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Facultad de Ciencias Veterinarias

-UNCPBA-

Causas de mortandad en terneros con signos


nerviosos

Traglia Agostina; Gens Mauricio; Bilbao Gladis; Monteavaro Cristina.

Mayo, 2017

Tandil
Causas de mortandad en terneros con signos nerviosos

Tesina de la Orientación Producción animal, presentada como parte de los


requisitos para optar al grado de Veterinario del estudiante: Traglia Agostina.

Tutor: Med. Veterinario, Gens Mauricio.

Director: Dra. Veterinaria, Monteavaro Cristina

Codirector: Dra. Veterinaria, Bilbao Gladis.

Evaluador: Dr. QUIROGA, Miguel Angel


RESUMEN

El estudio se realizó en el año 2015, en un establecimiento dedicado a la


producción lechera, ubicado en la localidad de 30 de Agosto, partido de
Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires abocado, que cuenta con vacas
cruza del tipo neozelandés (Holstein con Jersey) alimentadas con un sistema
pastoril. La problemática a tratar de resolver fue la presentación de mortandad
de terneras que habían presentado signos nerviosos. La crianza artificial de las
terneras se llevó a cabo en un sistema colectivo, en piquetes de 20 terneras
cada uno, a las cuales se las alimentaba con leche comercial (4 L/animal/día) y
alimento balanceado ad libitum. Ante los elevados índices de morbilidad y de
mortalidad de las terneras con manifestación de signos nerviosos y muerte en
las dos primeras semanas de vida y en base a los antecedentes del
establecimiento, se sospechó de distintas enfermedades: salmonelosis,
colibacilosis (cepa septicémica), rinotraqueitis infecciosa bovina, diarrea vírica
bovina, neosporosis, coccidiosis o bien deshidratación producida por distintos
agentes (coronavirus, rotavirus o criptosporídeos). Algunas de las terneras
afectadas presentaban diarrea, y una marcada deshidratación; y no respondían
adecuadamente a la terapia antibiótica. Cuando se comenzó a dar solamente
leche comercial, se registró un mayor número de casos. Debido al incremento
de los índices de morbilidad y de mortalidad registrados en el rodeo en estudio,
se plantearon los siguientes objetivos: a) proponer cambios en la rutina de
manejo diario y en los protocolos de tratamiento aplicados a las terneras
afectadas y b) analizar el posible impacto productivo que se lograría al aplicar
las modificaciones propuestas.

Palabras claves: signos nerviosos, índices de morbilidad y mortalidad, terapia


antibiótica, manejo diario, impacto productivo.
Índice pág
Caracterización del establecimiento y situación diagnóstica………...…..….1-5

Transcripción del caso a investigar………………………………………….….5-7

Antecedentes del caso a investigar…..………………………….....……….…8-9

Preguntas de investigación..……………………………..…………………....9-10

Conceptos y teorías…....………………………………………..…………….10-11

Principales tópicos de investigación………………………..………………...11-15

Análisis e interpretación de la información……………...……………………15-18

Conclusiones………………………………………………………………………..19

Bibliografía………………………………………………...……………….……20-21
TRANSCRIPCIÓN DEL CASO A INVESTIGAR

Caracterización del establecimiento y situación diagnóstica


El caso expuesto se presentó en el año 2015, en un tambo ubicado en la
localidad de Treinta de Agosto, partido de Trenque Lauquen, provincia de
Buenos Aires. El rodeo lechero es del biotipo neozelandés (cruza Jersey x
Holstein), con parición estacionada en junio, julio, agosto y principios de
septiembre. Dicho rodeo contaba con 970 vacas a parir, con un porcentaje de
parición del 96,2%. De ese rodeo, 696 fueron vacas y 237 vaquillonas. El
establecimiento presentaba antecedentes de neosporosis y diarrea vírica
bovina. En la guachera se registraban elevados índices de morbilidad (65%) y
una mortalidad del 11.1%.
Figura 1.

Fig 1: En esta imagen se puede observar la raza cruza en el corral de espera del
tambo.

