Está en la página 1de 74

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/281558762

Energía Sexual y Salud Holística

Thesis · December 2014


DOI: 10.13140/RG.2.1.2994.6089

CITATIONS READS

0 1,672

1 author:

Martin Joseph Silva

1 PUBLICATION   0 CITATIONS   

SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Martin Joseph Silva on 07 September 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


!1

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

PROGRAMA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

“ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA”

BACHILLER:

Martin Joseph Silva Noboa

Para optar por el Título Profesional


de Licenciado en Psicología

ASESORA:

Susan Roberts PhD

Arequipa - Perú

2015
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !2

Agradecimientos

A Susan Roberts PhD, por su tiempo, dedicación y motivación como asesora de esta tesis, y a

mi familia por el ejemplo, apoyo y paciencia a lo largo de todo este tiempo.


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !3

Resumen

Este estudio teórico clásico busca responder si la energía sexual es o no un requisito esencial

a ser tomado en cuenta e integrado en la persona para lograr la salud holística. El estudio

nace de la necesidad de revalorizar la sexualidad humana ante factores sociales, históricos y

religiosos que promueven prácticas o actitudes que van en contra de la intención esencial de

la energía sexual como aquí la proponemos. Primero se intentó delimitar la naturaleza de la

energía sexual en cuanto representa una fuerza vital presente en todas las dimensiones de la

realidad, por lo que se recurrió a las ideas de psicólogos, místicos y físicos para lograr una

definición multidisciplinaria de este fenómeno. Luego se trató de definir la salud holística de

manera que tome en cuenta de modo funcional las esferas biológica, psíquica y espiritual de

la persona. A continuación se tomaron las experiencias de algunos místicos y sus

descripciones de la realidad en concordancia con estudios de físicos y psicólogos, para así

sugerir las características de las potencias más elevadas en el ser humano y las actitudes,

perspectivas y prácticas que llevan a la actualización de dichas potencias. La conclusión es

que la energía sexual es un elemento esencial para la salud holística en el ser humano, y que

la conciencia unitaria de la realidad que trae esta realización representa el inicio de la

activación de nuestras potencias espirituales.

Palabras Clave: Energía, Sexualidad, Salud Holística, Espiritualidad, Transformación


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !4

Abstract

This classical theoretical dissertation seeks to answer wether sexual energy is or not an

essential requisite to be considered and integrated into he person in order to achieve holistic

health. This study is born out of the necessity to revalue human sexuality before social,

religious and historical factors that promote practices and attitudes that go against the

essential intention of sexual energy as we here propose it. First we tried to demarcate the

nature of sexual energy as it represents a vital force present in all dimensions of reality, for

which we turned to the ideas of psychologists, mystics and physicists to achieve a

multidisciplinary definition of this phenomenon. Then we tried to define holistic health in a

way that it takes into consideration the biological, psychic and spiritual spheres of the person

in a functional way. We then used the experiences of some mystics and their descriptions of

reality in accordance with studies from physicists and psychologists to be able to suggest the

characteristics of the higher potentialities in human beings and the attitudes, perspectives and

practices that lead to the activation of such potentialities. Our conclusion is that sexual energy

is an essential element for holistic health in human beings, and that the unitary consciousness

of reality that brings about this realization represents the beginning of the activation of our

spiritual potentialities.

Keywords: Energy, Sexuality, Holistic Health, Spirituality, Transformation


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !5

Índice

Agradecimientos……………………………………………………………………………….2

Resumen……………………………………………………………………….………………3

Abstract………………………………………………………………………………………..4

Introducción………….………………………………………………………………..………6

Capítulo I………………………………………………………………………………………8

Planteamiento del Problema………………………..……………………………….…8

Objetivo………………………………………………………………………………15

Capítulo II………………….. ……………………………………………………………….16

Antecedentes Investigativos………………………………………………………….16

Limitaciones y recomendaciones para estudios futuros estudios…………………….22

Capítulo III..………………………………………………………………………………….24

Energía Sexual………………………………………………………………………..24

Energía Sexual y Física Cuántica…………………………………………….33

Salud Holística……………………………………………………………………….38

Capítulo IV…………………………………………….……………………………………..47

Energía Sexual y Salud Holística…………………………………………………….47

Conclusiones…………………………………………………………………………………62

Referencias…………………………………………….……………………………………..66
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !6

Introducción

Esta tesis intentará hacer una aproximación teórica a la energía sexual y la salud

holística en el ser humano. En su desarrollo se utilizó la metodología del estudio teórico

clásico para analizar y comparar teorías de modo que nos sea posible proponer una idea

actualizada de los fenómenos propuestos y su interrelación, si hubiese alguna. Nos basaremos

en la concepción de la energía sexual como una “fuerza vital de generatividad” (Malkemus &

Romero, 2012, p. 36), y en la salud holística como el resultado de una percepción unitaria de

la realidad, la cual traería consigo la activación de las potencias espirituales en la persona.

El interés en el tema nace de la observación de una vivencia superficial de la

sexualidad en nuestra época. Tanto por su exceso, como por la problemática que nace de un

control o rechazo motivado por miedos o falta de comprensión, nuestras sociedades no están

logrando disfrutar de los frutos de una sexualidad entendida y experimentada en toda su

profundidad, así como de los potenciales espirituales que esconde la energía sexual.

La pregunta principal que se intentará responder es si la energía sexual es o no un

componente esencial para la salud holística en la persona humana. Los términos “energía

sexual” y “salud holística” podrían traer consigo una serie de complicaciones, por lo que fue

una obligación recurrir a distintos campos del saber - desde la física, hasta el misticismo -

para poder abarcar las dimensiones que se entienden como relevantes al tratar ambos temas.

El punto de partida será entender al ser humano como persona conformada por

cuerpo, mente y espíritu - en otras palabras - un ser bio-psico-espiritual, donde todas estas

dimensiones funcionan interconectadas y están organizadas jerárquicamente de manera

descendente, donde lo invisible precede a lo visible. Sin esta concepción de antemano, en la

cual lo espiritual es el principio organizador de lo material, nos sería imposible encontrar el


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !7

nexo y la interacción entre lo material y lo inmaterial, lo físico y lo espiritual y cómo esto se

traduce en la práctica a la salud, o la falta de esta en las personas.

Para definir los términos en cuestión, se recurrirá a la literatura existente dentro de la

joven rama de la psicología transpersonal1 y otros autores. A continuación, presentamos el

trabajo de investigación que sustenta que efectivamente la energía sexual es un componente

esencial para lo que aquí proponemos como salud holística.

1 La psicología transpersonal es una rama de la psicología que integra los aspectos espirituales y
trascendentes de la experiencia humana con el marco de trabajo e investigación de la psicología
moderna. El término transpersonal significa “más allá” o “a través” de lo personal, y se refiere a las
experiencias, procesos y eventos que trascienden nuestra limitada sensación habitual de identidad y
nos permiten experimentar una realidad mayor y más significativa. Sus investigadores estudian los
potenciales más elevados de la humanidad y del reconocimiento, comprensión y actualización de los
estados de conciencia unitivos, espirituales y trascendentes. Desde el momento en que fue fundada, y
dados sus contenidos y metodologías, se la considera una consecuencia evolutiva natural de la
Psicología Humanística y del Movimiento de Desarrollo Personal. Constituye una nueva y
revolucionaria comprensión del psiquismo, la salud, la enfermedad y el desarrollo personal y social
(Wikipedia).
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !8

Capítulo I

Planteamiento del problema

La relevancia de esta investigación está sustentada especialmente por la época en la

que estamos viviendo. El ejercicio de la libertad, como derecho inalienable del ser humano,

ha ido sufriendo paulatinamente las consecuencias de un “hiper-individualismo (…), con su

absorción narcisista en el ego” (Hart, 2000, p. 37), donde el sentimiento de pertenencia a algo

más grande que uno mismo está desapareciendo. Este hiper-individualismo, promovido por

filosofías positivistas y adoptado por los medios de comunicación masiva para su propio

lucro, está creando sociedades egoístas, consumistas y soberbias. Si bien los seres humanos

somos distintos de la naturaleza que nos rodea, nos creemos absolutamente separados de ella

olvidando que “nuestra vida en esta tierra es una de muchas formas de vida, y que el homo

sapiens vive horizontalmente al lado de otras especies en vez de en dominancia sobre

ellas” (Wilson, 2011, p. 12), y además olvidamos que somos nosotros quienes dependemos de

la naturaleza y no al revés. (Todas las citas de fuentes en inglés fueron traducidas

textualmente por el autor de la tesis).

Esta pretensión de separación absoluta puede generar competencia, y cuando esta

competencia no está guiada por ideales naturales y comunes a todo ser humano, la

consecuencia es una sociedad confundida donde en aras de la libertad y la satisfacción

personal, el otro se convierte en un producto de consumo o en un mero instrumento para

saciar las necesidades e instintos más básicos de uno. Al negar las dimensiones sutiles de la

realidad, nos encontramos frente a un universo “duro”, donde los cinco sentidos externos y

las sensaciones provenientes de ellos se vuelven nuestra única ventana para experimentar e

interpretar lo externo e interno. En esta sociedad post-moderna, donde lo inmediato y lo

descartable se han vuelto la norma - desde la comida hasta la tecnología - no es para


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !9

extrañarnos que esta manera de ser y desear las cosas determine y distorsione la manera en

que nos relacionamos entre personas.

Siendo la sexualidad uno de los modos más profundos y personales de relación entre

los seres humanos, no ha sido ajena a la influencia cultural previamente mencionada. La

gravedad de este hecho consiste en que está sostenido por una cosmovisión eminentemente

dualista, la cual ha surgido del afán del hombre por separar todo en categorías especializadas;

ya sea para su estudio por medio de las ciencias o en el ámbito práctico de la vida cotidiana,

ponemos a los opuestos uno en contra del otro en una batalla por el dominio, en vez de verlos

como partes complementarias de una unidad. Oscuridad y luz, mal y bien, femenino y

masculino, sexo y castidad, misticismo y ciencia, espíritu y materia, etc. Sotillos (2012)

explica esta idea mencionando que “en el plano relativo el bien y el mal son opuestos, y

necesariamente, pues la misma premisa de la manifestación lo requiere, pero en el plano

Absoluto todas las dualidades se disipan pues nada puede existir fuera del Absoluto” (p. 100).

Hablando por la ciencia moderna, Gaan (2005) cita a al físico Fritjof Capra, quien menciona

que la “unidad básica del universo no es solamente la característica central de la experiencia

mística, sino que es también una de las revelaciones más importantes de la física

moderna” (p. 324).

A partir de este dualismo, no es para extrañarse que la sexualidad pueda ser vista

como algo separado de las otras esferas de nuestra vida personal, y para lo que nos interesa,

de la salud de la persona. Thomas Moore (1999) menciona:

El primer paso, y el mínimo, es evitar dividir entre cuerpo y espíritu, y el mejor modo

de lograr este objetivo es no pensar siquiera en términos dualistas. No solo el sexo

tiene significación espiritual, sino todo lo que hacemos, cada objeto, cada evento, no

importa lo secular que pueda parecer. Si vivimos con esta filosofía no dualística, el
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !10

sexo permanecerá naturalmente unido a la espiritualidad, pero si dividimos cuerpo y

espíritu en cada parte de la vida, podemos esperar problemas con el sexo. (p. 150)

En el ámbito religioso, este dualismo ha tenido también una fuerte influencia que

parece haber configurado en la cultura esta separación entre la energía sexual y la salud

holística. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en el siguiente fragmento de Karol

Wojtyla, quien luego sería San Juan Pablo II. En él, se puede entender que la información

proveniente de nuestros sentidos es peligrosa para el desarrollo del amor en la persona:

La palabra “castidad” contiene la eliminación de todo aquello que “mancha”. Es

menester que el amor sea transparente: todo acto que lo manifieste ha de dejar ver el

reconocimiento del valor de la persona. Por consiguiente, puesto que los sentidos y

los sentimientos pueden engendrar erotismo, el cual quita al amor transparencia, a fin

de preservar su verdadero carácter y su aspecto objetivo una virtud especial es

indispensable: la castidad. (Wojtyla, 2008, p. 60)

Debido a que en algunas religiones, justamente por la influencia del dualismo, la

sexualidad aparece como algo irrelevante o peligroso, lo cual genera un rechazo, excesiva

limitación y normatividad, etc., es común que se conciba el sexo como algo desligado de la

vida espiritual. More (1999) menciona que estos fenómenos religiosos “nos han llevado a

imaginar el sexo como algo puramente físico y, por lo tanto, debajo de nuestras mayores

aspiraciones” (p. 138). El psicólogo humanista Abraham Maslow (1964) señala al respecto,

que “las religiones ortodoxas pueden fácilmente desacralizar mucho de la vida, dividiéndola

en lo trascendental y lo secular, separando estas cualidades temporalmente, espacialmente,

conceptualmente y experiencialmente” (p. 15). El místico hindú Osho (2009) menciona que

las religiones han estado enseñando una especie de esquizofrenia, una ruptura entre el cuerpo

y el alma, entre lo bajo y lo alto, entre lo interno y lo externo. Martin Scheuch, ex miembro
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !11

del Movimiento de Vida Cristiana, señala en su blog una apreciación bastante similar a partir

de su propia experiencia de vida en comunidad:

Esta doble percepción de la sexualidad – teóricamente como buena, existencialmente

como un peligro – llevaba a una especie de esquizofrenia personal y colectiva en las

comunidades. Y a la falta de una actitud natural hacia todo lo relacionado con el sexo.

