Está en la página 1de 19

LAS ORIENTACIONES DE METAS DE LOGRO COMO

PREDICTORAS DE LAS CONDUCTAS DE SALUD EN LOS


ADOLESCENTES

ISABEL BALAGUER
ISABEL CASTILLO
INÉS TOMÁS
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
JOAN.L. DUDA
PURDUE UNIVERSITY

Dirección para correspondencia:


Dra. Dª Isabel Balaguer
Departamento de Metodología, Psicogiología y Psicología Social
Facultad de Psicología. Universidad de Valencia
Avda. Blasco Ibáñez, 21. 46010 VALENCIA. SPAIN.

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo consiste en analizar la relación existente entre las
Orientaciones de Metas de Logro y dos dimensiones de conductas de salud y en estudiar
si existen diferencias en función del sexo en estas asociaciones.

Se administró el TEOSQ (Duda, 1989) y el Inventario de Conductas de Salud en


escolares (Wold, 1989).

La muestra estuvo compuesta por 283 estudiantes de EGB y BUP (146 chicos y 137
chicas) de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años.

Los análisis realizados indicaron que la orientación a la tarea predice positivamente la


práctica de actividades deportivas y negativamente el consumo de sustancias
perjudiciales para la salud. La orientación al ego no resultó ser un factor predictor de las
conductas de salud.

PALABRAS CLAVES: Orientaciones de Metas de Logro, TEOSQ, Conductas de Salud,


Adolescentes.
ABSTRACT

The aim of the present work is to analyze the relationship between Goal Orientation and
two dimensions of Health Behaviour and to determine if there are sex differences in
these associations.

The questionnaires administered were the TEOSQ (Duda, 1989) and the Health
Behaviour Schoolchildren (Wold, 1989).

The sample was composed of 283 students from EGB and BUP grade levels (146 boys
and 137 girls), whose ages ranged from 11 to 17.

The results show that Task Orientation is a positive predictor for the practice of sport
activities and a negative predictor of the consumption of health compromising
substances. Ego Orientation was not significantly related to reported health behaviour.

KEY WORDS: Goal Orientation, TEOSQ, Health behaviours, Teenagers.

• I. INTRODUCCIÓN
• II. MÉTODO
• III. RESULTADOS
• IV. CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN
• V. REFERENCIAS

I. INTRODUCCIÓN

En los estudios de promoción de la salud uno de los objetivos que ha movido a muchos
investigadores europeos ha sido entender las causas y los determinantes de las
conductas de salud en los escolares (Castillo, 1995; Eder, 1990; Nutbeam, Aaro, &
Catford, 1989; Nutbeam, Aaro, & Wold, 1991; Smith, Wold, & Moore, 1992; Thuen,
Klepp, & Wold, 1992; Wold & Anderssen, 1992; Wold & Kannas, 1993; Wold,
Oygard, Eder, & Smith, 1994). Desde las distintas aproximaciones realizadas para
conseguir este objetivo el concepto de estilos de vida ofrece un método de enlace de
conductas de salud que ha ofrecido mejores resultados que el estudio de conductas
individuales como fumar, beber, etc. (Nutbeam et al., 1989; Pastor, 1995).

Diversos autores apoyan y han ofrecido evidencia empírica de la bidimensionalidad de


las conductas de salud en escolares. Nutbeam et al. (1991) han identificado dos
dimensiones de conductas relacionadas con la salud entre los adolescentes de varios
paises europeos. Una dimensión en la que se realza la salud (healthenhancing lifestyle),
caracterizada por la práctica de actividad física, una buena higiene bucal, consumo
diario de vitaminas y hábitos de alimentación saludables. Y otra dimensión en la que se
pone en riesgo la salud (healthcompromising lifestyle), caracterizada por el consumo de
tabaco, alcohol y café y por hábitos de alimentación no saludables. Asimismo, Aaro,
Laberg, & Wold (1995) identifican igualmente dos dimensiones de conductas de salud.
Una dimensión denominada "conductas adictivas" caracterizada por el consumo de
tabaco, alcohol, café, hábitos de alimentación no saludables y conductas de riesgo
(infringir normas de tráfico, hacer algo peligroso por probar la experiencia, uso del
monopatín, etc.). Y otra dimensión denominada "conductas que realzan la salud"
caracterizada por la práctica de actividad física, higiene dental, comida saludable,
regularidad en las comidas y conductas para evitar el riesgo (uso del cinturón de
seguridad, del casco en la bicicleta, uso de reflectores, etc.).

Asimismo se ha ofrecido evidencia empírica de que las chicas y los chicos tienden a
presentar conductas de salud diferentes. En general, entre las chicas suele aparecer una
menor actividad deportiva y un consumo más bajo de productos poco saludables, con la
excepción del tabaco, donde no hay apenas diferencias entre ambos sexos (Castillo,
1995; Mendoza, Sagrera, & Batista, 1994).

Desde un enfoque psicosocial, las variables que se han mostrado como predictoras de
las conductas de salud son: las relaciones de los compañeros en la escuela, el estatus
ocupacional de los padres y la relación con los padres y los pares (Nutbeam et al. 1989).
También se ha encontrado que aquellos adolescentes que adoptan conductas que afectan
a la salud están más alienados de la escuela y valoran menos la educación continuada
que sus pares (Nutbeam et al. 1989). La frecuencia con la que los adolescentes ven la
TV también se ha mostrado como un predictor de los estilos de vida. Los adolescentes
que ven menos la TV están físicamente en mejor forma física, emocionalmente más
estables, son más sensibles, imaginativos, extrovertidos, físicamente activos,
autocontrolados, más inteligentes, más comprometidos con la escuela, tienen más
autoconfianza que aquellos que ven mucho la TV. Además, estos últimos consumen
drogas con más frecuencia y beben más alcohol (Tucker, 1987).

