familia, comunidad nes para todas las sedes en donde se desarrolle la re-
Trabajo en equipo VLGHQFLD \ TXH VH FXPSOD 3DUD HOOR GHEH H[LVWLU XQD
10. Formación de Recursos Humanos... 331
/D HYDOXDFLyQ HQ HVWH VHQWLGR HV LPSRUWDQWH SDUD En el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos
monitorear la calidad de la formación y el cumplimiento Aires se contemplan también las concurrencias a las
del programa, pues en algunas sedes no siguen el mismo que acceden, en orden de mérito, aquellos graduados
SURJUDPD\ODFDSDFLWDFLyQGHSHQGHGHOMHIHGHVHUYLFLR TXHQRDGMXGLFDQXQDUHVLGHQFLD'HEHQFXPSOLUKR-
jefe de residentes y tipo de pacientes internados, por lo UDV GLDULDV HQ OXJDU GH \ UHDOL]DU XQD JXDUGLD FRPR
tanto la formación sigue centrada en la enfermedad y el mínimo. No reciben remuneración y se trata de una ca-
KRVSLWDO(QORVQXHYRVSURJUDPDVKHPRVLQFRUSRUDGR SDFLWDFLyQHQVHUYLFLR$OQRVHUGHGHGLFDFLyQH[FOXVL-
PD\RUWLHPSRGHURWDFLyQHQHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQ YDFRPRODUHVLGHQFLDWLHQHQODSRVLELOLGDGGHSUHVWDU
HQODVHVSHFLDOLGDGHVEiVLFDV3HGLDWUtD&OtQLFDPpGLFD VHUYLFLR D QLYHO SULYDGR R UHDOL]DU JXDUGLDV \ HQ PX-
7RFRJLQHFRORJtD&LUXJtD0HGLFLQDJHQHUDO\IDPLOLDU FKRVFDVRVDORVGRVDxRVVRQDGPLWLGRVHQODVFDUUH-
y mayor contenido sobre APS. ras de especialistas dictadas por distintas asociaciones,
TXH FHUWL¿FDUiQ VX HVSHFLDOLGDG VLQ WHQHU OD H[LJHQFLD
5HVXOWDQHFHVDULRIRPHQWDUODDXWRHYDOXDFLyQGHODV de la residencia. Por ello, algunos residentes renuncian
residencias antes del paso de la acreditación y, de esa y toman una concurrencia. La mayoría de las carreras
IRUPDLQFHQWLYDUODPHMRUDGHODVLWXDFLyQGHORVUHVL- GHHVSHFLDOLVWDGHOD8%$H[LJHQUpJLPHQGHSUiFWLFDV
dentes y concurrentes para que la residencia sea real- HTXLSDUDEOHDOUHVLGHQWHORTXHWUDHFRQÀLFWRVSXHVVH
PHQWHXQDLQVWDQFLDGHIRUPDFLyQ\QRVHFRQYLHUWDHQ WUDWDGHXQDDFWLYLGDGVLQEHFDVQLWLSRDOJXQRGHUHPX-
pseudoempleo precarizado con alta carga horaria. neración.
Lo ideal sería que la matriculación y habilitación
Por otra parte, es importante analizar si se cumple SURIHVLRQDOVHGpFRPRHQ&DQDGiDO¿QDOGHODUHVLGHQ-
FRQORVREMHWLYRVGHIRUPDFLyQHQ$36\DTXHORTXH cia, garantizando un número adecuado según la política
VHREVHUYDSRUHMHPSORHQODVUHXQLRQHVFLHQWt¿FDVGH sanitaria de cada región. Esto permitiría una equidad de
Medicina familiar y general, es que siguen predomi- formación y redistribución de profesionales.
nando las presentaciones del campo clínico sobre las de
SUHYHQFLyQ\SURWHFFLyQGHODVDOXGRODVGHFRPXQL- El otro aspecto a abordar es el desafío del docente
FDFLyQFRQODFRPXQLGDG8QWUDEDMRUHDOL]DGRHQ&D- TXHGHELHUDUHXQLUFRPSHWHQFLDVFRPRDFRQRFLPLHQWR
WDOXxD VREUH FRPSHWHQFLDV DGTXLULGDV HQ OD UHVLGHQFLD y entendimiento de los distintos modos de aprendizaje
de Medicina familiar y comunitaria mostró que el eje GHORVDOXPQRVEFRQRFLPLHQWRVFRPSHWHQFLDV\DSWL-
GH OD IRUPDFLyQ VLJXH VLHQGR OD DVLVWHQFLD LQGLYLGXDO WXGHVHQPDWHULDGHHYDOXDFLyQGHORVDOXPQRVVLHQGR
VLHQGRODVFRPSHWHQFLDVHVSHFt¿FDVWpFQLFDVPiVVyOL- ODHYDOXDFLyQXQLQVWUXPHQWRGHDSUHQGL]DMHSRUORTXH
332 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Tecnologías en Salud
Tecnologías
de protección Tecnologías Tecnologías
Tecnologías asistenciales de apoyo
de prevención
Equipos y Medicamentos
dispositivos y otros Organización
médicos productos Información
Tecnologías
de promoción
Infraestructura
Procedimientos y equipo
clínicos para el
manejo de pacientes
Figura 11.1: ETES – Niveles de desagregación. Fuente: El Desarrollo de la Evaluación de las Tecnologías
en Salud, OPS, 1998
x (IHFWLYLGDG; los efectos esperados se obtienen de \ VX YDOLGH] HV XQLYHUVDO VLHPSUH \ FXDQGR QR VH
la forma esperada en las condiciones prácticas de PRGL¿TXHQODVFRQGLFLRQHVGHDSOLFDFLyQGHODLQ-
aplicación de la Tecnología de salud. WHUYHQFLyQ
x $QiOLVLVFRVWRHIHFWLYLGDGUHODFLRQDODHIHFWLYLGDG x La HIHFWLYLGDG VLQ HPEDUJR PLGH ORV EHQH¿FLRV
GHYDULDVWHFQRORJtDVSRUHMHPSORH[SUHVDGDHQQ~- obtenidos por una población cuando la tecnología se
PHURGHYLGDVVDOYDGDVRQ~PHURGHGtDVOLEUHVGH aplica en condiciones reales. Las medidas de efec-
HQIHUPHGDGFRQORVFRVWRVH[SUHVDGRVHQXQLGDGHV WLYLGDGQRVRQWDQXQLYHUVDOHVFRPRODVGHH¿FDFLD
PRQHWDULDV sino que su posibilidad de generalización depende,
x 8WLOLGDG; relaciona los costos de las tecnologías en en cierto grado, de la población a la que se aplica
VDOXGFRQODVXSHUYLYHQFLDDMXVWDGDSRUFDOLGDGGH y de las condiciones de su aplicación. Como con-
YLGD WUDSDUWLGD ODV PHGLGDV GH HIHFWLYLGDG SXHGHQ VHU
x Análisis de costo-utilidad; una tecnología en salud PXFKRPiVUHOHYDQWHVTXHODVGHH¿FDFLDDOPHGLU
HV~WLOVLODFDOLGDGGHYLGDPHGLGDHQWpUPLQRVRE- la utilidad de una tecnología en condiciones reales.
MHWLYRV \R VXEMHWLYRV PHMRUD JUDFLDV D VX DSOLFD- (VHYLGHQWHTXHODGLIHUHQFLDHQWUHH¿FDFLD\HIHF-
ción. WLYLGDG YD D GHSHQGHU GH IRUPD GLUHFWD GH OD GLIH-
UHQFLDTXHH[LVWDHQWUHODVFRQGLFLRQHVLGHDOHV\ODV
/DV GH¿QLFLRQHV GH ORV HOHPHQWRV FUXFLDOHV VHUtDQ UHDOHV 3RU HMHPSOR OD H¿FDFLD GHO WUDWDPLHQWR GH
$(76 ODWXEHUFXORVLVSXHGHVHUGHOVLVHFXUDQGH
FDGDSDFLHQWHVWXEHUFXORVRVTXHVLJXHQFRUUHF-
x La H¿FDFLD PLGH ORV EHQH¿FLRV REWHQLGRV SRU XQD tamente este tratamiento. Pero si en una población
población cuando sobre ella se aplica, en condicio- VyORVHGLDJQRVWLFDHOGHORVFDVRV\VHOHVSUHV-
nes ideales, una tecnología médica concreta. Se de- cribe el tratamiento correctamente, pero tan sólo el
WHUPLQD IXQGDPHQWDOPHQWH GH IRUPD H[SHULPHQWDO WLHQH XQD FXPSOLPHQWDFLyQ FRUUHFWD OD HIHF-
338 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
WLYLGDG GH OD SROLTXLPLRWHUDSLD DQWLWXEHUFXORVD HQ en el entrenamiento y/o en los incentivos, etc.) que
HVWDVFRQGLFLRQHVGLVPLQXLUiDO[[ pueden inducir pautas de conducta poco unifor-
HVGHFLUVyORHOGHORVHQIHUPRV mes, y posiblemente inapropiadas en ciertos casos,
de tuberculosis se curarán. por parte de los profesionales (tasa de uso de un
(QRWUDSREODFLyQHQODTXHH[LVWDXQSURJUDPDGH determinado procedimiento quirúrgico o farma-
GHWHFFLyQGHFDVRVQXHYRVGHWXEHUFXORVLV\VHOOH- cológico en dos regiones de un mismo país, o dos
JXHDGLDJQRVWLFDUKDVWDHOGHORVFDVRVUHDOHV ciudades de un mismo estado, puede oscilar entre
suponiendo que el cumplimiento del tratamiento sea 28 y 163 por cien mil habitantes, siendo idénticos
LJXDO TXH HQ OD SREODFLyQ DQWHULRU OD HIHFWLYLGDG el modelo de organización de los servicios y la for-
UHVXOWDQWH VHUtD GHO [ [ mación de los profesionales).
/DDPSOLDYDULDELOLGDGGHLPSODQWDFLyQGH x la constatación de los elevados niveles de incerti-
algunas tecnologías es consecuencia de la ausencia dumbre sobre el efecto real de muchas de las in-
DFWXDOGHFRQVHQVRVREUHODHIHFWLYLGDGGHPXFKDV tervenciones diagnósticas y terapéuticas más ex-
GHHOODV8QDLPSRUWDQWHFRQWULEXFLyQGHODHYDOXD- tendidas sobre la salud individual y colectiva y, en
ción de tecnologías ha sido el énfasis puesto en la particular, sobre la disminución del sufrimiento, la
QHFHVLGDGGHYDORUDUODHIHFWLYLGDGJOREDOGHODWHF- mejora de la calidad de vida o la prolongación de
nología en cada una de las diferentes poblaciones a esta.
las que podría ser aplicada. x la rapidez en la introducción de nuevas tecnolo-
x El concepto H¿FLHQFLDincluye, además, los aspectos gías, pues el ritmo de producción de nuevas proba-
HFRQyPLFRVDVRFLDGRVDODLQWHUYHQFLyQ/DH¿FLHQ- bilidades de diagnóstico y terapéutica es tan alto, y
FLD VH GH¿QH FRPR OD UHODFLyQ HQWUH ORV EHQH¿FLRV la presión de los intereses en presencia (industria,
que se obtienen al aplicar una tecnología y los cos- potenciales usuarios, etc.) tan fuerte que, a menu-
tes que se han empleado para obtenerlos. Al ser un do, las novedades son introducidas para su uso ge-
WpUPLQRUHODWLYRODH¿FLHQFLDGHXQSURFHGLPLHQWRR neralizado mucho antes de que sea posible evaluar
LQWHUYHQFLyQWLHQHTXHVHUXWLOL]DGDHQFRPSDUDFLyQ rigurosamente su impacto clínico real, sus conse-
con la de otro. Por ejemplo, un determinado progra- cuencias éticas y su impacto económico y social.
PDGHOXFKDFRQWUDODPDODULDVHUiPiVH¿FLHQWHTXH x el carácter poco sustitutivo y a menudo comple-
RWURVLDLJXDOFRVWHFRQVLJXHPD\RUHVEHQH¿FLRVR mentario de muchas tecnologías nuevas (en par-
VL D LJXDO EHQH¿FLR OH FXHVWD PHQRV DO VLVWHPD VD- ticular diagnósticas) respecto de las antiguas, con
nitario y, por tanto, a la sociedad. Los estudios de sus consecuencias tanto sobre el trato a los pacien-
H¿FLHQFLDVRQXQHOHPHQWRIXQGDPHQWDOHQODHYD- tes (incremento del intervencionismo, tendencia a
luación de tecnologías, siendo de suma importancia la deshumanización) como sobre el costo de cada
para la toma de decisiones en materia sanitaria. Ayu- proceso; lo cual, combinado con la tendencia al
GDQ WDQWR D SULRUL]DU ORV REMHWLYRV GH ORV VLVWHPDV aumento de los procesos atendidos por el envejeci-
sanitarios como a la óptima asignación de recursos, miento de la población, explicaría en gran medida
completando la información obtenida por los estu- el crecimiento del gasto en salud en muchos países.
GLRVGHHIHFWLYLGDG\VHJXULGDGGHODVWHFQRORJtDV
x El término seguridadHQHYDOXDFLyQGHWHFQRORJtDV Esto ha ido llevando a la sociedad a preocuparse cada
hace referencia a aquellos efectos indeseados, sean vez más por estos temas y a los poderes públicos a dotarse
GHOWLSRTXHVHDQDVRFLDGRVDODWHFQRORJtDHYDOXD- de instrumentos para conocer el grado de utilidad indivi-
GD7RGDHYDOXDFLyQGHEHUiMX]JDUODDFHSWDELOLGDG dual y colectiva de las tecnologías sanitarias disponibles,
del riesgo inherente al uso de una determinada tec- su costo, las condiciones en que deberían ser introducidas
QRORJtDHQXQDVLWXDFLyQHVSHFt¿FD \ DTXHOODV HQ TXH VX XVR VH FRQVLGHUD DSURSLDGR &DGD
YH] KD\ PiV FRQFLHQFLD GH TXH QR WRGR OR WpFQLFDPHQWH
/DLPSRUWDQFLDGHOD(7(6VHKDYLVWRVRVWHQLGDHQ SRVLEOHHVGHFLUVHJXUR\H¿FD]HV~WLOHVGHFLUHIHFWLYR
forma creciente y al punto de ser considerada una de las \H¿FLHQWHDODKRUDGHJHQHUDUPHMRUDVHQHOHVWDGRGH
estrategias más importantes del siglo XXI en salud, por VDOXGLQGLYLGXDORFROHFWLYR<WDPELpQTXHSDUDFRQWURODU
las siguientes consideraciones: los costos sin reducir arbitrariamente el acceso a los cui-
dados de salud, habremos de conocer mucho más acerca
x un conocimiento cada vez más preciso de la varia- de la seguridad, efectividad y uso apropiado de medica-
bilidad de la práctica clínica, causada por diversas PHQWRVSUXHEDV\SURFHGLPLHQWRV(QOD&LXGDG$XWyQR-
razones (diversidad clínico-epidemiológica, incer- PDGH%XHQRV$LUHVDSDUWLUGHOD5HVROXFLyQVH
tidumbre, aceptabilidad, accesibilidad, diferencias KDFRQVWLWXLGRSRUSULPHUDYH]XQ&RPLWpGH(YDOXDFLyQ
11. Evaluación de tecnologías en Salud 339
Figura 11.2: ETES – Ciclo de vida de la tecnología. Fuente: Banta et al. (1981) modificado, OPS, 1998.
recomendaciones se adoptan con mayor probabilidad lud radica en la falta de concordancia de las diferen-
cuando hay apoyo profesional fuerte, una base de WHVLQVWLWXFLRQHV\DVRFLDFLRQHVFLHQWt¿FDVDFHUFDGHOD
HYLGHQFLD FLHQWt¿FD HVWDEOH \ FRQYLQFHQWH \ QR KD\ SHUWLQHQFLD \ HIHFWLYLGDG GH GHWHUPLQDGDV DFWXDFLRQHV
aumento de costos, en organizaciones que han esta- en este ámbito. Esta situación desorienta y genera des-
blecido buenos sistemas para hacer seguimiento de la iQLPR HQ ORV FROHFWLYRV SURIHVLRQDOHV (V IUHFXHQWH OD
implementación de las recomendaciones, y donde los H[LVWHQFLDGHUHFRPHQGDFLRQHVGLVWLQWDV\HQHOH[WUH-
SURIHVLRQDOHV LQYROXFUDGRV QR HVWiQ DLVODGRV /DV UH- PRRSXHVWDVVREUHDVSHFWRVUHOHYDQWHVHQSUHYHQFLyQ
FRPHQGDFLRQHVKDQGHVHUFODUDV\UHÀHMDUHOFRQWH[WR y promoción.
FOtQLFR 6KHOGRQ et al (O FRQRFLPLHQWR HVWD- 6L ODV UHFRPHQGDFLRQHV HVWXYLHUDQ ¿UPHPHQWH ED-
blecido en ETES, así como la publicación electrónica VDGDV HQ OD HYLGHQFLD FLHQWt¿FD H[LVWHQWH QR GHEHUtDQ
SRGUtDQIDFLOLWDUYtDVSDUDFRPSDUWLUHOWUDEDMRDODYH] H[LVWLUHVWDVGLIHUHQFLDVLQDFHSWDEOHV(VQHFHVDULRUHD-
que mejorar la adaptación a las necesidades de los de- OL]DUDQiOLVLVH[KDXVWLYRV\QRVHVJDGRVGHODHYLGHQFLD
FLGRUHV/HKRX[et al SDUD HYLWDU LQWHUSUHWDFLRQHV HUUyQHDV LQWHUHVDGDV R LQ-
/D(7(6HVXQFDPSRUHODWLYDPHQWHQXHYRHOSUL- YROXQWDULDV3RUHOOR\DHQOD&RQIHUHQFLDGH9L-
mer informe relacionado con ella fue publicado por la FHPLQLVWURVGH6DOXGGHODVGLH]SURYLQFLDVFDQDGLHQVHV
27$KDFHXQRVWUHLQWDDxRV\RUJDQLVPRV\DJHQFLDV HVWDEOHFLy OD &7)3+& (O REMHWLYR GH OD &7)3+& HV
nacionales dedicados a ella se han establecido durante SURSRUFLRQDUXQSXHQWHHQWUHORVKDOOD]JRVGHLQYHVWLJD-
ODGpFDGDGHORVHQXQFLHUWRQ~PHURGHSDtVHVGH- ción y la práctica habitual, ofreciendo información so-
sarrollados, pero en ninguno de América Latina. Des- EUHDTXHOODVLQWHUYHQFLRQHVGHSUHYHQFLyQ\SURPRFLyQ
GHXQSXQWRGHYLVWDWpFQLFRVHWUDWDGHXQDDFWLYLGDG GHODVDOXGTXHVRQ~WLOHV\ODVTXHQRWLHQHQYDORU3DUD
FRPSOHMD TXH LQYROXFUD FRQRFLPLHQWRV \ KDELOLGDGHV ello, ha desarrollado una metodología estandarizada que
SURFHGHQWHVGHGLYHUVDViUHDVLQYHVWLJDFLyQEiVLFD\ XWLOL]DFULWHULRVDQDOtWLFRVH[SOtFLWRVSDUDHYDOXDUODH¿-
aplicada, práctica clínica, enfermería, epidemiología, FDFLDGHGLFKDVLQWHUYHQFLRQHV/DVUHFRPHQGDFLRQHVVH
ingeniería, economía, gestión y otras; adicionalmente, KDFHQHQIXQFLyQGHODIXHU]DGHODHYLGHQFLDTXHGH-
SXHGH VHU QHFHVDULD XQD FODUD YLVLyQ GH ODV LPSOLFD- SHQGHGHODFDOLGDGGHODHYLGHQFLDSXEOLFDGD
ciones comerciales, legales y éticas de las tecnologías. 8QKDOOD]JRFODYHGHOD&7)3+&HVTXHODUHYLVLyQ
(Q HO SUHVHQWH FRQWH[WR GH OLEHUDOL]DFLyQ HFRQyPLFD periódica orientada en función de riesgos determinados
\JOREDOL]DFLyQOD(7(6SXHGHVHUSHUFLELGDDYHFHV SRUODHGDGVH[RXRWUDVFDUDFWHUtVWLFDVHVPiVHIHFWL-
FRPRXQDQXHYDIRUPDGHLQWHUYHQFLRQLVPRHVWDWDOR YDTXHXQDUHYLVLyQJHQpULFD/DVJXtDVGH&7)3+&R
de burocracia. 86367) SXHGHQ FRQVLGHUDUVH FRPR DWODV GH LQWHUYHQ-
Por otra parte, se han desarrollado al presente sis- FLRQHVSUHYHQWLYDV(OULJRUGHODHYDOXDFLyQFLHQWt¿FD
temas informatizados de detección de tecnologías sani- de sus recomendaciones ha potenciado la credibilidad
WDULDVQXHYDVSHM6Ë17(6,6±$(763HUPL- GHODPHGLFLQDSUHYHQWLYD
WHQODFRODERUDFLyQGHORVH[SHUWRVGHIRUPDFyPRGD\ 8WLOL]DQGRXQDPHWRGRORJtDVLPLODUHO&'&HVWiGH-
DPLJDEOHIDFLOLWDQODHODERUDFLyQGHODV)LFKDV7pFQLFDV sarrollando la *XLGHWR&RPPXQLW\ Preventive Services.
VREUHQXHYDVWHFQRORJtDVVDQLWDULDV\SHUPLWHQODGLIX- 6XREMHWLYRHVUHYLVDU\YDORUDUODFDOLGDGGHODHYLGHQ-
sión, de forma automática, de los resultados del sistema. FLDH[LVWHQWHVREUHODHIHFWLYLGDG\FRVWHHIHFWLYLGDGGH
(O FRURODULR GHO H[FHOHQWH HVWXGLR GH 6WXNHO et al. VHUYLFLRVSUHYHQWLYRVHVHQFLDOHVSDUDXQDFRPXQLGDG\
GHOD(7(6SDUDODVSROtWLFDVVDQLWDULDVHVQtWL- GHVDUUROODU UHFRPHQGDFLRQHV D SDUWLU GH GLFKD HYLGHQ-
do; por un lado, las políticas deberían orientarse a que cia. Esta guía permitirá a aquellos con responsabilida-
ODFREHUWXUDGHODVWHFQRORJtDVHIHFWLYDV\PHQRVFDUDV GHV HQ SODQL¿FDU ¿QDQFLDU SUHVWDU \ SRQHU HQ PDUFKD
lleguen a los ciudadanos que deben llegar, de la forma VHUYLFLRV SREODFLRQDOHV GH VDOXG VREUH ODV HVWUDWHJLDV
que deben hacerlo y a tiempo. Y por otro lado, las nue- UHDOL]DU LQWHUYHQFLRQHV \ SURJUDPDV GH VDOXG S~EOLFD
YDVWHFQRORJtDVGHHIHFWLYLGDGGHPRVWUDGDXWLOL]DGDVGH PiVHIHFWLYRV\FRVWHHIHFWLYRVSDUDVXVFRPXQLGDGHV
forma rutinaria, es decir, en pacientes no apropiados, no /DV UHYLVLRQHV LQFOX\HQ DVSHFWRV UHODFLRQDGRV FRQ ORV
DSRUWDQQDGDVDOYRPD\RUHVFRVWRV FDPELRV GH HVWLORV GH YLGD WDEDFR GURJDV DOFRKRO
/D(7(6WDPELpQKDVLGRDSOLFDGDDODHYDOXDFLyQ QXWULFLyQDFWLYLGDGItVLFD\FRQGXFWDVVH[XDOHVGHDOWR
GH LQWHUYHQFLRQHV GH SURPRFLyQ GH OD VDOXG \ SUHYHQ- ULHVJRUHGXFFLyQGHHQIHUPHGDGHVDFFLGHQWHVHLQFD-
ción de la enfermedad, tema muy importante en Aten- SDFLGDGFiQFHUGLDEHWHV\HQIHUPHGDGHVYDFXQDEOHV
FLyQ3ULPDULDGH6DOXG6HJ~QHO$(76XQDGH y problemas ambientales y ecológicos que pueden re-
ODVGL¿FXOWDGHVPiVLPSRUWDQWHVFRQODVTXHVHHQIUHQWD presentar un problema de salud pública.
la implantación de los programas y recomendaciones /DLQWURGXFFLyQGHODVDFWLYLGDGHVSUHYHQWLYDV\GH
VREUHDFWLYLGDGHVSUHYHQWLYDV\GHSURPRFLyQGHODVD- promoción de la salud en el seno de las habituales de
11. Evaluación de tecnologías en Salud 341
\PpWRGRSURSLRGHOWUDEDMRREMHWLYRHQPHGLFLQD\RWUDV 1. ,QIRUPHVGH(76
ciencias de la salud, aplicados a la descripción de los fe- Informes a demanda o internos. Se realizan en res-
QyPHQRVGHVDOXGDODH[SOLFDFLyQGHVXHWLRORJtD\DOD puesta a solicitudes de parte interesada. Su objeto,
E~VTXHGDGHORVPpWRGRVGHLQWHUYHQFLyQPiVH¿FDFHVª H[WHQVLyQ PHWRGRORJtD \ FLUFXODFLyQ VH DMXVWDQ D
-HQLFHFN ORV WpUPLQRV TXH SUHYLDPHQWH VH FRQYHQJDQ HQWUH
$OJXQDV SUHJXQWDV TXH VH SODQWHDQ HQ HYDOXDFLyQ las dos partes. La agencia actúa de segunda parte,
de tecnologías tienen una respuesta básicamente epide- es decir, elabora el informe para asesorar al solici-
miológica. Por ejemplo, ¿cuál es el mejor tratamiento tante en sus decisiones unilaterales. El producto de
SDUD OD OLWLDVLV ELOLDU VLQWRPiWLFD" ¢4Xp VHQVLELOLGDG \ esa colaboración, el informe a demanda, se orienta a
HVSHFL¿FLGDG WLHQH XQD QXHYD SUXHED GLDJQyVWLFD \ D satisfacer las cuestiones planteadas, por lo que suele
TXp SREODFLyQ VH GHEH DSOLFDU SDUD REWHQHU EHQH¿FLR ser un informe interno o de circulación supeditada al
Pi[LPR" ¢&XiO HV OD XWLOLGDG GH OD YDFXQD QHXPRFy- solicitante. En general, y debido a la necesidad ur-
FLFD"(OPpWRGRHSLGHPLROyJLFRDSOLFDGRDHYDOXDFLyQ gente del solicitante, son informes de ejecución rá-
de tecnologías permite, además, responder otro tipo de SLGD\FRQWHQLGREUHYHDXQTXHQRVHGHEHDVLPLODU
preguntas, como ¿dónde debe localizarse un aparato de los informes a demanda o internos con documentos
UHVRQDQFLDPDJQpWLFDSDUDTXHVXDSURYHFKDPLHQWRVHD EUHYHV\DTXHHQPXFKRVFDVRVQRHVDVt
ySWLPR"R¢TXpSDSHOWLHQHQDFWXDOPHQWHODVWpFQLFDVGH Algunas organizaciones como la Agencia para la
UDGLRFLUXJtD" ETS de Alberta, en Canadá, denominan a este tipo
/D DSUR[LPDFLyQ HSLGHPLROyJLFD HQ HYDOXDFLyQ GH de productos consultas técnicas, Health tech notes,
tecnologías sanitarias permite obtener estimaciones de \ODVGH¿QHQFRPRUHVSXHVWDVEUHYHVDSHWLFLRQHVGH
OD XWLOLGDG WDQWR HQ WpUPLQRV GH H¿FDFLD \ HIHFWLYLGDG asesoría urgentes que, por su limitación de tiempo,
como de seguridad de las tecnologías, al tiempo que presentan un análisis más limitado y no están nece-
SXHGHYDORUDUHOLPSDFWRSRWHQFLDOGHVXDSOLFDFLyQVR- VDULDPHQWHVXMHWDVDXQSURFHVRGHUHYLVLyQH[WHUQD
EUHORVQLYHOHVGHVDOXGGHXQDGHWHUPLQDGDSREODFLyQ (VWDRUJDQL]DFLyQKDHYDOXDGRODFDOLGDGGHODLQIRU-
El método epidemiológico, por tanto, debe constituir mación que proporcionan y su impacto en la toma
uno de los pilares básicos en los que se fundamente la GHGHFLVLRQHVDWUDYpVGHHQWUHYLVWDVFRQVROLFLWDQWHV
HYDOXDFLyQFLHQWt¿FDGHODVWHFQRORJtDVVDQLWDULDV y lectores de los informes. Seis de los once infor-
Entre estos instrumentos aportados por la epidemio- PHV FRQVLGHUDGRV WXYLHURQ XQ LPSDFWR HOHYDGR HQ
ORJtDVHGHVWDFDHOPHWDQiOLVLV6HGH¿QHFRPRXQSUR- la toma de decisiones, cuatro un impacto moderado
ceso de combinación sistemática yFXDQWLWDWLYDde re- pero fueron considerados útiles para la gestión, y
VXOWDGRVGHHVWXGLRVSDUDH[WUDHUFRQFOXVLRQHV6XVGRV ~QLFDPHQWHXQLQIRUPHIXHYDORUDGRFRPRGHEDMR
SLODUHVEiVLFRVVRQODUHFROHFFLyQH[KDXVWLYD\VLVWHPi- impacto. La calidad se consideró aceptable en todos
WLFDGHGDWRVRULJLQDOHV\ODFXDQWL¿FDFLyQHQODPHGLGD HOORV(OPLVPRHVWXGLRSUHYLHQHGHODVOLPLWDFLRQHV
de lo posible, de los resultados obtenidos, es decir, la de este tipo de informes, en el sentido de que la ur-
obtención de estimadores combinados de efecto, a partir gencia impuesta por los solicitantes puede perturbar
de los estimadores de efecto que aportan los estudios el proceso de búsqueda de información y el análisis
LQGLYLGXDOHV ulterior.
A pesar de requerir más tiempo y mayores conoci- Informes públicos. Son los productos más conocidos
mientos metodológicos y estadísticos que cualquiera de las agencias de ETS. En este caso, la agencia ac-
GHORVRWURVPpWRGRVGHVFULWRVHVHOVLVWHPDPiVYiOL- W~DGHWHUFHUDSDUWHRIUHFLHQGRXQDYDORUDFLyQWpF-
GR\DMXVWDGRGHLQWHJUDFLyQGHODHYLGHQFLD(OGLVHxR nica útil para cualquiera de las partes presentes en el
de todo metanálisis, como el de cualquier otro estudio sistema sanitario.
SURVSHFWLYR GHEH LU SUHFHGLGR SRU OD IRUPXODFLyQ GH Dado que deben ser útiles a cualquiera de los opera-
XQDSUHJXQWDGHLQYHVWLJDFLyQEDVDGDHQXQDKLSyWHVLV GRUHVTXHLQWHUDFW~DQHQXQ6HUYLFLRGH6DOXGVRQ
GHHVWXGLRTXHHQHVWHFDVRHVHOSURSyVLWRGHODHYD- públicos y de libre acceso a todo aquel que lo soli-
OXDFLyQ\GHOGHVDUUROORH[SOtFLWRGHXQSURWRFRORHQHO FLWH 6X RULJHQ \ PRWLYDFLyQ SXHGHQ VHU GLYHUVRV
que se describirán cada uno de los pasos. El metanálisis pero en todo caso la trascendencia de la cuestión
HVXQWpFQLFDH[WUHPDGDPHQWH~WLOHQODHYDOXDFLyQGH que tratan ha aconsejado su difusión pública. Estos
WHFQRORJtDV\DTXHUHYLVDGHIRUPDVLVWHPiWLFDODHYL- LQIRUPHVYDQDIRUPDUSDUWHGHODEDVHGHGDWRVGH
GHQFLDUHOHYDQWHVREUHHIHFWLYLGDG\VHJXULGDG\SHUPLWH informes de ETS de la red internacional INAHTA y
VXFXDQWL¿FDFLyQ\FRPSDUDFLyQFRQRWUDVWHFQRORJtDV JHQHUDOPHQWHVHHODERUDQSRULQLFLDWLYDGHOD$XWR-
6RQWLSRVGHGRFXPHQWRVGH(7(6$(76 ridad Sanitaria o de la propia agencia.
11. Evaluación de tecnologías en Salud 343
1
3RUQRPHQFLRQDUTXHVHJ~Q$<6$HQ%XHQRV$LUHVVHFRQVXPHQSRUGtD\SRUSHUVRQDPiVGHOLWURV\VHSLHUGHQHQWUH
\SRUFDxHUtDVGHIHFWXRVDV±ZZZD\VDFRPDU±5HFXpUGHVHSDUDFRQWH[WXDOL]DUTXHHQHOPXQGRFHUFDGHXQGHOD
SREODFLyQFDUHFHGHDFFHVRDDJXDHQWXEDGD\PXFKRVGHEHQVREUHYLYLUFRQPHQRVGHOLWURVSRUGtDFDOFXOiQGRVHTXHODIDOWD
GHDJXDOLPSLDJHQHUDPiVGHPLOORQHVGHPXHUWHVSRUDxR
12. Promoción de la Salud 347
un paseo por las cloacas del mundo. Madrid, Turner, janos y terapeutas importantes, el más famoso de los
FXDOHVIXHHO¿OyVRIRMXGtR0DLPyQLGHVDXWRUGHSobre
las causas y naturaleza de la enfermedad en el que re-
&RQ OD OOHJDGD GHO FULVWLDQLVPR UHFXpUGHVH SDUD lacionó la salud física y mental. En cuanto a la Salud
FRQWH[WXDOL]DUTXHVLELHQYDULRVHPSHUDGRUHVDQWHULRUHV Pública, cabe destacar la concepción de los hospitales
a Constantino, y él mismo, eran cristianos, la religión musulmanes que contaban con bibliotecas, jardines, pa-
R¿FLDOVHJXtDVLHQGRHOSDJDQLVPRDXQTXHGHVGH tios para la lectura, narradores de cuentos y músicos.
FRQHO(GLFWRGH0LOiQKDEtDOLEHUWDGGHFXOWR(OGH $XQTXHVLQOXJDUDGXGDVHOGDWRPiVVLJQL¿FDWLYRSDUD
IHEUHURGHODxRHOHPSHUDGRU7HRGRVLR¿QDOPHQWH la Promoción de la Salud fue un sistema de subsidios
promulgó un edicto que declaraba al cristianismo como públicos, que les permitía a los enfermos permanecer en
UHOLJLyQR¿FLDOGHO,PSHULRURPDQR\SURKLEtDHOSDJD- el hospital el tiempo necesario para su recuperación, sin
QLVPRVHHQDOWHFLyDOHVStULWXFRPRSULQFLSDOHOHPHQWR necesidad de trabajar.
de la salud, dejando a un lado el cuerpo físico, por lo
TXHDODGHFDGHQFLDGHO,PSHULRODDFRPSDxyWDPELpQOD $O ¿QDOL]DU OD (GDG 0HGLD \ FRQ HO FRPLHQ]R GHO
de la Salud Pública. Renacimiento, al contrario de lo esperado, no se regis-
WUDURQDYDQFHVVLJQL¿FDWLYRVHQFXDQWRD0HGLFLQD\6D-
No fue hasta la Edad Media que se retomó la higie- lud Pública. Durante los siglos XV y XVI se aplicaron
QH FROHFWLYD \D TXH ORV EDxRV HUDQ QHFHVDULRV SDUD OD ORVDQWLJXRVFRQRFLPLHQWRVJULHJRVFRQDOJXQDVH[FHS-
conmemoración de la resurrección y en los monasterios ciones como Leonardo Da Vinci, cuyos estudios sobre
VHSHUPLWtDDORVSHUHJULQRVXWLOL]DUHVSDFLRVRVEDxRVGH el cuerpo humano permitieron que dejara de ser consi-
YDSRU )XH PiV R PHQRV SRU HVWD pSRFD TXH VXUJLy HO derado sólo como un instrumento de pecado; Paracelso,
FRQFHSWRGHFXDUHQWHQDVLJOR;,9/DPLVPDSDODEUD cuyo humanismo se destacó en Medicina; y asimismo
cuarentenaQDFLyD¿QDOHVGHOVLJOR;,9FRQHODLVOD- *LURODPR)UDFDVWRURFRQVLGHUDGRSRUDOJXQRVFRPRHO
miento de las personas que llegaban de zonas infecta- primer epidemiólogo de la historia, por su interés en las
das por la peste al puerto de Ragusa, en aquel momento enfermedades epidémicas y sus mecanismos de trans-
EDMRHOGRPLQLRGHOD5HS~EOLFDGH9HQHFLD(Q misión.
HOSHUtRGRGHDLVODPLHQWRVH¿MyHQGtDVGHDKtODSD- El descubrimiento y la colonización de América,
labra cuarentena. Muchos otros puertos mediterráneos permitieron por su parte el contacto entre dos culturas
no tardaron en adoptar medidas análogas, que fueron completamente distintas y el intercambio de enfermeda-
generalizándose a escala internacional a lo largo de los GHVWDQWRFRPRGHPHGLGDVGHSUHYHQFLyQ\SURPRFLyQ
siglos siguientes; en las ciudades, a menudo se designa- en las que no pocas culturas americanas estaban más
EDQFRPLWpVHQFDUJDGRVGHFRRUGLQDUODVVLELHQDYHFHV DYDQ]DGDV TXH ORV FRQTXLVWDGRUHV 8QD GH ODV FRQVH-
QR HUDQ QHFHVDULDPHQWH GtDV GH DLVODPLHQWR +DFLD FXHQFLDVPiVQHJDWLYDVSDUDOD6DOXG3~EOLFD\OD3UR-
HOFyOHUDDIHFWDEDD(XURSDHVSHFLDOPHQWHD,WDOLD moción de la Salud es el interés que generó el tabaco en
)UDQFLD ,QJODWHUUD \ $XVWULD DVt FRPR D $PpULFD GHO ORVHXURSHRV\HOVLJQL¿FDWLYRDXPHQWRGHVXFRQVXPR
1RUWH(Q%XHQRV$LUHVHOGHVHSWLHPEUHGHHVHDxR
la Junta de Sanidad tomaba sus precauciones imponien- /DLQYHQFLyQGHOPLFURVFRSLRGXUDQWHHOVLJOR;9,,
do una cuarentena de tres díasDORVEXTXHVSURYHQLHQ- SRVLELOLWyHOGHVFXEULPLHQWRGHGLYHUVRVPLFURRUJDQLV-
WHVGHO+DYUH*pQRYD/D+DEDQD\%DKtD$VLPLVPR mos y que estos se reconocieran como causantes de dis-
HQ9HQHFLDHQVHSRSXODUL]yHOtrentino, esto es tintas enfermedades, permitiendo sentar las bases de la
un aislamiento de treinta días. bacteriología y la microbiología.
0iVDOOiGHORPHQFLRQDGRODVFRQGLFLRQHVGHYLGD 3RFRV DxRV PiV WDUGH VLJOR ;9,,, VH LQVWDOy XQ
de la población eran paupérrimas y solo mejoraron en debate basado en las relaciones entre salud física-salud
el siglo XII, con la aparición de traducciones de los PHQWDOHLQGLYLGXRVRFLHGDGSODVPDGRHQGRVFRUULHQ-
tratados de medicina e higiene árabes, ya que hasta el tes principales. La primera de ellas sostenía que la pro-
PRPHQWRVyORVHFRQWDEDFRQORVWH[WRVGH+LSyFUDWHV WHFFLyQGHODVDOXGGHEtDVHUOOHYDGDDFDERSRUHO(VWDGR
y Galeno, siendo el más popular de ellos el llamado Re- por medio de leyes y regulaciones políticas, sin impor-
gimen Sanitatis Salernitatum compendio de nutrición, WDUHODXWRULWDULVPRRHODEVROXWLVPR8QRGHVXVSULQ-
normas higiénicas y otras indicaciones terapéuticas su- FLSDOHV GHIHQVRUHV IXH HO DOHPiQ -RKDQQ 3HWHU )UDQN
geridas, producido en el siglo XIII por la Escuela de TXLHQ HQ PDWHULD GH 6DOXG 3~EOLFD SURPRYLy PHGLGDV
Salerno. La contribución de los árabes fue muy impor- VRFLDOHVHLQFOXVLYDV\GHQXQFLyDODSREUH]DFRPRSULQ-
tante para la medicina y hubo muchos médicos, ciru- cipal causa de enfermedades. La corriente contraria es-
348 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
El Programa de Salud propuesto por Sigerist con- gía, Psicología, Epidemiología, Comunicación, Merca-
siste en: GHR 6RFLDO )LORVRItD \ (FRQRPtD FUHDQGR XQD QXHYD
1. Educación libre para toda la población, incluyendo teoría y práctica en Salud Pública. Esto permite cumplir
educación en salud. FRQREMHWLYRVGHWLSRVRFLDOFRPRODLPSOHPHQWDFLyQGH
0HMRUHVFRQGLFLRQHVSRVLEOHVGHWUDEDMR\GHYLGD GLYHUVDV DFFLRQHV TXH SHUPLWDQ WUDQVIRUPDFLRQHV SUR-
para la gente. IXQGDVWDQWRHQORVDPELHQWHVFRPRHQORVLQGLYLGXRV\
Mejores medios de recreación y descanso. poblaciones, de modo que se puedan cambiar las condi-
4. 8QVLVWHPDGHLQVWLWXFLRQHVGHVDOXG\GHSHUVRQDO FLRQHVQHJDWLYDVSDUDVXGHVDUUROORPHMRUDQGRHOQLYHO
médico accesible para todo el mundo, responsable GHVDOXG\ODFDOLGDGGHYLGDGHORVPLVPRV\DOFDQ]DU
de la salud de la población, listo y capaz de aconse- mayor bienestar y equidad social. La Promoción de la
jar y ayudar a mantener la salud y a su restauración, 6DOXGDFW~DVREUHGRVHVIHUDVODSHUVRQDORLQGLYLGXDO\
FXDQGRODSUHYHQFLyQKDIDOODGR ODSREODFLRQDORFROHFWLYD
&HQWURVPpGLFRVGHLQYHVWLJDFLyQ\FDSDFLWDFLyQ Suele decirse de modo algo denigratorio que la Pro-
Estos trabajos inspiraron a médicos de todo el mun- moción de la Salud impone autoritariamente cambios
GRGDQGRRULJHQDQXHYDVFRUULHQWHVWDOHVFRPRODVUH- HQHOHVWLORGHYLGDTXHGHVSUHFLDDOPRGHORELRPpGLFR
conocidas de medicina social y de epidemiología social, TXHVXVDUJXPHQWRVFDUHFHQGHFRPSUREDFLyQFLHQWt¿-
que surgieron en América Latina durante las décadas FD\TXHVXVSUHFHSWRVVRQLQ~WLOHVHLUUHOHYDQWHVSDUD
GHORV\IRUPDGDVSRUJUDQGHVHPLQHQFLDVGHOD el médico cuya tarea es tratar las enfermedades; estas
6DOXG 3~EOLFD HVSHFLDOPHQWH HQ (FXDGRU 0p[LFR \ FUtWLFDVSUREDEOHPHQWHUHÀHMHQODRULHQWDFLyQGHODIRU-
Brasil, y que impulsaron importantes cuestionamientos mación médica clásica que pone el foco en la curación
tanto a la teoría, como a la práctica de la salud pública. FRPR~QLFD¿QDOLGDGGHODFWRDVLVWHQFLDO
)LQDOPHQWHGXUDQWHORV\VHVXFHGLHURQXQD (VQHFHVDULRGHVWDFDUTXHODQXHYDWHRUtDGHOD3UR-
serie de hechos, pertenecientes a la construcción del PRFLyQ GH OD 6DOXG WXYR VX RULJHQ HQ XQ FDPELR HQ
PDUFR GH UHIHUHQFLD GH OD QXHYD GLVFLSOLQD GH OD 3UR- FXDQWRDOFRQFHSWRGH6DOXGTXHVHYLHQHGDQGRGHVGH
moción de la Salud, en el cual se destacan numerosos ORV~OWLPRVDxRV)XHDSDUWLUGHHVHPRPHQWRTXHHO
GRFXPHQWRV GH ORV TXH VH H[WUDMHURQ ORV SULQFLSLRV SDUDGLJPDELRPpGLFRKL]RFULVLV\DTXHHUDHYLGHQWHOD
estrategias y mecanismos que han hecho posible pasar QHFHVLGDGGHLQFOXLUGHQWURGHODGH¿QLFLyQGH6DOXGQR
de la retórica a la práctica. Muchos de estos documen- sólo las llamadas necesidades básicas –alimentación sa-
WRVTXHGDURQUHÀHMDGRVHQOD&DUWDGH2WWDZDGH OXGDEOHYLYLHQGDGLJQDDWHQFLyQPpGLFD±VLQRWDPELpQ
documento considerado como un epítome conceptual e otros componentes tales como el acceso al arte, la cul-
instrumental en la materia. tura y la recreación; los derechos humanos, el derecho a
ODSD]\DODMXVWLFLDODSRVLELOLGDGGHH[SUHVLyQHWFHQ
VXPDODSRVLELOLGDGGHXQDYLGDGLJQD\VDOXGDEOHPiV
Nominalismo allá de la ausencia de enfermedades o dolencias.
5. Reorientación de los servicios de Salud VIH-SIDA, en las últimas décadas del siglo XX, se
GHVDUUROOy XQD JUDQ FDQWLGDG GH HVWXGLRV H LQYHVWLJD-
Si bien este apartado de la Agenda de la Carta de ciones en la materia, dirigidos a generar cambios en
Ottawa habla únicamente de la reorientación de los HOFRPSRUWDPLHQWRSDUDGHDOJXQDIRUPDSUHYHQLU\
VHUYLFLRVGHVDOXGHVMXVWRKDFHUUHIHUHQFLDDGLVWLQWRV FRQWURODUHVWDHQIHUPHGDG\DTXHQRH[LVWHXQDPHGL-
VHUYLFLRV VRFLDOHV TXH LQÀX\HQ VLJQL¿FDWLYDPHQWH HQ GDSUHYHQWLYDGHWLSRELROyJLFR7RGRVHVWRVHVWXGLRV
ODFDOLGDGGHYLGDGHODSREODFLyQWDOHVFRPRORVGH han sido esenciales para la construcción de la Promo-
nutrición, los de atención a ancianos, los de asistencia ción de la Salud y muy útiles como base para la for-
DPXMHUHVYtFWLPDVGHODYLROHQFLDGHJpQHURORVGHGH- mación de la educación en salud actual, caracterizada
rechos humanos, los de asistencia a discapacitados, los esencialmente por la utilización de procesos participa-
GLULJLGRVDODJHQWHTXHYLYHHQODFDOOHHQWUHRWURVORV WLYRVTXHSHUPLWHQDORVLQGLYLGXRVQRVyORLQIRUPDUVH
FXDOHV WULVWHPHQWH HVWiQ SRU FRPSOHWR GHVYLQFXODGRV VREUHFRQWHQLGRVFLHQWt¿FRVVLQRWDPELpQWRPDUFRQ-
del sector Salud. ciencia acerca de sus problemas. Para esto fue muy útil
(Q ORV ~OWLPRV DxRV ODV FUHFLHQWHV UHIRUPDV HQ el aporte de otras disciplinas como la Psicología y la
ORV VHUYLFLRV GH 6DOXG KDQ WHQGLGR HQ PXFKRV FDVRV 6RFLRORJtD\DTXHHVWRVSURFHVRVSDUWLFLSDWLYRVVHED-
DODSULYDWL]DFLyQKDFLHQGRKLQFDSLpHQOD3URPRFLyQ VDQHQODDXWRQRPtDHLQGHSHQGHQFLDGHFDGDLQGLYLGXR
GH OD 6DOXG \ OD SUHYHQFLyQ GH HQIHUPHGDGHV FRQ HO VREUHVXSURSLDYLGDHVGHFLUTXHHOREMHWLYRQRHVVyOR
REMHWLYR GH ORJUDU PD\RU H¿FLHQFLD \ HIHFWLYLGDG (O ORJUDUFDPELRVHQORVFRPSRUWDPLHQWRVQRFLYRVVLQR
HQIRTXHSUHGRPLQDQWHHVLQGLYLGXDOLVWDKDFLHQGRXVR también que estos cambios estén dados por la toma de
GHPHGLGDVGHHGXFDFLyQVDQLWDULD\GHSUHYHQFLyQVH- FRQFLHQFLD\HOGHVHRGHOLQGLYLGXRSRUPHMRUDUVXFD-
cundaria y terciaria que buscan incidir en los estilos de OLGDGGHYLGD\QRVHDQLPSXHVWRVFRQWUDODYROXQWDG
YLGDLQGLYLGXDOHV Cabe destacar que sobre la comunicación y la edu-
A causa de las ya descritas interpretaciones erró- FDFLyQ GH OD VDOXG LQÀX\HURQ SRVLWLYDPHQWH PXFKRV
neas que se hacen de la teoría de la Promoción de la factores surgidos en las últimas décadas, como los
6DOXG\GHODVFRQVWDQWHVLQQRYDFLRQHVHQODPDWHULD DYDQFHV HQ WHFQRORJtD \ FRPXQLFDFLRQHV TXH SHUPL-
es absolutamente necesario que el personal de los ser- tieron llegar a grandes grupos poblacionales, dejando
YLFLRVGHVDOXGHVWpFDSDFLWDGRHQFXDQWRD3URPRFLyQ FDGDYH]PiVGHODGRDORVSURJUDPDVHGXFDWLYRVWUD-
de la Salud para facilitar y mejorar su trabajo, y de este dicionales. De esta forma se organizaron muchas cam-
PRGRODFDOLGDGGHYLGDGHODSREODFLyQ SDxDVGHSURPRFLyQ\SUHYHQFLyQPDVLYDVWDOHVFRPR
ODVUHDOL]DGDVHQ((88GXUDQWHORVDxRV\VREUH
Además de las cinco áreas mencionadas se inclu- la toma de conciencia acerca de factores de riesgo en
yen los siguientes procesos metodológicos: HQIHUPHGDG FDUGLRYDVFXODU (VWDV FDPSDxDV EDVDGDV
1. De mediación, que hace referencia a la necesidad HQODSUHPLVDGHTXHHOFRQRFLPLHQWRFLHQWt¿FRHVHO
de que todos los actores sociales se comprometan principal determinante de los comportamientos, no
FRQHOREMHWLYRFRP~Q IXHURQPX\H[LWRVDV\DTXHVyOROOHJDURQDORVJUXSRV
'H$ERJDFtDFDELOGHRSDUDFDXVDVGHLQWHUpVS~- más educados y no a los que deberían haber llegado.
blico De cualquier manera, no deben ser catalogadas como
'HODLQIRUPDFLyQ\FRPXQLFDFLyQVRFLDO IUDFDVRV\DTXHFRQWULEX\HURQDOGHVDUUROORGHH[SH-
riencias posteriores con muy buenos resultados, como
Como ya dijimos, la Promoción de la Salud es OD GH &DUHOLD GHO 1RUWH )LQODQGLD \ IXQGDPHQWDO-
XQDGLVFLSOLQDUHODWLYDPHQWHQXHYDTXHWRPDHLQWHU mente, al desarrollo de la Promoción de la Salud. Sin
relaciona conceptos y elementos teórico-prácticos de embargo es necesario destacar que, si bien los progra-
una gran cantidad de otras disciplinas. Por lo tanto, la mas de comunicación en salud contribuyen a informar
Agenda de la Carta de Ottawa cuenta con una enorme acerca de conocimientos relacionados con la salud,
FDQWLGDG \ YDULHGDG GH LQVWUXPHQWRV PHWRGROyJLFRV LQÀX\HQGRGHHVWDIRUPDHQFRQGXFWDVLQGLYLGXDOHV\
para desarrollar el accionar en Promoción de la Salud. FROHFWLYDV GH QLQJXQD PDQHUD SXHGHQ UHHPSOD]DU D
8Q iUHD TXH KD FRQWULEXLGR HQ JUDQ PHGLGD D ID- ORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQGHVDOXGQLJHQHUDUFDPELRV
cilitar el trabajo de la Promoción de la Salud es la de conductuales sin componentes programáticos serios
FRPXQLFDFLyQ \ HGXFDFLyQ GH OD VDOXG TXH WXYR VX que los respalden.
JUDQDXJHGXUDQWHORVDxRV\IXHGH¿QLGDFRPR³HO ([LVWHXQDJUDQFDQWLGDGGHELEOLRJUDItDVREUHHGX-
SURFHVRHGXFDWLYRTXHWLHQGHDTXHORVFLXGDGDQRVVH cación y comunicación en Salud, y numerosas teorías
FRPSURPHWDQFRQODGHIHQVDGHODVDOXGLQGLYLGXDO\ TXHLQWHQWDQH[SOLFDU\DQDOL]DUHVWDVGLVFLSOLQDV4XL-
FROHFWLYD´ 6HSSLOOL 7UDV HO DGYHQLPLHQWR GHO ]iVODPiVFRQRFLGDVHDODWHRUtDGH%DQGXUDR
12. Promoción de la Salud 353
2EMHWLYR(UUDGLFDUODSREUH]DH[WUHPD\HOKDPEUH 'HVDUUROODUD~QPiVXQVLVWHPDFRPHUFLDO\¿QDQ-
5HGXFLUDODPLWDGHQWUH\ODSURSRUFLyQ FLHUR DELHUWR EDVDGR HQ QRUPDV SUHYLVLEOH \ QR
de personas que sufren hambre. discriminatorio.
5HGXFLUDODPLWDGHQWUH\ODSURSRUFLyQGH - Atender las necesidades especiales de los países
personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario. menos adelantados.
&RQVHJXLU SOHQR HPSOHR SURGXFWLYR \ WUDEDMR GLJQR - Atender las necesidades especiales de los países en
SDUDWRGRVLQFOX\HQGRPXMHUHV\MyYHQHV GHVDUUROORVLQOLWRUDO\ORVSHTXHxRV(VWDGRVLQVX-
ODUHVHQGHVDUUROORPHGLDQWHHO3URJUDPDGH$F-
2EMHWLYR/RJUDUODHQVHxDQ]DSULPDULDXQLYHUVDO FLyQSDUDHOGHVDUUROORVRVWHQLEOHGHORVSHTXHxRV
$VHJXUDUTXHHQODLQIDQFLDGHFXDOTXLHUSDUWH Estados insulares en desarrollo y los resultados del
QLxRV\QLxDVSRULJXDOVHDQFDSDFHVGHFRPSOHWDUXQ YLJpVLPRVHJXQGRSHUtRGRH[WUDRUGLQDULRGHVHVLR-
FLFORFRPSOHWRGHHQVHxDQ]DSULPDULD QHVGHOD$VDPEOHD*HQHUDO
- Encarar de manera integral los problemas de la deu-
2EMHWLYR3URPRYHUODLJXDOGDGHQWUHORVJpQHURV\OD da de los países en desarrollo con medidas nacio-
autonomía de la mujer. nales e internacionales para que la deuda sea soste-
- Eliminar las desigualdades entre los géneros en la en- nible a largo plazo.
VHxDQ]DSULPDULD\VHFXQGDULDSUHIHULEOHPHQWHSDUD - En cooperación con las empresas farmacéuticas,
HODxR\HQWRGRVORVQLYHOHVGHODHQVHxDQ]D proporcionar acceso a los medicamentos esencia-
DQWHVGH¿QDOHVGH les en los países en desarrollo a precios asequibles.
(QFRRSHUDFLyQFRQHOVHFWRUSULYDGRGDUDFFHVRD
2EMHWLYR Reducir la mortalidad infantil. ORVEHQH¿FLRVGHODVQXHYDVWHFQRORJtDVHVSHFLDO-
5HGXFLUHQGRVWHUFHUDVSDUWHVHQWUH\OD mente las de la información y las comunicaciones.
PRUWDOLGDGGHQLxRVPHQRUHVGHFLQFRDxRV (O~QLFRREMHWLYRTXHQRHVWiPDUFDGRSRUQLQJ~Q
SOD]RHVHORFWDYRORTXHSDUDPXFKRVVLJQL¿FDTXH\D
2EMHWLYR Mejorar la salud materna. debería estar cumpliéndose.
5HGXFLUHQWUHVFXDUWDVSDUWHVHQWUH\OD
mortalidad materna.
/RJUDUHODFFHVRXQLYHUVDODODVDOXGUHSURGXFWLYD Autogestión comunitaria
2EMHWLYR Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y (OSURFHVRGHJOREDOL]DFLyQHVWiFDGDYH]PiVD¿DQ-
otras enfermedades. ]DGR D QLYHO PXQGLDO JHQHUDQGR FRQVHFXHQFLDV HQ
- Haber detenido y comenzado a reducir la propagación todos los países, de distinta forma. En el caso de
GHO9,+6,'$HQ América Latina, coincide con una de las mayores cri-
/RJUDUSDUDHODFFHVRXQLYHUVDODOWUDWDPLHQWR VLVHFRQyPLFDV\VRFLDOHVGHODKLVWRULD/RVDxRVGH
del VIH/SIDA de todas las personas que lo necesiten. JRELHUQRGLFWDWRULDOKDFLDPHGLDGRV\¿QHVGHOVLJOR
+DEHU GHWHQLGR \ FRPHQ]DGR D UHGXFLU HQ OD ;; HVWXYLHURQ FDUDFWHUL]DGRV SRU OD GHVLJXDOGDG GH
LQFLGHQFLDGHODPDODULD\RWUDVHQIHUPHGDGHVJUDYHV los procesos de desarrollo, por el debilitamiento de
las economías locales, el aumento de la pobreza y la
2EMHWLYR Garantizar el sustento del medio ambiente. inequidad, la anulación total de los procesos partici-
- Incorporar los principios del desarrollo sostenible en SDWLYRV OD HOLPLQDFLyQ GH ODV OLEHUWDGHV LQGLYLGXDOHV
las políticas y los programas nacionales y reducir la \ FROHFWLYDV \ OD YLRODFLyQ GH ORV GHUHFKRV KXPDQRV
pérdida de recursos del medio ambiente. De modo que, tras la reanudación de la democracia,
- Haber reducido y haber ralentizado considerablemen- se establecieron gobiernos que debieron consolidar el
WHODSpUGLGDGHGLYHUVLGDGELROyJLFDHQ Estado mediante políticas públicas que permitieran
5HGXFLUDODPLWDGSDUDODSURSRUFLyQGHSHUVR- VROXFLRQDU ODV SUREOHPiWLFDV VRFLDOHV \ UHDFWLYDU OD
QDVVLQDFFHVRVRVWHQLEOHDODJXDSRWDEOH\DVHUYLFLRV HFRQRPtDFRQHO¿QGHPHMRUDUODFDOLGDGGHYLGDGH
básicos de saneamiento. ODSREODFLyQ&RPRFRQVHFXHQFLDDSDUWLUGHORVDxRV
+DEHUPHMRUDGRFRQVLGHUDEOHPHQWHHQODYLGD PXFKRV JRELHUQRV ODWLQRDPHULFDQRV FRPHQ]DURQ
GH DO PHQRV PLOORQHV GH KDELWDQWHV GH EDUULRV XQ SURFHVR GH PRGHUQL]DFLyQ GHO (VWDGR \ UHDFWLYD-
marginales. FLyQ GH OD HFRQRPtD FRQ HO REMHWLYR GH LQFHQWLYDU OD
participación social como base para el fortalecimiento
2EMHWLYR)RPHQWDUXQDDVRFLDFLyQPXQGLDOSDUDHO GHODVMyYHQHVGHPRFUDFLDVVLQHPEDUJRIDOWDPXFKR
desarrollo. WRGDYtD SDUD FRQVROLGDU ODV DFFLRQHV TXH IRUWDOH]FDQ
12. Promoción de la Salud 357
Haciendo referencia a la primera tarea de la Medi- Salud Pública y el Ministerio de Salud y Bienestar So-
FLQD 6LJHULVW HQXQFLy ³OD 6DOXG VH SURPXHYH SURSRU- cial de Canadá, celebró la Conferencia Internacional de
FLRQDQGRFRQGLFLRQHVGHYLGDGHFHQWHVEXHQDVFRQGL- Promoción de la Salud de Ottawa, en la cual se aprobó
ciones de trabajo, educación, cultura física y formas de la famosa Carta de Ottawa, considerada como el docu-
HVSDUFLPLHQWR\GHVFDQVR´DxDGLHQGRTXH³OD3URPR- mento más importante en Promoción de la Salud. En
FLyQ GH OD 6DOXG WLHQGH HYLGHQWHPHQWH D SUHYHQLU OD él se enuncia que “las condiciones y requisitos para la
HQIHUPHGDGSHURXQDSURPRFLyQH¿FD]H[LJHPHGLGDV 6DOXGVRQODSD]ODHGXFDFLyQODYLYLHQGDODDOLPHQ-
SURWHFWRUDV HVSHFLDOHV´ WDOHV FRPR WRGDV DTXHOODV TXH tación, la renta, un ecosistema estable, recursos sosteni-
LQÀX\HQHQODFDOLGDGGHYLGDGHODSREODFLyQHVGHFLU bles, justicia social y equidad. Cualquier mejora de la
TXHVXGH¿QLFLyQGH3URPRFLyQGHOD6DOXGHVWiEDVDGD Salud ha de basarse necesariamente en estos prerrequi-
en las causas generales pero no ignora las causas espe- VLWRV´GHMDQGRHQFODURODRULHQWDFLyQKDFLDODVFDXVDV
Ft¿FDV generales del documento.
$xRVPiVWDUGHHQIXHSXEOLFDGRSRUHO*R- También hace referencia a la necesidad del trabajo
bierno de Canadá el Informe Lalonde, cuya importan- en conjunto y multisectorial para la generación y puesta
cia radica en que fue el primer documento teórico de en práctica de políticas de Promoción de la Salud, ya
la Salud Pública surgido a partir de descubrimientos que “el sector sanitario no puede por sí mismo propor-
epidemiológicos de enfermedades no infecciosas. Ade- FLRQDUODVFRQGLFLRQHVSUHYLDVQLDVHJXUDUODVSHUVSHFWL-
más hace referencia a la Salud como un concepto más YDVIDYRUDEOHVSDUDOD6DOXG\ORTXHHVPiVOD3URPR-
abarcador que el tradicional, en el que incluye cuatro FLyQGHOD6DOXGH[LJHODDFFLyQFRRUGLQDGDGHWRGRVORV
JUDQGHVDVSHFWRVELRORJtDKXPDQDHVWLORVGHYLGDPH- implicados: los gobiernos, los sectores sanitarios y otros
dio ambiente y organización de la atención sanitaria. El sectores sociales y económicos, las organizaciones be-
LQIRUPH WLHQH XQ PDUFDGR HQIRTXH SUHYHQWLYR \ KDFH Qp¿FDVODVDXWRULGDGHVORFDOHVODLQGXVWULD\ORVPHGLRV
referencia a cinco estrategias con esta orientación: GHFRPXQLFDFLyQ´
1. Estrategia de Promoción de la Salud, orientada a la Otro aspecto a destacar de la Carta de Ottawa es su
PRGL¿FDFLyQGHORVHVWLORVGHYLGD posición con respecto a la educación en Salud, comple-
(VWUDWHJLDUHJXODGRUD WDPHQWHUHQRYDGRUDFRQUHVSHFWRDOHQIRTXHWUDGLFLRQDO
(VWUDWHJLDGHLQYHVWLJDFLyQ basado en los trabajos de Rudolph Virchow y Henry
(VWUDWHJLDGHH¿FLHQFLDGHODDWHQFLyQVDQLWDULD Sigerist, para los cuales la población representaba un
(VWUDWHJLDGHHVWDEOHFLPLHQWRGHREMHWLYRV SDSHO SDVLYR FRPR VLPSOHV UHFHSWRUHV GH ORV SURJUD-
3RFRVDxRVPiVWDUGHHQHO6HUYLFLRGH6DOXG PDV HGXFDWLYRV GHVDUUROODGRV SRU ODV DXWRULGDGHV 3RU
3~EOLFDGHORV(VWDGRV8QLGRVSXEOLFyXQLQIRUPHWLWX- HOFRQWUDULROD&DUWDGH2WWDZDPDQL¿HVWDODQHFHVLGDG
lado *HQWHVDQD,QIRUPHGHO&LUXMDQR*HQHUDOVREUH GHXQDSDUWLFLSDFLyQDFWLYDGHODSREODFLyQ\HOGHVDUUR-
la promoción de la salud y prevención de la enferme- OOR GH ORV SURFHVRV SDUWLFLSDWLYRV TXH SHUPLWDQ D FDGD
dad HQ HO FXDO VH GH¿QtD D OD 3URPRFLyQ GH OD 6DOXG LQGLYLGXRRSWDUSRUHOHFFLRQHVVDOXGDEOHVHLQÀXHQFLDU
HQ EDVH D ORV FDPELRV HQ ORV HVWLORV GH YLGD PLHQWUDV su propia Salud.
TXH OD 3UHYHQFLyQ GH OD (QIHUPHGDG VH RULHQWDED D OD (Q FRQFOXVLyQ SRGHPRV D¿UPDU TXH OD HVWUDWHJLD
protección de la Salud frente a los factores ambientales. para la Promoción de la Salud de la Carta de Ottawa se
(OKHFKRGHTXHORVGRVWpUPLQRVHVWXYLHUDQWDQGLIHUHQ- basa en tres aspectos fundamentales e interrelacionados,
ciados, pero ocupando un lugar de igual importancia, a saber:
generó una gran confusión y ambos conceptos fueron 1. Trabajo y acción intersectorial
malinterpretados, ya que muchos pensaron que Promo- 3ROtWLFDV HGXFDWLYDV GLULJLGDV D TXH OD SREODFLyQ
FLyQHUDXQVLQyQLPRGH3UHYHQFLyQ\RWURVTXHHUDXQD pueda tomar sus propias decisiones con respecto a
disciplina que debía subordinarse a esta. su propia Salud
6LQ HPEDUJR SRFR PiV WDUGH HQ HO DxR OD )RUWDOHFLPLHQWRGHODDFFLyQFRPXQLWDULD\ORVSUR-
OMS, en conjunto con la Asociación Canadiense de FHVRVSDUWLFLSDWLYRV
Individuos enfermos y poblaciones enfermas1
13
POBLACIÓN
ilumina una cuestión humana fundamental como es la salud afecta la capacidad de producir, y por otro, los
SUHRFXSDFLyQSRUHOGHYHQLULQGLFDQGRTXHTXL]iVVHD FRVWRVGHODDWHQFLyQPpGLFDVRQ\DHOHYDGRV\DGHPiV
PHMRUYLYLUHOGtDDGtDTXHSUHRFXSDUVHSRUSUREOHPDV FRQWLQXDPHQWHFUHFLHQWHVDVtFRQVHJXULGDGODSUHYHQ-
lejanos que podrían no producirse jamás. El médico FLyQORJUDUiDKRUURVXHOHDFHSWDUVHFDVLXQLYHUVDOPHQWH
en particular suele actuar como si su responsabilidad VLQUHVHUYDV
profesional no fuera más allá de la persona enferma o El despiece de esta argumentación puede mostrar que
casiHQIHUPDODTXHHVWiHQULHVJR\ORVSROtWLFRVYLYHQ HVHQJDxRVDRLQFOXVRIDOVDDOPHQRVHQDOJ~QDVSHFWR
y se preocupan más por el día a día que por cuestiones SRUXQQ~PHURGHUD]RQHV(QSULPHUWpUPLQRHOp[LWRHQ
relacionadas con un futuro más o menos lejano. La SUHYHQFLyQVXHOHOLPLWDUVHDSRVSRQHUXQSUREOHPDSHUR
preocupación por la salud futura es una cuestión casi QRDHUUDGLFDUORGHOWRGR$VtSRUHMHPSORVLVHHYLWDHO
de lujo: los pobres y los desocupados deben poner hábito de fumar, se reducirá mucho el riesgo de presentar
todos sus esfuerzos en la resolución de sus problemas infarto de miocardio a cualquier edad, pero el resultado
PiVLQPHGLDWRVFRPRODSURSLDVXSHUYLYHQFLDGHOGtDD ~OWLPRHVTXHHVWRVQRIXPDGRUHVYLYLUiQPiVWLHPSR\
GtDHVIDPRVDODKXPRUDGDTXHGLFHTXHHQXQDUHJLyQ HQ FRQVHFXHQFLD XQ PD\RU Q~PHUR GH HOORV HVWDUi H[-
pobre nadie se suicida porque todos están muy ocupados puesto al riesgo de padecer un infarto de miocardio en
WUDWDQGR GH VREUHYLYLU (O SURJUHVR HFRQyPLFR GH ODV HGDG DYDQ]DGD (O UHVXOWDGR SDUDGyMLFR HV TXH DXQTXH
sociedades libera a la gente de algo de este materialismo IXPDU HV HQ YHUGDG XQD UHFRQRFLGD FDXVD SUHGLVSRQHQ-
inmediato, de modo que se presencia un interés te de infarto miocárdico, los no fumadores tienen ma-
creciente –especialmente en países industrializados– \RUSUREDELOLGDGGHPRULUHYHQWXDOPHQWHGHLQIDUWRGH
SRUODVDOXGODYLGDVDOXGDEOH\HODPELHQWHVDQR(VWR PLRFDUGLR5RVH\6KLSOH\DPiVHGDG(OFRQVHMR
SODQWHD XQ FRQÀLFWR HQWUH OD SUXGHQFLD TXH REOLJD D DQWLWDEiTXLFR HV H[FHOHQWH VL SHQVDPRV HQ WpUPLQRV GH
WRPDUSUHFDXFLRQHVHOGtDGHKR\SDUDHYLWDUSHUMXLFLRV ORJUDUXQDYLGDPiVODUJD\VDOXGDEOHSHURVRUSUHQGHQWH-
PiVWDUGH\HQHORWURH[WUHPRHOULHVJRGHSUHVHQWDU mente puede, como medida aislada, incrementar en rea-
una ansiedad hipocondríaca. lidad el número de infartos de miocardio en edad tardía.
6XHOH GHIHQGHUVH D OD 0HGLFLQD 3UHYHQWLYD FRQ XQ En consecuencia, los costos asociados son pospuestos o
argumento económico. Por un lado, se dice, la mala LQFOXVRLQFUHPHQWDGRVSHURQRHYLWDGRV
/RTXHHQRWURVFRQWH[WRVVHKDOODPDGRefecto DINEA$UDJHV\2UR]
13. Individuos enfermos y poblaciones enfermas 363
3RU HO RWUR ODGR HO p[LWR HQ UHGXFLU OD WDVD JOREDO FDGDYH]PiV\DTXHSRUGHVJUDFLDel paciente más ba-
de incidencia de una enfermedad frecuente debería en rato es el paciente muertoVLELHQDTXHOODVLQWHUYHQFLR-
WHRUtD UHGXFLU ORV FRVWRV GH ORV VHUYLFLRV GH VDOXG \D nes que tiendan a disminuir la incapacidad o a mejorar
que debería haber en teoría menos casos que tratar. En OD DXWRYDOLGH] GLVPLQX\HQGR HO JUDGR GH GHSHQGHQFLD
ODSUiFWLFDHVWDHVSHUDQ]DVHIUXVWUDSRUYDULRVPRWLYRV siempre producirán ahorros.
FRVWRVFRQWLQXDPHQWHFUHFLHQWHVGHLQYHVWLJDU\WUDWDUD 3RU OR TXH VH UH¿HUH D ORV FRVWRV GH ORV VHUYLFLRV
FDGD SDFLHQWH HIHFWR WHFQRORJtD \ VREUH WRGR SRU OD VDQLWDULRV D PHQXGR HO DUJXPHQWR HFRQyPLFR D IDYRU
incoherencia entre las dotaciones de personal sanitario GHODSUHYHQFLyQQRSXHGHVDWLVIDFHUODVHVSHUDQ]DVH[-
en relación a las necesidades epidemiológicas reales de cepto cuando la incidencia de la enfermedad disminu-
la población. Así, la disminución de las caries dentales ye de tal modo –absoluto incluso– que se puede anular
en ciertas regiones no ha dado lugar a la correspondien- XQVHFWRUHQWHURGHVHUYLFLRVVDQLWDULRV6LVHDPSOtDHO
WHGLVPLQXFLyQGHOQ~PHURGHGHQWLVWDVRGHVXQLYHOGH argumento para incluir el saldo económico total para
DFWLYLGDGWDPSRFRODGLVPLQXFLyQGHODLQFLGHQFLDGH OD VRFLHGDG HQWRQFHV SDUHFH TXH OD SUHYHQFLyQ GH XQ
FDUGLRSDWtDLVTXpPLFDHQYDULDVUHJLRQHVGHOSODQHWDKD cierto número de muertes sólo tiene posibilidad de su-
dado lugar a una disminución del número de cardiólo- SRQHUXQDYHQWDMDHFRQyPLFDQHWDVLVHDSOLFDDQLxRV\
gos, hemodinamistas o cardiocirujanos; en realidad es DGXOWRVMyYHQHV\DSDUWLUGHORVDxRVHOUHVXOWDGR
PiV ELHQ DO UHYpV ORV FRVWRV GH LQYHVWLJDFLyQ \ WUDWD- HFRQyPLFRHVFUHFLHQWHPHQWHQHJDWLYRVLVHFRQVLGHUDQ
miento han guardado una relación inversa con los cam- ODVPHGLGDVSUHYHQWLYDVTXHLQFUHPHQWDQODVXSHUYLYHQ-
bios de incidencia. cia. Sin embargo, a cualquier edad antes de la jubila-
Se ha demostrado sobradamente lo difícil que es es- FLyQ FXDOTXLHU SROtWLFD GH SUHYHQFLyQ TXH UHGX]FD OD
tablecer una relación entre costos de atención médica y incapacidad o mejore la capacidad de trabajo dará lugar
necesidades de la población, establecidas con métodos a una ganancia económica, y después de la jubilación,
HSLGHPLROyJLFRV R SRU FDVR HQWUH QHFHVLGDGHV HSLGH- cualquier medida que aumente la independencia y re-
PLROyJLFDV\RIHUWDGHVHUYLFLRVRLQYHUVLRQHVHQHTXL- duzca la necesidad de apoyo médico y social producirá
SDPLHQWRRWHFQRORJtDEODQGD ahorros económicos.
No negaremos, por supuesto, ejemplos en los que &RQWUD HVWD DUJXPHQWDFLyQ HFRQyPLFD GHEH OHYDQ-
la disminución de la incidencia de una enfermedad ha tarse la argumentación humanitaria más afín a los mé-
dado lugar a grandes ahorros. Sin embargo, incluso en GLFRVTXHGLFHTXHVLQGXGDHVPHMRUHVWDUYLYR\VDQR
HVWHFDVRHODUJXPHQWRGHOSRVLWLYRHIHFWRHFRQyPLFR que muerto o enfermo. Este debe ser el principio y el
SXHGHVHUXQDIDODFLD\DTXHFDGDPXHUWHHYLWDGDELHQ ¿QDOGHO~QLFRDUJXPHQWRFLHUWRDIDYRUGHODPHGLFLQD
VHDPHGLDQWHODSUHYHQFLyQRPHGLDQWHHOWUDWDPLHQWR SUHYHQWLYD\HVVX¿FLHQWH
VLJQL¿FDXQDSHUVRQDPiVGHHGDGDYDQ]DGD\ODJHQ- (Q~OWLPDLQVWDQFLDODFXHVWLyQGHODSUHYHQFLyQVX-
WHPD\RUHVHFRQyPLFDPHQWHLPSURGXFWLYD\DOPLVPR SHUD ORV OtPLWHV QRUPDWLYRV GLFWDGRV SRU ORV H[SHUWRV
tiempo, cara tanto en términos médicos como en necesi- son cuestión de elección personal o social. Las perso-
dades de apoyo social. QDVGHEHQGHFLGLULQGLYLGXDOPHQWHVLGHVHDQDIURQWDUODV
Los economistas podrían decir que, con todo lo do- PROHVWLDV \ FRVWRV GH XQD YLGD PiV VDQD \ ODV VRFLH-
ORURVD TXH SXHGD VHU D QLYHO LQGLYLGXDO OD PXHUWH GH GDGHVVLYDQDGHGLFDUPiVHVIXHU]RVHQHVWHVHQWLGRD
un recién nacido tiene poco interés económico para costa de transferir recursos de otras áreas.
OD VRFLHGDG SRUTXH HO QLxR FRVWy SRFR GH SURGXFLU \
VLHPSUHHQWpUPLQRVPRQHWDULRVFRVWDUiSRFRGHVXV-
WLWXLU3RUHOFRQWUDULRODPXHUWHGHXQDGXOWRMRYHQHV Salud y enfermedad
XQDSpUGLGDHFRQyPLFDJUDYRVDVXPDGXUDFLyQ\HGX-
cación han sido caras, y su muerte implica la pérdida de La preocupación por las personas enfermas que men-
PXFKRV DxRV SURGXFWLYRV 'H DKt TXH OD LQYHUVLyQ HQ cionamos al comienzo ha dado lugar a una orientación
SUHYHQLUDFFLGHQWHVGHWUiQVLWRTXHDIHFWDQVREUHWRGRD VLPSOHGHODPHGLFLQDSUHYHQWLYDGLYLGLpQGRVHHOPXQ-
HVWHJUXSRVHUtDUHDOPHQWHYHQWDMRVDGHVGHXQSXQWRGH do entre quienes están enfermos y quienes no. Los en-
YLVWDHFRQyPLFR6LHPSUHVHJ~QODYLVLyQGHOhomo eco- fermos forman una minoría claramente distinguible de
nomicusHOSXQWRGHLQÀH[LyQVHHQFRQWUDUtDHQDOJXQD OD PD\RUtD VDQD GH ORV TXH HVWiQ HQ ULHVJR SRFRV VH
HGDGFHUFDQDDORVDxRVHQODTXHORVEHQH¿FLRVGH RFXSDQ
XQRVSRFRVDxRVSURGXFWLYRVPiVVHFRQWUDEDODQFHDUtDQ
con los costos generados. A partir de esta edad, el ar- /D QHFHVLGDG GH GH¿QLFLyQ GH FDVRV VLHPSUH KD
JXPHQWRHFRQyPLFRSDUDGHIHQGHUPHGLGDVSUHYHQWLYDV VLGRREYLD\UHFRQRFLGD\DHQOD(GDG0HGLDGHFLUTXH
TXHDWDxHQDODVXSHUYLYHQFLDFRPLHQ]DDGHUUXPEDUVH alguien tenía un poco de lepra hubiese causado gran
364 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
H
HOSPITAL
Argumento
médico
POBLACIÓN
22
17 19
8 8
&RQVLGpUHVHTXHVHJ~QFLIUDVGHOSURSLR0LQLVWHULRGH6DOXGHQ$UJHQWLQDVHFRQVXPHQGHDJUDPRVSRUGtDGHVDOSRU
KDELWDQWHVLHQGRTXHOD206UHFRPLHQGDQRPiVGHJUDPRVSRUGtD'LVPLQX\HQGRVyORJUDPRVGHVDOHQODGLHWDGHOD
SREODFLyQVHHYLWDUiHOGHODPRUWDOLGDGSRUHQIHUPHGDGFDUGLRYDVFXODU&RQODUHGXFFLyQGHJUDPRGHVDOGHOFRQVXPR
GLDULRGHWRGDODSREODFLyQVHHYLWDUtDQXQRVHYHQWRVFDUGLRYDVFXODUHV\FHUHEURYDVFXODUHVSRUDxR\DOUHGHGRUGH
PXHUWHV(OGHODVDOTXHVHFRQVXPHSURYLHQHGHORVDOLPHQWRVSURFHVDGRV
13. Individuos enfermos y poblaciones enfermas 367
Super-
vivencia
Acciones sobre
el paciente Función
usual
Calidad
de
vida
INTERVENCIÓN
H
HOSPITAL
Primero: el
diagnóstico
El
puede estar
tratamiento
Acciones sobre equivocado
puede ser
personas perjudicial
sanas
Se rotula
al enfermo
4
5HSUHVHQWDHOWUiQVLWRGHVGHHO¢SRUTXpHVWHLQGLYLGXRSDUWLFXODUHQIHUPD"DO¢SRUTXpHVWDSREODFLyQWLHQHHVWDSDUWLFXODU
GLVWULEXFLyQGHULHVJR"
370 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
* usual
* no enfermo
TXHRSHUDFRPRVHSUHYLy
* de acuerdo a norma cultural
* mejor
GH¿QLFLyQHWLTXHWDGRUD
(QHOWHUUHQRHVSHFt¿FRGHODSUXHEDVGLDJQyVWLFDVHO
más común indica que ciertos resultados o datos se ajus-
WDQDXQDGLVWULEXFLyQWHyULFDHVSHFt¿FDFRQRFLGDFRPR
Sur de Japón Este de Finlandia normal o gaussiana, una de cuyas propiedades más des-
WDFDGDVHVTXHVXPHGLDPiVRPHQRV'6HQFLHUUDHO
GHORVGDWRVFRQWHQLGRVGHMDQGRIXHUDDOHQ
100 200 300 400 500 FDGDXQRGHVXVH[WUHPRVVXSHULRUHLQIHULRUDVtla media
más o menos dos desviaciones estándarVHFRQYLUWLyHQ
Figura 13.7: Diferentes distribuciones de colesterol XQDPDQHUDDWUDFWLYDGHGH¿QLUORQRUPDOKDFH\DYDULRV
en diferentes poblaciones DxRV\FRQWLQ~DVLHQGRGHDSOLFDFLyQJHQHUDO
Es demasiado malo que haya sucedido esto ya que
WUHVFRQVHFXHQFLDVOyJLFDVGHVXDSOLFDFLyQKDQSURYR-
(O HVWXGLR ,QWHUVDOW GH 5RVH ,QWHUVDOW &RRSHUDWL- cado una confusión enorme y el surgimiento de un nue-
YH 5HVHDUFK *URXS WUDEDMy FRQ PiV GH YRFDPSRGHODPHGLFLQDHOGLDJQyVWLFRGHODDXVHQFLD
KRPEUHV\PXMHUHVGHPXHVWUDVGHSREODFLRQHVGH de enfermedad. Primero, simplemente, los resultados
países, cubriendo una amplísima gama de diferencias de las pruebas diagnósticas no se ajustan a la distribu-
VRFLRHFRQyPLFDV \ JHRJUi¿FDV GHVGH LQGLRV \DQRPD- FLyQJDXVVLDQDHQUHDOLGDGGHELpUDPRVDJUDGHFHUTXH
mis a urbes norteamericanas y de China al Caribe. En la QRORKDJDQODGLVWULEXFLyQJDXVVLDQDVHH[WLHQGHKDVWD
)LJXUDVHDSUHFLDQORVGHVSOD]DPLHQWRVSREODFLR- HOLQ¿QLWRHQDPEDVGLUHFFLRQHVUHTXLULHQGRSDFLHQWHV
QDOHVHQORVYDORUHVGHSUHVLyQDUWHULDOTXHGDQOXJDUD RFDVLRQDOHV FRQ KHPRJORELQDV LPSRVLEOHPHQWH HOHYD-
WDVDVGHSUHYDOHQFLDGH+7$GHVGHHQORV\DQRPD- GDV \ RWURV FRQ PHQRV GH FHUR 6HJXQGR VL HO
PLVDPiVGHHQWUHORVQHJURVGH0LVVLVVLSSL$O PiVHOHYDGRRPiVEDMRGHORVUHVXOWDGRVGHODSUXHED
igual que en el trabajo de Keys sobre el colesterol, los diagnóstica es considerado anormal, entonces todas las
YDORUHVVHGHVSOD]DQHQFRQMXQWRKDFLDDUULEDFRPRKD- enfermedades tienen la misma frecuencia, una conclu-
FLDDEDMR/DH[SOLFDFLyQGHHVWDVGLIHUHQFLDVQRYHQGUi sión que también carece de sentido clínico.
GH OD LQYHVWLJDFLyQ TXH LQWHQWH VDEHU SRU TXp DOJXQRV
VXMHWRV WLHQHQ OD SUHVLyQ PiV DOWD TXH RWURV WHPD GH La tercera y más peligrosa consecuencia de la
ODPD\RUSDUWHGHODLQYHVWLJDFLyQVLQRGHDTXHOODTXH XWLOL]DFLyQ GH OD GH¿QLFLyQ JDXVVVLDQD GH QRUPDO HV
UHÀHMHGHPDQHUDFODUDODVFDUDFWHUtVWLFDVSREODFLRQDOHV compartida por su reemplazo más reciente, el percentilo.
PiVTXHODVLQGLYLGXDOHV<GHYXHOWDDOPLVPRWLHPSR Reconociendo el fracaso de los resultados de la prueba
las estrategias de control deben ser poblacionales tra- diagnóstica para ajustarse a una distribución teórica
tando por ejemplo que se reduzca el contenido de sal de como la gaussiana, algunos laboratoristas han sugerido
la elaboración de pan, o que se consuman más frutas y que ignoremos la forma de la distribución, y simplemente
YHUGXUDVPiVTXHLQGLYLGXDOHV QRVUH¿UDPRVSRUHMHPSORDOLQIHULRURVXSHULRU
Se produce mucha confusión al equiparar el termino de los resultados de la prueba como normal. Aunque esta
normal a sano o aceptable en cualquier sentido; en el GH¿QLFLyQGHSHUFHQWLORHYLWDORVSUREOHPDVGHORVYDORUHV
HMHPSORGHOFROHVWHUROMDSRQpV\¿QpVORTXHHQ-DSyQ LQ¿QLWRV\QHJDWLYRVGHODSUXHEDVLJXHLQGXFLHQGRDOD
VHUtDFROHVWHURODOWRVHUtDEDMRHQ)LQODQGLDLo común conclusión de que todas las enfermedades tienen igual
se confunde con lo sano pero lo común puede también SUHYDOHQFLD \ VLJXH FRQWULEX\HQGR DO síndrome del
VHUHQIHUPL]R/DPD\RUtDQRUPDOKDGH¿QLGRORTXHHV límite superior en ausencia de enfermedad, porque su
anormal. XWLOL]DFLyQVLJQL¿FDTXHORVSDFLHQWHVnormales sólo son
DTXHOORV TXH QR KDQ VLGR D~Q HVWXGLDGRV OR VX¿FLHQWH
(VWD FRQVHFXHQFLD LQHYLWDEOH VXUJH GH OD VLJXLHQWH
¿Qué puede considerarse normal? manera: si el rango normal para una prueba diagnóstica
GDGDVHGH¿QHFRPRLQFOX\HQGRHOLQIHULRUGHORV
Normal suele emplearse en alguno de los siguientes sen- resultados de dicha prueba diagnóstica, entonces la
tidos, produciendo alguno de ellos más mal que bien. probabilidad de que un paciente dado sea considerado
13. Individuos enfermos y poblaciones enfermas 371
(OWtWXORSDUDIUDVHDHOGHOHVFODUHFHGRUOLEURGH(YDQV
%DUHU\0DUPRUGHOTXHH[WUDHPRVODVSUy[LPDVLGHDV
/D JHQWH HQ ODV SRVLFLRQHV VRFLDOHV PiV DOWDV YLYH
75 85 95 105 115 125 135 145 155 165 175
más y goza en general de mejor salud, pero esto no es una
Tasas de prevalencia de entre 0 entre los yanomamis QRYHGDG\DTXHPXFKRVHVWXGLRVHQPXFKRVSDtVHVD
a 33%. Entre los negros de Mississippi ORODUJRGHPXFKRVDxRVKDQPRVWUDGRFRUUHODFLyQHQWUH
ODHVSHUDQ]DGHYLGD\PHGLGDVYDULDVGHOHVWDWXVVRFLDO
Figura 13.8: Amplios desplazamientos poblacionales como quiera que se lo mida –los ingresos, la educación,
ODRFXSDFLyQODUHVLGHQFLD:LONLQVRQ(VWRFRQ-
¿UPDORTXHODPD\RUtDGHODJHQWHVDEtDLQWXLWLYDPHQWH
normal FXDQGR HV VRPHWLGR D HVWD SUXHED HV R que la pobreza no es buena para la salud y en todo caso es
6LDHVWHPLVPRSDFLHQWHVHOHUHDOL]DQGRVSUXHEDV mejor ser rico que pobre en cualquier sentido.
GLDJQyVWLFDVLQGHSHQGLHQWHVHQHOVHQWLGRGHTXHHVWiQ &XDQGR VH OD WUDWD GH H[SULPLU HVWD REVHUYDFLyQ
LQYHVWLJDQGRyUJDQRVRIXQFLRQHVWRWDOPHQWHGLIHUHQWHV tópica plantea cuestiones sobre los determinantes de la
la probabilidad de que sea considerado normal es ahora VDOXGTXHVRQFRPSOHMDVHLPSRUWDQWHVSDUDLQGLYLGXRV
[ 'HPRGRTXHODSUREDELOLGDGGH y poblaciones. En pocas palabras: ¢SRUTXp"
TXH FXDOTXLHU SDFLHQWH VHD FRQVLGHUDGR QRUPDO HV Es más, la correlación entre estatus social y estado
HOHYDGRDOQ~PHURGHODFDQWLGDGGHSUXHEDVGLDJQyVWLFDV de salud constituye solo un ejemplo sobresaliente de
independientes que se le hayan realizado. Por lo tanto, un XQDFDWHJRUtDGHREVHUYDFLRQHVPXFKRPiVDPSOLDVR-
SDFLHQWH VRPHWLGR D SUXHEDV WLHQH XQD SUREDELOLGDG EUHODH[LVWHQFLDGHJUDQGHVGLIHUHQFLDVDHVWHQLYHOQR
GHDOD\SRWHQFLDRDOUHGHGRUGHXQDFKDQFHHQ VROR HQWUH LQGLYLGXRV VLQR WDPELpQ HQWUH JUXSRV ELHQ
tres, de ser considerado normal; un paciente sometido a GH¿QLGRVSREODFLRQHV\VXESREODFLRQHV(VDVREVHUYD-
GHGLFKDVSUXHEDVWLHQHVyORXQDFKDQFHHQPLOGHVHU ciones agregadas, las heterogeneidades discutidas más
URWXODGRFRPRQRUPDODO¿QDOGHVXHVWXGLR DGHODQWH OOHYDQ GH PRGR QDWXUDO D LQWHQWDU LGHQWL¿FDU
las características de grupo asociadas con la buena y la
mala salud, en la esperanza de encontrar primero e in-
A modo de síntesis ÀXHQFLDUGHVSXpVORVIDFWRUHVFDXVDOHVVXE\DFHQWHV
En fase bastante temprana de cualquiera de dichos
x /DHVWUDWHJLDGHSUHYHQFLyQSREODFLRQDOWLHQHFRPR DQiOLVLVXQRGHVFXEUHTXHPXFKDVGHODVH[SOLFDFLRQHV
REMHWLYRdesplazar la distribución de los factores de FRQYHQFLRQDOHVVREUHORVGHWHUPLQDQWHVGHODVDOXG±SRU
ULHVJRHQXQDGLUHFFLyQIDYRUDEOHSHURVHHQIUHQWD qué alguna gente está sana y otra no– resultan en el me-
a la IRUPLGDEOHGL¿FXOWDG de que necesita cambiar a jor de los casos seriamente incompletas, si no sencilla-
la mayoríaORTXHVLJQL¿FDUHGH¿QLUORTXHVHHQ- mente erróneas. Es una desgracia, porque las sociedades
tiende por normal. modernas dedican una fracción muy grande de su rique-
x El tratar sólo los casos de enfermedad es una estra- za, esfuerzo y atención a intentar mantener o mejorar la
tegia sintomática y no radical. VDOXGGHORVLQGLYLGXRVTXHFRPSRQHQVXVSREODFLRQHV
x /RV LQGLYLGXRV SHUWHQHFHQ D XQD VRFLHGDG KHFKR 7DOHVHVIXHU]RVPDVLYRVVHFDQDOL]DQIXQGDPHQWDOPHQ-
TXHDXQTXHSDUH]FDDYHFHVLQFUHtEOHVXHOHROYLGDU- WHDWUDYpVGHVXVVLVWHPDVDVLVWHQFLDOHVUHÀHMDQGRSUH-
VHRDOPHQRVQRWHQHUVHVX¿FLHQWHPHQWHHQFXHQWD sumiblemente la creencia de que una asistencia sanitaria
x (QWUH ORV H[WUHPRV GH OD VRFLHGDG VDQRV \ HQIHU- adecuada constituye el determinante más importante de
PRVH[LVWHWRGRXQFRQWLQXR la salud.
x (QWUHSREODFLRQHVKD\YDULDFLRQHVTXHVHGHVSOD]DQ Sin embargo, si no fuese ese el caso, si los princi-
como un todo coherente. pales determinantes de la salud de la población radica-
372 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
sen en algún otro sitio, igual habríamos dejado de hacer estos grupos fuese pobre QL SDGHFLHVH SULYDFLRQHV DO
cosas que debíamos haber hecho, y hecho otras que no menos, según lo que normalmente se entiende por tales
debíamos. La consecuencia es que estaríamos menos FRQFHSWRV7RGRVHUDQHPSOHDGRVODPD\RUtDHQSXHV-
sanos de lo que podríamos. WRVGHR¿FLQLVWDFRQEDMRULHVJRGHVGHHOSXQWRGHYLVWD
Tal situación tampoco es probable que mejore al GHO HQWRUQR ItVLFR ORV QLYHOHV SURIHVLRQDOHV \ HMHFXWL-
H[SDQGLUODVDFWLYLGDGHVFRQVLGHUDGDVpreventivas, caso YRV JR]DEDQ DGHPiV GH UHPXQHUDFLRQHV UHODWLYDPHQWH
de basarse estas también en puntos de partida poco só- buenas, en comparación con la población general. Así
lidos sobre los determinantes de la salud. Las hipótesis SXHVQRHVSRVLEOHH[SOLFDUHVWDVREVHUYDFLRQHVFRQOD
FDXVDOHVVXE\DFHQWHVWUDVORVDUJXPHQWRVHQIDYRUGHOD LQWHUSUHWDFLyQKDELWXDO\DOJRVLPSOLVWDFRQYHQJDPRV
SUHYHQFLyQQRVRQPXFKDVYHFHVPiVFDSDFHVGHH[- de la correlación entre estatus socioeconómico y salud
plicar las diferencias de estado de salud entre grupos –que los pobresVHYHQSULYDGRVGHDOJXQDVGHODVSUH-
distintos de personas que las que atribuyen todas o la condiciones materiales de la salud, sufriendo por causa
PD\RUtDGHODVGLIHUHQFLDVDODGLVSRQLELOLGDGGHVHUYL- GHXQDGLHWDGH¿FLHQWHXQPDODYLYLHQGDODH[SRVLFLyQ
cios curativos. DODYLROHQFLDORVFRQWDPLQDQWHVPHGLRDPELHQWDOHVHO
$XQTXHUHVXOWDVHQGHFLVLYRVHQFDVRVLQGLYLGXDOHV hacinamiento y las infecciones.
ODGLVSRQLELOLGDGGHWDOHVVHUYLFLRV±RVXIDOWD±QRSXHGH Centrarnos en la pobreza podría incluso bloquear el
QLHPSH]DUDH[SOLFDUODVGLIHUHQFLDVGHVDOXGREVHUYD- progreso en la comprensión de estos fenómenos, pues
das entre poblaciones distintas. Tampoco es nada que LQYLWD D QR VHJXLU KDFLpQGRQRV SUHJXQWDV 1R HV SRVLEOH
VRUSUHQGDDORVPpGLFRVFOtQLFRVUHÀH[LYRVSDVDGRVR eliminar la diferenciación social; unos simplemente son
SUHVHQWHV(VQRWRULRHQTXHGLIHULUtDXQDYHUGDGHUDSR- mejores que el resto, y otros siempre estarán en el fondo y
lítica de salud, basada en la comprensión de la impor- GHHVHPRGRORVGLIHUHQFLDOHVHQVDOXGUHVXOWDQLQHYLWDEOHV
WDQFLDUHODWLYDGHORVGLYHUVRVGHWHUPLQDQWHVGHODVDOXG \KDVWDSUREDEOHPHQWHmerecidos3DUDRWURVORVGLIHUHQ-
de las políticas asistenciales predominantes hoy día. FLDOHVHQODVDOXGUHÀHMDQLQHTXLGDGHVHLQMXVWLFLDVVRFLDOHV
PiVJHQHUDOHV\VRQXQDHYLGHQFLDPiVGHODQHFHVLGDGGH
redistribuir la riqueza y el poder, reestructurando o senci-
El estudio de Whitehall OODPHQWHGDQGRODYXHOWDDORUGHQVRFLDOH[LVWHQWH
y el reporte Black 3HUR DPEDV SUHFRQFHSFLRQHV VH HTXLYRFDQ UHVSHFWR
al punto central de los hallazgos de Marmot: el hecho de
Comenzaremos nuestra historia con el trabajo de Mar- TXHKD\DOJRTXHLQÀX\HSRGHURVDPHQWHVREUHODVDOXG\
PRW>0DUPRW.HJHYLQDV (OVWRQVREUHHO está correlacionado con la jerarquía per se. No solo opera
IXQFLRQDULDGRGH:KLWHKDOOVLJXLHQGRDPiVGH VREUHXQDPLQRUtDVLQSULYLOHJLRVVLWXDGDHQHOPDUJHQ
funcionarios británicos durante casi dos décadas, acumu- GH OD VRFLHGDG \ GLJQD GH OiVWLPD R FDULxR VLQR VREUH
lando gran cantidad de información sobre cada uno de todos nosotros. Y sus efectos son grandes. Más allá de
ellos. El conjunto de los datos es, por tanto, HVSHFt¿FRSRU conductas de elección personal como fumar también era
persona y longitudinalORTXHRIUHFHLPSRUWDQWHVYHQWD- cierto que la gente de las categorías inferiores tenía en
jas sobre los numerosos estudios de estado socioeconó- promedio más riesgo de padecer enfermedad cardiaca.
mico y salud basados solo en datos promedio de grupo y /DV REVHUYDFLRQHV VXJLHUHQ OD H[LVWHQFLD GH DOJ~Q
un único punto en el tiempo. Más aun, se puede también proceso subyacente causal, correlacionado con la jerar-
GLYLGLUOR IiFLOPHQWH \ VLQ DPELJHGDGHV SRU JUXSRV GH TXtDTXHVHH[SUHVDDWUDYpVGHGLVWLQWDVHQIHUPHGDGHV
estatus; en el funcionariado, la jerarquía de ingresos y Las patologías concretas que acaban con la gente serían
UDQJRVHVWiELHQGH¿QLGD VLPSOHPHQWHYtDVRPHFDQLVPRVDOWHUQDWLYRVSDUDKDFHU-
0DUPRWHQFRQWUyTXHODPRUWDOLGDGHVWDQGDUL]DGD lo, en lugar de causas de enfermedad y muerte; el factor
SRU HGDG HQ XQ SHULRGR GH GLH] DxRV HQ YDURQHV GH esencial es algo distinto. Otros estudios sobre diferencia-
HQWUH\DxRVHUDWUHVYHFHV\PHGLDPD\RUHQORV les de mortalidad según clase socioeconómica sugieren
IXQFLRQDULRVSHUWHQHFLHQWHVDODVFDWHJRUtDVGHDX[LOLDU también estas dos ideas –el gradiente en la mortalidad, y
DGPLQLVWUDWLYR \ WUDEDMDGRU PDQXDO TXH HQ ORV JUDGRV ODHQIHUPHGDGFRPRYtDHQOXJDUGHFRPRFDXVD
DGPLQLVWUDWLYRVVHQLRU0DUPRW 7KHRUHOO(Q A este respecto son particularmente interesantes,
:KLWHKDOOSXHVGHVGHODF~VSLGHDOIRQGRGHODMHUDU- por estar disponibles década a década durante la ma-
TXtD KDEtD XQ JUDGLHQWH HYLGHQWH GH PRUWDOLGDG (VWD yor parte del siglo XX, los datos británicos sobre tasas
HUDVLJQL¿FDWLYDPHQWHPD\RUHQHOVHJXQGRUDQJR±SHU- GHPRUWDOLGDGVHJ~QFODVHVRFLDOUHYLVDGRVHQHOInfor-
VRQDOSURIHVLRQDO\HMHFXWLYR±TXHHQHOSULPHUR±DGPL- PH%ODFN2I¿FHRI3RSXODWLRQ&HQVXVHVDQG6XUYH\V,
nistradores– y aumentaba conforme se descendía en el 23&6%ODFN0RUULV6PLWK7RZQVHQG :KL-
escalafón, si bien no cabría que la gente de ninguno de WHKHDG :LONLQVRQ 6X SURSyVLWR EiVLFR
13. Individuos enfermos y poblaciones enfermas 373
IXHDQDOL]DUODHYLGHQFLDQDFLRQDOHLQWHUQDFLRQDOVREUH HLQFOXVRSDUHFtDHVWDUDXPHQWDQGRHQDxRVUHFLHQWHV(O
desigualdades en salud para así poder recomendar polí- hallazgo del reporte de que la mortalidad no respondió a
ticas públicas al gobierno. Era pues un informe llama- cambio alguno en la asistencia sanitaria es especular al
do a mucho desde el inicio, que trascendería el ámbito KDOOD]JRGH0F.HRZQYpDVHPiVDGHODQWHHVWRHVFR-
académico o FLHQWt¿FR, que no quedaría en el cajón de loquialmente: «no sabemos por qué dejaron de morirse»,
algún funcionario o ministro, sino que tenía asegurada y por otra parte «siguieron muriéndose a pesar de todo»
VX DSOLFDFLyQ HQ LQWHUYHQFLRQHV SROtWLFDV (Q DEULO GH DSHVDUGHO1+6\ODDVLVWHQFLDVDQLWDULDHQHVWHFDVR
VHHQWUHJyHOLQIRUPHInequalities in health, con esto demuestra lo que se ha llamado el no rol de la asis-
UHFRPHQGDFLRQHVDOQXHYR6HFUHWDULRGH(VWDGRGH tencia sanitaria, que dice que los factores socioeconómi-
6HUYLFLRV6RFLDOHVGHOQXHYRJRELHUQRFRQVHUYDGRUODV cos en sentido lato tienen una importancia fundamental
elecciones recientemente celebradas habían sido gana- HQODVDOXGGHODVSREODFLRQHVYpDQVHDGHPiVD/DIUDP-
GDV SRU HO SDUWLGR FRQVHUYDGRU OLGHUDGR SRU 0DUJDUHW boise, Lalonde, Dever y su noción de campo de salud que
7KDWFKHUTXLHQHQWUHRWUDVFRVDVHVWDEOHFHUtDTXHHQ se menciona en otra parte de esta obra, y otros
YH]GHXWLOL]DUHOWpUPLQR desigualdades sociales en sa- (VWRQRVLJQL¿FDTXHHVWDDVLVWHQFLDFDUH]FDGHHIHF-
lud en la administración pública, se debería hablar de WLYLGDG VREUH FLHUWDV FRQGLFLRQHV \ HQIHUPHGDGHV ±GH
variaciones sociales en saludH[SUHVLyQFRQFDUJDYDOR- KHFKRDQLYHOLQGLYLGXDO\KDVWDJOREDOKDVLGRVXPD-
UDWLYDPHQRU(QSRFDVSDODEUDVHO5HSRUWH%ODFN PHQWHHIHFWLYDHVSHFLDOPHQWHHQFLHUWRVFDPSRVFRPR
la medicina de urgencia o la medicina crítica–, pero si
&RQFOX\y GHVSXpV GH UHYLVDU HYLGHQFLD \ HVWXGLRV demuestra los límites de sus efectos sobre las pobla-
GLVSRQLEOHVPiVORVDQiOLVLVUHDOL]DGRVad hoc para FLRQHV \ OD LQÀXHQFLD H[WUDRUGLQDULDPHQWH SRGHURVD D
HOLQIRUPHTXHHQHO5HLQR8QLGRKDEtDXQDVGLIH- ODUJRSOD]RGHIDFWRUHVH[WHUQRVDOVLVWHPDDVLVWHQFLDO
rencias marcadas en las tasas de mortalidad según extrasectoriales FRPR GLUtDPRV KR\ \ HQ PXFKRV FD-
FODVHVRFXSDFLRQDOHVXQDDSUR[LPDFLyQDFODVHVR- sos no completamente conocidos, como por ejemplo la
FLDOHQDPERVVH[RV\HQWRGDVODVHGDGHV mortalidad infantil, tal que se la ha llamado «un objeto
&DOFXOy TXH GH KDEHU WHQLGR WDVDV VHPHMDQWHV GH GHVFRQRFLGRGHOVDEHUPpGLFRª6SLQHOOL\RWURV
PRUWDOLGDG ULHVJR GH PRULU HQ GH¿QLWLYD OD FODVH &RPSiUHVH HQ HVWH VHQWLGR FRQ ODV REVHUYDFLRQHV GHO
,SURIHVLRQDOHV\VXVIDPLOLDUHV\ODVFODVHV,99 famoso patólogo Rudolph Virchow sobre el tifus en la
WUDEDMDGRUHV VHPLFXDOL¿FDGRV \ QR FXDOL¿FDGRV $OWD6LOHVLDHQ9LUFKRZ5$UFKLYIU3DWKR-
\VXVIDPLOLDUHVVHKXELHUDVDOYDGRHQWUH\ ORJ$QDWRPLHX3K\VLRORJLHXIUNOLQ0HGLFLQ
ODYLGDGHODIULROHUDGHSHUVRQDVPH- YRO,,Q~PV\\VXWHRUtDGHODVHQIHUPHGDGHVar-
QRUHVGHDxRVLQFOX\HQGRQLxRV WL¿FLDOHV en el sentido de que si bien el determinante era
XQPLFURELRODGLVWULEXFLyQJHRJUi¿FD\SREODFLRQDO\
Lo que más escozor causó a los ingleses fue que la susceptibilidad eran cuestiones de naturaleza socioe-
el gradiente de clase era mayor que en otros países del FRQyPLFDQRHQYDQR9LUFKRZIXHDGHPiVXQRGHORV
HQWRUQRLQFOXLGDVXULYDO)UDQFLD\VHKDEtDLQFUHPHQ- IXQGDGRUHVGHOPRYLPLHQWRVDQLWDULROODPDGRmedicina
WDGRHQODV~OWLPDVGpFDGDVDSHVDUGHDxRVGHYLGD social. Las causas de muerte durante ese periodo, sin
GHOKDVWDHQWRQFHVPRGpOLFR6HUYLFLR1DFLRQDOGH6DOXG embargo, habían cambiado radicalmente. A comienzos
National Health Service - NHS¢4XpKDEtDIDOODGR" de siglo XX, siendo las enfermedades infecciosas las
3DUD VDOYDU OD FDUD FRPR VH GLFH HO JUXSR GH WUDEDMR JUDQGHVDVHVLQDVODVWDVDVGHPRUWDOLGDGHVWDQGDUL]DGD
H[SOLFy DOJR FRQRFLGR GHVGH DQWLJXR \ TXH WDPELpQ SRUHGDGHVHUDQPD\RUHVHQODVFODVHVPiVEDMDV$O¿-
VHROYLGDFRQIUHFXHQFLDTXHJUDQSDUWHGHOSUREOHPD nal del siglo, los grandes asesinos son las enfermedades
HVWDED IXHUD GHO DOFDQFH GHO 1+6 )DFWRUHV VRFLRHFR- cardiacas y el cáncer, que, no obstante, siguen golpean-
QyPLFRVFRPRQLYHOGHLQJUHVRWDVDGHGHVRFXSDFLyQ do también con mayor dureza a las personas del fondo
HGXFDFLyQYLYLHQGDWUDQVSRUWH\HVWLORVGHYLGDKDEtDQ de la jerarquía social. Diríase que, aunque en última
TXHGDGRIXHUDGHOiPELWRGHODVSROtWLFDVGHVDOXG\D instancia la muerte es bastante democrática, su demo-
TXHGHKHFKRQRVRQGHWHUPLQDGDVSRUVDOXG\GHVGH UDSDUHFHFRQVWLWXLUXQSULYLOHJLRFRUUHODFLRQDGRFRQHO
allí las afectaban. Además, las clases manuales FRQ rango. Las enfermedades cambian, pero los gradientes
RFXSDFLRQHVPDQXDOHVHVWDEDQKDFLHQGRXQPHQRUXVR SHUVLVWHQVXJLULHQGRRWUDYH]ODH[LVWHQFLDGHXQIDFWRU
del sistema de cuidados de salud. VXE\DFHQWHFRUUHODFLRQDGRFRQODMHUDUTXtDTXHVHH[-
Además de mostrar un gradiente, lo más interesante SUHVDUtDDWUDYpVGHHQIHUPHGDGHVFRQFUHWDV
es que mostraban que el mismo persistía sin demasiados (QORV~OWLPRVFLQFXHQWDDxRVVHKDSURGXFLGRWDP-
cambios durante la mayor parte del período transcurrido bién otro cambio fundamental. Todas las sociedades de-
GHVGHODUHFRJLGDGHORVGDWRVSRUSULPHUDYH]HQ sarrolladas han ampliado bastante sus sistemas sanitarios,
374 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
(QHVWHDSDUWDGR\HQHOSUy[LPRVHJXLPRVD'LHJR*UDFLD*XLOOpQHQODELEOLRJUDItDFLWDGD
1
376 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
GHO;;6XRULJHQ\GHVDUUROORYDQGHODPDQRGHFDP- WDGRJDUDQWL]DUiTXHODRIHUWDGHVHUYLFLRVVDQLWDULRVHVWp
ELRVVRFLDOHV\HFRQyPLFRVSURIXQGRVPRWLYDGRVSRUOD disponible para ser consumida. Con buenos seguros, no
UHYROXFLyQLQGXVWULDO(OGHVFXEULPLHQWRGHODPiTXLQD habrá necesidad de ahorrar para protegerse y se podrá
GHYDSRUSHUPLWLUiODSURGXFFLyQGHELHQHVPiVDOOiGH consumir con tranquilidad. La sociedad de consumo re-
los necesarios para la subsistencia, generando acumula- emplazará así a la sociedad industrial.
FLyQGHFDSLWDO\QXHYDVLQGXVWULDV/DLQGXVWULDOL]DFLyQ 1RHVFDVXDOTXHHQOD206GH¿QLHUDDODVD-
tendrá dos caras: por un lado aumentarán las enferme- lud con la tan mentada fórmula de «estado de perfecto
dades propias del hacinamiento, de la pobreza del pro- bienestar físico, metal y social, y no tan sólo la ausencia
letariado y del tipo de trabajo y, por otro lado, la riqueza de enfermedad».
DFXPXODGD IDFLOLWDUi XQD H[SORVLyQ GHPRJUi¿FD KDVWD Es importante tener presente que en el marco de esta
entonces desconocida por la humanidad. WHRUtDHFRQyPLFDHO(VWDGRGHEHLQYHUWLUHQSURJUDPDV
GH REUDV S~EOLFDV DXQ FRQ Gp¿FLW SUHVXSXHVWDULR SXHV
(VWDPHGLFLQDFLHQWt¿FDUHVSDOGDGD¿ORVy¿FDPHQWH es la única forma de estimular el mercado. Estas obras
SRUHO3RVLWLYLVPRVXUJHHQWRQFHVHQSDUDOHORDOGHVD- públicas pueden ser de cualquier tipo, y las relacionadas
rrollo del capitalismo y al ascenso de la burguesía. Para FRQODVDOXGVRQXQDH[FHOHQWHLQYHUVLyQ'HKHFKROD
FRQVROLGDUVH QHFHVLWD H[FOXLU RWUDV IRUPDV GH DWHQFLyQ LQYHUVLyQHQVDQLGDGDFWLYyLPSRUWDQWHVVHFWRUHVGHOD
PpGLFDSUHH[LVWHQWHVFRPRODDXWRDWHQFLyQRODVSUiF- economía como la industria farmacéutica y de equipa-
WLFDVDOWHUQDWLYDVFXUDQGHULVPRFKDPDQLVPRHWF6X miento hospitalario. Dice Diego Gracia:
hegemonía se impone gracias a que se constituye como ©«HO NH\QHVLDQLVPR KDFtD LPDJLQDU XQD VRFLHGDG
HO~QLFRUHIHUHQWHFLHQWt¿FR7RGRVORVVHFWRUHVVRFLDOHV OLEUH\RSXOHQWDFDSD]GHDVXPLUVLQGL¿FXOWDGODVWD-
incluso los marginados, aspiran a tener acceso a la me- EODV GH ORV GHUHFKRV « HQWUH HOORV HO GHUHFKR D OD
dicina moderna y el logro de esta aspiración se capitali- asistencia sanitaria. Pero los asume no por razones de
za como una conquista social. La demanda de atención EHQH¿FHQFLD QL GH MXVWLFLD VLQR GH XWLOLGDG sic «
PpGLFDFLHQWt¿FDFUHFHGHWDOPDQHUDTXHODDWHQFLyQLQ- Luchar por los derechos humanos y la seguridad social
GLYLGXDO\SULYDGDVHWRUQDLQVX¿FLHQWHSDUDFXEULUWRGDV HV~WLOGHVGHWRGRVORVSXQWRVGHYLVWDHOHFRQyPLFRHO
ODVH[SHFWDWLYDV$SDUHFHHQWRQFHVHO(VWDGREULQGDQGR político y el ético. Hay, por tanto, una correlación entre
DVLVWHQFLDDWUDYpVGHXQDPHGLFLQDS~EOLFDHPHUJHQWH HO QXHYR VLVWHPD HFRQyPLFR HO QHRFDSLWDOLVPR HO UH-
GDQGROXJDUDXQQXHYRFRQFHSWRGHKRVSLWDOS~EOLFR ciente orden social, la sociedad de consumo, el orden
Luego de la Primera Guerra Mundial y de la llamada SROtWLFRGHO(VWDGRGHELHQHVWDUWelfare State\ODpWLFD
segunda revolución industrial SURGXFLGD SRU OD LQYHQ- utilitarista».
FLyQGHOPRWRUDH[SORVLyQ\HOXVRGHOSHWUyOHRFRPR Las consecuencias en la medicina de este modelo
combustible, se produce un giro en la economía liberal económico fueron: hospitalización de la medicina, es-
del siglo XIX. El desarrollo de las comunicaciones y pecialización y superespecialización médicas, eclipse
GHOVHFWRUGHVHUYLFLRVPDUFDHOFRPLHQ]RGHO(VWDGRGH del médico como profesional liberal, mutación del en-
ELHQHVWDUREHQHIDFWRUWelfare State fermo o paciente por el consumidor.
(QWUH\ORVSDtVHVGHVDUUROODGRVVHUiQHO Los hospitales dejan de ser instituciones de caridad
escenario de la teoría de Keynes. Para este economis- SDUDFRQYHUWLUVHHQHODOPDGHODDFWLYLGDGPpGLFD<D
ta, la riqueza no depende al ahorro sino del consumo. no son instituciones marginales sino que son el epicen-
&XDQWRPD\RUVHDHOSRGHUDGTXLVLWLYRGHORVFRQVXPL- WURGHODYLGDVRFLDODWDOSXQWRTXHVHQDFH\VHPXHUH
dores, mayor será el consumo, la producción y la rique- HQHOKRVSLWDO(OPpGLFRGHMDODDFWLYLGDGSULYDGDGHO
za de una nación. Dado que la tendencia del hombre es consultorio y pasa a ser un asalariado del hospital. Allí
SURWHJHUVHGHFRQWLQJHQFLDVQHJDWLYDVLPSUHYLVWDV\OR WDPELpQVHFHQWUDODDFWLYLGDGIRUPDWLYDGHOIXWXURSUR-
KDFHHQWUHRWUDVFRVDVDWUDYpVGHODKRUURSDUDSURSL- IHVLRQDO\ODLQYHVWLJDFLyQ
ciar el consumo en contra del ahorro es necesario que el El desarrollo de los hospitales públicos y de políti-
(VWDGR LQWHUYHQJD< HO (VWDGR EHQHIDFWRU LQWHUYHQGUi cas de salud a partir del nacimiento de la salud pública,
SURWHJLHQGR D ORV FLXGDGDQRV FRQWUD ORV DYDWDUHV PiV HYLGHQFLDQODIXHUWHLQWHUYHQFLyQGHO(VWDGRHQHOFDP-
temidos: el desempleo, la enfermedad y la muerte. Se po de la salud y el auge de la medicalización. Así como
originan así los seguros públicos de desempleo, de jubi- HQODDQWLJHGDGOD¿JXUDGHPpGLFRVHOLJDEDDODGHO
lación y de asistencia sanitaria. VDFHUGRWHHQHOVLJOR;;HOPpGLFRYXHOYHDVHUTXLHQ
De este modo, cambia el sentido de la salud. En la determina lo bueno y lo malo, lo normal y lo anormal:
economía de mercado, la salud era un bien de produc- ©«KRPEUHVPXMHUHV\QLxRVVHFRQYLHUWHQ±TXLH-
FLyQVHQHFHVLWDEDTXHHOWUDEDMDGRUHVWXYLHUDVDQRSDUD ran o no, les guste o no– en los pacientes-penitentes
producir. Ahora, la salud es un bien de consumo y el Es- de sus médicos-sacerdotes. Y sobre el paciente y el
14. Una ética para la Bioética en la Atención Primaria de la Salud 377
PpGLFR VH OHYDQWD DKRUD OD ,JOHVLD GH OD 0HGLFLQD WH(VVDELGRTXHWRGRIiUPDFRWLHQHHIHFWRVDGYHUVRV
FX\DWHRORJtDGH¿QHORVSDSHOHV\ODVUHJODVGHOMXH- que cuanto mayor es el tiempo de hospitalización mayor
go que han de jugar, así como sus leyes canónicas es el riego de infecciones, o que los estudios comple-
llamadas hoy salud pública y leyes de salud mental, PHQWDULRVLQYDVLYRVSXHGHQJHQHUDUPiVGDxRTXHORV
imponiendo su conformidad con la ética médica do- LQFUXHQWRV ([SUHVLRQHV FRPR placebo, nocebo, iatro-
minante». genia o síndrome de Ulises se hicieron familiares en el
Algunos han llamado a este enfoque de la medicina ambiente médico.
PRGHORPpGLFRKHJHPyQLFR00+GHVWDFDQGRFRPR
características principales: la concentración monopóli- 6HOODPDVtQGURPHGH8OLVHVDORTXHOHRFXUUHDXQ
ca de la salud, la profesionalización, la tendencia a las paciente como resultado de una bien intencionada pero
SUiFWLFDV FXUDWLYDV FRQ HO FRQVLJXLHQWH LQFUHPHQWR GH H[FHVLYD LQYHVWLJDFLyQ GLDJQyVWLFD (Q HVWDV FLUFXQV-
ORV FRVWRV HQ VDOXG OD H¿FDFLD FHQWUDGD HQ OD PHGLFD- tancias, los estudios complementarios efectuados sin
FLyQ PiV TXH H¿FDFLD VLPEyOLFD OD PHGLFDOL]DFLyQ \ una indicación precisa conducen a resultados falsos
OD GHPDQGD FUHFLHQWH SRU FDGD YH] PiV VHFWRUHV GH OD SRVLWLYRV TXH PDOLQWHUSUHWDGRV FRQGXFHQ D QXHYRV
población. HVWXGLRV R WUDWDPLHQWRV TXH FRQOOHYDQ FRVWRV \ ULHV-
/DpWLFDXWLOLWDULVWDHVODDGHFXDGDHQHVWHFRQWH[WR JR GH GDxR R FRPSOLFDFLRQHV (O 'U 5DQJ OR OODPy
A la correlación: economía neocapitalista, sociedad de VtQGURPH GH 8OLVHV HQ KRQRU GHO SHUVRQDMH SULQFLSDO
consumo, Estado de bienestar, ética utilitarista, se suma del poema épico de Homero La Odisea8OLVHVTXLHQ
la medicina del bienestar o de consumo. FRPEDWLyHQODJXHUUDGH7UR\DWDUGyDxRVHQUH-
tornar a Ítaca debido a que, por lo general como con-
VHFXHQFLD GH OD FRQGXFWD GH VX WULSXODFLyQ WXYR TXH
El síndrome de Ulises, la explosión de YLYLUQXPHURVDVDYHQWXUDVPXFKDVGHHOODVULHVJRVDV
costos y la muerte de una utopía (O VtQGURPH GH 8OLVHV IXH GHVFULWR RULJLQDOPHQWH HQ
QHXURORJtDSHURVHKL]RH[WHQVLYRDRWURVFDPSRV/RV
/D HFRQRPtD NH\QHVLDQD FRQ¿DED HQ TXH HO FRQVXPR SDFLHQWHVFRPLHQ]DQVDQRVRFRQHQIHUPHGDGHVOHYHV
era la base de la riqueza y del bienestar. Sin embargo, OXHJRVHYHQHQYXHOWRVHQXQDVHULHLQWHUPLQDEOHGHLQ-
SURQWRVHDGYLHUWHTXHODVFRVDVQRVRQWDQDVt\TXHHO YHVWLJDFLRQHV\WUDWDPLHQWRVPXFKDVYHFHVSHOLJURVRV
FRQVXPRGHVPHGLGROHMRVGHPHMRUDUODFDOLGDGGHYLGD SRU¿Q\HQHOPHMRUGHORVFDVRVYXHOYHQDOSXQWRGH
ODHPSHRUD/DGHIRUHVWDFLyQHOHIHFWRLQYHUQDGHUROD partida, aunque luego de haber padecido las peripecias
FRQWDPLQDFLyQDPELHQWDOHOHVWUpVGHODYLGDPRGHUQD de su odisea.
VRQDOJXQRVHMHPSORVGHOHIHFWRQHJDWLYRGHHVWHSDUD- Por otro lado, si bien la medicina moderna ha re-
digma. ducido las tasas de morbimortalidad y ha incrementado
/RVLGHyORJRVGHODWHRUtDNH\QHVLDQDD¿UPDEDQTXH ODHVSHUDQ]DGHYLGDQRHVWiWDQFODURTXHHOORVHGHED
los costos de la asistencia sanitaria se irían reduciendo VyOR R SULQFLSDOPHQWH D OD LQWHUYHQFLyQ PpGLFD 2WUDV
FRQHOSDVDUGHORVDxRV8QDEXHQDDVLVWHQFLDWHQGUtD mejoras ambientales o sociales pueden haber sido tanto
que disminuir las tasas de enfermedad y con ello el gas- R PiV UHOHYDQWHV FRPR FDXVD $VLPLVPR ODV HVWDGtV-
WR :LOOLDP %HYHULGJH HFRQRPLVWD DPLJR GH .H\QHV ticas muestran un estancamiento en tales tasas. En los
SHQVDEDTXHODSUHYHQFLyQGHODVHQIHUPHGDGHV\ODWH- ~OWLPRV DxRV QR VH KD SURGXFLGR XQ LQFUHPHQWR GH OD
UDSpXWLFDHIHFWLYD\SUHFR]UHGXQGDUtDQHQODPHMRUDGHO HVSHUDQ]DGHYLGDQLODPRUELPRUWDOLGDGKDGHVFHQGLGR
estado de salud de la población y, a largo plazo, en me- HQVLJQL¿FDWLYDPHGLGD
QRUHV JDVWRV DXQTXH DO FRPLHQ]R WXYLHUD TXH KDFHUVH Pero lo más notorio fue el crecimiento desmesurado
XQDIXHUWHLQYHUVLyQ GHORVJDVWRV&DGDYH]PiVHOJDVWRVDQLWDULRLPSOLFDED
(VHYLGHQWHTXHODVFRVDVQRUHVXOWDURQDVt8QDVH- un mayor porcentaje del PBI de los países. Esto ocu-
ULHGHIDFWRUHVVHFRQMXJDURQSDUDSRQHU¿QDODXWRStD rría y ocurre porque la salud no se comporta como un
del completo bienestar físico, mental y social: efectos bien de consumo clásico como pueden ser el alimento,
QHJDWLYRVGHODPHGLFLQDHVWDQFDPLHQWRGHVXVUHVXOWD- HOYHVWLGRRODYLYLHQGD(QHVRVFDVRVHOFRQVXPRWLHQH
GRVSRVLWLYRVHLQFUHPHQWRH[SRQHQFLDOGHORVFRVWRVGH XQOtPLWH3HURODVDOXGRDVLVWHQFLDVDQLWDULDDOLJXDO
la atención médica. que las armas, es un bien de consumo cuyo único tope
/D PHGLFLQD DSDUHFH DKRUD QR VyOR FRPR FXUDWLYD es el dinero: se consume hasta donde se puede costear.
sino también como productora de enfermedad y muer- Dice Diego Gracia:
El principio rector de la ética utilitarista es «mayor felicidad para el mayor número de personas».
378 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
)XHQWH©$QHSLGHPLRORJLFDOPRGHOIRUKHDOWKSROLF\DQDO\VLVªSoc Ind Res
14. Una ética para la Bioética en la Atención Primaria de la Salud 379
VRVWHQLEOH(OGHVDUUROORVRVWHQLEOHVHYHIDFLOLWDGRSRU x ,QWHJUDORVYDORUHVDORVKHFKRVFLHQWt¿FRV\QDWXUD-
ODWHUFHUDUHYROXFLyQLQGXVWULDOODHOHFWUyQLFD\GLJLWDO OHVGDQGRSDUWLFLSDFLyQDOLQGLYLGXR\DODFRPXQL-
$VLPLVPRH[LJHXQDQXHYDpWLFDXQDpWLFDHQODTXHVH GDGHQODSODQL¿FDFLyQ\DSOLFDFLyQGHVXDWHQFLyQ
tengan en cuenta también las consecuencias mediatas de salud.
de las decisiones, tanto sobre las generaciones presentes Este último punto no es un dato menor. Los usuarios
como futuras. de los sistemas de salud ya no son simples receptores
/DFULVLVHFRQyPLFDGHOREOLJyWDPELpQDUHSHQVDU SDVLYRVGHXQDSROtWLFDVDQLWDULDVLQRTXHWLHQHQHOGHUH-
el modelo médico. Dado que la reforma radical apare- FKR\HOGHEHUGHSDUWLFLSDUDFWLYDPHQWHHQODVGHFLVLR-
cía como muy drástica, se intentaron reformas parciales QHV(VWDUHÀH[LyQQRVLQWURGXFHHQORVtWHPVVLJXLHQWHV
TXHEiVLFDPHQWHFRQVLVWtDQHQFRQVLGHUDUWUHVQLYHOHV ORVREMHWLYRVGHODPHGLFLQD\ODpWLFDFRPXQLWDULD
de atención médica. El más básico sería el que el Esta-
GRGHEHUtDJDUDQWL]DU(VWHQXHYRPRGHORVHUHSUHVHQWD
FRPRXQDSLUiPLGHFX\DEDVHHVHOSULPHUQLYHOOD]RQD La metas olvidadas de la medicina
media representa la atención médica tradicional en el
KRVSLWDO\HOYpUWLFHFRUUHVSRQGHDODDWHQFLyQWHUFLDULD /DPHGLFDOL]DFLyQKDOOHYDGRDROYLGDUODVPHWDVGHOD
superespecializada o de alta complejidad. La asignación medicina. La medicina ha relegado su función de cuidado
de recursos debe respetar esta forma piramidal, ya que caring\KDHQIDWL]DGRVXGLPHQVLyQFXUDWLYDcuring
HOGHODVQHFHVLGDGHVVDQLWDULDVGHODSREODFLyQVH La racionalidad técnico-instrumental ha sustituido al pen-
UHVXHOYHHQHOQLYHOSULPDULR samiento humanístico. Se trata de una medicina reactiva,
(QHQODFRQIHUHQFLDGH$OPD$WDOD206UH- TXHUHDFFLRQDIUHQWHDODVH[LJHQFLDVGHOPHUFDGRLQGH-
WRPDODFOiVLFDGH¿QLFLyQGHVDOXGFRPRELHQHVWDUSHUR pendientemente de la legitimidad de las demandas. Esta
VLQRPLWLUFLHUWDH[pJHVLV©8QRGHORVSULQFLSDOHVREMHWL- medicina desplaza a la medicina proactivaHQODTXHH[-
YRVVRFLDOHVGHORVJRELHUQRVGHODVRUJDQL]DFLRQHVLQWHU- SHUWRV\SURIDQRVGHELHUDQGLVHxDUHOWLSRGHDWHQFLyQPp-
nacionales y de la comunidad mundial entera en el curso GLFDWHQLHQGRHQFXHQWDORIDFWLEOHFRRUGHQDGDWpFQLFD
GH ORV SUy[LPRV GHFHQLRV GHEH VHU HO GH TXH WRGRV ORV SHURWDPELpQOREXHQRFRRUGHQDGDSHUVRQDO\ORMXVWR
SXHEORVGHOPXQGRDOFDQFHQHQHODxRXQnivel de FRRUGHQDGDVRFLDO
salud que les permita llevar una vida social y económi- (VLQWHUHVDQWHDXQTXHGLVFXWLEOHODSURSXHVWDGH'D-
camente productiva. La atención primaria de salud es la niel Callahan en lo referente a los límites de la atención
clave para alcanzar esa meta como parte del desarrollo médica. Su argumento se centra en la distinción entre
conforme al espíritu de la justicia social». Ya no se trata aquellas muertes que implican una afrenta a la naturaleza
GHFXDOTXLHUQLYHOGHVDOXGVLQRGHDTXHOTXHSHUPLWDOD humana y aquellas que no. En el primer caso se debería
YLGDVRFLDO\SURGXFWLYDGHODSHUVRQD<DQRVHWUDWDGH LQWHUYHQLU SDUD LQWHQWDU HYLWDUODV PLHQWUDV TXH HQ HO VH-
garantizar cualquier tipo de asistencia sanitaria, lo que los JXQGR GHEHUtDPRV DEVWHQHUQRV GH WDO LQWHUYHQFLyQ 8QD
gobiernos deben asegurar es la asistencia primaria. muerte es aceptable cuando se cumplen tres condiciones:
DODVSRVLELOLGDGHVGHODSURSLDYLGDKDQVLGRFRQVXPD-
(VWHQXHYRPRGHORPpGLFRGHmedicina sostenible GDVHQVXWRWDOLGDGEODVREOLJDFLRQHVPRUDOHVTXHVH
tiene las siguientes características: tiene hacia aquellos que dependen de nosotros han sido
x Entiende el proceso salud-enfermedad de manera FDQFHODGDV\FQXHVWUDPXHUWHQRKLHUHODVHQVLELOLGDG
holista. o el sentido común ni es un atentado contra la aceptación
x Reconoce a la atención de la salud como algo más UDFLRQDOGHODQDWXUDOH]DKXPDQDFRPR¿QLWD1yWHVHTXH
complejo y amplio que la mera atención médica. HVHVWDXQDGH¿QLFLyQELRJUi¿FD\QRELROyJLFDSXHVFRQ-
x Comprende la importancia del trabajo interdiscipli- WLHQHDVSHFWRVGHOSURSLRSUR\HFWRGHYLGD\GHOLPDJLQD-
nario con las ciencias sociomédicas, también llama- rio social.
das humanidades médicas. 8QDPXHUWHTXHFXPSODHVWRVFULWHULRVVHUiPRWLYRGH
x 'HVKRVSLWDOL]DODDWHQFLyQPpGLFDOOHYiQGRODDOFHQ- tristeza pero no se la podrá considerar un mal que hay que
WURPLVPRGHODYLGDFRPXQLWDULD HYLWDU/RVREMHWLYRVGHODDWHQFLyQPpGLFDVHUiQHQWRQFHV
x 5HLYLQGLFDOD¿JXUDGHOPpGLFRJHQHUDOLVWD\GHID- HO GH DFRPSDxDU \ HO GH DOLYLDU HO VXIULPLHQWR caring
milia como médico de cabecera. SHUR QR HO GH LQWHUYHQLU SURORQJDQGR OD YLGD ELROyJLFD
x 3ULRUL]DODSUHYHQFLyQVREUHHOGLDJQyVWLFR\WUDWD- No obstante, también aquí se ha de ser prudente, pues el
miento de las enfermedades. sufrimiento puede tener distintas connotaciones según las
x Enfatiza la importancia de la educación y de la co- SHUVRQDVDVtKDEUiTXLHQHVGHVHHQHYLWDUHOGRORUDWRGD
municación en salud como estrategias fundamenta- FRVWD\TXLHQHVSUH¿HUDQSDGHFHUORVLHOORSRUHMHPSOR
les para la promoción de la salud. les permite mantenerse lúcidos.