(Scheuch, 2013, párrafo 6)

Problemáticas similares se pueden apreciar en la vida monástica de la religión hindú,

como por ejemplo ciertos requerimientos de la práctica del brahmacharya, la cual suele

implicar la abstinencia sexual forzada al emprender el camino espiritual. Así, el dualismo

presente también en la diversas religiones, ha influido en nuestras sociedades de modo que

“si uno intenta explorar la sexualidad, a menudo desemboca en confusión, miedo, conflicto o

vergüenza, porque no ha aprendido a relacionar este flujo de vida con los demás aspectos de

la propia identidad holística” (Malkemus & Romero, 2012, p. 37). ¿Será que el fracaso en la

integración de la sexualidad, su energía y sus potenciales trae consigo consecuencias para

nuestra salud a nivel multidimensional?

Es justamente tomando en cuenta nuestras máximas potencialidades como seres

humanos que intentaremos definir la salud holística. Debido a que para nosotros estas

máximas potencialidades provienen de nuestra dimensión espiritual, es importante definir qué

entendemos por espiritualidad desde la perspectiva de la psicología transpersonal. Para

Friedman y Hartelius (2013), editores del primer manual de psicología transpersonal, la

espiritualidad es la dimensión humana que:

Apunta hacia una conexión funcional, intrínseca y personalmente experimentada con

algo sagrado o más elevado, y también cada vez más, con algo más amplio y más

duradero, así como los resultantes efectos transformativos de ambos. (p. 51)
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !12

Partiendo desde el supuesto que el ser humano tiene una dimensión espiritual, con sus

propias características y potencialidades, es indispensable incluirla si queremos hablar de

salud, mas aún si a esta dimensión se le considera las más importante. Perry (2012), comenta

al respecto:

Si uno verdaderamente cree en el alma entonces toda la escala de valores del hombre

cambiará de lo material a lo espiritual, y en este caso la virtud y el carácter - no la

irreal supervivencia del cuerpo físico a toda costa - se volverá el elemento decisivo al

evaluar el bienestar de un individuo, de hecho el de una civilización. (pp. 184-185)

En el área de la salud el impacto de la fragmentación y materialización de la persona

ha tenido devastadores efectos. La Organización Mundial de la Salud la define como “un

estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones

o enfermedades” (Organización Mundial de la Salud, 1948). Está claro el énfasis positivo que

se le intenta dar a la salud al equipararla al bienestar y no a la ausencia de enfermedad, pero

¿es esto suficiente? Sería como definir la luz diciendo que es la ausencia de oscuridad y

esperar a ser premiados por lo revolucionario de nuestra declaración. Por otro lado, la OMS

no toma en cuenta la dimensión espiritual de la persona; una omisión que no hace nada más

que alimentar la rueda positivista en el acercamiento a la salud humana, a partir de la cual se

parte de la premisa que si no podemos medir y replicar algo, entonces no debe ser verdadero.

Con este contexto en cuenta es clara la importancia de esta investigación. Bajo la

propuesta de un ser humano entero, que reconoce, alimenta e integra todas sus dimensiones, y

a la vez se reconoce a sí mismo como parte de una realidad que si bien es dual en sus

expresiones, es mantenida por una unidad vital que la subyace y le da significado.

Apoyándonos en la física cuántica, las ideas de psicólogos, médicos, psiquiatras y algunos de

los más influyentes místicos y pensadores de la historia de la humanidad, intentaremos hacer


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !13

una radiografía a la energía que podemos denominar como sexual y analizar su fuente, sus

manifestaciones, sus efectos y su fin, tanto en nosotros como en el universo, del cual no

estamos separados, para poder así responder a la pregunta planteada: es o no esencial para la

salud holística. Ante la inmensidad de esta empresa se quiere lograr aunque sea una

aproximación hacia los fenómenos aquí planteados y se espera despertar el interés en la

problemática para futuras investigaciones similares.

Es relevante antes presentar algunas cifras que exponen la situación actual de ciertos

actos y actitudes respecto a la sexualidad y que están ligadas al contexto cultural ya descrito.

De acuerdo a una investigación realizada por el Centro de Control de la Enfermedad y

Prevención en los Estados Unidos, se sabe que en mujeres entre el los 15 y 44 años de edad el

40% de los matrimonios terminarán en divorcio durante los primeros 15 años de matrimonio

(Centers for Disease Control and Prevention, 2012). Si bien son muchos los factores que

contribuyen a esta cifra, nuestras sociedades “modernas” están hiper-sexualizadas, lo cual

podría estar influyendo negativamente en el colectivo de las mentes de las parejas en cuanto a

sus razones para no poder mantenerse en una relación monógama. Alarmantes cifras

provienen de la industria pornográfica, la cual tuvo una ganancia anual de 13.33 billones de

dólares en el año 2006. Cada segundo 3,075 dólares son gastados en pornografía por

consumidores, cada segundo 28,258 usuarios de internet están viendo pornografía, cada

segundo 372 usuarios de internet están escribiendo términos relacionados a páginas para

adultos en buscadores de internet y cada 39 minutos un nuevo video pornográfico está siendo

creado en los E.E.U.U. (Ropelato, 2006). De acuerdo a un reporte estadístico de 65 países por

las Naciones Unidas anualmente se reportan 250,000 casos de violación o intento de

violación (UNODC, 2001-2002).


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !14

En su artículo “Desorden del deseo sexual en humanos: ¿Tenemos un problema?”,

McNab y Henry (2006) citan dos estudios con resultados similares, uno en los E.E.U.U. y el

otro a nivel mundial, que muestran que aproximadamente un quinto de hombres y un tercio

de mujeres sufren de “desorden del deseo sexual”. Es triste la ironía, que con tanto interés en

la sexualidad como nos muestran las cifras de internet, tantas personas no puedan tener una

vida sexual plena y sufran de ausencia o deficiencia de fantasías sexuales y deseo de

actividad sexual, generando esto en ellas además un elevado estado de estrés. En un estudio

realizado con adolescentes de escuelas públicas de los E.E.U.U. por Young, Donnelly y

Denny (2004), se encontró que los participantes que reportaban actividad sexual tenían

menores puntajes de autoestima en general que aquellos que no reportaban haber tenido

relaciones sexuales. Otro estudio por Fehring, Cheever, German y Philpot (1998) encontró

que en universitarios, la religiosidad estaba fuertemente relacionada con la culpa sexual e

inversamente relacionada con la permisividad sexual.

Está claro entonces que nuestras conductas o actitudes hacia la sexualidad están

profundamente relacionadas con nuestra salud. Antes de pasar al marco teórico es relevante

esta cita de Osho:

Nietzsche una vez hizo una declaración muy importante. Dijo que a pesar de que la

religión había intentado matar al sexo envenenándolo, el sexo no estaba muerto, pero

todavía vivo y lleno de veneno. Hubiese sido mejor que hubiese muerto, pero no fue

así; estaba envenenado y aún así siguió viviendo. La estrategia fracasó. La sexualidad

que vemos alrededor de nosotros hoy día - es la epítome del sexo envenenado. (Osho,

1968, p. 42)

Para nosotros es evidente entonces, que la sexualidad humana ha sido desvirtuada a

tal punto que nuestra vivencia de ella se limita a extremos en los cuales o se le explota a
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !15

partir de una pérdida del respeto y reverencia que merecen tanto la persona como la energía

sexual o; por otro lado, al no comprender nuestra sexualidad en su profundidad, le tememos a

las tantas maneras en las que el ser humano, en su inconsciencia, puede hacer un uso

equivocado de ella.

Esta tesis busca aportar en la comprensión de este fenómeno con la esperanza de

encontrar la manera de que a través de la más elevada conciencia de la que el ser humano es

capaz, podamos alumbrar nuestra sexualidad y así evitar los extremos que tanto daño le

vienen haciendo a nuestras sociedades.

Objetivo

• Sustentar, basándonos en la literatura existente, que la energía sexual es un componente

esencial a ser tomado en cuenta si se desea lograr la salud holística en la persona humana.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !16

Capítulo II

Antecedentes investigativos

Filósofos, científicos, místicos, literatos y pensadores, tanto de occidente como de

oriente han venido preguntándose sobre la naturaleza de la energía sexual desde hace miles

de años. El filósofo griego Cícero (45 AC) utiliza la palabra libido como “deseo”, pero la

distingue de la lujuria en cuanto a que “el deseo siempre sigue a la razón y está fundado en la

prudencia, mientras que la lujuria se opone a la razón y es característica de los idiotas” (p.

403).

En el campo de la psicología es sin duda el psicoanálisis la corriente que más

investigó este concepto. En su intento por comprender esta energía, el psicoanálisis optó por

la palabra libido, originalmente usada más que todo para referirse a la esfera sexual, pero que

luego, según Carl Jung (1916), se convirtió en la forma de expresión más utilizada debido a

que su “significado clásico es suficientemente amplio como para cubrir todas las

desconocidas e incontables manifestaciones del deseo en el sentido de Schopenhauer; es

suficientemente extenso y rico en significado para caracterizar la real naturaleza de la entidad

psíquica que abarca” (pp. 135-136).

Sin duda alguna, el psicólogo que más contribuyó a despertar el interés por la

investigación de la libido y sus implicancias en la salud humana fue Sigmund Freud. Es

necesario por esto mencionar sus alcances y contribuciones en el campo, siendo conscientes

que como cualquier otro autor, estuvo influenciado por su propio contexto ideológico y socio-

cultural. No debería entonces sorprendernos que haya llegado a las conclusiones

marcadamente pesimistas sobre la naturaleza humana a las que llegó, sino mas bien apreciar

que gracias a él se puso sobre la mesa la importancia de la energía sexual y sus implicancias

en la salud humana cuando hasta entonces había sido un tema tabú. Sus definiciones de la
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !17

libido son varias y en distintos momentos su vida el énfasis va cambiando. En 1905 su

definición de libido era que es “una fuerza variable cuantitativamente que podría servir como

medida de procesos y transformaciones que ocurren en el campo de la excitación

sexual” (Sigmund Freud, 1949, p. 217).

En 1922 se aventuró a decir que la libido es una energía inmensurable de esos

instintos que tienen que ver con todo lo que puede ser abarcado por la palabra

“amor” (Sigmund Freud, 1922). Esta definición en particular nos llama la atención, pues

describe justamente la posibilidad de que lo instintivo sea la fuente de procesos que

trascienden a la persona, lo cual está en concordancia con nuestro planteamiento.

Freud siempre apoyó la noción de que la libido tiene fuentes somáticas, y que fluye

hacia el ego desde los distintos órganos y partes del cuerpo (Simgund Freud, 1938). Es

importante aquí recordar la analogía que Freud hizo de la libido con el instinto de nutrición,

al decir que la existencia de una necesidad sexual en seres humanos y animales se expresa en

biología asumiendo la existencia de un instinto sexual, en analogía al hambre (Sigmund

Freud, 1949).