Las metas para la mejora de la salud de los niños y los jóvenes en los Estados Unidos
(U.S. Department of Health and Human Services, 1980) incluyen cinco objetivos que se
centran en la mejora de la forma física. La práctica de ejercicio físico proporciona
beneficios tanto físicos como psicológicos (Balaguer & GarcíaMerita, 1994; Biddle,
1993) y además la práctica de actividad física está positivamente relacionada con otras
conductas que mejoran la salud, tales como la alimentación saludable, buena higiene
dental y el uso del cinturón de seguridad. Y negativamente asociada con conductas no
saludables tales como el consumo de tabaco y de alcohol y la alimentación no saludable
(Balaguer, Tomás, Castillo, Martínez, Blasco, & Arango, 1994; Castillo, 1995;
Nutbeam, Smith, Moore, & Bauman, 1993; Wold, 1989).

Los estudios realizados sobre la práctica de ejercicio físico y/o deporte de los niños y
adolescentes de diferentes países indica que esta es menor de lo que sería conveniente
(Balaguer et al., 1994; McGinnis, 1985; Mendoza et al., 1994; Wold, 1989). Uno de los
informes más recientes elaborados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los Estados Unidos (1996) informa que aproximadamente la mitad de los jóvenes
americanos entre los 12 y los 21 años de edad no realizan actividad física vigorosa de
forma regular y además se señala que la actividad física declina dramáticamente en la
adolescencia. Asimismo y de acuerdo con las estadísticas, el 80% de los niños y
adolescentes abandonan la experiencia del deporte de competición entre los 12 y los 17
años (Seefeldt, Blievericht, Bruce, & Gillian, 1978). Una de las cuestiones claves a este
respecto es conocer los modelos o determinantes de los estilos de vida durante la niñez
que predispone a los individuos a mantener un estilo de vida físicamente activo.

Poco se conoce todavía sobre los determinantes motivacionales de la participación y


adherencia a la actividad física entre los niños y los adolescentes (Magill, Ash, & Smoll,
1982; Rowland, 1986). Actualmente algunos autores (Duda, 1996; Treasure, & Roberts,
1995) defienden que para conocer el significado de los motivos de los jóvenes para
practicar deporte o ejercicio físico hay que analizarlo desde las perspectivas de meta que
mantienen los jóvenes en dichos contextos. Esta posición se sitúa en los enfoques
contemporáneos de las teorías motivacionales de metas de logro (Ames, 1984; Dweck,
1986; Nicholls, 1989).

Las teorías de la motivación de logro han intentado entender las respuestas


conductuales, cognitivas y afectivas de los individuos en los contextos de logro desde
una perspectiva cognitivosocial. En esta aproximación destaca el papel mediacional de
la cognición en las respuestas de los sujetos. Desde estas teorías, se defiende que la
forma en la que los sujetos construyen, interpretan y procesan la información en los
dominios de logro influirá en sus conductas y sentimientos.

Una de las teorías cognitivosociales en el estudio de la motivación de logro es la teoría


de la perspectiva de meta (véase Duda 1992; 1993). Dos premisas subyacentes a esta
teoría indican que existen dos perspectivas de metas que reflejan el criterio por el que
los individuos juzgan su competencia y por el que subjetivamente definen el éxito y el
fracaso en el contexto de logro. Estas dos perspectivas se denominan "orientación a la
tarea" y "orientación al ego".

Los sujetos que están orientados a la tarea juzgan su nivel de habilidad basándose en un
proceso de comparación con ellos mismos. Mientras que los sujetos orientados al ego
demuestran si son o no competentes comparándose con otros (Nicholls, 1984).

Diversas investigaciones llevadas a cabo en el contexto deportivo y escolar (véase Duda


1992; 1993; 1994; 1996; Duda & Whitehead, en prensa) ponen de manifiesto que una
orientación hacia la tarea supone basar las creencias sobre la práctica deportiva en el
esfuerzo (trabajar duro) y la cooperación (trabajar juntos) lo cual a su vez supone una
participación en la práctica deportiva o escolar más entusiasta y más satisfactoria. Como
resultado de todo ello se obtendrá un mayor compromiso con la práctica deportiva o
escolar. Por otra parte una orientación hacia el ego supone que el fin perseguido
consiste en demostrar ser el mejor y que la evaluación de la propia ejecución depende
de la comparación con los otros, lo que supone una participación menos entusiasta y una
mayor tendencia a desvincularse de la práctica deportiva o de los estudios.

El trabajo de Duda y Nicholls (1992) realizado en el ámbito escolar y deportivo, sugiere


que las dos orientaciones de meta son independientes (no son polos opuestos de un
continuo), y que son generalizables a diferentes contextos de logro. Concretamente ellos
encontraron que las orientaciones de metas en el colegio estaban fuertemente
relacionadas con las orientaciones en el deporte (orientación al ego colegio/deporte
r=.62, p<.001; orientación a la tarea colegio/deporte r=.67, p<.001).

Los fundamentos teóricos y los resultados empíricos de la teoría de la orientación de


metas nos llevaron a preguntarnos sobre las relaciones que se podían establecer entre la
orientación de metas y los estilos de vida de los adolescentes. Concretamente queríamos
saber si las diferencias individuales en orientación al ego o a la tarea podían estar
relacionadas con la elección de un estilo de vida saludable. Consideramos que en un
período de cambio en el que los adolescentes intentan reafirmarse y encontrar su propia
identidad, la forma que tengan de concebir su habilidad puede estar relacionada con la
elección de unas u otras conductas de salud.

Nuestro objetivo en el presente trabajo consiste en analizar la relación existente entre


los dos conceptos fundamentales que hemos tratado anteriormente: La Orientación de
Metas (Tarea y Ego) y dos dimensiones de conductas de salud (realzar la salud,
arriesgar la salud) y en estudiar si existen diferencias en función del sexo.

II. MÉTODO

Muestra

La muestra estaba compuesta por 283 estudiantes (146 chicos y 137 chicas)
pertenecientes a diferentes colegios de la Comunidad Valenciana. Sus edades oscilaban
entre los 11 y los 17 años (M=13,14; DT =1,53).

