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Patrimonio Cultural I

Núcleo temático N. 1: Elementos que conforman la cultura

-Concepto de cultura: Conjunto de los rasgos distintivos,


espirituales, materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan
una sociedad o un grupo social.

Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los
derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias.

-Elementos que conforman la cultura: Si bien existen diversas culturas


muy diferentes entre sí, todas comparten los siguientes elementos:

 Los símbolos que son reconocibles por toda la comunidad.

 El idioma y el lenguaje particular.

 La idiosincrasia, es decir, el modo de ser de las personas.

 El sistema de creencias que le da una dirección a la vida, como la religión o


los rituales.

 Los valores que proveen de un orden social.

 Las leyes que regulan un determinado sistema de normas y sanciones.

 Las costumbres, como el tipo de música, de vestimenta o de comida.

 Las celebraciones colectivas, como una fiesta patria o el carnaval.

 El avance de la tecnología que impacta en el desarrollo de la vida cotidiana.


Toda cultura se conforma a partir de seis elementos básicos, que son:

 Valores. Consideraciones compartidas de lo deseable e indeseable, lo


transcendente y lo efímero, así como la dirección que ha de tener la existencia
respecto a la sociedad.

 Normas y sanciones. Un código de leyes, básicamente. Una normativa por


la cual las sociedades eligen regirse, ya sea explícitamente (lo legal),
protocolarmente o subjetivamente. No todas las leyes están dichas, ni escritas en
piedra.

 Creencias. Un conjunto de ideas sobre cómo operan la vida y el universo,


sobre el propio ser humano y su lugar en el mundo, y le dan propósito y dirección a
la vida.

 Símbolos. Emblemas, formas o signos que contienen un significado


potente dentro de la cultura, representando su modelo de vida o su tradición
ancestral, o algún elemento considerado icónico e identificativo de la misma, como
es la cruz del cristianismo, por ejemplo.

 Idioma. El código compartido de sonidos que permite comunicarse, junto


con el modo específico de hablarlo, derivarlo, cambiarlo y emplearlo creativamente
(literatura), forman parte vital del acervo de una cultura. Se dice que el lenguaje es
el espejo de la cultura.

 Tecnología. El cuerpo de conocimientos y aplicaciones de ellos que se


derivan del deseo humano por manipular la realidad y adaptarla a sus necesidades
y sus antojos. Las grandes revoluciones tecnológicas acarrearon cambios
culturales profundos.
-Características: La cultura se caracteriza por ser aprendida,
compartida y dinámica, es decir, que se adapta al contexto con
el objetivo de garantizar la supervivencia del grupo social.

La cultura no es algo instintivo o natural del ser humano, sino que


es producto del aprendizaje que incorpora durante toda la vida. Es
una capacidad que lo diferencia del resto de los animales.

La forma de vida en comunidad hace posible la continuidad de la


cultura. Existe una amplia diversidad cultural como tantas sociedades o
países hay en el mundo, es decir, las diferentes culturas pueden
convivir.

En los últimos años el ser humano ha desarrollado nuevas


habilidades y tecnologías que implicaron un avance acelerado en la
evolución cultural a nivel mundial, como la cultura 2.0 propia
de Internet y las redes sociales.

Características de la Cultura

o Es aprendida porque se encuentra inmersa dentro del entorno en el que se nace y


vive.
o Es abstracta ya que incluye tanto a humanos como los objetos que estos utilizan,
no son ni uno ni lo otro, sino que son ambas.
o Es transmitida porque se pasa de generación a generación.
o Es compartida debido a que se comunica y práctica con otras personas, además,
crea nuevos lazos de amistad entre quienes comparten la misma cultura.
o Es universal pues es parte de la cultura global y en todas partes del mundo está
presente.
o Es un simbolismo e identidad porque representa a un grupo social o étnico y los
diferencia de los demás.
o Es impuesta ya que la cultura se adopta inconscientemente de donde se vive, y
generalmente se debe acatar para formar parte de ella y ser aceptado como uno de sus
iguales.

-Relación de la cultura con el turismo: el turismo y la cultura están


intrínsecamente relacionadas, con sus ventajas y desventajas; por
la parte positiva El turismo representa una oportunidad de
aprovechar el patrimonio cultural si se planea, organiza y
promueve, generando recursos para su conservación y desarrollo. 
En cuanto al valor de la cultura para el turismo, el patrimonio
cultural es un elemento de identidad de los sitios y comunidades,
es un atributo diferenciados como base para desarrollar actividades
para los turistas y el valor para el turismo da coherencia a la oferta
de los destinos, aumenta la competitividad, la estadía, el gasto y la
satisfacción de los turistas y anfitriones. No obstante esto también
tiene su parte negativa ya que el turismo influyen con la
introducción de una cultura dentro de otra ya que existen turistas
que por algunas razones se quedan viviendo en ciertas regiones
causando un efecto de aculturación, pero no solo está esta
disyuntiva sino que también existen otros factores que el turismo
afecta negativamente a la cultura. algunos de estos efectos son:
introducción de prostitución, drogas, inseguridad, xenofobia,
racismo, desarrollo de actitudes serviles, trivialización de productos
artesanales, transformación de la cultura local para el
entretenimiento de los turistas, marginación de la cultura
autóctona, entre otros.