Freud elaboró su teoría de las fases del desarrollo psicosexual en base a la migración

de la libido a través de las distintas zonas erógenas del cuerpo; el oral, anal, fálico, de latencia

y finalmente el genital. Debido a las continuas confusiones que se generaban en cuanto a su

visión de la libido con las investigaciones de Jung, Freud escribió en una carta del 25 de

diciembre de 1920 a Édouard Claparède distinguiendo ambas posiciones; “…, quiero decir lo

más claramente posible que quiero establecer la distinción entre impulsos sexuales

(Sexualtriebe) e impulsos del ego (Ichtriebe); y que la libido significa para mí la energía de la

primera, el impulso sexual. Es Jung, no yo, quien concibe la libido como la fuerza que anima

todas las actividades psíquicas, consecuentemente refutando la naturaleza sexual de la libido”


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !18

(Sigmund Freud, 1920). En esta carta se deja ver también como Freud contribuyó a la

separación de la sexualidad de las otras dimensiones personales dentro de la psicología.

En cuanto a la psicopatología, Freud tenía claro que la libido era causante de

múltiples trastornos. En un artículo sobre psicoanálisis para la Encyclopedia Britannica,

escribió: “Las fijaciones infantiles de la libido son las que determinan la forma de cualquier

neurosis posterior. Así, a las neurosis se les puede entender como inhibiciones en el

desarrollo de la libido” (Sigmund Freud, 1926). Por ejemplo, en cuanto a su teoría sobre la

ansiedad, Freud la define como “un impulso libidinoso que tiene su origen en el inconsciente

y es inhibido por el preconsciente” (Sigmund Freud, 1900, p. 110).

Sabina Spielrein, en su artículo “La destrucción como causa del devenir”, se plantea el

porqué de los sentimientos negativos que acompañan al deseo sexual. Ella misma cita el

trabajo de Jung, donde él menciona que “la libido tiene dos aspectos: es el poder que

embellece todo y, en algunos casos destruye todo” (Jung en Spielrein, 1994, p. 155). Esta

oposición de fuerzas inherente al deseo sexual, para ella tiene varias fuentes. Una sería el

aprendizaje social, el cual se da pues “tratamos de mantener el impulso dentro de límites y le

enseñamos a cada niño que el cumplimiento de los deseos sexuales es algo sucio y prohibido”

(Spielrein, 1994, p. 155). La otra razón para ella en cuanto a los sentimientos negativos

concomitantes con el deseo sexual es lo que lo ocurre en el momento de la concepción con

las células sexuales:

No son elementos meramente indiferentes del organismo. Están íntimamente

asociados a la vida completa del individuo. Contienen, en forma concentrada, el poder

generador a través del cual han influenciado continuamente al organismo y el

desarrollo de este. La fertilización destruye estas sustancias (…). El organismo entero

sufre entonces una destrucción y reconstrucción. (…) El alegre sentimiento de generar


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !19

que está presente en el impulso reproductivo está acompañado de un sentimiento de

resistencia, ansiedad o disgusto. (Spielrein, 1994, pp. 156-157)

Para Spielrein (1994), la razón por la cual el deseo sexual está cargado de

sentimientos negativos a nivel personal, está íntimamente ligada al “instinto de preservación

de la propia especie, un impulso reproductivo, el cual se expresa psicológicamente en la

tendencia a disolver y asimilar (transformación del Yo al Nosotros)” (p. 174). Ella explica

que el amor se convierte entonces en el principal enemigo del ego, pues éste necesita de una

nueva afirmación en combinación con la persona amada. De este modo, si el amor no

prospera, la muerte de esta nueva imagen individual es inminente y el panorama de nuevo es

uno de “destrucción y muerte” (Spielrein, 1994, p. 174).

Las contribuciones sobre la libido que hizo el Dr. Carl Jung no deberían ser eclipsadas

por la popularidad de Freud. Jung, en sus exploraciones de la psique humana, no duda en

salirse de los parametrados caminos de la ciencia positiva y adentrarse en el terreno de lo

místico y lo espiritual tomando en cuenta ideas ancestrales de diferentes culturas de occidente

como de oriente, analizando sus símbolos, mitos y leyendas para así lograr una teoría menos

sesgada de este fenómeno tan universal.

En su libro Transformaciones y Símbolos de la Libido, Jung utiliza el símbolo del sol

que para él representa al Dios visible de este mundo, el cual:

“brilla igualmente sobre los justos y los injustos, y permite el florecimiento de objetos

vivos útiles así como también los dañinos (…), esa fuerza conductora de nuestra

propia alma, a la cual llamamos libido, y cuya naturaleza es permitir lo útil y lo

perjudicial, que proceda lo bueno y lo malo”. (Jung, 1916, p. 128)

Esta comparación entre la libido y el símbolo Dios/sol, no es para él sólo un juego de

palabras, pues menciona que esto lo aprendemos de los místicos, quienes a través de la
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !20

introspección y al de adentrarse en las profundidades de su propio ser encuentran “en su

corazón” la imagen del sol, su propio amor o libido (Jung, 1916). De nuevo vemos aquí el

nexo entre la libido y el amor, además de una clara referencia a la dualidad necesaria en la

manifestación de la realidad. Luego procede a explicar, a través de las escrituras Hindúes,

como es que para él Dios vive dentro del hombre: “El Hombre, del tamaño de un pulgar, la

identidad interna, se sienta siempre en el corazón de todo lo que nace, con la mente reinando

en el corazón, Él es revelado. Para que aquel quien sabe, será inmortal” (Jung, 1916, p. 130).

Jung menciona que la alusión al pulgar es que es un símbolo fálico y de esta manera se

manifiesta la naturaleza divina de la libido (Jung, 1916).

La cita de la obra Fausto de Göthe por Jung (1916), hace referencia de nuevo a un

símbolo fálico entregado por el demonio a Fausto, donde el primero le dice: “parte de ese

poder no comprendido, el cual siempre quiere lo malo y siempre crea lo bueno” (p. 131).

Aquí está claro un paralelo entre el pensamiento de Jung con el de Spielrein, donde se deja

entrever una aparente doble naturaleza de la libido. Como ya se expuso, la teoría de Jung

sobre la libido admite como función original de la libido la producción de células para la

procreación, pero va más allá señalando que es esta misma energía la que luego vendría a ser

el motor del instinto paternal/maternal en todo ser vivo:

Ahora no podemos hacer una distinción esencial entre la voluntad de construir un

nido y la voluntad de comer. Esta visión nos trae a una concepción de la libido, la cual

se extiende sobre los límites de las ciencias físicas hacia un aspecto filosófico de la

voluntad en general. (Jung, 1916, p. 146)

Wilhelm Reich (1973), otro de los discípulos ilustres de Freud, desarrolló en su libro

La Función del Orgasmo su propia teoría con respecto al origen de la neurosis, diciendo que

“la gravedad de cualquier tipo de perturbación psíquica está en relación directa con la
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !21

gravedad de la perturbación de la genitalidad” (p. 95). Con esto se refería específicamente a

que la neurosis nacía de lo que él denominó “impotencia orgástica” o la incapacidad de una

satisfacción genital completa. Para él estaba claro que el psicoanálisis no daba la fórmula

completa, pues si bien “había encontrado que las perturbaciones psíquicas son el resultado de

la represión sexual” y “la pedagogía y la terapia analíticas intentaron eliminar la represión de

los instintos sexuales” (p. 209), la respuesta a qué hacer una vez liberados los instintos de la

represión era insatisfactoria.

Reich menciona que para el psicoanálisis “los instintos se rechazan o se subliman. De

la satisfacción real nadie hablaba; no podía existir, porque se pensaba que el inconsciente era

únicamente un infierno de impulsos perversos y antisociales” (p. 209). Él estaba convencido

de que la culpable de toda la represión era la sociedad. Para él “las leyes patriarcales relativas

a la cultura, la religión y el matrimonio son esencialmente leyes contra el sexo” (p. 216).

Agrega que el problema estaba tan arraigado en la cultura que la misma dinámica familiar es

una aliada en esta represión y que “la función de la supresión de la sexualidad infantil y

adolescente es facilitar a los padres la sumisión de los niños a su autoridad” (p. 217).

Finalmente, hace también el salto desde lo fisiológico hacia lo metafísico, señalando que

“solamente la liberación de la capacidad natural de amor en los seres humanos puede

dominar su destructividad sádica” (p. 219), de esta manera situando su teoría dentro de un

marco más humano y que a su vez apunta en una dirección similar a nuestra hipótesis.

Otro seguidor de Freud que habló de como la energía sexual afectaba la salud psíquica

de las personas fue Wilhelm Stekel. Menciona que en la ansiedad, la libido es transformada

en síntomas orgánicos y somáticos, mientras que en la duda, la libido es transformada en

síntomas intelectuales (Stekel, 1950).


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !22

El místico Osho estuvo de acuerdo con el psicoanálisis en que existe una represión de

los impulsos sexuales y que la sociedad era en gran parte responsable de esto. Coincidía con

Freud al decir que “la represión no liberará al hombre de nada; al contrario, sus raíces

llegarán hasta lo profundo de su subconsciente y lo atraparán como consecuencia” (Osho,

1968, p. 42). En lo que se diferencia su posición, es en cuál es para él la naturaleza de esta

energía y cuál debería ser nuestra actitud hacia ella. Para él “toda la sociedad del hombre está

enferma y miserable, y si esta sociedad cancerosa ha de ser cambiada, es esencial aceptar que

la energía del sexo es divina, que la atracción por el sexo es esencialmente religiosa” (Osho,

2007, p. 34).

En cuanto a cómo una actitud negativa y represora respecto a un impulso natural

puede generar una obsesión con lo que se quiere reprimir, Osho (2007) da este ejemplo:

Adopta alguna actitud: piensa que tus ojos son malignos. Entonces ver se volverá

difícil. Entonces ver adquirirá el mismo estado problemático que ha adquirido el sexo.

Entonces querrás ver, desearás y anhelarás ver. Pero cuando veas, te sentirás culpable.

Cada vez que veas, te sentirás culpable de haber hecho algo malo, de haber pecado. Te

gustaría matar el instrumento mismo de la vista; te gustaría destruir tus ojos. Y cuanto

más quieres destruirlos, más centrado estás en tus ojos. Entonces emprenderás una

actividad muy absurda: querrás ver más y más, y simultáneamente te sentirás más y

más culpable. (p. 32)

Limitaciones y recomendaciones para estudios futuros

Esta investigación se ve limitada por la misma naturaleza de los fenómenos que trata

de explicar. La amplitud y profundidad de las realidades metafísicas aquí descritas se podrían

prestar para que la subjetividad del autor sesgue de alguna manera la dirección de la

investigación, lo cual se intentó evitar en la medida de lo posible. Por otro lado, la misma
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !23

amplitud y profundidad de dichos fenómenos representan un desafío inmenso para quien

quiera intentar conceptualizarlos y relacionarlos de manera funcional. La psicología

transpersonal, como rama interesada en las implicancias de estos fenómenos en la salud

humana, es una rama de la psicología relativamente joven, por lo cual no existen muchas

investigaciones al respecto. Esto nos motiva a proponer nuevas investigaciones en este campo

para así lograr cada vez una comprensión más amplia y acertada de nuestra propia naturaleza

y las fuerzas que nos mueven.


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !24

Capítulo III

En el capítulo anterior se trató de demarcar el objetivo y necesidad de esta

investigación, además de mencionar las ideas de algunos autores que entendían la relevancia

de la problemática en cuestión. Hemos encontrado puntos de encuentro con algunos autores,

mientras que con otros esto resulta más difícil, pero en definitiva, el esfuerzo de cada uno de

ellos a lo largo de la historia por entender la energía sexual y saber cuál es su lugar en la vida

del hombre es muy valioso en cuanto genera un cúmulo de ideas y aproximaciones hacia este

fenómeno. Es entonces a partir de estos aportes que intentaremos desarrollar un

entendimiento más profundo de la energía sexual y sus efectos en nuestra salud, adoptando

ahora sí una posición y contrastándola con otras.