380 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Daniel Callahan aboga por el establecimiento de cri- ran. La medicina puede entonces generar una demanda
WHULRV¿MRVREMHWLYRV\XQLYHUVDOHV¿[HGFDWHJRULDOVWDQ- inducida'LFKRGHRWURPRGRH[LVWHQVLWXDFLRQHVLQGL-
dardsSDUDGHFLGLUGyQGHXELFDUORVOtPLWHVGHODDWHQFLyQ YLGXDOHVRJUXSDOHVTXHUHTXLHUHQ$0SHURTXHQRUHV-
médica con el objeto de racionalizar los recursos. Esta ra- SRQGHQDXQDHQWLGDGJQRVHROyJLFDGHVFULWDYLFHYHUVD
FLRQDOL]DFLyQDWDxHQRVyORDORVWUDWDPLHQWRVLQHIHFWLYRV H[LVWHQHQWLGDGHVSDWROyJLFDVFODUDPHQWHGHVFULWDVTXH
VLQRLQFOXVRDDTXHOORVTXHSXGLHUDQWHQHUXQp[LWRWHUD- no requieren AM porque quienes las padecen no se be-
SpXWLFR8QRGHHVWRVFULWHULRVVHUtDODHGDG(VFRQVFLHQ- QH¿FLDUtDQFRQHOOD
WHGHORVSUREOHPDVRGLOHPDVTXHHVWRFRQOOHYDSHUR No siempre la necesidad se transforma en demanda.
WDPELpQVDEHTXHQRH[LVWHXQDVLWXDFLyQLGHDOHQTXHWR- Si la población no percibe algo como necesidad difícil-
GDVODVQHFHVLGDGHVLQGLYLGXDOHVSXHGDQVHUVDWLVIHFKDV PHQWHORUHFODPH\VHFRQYLHUWDHQGHPDQGDPDQL¿HVWD,
Sostener lo contrario sería defender una utopía: Sooner or quedando así en el plano de la demanda QRPDQL¿HVWD.
ODWHUZHZLOOQHHGVXFK¿[HGVWDQGDUGV7KHFRPELQDWLRQ 6L QR KD\ GHPDQGD PDQL¿HVWD QR VH SHUFLEH HO YDORU
of an ageing society, constant technological progress, and de uso de los recursos sanitarios y, por ende, no se los
XQOLPLWHGQHHGDQGGHPDQGUHTXLUH¿UPOLPLWV4 utiliza. Es decir, la utilización de los recursos depende
6HGH¿HQGHIUHQWHDODVFUtWLFDVTXHFRQVLGHUDQGLV- de la percepción de su valor de uso, percepción que se
criminatoria esta racionalización, argumentando que la hace posible a partir de la GHPDQGDPDQL¿HVWD.
LQH[LVWHQFLD GH OtPLWHV JHQHUD D~Q PiV GLVFULPLQDFLyQ
porque, de hecho, los recursos no alcanzan para todos, Necesidades no percibidas
HO DFFHVR D ORV PLVPRV UHVXOWD PXFKDV YHFHV D]DURVR \ Medicalización
TXLHQHVDFFHGHQDHOORVORKDFHQVLHPSUHDH[SHQVDVGH Deseo
los que quedan sin atención de modo arbitrario. Consi- Necesidades consensuadas
derando globalmente un sistema de salud, las políticas a
implementar deben tener en cuenta todos los grupos etá- En síntesis: en la población puede haber necesida-
UHRV\GLVWULEXLUORVUHFXUVRVGHWDOPDQHUDGHSURPRYHU GHVQRSHUFLELGDV\SRUWDQWRQRGHPDQGDGDVDVXYH]
el bien común. la población puede tener necesidades que incluyen tanto
Las políticas de salud deberían tener presente las QHFHVLGDGHVUHDOHVFRPRGHVHRV¿QDOPHQWHORVSURIH-
metas de la medicina que, según Callahan, se resumen VLRQDOHVGHODVDOXGSODQWHDQQHFHVLGDGHVTXHVXHOHQH[-
en cuatro: ceder las necesidades reales, medicalizando situaciones
/DSUHYHQFLyQGHODHQIHUPHGDG\GHODVOHVLRQHV\ TXH QR VLJQL¿FDQ XQ YHUGDGHUR SUREOHPD VDQLWDULR QL
la promoción y mantenimiento de la salud. LQGLYLGXDOQLJUXSDO
(ODOLYLRGHOGRORU\GHOVXIULPLHQWRFDXVDGRSRUOD 3RUORH[SXHVWRODGH¿QLFLyQGHnecesidad debe ser
enfermedad y las dolencias. consensuada entre la población y los profesionales de la
/DDVLVWHQFLD\ODFXUDFLyQGHORVHQIHUPRV\HOFXL- salud; la correspondiente asignación de recursos consti-
dado de los que no pueden ser curados (cure - care) tuye una decisión técnico-política.
(OHYLWDUXQDPXHUWHSUHPDWXUD\HOYHODUSRUXQD
muerte en paz.
De la medicina positivista a la APS
Pero no sólo deben rescatarse estas metas sino que
también deben tenerse en cuenta las necesidades de la La AM propia del PRGHORPpGLFRKHJHPyQLFR, con sus
población. Y entramos aquí en un terreno árido pues un características de biologismo, asociabilidad y ahistori-
SULPHUSUREOHPDFRQVLVWHSUHFLVDPHQWHHQGH¿QLUTXpHV cidad, sumada a la fragmentación en especialidades y
una necesidad y cómo diferenciarla de un mero deseo. subespecialidades no hizo más que profundizar un en-
&DGDFRPXQLGDGLQFOXVRFDGDLQGLYLGXRSXHGHHQWHQ- foque reduccionista, iniciado por Descartes, poniendo
GHU FRPR QHFHVLGDG GH DWHQFLyQ PpGLFD $0 FRVDV HO DFHQWR HQ HO FXHUSR \ ROYLGDQGR D OD SHUVRQD 'HV-
muy distintas. Desde la óptica de la medicina también la GH HVWD SHUVSHFWLYD DVLPLOD HO FXHUSR HQIHUPR D XQD
caracterización de las necesidades de AM puede diferir PiTXLQDGDxDGD\VHSHUFLEHHODFWRPpGLFRFRPRXQ
UHVSHFWRGHORTXHODFRPXQLGDGRHOLQGLYLGXRFRQVLGH- acto meramente técnico, no como hecho social que in-
4
©7DUGHRWHPSUDQRQHFHVLWDUHPRVHVWDEOHFHUHVWiQGDUHV¿MRV/DFRPELQDFLyQGHXQDVRFLHGDGHQYHMHFLGDGHXQFRQVWDQWH
SURJUHVRWHFQROyJLFR\GHQHFHVLGDGHV\GHPDQGDVLOLPLWDGDVUHTXLHUHQOtPLWHVLQÀH[LEOHVª&DOODKDQ'5DWLRQLQJ+HDOWK&DUH
:LOO,W%H1HFHVVDU\"&DQ,W%H'RQH:LWKRXW$JHRU'LVDELOLW\'LVFULPLQDWLRQ",VVXHVLQ/DZ 0HGLFLQHYROQ
S
14. Una ética para la Bioética en la Atención Primaria de la Salud 381
OD ¿ORVRItD JULHJD± FRPR XQD UHDFFLyQ FRQWUD HO OLEH- bres y maneras de ser inseparables de las circunstancias
ralismo. Se trata de una teoría ética que se ha desarro- HQTXHH[LVWHQ1RVHSXHGHSDUWLUGHXQLQGLYLGXRDLV-
OODGRPiVHQHOFDPSRGHOD¿ORVRItDSROtWLFDTXHGHOD ODGR SDUD FRQVWUXLU SULQFLSLRV pWLFRV XQLYHUVDOHV VLP-
ELRpWLFD6XVFUtWLFDVYDQGLULJLGDVWDQWRDOOLEHUDOLVPR SOHPHQWHSRUTXHQRH[LVWHWDOLQGLYLGXR/DVSHUVRQDV
libertario cuanto hacia formas más moderadas como el HVWiQFRQ¿JXUDGDVSRUODVFRPXQLGDGHVDODVTXHSHU-
kantismo y el utilitarismo. En el primer caso, la críti- WHQHFHQ (O LQGLYLGXR QR HV DEVROXWDPHQWH OLEUH SDUD
FDHVFRQWUDHOLQGLYLGXDOLVPRH[WUHPR(QHOVHJXQGR FRQVWUXLU VX YLGD HV XQ VHU HQUDL]DGR HQ XQ FRQWH[WR
FRQWUDHOXQLYHUVDOLVPRRFRVPRSROLWLVPR TXHOHGDVHQWLGRDVXYLGD(OVHQWLGRGHODYLGDQRHV
(OOLEHUDOLVPRDQWHSRQHODOLEHUWDGGHOLQGLYLGXR\ VHQWLGRHQWDQWRSUR\HFWRLQGLYLGXDOVLQRHQWDQWRYLGD
sus derechos a la comunidad o al Estado, pues parte de HQFRP~QFRQORVRWURV/RVLQGLYLGXRVQRVRQQDGDa
ODSUHPLVDGHTXHHOKRPEUHH[LVWHHQIRUPDDQWHULRUD prioriVRQHOUHVXOWDGRGHODFRPXQLGDGHQODTXHH[LV-
WRGRWLSRGHVRFLHGDG+DROYLGDGRHOFRPSURPLVRGHO WHQFRPXQLGDGTXHHVFRQVWLWXWLYD\SUHYLDDFDGDXQR
hombre con el bien común. de sus miembros.
/DJOREDOL]DFLyQFUHFLHQWHHOGHVDUUDLJRODWHFQL¿- Para MacIntyre es preciso renunciar a muchos de
FDFLyQGHQXHVWUDVYLGDVKDQVRFDYDGRDODVFRPXQLGD- los presupuestos ideológicos de la Modernidad, entre
des y han destruido sus tradiciones y su entorno cultural ellos, al mismo concepto del yo. En consonancia con su
y económico. La internacionalización sin límite de los YLVLyQKLVWyULFRDQWURSROyJLFDGHODPRUDOLGDGSURSRQH
PHGLRV GH SURGXFFLyQ DGHPiV GH SURYRFDU OD UXSWXUD XQFRQFHSWRQDUUDWLYRGHO\RLQVHUWDGRHQODpWLFDDULV-
de las comunidades tradicionales, terminó aislando a WRWpOLFDGHODYLUWXG<RVR\DTXHOORSRUORTXHFRQMXV-
ORVLQGLYLGXRVHQJUDQGHVXUEHVFRQYLUWLpQGRORVHQH[- WL¿FDFLyQPHWHQJDQORVGHPiVHQHOWUDQVFXUVRGHXQD
WUDxRVHQWUHVt(VWRIXHSXHVWRGHPDQL¿HVWRWDQWRSRU KLVWRULD TXH YD GHVGH PL QDFLPLHQWR KDVWD PL PXHUWH
0DU[ FRPR SRU 0DUFXVH HQ VX Hombre unidimensio- 6LQHPEDUJRODLGHQWLGDGLQGLYLGXDOQRTXHGDDEVROX-
nal/DDWRPL]DFLyQGHOLQGLYLGXRKDGHVHPERFDGRHQOD tamente anulada porque yo soy también el resultado de
ausencia de solidaridad y en una reducción de la cultura XQDKLVWRULDTXHHVPtDSURSLD\GHQDGLHPiV0LYLGD
a mero bien de consumo. es un relato –para mí y para los otros– una narración de
Por su parte, el comunitarismo retoma la tradición la que soy el único y principal protagonista.
DULVWRWpOLFD D¿UPDQGR TXH HO KRPEUH QR QDFH DLVODGR Los comunitaristas se nutren no sólo de Aristóteles
sino en el seno de una comunidad. El hombre es ante VLQRWDPELpQGHODVLGHDVGH+HJHOGHVXFUtWLFDDO,GHD-
todo un animal políticoSXHVVXH[LVWHQFLDQRVHFRQFL- lismo kantiano y su inclusión del hombre en la Histo-
be fuera de la polis/DFRPXQLGDGFRQIRUPDDOLQGLYL- ULDGH+HUGHUGHVXYDORUDFLyQGHODGLYHUVLGDGFXO-
duo y lo hace responsable frente a ella y frente al futuro. WXUDO\GH+HLGHJJHUGHVXFUtWLFDDOVHULQDXWpQWLFR
MacIntyre, en Tras la virtud, sostiene que ni el ([LVWHQ GLIHUHQWHV WLSRV GH FRPXQLWDULVPR GHV-
XWLOLWDULVPRQLOD¿ORVRItDPRUDODQDOtWLFDHPRWLYLVPR GH IRUPDV H[WUHPDV OODPDGDV militantes que rechazan
SUHVFULSWLYLVPR QL VXV DQWHFHVRUHV ±FRPR +XPH URWXQGDPHQWH ODV WHRUtDV OLEHUDOHV 0DF,QW\UH 7D\ORU
Diderot o Kant– nos brindan legitimidad alguna para 6DQGHOKDVWDIRUPDVPiVmoderadas que aceptan algu-
ORVMXLFLRVPRUDOHV6LHOKRPEUHWLHQHXQD¿QDOLGDGXQ nos postulados del liberalismo. A este grupo pertenece
telos, en lenguaje de Aristóteles, entonces sólo atribuir Ezequiel J Emanuel con su comunitarismo liberal. El
XQD ¿QDOLGDG DO KRPEUH SXHGH GDU HVD OHJLWLPLGDG FRQFHSWRGHFRPXQLGDGWDPELpQGL¿HUHHQORVGLVWLQWRV
MacIntyre destaca la importancia del bien moral DXWRUHV&RQHVHWpUPLQRDOJXQRVVHUH¿HUHQDO(VWDGR\
GH¿QLGRHQUHODFLyQDXQDFRPXQLGDGGHSHUVRQDVQR RWURVDJUXSRVPiVSHTXHxRVFRPRODIDPLOLDRHOEDUULR
se centra en fenómenos independientes de una práctica
social, como puede ser la obligación de un agente moral La ética de la Bioética en APS:
en la ética deontológica, o las consecuencias del acto el comunitarismo liberal
moral en el utilitarismo.
0DF,QW\UH HV XQ ¿OyVRIR PRUDO TXH UHFKD]D WRGD (QHVWHDSDUWDGRVHJXLPRVODH[SRVLFLyQGH(PDQXHOHQ
fundamentación ética en modelos de tipo unitario y uni- What is accountability in health care? El autor aplica la
YHUVDOGHSHUVRQDHVWRHVHQHOFRQFHSWRGHLQGLYLGXR pWLFD FRPXQLWDULD DO iPELWR GH OD VDOXG VHxDODQGR TXH
PRGHUQR)UHQWHDOLQGLYLGXDOLVPR OLEHUDO\ VXV Pi[L- H[LVWHQWUHVPRGHORVGRPLQDQWHVGHUHVSRQVDELOLGDG
PDVXQLYHUVDOHVGH¿HQGHXQDpWLFDEDVDGDHQFRVWXP- el modelo profesional, en el que el médico y el paciente
8WLOL]DPRVHOWpUPLQRresponsabilidad en el sentido del término inglés accountability habitualmente traducido como rendición
de cuentas. AccountabilityHVHOSURFHVRSRUHOFXDOXQDSDUWHMXVWL¿FDVXVDFFLRQHV\SROtWLFDV
14. Una ética para la Bioética en la Atención Primaria de la Salud 383
deben centrarse en el bienestar de su paciente y de- las tradiciones y costumbres comunes, las prácticas acep-
ben rendir cuentas principalmente por su competencia tadas y los precedentes paradigmáticos.
profesional y el cumplimiento de las normas jurídicas (OSULQFLSDOLQFRQYHQLHQWHGHHVWDWHRUtDHVVXIDFWLEL-
y éticas de conducta. Las decisiones sobre la atención lidad. El primer obstáculo con el que choca la participa-
del paciente dentro de esta relación deben ser ajenas FLyQDFWLYDGHORVFLXGDGDQRV±SDUWLFLSDFLyQH[LJLGDSRU
D LQWHUHVHV ¿QDQFLHURV 3RU VXSXHVWR HVWR QR VLJQL¿FD ODWHRUtD±HVHOJUDQWDPDxRGHODVFRPXQLGDGHVDFWXDOHV
que no se puedan tomar decisiones sobre la asignación Se acepta que en poblaciones con un número superior
de recursos y sobre la prestación o no de determinados D KDELWDQWHV WDO SDUWLFLSDFLyQ HV LPSUDFWLFDEOH
VHUYLFLRV D ORV SDFLHQWHV 3HUR ODV SROtWLFDV GH DVLJQD- $XQTXHVXEGLYLGLpUDPRVXQ(VWDGRHQFRPXQLGDGHVGH
FLyQGHVHUYLFLRVGHEHQKDFHUVHHQHOVHJXQGRQLYHOGH esa dimensión, sería muy difícil articular las decisiones
organización. tomadas en cada una. También sería difícil establecer
criterios para delimitar comunidades y la pertenencia de
cada ciudadano a sólo una comunidad.
Algunas reflexiones finales 0iV DOOi GH HVWD GL¿FXOWDG FUHHPRV TXH XQ DSRUWH
YDOLRVR GHO FRPXQLWDULVPR HV HO UHGHVFXEULPLHQWR GH OD
Los comunitaristas recalcan la importancia de fomentar LPSRUWDQFLDGHODFRPXQLGDGHQODYLGDGHOLQGLYLGXRFRQ
ODVDVRFLDFLRQHVGHYHFLQRV\ORVOD]RVFRPXQLWDULRVHQ su historia, tradiciones y costumbres. Para Callahan, las
la promoción de la salud pública. Más que preguntarse si leyes y regulaciones sociales que norman la promoción de
XQDGHWHUPLQDGDDFFLyQRSROtWLFDGHVDOXGYLRODRQROD ODVDOXG\ODSUiFWLFDGHODPHGLFLQDGHEHUtDQUHÀHMDUORV
DXWRQRPtDLQGLYLGXDOVHFHQWUDQHQVDEHUVLHOORPHMRUDUi YDORUHVFRPXQLWDULRV
o no a la sociedad. Por su parte, el comunitarismo liberal Como siempre ocurre en bioética, nunca está dicha
GH(PDQXHOWUDWDGHHYLWDUODIDOVDGLFRWRPtDLQGLYLGXDOLV- OD~OWLPDSDODEUD\WDOYH]RWUDVWHRUtDVpWLFDVFRPRSRU
mo / comunidad. HMHPSORODpWLFDGLVFXUVLYDSURSXHVWDSRU$SHO\+DEHU-
El comunitarismo liberal es liberal porque acepta el mas, tengan también algo que decir en la APS. Lo que
pluralismo y garantiza a los ciudadanos su participación sí queda claro es que el Principialismo –surgido en los
en deliberaciones democráticas. Es comunitario porque setenta como reacción ante el paternalismo médico, la
HVDVGHOLEHUDFLRQHVYDQGLULJLGDVDFRQVWUXLUXQDFRQFHS- PHGLFDOL]DFLyQ GH OD YLGD ORV DYDQFHV GH OD WHFQRORJtD
FLyQGHODYLGDEXHQDTXHDVXYH]VHDFDSD]GHIXQGD- ELRPpGLFD\ORVDEXVRVFRPHWLGRVHQLQYHVWLJDFLyQFRQ
mentar las leyes y las políticas a implementar. Además, y seres humanos– encuentra sus límites en una medicina
a diferencia del pluralismo del liberalismo clásico, cada sostenible, medicina basada en la premisa de que la salud
LQGLYLGXRVHKDOODFRPSURPHWLGRFRQVXFRPXQLGDG\QR y la enfermedad no son una mera realidad biológica sino
sólo con su propio bienestar. En el proceso de delibera- que se trata de fenómenos enraizados en la cultura y el
ción se tienen en cuenta los ideales morales compartidos, entorno.
Participación comunitaria
15
En el primer caso se hace referencia a la relación, más o do, no gubernamental y no partidario, orientado hacia
PHQRVIRUPDOL]DGDUHJXODGDSRUORVVHUYLFLRVGHVDOXG el bien público o el bien común, regido por estructuras
con la sociedad, y en el segundo, a las acciones que los GH JRELHUQR DXWyQRPDV \ PRYLOL]DGR HQ JUDQ PHGLGD
VHUYLFLRVHPSUHQGHQVREUHODSREODFLyQFRQHOREMHWLYR PHUFHGDOWUDEDMRYROXQWDULR
GHPHMRUDUORVQLYHOHVGHVDOXG (VWHXQLYHUVRLQVWLWXFLRQDOHVHQQXHVWURSDtVGHODU-
ga data, remontándose sus primeras manifestaciones a
No cabe duda de que en la medida en que los meca- la época de la colonia y ha sido una constante a lo largo
nismos de participación social que establezcamos posi- GHQXHVWUDKLVWRULD/D6RFLHGDGGH%HQH¿FHQFLDDSDUH-
biliten que los servicios de salud sean más sensibles a FHHQHVWHFRQWH[WRFRPRODRUJDQL]DFLyQQRJXEHUQD-
las necesidades de la sociedad, nuestras intervenciones PHQWDOGHPiVYDVWRVDOFDQFHVHQODKLVWRULDDUJHQWLQD
tendrán probablemente una mayor pertinencia y serán SURGXFWR GHO HVStULWX GH OD 5HYROXFLyQ GH 0D\R TXH
PiV H¿FDFHV 'H FXDOTXLHU IRUPD HV IXQGDPHQWDO TXH UHFRJH ODV PRWLYDFLRQHV ¿ODQWUySLFDV GH ORV VHFWRUHV
distingamos claramente participación de intervención, pendientes de la sociedad.
aunque desde el punto de vista de la legitimidad y de la 5HFLpQORVSULPHURVDxRVGHHVWHVLJORVRQWHVWLJRV
utilidad social de los servicios de salud, ambas tengan GHXQQXHYRtPSHWXDVRFLDWLYRPDUFDGRSRUXQHQRUPH
que ir estrechamente unidas y servirse de soporte mutuo. despliegue de asociaciones mutuales y barriales, mo-
WLYDGDVSRUVHQWLPLHQWRVGHUD]DRHWQLDRQHFHVLGDGHV
YHFLQDOHVGHGLVWLQWRWLSR
Consideraciones generales
(VWDVRUJDQL]DFLRQHVSXHGHQFODVL¿FDUVHDWHQGLHQGRD
&DGD8QLGDG(VWUDWpJLFDGH6DOXGIRUPDSDUWHGHXQHV-
pacio comunitario local, integrado por un conjunto de x ORVEHQH¿FLDULRVGHVXVDFFLRQHV±\DVHDQVXVSUR-
RUJDQL]DFLRQHVVRFLDOHVGHGLYHUVRWLSRGHODVTXHORV pios miembros u otras personas o grupos distintos
FLXGDGDQRV WRPDQ SDUWH DFWLYD LQWHUFDPELDQGR SHUPD- de sus propios miembros– y
nentemente roles y pertenencias, dando lugar a una rica, x HORULJHQGHVXVUHFXUVRV±SURSLRVSURYHQLHQWHVGH
compleja y heterogénea trama social. la recaudación de cuotas societarias, prestación de
&RQHVWDSHFXOLDUWUDPDVRFLDOFDGD8QLGDG(VWUD- VHUYLFLRVRSDWULPRQLDOHVXREWHQLGRVSRURWUDVYtDV
tégica de Salud establecerá las alianzas requeridas para generalmente donaciones del sector público y/o pri-
FXPSOLUVXPLVLyQHVSHFt¿FDWHQLHQGRHQFXHQWDTXHD YDGRQDFLRQDOHLQWHUQDFLRQDO
WUDYpVGHODPLVPDODFRPXQLGDGDFW~DFRPR
La combinatoria de estos atributos da lugar a la cons-
x XVXDULDGHORVVHUYLFLRVGHVDOXG trucción de la siguiente tipología de organizaciones.
x SURYHHGRUD GH UHFXUVRV KXPDQRV WHFQROyJLFRV \
materiales
x monitora de la satisfacción de la demanda Los diversos tipos de organizaciones de
x orientadora y organizadora de la demanda la sociedad civil
El ordenamiento adecuado de estas alianzas requie- &DGD XQD GH ODV FDWHJRUtDV GH 26 LGHQWL¿FDGDV HVWi
re reconocer la funcionalidad de los distintos tipos de VHxDODQGRODRULHQWDFLyQHVWUDWpJLFDTXHJXtDDODVLQV-
RUJDQL]DFLRQHVGHODVRFLHGDGFLYLOIXQGDPHQWDOPHQWH tituciones que las integran. En numerosos casos, aun
GHODORFDOLGDGJOREDO'HSRFRVHUYLUiFRQWDUFRQXQUH- FXDQGRIXHURQFUHDGDVSDUDRWURV¿QHVQXPHURVDVRU-
OHYDPLHQWRGHLQVWLWXFLRQHVVLFDGD8QLGDG(VWUDWpJLFD JDQL]DFLRQHVKDQLQFRUSRUDGRQXHYDVOtQHDVGHWUDEDMR
de Salud no puede analizar el potencial y la funcionali- DPSOLDQGRORVGHVWLQDWDULRVGHVXVDFFLRQHVUHQRYDQGR
dad de cada uno de los recursos institucionales locales su política de recaudación de recursos. Especialmente
con que puede contar. HQHVWRVDxRVUHFLHQWHVHQTXHHQHOHVFHQDULRJOREDO
ODV RUJDQL]DFLRQHV KDQ GHELGR DGDSWDUVH UHQRYDUVH \
UHFRQYHUWLUVH(OORKDGDGROXJDUDODFRPSOHML]DFLyQ\
Los distintos tipos de organizaciones heterogeneización de este mundo organizacional.
de la sociedad civil y su relación con la
Unidad Estratégica de Salud Las asociaciones gremiales
BENEFICIARIOS
ORGANIZACIONES DE MEMBRESÍA ORGANIZACIONES DE APOYO
ORIGEN DE LOS RECURSOS
ONGS
*de ayuda o asistencia
PROPIOS ASOCIACIONES COMUNITARIAS *de promoción y desarrollo
*de ampliación de derecho
*centro de investigación
Tabla 15.1: Organizaciones de la sociedad civil según beneficiarios de sus acciones y origen de sus recursos
Permite un uso adecuado de los recursos locales dis- x Poner los propios conocimientos teóricos y prácti-
SRQLEOHVDXPHQWDQGRGHHVWDPDQHUDODH¿FDFLD\OD cos a disposición de la población y amar una fun-
H¿FLHQFLDGHORVVHUYLFLRV ción crítica en el análisis de los problemas de salud.
,QFUHPHQWDODSRVLELOLGDGGHTXHORVVHUYLFLRVUHVSRQ- x Basar los programas de salud en el diagnóstico de
GDQDODVQHFHVLGDGHVGH¿QLGDVSRUODSREODFLyQORFDO la salud comunitaria efectuado por la misma comu-
4. 9XHOYH D OD SREODFLyQ FRQVFLHQWH GH VX SRWHQFLDO nidad con ayuda del agente de salud. Analizar los
estimulando a la comunidad a opinar y hacerse oír. resultados y conclusiones juntamente con la comu-
nidad.
/D 8QLGDG (VWUDWpJLFD GH 6DOXG 8(6 QR SXHGH x 6DOYDJXDUGDU HO FRQWURO GH OD SREODFLyQ VREUH VXV
IXQFLRQDU HQ IRUPD DLVODGD LQÀX\H \ HV LQÀXHQFLDGD SURSLRVVHUYLFLRVGHVDOXGLQWURGXFLHQGRVRORDTXH-
SRUHOSDUWLFXODUFRQWH[WRLQPHGLDWRORFDO\GHOSDtV\ OORVSURJUDPDVTXHSXHGDQFRPSUHQGHU\¿VFDOL]DU
en especial es afectada por las condiciones políticas y x Ser democráticos en la realización del programa de
HFRQyPLFDVYLJHQWHV salud.
(QHVWHVHQWLGRVRQYDULRVORVIDFWRUHVTXHFRQGL- x Estimular el análisis crítico de las causas percibidas
FLRQDQDOD8QLGDG(VWUDWpJLFDGH6DOXG\HOSDUWLFXODU de los problemas de salud.
estilo de relacionamiento con la comunidad: el com- x )RPHQWDU OD HYDOXDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV GH VDOXG
SURPLVRSROtWLFRTXHVHH[SUHVDQRVRORHQODGRFWULQD H[LVWHQWHVHQWRGRVVXVDVSHFWRV
sino también en la asignación de recursos y la delega-
ción de facultades, la reorientación de las instituciones En este sentido, la participación comunitaria es con-
R¿FLDOHVGHVDOXG\GHVDUUROOR\ODHVSHFLDOUHODFLyQHQ- cebida como un proceso por el que las personas aumen-
tre el poder central y los procesos de descentralización tan su control sobre los factores sociales, políticos, eco-
GH OD SUHVWDFLyQ GH VHUYLFLRV OD VLWXDFLyQ HFRQyPLFD nómicos y ambientales que afectan su estado de salud.
del país. Por último, y no por ello menos importante, el Este proceso de relacionamiento que implica algo
grado de desarrollo de las estructuras y organizaciones más que una prestación de atención de salud, es un pro-
ORFDOHV\ODH[LVWHQFLDHQODFRPXQLGDGGHFDSDFLGDG FHVRHQFX\RFLFORGHFUHFLPLHQWRVHSXHGHQLGHQWL¿FDU
de gestión y aptitudes necesarias para que la población las siguientes etapas:
SXHGDGHVHPSHxDUXQDIXQFLyQPD\RUHQHOGHVDUUROOR
de la salud. 1. Aislamiento o ignorancia, cuando la comunidad no
En condiciones de reforma y ajuste de la economía WLHQHDFFHVRDORVPHGLRVQHFHVDULRVSDUDLQWHUYHQLU
FRPRODVTXHYLYHQXHVWURSDtVVRQFDGDYH]PiVDP- y ni siquiera comprende cómo podría participar en
plios los sectores de la población que deben recurrir a el fomento de su propio desarrollo.
ORVVHUYLFLRVS~EOLFRVGHVDOXGDPSOLDQGRGHHVWDPD- Contribución de recursos, cuando la comunidad es
nera la presión de la demanda. PiVDFWLYDFRQWULEX\HQGRFRQUHFXUVRVKXPDQRV\
$WHQGLHQGRDORGLFKRDQWHULRUPHQWH\UHYLVDQGROD PDWHULDOHVDODJHVWLyQGHOD8QLGDG(VWUDWpJLFDVGH
H[SHULHQFLD UHFLHQWH GH SURFHVRV GH DUWLFXODFLyQ HQWUH Salud; y
ORVVHUYLFLRVGHVDOXG\ODFRPXQLGDGVHREVHUYDTXH control por la comunidad, cuando la comunidad
el principal problema enfrentado, además de las resis- participa plenamente, junto a los otros actores in-
tencias de los agentes de salud a aceptar la participación YROXFUDGRV WRPD OD LQLFLDWLYD \ WLHQH OD FDSDFLGDG
comunitaria y a cambiar sus actitudes, está dado por la de hacer propuestas en las etapas de establecimiento
FDUHQFLDGHGLVHxRVPHWRGROyJLFRVDSURSLDGRVDODSDU- GHSULRULGDGHVSODQL¿FDFLyQHMHFXFLyQYLJLODQFLD\
ticipación comunitaria. HYDOXDFLyQGHORVSURJUDPDVGHVDOXG
(VWHGLVHxRGHEHUtDWHQHUHQFXHQWD
)LQDOPHQWH VH HQWLHQGH OD SDUWLFLSDFLyQ FRPR HO
x /DSDUWLFLSDFLyQGHODFRPXQLGDGGHEHVHUSODQL¿- SURFHVR GH LQWHUYHQFLyQ GH OD SREODFLyQ \ VXV RUJDQL-
FDGDFRQMXQWDPHQWHFRQODSREODFLyQLQYROXFUDGD zaciones en las deliberaciones sobre la atención de la
x La participación comunitaria se basa en un inter- VDOXGHQODWRPDGHGHFLVLRQHVTXHWLHQHQTXHYHUFRQ
cambio permanente de conocimientos teóricos y la satisfacción de necesidades y en el control de los pro-
prácticos de recursos humanos e insumos, entre el cesos, así como la asunción de responsabilidades y ob-
SHUVRQDOHVSHFt¿FRGHODXQLGDGHVWUDWpJLFDGHVDOXG VHUYDFLyQGHREOLJDFLRQHVGHULYDGDVGHOGHVHPSHxRGH
y la población local. su facultad decisoria.
x &RQ¿DUHQODFDSDFLGDGGHODSREODFLyQGHSDUWLFLSDU En este sentido, en el proceso de relacionamiento
y respetar las creencias y prácticas tradicionales en HQWUHOD8QLGDG(VWUDWpJLFDGH6DOXG\ODFRPXQLGDG
materia de salud. la participación consiste en la adquisición de grados
396 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
FUHFLHQWHV GH LQÀXHQFLD HQ OD WRPD GH GHFLVLRQHV OR La participación comunitaria en
que implica deliberar, generando conocimientos en el escenario de los hospitales.
forma compartida y concertada entre actores con dife- Conceptos, problemas y estrategias de
rentes intereses y grados de poder, teniendo en cuenta implementación
que:
x ODLQWHUYHQFLyQGHQLYHOORFDOGHO(VWDGRHQFXDQWR La participación de la comunidad en todo proceso de re-
facilitador del proceso y del establecimiento de la IRUPDRUJDQL]DFLRQDOKDVLGRVHxDODGDFRPRXQVXVWUDWR
agenda de discusión que será el marco general que IXQGDPHQWDOSDUDODVDFWLYLGDGHVGHSODQL¿FDFLyQSUR-
regulará el proceso; JUDPDFLyQHYDOXDFLyQ\HMHFXFLyQ3HURHOVLJQL¿FDGR
x ODUHDOL]DFLyQGHDFWLYLGDGHVTXHWLHQGDQDDXPHQWDU el contenido y los alcances de dicha participación de-
el entendimiento y la capacidad política y técnica de SHQGHQGHOFRQWH[WR\GHOHVFHQDULRGHFDGDQLYHOORFDO
los actores –técnicos, decisores, miembros de las or- regional y jurisdiccional.
ganizaciones comunitarias–, para acceder a la lógica (VHYLGHQWHTXHH[LVWHQIDFWRUHVTXHIDYRUHFHQRQR
LQKHUHQWHDOSURFHVRGHSODQL¿FDFLyQ la participación de la comunidad, tanto en el orden pú-
x la implementación de estrategias para constituir, blico –propiciando una política de participación– como
consolidar y desarrollar los grupos responsables o en los grupos de población o de técnicos que participan
FRPLWpVGHJHVWLyQHQHOQLYHOORFDO±XQLGDGHVGHDF- en el sector salud.
ción y áreas de gestión– en término de su desarrollo La participación de la comunidad, desgraciadamen-
organizacional, de sus funciones de canalización de te en muchas circunstancias, queda limitada a una de-
las demandas de la población, de su capacidad para claración de buenas intenciones en función de la escasa
procesar las demandas locales y su articulación con PRWLYDFLyQSRSXODUDLQFRUSRUDUVHDDFWLYLGDGHVHQFD-
ODViUHDVGHJHVWLyQHQORVQLYHOHV]RQDOHVSURYLQ- PLQDGDVDPHMRUDUHOQLYHOGHORVVHUYLFLRVGHVDOXG\
FLDOHV\QDFLRQDOHVFRQYLVWDVDLQÀXLUHQODVSROtWL- especialmente del hospital de base.
cas globales de salud. 0XFKDVGHODVH[SHULHQFLDVIDOOLGDVVHGHEHQDKD-
ber buscado la colaboración de la comunidad para el
Podemos sostener que las siguientes cuestiones de- ORJURGHREMHWLYRVSUHHVWDEOHFLGRVFRQQLYHOHVDMHQRV
EHQ VHU WHQLGDV HQ FXHQWD DO GLVHxDU ODV HVWUDWHJLDV GH a ella, de tal manera que se tiende a una cierta mani-
UHODFLRQDPLHQWRHQWUHOD8QLGDG(VWUDWpJLFDGH6DOXG\ pulación o uso de la población como un instrumen-
la comunidad: WRSDUD¿QHVDMHQRVDHOOD)UHQWHDXQDSDUWLFLSDFLyQ
que llamaremos manipuladora, donde la comunidad
a. (O FRQWH[WR LQPHGLDWR ORFDO HQ UHODFLyQ D OD GLQi- VH VLHQWH FRPR XQ LQGLYLGXR SDVLYR TXH HV OODPDGD
PLFDGHODVRFLHGDGFLYLOHVSHFLDOPHQWHFRQODUL- sólo para aspectos puntuales según criterios técnicos,
queza de la trama social y sus organizaciones. Nos o simplemente como mano de obra económica que
UHIHULPRVDODH[LVWHQFLDRQRGHRUJDQL]DFLRQHVGH permita realizar trabajos para dar respuesta a determi-
EDVHPRYLPLHQWRVVRFLDOHVSURJUDPDV\SUR\HFWRV nados problemas de salud, se propugna que la comu-
de desarrollo social, organizaciones y entidades de QLGDGWHQJDXQDSDUWLFLSDFLyQFDSDFLWDQWH\DFWLYDTXH
bien público. suponga una tarea continua de información y comuni-
b. /DQDWXUDOH]DGHODQRUPDWLYDTXHUHJXODODSDUWLFL- cación de todos sus integrantes; que todos, personal
pación de la comunidad en la gestión de las políti- técnico, comunidad, administradores y directores, ten-
cas de salud y sus efectores. Distintas instancias de gan entre sus principios la aceptación y respeto a los
articulación, como Consejos de Gestión y Consejos conocimientos de la población, a su dignidad humana
Asesores. \DODSRWHQFLDOLGDGGHORVLQGLYLGXRVSDUDFRQWULEXLUD
c. /D YROXQWDG SROtWLFD GH ODV HVIHUDV GH FRQGXFFLyQ su propio desarrollo.
ORFDOWDQWRDQLYHOGHRUJDQLVPRVGHFRQGXFFLyQGHO La participación debe entenderse pues como un
iUHDFRPRGHOD8QLGDG(VWUDWpJLFDGH6DOXGSDUD SURFHVR GH LQIRUPDFLyQ SODQL¿FDFLyQ UHDOL]DFLyQ \
poner en marcha los instrumentos de gestión ade- HYDOXDFLyQ HQ HO TXH OD FRPXQLGDG HV SDUWtFLSH DFWLYD
FXDGRV\SURPRYHUODDUWLFXODFLyQFRQVHQVXDGDFRQ de todas y cada una de las fases del mismo, para que,
las organizaciones de la comunidad. de esta forma, decida cuáles son las prioridades en el
campo de la atención de la salud de su institución y de
1LQJXQR GH HVWRV DVSHFWRV HV XQD FRQGLFLyQ VX¿- la población, a su dignidad humana y a la potencialidad
ciente de por sí para asegurar una adecuada relación en- GHORVLQGLYLGXRVSDUDFRQWULEXLUDVXSURSLRGHVDUUROOR
WUHOD8QLGDG(VWUDWpJLFDGH6DOXG\ODFRPXQLGDG/RV Se debe recordar, como se recoge en la XII Reunión
tres elementos deben conjugarse adecuadamente. GHO&RQVHMR'LUHFWLYRGHOD2UJDQL]DFLyQ3DQDPHULFDQD
15. Participación comunitaria 397
de la Salud, que se entiende por participación comuni- considera que un instrumento fundamental para la or-
taria ©HOSURFHVRTXHFUHDHQORVLQGLYLGXRVXQVHQWL- ganización de la medicina es la participación de la co-
PLHQWRGHUHVSRQVDELOLGDGHQFXDQWRDVXVDOXG\D munidad en todo el trabajo de protección de la salud,
ODGHODFRPXQLGDGDVtFRPRODFDSDFLGDGGHSDUWL- VHxDODQGRTXHHOVHUYLFLRPpGLFRGHSDtVHQHVWHFDVR
FLSDUFRQVFLHQWH\FRQVWUXFWLYDPHQWHHQORVSURJUD- ODH[8566QDFLyFRQHOOHPD©ODSURWHFFLyQGHODVDOXG
PDVFX\RREMHWRVHDHOELHQHVWDUGHODSREODFLyQª de la comunidad es tarea de la comunidad misma».
$FXxD KD VHxDODGR DGHPiV TXH OD ©SDUWLFLSDFLyQ En los países subdesarrollados se conocen algunas
comunitaria debe ser entendida como un acto conscien- H[SHULHQFLDV GH SDUWLFLSDFLyQ GH OD FRPXQLGDG FHQWUDGDV
WHGHOLEHUDGR\DFWLYRPHGLDQWHHOFXDOORVLQGLYLGXRV HQSUREOHPDVTXHDIHFWDEDQDQ~FOHRVXUEDQRVSHTXHxRV
y los grupos de una comunidad se realizan, informando \YLOODV\HQODVFXDOHVVHLQWHQWDEDVROXFLRQDUSUREOHPDV
\WUDQVIRUPDQGRDORVGHPiV\DOPHGLRHQTXHYLYHQª muy puntuales de salud, utilizando para ello sus propios
Es en esa SODQL¿FDFLyQ SDUWLFLSDWLYD, como la de- recursos humanos y materiales. Al parecer, el método de
nomina Da Gandara, donde el enfoque principal es la acción se basa en el principio aconsejado por la Internatio-
SDUWLFLSDFLyQ DFWLYD GH OD SREODFLyQ HQ WRGDV ODV IDVHV nal AdministrationGHORV(VWDGRV8QLGRVHQHOVHQWLGRGH
del trabajo del hospital base y su área programática o que cuando se proporciona a la gente una oportunidad para
GLVWULWRGHVDOXG(QHOPRGHORFOiVLFRODVGLYHUVDVID- solucionar sus problemas, estos realmente se solucionan.
ses de los trabajos, desde el conocimiento de la reali- (QODPD\RUtDGHORVSDtVHVGHVDUUROODGRVVHHYLGHQ-
GDGKDVWDODHYDOXDFLyQVRQGHOGRPLQLRH[FOXVLYRGH cia un interés creciente por potenciar la participación de
los técnicos, tanto que la población queda colocada en ODFRPXQLGDGHVSHFLDOPHQWHHQHOQLYHOGHORVVHUYLFLRV
SRVLFLyQSDVLYDIUHQWHDOSURFHVRPLHQWUDVTXH±FRQOD de salud.
SODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYD±ODSREODFLyQDGTXLHUHDXWR- (VWR VH YD DOHMDQGR GHO PRGHOR WUDGLFLRQDO EDVDGR
nomía en su propio desarrollo. HQXQDDVLVWHQFLDLQGLYLGXDOLVWDTXHSRQHVXDFHQWRVR-
8QDUHYLVLyQGHODOLWHUDWXUDVREUHODIRUPDGHHQWHQ- bre la enfermedad y no sobre la salud, y en donde los
der y organizar la participación de la comunidad permite profesionales tienen todo el peso de la responsabilidad
comprender los distintos enfoques que se le han dado a GHODLQWHUYHQFLyQ\GHODDGPLQLVWUDFLyQVDQLWDULD6H
este tema, de acuerdo con los sistemas sociales locales, debe tener en cuenta la llamada transición epidemioló-
grado de desarrollo y organización que cada institución JLFD\GHPRJUi¿FD\DTXH±FRPRKDVHxDODGR/HYLQ±
de salud establece. Es necesario que cualquier plan de en el occidente industrializado se están produciendo
desarrollo organizacional tenga en cuenta este escenario acontecimientos tales como:
antes de incorporar a los representantes de la comuni-
dad en su estructura, sea cual fuere esta. /DPRGL¿FDFLyQPDVLYDGHODGLVWULEXFLyQGHODVHQ-
$VLPLVPRDVLVWLPRVHQHVWRV~OWLPRVDxRVDXQD fermedades, con un predominio de las crónicas y de
toma de conciencia por parte de las organizaciones ODVOHVLRQHVH[WHUQDV
de salud en torno a la necesidad de incorporar a la
comunidad en sus programas y en los consejos de di- - El aumento siempre creciente del gasto en salud
rección de las instituciones de salud, inquietudes que
quedaron plasmadas en la Conferencia de Alma Ata, - La erosión de la mística profesional, de tal forma que
FXDQGR HQ HOOD VH PDQL¿HVWD TXH «es indispensable el público considera la medicina más como una bu-
TXH OD FRPXQLGDG \ ORV LQGLYLGXRV FRQWULEX\DQ URFUDFLDTXHFRPRXQDDFWLYLGDGFLHQWt¿FD
FRQ XQ Pi[LPR HVIXHU]R HQ HO SURSLR GHVDUUROOR
sanitario»VHxDODQGRWDPELpQTXH©ODFRPXQLGDGKD (OLQWHUpVFUHFLHQWHGHOFLXGDGDQRSRUODSUHYHQFLyQ
GHSDUWLFLSDUHQODSODQL¿FDFLyQODRUJDQL]DFLyQ\ de las enfermedades y el fomento de la salud, así
OD HYDOXDFLyQ GH ORV VHUYLFLRV GH VDOXGª. Podemos FRPRGHVXUHVSRQVDELOLGDGHQODHYDOXDFLyQ\FRQ-
decir, pues, que la Organización Mundial de la Salud WUROGHORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQDODVSHUVRQDV
LQYLWDDORVHVWDGRVDTXHWHQJDQHQFXHQWDODQHFHVL-
dad de la participación comunitaria, básicamente en 7RGDV HVWDV YDULDEOHV HVWLPXODQ OD SXHVWD HQ PDU-
HOQLYHOKRVSLWDODULRRGHFHQWURVGHVDOXGVLELHQQR cha de mecanismos que permiten la participación de la
profundiza en las formas de organizarla ni en el grado comunidad en la solución de sus propios problemas de
\H[WHQVLyQGHODPLVPD salud.
En los países socialistas se ha aceptado que la parti- Es un hecho también bien conocido que los países
FLSDFLyQDFWLYDGHODFRPXQLGDGHVXQIDFWRULPSRUWDQWH FRQ6HUYLFLR1DFLRQDOGH6DOXGVRQORVTXHWLHQHQXQ
en el trabajo de salud; en todos estos países se aprecia mayor interés por estructurar los canales de participa-
TXH HVWiQ LQÀXLGRV SRU ODV LGHDV GH 6HPDVKNR TXLHQ ción comunitaria, con independencia de su modelo polí-
398 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
/DIDOWDGHWUDGLFLyQHQHOWHUUHQRSDUWLFLSDWLYRGH (VWRH[SOLFDTXHSXHGDQGDUVHGHDFXHUGRDFRPRVHD
un hospital por ejemplo, por parte de los ciudadanos, tal realidad, desde formas más plenas y acabadas, donde
GL¿FXOWDVXLQFRUSRUDFLyQDORV&RQVHMRVGH$GPLQLVWUD- ODSURSLDFRPXQLGDGHVODTXHLGHQWL¿FDVXVSUREOHPDV
FLyQVLHQGRHVWHKHFKRDJUDYDGRHQJUDQPHGLGDSRUOD e implementa las soluciones adecuadas, admitiendo
DXVHQFLDGHRUJDQL]DFLRQHVUHSUHVHQWDWLYDVFLXGDGDQDV D\XGDH[WHUQDVyORHQODPHGLGDHQTXHUHVSRQGDDVXV
sobre todo en el medio suburbano o rural. propias decisiones, aunque siempre en el marco de una
/DVRUJDQL]DFLRQHVYHFLQDOHVVXHOHQFRQWDUFRQXQ DGHFXDGDUHODFLyQGHFRRUGLQDFLyQFRQHOQLYHOLQVWLWX-
escaso respaldo por parte de sus conciudadanos y por cional hospitalario.
otras organizaciones políticas gremiales, etc., lo que da Pero, ¿cuáles serían entonces los atributos principa-
lugar a que las decisiones tomadas en los Consejos o OHVGHXQDSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULDLGHDO"8QUHVXPHQ
HTXLYDOHQWHV QR HQFXHQWUHQ HFR VX¿FLHQWH HQ OD ]RQD GHORH[SUHVDGRDOUHVSHFWRSRUGLYHUVRVH[SHUWRVSHUPL-
donde está asentado. te la siguiente enumeración:
([LVWHQVHULDVGL¿FXOWDGHVSDUDFRQVHJXLUODSDUWLFL-
pación de la comunidad, de tal manera que la mayoría - activa en el mayor grado posible
GHORVFLXGDGDQRVVHOLPLWDQDXWLOL]DUORVVHUYLFLRVTXH En las acciones de salud y de desarrollo en general,
VH OHV RIUHFHQ VLQ PRVWUDU LQWHUpV SRU LQWHUYHQLU HQ VX la comunidad no se debe sentir un simple objeto de
JHVWLyQRSODQL¿FDFLyQ/DPD\RUtDGHORVYHFLQRVSLHQ- planes y programas elaborados fuera de la misma,
VDQ TXH ORV SUREOHPDV GH VDOXG GHEHQ UHVROYHUORV ORV sino que debe tener y ejercer la posibilidad de parti-
técnicos del hospital porque consideran que solo ellos FLSDUFUHDWLYDPHQWHHQWRGRFXDQWRKDJDDVXELHQ-
tiene capacidad para dirigir el proyecto que mejore su estar.
DWHQFLyQGHODVDOXGRVXQLYHOVDQLWDULR
El hecho de que los ciudadanos ejercen estas in- - consciente, responsable, voluntaria y solidaria
ÀXHQFLDVVREUHHOFRQWUROGHODVDFWLYLGDGHVLQVWLWXFLR- Es decir, que la participación debe ser producto de
QDOHVUHVWDPXFKDVYHFHVLQWHUpVDVXSUHVHQFLDHQORV XQD tQWLPD FRQYLFFLyQ DFHUFD GH OD QHFHVLGDG GH
Consejos de Administración. aportar el propio esfuerzo para asegurar el bienestar
de todos, además de un cambio de mentalidad que le
Problemas provenientes de la OOHYHDFRQ¿DUHQVXVKDELOLGDGHV\FDSDFLGDGHV
representación de la administración
/DSULPHUDGL¿FXOWDGFRQTXHQRVHQFRQWUDPRVHVTXH - organizada y coordinada
QR H[LVWH XQD DXWpQWLFD UHSUHVHQWDFLyQ GH OD$GPLQLV- La organización debe alcanzar tanto a la propia co-
WUDFLyQDQLYHOORFDO\FXDQGRVHFRQVLJXHDQLYHOMX- munidad como a la relación de coordinación con
risdiccional o municipal, tiene un carácter puramente el sector institucional. Esa relación debe darse en
testimonial, careciendo de capacidad para responder a una situación de igualdad, donde no haya arriba ni
las demandas formuladas por los restantes miembros abajo, superior ni inferior, sino solo dos sectores in-
del Consejo. teresados solidariamente en alcanzar un mejor bien-
Con bastante frecuencia se presentan al Consejo estar para todos. Debe primar un sentido claro del
problemas que por sus características no pueden ser esfuerzo común, de responsabilidad compartida por
resueltos, sin que se encuentren cauces institucionales HO(VWDGRRODLQVWLWXFLyQ\ODFRPXQLGDGHYLWDQGR
que permitan transferir estos problemas a instancias su- cualquier interpretación antojadiza que pueda su-
periores, donde podrían hallar las oportunas soluciones; SRQHUTXHSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULDVLJQL¿FDGHMDU
estas situaciones entorpecen, en gran medida, el traba- librada a la comunidad a su propia suerte y a sus
jo del Consejo, por ello se considera imprescindible H[FOXVLYRVUHFXUVRV
la creación de un sistema organizacional que permita
encauzar los problemas de salud desde los consejos - sostenida
LQVWLWXFLRQDOHVKDVWDORVQLYHOHVGHFLVLYRVFHQWUDOHV'H 7RGDH[SHULHQFLDFRPXQLWDULDUHTXLHUHXQFLHUWRWLHP-
esta manera, la comunidad continuaría manteniendo el po para consolidarse y lograr sus mejores resultados,
protagonismo en el momento de dar soluciones a sus tiempo en que necesariamente habrá de actuarse con
SUREOHPDVGHVDOXGHQGLVWLQWRVQLYHOHVGHJHVWLyQSHU- decisión y temple, para que el desaliento o la frustra-
PLWLHQGRXQDFRPXQLFDFLyQÀXLGDGHDEDMRKDFLDDUULED FLyQQRPDORJUHQHOFXUVRGHODH[SHULHQFLD
y de arriba hacia abajo.
En síntesis, la participación comunitaria puede con- - integral
cebirse de muy distintas maneras, según sea la realidad La participación debe lograrse en todas las etapas
política, social, económica o cultural de una población. GH OD SODQL¿FDFLyQ HMHFXFLyQ \ HYDOXDFLyQ GH DF-
402 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
POSITIVOS POSITIVOS
- Políticas y normas de promoción - Existencia y elección de líderes comunitarios
- Apoyo, capacitación y continuidad del equipo y progresistas y responsables
personal de salud - Organización comunitaria flexible y con un alto
- Respaldo técnico y financiero (incluida la sentido solidario para la innovación
existencia de servicios y unidades sanitarias de - Participación de voluntarios
apoyo, equipamiento hospitalario, etc.) - Apoyo de los medios de comunicación social
- Solución de problemas locales concretos - Recursos comunitarios propios con posibilidad
- Respeto por el sistema tradicional comunitario de ser puestos al servicio del programa
- Cooperación técnica y financiera de organismos - Información adecuada sobre metas, propósitos y
internacionales, bilaterales y privados. objetivos del programa de participación
- Visitas a comunidades vecinas con logros en
experiencias participativas
NEGATIVOS NEGATIVOS
- Enfoques tradicionales de atención curativa e - Pobreza o carencia de recursos propios
intrainstitucional - Escepticismo a causa de experiencias negativas
- Falta de adecuada integración y capacitación del pasadas
equipo de salud - Dispersión y libanización de poblaciones
- Ausencia de enfoques multisectoriales - Bajos niveles educacionales o económicos
- Escepticismo del personal de salud para acercarse
a la comunidad
Evaluación de la amplitud de la participación (Q OR TXH DWDxH D OD PRYLOL]DFLyQ GH UHFXUVRV ODV
preguntas tienden a determinar en qué medida los pro-
(VSRVLEOHIRUPXODUXQDVHULHGHSUHJXQWDVSDUDDYHUL- JUDPDV UHFLEHQ DSR\R HQ IRUPD GH ¿QDQFLDFLyQ \ GH
guar la amplitud de la participación en un determinado contribuciones de la comunidad:
programa de atención de la salud hospitalaria. A conti-
QXDFLyQ¿JXUDQDOJXQDVGHODVSUHJXQWDVTXHFDEHIRU-
¢4Xp KD DSRUWDGR OD FRPXQLGDG \ FyPR DSRUWHV
mular: GLUHFWRV SRU IRQGRV GH UHGLVWULEXFLyQ HWF \ TXp
404 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
porcentaje cubre su aporte del total de los costos de * ¿Se han ampliado las estructuras de gestión con el
ORVVHUYLFLRV\RSURJUDPDV" ¿QGHDPSOLDUWDPELpQORVJUXSRVGHGHFLVLyQ"
* ¿Se han asignado recursos de la comunidad en apoyo * ¿Ha sido posible integrar necesidades ajenas a la
de partes del programa que en otras circunstancias salud, pero referidas al bienestar del cliente/ bene-
VHKDEUtDQFXELHUWRFRQ¿QDQFLDPLHQWRGLUHFWR" ¿FLDULR"
¢(QLQWHUpVGHTXpRGHTXLpQREUDQODVPRYLOL]DFLR-
QHV\ODDVLJQDFLyQGHORVUHFXUVRV" 8QDYH]DQDOL]DGDVODVUHVSXHVWDVDHVWDVSUHJXQWDV
VHGHEHGHFLGLUGyQGHGHEHSRQHUVHODVHxDOHQFDGDXQD
3DUDHYDOXDUHOIDFWRUGHODJHVWLyQHVQHFHVDULRGH- de las líneas que representan por separado a los diferen-
terminar si las responsabilidades recaen en los profesio- WHVIDFWRUHV)LJXUD
QDOHV R VL HQ OD DGRSFLyQ GH GHFLVRUHV LQWHUYLHQHQ ORV Las líneas están dispuestas radialmente para poner
miembros de la comunidad: GH PDQL¿HVWR VXV LQWHUUHODFLRQHV \ ODV PDUFDV LQGLFDQ
si la participación en relación con los factores son im-
¢'HSHQGHQ ODV GHFLVLRQHV H[FOXVLYDPHQWH GH ORV SRUWDQWHVRQR/D)LJXUDPXHVWUDODIRUPDHQTXH
miembros del Consejo profesional o son adoptadas SXHGHQSRQHUVHORVYDORUHVFRPRSXQWRGHSDUWLGDSDUD
en colaboración con los representantes de la comu- XQSURJUDPDKLSRWpWLFRGHLQWHUYHQFLyQFHUFDGHOFHQ-
QLGDG" WURVLODSDUWLFLSDFLyQHVUHVWULQJLGD\FHUFDGHOH[WUHPR
¢6HKDQPRGL¿FDGRODVHVWUXFWXUDVGHFLVRULDVDID- si es amplia: nunca pueden ponerse en el centro mismo,
YRU GH GHWHUPLQDGRV JUXSRV \ HQ WDO FDVR GH TXp puesto que siempre hay alguna participación, por pe-
JUXSRV" TXHxDTXHHVWDVHD
Gestión Gestión
Organización Organización
Movilización de recursos Movilización de recursos
Evaluación de Liderazgo
las necesidades
Gestión
Organización
Movilización de recursos
/RV LQGLFDGRUHV VRQ GHVFULSWLYRV 1R GLFHQ D ORV do por el personal de salud mental.
SODQL¿FDGRUHV VL OD SODQL¿FDFLyQ HV EXHQD R PDOD (O ,PSXHVWD GHVGH HO H[WHULRU GHO VLVWHPD ORFDO FRQ
MXLFLRDOUHVSHFWRGHSHQGHGHODVPHWDVGHORVSODQL¿- SXQWRGHYLVWDPpGLFRKHJHPyQLFR\SURIHVLRQDOOt-
cadores hospitalarios. El propósito es que los indicado- der, agente de salud de la comunidad, representante
UHVSHUPLWDQDORVSODQL¿FDGRUHVGHVFULELUORVFDPELRV GHO&RQVHMRHWFRELHQSURJUDPDVRDFWLYLGDGHV
\ GH¿QLU ORV SURFHVRV TXH WLHQHQ OXJDU (VWiQ EDVDGRV impuestas a la comunidad.
en los principios de la atención primaria de salud y en
casos prácticos que muestran que la salud mejora cuan- 2. Restringida
do hay una participación amplia en una larga serie de 1. El Consejo de Administración Hospitalario funcio-
DFWLYLGDGHV na pero el representante actúa independientemente
de los grupos de intereses.
(Q UHVXPHQ OD ¿QDOLGDG GHO SURFHGLPLHQWR DTXt &RQVHMR LPSXHVWR SRU ORV VHUYLFLRV GH VDOXG SHUR
descrito a grandes rasgos es ayudar a los administra- FRQDOJXQDDFWLYLGDG
dores a comprender el proceso de participación de la El Consejo no controla la utilización de los recursos.
FRPXQLGDGHQORVSURJUDPDVGHVDOXG8QRGHORVRE- 4. 6XSHUYLVLyQH[FOXVLYDPHQWHDFDUJRGHOSHUVRQDOGH
MHWLYRVHVGHVFULELUORVFDPELRVUHJLVWUDGRVHYDOXDQGR salud.
el grado de participación en un momento determinado (OSXQWRGHYLVWDPpGLFRGRPLQDXQFULWHULReduca-
y comparándolo con el que había en otro momento an- tivo. También se tienen en cuenta los intereses de la
terior o con la opinión de otro grupo al respecto. El comunidad.
método se centra en el proceso de cambio más que en
HOORJURGHXQQLYHOGHWHUPLQDGR(VXQDIRUPDSDUWL- 3. Mediana
FLSDWLYDGHHYDOXDUODLQWHUYHQFLyQGHODFRPXQLGDG\ 1. El Consejo funciona con un representante de salud
puede utilizarse para conseguir que los Consejos de independiente.
Salud Hospitalarios, así como los grupos comunitarios (O&RQVHMRIXHLPSXHVWRSRUORVVHUYLFLRVGHVDOXG
LQWHUYHQJDQHQODHYDOXDFLyQGHVXVSURSLRVSURJUDPDV SHURSDVyDVHUSOHQDPHQWHDFWLYR
HLQWHUYHQFLRQHV Apoyo periódico de la comunidad, sin participación
en el control de gastos.
4. Autoadministración del Consejo que no participa en
Escala para los indicadores de ODVXSHUYLVLyQGHODVDFWLYLGDGHVGHOORVUHSUHVHQWHV
participación de la comunidad comunitarios.
(OORV UHSUHVHQWDQWHV FRQ¿JXUDQ DFWLYDPHQWH HO
Indicador SXQWRGHYLVWDGHODFRPXQLGDG\HYDO~DODVQHFH-
sidades.
1. Liderazgo
Organización 4. Abierta
0RYLOL]DFLyQGHUHFXUVRV 1. &RQVHMRGH$GPLQLVWUDFLyQ+RVSLWDODULRDFWLYRFRQ
4. Gestión LQLFLDWLYD
(YDOXDFLyQGHODVQHFHVLGDGHV (O&RQVHMRFRRSHUDDFWLYDPHQWHFRQRWUDVRUJDQL]D-
ciones de la comunidad.
Calificación Aportes periódicos de fondos de la comunidad, el
Consejo controla la utilización de fondos.
1. 3HTXHxD 4. Autoadministración del Consejo que participa de la
1. 3DUFLDOLGDGHVGHFLUPLQRUtDLQÀX\HQWHLPSRVLFLyQ VXSHUYLVLyQ GH ODV DFWLYLGDGHV GHOORV OtGHUHV GH OD
del representante local, el personal de salud asume comunidad local.
el liderazgo; o bien, falta de heterogeneidad en el 5. (O &RQVHMR UHSUHVHQWD DFWLYDPHQWH HO SXQWR GH
Comité de Administración Hospitalario. YLVWDGHODFRPXQLGDG\HYDO~DODVQHFHVLGDGHV
Comité de Administración Hospitalario impuesto
SRUHOVLVWHPDGHVDOXGHLQDFWLYR 5. Amplia
Poco aporte de recursos por la comunidad. El re- 1. (O&RQVHMRUHSUHVHQWDWRGDODGLYHUVLGDGGHLQWHUH-
SUHVHQWDQWHGHODFRPXQLGDGHVVXSHUYLVDGRSRUHO VHVGHODFRPXQLGDG\FRQWURODODVDFWLYLGDGHVGHORV
personal de salud. representantes de salud.
4. $FDUJRH[FOXVLYDPHQWHGHORVVHUYLFLRVKRVSLWDOD- /DV RUJDQL]DFLRQHV FRPXQLWDULDV H[LVWHQWHV VH YHQ
ULRV(OUHSUHVHQWDQWHGHODFRPXQLGDGHVVXSHUYLVD- representadas en el Consejo de Administración.
406 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
QDO$VXYH]ODSULPDFtDRUJDQL]DWLYDGHODDVLVWHQFLD HQWUHUDFLRQDOLGDGHV\YDORUHVGLYHUVRV\FRQIUHFXHQFLD
FRQVXOWDVGHGHPDQGDHQORVFHQWURVGHVDOXGGHMDDO FRQWUDGLFWRULRV DVt FRPR VREUH H[SHULHQFLDV GLVtPLOHV
SHUVRQDOGHHQIHUPHUtDGHVFRORFDGR\HQFRQÀLFWRHQWUH y sobre mensajes acrisolados en sincretismos culturales
una posición subsidiaria si lo fundamental es la asisten- YDULDGRV
FLD DO HQIHUPR GRQGH ULJH \ GLULJH HO PpGLFR R XQD Pretender que la solución a los problemas de salud
posición de protagonismo, si lo fundamental pasara a se inspire solo en la sabiduría popular se traduce en ac-
VHUODDFWLYLGDGSURPRWRUDGHVDOXGRSUHYHQWLYD(OOR ciones fútilmente espontáneas y, por tanto, limitadas en
JHQHUDXQFRQÀLFWRGHUROHVTXHDGRSWDSDUDDPERVFR- VXDOFDQFH\QRVLHPSUHH¿FDFHV
OHFWLYRV FRQWHQLGRV FRUSRUDWLYRV /D SRVLEOH VROXFLyQ 8QDFDUDFWHUtVWLFDIXQGDPHQWDOGHODViUHDVSURJUD-
DHVWDGLV\XQWLYDUDGLFDUtDHQFRQIHULUDWRGRHOHTXLSR PiWLFDVGHORVKRVSLWDOHVEDVHHVTXHHQHOODVFRQÀX\HQ
GHDWHQFLyQSULPDULDXQREMHWLYRJOREDOTXHHYLWDVHOD DJHQWHVVRFLDOHVHLQVWLWXFLRQHVYDULDGRVTXH
MHUDUTXL]DFLyQ\ODFRPSDUWLPHQWDFLyQ\H[LJLHVHFRRU- * conciben e interpretan los problemas de salud desde
dinación y colaboración. marcos de referencia lógicos que no necesariamente
Precisamente, si algo puede diferenciar de manera VHFRPSDUHFHQHQODPLVPDPHGLGDHQTXHH[SUH-
SRVLWLYD\GH¿QLUORHVSHFt¿FRGHOD$36HVODglobali- VDQUDFLRQDOLGDGHVGLYHUVDV
dad, la concreción en el espacio y en el tiempo de todos * toman decisiones permanentes y aisladas en materia
ORVIDFWRUHVTXHFRQWULEX\HQDH[SOLFDUODFDXVDOLGDGVR- de salud en correspondencia con sus interpretacio-
FLDO\ELROyJLFDGHODHQIHUPHGDGFROHFWLYDHLQGLYLGXDO nes fenomenológicas y con sus posibilidades reales,
y por ello ofrecer la oportunidad de una respuesta global y
\ FRQFUHWD (O KRVSLWDO VHUtD HO iPELWR SULYLOHJLDGR GH * asumen responsabilidades autónomas en función de
LQWHUSUHWDU\WUDWDUODHQIHUPHGDGLQGLYLGXDOPLHQWUDV las decisiones efectuadas.
TXHHOFHQWURGHVDOXGORVHUtDSDUDLQWHUSUHWDU\WUDWDU
la enfermedad de la comunidad y como consecuencia /RV JUXSRV IRFDOHV MXQWR D ODV HQWUHYLVWDV HQ SUR-
ODLQGLYLGXDO IXQGLGDG \ ODV HQWUHYLVWDV IRFDOL]DGDV UHSUHVHQWDQ HQ
/D DXVHQFLD GH HVWD GH¿QLFLyQ JOREDOL]DGRUD OOH- HVWHFDVRXQJUXSRGHWpFQLFDVFXDOLWDWLYDVFRP~QPHQ-
va, en el mejor de los casos, a que cada profesional te usadas en la APS para la obtención de conocimiento
se refugie en una parcela concreta de la actividad del VREUHXQDVSHFWRHVSHFt¿FRDSDUWLUGHXQJUXSRGHSHU-
centro de salud y trate de emular el modelo ideal de sonas. A diferencia de las dos últimas, que se utilizan
referencia, el hospitalario para los médicos, o el pre- para la recolección de datos mediante preguntas sobre
ventivista para el personal de enfermería. determinada cuestión, en comunicación directa entre el
/DLPSRUWDQFLDGHTXHODFRPXQLGDGPRYLOLFHUHFXU- facilitador y cada uno de los miembros, en los grupos
sos humanos y físicos para contribuir a solucionar pro- focales se priorizan los contactos horizontales, es de-
blemas de salud no se discute; pero se cuestiona el con- cir, entre los miembros del grupo, que incluyen la for-
curso de la población cuando se la orienta simplemente mulación de preguntas, el intercambio de anécdotas y
DUHGXFLUFRVWRVVLQLQVFULELUVXLQWHUYHQFLyQGHQWURGH ORVFRPHQWDULRVDFHUFDGHVXVH[SHULHQFLDV\SXQWRVGH
XQ FRQWH[WR FRPSUHKHQVLYR \ FRQVFLHQWH GH SDUWLFLSD- YLVWD(QHOFDPSRGHODVDOXGVHKDQFRQYHUWLGRHQXQ
ción comunitaria, por cuanto instrumentaliza a la po- popular método para conocer el efecto de los mensajes
EODFLyQFRQYLUWLpQGRODHQVLPSOHKHUUDPLHQWD$XQTXH HQ HGXFDFLyQ SDUD OD VDOXG H[DPLQDU ODV FUHHQFLDV HQ
los efectos de la participación instrumental en el corto diferentes grupos y comunidades con relación a la en-
SOD]RSXHGDQVHUSRVLWLYRVHQHOPHGLDQRSOD]RVHHV- fermedad y los comportamientos en salud; han probado
WHULOL]DQ\SXHGHQFRQGXFLUDOLQPRYLOLVPRGHTXLHQHV VHUXQDHIHFWLYDWpFQLFDSDUDH[SORUDUODVDFWLWXGHV\QH-
fueron marginados de la discusión sobre el sentido de cesidades del equipo de salud, la dinámica institucional
ODVDFFLRQHVGHVXSODQL¿FDFLyQ\GHODVGHFLVLRQHVEi- \SDUDHOHVWXGLRGHODSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULD'tD]
sicas que las orientaron. /ODQHV
Por oposición a los enfoques que instrumentalizan
a la población, han surgido otros que tienden a sobre- /D SDUWLFXODULGDG GH HVWD SROLYDOHQFLD GH VDEHUHV
YDORUDU HO VDEHU SRSXODU SRU FRQVLGHUDUOR IXHQWH ~QLFD decisiones y responsabilidades estriba en su asimetría,
de sabiduría, de la que deben emerger los derroteros WRGDYH]TXHODPD\RUtDGHHOODVRVHDJRWDQHQiPELWRV
para la acción. Este tipo de apreciación, que ignora la HVWUHFKRVFRPRVXFHGHSRUHMHPSORHQODVGHFLVLRQHV
YDOLGH]GHOVDEHUHUXGLWR\GHOFRQRFLPLHQWRWpFQLFR\ TXHHQPDWHULDGHVDOXGVHWRPDQDOLQWHULRUGHFRQWH[-
FLHQWt¿FRGHVFRQRFHODDPELYDOHQFLD\ODKHWHURJHQHL- WRV IDPLOLDUHV R DIHFWDQ FOLHQWHODV UHGXFLGDV R FRPR
dad del pensamiento popular como un constructo mul- VXHOHVHUHOFDVRGHORVVHUYLFLRVLQVWLWXFLRQDOHVHQVD-
WLIDFpWLFRHGL¿FDGRKLVWyULFDPHQWHHQODFRQIURQWDFLyQ yan imponer decisiones tomadas en recintos cerrados,
408 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
VXERUGLQDQGRORVVDEHUHV\H[SHULHQFLDVGHODSREODFLyQ (VWDVSUHJXQWDVVHUH¿HUHQDODQHFHVLGDGGHTXHOD
DODUDFLRQDOLGDGWpFQLFD\FLHQWt¿FD SDUWLFLSDFLyQ FRPXQLWDULD VH H[SUHVH HQ IRUPD RUJDQL-
La participación comunitaria pasa, entonces, por la ]DGDDODYH]TXHFRQWULEX\HDOIRUWDOHFLPLHQWRGHODV
UXSWXUDGHODDVLPHWUtDH[LVWHQWHHQWUHORVVHUYLFLRVLQV- organizaciones de base. En la medida en que las or-
WLWXFLRQDOHVGHVDOXG\ODVFRPXQLGDGHVORTXHVLJQL¿FD ganizaciones de la comunidad se desarrollen y tengan
democratizar el saber y ampliar los espacios de decisión capacidad para interpretar sus necesidades y deseos y
GH TXLHQHV KDQ VLGR WUDGLFLRQDOPHQWH H[FOXLGRV GH OD PRYLOL]DU UHFXUVRV FRPXQLWDULRV WHQGUiQ FDSDFLGDG
SRVLELOLGDG GH LQÀXHQFLDU GHWHUPLQDFLRQHV HQ PDWHULD QHJRFLDGRUD\GHHMHUFHUXQHIHFWRGLVROYHQWHVREUHODV
de salud por fuera del perímetro familiar. HVWUXFWXUDVFRQYHQFLRQDOHVGHSRGHU3XHGHSODQWHDUVH
Por tanto, los hospitales pretenden descentralizar las HQWRQFHVTXHODVIRUPDVRUJDQL]DWLYDVGHEDVHFRQVWLWX-
GHFLVLRQHV WUDQV¿ULHQGR FDSDFLGDG UHJXODWRULD GH ORV yen una garantía importante en la facultad decisoria de
QLYHOHVFHQWUDOHVDORVQLYHOHVORFDOHV\HVWLPXODUHLQ- la población.
corporar la población en los procesos de administración En ese sentido, se entiende la participación comu-
GHODVDOXGSUHVXSRQHQFHVLyQGHSRGHUUHVROXWLYRDOD nitaria en las áreas programáticas y en los hospitales
SREODFLyQDWUDYpVGHORV&RQVHMRVGH$GPLQLVWUDFLyQGH EDVH FRPR HO SURFHVR GH LQWHUYHQFLyQ GH OD SREODFLyQ
ORVKRVSLWDOHVUHYDORUiQGRODFRPRVXMHWRGHGLUHFFLyQ organizada en las deliberaciones sobre la atención a la
\ QR VLPSOHPHQWH FRPR REMHWR GH LQWHUYHQFLyQ 3HUR VDOXG HQ OD WRPD GH GHFLVLRQHV TXH WLHQH TXH YHU FRQ
además, presuponen la capacidad para asumir respon- la satisfacción de necesidades, y en el control de los
sabilidades y cumplir con los compromisos que se ad- procesos, así como la asunción de responsabilidades y
quieren con el ejercicio de la capacidad de disposición. REVHUYDFLyQ GH REOLJDFLRQHV GHULYDGDV GHO GHVHPSHxR
8QDGHODVUD]RQHVSRUODVTXHQRVHKDSURGXFLGR de su facultad decisoria.
HQ IRUPD HIHFWLYD OD SDUWLFLSDFLyQ FRPXQLWDULD HQ ORV /DSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULDDVtGH¿QLGDWLHQHLP-
hospitales, es precisamente su característica de unida- plicaciones políticas que rebasan el marco de la aten-
des pertenecientes a sistemas muy centralizados, donde FLyQDODVDOXGSRUFXDQWRVLJQL¿FDHMHUFLFLRGHSRGHU\
ODWRPDGHGHFLVLRQHVVHHIHFW~DHQXQQLYHOFHQWUDOPX\ FRPRWDOIRUWDOHFLPLHQWRGHODVRFLHGDGFLYLO\GHODGH-
DMHQRDODVSRVLELOLGDGHVGHLQÀXHQFLDGHODFRPXQLGDG PRFUDFLDGHEDVHSHURDGHPiVHQWpUPLQRVD[LROyJLFRV
por ello el proceso de autogestión, descentralización o y teleológicos, la participación comunitaria constituye
desconcentración. XQD¿QDOLGDGHQVtPLVPDVLVHODFRQVLGHUDFRPRXQD
(V HYLGHQWH TXH HQ WDOHV FLUFXQVWDQFLDV VyOR VH condición inherente a la democracia real y a la recupe-
SXHGHGDUXQQLYHOEDMRGHSDUWLFLSDFLyQGHOWLSRGHOD ración por la población del poder decisorio que, con la
utilización o cooperación, pero, difícilmente, una parti- VHSDUDFLyQSURJUHVLYDGHOHVWDGRGHODVRFLHGDGFLYLOVH
FLSDFLyQFRQVFLHQWH\DTXHQRH[LVWHXQHVSDFLRIRUPDO KDYHQLGRFRQFHQWUDQGRKLVWyULFDPHQWHHQORVDSDUDWRV
SDUDODVGHFLVLRQHVVLJQL¿FDWLYDVVREUHODRSHUDFLyQGH e instituciones de aquel en muchos lugares.
ORVVHUYLFLRV/DGHVFHQWUDOL]DFLyQHVSRUORWDQWRXQ 'HVGHHVWDSHUVSHFWLYDODSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULD
UHTXLVLWR SUHYLR IXQGDPHQWDO SDUD LQFHQWLYDU OD SDUWL- HTXLYDOHDOSURFHVRGHUHDSURSLDFLyQGHODSREODFLyQGHO
cipación comunitaria en los sistemas locales de salud, FRQMXQWRGHLQVWLWXFLRQHVTXHUHJXODQODYLGDVRFLDO\GH
puesto que la misma crea el espacio necesario para la ORVVHUYLFLRVTXHSUHVWDQ
toma de decisiones por parte de los actores locales. La participación comunitaria como proceso polí-
La transferencia de poder decisorio a las comuni- tico y social no puede y no debe entenderse como el
dades y la posibilidad real de que la población pueda SURGXFWR GH XQD WpFQLFD R UHVXOWDGR GH XQ SXxDGR GH
HMHUFHUORHQFXHQWUDFRQGLFLRQDQWHVGLYHUVRV(QWpUPL- SURFHVDPLHQWRV R GLVSRVLWLYRV DGPLQLVWUDWLYRV &RPR
nos generales puede aceptarse, como se ha demostrado SURFHVRSDUWLFLSDWLYRHVWHQRGHEHGDUVHSRUODJHQHURVD
HQ HVWXGLRV GH FDVR 236 TXH OD SDUWLFLSDFLyQ tolerancia institucional, sino que debe entenderse como
FRPXQLWDULD HV UHOHYDQWH FXDQGR ORV VHUYLFLRV ORFDOHV un derecho básico y un deber de la gente de participar
KDQVXUJLGRSRULQLFLDWLYDGHODJHQWH\HVWDKDORJUDGR LQGLYLGXDO\FROHFWLYDPHQWHHQODSODQL¿FDFLyQ\DWHQ-
PDQWHQHU LQÀXHQFLD VREUH HOORV R FXDQGR OD MXULVGLF- ción de su propia salud.
FLyQKDVHUYLGRGHJDUDQWH\HVWtPXORSDUDHODXPHQWR &RPRVHVHxDOyDQWHVODSDUWLFLSDFLyQHIHFWLYDLP-
de la potestad decisoria de la comunidad. En condicio- plica una redistribución del saber y del poder, lo que
nes diferentes surgen preguntas relacionadas con quién SRUVXSURSLDQDWXUDOH]DHVXQSURFHVRFRQÀLFWLYRSRUHO
garantiza, y cómo, la posibilidad de que la participa- que ciertas estructuras buscan aumentar su control sobre
FLyQFRPXQLWDULDVLJQL¿TXHHMHUFLFLRGHSRGHUGHEDVHR aquellos recursos e instituciones de los que hasta ahora
FyPRVHOHJLWLPDODSRVHVLyQGHSRGHUGHFLVRULRDQLYHO HVWiQH[FOXLGRV$OPLVPRWLHPSRODUHGLVWULEXFLyQGHO
local. poder no sólo supone el ejercicio de un derecho, sino
15. Participación comunitaria 409
WDPELpQFRQOOHYDGHEHUHV\UHVSRQVDELOLGDGHVGHORVLQ- 8QDHVWUDWHJLDYiOLGDSDUDWDO¿QGHEHYLDELOL]DU
GLYLGXRV\GHODVRFLHGDGHQVXFRQMXQWR La deliberación entre el conjunto de actores orga-
/D SDUWLFLSDFLyQ HQ FXDQWR VLJQL¿FD XQD IRUPD QL]DGRVFRPXQLWDULRVHLQVWLWXFLRQDOHVVREUHORVSUR-
de ejercicio del poder, es un proceso político necesa- blemas de salud y de su atención. La población debe ser
ULDPHQWH LQÀXHQFLDGR SRU HO FRQWH[WR VRFLRSROtWLFR GH coautora del análisis de la problemática de salud en el
XQ SDtV 6LHPSUH H[LVWH DOJ~Q JUDGR GH SDUWLFLSDFLyQ ámbito de los hospitales y de sus áreas programáticas.
formal e informal, de la comunidad en la estructura del (VWRLPSOLFDUHFRQRFHUODYDOLGH]GHOSXQWRGHYLV-
poder: pero el tipo e intensidad de la participación, así ta de la gente, de su percepción e interpretación de los
como la forma de representación adoptada, dependen en IHQyPHQRV GH VDOXG \ HQIHUPHGDG GH OD YLGD \ GH OD
buena medida de las formas de organización social y del muerte, de la naturaleza y de la sociedad, como ingre-
VLVWHPDSROtWLFRGHJRELHUQRVORFDOHVYLJHQWHV GLHQWHEiVLFRSDUDODHODERUDFLyQGHXQDYLVLyQFROHFWLYD
(VREYLRGHVWDFDUTXHHQORVSDtVHVFRQUHJtPHQHV o comunitaria.
políticos democráticos, especialmente aquellos con &RPR VH KD VHxDODGR ©SDUD TXH HO SURFHVR GH UH-
PD\RUDQWLJHGDG\FRQWLQXLGDGHQODYLJHQFLDGHVXV elaboración de las concepciones populares relacionadas
instituciones democráticas, se ofrecen mejores condi- con la salud asuma la forma de una relación horizontal,
ciones a la participación, que en aquellos con regíme- bidireccional, basada en el diálogo, será necesario que
QHVSROtWLFRVDXWRFUiWLFRVTXHVXHOHQFRQVHUYDUIRUPDV no sólo participe en la transformación su objeto, sino
marginales de participación comunitaria, del tipo de la también sus sujetos, incorporando ambos –técnicos y
FRRSHUDFLyQ\HMHFXFLyQH[LVWLHQGRSDUDDOJXQDVGHFL- SREODFLyQ± QXHYRV FRQRFLPLHQWRV YDORUHV \ DFWLWXGHV
siones una participación diferenciada de ciertos grupos referidas a la problemática en cuestión. Esta transfor-
GHSRGHUFRQH[FOXVLyQWRWDORSDUFLDOGHRWURV PDFLyQHQORTXHVHUH¿HUHHVSHFt¿FDPHQWHDOSHUVRQDO
6LQHPEDUJRODYLJHQFLDGHXQUpJLPHQSROtWLFRGH- de salud, podrá partir de una mayor comprensión de los
PRFUiWLFRUHSUHVHQWDWLYRHVGHFLUHOPRGHORGHGHPR- FRPSRQHQWHVVRFLDOHV\ORVDVSHFWRVFROHFWLYRVGHIHQy-
cracia política que hemos asumido en nuestro país, no menos hasta el momento sólo incorporados y compren-
JDUDQWL]DODH[LVWHQFLDGHODSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULD GLGRVDQLYHOELROyJLFRHLQGLYLGXDOª
La garantía del derecho a la participación política para El proceso de redistribución y de democratización
el ejercicio de la soberanía popular en la elección de del saber en salud tomará, de ese modo, la forma de
los gobernantes puede considerarse una condición ne- XQDSUiFWLFDHQODTXHDPERVVXMHWRVREVHUYDQODUHDOL-
FHVDULDSHURQRVX¿FLHQWHSDUDDVHJXUDUXQDUHDOGHPR- dad, confrontan su diferente percepción de la misma, y
FUDWL]DFLyQGHGHFLVLRQHV/DGHPRFUDFLDUHSUHVHQWDWLYD HODERUDQHQFRQMXQWRXQQXHYRFRQRFLPLHQWRVREUHHVD
política, si no se complementa adecuadamente con al- realidad.
JXQD IRUPD GH GHPRFUDFLD SDUWLFLSDWLYD SXHGH DGTXL- &RQRFLPLHQWRTXHGHEHUiVHUQXHYRQRWDQWRHQVXV
rir un carácter meramente formal, incapaz de impedir FRQWHQLGRVFRPRHQVXFDSDFLGDGGHDSRUWDUODVFODYHV
el distanciamiento de las instituciones del estado con el SDUDODWUDQVIRUPDFLyQGHODVFRQGLFLRQHVTXHODFRQ¿-
conjunto de la sociedad. guran.
La participación comunitaria es, entonces, una for- (Q RWUDV SDODEUDV GHOLEHUDU VLJQL¿FD UHFRPSRQHU
ma de relacionar a la sociedad con el estado, para que XQ FRQRFLPLHQWR QXHYR VREUH OD VLWXDFLyQ GH VDOXG
HVWHVHDPiVUHSUHVHQWDWLYRGHOFRQMXQWRGHODVRFLHGDG que articule elementos del pensamiento de la gente
FLYLO VLQ VREUHYDORUDU HO VDEHU SRSXODU FRQ HOHPHQWRV GHO
SHQVDPLHQWR FLHQWt¿FR \ WpFQLFR (VWD FRHODERUDFLyQ
permite ampliar el conocimiento de los problemas y
Activación y direccionalidad de la RIUHFH XQD YLVLyQ HQULTXHFLGD GH OD UHDOLGDG FRQV-
participación comunitaria en el ámbito truida no desde enfoques disciplinarios, sino desde la
hospitalario globalidad. La deliberación así entendida supone una
HSLVWHPRORJtDTXHUHLYLQGLFDHOFRQRFLPLHQWRFRPRXQ
/DDFWLYDFLyQGHODSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULD\VXGL- producto social, que recupera su historicidad y que es
reccionalidad hacia la atención de la salud requiere WUDQVIRUPDGRU SRUTXH OD JHQWH VH DSURSLD \ FRQYLHU-
GHHVWUDWHJLDVÀH[LEOHVTXHFDQDOLFHQODH[SUHVLyQGH te en acción con mayor facilidad un conocimiento en
los grupos formales e informales y de las institucio- cuya producción ha participado.
nes sectoriales que hacen su presencia en un territorio La concertaciónHQWUHORVGLYHUVRVDFWRUHVVRFLDOHV
GDGR D OD YH] TXH LQFHQWLYHQ OD DUWLFXODFLyQ GH HVDV JUXSDOHVHLQVWLWXFLRQDOHVVREUHORTXHVHGHEHKDFHU
instancias, para la elaboración y ejecución de propues- para mejorar la atención de la salud, sobre las formas
tas concretas. para lograrlo y sobre los compromisos y responsabili-
410 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Representantes
PACIENTES Relaciones Extramuros de Servicios
tradicionales
de Salud
" Organización
Comunitaria
1 Formal e Inf.
Otros
dirigentes
comunitarios
Instituciones
Intersectoriales Representantes
de Servicios
Intersectoriales
Línea de Interfase
dades que es necesario asumir para alcanzar las metas Los espacios de concertación en el
FRQYHQLGDV(OFRQFHUWDUVXSRQHTXHTXLHQHVSDUWLFLSDQ campo de la participación comunitaria
en el proceso representan a grupos sociales e institucio- hospitalaria
QHVVHFWRULDOHVTXHOHJLWLPDQ\YXHOYHQSURSLDVODVGH-
FLVLRQHVWRPDGDVSXHVGHRWUDPDQHUDVLJQL¿FDUtDVyOR Los espacios de concertación son escenario de encuen-
acordar intenciones. tro dialógico de los representantes de las distintas orga-
Por eso, es importante que el proceso de concen- nizaciones e instituciones del área programática hospi-
tración se apoye en la consulta continua a la población, WDODULDTXHVLUYHQGHPDWULFHVSDUDODJHVWDFLyQGHXQ
D WUDYpV GH ODV RUJDQL]DFLRQHV H[LVWHQWHV HQ FDGD iUHD FRQRFLPLHQWR FROHFWLYR \ GH XQ SURJUDPD FRQFHUWDGR
programática hospitalaria. /DSRVLELOLGDGGHFRQVWUXLUQXHYDVUD]RQHVHLGHDFLRQHV
Los mecanismos para pedir y rendir cuentas en dichos espacios, desde las categorías analíticas de la
sobre el cumplimiento de las responsabilidades y gente, rescatando su palabra, y desde sus representacio-
compromisos adquiridos en la concertación con los QHV ¿JXUDFLRQHV \ D[LRPDV SHUR WDPELpQ GHVGH HOH-
distintos grupos e instituciones de salud y de otros PHQWRVGHODUDFLRQDOLGDGFLHQWt¿FD\WpFQLFDSHUPLWH
sectores. enriquecer el análisis de las necesidades de salud, ela-
/D DFWLYDFLyQ GH ORV SURFHVRV DUULED PHQFLRQDGRV borar códigos estratégicos que faciliten su satisfacción
requiere del concurso de espacios de deliberación y de y fortalecer el compromiso de los protagonistas en la
concertaciónH[LVWHQWHVHQODVFRPXQLGDGHVGHVXDP- VROXFLyQGHORVSUREOHPDV/D7DEODUHSUHVHQWDHQ
SOLDFLyQRGHODDSHUWXUDGHQXHYRVHVSDFLRVGRQGHSXH- forma esquemática las interrelaciones que se pueden dar
GDQ UHDOL]DUVH DQiOLVLV FROHFWLYRV \ SURJUDPDV ORFDOHV entre la población, las organizaciones y las instituciones
concertados mediante la SODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYD, así que en ella actúan y los representantes que obran como
como de un proceso continuado de desarrollo de recur- puentes entre estas y los espacios de concertación.
sos humanos. $ORVHVSDFLRVGHFRQFHUWDFLyQVHFRQYRFDQORVUH-
presentantes de diferentes sectores y grupos de la co-
munidad no solamente porque en la concepción de las
15. Participación comunitaria 411
áreas programáticas se considera que la atención de la salud no siempre son las mismas que las necesidades
salud constituye un esfuerzo sino porque, además, se UHDOHV SHUFLELGDV GHVGH XQD SHUVSHFWLYD WpFQLFD SHUR
considera que la participación en salud debe inscribirse FRHODERUDU XQ FRQRFLPLHQWR QXHYR VLJQL¿FD SUHFLVD-
GHQWURGHXQFRQWH[WRFRPSUHKHQVLYRGHSDUWLFLSDFLyQ PHQWHDFHUFDUODV\FRQFLOLDUGLVSDULGDGHVSDUDFRQYHU-
comunitaria. JHUHQXQSXQWRGHYLVWDTXHWHQJDXQLGDGGHVHQWLGR
Pendersen y Coloma concluyeron, de estudios de El ejercicio de coerción en ese proceso puede tener
FDVRV UHDOL]DGRV HQ YDULDV FRPXQLGDGHV TXH ©OD SR- XQSURIXQGRHIHFWRGHVPRYLOL]DGRU'HDOOtODLPSRUWDQ-
blación no percibe sus necesidades de salud como ele- cia de que los agentes institucionales de la salud im-
PHQWRVYHUWLFDOHV\GLVFUHWRVVLQRTXHODVLQWHJUDHQHO pulsen el respeto a la palabra de los representantes de
WLHPSR\FRQRWURVSUREOHPDVGHODYLGDFRWLGLDQDª3RU ODFRPXQLGDGPLHQWUDVTXHVXYR]±FXDQGRD~QQROR
otra parte, en estudios de casos realizados por la OPS, se WLHQH±DGTXLHUHSRGHUDVHUWLYR
SXVRGHPDQL¿HVWRTXHODJHQWHVHPRWLYDPiVSRUODHQ- &RQYLHQHDQRWDUTXHHOp[LWRGHconvocación a los
fermedad que por la salud, y que esta no constituye una diferentes grupos, organizaciones e instituciones para
UD]yQORVX¿FLHQWHPHQWHDWUDFWLYDFRPRSDUDHVWLPXODU TXH DFXGDQ D WUDYpV GH VXV GHOHJDGRV D HVSDFLRV GH
XQDSDUWLFLSDFLyQFRQWLQXD\DFWLYDSDUDVXSURPRFLyQ FRQFHUWDFLyQFRQHO¿QGHSDUWLFLSDUHQODGLVFXVLyQ\
7DPELpQ HYLGHQFLDURQ TXH FXDQGR OD SDUWLFLSDFLyQ HQ HODQiOLVLVGHODSUREOHPiWLFDGHVDOXG\SDUDFRQYHQLU
VDOXGVHDUWLFXODDGLQiPLFDVSDUWLFLSDWLYDVPiVJHQHUD- acciones y responsabilidades para abordarla depende,
les, ligadas a problemáticas muy sentidas por la gente, HQEXHQDPHGLGDGHODFDSDFLGDGGHFRQYRFDWRULDTXH
VXHIHFWLYLGDGSXHGHVHUPiVHOHYDGD WHQJDQORVUHSUHVHQWDQWHVGHORVVHUYLFLRVKRVSLWDODULRV
Cuando se habla de espacios de concertación es im- GHVDOXG(QFDVRGHTXHVXLQYLWDFLyQHQFXHQWUHSRFD
portante tener en cuenta que en todas las comunidades acogida, por haber actuado sin inserción real en las co-
H[LVWHQLQVWDQFLDVGRQGHSHUPDQHQWHPHQWHVHDFXHUGDQ munidades, tendrán, necesariamente, que apoyarse para
decisiones de distinto tenor, cuyo alcance está muy re- FRQYRFDUHQVRSRUWHVGHODHVWUXFWXUDGHSRGHUORFDOTXH
ODFLRQDGRFRQODVGLIHUHQWHVPDQHUDVFRPRVHH[SUHVD WHQJDQ VX¿FLHQWH DVFHQGHQFLD DXGLHQFLD \ UHFRQRFL-
HO SRGHU D QLYHO ORFDO /DV RUJDQL]DFLRQHV UHOLJLRVDV miento de la población local.
SROtWLFDV\FRPXQLWDULDVHQJHQHUDOJUXSRVIRUPDOHVH 8Q HOHPHQWR SLYRWDO HQ ORV HVSDFLRV GH FRQFHU-
LQIRUPDOHVORVLQWHUPHGLDULRVHQWUHODVRFLHGDGPD\RU tación lo constituye la capacidad de representar los
y las comunidades y quienes establecen relaciones de SXQWRVGHYLVWDGHXQDFRPXQLGDGTXHWLHQHQVXVGHOH-
patronazgo; las instituciones sectoriales y sus funciona- gados. Puede ocurrir que los representantes de la co-
rios: los líderes tradicionales, etc., utilizan multiplicidad munidad tiendan a distanciarse de su base social y que
GHDPELHQWHV\SURFHGLPLHQWRVSDUDFRQYHQLUFRPSUR- WHUPLQHQFRQYLUWLHQGRORVHVSDFLRVGHFRQFHUWDFLyQHQ
PLVRVGHYDULDGDtQGROHFRQVHJPHQWRVGHODSREODFLyQ HVFHQDULRV EXURFUiWLFRV /D UHSUHVHQWDWLYLGDG GH ORV
Algunos de esos espacios ampliados pueden construir delegados al Consejo de Administración no se puede
matrices desde las que se pueden potenciar programas GH¿QLU VRODPHQWH SRU HO FRQVHQVR VREUH TXLpQ UHSUH-
de salud concertados. VHQWDPHMRUORVSXQWRVGHYLVWDGHODFRPXQLGDGVLQR
además por la capacidad de mantener comunicación
Esta posibilidad depende, no obstante, de cómo está FRQVWDQWHHQWUHORVQLYHOHVGHGHFLVLyQ\ODSREODFLyQ
conformada la estructura de poder local, de las redes de
VROLGDULGDGH[LVWHQWHV\GHODVDOLDQ]DV\FRQÀLFWRVTXH
VHGDQHQWUHORVGLYHUVRVDFWRUHVLQGLYLGXDOHVVRFLDOHV La planificación participativa
e institucionales que juegan un papel en dicha estructu-
ra. El reconocimiento de estos elementos constituye un $GLIHUHQFLDGHODSODQL¿FDFLyQQRUPDWLYDTXHSRQHHO
SXQWRGHSDUWLGDSDUDHOGLVHxR\HMHFXFLyQGHSURJUD- pQIDVLV HQ REMHWLYRV \ FRPSDUWLPHQWDOL]D ORV SURFHVRV
mas concertados de salud, así como en la determinación en etapas o segmentos que siguen un linealidad progre-
GHVLVHGHEHDSHODUHOFRQFXUVRGHHVSDFLRVH[LVWHQWHV VLYDODSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYDVHFRQVWUX\HWHQLHQGR
LQFHQWLYDUHOVXUJLPLHQWRGHRWURVQXHYRVRDPERV en cuenta aspectos diferentes. En primer lugar, parte de
Otro elemento que entra en juego en el proceso de FRQVLGHUDUODGLYHUVLGDGGHDFWRUHVTXHFRQYHUJHQHQOD
FRQFHUWDFLyQWLHQHTXHYHUFRQHOHTXLOLEULRGHODVIXHU- concertación de decisiones y quienes representan mul-
]DV TXH VH H[SUHVDQ HQ HO LQWHULRU GH ORV HVSDFLRV 'H tiplicidad de intereses, enfoques, percepción de nece-
alguna manera se requiere que la concertación consti- VLGDGHV\H[SHFWDWLYDV3ODQL¿FDUGHMDGHVHUHQWRQFHV
tuya un elemento democrático y no por el prestigio y la HQ GLFKR FRQWH[WR XQD IXQFLyQ WpFQLFD UHDOL]DGD SRU
autoridad de quien la propone o sustenta. Cierto es que IXQFLRQDULRVTXHYHQODSUREOHPiWLFD\VXVVROXFLRQHV
ODVQHFHVLGDGHVTXHH[SUHVDEDSREODFLyQHQPDWHULDGH GHVGH XQD ySWLFD LQVWLWXFLRQDO SDUD FRQYHUWLUVH HQ XQ
412 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
SURFHVRVRFLDOHQHOTXHLQWHUYLHQHQVXMHWRVTXHYLYHQ GHYLVWDGHORVPLHPEURVGHODFRPXQLGDG\GHORVHOH-
FRWLGLDQDPHQWH ODV VLWXDFLRQHV TXH ±FRQ OD SODQL¿FD- PHQWRVLQWHUVHFWRULDOHVGLYHUVRV
FLyQ± VH SUHWHQGH PRGL¿FDU (VWR WLHQH LPSOLFDFLRQHV Conocidos los principales problemas y necesidades
importantes porque supone un intento endógeno de pla- de salud se puede determinar, por los diferentes elemen-
QL¿FDUHQFRQWUDSRVLFLyQDOFDUiFWHUIXQGDPHQWDOPHQWH tos integrantes del sistema, cuáles son las prioridades
H[yJHQRGHODSODQL¿FDFLyQQRUPDWLYD para desarrollar un plan de acción en cuya concepción
/DSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYDHVXQSURWRWLSRGHOD LQWHUYHQJDQWRGRVSDUDGHHVDPLVPDIRUPDUHVSRQVD-
SODQL¿FDFLyQHVWUDWpJLFD\DTXH©QRLQWHQWDHVWDEOHFHU bilizarse con su ejecución.
normas, sino desencadenar un proceso permanente de En las áreas programáticas hospitalarias se debería
discusión y análisis de los problemas comunitarios, lo desarrollar necesariamente un proceso de capacitación
FXDO OOHYD D SURSRQHU PHWDV QHFHVDULDPHQWH FRQÀLFWL- permanente por efecto de la interacción de la comunidad,
YDVSXHVWRTXHVHUH¿HUHQDLQWHUHVHVGHJUXSRVHQSXJ- ORV VHUYLFLRV GH VDOXG \ ORV HOHPHQWRV LQWHUVHFWRULDOHV
na, cada uno con planes propios, de modo que el plani- En este proceso se abordan y discuten en alguna forma
¿FDGRUHVSDUWHGHDOJXQDIXHU]DVRFLDOSDUDODFXDOHO ORVSUREOHPDVRQHFHVLGDGHVGHSURPRFLyQSUHYHQFLyQ
REMHWLYRGHODSODQL¿FDFLyQVHLQVFULEHFRQHOPDUFRGH tratamiento y rehabilitación, de acuerdo a criterios de
ODOXFKDSRUHOSRGHUª/DSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYDWLH- PRUELOLGDG\PRUWDOLGDGHVSHFt¿FRVSDUDFDGDFRPXQL-
QHHQFXHQWDIDFWRUHVGHSRGHUDVXPHHOFRQÀLFWRFRPR GDG&XDQWRPiVHIHFWLYRVHDHOSURFHVRGHFDSDFLWDFLyQ
XQHOHPHQWRSUHVHQWHHQHOSURFHVR\DERUGDGLYHUVLGDG participación más se irá acercando al concepto de que la
GHVROXFLRQHVFRQFHUWDGDVSDUDUHVROYHUOR IDPLOLDVHUtDHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQLQFOXVRFXDQGR
Por otra parte, por inspirarse en un proceso delibe- se establezca un proceso de educación sanitaria que lle-
UDWLYRHQHOTXHVHEXVFDFRQVHQVRVREUHUHVXOWDGRVHV- gue a toda la población integrante del área programática;
perados, sobre procedimientos para lograrlos y sobre esta, al tomar conciencia del cuidado de la salud, puede
responsabilidades, es difícil que puedan establecerse establecer autodiagnósticos con autorrespuestas conduc-
sectorizaciones en fases rígidamente secuenciales. La WXDOHVTXHSXHGHQSRQHUDOLQGLYLGXRHQFRQGLFLRQHVGH
concertación, si es permanente, sugiere momentos que se DFWXDUFRPRSULPHUQLYHOGHDFFLyQ
HQWUHOD]DQ \ \X[WDSRQHQ (V IDFWLEOH SRU HMHPSOR TXH En los espacios de concertación se ejerce control
en condiciones de participación comunitaria en la deli- sobre la marcha del cumplimiento del plan de acción,
beración y en la concertación, el análisis de problemas incorporando la palabra de los representantes de la co-
VHPH]FOHFRQIRUPXODFLyQGHREMHWLYRVGHWHUPLQDFLyQ munidad y de los demás componentes y representantes
de responsabilidades y asignación de tareas. No se quiere del área programática. En ese proceso debe darse im-
GHFLUFRQHVWRTXHVHDLPSRVLEOHGLVHxDUSURJUDPDVUHOD- SRUWDQFLDDFXDOTXLHUPRUELOLGDGRPRUWDOLGDGHYLWDEOH
WLYDPHQWHHVWUXFWXUDGRVFRQHOFRQFXUVRGHODSODQL¿FD- que se produzca, además, dar la importancia que corres-
FLyQSDUWLFLSDWLYDHVXQSURFHVRFRQWLQXRGLItFLOGHGHV- ponda a cualquier reclamo de la comunidad en relación
agregar en etapas de temporalidad precisa, que incorpora con alguna necesidad de salud.
ÀXMRV\UHÀXMRVGHLQIRUPDFLyQGHIRUPDLQLQWHUUXPSLGD En el transcurso del desarrollo del plan de acción
En ese proceso, las personas de las comunidades aportan concertado hay que tener en cuenta que se tengan bien
VXVDQpFGRWDVDORVGLDJQyVWLFRVGHODSUREOHPiWLFDH[- equilibradas las tareas, de manera que el personal del
SUHViQGRODVFRQIUHFXHQFLDDWUDYpVGHFyGLJRV\VtPER- VHUYLFLRGHVDOXGLQWHUDFW~HFRQORVPLHPEURVGHODFR-
ORVDMHQRVDOOHQJXDMH¿JXUDGRTXHLQFRUSRUDKDOyIUDVLV munidad o con sus representantes. Dejar a la comuni-
decires, metáforas y comparaciones. GDGDODGHULYDSRGUtDVHUXQHUURUVHUtDFRQVLGHUDUDOD
Lo anecdótico suele ser totalizante en la medida en salud únicamente como un problema social y está claro
que resume en pocas frases hechos, juicios, lecciones y que no lo es. Por eso, debe incorporarse personal del
VXJHUHQFLDV(VREYLRTXHHVWHWLSRGHLQVXPROHLPSUL- equipo de salud en todo el proceso de gestión, por ser
PHDODSODQL¿FDFLyQXQDVHFXHQFLD\XQFRQWHQLGRPX\ ODVDOXGXQSURFHVRFRQLPSOLFDFLRQHVFLHQWt¿FRWpFQLFD
particular. y social.
/DSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYDSHUPLWHKDFHUQRREV- En los espacios de reencuentro o concertación don-
tante, desagregaciones generales. Por ejemplo, caracte- GHVHSODQL¿FDODVDOXGGHODFRPXQLGDGVHGHEHSURGX-
rizar a la comunidad, su dinámica comunitaria, su cul- FLUXQDUHQGLFLyQGHFXHQWDVGHFyPRYDHOFXPSOLPLHQ-
tura, estado socioeconómico, etc. Además, realizar un to del programa trazado por todos los integrantes del
diagnóstico de los principales problemas y necesidades área programática. Esto permite establecer cambios lo-
GHVDOXGHQFRQMXQWRYDOLpQGRVHSDUDHOORGHGDWRVHV- JUDGRV\FRPRUHVXOWDGRGHODHYDOXDFLyQGHWHUPLQDU
WDGtVWLFRVH[LVWHQWHVGHFRQRFLPLHQWRVRLQIRUPDFLRQHV SRUHMHPSORYDULDFLRQHVHQODPRUELOLGDGPRUWDOLGDG
JHQHUDOHVGHOVHUYLFLRGHVDOXG\GHODSDODEUDRHOSXQWR HQODXWLOL]DFLyQGHVHUYLFLRVRHQODSDUWLFLSDFLyQGHOD
15. Participación comunitaria 413
INTERROGANTES
NECESIDADES Y PROBLEMAS
Determinación de
¿Cuáles de las... ...hay que resolver primero?
objetivos y prioridades
¿Qué se puede hacer Diseño de estrategias
para resolver las... y acciones
¿Cómo puede contribuir
Asignación de
cada organización para que ...sean resueltos?
responsabilidades y tareas
las...
¿Qué recursos se Determinación de
...sean resueltos?
necesitan para que las... recursos necesarios
¿Se cumplieron los
...fuesen satisfechos? Control
compromisos para que las...
Evaluación, nuevo
Se resolvieron las...
análisis situacional
Tabla 15.4: Los problemas y necesidades como ejes de la planificación participante
comunidad; asimismo, permite entregar elementos para FRPXQLWDULD /D SODQL¿FDFLyQ SDUWLFLSDWLYD QHFHVL-
programar. ta alimentarse constantemente de las percepciones,
Durante todo el tiempo se debe mantener informa- sentimientos, juicios y apreciaciones que los grupos
GRVDORVLQWHJUDQWHVGHODFRPXQLGDGVREUHFyPRYDHO IRUPDOHVHLQIRUPDOHV\TXHORVVHUYLFLRVLQVWLWXFLR-
programa de acción del área programática y su relación QDOHVFDSWDQHQODSREODFLyQDOWLHPSRTXHGHYXHO-
con la salud, para lograr mayor responsabilidad y parti- YHSRUHOPLVPRFDQDOODLQIRUPDFLyQTXHVXUJHGH
cipación de todos sus integrantes. elaboraciones y acuerdos realizados en espacios de
(QWUHODVFDUDFWHUtVWLFDVGHSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWL- concertación o en el desarrollo mismo de las estra-
YDSXHGHQLQFOXLUVHODVVLJXLHQWHV tegias.
- Tiene como referencia permanente las posibilidades Este reciclaje continuo que socializa las decisiones,
reales de la gente para contribuir a la ejecución de D OD YH] TXH SHUPLWH UHPRGHODUODV FRQ OD FRPXQL-
un programa del cual es coautora. Esta referencia es cación permanente, es fundamental para la apropia-
LPSRUWDQWHSDUDHYLWDUTXHODSHUVSHFWLYDWHFQRFUiWL- ción consciente de los programas por la gente. Sin
FDVHGLYRUFLHGHODSHUVSHFWLYDGHODJHQWH(QHVWH comunicación bidireccional ininterrumpida, la pro-
sentido, cualquier programa concertado que resulte JUDPDFLyQ VXUJLGD HQ OD SODQL¿FDFLyQ VH FRQYLHUWH
del proceso debe ser claro, sencillo y práctico. en letra muerta.
6HFHQWUDHQQHFHVLGDGHV\SUREOHPDV\YXHOYHUHFX- $FWLYDODGLQiPLFDFRPXQLWDULD\IRUWDOHFHORVSUR-
rrentemente a ellos articulándolos en todo proceso FHVRV RUJDQL]DWLYRV \ GH SDUWLFLSDFLyQ VRFLDO (O
GHSODQL¿FDFLyQDWUDYpVGHLQWHUURJDQWHVFX\DVUHV- desarrollo de estos procesos está relacionado con la
puestas sugieren ciclos que rompen con la rigidez FRPSHWHQFLDTXHWHQJDQORVSURJUDPDVFRQYHQLGRV
VHFXHQFLDO /D 7DEOD LOXVWUD SDUFLDOPHQWH HVH SDUDUHPRYHUHOSHQVDPLHQWRSURYRFDUHQWXVLDVPR
proceso. \ HVWLPXODU OD FUHDWLYLGDG HQ WRGRV ORV DFWRUHV HQ-
7LHQHÀH[LELOLGDG/DSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSDWLYDQR YXHOWRV/RVSURFHVRVGHSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULD
puede desembocar en programas que pretendan en- QRVRQSDUHMRVQLFRQWLQXRV\VHDFWLYDQRGHVDFWLYDQ
casillar las dinámicas sociales entre aristas rígidas. HQIXQFLyQGHGLYHUVRVIDFWRUHVHQWUHORVFXDOHVHO
/D YLWDOLGDG FRWLGLDQD JHQHUD FRQWLQXDPHQWH VL- sentido o la pérdida de razón de ser del programa
tuaciones importantes para la gente, que obligan a para la población constituyen un elemento básico.
UHHGLWDUSHULyGLFDPHQWHHOSURJUDPDVDFUL¿FDQGRD 7LHQHHIHFWRFDSDFLWDGRU/DSODQL¿FDFLyQSDUWLFLSD-
YHFHV OR QHFHVDULR HQ EHQH¿FLR GH OR XUJHQWH VLQ WLYD FRQVWLWX\H XQ HMHUFLFLR GH FDSLWDFLyQ QR VROD-
perjuicio de perder la direccionalidad del proceso. mente de la población sino, además, de profesiona-
&RQVWLWX\H XQ YHKtFXOR GH FRPXQLFDFLyQ SHUPD- OHVWpFQLFRV\IXQFLRQDULRVHQYXHOWRVHQHOSURFHVR
QHQWH HQWUH ORV QLYHOHV GH FRQFHUWDFLyQ \ OD EDVH 5HFRPSRQHUXQFRQRFLPLHQWRQXHYR\DFRUGDUFR-
414 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
OHFWLYDPHQWHSDXWDVSDUDODDFFLyQLPSOLFDXQDSUHQ- QDUHQXQDFRPXQLGDG3RURWUDSDUWHFRQYLHQHIRUPDU
dizaje mutuo por cuanto: y orientar a los agentes intersectoriales sobre aspectos
JHQHUDOHVTXHSXHGDQLQWHUYHQLUHQODVDOXGGHODSREOD-
* considera como fuente de cognición a la cotidia- ción, teniendo en cuenta cuál podría ser la participación
neidad y a la lectura que de ello y del accionar de GHFDGDVHFWRUHVSHFt¿FRHQHOFRQWH[WRGHODVDOXGGH
los programas hacen todos los actores; y la población de esa comunidad. Por ejemplo, sería ne-
FRHODERUDUXQQXHYRVDEHUHQHOFRQWH[WRGHOD FHVDULRFRQYHQLUFRQORVUHSUHVHQWDQWHVGHOVHFWRUHGX-
SODQL¿FDFLyQ SDUWLFLSDWLYD VLJQL¿FD SRU GH¿QL- FDWLYRFXiOVHUtDHOSDSHOFRODERUDWLYR\QHFHVDULRTXH
ción, socializarlo. de acuerdo a los problemas prioritarios de esa área pro-
gramática hospitalaria, hará el educador en su medio.
(VWDEOHFH FRRUGLQDFLyQ \ FRQWURO FROHFWLYRV FRPR (O SHUVRQDO SHUWHQHFLHQWH DO VHUYLFLR GH VDOXG HV
garantía de cumplimiento de los compromisos adquiri- quien debe informarse mejor sobre qué hacer y cómo
GRV(VWRQRVLJQL¿FDSpUGLGDGHDXWRQRPtDGHORVGLV- KDFHUORSDUDFXLGDUFRQPiVH¿FLHQFLDODVDOXGGHODSR-
tintos grupos sociales o institucionales que interactúan blación a su cargo.
en las áreas programáticas hospitalarias. La cogestión Esto implica salirse del marco de tratar enfermeda-
de un programa concertado que supone el desarrollo de des o problemas y adentrarse más en las necesidades
DFFLRQHVYDULDGDVGHFRPSOHMLGDGGLIHUHQFLDGDV\GHDO- de salud. Ello requiere utilizar estrategias que permi-
FDQFHV GLYHUVRV OOHYDGDV D FDER SRU GLVWLQWRV DFWRUHV WDQGHPRFUDWL]DU\UHGLVWULEXLUHOVDEHUORTXHVLJQL¿-
reclama una administración descentralizada que en cada ca tener más personas informadas y, por tanto, ayuda
estamento gestiona y ejecuta sus procesos y responsabi- PiVHIHFWLYD&RQUHVSHFWRDODSDODEUDGHODJHQWH\OD
lidades concertadas, pero donde todos ellos participan UHYDORUL]DFLyQGHVXVGHFLVLRQHVVHGHMDUtDDWUiVORTXH
en el control de su cumplimiento y en la coordinación YLHQHVXFHGLHQGRHQUHODFLyQa la resistencia a la entre-
general del proceso como conjunto. ga del saber por parte de los profesionales y técnicos
de la salud.
En los centros hospitalarios de posgrado de for-
Desarrollo de los recursos humanos PDFLyQ GH SURIHVLRQDOHV WpFQLFRV \ DX[LOLDUHV GHEH
para la participación comunitaria HQVHxDUVH TXH HO FHQWUR GH DWHQFLyQ HQ ODV iUHDV SUR-
JUDPiWLFDVKRVSLWDODULDVHVHOLQGLYLGXRODIDPLOLD\OD
(Q OD FRQFHSFLyQ TXH VH KD YHQLGR WUDWDQGR ODV iUHDV comunidad, interactuando con los demás componentes
SURJUDPiWLFDV KRVSLWDODULDV HQFXHQWUDQ VX HVSDFLR YLU- LQWHUVHFWRULDOHV \ HO VHUYLFLR GH VDOXG HVWH SURFHVR GH
WXDOHQODFRPXQLGDG\VXUHSUHVHQWDFLyQDFWLYDHQHV- HQVHxDQ]DDSUHQGL]DMHGHEHORJUDUVHUHFXSHUDQGRHOHV-
pacios de concertación. Por tanto, todo el proceso de pacio comunitario como escenario de aprendizaje, para
formación y educación para la salud debe estar centra- HQULTXHFHUVH FRQ FRQFHSFLRQHV TXH OH GDQ YDORU D OD
do sobre todo en el medio comunitario y ser asequible, educación como proceso de participación comunitaria.
oportuno y de forma gradual, alimentándose de la pro- Debe insistirse, por otra parte, en que la población es
SLDH[SHULHQFLDGHODSREODFLyQGHVERUGDQGRHOPDUFR el recurso potencial más importante que tiene cualquier
GHVHUYLFLRGHVDOXGHLQWHUDFWXDQGRFRQpOSDUDSURSR- país para cuidar su salud y por tanto, debe dársele infor-
QHUVH\ORJUDUREMHWLYRVFDGDYH]PD\RUHV mación y conocimiento para que no ocurra el saber en
Es importante que el personal dedicado a la forma- unos y la ignorancia continua en otros. Además, debe
ción o educación para la salud, en los diferentes com- OOHYDUVHDODSREODFLyQODFRPSUHQVLyQGHODQHFHVLGDG
ponentes de las áreas programáticas hospitalarias, tenga en salud y la elección de medios destinados a satisfa-
en cuenta la idiosincrasia, cultura y tradiciones locales; cerla.
DGHPiVTXHLQFRUSRUHDOSURFHVRHGXFDWLYRSDUDDVtHQ- Es muy importante recalcar que, desde una primera
riquecer los métodos y hacer permeable la formación o etapa, en las áreas programáticas hospitalarias debe dar-
HGXFDFLyQ\FRQHOORORJUDUPD\RUH¿FDFLDH¿FLHQFLD\ VHLQIRUPDFLyQEUHYH\VHQFLOODDWRGRVORVQLYHOHVSDUD
participación comunitaria. que se facilite el ponerlos en condiciones de realizar los
El proceso de capacitación puede ser orientado de WLSRVGHDFWLYLGDGHVTXHUHVSRQGDQDODVQHFHVLGDGHVR
DOJXQDIRUPDHQVXIDVHLQLFLDOSRUHOVHUYLFLRGHVDOXG problemas prioritarios de la comunidad. Esa capacita-
DWUDYpVGHGLIHUHQWHVPHGLRVGHLQIRUPDFLyQRFDSDFL- ción se puede ampliar gradualmente en la medida en
tación disponibles y hacerse aplicable de forma colec- TXHVHUHTXLHUDDERUGDU\GHVHPSHxDUWDUHDVGHPD\RU
WLYDRLQGLYLGXDODORVPLHPEURVGHODFRPXQLGDGRD complejidad. La capacitación participante debe darse
los componentes sectoriales. También se puede inducir en el seno de la comunidad, barrio, cooperadoras, etc.,
desde los espacios de concertación que puedan funcio- SUHIHULEOHPHQWHHMHPSOL¿FiQGRODFRQFDVRVVREUHWRGR
15. Participación comunitaria 415
GHHQIHUPHGDGHV\RPXHUWHVPDOXVRGHVHUYLFLRVRQR (QSULPHUOXJDUFRQYLHQHVHxDODUTXHODSDUWLFLSD-
XWLOL]DFLyQGHORVPLVPRVTXHKXELHUDQSRGLGRHYLWDUVH FLyQ FRPXQLWDULD LQFOXVLYH FXDQGR VH OD FLUFXQVFULEH
FRQXQDSDUWLFLSDFLyQDFWLYDFRQVFLHQWH\H[LJHQWHGH a un aspecto particular como puede ser la salud, es un
parte de la comunidad. SURFHVRVRFLDOLQWULQFDGR\GLItFLOGHHYDOXDUFRQPHGL-
Además, la capacitación debe ser integral y estar en- FLRQHVFXDQWLWDWLYDVH[SUHVDGDVHQLQGLFDGRUHVQXPpUL-
focada en término de las prioridades de cada comunidad cos. Preguntas como quién participa, cómo, cuándo, en
HVSHFt¿FD 'HEH IDFLOLWDUVH OD LQWHUDFFLyQ HQ HO RUGHQ qué forma, en qué aspectos, en qué momentos, con qué
HGXFDWLYRFRQDJHQWHVGHVDOXGQDWXUDOHVROtGHUHVFR- intensidad, con qué intenciones, con qué continuidad,
munitarios ligados al hospital, interactuando con ellos FRQTXpQLYHOHVGHIRUPDOLGDGFRQFLHQFLD\UHSUHVHQWD-
GH PDQHUD TXH VH RLJD OD H[SHULHQFLD GH XQRV \ RWURV WLYLGDGDVtFRPRPXFKDVRWUDVVXJLHUHQPXOWLSOLFLGDG
\VHDYDQFHKDFLDODFRQYHUJHQFLDHQORVSXQWRVFRPX- GH UHVSXHVWDV GH SHVR HVSHFt¿FR GLIHUHQFLDOGH DOFDQ-
nes, lo que además de enriquecer el conocimiento de los FHV YDULDGRV \ GH VHQWLGRV GLYHUVRV /D PHWRGRORJtD
integrantes, permitirá su apoyo en la estrategia general H[SXHVWD DQWHULRUPHQWH HQ HVWH GRFXPHQWR UHÀHMD XQD
de mejoramiento del estado de salud de la comunidad. PDQHUD VHQFLOOD SHUR SUREDGD \ HIHFWLYD GH PHGLU HQ
6HUtD FRQYHQLHQWH WHQHU HQ FXHQWD OD FDSDFLWDFLyQ OD LQYHVWLJDFLyQ HVD SDUWLFLSDFLyQ FRPXQLWDULD (VWDV
consiguiente de algunos grupos y organizaciones fe- LQYHVWLJDFLRQHV GHEHQ UHDOL]DUVH VLHPSUH WDQWR FRPR
meninas de la comunidad, que puedan tratar problemas ODVGHPHGLFLyQGHVDWLVIDFWRUHVH[SXHVWDVHQRWURGRFX-
UHODWLYRVDODQXWULFLyQDODSXHULFXOWXUDODKLJLHQHGHO PHQWRMXQWRDODVTXHFRQGXFHQDGHWHUPLQDUDOSULQ-
PHGLR\ODSODQL¿FDFLyQIDPLOLDUSURFUHDFLyQUHVSRQVD- cipio de la gestión de un hospital descentralizado, las
EOH3RURWUDSDUWHJUXSRVFRPRSRUHMHPSORGHDQFLD- precondiciones para poner en marcha estrategias opera-
nos pueden entretenerse y encargarse de muchas tareas WLYDV(QHVWHQLYHOGHLQYHVWLJDFLyQKDEUtDTXHDQDOL]DU
que contribuyan a la salud de la comunidad y que, al ODHVWUXFWXUDGHSRGHUORFDOHPSH]DQGRSRULGHQWL¿FDU
PLVPRWLHPSRVHDQEHQH¿FLRVDVSDUDHOORVSRUTXHOHV
GDQ XQ REMHWLYR FRPXQLWDULR D OD YH] TXH PHMRUDQ VX x Grupos formales e informales en el área programá-
propia salud. tica hospitalaria, las redes que establecen entre sí,
(Q GH¿QLWLYD VH SXHGH GHFLU TXH OD HGXFDFLyQ las formas de dirigencia que asumen, sus intereses
FRQWLQXDGHWRGRVORVLQWHJUDQWHVGHOVLVWHPDFRPX- particulares y su capacidad para trascenderlos, ar-
QLGDG VHUYLFLRV GH VDOXG KRVSLWDODULRV \ HOHPHQWRV WLFXOiQGRVH D GLQiPLFDV SDUWLFLSDWLYDV DPSOLDV VX
LQWHUVHFWRULDOHVHVXQLQJUHGLHQWHLQGLVSHQVDEOHSDUD permanencia como grupos y sus procesos internos
asegurar la calidad y pertenencia de sus acciones y, de deliberación, toma de decisiones y control comu-
en particular, para aumentar su capacidad de respues- nitario.
ta a la dinámica política, social, económica, técnica x 2UJDQL]DFLRQHV SROtWLFDV \ UHOLJLRVDV ORFDOHV FtYL-
y epidemiológica. cas, culturales, gremiales, etc., que actúan en el área
programática hospitalaria, formas que utilizan para
LQWHUDFWXDUFRQODSREODFLyQLQWHUIDVH\QLYHOGHLQ-
La investigación en participación ÀXHQFLDTXHSRVHHQSURFHGLPLHQWRVSDUDHVWDEOHFHU
comunitaria espacios de diálogo y mecanismos para incorporar
representantes de la población como sujetos de de-
La participación comunitaria en las áreas programáti- cisión.
FDV KRVSLWDODULDV YD PiV DOOi GH OD SDUWLFLSDFLyQ GH OD x Instituciones del sector público, gubernamentales y
SREODFLyQHQODSUHVWDFLyQ\XWLOL]DFLyQGHORVVHUYLFLRV QRJXEHUQDPHQWDOHV\VHUYLFLRVTXHSUHVWDQHVSD-
KRVSLWDODULRVGHVDOXGDQLYHOORFDOSHURGHWRGDVPD- cios de discusión que generan entre sí y para relacio-
QHUDV OD FRQWHPSOD (V SRU HVR TXH OD UHYLVLyQ GH LQ- QDUVHFRQODSREODFLyQLQWHUIDVH
YHVWLJDFLRQHVUHDOL]DGDVVREUHODVIRUPDVFRPRLQWHUDF- x Dirigentes locales, intermediarios y funcionarios,
W~DQ\VHLQÀXHQFLDQORVSUHVWDWDULRVKRVSLWDODULRV\ORV VXV UHODFLRQHV GH DOLDQ]D R FRQÀLFWR \ ODV IRUPDV
GHPDQGDQWHVGHVHUYLFLRVGHVDOXGDQLYHOORFDOFREUD que utilizan para incidir sobre la población.
particular importancia.
Pero, siendo las áreas programáticas hospitalarias 2WUR QLYHO TXH VXVWHQWD OD LQYHVWLJDFLyQ HV HO SUR-
una concepción que considera multiplicidad de actores SLRKRVSLWDORODVLQVWLWXFLRQHVORFDOHVGHVDOXGSHM
JUXSDOHVFRPXQLWDULRV H LQVWLWXFLRQDOHV GH VDOXG \ GH &HQWURVGHVDOXG\RWURHOHVWXGLRGHORVHVSDFLRVGH
RWURV VHFWRUHV FRPR SURWDJRQLVWDV GH OD DWHQFLyQ D OD concertación y la participación comunitaria en la deli-
salud, el estudio de la participación comunitaria adquie- beración y la concertación de decisiones. En este último
re en ellos una condición más compleja. sentido sería importante determinar:
416 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
x Instituciones y organizaciones que participan en los WD GH XQ HQIRTXH SUHGRPLQDQWHPHQWH REVHUYDFLRQDO \
HVSDFLRVGHFRQFHUWDFLyQ\VXFDSDFLGDGGHH[SUHVDU GHVFULSWLYROXHJRVHFRQWLQ~DFRQXQFRQMXQWRGHLQWHU-
SXQWRVGHYLVWDFRPSDUWLGRVSRUVHJPHQWRVVLJQL¿- YHQFLRQHVLQWURGXFLGDVHQXQGLVHxRFXDVLH[SHULPHQWDO
FDWLYRVGHODSREODFLyQ TXH SHUPLWH PDQWHQHU FLHUWDV YDULDEOHV ¿MDV R FRQWUR-
x 5HSUHVHQWDWLYLGDG GH ORV GHOHJDGRV D ORV HVSDFLRV ladas y que facilite, por último, hacer comparaciones
de concertación y distancia que establecen de sus HQWUHODVLWXDFLyQREVHUYDGDDOFRPLHQ]R\ODVLWXDFLyQ
bases sociales UHVXOWDQWHDFRQWLQXDFLyQGHODLQWHUYHQFLyQ
x %LGLUHFFLRQDOLGDG GH OD FRPXQLFDFLyQ SURYLVLyQ /DPHWRGRORJtDGHODLQYHVWLJDFLyQTXHVHSURSRQH
recepción de la información y su procesamiento, FRQVLVWH HQ HIHFWXDU XQ FRQMXQWR GH REVHUYDFLRQHV HQ
IRUPDV GH REWHQHUOD \ GH GHYROYHU FRQRFLPLHQWR GLVWLQWRV FRQWH[WRV FRPR HVWXGLRV GH FDVR TXH OXHJR
elaborado a la gente SXHGDQ VHU REVHUYDGRV KRUL]RQWDOPHQWH DQWHV GXUDQWH
x Relación entre los aportes de los representantes a los \GHVSXpVGHODVLQWHUYHQFLRQHVRHVWUDWHJLDVGHDFFLyQ
espacios de concertación y deliberación y las deci- HVWXGLRVGHDQWHVGHVSXpV
VLRQHVWRPDGDVHQORV&RQVHMRVGH$GPLQLVWUDFLyQ En la selección de las áreas programáticas o áreas
+RVSLWDODULRVSRUHMHPSOR(VGHFLUHQTXpPHGLGD RSHUDWLYDVVHGHEHQWRPDUHQFXHQWDODVVLJXLHQWHVFRQ-
ORV SURJUDPDV\ DFWLYLGDGHVFRQFHUWDGDVUHÀHMDQR VLGHUDFLRQHVGHOFRQWH[WR
no las contribuciones de los diferentes actores parti-
cipantes del proceso. x Ámbito sociopolítico: sería deseable incorporar en
ORVHVWXGLRVGHFDVRDGLVWLQWRVFRQWH[WRVVRFLRSROt-
También se debería analizar la participación en rela- WLFRVTXHH[SUHVHQODGLYHUVLGDGFRPXQLWDULDpWQLFD
ción a la ejecución de las acciones acordadas, el control política y cultural de las diferentes jurisdicciones.
\ OD FRRUGLQDFLyQ WHQLHQGR HQ FXHQWD OD HVSHFL¿FLGDG x 1LYHOGHGHVDUUROORLQVWLWXFLRQDOHVLPSRUWDQWHLQ-
de cada una de estas funciones. Por último, interesaría FRUSRUDUHQODVREVHUYDFLRQHVGLIHUHQWHVVLWXDFLRQHV
reconocer los resultados y el impacto de las estrategias de desarrollo y complejidad institucional.
de participación comunitaria en diferentes dimensiones x 'LIHUHQFLDV JHRJUi¿FRVRFLDOHV iUHDV SURJUDPiWL-
y estructuras comunitarias. Se reconoce que este últi- cas hospitalarias, urbanas, suburbanas, rurales, etc.
