Está en la página 1de 11

Maestría en Derecho Empresario

2008

Informe final

Título:
Los contratos asociativos de UTE y ACE ante el concurso y la quiebra

Materia:
Crisis, Insolvencia y Cesación de Pagos

Alumna:
Los contratos asociativos de UTE y ACE ante el concurso y la quiebra

Sumario: I. Introducción. II.. VI. Conclusión. VII. Opinión

I. Introducción
El presente trabajo tiene por objeto analizar la realidad de la UTE y ACE – no han sido tratados en el
presente informe los contratos de cooperación recientemente legislados por Ley ---- - frente a los
supuestos de concursos o quiebra de uno de sus integrantes y del conjunto de los integrantes que lo
componen.
Estas figuras constituyen contratos asociativos empresarios, cuyo propósito principal un aspecto de
particular importancia en as relaciones de consumo como lo es el deber de información y el
correlativo derecho de los consumidores y usuarios a acceder a dicha información.

II. Caracterización
Unión transitoria de empresas (“UTE”).
Las uniones transitorias de empresas se crean a través de un contrato plurilateral mediante el cual ya
fuere sociedades entre sí, o con la participación de empresarios individuales, o estos últimos en
exclusividad, se unen para desarrollar y/o ejecutar una obra, servicio o suministros concretos, ya sea
dentro o fuera de nuestro país. La ley de Sociedades Comerciales establece que si los participantes
fueren sociedades, las obras, servicios o suministros que constituyan el objeto del contrato deberán ser
complementarios o accesorios de su objeto.
Asimismo la ley no les reconoce existencia como personas jurídicas o sujetos de derecho. Por tanto, y
sin perjuicio de cierta discusión doctrinaria al respecto, en principio se trataría de un contrato
asociativo que organiza una estructura de colaboración o coordinación que vino a cubrir una necesidad
del tráfico mercantil. No existe affectio societatis entre los integrantes y su finalidad radica en
establecer, organizar y realizar operaciones en las que los integrantes tienen intereses en común y se
establece una división de tareas para lograr la consecución del objeto y ejecución de las tareas. 1

Acuerdo de colaboración empresaria (“ACE”).


Los acuerdos de colaboración empresaria pueden caracterizarse como un centro de interés patrimonial
integrado por personas físicas y/o jurídicas cuya finalidad, cuyo objeto es facilitar o desarrollar
determinadas fases de la actividad empresarial de sus miembros o de perfeccionar o incrementar el
resultado de tales cometidos (art. 367 LSC). Se caracterizan por la ausencia de un lucro directo de sus
componentes, lo cual no significa que no obtengan beneficios económicos de las actividades que
desarrollan. Así, OTAEGUI señala que la prohibición de fin de lucro se refiere a la agrupación en si
1
MARTORELL, Ernesto E. “Tratado de los Contrato de Empresa”, 1997, LexisNexis – Desalma, Lexis Nº 6203/003273
2
misma, pero su actividad puede generar ventajas económicas que aprovechen directamente sus
miembros2.
En efecto, el artículo 368 LSC establece que la agrupación no puede perseguir fines de lucro y las
ventajas económicas que genere su actividad deben recaer directamente en el patrimonio de las
empresas agrupadas. En consecuencia, no resultaría admisible que las ACE tengan un lucro propio,
distinto y separado del de los participantes individualmente considerados. Según ZALDIVAR3, el
propósito de un contrato de ACE es promover el bienestar de sus miembros a través de diversas
modalidades, mediante una causa de índole mutualista y sin que su operatividad se proyecte al
mercado, es decir, la tarea de la ACE está orientada hacia sus integrantes por intermedio de una
organización común empresarial, relacionada con el cometido que busca lograrse.4
Por su parte, Verón sostiene que la organización de las agrupaciones tiende a la regulación de las
actividades de cada miembro para que el complemento o integración de ellas redunde un beneficio que
recaiga sobre las economías individuales de cada uno.

