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Un poco más adelante, a finales del siglo XIX, una imagen de Medina
Historia de Medina. 1
Rodriguez, Argüello, González
FUENTES UTILIZADAS
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Los autores señalan que la división de los capítulos responde más a una
arbitrariedad de los textos que a una búsqueda deliberada de divisiones históricas.
Obviamente se buscó establecer una linealidad que hiciera comprensible el
desarrollo de acontecimientos y procesos, pero es evidente que para su
comprensión es necesario constantes idas y vueltas al pasado.
Mesa de Cura
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CAPÍTULO 1. UN CONFUSO ORIGEN
El descubrimiento por parte de los españoles del gran territorio que hoy
se denomina llanos orientales se llevó a cabo siguiendo las rutas en que ellos
creían encontrarían el dorado. Recuérdese que la geografía de la conquista y
colonización española se configuró según las necesidades de lo que ellos venían
a buscar: el oro. Las primeras expediciones se realizaron con base en rumores
de tierras donde se encontraban grandes tesoros y ante la premura de saber que
otros conquistadores podían llegar primero a ellas. Con base en lo anterior, los
primeros asentamientos de la zona fueron aquellos donde se encontró oro, aunque
el dorado como tal no fue más que una quimera (Velandia 1991).
Rodríguez Freile (1942 [1636]: 82) cuenta por ejemplo que el cacique de
Guatavita viendo como los españoles iban en busca de su oro “Llamó a su
contador, que era el cacique de Pauso, y diole cien indios cargados de oro, con
orden que los llevase a las últimas cordilleras de los Chíos, que dan vista a los
llanos, y que entre aquellos peñascos y montañas lo escondiesen…”. Este tipo
de relatos fueron los que dieron origen y mantuvieron viva la leyenda del dorado,
en razón de la cual se destinaron hombres y tiempo para la exploración de la
cordillera mencionada y del llano como tal.
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2. LAS FUNDACIONES
“Por adquirir con ellos más gloria y alabanza el P. Predicador General Fr.
Alonso Ronquillo y deseoso de dar la primera voz del Evangelio a las naciones de
los indios chíos, mámbitas y suraguas, que demoran a las vertientes de la cordillera
que mira a los llanos de San Juan, entró este año de 1620, con tanta felicidad, que
dando Dios voz de virtud a sus palabras, redujo a la fe católica más de trescientas
familias. Habiéndolas bautizado, pretendió en el gobierno, que se redujesen a una
población, en que señalada iglesia parroquial, se pusiera cura doctrinero, que los
amparase, haciéndoles alto con su asistencia, para que no volviesen a su
gentilidad.”
1
La Mesa de Calzón se ubica a algunos kilómetros de la actual cabecera municipal.
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“(los indios) son y han sido cristianos y doctrinados por los doctrineros
de Gachetá que uno de ellos fue fray Enrique Suárez del orden de Santo Domingo
mucho tiempo antes que lo fuese fray Alonso Ronquillo el cual no los conquistó
(…) y sólo pretendió obispar con nombre de conquista y de haber reducido a los
dicho indios…” (Probanza secreta a Francisco Garzón folios 798-799)
Existe una versión diferente y más antigua según la cual el capitán Pedro
Daza fundó en 1585 una ciudad con el nombre de Medina de las Torres. Esta
ciudad fue destruida por los indígenas y vuelta a fundar por el capitán Juan de
Zarate en 1641 con el nombre de San Martín del Puerto, que fuera posteriormente
trasladada en varias ocasiones (Rausch 1999: 64). Siguiendo ésta versión, una
vez muerto Ronquillo, los indígenas fueron encomendados a Hernán Venegas
quien fundó la ciudad en un sitios denominado La Guadua hasta que presiones
por parte de los dominicos obligaron a una nueva fundación en el sitio que lo
había hecho Ronquillo, esta vez por parte de Fray Nicolás Benavente. Dicha
2
La probanza secreta era un “corpus” de preguntas realizado por un oficial de la Real Audiencia a un
número determinado de declarantes, con el fin de dar información sobre diversos asuntos tales como
repartición de tierras, abusos a la población indígena o delimitación de resguardos.
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3
Caciques e indios, Tomo 35, folio 45v.
4
Caciques e indios, Tomo 35, folios 48-49.
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HISTORIA DE LA ENCOMIENDA DE GUATAVITA
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Francisco Venegas Ponce de León, se volvió encomendero de
Guatavita, Chipasaque (conocido hoy como Junín), y Gacheta.
El segundo Francisco también era maestre de campo general de
Nueva Granada, y fue Alcalde ordinario de Santafe en 1662 y
1663. Se casó con María Bravo de Torres, sobrina de Fray Cris-
tóbal de Torres, arzobispo de la Nueva Granada y fundador de El
Colegio. Su hijo menor, Juan Venegas Ponce de León, casado
con Ana de Pisa Maldonado, hija de José de Pisa y María
Maldonado de Bohórquez, se volvió encomendero de Susa.
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Los intentos de fundación no fueron otra cosa que traer a esas familias y
ubicarlas en lugares cercanos a una iglesia doctrinera a la cual iba el cura cada
unos o dos meses a dar misa y oficiar otros sacramentos. Como es de entender,
en el lapso comprendido entre una y otra visita, los indios volvían a sus sitios de
habitación anterior para continuar con sus labores cotidianas, lo cual hacía difícil
su nueva reunión y adoctrinamiento.
Tal situación era agravada ante las dificultades del medio geográfico,
denunciadas una y otra vez por curas y administradores españoles. En épocas
de invierno, los ríos que atraviesan la región se hacían tan caudalosos que su
cruce era impensable, razón por la cual existían grandes periodos del año en los
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indios se retiraban una y otra vez a diferentes lugares de la región como Mámbita,
La Guadua, Tuala, Gazaduje, entre otros, y a que ello era mal ejemplo para otros
grupos que constantemente se rebelaban y despoblaban pueblos cercanos, en el
año de 1673 se ordena un destacamento militar para que se interne en las
montañas, encuentre a los indios, destruya las casas y labranzas y con ello se
obliguen a poblar nuevamente el pueblo. Los indios, que a juicio de los sacerdotes
estaban entregados a sus idolatrías y borracheras, nuevamente sufrieron la
barbarie de la política de tierra arrasada y con el influjo de las armas fueron
obligados a poblar el sitio de Medina y a dedicar parte de su tiempo a reconstruir
la iglesia doctrinera.5
5
Caciques e indios, Tomo 35, folio 30r.
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Según Benegas el fín por el cual el cura Benavente había hecho esto fue
para poder explotar las salinas de piedra que se encontraban en ese sitio, haciendo
uso de mano de obra indígena de su propiedad y auto-proclamándose su
conquistador (folio 940).
La anterior disputa no hace otra cosa que develar un panorama que fue
común en la época de la colonia y del cual Medina es solo un caso más: la disputa
entre el clero y los encomenderos por el uso de la mano de obra indígena. Tal
como se ha anotado con anterioridad, las tierras del piedemonte y parte del llano
que hoy hacen parte de Medina fueron asignadas al encomendero Francisco
Benegas por herencia de Hernán Benegas. Los indígenas consultados en la época
reconocen en efecto a Benegas como su encomendero ya que así lo han hecho
sus antecesores y porque el mismo Benegas así se lo ha informado. Para el año
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La elección del sitio de fundación por parte del padre Benavente estuvo
condicionada por la existencia de minas de sal, las cuales podían ser explotadas
y dar buenos dividendos ya que existía un mercado promisorio. El repetido traslado
de los indígenas a Medina y su posterior abandono debió estar relacionado con
las condiciones de explotación de las minas. En uno y otro lugar se menciona que
los indios se despoblaban para poder seguir con sus adoraciones al demonio y
continuar con sus borracheras, en tanto cultivaban de manera aislada sus labranzas.
En otras palabras, continuar en cierta medida con la forma de vida que siempre
habían llevado. Es de entender que la explotación de la sal cambia radicalmente
los ciclos de trabajo, y, ante la necesidad de tributación, obliga a la dedicación de
mayor tiempo entre la labranza y la mina, lo cual, de ser posible sería evitado por
los indios.
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DESCRIPCIÓN DE LA IGLESIA DE MEDINA
1758
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dos pañitos de cáliz viejos, una capa de coro hecha pedazos, de
razón un incensario de latón bien maltratado, dos jarras de ba-
rro empacadas en dos jarrones que sirven de ciriales = Item.
Una cruz de palo con su manga de lienzo, y otra de mandilla
viejas; un cajoncito con una vitela de Nuestra señora de los Do-
lores dentro = Item. Una alva de platilla hecha mil pedazos, un
amito viejo, cuatro corporales; tres polias de bretaña, cuatro
purificadores todo muy viejo, dos manteles de platilla comidos
de las cucarachas, y de los años, dos vestiditos de la Santísima
Virgen de Culto, correspondientes a la miseria de los demás;
dos pares de cortinas de manta, un Jesús Nazareno de madera
sin enmarcación, una caja en que guardan la ropa, y una mesa
para revestirse en ella el sacerdote; tres roquetes que reponen
los que sirven de altar, éstos son de lienzo gordo labrados con
lana; Item. Había en el altar dos azas con lo cual se acabo de
hacer el inventario de los bienes y alhajas que hubo en ésta
iglesia de medina y según se expresa el estado de todo así mis-
mo está y por ser cierto y verdadero, a que me remito lo firmo
para que conste.
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EN CO M I EN DA DE GUA TA V I TA 1548
CO RREGI M I EN TO DE M EDI N A 1775
CA N TO N DE SA N M A RTÍ N EN L A
1831
PRO V I N CI A DE BO GO TÁ
DEPA RTA M EN TO DE
1850
CUN DI N A M A RCA
TERRI TO RI O N A CI O N A L DE SA N
1863
M A RTÍ N
GUA TA V I TA 1886
I N TEN DEN CI A DE SA N M A RTÍ N 1892
I N TEN DEN CI A N A CI O N A L DEL
1905
M ETA
DEPA RTA M EN TO DE Q UESA DA 1906
CO RREGI M I EN TO DEL DI SRI TO DE
V I L L A V I CEN CI O EN EL TERRI TO RI O 1907
N A CI O N A L DEL M ETA
DEPA RTA M EN TO DE
1910
CUN DI N A M A RCA
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6
Fondo Salinas, Tomo 5, folios 376-386.
