Etapas necesarias para la convocatoria de un tribunal:
A. Denuncia de la convención Colectiva, y la correspondiente
presentación del pliego de peticiones por parte del sindicato.
B. Etapa de arreglo directo: si no se resuelve el conflicto o se llega
a un acuerdo de carácter total, se puede tomar la opción de declaración de huelga o la del tribunal de arbitramento.
C. Si se da la opción del tribunal, el Ministerio de Trabajo ordena
la constitución del mismo y se designan dos árbitros (uno por la empresa) y otro por el sindicato), quienes a su vez, se encargan de nombrar al tercer árbitro.
D. Si no hay acuerdo en el tercer árbitro, el Ministerio lo elige,
acto seguido, se declara integrado el tribunal (Resolución 180 del 13 de Febrero de 2012 establece la escogencia cada dos años por la Corte Suprema de Justicia de un listado de 200 abogados especializados en Derecho laboral que podrán ser designados como árbitros).
PRINCIPALES CRÍTICAS:
Peligro de imparcialidad: Lo normal es que los árbitros
nombrados por la empresa y por el sindicato estén comprometidos con la parte que los designó, razón por la cual no fungirían como árbitros neutrales, sino más bien como delegados de cada parte. Imparcialidad en la escogencia del tercer arbitro: Puesto que la decisión del conflicto quedaría en manos de este, se critica la idea de que su decisión dependa de su tendencia ideológica y de sus propios criterios dado que el tribunal falla en equidad. Los árbitros son transitorios: Significa que estos pueden prestar sus servicios, pero deben seguir desarrollando sus actividades normales, lo que hace muy difícil asistir a todas las sesiones del tribunal. LAUDO ARBITRAL
El arbitraje es un mecanismo por medio del cual las partes
involucradas en un conflicto de carácter transigible, defieren su solución a un tribunal arbitral, el cual queda transitoriamente investido de la facultad de administrar justicia, profiriendo una decisión denominada laudo arbitral.
Por lo general, las partes en conflicto firman un acuerdo antes de
acudir a la mediación del árbitro a través del cual se comprometen a aceptar y acatar el laudo que se proponga como resolución del conflicto.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL LAUDO ARBITRAL
Es vinculante y obligatorio.
Quien asume el rol de árbitro tiene pleno ejercicio de lo referente
a la jurisdicción, aunque esto sólo sea válido temporalmente (su poder empieza al aceptar su cargo y termina una vez que plasma su decisión final en el propio laudo).
El laudo sólo puede contener las cuestiones directamente
relacionadas con la controversia a tratar por el árbitro, un límite similar al que se debe respetar en una corte, ante un juez.
Con respecto al último punto, es importante tener en cuenta que si se
ponen en disputa o se tratan de alguna manera ciertos puntos que no se encuentren dentro del marco de la controversia que da lugar al arbitraje, entonces éste debe ser necesariamente anulado.
La decisión final de un árbitro debe ser fundamentada; es necesario
que las razones y motivaciones que llevan a la confección del laudo puedan ser dispuestas como piezas lógicas que expliquen y apoyen la decisión sin posibilidad de dobles interpretaciones y sin dar lugar a la sospecha de una actitud de tipo favoritista. Las dos partes del litigio deben ver en el laudo una decisión acertada y respetable, que se apoye en la justicia y que busque una solución transparente, basada en la equidad.