Núcleo temático N. 2: Patrimonio cultural


-Definición de patrimonio cultural: el patrimonio cultural de un
pueblo comprende las obras de sus artistas, músicos, escritores,
intelectuales, así como las obras anónimas, surgidas del alma
popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir,
las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de
ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y
monumentos históricos, la literatura, las obras de arte, los archivos
y bibliotecas. De esta forma, el patrimonio cultural tiene dos vías de
manifestación: la material, como edificaciones u objetos y la
inmaterial, como procesos, lenguas y técnicas.

-Clasificación de los bienes que conforman el patrimonio cultural:

los bienes del patrimonio cultural se clasifican en bienes materiales


(tangibles) e inmateriales (intangibles). Los materiales tienen una
sud clasificación: Los pueblos y civilizaciones generan numerosos bienes culturales,
entre objetos y edificaciones, que adquieren significado
y relevancia con el paso del tiempo y conforme se desarrollan
los procesos históricos de las naciones. Esta herencia física
que refleja momentos históricos o manifestaciones del arte
constituye el patrimonio cultural material.

- muebles: artesanías y otras creaciones del pueblo.

- inmuebles: arquitectónica: civiles, militares, religiosos, sitios


históricos, cascos históricos, monumentos, etc.

* Inmateriales ( intangibles, espirituales): El patrimonio cultural inmaterial reúne


las diferentes expresiones
y manifestaciones de la vida de los pueblos. Se transmite
de generación en generación, depende de los portadores para
su existencia y es fundamental para mantener la cohesión social
entre los miembros del grupo.
folklore, historia, étnicos, gastronomía, tradiciones, creencias,
relatos, tesoros, humanos, etc.
-Interpretación legal y sociológica de los bienes del patrimonio
cultural:

El artículo 6 de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (1993), sostiene


que el patrimonio cultural de un pueblo, está comprendido por: bienes muebles e inmuebles de
cualquier época con valor histórico, artístico, social o arqueológico; las poblaciones y sitios que
por sus valores típicos, tradicionales, naturales, históricos, ambientales, artísticos,
arquitectónicos, paleontológicos o arqueológicos, sean declarados dignos de protección y
conservación; el patrimonio vivo del país, que incluye costumbres, tradiciones y procesos
culturales, vivencias, manifestaciones musicales, lengua, creencias, obras de sus artistas,
arquitectos, músicos y escritores, creaciones anónimas surgidas del quehacer popular; y el
entorno ambiental rural o urbano requerido por los bienes culturales, muebles o inmuebles para
su visualidad o contemplación adecuada.

En este sentido, es preciso resaltar que la conservación y puesta en valor de este conjunto de
bienes culturales, es fundamental para definir y conservar la identidad, la memoria histórica y
la personalidad colectiva de los pueblos.

Presentamos una reflexión sobre el abismo existente entre el significado que tienen las
declaraciones de Patrimonio Mundial de la UNESCO y la percepción e interpretación que le
llega a la sociedad, transmitida por las declaraciones de los políticos que gestionan el
Patrimonio y repetidas por los medios de comunicación. el concepto de Patrimonio Mundial
ha experimentado una evolución interesante visible a través de los avances que se han
producido en materia de conservación y valoración del Patrimonio por parte de la sociedad
y traducida en el reconocimiento de nuevas categorías patrimoniales además de los
Monumentos y Sitios: Centros históricos, Itinerarios culturales y Paisajes culturales.
Analizamos también los desvíos que afectan a los bienes declarados tales como la
reproducción de los bienes patrimoniales, la reproducción del arte y la pérdida de
autenticidad como ejemplo del gravísimo problema derivado de las implicaciones legales y
económicas sobre la propiedad del Patrimonio. Es un problema cultural que afecta al
comportamiento de los gestores cuando actúan con los valores colectivos de los bienes
patrimoniales, comportamiento que se contrapone con el modo con que la sociedad quiere
mantener la autenticidad de su memoria y tener acceso a su disfrute. El cambio de relación
de los ciudadanos con los valores de los bienes Patrimonio Mundial, nos permite señalar
que la sociedad ha llegado a considerar que el Patrimonio colectivo ya no nos pertenece ya
que solo sirve para su utilización turística. Los cambios demográficos, la liberalización y la
descentralización del mercado mundial, el turismo de masas, y la explotación comercial del
Patrimonio, han acarreado un cambio de condiciones que lo someten a presiones y
problemas asociados al desarrollo, antes inexistente. Si hasta el año 2000 los documentos
legales y las recomendaciones de UNESCO habían creado un marco de referencia para la
preservación de conjuntos urbanos históricos, las dificultades actuales, las presiones,
exigen la formulación y aplicación de una nueva generación de políticas públicas que sirvan
para reconocer y proteger la estratificación de valores culturales y naturales. Estas
presiones han actuado para desarmar la protección del Patrimonio Mundial. Pero es preciso
que la población no lo note. Por eso se explica el éxito del invento de Patrimonio Inmaterial
como nueva categoría patrimonial.