PRQLYHOHVGLItFLOGHHYDOXDU\TXHH[LVWHQUHVWULFFLR- Suburbio, barrio, etc.
nes metodológicas muy importantes. Sin embargo, se
espera desarrollar un conjunto de indicadores, funda- (Q¿QTXHHVWDSDUWLFLSDFLyQFRPXQLWDULDQRVROR
PHQWDOPHQWHFXDOLWDWLYRVFRQEDVHHQHOPpWRGRHSLGH- UHÀHMD XQ GHUHFKR GHO XVXDULR de participar indivi-
PLROyJLFRDVHUFRQVWUXLGRVFRQSDUWLFLSDFLyQGHOQLYHO GXDO \ FROHFWLYDPHQWH HQ OD SODQL¿FDFLyQ \ DSOLFD-
LQVWLWXFLRQDO \ GH OD SREODFLyQ TXH SHUPLWDQ FDOL¿FDU ción de su atención de salud, como postuló hace ya
los resultados y el impacto de estos procesos. casi dos décadas la Declaración de Alma Ata, sino
7RGRVHVWRVQLYHOHVGHLQYHVWLJDFLyQGHEHQDERUGDU- que constituye un procedimiento indispensable para
VH GHVGH XQD SHUVSHFWLYD LQWHUGLVFLSOLQDULD \ PHGLDQWH TXHODVDOXGVHFRQYLHUWDHQXQSDWULPRQLRVRFLDOGH
DSUR[LPDFLRQHV VXFHVLYDV HQ XQD VHFXHQFLD TXH SDU- las poblaciones.
Causa, modelos causales complejos,
16
predicción y modelización
rado. Por ejemplo, si dos amigos salen a dar un paseo sino porque se produce en la intersección de dos secuen-
\ VH HQFXHQWUDQ VLQ XQ DFXHUGR SUHYLR VH GLFH TXH VH cias causales independientes, una que termina en la si-
han encontrado por azar. Si un jardinero –en su ejem- WXDFLyQGHOKRPEUHMXQWRDOHGL¿FLRHQXQLQVWDQWHGDGR
plo predilecto– se encuentra una moneda de oro cuando \RWUDTXHWHUPLQDFRQHOPRYLPLHQWRGHODWHMDHQHVH
FDYD HO VXHOR SDUD SODQWDU XQ URVDO SRU FDVR VH GLFH instante. Se dice que estas series causales son indepen-
que halló la moneda por azar o por accidente. Ahora dientes en el sentido de que los sucesos de una no deter-
bien, para llamarlo un suceso azaroso, el hecho debe te- minan los sucesos de la otra. Por consiguiente, se alega
ner características sorprendentes y dar la sensación de TXHHOGDxRGHOKRPEUHHVIRUWXLWRRDFFLGHQWDOSRUTXH
TXHVXDSDULFLyQLUUXPSHHQXQSODQGHDFFLyQGH¿QLGR por completo que pueda ser nuestro conocimiento de las
Pero, en este sentido, la palabra azarHVPX\YDJD\QR circunstancias que condujeron a la salida del hombre o
pueden establecerse límites claros para su aplicación. GH ODV FRQGLFLRQHV TXH SURYRFDURQ OD FDtGD GH OD WHMD
Pero, por otra parte, un suceso del que se dice que es un ningún cuerpo de conocimiento basta por sí mismo para
hecho de azar en este sentido no se supone no causado predecir el accidente –la intersección de ambas líneas
en absoluto o carente de condiciones que determinan su causales.
aparición –sólo no las conocemos–. Por ejemplo, el jar- /DQRFLyQTXHYDOHODSHQDUHVDOWDUHVODGHcadenas
dinero mencionado no dirá que el suceso es no azaroso causales independientes, que se basa en la imagen de
aun si se enterase de que la moneda que encontró fue GRVOtQHDVRFDGHQDVGLVWLQWDVTXHVHLQWHUVHFWDQHQXQ
enterrada por algún antepasado; pero seguramente le SXQWR FRP~Q /D VXFHVLyQ GH SXQWRV R HVODERQHV GH
negaría ese nombre si descubriera que aquella fue ente- cada línea en esta imagen mental se supone determinada
rrada de forma deliberada por un amigo, de modo que su por el carácter intrínseco de la línea, pero no por la na-
descubrimiento, en apariencia casual, formó parte de un turaleza de la otra línea, y el hecho de que las líneas ten-
SODQGH¿QLGRXQDEURPDSRUHMHPSORHQHVWHVHQWLGR gan un punto en común no está determinado por la na-
lo azaroso se contrapone a deliberado. turaleza de ninguna de las líneas tomada aisladamente.
Pero la suposición de que los hechos reales son aná-
La palabra azar se usa también cuando hay una ig- logos a los puntos de una línea, esto es, que son he-
norancia prácticamente completa acerca de las condi- chos independientes cuyas naturalezas se agotan en sus
ciones determinantes del suceso, o bien cuando se sabe posicionesHQDOJXQDVXFHVLyQOLQHDOHLGHDOHVSHFt¿FD
que estas condiciones pertenecen a alguna clase de tipos y que la aparición de un suceso en tal secuencia está
DOWHUQDWLYRV GH FRQGLFLRQHV SHUR QR VH VDEH FRQ SUH- determinada por la naturaleza de las partes precedentes
cisión cuáles. El tiempo atmosférico, por ejemplo, era \ D YHFHV LQPHGLDWD HV HQ HO PHMRU GH ORV FDVRV XQD
considerado por lo común como una cuestión de azar en PHWiIRUDLQWHUHVDQWHSHURYDJD\HQHOSHRUXQDIDQWDVtD
este sentido y aún constituye el caso típico de un hecho descabellada.
de azar el que una moneda simétricamente construida Esto es análogo, de alguna manera, a lo que ocurre
caiga cara o ceca. El punto esencial que es menester en el caso del análisis cluster, en el que se intenta esta-
destacar es que, cuando se dice que un tipo determinado EOHFHU SUR[LPLGDG HQWUH GRV HOHPHQWRV GH OD YLGD UHDO
de sucesos se debe al azar en el sentido que estamos no enmarcados por coordenadas cartesianas sino por he-
considerando, se da por supuesta alguna GH¿QLFLyQ de FKRV8QDPDQHUDGHWUDWDUHVWDVLPLOLWXGHVWUDGXFLUODHQ
suceso fortuito o casual. puntos en un espacio; cuanto más cercanos estén, pen-
En otro sentido ya hemos mencionado que se dice samos que tanto más se parecerán, y en muchos casos
comúnmente que un suceso es un hecho de azar si apa- así ocurre, sobre todo si estamos analizando una cualidad
rece en la intersección de dos series causales indepen- TXHVHSUHVWDDVHUH[SUHVDGDSRUXQDPDJQLWXGQXPpULFD
dientes. Supongamos, por ejemplo, que un hombre sale SHVRDOWXUDHGDGHWF3HURH[LVWHQPXFKDVYDULDEOHV
de su casa para ir a comprar cigarrillos, pero en la calle que no son adecuadamente representadas por números o
le cae en la cabeza una teja desprendida del techo de un SXQWRVSRUHMHPSORFDWHJRUtDVyUGHQHVHWF\DVtHQHO
HGL¿FLR\ORPDWD1 Se dice entonces que esta desgracia FDVRGHORVFRQJORPHUDGRVHVYiOLGRSODQWHDUVHVLVHUiQ
es un hecho de azar, no porque «no esté causado» –sólo sólo espaciales, sólo temporales, simultáneos en tiempo
TXH ¢FXiO HV OD FDXVD HIHFWLYD GH TXH FDLJD OD WHMD"± y espacio o en ninguno de ellos. ¿Cuáles son las fronte-
1
6LJXLHQGRHOVtPLOGHODWHMDUHFXpUGHVHD2UWHJDFXDQGRGLFH©«DOKRPEUHOHSDVDQPXFKDVFRVDVLQ¿QLWDVFRVDV\HVDVFRVDV
que le pasan le pasan en el sentido de una teja que cae sobre un transeúnte y lo desnuca. En este pasar, el hombre no tendría otro
SDSHOTXHHOGHXQIURQWyQVREUHHOFXDOFDHQORVIRUWXLWRVSHORWD]RVGHXQH[WUtQVHFRGHVWLQRª©(Q7RUQRD*DOLOHR(VTXHPD
GHODV&ULVLVª2UWHJD\*DVVHWLa Nación%XHQRV$LUHVHQWUHPD\R\QRYLHPEUHGH
420 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
6HUH¿HUHDXQSDUURTXLDQRTXHHQODEDUUDGHXQEDUVRVWLHQHTXHHVPX\VHQFLOORFRQWUDEDQGHDUHQODIURQWHUDGH$QGRUUD
VLQVHUDUUHVWDGRTXHpOPLVPRFRQRFHWUHVFDVRV$SDUWLUGHHVWHOLPLWDGtVLPRQ~PHURVHH[SRQHXQDOH\JHQHUDOTXHWHQGUi
PXFKtVLPDVH[FHSFLRQHVGHODVTXHHOSDUURTXLDQRHVLJQRUDQWH\DTXHDXQHQHOFDVRGHTXHHIHFWLYDPHQWHFRQR]FDWUHVFRQWUD-
EDQGLVWDVH[LWRVRVQRVDEHFXiQWRVFRQWUDEDQGHDURQ\IXHURQDUUHVWDGRVFXiQWRVQRFRQWUDEDQGHDURQ\IXHURQDUUHVWDGRVSRU
HUURU\FXiQWRVQLFRQWUDEDQGHDURQQLIXHURQDUUHVWDGRVFRQORTXHHVWULFWDPHQWHKDEODQGRHVLPSRVLEOHKDEODUGHULHVJRV(O
SDUURTXLDQRH[SUHVDXQDRSLQLyQHQGH¿QLWLYDQRDYDODGDSRUQLQJXQDHYLGHQFLDVHULD
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 421
un amplio rango de ejemplos de la conducta humana FRQ¿UPDGRUHV \ KDFtDQ VX WHRUtD WDQ ÀH[LEOH TXH
\ QR WDQ DPSOLR D OD OX] GH ORV HQVD\RV TXH YHPRV DEVROXWDPHQWH WRGR FRQWDED FRPR FRQ¿UPDFLyQ 0DU[
KR\ R GHO FDPELR KLVWyULFR VXSRQLHQGR DVt TXH HVWRV SRUVXSDUWHVtKL]RSUHGLFFLRQHVHVSHFt¿FDV±DFHUFDGH
hechos daban soporte a las teorías. Estas no podían en las crisis del capitalismo, por ejemplo– pero cuando los
DSDULHQFLD HTXLYRFDUVH SRUTXH HUDQ OR VX¿FLHQWHPHQWH acontecimientos profetizados no ocurrieron, los apóstoles
ÀH[LEOHVFRPRSDUDDFRPRGDU\KDFHUFRPSDWLEOHVFRQ PXFKDV YHFHV UHVSRQGLHURQ PRGL¿FDQGR DOJR OD WHRUtD
ellas cualquier ejemplo de conducta humana o de cambio GHPRGRTXHVLJXLHVHH[SOLFDQGRORTXHSXGLHUDRFXUULU
histórico, siendo así ampliamente aceptadas como (Q YHUGDG GHFtD 3RSSHU HVWDV WHRUtDV QR HUDQ FD-
legítimas ramas de la ciencia natural, y atraían un gran SDFHVGHH[SOLFDUQDGDSRUTXHQRHUDQFDSDFHVGHH[-
cortejo de seguidores, en especial entre los intelectuales, cluir nada, a pesar de que parecían teorías poderosas,
SRUTXHSDUHFtDQWHQHUXQHQRUPHSRGHUGHH[SOLFDFLyQ FRQ¿UPDGDV por gran cantidad de hechos. En el terre-
/D DFHSWDFLyQ GHO PDU[LVPR R GHO SVLFRDQiOLVLV WHQtD no psicológico se caricaturizaba la situación con el si-
FRPR REVHUYy 3RSSHU ©HO HIHFWR GH XQD FRQYHUVLyQ guiente ejemplo: un principio fundamental en la teoría
UHOLJLRVD R UHYHODFLyQ LQWHOHFWXDO TXH DEUtD ORV RMRV D psicológica de Adler es que todos tenemos un profundo
XQD QXHYD YHUGDG RFXOWD D ORV QR WRGDYtD LQLFLDGRVª sentimiento de inferioridad y que buena parte del desa-
Popper se dio cuenta de que una teoría que parece rrollo está relacionado a tramitarlo. Imagínese que un
H[SOLFDUORWRGRHQUHDOLGDGQRH[SOLFDQDGD6LXQGLDULR KRPEUHSDUDGRDODYHUDGHXQUtRYHDXQFKLFRDKR-
por ejemplo, anunciaba que los salarios disminuían era, JiQGRVHVXGHFLVLyQSXHGHVHUWLUDUVHDVDOYDUORRQR
VHJ~Q ORV PDU[LVWDV SRUTXH ORV FDSLWDOLVWDV H[SORWDEDQ tirarse. Si se tira, un adleriano supondrá que debe hacer-
D ORV REUHURV FRPR 0DU[ SUHGHFtD TXH KDUtDQ SRU QR lo para superar su sentimiento de inferioridad. Si no se
KDEODUGHOLQWHUpVGHOGLDULRTXHGHULYDEDGHXQDFXHVWLyQ WLUDVXSRQGUiTXHQRSXGRYHQFHUHVHVHQWLPLHQWR/D
de clase o, desde ya, lo que el diario no decía, que era más WHRUtDSHUPDQHFHLQFyOXPH\QLQJ~QKHFKRREVHUYDEOH
VLJQL¿FDWLYRTXHORTXHVtGHFtDVLHQFDPELRORVVXHOGRV GHODUHDOLGDGSXHGHFRQWUDGHFLUODHQYHUGDGHVWiIRU-
subían, esta era una estratagema capitalista para tratar de mulada para ser inaccesible, está formulada en términos
VDOYDU XQ VLVWHPD GHFDGHQWH TXH HUD WDPELpQ OR TXH HO dogmáticos –pase lo que pase, esto será siempre así. En
PDU[LVPRSUHGHFtD8QSVLFRDQDOLVWDSRGtDH[SOLFDUHQ cambio, la hipótesis kepleriana «los planetas giran en
HVWHFRQWH[WRSRUTXpXQKRPEUHKDEtDDVHVLQDGR\FRQ yUELWDV HOtSWLFDV DOUHGHGRU GHO VROª HV FLHQWt¿FD MXVWD-
OD PLVPD IDFLOLGDG \ HQ HO PLVPR FRQWH[WR DOWHUDQGR PHQWHSRUTXHHVWiH[FOX\HQGRODSRVLELOLGDGGHTXHJL-
VyOR ODV ÀHFKDV GH VHQWLGR SRU TXp HO PLVPR KRPEUH ren en órbitas circulares o de que no giren en absoluto,
VDFUL¿FDUtDVXSURSLDYLGDSDUDVDOYDUODGHRWUR7HRUtDV hechos que de darse en la realidad derribarían la teoría
FRQYHUGDGHUDFDSDFLGDGH[SOLFDWLYDGHFtD3RSSHUKDFHQ SUHYLD%XQJH(VWDWHRUtDHVFODUDPHQWHIDOVDEOH
predicciones arriesgadas TXH H[FOX\HQ OD PD\RU SDUWH LQYLWDDTXHVHVXSRQJDTXHQRHVFLHUWD\KDVWDLPDJL-
GH ORV SRVLEOHV UHVXOWDGRV (O p[LWR HQ OD SUHGLFFLyQ HV QDFRQGLFLRQHVTXHSRGUtDQYLRODUODSHURVHUHVLVWHFRQ
LPSDFWDQWHVyORKDVWDGRQGHHOIUDFDVRVHDXQDYHUGDGHUD obstinación a ser falsada.
posibilidad. En este sentido Popper quedó impresionado
SRU HO FRQWUDVWH HQWUH OD PHWRGRORJtD GH 0DU[ R )UHXG Más allá de la falsación: el «Complejo
SRUXQDSDUWH\GH(LQVWHLQSRUODRWUD(LQVWHLQH[SXVR Teórico» y la tesis de Duhem-Quinn
FDVLWHPHUDULDPHQWHVX7HRUtD*HQHUDOGHOD5HODWLYLGDG
a la falsación, prediciendo el resultado de un osado A pesar de todo y si bien las generalizaciones que dan
H[SHULPHQWR 6L HO UHVXOWDGR KXELHVH VLGR GLIHUHQWH GHO RULJHQDODVOH\HVFLHQWt¿FDVQRSXHGHQGHGXFLUVHGHXQ
predicho, la teoría habría quedado desacreditada. Como FRQMXQWR¿QLWRGHKHFKRVREVHUYDEOHVHQWDQWRTXHOD
contraparte, los freudianos buscaban sólo ejemplos falsación de una ley puede sí deducirse lógicamente a
6XPpWRGRKDVLGRELHQVLQWHWL]DGRSRUHO¿OyVRIR.DUO-DVSHUV(OHVWLORGHORVHVFULWRVGH0DU[QRHVHOGHXQLQYHVWLJDGRU«
no cita ejemplos ni presenta hechos que contradigan su propia teoría, sino sólo aquellos que indiscutiblemente dan fundamento
RFRQ¿UPDQORTXHpOFRQVLGHUDODYHUGDG~OWLPD(OHQIRTXHHVHQVXWRWDOLGDGHOGHXQDMXVWL¿FDFLyQQRGHXQDLQYHVWLJDFLyQ
SHURHVODMXVWL¿FDFLyQGHDOJRSUHVHQWDGRFRPRODYHUGDGLQGLVFXWLEOH&RQODFRQYLFFLyQQR\DGHXQFLHQWt¿FRVLQRGHXQ
FUH\HQWH.DUO-DVSHUV©0DU[XQG)UHXGª'HU0RQDW;;9,2WDPELpQHQSDODEUDVGH3DXO-RKQVRQQ(OSUREOHPD
WDOFRPRVHOHSUHVHQWDEDD0DU[HUDHOGHHQFRQWUDUODFODVHGHKHFKRVDGHFXDGRVORVKHFKRV©TXHHQFDMDEDQª(QHVWHVHQWLGR
HQWRQFHVORV©KHFKRVªQRWLHQHQXQDLPSRUWDQFLDFHQWUDOHQODREUDGH0DU[VLQRTXHRFXSDQXQOXJDUVHFXQGDULRUHIXHU]DQ
FRQFOXVLRQHVSUHYLDVDODVTXHOOHJyLQGHSHQGLHQWHPHQWHGHHOORV-RKQVRQ3Intelectuales%XHQRV$LUHV-DYLHU9HUJDUDHGLWRU
422 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
partir de un cierto y único hecho contra el que colap- WHVLV GH 'XKHP KDFH VX DSDULFLyQ HQ HO FRQWH[WR GH OD
sa, el propio falsacionismo tiene sus limitaciones, y son FUtWLFDDOPpWRGRLQGXFWLYRRORTXHpOOODPDHOPpWRGR
PX\VLJQL¿FDWLYDV newtoniano TXH UHFKD]D ODV KLSyWHVLV SODQWHDGDV SDUD
cuerpos imperceptibles o movimientos ocultos y admite
6LSRUHMHPSORVHGDODYHUGDGGHXQFLHUWRHQXQ- leyes generales producidas por la inducción a partir de
FLDGRREVHUYDEOH(O), entonces se puede falsar la teoría OD REVHUYDFLyQ 'XKHP GLFH TXH HVWH PpWRGR HV LQPD-
7 si esta dice que (O) no puede ocurrir. Pero, y ya QHMDEOHD¿UPDQGRTXHXQDFLHQFLDSXHGHVHJXLUVyORHO
que los propios falsacionistas aducen que los enuncia- método newtoniano cuando sus objetos de conocimiento
GRVREVHUYDFLRQDOHVVRQHQVtIDOLEOHV\GHSHQGLHQWHVGH son entes del sentido común: «cuando la ciencia ya no ob-
la teoría, de una tal colisión entre (O) y 7 no se sigue VHUYDKHFKRVGLUHFWDPHQWHsino sus sustitutos dados por
necesariamente que 7sea falsa; puede ser (O) falsa, ORVLQVWUXPHQWRVRPDJQLWXGHVTXHVyORGH¿QHODWHRUtD
RDOPHQRVLQFRPSOHWDRLQVX¿FLHQWHHVWRHVRELHQ(O) matemática, la inducción ya no se puede practicar del
o bien 7 son falsas, pero la lógica sola no puede decir PRGRTXHH[LJLUtDHOPpWRGRQHZWRQLDQRª
FXiO$GHPiVHQODUHDOLGDGODVWHRUtDVFLHQWt¿FDVVRQ
muy complejas y nunca constan de un solo enunciado $YHFHVORTXHIDOODHVHOSURSLRHVWDGRWpFQLFRGH
como el clásico ejemplo docente «todos los cisnes son ORVLQVWUXPHQWRVGHREVHUYDFLyQ±PLFURVRWHOHVFRSLRV
blancos». En casi todos los casos hay que aumentar la poco potentes, por ejemplo, o instrumentos de medi-
teoría con los llamados supuestos auxiliares, por ejem- ción burdos o poco precisos– o los conceptuales. En un
plo, las leyes y teorías que rigen el uso de cualquiera HMHPSORFOiVLFRODyUELWDGHOSODQHWD8UDQRSDUHFtDHQ
GHORVLQVWUXPHQWRVXWLOL]DGRVHQHOH[SHULPHQWRHVWR principio refutar la teoría de Newton, pero en este caso
HV HO HVWDGR WHFQROyJLFR LPSHUDQWH QL PiV QL PHQRV resultó que no fallaba la teoría sino la descripción de
RELHQGHWHUPLQDUODVFRQGLFLRQHVLQLFLDOHVGHOH[SHUL- las condiciones iniciales que no incluía ni tomaba en
PHQWR FRPR XQD GHVFULSFLyQ GHO PDUFR H[SHULPHQWDO consideración al planeta Neptuno, que no había sido
/DOyJLFDQRSHUPLWHLGHQWL¿FDUTXpSUHPLVDIDOODSXH- aún descubierto. Asimismo, se describe el argumento
de ser que falle la teoría sometida a prueba pero también del astrónomo danés Tycho Brahe, que decía haber re-
SXHGHIDOODUHOVXSXHVWRDX[LOLDURODGHVFULSFLyQH[DFWD futado la teoría copernicana, ya que si la Tierra girase
de las condiciones iniciales YpDVHPiVDGHODQWHHQHVWH DOUHGHGRUGHO6ROODGLUHFFLyQGHXQDHVWUHOOD¿MDYLVWD
capítulo sensibilidad a condiciones iniciales y teoría GHVGHHVWDGHEHUtDYDULDUDORODUJRGHODxR\pOQRKD-
del caos). EtDREVHUYDGRWDOYDULDFLyQFRQLQVWUXPHQWRVTXHHUDQ
(QYHUGDG\\HQGRDOH[WUHPRVHGLUtDTXHFDVLQR ORVPiVH[DFWRV\UH¿QDGRVGHVXpSRFDUHFXpUGHVHTXH
SXHGHIDOVDUVHQLQJXQDWHRUtD\DTXHUDUDYH]SXHGHH[- HUD DVWUyQRPR \ PDWHPiWLFR LPSHULDO GHO 5H\ )HGHUL-
cluirse de plano la posibilidad de que la responsable de FR ,, GH 'LQDPDUFD TXLHQ OH UHJDOy OD LVOD GH +YHHQ
una predicción errónea sea alguna parte de la compleja GRQGH%UDKHFRQWUX\yHQ8UDQLERUJGRWDGRGHXQ
situación de comprobación y no la teoría sometida a prue- REVHUYDWRULR\HTXLSDGRFRQWRGRWLSRGHLQVWUXPHQWRV
EDRODLGHDQXFOHDURSULPDULDKHFKRTXHVXHOHFLWDUVH algunos de colosales proporciones, aunque más tarde lo
FRPRWHVLVGH'XKHP4XLQQ'XKHP4XLQQ perdió al morir su mecenas, y debió trasladarse a Praga,
(VWDWDPELpQVHFRQRFHFRPRKROLVPRFRQ¿UPDFLRQDO\ donde fue protegido de Rodolfo II. Acá conoce al genial
es una especie de nihilismo epistemológico que establece .HSOHUTXHIXHVXGLVFtSXOR
que es imposible poner a prueba de forma aislada una
KLSyWHVLVFLHQWt¿FDSRUTXHXQH[SHULPHQWRHPStULFRUH- Ahora sabemos que no era la teoría la responsable
TXLHUHDVXPLUFRPRFLHUWDVXQDRPiVKLSyWHVLVDX[LOLDUHV de la predicción fallida sino la LQVX¿FLHQFLDGHORVLQV-
WDPELpQOODPDGDVDVXQFLRQHVDQWHFHGHQWHV±background trumentos de observación GH %UDKH GH VXV VXSXHVWRV
assumptions<\DTXHODVFRQVHFXHQFLDVGHODKLSyWHVLV DX[LOLDUHV 8Q HMHPSOR ~OWLPR GH OD LQVX¿FLHQFLD GH
WtSLFDPHQWH\DFHQHQODVKLSyWHVLVDX[LOLDUHVGHODVFXDOHV VXSXHVWRV DX[LOLDUHV FRQFHSWXDOHV HQ HVWH FDVR HV OD
GHULYDQSUHGLFFLRQHVHVWRLPSLGHTXHXQDWHRUtDGHYHQ- UHIXWDFLyQGHODWHRUtDGHTXHOD7LHUUDJLUDDJUDQYHOR-
JDHQFRQFOXVLYDPHQWHIDOVDEOHDWUDYpVGHVLJQL¿FDGRV cidad ya que si fuese así, se decía, ¿por qué los cuerpos
HPStULFRVVLODVKLSyWHVLVDX[LOLDUHVQRVRQSUREDGDV\D QRVDOHQGHVSHGLGRVGHVXVXSHU¿FLHKDFLDHOHVSDFLR"R
TXHODVKLSyWHVLVDX[LOLDUHVDYHFHVLQFOX\HQXQDRPiV ¢SRUTXpOD7LHUUDQRGHMDDWUiVDOD/XQD"/DIDOWDGH
WHRUtDVFLHQWt¿FDV/DIRUPXODFLyQGH'XKHPGHVXWHVLV UHVSXHVWDOyJLFDRFLHQWt¿FDDHVWDSUHJXQWDrefutaba la
de no-falsafabilidad es que «si el fenómeno predicho no WHRUtD0XFKRPiVWDUGH1HZWRQUHOOHQyHVWHYDFtRFRQ-
VH SURGXFH QR VROR HV OD SURSXHVWD TXH VH LQYHVWLJD OD FHSWXDOFDOFXODQGRTXHODIXHU]DGHJUDYHGDGHQODVX-
que se pone en duda, sino también el andamiaje teórico SHU¿FLHWHUUHVWUHHVFLHQWRVGHYHFHVPD\RUTXHODIXHU]D
HQWHUR XVDGR SRU HO ItVLFRª /D necesaria para arrojar los cuerpos hacia fuera con lo que
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 423
HVWHKHFKRHVItVLFDPHQWHLPSRVLEOHLJXDOTXHGLJDPRV \ QR FRQ¿UPDUODV VREUH TXp EDVHV VH GLVHxDUtDQ SUR-
GHSDVRODJUDYHGDGHQODVXSHU¿FLHWHUUHVWUHHVmiles de gramas, se elaborarían normas, se difundirían mensajes
veces más fuerte TXHODIXHU]DFHQWUtIXJDH[WHUQDQHFH- sanitarios. Imagínese diciéndole a un alumno de medi-
saria para que la Luna continuase recorriendo su órbita, FLQDRFLUXJtDHQUHODFLyQDOODYDGRGHPDQRVTXH©ODV
GHPRGRTXHODJUDYLWDFLyQXQLYHUVDOTXHKDFHTXHORV conclusiones a las que arribó Semmelweiss carecen de
FXHUSRVFDLJDQHQOD7LHUUD\VHPDQL¿HVWDFRORTXLDO\ YDORUGH¿QLWLYR\ODSUiFWLFDGHO~OWLPRVLJOR\PHGLR
prácticamente en la noción de peso terrestre, mantiene HVFRPRPXFKRHSLVWHPROyJLFDPHQWHHVSHFXODWLYDSHUR
a la Luna en su órbita, igual que a los otros satélites y a LQYiOLGD\DTXHVLHPSUHSXHGHHVWDUDFWXDQGRXQDFDXVD
los propios planetas alrededor del Sol, y causa las ma- D~QLJQRUDGDǻ
UHDVHVWHDYDQFHFRQFHSWXDOGHOTXHFDUHFtD*DOLOHR
entre otros, indica que no es la teoría la que falla sino el (OGHWHUPLQLVPRVRVWLHQHTXHQRH[LVWHQKHFKRVDLVOD-
supuesto auxiliarHOFRUSXVGHFRQRFLPLHQWRGHpSRFD GRVHQODUHDOLGDGFRQFUHWDSXHVODVFRVDVHVWiQREMHWLYD-
HQHVWHFDVR PHQWHLQWHUFRQHFWDGDVSHURDXQFXDQGRHVWDYLQFXODFLyQ
VHSURGX]FDFRQSUHFLVLyQ\UHJXODULGDGHVWRQRVLJQL¿FD
<DTXHHQGH¿QLWLYDDQWHXQHUURUQRSRGHPRVWDPSR- TXH FXDQWR KD\ HQ HO PXQGR HVWp YLQFXODGR FRQ WRGR OR
co estar seguros de qué parte del complejo teórico –más GHPiV\HQWRGRVORVDVSHFWRVQLD¿UPDWDPSRFRHOGHWHU-
que de una teoría– puede ser responsable de una aparente PLQLVPRFDXVDOGHTXHWRGRHVWiFDXVDOPHQWHYLQFXODGRD
IDOVDFLyQHOK~QJDUR,PUH/DNDWRVTXHWUDEDMyODPD\RU todo lo demás YpDVHHVSHFLDOPHQWH%XQJH.4
SDUWHGHVXYLGDHQ,QJODWHUUDVXJLULyTXHQRWRGDVODV En términos epidemiológicos, las pruebas comien-
SDUWHVGHXQDFLHQFLDYDQDODSDU\TXHDOJXQRVSULQFLSLRV zan con la formulación de una hipótesis de no ocurren-
R OH\HV VRQ PiV EiVLFRV TXH RWURV YLHQGR D OD FLHQFLD FLD KLSyWHVLV QXOD R + 6L VyOR H[LVWH XQD SHTXHxD
como el desarrollo programático de las implicaciones SUREDELOLGDGGHREWHQHUORVUHVXOWDGRVTXHVHREVHUYD-
que tienen los principios fundamentales e introduciendo URQVLOD+IXHVHYHUGDGHUDHQWRQFHVHVWDSXHGHUHFKD-
la idea de los programas de investigación. Así, Lakatos zarse, quedando por eliminación o por descarte su única
llama a los principios fundamentales el núcleo central DOWHUQDWLYD OD GH XQD DVRFLDFLyQ QR D]DURVD KLSyWHVLV
GHXQSURJUDPDGHLQYHVWLJDFLyQHQIRUPDGHKLSyWHVLV DOWHUQDWLYD R +$ LGHDOPHQWH FDXVDO /D PD\RUtD GH
muy generales que son la base a partir de la que se de- ORVHVWXGLRVFRQVLGHUDVX¿FLHQWHSDUDUHFKD]DUOD+XQ
sarrolla el programa. Por ejemplo, el núcleo central de QLYHOGHRPHQRU/DYDOLGH]GHODVSURSRVLFLRQHV
ODItVLFDQHZWRQLDQDVRQODVOH\HVGHOPRYLPLHQWR\GH FDXVDOHVVHFRQVWUX\HDWUDYpVGHXQSURFHVRFRPSOHMR
ODJUDYLWDFLyQXQLYHUVDO(VWRVIXQGDPHQWRVGHOSURJUD- EDVDGRHQODKHXUtVWLFDTXHHVVLPSOL¿FDGRDSHODQGRD
ma han de ser ampliados con una serie de suposiciones XQQ~PHUR¿QLWRGHSURSRVLFLRQHVFDXVDOHVFULWHULRVGH
RFRQVWUXFFLRQHVVXSOHPHQWDULDVFRQHO¿QGH©UHOOHQDU- FDXVDOLGDGRDVRFLDFLRQHVWLSRH[SRVLFLyQHQIHUPHGDG
los de sustancia» de modo que puedan hacer prediccio-
QHVGH¿QLGDV\FRQFUHWDVHVGHFLUQRVyORODVKLSyWHVLV
H[SOtFLWDV \ OH\HV TXH FRPSOHWDQ HO Q~FOHR FHQWUDO VLQR Postulados de Henle-Koch y
además supuestos subyacentes a las condiciones iniciales criterios de Hill: la causa demarcada
TXHHVSHFL¿FDQVLWXDFLRQHVSDUWLFXODUHV\WDPELpQWHRUtDV
SUHVXSXHVWDVHQORVHQXQFLDGRVREVHUYDFLRQDOHV\DVLPLV- /RVSRVWXODGRVGH+HQOH.RFKSRUHMHPSORTXH
PRHQORVUHVXOWDGRVH[SHULPHQWDOHV implicaban a las bacterias como causa de enfermedad
sostenían que:
Detrás de todo lo que hemos dicho, sin embargo, al-
JXQRVFRQVLGHUDQLQQHFHVDULDODUHÀH[LyQ¿ORVy¿FDVR- (OSDUiVLWRWDOHOWpUPLQRRULJLQDOGHEtDHVWDUSUH-
EUHDVSHFWRVJQRVHROyJLFRVSURSLRVGHORVLQYHVWLJDGR- sente en todas las personas que tenían la enferme-
res ya que es imposible librarse del imperativo práctico dad.
de adoptar decisiones y ya que siempre los mensajes y (OSDUiVLWRQRRFXUUHQXQFDHQSHUVRQDVVDQDV
las regulaciones son como versiones políticas de cues- (OSDUiVLWRSXHGHVHUDLVODGRFXOWLYDGR\FDSD]GH
WLRQHV WpFQLFDV. Si solo fuera posible refutar hipótesis pasar la enfermedad a otros.
4
Si bien, según PASCAL: «Siendo todas las cosas causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y estando
WRGDVXQLGDVSRUXQOD]RQDWXUDOHLQVHQVLEOHTXHYLQFXODODVPiVDOHMDGDV\ODVPiVGLYHUVDVVRVWHQJRTXHHVLPSRVLEOHFRQRFHU
las partes sin conocer el todo, así como conocer el todo sin conocer las partes». Pascal, Blaise. 2HXYUHV&RPSOqWHV. Jean Mesnard,
ed. Paris: Desclée-Brouwer, 1964.
424 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
nica de César y, bajo una cierta fachada de patriota, que que la historia siempre se repite. Si los sucesos de índo-
SDUHFtDPHQRVXQDYLUWXGTXHXQDHVSHFLHGHWDUDSRUVX OH KLVWyULFD IXHVHQ DEVROXWD \ HVHQFLDOPHQWH GLYHUVRV
LQWHQVLGDGOOHYDDFDERXQparricidio más que un regici- entonces nada sería inteligible y todo el relato histórico
GLRRPDJQLFLGLR/DVLWXDFLyQSXHGHFRPSOHML]DUVHPiV SDUHFHUtDXQDQRYHODLQFRPSUHQVLEOHGHEHKDEHUSXHV
D~QVLFRQVLGHUDPRVORH[WUDxRGHODIDFLOLGDGFRQTXHORV una matriz, un común denominador que los inserte en
conjurados pueden asesinar a César, cuyo poder parece XQPDUFRGHLQWHOLJLELOLGDGHVWRHVVLQGXGDOD5HYR-
estar lejos de ser pragmáticamente absoluto. ¿Dónde está OXFLyQIUDQFHVDWLHQHSXQWRVHQFRP~QFRQODUXVDSRU
VXDSDUDWRGHVHJXULGDGGyQGHVXVJXDUGLDV"(QXQQLYHO PiVTXHODSULPHUDHVWDOOySUHFLVDPHQWHHQ)UDQFLD\QR
incluso puede sospecharse que este César coquetea con la en Inglaterra, por ejemplo, bajo condiciones análogas
LGHDGHOPDUWLULR«ORTXHDSRUWDXQDcausa endógena tan YpDVH5XGp.
LQGHWHUPLQDEOHFRPRSRWHQFLDOPHQWHGHFLVLYD%ORRP+ < ¢FXiOHV VHUtDQ ODV OH\HV KLVWyULFDV" &DVL RIHQVL-
La Invención de lo Humano(QGH¿QLWLYDODcausa YDPHQWH VyOR FRQRFHPRV XQDV SRFDV universales, en
de la muerte de César se hunde en la oscuridad y adquiere el sentido de pautas comunes a todos los períodos y a
una conformación SROLpGULFDPXOWLIDFpWLFDPXOWLFDXVDOR todos los tipos de organización social, y en el formato
multifactorial, pudiendo cada cual iluminar aspectos o fa- de leyes estadísticas, tanto en el sentido de que implican
cetas –siguiendo con el símil del poliedro en mente– cau- agrupaciones numerosas de hombres, como en el de que
VDOHV VLQ WHQHU OD SLQWXUD FRPSOHWD \D TXH HQ GH¿QLWLYD no rigen para todos y cada uno de los casos singulares
sobre Bruto pudo operar una causa impulsora, pero, ¿fue la sino en cierto porcentaje de casos.6 En segundo lugar,
PLVPDHQ&DVLRHQ7UHERQLRHQ6HUYLR6XOSLFLR*DOED" FDGDWLSRGHRUJDQL]DFLyQVRFLDOH[LVWH\VHGHVHQYXHO-
Hubo una red de acontecimientos y aún segmentos causa- YH GH DFXHUGR FRQ VXV SURSLDV \ SHFXOLDUHV OH\HV /DV
OHVTXHXQtDQYDULRVDFRQWHFLPLHQWRV±ODVFDUDVGHOSROLH- leyes históricas no basculan, oscilan olímpicamente o
GUR±GHGLYHUVDQDWXUDOH]D\WRGRVWHUPLQDEDQHQ&pVDU como un panóptico, encima de los hombres, sino más
PXHUWR±HOFHQWURRSLYRWHGHOSROLHGUR bien representan la manera en que esos hombres se las
La historia no puede entenderse sólo como una ca- han arreglado a lo largo del tiempo. Con todo, algunas
GHQDGHHIHFWRVHQXQDPDOODGHUHODFLRQHV\HQGH¿QLWL- OH\HV VRFLDOHV VH PDQWLHQHQ FRQ VX¿FLHQWH FRQVWDQFLD
YDFRPRGLFHHOSRHWD©«ODPiTXLQDGHOPXQGRHVKDU- DWUDYpVGHODKLVWRULDFRPRSDUDSHQVDUHQXQDVXHUWH
to compleja para la simplicidad de los hombres». Difí- de invariantes culturales, o pautas constantes de com-
cilmente pudiera sostenerse que los sucesos históricos portamiento social –al menos para ciertas culturas, en
no son únicos pero, ¿no es este un rasgo común a todos ciertos períodos de tiempo, bajo ciertas condiciones
ORV REMHWRV DXQ ORV PDWHULDOHV" WRGR REMHWR VLVWHPD GHWHUPLQDGDV± \ HV HQ GH¿QLWLYD OR TXH SHUPLWH SRU
VXFHVR R SURFHVR HV KDVWD FLHUWR SXQWR XQ unicum, al ejemplo a los antropólogos, hablar del hombre, y a los
PHQRVHQFLHUWRDVSHFWR%XQJH\DVtVRORSXHGH historiadores de la historia humana.
GDUVHDQLYHORQWROyJLFRXQDVXHUWHGHLGHQWLGDGSDUFLDO $~QHQHOWHUUHQRVLPEyOLFR6LU*HRUJH)UD]HUHQVX
Recordemos el dicho de Lewis y Lewontin: las cosas obra monumental La Rama DoradaVHUH¿HUHDORVSUL-
son similares, eso hace posible la ciencia; las cosas son PLWLYRVPLWRVGHORVGLRVHVGHOERVTXHHQHVWRVWpUPLQRV
diferentes, eso hace necesaria la ciencia. Aun aceptan- ©«VLPRVWUDPRVTXHHQRWURVOXJDUHVH[LVWLyXQDFRV-
do que los hechos históricos son sideralmente más ricos tumbre bárbara semejante a la del sacerdocio de Nemi,
que los materiales y esto los hace susceptibles de un VLDYHULJXDPRVORVPRWLYRVTXHLQGXMHURQDVXHVWDEOH-
JUDGRPiVHOHYDGRGHHVSHFL¿FLGDGQRTXLHUHGHFLUTXH FLPLHQWR VL SUREDPRV TXH HVWRV PRWLYRV han obrado
RFXUUDQ VyOR XQD YH] HQ WRGRV VXV DVSHFWRV TXH VHDQ extensa, quizá universalmente, en la sociedad humana,
H[DFWD\DEVROXWDPHQWHLUUHSHWLEOHV6RVWHQHUWDOLUUHSH- produciendo, según las diversas circunstancias, una va-
tibilidad histórica es igualmente absurdo que sostener ULHGDG GH LQVWLWXFLRQHV GH GLVWLQWD HVSHFLH SHUR JHQpUL-
%RUJHV-/,QIHUQR,2EUDV&RPSOHWDV%XHQRV$LUHV(PHFp
6
(QGH¿QLWLYDUHFXpUGHVHTXHODVOH\HVHVWDGtVWLFDVHQWDQWRVHUH¿HUHQDDJUXSDFLRQHVQXPHURVDVGHVXMHWRVVHFDUDFWHUL]DQSRU
QRUHJLUSDUDWRGRV\FDGDXQRGHORVFDVRVLQGLYLGXDOHVVLQRVyORSDUDXQQ~PHURGH¿QLGR\¿QLWRGHODSREODFLyQHOJUXSRRHO
FRQMXQWRWRWDO3RUHVWRHVWDVOH\HVMDPiVSXHGHQSUHGHFLUHOFDVRLQGLYLGXDOTXHFRPRVHGLFHSXHGHVHUFXDOTXLHUFRVDGHORTXH
sí se ufana la profecía coloquialTXHHQUHDOLGDGQRDQWLFLSDQDGDRJHQHUDDORVXPRSURIHFtDVDXWRFXPSOLGDV/DIXQFLyQGHWDOHV
OH\HVHVWDGtVWLFDVHVSUHGHFLUFXUVRVJHQHUDOHVRHYHQWRVPDFURMDPiVORHVODSUHGLFFLyQGHOGHVHQODFHGHOFDVRLQGLYLGXDO\HVWRQR
GHEHUtDROYLGDUVHHQPHGLFLQD\VDOXGS~EOLFD3HURDOPLVPRWLHPSRWDPELpQFRQVLGpUHVHTXHXQJUXSRestadístico de personas que
actúa aleatoriamente a menudo muestra un comportamiento tan consistente y predecible como un grupo de personas que persigue
REMHWLYRVGHOLEHUDGRVFRQORTXHHODSDUWDUVHGHHVWHSDWUyQaleatorio puede resultar altamente sospechoso.
430 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
camente semejantes y, por último, si demostrásemos que 3HUGLy OD UHS~EOLFD GH )ORUHQFLD GHVSXpV GHO DxR
VXV YHUGDGHURV PRWLYRV FRQ DOJXQDV GH VXV LQVWLWXFLR- 1494, Pisa y otras poblaciones con gran parte de su terri-
QHVGHULYDGDVDFWXDURQHQODDQWLJHGDGFOiVLFDHQWRQ- torio, y tuvo que guerrear con los que lo ocupaban; pero,
FHVSRGUtDPRVGHGXFLUMXVWL¿FDGDPHQWHTXHHQWLHPSRV siendo estos poderosos, la guerra era costosa y sin fruto.
remotos las mismas causas generaron el sacerdocio de El aumento de gastos ocasionaba aumento de tributos, y
1HPLª)UD]HU*La Rama Dorada (Magia y Religión). HVWRVLQ¿QLWDVTXHMDVGHOSXHEOR'LULJtDODJXHUUDXQ&RQ-
0DGULG)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD VHMRGHGLH]FLXGDGDQRVOODPDGRV/RV'LH]GHOD*XHUUD
8QDGHWDOHVLQYDULDQWHVSXGLHUDVHUHOSUHGRPLQLR y todo el pueblo empezó a demostrarles aversión, cual si
DODUJRSOD]RGHODVFRQGLFLRQHVPDWHULDOHVHFRQyPL- fueran la causa de ella y de los gastos que ocasionaba,
FDVVREUHODVHVSLULWXDOHVFRPRHQVHxDHOPDU[LVPR SHUVXDGLpQGRVHGHTXHVXSULPLGRHO&RQVHMRWHUPLQDUtD
o bien el que establece que los cambios sustanciales la guerra. Para conseguirlo, dejaron expirar los poderes
HQ HO PRGR GH SURGXFFLyQ SURYRFDQ D OD ODUJD OD UH- de los consejeros sin elegir sucesores y concedieron dicha
QRYDFLyQ GH OD HVWUXFWXUD VRFLDO R OD WHVLV GH TXH OD DXWRULGDGDOD6HxRUtD>HO&RQVHMR6XSUHPR@
recolección y la caza preceden a la domesticación de
las plantas, los animales y los hombres, la que a su /DFDGHQDFDXVDOGH0DTXLDYHORHVEDVWDQWHVLPSOH
YH] SUHFHGH D OD FLYLOL]DFLyQ 8Q ~OWLPR HMHPSOR VX- SpUGLGDGHWHUULWRULRVĺJXHUUDĺJUDQGHVJDVWRVĺIXHU-
mamente interesante es el que establece la durabilidad WHV LPSXHVWRV ĺ GHVFRQWHQWR SRSXODU ĺ GLVROXFLyQ GHO
DFRWDGD GH ORV LPSHULRV LQFOXVR HO URPDQR FLWDGR Consejo de Guerra. Si bien este tipo de descripción resulta
SRU +HDWKHU HQ XQ PDJQt¿FR OLEUR &DtGD GHO ,PSH- XQSURJUHVRVREUHODVLPSOHFUyQLFDPHGLHYDOGHVXFHVRV
rio Romano VLJXLHQGR FLQpWLFDV FRQRFLGDV \ VHSDUDGRVDOLQGLFDUVXYLQFXODFLyQ\HVFLHUWDPHQWHDOD
hasta predecibles, por agotamiento y resquebrajaduras YH] PiV H[SOLFDWLYD \ PiV ¿HO VLJXH FRQVWLWX\HQGR XQD
internas, dados el drenaje continuo de recursos para VLPSOL¿FDFLyQH[FHVLYDSXHVHQUHDOLGDGFDGDHVODEyQGH
la guerra, el permanente esfuerzo bélico o al menos OD FDGHQD HV SURGXFLGR SRU YDULRV GHWHUPLQDQWHV GH ORV
imperialista y colonizador, la gran amplitud geográ- FXDOHVVHH[WUDH\VHPHQFLRQDVyORHOSULQFLSDO$GHPiV
¿FDGHODVIURQWHUDV\SULQFLSDOPHQWHODGHVFRQH[LyQ ODQDWXUDOH]DHVSHFt¿FDGHFDGDHVODEyQHQODFDGHQDLP-
de ciertos polos periféricos de poder del poder central, porta tanto como la cadena en su totalidad; y esta natura-
que quedan así aislados y fomentan la sedición por la OH]DHVSHFt¿FDFDUDFWHUL]DGDFRPRHVWiSRUXQDHVWUXFWXUD
GHVLJXDOGLVWULEXFLyQGHEHQH¿FLRV\SUHEHQGDV peculiar y por leyes peculiares de autodesarrollo, queda
Además de la complejidad, hay otro factor que tien- IXHUDGHOQH[RFDXVDOTXHHVHQJUDQPHGLGDH[WHUQR(Q
de a oscurecer la legalidad histórica: el hecho de que las FRQVHFXHQFLDODVFDGHQDVFDXVDOHVQRVRQWDQDXWRH[SOL-
OH\HVFLHQWt¿FDVGHFXDOTXLHUtQGROHTXHVHDQno valen FDWLYDVFRPRVXHOHFUHHUVHORH[SOLFDWLYRQRHVODVHULHGH
SDUDFDVRVFRQFUHWRVHVSHFt¿FRVHLQGLYLGXDOHV\HVWR eslabones en sí misma, sino la multitud de hipótesis o aun
QRGHEHUtDROYLGDUVHHQPHGLFLQD\(SLGHPLRORJtDVyOR de teorías que se ocultan tras las palabras.
rigen para clases de objetos\ODVFODVHVVyORWLHQHQH[LV- (OSULQFLSDOPRWLYRGHTXHODVFDGHQDVFDXVDOHVVROR
tencia real en un número limitado de aspectos, mientras SXHGDQUHVXOWDUHQHOPHMRUGHORVFDVRVEXUGDVDSUR[L-
TXH ORV VLVWHPDV VXFHVRV R SURFHVRV FRQFUHWRV LQGLYL- PDFLRQHVGXUDQWHEUHYHVSHULRGRVHVTXHHOODVVXSRQHQ
duales tienen un número ilimitado de facetas, de modo XQDLVODPLHQWR¿FWLFLR3DUDSRGHUFRQVLGHUDUFDXVDOXQ
que pueden pertenecer simultáneamente a muchas clases proceso debemos separar un factor causal o una de las
GLYHUVDV\VXHVSHFL¿FDFLyQSXHGHH[LJLUQXPHURVDVOH- consecuencias, de toda una constelación de determi-
yes. Los objetos concretos, y por tanto únicos, pueden QDQWHV 3HUR HVWD VHSDUDFLyQ VL ELHQ HV YiOLGD \ KDVWD
considerarse como interseccionesGHXQHOHYDGR\WDOYH] indispensable como procedimiento metodológico, es
LQ¿QLWRQ~PHURGHOH\HV3DUDTXHXQJUXSRGHREMHWRV REMHWDEOHGHVGHHOSXQWRGHYLVWDRQWROyJLFR
FRQFUHWRV VLVWHPDV VXFHVRV SURFHVRV SXHGD FDEHU HQ En rigor, puede comprobarse empíricamente que todo
XQDFODVHQRVYHPRVREOLJDGRVDGHVSRMDUORVGHDTXHOORV suceso es producido en realidad por una cantidad de fac-
UDVJRVSHFXOLDUHVTXHQRDWDxHQDODFODVHHQFXHVWLyQ(Q tores7 R FXDQGR PHQRV HVWi DFRPSDxDGR SRU PXFKRV
FLHUWR VHQWLGR DO FODVL¿FDU ORV VXFHVRV FRQYHUWLPRV ORV otros sucesos que se relacionan con él de alguna manera,
objetos concretos en abstractos. de modo que la separación implicada en la imagen de la
&RQVLGpUHVH HO WH[WR GH 0DTXLDYHOR VREUH )ORUHQ- cadena causal constituye una abstracción extrema.
FLD TXH VXHOH FLWDUVH FRPR HMHPSOR GH OD H[SOLFDFLyQ 3RU HMHPSOR FRQVLGHUDQGR OD 5HYROXFLRQ IUDQFHVD
KLVWyULFD%XQJHop. cit. ¢FXiO IXH VX QDWXUDOH]D tQWLPD" ¢)XH XQD FRQVSLUDFLyQ
7
(VPXOWLFDXVDOPXOWLIDFWRULDOPXOWLGHWHUPLQDGR«
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 431
aristocrático-nobiliario-clerical-burguesa-militar, que reci- todo, en su acuerdo con el carácter de las clases y de las
ELyHODSR\RGHODVPDVDVSREUHV"¢IXHXQDVHULHGHPR- capas sociales que los apoyaban; sólo esta correspon-
YLPLHQWRVHQFDVWUDGRVRIXVLRQDGRVXQRVHQRWURV"¢)XH dencia, y no superioridades absolutas, permitió a cada
VyORXQDUHYXHOWDGHPDVDVSREUHVGHsans coulottes, una uno de ellos marcar con su personalidad cierto periodo
SUH¿JXUDFLyQGHODUHYROXFLyQEROFKHYLTXHGH" histórico. Hay, en la sucesión al poder de los Mirabeu,
'LFH*HRUJH5XGHTXHHQWUH\ORVKLVWR- Brissot, Robespierre, Barras, Bonaparte, una legítima
ULDGRUHVFRQVLGHUDURQDODUHYROXFLyQHQWpUPLQRVVREUH REMHWLYLGDGLQ¿QLWDPHQWHPiVSRGHURVDTXHORVUDVJRV
todo políticos e ideológicos más que sobre bases econó- particulares de los protagonistas históricos mismos.
PLFDVRVRFLDOHVSHUR¢HVWRHVOtFLWR"¢1RHVFXDOTXLHU (QGH¿QLWLYDFRPRGHFtD$OEHUWLel tirano no es la
hecho socialSRUGH¿QLFLyQXQDHVSHFLHGHamalgama causa sino la consecuencia de la tiranía« OD KLVWRULD
de cuestiones políticas, económicas, culturales, antro- aparece así como una marea sobre cuyas olas cada tanto
SROyJLFDVHQGH¿QLWLYD" aparece un personaje particular que encarna un periodo
&RPRVXHOHVXFHGHUFRQORVYHQFHGRUHVVXVPLHP- GH WUDQVLFLyQ YLVLyQ HVWD TXH VH FRQWUDSRQH FRQ OD GH
bros pronto se convencieron de que habían aplicado un TXHHOSHUVRQDMH~QLFRFUHDHOFDPELRRODUHYROXFLyQ
plan desde el principio, pero no hubo plan y nadie ca- (QUHVXPHQH[LVWHQOH\HVKLVWyULFDVVLQTXHHVWRVLJ-
paz de trazarlo HQQDGLHSXGRKDEHUSUHYLVWRTXH QL¿TXHTXHODKLVWRULDVHUHSLWD([LVWHQQRUPDVJHQHUDOHV
las cosas se desarrollarían como lo hicieron; de haber GHFRPSRUWDPLHQWRFROHFWLYRSHURODPD\RUtDGHHOODVSRU
podido, casi nadie habría tenido certeza pues la Revo- VHUSHFXOLDUHVGHOWLSRGHHVWUXFWXUDVRFLDOVHPRGL¿FDQD
lución francesa no había sido realizada por los revolu- VXYH]FRQFDGDWUDQVIRUPDFLyQVRFLDOUDGLFDO/DPD\RUtD
FLRQDULRVVHUtDPiVYiOLGRD¿UPDUTXHORVUHYROXFLR- de las leyes económicas, sociales, culturales e históricas no
narios fueron creados por la revolución5XGH FRQVLVWHQHQSDWURQHV¿MRVUHFXUUHQWHVTXHDIHFWDQODtotali-
'H DFXHUGR D HVWD PLUDGD OD UHYROXFLyQ QR SRGtD dadGHXQDFODVHGHVXFHVRVLQGLYLGXDOHVVRQHQFDPELR
obedecer a un auténtico y general deseo de reforma sino tendencias, es decir, rumbos generales y a largo plazo. No
PiVELHQKDEtDVLGRSURYRFDGDSRUORVGHVHRVHLQWULJDV VHDSOLFDQVLQH[FHSFLyQDWRGRVXFHVRLQGLYLGXDOGHFLHU-
GH XQD PLQRUtD GH OLWHUDWRV \ ¿OyVRIRV \ SRU HO LQWHUpV WDFODVHVLQRDXQSRUFHQWDMHGDGR\YDOHQSDUDFODVHVGH
¿QDQFLHURHQDVFHQVRVLJXLHQGRDHVWRVYHQtDODWXUEDOD grandes colecciones de sucesos: son, en síntesis, regulari-
multitud hambrienta de botín, los sans coulottes«DOJR dades colectivas. El hecho de que la mayoría de las leyes
en el aire que crea a quienes han de dirigir y gobernar. VRFLRKLVWyULFDVWHQJDQFDUiFWHUHVWDGtVWLFRQRVLJQL¿FDTXH
'HVGHHVWDYLVLyQSXHGHGHFLUVHTXHVLELHQODVFXDOLGDGHV ORVVXFHVRVLQGLYLGXDOHVVHDQLOHJDOHV6LJQL¿FDWDQVyORTXH
de los que dirigen no son indiferentes para el resultado no puede esperarse que obedezcan a una ley en particular,
de los combates, no son el único factor ni el decisivo... sino a grupos de leyes que actúan al unísono y no sólo son
ORV FDPSRV DGYHUVRV H[LJHQ MHIHV KHFKRV D VX LPDJHQ gobernadas por leyes sociohistóricas, también lo son por
6LOD5HYROXFLyQUXVDGHIHEUHURGHOOHYyDOSRGHU leyes de orden inferior: es decir, que los hechos singulares
a Kerenski y a Tseretelli, no fue porque estos hayan sido DOQLYHOVRFLDOVRQODLQWHUVHFFLyQGHXQDFDQWLGDGGHOH\HV
más inteligentes o más hábiles que la camarilla gober- TXHSHUWHQHFHQWDQWRDOQLYHOLQWHJUDWLYRVRFLDOFRPRDORV
nante del zar, sino porque representaban, cuanto menos LQIHULRUHV3RUHMHPSORODVGHFLVLRQHVGHORVLQGLYLGXRVTXH
WHPSRUDOPHQWHDODVPDVDVSRSXODUHVOHYDQWDGDVFRQWUD SDUWLFLSDQHQXQVXFHVRKLVWyULFRGDGRHVWiQPRWLYDGDVSRU
el antiguo régimen. Si Kerenski pudo lanzar a Lenin a la factores biológicos, psicológicos, intelectuales y otros.
LOHJDOLGDG\HQFDUFHODUDRWURVOtGHUHVEROFKHYLTXHVQRVH Por ejemplo y como menciona Gibbon en su obra
debió a que sus cualidades personales le hubiesen dado la ciclópea sobre el imperio romano, la crisis del siglo
VXSHULRULGDGVREUHHOORV«ORVEROFKHYLTXHVQRYHQFLHURQ ,,, \ HQ GH¿QLWLYD ODFDtGDGHOLPSHULRIXH SUHFHGLGD
DODGHPRFUDFLDSHTXHxREXUJXHVDSRUODVXSHULRULGDGGH y hasta iniciada remotamente tan temprano como en el
sus jefes, sino gracias a un reagrupamiento de fuerzas di- DxRFRQODPXHUWHGHOHPSHUDGRU0DUFR$XUHOLROR
námicas de la que ellos mismos no fueron conscientes TXHPDUFyHO¿QGHXQSHUtRGRGHEXHQJRELHUQRSD]
7URWVN\/La Revolución traicionada y prosperidad, dando pie al reinado de Cómodo, hijo
/DFRQWLQXLGDGGHODVHWDSDVGHOD*UDQ5HYROXFLyQ de Marco Aurelio y con signos claros de desequilibrio
)UDQFHVDWDQWRHQVXpSRFDDVFHQGHQWHFRPRHQVXHWD- PHQWDOTXLHQDVXYH]IXHUDDVHVLQDGRHQKHFKRV
pa descendente, muestra de una manera indiscutible que KLVWyULFRV UHÀHMDGRV HQ OD IDPRVD SHOtFXOD *ODGLDGRU,
la fuerza de los jefes y de los KpURHV consistía, sobre GHODxR6HGHEHQRREVWDQWHVHUFDXWRFRQHVWRV
$XQTXH9ROWDLUHHQGHFtD©WRGRORTXHYHRHVSDUFHODVVHPLOODVGHXQDUHYROXFLyQTXHOOHJDUiLUUHPHGLDEOHPHQWHHVWDOODUi
HQODSULPHUDRSRUWXQLGDG\HQWRQFHVSUHVHQFLDUHPRVXQIDPRVRHVFiQGDORǻ
432 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
precedentes\DTXHSRGUtDQOOHYDUDLPSUHVLRQHVRFRQ- SRGHPRVUHVLVWLUQRVDLPDJLQDUHVFHQDULRVDOWHUQDWLYRVDODV
clusiones erróneas; podría, de este modo y siguiendo FRVDVTXHHIHFWLYDPHQWHSDVDURQHVWHSURFHGHUSDUHFHIRU-
FRQQXHVWURHMHPSORD¿UPDUVHTXHODFDtGDGHOLPSHULR mar parte esencial de nuestra manera de aprender, o incluso
fue iniciada por Rómulo y Remo, lo que de algún modo de tramitar acontecimientos traumáticos pasados; esto pen-
WLHQHXQDPRWDGHYHUGDGDXQTXHVHDULGtFXOR VDED)UHXGGHOKHFKRGHTXHSRUFDVRORVSDFLHQWHVJUDYH-
PHQWHOHVLRQDGRVHQDFFLGHQWHVIHUURYLDULRVXVXDOHVHQOD
Nuestra mente parece estructurada para tratar de VHJXQGDPLWDGGHOVLJOR;,;UHFUHDEDQIDQWDVPiWLFDPHQWH
LGHQWL¿FDUHQFDGDVXFHVRRKHFKRGHODUHDOLGDGFLUFXQ- HQVXLPDJLQDFLyQXQD\RWUDYH]HOWUDXPDDSHVDUGHHVWDU
dante una causa determinada y precisa9, como una máqui- este intensamente cargado de emociones angustiantes, como
na que rotula permanentemente la realidad, y por tanto su- en un intento de la mente, tan recurrente como inútil, de en-
fre si no encuentra tal causa (y en este caso hasta es capaz FRQWUDURWUDVDOLGDXQDDOWHUQDWLYDDORTXHHQYHUGDGKDEtD
de inventarla) así como si tiene que aceptar la ocurrencia RFXUULGR(QQXHVWUDYLGDGLDULDQRVKDFHPRVFRQVWDQWHPHQ-
de factores aleatorios sobre los que no tiene noticia ni con- WHHVWDFODVHGHSUHJXQWDFRQWUDIDFWXDO¢<VLKXELHUDYLDMDGR
trol; al mismo tiempo y complementariamente tenemos di- HQHODYLyQTXHVHDFFLGHQWy"¢<VLQXQFDKXELHUDFRQRFLGR
¿FXOWDGSDUDDVRFLDUVXFHVRVTXHHVWiQPX\DOHMDGRVHQWUH DPLPXMHURPLPDULGR"'DGRTXHODVGHFLVLRQHVVREUHHO
VtHQHOWLHPSRRHOHVSDFLRSDUHFLpQGRQRVGHVFRQHFWDGRV futuro están en general basadas en una ponderación de las
aunque guarden de hecho una relación causa-efecto. FRQVHFXHQFLDVSRWHQFLDOHVGHGLYHUVRVFXUVRVGHDFFLyQHV
sensato comparar los resultados de lo que en efecto hicimos
Sobre el así llamado determinismo histórico mencio- en el pasado con resultados concebibles sobre lo que podría-
naremos para terminar y ya que ha sido un campo de gran mos haber hecho. A menudo suceden hechos de importancia
interés, el desarrollo del llamado contrafactualismo histó- crucial que dependen de una persona, o de circunstancias
ULFR (Q XQ H[FHOHQWH OLEUR11 )HUJXVRQ FRPSLOD XQD VHULH PX\ SDUWLFXODUHV FRPR HO FOLPD (VWR SRQH HQ HYLGHQFLD
de trabajos sobre este tema, al que concibe, en sus propias con crudeza la debilidad del determinismo histórico, en el
palabras, como una teoría caótica del pasado, esto es, la FRQWH[WRTXHHVWDPRVDQDOL]DQGR(OGHYHQLUKLVWyULFRHVXQ
FRQVWUXFFLyQGHHVFHQDULRVDOWHUQDWLYRVTXpKDEUtDRFXUUL- IHQyPHQRFRPSOHMRHQH[WUHPRVHJ~QKHPRVYLVWR\FRPR
do de haber o no haber pasado tal cosa. Por ejemplo: ¿y si WDOWLHQHFDUDFWHUtVWLFDVFDyWLFDV8QRGHORVIDFWRUHVSXGR
1DSROHyQQRKXELHVHVLGRGHUURWDGRHQ:DWHUORR"2¢\VL haber sido diferente, pero ¿se habrían mantenido todos los
.HQQHG\QRKXELHVHVLGRDVHVLQDGR"¢6LUYHSDUDDOJRKD- GHPiV")HUJXVRQGLFHTXH©&RPRHOSHUVRQDMH7¶VXL3rQ
FHUVHHVWHWLSRGHSUHJXQWDV"UHÀH[LRQD)HUJXVRQ¢RHVXQ de Borges, en «El jardín de senderos que se bifurcan», el
VLPSOHHMHUFLFLROLWHUDULRXQMXHJRGHVDOyQ"$OSDUHFHUQR KLVWRULDGRUVHHQIUHQWDDXQQ~PHURLQ¿QLWRGHELIXUFDFLR-
9
Recuérdense las falacias lógicas en las que somos proclives a caer en nuestro pensamiento cotidiano: la llamada cum hoc ergo
propter hoc±\VXYDULDQWHpost hoc ergo propter hoc±FRQVLVWHHQD¿UPDUTXHporque dos eventos ocurren al mismo tiempo deben
estar causalmente relacionados –o porque uno ocurre después de esto, es causado por esto–, por ejemplo: «La cultura y educación
KDQYHQLGRGHFOLQDQGRGHVGHHODGYHQLPLHQWRGHODWHOHYLVLyQ&ODUDPHQWHYHUWHOHYLVLyQLPSLGHHODSUHQGL]DMHª(VWDIDODFLDHVXQ
caso especial de la más general non causa pro causaTXHRFXUUHFXDQGRDOJRVHLGHQWL¿FDFRPRODFDXVDGHXQHYHQWRSHURUHDOPHQWH
QRKDVLGR demostrada. Como decir: «Tomé una aspirina y recé, y mi dolor de cabeza desapareció. Por ende, la plegaria curó mi
dolor de cabeza». Se menciona también la falacia non sequitur, que genera conclusiones a partir de premisas que no están lógica-
PHQWHFRQHFWDGDV3RUHMHPSOR©'HELGRDTXHORVHJLSFLRVKLFLHURQJUDQFDQWLGDGGHH[FDYDFLRQHVSDUDFRQVWUXLUODVSLUiPLGHV
HUDQYHUVDGRVHQSDOHRQWRORJtDª(VWDHQHVSHFLDODSHVDUGHVHUXQLQJUHGLHQWHLPSRUWDQWHGHOKXPRUQRGHMDGHVHUXQDIDODFLD
SRUTXHGHVGHDIXHUDQRVHHQWLHQGHTXHORUHXQLGRHQHOHVSDFLRQRHVWpUHODFLRQDGR«QRYHPRVFDXVDVREYLDVRODVPX\VHSD-
UDGDVHQHOWLHPSR\SRURWUDSDUWHDVRFLDPRVKHFKRVFRQWLJXRVFRQWHPSRUiQHRVRVLPXOWiQHRVDXQTXHQRWHQJDQYLQFXODFLyQ±HVWR
HVORPiVIUHFXHQWHHQODYLGDFRWLGLDQDH[LVWHXQRUGHQSHURQRHVXQRUGHQFRQYHQFLRQDOVXOyJLFDHVWHPSRUDO\HVSDFLDOFDVL
no jerárquica ni consecuencial... en el límite, prácticamente cualquier cosa puede asociarse con cualquier otra, siempre y cuando
VHDQFRQWHPSRUiQHDV«:DWWV*+Nowadays Tribulae'RXEOHGD\%DURQ3UHVV
11
)HUJXVRQ1Historia virtual. Madrid: Taurus, 1999.
©«DGLIHUHQFLDGH1HZWRQRGH6KRSHQKDXHUQRFUHtDHQXQWLHPSRXQLIRUPHDEVROXWR&UHtDHQLQ¿QLWDVVHULHVGHWLHPSRHQ
XQDUHGFUHFLHQWH\YHUWLJLQRVDGHWLHPSRVGLYHUJHQWHVFRQYHUJHQWHV\SDUDOHORV«HVWDWUDPDGHWLHPSRVTXHVHDSUR[LPDQVH
ELIXUFDQVHFRUWDQRTXHVHFXODUPHQWHVHLJQRUDQDEDUFDQWRGDVODVSRVLELOLGDGHV1RH[LVWLPRVHQODPD\RUtDGHHVRVWLHPSRV
HQDOJXQRVH[LVWH8G\QR\RHQRWURV\RQR8G(QRWURVORVGRVHQHVWHTXHXQIDYRUDEOHD]DUPHGHSDUD8GKDOOHJDGRD
PLFDVDHQRWURV8GDODWUDYHVDUHOMDUGtQPHKDKDOODGRPXHUWR«ª%RUJHV-/©(OMDUGtQGHVHQGHURVTXHVHELIXUFDQªObras
&RPSOHWDV%XHQRV$LUHV(PHFH
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 433
$QiORJDDUHYHODFLRQHVFRPRODVTXHSRUHMHPSOR)UHXGPHQFLRQDGH&KDUFRWHVWDQGRpOHVWXGLDQGRHQOD6DOSHWULHUHHQ
5HODWDTXHFHQDQGRXQDQRFKHHQFDVDGHOPDHVWURDTXHOKDEUtDKHFKRDOSDVDU\FRPRSHQVDQGRHQYR]DOWDXQFRPHQ-
WDULRVREUHODJpQHVLVVH[XDOGHODVQHXURVLVEULQGiQGROHD)UHXGXQFRQRFLPLHQWRUHYHODGRGHDOJRTXHpO&KDUFRWWDPSRFR
SRVHtDHQIRUPDFRQFLHQWH)UHXG62EUDV&RPSOHWDV%XHQRV$LUHV$PRUURUWX7,,\VV
14
Esto es determinado por el azar.
434 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
FLODQWLFLSDUORVª)UDQNOLQRELHQ©SRGHPRVUHFRQVWUXLU la que se ponga en práctica tendrá que surgir del acuerdo,
KHFKRVSHURQRDQWLFLSDUORVª6LJPXQG)UHXGVRPRV la concertación, el consenso o de otras formas de coor-
PX\SURFOLYHVDFDHUHQVHVJRVUHWURVSHFWLYRVXQDYH] GLQDFLyQGHYROXQWDGHV$VLPLVPRHVPHQHVWHUWHQHUHQ
FRQRFLGRHO¿QDOHODERUDPRVXQDKLVWRULDSHUIHFWDPHQ- cuenta la consideración de oponentes cuyas acciones no
te coherente y perfectamente sesgada; en el punto B VRQPHUDPHQWHUHDFWLYDVVLQRWDPELpQ\HQJUDQSDUWH
reconstruimos el trayecto desde el punto A con cierta FUHDWLYDV(QFRQVHFXHQFLDODWUD\HFWRULDGHODVDFFLRQHV
IDFLOLGDGSHURGHVGHHOSXQWR$HQHOWLHPSRHVSUiFWL- UHVXOWDQWHVQRHVGHWHUPLQDGDSRUTXLHQSODQL¿FDLQGL-
FDPHQWHLPSRVLEOHGHWHUPLQDUVLHOSUy[LPRSXQWRVHUi YLGXRDFWRUVRFLDOLQVWLWXFLyQXRUJDQL]DFLyQVLQRTXH
B o C o D ya que todos son equiprobables en ese mo- HVHOUHVXOWDGRGHWUDQVDFFLRQHVTXHYDQRSHUiQGRVHDOR
PHQWR largo del proceso, en cada una de las cuales quienes par-
(VHQHOiPELWRGHODSODQL¿FDFLyQGRQGHHVWDVGL¿- WLFLSDQ SURFXUDQ PD[LPL]DU VXV JDQDQFLDV R PLQLPL]DU
FXOWDGHVHQFXHQWUDQPD\RUJUDYHGDG$VtVHPHQFLRQD sus pérdidas, según las condiciones impuestas por la co-
TXHODVSRVLELOLGDGHVHQHVWHVHQWLGRYDQGHVGHdejar \XQWXUD1RH[LVWHQOH\HVTXHSHUPLWDQSUHYHUUHVXOWDGRV
hacerHVWRHVQRH[LVWHQLQJXQDSODQL¿FDFLyQ\VHGH- GHPDQHUDVLPSOH\ODPD\RUtDGHODVYHFHVQRHVSRVLEOH
jan actuar las fuerzas espontáneas esperando que los QLQJ~QWLSRGHSUHYLVLyQ(OSODQL¿FDGRUDGHPiVHVXQ
SUREOHPDVVHUHVXHOYDQVRORVRTXHDOFDQFHQDOPHQRV DFWRUVRFLDOTXHIRUPDSDUWHGHOVLVWHPDSODQL¿FDGRFRQ
una suerte de equilibrio KDVWD OD SODQL¿FDFLyQ JOR- HOTXHVHUHODFLRQDVLHQGRVXYHUGDGXQDGHODVYHUGDGHV
EDOFRPSOHWD\VLVWHPiWLFDTXHFRQVLVWHHQSODQL¿FDU posibles, por lo que el diagnóstico no puede ser único.
WRGDVODVDFWLYLGDGHVSUHVHQWHV\IXWXUDVSDVDQGRSRU ([LVWHPiVGHXQDH[SOLFDFLyQGHODUHDOLGDGVRFLDO\HQ
OD SODQL¿FDFLyQ PtQLPD TXH DSOLFD VROXFLRQHV IiFLOHV consecuencia, la determinación de problemas y solucio-
D ODV VLWXDFLRQHV FXDQGR HVWDV VH FRQYLHUWHQ HQ LQWR- QHVGHSHQGHUiGHOD¿OLDFLyQGHTXLHQUHDOL]DODHOHFFLyQ
lerables. DXQGHWHUPLQDGRVLVWHPDGHLGHDV236
Matus16VHUH¿ULyDHVWHSUREOHPDGHLQFHUWLGXPEUH17 La introducción de un actor externo, sea individual
como a la situación de un pescador que tratara de atra- o colectivo-corporativo no es menor. En el terreno prác-
par un pez con las manos en un día nublado y en un río tico considérese el problema planteado dada la necesi-
correntoso. Se trata de algo muy complejo, no sólo por dad de calcular, en el ámbito del Programa de Inmuni-
HOQ~PHURGHYDULDEOHVTXHFRQGLFLRQDQHOp[LWRGHOSUR- zaciones del Ministerio de Salud del GCABA, las dosis
SyVLWRVLQRDGHPiVSRUTXHWDOHVYDULDEOHVVRQGLItFLOHV GHXQDYDFXQDGHWHUPLQDGDSDUDSODQL¿FDUXQDFDPSDxD
de imaginar, enumerar y analizar. El pez, «obstinada, GHYDFXQDFLyQ
LQWHOLJHQWH\FUHDWLYDPHQWHªGL¿FXOWDODWDUHDFDPELDQ- &RQFUHWDPHQWH HQ HO YHUDQR GH VH
GR GH YHORFLGDG GLUHFFLyQ \ SURIXQGLGDG GH PDQHUD debió especular la cantidad de dosis necesarias para
VRUSUHVLYD(VPiVSDUHFLHUDTXHHOSH]DGLYLQDODVLQ- OD YDFXQDFLyQ DQWLJULSDO GHO RWRxR LQYLHUQR
WHQFLRQHVGHOSHVFDGRUSODQL¿FDGRU\HIHFW~DRSRUWXQD- VLHQGRODSULPHUDYH]TXHVHDSOLFDEDODYDFXQDSDQ-
mente las maniobras para impedir su concreción. GpPLFD$+1OXHJRGHOEURWHGHOLQYLHUQRGH
Se facilitarían las cosas si en el proceso de crear o de- Se efectuó un cálculo de población susceptible y es-
cidir sobre el futuro de sujetos, grupos y organizaciones WUDWL¿FDGDSRUJUXSRVGHULHVJRGHELHQGRFRQVLGHUDU-
RFROHFWLYRVVRFLDOHVVHWXYLHUDDFFHVRDOFRQWUROGHWRGDV VHFDQWLGDG\GLVSRQLELOLGDGWHPSRUDOGHYDFXQDVHQ
ODVYDULDEOHVTXHLQWHUYLHQHQHQHOGHYHQLUGHORVPLVPRV el mercado.
en todo momento, en cuyo caso el problema de la pla- (OIDFWRUPiVLPSRUWDQWHQRREVWDQWHHVWXYRSURED-
QL¿FDFLyQVHYHUtDUHGXFLGRDVXGLPHQVLyQWHFQROyJLFD EOHPHQWHGHWHUPLQDGRSRUODHQWUHJDGHYDFXQDVGHVGH
$VtHVIXQGDPHQWDOHOUHFRQRFLPLHQWRGHODH[LVWHQFLDGH el Ministerio de Salud de la Nación, cuyo cronograma
más de una racionalidad para interpretar la realidad, cada GH HQWUHJDV HUD GHVFRQRFLGR HQ HO YHUDQR VDELpQGRVH
XQDDVRFLDGDDXQFRQMXQWRHVSHFt¿FRGHLQWHUHVHV\SRU sí que se habían asegurado GRVLV SDUD FXEULU
ORWDQWRDOUHFRQRFLPLHQWRGHODH[LVWHQFLDGHFRQÀLFWRV JUXSRVWDUJHWRULJLQDOHVSHUVRQDOGHVDOXGQLxRVGH
UHDOHVRYLUWXDOHVHQWUHODVGLVWLQWDVSRVLFLRQHVTXHEXV- PHVHVDDxRVSHUVRQDVHQWUH\DxRVFRQFRPRUEL-
FDQODVROXFLyQPiVFRQYHQLHQWHVHJ~QVXVySWLFDVSDUWL- OLGDGHV\SHUVRQDVGH\PiVDxRVVDQRV$VHJXUDGR
culares. No siendo posible establecer una única solución, YDHQFXUVLYDV\DTXHDYHFHVODVHQWUHJDVQRVHFXPSOHQ
6HKDGHEDWLGRPXFKRVLHVSRVLEOHQRSODQL¿FDUHQDEVROXWRHVWRHVXQHVWLORTXHVyORGHMH©TXHODVFRVDVVXFHGDQªVLH[LVWH
WDOFRVDLQFOXVRSXHGHSODQWHDUVHVLHVWRQRHVHQVtXQPRGRHVSHFt¿FRGHSODQL¿FDU
16
©3ROtWLFD3ODQL¿FDFLyQ\*RELHUQRª,OSHV236$OWDGLU&DUDFDV
17
El «problema del oráculo».
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 435
en tiempo y en forma, y si bien en general las cantida- (IHFWLYDPHQWH HO 00:5 Morbidity and Morta-
des prometidas terminan siendo entregadas, en este caso lity Weekly Report HQ XQ LQIRUPH VREUH FREHUWXUD GH
el factor temporal era crucial. YDFXQDFLyQ FRQWUD JULSH$ HQ ((88 HQWUH RFWXEUH \
6REUHXQFiOFXORLQLFLDOHVWLPDWLYRGHGRVLV19 GLFLHPEUHGHSXEOLFDGRHQHQHURUHDOL]DGR
VHGHELyUHGXFLUHVWHQ~PHURDSRUUD]RQHVGHOR- por el CDC con una prolija metodología, que analizaba
JtVWLFDSUHVXSXHVWDULDTXHQXQFDSXHGHQGHMDUVHGHODGR resultados del National 2009 H1N1 Flu Survey (NHFS)
\DTXHODJHVWLyQQRWUDVFXUUHHQHOYDFtRDEVROXWRVLQRHQ y el %HKDYLRUDO5LVN)DFWRU6XUYHLOODQFH6\VWHP%5-
XQFRQWH[WRHFRQyPLFRSROtWLFRHWF\GHHVWDVVRORVH )66HVWLPDTXHODFREHUWXUDIXHGHVRORHOHQWUH
SXGLHURQDVHJXUDUHOPHUFDGRVRORSXGRRIHUWDUHQWLHPSR los incluidos en los grupos target originales. Global-
\IRUPDGRVLVDVHUHQWUHJDGDVHQPD\RGHELHQ- PHQWHDGHPiVHOGHFREHUWXUDHQFKLFRVGHHQWUH
GRUHOLFLWDUVH(QHOtQWHULQHQHOODSVRGHGtDV PHVHV\DxRVIXHVLPLODUDODVFREHUWXUDVORJUDGDV
HQWUHPDU]R\DEULOGHHO06$/GHOD1DFLyQDSRUWy SDUDJULSHHVWDFLRQDO3RUVXSDUWHODFREHUWX-
XQWRWDOGHGRVLVGHDQWLJULSDOHVFHSDSDQGpPL- ra en personal de salud, históricamente inferior al 50%
FDPRQRYDOHQWHVQyWHVHHOGHODFDQWLGDGGHGRVLV llegó en este caso solo al 22%.
SURPHWLGDVHQHQWUHJDVIUDJPHQWDGDV\DVHJXUyDSDUWH ¢$GRSWDU XQD DFWLWXG HFOpFWLFD FRPSUDQGR XQD
GHODVRWUDVPLOLQLFLDOPHQWHSDFWDGDVPiVGH FDQWLGDGLQWHUPHGLDHVWRHVHQWUH\GRVLV"
YDFXQDWULYDOHQWH(QHVWHFRQWH[WRODLQGXVWULDDVHJXUDDOD El ejemplo ilustra la GL¿FXOWDG R KDVWD LPSRVLEL-
&LXGDGODSRVLELOLGDGGHHQWUHJDUXQDVGRVLVGHYD- OLGDGGHSODQL¿FDUDOJXQDVVLWXDFLRQHVGDGRHOGLQD-
FXQDWULYDOHQWHHQDEULOGHQyWHVHTXHODVFRPSUDGDV mismo inherente de las mismas, tal que los escenarios
HVWDEDQGLVSRQLEOHVSDUDPD\R¢&XiOHVHQHVWHSXQWRD OLWHUDOPHQWH FDPELDQ GH FRQ¿JXUDFLyQ GH PDQHUD
¿QHVGHPDU]RVLQFLUFXODFLyQLPSRUWDQWHGHYLUXV\FDOPD constante, y la acción de terceros actores –muchas ve-
HQODSREODFLyQODDFFLyQcorrecta" ces como en este caso, de un peso decisivo en el curso
¢6RVWHQHUVHVLQFRPSUDUODVWULYDOHQWHVHQ del acontecer– con comportamientos a la vez impre-
HVSHUDGHODHQWUHJDGH1DFLyQVLQIHFKD¿MD"DULHV- decibles, más el concurso de situaciones medioam-
JRGHTXHíVHGHSHQGHFUtWLFDPHQWHGH1DFLyQíQRVH bientales sobre las que no se tiene ninguna injerencia
SXHGDYDFXQDUFRQWULYDOHQWHDODVSHUVRQDVGHHQWUH\ ni noticia previa. En este sentido, recuérdese que la
VLQFRPRUELOLGDGHVíHOJHQLRGHODRODGHJULSHVHD SODQL¿FDFLyQ GH HVWH WLSR QHFHVLWD DMXVWHV FRQWLQXRV
PX\YLUXOHQWR\ODJHQWHGHPDQGHYDFXQDDPSOLDPHQWH siendo un proceso recursivo, ya que no es un docu-
que quizá no pueda satisfacerse de forma adecuada, lo mento de una vez y para siempre sino continuo o en
que además de sanitario es un problema político. cadena y compuesto de eslabones entrelazados en una
¢&RPSUDU ODV WULYDOHQWHV D HQWUHJDU D secuencia lógica con instancias, ocasiones, circunstan-
PHGLDGRV GH DEULO SDUD DVHJXUDU XQ SRRO VX¿FLHQWH GH FLDV\FR\XQWXUDVGHOtPLWHVDYHFHVQRELHQGH¿QLGRV
YDFXQDV HQ WLHPSR \ IRUPD SXGLHQGR GDU DO WDUJHW GH que además no siguen una secuencia o cinética lineales
SHUVRQDV VDQDV OD SRVLELOLGDG GH YDFXQDUVH FRQWUD OD HVWDEOHFLGDVFRH[LVWLHQGRDOXQtVRQR
FHSDHVWDFLRQDOFRPRXVXDOPHQWHVHKL]R\DTXHODSUR-
YLVLyQ GH 1DFLyQ GH WULYDOHQWH DSXQWD DO JUXSR GH
DxRV\PiVDXQDULHVJRGHTXHODVPLVPDVVHYHQ]DQ Sobre la toma de decisiones
VLHOJHQLRGHODJULSHHVEHQLJQR\RODJHQWHPDQL¿HV-
WDFRPRDOJXQDVSXEOLFDFLRQHV\H[SHULHQFLDVHQRWURV Se han trazado paralelismos entre los procesos de toma
SDtVHVKDFtDQVXSRQHUFLHUWDUHVLVWHQFLDDODYDFXQDFLyQ de decisiones en las organizaciones actuales y los ritos
FRQWUDJULSH$" GH PDJLD \ DGLYLQDFLyQ HQ ODV VRFLHGDGHV WULEDOHV 6L
3RU HMHPSOR HO VXESURJUDPD GH GDFLyQ GH OHFKH GHO 3URJUDPD 0DWHUQR ,QIDQWLO GH OD &LXGDG DO TXH 1DFLyQ DSRUWD XQD
FDQWLGDGVXVWDQFLDOUHFLELyHQOHFKHGHPRGRDEVROXWDPHQWHHUUiWLFRORTXHGL¿FXOWyHQRUPHPHQWHODORJtVWLFDORPLVPR
RFXUULyHVHDxRFRQODHQWUHJDGHFLHUWRVPHGLFDPHQWRVFUXFLDOHVGHO3URJUDPD5(0(',$5PHWIRUPLQD
19
Cálculo que incluía a personal de salud, grupos de riesgo y sanos, en base a registros de uso históricos. Este cálculo también
SUHVHQWDFLHUWDFRPSOHMLGDGHLQGHWHUPLQDFLyQ\DTXHGHXQUHJLVWURKLVWyULFRGHHQWUH\PLOGRVLVGHDQWLJULSDOHVHVWDFLR-
QDOHVDSOLFDGDVHQOD&LXGDGHQ\HOQ~PHURVHGLVSDUDHQDHVWRHVSUiFWLFDPHQWHVHGXSOLFD\DTXH
DXQVDELpQGRVHTXHODYDFXQDHVWDFLRQDOQRFRQIHUtDSURWHFFLyQFRQWUDODFHSD$+1ODJHQWHGHWRGDVPDQHUDVODGHPDQGy
PDVLYDPHQWHFXDQGRODHYROXFLyQGHOEURWHOOHJyDVXDFPpHQWUHMXQLR\MXOLRGH'HPRGRTXHla demanda debería estar
razonablemente, en 2010, determinada por el genio que presentase la ola de gripe y la percepción del colectivo de la gente en
este sentido sobre su gravedad. Todo esto es claramente indeterminable con antelación.
436 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
bien el tomador de decisiones de una organización mo- para alcanzar la racionalidad establecida como un
GHUQDQRSHQVDUiXVXDOPHQWHHQHYLVFHUDUXQDYHSDUD desideratum:
predecir la suerte o decidir qué proyectos debe encarar (OFRPSRUWDPLHQWRUDFLRQDOUHTXHULUtDFRQRFLPLHQWR
su empresa, muchos de los usos de la estadística tienen completo, imposible de alcanzar.
HVWRHQFRP~QFRQODPDJLD(QODVRFLHGDGSULPLWLYDOD /DUDFLRQDOLGDGUHTXHULUtDODFRQVLGHUDFLyQGHWRGDV
PDJLDGHFLGHXQF~PXORGHFXHVWLRQHVFRPRVLVHYDR ODV SRVLELOLGDGHV LQYROXFUDGDV SHUR HO WRWDO GH ODV
no de caza y en qué dirección, o si las coordenadas son mismas es imposible de considerar, algunas ni si-
propicias para la guerra o la paz. En las organizaciones TXLHUDYHQGUiQDODPHQWHGHELGRDORVOtPLWHVItVL-
modernas este papel de anticipación y hasta cierto punto cos del soporte o plataforma que debe contener los
DGLYLQDFLyQKDVLGRGHSRVLWDGRHQODVPRGHUQDVWpFQL- datos.
FDV GH DQiOLVLV FXDQWLWDWLYR R OD HVWDGtVWLFD LQIHUHQFLDO (Q FXDOTXLHU GHFLVLyQ VyOR VH WRPDQ HQ FXHQWD DO-
Rdata mining6HXWLOL]DQSDUDKDFHUSUHYLVLRQHVGHO JXQDVSRFDVDOWHUQDWLYDV\VHRSWDSRUODTXHDSD-
futuro dando al tomador de decisiones una apariencia rece como la más adecuada, pasándose al siguiente
de racionalidad y consistencia. Es probable que el em- problema. Se dice, por ejemplo, que los médicos
pleo de tales técnicas no reduzca la incertidumbre ni los establecen sus hipótesis diagnósticas frente a un
riesgos, pero sí los oculte tras la fachada del análisis paciente tan pronto como un minuto después del in-
técnico, siendo buena parte de su función incrementar WHUURJDWRULR\PDQWLHQHQXQDVyFRPRPXFKR
ODFUHGLELOLGDG\ODFRQ¿DQ]DGHXQDDFFLyQTXHGHRWUR ODWHQWHVWRGRHOWLHPSR6DFNHWWRTXL]i
modo tendría que tomarse entre conjeturas y corazona- las inteligencias superiores.
GDV&RPRHOPDJRTXHH[DPLQDODVHQWUDxDVORVPR- (Q GH¿QLWLYD HQWRQFHV HO SURSyVLWR GH VHU UDFLRQDO
dernos decisores insisten en que los hechos y cifras se está limitado en la práctica por la enorme complejidad de
H[DPLQHQDQWHVGHWRPDUGHFLVLRQHVDXQTXHODVHVWDGtV- los problemas y hay un límite que determina qué tan racio-
ticas proporcionen guías no muy seguras de qué es lo nales pueden ser los tomadores de decisiones. En muchos
que pasará en el futuro. casos se trata sólo de tomar la mejor decisión posible bajo
Simon introduce el concepto de sistemas de racio- las actuales circunstancias, o lo que se llama una decisión
nalidad limitada TXH HQOD]D \ WLHQH LQÀXHQFLD GH ORV UD]RQDEOHRVX¿FLHQWHPHQWHEXHQD6LPRQ
trabajos de Cyert y March, tratados por Daft y Argiris, /HMRVGHVHUUDFLRQDOSDUHFLHUDTXHPXFKDVYHFHVHO
entre otros, sobre la toma de decisiones organizacional SURFHVRQRSXHGHVHUPiVDQWDJyQLFR$OJXQRVYHQHQOD
en tacho de basura. March postuló en su momento que organización anarquías organizadas, en las que los pro-
las organizaciones son inherentemente caóticas y las EOHPDVRSFLRQHVPHWDV\VROXFLRQHVHVWiQYDJDPHQWH
comparó con sistemas anárquicos organizados. Esta GH¿QLGRVODWHFQRORJtDHVWiPDOFRPSUHQGLGD\HVSRFR
condición se plasma en toda su magnitud en el proceso FODUD \ ORV SXHVWRV H[SHULPHQWDQ URWDFLyQ H[FHVLYD GH
de toma de decisiones. Se piensa, por lo general, que participantes.
las personas y las organizaciones toman decisiones si- (QHVWHFRQWH[WRHOSURFHVRGHFLVRULRQRVHYHFRPR
JXLHQGRXQSDWUyQOyJLFRGH¿QLGRTXHFRPLHQ]DFRQOD una secuencia ordenada de pasos que comienza con un
LGHQWL¿FDFLyQGHXQSUREOHPDHODQiOLVLVGHODVFDXVDV SUREOHPD \ WHUPLQD HQ XQD VROXFLyQ VLQR TXH H[LVWHQ
y posibles rumbos de acción, y la elección de la alter- por una parte, problemas que no llegan a obtener una so-
QDWLYDPiVEHQp¿FDTXHHVLPSOHPHQWDGD0LQ]EHUJ lución, sea porque los miembros de la organización se
6LQHPEDUJRODVLQYHVWLJDFLRQHVHQRUJDQL]DFLRQHV acostumbraron a ellos, o porque no saben o no quieren re-
demuestran que este proceso dista mucho del realmente VROYHUORV\SRURWUDVROXFLRQHVTXHVHSODQWHDQVyORSRU
empleado. La presión del tiempo, la naturaleza mal de- ser buenas ideas, y se apoyan sean cuales sean los pro-
¿QLGDGHODPD\RUtDGHORVSUREOHPDV\ODYDULHGDGGH EOHPDVSDUDIUDVHDQGRHOWtWXORGHODREUDGH3LUDQGHOOR
IDFWRUHV H[WHUQRV D OD RUJDQL]DFLyQ KDFHQ GHO DQiOLVLV Seis personajes en busca de un autor, en este caso habla-
sistemático algo poco menos que imposible. Según Si- UtDPRVGHVROXFLRQHVKXpUIDQDVHQEXVFDGHSUREOHPDV
mon, el pensamiento ordinario, al que se tilda de racio- (QVtQWHVLVVHFUHD\PDQWLHQHXQDWUtDGDSHUYHUVD
QDOHQHVSHFLDOSRUSDUWHGHORVHFRQRPLVWDVTXLHQHV ĺVHSODQWHDQVROXFLRQHVD~QFXDQGRQRH[LVWDQSUREOH-
suponen que el consumidor es un ser racional que siem- mas, ĺVHKDFHQHOHFFLRQHVVLQUHVROYHUSUREOHPDV\
SUH PD[LPL]D VX EHQH¿FLR VyOR SXHGH DVSLUDU FRPR ĺ muchos problemas quedan sin solución. Por supues-
Pi[LPRDLVODVGHUDFLRQDOLGDG'LFH6LPRQHQFRQFUH- WRDOJXQRVSUREOHPDV¿QDOPHQWHVHUHVXHOYHQVRORVVLQ
WR TXH HO FRPSRUWDPLHQWR UHYHOD VHJPHQWRV GH UDFLR- o incluso a pesar de las acciones tomadas, por lo que el
nalidad, es decir, es racional en segmentos de conduc- sistema global da la impresión de funcionar en conjun-
WDSHURH[LVWHQSRFDVFRQH[LRQHVHQWUHORVVHJPHQWRV to, pero esto es sólo una ilusión. Este patrón global anár-
El comportamiento reconoce los siguientes obstáculos quico y desorganizado, bizarro, de toma de decisiones
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 437
$OJXQRVHPSH]DEDQDUHFHODUSRUHMHPSOR9ROWDLUH©¢(VTXHWRGRVRVKDEpLVYXHOWRORFRVHQ3DULV"ªHVFULEtDHQRHO
mismo Daniel Defoe, quien en una sutil referencia al pasado oscuro de Law y DORULGtFXORGHODVUHFHWDVRORVDFRSLRVGH
anécdotasLURQL]DEDSURSRQLHQGRXQDUHFHWDSDUDWULXQIDUHQODYLGD©7LHQHVTXHFDO]DUWHXQDHVSDGDPDWDUDXQSHWLPHWUHR
GRVLUDODFiUFHOVHUFRQGHQDGRDODKRUFDHVFDSDUWHVLSXHGHV±ORTXHSRUFLHUWRFRQYLHQHUHFRUGDU±LUDDOJ~QSDtVH[WUDQMHUR
FRQYHUWLUWHHQMXJDGRUGHEROVDFUHDUDFFLRQHVGHO0LVVLVVLSSLKDFHUXQDEXUEXMDGHWRGDXQDQDFLyQ\QRWDUGDVHQFRQYHUWLUWH
en un gran hombre; eso si tienes muy buena suerte».
438 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ecuaciones técnicas de índole matemática YpDVH WDP- esto es, oscilaciones recurrentes de la economía en las que
ELpQ$QLPDO6SLULWV+RZ+XPDQ3V\FKRORJ\'ULYHVWKH XQDIDVHGHH[SDQVLyQYDVHJXLGDGHRWUDGHFRQWUDFFLyQ
(FRQRP\DQG:K\,W0DWWHUVIRU*OREDO&DSLWDOLVP, de VHJXLGDDVXYH]GHH[SDQVLyQ\DVtVXFHVLYDPHQWH Para
*HRUJH$NHUORI 5REHUW6KLOOHU. La economía ca- :HVOH\ 0LWFKHOO ORV FLFORV HFRQyPLFRV VRQ IHQyPHQRV
SLWDOLVWDLQFOXVRHQDXVHQFLDGHVKRFNVH[yJHQRVJXHUUDV HVSHFt¿FRVGHODVHFRQRPtDVEDVDGDVHQHOGLQHUR\ODDF-
WHUUHPRWRVHVLQKHUHQWHPHQWHLQHVWDEOHHLQHYLWDEOHPHQWH WLYLGDGFRPHUFLDOHQODVTXHODDFWLYLGDGHFRQyPLFDHVWi
desemboca cada tanto en una crisis. La idea del espíritu RUJDQL]DGDPHGLDQWHHPSUHVDVTXHEXVFDQPD[LPL]DUVXV
RHOLQVWLQWRDQLPDOHVWDPELpQUHVFDWDGDSRUHOH[SUHVL- EHQH¿FLRV
GHQWHGHODUHVHUYDIHGHUDOGH((88$ODQ*UHHQVSDQDO
hablar de exhuberancia irracional. Además, lo animal no
es casual ya que en la jerga y cultura bursátil se emplean Ecos causales
estas analogías, por ejemplo, a los que compran acciones
de forma optimista se los llama toros o a los pesimistas Así como los objetos ideales no pueden aislarse de sus
TXHYHQGHQososDVLPLVPRVHGLFHTXHORVLQYHUVRUHVIRU- UHVSHFWLYRVFRQWH[WRVORVH[LVWHQWHVPDWHULDOHVUHYHODQ
man una especie de rebaño electrónicoHÀRFNTXHHQXQ múltiples interconexiones GH GRQGH HO XQLYHUVR QR HV
momento puede estar pastando plácidamente en los pra- un cúmulo o amontonamiento informe de objetos, sino
GRVGHORVUHQGLPLHQWRVSRVLWLYRVSDUDVDOLUV~ELWDPHQWHHQ un sistema de sistemas interactuantes. Como conse-
estampida a correr a refugiarse en el corral. Lo sustancial cuencia, el efecto particular E no sólo es el producto
HQWRGRFDVRHVTXHORVPHUFDGRVGHYDORUHVFRQVWLWX\HQ de la causa C sino también de muchos otros factores
un auténtico espejo de la psiquis humana; como un hom- YLQFXODGRVFRQ&HQlas situaciones reales siempre hay
bre pueden deprimirse, sufrir crisis nerviosas o fruncir el toda una constelación de determinantes.
ceño)HUJXVRQ Las causas de las burbujas siguen <DODLQYHUVD&SURGXFLUiQRVyORE sino también
siendo un desafío para la teoría económica. Se han suge- muchas otras consecuencias: con más razón si tomamos
ULGR PXFKDV H[SOLFDFLRQHV H LQFOXVLYH VH KD GHPRVWUDGR en cuenta las causas remotas de un suceso, en lugar de
que las burbujas aparecen incluso sin incertidumbre, es- ODVSUy[LPDV&RPRGLMHUD+HJHOHQOD©PXOWLSOLFDFLyQ
peculación, o racionalidad limitada. En realidad parecen GHODVFDXVDVTXHKDQLQWHUYHQLGRHQWUHpOHOKHFKRIXQ-
XQDYHUVLyQGHIRUPDGDGHORVOODPDGRVFLFORVHFRQyPLFRV GDPHQWDOTXHVHHVWiFRQVLGHUDQGR\HOHIHFWR~OWLPR
&RPRHO¿OWURGH+RGULFN3HVFRWWPpWRGRSDUDH[WUDHUHOFRPSRQHQWHVHFXODURWHQGHQFLDGHXQDVHULHWHPSRUDOSURSXHVWR
HQ'HVFRPSRQHODVHULHREVHUYDGDHQGRVFRPSRQHQWHVXQRWHQGHQFLDO\RWURFtFOLFR(ODMXVWHGHVHQVLELOLGDGGHODWHQ-
GHQFLDDODVÀXFWXDFLRQHVDFRUWRSOD]RHVREWHQLGRPRGL¿FDQGRXQPXOWLSOLFDGRUȜ(VHQODDFWXDOLGDGXQDGHODVWpFQLFDVPiV
DPSOLDPHQWHXWLOL]DGDVHQODVLQYHVWLJDFLRQHVVREUHFLFORVHFRQyPLFRVSDUDFDOFXODUODWHQGHQFLDGHODVVHULHVGHWLHPSRSXHV
EULQGDUHVXOWDGRVPiVFRQVLVWHQWHVFRQORVGDWRVREVHUYDGRVTXHRWURVPpWRGRV(O¿OWURGH+RGULFN3UHVFRWWWLHQHVXRULJHQHQ
HOPpWRGRGH©:KLWWDNHU+HQGHUVRQGHWLSR$ªTXHIXHXVDGRSULPHURSRUDFWXDULRVSDUDVXDYL]DUODVWDEODVGHPRUWDOLGDGSHUR
además ha sido útil en estudios de astronomía y balística.
Se ha hablado de los mercados como de una persona en miniatura.
©(QHIHFWRGHVGHDxRHQTXHHVWDOODODSULPHUDFULVLVJHQHUDOQRSDVDQGLH]DxRVVHJXLGRVVLQTXHWRGRHOPXQGRLQGXVWULDO
y comercial, la producción y el intercambio... se salgan de quicio. El comercio se paraliza, los mercados parecen sobresaturados de
PHUFDQFtDVORVSURGXFWRVVHHVWDQFDQHQORVDOPDFHQHVDEDUURWDGRVVLQHQFRQWUDUVDOLGDHOGLQHURFRQWDQWHVHKDFHLQYLVLEOHHOFUp-
GLWRGHVDSDUHFHODVIiEULFDVSDUDQODVPDVDVREUHUDVFDUHFHQGHPHGLRVGHYLGDSUHFLVDPHQWHSRUKDEHUORVSURGXFLGRHQH[FHVRODV
EDQFDUURWDV\ODVOLTXLGDFLRQHVVHVXFHGHQXQDVDRWUDV(OHVWDQFDPLHQWRGXUDDxRVHQWHURVODVIXHU]DVSURGXFWLYDV\ORVSURGXFWRVVH
GHUURFKDQ\GHVWUX\HQHQPDVDKDVWDTXHSRU¿QODVPDVDVGHPHUFDQFtDVDFXPXODGDVPiVRPHQRVGHSUHFLDGDVHQFXHQWUDQVDOLGD
\ODSURGXFFLyQ\HOFDPELRYDQUHDQLPiQGRVHSRFRDSRFR3DXODWLQDPHQWHODPDUFKDVHDFHOHUDHOSDVRGHDQGDGXUDVHFRQYLHUWHHQ
trote, el trote industrial en galope y, por último, en carrera desenfrenada, en batir de campanas de la industria, el comercio, el crédito y
ODHVSHFXODFLyQSDUDWHUPLQDU¿QDOPHQWHGHVSXpVGHORVVDOWRVPiVDUULHVJDGRVHQODIRVDGHXQFUDF<DVtXQD\RWUDYH]ª0DU[.
(O&DSLWDO,,,HG0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD
&RPRKDVHxDODGR6NUDEDQHNYpDVHHOFDStWXORGHLQVWUXPHQWRVHSLGHPLROyJLFRVODSOpWRUDGHIDFWRUHVGHULHVJRKDOOHYDGR
casi naturalmente a los epidemiólogos a postular la génesis multifactorial de un sinnúmero de afecciones. Pero –razona– en un
VHQWLGRHVWULFWRWRGRVORVHYHQWRVORVRQVLXQRHVJROSHDGRHQODFDEH]DSRUXQWUR]RGHPHWDOFDtGRGHXQDYLyQHVWHKHFKR
GHSHQGHGHXQDPLUtDGDGHVXFHVRVPHQRUHVHQFDGHQDGRVODYHORFLGDGGHODYLyQODYHORFLGDG\GLUHFFLyQGHOYLHQWRHOGHVWLQR
GHODFDPLQDWDGHODYtFWLPD\RWURVPiVPXFKRVGHVFRQRFLGRV(QJHQHUDOQRXVDPRVODSDODEUDPXOWLIDFWRULDOVLODFDXVDGH
un suceso es conocida o nos complace lo que aceptamos para nosotros.
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 439
©GXUDQWHDxRVPHSUHRFXSyXQDSDUHQWHGHFOLQDPLHQWRHQORVHVWiQGDUHVGHULJRULQWHOHFWXDOHQHOiPELWRGHODVKXPDQLGDGHV
DFDGpPLFDVSHURVR\VRORXQItVLFR¢TXpSRGtDKDFHU"SDUDSUREDUORVHVWiQGDUHVLQWHOHFWXDOHVHQERJDPHGHFLGtDOOHYDUDFDER
XQH[SHULPHQWRGHFLGLGDPHQWHQRFRQWURODGRª6RNDO$op. cit.
...y todo el trabajo es esencialmente un cemento que mantiene pegadas sin ninguna lógica citas de muchos famosos intelec-
tuales franceses y norteamericanos que hacen declaraciones bastante ignorantes sobre física o matemática con grandilocuencia...
1RGHMDGHVHUVRUSUHQGHQWHTXHODWHVLVGRFWRUDOGHOIXQGDGRUGHODVRFLRORJtDGHODFLHQFLD5REHUW0HUWRQGHVRVWXYLHVH
en serioTXH©QRVRORHOHUURURODLOXVLyQRODVFUHHQFLDVVLQYHUL¿FDUVLQRWDPELpQHOGHVFXEULPLHQWRGHODYHUGDGHVWiQVRFLDO
HKLVWyULFDPHQWHFRQGLFLRQDGRVª0HUWRQ6FLHQFH7HFKQRORJ\DQG6RFLHW\LQWK&HQWXU\(QJODQG
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 443
HV XQ PHUR UHÀHMR GH ODV LGHRORJtDV GRPLQDQWHV \ GH GLYLGLGDVTXHODPLWDGGHORVFLHQWt¿FRVDSODXGtDVXVLGHDV
las relaciones de poder inherentes a la cultura que lo y la otra mitad criticaba o al menos miraba con escepti-
SURGXFH \ TXH HO GLVFXUVR FLHQWt¿FR QR SXHGH DVSLUDU cismo– diciendo que eran sencillamente absurdos «...una
DXQDSRVLFLyQHSLVWHPROyJLFDSULYLOHJLDGDUHVSHFWRGH FDQWLGDGGH¿QLGDPDWHPiWLFDPHQWHQRSXHGHVHUDIHFWDGD
otros saberes. SRUXQGHVFXEULPLHQWRItVLFRʌ\*VLJXHQVLHQGRFRQV-
/D OtQHD DUJXPHQWDO GHO WUDEDMR VH GHVHQYXHOYH HQ WDQWHVXQLYHUVDOHVSRURWUDSDUWHHOUHVWRGHODVFLWDVMXQWDQ
YDULDVHWDSDV(QSULPHUOXJDU6RNDODVRFLDODLQWHUSUHWD- palabras que suenan bien©GHVFHQWUDGRGHVFRQHFWDGRGH
ción estándar de la teoría cuántica con la epistemología FXDOTXLHU YtQFXOR HSLVWpPLFR KLVWRULFLGDG LQHOXFWDEOHª
SRVPRGHUQD YLQFXODQGR HO SULQFLSLR GH FRPSOHPHQWD- SHURHVWiQEiVLFDPHQWHYDFtDVGHFRQWHQLGR3HURKD\PiV
riedad de Bohr con las nociones de dialecticismo, ruptu- absurdos, por ejemplo, ¿cómo podría la relatividad gene-
UDLQWHUFRQH[LyQ\KROLVPR(QODVHJXQGDVHFFLyQVX- ral tener un profundo impacto en la crítica literaria? –este
EUD\DTXHODUHODWLYLGDGSURSRUFLRQDLGHDVUDGLFDOPHQWH GHFODUDTXHIXHRWURGHVXVIDYRULWRV
QXHYDV \ FRQWUDLQWXLWLYDV GHO HVSDFLRWLHPSR /XHJR ¢3RU TXp VH SXEOLFy HO DUWtFXOR" Sokal dice que
dirige la atención al paralelismo del uso de la topología jamás comprendió por qué al menos los editores de la
en física con su utilización por Lacan, cita a Althusser UHYLVWD QR KLFLHURQ YHU VX WUDEDMR SRU XQ HVSHFLDOLVWD
\VXJLHUHTXHHOSVLFRDQiOLVLVKDVLGRFRQ¿UPDGRSRUOD en ciencias duras; su principal truco fue la referencia
teoría del campo cuántico, comenta a Irigaray y la teoría a autores de peso y todo el trabajo es esencialmente un
de los conjuntos. cemento que mantiene pegadas sin ninguna lógica citas
Su espuria conclusión es que la característica de la de muchos famosos intelectuales franceses y norteame-
ciencia posmoderna tiene el acento puesto en la no li- ricanos que hacen declaraciones bastante ignorantes
nealidad y discontinuidad, la deconstrucción del dua- sobre física o matemática con grandilocuencia. Sokal,
lismo metafísico y la eliminación de la distinción entre incluso, se dio el gusto de rechazar un recorte en su apa-
sujeto y objeto, por lo tanto, en el abandono de caracte- UDWRELEOLRJUi¿FR±PX\H[WHQVRFRQQRWDVLQFOXLGDV±D
rísticas ontológicas estáticas y el énfasis en el simbolis- pedido de los editores, argumentando que las citas eran
mo y la representación. parte indisoluble del trabajo y que si se pretendía re-
Algunos fragmentos destacados de su trabajo son FRUWDUODVUHWLUDUtDODSXEOLFDFLyQ£\ORVHGLWRUHVGLHURQ
los siguientes: marcha atrás y aceptaron!
Sokal critica ácidamente a los autores no especialis-
...por tanto, la relatividad general nos fuerza a no- tas que abusan de conceptos físico-matemáticos, gene-
ciones radicalmente nuevas y contraintuitivas del espa- UDQGRFLWDVORVX¿FLHQWHPHQWHELHQHVWUXFWXUDGDVFRPR
cio, el tiempo y la causalidad... por esto, no sorpren- para que los lectores legos no puedan jamás descubrir
de que tenga un impacto profundo no solo en ciencias VXV IDODFLDV QDGLH GLUi MDPiV TXH HO HPSHUDGRU HVWi
QDWXUDOHV VLQR HQ ¿ORVRItD FUtWLFD OLWHUDULD \ FLHQFLDV GHVQXGR HVWR HV SDUWLFXODUPHQWH FLHUWR HQ )UDQFLD \
VRFLDOHVHQWpUPLQRVPDWHPiWLFRVODREVHUYDFLyQGH FRQVLVWHQHQLPSRUWDFLyQRH[SROLDFLyQGHFRQFHSWRV
Derrida se relaciona a la invariancia de las ecuaciones desde la física o la matemática hacia el psicoanálisis,
GH(LQVWHLQEDMRGLIHRPRU¿VPRVHVSDFLRWHPSRUDOHVQR OD VHPLyWLFD OD VRFLRORJtD VLQ QLQJXQD MXVWL¿FDFLyQ
lineales... el punto central es que este punto invariante QL EDVDPHQWR /DFDQ .ULVWHYD R ELHQ H[KLELFLyQ GH
implica que cualquier punto en el espacio tiempo puede IDOVDLOXVWUDFLyQ\MXHJRVGHSDODEUDV9LULOLR'HOHX]H
convertirse en cualquier otro... se erosiona la diferencia *XDWWDUL%DXGULOODUG
HQWUHREVHUYDGRUREVHUYDGRODʌGH(XFOLGHV\OD*GH 6RNDOGLFH©VLHOQ~FOHRYHUGDGHUDPHQWHGXURGHVX
Newton, antes pensadas como constantes universales discurso, que yo puedo juzgar adecuada y críticamente
se perciben ahora en su historicidad ineluctable; y el por tener la expertise para ello, es un desastre, un ab-
observador putativo se vuelve fatalmente des-centrado, surdo, un sinsentido, estoy autorizado a suponer que el
GHVFRQHFWDGRGHFXDOTXLHUYtQFXORHSLVWpPLFRDXQSXQ- resto de la obra también debe serlo... Por otra parte, si la
WRHVSDFLRWHPSRUDOTXH\DQRSXHGHVHUGH¿QLGRVROR FLHQFLDHVXQDSRUWHGHFRQRFLPLHQWRVXVWDQWLYRFyPR
por la geometría6RNDOD SHUVRQDV WDQ LJQRUDQWHV SXHGHQ DSRUWDU QDGD"ª VH UH-
¿HUHHQHVWHFDVRD/XFH,ULJDUD\\VXVsesudas referen-
La prensa del mundo reaccionó con una mezcla de cias a las teorías de Einstein... que según Sokal jamás
grandes titulares, horror y admiración cuando Sokal re- comprendió
YHOy VX HQJDxR ±HQ RWUD UHYLVWD Lingua Franca, poco Sobre Lacan, otro blanco preferido, dice en el artículo,
tiempo después. Sokal se dedicó en esta publicación de HQFODYHGHVRUQD©PiVD~QFRPRVRVSHFKDED/DFDQ
GHVYHODPLHQWRDGHIHQHVWUDUSXQWLOORVDPHQWHVXVFRQFHS- KD\ XQD tQWLPD FRQH[LyQ HQWUH OD HVWUXFWXUD H[WHUQD GHO
WRVSUHYLRV±\FXDQGR\DODVDJXDVLGHROyJLFDVHVWDEDQWDQ mundo físico y su representación psicológica interna en
444 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
GUtDPRV GH¿QLU OD FRPSOHMLGDG FRPR HO HTXLYDOHQWH GH La importancia crítica de estos sistemas condición
ODSOXUDOLGDGGHQLYHOHVRODGLYHUVLGDGGHODVUHODFLRQHV inicial dependientes es que limitan críticamente nuestra
entre los componentes de un objeto determinado, si bien capacidad de predicción. En efecto, en un sistema lineal
la complejidad no es en sentido estricto un atributo onto- XQSHTXHxRHUURULQLFLDOVHWUDGXFLUiHQQRPiVTXHXQ
lógico propio de los fenómenos sino más bien una escala SHTXHxRHUURU¿QDOSHURHQXQRQROLQHDOHOHUURU¿QDO
LQKHUHQWHDOSXQWRGHYLVWDTXHVHDGRSWD\ORVFRQFHS- VHUiLQDFHSWDEOH6HJ~Q3RLQFDUpHVWRVLJQL¿FDTXHQR
WRVTXHVHXVDQ5H\QRVR\SRURWUDSDUWHQRHV SRGHPRVFDOFXODUFyPRYDULDUiXQVLVWHPDFRQHOSDVR
QHFHVDULRXQJUDQQ~PHURGHYDULDEOHVSDUDFDUDFWHUL]DU del tiempo porque la determinación de sus componentes
a la complejidad, esto es, una ameba puede ser tan com- LQLFLDOHV QR HV GHPDVLDGR SUHFLVD \ FRQYHQJDPRV HQ
pleja como un sistema planetario. La complejidad de un TXHGLItFLOPHQWHORVHDHQDEVROXWRHQODYLGDUHDO(Q
modelo puede entenderse como su naturaleza, que en el su obra seminal 6REUHODFLHQFLD\VXPpWRGR, Poincaré
OHQJXDMHVLVWpPLFRFRQYHQFLRQDOFRUUHVSRQGHDODSURSLH- escribía:
dad de retroacción de un modelo heurístico, por lo que ©XQD FDXVD PX\ SHTXHxD TXH HVFDSD D QXHVWUD
VH KD HPSOHDGR FRQ FLHUWD IUHFXHQFLD OD H[SUHVLyQ teo- percepción determina un efecto considerable que no po-
ría de los sistemas dinámicos para designar los modelos GHPRV GHMDU GH YHU \ OXHJR GHFLPRV TXH HVWR VH GHEH
FRPSOHMRVJHQHUDGRVHQHOFRQWH[WRGHSURSXHVWDVGHXQ DOD]DUSXHGHVXFHGHUTXHXQDVSHTXHxDVGLIHUHQFLDV
SDUDGLJPDFLHQWt¿FRGLIHUHQWH(QXQPRPHQWRLQLFLDOVH en las condiciones iniciales produzcan unas diferencias
pensó que la indeterminación sería la propia aleatoriedad. PX\JUDQGHVHQORVIHQyPHQRV¿QDOHVXQSHTXHxRHUURU
Sin embargo, luego se descubrió que tal orden de fenó- en lo anterior producirá un enorme error en lo posterior,
menos no seguía una regla probabilista. En ese caso, la la predicción se hace imposible y lo que tenemos es un
cuestión no se situaría en la oposición entre estocástico fenómeno fortuito. Sólo que a esta altura uno podría
YHUVXV GHWHUPLQLVWD \ Vt HQWUH IXQFLRQHV GHWHUPLQDGDV SUHJXQWDUVHVLH[LVWHXQVLVWHPDOLQHDOHQHVWDGRSXURHQ
XQtYRFDV\PRQyWRQDVYHUVXVGHWHUPLQDFLRQHVPiVFRP- HO PXQGR UHDOPi[LPHFRQ LQVWUXPHQWRV GH PHGLFLyQ
plejas. Inicialmente, se llamó a tales procesos fenómenos LPSHUIHFWRV\HQPXFKRVFDVRVWHxLGRVGHVXEMHWLYLGDG
caóticos, lo que llegó a inspirar un nombre genérico a esa ,PDJLQHPRV TXH XQ LQYHVWLJDGRU PLGH XQD FRQGLFLyQ
SHUVSHFWLYDODciencia del caos*OHLFN$FWXDO- inicial y predice un resultado; un segundo mide otro
PHQWHVHHQFXHQWUDHQFXUVRXQDUHFWL¿FDFLyQJHQHUDOGH estado inicial y predice un segundo desenlace y así su-
fenómenos caóticos para procesos de determinación no FHVLYDPHQWH DO ¿QDO DPERV HUUDUiQ SRU GHIHFWR HQ OD
lineal, también llamados procesos sistémicos dinámicos. herramienta o el procedimiento de medición».
'HODWWUH 'H KHFKR OD FDUDFWHUtVWLFD PiV YLVLEOH 3RLQFDUp HMHPSOL¿FD HVWR FRQVLGHUDQGR HO WLHPSR
del llamado nuevo paradigma WDO YH] VHD OD QRFLyQ GH atmosférico.
no linealidad, en el sentido del rechazo de la doctrina de ©¢3RUTXpWLHQHQORVPHWHRUyORJRVWDQWDVGL¿FXOWDGHV
ODFDXVDOLGDGVLPSOH(QHVWHFRQWH[WRUHFXHUGD*ULEELQ SDUDSURQRVWLFDUHOWLHPSRFRQFLHUWDVHJXULGDG"¢3RUTXp
YpDVH*ULEELQTXHHQQXHVWUDH[SHULHQFLDFRWLGLD- SDUHFHTXHODVOOXYLDVHLQFOXVRODVWRUPHQWDVOOHJDQSRU
na los cambios se producen mayormente en forma lineal, D]DU"9HPRVTXHODVJUDQGHVSHUWXUEDFLRQHVVHSURGXFHQ
HVWR HV KDFH IDOWD HO GREOH GH IXHU]D SDUD OHYDQWDU GRV generalmente en zonas donde la atmósfera se encuentra
NLORVTXHSDUDOHYDQWDUXQRRDOFDPLQDUVLGDPRVGRV HQHTXLOLEULRLQHVWDEOH/RVPHWHRUyORJRVYHQFODUDPHQWH
pasos, la distancia recorrida es el doble que para dar uno. que el equilibrio es inestable, que se formará un ciclón en
Si caminar no fuese un fenómeno lineal, cada paso poste- DOJ~QOXJDUSHURQRHVWiQHQVLWXDFLyQGHGHFLUFRQH[DFWL-
ULRUDOSULPHURVXFHVLYDPHQWHQRVOOHYDUtDDXQDGLVWDQFLD tud dónde; una décima de grado más o menos en cualquier
FDGDYH]PD\RUGHODUHFRUULGDHQORVSDVRVDQWHULRUHV punto dado y el ciclón se desencadenará aquí y no allí, cau-
Así, no linealmente, apenas una docena de pasos habrían VDQGRHVWUDJRVHQ]RQDVTXHHQRWURFDVRQRVHKDEUtDQYLV-
hecho recorrer más de un kilómetro. WRDIHFWDGDV6LVHKXELHUDQGDGRFXHQWDGHTXHH[LVWtDHVWD
Los procesos no lineales hacen que los objetos se diferencia de una décima de grado, habrían podido saber
alejen muy rápidamente de su punto de partida, hecho GHDQWHPDQRORTXHSDVDEDSHURODVREVHUYDFLRQHVQRVRQ
\DVHxDODGRSRU3RLQFDUpTXHKDEOyGHODVHQVLELOLGDG VX¿FLHQWHPHQWHDPSOLDVRSUHFLVDV\HVWDHVODUD]yQSRUOR
de muchos sistemas del mundo real a sus condiciones que todo parece ser fruto del azar».
LQLFLDOHV ±HVWR VH HMHPSOL¿FD FRQ HO VHQFLOOR DFWR GH
dejar caer una hoja de papel desde una cierta altura y Asociaciones débiles y
YLHQGR FyPR FDGD YH] UHFRUUH XQ LWLQHUDULR GLIHUHQWH predicciones de baja estabilidad
TXHSDUHFHDOHDWRULRHQYHUGDGFDGDYH]XQRODVXHOWD
DGLIHUHQWHVDOWXUDVYDULDQGRJUDQGHPHQWHODVFRQGLFLR- La lógica subyacente al caos y la complejidad implica
nes iniciales del proceso. en esencia leyes sencillas, procesos no lineales, sensi-
446 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
como el de los terremotos y motines parece obedecer a gobernada por las denominadas distribuciones estables.
una distribución determinada –incluso en sismología se (VWDV GLVWULEXFLRQHV VH SRQHQ GH PDQL¿HVWR FXDQGR HO
menciona la ley de Gutenberg Richter que dice que por SURFHVRHVWRFiVWLFRLQYROXFUDGRHVXQYXHORGH/pY\.
FDGDVLVPRVGHPDJQLWXGKDEUiGHPDJQL- La utilización de este modelo de distribuciones será jus-
WXGGHPDJQLWXG\DVtVXFHVLYDPHQWH(VLQWHUH- WL¿FDGRDSDUWLUGHORVGDWRVHPStULFRV(VWDVGLVWULEX-
sante que la misma situación se da en el número de ciu- ciones poseen algunas propiedades interesantes, como
dades conforme a su población, personas según su di- la autosimilaridad de la serie temporal que describe el
QHURHPSUHVDVRSDtVHVVHJ~QVXYROXPHQGHQHJRFLRV fenómeno. En términos físicos los procesos estocásticos
RHQODIUHFXHQFLDGHSDODEUDVHQFXDOTXLHUWH[WRWDQWR tienen su origen en algún tipo de proceso de difusión.
sea la %LEOLD o el New York Times. Tal sistema crítico es Los YXHORV GH /pY\ se corresponden con los procesos
además independiente de la escala, es decir, no hay un denominados como de difusión anómala. Los paráme-
WDPDxR~QLFRRWtSLFRGHDYDODQFKDORTXHVHH[SUHVD tros estadísticos que se obtienen del análisis de los mis-
matemáticamente como un espectro de potencia que in- mos dan cuenta de la microestructura de estos sistemas.
