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Tema 9

Psicología del Lenguaje

Trastornos del lenguaje


Índice
Esquema 3

Ideas clave 4
9.1. Introducción y objetivos 4
9.2. Introducción 4
9.3. Trastornos lenguaje oral. Comprensión y
producción 5
9.4. Trastornos del lenguaje escrito. Dislexias y
disgrafías 8
9.5. Trastornos semánticos 8
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9.6. Trastornos en la oración y en el discurso 8


9.7. Trastornos en el lenguaje por enfermedades
neurodegenerativas 8
9.8. Referencias bibliográficas 8

A fondo 17

Test 18
Esquema
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Psicología del Lenguaje


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Tema 9. Esquema
Ideas clave

9.1. Introducción y objetivos

A lo largo de la asignatura el alumno ha podido comprender la relevancia de los


distintos componentes del lenguaje, por ello ahora resultará mucho más sencillo
comprender los distintos trastornos del lenguaje. Esto es, una vez conocedores de los
componentes del lenguaje y su correcto desarrollo, toca comprender qué diferencias
hay entre los distintos tipos de trastornos y qué implican cada uno de ellos. Así pues,
en este tema se ahondará en los distintos trastornos del lenguaje, pasando por
déficits a nivel de lenguaje oral, escrito, en la comprensión, en la producción, en
ambos, etc.

9.2. Introducción

Este tema pretende ser una continuación del tema previo en el que además se
analicen «con nombres propios» los trastornos del lenguaje. Se seguirán los
postulados de Cuetos, González y De Vega (2015) y se expondrán teniendo presente
la siguiente clasificación:

 Trastornos en el lenguaje oral.


 Trastornos en el lenguaje escrito.
 Trastornos semánticos.
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 Trastornos en la oración y en el discurso.


 Trastornos a causa de enfermedades neurodegenerativas.

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Tema 9. Ideas clave
9.3. Trastornos del lenguaje oral. Comprensión y
producción

Generalmente los trastornos a este nivel solían dividirse dependiendo de si las


dificultades cursaban por un déficit en la producción y por ende eran categorizados
como una afasia de Broca, o bien si el déficit se hallaba en la comprensión y entonces
respondían a una afasia de Wernicke. Sin embargo, en la realidad clínica, suele ser
poco frecuente encontrar a pacientes que respondan de manera exacta a todos los
criterios de dichos diagnósticos, y que, no cursen con alguna otra dificultad no
perteneciente a dicha categorización. Además, el objetivo último siempre ha de ser
el comprender dónde están las dificultades, los déficits específicos que dificultan el
lenguaje del paciente, y no buscar prioritariamente en qué categoría diagnóstica
puede ser enmarcado.

A continuación, se analizarán algunos de los trastornos cuyas dificultades se


circunscriben en la comprensión oral del lenguaje.

Así pues, en primer lugar, hablaremos de la sordera verbal pura. Concretamente esta
patología se caracteriza por la dificultad en poder comprender los sonidos del habla.
Es decir, el paciente es capaz de discriminar los sonidos ambientales, como por
ejemplo la sirena de una ambulancia o el ladrido de un perro, e incluso también
puede percibir las características físicas de la señal como por ejemplo si el emisor del
mensaje es un hombre o una mujer, si el tono es más agudo o más grave, o si se trata
de la voz de una persona conocida. Sin embargo, a pesar de poder discriminar toda
esa información, no es capaz de comprender lo que se le está diciendo. No obstante,
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como en casi todas las patologías, existen diversos niveles de gravedad. Así pues,
algunos pacientes se benefician y mejoran su comprensión cuando se les habla muy
despacio o si se les habla cara a cara facilitando la lectura labial.

