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)
Celebrar el décimo aniversario de la colección Sentidos del Libro de la editorial Tren en
Movimiento es para nosotras un modo de responder a la invitación que acompaña su
declaración de intenciones: discutir y reflexionar sobre los múltiples usos de la palabra
Leer, escribir, editar
escrita, el universo del libro, las prácticas y los actores que lo hacen posible, desde una
perspectiva atenta a sus implicancias político-culturales.
Catálogo comentado de la colección
Los temas y problemas que Sentidos del Libro invita a discutir y reflexionar son aque- Sentidos del Libro
llos que convocan mes a mes a los integrantes del Grupo de Estudio sobre Historia de
la Edición, la Lectura y la Traducción, colectivo conformado en 2018 con un objetivo
claro: crear un espacio plural, no jerárquico e interdisciplinario de lectura y discusión
de la bibliografía sobre la historia del libro, las prácticas y los actores asociados con su
producción, circulación y consumo en Argentina y América Latina. Inscripto en la Red de
Estudios Editoriales de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Ai-
res, nuestro grupo de estudio reúne investigadores, estudiantes y docentes de carreras
de grado y posgrado de edición, filosofía, historia, letras, sociología y traducción literaria,
y profesionales de la edición y de la traducción.
Este catálogo comentado es resultado de esos encuentros mensuales: lo impulsa la
voluntad de convertir en escritura y en objeto editorial nuestra práctica de lectura grupal
pero también el deseo de establecer un diálogo con quienes comparten nuestros inte-
reses. Su propósito es contribuir a la revisión y actualización de la historiografía sobre el
libro, la edición, la traducción y la lectura en la Argentina mediante un ejercicio colectivo
de análisis de una colección especializada surgida en un momento de expansión de nuestro Alejandrina Falcón y Alejandra Giuliani
campo de estudio.
Que este producto conjunto tenga una impronta celebratoria no implica que perdamos
(editoras)
LEER Y COMPARTIR........................................................................................................................................................................ 46
Escuchen, lectorcitos: un punto de encuentro y un feliz hallazgo, Paula Auer............................................................47
Entre zonas de vacancia y terrenos de disputas: una colección en movimiento, Daniel Badenes.................... 48
Una contribución esencial a la historia de la lectura, Marcela Coria.............................................................................50
Para pensar el espacio del libro y el acceso a la cultura, Bruno De Angelis.................................................................51
Autonimia, José Luis de Diego........................................................................................................................................................53
Sentidos del Libro en mi biblioteca, Leandro de Sagastizábal..........................................................................................55
La colección sobre libros de Tren en Movimiento, Fabio Espósito.................................................................................57
Dos veces Temperley o la centralidad de los márgenes, Alejandrina Falcón............................................................. 58
El sentido gráfico de la colección en la trama del saber editorial, Martín Gonzalo Gómez.................................60
Las traducciones en disputa, Rosario González Sola, Paula Gürtler y Eugenia Pérez Alzueta........................... 63
El sentido de ser lector: Sentidos del Libro y las escenas de lectura, Diana Paola Guzmán............................... 66
Textos y contextos: a diez años de Sentidos del Libro, Francisco Jara Bernales..................................................... 68
El mundo editorial y sus lecturas, Guillermo Korn................................................................................................................. 70
Apreciación sobre tres títulos de Sentidos del Libro, Hernán Maltz...............................................................................71
Una fuente de inspiración para mis trabajos, Paula Andrea Marín Colorado.............................................................72
Ampliar la mirada hacia nuevas referencias y referentes, Viviana Martinovich.........................................................74
Nuevos recorridos, Natalia Méndez.............................................................................................................................................76
En el décimo aniversario del lanzamiento de la colección Sentidos del Libro, Alejandro E. Parada.................78
Sentidos del Libro en el cruce entre política, espacio cultural y mundo editorial, Darío Pulfer........................80
Una colección y una pequeña editorial para la historia de empresas en Argentina, Viviana Román................ 82
Sentidos del Libro: una cuña necesaria, Eduardo L. Rubí................................................................................................... 84
Un espacio de encuentro e intercambio, Ezequiel Saferstein.......................................................................................... 86
Entre la edición y la emoción: diez años de Sentidos del Libro, Beatriz C. Valinoti................................................ 88
Los libros existen para desembocar en otros libros, Santiago Venturini.....................................................................90
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4≈
Presentación
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las implicancias político-culturales del proyecto editorial de Tren
en Movimiento, cuyo catálogo apuesta a dar visibilidad a zonas
relegadas de la cultura argentina, desde el fanzine contracultural
hasta las legislaciones de protección animal pasando por la voz de
niñas exiliadas.
Así, con ese mismo espíritu de integrar voces diversas en tor-
no al común interés por el mundo de la edición, nos propusimos
convocar lectores, autores y colaboradores de Sentidos del Libro
para pensar juntos el décimo aniversario del inicio de la colección.
A los lectores los invitamos a responder, desde sus singula-
res perspectivas, una serie de preguntas destinadas a comprender
cómo percibían Sentidos del Libro, qué lugar le daban en el uni-
verso de colecciones análogas y cómo creían ellos que intervenía
en el espacio de los estudios sobre el libro, la edición, la traducción
y la lectura. Quisimos explorar la instancia de recepción indagan-
do en los usos dados a los libros de la colección, comprender los
modos en que se articulaban con prácticas concretas: ¿los lectores
escribían sobre los libros de la colección, volcaban sus lecturas en
investigaciones, artículos, reseñas? ¿Los daban a leer a estudiantes
o colegas? ¿Podían rastrearse ya en programas de cursos o aun en
archivos institucionales? En síntesis, procuramos conocer el desti-
no de sus libros y las formas en que interactuaron con la actividad
profesional y el trabajo intelectual de sus lectores.
A los autores de la colección les pedimos que relataran cómo
había llegado su trabajo a Sentidos del Libro y que ponderaran la
colocación de ese trabajo en el conjunto de títulos que integran
la serie; les pedimos, asimismo, que describieran su experiencia
sobre el proceso de edición explicitando el tipo de lector que tu-
vieron en mente durante el pasaje del original al libro y que se de-
tuvieran en uno de los ejes de interés de nuestro grupo de estudio:
los trabajos de la edición, tan a menudo invisibilizados pese a ser
aquellos en que más claramente puede observarse la colaboración
entre autores, editores, traductores y responsables de las instan-
cias de corrección, editing, diseño o difusión.
A los colaboradores de la colección los invitamos a describir la
naturaleza del trabajo realizado con los autores y el editor. Tam-
bién convocamos al editor de la colección. Su voz aparece articu-
lada en una entrevista colectiva a cargo de dos integrantes del gru-
po de estudio. Los demás integrantes también aportamos nuestras
respuestas como lectores o como autoras de la colección. El tra-
bajo conjunto incluyó además las tareas de edición, corrección,
diseño, selección de imágenes y difusión. Agradecemos a todos los
autores, colaboradores y lectores que contribuyeron sumando sus
voces al diálogo.
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Gestado colectivamente durante los meses de aislamiento
pandémico, este catálogo comentado es una invitación a repensar
el quehacer editorial como una forma potencial de cultura comu-
nitaria, de alegría. Eso celebramos.
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Títulos de la colección (2010-2020)
Escuchen, lectorcitos
La Biblioteca Infantil General Perón
Silvia Urich
La editorial Tor
Medio siglo de libros populares
Carlos Abraham
La editorial Acme
El sabor de la aventura
Carlos Abraham
Editores y política
Entre el mercado latinoamericano de libros y el primer
peronismo (1938-1955)
Alejandra Giuliani
Santiago Rueda
Edición, vanguardia e intuición
Lucas Petersen
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Una colección
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Escribir, corregir, editar
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Primera estación
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Pocos meses después, a comienzos de 2011, en el marco de una
entrevista sobre otro libro, conocí a Carlos Abraham. Fue en un
bar (porque gran parte de los encuentros importantes se realizaba
en bares) y Carlos me comentó acerca de su investigación sobre
Tor, una editorial que tal vez por sus características de empresa
orientada a lo comercial, más que a lo cultural, no había recibido
demasiada atención desde la academia. Pero, para nosotros, el de
Carlos era un trabajo imprescindible que, sin dudas, debía inte-
grar la colección.
Habíamos pensado que los lectores de Sentidos del Libro po-
dían tener un perfil común relacionado con el mundo de las letras,
la edición, la bibliotecología, pero también un perfil diferenciado
según la temática de cada título: más vinculado a la política, o al
diseño, a la historia o a cierto género literario… Y para que los
posibles lectores supieran de la existencia de los libros una opción
era, con todas las complejidades que implica, acceder a los me-
dios de comunicación. Decidimos difundir el libro de Abraham
profesionalmente y la tarea de prensa estuvo a cargo de Amelia
Lafferriere. También fue Amelia quien nos vinculó con Horacio
González, entonces director de la Biblioteca Nacional, a quien le
solicitamos que prologara La editorial Tor. Pensamos en él para esa
tarea porque además de su relieve como intelectual sensibilizado
con lo popular, conocía el oficio de editar. Para nosotros fue una
gran satisfacción que accediera a sumarse al proyecto que, con el
segundo título, empezaba a convertirse en la colección Sentidos
del Libro.
Silvia Urich
Editorial Museo Archivo Raggio
12≈
Escuchen, lectorcitos nos ofrece la oportunidad de caminar
por la senda de los libros del primer peronismo. En una época
en que la producción editorial se expandía, este trabajo inter-
preta que la Biblioteca Infantil General Perón (BIGP) fue una
empresa cultural originada en el Estado peronista; y que uno
de sus objetivos era contribuir con el proyecto socio-político
que se estaba desplegando. Se trata entonces de una inves-
tigación que debe girar alrededor de las relaciones entre edi-
ción y política. Nos permite contextualizar la BIGP en tanto
instancia y parte de un proceso cultural y político más abarca-
dor: el de un gobierno que confrontó con sectores tradiciona-
les poderosos en la construcción de símbolos colectivos, que
trabajó por la hegemonía desde un abanico de espacios cultu-
rales, entre ellos, el de los libros.