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hecha en 1758 por el alcalde de San Martín constata que “en dicho pueblo no hay
casas ningunas por hallarse los naturales dispersos en las montañas en donde
tienen su continua habitación”7 ; resultado de lo cual se ordena, una vez más obligar
a los indios a construir sus casas, si no en el pueblo, por lo menos a una distancia
donde puedan ser llamados a “son de campana”8 . En 1763 la situación sigue
siendo tan precaria que Don Basilio Vicente de Oviedo da categoría cinco a dicho
curato; es decir, de los más pobres, es un destierro (De Oviedo 1990 [1763]:302-
303)
7
Visitas Cundinamarca, Tomo 9, folios 592-674.
8
En realidad lo que preocupa a las autoridades civiles y eclesiásticas es la dispersión excesiva de los
indios y lo que se busca es que si no están aglomerados alrededor de la iglesia y plaza por lo menos se
encuentren a una distancia en la cual se escuche el sonido de las campanas. Esta tradición fue muy
difundida en la colonia y fue utilizada como medida espacial dentro de la cual debían ser reducidos los
indios.
9
Colonia. Fabrica de Iglesias. Tomo 19, folios 933-938. En este documento el cura de Medina se queja por
la falta de pago de estipendios por parte de los vecinos. Tal estipendio, menciona el cura, es necesario para
reconstruir la iglesia que se encuentra en muy mal estado.
10
Recuérdese que la región de San Martín fue uno de los focos para la colonización ganadera a partir del
siglo XVI y que el uso de la sal en la alimentación del ganado vacuno es un evento frecuente.
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y se espera que sea este el punto de aglomeración de otros indios que aún vivían
libres en las montañas y en un poblado denominado Monvita donde “no hay cura
ni ley”.11
La explotación de las minas de sal, a pesar de las quejas de los indios por
falta de herramientas apropiadas y de los constantes abandonos por parte de los
mismos, continua dando buenos dividendos a corregidores y clérigos. Para ésta
época, y ante la escasez de mano de obra para una apropiada explotación de las
minas, ya no se propone la reducción por la fuerza de los indios que aun no son
doctrinados sino que se plantea que por medio de los curas e indios ya conversos
se debe atraer suavemente a los indios con base en una misión que se debía
organizar en el pueblo de Medina12 . Para ello se propone, en el mismo año de
1795, el aumento de los tributos originados en las minas con cargo, obviamente
en el aumento del trabajo de los indios, lo cual se asegura con un mayor control
de la explotación de tres minas ubicadas en Medina, Mámbita y Cumaral.
11
Tributos, Tomo 11, folios 1008-1011.
12
Visitas de Cundinamarca, tomo 8, folios 814-817.
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N o. D E
AÑ O
H ABI T AN T ES
1660 134
1758 297
1863 913
1907 1796
1938 4322
1951 7949
1964 15138
1973 17010
1985 12418
1993 11253
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MEDINA 1798
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su territorio es áspero, montuoso, y de distancia no corta a cual-
quier poblado, pues por dicho San Martín hay cuatro días, de
suerte que solo el interés de la sal le puede dar subsistencia al
pueblo, y le dará permanencia en lo futuro, pues como informa
el comisionado, se abastecen de aquella salina las ciudades de
San Juan, San Martín y Santiago de los Llanos, y sus vecinda-
rios, y aunque en lo presente es poco lo que se labra, se puede
atribuir a desidia, y ociosidad de los indios, o a su pobreza, y
con el cultivo de éstos, aplicándolos al trabajo, no hay duda que
pagarían con mayor comodidad sus tributos, y se fomentaría el
trato y el comercio, con no corto provecho de aquellos territo-
rios: Y siendo preciso ocurrir al daño como mejor método de
gobierno temporal y espiritual de aquellos indios, y vecinos por
lo que (estimulaba) a mi obligación, expuse a Vuestra Excelen-
cia en el referido informe que me parecía conveniente, el que el
pueblo principal de Medina subsistiese, si por la labor y trato de
la sal, abasto de aquellas ciudades, que si se abandonaba, se
carecería de aquel género, o lo encareciera la codicia, llevándolo
de mayor distancia; como por ver dificultosa la traslación de los
indios, por la distancia a otros pueblos y estar connaturalizados
en aquel terreno, por otra parte fértil para los frutos que produ-
ce (payi), que el no ser más abundante es por desidia, y pereza
de los habitadores: A que concurre el ser útil la permanencia de
aquel pueblo por la proximidad, e inmediación a los indios infie-
les Cuyos, Caneyes o Casa, me aseguraron se ven desde la se-
rranía, no muy distante de Medina y con la correspondencia,
podrían estos mansos y domésticos, estando bien doctrinados, y
cultivados facilitar la reducción de aquellos bárbaros, circuns-
tancia bien reflexionada, pide la mayor atención para las provi-
dencias que se puedan dar.
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iglesia, alhajas y casas que ya han quemado; y en cuanto a la
administración de Real Hacienda, se puede agregar éste pueblo
de Medina a San Martín, por la suma distancia que hay de
Chocontá, al expresado Medina, por cuya parte ha estado a cui-
dado del corregidor del enunciado pueblo de Chocontá; hallán-
dose el de San Martín con menor distancia, y no tan peligrosa, y
con necesidad de comercio con Medina por interés de la sal, y
las circunstancias con que hoy se fomenta dicho San Martín;
(Esperanza su mejor y mayor adelantamiento perteneciéndole
por la jurisdicción real dicho Medina) es conforme se separe del
corregidor de Chociontá y agreguen todo a San Martín, con lo
que se excusa la multiplicidad de jueces, y que quien adminis-
tre justicia con más celo y autoridad cobre tributos reales prohi-
biendo a los jueces administradores con grandes penas que no
manejen ni tengan granjerías en la salina, y que la dejen libre-
mente gozar a aquellos indios, por ser lo más conforme a la
jurisdicción y reales disposiciones, por cuanto aún el incorporar
a la Real Hacienda esos minerales ha sido tan delicado asunto
para la resolución.
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cura, con el estipendio de doscientos pesos que contribuye su
Majestad de su Real Hacienda para estos operarios teniendo en
aquella cercanía a Apiay escala y transito para las misiones de
los llanos, tiene mayor facilidad para ésta residencia y hay so-
brada facultad de su Majestad para tal asignación, para la que
podrían ahondar los costos tributarios que se cobraren, y con el
estipendio podrían adelantarse; y pagando cada indio tributario
de aquellos pueblos a seis pesos por año constando por las listas
haber útiles setenta y dos, sin los ausentes alistados, ni los que
están en próxima edad para tributar que son algunos: bajando
los reservados para los oficios de Alcaldes, cantores, sacristán,
teniente, y capitán quedan sesenta y cuatro que salen sobre
trescientos pesos y estos en efecto oportuno para la cobranza
que lo es la sal, en cuyo género no pueden dejar de cobrarse los
tributos, y hacerse exequible la satisfacción del estipendio; aho-
ra sea apercibiéndolo el cura en aquel pueblo, como lo hacen los
curas misioneros en los llanos, o situando la paga en las cajas, y
que en ellas se enteren lo que produjeren los tributos; que con
esto se podía conseguir el establecimiento de una obra, que pue-
de ser de importancia a la Doña Majestad y por esto del real
apoderado, que tanto propende a lo que en propagación de la fe
católica.
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CAPÍTULO 2. EL SIGLO XIX
El cambio de siglo sorprende una vez más a Medina con pleitos entre la
administración civil y eclesiástica. Ante el abandono casi total del corregidor, los
indios, cuando acceden a trabajar en las minas, tributan al sacerdote. Esto origina
un pleito y reclamo que muestra el desorden y desconocimiento por parte del
corregidor de la situación de Medina y el manejo que los curas siguen dando a la
tributación1 . La pregunta aquí es: ¿si hay tan pocos indios y difícilmente existe
una explotación regular de las minas porqué hay conflictos por unos tributos que
entonces son insignificantes?
En realidad, los dividendos de las minas de sal eran muy buenos debido a
la calidad de la misma. Cuando los indígenas finalmente son reducidos a los
pueblos, dicha reducción no solo implica el cambio en el lugar de vivienda sino
que trae consigo otros aspectos como la adopción paulatina de los criterios de
vida occidentales. Con el aumento en los flujos de intercambio originados por la
sal, los indios ya no solo se preocupan por sus labranzas sino por conseguir dinero
con fines diferentes al pago de los tributos. Tal es así que por primera vez en la
historia de Medina ella cambia de curso. Si antes se obligaba a los indios a que
fueran allí, ahora los curas de otros pueblos como el de Gachalá se quejan porque
los indios allí reducidos se trasladan a Mámbita y a Medina debido a que las
salinas de esa región dan mejor usufructo.2
1
Tributos, Tomo 21, folios 388-421.
2
Tierras de Cundinamarca, Tomo 38, folios 375-400.
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El final del siglo XVIII e inicio del siglo XIX fue una época de convulsiones
y cambios en todo el territorio americano. Fue la época donde se gestó y llevó a
cabo el proceso que hoy se denomina independencia y que dio lugar a la posterior
reorganización territorial y política de provincias, estados y departamentos.
Como el objetivo de Bolívar era llegar al centro del país, los españoles
organizaron fuertes de defensa en las entradas del Llano. Los españoles tenían
conocimiento de la cada vez mayor organización del ejército patriota en la zona y
su paulatino avance hacia la cordillera, razón por la cual emplazaron ejércitos en
las posibles rutas de acceso a Santafé. Uno tales rutas era la que provenía de
Medina. En consecuencia, se destacó allí tropa para protegerla de los rebeldes y
se mejoró la guarnición (Díaz 1967: 313)
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atravesar por los caminos establecidos, tal y como lo menciona el mismo Barreiro:
“El paso por la cordillera no lo pueden ejecutar por otros puntos que
por las salinas, Paya, Pueblo Viejo, Miraflores y todo el Valle de Tenza, Medina,
son de páramos y montañas muy fragosas y en la estación presente (invierno),
hombres que no estén acostumbrados al frío serían destruidos por sí mismos;
por consiguiente estos puntos quedan defendidos de una invasión por solo
temperamento.” (Citado por Díaz 1967: 315)
Tal acción cumplió el objetivo de despistar a las tropas del rey, quienes
creyeron inminente un ataque por tal flanco con el consecuente traslado de las
tropas a dicho sector. Los españoles perdieron el destacamento ubicado en
Medina lo que obliga a Barreiro a disponer nuevas tropas en ese lugar. Entre
tanto, los rumores de un ejército acercándose por la zona de Paipa se hacían
cada vez mayores. Barreiro intentó reorganizar las fuerzas dispersas para hacerle
frente en Pantano de Vargas. Tales acciones disuasivas fueron el principio del fin.
