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UNIDAD 2

LA EMPRESA. LA UNIFICACIÓN EN EL CCYCN.

1. LA NUEVA DOGMATICA CIVIL Y COMERCIAL:


El Código de Comercio fue derogado y el nuevo Código Civil y Comercial no regula ni al comerciante ni a los
actos de comercio, no hay más registro público “de comercio” ni sociedades “comerciales”, ni el nuevo Código
tiene un capítulo especial para el derecho comercial, para el empresario ni para la empresa. Ello crea la
apariencia de que el nuevo Código Civil y Comercial, no mantendría al “derecho comercial” como categoría
diferenciada del “derecho civil”, con sus propias normas delimitativas y normas preceptivas, sino que prevería
una misma regulación en materia de obligaciones y contratos para todas las personas humanas y para todas las
personas jurídicas sin atender a la índole de sus actividades u operaciones. Tal situación sería contraria a la
directiva constitucional que exige una legislación diferenciada entre la materia civil y la comercial, sea en textos
separados o unificados (art. 75 inc.12 de la C.N.).
Sin embargo, a nuestro juicio, la realidad es totalmente distinta. Es que, como ya hemos tenido ocasión de
señalar2 el Derecho Comercial subsiste en el nuevo Código con soluciones similares a las anteriores pero bajo
otros presupuestos, a saber:
-El “comerciante” fue reemplazado por el “empresario” (o el cuasi empresario).
-El “acto de comercio” fue desplazado por la “actividad económica organizada”.
-El nuevo eje del derecho comercial es “la empresa”, sin la cual no hay sociedad, y cuya continuación se procura
mediante los mecanismos de tolerancia de la unipersonalidad sobreviniente, efecto no liquidatorio de las
nulidades y posibilidad de reactivación societaria si existe viabilidad económica y social de la subsistencia de la
actividad (art.100 LGS).
-El derecho mercantil se expande en tanto:
 a) En los contratos unificados, la regla es aplicar la solución comercial y la excepción la solución civil,
invirtiéndose el sistema anterior, con lo cual se “comercializa” al derecho civil aplicando soluciones mercantiles
específicas tendientes a la celeridad de los negocios, la seguridad y la limitación de riesgos.
 b) Se expanden las posibilidades del “arbitraje”, la obligación de rendición de cuentas y la representación
negocial, que son instituciones mercantiles típicas.
 c) La exigencia de contabilidad obligatoria, propia del derecho mercantil, se extiende a otros sujetos sin fin de
lucro y donde no existe recurrencia habitual al crédito.
 d) La exigencia de registración mercantil, se extiende a las asociaciones civiles.
 -El Derecho mercantil se mantiene incólumne en las leyes complementarias del código de comercio que
continúan como leyes complementarias del Código Civil y Comercial de la Nación, entre las que se cuenta la ley
de concursos y quiebras que solo registra un impacto indirecto.
En definitiva, la materia comercial subsiste y se expande en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, aun
cuando sin una clara definición conceptual, lo que exige un esfuerzo especial del intérprete.

Concepto económico de empresa:


El Diccionario de la Real Academia española define al vocablo “empresa” de distintas maneras, de las cuales se
señalar aquella que dice: “Entidad integrada por el capital y el trabajo, como factores de la producción y
dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos y con la
consiguiente responsabilidad”. Esta acepción se refiere al criterio económico.
En economía, el perfil de la empresa toma en cuenta que se trata de una unidad económica, administrativa y
contable. Todo ello se logra mediante una organización de bienes o servicios para la producción o el
intercambio de bienes o servicios. Generalmente se persigue un fin económico, especulativo o de lucro. Es en el
siglo XIX cuando la empresa comienza a presentarse como un fenómeno real frente al orden jurídico y, a partir
de la idea económica, aparece la organización empresarial en el derecho. Así, podrá haber una empresa estatal,
una empresa civil, una mercantil.
Legislación en Argentina: En nuestra legislación, la noción de empresa se presenta, no como unidad, sino en
posición parcial y sugerente de ciertas modalidades y de ciertos efectos jurídicos. Sin embargo, la empresa no
tiene ningún concepto jurídico en nuestro derecho, no hay un concepto específico univoco de empresa pero si
hay distintas ramas que hacen referencia a la empresa:
+ La tradicional regla que menciona a la empresa en el derecho comercial se encontraba en el art. 8, inc 5, del
Código de Comercio ya derogado: Art. 8 “la ley declara actos de comercio en general: …Inc 5: Las empresas de
fábrica, comisiones, mandatos comerciales, depósitos, o transportes de mercaderías o personas por agua o por
tierra”.
Vemos que hace una referencia a la empresa, la empresa en sentido general podemos decir que tiene
determinados elementos que la define, que son propios de la empresa, tenemos la Organización,
primordialmente, que es una característica elemental de la empresa, a los fines de la producción e intercambio
de bienes y servicios. Esa empresa por lo general está liderada por un empresario ( acá vamos a aclarar esta
evolución del concepto de acto de comercio, de comerciante de esta área, hay como una evolución de estos
conceptos hasta llegar hoy a la noción de empresa. ¿Por qué? Porque el comerciante al que hace referencia el
código en los distintos artículos, no es el empresarios de hoy, hay una evolución del concepto de comerciante,
hay una evolución del concepto de acto de comercio que va a finalizar en lo que actualmente conocemos como
una empresa, una empresa es una noción mucho más abarcativa de la noción de comerciante de la noción de
actos de comercio, porque la noción de comerciante tiene un tinte subjetivo, hace referencia a la persona,
mientras que nosotros al hablar de empresa estamos haciendo referencia a algo más que a la persona, una
persona que organiza bienes y servicios con fines de lucro) Entonces este elemento de la organización es muy
importante y es el elemento que va a facilitar esta evolución que mencionamos, desde comerciante hasta la
empresa, por eso es que Echeverri, en uno de los puntos habla de la profesionalidad a la organización, de la
perfeccionalidad del comerciante, este comerciante aludido en el código de comercio que se caracterizaba por
su profesionalidad, era lo más destacado del comerciante, pero hoy ya ese concepto de comerciante ha sido
superado por el concepto de empresa, por la evolución propia del derecho comercial y podemos hablar que la
empresa se caracteriza por la organización. Esto es a lo que hace referencia Echeverri en este párrafo “de la
profesionalidad a la organización”, de la profesionalidad del comerciante a este concepto más abarcativo que es
la organización de la empresa.
+ En el derecho laboral se define a la empresa pero haciendo referencia a los fines que tiene en esa materia
laboral la empresa que la encontramos en el artículo 5 de la Ley de Contratos de Trabajo: “A los fines de esta
ley (en la primera parte de la definición de empresa el articulo aclara a los fines de esta ley, de la ley de
contratos de trabajo, vemos entonces que se confirma esto de que no hay un concepto totalizador de la
empresa) se entiende como empresa la organización instrumental de medios personales, materiales e
inmateriales, ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos.” Esta es una noción
que la ley de contratos de trabajo nos da de la empresa. Etcheverry agrega su opinión explicando que esta
definición se enfoca solo desde el punto de vista del factor trabajo, buscando el mejor desarrollo de los
derechos que reconoce esta rama a todos los asalariados. Por ello es inaplicable a una concepción jurídica
general de empresa mercantil; la ley misma lo indica, cuando dice “a los fines de esta ley”, pero, aun desde el
punto de vista laboral, esta conceptuación es deficiente.
+En la Constitución Nacional, el art 14 bis consagra el derecho de participación de los trabajadores en las
ganancias de las empresas con control de la producción y colaboración en la dirección. En este artículo, no está
definiendo a la empresa, simplemente hace referencia al derecho de la participación del trabajador en las
ganancias y pérdidas de la empresa.
+La ley de sociedades comerciales 19.550 lleva consigo, en el art. 1°, la noción de empresa. El texto es el
siguiente: "Habrá sociedad comercial cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a uno de los
tipos previstos en esta ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de
bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas". Pero aquí la ley ha pretendido
definir la sociedad, no la empresa, como lo reconocen diversos autores, sirviendo la mención únicamente para
categorizar la organización que debe poseer toda sociedad, empleando un criterio económico, no jurídico,
mediante este elemento de la organización con la finalidad de la producción de bienes y servicios.
+Para terminar estas referencias diremos que aparentemente la empresa podría aparecer subjetivizada en la
reforma de la ley de sociedades por la ley 22.903, de 1983, al regularse los contratos de colaboración
empresaria. En los arts. 367 y 377 se mencionan dos clases de sujetos: las sociedades y los empresarios
individua les. Pero esta mención no legisla sobre la empresa como sujeto ni como objeto, sino que alude al
empresario individual, que no es otro que el que nuestro viejo Código llamó "comerciante".
No hay posibilidad, pues, de admitir que se haya legislado en forma directa algún concepto moderno y dinámico
de empresa. Sin embargo, podemos concluir que un concepto económico aproximado de empresa hace
referencia a una actividad desplegada por el empresario con el fin de producir o intercambiar bienes y
servicios. En el concepto de empresa se pone énfasis en la finalidad de lucro que tiene la empresa: actividad
organizada destinada a la producción o intercambio de bienes y servicios.
Concepto jurídico: la empresa es este quid inmaterial y algo abstracto consistente en la actividad de
organización. Junto a ella se encuentra lo que modernamente se denomina “la hacienda”, que es el conjunto de
los bienes organizados para explotación de la empresa. Está constituido por cosas corporales (dinero,
mercaderías, local o establecimiento, instalaciones) derechos (nombre comercial, enseña, marcas de fábrica,
patentes de invención) créditos y deudas, y las relaciones jurídicas de diverso orden constituidas con el
personal y la clientela, y esa especial aptitud de la hacienda para producir utilidades, conocidas con el nombre
de avivamiento.
El C. de Comercio se ocupa no tanto de regular el fenómeno económico de la empresa como de disciplinar la
actividad del sujeto empresario y la entidad jurídica hacienda que va anexa a aquella actividad. Pero de todos
modos interesa señalar que toda esa actividad compleja de organización es considerada comercio. Según tal
concepción, la noción jurídica de empresa es más amplia que comprende os actos de empresa aislados que no
crean ningún organismo productivo y en cuanto no abarca ciertos organismos productivos que no realizan
actividades de intermediación con fines especulativos.

Teoría de la Empresa. Justificación económica.


Doctrina Argentina: Siriburu: Planteándose el significado de la palabra empresa, trata de localizarlo
acercándose a la ciencia económica y recordando los tres factores de la producción, naturaleza, capital y
trabajo, que organizados forman el concepto. Recuerda también que no hay organización sin un pensamiento
director, que señala a cada elemento la función que ha de cumplir: es el empresario, persona que preside y
ordena los factores de la producción. A ello le agrega las ideas de riesgo y retribución incierta, directamente
vinculadas al empresario.
Garósubjetiviza la noción de empresa, distinguiendo las industriales de las comerciales. Dice que desde el punto
de vista económico hay que entender por empresa, en general, toda entidad que reúna en su seno un conjunto
de bienes utilizados por su dueño, quien también, por lo común, la dirige, persiguiendo una finalidad
económica.
Satanowsky un concepto jurídico de la empresa: es actividad del comerciante o de sociedades anónimas o de
responsabilidad limitada. Para él, el art. 8°, inc. 5° del viejo código, incluye un concepto económico de empresa.
Zavala Rodríguez dice que el concepto de empresa ha sufrido una transformación total en los últimos años.
Según la nueva orientación, la empresa no representa un aspecto parcial o aislado del derecho comercial, sino
que atañe a su esencia y a la profesión de comerciante. Afirma el jurista que con el concepto de empresa se
subjetiviza nuevamente el derecho mercantil, como en sus comienzos, y cita a Pinzi: el comercio, en su esencia
actual, es algo distinto de la función intermediaria: es un fenómeno de organización. El comercio no es
solamente el intercambio; es la organización para realizar ese intercambio. No hay verdadero comercio donde
falte la empresa.
Halperin la noción de empresa como "la organización de bienes y servicios para la producción de bienes y
servicios", y vincula el concepto al art. 1° de la ley 19.550; rechaza las teorías del patrimonio de afectación, de la
institución y otras subjetivistas. Parece admitir, en cierto modo, que la empresa es un objeto de derecho.
Fontanarrosa, es "ese quid inmaterial y algo abstracto consistente en la actividad de organización". Junto a ella
está el término de "hacienda", que es el conjunto de bienes organizados para la explotación de la empresa
(cosas corporales, derechos, créditos, deudas y relaciones jurídicas de diverso orden).
Para Zaldívar, la empresa es una universalidad institucional, es decir, una creación opuesta a la contractual,
formada por una serie de elementos, algunos de los cuales escapan al control de las partes; la actividad de todos
estos elementos, más que tender a la utilidad del propietario de la empresa, procura el beneficio de la
colectividad.

La estructura básica de la empresa y un análisis contractual de la misma:


De acuerdo con lo que llevamos dicho, la noción de empresa no se puede considerar acogida por nuestro
derecho, ni en su aspecto subjetivo ni en su enfoque objetivo (teorías que están en el punto 2).
Dada la circunstancia que un comerciante o industrial piense en la explotación de una actividad
organizadamente, con un fin de lucro o económico, es posible utilizar la noción de empresa, pero sólo en un
sentido que indique cierta comodidad verbal o una mera simplificación de ideas de uso corriente.
Dice Herschel, citado por Brunetti, que "si la empresa pertenece a una sociedad comercial, se cometerá, con
frecuencia, el error de designar la sociedad por empresa. Esta práctica es inexacta. Del mismo modo que una
persona física no puede ser una empresa sino un empresario, puede decirse que en las sociedades mercantiles
la persona jurídica es simplemente empresaria, y, como tal, titular de la empresa, o sea, la propia empresa".
La noción de empresa se torna vaga, porque está fundada sobre diversas acepciones que indican a su vez otras
tantas realidades distintas; a esto hay que agregarle los criterios, cargados de subjetividad, que también añaden
otros matices al concepto. Por ello, distinguese la empresa, la que a su vez puede ser económica o no, pública o
privada, con o sin estructura que la acompañe.
En nuestro derecho no es posible aceptar que la empresa responda a una norma o a un sistema íntegro de
normas.
Opina Ascarelli que a partir de la noción económica debe darse la elaboración doctrinaria; sólo después surgiría
la regulación jurídica integral.
A partir del criterio económico (no interesa la visión de una posible empresa no económica a los fines de esta
obra), veremos la manifestación material de esta unidad organizada de producción de bienes o servicios o
intercambio de los primeros, respecto del orden jurídico argentino.
Es útil recordar que para la concepción subjetivista, de la que participan Mossa, Garriguus (aunque hubo
algunos cambios en su opinión), y en nuestro medio Zavala Rodríguez, Iturraspe y, aunque con variantes,
Varangot, el empresario estará siempre "dentro" de la empresa, o se confundirá con ella, lo cual la hace "sujeto".
En cambio, en el criterio objetivo el empresario es el sujeto y la empresa el objeto complejo que aquel organiza,
controla y dinamiza.
Siempre a partir de la definición económica podemos estudiar las manifestaciones jurídicas de la empresa en
sus grandes rasgos y principales enfoques. Dentro del esquema damos también un lugar al empresario, aunque
la empresa, encarada con visión objetiva, no podría darle cabida como integrante de ella.
En el siguiente cuadro provisional de trabajo, se expone
no solamente la noción espacial, sino también la noción
temporal: La "organización dinámica" que va hacia el
"fin", expresa el accionar constante, el movimiento, de
la empresa.
El trazo que encierra los elementos de la empresa,
expresa la organización y la complejidad de la
combinación de los factores de la producción. El objeto
de la empresa económica será intermediar en bienes
(Comercio, producirlos (industria) o realizar una
tercera actividad distinta de las anteriores, que es la
prestación de servicios; es decir, respecto del servicio no puede haber producción ni intermediación. El servicio
se presta.
El fin distinguirá la empresa existente en diversas ramas del derecho. El empresario podrá estar parcialmente
"dentro" del círculo de la empresa (objetivamente señalada), si presta un trabajo adicional concreto, además de
su labor empresarial. Pero en la concepción objetiva y al ser él mismo sujeto de derecho, siempre estará fuera
de la empresa, como titular de ella: el empresario es propietario, titular de dominio de la empresa.