La defensa del Patrimonio Cultural es obligación prioritaria del Estado y de la


ciudadanía.

Se declara de utilidad pública e interés social la preservación, defensa y


salvaguarda de todas las obras, conjuntos y lugares creados por el hombre o de
origen natural, que se encuentren en el territorio de la República, y que por su
contenido cultural constituyan elementos fundamentales de nuestra identidad
nacional.

-Los bienes del patrimonio y la identidad nacional:


Los bienes patrimoniales corresponden a un tipo específico dentro de los
llamados bienes culturales. Estos se caracterizan por estar compuestos tanto
por un valor simbólico como por un valor funcional o utilitario, que además
pueden ir acompañados de un valor de cambio si son puestos en circulación en
el mercado. Otra característica de los bienes culturales, es que implican alguna
forma de creatividad y que potencialmente pueden estar sujetos a algún tipo de
propiedad intelectual. Para el caso del patrimonio, se observan estas
implicancias especialmente con respecto al acervo intelectual y artístico de una
sociedad. Una cualidad fundamental que se le reconoce a los bienes
patrimoniales, es el carácter de bien público que pueden adquirir en la medida
que se permita el acceso público a ellos, aún cuando estén sujetos a una
propiedad privada particular.

El patrimonio

Los bienes culturales forman parte de la identidad y son expresión relevante de la


cultura de un grupo humano. El patrimonio, lo que cada grupo humano selecciona
de su tradición, se expresa en la identidad. El patrimonio lo constituyen las formas
de vida materiales e inmateriales, pretéritas o presentes, que poseen un valor
relevante y son significativas culturalmente para quienes las usan y las han creado.

Frente al patrimonio monumental, trasunto de la cultura hegemónica y oficial, existe


un patrimonio modesto, especialmente representado por las manifestaciones
creativas de la cultura popular y tradicional. Un importante patrimonio inmaterial
(artes narrativas: tradición oral; artes interpretativas: música y danza, rituales...)
vivo y en continuo proceso de cambio, expresión del pasado (la tradición) y también
del presente (la continuidad). De tal manera el patrimonio se convierte en el vínculo
entre generaciones, en lo que caracteriza e identifica la cultura de cada sociedad; en
una palabra, en su memoria histórica y colectiva.

Por su propia especificidad el patrimonio inmaterial posee gran vulnerabilidad. La


cultura oral e inmaterial como depositaria de la memoria colectiva de los pueblos, la
más frágil forma de cultura, tiene una seria amenaza en los efectos de la
globalización económica, la uniformidad cultural, los avances tecnológicos y en la
transformación acelerada de los modos tradicionales de vida. De aquí la necesidad
urgente de documentarlo,  someterlo a registro (informático, sonoro, visual, escrito,
iconográfico...) y de archivarlo para transformar en soporte tangible su naturaleza
intangible (lengua, tradición oral y literatura popular, música, bailes y danzas;
rituales y fiestas; valores y creencias...); así como de mantenerlo vivo en sus
contextos originales (las culturas locales), de manera que podamos preservarlo y
transmitirlo a las generaciones venideras.

La identidad

La identidad es una construcción social que se fundamenta en la diferencia. La


identidad deriva de un proceso histórico y de una particular experiencia mental y
vivencial. La imagen de la identidad, extremeña o de Las Torres, se conforma como
cualquier otra desde una percepción interior y desde la visión exterior. Por una parte
está el cómo nos vemos (adscripción voluntaria), y por otra, el cómo nos ven
(identificación). Ahora bien, la identidad alude a un sistema cultural (tradición y
patrimonio) de referencia y a un sentimiento de pertenencia

Los procesos de construcción de las identidades son, en suma, procesos ideológicos


(conjunto de representaciones, valores, creencias y símbolos), procesos políticos
(con la finalidad de marcar los límites entre nosotros y ellos) y procesos culturales
( la historia y la tradición), que representan el vínculo genealógico y la herencia
cultural.
Patrimonio, tradición e identidad son tres conceptos que se relacionan pero
que poseen su propio ámbito. Por tradición entendemos lo que se nos ha
transmitido del pasado, aunque hay que tener en cuenta que no es inmóvil e
inalterable, sino dinámica, cambiante y adaptativa. El patrimonio, material e
inmaterial, y los bienes culturales son expresión de la cultura de un grupo
humano y constituyen un vínculo entre generaciones. La identidad se refiere
a la tradición y al patrimonio, teniendo siempre en cuenta que el ser humano
es gregario y busca coincidencias, en aras a sentirse miembro de un
colectivo y desarrollar el sentido de pertenencia.