Rasgos diferenciales
La diferencia principal entre las «uniones transitorias de empresas» y las «agrupaciones de
colaboración» radica en que mientras que las primeras permiten a sus miembros desarrollar una
actividad productiva o de servicios común frente a terceros (la obra, servicio o suministro del objeto),
las segundas no están facultadas para hacerlo, ya que sólo pueden dirigir la actividad hacia los
miembros, pero no hacia terceros, y, además, no pueden perseguir fines de lucro, ni siquiera
indirectamente.5
En teoría la actividad que despliega una ACE es interna y todos los actos que celebra son actos de los
sujetos partícipes. Así, en orden a los distingos con las UTE, se sostiene6 que la ACE sólo puede
dirigir la actividad hacia los miembros, pero no hacia terceros, y además, no puede perseguir fines de
lucro.
De acuerdo con el artículo 373 de la LSC, la responsabilidad patrimonial de los integrantes es de
carácter solidaria e ilimitada (a contrario de la responsabilidad de los integrantes de la UTE que nos es
solidaria sino mancomunada). Desde el punto de vista de su procedencia es de carácter subsidiaria.

III. Sujetos concursables


2
OTAEGUI, Julio C. - HALPERIN, Isaac: “Sociedades Anónimas”, 1998 LexisNexis - Depalma
3
ZALDIVAR, E.: “Las uniones transitorias de empresas”, LL 1984-B p. 919
4
ROITMAN, Horacio, "Ley de Sociedades Comerciales", Tomo IV, Ed. La Ley, Buenos Aires - 2006, p. 847: "son
entidades constituidas contractualmente con la finalidad de establecer una organización común, que faciliten
determinado o determinados aspectos (fases u operaciones) de la actividad empresarial de los mismos contratantes. No
configuran sociedades, ni su operatividad se proyecta al mercado" (C. Nac. Civ., sala M, 10/8/1994, "Deloitte Haskins v.
Renga").
5
Cám. Nac. Civ., Sala M, 10/8/94, "Deloitte Haskins c. Rhenag, s./Medidas" , "E.D.", t. 167, p. 87, fallo 47.080
6
ED, 167-87
3
El análisis de la concursabilidad de estos entes (o contratos) se centra principalmente en lo estipulado
en la Ley de Concursos respecto a la identificación de los sujetos pasibles a ser sometidos a procesos
concursales. El requisito natural y básico de la LCQ es que se trate de “personas” de existencia visible
o “personas” de existencia ideal. Por otra parte, y ante la declaración expresa legal de que tanto la
UTE como la ACE no son sujetos de derecho, sería interesante analizar en forma preliminar si
igualmente sería viable un recorrer el procedimiento de concurso preventivo, un acuerdo preventivo
extrajudicial y/o la quiebra de dichos entes y cuál es la posición doctrinaria y jurisprudencial al
respecto.

No reconocimiento de personalidad jurídica


Un rasgo común se les ha asignado a los contratos de colaboración empresaria -llámese agrupación de
colaboración empresaria, unión transitoria de empresas o consorcios de cooperación-: la carencia de
personalidad jurídica, esto es, no son sujetos de derecho. Éstos permanecen en el ámbito contractual,
sin capacidad diferenciada con la de sus miembros para ser titulares de derecho y obligaciones. De
esta manera es entendido en los tribunales nacionales: “En el derecho societario vigente, ni las
“agrupaciones en colaboración” ni las “uniones transitorias de empresas” constituyen sociedades ni
son sujetos de derecho (ley 19550, arts. 367 y 377), lo que conduce a afirmar, sin hesitación, que mas
allá de las particularidades en cuanto a la dirección y administración de éstas, cada persona -física o
jurídica- integrante del grupo conserva su individualidad y, por ende, sus derechos y obligaciones,
debiendo ejercerlos y asumirlos -por regla- in nomine propio" (C. Nac. Com., sala A, "Faisán
S.A.I.C. de Productos de Algodón y Afines v. Exfin Exchange y Financial Co. Trust Vaduz y otros",
24/3/2004, Fuente: www.csjn.gov.ar)
Si bien la atribución de ciertos caracteres parecería asemejar sus rasgos a los entes societarios -un
objeto específico, duración determinada, denominación, domicilio, obligaciones asumidas y
contribuciones, un fondo operativo, funciones de deliberación y administración, etc.-, ellos están
ordenados al cumplimiento de una finalidad específica de cada uno de los contratos: las UTE tienen
por objeto la realización de emprendimientos, no permanentes, de importantes dimensiones,
generalmente de infraestructura; las ACE, el desarrollo de una determinada fase de la actividad
empresaria de sus miembros; y los consorcios de cooperación tienen por finalidad desarrollar la
actividad económica de sus miembros para maximizar sus resultados.7