2. TEORÍAS SOBRE LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA EMPRESA:


A. Teoría Subjetiva:
La empresa como persona jurídica: subjetivizan el concepto de empresa, adjudicándole la facultad de adquirir
derechos y contraer obligaciones. Así, el empresario sería la figura principal del factor trabajo, pero la
personalidad se atribuiría al ente, que trascendería a las personas que la integran (aun a los fundadores o los
propietarios jurídicos del activo, etcétera).
En el lenguaje común es a veces normal decir "las obligaciones de la empresa", "demanda contra la empresa",
"trabajar para una empresa", forma de expresarse que no es ajena a algunas leyes.
Crítica: como bien lo hace notar Le Pera, esta concepción subjetivista de la empresa no es clara en los autores y
parece referirse al patrimonio afectado a los fines de la empresa o fondo de comercio; el mismo autor señala las
grandes dificultades y poca acogida que tendría el intento de convertir en ley positiva esta concepción.
Como patrimonio autónomo: doctrina soviética: persona jurídica tipificada como aquella organización que
posee un patrimonio separado con facultad para adquirir derechos patrimoniales y derechos personales no
patrimoniales y asumir obligaciones, como actuar e juicio, rigiendo la norma general, la reciproca
irresponsabilidad del estado y de las propias organizaciones económicas
Como institución: Surgió en Francia. La doctrina la define como un organismo dotado de propósitos y de medios
de acciones superiores en poder y en duración a aquellos de los individuos que lo componen. Para esta teoría la
empresa tiene un interés autónomo institucional.
Echeverry expresa que todas las concepciones subjetivas son inaplicables en nuestro derecho porque no existe
un sujeto jurídico identificable como empresa. Ni el Código Civil se enumera a la empresa como sujeto, ni existe
alguna otra ley especial que, delimitando a un sujeto "empresa", le otorgue capacidad para adquirir derechos o
contraer obligaciones.
B. Teoría objetiva:
Empresa como unidad económica: La empresa, objetivamente considerada, se caracteriza por un conjunto
patrimonial de bienes cuya titularidad o propiedad pertenece a una o más personas. Es el empresario o el
titular de la empresa quien contrata o realiza en general diversos actos jurídicos de administración y
disposición sobre la empresa, sea en su totalidad o en partes de ella (p.ej., alquila toda la explotación a un
tercero, vende una maquinaria por obsoleta, etcétera).
La empresa, así objetivada, tendrá como organizador al empresario, que será su titular y quien asumirá el
riesgo propio de la actividad empresarial. Sin ésta, que es propia del empresario, la empresa sería un conjunto
de bienes estáticos, sin acción ni vida (este concepto se asemeja al que después propugna Halperin para “fondo
de comercio”)
Empresa como organización: es un concepto dinámico, que sostiene que el elemento fundamental de la
empresa es su organización, o sea, el ordenamiento de los factores reales y personales que la constituyen.
Considera la empresa como una organización de elementos destinada a un fin, que es la producción y
distribución de bienes y servicios. Esta teoría se diferencia de aquellas que perciben a la empresa como una
simple aglomeración de elementos estáticos. No hace énfasis en el sujeto del derecho sino en los bienes que
constituyen la empresa. Es decir, una empresa podrá realizar su actividad a través de uno o más
establecimientos de comercio. Se entiende por establecimiento el conjunto de bienes organizados por el
empresario para realizar los fines de la empresa.
Echeverry tampoco comparte esta postura porque dice que no hay una noción jurídica univoca de empresa , ya
que no es solo un conjunto de bienes patrimoniales (materiales e inmateriales) sino que comprende otros
elementos.
C. Teoría atomista:
La empresa, para Echeverri, no es una categoría jurídica. No ha sido recibida como tal por el ordenamiento. Se
critica esta concepción, llamándola "atomista", porque cada elemento de la empresa estaría regido por la ley
que le es propia; y esto, en nuestro derecho, es así, dado que la empresa no es sujeto, ni objeto, ni puede
asimilarse al concepto jurídico de actividad.
Si la empresa posee bienes registrables, trabajadores, impuestos que pagar, inmuebles, derechos inmateriales,
cada categoría deberá regirse jurídicamente por el régimen legal que corresponda.
La única unidad -muy relativa- está dada por la ley de transferencia de fondos de comercio, que sólo establece
un procedimiento especial en casos específicos. En el conjunto que la economía política denomina "empresa",
hay bienes, derechos y hasta personas: el empresario y todos los trabajadores de la empresa.
La empresa no es tampoco una universalidad de derecho ni de hecho, posición esta última que no dice mucho
en términos jurídicos, porque en su complejidad no podrían incluirse, por ejemplo, los derechos o el factor
humano.
Tampoco es aceptable la posición de Rosario Nicoló, que estima que la empresa es una categoría nueva: el
derecho que se ejerce sobre una pluralidad de elementos organizados para la producción de bienes o servicios.
Y es así porque el orden jurídico no ha unificado la noción de empresa, no le ha dado cabida aún como
concepción de derecho nuevo y particular. Echeverry se añade a esta postura.
D. Unitaristas:
• Universalidad de hecho: ven a la empresa como el conjunto de bienes que conforman.
• Universalidad de derecho: la universalidad comprende bienes muebles inmuebles, corporales e incorporales,
cosas y relaciones jurídicas unidas por la capacidad de creación del titular de tales bienes y derechos.
• Sui generis: no se asemeja a nada, resulta de un una situación de factor provocada por la Voluntad del hombre.

Algunas proyecciones de las distintas teorías de la empresa


Pese a que Etcheverry ha adoptado la opinión negatoria, cree una obligación de honestidad intelectual, señalar
que no parece haberse logrado consenso alguno sobre la empresa.
La doctrina en general coincide en que hay una empresa, definible en el plano económico; así: la "unidad de
producción" o la "unidad intermediadora o productora de bienes y servicios". Ésta es una realidad comprobable
dentro del campo económico.
No se puede afirmar que las posiciones atomista, objetivista o subjetivista, tienen, alguna de ellas, mayoría
suficiente para imponer criterio. También han fracasado nuevas vías de reforma, que ven a la empresa como
comunidad de intereses.
La empresa es un concepto económico, extrajurídico. Es en realidad, una noción económico-política. Sólo
adquiere significación jurídica el concepto de empresario (individual o colectiva), o ciertos aspectos o perfiles
de la empresa económica.
La sociedad comercial es una estructura jurídica destinada a regular algunos aspectos de ciertas empresas. No
puede hoy discutirse la distinción entre empresa y sociedad.
Pese a las recomendaciones hechas por los prestigiosos juristas asistentes al III Congreso de Derecho
Comercial, aún no se ha logrado la regulación jurídica de la empresa, cuestión también propuesta en Italia
mediante un proyecto concreto.
La empresa es actualmente como la aporía de Aristóteles. En el futuro, puede llegar a constituir un verdadero
concepto jurídico basado en la idea estructural de una comunidad laboral de producción o intermediación, tal
vez inscripta en el marco del moderno derecho económico, el cual, como visión diagonal de los fenómenos
económicos permite enfocar con novedad viejas y nuevas cuestiones de derecho.

Tratamiento de la empresa en el Código Civil y Comercial de las distintas teorías de la empresa


Antes de la sanción del Código Civil y Comercial de la Nación, cuando nos referíamos al tema de empresa
siempre de destacaba que no había una definición general de lo que es la empresa y luego de su sanción se
permanece en la misma situación, ya que no incluyó una definición general de lo q es una empresa válida para
todos los tipos de empresas.
Si hay en el nuevo ordenamiento referencias a la empresa, por ejemplo, en el art. 320 que se refiere en forma
expresa a ella para legislar su contabilidad mercantil. Otra cuestión referida a la empresa en el nuevo código es
lo relativo a la familia, que después de la sanción del nuevo código, hay toda una regulación novedosa en
materia de empresas familiares, por ejemplo se admite el pacto de herencia futura, el cual en el código de Vélez
estaba prohibido. También respecto a los protocolos familiares y la forma de planearlos. Estos son la forma en
se debe fijar la actividad de una empresa familiar, como van a acceder los hijos a esa empresa, es decir, con que
porcentajes iban a acceder a esa empresa familiar. Hay modificaciones con respecto a esta cuestión, sobre todo
con respecto al pacto de herencia futura que antes no existía.
Aunque el nuevo código no da una definición genérica y válida sobre que es “empresa”, si ha hecho referencias
precisas sobre la misma. Por ejemplo en materia de contabilidad mercantil (art. 320) y en materia de empresa
familiar. Por lo tanto, se puede dar una definición que nos permite tener una idea de lo que es la empresa. Esta
definición está contenida en el art. 5 y 6 de la ley 20.744 (Ley de Contrato de Trabajo). El art. 5 da un concepto
de lo que es empresa, pero a los fines de la remuneración de los trabajadores, es decir que no es válido para
todo tipo de empresa, solo es válido para el ámbito laboral ya que la definición está contenida en dicha ley.

Nociones Derivadas del Art. 320 del CCyCN


Conforme al art. 320 del Código Civil y Comercial se somete entre otros sujetos y entes, a ciertas personas
humanas a una obligación especial: la de llevar contabilidad si las mismas “realizan una actividad económica
organizada o son titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial o de servicios”.
De ello se sigue que se admiten dos categorías de personas humanas, una general y otra especial.
La especial está compuesta por dos clases de personas humanas:
1. Las que realizan una actividad económica organizada;
2. Las que son “empresarios”, en el sentido de ser titulares de una empresa o de un establecimiento comercial,
industrial o de servicios.
De ambas resulta, que no solo los empresarios integran esta categoría especial de personas humanas, sino
también quienes no siéndolo, realizan una actividad económica organizada que no llega a configurar una
empresa, a los que denominaremos cuasi- empresarios.

 Sujetos con actividad económica organizada – cuasi empresarios


Integran esta clase:
1).El antiguo comerciante individual: si bien desaparece la figura del comerciante, mantienen ahora tal calidad
aquellos que realizan una actividad económica organizada, manteniendo la obligación de llevar contabilidad,
sean o no titulares de una empresa o establecimiento.
Esta clase comprende a quien realiza una interposición en los cambios asumiendo riesgos, actuando por cuenta
propia en forma “profesional, habitual y con fines de lucro” (comprende al comerciante que no llega a ser
empresario).
Comerciante: es quien realiza una actividad de intermediación en el cambio de bienes y servicios.
Empresarios: es el titular de una empresa, entendiendo por tal la actividad organizada de los factores de la
producción para producir bienes y servicios destinados al mercado.
Si bien todo empresario cumple alguna función de interposición y todo comerciante organiza de algún modo os
factores de la producción, lo cierto es que ni todo comerciante es titular de una empresa, ni todo empresario
intermedia en bienes.
2).Sujetos individuales no considerados comerciantes: dada la derogación de la figura de comerciante y
considerando que el concepto de actividad económica organizada excede la noción del art. 1° del derogado
código, entendemos que hay sujetos “no comerciantes” que ahora se encuentran obligados (ej. Los prestadores
de servicios que no se interponen en el comercio de bienes pero que despliegan una actividad económica
organizada, el fiduciario).

 Titularidad de una empresa:


En esta categoría se ubican las personas humanas que son empresarios, o sea que explotan una empresa sin
exigirse que posean un establecimiento.
Empresa: organización en la cual se coordinan el capital y el trabajo y que, valiéndose del proceso
administrativo, produce y comercializa bienes y servicios en un marco de riesgo. Además, busca armonizar los
intereses de sus miembros y tiene por finalidad crear, mantener y distribuir riqueza entre ellos.
A nivel jurídico la empresa no tiene un estatuto propio, por lo que debe atenderse al régimen legal de sus
diversos elementos descriptos: el empresario será su elemento subjetivo, sea persona individual o jurídica,
como el sujeto que es titular de todas las relaciones jurídicas y responsable de ella en tanto la organiza, dirige,
explota y percibe sus resultados. Por su lado, los trabajadores, estarán regidos por las normas laborales,
previsionales y sindicales. Por todo ello, el término “empresa” se utiliza en derecho en forma ambigua ya que,
designará un establecimiento comercial o industrial, o se referirá al empresario titular y responsable de su
acontecer.
Por su parte el concepto empresario, ha evolucionado en el mundo capitalista, como promotor, propietario y
administrador, a una concepción de empresario profesional, tomador de decisiones dentro de la estructura
empresarial.
Ahora bien, cuando las funciones descriptas están fragmentadas ¿Qué es lo que define al empresario? Lo que lo
define es “ser el centro” de una serie de contratos mediante los cuales la empresa adquiere su configuración.
Por su parte para el derecho laboral es la “dirección y organización de la empresa”, agregando que se le
reconoce al empresario la facultad de organizar económica y técnicamente la empresa. En este ámbito, no hay
que asimilar, empleador con empresario, ya que no siempre el empleador reviste tal calidad.
Podemos distinguir entonces diversas categorías o roles que pueden o no coincidir en una misma persona:
a) Empresario de título: sujeto titular de la empresa y responsable por sus obligaciones;
b) Empresario de gestión: que es quien dirige la empresa;
c) Empresario de riesgo: que es el accionista o socio de la sociedad.
d) Empresario indirecto: es el caso de la persona física controlante de la sociedad titular de la empresa, sujeto a
las responsabilidades societarias y concursales.
La obligación de llevar contabilidad comprende solo al “empresario de título”.

Ley 20.744- Art. 5° — Empresa-Empresario.