Alejandra Giuliani Escuchen, lectorcitos
La Biblioteca Infantil
General Perón
Silvia Urich
96 pp., 12x18
ISBN: 978-987-25550-3-0
1ra edición, 2010
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Una apuesta por la memoria
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público en la Biblioteca Nacional (Horacio González,
su director en aquel entonces, escribió el prólogo). No
olvidaré una presentación universitaria realizada ante
los alumnos de la carrera de Edición, donde luego de
improvisar un panorama de Tor respondí las preguntas
de los oyentes y Silvia realizó una excelente exposición
en powerpoint sobre las tapas de las diversas colecciones
de la empresa. La tirada se agotó y, cuatro años des-
pués, hubo una reedición ampliada, que no solo tenía
un formato mayor y numerosos agregados en el texto,
sino que contaba con un dossier en papel ilustración
y a color con una amplia selección de las fascinantes
tapas dibujadas por Luis Macaya, Ricardo Palau, Mo-
rales Gorleri y otros artistas, lo que no solo rescataba
la historia de la editorial sino también la obra de esos
ilustradores injustamente olvidados (tanto por la desa-
tención crítica como por el hecho de que, a causa del
paso del tiempo y de la falta de cuidado por parte de los
lectores, perduran muy pocos ejemplares de los libros
en que figuraron sus creaciones).
Al año siguiente, presenté a Alejandro otro proyec-
to de rescate de nuestra historia literaria. Se trató de
Las revistas argentinas de ciencia ficción (2013). La ciencia
ficción es un tema que siempre me apasionó, ya que formó parte
de mis lecturas desde la infancia. Y no solo de mis lecturas: por
aquellos años solía ver el ciclo Sábados de Super Acción, cuyas
emisiones incluían tres o cuatro películas, y siempre estaba a la
expectativa de que alguna de ellas fuera de ciencia ficción. Es un
género que no ha sido estudiado con el detalle que merece en
nuestras historias literarias, y por ello consideré que era necesario
un estudio serio y minucioso. Como el ámbito hemerográfico ha
sido esencial en la ciencia ficción, me decidí por un panorama de
las revistas argentinas consagradas a ella. Tuve el placer de que
Alfredo Julio Grassi, director de Centuria (1946) y de Pistas del Es-
pacio (1957-1958), fuera el autor del prólogo. Como en el caso del
libro anterior, hay una versión ampliada en ciernes, que contará
también con un dossier a color con imágenes de las tapas. Tengo
esperanzas de que aparezca una vez que haya concluido la presen-
te epidemia, que ha dañado tanto los proyectos editoriales.
Hubo también un proceso de intercambio de ideas con los edi-
tores, luego de presentado el texto, aunque fue menos prolongado
que el ocurrido con el libro anterior debido a que ya conocía las
pautas de la colección. Hubo propuestas que acepté, como la de
insertar el índice de relatos de la revista Hombres del Futuro den-
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tro del capítulo correspondiente y no como una sección aparte, y
otras que no, como la de reducir el capítulo dedicado a la nonata
Fantasía y Ciencia Ficción a una nota al pie, debido a su importancia
histórica y a la abundancia de datos sobre la misma, que contri-
buían a iluminar los procesos contemporáneos de creación de una
revista. El diálogo entre autor y editor, como han enseñado las
memorias de Isaac Asimov relativas a su vínculo con John Camp-
bell Jr, es esencial en la cristalización de un libro.
Varios lectores del volumen sobre la editorial Tor me señala-
ron que era necesario redactar una historia de similar envergadu-
ra sobre otra clásica editorial argentina: Acme. Creo que no hace
falta presentarla, ya que los entrañables libros de tapas amarillas
de la colección Robin Hood son parte de la memoria colectiva
de todos los argentinos, y de buena parte de los latinoamerica-
nos. Fue así que publiqué La editorial Acme: el sabor de la aventura
(2017). Se trata de una de las obras cuya escritura me dio más
placer. Fue como dialogar con amigos de toda la vida, ya que los
libros de colecciones como Robin Hood, Centauro, Rastros y Pis-
tas han estado junto a mí desde que tengo uso de razón. En un
paso adelante con respecto a los anteriores volúmenes, contó con
un apéndice dedicado a los índices de las principales colecciones
de la empresa, lo que resulta un instrumento útil tanto para el
académico como para el coleccionista.
Un punto que Silvia, Alejandro y yo consideramos relevante
para Sentidos del Libro fue el mantenimiento de una línea en la
elección de las imágenes de las tapas. El volumen sobre Tor pre-
sentaba a un pistolero apuntando al frente, como si estuviera listo
a disparar al lector. Por lo tanto, Las revistas argentinas de ciencia
ficción empleó una imagen tomada de la revista Más Allá, donde
un extraterrestre apuntaba con su cámara, como si se preparase
a tomar una foto al observador, y La editorial Acme: el sabor de la
aventura presentó un espadachín dando una estocada también al
frente, hacia un imaginario enemigo. Es decir, las tres coinciden
en el contacto directo e impactante con el observador. En la rup-
tura de la tercera pared, como se dice en el cine.
La colección ha tenido cambios en su formato. En un princi-
pio era de bolsillo, apropiado para ensayos breves. Con el paso del
tiempo se optó por uno mayor, debido a factores como la escritura
de ensayos más extensos, las solicitudes del público en aras de una
lectura más cómoda y, sobre todo, la incorporación de dossiers con
imágenes de las tapas, cuya eficacia visual hubiera sido disminuida
por el formato previo. Ello redundó en una colección de tamaño
manejable y, al mismo tiempo, con el suficiente espacio de página
para contener sin desmedro el material visual.
16≈
¿Cuáles son los proyectos futuros? Además de la mencionada
reedición ampliada de Las revistas argentinas de ciencia ficción, tengo
en mente un libro provisionalmente titulado Editoriales populares
argentinas, que abordará la historia de cinco empresas de la era de
oro de la edición local: Calomino, Difusión, Anaconda, Muchnik
y Malinca. Considero que será un paso importante en el rescate y
puesta en valor del enorme pasado editorial de nuestro país.
Para finalizar, y si se me permite un juego de palabras, debo decir
que Sentidos del Libro es una colección que está haciendo historia.
No solo por realizar una labor de investigación, sino también por-
que está dejando su huella. Sus diversos autores, entre los que tengo
el honor de haber sido incluido, han hecho un aporte trascendente a
un sector de los estudios literarios que había sido tradicionalmente
dejado de lado: las editoriales. La ensayística siempre había aborda-
do la literatura desde el punto de vista del autor, a lo que se sumó,
a partir del desarrollo de la Estética de la Recepción, la considera-
ción del rol del lector (pienso, por ejemplo, en los trabajos de Roger
Chartier). Sin embargo, quedaba desatendido un rol crucial, el del
editor, nexo entre el autor y el lector. Sentidos del Libro es un in-
menso aporte en la larga tarea de subsanar esa laguna crítica.
Carlos Abraham
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Las revistas argentinas de ciencia ficción no solamente llega
para llenar un imperdonable vacío en la historia del género
dentro de la historia de la cultura nacional, sino que crea per-
files nuevos para la investigación de una noble actividad voca-
cional, que para muchos de nosotros constituye mucho más
que un brillante anticipo y se transforma en una cálida espe-
ranza de recuerdos y posibilidades.
Así, sea bienvenida la presente obra, que desbroza el
camino para la gestión de una vigorosa escuela de investiga-
ción medulosa y bien fundamentada, muy necesaria para el
conocimiento de nuestra personalidad cultural como pueblo
y nuestra proyección hacia el futuro. Y le auguramos el mere-
cido éxito editorial al excelente escritor, destacado poeta y
cabal investigador que ha osado emprender semejante tarea
Las revistas argentinas de ciclópea como es rescatar nuestras raíces intelectuales y sal-
ciencia ficción varlas de la desaparición y el olvido.
Alfredo Julio Grassi
Carlos Abraham
Carlos Abraham
18≈
La indispensable tarea
de enriquecer el debate
sobre la propiedad intelectual
Amar los libros, respetar a los autores, dialogar con ellos y cuestio-
nar el sistema vigente de propiedad intelectual no significa ningu-
na contradicción, más bien todo lo contrario. Sentidos del Libro
asumió el desafío de volcar en sus páginas trabajos disidentes y
muchas veces marginados del debate sobre la edición y la circula-
ción de libros. Sentidos del Libro se animó a reconciliar aquello
que jamás debería considerarse enfrentado: el acceso y la partici-
pación en la cultura con los derechos y el respeto por el trabajo de
autores y autoras.
Integrar el trabajo sobre Derechos Humanos y Propiedad Inte-
lectual a esta colección supone dar cuenta de una serie de compro-
misos con la creación y difusión de la cultura y no tener miedo a
repensar los modelos hegemónicos que se presentan como los úni-
cos posibles en la producción, distribución y circulación de obras.
Como nuestra publicación indica claramente, los derechos de
acceso y participación en la cultura y los derechos de autores e
inventores no deberían ser materias irreconciliables, no deberían
estar sujetos a los intereses estrictos del mercado. El tendido de
puentes que hace Sentidos del Libro es indispensable para que en
un futuro no muy lejano nuestro país y, por qué no, nuestra región
puedan dar una discusión seria, profunda y rigurosa sobre las for-
mas de apropiación privada de la cultura reflejadas en los modelos
actuales de la propiedad intelectual.
Los derechos de autor no son un salario, compartir un libro
no es robar, escanear una publicación y distribuirla a quienes no
pueden comprarla es un acto de justicia, no solo para quien juega
el rol de lector, sino especialmente para sus propios autores. No.
No hay contradicción ni robo en compartir cultura.
Sentidos del Libro nos ayuda a deconstruir algunas de las fór-
mulas maniqueas con las cuales se ha pretendido poner en veredas
diferentes a lectores y autores, a estudiantes y editores. No es blan-
co y negro el debate sobre el acceso a la cultura y el derecho de
autor. La libre circulación de una obra no implica un ataque a los
autores ni mucho menos. Así como el reconocimiento de los dere-
chos morales y materiales que le corresponden como trabajadores
de la cultura no son derechos absolutos, son derechos que es me-
nester identificar y explorar formas alternativas de ejercerlos.