Manejo de las diferentes categorías en el establecimiento


 Preparto: se trabajaba con tres lotes, “vaca adelantada” (300 animales),
“vaca atrasada” (algo más de 200 animales) y “vaquillonas y vacas de
segunda parición” (de 300 animales aproximadamente), respetando un
periodo de secado de más de 45 días. Las vacas y las vaquillonas
consumían rollo de pastura y una ración (maíz 34%, cascarilla 30% y pellet

1
de girasol, a razón de 4kg/día/animal). Se adicionaban sales aniónicas; por
la tarde, los animales consumían silo de maíz.
El plan sanitario contemplaba la aplicación, a las vacas y vaquillonas, en el
preparto, de dos dosis de vacuna contra la diarrea neonatal (E.coli,
Coronavirus, Rotavirus y Salmonella).

 Parto: “el potrero de parto”, donde se colocaban las hembras a parir, era
recorrido diariamente, dos veces por día por dos empleados. A las 6 am se
recogían los terneros nacidos el día anterior; se los separaba por sexo; las
hembras se derivaban a la guachera y los machos se llevaban a un corral
aparte, eran criados en forma similar a las hembras, pero se destinaban a
la venta lo antes posible. A la tarde, aproximadamente a las 3 pm, se
registraba el sexo de los animales recién nacidos se les colocaba caravana
y se les desinfectaba el ombligo (con yodo). Por tratarse de un
establecimiento con servicio estacionado, en la época de pariciones se
llegaban a recoger e ingresar a la guachera entre 20-30 animales por día.

Figura 2

Fig. 2: Carro donde eran trasladados los terneros desde el preparto a la


guachera

 Calostrado: el establecimiento no posee banco de calostro, por lo cual se


dejaba que calostren al pie de la madre sin ser controlados. Tampoco se

2
controlaba la calidad del calostro de las vacas, ni de las vaquillonas (al
realizar la medición de inmunoglobulinas en sangre a las terneras,
mediante refractómetria, algunas daban valores por debajo de los 5,5 g/dL).
En el año 2015, se presentaron pérdidas reproductivas, alcanzando un
3,8% de abortos aproximadamente y 1,8% de natimortos. En toda la
parición se asistieron solo un 0,7% de partos.
 Guachera: en el ingreso, a las terneras se le suministraba un probiótico vía
oral (5 mL c/u) a razón de 3 dosis cada 48h; luego eran llevadas a los
piquetes. En cada piquete se encuentra un “corral de ¨aprendizaje¨,
delimitado por rollos, con cama de paja y techo, que les proporcionaba
reparo y sombra. En este corral se les enseñaba a tomar la leche del
tetinómetro y, a medida que iban aprendiendo, se las sacaba del corral al
mismo piquete. En cada piquete se colocaban hasta 20 terneras, ya que el
tetinómetro cuenta con 20 tetinas.

Figura 3

Fig.3: corral de aprendizaje con techo y rollo para reparo.

Dieta: La leche utilizada para alimentar los terneros era de comercialización y;


también se utilizaba el calostro/leche de transición (al inicio de la época de
parición). Se suministraban 4 L/animal/día, divididos en dos tomas (2 L por
la mañana y 2 L por la tarde). En caso de que alguna ternera no tomara del
tetinómetro, se la apartaba del resto y se le suministraban los 2 L de leche

3
con mamadera o sonda. A mediados y al final de la época de parición, se
utilizaba solo leche comercial para la alimentación de las terneras
lactantes. Luego de la primera semana de vida, se comenzaba a estimular
el consumo de balanceado por parte de las terneras, llevándolas hacia el
comedero y ofreciéndoselo en la boca a cada una. Con respecto al agua,
en cada piquete había una bebida con flotante, con agua disponible ad
libitum.

Figura 4

Fig. 4: terneras tomando del tetinómetro con capacidad para 20 terneras.


Figura 5

Fig. 5: terneras tomando agua de la bebida flotante en el piquete.