YROXFUD XQD DXWRD¿QLGDG DQiORJD D OD GH ORV SURFHVRV
fractales. La noción de fractales parece la más fascinan- Redes independientes de escala
te y la de mayor utilidad para el desarrollo de otros mo-
GRVGHSURGXFFLyQGHOFRQRFLPLHQWRFLHQWt¿FR6HWUDWD 8Q FDStWXOR GHVWDFDGR HQ HO XVR GH FRQFHSWRV FDyWLFRV
GHXQDQXHYDJHRPHWUtDEDVDGDHQODUHGXFFLyQGHODV HQLQYHVWLJDFLyQHQFLHQFLDVKXPDQDVWLHQHTXHYHUFRQ
formas y las propiedades de los objetos a lo LQ¿QLWRLQWH- las llamadas redes independientes de escala TXH VH YLR
riorSRUHMHPSORODSRVLELOLGDGGHGLYLGLUXQDOtQHDHQ DSDUHFtDQ HQ ORV FRQWH[WRV OyJLFRV PiV GLVtPLOHV UHOD-
GRVSDUWHVLJXDOHVTXHDVXYH]SXHGHQGLYLGLUVH\DVt FLRQHV VH[XDOHV DJHQGDV WHOHIyQLFDV QH[RV VLQWiFWLFRV
VXFHVLYDPHQWHPDQWHQLpQGRVHVLHPSUHODIRUPDRULJL- HQWUHSDODEUDVHQXQWH[WRRGLVFXUVRFLWDVELEOLRJUi¿FDV
QDOGHXQDOtQHDGLYLGLGDSRUODPLWDG'HHVWDPDQHUDVH entre miembros de la comunidad académica, colabora-
puede representar en una forma sumamente sintética la FLRQHV HQ UHSRUWHV GH LQYHVWLJDFLyQ DOLDQ]DV WHFQROyJL-
constatación de la permanencia de ciertas propiedades a cas, relaciones entre actores de cine, sinapsis neuronales,
WUDYpVGHORVGLIHUHQWHVQLYHOHVGHOVLVWHPD contactos entre personas de una organización, cadenas
Las propiedades dinámicas de largo alcance de mu- DOLPHQWDULDV FRQH[LRQHV HQWUH RUJDQLVPRV YLQFXODGRV
FKRV VLVWHPDV QDWXUDOHV GHSHQGHQ GH OD HYROXFLyQ GH al metabolismo o proteínas reguladoras, propagación de
gran número de subsistemas acoplados por interaccio- HQIHUPHGDGHV \ YLUXV LQIRUPiWLFRV %DUDEiVL \ %RQD-
QHVORFDOHVHQWUHHOORV(VWRVVLVWHPDVH[WHQVRVVXHOHQ EHDX/LOMHURV\RWURV(OFHQWURQHXUiOJLFR
H[KLELU FRPSRUWDPLHQWRV OLEUHV GH HVFDOD OR TXH LP- GHODVLQYHVWLJDFLRQHVHQUHGHV,(HVOD8QLYHUVLGDGGH
SOLFD TXH WLHQH OXJDU OD SUHVHUYDFLyQ GH DOJ~Q WLSR GH Notre Dame en Indiana, donde Barabási dirige un grupo
VLPHWUtD D WUDYpV GH ORV YDULDGRV yUGHQHV GH PDJQLWXG GH LQYHVWLJDFLyQ HQ HO TXH SDUWLFLSDQ QXPHURVRV HVWX-
VREUHORVFXDOHVHVWRVVLVWHPDVSRQHQGHPDQL¿HVWRVX GLRVRVGHRULJHQK~QJDUR5H\QRVR(QGLQiPLFD
HYROXFLyQ(VWDLQYDULDQFLDGHHVFDODVHHYLGHQFLDFXDQ- QROLQHDOSHUWHQHFHQDXQDPLVPDFODVHGHXQLYHUVDOLGDG
GRDOJ~QREVHUYDEOHVLJXHXQDOH\SRWHQFLDO6FKXVFKQ\ los sistemas cuyas transiciones de fase posean el mismo
3HUD]]R \ +H\PDQQ GHO &HQWUR GH (VWXGLRV$YDQ]D- FRQMXQWRGHH[SRQHQWHVFUtWLFRV(QWHRUtDGHUHGHVFRP-
GRV 8QLYHUVLGDG GH %XHQRV$LUHV &(3$/ ±&RPLVLyQ SOHMDVVHSXHGHQYLQFXODUDVtFRVDVWDQGLYHUVDVFRPRODV
(FRQyPLFD SDUD $PpULFD /DWLQD 1DFLRQHV 8QLGDV± relaciones personales, la Internet, los ferromagnetos, las
,QVWLWXWR7RUFXDWR'L7HOOD\)DFXOWDGGH&LHQFLDV(FR- FLWDVELEOLRJUi¿FDVODSURSDJDFLyQGHHQIHUPHGDGHV\OD
QyPLFDV 8QLYHUVLGDG GH %XHQRV$LUHV H[SORUDURQ OD SHUFRODFLyQ:DWWV(QORVHVWXGLRVGHDXWRRU-
posibilidad de que este tipo de comportamiento, libre ganización se reconocen como de la misma clase fenó-
de escala, tenga lugar también en los sistemas econó- menos emergentes tales como la formación de patrones
micos, especialmente cuando se trata de un sistema ondulados en dunas de arena, las manchas en pelajes o
sometido a precisas reglas de interacción como ocurre conchas de moluscos, la sincronización de cardúmenes
FRQORVPHUFDGRV¿QDQFLHURV([LVWHQYDULDGRVPRGHORV y bandadas, las soluciones autocatalíticas o los nidos de
de distribuciones de probabilidad que buscan describir WHUPLWDV&DPD]LQH\RWURV
OD HYROXFLyQ GH ORV SUHFLRV GH HVWH WLSR GH PHUFDGRV 0iV WDUGH 'XQFDQ :DWWV \ 6WHYH 6WURJDW]
EDViQGRVH HQ HO VXSXHVWR GH TXH GLFKD HYROXFLyQ HVWi GHVDUUROODURQXQPRGHORDOWHUQDWLYROODPDGR:6TXH
3RU3DXO3LHUUH/pY\PDWHPiWLFRIUDQFpVTXHWUDEDMySULQFLSDOPHQWHHQODWHRUtDGHSUREDELOLGDGHVLQWURGXFLHQGR
OD0DUWLQJDODORVYXHORVGH/pY\ORVSURFHVRVGH/pY\ODVPHGLGDVGH/pY\HWFWDPELpQOODPDGRVSDVHRVDOHDWRULRV
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 449
Las demás formas son concebibles, pero inestables. Es En el terreno de la salud, la teoría de la compleji-
posible ilustrar las catástrofes mediante grafos que re- GDGKDVLGR~WLOSDUDLQYHVWLJDUHQFRQFUHWRHOFRPSRU-
presentan los estados estables como conjunto de puntos tamiento de algunas epidemias, utilizando además de
OtQHDV R VXSHU¿FLHV HQ XQ HVSDFLR GH FRQGXFWD /RV ORVPpWRGRVGHFiOFXORVFRQYHQFLRQDOHVHOFRQFHSWRGH
grafos nos permiten incorporar una gran cantidad de espectro de potencia ORJUiQGRVH LGHQWL¿FDU DWUDFWRUHV
información sobre causas y efectos en un diagrama des- H[WUDxRVHQHVWD
FULSWLYRUHODWLYDPHQWHVHQFLOORRDOPHQRVDSUHKHQVLEOH Shaffner y Kot, por ejemplo, aplicaron un método
A menudo, ilustrar un proceso mediante un grafo per- de reconstrucción de atractores al estudio de enferme-
mite ahondar en el modelo para analizar otros aspectos GDGHV HSLGpPLFDV YDULFHODV VDUDPSLyQ SDURWLGLWLV
más escondidos y otorgar una dimensión imaginaria a XWLOL]DQGR GDWRV REWHQLGRV HQ DxRV HQ TXH QR H[LVWtD
XQUD]RQDPLHQWRYHUEDO XQDYDFXQDFLyQPDVLYD3DUDFDGDHQIHUPHGDGKD\XQD
La catástrofe más simple, el llamado pliegue, posee VHULHWHPSRUDOTXHUHJLVWUDHOQ~PHURGHFDVRVQRWL¿-
un solo eje de control y un solo eje de conducta, y se cados por mes. Sus resultados muestran que en cada
puede representar en dos dimensiones. La catástrofe más FDVRSDUHFHH[LVWLUXQDWUDFWRUELGLPHQVLRQDO/ODPDOD
FRPSOHMD HO VRUSUHQGHQWHPHQWH OODPDGR RPEOLJR SD- atención que la dinámica de la enfermedad en ambas
UDEyOLFRWLHQHFXDWURHMHVGHFRQWURO\GRVHMHVGHFRQ- FLXGDGHV1XHYD<RUN\%DOWLPRUHWLHQHXQFRPSRU-
ducta, por lo que sólo se la podría representar en seis di- tamiento muy similar. Según May, esta dinámica co-
mensiones. Los nombres de las primeras catástrofes son rresponde a un atractor caótico de baja dimensión y
VXJHULGRV SRU ORV UDVJRV YLVXDOHV GH ORV JUDIRV TXH ORV H[SOLFDTXHODGL¿FXOWDGHQGHWHFWDUFDVRVHVWiHQTXH
UHSUHVHQWDQ\VLHVWRVQRVRQYLVXDOL]DEOHVVRQGHLQVSL- los datos registrados corresponden a datos agregados
ración matemática como el llamado cola de milano. La GH GLIHUHQWHV SDUWHV GH OD FLXGDG \ QR H[DFWDPHQWH D
catástrofe de pliegue representa la conducta de los siste- ORVGDWRVUHDOHV/RVDXWRUHVGHHVWDVLQYHVWLJDFLRQHV
PDVTXHGHSHQGHQGHODFRQGLFLyQGHXQDVRODYDULDEOHR SODQWHDQFRPELQDUDPERVPpWRGRVFRQYHQFLRQDO\GH
factor de control, como comentamos. Esta modalidad de DWUDFWRUHV
FDWiVWURIHHVEDVWDQWHSRFRLQIRUPDWLYDSXHVHQHOODSXH-
GHQVXFHGHUPX\SRFDVFRVDVWRGDVREYLDV(OVLVWHPDVH Modelización
SXHGHPRYHUDXQQLYHOGHPtQLPDWHQVLyQSXHGHTXHGDU
EDODQFHDGRHQXQSXQWRGHLQÀH[LyQRVHWRUQDLQHVWDEOH La modelización de sistemas dinámicos ilustra de modo
(QORVDxRVTXHVLJXLHURQDODHPHUJHQFLDGHOD7& muy adecuado los problemas de la multicausalidad y la
surgieron aplicaciones de ella en todas las disciplinas; asociación compleja. Ningún modelo puede resumir el
sus metáforas llegaron a ser moneda corriente en los PXQGRUHDORUHÀHMDUORHVSHFXODUPHQWH, pero son esen-
medios intelectuales y en el periodismo, aplicándose a ciales para nuestra comprensión del mismo. Todos crea-
ODV TXLHEUDV ¿QDQFLHUDV ODV FULVLV EXUViWLOHV ODV GHFL- mos modelos del mundo de manera constante, diseccio-
VLRQHV VLQGLFDOHV GH LU D OD KXHOJD ORV YDLYHQHV GH OD QDQGRQXHVWUDVREVHUYDFLRQHV/DFRPSOHMLGDGLQKHUHQWH
opinión pública, las eclosiones de pánico en las muche- de los sistemas sociales, económicos o ecológicos y su in-
GXPEUHVODVUHYROXFLRQHVODFDtGDGHOLPSHULRURPDQR teracción nos fuerza a más si hemos de comprender algo
la fonología y el colapso de empresas. sustancial sobre ellos, en especial patrones ocultos en los
GDWRV&RQHODGYHQLPLHQWRGHFRPSXWDGRUDVSHUVRQDOHV
Lecciones para la Epidemiología \SURJUDPDVHVSHFt¿FRVDGHPiVFXDOTXLHUDSXHGHFUHDU
PRGHORVGHFDVLFXDOTXLHUFRVDORTXHHVEXHQRSRUXQ
&RPR GLFH GH$OPHLGD HO SRWHQFLDO UHQRYDGRU SDUD OD ODGR\XQDFDODPLGDGSRURWUR3DUDPRGHODUEiVLFDPHQ-
Epidemiología de todas las ideas y teorías sumarizadas WHDEVWUDHPRVORVGHWDOOHVWUDWDQGRGHYHUODSLQWXUDFRP-
en estas páginas puede ser enorme, pero asimismo de- pleta, el grupo particular de rasgos del mundo real o de
EHQHQFDUDUVHFRQXQDVDQDFDXWHOD\DTXHH[LVWHFLHUWR la estructura que subyace a los procesos y conduce a los
riesgo epistemológico, particularmente para las ciencias GHVHQODFHV REVHUYDGRV$Vt ORV PRGHORV VRQ HQ ~OWLPD
de lo social histórico: este sería la supuesta posibilidad instancia, destilaciones de la realidad y nos obligan a en-
de matematización de todas las relaciones objeto de la frentar o considerar las asunciones estructurales y diná-
LQGDJDFLyQFLHQWt¿FD¢4XpFRQVHFXHQFLDVWHQGUiQWDOHV micas que formulamos en nuestras abstracciones. En un
HQIRTXHVSRVLEOHVGHODFLHQFLDHQORTXHVHUH¿HUHDOD sentido, algunas grandes ideas de la ciencia fueron solo
SUiFWLFDFLHQWt¿FDHQJHQHUDO" modelos mentales, por ejemplo, la modelación coperni-
©8QPDSDGHOD&KLQDWDQJUDQGHFRPROD&KLQD«ªDOGHFLUGHOSRHWD
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 451
MUNDO REAL
CONCLUSIONES Y ABSTRACCIÓN DE
PREDICCIONES LOS HECHOS DEL
MUNDO REAL
MODELIZACIÓN
FDQDGH¿QHVGHOVLJOR;9IXHQDGDPiVQLQDGDPHQRV en cada tarea y los elementos que son necesarios como
TXHXQH[SHULPHQWRPHQWDOTXHQRVXSXVRQLQJXQDH[SH- inputs3UHVVPDQ
ULPHQWDFLyQIDFWLFDQLVLTXLHUDREVHUYDFLRQHVVLJQL¿FDWL- (OREMHWLYRGHOPRGHORHVKDFHUHOSURFHVRUHSHWLEOH
YDVGHOXQLYHUVRQLPXFKRPHQRVSUHWHQVLRQHVGHFRUUR- PDQHMDEOH\PHQVXUDEOHto be able to get metrics/R
ERUDFLyQRUHIXWDFLyQGHSDUWHGHRWURVREVHUYDGRUHV(Q mismo que de data mining cabe decir que dada la plé-
el mismo orden pueden inscribirse los trabajos de Gilbert tora de programas y la potencia de las computadoras y
con su idea de la Tierra como un colosal imán esférico, y DVLPLVPR OD DEXQGDQFLD FDVL LQXQGDFLyQ GH GDWRV OR
del genial Kepler, que se inspiró en este sentido en él para que se ha llamado data dredging WDQWR ORV PRGHORV
su modelo de las fuerzas magnéticas planetarias como epidémicos como data mining pueden hacerse mal con
FDXVDGLQiPLFDGHORVPRYLPLHQWRVSODQHWDULRV mucha facilidad.
(ODGYHQLPLHQWRGHODPRGHOL]DFLyQFRPSOHMD\ORV 3RGHPRV LGHQWL¿FDU VXFLQWDPHQWH HQ HO PRGHODGR
PRGHORV HVWRFiVWLFRV KD GHYHQLGR HQ OR TXH DOJXQRV un grupo de procesos generales que usualmente se si-
FRPR %UDXHU YDQ GHQ 'ULHVVFKH \:X OODPDQ Epide- JXHQFRPRPXHVWUDOD)LJXUD
miología matemática YpDVH 6SULQJHU9HUODJ %HUOLQ
Heidelberg, 2008). En un sentido incluso, la modeli- La mayoría de los modelos se ajusta a una de las si-
zación se emparenta con la técnicas de data mining en guientes clases. El primer tipo consiste en modelos que
cuanto a que como aquellas son una herramienta fun- describen un fenómeno particular en un momento de-
GDPHQWDO HQ OD PLVLyQ GH ¿OWUDU H[WUDHU R WUDQVIRUPDU terminado. Se trata de modelos estáticos. Por ejemplo,
grandes bases de datos o cuantumes de información en XQPDSDGH(VWDGRV8QLGRVSXHGHUHSUHVHQWDUODORFDOL-
LQIRUPDFLyQ VXPDULD \ HQ H[SORUDU SDWURQHV RFXOWRV ]DFLyQ\HOWDPDxRGHXQDFLXGDGRODWDVDGHLQIHFFLyQ
3RQFH\.DUDKRFD,QFOXVRPXFKRVGHORVGHVD- SRUXQDHQIHUPHGDGHQSDUWLFXODUFDGDXQRHQXQDxR
rrollos de DM se llaman a sí mismos modelos. En ese determinado.
sentido, los especialistas dicen que un modelo es una El segundo tipo corresponde a la confrontación de
serie de tareas a realizar para desarrollar un elemento diferentes modelos estáticos que comparan determina-
particular, así como los mismos elementos generados do fenómeno en distintos momentos. Se suele usar al
Véase Lemus JD, Aragües y Oroz V. Administración Hospitalaria y de Organizaciones de Atención de la Salud, Rosario-
%XHQRV$LUHV&RUSXV
452 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Susceptibles
Número de casos
Inmunes
Casos
Figura 16.3: Modelización sarampión New York 1960 (tomado de Brauer, den Driessche, Wu, 2008)
OD SREODFLyQ GH DFRJLGD 1 HV VX¿FLHQWHPHQWH JUDQGH que para dar uno. Si caminar no fuese un fenómeno li-
SRGHPRVWUDWDU6,\5FRPRYDULDEOHVFRQWLQXDV\H[- QHDOFDGDSDVRSRVWHULRUDOSULPHURVXFHVLYDPHQWHQRV
presar nuestro modelo de cómo cambian en función de OOHYDUtDDXQDGLVWDQFLDFDGDYH]PD\RUGHODUHFRUULGD
XQVLVWHPDGHHFXDFLRQHVGLIHUHQFLDOHVGW G6ȕ6,G, en los pasos anteriores. Así, no linealmente, apenas una
GWȕ6,Ȗ, docena de pasos habrían hecho recorrer más de un ki-
(QHVWHFDVRODWDVDGHWUDQVPLVLyQper capitaHV lómetro. Los procesos no lineales hacen que los objetos
ȕ\ODWDVDGHUHFXSHUDFLyQHVȖSRUORTXHHOSHULRGR se alejen muy rápidamente de su punto de partida y de
LQIHFFLRVRPHGLRHVGHȖ1RKD\XQDHFXDFLyQGL- sus condiciones iniciales –piense en dejar caer una hoja
IHUHQFLDOSDUDHOQ~PHURGHLQGLYLGXRVUHPRYLGRV6L GHSDSHOGHVGHXQDFLHUWDDOWXUD\YHDFyPRFDGDYH]UH-
WRGRHOPXQGRHVLQLFLDOPHQWHVXVFHSWLEOH6 1 corre un itinerario diferente que parece aleatorio siendo
entonces una persona infectada recientemente que se TXHFDGDYH]XQRODVXHOWDDGLIHUHQWHVDOWXUDVYDULDQGR
introduce puede esperarse que infecte a otras personas las condiciones iniciales del proceso.
ȕ1GXUDQWHHOSHUtRGRȖ3RUORWDQWRHVWHLQGLYLGXR La importancia sustancial de la concepción de estos
LQIHFFLRVRSULPHURSXHGHLQIHFWDUD5 ȕ1ȖLQGL- sistemas condición inicial dependientes es que limitan
YLGXRV (O 5 VH GHQRPLQD Q~PHUR GH UHSURGXFFLyQ críticamente nuestra capacidad de predicción. Según
básica y es sin duda la cantidad más importante a con- 3RLQFDUpHVWRVLJQL¿FDTXHno podemos calcular cómo
siderar en el análisis de cualquier modelo epidémico variará un sistema con el paso del tiempo porque la de-
GHXQDHQIHUPHGDGLQIHFFLRVD(QSDUWLFXODU5GHWHU- terminación de sus componentes iniciales no es dema-
mina si una epidemia puede afectar a todos o a cuántos siado precisa \ FRQYHQJDPRV HQ TXH GLItFLOPHQWH OR
por el modelo SIR de base, y nunca puede aumentar VHDHQDEVROXWRHQODYLGDUHDO$HVWDDOWXUDXQRSRGUtD
D PHQRV 5 ! (VWR WLHQH VHQWLGR LQWXLWLYR \D TXH SUHJXQWDUVHVLH[LVWHXQVLVWHPDOLQHDOHQHVWDGRSXURHQ
si cada persona transmite la infección a un promedio HO PXQGR UHDOPi[LPHFRQ LQVWUXPHQWRV GH PHGLFLyQ
GH PHQRV GH XQ LQGLYLGXR VL WDO FRVD IXHVH SRVLEOH LPSHUIHFWRV\HQPXFKRVFDVRVWHxLGRVGHVXEMHWLYLGDG
entonces el número de casos debería disminuir con el ,PDJLQHPRV TXH XQ LQYHVWLJDGRU PLGH XQD FRQGLFLyQ
tiempo. inicial y predice un resultado; un segundo mide otro
Para que cualquier soft pueda hacer los cálcu- estado inicial y predice un segundo desenlace y así su-
ORV VH GHEHQ HVSHFLILFDU ORV YDORUHV GHO SDUiPHWUR FHVLYDPHQWH DO ¿QDO DPERV HUUDUiQ SRU GHIHFWR HQ OD
ȕ \ Ȗ R 5 1 \ Ȗ \ ODV FRQGLFLRQHV LQLFLDOHV 6 herramienta o el procedimiento de medición.
\ &RQVLGpUHVH HO FDVR GH XQD HSLGHPLD GH En arenas epidemiológicas la mayoría de los mode-
VDUDPSLyQ HQ 1HZ<RUN HQ ODV HVWLPDFLRQHV los de determinación de riesgo serían sensibles a condi-
independientes de los datos indican que el período cionantes que, al comienzo de los procesos determinan-
GHFRQWDJLRHVȖaGtDV\HOQ~PHURGHUHSUR- tes, ni siquiera serían probablemente registradas por su
GXFFLyQEiVLFDHV5a/DSREODFLyQGH1XHYD aparente poca importanciaJHQHUiQGRVHHQYLUWXGGHOD
<RUNHQIXHGH1 6LVXSRQHPRV posibilidad de inestabilidad de sus parámetros, la pom-
DKRUD TXH XQ LQGLYLGXR LQIHFFLRVR OOHJy D 1XHYD posa denominación de predicciones de baja estabilidad.
<RUNDQWHVGHODHSLGHPLDGH, \TXH (Q FXDOTXLHU FDVR DYDQFHPRV FRQ HO PRGHOR GHO
WRGR HO PXQGR HQ OD FLXGDG HUD VXVFHSWLEOH 6 VDUDPSLyQHQ1HZ<RUN(OSDQHOLQIHULRUGHOD¿JXUD
1HQWRQFHVWHQHPRVVXILFLHQWHLQIRUPDFLyQSDUD PXHVWUDORVFDVRVGHVDUDPSLyQHQ1XHYD<RUNSRUXQ
SHUPLWLU DO VRIW FDOFXODU , W $O KDFHUOR OD FXUYD SHUtRGRGHDxRVTXHLQFOX\HODHSLGHPLDGH
HSLGpPLFD HQ HO SDQHO VXSHULRU GH OD ILJXUD QR VH (YLGHQWHPHQWHKXERHSLGHPLDVGHVDUDPSLyQHQ1XHYD
parece mucho a los datos reales de la epidemia de <RUNSRUGpFDGDV\QRKDEtDLQGLFLRVGHODH[WLQFLyQGHO
HQ1XHYD<RUNILJXUDFHQWUDOGHOSDQHO(Q- YLUXV (YLGHQWHPHQWH OD HSLGHPLD QR VH GHVDWy SRU XQ
WRQFHV¢KD\DOJRPDOFRQHOPRGHOR" ~QLFR LQGLYLGXR LQIHFFLRVR OR TXH HQ FXDOTXLHU FDVR
No con el modelo, pero sí con las condiciones ini- SDUHFHXQDDVXQFLyQDEVXUGD/DKLSyWHVLV, \
ciales. La GHSHQGHQFLDPRGpOLFDDODVFRQGLFLRQHVLQL- 6 1HVXQWDQWRULGtFXOD(QFDPELRVLWRPDPRV,
ciales es crítica y es una constante que hemos proble-
HOQ~PHURGHFDVRVQRWL¿FDGRVHQ
matizado en otra parte de nuestra obra. En este mismo septiembre de 1961 por el período de contagio, como
capítulo mencionamos a Gribbin y su noción de la no SURSRUFLyQGHODORQJLWXGGHFDGDPHV\6
linealidadFRQWUDULDDQXHVWUDH[SHULHQFLDIiFWLFDFRWL- 1HQWRQFHVVHREWLHQHODFXUYDGHODHSLGHPLDUHSUHVHQ-
diana en la que los cambios se producen mayormente en WDGDHQHOSDQHOFHQWUDOGHOD¿JXUDTXHHVPXFKRPiV
forma lineal, esto es, hace falta el doble de fuerza para SDUHFLGDDODFXUYDHSLGpPLFDREVHUYDGD
OHYDQWDUGRVNLORVTXHSDUDOHYDQWDUXQRRDOFDPLQDU 7HQHPRV XQ PRGHOR TXH SXHGH H[SOLFDU XQD VROD
si damos dos pasos, la distancia recorrida es el doble HSLGHPLDGHVDUDPSLyQHQ1XHYD<RUNSHURQRSXHGH
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 455
Si no lo descubre, busque la solución más adelante en este mismo capítulo.
456 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Cada uno de los pasos posteriores se rigen también en WUDWDEOH (O 6(3 GHEH GHVHPSHxDU XQ SDSHO FUHDWLYR
cierta medida por las leyes del azar, y describirlos de HQ HVWH FRQWH[WR FRQWHQLHQGR LGHDV QXHYDV DVt FRPR
XQD PDQHUD PDWHPiWLFD SUHFLVD SXHGH VHU H[WUHPDGD- propuestas concretas sobre la forma en que estas ideas
mente difícil, a pesar de que al mismo tiempo puede ser FDEHQHQQXHYRVPDUFRV
un ejercicio útil para en última instancia, comprenderla Implementar el SEP en el caso de las grandes epi-
detalladamente. demias del siglo XIV dC es un desafío, ya que aunque
Para muchas enfermedades crónicas, como cáncer y esta epidemia ha sido un desastre mayor en la historia
enfermedades del corazón, de las que mucho menos se KXPDQDHQWpUPLQRVGHODPRUWDOLGDGTXHFDXVy\OD
conoce sobre su biología subyacente, es casi imposible UDSLGH]FRQTXHVHSURSDJy\FRPRWDOKDVLGRGHED-
IRUPXODU XQ PRGHOR PDWHPiWLFR SUHFLVR 8QD DOWHUQD- tido ampliamente en la literatura, no se ha efectuado
WLYD D XQ PRGHOR GHWDOODGR HV XQ PRGHOR VLPSOL¿FD- el modelado riguroso de sus características principales
GR SDUD OD HQIHUPHGDG TXH HV VX¿FLHQWHPHQWH JHQHUDO QLODFDUWRJUDItDGHVXHYROXFLyQHVSDFLRWHPSRUDO(O
como para ser útil en muchas situaciones. Mientras que SEP puede producir modelos utilizables de la forma en
ODVLPSOL¿FDFLyQSXHGHUHVXOWDUHQXQDIDOWDGHODHVSH- TXHODHSLGHPLDVHSURSDJyDWUDYpVGHOHVSDFLRJHR-
FL¿FLGDGQHFHVDULDSDUDREWHQHUODFRPSUHQVLyQ¿QDOGH JUi¿FR\WHPSRUDO(OHVWXGLRGHHVWRVPRGHORVSXHGH
un proceso como una enfermedad, puede proporcionar RIUHFHU LQIRUPDFLyQ YDOLRVD SDUD ODV HSLGHPLDV FRQ-
una amplia gama de métodos a utilizar para aprender temporáneas.
DFHUFDGHODHWLRORJtDGHGLYHUVDVHQIHUPHGDGHV Según Christakos, una característica principal de
SEP debería ser la descripción de la distribución com-
Modelización de la Peste negra SXHVWD JHRJUi¿FD \ WHPSRUDO GH XQD HQIHUPHGDG FD-
racterísticas de propagación, la estructura del espacio-
Christakos et al. en su notable trabajo Interdisciplinary WLHPSRGHFRUUHODFLyQHWF/DGHVFULSFLyQGHEHVHUHO
Public Health Reasoning and Epidemic Modelling: The producto de una sana teoría del conocimiento en lugar
&DVHRI%ODFN'HDWK6SULQJXHUDUJXPHQWDQTXH de una combinación especial de técnicas puramente em-
aunque las discusiones suelen focalizarse en enferme- píricas. Este tipo de descripción puede generar informa-
dades infecciosas, usualmente súbitas, con comienzos FLyQ YDOLRVD TXH SHUPLWD YLVXDOL]DU GH PDQHUD ySWLPD
LGHQWL¿FDEOHVFRQPiVRPHQRVFODULGDGDXQHOPRGH- estrategias para tratar con la propagación de la epidemia
ODGRGHHQIHUPHGDGHVFUyQLFDVSHMOHXFHPLDLQIDQ- SRUPHGLRGHHVWUDWHJLDVGHFRQWURODLVODPLHQWRROD
WLO SRGUtD EHQH¿FLDUVH GHO DQiOLVLV WpPSRURHVSDFLDO HUUDGLFDFLyQODHYDOXDFLyQGHORVSRVLEOHVHIHFWRVVR-
HVWRFiVWLFRFRPRSRUHMHPSORODVWpFQLFDVGHDQiOLVLV cioeconómicos, etc. Además, en el caso de la epidemio-
FOXVWHU logía ambiental, la adecuada descripción de la distribu-
Puesto que la solución de un modelo epidémico a FLyQJHRJUi¿FD\WHPSRUDOGHODVH[SRVLFLRQHVSURGXF-
PHQXGRVHUH¿HUHDOIXWXURVHGHEHUiWHQHUHQFXHQWDHO WRV TXtPLFRV Wy[LFRV PDWHULDOHV UDGLDFWLYRV HWF D OD
KHFKRGHTXHHOIXWXURQRHVDFFHVLEOHQLREVHUYDFLRQDO que ha sido sometida la población es un componente
QLItVLFDPHQWHVLQRVyORGHIRUPDFRJQLWLYDHOIXWXUR crucial de cualquier estudio de modelación.
HV RQWROyJLFDPHQWH LQH[LVWHQWH (Q PXFKRV FDVRV GH Varios cambios en el siglo XIV dC en Europa fueron
LQYHVWLJDFLyQHQVDOXGS~EOLFDVHKDFHKLQFDSLpVRORHQ impulsados por un cambio climático llamado pequeña
OD UHFRSLODFLyQ GH GDWRV H[SHULPHQWDO REVHUYDFLRQDO Edad de Hielo, que dejó más húmedos al continente y al
YLJLODQFLDHWF\PHGLDQWHODRSHUDFLyQGHODFDMDQHJUD FOLPDPiVIUtR*RWWIULHG(OFDPELRGLROXJDUDPD-
GHODVWpFQLFDVRLQVWUXPHQWRVHPSOHDGRVSDUDHVWH¿Q las cosechas, allanando así el camino para la hambruna. La
sin ningún tipo de reconocimiento del tipo de material VLWXDFLyQHUDPiVFUtWLFDHQWUH\(VWDFULVLVVH
teórico modelado que subyace en ellas. De hecho, no WUDGXMRHQXQDSREODFLyQTXHVHYLRGHELOLWDGDDQLYHOHVVLQ
hay nada inspirador o intelectualmente satisfactorio en SUHFHGHQWHVTXHVLQHPEDUJRSDOLGHFHQHQFRPSDUDFLyQ
HOÀXMRGHGDWRVVLQGLJHULUFRQIXQGLGRFRQORVFRQRFL- FRQ OD PXHUWH QHJUD TXH KDEUtD GH VREUHYHQLU$OJXQRV
mientos en el paradigma actual. Por otra parte, en cien- HVWXGLRVRVKDQD¿UPDGR\SDUHFHOyJLFRTXHORVVREUH-
cias con poca base de modelos teóricos, el principio de YLYLHQWHV GH ODV KDPEUXQDV HVWDEDQ PDO SUHSDUDGRV SDUD
indeterminación puede causar serios problemas. HQIUHQWDUVHDXQDHQIHUPHGDGJUDYHFRPRODSHVWHQHJUD
8QUHWRLPSRUWDQWHHQODLQYHVWLJDFLyQHQVDOXGS~- 2WUDFDXVDTXHFRQWULEX\yDODHOHYDGDPRUWDOLGDGGHOD
blica es la posibilidad de desarrollar un paradigma epi- peste fue sin duda el estado de la ciencia médica, que en el
GpPLFRVLQWpWLFR –synthetic epidemic paradigm6(3± momento estaba lejos de tener un entendimiento acabado
&KULVWDNRV TXH SURSRUFLRQD XQD PHWRGRORJtD GH OD ¿VLRORJtD KXPDQD \ OD HWLRORJtD GH OD HQIHUPHGDG
integrada capaz de dar cuenta de las principales cues- LQFOXVRSDUDHQIHUPHGDGHVVLPSOHV3RURWUDSDUWHODYLGD
tiones antes mencionadas de forma matemáticamente \ODVFRQGLFLRQHVVDQLWDULDVHUDQIDYRUDEOHVSDUDODWUDQV-
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 457
misión de enfermedades. Las casas de la gente común es- po real. En él se describe la estructura probable de una
taban sobrepobladas, sus pisos sucios, los barrios se com- YDULDEOHGHODHQIHUPHGDGHQHOHVSDFLRWLHPSRQRVX
SDUWLHURQFRQWRGRWLSRGHDQLPDOHVHOEDxDUVHHUDUDUR\ estructura real. Se requiere implícitamente la considera-
HOVXPLQLVWURGHDJXDSURYHQtDFRQIUHFXHQFLDGHIXHQWHV FLyQGHORTXHSUREDEOHPHQWHQRH[LVWHSDUDH[SOLFDUOR
FRQWDPLQDGDV/DVFDOOHVHUDQDQJRVWDVVLQSDYLPHQWROOH- TXHUHDOPHQWHH[LVWHSHURVHGHVFRQRFH
nas de basura y animales muertos. No hay precisamente escasez de modelos epidémicos
(OHVWXGLRGHODHSLGHPLDGHSHVWHQHJUDGH SRU HMHPSOR$QGHUVRQ \ 0D\ 0ROOLVRQ
HQ(XURSDKDUHFREUDGRJUDQLQWHUpVKR\HQGtD1DSK\ y, según hemos dicho, la mayoría de ellos son represen-
\6SLFHU&DQWRU&RKQD\E:KHHOLV taciones matemáticas de los conocimientos empíricos o
GH+DKQ2UHQW6FRWW\'XQFDQ teóricos concernientes a la transmisión de enfermedades
<DTXHODSHVWHWXYRJUDYHVFRQVHFXHQFLDVVRFLDOHVVD- infecciosas. En muchos casos se basan en la reinterpre-
OXG S~EOLFD \ ¿QDQFLHUDV XQD FRPSUHQVLyQ FXDOLWDWLYD tación de los modelos que se han utilizado en otras dis-
\FXDQWLWDWLYDGHVXVFDUDFWHUtVWLFDVGHGLVWULEXFLyQHQHO FLSOLQDVFLHQWt¿FDV(QHOFRQWH[WR6(3ORVPRGHORVHSL-
HVSDFLRWLHPSRSXHGHRIUHFHULQIRUPDFLyQYDOLRVDVREUH démicos se consideran como componentes primarios con
todo en relación con epidemias contemporáneas. UHIHUHQFLDDODVUHJLRQHVJHRJUi¿FDVGH(XURSD
([WHQGLHQGRHOIDPRVRPRGHORHSLGpPLFRGH5HHG\ Si se considera un sistema epidémico representando
)URVW0DLD6FRWW 'XQFDQDOJXQRVDXWRUHV una situación de salud pública, en SEP, la solución del
desarrollaron una metodología llamada S/TRF campos sistema en entornos inciertos del espacio-tiempo no es
espacio-temporales aleatorios –spatio temporal random QL¿MRQLXQDFXHVWLyQDEVROXWDHQHOVHQWLGRRQWROyJL-
¿HOGV FDSD] GH JHQHUDU XQ PRGHOR HVWRFiVWLFR FRQ SD- co. En su lugar, una solución adecuada no tiene carácter
rámetros distribuidos a lo largo del tiempo y el espacio. independiente en sí misma sino que es la construcción
&KULVWDNRV +ULVWRSXORV(QEUHYH675);S teórica del proceso de cognición epistémica.
HVXQDFROHFFLyQGHSRVLEOHVHVWDGRV[SDUDODGLVWULEXFLyQ En última instancia, culmina Christakos, la causali-
GHXQFDPSRGHOHVSDFLRWLHPSRS VWGRQGHHOYHFWRUV dad epidémica es un asunto interdisciplinario. Como en
denota localización espacial y el escalar t el tiempo. cualquier situación compleja, entran en danza cuestio-
Si bien algunas generalizaciones del modelo original QHVUHODWLYDVDODFDXVDOLGDGRODFDXVDFLyQFRQFHSWRV
GH 5HHG)URVW VH SXHGHQ HQFRQWUDU HQ OD OLWHUDWXUD SRU TXHVHYLQFXODQDIDFWRUHVFDXVDOHVDJHQWHVLQIHFFLRVRV
HMHPSOR3LFDUG\/HIHYUHHOFRPSRUWDPLHQWRHV- H[SRVLFLRQHV PHGLRDPELHQWDOHV HWF \ VXV UHVXOWDQWHV
tocástico del modelo en un espacio-tiempo múltiple com- HQVDOXGPRUWDOLGDGLQFLGHQFLDWDVDHWF8QRSXHGH
SXHVWRQRVHKDLQYHVWLJDGR(QHVWH~OWLPRFDVRHOPRGHOR GLVWLQJXLUFODUDPHQWHHQWUHODFDXVDOLGDGDQLYHOLQGLYL-
RULJLQDOGH5HHG)URVWVHSXHGHH[SUHVDUFRPRN GXDO\ODFDXVDOLGDGDQLYHOGHSREODFLyQDJUDQHVFDOD
,VN a(VaN4,6NGRQGHUHVHOSH- que es el principal interés de la mayoría de los estudios
riodo de latencia total, más la mitad del periodo infeccioso, GHHSLGHPLD+D\SRUORPHQRVGRVH[SUHVLRQHVGHOFRQ-
también llamado tiempo de generación de serie, I s, kr es el cepto causalidad epidémica:
campo de número de casos infectados, en s lugar y el mo-
PHQWRW NU(VNUHVHOFDPSRVXVFHSWLEOHVQ~PHURGH 8QDH[SUHVLyQHVODFDGHQDGHWUDQVPLVLyQWtSLFDGH
ORVFDVRVVHQVLEOHVHQVOXJDU\HOPRPHQWRW NU\THVOD la enfermedad, en la que un grupo de huéspedes está
SUREDELOLGDGGHGHWHUPLQDGDSHUVRQDSDUDHYLWDUHOFRQWDF- H[SXHVWRDXQDPELHQWHGHSRUWDGRUHVGHORUJDQLV-
to con otra persona en el instante t = kr. Esta probabilidad mo causante de la enfermedad, a continuación, este
HVGDGDSRUT .6DOGRQGH.HVHOQ~PHUR grupo transmite el organismo a otros huéspedes, y
medio de contactos en el lugar s durante el tiempo y t = es HO SURFHVR FRQWLQ~D OOHYDQGR HYHQWXDOPHQWH D XQD
HOWDPDxRGHODSREODFLyQHQHOOXJDUV epidemia YpDVHSHM$QGHUVRQ\0D\
La modelización de la epidemia de peste negra co-
mienza con la introducción de un primer supuesto meto- 2WUDH[SUHVLyQHVODFDGHQDFDXVDOGHOPHGLRDPELHQ-
dológico: los parámetros de la enfermedad en cuestión WH %XULQJK (VWD FDGHQD LQFOX\H XQ FXUVR
VHUiQ UHSUHVHQWDGRV PDWHPiWLFDPHQWH FRPR 6 75) FRPSOHWRGHHYHQWRVFRPHQ]DQGRFRQXQDYDULHGDG
'HKHFKRODVIXHQWHVGHLQIRUPDFLyQTXHH[LVWHQKR\ GH IXHQWHV DPELHQWDOHV JHQHUDFLyQ GH HPLVLRQHV
VREUHODHSLGHPLDGHVRQQRWRULDPHQWHHVFDVRV WUDQVIRUPDFLRQHV \ GLVSHUVLRQHV VHJXLGR GH ODV
HLQFLHUWRV7ZLJJ6FRWW\'XQFDQ&RKQ FRQFHQWUDFLRQHVDPELHQWDOHV\ORVQLYHOHVGHH[SR-
D\EORTXHKDFHGHXQHQIRTXHHVWRFiVWLFRSDUD VLFLyQ TXH D VX YH] FRQGXFHQ D ODV H[SRVLFLRQHV
este problema el más apropiado. El campo espacio-tem- SHUVRQDOHV\ODFDUJDFRUSRUDOTXHHYHQWXDOPHQWH
SRUDODOHDWRULR675)TXHUHSUHVHQWDQYDULDEOHVGH SXHGHSURYRFDULPSRUWDQWHVFDPELRV¿VLROyJLFRV\
la enfermedad es un campo de posibilidad, no un cam- TXL]iXQDJUDYHHSLGHPLD
458 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
([LVWHQ GLIHUHQFLDV IXQGDPHQWDOHV WpFQLFDV \ FRQ- lidad de la naturaleza más básicas que las relaciones
FHSWXDOHVHQWUHODVRSLQLRQHVH[LVWHQWHVDFHUFDGHODFDX- FDXVDOHVHQWUHORVDFRQWHFLPLHQWRV"
salidad, según hemos considerado detalladamente a lo ¢%DMR TXp FRQGLFLRQHV SXHGHQ VHUYLU FRPR SUHGLF-
largo de este capítulo. Como cuestión de hecho, cualquier FLyQGHODH[SOLFDFLyQFDXVDOGHODVHQIHUPHGDGHV"
análisis de causalidad adecuada debe buscar respuestas a ¢&XiOHVODUHODFLyQHQWUHODFDXVDOLGDG\HOHVWDGR
una larga lista de preguntas. Cuestiones críticas concep- QRFDXVDOGHORVDVXQWRV"
tuales y metodológicas son algunas de las siguientes:
El software de simulación STELLA
¢(VODFDXVDOLGDGOyJLFDRItVLFD"
/DFDXVDOLGDG¢YLQFXODHYHQWRVKHFKRVRSURFHVRV" 67(//$ es un software de simulación que permite al
¢(VODFDXVDOLGDGHSLGpPLFDPHFDQLFLVWDH¿FLHQWHR usuario realizar modelos de sistemas complejos utilizan-
XQWLSRGHFDXVDOLGDGWHOHROyJLFD¿QDO" GRGLDJUDPDVGH)RUUHVWHU. La simulación es un modo
¢&XiOHVODGLVWLQFLyQFRQFHSWXDOHQWUHODSUREDELOL- EDVWDQWHSUiFWLFRGHYHUL¿FDUODVWHRUtDVTXHVHSURSRQHQ
GDGWHyULFD\HPStULFDHQPDWHULDGHVDOXGS~EOLFD" HQORVPRGHORV67(//$HVIiFLOGHXVDU\SURYHHRSRU-
8QDFDXVDOLGDGHSLGpPLFD¢GHEHUtDXWLOL]DUHOHQIR- WXQLGDGHV LOLPLWDGDV GH LQFOXLU \ H[FOXLU YDULDEOHV D XQ
que epistémico, ontológico, o la concepción modal PRGHOR YLVXDOL]DQGR OD UHODFLyQ TXH H[LVWH HQWUH OD HV-
GHODH[SOLFDFLyQFLHQWt¿FD"¢6RQODVOH\HVGHFDXVD- WUXFWXUDGHORVVLVWHPDV\ODGLQiPLFDTXHJHQHUDQH[-
8QGLDJUDPDGH)RUUHVWHUHVXQDKHUUDPLHQWDGHPRGHODGRGHODGLQiPLFDGHVLVWHPDVHVWRHVXQDPHWRGRORJtDSDUDHOHVWXGLR
\DQiOLVLVGHVLVWHPDVFRQWLQXRV)XHURQXWLOL]DGRVSRUHMHPSORSRU5RVDOLQG)UDQNOLQ±FRLQYHVWLJDGRUDGHODHVWUXFWXUDGHO
ADN– en sus análisis espectrofotométricos.
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 459
Figura 16.6: Secuencia provista por el modelo de casos en función del tiempo (tomado de Brauer, den
Driessche, Wu, 2008)
ploraciones que obedecen a la UHJODGRPpVWLFD\¢TXp ma. Por ejemplo, la cantidad de enfermos en un modelo
pasa si?1DVVR\SRVWHULRUHV$WUD- FOiVLFRGHHQIHUPHGDGREURWH(VWDYDULDEOHVHDFWXD-
YpVGHODVLPXODFLyQVHSXHGHDSUHQGHUVREUHORVPRGHORV OL]DUiSDUDFDGDSHULRGRGHWLHPSR'7SDUDHOTXHHO
SODQWHDGRVSRUTXHODD¿QDFLyQGHORVPRGHORVQRVFDSD- soft genere la emulación. A continuación se genera una
cita para cerrar el círculo de realimentación por el que VHULH GH YDULDEOHV GH FRQWURO TXH KDUiQ YDULDU HO YDORU
aprendemos, al mostrarnos las implicaciones de nuestras DQWHULRU DGLFLRQDQGR R VXVWUD\HQGR LQGLYLGXRV GHO UH-
premisas. Así es como nuestros modelos mentales que- VHUYRULRSULQFLSDO6LVHVXSRQHLGHDOPHQWHTXHODJHQWH
GDQH[SXHVWRV\SXHGHQVHUVRPHWLGRVDYHUL¿FDFLyQ HQHVWHPRGHORQRPXHUHKD\XQDYDULDEOHSULQFLSDOGH
FRQWUROHQIHUPDUVHH[SUHVDGDSRUODWDVDGHFRQWDJLR
Seguiremos en este punto los lineamientos propues- SRUHMHPSORSRUGtD([LVWHXQDOLVWDGHIXQFLRQHV
tos por Bruce Hannon y Matthias Ruth en Dynamic y conectores para transferir información temporal. El
Modeling of Diseases and Pests+XPDQD3UHVV6SULQ- modo run permite ahora correr el modelo que generara
JXHU(OPRGHORHVWiJHQHUDGRFRQ67(//$Y los cálculos necesarios para el o los periodos de tiempo
(Q HO PRGHOR VH SXHGH HVSHFL¿FDU ODV FRQGLFLRQHV HVWLSXODGRVPRVWUDQGRXQDWDEOD\JUi¿FRFRQODVYD-
iniciales y las relaciones funcionales. A partir de una he- riables seleccionadas a priori que permite, por ejemplo,
UUDPLHQWDLQLFLDOSDUHFLGDDXQUHFWiQJXORXQUHVHUYRULR conocer el número de casos afectos de una enfermedad
VWRFN VH UHSUHVHQWD XQ HVWDGR R FRQGLFLyQ GHO VLVWH- determinada en cada periodo de tiempo.
460 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Veamos un ejemplo. Asúmase en principio una po- brotes más chicos que ocurren más tarde. Asimismo, su
EODFLyQ LQLFLDO GH TXH QR HV LQPXQH D XQD VHYHULGDGYDUtD
enfermedad. La tasa a la que se enferma la población
es una función del producto de la población suscepti- Recordemos que los tres aspectos principales de
ble por la tasa de contagio. Se asume que la población FXDOTXLHUPRGHORSDUDORVTXHVHUHFODPHYLVRVGHUHD-
FRQWDJLRVDGHYLHQHSREODFLyQHQIHUPDSRUXQDVHPDQD lidad deberían ser retroalimentación, aleatoriedad, y
FRQ XQD WDVD GH VXSHUYLYHQFLD GH HQJURVDQGR ORV retrasos.
VREUHYLYLHQWHVODSREODFLyQLQPXQH/RVVXVFHSWLEOHVVH /D LQWURGXFFLyQ GH XQD YDFXQD SXHGH KDFHU YDULDU
LQFUHPHQWDQDXQDWDVDFRQVWDQWHGHQDFLPLHQWRVHYHQ- notablemente las características del modelo. Entre ellas:
WXDOPHQWHPLJUDFLRQHVGHVHPDQD(QHVWHPR- ĺXQSURJUDPDGHYDFXQDFLRQHVKDFHTXHODJHQWHVH
GHORODJHQWHQRPXHUHSRURWUDVFDXVDVORTXHHVHYL- YXHOYDLQPXQHVLQWHQHUTXHHVWDUHQIHUPDSULPHURĺ
GHQWHPHQWHLUUHDOHLOXVWUDHOKHFKRGHTXHHQGH¿QLWLYD mutaciones de la enfermedad que resulta en gente inmu-
un modelo es un recorte inserto en un botellón ne que, no obstante, no permanece inmune para siem-
Se ajusta la tasa de contagio de modo que sea pro- pre, y ĺ LJQRUDQFLD GH XQD SDUWH ¿MD GH OD SREODFLyQ
porcional al producto de la población no inmune y de contagiosa, inconscientes de que transportan la enfer-
ORVFRQWDJLRVRVFRQYLUWLHQGRDODSREODFLyQDFWXDOPHQ- medad. Asumimos que esta ignorancia incrementa la
te no inmune en una población enferma: WDVDDODTXHODHQIHUPHGDGVHPXHYHGHORVLQIHFFLRVRV
a los susceptibles.
7$6$'((1)(5026 7$6$'(&217$&72 1yWHVHTXHHVWRVPRGHORVSXHGHQH[SOLFDUXQEURWH
&217$*,2626(1)(5026
686&(37,%/(6 de enfermedad, pero no las recurrencias, ya que ningún
parámetro en este modelo simple dará cuenta de las mis-
La estructura del modelo completo se muestra en la PDV GHELHQGR H[LVWLU DOJ~Q PHFDQLVPR ELROyJLFR TXH
)LJXUD6HLQLFLDHVWHPRGHORSRUHOSXQWRGHSDUWLGD ODVJHQHUH(IHFWLYDPHQWHODFXUYDFDHSRUTXHVHDJRWDQ
GHODVSREODFLRQHV6,1,1081,'$'686&(37,%/(6 los susceptibles y aumentan los inmunes; para que haya
&217$*,2626 (1)(5026 un segundo pico tienen que aparecer más susceptibles.
,1081(6 6XSRQJD XQ Q~PHUR ¿MR GH QDFLPLHQWRV ¢'HGyQGH"5HFLpQQDFLGRVRPX\FKLFRVRLQPLJUDQWHV
GHDODVHPDQD\XQDWDVDGHFRQWDFWRGH o pacientes de áreas cerradas –o separadas o adyacentes
Además, suponga que las personas que contraen la enfer- a la inicial, como el interior de un país, por ejemplo, ha-
medad, como promedio, circularán aún una semana antes biéndose iniciado la propagación en la capital– que no
de quedarse en cama y que son contagiosas durante ese hubiesen entrado en contacto con el agente infeccioso.
tiempo, y durante el que están en cama. La misma tasa de
contacto se aplica a los dos subgrupos de la población. Por En época reciente se trató de modelizar plagas ac-
RWUDSDUWHVXSRQJDTXHWRGDVODVVHPDQDVHOGHORV tuales como la gripe A. Por ejemplo Colizza, Barrat,
LQGLYLGXRVHQIHUPRVTXHHVWiQFRQ¿QDGRVDVXVFDPDVVH Barthelemy, Valleron y Vespignani, de la School of In-
UHFXSHUDQ\VHYXHOYHQLQPXQHVGHPDQHUDSHUPDQHQWH IRUPDWLFV DQG &HQWHU IRU %LRFRPSOH[LW\ ,QGLDQD 8QL-
y el resto de ellos muere. El resultado de un modelo tan YHUVLW\WUDWDURQGHPRGHOL]DUODGLVHPLQDFLyQPXQGLDO
simple es interesante. En muchos aspectos, la aparición de GHODSDQGHPLDGHLQÀXHQ]D$
pulsos es una propiedad emergente del modelo, y es realis- Estudiaron un modelo epidémico estocástico en
WD/DHSLGHPLDLQLFLDOHVODPiVJUDYH\FRQYLHUWHDO XQDPHWDSREODFLyQDHVFDODJOREDOTXHFRQVLGHUDÀXMRV
de la población a un estado de inmunidad. DpUHRV HQWUH iUHDV XUEDQDV ,PDJLQDURQ XQD HYROXFLyQ
Si asumimos que la tasa de contacto en cualquier témporo-espacial con análisis de sensibilidad para dife-
PRPHQWRGDGRHVWDUiHQWUH\VHJHQHUD UHQWHVQLYHOHVGDGRVGHFRQWDJLRVLGDGGHOYLUXV\SDUi-
ODIXQFLyQ5$1'20VLHQGRODVLQWD[LV PHWURVHSLGpPLFRVLQLFLDOHVJHRJUi¿FRV\HVWDFLRQDOHV
Imaginan para cada escenario de difusión la línea de
&217$&75$7( 5$1'20 WLHPSR\HOLPSDFWRJHRJUi¿FRGHODSDQGHPLDHQ
]RQDVXUEDQDVVLWXDGDVHQSDtVHVGLIHUHQWHV&RPSD-
¢&DPELDUiDOJRHVWDHVSHFL¿FDFLyQODSHULRGLFLGDG UDURQORVQXHYRVFDVRVGHUHIHUHQFLDFRQGLIHUHQWHVHVWUD-
RVHYHULGDGGHORVEURWHV"(OFRPSRUWDPLHQWRGHODHQ- WHJLDVGHFRQWHQFLyQLQFOXLGDVODVUHVWULFFLRQHVGHYLDMH
IHUPHGDGHVYLUWXDOPHQWHHOPLVPRSDUDHOSULPHUEURWH \HOXVRWHUDSpXWLFRGHGURJDVDQWLYLUDOHV$9,QYHVWL-
pero la aleatoriedad tienen un impacto notable en los garon el efecto del uso de drogas AV en caso de que los
El agente infeccioso busca permanentemente susceptibles.
16. Causas, modelos causales complejos, predicción y modelización 461
SURWRFRORVWHUDSpXWLFRVKXELHVHQSRGLGROOHYDUVHDFDER PHQWHSHUVRQDV6LPXODURQHOHIHFWRGHFXDWUR
FRQXQDFREHUWXUDPi[LPDSDUDODSREODFLyQHQWRGRVORV LQWHUYHQFLRQHVGHGLVWDQFLDPLHQWRVRFLDOHOFLHUUHGH
países. En particular, compararon los diferentes planes HVFXHODVHODXPHQWRGHDLVODPLHQWRGHORVLQGLYLGXRV
en los que, por una parte, sólo los países ricos se bene- sintomáticos en su hogar, falta de asistencia al lugar
¿FLDQGHJUDQGHVUHFXUVRVGH$9FRQSRURWUDSDUWHORV de trabajo, y la reducción de contacto en la comunidad
escenarios de cooperación. Los autores concluyen que la en general. Simularon cada una de las medidas de in-
LQFOXVLyQGHOWUDQVSRUWHDpUHRHVFUXFLDOHQODHYDOXDFLyQ WHUYHQFLyQHQDLVODPLHQWR\HQYDULDVFRPELQDFLRQHV
GHODSUREDELOLGDGGHRFXUUHQFLDGHEURWHVDQLYHOPXQ- \H[DPLQDURQHOHIHFWRGHORVUHWUDVRVHQODDFWLYDFLyQ
dial. El uso terapéutico a gran escala de medicamentos GHODVLQWHUYHQFLRQHVVREUHODVWDVDVGHDWDTXH¿QDO\
AV en todos los países afectados sería capaz de mitigar el WRGRVORVGtDV$VtGXUDQWHXQDHSLGHPLDFRQXQYDORU
efecto de pandemia de una tasa de reproducción tan alta GH5XQDFRPELQDFLyQGHODVFXDWURPHGLGDVGH
FRPRGXUDQWHHOSULPHUDxRFRQVXPLQLVWUR\WRPD distanciamiento social, podría reducir la tasa de ata-
GH$9VX¿FLHQWHFRPRSDUDWUDWDUDOUHGHGRUGHODO TXH¿QDOGHDPHQRVGHOVLVHLQWURGXFHXQ
de la población, en conjunción con la detección de casos plazo de 6 semanas a partir del primer caso. En cam-
H¿FD]\ODRSRUWXQDGLVWULEXFLyQGHPHGLFDPHQWRV3DUD ELR SDUD XQ 5 GH HVWDV PHGLGDV GHEHQ VHU LQ-
ORVYLUXVDOWDPHQWHFRQWDJLRVRVHVGHFLUFRQXQDWDVDGH WURGXFLGDV GHQWUR GH VHPDQDV GHO SULPHU FDVR SDUD
UHSURGXFFLyQGHKDVWDLQFOXVRHOXVRUHDOLVWDGHORV ORJUDU XQD UHGXFFLyQ VLPLODU ORV UHWUDVRV GH \
VXPLQLVWURVFRUUHVSRQGLHQWHVDOWUDWDPLHQWRGHDSUR[LPD- VHPDQDV GLHURQ FRPR UHVXOWDGR WDVDV GH DWDTXH ¿QDO
GDPHQWHHOGHODSREODFLyQGHMDDGHHVWD GH \ UHVSHFWLYDPHQWH 3DUD XQ 5 GH
infectada. En el caso de los limitados suministros de AV la combinación de las cuatro medidas podría reducir
y las pandemias, con una tasa de reproducción de hasta OD WDVD GH DWDTXH ¿QDO GHO DO SHUR VyOR VL VH
VHGHPXHVWUDTXHFXDQWRPiVFRRSHUDWLYDVHDODHV- LQWURGXFHQVLQGHPRUDORVUHWUDVRVGHRVHPDQDV
WUDWHJLDPiVH¿FDFHVVRQORVUHVXOWDGRVGHFRQWHQFLyQHQ GLHURQFRPRUHVXOWDGRWDVDVGHDWDTXH¿QDOGH
todas las regiones del mundo. RUHVSHFWLYDPHQWH$YDORUHVPiVDOWRV5QLQ-
JXQD PHGLGD WLHQH XQ LPSDFWR VLJQL¿FDWLYR VREUH ODV
Asimismo Kelso, Milne y Nelly, de la School of tasas de ataque. De este modo, los resultados sugieren
&RPSXWHU6FLHQFHDQG6RIWZDUH(QJLQHHULQJ8QLYHU- un papel crítico de distanciamiento social en el control
VLW\RI:HVWHUQ$XVWUDOLDHVWXGLDURQSRUPRGHODGRODV potencial de una pandemia e indican que este tipo de
LQWHUYHQFLRQHVGHGLVWDQFLDPLHQWRVRFLDOFRPRHOFLH- LQWHUYHQFLRQHVVRQFDSDFHVGHGHWHQHUHOGHVDUUROORGH
rre de escuelas y la prohibición de reuniones públicas, ODLQÀXHQ]DHSLGpPLFDSHURVyORVLVHXVDQHQFRPEL-
XWLOL]DQGRXQPRGHORGHWDOODGRGHEDVHLQGLYLGXDOGH nación, sin demora y se mantienen durante un periodo
XQDFRPXQLGDGUHDOFRQXQDSREODFLyQGHDSUR[LPDGD- UHODWLYDPHQWHODUJR
Condiciones de vida y situación de Salud
17
pero particularmente en las últimas dos décadas, GHWHULRUR DPELHQWDO \ G HQIHUPHGDGHV UHODFLRQD-
SDVDQGRGHSURPHGLRVGHDQXDOHQHOSHUtRGR das con la resistencia microbiana a los antibióticos y
DHQODDFWXDOLGDG'HELGRDHOOROD DORVPHGLFDPHQWRV
SREODFLyQVHWULSOLFyFRQFUHFHVHQWUH\ x (OULHVJRGHPXHUWHSRUFDXVDVH[WHUQDVSHUPDQHFLy
SDVDQGR GH PLOORQHV GH KDELWDQWHV HQ D estable pero con disminución de defunciones por ac-
PLOORQHVHQ cidente y aumento por homicidios. Crece la morbi-
x +DFLD OD PD\RUtD GH ORV SDtVHV KDEtD DOFDQ- lidad por trastornos mentales y la morbimortalidad
]DGRQLYHOHVEDMRVGHIHFXQGLGDG\HVWDELOL]DGRVGH asociada con el tabaquismo y el alcoholismo.
PRUWDOLGDG HWDSD GH7' ±WUDQVLFLyQ GHPRJUi¿FD± x (OSHU¿OGHODPRUWDOLGDGKDFDPELDGRVLJQL¿FDWLYD-
plena, caracterizada por un crecimiento poblacional mente en la Región de las Américas. En casi todos
EDMR R VH HQFRQWUDEDQ HQ XQD HWDSD DYDQ]DGD GH los países, las enfermedades transmisibles han sido
TD, con crecimiento poblacional escaso o nulo. reemplazadas por enfermedades de tipo crónico de-
x La mortalidad en la Región, que comenzó a disminuir JHQHUDWLYRFRPRSULQFLSDOHVFDXVDVGHHQIHUPHGDG
VRVWHQLGDPHQWHGHVGH¿QDOHVGHODSULPHUDPLWDGGHO y muerte. Las enfermedades del sistema circulato-
VLJOR;;UHÀHMDXQDJDQDQFLDGHDxRVHQODHVSH- rio, las neoplasias, las enfermedades crónicas de las
UDQ]DGHYLGDDOQDFHUSDUDDPERVVH[RVGHDxRV YtDV UHVSLUDWRULDV \ OD GLDEHWHV DSDUHFHQ HQWUH ODV
HQHOSHUtRGRHVGHFLUDxRVPiVDOWDTXH SULQFLSDOHVFDXVDVGHPXHUWHDOODGRGHFDXVDVH[-
la del conjunto de las regiones en desarrollo. ternas como accidentes de transporte y homicidios.
&RPR FRQVHFXHQFLD GH ORV FLWDGRV FDPELRV VH HYL- Varios factores han contribuido a los cambios, entre
GHQFLD XQD PRGL¿FDFLyQ HQ HO SHVR GH ODV SREODFLRQHV ORVFXDOHVVHGHVWDFDQODHYROXFLyQGHODHVWUXFWXUD
HQHGDGHVSRWHQFLDOPHQWHGHSHQGLHQWHVDxRV\ GHHGDGGHODSREODFLyQHQYHMHFLPLHQWRHOFRQWURO
DxRV\PiVHQUHODFLyQFRQDTXHOODVFRQVLGHUDGDVSR- R GLVPLQXFLyQ GHO ULHVJR GH PXHUWH SRU YDULDV HQ-
WHQFLDOPHQWHDFWLYDVGHDDxRVHVWRVHPDQL¿HVWD IHUPHGDGHVFRPRODVLQPXQRSUHYHQLEOHV\ODVLQ-
en dos fenómenos: la disminución de la dependencia de- IHFFLRVDVLQWHVWLQDOHV\ODDSDULFLyQGHRWUDVFRPR
PRJUi¿FDGH¿QLGDFRPRHOFRFLHQWHHQWUHODSREODFLyQ HO9,+6,'$VLELHQORVFDPELRVQRKDQRFXUULGR
GHDDxRVGHHGDGPiVODSREODFLyQGHDxRV\ de forma homogénea ni con la misma intensidad en
PiVFRQUHVSHFWRDODSREODFLyQSRWHQFLDOPHQWHDFWLYD todos los países.
HQWUH\DxRV\HOHQYHMHFLPLHQWRGHODSREODFLyQ x La situación nutricional tiende a mejorar, con una
HQWHQGLGR FRPR OD SURSRUFLyQ GH SREODFLyQ PD\RU GH UHGXFFLyQ GH OD SUHYDOHQFLD GH EDMR SHVR SDUD OD
DxRVSRUHQFLPDGHXQQLYHOSRUFHQWXDOGHWHUPLQDGR edad y de bajo peso para la talla, sobre todo en las
x Se logró erradicar la poliomielitis; el sarampión se edades infantiles. Sin embargo, la baja talla para la
KDOODEDMRFRQWURO\VHKDDYDQ]DGRHQODLQWHUUXS- HGDGGHRULJHQQXWULFLRQDOTXHUHÀHMDSHUtRGRVGH
ción de la transmisión del Chagas. Pero la mitad de alimentación inadecuada aún alcanza en algunos
los casos informados de SIDA del mundo pertene- SDtVHVDOUHGHGRUGHOGHORVSUHHVFRODUHV\HV-
cen a países americanos. El dengue y otras enferme- colares. La obesidad sigue presentándose y puede
GDGHVWUDQVPLWLGDVSRUYHFWRUHVWRGDYtDVHSUHVHQWDQ FRH[LVWLUFRQGH¿FLHQFLDVGHPLFURQXWULHQWHVFRPR
HQIRUPDHSLGpPLFD\H[LVWHHPHUJHQFLDGHQXHYRV ácido fólico, zinc y especialmente el hierro, cuya
agentes patógenos y enfermedades, así como ree- carencia sigue siendo el problema nutricional más
mergencia de problemas como la tuberculosis y la SUHYDOHQWH VREUH WRGR HQ QLxRV SUHHVFRODUHV \ HQ
UHVLVWHQFLD D ORV DQWLELyWLFRV +DQ VXUJLGR QXHYDV mujeres en edad fértil.
enfermedades de origen infeccioso que causan gran GHODSREODFLyQFXHQWDFRQDEDVWHFLPLHQWRGH
FRQVWHUQDFLyQ HQ HO PXQGR FLHQWt¿FR \ SUHRFXSD- agua potable, habiendo pasado el agua desinfectada
FLyQ HQ ORV VHUYLFLRV GH VDOXG S~EOLFD 'HQWUR GH GHODOHQXQGHFHQLR(QFDPELRODGLVSR-
este grupo de enfermedades infecciosas, entre las VLFLyQVDQLWDULDGHDJXDVUHVLGXDOHV\GHH[FUHWDVHV
que las zoonosis ocupan un lugar preponderante, LQVX¿FLHQWH\VyORHOUHFLEHDOJ~QWLSR
VH GLVWLQJXHQ FXDWUR FDWHJRUtDV D HQIHUPHGDGHV GHWUDWDPLHQWRSUHYLRDVXGLVSRVLFLyQ¿QDO
LGHQWL¿FDGDV UHFLHQWHPHQWH FX\R DJHQWH HWLROyJLFR x Los problemas ambientales más importantes son
HVQXHYRSDUDHOPXQGRFLHQWt¿FREHQIHUPHGDGHV la contaminación de los alimentos, la disposición
conocidas pero que han permanecido silentes en la inadecuada de desechos sólidos, la precariedad de
naturaleza y de pronto reaparecen causando brotes o ODVYLYLHQGDVODFRQWDPLQDFLyQGHODJXD\HODLUHOD
HSLGHPLDV F HQIHUPHGDGHV FX\D LQFLGHQFLD YD HQ H[SRVLFLyQ D DFFLGHQWHV \ HQIHUPHGDGHV RFXSDFLR-
aumento en asociación con otros factores tales como QDOHVODFRQWDPLQDFLyQWUDQVIURQWHUL]D\HOGDxRD
la deforestación, la sobrepoblación, la pobreza y el la capa de ozono.
466 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
dad, pero el funcionamiento del mercado de trabajo no das inadecuadas de política económica; y de allí en
RIUHFLyODVFRQGLFLRQHVSDUDUHYHUWLUORVQLYHOHVGHGHV- adelante, al modo como Argentina declaró el default y
SURWHFFLyQDFXPXODGRVVLQRTXHJHQHUyQXHYDVIXHQWHV GHYDOXyODPRQHGDMXQWRDODFULVLVGHGLVWULEXFLyQGH
GHYXOQHUDELOLGDGTXHFRQWUDEDODQFHDURQORVHIHFWRVSR- LQJUHVRVTXHWXYROXJDUFRQODSHVL¿FDFLyQDVLPpWULFD
VLWLYRVGHDTXHOORVORJURV&RPRFRQVHFXHQFLDHOGHV- %URGD
HPSOHRVHSHU¿OyFRPRXQSUREOHPDJUDYHTXHDFHQWXy (OJDVWRS~EOLFRODGLVWRUVLyQGHSUHFLRVUHODWLYRV
patrones desiguales de crecimiento. \ODVDOWDVWDVDVGHLQWHUpVVHFRQYHUWtDQHQHOFHQWURGH
los factores causales o concausales, mientras se dis-
El primer quinquenio del siglo XXI cutía sobre la corrupción, el clientelismo, la anomia
(2000-2004) - La Gran Crisis \ OD GHVFRQ¿DQ]D FRQ SHGLGRV GH UHQRYDFLyQ GH ORV
dirigentes y de la clase política.
'H¿QLGD FRPR ³OD SHRU GH ODV FULVLV GH OD KLVWRULD GH Como consecuencia de la crisis, la pobreza y la in-
QXHVWURSDtV´³ODSHRUFULVLVTXH$UJHQWLQDFRQRFLyMD- digencia alcanzaron un pico histórico en todo el país
PiV´Le MondeHVWHTXLQTXHQLRVHFDUDFWHUL]ySRUHO KDFLDRFWXEUHGH/D(QFXHVWD3HUPDQHQWHGH+R-
empeoramiento de la situación institucional, política, gares del INDEC establecía que en esa fecha era pobre
HFRQyPLFD\VRFLDODQWHULRUPHQWHFRPHQWDGDTXHOOHYy HOGHODSREODFLyQXUEDQDPLHQWUDVODVSHUVRQDV
D H[SUHVLRQHV FRPR ³OD$UJHQWLQD GHMy GH VHU XQ SDtV LQGLJHQWHVHUDQHOGHOWRWDO/RVIDFWRUHVSULQ-
HXURSHRSDUDWUDQVIRUPDUVHHQXQSDtVODWLQRDPHULFDQR´ cipales del crecimiento de la pobreza habían sido la
o “la precaria estabilidad monetaria, la eliminación del SpUGLGD GH LQJUHVRV GH ORV LQGLYLGXRV \ ODV IDPLOLDV
FRUUDOLWR\ODFDtGDGHODLQÀDFLyQWLHQHQFRPRUHYHUVR ORVFDPELRVHQORVSUHFLRVUHODWLYRVGHQLYHOPLQRULVWD
XQDFRQWUDFFLyQHFRQyPLFDHO3%,KDEtDFDtGRHO y el aumento de la desigualdad del ingreso. Según el
HQHOWHUFHUWULPHVWUHGHOTXHDOLPHQWDODSURWHVWD DQiOLVLVGHO6,(0352WDQWRHQHOSHUtRGR
VRFLDO\ODGLYLVLyQSROtWLFD´(QSRFRPiVGHRQFHGtDV FRPR HQ HO IDFWRU PiV LPSRUWDQWH IXH OD
se hundía el denominado milagro argentino; se abando- caída del ingreso per cápita familiar, originado en la
QDEDODFRQYHUWLELOLGDGHOSHVRVHGHYDOXDEDVH desocupación y la reducción de los salarios e ingresos.
decretaba el defaultORVVHFWRUHV¿QDQFLHURV\HPSUHVD- La desigualdad del ingreso aumentó con fuerza a partir
rios de primera línea lograban grandes ganacias al pesi- \DGHFRQODKLSHULQÀDFLyQGHH[SHULPHQWy
¿FDUGHXGDV\FUpGLWRV\DSDUHFtDQORVQLxRVIDPpOLFRV\ un salto agudo y, luego de disminuir hasta mediados de
ORVHMpUFLWRVGHKDPEULHQWRVEl Universal VHDPSOLyHQIRUPDSHUVLVWHQWHGXUDQWHHOUHVWR
'LYHUVRV IDFWRUHV H[WHUQRV FULVLV UXVD \ GHYDOXD- de la década.
FLyQPRQHWDULDGH%UDVLOHOOHQWRSURFHVRGHDMXVWHGH $GHPiV GH XQD HOHYDGD GHVRFXSDFLyQ HO PHUFDGR
XQVLVWHPDGHWLSRGHFDPELR¿MRFRPRODFRQYHUWLELOL- laboral argentino se caracteriza hoy por el predominio
GDG XQD FRQGXFWD ¿VFDO \ GH HQGHXGDPLHQWR H[WHUQR de puestos de trabajo precarios –inestables y sin cober-
LUUHVSRQVDEOHORVFRQWUDWRVGRODUL]DGRVODYXOQHUDELOL- tura social–, las bajas remuneraciones y el hecho de que
GDG GHO VLVWHPD ¿QDQFLHUR \ ORV SURIXQGRV SUREOHPDV el desempleo afecta en mayor medida que en el pasado
culturales, sociales e institucionales, son citadas como DORVMHIHVGHKRJDUTXHVRQHOSULQFLSDOSURYHHGRUGH
algunas de las principales causas de esta enorme crisis. LQJUHVRVGHODVIDPLOLDV%HFFDULD/DVLWXDFLyQ
'H6LPRQH&RPRORVFRQWUDWRV\ODVGHXGDVHV- social argentina es tributaria de un decepcionante com-
taban denominados en dólares, la estabilidad sólo podía portamiento en el ámbito laboral. El crecimiento de la
mantenerse si el país contaba con un ingreso sosteni- precariedad de los puestos de trabajo no constituye ya
ble en esa moneda, algo que dependía de la producción XQDVLWXDFLyQGHFRUWRSOD]RVLQRTXHVHHVWDUtDFRQYLU-
local de bienes transables, del cual Argentina era sólo tiendo en un rasgo estructural del país.
XQ SHTXHxR SURGXFWRU (VWR RFDVLRQDUtD XQD JUDQ RV- /D H[FOXVLyQ VRFLDO \ ODERUDO DEDUFDURQ SRUFLRQHV
FLODFLyQHQHOWLSRGHFDPELRUHDOODPDVLYDVDOLGDGH FDGDYH]PD\RUHVGHODSREODFLyQDOFDQ]DQGRQRVyOR
FDSLWDOHVPLHQWUDVODFRQYHUWLELOLGDGJHQHUDEDXQDilu- D ORV JUXSRV WUDGLFLRQDOPHQWH PiV YXOQHUDEOHV VLQR
sión de poder adquisitivo, todo lo cual conducía a una también a los sectores medio-bajos y medios. Esto in-
trampa política que impidió cambiar de régimen en el trodujo cada día más problemas sobre la salud mental
momento oportuno. y las relaciones familiares, aumentando el clientelismo,
6HDWULEX\HDODGpFDGDGHOXQFRPSRUWDPLHQWR la pobreza y la delincuencia, así como la caída de la
¿VFDOTXH WXYR JUDQLPSDFWRVREUHHO HQGHXGDPLHQWR PRYLOLGDGVRFLDO
S~EOLFRH[WHUQRDORVDxRVODFULVLVSROt- Depresión, adicciones, angustia, conductas manía-
tica e institucional, con un diagnóstico erróneo de la cas, fobias, problemas de memoria, de atención y de
VLWXDFLyQ LPSHUDQWH TXH PRWLYy HQ GH¿QLWLYD PHGL- concentración son los trazos más gruesos que describe
468 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
las afecciones psíquicas de quienes han perdido el tra- alcanzar un sistema más justo, mejor regulado y saluda-
EDMR\QRHQFXHQWUDQRWUR7DXVN EOHGHOQXHYRPRGHORVDQLWDULR\GHODVQHFHVLGDGHVGH
La crisis complicó aún más la situación sanitaria, la población, en consenso con el sector sanitario edu-
deteniendo la caída de la mortalidad infantil producida FDWLYRS~EOLFR\SULYDGR6HLQWHQWDUHVSRQGHUDVtDOD
HQODGpFDGDGHOFRQPXHUWHV±SRURWUDSDUWH±FDX- concentración de los recursos en torno a los centros de
VDGDVSRUSUREOHPDVDEVROXWDPHQWHHYLWDEOHVFRPRHO DOWRGHVDUUROORWHFQROyJLFRHOH[FHVRGHHVSHFLDOLGDGHV
hambre, la desnutrición materna, la falta de controles y la falta de recursos humanos en atención primaria de
prenatales, los embarazos en adolescentes, la desocu- la salud.
SDFLyQ\HOLQFXPSOLPLHQWRGHSURJUDPDVVRFLDOHV7R- 'XUDQWHHOVHSURGXMRXQDOLYLRGHODVLWXDFLyQ
URQFKLN VRFLDO GHQWUR GH XQ FRQWH[WR TXH QR KD GHMDGR GH VHU
Los costos en el sector salud se incrementaron al rit- FUtWLFR\VHH[SOLFDUtDSRUHOHIHFWRFRPELQDGRGHODUH-
PRGHODGHYDOXDFLyQGHOSHVRFRQDXPHQWRVFHUFDQRV ducción del desempleo, la recomposición de los ingre-
DO HQ HTXLSDPLHQWR PpGLFR FRQ PDQWHQLPLHQWR sos y la estabilidad de precios. En el primer semestre de
\UHSDUDFLRQHVHLQVXPRVLPSRUWDGRVSRUHOLQ- ODSREUH]D\ODLQGLJHQFLDEDMDURQDFRPSDxDQGR
FUHPHQWRGHORVSUHFLRVLQWHUQRVDOSRUPD\RU\HQ ODUHDFWLYDFLyQGHODHFRQRPtDDXQTXHPDQWHQLpQGRVH
SURGXFWRV PHGLFLQDOHV 0LHQWUDV WDQWR OD LQPRYLOLGDG HQQLYHOHVWRGDYtDFUtWLFRVHVSHFLDOPHQWHHQODVSURYLQ-
salarial y la desocupación mantenían poco menos que cias del Norte –donde aumentaron en algunas localida-
iguales los ingresos al sistema, siendo como consecuen- des– y en el Conurbano bonaerense. Los pobres alcan-
cia de ello el problema principal la falta de recursos dis- ]DEDQDOGHODSREODFLyQHQORVDJORPHUDGRV
ponibles para la salud que se quiere brindar, en tanto XUEDQRV UHOHYDGRV HQWUH HQHUR \ MXQLR SRU OD (3+ GHO
que de otro modo se tendrá que aceptar un sistema de INDEC. Proyectando estos datos, el número de pobres
salud que no será del primer mundo, sino que será pro- HQODViUHDVXUEDQDVDVFHQGtDDPLOORQHVFRQPiV
SRUFLRQDODOUHFXUVRTXHVHREWLHQH'tD] GHPLOORQHVYLYLHQGREDMRODOtQHDGHLQGLJHQFLD
La crisis de la seguridad social y la medicina prepa- GHODSREODFLyQGHORVDJORPHUDGRV
ga incrementó naturalmente la asistencia en el sistema La tasa de desocupación en el primer semestre de
público, en tanto el aumento de las familias sin planes FD\yDVLHQGRHOIDFWRUTXHSRVLEOHPHQWH
PpGLFRVHUDXQUHÀHMRGHOHPSREUHFLPLHQWRGHODFODVH más haya contribuido al descenso concomitante de la
media, del fuerte incremento del desempleo y de la caí- pobreza y la indigencia. Sigue, en cambio, muy com-
da de una porción de la población en la indigencia. La prometida la distribución del ingreso. La brecha entre
gente del conurbano sin protección de una obra social, los que más ganan y los más pobres, que en 1974 era de
PXWXDORSUHSDJDDXPHQWyHQPLOORQHVGHSHUVRQDV YHFHVHQIXHGHHQGHHQGH
más, con récords de consultas e internaciones en los HQGH\HQ\SRVWHULRUHVGH
KRVSLWDOHVS~EOLFRV0pGLFRV (QWUH HO GH OD SREODFLyQ TXLQWLO GH LQJUHVRV
/D H[WHQGLGD \ SHUVLVWHQWH FULVLV HFRQyPLFRVRFLDO PiVDOWRV\HOGHLQJUHVRVPiVEDMRVODGLIHUHQFLD
con sus secuelas de empobrecimiento e incertidumbre, HUDHQGHYHFHVHQIXHGHYHFHV
impactó directamente en el sistema de salud argentino, FRQ XQD VXED HQ HO SHUtRGR GH PiV GH )RUPRVD
declarado en emergencia sanitaria. Esta emergencia no HUD OD SURYLQFLD TXH WHQtD OD EUHFKD PiV JUDQGH
HV VyOR GH DWHQFLyQ UHSDUDGRUD VLQR WDPELpQ SUHYHQ- YHFHV\HQWUHHO\VHFRQWDEDQ(QWUH5tRV&KDFR
WLYD GH GLDJQyVWLFR SUHFR] \ RSRUWXQR \ REYLDPHQWH 3URYLQFLDGH%XHQRV$LUHV6DOWD\1HXTXpQ
de oportunidad y continuidad de rehabilitación. En la $ ¿QHV GH OD GHXGD S~EOLFD WRWDO 1DFLyQ \
Ciudad de Buenos Aires las prestaciones se incrementa- SURYLQFLDVVXPDEDPLOORQHVGHGyODUHVFRQHO
URQJUDQGHPHQWHDSDUWLUGH\FRQDXPHQWRV SRVLEOHFDQMHTXHGDUiFHUFDQDDORVPLOORQHV
GHKDVWDHOHQODVFRQVXOWDVGHXUJHQFLDVHQ FRQXQDTXLWDJOREDOGHODSUR[LPDGDPHQWHFRQODV
FRQVXOWDV H[WHUQDV HQ HJUHVRV KRVSLWDODULRV \ UHVHUYDVHQPLOORQHVGHGyODUHVSRUGHEDMRGHOQL-
HQ LQWHUYHQFLRQHV TXLU~UJLFDV /HPXV La Na- YHOGHGLFLHPEUHGHFXDQGRVHSURIXQGL]yODIXJD
ción GHFDSLWDOHV&ODUtQ
6LELHQODPD\RUtDGHODVREUDVVRFLDOHVTXHIXQ-
El Estado introdujo ante esta situación el PMO de FLRQDQHQHOSDtVUHGXMHURQDGtDVHOSOD]RGHSDJR
(PHUJHQFLD ver sus bases conceptuales en el Anexo D VXV SUHVWDGRUHV \ VH LQWURGXMR OD FREHUWXUD GHO
correspondiente \ ±D WUDYpV GHO &2)(6$± ODV %DVHV en el precio de los medicamentos para pacientes cró-
GHO 3ODQ )HGHUDO GH 6DOXG ver igualmente TXH HQWUH nicos, las entidades profesionales mantienen su crítica
RWURVWLHQHHOVHxDODGRREMHWLYRGHSULRUL]DUXQDSROtWLFD DODVGH¿FLHQFLDVGHO6LVWHPDGH6DOXGPXFKDVGHODV
conjunta de desarrollo del capital humano en salud, para cuales paradójicamente les fueron atribuidas; la falta de
17. Condiciones de vida y situación de Salud 469
H¿FDFLDGHOVLVWHPDIXHDGMXGLFDGDDODUHVSRQVDELOLGDG LQWHULRUGHOSDtVODGLVSRVLFLyQ¿QDOGHORVUHVLGXRVVy-
GH ORV PpGLFRV \ PRGDOLGDGHV SUHVFULSWLYDV D ODV DG- lidos constituye uno de los problemas ambientales y de
ministraciones de las asociaciones o agremiaciones, a salud pública más importantes debido a terraplenes de
SDGURQHVWHUJLYHUVDGRVRDODcrisis de la salud, como si rellenos sanitarios inadecuados. El reciclaje de los resi-
esta no fuera una crisis independiente de la crisis gene- GXRVVyOLGRVWRGDYtDQRHVWiLQFRUSRUDGRPDVLYDPHQWH
UDOTXHVXIUHHOSDtV&ROHJLRGH0pGLFRV&RPLVLyQGH HQORVVLVWHPDVGHJHVWLyQ\HVLQVLJQL¿FDQWHHQWpUPL-
6HJXULGDG6RFLDO QRVGHHVFDODÒQLFDPHQWHGHORVKRJDUHVGHO*UDQ
(QFXDQWRDOËQGLFHGH'HVDUUROOR+XPDQR,'+ %XHQRV$LUHV FRQVLGHUDGRV SREUHV FXHQWDQ FRQ VHUYL-
la Argentina se ubica entre los países de alto desarrollo, cios regulares de recolección de residuos sólidos. Los
SHURODHVWLPDFLyQGHOtQGLFHHQODVSURYLQFLDVFRQ¿UPD UHVLGXRVSHOLJURVRVDOFDQ]DUtDQHOGHORVUHVLGXRV
OD H[LVWHQFLD GH UHDOLGDGHV HFRQyPLFDV GLIHUHQWHV TXH WRWDOHVHQOD3URYLQFLDGH%XHQRV$LUHV\ORVUHVLGXRV
VHxDODQXQDFRPSOHMDJHRJUDItDGHOGHVDUUROORKXPDQR KRVSLWDODULRV SDWROyJLFRV D QLYHO QDFLRQDO HQWUH \
La Encuesta Permanente de Hogares del INDEC de- NJSRUFDPDSRUGtD/DFRQWDPLQDFLyQGHODLUHVH
muestra que la proporción de hogares y de población SXHGHSURGXFLUSRUIXHQWHVPyYLOHVR¿MDVTXHHQDOJX-
FRQ QHFHVLGDGHV EiVLFDV LQVDWLVIHFKDV 1%, DGTXLHUH nos casos llegaron a producir problemas locales, empe-
YDORUHV GLVSDUHV VHJ~Q HO DJORPHUDGR FRQVLGHUDGR /D URORVQLYHOHVPi[LPRVKDQVLGRVREUHSDVDGRVHQSRFDV
incidencia de la pobreza según el indicador de NBI en RFDVLRQHVVDOYRHQOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHVDQLYHO
ORV KRJDUHV RVFLOD HQWUH HO HQ 3DOSDOi -XMX\ \ PLFUR\PDFURFHQWURHQORVTXHORVYDORUHVGHPRQy[L-
HQ5tR*DOOHJRV6DQWD&UX](QHOFDVRGHODV1%, GRGHFDUERQRVXSHUDQGLDULDPHQWHHQDYHFHVORV
HQ OD SREODFLyQ HO SRUFHQWDMH PiV HOHYDGR VH UHJLVWUD OtPLWHVTXHSUHVFULEHODOH\TXHFDOL¿FDHODLUH
HQ 5HVLVWHQFLD &KDFR \ ORV YDORUHV PiV ED- Por último, la situación nutricional es considerada
MRVHQ5tR*DOOHJRV\8VKXDLD7LHUUDGHO)XHJR mediante planes de ayuda alimentaria, con transferencia
/DGLIHUHQFLDHQWUHODLQFLGHQFLDSRUKRJDUHV\ de fondos de coparticipación a las jurisdicciones, para
HQODSREODFLyQREHGHFHDOPD\RUWDPDxRGHORVKRJDUHV ODGLVWULEXFLyQGHOHFKHHQWHUDHQSROYRDQLxRV\HPED-
con NBI. razadas pertenecientes a la población en riesgo social,
D¿QGHSUHYHQLUODGHVQXWULFLyQ\VHWUDWDGHPHMRUDU
7DPELpQ OD LQIUDHVWUXFWXUD GH VHUYLFLRV SUHVHQWD ODYLYLHQGDSRUGLYHUVRVSODQHVHVSHFt¿FRVHQWDQWRGH
grandes desigualdades. En las últimas décadas, el cre- DFXHUGRFRQHOFHQVRGHHOGHXQWRWDOGH
FLPLHQWR HQ ODV FLXGDGHV FDUHFLy GH XQD SODQL¿FDFLyQ PLOORQHVGHYLYLHQGDVSUHVHQWDEDQSUREOHPDVDVtFRPR
DGHFXDGDORTXHDJUDYyODVGH¿FLHQFLDVHQORVJUDQGHV el crecimiento de las llamadas villas de emergencia y el
Q~FOHRV XUEDQRV (Q HVWDV FRQFHQWUDFLRQHV ODV GH¿- fenómeno de las casas tomadas se relacionaba con el
FLHQFLDVHQODSURYLVLyQGHDJXDSRWDEOH\HQODGLVSR- Gp¿FLWHQHVWDiUHD
VLFLyQ GH H[FUHWDV JHQHUDURQ HVFHQDULRV GH DOWR ULHVJR
que afectan fundamentalmente a las zonas habitadas Situación de Salud
SRU SREODGRUHV HQ VLWXDFLRQHV GH SREUH]D ([LVWLUtDQ
DSUR[LPDGDPHQWHPiVGHVHLVPLOORQHVGHSHUVRQDVTXH $UJHQWLQD VH KDOOD D QLYHO PXQGLDO \ UHJLRQDO HQ XQD
no tienen acceso a las redes públicas de agua y cerca UHODWLYDEXHQDSRVLFLyQHQVXVLWXDFLyQGHVDOXG(O,Q-
de diecisiete millones que no disponen de cloacas. En IRUPHVREUHOD6DOXGHQHO0XQGRGHOD206KD
VLHWHSURYLQFLDVODFREHUWXUDGHDJXDSRWDEOHVXSHUDHO XELFDGRDOD$UJHQWLQDHQHOOXJDUHQWUHSDtVHV
(QFORDFDVODSURYLQFLDGH7LHUUDGHO)XHJROOHJD HQFXDQWRDQLYHOGHVDOXGDOFDQ]DGRFRQVLGHUDQGROD
DXQDFREHUWXUDGH(QOD&DSLWDO)HGHUDO\HO*UDQ H[SHFWDWLYDGHYLGDDMXVWDGDHQIXQFLyQGHODGLVFDSDFL-
%XHQRV$LUHVD¿QHVGHODFREHUWXUDHUDGH dad. Al considerar la respuesta global de los sistemas de
HQDJXD\HQGHVDJHV(VWH~OWLPRSRUFHQWDMHHV VDOXGHOLQIRUPHXELFDDOD$UJHQWLQDHQHOSXHVWR
VLJQL¿FDWLYRGHOHVIXHU]RUHDOL]DGR\DTXHHQWUH\ \HQXQOXJDUHQWUH\HQHOQLYHOGHMXVWLFLDHQOD
ODFREHUWXUDSDVyGHD6HHVWLPDTXHVROR ¿QDQFLDFLyQGHOJDVWRHQVDOXG)LQDOPHQWHDODQDOL]DU
HOGHORVOtTXLGRVFORDFDOHVUHFRJLGRVUHFLEHQWUDWD- ODH¿FDFLDGHOJDVWRHQUHODFLyQDOQLYHOGHVDOXGDOFDQ-
miento, situación que sin duda contribuye a aumentar la ]DGRHOLQIRUPHSRVLFLRQDDOD$UJHQWLQDHQHOOXJDU
contaminación ambiental. ORTXHUHD¿UPDTXHFRQODLQYHUVLyQUHDOL]DGDVHGHEHUtD
6LELHQQRH[LVWHLQIRUPDFLyQFRQ¿DEOHVREUHUHVL- ORJUDUD~QPHMRUHVQLYHOHVGHVDOXG(OKHFKRGHTXHHO
duos sólidos, en el área metropolitana de Buenos Aires Sistema de Salud ha seguido un modelo de atención me-
FDGDKDELWDQWHSURGXFLUtDFHUFDGHNJ'HUHVLGXRV GLFDOL]DGRHQHOTXHVHKDSULYLOHJLDGRHOGHVDUUROORGH
VyOLGRVSRUGtD\ODFREHUWXUDGHUHFROHFFLyQHVGH la alta tecnología y la alta complejidad en detrimento de
FRQGHOUHOOHQRVDQLWDULRGHEXHQDFDOLGDG(QHO ORVSURJUDPDVGHSURPRFLyQSUHYHQFLyQ\HOGHVDUUROOR
470 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
de la atención primaria, constituye una de las principa- Según un reciente informe de la Organización Pa-
les causas de la situación actual. namericana de la Salud, los indicadores demostraban la
La superposición de roles y funciones y la falta de situación que sigue.
complementariedad entre los prestadores de salud de-
muestran la necesidad de mejorar la coordinación y Mortalidad y Morbilidad
regulación del sistema. Pese al fuerte gasto en salud,
H[LVWHQ SDUDGyMLFDPHQWH SUREOHPDV GH ¿QDQFLDPLHQWR (QODGpFDGDGHOODWDVDGHPRUWDOLGDGJHQHUDOUHJLVWUy
en algunas áreas y sectores, producto de situaciones de YDULDFLRQHVIDYRUDEOHVWHQGLHQWHVDVXUHGXFFLyQXELFiQ-
inequidad en la distribución de recursos. Como resulta- GRVHHQHQHOSRUPLOKDELWDQWHV/DPRUWDOLGDG
do de estos problemas, el Sistema de Salud en la Argen- PDWHUQD H[SHULPHQWy XQD GLVPLQXFLyQ FHUFDQD DO
WLQDHVLQHTXLWDWLYR\SRFRVROLGDULR\ODVSRVLELOLGDGHV acercándose al 4 por diez mil. La tasa de mortalidad infan-
GHDFFHVR\HOXVRGHORVUHFXUVRVYDUtDQQRWRULDPHQWH WLOGLVPLQX\yDFLIUDVLQIHULRUHVDOSRUPLOQDFLGRVYL-
según el sector social o la región del país de que se trate. YRVSHURFRQDPSOLDVGLIHUHQFLDVDQLYHOMXULVGLFFLRQDOHQ
/D LQH¿FLHQFLD VH PDQL¿HVWD HQ WRGRV ORV VXEVHFWRUHV OD&LXGDGGH%XHQRV$LUHVHVGHOÅHQFRQWUDVWHFRQOD
del fragmentado sistema, con importantes diferencias GHODVSURYLQFLDVGHO&KDFR\)RUPRVDDPEDVVXSHULRUHV
UHJLRQDOHV(OQLYHOGHJDVWRGHEROVLOORGHODVIDPLOLDV DSRUPLO/DVUHJLRQHVGHOQRURHVWH\GHOQRUGHVWH
UHSUHVHQWD DOUHGHGRU GHO GHO JDVWR WRWDO GH VDOXG PXHVWUDQORVYDORUHVPiVDOWRVDXQTXHFRQSURJUHVLYRV
y hay una brecha creciente de acceso al sistema entre GHVFHQVRV D H[FHSFLyQ GH DOJXQDV MXULVGLFFLRQHV FRPR
los sectores de altos y bajos ingresos. Al analizar los )RUPRVD 6DQ -XDQ \7XFXPiQ /D PRUWDOLGDG QHRQDWDO
cambios esperados en el Sistema de Salud, la prioridad es superior a la posneonatal en todas las jurisdicciones.
debería estar dirigida a mejorar la equidad del sistema Predominan las defunciones ocurridas en la etapa neo-
\DODE~VTXHGDGHXQDFREHUWXUDXQLYHUVDO(ODFFHVR natal precoz respecto de la tardía. En cuanto a la tasa de
al sistema debería basarse solo en la necesidad de la mortalidad posneonatal creció ligeramente. Las muertes
XWLOL]DFLyQGH ORV VHUYLFLRV HQ WDQWR HO ¿QDQFLDPLHQWR neonatales reducibles por diagnóstico o tratamiento opor-
debería estar sustentado por un concepto solidario en el tuno durante el embarazo y parto, y en el recién nacido,
que los aportes estén relacionados con la capacidad de VXPDEDQGHOWRWDOPLHQWUDVTXHODVPXHUWHVSRVQHR-
pago de cada uno. Cambios como estos permitirán que QDWDOHVUHGXFLEOHVSRUSUHYHQFLyQSRUWUDWDPLHQWRRSRU
QRVRORPHMRUHHOQLYHOSURPHGLRGHVDOXGGHODSREOD- DPERVUHSUHVHQWDEDQGHOWRWDOUHVSHFWLYR/DWDVD
ción, sino también su distribución dentro de la sociedad, GHPRUWDOLGDGIHWDOHQHOHUDGHSRUPLOQDFLGRV
UHGXFLHQGRORPiVSRVLEOHODVGLIHUHQFLDVHYLWDEOHVHLQ- YLYRV DXQTXH FRQ YDULDFLRQHV GH DFXHUGR D GLIHUHQFLDV
justas en las condiciones de salud. HQODPHWRGRORJtDGHPHGLFLyQWDPELpQFRQDPSOLDVGL-
La importancia creciente de las enfermedades no ferencias regionales; dentro de esta categoría, dos tercios
WUDQVPLVLEOHV \ OD LQÀXHQFLD FDGD YH] PD\RU GHO HQ- GHOWRWDOGHGHIXQFLRQHVSUHVHQWDEDQEDMRSHVRDOQDFHU
YHMHFLPLHQWRGHODSREODFLyQKDFHQFDGDYH]PiVQH- JUDPRVVLHQGRHOSRUFHQWDMHWRWDOGHQDFLGRVYLYRV
cesario el desarrollo de estrategias de promoción de la FRQEDMRSHVRDOQDFHUGHO
salud orientadas a estos problemas. La promoción de El análisis de la mortalidad, según sus principales
ODJHVWLyQORFDOFRQLQLFLDWLYDVFRPRPXQLFLSLRVVDOX- FDXVDV\SRUVH[RLQGLFDTXHODWDVDQDFLRQDOGHPRU-
dables, escuelas promotoras de salud, Programa CAR- talidad por enfermedades del corazón descendió de
MEN, fronteras saludables, etc., y la participación de HQWUH SRU FLHQ PLO \
las organizaciones no gubernamentales tendrán en SRU FLHQ PLO (Q HO PLVPR SHUtRGR OD WDVD GH PRUWD-
DGHODQWH XQ URO FDGD YH] PiV LPSRUWDQWH HQ HO GHVD- OLGDGSRUHQIHUPHGDGHVFHUHEURYDVFXODUHV\DFFLGHQWHV
UUROORGHKiELWRV\FRQGLFLRQHVGHYLGDVDOXGDEOHV'H también mostró un importante descenso con caídas de
forma similar, será necesario fortalecer la capacidad IUHQWHDSRUFLHQPLO\
institucional para la gestión y operación de programas IUHQWHDSRUFLHQPLOUHVSHFWLYDPHQWH/RVWXPR-
GH SUHYHQFLyQ \ FRQWURO GH SUREOHPDV \ IDFWRUHV GH res malignos registraron un descenso de menor magni-
riesgo a la salud, haciendo especial énfasis en el abor- WXGDOSDVDUGHSRUFLHQPLOHQDSRU
GDMHDWUDYpVGHODHVWUDWHJLDGHOD$WHQFLyQ3ULPDULD cien mil en 1996.
de Salud. La formulación de lineamientos básicos para Las enfermedades del corazón, los tumores malig-
el desarrollo de los programas de promoción de la sa- QRV\ODVHQIHUPHGDGHVFHUHEURYDVFXODUHVVRQODVFDX-
OXGODSUHYHQFLyQGHHQIHUPHGDGHV\ODHODERUDFLyQGH VDVGHPXHUWHPiVIUHFXHQWHVSDUDDPERVVH[RV(QORV
normas de diagnóstico y tratamiento podrán contribuir YDURQHVHQODWDVDGHGHIXQFLRQHVSRUHQIHUPHGD-
a alcanzar un uso racional de los recursos y una mayor GHV FDUGtDFDV IXH GH SRU FLHQ PLO PLHQWUDV TXH
equidad en su oferta. HQODVPXMHUHVIXHPHQRUSRUFLHQPLO7DPELpQ
17. Condiciones de vida y situación de Salud 471
Último dato
Dato de referencia Metas
Indicador disponible
Año Valor Año Valor 2007 2011
Mejorar la salud materna (DDM 5) TMM por 100 000 nv 1990 52,0 2004 40 3,7
% de nacidos vivos asistidos por médico o partera 1990 95,9 2004 99,0 99,0
Coeficiente de Gini para la TMM 1990 0,346 2004 0,303 0,344
Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
(DDM 6)
Tasa de prevalencia de VIH en embarazadas entre 15 y
24 años (%) 2000 0,64 2003 0,39 0,35
Tasa de prevalencia de uso de preservativos en jóvenes
de 15 a 24 años (%) 2003 61,0 67,0
Tasa de mortalidad por VIH/SIDA (por 100 000 hbts.) 1990 0,9 2003 4,2 3,8
Tasa de incidencia de VIH/SIDA (por 100 000 hbts.) 1990 17,0 2003 49 42,0
Tasa de morbilidad por TB (por 100 000 hbts.) 1990 38,1 2003 32,0
Tasa de mortalidad por TB (por 100 000 hbts.) 1990 4,25 2003 2,4 2,1
% de casos de TB detectados y curados con TAES 1990 64,6 2003 77,6 82,0
Tasa de mortalidad por paludismo (por 100 000 hbts.) 1990 0,0 2004 0,0 0,0
% de la población de zonas de riesgo de paludismo que
aplica medidas eficaces de prevención y tratamiento 1990 100,0 2004 100,0 100,0
Índice parasitario anual (por 1 000 hbts.) 1990 0,765 2004 0,057 < 0,1
% de provincias endémicas que certificaron la
interrupción de la transmisión vectorial de Chagas 2001 21,1 2004 26,3 42,1
Garantizar la sostentabilidad del medio ambiente (DDM 7)
Superficie cubierta con bosque nativo (%) 2002 11,60 11,2 11,3
Superficie total del territorio protegido para mantener la
biodiversidad (%) 2003 6,30 7,3 8,3
Toneladas equivalentes de petróleo para generar u$s
1 000 del PIB 2003 0,2 0,2 0,2
Participación de las fuentes renovables en la OTEP (%) 2003 9,90 9,9 > 10
Población con acceso a agua potable de red pública (%) 80,8 82,4
Población con desagües cloacales (%) 47,9 51,5
Hogares en vivienda deficitaria en situación de tenencia
irregular (%) 2005 6,4 5,6 4,8
PHGDGHVGHWUDQVPLVLyQVH[XDOHO6,'$\ORVHPEDUD]RV GHORVSDUWRVVHDWLHQGHQLQVWLWXFLRQDOPHQWH(VWH
no deseados. Las causas de muerte más frecuentes son HVXQJUDYHSUREOHPDFRQLPSRUWDQWHVGLIHUHQFLDVUHJLR-
ODVH[WHUQDVDFFLGHQWHVGHWUi¿FRVXLFLGLR\KRPLFLGLR nales, con los mayores riesgos en las madres menores
seguidas por tumores malignos y enfermedades cardio- GHDxRV\PD\RUHVGH\FRQODVFDVLWUHVFXDUWDV
YDVFXODUHVPLHQWUDVORVHJUHVRVSRUFDXVDVREVWpWULFDV\ partes de las muertes ocurridas en mujeres pertenecien-
los abortos corresponden a la primera y segunda causa de WHV D OD FODVH R HVWUDWR VRFLDO GH¿QLGR FRPR EDMR /DV
egreso hospitalario. causas más frecuentes son el aborto y la muerte después
Problemas de salud del adulto: las enfermedades de una cesárea, siendo la complicación más importante
FDUGLRYDVFXODUHVORVWXPRUHVPDOLJQRV\ORVDFFLGHQWHV ODVHSVLVDPEDVFDXVDVHYLWDEOHVFRQFHQWUDQHOGH
VRQODVFDXVDVGHPXHUWHPiVIUHFXHQWHV+DVWDORV las muertes maternas.
DxRVHOSHU¿OHVVLPLODUDODHWDSDDQWHULRUSHURGHVGH Problemas de salud del adulto mayor: las enferme-
allí cambia, con un desplazamiento a las enfermedades dades del corazón, los tumores malignos y las enferme-
FDUGLRYDVFXODUHV \ ORV WXPRUHV PDOLJQRV 6HJ~Q HQ- GDGHV FHUHEURYDVFXODUHV FRQVWLWX\HQ ODV WUHV SULPHUDV
FXHVWDVHOGHODVPXMHUHVXWLOL]DEDDOJ~QPpWRGR FDXVDV GH PXHUWH 6H HYLGHQFLD XQ LPSRUWDQWH FDPELR
DQWLFRQFHSWLYRSHURHVWHYDORUGHVFLHQGHDHQWUH\ HQ HO SHU¿O HSLGHPLROyJLFR HQ WDQWR GLVPLQX\HURQ ORV
HQODVPXMHUHVPHQRUHVGHDxRVODUD]yQSDUWR GHFHVRV SRU HQIHUPHGDGHV FDUGLRYDVFXODUHV \
FHViUHDRVFLODEDHQWUH\SDUWRVSRUFHViUHDVHJ~Q FHUHEURYDVFXODUHV /D PRUELOLGDG HQ FDPELR
los distritos considerados. Las muertes maternas eran en FRQFHQWUDEDHOGHORVHJUHVRVKRVSLWDODULRVHQHQ-
sus dos tercios por causas obstétricas directas, en las que IHUPHGDGHVGHODSDUDWRGLJHVWLYR\ODVFDUGLRSXOPRQDUHV
ORVIDFWRUHVGHULHVJRHYLWDEOHVVRQVXSHULRUHVDO y respiratorias, pero con el sesgo de representar sólo el
si bien la tasa de mortalidad materna se redujo en casi VHJXQGR QLYHO GH DWHQFLyQ (O SHU¿O SRU VH[R PXHVWUD
XQD~QVHFRQVLGHUDDOWDVLVHWLHQHHQFXHQWDTXHHO mayor incidencia de enfermedades genitourinarias y
17. Condiciones de vida y situación de Salud 473
PHQRUGHO3,%WHQGHQFLDTXHVXHOHLQWHQVL¿FDUODVGHV- GHDWHQFLyQGHVDOXG\DVXGLVSRQLELOLGDG3DUDHYDOXDUOD
igualdades en materia de disponibilidad de atención de DFFHVLELOLGDGGHODSREODFLyQDORVVHUYLFLRVGHVDOXGVHXWL-
salud y accesibilidad a ella. Para este análisis, hemos lizaron los siguientes indicadores: el porcentaje de mujeres
utilizado la disponibilidad de médicos por habitante embarazadas que recibió atención prenatal y el porcentaje
FRPRLQGLFDGRUVXVWLWXWLYRGHODGLVSRQLELOLGDGGHDWHQ del total de partos atendidos por personal adiestrado. La
FLyQPpGLFD\ODSURSRUFLyQGHODSREODFLyQTXHYLYHHQ cobertura es menor en países con PNB más bajo.
zonas rurales como indicador de accesibilidad. Los da-
tos muestran que la disponibilidad de atención médica Bases del Plan Federal de Salud 2004-2007,
es menor cuanto menor es el PNB per cápita del grupo Ministerio de Salud de la Nación, 2004
de países, mientras que la proporción de la población
que habita en zonas rurales es más alta en los grupos La situación actual de Salud
de países con PNB más bajo. En consecuencia, tanto Argentina enfrenta dos fuertes desafíos en salud: en lo in-
la accesibilidad como la disponibilidad disminuyen al PHGLDWRHVSUHFLVRVXSHUDUODD~QYLJHQWHHPHUJHQFLDVD-
reducirse el PNB. En los países más pobres hay menos QLWDULDSURWHJLHQGRHOWHUUHQRJDQDGRHQORV~OWLPRVYHLQWH
dinero para atención de salud. Al mismo tiempo, se po- DxRV\DOPLVPRWLHPSRJDUDQWL]DQGRHODFFHVRGHWRGDOD
dría decir que el número de médicos per cápita es menor SREODFLyQDVHUYLFLRV\PHGLFDPHQWRVHVHQFLDOHV$ODUJR
\ORVSUREOHPDVUHODFLRQDGRVFRQHODFFHVRJHRJUi¿FRD SOD]RHOREMHWLYRFRQVLVWHHQFHUUDUDTXHOODVEUHFKDVTXH
los centros de salud son mayores. suelen esconder los promedios estadísticos y que delimitan
los márgenes de la inequidad: de un lado los sectores más
Falta de equidad en el estado ricos y del otro los que menos tienen.
de salud de la población Sin embargo, hay datos de la realidad que obligan a ser
La desigualdad en el riesgo de enfermarse y morir pre- SUHFDYLGRV'HVGHODHFRQRPtDVHHQFRQWUDEDHQXQD
maturamente guarda relación con la falta de equidad en situación de profundo estancamiento y recesión, y las con-
la distribución de los recursos. Este fenómeno se apre- GLFLRQHVGHYLGDGHODSREODFLyQHPSH]DURQDGHWHULRUDUVH
cia cuando se analizan las tasas de mortalidad infantil (QORV~OWLPRVPHVHVGH\ODSULPHUDPLWDGGH
GHORVSDtVHVGHOD5HJLyQTXHRVFLODQHQWUH\SRU OD VLWXDFLyQ GHULYy HQ XQD FULVLV SROtWLFD LQVWLWXFLRQDO \
QDFLGRVYLYRV(VWHLQGLFDGRUDXPHQWDGHPDQHUD socioeconómica sin precedentes. Como resultado de este
VLJQL¿FDWLYDDPHGLGDTXHORVYDORUHVGHORVLQGLFDGR- proceso, se ha registrado una formidable caída de los ingre-
res socioeconómicos importantes disminuyen. Las tasas sos reales y un aumento considerable de la desocupación y
GH PRUWDOLGDG LQIDQWLO YDUtDQ GH XQ SDtV D RWUR \ GHQ- la pobreza. Aún cuando los índices de empleo y pobreza se
tro de un país determinado. Por ejemplo, en el Perú, la HQFXHQWUDQHQIUDQFDPHMRUtDFRQWLQ~DQVLHQGRHOHYDGRV
ciudad de Lima tiene una tasa de mortalidad infantil de HQUHODFLyQDORHYLGHQFLDGRHQODGpFDGDSDVDGD
SRUPLOQDFLGRVYLYRVSHURHQDOJXQDVGHODV]RQDV Por otra parte, el decil de población más pobre tiene una
UXUDOHVGHOSDtVODPLVPDWDVDOOHJDDGHIXQFLRQHV SDUWLFLSDFLyQGHOHQHOWRWDOGHLQJUHVRVPLHQWUDVTXH
SRUQDFLGRVYLYRV(Q3DQDPiODVSRVLELOLGDGHV GLFKDSDUWLFLyQDVFLHQGHDOHQHOGHFLOPiVULFR(VWR
GHXQQLxRLQGtJHQDGHPRULUDQWHVGHXQDxRGHHGDG VXSRQHXQDEUHFKDGHYHFHVPiVLQJUHVREUHFKDTXHKD
VRQYHFHVPD\RUHVTXHODVGHXQQLxRQRLQGtJHQD YHQLGRFUHFLHQGRVLJQL¿FDWLYDPHQWHHQORV~OWLPRVDxRV
(QOD&LXGDGGH0p[LFRODWDVDGHPRUWDOLGDGLQIDQWLO La incidencia de la pobreza en la población total del
RVFLODHQWUH\SRUQDFLGRVYLYRV3RU SDtV DXPHQWy GHO DO GHVGH RFWXEUH GH D
RWUDSDUWHODSURSRUFLyQGHQLxRVFRQEDMRSHVRDOQDFHU RFWXEUHGH(OLQFUHPHQWRGHODLQGLJHQFLDIXHD~Q
WLHQGH D DXPHQWDU D PHGLGD TXH VXEHQ ORV QLYHOHV GH PD\RU GHO GH OD SREODFLyQ HQ RFWXEUH GH DO
pobreza. Ocurre una situación similar con la proporción HQRFWXEUHGH6LREVHUYDPRVHOSUREOHPDSRU
de defunciones por enfermedades diarreicas agudas en regiones, la región del Noreste presenta las tasas más altas
QLxRVPHQRUHVGHDxRVODVTXHSRUPXFKRWLHPSRVH GHSREUH]DHLQGLJHQFLD\ODVSURYLQFLDVGH&RUULHQWHV\
KDQFRQVLGHUDGRSUHYHQLEOHV\D~QFREUDQPiVYLGDVHQ &KDFRVRQODVTXHSUHVHQWDQORVtQGLFHVPiVHOHYDGRVGH
los países donde el PNB es más bajo. WRGRHOSDtV\UHVSHFWLYDPHQWH'HHVWHPR
GRGHODVSURYLQFLDVDUJHQWLQDVSUHVHQWDQWDVDVGH
Falta de equidad en la accesibilidad SREUH]DVXSHULRUHVDOSURPHGLRQDFLRQDO&RPRH[LVWHXQD
a los servicios de salud relación directa entre estas circunstancias y la salud de la
Si bien todos los países de la Región están bajo procesos de población, la amenaza al patrimonio sanitario de los argen-
reforma y ajuste, hay diferencias de un país a otro en cuan- tinos es contundente.
to al grado de desarrollo de los sistemas de salud, espe- /DV GHVLJXDOGDGHV TXH ORV LQJUHVRV LQVX¿FLHQWHV JH-
cialmente en lo que respecta a accesibilidad a los recursos QHUDQHQODVFRQGLFLRQHVGHYLGDGDQOXJDUDGLIHUHQFLDV
476 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Panorámica &LHQFLDHVXQFRQFHSWRSROLVpPLFRTXHSXHGHYHU-
se, entre otras cosas, como remitiendo a un mundo ar-
6LHQGRHOPpWRGRHSLGHPLROyJLFRXQDYDULDQWH\XQD WL¿FLDO FRPSXHVWR GH ©XQ FUHFLHQWH FXHUSR GH LGHDVª
VXEVXQFLyQ GHO PiV DEDUFDWLYR PpWRGR FLHQWt¿FR HQ que busca la organización metódica del conocimiento
general, corresponde hacer algunas sumarias puntua- \ TXH LQWHQWD TXH HVWH VHD UDFLRQDO VLVWHPiWLFR H[DF-
lizaciones sobre este último y sobre ciencia en ge- WR\YHUL¿FDEOH±DXQTXHSRUHVWRIDOLEOH%XQJH
neral. 3RUPHGLRGHODLQYHVWLJDFLyQFLHQWt¿FDHO
SENTIDO COMÚN
CIENCIA
COLOQUIAL
FORMAS DE
CONOCIMIENTO
Conocimiento acerca de
Organización sistemática fenómenos
del conocimiento naturales, a menudo correcto
Propósito de explicar por qué Rara vez explica por qué los
los sucesos son como son sucesos ocurren de
determinada manera
VERIFICABILIDAD
CONOCIMIENTO
DEMARCACIÓN
CRITERIOS DE
CIENTÍFICO
DEL
REFUTABILIDAD
1
0DULR%XQJHDFRWD/DFLHQFLDVXPpWRGR\¿ORVRItDTXH©«QRVLHPSUHHVSRVLEOHQLVLTXLHUDGHVHDEOHUHVSHWDUHQ-
teramente los hechos cuando se los analiza, y no hay ciencia sin análisis, aun cuando el análisis no sea sino un medio para la
UHFRQVWUXFFLyQ¿QDOGHORVWRGRV(OItVLFRDWyPLFRSHUWXUEDHOiWRPRDOTXHGHVHDHVSLDUHOELyORJRPRGL¿FDHLQFOXVRSXHGH
PDWDUDOVHUYLYRTXHDQDOL]DHODQWURSyORJRHPSHxDGRHQHOHVWXGLRGHFDPSRGHXQDFRPXQLGDGSURYRFDHQHOODFLHUWDVPR-
GL¿FDFLRQHV1LQJXQRGHHOORVDSUHKHQGHVXREMHWRWDOFRPRHVVLQRWDOFRPRTXHGDPRGL¿FDGRSRUVXVSURSLDVRSHUDFLRQHV
VLQHPEDUJRHQWRGRVORVFDVRVWDOHVFDPELRVVRQREMHWLYRV\VHSUHVXPHTXHSXHGHQHQWHQGHUVHHQWpUPLQRVGHOH\HVQRVRQ
FRQMXUDGRVDUELWUDULDPHQWHSRUHOH[SHULPHQWDGRUª
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 479
más que de hechos y si bien esto tiene una cierta circula- El así llamado hipotético deductivismo, por su par-
ULGDG(OLQGXFWLYLVPRKDVLGRXQDGHODVPHWRGRORJtDV WHYDGHORJHQHUDODORSDUWLFXODU\HVHOPpWRGRFLHQWt¿-
PiVLQÀX\HQWHVGHODFLHQFLD&DGDKLVWRULRJUDItDGHOD co por antonomasia. Recorre las etapas de planteamien-
FLHQFLDWLHQHVXVFDUDFWHUtVWLFRVSDUDGLJPDVYLFWRULRVRV to del problema, formulación de hipótesis, deducción de
Los principales paradigmas de la historiografía inducti- ODVFRQVHFXHQFLDVREVHUYDFLRQDOHVFRQWUDVWDFLyQHPSt-
YLVWDIXHURQODVJHQHUDOL]DFLRQHVTXH.HSOHUKL]RDSDU- ULFDVHFRQ¿UPDSURYLVRULDPHQWHRVHUHIXWDSRVLEOH
WLUGHODVPLQXFLRVDVREVHUYDFLRQHVGH7\FKR%UDKHHO formulación de leyes o teorías.
GHVFXEULPLHQWRGHODOH\GHODJUDYLWDFLyQSRU1HZWRQ El falsacionismo por su parte YpDVHPiV\PiVFRP-
JHQHUDOL]DQGRLQGXFWLYDPHQWHDVXYH]ORVphenomena pleto en el capítulo de causación) asume que el conoci-
GH.HSOHUUHODWLYRVDOPRYLPLHQWRSODQHWDULR\HOGHV- PLHQWRFLHQWt¿FRQRSXHGHYHUL¿FDUVHSRVLWLYDPHQWHHQ
cubrimiento de Ampere de la ley de la electrodinámica, PRGRDOJXQR\DTXHWRGRVORVHQXQFLDGRVFLHQWt¿FRVVRQ
DO JHQHUDOL]DU LQGXFWLYDPHQWH VXV REVHUYDFLRQHV VREUH VXSRVLFLRQHVFX\DYHUGDGHVXQDFRQMHWXUDDVtODVH[SOL-
FRUULHQWHV HOpFWULFDV$OJXQRV LQGXFWLYLVWDV FRQVLGHUDQ FDFLRQHVSURSXHVWDVGHEHQVHUIDOVDEOHVQRIDOVDVHVWR
que también la química moderna comenzó realmente es, se deben ofrecer casos posibles que, de ocurrir en la
FRQORVH[SHULPHQWRVGH/DYRLVLHU\VXVverdaderas ex- UHDOLGDGGHUULEDUtDQODKLSyWHVLV\DODYH]SURKLELUFLHU-
plicaciones de los mismos. Sin embargo, el historiador tos estados de cosas; las hipótesis deben poder ser puestas
LQGXFWLYLVWD QR SXHGH RIUHFHU XQD H[SOLFDFLyQ LQWHUQD DSUXHEDFUtWLFDPHQWHHQHVWHVHQWLGRQRVRQFLHQWt¿FRV
racional de por qué fueron seleccionados unos determi- los enunciados tautológicos, metafísicos, o las teorías que
nados hechos en lugar de otros. Para él este es un pro- H[SOLFDQFXDOTXLHUHVWDGRSRVLEOHGHOXQLYHUVR
EOHPDQRUDFLRQDOHPStULFR\H[WHUQR ¢&yPR VH DYDQ]D HQ FLHQFLD" 6HJ~Q *ULEELQ, la
(OSUREOHPDLQGXFWLYLVWDHVWiGDGRSRUODfalacia de la FLHQFLDQRDYDQ]yFRPRUHVXOWDGRGHOWUDEDMRGHXQDVH-
D¿UPDFLyQGHOFRQVHFXHQWHHVWRHVTXHODYHUGDGGHODV ULHGHJHQLRVLQVXVWLWXLEOHV(OSURJUHVRFLHQWt¿FRGLFH
SUHPLVDVQRHVJDUDQWtDGHYHUGDGGHODFRQFOXVLyQODFRQ- se construye paso a paso y, cuando llega el momento
clusión no es necesaria ni concluyente sino solo probable. RSRUWXQR GRV R PiV LQGLYLGXRV SXHGHQ UHDOL]DU XQD
Pero más allá de esto, es útil y ni un paso podría darse en síntesis adecuada, siendo la suerte o un accidente his-
ciencia o en la vida cotidiana sin algún tipo de inferencia tórico lo que decide cuál de ellos será recordado como
inductiva$KRUDELHQSDUDSRGHUGHFLUDOJRVLJQL¿FDWLYR descubridor de un fenómeno y pasará con su nombre
en ciencia se debe estar en posesión del entramado concep- D OD SRVWHULGDG $XQ VL HO JHQLDO 1HZWRQ \ H[LVWtD
tual apropiado y saber cómo aplicarlo adecuadamente, por HO FDRV \ 'LRV GLMR ©£+iJDVH 1HZWRQª \ VH KL]R OD
HMHPSORVRORXQERWiQLFRSRGUiGHFLUDOJRVLJQL¿FDWLYRGH FODULGDG««QRKXELHUDYLYLGRHOSURJUHVRFLHQWt¿FR
ODÀRUDQDWLYD«1XHVWUDE~VTXHGDGHKHFKRVUHOHYDQWHV podría haberse retrasado durante unas cuantas décadas,
GHEHVHUJXLDGDSRUHOHVWDGRDFWXDOGHOFRQRFLPLHQWR« pero no más, porque Halley o Hooke, por ejemplo, hu-
SRUHVWRORVFLHQWt¿FRVQRVXHOHQWUDEDMDUFRPRSUHVFULEH ELHVHQGDGRFRQODOH\GHODJUDYLWDFLyQXQLYHUVDO
HOPRGHORLQGXFWLYRHQODSUiFWLFDFLHQWt¿FDODWHRUtDQRU- Considérese también, especialmente por sus ribetes
PDOPHQWHSUHFHGHDOH[SHULPHQWRRDOSURFHVRGHUHFROHF- FDVL QRYHOHVFRV HO FDVR )UDQNOLQ:LONLQV:DWVRQ&ULFN
FLyQGHGDWRV\QRDOUHYpV6HJ~QVHKDGLFKR©ODREVHUYD- sobre la modelización de la estructura molecular del ADN,
FLyQHVVLHPSUHVHOHFWLYDQHFHVLWDXQREMHWRHVFRJLGRXQD publicado por uno de nosotros en detalle en otra parte.
WDUHDGH¿QLGDXQLQWHUpVXQSXQWRGHYLVWDXQSUREOHPDª &RPRHVVDELGRHVWHGHVFXEULPLHQWRSXEOLFDGRHO
&DUHQWHV GH WHRUtD ORV FLHQWt¿FRV QR VDEUtDQ FyPR GLVH- GHDEULOGHHQNatureDUWtFXORVLQWHUFRQHFWDGRV
xDUH[SHULPHQWRVQLGyQGHEXVFDUORVGDWRVLPSRUWDQWHV YLQFXODGRVDODHVWUXFWXUDPROHFXODUGHO$'1¿UPDGR
3RSSHUop. cit./DLQVSLUDGDFRQWULEXFLyQGH3RSSHUIXH SRU-':DWVRQ\)+&&ULFNIXHHOGHVWLQDGRDSHUPD-
GHVFDUWDUHOPRGHORLQGXFWLYR\GHVFULELUODFLHQFLDFRPR necer en la historia de la ciencia en un destacado lugar,
FRPHQ]DQGRHQXQDFRQMHWXUDLPDJLQDWLYDRLQFOXVRPLWR- VXSRQLHQGR HO 3UHPLR 1REHO GH )LVLRORJtD \ 0HGLFL-
lógica acerca del mundo. La conjetura puede ser falsa en QDHQSDUD)UDQFLV+DUU\&RPSWRQ&ULFN-DPHV
WRGRRHQSDUWHSHURGDXQSXQWRGHSDUWLGDSDUDODLQYHVWL- 'HZH\:DWVRQ\0DXULFH+XJK)UHGHULFN:LONLQV
JDFLyQFXDQGRVHHQXQFLDFRQXQDFODULGDGVX¿FLHQWHSDUD El trabajo supuso la disputa abierta y también secre-
poder ser sometida a crítica. ta entre la gente del .LQJV&ROOHJHGH/RQGUHV5DQGDOO
+LVWRULDGHOD&LHQFLD%DUFHORQD(G&UtWLFD$ 0*UD¿F
$UDJHV\2UR]9³5RVDOLQG)UDQNOLQ/D+HURtQD0DORJUDGD$SXQWHV+LVWRULRJUi¿FRV\XQD9LVLyQGH*pQHUR´'HSDUWDPHQ-
WRGH+XPDQLGDGHV0pGLFDV,QVWLWXWR\&iWHGUDGH+LVWRULDGHOD0HGLFLQD8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHV)DFXOWDGGH0HGLFLQD
%XHQRV$LUHV
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 481
\ :LONLQV \ HO /DERUDWRULR &DYHQGLVK GH &DPEULGJH forma B, que lo muestra incuestionablemente como una
0DXULFH:LONLQV:DWVRQ\&ULFN\5RVDOLQG)UDQNOLQ KpOLFH:LONLQV QR VDEtD OD H[LVWHQFLD GH OD IDPRVD IRWR
(OFRQÀLFWRDELHUWR:LONLQV)UDQNOLQFRPHQ]yHQODSUL- WRPDGD PHVHV DQWHV KDVWD TXH *RVOLQJ VH OD OOHYy HQ
PDYHUDGHLQPHGLDWDPHQWHGHVSXpVGHTXH0DX- algún momento en ese enero. Gosling se estaba prepa-
ULFH:LONLQVGLHVHXQVHPLQDULRHQ&DPEULGJHVREUHORV rando para terminar su tesis sin la presencia de Rosalind
estudios de difracción de rayos X del ADN, y ya no cesó )UDQNOLQ,QRFHQWHPHQWH:LONLQVOHPRVWUyD:DWVRQOD
nunca. En ese momento la idea de las hélices estaba en IRWR\HQHVHLQVWDQWHHOPXQGRSDUHFLyGHWHQHUVHSDUD
el aire lo mismo que la noción de que la ciencia de pos- pO/DLPDJHQORLPSDFWyFRQODIXHU]DGHXQDUHYHODFLyQ
JXHUUD VH KDFLD PiV \ PiV FRPSHWLWLYD 1DGLH HVWDED <HQUHDOLGDG:DWVRQQRVHOLEUyQXQFDGHXQDVXHUWHVH
WUDEDMDQGRHQHVHPRPHQWRHQHO&DYHQGLVKHQ$'1 sentimiento de culpabilidad cósmico. En una ponencia en
Era un área que pertenecía al King’s y, a diferencia de 6W3DXOPXFKRVDxRVPiVWDUGHGLMR©([LVWHXQPLWR
:DWVRQTXH\DWHQtDXQGRFWRUDGR&ULFNWRGDYtDWHQtD como saben, según el cual Crick y yo básicamente roba-
que obtener el suyo y estaba trabajando de hecho en la mos la estructura de la gente del King’s. Me mostraron,
GLIUDFFLyQSRUUD\RV;GHODVSURWHtQDVDPERVFLHQWt¿- HIHFWLYDPHQWHODIRWRGH5RVDOLQG)UDQNOLQ\GLMHµ*XDX
cos estaban profundamente impresionados por los tra- es una hélice’, y un mes después teníamos la estructura.
bajos de Pauling sobre proteínas y sobre todo por su me- 0DXULFH:LONLQVQXQFDGHELyKDEpUPHODPRVWUDGR<RQR
todología símil mecano de armar modelos tridimensio- fui a su guardarropas y se la robé, ni tampoco le hice una
QDOHVWDQWRHVDVtTXHPiVWDUGHHOORVPLVPRVXVDUtDQ fotocopia, me la mostraron y me dijeron las dimensiones,
HVWHPpWRGRSDUDVXVSURSLRVPRGHORVGH$'1&ULFN $UPVWURQJVUiSLGDPHQWHVXSHORTXHVLJQL¿FDEDSHUR
estaba incluso, en ese momento, al borde del precipicio Vt«ODIRWRJUDItDIXHHOHOHPHQWRFODYH«ª
HQHO&DYHQGLVK\DTXHHOMHIH%UDJJVORFRQVLGHUDED (O GH IHEUHUR 5RVDOLQG )UDQNOLQ \D KDEtD WHU-
LUULWDQWHSRFRSURGXFWLYR\SUHVXQWXRVR\HVSHUDEDTXH minado sus papers para el $FWD &ULVW y comenzaba a
pronto terminara su tesis y se fuera. trabajar en la forma B, ya había aceptado también que
0DXULFH:LONLQVHQXQDVLWXDFLyQSHUVRQDOOtPLWH tanto la forma A como la B eran ambas bicatenarias.
FRPHQ]yDYLVLWDUD&ULFNHQVXFDVDGHFDPSRHQ&DP- $ HOOD WDPELpQ VH OH RFXUULy TXH XQ PRGR GH H[SOLFDU
EULGJHORV¿QHVGHVHPDQD\DOOtFRPHQ]yHOWUDEDMRGH ORVUDWLRVGH&KDUJDII±HVWRHVTXHHO$'1LQYDULDEOH-
bombeo o sondeo de información, en la que esta era dre- mente, contiene el mismo número de moléculas de AT
QDGDGHVGH0DXULFH:LONLQVKDFLD:DWVRQ\&ULFN:LO- y GC– era que adenina y guanina eran intercambiables
kins hablaba francamente, casi como una catarsis, de los y lo mismo timina y citosina. Esta íntercambiabilidad le
SUREOHPDV\DYDQFHVGHOODERUDWRULR\HVSHFLDOPHQWHGH GLRODYLVLyQGHTXHXQDLQ¿QLWDYDULHGDGGHVHFXHQFLDV
lo que había llegado a ser su obsesión, su relación con GHQXFOHyWLGRVHUDQSRVLEOHVSDUDH[SOLFDUODHVSHFL¿FL-
5RVDOLQG)UDQNOLQTXHpOVHQWtDORKDEtDGHVSOD]DGRGH dad biológica del ADN.
VXSURSLRSUR\HFWR:LONLQVDGHPiVQRWHQtDPRWLYRV (VWDED D XQ SDVR GH OD VROXFLyQ ¿QDO y, según
para no hablar libremente ya que nadie, que él supiera, Crick escribiría más tarde, OD KXELHVH HQFRQWUDGR HQ
HVWDEDWUDEDMDQGRHQ$'1HQHVHPRPHQWRHQHO&DYHQ- dos o tres meses. Por qué no lo había hecho hasta ese
GLVK:DWVRQ\&ULFNHVWLPXODEDQD0DXULFH:LONLQVD momento nunca lo sabremos; por alguna razón falló en
construir modelos tridimensionales como los de ellos, KDFHUHVHVDOWRLQGXFWLYRTXHHUDQHFHVDULRSDUDHQWHQ-
práctica que era condenada rotundamente por Rosalind der la naturaleza de las uniones entre las bases.
)UDQNOLQ\DTXHQRKDEtDPRGRFLHQWt¿FRGHSUREDUTXH
un modelo, cualquier modelo, se correspondiera con la Estrategias de investigación
realidad.
En este momento se introduce la secuencia del La búsqueda de una estrategia que tenga posibilidades
URERGHODIRWRJUDItDGH$'1SRU:DWVRQ5RVDOLQG de ser la más adecuada depende en buena medida de qué
)UDQNOLQWRPyDOJXQDVGHODVPHMRUHVIRWRVWpFQLFDVGH REMHWLYRVVHEXVFDQHQXQFRQWH[WRHQHOTXHHOREMHWLYR
ADN. Estas requerían un muy prolongado tiempo de GHODLQYHVWLJDFLyQHVODSURGXFFLyQGHFRQRFLPLHQWR\
H[SRVLFLyQDYHFHVPiVGHKRUDVGHXQDVLPSOH¿- OD PHWRGRORJtD VXV KHUUDPLHQWDV /D LQYHVWLJDFLyQ QR
EUDSRVLFLRQDGDHQXQUDQJRPX\HVWUHFKRXQRVPP HVHUUiWLFD\ORVLQYHVWLJDGRUHVQRWDQWHDQHQODRVFXUL-
LQFOXVR HUD SUREDEOH TXH GXUDQWH OD H[SRVLFLyQ OD ¿EUD dad: saben lo que buscan y cómo encontrarlo. El método
cambiase de forma de la cristalina a la paracristalina. En FLHQWt¿FRHVHOFRUSXVSURFHGLPHQWDODWUDYpVGHOFXDOVH
HVSHFLDOODIRWRJUDItDWRPDGDHQWUHHO\HOGHPD\R SODQWHDQORVSUREOHPDVFLHQWt¿FRV\VHSRQHQDSUXHED
TXHSDVyDODSRVWHULGDGFRQHOQRPEUHGHIRWRJUDItD las hipótesis YpDVHHQH[WHQVRHQ%XQJH.
se encuentra entre una de las mejores nunca tomadas de Es frecuente la distorsión –intencionada o no– de la
ADN. Sin lugar a dudas, la mejor fotografía tomada de la secuencia REMHWLYRGHODLQYHVWLJDFLyQĺPHWRGRORJtD
482 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
0ROFUNDIDAD 'ENERALIDAD
%STUDIOS
DE CORTE TRANSVERSAL
(ISTORIA DE VIDA
ANAMNESIS
%STUDIO DE CASOS
CLÓNICOS
%STUDIOS
ECOLØGICOS
%STUDIO DE GRUPOS O
SUBGRUPOS CASUÓSTICA
$ESCONTROL #ONTROL
2EAL !RTIFICIAL
4OTALIZADO &RAGMENTADO
%STUDIO DE COHORTE
CASOS Y CONTROLES
%XPERIMENTACIØN
3IMULACIØN O
!BIERTO #ERRADO
%STUDIO DE
MODELAJE
Figura 18.2: Diseños de investigación según la óptica de Naomar de Almeida filho
NIVELES DE GRADO
TIPOS DE EVIDENCIA
EVIDENCIA RECOMENDACIÓN
Diseños científicos
Una Cohorte es un grupo de
individuos que tienen algo
en común y forman parte
de un conjunto durante un
cierto tiempo.
Permiten calcular RR y Framingham (1948) Los sujetos de estudios de
Estudios de Cohortes riesgo atribuible. (Gordon y Kennel) Fac- Cohortes se seleccionan
(prospectivos) Se conocen con exac- tores de riesgo de enfer- por una o varias caracte-
titud las poblaciones ex- medad cardiovascular rísticas que, se sospecha,
Qué pasará
puestas y no expuestas. 6000 personas, entrevis- pueden constituir el
tadas y exámenes origen o un factor de
físicos cada 2 años riesgo para un cierto efec-
Estudios de cohortes to patológico de salud.
históricos
Destinados a determi-
nar la prevalecencia Los sujetos de estudios de
Estudios Corto período de Cohortes se seleccionan
de una exposición o seguimiento,
transversales enfermedad particular simples de realizar
por una o varias caracte-
en una población en un rísticas que se sospecha
momento del tiempo. pueden constituir el
Estudios con origen o un factor de ries-
controles externos go para un cierto efecto
patológico de salud.
Aspecto esencial y
distintivo = control Ensayos clínicos
del investigador no randomizados En general se llevan a
Estudios sobre la asignación cabo en hospitales y
experimentales limitaciones éticas
Estudios no en personas interna-
relacionadas a los gru- das y enfermas.
controlados
pos de estudio, costosos
y trabajosos
Estudios con Ensayos clínicos
autocontroles randomizados
R exp - R no exp / R
Consideraciones epistemológicas
exp = RA porcentual sobre medidas absolutas y relativas
(OFRQFHSWRGHULHVJR\ODVYDULDEOHV\PHGLGDVDVRFLD-
das son seminales en Salud Pública, APS y Epidemio-
ORJtD \ HQ 0%( ±0HGLFLQD %DVDGD HQ OD (YLGHQFLD
Incidencia (por 1000)
RA (Exp)
RA = RA + - RA - / RA + \DTXHODPD\RUSDUWHGHODVLQYHVWLJDFLRQHVHSLGHPLR-
lógicas implica el estudio de la relación entre un tipo de
acontecimiento o característica y otro. El riesgo es la
proporción de personas en una población inicialmente
Expuestos No OLEUHGHHQIHUPHGDGTXHODGHVDUUROODUiHQXQLQWHUYDOR
Expuestos GHWLHPSRHVSHFL¿FDGR(QODELEOLRJUDItDHSLGHPLROy-
gica se utilizan como riesgo de incidencia y tasa de inci-
dencia. Al igual que cualquier proporción, el riesgo no
Exceso de Riesgo Absoluto (de tasa de tiene unidades.
incidencia) debido a una exposición dada (OULHVJRUHODWLYR55HVXQDPHGLGDGHODfuerza
etiológica, o de la asociación entre el factor de riesgo y
Figura 18.4: Riesgo atribuible o exceso de riesgo ODDSDULFLyQGHODHQIHUPHGDG8Q55GHLQGLFDTXHQR
H[LVWHGLIHUHQFLDHQWUHSUHVHQWDUHO)5RQRRHQWUHHVWDU
VRPHWLGRDODLQWHUYHQFLyQRGURJDRQR8QYDORUPD-
VH UH¿HUHQ DO FRQRFLPLHQWR JHQHUDO VREUH XQ WUDVWRUQR \RUDLQGLFDXQDUHODFLyQRDVRFLDFLyQSRVLWLYDHQWUH
\SRVHHXQDUDt]TXLpQTXpFXiQGRFyPR\SRUTXp\ )5HLQWHUYHQFLyQGLFHFXiQPD\RUHVODSUREDELOLGDG
la referencia a un trastorno o un aspecto del mismo. Las HQHOJUXSRH[SXHVWRFRQWUDHOQRH[SXHVWR\GHODPLV-
preguntas de primera línea poseen los siguientes com- ma manera una relación menor de 1 indica una asocia-
SRQHQWHVHVHQFLDOHVH[SUHVDGRVHQODUHJODQHPRWpFQLFD FLyQLQYHUVDRQHJDWLYDXQHIHFWRSURWHFWRURIDFWRUGH
3,&2SDFLHQWHRSUREOHPDLQWHUYHQFLyQFRPSDUDFLyQ no riesgo podríamos decir.