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El derecho de autor no es un derecho absoluto y la construc-
ción que se pretende muchas veces imponer sobre la necesidad de
un sistema estricto de restricción de copias y acceso como única
estrategia válida para lograr una vida digna es una indigna fanta-
sía. El debate maniqueo nos trajo hasta aquí. A posiciones enfren-
tadas, a miradas dogmáticas, a la imposibilidad de pensar juntos
un sistema más justo de equilibrio de derechos.
Lo peor que le puede pasar a un autor no es que lo fotocopien,
lo escaneen o lo suban a Internet. Lo peor que le puede pasar a un
autor es el olvido.
En eso, Sentidos del Libro contribuye a repensar la edición,
la aventura de leer, escribir, editar y compartir. ¡Gracias Tren en
Movimiento!
Beatriz Busaniche
Universidad de Buenos Aires
El origen de los capítulos de este libro son las clases del curso
online “Arte y cultura en circulación: introducción al derecho
de autor y las licencias libres” organizado en conjunto por Árti-
ca, Creative Commons Argentina, Fundación Vía Libre y Libre-
Bus Cono Sur, entre setiembre y octubre de 2012. El #curso-
librebus fue un curso online masivo y abierto que tuvo lugar
simultáneamente en el sitio web de Ártica, en Twitter, en los
blogs de los docentes y alumnos, por e-mail, en conferencias
vía streaming y también sobre ruedas, ya que fue un proyecto
paralelo al recorrido del LibreBus Cono Sur 2012.
Después de unos meses y ya en casa, con el curso termina-
do, nos decidimos a compilar las clases en forma de libro, con la
expectativa de que cualquier persona, haya participado o no del
Arte y cultura en circulación curso, tenga una referencia para entender la dinámica actual de
Introducción al derecho de
los derechos de autor en relación al arte y la cultura “en circula-
autor y las licencias libres
ción”: la que se copia, pega y comparte a través de la red.
B. Busaniche, M. Fossatti,
J. Gemetto, E. Heidel, L. Pagola
20≈
¿Cómo compatibilizar el derecho de autor con el derecho de
acceso y participación a la cultura que promueven y protegen
diversos instrumentos de derechos humanos? La autora argen-
tina Beatriz Busaniche aborda esta cuestión a través de un
estudio pormenorizado de los principales pactos de Derechos
Humanos y tratados internacionales de propiedad intelectual.
Adopta una perspectiva histórica para mostrar las discusiones,
sumamente vigentes, que tuvieron lugar durante las negocia-
ciones para incluir los derechos culturales en los instrumentos
de derechos humanos. Analiza las tensiones entre el marco
normativo de derechos humanos y los tratados comerciales.
Brinda claves y propuestas para la construcción de una ley de
derechos autorales que promueva el ejercicio de los derechos
culturales. Propiedad intelectual
y derechos humanos
Hacia un sistema de derechos
de autor que promueva los
derechos culturales
Beatriz Busaniche
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Recorrido hacia la colección
22≈
Una experiencia de escucha,
discusión y respeto
Néstor Denza
Docente en escuelas secundarias de Florencio Varela
Miembro de la Lista Marrón del Suteba en la misma ciudad
≈23
La historia de la prensa está indisolublemente ligada a la batalla
por la construcción de sentido. Lo que las sociedades humanas
elaboran en el mundo material tiene su correlato en diversas
interpretaciones, atadas a los múltiples puntos de vista que sur-
gen de los distintos intereses de los sectores en disputa. Toda
apuesta comunicativa es en sí misma una forma de intentar alte-
rar el estado de las cosas tal cual están en un momento dado.
El contar la realidad supone la formidable tarea de reinventar-
la, de transcribirla. Para hacerlo hay que idear una estrategia,
un recorrido en el que se pueda pensar cómo irrumpirá en el
lector/enunciatario aquello que desde la enunciación se inten-
ta sostener. Ese acto mismo es ya una intromisión de nuestra
voz entre la realidad y aquel que quiere comprenderla. Hay una
Prensa para la revolución sutil violencia simbólica que puede ser expresada de diversas
Comunicación política
maneras, con distintos recursos y con muy disímiles objetivos.
y de masas en el PRT-ERP
y Montoneros Entendiendo el peso de lo simbólico y concibiendo a la prensa
como una manera de construir significados (en tanto herramien-
ta de lucha), encaramos esta investigación que nos lleva hacia
Pablo Carrera las diferentes experiencias de prensa escrita que desarrollaron
y Néstor Denza
las organizaciones político-militares: Partido Revolucionario de
los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo y Monto-
320 pp., 14x22 neros. Nos proponemos abordar las diferentes maneras de ver
ISBN: 978-987-3789-21-2 la realidad y la forma de contarla en un período en el que las
1ra edición, 2016 posibilidades revolucionarias imponían la obligación de plantear
una lucha en varios frentes, y el ámbito de las ideas y las repre-
sentaciones fue también un escenario de esa lucha.
24≈
Trabajos compartidos
≈25
cuenta que también cambiarían las finalidades
de lectura.
Pero no era solo acortar, el editor indicó
“una reescritura que favorezca lecturas más
ágiles, más nombres de protagonistas, quiero a
Gonzalo Losada, a Guillermo Kraft, a Antonio
Zamora hechos carne en tu libro… quiero algu-
na nota de color, algún episodio que enganche”.
Y allí fuimos, con segundas, terceras y cuartas, y
con confianza, sintiendo que me estaba ayudan-
do a disfrutar de una nueva escritura sin ser una
escritora. Hubo otras divisiones del trabajo que
fueron tácitas: todo lo que tuviera en común con
los otros títulos de la colección (paratextos, tipo-
grafía, diseño…) eran, desde luego, problema de
Alex (aunque con la tapa me dio a elegir entre
dos posibilidades). Llegar al título del libro fue la
única etapa algo trabada, de mucha ida y vuelta. Además, él insistía
con buscar un prologuista y yo tardaba en decírselo, pero ya lo te-
nía: allí no podía faltar la escritura del editor, su lectura del pasado
de un empresariado que se había sentido exitoso en sus negocios y
arrojado en sus negociaciones con el Estado peronista.
Luego llegaba la feria grande y aún estábamos en la previa a la
imprenta, Alex apuró una primera tanda de ejemplares en impre-
sión digital. Después, al fin a la calle, la presentación colectiva por
invitación de un espacio querido, la feria del Museo Evita; al año
siguiente un brindis en la feria grande y después charlas compar-
tidas con lectores en el stand de la editorial en la FED. Y aún, por
suerte, la seguimos.
Alejandra Giuliani
Universidad de Buenos Aires
Universidad Pedagógica Nacional
26≈
Este es un trabajo sobre el mundo de la edición de libros en
Buenos Aires, entre mediados de la década de 1930 y la de
1950, cuando la ciudad se constituyó en centro del mercado
librero latinoamericano. Estudia ese espacio desde una pers-
pectiva que privilegia las estrategias, las acciones y el discurso
colectivo de los editores, analiza las relaciones políticas que
estos sostuvieron al conformar la primera asociación empre-
sarial por ellos liderada, la Cámara Argentina del Libro (CAL).
Trata de reconstruir las relaciones entre las dirigencias de esa
cámara y diversos organismos estatales que actuaban sobre
el mundo de la economía y de la cultura en general, y de la
edición en particular. Los vínculos precisos que se desarro-
llan, nos transportan a un tiempo en que las características del
mercado del libro eran absolutamente únicas. Es el momento Editores y política
de máxima expresión del libro argentino como industria y de Entre el mercado
latinoamericano de libros
emergencia del fenómeno político que va a condicionar la vida y el primer peronismo
de las siguientes décadas: edad de oro del libro argentino y (1938-1955)
peronismo.
Alejandra Giuliani
≈27
Para lectores que disfrutan
del ensayo
28≈
Si existiera un modo de exiliarse de las formas de la palabra y
de la imagen caeríamos en el vacío. Entre/tenidos (para reto-
mar la luminosa alocución planteada por José Muñoz) por el
mundo de las ideas y de las cosas, persistimos en el lenguaje
y en el sentido para justificar la existencia. Este libro es la his-
toria de una historieta que agita el drama de lo neutro del len-
guaje historietístico. Si lo real no es representable, la literatura
dibujada rechaza el sometimiento. En esa puja imposible entre
discursos se cuela una obra excepcional que pone en jaque las
viejas querellas en torno a la relación entre literatura y dibujo
pero también entre instituciones y circuitos de legitimación.
Quizá una historieta excepcional como Alack Sinner existe no
tanto para hallar las respuestas sino para descubrirlas. La lec-
tura de Turnes sobre esta obra ilumina el detalle de las nuevas El exilio de las formas
convenciones artísticas, la composición plástica de las nuevas Alack Sinner,
de Muñoz y Sampayo
escrituras, la transformación de los espacios de circulación, las
formas de reconocimiento del género, los cambiantes modos
de re-contar y reinventar aquello que, aparentemente, ya esta- Pablo Turnes
ba dicho o enunciado. El mundo no necesita de la historieta
para sobrevivir y sin embargo la historieta, como objeto de
176 pp., 14x22
amor, seguirá siendo útil para hacer deseable su mentira. Es ISBN: 978-987-3789-25-0
por todo esto que el libro de Pablo Turnes, llega a nosotros (al 1ra edición, 2016
fin), amantes de un lenguaje asediado por su imposibilidad, y
se vuelve de ahora en más, sencillamente imprescindible.
Laura Vazquez
≈29
Sentidos del deber,
sentidos del libro
30≈
mail de la siempre entusiasta Ana Ojeda, que nos proponía que ar-
memos juntos (con él y con algunos más) una reedición facsimilar
de la revista La campana de palo, proyecto sobre el que finalmente
no avanzamos.
Pero, al meterme a investigar a Rueda más sistemáticamente,
el catálogo de la colección se me impuso ya como una necesidad.
El trabajo de Alejandra Giuliani sobre la CAL resultó fundamen-
tal por haber estado Rueda involucrado en varias de sus activida-
des. Algunos datos del detallado libro de Abraham sobre ACME
(de la que fue socio mi “objeto de estudio”) también iluminaron
zonas importantísimas de la narrativa que estaba construyendo.