Historia de Medina. 32
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debido a que fue dicha zona la despensa de los ejércitos patriotas. La región
llanera, lugar de origen de los ejércitos libertadores no fue de manera alguna
compensada por su aporte a la liberación nacional. Después de 1830 Medina
era todavía una región incomunicada con el centro del país. No existían caminos
transitables y el pueblo seguía supeditado a los devenires de la naturaleza. No
obstante, es precisamente uno de los aspectos de la naturaleza que siempre
había permitido que Medina estuviera aislada el que ahora se convierte en el
motivo de su progreso: los ríos.
Historia de Medina. 33
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Historia de Medina. 34
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En 1856 se iniciaron los viajes de barcos a vapor por el río Meta. La idea
era que las mercancías llegaran hasta el puerto de Cabuyaro y desde allí se
llevaran por vía terrestre por el camino de Gachalá. Medina era, entonces, el nodo
de conexión entre las vías fluviales y las terrestres; entre el Llano y la capital. Fue
la época de la prosperidad, ante la falta de organización a partir del centro del
país, entiéndase Bogotá, la región de Medina estuvo en libertad de organizar su
producción y comercio sin necesidad de remontar la cordillera. Es la primera vez
que en su historia el pueblo puede hacer uso de su real ubicación regional y
configurarse como un territorio llanero. Hasta el momento de la independencia, el
manejo dado a la zona seguía los preceptos de la colonización y reducción
cordillerana, lo que conllevó a una cadena de fracasos y, aunado a la desidia de
la administración colonial, al aislamiento de la región. El desorden y vacío político
e institucional que siguió a la separación de España, obligó a los pobladores de
la zona a buscar las vías de salida para sus productos, y como debió ser desde el
principio, se hizo mirando al Llano. La inexistencia de límites políticos precisos
entre Colombia y Venezuela, permitió la integración de grandes zonas con base
en las vías fluviales; y fue por medio de ellas que ingresaron los capitales base de
la organización de empresas agrícolas y ganaderas.
Desde mediados del siglo XIX la región de Medina recibió un nuevo impulso,
esta vez desde el centro del país. El interés por fomentar la expansión del cultivo
de café hizo volver los ojos del gobierno central sobre ésta región. Con esta
intención, el gobierno nacional llevó a cabo extensas adjudicaciones de terrenos
baldíos de propiedad de la nación (Linares 1942: 9). Los terrenos denominados
baldíos fueron puestos en subasta aduciendo diferentes razones tales como la
necesidad de ingresos fiscales, la adjudicación como fuente de progreso y
desarrollo, su concesión a cambio de construcción de caminos, como lugar de
llegada de población extranjera, etc. (Tovar 1995).
Por otra parte, durante la misma época se dio un nuevo auge a la explotación
de la quina, lo que llevo de igual manera a la adjudicación de zonas de piedemonte
denominadas baldías (De la Pedraja 1985: 57-60). Según algunos autores como
Baquero (1986) fue el auge de la quina lo que permitió el florecimiento de Medina
al punto que entre 1835 y 1843 casi duplicó su población y se constituyó en
cabecera del denominado Cantón de San Martín. Con éstas iniciativas la región
de Medina quedaba ahora conectada tanto con el Llano como con la cordillera y
definitivamente se erigía como nodo de comunicación entre las dos áreas por
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medio del camino nacional del Meta (Pérez: 1863: 200; Guzmán 1988: 464-
465; Pardo 1989: 2). Los graficos 4, 5 Y 6 muestran el componente poblacional y
productivo de Medina respecto al Meta hacia 1869 y 1874. Como se puede
observar, Medina era sin duda el nodo de crecimiento del departamento.
M UN I CI PI O PO BLACI Ó N
M EDI N A 1796
BO Q UERO N 58
CA BUYA RO 202
V I L L A V I CEN CI O 625
CUM A RA L 178
SA N M A RTÍ N 717
JI RA M EN A 252
SA N JUA N DE A RA M A 112
T OT AL 4056
Gráfico 5. Censo ganadero del Meta en 1874. No. de Cabezas de Ganado. Tomado de
De la Pedraja 1984
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CA BUYA RO 3 0 4 3.5 0 1 0 0 0 0
JI RA M EN A 2 0 0.2 0.2 0 1 0 0 0 0
T OT AL 70.6 1.2 90.4 145.5 322.2 54.2 1000 1000 1200 200
Pero no todo fue tan gratuito, tal como lo han mostrado De la Pedraja
(1984), Tovar (1995) y Rausch (1999), la adjudicación de terrenos baldíos permitió
la apropiación de grandes regiones por parte de empresarios y terratenientes en
detrimento de los colonos3 . Desde la década de los sesenta se venía presentando
un nuevo impulso colonizador por parte de campesinos procedentes
fundamentalmente de la cordillera. Ante la escasez poblacional, ellos simplemente
se asentaban en un territorio y lo trabajaban sin necesidad de un título de
propiedad.4 A finales de los sesenta y hasta finales de siglo se llevaron a cabo
sendas adjudicaciones de tierras, las cuales fueron controladas desde Bogotá.5
(vease 2 cuadros de adjudicación de tierras). Tales adjudicaciones reñían con las
colonizaciones informales hechas por campesinos procedentes básicamente de
Gachetá quienes se dedicaban al cultivo de cacao, café, caña de azúcar, maíz,
plátano y yuca. Esto, como era de esperarse, desencadenó en conflictos por la
tierra al final de los cuales los colonos eran desplazados a regiones cada vez
más lejanas (Rausch 1999: 245-249). El florecimiento económico de Medina se
hizo a costa de los colonos que habían poblado y civilizado la tierra. Una vez ella
estaba lista para ser productiva, llegaron los grandes hacendados y con título de
propiedad en mano los desplazaron u obligaron a hacer parte del sistema
3
Por ejemplo, para el período comprendido entre 1893 y 1898 se adjudicaron en la entonces denominada
Intendencia de San Martín 162.251 hectáreas, de las cuales 99.937 (61.6 %) correspondían a Medina. Según
Hermes Tovar estas concesiones hacían del territorio de San Martín el lugar del país donde más se
llevaban a cabo adjudicaciones de baldíos para la época (1995: 67-68).
4
A la existencia de colonos se debe agregar que según descripciones de la época aún existe una buena
cantidad de indios “incivilizados” dispersos por el territorio (s.a. 1868).
5
La adjudicación de tierras baldías por parte del gobierno nacional respondía, en la mayoría de casos, a un
programa por el cual buscar dinero para pagar la ya acrecentada deuda externa. La teoría de los gobernan-
tes de turno era que en tanto se conseguía dinero para las obligaciones económicas, se permitía el desarro-
llo de zonas marginales y se insertaban en circuitos económicos de carácter nacional.
Historia de Medina. 37
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T OT AL T OT AL
M UN I CI PI O
AD JUD I CACI O N ES H ECT AREAS
BO L I V A R 1 5181
M EDI N A 6 17563
SA N JUA N DE
1 6000
A RA M A
SA N M A RTÍ N 26 175669
V I L L A V I CEN CI O 8 15444
SI N CLASI FI CAR
M EDI N A Y
1 49496
V I L L A V I CEN CI O
M EDI N A Y
1 11102
CA BUYA RO
6
La producción cafetera se concentraba en tres haciendas, una de las cuales, La Virginia, se encontraba
ubicada cerca de Medina (Restrepo 1870: 115-116; De la Pedraja 1984: 54,82).
Historia de Medina. 38
Rodriguez, Argüello, González
T OT AL T OT AL
M UN I CI PI O
AD JUD I CACI O N ES H ECT AREAS
CA BUYA RO 4 13711
CUM A RA L 1 1200
M EDI N A 18 58649
SA N M A RTÍ N 9 25949
7
Emiliano Restrepo describe lo sencillo y económico que resulta el establecimiento de un hato ganadero.
No requiere la construcción de infraestructura salvo 2 o 3 ranchos, la tierra se alista simplemente haciendo
quemas y para el cuidado de 500 cabezas de ganado solo se requieren el criador, 2 peones y la cocinera.
Historia de Medina. 39
Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 40
Rodriguez, Argüello, González
“…El café, que había venido adquiriendo precios fabulosos en los mercados
extranjeros, principiaba su descenso en momentos en que estas empresas daban sus
cuantiosos frutos; la falta de una buena vía de transporte para la numerosa carga, la clausura
de la navegación de los ríos Orinoco y Meta por el gobierno de Venezuela, debido a la
revolución que acababa de estallar en el mes de octubre de 1899, que apoyó la introducción
Historia de Medina. 41
Rodriguez, Argüello, González
de armamento por aquella vía fluvial y la del Táchira, el estado de tirantez de las relaciones
entre los dos países y por último, lo largo de aquella contienda que se prolongó cerca de tres
años, vino a echar por tierra las aspiraciones de los empresarios, que abandonando toda
iniciativa, dejó muchos capitales abandonados, entregados a su propia suerte.”
Los tres elementos anotados por Linares, descenso en los precios del
café, cierre de la frontera con Venezuela e inicio de la guerra de los mil días,
fueron el escenario del transito hacia el siglo XX. Luego de esta corta etapa de
bonanza, la región volvería a sumirse en el abandono y solo será importante en
cuanto a teatro de operaciones militares en las subsiguientes épocas de violencia.
La estocada final llegaría en la primera década del siglo XX cuando, nuevamente
por caprichos políticos, Medina queda definitivamente adscrita al departamento
de Cundinamarca y pierde las ventajas de encontrarse en una región llanera.
Se ha mencionado el papel del camino nacional del Meta como la vía que
permitió la comunicación del Llano con el centro del país por medio de Medina.
Es por tal razón que al pueblo se le denominaba la puerta del Llano.. Cuando se
clausuró la navegación por los ríos Orinoco y Meta en 1899 también se había
iniciado el proceso que llevaría al final aislamiento de Medina con el centro del
país. A partir de 1870 se inició la construcción de la vía Bogotá-Villavicencio, la
cual, aunque se suspendió en 1880, paulatinamente fue haciendo virar el polo de
comunicación con el Llano, convirtiendo a Villavicencio en el centro de acopio y
nueva puerta al Llano, situación que se mantiene aun hoy día. El camino por
Gachalá seguía siendo prácticamente intransitable y sólo los más intrépidos se
atrevían a cruzarlo (Raush 1999: 143).