2. ¿Es viable jurídicamente el concurso?


a. Por la negativa. Considerando lo expuesto, a efectos de lograr que las ACEs o UTEs puedan ser
consideradas como entes concursables tendríamos que desvirtuar el estándar legal establecido en Ley
de Sociedades Comerciales según el cual se dispone que “no constituyen sociedades, ni sujetos de
7
CHIAVASSA, Eduardo N. - AGUIRRE, Hugo A. “Personalidad y contratos asociativos”, LNC 2008-1-34, Lexis Nº
0003/70041902-1.
4
derecho” 8. Cabe recordar lo establecido en la Exposición de Motivos de la Ley 22.903 y la doctrina
plasmada en cierta jurisprudencia que recuerda que el reconocimiento de personalidad jurídica es un
recurso técnico que el legislador adopta o no de acuerdo con cuestiones de conveniencia y/o de
política legislativa.9 Sin embargo, la circunstancia de su no reconocimiento como sujetos de derecho
“susceptible de adquirir de derechos y contraer obligaciones”, no obstaría que en la faz práctica de la
creación de estos entes para que actúen como verdaderas sociedades.
En este sentido, un fallo reciente de Cámara Civil y Comercial de Córdoba ha tenido que reconocer la
configuración de tal circunstancia y, no obstante, fallar por la no concursabilidad del ente en función
de la norma societaria y concursal.10
En consecuencia, cada integrante de las ACE y UTE conservan su individualidad y su patrimonio,
aunque se constituya un fondo operativo por la contribución (no aporte) que realizan los participantes.
Sin embargo, en la hipótesis de insuficiencia del mencionado fondo de la unión o del agrupamiento, el
déficit debe ser soportado y saneado por los integrantes y según los autores que sostienen esta
posición, tal situación en ningún caso puede dar paso a la formación de un concurso preventivo o de
una declaración de quiebra de la UTE o de la ACE.11
En este orden de ideas ha venido expresándose la jurisprudencia local: "Las agrupaciones
constituidas bajo la forma contractual conocida como colaboración empresaria no constituyen
sociedades ni son sujetos de derecho; sus derechos y obligaciones se rigen por lo dispuesto por los
arts. 371 a 373 ley 22903. Por consiguiente, no están comprendidas en el art. 2 Ley de Sociedades,
siendo impertinente requerirles su concurso"12
b. Por la afirmativa. Autores como OTAEGUI13 y LE PERA14 que sostienen que corresponde su
tratamiento como un verdadero sujeto de derecho por sus características como tales en función del
sistema organizado de toma de decisiones, la existencias de un “fondo común” que funciona como un
patrimonio, y principalmente la creencia que el reconocimiento o no de personería jurídica en nuestro
país está limitado al reconocimiento expreso que en tal sentido pudo hacer un legislador. Lo cual sería
erróneo ante la existencia de una entelequia que efectivamente reúne las condiciones, requisitos y
modo de actuación tales como para ser calificado de “sujeto de derecho”. Así sostienen LE PERA “La
declaración legal que la unión transitoria no es un “sujeto de derecho” parece así no tener otras
8
Artículos 367 y 383 LSC.
9
CNTrab. Sala III, “De la Parra Jorge Alberto c/ Huayqui S.A. y otros s/ despido”, 23/2/2004, Revista de las Sociedades y