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Tema 9. Ideas clave
Por otro lado, está la sordera para la forma de la palabra. En esta patología es posible
que el paciente identifique los fonemas, pero no consiguen reconocer las palabras,
llegando hasta el punto de no discriminar si se les dice una palabra real o una palabra
inventada. Sin embargo, a través de la conversión acústico-fonológico de la vía
subléxica (a recordar el esquema de las vías del tema anterior) sería capaz de repetir
tanto las palabras como las pseudopalabras o escribir al dictado (aunque no tengan
idea de qué están escribiendo).

En tercer lugar, podemos referenciar la sordera para el significado de las palabras.


En este caso es posible que los pacientes identifiquen los fonemas e incluso
reconozcan las palabras y las distingan de las pseudopalabras, pero no consiguen
como su propio nombre indica, acceder al significado de las mismas. Así pues, la
respuesta a esta patología es que a los pacientes les es posible acceder al léxico, de
ahí que reconozcan las palabras y las discriminen de las no palabras, pero no
consiguen el acceso al sistema semántico. Además, esto sucede por la vía oral, puesto
que si esas palabras se presentan en la vía escrita podrían leerlas y entenderlas. Pero
¿Cómo es esto posible? Pues se debe a que el daño concretamente se aloja en la
conexión entre el léxico-auditivo y el sistema semántico de esa manera pueden
acceder al léxico y reconocer la palabra, pero no llegar al significado. Sin embargo,
pueden llegar al significado por otras vías como la visual dado que el sistema
semántico no está dañado, sólo está dañada la unión anteriormente descrita.

Tiempo ahora para abordar los trastornos de producción oral del lenguaje.

Al igual que los trastornos previos, los de producción oral también son variados y
responden a las lesiones concretas de estructuras o uniones entre estructuras. De
forma general, cuando un paciente tiene dificultad para encontrar las palabras, no
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siendo causa de problemas motores, hablamos del curso de una anomia. Ahora bien,
se pueden distinguir distintos tipos de anomias.

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Tema 9. Ideas clave
 Anomia semántica. Los pacientes no consiguen activar el significado.
Cualitativamente hablando se observa un discurso pobre, vacío de contenido, pero
también muestran problemas en la comprensión en especial en los términos
menos familiares.
Por tanto, el fallo generalizado en esta patología está en el acceso al significado,
no pudiendo llevar a cabo tareas de emparejamiento palabra-dibujo, definición-
palabra. La lesión se aloja en zonas temporales y frontotemporales del hemisferio
izquierdo, donde se encuentran las redes vinculadas a los conceptos.

 Anomia pura. Como bien explican Cuetos, Aguado y Caramazza, (2000) en este
caso la problemática está en la recuperación del nombre de los conceptos. Es
decir, saben lo que implica cada concepto, pero no encuentran la palabra concreta
para expresar. Sería un continuo «punta de lengua». Es por ello que,
cualitativamente hablando, se observan discursos con muchos circunloquios y uso
de términos genéricos («cosa», «comida»). Las palabras que se han adquirido más
tempranamente y que tienen un mayor uso, es decir alta frecuencia, son las que
menor afectación tienen. En este caso la ayuda inicial de la palabra suele ser
bastante útil para encontrar la palabra (por ejemplo, facilitar la «ca» cuando
intenta indicar que le acerquemos la «camisa»). Aquí la lesión suele enmarcarse
en el lóbulo temporal izquierdo.

 Anomia fonológica. Como su propio nombre indica, la dificultad estriba en


seleccionar los fonemas de la palabra, dado que pronunciarla correctamente es
esencial para poder llegar a una producción correcta. Así en estos casos los
pacientes cometen muchos errores de omisión (ej. «cuartel» por «cuatel»),
sustitución (ej. «chancla» por «chanta»), adicción («achicharrar» por
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«achincharrar»), etc. Llevando esto a que las palabras no estén correctamente


producidas.