A los fines de esta ley, se entiende como "empresa" la organización instrumental de medios personales,
materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos.
A los mismos fines, se llama "empresario" a quien dirige la empresa por sí, o por medio de otras personas, y con
el cual se relacionan jerárquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participación que las leyes asignen a
éstos en la gestión y dirección de la "empresa".
Con respecto a esto, se debe hacer una distinción con respecto a los fines de una organización empresaria. La
empresa siempre implica organización de bienes y servicios, es decir que el elemento de la organización es
fundamental en la reunión de esos bienes materiales, personales, etc. Para realizar una actividad de lucro que
se denomina actividad empresaria u organización empresaria. Por lo tanto, la organización siempre es un
elemento importante y determinante para la existencia de una empresa la organización de bienes y servicios
para la concreción de fines lucrativos.
En materia de fines esto está cambiando. A nivel mundial hay toda una concientización respecto de la finalidad
social que tienen que tener las organizaciones empresariales: así hablamos hoy, de responsabilidad social
empresaria, responsabilidad social para las instituciones públicas, economía social y empresaria. Dichas
expresiones están íntimamente vinculadas, porque los fines de la empresa que hoy no son solo económicos, ya
que está reconocido a nivel mundial que las empresas debe tener un fin social; por eso se habla de las empresas
de beneficencia, Etcheverry habla sobre el tema del fin social que deben tener las empresas.
Si la empresa es de fines de lucro,¿cómo se puede tener también un fin social?, ¿hay un espacio para que pueda
realizarse un bien social si la finalidad de la empresa es de lucro? Sí, es posible, por ejemplo una organización
puede dedicarse a la explotación agropecuaria y el fin social que cumpliría seria el cuidado del medio ambiente,
estableciendo reglas internas en la empresa tendientes al cuidado del medio ambiente (por ejemplo prohibir el
uso de algún producto químico en la explotación ) y también la organización empresaria podría someterse a
controles externos, además de los controles internos, que determinen que efectivamente la empresa genera un
beneficio social. Es decir que en el caso del ejemplo, la explotación no está dirigida solo a cumplir el fin
lucrativo, sino además que exige que se deba cumplir el fin social.
Otro ejemplo seria que una empresa que persigue fines de lucro, la cual tiene una planta permanente de
personal y el fin social seria determinar un porcentaje de ingresos del personal para que beneficie a las
personas con discapacidad, es decir que la empresa determina un porcentaje de cargos para el ingreso de
personas con discapacidad (inserción en el campo laboral de personas con discapacidades).
También hay organizaciones empresarias que no tienen fines de lucro por ejemplo el Poder Judicial de
Tucumán, su fin es la prestación de servicios de justicia para todos los ciudadanos pero también cumple fines
sociales que están ínsitos en el funcionamiento del Poder Judicial, por ejemplo acordadas que establecen el
reciclado de papel y con ese reciclaje se pueden hacer donaciones a determinados organismos (Fundación
León).
Actualmente, si bien no hay una ley sobre responsabilidad social empresaria, hay proyectos a nivel nacional
que están en tratamiento, como así también a nivel provincial. Santa Fe tiene bastante adelantado el tema de
responsabilidad social de las empresas. Así mismo, hay concreciones en la realidad sobre este tipo de
responsabilidad.
Por otro lado, por medio de la ley de defensa al consumidor, los consumidores están controlando la actividad
empresarial, por ejemplo pueden hacer denuncias.
Las empresas por más que persigan una finalidad lucrativa, deben cuidar el beneficio social.
3. EMPRESARIO Y ACTIVIDAD. LA ACTIVIDAD COMO NOCIÓN DIFERENCIADA DEL ACTO JURÍDICO.
Una parte de la doctrina italiana identifica empresa con actividad del empresario.
Así surge a través y a partir del concepto de empresario, definido por el Código Civil italiano (art. 2082) y el de
hacienda (art. 2555).
En el derecho español Rodrigo Uría dice que la empresa es pura forma o modo de actividad del empresario.
Para Le Pera, al igual que Guidini, la categoría "actividad no existe en nuestro derecho". Anaya, siguiendo a
Ascarelli, encuentra que la actividad es un hecho descompuesto en actos; varios actos tendientes a una
finalidad común, manifestados exteriormente por la realización de un mismo sujeto.
Para Anaya, el derecho comercial es un derecho de actividades, no de actos, y la actividad produce efectos
jurídicos; da como ejemplos el seguro, la calidad de comerciante, la diferencia entre acto y actividad del art. 9°
del Cód. de Comercio.
El art. 25 del Cód. de Comercio de Colombia define en estos términos la empresa: "se entenderá por empresa
toda actividad económica organizada, para la producción, transformación, circulación, administración o
custodia de bienes o para la prestación de servicios. Dicha actividad se realizará a través de uno o más
establecimientos". Los establecimientos son bienes organizados por el empresario (Libro III, Título I, art. 515 y
ss. del Código de Colombia) y la empresa es una actividad. Junto a este régimen, en el art. 20 se determinan una
serie de dieciocho actos de comercio, lista abierta o enunciativa.
Echeverry no concuerda con la idea de que la empresa sea la actividad del empresario, ya que ésta constituye
un concepto jurídico situable dentro del sistema legal. No es posible decir lo mismo de la empresa.
Dice Garrigues que sostener que la empresa es actividad importa volver al punto de partida y desconocer lo que
se quiere definir, porque es precisamente la actividad del empresario y de sus colaboradores la que ha creado
la empresa como cosa distinta de esa actividad. La actividad crea la empresa, pero no es la empresa misma. La
empresa - para este jurista- es la organización de la actividad, y además, un conjunto de elementos de
naturaleza variada. La actividad del empresario no puede separarse de su persona.

Empresa y sociedad:
La empresa es “la organización para la producción y circulación de los bienes y servicios para obtener
beneficios”. Para ello es indispensable que se estructure jurídicamente y que se constituya un mecanismo con el
fin de lograr esa producción o circulación de las mercaderías.
La sociedad está organizada por la empresa, pero aquella tiene personería jurídica, la sociedad es la persona
jurídica que es dueña de la actividad empresarial que se caracteriza por su organización. El artículo 141 del
ccycn define a las personas jurídicas como entes a los cuales el ordenamiento les confiere aptitud de adquirir
derechos y contraer obligaciones y esta es la principal diferencia que tiene con la empresa. La sociedad
responde a una estructura legal, esto no se advierte en la empresa. Con el nuevo código, se modifica la Ley de
sociedades comerciales n°19.550 permitiendo la constitución de sociedades anónimas (es decir, sin la
necesidad de que existan dos o más socios.).
La definición de Sociedad se encuentra en el ART 1º de la ley n°19.550 — ¨Habrá sociedad si una o más
personas en forma organizada conforme a uno de los tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes
para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando
las pérdidas.
La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La sociedad unipersonal no puede
constituirse por una sociedad unipersonal.¨
Entonces, la empresa es la organización de los bienes y servicios que lleva a cabo una sociedad (persona
jurídica). En sentido estricto empresa y sociedad responden a conceptos diferentes como se ve, aunque
cotidianamente se los utilice como sinónimos.
La sociedad es persona jurídica; la empresa es actividad organizada, y este concepto surge del art. 5 de la Ley de
Contrato de Trabajo (20.744). También dicha ley además de definir a la empresa como organización lucrativa y
de definir al empresario que es quien está al frente de esa empresa en relación con los subordinados, también
define al establecimiento comercial (art. 6) que es la unidad técnica o de ejecución destinada al logro de los
fines de la empresa, a través de una o más explotaciones. Las explotaciones pueden hacer referencia ya sea, a la
sucursal o a la filial.
¿Es lo mismo una sucursal que una filial? No es lo mismo, porque la filial es otra empresa creada por una
empresa matriz, a los fines que tenga autonomía de funcionamiento; la particularidad es que la empresa que la
crea conserva su mayoría accionaria en la filial, por lo general es el 51 % 52% ó 53%. Otra particularidad de la
filial es la ley que se le va a aplicar, si se la establece en un país distinto de donde se encuentra la casa matriz
tiene que regirse tanto su funcionamiento como también todo lo relativo a su objeto por las leyes de ese país
donde la filial está establecida.
Por su parte, la sucursal es un desdoblamiento administrativo de la casa matriz, no es una sociedad distinta o
empresa distinta, la sucursal es otra organización que está desmembrada administrativamente de la casa
matriz, no tiene una personalidad distinta de aquella. La sucursal se va a regir, aun cuando estuviera en otro
país por las leyes del país donde se encuentra la casa matriz, y esto es así porque no tiene una personalidad
jurídica distinta. Por ejemplo, una empresa de seguros tiene su casa matriz en Salta y una sucursal en otra
provincia. Si contrato un seguro en la sucursal, debo saber que si quiero que el seguro cubra, tengo que pedir
los papeles administrativos, pólizas y todo lo relativo a la contratación de seguros a la casa matriz en salta, ya
que ésta es la que tiene personería jurídica.
Por su parte la franquicia es un contrato, por el cual se autoriza el uso o explotación de una marca, se concede el
uso de marca, pero con la condición de que la franquicia debe cumplir con el protocolo que se le establece por
parte de la sociedad que da dicha franquicia, ya que la marca tiene un valor económico.
Resumiendo, no puede confundirse empresa con sociedad, porque aunque prácticamente donde hay una
sociedad hay casi siempre una empresa, puede haber una sociedad que se proponga el ejercicio de una empresa
y una empresa sin que exista sociedad.

Empresa y fondo de comercio:


La empresa es la organización económica jurídica –social que actúa o se manifiesta por el Fondo de Comercio,
que también es una organización.
El Fondo de Comercio es el conjunto de bienes organizados para el ejercicio de la empresa.
Por lo tanto, el fondo de comercio debe ser diferenciado en sentido estricto de lo que es la empresa y la
sociedad.
La empresa es la organización de bienes y de servicios para la obtención de un fin de lucro.
La sociedad es la persona jurídica que lleva a cabo la actividad organizada para obtener fines de lucro en miras
de dar también beneficios sociales.
El fondo de comercio es todo el conjunto de bienes materiales e inmateriales que son organizados en forma
empresarial por la sociedad que es una persona jurídica.
De manera que la sociedad es dueña de la empresa, y lo que se organiza en forma empresarial es el fondo de
comercio.
En la ley 11.867 (Transmisión de establecimientos comerciales e industriales –Ver ley completa en el Punto 7-)
se encuentra la definición de fondo de comercio:
“ARTICULO 1º-Declárase elementos constitutivos de un establecimiento comercial o fondo de comercio, a los
efectos de su transmisión por cualquier título: las instalaciones, existencias en mercaderías, nombre y enseña
comercial, la clientela, el derecho al local, las patentes de invención, las marcas de fábrica, los dibujos y modelos
industriales, las distinciones honoríficas y todos los demás derechos derivados de la propiedad comercial e
industrial o artística.” (Luciana Diaz – 38155572146)
Parte de la doctrina (carnelutti, mossa y pasarelli) tienden a identificar ambos conceptos, es erróneo porque
implica una concepción estática de la empresa. Otros entienden que el fondo de comercio seria el sustrato
material de la empresa, los bienes integrantes excluyendo al empresario y su actividad jurídica( empresa en
estado estático) desde el punto de vista económico es el conjunto de bienes y cosas que un empresario posee en
forma de unidad de producción. La ley solo prevé la transferencia en bloque, con el objeto de permitir la
continuación de la actividad sin los perjuicios que provocaría el cierre y una nueva apertura.

4. LOS ELEMENTOS DE LA EMPRESA:


El empresario organiza y combina bienes, materiales o inmateriales. Dentro de estos últimos se halla todo lo
que hoy se designa como "derecho tecnológico". En derecho civil se estudia la estructura de los bienes, los
cuales se dividen en cosas, es decir: objetos materiales o corporales y bienes inmateriales. Todos deben ser
susceptibles de tener un valor; el conjunto de bienes constituye el patrimonio de una persona.
Así, el capital de la empresa económica estará constituido por cosas (maquinarias, rodados, muebles en general,
herramientas, mercaderías, inmuebles, etc.) y por bienes inmateriales (patentes, marcas, ciertos elementos del
fondo de comercio, etcétera). Desde otro punto de vista, habrá bienes que son de uso y bienes de cambio.
 Objetos materiales
Las cosas organizadas por el empresario siguen su régimen jurídico especial respecto de los derechos a ellas y
sobre ellas. Así, en lo que se refiere al dominio, por ejemplo, será distinto el sistema de transferencia para los
muebles, los muebles registrales y los inmuebles.
Generalmente el empresario deberá contar con cosas propias o con dinero para adquirirlas y así fundar su
empresa económica.
Si realiza una tarea industrial o de producción, necesitará maquinarias; instalaciones adecuadas si la actividad
es de intermediación, y los elementos de apoyo necesarios si presta servicios.
Las cosas de que el empresario dispone para cumplir el objeto que se ha fijado, pueden también ser obtenidas
en préstamo, locación, usufructo, etc.; ello implicará, para el titular de la empresa, contraer una serie de
obligaciones que influirán en el desarrollo de la tarea. No podrá el empresario hacer uso de cosas "fuera de
comercio".
El conjunto de cosas dispuestas de un especial modo por el empresario constituye el negocio o "fondo de
comercio", del cual forman parte también los bienes inmateriales.
Las cosas que el empresario destina al giro de su actividad, son las que responden ante los acreedores; pero,
salvo los casos de limitación de la responsabilidad, todo el patrimonio personal del comerciante o industrial
responderá por sus deudas, excepción hecha de los bienes inembargables.
 Bienes inmateriales:
Son bienes patrimoniales intangibles. Algunosde ellos se los consideraatributos del fondo de comercio: clientela,
valor llave; otros se los engloba en ese grupo especial de derechos que forman lo que unos autores denominan
"derecho industrial" y otros "tecnología".
La tecnología es parte del patrimonio del comerciante o industrial.
Puede ser propia o ajena: cuando es ajena, el empresario la emplea pagando una suma en cambio, que se llama
regalía o royalty.
También la tecnología (patentes de invención, marcas, etc.), tiene gran repercusión social; las empresas de
países en desarrollo colocan a su país en posición de deudor de divisas si compran licencias o asistencia
tecnológica; la tecnología adquirida plantea un problema de dependencia económica para la empresa
licenciataria, problema que se agrava si es grande el conjunto de empresas que depende de esos bienes
provenientes del extranjero.
En toda la cuestión de la transferencia de tecnología, hay un sinnúmero de detalles que directa o
indirectamente repercuten en toda la sociedad. Tiene también una gran repercusión social, los hallazgos,
diseños, dibujos, modelos de utilidad son el resultado de costosos estudios de laboratorio que realizan las
empresas industriales de los países desarrollados, de ahí que la brecha tecnológica se agrande.
Los bienes inmateriales forman parte de la propiedad industrial, no se definen por su objeto sino por su
contenido, es decir el conjunto de facultades que el derecho concede a su titular, no el objeto sobre el que
recaen. La protección se funda en promover el progreso cultural y tecnológico.

Aviamiento, clientela, créditos:


Halperin identifica el aviamiento con el término “valor llave”. Constituye un concepto abstracto que no posee
existencia independiente del establecimiento que lo origina. Será la expresión, en términos económicos, de lo
que el comercio ha evidenciado hasta el momento en que se calcula: la aptitud para producir ganancias.Es un
valor mensurable que forma parte del precio en caso de venta.
Es un bien inmaterial que, a diferencia de otros, no es trasferible con independencia del conjunto de bienes que
forman el fondo de comercio, por eso algunos autores hablan de “cualidad” de fondo. Está compuesto por varios
elementos: habilidad del empresario, prestigio comercial, preparación técnica, clientela, créditos, etc.
El crédito es imprescindible para un eficiente desarrollo industrial, no se da únicamente por las condiciones
materiales o la solvencia del peticionante, tiene preponderancia su personalidad, su actuación y su conducta
La clientela es una habitualidad de un determinado número de personas en la concurrencia a cierto lugar. Tiene
doble motivación: el factor personal del principal y la ubicación, estética, y funcionalidad del local, oportunidad
de su inauguración, calidad, marca, necesidad y novedad de los productos.