Historia de Medina. 42
Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 43
Rodriguez, Argüello, González
“Una de las rencillas más largas se dio en Medina, donde los intereses personales
mantenían al pueblo en constante zozobra a pesar de que todos los vecinos eran
liberales. En noviembre de 1894, el prefecto Heliodoro Ruiz y su secretario Guillermo
Cháves comenzaron a hostigar al sacerdote Higinio Bunch , al alcalde Marco Aurelio
Quimbay y al personero José Tomás Cola. El estallido en enero de la revuelta liberal
de 1895 hizo que se pospusiera la solución del asunto. Moisés Camacho, quien fue
nombrado intendente al final de la guerra, viajó a Medina en junio de 1895 para
estudiar los hechos “porque en aquel lugar no había autoridades”. En su informe de
octubre recordó que “naturalmente mi primera preocupación fue la de averiguar si
había algún amigo del gobierno para darle una posición de autoridad. Penoso es,
pero forzoso decirlo, no encontré allí persona alguna que no hubiera tomado parte
directa o indirectamente en el ‘pronunciamiento’ que tuvo lugar en aquella población”.
Como el padre Higinio Bunch amenazaba con irse de Medina si Camacho no
nombraba un alcalde que pudiera garantizar absolutamente el ejercicio de su
ministerio sin interferencia alguna, decidió nombrar al señor Cola, el antiguo personero.
Camacho examinó un “centímetro de quejas” que le escribieron miembros de los
grupos enfrentados, y concluyó que las “rivalidades personales” eran la raíz del
problema. “...si por este despacho se diera atención al sinnúmero de denuncias y
de quejas que en toda forma llegan de aquella desgraciada población en cada correo
y con cada una de las personas que de allí viene, no alcanzaría el tiempo sino para
instruir sumarios y forzosamente tendría que trasladarse la intendencia a Medina
con este sólo objeto”. La solución a largo plazo, concluyó Camacho, era la creación
de un juzgado de circuito en Villavicencio para fallar en estos pleitos y dar sueldos
adecuados a los alcaldes y otros empleados municipales, “pues sólo así se podrá
obtener una persona honorable y adicta al Gobierno que quiera venir a esta región”.
Para 1898 se había establecido el juzgado de distrito, y el intendente Silva informó
Historia de Medina. 44
Rodriguez, Argüello, González
que el nuevo magistrado se mantenía ocupado estudiando los sumarios que a diario
llegaban de Medina. Hasta el estallido de la Guerra de los Mil Días, el pueblo permaneció
dividido en dos bandas hostiles, ninguna bien vista por las autoridades.”
Historia de Medina. 45
Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 46
Diciembre 28/72 sección 2ª
Nº 2210
ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA
PREFECTURA DEL TERRITORIO NACIONAL DE SAN MARTÍN
Historia de Medina. 47
ocho registros una relación sucinta tanto de las multas que se
cruzan entre el Corregidor, el Prefecto y otros empleados, como
de todas las actas de aquez, relativas a la creación de rentas,
vigilancia de éstas, visitas a las escuelas, a la tesorería del
corregimiento y otras diligencias concernientes a su buena
marcha. = Del examen de la lista del trabajo personal subsidia-
rio aparece que este da 3.648 jornales divididos en cinco clases
así: la primera diez jornales, la segunda ocho, la tercera seis, la
cuarta cuatro y la quinta dos, a treinta centavos cada jornal lo
que da un total de $1.094,40 centavos de lo cual se perciben
$235,20 centavos que producen la clase primera y segunda;
tanto esta suma como $174,05 centavos de los fondos comu-
nes del tesoro del corregimiento y el resto de los jornales me-
nos cien se han aplicado por un acuerdo de la corporación
municipal, para la continuación de un camino que hace tres
años poco más o menos se está abriendo desde el sitio de
Iraguaya hasta el distrito de Gachalá (Estado de Cundinamarca);
con el objeto de poner en comunicación éste con el puerto de
«Cabuyaro» sobre el río Meta: - los cien jornales restantes se
destinan para atender a la composición de las otras vías inme-
diatas al corregimiento. = El local es suficiente para el despa-
cho y se encuentra en buen estado y con el mobiliario sufi-
ciente. - Con lo cual se terminó la presente diligencia que fir-
man el Sr. Prefecto, Corregidor y Secretarios. = Nicolás Fajardo.
= Enrique Rojas B.. = Rafael Guarnizo- Secretario.= El secreta-
rio de la Prefectura- Hilario Cualla.
==============================================
Acto continuo nos trasladamos a las sesiones de la Corpora-
ción Municipal en donde se encontró reunida la Corporación;
y su presidente puso a disposición del infrascrito todos los do-
cumentos que constituyen el archivo de tal oficina. - Del minu-
cioso examen de ellos aparece: el libro de actas de las sesiones
habidas en el presente año, que asciende a diez y siete; el libro
general copiados de comunicaciones con los empleados y par-
ticulares, del cual aparece que se han dirigido cuarenta y una
comunicaciones con diversos objetos; pero todas dirigidas a la
buena marcha del corregimiento; el legajo de acuerdos expedi-
dos en el presente año, que son los siguientes: 1º sobre crea-
ción de rentas para el servicio del año; 2º sobre presupuesto de
rentas y gastos para (sic) – 3º Reformatorio del de presupuesto;
4º Creando el destino de médico legal del corregimiento; seña-
lándole sus funciones y 5º Restableciendo y organizando el
servicio personal. Examinados minuciosamente los acuerdos,
que tienen por objeto la creación e inversión de las rentas,
resulta: que el corregimiento cuenta en el presente año econó-
mico con ochocientos treinta y nueve pesos sesenta y cinco
centavos ($839,65), que los producen los siguientes ramos.—
—-
Historia de Medina. 48
1. Existencia del año anterior $ 109,25
2. Derechos de degüello del ganado vacuno $ 240
3. Derecho de degüello de Cerdos $ 34
4. Ventas y Exportación de aguardientes $ 175,20
5. Derechos de Almotacen $ 36,20
6. Derechos sobre juegos públicos $ 12
7. Derechos sobre el consumo de mercancías $ 40
8. Derechos sobre la puerta del Cuso $ 10
9. Derechos sobre la puerta de la cárcel $ 12
10. Primera y segunda clases del trabajo personal
subsidiario (aproximación) $ 150
11. Multas $ 21
SUMA $ 839,65
Esta Suma
Se invierte así:
1. Servicio postal con la capital del territorio $ 65
2. Sueldo anual de un médico legal del
Corregimiento $ 60
3. Drogas para enfermos indiferentes $ 40
4. Alimentación de los mismos en el hospital de
caridad del Corregimiento $ 36
5. Gastos en la nueva vía que debe atravesar el
territorio desde «Gachalá» (Estado de Cundinamarca)
hasta «Cabuyaro», sobre el Río «Meta» y que se
denomina «vía noreste del Meta» $ 409,25
6. Refacción de obras públicas $ 32
7. Sueldo del Alcalde de las cárceles $ 48
8. Útiles de escritorio de las oficinas $ 10
9. Conducción de reos $ 30
10. Raciones de presos pobres $ 5
11. Arrendamiento de un local para el
hospital del Corregimiento,en el año $ 14
12. Honorario del Tesorero (Aproximación) $ 58,40
13. Gastos Imprevistos $ 32
SUMA $ 839,65
Historia de Medina. 49
medios suaves que den a conocer al pueblo la utilidad que
le reporta el hecho de hacerse inscribir en los libros res-
pectivos la Corporación y el señor Corregidor ofrecieron
poner en lo sucesivo los medios eficaces para que los libros
se lleven con puntualidad, poniendo en práctica los me-
dios ya indicados. = El infrascrito se tomó la libertad de
indicarle a los miembros de la Corporación municipal que
como medio para obtener el registro de defunciones podría
la Corporación dictar un acuerdo reglamentando el uso del
Cementerio público, puesto que este edificio destinado al
último fin de la policía debe ser regido por las disposicio-
nes que dicten los miembros de la municipalidad para con-
sultar las disposiciones legales hace uso de los libros y
demás documentos pertenecientes a la oficina de la
Corregiduría, se reúne en una pieza contigua al despacho
del señor Corregidor, es bastante adecuada para el objeto
y se encuentra en buen estado y con el mobiliario suficien-
te para su uso. = En este estado se manifestó por el señor
Presidente de la Corporación como vocero de ella, que los
habitantes de este corregimiento, a pesar de su extremada
pobreza están haciendo esfuerzos sobrehumanos, desde
hace tres años por abrir dos caminos uno para Bogotá; y el
otro para el puerto de Cabuyaro sobre el río «Meta»; que
para la consecución de este fin han destinado, como esta
visto ya según los acuerdos sobre rentas la mayor parte de
estas en beneficio de los caminos citados porque creen sin
temor de equivocarse que estas dos arterias que atraviesan
el territorio y ponen en comunicación el Estado de
Cundinamarca con el río Meta con la esperanza no sólo del
Corregimiento de Medina sino de todos los corregimientos
adyacentes a los caminos y aún de algunos pueblos del
Estado de Boyacá como sucede con los que componen el
Departamento de Oriente de aquel Estado, pueblos excesi-
vamente laboriosos, muy poblados, cercanos, en la vía que
por lo mismo y que por lo mismo reportaría grande utili-
dad, con la terminación del camino empezado. = Que esta
opinión le funda la Corporación no solamente en el conoci-
miento práctico que tienen sus miembros en los hechos ya
relacionados sino también en la circunstancia de que va-
rios de los habitantes del valle de Tenza han ofrecido es-
pontáneamente apoyar la empresa con dinero o trabajo,
ofrecimiento que no se habría hecho sin que ellos reporta-
ran alguna utilidad. = Que a más de las cantidades votadas
para las vías mencionadas, los pueblos de Gachalá, Ubalá y
Gachetá, a pesar de no pertenecer al territorio han contri-
buido ya en los años pasados con cinco o seis mil jornales
y que para el de mil ochocientos setenta y tres han ofreci-
do entre los mismos pueblos dos mil jornales cuando me-
nos prueba evidente de la utilidad que les representa la
vía. = que la vía que conduce de Medina a Cabuyaro está ya
terminada en la parte alta y que no faltando para poner en
Historia de Medina. 50
comunicación los dos caminos sino un trecho de dos a dos y
media leguas en la parte del camino que conduce de Medina a
Gachalá, la municipalidad espera del Gobierno general, a cuya
protección se ha encargado el territorio, auxilie la empresa con
unos cuatro o cinco mil pesos, cantidad que cree apenas sufi-
ciente para abrir el trayecto.