Energía Sexual

Para lograr una mayor comprensión de la universalidad del fenómeno de la energía

sexual, es importante retroceder hasta donde tenemos sus primeros indicios en nuestro

planeta. Para que nuestra Tierra haya cambiado tanto desde una inmensa bola de roca hasta

una capaz de albergar al ser humano le han tenido que suceder innumerables

transformaciones. Estos cambios han sido más que todo debido a la continua reproducción de

distintas especies de plantas y animales a través de los milenios. Todo este movimiento, es un

esfuerzo de la vida por lograr seres cada vez más complejos, hasta llegar a una especie capaz

de observar con conciencia este proceso: el ser humano. Pero esta obra todavía no acaba, la

podemos ver desplegándose frente a nuestros propios ojos día a día. “Si observamos

detenidamente las actividades de la naturaleza, encontraremos que en el centro de todo sólo

hay un proceso llevándose a cabo; un proceso de continua creación, procreación, de crear

nuevas y diferentes formas del ser” (Osho, 1968, p. 25).


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !25

La naturaleza entera, en su perfecta armonía, se mueve al ritmo de la energía sexual

no sólo para asegurar su continuidad, sino también en un orgulloso despliegue de su belleza y

esplendor. El pájaro canta, el pavo real danza, un niño se transforma en adolescente, una niña

se convierte en una hermosa mujer: todo esto son expresiones y manifestaciones de la energía

sexual; toda la vida, todas las expresiones, toda floración es fundamentalmente energía sexual

(Osho, 1968).

Ocurre que, como se mencionó anteriormente, el ser humano ha ido paulatinamente

sintiéndose cada vez más separado de la naturaleza. En nuestra soberbia, inclusive hemos

llegado a pensarnos por encima de ella y con derecho a dominarla y someterla. De esta

manera, en nuestras mentes hemos cerrado las puertas a esa fuerza creadora que intenta fluir

a través nuestro libremente así como lo viene haciendo a través de todo ser viviente desde el

inicio de los tiempos. Al sentirnos todo-poderosos gracias a nuestro intelecto, hemos dejado

de confiar en las fuerzas que nos hicieron posibles (a nosotros y la vida en general) y estamos

intentando imponer nuestra ignorante voluntad librando una engreída batalla por la

supremacía sobre esta Tierra.

Hasta ahora venimos utilizando indiscriminadamente los términos “fuerza creadora”,

“energía sexual”, etc., mientras que para otros autores “libido” sería el más apropiado. Lo

cierto es que más de 65 culturas del mundo tienen un nombre para este fenómeno, y basan

sus ciencias, filosofía, cultura y artes de la curación en él (Bender, 2000). Taiji, QiGong,

Reiki, Tantra, Kundalini, acupuntura china, Shiatzu, Yoga, etc., son algunos ejemplos de

prácticas ancestrales basadas en la utilización de la energía vital para restablecer y promover

la salud. El problema es que en nuestra cultura post-moderna, los aportes no científicos de

“culturas primitivas” no son tomados con seriedad debido a que no pueden ser medidos ni

corroborados por los métodos científicos convencionales.


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !26

Es cierto que los términos utilizados pueden variar, pero esto es justamente por la

amplia y profunda naturaleza del fenómeno al que nos referimos. Hemos visto hasta ahora la

íntima relación que tiene la energía sexual con el desarrollo, mantenimiento y continuidad de

la vida sobre nuestro planeta, pero si analizamos esto con detenimiento, veremos que estas

son sólo manifestaciones observables de la energía sexual, y que su dominio va mucho más

allá de lo que el hombre puede experimentar con sus cinco sentidos.

La vida es el fenómeno que más asombra al ser humano y tenemos a la energía sexual

como su principal responsable. Nos parece que no es descabellado decir que por debajo de lo

observable de esta energía, se le puede atribuir una intencionalidad y motivación en su

movimiento. No es una energía que se dirija hacia la destrucción o hacia el caos, sino todo lo

contrario. En la naturaleza observamos que desde un inicio esta energía siempre buscó la

evolución, la transformación a mejores formas; observamos también que si hay algo que se

da siempre en la naturaleza son la armonía y el balance. Claro que a nuestros ojos ciertas

maneras nos podrían parecer violentas, pero dentro del gran marco de su flujo y

funcionamiento, todo encaja a la perfección y cada ser es una parte necesaria de un todo

donde nada sobra y cada elemento juega un papel vital para su continuidad. Si ha habido en

algún momento un ser quien ha perturbado esta armonía somos nosotros, y haciendo esto no

sólo hemos generado problemas para la naturaleza, sino que al no estar separados de ella,

indudablemente estamos sufriendo las consecuencias.

En su estudio “La Sexualidad como un Camino Hacia la Transformación: Explorando

las Dimensiones Holísticas de la Vitalidad Humana”, Malkemus y Romero (2012) mencionan

que la sexualidad es “en su esencia, una fuente dinámica de potenciales de vida que

conforman e incitan, a través de la carne de la naturaleza corpórea, el propio ser de la

existencia vital. En otras palabras, es la fuente del estar vivo” (p. 36). San Juan Pablo II
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !27

(2008) parece apuntar en la misma dirección al mencionar que “el sexo, lo mismo que la

tendencia sexual, no pertenecen sólo al terreno de la psico-fisiología del hombre. La

impulsión sexual tiene su importancia objetiva gracias, precisamente, a que está ligada a la

obra divina de la creación” (p. 21).

Si seguimos en este camino, una posibilidad empieza a asomarse como real, y es

justamente que la energía sexual esté íntimamente relacionada con el amor. La ciencia

también parece apoyar esta idea; como citan Förster, Epstudel y Özelsel (2009) en su artículo

“Por qué el amor tiene alas y el sexo no”, luego de discutirlo intensamente, neurocientíficos y

psicólogos evolutivos parecen estar de acuerdo en que “todos los sistemas cerebrales para el

amor pasional, el deseo sexual y el apego de hecho se comunican y coordinan el uno con el

otro” (p. 2), lo que significaría que nuestra fisiología también está diseñada para que el amor

y la sexualidad existan simultáneamente.

Para John Baines (1987), el amor como energía universal es una fuerza creadora

válida en todo el cosmos a la cual él llama Eros Cósmico, la cual es una energía vital

generadora que es la esencia de la vida y mantiene la existencia de todo el Universo. Luego

prosigue diciendo que el amor como energía telúrica es la singularización del Eros Cósmico

en el planeta tierra a la cuál él llama Eros Humano y que se manifiesta a través de la energía

erótica, la cual es sólo una porción del Eros Cósmico y actúa a nivel humano produciendo el

impulso amoroso. Finalmente Baines, en el mismo libro, hace una aclaración que para

nosotros es de crucial importancia mencionar para poder continuar:

Es preciso comprender que sexo y Eros no son la misma cosa, pues los órganos

genitales corresponden solamente a uno de los niveles de manifestación del Eros

Humano, el que tiene la posibilidad de expresarse a través de los siguientes niveles:

Sexual, Anímico, Intelectual, Mental y Espiritual. (Baines, 1987, p. 145)


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !28

Para nosotros es justamente la falta de comprensión de este concepto lo cual

desencadena la mayoría de problemas relacionados no sólo a la sexualidad, si no que

eventualmente afectan al ser humano en su totalidad. Y es que la concepción más común hoy

en día es que sexo y Eros son lo mismo. Si lo entendemos así, entonces lo que estamos

haciendo es: 1) Privarnos de las formas de expresión más elevadas que nos ofrece esta

energía. 2) Bloquear el flujo natural ascendente de esta energía, logrando así su represión.

Sigmund Freud, en la elaboración de su teoría psicoanalítica, habló sobre un proceso que

podría confundirse con lo que proponemos, de modo que es importante que sea diferenciado.

Para Freud (1949), la sublimación “permite que excitaciones excesivamente fuertes que

surgen de fuentes particulares de la sexualidad encuentren una salida y uso en otros campos,

de manera que un importante incremento en la eficiencia psíquica resulta de una disposición

que es en sí misma peligrosa” (p. 238). Así, para él; artistas, genios y otros individuos

superdotados tienen como fuente de su gran habilidad a “una mezcla, en toda proporción, de

eficiencia, perversión y neurosis” (Sigmund Freud, 1949, p. 238).

Es inevitable a partir de esto indicar la similitud entre la concepción de Freud y la de

San Juan Pablo II en cuanto a esta disposición (sexual), y es que para ambos, se presenta

como una disposición peligrosa para el ser humano. San Juan Pablo II lo explica de esta

manera:

Es difícil no admitir que una disposición permanente para desear el cuerpo de la

persona del sexo opuesto como objeto de deleite sea un germen de pecado, siendo así

que nuestra actitud al respecto de la persona debería ser suprautilitaria como indica el

verdadero sentido de la palabra “amar”. (…) La verdad sobre el pecado original

explica ese mal fundamental y universal que nos impide amar simple y

espontáneamente, transformando el amor de la persona en deseo de goce. (…) Una


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !29

cierta pena resulta de ello, porque el hombre desearía aquí seguir sus reacciones

espontáneas y encontrar en ellas un amor con todas sus piezas. (Wojtyla, 2008, p. 67)

Si analizamos esto detenidamente, Freud y San Juan Pablo II llegan a conclusiones

similares debido a que ambos parten de antropologías que comparten un elemento en

particular: una naturaleza humana corrupta. Para Freud (1961), “el hombre no es una criatura

tierna y amorosa, sino por el contrario, un ser agresivo, para quien el prójimo se le presenta

como un objeto sexual y como un motivo de tentación para satisfacer en él su

agresividad” (pp. 58-63). Para ambos, la opción de seguir sus reacciones espontáneas

presenta un peligro no sólo para el hombre en particular, sino para la sociedad; y en ambas

posturas la propuesta de cómo lidiar con esta naturaleza corrupta incluye en su base la

interminable lucha contra una interioridad que de dejarla libre significaría nuestro fin. Bajo

esta perspectiva, el mayor enemigo del hombre está claro que es el mismo hombre, y el

concurso por amarse a uno mismo pareciera que hubiese sido arreglado en nuestra contra

desde su concepción.

Para el Cristianismo el ser humano en esencia está creado a imagen y semejanza de

Dios, pero su naturaleza fue corrupta y esto explica sus actos malos, mientras que para Freud

el ser humano es perverso por naturaleza porque así lo muestran sus actos a lo largo de la

historia, de modo que elaboró una teoría que lo explique. Pero Freud vivió mucho tiempo

después de los inicios del Cristianismo, en una sociedad la cual había sido influenciada

cientos de años por sus ideas. San Juan Pablo II menciona:

El objeto de la lucha es el cuerpo. A causa de sus valores sexuales, despierta el deseo

de placer, mientras que debería hacer nacer el amor en razón del valor de la persona.

La concupiscencia del cuerpo significa una disposición permanente para solo el goce,

mientras que el deber del hombre es el de amar. (Wojtyla, 2008, pp. 66-67)
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !30

El problema aquí es que se plantea una persona para quien su cuerpo no sólo se le

presenta como distinto de ella - pues tiene que luchar contra él - sino que además este cuerpo

representa una entidad cuya “disposición permanente” es contraria al deber más sagrado de la

persona a quien este cuerpo le pertenece. En el Nuevo Testamento encontramos

exhortaciones similares:

• Amados, les ruego como extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones

carnales que combaten contra el alma. (1 Pedro 2:11)

• Porque el deseo de la carne es contra el espíritu y el del espíritu es contra la carne.