Por eso, a la hora de publicarlo, desde el principio Tren en
Movimiento fue una opción prioritaria. Estaba claro que Sentidos
del Libro había adquirido un lugar central en el campo de estu-
dios en el que el libro pretendía inscribirse y que “mi” Santiago
Rueda ofrecía claramente una línea de continuidad, en particular
con los dos trabajos mencionados.
Supongo que esa afinidad casi natural —y a que Schmied
conocía (al menos de referencia) mi trabajo anterior— hizo las
cosas fáciles en cuanto a las decisiones de presentarlo y de acep-
tarlo. Ambos sabíamos que mi texto tenía un público con el que
su colección ya había conectado, pero, por otro lado, que el modo
biográfico podía ampliar hacia lectores y lectoras menos especia-
lizadas/os, que pudieran acercarse por la historia en sí, algo que
también se verifica en otros títulos de Sentidos del Libro.
Yo venía de editar con una trasnacional y el cambio fue toda
una experiencia. Por un lado, la cercanía, la familiaridad y hu-
manidad de todo. Por el otro, la necesidad —y convicción— de
involucrarme mucho más en el proceso, no solo en cuanto a estar
más cerca del texto y de algunas decisiones de diagramación, sino,
sobre todo, en asumir un rol activo en la prensa y difusión del
trabajo. El proceso, en ese sentido, fue para mí verdaderamente
transformador.
Otro párrafo merecería el haberlo conocido a Alejandro, pero
eso quedará para el futuro, cuando alguien que lo tenga como “ob-
jeto de estudio” se acerque a preguntar.
Lucas Petersen
Universidad Nacional de las Artes
≈31
¿Cómo diablos a un oscuro vendedor de seguros se le ocurrió
traducir una de las obras capitales del modernismo literario
europeo? ¿Cómo diablos a un editor como Rueda se le ocurrió
publicar esa traducción? Podemos conjeturar que el primer
libro de Petersen [El traductor del Ulises Salas Subirat: la des-
conocida historia del argentino que tradujo la obra maestra de
Joyce] procuraba responder el primero de estos interrogantes.
Pero quedaba por responder el segundo, y para eso había que
explorar quién había sido en verdad Santiago Rueda.
No voy a adelantar ni menos evaluar los contenidos del
libro. Solo decir que acaso su mayor logro resulte la combina-
ción de una mirada curiosa, periodística, con la capacidad ana-
lítica de quien conoce —o se ha preocupado por conocer— el
amplio territorio de la cultura que nos constituye. Quiero decir
Santiago Rueda que una cosa es saber cuándo y dónde inició sus actividades la
Edición, vanguardia e editorial y otra, muy distinta, es explicar qué significaba para el
intuición campo literario argentino que un sello tradujera, desde 1940,
casi toda la obra del escritor bávaro Jakob Wassermann, y que
Lucas Petersen
de esa obra participaran al menos nueve traductores. Cuando
un investigador comienza una tarea de esta envergadura, es
comprensible que se multipliquen las dudas y los temores. Así
176 pp., 14x22 los manifiesta Lucas Petersen en su “Introducción”: “Temía no
ISBN: 978-987-3789-55-7 poder darle la espesura vital ni el abordaje poco culposo entre
1ra edición, 2019
historiografía y ensayo literario que creía que una historia así
podía necesitar”. Esa “espesura” y ese “abordaje” son, en efec-
to, las virtudes sobresalientes que este libro exhibe, y que los
lectores sabrán disfrutar.
José Luis de Diego
32≈
Un largo camino de la tesis al libro
≈33
Si bien ingenuamente pensé que el proceso de
edición de un libro era algo simple, el tiempo que
transcurrió entre mi primera reunión con Alejan-
dro para discutir y mirar el libro y posibilidades de
índice, fue de casi cuatro años: cuatro largos años
en los cuales definimos, al principio que el libro
tendría cuatro partes, pero donde las decisiones
editoriales acerca de qué hacer con los extensos
pasajes teóricos y metodológicos, así como con
la posibilidad de incorporar un “Epílogo desde el
presente” fueron parte de discusiones, idas y vuel-
tas y sugerencias de Alejandro para que, si bien el
texto estuviera situado en su periodo de análisis,
tendiera puentes analíticos con el presente.
En cuanto a la relación con otros libros de la co-
lección, considero que como Sentidos del Libro se
centra en los procesos editoriales con un fuerte én-
fasis en su consideración como objetos de relaciones
sociales, lo político-cultural es una primera marca
que recorre y atraviesa los distintos libros. Sumado a
eso, en la colección coexisten de modo complementario algunas de
las mejores investigaciones realizadas referidas al campo editorial
desde la mirada historiográfica, como el caso de la investigación de
Giuliani, con textos que analizan casos y catálogos editoriales de
manera profunda, sistemática y detallada, como los libros de Peter-
sen y Abraham.
En cuanto al proceso concreto de trabajo con el editor, diría
que llevó su tiempo pensar qué tipo de libro queríamos hacer,
partiendo de la base de que había surgido de un trabajo de in-
vestigación como una tesis doctoral. En ese sentido, tuvimos en
mente que el libro recuperara aportes teóricos para un público
posiblemente interesado e inmerso parcialmente en la temática,
pero definiendo colocar los aspectos metodológicos de manera
anexa, al final del trabajo, para no detener la lectura del libro,
pero que este enfoque estuviera disponible para aquellos investi-
gadores e investigadoras que recurrían al trabajo y querían cono-
cer cuáles habían sido las decisiones metodológicas y el trabajo
con variables e indicadores.
El trabajo de edición comenzó con algunas reuniones y con-
versaciones con Schmied, en las cuales delineamos las “partes” del
libro, y luego un intenso trabajo de reescritura, que en una pri-
mera instancia fue corregido por un colaborador de la editorial.
En cuanto a la última parte del proceso, definimos la imagen de
portada y el título, previo barajar listas infinitas de opciones. En
34≈
todo momento, destaco el interés, acompañamiento e involucra-
miento de Alejandro como editor, su disposición y su estímulo
para la conclusión de este proyecto.
Daniela Szpilbarg
CIS-CONICET/IDES
≈35
Sentidos de lo impreso:
América Latina en sus revistas
36≈
de comenzar la cuarentena, de modo que
todos los intercambios fueron por email
y por zoom. A pesar de eso, el diálogo fue
fluido.
Acordamos abrir la serie con un li-
bro de mi autoría, Las revistas culturales
latinoamericanas. El editor me devolvió
el original con toda una serie de marcas,
preguntas, sugerencias, observaciones,
que me sirvieron para devolvérselo en-
riquecido. Normalmente mis editores
han resistido mi obstinación en ofrecer al
lector una bibliografía sistemática y exhaustiva al final de la obra,
de modo que la primera versión que le envié se limitaba a las ci-
tas bibliográficas a pie de página. Pero me encontré con un editor
atípico que me pidió expresamente que repusiera la bibliografía…
También encontré una gran sintonía con el editor en la producción
gráfica del libro cuando buscamos en simultáneo imágenes que nos
pudieran servir para tapa e interiores. Creo que el relevamiento nos
dejó un buen banco de imágenes para usar en los próximos libros
de la serie.
Pensamos en sucesivas capas concéntricas de lectores potencia-
les. En el centro, los estudiosos de los universos impresos, un campo
acotado pero en crecimiento que comprende investigadores, do-
centes y estudiantes de grado y posgrado que provienen de diversas
disciplinas: la historia intelectual, la historia del arte, la sociología de
la cultura, los estudios literarios, la bibliotecología… Dentro de este
núcleo duro hay una franja de editores alternativos de libros y revis-
tas que, a diferencia de los ceos de los grandes conglomerados edi-
toriales, están interesados en lecturas que contribuyan a la reflexión
sobre su propio quehacer. Por fuera de ese núcleo central, es posible
identificar un anillo compuesto por un lectorado universitario más
amplio y menos especializado, que puede sentirse interpelado por
uno u otro título de la serie (críticos culturales, comunicadores, pe-
riodistas, historiadores, sociólogos, politólogos, etc.). En torno de
este último anillo orbita un público lector no necesariamente uni-
versitario para el cual las revistas culturales y/o políticas les han pro-
porcionado vías de acceso a la cultura letrada. Por último, una serie
formada por autores de diversos países del continente y cuyo objeto
excede la problemática argentina mejora las chances de conquistar
ciertas franjas del mercado latinoamericano.
Horacio Tarcus
CeDInCI-UNSAM-CONICET
≈37
Serie América Latina en sus revistas (en colaboración con el
Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de
Izquierdas)
América Latina es un continente de revistas. Su prensa
fue en el siglo XIX una pieza clave en la construcción de esas
comunidades imaginarias que fueron sus Estados nacionales.
De aquella prensa nacieron primero las revistas del romanti-
cismo, más adelante las del movimiento modernista y luego los
magazines populares. En el siglo XX conquistaron la escena las
revistas vanguardistas y a su turno llegaron las izquierdistas, las
universitarias, las feministas, las antifascistas, las antiimperialis-
tas, las literarias... configurando todo un universo revisteril que
venía a proponer y a responder a las demandas de un público
lector creciente y diversificado.
De lo “culto” a lo “popular”, de la literatura y las bellas
Las revistas culturales artes a la política, de los cenáculos masculinos a la irrupción de
latinoamericanas las mujeres en la esfera pública, del mundo adulto a la emer-
Giro material, tramas intelec- gencia de la juventud, de la cultura letrada a la cultura de la
tuales y redes revisteriles
imagen y del papel impreso a la pantalla, nuestras revistas han
recorrido un siglo y medio de vida intensa. América Latina en
Horacio Tarcus sus revistas quiere recoger los estudios que desde las más
diversas perspectivas están dando cuenta de esta dimensión
fascinante del mundo de lo impreso.