Tiwrras Cundinamarca
Tomo 31
Folios 444-447
Historia de Medina. 51
CAPÍTULO 3. MEDINA EN EL SIGLO XX
1. LA CONSPIRACIÓN DE LA HISTORIA
Historia de Medina. 52
Rodriguez, Argüello, González
Para los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, Medina ya poseía
antecedentes de conflictos debido a las pugnas de diversa índole que se
presentaron a finales del siglo que recién acababa. Estos antecedentes, además
de la filiación liberal de la población y de la ubicación geográfica del municipio,
hicieron de Medina un punto clave durante la Guerra de los Mil Días, la cual se
inició a finales de 1899.
Historia de Medina. 54
Rodriguez, Argüello, González
“llegaba á Medina el Ejército Unido. Sin darle una hora de descanso, hicisteis
marchar a la Sección Santander por Miralindo y la Boyacá por Toquiza” (Camacho 1904
[1902])
“De Los Andes devolví al Comandante Mauricio Hernández [...], para que regresase
á Cumaral (la Sabana), y allí se mantuviese cubriendo las vías que allá salen de
Villavicencio. Ese jefe se asustó de su sombra, y el 22 creyó ver á todo el enemigo
encima, y así lo comunicó, lo que hizo después creíble el aviso de que á las 2½ de la
tarde habían llegado el 23 los enemigos á Los Andes. En vista de avisos anteriores,
rogué personalmente á un Sr. Camero, de Medina, quien se me recomendó como el más
competente, para que fuese él mismo hasta cerca de Los Andes á averiguar la verdad.
Ofrecióme, por su palabra de honor, que lo haría; pero no se movió [...]; más olvidaba
decir que en el río que corre á inmediaciones de Medina, sí se pusieron avanzadas, las
que no se retiraron sino después de que se había movido toda la tropa” (Soto 1904
[1902]).
Guatiquía, y que aun retrocedió de Villavicencio, no dejando sino unos 200 hombres
Historia de Medina. 55
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Rodriguez, Argüello, González
que esta en uso, por lo cual se cientan las partidas en éste. desde hoy cuatro de maio
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Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 58
Rodriguez, Argüello, González
mortalidad llegó a ser tan aterradora que no se recomendaba esa ciudad para
personas nerviosas debido a la gran cantidad de cadáveres que eran llevados al
cementerio (Rausch 2003), Medina se vio afectada por una serie de epidemias y
condiciones de salubridad que la convirtieron en un territorio agreste, al punto
que según algunos autores, este municipio hacía parte de las tierras insalubres
de Cundinamarca, en las cuales reinaba el paludismo y la anemia tropical (Ramón
y Félix 1959).
“en el año de 1907 apareció en este Municipio una fiebre desconocida, que puso
en alarma al vecindario [...] la mortalidad era aterradora; sucumbían a diario de dos a
cinco personas. Preocupado el Gobierno por esta calamidad, envió al doctor Rafael
Muñoz con abundantes drogas y un practicante, quienes agotaron todo su esfuerzo y
material, regresando poco tiempo después con el alma decaída de pena; aquel día en
que partía, presenciaba el doctor Muñoz la entrada de siete cadáveres para darles sepultura.
Más de 375 defunciones acarreó aquella terrible epidemia [...].” (Linares 1942:11).
Historia de Medina. 60
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350
302
300 291
250
Cantidad de muertes
200
159
160
150 141
127 130
127
116 107 104 114
100 97
102 80 93 95
7567 71
64 54 71 70 80 83
54 71
50 71
60 49 60 53 50
50 53 49 47
45
0
1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960
Historia de Medina. 61
MEDINA 1917
Historia de Medina. 62
Tal vez en todo el Departamento no hay una población
que presente el bello panorama de Medina ni que posea un
área de población que más se preste a desarrollar una gran
población; sus calles son anchas, rectas y perfectamente
niveladas. La iglesia llama la atención por su limpieza y
elegancia, lo que se debe al celo de los padres Maristas y que
regentan la parroquia, quienes siguiendo la regla evangélica
predican la virtud más con el ejemplo que con palabras.
Historia de Medina. 63
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1
El vómito negro o prieto fue la denominación que recibió una de las manifestaciones de la fiebre amari-
lla, antes de conocerse con ese nombre; sin embargo, aunque son muy pocos los casos, así aparecen
consignados en los libros de defunciones.
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Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 65
Rodriguez, Argüello, González
Aunque más del 90% del territorio colombiano fue susceptible a esta
enfermedad (Martínez 1909), la presencia de anemia tropical se ha relacionado
principalmente con la consolidación de haciendas cafeteras en varias regiones
del país, en las que los principales afectados fueron los jornaleros, arrendatarios
e inmigrantes como consecuencia de unas pésimas condiciones de salubridad
(Palacios 1983); la carencia de sanitarios, la deposición de escretas en lugares
dispersos y la ausencia de un calzado apropiado para las labores agrícolas, no
fueron problemas comunes entre aquellos quienes poseían suficientes recursos
económicos, se trataba de una enfermedad que atacaba especialmente a aquellos
expuestos a trabajos en el campo.
Este panorama no cambiaría mucho con el paso de los años, pues durante
las décadas subsiguientes era común que Medina recibiera migrantes
provenientes de municipios aledaños como Gachalá, Junín, Gachetá, entre otros,
quienes veían en este municipio una oportunidad excelente para trabajar, ganar
algo de dinero y llevar mercado a sus lugares de origen (Hm 2003).
No fueron pocos los que fallecieron en el camino de regreso, bien sea por
el esfuerzo físico o por el padecimiento de alguna enfermedad como fiebre amarilla
(HM 2003), no obstante, no se tiene registro de ellos y solo algunos alcanzaron a
ser reportados en los libros de defunciones.
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80
60
40
20
0
23
28
30
32
34
36
38
49
51
53
55
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
Fiebre Anemia Tropical
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Historia de Medina. 69
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al INCORA para esta época, pues esa institución se creo hasta 1961 y encuentra
sus raíces históricas en el “Instituto de Parcelaciones, Colonización y Defensa
Forestal”, creado en 1948 (García y Correa 1989).
Parece que los resultados de la supresión del comercio por el río Meta, el
estallido de la Guerra de los Mil Días y la disminución de la población debido los
brotes de epidemias o al movimiento de la misma (ver recuadro) , tuvieron efectos
devastadores, lo cual disolvió las grandes haciendas (Linares 1942) y eso,
además de las omisiones en los documentos administrativos, explicaría la
“ausencia” de conflictos por tierra en Medina.
Historia de Medina. 70
Rodriguez, Argüello, González
En relación con este último punto, es posible que las leyes promulgadas
por el gobierno en 1926, en cuanto a la adjudicación de tierras públicas,
favorecieran a algunos inmigrantes que buscaban radicarse en Medina.
Posteriormente, con la reglamentación establecida mediante la ley de tierras
Gráfico 11. Iglesia de Medina en la década de los veinte. Tomado del libro Bodas de Plata
Misionales de la Compañía de María en Colombia, 1904-1929. Biblioteca Nacional.
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Rodriguez, Argüello, González
Gráfico 12. Plaza de Medina en la década de los veinte. Tomado del libro Bodas de Plata
Misionales de la Compañía de María en Colombia, 1904-1929. Biblioteca Nacional.
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Rodriguez, Argüello, González
4. REFLEJOS DE LA VIOLENCIA
5
Sobre la violencia bipartidista de los años cincuenta se ha escrito bastante, sin embargo el
lector podrá encontrar importantes elementos en los dos tomos que componen la obra “La
Violencia en Colombia”citada en la bibliografía de este texto.
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Rodriguez, Argüello, González
Gráfico 13. Áreas y municipios de Cundinamarca afectados por la Violencia entre 1948 y 1953
Historia de Medina. 74
Rodriguez, Argüello, González
En aquel entonces, las guerrillas liberales del Llano contaban con el apoyo
de la dirección liberal en Bogotá y aunque después rompieron relaciones, estos
grupos seguían considerándose liberales hasta que se finalizó el conflicto (Campos
et al 1980; Franco 1955) y eran conocidos como “chusma” o “bandoleros”. Por
parte del gobierno, por entonces conservador, se contó con la policía “chulavita”,
además del ejército. Dicha policía era un cuerpo bastante politizado y se encargó
de perseguir a los liberales y en especial a aquellos que habían participado en
las revueltas del nueve de abril de 1948 (Sánchez 1986).
También se debe recordar que para finales del siglo XIX se tenía a la
población medinense por liberal, sin embargo, la inmigración de personas
provenientes de municipios de Boyacá y Cundinamarca, contribuyó a la formación
de sectores conservadores en Medina.
solo hubo un asesinato, una muerte por arma de fuego y el número de muertos a
manos de los bandoleros no superó las 17 personas; mientras que las defunciones
por otras causas representan un mayor porcentaje (ver gráfico 14).
50 4443
45
40
35 31
29
cantidades
30
25 19 18
20 15
15 10 1010
10 4 3 4
5 2 3
0
0
Gráfico 14. Causas y nú-
ia
ez
e
do
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es
s
itis
nt
ta
bo
ej
ad
ga
ie
en
ne
V
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1953.
A
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du
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M
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1952
ot
or
de defunciones
M
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Este contraste se puede explicar debido a que gran parte de las muertes
ocurrieron en el área rural, lo cual pudo impedir el traslado de los cadáveres hasta
el área urbana haciendo que todas las defunciones liberales no se registraran en
los archivos parroquiales; por otra parte, los relatos mencionan que muchas
personas se veían obligadas a irse del municipio después de recibir amenazas y
que en determinado punto del camino, en donde habían retenes policiales, los
desplazados de esa época eran asesinados, con el consecuente abandono de
sus cadáveres (HM 2003).
El “tinte” político de los fallecidos puede explicarse también por las razones
expuestas anteriormente, pero no se puede descartar que haya sucedido lo que
ocurrió en otras regiones de Colombia, en donde los sacerdotes fueron obligados
a modificar las actas de defunción con el ánimo de ocultar las verdaderas causas
de muerte y así ocultar las atrocidades que se cometían (Guzmán et al. 1980), ni
tampoco se puede desechar la idea de la politización de los sacerdotes, después
de todo el padre Mauricio Dieres Monplaisir, llegó a ser el jefe del partido
conservador en Villavicencio (Rausch 2003). Tal vez los muertos conservadores,
debidamente enterrados y registrados, pudieron ser asesinados en el poblado,
pues las narraciones cuentan que allí también se presentaron algunos brotes de
violencia y eso ayudaría a explicar su aparición en los archivos.
