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TEATRO Y ARQUITECTURA
Conferencia
Abstract
Por lo menos tres son las formas de relación entre arquitectura y teatro. La primera, la mas
evidente, es debida al hecho que el teatro constituye una tipología arquitectónica. En este respecto
podemos observar como la evolución de los esquemas tipológicos de la forma constructiva del
teatro adhiera a la forma del espectáculo teatral y siga su transformación.
Una tercera forma de contacto, que es la que nos interesa más y de la cual hablaremos, es la que
considera la existencia de una relación fundamental e íntima entre los dos términos. “El teatro y la
arquitectura” - escribe el arquitecto y urbanista Giancarlo Consonni - “están en una relación
originaria: un término está inscrito en los cromosomas del otro. Ellos tienen en común el lenguaje
de los cuerpos, que precede la palabra y va más allá de lo decible” (Consonni, 1998, p.3).
Walter Gropius recuerda el papel de Oskar Schlemmer en la conducción del laboratorio teatral
del Bauhaus y destaca como la cualidad artística de su trabajo estuviera en su interpretación
personal del espacio, realizada a través de la puesta en juego del entero cuerpo de los actores-
bailarines y con la implicación del sentido del tacto junto al de la vista (Gropius, 1971, p.7).
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El teatro del Bauhaus es sin duda un precedente importante para la construcción de una relación
orgánica entre arquitectura y teatro. A la luz de las palabras de Gropius podemos establecer un
territorio común entre arquitectura y artes teatrales: ambas representan una “interpretación del
espacio” a través de la dimensión de la gestualidad y la corporeidad.
La reflexión del arquitecto y teórico finlandés Juhani Pallasmaa es propiamente dirigida contra
una comprensión meramente visual de la arquitectura, contra el “ocularcentrismo” arquitectónico.
Su investigación es finalizada a recuperar el papel de la visión periférica, del cuerpo y del conjunto
de todos los sentidos en nuestra experiencia del mundo. Según Pallasmaa “la arquitectura articula
las experiencias del ser-en-el-mundo” como “encuentro situacional y corporal” en conexión con “el
lenguaje y la sabiduría del cuerpo” (Pallasmaa, 2006, pp.11, 29-30). La arquitectura es la
proyección en el espacio del movimiento del cuerpo humano y la experiencia de la arquitectura es
una experiencia viviente que, transcendiendo la geometría y la medida, consiste básicamente en
acciones: actos de acercamiento al edificio, de ingresar por la puerta, de mirar por una ventana,
etcétera. Hablando de la “mímesis del cuerpo”, Pallasmaa interpreta el proceso proyectual como un
proceso de interiorización e incorporación por parte del arquitecto del edificio imaginado.
Creo que, en esta dirección, el trabajo pedagógico del mimo y actor francés Jacques Lecoq se
ofrezca como imprescindible instrumento para la educación arquitectónica. De hecho, volver a
pensar el espacio de la arquitectura a partir del cuerpo y de su gestualidad ha sido el principal
objetivo de su enseñanza durante veinte años en la Academia Nacional de Bellas Artes en París, la
escuela que devendrá la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de París La Villette
(ENSAPLV).
Directamente y profundamente influenciado por las teorías del antropólogo Marcel Jousse,
Lecoq considera el hábito mímico como el trasfondo universal de nuestra relación con el mundo.
Según ambos, el estudio del movimiento del cuerpo y de la gestualidad humana representa un
instrumento viviente para el análisis del ser humano y, al mismo tiempo, un medio de comprensión
y conocimiento del mundo. Lecoq pensaba que la pedagogía mimodinámica y el “mimo de acción”,
constituyeran no sólo la base de la formación del actor, sino también un instrumento educativo útil
para el desarrollo del pensamiento proyectual y creativo en todos los campos del conocimiento,
arquitectura incluida.
Desde un punto de vista arquitectónico - y también filosófico - creo que uno de los mas
relevantes aspectos de la pedagogía de Lecoq sea la consideración del cuerpo en movimiento como
generador del espacio. El espacio - del teatro, de la escenografía, de la arquitectura y de la ciudad -
no es una mera cuestión geométrica, una pura entidad dimensional, un hecho a priori antes del
cuerpo y de su movimiento. Al contrario, el cuerpo en movimiento constituye el centro de una
interrelación espacio-temporal que proyecta un campo de fuerzas y crea el espacio.
Por lo tanto, el método mimodinámico de Lecoq puede educar a una arquitectura que arranque
desde la "mano pensante" (Pallasmaa, 2012), que se dirija y colabore en el establecimiento de un
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renovado sujeto encarnado, centro de la interrelación de la dinámica ética y social.
Para, al final, volver a pensar la arquitectura como el lugar de nuestra relación encarnada con el
mundo y experimentar la ciudad como el lugar donde humanitas y urbanitas vuelvan a fundirse
(Consonni, 1998) y realmente entender que, como escribía Aldo Rossi, “la arquitectura es la escena
fija de los sucesos del hombre; cargada con los sentimientos de las generaciones, de los
acontecimientos públicos, de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos” (Rossi,
2006, p.11).
Referencias
Gioeni, L. (2015, previsto) Lecoq and Architecture, en Evans, M. & Kemp, R. (Eds) The Routledge
Companion to Jacques Lecoq. London & New York: Routledge.
Gropius, W. (Ed.) (1971) The Theater of the Bauhaus. Middletown: Wesleyan University Press.
Lecoq, J., Carasso J.G., Lallias J.C. (2004) El cuerpo poético. Una pedagogía de la creación
teatral, Barcelona Alba Editorial.
Lecoq, J. (2006) Theatre of Movement and Gesture. London & New York: Routledge.