La propiedad comercial (En todas partes encontré identificados los términos “propiedad comercial” con
“propiedad industrial” y “propiedad intelectual)
Da lugar a la formación de parte de los llamados bienes inmateriales. Se refiere a toda creación de la mente
humana. Los derechos de propiedad intelectual protegen los intereses de los creadores al ofrecerles
prerrogativas en relación con sus creaciones.
La propiedad intelectual tiene que ver con las creaciones de la mente: los inventos, las obras literarias y
artísticas, los símbolos, los nombres, las imágenes, los dibujos y modelos utilizados en el comercio.
La ley protege esta clase de propiedad tanto en un sentido positivo, para permitir a su autor disfrutar de ella,
como en un sentido negativo, al impedir que otros utilicen el dibujo, el modelo, la marca, el invento. Se
establece así la obligación de abstención para los demás miembros de la comunidad.
Como bien inmaterial, la propiedad industrial es transferible; su destino natural, dice Ascarelli, acogiendo ideas
francesas, es concentrarse en manos de los empresarios.
Según lo especifica Guglielmetti, estos derechos intelectuales o inmateriales no se definen por su objeto, sino
por su contenido, es decir el conjunto de facultades que el derecho concede a su titular, no el objeto sobre el
cual recaen esos poderes jurídicos. Son los empresarios los que pueden sacar un provecho económico de la
propiedad industrial, pues ellos la utilizan en su labor combinándola con los demás factores de la producción.
Las leyes específicas regulan el tiempo y las condiciones de su ejercicio. Por un lado, hay que proteger al
inventor o creador, para compensar su esfuerzo e instarlo a que lo siga cumpliendo. Por otro hay que limitar su
derecho a la utilización exclusiva, de modo que no haya perjuicio para la comunidad. La ley tratará de evitar un
monopolio.
El orden jurídico también tiene que dirimir un posible conflicto entre dos o más creadores independientes que
trabajen en una misma idea o ideas similares o complementarias.
Otro límite legal impuesto es que no todo invento o "idea" es patentable, así como no toda marca es registrable
como tal. El invento, la marca, el dibujo, no suministran por sí, utilidad alguna; no se prohibe tampoco que el
propio inventor o un tercero utilicen la creación sólo para su uso personal.
El creador de un derecho intelectual no sólo puede utilizarlo por sí mismo, sino que puede impedir que los
terceros lo usen sin su consentimiento. Lo que la ley tutela mediante ciertos mecanismos es el derecho a
obtener por la creación un beneficio económico concreto.
El invento, el modelo, la marca, adquirirán un valor económico en tanto se exterioricen en la fabricación o
intermediación de mercaderías; en tanto se los pueda aplicar al proceso industrial, comercial o de servicios.
Las creaciones del llamado derecho industrial sólo toman su verdadera dimensión, cuando son utilizadas por el
empresario que se inserta en el mercado. La registración de un invento no produce una ganancia directa al
inventor, aunque su idea sea genial. Si ella no es utilizada industrialmente, ese derecho de propiedad será
económicamente neutro.
Otra cuestión importante es la dependencia que impone la adquisición de la tecnología extranjera. El diverso
desarrollo de los países del mundo hace que no sea igualitario el intercambio tecnológico. Los menos
desarrollados tienen que acudir frecuentemente a la adquisición de medios y productos tecnológicamente más
avanzados.
Cuando las empresas públicas o privadas de los países en desarrollo necesitan métodos más modernos de
producción o comercialización, adquieren tecnología ajena, y deben pagar regalías por ella. Por esta razón los
países en desarrollo implantan regímenes especiales de transferencia de tecnología que regulan las condiciones
de su adquisición.
La ley argentina 17.011, del 10/11/66, aprobó el llamado Convenio de París de 1883, para la protección de la
propiedad industrial. Este convenio tuvo diversas revisiones: la de Bruselas en 1900, Washington en 1911, La
Haya en 1925, Londres en 1934, Lisboa (Acta de Lisboa) en 1958, Estocolmo en 1967 y Ginebra en 1975.
Nuestro país se ha adherido hasta el Acta de Lisboa; no está obligado por la revisión de Estocolmo. En el mundo
existe, en virtud de esa Convención, una Unión de países que se han adheridoa ella parcial o totalmente.
Aun de este modo imperfecto, se ha avanzado hacia la integración del derecho en este importante campo.
El Convenio de París, no sólo abarca las patentes de invención, sino que regula también modelos y diseños
industriales, marcas y el nombre comercial. Este Convenio es ley para la Argentina, pero son notorios los
desajustes con nuestro sistema, para entender que está él en pleno funcionamiento.
No obstante, en general, la Convención de París, por medio de la ley 17.011, rige en el territorio nacional,
siempre que se presente operatividad para ello, y teniendo en cuenta las normas y reglas de derecho interno
que son su complemento o permiten su aplicación.
De modo más general, mediante la ley 23.313, que aprueba el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, y Civiles y Políticos, se establece en su art. 15, el derecho de toda persona a "beneficiarse
de la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones
científicas, literarias o artísticas de que sea autora". Este derecho, según el art. 4° de la ley deberá estar sujeto al
principio establecido en el art. 18 de nuestra Constitución Nacional.

Pluralidad de Establecimientos: Cuestiones de semántica han dividido por largo tiempo a los juristas.
Convendrá, pues, tratar de aclarar conceptos, y el de establecimiento importa una dualidad especial.
Por un lado se lo define como "unidad económica o técnica de producción"; así, se asimila el establecimiento al
lugar donde, por ejemplo, una industria elabora sus productos. Otros autores lo identifican con sede.
La ley 11.867 lo usa indistintamente al tratar de todo lo referente al fondo de comercio.
Conceptualmente, la acepción conveniente es la que hace la ley 11.867, siempre que se uniformara la legislación
con el fin de suprimir la palabra "fondo" (respecto de los fondos de Comercio y se generalizara el uso
comprensivo de la actividad comercial e industrial.
Así como para el comerciante y el industrial surge el concepto sintetizador de "empresario", también para
fondos de comercio o fábricas puede proponerse el nombre de "establecimientos industriales o comerciales"

Articulo 6 Ley 20744:


Art 6- Establecimiento: Se entiende por "establecimiento" la unidad técnica o de ejecución destinada al logro de
los fines de la empresa, a través de una o más explotaciones.
Cada empresario, pues, podrá tener varios establecimientos (industriales o comerciales, según el caso), que
manejará y transmitirá como unidades independientes. Se entiende que no constituirá el establecimiento un
"patrimonio separado", sino un conjunto patrimonial con autonomía dinámica. Pero si se establece la diferencia
entre "empresa" y "establecimiento" (v.gr., art. 132, antiguo Cód. de Comercio) la unidad de explotación
pareciera ser la segunda.
Con estas simples contraposiciones, queda demostrada la verdadera anarquía de nombres que una reforma
legislativa debe resolver.

Descentralización. Sucursal: Las unidades de producción, intermediación o prestación de servicios, tengan o


no forma societaria, cuando crecen, necesitan descentralizar sus operaciones. Vemos aquí la organización del
empresario que, en su dinámica, se expande, necesitando crear nuevos puntos de apoyo -nuevos centros de
actividad- en diversos lugares dentro del país.
Por lo común en el comercio y menos frecuentemente en la industria se da esta noción. Son dos
establecimientos distintos (casa matriz y sucursal), pero que tienen un solo patrimonio y una misma
administración; únicamente se desenvuelven en ámbitos espaciales distintos por razones de descentralización.
Sus características:
- Al frente de la sucursal estará un factor (gerente) de comercio, que deberá inscribir sus poderes para que
sean oponibles ante terceros las limitaciones que ellos contengan.
- La contabilidad de la sucursal forma parte de la contabilidad central, con cierta descentralización
momentánea, que después se vuelca en un total.
- No tiene la sucursal patrimonio ni personalidad propios;
- lleva el nombre de la empresa principal;
- Tiene un domicilio especial a causa de la necesidad de descentralización que la creó.
En cuanto a las sucursales, dice el art. 90, inc. 4°, del Cód. Civil de Vélez:
"Las compañías que tengan muchos establecimientos o sucursales, tienen su domicilio especial en el lugar de
dichos establecimientos, para sólo la ejecución de las obligaciones allí contraídas por los agentes locales de la
sociedad".
Esta regla, aplicable a las sucursales, incluye por error los establecimientos, que no son entes jurídicamente
descentralizados como ellas.
En el CCYCN: Art. 152.- Domicilio y sede social. ¨El domicilio de la persona jurídica es el fijado en sus estatutos o
en la autorización que se le dio para funcionar. La persona jurídica que posee muchos establecimientos o
sucursales tiene su domicilio especial en el lugar de dichos establecimientos sólo para la ejecución de las
obligaciones allí contraídas. El cambio de domicilio requiere modificación del estatuto. El cambio de sede, si no
forma parte del estatuto, puede ser resuelto por el órgano de administración.¨

Filial: Tenemos que aproximarnos a una idea de filial, aunque ella sea utilizada preferentemente en el sistema
societario. A diferencia de la sucursal, se trata de una organización jurídicamente distinta, con distinta
personalidad, medios propios y conducción diferenciada.
La empresa unipersonal no puede crear una filial que no sea una sucursal de ella.
Dice Halperin que la filial es una especie dentro del género "sociedades controladas" (aunque puntualiza que
"sociedad controlada" no tiene una definición doctrinaria). Zaldívar enseña que las filiales por lazos
económicos o de control, se pueden considerar ligadas a la sociedad principal.
Algunos caracteres:
- La filial tiene un patrimonio y una organización propios;
- posee nombre, domicilio y personalidad independientes de la sociedad principal. Pero de alguna manera
esa independencia es sólo formal, ya que por un mecanismo societario u otro la filial está controlada por la
casa central o matriz (pueden usarse también diversos pactos de dominación de naturaleza contractual).
Las obligaciones que contrae la filial, dicen Zaldívar le son propias; pero en algunas situaciones concúrsales se
puede llegar a la extensión de la responsabilidad hasta la casa matriz.

LEY 11.867. Transferencia de Fondo de comercio: Hoy en día es muy común pasar por la puerta de una
farmacia, restaurante, kiosco o confitería, y encontrarnos con un cartel que dice: “Cambio de firma” ó “Nuevos
dueños”, y sin embargo el nombre, los productos y hasta la decoración son las mismas que habíamos visto días
atrás. ¿A qué se debe esto? A la existencia de un procedimiento conocido como “Transferencia de Fondo de
Comercio”.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, etc., sancionan con fuerza de
Ley:
ART 1-Declárase elementos constitutivos de un establecimiento comercial o fondo de comercio, a los efectos de
su transmisión por cualquier título: las instalaciones, existencias en mercaderías, nombre y enseña comercial, la
clientela, el derecho al local, las patentes de invención, las marcas de fábrica, los dibujos y modelos industriales,
las distinciones honoríficas y todos los demás derechos derivados de la propiedad comercial e industrial o
artística.
ART 2-Toda transmisión por venta o cualquier otro título oneroso o gratuito de un establecimiento comercial o
industrial, bien se trate de enajenación directa y privada, o en público remate, sólo podrá efectuarse
válidamente con relación a terceros, previo anuncio durante cinco días en el Boletín Oficial de la Capital Federal
o provincia respectiva y en uno o más diarios o periódicos del lugar en que funcione el establecimiento,
debiendo indicarse la clase y ubicación del negocio, nombre y domicilio del vendedor y del comprador, y en
caso que interviniesen, el del rematador y el del escribano con cuya actuación se realizará el acto.
ART 3-El enajenante entregará en todos los casos al presunto adquirente una nota firmada, enunciativa de los
créditos adeudados, con nombres y domicilios de los acreedores, monto de los créditos y fechas de
vencimientos si las hay, créditos por los que se podrá solicitar de inmediato las medidas autorizadas por el
artículo 4º, a pesar de los plazos a que puedan estar subordinados, salvo el caso de la conformidad de los
acreedores en la negociación.
ART 4-El documento de transmisión sólo podrá firmarse después de transcurridos diez días desde la última
publicación, y hasta ese momento, los acreedores afectados por la transferencia, podrán notificar su oposición
al comprador en el domicilio denunciado en la publicación, o al rematador o escribano que intervengan en el
acto reclamando la retención del importe de sus respectivos créditos y el depósito, en cuenta especial en el
Banco correspondiente, de las sumas necesarias para el pago.
Este derecho podrá ser ejercitado tanto por los acreedores reconocidos en la nota a que se refiere el artículo
anterior, como por los omitidos en ella que presentaren los títulos de sus créditos o acreditaren la existencia de
ellos por asientos hechos en los libros llevados con arreglo a las prescripciones del Código de Comercio. Pasado
el término señalado por el artículo 5º, sin efectuarse embargo, las sumas depositadas podrán ser retiradas por
el depositante.
ART 5-El comprador, rematador o escribano deberán efectuar esa retención y el depósito y mantenerla por el
término de veinte días, a fin de que los presuntos acreedores puedan obtener el embargo judicial.
ART 6-En los casos en que el crédito del oponente fuera cuestionable, el anterior propietario podrá pedir al
juez que se le autorice para recibir el precio del adquirente, ofreciendo caución bastante para responder a ese o
esos créditos.
ART 7-Transcurrido el plazo que señala el artículo 4º, sin mediar oposición, o cumpliéndose, si se hubiera
producido, la disposición del artículo 5º, podrá otorgarse válidamente el documento de venta, el que, para
producir efecto con relación a terceros, deberá extenderse por escrito e inscribirse dentro de diez días en el
Registro Público de Comercio o en un registro especial creado al efecto.
ART 8- (Este es el artículo que se debe dar si se pregunta sobre nulidad de transferencia) ¨No podrá
efectuarse ninguna enajenación de un establecimiento comercial o industrial por un precio inferior al de los
créditos constitutivos del pasivo confesado por el vendedor, más el importe de los créditos no confesados por el
vendedor, pero cuyos titulares hubieran hecho la oposición autorizada por el artículo 4º, salvo el caso de
conformidad de la totalidad de los acreedores.
Estos créditos deben proceder de mercaderías u otros efectos suministrados al negocio o de los gastos
generales del mismo¨.
En otras palabras, el art dice que no se va a poder transferir el establecimiento cuando la suma de la venta sea
inferior al valor de los créditos declarados en la nota que el transmitente entrega al comprador como aquellos
que no han sido declarados, porque se presume que esto sería una manera fraudulenta del transmitente para
defraudar a los acreedores. Hace una salvedad, salvo que exista una conformidad de todos los acreedores. (por
ej. Que se le garantice el cobro, a todos los acreedores, de sus créditos. Esto es un arreglo entre el transmitente
y los acreedores.)
ART 9-A los efectos determinados en el artículo anterior, se presumen simuladas juris et de jure las entregas
que aparezcan efectuadas a cuenta o como seña que hubiere hecho el comprador al vendedor y en tanto cuanto
ellas puedan perjudicar a los acreedores.
ART 10-En los casos en que la enajenación se realice bajo la forma de ventas en block o fraccionadas de las
existencias, en remate público, el martillero deberá levantar previamente inventario y anunciar el remate en la
forma establecida por el artículo 2º, ajustándose a las obligaciones señaladas en los artículos 4º y 5º en el caso
de notificársele oposición.
En caso de que el producto del remate no alcance a cubrir la suma a retener, el rematador depositará en el
Banco destinado a recibir los depósitos judiciales, en cuenta especial, el producto total de la subasta, previa
deducción de la comisión y gastos, que no podrán exceder del 15% de ese producto.
Si habiendo oposición, el rematador hiciera pagos o entregas al vendedor, quedará obligado solidariamente con
éste respecto de los acreedores, hasta el importe de las sumas que hubiera aplicado a tales objetos.
ART 11-Las omisiones o transgresiones a lo establecido en esta ley, harán responsables solidariamente al
comprador, vendedor, martillero o escribano que las hubieran cometido, por el importe de los créditos que
resulten impagos, como consecuencia de aquéllas y hasta el monto del precio de lo vendido.
ART 12-El Registro Público de Comercio o el especial que se organice, llevará los libros correspondientes para
la inscripción de las transmisiones de establecimientos comerciales e industriales, cobrando a ese efecto los
derechos que determinen las leyes de impuestos.
ART13-Comuníquese al Poder Ejecutivo.