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Tema 9. Ideas clave
Si bien a veces se puede entender cuando el error es simple, otras veces la
transformación es tan grave que la palabra que evocan no se parece a ninguna que
realmente exista, en estos casos hablamos de neologismos. En la anomia
fonológica la variable longitud es determinante en la correcta ejecución, lo cual es
lógico dado que, a mayor número de fonemas, mayor posibilidad de que se
cometa un error en alguno de ellos.

Como se indicó anteriormente las anomias no responden a trastornos motores, pero


la apraxia del habla sí. En esta patología el problema reside en la capacidad para
programar y llevar a cabo esas órdenes. No hay un problema en los músculos u
órganos articulatorios, si no que el problema reside en la ejecución de esas órdenes
motoras. Los errores que comenten en la producción no es porque se confundan,
sino porque la orden que se da para ejecutar esa producción falla. En este caso la
lesión que responde a esta patología se aloja en el lóbulo frontal izquierdo.

9.4. Trastornos del lenguaje escrito. Dislexias y


disgrafías

En este apartado en concreto nos vamos a centrar fundamentalmente en los


trastornos de lectura, denominados dislexias y también en los trastornos de escritura
denominados disgrafias. Para ambas patologías se pueden distinguir las de tipo
evolutivo y las de tipo adquirido. En el caso de las evolutivas, tanto dislexia como
disgrafia, suelen aparecer conjuntamente. Esto resulta entendible dado que los niños
con dificultades en el aprendizaje de la lectura también suelen cursar con dificultades
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ene al aprendizaje de la escritura, dado que en realidad se trata de la misma acción,


pero en sentido inverso (CGF-fonemas vs. fonemas-grafemas). Sin embargo, las
dislexias o disgrafias adquiridas pueden darse independientemente puesto que las
áreas cerebrales implicadas en lectura y escritura son diferentes y pueden por tanto
resultar dañadas de manera independiente.

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Tema 9. Ideas clave
La dislexia de tipo evolutivo tiene lugar cuando aparecen dificultades en el
aprendizaje de la lectura. Hay un pequeño porcentaje de niños (se calcula en torno al
3%) que tiene claras dificultades a la hora de aprender a leer sin que existan causas
que justifiquen esta dificultad. Incluso pueden ser niños que estén motivados por la
lectura, con un buen ambiente familiar para esta y que tengan una alta exigencia para
consigo mismos en los estudios en general. Pero estas dificultades como bien
muestran las técnicas de neuroimagen son debidas a ciertas alteraciones cerebrales.
Concretamente como indica Cuetos, González y De vega (2015) se ha visto que los
niños disléxicos tienen un menor volumen de sustancia gris en lóbulos temporales
(especialmente hemisferio izquierdo), pero, mucho más significativo en comparación
con niños controles (sin diagnóstico de dislexia), es que los niños disléxicos muestran
un menor volumen en las regiones occipitotemporales concretamente en el área de
la forma visual de las palabras, área fundamental para poder conseguir una lectura
fluida. También se observa una menor densidad en la sustancia blanca, que como es,
es fundamental para que se produzca una buena conexión de las diferentes áreas
corticales. Dadas estas deficiencias estructurales, tienen lugar las anomalías
funcionales que se pueden observar antes incluso de iniciar el aprendizaje de la
lectoescritura.

Las dislexias adquiridas siempre hacen referencia a la incapacidad o dificultad para


leer en personas que anteriormente al daño cerebral (p.ej., ictus, traumatismo,
enfermedades neurodegenerativas…etc) eran perfectamente capaces de desarrollar
esta capacidad lectora. Existen diversos tipos de dislexias adquiridas debido al
proceso específico que se haya visto comprometido. Por un lado, estaría las
periféricas que tienen lugar cuando la lesión afecta al sistema de análisis visual. Un
ejemplo de dislexia periférica sería la denominada Alexia Pura donde la característica
principal es la disminución muy significativa de la velocidad lectora, dado que el
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paciente hace una lectura letra a letra. Por otro lado, estarían las dislexias centrales
que se dan cuando la afectación se enmarca en los procesos específicos de la lectura,
es decir son capaces de identificar sin problemas las letras, pero hay dificultades a
niveles lingüísticos. Un ejemplo sería la Dislexia Superficial en donde hay un daño en
la ruta léxica de la lectura.