4
Higiene: al finalizar las tareas en la guachera, los elementos utilizados, como el
tetinómetro, las mamaderas y las sondas eran lavadas con agua caliente y
detergente, luego se las dejaba en solución alcalina o cloro. Además, en
los piquetes se colocaba cal sobre la materia fecal diarreica.
Tratamiento de los animales afectados: cuando se presentaban casos de
diarrea, el manejo en el establecimiento consistía en suspender el
suministro de leche a los terneros afectados y se les aportaba solamente
sales hidratantes; además, se les inyectaba antibióticos (enrofloxacina o
gentamicina) y en el caso de que estuvieran deshidratadas (ojos hundidos,
falta de elasticidad en la piel, hocico seco) se les administraban entre 1 y 2
L de solución fisiológica/animal, por vía subcutánea o endovenoso, según
el grado de deshidratación. En los casos de neumonía, se les administraba
tilmicosina por vía subcutánea. En los casos graves, sea de diarrea o de
neumonía, se las apartaba y se las llevaba a un refugio con más reparo y
atención personalizada.
Al finalizar la temporada de la guachera, los potreros se desarmaban,
dejándolos descansar hasta la próxima parición (aproximadamente 9
meses) y los rollos restantes, se quemaban.

Figura 6.

Fig.6: administración oral de sales a ternera deshidratada


Problema
En la guachera del tambo descripto, se observaron terneros débiles, otros con
signos nerviosos y posterior muerte. En el Cuadro 1 se detalla la distribución de
la mortalidad de los terneros durante el período de parición del 2015.

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Figura 7.

Fig. 7: ternera de 1 dia de vida con comienzos de manifestación de signos nerviosos

Cuadro 1: Distribución de la mortalidad de terneros en la guachera


durante el período de parición del año 2015.
Mes Nº de animales Nº. de muertos Mortalidad (%)
Junio 268 2 (0,7%)
Julio 125 14 (11,2%)
Agosto 48 25 (52,1%)
Septiembre 13 10 (76.9%)
Total 454 51 (11,2%)

Cuadro 1: en este cuadro podemos observar que a medida que ingresaban menos
animales, a lo largo de la parición, la mortandad fue aumentando. Y el mes que tuvo el
índice más elevado (76,9% del total), fue Septiembre.

Las manifestaciones clínicas observadas en las terneras eran las siguientes: se


aislaban del grupo, no se arrimaban a tomar la leche, tenían rechinar de
dientes, algunas presentaban hipertermia, debilidad y dificultad para
mantenerse en pie, tenían frecuencias cardíaca y respiratoria elevadas, apetito
reducido; algunas presentaban diarrea.

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Las características de la materia fecal de las terneras diarréicas, al principio
eran pastosas, amarillentas; luego, más liquidas. Además, los animales
afectados presentaban una marcada deshidratación, con disminución de la
elasticidad de la piel, ojos hundidos y letargia. Algunas terneras tenían
ausencia del reflejo de succión.

Cuando el cuadro se agravaba, los animales permanecían postrados, en


posición de opistótonos, con movimientos de pedaleo y nistagmos, hasta que
se producía la muerte del animal. Algunas terneras de menos de 5 días,
manifestaban signos nerviosos compatibles con meningitis y también signos de
poliartritis.
La mayor incidencia de los casos fue en los meses de julio y agosto, momento
en que se comenzaba a dar solamente leche comercial sin calostro y cuando
todavía el lote de hembras preparto no había sido cambiado de lugar.

Figura 8

Fig. 8: terneras tomando del tetinómetro y en el fondo una ternera negra aislada que
no se acerca a tomar.

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ANTECEDENTES DEL CASO A INVESTIGAR
A fines de febrero de 2014 se solicitó la presencia de técnicos del Servicio de
Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, por la muerte
de una ternera de 5-6 días de vida.
A principios de Abril de 2014 se enviaron a un laboratorio privado 14 muestras
de materia fecal de terneras con signos nerviosos y diarrea.
En las muestras se aislaron los siguientes agentes:
Escherichia coli enteropatógena; Cryptosporidium sp y Rotavirus

Ante la presentación de más casos de terneros con signos nerviosos y


posterior muerte en los primeros días de vida, el 26 de julio y el 7 de agosto del
mismo año, se enviaron muestras de cerebro, pulmón e hígado para
histopatología y bacteriología y, además, bilis para bacteriología al Servicio de
Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce.
En las muestras se aisló E.coli sp; las lesiones histológicas de los órganos
permitieron confirmar el diagnóstico de septicemia por E.coli sp.
Debido a que siguieron presentándose casos similares, el día 28/08/2014 se
solicitó la visita de técnicos del SDVE del INTA Balcarce al establecimiento,
quienes realizaron la necropsia de 6 terneros, de 15-20 días de vida, con
signos nerviosos o decaimiento, de los cuales tomaron muestras de cerebro,
intestino, hígado, bilis, pulmón y bazo.
Las muestras fueron procesadas, para realizar estudios histopatológicos y
cultivadas, para aislar distintos agentes. Los resultados informados se resumen
en el Cuadro 2.