5. PEQUEÑOS COMERCIANTES INDIVIDUALES Y ENTES COLECTIVOS:


El concepto de comerciante debe aplicarse a la persona individual que se sitúa en el caso que menciona el art.
1° del Cód. de Comercio *derogado*. (La ley declara comerciantes a todos los individuos que, teniendo capacidad
legal para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello profesión habitual.)
Las sociedades pueden ser comerciales o civiles, pero no son, ni es necesario que lo sean, "comerciantes",
porque tienen un estatuto propio.
Cuando el comerciante individual aumenta el volumen de su empresa, se torna ella compleja.
Puede en tal caso necesitar más capitales disponibles y acudir a la estructura societaria, formando un ente
regular de diverso tamaño legal (desde la colectiva hasta la anónima).
La sociedad mercantil, desde este punto de vista, es una estructura jurídica que permite el funcionamiento de
una administración y titularidad compartidas (a veces por muchos socios), que se exterioriza en derecho con el
nombre de sujeto de derecho (art. 2°, ley 19.550).
La contrafigura de beneficios que ofrece una sociedad mercantil frente a la actuación individual del mercader o
empresario individual, tiene muchos puntos de apoyo:
1) El empresario o comerciante individual tiene que estar preparado mentalmente para formar una sociedad
regular; máxime si es anónima, donde la organización es muy compleja.
2) Las ventajas que otorgan la limitación de la responsabilidad y el menor pago del impuesto a las ganancias y
otros, ceden a veces ante el cúmulo de gastos que impone la constitución de una anónima: llevar la
contabilidad, conseguir un asesoramiento permanente (porque se supone la dificultad de manejar la estructura
jurídica societaria), el pago de sindicatura titular y suplente.
3) Para el comerciante individual, formar sociedad supone buscar un socio que indudablemente importe una
negociación colectiva; las dificultades de adaptarse a otra persona, después de una larga negociación singular,
son fácilmente imaginables.
Por esa razón la empresa individual nunca debiera ser sustituida por sociedades sino cuando la realidad
mercantil así lo exigiere. Y dada la estructura para la cual se ha ideado la sociedad anónima, es preferible
revertir la corriente en nuestro país, en donde se constituye esa clase de sociedades en mayor número que el
que la realidad comercial necesita.
Hemos dicho que las sociedades no son "comerciantes"; se ha discutido en doctrina, pero a nuestro parecer esta
cuestión ya no es actual.
Si bien se puede pensar en un comerciante individual y en otro colectivo, este segundo no lo es en el sentido del
art. 1° del Cód. de Comercio y de todo el estatuto que el Código le aplica.
Cuando hablamos de sujetos, preferimos unificarlos dentro del término "empresarios", y no del de
"comerciantes".
Así, serán empresarios, el comerciante individual (comerciante o industrial), los auxiliares de comercio y las
sociedades comercia- les. El empresario colectivo, la sociedad mercantil, tiene su propio estatuto, sus reglas de
actuación y control y sus normas de disolución y liquidación particulares.
Para estos nuevos sujetos del derecho mercantil (nuevos en importancia actual), no operan casi los actos de
comercio; tienen sus propias reglas de contabilidad; su especial inscripción en el Registro Público de Comercio;
sus normas de responsabilidad y representación; su privilegiada posición de sujetos de derecho.

Definición de comerciante: De los comerciantes en general y de los actos de comercio


Art. 1. La ley declara comerciantes a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para contratar, ejercen
de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello profesión habitual.
Art. 2. Se llama en general comerciante, toda persona que hace profesión de la compra o venta de mercaderías.
En particular se llama comerciante, el que compra y hace fabricar mercaderías para vender por mayor o menor.
Son también comerciantes los libreros, merceros y tenderos de toda clase que venden mercancías que no han
fabricado.
Art. 3. Son comerciantes por menor los que, habitualmente, en las cosas que se miden, venden por metros o
litros; en las que se pesan, por menos de 10 (diez) kilogramos, y en las que se cuentan por bultos sueltos.
Art. 4. Son comerciantes así los negociantes que se emplean en especulaciones en el extranjero, como los que
limitan su tráfico al interior del Estado, ya se empleen en un solo o en diversos ramos del comercio al mismo
tiempo.
Art. 5. Todos los que tienen la calidad de comerciantes, según la ley, están sujetos a la jurisdicción, reglamentos
y legislación comercial.
Los actos de los comerciantes se presumen siempre actos de comercio, salvo la prueba en contrario.
Art. 6. Los que verifican accidentalmente algún acto de comercio no son considerados comerciantes. Sin
embargo, quedan sujetos, en cuanto a las controversias que ocurran sobre dichas operaciones, a las leyes y
jurisdicción del comercio.
Art. 7. Si un acto es comercial para una sola de las partes, todos los contrayentes quedan por razón de él,
sujetos a la ley mercantil, excepto a las disposiciones relativas a las personas de los comerciantes, y salvo que de
la disposición de dicha ley resulte que no se refiere sino al contratante para quien tiene el acto carácter
comercial.

Ley 24.467. Definición de PYMES: ART 2 - Encomiéndase a la autoridad de aplicación definir las
características de las empresas que serán consideradas micro, pequeñas y medianas empresas, pudiendo
contemplar, cuando así se justificare, las especificidades propias de los distintos sectores y regiones del país y
con base en alguno, algunos o todos los siguientes atributos de las mismas o sus equivalentes, personal
ocupado, valor de las ventas y valor de los activos aplicados al proceso productivo, ello sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 83 de la presente ley.
La autoridad de aplicación revisará anualmente la definición de micro, pequeña y mediana empresa a fin de
actualizar los parámetros y especificidades contempladas en la definición adoptada.
La autoridad de aplicación establecerá las limitaciones aplicables a las empresas que controlen, estén
controladas y/o se encuentren vinculadas a otra/s o grupo/s económicos nacionales o extranjeros, para ser
micro, pequeñas y medianas empresas.
Los beneficios vigentes para las micro, pequeñas y medianas empresas serán extensivos a las formas
asociativas conformadas exclusivamente por ellas.
Los organismos detallados en el artículo 8° de la ley 24.156 tendrán por acreditada la condición de micro,
pequeña y mediana empresa con la constancia que, de corresponder, emitirá la autoridad de aplicación por los
medios que a esos efectos establezca.
Beneficios: ART 3 - Institúyese un régimen de bonificación de tasas de interés para las Micro, Pequeñas y
Medianas Empresas, tendiente a disminuir el costo del crédito. El monto de dicha bonificación será establecido
en la respectiva reglamentación.
Se favorecerá con una bonificación especial a las MiPyMES nuevas o en funcionamiento localizadas en los
ámbitos geográficos que reúnan alguna de las siguientes características:
a) Regiones en las que se registren tasas de desempleo superiores a la media nacional;
b) Las provincias del norte argentino comprendidas dentro del Plan Belgrano;
c) Regiones en las que se registren niveles de Producto Bruto Geográfico (PBG) por debajo de la media nacional.
ART 4 - La bonificación a la que se refiere el artículo anterior, será solventada por el Estado nacional y estará
especialmente destinada a:
a) Créditos para la adquisición de bienes de capital propios de la actividad de la empresa;
b) Créditos para la constitución de capital de trabajo;
c) Créditos para la reconversión y aumento de la productividad debiendo además contemplar amplios plazos de
amortización, tasas comparables a las más bajas de plaza y períodos de gracia según el retorno de la inversión
previsto;
d) Créditos para la actualización y modernización tecnológica, de procedimientos administrativos, gerenciales
organizativos y comerciales y contratación de servicios de consultoría, etcétera;
e) Créditos para financiar y prefinanciar las exportaciones de los bienes producidos por las PYMES.

Sociedades de Garantías Reciprocas:


ART 32. - Caracterización. Créanse las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) con el objeto de facilitar a las
PYMES el acceso al crédito.
Las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) se regirán por las disposiciones del presente título y
supletoriamente la Ley de Sociedades en particular las normas relativas a las Sociedades anónimas.
ART 33. - Objeto. El objeto social principal de las sociedades de garantía recíproca será el otorgamiento de
garantías a sus socios partícipes mediante la celebración de contratos regulados en la presente ley.
Además, podrán otorgar garantías a terceros.
Podrán asimismo brindar asesoramiento técnico, económico y financiero a sus socios en forma directa o a
través de terceros contratados a tal fin.
ART34. - Límite operativo. Las Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR) no podrán asignar a un mismo socio
partícipe, o a terceros, garantías superiores al cinco por ciento (5%) del valor total del fondo de riesgo de cada
SGR.
Tampoco podrán las SGR asignar a obligaciones con el mismo acreedor más del veinticinco por ciento (25 %)
del valor total del fondo de riesgo. En la condición de acreedor deberán incluirse las empresas controladas,
vinculadas y las personas humanas y/o jurídicas que integren el mismo grupo económico de acuerdo con los
criterios que establezca la reglamentación.
Quedan excluidas del límite operativo las garantías correspondientes a créditos otorgados por entidades
bancarias y las garantías otorgadas a organismos públicos centralizados o descentralizados dependientes de los
gobiernos nacionales, provinciales, municipales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no desarrollen
actividades comerciales, industriales o financieras.
La autoridad de aplicación podrá autorizar mayores límites operativos con carácter general en virtud del
desarrollo del sistema. Asimismo, podrá exceptuar de los límites operativos a casos particulares, con carácter
excepcional y por decisión fundada, siempre que se presenten algunas de las siguientes circunstancias:
a) Respecto del límite aplicable a los acreedores: cuando los mismos resulten organismos públicos estatales,
centralizados y descentralizados nacionales, provinciales o municipales que desarrollen actividades
comerciales, industriales y financieras, entidades financieras reguladas por el Banco Central de la República
Argentina y/o agencias internacionales de crédito.
En estos casos deberá acreditarse que las condiciones de financiamiento, en el costo y/o en el plazo,
representan un beneficio real para las Mipymes;
b) Respecto del límite aplicable al socio partícipe: cuando la Sociedad de Garantía Recíproca tenga garantías
vigentes como mínimo al treinta por ciento (30%) de sus socios partícipes, podrá autorizarse una garantía de
hasta un quince por ciento (15%) del valor total del fondo de riesgo por cada sociedad de garantía recíproca
siempre que dicho monto no supere las ventas del último semestre calendario del solicitante.)
ART 35. - Operaciones prohibidas. Las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) no podrán conceder
directamente ninguna clase de créditos a sus socios ni a terceros ni realizar actividades distintas a las de su
objeto social.
ART 36. - Denominación. La denominación social deberá contener la indicación "Sociedades de Garantía
Recíproca", su abreviatura o las siglas S.G.R.
ART 37. - Tipos de socios. La sociedad de garantía recíproca estará constituida por socios partícipes y socios
protectores.
Serán socios partícipes únicamente las pequeñas y medianas empresas, sean éstas personas físicas o jurídicas,
que reúnan las condiciones generales que determine la autoridad de aplicación y suscriban acciones.
A los efectos de su constitución toda sociedad de garantía recíproca deberá contar con un mínimo de socios
partícipes que fijará la autoridad de aplicación en función de la región donde se radique o del sector económico
que la conforme.
Serán socios protectores todas aquellas personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o
extranjeras, que realicen aportes al capital social y al fondo de riesgo. La sociedad no podrá celebrar contratos
de garantía recíproca con los socios protectores.
Es incompatible la condición de socio protector con la de socio partícipe.
ART 38. - Derechos de los socios partícipes. Los socios partícipes tendrán los siguientes derechos además de
los que les corresponde según la ley 19.550 y sus modificaciones.
1. Recibir los servicios determinados en su objeto social cuando se cumplieren las condiciones exigidas para
ello.
2. Solicitar el reembolso de las acciones en las condiciones que se establece en el artículo 47.
ART 39. - Derechos de los socios protectores. Los socios protectores tendrán los derechos que les
corresponden según la ley 19.550 y sus modificaciones.
ART 40. - Exclusión de socios. El socio excluido sólo podrá exigir el reembolso de las acciones conforme al
procedimiento y con las limitaciones establecidas en el artículo 47. Los socios protectores no podrán ser
excluidos.

Ley 25.300. Fonapyme y Fogapyme: Las micro, pequeñas y medianas empresas Las leyes 24.467 y 25.300 han
establecido un régimen de promoción y fortalecimiento de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. El
régimen establece distintas facilidades y ventajas en materia crediticia, impositiva y laboral. Al respecto cabe
señalar que la ley 24.467, entre otras medidas de fomento, crea a las "Sociedades de Garantía Recíproca", S.G.R.,
destinadas a garantizar operaciones solo de pequeñas y medianas empresas (4) y establece un régimen especial
en lo laboral para las "pequeñas empresas". Por su parte, la ley 25.300 tiene también por objeto el
fortalecimiento competitivo de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs) que desarrollen
actividades productivas en el país, mediante la creación de nuevos instrumentos y la actualización de los
vigentes, con la finalidad de alcanzar un desarrollo más integrado, equilibrado, equitativo y eficiente de la
estructura productiva.
Las medidas previstas son las siguientes: Creación del Fondo Nacional de Desarrollo para la Micro, Pequeña y
Mediana Empresa ("Fonapyme"), con el objeto de realizar aportes de capital y brindar financiamiento a
mediano y largo plazo para inversiones productivas a las empresas y formas asociativas comprendidas.
Reforma el régimen de las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) incluyendo la prohibición de asignar a un
mismo socio partícipe garantías superiores al cinco por ciento (5%) del valor total del Fondo de Riesgo de cada
S.G.R., y la prohibición de asignar a obligaciones con el mismo acreedor más del veinticinco por ciento (25%)
del valor total del Fondo de Riesgo.
Creación del Fondo de Garantía para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fogapyme) con el objeto de
otorgar garantías en respaldo de las que emitan las sociedades de garantía recíproca y ofrecer garantías
directas a las entidades financieras acreedoras de las MIPyMEs y formas asociativas comprendidas. Instituye un
régimen de bonificación de tasas de interés para las micro, pequeñas y medianas empresas, tendiente a
disminuir el costo del crédito. Crea un sistema de información MIPyME que operará con base en las agencias
regionales, que tendrá por objetivo la recolección y difusión de información comercial, técnica y legal que se
juzgue de interés para la micro, pequeña y mediana empresa. Otorga un derecho de preferencia del cinco por
ciento (5%) para igualar la mejor oferta y ser adjudicatarias de las licitaciones o concursos para la provisión de
bienes o servicios, a las MIPIMES y formas asociativas comprendidas que ofrezcan bienes o servicios
producidos en el país, el que debe ser concedido por las jurisdicciones y entidades del sector público nacional
comprendidas. En cuanto a las pautas de medición del tamaño de la empresa, para distinguir la Micro, de la
Pequeña y de la Mediana, se establece lo siguiente: —Se consideran pequeñas empresas, a los fines del régimen
laboral simplificado, las que no tengan más de cuarenta empleados y no pasen cierto límite de facturación
anual. —Las diferencias entre Micro, Pequeñas y Medianas Empresas se establecen por nivel de ventas
(facturación), que difieren por actividad, para las bonificaciones en las tasas de interés bancario (5).