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Tema 9. Ideas clave
En estos casos los pacientes solamente pueden leer por la ruta de conversión
grafema-fonema y por ello tienen muchas dificultades en la lectura de palabras
irregulares o extranjerismos (p.ej, Vedette, Hollywood) dado que en estas no se
puede aplicar la conversión entre la forma escrita y el sonido. De igual manera
tendrán dificultad en la comprensión de palabras homófonas (p.ej. vaya-valla-baya)
dado que al acceder directamente al sonido y no pasar por el sistema semántico no
puede recuperar el significado exacto (p.ej. conjugación del verbo ir- cerca o vallado-
fruto comestible).

Las disgrafias adquiridas, por su parte, hacen referencia al trastorno en la escritura a


consecuencia de un daño cerebral en personas que previamente a dicha lesión no
tenían problemas a este nivel. Si bien son varias las clasificaciones que pueden
llevarse a cabo de las disgrafias adquiridas, podríamos por un lado diferenciar
igualmente entre disgrafias centrales (afectación del procesamiento léxico) y
disgrafias periféricas (afectación de componentes postléxicos y motores). Por otro
lado, de forma genérica como postulan González-Nosti y Herrera-Gómez (2019) se
pueden distinguir cuatro grandes tipos en función del proceso concreto que se vea
afectado:

 Dificultades en la planificación del texto.


 Dificultades para construir la estructura sintáctica.
 Dificultades léxicas.
 Dificultades motoras.

Concretamente cuando tiene lugar una lesión que daña los programas motores que
controlan la formación de las letras, estamos hablando de una disgrafia de tipo
puramente motor. Estos trastornos afectan únicamente a la escritura que se lleva a
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cabo a mano, pero no se vería comprometidas tareas como la escritura con teclado
o el deletreo verbal. No obstante, también debemos referenciar que puede aparecer
una disgrafia aferente, que implicaría que la dificultad concreta estaría en los
procesos perceptivos más que en los motores. Y es que algunos pacientes pueden
tener trastornos perceptivos que impidan la correcta coordinación visuomotora y por
ello su escritura se ve deformada
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Tema 9. Ideas clave
9.5. Trastornos semánticos

El sistema semántico, en sí mismo, hace referencia a los significados de objetos,


acciones o palabras, es decir aborda el conocimiento general que tenemos del mundo
que nos rodea. Es por esto que, los pacientes a este nivel mostrarán dificultad a la
hora de comprender el significado de las palabras independientemente de que este
se presente de forma oral o escrita. Pero también tendrán dificultad en la producción
tanto oral como escrita, puesto que el sistema semántico que es común para todas
las modalidades estará vació de contenidos. En trastornos más leves puede que las
dificultades se circunscriban solamente a conceptos menos familiares o bien a rasgos
específicos de algunos conceptos como por ejemplo afectando solo a algunas
categorías semánticas. A este respecto el clásico artículo de Warrington y Shallice
(1984) mostraba cómo algunos pacientes eran capaces de describir perfectamente
objetos inanimados (p.ej. una brújula) pero eran incapaces de dar información sobre
seres vivos (p.ej. un loro) y viceversa. Como indicaban Caramazza y Shelton (1998) es
comprensible que pueda haber esta disociación puesto que la organización de
conceptos en categorías facilita en si mismo la percepción del mundo y con ello la
supervivencia.