(Gálatas 5:17)

No nos debería extrañar que si una sociedad tiene como punto de partida la lucha

interna, esto eventualmente no se manifieste como una lucha externa. Por un lado se le pide

al ser humano amar al prójimo, amar a Dios y que se ame a sí mismo, pero al buscar dentro

suyo algo amable no encuentra más que un huracán de instintos y tendencias que al menor

descuido lo llevarán a su ruina. Jesús da un claro ejemplo de esto al decir: “Todo reino que se

divide, corre a la ruina; no hay ciudad o familia que pueda durar con luchas internas” (Mateo

12:25). Al separar a la persona en partes y no entenderla como una unidad, damos pie a que

en la práctica también se viva esta separación y lucha. Pero si entendemos al cuerpo como

parte inseparable e igual de sagrada que el alma de la persona, entonces el placer y el sexo

estarán integrados y dirigidos hacia sus misterios más elevados. Thomas Moore cita al poeta

William Blake, del siglo XVII, quien diría: “El hombre no tiene un cuerpo distinto de su

alma, pues lo que se llama cuerpo es una porción del alma distinguida por los cinco sentidos,

que hoy son los principales canales del alma” (como citado en Moore, 1999, p. 8). ¿Cuánto

tiempo podemos sino mantener este estricto control sobre nuestra parte “caída”, hasta que

eventualmente nos vence, por cansancio o por rebelión, aunque sea por un segundo, y
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !31

tenemos que nuevamente rogar por misericordia y perdón al mismo Dios a quien atribuimos

haber inventado las reglas de este juego en un principio?

Volviendo a la energía sexual, “si no logramos comprender esta fuerza vital básica en

todas sus formas y facetas, todos los esfuerzos del hombre por refrenarla y suprimirla sólo lo

ayudarán a degenerar en un enfermo e incoherente lunático” (Osho, 1968, p. 28), justamente

el tipo de hombre en el que Freud basó su teoría. Hemos dicho que la energía sexual es

necesaria para lograr la salud en todos sus niveles, incluyendo el espiritual. Pero nosotros

vivimos en un mundo donde lo más familiar para nosotros es lo material, entonces el punto

de partida en este camino ascendente de la energía, es justamente entender la energía sexual

en su manifestación corpórea como el inicio y parte importante de nuestra identidad más

profunda. “Nacemos del sexo, nuestro ser entero existe gracias a la práctica del sexo, el

hombre está lleno de la energía sexual, la energía de la vida misma es la energía del

sexo” (Osho, 1968, p. 30).

Que nuestra oposición a esta energía causa su represión e impide su flujo natural es un

hecho real y en esto Freud tenía razón, pero no nos parece que hoy en día se comprende la

gravedad de las consecuencias de esto. Michael Washburn (n.d.), profesor de filosofía de la

Universidad de Indiana de South Bend, explica que la represión primaria (como él la llama),

al cubrir la psiquis profunda como con una tapa sobre un contenedor de energía

indeterminada, sumerge y acalla sus potenciales. Ahora, si estos potenciales son peligrosos

entonces la represión efectivamente se presenta como una herramienta en defensa de la

humanidad y la eterna lucha del espíritu contra la carne está justificada, pero nuestra hipótesis

apunta hacia exactamente lo contrario. Washburn, en el mismo texto, menciona que “la

energía psíquica, la libido y el poder espiritual, no son energías fundamentalmente diferentes,


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !32

sino que son la misma energía expresada de diferentes maneras” (párrafo 14). Luego

continúa:

Bajo las condiciones de la represión primaria, la energía de la psiquis profunda

“duerme” en las profundidades y sólo le es posible expresarse de dos maneras; en la

forma atenuada de energía psíquica y en la forma instintivamente canalizada de la

libido. (párrafo 14)

Esta teoría explica coherentemente la obsesión con la sexualidad de la que nuestra

sociedad está sufriendo, ya que al bloquear la expresión espiritual de la energía y sólo

permitirle expresarse de manera instintiva (como el impulso fisiológico por la satisfacción

sexual), o psíquica (como motor de la experiencia consciente), el resultado de que la mente se

vea inundada por ideas de naturaleza sexual no debería extrañarnos.

Encontramos un interesante paralelo entre la teoría de Washburn en cuanto plantea

una energía “durmiente” e indeterminada en la psiquis profunda y las tradiciones orientales

del Yoga y el Tantra. Para ambas: “El Kundalini es una energía que se dice que yace latente

en la base de la columna vertebral (…) y que su completo despertar lleva a un estado

totalmente diferente de conciencia” (Sanches & Daniels, 2008, p. 73). Como continúan

explicando Sanches y Daniels (2008), el kundalini, una vez que ha sido despertado se eleva

por la columna vertebral pasando por los siete centros energéticos o chakras hasta llegar al

séptimo ubicado encima de la cabeza. A medida que esta energía sube, va activando potencias

y sensibilidades cada vez más elevadas a lo largo de los chakras. Si esta energía fuese

universal, entonces sin importar la religión, todo ser humano debería ser capaz de acceder y

hacer uso de sus potenciales. Las similitudes que encontramos entre las experiencias de

místicos de oriente y occidente apuntan justamente en esta dirección:


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !33

En el estudio de Underhill (1995) sobre el misticismo Católico hay descripciones de

experiencias que son muy similares a las descripciones de Gopi Krishna [místico

hindú] sobre el despertar de su kundalini. En los escritos de San Juan de la Cruz en La

Oscura Noche del Alma, hay también algunas similitudes entre los tipos de

sufrimientos que él menciona y los descritos por Krishna. En el libro de Santa Teresa

de Ávila Castillo Interior, el alma se compara con un castillo con siete mansiones lo

cual tiene un parecido al sistema de los chakras. Por ejemplo, menciona que una vez

que el alma llega a la cuarta mansión “lo importante es no pensar mucho, sino amar

mucho”. En el sistema de chakras es también en el cuarto chakra (el chakra anahata)

donde residen los sentimientos de amor y devoción hacia lo divino (bhakti). (como

citado en Sanches & Daniels, 2008)

Algunos autores también mencionan la posibilidad de que la energía del Kundalini

juegue un papel importante en la evolución del ser humano. En nuestra soberbia, hemos

llegado a pensar que somos el punto más alto de lo que la evolución es capaz y no se nos

ocurre que podrían haber formas de vida, humanas o no, con estados de conciencia más

elevados al nuestro. Ken Wilber (1995) sugiere que “la meditación (o el desarrollo

transpersonal en general) es una continuación simple y natural del proceso evolutivo, donde

cada ida hacia adentro es también ir más allá hacia un abrazo más amplio” (p. 225). Sanches

y Daniels (2008, p. 8) también apoyan esta idea citando a Bentov, quien cree en la

“posibilidad de que la especie humana esté evolucionando a estados de conciencia más

elevados y, haciendo eco a las declaraciones de Krishna, sugiere que el efecto kundalini es

parte del desarrollo del sistema nervioso” (Bentov, en Sannella, 1992, p. 129).

Energía Sexual y Física Cuántica. Se ha visto que varios autores relacionan

íntimamente la energía sexual con la vida misma. Entonces podemos decir que si el hombre
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !34

se opone a esta energía, se estaría oponiendo a la vida, a su propia vitalidad y a la posibilidad

de poder actualizar en sí mismo todas las potencialidades que su ser le permite. Sobre estas

potencialidades, la doctora en física cuántica Imke Bock-Möbius (2012), menciona que como

nuevas habilidades no aparecen por sí solas, deben haber estado presentes antes, pero estaban

escondidas o inactivas. Esto apoya también la idea de Washburn que ya se expuso en la cual

la energía de la psiquis profunda se encuentra en estado “durmiente” mientras no se le

permita ascender y expresarse.

Al conectar a la sexualidad con la vida, Melkemus y Romero (2012) mencionan que

en la profundidad de la materia existe lo que ellos llaman energía oscura, “la cual trasciende

las particularidades de la existencia individual y alcanza hasta los orígenes del cosmos” (p.

37). Deepak Chopra, reconocido médico endocrinologo y autor de numerosos libros sobre

espiritualidad y medicina alternativa, explica esto desde el punto de vista de la física

cuántica:

Cuando llegamos al nivel de los átomos el paisaje no lo constituyen objetos sólidos

que se mueven unos alrededor de otros, como comparsas de una danza, siguiendo

pasos predecibles. Las partículas subatómicas se encuentran separadas por espacios

gigantescos, debido a lo cual cada átomo está constituido en un 99.999 por ciento, de

espacio vacío. Esta afirmación vale lo mismo para los átomos de hidrógeno

suspendidos en el aire, que para los átomos de carbono contenidos en la madera de

que están hechas las mesas, y también para los átomos “sólidos” de nuestras células.

En consecuencia cualquier objeto sólido, incluyendo nuestros cuerpos, es

proporcionalmente tan vacío como el espacio intergaláctico. (Chopra, 1994, pp.

111-112)
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !35

Entonces, siguiendo lo que agrega Bock-Möbius (2012) sobre la física cuántica,

tenemos que la materia que para nosotros se presenta como “sólida”, no lo es tanto así, sino

que las ondas que están conectadas a partículas no son ondas “reales”, sino “ondas de

probabilidad”. El psiquiatra Stanislav Grof (n.d.), uno de los fundadores de la psicología

transpersonal, agrega al respecto, que “la física cuántico-relativista ha mostrado que la

materia es esencialmente vacía y que todos los límites en el universo son ilusorios” (p. 8). De

esta manera, Bock-Möbius (2012) explica a partir de la mecánica cuántica, que “si dejamos

caer una taza al suelo, existe una probabilidad más grande que cero de que la taza pudiese

atravesarlo; esta probabilidad es muy, muy pequeña pero no es cero” (p. 64). Las

implicancias de esto en cuanto a nuestra concepción de la materia son inmensas, ya que los

límites que nos separan de otras “cosas” no son tan reales como anteriormente se pensaba.

Otro aporte de la física cuántica que nos permite entender la unidad básica del

universo es la no localidad de la mecánica cuántica. Según esta idea el universo se presenta

como profundamente distinto a nuestro entendimiento habitual de él, y postula que las partes

“separadas” del universo están en realidad potencialmente conectadas de manera íntima e

inmediata en cuanto describe la aparente habilidad de los objetos para conocer

instantáneamente y recíprocamente los estados de otros objetos, incluso al estar separados por

distancias increíblemente grandes (Mastin, 2009). Tom Bender (2006) agrega que “incluso al

nivel de los fotones [las partículas fundamentales de la luz], si dos estuvieron en algún

momento en contacto y ahora está a años luz de distancia y a uno se le voltea, el otro se

voltearía instantáneamente, y no años luz después” (p. 4).

Los aportes de la física en cuanto nos ayudan a comprender la realidad en la que

vivimos deben ser tomados en cuenta, pero como veremos, la física tiene sus límites y es

importante estar abiertos y dispuestos a, por otros medios, aventurarnos a indagar sobre lo
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !36

que yace “más allá”. El escritor y teórico Ken Wilber escribió un libro llamado Cuestiones

Cuánticas: Escritos Místicos de los Físicos más Famosos del Mundo, en el cual menciona la

importancia de entender que:

Cuando un físico “observa” la realidad cuántica o la realidad relativa, no está

observando a las “cosas en sí mismas”, al noúmenon, a la realidad directa y no

mediada [como ocurre en la experiencia mística], más bien, el físico está observando

a nada más que una serie de ecuaciones diferenciales altamente abstractas - no a la

“realidad” en sí misma, sino a símbolos matemáticos de la realidad”.

(Wilber, 2001, p. 6)

En este libro, físicos como Einstein, Schrödinger, Heisenberg, Bohr, Eddington, Pauli,

de Broglie, Jeans y Planck explican y aceptan este postulado, lo cual llevó a muchos de ellos

a volverse místicos ellos mismos, ya que en palabras de Eddington:

La naturaleza simbólica de la física es generalmente reconocida, y el esquema de la

física está ahora formulado de tal manera como para que sea obvio que es un aspecto

parcial de algo más amplio. (como citado en Wilber, 2001, p. 8)

Como luego indica Wilber en el mismo libro:

Sobre este algo más amplio, la física nos dice - y nos puede decir - nada en absoluto.