Concursos N° 28 Mayo/Junio - 2004, Ed. Ad-Hoc, p.199.
10
C. Civ. y Com. Córdoba, 7ª, “His Informática S.C. v. Prored ACE”, 08/08/2007, Ver Lexis Nº 70041877:“como lo ha
sostenido el recurrente, la realidad y la práctica comercial han demostrado que estos agrupamientos no societarios
usualmente exceden el marco contractual, … tal afirmación, no reviste entidad suficiente para revertir lo resuelto. En esa
idea, la circunstancia de que la ACE haya otorgado poder para actuar en juicio, o que haya contratado directamente con
la actora, no hace que asuma el carácter de sujeto de derecho, puesto que las entidades que la componen no pierden su
individualidad, siendo ellas quienes responden frente a los terceros por las obligaciones que contraiga el representante de
estas (conf. en igual sentido pero con relación a las UTE., C. Civ. Com. Minas Paz y Trib. Mendoza, 4ª, in re "Loser v.
Ganun y Asoc. S.A" UTE., del 21/5/2007, revista Factor, C. y J., 15/6/2007, p. 7).”
11
ZAMUDIO, Teodora – GERSCOVICH, Carlos G. “Concursos – Sinopsis Crítica-”, 2001, Ed. Ad-Hoc, pag. 87.
12
C. Nac. Com., sala B, 24/9/1986, "Agrupación Alcurnia s/ Pedido de quiebra por Oddino" Fuente: www.csjn.gov.ar
13
OTAEGUI, ob. cit.
14
LE PERA, Sergio: “Joint Venture y Sociedad”, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1984, p.163 y siguientes
5
consecuencias preceptivas que las servir como regla de interpretación que mandaría a no atribuir a las
uniones transitorias características que se suelen predicar de los “sujetos de derecho” a menos que
estas características resulten del texto expreso de la ley, de su inserción sistemática en el ordenamiento
jurídico total a que pertenece y de la adecuación o equidad de las soluciones.”
Otros autores, sostienen que pueden presentarse en concurso cuando poseen un fondo común
operativo. Sin embargo, no descartan la posibilidad de la extensión de quiebra a las distintas personas
físicas o jurídicas que la integran, como así también en los casos de grupos económicos. Otros la
asimilan la figura societaria entendiendo que el artículo 1° de la LSC brinda una definición amplia de
sociedad lo cual permitiría comprender a todo contrato que importe una organización empresaria
común.
3. Sujeto de derecho en materia tributaria.
Cabe aclarar que a los efectos tributarios, se reconoce a las UTE y ACE como sujetos de derecho. Así,
conforme el derecho tributario argentino pueden ser sujetos pasivos de obligaciones impositivas
ciertos entes a los que el derecho privado no le reconoce la calidad de sujetos de derecho. Este criterio
encuentra sustento en que para el derecho tributario lo que resulta determinante es la posesión de una
autonomía patrimonial que le permita a estas entidades o conjuntos económicos encuadrarse en una
hipótesis normativa preestablecida como hecho imponible. Por eso es que también pueden ser sujetos
pasivos las sucesiones indivisas, a pesar de que el derecho privado no le reconoce calidad de sujeto de
derecho.15
Sin embargo, conforme se observa en la jurisprudencia argentina ni siquiera por aplicación analógica
de las normas ni del criterio que en materia tributaria se aplica a estas figuras, resultan entes
concursables.16