160 pp., 22x15
ISBN: 978-987-3789-74-8
1ra edición, 2020 ***
38≈
Corregir, reescribir:
tareas de un colaborador
≈39
torial y a la colección Sentidos del Libro. Justamente,
creo que una de las propuestas más valiosas de esta co-
lección es cubrir ese bache en la historia cultural nacio-
nal relativo al libro como obra colectiva, como nudo de
tensión, como objeto polivalente. Reconstruir la existen-
cia de un proyecto editorial, anotar la vida y obra de un
editor, poner nuevamente sobre la mesa discusiones en
torno a la edición, publicación y circulación del libro son
algunos objetivos que van armando esta colección que
cumple diez años. Hasta me animo a soñar en voz alta, en
el marco de un trabajo colectivo e interdisciplinario, con
un mapa de las editoriales que poblaron las librerías en
el siglo XX, década por década, proyecto por proyecto,
catálogo por catálogo.
Por mi parte, participé en la colección a través del
libro Cartografía argentina de la edición mundializada de
Daniela Szpilbarg. Es una obra importante para pensar
el lugar de las llamadas editoriales independientes desde
fines de la década del 90 hasta nuestros días. El trabajo
que me tocó en suerte fue editar el original junto con
Alejandro, en diálogo con la autora. Hubo varias idas y
vueltas, y una lectura profunda para que el trabajo de te-
sis de Szpilbarg se volviera libro para todos y todas. Creo
que ese es uno de los desafíos de algunos de los libros de la colección
que nacen como textos para el público académico y deben volverse
textos para un público interesado en la historia editorial y cultural
pero no necesariamente académico. Es lógico: una colección como
Sentidos del Libro, por su originalidad, de algún modo necesitó
y necesita crear un tipo de lector. Existieron pocos proyectos que
buscaran nuclear desde un catálogo este tipo de acercamientos al li-
bro como objeto cultural, me refiero a que no muchas editoriales se
animaron a emprender una serie de obras para abordar desde múl-
tiples perspectivas cómo los libros se arman, se discuten, se piensan
en el marco de proyectos colectivos, discusiones de época, historias
de vida.
Salud, pues, por los diez años de Sentidos del Libro y ¡larga vida
a la investigación y a la pasión por el mundo editorial libresco!
Matías Raia
Docente y editor
Universidad de Buenos Aires
Universidad Nacional de General Sarmiento
40≈
Entrevista con el editor:
la multiplicidad de sentidos del libro
≈41
En el cruce entre mis intereses y expectativas y los intereses y ex-
pectativas de otres, todo eso se pone en juego en el acto de editar.
E: ¿Qué lugar ocupa en el sello la colección Sentidos del
Libro?
A: Siempre me interesó buscar material sobre el libro y la edi-
ción, bibliografía que estaba creciendo en volumen en ese momento,
pero al mismo tiempo de manera muy dispersa. Aunque ya existía la
colección de FCE y también el trabajo de Ana Mosqueda y María
Marta García Negroni como Editoras del Calderón con su revista y
sus primeros libros, la producción teórica de reflexión sobre prácticas
y análisis historiográficos en la carrera de Edición era muy poquita
en aquella época —las tesinas presentadas entre mediados de los años
90 y 2010 fueron cerca de 20, las cuales se publicaron a partir del
trabajo de la profesora Ana Broitman en la editorial de FILO—.
Silvia Urich había escrito Escuchen, lectorcitos para un semi-
nario de la carrera. Allí hace un estudio que contempla todas las
aristas presentes en un trabajo que toma al libro como objeto
de estudio —desde considerar el trabajo autoral, pasando por la
puesta en libro y la intermediación editorial, hasta la recepción—
e incorpora bibliografía clásica de la carrera. Fue el puntapié ideal
para comenzar una colección referida al campo de estudios sobre
el libro y que se vinculara con la producción académica.
E: Y ahí desarrollaron la colección…
A: Comenzamos a editar juntes. A través de Silvia llegamos a
Carlos Abraham —quien la entrevistó por su trabajo de literatura
juvenil que incorpora elementos del género fantástico, uno de los
mayores intereses de Carlos—, y así se produjo el segundo título,
el libro sobre la editorial Tor, que inaugura una serie de trabajos
del autor sobre editoriales del siglo XX llamadas “populares”—
generalmente obviadas en los estudios editoriales por estar poco
vinculadas quizá a los cánones que guiaron las primeras revisiones
historiográficas del campo—. Ahí hay otro aporte interesante.
Después editamos Las revistas argentinas de ciencia ficción, tam-
bién de Carlos Abraham, y Arte y cultura en circulación, un compila-
do de textos introductorios sobre propiedad intelectual y licencias
libres del colectivo Ártica de Uruguay, que ellos ya habían publi-
cado en formato digital.
En cuanto a los siguientes títulos, algunos me llegaron por au-
tores y autoras interesados en formar parte de la colección y otros
los hice cuadrar yo dentro de la serie, como es el caso del libro
Prensa para la revolución. Y en 2018 con la publicación del libro
Editores y Política de Alejandra Giuliani —que es un hito a partir
del cual la colección tiene un lugar más referenciado dentro de los
estudios sobre edición—, los proyectos se diversificaron.
42≈
E: Con respecto a la materialidad de los libros, ¿por qué
el formato de la colección se transformó con el tiempo?
A: Los primeros libros tuvieron un formato que pensamos
utilizando la lógica del apunte; desde el diseño de tapa —donde
la tipografía para el nombre del autor es más grande que la del
título—, al tamaño casi de bolsillo, con un costo unitario súper
bajo que permitió también un bajo PVP; imprimimos en offset,
conseguimos buenos costos gestionando todo el proceso y los
ofrecimos igual o más baratos que los cuadernillos de apuntes
fotocopiados.
Luego costos y precios fueron aumentando, ya ningún libro
era barato y entonces no tuvo mucho sentido mantener la fór-
mula. Comenzamos a editar y reeditar los títulos en un formato
más grande, lo que también le da más importancia a la colección
simbólicamente. A su vez, ese/a primer/a lector/a implícito/a
—estudiante de la carrera— no era el público definitivo y se fue-
ron encontrando otros cauces. Y así, en 2015, hubo una especie de
relanzamiento de la colección.
E: ¿Cuáles son las líneas rectoras de esta colección?
A: La colección propone una intervención dentro del campo
de estudios de la edición, orientada a materiales un poco relegados
o que están en los márgenes de la academia —como los estudios
sobre historietas— para que entren en el paraguas de los estudios
de cultura impresa y la edición.
≈43
La particularidad de Sentidos del Libro es que incluye
tanto textos académicos como ensayos de divulgación, lo
que produce un cruce de disciplinas aun cuando la temá-
tica sea específica. Porque los estudios sobre el libro, en
tanto objeto privilegiado para estudiar aspectos materia-
les de la cultura, interesan cada vez más y el público es
cada vez más amplio.
Existen dos líneas que fui identificando y que me intere-
só nutrir, una historiográfica, que piensa las tradiciones en el
mundo del libro y los modos de hacer —sobre todo los sub-
alternos—; y otra que implica la reflexión sobre las prácticas
editoriales contemporáneas. Me interesa sobre todo el cam-
po de la edición independiente o “interdependiente”, que me
gusta pensar en términos de microedición, es decir, edición
tal vez pequeña pero de implicancias sociales innegables, que
dan lugar o acompañan transformaciones colectivas.
Por ejemplo, existen muchos pequeños proyectos edito-
riales contemporáneos que están ligados íntimamente al de-
seo personal y a unas ganas de generar cierta voz que se puede
volver más o menos pública, trascender más o menos en un
determinado ámbito, territorio o espacio simbólico. Cuando
esos deseos se multiplican tienen la característica de un fenó-
meno social, transforman la manera de entender el oficio edi-
torial, y hasta dan forma a una determinada configuración de
la economía del libro, con sus intercambios y sus volúmenes.
E: Hablabas de la edición de esta colección como
un espacio de mediación ¿podrías ampliar esta idea?
¿Creés que ha ido variando en el tiempo el interés y
los lectores de estos libros?
A: Sí. Desde el 2012, a partir de las sucesivas ediciones
del Coloquio Argentino de Estudios sobre el Libro y la Edición,
más el desarrollo de otros espacios de intercambio y formación aca-
démica, se fue consolidando un campo de estudios multidisciplinar,
que recibe aportes desde diferentes lugares —estudios literarios,
antropología cultural, historia económica, sociología—.
Me interesa la mediación cultural que representa el trabajo edi-
torial, por las formas en que opera, por las características de los
agentes que emprenden esas mediaciones y las políticas que se dan.
Y ese rompecabezas de esos muchos intereses que confluyen en el
campo del libro puede estar representado en la colección. Eso da un
inmenso campo de acción, con títulos que interesan a distintos lec-
tores, unos pueden estar más interesados por ejemplo en la historia
intelectual, otros en la historia económica de las empresas. También
es un desafío pensar en esa recepción.
44≈
Al final la cole es un poco una expresión del estado del campo,
que se va ampliando y variando sus enfoques, y al que además
sumamos aportes a través de la colección.
E: ¿Cómo definís tu estilo editor?
A: Creo en la edición como una intervención, me interesa
el espacio sociabilizador que se produce en torno a los libros, la
posibilidad de desarrollar proyectos colaborativos, el libro como
experiencia. No creo tanto en la idea de “catálogo como obra del
editor/a”.
Me gusta la idea y el trabajo de coedición, pienso formas de ha-
cer que ponen el foco en las posibilidades materiales concretas —en
las ventajas que se producen por aunar recursos—, pero sobre todo
coedito para compartir un proyecto de publicación, su desarrollo
y su deriva, que puede poner en crisis esa idea original de catálogo
como acumulación de capital simbólico o cultural. Me parece una
idea hermosa poner por delante el compartir, el apoyo mutuo y
hasta el conflicto que implica llevar adelante un trabajo conjunto.
E: Contanos la forma de distribución y circulación de los
libros de Tren en Movimiento. Y cuáles son las perspectivas
en el futuro próximo, ante la situación pandémica que esta-
mos atravesando.
A: Yo distribuyo en librerías a través de un distribuidor inter-
mediario, y también atiendo determinados puntos por mi cuen-
ta. En estos meses de cuarentena se multiplicó la venta directa a
través de las redes sociales, aplicaciones o desde la web. Y eso un
poco ayuda, no a reemplazar, pero sí a activar un poco las ventas
y sustituir parcialmente los ingresos que teníamos por ventas di-
rectas —provenientes tanto de ferias, como de actividades, pre-
sentaciones, etc.—, y que representaban una porción importante
de las ventas totales.