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Cuadro 2: Diagnóstico histopatológico y del aislamiento bacteriológico en
las muestras remitidas al SDVE del INTA Balcarce
Animal Muestra Histopatología Aislamiento
Meningitis supurativa severa y difusa de
Cerebro E. coli
T1 la corteza cerebral
Intestino S/L E. coli
Meningitis supurativa severa y difusa de
Cerebro E. coli
la corteza cerebral.
T2
Hígado Congestión hepática E. coli
Bilis E. coli
Pulmón Neumonía intersticial. E. coli
T3 Esplenitis supurativa a necrotizante y
Bazo E. coli
difusa
Hígado Hepatitis necrotizante y multifocal. E. coli
T4 Bazo Esplenitis supurativa difusa E. coli
Intestino S/L E. coli
Cerebro Meningitis linfocitaria leve. Klebsiella pneumoniae
T5
Pulmón Neumonía intersticial mononuclear leve. E. coli
Meningitis supurativa severa y difusa en
Cerebro Pseudomonaaeruginosa
T6 la zona cortical.
Bilis E. Coli
Obs: Todas las muestras dieron resultados negativos para Salmonella sp y
Listeria sp.

Debido a la presentación de casos similares durante el año 2015, se


decidió desarrollar el presente estudio, que permitirá brindar información
de utilidad para tratar de disminuir los índices de morbilidad y de
mortalidad y así poder incrementar la eficiencia de la crianza de terneras.

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
Luego de haber revisado las características del establecimiento lechero, los
antecedentes del caso y las presentaciones registradas durante el período de
Residencia, se plantean, entre otras, las siguientes preguntas orientadoras
para resolver el caso:
a) ¿Cuáles son los agentes o noxas que produjeron los signos nerviosos
observados en los animales afectados?
b) ¿Cuáles son los signos nerviosos que se registraron más frecuentemente en
los animales susceptibles?
c) ¿Qué métodos de diagnóstico se utilizaron para identificar los posibles
causales de los signos registrados?
d) ¿Qué tratamientos farmacológicos se les aplicaron a las terneras enfermas?

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e) ¿Que registro de información se realizaron de los casos que se presentaron?
f) ¿Con qué información se establecieron los índices de morbilidad y de
mortalidad hallados?
g) ¿Qué aspectos del manejo nutricional de los bovinos afectados fueron
identificados como posibles predisponentes para el desarrollo de los casos
mórbidos registrados?
h) ¿Qué otras cuestiones de manejo (número de personas afectado a la
actividad; organigrama de distribución de tareas, protocolos para el manejo de
animales enfermos) fueron reconocidos como factores predisponentes para la
presentación de casos clínicos en el establecimiento en estudio?
i) ¿Cuáles serían las modificaciones propuestas para mejorar la eficiencia
productiva de la actividad cría del establecimiento analizado?

CONCEPTOS Y TEORÍAS

Varios agentes y/o noxas han sido citados en la bibliografía como los
responsables de diferentes enfermedades que cursan con signos nerviosos y
que generalmente producen la muerte de los animales afectados.
Entre ellos se mencionan los siguientes microorganismos:
- Herpes virus bovino tipo V (Gerrit Dirksen, 2005).
- Salmonella sp (OIE, 2008).
- Escherichia coli septicémica (Gerrit Dirksen, 2005; Croxen, M., 2010).
- Mycobactyerium bovis (Stober, 2005).
- Neospora caninum (Gerrit Dirksen, 2005).
- Coccidium sp (Gerrit Dirksen, 2005).
- Pestivirus bovino (Gerrit Dirksen, 2005).
Asimismo, algunos productos farmacéuticos, si son administrados a dosis
elevadas, pueden producir episodios de intoxicación, con signos similares,
como ocurre con antiparasitarios como la abamectina (Junquera, 2016).
La presentación de signos nerviosos en los terneros de establecimientos
lecheros es poco frecuente y a menudo está asociada a causas infecciosas,
intoxicación iatrogénica o deshidratación.