IV. Alternativas para su concursamiento.


1. Grupo económico
Por regla general la configuración de una UTE no deja sin efecto la distinta personalidad de cada una
de las empresas agrupadas, por lo que cada una de ellas responde con su patrimonio frente a sus
acreedores, y en principio no estaría obligada frente a los acreedores de las restantes integrantes de la
UTE, salvo que exista una causa que genere tal obligación. Por otra parte, la UTE no ha sido
reconocida como sujeto de derecho y en estado actual de situación respecto de estos criterios,
difícilmente pueda presentar su concurso preventivo o su quiebra.
Sin embargo, a la luz de lo dispuesto por los artículos 65 a 69 de la LCQ sería posible que se presente
solicitando su concursamiento o quiebra a través de la figura de “grupo económico” si se da la
supuesto legal. Es decir, que está integrado por entes jurídicamente independientes que constituyen
una única empresa de actividad encauzada a un medio común por medio de una dirección unificada.
15
CSJN “IBM Argentina S.A. v. Dirección General Impositiva”, JA 2003-III-461
16
C. Civ. y Com. Córdoba, 7ª, “His Informática S.C. v. Prored ACE”, 08/08/2007, Ver Lexis Nº 70041877
6
No obstante, corresponderá determinar la formación o no de una masa única o masas separadas en
función de la confusión o no que se verifique de los activos y pasivos del grupo.
Cabe advertir que no resulta necesario que todos los integrantes se encuentren en estado de cesación
pagos, basta con que la cesación de pagos o insolvencia pueda afectar a los demás integrantes del
grupo económico.
3. ¿Es posible que la realización de un APE?
Conforme lo expresado al analizar la condición de “Sujetos Concursables”, algunos autores
nacionales sostienen que la falta de personalidad jurídica de los contratos asociativos tiene
derivaciones tanto sustanciales como procesales. Entre ellas que no puede inscribirse bienes
registrables a nombre de estos entes.17 Adicionalmente y dado que no son titulares de un patrimonio
propio, no podrían acceder a la solución preventiva -lo que incluye la imposibilidad de acceder al
acuerdo preventivo extrajudicial- o liquidativa establecida en la Ley de Concursos y Quiebras, tal
como desde antaño lo tiene decidido nuestra jurisprudencia.18

V. Efecto del concurso o quiebra de uno de sus integrantes de la UTE con relación al resto
1. ¿Se resuelve el contrato de UTE en caso de concurso?
a. Causal de Disolución. El concurso de uno de los integrantes de la UTE funciona como causal de
resolución del contrato si así está establecido en el contrato de UTE. En tal caso, configurada dicha
causal de resolución se produce la disolución de la UTE.
Cuando el integrante concursado fuera parte esencial para el contrato de UTE o bien fueran solo dos
integrantes, el concurso de dicho integrante también produce la disolución de la UTE.
b. Prestaciones Recíprocas Pendientes. Existiendo prestaciones recíprocas pendientes (es decir, que
existan prestaciones adeudadas por ambas partes), habrá que aplicar lo dispuesto por el Art. 20 LCQ, y
toda vez que el concursado mantiene la administración de sus negocios con la vigilancia de la
sindicatura, la elección de la continuación y el cumplimiento de las cláusulas del contrato pendientes
queda delegadas al propio concursado.19
2. ¿Se extiende la quiebra al resto de los integrantes de la UTE?
a. La quiebra de uno de los participantes no es causal de extinción del contrato. Conforme
establece el artículo 383 de la Ley de Sociedades Comerciales la quiebra de uno de los integrantes no
produce la extinción del contrato de UTE en la medida que los integrantes acordaren la forma en que
se harán cargo de las obligaciones pendientes ante el comitente. El fundamento de esta norma es la
preservación de la actividad y en tutela del comitente de la obra o del servicio.