Una de las patologías donde más notable es el trastorno semántico (si bien podríamos
también enmarcarla en el apartado de enfermedades neurodegenerativas que
abordaremos más adelante) desde el inicio de la enfermedad, mientras que el resto
de las capacidades cognitivas y lingüísticas se conservan preservadas, es la demencia
considerada una enfermedad neurodegenerativa. El motivo principal de esta
diferenciación es que la atrofia que produce esta patología se ciñe a la zona anterior
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de los dos lóbulos temporales. Como Mummery y cols. (2000) apuntan, esta atrofia
cortical concreta guarda una alta correlación con el trastorno semántico. No obstante
lesiones en zonas temporoparierales y prefrontal inferior izquierda también
connotan déficit a nivel de conceptos similares a las que cursan los pacientes con
demencia semántica.

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Tema 9. Ideas clave
Concretamente, como indican Cuetos, Gonzalez y de Vega (2015), dada la atrofia
cerebral a nivel de lóbulos temporales cursan como se ha dicho los pacientes con
diagnóstico de demencia semántica, estos van perdiendo primero los conceptos más
lejanos hasta que llegan a perder los que tienen una mayor familiaridad para ellos.
Por ello, independientemente de la tarea con que se evalúe (oral, escrita, producción,
comprensión…) no pueden procesar correctamente la información, aunque se den
ayudas como claves fonológicas (por ejemplo. empieza por) dado que ya «no
disponen» de la información. En comparativa con pacientes afásicos, estos sí que
cuentan con los conceptos, aunque no consigan acceder a ellos- De ahí, que en
pacientes afásicos sí que el tipo de tarea variará la ejecución y también pueden llegar
a beneficiarse de ayudas para llegar al concepto.

9.6. Trastornos en la oración y en el discurso

Hasta este punto los trastornos que se han expresado en su práctica totalidad hacían
referencia a dificultades para comprender, leer, escribir, palabras únicas. Pero en
ocasiones las dificultades de los pacientes no solamente se enmarcan en la «gestión»
de las palabras, si no en la comprensión o en la formación de oraciones.

Uno de estos trastornos es denominado agramatismo. En este caso los pacientes,


normalmente con lesión en el área de Broca o zonas próximas a esta estructura, no
son capaces ni de comprender ni de producir oraciones que son complejas. A veces,
la dificultad puede residir solo en la comprensión y otras en la producción. Por lo
general estas dificultades en la comprensión tienen lugar ante oraciones que no
siguen el orden estructural más «habitual» es decir nombre-verbo-nombre, como
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sucede por ejemplo en oraciones pasivas o subordinadas. Cuando las dificultades se


enmarcan más en la producción, suelen aparecer discursos sin palabras funcionales
como preposiciones o pronombres lo que lleva a discursos muy telegráficos con
oraciones muy cortas y estructuras muy simples.

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Tema 9. Ideas clave
Cuando hablamos de las dificultades en el discurso, las lesiones suelen circunscribirse
principalmente en el hemisferio derecho. En este tipo de pacientes, rara vez aparecen
afasias, alteraciones fonológicas, léxicas, semánticas, o en la fluidez, etc. Las
dificultades a este nivel son más sutiles, pero no por ello igual o más limitantes. Estas
dificultades aparecen tanto en la comprensión como en la producción de textos,
conversaciones, relatos complejos, etc. Concretamente algunas dificultades a este
nivel serían:

 Dificultades a la hora de entender el tema principal de un discurso o conversación.


Esta dificultad sobre todo tiene lugar dado que los pacientes tienden a
concentrarse en los detalles del discurso y no a su significado global.

 Dificultades en las inferencias. Esto es, ser capaz de incluir información que no se
está indicando de forma exprofeso en el mensaje, si no que la debemos inferir en
base al mensaje que está llegando.

 Dificultad en la interpretación relativa a estados emocionales del interlocutor. Por


ejemplo, ser capaz de interpretar que la intención del discurso es una sátira o un
sarcasmo.

 Dificultad en la prosodia. Esto es, en el ritmo del discurso, lo cual dificulta inferir
por ejemplo si se ha finalizado o no el discurso, si el interlocutor está prestando
especial énfasis en algún punto del discurso, etc.