El concepto de Empresa Familiar: Características Tipificantes y problemas.


Concepto: Hay “empresa familiar”, cuando los integrantes de una familia dirigen, controlan y son propietarios
de una empresa, la que constituye su medio de vida, y tienen la intención de mantener tal situación en el tiempo
y con marcada identificación entre la suerte de la familia y de la empresa.
Características Tipificantes:
La empresa familiar tiene una identidad similar a cualquier empresa pero tiene como diferencia que el grupo
familiar influye directamente en la gestión y dirección de la sociedad. Algunos requisitos para que la empresa
se considere como familiar:
o Propiedad accionarial: La mayoría de las acciones pertenecen a los fundadores o miembros de la familia o
tienen el capital social de la empresa.
o Control: obtener la mayoría de votos.
o Gobierno: alguna parte de la familia pertenece en la gestión de la empresa familiar.
o Derecho de voto: El Instituto de la Empresa Familiar dice: “Compañías cotizadas se les aplica la definición de
empresa familiar si la persona que fundó o adquirió la compañía (su capital social), o sus familiares o
descendientes poseen el 25% de los derechos de voto a los que da derecho el capital social”.
Estas características de la empresa familiar dejan en manos del núcleo las decisiones más importantes del
negocio. Podemos mencionar también como características de las empresas de familia a las siguientes:
1) Comunicación vertical fluida y horizontal prácticamente inexistente.
2) Sistema de información interno limitado y externo inexistente.
3) Principales puestos ocupados por miembros de la familia.
4) Se valora la confianza, y esta se gana con la antigüedad.
5) Proceso de análisis intuitivo y muchas veces expectante de lo que hacen los demás.
6) Enfoque de trabajo hacia lo operativo antes que lo estratégico.
7) Dueño emprendedor y motorizador de las acciones.
8) Las personas que trabajan en estas organizaciones perciben la presencia de distintos grupos de poder, e
incluso llegan a recibir órdenes de distintas personas, con lo que se rompe el principio de unidad de mando.
9) La ausencia de límites claros con la familia.

Problemas: La empresa familiar tiene enorme importancia económica, social y moral reconocida en todo el
mundo y presenta grandes fortalezas que las hace más exitosas que las no familiares cuando están
debidamente organizadas. Cuando ello no ocurre, presentan debilidades derivadas, principalmente de su
informalidad, de la falta de profesionalización, de la falta de planeamiento de la sucesión, de la inexistencia de
canales idóneos de comunicación y, fundamentalmente, de la confusión de límites, de fondos y de roles entre la
familia y la empresa. Todo ello crea la necesidad de acudir a procedimientos y herramientas que permitan
brindarle una debida sustentabilidad de modo de posibilitar su continuación y evitar las altas tasas de
mortalidad, principalmente al pasar a manos de las siguientes generaciones.
Uno de los conflictos que afrontan estas empresas está constituido porque existen en ellas sistemas de
creencias diferentes.
Por una parte tenemos las creencias del líder que se ve como el único poseedor de la verdad el diagramador del
futuro.
Por su parte los jóvenes sobrinos tienen su propio sistema de creencias, basado en sus conocimientos técnicos,
recursos informativos.
Vemos entonces que una manera de evitar una de las grandes divergencias es tratar de unificar el sistema de
creencias de las dos generaciones.
Generalmente se requiere adoptar cambios, deben forzosamente ser ellos quienes cambien su sistema de
creencias.
Esta no es una tarea fácil, aun cuando existiera una predisposición a escuchar las nuevas alternativas, ya que en
ambos grupos existe una muy diferente manera de pensar.
Como las nuevas generaciones poseen una apertura mental mayor aprenden con mayor rapidez todo lo
novedoso y moderno y se adhieren sin reservas a ello.
La distancia existente entre las dos generaciones, es lo que demuestra que la primera generación ha estado
excesivamente ocupada en hacer, en trabajar y ha dedicado muy poco tiempo o ninguno a adquirir nuevos
conocimientos o capacitarse en nuevas disciplinas.
Ante este contexto generacional descrito los principales conflictos surgen cuando se quiere dar respuesta a los
siguientes interrogantes:
1) ¿Qué hacer, en qué diversificar? ¿Qué posición adoptar frente a un problema coyuntural?
2) ¿Quién presidirá la empresa, quién se hará cargo de una nueva actividad?.
3) ¿Cuándo? Evaluación de la oportunidad en que deba hacerse un cambio de política, de planeamiento de
dirección o de actividad.
4) ¿Cuánto? Decisión acerca de la magnitud de un riesgo a asumir; una inversión, un dividendo.
5) ¿Cómo? Definición de los procedimientos y las tácticas a poner en juego en el marco de la estrategia
seleccionada para dar respuesta al primer interrogante.
Cada uno de estos interrogantes puede plantear un conflicto entre la organización familiar y la empresaria, ya
que implica actuar sobre los hombres, sobre sus aspiraciones y criterios, poniendo en juego la dualidad de la
prevalescencia de los aspectos afectivos por sobre los racionales.
La pregunta acerca de que hacer se evalúa normalmente en términos de costo de oportunidad, sobre la base de
que sacrificio, en términos de ingresos familiares anuales, hay que realizar para comenzar una nueva actividad;
por lo tanto las preguntas acerca de que hacer se identifican con aquellas de cuánto cuesta. Cuando el vínculo
que prevalece es primordialmente económico, aparece la oposición entre invertir (hoy) o percibir (también
hoy) por vía de dividendos, honorarios u otras retribuciones.
La preg. acerca de cuándo (hacer o comenzar) se vincula también a la oportunidad en que deben reasignarse
ingresos individuales para aplicar al desarrollo de un objetivo empresario.
La preg. de cómo se actúa a efectos de poder alcanzar el objetivo definido también se evalúa en términos de
costo de oportunidad, y éste, en función de las posiciones personales y no de la organización en su totalidad.
Este aspecto de la discordancia entre motivaciones y objetivos personales de quien lidera la empresa y los
objetivos que esta como tal debería perseguir es otro de los rasgos salientes de este tipo de organización.
En consecuencia, el primer cambio se evidencia al discutir los “quien”, discusión en la que estará subyacente el
deseo o no de conservar y desarrollar la empresa como tal y no como el “fondo de pensión heredado”.
Un estudio de las empresas de familia en la Argentina de 1985 definía que en todas ellas se podían encontrar
las siguientes características:
Excesiva rigidez en su manejo que se traducía como consecuencia en una suerte de inercia organizacional.
a) Marcado estilo autocrático de dirección.
b) Exacerbación del valor de la experiencia frente a la capacidad.
c) No cuestionamiento del poder del líder, con respecto a sus decisiones.
d) Falta de evaluación objetiva de la gestión de los subordinados por parte del líder y de la actuación de este
por parte de los accionistas o socios.
e) Dilución de las responsabilidades.
f) Conceptos y pautas de gestión obsoletos.
Pese a haber transcurrido desde entonces más de diez años, no podemos evitar reconocer la vigencia de este
tipo de características en casi todas las empresas familiares medianas conocidas.
Vemos, entonces, que los aspectos que producen una crisis en determinados momentos de la vida de una
empresa de familia tienen su origen en:
a) Características de la personalidad y motivaciones individuales del caudillo de la familia ( y de la
organización).
b) Un estilo de empresa, caracterizado por ciertas pautas que se van enraizando con el tiempo y que crean un
escudo defensivo de los familiares contra los ajenos, privilegiando la pertinencia al círculo áulico por encima
de la capacidad, y la experiencia propia del líder a sus allegados por encima de la técnica o los conocimientos
de los otros (especialmente si no son familiares o bien, siéndolo, no pertenecen a su propio reducto intimo).

6. FORMA DE ORGANIZACIÓN INTERNA DE LA EMPRESA Y DEL EMPRESARIO.


Forma de organización interna del empresario: Lo que lo define es ser “el centro” de una serie de contratos
mediante los cuales la empresa adquiere su configuración.
Por su parte, para el derecho laboral lo que define al empresario es la “dirección y organización de la empresa”.
Al respecto dice la ley que es “quien dirige la empresa por sí, o por intermedio de otras personas, y con el cual
se relacionan jerárquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participación que las leyes asignen a éstos en
la gestión y dirección de la empresa” (art. 5º, segunda parte, LCT). También la ley laboral reconoce al
empresario la facultad de organizar económica y técnicamente la empresa (art. 64 LCT), lo que implica las
siguientes potestades: a) de organización; b) de dirección; c) disciplinaria; d) de variar unilateralmente ciertas
modalidades del trabajo; y e) de denunciar sin causa el contrato de trabajo. Sin embargo, téngase en cuenta que
en derecho laboral no siempre la noción de “empleador” se identifica con la de “empresario” ya que hay
empleadores que no revisten tal calidad.
Sentado ello, el concepto de “empresario” permite distinguir diversas categorías o roles que pueden o no
coincidir en una misma persona: a) el empresario “de título”, que es el sujeto titular de la empresa y
responsable por sus obligaciones; b) el empresario “de
gestión” que es quien dirige la empresa; y c) el empresario
“de riesgo” que es el accionista o socio de la
sociedad. Además, debe tenerse presente la existencia de
un empresario “indirecto”, como es el caso de la persona
física controlante de la sociedad titular de la empresa,
sujeto a las responsabilidades societarias (art.54 ley
19.550) y concursales (art.161 inc.2º ley 24.522)
pertinentes. Sin embargo, no hay dudas que esta categoría
de obligados a llevar contabilidad comprende solo al
“empresario de título”.
Forma de organización interna de la empresa:

Agentes auxiliares: Subordinados (Factores, Viajantes) y Autónomo (Corredores, rematadores)


El antiguo Código de Comercio en el Título IV (art. 87 y ss.), expone los estatutos de quienes llama "agentes
auxiliares del comercio". Son empresarios particularmente dedicados a una rama concreta del quehacer
mercantil. No practican actos de comercio en general, sino que ejercen una parte de las tareas del mercado, con
dedicación que a veces es exclusiva.
El art. 87 del antiguo Código Comercial dice así: "Son considerados agentes auxiliares del comercio, y, como
tales, sujetos a las leyes comerciales, con respecto a las operaciones que ejercen en esa calidad:
1°) Los corredores.
2°) Los rematadores o martilleros.
3°) Los barraqueros y administradores de casas de depósito.
4°) Los factores o encargados, y los dependientes de comercio.
5°) Los acarreadores, porteadores o empresarios de transporte". En el art. 87, idéntico al art. 88 del Cód. de
Comercio, sólo se detalla una lista que incluye a quienes trabajan bajo relación de dependencia (factores,
dependientes), junto a tradicionales auxiliares autónomos (martilleros, corredores) y a verdaderos
empresarios dedicados por completo al giro mercantil que dirigen (transporte, depósito o barraqueros).
Pero la lista no es ni completa ni actual, porque hay diversos empresarios con o sin estatuto específico, que
tienen igual o mayor importancia que aquéllos: agentes de bolsa, despachantes de aduana, productores
asesores de seguros, banqueros.
Otras figuras han sido señaladas por el derecho laboral, ya que se les ha reconocido su relación dependiente; un
ejemplo de ello es el viajante de comercio.
La razón de que existan esos estatutos es que el ejercicio del comercio no se agota con la realización de actos
como los descriptos en el art. 8°, incs. 1° y 2°, del Código. Existen tareas especiales que se llevan a cabo
mediante empresarios especializados.
Todo ello hay que vincularlo a la teoría general de la representación, la que explica en qué condiciones y con
qué alcance se da la colaboración o la sustitución jurídica.
Una cuestión que se plantea es saber si esos "auxiliares" lo son del comerciante o del comercio. Las necesidades
del moderno tráfico son más amplias; podemos sintetizarlas en las siguientes:
a) Cooperación; b) intermediación; c) sustitución; d) especialidad.
Todas ellas se cumplen en el mercado, entre comerciantes o entre comerciantes y consumidores. Así el
comisionista –regulado en el antiguo Código a través del contrato y no mediante un estatuto cumple- la función
de cooperación. Otros ejemplos en el campo dependiente, son el factor y el viajante de comercio.
Intermediación es función particular de martilleros y corredores. El mandatario generalmente sustituye al
mandante. Son especiales las labores de los agentes de bolsa, productores asesores de seguros, banqueros,
despachantes de aduana.
Parece que el nombre de auxiliares queda ahora fuera de toda realidad. Son comerciantes independientes, que
tienen un estatuto especial, explícito o implícito. En algunos casos, la figura aún no ha encontrado sus líneas
definitivas (v.gr., los agentes de Comercio.
Corresponde preguntarse si son ellos comerciantes. Creemos que lo son, porque de un modo u otro realizan
tareas mercantiles.
Es verdad que algunos estatutos tienen expresa regulación dentro del Código (martilleros, corredores); otros se
manejan con leyes especiales: ley de productores asesores de seguros, Código Aduanero. Algunos son legislados
por el sistema mercantil a través del contrato que habitualmente concluyen (mandatarios, comisionistas).
Ya no interesa la calidad de comerciante respecto del sistema concursal, habida cuenta de la definitiva
unificación de 1983. Sí es importante que se apliquen a sus relaciones el Código de Comercio, las leyes
complementarias y el sistema de principios informantes que integra la materia mercantil. En ese sentido,
tenemos que considerarlos comerciantes.
Quienes trabajan en relación de dependencia, verán su estatuto regulado por el derecho comercial y en
concurrencia por el derecho del trabajo (factores, viajantes, productores de seguros dependientes).