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La deshidratación, que puede ser directa, por falta de suministro de agua o
leche comercial, o indirecta, a causa de una gastroenteritis con diarrea, puede
llegar a producir signos nerviosos de disfunción (C. Monteavaro, 2016)
Cuando las causas son infecciosas pueden ser originadas por infecciones
bacterianas (a causa de toxinas) o virales, con acción directa del agente sobre
el sistema nervioso central, lo que produce fallas en la transmisión
neuromuscular, o como en el caso del pestivirus de la DVB, alteraciones
congénitas (teratogénicas) (G. Reinhardt. V, 1992).
La abamectina, en dosis elevadas (tóxicas) bloquea la actividad eléctrica de
nervios y músculos, incrementa la conductividad de la membrana a iones cloro,
por liberación de GABA, e impide la transmisión de impulsos motores. (Nufarm,
2012).
En la deshidratación, al haber una reducción del volumen sanguíneo por
pérdida de agua y electrólitos, se afecta la llegada de oxígeno y nutrientes al
sistema nervioso central, alterando la función de las neuronas, debido a la
hipoxia celular (Garzon, 2016).
Entre los signos clínicos que presentan los animales afectados, se citan:
- cambio de comportamiento
- aislamiento del grupo
- rechinamiento de dientes
- hipertermia (en algunos casos)
- debilidad
- apetito reducido
- incoordinación
- pedaleo
- nistagmos
- opistótonos
- postración
Generalmente, esos signos terminan con la muerte de los bovinos afectados.

Entre los factores que pueden favorecer la acción de los agentes / noxas antes
citados, se mencionan:
 Instalaciones disponibles para la vaca al parto: Una instalación
adecuada para la vaca al parto es importante, ya que los recién nacidos

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están expuestos inmediatamente a las condiciones medio-ambientales y a
los microorganismos que se encuentran en el área del parto (Michel A.
Wattinaux, 1996).
Es particularmente importante que la zona asignada al parto sea limpia,
protegida del viento y que esté provista de un buen piso (no resbaladizo).
Se recomienda una cama seca y limpia, para minimizar el riesgo de caídas o
bien una pradera de pasto bien mantenida, que no sea inundable, sin
ocupación reciente por bovinos y con una carga animal baja, para evitar la
excesiva contaminación fecal (Michel A. Wattinaux, 1996).
Además se debe reducir la permanencia de las madres en el potrero de
parición, y se deberían armar lotes de 50 a 75 vacas, si el número a parir es
elevado, sobre todo en tambos de parición estacionada.(Michel A.
Wattinaux, 1996).

 Calostrado: El calostro es la secreción del primer ordeño después del


parto, el cual está compuesto por una gran fuente de inmunoglobulinas que
se encuentran en la sangre. Además, contiene más grasas, proteínas,
minerales y vitaminas que la leche. La grasa es la principal fuente de energía
en el calostro y, al tener el contenido de lactosa relativamente bajo, ayuda a
reducir la incidencia de diarrea. (Michel A. Wattinaux, 1996)
El calostro debe ser de buena calidad, es decir, tiene que tener una
adecuada concentración de anticuerpos (Michel A. Wattinaux, 1996). Este se
puede evaluar mediante observación visual (denso y cremoso es un buen
indicativo) o bien con un calostrómetro (densidad de 1.056 o más) (Michel A.
Wattinaux, 1996). La concentración de anticuerpos declina con el número de
ordeños o cuando la ternera mama (Michel A. Wattinaux, 1996). Además, va
a depender de 4 factores: 1) de la duración del periodo de seca (ideal 60
días pre- parto), 2) del ordeño antes del parto, 3) de la edad de la vaca (las
jóvenes dan calostro de menor calidad) y 4) de la raza del ganado lechero, la
raza Holstein (tienen menor concentración de sus componentes) (Michel A.
Wattinaux, 1996). Para asegurarse que cada ternera reciba los anticuerpos
adecuados, se pueden congelar varios litros de calostro de buena calidad, ya
que el congelamiento no destruye los anticuerpos (Michel A. Wattinaux,
1996).