La vida de las editoriales independientes pasa mucho por la
calle y este contexto ha limitado tanto que movilizó múltiples ex-
periencias que intentan replicar o simular esos encuentros.
Creo que esto pasará y volveremos a encontrarnos, pero sí
prestaremos más atención al contacto más estrecho con les lecto-
res, sobre todo de lugares donde no hay tantas librerías, ni tienen
fácil acceso a los materiales. Para dar respuesta a eso también ha-
brá que usar profundamente la imaginación y encontrar salidas
alternativas y colectivas para no caer necesariamente en las pla-
taformas monopólicas y ultra financiarizadas. Es un desafío gran-
de. Las formas asociativas siempre van a generar esas respuestas,
incluso pensando en los entornos digitales, que también implican
una cantidad de recursos que tenemos que poner en juego.
≈45
Leer y compartir
46≈
Escuchen, lectorcitos: un punto de
encuentro y un feliz hallazgo
≈47
Entre zonas de vacancia y terrenos
de disputas: una colección en
movimiento
48≈
del mundo empresarial (y exportador) devenidos en estudiosos de
la edición. Con libros como Escuchen, lectorcitos de Silvia Urich y
Editores y política de Alejandra Giuliani comprendimos que en la
historiografía de la edición argentina no solo hay zonas de vacan-
cia sino también un gran terreno de disputas.
Otro aporte ha sido poner en relación los estudios sobre li-
bros y los estudios sobre revistas, visualizando en los agentes y en
las prácticas editoriales hilos en común que desmienten a aque-
llos que visualizan dos mundos distintos y desconectados entre
sí. (¿Habrá lamentado el creador, al llegar el cuarto título, que la
colección no se llamara Sentidos de la Edición? En cualquier caso,
agradezco que el nombre inicial de una serie en movimiento no
la limitara).
Finalmente, el título más reciente, la Cartografía argentina de
la edición mundializada de Daniela Szpilbarg, producto de una
investigación de casi diez años, con un gran trabajo de campo,
sistematización y reflexión, ha sido fundamental para interpretar
las transformaciones del sector editorial argentino desde fines de
los 90. No puedo dejar de pensarlo en diálogo con Estado de feria
permanente (Club Hem, 2019), el último libro del proyecto de in-
vestigación que dirijo en la Universidad Nacional de Quilmes. La
semana de distancia entre una y otra presentación, con la compli-
cidad de Ale Schmied en ambas, fue como un cuarto intermedio
de una misma conversación que ahora, pandemia mediante, sigue
por otros medios.
Daniel Badenes
Universidad Nacional de Quilmes
≈49
Una contribución esencial
a la historia de la lectura
Marcela Coria
Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias
Sociales Universidad Nacional de La Plata-CONICET
50≈
Para pensar el espacio del libro
y el acceso a la cultura
≈51
una mirada puesta en el pasado y otra en el presente pero sin
la presión imperativa del futuro. En lecturas de esta colec-
ción pude dimensionar con claridad la importancia cultural y
las implicancias políticas de proyectos editoriales de nuestro
país, y también incorporar herramientas y categorías para
pensar los retos actuales y futuros del espacio del libro, con
prudencia y distancia crítica.
Encuentro, a su vez, entre sus libros material funda-
mental para debatir y pensar con compañeros de trabajo y
de proyectos, ya que nos ofrece alternativas temáticas más
difíciles de encontrar en colecciones similares: me refiero
a trayectorias de editores y editoriales populares y miradas
amplias que, por ejemplo, ubican los problemas de acceso a
la cultura en general y al libro en particular, no solo a deci-
siones a tomar dentro del ámbito estricto de la cultura edi-
torial sino más bien en un sentido mucho más amplio, como
puede ser el de la distribución equitativa de la riqueza o el
cierre de la brecha digital.
Sin un espíritu nostálgico de viejas épocas, pero tampoco
condescendiente con un determinismo tecnológico, en esta
colección se puede acceder a materiales que permiten pensar
al libro y sus procesos y también a las transformaciones cau-
sadas por la transición de lo analógico a lo digital, que tiene
consecuencias en toda la cadena de valor del libro. Espero
sinceramente que Sentidos del Libro siga incorporando tí-
tulos a modo de vagones que permitan mantener ese Tren
en Movimiento.
Bruno De Angelis
Universidad Nacional de Quilmes
52≈
Autonimia
≈53
puso de manifiesto —en el detallado repertorio de títulos, autores,
traductores y prologuistas— el aserto de Patricia Willson: “En el
lapso de pocos años, Santiago Rueda da a conocer algunas de las
novelas capitales del siglo veinte”. Y en 2020, hace pocos meses,
salió otra de esas tesis que merecen largamente convertirse en li-
bro: Cartografía argentina de la edición mundializada, de la socióloga
Daniela Szpilbarg. Se trata de un análisis del campo editorial de
los últimos años a partir de las categorías que consagró la socio-
logía de la cultura y, en particular, la sociología de la edición. Uno
de sus mayores logros es la capacidad que demuestra en la ob-
jetivación de fenómenos tan cercanos en el tiempo, el modo en
que resuelve los desafíos propios de un trabajo in medias res. Del
proceso de concentración de empresas en oligopolios transnacio-
nales y de la emergencia de editoriales pequeñas y medianas se ha
hablado mucho; se necesitan libros como el de Daniela para salir
del peligroso espacio de la opinología y recuperar las certezas de la
investigación empírica.
Lo sabemos muy bien: para que un nuevo objeto de conoci-
miento y una emergente actividad académica se consoliden es ne-
cesaria una biblioteca. Son los buenos libros los que van colocan-
do y asentando los mojones de un saber. La colección Sentidos del
Libro, y el trabajo de Alejandro y su equipo, ya son una referencia
ineludible en esa tarea.
54≈
Sentidos del Libro en mi biblioteca
≈55
Una segunda razón para valorar la colección Sentidos del Li-
bro es la solvencia de sus autores. Al ser investigadores de primer
nivel, sus trabajos no solo cubren un vacío bibliográfico sino que
además orientan sobre cómo utilizar fuentes documentales, anali-
zar catálogos, revistas y libros de época, actas institucionales, ferias
de libros del pasado y del presente, o cómo generar fuentes orales
con entrevistas a los protagonistas de los proyectos investigados.
Transformar en libros los estudios y las investigaciones sobre
el sector es un aporte fundamental para su profesionalización, más
aún cuando están muy bien editados, requisito indispensable en
este tema. No tengo ninguna duda que estos son tan solo los pri-
meros diez años de la colección Sentidos del Libro.
Leandro de Sagastizábal
Historiador y editor
56≈
La colección sobre libros
de Tren en Movimiento
Fabio Espósito
Universidad Nacional de La Plata-CONICET
≈57
Dos veces Temperley o la
centralidad de los márgenes
58≈
Carrera de Especialización en Traducción Li-
teraria, así como en otros cursos de posgrado
de la Facultad de Filosofía y Letras.
Los aportes de la colección a la historia de
la traducción y sus agentes son numerosos: el
libro sobre Tor, por ejemplo, nos enseña que
el desdén letrado por la práctica de rotación,
reutilización, amputación o plagio de traduc-
ciones ha velado la existencia de traductores
más o menos estables en la editorial —como
Natal Rufino o Pedro Labrousse—, posible
indicador de temprana profesionalización;
el libro sobre Acme recupera los nombres
del elenco de traductores de la colección
Robin Hood, fundamentales “autores” de la
literatura infanto-juvenil en traducción, que
tantas generaciones han consumido y aún
consumen: Manuel Barberá, Julio Vacarezza,
María Luisa Martínez Alinari, M.E. Antoni-
ni, Isidoro Gelstein, Alfredo Julio A. Grassi,
Juan José Llobet o Ariel Bignami. Los tra-
ductores de Santiago Rueda aparecen en su
multiplicidad, más allá y más acá de su estre-
lla innegable: Salas Subirat, primer traductor
del Ulises al castellano. También los estudios sobre la Cámara Ar-
gentina del Libro durante el peronismo nos revelan una cara poco
estudiada de la traducción en el llamado “auge editorial”: la re-
sistencia a regular contratos de traducción y reconocer la autoría
legal del traductor es paradójicamente contemporánea de la “edad
de oro” de las traducciones argentinas, aquella en la que el nom-
bre de algunos traductores se volvió visible en portadas o reseñas.
Podríamos consignar más ejemplos del aporte de esta colección a
mi área de investigación pero estos bastarán como muestra.
Sentidos del Libro es la colección dedicada al mundo editorial
que más nos enseña sobre las prácticas traductoras, sobre los agen-
tes de esas prácticas y sus condiciones materiales en la historia del
libro local. Por eso, confiamos a su editor el proyecto de traducir
un dossier sobre sociología de la traducción, originalmente edita-
do por Gisèle Sapiro y Johan Heilbron, que dejó su marca pionera
en los estudios de traducción en la Argentina.
Alejandrina Falcón
Universidad de Buenos Aires-CONICET
≈59
El sentido gráfico de la colección
en la trama del saber editorial
60≈
sorios, por captar los acontecimientos que nos constituyen como
comunidad.
El repertorio de Sentidos del Libro puede verse como una
huella singular de este recorrido. En su década de vida, se ha de-
sarrollado dando cuenta de la edición en relación con la cultura
popular (La editorial Tor), los derechos culturales (Propiedad intelec-
tual y derechos humanos), la política y la historia (Editores y política),
la prensa y la política (Prensa para la revolución), la literatura y la
traducción (Santiago Rueda), etcétera.
Una amplitud de saberes constituye, entonces, a la edición en
este catálogo: todo su recorrido parece marcado por esta perspec-
tiva, que a su vez invoca a la lectura desde la propia presentación
gráfica de sus obras. Esto lo podemos ver en el mismo umbral de
los libros, con las dos variables constantes que desde su econo-
mía alcanzan para dotar de una lógica gráfica: la referencia a la
colección (por forma, tono y ubicación del dato) y un diseño de
cubierta fluctuante siempre entre lo conceptual y lo expresivo, en
un equilibrio que, buscado o no, acaba conformando el imaginario
de cada libro.