La identidad cultural de un pueblo viene definida a través de múltiples


aspectos en los que se plasma su cultura, como el patrimonio histórico-
artístico, la lengua, las relaciones sociales, los ritos, las ceremonias propias,
los comportamientos colectivos y otros elementos inmateriales.
Precisamente por ello, el monumento y los objetos resultan específicamente
eficaces como condensadores de valores. Por su presencia material y
singular, frente al carácter incorpóreo de los elementos citados, los objetos
o los monumentos, como bienes culturales concretos, poseen un elevado
significado simbólico, que asumen y resumen el carácter esencial del
contexto histórico al que pertenecen. Los bienes culturales ayudan a
profundizar en la historia de los pueblos y perfilan su propia identidad,
personal y colectiva.

El concepto e idea de patrimonio se configuraron en el siglo XIX, tras las


experiencias de destrucción a causa de las guerras y revoluciones, que
hicieron desaparecer muchas huellas de un pasado aborrecido que quería
borrar. Una circular de la Convención Nacional Francesa de 1794, tras las
múltiples destrucciones, recordaba: “Vosotros no sois mas que los depositarios del bien
donado a la gran familia, la que tiene derecho a pediros cuenta. Los bárbaros y los esclavos detestan las
ciencias y destruyen los monumentos artísticos. Los hombres libres los aman y los conservan”.
El principal punto de apoyo para la valoración del patrimonio, a partir del
siglo XIX, fue la clasificación de lo más importante que se deseaba proteger
como “monumento histórico”, aunque con el paso del tiempo se ha impuesto
el término de bienes culturales en diversas categorías, ampliando
notablemente el propio concepto. Distintos autores han escrito en estos
últimos años sobre la teoría, historia, clasificación y gestión del patrimonio,
como los profesores Alfredo Morales, Francisca Hernández, Ignacio
González-Varas, Mª Pilar García Cuetos, o Josep Ballart. Todos sus
trabajos resultan de imprescindible consulta.

Al apreciar nuestro patrimonio cultural, podemos descubrir nuestra


diversidad e iniciar un diálogo intercultural sobre lo que tenemos en común
con otras realidades. Al respecto, nada mejor que recordar esta reflexión de
Mahatma Gandhi: “No quiero mi casa amurallada por todos lados ni mis ventanas selladas. Yo quiero
que las culturas de todo el mundo soplen sobre mi casa tan libremente como sea posible. Pero me niego a ser
barrido por ninguna de ellas”.
 

Patrimonio natural:

- los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o


por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional desde
el punto de vista estético o científico,
- las formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas
que constituyan el hábitat de especies, animal y vegetal, amenazadas, que tengan
un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico,
- los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan
un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la
conservación o de la belleza natural.

Todo lo abordado en relación con el patrimonio cultural y la identidad, amerita


arribar a las siguientes conclusiones:

- El patrimonio cultural está conformado por los bienes culturales que se


encuentran en una región determinada y que presentan una importancia histórica,
científica, simbólica, estética y natural.
- Es la herencia recibida por nuestros antepasados, que se expresa a través de
testimonios, formas de vida, costumbres y creencias.
- Es el legado cultural (que nos brinda la posibilidad de reencontrarnos con
nuestro pasado) herencia para las futuras generaciones.
- El patrimonio es el sello que distingue las características de los pueblos en las
distintas regiones y épocas.
- La identidad y las tradiciones son partes inseparables dentro del concepto de
patrimonio cultural.
- El patrimonio cultural y la identidad representan a nivel comunitario un proceso
de retroalimentación constante.
- La identidad no es un concepto fijo, ya que tiene su connotación fundamental
en los diversos contextos socioculturales.
- La identidad cultural es la expresión máxima de la cultura de los pueblos y la
condición cultural que nos permite identificarnos, caracterizarnos y
diferenciarnos de otras culturas.
- Es la representación de quiénes somos y cuál es nuestra comunidad o nuestra
cultura.
- La identidad cultural es dinámica y su desarrollo y sostenibilidad en el tiempo
depende de múltiples muchos factores (internos y externos) que la condicionan.

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