Fue justamente este fracaso radical de los físicos, y no sus supuestas similitudes con

el misticismo, lo que paradójicamente llevó a muchos físicos a una visión mística del

mundo. (Wilber, 2001, p. 8)

Entonces, si todo en el universo está conectado, y además la materia está conformada

básicamente por espacio “vacío”, ¿qué es lo que permite la coherencia y la existencia de

objetos en sí mismos como nosotros los experimentamos? Para Wilber:


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !37

La física moderna definitivamente se ha decidido por Platón. Pues las unidades más

pequeñas de materia no son, en realidad, objetos físicos en el sentido ordinario de la

palabra; son formas, estructuras o - como diría Platón - Ideas, sobre las cuales se

puede hablar inequívocamente en el lenguaje de las matemáticas. (Wilber, 2001, p.

52)

Imke Bock-Möbius se plantea dos preguntas al respecto de la naturaleza última de la

realidad y su relación con la física, para lo cual cita al célebre físico alemán Werner

Heisenberg para dar respuesta:

¿El entrelazamiento cuántico nos muestra en nuestros experimentos una realidad

superior parecida a eso de lo que los místicos se vuelven conscientes en sus estados

trascendentales? ¿Es cierto que en el centro del ser no hay partículas materiales sino

conciencia cósmica pura? Heisenberg menciona, “El primer boceto tomado del grial

de las ciencias naturales podría convertirte en un ateo - en el fondo del grial, sin

embargo, Dios espera”. (Bock-Möbius, 2012, p. 85)

Podemos concluir entonces que, con un poco de apertura y humildad, tanto por el lado

de la ciencia, como por el del misticismo, la conclusiones sobre la unidad básica que subyace

a la realidad son las mismas. El místico Osho hace la siguiente declaración, que aunque

pueda parecer controversial para ciertas formas de religión, está sustentada por lo que

venimos proponiendo y nos permitirá continuar con nuestra discusión de una manera más

dirigida:

Todas las divisiones son falsas; la realidad es una. No hay nada inferior y nada

superior, y no hay nada exterior y nada interior. No hay un cuerpo, un alma. Todo es

uno. El cuerpo es el alma visible y el alma es el cuerpo invisible. No hay un creador

aparte de esta creación. El creador y la creación no están separados, son uno como el
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !38

bailarín y el baile. No pueden existir separados, sólo pueden existir como uno. No se

puede apartar al bailarín de su baile; si esto se logra, ya no es un bailarín. Son

totalmente uno, expresiones de la misma energía, del mismo fenómeno. (Osho, 1978,

p. 233)

Salud Holística

Hemos hablado hasta ahora bastante sobre esta supuesta unidad de todo en la realidad,

y que una energía importante que permite el desenvolvimiento de esta realidad con un orden

determinado es la energía sexual. A partir de esto la pregunta lógica sería ¿qué tiene que ver

esto con nuestra salud como personas? A lo largo de miles de años, místicos de distintas

religiones han relatado sus experiencias de unidad con Dios. La ciencia, sobre todo la

psicología, al elaborar un estándar de salud, tendría que verse obligada a situar a estos

místicos en alguno de los dos extremos. O deben ser considerados enfermos y víctimas de

alguno o varios trastornos mentales (como algunos sugieren), o no nos quedaría más opción

que tenerlos como la medida más alta de salud de la cual el ser humano es capaz.

La discusión surge debido a que entre el psicótico y el místico hay una similitud muy

grande, y es que como menciona Sotillos (2012) “ambos se hallan fuera del estadio

“racional” de conciencia; pero la diferencia es abismal: mientras el primero se encuentra en

un nivel pre-racional, el segundo ha accedido al trans-racional” (p. 45).

Es justamente este estado trans-racional (más allá de la razón) del que habla Sotillos

el cual para nosotros se presenta como la cima de la potencialidad en el ser humano y hacia

donde todos deberíamos apuntar. La rama de la psicología que se ocupa del estudio de la

transformación del ser humano a estados más elevados de conciencia (como lo es el trans-

racional) es la psicología transpersonal, la cual en su definición “1) estudia los fenómenos

más allá del ego como contexto para una 2) psicología integral/holística; esto provee un
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !39

marco para 3) comprender y cultivar la transformación humana” (Friedman & Hartelius,

2013, p. 6).

El acercamiento hacia la transformación del la que habla la psicología transpersonal

está definida por Friedman y Hartelius (2013) en cuanto:

Estudia el desarrollo psico-espiritual más allá de la madurez convencional sexual y

cognitiva, la auto-actualización y otras formas de crecimiento transformativo. Aquí lo

transpersonal no es solamente el contenido de una psicología de lo más allá del ego,

ni el contexto ampliado de una psicología integral, sino también la fuerza o

catalizador que impulsa el desarrollo humano hacia sus mayores potenciales. (p. 5)

Para nosotros, cualquier intento de hablar de una salud holística debería incluir estos

potenciales más altos inherentes al ser humano. Abraham Maslow (1969) hizo muchas

investigaciones al respecto y concluyó lo siguiente:

Con el transhumanismo tenemos algo nuevo. Cuando abres la puerta al valor y a

valorar las experiencias pico [como él las llamó] o experiencias trascendentales, todo

un nuevo nivel de posibilidades se abre para la investigación. Uno encuentra que los

reportes de personas quienes han tenido experiencias pico frecuentemente tienen

paralelos con los reportes de los grandes místicos. Los místicos religiosos, por

ejemplo, hablan de una “conciencia Unitiva”. (p. 5)

Sally Guttmacher (1979) menciona que “para la salud holística, la salud es un estado

positivo de funcionamiento, y no sólo la ausencia de síntomas o enfermedad” (p. 180). Esta

manera positiva de concebir la salud va de acuerdo a lo que la Organización Mundial de la

Salud también propone, pero como sugerimos, no es suficiente si tal estado positivo no

involucra el desarrollo multidimensional de la persona. Steven Hawks (2004, pp. 11-12) cita

las cinco dimensiones de salud que para él son relevantes: “La salud está típicamente definida
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !40

en nuestra literatura como multidimensional; tal comprensión requiere un grado de

profundidad y balance entre elementos tan diversos como la salud física, salud emocional,

salud intelectual, salud social y salud espiritual (Cotrell, Girvan, & McKenzie, 2002)”. Y es

que ya no podemos estar ciegos a la evidencia que tenemos que apunta a que la mente y el

cuerpo no funcionan separados, al igual que las otras dimensiones de la salud que interactúan

entre sí (Karren, Hafen, Smith, & Frandsen, 2002). La psiconeuroinmunología, una rama

bastante nueva de investigación, ha empezado a demostrar la profundidad de la interacción de

nuestras distintas dimensiones ya que “integra algunas de las ideas de la mecánica cuántica,

psicología, neurología y endocrinología. Los psiconeuroinmunólogos principalmente teorizan

la conexión mente/cuerpo a través del estudio del cerebro y las hormonas” (Shroff, 2011, p.

248).

A pesar de contar con esta evidencia, sabemos por el Departamento de Salud y

servicios Humanos de los E.E.U.U. que “los mecanismos de financiamiento para salud

pública revuelven casi exclusivamente alrededor de la prevención y tratamiento de la salud

física” (U.S. Department of Health and Human Services (USDHHS), 2000). Como menciona

Hawks (2004), esto se debe “a la influencia de la dualidad cartesiana del siglo XVII que

firmemente separó la mente y el cuerpo”. Esto sin duda alguna es un grave problema en la

psicología y psiquiatría “modernas”, ya que al no tomar en cuenta la interdependencia de

todas las dimensiones, la causa de fondo se pierde y lo que se genera es una dependencia a

los fármacos.

Ahora, si bien no todos los fármacos generan una dependencia fisiológica en las

personas, la dependencia mental se instaura debido a que los programas de tratamiento, o no

buscan o no son efectivos al tratar la causa real de los problemas, “alimentando” así a una

industria farmacéutica que cada vez tiene más y más control sobre políticas de estado,
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !41

instituciones de formación de futuros profesionales de la salud y los profesionales que ellas

forman.

Son los autores de escuelas holísticas de pensamiento los cuales están poco a poco

intentando dirigir la atención hacia modelos de intervención cuyo fin sea el tratamiento

permanente de las enfermedades por medio de cambios duraderos en los patrones de

comportamiento y pensamiento de las personas; devolviéndoles así a ellos gran parte de la

responsabilidad sobre sus vidas y cortando el vínculo de dependencia con las grandes

industrias farmacéuticas. Como Kopelman y Moskop (1981) citan de otros autores, los

defensores del holismo basan sus críticas en las siguientes características de la medicina

convencional:

Es mecanicista, técnica, deshumanizadora, o preocupada por células y órganos en vez

de personas; tiene poco o ningún interés en el cuidado preventivo y en la salud

psicológica y emocional de sus pacientes; tiende a mantener a los pacientes pasivos,

ignorantes de su condición y no involucrados en su propio cuidado. (p. 227)

Por suerte el mundo está despertando al hecho de que la medicina convencional está

fallando al enfrentar el desafío de promover y mantener la salud. Farrah Schroff (2011)

menciona al respecto:

Aunque la medicina alopática es útil para el tratamiento de problemas agudos y de

emergencia, el cuidado holístico de la salud parece ser más prometedor para

condiciones crónicas y la salud mental, los cuales constituyen la mayoría de los

problemas de salud, ya que las enfermedades crónicas son la mayor causa de muerte y

discapacidad alrededor del mundo. (p. 250)

Es importante ahora proponer una definición de holismo que satisfaga nuestro

acercamiento a la salud. Jack LaPatra (1978) describe holismo como:


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !42

El principio en el que el organismo vivo es más que la mera suma de sus partes

interactuantes. La interdependencia determina críticamente la naturaleza de la

existencia del organismo entero. Números en crecimiento de nosotros estamos

reconociendo la profunda interdependencia de cuerpo, mente, emoción y espíritu y

nos preocupamos por la buena salud de todos ellos simultáneamente en vez de por

separado. (p. 1)

Esta definición es interesante, pues teniendo en cuenta los descubrimientos sobre la

realidad descritos en el capítulo sobre la física, entender a la persona como “más que la suma

de sus partes” no sólo hace sentido, sino que prácticamente se nos presenta como la única

opción válida. Pero las implicancias de esto no terminan aquí. Si utilizamos esta misma

definición de LaPatra para describir a la realidad entera en todos sus niveles de

manifestación, curiosamente no nos quedamos con algo tan descabellado; pero sólo si

estamos dispuestos a entretener la idea de nuestro universo como un “organismo vivo”, de

quien cada ser humano y todo ser vivo forman parte inseparable.

Al pensar en nuestro cosmos en estos términos, es inevitable pensar qué lugar

ocuparía Dios. Como se mencionó al inicio, al partir desde el supuesto que los místicos

deberían ser nuestra medida de salud, pues han logrado actualizar en ellos mismos todas las

potencias de sus dimensiones más elevadas para lograr así una unidad con Dios, entonces es

importante para nosotros proponer una descripción de la realidad que permita justamente esta

“unidad”. Si para nosotros Dios es un ser separado de su creación, entonces alcanzar la

unidad con “Él” se convierte en una tarea sumamente complicada, pues el punto de partida es

justamente uno de separación.

Religiones como el cristianismo, judaísmo y el islamismo comparten esta noción de

Dios como “fundamentalmente separado de nosotros, lo que significa que no hay una unidad
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !43

original, y ni siquiera unidad en los tiempos de la creación” (Bock-Möbius, 2012, p. 41).

Para nosotros asimilar esta idea no resulta difícil, ya que está de acuerdo a nuestro habitual

modo dualista de percibir la realidad a través de nuestra mente racional, la cual reconoce al

hacer distinciones (Bock-Möbius, 2012).

Algunas tradiciones orientales plantean un acercamiento distinto a esto en cuanto

proponen “un estado original que nunca se pierde; en consecuencia lo divino se abre como un

abanico en la evolución del mundo - todos sus pliegues por siempre conectados y partes del

Uno” (Bock-Möbius, 2012).