Por otra parte, se tiene que este conflicto también afectó la posesión de la
tierra (HM 2003), pues parece que varias de las personas amenazadas tuvieron
la oportunidad de vender sus parcelas antes de abandonar el pueblo, pero lo que
algunos no sabían era que serían asesinados antes de poder establecerse en
otro lugar (HM 2003). Después de recibir las amenazas, las personas disponían
de algún tiempo para recoger sus cosas y abandonar el pueblo, se les expedía un
“salvo conducto” que les permitiría salir sin contratiempos del municipio sin saber
que en el papel había algún código que los identificaba como pertenecientes a un
partido específico y al llegar a los retenes oficiales eran asesinados (HM 2003).
Momentos antes de huir, no faltaba quien se ofreciera a comprar las parcelas de
los desplazados y estos, como una oportunidad de salvar en parte, lo que habían
conseguido con años de trabajo, accedían a vender sus tierras (HM 2003). Otras
personas fueron más afortunadas, pues a pesar de haber huido de la violencia y
emigrar a otras partes del país, tuvieron la oportunidad de regresar años más
tarde a establecerse nuevamente en el municipio (HM 2003).
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Historia de Medina. 80
Rodriguez, Argüello, González
Durante las dos primeras décadas del siglo XX, la región oriental del país
tuvo un gran empuje gracias a la llegada de los misioneros monfortianos, los cua-
Historia de Medina. 81
Rodriguez, Argüello, González
La CGC (1960), señalaba que los caminos de herradura eran vías esen-
ciales del Departamento y que por lo tanto merecían más atención pues, por es-
tar construyendo carreteras, los habían descuidado y argumentaba que:
Debido a que viajar a Gachalá era más demorado que llegar hasta Cumaral
y Villavicencio, las conexiones comerciales de Medina se dirigieron hacia el Meta,
hecho que contribuyó a un estancamiento en la producción agrícola municipal
debido a que los fletes para la carga entre el municipio y la capital llanera, eran
demasiado costosos (CGC 1960). A pesar de constituir la principal vía de acce-
Historia de Medina. 83
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En contraste con el estado de los caminos, Medina contaba con una pista
de aterrizaje inaugurada en la década de los cuarenta. Dicha pista se ubicaba en
el sitio llamado Mesa de Calzón y fue, durante mucho tiempo, la principal vía de
penetración al pueblo (Linares 1942; CGC 1960). Actualmente, el municipio cuenta
con otra pista de aterrizaje, ya que la original fue abandonada durante el gobierno
de Gustavo Rojas Pinilla (HM 2003)
Historia de Medina. 84
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Rodriguez, Argüello, González
PUERTO
65489 59254 63398
SA L GA R
Recursos como la sal, que motivaron la fundación del municipio, eran traí-
dos a Medina desde 1906 (Medina 1906), lo que demuestra que las fuentes de
agua salada y la mina de sal gema presentes en la población, no fueron explota-
das en gran escala, de hecho, algunos relatos mencionan que era común ir en
varias ocasiones hasta la mina, para extraer bloques de sal para utilizarlos en el
consumo doméstico (HM 2003). Esta circunstancia no sólo se presentó en Medina
y llevó a que, en 1917, Rufino Gutiérrez señalara que este mineral no se extraía de
salinas como las de Upin, por que afectaba el negocio que se tenía con la sal de
Zipaquirá. Actualmente, la mina se encuentra abandonada y son pocas las per-
sonas que extraen sal, por que ya se consigue en el mercado a precios económi-
cos.
Con el desarrollo urbano del municipio ocurrió algo similar a lo de los ca-
minos. Aunque para finales del siglo XIX Medina constituía un sitio importante
para el comercio, esta característica no se reflejo en otros aspectos. Para finales
del XIX y comienzos del XX, el municipio apenas tenía los edificios públicos ele-
mentales: la iglesia, la cárcel, una escuela de varones y otra para señoritas; todas
las estructuras administrativas y políticas siempre se han concentrado en otras
áreas.
Las viviendas, construidas en bahareque y paja, mantuvieron su aspecto
hasta bien entrado el siglo XX, lo cual explica porqué no hubo muertos en el terre-
moto de 1923. La plaza central, aquel lugar en donde se concentraron los ejérci-
tos liberales en 1902 y el sitio en donde se ubicaban los habitantes rurales a
vender los productos agrícolas que traían desde las veredas, hasta hace algunos
años, solo tenía el frondoso algarrobo que se aprecia en la fotografía; árbol que
Historia de Medina. 86
Rodriguez, Argüello, González
Gráfico 17 . Facha-
da actual de la igle-
sia.
7
No existe acuerdo en relación a la época en la que sucedieron estas muertes, pues algunos mencionan
que fue durante la guerra de los mil días y otros refieren que fue durante la Violencia bipartidista de
mediados del siglo XX.
Historia de Medina. 87
Rodriguez, Argüello, González
Quizá el edificio que más tuvo modificaciones fue la iglesia, pues del tem-
plo que se aprecia en la fotografía tomada durante la segunda década del siglo
XX, no se parece, salvo en el estilo de la fachada, al templo que se encuentra hoy
en día. Algunos habitantes comentan que antes de edificar el templo actual, el
aspecto de la iglesia era distinto y más llamativo, las campanas originales repi-
caban con mayor fuerza y en la fachada había un par de alas que simulaban una
invitación; los relatos también mencionan que la iglesia fue quemada, pero des-
afortunadamente no hay precisión en la ubicación temporal de estos eventos, ni
tampoco se encuentra documentación relacionada. El interior del templo tam-
bién sufrió modificaciones, sobretodo por las donaciones ostentosas de algunos
feligreses, quienes agregaron un muro a espaldas del altar, paredes de mármol
en algunos sectores y colocaron baldosines, lo cual elevó la superficie varios cen-
tímetros por encima del piso original.
Otro espacio religioso que sufrió cambios fue el cementerio, dado que fue
trasladado al sitio en el que se encuentra actualmente aproximadamente en la
década de los años veinte (HM 2003).
Historia de Medina. 88
Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 89
Rodriguez, Argüello, González
1985, durante el gobierno de Belisario Betancur, no por iniciativa del primer man-
datario sino por que los pobladores de Medina organizaron un paro cívico como
una forma de protesta ante el abandono al que estaban sometidos, el cual los
mantenía sin la prestación de este servicio.
Uno de los aspectos que ha cobrado fuerza en los últimos años, es la realización
Historia de Medina. 90
Rodriguez, Argüello, González
Historia de Medina. 91
EL VOLCAN DEL DIABLO
Arturo Linares
1942
Historia de Medina. 92
en abrir una zanja en cercanías del pueblo utilizando una
barra. El sacerdote, al ver que al diablo le rendía en su trabajo,
decidió cambiarle la barra por un sirio. El diablo, en venganza,
siguió cavando con el fin de llegar hasta el pueblo. En efecto, los
habitantes cuentan que año tras año el volcán aumenta su tamaño
y se dirige hacia Medina.
HM 2003
Historia de Medina. 93
LEYENDA DEL DUENDE
Historia de Medina. 94
— A usted cómo se le ocurre que yo voy a hacer eso!
y no se la dejó llevar. Y entonces sabe qué hizo el duende
asqueroso, o sea la enramada está aquí abajito y hay una lomita
así [se hace una seña indicando cercanía], desde arriba les
mandó una tamaña piedra bien grande y ellos estaban
moliendo, estaban melando panela, ya habían sacado la panela
y les quedaba lo de la miel, la miel es la última que sale y está
saliendo más o menos a las ocho de la noche están terminando
de rebuyir y sacarle la caña; estaban terminando eso cuando
escucharon que venía algo y llego y paa!, una entre la panela.
Cuando ellos escucharon que venía algo se quitaron y pum
cayó la piedra ¿quién la mandó? Pues del duende, ¿porqué?
Porque no le dejaron llevar la china.
Y a la María, que ella vive todavía, ella vive allí; una china
muy bonita, chiquita, bajita, muy bonita y ella dormía en una
piecita, los papás dormían aquí y ella dormía aquí a este ladito
en una camita que ellos mismos la sacan con estacas, le dicen
cuja, entonces ella dormía en la cuja chiquita y los papás
dormían ahí en la grande [...] y ella me dijo, yo me acuerdo
que por ahí en eso de las siete de la noche yo presiento como
un vientecito, como una brisita y uno pasa así por debajo del
..., y yo quedé así sin poderme mover, yo siento como que me
remonta y ella no, al llamar a la mamá que estaba ahí cerquita,
no podía, y le decía yo ¿por qué lado usted presiente que entra
el aire, de frente o por ese lado? Y me decía:
— allí por esta esquina, por esta esquina porque como
la teja esta aquí levantadita de la pared.
Historia de Medina. 95
Dijo: — Sí, es un duende que se la quiere llevar.
Historia de Medina. 96
LEYENDA DE LOS CIEN SACOS DE ORO
Historia de Medina. 97
Otros habitantes refieren que efectivamente, ante la huida
propiciada por la ambición de los conquistadores españoles,
fueron enviados cien indios, cada uno con un saco lleno de oro y
comandados por otro personaje, cuya tarea también consistía
en desaparecer a los indios que llevaban el oro. Solo regresó
aquel que dirigía, y al igual que la muerte de los enviados, su
propia muerte ayudó a mantener guardado el secreto de la
ubicación de los cien sacos de oro.
Historia de Medina. 98
Rodriguez, Argüello, González
ANEXO 1
Historia de Medina. 99
Rodriguez, Argüello, González
Las probanzas secretas eran procesos que podían tomar algunos meses
y como en esta época todo debía ser reportado por escrito, pueden llegar a tener
varios centenares de hojas de extensión. En Medina se realizaron varias probanzas
para determinar la verdad en los hechos relacionados con 1) la posesión de los
indios Chíos, Suraguas y Medinas bajo la encomienda de Guatavita; 2) la
existencia de doctrina y cura que se encargara de la evangelización de los indios
y 3) la necesidad de edificar el pueblo de Medina y las condiciones necesarias
para poder llevar a cabo dicha empresa. En cada una de esas probanzas, un juez
delegado por la Jurisdicción de San Martín y la Real Audiencia de Santa Fe
realizaba un corpus de preguntas compuestas a una serie de personas
importantes tanto para la administración hispana como para las comunidades
indígenas. En lo que sigue se hará un análisis sintético de estos documentos con
el fin de complementar la información que tenemos de estos dos siglos a partir
de los demás documentos referidos.