 Dificultad en el lenguaje indirecto. Dificultad clara en la interpretación de dobles


sentidos, metáforas, es decir en toda información que para comprenderla no ha
de ser adquirida desde la literalidad.
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Tema 9. Ideas clave
9.7. Trastornos en el lenguaje por enfermedades
neurodegenerativas

Si bien existen lamentablemente muchos tipos de enfermedades


neurodegenerativas, en este apartado nos centraremos en la Enfermedad de
Alzheimer, Parkinson y demencias Frontotemporales y, de forma exclusiva,
valoraremos los déficits que a nivel de lenguaje suelen cursar en dichas patologías.

Enfermedad de Alzheimer

En primer lugar, destacamos los problemas en la comprensión que se circunscriben


a la dificultad para poder comprender o seguir el hilo argumental de un discurso. A
medida que el discurso es más complejo, tanto en estructura como en longitud o
terminología, la dificultad a nivel de comprensión también se ve incrementada.
Igualmente, las dificultades no solamente aparecen en el discurso u oraciones, sino
también en la comprensión de aquellas palabras, sobre todo en un inicio, que tienen
una menor frecuencia de uso.

Pero también los problemas en la producción aparecen y, concretamente muy


temprano, los problemas anómicos. De ahí que sea frecuente observar situaciones
de «punta de lengua» o circunloquios para hacerse entender.

Dadas estas dificultades, es habitual que aquellas personas que solían tener el hábito
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instaurado de la lectura o de la escritura, reduzcan la frecuencia de dichas


actividades, dado que la dificultad en dichas actividades cada vez se incrementa más.
Con respecto a la escritura, suele ser muy habitual la aparición de faltas de ortografía,
incluso en aquellas personas que eran muy pulcras y minuciosas al respecto.

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Tema 9. Ideas clave
Pero también empiezan a mezclar las letras en mayúscula y minúscula incluso dentro
de la escritura de la misma palabra, respondiendo esta dificultad principalmente a la
ejecución correcta de los programas motores.

Enfermedad de Parkinson

Si bien algunos autores consideran que las dificultades de lenguaje en esta patología
responden principalmente a los déficits a nivel ejecutivo, claramente alterado en esta
patología, lo cierto es que a nivel de lenguaje sí aparecen dificultades. Concretamente
se observan dificultades en la comprensión de oraciones, de metáforas, o en la
realización de inferencias. Pero también aparecen dificultades en la fluidez verbal o
en la capacidad de denominación especialmente de acciones (como ya se referenció
en temas previos).

Demencia frontotemporal

En esta demencia, cabe distinguir en primer lugar la variante conductual que tiene
lugar cuando la atrofia inicia en la zona frontal y, la variante de afasia progresiva
primaria, que tiene lugar por la afectación de la zona perisilviana entre los lóbulos
frontal y temporal. En nuestro caso, claramente nos interesa ver las dificultades que
aparecen en la variante de Afasia Progresiva Primaria. Pues bien, a su vez podemos
distinguir dos tipos:

 No fluente. De inicio en la región perisilviana anterior. En este caso se observa un


habla poco fluida, con muchos errores fonológicos, articulatorios y un claro
agramatismo. Sin embargo, la comprensión está preservada.
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 Fluente o Demencia semántica (referida en el apartado de trastornos


semánticos). De inicio en el lóbulo temporal anterior. Los déficits aparecen en la
comprensión de información conceptual, teniendo dificultad también en la
denominación o dibujo de dichas palabras, con curso también de circunloquios.
No problema fonológico o sintáctico.

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Tema 9. Ideas clave
9.8. Referencias bibliográficas

Caramazza, A. y Shelton, J.R. (1998). Domain specific knowledge systems in the brain:
the animate-inanimate distinction. Journal of Cognitive Neuroscience, 10, 1-34.