De esta manera a Dios se le podría comprender como la realidad misma en la que

estamos inmersos y de la cual formamos parte. Farah Schroff (2011) describe como las

grandes religiones y filosofías de oriente comparten esta noción:

Esta realidad última e indivisible se llama Brahmán en el Hinduismo, Dharmakaya en

el Budismo y Tao en el Taoismo. Como trasciende todos los conceptos y categorías,

los budistas también lo llaman Tathata (Deshmukh, 2006), Eso Que Es, o Talidad, la

suma de toda las formas. En el Hinduismo encontramos un énfasis similar: ‘un

principio fundamental Hindú es el de la Unidad de todas las cosas creadas. Tras la

diversidad, hay unidad. Detrás de las almas individuales, está el Self, uno con lo

Divino (…). De acuerdo al punto de vista holístico Africano, por ejemplo, el cosmos

es uno, una totalidad espiritual. El espíritu no está separado de la materia, pues todo

está conectado (Asante & Mazama, 2009). (p. 245)

Para el monje dominico Maestro Eckhart (1994), “solo Unidad se acerca a capturar

algo de la esencia de Dios en el lenguaje, sin vestirlo de conceptos que parecen deberle más a

nuestra naturaleza que a la suya” (p. 19). Jesús mismo predicó la unidad básica de Dios con el
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !44

hombre y del hombre con la creación. Pero experimentar esta unidad no es posible a partir de

un nivel de conciencia dual, sino a partir de la conciencia transpersonal, la cual es “una

conciencia unitaria y desegocentrada. Quien accede a ella, “ve” la unidad de lo real más allá

del velo opaco que interpone la mente - más allá de las aparentes diferencias - y actúa desde

el amor a todos los seres” (Martinez, 2009, p. 36).

Enrique Martinez (2009), en su artículo “El Hombre Sabio y Compasivo: Una

Aproximación Transpersonal a Jesús de Nazaret” cita algunos versículos de la Biblia en los

que Jesús habla sobre esta unidad:

• Padre santo, guarda en tu nombre a los que me has dado para que sean uno, como tú

y yo somos uno (…) Te pido que todos sean uno. Padre, lo mismo que tú estás en mí

y yo en ti, que también ellos estén unidos a nosotros. (Juan 17:11-21)

• Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. (Juan 15:5)

• El Padre y yo somos uno (Juan 10:30)

• Está llegando la hora, mejor dicho, ha llegado ya, en que para dar culto al Padre, no

tendréis que subir a este monte ni ir a Jerusalén (…) Ha llegado la hora en que los

que rinden verdadero culto al Padre, lo adoren en espíritu y en verdad. El Padre

quiere ser adorado así. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en

espíritu y en verdad. (Juan 4:21-24)

• Entonces el rey dirá a los de su lado: «Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve

sed, y me disteis de beber; era forastero, y me alojasteis; estaba desnudo, y me

vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y fuisteis a verme». Entonces le

responderán los justos: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos;

sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te alojamos, o desnudo

y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?» Y el rey


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !45

les responderá: «Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis

hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis». (Mateo 25:35-40)

• Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: «El

Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está

allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes». (Lucas 17:20)

El Evangelio de Tomás, aunque no es un texto canónico, también nos muestra dichos

que apuntan a la conciencia unitaria desde la cual Jesús se expresaba:

• Dijo Jesús: «Si aquellos que os guían os dijeren: Ved, el Reino está en el cielo,

entonces las aves del cielo os tomarán la delantera. Y si os dicen: Está en la mar,

entonces los peces os tomarán la delantera. Mas el Reino está dentro de vosotros y

fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis

conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os

conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma».

(Evangelio de Tomás, dicho 3)

• Jesús vio a unos niños que estaban siendo amamantados y les dijo a sus discípulos:

«Estos niños que están siendo amamantados son como aquellos que entran al

reino». Ellos le respondieron: «¿Entonces nosotros, siendo como niños, entraremos

en el reino?» Jesús les dijo: «Cuando vosotros hagáis de dos uno, y cuando hagáis lo

interior como lo exterior y lo exterior como lo interior, y lo inferior como lo

superior, y cuando hagáis que el varón y la hembra se transformen en uno solo, de

manera que el varón no sea macho y la hembra no sea hembra, entonces entraréis en

el reino». (Evangelio de Tomás, dicho 22)

Esta manera que tenía Jesús de entender la omnipresencia de Dios está también

explicada por el Maestro Eckhart (1994) al mencionar que “quien posee a Dios en su ser, lo
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !46

tiene de una manera divina, y Él brillará en todas las cosas; para ellos todas las cosas saben a

Dios y en todas las cosas es la imagen de Dios lo que ven” (p. 47). Carl Jung cita un pasaje de

la experiencia mística de Simeón el Nuevo Teólogo (970-1040), santo de la Iglesia Ortodoxa,

en la cual esta unidad es el tema central:

A mi lengua le faltan palabras, y lo que pasa dentro mío mi espíritu ve pero no

explica. Ve lo invisible, el vacío de todas las formas, simple a través, no complejo, y

en alcance infinito. Pues no ve inicio, y no ve final. Está completamente inconsciente

de los significados, y no sabe como llamar a eso que ve. Algo completo aparece, me

parece, no ciertamente a través del ser mismo, sino a través de una participación. Pues

tu enciendes fuego del fuego, y tu recibes el fuego entero; pero esto se mantiene sin

disminuir y sin dividir, como antes. Similarmente, eso que es dividido es separado del

primero; y como algo corpóreo se despliega en varias luces. Esto, sin embargo, es

algo espiritual, inmensurable, indivisible e inagotable. Pues no se separa cuando se

vuelve muchos, y se mantiene sin división y está en mí, y entra en mi pobre corazón

como el sol o un disco circular del sol, similar a la luz, pues es una luz. (como citado

en Jung, 1916, p. 101)


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !47

Capítulo IV

Energía Sexual y Salud Holística

El experimentar la vida desde esta conciencia unitaria, donde la separación es sólo

una ilusión y a partir de la cual está claro que todo y todos formamos parte de un todo, tiene

implicancias directas en la vida práctica de nosotros los seres humanos; en cuanto a nuestra

relación entre personas, en cuanto a nuestra relación con la naturaleza, y sobre todo en cuanto

a nuestra relación con nosotros mismos. Al entrar en este nivel de conciencia, “el amor

universal no sólo se hace posible, sino que es inevitable” (Martinez, 2009, p. 38). Oliver

Davies (1994) también menciona algo parecido sobre el pensamiento del Maestro Eckhart:

Ya que el fundamento metafísico de las realidades espirituales y divinas en las que la

persona ahora participa es la unidad, la manifestación moral de este estado es la

práctica del altruismo, esto es, tratar a las otras personas como si fuesen uno mismo.

(p. 28)

Al comprender esto, frases de Jesús como; “amad a vuestros enemigos y orad por los

que os persiguen” (Mateo 6:43-45), se vuelven más accesibles para nosotros las personas

comunes y corrientes. Pero la pregunta aquí es: ¿Somos sólo personas comunes y corrientes?

O es la realidad como dijo Jesús: “¿No está escrito en vuestra ley: «Yo os digo: vosotros sois

dioses»?” (Juan 10:34). Esto está explicado de manera clara por los Padres de la Iglesia en el

Catecismo de la Iglesia Católica:

“Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios” (San Atanasio de

Alejandría, De Incarnatione, 54, 3: PG 25, 192B). ("El Hijo Unigénito de Dios,

queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que,

habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres") (Santo Tomás de Aquino,
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !48

Oficio de la festividad del Corpus, Of. de Maitines, primer Nocturno, Lectrua I).

(Catecismo de la Iglesia Católica, n 460)

Esta participación nuestra de la naturaleza divina nos lleva a un modo de entendernos

como personas en cuanto hijos de Dios, distintos pero no separados de Él. Jesús menciona:

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos” (Juan 15, 5). Enrique Martinez (2009) explica esta

cita mencionando que:

La alegoría de la vid subraya ese carácter no-dual de la realidad. Un sarmiento podría

verse (“pensarse”) a sí mismo como algo independiente, separado y aislado; sin

embargo, él mismo es también “vid”. Un dedo de mi mano podría percibirse también

como una realidad separada, pero él también es cuerpo..., y así sucesivamente. Todo

está en todo y todo es en todo, expresándose de modos infinitamente variados. (p. 50)

Una interpretación equivocada de esto podría traer consigo el problema de la

disolución de la identidad personal del hombre al momento de la unión mística, y además

apuntaría a que nunca hubo una persona individual a quien le ocurre esta unión en un

principio. Así, tomamos distancia de cualquier panteísmo o doctrina espiritual que proponga

la idea que Dios lo es todo y anule así la existencia del sujeto individual, indivisible e

irrepetible. Como menciona Sotillos (2012):

Un error predominante en círculos espirituales contemporáneos es que los métodos

tradicionales de integración o auto-realización destruyen la individualidad; ahora, sí lo

hacen si miramos a la individualidad a través del lente del ego empírico, pues este es

en sí mismo accidental y no es la individualidad en su sentido más verdadero. (p. 99)

Si partimos entonces desde una comprensión de la “divinidad” de nuestra sexualidad,

así como la divinidad de nuestro prójimo, la consecuencia moral directa de esto es que

cualquier utilitarismo, la objetivizacón del otro o cualquier otra forma de desviación de la


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !49

energía sexual quedaría desterrada de nuestro modo de ser y de relacionarnos entre personas.

El eros, bajo nuestra propuesta, representa la semilla del amor incondicional y universal del

que Jesús hablaba. Benedicto XVI, en su carta encíclica “Deus Caritas Est”, describe al eros

como “el amor mundano”, el cual “quiere remontarnos «en éxtasis» hacia lo divino, llevarnos

más allá de nosotros mismos, pero precisamente por eso necesita seguir un camino de ascesis,

renuncia, purificación y recuperación” (Ratzinger, 2005, número 5). De esta manera,

concordamos con Ratzinger en cuanto describe la intención original del eros, pero para

nosotros el orden de los factores en este caso si afectan el resultado. El pretender la renuncia

del eros sin antes haber comprendido su fuente e intención resulta contraproducente, por lo

que primero es importante contar con una cosmovisión que nos permita enmarcarlo como la

semilla de lo que luego sería el amor divino e incondicional.

La radical diferencia está en cómo para él el eros es concebido. Ratzinger (2005)

menciona que el eros es un amor mundano que necesita purificación, disciplina y

saneamiento, por lo cual es indispensable luchar contra su desviación destructora. Estas

acciones que según Ratzinger deben ser llevadas a cabo por la persona sobre las

manifestaciones del eros y no sobre el eros en sí se dirigen a sus desviaciones, ya que la

naturaleza e intención original del eros no son la impureza, la rebelión y la suciedad. Como

ya se ha expuesto, la energía sexual tiende a la creación, la armonía y a la belleza. No es

entonces la energía sexual la cual es sucia, sino que es así malentendida desde una mirada

que percibe el mundo a través de la “suciedad” de los propios pensamientos y que no logra

“ver” la pureza, lo sagrado, a Dios que en todo y todos está. Con esto claro, los conceptos de

eros y agapé, como los entiende Ratzinger, representarían no dos tipos distintos, separados u

opuestos de amor, sino más bien la misma intención amorosa divina descrita en distintos

momentos de su manifestación. Es el ser humano, quien al no conocer o reconocer su propia


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !50

divinidad, no la reconoce en su prójimo; es entonces nuestra inconsciencia y no la energía

sexual la que da pie a las “desviaciones destructivas” de las que habla Ratzinger.

El problema es que como menciona Mark Perry (2012, p. 19), “debido a la Caída,

lejos de ser atraídos, también podemos ser repelidos por lo que más nos corresponde

arquetípicamente”. Esto es una consecuencia lógica; un ser que se sabe caído pasaría su vida

mendigando misericordia a su creador por sus actos correspondientemente caídos, lo cual

está en fuerte contraste con lo que hemos visto que Jesús espera de nosotros, que no es nada

menos de lo que él fue capaz. Y es que el simple hecho de saber que somos hijos de Dios, y

por ende capaces de amar como Él, trae consigo mucha responsabilidad. Carl Jung menciona

algo muy interesante al respecto:

Llevar un Dios dentro de uno mismo significa muchísimo; es una garantía de

felicidad, de poder, hasta de omnipotencia, en cuanto estos atributos pertenecen a la

Deidad. Llevar a un Dios dentro de uno mismo significa tanto como ser Dios uno

mismo. (Jung, 1916, p. 96)

Ideas de este tipo fueron exactamente las que desde tiempos inmemorables lograban

que quienes las dijesen fuesen llamados “locos” o “blasfemos”, incluyendo a Jesús mismo.