Subordinados (Factores, Viajantes). Factores y dependientes:


Factor: Concepto: (Se llama factor a un mandatario del comerciante, encargado de administrar la empresa o un
establecimiento de ésta, representándolo en forma permanente y obligándolo en la medida de sus facultades
debidamente inscriptas.)
En nuestro derecho se definía al factor en el art. 132 del Cód. de Comercio, que dice: "Se llama factor, la persona
a quien un comerciante encarga la administración de sus negocios, o la de un establecimiento particular".
El factor -cuyo nombre proviene de los estatutos medievales- administra el comercio o la empresa bajo la
supervisión del comerciante titular del negocio. En la moderna organización de la empresa, muchas veces se
designa a los factores con el nombre de gerentes o gerentes generales, pero nunca son órganos sociales; a pesar
de ello, tienen amplias facultades.
- No hay que confundir el órgano de administración societaria, en donde opera la teoría orgánica y no la
del mandato, con la calidad de factor, el cual es un encargado dependiente, que administra una empresa
o establecimiento por delegación del principal (que puede ser un empresario unipersonal o un órgano
administrador de una sociedad comercial). Dicho órgano administrador, que puede ser desempeñado
por un socio o tercero, no es mandatario de la sociedad, sino que es expresión de la sociedad misma en
acción.
El mandato del factor, es un poder amplio de administración, por el cual aquél se inviste con la cualidad de
representante voluntario.
Es decir: se le confiere poder y se le determina el contenido concreto y los límites de dicho poder; es
mandatario y también administrador.
El factor actúa en relación de dependencia; como ocurre con cualquier empleado en esa subordinación jurídica,
le corresponden los beneficios, derechos y obligaciones del derecho laboral (la regulación íntegra del contrato
de trabajo en relación de dependencia y leyes complementarias).
El factor puede figurar como gerente, gerente general, administrador, encargado o cualquier otro título: lo que
nos indicará que estamos ante un factor de comercio (denominación en desuso actualmente en nuestro país),
será el ámbito jurídico de poder que posea y su status jurídico con relación a la empresa que administra.
Poderes:
El poder del factor se asimila a un poder amplio de administración, pero no en el sentido del Código Civil, sino
de acuerdo con el derecho empresario comercial; es decir, el "acto de administración" que autoriza el poder no
tendrá su contrapartida en lo que civilmente se conoce como "acto de disposición" (p.ej., transmisión de
inmuebles). Así, el factor llevará a cabo todos los actos que sean útiles y se encaminen al cumplimiento del
objeto de la empresa comercial y será ése el enmarcamiento de sus facultades.
Hay, por tanto, un mandato representativo para administrar por otro una empresa económica o parte de ella,
mandato que se extiende en forma general y permanente, aunque es, naturalmente, revocable. Este mandato
puede ser expreso o tácito.
El convenio con terceros que el factor suscriba tendrá como efecto inmediato obligar al principal como si
hubiese celebrado él personalmente el contrato; es decir, se produce la traslación de obligaciones típica de la
representación.
Sólo los factores están eximidos de la necesidad de poder especial para firmar letras de cambio o pagarés en
nombre de sus principales (art. 9°, decr. 5965/63 – ¨El que pone su firma en una letra de cambio invocando la
representación de otro debe hallarse autorizado con mandato especial; el mandato general no hace presumir la
facultad de obligarse cambiariamente.¨). Las restricciones a este respecto tienen que ser hechas conocer a los
terceros, o inscribirse en el Registro Público de Comercio.
- Inscripción: La autorización o poder del principal hacia el factor debe inscribirse en el Registro Público de
Comercio de la jurisdicción, a fin de que surta efectos ante terceros; la jurisprudencia ha atenuado la exigencia
del art. 133 basada en la doctrina de la apariencia.
Entre el principal y el factor de comercio, el otorgamiento del poder, que puede ser incluso una cuestión fáctica,
no escrita, tiene efectos desde que el contrato queda concluido, es decir, desde que comienza a cumplirse la
función administradora del representante.
Basta, pues, la capacidad de los contratantes y el comienzo de las operaciones, para que se dé la investidura
factorial ante el principal y ante terceros.
- Sin inscripción: El poder no inscripto también es invocable por terceros en virtud de la doctrina de la
apariencia; con esta orientación doctrinaria es congruente el art. 58 de la ley 19.550 de sociedades.
En cambio, la falta de inscripción de ciertas limitaciones que desee imponer el principal al factor, de acuerdo
con necesidades o conveniencias, produce efectos con relación a terceros: esas limitaciones no le serán
oponibles, salvo que los terceros conocieran el contenido contractual de tales restricciones que unen al
principal con su administrador general.
Los contratos firmados por el factor, dentro de los límites de su mandato, obligan al principal sin necesidad de
ratificación, ni expresa ni tácita, por parte de éste, del negocio jurídico concluido.
Desde otro punto de vista, la obligación pactada recae sobre la totalidad del patrimonio del empresario y nunca
sobre los bienes personales del factor, salvo el caso de inconducta civil o penal.

Extensión y límites de los Poderes: Dijimos que el poder se presume general y amplio para la administración
de una unidad económica o parte de ella (p.ej., uno o más establecimientos). Ello obtiene certeza si se otorga
poder escrito con cláusulas generales.
Pero genéricamente los contratos suscriptos por el factor se presumirán realizados en nombre del empresario
individual o colectivo propietario del establecimiento. Sus poderes comprenden:
- Los actos normales que exijan la dirección del establecimiento administrado.
- Los actos anormales, a los que la actividad mercantil pueda dar ocasión.
Estas reglas cuidan precisamente la posición del tercero de buena fe.
El exceso del poder estaría pautado por el objeto de la empresa económica, en general, y los actos de
administración necesarios para cumplir ese objeto, en especial.
El factor incurrirá en responsabilidad personal si contrata fuera del mandato general, o de los límites del poder
inscripto, o si contrata en nombre propio (art. 139, antiguo Cód. de Comercio - Fuera de los casos prevenidos en
el artículo precedente, todo contrato celebrado por un factor en nombre propio, le obliga directamente hacia la
persona con quien contratare. Sin embargo, si la negociación se hubiera hecho por cuenta del comitente del
factor, y el otro contratante lo probare, tendrá opción de dirigir su acción contra el factor o contra su principal;
pero no contra ambos.).
En este último caso: El tercero podrá probar que la negociación se hizo por cuenta del comitente; la ley,
entonces, reconoce opción para demandar el cumplimiento ante el factor o ante el comitente (el primero en
forma personal), pero no contra ambos. Es una solución congruente, pues o se obliga el factor por sí y para sí, o
queda obligado el principal; nunca puede entenderse solidaria esa obligación, salvo expresa disposición
convencional al respecto.

Prohibición: La regla general es la intransmisibilidad del poder, según lo dispone el antiguo art. 161 del Cód.
de Comercio.¨ Ni los factores ni los dependientes de comercio pueden delegar en otros, sin autorización por
escrito de los principales, cualesquiera órdenes o encargos que de éstos recibieren, y caso de verificarlo en otra
forma, responderán directamente de los actos de los sustitutos y de las obligaciones que hubieren contraído.¨)
Así, el factor es personalmente responsable por el cumplimiento de su obligación genérica de administración de
la unidad económica o establecimiento al frente del cual se encuentra.
Pero no por ello debe realizar personal y materialmente todas y cada una de las tareas del giro, ya que podrá a
su vez contar con otros dependientes que lo ayuden; pero todos deberán obtener la aprobación del principal,
que será su empleador único.
Si delega algún acto, éste no se invalida, sino que es el factor quien carga directamente con la responsabilidad
consiguiente.
Responsabilidad:
Podemos señalar algunos caracteres de ella:
- se la ejerce en forma permanente en un lugar determinado previamente por el principal al suscribir o pactar
verbalmente el contrato institorio;
- su prestación es onerosa y nunca se presume gratuita;
- el factor representa al comerciante individual o al colectivo y trata y realiza las operaciones del giro en su
nombre;
- lleva la contabilidad (art. 145, Cód. de Comercio) y los papeles exigidos por la ley;
- controla a los demás empleados u operarios que trabajan en la empresa;
- generalmente es beneficiado con habilitación, es decir, con una participación en las ganancias, en atención
al alto cargo que desempeña.
- Si el empresario posee varios establecimientos (comerciales o industriales), podrá tener un factor a cargo de
cada uno de ellos.
La labor del factor debe relacionarse con el concepto de empresario. El empresario tiene que combinar los
factores de la producción, naturaleza, capital y tecnología, con recursos humanos: técnicos o especialistas,
empleados, obreros; todos los estamentos humanos así reunidos actúan en relación de dependencia respecto
del empresario: cumplen horario de trabajo, órdenes e indicaciones, y deben permanecer a disposición del
empleador en función de la labor contratada. En el primer puesto jerárquico del elemento humano de la
empresa, siguiendo inmediatamente al empresario, estará el factor de comercio. Y él actuará obligando al
principal mediante contratos con terceros, en los cuales señala por cuenta de quién contrata, no siendo
indispensable que agregue poder o constancia alguna para la validez del acto.

Derechos y Obligaciones del Factor: La ley de contrato de trabajo 20.744, se aplica tanto al factor como a los
demás empleados en relación de dependencia respecto de un empresario o sociedad comercial. Dicha ley
prevé:
- Derechos (remuneración, seguridad, ocupación, igualdad de trato, ascensos, vacaciones y licencias, etc.)
- Deberes de los trabajadores (facultad de dirección del empresario, organización de la empresa, fidelidad,
responsabilidad por daños, justificación de ausencias, etc.)
Cabe señalar que es pasible de aplicación de todo el sistema tuitivo laboral cualquier persona que desarrolle
una actividad en beneficio de la empresa, sea factor, administrador, gerente o director.
Una ley especial, la 16.593, dispone que las personas que, integrando una sociedad, le prestan toda su
actividad, o una parte principal de ella, en forma habitual o personal, con sujeción a instrucciones o directivas
que se impartan, serán consideradas como trabajadores dependientes de la sociedad a los efectos de la
aplicación de las leyes protectoras laborales. Se exceptúan las sociedades de familia entre padres e hijos.

Viajantes: Ellos no son auxiliares autónomos del comercio: Los viajantes, si bien gozan de cierta autonomía y
prerrogativas, no por ello dejan de estar en relación de dependencia.
Los regula la ley 14.546 (Ver última página), que es especial para ellos y en la cual se consagran varias
ventajas sobre otras formas de labor (p.ej., indemnización por clientela).
Si bien es verdad que el viajante no posee clientela propia -sino que ella es del principal o del empresario que lo
contrata-, su labor consiste en ofrecer los productos o servicios del comercio que representa (sean pequeñas o
grandes cosas), sobre cuyas ventas cobra su salario; sin perjuicio de ello, podrá ser beneficiario de un salario
básico mínimo. Es similar la tarea del vendedor a comisión, y muchas veces ambas figuras se confunden.

Autónomo (Corredores, rematadores)


Corredores: El corredor es un intermediario en el negocio que desean celebrar dos partes el acto jurídico
intentado por ellas, que puede ser de naturaleza civil o mercantil. El contrato que las partes pretenden concluir
no lo hace el corredor, ya que no es gestor de negocios. El corredor, no sólo no es gestor ni mandatario, sino que
actúa en función propia y autónoma.
Puede realizar pericias y tasaciones conexas con su labor central.
Existen, pues, dos actos jurídicos de diversa naturaleza:
- a) el trabajo del corredor, el corretaje, que consiste en acercar a las partes para que lleguen a un
acuerdo y concluyan un determinado negocio, y;
- b) el acto jurídico o contrato que las partes pretenden realizar utilizando el trabajo de mediación del
corredor.
Comercialidad del corretaje: El corredor tiene derecho a cobrar una comisión por su tarea: de ambas partes o
de su comitente, si interviene un corredor por cada parte (antiguo art. 111, Cód. de Comercio). Si el contrato no
se concluye por culpa de alguno de los contratantes, la comisión debe pagarse lo mismo. También hay que
abonarla si, comenzada la negociación por un corredor, se lo sustituye arbitrariamente o sin causa, o el
comitente la concluye por sí mismo.
LEY 25028: Artículo 31. — Sin perjuicio de las disposiciones del Código Civil y de la legislación local, es
aplicable al ejercicio del corretaje lo dispuesto en esta ley respecto de los martilleros, en todo lo que resulte
pertinente y no se encuentre modificado en los artículos siguientes.
Condiciones habilitantes: Artículo 32. — Para ser corredor se requieren las siguientes condiciones
habilitantes:
a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las reglamentaciones
vigentes y que al efecto se dicten.
Matriculación: Requisitos: Artículo 33. — Quien pretenda ejercer la actividad de corredor deberá inscribirse
en la matrícula de la jurisdicción correspondiente. Para ello, deberá cumplir los siguientes requisitos:
a) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
b) Poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 32.
c) Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar donde pretende ejercer como corredor.
d) Constituir la garantía prevista en el artículo 3º inciso d), con los alcances que determina el artículo 6º;
e) Cumplir los demás requisitos que exija la reglamentación local.
Los que sin cumplir estas condiciones sin tener las calidades exigidas ejercen el corretaje, no tendrán acción
para cobrar la remuneración prevista en el artículo 37, ni retribución de ninguna especie.
Facultades: Artículo 34. — En el ejercicio de su profesión el corredor está facultado para:
a) Poner en relación a dos o más partes para la conclusión de negocios sin estar ligado a ninguna de ellas por
relaciones de colaboración, subordinación o representación. No obstante una de las partes podrá
encomendarles que la represente en los actos de ejecución del contrato mediado.
b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes que pueden ser objeto de actos jurídicos.
c) Recabar directamente de las oficinas públicas, bancos y entidades oficiales y particulares, los informes y
certificados necesarios para el cumplimiento de sus deberes.
d) Prestar fianza por una de las partes.
Derechos y Obligaciones:
A- Obligaciones: Artículo 36. — Son obligaciones del corredor:
a) Llevar el libro que establece el artículo 35. (Artículo 35. — Los corredores deben llevar asiento exacto y
cronológico de todas las operaciones concluidas con su intervención, transcribiendo sus datos esenciales en un
libro de registro, rubricado por el Registro Público de Comercio o por el órgano a cargo del gobierno de la
matrícula en la jurisdicción.)
b) Comprobar la identidad de las personas entre quienes se tratan los negocios en los que interviene y su
capacidad legal para celebrarlos.
c) Deberá comprobar, además, la existencia de los instrumentos de los que resulte el título invocado por el
enajenante; cuando se trate de bienes registrables, recabará la certificación del Registro Público
correspondiente sobre la inscripción del dominio, gravámenes, embargos, restricciones y anotaciones que
reconozcan aquéllos, así como las inhibiciones o interdicciones que afecten al transmitente.
d) Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien los gastos y la forma de satisfacerlos, las
condiciones de la operación en la que intervendrá y demás instrucciones relativas al negocio; se deberá dejar
expresa constancia en los casos en que el corredor quede autorizado para suscribir el instrumento que
documenta la operación o realizar otros actos de ejecución del contrato en nombre de aquél.
e) Proponer los negocios con la exactitud, precisión y claridad necesarias para la formación del acuerdo de
voluntades, comunicando a las partes las circunstancias conocidas por él que puedan influir sobre la conclusión
de la operación en particular, las relativas al objeto y al precio de mercado;
f) Guardar secreto de lo concerniente a las operaciones en las que intervenga: sólo en virtud del mandato de
autoridad competente, podrá atestiguar sobre las mismas.
g) Asistir la entrega de los bienes transmitidos con su intervención, si alguna de las partes lo exigiere.
h) En las negociaciones de mercaderías hechas sobre muestras, deberá identificarlas y conservarlas hasta el
momento de la entrega o mientras subsista la posibilidad de discusión, sobre la calidad de las mercaderías.
i) Entregar a las partes una lista firmada, con la identificación de los papeles en cuya negociación intervenga.
j) En los contratos otorgados por escrito, en instrumento privado, debe hallarse presente en el momento de la
firma y dejar en su texto constancia firmada de su intervención, recogiendo un ejemplar que conservará bajo su
responsabilidad. En los que no requieran la forma escrita, deberá entregar a las partes una minuta de la
operación, según las constancias del Libro de Registro.
k) Respetar las prohibiciones del artículo 19 en lo que resulten aplicables.
l) Cumplir las demás obligaciones que impongan las leyes especiales y la reglamentación local.
B- Derechos: Artículo 37. El corredor tiene derecho a:
a) Cobrar una remuneración por los negocios en los que intervenga, conforme a los aranceles aplicables en la
jurisdicción; a falta de ellos, de acuerdo de partes o de uso, se le determinará judicialmente; salvo pacto
contrario, surge el derecho a su percepción desde que las partes concluyan el negocio mediado.
La remuneración se debe aunque la operación no se realice por culpa de una de las partes, o cuando iniciada la
negociación por el corredor, el comitente encargare la conclusión a otra persona o la concluyere por sí mismo.
Interviniendo un solo corredor, éste tendrá derecho a percibir retribución de cada una de las partes; si
interviene más de un corredor, cada uno sólo tendrá derecho a exigir remuneración a su comitente; la
compartirán quienes intervengan por una misma parte;
b) Percibir del comitente el reintegro de los gastos convenidos y realizados, salvo pacto o uso contrario.
Responsabilidad y Sanciones: Artículo 38. — El corredor por cuya culpa se anulare o resolviera un contrato o
se frustrare una operación, perderá el derecho a la remuneración y a que se le reintegren los gastos, sin
perjuicio de las demás responsabilidades a las que hubiere lugar.