Procedimiento

Los cuestionarios se cumplimentaron en diferentes colegios de E.G.B. y B.U.P. de la


Comunidad Valenciana durante una hora de clase. Los cursos en los que se
administraron los cuestionarios fueron 61, 71 y 81 de E.G.B. y 11 y 21 de B.U.P..
Durante la administración de los cuestionarios al menos uno de los investigadores
estuvo presente. El procedimiento aseguraba el anonimato de los alumnos.

Instrumentos

1. El TEOSQ (Cuestionario de Orientación a la Tarea y al Ego en el Deporte,


Duda 1989) es una medida de las orientaciones motivacionales o
tendencias de las personas hacia metas implicadas en la tarea o en el
ego en el contexto deportivo. Este consta de 13 items, que consiste en
dos escalas que miden orientación a la tarea (7 items) y orientación al
ego (6 items). Los items del TEOSQ empiezan con la frase "Yo me siento
con más éxito en el deporte cuando...". Los sujetos deben responder a
los items utilizando una escala tipo Likert de 5 puntos (1=muy en
desacuerdo a 5=muy de acuerdo). Anteriores investigaciones con
muestras americanas (Duda & Nicholls, 1989; Duda, Olson, & Templin,
1991; Lochbaum & Roberts, 1993) así como con muestras españolas de
adolescentes (Balaguer, Castillo, & Tomás, 1996; Peiró, 1996), de
tenistas (Crespo, Balaguer, & Atienza, 1995) y de deportistas de
diferentes deportes (Guivernau & Duda, 1994) han proporcionado
evidencia de la consistencia interna de las escalas de orientación al ego y
a la tarea (Alpha de Cronbach desde .81 hasta .86 y desde .79 hasta .90,
respectivamente).
2. Inventario de Conductas de Salud en Escolares (HBSC, Wold, 1989). El
foco principal de este instrumento lo constituyen la Actividad Física y los
Aspectos Psicosociales de la Salud. En este estudio nos basamos en las
siguientes variables:

Variables demográficas: Edad y sexo.


Variables de Actividad Física:
Frecuencia de práctica de actividad física (1=nunca, 2=menos de 1 vez a
la semana, 3=cada semana, 4=todos los días).
Frecuencia de práctica deportiva (1=nunca, 2=menos de 1 vez a la
semana, 3=cada semana, 4=todos los días).
Veces semanales de ejercicio físico (1=nunca, 2=menos de una vez al
mes, 3=una vez al mes, 4=1 vez a la semana, 5=23 veces a la semana,
6=46 veces a la semana, 7=todos los días).
Horas semanales de ejercicio físico (1=nunca, 2=alrededor de 1/2 hora,
3=alrededor de 1 hora, 4=alrededor de 23 horas, 5=alrededor de 46
horas, 6=7 horas o mas).
Participación en competiciones deportivas (1=no, 2=lo hacía, pero ya no
lo hago, 3=sí).
Pertenencia a un club deportivo (1=no, 2=si, pero no participo, 3=sí,
estoy entrenando en un equipo de deportes).
Variables de Estilos de Vida:
Probar tabaco (1=no, 2=sí).
Frecuencia de fumar (1=no fumo, 2=menos de una vez a la semana,
3=al menos una vez a la semana, pero no todos los días, 4=a diario)
Frecuencia consumo bebidas alcohólicas: cerveza, vino, licores o
combinados, cava o sidra (1=nunca, 2=en celebraciones, 3=menos de
una vez al mes, 4=todos los meses, 5=todas las semanas, 6=todos los
días).
Frecuencia emborracharse (1=nunca, 2=sí, una vez, 3=sí, 23 veces,
4=si, 410 veces, 5=sí, mas de 10 veces).
Consumo de alimentos: té, café, frutas, cocacola, dulces, verduras,
cacahuetes, patatas fritas, papas, hamburguesas o perritos calientes,
pan moreno (1=nunca, 2=casi nunca, 3=todas las semanas, 4=una vez
al día, 5=más de una vez al día).
Higiene dental: frecuencia lavarse los dientes (1=menos de una vez a la
semana, 2=al menos una vez a la semana pero no diariamente, 3=una
vez al día, 4=más de una vez al día).
Uso del cinturón de seguridad (1= normalmente no hay cinturón de
seguridad en mi asiento, 2=casi nunca o nunca, 3=a veces, 4=a
menudo, 5=siempre).

Los niveles de fiabilidad y validez del cuestionario han resultado satisfactorios (Aaro &
Wold, 1986; Wold, 1989; W.H.O., 1985).

Análisis de Datos

En primer lugar realizamos un análisis factorial exploratorio utilizando las variables del
Inventario de Conductas de Salud en Escolares (HBSC). El criterio que se adoptó para
decidir el número de factores a considerar se basó en elegir los factores cuyo eigenvalue
fuera mayor a 2.0 dado que el porcentaje de varianza explicada por el resto de factores
añadía poco a la varianza acumulada. El número de factores que cumplían esta
condición fue de dos, de ahí que los análisis posteriores se hicieran en base a una
solución fijada a dos factores.
A partir de los resultados del Análisis Factorial Exploratorio se realizaron los siguientes
análisis:

En primer lugar se eliminaron los items que no saturaban de forma adecuada en ambos
factores (por debajo de .50). De los 20 items iniciales, quedaron seleccionados un total
de 12 items (ver tabla 1).

En segundo lugar se realizó un Análisis Factorial Exploratorio con la solución fijada a


dos factores, rotación varimax, con los items conservados, así como un Análisis de
Consistencia Interna (alpha de Cronbach) de los dos factores obtenidos a partir de dicho
análisis factorial. Estos factores fueron denominados "Consumo de Sustancias" y
"Actividad Física".

En tercer lugar se calcularon los descriptivos (media y desviación típica) para las dos
dimensiones del TEOSQ y las dos dimensiones de Conductas de Salud, tanto para la
muestra total como por sexo. También se realizaron análisis de varianza para averiguar
si existían diferencias en función del sexo.

En cuarto lugar se llevaron a cabo correlaciones entre las dos dimensiones del TEOSQ y
las dos dimensiones de Conductas de Salud, para la muestra total y diferenciando por
sexo.

