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La crisis política que afecta a Nicaragua tras las protestas sociales que estallaron
hace 17 días ha golpeado rubros sensibles de la economía como el turismo y las
exportaciones, advirtieron empresarios privados que urgieron al gobierno a instalar
cuanto antes un diálogo nacional. Hoteles desolados, restaurantes vacíos y
suspensión de reservas en agencias de viajes es el resultado más visible del
impacto de la convulsa situación del país, que este año esperaba recibir a más de
1,5 millones de visitantes extranjeros y captar ingresos por USD 1 000 millones.
“Estuvimos llenos hasta hace dos semanas, pero los ‘cheles’ (rubios) salieron en
desbandada. Creo que se fueron para Costa Rica”, dijo preocupado el dueño de
un hostal en San Juan del Sur, uno de los más concurridos balnearios del Pacífico
nicaragüense. La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) considera que la crisis
que inició con una manifestación estudiantil y se transformó en una rebelión social
contra el presidente Daniel Ortega les dejará pérdidas económicas por al menos
USD 100 millones. Con una campaña que promocionaba a “Nicaragua única,
original”, el gobierno se mostraba satisfecho por el dinamismo del sector. Según el
Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), sólo en abril de 2017 llegaron al país
unos 200 000 visitantes extranjeros, casi el doble de los 102 577 registrados en
abril de 2016. “Se han cancelado los grupos (de turistas) que estaban por venir en
estos días (y) se han cancelado grupos en los próximos tres meses”, reveló Lucy
Valenti, directiva de Canatur. En un comunicado conjunto emitido la tarde del
jueves, el sector privado se declaró listo para asistir a un diálogo nacional
“efectivo, amplio, inclusivo y confiable”, con mediación de la Iglesia católica, cuya
fecha de inicio aún está en suspenso. Para los empresarios, es urgente
“reconstruir el Estado de Derecho” a través de reformas institucionales que
garanticen la independencia de los poderes y la eliminación de la corrupción, así
como la elección de nuevos magistrados electorales “para garantizar elecciones
libres y transparentes”. También piden investigar la muerte de decenas de
personas en las protestas y sancionar a los responsables, indicó el comunicado
firmado por el influyente Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la
Cámara de Comercio Americana-Nicaragüense (AMCHAM), la Asociación de
Bancos Privados (Asobanp) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo
(Funides). Según datos del estatal Centro de Trámites de las Exportaciones
(Cetrex), entre el 18 de abril y el 2 de mayo pasados el volumen de ventas a 67
países cayó en un 10,72 por ciento, en comparación con el mismo período del año
pasado. Los rubros más afectados son miel natural, azúcar y melaza de caña,
leche fresca y descremada, camarón de cultivo, libros y productos editoriales,
vidrios y sus manufacturas, yerbas y especias, desperdicios y desechos de
madera, frutas y vegetales en conservas. Mario Arana, gerente de la Asociación
de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), dijo al diario La Prensa que
hubo una paralización parcial o total de algunas actividades en los primeros días
de las protestas, lo que provocó un retraso en los trámites o el despacho de las
mercaderías. Pese a la mejoría en el precio promedio de sus exportaciones, en las
últimas dos semanas de abril Nicaragua colocó en el mercado exterior productos
por USD 129,8 millones, 4,13 millones menos que en el mismo período de 2017,
de acuerdo al Cetrex. A causa de la crisis de gobernabilidad, “negociaciones que
se tendrían que haber producido no se han dado y contratos que se tenían
firmados han sido modificados por los compradores para asegurar su
abastecimiento en otros mercados más confiables, porque no hay seguridad de
que Nicaragua pueda cumplir con sus compromisos”, destacó Arana. Aunque
considera que las afectaciones a la exportación no ha sido tan grave hasta ahora,
quizás “unos USD 70 millones que se han dejado de producir o se han atrasado",
advirtió que "si esto se prolonga los efectos se van a ir acumulando”. Nicaragua
captó en 2017 casi USD 2 600 millones en concepto de exportaciones de
productos tradicionales. Este monto no incluye las ventas de las de zonas francas
(maquilas) que anualmente promedian unos USD 2 500 millones, según datos del
Banco Central. La crisis se inició el 17 de abril con una protesta estudiantil por una
reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas de trabajadores y empresas y
afectaba a miles de jubilados. Aunque Ortega revocó la reforma, las
manifestaciones se multiplicaron debido a la violenta acción de la Policía y grupos
de choque del gobierno contra los manifestantes.
La calzada aún no recupera su actividad turística a pesar que los pocos negocios
que siguen trabajando mantienen promociones de sus productos. LA PRENSA/ La
calzada aún no recupera completamente su actividad turística a pesar que los
pocos negocios que siguen trabajando mantienen promociones de sus productos.
LA PRENSA/
El turismo nicaragüense tardará entre tres y cinco años para recuperarse de los
estragos que la crisis sociopolítica está teniendo en el sector, revela la Cámara
Nacional de Turismo (Canatur).
Despidos masivos
Hasta inicios de octubre el sector turístico reportaba 60,840 empleados
despedidos, debido a que al menos el 83 por ciento de las empresas del sector
redujo sus operaciones a menos del 30 por ciento y el 87 por ciento se ubica en un
estatus “activo de sobrevivencia”.
El análisis sostiene que los empresarios están siendo creativos para ajustarse a la
crisis y así lograr mantenerse operando, aún cuando el panorama es incierto.
Solución al problema
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) indica que reactivar la industria turística
solo será posible con acciones que garanticen estabilidad y clima de seguridad,
para ello se necesitan “factores determinantes que le devuelvan la confianza a
nuestros principales mercados emisores de turismo y esas acciones pasan
necesariamente por volver a un diálogo nacional que resulte en un acuerdo de
país”.
El sector económico más impactado por esta crisis es la industria turística, lo cual
ha sido reconocido por el mismo gobierno, organizaciones empresariales y
organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, entre otros.
A pesar de esta grave situación que nos afecta duramente, nuestros empresarios
agremiados en CANATUR son los que han estado luchando con mucho esfuerzo y
sacrificios para mantener la operación de cruceros que es la única que aún se
mantiene en medio de la crisis, para mantener los vínculos con las agencias
internacionales de tal manera que se pueda incorporar nuevamente el producto
nicaragüense en sus catálogos una vez que existan mejores condiciones en el
país y siendo muy creativos para ajustarse a la crisis y lograr mantenerse
operando cuando todo se vislumbra en contra.
Reactivar la industria turística sólo será posible con acciones que garanticen
estabilidad y clima de seguridad como factores determinantes que le devuelvan la
confianza a nuestros principales mercados emisores de turismo y esas acciones
pasan necesariamente por volver a un diálogo nacional que resulte en un acuerdo
de país.
La actitud responsable del empresario turístico es exigir estas respuestas y no
quedarse en silencio cómplice, ni prestarse a tergiversar la realidad.