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Ideas clave 4
9.1. Introducción y objetivos 4
9.2. Introducción 4
9.3. Trastornos lenguaje oral. Comprensión y
producción 5
9.4. Trastornos del lenguaje escrito. Dislexias y
disgrafías 8
9.5. Trastornos semánticos 8
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A fondo 17
Test 18
Esquema
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9.2. Introducción
Este tema pretende ser una continuación del tema previo en el que además se
analicen «con nombres propios» los trastornos del lenguaje. Se seguirán los
postulados de Cuetos, González y De Vega (2015) y se expondrán teniendo presente
la siguiente clasificación:
Así pues, en primer lugar, hablaremos de la sordera verbal pura. Concretamente esta
patología se caracteriza por la dificultad en poder comprender los sonidos del habla.
Es decir, el paciente es capaz de discriminar los sonidos ambientales, como por
ejemplo la sirena de una ambulancia o el ladrido de un perro, e incluso también
puede percibir las características físicas de la señal como por ejemplo si el emisor del
mensaje es un hombre o una mujer, si el tono es más agudo o más grave, o si se trata
de la voz de una persona conocida. Sin embargo, a pesar de poder discriminar toda
esa información, no es capaz de comprender lo que se le está diciendo. No obstante,
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como en casi todas las patologías, existen diversos niveles de gravedad. Así pues,
algunos pacientes se benefician y mejoran su comprensión cuando se les habla muy
despacio o si se les habla cara a cara facilitando la lectura labial.
Tiempo ahora para abordar los trastornos de producción oral del lenguaje.
Al igual que los trastornos previos, los de producción oral también son variados y
responden a las lesiones concretas de estructuras o uniones entre estructuras. De
forma general, cuando un paciente tiene dificultad para encontrar las palabras, no
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siendo causa de problemas motores, hablamos del curso de una anomia. Ahora bien,
se pueden distinguir distintos tipos de anomias.
Anomia pura. Como bien explican Cuetos, Aguado y Caramazza, (2000) en este
caso la problemática está en la recuperación del nombre de los conceptos. Es
decir, saben lo que implica cada concepto, pero no encuentran la palabra concreta
para expresar. Sería un continuo «punta de lengua». Es por ello que,
cualitativamente hablando, se observan discursos con muchos circunloquios y uso
de términos genéricos («cosa», «comida»). Las palabras que se han adquirido más
tempranamente y que tienen un mayor uso, es decir alta frecuencia, son las que
menor afectación tienen. En este caso la ayuda inicial de la palabra suele ser
bastante útil para encontrar la palabra (por ejemplo, facilitar la «ca» cuando
intenta indicar que le acerquemos la «camisa»). Aquí la lesión suele enmarcarse
en el lóbulo temporal izquierdo.
paciente hace una lectura letra a letra. Por otro lado, estarían las dislexias centrales
que se dan cuando la afectación se enmarca en los procesos específicos de la lectura,
es decir son capaces de identificar sin problemas las letras, pero hay dificultades a
niveles lingüísticos. Un ejemplo sería la Dislexia Superficial en donde hay un daño en
la ruta léxica de la lectura.
Concretamente cuando tiene lugar una lesión que daña los programas motores que
controlan la formación de las letras, estamos hablando de una disgrafia de tipo
puramente motor. Estos trastornos afectan únicamente a la escritura que se lleva a
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cabo a mano, pero no se vería comprometidas tareas como la escritura con teclado
o el deletreo verbal. No obstante, también debemos referenciar que puede aparecer
una disgrafia aferente, que implicaría que la dificultad concreta estaría en los
procesos perceptivos más que en los motores. Y es que algunos pacientes pueden
tener trastornos perceptivos que impidan la correcta coordinación visuomotora y por
ello su escritura se ve deformada
Psicología del Lenguaje
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Tema 9. Ideas clave
9.5. Trastornos semánticos
Una de las patologías donde más notable es el trastorno semántico (si bien podríamos
también enmarcarla en el apartado de enfermedades neurodegenerativas que
abordaremos más adelante) desde el inicio de la enfermedad, mientras que el resto
de las capacidades cognitivas y lingüísticas se conservan preservadas, es la demencia
considerada una enfermedad neurodegenerativa. El motivo principal de esta
diferenciación es que la atrofia que produce esta patología se ciñe a la zona anterior
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de los dos lóbulos temporales. Como Mummery y cols. (2000) apuntan, esta atrofia
cortical concreta guarda una alta correlación con el trastorno semántico. No obstante
lesiones en zonas temporoparierales y prefrontal inferior izquierda también
connotan déficit a nivel de conceptos similares a las que cursan los pacientes con
demencia semántica.
Hasta este punto los trastornos que se han expresado en su práctica totalidad hacían
referencia a dificultades para comprender, leer, escribir, palabras únicas. Pero en
ocasiones las dificultades de los pacientes no solamente se enmarcan en la «gestión»
de las palabras, si no en la comprensión o en la formación de oraciones.
Dificultades en las inferencias. Esto es, ser capaz de incluir información que no se
está indicando de forma exprofeso en el mensaje, si no que la debemos inferir en
base al mensaje que está llegando.
Dificultad en la prosodia. Esto es, en el ritmo del discurso, lo cual dificulta inferir
por ejemplo si se ha finalizado o no el discurso, si el interlocutor está prestando
especial énfasis en algún punto del discurso, etc.
Enfermedad de Alzheimer
Dadas estas dificultades, es habitual que aquellas personas que solían tener el hábito
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Enfermedad de Parkinson
Si bien algunos autores consideran que las dificultades de lenguaje en esta patología
responden principalmente a los déficits a nivel ejecutivo, claramente alterado en esta
patología, lo cierto es que a nivel de lenguaje sí aparecen dificultades. Concretamente
se observan dificultades en la comprensión de oraciones, de metáforas, o en la
realización de inferencias. Pero también aparecen dificultades en la fluidez verbal o
en la capacidad de denominación especialmente de acciones (como ya se referenció
en temas previos).
Demencia frontotemporal
En esta demencia, cabe distinguir en primer lugar la variante conductual que tiene
lugar cuando la atrofia inicia en la zona frontal y, la variante de afasia progresiva
primaria, que tiene lugar por la afectación de la zona perisilviana entre los lóbulos
frontal y temporal. En nuestro caso, claramente nos interesa ver las dificultades que
aparecen en la variante de Afasia Progresiva Primaria. Pues bien, a su vez podemos
distinguir dos tipos:
Caramazza, A. y Shelton, J.R. (1998). Domain specific knowledge systems in the brain:
the animate-inanimate distinction. Journal of Cognitive Neuroscience, 10, 1-34.
Cuetos, F., González, J. y De Vega, M. (2015). Psicología del lenguaje. Trastornos del
lenguaje. Madrid: Panamericana.
Mummery, C.J., Patterson, K., Price, C.J., Ashburner, J., Frackowiak, R.S.J., y Hodges,
J.R. (2000). A voxel-besed morphometry study of semantic dementia: Relationship
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between temporal lobe atrophy and semantic memory. Ann Neurol; 47, 36-45
ENXU2ceOOr1_0.pdf
En este artículo se analiza las áreas del lenguaje más deterioradas en los alumnos con
déficit de atención.
C. Frontotemporal.
D. Huntington.