Finalmente se realizaron análisis de regresión para estudiar el poder predictivo de las


dimensiones del TEOSQ sobre las dimensiones de Conductas de Salud, para la muestra
total y diferenciando por sexo.

Los datos fueron analizados con el paquete de programas estadísticos SPSS (Nie, Hull,
Jenkins, Steinbrenner, & Bent, 1975).

III. RESULTADOS

Estructura factorial

En primer lugar, analizamos si la matriz de correlaciones de los doce items


seleccionados del Inventario de Conductas de Salud (ver tabla 1) era una matriz
apropiada para realizar un análisis factorial. Para ello, calculamos dos estadísticos: la
prueba de esfericidad de Bartlett y el coeficiente de KaiserMeyerOlkin. El resultado
obtenido mediante la prueba de Bartlett (Prueba de Bartlett=923.93; p<.001) mostró que
estos doce items no eran independientes, es decir que podemos rechazar la hipótesis
nula de que la matriz de correlación de los items es una matriz idéntica. El coeficiente
de KaiserMeyerOlkin mostró un valor significativo (KMO=.82) indicando que las
correlaciones entre parejas de items pueden ser explicadas por los restantes items
seleccionados (Kaiser, 1974).

Una vez comprobado que el análisis factorial de los items era adecuado, procedimos a
un análisis factorial exploratorio, con solución fijada a dos factores, rotación varimax. A
partir de los resultados del primer análisis factorial exploratorio esperábamos obtener
dos factores: uno que agruparía conductas de práctica deportiva y otro factor que
agruparía conductas perjudiciales para la salud (consumo de tabaco, alcohol y café).
Utilizamos como criterio de saturación significativa en los factores .55. Los análisis
realizados dieron como resultado dos componentes con valor propio mayor que la
unidad, con la distribución de items en los dos factores tal y como habíamos
hipotetizado. En la tabla 1 se presentan los pesos factoriales de esta rotación. La
solución ofrecida presenta una distribución de seis items (items 1 al 6) en el primer
factor, "Consumo de Sustancias" y de seis items (items 7 al 12) en el segundo factor,
"Actividad Física", con pesos factoriales elevados. La distribución de items obtenida
coincide con la distribución hipotetizada. La correlación entre los dos factores fue r=.17,
p <.01.

Tabla N. 1: Análisis factorial (rotación varimax)

Consumo de Actividad
ITEMS
Sustancias Física
1. Frecuencia fumar .79 .11
2. Frecuencia beber licores o combinados .80 .06
3. Frecuencia beber cerveza .80 .01
4. Frecuencia emborracharse .80 .00
5. Probar tabaco .59 .15
6. Frecuencia beber café .59 .07
7. Veces semanales ejercicio físico .14 .76
8. Horas semanales ejercicio físico .03 .76
9. Frecuencia actividad deportiva .09 .72
10. Pertenencia club deportivo .04 .65
11. Frecuencia actividad física .01 .59
12. Participación competiciones deportivas .14 .55
Eigenvalue 3.65 2.47
% Varianza 30.5 % 20.6 %

En la tabla 2 se muestran las comunalidades, los valores propios de cada factor y el


porcentaje de varianza explicada. El primer factor, "Consumo de sustancias", explica el
30,5% de la varianza y el segundo, "Actividad Física", el 20,6% de la misma. En
conjunto, los dos factores explican el 51,1% de la varianza total.

Tabla N. 2: Comunalidades, valores propios de cada factor, y porcentaje de


varianza explicada de las dimensiones de conductas de salud (HBSC)

Item Comunalidad Factor Eigenvalue % Var. % Var. Acum.


P1 .64 1 3.66 30.5 30.5
P2 .65 2 2.47 20.6 51.1
Consistencia interna de los dos factores

Se calculó el Coeficiente Alpha de Cronbach (Cronbach, 1951) para analizar la


consistencia interna de las dos subescalas de Conductas de Salud. Tanto la subescala de
"Consumo de Sustancias" (a=.82) como la subescala de "Actividad Física" (a=.76)
mostraron una consistencia interna satisfactoria.

Descriptivos

Se calcularon media, desviación típica y análisis de varianza para analizar si existían


diferencias en función del sexo para las dos dimensiones de Conductas de Salud (tabla
3) y las dos dimensiones del TEOSQ (tabla 4).

En el cuestionario sobre Conductas de Salud la dimensión "Actividad Física" ofreció


diferencias significativas en función del sexo (F=53.68, p<.001), resultando ser los
chicos los que presentaron una mayor práctica de actividad física. No aparecieron
diferencias significativas en la dimensión "Consumo de Sustancias" (tabla 3).

Tabla N. 3: Medias, Desviaciones Típicas y Análisis de Varianza de las


dimensiones de Conductas de Salud.

MUESTRA
CHICOS CHICAS
TOTAL
DIMENSIONES N=146 N=137
N=283
MEDIA DT MEDIA DT MEDIA DT F p
CONSUMO
1.45 .70 1.49 .79 1.39 .60 1.27 .25
SUSTANCIAS
ACTIVIDAD
2.93 .74 3.22 .70 2.63 .66 53.68 .00
FÍSICA

En el TEOSQ la dimensión "Orientación al Ego" ofreció diferencias significativas en


función del sexo (F=6.27, p<.02), resultando ser los chicos los que presentaron una
mayor orientación al Ego. No aparecieron diferencias significativas en la dimensión
"Orientación a la Tarea" (tabla 4).

Tabla N. 4: Medias, Desviaciones Típicas y Análisis de Varianza de las


dimensiones del TEOSQ

MUESTRA
CHICOS CHICAS
DIMENSIONES TOTAL
N=146 N=137
N=283
MEDIA DT MEDIA DT MEDIA DT F p
ORIENTACIÓN A
4.18 .58 4.19 .63 4.17 .51 .09 .76
LA TAREA
ORIENTACIÓN
2.73 .82 2.85 .80 2.60 .82 6.27 .02
AL EGO
Correlaciones entre los factores de Conductas de Salud con los factores del
TEOSQ

El análisis de correlaciones realizado entre los dos factores de Conductas de Salud


(Consumo de Sustancias y Actividad Física) con los dos factores del TEOSQ:
(Orientación al Ego y Orientación a la Tarea) nos informa que el factor Orientación a la
Tarea presenta una correlación negativa con el Consumo de Sustancias, y positiva con la
práctica de Actividad Física, tanto en la muestra total como en el subgrupo de los chicos
(tabla 5).