GHODLQWHUYHQFLyQVLSURFHGH\HYROXFLyQFOtQLFD6D- (O25odds ratioHVVLPLODUSHURVHDSOLFDDHVWX-
FNHWW(QJHQHUDOSDUDDFRPHWHUSUREOHPDVUHOD- GLRVUHWURVSHFWLYRV/DFRQFHSWXDOL]DFLyQGHO25LQGLFD
FLRQDGRVDSURQyVWLFR\WUDWDPLHQWRVHSUH¿HUHQSRUVHU que así como el riesgo es una medida de probabilidad
PiV DGHFXDGRV HVWXGLRV FRPR ODV UHYLVLRQHV VLVWHPi- FX\RQXPHUDGRUHVODFDQWLGDGGHYHFHVTXHXQVXFHVR
ticas o estudios de cohortes, para problemas relaciona- RFXUUH\VXGHQRPLQDGRUODFDQWLGDGGHYHFHVTXHSXGR
GRVDHWLRORJtD\GDxRDGHPiVVHDJUHJDQORVHVWXGLRV haber ocurrido, el odds indica en su numerador la can-
de casos y controles para los que son particularmente WLGDGGHYHFHVHQTXHRFXUUHXQVXFHVRGLYLGLGRODFDQ-
DSWRV\PX\HVSHFLDOPHQWHVLORVGDxRVVRQHYHQWRVR WLGDGGHYHFHVTXHQRRFXUUH3RUHMHPSORHQXQPD]R
enfermedades raros. GHQDLSHVHO55VHUtDSDUDFXDOTXLHUFDUWD
FRACC EN
NUNCA FUMÓ FUMADOR RAZÓN DE DIFERENCIA DE
CAUSA MUERTE EXCESO O RA %
(TASA 1) IMPORTANTE (T2) TASAS RR (2/1) TASAS RA (2-1)
(2-1/2 X 100)
Cáncer
Todos 305 365 2,2 351 54%
Pulmón 14 209 14,9 195 93%
Esófago 4 30 7,5 26 87%
EPOC 107 313 2,9 206 66%
Enfermedad vascular 1037 1646 1,6 606 37%
Todas las
1706 3038 1,8 1332 44%
causas
Tabla 18.2: Fuente: Doll et al. 1994a. Mortalidad y hábito de fumar (tasas ajustadas por edad por 100 000 per-
sonas/año. Tomado y modificado de Santos Silva. Epidemiología del Cáncer. Principios y Métodos. OPS, 1999)
486 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
\HO25 'HPRGRTXHodds y probabi- GHVYHQWDMD GHO 555 HV QR UHÀHMDU HO ULHVJR EDVDO GHO
OLGDGVRQOLJHUDPHQWHGLIHUHQWHVSHURFXDQGRHOHYHQWR HYHQWRVLQODWHUDSLD\SRUORWDQWRPDJQL¿FDUHOHIHFWR
VXFHVRRHQIHUPHGDGHVWXGLDGRHVGHUDUDRFXUUHQFLD GH OD LQWHUYHQFLyQ HQ SDUWLFXODU FXDQGR OD LQFLGHQFLD
el oddsHVXQDEXHQDDSUR[LPDFLyQDODSUREDELOLGDG GHOHSLVRGLRHVEDMDSRUHMHPSORXQ555GHSXH-
Más sencillamente el odds HV XQ Q~PHUR TXH H[- GHREVHUYDUVHFRQWDVDVDEVROXWDVGHULHVJRGH
SUHVD FXDQWDV YHFHV PDV SUREDEOH HV TXH VH SURGX]FD RLQFOXVRHQFDPELRRWUDPHGLGDFRQRFLGDFRPR
el hecho en cuestión frente a que no se produzca. Por 55$ UHGXFFLyQ GHO ULHVJR DEVROXWR GLIHUHQFLD FODUD-
HMHPSORVLGHORVSDFLHQWHVLQWHUQDGRVHQXQD87, mente entre estas situaciones. Como ejemplo piénsese
VREUHYLYHQVHGLFHTXHHOoddsGHVXSHUYLYHQFLDGHXQ HQORVGDWRVGHOHQVD\R9$+,7JHP¿EUR]LOYVSODFHER
SDFLHQWHFXDOTXLHUDHVGH$XQHQODYLGD ±(&5GHSUHYHQFLyQVHFXQGDULDDDxRVGHVHJXLPLHQ-
cotidiana pueden calcularse los odds que tiene, por WRFRQSXQWR¿QDOSULPDULR,$0QRIDWDORPXHUWHSRU
HMHPSORXQHTXLSRGHOD1%$GHYHQFHUDRWURDVtVH HQIHUPHGDGFRURQDULD±HMHPSORPHQFLRQDGRSRU7DMHU
diría que, «los Lakers tienen un oddsGHGHYHQFHUD \'RYDOHQVXPDJQt¿FROLEUR(YLGHQFLDVHQ&DUGLROR-
ORV3LVWRQVHQODOLJDª gía*(',&\VXFHVLYRV
La información sobre RR no proporciona una descrip- $QWHWDVDVGHHYHQWRVHQWUHYHFHVPiV\YHFHV
FLyQFRPSOHWDGHODDVRFLDFLyQHQWUHODH[SRVLFLyQ\HOULHV- menos, el RR y la RRR permanecen en el mismo or-
JR(OH[FHVRGHULHVJRWDPELpQOODPDGRULHVJRDWULEXLEOH GHQ GH PDJQLWXG \ UHVSHFWLYDPHQWH HQ WDQWR
\HVSHFLDOPHQWHHQ0%(ULHVJRDEVROXWRHVXQDPHGLGD la RRA YpDVHPiVDGHODQWHSDVDGHDHQHO
DEVROXWDGHOHIHFWRGHODH[SRVLFLyQ,QGLFDFXiQWRVFDVRV FDVRGHFXDGUXSOLFDUVHORVHYHQWRVDHQHOFDVR
SXHGHQVHUDWULEXLEOHVDXQDH[SRVLFLyQGHWHUPLQDGDVX- GH PLQLPL]DUVH YHFHV LQGLFDQGR TXH HO YHUGDGHUR
SRQLHQGRTXHH[SRVLFLyQ\HQIHUPHGDGWHQJDQXQDUHOD- impacto está relacionado con la carga absoluta de en-
ción causal, y es especialmente útil para medir el impacto fermedad, siendo aquél mayor cuanto mayor es esta. La
GHODHOLPLQDFLyQRLQWURGXFFLyQGHXQ)5 PHGLGDFRQRFLGDFRPR55$UHGXFFLyQGHOULHVJRDE-
$VtHO55PLGHODIXHU]DGHODDVRFLDFLyQ\HOH[- VROXWRGLIHUHQFLDFODUDPHQWHHQWUHHVWDVVLWXDFLRQHVGH
ceso de riesgo, el impacto de la asociación en términos GLVWLQWDSUREDELOLGDGGHHQIHUPDU/D55$VHXVDWDP-
GHVDOXGS~EOLFD\HQHVWHVHQWLGRHV~WLOH[SUHVDUHVWH ELpQHO$5$DXPHQWRGHOULHVJRDEVROXWRHVODGLIHUHQ-
H[FHVRGHULHVJRFRQUHODFLyQDOULHVJRRWDVDHQHOJUXSR cia aritmética entre la población control y la población
H[SXHVWRORTXHVHOODPDIUDFFLyQHQH[FHVRRSRUFHQWD- FRQHOHYHQWRH[SHULPHQWDO\HVSRUWDQWRXQDGLIHUHQFLD
MHGHH[FHVRGHULHVJRRSRUFHQWDMHGHULHVJRDWULEXLEOH y no un cociente de tasas.
TXHUHSUHVHQWDODSURSRUFLyQGHFDVRVHQWUHORVH[SXHV- Sin embargo, la RRA es difícil de recordar y mane-
WRV TXH SXHGHQ DWULEXLUVH D OD H[SRVLFLyQ DVXPLHQGR jar incluso, sobre todo si es menor de 1 y por lo tanto
FDXVDOLGDG)LJXUD VH SUH¿HUH XVDU VX LQYHUVD 55 TXH VH OODPD 117
([SUHVDGR GH RWUD IRUPD UHSUHVHQWD OD SURSRUFLyQ Q~PHURQHFHVDULRDWUDWDU\QRVGLFHFXiQWRVHQIHUPRV
GHFDVRVHQWUHORVH[SXHVWRVTXHSXGRKDEHUVHHYLWDGR HVPHQHVWHUWUDWDUSDUDSRGHUSUHYHQLUXQPDOUHVXOWDGR
RSUHYHQLGRVLQXQFDKXELHVHQHVWDGRH[SXHVWRVDO)5 DGLFLRQDO'HIRUPDDQiORJDVHSXHGHQGH¿QLUORVHIHF-
Por ejemplo, en el clásico trabajo de Doll sobre cáncer WRVGHODWHUDSLDFRQHOOODPDGR11'Q~PHURQHFHVDULR
GHSXOPyQVHYHTXHODIUDFFLyQHQH[FHVRHQWUHKiELWR DGDxDUHLQGLFDFDGDFXiQWRVWUDWDPLHQWRVHVGDEOHHV-
GHIXPDU\FiQFHUHVSDUDFXDOTXLHUWLSRGHFiQFHU SHUDUXQHIHFWRDGYHUVR
\ SDUD FiQFHU GH SXOPyQ \ SDUD PRUWDOLGDG SRU Según Sackett, el NNT y el NND proporcionan una
WRGDVODVFDXVDVGHHVWRHVFRPRGHFLUTXHXQ buena medida del esfuerzo que nosotros y nuestros pa-
GHODVPXHUWHVVHKXELHVHQHYLWDGRGHQRKDEHUVHIXPD- FLHQWHVWHQHPRVTXHHPSOHDUSDUDSUHYHQLU\FDXVDUXQ
GR7DEOD UHVXOWDGRSHRU\HVDWUDFWLYRFRPRtQGLFHHVIXHU]RUH-
sultado o DQiOLVLV GH FRVWRHIHFWLYLGDG GH ORV PpGLFRV
Utilidades y limitaciones pobres.
de las diferentes formas de medir
Estos conceptos, que en general no se reportan es-
Solía presentarse en la literatura especializada al RR y la SHFt¿FDPHQWHHQODOLWHUDWXUDSURYHHQLQIRUPDFLyQFOD-
555UHGXFFLyQGHOULHVJRUHODWLYRTXHVHFDOFXODFRPR YHSDUDHYDOXDUHOLPSDFWRHQODSREODFLyQ\QRVyOROD
55FRPRODVPHGLGDVIXQGDPHQWDOHVGHOHIHFWRGHO FRPSDUDFLyQ HQWUH GRV HVWUDWHJLDV y JUXSRV FRQ GL-
tratamiento; brindaban información sobre el incremento IHUHQWHH[SRVLFLyQDXQ)5GHWHUPLQDGR3RUHMHPSOR
GHO ULHVJR HQ HO FDVR GH XQ )5 R HO EHQH¿FLR HQ HO VL HO ULHVJR UHODWLYR YLQFXODGR FRQ OD SUHVHQFLD GH XQ
FDVRGHXQWUDWDPLHQWRVyORHQWpUPLQRVFRPSDUDWLYRV IDFWRU )5 HV GH HVWR PHUDPHQWH VLJQL¿FD TXH OD
entre uno y otro grupo en estudio. No obstante una gran probabilidad de que aparezca la enfermedad en el/los
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 487
JUXSRVHVWXGLDGRVHVYHFHVPiVDOWDTXHHQDOJXLHQ SRGUtDUHVXOWDUH[FOXVLYDPHQWHGHOVHVJR(QHVWHVHQWL-
que no tiene el factor. Pero debe tenerse en cuenta que GRQRSRGUtDKDEODUVHGHXQUHVXOWDGRVXJHVWLYRDPHQRV
HOLQGLYLGXRFRQHO)5\FRQXQ55LQFUHPHQWDGRD~Q TXHHO25VHDPD\RUGHSDUDHYHQWRVDGYHUVRVPHQR-
puede tener probabilidades muy remotas de adquirir la UHV&RPRH[LVWHPHQRVVHVJRSRWHQFLDOHQORVHVWXGLRV
enfermedad, en especial si esta es rara. Por ejemplo, las GHFRKRUWHVVHSRGUtDFRQVLGHUDUXQ55GHFRPRFRQ-
PXMHUHV TXH KDQ XVDGR DQWLFRQFHSWLYRV RUDOHV GXUDQWH YLQFHQWH5HFXpUGHVHORGLFKRSRU'ROO\PHQFLRQDGR
XQSHULRGRSURORQJDGRWLHQHQULHVJRUHODWLYRDXPHQWD- ut supra ©\R PLVPR KH GLFKR TXH XQ H[FHVR GH
do alto de adenoma de células hepáticas. Sin embargo, YHFHV25 HVcasiVX¿FLHQWHSDUDLQGLFDUFDXVD-
ODLQFLGHQFLDGHHVWDHQIHUPHGDGHVWDQSHTXHxDTXHHO lidad...».
ULHVJR DXPHQWDGR TXH FRUUHQ ODV XVXDULDV HV LQVLJQL¿- $GHPiVGHOYDORUDEVROXWRGHO55RGHO25GHEHUtD
FDQWH HQ FRPSDUDFLyQ FRQ ORV EHQH¿FLRV REWHQLGRV R HVWDEOHFHUVH VX SUHFLVLyQ LQWHUSUHWDQGR VXV LQWHUYDORV
bien supóngase que el RR de desarrollar cáncer entre GH FRQ¿DQ]D 5HFRUGHPRV DTXt VROR TXH HO LQWHUYDOR
WUDEDMDGRUHV H[SXHVWRV DO PHWLOEHQFHQR HV FRQ UHV- GH FRQ¿DQ]D QRWDGR ,& QRV GD XQD PHGLGD GH
SHFWRDORVFRQWUROHVSHURHOULHVJRDWULEXLEOHHV OD SUHFLVLyQ R LQFHUWLGXPEUH GH ORV UHVXOWDGRV GH XQ
lo que indica su LQVLJQL¿FDQFLDFRPR)5SDUDHVWHWLSR estudio para hacer inferencias sobre la población gene-
HVSHFt¿FRGHWXPRUHMHPSOR¿FWLFLR3RVHHLPSRUWDQ- UDOHVGHFLUSDUDH[WUDSRODU6XFUHGLELOLGDGHVPi[LPD
cia especial tener este punto en mente cuando el riesgo FXDQGRORV,&SHUPDQHFHQGHQWURGHOPLVPRODGR
UHODWLYRVHKDGHWHUPLQDGRDSDUWLUGHXQHVWXGLRUHWURV- GHODXQLGDG\DTXHVLODDWUDYLHVDQHVWiQH[SUHVDQGR
SHFWLYR \D TXH GLFKR GLVHxR QR SURSRUFLRQD WDVDV GH la hipótesis de nulidad: esto es, el tratamiento puede ser
LQFLGHQFLDSDUDORVJUXSRVH[SXHVWR\QRH[SXHVWR$Vt EHQH¿FLRVRWDQWRFRPRQRVHUOR(VGHFLUHO25±RHO
HOHVWLPDGRGHULHVJRUHODWLYRSDUDORVH[SXHVWRVHVPH- 55±HVHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYRVLVXYDORUVHDOHMD
ramente un múltiplo de una tasa de incidencia descono- de 1 o no lo incluye.
cidaHQWUHORVQRH[SXHVWRV 6LELHQHVFLHUWRTXHJUDQSDUWHGHODLQYHVWLJDFLyQ
En efecto, en el caso de estudios de casos y contro- VHOOHYDDFDERSRUFXULRVLGDGLQWHOHFWXDOHQHOFDPSR
OHVHOLQYHVWLJDGRUSXHGHHVFRJHUDYROXQWDGHOQ~PHUR GH OD LQYHVWLJDFLyQ HQ VLVWHPDV \ VHUYLFLRV GH VDOXG \
WRWDOGHSDFLHQWHV\GHFRQWUROHVHQFDGDJUXSR\SRU GHSROtWLFDVVDQLWDULDVVHUtDPXFKDVYHFHVGHVHDEOHXQD
HOORHOQ~PHUR¿QDOGHFDGDFROXPQDVHSXHGHPRGL¿FDU mayor comunión entre el mundo académico y el mundo
VHJ~QVHGHVHH\QRUHÀHMDQHFHVDULDPHQWHODIUHFXHQFLD más real de las decisiones y la acción.
natural de la enfermedad. La primera pregunta que suele plantearse una co-
(OULHVJRUHODWLYRWDPELpQPLGHODIRUWDOH]DGHXQD PLVLyQ GH SHGLGR GH DSR\R HFRQyPLFR D OD LQYHVWLJD-
DVRFLDFLyQHQWUHXQIDFWRUFLHUWR\HOUHVXOWDGR¿QDOGH FLyQ VXHOH VHU VL ODV KLSyWHVLV HVWiQ HVSHFL¿FDGDV FRQ
HVWH PRGR HO ULHVJR UHODWLYR RULHQWD KDFLD FDXVDFLyQ FODULGDG\VLODLQYHVWLJDFLyQVHUiFDSD]GHGHPRVWUDU
SHUR VyOR RULHQWD VDOYR TXH FRPR GHFtD 'ROO IXHVH si la hipótesis es falsa, esperándose resultados estadís-
WDQ DOWR TXH SRU Vt PLVPR ©HV VX¿FLHQWH SDUD LQGLFDU WLFDPHQWH VLJQL¿FDWLYRV R QR LQ¿ULpQGRVH GH HVWR VL
FDXVDOLGDGª \ HV ~WLO SDUD LQYHVWLJDU HO RULJHQ GH HQ- ODLQWHUYHQFLyQVHUiRQRHIHFWLYD/DPHGLGDGHHVWRV
fermedad en tanto el riesgo atribuible mide la parte del efectos suele estimarse sólo en términos del riesgo re-
ULHVJR DEVROXWR LQFLGHQFLD TXH SXHGH DWULEXLUVH D XQ ODWLYRSHURHQYHUGDGHVWRHVWiDOHMDGRGHOPXQGRGHOD
IDFWRU SDUWLFXODU HV GHFLU WDEDTXLVPR HQ HO FDVR GHO política sanitaria.
HVWXGLRGH'ROODQWHVPHQFLRQDGR\VHFDOFXODDOWRPDU El RR no es lo que necesita quien toma decisiones
ODWDVDGHLQFLGHQFLDGHOJUXSRTXHWLHQHHOIDFWRUIXPD- TXHDWDxHQDLQWHUYHQFLRQHVPDVLYDV\DTXHGREODUXQ
GRUHVUHVWDQGRODWDVDSDUDHOJUXSRVLQHOIDFWRUQR ULHVJR WULYLDO VLJXH VLHQGR WULYLDO SHUR GREODU XQ ULHV-
IXPDGRUHV(OH[FHVRVXIULGRSRUORVIXPDGRUHVHVHO JRIUHFXHQWHHVDODUPDQWH$VtSXHGHGHFLUVHSDUD¿MDU
ULHVJRDWULEXLEOHGHELGRDWDEDTXLVPR&RPRVHGH¿QLy LGHDVTXHHOULHVJRUHODWLYRHVVyORSDUDLQYHVWLJDGRUHV
HOULHVJRDWULEXLEOHLQGLFDHOH[FHVRGHHQIHUPHGDGTXH necesitando el territorio de las decisiones sanitarias me-
se debe a un factor en el subgrupo de la población que didas absolutas.
HVWiH[SXHVWRDO)5 Igualmente, al considerar los efectos de una inter-
¿Cómo deben ser los RR y los OR antes de tomar YHQFLyQSRFRVHJDQDUtDUHGXFLHQGRXQXQULHVJR
PHGLGDVFRQFUHWDV"/RV25\55VXSHULRUHVDXQRLQ- raro mientras que una reducción análoga de una enfer-
GLFDQFRPRKHPRVGLFKRTXHH[LVWHXQPD\RUULHVJR medad frecuente sería un importante logro.
GHUHVXOWDGRVDGYHUVRVDVRFLDGRVFRQODH[SRVLFLyQ'H- En lenguaje coloquial, al tomar decisiones, lo que te-
bido a que los estudios de cohortes y sobre todo los de nemos que saber no es simplemente si hay un efecto sino
FDVRV\FRQWUROHVVRQVXVFHSWLEOHVDYDULHGDGGHVHVJRV PiVELHQFXiOHVVXPDJQLWXG5HPHPRUDQGRHOPDJQt¿-
deberíamos asegurarnos de que el OR es mayor del que co concepto de Pinealut, el RR nos dice VREUHTXp inter-
488 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
YHQLUSHURHO5$si vale la penaLQWHUYHQLU6yORTXHD YDORUHV GHO SDFLHQWH KD GH HQWHQGHUVH TXH VXV SUHIH-
YHFHVHQHOPXQGRUHDODXQFDOFXODUODPDJQLWXGDEVROXWD UHQFLDV\SUHRFXSDFLRQHVRFXSDQXQOXJDUSULYLOHJLDGR
con cierto grado de precisión requeriría estudios muy am- en el marco de las decisiones clínicas que le competen
SOLRVPiVGHORTXHODUHDOLGDGSHUPLWHDYHFHV5RVH como objeto último del accionar médico asistencial.
comenta un estudio realizado por su grupo sobre mortali- &RQODSURSXHVWDGH0%(QRVHTXHUUtDVLJQL¿FDU
GDGHQWUHHPSOHDGRVGHOVHFWRUQXFOHDUHQHO5HLQR8QLGR TXH H[LVWD XQD PHGLFLQD no basada HQ OD HYLGHQFLD
HQHQHOTXHVHPLGLHURQORVHIHFWRVGHGRVLVEDMDV FRPR VXHOH DGXFLUVH FRQ VXVSLFDFLD \D TXH HV REYLR
GHUDGLDFLyQVLJXLHQGRODPRUWDOLGDGGHFDVLWUD- que los médicos siempre nos hemos apoyado en algo
EDMDGRUHVGXUDQWHXQSHULRGRPHGLRGHDxRV$SHVDU para ejercer nuestra práctica, sino que se entiende que
GHOHQRUPHSRUWHGHOHVWXGLRDO¿QORV,&IXHURQ el acento está puesto en el riguroso análisis metodoló-
amplios, de modo que no pudo asesorarse a la Comisión JLFRGHODLQYHVWLJDFLyQFRQHOREMHWLYRGHUHGXFLUOD
Internacional sobre Protección Radiológica si se habían LQFHUWLGXPEUHH[SOLFDUYDULDFLRQHVHQODSUiFWLFDPp-
¿MDGR OtPLWHV R ELHQ GHPDVLDGR DOWRV R SRU RWUD SDUWH GLFD DSDUHQWHPHQWH DUELWUDULDV \ PHMRUDU OD HIHFWLYL-
£XQDVYHFHVPiVEDMRV<WpQJDVHHQFXHQWDTXHHVWD GDG\H¿FLHQFLDWDQWRGHODSUiFWLFDFOtQLFDLQGLYLGXDO
HV XQD H[SRVLFLyQ UHODWLYDPHQWH HOHYDGD /XELQ \ *DOO como del sistema sanitario in toto 0HQHLX 2UW~Q
FXHQWDQTXHDOH[SORUDUVLODUHODFLyQHQWUHH[SR- 3HLUy
VLFLyQQDWXUDODOUDGyQHUDOLQHDORFXUYLOtQHD\FDOFXODUHO El manojo de estrategias instrumentales de la MBE se
WDPDxRPXHVWUDOQHFHVDULRSDUDHIHFWXDUHOHVWXGLRFRQ- SUHVHQWDHQORPDQL¿HVWRGHGLIHUHQWHPDQHUDELHQFRPR
FOX\HURQTXH£QHFHVLWDUtDQXQRVFDVRVGHFiQFHU ODUHYLVLyQ\GLIXVLyQGHHQVD\RVFOtQLFRVVHJXUDPHQWH
GHSXOPyQ\TXL]iHOFXiGUXSOHRPiVGHSDFLHQWHVVL VXFDPSRGHDSOLFDFLyQPiVDPSOLR\IUXFWtIHUR%RQ¿OO
KXELHVHQHQFDUDGRXQHVWXGLRGHFRKRUWHV RFRPRODLQYHVWLJDFLyQHQVHUYLFLRVGHVDOXG3HL-
(VWR LOXVWUD HO GUDPiWLFRKHFKR GH TXH D YHFHV ODV Uy60HQHXRFRPRDSR\RDODQiOLVLVGHGHFLVLR-
preguntas críticamente importantes no tienen ni tendrán QHV(GG\'ODHYDOXDFLyQGHWHFQRORJtDV-RYHOO
UHVSXHVWDHQXQIXWXURSUy[LPRSRUORTXHHVQHFHVDULD $1DYDUUR5XELR0HLQFOXVRFRPRUHYLVLyQGH
cierta capacidad de tolerar la incertidumbre. SROtWLFDVGHFDOLGDGWRWDO5RPHR-05XL]3
Si bien las ideas centrales de la MBE han estado
SUHVHQWHV GHVGH KDFH PXFKR SRU HMHPSOR IXHURQ \D
Medicina Basada en la SUH¿JXUDGDVSRU/RXLVHQ3DUtVHQKDQFULVWDOL-
Evidencia y Evidencias en APS ]DGRKDFHUHODWLYDPHQWHSRFRWLHPSRGHELGRDDOJXQRV
IDFWRUHVHQWUHORVTXHGHVWDFDQODQHFHVLGDGGLDULDGH
Según es sabido y hemos comentado con detalle en otras información sobre aspectos de diagnóstico, pronóstico,
obras YpDQVHSRUHMHPSOR Lemus JD, Aragües y Oroz SUHYHQFLyQ\WHUDSpXWLFDODIDOWDGHDGHFXDFLyQDODV
V y otros. $XGLWRUtD0pGLFD\3URIHVLRQDO,QWHJUDO, Ro- IXHQWHVFOiVLFDVGHLQIRUPDFLyQSRUDQWLFXDGDVWH[WRV
VDULR &RUSXV R /HPXV -'$UDJHV \ 2UR] 9 FOiVLFRVHUUyQHDVFRQPiVIUHFXHQFLDGHORTXHFDEUtD
©6HPLQDULR7DOOHUDDxRVGH$OPD$WDª236(638- HVSHUDU YR] GH ORV H[SHUWRV R GHPDVLDGR YROXPLQR-
%$)0('8%$R/HPXV-'$UDJHV\2UR]9 VDVFRPRSDUDSRGHUPDQHMDUVHFRQIDFLOLGDGUHYLVWDV
y otros. (SLGHPLRORJtD\6DOXG&RPXQLWDULD. Rosario: PpGLFDVODFUHFLHQWHGLVSDULGDGHQWUHODVKDELOLGD-
&RUSXV ) 'DYLG 6DFNHWW SDGUH FRQFHSWXDO GH OD GHVGLDJQyVWLFDVTXHDXPHQWDQFRQODH[SHULHQFLD\ORV
0HGLFLQD%DVDGDHQOD(YLGHQFLD0%(GHFtDTXHHVWD FRQRFLPLHQWRV DFWXDOL]DGRV TXH GHFOLQDQ \ OD IUH-
HVWUDWHJLDEXVFDODLQWHJUDFLyQGHODPHMRUHYLGHQFLDGH cuente incapacidad del médico práctico, que trabaja a
ODLQYHVWLJDFLyQFRQODH[SHULHQFLDFOtQLFD\DVLPLVPR jornada completa, de dedicar más que algunos minutos
ORVYDORUHVGHOSDFLHQWH6DFNHWW semanales a la actualización.
3RUPHMRUHVHYLGHQFLDVGHODLQYHVWLJDFLyQGHEHHQ- Si bien hasta hace poco estos problemas parecían
WHQGHUVH OD LQYHVWLJDFLyQ UHOHYDQWH IXQGDPHQWDOPHQWH LQVXSHUDEOHVVREUHWRGRSRUODUHVWULFFLyQGHWLHPSRD
HQLQYHVWLJDFLyQFOtQLFDFHQWUDGDHQHOSDFLHQWHORTXH OD TXH HVWDPRV WRGRV VRPHWLGRV DOJXQRV DYDQFHV UH-
LQFOX\H DQiOLVLV VREUH H[DFWLWXG GH SUXHEDV GLDJQyVWL- cientes han actuado a modo de antídoto:
FDV PDUFDGRUHV SURQyVWLFRV \ H¿FDFLD \ VHJXULGDG GH /DFUHDFLyQGHHVWUDWHJLDVGHE~VTXHGDGHHYLGHQFLD
ODVSDXWDVWHUDSpXWLFDVSUHYHQWLYDV\GHUHKDELOLWDFLyQ /D FUHDFLyQ GH UHYLVLRQHV VLVWHPiWLFDV VREUH ORV
3RU VX SDUWH H[SHULHQFLD FOtQLFD KDFH UHIHUHQFLD D OD HIHFWRVGHODDVLVWHQFLDSRUHMHPSOROD)XQGDFLyQ
capacidad de los médicos de utilizar las habilidades y &RFKUDQH\OD&RODERUDFLyQ&RFKUDQH
H[SHULHQFLDGHOSDVDGRHQHOFRQWH[WRDFWXDOHVSHFt¿FR /DFUHDFLyQGHUHYLVWDVEDVDGDVHQODHYLGHQFLD
del paciente, considerando especialmente los riesgos y /DFUHDFLyQGHVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQTXHSHUPL-
EHQH¿FLRVSUREDEOHVGHODVLQWHUYHQFLRQHV3RU¿QSRU ten resultados instantáneos
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 489
/D FUHDFLyQ GH HVWUDWHJLDV GH DSUHQGL]DMH GH SRU enfatizaba el potencial de la información epidemiológica
YLGD SDUDJXLDUODSUiFWLFDFOtQLFDGHSDVRHOQRPEUHGHXQ
OLEURH[FHOHQWHGH6DFNHWFX\RWtWXORHQFLHUUDHQVtPLV-
(QHVWHFRQWH[WRVHFRQVLGHUDTXHODJHVWLyQGHOD PRXQDFRQWUDGLFFLyQ(QOD(&FDPELDD0%(
información es esencial, a tal punto que la naturaleza de DXWRSURFODPiQGRVHUDFLRQDOREMHWLYD\DOWUXLVWD\GHMDQ-
los cambios a esperar en este siglo en el ámbito de la sa- GROHHUHQWUHOtQHDVTXHRWUDDSUR[LPDFLyQVHUtDLUUDFLR-
lud estará determinada por la gestión de la información nal y opuestaDODHYLGHQFLD/D0%(VHKDGHVFULWRFRQ
\HOFRQRFLPLHQWR-RYHOO IUHFXHQFLD FRPR XQD YHUGDGHUD UXSWXUD SDUDGLJPiWLFD
Las tecnologías de la información y comunicación /RVDSyVWROHVGHOD0%(H[FHGLHURQHQVHJXLGDHOQLYHO
VXSRQGUiQ OD LQWURGXFFLyQ GH LQQRYDFLRQHV HQ OD SUR- SXUDPHQWHPpGLFRLQFRUSRUDQGRHQWUHVXV¿ODVDHFRQR-
YLVLyQ GH VHUYLFLRV VDQLWDULRV LQFOX\HQGR UHQRYDGRV mistas de la salud, bioestadistas, administradores, etc., en
modelos de relación o de agencia y la transformación suma, las huestes de los llamados infostat. En particular
en una organización sanitaria más orientada a las nece- IXHPX\FULWLFDGRVXPDWULPRQLRGHFRQYHQLHQFLDFRQHO
sidades de los ciudadanos. NHS, al que se llamó socarronamente servicio de salud
La práctica de la MBE incluye cinco pasos reconocidos: basado en la evidencia.
&RQYHUWLUODQHFHVLGDGGHLQIRUPDFLyQVREUHFXDO- En síntesis, las críticas a la MBE surgen básicamen-
TXLHU iUHD WHPiWLFD SUHYHQFLyQ GLDJQyVWLFR SUR- WHSRUODHOHYDFLyQGHFLHUWRVSULQFLSLRVPHWRGROyJLFRV
QyVWLFRWHUDSLDHWFHQXQDSUHJXQWDFRQXQDUHV- JUDQGHV(&5\PHWDQiOLVLVDOHVWDGRGHgold standard,
SXHVWD XQD SUHJXQWD FRQWHVWDEOH DO GHFLU GH 6DF- FULWHULRFRQWUDHOTXHWRGDRWUDHYLGHQFLDGHEHVHUMX]JD-
NHWW GD\FRPSDUDGDUHOHJDQGRDORVSHOGDxRVPiVEDMRVD
5DVWUHDUODVPHMRUHVHYLGHQFLDVSDUDFRQWHVWDUHVDV factores implícitos o LQFXDQWL¿FDEOHV –pero no por eso
preguntas quizás menos reales o incluso decisivos–, como el juicio
(YDOXDUHQIRUPDFUtWLFDODYDOLGH]GHODHYLGHQFLD FOtQLFRODH[SHULHQFLDHWF
YDOLGH] FRPR DSUR[LPDFLyQ D OD YHUGDG LPSDF- Tal énfasis puesto en las grandes bases de datos para
WR WDPDxR GHO HIHFWR \ DSOLFDELOLGDG XWLOLGDG HQ JXLDUODPHMRUHYLGHQFLDGHVFHQWUD\UHGH¿QHHOUROGH
QXHVWUDSUiFWLFDFRWLGLDQD la expertise clínica que ha pasado a estar en manos de
,QWHJUDUODYDORUDFLyQFUtWLFDFRQQXHVWUDHVSHFLDOL- revisores sistemáticosVDOLGRVGHODV¿ODVGHORVinfostat.
zación clínica En tanto se supone que los médicos poseen un espíritu
(YDOXDUQXHVWUDHIHFWLYLGDG\H¿FDFLDSDUDUHDOL]DU de cuerpo y pueden ser notablemente poco doblegables,
los pasos 1 a 4 los infostat suelen ser fácilmente doblegados y contro-
ODGRV(QGH¿QLWLYDORVDGPLQLVWUDGRUHV\VXVWHFQyFUD-
Aunque no sea un uso, o aplicación, reconocido de WDVHVWDGtVWLFRVDGTXLHUHQLQÀXHQFLDVREUHPLOORQHVGH
OD0%(VHGHVWDFDXQDXWLOLGDGSRUODQHJDWLYDDOLGHQ- actos clínicos sin responsabilidad sobre sus consecuen-
WL¿FDUFXHVWLRQHVVREUHODVTXHQRKD\HYLGHQFLDVIHKD- cias. En pocas palabras, la MBE habría representado la
cientes, genera una agenda de investigación sanitaria WUDQVLFLyQ SDUDGLJPiWLFD HQ HO VHQWLGR NXKQLDQR RUL-
aplicada. JLQDGD HQ LPSHUDWLYRV HFRQyPLFRV \ GRJPiWLFRV SRU
+DVWDDTXtODVOXFHVGHHVWHPRYLPLHQWRFRQFHSWXDO VREUH XQD PHGLFLQD EDVDGD HQ REVHUYDFLRQHV QR VLV-
TXH LUUXPSLy LQFRQWHQLEOH HQ OD GpFDGD GH ORV HQ HO tematizadas. El fundamentalismo metodológico sitúa
campo sanitario. Merecen comentarse también los conos D OD HYLGHQFLD episteme FRPR ~QLFR DUJXPHQWR WRWDO
de sombra que representan casi una caída desde el estado DSULRUtVWLFR LQFRPSDWLEOH FRQ RSLQLRQHV doxa TXH
de gracia, cuasi religioso, en particular porque muchas VRORVHYHQFRPRH[SUHVLRQHVVXEMHWLYDVHQJDxDGRUDV
GHHOODVSURYLHQHQGHOPLVPtVLPRVXPRVDFHUGRWH'DYLG TXH D YHFHV VLQ HPEDUJR VRQ DFHUWDGDV IRUPDQ SDUWH
6DFNHWW([LVWLyHQSULQFLSLRXQJUDQHVIXHU]RSRUSRVL- GHOEDJDMHFRWLGLDQRGHOPpGLFRSUiFWLFRVRQLQWXLWLYDV
cionar a la MBE como una imagen de marca, obtener H[SHULHQFLDGHVWLODGDKHXUtVWLFDVDWDMRVFRJQLWLYRV\
¿QDQFLDFLyQ HVWDWDO FRQIRUPDUVH \ FRQ¿UPDUVH HQ XQD ~WLOHV3DUDWDOySWLFDSRVLWLYLVWDHQH[WUHPRHOFRQRFL-
posición de indiscutible autoridad técnica, especialmente miento no nacería del disenso sino de estudios basados
GHQWURGHODDGPLQLVWUDFLyQGHO1+66HUYLFLR1DFLRQDO en una correcta metodología supuestamente monolítica;
GH 6DOXG LQJOpV \ HO %0- %ULWLVK 0HGLFDO -RXUQDO HQHVWHVHQWLGRODSUHJXQWDFUXFLDOVHUtDVLPHMRUHYLGHQ-
SURPRYLpQGRODDGHPiVFRPRXQDDFWLYLGDGPiVTXHOX- cia es sinónimo de mejor cuidado.
FUDWLYDTXHORHVTXHJHQHUDEDDUWtFXORVOLEURVFXUVRV Las críticas a la MBE dicen justamente que no hay
conferencias y congresos, etc. Inicialmente la MBE sur- HYLGHQFLDDXQTXHSDUH]FDXQMXHJRGHSDODEUDVGHTXH
JLyFRPRXQDDSUR[LPDFLyQDODHGXFDFLyQPpGLFDFRQWL- OD0%(SURYHDPHMRUQLYHOGHFXLGDGRVVLQRTXHVLP-
QXDGDEDMRHOQRPEUHGH(SLGHPLRORJtDFOtQLFD(&TXH plemente sigue su propia agenda política.
490 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
SÍ NO
Randomización Estudio
control observacional
(no experimental)
SÍ NO
Experimento Cuasi
experimento
¿Grupo de comparación,
referencia, control?
SÍ NO
No ECR
ECR EC no R
Estudio analítico Estudio descriptivo
Antes Después
¿Soy igual a los demás?
Dirección
Exposición desenlace
¿Qué me deparará el futuro? en el mismo momento
Exposición Desenlace
Cohortes De corte
Caso control
Caso control de prevalencia
anidado
Exposición
presente
Casos
daño presente
Exposición
ausente
Exposición
presente
Controles
daño ausente
Exposición
ausente
Cohorte imaginaria,
idealmente los
controles serían una Población: ¡cohorte
muestra aleatoria de virtual desconocida!
esta pero en realidad
¡¡¡no es así!!!
HYHQWR GH VDOXG HQ HVWXGLR \D TXH QR WLHQHQ XQ GHQR- en el segundo canon de John Stuart Mill «el método de
PLQDGRU SREODFLRQDO ±ORV FDVRV SURYLHQHQ GH XQD SR- la diferencia», que establece que: «...en una instancia
blación desconocida y los controles son estimaciones HQODFXDORFXUUHXQIHQyPHQREDMRLQYHVWLJDFLyQ\HQ
LGHDOPHQWH UHSUHVHQWDWLYDV GH HOOD± VyOR SXHGHQ HVWL- una en la que no ocurre, si tienen todos los elementos
PDUHO25HQYHUGDGXQDSVHXGRWDVD(OREMHWLYRGH HQFRP~QVDOYRXQR\HVHRFXUUHVyORHQHOSULPHUFDVR
un estudio de casos y controles es establecer si un factor HVWDFLUFXQVWDQFLDHQODFXDOGL¿HUHQHVHOHIHFWRRFDX-
GH ULHVJR HVWi DVRFLDGR FRQ XQD HQIHUPHGDG R HYHQWR VDRSDUWHQHFHVDULDGHODFDXVDGHOIHQyPHQRª0LOO
±RHYHQWXDOPHQWHHVWLPDUVLXQIDFWRUHVSURWHFWLYRUHV- (QXQHVWXGLRFDVRFRQWUROODLQVWDQFLDHQODTXH
SHFWRGHOGHVDUUROORGHODHQIHUPHGDGRHYHQWR±SHUR el fenómeno en estudio ocurre es el caso, y la instancia
recuérdese, si bien lo repetiremos a menudo, que aso- en la que no ocurre es el control.
ciación no implica asociación causal. 'HVGH HO SXQWR GH YLVWD PHWRGROyJLFR UHFXpUGHVH
/DPHGLGDGHODDVRFLDFLyQVHUiHO25odds ratio; TXHHOPpWRGRLGyQHRSDUDFRPSDUDUVLJQL¿FDWLYLGDGGH
UD]yQGHORVSURGXFWRVFUX]DGRVUD]yQGHYHQWDMDVUD- GLIHUHQFLDV±SURSRUFLRQHV±HVODSUXHEDGHFKL±XQR
]yQGHPRPLRVSDUDORVPHMLFDQRVXQDDSUR[LPDFLyQ de los usos preferentes de la misma.
DOULHVJRUHODWLYR(O25PLGHFXiQWRPD\RUHVHOULHVJR
GHHQIHUPDURGHWHQHUXQHYHQWRGHVDOXGHQORVLQ- (QEUHYHDQDOL]DVLKD\GLIHUHQFLDHQWUHODSURSRU-
GLYLGXRV H[SXHVWRV DO ULHVJR HVWXGLDGR TXH HQ ORV QR ción de pacientes con un determinado desenlace, habi-
H[SXHVWRV±RHYHQWXDOPHQWHFXiQWRPHQRUHVHOULHVJR GDFXHQWDGHODSUHVHQFLDGHXQIDFWRUGHH[SRVLFLyQHQ
HQORVVRPHWLGRVDXQIDFWRUSURWHFWLYR3RUHMHPSORHQ relación a la proporción de pacientes sin el desenlace,
un estudio de hábito de fumar y cáncer de pulmón, un con el mismo factor de riesgo. Es el paradigma de las
25GHVLJQL¿FDTXHHOULHVJRGHFiQFHUGHSXOPyQHV llamadas pruebas no paramétricas en bioestadística
YHFHVPD\RUHQORVIXPDGRUHVTXHHQORVQRIXPD- \D TXH QR SUHVXSRQH OD H[LVWHQFLD GH QLQJ~Q WLSR GH
dores. En su forma más simple, el OR es el resultado de GLVWULEXFLyQ HQ ORV GDWRV FRPR Vt KDFHQ HQ FDPELR
ODGLYLVLyQGHOoddsGHH[SRVLFLyQHQORVFDVRVQ~PHUR ANOVA, la regresión y otras técnicas de análisis de
GHFDVRVH[SXHVWRVGLYLGLGRSRUHOQ~PHURGHFDVRVQR PHGLDV
H[SXHVWRVSRUHOoddsGHH[SRVLFLyQHQORVFRQWUROHV 6HSUHVHQWDPHWRGROyJLFD\YLVXDOPHQWHFRPRXQD
(OHOHPHQWRVHPLQDOHQHOGLVHxRFDVRFRQWUROHVOD WDEOD GH FRQWLQJHQFLD OODPDGD DVt SRUTXH ORV YDORUHV
comparación para discernir diferencias de interés o im- que aparecen en cada posición son contingentes con los
SRUWDQFLD (Q WpUPLQRV ¿ORVy¿FRV HVWR HVWi H[SUHVDGR YDORUHVGHORVPiUJHQHVGH[RWDEODGHFKL
496 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
$QDOL]DVLKD\RQRUHODFLyQHQWUHODVYDULDEOHVHV- QRHVDVt$OWHQHUFDVRV\FRQWUROHVHQHOFDVR
tableciendo el punto en que ambas proporciones son es- GHTXHQRH[LVWLHUDUHODFLyQODPLVPDSURSRUFLyQGHFD-
WDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDVHQIXQFLyQGHODPDJQLWXG sos y controles tendrían que haber ingerido triptofano.
GH ODV YDULDEOHV REVHUYDGDV \ HVSHUDGDV VL H[LVWLHUD R La mejor estimación de la proporción de consumidores
QRDVRFLDFLyQH[SUHVDSRUDVtGHFLUODKLSyWHVLVQXOD de triptofano se basa en los totales marginales, y es igual
RODDOWHUQDWLYDHQIXQFLyQGHODV¿ODV\FROXPQDVGHOD D (QWRQFHVHOQ~PHURGHSDFLHQWHVFRQ
WDEOD EMS que ingirieron triptofano, dentro de la hipótesis
QXODGHQRUHODFLyQHVLJXDOD[ \
En un conocido ejercicio docente se comenta que en HO Q~PHUR GH FRQWUROHV HV [ 'H
RFWXEUHGHVHQRWL¿FyDO'HSDUWDPHQWRGH6DOXG forma similar, la cantidad de casos que no consumie-
\$PELHQWHGH1XHYR0p[LFRGHODH[LVWHQFLDGHWUHV URQWULSWRIDQRHV[ \HOQ~PHURGH
SDFLHQWHVFRQHRVLQR¿OLDSHULIpULFDLPSRUWDQWH\PLDO- FRQWUROHVTXHQRFRQVXPLHURQHV(QFRQFOXVLyQ
JLDVVHYHUDVWRGRVHOORVKDEtDQHVWDGRWRPDQGRSUHSD- VLQRH[LVWLHUDUHODFLyQREWHQGUtDPRVODWDEODVLJXLHQWH
UDGRVRUDOHVGH/WULSWRIDQR/7TXHHVXQDPLQRiFLGR
esencial normalmente ingerido como componente de SEM
TR
CONTROLES
EXPOSICIÓN
las proteínas de la dieta. Los preparados manufactu- SÍ NO
UDGRV VH KDQ XWLOL]DGR GXUDQWH PXFKRV DxRV SDUD XQD
CASOS
76/280=
serie de entidades y con unas indicaciones amplias y TR+
27%
YDJDVSHMFRPRVXSOHPHQWRQXWULWLYRRSDUDWUDVWRU-
TR- 204
QRV FRPR LQVRPQLR DQVLHGDG \ RWURV$ SHVDU GH VX
XVRIUHFXHQWHHO/7HVWDEDFODVL¿FDGRFRPRXQVXSOH- 80 200 280
mento alimenticio y, como tal, no estaba regulado por la DESENLACE
Food and Drug Administration)'$$SHVDUGHXQD
H[WHQVDHYDOXDFLyQFOtQLFD\GHODERUDWRULRODHQIHUPH-
dad de estos pacientes no encajaba con ninguna entidad CALCULE LOS TOTALES MARGINALES Y LAS PROPORCIONES
GLDJQyVWLFDFRQRFLGD\VHODOODPyVtQGURPHHRVLQR¿OLD DESENLACE
PLDOJLD6(0(ODQXQFLRS~EOLFRFRQGXMRUiSLGDPHQ- SEM
CONTROLES
WHDODQRWL¿FDFLyQGHFDVRVVLPLODUHVHQRWURVHVWDGRV TR
SÍ NO
6H LQLFLy XQD E~VTXHGD DFWLYD GH FDVRV \ HO &'& IXH
CASOS
EXPOSICIÓN
LQYLWDGRDSDUWLFLSDUHQODLQYHVWLJDFLyQ6HGHWHFWDURQ 22 54 76/280=
TR+
(27%) (27%) 27%
FDVRVGHOQXHYRVtQGURPH\VHORJUyFRQVHJXLUXQRV
FRQWUROHVFRPRVHYHHQODWDEODVLJXLHQWH TR- 58 204
80 200 280
DESENLACE ASPECTO DE NO HABER RELACIÓN (HO VERDADERA).
MISMA PROPORCIÓN DE INGESTIÓN DE TR
SEM ENTRE SANOS Y ENFERMOS
TR
EXPOSICIÓN
SÍ NO
TR+ 76
TR- 204 /DPHGLGDHQODTXHORVYDORUHVREVHUYDGRVGL¿HUHQ
de los esperados es una medida de la asociación.
80 200 280
(QHIHFWRORVFDVRVREVHUYDGRV±GHSDFLHQWHVFRQHO
HO= no hay vinculación entre filas y columnas )5TXHSUHVHQWDURQHOGHVHQODFH±FRPRVHYHHQODWD-
EODVLJXLHQWHOOHJDQDXQORTXHDUURMDVHJ~Q
ODWDEODGHFKL\HOSURJUDPDHVWDGtVWLFRDGHFXDGRXQ
$WUDYpVGHORVGDWRVVHJ~QOXFHQHQODVWDEODVDQH- YDORUGHFKLGH\XQDSGHFRQORTXHTXH-
[DVLQWHQWDPRVGHPRVWUDUVLH[LVWHRQRUHODFLyQHQWUH UHPRV VLJQL¿FDU TXH OD SUREDELOLGDG GH HQFRQWUDU HVWH
el uso de triptofano y EMS. Como se suele hacer, el KDOOD]JRVRORSRUD]DUVLQRKXELHVHUHODFLyQHQWUH¿ODV
SXQWRGHLQLFLRHVHVWDEOHFHUODKLSyWHVLVQXODR+±QR \FROXPQDV±VL¿ODV\FROXPQDV)5RH[SRVLFLyQ\GHV-
H[LVWHUHODFLyQ±\OXHJRLQWHQWDUUHIXWDUOD/DSUHJXQWD HQODFHIXHVHQLQGHSHQGLHQWHVGLJDPRV±HVPHQRVGH
HV³¢FyPRVHUtDODWDEOD[VLQRH[LVWLHUDUHODFLyQ"´ HQRHQSRUORPLVPRQRSXHGHDFHSWDUVHOD
8QDUHVSXHVWDUiSLGDLQWXLWLYD\HUUyQHDVHUtDGHFLUTXH +GHQXOLGDG\GHEHDFHSWDUVHOD+DOWHUQDWLYDHVWRHV
ODVSHUVRQDVHVWDUtDQGLYLGLGDVHTXLWDWLYDPHQWHHQ TXHODSUHVHQFLDGHO)5WULSWRIDQRHVWiVRFLDGDDOGHV-
ODVFHOGDVHVGHFLUSHUVRQDVHQFDGDXQD3HURHVWR enlace SEM.
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 497
CONTROLES
TR
SÍ NO Definición y Selección de los Controles
CASOS
EXPOSICIÓN
42 34 76/280=
TR+ Definición
(52%) (17%) 27%
$O GH¿QLU OD SREODFLyQ FRQWURO HV LPSRUWDQWH SHQVDU
TR- 38 166 204
que todo estudio de casos-controles tiene trazada una
80 200 280 cohorte imaginaria única, y que idealmente los con-
¿QUÉ MUESTRA LA TABLA EN REALIDAD? troles representarían una muestra aleatoria de esta
cohorte GH GRQGH YLHQHQ ORV FDVRV /RV FRQWUROHV
constituirían una muestra de la población general o,
Planeamiento y conducción del estudio si es un estudio hospitalario, sería una muestra de los
SDFLHQWHVTXHQRVXIUHQODHQIHUPHGDGLQYHVWLJDGDR
Planeamiento. Cuestiones centrales también, una muestra de pacientes cuyas enfermeda-
a tener en cuenta GHVQRHVWiQDVRFLDGDVFRQHOORVIDFWRUHVGHH[SRVL-
FLyQ HVWXGLDGRV$ YHFHV SDULHQWHV R DPLJRV GH ORV
¢&XiOHVHOSURSyVLWRGHODLQYHVWLJDFLyQ"¢H[SOR- casos son utilizados como controles. Los controles,
UDWRULRRDQDOtWLFR" por ende, deberían tanto estar libres de la enfermedad
¢&XiOHVVRQODVSULQFLSDOHVKLSyWHVLVGHODLQYHVWLJD- R FRQGLFLyQ HVWXGLDGD FRPR VHU UHSUHVHQWDWLYRV GH
FLyQ"¢HVWiQH[SUHVDGDVFRQFODULGDGGHWDOIRUPD DTXHOORVLQGLYLGXRVTXHKXELHVHQVLGRFDVRVGHKDEHU
TXHSXHGDQVHUWHVWHDGDVFRQWUDVWDGDVYHUL¿FDGDV tenido la enfermedad o condición; en pocas palabras,
UHIXWDGDV" ORVFRQWUROHVVHUtDQUHSUHVHQWDWLYRVGHODSREODFLyQHQ
/DHQIHUPHGDGRHYHQWRGHVDOXGFDVRV\VXVYD- ULHVJRGHFRQYHUWLUVHHQFDVRVRHQRWURVWpUPLQRVVH-
ULDEOHVGHH[SRVLFLyQDOULHVJRTXHVHUiQLQYHVWLJD- UtDQFDVRVGHWHQHUODHQIHUPHGDGSRUHMHPSORVLVH
GDV ¢IXHURQ GH¿QLGDV FODUDPHQWH" ¢OD H[SRVLFLyQ HVWiLQYHVWLJDQGRHOULHVJRGHSDGHFHUFiQFHUSRUXVR
IXHGH¿QLGDGHDFXHUGRFRQODHGDGHQTXHVHLQLFLy GHFRQWUDFHSWLYRVORVFRQWUROHVQRSRGUtDQVHUPXMHUHV
la duración de la misma y el tiempo transcurrido SRVPHQRSiXVLFDV
GHVGHVXLQWHUUXSFLyQ" 6DOYRHQORVHVWXGLRVFDVRFRQWURODQLGDGRVYpDVH
¢)XHFRQVLGHUDGDODH[LVWHQFLDGHSRVLEOHVYDULDEOHV luego)HQORVTXHWDQWRFDVRVFRPRFRQWUROHVSURYLHQHQ
GHFRQIXVLyQ" del mismo lote, suele ser caro, difícil y laborioso obte-
ner una muestra aleatoria de la población de captura.
Definición y Selección de los Casos Debería contarse con una lista de todas las familias y
sujetos elegibles y aun en este caso es posible que los
Definición sujetos totalmente sanos tiendan a no participar, lo que
1. ¿A qué denominaremos caso" constituiría una importante fuente de sesgo de selec-
/DGH¿QLFLyQ¢HVSUHFLVD"/DGH¿QLFLyQ\FDUDFWHUL- FLyQ(VIXQGDPHQWDOGH¿QLUTXLpQVHUiLQFOXLGRRH[-
]DFLyQGHOFDVRHVXQSXQWRGHLQÀH[LyQQRREVWDQWH FOXLGR\SRUTXp/RVFULWHULRVGHH[FOXVLyQ¢VRQORV
DYHFHVHVWiVXMHWDDYDLYHQHVQRVLHPSUHWpFQLFRV PLVPRVTXHSDUDORVFDVRV"ORVFRQWUROHVQRGHEHQVHU
Por ejemplo, en la epidemia de Gripe A en Argen- LQÀXHQFLDGRVSRVLWLYDRQHJDWLYDPHQWHSRUODH[SRVL-
WLQD HQ HO 0LQLVWHULR GH 6DOXG GH OD 1DFLyQ FLyQLQYHVWLJDGDQLWDPSRFRODHOHJLELOLGDGGHOFRQWURO
FDPELyPiVGHXQDYH]ODFDUDFWHUL]DFLyQGHOFDVR GHEHGHSHQGHUHQQLQJ~QVHQWLGRGHOLQYHVWLJDGRU$VL-
¢&XiOHVFULWHULRVGHLQFOXVLyQ\GHH[FOXVLyQVHUiQ mismo debe indicarse si los controles serán apareados
DGRSWDGRV" FRQORVFDVRVVHDSDUHDSRUXQIDFWRUVLHVWHHVWXYLHUD
¢6HUiQLQFOXLGRVFDVRVLQFLGHQWHVRSUHYDOHQWHV" DVRFLDGRDODHQIHUPHGDG\DOIDFWRUGHH[SRVLFLyQHV-
Selección tudiado; en la práctica es usual aparear solo por edad,
¢6HUiQ LQFOXLGRV WRGRV ORV FDVRV SURYHQLHQWHV GH VH[R\UD]D
XQDGHWHUPLQDGDSREODFLyQ" No por nada suele decirse que la selección de con-
Si no es así, considere los posibles efectos de: troles es una de las tareas más arduas en la arquitectura
DVREUHYLYLHQWHV GHORVGLVHxRVGHLQYHVWLJDFLyQ
EUHIHULGRV Algunos ejemplos de muestra: supóngase que se
FUHFKD]DGRV están seleccionando casos de pacientes con infarto de
¢&yPRVHUiQLGHQWL¿FDGRVORVFDVRV" PLRFDUGLRGHOVHUYLFLRGHFDUGLRORJtDGHXQLPSRUWDQ-
498 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
OR= 3 (4.5/1.5)
P<0.001
IC 95% 1.7 - 5.4
OR= (1/1) 1
MÁS DE 1
TOTAL Y % DE PACS
COMPAÑERO SALPINGITIS + SALPINGITIS -
CON SALP
(n=800)
OR= (6/6) 1
MÁS DE 1
COMPAÑERO 50 752 802 (6,6%)
(n=802)
1 COMPAÑERO
12 1188 1200 (1%)
(n=1200)
OR para exp más de 1
compañero = 6.58 IC
3.37 - 13.12
P < 0.001
Tabla 18.3: Riesgo de salpingitis en función del número de compañeros sexuales y DIU
asociación espuria puede ser encontrada entre una cáncer de pulmón, pero está asociado al hábito de
H[SRVLFLyQ\XQDHQIHUPHGDGVLPSOHPHQWHSRUTXH fumar, que sí es una causa real de cáncer de pulmón.
OD H[SRVLFLyQ HVWXGLDGD IXQFLRQD FRPR XQD PDUFD
GHODSUHVHQFLDGHODVHJXQGDH[SRVLFLyQODYDULDEOH 4. Causalidad reversa: esta es una situación que ocu-
GH FRQIXVLyQ TXH VHUtD OD FDXVD UHDO GH OD HQIHU- UUHFXDQGRODH[SRVLFLyQVXFHGHSHURHVSURYRFDGD
medad. Por ejemplo, el hallazgo de una asociación por la enfermedad y no al contrario. Por ejemplo, el
entre consumo de alcohol y cáncer de pulmón sería YyPLWRUHLWHUDGRHVXQHIHFWRSHURQRODFDXVDGHOD
H[SOLFDGR SRU FRQIXVLyQ HO DOFRKRO QR SURYRFD HO mola hidatiforme.
502 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
GH DFXHUGR FRQ ORV QLYHOHV GH OD YDULDEOH GH FRQIXVLyQ PXMHUHV \ DO PLVPR WLHPSR HO Q~PHUR GH FRPSDxH-
HQTXHVHFODVL¿FDQ3RVWHULRUPHQWHVHFDOFXODHOULHVJR URVVtDSDUHFHYLQFXODGRDOULHVJRGHVDOSLQJLWLVHVWRHV
DVRFLDGR D OD H[SRVLFLyQ LQYHVWLJDGD SDUD FDGD HVWUDWR GHODVPXMHUHVFRQPiVGHXQRODSDGHFLHURQFRQWUD
GHODYDULDEOHGHFRQIXVLyQ&XDQGRORVULHVJRVKDOODGRV VyOR GH ODV PXMHUHV FRQ PHQRV GH ±25
fuesen homogéneos para todos los estratos, los resultados ,&S±9ROYLHQGRDODVWDEODV
pueden ser combinados y sumarizados usando métodos HVWUDWL¿FDGDVSRUQ~PHURGHFRPSDxHURVHO55SRQGH-
estadísticos adecuados tales como el de Mantel-Haenszel. UDGR GH 0DQ]HO +DHQ]HO HV DVLPLVPR FRPR
3DUDTXHVHDYLDEOHODHVWUDWL¿FDFLyQHQHODQiOLVLVHV conclusión, el aparente riesgo triplicado de las mujeres
necesario que se recolecten informaciones que permitan FRQ',8VHGHEHVyORDFRQIXVLyQVLHQGRHOYHUGDGHUR
FODVL¿FDU FDVRV \ FRQWUROHV HQ FXDQWR D OD SUHVHQFLD \ ULHVJRHOQ~PHURGHFRPSDxHURVVH[XDOHVTXHVXE\DFtD
QLYHOGHH[SRVLFLyQGHODVYDULDEOHVGHFRQIXVLyQ(OQ~- confundido.
PHURGHYDULDEOHVGHFRQIXVLyQTXHSXHGHQVHUFRQWUR-
ODGDV VLPXOWiQHDPHQWH SRU HVWUDWL¿FDFLyQ HV OLPLWDGR 3. Regresión logística
&XDQGRH[LVWHXQQ~PHURJUDQGHGHYDULDEOHVGHFRQIX- 9LYLPRV HQ XQ PXQGR TXH HV PXOWLYDULDGR HQ HVHQ-
sión es necesario usar la regresión logística. cia; la totalidad de los fenómenos médicos, políticos,
/DHVWUDWL¿FDFLyQQRIXQFLRQDPX\ELHQFXDQGROD sociales, económicos y personales tiene múltiples cau-
DVRFLDFLyQHQWUHODVYDULDEOHVGHFRQIXVLyQ\ODHQIHU- VDV/RVDQiOLVLVPXOWLYDULDGRVGHORVTXHODUHJUHVLyQ
PHGDGRHYHQWRHVPX\IXHUWHWRGDYH]TXHODPD\RUtD logística es uno, tratan de bucear en esta característica
de los casos tendería a encontrarse en un estrato y la multifacética de la realidad para establecer asociaciones
mayoría de los controles en el otro. En circunstancias GHIHQyPHQRV3RUHMHPSORORVHVWXGLRVREVHUYDFLRQD-
FRPRHVWDVSRGUtDVHUQHFHVDULRDXPHQWDUHOWDPDxRGH OHVQRVKDQHQVHxDGRTXHKD\XQQ~PHURGHIDFWRUHVGH
la muestra considerablemente. Esta es una de las situa- ULHVJRYpDVHHODSDUWDGRFRUUHVSRQGLHQWHTXHVHUHOD-
FLRQHVGRQGHHODSDUHDPLHQWRSXHGHVHUXQDDOWHUQDWLYD cionan con la probabilidad de muerte prematura: coles-
PHMRUTXHODHVWUDWL¿FDFLyQ WHURO+7$VHGHQWDULVPRKDELWRWDEiTXLFRQyWHVHTXH
QRGHFLPRV&$86$1\DTXHODHYLGHQFLDHVWDGtVWLFD
/DHVWUDWL¿FDFLyQSXHGHYHUVHFRPRGLMLPRVFRPR per se no es capaz de establecer causalidad, para ello
una forma de restricción post hoc, realizada durante la se necesita plausibilidad biológica y rigurosos estudios
IDVHGHDQiOLVLVPiVTXHVREUHRWUDVSRUHMHPSORGLVH- FLHQWt¿FRV FDSDFHV GH DFHSWDU OD LQÀXHQFLD GHO D]DU \
xR/DLGHDHVTXHORVUHVXOWDGRVSXHGHQHVWUDWL¿FDUVH SRWHQFLDOHVVHVJRVODLGHQWL¿FDFLyQGHWDOHV)5HVSDU-
HQIXQFLyQGHODYDULDEOHGHFRQIXVLyQFRQRFLGDRSX- ticularmente importante ya que no se puede randomizar
WDWLYD\DVtFDOFXODUVHUHVXOWDGRVHQIRUPDVHSDUDGD(O D OD JHQWH D PXFKDV GH ODV FRQGLFLRQHV TXH FRQOOHYDQ
procedimiento de Mantel Haenszel combina luego los riesgo y además estas condiciones tienden a ocurrir aso-
diferentes estratos y genera un resumen estadístico. Si ciadas en el mundo real.
OXHJRHOHIHFWRDMXVWDGRGL¿HUHGHIRUPDVXVWDQFLDOGHO ¢&yPRQRVD\XGDHODQiOLVLVPXOWLYDULDGRSDUDGH-
HIHFWRFUXGRGHEHH[LVWLUXQDYDULDEOHFRQIXQGLGRUD/D terminar la contribución independiente de cada con-
FRQIXVLyQ QR VLHPSUH HV SHUIHFWDPHQWH LQWXLWLYD \ HQ GLFLyQ" 6XSyQJDVH HO FDVR TXH PHQFLRQD 0 .DW] HQ
RFDVLyQVHSUHVHQWDVRODSDGDRHOXVLYDPHQWH XQRGHVXVPDJQt¿FRVOLEURVMultivariable analysis, a
Considérese el siguiente ejemplo. Dos mil mujeres practical guide for clinicians and Public Health Resear-
se testean para comprobar la hipótesis de que el uso de chersHG&DPEULGJH8QLYHUVLW\3UHVVVREUH
',8 VH DVRFLD DO GHVDUUROOR GH VDOSLQJLWLV EDVDGD HQ el tema abordado por el $HURELFV&HQWHU/RQJLWXGLQDO
HYLGHQFLDREVHUYDFLRQDO6HJHQHUDXQDWDEOD[TXH Study,TXHHYDOXyVREUHYLGDHQPiVGHKRPEUHV
DQDOL]DQGRODVSURSRUFLRQHVGHVDOSLQJLWLVHYLGHQFLDXQ \PXMHUHVWUDWDQGRGHGHWHUPLQDUODVFDUDFWHUtV-
25 GH FRQ ,& SRU HQFLPD GH OD XQLGDG OR TXH OH WLFDV GH ORV VXSHUYLYLHQWHV REVHUYDQGR TXH HUDQ PiV
FRQ¿HUHFRQ¿DELOLGDGFRPRYLPRVSDUDODVXVXDULDVGH MyYHQHVPHQRVKLSHUWHQVRVWHQtDQPHQRVFROHVWHUROQR
',8FRQORTXHODFDXVDSDUHFHUtDGHPRVWUDGD fumaban y estaban en mejor condición física. En todo
No obstante, al considerarse el factor promiscuidad, FDVR\GDGDHVWDUHVSXHVWDREYLDUHFXpUGHVHORGHLQIRU-
RSHUDFLRQDOL]DGREDMRODYDULDEOHQ~PHURGHFRPSDxH- PDFLyQ³REYLDWDUGtDHLQ~WLO´ODSUHJXQWDGHOPLOOyQ
URV VH[XDOHV VH JHQHUDQ GRV WDEODV DGLFLRQDOHV PXMH- era si la condición física, en forma INDEPENDIENTE,
UHV FRQ XQ FRPSDxHUR \ PXMHUHV FRQ PiV GH XQR (Q WXYRDOJ~QHIHFWRHQODORQJHYLGDG$QiOLVLVFRPROD5/
DPEDVHO55HVLJXDODFRQORTXHHO',8HQYHUGDG permiten determinar la contribución de la condición fí-
QR DSDUHFH FRPR XQ IDFWRU GH ULHVJR 6H HYLGHQFLD Vt VLFDTXHHVLQGHSHQGLHQWHGHOUHVWRGHODVYDULDEOHVGHO
XQD FDQWLGDG H[WUDRUGLQDULDPHQWH DOWD GH PXMHUHV FRQ modelo, es decir, estando las mismas ajustadas o contro-
PiVGHXQFRPSDxHURTXHHOLJHQXVDU',8YV ODGDVHVWRHVVHWHDGDVHQVXYDORUEDVDOHVWRVHSRGUtD
504 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
GHGtDVFRQWLJXRVVHWHQGUiQSDUHV(OFRH¿FLHQWH PLQDQWHVIRU]DEDVXVFXHUSRVDDMXVWDUVHH[DFWDPHQWH
GHFRUUHODFLyQVHLQFUHPHQWDDKRUDKDVWDXQQLYHODOWR DXQDFDPDGHKLHUURPHGLDQWHHOH[SHGLWRUHFXUVRGH
U ,&)LQDOPHQWHVLVHUHSURGXMHUD PXWLODUORV R GHVFR\XQWDUORV VHJ~Q KLFLHUD IDOWD 8Q
XQD YH] PiV \ VH WRPDUDQ DFXPXODGRV GH GtDV VH tratamiento, como el que se ha esbozado se inscribiría
REWHQGUtDQORVUHVXOWDGRVGHOD7DEOD(OFRH¿FLHQ- en lo que Mills llama forma procusteana de torturar
WHGHFRUUHODFLyQGH3HDUVRQVHHOHYDDU ,& los datos.
De hecho, puede demostrarse que, en la mayor parte
¢4XpFRQFOXVLyQVHSXHGHH[WUDHUGHHVWHproceder de las situaciones, si se cuenta con un conjunto inicial
numerológico" GHGDWRVVX¿FLHQWHPHQWHJUDQGH\SURFHGHQWHGHXQL-
0LOOVFRPHQWDTXHsi los datos son tortura- GDGHVGHDQiOLVLVPRGL¿FDEOHVPHGLDQWHDJUHJDFLyQHV
GRVGXUDQWHXQWLHPSRVX¿FLHQWHPHQWHODUJRWHUPLQDQ SRVLEOH REWHQHU HO FRH¿FLHQWH GH FRUUHODFLyQ TXH YLU-
por decir lo que queremos oír. Hemos asistido acá a una tualmente se desee, siempre que hagamos la manipu-
sesión de tortura de los datos originales. lación debida &RPSiUHVH HVWH FRQFHSWR FRQ OD VDWX-
La mitología griega da cuenta del modus operandi ración de datos comentada más adelante en este mismo
de Procusto, un bandido que, luego de asaltar a los ca- FDStWXOR
DÍA ICA IAA DÍA ICA IAA PARES DE DÍAS IEA ACUMULADO IAA ACUMULADO
1 5,8 7 25 10,8 2 1-2 27,8 19
2 22,0 12 26 4,9 4 3-4 39,1 21
3 12,9 9 27 12,1 7 5-6 12,4 7
4 26,2 12 28 14,7 10 7-8 32,0 21
5 8,1 4 29 9,9 3 9-10 23,1 7
6 4,3 3 30 4,3 4 11-12 5,1 7
7 10,0 9 31 2,6 2 13-14 70,2 50
8 11,0 7 32 3,8 3 15-16 42,0 26
9 11,0 6 33 2,8 0 17-18 8,1 8
10 12,1 1 34 3,0 1 19-20 9,4 9
11 4,8 5 35 6,1 11 21-22 27,1 13
12 0,3 2 36 14,7 8 23-24 2,9 16
13 52,0 32 37 18,0 23 25-26 15,7 6
14 18,2 18 38 22,0 12 27-28 26,8 17
15 30,0 17 39 26,3 4 29-30 14,2 7
16 12,0 9 40 27,0 16 31-32 6,4 5
17 4,3 3 41 18,0 43 33-34 5,8 1
18 3,8 5 42 33,3 10 35-36 20,8 19
19 3,3 3 43 6,1 2 37-38 40,0 35
20 6,1 6 44 7,2 9 39-40 53,3 20
21 19,0 6 45 9,1 6 41-42 51,3 53
22 8,1 7 46 11,0 1 43-44 13,3 11
23 0,4 7 47 11,4 4 45-46 20,1 7
24 2,5 9 48 9,9 5 47-48 21,3 9
Tabla 18.4: Registros del Índice de Contaminación Tabla 18.5: Registros del Índice de Contaminación
Ambiental y de la Incidencia de Asmáticos Agudos a Ambiental y de la Incidencia de Asmáticos Agudos
lo largo de 48 días (acumulados) a lo largo de 24 pares de días
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 507
diferencia, debido a que los pacientes con peor pronósti- La interpretación de una paradoja de este tipo no
FR\SDWRORJtDVPiVJUDYHVVRQLQWHUQDGRVHQHOKRVSLWDO siempre es fácil, sobre todo cuando hay más de dos es-
B con mayor frecuencia. tratos; incluso es posible que en ocasiones no tenga in-
Veamos otro ejemplo concreto que suele citarse: terpretación y, en cualquier caso, esta depende siempre
HQXQHVWXGLRFRPSDUDWLYRVREUHWROHUDQFLDGHGRVIiU- de las características de cada estudio.
PDFRVDQWLKLSHUWHQVLYRVVHGHWHUPLQDODSUHVHQFLDRQR +DFH XQRV DxRV 6LOYD $\FDJXHU H[SXVR OD
GHHIHFWRVVHFXQGDULRVOHYHV\VHREWLHQHORVVLJXLHQWHV SDUDGRMDGH6LPSVRQHQHOFRQWH[WRGHXQDVFRQIHUHQ-
datos: cias sobre métodos estadísticos en epidemiología. En
esa oportunidad construyó un ejemplo para ilustrarla,
TRATAMIENTO que era más o menos como sigue.
A B 8QDSHUVRQDVHSUHJXQWDVLH[LVWHDVRFLDFLyQHQWUH
VXVGRORUHVUHXPiWLFRV\HOKHFKRGHTXHOOXHYD
EFECTO No 410 434 844
(Q MXQLR UHJLVWUD GtDV OOXYLRVRV \ HQ GH HOORV
SECUNDARIO Sí 115 91 206 WLHQHGRORUSRURWUDSDUWHSUHVHQWyGRORUHQVROR
525 525 1050 GHORVGtDVQROOXYLRVRV5HSLWHODH[SHULHQ-
FLDHQMXOLR\YHTXHHOGRORUDSDUHFLyHQGHGtDV
'RQGHYHPRVTXHHOGHSDFLHQWHVWLHQHDOJ~Q OOXYLRVRV\HQGHGtDVQROOXYLRVRV
HIHFWRDGYHUVRHQHOJUXSR$IUHQWHDHQHOJUXSR (QFDGDXQRGHORVPHVHVHQWRQFHVYHTXHHOGRORU
%GLIHUHQFLDLPSRUWDQWHSHURTXHQROOHJDDOQLYHOGH DSDUHFHFRQPiVIUHFXHQFLDHQORVGtDVGHOOXYLDTXHHQ
VLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFDKDELWXDOPHQWHDFHSWDGR\DTXH los otros. Al considerar el bimestre completo, sin embar-
S JRYHTXHHOGRORUDSDUHFLyHQVRORGHGtDV
3HURVLVHVHSDUDHOHVWXGLRHQSDFLHQWHVDQFLDQRV! HQWDQWRTXHDSDUHFLyHQGHGtDVVHFRV
DxRV\HOUHVWRDxRVVHREWLHQHQODVVLJXLHQWHV ¿Qué se puede sacar en limpio del estudio de la
tablas: DVRFLDFLyQ HQWUH DPEDV YDULDEOHV" (O DQiOLVLV GH FDGD
XQRGHORVPHVHVDUURMDXQDDVRFLDFLyQSRVLWLYDHOGHO
PACIENTES < 75 AÑOS ELPHVWUHXQDQHJDWLYD¢DFXiOGHODVGRVDOWHUQDWLYDV
TRATAMIENTO GHEHPRVGDUFUpGLWR"
¢3XHGHLQIHULUVHDOJRVXVWDQFLDOGHVSXpVGHH[DPL-
A B
QDULQWHJUDOPHQWHDPERVHQIRTXHV"
EFECTO No 122 351 473 /D DSUR[LPDFLyQ HSLGHPLROyJLFD FOiVLFD GLUi HQ
SECUNDARIO Sí 8 54 62 esencia que la asociación surgida del análisis bimestral
130 405 535 es espuria, y que HODQiOLVLVHVWUDWL¿FDGRVHJ~QPHVHV
revela la verdadera naturaleza de la asociaciónHQHVWH
$KRUDODSURSRUFLyQGHHIHFWRVDGYHUVRVHQORVSD- FDVRODTXHD¿UPDTXHODIUHFXHQFLDGHGRORUHVHVPD-
FLHQWHV GH PHQRV GH DxRV HV HQ HO JUXSR$ \RUGXUDQWHORVGtDVOOXYLRVRV
IUHQWHDHQHOJUXSR%GLIHUHQFLDTXHHVLPSRU- Naturalmente, en el ámbito etiológico real, la situa-
WDQWH\DGHPiVHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDS ción suele ser enormemente compleja. Pero, en cual-
\FRQVLJQRFRQWUDULRDODREVHUYDGDHQHOHVWXGLRFRP- quier caso, cabe alertar sobre las trampas epistemológi-
pleto. FDVTXHSXHGHQYLFLDUHOGHEDWH
En el otro grupo de pacientes de más edad tenemos Cuando se alerta insistentemente sobre el hecho de
XQSDFLHQWHVFRQUHDFFLRQHVDGYHUVDVHQ$IUHQ- TXHDVRFLDFLyQQRLPSOLFDFDXVDFLyQVHHVWDLQYRFDQGR
WHDHQHOJUXSR%S OD QHFHVLGDG GH UHH[DPLQDU HVD DVRFLDFLyQ GHVSXpV GH
9HPRVTXHDOFRQVLGHUDUODHGDGVLELHQHOHMHPSOR controlar posibles efectos confusores. Lo que no está
HV¿FWLFLR\IRU]DGRODUHODFLyQFDPELDGHVLJQRHQHO QDGDFODURHQHOSUHVHQWHHVWDGRGHODLQYHVWLJDFLyQHSL-
HVWXGLRJOREDOHUDVXSHULRUODWDVDGHHIHFWRVDGYHUVRVHQ GHPLROyJLFDQRH[SHULPHQWDOHVFXiQGRGHMDGHVHUHV-
HOJUXSR$SHURDOHVWUDWL¿FDUSRUHGDGHQDPERVFDVRV puria una asociación por el hecho de que tal asociación
es menor en el grupo A que en el B. Véase la siguiente VXEVLVWDVHLQYLHUWDVXVLJQRRQRQLFXiQGRGHMDGH
tabla: VHUYHUGDGHUDSRUTXHVHGHVYDQH]FDFXDQGRVHFRQWURODQ
ciertos factores que eran posibles confusores.
A B P
&RQVLGHUHPRVQXHYDPHQWHHOSUREOHPDGHORVGR-
GLOBAL 21,9% 17,3% 0,07 ORUHVUHXPiWLFRV\ODOOXYLDSHURFRQXQPRQWRGHLQ-
< 75 6,2% 13,3% 0,03 IRUPDFLyQVX¿FLHQWHPHQWHDPSOLRFRPRSDUDSHUPLWLU
75 27,1% 30,8% 0,42 XQH[DPHQPiVGHWDOODGR,PDJLQHPRVDKRUDTXHRWUD
510 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
UiSLGD VHUtD SRU HMHPSOR DXPHQWDU HO QLYHO UHTXHULGR remite a la milicia romana, entrenada para comportarse
DRLQFOXVR±HQWUHXQIDFWRUQRLQKHUHQWH- FRPRXQDVRODPHQWHRXQDVRODXQLGDG\VHUH~QHLQ-
PHQWHFDXVDOSHURVtYLQFXODGRDRWURVTXHORVRQ(Q formación para determinar qué sujetos tienen alguna ca-
nuestro ejemplo de los estrógenos, es probable que las racterística particular, que se sospecha relacionada a la
mujeres que usaron terapia hormonal fuesen menos fu- enfermedad bajo estudio. Toda la población se sigue en
madoras o hicieran más ejercicio, quizá fueran pobres HOWLHPSR\VHFRPSDUD¿QDOPHQWHODLQFLGHQFLDGHODHQ-
con menos probabilidad, y todos estos factores dismi- IHUPHGDGHQWUHORVH[SXHVWRVFRQWUDODLQFLGHQFLDHQORV
nuyen la probabilidad de enfermedad coronaria. Las QRH[SXHVWRV'HDOJXQDPDQHUDHVWHGLVHxRVHSDUHFHD
asociaciones reportadas en estudios observacionales XQHVWXGLRGHLQWHUYHQFLyQH[SHULPHQWDOHQHOKHFKRGH
\QRFRQ¿UPDGDVHQ(&5WLHQGHQDVHUH[SRVLFLRQHV que las personas se seleccionan basándose en un criterio
asociadas a variables socioeconómicas y comporta- GHH[SRVLFLyQ\GHVSXpVVHVLJXHQHQHOWLHPSRSHURGL-
mentales que a su turno se relacionan a una miríada ¿HUHQHQHOVHQWLGRGHTXHODDVLJQDFLyQDORVJUXSRVQR
de enfermedades. HVWiEDMRFRQWUROGHOLQYHVWLJDGRUTXHDGHPiVQRPDQL-
8QHVWXGLRDSDUHyH[iPHQHVItVLFRV\DQiOLVLV SXOD QLQJXQD YDULDEOH (VWH GLVHxR SRGUtD VXPDUL]DUVH
GH ODERUDWRULR FRUUHODFLRQHV GHULYDGRV GH XQ SRUODIUDVHFRORTXLDO¢4XpPHGHSDUDUiHOGHVWLQR"
poolGHPXMHUHVGHHGDG(VWRKDFtDHVSHUDU (VLPSRUWDQWHQRWDUTXHHQHVWHGLVHxRHOHVWXGLRVH
DVRFLDFLRQHV VLJQL¿FDWLYDV ±VyOR SRU D]DU± DO QLYHO GH inicia con un grupo de personas que posee una carac-
HQUHDOLGDG£VHREWXYLHURQ(QPXFKRVVHQ- WHUtVWLFD\RWURTXHQRH[SXHVWRVQRH[SXHVWRV\TXH
WLGRVHUDPiVQRWRULD\SUREDEOHODDVRFLDFLyQ£FXDQGR la aparición de enfermedad es el desenlace o resulta-
la p noHUDVLJQL¿FDWLYD do buscado. En contraposición, los estudios de casos y
3DUDSUHYHQLUODFRQIXVLyQRWUDWDUODODVDVRFLDFLR- controles se inician con personas que ya han desarrolla-
nes deberían replicarse en bases en las que la estructura GRODHQIHUPHGDGHQIHUPRVQRHQIHUPRV\VHUDVWUHD
SRWHQFLDOPHQWH FRQIXQGLGRUD GL¿ULHUD GHO HVWXGLR LQL- hacia atrás en el tiempo en busca de una característica
cial. En diferentes regiones o países, diferentes enfer- GHO SDFLHQWH HVWD FDUDFWHUtVWLFD SUHYLD HV HO GHVHQODFH
PHGDGHVSXHGHQHVWDUUHODFLRQDGDVGHPX\GLYHUVDPD- del estudio.
QHUDDJUDQYDULHGDGGHFLUFXQVWDQFLDVVRFLRHFRQyPLFDV $OLJXDOTXHFRQFXDOTXLHURWURGLVHxRHVHVHQFLDO
RGHFRPSRUWDPLHQWR\UHÀHMDUDVXWXUQRVLPSOHPHQWH establecer una hipótesis clara antes del inicio del estu-
patrones socioeconómicos –o de comportamiento– de GLRLQFOX\HQGRXQDGH¿QLFLyQDGHFXDGD\FRQFUHWDGH
enfermedad. Desde muy temprano, en el debate sobre ODVH[SRVLFLRQHV\ORVUHVXOWDGRVRGHVHQODFHVGHLQWHUpV
WHUDSLDGHUHHPSOD]RKRUPRQDO'LDQD3HWLWWLVHxDOyFRQ /DHOHFFLyQGHXQJUXSRGHLQGLYLGXRVSDUDXQHVWXGLR
lucidez que este tratamiento protegía no sólo contra la GHHVWHWLSRGHSHQGHGHODVKLSyWHVLVDLQYHVWLJDUSHUR
enfermedad coronaria sino también contra la muerte puede ser un grupo de la población general, como los
YLROHQWDRDFFLGHQWDOHQHVWXGLRVREVHUYDFLRQDOHV\\D residentes de una comunidad, o una población más es-
TXHQRKDEtDH[SOLFDFLyQELROyJLFD±RGHQLQJ~QWLSR± SHFt¿FDTXHSXHGDLGHQWL¿FDUVH\VHJXLUVHGLUHFWDPHQWH
plausible para esta última, era muy probable que ambas PLHPEURV GH RUJDQL]DFLRQHV SURIHVLRQDOHV UHJLVWURV
REVHUYDFLRQHVHVWXYLHUDQEDMRHOLQÀXMRGHYDULDEOHVGH GHPpGLFRVHPSOHDGRVGHDOJXQDLQGXVWULDHVSHFt¿FD
FRQIXVLyQ±ORTXHIXHHQHIHFWRFRQ¿UPDGRPiVWDUGH HWF8QDFRKRUWHSREODFLRQDOJHQHUDOSXHGHUHFOXWDUVH
por los ECR. GHXQD]RQDJHRJUi¿FDGH¿QLGD
(VWDV REVHUYDFLRQHV QR TXLHUHQ GHIHQHVWUDU HO GUD-
gado de datos ya que muchas asociaciones precisas El mojón epidemiológico de Framingham
están en su germen, sino sembrar una suerte de sano
escepticismo al respecto y a la creencia ciega y acrítica El estudio más famoso de este tipo, que hace poco
HQORVQLYHOHVGHDVRFLDFLyQHVWDGtVWLFD5HFXpUGHVHHQ FXPSOLyDxRV\HVFRQVLGHUDGRXQPRMyQHSLGHPLR-
HVWHFRQWH[WRTXHDGHPiVGHODVLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFD OyJLFRHVHOHVWXGLRGH)UDPLQJKDP7RGRORTXHSXHGD
HVWiODVLJQL¿FDFLyQFOtQLFD±FXiQWRSXHGHVHUXVDGRSRU GHFLUVHGH)UDPLQJKDPSDUHFHUiSRFRSLpQVHVHVROD-
HOPpGLFRHQODSUiFWLFDFRUULHQWH±\SRU¿QODVLJQL¿- mente en su dimensión epidemiológica y poblacional,
FDFLyQ SHUVRQDO YDORUDFLyQ LQWUDQVIHULEOH \ ~QLFD TXH TXHKDJHQHUDGRPiVGHDUWtFXORVFLHQWt¿FRVHQ
KDFHTXLHQHQGH¿QLWLYDUHFLELUiODLQWHUYHQFLyQ DxRVLGHQWL¿FDGRFRQFODULGDGORVSULQFLSDOHVIDF-
WRUHVGHULHVJRFDUGLRYDVFXODUDVRFLDGRVDODHQIHUPH-
Diseño de cohortes (prospectivo) GDGFRURQDULDFUHDGRXQDUHYROXFLyQHQODHVWUDWHJLD
GHODPHGLFLQDSUHYHQWLYD\FDPELDGRSRUVLHPSUHOD
8QHVWXGLRGHFRKRUWHVHVXQHVWXGLRREVHUYDFLRQDODQD- IRUPD HQ TXH OD FRPXQLGDG FLHQWt¿FD \ KDVWD HO S~-
OtWLFRHQHOTXHVHVHOHFFLRQDXQDSREODFLyQFRKRUWHTXH EOLFR JHQHUDO YHQ OD JpQHVLV \ HO GHVDUUROOR GH OD HQ-
514 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
IHUPHGDG$QWHVGH)UDPLQJKDPODQRFLyQGHTXHORV HO ¿Q GH HYDOXDU XQD JUDQ YDULHGDG GH H[SRVLFLRQHV
FLHQWt¿FRVSXGLHUDQLGHQWL¿FDU\PRGL¿FDUORVIDFWRUHV usuales sobre el riesgo de enfermedad, en particular
GH ULHVJR >KDFHGRUHV GH ULHVJR@ GH SDVR XQ WpUPLQR FDUGLRYDVFXODU'HVGHHOSXQWRGHYLVWDORJtVWLFRYD-
DFXxDGRSRUHOHVWXGLRSDUDWUDWDUODHQIHUPHGDGFR- ULDV UD]RQHV LQÀX\HURQ HQ OD HOHFFLyQ GH HVWD FRPX-
URQDULDODYDVFXODUFHUHEUDO\RWUDVQRHUDSDUWHGHOD QLGDG(QSULQFLSLRHUDXQDFRPXQLGDGUHODWLYDPHQWH
práctica médica corriente. HVWDEOHGHKDELWDQWHVGHORVTXHHUDQ
6XVGDWRVWUDQVIRUPDGRVHQXQDPRQXPHQWDOEDVHVH DGXOWRVFX\DVHGDGHVRVFLODEDQHQWUH\DxRVFRQ
KDQXWLOL]DGRDGHPiVSDUDHVWXGLRVVREUHDFFLGHQWHVYDVFX- YDULHGDGGHLQGXVWULDV\RFXSDFLRQHV\EDMRULHVJRGH
lares cerebrales, demencia, osteoporosis, artritis, diabetes, emigración.
HQIHUPHGDGHV RFXODUHV FiQFHU \ HYDOXDFLyQ GH SDWURQHV $O PLVPR WLHPSR HUD OR VX¿FLHQWHPHQWH SHTXHxD
JHQyPLFRVGHRWUDVWDQWDVHQIHUPHGDGHVSUHYDOHQWHV como para permitir que los residentes fueran a un único
&LQFRPLOUHVLGHQWHVGHODFLXGDGGH)UDPLQJKDP FHQWURSDUDORVH[iPHQHVELHQDOHVGHVDOXG\VyORKDEtD
0DVVDFKXVVHWV((88VHVLJXLHURQGHVGHFRQ un hospital importante. Tomando en consideración estas
Descubrimientos colaterales
como isquemia silente o IAM
inaparente
1948 Cohorte 1971 2a Cohorte 5 000 2002 3a Cohorte 3 900 400 Sobrevivientes
original 5 000 Offspring Study de la cohorte
original 27 exámenes
FXHVWLRQHV VH FRQFOX\y TXH XQD SREODFLyQ GH D GHFLU£ORTXHHVYHFHVHOQ~PHURUHSRUWDGR(Q
DxRVGHHGDGVHUtDODPiVLQGLFDGDHVWLPiQGRVHTXHHQ- el mejor de los escenarios, por otra parte, ninguno hu-
WUHSHUVRQDVGHQWURGHHVWHUDQJRVHGHVDUUROODUtDQ ELHVHPXHUWRFRQORTXHODPRUWDOLGDGVHUtDR
DSUR[LPDGDPHQWH FDVRV QXHYRV HQ XQ SHULRGR &RPRUHJODSUiFWLFDVHFRQFOX\HTXHPHQRVGHOGH
GHDxRVHVWRHTXLYDOtDDFRQVHJXLUSHUVRQDV abandono o pérdida de seguimiento probablemente pro-
dentro de este margen de edad para poder conseguir los GX]FD PRGL¿FDFLRQHV GHVSUHFLDEOHV HQ ORV UHVXOWDGRV
VLQ HQIHUPHGDG &RPR SXHGH DSUHFLDUVH HQ OD HQWDQWRTXHRPiVHVXQSRUFHQWDMHLQDFHSWDEOH
)LJXUDOXHJRGHODFRKRUWHLQLFLDOVHLQWURGXMRHQ (QRWUDVRFDVLRQHV\FRPRDOWHUQDWLYDORJtVWLFDSXH-
XQD VHJXQGD FRKRUWH GH SDFLHQWHV DGLFLR- de preferirse tomar una cohorte a partir de un grupo
QDOHV Offspring study GHVFHQGLHQWHV GH DTXHOORV \ VRFLR SURIHVLRQDO ELHQ GH¿QLGR 7DO HO HVWXGLR FOiVLFR
PX\UHFLHQWHPHQWHXQDWHUFHUDGHVXMHWRV GH 'ROO \ +LOO HQ ,QJODWHUUD \ *DOHV SDUD HYDOXDU ORV
se han efectuado análisis genómicos completos a una efectos sobre la salud del hábito de fumar, eligiendo a
PXHVWUD GH VXMHWRV GH IDPLOLDV FRQ OR TXH ORV PpGLFRV EULWiQLFRV &RPHQ]DGR HQ VH HQYLy
se cuenta con la fabulosa posibilidad de estudiar ciertas un cuestionario por correo a todos los integrantes del
HQIHUPHGDGHVSHM+7$HQXQDVHULHIDPLOLDUFRP- registro de médicos británicos, obteniéndose un total de
SOHWDGHDEXHORVSDGUHVHKLMRV6LELHQ)UDPLQJKDPHV PiVGHKRPEUHV\PXMHUHV(VWDFRKRUWH
el estudio más famoso de este tipo, hay otros pueblos ha sido seguida desde entonces.
FRQYHUWLGRV HQ laboratorios, como congelados, recor- 8QD YH] HVWDEOHFLGD OD IXHQWH GH ORV H[SXHVWRV OR
WDGRVHLQWURGXFLGRVHQERWHOORQHVFRPR(YDQV&RXQ- siguiente es elegir un grupo de comparación adecuado
W\YLQFXODGRDOD8QLYHUVLGDGGH&DUROLQDGHO1RUWHR GH LQGLYLGXRV QR H[SXHVWRV VLHQGR HVWD VHOHFFLyQ XQ
$ODPHGD &RXQW\ SRU OD 8&/$ R +DJHUVWRZQ SRU OD DVSHFWR FUtWLFR &RPR HQ HO GLVHxR UHWURVSHFWLYR HVWH
Hopkins. JUXSRGHEHUtDVHUORPiVSDUHFLGRDOJUXSRH[SXHVWRUHV-
Comentaremos en este punto un tema importante re- pecto de la distribución de todos los factores que puedan
VDOWDGRSRU6DFNHWWTXHVHUH¿HUHDOVHJXLPLHQWRGHORV estar relacionados con los resultados de interés. Así, si
pacientes. Sea un estudio de seguimiento en el que se in- UHDOPHQWHQRKXELHUDDVRFLDFLyQHQWUHHQIHUPHGDG\H[-
FOX\HQSDFLHQWHVFRQFXDWURPXHUWHV\SpUGLGDV SRVLFLyQODVWDVDV¿QDOHVGHORVGRVJUXSRVVHUtDQHVHQ-
GHVHJXLPLHQWR8QtQGLFHGHPRUWDOLGDGJOREDOFRQWD- cialmente las mismas.
UtDODVPXHUWHVHQWUHORVVXMHWRVFRQVHJXLPLHQWR Pueden utilizarse dos tipos de grupos de compara-
FRPSOHWRORTXHGDUtD3HUR¢TXpSDVyFRQORV FLyQH[WHUQRVHLQWHUQRV3RUHMHPSORODVFRKRUWHVGH
SHUGLGRV"(QHOSHRUHVFHQDULRSRVLEOH\VLWRGRVKXELH- la población general tienden a ser heterogéneas respecto
VHQ PXHUWR WDPELpQ OD PRUWDOLGDG VHUtD GH HV GH PXFKDV H[SRVLFLRQHV \ SRU OR WDQWR VXV PLHPEURV
%STUDIO PROSPECTIVO CON PACIENTES
0ÏRDIDAS EN EL SEGUIMIENTO
MUERTOS CON
SEGUIMIENTO COMPLETO POR
LO QUE MORTALIDAD
MUERTOS
4
$UDJHV\2UR]9/ySH]1+HLEHU(/DPHODV0©&DUDFWHUL]DFLyQHSLGHPLROyJLFDPXOWLYDULDGDGHIDFWRUHVSUHGLFWRUHVGH
repetición escolar en alumnos de colegios secundarios seleccionados bajo esfera del área programática del hospital Juan A.
)HUQiQGH]ª;&RQJUHVR$UJHQWLQRGH(SLGHPLRORJtD0DUGHO3ODWD-RUQDGDV6$2$66306$/0RQDVWHULR%XHQRV
$LUHV
¿2VHWUDWyGHXQHVWXGLRGHFDVRV\FRQWUROHVVLHQGRODUHSLWHQFLDHOGHVHQODFHVLHQGRHOKHFKRFRQFUHWRTXHVHYHahoraR
YDULDEOHGHSHQGLHQWHDHVWXGLDUEXVFiQGRVHKDFLDDWUiVHQHOWLHPSRGLYHUVRVIDFWRUHVLQGHSHQGLHQWHVRH[SOLFDWLYRVDVRFLDGRV
SRWHQFLDOPHQWHDDTXpOHVWDEOHFLpQGRVHXQORWHGHUHSLWHQWHVFDVRV\RWUR±GHQWURGHODPLVPDPXHVWUD±GHQRUHSLWHQWHVFRQ-
WUROHVWUDWiQGRVHGHGHWHUPLQDUTXpORVGLIHUHQFLDED"
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 519
0OBLACIØN A ESTUDIAR
3ELECCIØN MEDIANTE
CRITERIOS DEFINIDOS
0ARTICIPANTES .O PARTICIPANTES
POTENCIALES NO CUMPLEN
CRITERIOS DE
SELECCIØN
)NVITACIØN A .O
PARTICIPAR PARTICIPANTES
!SIGNACIØN
0ARTICIPANTES
RANDOMIZADA
'RUPO
'RUPO CONTROL
DE TRATAMIENTO
6
Si bien el tema es largo y complejo como para desarrollarlo íntegramente, podemos decir y se ha comentado en otra parte que un
elemento insoslayable para considerar relación causal es la temporalidad, esto es, la supuesta causa debe anteceder al supuesto
HIHFWR1LQJ~QDQiOLVLVGHFDXVDOLGDGWLHQHXQVHQWLGRFODURFXDQGRHOGLVHxRGHOHVWXGLRQRKDWHQLGRHVWRHQFXHQWDYpDVHSRU
ejemplo Silva Aycaguer 1997)VLELHQHQHVWXGLRVVREUHHQIHUPHGDGHVFUyQLFDVSXHGHVHUGLItFLORLPSRVLEOHLQFOXVRLGHQWL¿FDU
FXiQGRFRPHQ]yHOWUDVWRUQR\HVWRGL¿FXOWDHOSURFHGHU(QHOFDVRGHHVWHHVWXGLRGHEHHVWDEOHFHUVHHOPRPHQWRGHODUHSLWHQ-
FLDVLIXHSUHYLRRSRVWHULRUDOKHFKRGHWUDEDMDU\DTXHORTXHKD\DRFXUULGRSULPHURPHUHFHOODPDUVHFDXVDGHORSRVWHULRU
DSR\iQGRVHHQXQ25GHPDJQLWXGVX¿FLHQWH
520 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
0OBLACIØN A ESTUDIAR
3ELECCIØN MEDIANTE
CRITERIOS DEFINIDOS
0ARTICIPANTES .O PARTICIPANTES
POTENCIALES NO CUMPLEN
CRITERIOS DE
SELECCIØN
)NVITACIØN A .O
PARTICIPAR PARTICIPANTES
0ARTICIPANTES
!LEATORIZACIØN
'RUPO DE 'RUPO CONTROL
TRATAMIENTO
!LEATORIZACIØN
'RUPO DE 'RUPO DE
#ONTROL 4RATAMIENTO
Puede darse la situación en que la que se considera una el caso individual) 'HVGH HO SXQWR GH YLVWD WHPSRUDO
YDULDEOHLQGHSHQGLHQWHGHULHVJRVHDXQDFRQVHFXHQFLD ORV HVWXGLRV HFROyJLFRV VRQ WUDQVYHUVDOHV OR TXH SUR-
de la propia enfermedad. GXFHODFRQVLJXLHQWHGL¿FXOWDGHQDVHYHUDUFDWHJyULFD-
mente el orden temporal y secuencial en que ocurren las
Reporte de caso o de serie de casos YDULDEOHVHVWXGLDGDV
(OVHVJRGHDJUHJDFLyQVHGH¿QHFRPR©HOTXHRFX-
(OUHSRUWHHVHOWLSRPiVVLPSOHGHLQYHVWLJDFLyQIUX- UUHSRUTXHXQDDVRFLDFLyQREVHUYDGDHQWUHYDULDEOHVHQ
WR GH PHQWHV LQTXLVLWLYDV TXH VH OLPLWD D GHVFULELU D XQQLYHODJUHJDGRQRQHFHVDULDPHQWHUHSUHVHQWDODDVR-
YHFHVSXQWLOORVDPHQWHXQFDVRREVHUYDGRHQHOTXHQR FLDFLyQTXHH[LVWHHQHOiPELWRLQGLYLGXDOª-RKQ/DVW
KD KDELGR LQWHUYHQFLyQ 6RQ HMHPSORV OD GHVFULSFLyQ Gran parte de la ocurrencia de la falacia ecológica se
GHXQHIHFWRDGYHUVRUDURRGHXQIHQyPHQRLQXVXDO GHEH D OD LPSRVLELOLGDG GH FRQWURODU HYHQWXDOHV YDULD-
como el desencadenamiento de un infarto miocárdico bles confundentes en el análisis, puesto que el estudio
R FHUHEUDO FRQVHFXWLYR D XQD SLFDGXUD GH DYLVSD R ORV QRFRQVLGHUDODPHGLFLyQGHFRYDULDEOHV$OJXQDVGHHV-
famosos artículos, que aún hoy aparecen en la literatura WDVSRGUtDQFRUUHVSRQGHUDYDULDEOHVFRQIXQGHQWHV/DV
«...a propósito de un caso...»5HFRUGHPRVHOWUDEDMR YHQWDMDVGHORVHVWXGLRVHFROyJLFRVVRQVXVHQFLOOH]VX
clásico de Gottlieb et alHQVREUHFXDWURYDURQHV bajo costo, la fácil obtención de información agregada o
MyYHQHV FRQ XQD IRUPD UDUD GH QHXPRSDWtD TXH DEULH- resumen, rapidez en establecer asociaciones.
URQ OD VHQGD SDUD OD LQYHVWLJDFLyQ HSLGHPLROyJLFD GHO
6,'$/DGHVFULSFLyQGHXQFDVRRVHULHGHORVPLVPRV
puede iluminar algún aspecto básico desconocido o que Diseños de intervención (experimentales)
ha pasado desapercibido, mecanismo farmacodinámico
R¿VLRSDWROyJLFRHQFXDOTXLHUFDVRQRSHUPLWHQKDFHU Características generales
inferencias causales ni establecer temporalidad.
Los estudios correlacionales que tienen lugar a ni- (O WpUPLQR H[SHULPHQWR VXHOH GHQRWDU FRORTXLDOPHQWH
YHOSREODFLRQDOPiVTXHLQGLYLGXDOVHOODPDQHVWXGLRV HOWRPDUXQDDFFLyQ\GHVSXpVREVHUYDUODVFRQVHFXHQ-
ecológicos y, si bien suelen ser útiles para establecer FLDV'HVGHHOSXQWRGHYLVWDFLHQWt¿FRODFRPSUREDFLyQ
hipótesis iniciales, están sujetos a múltiples sesgos y fa- PiVFRQFUHWDGHODSDUWLFLSDFLyQGHXQDRPiVYDULDEOHV
ODFLDVSULQFLSDOPHQWHDODGHULYDFLyQGHXQKDOOD]JRGHO independientes en el desarrollo de una enfermedad con-
JUXSRDOLQGLYLGXRODOODPDGDIDODFLDHFROyJLFDRVHVJR VLVWLUtDHQSRGHUH[SRQHUDXQJUXSRGHLQGLYLGXRVDGL-
GHDJUHJDFLyQHVWRHVGDSRUVXSXHVWRTXHORVUDVJRV FKDVYDULDEOHV\FRPSDUDUORVFRQXQJUXSRLGpQWLFRQR
generales o medios de un grupo los poseen todos y cada H[SXHVWRFRQWURODQGRFXDOTXLHURWURIDFWRUTXHSXGLHUD
uno de sus miembros y ocurre porque el estudio trabaja GLVWRUVLRQDUODDVRFLDFLyQLQYHVWLJDGD(VWDVLWXDFLyQHV
FRQ LQIRUPDFLyQ DJUHJDGD QR LQGLYLGXDO 3RGUtD SRU ORTXHHQIRUPDJHQHUDOVHGHQRPLQDXQH[SHULPHQWR
ejemplo, responder a la pregunta de si los habitantes de una interferencia buscada y planeada en el orden natural
una determinada ciudad muy polucionada tienen mas de los hechos.
riesgo que controles de presentar enfermedad respirato- /RV GLVHxRV GH LQWHUYHQFLyQ VRQ ORV TXH PiV VH
ULDSHURHQFRQWUDGDXQDUHVSXHVWDD¿UPDWLYDDWDOSODQ- DSUR[LPDQDORVDQiOLVLVUHDOL]DGRVSRUORVFLHQWt¿FRVHQ
WHR QR SHUPLWH VHxDODU HVSHFt¿FDPHQWH TXp SHUVRQDV HOODERUDWRULR(QHVWHFDVRHOLQYHVWLJDGRUQRHV\DHO
están sometidas a este riesgo ni menos garantizar que REVHUYDGRUSDVLYRGHORVGLVHxRVSUHYLRV/RVHQVD\RV
ODV SHUVRQDV H[SXHVWDV SUHVHQWDUiQ HO GDxR YpDQVH DO clínicos son el estándar de oro o referencia en medicina,
UHVSHFWRORVGLFKRVGH%XQJHHQHOVHQWLGRGHOYDORUGH HVGHFLUHOGLVHxREiVLFRFRQWUDHOTXHVHMX]JDQORVGH-
los agregados estadísticos y su incapacidad de predecir PiVGHELGRDTXHSURSRUFLRQDODMXVWL¿FDFLyQPi[LPD
)NTERVENCIØN
'RUPO DE 'RUPO DE ESTUDIO
ESTUDIO ANTES DESPUÏS
#OMPARACIØN
para concluir causalidad y está sujeto al menor número miento estándar, con trato semejante en el mismo perio-
de problemas o sesgos. do temporal, es decir, un control concurrente; al mismo
(O SULPHU UHTXLVLWR HQ XQ H[SHULPHQWR HV OD LQWHU- WLHPSR SDUD HYLWDU TXH HO H[SHULPHQWDGRU YHD OR TXH
YHQFLyQGLUHFWDGHORVLQYHVWLJDGRUHVVREUHORVVXMHWRV TXLHUHYHUHODQiOLVLVGHEHVHUGREOHFLHJRQLSDFLHQWHV
REVHUYDGRVDWUDYpVGHODLPSRVLFLyQGHODYDULDEOHLQ- QLLQYHVWLJDGRUHVFRQRFHQTXpVHDGPLQLVWUDQyWHVHTXH
GHSHQGLHQWH HV GHFLU HO H[SHULPHQWDGRU KDFH DOJR DO HVWRHVDYHFHVLPSRVLEOHFRPRHQHOFDVRGHDVLJQD-
PHQRVDDOJXQRVVXMHWRVGHOHVWXGLR0DQLSXODLQWHQ- FLyQDXQDHVWUDWHJLDGHWUDWDPLHQWRGHFLUXJtDYVWUD-
FLRQDOPHQWH OD YDULDEOH LQGHSHQGLHQWH TXH FRQVLGHUD tamiento médico que no puede ser desconocida para el
FRPRSRVLEOHFDXVDGHDOJRRFRQGLFLyQDQWHFHGHQWH LQYHVWLJDGRU1RREVWDQWHODIXHQWHGHFRQWUROHVSXHGH
SDUDREVHUYDUHOHIHFWRSURYRFDGRYDULDEOHGHSHQGLHQWH VHU\GHKHFKRDYHFHVHVGLYHUVD3RUHMHPSORSXHGHQ
RFRQVHFXHQWH utilizarse controles históricos o medidas de la población
8QD VHJXQGD FDUDFWHUtVWLFD HV VX QDWXUDOH]D SURV- general, con los sesgos que esto implica.
SHFWLYD EiVLFDPHQWH VRQ FRKRUWHV VREUH ODV TXH VH KD Aun con estas consideraciones en mente, debe te-
realizado alguna maniobra y en las que después de un nerse presente que cuanto más controlada una situación
FLHUWRODSVRVHREVHUYDODDSDULFLyQGHORORVHIHFWRVTXH H[SHULPHQWDOPD\RUHVODDUWL¿FLDOLGDGGHODLQYHVWLJD-
VHFUHHQDVRFLDGRVDODYDULDEOHLQGHSHQGLHQWH FLyQ UHGXFLpQGRVH VX YDOLGH] H[WHUQD SRWHQFLDO \ VXV
3RU~OWLPRFDUDFWHUL]DDORVHVWXGLRVH[SHULPHQWD- resultados, supuesta e idealmente pasibles de ser apli-
les la asignación aleatoria –al azar, randomizada– de los cados a pacientes del mundo real, sujetos concretos
LQGLYLGXRVDODYDULDEOHLQGHSHQGLHQWHTXHHVWiEDMRHV- de carne y hueso, no representantes del microcosmos
tudio. La randomización es en sí una medida de control DVpSWLFR\FRQWURODGRGHORVODERUDWRULRVHVGHFLUVHYH
YpDVHPiVDEDMR,QWURGXFLGDHQSRUHOEULOODQWH DIHFWDGDODSRVLELOLGDGFUtWLFDGHH[WUDSRODFLyQ
5RQDOG )LVKHU ±TXH KD GHMDGR XQ DPSOLR UDVWUR HQ OD (QGH¿QLWLYDODVWUHVFDUDFWHUtVWLFDVGLVWLQWLYDVGHO
ELRHVWDGtVWLFD±\FX\RSURSyVLWRHVGDUDOLQYHVWLJDGRU H[SHULPHQWR VRQ PDQLSXODFLyQ FRQWURO \ DOHDWRUL]D-
ODVHJXULGDGGHTXHYDULDEOHVGHVFRQRFLGDVQRDIHFWDUiQ ción.
HOUHVXOWDGRGHVXHVWXGLR(V~WLOYHUODFRPRXQDVXHUWH (O REMHWLYR GH XQ HQVD\R FOtQLFR UDQGRPL]DGR HQ
GHVHJXUR&RFKUDQ\&R[HQHOVHQWLGRGHTXH DGHODQWH(&5HVHYDOXDUXQRRPiVWUDWDPLHQWRVQXH-
«...es una precaución contra interferencias que pueden YRV SDUD XQD HQIHUPHGDG X RWUR HYHQWR GH LQWHUpV \D
o no ocurrir y que pueden o no ser importantes si ocu- TXHORVHQVD\RVTXHLPSOLFDQODVPiVGHODVYHFHVDSHU-
rren. Por lo general es aconsejable tomarse el trabajo de sonas enfermas se realizan en hospitales u otros centros
aleatorizar aun cuando no se espere que haya un sesgo DVLVWHQFLDOHV3HURH[LVWHQWDPELpQHQVD\RVFOtQLFRVGH
importante al dejar de hacerlo». Recordemos en este campo que tratan con sujetos no enfermos.
FRQWH[WRTXHODYDULDEOHLQGHSHQGLHQWHYDULDEOHH[SOL- $SHVDUGHVHUODUHVSXHVWDPiVYiOLGDDFHUFDGHOD
FDWLYDVXSXHVWDFDXVDHQXQDUHODFLyQHQWUHYDULDEOHV UHODFLyQ FDXVDO TXH SXHGH H[LVWLU HQWUH ORV IDFWRUHV GH
VHKLSRWHWL]D\VHPDQLSXOD\ODGHSHQGLHQWHVXSXHVWR ULHVJR \ XQD HQIHUPHGDG H[LVWHQ UD]RQHV GH FDUiFWHU
HIHFWRRUHVSXHVWDDH[SOLFDUVHPLGH pWLFRTXHOLPLWDQHLQFOXVRH[FOX\HQODDSOLFDFLyQGH
$VLPLVPR GHEH H[LVWLU XQ FRQWURO D OD VLWXDFLyQ HVWH GLVHxR GH LQYHVWLJDFLyQ 6LQ HPEDUJR HO PpWRGR
H[SHULPHQWDO /D SDODEUD FRQWURO SRVHH GLYHUVDV FRQ- H[SHULPHQWDO VH DSOLFD SRVLWLYDPHQWH HQ HVWXGLRV HSL-
QRWDFLRQHV 8QD SULPHUD TXH DGRSWD HO WH[WR FOiVLFR GHPLROyJLFRV GH FDUiFWHU SUHYHQWLYR \ WHUDSpXWLFR /D
GH'DZVRQ6DXQGHUV\7UDSSVHUH¿HUHDFRQWUROFRPR LPSRVLELOLGDGGHREVHUYDUGLUHFWDPHQWHHOSDSHOFDXVDO
comparación con pacientes tratados de otra manera; si GHDOJ~QIDFWRUOOHYDDOFDPLQRDOWHUQDWLYRGHDQDOL]DU
HVWHQRH[LVWHPXFKDVYHFHVVHFRQFOXLUiTXHHOSURFH- H[SHULPHQWDOPHQWHVLODVXSUHVLyQRGLVPLQXFLyQGHOD
GLPLHQWRXVDGRHVHOPHMRUGHULYDQGRHQHOSUREOHPD H[SRVLFLyQFRQWULEX\HDHOLPLQDURGLVPLQXLUODLQFLGHQ-
concreto de recomendarse modos de tratamiento o es- FLDGHODHQIHUPHGDGHQORVJUXSRV/DH[SHULPHQWDFLyQ
WUDWHJLDVGLDJQyVWLFDVFX\DH¿FDFLDQRVHKDFRQWURODGR GHWLSRWHUDSpXWLFRFRQVLVWHHQODHYDOXDFLyQGHXQWUD-
SRUORWDQWRQRVHKDSUREDGRYHUGDGHUDPHQWHGHVGHHO WDPLHQWRPpGLFRRTXLU~UJLFRPHGLDQWHXQGLVHxRTXH
SXQWRGHYLVWDFLHQWt¿FR cumpla con las características generales enunciadas an-
2WURVDXWRUHVDGRSWDQXQDYLVLyQPiVFRORTXLDOGHO WHULRUPHQWHH[LVWHQFLDGHJUXSRVGHFRPSDUDFLyQDVLJ-
término control, sugiriendo solamente que se conoce QDFLyQDOHDWRULD\SURVSHFWLYLGDGGHODLQYHVWLJDFLyQ
TXpHVWiRFXUULHQGRFRQODUHODFLyQHQWUHODVYDULDEOHV 3DUDODVLWXDFLyQHVSHFLDOGHH[SHULPHQWRVWHUDSpX-
independientes y las dependientes. Los controles idea- WLFRVVHXWLOL]DFRQIUHFXHQFLDODH[SUHVLyQGHHQVD\RV
les con los controles concurrentes independientes; esto FOtQLFRV FRQWURODGRV ([LVWH FRQVHQVR GH FRQVLGHUDU
es, se tienen dos grupos, uno sometido al procedimiento al ensayo clínico controlado como la única estrategia
RGURJDDLQYHVWLJDU\RWURDVLJQDGRDSODFHERRWUDWD- FLHQWt¿FDPHQWHYiOLGDSDUDHYDOXDUODH¿FDFLDGHDOJXQD
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 523
LQIRUPDFLyQGHORVVXMHWRVSUHYLDDVXSpUGLGDGXUDQWH WLYRSRUORTXHVHUHVWLWX\HQODVSRVLELOLGDGHVGHXWLOL]D-
el seguimiento. ción de esta técnica.
mos, como por ejemplo, decidir indicar una colectomía a delo norteamericano y europeo basado en el empirismo
XQYDUyQGHDxRVFRQFROLWLVXOFHURVDFRQWURODGDSDUD \HOSRVLWLYLVPR/DLQYHVWLJDFLyQFOiVLFDSXHVUHVSRQGH
SUHYHQLUXQHYHQWXDOFiQFHUGHFRORQRLQGLFDUFULEDGR DOSDUDGLJPDHPStULFRSRVLWLYLVWD\KDVLGRODPiVXVDGD
SDUD DQHXULVPDV DyUWLFRV DEGRPLQDOHV 6H PHQFLRQDQ HQHOiPELWRGHODVDOXG5H¿HUH%ODFNTXHORV
DVSHFWRVPiVTXHLQWHUHVDQWHVVREUHGLYHUVRVVHVJRVDOR PpWRGRV GH LQYHVWLJDFLyQ TXH VH DSOLFDQ DFWXDOPHQWH
ODUJRGHVXREUD6DFNHWWHQFXHQWUDVHVJRVGLIHUHQWHV HQ VDOXG S~EOLFD VRQ FDVL H[FOXVLYDPHQWH GH FDUiFWHU
DORVTXHWRGRVVRPRVSURFOLYHVHQQXHVWUDSUiFWLFD/D FXDQWLWDWLYR \ VyOR ORV HVWXGLRV FX\DV FRQFOXVLRQHV VH
VHJXQGDFX\RVSXQWRVPHQFLRQDPRVDEDMRVHUH¿HUHD apoyan en datos numéricos parecen gozan de respe-
ODHYDOXDFLyQGHHVWXGLRVLQGLYLGXDOHV tabilidad. El resultado es una saturación de cifras, no
1. ¿Los pacientes fueron asignados a un tratamiento VLHPSUH¿GHGLJQDVTXHUDUDVYHFHVVHFXHVWLRQDQ\TXH
DOHDWRUL]DGR"¢)XHRFXOWDODOLVWDGHDOHDWRUL]DFLyQ" OOHJDQDFRQYHUWLUVHHQFRPSRQHQWHVLQWHJUDOHVGHQXHV-
¢)XHHOVHJXLPLHQWRGHORVHQIHUPRVVX¿FLHQWHPHQ- tros conocimientos. Por ejemplo, «se sabe» que una de
WHODUJR\FRPSOHWR" FDGDSDUHMDVHVHVWpULOTXHXQRGHFDGDYDURQHVHV
Considérese lo comentado ut supra sobre pérdidas KRPRVH[XDO\TXHODSUHYDOHQFLDGHFDUGLRSDWtDDXPHQ-
WROHUDEOHV withdrawals o dropouts 6DFNHWW XELFD Wy\DKRUDHVWiGLVPLQX\HQGR/DEDVHFLHQWt¿FDGHWR-
HVWH QLYHO Pi[LPR HQ HO SHUR RWURV DXWRUHV GDVHVWDVD¿UPDFLRQHVHVGXGRVD1DGLHGLVFXWHHOYDORU
PHQFLRQDQTXHVLHVPD\RUGHODVFRQFOXVLR- GHODFXDQWL¿FDFLyQHQHODQiOLVLVGHORVIHQyPHQRVTXH
QHVGHODUWtFXORGHEHQWRPDUVHFRQFXLGDGR/DQJ QRVURGHDQ1RREVWDQWHODLPSRUWDQFLDTXHUHYLVWHQORV
6HFLF(QFXDOTXLHUFDVRUDUDPHQWHHOVHJXL- PpWRGRVFXDQWLWDWLYRVHVSUHFLVDPHQWHORTXHREOLJDD
PLHQWROOHJDUiDOGHORVSDFLHQWHV tratar de mejorar su aplicación.
¢6HDQDOL]DURQWRGRVORVSDFLHQWHVHQORVJUXSRVHQ 0XFKRVFLHQWt¿FRVGHVFRQRFHQODQDWXUDOH]DH[DFWD
ORVTXHIXHURQDOHDWRUL]DGRV" GHODLQYHVWLJDFLyQFXDOLWDWLYD\SLHQVDQTXHVHWUDWDGH
4. ¿Desconocían los pacientes y los médicos el trata- estudios sobre calidad o de muestras demasiado peque-
PLHQWR" xDVSDUDVRPHWHUODVDDQiOLVLVHVWDGtVWLFRV/DYHUGDGHV
¢(UDQORVJUXSRVVLPLODUHVDOFRPLHQ]RGHO(&5" TXHODLQYHVWLJDFLyQFXDOLWDWLYDDUURMDOX]VREUHODQDWX-
¢&XiOHVODPDJQLWXGGHOHIHFWRGHOWUDWDPLHQWR"(Q UDOH]DGHODVYDULDEOHVVXIXHU]D\VXVLQWHUDFFLRQHV$O
este acápite entran las consideraciones hechas pre- LJXDOTXHORVHVWXGLRVFXDOLWDWLYRVVLUYHSDUDH[DPLQDU
YLDPHQWHHQHVWHFDStWXORVREUHODVGLYHUVDVPHGLGDV la causalidad de los fenómenos y depende de la obser-
y su utilidad, por ejemplo, RR, RRR, RA y RRA, YDFLyQRLQWHUSUHWDFLyQGHORVPLVPRVSHURDGLIHUHQFLD
NNT y NND. GHDTXHOORVVXREMHWLYRHVGHWHUPLQDUTXp ocurre y no
¢&XiQH[DFWDHVHVWDHVWLPDFLyQGHOHIHFWRGHOWUD- FRQTXpIUHFXHQFLD/DVLPSOL¿FDFLyQ\HOUHGXFFLRQLV-
WDPLHQWR" mo son ajenos a su modus operandi, que consiste en
¢6RQORVUHVXOWDGRVGHHVWHHVWXGLRLQGLYLGXDODSOL- XQD YLVLyQ JOREDO GH ODV FRVDV VLQ GHVSRMDUODV GH VX
FDEOHVDQXHVWURSDFLHQWH" FRPSOHMLGDG /RV PpWRGRV FXDOLWDWLYRV ±HQWUHYLVWDV
9. ¿Es nuestro paciente tan diferente de aquellos en el REVHUYDFLyQ GH DFWLYLGDGHV LQWHUSUHWDFLyQ GH PDWHULD-
HVWXGLR" les escritos, etc.– rinden sus mejores frutos cuando las
Así, estratégicamente, Sackett sugiere plantear la YDULDEOHVFDUHFHQGHGH¿QLFLyQRQRVHSXHGHQFRQWUR-
pregunta de PRGRUHYHUVR, es decir, considerar si las ODU(VWRVPpWRGRVTXHSXHGHQDSOLFDUVHDXQLQGLYLGXR
FDUDFWHUtVWLFDVVRFLRGHPRJUi¿FDVRELRSDWROyJLFDVGH XQ JUXSR SHTXHxR R XQD RUJDQL]DFLyQ UHYHODQ OR TXH
nuestro paciente son tan diferentes de las de los del está sucediendo sin tratar de determinar asociaciones o
estudio, que hagan inútil el intento de aplicación de frecuencias.
ORVUHVXOWDGRVRODHYLGHQFLDDHVWHFDVRFRQFUHWR (Q RFDVLRQHV DXQ WUDWiQGRVH GH YDULDEOHV IXHUWH-
¢(VHOWUDWDPLHQWRIDFWLEOHHQQXHVWURPHGLR"(VWR PHQWH FXDQWL¿FDEOHV FRPR OD PRUWDOLGDG LQIDQWLO ODV
incluye determinar si el tratamiento puede ser sumi- DSUR[LPDFLRQHVFXDOLWDWLYDVDOSUREOHPDSXHGHQDUURMDU
nistrado o pagado por el sistema sanitario –lo que VXVWDQWLYDOX]VREUHHOIHQyPHQRHQHVWXGLR3RUHMHP-
constituye un debate fundamental y pendiente en SOR6DFFKL6DFFKL0©8QQRPEUHXQURVWURXQDID-
nuestro medio. PLOLDª)/$&628%$UHDOL]DXQHVWXGLRGHFD-
VRVGHPXHUWHVLQIDQWLOHVHQ6DOWDDWUDYpVGHHQWUHYLVWDV
DODPDGUHGHOQLxRIDOOHFLGR/RVDERUGDMHVFXDOLWDWLYRV
Investigaciones cualitativas GH OD PRUWDOLGDG LQIDQWLO DEUHQ XQD SHUVSHFWLYD UHQR-
YDGDGHOIHQyPHQRSXHVWRTXHDFFHGHQDXQDriqueza
+LVWyULFDPHQWHGHVGHORVDxRV\HOSDUDGLJPDGH informativaTXHORVHVWXGLRVGHFDUiFWHUFXDQWLWDWLYRQR
LQYHVWLJDFLyQGRPLQDQWHHQWRGRVORVSDtVHVIXHHOPR- alcanzan, a pesar de todo su arsenal y poderío de fuego
18. Investigación en Epidemiología y Salud Pública 527
plo, si se trata de entender las concepciones de - una fase de análisis o tratamiento del material; a par-
salud-enfermedad de determinado grupo social; tir de lo recogido en el campo se necesita analizar
si se trata de entender las relaciones pedagógicas el material.
entre médico-paciente; si se busca comprender el
impacto de determinada política pública para la Este proceso tiene tres grandes obstáculos:
población, cada uno de estos temas corresponde DODilusión de la transparencia; comprensión espontá-
D XQ FDPSR HPStULFR GHWHUPLQDGR 'LYHUVRV su- nea, como si lo real se mostrase nítidamente al obser-
jetos GH LQYHVWLJDFLyQ FRQVWUXLGRV WHyULFDPHQWH YDGRU(VWDQWRPiVSHOLJURVDFXDQWRPD\RUHVODLP-
en cuanto objetos de estudio, forman parte en el presión de familiaridad con el objeto de estudio; es una
campo GH XQD UHODFLyQ GH LQWHUVXEMHWLYLGDGHV GH lucha contra la ingenuidad y el empirismo, creyendo
LQWHUDFFLyQVRFLDOFRQHOLQYHVWLJDGRUGDQGRFRPR FRPSUHQGHUODVVLJQL¿FDFLRQHVGHORVDFWRUHVVRFLDOHV
UHVXOWDGRXQQXHYRSURGXFWRTXHFRQIURQWDUiWDQWR DSHQDVFRPRSUR\HFFLyQGHODSURSLDVXEMHWLYLGDG
con la realidad concreta como con las hipótesis y EODLOXVLyQGHODPDJLDGHORVPpWRGRV\ODVWpFQLFDV;
presupuestos teóricos, en un proceso más amplio TXHQRGHMDQYHUORHVHQFLDOHQHVWHFDVROR¿GHGLJ-
de construcción de conocimientos. Tiene dos cate- QR GH ODV VLJQL¿FDFLRQHV SUHVHQWHV HQ HO PDWHULDO
gorías fundamentales: referidos a relaciones sociales dinámicas.
wODHQWUHYLVWDQRPEUHJHQpULFRHQHOTXHVHSXH- FODilusión de la facilidad de asociar las teorías con
den incluir diferentes abordajes que pueden ser el material recogidoHQJHQHUDOVHSUHVHQWDGL¿FXO-
GLYLGLGRVHQHQWUHYLVWDVDELHUWDVHVWUXFWXUDGDV toso juntar teorías y conceptos abstractos con el ma-
VHPLHVWUXFWXUDGDVHQWUHYLVWDVDWUDYpVGHJUX- terial recogido, en el campo.
SRVIRFDOHVHKLVWRULDVGHYLGD)RUPDQSDUWHGH 6HEXVFDQWUHVREMHWLYRVVXSHUDUODLQFHUWLGXPEUH
la relación más formal del trabajo de campo en enriquecer la lectura y la integración de los descubri-
HOTXHLQWHQFLRQDGDPHQWHHOLQYHVWLJDGRUUHFRJH PLHQWRV&RPSUHQGHDDQiOLVLVGHOFRQWHQLGRDQiOLVLV
LQIRUPDFLRQHVDWUDYpVGHOKDEODUFRQORVDFWRUHV GHH[SUHVLyQGHUHODFLRQHVGHHYROXFLyQRUHSUHVHQWD-
sociales. Tienen especial interés en este caso las FLRQDOGHHQXQFLDFLyQ\WHPiWLFREDQiOLVLVGHGLVFXU-
representaciones sociales del proceso de salud- VRWUDWDGHGDUFXHQWDGHOVHQWLGRDWUDYpVGHODVFRQGL-
enfermedad en esos actores. FLRQHVGHSURGXFFLyQGHOOHQJXDMH\F+HUPHQpXWLFD
wODREVHUYDFLyQSDUWLFLSDQWHPRPHQWRTXHHQID- 'LDOpFWLFDSUHVHQWDGDFRPRXQcamino de pensamiento
WL]D ODV UHODFLRQHV LQIRUPDOHV GHO LQYHVWLJDGRU H[SUHVDGRFRPRYtDGHHQFXHQWURHQWUHODVFLHQFLDVVR-
en el campo. Esta informalidad aparente se re- FLDOHV\OD¿ORVRItD6HJ~Q+DEHUPDVQRGHWHUPLQDWpF-
YLVWHGHXQDVHULHGHSUHVXSXHVWRVGHFXLGDGRV nicas de tratamiento de datos y sí una autocomprensión,
WHyULFRSUiFWLFRV TXH SXHGHQ KDFHU DYDQ]DU R en tanto que «comprender una manifestación simbólica
también perjudicar el conocimiento de la reali- VLJQL¿FD VDEHU EDMR TXp FRQGLFLRQHV VX SUHWHQVLyQ GH
dad propuesta. YDOLGH]SRGUtDVHUDFHSWDGDª
Políticas y Sistemas de Salud
19
3DUD%XQJHODSROtWLFD©HVXQVLVWHPDGHSULQ-
8QD SROtWLFD GH VDOXG GHEH FRQWHQHU SRU OR PHQRV
cipios o lineamientos subyacentes o bien al planeamien- tres tipos de declaraciones:
to de algún curso personal de acción o bien a la opera- – Declaración de la misión GH¿QLFLyQ DPSOLD GH
ción o transformación de un sistema social tal como un ORVREMHWLYRVDFXPSOLUTXHSUHFHGHDOGHVDUUROOR
hospital, una fábrica o un organismo gubernamental». de los programas.
8QDSROtWLFDRHVWUDWHJLDSDUDXQDRUJDQL]DFLyQVHUtDDVt – Declaración de la acción: un compromiso de re-
un plan para su operación y gobierno en su medio am- cursos económicos, físicos y humanos.
biente(QJHQHUDO\FRPRSULPHUDDSUR[LPDFLyQXQD – Declaración de la autoridad: para asegurar el
política o estrategia puede interpretarse como un par GHVDUUROORGHHQIRTXHVGHEDVHDPSOLDD¿QGH
objetivos, medios, donde cada uno de los componentes UHVROYHUORVSUREOHPDVGHVDOXG
está meramente esbozado; los detalles se dejan a la pla- * La política de salud es una declaración o directriz
QL¿FDFLyQ8QDSROtWLFDSXHGHVHUGHFRUWRRODUJRSOD]R R¿FLDO GHQWUR GH ODV LQVWLWXFLRQHV LQFOXLGR HO *R-
VHJ~Q OD XUJHQFLD \ JUDYHGDG GHO SUREOHPD DO TXH VH ELHUQRTXHFRQFHGHSULRULGDGDODVDOXGRUHFRQRFH
UH¿HUH6LQHPEDUJRcorto plazoQRGHEHYHUVHFRPROR ODLPSRUWDQFLDGHORVREMHWLYRVGHODVDOXG
opuesto de largo plazo: antes bien, toda política de corto
&RPSUHQGHORVVHUYLFLRVGHVDOXG\ORVVHFWRUHVIXH-
plazo debe insertarse en alguna de largo plazo. ra del ámbito sanitario que afectan a la salud.
Como una política es un sistema de propuestas, no de * Comprende una red de decisiones y medidas como
SURSRVLFLRQHV QR SXHGH VHU QL YHUGDGHUD QL IDOVD respuesta a las necesidades y demandas en materia
3HUR Vt RSRUWXQD R LQRSRUWXQD DVt FRPR H¿FD] de salud, a los recursos disponibles y otras presiones
LQH¿FD] R FRQWUDSURGXFHQWH \ PRUDO LQPRUDO no relacionadas directamente con la salud.
o moralmente neutral. Cualquier política dada * La carencia de decisiones se debe considerar tam-
puede descomponerse en detalle en una serie de bién como un componente de las políticas de salud
planes o programas, y estos pueden implementarse TXHSXHGHLQÀXLUHQHOHVWDGRGHVDOXGGHORVLQGLYL-
GH PDQHUDV DOWHUQDWLYDV GH DFXHUGR FRQ ODV duos o las comunidades.