Como en cada colección dedicada a la edición, hay entonces
un sentido gráfico que busca conectar la propuesta del catálogo
con la experiencia de lectura. Por ejemplo, un juego de módulos
visuales informativos en Scripta Manent (Ampersand), que remite
a los aportes particulares que hace cada obra a la construcción
singular de un catálogo; una impronta sistémica dominante en
Tipo (Eduvim), que la enmarca en su propósito de divulgación
desde una lógica educativa institucional; o una imagen corporativa
que apuntala la colección Libros sobre Libros (Fondo de Cultura
Económica) en su orientación a la lógica empresarial, con toda
la fuerza de un fondo editorial. En Sentidos del Libro (Tren en
Movimiento), el plural de su nombre, lo expresivo y conceptual de
sus umbrales, funcionan como indicios, entre otros, de las impli-
cancias políticas y culturales, del impacto de las transformaciones
sociales del universo editorial que invoca la iniciativa, y que reve-
lan la emergencia de un campo de saberes específico cada vez más
enriquecido por una creciente diversidad de aportes profesionales,
disciplinares e institucionales. En la línea de estos aportes se ins-
cribe precisamente esta conmemoración que impulsamos desde
el grupo de trabajo sobre el libro, la edición y la traducción en el
marco de la Red de Estudios Editoriales (Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires).
Entre todas las posibles y válidas formas de pensar la colec-
ción, Sentidos del Libro, como tantas otras acciones desarrolladas
en esta década, puede tomarse entonces como un documento de
≈61
la importancia insoslayable de la formación propiamente editorial
en el proceso de conformación del campo de los estudios editoria-
les. Y de la propia emergencia local y regional de este campo en
la trama de las nuevas ciencias sociales y las humanidades que nos
ayudarán a pensar y transformar la cultura en este siglo.
62≈
Las traducciones en disputa
≈63
algunas editoriales de Buenos Aires que supieron hacerse un lu-
gar en el mercado de exportaciones. En este punto, el aporte de
Alejandra a la caracterización del período reside en el análisis de
la variable de intensificación de la circulación interna de bienes
culturales. Giuliani pone en relación esta ampliación del mercado
interno de libros, entre otras variables, con las políticas estatales
del peronismo, y ofrece a su vez un estudio de los acercamientos
y las tensiones en el vínculo entre Estado y editores a través de un
valioso análisis de documentos oficiales de los distintos actores,
desde las actas de la Cámara Argentina del Libro a los discursos
de políticos y proyectos de ley.
Al analizar las estrategias editoriales del período, Alejandra
señala la centralidad de la actividad traductora, y analiza el sur-
gimiento de nuevas prácticas
de traducción a la luz de las
investigaciones que aborda-
ron esa época desde los es-
tudios de traducción en Ar-
gentina. Si Patricia Willson
en La Constelación del Sur sos-
tiene que “el peronismo es el
marco en el que termina de
producirse la transición hacia
otra figura de traductor, que
ya no será el enunciador se-
gundo de un texto edificante,
ni el fantasma sin nombre de
ediciones non sanctas, como
en las primeras décadas del
siglo, sino el agente recono-
cible, mencionado en página
impar, de una traducción que entablará relaciones con la produc-
ción vernácula”, Alejandra por su parte agrega que el peronismo
no fue solo el marco, sino que quiso ser parte reguladora en esa
transición.
En este sentido, realiza un minucioso análisis de fuentes do-
cumentales y de la discusión sobre los derechos de traducción tal
como resurgió a partir de la convocatoria de la Comisión Nacio-
nal de Cultura, en 1946, para presentar propuestas de reforma a la
Ley de Propiedad Intelectual. En el capítulo 6, “Los editores en la
Comisión Nacional de la Cultura (1946-1947)”, se repone la puja
de intereses en relación con el artículo 23 de la Ley y cómo esta
ilumina los conflictos entre nuevas y viejas prácticas de la traduc-
ción editorial. Giuliani historiza la discusión política y gremial en
64≈
torno a las traducciones y a las prácticas de “piratería” y afirma
que la magnitud del conflicto es incomprensible si no se considera
el peso de las traducciones dentro de las estrategias de producción
editorial del período. Destaca también una importante propuesta
innovadora que surgió en ese contexto desde el peronismo y que
no prosperaría: un anteproyecto del “Estatuto del traductor”, bajo
el cual el traductor era comprendido como trabajador intelectual.
La reconstrucción del campo editorial funciona, de manera
general, como modelo del tipo de análisis necesario que se precisa
también a la hora de situar y comprender el lugar de una traduc-
ción efectivamente editada y que circula en un determinado so-
porte, en determinado público y determinada sociedad. A su vez,
de manera específica permite enmarcar la actividad traductora de
esos años como un factor crucial en los debates alrededor de la
Ley y reconsiderar el peso de los traductores editoriales en ese
momento. Al comprender estos factores “editoriales” es posible
ponerlos en relación con elementos de análisis específicos “de la
traducción” (decisiones de traducción, autoría y visibilidad de los
traductores, estrategias de importación literaria, etc.). Es decir, la
propia reconstrucción del campo editorial precisa de la inclusión
del factor de las traducciones, y el estudio de las traducciones edi-
toriales necesita de un análisis de este tipo, con datos que efecti-
vamente conforman la historia de esas traducciones (y traducto-
res). En este mutuo enriquecimiento está la clave del fructífero
entramado de disciplinas, que no es una mera declaración sino una
metodología de investigación.
≈65
El sentido de ser lector: Sentidos
del Libro y las escenas de lectura
66≈
Estaba justo encauzando mis preguntas al vínculo entre
impresos y vida política. El libro de Alejandra fue como
una luz al final del túnel. Lo mismo me ocurrió con ese
maravilloso prólogo que tiene Prensa para la revolución,
sin lugar a dudas, la invitación que hacen los autores de
revisar a Lenin me ayudó a comprender, de nuevo, el po-
der de la prensa en tiempos de tempestad. El libro sobre
la editorial ACME puso otros problemas sobre la mesa.
Cómo revisar un trabajo editorial popular, con lectores
muy bien perfilados.
En conclusión, las escenas de lectura que he cons-
truido con esta colección le han dado sentido a mi inves-
tigación y la idea de que ser lector exige un pacto narra-
tivo de completa complicidad.
≈67
Textos y contextos: a diez años de
Sentidos del Libro
68≈
pensando además en la tensión que se genera entre el régimen
legal de la propiedad intelectual y los derechos humanos. Así, to-
dos los títulos que componen la colección —hasta el momento—,
nos permiten pensar el libro como un objeto de estudio material,
estudio que a la vez presta atención a su producción, circulación
y recepción, entendiendo este circuito como el resultado de un
proceso de colaboración sumamente complejo entre diversos ac-
tores, como bien señala Don McKenzie en su propuesta para una
sociología del texto.
Testigo de los extravíos, las búsquedas y las elecciones del
editor, pero también de sus compromisos, principios y convenios
políticos, el catálogo —y más específicamente esta colección—
pueden ser leídos como una parte íntima del editor. Como en el
cuento “El libro de arena” de Borges, en el que un lector especia-
lizado recibe de manos de un vendedor un misterioso y peculiar
objeto que puede ser pensado como “El libro de los libros”; es
ese objeto, escrito en caracteres extraños, voluminoso, infinito,
cuidadosamente encuadernado y diagramado de forma particu-
lar; al igual que esta colección, “de arena”, que presenta al lector
especializado o simplemente interesado en el tema un panorama
diverso de inquietudes abordadas desde una serie de posibilidades
o “sentidos”, una experiencia de lectura infinita, como la arena; ya
que como señala Borges en el cuento citado: “ni el libro ni la arena
tienen ni principio ni fin”.
≈69
El mundo editorial y sus lecturas
Guillermo Korn
Universidad de Buenos Aires
70≈
Apreciación sobre tres títulos de
Sentidos del Libro
Hernán Maltz
Universidad de Buenos Aires
≈71
Una fuente de inspiración
para mis trabajos
72≈
el área de los estudios editoriales, por el uso de diversas fuentes
y la forma de analizar las colecciones de la editorial Tor; por esta
razón, es un referente en mis clases de investigación en la Maes-
tría en Estudios Editoriales, en Colombia. A falta de bibliografía
sobre el mundo editorial colombiano de la primera mitad del
siglo XX —centro de mis investigaciones—, el libro de Abra-
ham me ayudó a comprender algunos fenómenos editoriales del
momento y las interrelaciones entre los mercados argentino y
colombiano.
Por otra parte, considero que el libro de Abraham se ubica
en los trabajos que abordan lo popular, tanto en edición como
en literatura; al no ser considerado como importante dentro de
muchos círculos académicos, lo popular se ha dejado de lado. La
investigación sobre Tor demuestra la relevancia de este tipo de
empresas para comprender procesos de formación de públicos y
de circuitos para el libro en toda América Latina.
Además del libro de Abraham, he tenido la oportunidad de
leer los de Alejandra Giuliani y Daniela Szpilbarg, en los cuales
he encontrado la misma alta calidad investigativa y una fuente
de inspiración para mis trabajos sobre el campo editorial colom-
biano.
≈73
Ampliar la mirada hacia nuevas
referencias y referentes
74≈
bajo qué condiciones”, bajo formas de producción más abiertas y
colaborativas, como las analizadas por Beatriz Busaniche, Maria-
na Fossatti, Jorge Gemetto, Evelin Heidel, Lila Pagola en Arte y
cultura en circulación.
Romper los cánones disciplinarios y habilitar nuevas referen-
cias y referentes, como los que aporta esta colección, permitiría
que las distintas áreas del conocimiento, al analizar su propia pro-
ducción escrita, incorporen los procesos relacionales de produc-
ción científico-editoriales que insertan esos textos en un diálogo
más amplio, a través de dispositivos editoriales y canales de dis-
tribución específicos de las ciencias, por lo que traen consigo las
relaciones económicas, políticas y culturales que hicieron posible
tanto su realización como su circulación.
Viviana Martinovich
Instituto de Salud Colectiva-Universidad Nacional de Lanús
≈75
Nuevos recorridos
76≈
sociedad que se configura en Argentina a partir del siglo XX.