Tabla N. 5: Correlaciones con los factores del TEOSQ

MUESTRA TOTAL CHICOS CHICAS


Consumo Actividad Consumo Actividad Consumo Actividad
Sustancias Física Sustancias Física Sustancias Física
Orientación al
.09 .11 .12 .14 .04 .04
Ego
Orientación a la
.16* .16** .20* .18* .08 .16
Tarea

*p<.05; ** p<.01

Análisis de Regresión

A. Dimensiones de Orientación de Metas sobre Consumo de Sustancias.

El análisis de regresión realizado para estudiar el poder predictivo de las dimensiones


Orientación al Ego y Orientación a la Tarea del TEOSQ, sobre la dimensión "Consumo
de Sustancias" de Conductas de Salud en la muestra total, nos informa que en esta
ecuación de regresión (F=4.11, p=.02) la dimensión "Orientación a la Tarea" predice
significativamente y en sentido negativo el Consumo de Sustancias perjudiciales para la
salud (p<.01); esto es, a mayor orientación hacia la tarea menor consumo de sustancias.
Cabe señalar que la dimensión "Orientación al Ego" no actúa como un predictor
significativo del Consumo de Sustancias perjudiciales para la salud (tabla 6).

Tabla N. 6: Análisis de regresión múltiple de los factores del TEOSQ sobre el


Consumo de Sustancias. Muestra Total

PREDICTORES Beta T p
Orientación a la Tarea .16 2.47 .01
Orientación al Ego .09 1.47 .14

Total R2=.04

El análisis de regresión realizado para estudiar el poder predictivo de las dimensiones


"Orientación al Ego" y "Orientación a la Tarea" del TEOSQ, sobre la dimensión
"Consumo de Sustancias" de Conductas de Salud en el grupo de los Chicos (tabla 7) nos
informa que en esta ecuación de regresión (F=3.95, p=.02) la dimensión Orientación a
la Tarea predice significativamente y en sentido negativo el Consumo de Sustancias
perjudiciales para la salud (p<.01). Esto es, a mayor orientación hacia la tarea menor
consumo de sustancias.

En el grupo de las Chicas ninguna de las dimensiones del TEOSQ predice


significativamente el Consumo de Sustancias.

Tabla N. 7: Análisis de regresión múltiple de los factores del TEOSQ sobre el


Consumo de Sustancias. Grupo de Chicos

PREDICTORES Beta T p
Orientación a la Tarea .21 2.41 .01
Orientación al Ego .12 1.40 .16

Total R2=.06

B. Dimensiones de Orientación de Metas sobre Actividad Física.

El análisis de regresión realizado para estudiar el poder predictivo de las dimensiones


"Orientación al Ego" y "Orientación a la Tarea" del TEOSQ, sobre la dimensión
"Actividad Física" de Conductas de Salud en la muestra total, nos informa que en esta
ecuación de regresión (F=5.95, p<.01) la dimensión Orientación a la Tarea predice
significativamente y en sentido positivo la Práctica de Actividad Física (p<.01). Esto es,
a mayor orientación hacia la tarea mayor práctica de actividad física (tabla 8).

Tabla N. 8: Análisis de regresión múltiple de los factores del TEOSQ sobre la


Actividad Física. Muestra Total

PREDICTORES Beta T p
Orientación a la Tarea .18 2.90 .01
Orientación al Ego .11 1.77 .07

Total R2=.05

El análisis de regresión realizado para estudiar el poder predictivo de las dimensiones


"Orientación al Ego" y "Orientación a la Tarea" del TEOSQ, sobre la dimensión
"Actividad Física" de Conductas de Salud en el grupo de los Chicos (tabla 9) nos
informa que en esta ecuación de regresión (F=5.07, p<.01) la dimensión Orientación a
la Tarea predice significativamente la práctica de Actividad Física en el grupo de los
Chicos (p<.01); esto es, a mayor orientación hacia la tarea mayor práctica de Actividad
Física.

En el grupo de las Chicas ninguna de las dimensiones del TEOSQ predice


significativamente la práctica de Actividad Física.
Tabla N. 9: Análisis de regresión múltiple de los factores del TEOSQ sobre la
Actividad Física. Grupo de Chicos

PREDICTORES Beta T p
Orientación a la Tarea .21 2.54 .01
Orientación al Ego .16 1.85 .06

Total R2=.07

IV. CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN

Las conductas de salud analizadas (ejercicio físico, tabaco, alcohol, café) se agrupan en
dos factores, uno que denominamos "Consumo de Sustancias" y otro que recoge
distintas variables que analizan la actividad física y el deporte que denominamos
"Actividad Física". Aunque en esta agrupación las variables higiene bucal, hábitos de
alimentación y uso del cinturón de seguridad no han tenido peso suficiente para
configurar un factor en el que se realza la salud, la agrupación obtenida con las variables
de estilos de vida que han alcanzado peso suficiente en estos dos factores va en la
misma línea de otros trabajos europeos con adolescentes (Aaro et al., 1995; Nutbeam et
al., 1991). El primer factor, "Consumo de sustancias" agrupa una serie de conductas de
riesgo para la salud, lo que en la terminología de Aaro et al. (1995) se denominaría
conductas adictivas. Norman (1985) al igual que un amplio número de investigadores
anteriores y al igual que sucede en nuestro trabajo, encontró que el alcohol y el tabaco
estaban relacionados. En general podríamos decir que existe un acuerdo general al
considerar este factor como un factor problemático para la salud (Aaro et al., 1995). El
segundo de estos factores, "Actividad Física" recoge diversas manifestaciones de una
conducta que realza la salud: La práctica de actividad física, ejercicio físico y/o deporte
(Aaro et al., 1995). Queremos matizar que puesto que en este estudio sólo han aparecido
con un peso superior a .55 varias conductas referidas a la actividad física, y no las otras
variables de salud indicadas más arriba, futuros estudios tendrán que continuar
analizando si esas otras conductas positivas para la salud como la alimentación y el uso
del cinturón de seguridad, se agrupan en el factor que algunos denominan "Health-
enhancing lifestyle" -Estilos de vida que realzan la salud (Nutbeam et al., 1991) y otros
"Health enhancing behaviours" Conductas que realzan la salud (Aaro et al., 1995). Y
todo ello sin olvidar que aunque existen datos que apoyan la dimensionalidad de las
conductas de salud en la línea que hemos señalado, todavía no existe un consenso al
respecto (Aaro et al., 1995).