FLUFXQVWDQFLDV%XQJHop. cit
/D236KDH[SUHVDGRTXH Las alteraciones de carácter político y las trans-
8QD SROtWLFD HV XQ FRQVHQVR VREUH ODV LGHDV TXH formaciones en la naturaleza del Estado suelen ser
constituyen el fundamento de la acción. las que desarrollan las condiciones iniciales para
6XSRQHODWRPDGHGHFLVLRQHVDORVQLYHOHVLQWHUQD- que las cuestiones sociales en general, y las de salud
FLRQDO\QDFLRQDOmacroDORVQLYHOHVSURYLQFLDO HQ SDUWLFXODU SXHGDQ VHU DERUGDGDV D WUDYpV GH XQ
\ PXQLFLSDO meso \ D ORV QLYHOHV GH OD XQLGDG X FXHUSR RUJiQLFR \ VLVWHPiWLFR GH SROtWLFDV %UDJD
RUJDQLVPRGHVDOXGLQGLYLGXDOHVmicro
530 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
(Q HVWH FRQWH[WR ODV SROtWLFDV GH VDOXG WLHQHQ KR\ El comienzo del proceso político en salud es proba-
GRVREMHWLYRVIXQGDPHQWDOHV EOHTXHVHKDJDHIHFWLYRFXDQGRORVyUJDQRVVHFWRULDOHVGHO
D*DUDQWL]DUHOGHUHFKRDODVDOXGHVWHHVWiH[SOtFLWD- *RELHUQR\ORVGHPiVDFWRUHVGHODVRFLHGDGFLYLOUHFR-
PHQWHFRQVLGHUDGR HQ OD 'HFODUDFLyQ 8QLYHUVDO GH QR]FDQ\HYDO~HQODVQHFHVLGDGHV\GHPDQGDVGHORVFRQ-
los Derechos Humanos. MXQWRVVRFLDOHVLQYROXFUDGRV
7RGD SHUVRQD WLHQH GHUHFKR D XQ QLYHO GH YLGD Ese momento se supone fundamental por realizarse
adecuado, que le asegure, así como a su familia, HQpOODGH¿QLFLyQGHOREMHWRGHODVSROtWLFDVTXHGHEHUtDQ
la salud y el bienestar y, en especial, la alimenta- elaborar los organismos sectoriales. Es también estratégico
FLyQHOYHVWLGRODYLYLHQGDODDVLVWHQFLDPpGLFD porque es cuando se desarrollan las capacidades de nego-
\ORVVHUYLFLRVVRFLDOHVQHFHVDULRVWLHQHDVLPLV- FLDFLyQFRQFHUWDFLyQ\OLGHUD]JRFXHVWLRQHVYLWDOHVSDUD
mo derecho a los seguros en caso de desempleo, el cumplimiento de la responsabilidad que les cabe a los
HQIHUPHGDGLQYDOLGH]YLXGH]YHMH]\RWURVFD- órganos sectoriales del gobierno.
sos, como pérdida de sus medios de subsistencia La elaboración de las políticas de ataque a los proble-
SRUFLUFXQVWDQFLDVLQGHSHQGLHQWHVDVXYROXQWDG PDV GH VDOXG GH DTXHOORV FRQMXQWRV VRFLDOHV LGHQWL¿FDGRV
/D PDWHUQLGDG \ OD LQIDQFLD WLHQHQ GHUHFKR D a partir de la comprensión ampliada de salud/enfermedad,
FXLGDGRV\DVLVWHQFLDHVSHFLDOHV7RGRVORVQLxRV es otro momento operacional de contenido estratégico. Las
nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio SROtWLFDVSURYHHQDORVUHVSHFWLYRVyUJDQRVGHOJRELHUQRGHO
tienen derecho a igual protección social. Y tam- argumento central para el desarrollo de su articulación inter-
bién en el Congreso de constitución de la Or- institucional con la sociedad, como autoridades técnicas, al
JDQL]DFLyQ 0XQGLDO GH OD 6DOXG GRQGH facilitarles la construcción de opciones para la negociación
queda recogido de la siguiente manera: y concertación. Como resultado de esos momentos opera-
,/DDVSLUDFLyQGHORVSXHEORVHVHOJRFHPi[L- cionales, se conforman tres conjuntos político-estratégicos:
mo de salud para todos los ciudadanos.
/DDUWLFXODFLyQDQLYHOGHOGLVHxR\FRQWUROVRFLDO
II. La salud es el estado de absoluto bienestar
/D DUWLFXODFLyQ LQWHULQVWLWXFLRQDO VLVWHPD GH VDOXG
físico, mental y social, sin distinciones de RWURVVHFWRUHVVRFLHGDGFLYLOPHGLDQWHDFFLRQHVFRQ-
religiones, credos políticos o clases sociales. juntas concretas de negociación y concertación sobre
III. Todos los hombres tienen derecho a con- GHPDQGDVHVSHFt¿FDVDLQVWLWXFLRQHV\RUJDQL]DFLRQHV
VHUYDUVXVDOXG\HQFDVRGHHQIHUPHGDGD WDPELpQHVSHFt¿FDVWDQWRGHOiPELWRSROtWLFRFRPRGHO
poseer los medios para curarse. SULYDGR\ODOHJLWLPDFLyQGHOPRQLWRUHR\GHOFRQWURO
IV. Esta protección no sólo debe abarcarlo a él, GHORFRQFHUWDGRSRUSDUWHGHOJRELHUQROHJLWLPDFLyQ
sino también a sus familiares. GHODUHJXODFLyQ
/DFRQVWUXFFLyQGHXQDRSFLyQXQL¿FDGRUDTXHIDYR-
E (YLWDU ODV LQHTXLGDGHV HQ VDOXG HQWHQGLHQGR SRU UHFHHODPELHQWHQHFHVDULRSDUDOOHYDUDFDERH[LWRVD-
WDOHV D DTXHOODV GLIHUHQFLDV LQMXVWDV \ HYLWDEOHV De mente el liderazgo estratégico institucional.
este modo, las políticas de salud tendrían por ob- 6LQSUHWHQGHUGHVFRQRFHUODHVSHFL¿FLGDGGHFDGDVL-
jeto garantizar el derecho a la salud, buscando la tuación nacional, se puede suponer que ese lineamiento
máxima accesibilidad a los servicios para quienes SROtWLFRHVWUDWpJLFR D QLYHO GH ODV LQVWLWXFLRQHV JLUDUi HQ
los necesitan, independientemente de la localiza- WRUQRDPD[LPL]DUODH¿FDFLD\ODH¿FLHQFLDGHODUHGGH
FLyQ JHRJUi¿FD OD FRQGLFLyQ VRFLDO R OD FODVH GH atención de la salud y de su cobertura a los conjuntos so-
dolencia que los aqueje. Si bien la equidad no entra- ciales marginados, y democratizar su administración.
xD LJXDOGDGDEVROXWDLPSOLFDXQVHQWLGR GHMXVWLFLD 6RQHMHPSORVGHGLYHUVRVDERUGDMHVSROtWLFRHVWUDWpJL-
\HQGH¿QLWLYDHQWRGRVORVSURFHVRVGHUHIRUPDGHO FRVHQVDOXGSDUDODFODVL¿FDFLyQGH7HUULVHOVHUYLFLRS~-
sector salud se lucha por lograr justicia en la presta- EOLFRSUHFDSLWDOLVWDGHORVSDtVHVHQGHVDUUROORHOVHJXUR
FLyQGHORVVHUYLFLRV/DHTXLGDGIXHGH¿QLGDHQODV GHHQIHUPHGDGFDSLWDOLVWDGHORVSDtVHVGHVDUUROODGRV\
decisiones técnicas de la XXI Conferencia Sanitaria HO VHUYLFLR QDFLRQDO GH VDOXG VRFLDOLVWD HQ GLYHUVRV SDt-
3DQDPHULFDQD 3&236 como la participación VHV6LELHQHQJHQHUDOSUHGRPLQDQORVVLVWHPDVPL[WRV
justa en los recursos disponibles en un momento se pueden describir los siguientes modelos, con relación a
dado, en una sociedad, teniendo una dimensión mo- ORVSDtVHVPiVUHSUHVHQWDWLYRVFRQODIHFKDGHVXV~OWLPDV
ral, social, política y económica de la que surge su UHIRUPDV7DEOD
misma esencia. Delimitan el conjunto de soluciones
socialmente factibles, es decir, que posean un nivel 8QPDUFRSDUDHODQiOLVLVGHODSROtWLFDVDQLWDULDSXH-
tolerable de desigualdad. de ayudar a los responsables de su elaboración a com-
prender los factores que facilitan o impiden el cambio.
19. Políticas y Sistemas de Salud 531
* *UXSRV GH ,QWHUpV 1R VyOR H[LVWHQ XQD VHULH GH * Apoyo público: un grupo de interés concreto capaz
grupos organizados que suelen representar a pa- GHLQÀXLUVREUHHOFDPELRHVODSREODFLyQJHQHUDO
FLHQWHV \ SURIHVLRQDOHV HMHUFLHQGR XQD LQÀXHQFLD El hecho de persuadir a la ciudadanía sobre la ne-
VLJQL¿FDWLYD HQ ODV SROtWLFDV VLQR TXH WDPELpQ XQ cesidad de una política puede tener un importante
segundo conjunto de ellos, representantes de inte- efecto capacitador. Por el contrario, ignorar a la opi-
reses comerciales, como las industrias de tecnolo- nión pública, aun cuando ello pudiese facilitar los
gía farmacéutica y médica, o los grupos de seguros cambios, puede a la larga retrasar o incluso paralizar
sanitarios, han tenido hasta el presente un impacto su aplicación.
importante. De hecho, algunos autores consideran * *HVWLyQGHOSURFHVR tener el gobierno de la pues-
TXH SDUD GDU UHVSXHVWD D ODV QXHYDV QHFHVLGDGHV \ ta en práctica de una política requiere de una serie
GHPDQGDV \ PHMRUDU OD H¿FDFLD JHQHUDO UHVXOWD de habilidades, que se discuten más adelante. Es
esencial cambiar la estructura de poder mediante un importante que el que gobierna establezca los ob-
sistema sanitario más pluralista. MHWLYRV DVLJQH OD UHVSRQVDELOLGDG JHVWRUD GLFWH OD
OHJLVODFLyQ IDFLOLWDGRUD H LQWURGX]FD LQFHQWLYRV ¿-
d) Aprender de la experiencia nancieros concretos.
Parece haber determinados atributos que hacen que al- * Ritmo:KD\XQJUDQGHEDWHVREUHORVUHODWLYRVPpUL-
JXQRVJRELHUQRVWHQJDQPiVp[LWRTXHRWURVHQODSXHVWD tos de la introducción rápida de una política de salud
en la formulación y puesta en práctica de las políticas big-bangRXWLOL]DUDERUGDMHVPiVJUDGXDOHVLQFUH-
de salud. Por p[LWR entendemos la capacidad de aplicar PHQWDOLVPR$O SDUHFHU XQ DERUGDMH JUDGXDO SRU
las políticas deseadas, independientemente de cuál sea aproximaciones sucesivasFRPRGLUtD&DVWHOODQRV
VXLPSDFWR¿QDO1RH[LVWHXQMXLFLRGHYDORUHVHQWpUPL- puede conducir a políticas socialmente más sosteni-
nos de buenas o malas, sino únicamente de si se las ha bles que los cambios al por mayor de las reformas
SXHVWRHQSUiFWLFDRQR$VtDODQDOL]DUODH[SHULHQFLD big-bang 3HUR WDPELpQ SRGUtD WHQHU OD GHVYHQWDMD
mundial, aparecen siete factores que jugarían un papel de que los que se oponen se organicen y fortalezcan
fundamental: así su resistencia, antes de poder efectuarse ningún
* Temporización: elección del momento más adecuado, cambio. Es por ello que cuando se elige una apli-
cuando se dan circunstancias apropiadas o concretas cación incremental, se requiere un mayor grado de
TXHIDYRUHFHQVXLQWURGXFFLyQ4XLHQHVHODERUDQODV FRQVHQVRHQWUHORVDJHQWHVFODYHGHOVHFWRUVDQLWDULR
políticas deben inspeccionar el entorno político, so- * ,QIUDHVWUXFWXUD \ FDSDFLGDG WpFQLFD la puesta en
FLDO\HFRQyPLFRHLGHQWL¿FDUODVFLUFXQVWDQFLDVTXH práctica de una política sanitaria requiere de una
facilitarán su introducción y aplicación. buena información, así como de las habilidades téc-
* 6RVWHQLELOLGDG ¿QDQFLHUD es fundamental que los nicas pertinentes.
elaboradores de políticas tengan en cuenta las im- * Estrategia de aplicación: se necesita desarrollar un plan
SOLFDFLRQHV¿QDQFLHUDVGHODVUHIRUPDVTXHVHSUR- de acción, que aporte un conjunto de directrices claras
SRQHQ TXL]iV GHEHQ HVWDU SUHSDUDGRV SDUD LQYHUWLU GHVXSHUYLVLyQGHODSXHVWDHQSUiFWLFD/RVUHVSRQVD-
UHFXUVRV DGLFLRQDOHV HQ iUHDV HVSHFt¿FDV D ¿Q GH bles de las políticas, sin embargo, deben estar dispues-
FRQVHJXLU REMHWLYRV FRQFUHWRV$XQTXH FRQFHELGDV WRVDLQWURGXFLUFRQVLGHUDEOHÀH[LELOLGDGHQODJHVWLyQ
SDUDJHQHUDUDKRUURVODSXHVWDHQSUiFWLFDGHQXHYDV de dicho proceso –especialmente en cuanto al ritmo de
SROtWLFDVRODUHDOL]DFLyQGHFDPELRVHQODFRQ¿JXUD- la reforma y al grado de adherencia a un calendario
FLyQHVWDEOHFLGDGHORVVHUYLFLRVUHTXLHUHQODPD\R- SUHYLR/RVUDVJRVLWHUDWLYRV\PXOWLGLUHFFLRQDOHVGHOD
UtDGHODVYHFHVXQFRPSURPLVR¿QDQFLHUR aplicación de una política están contemplados en el lla-
* Voluntad política y liderazgo: un aspecto esencial mado Método del acordeón, articulación del consenso
GHOp[LWRHVHOFRPSURPLVR¿UPHGHOJRELHUQRFRQ y construcción de la puesta en práctica. Para el primer
la política a implantar; la multiplicidad de enfoques punto se requiere minimizar el recelo al cambio cultu-
en la formulación y puesta en práctica de las po- ral o social; procurar que se comprendan la necesidad
OtWLFDVSXHGHOOHYDUDODLQDFFLyQDOWHUQDWLYDPHQWH GHOFDPELR\VXVHIHFWRVJHQHUDUDSR\RSRVLWLYRSDUD
ODSROtWLFDSXHGHUHÀHMDUORVLQWHUHVHVSDUWLGLVWDVGH el cambio; construir alianzas políticas; comunicar lo
JUXSRV FRQFUHWRV LQWHUHVDGRV FRPR ODV FRPSDxtDV antes posible a las partes interesadas las razones que
de seguros o los trabajadores de la salud. H[SOLFDQORVUHVXOWDGRVSUHYLVWRV\HOHIHFWRSUREDEOH
* $OLDQ]DV HVWUDWpJLFDV los gobiernos dependen de de las políticas; tiempo razonable y comienzo por lo
una gran gama de agentes o partes interesadas para menos problemático, y realizar seguimientos de los
aplicar sus políticas; se debe tener en cuenta si estos SURJUHVRV\HYDOXDFLyQGHORVHIHFWRVGHORVFDPELRV
DJHQWHVIDFLOLWDUiQRGL¿FXOWDUiQHOSURFHVR IUHQWHDORVREMHWLYRVDFRUGDGRV
534 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
cesidad o del tratamiento o recursos para el tratamiento perar o rehabilitar el daño en salud, con la meta de ase-
UHTXHULGRVSDUDKDFHUOHIUHQWH8QDGHPDQGDGHDWHQFLyQ gurar el acceso a una atención de calidad adecuada y
H[LVWHFXDQGRXQLQGLYLGXRFRQVLGHUDTXHWLHQHXQDQHFH- a un costo razonable. Es sistema está compuesto, entre
sidad y desea recibir atención. La utilización ocurre cuan- RWURVSRUHVWDEOHFLPLHQWRVTXHVHRUJDQL]DQHQQLYHOHV
GRXQLQGLYLGXRUHFLEHDWHQFLyQ/DQHFHVLGDGQRQHFH- de complejidad, de acuerdo a un modelo de atención
VDULDPHQWHVHH[SUHVDFRPRGHPDQGD\DODGHPDQGDQR GH¿QLGR(VWRVHVWDEOHFLPLHQWRVVHUHODFLRQDQHQWUHVtD
la sigue necesariamente la utilización, mientras que, por WUDYpVGHVLVWHPDVGHUHIHUHQFLD\FRQWUDUUHIHUHQFLDGH
RWURODGRSXHGHQH[LVWLUXQDGHPDQGD\XQDXWLOL]DFLyQ pacientes, conformando lo que se denomina una red de
VLQTXHH[LVWDXQDQHFHVLGDGUHDOGHXQVHUYLFLRHQSDUWL- atención o de servicios de salud.
FXODU0DWKHZFLWDGRSRU0D\QDUG &DGDVLVWHPDGHVDOXGSRVHHXQRRYDULRVmodelos
de atención, que establecen la forma de organización
En general, el problema de las políticas de salud se GHORVQLYHOHVGHDWHQFLyQ\ORVVLVWHPDVGHGHULYDFLyQ
podría resumir en el siguiente decálogo: dentro de la red asistencial. El modelo es un esquema
(TXLGDGIUHQWHDSULYLOHJLRV teórico de un sistema o de una realidad compleja que se
* Competencia frente a monopolios elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su
* Agilidad frente a burocracia comportamiento, en el caso del sector salud, establecen
* Capacidad de elección frente a imposición ODV PRGDOLGDGHV GH DWHQFLyQ DPEXODWRULD \ KRVSLWDOD-
* Apertura frente a rigidez ULDSRUHMHPSORHOWLSRGHUHFXUVRKXPDQRTXHRWRUJD
* Satisfacción del usuario frente a control y compleji- ODDWHQFLyQPpGLFRVHVSHFLDOLVWDVPpGLFRVGHIDPLOLD
dad tecnológica HQIHUPHUDVHWFVHGHWHUPLQDHOWLSRGHVHUYLFLRVTXH
* Gratuidad en el punto de consumoFXDQGRHOXVXD- VHHQWUHJDUiQSRUQLYHO\ORVUHFXUVRVQHFHVDULRV$OJX-
ULRQHFHVLWDGHOVLVWHPDIUHQWHDIXHUWHVFRSDJRVDOD nos modelos incluyen las entidades prestadoras y las in-
hora de la utilización terrelaciones entre estas y los usuarios, la participación
* Autonomía frente a dirigismo comunitaria, la coordinación intersectorial, así como los
&UHDFLyQGHHVWtPXORVHLQFHQWLYRVGHFRPSHWHQFLD PHFDQLVPRVGH¿QDQFLDPLHQWR
en el propio Sistema, frente a funcionarización igua- El modelo de atención esquematiza la respuesta
litarista RUJDQL]DFLRQDOGHOVHFWRUVDOXGDOSHU¿OGHPRJUi¿FR\
(¿FLHQFLDIUHQWHDFRQIRUPLVPR HSLGHPLROyJLFRDGDSWDGRDOQLYHOGHGHVDUUROORWHFQR-
([SHFWDWLYDVIUHQWHDGHUURWLVPR lógico y social de su realidad, y en donde tienen gran
* Responsabilidad aceptada frente a tentación de re- importancia ORVQLYHOHVGHDWHQFLyQ y las modalidades
parto de culpas de atención.
Pero la política de salud es también un problema de (O QLYHO GH DWHQFLyQ FRUUHVSRQGH D XQ FRQFHSWR
ORVGLULJHQWHVSROtWLFRVGHVDOXGDOUHVSHFWRYDOHUHFRUGDU que conjuga dos aspectos: las necesidades de salud
ORVLQWHWL]DGRSRU.LVVLQJHUHVWRVVRQ©SULVLRQH- y los recursos necesarios para satisfacerlas. Este con-
URVGHODQHFHVLGDG6HYHQHQIUHQWDGRVDXQDPELHQWHTXH cepto descansa en la idea de que las necesidades se
ellos no crearon, y están conformados por una historia pueden ordenar en un gradiente con un gran número
personal que ya no pueden cambiar. Es una ilusión creer GHHOODVIiFLOHVGHUHVROYHUFRQWHFQRORJtDVVLPSOHV\
que los dirigentes ganan en profundidad a medida que XQ SHTXHxR Q~PHUR TXH UHTXLHUH WHFQRORJtDV GH DOWD
JDQDQHQH[SHULHQFLD&RPRKHGLFKRODVFRQYLFFLRQHV complejidad o costo. Los recursos en salud también
que los líderes han adquirido antes de llegar a los altos presentan un gradiente en el que predominan los de
cargos son el capital intelectual que consumirán mientras PHQRUFRPSOHMLGDG\FRVWRSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQ
estén en funciones. Los líderes tienen poco tiempo para con un reducido número de recursos complejos y de
UHÀH[LRQDU6HHQFXHQWUDQDWUDSDGRVHQXQDEDWDOODLQWHU- DOWRFRVWRWHUFHUQLYHOGHDWHQFLyQKRVSLWDOHVRFHQ-
minable, en la que lo urgente se impone constantemente WURVHVSHFLDOL]DGRV
DORLPSRUWDQWH/DYLGDS~EOLFDGHWRGD¿JXUDSROtWLFDHV Un sistema de salud debería ser universal (todas
una lucha continua para rescatar un elemento de opción las personas tienen la posibilidad de acceder a él),
de la presión de las circunstancias». integral (debe satisfacer la diversidad de necesidades
de salud de la población), equitativo (debe favorecer
más a los grupos con mayores necesidades) y econó-
Sistemas de salud PLFDPHQWHVRVWHQLEOHVXVDFFLRQHVGHEHQVHUH¿FDFHV
seguras y oportunas. Se ha producido, en forma simi-
8Qsistema de salud es una organización creada para ODUDODWUDQVLFLyQGHPRJUi¿FD\HSLGHPLROyJLFDXQD
proveer servicios destinados a promover, prevenir, recu- transición en los sistemas de salud.
536 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
– las familias, que completan con su gasto directo * Carencia de información acerca del rendimiento de
en medicamentos, cuotas a prepagos, coseguros y las distintas áreas, la solicitud de presupuestos ma-
RWURVHOUHVWDQWH yores de lo necesario, el persistente manejo centrali-
(V LPSRUWDQWH GHVWDFDU TXH HV PX\ VLJQL¿FDWLYD OD zado, tanto para la compra de insumos como para el
GLIHUHQFLDHQHOJDVWRSRUEHQH¿FLDULRHQWUHODVMXULVGLF- PDQHMRGHOSHUVRQDO\XQDSROtWLFDGHGHVLQYHUVLyQ
FLRQHVSURYLQFLDOHV\PXQLFLSDOHVDOUHIHULUQRVDOVXEVHF- así como falta de mantenimiento y reestructuración.
WRUS~EOLFRFRPRDVLPLVPRHQWUHORVEHQH¿FLDULRVGHODV
REUDVVRFLDOHV0LQLVWHULRGH6DOXG6HSWLHPEUH Paraestatal o de las obras sociales DSUR[LPDGD-
Los tres subsistemas o subsectores son los siguientes: PHQWHHOGHOJDVWRHQHOVHFWRUVDOXG
Comprende las obras sociales nacionales y el PAMI,
PúblicoDSUR[LPDGDPHQWHHOGHOJDVWRHQHO FUHDGDV SRU OH\HV QDFLRQDOHV HVSHFt¿FDV ODV REUDV VR-
VHFWRUVDOXG FLDOHV SURYLQFLDOHV FRUUHVSRQGLHQWHV D ODV MXULVGLF-
Posee la mayor capacidad instalada del país, depen- ciones, con marcos jurídicos heterogéneos, y otras obras
diendo sus establecimientos de las jurisdicciones Nacio- VRFLDOHVFRPRODVGHODV)XHU]DV$UPDGDVROD3ROLFtD
QDO 3URYLQFLDO R 0XQLFLSDO 5HDOL]D SURYLVLyQ GLUHFWD (QFRQMXQWREULQGDQFREHUWXUD¿QDQFLHUDDDOUHGHGRUGH
GHOVHUYLFLRFRQFDUiFWHUDELHUWRDFHSWDQGRODGHPDQGD PLOORQHVGHSHUVRQDV
espontánea de toda la población, en general en forma (QWLGDGHV VLQ ¿QHV GH OXFUR GHVWLQDGDV D SUHVWDU
JUDWXLWDSHVHDTXHXQDSDUWHLPSRUWDQWHGHHOODHVWL- VHUYLFLRV GH FREHUWXUD PpGLFRDVLVWHQFLDO D ODV SHUVR-
PDGD HQ HO WLHQH DOJ~Q WLSR GH FREHUWXUD HQ ORV nas asociadas obligatoriamente por pertenecer a una
otros subsistemas. GHWHUPLQDGD HPSUHVD R VHFWRU SURGXFWLYR R SRU HOHF-
3UHVWD VHUYLFLRV D OD WRWDOLGDG GH OD SREODFLyQ TXH ción propia. Pueden ser de asociaciones gremiales de
ORV GHPDQGD VLQ H[FOXVLyQ \ FXEUH ¿QDQFLHUDPHQWH D WUDEDMDGRUHV FRQ SHUVRQHUtD JUHPLDO \ FRQ FRQYHQLRV
la población no asegurada. El porcentaje de población FROHFWLYRVGHWUDEDMRGHOSHUVRQDOGHGLUHFFLyQ\GHODV
QR FXELHUWD FRQ REUD VRFLDO R SODQ PpGLFR YDUtD DP- asociaciones profesionales de empresarios, de las em-
SOLDPHQWHVHJ~QMXULVGLFFLRQHVGHVGHYDORUHVGHODO SUHVDV\VRFLHGDGHVGHO(VWDGRSRUFRQYHQLRFRQHP-
HVWLPiQGRVHTXHPiVGHXQWHUFLRGHODSREODFLyQ SUHVDVSULYDGDVRS~EOLFDVHWF
WRWDOFDUHFHGHORVEHQH¿FLRVGHOVHJXURVLHQGRHQFRQ- )RUPDQ SDUWH GHO 6LVWHPD 1DFLRQDO GHO 6HJXUR GH
secuencia usuaria de los establecimientos públicos. El 6DOXG\GHEHQGHVWLQDUXQPtQLPRGHOGHVXVUHFXU-
porcentaje del gasto público total que las jurisdicciones VRVEUXWRVDODSUHVWDFLyQGHORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQGH
SURYLQFLDV\&LXGDGGH%XHQRV$LUHVGHVWLQDQDVDOXG ODVDOXGDVXVEHQH¿FLDULRV4XHGDQLQFOXLGRVHQFDOLGDG
HVPX\YDULDEOHVLHQGRHQJHQHUDOPiVLPSRUWDQWHHQ GH EHQH¿FLDULRV ORV WUDEDMDGRUHV TXH SUHVWDQ VHUYLFLRV
las jurisdicciones con mayores ingresos. HQUHODFLyQGHGHSHQGHQFLDVHDHQHOiPELWRSULYDGRR
Su representante más típico es el Hospital Público. en la mayoría del nacional; los jubilados y pensionados
3DUD5H]]yQLFRHVODLQVWLWXFLyQGHVHUYLFLRS~- QDFLRQDOHV\ORVEHQH¿FLDULRVGHSUHVWDFLRQHVQRFRQWUL-
EOLFRTXHPD\RUWUDQVIRUPDFLyQKDVXIULGRHQORTXHYD EXWLYDVQDFLRQDOHV/DVSURYLQFLDVFRPRVHKDH[SUHVD-
del siglo, pasando de ser un establecimiento marginal a GRSRVHHQVXVSURSLDVREUDVVRFLDOHVSURYLQFLDOHV
FRQ¿JXUDU XQ YLJRURVR FRPSOHMR VRFLDO SHUR SHUVLVWL- 6HJ~QXQ~OWLPRLQIRUPHR¿FLDOVHH[SUHVDTXHORV
rían algunas metas incumplidas: UHFXUVRVGHHVWDVHQWLGDGHVSURYLHQHQGHDSRUWHV\FRQ-
)DOWDGHXQDDWHQFLyQLQWHJUDGDHLQWHJUDOFRPRSDUWH tribuciones sobre el salario y actúan predominantemente
GHXQDUHGGHVHUYLFLRVGHDGPLQLVWUDFLyQGHVFHQ- FRPR¿QDQFLDGRUHVFRQWUDWDQGRVHUYLFLRVPpGLFRVSUL-
WUDOL]DGD\¿QDQFLDFLyQPXOWLFpQWULFD YDGRV'L¿HUHQIXHUWHPHQWHHQWUHVtHQFXDQWRDQ~PHUR
$XVHQFLDGHXQVLVWHPDGH¿QLGRFRQSDUWLFLSDFLyQ GH D¿OLDGRV QLYHOHV PHGLRV GH LQJUHVRV \ SRUFHQWDMH
DFWLYDGHODFRPXQLGDG\XQDLQWHJUDFLyQDUPyQLFD TXHGHGLFDQDJDVWRVDGPLQLVWUDWLYRVORTXHGHWHUPLQD
con los otros subsectores responsables de la aten- grandes diferencias en la disponibilidad de recursos y
ción médica en los gastos per capitaUHVSHFWLYRV(O)RQGR6ROLGDULR
,QGHFLVLyQSRUODDGRSFLyQGHQXHYDVPRGDOLGDGHV GH5HGLVWULEXFLyQFUHDGRHQSDUDHTXLOLEUDUHVWDV
GH SUHVWDU VHUYLFLRV WDOHV FRPR ORV FXLGDGRV SUR- diferencias entre las obras sociales nacionales, no resul-
JUHVLYRVODVFDPDVLQGLIHUHQFLDGDVORVVHUYLFLRVGH WyKDVWDDKRUDXQPHFDQLVPRPX\HIHFWLYRSDUDJHQHUDU
DSR\RDOWDPHQWHWHFQL¿FDGRV\XVDGRVUDFLRQDOPHQ- mayor igualdad en los ingresos de las entidades y en las
te, entre otras. SUHVWDFLRQHV GH ORV SDFLHQWHV 8QD DOWD SURSRUFLyQ GH
* Predominio de los esfuerzos aplicados a la recupe- ODVREUDVVRFLDOHVVHHQFXHQWUDGHV¿QDQFLDGD\HQFULVLV
ración de la salud, en detrimento de las acciones de con serios problemas para cumplir con la cobertura de
SUHYHQFLyQSURPRFLyQ\DWHQFLyQDPEXODWRULD ORVD¿OLDGRVFRPRIUXWRGHODLQH¿FLHQFLDDGPLQLVWUDWL-
538 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
trimento de prácticas y procedimientos de probada efec- infantil, recomponer el acceso al medicamento así como
WLYLGDGFOtQLFDDQWHLJXDOHVFLUFXQVWDQFLDV el insumo crítico para la atención médica y asegurar la
Que en la Emergencia Sanitaria se debe garantizar FRQWLQXLGDGGHORVVHUYLFLRVGHOD6HJXULGDG6RFLDO
el acceso a la salud de todos y en especial la protección Que las causales de interés público precedentemente
GHODVDOXGGHORVJUXSRVPiVYXOQHUDEOHVFRPRHPED- H[SXHVWDVKDELOLWDQDVLPLVPRDOVXVFULSWRSDUDTXHGH
UD]DGDVQLxRVHQHGDGHVFRODUPD\RUHVGH6(6(17$ R¿FLR\PHGLDQWHUHVROXFLyQIXQGDGDVXVSHQGDOHJtWL-
< &,1&2 DxRV \ RWURV UHJODPHQWDGRV SRU OH\HV mamente la ejecución del Programa Médico Obligatorio
especiales. YLJHQWH
4XHGHDFXHUGRDORHVWDEOHFLGRSRUHO'HFUHWR1 4XH OD ',5(&&,Ï1 *(1(5$/ '( $681726
VHOHKDGDGRLQWHUYHQFLyQDO,167,7872'( -85Ë',&26 KD WRPDGR OD LQWHUYHQFLyQ GH VX FRPSH-
6(59,&,2662&,$/(63$5$-8%,/$'26<3(1- tencia.
SIONADOS. Que se actúa en el marco de las atribuciones acor-
4XH GDGR HO FDUiFWHU GLQiPLFR TXH WLHQH OD HYROX- GDGDV SRU HO DUWtFXOR GHO 'HFUHWR 1 \ HO
ción de la ciencia médica, y la crítica situación en la DUWtFXORGHOD/H\1DFLRQDOGH3URFHGLPLHQWRV$G-
que se encuentra el país, surge por tanto la necesidad de PLQLVWUDWLYRV1
actualizar periódicamente este instrumento para lo cual Por ello,
ODPLVPD5HVROXFLyQ1VHQWyODVEDVHVSDUDOD
conformación del trabajo de la Comisión de Seguimien- El Ministro de Salud
to Permanente del Programa Médico Obligatorio. Resuelve
4XHSDUDHOORKDVLGRQHFHVDULRDVXYH]QRVyORJH- $UWtFXOR ² $SUREDU HO FRQMXQWR GH SUHVWDFLRQHV
QHUDUFRQVHQVRVDWUDYpVGHORVLQWHJUDQWHVGHOD&RPL- básicas esenciales garantizadas por los Agentes del
sión de referencia, sino también el apoyo continuo de 6HJXURGH6DOXGFRPSUHQGLGRVHQHO$UWtFXORGH
XQJUXSRGHHYDOXDFLyQGHWHFQRORJtDD¿Q GHEULQGDU OD/H\GHWDOODGDVHQORV$QH[RV,,,,,,\,9
soporte a dicha Comisión. que forman parte de la presente Resolución y que en
Que es necesario mantener coherencia conceptual ORVXFHVLYRVHGHQRPLQDUDQ3URJUDPD0pGLFR2EOL-
HQWUH ORV GLVWLQWRV DQH[RV TXH LQWHJUDQ HO 302 DVt JDWRULRGH(PHUJHQFLD302(
FRPR FRQ ODV QRUPDWLYDV JHQHUDOHV H[LVWHQWHV WDOHV $UW ² 'LVSRQHU TXH ORV$JHQWHV GHO 6HJXUR GH-
como las emanadas por el Programa Nacional de Ga- berán adaptar todos sus programas de prestación y
rantía de Calidad Médica. control, así como sus contratos a los efectos de ga-
4XHHQHO$QH[R,,GHOD5HVROXFLyQ1\VXV rantizar el Programa Médico Obligatorio de Emer-
PRGL¿FDWRULDVVHHVWDEOHFLyXQ&DWiORJRGH3UHVWDFLR- JHQFLD302(DWRGRVVXVEHQH¿FLDULRV
QHVGHO302\VHKDFHQHFHVDULRH[SOLFLWDUVXVDOFDQFHV $UW²(VWDEOHFHUTXHHVWH3URJUDPD0pGLFR2EOL-
así como también dar cuenta de una serie de prácticas JDWRULRGH(PHUJHQFLD302(HQWUDUiHQYLJHQFLD
establecidas como de alta complejidad, a las cuales la DSDUWLUGHODSXEOLFDFLyQHQHO%ROHWtQ2¿FLDO
683(5,17(1'(1&,$'(6(59,&,26'(6$/8' $UW²'LVSRQHUTXHHO3URJUDPD0pGLFR2EOLJD-
se había comprometido a normatizar. WRULRGH(PHUJHQFLD302(WHQGUiYLJHQFLDPLHQ-
Que debe depender la obligatoriedad de su cobertura WUDVGXUHOD(PHUJHQFLD6DQLWDULDGHELHQGROD68-
de una correcta indicación médica, acorde a los princi- 3(5,17(1'(1&,$'(6(59,&,26'(6$/8'
pios establecidos en el modelo de abordaje de medicina FRQIRUPDUXQD&RPLVLyQGHUHYLVLyQGHO3URJUDPD
EDVDGDHQODHYLGHQFLD 0pGLFR2EOLJDWRULRGH¿QLWLYRDVHUSUHVHQWDGRSDUD
Que en el proceso de normatizar prácticas se arriba VXDSUREDFLyQDQWHVGHOGH'LFLHPEUHGH
a conclusiones que inicialmente descartan la indicación $UW²6XVSHQGHUORVHIHFWRVGHODV5HVROXFLRQHV
de estas en determinadas condiciones, lo cual no impli- GHO0LQLVWHULRGH6DOXG1URV\
FDTXHH[LVWDQSRWHQFLDOHVLQGLFDFLRQHVQRFRQVLGHUDGDV todas aquellas que se opongan a la presente, mien-
en esta resolución pero pasibles de actualización a partir tras subsista la Emergencia Sanitaria.
de la Comisión de referencia. $UW²&RPXQtTXHVHSXEOtTXHVHGpVHDOD'LUHF-
Que este Programa Médico Obligatorio fue someti- FLyQ 1DFLRQDO GHO 5HJLVWUR 2¿FLDO \ DUFKtYHVH ²
do a consideración de distintos actores del sector dentro Ginés M. González García.
del marco del Diálogo Argentino, en la Mesa Sectorial
GH6DOXGGRQGHVHHVWDEOHFLHURQFRPRREMHWLYRVJHQH- Anexo I (fragmento)
UDOHVVRVWHQHU\PHMRUDUHOVLVWHPDGHVDOXGSDUDHYLWDU
el impacto sanitario de la crisis socioeconómica, prio- (VWH3URJUDPDGH6DOXGVHUH¿HUHDO&RQMXQWRGH3UHV-
UL]DU OD SUHYHQFLyQ \ OD DWHQFLyQ GH OD VDOXG PDWHUQR taciones esenciales que deben garantizar los Agentes del
19. Políticas y Sistemas de Salud 543
6HJXUR D VXV EHQH¿FLDULRV (V GH FDUiFWHU REOLJDWRULR de la dirección de las reformas que contemple las ca-
para los Agentes del Seguro de Salud, quienes no son UDFWHUtVWLFDV\SUREOHPiWLFDVGHFDGDSURYLQFLD'HHVWH
PHUDPHQWH ¿QDQFLDGRV GHO VLVWHPD VLQR \ SRU VREUH modo sería factible tender paulatinamente a una modali-
todo, responsables de la cobertura de salud de la pobla- GDGÀH[LEOHGHRUJDQL]DFLyQIHGHUDOGHODVDOXG
FLyQEHQH¿FLDULD El nuestro es un país con una organización federal
(VWHDQH[RGHWHUPLQDODFREHUWXUDEiVLFDTXHEULQ- PX\DFHQWXDGDHQPDWHULDGHDXWRQRPtDSURYLQFLDOSHUR
darán los Agentes del Seguro de Salud. PX\GpELOHQODGH¿QLFLyQGHSULRULGDGHVIHGHUDOHVGH
las políticas sectoriales y en instancias coordinadoras.
1. Cobertura 6HKDFHHYLGHQWHGHHVWDPDQHUDODQHFHVLGDGGHXQD
1.1 Atención Primaria de la Salud XUJHQWHUHYLVLyQGHODVUHVSRQVDELOLGDGHVGHORVGLIHUHQ-
6H UHD¿UPD HO SULQFLSLR GH TXH HVWH 3URJUDPD 0pGLFR WHVQLYHOHVGHJRELHUQRHQPDWHULDGHDWHQFLyQS~EOLFD\
Obligatorio está basado en los principios de la atención la adopción de profundas reformas.
primaria de la salud, entendiendo a la misma no sólo Dentro de esta lógica, una política de reforma pri-
FRPRODFREHUWXUDSDUDHOSULPHUQLYHOGHDWHQFLyQVLQR PRUGLDOVHWUDGXFHHQHOGLVHxRGHXQnuevo modelo sa-
y fundamentalmente como una estrategia de organiza- nitario basado en la construcción de redes de atención
FLyQ GH ORV VHUYLFLRV VDQLWDULRV 3RU WDQWR VH VRVWLHQHQ y reconociendo su base primordial en la estrategia de
ORVSULQFLSLRVGHSULYLOHJLDUODSUHVHUYDFLyQGHODVDOXG atención primaria: este es el tipo de enfoque considera-
DQWHVTXHODVDFFLRQHVFXUDWLYDV\SRUWDQWRUHIRU]DUORV GRFRPRHOPiVHIHFWLYRHQHOPHMRUDPLHQWRGHODVDOXG
SURJUDPDVGHSUHYHQFLyQ%ULQGDUXQDFREHUWXUDLQWHJUDO de la población y en el logro de una cobertura más uni-
es decir un abordaje biopsicosocial de los problemas de forme. De esta forma, la estrategia a seguir es apuntar a
salud. Asegurar un mecanismo integrado de atención en DVHJXUDUODFREHUWXUDHIHFWLYDGHDWHQFLyQSULPDULDSDUD
ORVGLVWLQWRVQLYHOHVGHSUHYHQFLyQSULPDULDVHFXQGDULD la población de cada territorio, propiciando su participa-
\WHUFLDULD3URYHHUGHFXLGDGRVFRQWLQXRVDORVEHQH¿- FLyQUHVSRQVDEOH\FRPSURPHWLGDHQHOQXHYRPRGHOR
FLDULRV SULYLOHJLDQGR OD DWHQFLyQ D SDUWLU GH XQ PpGLFR SULYLOHJLDQGRODVDFFLRQHVHQVDOXG
de familia que sea el responsable de los cuidados de los (O JRELHUQR QDFLRQDO \ ORV JRELHUQRV SURYLQFLDOHV
EHQH¿FLDULRV \ GRQGH ORV PLVPRV WHQJDQ HO GHUHFKR D GHEHQGH¿QLU\FRQVHQVXDUXQHMHDUWLFXODGRUGHUHIRU-
conocer el nombre de su médico, así como los demás mas, que apunte a mejorar la situación de los ciudadanos
SURYHHGRUHVGHVHUYLFLRVREOLJiQGRVHDFRQRFHU\DFRP- VLQFREHUWXUDH[SOtFLWDKDFHUPiVH¿FLHQWHODSUHVWDFLyQ
SDxDUHQIRUPDLQWHJUDODORVSDFLHQWHVHQHOFXLGDGRGH de salud y mejorar la equidad del sistema. Sin embargo,
su salud la recuperación de la misma y la rehabilitación. no debe buscarse un paquete único y predeterminado de
políticas a ser impulsadas con igual énfasis en todas las
Anexo documental regiones sino que, por el contrario, debe reconocerse la
necesidad de articular sistemas diferentes y de brindar
Bases del Plan Federal de Salud 2004-2007 soluciones reconociendo una estructura federal difícil
Ministerio de Salud de la Nación, 2004 GHPRGL¿FDUDWUDYpVGHODSURYHFKDPLHQWRGHODVIRUWD-
El Objetivo para el Período 2004-2007 lezas de cada jurisdicción.
Las reformas en la salud pública de nuestro país deben 6HWUDWDGHFRPSUHQGHUODVGL¿FXOWDGHVGHFDGDSUR-
simultáneamente encarar los problemas en las dimen- YLQFLDVXVFDSDFLGDGHV\VXVSUHIHUHQFLDVFRQODLGHDGH
VLRQHVGHODHTXLGDG\ODH¿FLHQFLDHQXQHQIRTXHFHQ- construir un grupo de instancias en las cuales se pueda
trado en la búsqueda de la salud de toda la población. HVWUXFWXUDU SDXODWLQDPHQWH XQD PRGDOLGDG ÀH[LEOH GH
'HEHPRV SHUVHJXLU \ PRGL¿FDU ORV PiV LPSRUWDQWHV organización federal de la salud. Es a partir del recono-
factores determinantes de ella, mediante el compromiso FLPLHQWRH[SOtFLWRGHODVGLIHUHQFLDVTXHVHSRGUiGHVD-
de todos los actores de la comunidad, con acciones que rrollar un debate más franco tendiente a la adopción de
PHMRUHQODFDOLGDGGHYLGD\SURPXHYDQFRQGLFLRQHV\ las mejores soluciones para atender los problemas de
hábitos saludables de todos los argentinos. cada región.
(QWRGDRUJDQL]DFLyQIHGHUDOOD1DFLyQDWUDYpVGH
Queremos y necesitamos un sistema más justo, que las diferentes instituciones federales, tiene a su cargo
iguale las oportunidades de acceso a toda la población, las responsabilidades de coordinación y armonización
tendiente a equilibrar las hoy, grandes diferencias so- de los sistemas y la compensación de las diferencias re-
FLDOHVTXHWHQHPRV\TXHVHUHÀHMDQHQODVFRQGLFLRQHV JLRQDOHV (O *RELHUQR 1DFLRQDO \ ODV SURYLQFLDV ±SRU
sanitarias. LQWHUPHGLRGHO&RQVHMR)HGHUDOGH6DOXG±GHEHQHQFRQ-
8Q QXHYR URO GH *RELHUQR VXSRQH XQ SURFHVR GH trar los instrumentos para continuar trabajando en pos
consenso entre los diferentes actores del sector acerca de una mejora en la cobertura y equidad del sistema en
544 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
y el paciente, en la atención e información que superior del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
reciba. en materia de salud.
f. Libre elección de profesional y de efector en la $UW&RQVHMR*HQHUDOGH6DOXGEl Consejo Ge-
PHGLGDHQTXHH[LVWDODSRVLELOLGDG neral de Salud es el organismo de debate y propues-
J8QSURIHVLRQDOTXHVHDHOSULQFLSDOFRPXQLFDGRU ta de los grandes lineamientos en políticas de salud.
FRQODSHUVRQDFXDQGRLQWHUYHQJDXQHTXLSRGH 7LHQHFDUiFWHUFRQVXOWLYRQRYLQFXODQWHKRQRUDULR
salud. de asesoramiento y referencia para el Gobierno de
h. Solicitud por el profesional actuante de su con- la Ciudad. Arbitra los mecanismos para la interac-
VHQWLPLHQWR LQIRUPDGR SUHYLR D OD UHDOL]DFLyQ ción de los tres subsectores integrantes del sistema
de estudios y tratamientos. de salud, y para la consulta y participación de las or-
i. Simplicidad y rapidez en turnos y trámites y res- JDQL]DFLRQHVYLQFXODGDVDODSUREOHPiWLFDVDQLWDULD
peto de turnos y prácticas.
j. Solicitud por el profesional actuante de consen- Título II. Sistema de salud
WLPLHQWR SUHYLR \ IHKDFLHQWH SDUD VHU SDUWH GH de la Ciudad de Buenos Aires
DFWLYLGDGHVGRFHQWHVRGHLQYHVWLJDFLyQ &DStWXORÒQLFR
N,QWHUQDFLyQFRQMXQWDPDGUHQLxR Art. 10º - Sistema de Salud. Integración. El Sistema
l. En el caso de enfermedades terminales, atención de Salud está integrado por el conjunto de recursos
TXH SUHVHUYH OD PHMRU FDOLGDG GH YLGD KDVWD VX de salud de dependencia: estatal, de la seguridad so-
fallecimiento. FLDO\SULYDGDTXHVHGHVHPSHxDQHQHOWHUULWRULRGH
P$FFHVRDYtDVGHUHFODPRTXHMDVVXJHUHQFLDV la Ciudad.
\SURSXHVWDVKDELOLWDGDVHQHOVHUYLFLRHQTXHVH Art. 11º - Recursos de Salud. Entiéndese por recurso
asiste y en instancias superiores. de salud, toda persona física o jurídica que desarro-
Q(MHUFLFLRGHORVGHUHFKRVUHSURGXFWLYRVLQFOX- OOHDFWLYLGDGHVGHSURPRFLyQSUHYHQFLyQUHFXSHUD-
yendo el acceso a la información, educación, FLyQ\UHKDELOLWDFLyQLQYHVWLJDFLyQ\GRFHQFLDSUR-
métodos y prestaciones que los garanticen. GXFFLyQ¿VFDOL]DFLyQ\FRQWUROFREHUWXUDGHVDOXG
R(QFDVRGHXUJHQFLDDUHFLELUORVSULPHURVDX[L- \ FXDOTXLHU RWUD DFWLYLGDG YLQFXODGD FRQ OD VDOXG
lios en el efector más cercano, perteneciente a humana, en el ámbito de la Ciudad.
cualquiera de los subsectores. Art.12º - Autoridad de aplicación. Funciones. La
$UW *DUDQWtD GH GHUHFKRV La autoridad de autoridad de aplicación conduce, controla y regula
aplicación garantiza los derechos enunciados en el el sistema de salud. Son sus funciones:
DUWtFXOR DQWHULRU HQ HO VXEVHFWRU HVWDWDO \ YHUL¿FD D/DIRUPXODFLyQSODQL¿FDFLyQHMHFXFLyQ\FRQ-
su cumplimiento en la seguridad social y en el sub- trol de las políticas de salud de conformidad a
VHFWRUSULYDGRGHQWURGHORVOtPLWHVGHVXVFRPSH- ORVSULQFLSLRV\REMHWLYRVHVWDEOHFLGRVHQODSUH-
tencias. sente ley y en la Constitución de la Ciudad.
Art. 6° - Obligaciones. Las personas tienen las si- b. El impulso de la jerarquización de los progra-
guientes obligaciones en relación con el sistema de PDV \ DFFLRQHV GH SURPRFLyQ \ SUHYHQFLyQ HQ
VDOXG\FRQORVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQ los tres subsectores.
D6HUFXLGDGRVDVHQHOXVR\FRQVHUYDFLyQGHODV c. La organización general y el desarrollo del sub-
instalaciones, los materiales y equipos médicos sector estatal de salud, basado en la constitución
que se pongan a su disposición. GHUHGHV\QLYHOHVGHDWHQFLyQ
E)LUPDUODKLVWRULDFOtQLFD\HODOWDYROXQWDULDVL d. La descentralización del subsector estatal de
correspondiere, en los casos de no aceptación de salud, incluyendo el desarrollo de las competen-
las indicaciones diagnóstico-terapéuticas. cias locales y de la capacidad de gestión de los
F3UHVWDULQIRUPDFLyQYHUD]VREUHVXVGDWRVSHU- VHUYLFLRV
sonales. e. La promoción de la capacitación permanente de
$UW ,QIRUPDFLyQ GH GHUHFKRV \ REOLJDFLRQHV todo el personal de los tres subsectores.
/RVVHUYLFLRVGHDWHQFLyQGHVDOXGGHEHQLQIRUPDUD I/DSURPRFLyQGHODVDOXGODERUDO\ODSUHYHQFLyQ
las personas sus derechos y obligaciones. de las enfermedades laborales de la totalidad del
personal de los tres subsectores.
&DStWXOR$XWRULGDGGHDSOLFDFLyQ g. La implementación de una instancia de infor-
\&RQVHMR*HQHUDOGH6DOXG PDFLyQYLJLODQFLDHSLGHPLROyJLFD\VDQLWDULD\
Art. 8° - Autoridad de aplicación. La autoridad de SODQL¿FDFLyQHVWUDWpJLFDFRPRHOHPHQWRGHJHV-
DSOLFDFLyQGHODSUHVHQWHOH\HVHOQLYHOMHUiUTXLFR WLyQGHWRGRVORVQLYHOHV
19. Políticas y Sistemas de Salud 547
OD SREODFLyQ GH /RQGUHV"ª ±LQTXLHUH GHVHVSHUDGR± \ WHVLV GH +DEHUPDV HO DFFLRQDU HVWUDWpJLFR HQ VDOXG R
si bien la pregunta parece ingenua, la respuesta –«Na- HQFXDOTXLHURWUDiUHDWLHQHFRPRSURSyVLWRFUHDUXQD
GLHª±HVIUDQFDPHQWHSHUWXUEDGRUD/DSODQL¿FDFLyQVH HVWUXFWXUDFRPXQLFDWLYDTXHGHYXHOYDDOSXHEORODVKH-
confunde con el sistema mismo y se constituye en su UUDPLHQWDVFLHQWt¿FDVQHFHVDULDVSDUDVXOLEHUDFLyQ'H
única forma de administración. En los países occidenta- acuerdo con esa formulación, la SODQL¿FDFLyQ no pue-
les, en cambio, el acto de programar el futuro es posible de ser concebida como un instrumento que permanece
SHURQRHVHQFLDOQLLQHYLWDEOHHQODDFWLYLGDGGHODHFR- cumpliendo determinadas imágenes y plazos o como
nomía de mercado; constituye más bien una opción para una forma institucionalizada y formalizada de atender
UDFLRQDOL]DUHOSURFHVRFX\DDOWHUQDWLYDVHUtDODRULHQWD- determinadas estrategias, sino como un proceso de co-
ción que le imprimiese el mismo mercado. municación libertadora, de formación de una concien-
$SULQFLSLRVGHODGpFDGDGHORVODSODQL¿FDFLyQ FLDVDQLWDULD\PiVDPSOLDPHQWHVRFLDOGHDSURSLDFLyQ
HQ VDOXG HYROXFLRQD LQFRUSRUDQGR FRPR FRQVLJQDV OD SURJUHVLYDGHOSRGHUSRUSDUWHGHOSXHEORORTXHVXSRQH
FRRUGLQDFLyQGHORVVHUYLFLRV\ODDPSOLDFLyQGHODFR- la formulación de un consenso cultural superior capaz
bertura, siendo un buen ejemplo de ello el Plan Decenal GHWRUQDUVHKHJHPyQLFRHQHOQLYHOVRFLDO
GH6DOXGGHODV$PpULFDVGH6LELHQVLJQDGRVSRU 6RQ HOHPHQWRV FRPXQHV D OD SODQL¿FDFLyQ HVWUDWp-
la economía, ya aparecía en esa época la incorporación gica:
de la población a la organización y ejecución de las ac-
(O UHFRQRFLPLHQWR GH OD H[LVWHQFLD GH PiV GH XQD
WLYLGDGHV GH VDOXG OD SODQL¿FDFLyQ SDUWLFLSDWLYD 3HUR racionalidad para interpretar la realidad, cada una
HV HQ FXDQGR HO &HQWUR 3DQDPHULFDQR GH 3ODQL- DVRFLDGD D XQ FRQMXQWR HVSHFt¿FR GH LQWHUHVHV \
¿FDFLyQGHOD6DOXG&336236SXEOLFDHOGRFXPHQ- SRUORWDQWRDOUHFRQRFLPLHQWRGHODH[LVWHQFLDGH
WR©)RUPXODFLyQGHSROtWLFDVGHVDOXGªVDOLpQGRVHGHO FRQÀLFWRVUHDOHVRYLUWXDOHVHQWUHODVGLVWLQWDVSR-
ámbito de la economía para entrar en el de los procesos VLFLRQHV TXH EXVFDQ OD VROXFLyQ PiV FRQYHQLHQWH
SROtWLFRV \ VRFLDOHV (VWR VLJQL¿Fy XQ VDOWR FXDOLWDWLYR según sus ópticas particulares. No siendo posible
LPSRUWDQWHGHODSODQL¿FDFLyQHQVDOXGHQUHODFLyQDOD establecer una única solución, la que se ponga en
propuesta del método CENDES. práctica tendrá que surgir del acuerdo, la concerta-
La secuencia que se proponía para la formulación de ción, el consenso o de otras formas de coordinación
un Plan Sanitario era: GHYROXQWDGHV
Diagnóstico ĺ,PDJHQ2EMHWLYRĺformulación de * La consideración de oponentes cuyas acciones no
proposiciones preliminares ĺ estrategia ĺ formaliza- VRQ PHUDPHQWH UHDFWLYDV VLQR WDPELpQ \ HQ JUDQ
ción del Plan SDUWHFUHDWLYDV(QFRQVHFXHQFLDODWUD\HFWRULDGH
Ayudaba a introducir las nociones de coherencia, las acciones resultantes no es determinada por quien
YLDELOLGDG\IDFWLELOLGDGtQWLPDPHQWHOLJDGDVDODVGL- SODQL¿FD LQGLYLGXR DFWRU VRFLDO LQVWLWXFLyQ X RU-
mensiones socio-políticas. JDQL]DFLyQVLQRTXHHVHOUHVXOWDGRGHWUDQVDFFLR-
Es en este documento donde hace su primera apari- QHVTXHYDQRSHUiQGRVHDORODUJRGHOSURFHVRHQ
FLyQHQHOFDPSRGHODSODQL¿FDFLyQGHVDOXGODQRFLyQ cada una de las cuales quienes participan procuran
de estrategia, entendida como una maniobra destinada PD[LPL]DUVXVJDQDQFLDVRPLQLPL]DUVXVSpUGLGDV
a ganar libertad de acción, realzando el hecho de que según las condiciones impuestas por la coyuntura.
ODSODQL¿FDFLyQVHOOHYDDFDERHQXQPHGLRGRQGHDQ- 1RH[LVWHQOH\HVTXHSHUPLWDQSUHYHUUHVXOWDGRVGH
WDJRQLVPRV\FRQÀLFWRVGHVHPSHxDQXQSDSHOSUHSRQ- PDQHUDVLPSOH\ODPD\RUtDGHODVYHFHVQRHVSRVL-
derante. Pero será en los comienzos de la década del EOHQLQJ~QWLSRGHSUHYLVLyQYpDVHPiVDGHODQWH.
FXDQGRWRPDFXHUSRHOHQIRTXHGHQRPLQDGRplani-
(OWUDWDPLHQWRGDGRDOSODQL¿FDGRU(QODSODQL¿FD-
¿FDFLyQHVWUDWpJLFDXQDLQQRYDGRUDDSUR[LPDFLyQDOD ción estratégica este es un actor social que forma
SODQL¿FDFLyQHQVDOXG SDUWHGHOVLVWHPDSODQL¿FDGRFRQHOTXHVHUHODFLR-
(VWHHQIRTXHTXHWXYRVXHMHHQODREUDGHDXWRUHV na mediante determinaciones y condicionamientos.
como Testa, Barrenechea y Matus, no es un modo gené- <DQRVHWUDWDGHXQREVHUYDGRUH[WHUQRDOVLVWHPD
ULFRHLQHVSHFt¿FRGHDERUGDUODUHDOLGDGVLQRTXHHVWD- sino de alguien que ocupa posiciones, tanto en el
EDFRPSURPHWLGRFRQXQDYLVLyQWUDQVIRUPDGRUDGHOD proceso, como en el sistema, las que junto con su
realidad que se encuentra en la democracia, la participa- historia, determinan su percepción de los problemas
ción social y la equidad, entendida como justicia social \VROXFLRQHV$OVHUTXLHQSODQL¿FDVyORXQRGHORV
UHGLVWULEXWLYDHQODVTXHEDVDWRGRVXDQGDPLDMHWHyULFR DFWRUHV\VLHQGRVXYHUGDGXQDGHODVYHUGDGHVSR-
\FRQFHSWXDO(QHVHVHQWLGR7HVWDUHLYLQGLFDHOracio- sibles, se concluye que el diagnóstico no puede ser
FLQLRHVWUDWpJLFRFRPRXQLQVWUXPHQWRXQLYHUVDOGHOD ~QLFR([LVWHPiVGHXQDH[SOLFDFLyQGHODUHDOLGDG
SROtWLFDFRQYLFFLyQTXHIRUMDHQVXDSUR[LPDFLyQDODV social y, en consecuencia, la determinación de pro-
20. Planificación y programación sanitarias 551
G
Gobernabilidad del Sistema
Relación entre el peso
de las variables que controla
y no controla el actor
C P
Capacidad de gobierno Proyecto de gobierno
Conjunto de técnicas Política
de planificación y (contenido propositivo)
gerencia
Figura 20.1: Triángulo de gobierno (tomado de Matus, C)
552 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
co-operacional. En este caso los trabajos de Matus relación con las circunstancias, los desafíos y los obje-
se cruzan con los de Castellanos en el campo de la WLYRVSHUVHJXLGRV
(SLGHPLRORJtD6RFLDOHQODHVIHUDGHODH[SOLFDFLyQ La *REHUQDELOLGDG GHO 6LVWHPD*HVXQDUHODFLyQ
de problemas y de los hechos de la realidad y los HQWUHHOSHVRGHODVYDULDEOHVTXHFRQWUROD\QRFRQWUROD
problemas de salud enfermedad. un actor durante su gestión. También depende de la in-
* El triángulo de gobierno; el arte de conducir implica ÀXHQFLDTXHHODFWRUWLHQHVREUHGLFKDVYDULDEOHVHVGHFLU
HFXDFLRQDU VLPXOWiQHDPHQWH WUHV PLFURYDULDEOHV R del grado y el peso con que comparte tales controles con
puntas del triángulo. RWURVDFWRUHV(OSHVRGHODVYDULDEOHVUHOHYDQWHVYDUtDGH
acuerdo al contenido del proyecto de gobierno y la capa-
FLGDG GHO JREHUQDQWH 0LHQWUDV PiV YDULDEOHV GHFLVLYDV
Triángulo de gobierno controla un actor, mayor es su libertad de acción y mayor
es para él la gobernabilidad del sistema; mientras menos
El ejercicio del liderazgo público, dice Matus, implica YDULDEOHV GH SHVR FRQWUROD PHQRU HV VX OLEHUWDG GH DF-
ODFRQYHUJHQFLDGHWUHVHOHPHQWRVODSURSXHVWDGHREMH- ción, es decir, su gobernabilidad sobre el sistema respecto
WLYRVHOJUDGRGHGL¿FXOWDGTXHSUHVHQWDHVDSURSXHVWD GHHVHSUR\HFWR(QVtQWHVLVODJREHUQDELOLGDGH[SUHVDHO
\ODFDSDFLGDGSDUDVRUWHDUWDOHVGL¿FXOWDGHV7UHVYpU- SRGHUGHXQDFWRUSDUDUHDOL]DUVXSUR\HFWR\HVUHODWLYD
WLFHVGHXQVLVWHPDFRPSOHMRREMHWLYRVGL¿FXOWDGSDUD DFDGDDFWRU/DJREHUQDELOLGDGH[SUHVDODFDSDFLGDGGH
DOFDQ]DUORV \ FDSDFLGDG SDUD OLGLDU FRQ HVD GL¿FXOWDG resistencia que ofrece el sistema político-social a un pro-
En otras palabras, el proyecto de gobierno, la goberna- yecto de gobierno y al actor de ese proyecto. En el uso
ELOLGDG\ODFDSDFLGDGGHJRELHUQR7UHVYDULDEOHVIXHU- común del concepto de gobernabilidad hay una gran falta
temente interrelacionadas pero, al mismo tiempo, bien GHULJRU$YHFHVVHODFRQIXQGHFRQHOVLVWHPDTXHH[-
diferenciadas. presa el triángulo de gobierno en una situación concreta,
\VHKDEODGHFULVLVGHJREHUQDELOLGDG2WUDVYHFHVVHOD
El 3UR\HFWR GH *RELHUQR 3 HV XQD SURSXHVWD GH confunde con la capacidad de gobierno. En ambos casos,
intercambio de problemas.1 El dirigente ofrece a la ciu- VHSLHUGHODHVSHFL¿FLGDGGHOFRQFHSWRGHFDSDFLGDGGH
GDGDQtDDFFLRQHVTXHSURGXFHQEHQH¿FLRV\FRVWRVSR- gobierno, con lo que se oculta la causa principal de la
WHQFLDOHV/RVEHQH¿FLRVHOLPLQDQSUREOHPDVSDUDDOJX- crisis del estilo de hacer política en América Latina.
nos. Los costos crean problemas para otros. El proyecto La &DSDFLGDGGH*RELHUQR&HVFDSDFLGDGGHOL-
KDFHXQEDODQFHGHOYDORUGHORVSUREOHPDVTXHHOLPLQD derazgo, de conducción o dirección que se acumula en
IUHQWHDOYDORUGHORVSUREOHPDVTXHFUHD8QSUR\HFWR la persona, en su equipo de gobierno y en la organiza-
GHJRELHUQRELHQGLVHxDGRJHQHUDHQVXSHULRGRGHYL- FLyQTXHGLULJH6HEDVDHQHODFHUYRGHWpFQLFDVPp-
JHQFLDXQLQWHUFDPELRIDYRUDEOHGHSUREOHPDVSDUDOD todos, destrezas y habilidades de un actor y su equipo
PD\RUtDGHODSREODFLyQ3UHFLVDREMHWLYRV\PHGLRV\ de gobierno requeridas para conducir el proceso social,
VXGHEDWHYHUVDVREUHHOWLSRGHVRFLHGDGHOSDWUyQGH dados la gobernabilidad del sistema y el compromiso
satisfacciones, las reformas políticas, el estilo de desa- del proyecto de gobierno. Capacidad de gobierno es
UUROORODSROtWLFDHFRQyPLFDORVFDPELRVHQHOQLYHO\ sinónimo de pericia para realizar un proyecto. Ello su-
FDOLGDGGHODYLGDHWF6HH[SUHVDHQXQDVHOHFFLyQGH SRQHLGHQWL¿FDU\VHOHFFLRQDUSUREOHPDV\SURFHVDUORV
problemas y en un conjunto de operaciones para enfren- WHFQRSROtWLFDPHQWHFRQULJRU(VHSURFHVDPLHQWRH[LJH
tarlos. Lógicamente, el proyecto de gobierno no sólo es VDEHUOLGLDUFRQODLQFHUWH]D\ODYLDELOLGDG\DSUHQGHUD
el producto de las circunstancias e intereses del actor admitir el error como algo normal.
que gobierna, sino además de su capacidad de gobier-
QR /D H¿FDFLD GHO SUR\HFWR GHSHQGH GHO DFLHUWR SDUD
FRPELQDUHOPXQGRGHORVYDORUHVFRQHODSRUWHGHODV Políticas y función públicas
FLHQFLDVHQXQDFWRGHFUHDWLYLGDGKXPDQDTXHHVSUR-
pio del arte de la política. La combinación adecuada de Las políticas públicas nacieron en los países anglosajo-
DPEDVHVIHUDVVHORJUDVyORFRQLPDJLQDFLyQFUHDWLYDHQ QHVFRPRDOWHUQDWLYDDODSODQL¿FDFLyQWUDGLFLRQDO0DWXV
1
(QEUHYHGLFH0DWXVTXHODLGHDGHVROXFLRQDUXQSUREOHPDHVFRQGHHOFRQWUDEDODQFHGHORVHIHFWRVFRODWHUDOHVLQGHVHDGRV
6LHPSUHODRSHUDFLyQGHVROXFLRQDUXQSUREOHPDJHQHUDHIHFWRVFRODWHUDOHVQRGHVHDGRVSRUHODFWRUTXHLQWHUYLHQHHQODVLWXD-
FLyQ6LXQSUHVLGHQWHSRUHMHPSORRSWDSRUXQSODQGHDMXVWHPDFURHFRQyPLFR¢FXiOHVVHUiQORVEHQH¿FLRVGHOVDQHDPLHQWR
HFRQyPLFR\ODUHGXFFLyQGHODWDVDLQÀDFLRQDULDHQUHODFLyQFRQHOFRVWRSROtWLFRGHOGHVHPSOHR"\¢TXpSHVDPiVORVSUREOH-
PDVDWHQXDGRVRORVJHQHUDGRVRLQFUHPHQWDGRV"
20. Planificación y programación sanitarias 553
VLJQDGD SDUD HOORV FRQ XQD FRQQRWDFLyQ SROtWLFD SHUVRQDOHV /RV LQWHUHVHV SULYDGRV FRQYHUJHUtDQ FRQ HO
indeseable, y se ocupan de aquellas esferas consideradas interés público.
como públicas, a diferencia de un listado parecido que se /RV DUJXPHQWRV IXQGDFLRQDOHV GH HVWD SHUVSHFWLYD
SRGUtDHODERUDUFRQH[SUHVLRQHVTXHLPSOLFDQODLGHDGH se encuentran, claro está, en La riqueza de las nacio-
lo privado. La idea de las políticas públicas presupone nes6PLWK\HQRWUDVREUDV-DPHV0LOO7RUUHQV
ODH[LVWHQFLDGHXQDHVIHUDRiPELWRGHODYLGDTXHQRHV 0F&XOORFK /D LGHD GH XQD GLVWLQFLyQ FODUD \ WDMDQWH
SULYDGDRSXUDPHQWHLQGLYLGXDOVLQRFROHFWLYD/RS~EOL- HQWUHS~EOLFR\SULYDGRFRPHQ]yDGHUUXPEDUVHD¿QHV
FRFRPSUHQGHDTXHOODGLPHQVLyQGHODDFWLYLGDGKXPD- del siglo XIX. Las políticas públicas penetraron en to-
QDTXHVHFUHHTXHUHTXLHUHODUHJXODFLyQRLQWHUYHQFLyQ dos los aspectos de la vida social en espacios que los
gubernamental o social, o por lo menos la adopción de HFRQRPLVWDV SROtWLFRV KXELHVHQ FRQVLGHUDGR SULYDGRV
medidas comunes. La esfera de lo público, ¿requiere una $VtFXHVWLRQHVUHODWLYDVDODVDOXGHGXFDFLyQELHQHVWDU
forma distinta de análisis del que se emplea en relación VRFLDO YLYLHQGD \ RWURV DFDEDURQ SRU TXHGDU VXMHWDV D
FRQORSULYDGRRFRQHOPXQGRHPSUHVDULDO"¢&XiOHVOD regulación estatal; este proceso de colectivizaciónWXYR
UHODFLyQGHORS~EOLFRFRQORSULYDGR"¢4XpGHEHUtDFRQ- lugar debido a que determinados problemas dejaron de
VLGHUDUVHS~EOLFR\TXpSULYDGR"(VWDVSUHJXQWDVDSXQWD- ser considerados puramente privados.
ODQODLGHDGHTXHODUHODFLyQHQWUHORS~EOLFR\ORSULYDGR 0LOODSRUWyODFODYHGHORTXHVHFRQVLGHUyGHFLVLYR
constituye un asunto inconcluso que no puede abordarse para trazar la línea fronteriza: la idea de perjuicio, le-
con una óptica simplista. Siempre ha habido cierta ten- gitimando las preocupaciones sobre las consecuencias
VLyQRFRQÀLFWRHQWUHORTXHVHFRQVLGHUDpúblico y lo pri- TXHSRGtDQWHQHUHQORS~EOLFRDFFLRQHVGHULYDGDVGHOR
vado, y al estudiar las políticas públicas es fundamental SULYDGRQRFLyQTXHHVSUHFLVDPHQWHFRQRFLGDHQHFR-
VLWXDUODVSRVWXUDVHQXQFRQWH[WRKLVWyULFR(QHOVLJOR nomía como externalidad, es decir, las consecuencias
XIX, las ideas de los economistas políticos aportaron una KDFLDXQWHUFHURTXHQLSDJySRUXQEHQH¿FLRQLWLHQH
VyOLGD IyUPXOD SDUD UHVROYHU OD GLYLVLyQ HQWUH OD HVIHUD SRUTXpVXIULUODVFRQVHFXHQFLDVGHXQFRQWUDWRSULYDGR
S~EOLFD \ OD HVIHUD SULYDGD (VD PDQHUD GH SUREOHPDWL- HQWUHGRVSDUWHV/DVDOXGHVXQiPELWRSODJDGRGHH[-
zar la relación aún es predominante en el debate contem- WHUQDOLGDGHVGHGLYHUVRWLSRTXHGDQVXVWHQWRDOSULQFL-
poráneo en torno a la función de las políticas públicas. SLRGHLQWHUYHQFLyQHVWDWDOH[SUHVDGRVLPSOHPHQWHGLFH
6HJ~QORVHFRQRPLVWDVSROtWLFRVHOVHFUHWRSDUDUHVROYHU TXHVRQWDQWDVODVFRQVHFXHQFLDVSRWHQFLDOHVQHJDWLYDV
la tensión entre los interesesS~EOLFRV\ORVSULYDGRVVH SDUDODVDOXGSREODFLRQDOGHODVDFFLRQHVRPHMRULQDF-
encontraba en el desarrollo de la idea de los mercados. A FLRQHVLQGLYLGXDOHVTXHHVWDVQRSXHGHQQRFRQWURODUVH
principios del siglo XIX la esfera pública se desarrolló QLPXFKRPHQRVGHMDUVHDODUELWULRGHORVDFWRUHVLQGLYL-
HQ*UDQ%UHWDxDDSDUWLUGHXQDFODUDGLIHUHQFLDFLyQHQWUH duales. Sin agotar el tema y ante la necesidad de demar-
el poder público y el ámbito de lo privado+DEHUPDV car algún límite entre ambas concepciones, citamos las
*UDFLDV D ODV IXHU]DV GHO PHUFDGR OD PD[LPL]D- FRQGLFLRQHVVHxDODGDVSRU%DEHU0DVVHTXH
FLyQGHOLQWHUpVLQGLYLGXDOSURPRYHUtDHOLQWHUpVS~EOLFR. WHQGUtDHOVHFWRUS~EOLFRHQUHODFLyQDOSULYDGR&RPR
El argumento sostenía que el libre funcionamiento de la VHDGYHUWLUiQLQJXQDHVGHFLVLYD\DOJXQDVHSUHVWDUtD
HOHFFLyQ\ODOLEHUWDGLQGLYLGXDOHVVHUtDQFDSDFHVGHIR- incluso a un intenso debate:
PHQWDUWDQWRORVLQWHUHVHVGHORVLQGLYLGXRVFRPRHOELHQ * Asume tareas más complejas y ambiguas.
y el bienestar públicos. Así, la función del Estado y de la * Enfrenta más problemas al poner en práctica sus de-
SROtWLFDFRQVLVWtDHQFUHDUFRQGLFLRQHVTXHFRDG\XYDUDQ cisiones.
a garantizar el interés público. Por ende, se considera- * Emplea a más personas que tienen una amplia gama
EDTXHHOJRELHUQRVHGHVHPSHxDUtDPHMRUFXDQWRPHQRV GHPRWLYDFLRQHV
DFWLYR VH PRVWUDUD 3DUD ORV HFRQRPLVWDV SROtWLFRV HVWR * Se preocupa más por asegurar oportunidades o ha-
QRVLJQL¿FDEDTXHHO(VWDGRQRGHEtDSDUWLFLSDUHQHOVX- bilidades.
PLQLVWURGHVHUYLFLRVpúblicos, sino que la línea crucial * Se interesa más por compensar las fallas del mer-
que marcaba el límite era la libertad económica. En este cado.
sentido, el interés público tendría más probabilidades de
3DUWLFLSDHQDFWLYLGDGHVGHPD\RULPSRUWDQFLDVLP-
ser satisfecho cuando el Estado facilitara los intereses de bólica.
ODOLEHUWDGHFRQyPLFD\GHOPHUFDGRHQYH]GHFRQVWUH- * Está sujeto a normas de compromiso y legalidad más
xLUORVRUHJXODUORV(ORUGHQVHUtDEiVLFDPHQWHHOUHVXO- estrictas.
WDGR HVSRQWiQHR GH OD VXPD GH HOHFFLRQHV SULYDGDV /D * Tiene más oportunidades de responder a problemas
LQWHUYHQFLyQS~EOLFDVHUtDGHVHDEOHHQODPHGLGDHQTXH relacionados con la justicia.
asegurara un marco legal y de derechos, pero sin interfe- * Debe funcionar o aparentar funcionar en nombre del
ULUHQHOHTXLOLEULRQDWXUDOTXHGHULYDUtDGHORVLQWHUHVHV interés público.
554 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
EXCLUIBILIDAD
BIENES ECONÓMICOS
SÍ NO
Bienes privados (autos, casas,
SÍ Recursos comunes (peces)
comida, ropa, muebles)
RIVALIDAD
Bienes de club (bridges, cable TV, Bienes públicos (medio ambiente,
NO
medicina prepaga) defensa, educación, salud)
Tabla 20.1: Características de los bienes económicos
'HEH PDQWHQHU QLYHOHV PtQLPRV GH DSR\R S~EOLFR La SODQL¿FDFLyQ VLWXDFLRQDO ha construido un pa-
VXSHULRUHVDORVUHTXHULGRVHQHOVHFWRUSULYDGR UDGLJPD QXHYR \ VyOLGR RIUHFLHQGR XQ HQIRTXH PH-
La función pública, además, se sustentaría en la WRGROyJLFR VLVWHPiWLFR FDSD] GH UHQRYDU ODV SUiFWLFDV
SRVLELOLGDGGHFUHDFLyQGHELHQHVRVHUYLFLRVOODPD- GHODSODQL¿FDFLyQWUDGLFLRQDOXWLOL]DQGRXQDUVHQDOGH
dos justamente públicos, que en muchos casos ade- PpWRGRV\WpFQLFDVGHOD7HRUtDGHOD'HFLVLyQ8ULEH
más son merituables o preferentes. Los productores 5LYHUD
SULYDGRVQRFRQVLGHUDQFRPRORPiVFRQYHQLHQWHSDUD (OSURFHVRGHSODQL¿FDFLyQWLHQHXQDVHULHGHSDVRV
sus intereses producir todo aquello que los miembros WDOFXDOVHHVTXHPDWL]DHQOD)LJXUDTXHSXHGHQQR
de una sociedad desean, y hay toda una gama de pro- seguir siempre este orden, pero que se respetan de una
GXFWRVTXHVHSURGXFHQHQFDQWLGDGHVLQVX¿FLHQWHVR manera más o menos sistemática.
QRVHSURGXFHQHQDEVROXWR\DTXHVRQVHUYLFLRVTXH A partir de allí se comienza con la etapa de progra-
EULQGDQ EHQH¿FLRV FROHFWLYRV D OD VRFLHGDG HVWR HV mación sanitaria, que en general comprende tres eta-
son consumidos por todos y no sólo por los que los pas:
pagan. El suministro de bienes públicos por el sector
'HWHUPLQDWLYDHQODTXHVHUHFRQRFHHOSUREOHPDVH
SULYDGRIUDFDVDXQVLVWHPDGHPHUFDGREDVDGRVROD- UHDOL]DHOGLDJQyVWLFRGHVLWXDFLyQVH¿MDQODVSULR-
mente en el laissez-faire no producirá todo lo que los ULGDGHV\VHIRUPXODQORVSURSyVLWRVORVREMHWLYRV\
miembros de la comunidad desean; los ciudadanos las metas con los recursos necesarios para lograrlos
tienen que reunirse para garantizar que se produzcan SUHVXSXHVWR
los bienes públicos deseados, lo que se logra median-
(MHFXWLYDXRSHUDWLYDHVHOPRPHQWRGRQGHVHOOHYDQ
WHHOJDVWRJXEHUQDPHQWDO¿QDQFLDGRSRULPSXHVWRV DFDERODVDFFLRQHVSUHYLDPHQWH¿MDGDVFUHiQGRVHD
el propósito del suministro de bienes públicos por el WDO¿QODHVWUXFWXUDRUJDQL]DWLYDFDSD]GHHMHFXWDU-
estado es corregir la limitación natural del mercado ODVVHQRUPDWL]DQODVDFWLYLGDGHV\VHHVWDEOHFHQORV
por la que este no produce todo lo que desean los SURFHGLPLHQWRVGHVXSHUYLVLyQ\FRQWURO
FRQVXPLGRUHV8QELHQS~EOLFRVHFDUDFWHUL]DSRUOD
(YDOXDWLYDVHFXPSOHGXUDQWHHOGHVDUUROORGHOSUR-
QRULYDOLGDGQRVHFRPSLWHSRURHQWUHORVELHQHVR JUDPDGHSURFHVRVXSHUYLVLyQ\FRQWURO\DO¿QD-
VHUYLFLRV \ QR H[FOXLELOLGDG OD JHQWH QR SXHGH VHU OL]DUORGHUHVXOWDGRVLVHDOFDQ]DURQORVREMHWLYRV
H[FOXLGD SRU QLQJXQD UD]yQ SDUD TXH XQD HPSUHVD SURSXHVWRV\ODVPHWDV¿MDGDV
SULYDGDFRQ¿QHVGHOXFURSURGX]FDXQELHQ\REWHQJD /DVDFFLRQHVGHOSURJUDPD\REMHWLYRVSODQL¿FDGRV
EHQH¿FLRV GHEH WHQHU OD SRVLELOLGDG GH QHJDU HO VX- responden a estas preguntas:
ministro a quienes no paguen su precioUHFRUGHPRV
4XpVHTXLHUHDOFDQ]DUREMHWLYR
TXHHQXQDHFRQRPtDH¿FLHQWHTXHSURGXFHORTXHOD
&XiQWRVHTXLHUHORJUDUFDQWLGDG\FDOLGDG
gente desea y está dispuesta a pagar al precio más
&XiQGRVHTXLHUHORJUDUHQFXDQWRWLHPSR
EDMRORVSUHFLRVHMHUFHQXQDVXHUWHGHHIHFWRGHVHxD-
3DUDTXLpQVHKDFHHOSURJUDPDJUXSRREMHWLYR
OL]DFLyQTXHGLULJHODVLQYHUVLRQHV\UHYHODORTXHOD
(QGyQGHVHTXLHUHUHDOL]DUHOSURJUDPDOXJDU
JHQWH GHVHD SDUD TXH HVWR RFXUUD OD H[FOXVLyQ WLHQH
&RQ TXLpQ \ FRQ TXp VH GHVHD ORJUDUOR SHUVRQDO
TXHVHUIDFWLEOH HWF
/DOyJLFDPHFiQLFDGHODRIHUWD\ODGHPDQGDRSHUDEDMRHVWDSRVLELOLGDGGHH[FOXVLyQ0F'RQDOGWLHQHTXHVHUFDSD]GHQHJDU
XQDKDPEXUJXHVDVLHOFOLHQWHQRSDJDSHURWDOH[FOXVLyQHVLPSHQVDEOHHQHOFDVRGHELHQHVGHVDOXGPDVLYRVQRSHUVRQDOHV
FRPRODVYDFXQDV
(VWHHVXQVHVJRFRQJpQLWRGHODGH¿QLFLyQ±\GHODFRQFHSFLyQ¿ORVy¿FD±\DTXHGDSRUVXSXHVWRTXHODJHQWHWLHQHFRQTXp
pagar, cosa que no ocurre en el mundo real.
20. Planificación y programación sanitarias 555
4
Esto es, manteniéndose todo lo demás igual o constante.
556 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Valores
Aspiraciones
Motivaciones
1. Identificación
de necesidades
y problemas
2. Determinación
de prioridades
3. Objetivos
Planificación
4. Actividades para integral
lograr los objetivos
5. Movilización, Planificación
coordinación de de programas
recursos
- financieros
- tecnológicos
- humanos
6. Evaluación
Figura 20.2: Pasos del proceso de planificación (Pineault, modificado por Dever)
en n úb to
PLANIFICACIÓN
n p de a
at Ce ud p en
io
ov id
De cia
lar
pr an
ia
ESTRATÉGICA
sa r ta
ar
n, e s
ita
nid io
rim
pa
sp
Sa ter
gió r d
ad
ho
A
l
re cto
de inis
IV
ro
CT
re
M
nt
Di
PE
PLANIFICACIÓN
Ce
RS
TÁCTICA
PE
EO
Misión
NC
CA
PLANIFICACIÓN Fines
AL
OPERATIVA
Objetivos generales
Objetivos específicos
Objetivos operativos
Provincia
Región sociosanitaria
POBLACIÓN/TERRITORIO
Subregión
Distrito
Territorio
Población objetivo
Figura 20.3: Planificación de acuerdo a nivel del proceso, perspectiva y enfoque (tomado de Pineault, 1994)
GHSURYLVLyQRDFFHVRDGHWHUPLQDGRVHUYLFLRVRFLDO ÀXFWXDQWH\VHYHPRGXODGDSRUODVLWXDFLyQDFWXDO
RVDQLWDULR\VHFRPSDUDFRQHOQLYHOTXHH[LVWHGH GHLQGLYLGXRWDQWRSRUGHIHFWRFRPRSRUH[FHVR
KHFKR 6L XQ LQGLYLGXR R JUXSR QR DOFDQ]DQ HVWH F1HFHVLGDGH[SUHVDGDRGHPDQGDHPSDUHQWDGDDOD
QLYHO VH FRQVLGHUD TXH VXIUHQ QHFHVLGDG$Vt SRU anterior, es la propia de las personas que demandan
HMHPSORHOQLYHOGHQXWULFLyQHVWDEOHFLGRSRUHO&R- XQVHUYLFLR1RVHSLGHDOJRVLQRVHWLHQHODQHFH-
legio de Médicos Británico se utiliza como medida sidad de aquello, pero es posible que se tenga la
QRUPDWLYD GH OD VX¿FLHQFLD GH XQD GLHWD (PSHUR QHFHVLGDG\QRVHH[SUHVHODGHPDQGDRYLFHYHUVD
XQDGH¿QLFLyQQRUPDWLYDGHODQHFHVLGDGQRHVDE- /DQHFHVLGDGH[SUHVDGDVHXWLOL]DDPHQXGRHQORV
VROXWD5RVVL\%HUN\HVSRVLEOHTXHQRKX- VHUYLFLRV VDQLWDULRV GRQGH ODV OLVWDV GH HVSHUD VH
biera concordancia con la detección de necesidad si utilizan como medida de las necesidades no satis-
se utilizaran otras dimensiones o se comparara con fechas.
otro momento temporal; por ejemplo, en el ámbito G1HFHVLGDGFRPSDUDWLYDVHHVWDEOHFHDSDUWLUGHOGL-
de las administraciones públicas, la construcción de IHUHQFLDOGHVHUYLFLRVHQWUHXQiUHD\RWUDVHWUDWD
hospitales basándose en ratios de número de camas GHXQLQWHQWRGHHVWDQGDUL]DUODSURYLVLyQGHVHUYL-
SRUPLOOyQGHKDELWDQWHVDKRUD\KDFHYHLQWHDxRV cios, aunque ello no tiene por qué corresponder a
E1HFHVLGDGH[SHULPHQWDGDRVHQWLGDRSHUFLELGD una necesidad. Además, no se tiene la seguridad de
DTXt QHFHVLGDG HTXLYDOH D FDUHQFLD VXEMHWLYD $O que todas las necesidades del área que se toma como
HYDOXDU XQD GHWHUPLQDGD QHFHVLGDG GH XQ VHUYLFLR punto de referencia estén satisfechas. Se ha utilizado
VHSUHJXQWDDORVLQGLYLGXRVVLFUHHQTXHORQHFHVL- FRQIUHFXHQFLDHQHOiPELWRVDQLWDULRFRQHO¿QGH
tan, es decir, si lo perciben como tal necesidad. La disponer de listados de características de pacientes
QHFHVLGDGH[SHULPHQWDGDRVHQWLGDHQVtPLVPDHV TXHUHTXLHUHQDWHQFLyQHVSHFLDO2%ULHQ5RVVL\
una medida inadecuada de la necesidad real, pues es 7HVVOHU
558 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Determinación
de la razón de ser
de los grandes fines
de las grandes
PLAN
orientaciones
ESTRATÉGICA
5-10 AÑOS
DISPOSICIÓN
ORIENTACIONES DE RECURSOS
Y PRIORIDADES
PROGRAMA
TÁCTICA
3-5 AÑOS
DISTRIBUCIÓN DE
RECURSOS Y UTILIZACIÓN
ACTIVIDADES PARA DE RECURSOS
ALCANZAR LOS
OPERACIONES
OBJETIVOS
GESTIÓN DE
OPERATIVA
1 AÑO
DESARROLLO DE ACTIVIDADES
EN TIEMPO Y ESPACIO
Figura 20.4: Planificación estratégica, táctica y operativa (Mc Concley, 1981, Pinault, 1994)
Necesidad experimentada
Necesidad normativa
Necesidad expresada
Necesidad comparativa
I J
G C E
A D L
B K
F H
Figura 20.5: Topología de intersecciones entre diversos tipos de necesidad (tomado y modificado de Arci-
laga, Moscoso y Villaseñor, Madrid, 2008)
RFXSDGHODUHLQVHUFLyQGHSHUVRQDVTXHHVWXYLH- ÈUHD,ĺ1HFHVLGDGQRSUHYLVWDSRUORVH[SHUWRV
URQSULYDGDVGHOLEHUWDG QL FRQVLGHUDGD FRPSDUDWLYDPHQWH SHUR VHQWLGD
\H[SUHVDGD3RUHMHPSORIUHFXHQWHVROLFLWXGGH
ÈUHD * ĺ La necesidad sólo se postula por los UHFHWDV GH PDWHULDO FRVPpWLFR VXEYHQFLRQDGR
H[SHUWRV&RPRHMHPSORHQHOiPELWRGHODVD- por la Seguridad Social.
nidad pública sería un ejemplo el tratamiento de
DJXDV FRQ ÀXRUXUR PXFKR DQWHV GH TXH IXHVH ÈUHD - ĺ Necesidades sentidas, pero cuya sa-
VHQWLGDRH[SUHVDGD tisfacción se halla fuera de las posibilidades
de cobertura de un programa, por lo que no es
ÈUHD+ĺ/DQHFHVLGDGVyORDSDUHFHDQLYHOFRP- FRQVLGHUDGD QRUPDGD R SURYLVWDRIHUWDGD 3RU
SDUDWLYRVLQTXHODSRVWXOHQORVH[SHUWRVQLVHD ejemplo, la soledad.
VHQWLGD R GHPDQGDGD (Q HO iPELWR HGXFDWLYR
VHUtDODUHDOL]DFLyQGHGHWHUPLQDGDVDFWLYLGDGHV ÈUHD.ĺ1HFHVLGDGQRSRVWXODGDSRUORVH[SHU-
H[WUDHVFRODUHV tos ni demandada, pero es sentida y se atiende
560 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
'HVFULWRSRUQRVRWURVHQRWUDSDUWHVHUH¿HUHDOFpOHEUHSODQWHRGHOGLiORJRSODWyQLFRHQHOTXHHO¿OyVRIRLQWHUSHODDODFWRU
GLFLHQGRVL©DPDPRVODVFRQGXFWDVYLUWXRVDVSRUTXHVRQWDOHVRPiVELHQOODPDPRVYLUWXRVDVDODVFRQGXFWDVTXHORVGLRVHV
DPDQ"ª6LPLODUHVTXHPDGHUD]RQDPLHQWRFLUFXODUVHDSOLFDDODFRQVLGHUDFLyQGHORVLQGLFDGRUHVSDUDUDQTXHDUDORVKRVSLWD-
les Top 20HVSDxROHV/DSUHJXQWDHQODHVIHUDGHORVLQGLFDGRUHVHVVLVHPLGHORUHOHYDQWHRPiVELHQVHGLFHTXHHVUHOHYDQWH
lo que se puede medir con facilidad.
20. Planificación y programación sanitarias 561
INFORMADORES
CLAVE
Magnitud del
problema LEGAL
DELPHI
POLÍTICA
Severidad del
problema
GRUPO NOMINAL ECONÓMICA
FORUM MÉTODO
COMUNITARIO HANLON
Resolubilidad ORGANIZACIONAL
del problema
LA GENTE SABE
SOCIOCULTURAL
Factibilidad del
programa
Figura 20.6: Identificación de problemas. Determinación de prioridades. Técnicas duras (tomado de Dever, 1991)
ORV PiV UHOHYDQWHV VHUYLUiQ GH HMH 8Q FULWHULR GH DHOSXQWRGHYLVWDGHORVDGPLQLVWUDGRUHVGHORVWUD-
SULRUL]DFLyQSRGUtDVHU3DJDQLQL&DSRWH0LU236 EDMDGRUHVGHVDOXG\GHORVLQYHVWLJDGRUHVHQUHOD-
ORPiVIUHFXHQWHVREUHORPHQRVIUHFXHQWHOR FLyQFRQHOSUREOHPDUHFXpUGHVHODODUJDWUDGLFLyQ
PiVIiFLOVREUHORPiVGLItFLOORTXHYDHQDXPHQWR que preconiza el uso de técnicas de triangulación o
VREUHORHVWiWLFRORPRGL¿FDEOHVREUHORQRPRGL- YDOLGDFLyQ FRQYHUJHQWH ±-LFN 6H FRQVLGHUD
¿FDEOHORPiVUHOHYDQWHVREUHORPHQRVUHOHYDQWH que la utilización de un único método o enfoque de
* Ausencia de duplicación: el tema no es ya objeto de LQYHVWLJDFLyQSXHGHGDUOXJDUDVHVJRVPHWRGROyJL-
otros estudios; si no es así, el estudio propio debe al FRVRGHRWURWLSR2SSHUPDQQ$VtVHD¿UPD
PHQRVHQIRFDUXQDVSHFWRQRYHGRVRRTXHKDTXH- que los resultados obtenidos mediante un único mé-
dado sin respuesta. todo están bajo sospecha, a no ser que sean triangu-
* Viabilidad: el problema puede abordarse con los re- lados con otros métodos en una interpretación plau-
cursos disponibles. VLEOH 3DXO (O DQiOLVLV GH VLVWHPDV RUJDQL-
* Asentimiento político: deberían abordarse temas en ]DWLYRVFRPSOHMRVUHTXLHUHSRUORWDQWRGLYHUVLGDG
los cuales las autoridades estén interesadas. HQORVPpWRGRVGHUHFRJLGDGHGDWRVSDUDUHÀHMDUOD
* Posibilidad de aplicar resultados y recomendacio- complejidad que están tratando de describir.
nes E(VSHFL¿FDUFRQGHWDOOHVHOQ~FOHRGHOSUREOHPD
* Urgencia en la necesidad de datos
* Asentimiento moral 'HEHWUDWDUGHLGHQWL¿FDUVHHOQ~FOHRGHOSUREOHPD
$O DQDOL]DU FXDOTXLHU SUREOHPiWLFD DO HIHFWXDU \FXDQWL¿FDUOR/DQDWXUDOH]DGHOSUREOHPDSRUXQODGR
como se ha dicho la problematización del problema6 esto es, la distancia entre lo que es y lo que se preferiría
debe considerarse: que la situación fuera; recuérdense en este momento los
6
Como los problemas que se hallan inmersos en lo cotidiano del quehacer institucional, desproblematizados o mal problematiza-
GRVSRUORVDFWRUHVLPSOLFDGRVHQODRIHUWDGHOVHUYLFLRSDUDORVTXHHVWHQRHVWiHQODDJHQGD$VtSRUHMHPSOR\VHJ~QKHPRVUH-
IHULGRHQRWUDSDUWHODVEDMDVFREHUWXUDVGHYDFXQDFLyQKDQGHMDGRGHVHUXQSUREOHPDQRIRUPDQSDUWHGHODDJHQGDQLGHVYHODQ
a los administradores y gestores; a su turno, estos les han atribuido causasSXWDWLYDVHLQGHPRVWUDGDVVRQYLOOHURVQRVHRFXSDQ
GHORVKLMRVTXHFLHUUDQHOWHPD\EORTXHDQFXDOTXLHULQYHVWLJDFLyQSRVWHULRU$ODYH]GDQXQDLPDJHQPRGpOLFDGHOPXQGRTXH
VLUYHD¿QHVexplicando o rotulando la realidad y generando tranquilidad.
562 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
ANÁLISIS
SITUACIONAL
PREPROGRAMACIÓN
1
- Delimitación geográfica de SILOS
- Población
INICIO - Características del área
- Procesos salud enfermedad
- Servicios de salud
SECTOR PRIVADO
2 - Identificación de problemas
SEGURIDAD SOCIAL - Priorización
SECTOR PÚBLICO
3 - Determinación de objetivos
4 Actividades
PROGRAMACIÓN
5 Recursos
Plazos ĺFlujogramas
responsables
7 6
Evaluación, monitoreo Gerencia de operaciones
y supervisión control y análisis de gestión
Figura 20.7: Identificación de problemas. Determinación de prioridades. Técnicas blandas y mixtas (tomado de
Dever, 1991 y Pineault, 1994)
llamados momentosGHODSODQL¿FDFLyQVHJ~Q2363D- 8QD YH] HVWDEOHFLGR TXH SRU HMHPSOR XQD GHWHU-
JDQLQL&DSRWH0LU236 minada afección causa más muertes que en el país en
* explicativo –lo que la situación fue, es y tiende a ser XQ OXJDU HVSHFt¿FR FRUUHVSRQGH FRQVLGHUDU ODV WDVDV
VLQLQWHUYHQFLyQ HVSHFt¿FDVSRUHGDG\VH[R&DGDWDVDVHFDOFXODFRQHO
* normativo –lo que se quiere que la situación sea–, y FRUUHVSRQGLHQWH,&
* HVWUDWpJLFR, que articula a los anteriores; la distri-
bución del problema –quién está afectado, cuándo
y dónde–; y la magnitud e intensidad del problema Priorización
±¢HVWi H[WHQGLGR" ¢FXiO HV VX JUDYHGDG" ¢FXiOHV
VRQVXVFRQVHFXHQFLDV" Trata de delimitar qué problemas se atacarán primero.
3XHGHSDUHFHUREYLRSHURXQDFODUDH[SRVLFLyQGHO La razón de mortalidad proporcional (RMP) ĺ es qui-
problema: zá la medida más simple y preliminar para determinar
* Constituye la base del desarrollo ulterior de la in- prioridadesH[SUHVDHOporcentaje de todas las defun-
YHVWLJDFLyQ FLRQHV TXH UHVXOWDQ GH XQD FDXVD HVSHFt¿FD HV GHFLU
)DFLOLWDODE~VTXHGDGHLQIRUPDFLyQ 503 GHIXQFLRQHV SRU FDXVD [WRWDO GH GHIXQFLRQHV
3HUPLWHLQGLFDUIiFLOPHQWHHOPRWLYRSRUHOTXHGH- [ /D 503 LQGLFD OD importancia relativa de las
VHD UHDOL]DUVH OD LQYHVWLJDFLyQ \ OR TXH HVSHUD OR- causas de defunción y, en consecuencia, brinda una esti-
grarse con las conclusiones del estudio. PDFLyQGHOQ~PHURGHYLGDVVDOYDEOHV$GHPiVGHHVWD
$ODQ 'HYHU SURSXJQD HO XVR GH OD razón de mor- el core epidemiológico ofrece dos conjuntos de criterios
talidad estandarizada (RME) como ĺ KHUUDPLHQWD principales en la determinación de prioridades: la mag-
inicial de screeningYDOHGHFLUVHFRPSDUDQODVWDVDV QLWXGGHODSpUGLGD\ODVHQVLELOLGDGDODSUHYHQFLyQR
brutas de mortalidad en cualquier región con las que reducción, determinándose estas por la magnitud de los
se esperarían de tenerse la misma distribución que en DxRV GH YLGD SRWHQFLDOPHQWH SHUGLGRV \ SRU HO ULHVJR
el país. UHODWLYR\HOULHVJRDEVROXWRĺ$933\55±5$
20. Planificación y programación sanitarias 563
1 Delimitación geográfica y
dominante del SILOS
Población. Características
INICIO geográficas del área. Procesos
salud enfermedad.
Servicios de salud
SECTOR PRIVADO
2 Identificación de problemas
SEGURIDAD SOCIAL prioritarios
SECTOR PÚBLICO
3 Determinación de objetivos
TAREA
PLAZO 2
COMIENZO
PLAZO 1
10/18/05-10/25/05
Intervalos de tiempo
5 Recursos
10/18/05-10/25/05
Intervalos de tiempo Plazos ĺFlujogramas
responsables
RESPONSABLE 1 RESPONSABLE 2
1 Delimitación geográfica y
dominante del SILOS
Población. Características
INICIO geográficas del área. Procesos
salud enfermedad.
Servicios de salud
SECTOR PRIVADO
2 Identificación de problemas
SEGURIDAD SOCIAL prioritarios
SECTOR PÚBLICO
3 Determinación de objetivos
4 Actividades
5 Recursos
Plazos ĺFlujogramas
responsables
7 6
Evaluación, monitoreo Gerencia de operaciones
y supervisión control y análisis de gestión
OBJETIVOS
GENERALES INTERMEDIOS ESPECÍFICOS
OPERATIVOS
Actividades
flujograma
operativo
FIJACIÓN DE
OBJETIVOS
Objetivo 1
Objetivo 2
EVALUACIÓN
DEL PROGRAMA
10/19/05-10/26/05
Indicadores Objetivo 3 Intervalos de tiempo
de evaluación 10/19/05-10/26/05
PLAZO 2 Intervalos de tiempo
PLAZO 1
Objetivo 4
TAREA
Asentamiento ubicado en el
denominado Playón Jumbo
(V. Lugano). Comprende
entre Av. Cruz y Escalada,
la manzana 28 de la Villa 20.
Estudio de
18% suelos para
desnutridos, confirmar
37% anémicos contaminación
y 16% Secretaría de
parasitosis Medio Ambiente
Octubre 2005
150 familias
más en la
manzana 29 En 2006 reestudio
de niños con
plombemias altas
ĺlos valores se
mantuvieron o 2007: 400
incluso aumentaron familias más
ĺmanzana 30; en
tanto la 29
tenía 300
PRIORIZACIÓN
Componente A ĺ
25% 9 niños
Magnitud del
entre 7 y 14
problema
ĺRIESGO
¿a cuántos afecta?
MÉTODO
HANLON Puede definirse de
Componente B ĺ
Severidad del problema varias maneras. Puede
¿cuánto los afecta? apoyarse en datos
Tasas mortalidad, objetivos y también en
morbilidad, estimaciones subjetivas
incapacidad o costos (carga social o
asociados al problema mediática) PERTINENCIA
¿Los recursos
FACTIBILIDAD
y tecnología
Componente C ĺ ECONÓMICA
actuales pueden
59 chicos más Resolubilidad
alterar de alguna
en 2007 ĺ 32% del problema
manera concreta ACEPTABILIDAD
contaminados el problema?
con plomo
X DISPONIBILIDAD
DE RECURSOS
Componente D ĺ
Factibilidad del LEGALIDAD
programa ĺ
PEARL (si-no)
Si es inapropiada,
demasiado costosa,
inaceptable, ilegal o
no hay sufucientes
recursos tiene 0 e inhabilita
el programa. Un 1 es
condición necesaria
pero no suficiente
Figura 20.11: Objetivos y evaluación programáticas. Aplicado al problema del exceso de plomo en la Villa 20
de Lugano
20. Planificación y programación sanitarias 567
ALTERNATIVAS?
NO Descripción de resultados Descripción de costos EV Parcial
Descripción de costos Consecuencias
SÍ (9GHH¿FDFLDR Análisis de costo
HIHFWLYLGDGVyOR 8WLOLGDG
FRQVHFXHQFLDV Análisis de costo
Análisis de costos (IHFWLYLGDG EV Completa
VyORFRVWRV Análisis de costo
EV Parcial %HQH¿FLR
Tabla 20.2: Principales modelos de evaluación económica. (Tomado de Drummond MF, Center for Health Eco-
nomics, Universidad de York, UK)
no suele ser posible demostrar el ámbito y las limitacio- y oportunidades estructurales que presentan las organi-
nes aplicables a un uso más amplio o bien los réditos ]DFLRQHVD\XGDQDFRPSUHQGHUHOp[LWRRHOIUDFDVRGHO
GHRWURWLSRTXHHOSURJUDPDSXHGHSURYHHUSRUHMHP- SURFHVRGHGLIXVLyQ$HVWHQLYHOODLQYHVWLJDFLyQGHOD
plo políticos o mediáticos o de opinión pública. Se ha HYDOXDFLyQWLHQHPiVVLJQL¿FDGR\SHUWLQHQFLDSDUDORV
dicho, además, que los proyectos sociales casi siempre profesionales y los rectores políticos pero, a juzgar por
son implementados por parcelas de un sector público en la escasez de ejemplos publicados, es la que menos in-
el que la racionalidad burocrática predominante encuen- WHUpVRIUHFHDORVLQYHVWLJDGRUHVDFDGpPLFRV
tra su legitimidad en el encuadre a la norma y poderes (Q JHQHUDO HQWRQFHV DO SODQWHDU OD YDORUDFLyQ GH
YLJHQWHV\VHPDQL¿HVWDUHQXHQWHDODVHYDOXDFLRQHVHO UHVXOWDGRVGHXQDLQWHUYHQFLyQSURJUDPiWLFDYDOHSODQ-
HVWDGR H[WUHPD VX YLJLODQFLD HQ HO PDQHMR GHO GLQHUR WHDUVHGRVSUHJXQWDVEiVLFDV¢VHREVHUYDDOJ~QFDPELR
S~EOLFR HVWR HV HODERUDFLyQ GH SUHVXSXHVWRV YtDV GH HQDOJXQDYDULDEOHGH¿QLGD"<GHVHUDVt¢HVWHFDPELR
¿QDQFLDPLHQWR\HQWUHJDGHSDUWLGDVHYHQWXDOPHQWHHQ SXHGH DWULEXLUVH D OD LQWHUYHQFLyQ SURJUDPD" HVWR
HOPHMRUGHORVFDVRV\SUHVWDQLQJXQDRSRFDDWHQFLyQ es lo que se conoce como impacto del programa; un
HVWRHVQRLQYHVWLJDRQROOHYDFXHQWDVRFRQWUROVREUH cambio en el estado de salud atribuible –razonablemen-
al impacto del proyecto sobre el grupo social supuesta- te y con todos los peros que puedan considerarse– a la
PHQWHEHQH¿FLDGRSRUORTXHODHYDOXDFLyQHQHOFDPSR LQWHUYHQFLyQYpDVHPiVDGHODQWHHOGLOHPDGHODFDMD
GHORVSUR\HFWRVVRFLDOHVHVFDVLPiVXQDH[FHSFLyQTXH negra)(VELHQVDELGRSRUHPSH]DUTXHHOGLVHxRPiV
una práctica corriente. DGHFXDGR LQFOXVR LGHDO SDUD HO DQiOLVLV HV HO H[SHUL-
Si un programa consigue el resultado deseado en PHQWDOHVSHFt¿FDPHQWHHOGLVHxRDOHDWRULRFRQWURODGR
FRQGLFLRQHV ySWLPDV OD VLJXLHQWH WDUHD GH HYDOXDFLyQ (VWHQRREVWDQWHSUHVHQWDYDULDVDULVWDVYLGULRVDVDOD
consistirá en dilucidar si este programa puede o no repe- KRUDGHLPSOHPHQWDUVHHQHOPXQGRUHDOGHODHYDOXD-
WLUVH3XHVWRTXHHOGLVHxRH[SHULPHQWDOH[LJHREMHWLYRV ción programática y estaría más allá del alcance de esta
\FRQGLFLRQHVHVWULFWDPHQWHGH¿QLGRVQRKD\JDUDQWtD VHFFLyQVXH[SRVLFLyQGHWDOODGD5HFRUGDUHPRVQRREV-
DOJXQDGHTXHXQSURJUDPDGHLQWHUYHQFLyQVLPLODUSXH- WDQWHHQSULPHUWpUPLQRODGL¿FXOWDGDVRFLDGDDODSRVL-
da funcionar también en otro momento o lugar, o gestio- ELOLGDGGHVHSDUDUGHPRGRDUWL¿FLDOGRVJUXSRVHQXQD
QDGRSRUGLVWLQWDVSHUVRQDVTXL]iPHQRVHQWXVLDVWDV FRPXQLGDGGH¿QLGD\HQFDVRGHSRGHUKDFHUORSRGHU
(QHVWDIDVHODWDUHDGHHYDOXDFLyQVHDPSOtD3RUXQD subsecuentemente asignar a los sujetos a uno u otro de
SDUWHGHEHVHJXLUYDORUDQGRODH¿FDFLDHQORVGLVWLQWRV ellos, por cuestiones de todo tipo, incluso éticas. Ade-
marcos, pero por otra debe usar los datos reunidos a lo PiVFRPRVHKDGHPRVWUDGRFRQLQWHUYHQFLRQHVGHEDVH
ODUJRGHWRGRHOWUDEDMRSDUDLQYHVWLJDUODVYDULDEOHVSUR- FRPXQLWDULDHOIRFRGHODLQWHUYHQFLyQVRQMXVWDPHQWH
IHVLRQDOHVRUJDQL]DWLYDV\GHSREODFLyQTXHLQÀX\HQHQ ODVSREODFLRQHV\QRORVLQGLYLGXRVORTXHGL¿FXOWDPiV
ODSUREDELOLGDGGHp[LWR(OSURSyVLWRGHODHYDOXDFLyQ D~QHOGLVHxRH[SHULPHQWDO(QHVWHVHQWLGRVHGLUtDTXH
QR FRQVLVWH ~QLFDPHQWH HQ YDORUDU VL XQD LQWHUYHQFLyQ esta suerte de experimentación social –la antigua física
IXQFLRQD VLQR HQ VDEHU SRU TXp IXQFLRQD SDUD YHU VL social de Quetelet– se parece a la astronomía, ciencia en
puede o no ser repetida o ajustada. En consecuencia, es la que se espera obtener más conocimiento de la obser-
SUHFLVRHPSOHDUXQDDPSOLDJDPDGHPpWRGRVGHHYD- YDFLyQ\ODGHGXFFLyQYpDVH0RGOLQRY, y no tan-
luación. Parece que esta fase ofrece menos interés a los WRGHODH[SHULPHQWDFLyQFOiVLFDDOHMDGDVDTXHOODVGHO
LQYHVWLJDGRUHV DFDGpPLFRV DXQTXH SRGUtD VHU PXFKR ámbito de laboratorios y probetas. Es famoso el ejemplo
más útil para los profesionales y dirigentes políticos. que cita Bunge sobre el tema, mencionado por nosotros
6L SXHGH GHPRVWUDUVH TXH XQD LQWHUYHQFLyQ HV H¿- en otra parte.
caz en condiciones óptimas y que puede reproducirse 8QDVROXFLyQDHVWHSUREOHPDHVXVDUXQDVXHUWHGH
FRQHVDPLVPDH¿FDFLD\VHJXULGDGHQGLVWLQWDVFLUFXQV- GLVHxRFXDVLH[SHULPHQWDOTXHSRUHMHPSORFRQVLGHUH
WDQFLDV VX p[LWR GH¿QLWLYR GHSHQGHUi GH TXH ORJUH OD una población control diferente a la estudiada, incluso
Pi[LPD FDSWDFLyQ SRU VXV EHQH¿FLDULRV SRWHQFLDOHV DOHMDGD JHRJUi¿FDPHQWH GH HVWD QyWHVH QR REVWDQWH
/RVREMHWLYRVFODYHGHODHYDOXDFLyQHQHVWDWHUFHUDIDVH WRGRORTXHVHSLHUGHODUDQGRPL]DFLyQ\HOFRQWUROYHU-
JXDUGDQPHQRVUHODFLyQFRQODYDORUDFLyQGHODH¿FDFLD GDGHUR
GH OD LQWHUYHQFLyQ HQ WpUPLQRV GH FDPELR GH FRPSRU- (QFXDOTXLHUFDVRODIDOWDGHHYDOXDFLyQRODHYD-
tamiento o reducción del riesgo y más con la penetra- OXDFLyQGHIHFWXRVDVH FRQYHUWLUiHQOR TXH VH OODPDOD
FLyQGHORVSURJUDPDVHQODSREODFLyQREMHWLYR(QHVWH situación, o el efecto, de la caja negra, cuyas conse-
~OWLPR FDVR ORV HVWXGLRV TXH LQYHVWLJDQ OD DFHSWDFLyQ cuencias globales pueden ser detectables pero cuyos
y el empleo que hacen de ellos los grupos profesiona- contenidos permanecen ocultos. Según dice con preci-
OHVODYDORUDFLyQGHODDFHSWDFLyQGHODVLQWHUYHQFLRQHV VLyQ /LSVD\ © VLWXDFLRQHV HQ ODV TXH SXHGHQ
SRUORVXVXDULRV\ODLGHQWL¿FDFLyQGHODVOLPLWDFLRQHV REVHUYDUVHDSRUWDFLRQHV\UHQGLPLHQWRVSHURHQODVTXH
570 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
los procesos que conectan a unos y otros resultan di- de reducir el grado o la carga de enfermedad, ha sido,
ItFLOHVGHLGHQWL¿FDUª$VtSXHVODFDMDQHJUDFRQWLHQH es y será difícil de medir, básicamente por ser multi-
XQD VHFXHQFLD VXSXHVWDPHQWH FDXVDO HQWUH DSRUWD- dimensional –incorporando cuestiones tan espinosas
ciones –inputs± SRU HMHPSOR UHFHSFLyQ GH IRQGRV \ FRPRFDOLGDGGHYLGDRYDORUGHODYLGDRODFDSDFLGDG
rendimientos –output±SRUHMHPSORLQWHUUXSFLyQRGLV- GLVFDSDFLGDG7UDQR\/D3XPD7pQJDVHHQ
PLQXFLyQGHOKiELWRWDEiTXLFR(QLQWHUYHQFLRQHVsim- FXHQWDDGHPiVTXHFXDOTXLHUWLSRGHDQiOLVLVOOHYDLP-
ples ±DO PHQRV GHVGH OR PHWRGROyJLFR± SRU HMHPSOR SOtFLWDXQDSHUVSHFWLYDGHVGHODTXHVHUHDOL]DHOPLVPR
SURJUDPDV GH YDFXQDFLyQ VH SXHGH WUDWDU GH DEULU OD \HVWDSHUVSHFWLYDHVWiGH¿QLGDSRUORTXHVHWLHQGHDHQ-
caja negra, pero esto no es tan imprescindible como en fatizar –la posición tomada por el analista– y de acuerdo
HOHMHPSORDQWHULRUDQDOL]DUORVUHVXOWDGRVGHODYDFX- a quién es el usuario de la información. Se introduce así
QDFLyQSRUHMHPSORFREHUWXUDV3HURHQODVLQWHUYHQ- XQFULWHULRLQVDOYDEOHGHVXEMHWLYLGDGHQORTXHGHELHUD
FLRQHVSUHYHQWLYDVEDVDGDVHQODFRPXQLGDGHOFRQWH- VHUXQDQiOLVLVDEVROXWDPHQWHREMHWLYR\DTXHHOXVXD-
nido de la caja negra es muy complejo y su oscuridad rio real o potencial condiciona lo que se enfatiza. En el
HYHQWXDOXQLPSHGLPHQWRJUDYHSDUDODFRPSUHQVLyQ\ FDVR HVSHFt¿FR GHO DQiOLVLV HFRQyPLFR HVWR LPSOLFD DO
el progreso de los programas. menos tres dimensiones clásicas desde donde abordar el
$VLPLVPR\HQHVWHVHQWLGRODREUDGH:\QH3DU- DQiOLVLVHOGHOWLSRGHFRVWRV\EHQH¿FLRVHOGHOSXQWR
sons7UHVXOWDUHYHODGRUDHQORFRQFHSWXDODODQDOL]DUOD GHYLVWDVRFLHGDGSDFLHQWHSUHVWDGRUSDJDGRU\HOGHO
HYDOXDFLyQGHLPSDFWRUHFXHUGDpOTXHVHWUDWDGHXQD WLSRGHDQiOLVLVHQVtFRVWRHIHFWLYLGDGEHQH¿FLRGHV-
PRGDOLGDG EiVLFDPHQWH FRPSDUDWLYD &RPSDUDU GLFH FULSFLyQGHUHVXOWDGRVFRVWRVFRPRH[WUHPRVSRODUHV\
por ejemplo, el antes y el después, el impacto en un HQHOPHGLRXQDVHULHGHDQiOLVLVVXFHGiQHRV
grupo y en otro, comparar lo que pasó con lo que pudo (Q UHODFLyQ D OD HYDOXDFLyQ JHQHUDO SURJUDPiWLFD
KDEHUSDVDGRGHQRKDEHULQWHUYHQLGR±GHSDVRORTXH GLUHPRV TXH ODV DFWLYLGDGHV GH HYDOXDFLyQ KDQ VLGR OD
algunos llaman costo social de la inacción– o comparar H[FHSFLyQ PiV TXH OD UHJOD HQWUH QRVRWURV VHJ~Q FR-
la manera en que diferentes regiones del país recibie- mentamos. En primer lugar cabría esperar que hubiese
ron diferente impacto de la misma política o plan. Con XQD HYDOXDFLyQ ex ante GH OD YHUGDGHUD QHFHVLGDG GHO
LQGHSHQGHQFLDGHODPHGLGDHPSOHDGDHOFXDQWL¿FDFLR- SURJUDPD HQ FXHVWLyQ 3DUD WDO ¿Q SXHGH XWLOL]DUVH XQ
QLVPR©QRSXHGHGLVIUD]DUHOKHFKRGHTXHODHYDOXDFLyQ ASIS o un método como el Hanlon, que considere di-
GHO LPSDFWR HV XQD DFWLYLGDG PHWLGD KDVWD ODV URGLOODV YHUVRVDVSHFWRVDODKRUDGHSURSRQHUXQSUR\HFWRSUR-
HQXQPDUGHYDORUHVFUHHQFLDVSROtWLFDVSDUWLGLVWDVH JUDPiWLFR 8Q HMHPSOR GH OD DSOLFDFLyQ GHO +DQORQ DO
ideología y hace del hecho de demostrar que una po- análisis de la contaminación por plomo de los habitan-
lítica ha tenido tal o cual impacto algo profundamente WHVGHODYLOODGH/XJDQRSXHGHYHUVHHQOD)LJXUD
sospechoso».
(OWHPDGHODHYDOXDFLyQHVSHFt¿FDGHORVFRVWRVGH A pesar de su aparente sencillez, el método presenta
XQSURJUDPDHVYLGULRVR\SRURWUDSDUWHVXVWDQFLDODOD GL¿FXOWDGHVLQKHUHQWHV5HFXpUGHVHTXH+DQORQSURSRQH
hora de ponderarlo. Como norma general debe sentarse FXDWURFRPSRQHQWHV$%&\'PDJQLWXGGHOSUREOH-
que el costo es importante pero mucho más lo es la pon- PDVHYHULGDGGHOSUREOHPDUHVROXELOLGDGGHOSUREOHPD
GHUDFLyQGHORTXHVHREWLHQH±\DTXHH[LVWHQSRUHMHP- \IDFWLELOLGDGGHOSURJUDPDGH¿QLGDHVWDSRU±ODVLJOD
plo, bienes tutelares cuyo costo incurrido es anecdótico. 3($5/– pertinencia, factibilidad económica, aceptabi-
Esta formulación parece simple pero es muy compleja, OLGDGGLVSRQLELOLGDGGHUHFXUVRV\OHJDOLGDG2EVpUYH-
GHELGRVREUHWRGRDODGL¿FXOWDGSDUDLPSXWDUUHFXUVRV se además que el segundo componente está sumado al
LQVXPLGRV R FRVWRV \ SRU RWUD SDUWH TXL]i SULQFLSDO primero, pero el tercero y el cuarto están multiplicando
medir los resultados. La unidad de medición del resulta- DORVDQWHULRUHVFRQORTXHXQUHVXOWDGRQXORHQOD
do depende de lo que se quiere medir, del método de es- YDORUDFLyQ3($5/HVWRHVXQSURJUDPDLQDFHSWDEOHR
WXGLR\GHMXLFLRVGHYDORU(OUHVXOWDGRGHLQFUHPHQWDU LOHJDO R GHV¿QDQFLDGR LQKDELOLWD FXDOTXLHU RWUD FRQVL-
el estado de salud de una población o, en otros términos, GHUDFLyQ SUHYLD (Q XQ HMHPSOR FRQFUHWR SRU FDVR OD
7
3DUVRQV:Políticas Públicas0p[LFR)/$&62
5HFXpUGHVHVRPHUDPHQWHTXHHVWHHQFODYHGHKHFWiUHDV\SHUVRQDVYLHQHKDFHDxRVVLHQGRDIHFWDGRGHFRQWDPLQDFLyQ
FRQSORPRSRUODH[LVWHQFLDGHXQFHPHQWHULRGHDXWRVSURSLHGDGGHOD&LXGDGTXHDOEHUJDFHUFDGHUHVWRVYHKLFXODUHV
\WRQHODGDVGHFKDWDUUDWy[LFD$SHVDUGHUHLWHUDGDVGHQXQFLDVGHOD'HIHQVRUtDGHO3XHEOR\GHORVYHFLQRV\GHQRUPDVOHJDOHV
GHOD/HJLVODWXUDGHOD&LXGDGFRPRPtQLPRGHVGHHOHOSUREOHPDD~QQRVHKDUHVXHOWR&HUFDGHOGHORVQLxRV
DQDOL]DGRVSUHVHQWDQSORPEHPLDVTXHSXHGHQFRQVLGHUDUVHWy[LFDV
20. Planificación y programación sanitarias 571
magnitud de la pérdida para la salud es medida en fun- el que seleccionar la mejor entre las diferentes alternati-
FLyQ GH OD FDQWLGDG GH SHUVRQDV DIHFWDGDV ¢D FXiQWRV YDVFRQODVTXHVHSUHWHQGHDOFDQ]DUHOPLVPRREMHWLYR
DIHFWD"ORTXHSXHGHVHUOLPLWDQWHVLORVDIHFWRVQRVRQ lo que constituye uno de los fundamentos de la lógica
MXVWDPHQWHPXFKRVSRUHMHPSORORVQLxRVTXHSDGHFHQ del pensamiento económico y la regla práctica de mayor
IHQLOFHWRQXULD FX\D WDVD GH DWDTXH HV GH utilidad dentro de esta técnica.
QDFLPLHQWRV(QHVWHFDVRORPLVPRTXHHQHOHMHPSOR &XDOTXLHUDFWLYLGDGFRQOOHYDHOXVRGHUHFXUVRVTXH
GHOSORPRDQWHVFLWDGRSDUHFHPiVVLJQL¿FDWLYDODFRQ- WLHQHQFRVWRV\GDQOXJDUDUHVXOWDGRVHQJHQHUDOGHEH-
VLGHUDFLyQ GH OD JUDYHGDG R VHYHULGDG GH OD DIHFFLyQ UtDQVHUEHQH¿FLRVRV6HSUHVHQWDQDOPHQRVGRVFXHV-
HVWRHV¢FXiQWRORVDIHFWD"6LHOHYHQWRHVUDURRLQIUH- WLRQHVGLIHUHQWHVODSULPHUDHYDO~DORVFRVWRV\ODVFRQ-
FXHQWHSHURGHVDVWURVRHQFDVRGHDSDUHFHUSRUHMHPSOR VHFXHQFLDVGHODVDFWLYLGDGHVVDQLWDULDV\GDOXJDUDHV-
HQHOFDVRGHODIHQLOFHWRQXULDDQWHVPHQFLRQDGRSD- WXGLRVGHVFULSWLYRVGHFRVWRVGHUHVXOWDGRVRGHDPERV
UHFHMXVWL¿FDGDODLQWHUYHQFLyQSURJUDPiWLFD\DTXHHQ la segunda plantea la elección entre dos o más acciones
GH¿QLWLYDHVWDPRVFRQVLGHUDQGRELHQHVPHULWXDEOHVOR posibles; en última instancia, el análisis económico sa-
que hace al componente costo casi anecdótico. A pesar QLWDULRHVHOHVWXGLRFRPSDUDWLYRGHDFFLRQHVRSFLRQDOHV
de estas consideraciones técnicas, casi ningún progra- TXHLQFOX\HQORVFRVWRV\ORVUHVXOWDGRV(QHVWHFRQWH[-
PDUHDOL]DXQDHYDOXDFLyQex ante adecuada.9 En el otro to, recuérdese que durante siglos los eruditos, clínicos,
H[WUHPRODVHYDOXDFLRQHVex post, deberían aplicarse al FLHQWt¿FRVFUtWLFRV\PHWRGyORJRVKDQSXHVWRHQWHODGH
¿QDO±RHQDOJ~QPRPHQWRLQWHUPHGLR±GHODDFWLYLGDG MXLFLR ORV EHQH¿FLRV GH ODV LQWHUYHQFLRQHV PpGLFDV HQ
programática y pueden considerar diferentes aspectos. UHODFLyQFRQVXVSHOLJURV\FRVWRV\HQODYHUVLyQFRQ-
8QR GH HOORV HV HO DQiOLVLV HFRQyPLFR FRVWR EHQH¿FLR WHPSRUiQHDVHVLJXHFXHVWLRQDQGR\DFHQWXDQGRHOYDORU
RFRVWRHIHFWLYLGDGFRPRVHYHHQOD7DEOD7RGRV recibido por el dinero gastado, pero también se incluyen
ORVHVWXGLRVLQFOXLGRVHQODWDEODFRQH[FHSFLyQGHOUH- los resultados funcionales en relación a los riesgos asu-
FXDGURLQIHULRUGHUHFKRUHFLEHQODFDOL¿FDFLyQGHanáli- midos, la igualdad de acceso de la atención para todos,
sis parciales, a causa de su incapacidad para determinar la idoneidad de la atención respecto de la necesidad y la
HOQLYHOGHH¿FLHQFLDDOFDQ]DGRSRUODVLQWHUYHQFLRQHV respuestaFROHFWLYDGHODHPSUHVDGHDWHQFLyQGHVDOXG
VDQLWDULDV HYDOXDGDV HQ RUGHQ D UHDOL]DU XQD HOHFFLyQ DODVH[SHFWDWLYDVGHODGHPDQGDGHOS~EOLFR
que optimice la asignación de los recursos escasos. Son 2WUD YtD GH HYDOXDFLyQ GHEH FRQVLGHUDUVH HQ HO
SUHPLVDVEiVLFDVSDUDMX]JDUH¿FLHQFLD FRQWH[WR GH OD LQYHVWLJDFLyQ FXDVL H[SHULPHQWDO 8Q
HO H[DPHQ simultáneo de las consecuencias y los GLVHxRFXDVLH[SHULPHQWDOSLHUGHDOJRGHOYHUGDGHURH[-
costos, lo que no sucede en los siguientes casos: la perimento, bien la aleatorización o la presencia de un
descripción de las consecuencias, la descripción de grupo control; aun así, se incluye la manipulación de
ORVFRVWHVODHYDOXDFLyQGHODH¿FDFLDGHODHIHFWLYL- OD YDULDEOH LQGHSHQGLHQWH TXH HV OD LQWHUYHQFLyQ 8QR
dad o de la utilidad y el análisis de costos; y GHORVGLVHxRVPiVFRPXQHVGHHVWHWLSRHVHOGHQRPL-
* la consideración de al menos dos opciones o alter- QDGR GLVHxR FRQ JUXSR FRQWURO QR HTXLYDOHQWH XWLOL]D
nativas GRV R PiV JUXSRV XQR GH ORV FXDOHV VLUYH GH FRQWURO
$SHVDUGHTXHSRUSULQFLSLRODVHYDOXDFLRQHVHFR- \HQHOTXHQRVHUHDOL]DQLQJXQDLQWHUYHQFLyQ$PERV
QyPLFDVSUHWHQGHQODLGHQWL¿FDFLyQODFXDQWL¿FDFLyQ\ JUXSRVVHREVHUYDQDQWHV\GHVSXpVGHODLQWHUYHQFLyQ
ODYDORUDFLyQGHWRGDVODVFRQVHFXHQFLDV\GHWRGRVORV SDUD GHWHUPLQDU VL HVWD WXYR DOJ~Q HIHFWR QyWHVH TXH
FRVWHVUHOHYDQWHVGHODVLQWHUYHQFLRQHVVDQLWDULDVHQHO OD FDOLGDG GH FXDVL H[SHULPHQWDO HV TXH ORV JUXSRV QR
PXQGRUHDOWLHQHQTXHHQIUHQWDUVHFRQLQHYLWDEOHVUHV- fueron asignados o distribuidos al azar ni hay aparea-
tricciones, debido a la no disponibilidad de otras alter- PLHQWRXQDOLPLWDQWHHVTXHTXL]iORVJUXSRVQRVRQ
QDWLYDVGHDFFLyQRDODIDOWDGHLQIRUPDFLyQVX¿FLHQWH FRPSDUDEOHVHQWUHVt\ODVHYHQWXDOHVGLIHUHQFLDVHQODV
R¿DEOHVREUHORVFRVWRVRORVUHVXOWDGRV$TXHOORVHV- SRVSUXHEDVSRGUtDQDWULEXLUVHDODYDULDEOHLQGHSHQGLHQ-
WXGLRV HQ ORV TXH HO LQYHVWLJDGRU VyOR GLVSRQH R WLHQH te, pero quizá actúen otras razones diferentes que per-
LQIRUPDFLyQ DFHUFD GH XQD ~QLFD RSFLyQ SULPHUD ¿OD manecen en la oscuridad. Recuérdese que el criterio de
GHO HVTXHPD GHVFULWR VXSRQHQ OD LPSRVLELOLGDG PDWH- ORVH[SHULPHQWRVYHUGDGHURVGHPDQWHQHUODLJXDOGDGGH
ULDO GH DSOLFDU HO LPSUHVFLQGLEOH MXLFLR GLV\XQWLYR FRQ ORVJUXSRVVDOYRREYLDPHQWHODYDULDEOHLQGHSHQGLHQWH
9
(VWRHVHQPXFKRVFDVRVODYROXQWDGGHLPSOHPHQWDFLyQGHOSURJUDPDHVSROtWLFD\HQHVWHVHQWLGRVHDSOLFDODOyJLFDGHWRPDGH
decisiones tipo cesto de basura propia de las anarquías organizadas, según comentamos en otra parte de este libro. Además, debe
FRQVLGHUDUVHDXQTXHHVWRQXQFDVHDSDUWHIRUPDOGHXQDHYDOXDFLyQex anteTXHHQPXFKRVFDVRVHOSURJUDPDYLHQHDFXEULUXQ
GHIHFWRHQODRUJDQL]DFLyQRSUHVWDFLyQGHORVVHUYLFLRVHIHFWRTXHKHPRVOODPDGRde parche.
572 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Lemus JD, Aragües y Oroz V. Investigación en Sistemas de Servicios de Salud: bases epistemológicas, metodología, abordaje
operativo y formación de recursos humanos5RVDULR%XHQRV$LUHV&RUSXV
20. Planificación y programación sanitarias 573
11
6HUH¿HUHDODVKRUDVGHOVLVWHPDS~EOLFRGHSURYLVLyQGHVHUYLFLRVRULJLQDOPHQWHSHUWHQHFLHQWHVDJXDUGLDVPpGLFDVTXHVHKDQ
FRQYHUWLGRHQXQYHUGDGHUR±\SRGHURVtVLPR±VLVWHPDGHUHWULEXFLyQSDUDOHORDOR¿FLDODWUDYpVGHOTXHVH¿QDQFLDQDFWLYLGDGHV
PpGLFDVGHGLYHUVRWLSR\DXQHOIXQFLRQDPLHQWRGHVHUYLFLRVtQWHJURV
6LELHQHOFRQFHSWRHVGHPiVXVR\XWLOLGDGHQHOFRQWH[WRGHO0DUFR/yJLFRSURSLRGHSURJUDPDVGHFRRSHUDFLyQWpFQLFDFRQ
organismos crediticios internacionales.