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Cuando las terneras recién nacidas son alimentadas con calostro
(calostradas), los anticuerpos son absorbidos a través del intestino, lo que
ayuda a combatir las infecciones e incrementan la posibilidad de
supervivencia (Michel A. Wattinaux, 1996).
Es de vital importancia, ya que en la especie bovina, no existe una
transferencia de anticuerpos a través de la placenta, lo cual hace al recién
nacido muy susceptible a infecciones (Michel A. Wattinaux, 1996).
Las terneras deben ser alimentadas con calostro tan pronto como nacen, ya
que la absorción de anticuerpos se reduce rápidamente y es nula a las 24
horas después del nacimiento. Esto se debe a que se incrementa la
digestión de anticuerpos y se reduce su absorción (Michel A. Wattinaux,
1996). La cantidad de calostro a suministrar a cada ternera, va a depender
de: a) el peso corporal, b) la concentración de anticuerpos en el calostro, c)
el tiempo transcurrido entre el nacimiento y la primera alimentación debe ser
tan pronto como la ternera este respirando) y d) de la concentración de
microorganismos en el medio ambiente (nivel de higiene del campo) (Michel
A. Wattinaux, 1996). Se recomienda suministrar el equivalente, en litros de
calostro, a un 10% del peso vivo, el cual se puede dividir en dos partes,
siempre que se dé dentro de las primeras 12 horas de vida del ternero. Se
debe calentara una temperatura de 39°C y que tenga una concentración de
50 g Ig/litro. Puede darse con mamadera, a través de un sondaje esofágico o
bien al pie de la madre (Michel A. Wattinaux, 1996).

 Control de la temperatura ambiental: El ternero nace con baja temperatura


corporal; la comienza a regular entre las 48-72 horas de vida, dependiendo
del clima (Michel A. Wattinaux, 1996).
En sus primeras horas de vida produce calor con sus reservas (glucosa y
grasa parda) que le duran solo 14-18 horas (Michel A. Wattinaux, 1996).
Si el clima es frío (menor a 10°C) el ternero pierde calor, por lo que se
recomienda secarlo, dar una fuente de calor (lámpara infrarroja, calentador,
cama de paja), protegerlo de las corrientes de aire y suministrarle la dieta
adecuada. Así, el calor producido por la ternera sana es generalmente
suficiente para mantener la temperatura corporal aun en climas fríos (Michel
A. Wattinaux, 1996).

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Si la temperatura ambiental es mayor a 20 °C, también pierde calor, pues
transpira, jadea y vasodilata, por lo que hay que proveerles sombra, mojarlos
e hidratarlos (se puede aumentar a 3 tomas diarias de agua).
Es decir que para que el ternero pueda aprovechar el alimento para ganar
peso, la temperatura ambiente ideal sería entre 10-20 °C (Michel A. Wattiaux
1996).

 Protocolos de tratamiento de los animales con signos nerviosos: Si se


requiere obtener éxito en el tratamiento de los animales afectados, se debe
contar con un protocolo que permita:
a) confirmar los agentes o las noxas causantes de las enfermedades que
cursan con signos nerviosos.
b) realizar los antibiogramas correspondientes, para identificar los fármacos
con los que se podrá revertir las enfermedades identificadas.
c) respetar las prescripciones detalladas por los Veterinarios, en especial las
dosis a administrar, la frecuencia entre dosificaciones, la vía de aplicación de
los fármacos, el tiempo que deberán permanecer los enfermos aislados del
resto, entre otras consideraciones a tener en cuenta para tratar de lograr el
éxito esperado (Monteavaro, 2016).