Ambos factores presentan una correlación negativa, lo que nos indica que los
adolescentes de nuestra muestra distinguen claramente que la práctica de actividad
física es beneficiosa para la salud, mientras que el uso de una combinación de sustancias
como el alcohol, el tabaco y el café son perjudiciales. Lo que resulta más interesante de
estos resultados es que esta diferenciación entre lo que es saludable y lo que no lo es ha
sido establecida por adolescentes de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años.

Las relaciones que se obtienen entre este conjunto de variables de estilos de vida van en
la línea de lo esperado puesto que nos indican que la práctica de actividad física está
relacionada positivamente con otras conductas que mejoran la salud y negativamente
con conductas no saludables (Nutbeam et al., 1993; Wold, 1989).
El análisis diferencial por sexos de las conductas del factor "Actividad Física" nos
informó que los chicos practican actividad física con mayor frecuencia que las chicas, lo
cual confirma los resultados obtenidos tanto en otros países (Armstrong, Balding,
Gentle, & Kirby, 1990; Biddle & Armstrong, 1992; Fox, 1990; Kelley, 1995; Sallis,
1993; U.S. Department of Health and Human Services, 1996; Wold, 1989) como en el
nuestro (Atienza, Balaguer, GarcíaMerita, & Moreno, 1997; Castillo, 1995; Mendoza et
al., 1994). Por otra parte el análisis diferencial por sexo en el factor "Consumo de
sustancias" no ofreció diferencias significativas.

Los resultados de la orientación motivacional de los adolescentes por sexo nos informan
que los chicos están más orientados al ego que las chicas. Estos resultados van en la
línea de los obtenidos tanto en otros países (Duda, Chi, Newton, Walling, & Catley,
1995; Walling & Duda, 1995) como en el nuestro (Balaguer, Castillo, & Tomás, 1996;
Cervelló, 1996; Escartí, Cervelló, & Guzmán, 1994). Esta variable actúa como una
variable moduladora que influye en el proceso de socialización en términos del
desarrollo de las orientaciones de meta, de forma que los chicos tienden a estar más
preocupados por ganar y demostrar su capacidad en los contextos de logro que las
chicas (Duda, 1988; Duda, Olson, & Templin, 1991).

Las relaciones que se establecen entre los dos factores de las variables de estilos de vida
analizadas y la orientación de metas de los adolescentes nos informa que la forma en la
que los adolescentes definen el éxito en la actividad física y el deporte predice sus
patrones de conductas de salud. Concretamente encontramos que la orientación de
metas hacia la tarea está relacionada positivamente con la práctica de actividad física y
negativamente con el consumo de sustancias, de forma que aquellos adolescentes que
les interesa su propio progreso personal en la tarea practican más actividad física y
consumen menos sustancias perjudiciales para la salud, tales como tabaco, alcohol y
café. La Orientación a la Tarea actuó como un predictor significativo, tanto en el
consumo de sustancias perjudiciales de la salud (en sentido negativo) como de la
práctica de Actividad Física (en sentido positivo). La asociación entre la orientación al
ego y a la tarea con las conductas de salud es consistente con las predicciones teóricas y
empíricas de la teoría de orientación de metas (Duda, 1992; Nicholls, 1984). Al igual
que algunas investigaciones indican que la orientación de meta hacia la tarea se
corresponde con un patrón motivacional adaptativo en el contexto del aula (Duda &
Nicholls, 1992; Nicholls, Patashnick, & Nolen, 1985), igual sucede que los sujetos
orientados a la tarea tienen un patrón motivacional más adaptativo en el contexto de lo
que socialmente se considera saludable.

Los análisis realizados en función del sexo han mostrado que esta variable juega un
importante papel a la hora de estudiar las relaciones entre la orientación motivacional y
los estilos de vida, de forma que mientras que en el grupo de chicos se confirman los
mismos resultados que para la muestra global, en el grupo de chicas no se observan
estos resultados. Nuestros resultados apoyan la importancia de realizar estudios por sexo
cuando analizamos variables de estilos de vida (Wold, 1989), o de alguna de sus
variables como es el caso de la actividad física y/o el deporte (Atienza et al., 1997; Fox,
1990; Peiró, 1996).

Queremos señalar que aunque en este estudio las variables motivacionales actúan como
un predictor significativo de los estilos de vida de los adolescentes, el porcentaje de
varianza explicado es muy pequeño.
También queremos indicar que aunque la medición de la concepción que los
adolescentes tienen sobre el éxito se ha realizado a través del TEOSQ (Duda, 1989)
aplicado al deporte, en el futuro habría que analizar las orientaciones de metas de los
adolescentes (así como sus relaciones con las percepciones de habilidad) en otros
contextos de logro, como por ejemplo la escuela (Duda & Nicholls, 1992). Esto resulta
de principal importancia sobre todo de cara a aquellos adolescentes para los que el
deporte y/o la actividad física carecen de interés.

