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¿QUÉ ES LA ORACIÓN CONTEMPLATIVA?

Los creyentes sabes que hay muchas maneras de rezar, sin embargo, de manera general, la gran
mayoría de cristianos se quedan en oraciones vocales y algunos que otros llegarán a practicar la
oración mental o la contemplativa. En este trabajos vamos a referirnos a esta última tratando de
responder a la interrogante ¿Qué es la oración contemplativa? Pero además que implica o que
consecuencias trae la práctica de esta manera de hacer oración.
Antes de profundizar propiamente en la oración Contemplativa, es de suma importancia que
entendamos que es a oración y por qué ahora la abordamos con el adjetivo de “contemplativa”. Pues
bien, lo primero que hay que decir es que la oración ocupa un lugar esencial en la vida del hombre
religioso que ha puesto su fe en un Dios Personal y Presente, esto último dando a entender que, Dios
no está simplemente presente como idea filosófica o incluso teológica, sino como una realidad, como
persona verdaderamente presente, en la conciencia orante del creyente 1. En fin, para el cristiano la
oración es una manifestación de su fe, es unión mistérica de Dios con el hombre y el hombre con
Dios, en Cristo con la gracia del Espíritu Santo2. Todo lo que hemos dicho hasta ahora, nos ayudará
después para entender mejor que es la oración contemplativa.
En segundo lugar, debemos comprender el porqué del adjetivo “Contemplativa” y una manera
fácil de hacerlo es yéndonos al Catecismo de la Iglesia Católica, donde explica que la oración tiene
tres expresiones: la vocal, la mental y la contemplativa 3. Es decir, la “oración contemplativa” es una
manera de hacer oración. Esta expresión de la oración, no es algo que recién se haya introducido en
el cristianismo, en realidad es una práctica que fue frecuentemente usada, en la Iglesia, durante los
primero 16 siglos de su caminar histórico, y prueba de ello son los grandes hombres y mujeres
maestros de la oración contemplativa como: San Agustín, San Bernardo de Claraval, Sta. Teresa de
Jesús y San Juan de la Cruz, Tomás Merton, y otros muchos4.
Ahora bien, en nuestros tiempos parece sonar bastante la “oración contemplativa o
contemplación”, a diferencia de otras épocas (p. ej. La época de Sta. Teresa) en que causaba un
cierto temor o espanto5. Hoy en día muchas personas, incluso católicos comprometidos, practican
experiencias de tipo espirituales meditativas o contemplativas, a veces provenientes de la new age o
de tipo oriental, e ignoran que podemos hacer uso de esta manera de orar en el cristianismo católico
y de una manera apropiada.
¿Qué es entonces la oración contemplativa? Es “la expresión más sencilla del misterio de la
oración. Es un don, una gracias; (que) no puede ser acogida más que en la humidad y en la pobreza”6,
porque es una mirada amorosa y fija en Dios, que implica renuncia a uno mismo, para vivir en
obediencia, adhesión y acogida a Él mismo. Es amor silencioso en escucha de la palabra de Dios, es
unión al Dios Uno y Trino.7 O como dice Thomas Merton, es sobre todas las cosas, conciencia de
1
Cf. Ermanno Ancilli, «Oración», en Diccionario de Espiritualidad, Tomo III, HERDER, Barcelona 1984, p. 11.
2
Cf. Ibídem, p. 14.
3
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2700-2724, en la Santa Sede, http://www.vatican.va (acceso el 26 de
noviembre de 2020).
4
Cf. La oración Contemplativa, en Acoger y compartir,
http://www.acogerycompartir.org/Formacion/OracionContemplativa.pdf (acceso el 26 de noviembre de 2020).
5
Cf. M. Herráiz García, «Oración Contemplativa», en C. Rossini y P. Sciadini, Enciclopedia de la oración, San Pablo,
Madrid 2014, p. 274.
6
CIC, n. 2713.
7
Cf. Ibídem, nn. 2712-2716.
que existe un principio invisible, trascendente e infinitamente abundante en el cual nosotros tenemos
nuestro origen8. Pero todavía más, Santa Teresa, desde una perspectiva cristológica y de intimidad
amistosa, expresa que la oración contemplativa es centrarse amorosamente y con todo nuestro ser, en
Jesús amigo, de manera que se pueda vivir cada momento (especialmente los duros) de la vida junto
a Él, pero siempre seguros de presencia junto a nosotros9. Así pues, de distintas maneras la doctrina
de la Iglesia, y la experiencia de hombres y mujeres contemplativos, vemos claramente que en
definitiva la contemplación sobre todo es convicción de la presencia de Dios junto a nosotros, al que
vemos, oímos y sentimos desde la fe y que nos mueve configurarnos con Él.
Así mismo, también el Papa Benedicto XVI citando a San Pablo dice que, él que se detiene en su
vida a la contemplación, experimenta la presencia personal, verdadera y fortificante de Dios, hasta el
punto que puede gritar en el silencio interior: “Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni
ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra
criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Rm 8, 38-
39).10
Por último tenemos que resaltar que la oración contemplativa, no es meramente una praxis pasiva,
el que se llena de Dios en la contemplación y se sabe en su presencia, lo manifiesta: (1) en su vida de
oración toda, es decir, no solo en la oración contemplativa, sino en toda oración que realice, sea
vocal o mental, e incluso en la misma celebración cultica de la Iglesia, pues la contemplación es
elemento esencial de la liturgia 11 ; y además, (2) en su vida apostólica, es decir, en el servicio que
ofrece como miembro de la Iglesia para el mundo, porque el que busca la contemplación, busca un
servicio, ministerio, apostolado más fructífero. De manera que no se puede pensar que el que se
dedica a la oración contemplativa, pierda el tiempo, porque en la práctica se constata que es todo lo
contrario, ya que el contemplativo en la vida apostólica manifiesta mejor utilidad a los hermanos y
mayor eficacia en todas sus actividades. Siendo así que, la oración contemplativa es de fundamental
importancia en el apostolado de todo cristiano, pues en ella se une a aquel a quien sigue, predica y a
quien presenta como modelo.12
De manera conclusiva, podemos decir que la siendo una práctica tan antigua en la Iglesia es poco
conocida, y por lo tanto, no tan practicada por los creyentes en general. Esta expresión de la oración
es un encuentro interior con la Trinidad, que implica un vaciarme de mi mismo para llenarme
interiormente de Dios (¡Es Cristo quien vive en mí!), y sin embargo, trae consigo muchos frutos
exteriores en la vida misma de oración y la vida apostólica. La contemplación es entrar en mi casa
(mi interior) y en lo secreto de mi interioridad escuchar a Dios que me quiere amar, hablar,
transformar y renovar.

8
Thomas Merton, Nuevas semillas de contemplación, Sal Tarrae, Santander 2003, p. 15.
9
Cf. M. Herráiz García, «Oración Contemplativa»…, p. 275.
10
Benedicto XVI, Audiencia general, Sala Pablo VI, miércoles 13 de junio de 2012, en Santa sede,
http://www.vatican.va (acceso el 26 de noviembre de 2020).
11
H. Von Balthasar, La oración contemplativa, Ed. Encuentro, Madrid 1985, pp. 68-81
12
Eduardo López, S. I., La oración contemplativa: Evolución y sentido en Álvarez de Paz S. I., Biblioteca Teológica
Granadina 10, Granada 1966, pp. 156-158.

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