Rematadores o Martilleros. Definición. Art. 1°— Para ser martillero se requieren las siguientes
condiciones habilitantes:
a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las reglamentaciones
vigentes y las que al efecto se dicten.
Condiciones habilitante. Art. 2° – Están inhabilitados para ser martilleros:
a) Quienes no pueden ejercer el comercio;
b) Los fallidos y concursados cuya conducta haya sido calificada como fraudulenta o culpable, hasta cinco (5)
años después de su rehabilitación;
c) Los inhibidos para disponer de sus bienes;
d) Los condenados con accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públicos, y los condenados por hurto,
robo, extorsión, estafas y otras defraudaciones, usura, cohecho, malversación de caudales públicos y delitos
contra la fe pública, hasta después de diez (10) años de cumplida la condena;
e) Los excluidos temporaria o definitivamente del ejercicio de la actividad por sanción disciplinaria;
f) Los comprendidos en el artículo 152 bis del Código Civil.
Matricula:
Art. 3° — Quien pretenda ejercer la actividad de martillero deberá inscribirse en la matrícula de la
jurisdicción correspondiente. Para ello deberá cumplir los siguientes requisitos:
a) poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 1º;
b) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
c) Constituir domicilio en la jurisdicción que corresponda a su inscripción.
d) Constituir una garantía real o personal y la orden del organismo que tiene a su cargo el control de la
matrícula, cuya clase y monto serán determinados por éste con carácter general;
Cumplir los demás requisitos que establezca la reglamentación local.
Facultades: Art. 8° – Son facultades de los martilleros:
a) Efectuar ventas en remate público de cualquier clase de bienes, excepto las limitaciones resultantes de leyes
especiales;
Tasaciones: b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes para cuyo remate los faculta esta ley;
Informes: c) Recabar directamente de las oficinas públicas y bancos oficiales y particulares, los informes o
certificados necesarios para el cumplimiento de las obligaciones previstas en el artículo 9°;
Medidas de garantía: d) Solicitar de las autoridades competentes las medidas necesarias para garantizar el
normal desarrollo del acto de remate.
Obligaciones y Derechos: Art. 9° – Son obligaciones de los martilleros:
Libros: a) Llevar los libros que se establecen en el Capítulo VIII;
Títulos: b) Comprobar la existencia de los títulos invocados por el legitimado para disponer del bien a rematar.
En el caso de remate de inmuebles, deberán también constatar las condiciones de dominio de los mismos;
Convenio con el legitimado: c) Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien, los gastos del
remate y la forma de satisfacerlos, condiciones de venta, lugar de remate, modalidades del pago del precio y
demás instrucciones relativas al acto, debiéndose dejar expresa constancia en los casos en que el martillero
queda autorizado para suscribir el instrumento que documenta la venta en nombre de aquél;
Publicidad: d) Anunciar los remates con la publicidad necesaria, debiendo indicar en todos los casos su
nombre, domicilio especial y matrícula, fecha, hora y lugar del remate y descripción y estado del bien y sus
condiciones de dominio.
En caso de remates realizados por sociedades, deberán indicarse además los datos de inscripción en el Registro
Público de Comercio.
Remate de lotes: Cuando se trate de remates de lotes en cuotas o ubicados en pueblos en formación, los planos
deberán tener constancia de su mensura por autoridad competente y de la distancia existente entre la fracción
a rematar y las estaciones ferroviarias y rutas nacionales o provinciales, más próximas. Se indicará el tipo de
pavimento, obras de desagüe y saneamiento y servicios públicos, si existieran;
Acto de remate: e) Realizar el remate en la fecha, hora y lugar señalados, colocando en lugar visible una
bandera con su nombre y, en su caso, el nombre, denominación o razón social de la sociedad a que pertenezcan;
f) Explicar en voz alta, antes de comenzar el remate, en idioma nacional y con precisión y claridad los
caracteres, condiciones legales, cualidades del bien y gravámenes que pesaren sobre el mismo;
Posturas: g) Aceptar la postura solamente cuando se efectuare de viva voz; de lo contrario la misma será
ineficaz;
Instrumento de venta: h) Suscribir con los contratantes y previa comprobación de identidad, el instrumento
que documenta la venta, en el que constarán los derechos y obligaciones de las partes. El instrumento se
redactará en tres (3) ejemplares y deberá ser debidamente sellado, quedando uno de ellos en poder del
martillero.
Bienes muebles: Cuando se trate de bienes muebles cuya posesión sea dada al comprador en el mismo acto, y
ésta fuera suficiente para la transmisión de la propiedad, bastará el recibo respectivo;
Precio: i) Exigir y percibir del adquirente, en dinero efectivo, el importe de la seña o cuenta del precio, en la
proporción fijada en la publicidad, y otorgar los recibos correspondientes;
Rendición de cuentas: j) Efectuar la rendición de cuentas documentada y entregar el saldo resultante dentro
del plazo de cinco (5) días, salvo convención en contrario, incurriendo en pérdida de la comisión en caso de no
hacerlo;
Deber de conservación: k) Conservar, si correspondiere, las muestras, certificados e informes relativos a los
bienes que remate hasta el momento de la transmisión definitiva del dominio;
Otros deberes: l) En general, cumplimentar las demás obligaciones establecidas por las leyes y
reglamentaciones vigentes.

Remate en ausencia del dueño: Art. 10. – Sin perjuicio de las obligaciones establecidas en la presente ley,
cuando los martilleros ejerciten su actividad no hallándose presente el dueño de los efectos que hubieren de
venderse, serán reputados en cuanto a sus derechos y obligaciones, consignatarios sujetos a las disposiciones
de los artículos 232 y siguientes del Código de Comercio.
Comisión: Art. 11. – El martillero tiene derecho a:
a) Cobrar una comisión conforme a los aranceles aplicables en la jurisdicción, salvo los martilleros
dependientes, contratados o adscriptos a empresas de remate o consignaciones que perciban por sus servicios
las sumas que se convengan, pudiendo estipularse también la comisión de garantía en los términos del artículo
256 del Código de Comercio.
Reintegro de gastos. Percibir del vendedor el reintegro de los gastos del remate, convenidos y realizados.
Suspensión del remate: Art. 12. – En los casos en que iniciada la tramitación del remate, el martillero no lo
llevare a cabo por causas que no le fueren imputables, tendrá derecho a percibir la comisión que determine el
juez de acuerdo con la importancia del trabajo realizado y los gastos que hubiere efectuado. Igual derecho
tendrá si el remate fracasare por falta de postores.
Determinación de la comisión: Art. 13. – La comisión se determinará sobre la base del precio efectivamente
obtenido. Si la venta no se llevare a cabo, la comisión se determinará sobre la base del bien a rematar, salvo que
hubiere convenio con el vendedor, en cuyo caso se estará a éste. A falta de base se estará al valor de plaza en la
época prevista para el remate.
Anulación del remate: Art. 14. – Si el remate se anulare por causas no imputables al martillero, éste tiene
derecho al pago de la comisión que le corresponda, que estará a cargo de la parte que causó la nulidad.
Sociedades: Art. 15. – Los martilleros pueden constituir sociedades de cualesquiera de los tipos previstos en el
Código de Comercio, excepto cooperativas, con el objeto de realizar exclusivamente actos de remate. En este
caso cada uno de los integrantes de la sociedad deberá constituir la garantía especificada en el artículo 3°,
inciso d).
Sociedades para actos de remate: Art. 16. – En las sociedades que tengan por objeto la realización de actos
de remate, el martillero que lo lleve a cabo y los administradores o miembros del directorio de la sociedad,
serán responsables ilimitada, solidaria y conjuntamente con ésta por los daños y perjuicios que pudieren
ocasionarse como consecuencia del acto de remate. Estas sociedades deben efectuar los remates por
intermedio de martilleros matriculados, e inscribirse en registros especiales que llevará el organismo que tenga
a su cargo la matrícula.
Libros: Art. 17. – Los martilleros y las sociedades a que se refiere el artículo 15 deben llevar los siguientes
libros, rubricados por el Registro Público de Comercio de la jurisdicción:
Diario de entradas: a) Diario de entradas, donde asentarán los bienes que recibieren para su venta, con
indicación de las especificaciones necesarias para su debida identificación: el nombre y apellido de quien
confiere el encargo, por cuenta de quién han de ser vendidos y las condiciones de su enajenación;
Diario de salidas: b) Diario de salidas, en el que se mencionarán día por día las ventas, indicando por cuenta
de quién se han efectuado, quién ha resultado comprador, precio y condiciones de pago y demás
especificaciones que se estimen necesarias;
De cuentas de gestión: c) De cuentas de gestión, que documente las realizadas entre el martillero y cada uno
de sus comitentes.
El presente artículo no es aplicable a los martilleros dependientes, contratados o adscriptos a empresas de
remates o consignaciones.
Archivo de documentos. Art. 18. – Los martilleros deben archivar por orden cronológico un ejemplar de los
documentos que se extiendan con su intervención, en las operaciones que se realicen por su intermedio.
Prohibiciones: Art. 19. – Se prohibe a los martilleros:
Descuentos y bonificaciones: a) Practicar descuentos, bonificaciones o reducción de comisiones arancelarias;
Participación en el precio: b) Tener participación en el precio que se obtenga en el remate a su cargo, no
pudiendo celebrar convenios por diferencias a su favor, o de terceras personas;
Cesión de bandera: c) Ceder, alquilar o facilitar su bandera, ni delegar o permitir que bajo su nombre o el de la
sociedad a que pertenezca, se efectúen remates por personas no matriculadas.
Delegación del remate. En caso de ausencia, enfermedad o impedimento grave del martillero, debidamente
comprobados ante la autoridad que tenga a su cargo la matrícula, aquél podrá delegar el remate en otro
matriculado, sin previo aviso;
Compra por cuenta de terceros: d) Comprar por cuenta de terceros, directa o indirectamente, los bienes cuya
venta se les hubiere encomendado;
Compra para sí de los bienes a rematar: e) Comprar para sí los mismos bienes, o adjudicarlos o aceptar
posturas sobre ellos, respecto de su cónyuge o parientes dentro del segundo grado, socios, habilitados o
empleados;
Suscripción instrumento de venta sin autorización: f) Suscribir el instrumento que documenta la venta, sin
autorización expresa del legitimado para disponer del bien a rematar;
Retención del precio: g) Retener el precio recibido o parte del él, en lo que exceda del monto de los gastos
convenidos y de la comisión que le corresponda;
Deber de veracidad: h) Utilizar en cualquier forma las palabras "judicial", "oficial", o "municipal", cuando el
remate no tuviera tal carácter, o cualquier otro término o expresión que induzca a engaño o confusión;
Ofertas bajo sobre: i) Aceptar ofertas bajo sobre y mencionar su admisión en la publicidad, salvo el caso de
leyes que así lo autoricen;
Suspensión del remate: j) Suspender los remates existiendo posturas, salvo que habiéndose fijado base, la
misma no se alcance.

Responsabilidades y Sanciones: Sanciones:


Apelabilidad: Art. 20. – El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el Capítulo VI y la realización de
los actos prohibidos en el Capítulo IX hacen pasible al martillero de sanciones que podrán ser multa de hasta $
5000 (pesos cinco mil), suspensión de la matrícula de hasta dos (2) años y su cancelación. La determinación,
aplicación y graduación de estas sanciones, estarán a cargo de la autoridad que tenga a su cargo la matrícula en
cada jurisdicción, y serán apelables por ante el tribunal de comercio que corresponda.
Anotación: Art. 21. – Las sanciones que se apliquen serán anotadas en el legajo individual del martillero
previsto en el artículo 5°.
Pérdida de la comisión: Art. 22. – El martillero por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su
derecho a cobrar la comisión y a que se le reintegren los gastos, y responderá por los daños y perjuicios
ocasionados.
Remates por personas no matriculadas: Art. 23. – Ninguna persona podrá anunciar o realizar remates sin
estar matriculada en las condiciones previstas en el artículo 3°. Quienes infrinjan esta norma serán reprimidos
por el organismo que tenga a su cargo la matrícula, con multa de hasta $ 10.000 (pesos diez mil), y además se
dispondrá la clausura del local u oficina respectiva; todo ello sin perjuicio de la responsabilidad penal que
pudiera corresponder. El organismo que tenga a su cargo la matrícula, de oficio o por denuncia de terceros,
procederá a allanar con auxilio de la fuerza pública los domicilios donde se presuma que se cometen las
infracciones antes mencionadas y, comprobadas que ellas sean, aplicará las sanciones previstas, sin perjuicio de
las denuncias de carácter penal, si correspondieran. La orden de allanamiento y de clausura de locales deberán
emanar de la autoridad judicial competente. En todos los casos, las sanciones de multa y clausura serán
apelables para ante el tribunal de comercio que corresponda.
Responsabilidades:
Actualización de la inscripción: Art. 24. – Los martilleros que a la fecha de vigencia de esta ley estuvieran
matriculados, continuarán en el ejercicio de su actividad, cumpliendo con los requisitos enunciados por los
incisos b), c) y d) del artículo 3°.
Remates oficiales: Art. 25. – El Estado Nacional, las provincias y municipalidades, cuando actúen como
personas de derecho privado, así como las entidades autárquicas, bancos o empresas del Estado Nacional, de
las provincias o municipalidades, podrán realizar las operaciones de remate a que los autorizan leyes
especiales, por intermedio de dependientes que sean martilleros matriculados.
Matricula de jurisdicción nacional: Art. 26. – Hasta tanto se determine el organismo profesional o judicial
que tendrá a su cargo la matrícula de martilleros en la Capital Federal y en el Territorio Nacional de la Tierra
del Fuego, Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur, la misma corresponderá al juez del cual dependa el
Registro Público de Comercio.
Subastas judiciales: Art. 27. – Las subastas públicas dispuestas por autoridad judicial se rigen por las
disposiciones de las leyes procesales pertinentes y, en lo que no se oponga a ellas, por la presente ley.
Ámbito de aplicación: Art. 28. – Esta ley se aplicará en todo el territorio de la República y su texto queda
incorporado al Código de Comercio.
Vigencia: Art. 29. – La presente entrará en vigencia a los noventa (90) días de su publicación. Art. 30. –
Deróganse los artículos 113 a 122 del Código de Comercio.

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