En conclusión: Consideramos que el análisis de los determinantes de los estilos de vida


de los adolescentes es una línea que está cobrando cada vez mayor interés, sobre todo de
cara a diseñar programas de intervención para la salud (Pastor, 1995). Desde la diversa
gama de determinantes personales, psicosociales, demográficos, grupales y culturales
(Balaguer, 1995), por citar los más representativos, en el presente trabajo únicamente
hemos abierto una línea de exploración en lo referente al papel que juega la
interpretación que los jóvenes tienen del éxito relacionado con los estilos de vida que
éstos eligen. Desde el enfoque psicosocial en el que nos movemos se considera que la
interpretación de los sujetos sobre el "mundo" que les rodea es lo que influye en sus
pensamientos, sentimientos y conducta. Este trabajo contribuye a acumular información
sobre los predictores de los estilos de vida saludables de los adolescentes. Hasta el
momento sabemos que aquellos adolescentes que están orientados a la tarea presentan
estilos de vida más saludables y que esta relación se aprecia fundamentalmente en el
grupo de chicos.

V. REFERENCIAS

Aaro, L.E., Laberg, J.C., & Wold, B. (1995).


Health behaviours among adolescents: Towards a hypothesis of two
dimensions. Health Education Research, 10, 1, 8393.
Aaro, L.E. & Wold, B. (1986).
Health behaviour in schoolchildren. A WHO crossnational survey.
Research Protocol for the 1985/86 study. Department of Social
Psychology. University of Bergen and WHOEURO. Copenhagen.
Ames, C. (1984).
Competitive, cooperative and individualistic goal structures: A
motivational analysis. En R. Ames & C. Ames (Eds.), Research on
Motivation: Student Motivation (pp. 177207). New York. Academic Press.
Armstrong, N., Balding, J., Gentle, P., & Kirby, B. (1990).
Patterns of physical activity among 11 to 16 year old British children.
British Medical Journal, 301, 203205.
Atienza, F., Balaguer, I., GarcíaMerita, M.L., & Moreno, Y. (1997).
Análisis de las diferencias entre chicos y chicas adolescentes en la
práctica regular de actividad física en función de la autopercepción física.
VI Congreso Nacional de Psicología del Deporte. Las Palmas de Gran
Canaria.
Balaguer, I. (1995).
Estilos de vida, salud y deporte. Universidad de Verano de Maspalomas.
Gran Canaria.
Balaguer, I., Castillo, I., & Tomás, I. (1996).
Análisis de las propiedades psicométricas del Cuestionario de Orientación
al Ego y a la Tarea en el Deporte (TEOSQ) en su traducción al castellano.
Psicológica, 17, 7181.
Balaguer, I. & GarcíaMerita, M. (1994).
Exercisi físic i benestar psicològic. Anuari de Psicologia, 1, 326.
Balaguer, I., Tomás, I., Castillo, I., Martinez, V., Blasco, I., & Arango, C.
(1994).
Healthy lifestyles and physical activity. The 8th Conference of the
European Health Psychology Society. Alicante.
Biddle, S. (1993).
Psychological benefits of exercise and physical activity. Revista de
Psicología del Deporte, 4, 99106.
Biddle, S. & Armstrong, N. (1992).
Children's physical activity: An exploratory study of psychological
correlates. Social Science Medicine, 34 (3), 325331.
Castillo, I. (1995).
Socialización de los estilos de vida y de la actividad física: Un estudio
piloto con jóvenes valencianos. Tesis de Licenciatura. Universitat de
València.
Cervelló, E. (1996).
La motivación y el abandono deportivo desde la perspectiva de las metas
de logro. Tesis doctoral. Universitat de València.
Crespo, M., Balaguer, I., & Atienza, F.L. (1995).
Propiedades psicométricas y análisis factorial de la adaptación al tenis
del Cuestionario de Orientación al Ego y a la Tarea en el Deporte
(TEOSQ). Libro de Actas del V Congreso Nacional de Psicología de la
Actividad Física y el Deporte, p. 347. Valencia.
Cronbach, L.J. (1951).
Coefficient alpha and the internal structure of tests. Psychological
Bulletin, 88, 296334.
Duda, J.L. (1988).
The relationship between goal perspectives, persistence, and behavioral
intensity among male and female recreational participants. Leisure
Studies, 10, 95106.
Duda, J. L. (1989).
The relationship between task and ego orientation and the perceived
purpose of sport among male and female high school athletes. Journal of
Sport and Exercise Psychology, 11, 318335.
Duda, J. L. (1989a).
Goal perspectives and behavior in sport and exercise settings. En C.
Ames & M. Maehr (Eds.), Advances in Motivation and Achievement, (pp.
81115). Greenwich, CT: JAI Press.
Duda, J. L. (1992).
Motivation in sport settings: A goal perspective analysis. En G.C. Roberts
(Ed.), Motivation in sport and exercise. (pp. 5591). Champaign, IL:
Human Kinetics.
Duda, J.L. (1993).
Goals: A social cognitive approach to the study of motivation in sport. En
R.N. Singer, M. Murphey, & L.K. Tennant (Ed.), Handbook on Research
in Sport Psychology (421436). NY: Macmillan.
Duda, J.L. (1994).
A goal perspective theory of meaning and motivation in sport. En S.
Serpa (Ed.), International Perspectives on Sport and Exercise Psychology
(127148). Indianapolis: Benchmark Press.
Duda, J. L. (1996).
Maximizing motivation in Sport and physical education among children
and adolescents: The case for greater task involvement. Quest,48, 290-
302.
Duda, J.L., Olson,L., & Templin, T. (1991).
The relationship of task and ego orientation to sportmanship, attitudes
and the perceived legitimacy of injurious acts. Research Quarterly for
Exercise and Sport, 62, 7987.
Duda, J. L., & Nicholls, J.G. (1989).
The Task and Ego Orientation in Sport Questionnaire: Psychometric
properties. Manuscrito sin publicar.
Duda, J. L., & Nicholls, J.G. (1992).
Dimensions of achievement motivation in schoolwork and sport. Journal
of Educational Psychology, 84, 110.
Duda, J.L., Chi, L., Newton, M., Walling, M., & Catley, D. (1995).
Task and Ego Orientation and intrinsic motivation in sport. International
Journal of Sport Psychology, 26, 4063.
Duda, J.L. & Whitehead (en prensa).
Measurement of goal perspectives in the physical domain. En J.L. Duda