Manejo adecuado de la higiene en el ¨sistema de crianza¨: Para mantener


una correcta higiene en la “guachera”, se recomienda rotar periódicamente el
lugar asignado a la guachera, mantener el pasto corto y aplicar cal a las
heces diarreicas (Michel A. Wattiaux 1996).
Es conveniente manejar lotes chicos de terneros (de 15 a 20 en cada
potrero) en guacheras colectivas y en el caso de que haya terneros
enfermos, se deben aislar del resto y trasladarlos a la enfermería, para que
reciban una atención adecuada (la enfermería debe cumplir las mismas
normas de higiene). Los utensilios utilizados en la guachera (mamadera,
tetinas, sondas buco-esofágicas, baldes, tetinómetro, carro de tractor y tina,
entre otros) deben ser limpiados y desinfectados cada vez que se utilicen.
Hay que evitar que los terneros los compartan o bien deben ser
desinfectados previamente. No se debe utilizar las sondas asignadas a

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enfermería para el suministro de calostro a los recién nacidos (Michel A.
Wattiaux 1996).
Por otro lado, es importante que el personal desinfecte sus botas y ropa
antes del ingreso y del egreso de la guachera. Se debería utilizar guantes
descartables para el manejo de los terneros. (Michel A. Wattiaux 1996).

 Organización de las tareas a implementar en el ¨sistema de crianza¨: Para


evitar la transmisión de agentes entre los diferentes grupos de terneras, se
recomienda organizar la rutina de alimentación de la siguiente forma:
primero alimentar a los recién ingresados, luego a los terneros sanos y por
ultimo a los de la enfermería (Michel A. Wattinaux, 1996).
Si fuera posible, se debe asignar una persona para alimentar a los terneros y
otra para realizar los tratamientos a los animales enfermos (Michel A.
Wattiaux 1996).

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN


En el tambo existían numerosos factores predisponentes, desde la presencia
de los agentes (E.coli, Cryptosporidium, Salmonella, Rotavirus) hasta el manejo
deficiente de la “guachera”.
Al analizar los antecedentes del establecimiento, teniendo en cuenta los
informes de laboratorio y asociando esa información a los signos observados,
se sospechó de la presencia de varios agentes: Salmonella sp, Escherichiacoli
septicémica, y otros agentes que causaron deshidratación, como Rotavirus,
Coronavirus y Cryptosporidium los cuales han sido aislados en el
establecimiento.
Por otro lado, el campo tenía antecedentes de diarrea vírica bovina y
neosporosis y en el año 2015 habían nacido 3 terneros con malformaciones
congénitas (anoftalmía, microtia y agenesia de la cola).
Según los informes de años anteriores, los resultados de las muestras
enviadas para estudios histopatológicos coincidían con las lesiones producidas
por Salmonella sp, Escherichiacoli y Neospora caninum, por lo que se
sospechaba principalmente de esos agentes, sin descartar la posibilidad de
otros agentes o factores actuantes.

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La deshidratación en animales con signos diarreicos se vio favorecida, ya que
no se podía detectar las terneras enfermas en forma precoz, debido a que el
sistema de guachera colectiva solamente permitía detectar a aquellos animales
que no podían acercarse al tetinómetro. Sumado a ello, la distribución de la
dieta láctea en determinados períodos se realizaba en horarios nocturnos, lo
cual dificultaba la identificación de los enfermos. Finalmente, el número de
personal era insuficiente para la cantidad de animales.
Además de la falta de detección, a los enfermos se les suspendía la dieta
láctea cuando se observaban signos diarreicos, lo cual agravaba la situación
pues, cuando se disminuye la cantidad de dieta líquida o se suspende la misma
en los casos en que los terneras presentan signos de diarrea, se favorece la
infección por Cryptosporidium y Escherichiacoli en el primer caso y cuando se
suspende la dieta láctea, influye en la presencia de Coronavirus (Bilbao, 2015).
Cabe destacar que cuando se le cortaba la leche, se les daba solo sales
rehidratantes y se los trataba en el mismo momento de la distribución de la
leche, lo que también atrasaba la toma del resto de las terneras, terminando la
rutina a distintos horarios.

Entre los factores predisponentes, presentes en el establecimiento, para


facilitar la acción de los distintos patógenos oportunamente aislados, se pueden
citar:
 Instalaciones inadecuadas para la vaca al parto: La zona de parto no
cumplía con los requisitos establecidos, para garantizar partos con
posibilidades mínimas de infección de los recién nacidos.
Las madres permanecían en el área destinada al parto más tiempo que el
recomendado, y los lotes que se manejaban eran de un número elevado de
animales.