La Probanza fue realizada entre Junio y septiembre como parte del pleito
sostenido entre Francisco Venegas Ponce de León, Encomendero de Guatavita
y Juan de Zarate, encomendero de Tunja, por la propiedad de los indios Chíos,
Mámbitas que habitaban las tierras que actualmente forman parte de los
municipios de Medina, Gachalá y Gachetá. Juan de Zarate había pedido que le
dieran estos indio bajo su dominio pero Francisco Venegas alegó que eran de su
encomienda. Juan Flores de Ocariz, Oidor de la Real Audiencia hizo las veces de
2. Si sabe que los indios han sido siempre sujetos del cacique de Guatavita
y por ende sujetos al Encomendero de Guatavita.
7. Si sabe que los indios Mámbitas y Chíos no son Medinas ni han tenido
otro cacique ni otra encomienda.
8. Si sabe que don Francisco Benegas padre estuvo muy enfermo y murió
en el año de 1635.
conocer el pleito. Sabían por experiencia de muchos años que los indios Mámbitas
y Chíos siempre habían reconocido como su cacique a don Juan de Guatavita y
como sus encomenderos a los miembros de la familia Benegas Ponce de León
desde hace tres generaciones y que por ello los indios les llevan y tributan
permanentemente con productos de la tierra:
“De la segunda pregunta respondió que hace treinta y cuatro años que el testigo fue cura
doctrinero del pueblo de Gachetá de la encomienda de Guatavita y cuando llegó a la doctrina
halló en el dicho pueblo un indio que llamaban don Fernando y era el Cacique de Tuala que
estaba poblado hacia los Chíos y allí vio muchos de los dicho indios Mámbitas y Chíos que
decían eran sujetos y anexos a la dicha encomienda de Guatavita y en señal de reconocimiento
traían miel y algodón y otros frutos y frutas al dicho Cacique don Fernando y hacían labranzas de
algodón al Maestre de Campo don Francisco Benegas padre del que litiga que entonces era
encomendero de Guatavita y los dichos indios (...) reconocían por señor natural a don Juan
Cacique de Guatavita (...)” (Probanza secreta a Fray Enrique Suárez, fs. 790-792)
“ (los indios) han sido y son cristianos y de paz y salían y salen a ser doctrinados y
bautizados a la doctrina de Gachetá y los padres doctrineros del dicho pueblo los doctrinaban y
bautizaban mucho antes que el padre Fray Alonso Ronquillo entrase en aquella tierra y los
inquietase llamándose conquistador de los dichos indios y no lo fue ni conquistó porque siempre
fueron de paz y estuvieron sujetos a la dicha encomienda de Guatavita” (Probanza secreta a
Don Luis capitán viejo de Tuala, fs. 799-801).
ANEXO 2
dos en dicho pueblo mandó quemar sus casas y ranchos, en todo lo cual, ni el
dicho gobernador excedió antes bien se ajustó a su obligación y oficio y la omi-
sión de ella le fuera muy culpable, ni el dicho teniente así porque siendo dicho
gobernador su juez superior tenía de su parte la presunción de que lo que le man-
daba era justo, tocándole sólo de su parte, la obligación de obedecerle, como
por reconocer el gran servicio que en ello hacía a ambas majestades, no exce-
diendo de lo que en dicha comisión se le mandaba, que aunque los testigos quie-
ren dar a entender hubo algunos excesos, estos están de parte de los dichos
indios que por querer volverse a sus ritos apoyan lo que siniestra y bárbaramente
deponen y cuatro testigos que sólo son de oídos de uno de los dichos indios, con
que sus dichos no hacen fe ni aun por un testigo, y aceptando lo favorable de las
declaraciones de algunos de ellos, hallará Vuestra Alteza que Francisco de San-
tiago depone la resistencia que hicieron dichos indios para salir del dicho retiro
en que convienen otros testigos, y así no fue exceso el aprisionarlos de noche así
para la seguridad de sus personas como de la vida del dicho teniente y soldados,
como en otras ocasiones se ha experimentado por haberlo hecho otros indios de
aquella jurisdicción...—Lo otro porque como consta de estas comisiones que pre-
sento con la misma solemnidad, todas las veces que se retiraron dichos indios,
usaron los antecesores de mi parte de esta jurisdicción remitiendo personas que
las ejecutasen en cuya posesión han estado por mas tiempo de diez y siete años
como consta de la que remitió el Gobernador Alonso Sánchez (sic) y en la prime-
ra que despachó el Gobernador mateo Cortés se debe hacer reparo que en ella
se refiere a una Real provisión en que se mandan recoger todos los naturales del
dicho gobierno pena de doscientos pesos en cuya continuación no cometieron
culpa dichos mis partes, a que se llega el otro motivo que tuvieron y tiene dicho
gobernador de la conservación de aquella ciudad y la total destrucción que se le
sigue de privarlos y despojarlos de dichos indios y que no hay otros que asistan a
las misiones que se hacen de los indios infieles de aquellos retiros cuyo bien y
provecho de sus almas totalmente se imposibilitara como todo se probara, con
que queda justificado el santo celo y motivos con que mis partes trajeron dichos
indios (28r) a su población donde se les administraban los santos sacramentos
como consta de las certificaciones de sus doctrineros que así mismo presento
causas todas que antes vuelvan a mis partes dignos de remuneración y premio;
ya que de no ser favorecidos, y patrocinarse la malicia de dichos indios se segui-
rán inconvenientes representados que se deben evitar— Lo otro que por seme-
jante relación siniestra y subrepticia fue servido Vuestra Alteza en otro caso se-
mejante a este y respecto de los mismos indios se despacho real promisión al
gobernador Chamorro que siendo ya difunto, don Mateo Cortés su sucesor reco-
za pido y suplico se lo provea y mande que en ello recibirá dicho mi parte bien y
mande en justicia que pido ut supra.
Folio 29r.
dos y tres veces de parte de dios y del rey nuestro señor se recojan dichos indios
a su pueblo a donde sean doctrinados e instruidos en las cosas de nuestra santa
fe y ya no sea defraudado del estipendio de dichos indios por ser este curato tan
sumamente pobre... quédeles esta agregación de dicho pueblo de Medina de las
Torres y de esta petición y su proveimiento se me de un tanto para en guarda de
mi derecho y ocurrir a donde y con derecho gasta y debe pido justicia y consta
Hoja 30 recto
Por cuanto por petición del muy reverendo padre fray Juan Rendón de la orden de
S. S. Agustín misionero apostólico y cura interinario de esta dicha ciudad y sus
agregados me hizo relación como algunos indios y sus familias del pueblo de
Medina de las Torres jurisdicción de este gobierno había muchos días se habían
retirado al sitio y montañas de Mámbita a donde tenían por costumbre el retirarse
de que seguían gravísimos inconvenientes en contra de ambas majestades y así
mismo el mal ejemplo que se les daba a los pocos indios de nación Achaguas
que hay reducidos a nuestra santa fe católica como el que se dará a los que en
adelante se fueren reduciendo pues reconocerán que a los que lo están los dejan
retirar y vivir como bárbaros y a donde viven sin la educación y enseñanza de
nuestra santa fe y careciendo del pasto espiritual para cuyo remedio y en conti-
nuación de lo que han podido y debido obrar mis antecesores—doy comisión la
que de derecho es necesaria al Capitán Fernando López de Alarcón mi teniente
general para que vaya al sitio de Mámbita y a todas las demás partes de mi
jurisdicción a donde tuviere noticia están los dichos indios retirados y lleve hom-
bres que le pareciere ser necesarios y los saque de la parte donde estuvieren y
traiga a esta ciudad para que se pueblen y se miren por su conservación y au-
mento por ser dichos indios el medio necesario para la (30v.) reducción de los
indios infieles que para todo lo dicho su anexo y dependiente le doy la dicha
comisión cuan bastante en derechos es necesaria y así mismo si los dichos in-
dios en la parte donde asistieren tuvieren casas, vivienda y roserías las talen y
arruinen para que con lo dicho se evite el que los dichos indios ni otros ningunos
hallen comodidad para poderse retirar a partes remotas y se consiga el fin parti-
cular de la fundación de dicha ciudad. Hecho en ella en diez y seis de agosto de
mil y seiscientos y setenta y tres años...
Folio 31 recto
Certifico yo fray Juan Bautista Rendón religioso de la orden de nuestro padre san
Agustín, prior vicario provincial de las doctrinas de dos provincias de San Martín
del Puerto y misionero y Juez eclesiástico en esta ciudad de San Martín de
Medellín—digo como la parte del Capitán Andrés Guaqui que son los que siem-
pre he visto en agregación a esta ciudad el tiempo que ha que estoy en estas
provincias son siete años y siempre han sido doctrinados y han acudido con mu-
cho amor y voluntad a la enseñanza de doctrina y así mismo pagan diezmos y
primicias, y así mismo otros indios llamados Japatos y a lo mismo otros indios
que acuden a la ciudad de Medellín se llama Miguel y esto es cierto y verdadero y
lo juro en la manera que puedo en doce de junio de mil y seiscientos y sesenta y
nueve años así lo certifico yo—
Folio 32 recto
Folio 33 recto
Folio 36 v.
Folio 47 r.
“Por cuanto en esta jurisdicción de San Martín del Puerto es público y notorio
el alzamiento que hicieron los indios Suraguas que estaban de paz en esta
jurisdicción a quince de junio de este presente año... y aunque se ocuparon en
este alcance y reducción mas de cuarenta días no se pudo conseguir enteramente
dicha reducción por lo montuoso e inculto de estas sierras y es llegado a mi noticia
que en una parte de ellas de esta jurisdicción están algunos de los alzados como
Pedro Guajas y Francisco con sus familias y otros como Mateo y (Lucía) y por lo
que importa dicha reducción en servicio de ambas majestades, bien y
conservación de esta ciudad y su enseñanza católica y que la tengan (sic)* los
daños que se regresen en dichos retiros por estar rezando de ritos, abusos y
ceremonias... y estorbos que hacen estas invasiones para los demás naturales
infieles que se van agregando por todo lo cual y lo que importa para los efectos
referidos y tener satisfacción de la persona de Martín Fernández de la Sepa y que
hará al servicio de su majestad como su leal vasallo por la presente le doy comisión
la que el derecho se requiere cumplidamente y como yo pudiera vaya a la parte
de dichas noticias o a otras cuales quiera de esta jurisdicción y haga todas las
diligencias necesarias y las que sean menester para que tenga... (47 v.) efecto
todo lo referido pidiendo todo el favor y ayuda necesaria... con lo aquí referido
traiga ante mi todas las personas que redujere para la disposición de su mejor
estar... hecho en San Martín del Puerto en siete días del mes de septiembre de
mil y seiscientos y cincuenta y cuatro años por mi y ante mi en defecto de escribano
público real.