17
Cabe aclarar que respecto de la posibilidad de registrar bienes a su nombre hay otros autores que sostienen lo contrario
y en la práctica profesional también se ha observado una realidad distinta de la indicada.
18
CHIAVASSA, Eduardo N. - AGUIRRE, Hugo A. Ob. cit.
19
CRESPIN, Marina “La UTE y las ACE ante el concurso y la quiebra”, Revista de las Sociedades y Concursos N° 33
Marzo/Abril - 2005, Ed. Ad-Hoc, p.119
7
b. La extensión de quiebra al resto de los contratantes. Si bien la quiebra de uno de los
participantes no acarrea la de grupo, la determinación de la extensión de quiebra está dada en función
de lo establecido en los parámetros establecidos en el Art. 161 de la LCQ. En efecto, una vez
declarada la quiebra de uno de los integrantes, podrá extenderse si evaluando con criterio restrictivo se
configuran alguna de las hipótesis previstas en dicho artículos, basadas principalmente en el ejercicio
de un control indebido de la sociedad fallida a favor del grupo o de otra sociedad, cuando se verifique
un desvío del interés del grupo en el cumplimiento de los propósitos por los cuales ha sido creada, o
bien si se advierta la existencia de una confusión entre los activos y pasivos de los distintos integrantes
de la UTE respecto de los de la sociedad que ha sido declarada en quiebra.
Relación con el comitente.
o de los participantes.
La situación varía según se hayan fijado o no pautas contractuales para el caso de concurso de uno de
los integrantes.
Aun cuando por la normativa societaria el contrato de UTE no queda resuelto por la presentación en
concurso ni por la quiebra de uno de los integrantes, en el caso de las entidades estatales -por lo
común- suelen establecer en sus contratos o en los pliegos licitatorios que, concursado alguno de los
adjudicatarios, ello habrá de operar como causal de resolución.20
En el caso de que uno de los participantes de la UTE se presente en concurso preventivo y no exista
estipulación respecto de la relación con el comitente, corresponde aplicar las pautas prevista en el Art.
20 de la LCQ que regula los "contratos con prestación recíproca pendiente". El concursado que
continúa en la administración bajo la vigilancia de la sindicatura puede optar por continuar con el
contrato previa autorización judicial, para lo cual deberá ponderarse los fundamentos de la pretensión
y la conveniencia de la continuación para la actividad comercial y el beneficio que esto puede
representar para os acreedores del concurso. Por su parte, el comitente podría reclamar las
prestaciones adeudadas a la fecha de presentación en concurso. Luego respecto de aquellas
prestaciones que se cumplan después de la presentación gozan de privilegio del Art. 240 LCQ, No
obstante, pueden darse garantías adicionales al comitente. En caso de que no se hubiere comunicado al
comitente la decisión de continuar el contrato, transcurridos los 30 días de abierto el concurso, el
comitente puede resolver dicho contrato. 21
1. Situación ante la quiebra.
Cuando es posible convenir con el comitente la sustitución de las prestaciones a cargo del fallido
dicha falencia no afectaría en principio la continuidad del contrato celebrado con el comitente para la
prestación de un servicio, la realización de obra o el suministro de algún producto o insumo. En
cambio, si no es posible llegar a un entendimiento con el comitente y el contrato nada establece,

20
MARTORREL, ob. cit.
21
CRESPÍN, ob. cit.
8
corresponde la aplicación del artículo 147 de la LCQ que establece la resolución de los contratos de
ejecución de a raíz del decreto de quiebra.
Por otra parte, es posible que las partes pacten que la quiebra opere como causal de resolución del
contrato. En tal caso, la facultad puede ser ejercida tanto por el comitente respecto del contrato de
UTE como internamente por los miembros de ésta última.22
Conforme lo expuesto anteriormente, el art. 383 de la LCQ dispone expresamente: "la quiebra de
cualquiera de los participantes [...] no producirá la extinción del contrato de unión transitoria que
continuará con los restantes si éstos acordasen la forma de hacerse cargo de las prestaciones ante el
comitente".
En el supuesto que contrato no quede resuelto en los términos del artículo 147 de la LCQ, el
mecanismo a seguir en el marco de la quiebra está regulado de la siguiente manera. El comitente o
tercero contratante no fallido deberá presentarse haciendo saber la existencia del contrato y su
intención de continuarlo o resolverlo dentro de los veinte días (corridos) de la última publicación de
edictos (Art. 144, inc. 1 LCQ,). Por su parte, el síndico -al presentar el informe del Art. 190- debe
enunciar los contratos "con prestaciones recíprocas pendientes y su opinión sobre su continuación o
resolución". Luego es el juez el que decide sobre la continuación o no de la explotación y de los
contratos o bien su resolución con causa en la quiebra. En tal oportunidad y respecto de los contratos
con prestación personal del fallido, de ejecución continuada y normativos (Art. 147 LCQ), contratos a
término (Art. 153 LCQ), y de seguros (154 LCQ), "se aplica lo normado por ellos".
En caso de no decidir por la continuación inmediata de la explotación, el contrato habrá de quedar
suspendido en sus efectos hasta la decisión judicial (Art. 144, inc. 4, LCQ). Pasados 60 días desde la
publicación de edictos sin haberse dictado pronunciamiento, el comitente podrá requerirlo y -en dicho
caso- el contrato habrá de quedar resuelto si no se le comunica su continuación, por medio fehaciente
dentro de los 10 días siguientes al pedido (Art. 144 , inc. 5, L.S.C.). Finalmente, el juez podrá
disponer la constitución de garantías para el tercero, si éste lo hubiere pedido o se hubiese opuesto a la
continuación, en la medida en que no estime suficiente la preferencia establecida por el Art. 240 LCQ.