20. Planificación y programación sanitarias 575
9pDVH$UDJHV\2UR]-RUQDGDV62$6<63$0$
576 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
9pDVH$UDJHV\2UR]9©/LQHDPLHQWRV(VWUDWpJLFRVHQOD'LUHFFLyQGH+RVSLWDOHVª:RUNVKRS8&(6%XHQRV$LUHV
20. Planificación y programación sanitarias 577
7DPSRFRGHEHROYLGDUVHTXHPXFKDVYHFHVHOSURJUDPDYLHQHDIXQFLRQDUFRPRXQparcheGHDOJ~QGp¿FLWHQORVVHUYLFLRV
14
3RUHMHPSORVLWRGRVORVVHUYLFLRVGHWRFRJLQHFRORJtDIXQFLRQDVHQDGHFXDGDPHQWH¢VHUtDQHFHVDULDODH[LVWHQFLDGHXQRRPiV
SURJUDPDVHVSHFt¿FRVGHSUHYHQFLyQGHOFiQFHUJHQLWRPDPDULR"2¢HVWDDFWLYLGDGLUtDGHVX\RHQHODFFLRQDUH¿FLHQWHGHORV
VHUYLFLRV"
578 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Diríamos nosotros que, en nuestro medio, casi todos los programas deben estar políticamente legitimados, algunos sólo son
YLDEOHVSROtWLFDPHQWH\RSHUDQGHIRUPDDXWyQRPDGLYRUFLDGRVGHOFRQWH[WRWpFQLFRHVWRHVSRUFRPSOHWRDFRQWUDULRGHORHV-
WLSXODGRSRUODWHRUtDQRHVHOWpFQLFRVLQRHOSROtWLFRHOTXHGH¿QHODXWLOLGDGGHXQSURJUDPDHQDUHQDVWpFQLFDVOROOHYDDFDER
FRQVLJXHTXHVHYRWHXQDOH\SDUDVXFUHDFLyQ\KDVWDOR¿QDQFLD
20. Planificación y programación sanitarias 579
S A
política Puede definirse ¿Si son pocos
IO N
IC ER
fundamental de varias maneras. Compo B: severidad del pero los afecta
RV XT
Puede apoyarse en
SE A E
problema ¿cuánto desastrosamente
DE PR
datos objetivos y también estaría justificando
M los afecta? Tasas mort.
en estimaciones
CO
el programa?
OBJETIVO morbi. incap
subjetivas (carga PE PKU 10/100 MIL
ESPECÍFICO social o mediática) asociados al problema No es
economicamente
PARTIDAS factible por lo tanto
PROPIAS x su viabilidad
es nula
RECURSOS Componente C:
DEL SISTEMA
O
Resolubilidad del Pertinencia
CA IC
HORAS SAME
TI LÍT
problema
MÓDULOS IÁ O Factibilidad
ED P
económica
M IÓN
META x
ES
Aceptabilidad
PR
Componente D:
RRHH Factibilidad del Disponibilidad de
de el fic am ha l
ta ue dé ogr uc de
cu pr it e a s
programa ĺPEARL (si-no) recursos
tra os q un pr e m rse
ir. ra s
br og n lo
ic e u qu da
a
m
Legalidad
rv nd es e ui
se co c d c
es ve cho que
(EL CÓMO SE PAGA)
ACTIVIDADES
FINANCIACIÓN
he ay
H
SADSDAD
El problema
lo c ro de ól o
po disp gra tivid ued nte ge
o ac p s s ct
central es que la
s d e gr l o
o c p la a
PROBLEMAS
pr fe o e p lem
gente se resiste
es die am a
ESTR-PROC-RES
co ron a
TI E O ES
la cómued rob
a ser evaluada.
LÍ BR O S ON
).
CA T N
p El p
ce
PO SO ER ACI
CO Y P U
TI ES AS AL
CUASI
M ÉN CTI LA
ANTES DESPUÉS
e
BI U E
EXPERIMENTO
M OD E D
TA PR ES
ID
CU
¿ES COSTO
¿Cómo era antes y cómo es ahora?
EFECTIVO?
¿Y qué es antes?
¿Cómo sabe razonablemente que los ¿CUÁNTO VALEN ¿ES SOSTENIBLE?
cambios se debieron al programa? LOS BIENES DE MÉRITO?
¿No puede haber otros factores
involucrados?
programas políticos y referidos a ideologías concretas ¢&RQ TXp" ĺ Recursos materiales y económicos.
)HUQiQGH]%DOOHVWHURV R DO PHQRV HO SROtWLFR Instalaciones e instrumental, por una parte, y presupues-
KDEUiLQWHUYHQLGRHQVXSULRUL]DFLyQ1LFRODXHQ WR\¿QDQFLDFLyQSRURWUDGLIHUHQFLDQGRHQWUHUHFXUVRV
la asignatura de recursos, aunque aquí no interese desde disponibles, necesarios y deseables.
el abordaje metodológico al que nos dirigimos, ya que 8QD YH] FRQWHVWDGRV HVWRV LQWHUURJDQWHV SRU SDUWH
HOSURFHVRFLHQWt¿FRTXHLPSOLFDODHYDOXDFLyQFRUUHV- de los especialistas y profesionales de apoyo, la ela-
SRQGHDOHYDOXDGRUSURIHVLRQDO\QRHYLGHQWHPHQWHDO boración del proyecto consistirá en ordenar toda la in-
político.16(VGHFLUXQDYH]HVWDEOHFLGDVODVSULRULGDGHV formación y las decisiones disponibles, conforme a un
usualmente de orden político, habrá que preocuparse esquema lógico y una secuencia temporal pero, espe-
por implementar, de la forma más rigurosa posible, el cialmente, con una muy estudiada delimitación –y je-
SURFHVRHYDOXDWLYR rarquización, en su caso– de las acciones del programa.
Además de lo sentado, considérese los usos alter-
nativosGHODHYDOXDFLyQVHJ~QVHxDOD9HUGXQJ
los usos políticos, a saber, la legitimación del progra- Administración estratégica
PDHQODTXHORVSROtWLFRVHQFDUJDQXQDHYDOXDFLyQSDUD
MXVWL¿FDU GHFLVLRQHV TXH \D KDQ VLGR WRPDGDV ±OR TXH Por último, debe considerarse el proceso de adminis-
6WXIÀHEHDP\:HEVWHUOODPDQpseudoevaluación YpDVH tración estratégicaHQVDOXGGH¿QLGRFRPRuna forma
6WXIÀHEHDP:HEVWHU et al., 1980)– y, en segundo lugar, de relacionar los problemas y necesidades en salud de
ODHYDOXDFLyQtáctica, en la que esta se encarga con el ORVFRQMXQWRVVRFLDOHVTXHYLYHQHQHVSDFLRVJHRJUi¿-
PHUR\HVSXULR¿QGHJDQDUWLHPSRDODKRUDGHWRPDU cos delimitados con los conocimientos y recursos, insti-
ODVGHFLVLRQHV¿QDOHV17 tucionales y comunitarios, de tal modo que sea posible
GH¿QLU SULRULGDGHV FRQVLGHUDU DOWHUQDWLYDV UHDOHV GH
Acotación y contextualización acción, asignar recursos y conducir el proceso hasta la
8QDYH]GHOLPLWDGRVORVREMHWLYRV\DQDOL]DGDV\HVSH- resolución o control del problema. Este proceso puede
FL¿FDGDV ODV DFFLRQHV PiV FRQYHQLHQWHV HV QHFHVDULR VHU PDFUR XQ VLVWHPD ORFDO GH VDOXG SRU HMHPSOR R
FRPSOHWDUODSUHYLVLyQVREUHXQDVHULHGHFXHVWLRQHVTXH PLFUR XQD LQVWLWXFLyQ GH VDOXG KRVSLWDOHV FHQWURV GH
se plantean a continuación, adoptando la secuencia de VDOXGHWF
XQRUGHQFRORTXLDOSDUD¿MDULGHDV Las funciones que caracterizan a la administración
¢4Xp"ĺ Naturaleza1HFHVLGDGSUHYLDPHQWHHYD- estratégica son la conducción, la programación y la
luada que da lugar a la idea central del programa. gerencia. Aunque la programación puede ser conside-
¢3RU TXp" ĺ Fundamentación. Marco teórico en rada como parte integrante de la función de conducción
TXHVHEDVDODSURSXHVWDLQWHUYHQWLYD\FULWHULRVEiVLFRV RODGHJHUHQFLDVHJ~QHOHQIRTXHHOHJLGRVHSUH¿HUH
de estrategia. destacarla por la importancia singular que adquiere al
¢3DUDTXp"ĺ Objetivo([SHFWDWLYDTXHVHSUHWHQGH ser el momento en que se articula la formulación políti-
FXPSOLU\TXHVLJQL¿FDUtDXQDUHGXFFLyQRHOLPLQDFLyQ ca (conducción) con la práctica (gerencia). Asimismo,
GHODSUHYDOHQFLDGHOSUREOHPD HVWDV IXQFLRQHV VH GHVHPSHxDQ D OR ODUJR GHO SURFHVR
¢&XiQWR" ĺ Metas &ULWHULR FXDQWL¿FDGRU GHO RE- DGPLQLVWUDWLYR VLQ VROXFLyQ GH FRQWLQXLGDG QR VLHQGR
MHWLYRFXiQWRVHTXLHUHDOFDQ]DUGHFDGDXQR\GHTXp SRVLEOHODLGHQWL¿FDFLyQGHVHFXHQFLDVQHFHVDULDVHQWUH
FDOLGDG ellas.
¢'yQGH"ĺ Localización. Cobertura espacial o geo-
JUi¿FD )XQFLyQGHFRQGXFFLyQ
¢&yPR"ĺ Metodología'LVHxRTXHVHYDDGHVD- (VHOHMHFHQWUDO\GLVWLQWLYRGHOHQIRTXHHVWUDWpJL-
rrollar y técnicas de recogida de información. co, y se la entiende como la capacidad de promover
¢&XiQGR" ĺ &DOHQGDUL]DFLyQ 3ODQL¿FDFLyQ VLQ- consenso, concertar intereses y articular esfuerzos
FUyQLFD\GLDFUyQLFDGHODVDFWLYLGDGHVSUHYLVWDV FRQOD¿QDOLGDGGHDOFDQ]DUXQRRPiVREMHWLYRVHV-
¢4XLpQHV"ĺRecursos humanos1LYHOGHSURIHVLR- tablecidos. En su ejercicio predominan los aspectos
QDOL]DFLyQUHTXHULGRDPSOLWXGGHOFROHFWLYR\UHVSRQVD- de toma de decisiones, adquiriendo, por lo tanto, ca-
bilidades que asumen. racterísticas más acentuadamente políticas. El con-
16
$XQTXHHVWHFODUDPHQWHLQYDGHHVWDVMXULVGLFFLRQHV
17
El llamado dilema de las comisionesHQRWURVFRQWH[WRVHVWRHVQRPEUDUXQDFRPLVLyQSDUDJDQDUWLHPSR\TXHQDGDVHDYH-
ULJHSLpQVHVHSRUHMHPSORHQODIDPRVD&RPLVLyQ:DUUHQHQFDUJDGDGHLQYHVWLJDUHODVHVLQDWRGH-).
20. Planificación y programación sanitarias 581
GXFWRU±DOGHFLUGH*DQGXJOLD3LURYDQR±HVHOTXH 6HOHFFLyQGHODWHFQRORJtDPiVDGHFXDGDGHDFXHUGR
tiene el poder de poder poder. FRQFULWHULRVGHGLVSRQLELOLGDGYLDELOLGDGIDFWLELOL-
Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos, re- GDGFRVWRVH¿FDFLD\DFHSWDELOLGDG
lacionados con la posibilidad de adoptar decisiones 'H¿QLFLyQ GH SURJUDPDV \ VXESURJUDPDV SURFHVR
H¿FDFHV\RSRUWXQDV GH QHJRFLDFLyQ FRQ DGMXGLFDFLyQ GH SUREOHPDV \
/D H[LVWHQFLD GH GLYHUVDV YHUGDGHV FRQ RSFLRQHV grupos de población al efector elegido
múltiples para el tratamiento de los problemas. La 'HWHUPLQDFLyQGHODFDQWLGDGGHDFWLYLGDGHVDSDUWLU
LQFHUWLGXPEUH HO FRQÀLFWR OD IUDJPHQWDFLyQ OD de la aplicación de normas para cada tipo de recurso
dependencia y la complejidad son características 'HWHUPLQDFLyQHQFDGDXQDGHODVXQLGDGHVGHVHUYL-
LQKHUHQWHVDORVSURFHVRVGHVDOXGS~EOLFD/DÀH[L- cio de los recursos requeridos y los disponibles y las
bilidad en las soluciones, el monitoreo de la coyun- diferentes opciones para las prioridades
WXUDDQiOLVLVFRQWLQXRGHOLPSDFWRTXHODFR\XQWXUD 5HDMXVWH GH ODV SURSXHVWDV SUHOLPLQDUHV \ SUHSDUD-
tiene sobre la marcha del proceso en la dirección de- FLyQGHODVGH¿QLWLYDV
VHDGDVREUHODH¿FDFLD\YDOLGH]GHODVHVWUDWHJLDV (ODERUDFLyQGHOSUHVXSXHVWRUHODFLyQFRQORVIRQGRV
VHOHFFLRQDGDV\VREUHODYLDELOLGDG\IDFWLELOLGDGGH GLVSRQLEOHVHVWXGLRVGHFRVWRVDFWLYLGDGHVDOWHUQD-
ODVSURSXHVWDVHQHOPHGLDQR\ODUJRSOD]R\HOED- WLYDV
lance permanente entre lo deseado y lo posible, son 1HJRFLDFLyQ SUHVXSXHVWDULD QXHYDV IXHQWHV GH ¿-
rasgos típicos de la función de conducción. nanciamiento, consolidación del presupuesto dispo-
/D FRQVLGHUDFLyQ GH ORV FRQWH[WRV VRFLDO SROtWLFR QLEOHDSUREDFLyQ¿QDOGHDFFLRQHV
económico y cultural, tanto en la consideración de (MHFXFLyQ\DMXVWHSHUPDQHQWHGHODSURJUDPDFLyQ
problemas como de soluciones 'HWHUPLQDFLyQGHODVIRUPDVGHVXSHUYLVLyQFRQWURO
/DFRQVLGHUDFLyQ\UHFRQRFLPLHQWRGHORVHOHPHQWRV \ HYDOXDFLyQ &RQWURO GH JHVWLyQ HVTXHPD SDUD OD
FRQVWLWXWLYRVGHOXVR\GLVWULEXFLyQGHOSRGHUSROtWL- rendición de cuentas
FRDGPLQLVWUDWLYR\WpFQLFR 6HJXLPLHQWRGHODHMHFXFLyQUHYLVLyQGHODH[SOLFD-
/DUHODFLyQSHUPDQHQWHGHODVDFFLRQHVGHFRUWRFRQ ción inicial y del diagnóstico de situación, determi-
las de mediano y largo plazo. QDFLyQSRVLEOHGHXQQXHYRRUGHQGHSULRULGDGHV
/DFUHDFLyQGHFRQVHQVRFRQFHUWDFLyQ\QHJRFLDFLyQ
SDUDJHQHUDUODYLDELOLGDGGHODVSURSXHVWDV )XQFLyQGHJHUHQFLD
$\XGDU D FUHDU ODV FRQGLFLRQHV QHFHVDULDV SDUD XQD (VODDFWLYLGDGGHVDUUROODGDSRUWRGRVORVLQWHJUDQWHV
amplia participación de todos los actores y conjun- GHXQVLVWHPDGHVDOXGFRQOD¿QDOLGDGGHRUJDQL]DU
WRVVRFLDOHVLQYROXFUDGRV y coordinar los recursos que disponen para la ejecu-
5HODFLRQDU\HYDOXDUORVDVSHFWRVQRUPDWLYRV\HVWUD- FLyQH¿FD]\H¿FLHQWHGHODVDFWLYLGDGHVDWLQHQWHV
tégicos, de manera que no se contraponga el presen- FRQVXVUHVSRQVDELOLGDGHV\FRPSHWHQFLDVHVSHFt¿-
te posible con el futuro deseado. FDV(QHOFRQWH[WRPLFURVHODGH¿QHFRPRel cam-
po de intervención especializado de los administra-
)XQFLyQGHSURJUDPDFLyQ dores o gerentes, es decir, de aquellas personas que
&RPSUHQGHODVDFWLYLGDGHVTXHWLHQHQFRPR¿QDOLGDG dentro de la organización tienen la responsabilidad
SUHYHU ORV FXUVRV GH DFFLyQ TXH VHUiQ VHJXLGRV (V de orientar y controlar su comportamiento. Son los
un instrumento que ayuda en la toma de decisiones, que tienen la responsabilidad de asignar funciones,
JDUDQWL]DODH¿FLHQFLDHQHOXVRGHORVUHFXUVRV\WDP- orientar sobre el modo de ejecutarlas y evaluar los
bién, facilita los procesos de negociación y participa- resultados.
ción social, dentro del marco de referencia estableci- /DJHUHQFLDHQWHQGLGDFRPRDFWLYLGDGSURSLDGHORV
do por las políticas y estrategias nacionales. gerentes o administradores, comprende la acción
(VWDV DFWLYLGDGHV SXHGHQ VHU FRQVLGHUDGDV GHO VL- TXH KDFH YLDEOH \ IDFWLEOH HO PHMRU XVR GH ORV UH-
guiente modo: FXUVRVSDUDHOORJURGHORVREMHWLYRVVRFLDOHVSHUVH-
,GHQWL¿FDFLyQ GH ORV SUREOHPDV GH VDOXG \ SULPHUD guidos, mediante un proceso continuo de toma de
H[SOLFDFLyQLQLFLDO GHFLVLRQHVTXHVHIXQGDPHQWDHQODGH¿QLFLyQ\DQi-
9DOLGDFLyQ\SULPHUOLVWDGRGHSULRULGDGHV lisis de problemas y en la asignación de los corres-
'HWHUPLQDFLyQGHODVSHUVRQDVFRVDVRVLWXDFLRQHVHQ pondientes recursos para la solución, de manera que
las que puede presentarse el fenómeno o los problemas HVDVGHFLVLRQHVVHFRQYLHUWDQHQDFFLRQHVHIHFWLYDV
,GHQWL¿FDFLyQGHORVFRQRFLPLHQWRVGLVSRQLEOHVSDUD /DIXQFLyQDGPLQLVWUDWLYDTXHFRQOOHYDODJHUHQFLD
GDU VROXFLyQ D ORV SUREOHPDV LGHQWL¿FDGRV VDOXG OHMRVGHVHUHTXLYDOHQWHDOPDQHMRUXWLQDULR\FDUHQWH
S~EOLFDEDVDGDHQODPHMRUHYLGHQFLDGLVSRQLEOH de imaginación de las cosas y de las personas cosi-
582
Cantón, 2003)
Teoría causal Teoría causal Teoría causal
TEORIZACIÓN del problema del problema de los efectos
ACTIVIDADES Estudio de la satisfacción Análisis de la operativización Análisis de la Análisis de la eficacia Análisis de efectos más Contrastes en términos
de usuarios de objetivos implementación (respecto de objetivos) allá de resultados de costes, beneficios,
(población general y tiempo, utilidad, etc.
Análisis de condiciones Cobertura en la teoría Análisis de variables Análisis de la efectividad
no destinataria)
(físicas, económicas, etc.) e investigación previa intervinientes (efectos deseados y
Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
no deseados)
Identificación de audiencias Análisis de la base Análisis de submetas Análisis de la eficiencia
lógica del programa (coste/beneficio,
Identificación del problema coste/efectividad,
(causas) coste/utilidad)
METODOLOGÍA Cuestionario Grupo asesor Observación Experimentación social Estudios correlacionales Fuentes documentales
Entrevista Paneles de expertos Entrevistas Cuasi experimentación Análisis de indicadores Estudio de casos
Técnicas grupales (Delphi) Análisis de documentos: Cuestionarios Comparación estándares Fuentes documentales Datos de archivo
Definición de problemas guías, reglamentaciones Juicios de clientes Análisis de indicadores o de archivo
sociales Ensayos piloto Análisis cualitativos Análisis cuantitativos Análisis cuantitativos
o cualitativos
1
Bunge habla reiteradamente de la irrealidad de los conjuntos que no tienen estatus ontológico. Las poblaciones, en este sentido,
QRH[LVWHQper se±DOPHQRVHQDSDULHQFLD\DTXHQXQFDIRUPDQFRQJORPHUDGRVYLVLEOHV\QRWDEOHVGHVGHHOSXQWRGHYLVWDVHQVL-
ble– sino solo en abstracciones conceptuales –no así las muchedumbres.
586 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Curvas B
Demostración experimental
Modelos causales
Planos F2 R
Inferencia predictiva
Modelos de riesgo
Funciones no lineares
EN D E3
Atractores
Inferencia estructural E5 E4
Figura 2.2: Paradigmas de la investigación epidemiológica (Tomado y adaptado de Naomar de Almeida - filho)
GHFRQVWUXFFLyQGHQXHYRVSDUDGLJPDVEDVDGRVHQREMH- PiVODLOXVLyQGHQH[RVHIHFWRHVSHFt¿FRVPDVVtODH[-
WRVWRWDOL]DGRV6DQWRV SHFWDWLYD GH TXH PRGL¿FDFLRQHV HQ ORV SDUiPHWURV GH
El Paradigma III deberá usar objetos totalizados, a cualquiera de los procesos comprometidos, aunque sean
¿Q GH GDU FXHQWD GH OD RFXUUHQFLD GH IHQyPHQRV FX\D PX\VXWLOHV\DSDUHQWHPHQWHLUUHOHYDQWHVSXHGHQLQÀXLU
determinación no se encuentra en el mismo registro de tanto sobre cada uno de los elementos del sistema, como
regularidades aprehensibles en los Paradigmas I y II. sobre toda su dinámica estructural.
7DOHV REMHWRVPRGHORV LQFRUSRUDQ XQD JUDQ GLYHUVLGDG En ese paradigma, entonces, se montan modelos de
de propiedades, como por ejemplo: determinación no li- sistemas dinámicos, se proponen objetos totalizados,
neal, sensibilidad a condiciones iniciales, inestabilidad, FRQ XQD H[SHFWDWLYD GH LQWHUGHWHUPLQDFLyQ VLVWpPLFD
dinamismo sistémico, interdependencia estructural de &RPRVHWUDWDGHXQDSHUVSHFWLYDWRGDYtDHQIRUPDFLyQ
parámetros. La consideración de los efectos débiles o HQYDULRVFDPSRVFLHQWt¿FRVKD\XQDJUDQGLYHUVLGDGGH
factores de interacción posibilita la operacionalización HVWUDWHJLDVGHDSUR[LPDFLyQGHORVREMHWRVWUDWDGDVWHy-
de modelos de sistemas dinámicos en forma de redes de ricamente de forma incipiente. Entretanto, se sabe que
puntos sensibles. En el área de la Epidemiología, es pro- PRGHORVPDWHPiWLFRVOLQHDOHVVLPSOHVRH[SDQGLGRVQR
bable que todos los modelos de determinación de riesgo son capaces de dar cuenta de la complejidad de los pro-
fueran sensibles a condicionantes que, al comienzo de cesos abordados, proponiéndose para eso funciones no-
los procesos determinantes, ni siquiera serían registra- OLQHDOHVGHGLYHUVRVyUGHQHV
dos por su aparente poca importancia. La metodología Por ejemplo, los modelos de regresión logística re-
epidemiológica omite hoy por hoy esa potencialidad de sultan de una linealización forzada de una función no
las asociaciones débiles. En el abordaje de los sistemas OLQHDO HVSHFLDO WLSR ORJDUtWPLFR 5RWKPDQ (Q
dinámicos, los parámetros son inestables, quiere decir, Epidemiología no tenemos costumbre ni familiaridad
cambian a cada momento las propias reglas de determi- HQ WUDEDMDU FRQ UHSUHVHQWDFLRQHV JUD¿FRPDWHPiWLFDV
QDFLyQ\VXEYLHUWHQHOSURSLRXVRGHOPRGHODGR&XDQGR TXHH[FHGDQODFRPSOHMLGDGGHORVSODQRVFDUWHVLDQRV
se habla de historicidad de los procesos salud/enferme- sin embargo, tenemos noticias del uso de fractales en la
GDGVHKDFHUHIHUHQFLDH[DFWDPHQWHDODSRVLELOLGDGGH LQYHVWLJDFLyQFLHQWt¿FDHQRWUDViUHDV(QHOFDPSRGH
apertura para alteraciones de los elementos y paráme- la salud, la propuesta de modelos ecosociales de Nancy
WURVGHXQSURFHVRGDGRGHGHWHUPLQDFLyQGHGDxRVDOD .ULHJHU\GHXQFLHUWRPRGRHOSDUDGLJPDGHODV
VDOXGHQODVRFLHGDG&RPRFRQWUDVWHYHUL¿FDPRVTXH FDMDVFKLQDVGH6XVVHU 6XVVHUDVHIXQGD-
los otros paradigmas tienen como método justamente la mentan en esencia en la aplicación de un enfoque fractal
¿MDFLyQGHORVSDUiPHWURVHQHOLQLFLRGHORVSURFHVRV al proceso de construcción del objeto de la Salud Colec-
de determinación, y como regla el establecimiento de WLYD/DLQIHUHQFLDHVWUXFWXUDOVHUiHOREMHWLYRKHXUtVWLFR
HIHFWRVHVSHFt¿FRVDORVPRGHORVGHHVRVSURFHVRV&LWD SULYLOHJLDGRSRUPRGHORVGHHVHRUGHQHQFRQWUDVWHFRQ
Naomar un ejemplo elocuente. Si, por ejemplo, dice, la demostración y la causalidad del Paradigma I o la
concluimos un estudio de incidencia de la enfermedad SUHGLFFLyQ\ODSUREDELOLGDGGHO3DUDGLJPD,,(VHYL-
D en Bahía, escribiremos un artículo describiendo las dente que el modelo de la tríada ecológica se muestra
condiciones de ocurrencia de casos como factores de limitado, centrando la enfermedad como epifenómeno
ULHVJR SDUD DTXHOOD HQIHUPHGDG &XDQGR HQYLHPRV HO YDJDPHQWHGHWHUPLQDGRSRUXQDVHULHVLPSOHGHHYHQWRV
WUDEDMRSDUDVXSXEOLFDFLyQTXHVDOGUiDODxRVLJXLHQWH y procesos, componentes de elementos interrelaciona-
todo lo que encontramos ya será pasado, los parámetros dos de modo casi mecánico.
GHOPRGHORGHULYDGRGHDTXHOODREVHUYDFLyQ\DQRVHUiQ 7DPELpQ HV RSRUWXQR PHQFLRQDU ODV GLYHUVDV eras
más legítimos descriptores del proceso en estudio. HSLGHPLROyJLFDV VHJ~Q 0HUYLQ 6XVVHU FDGD XQD FRQ
3RUORWDQWRKD\XQDH[SHFWDWLYDGHTXHORVPRGHORV VXPRGHORFDXVDOGHHQIHUPHGDGVXSDUDGLJPDHQXQ
típicos del Paradigma III consideren la posibilidad de VHQWLGRGLIHUHQWHDOGH1DRPDUVXDSUR[LPDFLyQPHWR-
inestabilidad de sus parámetros, produciendo prediccio- GROyJLFD\VXVDFFLRQHVSUHYHQWLYDVIXQGDPHQWDOHV6H
QHV GH EDMD HVWDELOLGDG /RV PRGHORV H[SOLFDWLYRV GHO JUD¿FDQ HQ OD WDEOD VLJXLHQWH \ VHUiQ FRPHQWDGDV FRQ
Paradigma III deben también considerar la interdepen- FLHUWRGHWDOOHHQHOFXUVRGHOWH[WR1yWHVHTXHQRHVWi
dencia estructural, esto es, que la complejidad de una mencionada una era en la que primen las indetermina-
HVWUXFWXUDGDGDGHH[SOLFDFLyQQRUHSRVDVyORVREUHHO ción y el caos, con lo cual el modelo de Naomar, en
número de factores y elementos comprometidos, sino YHUGDG FRPSOHPHQWD \ VXSOHPHQWD HO GH 6XVVHU /DV
WDPELpQHQODGLYHUVLGDGGHVLVWHPDVLQWHUDFWLYRVHQHO eras son:
SURFHVRVDOXGHQIHUPHGDGHVSHFt¿FDPHQWHODLQWHUGH- ODHUDGHOSDUDGLJPDPLDVPiWLFR
pendencia estructural implica el rechazo de cualquier ODHUDGHODHQIHUPHGDGLQIHFFLRVD\VXSDUDGLJPD
posibilidad de patrones aislados de determinación. No el germen
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 589
OBJETOS DE LA
Antropología
Ciencias Sociales
Sistema de salud
Epidemiología
Clínica
Atención
de la salud
Fisiopatología
Figura 2.2: Objetos y modelos del campo de la salud (tomado y adaptado de De Almeida filho)
El moderno conocimiento epidemiológico, permite ral, rasgo común según se dice insistentemente de las
aumentar el campo de lo predecible en salud, basándose grandes epidemias. Antes y después de este historiador,
HQ LQVWUXPHQWRV PpWRGRV \ WpFQLFDV GH LQYHVWLJDFLyQ otros escritores occidentales como Homero, Herodoto,
a tal punto que se podría decir que la propia Epidemio- /XFUHFLR2YLGLR\9LUJLOLRVHUH¿HUHQDOGHVDUUROORGH
logía es investigación para la intervención. Siendo una SURFHVRV PRUERVRV FROHFWLYRV TXH SXHGHQ VHU YLVWRV
GLVFLSOLQDGHORFROHFWLYRHQVDOXGHVWiUHODFLRQDGDFRQ como fenómenos epidémicos. Estas descripciones dejan
las ciencias sociales y antropológicas, lo que le otorga HQFODURTXHPXFKDJHQWHFUHtD¿UPHPHQWHTXHPXFKRV
mayores posibilidades de comprensión y de producción, padecimientos eran contagiosos –así, las pertenencias y
KDFLpQGRVHPX\H¿FD]SDUDHOHVWXGLRGHODGHWHUPLQD- ORVSURSLRVFXHUSRVGHODVYtFWLPDVHUDQPX\WHPLGRV±
FLyQFDXVDOGHHYHQWRV\SUREOHPDVGHVDOXG\EDVHSDUD a diferencia de los médicos de la época quienes pusieron
ODSODQL¿FDFLyQSURJUDPDFLyQRUJDQL]DFLyQ\DGPLQLV- escasa atención en el concepto de contagio.
WUDFLyQWDQWRHQHOQLYHOVDQLWDULRPDFURQLYHOHVFHQ- $FFLRQHVSUHYHQWLYDV\GHFRQWUROGHODVDIHFFLRQHV
WUDOHVQDFLRQDOHVPLQLVWHULDOHVSURYLQFLDOHVHWFFRPR contagiosas –una proto salud pública– son referidas
PLFUR 6,/26 GLVWULWRV 5HJLRQHV 6DQLWDULDV \ iUHDV HQPXFKRVWH[WRVUHOLJLRVRVDQWLJXRVOD%LEOLD, el &R-
SURJUDPiWLFDVHLQVWLWXFLRQHVGHVDOXG rán, el Talmud y otros recomiendan prácticas sanitarias
FRPRHOODYDGRGHPDQRV\DOLPHQWRVODFLUFXQFLVLyQ
el aislamiento de enfermos y la inhumación o crema-
Ideas sobre la enfermedad FLyQ GH ORV FDGiYHUHV 6HJ~Q ORV (YDQJHOLRV DOJXQRV
enfermos –típicamente los leprosos– tenían una condi-
(QIRFDUODHQIHUPHGDGFRPRDOJRTXHSRGtDLQYROXFUDU ción inherente altamente estigmatizante, eran aislados y
poblaciones enteras es un hecho prácticamente tan an- tenían prohibido acercarse a la población sana y normal.
WLJXR FRPR OD HVFULWXUD UH¿ULpQGRVH ODV SULPHUDV GHV- /DVVRFLHGDGHVXVXDOPHQWHSURPRYLHURQHOHQFLHUUR
cripciones nosológicas sobre afecciones de poblaciones \ODH[FOXVLyQGHODJHQWHDQRUPDOPDVQRSRUHVWRKDQ
a enfermedades de naturaleza infecciosa. El famoso pa- GHMDGRGHREVHUYDUODH[DPLQDUODHLQWHUURJDUODFDVLRE-
piro descubierto por Ebers en una tumba tebana, allá VHVLYDPHQWH FRQVWLWX\HQGR HVWH HVWXGLR XQD YtD UHJLD
SRUTXHPHQFLRQDXQDV¿HEUHVSHVWLOHQWHV±TXL]i para establecer relaciones de poder en las sociedades.
PDODULD±TXHGHYDVWDURQ(JLSWRHQWUH\D& )RXFDXOW&RXUVDX&ROOHJHGH)UDQFH
pasa por ser la mención más antigua a un padecimiento Se repite clásicamente que la palabra Epidemiología
FROHFWLYR&LHUWDPHQWHODDSDULFLyQHSLVyGLFDGHSODJDV GHULYDGHepiHQFLPDVREUHdemosSXHEOR\logos
\SHVWHVGHGLYHUVRWLSRHQODKLVWRULDDQWLJXDHVLQGLV- HVWXGLR \ VLJQL¿FDUtD HWLPROyJLFDPHQWH HO HVWXGLR
cutible, como testimonian, por ejemplo, momias mile- GH ©OR TXH HVWi VREUH ODV SREODFLRQHVª VL ELHQ VHJ~Q
narias con lesiones sugerentes de tuberculosis, lepra y 236 KD\ GHVGH )URVW HQ \ KDVWD PiV GH
YLUXHOD ±OD PRPLD GH 5DPVpV 9 SRU HMHPSOR PXHUWR GLIHUHQWHVLQWHUSUHWDFLRQHV\VLJQL¿FDGRVGHOWpUPLQR
HQD&PXHVWUDVHxDOHVGHHVWD~OWLPDHQIHUPHGDG (SLGHPLRORJtD2363XEOLFDFLyQ3163DXQTXH
'DGRTXHODPRPL¿FDFLyQHUDSUHHPLQHQWHHQSHUVRQDV quizá esta sea una construcción tardía, ya que la primera
importantes –quienes se mantenían apartados del pue- referencia propiamente médica del término se encuentra
blo bajo–, es probable que estas afecciones fueran más HQ+LSyFUDWHVD&TXLHQXVyODVH[SUHVLRQHV
frecuentes entre la población general. La aparición de epidémico y endémico para referirse a los padecimien-
plagas a lo largo de la historia también fue registrada tos según fueran o no propios de determinado lugar, esto
en la mayor parte de los libros sagrados, que contienen es, las enfermedades que residían en una población con-
DGHPiVODVSULPHUDVQRUPDVGHSUHYHQFLyQFRQRFLGDV WUDODVTXHODYLVLWDEDQepidemeionHQJULHJRVLJQL¿FD
*UDQ FDQWLGDGGH HVFULWRUHVJUHFRODWLQRVVH UH¿ULH- YLVLWDUSHURVLQHOVHQWLGRGHXQDRFXUUHQFLDGHVXVDGD
ron a lo que llamaron pestilencias, comenzando quizá R JUDYH ±UHFRUGHPRV TXH LQFOXVR KR\ VH HQIDWL]D DO
SRUHOYtYLGRUHODWRGH7XFtGLGHVVREUHODSODJDGH$WH- KDEODU GH HSLGHPLD HO FRQFHSWR GH SUHYDOHQFLD H[FH-
nas que asoló esta ciudad durante la Guerra del Pelopo- VLYDPiVTXHHOFDUiFWHUDJXGRTXHHVFRPSDUWLGRSRU
QHVRHQWUH$WHQDV\(VSDUWDHQD&QRVDELpQGRVH muchas enfermedades no necesariamente infecciosas.
a ciencia cierta si se trató de una forma maligna de es- Hipócrates no secundó las creencias populares sobre el
FDUODWLQDGHYLUXHODWLIXVVDUDPSLyQRDOJXQDHQIHUPH- contagio, y atribuyó la aparición de las enfermedades al
dad hoy desaparecida. En cualquier caso, se supone que DPELHQWHPDOVDQRPLDVPDV\DODIDOWDGHPRGHUDFLyQ
comenzó en Etiopía y desde allí, pasando por Egipto, HQODGLHWD\ODVDFWLYLGDGHVItVLFDV(QVXWH[WRFOiVLFR
llegó a El Pireo y Atenas, a la sazón cercada y super- Aires, aguas, y lugares indica, sobre todo a los estudian-
poblada. La plaga duró poco tiempo pero contabilizó tes de medicina, que la dieta, el clima, la calidad de la
HQRUPHFDQWLGDGGHYtFWLPDV\XQJUDQTXHEUDQWRPR- WLHUUD\RWURVIDFWRUHVPHGLRDPELHQWDOHVHVWiQLQYROX-
592 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
crados en el desarrollo de las enfermedades en la pobla- (Q SRFR WLHPSR OD SHVWH GHYDVWy D VLWLDGRUHV \ VL-
ción y debe prestárseles atención; sobre todo, orienta la tiados y se diseminó por un lado hacia el mar Caspio,
percepción hacia lo que constituye un aspecto crítico de 5XVLD,QGLD\&KLQDKDFLD3RURWUDSDUWHORVLWD-
ODVLQYHVWLJDFLRQHVHSLGHPLROyJLFDVODGLVWULEXFLyQGH OLDQRVVREUHYLYLHQWHVGH&DIIDOOHYDURQODSHVWHD*pQR-
la enfermedad en términos de tiempo, espacio y pobla- YDGHVGHGRQGHVHH[WHQGLyHQVHPLFtUFXORSRU)UDQFLD
FLyQDIHFWDGD±SUH¿JXUDQGRODVFRRUGHQDGDVHSLGHPLR- $OHPDQLD\5XVLDLQFOXVR,QJODWHUUDHQDIHFWDQGR
lógicas clásicas de tiempo, lugar y persona. DYLUWXDOPHQWHWRGRVORVSXHUWRVHXURSHRVYLDMyMXQWRD
PHUFDGHUHV GH OD UXWD GH OD VHGD FDUDYDQDV DUPDGDV
peregrinos y misiones diplomáticas, alojándose en las
En torno a pestes y plagas UDWDVGHQWURGHDOIRUMDVREiUWXORVRHQODVUHVHUYDVGH
cereal; se calcula que mató entre la tercera parte y la mi-
La creencia en el contagio como fuente de enfermedad tad de la población europea o, en números brutos, unos
fue subsumida por una imagen en donde la enfermedad PLOORQHVGHSHUVRQDV/DSHVWHQRUHVSHWDEDDQDGLH
\ OD VDOXG VLJQL¿FDEDQ HO FDVWLJR \ HO SHUGyQ GLYLQRV \XQQREOHTXHYLVLWDEDHOOXJDUHTXLYRFDGRHQHOPR-
UHVSHFWLYDPHQWH\ODVH[SOLFDFLRQHVVREUHODFDXVDGH PHQWRHTXLYRFDGRPRUtDORPLVPRTXHXQYDJDEXQGRR
ORV SDGHFLPLHQWRV FROHFWLYRV HVWXYLHURQ SUiFWLFDPHQWH un mendigo.
ausentes en los escritos médicos elaborados entre los 3DVDGRHODFPpLQLFLDOHQWUH\DSUR[L-
VLJORV ,,, \ ;9 SHULRGR GH Pi[LPD KHJHPRQtD GH OD madamente, y algunos otros brotes aislados como en
,JOHVLD FDWyOLFD HQ ODV FLHQFLDV ±\ DVLPLVPR Pi[LPR ODSHVWHVHFRQYLUWLyHQXQDHQGHPLDFRQDOJXQRV
RVFXUDQWLVPR\SDUiOLVLVGHHVWDVPLVPDVFLHQFLDV1R brotes ulteriores para desaparecer en forma gradual ha-
se sabe con precisión desde cuándo se usa el término FLD ±VL ELHQ SHUVLVWH HQ 2ULHQWH \$VLD± VLQ XQD
epidémico en su acepción usual de presentación de un FDXVD FODUD TXH OR H[SOLTXH KDEOiQGRVH FOiVLFDPHQWH
número inesperado de casos de enfermedad, pero ya fue GHOUHHPSOD]RGHODUDWDQHJUDRattus rattusSRUODUDWD
XWLOL]DGRHQODEDMD(GDG0HGLDHQUHIHUHQFLDDHYHQWRV PDUUyQ QRUXHJD OD SHVWH HV WUDVPLWLGD SRU ODV UDWDV \
LQIHFFLRVRVTXHFDGDWDQWRGHYDVWDEDQSREODFLRQHV/D VX SXOJD HVSHFt¿FDPHQWH Xenopsylla cheopis, siendo
larga historia de epidemias que azotaron al mundo anti- HOKXPDQRDQ¿WULyQDFFLGHQWDOKDELWDGDSRUXQDSXOJD
JXR\PHGLHYDOIXHOOHYDQGRFDVLGHPRGRGHWHUPLQLVWD GLIHUHQWHTXHUDUDYH]VHWUDVPLWHDODVSHUVRQDV$GH-
a una relación uno a uno y casi natural y a una fusión PiVGHODSHVWHEXEyQLFDFOiVLFDH[LVWtDQGRVYDULDQWHV
mental entre las ideas de epidemia, infección y contagio emparentadas de la enfermedad; una trasmitida por la
hasta que la aparición de la pandemia de peste bubónica SXOJDKXPDQDPullex irritansYHFWRULPSRUWDQWHGDGDV
que azotó a Europa durante el siglo XIV, condujo a la ODVFRQGLFLRQHVGHYLGDGHODPD\RUSDUWHGHOSXHEORWDO
DFHSWDFLyQXQLYHUVDO±VLELHQOODPDWLYDPHQWHFRQ¿QDGD que dos o tres personas compartían una misma cama, y
al ámbito popular– de la doctrina del contagio. la peste neumónica, que era contagiosa de humano a hu-
Probablemente haya sido la peste la pandemia PDQRGLUHFWDPHQWHDWUDYpVGHODVJRWDVH[KDODGDVDOWR-
PiV GHVWUXFWLYD HQ OD KLVWRULD HXURSHD HQ HVSHFLDO VHURVLPSOHPHQWHUHVSLUDU8QDYH]DVHQWDGDHQWLHUUD
GXUDQWHVXLQWHQVL¿FDFLyQHQSOHQD(GDG0HGLDGHV- GRQGHOOHJDEDDWUDYpVGHORVEDUFRVODUDWDVHLQVWDODED
de el siglo XIV al XVII, ya que no era una enferme- FHUFDGHODVSURYLVLRQHVGHJUDQRRKDULQDUH¿ULpQGRVH
GDGQXHYDKDELHQGRDIHFWDGRD(JLSWR\%L]DQFLRHQ que en las epidemias los primeros en morir eran justa-
el siglo VI en lo que fue la primera pandemia. Según PHQWHORVSDQDGHURV\ORVPROLQHURV8QDYH]LQIHFWD-
VHSLHQVDHVWDVHJXQGDSDQGHPLDGHSHVWHKDEUtD¿- das por las pulgas, las ratas moribundas podían salir a
QDOPHQWHXQDWHUFHUDTXHFRPHQ]yHQ&KLQDHQ ODVXSHU¿FLH(Q(JLSWRPXOWLWXGGHUDWDVPXHUWDVFDtDQ
HPSH]yHQ0RQJROLD\IXHOOHYDGDSRUORVWiUWDURVD GH ORV WHMDGRV GRQGH VH FRQVWUXtDQ SDORPDUHV VLHQGR
Crimea, quienes sitiaron la ciudad de Caffa, puesto de ODVUDWDVDIHFWDVDORVKXHYRVGHSDORPDXQDTXLQFHQD
WUXHTXHGHPHUFDGHUHVJHQRYHVHV(QWUH\ antes de que los humanos comenzaran a morir de peste.
la ciudad fue sitiada por las armadas mongolas, pero Si bien nuestro conocimiento de la trasmisión de
HUDFDVLLQH[SXJQDEOH/RVPRQJROHVOOHYDEDQFRQVL- enfermedades entre las ratas y las pulgas de Europa du-
go la catapulta trebuchet, ideada para arrojar piedras rante esta segunda pandemia es fragmentario, es posible
GH JUDQ WDPDxR 6HJ~Q UHODWD HO WHVWLJR *DEULHO GH reconstruir que las pulgas apestadas lograsen llegar a las
Mussis en un manuscrito en latín, en este caso arro- PDGULJXHUDV GH ODV UDWDV GH FDPSR SDUD DWUDYHVDU ORV
MDURQFDGiYHUHVGHYtFWLPDVGHODSHVWH±XQSULPLWLYR mismos y llegar a otra rata negra de hábitos domésticos.
misil biológico– que había comenzado a afectar a los Las madrigueras de las ratas de campo, no obstante, se
sitiadores, en lo que fue quizá el principio de la gue- DJRWDEDQHQXQSHULRGRGHDDxRV\ORVGHODVUDWDV
rra bacteriológica. QHJUDVHQPHQRVWLHPSRFRQORTXHQRKDEtDUHVHUYDV
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 593
ilimitadas de infección epizoótica, teniendo en cuenta, académica, bien que recomendado por el famoso Regnier
además, que las primeras en morir eran las ratas. GH*UDDIHQ1RREVWDQWHYRQ/HHZHQKRHFNQXQFD
En todo caso, la enfermedad desapareció sin que dijo ni pensó que estos animalculos pudieran causar
mediara QLQJXQDDFFLyQVDQLWDULDHVSHFt¿FD–ni tampo- enfermedad alguna. (VWH PpULWR FXSR D 0DUF YRQ
FRXQPHGLFDPHQWR±HVGHFLUVLQODLQWHUYHQFLyQGHORV 3OHQFL]TXLHQGHFODUyTXHODVHQIHUPHGDGHV
poderes o el saber médicos. contagiosas eran causadas por los animalitos de
Los esfuerzos por comprender la naturaleza de las /HHXZHQKRHFN(QODPLVPDOtQHD$JRVWLQR%DVVL
enfermedades y su desarrollo entre la población condu- GHPRVWUyTXHXQDEDFWHULDFDXVDEDODHQIHUPHGDG
MHURQDODHODERUDFLyQGHGLYHUVDVREUDVPpGLFDVGXUDQWH GHO JXVDQR GH VHGD \ IXH )ULHGULFK +HQOH
los siglos inmediatamente posteriores al Renacimiento. TXLHQFRQYHQFLyDVXGLVFtSXOR.RFKGHODVLPSOLFDQFLDV
8Q PRMyQ KLVWyULFR \ FRQFHSWXDO VH SURGXMR HQ UHYROXFLRQDULDVGHOWUDEDMRGH%DVVL/DDSDULFLyQGHOD
FXDQGR*LURODPR)UDFDVWRURSXEOLFyHQ9HQHFLD YLGDDSDUWLUGHORVPDWHULDOHVLQDQLPDGRVDELRJpQHVLVR
el libro clásico De contagione et contagiosis morbis et generación espontánea, dominaba el pensamiento desde
eorum curationeHQHOTXHHQXPHUDSRUSULPHUDYH]ODV la época de los pensadores griegos, y se aplicaba a todo
HQIHUPHGDGHVDODVTXHHQHVHHQWRQFHVFDEtDHOFDOL¿- tipo de organismos, desde peces a gusanos, moscas y
FDWLYR GH FRQWDJLRVDV SHVWH OHSUD WLVLV VDUQD UDELD VXVODUYDV\¿QDOPHQWHDOFDQ]yDODVUHFLpQGHVFXELHUWDV
HULVLSHOD YLUXHOD iQWUD[ \ WUDFRPD DJUHJDQGR FRPR \ PiV SHTXHxDV ODV EDFWHULDV /D WUDQVPLVLyQ GH
HQWLGDGHVQXHYDVDOWLIXVH[DQWHPiWLFR\ODVt¿OLV)UD- enfermedades por contacto era una posibilidad sugerida
castoro fue el primero en hacer un boceto conceptual SHURQRGHPRVWUDGDKDVWD¿QDOHVGHOVLJOR;,;\PXFKRV
de la enfermedad contagiosa, en proponer una forma de HUXGLWRV KDEtDQ SODQWHDGR H[SHULPHQWRV TXH LQWHQWDEDQ
contagio secundaria a la transmisión de las que llamaba soportar o descartar la abiogénesis. Esta búsqueda animó
seminaria contagiorumHVWRHVVHPLOODVJHQHUDGRUDVGH en gran medida el desarrollo de la Microbiología.
HQIHUPHGDG\HQHVWDEOHFHUSRUORPHQRVWUHVIRUPDV &DVLPHGLRVLJORGHVSXpVGH)UDFDVWRURHOPpGLFR
posibles de infección-trasmisión: IUDQFpV%DLOORXSXEOLFyHQHOOLEUREpidemiorum
A ĺSRUFRQWDFWRGLUHFWRFRPRODUDELD\ODOHSUD (sobre las epidemias), que contenía una relación com-
B ĺSRUPHGLRGHIRPLWHV±SDUHFHLQFOXVLYHTXHIXH pleta de las epidemias de sarampión, difteria y peste
el primero en utilizar este término– que transpor- EXEyQLFD DSDUHFLGDV HQ (XURSD D ¿QHV GHO VLJOR ;9,
taban los seminaria prima FRPR ODV URSDV GH ORV teniendo sus trabajos importante impacto en la práctica
HQIHUPRV\ médica de la época.
C ĺ por inspiración del aire o miasmas infectados con Según dice Nájera, el primer uso del término Epide-
los seminariaFRPRHQODWLVLV miología en un documento formal podría ser atribuido
al médico sardo Quinto Tiberio Angelerio, famoso por
Incluso para médicos destacados, como Thomas haber tomado drásticas y oportunas disposiciones sani-
Sydenham, fue imposible comprender esta diferencia WDULDVHQRFDVLyQGHODHSLGHPLDGHSHVWHHQ&HUGHxDHQ
IXQGDPHQWDO &DEH D )UDFDVWRUR SXHV HO KRQRU GH HQVXOLEURSXEOLFDGRHQ0DGULGHQ4XLQFWL
ser el primer médico en establecer que enfermedades Tyberii, Epidemiologia siue Tractatus de Peste0D-
HVSHFt¿FDV VRQ HO UHVXOWDGR GH FRQWDJLRV HVSHFt¿FRV WULWL 4XLQWR7LEHULR$QJHOHULR(SLGHPLRORJLD
SUHVHQWDQGRODSULPHUDWHRUtDJHQHUDOGHOFRQWDJLRYLYR 0DWULWL H[ 7\SRJUDSKLD 5HJLD 3DV$UP
de la enfermedad, siendo considerado por algunos como SHUR UHFLpQ JDQD YLJHQFLD FRQ HO FpOHEUH WH[WR Epide-
HO SDGUH GH OD (SLGHPLRORJtD 1R REVWDQWH )UDFDVWRUR miología Española, o Historia cronológica de las pes-
QRERVTXHMyQLQJ~QDJHQWHFDXVDO8QDFHQWXULDGHVSXpV tes, contagios, epidemias y epizootias que han acaecido
$QWRQ\ YRQ /HHXZHQKRHN TXH YLYLy HQ HQ(VSDxDGHVGHODYHQLGDGHORV&DUWDJLQHVHVKDVWDHO
'HOIW\IXHSDxHURVHHQWUHWHQtDHQGLVHxDUPLFURVFRSLRV año 1801, con noticia de algunas otras enfermedades
DFXPXOy D VX PXHUWH PLFURVFRSLRV \ OHQWHV de esta especie que han sufrido los Españoles en otros
\ HQ GHVFXEULy SHTXHxDV FULDWXUDV HQ HO DJXD GH reynos, y de los autores nacionales que han escrito so-
OOXYLD TXH KDEtD SHUPDQHFLGR XQRV GtDV HQ OD FDxHUtD bre esta materia, así en la península como fuera de ella,
Describió miles de los que llamo animalculos en los mas LPSUHVRHQ0DGULGSRU')HUPtQ9LOODSDQGRHQ
YDULDGRVPHGLRVDJXDHVWLpUFRORULQDVHPHQHWF)XH escrito por Joaquín de Villalba.
QRPEUDGRH[FHSFLRQDOPHQWHPLHPEUROD5R\DO6RFLHW\ Durante el reinado del emperador Justiniano, entre
±SULPHUD\~QLFDYH]TXHDFHSWyDXQSDxHURVLQIRUPDFLyQ los siglos V y VI dC, la terrible plaga que azotó al mun-
3HURORPHQFLRQDPRV\DTXHVLQGXGDIRUPypOPLVPRSDUWHGHXQDFDGHQDPXOWLFDXVDOGHH[WUHPDORQJLWXG\FRPSOHMLGDG
594 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
do ya recibió el nombre griego de epidemia. No se sabe Las estadísticas sanitarias nacen en coincidencia con
H[DFWDPHQWHGHVGHFXiQGRHOWpUPLQRHSLGpPLFRVHXVD XQDYDQFHYHOR]GHODVFLHQFLDVQDWXUDOHVTXHVHUHÀHMy
para referirse a la presentación de un número inespera- en las cuidadosas descripciones clínicas de la disentería,
do de casos de enfermedad, pero no hay duda de que ODPDODULDODYLUXHODODJRWDODVt¿OLV\ODWXEHUFXORVLV
fue utilizado desde la baja Edad Media para describir KHFKDV SRU 7KRPDV 6\GHQKDP HO +LSyFUDWHV LQJOpV
el comportamiento de las infecciones que de cuando en HQWUH\/RVWUDEDMRVGHHVWHDXWRUUHVXOWDURQ
FXDQGRGHYDVWDEDQDODVSREODFLRQHV/RVWpUPLQRVHSL- esenciales para reconocer a estas patologías como enti-
démico y endémico fueron incorporados al idioma hacia dades distintas y dieron origen al sistema actual de cla-
SHURKDFtD\DPXFKRTXHHO2FFLGHQWHPHGLHYDO VL¿FDFLyQGHHQIHUPHGDGHV(QVXOLEURObservationes
KDEtDOOHYDGRDFDERDFWLYLGDGHVFROHFWLYDVTXHSRGUtDQ Medicae6\GHQKDPD¿UPDEDTXHODPD\RUtDGHODVHQ-
FDOL¿FDUVH FRPR HSLGHPLROyJLFDV HQ HO VHQWLGR DFWXDO fermedades podían ser agrupadas según hilos de unidad
del término, como el aislamiento y la cuarentena. biológica y ser reducidas a unos cuantos tipos, «...como
hacen los botánicos en sus libros sobre las plantas». La
noción misma de caso debe necesariamente presuponer
Estadística como recuento TXH H[LVWH XQ SULQFLSLR RUJDQL]DGRU TXH XQH FRPR XQ
de recursos del Estado KLORLQYLVLEOHDORVLQGLYLGXRV\TXHDVXYH]GHSHQGH
GHODYLVLyQGHTXHODVHQIHUPHGDGHVVRQHQWLGDGHVHV-
Si bien hemos comentado que la quintaesencia de la SHFt¿FDV\GLVWLQJXLEOHVSRUVXVVtQWRPDV\VLJQRVFXU-
Epidemiología es su cualidad poblacional y comunita- so y pronóstico, lo que puede parecer perogrullesco hoy
ULD D ¿Q GH GHWHFWDU GHWHUPLQDQWHV GH VDOXGHQIHUPH- pero no lo era incluso hasta tan tarde como el siglo XIX.
dad, hasta bien entrado el siglo XVI, los recuentos po- 6HFRQVLGHUDEDSRUHMHPSORDOD¿HEUHFRPRXQD
EODFLRQDOHV WHQtDQ SUiFWLFDPHQWH VyOR GRV ¿QDOLGDGHV VROD HQWLGDG H[WHQVD TXH QR YDULDED HQ VX HVHQFLD
GHWHUPLQDU OD FDUJD GH LPSXHVWRV \ UHDOL]DU OHYDV PL- aunque podía hacerlo en intensidad. Esta concepción
litares, si bien la noción implícita está presente desde unitaria de las enfermedades febriles fue incluso un
siempre. Se dice que Guillermo el Conquistador, que motor para la reforma sanitaria ya que implicaba que
FRQTXLVWy ,QJODWHUUD HQ WXYR GHVSXpV GH VX YLF- WRGDVHOODVSRGtDQSUHYHQLUVHDXQWLHPSRSRUPHMRUDV
toria a lo blitzkrieg XQ SHTXHxR SUREOHPD SUiFWLFR D PHGLRDPELHQWDOHV)XHFUtWLFRSDUDURPSHUHVWHPROGH
TXLHQHV \ D FXiQWRV KDEtD FRQTXLVWDGR H[DFWDPHQWH \ el desarrollo de la anatomía patológica. A partir de los
más importante, cuántos impuestos les podría hacer pa- trabajos de Morgani, en 1761 se hizo clara la relación
gar. Para solucionar esta cuestión dispuso un segundo entre anatomopatología y sintomatología, y de ahí en
HMpUFLWRGHIXQFLRQDULRVHLQVSHFWRUHVSDUDLQYHVWLJDUD DGHODQWH OD PHGLFLQD FRPHQ]y XQD PDUFKD YDFLODQWH
VXVQXHYRVV~EGLWRV SHUR¿UPHKDFLDODDFHSWDFLyQGHODGLVWLQWLYLGDGGHODV
/D DSDULFLyQ GHO (VWDGR PRGHUQR OOHYD LPSOtFLWD YDULDVSDWRORJtDV/RVWUDEDMRVGHLQYHVWLJDFLyQHQSD-
la idea de que la principal riqueza de una nación es su WRORJtD HQ HO VLJOR ;,; LQFOX\HQ D /RXLV HQ )UDQFLD
SXHEORORTXHVXPDGRDOKHFKRREMHWLYRGHTXHXVXDO- Henle en Alemania y Rokitansky en Austria y dieron
mente el poder político era el poder de los ejércitos, pie al concepto de entidades únicas con manifestacio-
hizo necesario contar al pueblo y al ejército, es decir, nes clínicas de algún modo relacionadas a los hallazgos
al Estado. Este fue el concepto de la Aritmética política anatómicos.
GH :LOOLDP 3HWW\ \ GH ORV UHOHYDPLHQWRV
GH -RKQ *UDXQW D PHQXGR PHQFLRQDGRV Contadores y principalmente
como precursores de la Epidemiología, la demografía analistas de eventos
\ODHVWDGtVWLFD/DVWYpDVHPiVDGHODQWH. Con
HOQDFLPLHQWRGHODVQDFLRQHVPRGHUQDVODVDFWLYLGDGHV /DV SURSXHVWDV FODVL¿FDWRULDV GH 6\GHQKDP VH YLHURQ
dirigidas a conocer precisamente las fuerzas y recursos fortalecidas casi inmediatamente, cuando su coterrá-
GHO (VWDGR GH GRQGH VXUJH HO QRPEUH GH HVWDGtVWLFD QHR -RKQ *UDXQW DQDOL]y HQ ±OD pSRFD GHO JUDQ
UHEDVDURQHVWRVOtPLWHVHLQDXJXUDURQODFXDQWL¿FDFLyQ incendio de Londres y de las obras de Shakespeare en
formal y sistemática de un sinnúmero de características los teatros populares–, los reportes semanales de naci-
HQWUHORVKDELWDQWHVGHODVÀRUHFLHQWHVQDFLRQHV(VSHFt- PLHQWRV\PXHUWHVREVHUYDGRVHQODFLXGDGGH/RQGUHV
¿FDPHQWHODHVWDGtVWLFDVDQLWDULDPRGHUQDVHLQLFLyFRQ \HOSREODGRGH+DPSVKLUHORVUHJLVWURVVHKDEtDQLQL-
el análisis de los registros de nacimiento y de mortali- FLDGRHQ\GHVGHVHKLFLHURQHQIRUPDUHJX-
dad, hasta entonces realizados solo por la Iglesia cató- ODULGHQWL¿FDQGRPXFKRVSDWURQHVLQWHUHVDQWHV&DEHD
lica, que organizaba sus templos en relación lineal con Graunt el mérito de ser uno de los primeros contadores
HOYROXPHQGHIHOLJUHVHV\ODUHQWDTXHREWHQtDGHHOORV –y analistas– de enfermedades.
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 595
(Q YLHURQ OD OX] SXEOLFDGDV SRU HO DOFDOGH ±GHFDGD±GHWRGDVODVPXHUWHVXQDSURSRUFLyQGHOD
principal de Londres, sus Observaciones Naturales y cantidad de muertes debidas a la plaga, esto es una ratio
3ROtWLFDV EDVDGDV HQ ODV &XHQWDV GH 0RUWDOLGDG, que PXHUWRV EDXWL]DGRV QDFLGRV ±buried to christianed
se publicaban cada semana, si bien en forma intermi- Además, notó Graunt que había una cierta inconsisten-
tente, por los sacristanes de las parroquias de Londres, FLD HQ ORV UHJLVWURV \D TXH HO DxR GH PD\RU PRUWDOLGDG
siendo estimuladas en gran medida por el miedo a las SRU SODJD QR HUD HO GH PD\RU PRUWDOLGDG JOREDO
plagas, pero también debido a que la población –los FDOFXOyHQWRQFHVXQDUHODFLyQGLUHFWDHQWUHQDFL-
VXVFULSWRUHV GLUtDPRV KR\± GHULYDED FRQVHFXHQFLDV GH PLHQWRVPXHUWHVTXHGLRHQDPERVDxRV(ODxRGH
GLYHUVRWLSRGHDTXHOORVGDWRVLQFOXVRHFRQyPLFDV\D FRPSDUDGRFRQHODQWHULRU\HOSRVWHULRULQPHGLDWR
que como él mismo decía –recuérdese que era un hom- mostró un excesoGHPXHUWHVSRUFDXVDVGLIHUHQ-
bre de negocios– «debe mantenerse la mente abierta a tes a la plaga. Pensando que estas muertes habían sido
FXDOTXLHU DSOLFDFLyQ \ EHQH¿FLR SUiFWLFRV VXUJLGRV GH PDOFODVL¿FDGDV*UDXQWDMXVWyORVQ~PHURVHVWRVVXPD-
QXHYDVIXHQWHVGHFRQRFLPLHQWRª URQGHFHVRVDODVPXHUWHVSRUSODJDOOHJDQGRD
Graunt describe la metodología de esta suerte de XQD UHODFLyQ VLPLODU D OD GHO DxR 1RWy DVLPLVPR
protovigilancia0F0DKRQ+DUYDUG TXHODPRUWDOLGDGSRUSODJDYDULDEDHQWUHDxRVHSLGpPL-
&XDQGRDOJXLHQPXHUHHQWRQFHV\DVHDWDxHQGRR FRVVXFHVLYRVPRVWUDQGRLUUHJXODULGDGHVHQODHYROXFLyQ
doblando campanas o anunciándolo por el sepulturero de la misma epidemia. Tomó como medida entonces un
del barrio, se le comunica al investigador que corres- DxRHSLGpPLFRSRGUtDPRVGHFLUTXHWHQtDGXUDFLyQYDULD-
ponda con dicho barrio. Los investigadores (matronas EOHDVtHOGHGXUyDxRVFDOHQGDULRPRVWUDQGR
juramentadas) acuden inmediatamente al lugar en el XQDPRUWDOLGDGGHSHUVRQDVSRUDxR&RQFOX\yTXH
que se encuentra el cuerpo y, la vista del mismo y de WDOHV YDULDFLRQHV GH OD PRUWDOLGDG WHQtDQ TXH GHEHUVH D
cualquier otra evidencia determinan la causa (enferme- FDXVDVH[WHUQDVUHODFLRQDGDVDOPHGLRDOaire o a la cons-
dad o accidente) del fallecimiento. titución de los cuerpos4
Al instante envían su informe al sacristán de la pa- 0X\ VLJQL¿FDWLYDPHQWH KDEOy GH ©OD XQLIRUPLGDG
UURTXLDTXLHQFDGDPDUWHVSRUODQRFKHORUHÀHMDHQ y la posibilidad de pronóstico de los fenómenos bioló-
OD&XHQWDGHWRGRVORV(QWLHUURV\GHWRGRVORV%DXWL]RV gicos considerados en masa», teniéndosele así como el
ocurridos esa semana, que envía el secretario del Ayun- fundador de la demografía, si bien –como suele ocu-
WDPLHQWR(OPLpUFROHVVHUHDOL]DHOUHFXHQWRJHQHUDO\ rrir a mentes demasiado anticipadas a su época– estas
se imprime para, los jueves, publicarlo y distribuirlo WpFQLFDVQRGHULYDURQHQDSOLFDFLRQHVHSLGHPLROyJLFDV
entre todas las familias, que pagan cuatro chelines al FRQFUHWDVSRUFHUFDGHDxRV
año por este servicio. Estos cálculos se presentan como métodos prácticos
*UDXQW UHFRSLOy \ VREUH WRGR DQDOL]y KHFKR QRWD- SDUDUHVROYHUSUREOHPDVFRQFUHWRV*UDXQWKDEODGHXQD
EOHVLHQGRTXHD~QKR\HVWDVDFWLYLGDGHVVRQODSULPHUD suerte de DULWPpWLFDGHWHQGHUR con una mezcla de sorna
VLVWHPiWLFD\ODVHJXQGDPX\LQXVXDOWRGDVODVFXHQWDV y respeto ya que él mismo lo era. Incluso podría consi-
SXEOLFDGDVHQWUH\REVHUYDQGRTXHHQORVQD- derárselos como precursores en el uso de la metodolo-
cimientos y en las defunciones el número de hombres era JtD HSLGHPLROyJLFD HQ OD DGPLQLVWUDFLyQ SUH¿JXUDQGR
PD\RUTXHHOGHODVPXMHUHVODHOHYDGDWDVDGHPRUWDOLGDG ODYHUWLHQWHDGPLQLVWUDWLYDGHODFLHQFLDHSLGHPLROyJLFD
HQWUHORVODFWDQWHV\QLxRVGHPHQRVGHDxRV±£FDVLXQ La diferencia con los estadísticos alemanes (ver lue-
±ODYDULDFLyQHVWDFLRQDOHQODPRUWDOLGDG\PXFKDV go)HVFODUDHQHOVHQWLGRGHTXHQRVRQXQLYHUVLWDULRV
otras características sobre los nacimientos y defunciones. WHyULFRVTXHHGL¿FDQXQDFRQFHSFLyQJOREDOGHO(VWDGR
Proporcionó información numérica sobre el impacto de HQ JHQHUDO VLQR JHQWHV GH GLYHUVRV RUtJHQHV TXH KDQ
ODSHVWHHQODSREODFLyQGHODFLXGDG\H[DPLQyODVFRQ- forjado saberes prácticosHQVXVDFWLYLGDGHV\ODVSUR-
diciones meteorológicas y otros aspectos ecológicos de ponen al gobierno.
ORVDxRVGXUDQWHORVFXDOHVVHSUHVHQWyGLFKDHSLGHPLD :LOOLDP3HWW\DVXYH]FRWHUUiQHRGH*UDXQWSX-
7UDWyHVSHFt¿FDPHQWHODSHVWHHQHO&DStWXOR,9©6REUH blicó por la misma época trabajos relacionados con los
la Plaga», proporcionando tablas de nacimientos y defun- patrones de mortalidad, natalidad y enfermedad entre la
ciones, que demostraban que la mayor mortalidad por la SREODFLyQ LQJOHVD \ SURSXVR SRU SULPHUD YH] OD FUHD-
SODJDDFRQWHFLyHQDxRHQTXHGLRFXHQWDGH ción de una agencia gubernamental encargada de la re-
Nótese la semejanza con el concepto de exceso de riesgo.
4
«The which effects must surely be rather attributed to change in the Air, then the Constitution of Mens bodies, otherwise then
DVWKLVGHSHQGVXSRQWKDWǻ*UDXQW
596 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Y, de modo que Y represente el numero de los que han una ley social es una declaración de tendencias socia-
muerto de N HQ HO Q~PHUR GDGR GH DxRV 'HQRWHQ n, OHVHVWRVLJQL¿FDTXHHQGHWHUPLQDGDVFLUFXQVWDQFLDVHV
T, y cantidades similares para la persona de más edad. esperable cierto curso de acción más que otro –si bien
Por tanto, la probabilidad de que ambos estén muertos este no es imposible sino solo más improbable– entre
DO¿QDOGHOSHULRGRHVYy / NnODFKDQFHGHOPiVMRYHQ los miembros de un grupo social...».
GHHVWDUYLYR\PXHUWRHOPiVJUDQGHHVRy / Nn, y así Si bien las estadísticas sobre la enfermedad no tu-
VXFHVLYDPHQWH'HDFXHUGRDODPRGDGHODpSRFD+D- YLHURQLPSRUWDQFLDSUiFWLFDKDVWDHOVLJOR;,;VXGH-
lley incluso da una representación geométrica de este VDUUROOR HUD XQ DYDQFH IRUPLGDEOH SDUD OD pSRFD /D
problema probabilístico. propia frase ley de la enfermedadHUDXQDLQYLWDFLyQD
formular los problemas de salud de modo matemático;
D E C la búsqueda de leyes de la enfermedadIXHXQDDFWLYLGDG
SHUPDQHQWH KDVWD HO ¿QDO GHO VLJOR ;,; \ FRQWULEX\y
JUDQGHPHQWHDOGHVDUUROORGHODHVWDGtVWLFDGHSDVROD
I F
G HYROXFLyQDODSUREDELOLGDGIXHXQKHFKRQDWXUDO
En el siglo XVIII se publicaron trabajos que hacían
uso de la enumeración estadística. Por ejemplo, el de
James Lind en 1747 sobre la etiología del escorbuto, en
HOTXHGHPRVWUyH[SHULPHQWDOPHQWHTXHODFDXVDGHHVWD
HQIHUPHGDGHUDXQGH¿FLHQWHFRQVXPRGHFtWULFRV2WUR
B A trabajo referido a la práctica de inmunización introdu-
H
FLGD SRU -HQQHU IXH SXEOLFDGR SRU 'XUDQG XQRV DxRV
después de la generalización de este procedimiento en
Representen AB o CD a N, y DE o BH, a R, de (XURSDFLUFD\VHUH¿HUHDODVSRWHQFLDOHVFRQVH-
modo que EC o HA representan a Y. Similarmente AC, FXHQFLDVGHHVWHPpWRGRSUHYHQWLYRHQODHVSHUDQ]DGH
AF y CF pueden representar a n, r e y. El curso del YLGDGHORVIUDQFHVHV
rectángulo ECFG representa a Yy\DVtVXFHVLYDPHQWH El imperio de las probabilidades sólo era concebible
YpDVHPiVDGHODQWHHQHVWHFDStWXORHOWUDEDMRDFWXDULDO en un mundo numérico y, en materia médica, esto fue
de Price, colega y presentador póstumo de Thomas Ba- SRVLEOH VyOR JUDFLDV D 3LHUUH &KDUOHV$OH[DQGHU /RXLV
yes, así como las propias representaciones análogas a y sus trabajos. Este epidemiólogo moderno condujo,
ODVGH+DOOH\HQVXWUDEDMR DSDUWLUGHXQDJUDQFDQWLGDGGHHVWXGLRVGHRE-
Arbuthnot, continuador de los trabajos de Graunt VHUYDFLyQ QXPpULFD, demostrando, entre muchas otras
\3HWW\KDEtDGHPRVWUDGRFLUFDTXHODUHODFLyQ cosas, que la tuberculosis no se transmitía hereditaria-
HQWUH QDFLPLHQWRV GH YDURQHV \ PXMHUHV HUD FRQVWDQWH mente y que la sangría era inútil y aun perjudicial en la
\ ÀXFWXDED HQWUH \ LQGHSHQGLHQWHPHQWH GH OD mayoría de los casos.
sociedad y el país considerado; razonó que esta regula-
ridad no podía ser azarosa y por fuerza tenía que ser una
disposición divinaHQFDPLQDGDDEDODQFHDUHOH[FHVRGH Adolph Quetelet: un punto de inflexión
PXHUWHVPDVFXOLQDVYLROHQWDV
$ ¿QHV GHO VLJOR ;9,,, HO VDFHUGRWH DOHPiQ El mayor representante de los estudios sobre regula-
6XVVPLOFK VXJLULy FRQWLQXDQGR OD OtQHD enumerativa ridad estadística en el siglo XIX fue el belga Adolphe
GH*UDXQW3HWW\\$UEXWKQRWTXHODQRWDGDUHJXODULGDG 4XHWHOHWXQDHVSHFLHGHKRPEUHRUTXHVWD
encontrada en los nacimientos era una ley estadística de la estadística, que se apoyó en los estudios de Pois-
SRUGHUHFKRSURSLRFRPRXQDOH\ItVLFD\GHEtDQH[LVWLU VRQ\/DSODFHSDUDLGHQWL¿FDUORVYDORUHVSURPHGLRGH
OH\HVVLPLODUHVFDSDFHVGHH[SOLFDUHOGHVDUUROORGHWRGD múltiples fenómenos biológicos y sociales.
la sociedad, naciendo la idea de una ley de mortalidad y, 0RVWUy \D GHVGH MRYHQ XQ LQWHUpV WDQWR SRU ODV
poco más tarde, una para cada cuestión social: suicidio, ciencias como por las letras, compuso poesía y ópera
FULPHQ YDJDQFLD ORFXUD \ QDWXUDOPHQWH OD HQIHUPH- y dirigió tempranamente su atención a la astronomía.
dad. Este concepto de ley se asemeja en muchos senti- 7XYRXQDLQWHQVDDFWLYLGDGFRPRPLHPEURGHP~OWLSOHV
dos a aquel en que el economista Marshall se refería a DFDGHPLDVHLQVWLWXFLRQHVFLHQWt¿FDV\WDPELpQUHODFLR-
ODVOH\HVVRFLDOHVKDEODEDHVSHFt¿FDPHQWHGHODOH\GH QDGDVFRQHOPXQGRGHODV%HOODV$UWHV(QHOUH\
ODRIHUWD\ODGHPDQGD©HOWpUPLQROH\QRVLJQL¿FD *XLOOHUPRGH2UDQJHDSUXHEDODFUHDFLyQGHOREVHUYD-
más que una proposición o declaración general de ten- torio astronómico de Bruselas a instancias de la Aca-
GHQFLDVPiVRPHQRVVHJXUDVPiVRPHQRVGH¿QLGDV demia Real de Bélgica, cuyo impulso esencial ejercen
598 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
SULQFLSDOPHQWH1LHXSRUW\4XHWHOHWTXLHQ¿QDOPHQWHOR En 6XUOCKRPPHHWOHGHYHORSSHPHQWGHVHVIDFXOWpV,
dirigirá. XQWUDEDMRGHGRVYRO~PHQHVSXEOLFDGRHQ4XHWH-
2EVpUYHVHTXHHO&iOFXORGH3UREDELOLGDGHV\OD7HR- let imprimió una tabla de asesinatos anuales denuncia-
ría de errores son utilizados en Astronomía, en las me- GRVHQ)UDQFLDGHD2EVHUYyTXHHOQ~PHUR
diciones de las trayectorias y posiciones de los objetos GH DVHVLQDWRV HUD UHODWLYDPHQWH FRQVWDQWH \ DVLPLVPR
celestes y es natural que Quetelet lo tomara y usara por OD SURSRUFLyQ FRPHWLGD FDGD DxR FRQ DUPDV GH IXHJR
DQDORJtDHQRWURVSUREOHPDV2WUDGHODVDFWLYLGDGHVDOD blancas, estrangulación, ahogamiento y fuego. Quetelet
que consagra gran parte de sus esfuerzos, desde media- también analizó la mortalidad, según la edad, geografía,
dos de siglo hasta su muerte, es el impulso y organización estación y profesión, en hospitales y prisiones.
de los primeros congresos internacionales de Estadística, Vio estadística donde nadie pudo haberlo hecho: en
WHQLHQGROXJDUHOLQDXJXUDOHQ%UXVHODVHQ ODORFXUD\HOFULPHQ<SRUDxDGLGXUDGHVFXEULyUHJXOD-
Antes de Quetelet, desde los mismos orígenes del ULGDGHVDOJRVLQLHVWUDVFRQYHQJDPRVTXHGHVFULEtDQHO
Cálculo de Probabilidades, no solo son resueltos pro- suicidio por ahorcamiento en París, y el número de bo-
EOHPDVUHODWLYRVDMXHJRVGHD]DUVLQRTXHDOWHUQDQSUR- GDVHQWUHPXMHUHVGHVHVHQWD\SLFRGHDxRV\KRPEUHV
blemas más complejos de carácter teológico, moral y de treinta y pico en Bélgica.
social; incluso es hasta natural que las primeras men- Los estadísticos habían estado realizando tales aná-
ciones a la probabilidad hayan aparecido en manuales lisis durante siglos, pero Quetelet hizo algo más con los
o tratados sobre el juego, como el De Ludo Aleae, de GDWRVIXHPiVDOOiH[DPLQDQGRVXPHGLDSDUDHVFXGUL-
-HURPH &DUGDQR GH TXH WUDWD VREUH MXHJRV GH xDUVXGLVWULEXFLyQ$GRQGHTXLHUDTXHPLUDVH4XHWHOHW
FDUWDVGDGRVHWF(QVXVSiJLQDVVHUHÀHMDHOFDUiFWHU encontraba la distribución normal y seguía armando su
GH&DUGDQRVXVORFDVLGHDVVXWHPSHUDPHQWRVDOYDMH museo de cera de horrores.
la pasión con la que abordaba cada empresa, así como Tropezó sin querer con un descubrimiento útil: si
ODWXUEXOHQFLDGHODYLGD\ODpSRFD(OOLEURVRODPHQWH ELHQODYLGDGHFDGDXQRHVLQGLYLGXDOPHQWHLPSUHGH-
considera procesos, como el lanzamiento de un dado o cible, los patrones globales de la aleatoriedad son tan
el reparto de un naipe, en los que un resultado es tan FRQ¿DEOHV \ UHJXODUHV TXH HQ GHWHUPLQDGRV GDWRV VR-
probable como cualquier otro. El libro representa una ciales su alteración puede tomarse como evidencia de
VXHUWHGHSXHQWHHOSULPHUp[LWRHQODE~VTXHGDKXPDQD fraude. Hoy en día esta especie de estadística de detec-
por comprender la naturaleza de la incertidumbre. WLYHVHDSOLFDSDUDHVFDUEDUHQWUHPRQWRQHVGHGDWRVGH-
A Jacques Bernoulli, en su obra $UV &RQMHFWDQGL masiado grandes para haber sido analizados en la época
TXH FRQVDJUD HO QDFLPLHQWR GHO QXHYR &iOFXOR de Quetelet.
de Probabilidades, no se le escapa la naturaleza diferen- Quetelet se proponía utilizar la distribución normal
te que tienen cierto tipo de sucesos, más concretamente, para estudiar la naturaleza de la gente y la sociedad en
OD IXQGDPHQWDO GLIHUHQFLD TXH H[LVWH HQWUH VXFHVRV UH- JHQHUDO7UDWDUiGHH[SOLFDUHQVXVSDODEUDV©«ODVOH\HV
ODWLYRVDMXHJRVGHD]DU\ORVUHODWLYRVa la obra de la que gobiernan el comportamiento de la humanidad». Si
naturaleza o al arbitrio de los hombres. ORVDVWUyQRPRVXVDEDQODFXUYDGHORVHUURUHVSURSXHV-
Se destacan al menos dos hechos seminales en el WD SRU /DSODFH SDUD HO HVWXGLR GH ORV PRYLPLHQWRV GH
GHVDUUROOR GHO &iOFXOR GH 3UREDELOLGDGHV TXH LQÀXLUiQ cuerpos celestes o el análisis de los errores de medición,
notablemente sobre los autores del siglo XVIII. El pri- Quetelet habría de mirar la falta de uniformidad en algu-
PHURHVHODYDQFHTXHVXSRQHHOGHVFXEULPLHQWRGHFLHU- QDVYDULDEOHVKXPDQDV±VRFLDOHVHVSHFt¿FDPHQWH±FRQ
tos resultados del análisis matemático de parte de, prin- HOPLVPRLQVWUXPHQWRSHURFRQXQDYLVLyQGLVWLQWD$OOi
FLSDOPHQWH-DFTXHV%HUQRXOOL\GH$EUDKDPGH0RLYUH donde la idea del promedio era un concepto que indica-
(OVHJXQGRHVHOGHVDUUROORGHODHVWDGtVWLFDGHVFULSWLYD ba una magnitud física, acá se traducía en un ente ideal
TXHWLHQHOXJDUHQHOVLJOR;9,,,TXHYDDHVWLPXODUODV en la medida de lo humano. Si la media en la distribu-
aplicaciones del Cálculo de Probabilidades a cuestiones FLyQGHODVREVHUYDFLRQHVDVWURQyPLFDVHUDODYHUGDGHUD
políticas, económicas, morales, etc. magnitud de, digamos, una distancia, en lo humano los
4XHWHOHW QR HVWXYR DQLPDGR HQ SULQFLSLR SRU XQ datos hablarían de manifestaciones más o menos en-
interés en el funcionamiento social sino que, como mascaradas de una especie de ideal que representaría
FRPHQWDPRVSURYLQRGHODFLHQFLDPDVGXUDODDVWUR- a cada grupo humano. Concebía su teoría del hombre
QRPtDOXHJRGHXQDHVWDQFLDHQ3DUtV\GHYXHOWDHQ medio precisamente a partir de esta traslación. En su
Bruselas empezó a recolectar y a analizar datos demo- LPSXOVRLQWHUSUHWDWLYRHVWDEOHFHTXHFDGDJUXSRVRFLDO
JUi¿FRVFHQWUiQGRVHHQVHJXLGDHQDOJRPX\SHFXOLDU WLHQHXQLGHDOTXHORGLVWLQJXH\ORLGHQWL¿FDHOKRPEUH
ORVUHJLVWURVGHDFWLYLGDGFULPLQDOTXHHOJRELHUQRIUDQ- PHGLRHQYLUWXGGHXQDVHULHGHFDUDFWHUtVWLFDV\DSWLWX-
FpVHPSH]yDSXEOLFDUHQ GHVGHVGHODVDQWURSRPpWULFDVWDOODSHVRFRPSOH[LyQ
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 599
La segunda es la escuela inglesa de los DULWPpWL- a la Academia de Ciencias de París y en su libro Re-
cos políticos cuyos representantes más destacados son FKHUFKHVVXUOD3UREDELOLWpGHV-XJHPHQWVHQ0DWLrUH
Graunt, Petty, Derham y Süssmilch. La preocupación de &ULPLQHOOHHWHQ0DWLrUH&LYLOHSUpFHGpHVGHV5rJOHV
estos autores es el estudio de la población para lo que *pQpUDOHV GX &DOFXO GHV 3UREDELOLWpV. En términos
FUHDQXQDQXHYDPHWRGRORJtDEDVDGDHQSURFHVRVLQGXF- generales, Poisson no solo contribuye a enriquecer el
WLYRV/DDSUR[LPDFLyQXWLOLWDULVWDDGRSWDGDSRU3HWW\\ campo de aplicación de la teoría de la probabilidad,
Garunt estaba en un todo de acuerdo con los modelos VLQRTXHWDPELpQHVDXWRUGHFLHUWRVUH¿QDPLHQWRVFRQ-
SUHYDOHFLHQWHVGHODFLHQFLDPRGHUQDGHORVVLJORV;9\ FHSWXDOHVGHO7HRUHPDGH%HUQRXOOL6HxDODDVLPLVPR
XVI. De la mano del capitalismo y la ética protestante, TXHIXHHQHOVLJOR;9,,,FXDQGRHVWDWHRUtDH[WHQGLy
la ciencia debió regirse por la utilidad económica y la el número de sus aplicaciones así como dio lugar a un
gloria de Dios. Esta ideología generó descubrimientos WLSRGHDQiOLVLVHVSHFt¿FR3RLVVRQUHSUHVHQWDHOWHUFHU
FRQDSOLFDFLyQWpFQLFDLQPHGLDWDHQYDULDGRVFDPSRVWD- gran intento de aplicar la teoría de la probabilidad al
OHVFRPRDVWURQRPtDQDYHJDFLyQDUPDPHQWRySWLFD\ FDPSR GH OD HYDOXDFLyQ GH ORV SURFHGLPLHQWRV MXGL-
RWURV&RQHOÀXMRGHGHVFXEULPLHQWRVDORODUJRGHORV ciales. Los dos anteriores corresponden a Condorcet
siglos, la ciencia como institución abandonó sus raíces \D/DSODFHUHÀHMDGRVSULQFLSDOPHQWHHQGRVJUDQGHV
XWLOLWDULDVFRQVWLWX\pQGRVHHQXQ¿QHQVtPLVPD obras: Essai sur l Application de l Analyse à la Pro-
(VWHSXQWRGHYLVWDKROtVWLFRGHODFRPXQLGDGWLHQHXQ EDELOLWpGHV'pFLVLRQV5HQGXHVjOD3OXUDOLWpGHV9RL[
LQFRQYHQLHQWH LPSRUWDQWH SDUD XQD PHQWH DQDOtWLFD SUH- &RQGRUFHW\Essai Philosophique sur les Pro-
RFXSDGD SRU YLQFXODU GLUHFWDPHQWH VX KHUUDPLHQWD FRQ EDELOLWpV/DSODFH
XQD FXHVWLyQ FODUDPHQWH LGHQWL¿FDGD HO Q~PHUR GH ORV 6HKDGLFKRTXH©«XQDYHUGDGHUDPHQWDOLGDGHVWD-
rasgos pertinentes a la descripción es potencialmente ili- GtVWLFDVHGHVDUUROODDSDUWLUGHTXHSURFODPDTXH
mitado y resulta difícil elegir uno en detrimento de otro. conocer es conocer por las cifras, y que solamente un
1RREVWDQWHODDULWPpWLFDSROtWLFDSXHGHUHLYLQGLFDU GLVFXUVR FXDQWL¿FDGR SHUPLWH GHPRVWUDUORª %DUELQ
legitimidad y reconocimiento social, proporcionando 0DUHF
lo que podríamos llamar accionabilidad, esto es, cono- &RQODFUHDFLyQGHODHVWDGtVWLFDLQIHUHQFLDOGH)LV-
cimientos potencialmente útiles y utilizables, e inclu- her, Neyman y Pearson, el modelo utilizado por Quete-
so puede proponer un cierto curso de acción. Así, por OHWVHUiVXSHUDGR(OYDORUPHGLRGHMDGHVHUHOHOHPHQWR
HMHPSORODVWDEODVGHPRUWDOLGDGVLUYHQSDUDHVWDEOHFHU FHQWUDOSDUDGDUSULRULGDGDODYDULDELOLGDGHVGHFLUDOD
ODVUHQWDVYLWDOLFLDVRODVSULPDVGHVHJXURVGHYLGD/DV YDULDQ]D
HVWLPDFLRQHV VREUH OD SREODFLyQ VHJ~Q ODV SURYLQFLDV 8QSULPRKHUPDQRGH'DUZLQOODPDGR)UDQFLV*DO-
son indispensables para la recaudación de impuestos o WRQ VHUtD HQ ~OWLPD LQVWDQFLD HO UHVSRQVD-
ODOHYDGHVROGDGRV6HHVER]DHOQXHYRSDSHOVRFLDOdel ble de la introducción del pensamiento estadístico en
H[SHUWRFRPSHWHQWHTXHSURSRQHWpFQLFDVDORVJREHU- la biología 3ROtPDWD DQWURSyORJR JHyJUDIR LQYHQWRU
nantes, intentando convencerles de que, para cumplir HQWUH WDQWDV FRVDV FDUHFLy GH FiWHGUDV XQLYHUVLWDULDV \
sus propósitos, deben recurrir a ellos. UHDOL]yODPD\RUtDGHVXVLQYHVWLJDFLRQHVSRUVXFXHQWD
En este tablero, Laplace representa la sistematiza- Sus múltiples contribuciones recibieron reconocimiento
FLyQ\RUGHQDFLyQGH¿QLWLYDGHOFRQRFLPLHQWRTXHVHWH- IRUPDO\PHUHFLGRFXDQGRDODHGDGGHDxRVVHOH
nía hasta ese momento de la teoría de la probabilidad. El concedió el título de Sir o caballero del Reino Británico.
Cálculo de Probabilidades culmina su proceso de mate- Obsesionado por las mediciones midió cuanto pudo
matización en la obra de este autor, claro es, sin tener en y en su libro +HUHGLWDU\*HQLXVGHHVFULELyTXH
cuenta la introducción de la teoría de la medida e inte- la distribución normal gobierna la altura y cualquier
gración, hecho que tiene lugar a principios del siglo XX. otra característica física; pensaba también que no otra
'HVGHXQSXQWRGHYLVWDFRQFHSWXDO/DSODFHGHVDUUROOD cosa acontece en el ámbito moral y que los hombres
su pensamiento en el (QVD\R¿ORVy¿FRVREUHODV3URED- QRWLHQHQXQYDORULJXDOQDFLHQGRXQRVSRUPLOOyQ
bilidadesHQHOTXHUHVXOWDPDQL¿HVWDXQDFRQFHSFLyQ FRQDOJXQDFDSDFLGDGH[FHSFLRQDOHQDOJ~QiUHD\GH
determinista de la naturaleza. Todos los acontecimien- resultas, llegando a ser eminente en su campo.
tos de la naturaleza obedecen a leyes naturales, de modo /DV LQYHVWLJDFLRQHV GH *DOWRQ IXHURQ IXQGDPHQWD-
que aquellos no son sino secuencias necesarias: OHVSDUDODFRQVWLWXFLyQGHODFLHQFLDHVWDGtVWLFD,QYHQWy
Por otra parte, las contribuciones de Poisson se dis- HOXVRGHODUHJUHVLyQVLHQGRHOSULPHURHQH[SOLFDUHO
tribuyen en múltiples comunicaciones, principalmente fenómeno de la regresión a la media, fue pionero en el
*HQHUDQGRXQDXWLOLGDGSURWRDGPLQLVWUDWLYDGHORVGDWRVHSLGHPLROyJLFRV
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 601
6
Esto es la utilización del operador epidemiológico, usando conocimiento con estas bases para decidir cursos de acción concre-
tos, algo semejante a la mencionada DULWPpWLFDSROtWLFD.
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 603
esta cantidad, la tasa de mortalidad entre ancianos, con uno de los tres corresponde al resultado en que ambos
la probabilidad inversaGH(FRQGLFLRQDOHQ+3+( hijos son chicas. Este es quizá el modo más sencillo de
3+ (3+ TXHHVOD REVHUYDUODVLGHDVGH%D\HVHVVRORXQDFXHVWLyQGHUH-
proporción de muertes en la población total que ocurrió cuento. La relación entre las probabilidades de que un
entre ancianos. suceso ocurra si o dado que otros sucesos ocurran es de
La ignorancia con respecto a las ideas de Bayes sus- lo que trata todo el planteo bayesiano.
tenta errores de diagnóstico o incluso malentendidos en Para terminar, diremos que las ideas y metodología
QXHVWUDYLGDFRWLGLDQD\DTXHWRGRVKDFHPRVHVWHWLSR bayesianas tienen también críticos de peso, como el muy
de juicios bayesianos sin notarlo. Digamos que un jefe citado por nosotros Mario Bunge, para quien «...el baye-
WDUGDPiVGHORQRUPDOHQGHYROYHUORVFRUUHRVHOHFWUy- VLDQLVPRSRUVXVXEMHWLYLVPRLQYLWDDDWULEXLUSUREDELOL-
nicos a su empleado, lo que podría tomarse como signo dades de manera arbitraria a cualquier cosa, lo cual difí-
de que este está por ser despedido, porque si es así son FLOPHQWHSXHGHFRQVLGHUDUVHXQSURFHGLPLHQWRFLHQWt¿FR
altas las probabilidades de que le respondan más len- $GHPiV« FXDOTXLHU HPRFLyQ R SDVLyQ LQWHQVD LQÀXLUi
tamente o directamente lo ignoren. Pero el jefe puede nuestras estimaciones, tendiendo a sobrestimar la proba-
KDEHUVHGHPRUDGRSRUP~OWLSOHVRWURVPRWLYRV3RUOR ELOLGDGGHHYHQWRVDJUDGDEOHV\VXEHVWLPDUODGHORVGHV-
tanto, las posibilidades de que se pueda ser despedido DJUDGDEOHV8QDGHODVSULQFLSDOHVUD]RQHVSDUDDGRSWDU
si él tarda más en responder son mucho menores que HOED\HVLDQLVPRHVTXHSXHVWRTXHFRQVHUYDODPD\RUtD
las posibilidades de que responda más lentamente si el GHODVIyUPXODVGHOFiOFXORGHSUREDELOLGDGHVFRQ¿HUHXQ
HPSOHDGRHVWiSRUVHUGHVSHGLGR8QVHJXQGRHMHPSOR aire de matemática respetabilidad a fantasías como la in-
SLGHFRQVLGHUDUODSUREDELOLGDGGHHVFXFKDUYRFHVVLVH IDPHIyUPXODGH'UDNHSDUDODSUREDELOLGDGGHH[LVWHQFLD
está psicótico con la probabilidad de estar psicótico si se GHFLYLOL]DFLRQHVHQSODQHWDVGHIXHUDGHQXHVWURVLVWHPD
HVFXFKDQYRFHVHVWDFODUDPHQWHPHQRU\DTXHKD\RWUDV solar, calculada como el producto de una docena más o
SRVLEOHVFDXVDV menos de probabilidades GH HYHQWRV LQGHSHQGLHQWHV«
(ODWUDFWLYRGHPXFKDVWHRUtDVGHFRQVSLUDFLyQGH- $GHPiVFXDQGRVHFRQVLGHUDXQSURFHVRTXHVHUDPL¿FD
pende del mal entendimiento de esta lógica, pues se FRPRXQiUEROGHGHFLVLRQHVUDUDYH]KD\GDWRVVX¿FLHQ-
LGHQWL¿FD OD SUREDELOLGDG GH TXH ĺ una serie deter- WHVFRPRSDUDLQFOXLUWRGDVODVUDPL¿FDFLRQHVSRVLEOHVD
minada de sucesos suceda de resultas de una enorme ODVTXHVHKDGDGRGHSDVRYDORUHVVXEMHWLYRVRDSUR[L-
conspiración, con la probabilidad de que ĺ una enorme mados de ocurrencia, basados en estimaciones persona-
FRQVSLUDFLyQH[LVWDVLXQDVHULHGHVXFHVRVGHWHUPLQD- OHVFRQGLFLyQQHFHVDULDSDUDDVHJXUDUVHTXHODVXPDGH
dos ocurren. WRGDVHVLJXDODª%XQJH0A la caza de la Realidad
0RGOLQRY DSRUWD RWUR HMHPSOR SUiFWLFR VXSRQJD- – la controversia sobre el realismo, Barcelona: Gedisa,
PRVTXHXQIDPLOLDUVX\ROHMDQRWLHQHGRVKLMRV8VWHG RWDPELpQVREUHODVSUREDELOLGDGHV%XQJH
recuerda que una era con seguridad una chica, pero no Acerca GHODVGLIHUHQFLDVHQWUHSUREDELOLGDGQRWpFQLFD
recuerda qué era el otro. En una familia con dos hijos, plausibilidad y probabilidad
¿cuáles son las posibilidades, si uno de ellos es una chi- No obstante estas consideraciones y con la dispen-
FDGHTXHDPERVKLMRVVHDQFKLFDV"(Osi hace de ese sa del maestro Bunge, sería injusto desconocer el im-
problema uno de probabilidad condicional. Si esa cláu- portante bagaje, al menos conceptual7 aportado por las
sula si QR HVWXYLHUD SUHVHQWH ODV SRVLELOLGDGHV GH TXH ideas bayesianas a campos médicos más técnicos. Con-
ambos hijos fueran chicas serían de una entre cuatro, VLGpUHQVHDOJXQDVFXHVWLRQHVUHODWLYDVDOGLDJQyVWLFRHQ
VLHQGRORVFXDWURSRVLEOHVyUGHQHVGHQDFLPLHQWRFKL- enfermedad arterial coronaria:
FRFKLFRFKLFRFKLFDFKLFDFKLFR\FKLFDFKLFD La aplicación del análisis probabilístico a la detec-
Pero, dada la información adicional de que la familia FLyQ QR LQYDVLYD GH OD HQIHUPHGDG FRURQDULD VH IXQGD
tiene ya una chica, las posibilidades son de una entre en los escritos Bayes, quien ofrece una solución al pro-
tres. Esto es porque, si uno de los hijos es una chica, EOHPD GH OOHJDU D ¿MDU HO JUDGR GH SUREDELOLGDG GH XQ
VRORKD\WUHVHVFHQDULRVSRVLEOHVSDUDHVWDIDPLOLDFKL- VXFHVRXQDHQIHUPHGDGHQHVWHFRQWH[WRHQWUHGRVGH-
FRFKLFDFKLFDFKLFR\FKLFDFKLFD\H[DFWDPHQWH WHUPLQDGRVYDORUHVGHSUREDELOLGDG&RQKXPLOGDG%D-
7
Decimos conceptual\DTXHHVYHUGDGTXHPXFKRDQGDPLDMHWHyULFRSRVHHWDOFRPSOHMLGDGQXPpULFRIRUPXODWLYDTXHHQSULQFL-
pio, parece hacerlo poco aplicable para el médico práctico; no obstante sí está clara su utilidad para el tratamiento gnoseológico
de estos temas, enriqueciendo su comprensión. Esto es análogo en este punto a los árboles de decisión YpDVHORTXHGLFH%XQJH
al respecto)\ODWHRUtDGHMXHJRVDXQTXHDSDVLRQDQWHVHQDEVWUDFWRSRFRVSUREOHPDVSUiFWLFRVSXHGHQVROXFLRQDUVHDVXWUDYpV
como metodología aislada, sí como analítica complementaria.
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 605
Luego de cada estudio se obtiene una probabilidad post test; en estudios seriados, la probabilidad post test de uno será la pre
WHVWGHOVLJXLHQWH\DVtVXFHVLYDPHQWH
606 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
9
6LELHQDYHFHVQRHUDQQHFHVDULDPHQWHGtDV+DFLDHOFyOHUDDIHFWDEDD(XURSDHVSHFLDOPHQWH,WDOLD)UDQFLD,QJOD-
WHUUD\$XVWULDDVtFRPRD$PpULFDGHO1RUWH(Q%XHQRV$LUHVHOGHVHSWLHPEUHGHHVHDxROD-XQWDGH6DQLGDGWRPDEDVXV
precauciones imponiendo una cuarentena de tres díasDORVEXTXHVSURYHQLHQWHVGHO+DYUH*pQRYD+DEDQD\%DKtD$VLPLVPR
HQ9HQHFLDHQVHSRSXODUL]yHOtrentino, esto es un aislamiento de treinta días.
'LJDPRVSDUDFRQWH[WXDOL]DU\UHÀH[LRQDUTXHODVSHVWHVGHOSDVDGRQRHVWiQWDQOHMDQDV\DTXHHOFyOHUDVLJXHVLHQGRXQLPSRUWDQWHULHV-
go sanitario en todo el mundo. Hacía más de un siglo que en América Latina no se registraba ningún caso de cólera cuando, en 1991, llegó
DVXVFRVWDVXQDSDQGHPLDTXHVHKDEtDLQLFLDGRDxRVDWUiV\VHKDEtDSURSDJDGRSRUQXPHURVRVSDtVHVGHÈIULFD$VLD\(XURSDFRQ
GHYDVWDGRUDVFRQVHFXHQFLDVKXPDQDV\HFRQyPLFDV/DHQIHUPHGDGTXHDOSDUHFHUWHQtDVXRULJHQHQHOSHVFDGRFRQWDPLQDGRSRUHODJXD
GHVHQWLQDGHORVEDUFRVHQODFRVWDGHO3HU~VHSURSDJyUiSLGDPHQWHSRUWRGRHOFRQWLQHQWHSURYRFDQGRFHUFDGHFDVRVQRWL¿FDGRV
\PiVGHGHIXQFLRQHVHQSDtVHVHVHDxR(QKDEtDPiVGHXQPLOOyQGHFDVRV\DOJRPiVGHPXHUWHVQRWL¿FDGDVHQOD
5HJLyQGHODV$PpULFDVGHOD206$GHPiVGHOVXIULPLHQWR\ODVPXHUWHVTXHSURYRFyHOEURWHGHVDWyHOSiQLFRWUDVWRUQyODVHVWUXFWXUDV
VRFLDOHV\HFRQyPLFDVSXVRHQSHOLJURHOGHVDUUROORGHODVSREODFLRQHVDIHFWDGDV\GHVHQFDGHQyUHDFFLRQHVLQWHUQDFLRQDOHVH[WUHPDVH
LQQHFHVDULDV$OJXQRVSDtVHVYHFLQRVLPSXVLHURQUHVWULFFLRQHVDOFRPHUFLR\ORVYLDMHVDO3HU~DOLJXDOTXHKLFLHURQGLYHUVRVSDtVHVGHOD
8QLyQ(XURSHDORV(VWDGRV8QLGRV\RWURV6HHVWLPDTXHODVSpUGLGDVGHELGDVDORVHPEDUJRVFRPHUFLDOHVHOSHUMXLFLRFDXVDGRDOWXULVPR
\ODVFDtGDVHQODSURGXFFLyQDWULEXLEOHVDHQIHUPHGDGHV\PXHUWHVUHODFLRQDGDVFRQHOFyOHUDDVFHQGLHURQQDGDPHQRVTXHDPLOOR-
nes de dólares. De paso esto ilustra el hecho bien conocido de que siempre las epidemias son, además de todo, un problema económico y
¿QDQFLHUR\GHIRUPDDFFHVRULDTXHSRFRVDGHODQWRVHQVDQHDPLHQWR\VDOXGS~EOLFDVHGHELHURQDDIDQHVDOWUXLVWDVGHODVSHUVRQDVVLQR
más bien a los perjuicios económicos que las enfermedades generaban en las poblaciones. La necesidad de proporcionar saneamiento, tanto
SDUDHODJXDGHEHELGDFRPRSDUDODKLJLHQHVLJXHVLHQGRKR\XQUHWRHQORVSDtVHVHQGHVDUUROOR6HSLHQVDTXHPiVGHPLOORQHVGH
SHUVRQDVFDUHFHQGHDFFHVRDDJXDVDOXEUH\PLOORQHVFDUHFHQGHDFFHVRDVDQHDPLHQWRFRUUHFWR(OUHVXOWDGRHVTXHPiVGH
QLxRVPHQRUHVGHFLQFRDxRVPXHUHQFDGDGtDGHHQIHUPHGDGHVTXHSRGUtDQSUHYHQLUVHIiFLOPHQWHFRPRODGLDUUHD
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 607
tadas, ya que el paradigma médico de entonces estaba quienes sostenían que eran las condiciones atmosféricas
GRPLQDGRSRUODLGHDGHORVPLDVPDVHVSHFLHGHYHQH- \ORVYLHQWRVORVTXHWUDQVPLWtDQGHXQOXJDUDRWURORV
QRVYROiWLOHVTXHVHWUDVPLWtDQSRUHODLUH miasmas contagiosos, que la enfermedad no se propaga
La teoría miasmática fue apoyada por los poderes SRU FRQWDFWR LQPHGLDWR R PHGLDWR VLQR SRU OD H[LVWHQ-
SROtWLFRVSRUHMHPSOR&KDGZLFNHQHOreportGH\ cia y diseminación de un foco miasmático, descartan-
académicos locales aún luego de los descubrimientos de GRSRUHQGHODVPHGLGDVUHVWULFWLYDV<DHQOD3ULPHUD
6QRZ\.RFKHQWUHRWURVSRUTXHSHUPLWtDXQDH[SOLFD- &RQIHUHQFLD6DQLWDULD,QWHUQDFLRQDOHQ3DUtVHQ
ción menos comprometida sobre la propagación de las VH GHEDWLy OD QDWXUDOH]D tQWLPD GH HVD HQIHUPHGDG \
enfermedades como el cólera, logrando cerrar un círcu- RWUDV HVSHFt¿FDPHQWH VL HUD PLDVPiWLFD R FRQWDJLR-
lo epidémico basado en la tríada: Importación de países sa. Estaba claro que lo último que querían los poderes
asiáticos ĺ Aire contaminado ĺ ,QHYLWDELOLGDG TXH políticos y económicos ingleses, siendo Inglaterra una
consiguió dejar de lado –por casi un siglo– los factores SRWHQFLD PDUtWLPD ÀRUHFLHQWH HUD HO FLHUUH GH SXHUWRV
SULQFLSDOHV PLVHULDKDPEUH \ IDOWD GH FXOWXUD LQH[LV- y las cuarentenas y barreras de cualquier tipo para la
WHQWHVDQHDPLHQWRFRQRFLGRVKDVWDSRUODSURSLDSREOD- comercialización de sus productos; al mismo tiempo,
FLyQ LQYROXFUDGD 6H DFXxy DVt XQD VXHUWH GH Historia (VSDxDYHtDFRQEXHQRVRMRVHVWDVPHGLGDVUHVWULFWLYDV
R¿FLDOde la propagación del cólera, que en esencia no SDUDORVLQJOHVHV(VWHHVXQH[FHOHQWHHMHPSORGHFyPR
ha cambiado, basada en la culpabilidad de un supuesto ORVSRGHUHVSROtWLFRV\HFRQyPLFRVHQERJDLQÀX\HQHQ
WUDQVPLVRUOOiPHVHYLDMHURDOLPHQWRDYLyQRLQGLYLGXR ORVGHVFXEULPLHQWRVFLHQWt¿FRVXQFRQWH[WRGHGHVFX-
poco higiénico.11 EULPLHQWRHQODVSDODEUDVGH&HWWLQDLPSULPLpQGROHVXQ
En este sentido, la dominación inglesa de la India cierto curso de acción.
culpó al entornoGHOSDtVYLHQGRHQHVWDVFDXVDVORFD- &RPRGLMLPRVHOFyOHUDHQWUyD,QJODWHUUDHQ
les la razón de las espantosas y mortíferas epidemias a (Q HVWDOOy XQ EURWH SDUWLFXODUPHQWH YLUXOHQWR HQ
las que el continente indio parecía tan propenso. Inclu- /RQGUHVHQWUHHOGHDJRVWR\HOGHVHSWLHPEUHPX-
so en su Historia de la India, libro de lectura obligato- ULHURQSHUVRQDVHQHOiUHDGH*ROGHQ6TXDUHSHU-
ULD GH OD &RPSDxtD GH ODV ,QGLDV 2ULHQWDOHV HPSUHVD teneciente a la parroquia de St. James. John Show, un
FRPHUFLDO SULYDGD \ OXHJR GHO JRELHUQR EULWiQLFR -D- obstetra interesado en más de un aspecto de la ciencia
PHV 0LOO ±SDGUH GHO ¿OyVRIR - 6WXDUW 0LOO± GHFtD TXH PpGLFDIXHSRUHMHPSORXQRGHORVSULPHURVHQXWLOL-
la sociedad india había permanecido inmutable desde ]DUXQDWpFQLFDDQHVWpVLFDVHGLRFXHQWDGHODRSRUWXQL-
WLHPSR LQPHPRULDO FRQVWUXFWR PHQWDO HVWH TXH VLUYLy dad que se le presentaba para probar sus ideas. Para esta
de base ideológica para la inacción total. La premisa era época la gente carecía de agua corriente y usaba pozos
que los «aldeanos indios eran mugrientos, preferían ser \ERPEDVFRPXQLWDULDVSDUDODSURYLVLyQGHDJXD(OYH-
mugrientos y habían sido mugrientos desde tiempos re- cindario en que estalló esta epidemia estaba abastecido
PRWRVª6HJ~QXQR¿FLDOVDQLWDULRGH%HQJDODHQ SRUGRVFRPSDxtDVOD/DPEHWK:DWHUZRUNV&RPSDQ\
©ODPD\RUtDGHODJHQWHQRFUHHHQHOYDORUGHODLUH\ \OD6RXWKZDUN 9DX[KDOO&RPSDQ\QLQJXQDHIHFWXD-
del agua puros... se contentan con mantener los hábitos ED ¿OWUDGR R WUDWDPLHQWR GH ODV DJXDV (Q OD HSLGHPLD
de sus ancestros y si sufren y mueren atribuyen esta cir- GHDPEDVHPSUHVDVWRPDEDQDJXDGHO7iPHVLVHQ
cunstancia al destino...». la zona de desembocadura del alcantarillado cerca de
5iSLGDPHQWHODVDJXDVVHGLYLGLHURQHQWUHORVcon- Battersea, hecho este hasta ridiculizado en litografías de
tagionistasTXHFUHtDQTXHODHQIHUPHGDGSURYHQtDGHO la época, sabiendo desde siempre la gente común que
FRQWDFWRFRQHOHQIHUPRRFRQVXVYHVWLGRV\SHUWHQHQ- HVWDSUiFWLFDQRSRGtDVLQRVHUQRFLYDSHURPiVWDUGHOD
cias y, por lo tanto, proponían incomunicación y cuaren- Lambeth trasladó sus bocas de toma río arriba al Tha-
tenas + lazaretos + quema de las ropas y pertenencias mes Ditton, zona más limpia, prácticamente sin desem-
de los afectos, y en el otro polo los anticontagionistas, bocadura de cloacas.
11
6LHPSUHH[LVWHXQ«barquito vector» a quien señalar como fuente de contagio y algún «foco cercano» para su propagación,
SHURHQODSUiFWLFDODHQIHUPHGDGDSDUHFHPXFKDVYHFHVGRQGHQRVHODHVSHUD5H¿HUH3HQQDHQVXOLEURVREUHHOFyOHUDGH
TXHODHSLGHPLDHQ$UJHQWLQDFRPHQ]yDGHFUHFHUHQHOPHVGHDEULOGH\VXH[WLQFLyQFRPSOHWDFRLQFLGLyFRQODYXHOWD
GHOIUtRSHUVLVWLHQGRODGXGDVREUHHOUHDORULJHQGHODLQIHFFLyQSXHVWRTXHHOYLDMHGHVGHOD,QGLDVXSRQHXQHQRUPHSHUtRGR
GHWLHPSRSDUDHOGHVDUUROORGHODHQIHUPHGDGSUREOHPDTXHVHH[SOLFDEDSRUTXHORVEXTXHVFDUJDGRVGHLQGLYLGXRVTXHKDQ
SHUPDQHFLGRSRUDOJ~QWLHPSRHQXQIRFRHSLGpPLFRSLHUGHQHQJHQHUDOGXUDQWHHOYLDMHXQSHTXHxRQ~PHURGHSDVDMHURVVLQ
que por esto disminuya el peligro de su llegada a un país indemne. La necesidad de contar con un ‘barco vector’ importador
era tan imprescindible que Penna opina que VLHVWHIDOWDVHVHUtDQHFHVDULRLQYHQWDUOR; teoría que perduró hasta nuestros días.
608 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Decía Snow acerca del cólera: «Se desplaza a lo lar- de la bomba, con lo que la epidemia cesó rápidamente.
JRGHODVJUDQGHVYtDVGHFRPXQLFDFLyQKXPDQDQXQFD Este es un brillante ejemplo de operación basado en el
DYDQ]DPiVGHSULVDTXHODSREODFLyQVLQRTXHVXHOHKD- mecanismo de la caja negra en el que los procesos ínti-
FHUORPXFKRPiVGHVSDFLR$OH[WHQGHUVHDXQDQXHYD PRVHVWiQRFXOWRVDOREVHUYDGRUSHURDXQDVtHVSRVLEOH
LVODRXQQXHYRFRQWLQHQWHVLHPSUHDSDUHFHSRUSULPHUD actuar en algún punto de la cadenaYpDVHHQRWUDSDUWH
YH]HQXQSXHUWRGHPDU1XQFDDWDFDDODVWULSXODFLRQHV de esta obra).
GHORVEDUFRVTXHYLDMDQGHVGHXQSDtVVLQFyOHUDDRWUR ,QYHVWLJDFLRQHVSRVWHULRUHVTXHLQFOX\HURQH[FDYD-
HQ HO TXH H[LVWH OD HQIHUPHGDG KDVWD TXH KDQ WRFDGR ciones en la zona de la bomba de agua, demostraron una
puerto». ¿OWUDFLyQGHVGHORVGHVDJHVFORDFDOHVGHODFDVDGHOQ~-
Snow ya había trabado conocimiento con el cólera PHURGH%URDG6WUHHWGRQGHVHVXSRQHVHRULJLQyHO
en las epidemias anteriores –su tratado clásico era de EURWHHVSHFt¿FDPHQWHSRUHOODYDGRGHSDxDOHVGHXQD
HQHOTXHVHGHGLFyDORVFDVRVGH$OELRQ7HUUDFH± criatura afecta de cólera –muerta al igual que su ma-
SRUORTXHHQVHGLRFXHQWDGHTXHWHQtDXQLQXVXDO GUH±KDFLDODFLVWHUQDGHODHVTXLQDGH%URDGSUy[LPDD
H[SHULPHQWRQDWXUDOHQWUHPDQRVGHELGRDOFDPELRGH ODIDPRVDERPED&KDYH
la zona de toma de aguas, ya que si sus supuestos eran &RQ WRGRV VXV PpULWRV ±HQWUH RWURV SUH¿JXUDU XQ
correctos, en esta ocasión las casas abastecidas por la DJHQWH FDXVDO SXWDWLYR GH OD HQIHUPHGDG TXH ©KD GH
FRPSDxtD/DPEHWKTXHVHKDEtDPXGDGRGHEHUtDQHVWDU WHQHUDOJXQDHVWUXFWXUDFRPRXQDFpOXODª6QRZ
libres de cólera. XQRV DxRV DQWHV GHO GHVFXEULPLHQWR IRUPDO GH ORV
'HHVWHPRGR6QRZVHDSUR[LPyDOSUREOHPDGHO PLFURRUJDQLVPRVVL¿MDPRVLFyQLFDPHQWHODSUHVHQWD-
FyOHUD D WUDYpV GH GRV YHUWLHQWHV FRPSDUDFLyQ GH FLyQGH.RFKHQOD6RFLHGDGGH)LVLRORJtDGH%HUOtQHQ
las tasas de ataque de los abastecidos por cada una de ±GHVGHORFRQFHSWXDO\PHWRGROyJLFRHOGH6QRZ
ODVFRPSDxtDV\HODQiOLVLVSXQWXDOGHOEURWHGH*RO- QRIXHXQYHUGDGHURH[SHULPHQWRHQHOVHQWLGRGHTXH
den Square que es prácticamente un icono de Snow y el QR HYDOXy VLVWHPiWLFDPHQWH H[SRVLFLyQ D OD ERPED HQ
trabajo que lo proyecto a la inmortalidad, habiéndose LQGLYLGXRVVLQFyOHUDHQRWUDVSDODEUDVQRKXERFRQWUR-
dicho con una mezcla de sorna y justicia que los epide- OHVSDFLHQWHVTXHKXELHVHQEHELGR\QRKXELHVHQPXHU-
miólogos estamos psicológicamente ¿MDGRV a la bomba WRVLQRTXHIXHVyORXQHVWXGLRGHFDVRV\no casos. Es
de Broad Street. irónico que en su propio tiempo Snow no fue un epi-
demiólogo o un funcionario salubrista reconocido, sino
En efecto, fue llamado de urgencia por el brote del PiVELHQXQGHWHQWRUGHXQDYLVLyQH[FpQWULFDXQVQRE
área de Golden Square. Trazó un mapa de la zona en GLUtDPRV KR\ TXH VH UHPRQWDED D ODV RVFXUDV WHRUtDV
TXH KDEtDQ WHQLGR OXJDU ODV PXHUWHV YLVXDOL]DQGR FRQ fracastorianas del siglo XVI sobre el contagio.
bastante claridad que la mayoría había ocurrido alrede- (O PLQLVWUR :KLWHKHDG LQLFLDOPHQWH HVFpSWLFR GHO
GRUGHODERPEDGH%URDG6WUHHWYtFWLPDGHODFRQWD- KDOOD]JR GH 6QRZ LQYHVWLJy HQ GHWDOOH HO FRQVXPR GH
minación; al mismo tiempo, muy pocas muertes habían agua entre residentes de Broad St. Comenzó preguntan-
acontecido en las inmediaciones de otras bombas en los do a las familias de muertos por cólera sobre los hábitos
DOUHGHGRUHV\GHQWURGHOiUHDDIHFWDGDOODPDWLYDPHQWH GHODVYtFWLPDV\HQFRQWUyTXHKDEtDQWRPDGRDJXD
no había habido casos en el hospicio de la calle Polland, GHODERPEDPLHQWUDVTXHQR([WHQGLHQGRVXDQi-
TXHWHQtDVXSURSLDERPEDQLHQXQDFHUYHFHUtDHQODTXH OLVLVVREUHORVVXSHUYLYLHQWHVXQDYH]PiV6QRZVyOR
ORVHPSOHDGRVHVWDEDQDXWRUL]DGRVDWRPDUFHUYH]DHQ FRQVLGHUyORVPXHUWRVHQFRQWUyTXHKDEtDQWRPDGR
YH]GHDJXD6QRZVDEtDTXHODWUDVPLVLyQGHODHQIHU- agua de la bomba y 7 no. Razonó adecuadamente que
medad se teníaTXHUHDOL]DUDWUDYpVGHODJXDSRUDOJ~Q SDUDUHDOL]DUXQDQiOLVLVFRUUHFWRGHEtDH[DPLQDUDVLPLV-
agente aún desconocido YpDVH PiV DGHODQWH y logró mo a los sujetos que, residiendo en Broad St. en sep-
FRQYHQFHU D ORV *XDUGLDQV GH TXH UHWLUDUDQ OD PDQLMD tiembre, no hubiesen sufrido de cólera o diarrea. De este
BOMBA DE CÓLERA
BROAD STREET SÍ NO
Sí 80 57 137 80/57=1,4
No 20 279 299 20/279=0,07
OR 20
100 336 436
p<0,001
6LELHQVDUFiVWLFDPHQWHGHFtDTXH©VLXQRWXYLHVHTXHYLYLUHQWHUUHQRVFLHQWt¿FDPHQWHGHPRVWUDGRVHVWDUtDPRVWRGRVPXHU-
WRVªFLWDGRSRU:LQVORZ7KH&RQTXHVWRI(SLGHPLF'LVHDVHSSS
610 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Seguiremos la historia de Semmelweis como ejemplo de la metodología epidemiológica, pero es necesario recordar que, poco
DQWHVGHpO2OLYHU:HQGHOO+ROPHVPpGLFRQRUWHDPHULFDQRDQDOL]yFDVRVGH¿HEUHSXHUSHUDO\SUHVHQWyVXVLGHDVHQ
HQOD6RFLHGDG0pGLFD%RVWRQLDQDFRQFOX\HQGRTXHODHQIHUPHGDGHUDFRQWDJLRVD\TXHORVPpGLFRVODWUDVPLWtDQDWUDYpVGH
VXVPDQRV\VXVURSDV8QDSXEOLFDFLyQSRVWHULRUHQHOAmerican Journal of Medical Science WXYRHVFDVDUHSHUFXVLyQ\IXH
prácticamente ignorada por el establishment que, de paso, también se mostró renuente a aceptar las ideas de Semmelweis. Para
WHUPLQDUUHFXpUGHVHWDPELpQTXHFLUFDXQRVDxRVGHVSXpVGHOWUDEDMRGHOPpGLFRK~QJDURODPDWHUQLGDGGH3DUtVKXER
GHVHUFHUUDGDDFDXVDGHOD¿HEUHSXHUSHUDOHOWHPDIXHDERUGDGRSRUHOIDPRVR3DVWHXUTXHIXHPiVDOOiGHVXVSUHGHFHVRUHV
\DQDOL]DQGRPXHVWUDVSXUXOHQWDVWRPDGDVGH~WHURVGHODVYtFWLPDVOOHJyDLGHQWL¿FDUDOJHUPHQ±HVWUHSWRFRFR±FDXVDO\OR
presentó ante un auditorio en la Academia de Medicina de París, interrumpiendo a un médico que decía que el origen de la sepsis
HUDPLDVPiWLFR1XHYDPHQWHHODXGLWRULRVHPRVWUyUHQXHQWHDVXVLGHDV2WURVSUHFXUVRUHVIXHURQORVLQJOHVHV7KRPDV'HQPDQ
Essay on the puerperal fever/RQGRQ\&KDUOHV:KLWH\HOHVFRFpV-DPHV<RXQJ6LPSVRQHQXQWUDEDMRGHSRV-
WHULRUDOGH6HPHOZHLVV©6RPHQRWHVRQWKHDQDORJ\EHWZHHQSXHUSHUDOIHYHUDQGVXUJLFDOIHYHUªMonthly Journal of Medical
Science1yWHVHHODLVODPLHQWRGHFDGDFLHQWt¿FRUHVSHFWRGHOWUDEDMRGHVXVFROHJDV\ODOHQWLWXGH[DVSHUDQWHGH
ODWUDVPLVLyQGHOFRQRFLPLHQWRWDOTXHFDGDXQRFRPHQ]yDLQYHVWLJDUODWHPiWLFDSUiFWLFDPHQWHGHVGHHOSULQFLSLRFRQHVFDVD
si alguna referencia a sus colegas.
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 611
RWURVKRVSLWDOHVHQGLYHUVDVpSRFDVSDVDURQFLUFXQVWDQ- GDGYLHQHVDFRQWUDODGHOSDEHOOyQGHODVSDUWHUDVHQWUH
cias aun peores, por ejemplo, en un hospital de Lom-
bardía, en el siglo XVIII, se dijo que ninguna mujer Luego de considerar y descartar con paciencia de
VREUHYLYLy HQ XQ DxR GHWHUPLQDGR OXHJR GH GDU D OX] GHWHFWLYH QXPHURVDV FDXVDV FRPR DTXHOODV SURSLDV GH
DOOt 3DUD PXFKRV OD KLVWRULD GH OD ¿HEUH SXHUSHUDO HV ODVSDFLHQWHV±TXHVXHQDQKR\LQVyOLWDVFRPRH[FHVRR
ODKLVWRULDGH,JQD]6HPHOZHLVV&DUO*XVWDY+HPSHO estancamiento de la sangre o coagulación espontánea de
HQXQRGHORVWH[WRVPiVLPSRUWDQWHVVREUH¿ORVRItDGH ODPLVPD6FDQ]RQQL0XUSK\HQSemelweiss an ano-
ODFLHQFLD+HPSHOGHVFULEHHOWUDEDMRGH,JQDW] tated biobliograpyHOSHVRGHODOHFKHVHFUHWDGD±
Semmelweis como ejemplo del correcto proceder cien- ORVH[iPHQHVREVWpWULFRVGHORVPpGLFRVH[WUDQMHURV14,
Wt¿FREDVDGRHQHQVD\R\HUURU la aprensión de las parturientas ante el paso de un clé-
La muerte y la enfermedad asociada al nacimiento han rigo por las salas\¿QDOPHQWHDOJRWDQHVWUDPEyWLFR
VLGROXJDUHVFRPXQHVGHLQWHUpVGHODYLGDWHPSUDQDGH como las LQÀXHQFLDVDWPRVIpULFRFyVPLFRWHO~ULFDV de
ODHGDGPRGHUQD(OPpGLFRHVFRFpV:LOOLDP&DPSEHOO la ciudad de Viena, un hecho casual –la muerte del pro-
HQ VX WUDWDGR GH REVHUYy TXH ORV VtQWRPDV GH OD fesor de anatomía patológica Kollietska, debida a una
¿HEUHSXHUSHUDOHUDQFRPSOHMRV\GLItFLOHVGHLQWHUSUHWDU herida generada con un instrumento de disección que
En la mayoría de las pacientes la enfermedad aparecía desató en él una enfermedad indistinguible de la sepsis
hacia el tercer día del nacimiento con rigor, cefalea muy TXHPDWDEDDODVSDUWXULHQWDV±OROOHYyDDGYHUWLUTXHOD
intensa y chuchos de frío, sudoración e intensa sed. El HQIHUPHGDGHUDHQYHUGDGWUDVPLWLGDSRUODVPDQRVGH
GRORU DEGRPLQDO HUD LQYDULDEOH HQ XQD HQIHUPD WHQGLGD ORVPpGLFRVTXHDQWHVGHODUHYLVWDGHVDODHIHFWXDEDQ
de espaldas, siderada, con aspecto indiferente. La GLVHFFLRQHV FDGDYpULFDV OOHYDQGR ODV partículas cada-
enfermedad tendía, para desconcierto de los médicos, a YpULFDV en ellas y generando la mortal sepsis puerperal.
aparecer de forma epidémica con una altísima mortalidad Adicionalmente y en apoyo a su teoría Semelweiss des-
-RKQ &ODUNH FRPHQWD HQ VX WUDWDGR GH FXEULyTXHHQWUH\QRVHUHDOL]DEDQH[iPHQHV
TXHODSULPHUDUHIHUHQFLD~WLODOD¿HEUHHVODPHQFLyQGH anatomopatológicos en el hospital, siendo en esa época
XQEURWHHQHO+{WHO'LHXGH3DULVHQ0pPRLUHV baja la tasa de infección, que comenzó a subir a partir de
GHO¶$FDGpPLH5R\DOHGHV6FLHQFHVGHODxRVHJ~Q HVWH~OWLPRDxRFRQODLQWURGXFFLyQGHHVWDVSUiFWLFDV
&DPSEHOO HO QRPEUH ¿HEUH SXHUSHUDO IXH XVDGR SRU 6HPPHOZHLVLQVWyDVXVPpGLFRVDODYDUVHODVPD-
SULPHUDYH]SRU(GZDUG6WURWKHUHQVX&ULWLFRQIHEULXP nos después de las disecciones con clorina líquida en
GH-XQWRDODHSLGHPLDGH3DUtVGH\ODGH GLFLHQGRTXHGHVSXpVFDPELyDFDOFORUDGD£TXH
/RQGUHV GH FLWD ODV GH \ WDPELpQ HUDPiVEDUDWDFRQORTXHODWDVDGHLQIHFFLyQQRFHVy
en Londres y otras partes de Inglaterra; la prolongada GHGHVFHQGHUKDVWDQLYHOHVLQFOXVRLQIHULRUHVDORVGHOD
HSLGHPLD GH $EHUGHHQ GH \ ODV HSLGHPLDV GH clínica de comadronas.