Conocer a fondo la historia de la industria cultural argentina
permite comprender algunas ideas que circulan todavía hoy, en-
tender procesos comerciales, culturales y sociales que nos con-
forman y atraviesan, y también es tener más herramientas para
poder analizar el presente complejo y cambiante que nos toca.
Natalia Méndez
Universidad de Buenos Aires
≈77
En el décimo aniversario del
lanzamiento de la colección
Sentidos del Libro
78≈
a un primerísimo plano. Pensemos en los títulos que estudian la
propiedad intelectual y derechos humanos, la historieta, las revis-
tas argentinas de ciencia ficción o las editoriales que carecían de
ensayos (Tor y Acme), el escenario de los editores y la política, la
producción escrita de las organizaciones político-militares, entre
otros temas.
En este contexto, entonces, en el marco de recuperar las me-
morias sociales impresas, es donde la colección Sentidos del Libro
se ha ganado un lugar en nuestra memoria y en nuestro presente
pero, ante todo, en nuestra propia identidad lectora y editorial.
Alejandro E. Parada
Universidad de Buenos Aires
≈79
Sentidos del Libro en el cruce
entre política, espacio cultural
y mundo editorial
80≈
de valiosa información al acercarse con detalle al objeto bajo aná-
lisis, una contextualización, una problematización y un planteo de
temas o cuestiones que conviene seguir estudiando.
No se trata de publicaciones orientadas a reponer simplemen-
te información, sino que buscan ponerla en otras coordenadas. En
el punto de cruce entre política, espacio cultural y mundo edito-
rial. De esa manera contribuyen a afirmar un ámbito de estudio
sobre la historia de la edición, los editores y las editoriales que
está en plena expansión en el país, como lo demuestran cierta pe-
riodicidad de encuentros académicos o espacios abiertos a estas
temáticas en congresos más globales de la disciplina histórica.
Darío Pulfer
CEDINPE-UNSAM
≈81
Una colección y una pequeña
editorial para la historia de
empresas en Argentina
82≈
Los aniversarios suelen ser puntos de inflexión para reflexionar
sobre el pasado y configurar el futuro; generalmente, las empresas y
sus colecciones no escapan a esta lógica. Por eso, es este el tiempo de
pensar en lo realizado, en la senda transitada; pero, al mismo tiempo,
en el camino por recorrer. En él un pedido especial: que lo realizado,
lo que haya quedado solo en un proyecto que pudo haber sido y no
fue, tanto en la colección Sentidos del Libro como en sus coleccio-
nes hermanas, además de toda actividad vinculada a la editorial, sea
resguardo en un archivo de empresa que permita reconstruir algún
día la historia de una firma llamada Tren en Movimiento.
Viviana Román
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Económicas
IIEP-BAIRES - CEEED
≈83
Sentidos del Libro:
una cuña necesaria
84≈
“época de oro” del libro argentino; en sendos libros de Carlos
Abraham, sobre las editoriales Tor y Acme. Y, también, en el libro
de Lucas Petersen sobre el editor Santiago Rueda.
Los libros de Silvia Urich y Alejandra Giuliani abordan la
compleja trama de las políticas culturales del peronismo, que el es-
tablishment cultural siempre intentó demonizar, a través de la falaz
dicotomía alpargatas vs. libros.
Por último, editado a finales de 2019, y tal como lo señala su
autora, el libro de Daniela Szpilbarg, intenta presentar un estado
del campo editorial argentino entre finales de los años 90 y la
actualidad.
En definitiva, libros sólidos en su estructura conceptual, com-
pletos en la información que brindan, con fuentes de información
y bibliografía de autoridad, abundante y variada, originales en sus
enfoques; vienen a llenar un vacío, para poder continuar y ampliar
la reflexión crítica sobre el multifacético universo de la edición y
el libro en la Argentina.
Eduardo L. Rubí
Editor de la Bibliografía de la Cultura Impresa Argentina
≈85
Un espacio de encuentro e
intercambio
86≈
tervienen editoriales universitarias como Eudeba (con La vida y
los Libros), Eduvim (con Tipo) y otras editoriales pequeñas como
Ampersand (con Scripta Manent). Algunas de estas colecciones
parecen estar orientadas más hacia la labor profesional y al trabajo
editorial, mientras que otras condensan trabajos históricos eru-
ditos sobre el espacio editorial, del libro, la escritura y la lectura.
Sentidos del Libro tiene particularidades que le dan una im-
pronta propia. Al menos hasta el momento, publicó trabajos de
autores nacionales sobre editoriales, editores y procesos en donde
interviene el amplio mundo editorial de la Argentina. Otra par-
ticularidad, la que me interesa destacar porque se vincula a mi
trabajo de investigación sobre editores de best-sellers políticos, es
que los libros de la colección apuntan a interrogantes y pregun-
tas amplias, que no se agotan en lo descriptivo de una trayectoria
personal o de una empresa cultural, algo que podría redundar en
una investigación cerrada en sí misma a un objeto particular. Por
el contrario, los libros de Sentidos del Libro toman al objeto im-
preso como lente para ilustrar procesos sociales más amplios que
atravesaron a nuestro país y del que el libro es una arista central
no desconectada de lo que acontecía en el mundo cultural e in-
telectual durante las diferentes coyunturas y regímenes políticos
del siglo XX. Los libros populares, escolares, la política cultural,
las políticas editoriales y la gestión corporativa del sector, las van-
guardias artísticas y políticas, las revistas culturales, intelectuales
y políticas, los exilios y las trayectorias editoriales a partir de los
procesos de transnacionalización del sector son los temas princi-
pales que podemos encontrar en esta colección.
Desde mi punto de vista, Sentidos del Libro aporta a conocer
los vínculos entre la cultura y la política y sus resonancias en nues-
tro país, con el soporte libro-revista-impreso y la labor editorial
como elementos disparadores. Así, una colección puede dinamizar
un campo de estudios y, a la vez, trascenderlo con preguntas que
alcancen e interesen a más lectores.
Ezequiel Saferstein
CeDInCI-UNSAM-CONICET
≈87
Entre la edición y la emoción:
diez años de Sentidos del Libro
88≈
Con su presencia, la propuesta del seminario superaba la idea
de que el análisis histórico permitiría conocer, evaluar, a la vez que
someter a la crítica, el trabajo y las experiencias de los editores.
Los Sentidos del Libro se complementaban con el análisis y la re-
flexión sobre el oficio de editar. Porque nos acompañaba el editor
que ponía al Tren en Movimiento, que intentaba buscar respues-
tas a cuestiones que desde la reflexión académica transformaran
las prácticas editoriales y, mirando otros libros, otros problemas
de la industria, intentaba entender y ejercer mejor su oficio mien-
tras continuaba haciendo crecer ese espacio donde, como bien lo
demuestra Editores y política de Alejandra Giuliani, nuestras inves-
tigaciones pueden terminar hechas libros.
Beatriz C. Valinoti
Universidad de Buenos Aires
≈89
Los libros existen para
desembocar en otros libros
90≈
una de otra— que hicieron de la traducción una práctica clave de
sus proyectos económicos y culturales. Algo similar sucede con
Santiago Rueda. Edición, vanguardia e intuición (2019), de Lucas Pe-
tersen, un aporte significativo para la comprensión de la figura de
un editor y el trabajo de una editorial que publicó algunas traduc-
ciones casi “míticas” de la cultura literaria argentina, sobre las que
no circulaba demasiada información.
Si los libros desembocan en otros libros, los títulos de esta
colección de Tren en Movimiento construyen un conocimiento
crítico sobre ese soporte privilegiado de la cultura letrada, que es
también un conocimiento sobre el mundo en que los libros sur-
gen, circulan y actúan.
Santiago Venturini
IHUCSO Litoral, UNL-CONICET
≈91
Grupo de Estudio sobre Historia
de la Edición, la Lectura
y la Traducción
Alejandrina Falcón
Alejandra Giuliani
(coordinadoras)
Paula Auer
Julieta Benedetto
Susana de Luque
Martín Gonzalo Gómez
Rosario González Sola
Paula Gürtler
Francisco Jara Bernales
Viviana Martinovich
Eugenia Pérez Alzueta
Viviana Román
Alejandro Esteban Schmied
Silvia Urich
Ana Eugenia Vázquez
Alejandrina Falcón y Alejandra Giuliani (eds.)
Celebrar el décimo aniversario de la colección Sentidos del Libro de la editorial Tren en
Movimiento es para nosotras un modo de responder a la invitación que acompaña su
declaración de intenciones: discutir y reflexionar sobre los múltiples usos de la palabra
Leer, escribir, editar
escrita, el universo del libro, las prácticas y los actores que lo hacen posible, desde una
perspectiva atenta a sus implicancias político-culturales.
Catálogo comentado de la colección
Los temas y problemas que Sentidos del Libro invita a discutir y reflexionar son aque- Sentidos del Libro
llos que convocan mes a mes a los integrantes del Grupo de Estudio sobre Historia de
la Edición, la Lectura y la Traducción, colectivo conformado en 2018 con un objetivo
claro: crear un espacio plural, no jerárquico e interdisciplinario de lectura y discusión
de la bibliografía sobre la historia del libro, las prácticas y los actores asociados con su
producción, circulación y consumo en Argentina y América Latina. Inscripto en la Red de
Estudios Editoriales de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Ai-
res, nuestro grupo de estudio reúne investigadores, estudiantes y docentes de carreras
de grado y posgrado de edición, filosofía, historia, letras, sociología y traducción literaria,
y profesionales de la edición y de la traducción.
Este catálogo comentado es resultado de esos encuentros mensuales: lo impulsa la
voluntad de convertir en escritura y en objeto editorial nuestra práctica de lectura grupal
pero también el deseo de establecer un diálogo con quienes comparten nuestros inte-
reses. Su propósito es contribuir a la revisión y actualización de la historiografía sobre el
libro, la edición, la traducción y la lectura en la Argentina mediante un ejercicio colectivo
de análisis de una colección especializada surgida en un momento de expansión de nuestro Alejandrina Falcón y Alejandra Giuliani
campo de estudio.
Que este producto conjunto tenga una impronta celebratoria no implica que perdamos
(editoras)