 Calostrado deficiente: No eran adecuadamente controlado, ya que al


calostrar al pie de la madre, algunas terneras del establecimiento no
consumían ni la cantidad ni la calidad de calostro, determinada por la
concentración de inmunoglobulinas, requeridas para disminuir la acción de
los microorganismos causantes de la enfermedad.

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 Falla en el control de la temperatura ambiental: Las terneras no recibían toda
la atención que requerían para mantener su temperatura corporal en valores
apropiados, lo que favorecía la acción de la flora contaminante. Además, las
condiciones medioambientales no eran las más adecuadas, ya que en el
período de partos se registraron días húmedos, lluviosos y de bajas
temperaturas.

 Manejo inadecuado de la higiene en el ¨sistema de crianza¨ En el


establecimiento no se cumplían todas las sugerencias enumeradas, para
que las terneras tuvieran una buena higiene en el sector de crianza, ya que
no se producía la rotación periódica requerida, no se trataba a las heces
diarreicas; no se aislaban siempre los enfermos del resto; no se desinfectaba
todos los utensilios y el personal no desinfectaba sus botas ni su ropa, ni
usaba guantes descartables como se sugiere, para evitar posibles
contaminaciones.

 Mala organización de las tareas a implementar en la guachera:


Se pudo establecer que en el establecimiento no había un criterio unificado
para trabajar en equipo, lo que dificultaba la comunicación y la planificación de
las tareas los días de franco del personal, repercutiendo en la rutina y el
tratamiento de las terneras en la “guachera”, lo que aumentaba los índices de
morbilidad y mortalidad en estos días.

IMPACTO PRODUCTIVO DE LAS MODIFICACIONES PROPUESTAS.


Modificación de la rutina: se ordenaron los horarios y tareas en la guachera,
donde se daba primero la leche a todas las terneras (sanas y enfermas), luego
el alimento y por último se rehidrataba y trataba a aquellas terneras enfermas.
Con este cambio, se observó mejores respuestas a los tratamientos y menor
pérdida de peso en las terneras. Además se terminaba a horario y permitía dar
buena atención a aquellas terneras más afectadas.

Área de parto: En el último período de partos se cambiaron de lugar, lo cual


favoreció la disminución de la carga bacteriana y la presentación de casos en
guachera.

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Alimentación láctea: La cantidad de dieta (4 litros) pudo influir en aquellas
terneras cruza que tenían mayor tamaño y por consiguiente mayores
requerimientos. En cuanto a la calidad se observó que al administrar leche de
transición y calostro, los casos eran menos frecuentes. Esto puede explicarse
que esta dieta tiene un porcentaje de sólidos superior a la leche, lo cual nutre
mejor a las terneras.
Tratamientos: En relación a los tratamientos se puede comentar, además de
los ya mencionados de la rehidratación, que se utilizó diversos antibióticos sin
la mejoría de las terneras. Cabe destacar que en ningún momento se realizó
envíos de muestras y aislamiento y antibiograma adecuado para la terapia
antibiótica. Además hay agentes virales y protozoos que no responden a las
drogas que se utilizaron. Así mismo la ausencia de registros de los tratamientos
realizados a cada una de las terneras significo un riesgo en la eficacia del
tratamiento.
Para que el tratamiento a implementar, en aquellas terneras que manifestaban
signos nerviosos, tuviera éxito, se tendría que haber realizado estudios para
identificar al o los agente/s actuantes y realizar antibiogramas para la
administración de fármacos adecuados.

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Conclusiones:

Con los resultados obtenidos en el presente trabajo, se puede concluir que:


 Es importante una correcta organización en la rutina y manejo del
sistema de crianza colectiva. Manejar lotes de números reducidos.
 Promover una adecuada comunicación entre el personal involucrado
en las tareas de la guachera.
 Llevar un registro de datos, incluyendo la identificación y tratamientos
instaurados en cada ternera.
 Evitar todo manejo que pueda predisponer a la contaminación de las
aéreas asignadas para la crianza de las terneras, tanto en el área de
parto, carro de transporte y guachera.

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