Leeds y Sunderland. La lectura de la literatura médica (QX~WLPRDxRVLQODYDGRGHPDQRVODPRUWD-
de la época deja en claro la espantosa confusión en el OLGDGKDEtDOOHJDGRDODLQXVLWDGDFLIUDGHíORTXH
estudio de ODV¿HEUHV\HQQLQJ~QFDVRFRPRHQOD¿HEUH generó el nombre de pabellón de la muerte a la sala de
puerperal es esta impresión más notoria. médicos, con resultados aun peores que tener un parto
Semelweiss analizó la asombrosa diferencia en la callejero, de modo que era más riesgoso para una pa-
mortalidad en el pabellón de médicos de la materni- ciente dar a luz en la sala de médicos del hospital, que
14
El hospital general de Viena había sido fundado por el Emperador José II y era una institución de renombre internacional, por
ORTXHUHFLEtDQXPHURVRVHVWXGLDQWHVSDVDQWHVYLVLWDQWHVGHWRGD(XURSD/DÀRU\QDWDGHODVHPLRORJtD\ODDQDWRPtDSDWROyJLFD
GHODpSRFDVXUJLHURQGHVXVVDODVQRPEUHVFRPR5RNLWDQVN\6NRGD.ROOHWVNDYRQ+HEUD(QSDUWLFXODUODPDWHUQLGDGHUD
YLVLWDGDFDGDDxRSRUFLHQWRVGHHVWXGLDQWHV\SUDFWLFDQWHVH[WUDQMHURV8QDGHODVSULPHUDVKLSyWHVLVSDUDH[SOLFDUODPD\RUPRU-
WDOLGDGHQHOSDEHOOyQGHPpGLFRVVHDWULEX\yDODSXWDWLYDEUXWDOLGDGGHODVPDQLREUDVREVWpWULFDVGHORVHVWXGLDQWHVH[WUDQMHURV
TXHJHQHUDUtDQOHVLRQHVTXHSURGXFLUtDQODLQIHFFLyQ\ODPXHUWH/D[HQRIRELD\HOFRQWDJLRSDUHFHQYHQLUVLHPSUHUHODFLRQDGRV
VHJ~Q6\OYLD7HVKSRUHMHPSORGXUDQWHHOD]RWHGHODSHVWHQHJUDPLOHVGHMXGtRVIXHURQPXHUWRVVLQGLFDGRVGHWUDHUODHQIHU-
PHGDGDFWLWXGTXHFRQPDWLFHVVHUHSLWLySHUPDQHQWHPHQWHHQODKLVWRULDGHODVHSLGHPLDV7HVK6$SHVDUGHTXH
ODVSDVDQWtDVGHH[WUDQMHURVVHVXVSHQGLHURQSRUXQODUJRWLHPSRODPRUWDOLGDGQREDMyXQiSLFH
6HPPHOZHLVKDEtDQRWDGRTXHHQHOSDEHOOyQGHYDURQHVHOFOpULJR\VXD\XGDQWHGHEtDQSDVDUKDVWDOOHJDUDORVDSRVHQWRVTXH
tenían destinados, DWUDYpVGHODVVDODVGHPXMHUHVORTXHJHQHUDUtDHQHOODVXQDDSUHQVLyQWDQJUDQGHTXHIDYRUHFHUtDODLQIHFFLyQ
y la muerte. En el pabellón de comadronas, en cambio, la entrada a las habitaciones del cura y su acólito se hacía por otro lado,
GHPRGRTXHQRHUDQYLVWRVSRUODVSDFLHQWHV
612 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
en el *ODFLV SRSXODU SDVHR HQ OD YtD S~EOLFDí DO DxR GHUHSDUDUXQHUURUKLVWyULFRH[KXPDURQVXVUHVWRVGH
VLJXLHQWHFRQHOODYDGRGHPDQRVDSHQDVVXSHUyHO XQRVFXURFHPHQWHULRYLHQpV\ORUHSDWULDURQD%XGDSHVW
Así, concluyó Semmelweis, «la causa endémica SDUDHVWDpSRFD6HPPHOZHLVVHUDXQDHVSHFLHGHDOH-
desconocida de los horribles estragos en la primera clí- PiQKRQRUDULR(QVHOHKL]RXQDHVWDWXDHQXQD
QLFDHUDQODVSDUWtFXODVFDGDYpULFDVDGKHULGDVDODVPD- SHTXHxDSOD]DHQHOFHQWURGH%XGDSHVWTXHORPXHVWUD
QRVGHORVH[DPLQDGRUHVª\PiVDGHODQWH©HVWHFXDGUR DOWRFRQXQOLEUREDMRVXEUD]R\XQDPXMHUFRQXQQLxR
proporciona la prueba incontestable de mi opinión de en brazos, sentada en el pedestal, mirándolo. Luego de
TXHOD¿HEUHSXHUSHUDOVHRULJLQDFRQODSURSDJDFLyQGH VXDQiOLVLVHQVXVUHVWRVVHHQWHUUDURQGH¿QLWLYD-
VXVWDQFLDV DQLPDORUJiQLFDVª 6HPPHOZHLV The etio- PHQWHHQHOSDWLRGHODFDVDHQTXHQDFLyFRQYHUWLGDHQ
logy, concept and prophylaxis of chilbed fever7KH8QL- XQPXVHR8QDVHQFLOODSODFDUH]D©$OVDOYDGRUGHODV
YHUVLW\RI:LVFRQVLQ3UHVV 0DGUHVª&DUUDQ]D
8QQXHYRSLFRGHLQIHFFLRQHVHQSOHQDHWDSDGHOOD-
YDGRGHPDQRVOROOHYyDRWURGHVFXEULPLHQWRGHYDORU
6LELHQORVPpGLFRVVHODYDEDQOXHJRGHODVGLVHFFLRQHV El método numérico y la Revolución
FDGDYpULFDVQRORKDFtDQHQWUHXQDSDFLHQWH\RWUDSRU industrial
ORTXHGHGXMRTXHHOFRQWDJLRQRVRORHUDFDGiYHUĺ hu-
mano sino también humano enfermo ĺ humano sano. Siguiendo nuestro esbozo de línea temporal, mencionamos
'LVSXVRHQWRQFHVXQDQXHYDKLJLHQHGHPDQRVHQWUHSD- HQWUHRWURVHSLGHPLyORJRVGHVWDFDGRVDO\DFLWDGR)UDQFLV
ciente y paciente y también del instrumental utilizado. *DOWRQ GHVFXEULGRU GHO FRH¿FLHQWH GH FRUUHODFLyQ
Luego de tan notables hallazgos cabía a Semmelweis *HRUJH6KDWWXFNIXQGDGRUGHOD$VRFLDFLyQ(VWDGtVWLFD
DOJRPHMRUTXHHOGHVWLQRTXH¿QDOPHQWHWXYR6LHQGR 1RUWHDPHULFDQD\(OLVKD%DUWOHWWHOSULPHURHQMXVWL¿FDU
falto de tacto y polémico en su trato con colegas y pa- matemáticamente el uso del grupo control en los estudios
FLHQWHVVLQKDELOLGDGQDWXUDOQLHQWXVLDVPRSRUFRPX- H[SHULPHQWDOHV 8Q DOXPQR GH *DOWRQ .DUO 3HDUVRQ
nicar sus ideas, las posibilidades delante de él se fueron GHVFXEULy OD GLVWULEXFLyQ GH FKL \ IXQGy OD (VFXHOD
FHUUDQGRFDGDYH]PiV/RJUyHVFULELU\SXEOLFDU16 tan Británica de Biometría, según también consideramos
WDUGtDPHQWHFRPRHQXQOLEURHQK~QJDUROODPDGR antes. Major Greenwood, alumno de Pearson, fue el más
(WLRORJtD&RQFHSWR\3UR¿OD[LVGHOD¿HEUHSXHUSHUDO, destacado epidemiólogo inglés de la primera mitad del
WH[WRSREUHPHQWHHVFULWR6LHQGRVXMHIHGHODPDWHUQL- siglo XX y maestro de Austin Bradford Hill, quien, junto
GDGYLHQHVD-RKDQQHV.OHLQXQPpGLFRDFRPRGDWLFLR FRQ (YDQV \ -HUXVKDOP\ ±HO FUHDGRU GH ORV FRQFHSWRV
que había llegado al puesto más por contactos políticos VHQVLELOLGDG \ HVSHFL¿FLGDG± KD VLGR XQR GH ORV PiV
TXHSRUYDOtDSHUVRQDOHQYLGLRVRGHOSURWDJRQLVPRTXH LPSRUWDQWHV GLYXOJDGRUHV GH ORV FULWHULRV PRGHUQRV
VHQWtDSRGtDUREDUOH6HPPHOZHLVDO¿QDOL]DUVXFRQWUD- de causalidad. En nuestro continente se destacaron en
WRQRORUHQRYy\QLVLTXLHUDOHSHUPLWLyHODFFHVRDOD XQ SULQFLSLR (GZDUG -DUYLV :LOOLDP :HOFK -RVHSK
ELEOLRWHFDRDODV¿FKDVGHVXVSDFLHQWHVGHELHQGRYRO- *ROGEHUJHU:DGH+DPSWRQ)URVW(GJDUG6\GHQVWULNHU
YHUHVWHD%XGDSHVWGRQGHGLULJLyXQSHTXHxRKRVSLWDO\ \.HQQHWK0D[F\0iVUHFLHQWHPHQWHKDQGDGRQRPEUHV
se dedicó a la docencia. GHODWDOODGH5LFKDUG'ROO-HURPH&RUQ¿HOG$OH[DQGHU
En lo personal Semmelweis sufrió una suerte de /DQJPXLU %ULDQ 0DF0DKRQ 1DWKDQ 0DQWHO :LOOLDP
HQYHMHFLPLHQWR SUHPDWXUR FRQGXFWD HUUiWLFD H LQFRQ- Haenzel, Abraham Lilienfeld, Thomas Mckeown, Milton
WURODGD TXH KDFHQ VXSRQHU TXH SDGHFLy Vt¿OLV R TXL]i 7HUULV&DURO%XFN0HUY\Q6XVVHU6DQGHUV*UHHQODQG
(QIHUPHGDGGH$O]KHLPHUVLELHQHUDPX\MRYHQSDUD 2OOL0LHWWLQHQ'DYLG.OHLPEDXP\.HQQHWK5RWKPDQ
HVWDDIHFFLyQHQHVDpSRFDQRKDEtDVLGRDXQGHVFULWD\D quienes han sido reconocidos por sus importantes
TXH$ORLV$O]KHLPHUORKL]RGH(QFLUFXQVWDQFLDV contribuciones al desarrollo metodológico de la
DOJRRVFXUDV6HPPHOZHLVIXHUHFOXLGRHQDORV disciplina.
DxRVHQXQDVLORSDUDHQIHUPRVPHQWDOHV\DODVGRV El abordaje de enfermedades por el PpWRGRQXPpUL-
VHPDQDVIDOOHFLyGHXQDLQIHFFLyQORTXHVHUtDLUyQLFR coLQÀX\HHQHOGHVDUUROORGHORVSULPHURVHVWXGLRVGH
RELHQYtFWLPDGHODVIUHFXHQWHV\EUXWDOHVSDOL]DVTXH PRUELOLGDGHQ,QJODWHUUDDWUDYpVGHWUHVGHVXVGLVFt-
según se dice, se les propinaba a los enfermos mentales SXORV)DUU%XGG\*X\\HQORV(VWDGRV8QLGRVFRQ
de la época.17(QODVDXWRULGDGHVK~QJDUDVWUDWDURQ 6KDWWXFN /LOLHQIHOG 6LQ HPEDUJR HO QRWDEOH
16
A pesar de las súplicas de sus colegas, como Rokitansky, quien incluso llegó a hacer una publicación en su nombre.
£'HDFXHUGRDDQiOLVLVUDGLRJUi¿FRVGHVXVUHVWRVUHDOL]DGRVXQVLJORGHVSXpVGHOGHFHVRYpDVH&DUUDQ]D)$ op. cit., para
17
WUDEDMRGH)DUUTXHHQFUHDUDXQUH- lidad del Estado, junto con la imposición de reglas de
gistro anual de mortalidad y morbilidad para Inglaterra KLJLHQHLQGLYLGXDOSDUDHOSXHEOR
y el País de Gales, marca probablemente la instituciona- /DUHYROXFLyQLQGXVWULDO y su economía política tra-
lizaciónGHORVVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQHQVDOXG/DVW jeron la noción y el fenómeno concreto de la fuerza de
&RQODDULWPpWLFDPpGLFDGH/RXLV\ODHVWDGtVWLFD trabajo. La economía basada en el trabajo manual fue re-
PpGLFDGH)DUUVHDOFDQ]DEDXQDUD]RQDEOHLQWHJUDFLyQ emplazada por otra dominada por la industria y la manu-
entre la clínica moderna y la estadística, sin embargo, IDFWXUD/D5HYROXFLyQFRPHQ]yFRQODPHFDQL]DFLyQGH
WRGDYtD IDOWDED DOJR SDUD TXH GH HVWD FRPELQDFLyQ UH- ODVLQGXVWULDVWH[WLOHV\HOGHVDUUROORGHORVSURFHVRVGHO
VXOWDVHXQDQXHYDFLHQFLDGHODVDOXGGHFDUiFWHUHPL- hierro, diciéndose que reemplazó a la madera por el car-
QHQWHPHQWHFROHFWLYRWDOFRPRODDGKHVLyQDOSULQFLSLR bón como medio de combustión, a la madera por el hierro
de que la salud es una cuestión social y política, aliada como medio de construcción y al carbón por la electrici-
a una preocupación sociológica y a un compromiso con GDGFRPRPHGLRHQHUJpWLFR/DH[SDQVLyQGHOFRPHUFLR
los procesos de transformación de la situación de salud. IXHIDYRUHFLGDSRUODPHMRUDGHODVUXWDVGHWUDQVSRUWHV
/RV SURSLRV DFWRUHV GH HVWH PRYLPLHQWR OR EDXWL]DURQ y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las
como Medicina Social y asentaba conceptualmente en LQQRYDFLRQHV WHFQROyJLFDV PiV LPSRUWDQWHV IXHURQ OD
los siguientes principios: la salud de un pueblo concier- PiTXLQDGHYDSRU\ODGHQRPLQDGDSpinning Jenny, una
ne a la sociedad toda, las condiciones socioeconómicas SRWHQWHPiTXLQDUHODFLRQDGDFRQODLQGXVWULDWH[WLO(VWDV
WLHQHQXQLPSDFWRLPSRUWDQWH\KDVWDGHFLVLYRHQODVD- QXHYDV PiTXLQDV IDYRUHFLHURQ HQRUPHV LQFUHPHQWRV HQ
lud y las medidas adoptadas para combatir la enferme- la capacidad de producción. La producción y desarrollo
dad deben ser a un tiempo médicas y sociales. GH QXHYRV PRGHORV GH PDTXLQDULD HQ ODV GRV SULPHUDV
$ ¿QHV GHO VLJOR ;9,,, HO SRGHU SROtWLFR GH OD décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras in-
burguesía emergente se consolidó con la restaura- dustrias e incrementó también su producción.
FLyQFRPRHQ,QJODWHUUDRSRUODUHYROXFLyQFRPRHQ El desgaste de la clase trabajadora deterioraba pro-
)UDQFLD\HQORV(VWDGRV8QLGRV6HVXFHGLHURQHQHO fundamente sus condiciones de salud, según demues-
SHUtRGR GLIHUHQWHV WLSRV GH LQWHUYHQFLyQ HVWDWDO VREUH tran los informes de los discípulos de Louis; René Vi-
la cuestión de la salud de las poblaciones. En Ingla- OOHUPpHQ)UDQFLDFRQVXIDPRVRDQiOLVLV
WHUUDHOPRYLPLHQWRKRVSLWDODULR\HODVLVWHQFLDOLVPR GH ORV WUDEDMDGRUHV GH OD LQGXVWULD WH[WLO ±Reseña del
preceden a una medicina de la fuerza de trabajo ya par- estado físico y moral de los obreros de las industrias
cialmente sustentada por el Estado en áreas urbanas. del algodón, la lana y la seda– en el que en ocasión
(Q )UDQFLD FRQ OD 5HYROXFLyQ GH VH LPSODQWy GHODHQFXHVWDLQGXVWULDOGHSLQWDXQFXDGURa lo
XQD0HGLFLQDXUEDQDD¿QGHVDQHDUORVHVSDFLRVGH Dickens de las agobiantes jornadas de trabajo y las con-
ODV FLXGDGHV YHQWLODQGR ODV FDOOHV \ ODV FRQVWUXFFLR- diciones inhumanas del mismo, especialmente para los
QHVS~EOLFDV\DLVODQGRiUHDVPLDVPiWLFDV)RXFDXOW QLxRV19, y Edwin ChadwickHQ,QJODWHUUD
(Q$OHPDQLD-RKDQQ3HWHU)UDQN con su Report on an Inquiry into the sanitary condition
sistematizaba las propuestas de una Política médica of the labouring population of great britain GH
EDVDGDHQODFRPSXOVLYLGDGGHODVPHGLGDVGHFRQWURO &KDGZLFNFRQGXMRVXLQYHVWLJDFLyQHQWUH\
\YLJLODQFLDGHODVHQIHUPHGDGHVEDMRODUHVSRQVDEL- la que formó parte y la base del Public Health Act de
/DUHYROXFLyQLQGXVWULDOWXYRHQWUHRWURVP~OWLSOHVHIHFWRVODSRVLELOLGDGGHMXQWDUJUDQGHVPDVDVGHSHUVRQDVSRUDxDGLGXUD
EDMRSpVLPDVFRQGLFLRQHVGHKLJLHQH6HVDEHTXHODVHQIHUPHGDGHVWUDVPLVLEOHVUHTXLHUHQXQDPDVDFUtWLFDSDUDSURSDJDUVH
GLFLpQGRVHTXHVHH[WLQJXHQQDWXUDOPHQWHVLODVSREODFLRQHVQROOHJDQDXQRVLQGLYLGXRV±SRUHMHPSORHQLVODV6LWDOQ~-
mero no se alcanza, las posibilidades de encontrar e infectar susceptibles es baja y se agota. En la historia humana, las epidemias
se hicieron más comunes concomitantemente con el incremento de las poblaciones humanas. Los paleontólogos dicen que el
JUDQFDPELRHQODVFRPXQLGDGHVKXPDQDVFRPHQ]yKDFHXQRVDxRVVLHQGRKDVWDHVHHQWRQFHVORVFRQJORPHUDGRVKXPDQRV
PX\UHGXFLGRV(QD&HQORVDOERUHVGHODDJULFXOWXUDHQOD0HVRSRWDPLDDVLiWLFD\(JLSWRVHFUHDURQPXFKDVSHTXHxDV
FLXGDGHVPX\SREODGDV(QGH¿QLWLYDVHQHFHVLWDXQDFLXGDGSDUDJHQHUDUXQDHSLGHPLD
19
©(VPX\WULVWHYHUDORVREUHURVOOHJDUGHWRGDVSDUWHVSRUODPDxDQDXQDPXOWLWXGGHQLxRVÀDFRVPDFLOHQWRVFXELHUWRVGH
KDUDSRVFDPLQDQGRGHVFDO]RVHQHOEDUUR\EDMRODOOXYLDOOHYDQGRHQODPDQR±RFXDQGROOXHYHEDMRODVURSDVTXH\DQRVH
traspasan porque están cubiertas del aceite que les ha caído– un pedazo de pan que será su único alimento hasta que regresen a su
casa a la noche». Villermé. Tableau de l´etat physique et moral des ouvriers employes dans les manufactures de coton, de laine
et de soie3DULV-5HQRXDUGHQ&LH/LEUDLUHV
'LJDPRVWDPELpQTXH&KDGZLFNIXHHOSURPRWRUGHODOH\GHSREUHVGHXQSURWRVLVWHPDGHVDOXGDQLYHOQDFLRQDO
614 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
(O UHSRUWH VH IRFDOL]y HQ FXDWUR WHPDV FRQ XQD Epidemiología novecentista y la
JUDQ PDVD GH HMHPSORV RIUHFLGRV FRPR SUXHEDV (YL- preeminencia del germen
denciaba la correlación entre falta de saneamiento y en-
IHUPHGDGDOWDVWDVDVGHHQIHUPHGDG\EDMDH[SHFWDWLYD 0XFKRVDXWRUHVFRQVLGHUDQTXHHOIRUPLGDEOHDYDQFHGH
GHYLGDUHVDOWDQGRODVREUHSREODFLyQ\HOKDFLQDPLHQWR OD¿VLRORJtDGHODSDWRORJtD\GHODEDFWHULRORJtD±GHEL-
como causas subyacentes. En la misma línea sugería el dos principalmente a Claude Bernard, Rudolf Virchow,
VXPLQLVWURGHDJXDSRWDEOH\ODHOLPLQDFLyQGHH[FUHWDV Louis Pasteur y Robert Koch–, que siguió en las déca-
como desarrollos necesarios. das siguientes, habría dispensado el conocimiento sobre
(QHVWDPLVPDOtQHDHLQFOXVLYHLQÀXHQFLDGRSRUHO ODYHUWLHQWHVRFLDO\SROtWLFDGHODVDOXG
LQIRUPHGH&KDGZLFNSRVWHULRUPHQWH)ULHGULFK(QJHOV Sin embargo, el descubrimiento de microorganis-
escribió Las condiciones de la clase trabajadora en In- mos causantes de enfermedad representó un innegable
JODWHUUDHQ fortalecimiento de la medicina organicista, según he-
La formación de un proletariado urbano, someti- PRVFRPHQWDGRSUHYLDPHQWH\DTXHVLELHQORVHVFULWRV
GRDQLYHOHVGHH[SORWDFLyQGHVPHGLGRVVHH[SUHVDED GH)UDFDVWRURGDWDEDQGHOVLJOR;9,ODPRGHUQDWHRUtD
como lucha política bajo la forma de diferentes socia- del germen sólo se desarrollaría a partir de los trabajos
OLVPRV8QRGHHOORVSDVyDLQWHUSUHWDUDla medicina GH3DVWHXU/LVWHU.RFK\RWURVHQWUH\
como práctica social y política/DH[SUHVLyQGH*XpLQ (Q-DNRE+HQOHSXEOLFyXQWUDWDGRTXHKLSR-
GH GH Medicina Social GHVLJQD ORV GLYHUVRV tetizaba que la infección por animalitos diminutos era
modos de pensar la cuestión de la salud socialmente, XQDFDXVDGHHQIHUPHGDGGHVWDFDQGRORTXH)UDFDVWRUR
siendo sus principios el hecho de que la salud de una \RWURVKDEtDQKHFKRDQWHVTXHpO/DGHPRVWUDFLyQGH
población concierne a toda la sociedad, la que tiene /RXLV 3DVWHXU GH XQ DJHQWH YLYR FDXVDQWH GH XQD HSL-
la obligación de responder por ella, que las condicio- GHPLDGHOJXVDQRGHVHGDFXOPLQyHQ\DHVWD
QHV VRFLRHFRQyPLFD WLHQHQ XQ LPSRUWDQWH \ VLJQL¿- siguieron estudios sobre el contagio en enfermedades
FDWLYR LPSDFWR HQ OD VDOXG \ TXH ODV UHVSXHVWDV D ORV KXPDQDVSRUHMHPSORWXEHUFXORVLViQWUD[\OHSUD)L-
problemas sanitarios han de ser a un tiempo médicos QDOPHQWHHQHOGLVFtSXORGH+HQOH5REHUWR.RFK
\VRFLDOHV(Q$OHPDQLDHOHQWRQFHVMRYHQVDQLWDULVWD estableció a una microbacteria como la causa de la tu-
9LUFKRZGHVSXpVGHLQYHVWLJDUXQDHSL- berculosis.+HQOH6QRZ3DVWHXU\.RFKSXHGHQYHUVH
GHPLD GH WLIXV HQ 6LOHVLD H LGHQWL¿FDU TXH VXV FDXVDV HQWRQFHVFRPRGLJQRVKHUDOGRVGHODQXHYDHUD
eran fundamentalmente sociales y políticas, lideró el /D WUDQVLFLyQ GH OD WHRUtD KXPRUDO PLDVPiWLFD R
PRYLPLHQWRPpGLFRVRFLDO(OSUR\HFWRRULJLQDOGHOD SVHXGRPLDVPiWLFDFRPROD]LPyWLFDGH)DUUDODGHO
medicina social murió, sin embargo, en las barricadas JHUPHQUHTXLULyXQDUHYROXFLyQFRQFHSWXDO/DVHQIHU-
GH3DUtV\%HUOtQKDFLD9LUFKRZIXHFRQGHQDGR PHGDGHVGHPD\RUSUHYDOHQFLDHQODpSRFDGHQDWXUDOH-
DXQH[LOLRLQWHUQR\SRVWHULRUPHQWHGHYLQRHOQRPEUH ]DLQIHFWRFRQWDJLRVDIDYRUHFLHURQODKHJHPRQtDGHHVH
más importante de la patología moderna, además de PRGHOR LQWHUSUHWDWLYR<D HQ HO VLJOR ;9,,, HO (VWDGR
iniciar la antropología médica. alemán había establecido un sistema de policía médica
Los sanitaristas británicos, por su parte, querían in- encargado de la recolección y análisis de información
tegrar sus preocupaciones sociales a los conocimientos SDUDYHUL¿FDUFyPRVHUHDOL]DEDQORVWUDWDPLHQWRVFXiO
FLHQWt¿FRV \ SUiFWLFDV WpFQLFDV EXVFDQGR WUDQVIRUPD- era la naturaleza de las indagaciones médicas y cuáles
FLRQHVSROtWLFDVSRUODYtDOHJLVODWLYD(QEDMROD HUDQODVUHDFFLRQHVHQFDVRGHHSLGHPLDVHQGH¿QLWLYD
presidencia de Lord Ashley-Cooper y teniendo a Chad- DFWLYLGDGHVFRQHOSURSyVLWR¿QDOGHHPLWLUyUGHQHVGH
ZLFNFRPRYLFHSUHVLGHQWHVHRUJDQL]yHQ,QJODWHUUDOD acción.
London Epidemiological Society IXQGDGD SRU MyYHQHV $VLPLVPR HQ )UDQFLD H ,QJODWHUUD HQ HO VLJOR
simpatizantes de las ideas médico-sociales, juntamen- XIX se dio una práctica epidemiológica cuyo obje-
te con funcionarios de salud pública y miembros de la WLYR SULPDULR HUD FRQWURODU OD IXHU]D ODERUDO HQ ODV
Royal Medical Society. Entre ellos se encontraba John ]RQDV XUEDQDV FRQWURO TXH VL FDEH VH YXHOYH PiV
Snow. HYROXFLRQDGRDSDUWLUGHODUHYROXFLyQLQGXVWULDOHV-
Para hacer un contrapunto considérese que el imperio romano ya había tenido en cuenta estos temas con la construcción de
FORDFDV\DFXHGXFWRVODFRQVWUXFFLRyGHOD&ORDFD0i[LPDGDWDGHODTXLQWDFHQWXULDD&'HVGHHOSXQWRGHYLVWDVDQLWDULRXQ
URPDQRGHODVHJXQGDFHQWXULDYLYtDPHMRUTXHXQKDELWDQWHGHOD,QJODWHUUDYLFWRULDQD
3UHVHQWiQGRORFRPRKHPRVGLFKRUHLWHUDGDPHQWHHQOD6RFLHGDGGH)LVLRORJtDGH%HUOtQHQORTXHHVXQDLPDJHQLFyQLFDGHO
comienzo de la era bacteriológica y la medicina moderna misma.
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 615
tableciendo sistemas de alarma para detectar de for- Redes de causalidad, cajas negras y
PDWHPSUDQDSHVWHV\SHVWLOHQFLDVOOHYDQGRDFDER cajas chinas
REVHUYDFLRQHV WDQ H[LWRVDV TXH FRQVWLWX\HQ SUiFWL-
FDPHQWH XQ FXHUSR HSLGHPLROyJLFR FLHQWtILFR DOH- /DVH[SHULHQFLDVGHLQYHVWLJDFLyQSRVWHULRUHVURPSLHURQ
MDGRGHORVUHFXHQWRVGH*UDXQWTXH\DYLPRV\GH las restricciones de las enfermedades infecciosas; por
los protométodos propuestos por John Colbatch, en HMHPSORODVUHDOL]DGDVHQWUH\SRU*ROGEHUJHU
VX OLEUR GH (VTXHPD GH PpWRGRV DSURSLDGRV demostraron el carácter no contagioso de la pelagra,
a tomar si placiere a Dios visitarnos con la plaga, superaron los límites ya algo estrechos de la infectología y
London: Printed by J Darby and fold by J Roberts VLUYLHURQGHEDVHSDUDHODERUDUWHRUtDV\DGRSWDUPHGLGDV
LQ:DUZLFN/DQHDQG$'RGGZLWKRXW7HPSOH%DUU SUHYHQWLYDVH¿FDFHVFRQWUDODVHQIHUPHGDGHVFDUHQFLDOHV
0'&&;;,3ULFHG LQFOXVLYHDQWHVGHTXHVHFRQRFLHUDHOPRGRGHDFFLyQGH
No deja de ser irónico que los estudios pioneros los micronutrientes esenciales.
GH6QRZWHQJDQVXLQLFLRHQHOFRQWH[WR (O SULPHU WH[WR PRGHUQR GH (SLGHPLRORJtD GHEH
de la medicina social, para terminar anticipando una atribuirse a Clare Oswald Stallybrass, médico asisten-
demostración de la teoría microbiana, en el caso de WHGHOD2¿FLQDGH6DOXGGH/LYHUSRRO\GRFHQWHGHVX
OD WUDQVPLVLyQ GHO FyOHUD PRUER &DPHURQ -RQHV 8QLYHUVLGDGDXWRUGHODREUD7KHPrinciples of Epide-
'H KHFKR HO FRQRFLPLHQWR EiVLFR VREUH ODV miology and the Process of InfectLRQ /RQGUHV *UDQ
enfermedades transmisibles creció muy rápidamen- %UHWDxD * 5RXWOHGJH DQG 6RQ /WG (Q
WH HQWUH \ PRQRSROL]DQGR HO DYDQFH GHO )URVWD¿UPDEDTXHOD(SLGHPLRORJtD©HQPD\RURPH-
conocimiento epidemiológico, dirigiéndolo hacia los QRUJUDGRVREUHSDVDORVOtPLWHVGHODREVHUYDFLyQGLUHF-
procesos de transmisión o control de las epidemias de ta», asignándole la posibilidad de un desarrollo teórico
enfermedades infectocontagiosas. Data de esa época propio y, en 1941, Major Greenwood ODGH¿QLyVLPSOH
OD HQVHxDQ]D GH ORV SULPHURV FRQRFLPLHQWRV VREUH OD y brillantemente como «el estudio de la enfermedad,
distribución de las enfermedades en las poblaciones considerada como fenómeno de masas». El incremento
HQ ODV HVFXHODV GH PHGLFLQD GH )UDQFLD ,QJODWHUUD \ en la incidencia de enfermedades crónicas, ocurrido a
Alemania. Caracteriza a ese período el control de la mediados del siglo XX, también contribuyó a ampliar el
YLUXHODPDODULD¿HEUHDPDULOOD\RWUDVHQIHUPHGDGHV FDPSRGHDFFLyQGHODGLVFLSOLQDODTXHGHVGHORVDxRV
llamadas tropicales, en los puertos de los países colo- cuarenta se ocupó del estudio de la dinámica del cáncer,
QL]DGRVFRQWH[WRHQTXHVHLQDXJXUyODLondon School ODKLSHUWHQVLyQDUWHULDOODVDIHFFLRQHVFDUGLRYDVFXODUHV
of Tropical Medicine. las lesiones y los padecimientos mentales y degenerati-
$O HVWDEOHFHUVH GH¿QLWLYDPHQWH OD WHRUtD GHO JHU- YRV &RPR UHVXOWDGR OD (SLGHPLRORJtD GHVDUUROOy FRQ
men, grosso modo HQWUH \ la Epidemio- PD\RU SUHFLVLyQ ORV FRQFHSWRV GH H[SRVLFLyQ ULHVJR
logía y las demás ciencias de la salud adoptaron un asociación, confusión y sesgo, e incorporó el uso franco
modelo de causalidad que reproducía el de la física, y de la teoría de la probabilidad y de un sinnúmero de
en el que un solo efecto es resultado de una sola cau- WpFQLFDVGHHVWDGtVWLFDDYDQ]DGD
sa, siguiendo conexiones lineales. Los seguidores de Desde su nacimiento como disciplina moderna, una
HVWDWHRUtDIXHURQWDQH[LWRVRVHQODLGHQWL¿FDFLyQGHOD premisa fundamental de la Epidemiología ha sido la
HWLRORJtDHVSHFt¿FDGHHQIHUPHGDGHVTXHGLHURQJUDQ D¿UPDFLyQGHTXHODHQIHUPHGDGQRRFXUUHQLVHGLVWUL-
credibilidad a este modelo. Como consecuencia, la EX\HDOD]DU\VXVLQYHVWLJDFLRQHVWLHQHQFRPRSURSy-
(SLGHPLRORJtDYROYLyDXWLOL]DUVHcasi exclusivamente VLWRLGHQWL¿FDUFODUDPHQWHODVFRQGLFLRQHVTXHSXHGHQ
como un mero apoyo en el estudio de las enfermedades VHU FDOL¿FDGDV FRPR causas de las enfermedades, dis-
infecciosas. tinguiéndolas de las que se asocian a ellas únicamente
La propia creación del CDC, por una parte, y de la por azar. El incesante descubrimiento de condiciones
236HQ±SUHYLDDODGHOD206±WXYRFRPRRE- DVRFLDGDV D ORV SURFHVRV SDWROyJLFRV KD OOHYDGR D OD
MHWLYRSULPDULRUHIRU]DUHOLQWHUpVSRUODVDFWLYLGDGHVGH LGHQWL¿FDFLyQGHXQDLQWULQFDGDUHGGHcausas para cada
cuarentena de ciertas enfermedades para organizar su SDGHFLPLHQWR\GHVGHORVDxRVVHWHQWDVHSRVWXODTXHHO
QRWL¿FDFLyQ LQWHUQDFLRQDO \ ORJUDU XQ PD\RU FRQWURO \ peso de cada factor presuntamente causal depende de la
OLPSLH]DGHSXHUWRVSDUDWUD¿FDUPHUFDQFtDV cercanía con su efecto aparente. La Epidemiología con-
Toda la práctica epidemiológica de la época en temporánea ha basado sus principales acciones en este
América Latina y el Caribe se centralizó en enferme- modelo, denominado red de causalidad y formalizado
GDGHV FRPR OD ¿HEUH DPDULOOD PDODULD &KDJDV WLIXV SRU%ULDQ0DF0DKRQHQ
etc., logrando incluso aportes importantes al control y 8QD YHUVLyQ PiV DFDEDGD GH HVWH PLVPR PRGHOR
conocimiento de las mismas. propone que las relaciones establecidas entre las condi-
616 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
(VWRHVODGHVQXWULFLyQGHXQGHWHUPLQDGRQLxRKDGHDERUGDUVH\WUDWDUVHFRQFLHUWDPHWRGRORJtDTXHQRHVODPLVPDQLSXHGH
H[SOLFDUODGHVQXWULFLyQHQXQDFRPXQLGDGHVSHFt¿FDGHQLxRVDVXYH]HVWDKDGHWUDWDUVHFRQHVWUDWHJLDVGLIHUHQWHV
21. Historia de las ideas y los modelos epidemiológicos 617
FRQVFLRXVQHVVDQGFRJQLWLRQ1HXURORJ\ ([SHULHQFLDHQOD&LXGDGGH%XHQRV$LUHVHQ
$FWDV6$2$6630DU
American Academy of Neurology: Position of $UDJHV \ 2UR]9 5HOHYDPLHQWR JHRUUHIHUHQFLDO
the American Academy of Neurology on certain de casas intrusadas en las adyacencias del CeSAC
aspects of the care and management of the QXHYR HQ HO SHUtRGR QRYLHPEUH PDU]R
SHUVLVWHQWYHJHWDWLYHVWDWHSDWLHQW1HXURORJ\ $FWDV6$2$663$EU
$UDJHV \ 2UR] 9 %URG\ 1 :KLWH : ([FHUSWD
American Academy of Neurology: Practice 0HG$FWDV;;,9'SWR6DOXG3~EOLFD)DF0HG
parameters: Assessments and management of 8%$
3DWLHQWV LQ 3HUVLVWHQW 9HJHWDWLYH 6WDWH VXPPDU\ $UDQGD5HJXOHV-0HG1XHYDV3HUVSHFWLYDVHQ
VWDWHPHQW1HXURORJ\ $WHQFLyQ 3ULPDULD GH 6DOXG *UDQDGD (VSDxD
American Medical Association, Council on 0HGLFDO(VFXHOD$QGDOX]DGH6DOXG3~EOLFD
6FLHQWL¿F$IIDLUV*RRG&DUHRIWKH'\LQJ3DWLHQW $UEROHGD)ORUH] - /D LQYHVWLJDFLyQ HQ VXMHWRV
-$0$1)HE KXPDQRVSREODFLRQHVYXOQHUDEOHV(Q3HOOHJULQR
$QGUHV)3ROtWLFD\3ODQ7ULHQDOGHOD6HFUHWDUtD )LOKR $ 0DFNOLQ 5 ,QYHVWLJDFLyQ HQ VXMHWRV
GH6DOXG3~EOLFD0&%$ KXPDQRV H[SHULHQFLD LQWHUQDFLLQDO 6DQWLDJR GH
Anker, M. Epidemiological and statistical methods Chile: OPS/OMS, 1999.
IRUUDSLGKHDOWKDVVHVVPHQW:RUOG+HDOWK6WDWLVWLFV 41. Argimon, JM. Valoración de las pruebas
4XDUWHUO\5DSSRUW GLDJQyVWLFDV$WHQFLyQ3ULPDULD
Annas, G. Bioethics and human rights. Hastings Argyris, C. Sobre el Aprendizaje organizacional.
&HQWHU5HSRUW1VHSRFW'LVSRQLEOH 0H[LFR')2[IRUG8QLYHUVLW\3UHVV
HQ KWWSVSKEXHGXLQGH[SKS"RSWLRQ FRPBVSKG Armitage, GD et al. Health systems integration:
LU LG ,WHPLG ,1'(; VWDWHRIWKHHYLGHQFH,QW-,QWHJU&DUHH
$QWRQRYVN\$6RFLDOFODVVOLIHH[SHFWDQWF\DQG 44. Arpin C, Rogues AM, Kabouche S, Boulard G,
RYHUDOO PRUWDOLW\ 0LOEDQN 0HQ )RXQG 4 et al 3URVSHFWLYH VXUYH\ RI FRORQL]DWLRQ DQG
infection caused by SHV-4 producing Klebsiella
Aragües y Oroz, V. Actas SAOASSP. Capítulo de SQHXPRQLDHLQDQHXURVXUJLFDOLQWHQVLYHFDUHXQLW
(SLGHPLRORJtD%XHQRV$LUHV$0$ (SLGHPLRO,QIHFW
Aragües y Oroz, V. Actas SAOASSP, Capítulo de $UURED%DVDQWD0/(OH[DPHQSHULyGLFRGHVDOXG
(SLGHPLRORJtD%XHQRV$LUHV$0$RFW GHO QLxR -$12 'LVSRQLEOH
Aragües y Oroz, V. Actas SAOASSP, Capítulo de HQ KWWSGEGR\PDHVFJLELQZGEFJLH[HGR\PD
(SLGHPLRORJtD%XHQRV$LUHV$0$VHW PUHYLVWDIXOOWH[W"SLGHQW
$UDJHV\2UR]9%HUQDFFKLQL%6FKLDYRQH0$ 46. $UWHOOV -- $QGUpV - 3HU¿O DFWLWXGHV YDORUHV \
5HYLVLyQ GH ODV SROtWLFDV GH $WHQFLyQ 3ULPDULD H[SHFWDWLYDV GH ORV SURIHVLRQDOHV GH DWHQFLyQ
GH 6DOXG$ DxRV GH$OPD$WD %XHQRV$LUHV primaria en el siglo XXI. Cuadernos de Gestión
(VFXHODGH6DOXG3~EOLFD8%$±236206 VXSO
$UDJHV \ 2UR] 9 (YDOXDFLyQ GH UHVXOWDGRV 47. $VHQMR0$/DVFODYHVGHODJHVWLyQKRVSLWDODULD
en programas de salud: marco conceptual e %DUFHORQD*HVWLyQ
LQVWUXPHQWDO RSHUDWLYR DSOLFDGRV HQ HO iPELWR GHO Asociación de Economía de la Salud. La economía
Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. de la salud en la reforma del sector. Buenos Aires,
/D3UHQVD0pGLFD$UJHQWLQD 1996.
$UDJHV \ 2UR] 9 &DPSDxD 1DFLRQDO GH 49. $VRFLDFLRQ0HGLFD0XQGLDO:0$'HFODUDFLyQ
Vacunación para la Eliminación de la Rubéola y el GH +HOVLQNL 7RGDV ODV YHUVLRQHV 'LVSRQLEOH HQ
6tQGURPHGH5XEpROD&RQJpQLWDHQ$UJHQWLQD http://www.wma.net/s/ethicsunit/helsinki.htm.
/DH[SHULHQFLDGHOD&LXGDG$XWyQRPDGH%XHQRV Atención a las personas mayores desde la Atención
Aires. Comunicación Escuela de Salud Pública. 3ULPDULD%DUFHORQD6HPI\F
'SWRGH6DOXG3~EOLFD)DF0HG8%$GLF Atención al Mayor. Curso de formación de
$UDJHV \ 2UR] 9 0LQXWD GH DYDQFH VREUH OD formadores de la Sociedad Andaluza de Medicina
pandemia de gripe A en la ciudad de Buenos Aires. )DPLOLDU\&RPXQLWDULD*UDQDGD
$FWDV6$2$663$JR $YDOXDFLyGHODUHIRUPDGHO¶$WHQFLy3ULPDULDLGH
Aragües y Oroz, V. Oportunidades perdidas de ODGLYHUVL¿FDFLyGHODSURYLVLyGHVHUYHLV)XQGDFLy
YDFXQDFLyQ$FWDV6$2$6636HSW $YHGLV'RQDEHGLDQ
$UDJHV \ 2UR] 9 &REHUWXUDV GH YDFXQDFLyQ HQ %DNHU2*3URFHVVVXUYHLOODQFHDQHSLGHPLRORJLF
la Ciudad de Buenos Aires. Actas SAOASSP. Oct challenge for all health care organizations. Am J
,QIHFW&RQWURO
$UDJHV \ 2UR] 9 &DPSDxD GH YDFXQDFLyQ %DxRV-(3pUH]-&yPRIRPHQWDUODVFRPSHWHQFLDV
QDFLRQDO GREOH YLUDO 6DUDPSLyQ 3ROLR WUDQVYHUVDOHV HQ ORV HVWXGLRV GH &LHQFLDV GH OD
Bibliografía 621
6DOXG XQD SURSXHVWD GH DFWLYLGDGHV (GXF 0HG 71. Bioética y Medicina. Santiago de Chile: Biblioteca
$PHULFDQD
Banta, HD. Aplicaciones de la Epidemiología Bioéticas. Ética en las especialidades médicas. La
HQ OD HYDOXDFLyQ GH OD WHFQRORJtD PpGLFD XVRV \ Plata: Quirón, 1997.
SHUVSHFWLYDV GH OD (SLGHPLRORJtD %XHQRV $LUHV Black D, Morris JN, Smith C, et al. Inequalities
236206 and health. Report of a research working group
Baranchuk, NS. La salud en las grandes ciudades. %ODFNUHSRUW/RQGRQ'HSDUWPHQWRI+HDOWKDQG
(OIHQyPHQRXUEDQR0HGLFLQD\6RFLHGDG 6RFLDO6HFXULW\
74. Black D, Morris JN, Smith C, Towsend P.
Barradas, R. Causalidade e epidemiología. Historia Inequalities in health. Report of a Research
FLHQFLDV6DXG :RUNLQJ *URXS /RQGUHV '+66 +HDOWK
%DUUHQHFKHD -- 5HÀH[LRQHV HQ WRUQR D OD ,QHTXDOLWLHVLQ(XURSH6RF6FL0HG
conducción y gerencia de los sistemas locales de 14.
VDOXG2363XE&LHQW1 Boceta J, et al&XLGDGRVSDOLDWLYRVGRPLFLOLDULRV
%DVDEH )LDOOR 9 'L 0DUFR * 3DUWLFLSDFLyQ DWHQFLyQLQWHJUDODOSDFLHQWH\VXIDPLOLD6HYLOOD
social y programación local. OPS/OMS, Doc. &RQVHMHUtDGH6DOXGGHOD-XQWDGH$QGDOXFtD
PLPHRJUD¿DGR 76. %RQDO 3LW] 3 8QLYHUVLGDG \ DWHQFLyQ SULPDULD
Bases para un modelo de atención sociosanitaria. $WHQ3ULPDULD
'LUHFFLyQ *HQHUDO GH 3ODQL¿FDFLyQ 6DQLWDULD 77. %RUUHOO&DUULy)4XHVDGD0DUWRV-/-LPpQH]9LOOD
0DGULG0LQLVWHULRGH6DQLGDGMXQ -3URJUDPDFLyQ\SURWRFROL]DFLyQGHDFWLYLGDGHV
61. Beaglohole R, Bonita R, Kjellstrom T. Basic Monografías clínicas en Atención Primaria.
(SLGHPLRORJ\*LQHEUD206 ([WUHPDGXUD'R\PD
Beecher, HK. Ethics and clinical research. New Bortz JE, Outomuro D, Kohn Loncarica AG.
(QJODQG -RXUQDO RI 0HGLFLQH 1 &HUWL¿FDGRVGHFRQIRUPLGDGpWLFD5HY$0$1
7UDG DO HVSDxRO GH /RUGD 36 ,&% 6HSW
'LJLWDO 1 'LF 'LVSRQLEOH HQ 79. Bosch, O. La organización de los órganos
http://www.icf.uab.es/icbdigital/docs/beecher.pdf. de gobierno de las instituciones sociales con
Belmartino, S. Delimitación del campo de UHVSRQVDELOLGDGS~EOLFDSHUVSHFWLYDV\UHWRVSDUD
LQYHVWLJDFLyQ HQ VLVWHPDV \ VHUYLFLRV GH VDOXG ORVKRVSLWDOHV(Q&XHUYR-9DUHOD-%HOHQHV5
FRPHQWDULRVDSDUWLUGHOWH[WREDVHSDUDODGLVFXVLyQ *HVWLyQGHKRVSLWDOHV0DGULG9LFHQV9LYHV
&XDGHUQRVSDUD'LVFXVLyQ Bourdieu, P. Questions de Sociologie. Paris:
64. %HQDWDU 65 7RZDUGV SURJUHVV LQ UHVROYLQJ 0LQXLW>@
dilemmas in international research ethics. Journal Bozzini L, Contrandiopolus P. La práctica Médica
RI /DZ 0HGLFLQH (WKLFV ZLQWHU en Quebec. Mitos y Realidades. Cuadernos Médico
>,QWHUQDWLRQDO DQG &RPSDUDWLYH +HDOWK /DZ 6RFLDOHV1±(QHURGH.
DQG (WKFLV D <HDU 5HWURVSHFWLYH@ 'LVSRQLEOH %UDLORYVN\ &$ (GXFDFLyQ 0pGLFD (YDOXDFLyQ
HQ KWWSZZZILFQLKJRYQHZVLQWKHQHZV de las competencias. En: Aportes para un cambio
-/0()LQDOSGI FXUULFXODU)DFXOWDGGH0HGLFLQD8%$236
%HQKDQ % )UDQFLV / 5HYLVLWLQJ WKH JXLGLQJ
SULQFLSOHV RI UHVHDUFK HWKLFV 7KH /DQFHW )HE Brazdil P, Clark P, Learning from imperfect data,
Machine Learning. Meta Reasoning, and Logics,
66. Berraondo, I. Aspectos éticos de la autogestión de
ORV HTXLSRV &XDGHUQRV GH *HVWLyQ Breilh, J. Epidemiología crítica: ciencia
7-14. emancipadora e interculturalidad. Buenos Aires:
67. %HUUDRQGR =DEDOHJXL , 3DtQR 2UWXWHU 0 'DUSRQ /XJDU
Sierra J. Gestión por procesos en Atención Breilh, J. La pobreza urbana y la salud: una mirada
3ULPDULD ([SHULHQFLD HQ 2VDNLGHW]D6HUYLFLR desde la epidemiología crítica. Anais Congresso
9DVFR GH 6DOXG &XDGHUQRV GH *HVWLyQ %UDVLOHLURGH(SLGHPLRORJLD
%ULWR 3( 3DGLOOD 0 5tJROL ) 3ODQL¿FDFLyQ GH
%HUUDRQGR =DEDOHJXL , $VSHFWRV pWLFRV GH OD UHFXUVRVKXPDQRV\UHIRUPDVGHOVHFWRUVDOXG5HY
autogestión en los equipos. Cuadernos de Gestión &XEDQD(GXF0HG6XSHU
Brook RH, Mc Glynn EA, Cleary PD. Measuring
69. Berry MA, Linoff G. Data Mining Techniques TXDOLW\RIFDUH1(QJO-0HG
IRU PDUNHWLQJ VDOHV DQG FXVWRPHU VXSSRUW :LOH\
Computer Publishing, 1997. Broom, D. The Sociology of Health Inequalities.
%HXDFKDPS 7/ &KLOGUHVV -) 3ULQFLSLRV GH pWLFD +HDOWK3URPRWLRQ,QWHUQDWLRQDO
ELRPpGLFD%DUFHORQD0DVVRQ
622 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Castillo, M. Epidemiología y control de las &RPLWp ,QWHUQDFLRQDO GH &ODVL¿FDFLyQ GH OD
infecciones en el hospital. Buenos Aires: de la :21&$ &,$3 &ODVL¿FDFLyQ ,QWHUQDFLRQDO
*XDGDOXSH GHODDWHQFLyQSULPDULDHG%DUFHORQD0DVVRQ
Catálogo de acceso directo a pruebas diagnósticas 1999.
GHVGH DWHQFLyQ SULPDULD ,16$/8' (VSDxD Community Oriented Primary Care: New Directions
GRFXPHQWRLQWHUQR IRU +HDOWK 6HUYLFHV 'HOLYHU\ :DVKLQJWRQ '&
Catálogo de pruebas diagnósticas y equipamiento ,QVLWXWHRI0HGLFLQH
clínico Centro de Salud Almanjayar, Granada 144. &RPSURPHWLGRVFRQOD6DOXGGHOD3REODFLyQ5HY
(VSDxDGRFXPHQWRLQWHUQR &XEDQD(GXF0HG6XSHU
&iWHGUDGH0HGLFLQD3UHYHQWLYD\6RFLDO)DFXOWDG Conde JL, Campillo C. Ecografía en atención
GH0HGLFLQD8%$%XHQRV$LUHV(XGHED primaria. Madrid: INHATA. Instituto de salud
&'&86 'HSDUWPHQW RI +HDOWK DQG +XPDQ &DUORV,,,
6HUYLFHV *XLGHOLQHV IRU HYDOXDWLQJ VXUYHLOODQFH 146. Conferencia Internacional sobre Atención Primaria
V\VWHPV000:5V HQ 6DOXG 20681,&() VHSW $OPD
CEAS/OPS. Vigilancia epidemiológica no $WD 5HS~EOLFD 6RYLpWLFD GH .D]DMLVWDQ 8566
FRQYHQFLRQDO\SDUWLFLSDFLyQVRFLDO4XLWR DFWXDOPHQWH$OPDW\.D]DNKVWDQ
CEBE - Centro brasileiro de estudos de saúde. 147. Conner et al. HGV (YDOXDWLRQ 6WXGLHV 5HYLHZ
$YDOLDoDR WHFQROyJLFD HP VD~GH &DGHUQR GH $QQXDO9RO%HYHUO\+LOOV&$6DJH
FLrQFLDHWHFQRORJLDORQGULQD Contel, JC et al. Atención domiciliaria,
&HLWOLQ-*yPH]*DVFyQ70HGLFLQDGH)DPLOLD/D organización y práctica. Barcelona: Springuer-
FODYHGHXQQXHYRPRGHOR0DGULGVHP)<& Verlag Ibérica, 1999.
Cela Trulock JL. Calidad. Qué es, cómo hacerla. 149. Corey, G. Vigilancia en epidemiología ambiental.
*HVWLyQ :DVKLQJWRQ'&2362060HWHSHF
Centers for disease control. Guidelines for &RUWpV 5XELR -$ 0DUWtQ )HUQiQGH] - 0RUHQWH
LQYHVWLJDWLQJ FOXVWHUV RI KHDOWK HYHQWV PRUELGLW\ 3iH] 0 &DEREODQFR 0XxR] 0 *DULMR &RER -
DQGPRUWDOLW\ZHHNO\UHSRUWUU Rodríguez Balo A. Clima laboral en atención
&HYDOORV & *DUULGR 6 /ySH] 0$ &HUYHUD ( SULPDULD ¢TXp KD\ TXH PHMRUDU" $WHQ 3ULPDULD
(VWLUDGR $ ,QYHVWLJDFLyQ HQ DWHQFLyQ SULPDULD
DFWLWXG \ GL¿FXOWDGHV SHUFLELGDV SRU QXHVWURV Cortina, A. Por una ética del consumo. Madrid:
PpGLFRV$WHQ3ULPDULD 7DXUXV
&KDVVLQ05.RVHFRII-3DUN5(:LQVORZ&0 Cosials i Pueyo D. Gestión Clínica y Gerencial
et al 'RHV LQDSSURSULDWH XVH H[SODLQ JHRJUDSKLF GH +RVSLWDOHV %DUFHORQD +DUFRXUW 'LYLVLyQ
YDULDWLRQV LQ WKH XVH RI KHDOWK VHUYLFHV" $ VWXG\ ,EHURDPHULFDQD
RI WKUHH SURFHGXUHV -$0$ &RVWD)RQW-3DUWLFLSDFLyQFROHFWLYD\SUHIHUHQFLDV
[Abstract] sobre programas sanitarios: un enfoque de sistema
&KD]HO ) %RXGRQ 5 /D]DUVIHOG 3 0HWRGRORJtD VDQLWDULR*DFHWD6DQLWDULD
de las ciencias sociales. II Análisis de los procesos &URPELH-.'DYLHV+72$EUDKDP6&6)ORUH\
VRFLDOHV%DUFHORQD/DLD &7KH DXGLW KDQGERRN &KLFKHWHU -RKQ:LOH\
&KLDYHQDWR,7HRUtDJHQHUDOGHODDGPLQLVWUDFLyQ 6RQV
HG0p[LFR')0F*UDZ+LOO Cueto, M. The origins of Primary Health Care and
Chicaíza, L. Health market failures in Colombia; 6HOHFWLYH3ULPDU\+HDOWK&DUH$P-3XEOLF+HDOWK
WKHFKURQLFUHQDOLQVXI¿FLHQF\FDVH5HY(FRQRPtD
,QVWLWXFLRQDO &XOYHU'++RUDQ7&*D\QHV53et al. and the
Chile, Programa Regional de Bioética. Sociedad NNIS. Surgical wound infection rates by wound
chilena de Bioética. Disponible en: http://www. FODVV RSHUDWLYH SURFHGXUH DQG SDWLHQW ULVN LQGH[
bioeticachile.cl/html/enlaces.html. $P-0HG666
&,6 &HQWUR GH ,QYHVWLJDFLRQHV 6RFLROyJLFDV Cumbre Mundial de Educación Médica.
%DUyPHWUR GH 1RYLHPEUH $YDQFH GH UHVXOWDGRV 'HFODUDFLyQ (GLPEXUJR 5HY &XEDQD GH
0DGULG(VWXGLR11RY (GXFDFLyQ0pGLFD6XSHULRU
&RH * &RPXQLFDFLyQ HQ 6DOXG &KDVTXL '¶$OPHLGD)LOKR13DUDGLJPDVHQ(SLGHPLRORJtD
UHYLVWD ODWLQRDPHULFDQD GH FRPXQLFDFLyQ 4XLWR $QDLV » &RQJUHVVR %UDVLOHLUR GH (SLGHPLRORJtD
(FXDGRU &DPSLQDV
141. Comisión Nacional de la Especialidad de 'DIW 57HRUtD \ 'LVHxR 2UJDQL]DFLRQDO 0p[LFR
0HGLFLQD)DPLOLDU\&RPXQLWDULD3URJUDPDGHOD ')7RPVRQ
(VSHFLDOLGDGGH0HGLFLQD)DPLOLDU\&RPXQLWDULD Daft RL, Marcia D. Introducción a la
Ministerio de Sanidad y Consumo. Ministerio de $GPLQLVWUDFLyQ 0p[LFR ,QWHUQDFLRQDO 7KRPVRQ
(GXFDFLyQ\&LHQFLD(VSDxD (GLWRUHV
624 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
161. Dagnino González et al. Calidad Total en Atención 179. Donabedian, A. La Calidad de la Atención Médica.
Primaria de Salud. Madrid: Díaz de Santos, 1994. 'H¿QLFLyQ\0pWRGRVGH(YDOXDFLyQ0p[LFR')
Dai et al. Psicosociología de las Organizaciones. /D3UHQVD0pGLFD0H[LFDQD
%XHQRV$LUHV'RFHQFLD 'UDQH-$OJXQDVUHÀH[LRQHVVREUHODSDUWLFLSDFLyQ
'DO 3R] 0 9DUHOOD 7 2EVHUYDWRULR GH UHFXUVRV GHOD236HQWHPDVGHELRpWLFD(Q3HOOHJULQL)LOKR
humanos en el marco de las reformas sectoriales. $ 0DFNOLQ 5 ,QYHVWLJDFLyQ HQ VXMHWRV KXPDQRV
:DVKLQJWRQ '& 2UJDQL]DFLyQ 3DQDPHULFDQD H[SHULHQFLDLQWHUQDFLRQDO&KLOH3URJUDPD5HJLRQDO
GH OD 6DOXG 6HULH 'HVDUUROOR GH UHFXUVRV GH%LRpWLFD6DQWLDJR206236
KXPDQRV12 Duch D, Sokolowska M. Health inequalitiesin
164. Daniels, N. Just Health Care. Cambridge: 3RODQG6RF6FL0HG
&DPEULGJH8QLYHUVLW\3UHVV Duleep, HO. Measuring socioeconomic mortality
'DYLQL 0& 1HUYL / 5RVFKNH 0$ &DSDFLWDFLyQ GLIIHUHQWLDOV RYHU WLPH 'HPRJUDSK\
GHO3HUVRQDOGHORV6HUYLFLRVGH6DOXG3UR\HFWRV
relacionados con los procesos de reforma sectorial. Durlach, R. Medición de la frecuencia de
:DVKLQJWRQ '& 236206 6HULH 2EVHUYDWRULR HQIHUPHGDGHV HQ HSLGHPLRORJtD &DS (Q
GH5HFXUVRV+XPDQRVHQ6DOXG Durlach R, Del Castillo M. Epidemiología y
166. 'DYLV . 6FKRHQEDXP 6& $XGHW $0- $ control de las infecciones en el hospital. Buenos
Vision of Patient-Centered Primary Care. J General $LUHVGHOD*XDGDOXSH
,QW0HGLFLQH2FW Dussault G, Souza LE. La gestión estratégica de
167. Declaración del Milenio. Asamblea General 5HFXUVRV +XPDQRV HQ 6DOXG 0RQWUHDO &DQDGi
GH OD 218 $/ 6HVLyQ SOHQDULD WH[WRGLJLWDOL]DGR
VHSW 'LVSRQLEOH HQ www.un.org/spanish/ Dussault G, Dubois B. Human resources for health
millenniumgoals/ policies: a critical component in health policies.
'HO /ODQR 6HxDUtV - ,QQRYDFLyQ WHFQROyJLFD H /RQGRQ +XPDQ UHVRXUFHV IRU KHDOWK
LQQRYDFLyQRUJDQL]DWLYDHQDWHQFLyQSULPDULD¢TXp Disponible en: http://www.human-resouces-health.
HV DQWHV HO KXHYR R OD JDOOLQD" &XDG GH *HVWLyQ com/content/1/1/1.
Educación Médica Básica. Estándares globales de
169. 'HOJDGR$/ySH])HUQiQGH]/$/DSDUWLFLSDFLyQ OD:)0(SDUDODPHMRUDGHODFDOLGDG(GXFDFLyQ
FRPXQLWDULD XQD UHYLVLyQ QHFHVDULD $WHQFLyQ 0pGLFD9RO6XSO-XO6HSW
3ULPDULD El Área de Salud. La aportación de la atención
'HPLQJ :( 2XW RI &ULVLV &DPEULGJH 0DVV SULPDULDDODJHVWLyQVDQLWDULD5HYLVWDGH*HVWLyQ
,QVWLWXWHRI7HFKQRORJ\ \ (YDOXDFLyQ GH &RVWHV 6DQLWDULRV
171. 'HYHORSLQJKHDOWKWHFKQRORJ\DVVHVVPHQWLQ/DWLQ PRQRJUi¿FR
$PHULFD DQG WKH &DULEEHDQ 'LYLVLRQ RI +HDOWK (ODQGW-RKQVRQ 5 'H¿QLWLRQ RI UDWHV VRPH
6\VWHPV DQG 6HUYLFHV 'HYHORSPHQW 3$+2 remarks on their use and misure. Am J Epidemiol
:+2
'HYHU $ (SLGHPLRORJtD \ $GPLQLVWUDFLyQ GH (OOLDGLV+0(SLGHPLRORJtDFOtQLFD¢1RYDLGHRORJtD
6HUYLFLRVGH6DOXG0DU\ODQG236 PpGLFD"&DG6D~GH3XEO
Díaz, A. Reingeniería de procesos y gestión (PDQXHO ( ¢4Xp KDFH TXH OD LQYHVWLJDFLyQ
KRVSLWDODULD (Q 5XL] ,JOHVLDV / &ODYHV SDUD FOtQLFD VHD FRQVLGHUDGD pWLFD" 6LHWH UHTXLVLWRV
*HVWLyQ&OtQLFD$UDYDFD0DGULG0F*UDZ+LOO IXQGDPHQWDOHV (Q /RODV ) 4XH]DGD $ (GV
,QWHUDPHULFDQDGH(VSDxD 3DXWDVpWLFDVGHLQYHVWLJDFLyQHQVXMHWRVKXPDQRV
174. Díaz, E. Metodología de las ciencias sociales. QXHYDVSHUVSHFWLYDV6DQWLDJR3URJUDPD5HJLRQDO
Buenos Aires: Biblos, 1997. GH %LRpWLFD 236206 'LVSRQLEOH
Díaz Llanes, G. Los grupos focales. Su utilidad en: http://www.bioetica.ops-oms.org/E/docs/
SDUDHOPpGLFRGHIDPLOLD5HY&XEDQD0HG*HQ pautas.pdf.
,QWHJU 191. Engelhardt, H. Los fundamentos de la bioética.
176. 'LRJqQH)DGLQL ( SRU OD 3ODWDIRUPD SDUD %DUFHORQD3DLGyV
OD 3URPRFLyQ GH OD ,QYHVWLJDFLyQ HQ $36 (SLGHPLRORJ\ VHULHV 7KH /DQFHW YRO -DQ
3URPRFLyQ GH OD LQYHVWLJDFLyQ FOtQLFD HQ
DWHQFLyQSULPDULDGHVDOXG$WHQ3ULPDULD (SSLQJ-RUGDQ 6' 3UXLWW 5 %HQJRD ) :DJQHU
(+ ,PSURYLQJ WKH TXDOLW\ RI KHDOWK FDUH IRU
177. 'RFXPHQWR 6(0)<& 5HODFLRQHV HQWUH QLYHOHV FKURQLFFRQGLWLRQV4XDO6DI+HDOWK&DUH
DVLVWHQFLDOHV GRLTVKF
'RFXPHQWRVGHO7DOOHU(YDOXDFLyQGH WHFQRORJtDV 194. (TXL]D (VFXGHUR7 *HVWLyQ KRVSLWDODULD 1XHYDV
sanitarias. Santiago: OPS / OMS Ministerio de 7HQGHQFLDV5HY9DOHQFLDQDGHVWXGLVDXWRQRPLFV
Salud-DINRED, 1997. 1999.
Bibliografía 625
*KHUVL&$:HLQJDUWHQ&,SSROLWR&&RQWUDWRGH GHVDOXG"3ULQFLSLRVSDUDODDVLJQDFLyQGHUHFXUVRV
0HGLFLQDSUHSDJD%XHQRV$LUHV$VWUHD HVFDVRV%RO2I6DQLW3DQDP
*LO - 0HULQR ' 2UR]FR ) HGV 0DQXDO GH
metodología de trabajo en atención primaria. 1 ed. *UDFLD*XLOOpQ')XQGDPHQWDFLyQ\HQVHxDQ]DGH
Madrid: Jarpyo, 1997. OD%LRpWLFD%RJRWi(O%~KR
*OREDO)RUXPIRU+HDOWK5HVHDUFK5HSRUWRQ Gracia Guillén, D. Ética y Vida: estudios de
+HDOWK5HVHDUFK*LQHEUD*)+5 %LRpWLFD%RJRWi(O%~KR
Disponible en: http://www.globalforumhealth.org. Granda, E. Lineamiento para el desarrollo de
Gold MR, Hurley R, Lake T et al$QDWLRQDOVXUYH\ recursos humanos en salud en el marco de la
of the arrangements manager-care plans make with UHIRUPD GHO VHFWRU 5HY ,QVWLW -XDQ &pVDU *DUFtD
SK\VLFLDQV1(QJO-0HG /D+DEDQD
*ROGEHUJ - (SLGHPLRORJLH VRXV SDLQH 5HYXH *ULEELQ - +LVWRULD GH OD FLHQFLD
d’Epidémiologie et de Santé Publique 1996; 44: %DUFHORQD&UtWLFD
Grifell, E. Métodos de muestreo. Atención
Goldmann D, Platt R, Hopkins C. Control de SULPDULD
infecciones adquiridas en hospitales: organización *ULPVKDZ - )UHHPDQWOH 1 :DODFH 6 et al.
y responsabilidades del Programa de Control de 'HYHORSLQJ DQG LPSOHPHQWLQJ FOLQLFDO SUDFWLFH
Infecciones. En: Desarrollo y fortalecimiento JXLGHOLQHV4XDOLW\LQ+HDOWKFDUH
de los sistemas locales de salud. Organización Grupo de trabajo del Proyecto de Dirección Clínica
3DQDPHULFDQDGHOD6DOXG de la Dirección de atención primaria del ICS.
*ROGVWHLQ - )OLUWLQJ ZLWK 3DUDGR[ HPHUJHQFH Modelo de dirección clínica en atención primaria
FUHDWLYH SURFHVV DQG VHOIWUDQVFHQGLQJ del Institut Catalá de la Salut. Cuad de Gestión
constructions. La Habana, Palacio de las O
&RQYHQFLRQHV *UXSR 3UHY,QIDG3$336 0DQXDO GH DFWLYLGDGHV
*yPH]&DIIDUHQD-(OFULVWLDQLVPR\OD¿ORVRItD SUHYHQWLYDVHQODLQIDQFLD\DGROHVFHQFLD0DGULG
moral cristiana. En: Camps, V. Historia de la ética. ([OLEULV 'LVSRQLEOH HQ KWWSZZZXYHV
%DUFHORQD&UtWLFD SUHYLQIDGSUHYUHFRPKWP
Gómez CI, Díaz M, Ruiz MJ. Enfermería de la *UXSRV GH WUDEDMR ,16$/8' VREUH ³(ODERUDFLyQ
infancia y de la adolescencia. Madrid: McGraw- SODQHV GH FXLGDGRV´ \ *UXSR GH WUDEDMR
+LOO ³(ODERUDFLyQ SODQHV GH FXLGDGRV´ 'HVDUUROOR GH
*yPH]GH7HUUHURV,0XULHO50DUWR0-HGV 3ODQHVGH&XLGDGRVHQOD&DUWHUDGH6HUYLFLRVGH
Informe SIAS 4. Salud, Infancia, Adolescencia y Atención Primaria. Madrid: Instituto Nacional de
Sociedad. Madrid: Sección de Pediatría Social de la Salud. Subdirección General de Coordinación
OD$VRFLDFLyQ(VSDxRODGH3HGLDWUtD $GPLQLVWUDWLYD ÈUHD GH (VWXGLRV 'RFXPHQWDFLyQ
Gómez E, Villar de E, Lacalle JR, Briones E, et \&RRUGLQDFLyQ1RUPDWLYD(VSDxD
al(VWXGLRGHODUHSURGXFWLELOLGDG\YDOLGH]GHXQD Guarga, A et al. Comparación de equipos de
UHYLVLyQVLVWHPiWLFDGHODELEOLRJUDItDPpGLFD0HG atención primaria de Barcelona según fórmulas de
&OtQ%DUF6XSO JHVWLyQ$WHQ3ULPDULD
González Enríquez, J et al. Criterios para la Guerra de Macedo, C. Discurso inaugural.
realización de programas de detección precoz de 6HPLQDULR VREUH XVRV \ SHUVSHFWLYDV GH OD
enfermedad en la población. Medicina Integral, Vol HSLGHPLRORJtD%XHQRV$LUHV
1)HE *H\QGW : GH )LYH DSSURDFKHV IRU DVVHVVLQJ WKH
González, G. La formación en Epidemiología para TXDOLW\RIFDUH+RVSLWDO$GPLQLVWUDWLRQ
ODSODQL¿FDFLyQGHVHUYLFLRVXVRV\SHUVSHFWLYDVGH
ODHSLGHPLRORJtD236206 *H\QGW:GH0DQDJLQJWKHTXDOLW\RIKHDOWKFDUH
Goodwin, B. Las Manchas del Leopardo. La LQ GHYHORSLQJ FRXQWULHV :RUOG %DQN 7HFKQLFDO
HYROXFLyQ GH OD FRPSOHMLGDG 0HWDWHPDV 3DSHU 1 7KH :RUOG %DQN :DVKLQJWRQ '&
%DUFHORQD&HVDUH&DQW~
*RXGHW-+LHU)6$SDFNDJHIRUWRFRPSXWHDQG *XtDGH)RUPDFLyQGH(VSHFLDOLVWDVHQ3HGLDWUtD\VXV
WHVWKLHUDUFKLFDOVWDWLVWLFV0RO(FRO1RWHV ÈUHDV(VSHFt¿FDV0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPR
0DGULG 6XEGLUHFFLyQ *HQHUDO GH 3ODQL¿FDFLyQ \
*UDFLD'%LRpWLFD&OtQLFD%RJRWi&yGLFH Ordenación de Recursos Humanos, 1996.
*UDFLD ' )XQGDPHQWRV GH %LRpWLFD 0DGULG *XtD 6($86 /tQHDV (VWUDWpJLFDV %iVLFDV GH
(XGHPD $WHQFLyQ DO 8VXDULR 6RFLHGDG (VSDxROD GH
*UDFLD ' 3URIHVLyQ PpGLFD LQYHVWLJDFLyQ \ $WHQFLyQDO8VXDULRGHOD6DQLGDG$EULO
MXVWLFLDVDQLWDULD%RJRWi(O%~KR *XLGH WR &OLQLFDO 3UHYHQWLYH 6HUYLFHV
*UDFLD ' ¢4Xp HV XQ VLVWHPD MXVWR GH VHUYLFLRV 5HFRPPHQGDWLRQV RI WKH 86 3UHYHQWLYH 6HUYLFHV
Bibliografía 627
7DVN )RUFH$+54 3XEOLFDWLRQ 1 -XQH 3XE 1DW 3XEOLF +HDOWK ,QVWLWXWH %
$JHQF\IRU+HDOWKFDUH5HVHDUFKDQG4XDOLW\ +HOVLQNL
5RFNYLOOH 0' 'LVSRQLEOH HQ KWWSZZZDKUT Hennekens CH, Buring JE. Epidemiology in
JRYFOLQLFXVSVW¿[KWP0RUH,QIR PHGLFLQH%RVWRQ/LWWOH%URZQ
Gupta A, Mumick IS. Maintenance of materialized +HSEXQ: /XW]: ,QWHUYLHZLQJ DQG 5HFRUGLQJ
YLHZV SUREOHPV WHFKQLTXHV DQG DSSOLFDWLRQV ,QWHUQ(SLGHPLRORJLFDO$VVRF6ZLW]HUODQG
IEEE Data Engineering Bulletin, Special Issue on +HUPLGD &+ 8VR GH OD (SLGHPLRORJtD HQ OD
0DWHULDOL]HG9LHZVDQG'DWD:DUHKRXVLQJ HYDOXDFLyQ GH VDOXG 8VRV \ 3HUVSHFWLYDV GH OD
*X\RQ 1 0DWLF 1 9DSQLN 9 'LVFRYHULQJ (SLGHPLRORJtD 236206 3XE 1 3163
LQIRUPDWLYH SDWWHUQV DQG GDWD FOHDQLQJ 3URF
$$$, :RUNVKRS RQ .QRZOHGJH 'LVFRYHU\ LQ +LHUKRO]HU :- $UFKLEDOG /. 3ULQFLSOHV RI
Databases, 1994. Infectious Disease Epidemiology. Ch:1. En:
+DEHUPDV-&RQVFLHQFLD0RUDOHDJLUFRPXQLFDWLYR 0D\KDOO &* HG +RVSLWDO (SLGHPLRORJ\ DQG
5LRGH-DQHULR7HPSR%UDVLOHLUR ,QIHFWLRQ &RQWURO HG 3KLODGHOSKLD /LSSLQFRWW
Hacking, I. La domesticación del azar. Barcelona: :LOOLDPV :LONLQV
*HGLVD +LJKWRQ ( :LHU]ED 6 /D UHODFLyQ PpGLFR
+DOH\ 5: 0HDVXULQJ WKH &RVWV RI 1RVRFRPLDO paciente. El consentimiento informado. Buenos
Infections: Methods for Estimating Economic Aires: AdHoc, 1991.
Burden on the Hospital. Am J Med 1991; +QDWNR 6, 0pWRGR SDUD QRWL¿FDU LQIHFFLRQHV HQ
66 HOKRVSLWDO236206+VVHULHUP1
+DOH\ 5: &RVW%HQH¿W $QDOLVLV RI ,QIHFWLRQ +RVSLWDOUHVHDUFKDQGHGXFDWLRQDOWUXVW,QYHQWRU\
&RQWURO$FWLYLWLHV(Q%UDFKPDQ3%HQQHW-HGV RI H[WHUQDO GDWD GHPDQGV SODFHG RQ KRVSLWDOV
Hospital Infections. Philadelphia: Lippincott- Chicago: Quality measurement and management
5DYHQ project. Hospital Research and Educational Trust,
+DOH\5:&XOYHU'+:KLWH-:et al7KHHI¿FDF\
RILQIHFWLRQVXUYHLOODQFHDQGFRQWUROSURJUDPDVLQ Hottois G, Parizeau M. Les mots de la bioétique,
SUHYHQWLQJQRVRFRPLDOLQIHFWLRQVLQ86KRVSLWDOV %UXVHODV'H%RHFN8QLYHUVLWp
$P-(SLGHPLRO +XGHOVRQ 30 4XDOLWDWLYH 5HVHDUFK IRU +HDOWK
+DOH\ 5: 4XDGH '0 )UHHPDQ + 6WXG\ RQ 3URJUDPPHV:+201+36)*HQHYD
WKH HI¿FDF\ RI QRVRFRPLDO LQIHFWLRQ FRQWURO Huguet I, Recasens M. La gestión en el marco de la
6(1,&3URMHFWVXPPDU\RIVWXG\GHVLJQ$P- DWHQFLyQ3ULPDULD$WHQFLyQ3ULPDULD
(SLGHPLRORJ\
+DUIRUG7/DOyJLFDRFXOWDGHOD9LGD$YHOODQHGD Hurr H, Hawley HB, Czachor JS, Markert RJ,
3ULQWLQJ%RRNV McCarthy MC. APACHE II and ISS scores as
+DXJ 05 0HDVXUHPHQW LQ VRFLDO VWUDWL¿FDWLRQ predictors of nosocomial infections in trauma
$QQX5HY6RFLRO SDWLHQWV$P-,QIHFW&RQWURO
+HDOWK¿QDQFLQJDQGH[SHQGLWXUHLQSRVWDSDUWKHLG Hurtado, MP et al.(QYLVLRQLQJWKH1DFLyQDO+HDOWK
6RXWK$IULFD&KDSWHUWKHHI¿FLHQF\RIUHVRXUFH &DUH 5HSRUW :DVKLQJWRQ 1DWLRQDO $FDGHP\
XVH LQ WKH SXEOLF DQG SULYDWH VHFWRUV 1+$ WHDP 3UHVV
NHA project. The National Health Accounts +XVNLQV :& 6RXOH %0 2%R\OH & *XODFVL /
3URMHFW )LQDO GUDIW $SULO 'LVSRQLEOH HQ et al +RVSLWDO ,QIHFWLRQ 3UHYHQWLRQ DQG &RQWURO
KWWSXFWKHXVDPD]RQDZVFRPQKD¿QDOSGI $ 0RGHO IRU ,PSURYLQJ WKH 4XDOLW\ RI +RVSLWDO
Health Technology Assessment in Latin America Care in Low- and Middle-Income Countries. Infect
DQGWKH&DULEEHDQ&ROOHFWLRQRI&DVHV'LYLVLRQRI &RQWURO+RVS(SLGHPLRO
+HDOWK6\VWHPVDQG6HUYLFHV'HYHORSPHQW3$+2 ,%0'LVFRYHULQJ'DWD0LQLQJ)URP&RQFHSWWR
:+2 LPSOHPHQWDWLRQ3UHQWLFH+DOO
+HDUQVKDZ ( 6DXQGHUV - 'DO]LHO 3 $(58 ,FDUW ,VHUQ 07 )XHQWHOVD] *DOOHJR & 3XOSyQ
&RPPHUFH 'LYLVLRQ '5$)7 7KH PHWRGRORJLFDO Segura A. Elaboración y presentación de
foundations of composite indicator construction XQ SUR\HFWR GH LQYHVWLJDFLyQ \ XQD WHVLQD
E\ WKH DQDO\WLF KLHUDUFK\ SURFHVV ¿U VXVWDLQDEOH %DUFHORQD (GLFLRQV 8QLYHUVLWDW GH %DUFHORQD
GHYHORSHPHQW HYDOXDWLRQ /LQFROQ
8QLYHUVLW\ Ichaso, MS. Procedimientos diagnósticos
+HLVHQEHUJ EUHDNLQJ EDG : : 00:5 realizados por atención primaria. Documento de
'LVSRQLEOH HQ KWWSUHISDJHV653DJHDVS["VHDUF FRQVHQVRVREUHFDUWHUDGHVHUYLFLRV0LQLVWHULRGH
K +HLVHQEHUJ:& 6XEPLW *R 6DQLGDG\&RQVXPR(VSDxD(QHODERUDFLyQ
+HODNRUSL6%HUJ0$8XWHOD$3XVND3+HDOWK Industrial Enterprise, Cambridge: Mass, MIT
EHKDYLRXUDPRQJ)LQQLVKDGXOWSRSXODWLRQ6SULQJ 3UHVV
628 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
/RODV 6WHSNH ) eWLFD GH OD SXEOLFDFLyQ PpGLFD 0DF 0DKRQ % <HQ 6 8QUHFRJQL]HG HSLGHPLF RI
OHJDOLGDG\OHJLWLPLGDG$FWD%LRHWKLFDDxR9,1 DQHQFHSKDO\DQGVSLQDEL¿GD/DQFHW
0DFLQNR - 6WDU¿HOG % 6KL / 7KH FRQWULEXWLRQ
/RODV)%LRpWLFD\0HGLFLQD6DQWLDJRGH&KLOH of primary care systems to health outcomes
%LEOLRWHFD$PHULFDQD within Organization for Economic Cooperation
/RODV)%LRpWLFD(OGLiORJRPRUDOHQODVFLHQFLDV DQG 'HYHORSPHQW 2(&' FRXQWULHV
GHODYLGD6DQWLDJRGH&KLOH0HGLWHUUiQHR +HDOWK6HUY5HV
Macinko, J et al /D UHQRYDFLyQ GH OD DWHQFLyQ
/RODV)$JDU/,QWHUIDFHVEHWZHHQ%LRHWKLFVDQG SULPDULDGHVDOXGHQODV$PpULFDV5HY3DQDP6DOXG
the Empirical Social Sciences. Third Meeting of the 3~EOLFD3DQ$P-3XEOLF+HDOWK
,QWHUQDWLRQDO$GYLVRU\LQ%LRHWKLFV3$+2:+2 Mackenbach JP, Kunst AE. Measuring the magnitude
%XHQRV $LUHV $UJHQWLQD 3XEOLFDFLyQ RIVRFLRHFRQRPLFLQHTXDOLWLHVLQKHDOWKDQRYHUYLHZ
6HULHV 5HJLRQDO 3URJUDP RQ %LRHWKLFV RIDYDLODEOHPHDVXUHVLOOXVWUDWHGZLWKWZRH[DPSOHV
&KLOH IURP(XURSH6RF6FL0HG
/ySH] $FXxD ' 5RPHUR $ 3HUVSHFWLYDV GH OD Mackenbach, JP. Socio-economic health differences
LQYHVWLJDFLyQ HSLGHPLROyJLFD SDUD HO FRQWURO \ LQ 7KH 1HWKHUODQGV D UHYLHZ RI UHFHQW HPSLULFDO
YLJLODQFLDGHODVHQIHUPHGDGHVXVRV\SHUVSHFWLYDV ¿QGLQJV6RF6FL0HG
GHOD(SLGHPLRORJtD236206 Macklin, R. Dilemas. Buenos Aires; Atlántida,
López Alba, MA et al. Valoración de la calidad
en el primer escalón sanitario. Atención Primaria, 0DFPDKRQ%3XJK7)(SLGHPLRORJ\SULQFLSOHV
DQGPHWKRGV%RVWRQ/LWWOH%URZQ
/ySH] GH &DVWUR ) )HUQiQGH] 5RGUtJXH] 2 Madrid, G. La gestión del proceso asistencial;
Medina Chozas ME, Rubio Hidalgo E, Alejandre SDUDGLJPDGHOVLJOR;;,*HVWLyQ\(YDOXDFLyQGH
/i]DUR * ,QYHVWLJDFLyQ HQ $WHQFLyQ 3ULPDULD &RVWHV6DQLWDULRV
$WHQ3ULPDULD Mahler, H. El Sentido de “la salud para todos en el
López MS, Corcho BA, Moreno AA. Notas históricas DxR´)RUR0XQGLDOGHOD6DOXG
sobre el desarrollo de la epidemiología y sus 411. Mainetti, JA. Estudios Bioéticos. La Plata: Quirón,
GH¿QLFLRQHV5HY0H[3HGLDWU
/ySH])HUQiQGH] /$ /RV FHQWURV GH VDOXG HO 0DODJyQ /RQGRxR * *DOiQ 0RUHUD 5 3RQWyQ
modelo de organización de la asistencia primaria /DYHUGH**DUDQWtDGH&DOLGDGHQ6DOXG%RJRWi
HQ (VSDxD ($63 3URJUDPD GH 'HVDUUROOR GH 3DQDPHULFDQD
'LUHFWLYRV HQ $WHQFLyQ 3ULPDULD 'RFXPHQWR Maliandi, R. Ética: conceptos y problemas. Buenos
GH $SR\R %LEOLRJUi¿FR 6RFLHGDG $UJHQWLQD Aires: Biblos; 1991.
de Administración Hospitalaria, Informe Dr. 414. 0DQXDOGH$WHQFLyQH,QIRUPDFLyQDO8VXDULRGHORV
Bernacchini, B, Buenos Aires, 1999. 6HUYLFLRV6DQLWDULRV0DGULG'LUHFFLyQ*HQHUDOGH
/RUHQ]HWWL 5/ 5HVSRQVDELOLGDG FLYLO GH ORV Aseguramiento y Atención al Paciente. Consejería
0pGLFRV 7 %XHQRV $LUHV 5XELQ]DO&XO]RQL de Sanidad. Comunidad de Madrid, 1999.
1997 0DQUHVD3UHVDVD-05HEXOO)DWVLQLE-0LUDYDOOV
Lorenzetti, RL. La empresa médica. Buenos Aires: )LJXHURODF 0 &DEDOORO $QJHODWVG 5 et al. La
5XELQ]DO&DO]RQL espirometría en el diagnóstico de la enfermedad
/RVFRPLWpVGHpWLFDHQFHQWURVGHVDOXGSULYDGRV SXOPRQDUREVWUXFWLYDFUyQLFDHQDWHQFLyQSULPDULD
5HY$'(&5$DxR1 $WHQ3ULPDULD
Loureiro, S. La formación académica en 416. 0DUWtQ=XUUR$&DQR3pUH]-)0DQXDOGH$WHQFLyQ
Epidemiología. La formación en Epidemiología 3ULPDULD%DUFHORQD'R\PD
SDUDHOGHVDUUROORGHORVVHUYLFLRVGHVDOXG3XE1 417. Marmot MG, McDowall ME. Mortality decline
236206 DQGZLGHQLQJVRFLDOLQHTXDOLWLHV/DQFHW
/XFLRQL0&(YROXFLyQGHOD$WHQFLyQ3ULPDULDGH
6DOXG$DxRVGH$OPD$WD(VFXHODGH6DOXG Marmot MG, Rose G, Shipley M, et al. Employment
3~EOLFD8%$±236206%XHQRV$LUHV JUDGH DQG FRURQDU\ KHDUW GLVHDVH LQ %ULWLVK FLYLO
Luna E, Grillo O. El Hospital y la Comunidad. VHUYDQWV-(SLGHPLRO&RPPXQLW\+HDOWK
,QIRUPH &RQVXOWRUtD 8(&06$6 %XHQRV $LUHV
MXO 419. 0DUWHOLQ 7 'HYHORSPHQW RI VPRNLQJ KDELWV LQ
/XULH 3 *UHFR ' 86 ([FHSWLRQDOLVP FRPHV )LQODQG3XEWKH1DWLRQDO%RDUGRI+HDOWK)LQODQG
WR UHVHDUFK HWKLFV 7KH /DQFHW 9RO 1 6HULHV2ULJLQDO5HSRUWV+HOVLQNL
PDU 'LVSRQLEOH HQ Martín Criado, E. El grupo de discusión como
http://www.citizen.org/publications/release. VLWXDFLyQVRFLDO5HY(VSDxRODGH,QYHVWLJDFLRQHV
FIP",' 6RFLROyJLFDV5(,6
632 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
HSLGHPLRORJLFDO VWXGLHV %,23+521(6,6 5HY 3DQHUDL 5 0RKU -3 (YDOXDFLyQ GH 7HFQRORJtDV
Bioética y Socioantropología en Medicina Vol I, en Salud. Metodologías para países en desarrollo.
1 'LVSRQLEOH HQ KWWSZZZIPYXED 206236
RUJDUDQWURSRORJLDLQGH[[KWP $FFHVR 3DSS ' %UHYH KLVWRULD GH ODV FLHQFLDV %XHQRV
MXQLR $LUHV(0(&(
2XWRPXUR ' 0DQXDO GH %LRpWLFD )XQGDPHQWDO 3DSSDV * 4XHHQ 6 +DGGHQ : )LVKHU * 7KH
%XHQRV$LUHV0DJtVWHU(26 increasing disparity in the mortality between
Outomuro, D. SIDA y discriminación: un enfoque VRFLRHFRQRPLF JURXSV LQ WKH 8QLWHG 6WDWHV
¿ORVy¿FR 7HVLV GH /LFHQFLDWXUD HQ )LORVRItD DQG1(QJO-0HG
%XHQRV $LUHV )DFXOWDG GH )LORVRItD \ /HWUDV 3DVVRV 1RJXHLUD 5 3HUVSHFWLYDV GH OD *HVWLyQ
8%$ GH &DOLGDG7RWDO HQ ORV 6HUYLFLRV GH 6DOXG 6HULH
2XWRPXUR ' %RUW] -( 6DELR ) .RKQ /RQFDULFD 3$/7(;6DOXG\6RFLHGDG1236206
AG. Requisitos éticos para la publicación de
trabajos realizados con seres humanos en algunas 3DVWRU 9 7pFQLFDV :DOO &KDUW 6HVLRQHV GH
UHYLVWDV DUJHQWLQDV 9, :RUOG &RQJUHVV RI formación interna. Escuela Andaluza de Salud
%LRHWKLFV³3RZHUDQG,QMXVWLFH´%UD]LOLDQ6RFLHW\ 3~EOLFD*UDQDGD
RI%LRHWKLFV%UDVLOLDRFWQRY Pelfo, P. Anthropological research, the structure of
3DERQ/DVVR+(YDOXDWLQJ+RVSLWDO3HUIRUPDQFH LQTXLU\1HZ<RUN+DUSHU 5RZ
WKURXJK VLPXOWDQHRXV DSSOLFDWLRQ RI VHYHUDO 3HOO6)D\HUZHDWKHU:(7UHQGLQWKHLQFLGHQFHRI
LQGLFDWRUV 'HS 6RFLDO 0HGLFLQH 8QLYHUVLGDG GHO myocardial infraction and in associated mortality
9DOOH&RORPELD3$+2%XOO and morbiditi in a large employed population,
3DERQ/DVVR+0pWRGRVLPSOL¿FDGRSDUDHYDOXDU 1(QJO-0HG
HOGHVHPSHxRKRVSLWDODULR%RO6DQLW3DQDP Pellegrini Belinchon, J. La Historia Clínica en
3HGLDWUtDH[WUDKRVSLWDODULDSDUWLFXODULGDGHV&RPR
Paganini, JM. La salud en las grandes ciudades y PpWRGR GH UHJLVWUR D HYDOXDU (Q 'HO 3R]R -
los sistemas locales de salud. Bol Of Sanit Panam HG7UDWDGRGH3HGLDWUtDH[WUDKRVSLWDODULDHG
0XUFLD(GLFLRQHV%-
3DJDQLQL -0 6LVWHPDV /RFDOHV GH 6DOXG 8Q 3pUH] %UDYR ) *HQyPLFD QXWULFLRQDO 1XWULFLyQ
QXHYRPRGHORGHDWHQFLyQ2363XE&LHQW1
Pfeffer J, Sutton R. La brecha entre el saber y el
3DJDQLQL-0'H0RUDHV1RYDHV$(VWiQGDUHVH KDFHU%XHQRV$LUHV*UDQLFD
indicadores para la acreditación de hospitales en Phillips RL, Kinman El, Schnitler PG, Lindbloom
$PpULFD/DWLQD\HO&DULEH236+66 (- (ZLJPDQ % 8VLQJ JHRJUDSKLF LQIRUPDWLRQ
3DLP -6 5HGH¿QLFLRQHV SRVLEOHV HQ OD systems to understand health care access. Dept
LQYHVWLJDFLyQ HQ VLVWHPDV \ VHUYLFLRV GH VDOXG RI )DPLO\ DQG &RPPXQLW\ 0HGLFLQH 8QLYHUVLW\
&XDGHUQRVSDUD'LVFXVLyQ RI0LVVRXUL&ROXPELD$UFK)DPU\WHG
3DODFLR/DSXHQWH)et al/DVH[SHFWDWLYDVGHORV
SDFLHQWHV ¢TXp DVSHFWRV YDORUDQ HQ XQ FHQWUR GH Piatetsky Shapiro G, Brachman R, Khabaza T,
VDOXG"8QHVWXGLRFDULWDWLYR$WHQ3ULPDULD .ORHVJHQ:6LPRXGLV($QRYHUYLHZRILVVXHVLQ
GHYHORSLQJ LQGXVWULDO GDWD PLQLQJ DQG NQRZOHGJH
3DORPR / ,QQRYDFLRQHV HVWUXFWXUDOHV \ GLVFRYHU\ DSSOLFDWLRQV 3URF QG ,QW &RQI
RUJDQL]DWLYDV HQ DWHQFLyQ SULPDULD 5HYLVWD .QRZOHGJH'LVFRYHU\DQG'DWD0LQLQJ3RUWODQG
6$/8' 1996.
3DORPR//RVOtPLWHVGHODH[FHOHQFLDSURIHVLRQDO Pietinen P, Nissinen A, Vartiainen E, et al. Dietary
5HY6DOXG FKDQJHVLQWKH1RUWK.DUHOLD3URMHFW
Pamuk, ER. Social class and inequality in infant 3UHY0HG
PRUWDOLW\LQ(QJODQGDQG:DOHVIURPWR 3LQLOORV 0 $QWRxDQ]DV ) /D $WHQFLyQ 3ULPDULD
(XU-3RSXO GH VDOXG GHVFHQWUDOL]DFLyQ \ H¿FLHQFLD *DFHWD
Pan American Health Organization. The health 6DQLWDULD
situation. En: Annual Report of the Director. 3LQ]yQ6$7pFQLFDV\PpWRGRVFXDOLWDWLYRV>&'@
(GLFLyQ GH 2I¿FLDO 'RFXPHQW 1 Escuela Andaluza de Salud Pública. Granada,
:DVKLQJWRQ'&3$+2
Pan American Health Organization. The health 3LSDV &) 3HOWLHU '$ )DOO /+ 2OVRQ $/ et
situation in the Region of the Americas». En: al. Collaborating to Integrate Curriculum in
$QQXDO 5HSRUW RI WKH 'LUHFWRU (GLFLyQ GH Primary Care. Medical Education: Successes and
2I¿FLDO'RFXPHQW:DVKLQJWRQ'&3$+2 &KDOOHQJHV)URP7KUHH860HGLFDO6FKRROV)DP
1999. 0HG-DQXDU\VXSSO66
Bibliografía 637
3LWWHW ' 7DUDUD ' :HQ]HO 53 1RVRFRPLDO Reynaga, JO. Manual de Epidemiología y
bloodstream infection in critically ill patients. Estadística. Centro panamericano de ecología
([FHVV OHQJK RI VWD\ H[WUD FRVW DQG DWWULEXWDEOH KXPDQD\VDOXG%XHQRV$LUHV236206
PRUWDOLW\-$0$ Reynolds NE Jr, Reynolds KE, Reynolds A.
Plan de garantía de calidad en atención sanitaria. Medical cost containment: we can get there from
3URJUDPD0DUFR0DGULG0LQLVWHULRGH6DQLGDG KHUH$FDG0HG2FW
y Consumo y Dirección General del Instituto 614. 5LYDV&OHPHQWH)3-/D$WHQFLyQ3ULPDULDHQHO
1DFLRQDOGHOD6DOXG VLVWHPDVDQLWDULR*HVWLyQ\(YDOXDFLyQGH&RVWHV
3ODXW5$QiOLVLVGHULHVJRHQVDOXG&RQJUHVVR 6DQLWDULRV
%UDVLOHLURGH(SLGHPLRORJLD&DPSLQDV 5LYHUD)+HUQiQGH],0DUWt(et al. Estrategias
3OXP ) 3RVQHU -% 7KH GLDJQRVLV RI VWXSRU DQG RUJDQL]DWLYDVHQORVFHQWURVGHVDOXG&XDGHUQRVGH
FRPD3KLODGHOSKLD)$'DYLV *HVWLyQ
Pocock SJ, Cook DG, Shaper AG, et al. Social 616. Roa, A. Ética y Bioética. Madrid: Andres Bello,
class differences in ischaemic heart disease in
EULWLVKPHQ/DQFHW 617. Rodríguez MR, Morice AC. Epidemiología en los
Pou-Bordoy J, Gené Badía J, Cámara González VHUYLFLRVGHVDOXGGH&RVWD5LFDXQDH[SHULHQFLD
& GH OD %HUUDRQGR =DEDOHJXL , 3XLJ %DUEHUD - de integración docente-asistencial. OPS/OMS,
*HUHQFLD ~QLFD XQD LOXVLyQ VLQ HYLGHQFLD $WHQ
3ULPDULD 5RGUtJXH] &DEUHUR * FRRUG /D SURWHFFLyQ
3XLJ-XQR\ - 2UW~Q 9 ([WHUQDOL]DU OD SURYLVLyQ social de la dependencia. Madrid: Ministerio de
GH VHUYLFLRV GH DWHQFLyQ SULPDULD QR DXPHQWD OD Trabajo y Asuntos Sociales - IMSERSO, 1999.
H¿FLHQFLD HQ HO FRUWR SOD]R +HDOWK (FRQRPLFV 619. Romo, N. El grupo de discusión. [CD] Material
docente. Escuela Andaluza de Salud Pública.
3XVND 3 .RUKRQHQ +-9DUWLDLQHQ ( 8UMDQKHLPR *UDQDGD
E-L, et al. Combined use of nicotine patch and gum Romo, N. Etnografía. [CD] Material docente.
compared with gum alone in smoking cessation: a Escuela Andaluza de Salud Pública. Granada,
clinical trial in North Karelia. Tobacco Control,
5RPR 1 /D REVHUYDFLyQ SDUWLFLSDQWH HQ OD
Ramos García E, Sánchez Moreno A, Marset LQYHVWLJDFLyQ FXDOLWDWLYD >&'@ 0DWHULDO GRFHQWH
Campos P. Paradojas y posibilidades de la (VFXHOD$QGDOX]DGH6DOXG3~EOLFD*UDQDGD
participación comunitaria en la Atención Primaria Romo, N. Notas de Campo. Material docente.
GH 6DOXG $OWHUQDWLYDV FUtWLFDV \ HPDQFLSDGRUDV [CD] Material docente. Escuela Andaluza de Salud
$WHQFLyQ3ULPDULD 3~EOLFD*UDQDGD
5DYHQHW 5DPtUH] 0 ([SHULHQFLDV \ UHWRV GHO Roschke MA, Brito P, Palacios MA. Gestión de
DQiOLVLVVRFLROyJLFRHQVDOXG5HY&XEDQDGH6DOXG SUR\HFWRVGHHGXFDFLyQSHUPDQHQWHHQORVVHUYLFLRV
3~EOLFD de salud. Manual del Educador. OPS/OMS, Serie
5DZOV-7HRUtDGHOD-XVWLFLD0DGULG)RQGRGH 3$/7(;1:DVKLQJWRQ'&
Cultura Económica, 1979. 5RVH * ,QGLYLGXRV HQIHUPRV \ SREODFLRQHV
5HDO 'HFUHWR GH GH HQHUR VREUH enfermas. En: Organización Panamericana de la
Ordenación de prestaciones sanitarias del Sistema Salud. El desafío de la Epidemiología. Publicación
Nacional de Salud &LHQWt¿FD 1 236 2¿FLQD 6DQLWDULD
5HFRPHQGDFLRQHVSDUDHOFRQWUROGHFRQÀLFWRVGH 3DQDPHULFDQD 2¿FLQD 5HJLRQDO GH OD 206
LQWHUHVHV5HYLVWD0pGLFDGH&KLOHYRO :DVKLQJWRQ'&
>'RFXPHQWR@'LVSRQLEOHHQKWWSZZZ 5RVH*/DHVWUDWHJLDGHODPHGLFLQDSUHYHQWLYD
VFLHORFOSGIUPFYQDUWSGI %DUFHORQD0DVVRQ
Regouby, C. La comunicación global. Barcelona: Rosen, G. A History of Public Health. Baltimore:
*HVWLR 7KH-RKQV+RSNLQV8QLYHUVLW\3UHVV
5HJXDQW 0 ¢4Xp HVSHUD OD JHQWH GH QRVRWURV" 5RVHQWKDO 9' 0DNL '* 6DORPDR 5 $OYDUH]
&XDGHUQRVGH*HVWLyQ Moreno C, et al ,1,&& 'HYLFH$VVRFLDWHG
5HSXOOR/DEUDGRU-5*HUHQFLD~QLFDQRHTXLYDOH 1RVRFRPLDO,QIHFWLRQVLQ,QWHQVLYH&DUH8QLWV
DDWHQFLyQLQWHJUDGD*HVW\(YDO&RVW6DQLW RI 'HYHORSLQJ &RXQWULHV $QQ ,QHUQ 0HG
5HSXOOR /DEUDGRU -5 2WHR 2FKRD /$ HGV 8Q Roses, M. Conferencia de clausura de la Reunión
QXHYRFRQWUDWRVRFLDOSDUDXQVLVWHPDQDFLRQDOGH GH %XHQRV $LUHV HQ +DFLD XQ FXLGDGR
VDOXGVRVWHQLEOH%DUFHORQD$ULHO integral de la salud para la equidad: De Alma Ata
611. Resik Habib, P. La causalidad en Epidemiología. a la Declaración del Milenio. Ministerio de Salud,
/D+DEDQD&LHQWt¿FR7pFQLFD %XHQRV$LUHV$UJHQWLQD
638 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
666. Sigerist, HE. Health. En: Sigerist, HE. Medicine SUHYHQWLYDV\GHSURPRFLyQGHODVDOXG3$336
DQGKXPDQ:HOIDUH-RI3XEOLF+HDOWK3ROLF\<DOH $FWXDOL]DFLyQ$WHQ3ULPDULD6XSO
8QLYHUVLW\3UHVV9RO1>@ 'LVSRQLEOH HQ KWWSZZZSDSSVRUJ
667. 6LOHV 5RPiQ ' 1XHYDV SHUVSHFWLYDV HQ recomendaciones/suplemento.html.
participación comunitaria: dar poder a los 6RFLHGDG (VSDxROD GH 0HGLFLQD GH )DPLOLD \
SDFLHQWHV$WHQFLyQ3ULPDULD &RPXQLWDULDV VHP)<& 3URSXHVWD GH &DUWHUD
6LOYD$\oDJXHU /& (O DFHUWLMR GH OD FDXVDOLGDG GH VHUYLFLRV HQ $WHQFLyQ 3ULPDULD 'LVSRQLEOH
(Q &XOWXUD HVWDGtVWLFD H LQYHVWLJDFLyQ FLHQWt¿FD HQ KWWSZZZVHPI\FHVHVLQYHVWLJDFLRQSGI
en el campo de la salud: una mirada crítica. Madrid: FDUWHUDBVHUYLFLRVSGI$FFHVR
Díaz de Santos, 1999. 6RFLHGDG 1DYDUUD GH 0HGLFLQD )DPLOLDU \
669. 6LOYD3DLP-0HGLFLQD&RPXQLWDULD,QWURGXFFLyQ Comunitaria y Atención Primaria. Pruebas
D XQ DQiOLVLV FUtWLFR 6DOXG &ROHFWLYD GLDJQyVWLFDV HQ DWHQFLyQ SULPDULD HQ 1DYDUUD
'RFXPHQWR[HULJUD¿DGR
6LOYD3DLP-6REUHODWHRUtD\SUiFWLFDGHOD6DOXG 6RPPHUV 3$ 3DUWLFLSDFLyQ DFWLYD GH ORV
3~EOLFD:DVKLQJWRQ2363XEO1 FRQVXPLGRUHVHQHOVLVWHPDGHSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRV
671. 6LPy 0LxDQD - &KLQFKLOOD$OELRO 1 0RWLYDFLyQ GHVDOXG%RO6DQLW3DQDP
\ PpGLFRV GH IDPLOLD ,$WHQ 3ULPDULD 6RWRORQJR3//RVUHWRVGHORVFDPELRVFXDOLWDWLYRV
HQ HO VDEHU FRQWHPSRUiQHR \ HO PDU[LVPR /D
6LPy 0LxDQD - &KLQFKLOOD$OELRO 1 0RWLYDFLyQ +DEDQD,QVWLWXWRGH)LORVRItD
\PpGLFRVGHIDPLOLD,,$WHQ3ULPDULD 6RX]D0LQD\R0&GH2GHVD¿RGRFRQKHFLPHQWR
SHVTXLVDTXDOLWDWLYDHPVD~GH6mR3DXOR+XFLWHF
6LPy0LxDQD-*HUYiV&DPDFKR--et al. El gasto $%5$6&2
VDQLWDULR HQ (VSDxD HQ FRPSDUDFLyQ FRQ HO GH OD 691. 6SLQHOOL $ODOUDTXL &DOYHOR $UDNDNL 0RUWDOLGDG
(XURSD GHVDUUROODGD $WHQ 3ULPDULD infantil: un indicador para la gestión local.
3XEOLFDFLyQ236206
674. 6LPRQ +$ $GPLQLVWUDWLYH %HKDYLRU $ 6WXG\ 6VHQJRRED)$WX\DPEH/0F3DNH%1DKVRQ.
RI GHFLVLRQ PDNLQJ SURFHVVHV LQ DGPLQLVWUDWLYH 2NXRQ]L 6 :KDW FRXOG EH DFKLHYHG ZLWK JUHDWHU
RUJDQL]DWLRQ&KLFDJR7KH)UHH3UHVV SXEOLF KRVSLWDO DXWRQRP\" &RPSDULVRQ RI SXEOLF
Simon, HA. Reason in Human Affairs. The Harry DQG31)3KRVSLWDOVLQ8JDQGD3XEOLF$GPLQ'HY
&DPS/HFWXUHVDW6WDQIRUG8QLYHUVLW\
676. Simpson, EH. The interpretation of interaction 6WDU¿HOG % $WHQFLyQ 3ULPDULD (TXLOLEULR HQWUH
in contingency tables. J Royal Statistical Soc, QHFHVLGDGHV GH VDOXG VHUYLFLRV \ WHFQRORJtD
%DUFHORQD0DVVRQ
677. 6LVWHPDV GH ,QIRUPDFLyQ *HRJUi¿FD HQ 6DOXG 694. 6WDU¿HOG % ,V SULPDU\ FDUH HVVHQWLDO" /DQFHW
&RQFHSWRV%iVLFRV236206 (Q %RO 2¿FLQD 6DQLW
Sistemas de Información Georreferenciada. 3DQDP
&iWHGUD GH 8UEDQLVPR )DFXOWDG GH$UTXLWHFWXUD 6WDU¿HOG%0HGLFLyQGHORVORJURVGHOD$WHQFLyQ
81/L815 3ULPDULD-0HG(GXF
679. Slee, V. The medical audit., en the medical staff in the 696. 6WDXVV$4XDOLWDWLYHDQiOLVLVIRUVRFLDOVFLHQWLVWV
PRGHUQKRVSLWDO1HZ<RUN0F*UDZ+LOO 1XHYD<RUN&DPEULGJH8QLYHUVLW\3UHVV
Smith, P Composite Indicators of Health System 697. Stearns HJ, Stearns MA, Glasser M, Londo RA.
3HUIRUPDQFH (Q 6PLWK 3 0HDVXULQJ 8S ,OOLQRLV 50(' $ &RPSUHKHQVLYH 3URJUDP WR
,PSURYLQJ+HDOWK6\VWHPV3HUIRUPDQFHLQ2(&' ,PSURYH WKH 6XSSO\ RI 5XUDO )DPLO\ 3K\VLFLDQV
&RXQWULHV3DULV2(&' )DP0HG
6PLWK5:K\DUHGRFWRUVVRXQKDSS\"%U0HG- 6WHYHQVRQ 7+& 7KH VRFLDO GLVWULEXWLRQ RI
mortality from different causes in England and
Smith GD, Bartley M, Blane D. The Black Report :DOHV%LRPHWULND
RQ6RFLRHFRQRPLF,QHTXDOLWLHVLQ+HDOWK\HDUV 699. 6WHYHQVRQ7+&7KHYLWDOVWDWLVWLFVRIZHDOWKDQG
RQ%U0HG- SRYHUW\-56WDW6RF
6PLWK73RYHUW\DQGKHDOWKLQWKHV%U0HG 6WKXOPDQ/5R\HU09HURQHOOL-&,QYHVWLJDFLyQ
- en atención médica: bases para una posible
Smud, RE. La formación en Epidemiología para SUiFWLFD FLHQWt¿FD &HQWUR ODWLQRDPHULFDQR GH
OD YLJLODQFLD \ FRQWURO GH ODV HQIHUPHGDGHV XVRV $GPLQLVWUDFLyQ0pGLFD
\ SHUVSHFWLYDV GH OD (SLGHPLRORJtD 3XE 1 SQVS Stille CJ, Jerant A, et al. Coordinating care across
diseases, settings and clinicians: a key role for the
6RFLHGDG (VSDxROD GH 0HGLFLQD GH )DPLOLD \ generalist in practice. Annals of Internal Medicine
&RPXQLWDULDVVHP)<&3URJUDPDGHDFWLYLGDGHV
640 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
6WRQH 3: $ V\VWHPDWLF DXGLW RI HFRQRPLF Inequalities in health: the Black report and the
HYLGHQFH OLQNLQJ QRVRFRPLDO LQIHFWLRQV DQG KHDOWKGLYLGH/RQGRQ3HQJXLQ%RRNV
LQIHFWLRQ FRQWURO LQWHUYHQWLRQV $P - Tristam Engelhardt, H. Los fundamentos de la
,QIHFW&RQWURO %LRpWLFD%DUFHORQD3DLGyV
6WRQH6.LEEOHU&+RZ$%DOVWULQL$)HHGEDFNLV Tuomilehto J, Nissinen A, Salonen JT, et al.
necessary in strategies to reduce hospital acquired Community programme for control of hipertensión
LQIHFWLRQ%0--XO LQ1RUWK.DUHOLD)LQODQG/DQFHW
6WUDXVV$&RUELQ-%DVLFVRITXDOLWDWLYHUHVHDUFK 7XUDELDQ -/ 3pUH] )UDQFR % $FWLYLGDGHV
Grounded Theory procedures and techniques. comunitarias en medicina de familia y atención
1HZEXU\3DUN/RQGUHV6DJH SULPDULDXQQXHYRHQIRTXHSUiFWLFR0DGULG'tD]
Strauss A, Corbin J. Grounded Theory GH6DQWRV
0HWKRGRORJ\$QRYHUYLHZ(Q'DQ]LQ /LQFROQ 8&(6 :RUNVKRS 3XHUWR 0DGHUR %XHQRV $LUHV
HGV+DGERRNRI4XDOLWDWLYH5HVHDUFK/RQGUHV
Sage, 1994. 8WKXUXVDP\5)D\\DG806SDQJOHU6/HDUQLQJ
6XFKPDQ ($ 6RFLRPHGLFDO YDULDWLRQV DPRQJ XVHIXO UXOHV IURP LQFRQFOXVLYH GDWD .QRZOHGJH
HWKQLFJURXSV$P6RFLRO 'LVFRYHU\LQ'DWDEDVHV$$$,
Tamblyn R, Abrahamowicz MD, Dauphinee MD, Vagero D, Lundberg O. Health inequalities in
Girard N, et al. Effect of a community oriented %ULWDLQDQG6ZHGHQ/DQFHW
problem based learning curriculum on quality of 9DOHUR0$UDPEXUX-%DxRV-(6HQWL03pUH]
SULPDU\ FDUH GHOLYHUHG E\ JUDGXDWHV KLVWRULFDO J. Introducción de un portafolio para fomentar
FRKRUWFRPSDULVRQVWXG\%0- FRPSHWHQFLDV WUDQVYHUVDOHV GH ORV HVWXGLDQWHV
7DQRQL((O3ODQGH6DOXG³'U5DPyQ&DUULOOR´ XQLYHUVLWDULRV (GXFDFLyQ 0pGLFD
HQ OD SURYLQFLD GH 6DOWD 5HS~EOLFD $UJHQWLQD
2363XE&LHQW1 Val-Pardo I de, Corella JM. Dirección y Gestión
Tapia Conyer, R. El Manual de Salud Pública. Hospitalaria de Vanguardia. Barcelona: Díaz de
0p[LFR,QWHU6LVWHPDV 6DQWRV
7D\ORU &( &RQIHUHQFLD VREUH ³,QYHVWLJDFLyQ GH Varela Pedragosa, J et al. Los sistemas de
6HUYLFLRV GH 6DOXG FyPR SXHGHQ FRQWULEXLU ORV información en la Atención Primaria. Atención
KRVSLWDOHVDOD$WHQFLyQ3ULPDULDGH6DOXG´206 3ULPDULD
3DNLVWiQQRY Vargas, GA. La gestión de operaciones de un
711. Tejada Pardo, D. El hospital en los sistemas locales VHUYLFLRFOtQLFR(Q5XL],JOHVLDV/&ODYHVSDUD
GHVDOXG2363XE&LHQW1 *HVWLyQ&OtQLFD0DGULG0F*UDZ+LOO
Temas de Bioética. Santiago de Chile: Editorial 9DUNHYLVVHU &0 3DWKPDQDWKDQ , %URZQOHH
8QLYHUVLWDULD A. Designing and Conducting Health Systems
Temes JL, Cortes C, Perol J, Torres A. Gestión 5HDVHDUFK3URMHFWV9RO\2WWDZD,'5&
de procesos asistenciales. Aplicación práctica. Varo, J. Gestión Estratégica de la Calidad en los
0DGULG0F*UDZ+LOO 6HUYLFLRVGH6DOXG0DGULG'tD]GH6DQWRV
714. 7HUULV 0 /D UHYROXFLRQ HSLGHPLRORJLFD \ OD 9iVTXH] 39 8VR GH OD (SLGHPLRORJtD HQ OD
PHGLFLQDVRFLDO0H[LFR6LJOR;;, YLJLODQFLD \ FRQWURO GH ODV HQIHUPHGDGHV HQ
Testa, M. Pensamiento estratégico y lógica de JHQHUDO XVRV \ SHUVSHFWLYDV GH OD HSLGHPLRORJtD
SURJUDPDFLyQ %XHQRV$LUHV /XJDU 236 3XE236206
Vaughan JP, Morrow RH. Manual of Epidemiology
716. Testa, M. Saber en Salud. Buenos Aires: Lugar, for District Health Management. OMS/Ginebra,
1997.
717. 7HXWVFK 60 7KDFNHU 6% 3ODQL¿FDFLyQ GH XQ Vaughan JP, Morrow RH. Manual of Epidemiology
VLVWHPD GH YLJLODQFLD HQ VDOXG S~EOLFD %RO for District Health Management. OMS/Ginebra,
(SLGHPLRORI6DQLW3DQDP
Tigre, C. Sobre la teoría y práctica de la Salud 9i]TXH] )HUUH\UD 5 'DxRV \ SHUMXLFLRV HQ
3~EOLFD:DVKLQJWRQ2363XEO1 el ejercicio de la medicina. Buenos Aires:
719. Tojo, R. Tratado de Nutrición Pediátrica. Barcelona: +DPPXUDEL
'R\PD 9i]TXH])HUUH\UD53UXHEDGHOD&XOSD0pGLFD
Tokars JT, Richards C, Andrus M, et al. The %XHQRV$LUHV+DPPXUDEL
FKDQJLQJ IDFH RI VXUYHLOODQFH IRU KHDOWK FDUH Vázquez, J. Asistencia al inmigrante desde el
DVVRFLDWHG LQIHFWLRQV &OLQ ,QIHFW 'LV Equipo de atención primaria. Cuadernos de Gestión
7RZQVHG 3 'DYLGVRQ 1 7KH %ODFN 5HSRUW (Q Venter, C et al7KH+XPDQ*HQRPH6FLHQFH
7RZQVHQG 3 'DYLGVRQ 1 :KLWHKHDG 0 HGV
Bibliografía 641
Azar 248, 250, 258, 259, 273, 276, 279, 280, 291, Carta de Ottawa 355
302, 310, 352, 423-426, 430, 438, 439, 451, 459, Cartas estelares 204
461, 462, 490, 502, 504, 506, 509, 516, 519, 528, Cartografía 92, 203, 204, 205, 213, 462
529, 531, 577, 593, 604, 609, 621 Caso control 274, 496, 497, 498, 499, 500, 501, 503, 522
alternante 522
B anidado 522
Base racional 529 Casos y controles 259, 278, 286, 300, 301, 303, 309,
Bayes 603, 608, 609, 611 310, 488, 489, 490, 491, 493, 497, 498, 500-502,
teorema 608 505, 506, 508, 509, 511, 519, 615
Beck Harry 205, 206, 207 desventajas 505
Benchmarking 74 ventajas 505
Berkeley 275, 423 CASS 530
Berwick 189, 191, 231, 241, 246, 248, 566 Causalidad 209, 278, 286, 300, 310, 365, 413, 423,
Bias 260, 504, 505, 506 424, 426, 429-431, 434, 439, 445, 449, 451, 463,
recall 505 464, 490, 492, 493, 508, 509, 511, 528, 593, 594,
Bienes económicos 560 618, 621, 623
públicos 560 reversa 209, 507
Bioética 101, 121, 136, 381, 383, 385, 387, 388, 389, CENDES 56, 555, 556
391 Centro de salud (ver CeSAC y UNASAD)
Black death 462 hospitalario 413, 563
report 378, 379, 380 Cerrado-abierto 488
Brote/s 209, 289-295, 298, 299, 300, 301, 304, 306, CeSAC (ver también CAPS y UNASAD) 53, 55
307, 310, 314, 440, 441, 458, 459, 464-466, 490, Chadwick 354, 613, 619, 620
522, 611-615, 617 reporte 1842 613
Bunge, M 272, 279, 423, 424, 427, 429, 433, 435, ley de pobres 619
436, 445, 450, 483, 484, 487, 527, 535, 561, 566, London Epidemiological Society 620
575, 591, 605, 610 Chalmers 426
Chi cuadrado 302, 501, 502, 607
C Ciencia 52, 158, 165, 185, 222, 231, 232, 234, 235,
Caballo de Troya posmoderno 448 237, 239, 270, 273, 338, 347, 373, 380, 381, 387,
Caja negra 207, 273, 276, 430, 433, 575, 576, 595, 399, 434, 435, 439, 448-451, 456, 462, 483, 484-
614, 622 487, 497, 518, 548, 555, 571, 573, 575, 591, 592,
Cajas chinas, Susser y Susser 594 593, 595, 597, 601, 604-607, 613, 617, 619, 623,
Calidad 21-23, 31, 32, 35, 41-43, 46, 47, 54, 57, 64- 629, 630
66, 68-87, 96, 98, 101, 104, 106, 125, 128, 137, del caos, Gleick 451
138, 144, 146, 148, 153, 158, 159, 176, 181, 182, nueva clase por Wolfram 448
184, 186, 189, 190, 193, 196, 198, 199, 204, 221- posmoderna 448, 593
225, 227, 229-243, 245, 248, 249, 251-255, 259, repertorio 448
264, 285, 304, 305, 323, 324, 330, 331, 333, 335, sociología 448, 450
336, 337, 344, 346-348, 352, 354, 355, 357-360, Cluster/s 109, 288, 296, 425, 426, 462
375, 384, 406, 482, 489, 530, 531, 532, 537, 541, Cohorte/s 259, 301, 308, 342, 488, 490, 501, 503,
544, 547, 551, 554, 580 505, 519, 520, 521, 522, 530, 624
en APS 223 imaginaria 521
Calle Broad bomba 207, 291, 614, 615 virtual 501
Cambio histórico 427 Framingham 520
Campo de aplicación 494, 606 desventajas y ventajas 523
salud 379 Cólera 100, 174, 207, 209, 274, 289, 291, 295, 352,
Caos 423, 428, 448, 451, 452, 453, 486, 555, 584, 593, 353, 365, 430, 472, 479, 497, 500, 591, 592, 607,
594 608, 611-616, 621
Capacidad de gobierno 540, 558, 584 enfermedad colonial 611
CAPS (ver también CeSAC y UNASAD) 55 Complejidad 55, 96, 97, 99, 100, 112, 115, 116, 123,
Carelia del Norte 355 127, 129, 138, 140, 141, 143, 159, 160, , 165, 171,
Carey & Loyd 246, 248 423, 424, 436, 442, 448, 450-452, 456, 532, 567, 594
Índice Analítico 645
429, 431, 436, 442, 445, 450, 460, 485-489, 493, social, áreas de Berwick 248
500, 502-506, 508, 509, 516, 518, 519, 530, 533, y capacidad de respuesta de los sistemas de
534, 555, 593, 609, 615, 617 salud 21
alternativa 429
de no ocurrencia 429 K
nula 429 Kant 388, 423
Hopkins 521 Karelia del Norte (véase Carelia del Norte)
Hospital 13, 18, 45-48, 53, 65, 66, 77, 82-84, 89, 91- Keys 375, 376
96, 98, 100, 103, 104, 111-113, 117-119, 122- Koch 424, 429, 430, 447, 599, 602, 612-614, 616, 620
125, 127, 132, 136-139, 142, 145, 147, 148, 150- Krieger N 452, 594
161, 163-169, 171, 172, 175-179, 181, 183-185,
187, 191, 194, 195, 197-200, 218, 222, 239, 240, L
244, 250, 251, 259, 287, 292, 294, 303, 307-311, Lacan 449, 450
319, 321, 325, 330, 333, 337, 338, 345, 353, 370, Lambecke 237
375, 382, 385, 387, 400, 402-405, 407, 412, 413, Lambeth Waterworks Company 613, 614
421, 433, 499, 504, 513, 515, 520, 524, 531, 535, Laplace 603, 604, 606, 607, 609
543, 544, 551, 578, 581, 616-618, 630, 632, 633 Lewins & Lewontin 435
de alta resolución 157 Leyes de enfermedad 602
sociales 435, 603
I Línea media 239, 240
IC 95% 493, 494, 507, 518 Lingua franca 448, 450
Identificación de problemas 190, 193, 566-570 London Epidemiological Society 620
IDRISI 215
Incentivo 55, 77, 295, 363, 390 M
Incidencia 51, 167, 214, 226, 227, 261, 267, 268, 270, Mac Mahon 591
271, 274, 277, 290, 292, 294, 295, 301, 304, 307, Maclure 522
308, 314, 362, 369, 370, 375, 380, 430, 433, 463, Maimónides 353
471, 473, 475, 478-480, 482, 491, 493, 500, 505, Manipulación 412, 489, 512, 528, 531, 533, 553, 577
511-514, 520, 522, 547, 584, 594, 621, 622 Mantel y Haenszel 302, 303, 500, 509, 516, 618
Indicadores 30, 54, 64, 68, 74, 75, 80, 82, 85, 86, 95, Map info 216, 288
99, 103, 105, 109, 110, 146, 171-173, 180, 191- Mapas 109, 110, 182, 204-208, 210, 213, 214, 216,
193, 196, 199, 201, 234, 236, 237, 240, 243, 247, 286, 288, 289, 608
248, 253, 254, 268, 271, 276, 285, 287, 326, 327, inteligentes 286
338, 361, 409, 411, 421, 422, 476, 478, 481, 482, Maptitud 215
540, 550, 557, 562, 566, 570, 582, 585, 588, 624 Marco de referencia 355, 356, 485, 584, 587
centinela 247 Marketing 25, 46, 79, 264, 321, 359
compuestos 103 Marx / marxismo 388, 426, 427, 436, 444
de evaluación 570 Matus 434, 540, 557, 558, 574
objetivos del milenio 478 Mayo Elton 531, 578
Índice epidémico 294, 295 MBE 235, 238, 491, 492, 494-498
Intervalo de confianza (véase IC95%) Medical Research Council 227, 498
Investigación cualitativa 284, 532, 533 Medicina social 47, 48, 51, 136, 354, 355, 366, 379,
cuantitativa 284, 532, 533 602, 619, 620, 621
ISSS 225, 262, 578 Medidas absolutas 371, 491, 493
de asociación o riesgo 269, 307, 433, 490
J de significación estadística 279
Ji cuadrado 516 Medio ambiente 32, 47, 92, 93, 94, 104, 105, 116-
Justicia 19, 21, 27, 30, 35, 41, 51, 64, 76, 176, 184, 118, 136, 137, 139, 143-145, 174, 190, 208, 308,
241, 246, 248, 355, 357, 366, 382, 385, 387, 390, 326, 329, 330, 332, 341, 361-366, 374, 395, 399,
400, 476, 536, 542 431, 435, 463, 471, 477, 478, 482, 535, 553, 560,
distributiva 76, 542 572, 615, 616, 622, 624
en APS 35 Mercado 23, 26, 45, 189, 195, 272, 288, 319, 321,
social 27, 35 338, 363, 382, 385, 389, 441, 474, 545, 546
648 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Meritocracia 240
Merton 448 O
Metanálisis 305, 306, 489, 495, 518 Objetivos 11-13, 23, 26, 27, 29, 30-32, 37, 52-55, 57,
Método Delphi 268 63, 66, 68, 72-76, 79, 82-87, 91, 93, 98, 102-105,
epidemiológico 591 108, 110, 111, 115-117, 150-152, 155-157, 167,
Mill 269, 501, 559, 613 175, 177, 178, 184, 185, 188, 194, 196-198, 200,
Minard 205, 206, 208 201, 223, 224, 231, 234, 241, 242, 254, 260, 287,
Modeling diseases and pests 465 289, 299, 305, 313, 318, 321, 322, 324, 328, 334-
Modelización 424, 425, 427, 429, 456, 457, 459, 461 337, 343, 344, 347, 359-366, 402, 405, 408, 411,
Franklin Wilkins Watson & Crick 417-420, 487, 533-535, 539, 558, 560, 570
486, 487 del milenio 29, 31
gripe A 466, 467 Offspring study 520, 521
peste negra 462, 463 OMS 17, 19-22, 26-29, 31, 32, 43, 46, 47, 49, 50, 55,
Modelo ecosocial de Krieger 594 76, 116, 156, 171, 173-177, 194-196, 214, 222,
espacial secuencial discriminante (véase SDS) 223, 241, 247, 252, 260, 269, 288, 292-294, 298,
Modelos 32, 35, 37, 56, 66, 67, 69, 70, 72, 75, 81, 83, 310, 311, 331, 335, 355, 356, 359, 360, 365, 366,
111, 112, 117, 120, 175, 185, 193, 195, 208, 221, 372, 382, 384, 385, 476, 504, 525, 537, 566, 612,
270, 274, 282, 284, 287, 293, 331, 332, 338, 339, 621
341, 349, 366, 388-390, 404, 412, 423, 424, 427, OMS, Almaty/Kazajstán 21
429, 431, 433, 434, 437, 439, 441, 443, 445-447, ONG 27, 28, 53, 67, 118, 179, 321
449, 451-458, 461-463, 465, 487, 495, 510, 511, Open GL 216
536-538, 540, 541, 579, 592, 594-597, 613, 623 Operacionalización 193, 286, 594
de atención 56, 195, 270, 331, 338, 541 OPS 17-20, 26, 28, 46, 48, 55, 56, 116, 121, 123, 171,
del campo de la salud 595 189, 192, 215, 241-243, 247, 252, 269, 279, 88,
heurísticos 593 289, 311, 318, 320, 326, 327, 336, 341, 343, 345,
Modus tollens 279 359, 361, 414, 417, 431, 440, 469, 491, 494, 500,
Morfogénesis 448, 693 533, 535, 536, 555, 556, 566-569, 597, 621
Muestra 252, 257-266, 279, 281-283, 286, 371, 382 OR 274, 278, 302, 303, 305, 309, 310, 386, 430, 491-
Muestreo 192, 194, 195, 257-260, 262, 263, 280, 286, 493, 501, 507, 524, 525, 614, 615
287, 305, 514 Orbis tertium 204
no probabilístico 258 Ottawa carta 136, 355-357, 366, 393
probabilístico 258
P
N Paquetes informáticos especializados 287
Nagel 424 Paradigma 56, 147, 148, 157, 226, 236, 237, 276, 378,
Nájera 286, 290, 599 355, 383, 412, 430, 432, 448, 451, 452, 462, 497,
Nasso B 465 498, 501, 532, 552, 560, 592-595
Necesidad comparativa 536, 565 de la caja negra 595
experimentada 536, 565 de la enfermedad infecciosa y el germen 594
expresada 536, 565 I 593
normativa 536, 565 II 593
Necesidades mapa topológico 536, 565 III 593
Newton Isaac 423, 428, 438, 449, 484, 486 miasmático 594
Nexos efecto específicos 594 Paradigmas de D’almeida filho 593
Neyman 606 en epidemiología 593
NHS 238, 240, 247, 379, 495, 582 Paradoja 370, 372, 375, 514, 515, 516, 607
NND 492, 532 de la prevención 370
NNT 492, 532 de Simpson 515
Normal 248, 249, 254, 281-283, 290, 291, 299, 302, Pasteur 354, 602, 616, 620
307, 309, 376, 377, 382 Pearson 281, 345, 511, 512, 606, 607, 618
Normalidad 281, 282 laboratorio de biometría en UCL 607
Normativo 38, 87, 144, 150, 199, 222, 235, 237, 568 Peste 295, 353, 462, 463, 598, 599, 601, 612, 617
Núcleo, operativo 239, 240 negra modelización 462
Índice Analítico 649
Peste Tractatus, Matriiti Angelerio 599 Raciocinio 20, 107, 191, 203, 271, 272, 288, 556
Caffa 598 Ragusa República de Venecia 353, 612
Trebuchet 598 Random function 466
Petty 602, 603 spatio temporal random fields 463
Pierce 566 Randomización 285, 496, 528, 531, 575, 578
Plan de operaciones 571, 573 Raster 212, 213
Decenal de Salud de las Américas 556 Razón de años de vida potencialmente perdidos
del programa desarrollo 571, 574 (RAVPP) 268
Planificación 18, 24, 25, 27, 52, 56-58, 60, 63, 68, 73- de momios 302, 501
75, 79, 86, 90, 93-95, 99-101, 103-109, 111, 113, de mortalidad estandarizada 568
115, 117, 123, 132, 142, 144, 145, 147, 156, 166, de mortalidad proporcional 268, 568
174, 176, 177, 181, 188, 194, 195, 197, 198, 200, de prevalencia 278
203, 215, 231, 249, 253, 262, 268, 319, 320, 322, de productos cruzados 278
334-336, 367, 368, 385, 400, 402, 403, 406, 407, de ventajas 501, 302
413, 414, 417-422, 439, 440, 537, 552, 555-558, Realidad social 55, 115, 322, 323, 387, 393, 440, 533,
560-563 556
Ploteo georreferencial 99, 211 Recall bias 505
Población y técnicas de muestreo 257 Recursos humanos 30, 31, 34, 37, 50, 53, 62, 63, 72,
Poisson 287, 603, 606, 607 78, 84, 90, 97, 101, 104, 106-108, 111, 112, 115,
Políticas públicas 32, 33, 35, 37, 38, 57, 63, 64, 356, 122, 129, 138, 153, 160, 186, 198, 224, 235, 238,
357, 360, 363, 379, 559, 571 317, 338, 339, 413, 416, 420, 421, 426, 451, 579
Popper 273, 426, 427, 486 Redistricting cartográfico 214
Potency 571 Regiones sanitarias 89, 96, 98, 101-103, 125, 127,
Predicciones de baja estabilidad 594 190, 210, 359, 597
Preprogramación 568, 569, 571 Regresión logística 452, 508, 509, 510, 416, 594, 595,
Prevalencia 68, 77, 81, 226, 260-262, 265, 268, 274, 624
291, 302, 305, 307, 377, 432, 472, 477, 479, 480, Repetibilidad / irrepetilbilidad 280
489, 496, 524, 526 Replicabilidad 529
Prevención 13, 31-33, 36, 55, 57, 59, 68, 62, 63, 65, Reporte de caso o serie de casos 527
66, 93, 94, 100, 117, 124, 135, 177, 184, 190, 254, Restricción 147, 245, 255, 285, 494, 508, 509, 537, 561
288, 321, 324, 330, 343, 353-389, 393-400, 476, Revolución industrial 135, 354, 382, 385, 618, 619, 620
477, 480 Riesgo 24, 26, 29, 45, 51, 53, 55, 70, 71, 83, 85, 90,
Priorización cualitativa 571 91, 95, 99, 101, 108-111, 125, 137, 140, 148, 162,
Programación 18, 90, 92, 94, 95, 98, 100, 106, 111, 139, 167, 172, 182, 188, 190, 196, 199, 203, 207, 210,
140, 144, 146, 156, 176, 194, 253, 255, 310, 402, 214, 222, 223, 228, 231-234, 251, 257, 261, 265-
408, 555, 560, 562, 566, 568, 569, 586, 587, 597 268, 270-275, 277, 278, 291, 297, 300-302, 307,
Promoción 21, 23-26, 31, 33, 34, 36, 37, 42, 45, 53- 309, 311, 315, 344, 354, 367, 368, 370-373, 375,
55, 57, 59, 63, 66-68, 73, 77, 79, 80, 83, 89, 91, 377, 383, 430, 432, 441, 452, 469, 471, 478, 482,
93, 94, 96, 99-102, 106, 108, 115, 119, 124, 128, 489-492, 498, 501, 503, 505-507, 509, 416, 518,
135-137, 139, 140, 143-145, 147, 160, 165, 177, 520, 523, 527, 533, 551, 592, 607, 622, 624
315, 117, 118, 121, 324, 325, 346, 353-359, 366, atribuible 269, 278, 372, 490, 491, 492, 493,
398, 546, 550, 554 520, 523
Protocolo 46, 99, 306, 312, 348, 530 Rivalidad 240, 569
Puñaladas en la oscuridad 274 RME 368
RMP 268, 568
Q Rose Geoffrey 264, 276, 277, 368, 370, 371, 376, 430,
Quetelet 575, 603-606 469, 494, 622
Quinn 561 Roswell Park Memorial Institute 498
Duhem tesis 427, 428 Rothman 264, 269, 271, 276, 424, 431, 445, 452
Quinto Tiberio Angelerio 599 Rotulación 373
RR 277, 278, 371, 430, 490-493, 505, 509, 516, 518,
R 520, 523, 525, 532, 568
RA 371, 475, 479, 491, 494, 520, 532 RRR 492, 532
650 Salud Pública y Atención Primaria de la Salud / Lemus, Aragües y Lucioni
Vigilancia 54, 99, 100, 109, 139, 140, 144, 145, 146, Watts, G 438
182, 190, 191, 193, 196, 199, 211, 213, 253, 270, White Charles 616
286-288, 294, 295, 301, 310, 313, 314, 335, 401, White Kerr 112, 190
462, 479, 575, 619, 623 White paper NHS 238
centinela 286 Whitehall & Black report 378
Virchow 47, 135, 354, 365, 366, 379, 620, 627, 650 Whitehead & Snow 500
Alta Silesia 354 Whitehead et al., Informe Black 378
Medicina Social 354 ministro 497, 614,615
Von Leeuwenhoek 559 Wilcoxon, prueba para datos apareados 282
Von Pettenkofer 615, 616
Von Plenciz 599 X
Vuori 124, 223, 224, 234, 243 Xeral de Saude Publica 289
Xunta de Galicia, epidat 289
W
Wagensberg, J 424 Y
Watts Duncan 454, 455 Yates, corrección 281, 283
Watts Sheldon 450
ERRNVPHGLFRVRUJ