Cuetos, F. (2002). Psicología de la lectura. Diagnóstico y tratamiento de los trastornos


de la lectura. Madrid: Escuela Española.

Cuetos, F., Aguado, G., y Caramazza, A. (2000). Disociation of semantic and


phonological errors in naming. Brain and Language, 75, 451-460.

Cuetos, F., González, J. y De Vega, M. (2015). Psicología del lenguaje. Trastornos del
lenguaje. Madrid: Panamericana.

Gallego, J. L. (2000). Dificultades de articulación en el lenguaje infantil. Málaga: Aljibe.

González, J. A. y Núñez, J. C. (1998). Dificultades del aprendizaje escolar. Madrid:


Pirámide.

Gonzalez-Nosti, M. y Herrera-Gómez, E. (2019). Evaluación neuropsicológica del


lenguaje. Evaluación de la producción escrita. Madrid: Síntesis.

Mummery, C.J., Patterson, K., Price, C.J., Ashburner, J., Frackowiak, R.S.J., y Hodges,
J.R. (2000). A voxel-besed morphometry study of semantic dementia: Relationship
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

between temporal lobe atrophy and semantic memory. Ann Neurol; 47, 36-45

Ortiz, R. (2004). Manual de dificultades de aprendizaje. Madrid: Pirámide.

Warrington, E.K. y Shallice, T. (1984). Category specific semantic impairments. Brain,


107, 829-859.
Psicología del Lenguaje
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Tema 9. Ideas clave
A fondo
Implicaciones para la evaluación e intervención educativa de la escritura

En esta clase nos centraremos en los módulos que entrañan la explicación de la


escritura: el módulo motor, el módulo léxico, el módulo sintáctico y el módulo de
planificación.

Estrategia para evaluar e intervenir en las dificultades de aprendizaje académicas


en el trastorno de déficit de atención con/sin hiperactividad

Guzmán, R. y Hernández, I. (2005). Estrategias para evaluar e intervenir en las dificultades


de aprendizaje académicas en el trastorno de déficit de atención con/sin hiperactividad.
Revista Qurriculum, 18, 147-174. Recuperado de
https://www.fundacioncadah.org/j289eghfd7511986_uploads/20120607_f4NhR5UaM
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ENXU2ceOOr1_0.pdf

En este artículo se analiza las áreas del lenguaje más deterioradas en los alumnos con
déficit de atención.

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Tema 9. A fondo
Test
1. Cuando se da una lectura letra a letra lo cual enlentece la velocidad lectora de
forma significativa estamos hablando de:
A. Alexia Pura.
B. Disgrafia evolutiva.
C. Disfasia anómica.
D. Alexia sintáctica.

2. ¿Cuál de estos trastornos no corresponden a la producción oral?


A. Anomia fonológica
B. Sordera verbal pura
C. Anomia pura
D. Ninguna de las anteriores

3. ¿A cuál de las siguientes patologías corresponde esta definición «El paciente


identifica fonemas, pero no reconoce las palabras, ¿no siendo incluso capaz de
saber si una palabra es real o inventada»?
A. Sordera verbal pura.
B. Sordera para la forma de la palabra.
C. Sordera para el significado de las palabras.
D. Sordera mixta.

4. ¿Qué demencia puede subcategorizarse como fluente o no fluente?


A. Alzheimer.
B. Parkinson.
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C. Frontotemporal.
D. Huntington.

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Tema 9. Test
5. Un paciente que solamente es capaz de leer por la ruta de conversión grafema-
fonema tendrá dificultad en la lectura de:
A. Extranjerismos.
B. Palabras homófonas.
C. Palabras irregulares.
D. En todas las anteriores.

6. Las disgrafias aferentes implican:


A. Dificultad en los procesos perceptivos más que en los motores.
B. Dificultad en los procesos motores más que en los perceptivos.
C. Compromiso en el deletreo verbal.
D. Una correcta escritura, pero una mala coordinación visomotora.
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Tema 9. Test

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