VI. Apostilla acerca las ACE ante el concurso y la quiebra.


Dada la distinta finalidad y operatividad de uno y otro contrato asociativo, en este trabajo se ha
expuesto con mayor detalle las vicisitudes del contrato de UTE frente a los distintos supuestos
concursales y falenciales con relación a los distintos actores involucrados durante su vigencia.
Las ACE tienen un tratamiento diferente a las UTE en materia de quiebra. Sucintamente y en forma
preliminar –ya que requiere un estudio mas profundizado- a continuación se expone la situación de la
ACE frente al concurso y la quiebra.

22
CRESPÍN, ob. cit.
9
VII. Conclusión

VIII. Opinión

10
Bibliografía

1. ALTERINI, AMEAL, LOPEZ CABANA – “Derecho de las obligaciones” Abeledo Perrot,


1998.
2. CASTELLANO, Andrea “Defensa del consumidor e instituciones jurídicas. Un análisis
económico” SJA 17/5/2006 - JA 2006-II-1041, Lexis Nº 0003/012584 ó 0003/012587.
3. FRASCHETTI, Alejandro D. “La relación de consumo y su aplicación en la responsabilidad
de los supermercados por daños ocasionados a sus clientes”, SJA 6/4/2005, Lexis Nº
0003/011182 ó 0003/011186.
4. GARRIDO – ZAGO, “Contratos civiles y comerciales” Tomo I Parte general, Editorial
Universidad.
5. GHERSI, Carlos A., “Teoría General de la reparación de daños”, Ed. Astrea, 1999, p. 171
6. LORENZETTI, R. L., “Consumidores” Revista de Derecho Privado y Comunitario, Rubinzal
Culzoni Editores, 1996,
7. MOLINA SANDOVAL, Carlos A. “Defensa del consumidor: el derecho a la información en
el MERCOSUR”, Jurisprudencia Argentina, 2003- I.
8. ROITMAN, Horacio “Acciones del consumidor perjudicado”, Revista de Derecho Privado y
Comunitario, “Consumidores”, Rubinzal – Culzoni Editores, 1996, p. 305
9. STIGLITZ, Rubén S. - STIGLITZ, Gabriel A. Ley de Defensa del Consumidor (Una primera
visión de conjunto), JA 1993-IV-871, Lexis Nº 0003/011878
10. STIGLITZ, Rubén S., “Derecho del Consumo”, Abeledo Perrot, 1997.
11. WAJNTRAUB, Javier H., “Protección jurídica del consumidor”, LexisNexis – Depalma,
2004.
12. ZANNONI, Eduardo, “Responsabilidad por daños y protección de consumo”, Revista de
Derecho Privado y Comunitario, Rubinzal Culzoni Editores, “Consumidores” 1996.

11

También podría gustarte