PROVANZAS SECRETAS
Folio 48 r.
natural aunque van con mucho trabajo por lo lejos; siéndole preguntado que como
tienen indios (48 v.) Suraguas y otros y están ocultos y si son Chíos y Mámbitas
quién lo manda esconder o para qué, responde que ni los suyos los esconden
sino que andan heridos y algunos salen a sus casa diciendo que son del Maestre
de Campo don Francisco Venegas y así se van a la tierra de Gachalá a donde
hoy están y que ellos no los hacen Chíos ni Mámbitas ni en su tierra de Gasaduje
ni Yiachina y Mámbita no han oído no conocido ni oído decir de que haya habido
indios que se nombren Chíos ni sitio que se nombre Chío y que Chíos quiere
decir en su lengua Moscas* y ellos son Suraguas y no tienen otro apellido; y sién-
dole preguntado que si los que están en la Guadua son Mámbitas respondió que
no son sino de Gosasia y Iacafua en Saega; siéndole preguntado que si tienen
doctrina o la han tenido responde que no la han tenido que desde que fray Alonso
Ronquillo que se bajaba algunos veranos a Medina y decía misa y el padre Martín
de Ibarra vino a este sitio de Mámbita tres veces en todo el tiempo que asistió en
Chebacoco en tres veranos porque de invierno no pueden por los ríos ser muy
caudalosos y malos caminos para andar bestias; y siéndole preguntado si desde
ese tiempo no han oído misa ni confesado responde que habrá ocho meses que
vino el padre don Francisco Daza y estuvo y se volvió; y siéndole preguntado si
tienen pueblo responde que no lo tienen ni están poblados donde puedan ser
doctrinados ni conocen pueblo ni policía porque cada cual vive en su retiro.
ANEXO 3
Petición
El resto del documento se refiere a las diligencias hechas para verificar la vacancia
de las tierras y el visto bueno de los naturales, para lo cual citaron al cacique y a
un Capitán de Somondoco. El documento no hace referencia a medina pero es
una buena evidencia para esclarecer la situación de los llamados Chíos.
ANEXO 3
SELLO II
haría presente pues el poder que para todo ello se requiera ese mismo les da y
otorga con libre, amplia, franca y general administración con facultad de enjuiciar,
jurar, sustituir en uno o mas sustituto relevándoles como les releva de cargo... y a
la obediencia de todo lo referido obliga su persona...
f. 433 v.
Don Carlos por la gracia de Dios rey de Castilla(,) de León(,) de Aragón(,) de las
dos Scicilias(,) de Jerusalén(,) de Navarra(,) de Granada(,) de Toledo(,) de Valen-
cia(,) de Galicia(,) de Mallorca(,) de Menorca(,) de Sevilla(,) de Cerdeña(,) de
Córdoba(,) de Córcega(,) de Murcia(,) de Jaén(,) de los Algarres(,) de Algeciras(,)
de Gibraltar(,) de las Islas de Canarias(,) de las Indias Orientales y Occidenta-
les(,) islas y tierra firme del Mar Océano(,) Archiduque de Austria(,) Duque de
Borgoña(,) de Bravante y de Milán(,) Conde de... Barcelona(,) señor de Ducaya y
de Molina vuestro rey(,) por cuanto en mi Audiencia y Cancillería Real de este
Nuevo Reino de Granada y ante mí... se ocurrió con poder bastante y (f. 434 r.)
haciéndose la representación siguiente = muy poderoso señor Luis Francisco
Lamprea Procurador de los del número apodado de Don Joaquín López vecino
del pueblo de Medina cuyo poder solemnemente presentó y juró; (...) a como más
haya lugar en derecho con el debido respeto parezco y digo; que en jurisdicción
del dicho pueblo de Los Llanos de San Martín hay entre otros un realengo cuya
longitud es desde el río de Gasaunta hasta el de Meta y su latitud desde el de
Humea grande hasta el de Macapay, cuyo denuncio a nombre de mi parte hago
en debida forma optando derecho a la merced por aquel terreno para que por
ahora y en consecuencia de la Real Cédula de este asunto se digne Vuestra
Alteza mandar (f. 434 v.) real provisión ordinaria de diligencia cometida al juez
inmediato de aquel partido a efecto de que con citación de los colindantes proce-
da al reconocimiento y deslinde de la misma tierra y a continuación informe sobre
las facultades y arbitrios que tiene el denunciante por su población y cultivo remi-
tiendo al fin todo (...) a este superior tribunal y que estando aquí se me entregue
por en vista de ello entablar mi solicitud conforme a justicia...= Ante Vuestra Alte-
za suplico se sirva proveer como solicito que juro no proceder de malicia provea
lo necesario- Dr. (...) Joaquín Gutiérrez = Luis Francisco Lamprea = y dada vista a
mi fiscal con lo (f. 435 r.) que expreso se pidió el expediente y en su vista se
proveyó por mi Virrey, presidente, regente y oidores con fecha trece del corriente
mes y año el auto del tenor siguiente = Vistos: líbrese la ordinaria de diligencia
cometida al Juez Ordinario más cercano que fuere requerido para que las eva-
cue con citación de todos los interesados y especialmente de los Procuradores
Generales de los pueblos limitantes o circunvecinos a quienes se encarga muy
Historia de Medina. 118
Rodriguez, Argüello, González
(Sello de cera)
Todos dijeron que de orillas del río Gazaunta hasta el Meta hay 16 estancias de
ganado mayor que se recorren en 16 horas de camino; mientras que de orillas
del río Umea grande por su latitud hasta el río Macapay, hay ocho estancias de
ganado mayor que se recorren en cuatro horas.
Los tres testigos dicen que dicha tierra es “cálida y llana”, salvo algunas
montañas y ciénagas inundables en invierno por el caudal de los ríos. Que su
único uso es la cría de ganados, aunque en algunas partes se puede sembrar
plátano, yuca, maíz y que el trabajo necesario para poder cultivar y poblar la tierra
durara unos seis años juiciosamente. (folios 437 v.-440 v.).
f. 442r.
José Albino de Castro Procurador de los del número por don Joaquín López veci-
no del pueblo de Medina en los Llanos de San Martín, cuyo poder solemnemente
acepto y juro, ante Vuestra Alteza como más haya lugar en derecho, con el debi-
do respeto (com)parezco y digo: que en virtud de vuestra Real Provisión ha prac-
ticado el Alcalde Ordinario de la ciudad de San Martín, con citación de los colin-
dantes y en asocio de sujetos inteligentes, las ordinarias diligencias sobre el te-
rreno que como realengo había denunciado mi parte. De ellas y de su informe
resulta ser un erial despoblado el que comprende en su longitud desde el río
Gasaunta al del Meta, y en su latitud desde el Humea-Grande hasta el de Macapay,
sin que ni los indios ni otra persona alguna lo contradigan, por cuya razón, la de
que mi parte se halla adornada de las correspondientes calidades, y cuantas
suministra el expediente para el benéfico designio de fomentar la cría de gana-
dos, agricultura, comercio y población de este Reino. A Vuestra Alteza suplico se
digne otorgar la merced en los términos que fueron denunciadas las tierras, li-
brando a favor de Don Joaquín López el título que protesto lo necesario.
ANEXO 4
Conventos 16. fls. 912-914
ANEXO 5
Caciques e Indios 35
ANEXO 6
Copventos 31
ANEXO 7
Conventos 31
ANEXO 8
Conventos 16
MUNICIPIO DE MEDINA
UBALÁ
Río
a
in
Ga
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ed
oG
zad
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N oG PARATEBUENO
ua
jur
ay
META 1600-2100 m
via
Rí o
u aca 1100-1600 m
G
600-1100 m
100-600 m
0 5 15 Kms.
1
Los siguientes datos han sido elaborados con base en la información del texto «Departamento de
Cundinamarca. Estudio general de suelos y zonificación de tierras». IGAC, Gobernación de Cundinamarca.
2000
Estos dos procesos geológicos, junto con otros agentes tales como el
clima y más recientemente el hombre, configuran la forma y aspecto del paisaje
actual de Medina. Comenzando por el clima, se tiene que las dos características
básicas de la zona son la alta pluviosidad y la elevada temperatura. El primer
aspecto se debe básicamente a que los vientos provenientes del oriente no
alcanzan a atravesar la cordillera y por tanto depositan su contenido en la zona de
piedemonte e inmediaciones, el promedio anual de lluvias se encuentra entre
2000 y 3000 mm. y en algunas zona supera los 4000 mm. Por otra parte, la altura
propia del llano, que no supera los 1000 metros sobre el nivel del mar, en este
lugar posibilita climas cálidos (24°-26°C), cuya evapotranspiración (1452 mm/
año) no alcanza a superar el promedio de lluvias, configurando por tanto una zona
con exceso de humedad, que junto a la temperatura promedio, determinan un
clima tropical húmedo.
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Colonial Society in the Sabana de Bogotá, Colombia. 1570 to 1740. PhD thesis,
Brandeis University, Brandeis.
§ ZAMORA, FRAY ALONSO. 1980 [1701]. Historia de la Provincia de San Antonio
en el Nuevo Reino de Granada. Tomo III. Instituto Colombiano de Cultura
Hispánica: Bogotá.
INTRODUCCIÓN 4
CAPÍTULO 1. UN CONFUSO ORIGEN 7
1. EL CAMINO HACIA EL DORADO 7
2. LAS FUNDACIONES 8
3. UN PUEBLO, POCOS VECINOS 22
Al profesor Plinio Pardo, a Jesús Díaz, Jorge Cerón, don Tobías Garzón y
su esposa Silvia, Luis Ánegl López, José Bareño, y muy especialmente a la
profesora María Belén, a todos ellos por contarnos su versión de la historia.
A los jóvenes Edwin Urrego, Yeison León, Gipsy Bayona por la colaboración
logística.