(Ed.) Advancements in Sport and Exercise Psychology Measures.
Morgantown, NY: FIT Press.
Dweck, C.S. (1986).
Motivational processes affecting learning. American Psychologist, 41,
10401048.
Eder, A. (1990).
Risk factor loneliness. On the interrelations between social integration,
happiness and health in 11, 13, and 15 years old schoolchildren in 9
European countries. Health Promotion International, 5, (1), 1933. Oxford
University Press.
Escartí, A., Cervelló, E., & Guzmán, J. (1994).
Relationship between the subjective perception of the achievement goals
orientation of the "other significatives" and the own orientation: A
Spanish perspective. XXIII Congreso Internacional de Psicología
Aplicada, Madrid.
Fox, K.R. (1990).
The physical selfperception manual. Dekalb, IL: Office for Health
Promotion, Northern Illinois University.
Guivernau, M., & Duda, J.L. (1994).
Psychometric properties of a Spanish version of the task and ego
orientation in sport questionnaire (TEOSQ) and beliefs about the causes
of success inventory. Revista de psicología del deporte, 5, 3151.
Kaiser, H. F. (1974.).
An index of factorial simplicity. Psychometrika, 39, 3136.
Kelly, G.A. (1995).
Gender differences in the physical activity levels of young African-
American adults. Journal of the National Medical Association, 87, (8),
545548.
Lochbaum, M.R., & Roberts, G.C. (1993).
Goal Orientations and Perceptions of the Sport Experience. Journal of
Sport and Exercise Psychology, 15, 160171.
Magill, R.A., Ash, M.J., & Smoll,F.L. (1982).
Children in Sport. Champaign, IL: Human Kinetics.
Mendoza, R., Sagrera, M.R., & Batista, J.M. (1994).
Conductas de los Escolares Españoles relacionadas con la salud (1986-
1990). C.S.I.C.
McGinnis, J.M. (1985).
The national children and youth fitness study: Introduction. JOPERD, 56,
(1): 44.
Norman, R.M.G. (1985).
The Nature and Correlates of Health behavior. Health Promotion Studies
Series No. 2. Health Promotion Directorate, Health and Welfare Canada,
Ottawa.
Nicholls, J.G. (1984).
Conceptions of ability and achievemnt motivation. En R. Ames & C. Ames
(Eds.), Research on Motivation in Education: Student Motivation. Vol. 1.
NY: Academic Press.
Nicholls, J.G. (1989).
The competitive ethos and democratic education. Cambridge, MA:
Harvard University Press.
Nicholls, J., Patashnick, M., & Nolen, S.B. (1985).
Adolescents' theories of education. Journal of Educational Psychology,
77, 683692.
Nie, N., Hull, C., Jenkins, J., Steinbrenner, K., & Bent, D. (1975).
Statistical Package for the Social Sciences. New York: McGraw Hill.
Nutbeam, D., Aaro, L.E., & Catford, J. (1989).
Understanding children's health behaviour: The implications for health
promotion for young people. Social Sciences and Medicine, 29, (3), 317-
325.
Nutbeam, D., Aaro, L.E., & Wold, B. (1991).
The lifestyle concept and health education with young people: results
from a WHO international study. World Health Statistics Quarterly, 44,
5561.
Nutbeam, D., Smith, C., Moore, L., & Bauman, A. (1993).
Warning! Schools can damage your health: alineation from school and its
impact on health behaviour. Journal of Pediatrics and child health, 29,
(1), 2530.
Pastor, Y. (1995).
Estilos de vida y salud: Una revisión. Tesis de Licenciatura. Universitat de
València.
Peiró, C. (1996).
El proceso de socialización deportiva de las orientaciones de meta en la
adolescencia. Tesis doctoral. Universitat de València.
Rowland, TW. (1986).
Motivational factors in exercise training programs for children. Physician
Sports Medicine, 14, 122128.
Sallis, J.F.(1993).
Epidemiology of physical activity and fitness in children and adolescents.
Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 33, (4/5), 404408.
Seefeldt, V., Blievericht, D., Bruce, R., & Gilliam, T. (1978).
Joint legislative study on youth sport programs, phase II: Agency
sponsored sports. State of Michigan.
Smith, C., Wold, B., & Moore, L. (1992).
Health Behaviour Research with Adolescents: A Perspective from de
WHO CrossNational Health Behaviour in SchoolAged Children Study.
Health Promotion Journal of Australia, 2, (2), 4144.
Thuen, F., Klepp, K.I., & Wold, B. (1992).
Riskseeking and safetyseeking behaviours: A study of healthrelated
behaviours among Norwegian school children. Health Education
Research, 7, (2), 269276.
Treasure, D.C. & Roberts, G.C. (1995).
Applications of achievement goal theory to physical education:
Implications for enhancing motivation. Quest, 47, 114.
Tucker, L.A. (1987).
Television, teenagers, and health. Journal of Youth and Adolescence, 16,
(5), 415425.
U.S. Department of Health and Human Services (1980).
Promoting Health and Preventing Disease: Objectives for the Nation.
Washington, DC, US Government Printing Office.
U.S. Department of Health and Human Services (1996).
Physical Activity and Health: A Report of the Surgeon General. Atlanta,
GA.
Walling, M.D. & Duda, J.L. (1995).
Goals and their associations with beliefs about success in and
perceptions of the purposes of physical education. Journal of Teaching in
Physical Education, 14, 140156.
Wold, B. (1989).
Lifestyles and physical activity: A theoretical and empirical analysis of
socialization among children and adolescents (dissertation). Bergen:
University of Bergen.
Wold, B. & Kannas L. (1993).
Sport motivation among young adolescents in Finland, Norway and
Sweden. Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, 3, 283-
291.
Wold, B., & Anderssen, N. (1992).
Health promotion aspects of family and peer influences on sport
participation. International Journal of Sports Psychology, 23, 343359.
Wold, B., Oygard, L., Eder, A., & Smith, C. (1994).
Social reproduction of physical activity. Implications for health promotion
in young people. European Journal of Public Health, 4, 163168.
World Health Organization (1985).
Health behaviour in schoolchidren. A crossnational survey. PROTOCOL,
WHO, Regional Office for Europe, HED.

También podría gustarte