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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Facultad de Ciencias y Humanidades


Escuela de Psicología
Carrera: Psicología Educativa
Nombre
Jennyfer Cedano

Matricula
201804964@p.uapa.edu.do

Asignatura
-

Neuropsicología

Sección

205
Facilitadora

Dayelin Gómez
El autismo afecta al funcionamiento de prácticamente todo el cerebro y no se limita a
las áreas relacionadas con la interacción social, los comportamientos de comunicación y
las habilidades de razonamiento. Así lo indica un reciente estudio realizado por
científicos de los Institutos Estadounidenses de Salud (NIH).

El trabajo, publicado por la revista 'Child Neuropsychology', señala que el autismo


afecta a una extensa gama de habilidades y capacidades, incluidas la percepción
sensorial, el movimiento y la memoria. Además, sugiere que esta patología es un
desorden en el que varias partes del cerebro encuentran dificultades para trabajar
juntas en el desarrollo de tareas complejas.

Las personas con autismo tienden a mostrar tres características en su comportamiento,


que sirven de base para el diagnóstico de la patología: dificultad para la interacción
social, problemas de comunicación verbal y no verbal y comportamientos repetitivos e
intereses obsesivos, explica la autora principal de la investigación, Nancy Minshew, de
la Universidad de Pittsburg.

Sin embargo, durante los últimos 20 años, los investigadores comenzaron a analizar
otros aspectos del pensamiento y el cerebro en los autistas. Detectaron que tienen
dificultad en muchas otras áreas, como el equilibrio, el movimiento, la memoria y las
habilidades de percepción visual.

En el presente estudio, Minshew y sus colegas realizaron una extensa colección de


pruebas neuropsicológicas a un grupo de 56 niños con autismo, comparando sus
respuestas con otros 56 niños no autistas. Todos los menores que participaron en esta
investigación tenían entre ocho y 15 años, podían hablar, leer y escribir.

Dificultad para las tareas complejas

Los científicos descubrieron, mediante estas pruebas, que los niños con autismo las
realizaron tan bien y en algunos casos incluso mejor que otros pequeños con una media
básica de funcionamiento cerebral, aunque, generalmente, tenían problemas con las
tareas complejas.
Por ejemplo, en las habilidades espaciales, los niños con autismo eran muy buenos
encontrando pequeños objetos en un revoltijo visual campestre o buscando a Wally en
los libros de este personaje. Sin embargo, cuando se les pidió realizar tareas complejas,
como hallar las diferencias entre dos caras o entre personas parecidas, tuvieron grandes
dificultades.

A pesar de que su memoria para los detalles de una historia es fenomenal, los niños
autistas tenían gran dificultad para comprender la historia, explica Minshew. Señala que
no se puede compartimentalizar el autismo bajo tres áreas básicas, sino que es "mucho
más complejo que eso".

El cerebro de los individuos con autismo no reposa. Un grupo de científicos


estadounidenses ha tomado imágenes de los cerebros de varias personas con este
trastorno mientras descansaban y han observado que su actividad es mucho menor que
la de los individuos sanos. Esta actividad es clave para un correcto comportamiento
social.

Los momentos de reposo son cruciales para que ciertos conocimientos o experiencias se
'posen' sobre nuestro cerebro. Durante estos momentos "tan simples y familiares como
cuando esperas a que se ponga el semáforo en verde", explica el autor principal, Daniel
Kennedy, a elmundo.es, las personas rememoran recuerdos antiguos o recientes,
como rostros, escenas, diálogos, historias y melodías.

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