Lo cierto es que la civilización como la conocemos, donde existe una jerarquía necesaria para

el gobierno de los estados - con leyes y normas - se derrumbaría si sus miembros fuesen

todos dioses. Y así, toda organización humana que funciona con una jerarquía se ha

encargado de mantener al hombre lo más alejado posible de recordar su verdadera naturaleza.

De esta manera las instituciones humanas (estatales y religiosas), como parte de su estrategia

de supervivencia, han hecho una prioridad suya el convencer al ser humano de que está

incompleto, o caído, o que necesita ser salvado pues su alma está en juego; entonces el miedo
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !51

se vuelve un poderosísimo aliado de estas instituciones, y de esta manera se aseguran el

control y obediencia de las personas.

Esta tendencia en hacer énfasis en nuestra propia fragilidad ha venido calando

profundamente el subconsciente colectivo de la humanidad durante miles de años y el mundo

que vemos hoy en día no es más que un reflejo de esta colectividad de conflictos internos en

nosotros mismos. Si bien en este momento somos el pináculo de la evolución, también

representamos la mayor amenaza para nuestro planeta y a todo lo que este alberga,

incluyéndonos. Nos parece importante aquí mirar las cosas con un poco de perspectiva, pues

no se trata de sólo señalar lo malo, sino comprender de donde viene la desviación para

intentar corregirla en su fuente.

Es evidente que, en comparación a otros eventos planetarios y cósmicos, el tiempo

que tiene el ser humano como lo conocemos ahora es una fracción casi insignificante de la

historia de nuestro planeta, y más aún, de nuestro universo. Nuestro planeta se terminó de

formar hace unos 4.5 mil millones de años (Dalrymple, 2001), mientras que los primeros

indicios de vida en la Tierra datan de hace alrededor de 3.5 mil millones de años (Timmer,

2012). Los primeros registros de nuestra especie con las características anatómicas como la

conocemos hoy son de hace unos 200,000 años (McHenry, 2009), de los cuales sólo los

últimos 200 hemos vivido con electricidad (Berkson, 1974). Los avances en tecnología de los

últimos 100 años han cambiado la manera en que vivimos más de lo que había cambiado

desde que el hombre descubrió la agricultura hace un poco más de 10,000 años (Gammage,

2005).

De esto podemos deducir que la humanidad como especie capaz de autoconciencia

está todavía en un período muy temprano en su evolución, y justamente es esto lo que nos

debería llenar de esperanza. Pero para no demorar más el cambio, lo primero que debemos
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !52

hacer es dejar de lado esa soberbia tan característica nuestra que nos tienta a pensar que todo

lo sabemos y re-aprender a mirar el universo como tanto nos vienen exhortando los místicos

y hombres de Dios a lo largo miles de años. Jesús dijo: “En verdad les digo: si no cambian y

no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos” (Mateo 18:3). Es este

cambio de actitud lo que justamente abre la posibilidad de que Dios pueda manifestarse a

través del hombre. Las mentes de los niños no están llenas de ideas preconcebidas, prejuicios,

razones, etc; todo lo cual solamente alimenta nuestro ego y se convierte en un obstáculo para

la humildad. De los niños recordamos a ver la creación con asombro, curiosidad; aprendemos

a maravillarnos de las cosas pequeñas, de la naturaleza, de la inmensidad de todo y de nuestra

pequeñez; recordamos el sentido de pertenencia a algo más grande que nosotros y

aprendemos a confiar de nuevo, y a no juzgar, ni a otros ni a nosotros mismos.

El estado de unión mística, o de saberse hijo de Dios no tiene por qué depender de

experiencias extra-sensoriales ni extraordinarias. Si bien estas nos facilitan la comprensión de

estas ideas por medio de la experiencia personal directa, no es difícil sacar conclusiones de

aplicación práctica en nuestra vida. Maslow (1964) concluye de sus investigaciones que “en

las experiencias pico, las dicotomías, polaridades y conflictos de la vida tienden a ser

trascendidos o resueltos… La persona misma tiende a moverse hacia la fusión, integración y

unidad, y se aleja del dividir, de los conflictos y oposiciones” (p. 26). Si no logramos ver a

Dios en lo cotidiano y si no podemos experimentar la creación a través de nuestros sentidos

sin la interferencia de nuestra mente, entonces no podremos ser “como niños”. Son

justamente nuestros sentidos los que nos proporcionan la primera ventana hacia la creación,

y por ende hacia Dios.

Lamentablemente el ser humano ha estado influenciado por mucho tiempo por

ideologías que promueven por un lado la lucha contra el mundo, y por otro lado contra
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !53

nuestra propia sensualidad. Los apóstoles, con la buena intención de que el hombre tenga lo

espiritual como prioridad sobre todo, mencionan: “No amen al mundo ni lo que hay en el

mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1ra de Juan 2:15). En

Santiago encontramos una exhortación similar: “Quien desee ser amigo del mundo se hace

enemigo de Dios” (Santiago 4:4). En la carta a los Gálatas se lee: “Porque la carne desea

contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Ambos luchan entre sí, y por eso, ustedes no

pueden hacer todo el bien que quieren” (Gálatas 5:17).

Al entender a nuestra sensualidad (y por ende a nuestros sentidos) como el enemigo,

hemos tenido que recurrir a nuestro intelecto para intentar comprender y conectar con lo

divino. Malkemus y Romero (2012) señalan que el problema con esto es que “uno no puede

investigar sobre la sexualidad con solo la lógica de la mente si uno desea llegar a un

entendimiento holístico de su naturaleza” (p. 35). Lo mismo sería válido para la investigación

sobre cualquier tema concerniente a la persona, sobre todo teniendo en cuenta que “la especie

humana tiene una naturaleza rica y con muchas capas, la cual no es reducible a sólo la mente”

(Malkemus & Romero, 2012, p. 35).

En cuanto a la propuesta de una lucha en contra del mundo y sus cosas, como hemos

visto, el universo entero es movido por las mismas fuerzas y energías que nos animan y

mueven a nosotros. Es el amor de Dios quien hace posible, cada instante, la existencia de lo

animado y lo inanimado. El padre de la Iglesia San Gregorio Nacianceno (329-389) dijo

sobre Dios: “Él en realidad contiene en sí mismo a todos los seres, a eso que no tuvo inicio y

no tendrá fin, más allá de cualquier noción de duración y naturaleza que nuestro intelecto

podría formar por sí mismo” (Clément, 1995). Esta sola idea de la omnipresencia de Dios en

el universo ya debería advertirnos contra los peligros de luchar contra el mundo, ya que es

Dios mismo quien está en él.


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !54

Muchas culturas tienen distintos nombres para la manera como el espíritu de Dios

fluye a través de toda la realidad:

La teoría holística está planteada sobre la noción de que la fuerza vital (o prana en

sánscrito), chi (en chino), maná (en hawaiano) conecta toda la vida en el universo, y

que esta energía es responsable por la vida de todos los seres. Prana es eso que nos da

vida, o el vehículo de la vida, el aliento cósmico, la oscilación rítmica efectiva en

todos los niveles de la existencia condicionada. Restablecerla y mantener esta fuerza

vital fluyendo es una manera de mantener a la gente sana. (Shroff, 2011, p. 249)

El llamado a “luchar contra el mundo y la carne” puede haber sido una manera para el

hombre antiguo de dirigir toda su atención hacia Dios, pero como hemos visto, de esta forma

nuestra aproximación hacia Él corre el riesgo de intelectualizarse. El Maestro Eckhart

advierte contra esto al decir que “no deberíamos contentarnos con un Dios de pensamientos,

pues cuando los pensamientos lleguen a su fin, también lo hará Dios” (Davies, 1994, p. 47).

La lucha, además, genera una disposición en el ser humano, que en su esencia es

contraria al amor. Osho (2007) menciona, “si luchas, estás abocado a crear un ego. Y cuanto

más luches, más se fortalecerá el ego. Y si ganas tu lucha, conseguirás el ego supremo” (p.

33). No debería extrañarnos entonces que en nuestras sociedades haya una falta de amor, de

paz, de compasión, y un exceso de egoísmo y violencia en todos sus niveles. Se le pide al

hombre que esté en guerra contra su cuerpo, contra sus energías, contra las energías de la vida

misma, contra las energías que Dios ha dispuesto para la continuidad de la creación; además

se le pide que esté en guerra contra lo que sus sentidos externos le revelan como hermoso, la

creación, la persona del sexo opuesto, etc. Así, la humanidad vive con el enemigo dentro y

fuera, y es forzada a un estado de paranoia constante.


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !55

Esta manera de vivir se convierte en el obstáculo mismo para que el ser humano

acceda a lo divino, ya que fragmenta a la persona y obstaculiza la actualización de sus

potencias. Mientras la mayor parte de nuestra energía es dirigida y utilizada hacia controlar y

luchar, el milagro de la vida se desenvuelve frente a nosotros. En aras de “protegernos” a

nosotros mismos de todos los peligros que nos acechan, cedemos involuntariamente el poder

supremo a nuestra mente, minimizando nuestra experiencia sensorial. Enrique Martinez

(2009) explica:

Mientras no hay consciencia, es la mente no observada -el ego- quien nos dirige,

porque los pensamientos que están en la base de nuestras acciones son los mensajes

grabados antaño, las pautas mentales y emocionales aprendidas, que se repiten de una

manera automática. Hasta que no los hacemos conscientes a través de la observación,

permanecemos identificados con ellas. Y esa identificación es sinónimo de no-

libertad. Mientras no hay consciencia, aun creyéndonos libres, no hacemos sino

obedecer los patrones aprendidos. (p. 40)

Nuestra mente está compuesta solamente por pensamientos, todos ellos ligados a

nuestra experiencia vital y provenientes de nuestra experiencia sensorial desde el día en que

comenzamos a almacenar información del exterior. Si bien la mente es útil para nuestro

desenvolvimiento consciente en la vida, no debería ser en términos prácticos más que una

herramienta para el raciocinio, la lógica, la memoria, la imaginación, etc. El gran problema

hoy en día es que la mayoría de nosotros cae en esta identificación con la mente y los

pensamientos que de ella incesantemente emanan, lo cual representa una seria amenaza para

nuestra salud debido a que la mente no tiene la capacidad para experimentar el momento

presente.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !56

Al identificarnos con la mente, estamos a la merced de este constante flujo de

pensamientos aleatorios sobre el cual no tenemos ningún control, y así como pensamientos

positivos traen consigo emociones positivas, pensamientos negativos traen consigo

emociones negativas. Una vez “hipnotizados” por cual fuere el pensamiento automático

original en respuesta a un estímulo, la mente no tarda mucho en generar un hilo de

pensamientos consecutivos similar a una película; lo importante aquí es esta analogía, ya que

en todo caso, esta “película” mental no es real, y lo que nos ocurre en consecuencia es que

somos arrancados del momento presente; lo único que es “real” en el sentido total de la

palabra.

Esto ocurre porque la mente solamente puede utilizar como materia prima para

generar pensamientos, información almacenada en el pasado, y gracias a la imaginación,

puede también a partir de esta información pasada, generar la ilusión de un futuro. Así, si

estamos convencidos de que somos nuestra mente, nos vemos atrapados entre lo pasado

(sobre lo cual ya no tenemos ningún control) y lo futuro, lo cual es una ilusión. El volvernos

esclavos de esta dinámica es lo que es tan nocivo para nosotros. No nos debería extrañar

entonces que casi 20 por ciento de la población de los E.E.U.U. sufra de algún trastorno de

ansiedad y que la depresión sea la mayor causa de discapacidad entre las edades 15 a 44 años

según la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA, 2014).

Si a partir de esto entendemos nuestra capacidad para vivir en el momento presente

como la ventana hacia la salud mental, entonces son nuestros sentidos externos nuestros

primeros aliados para poder experimentarlo. Si nuestra capacidad para experimentar el

presente a través de nuestra identidad real y sin la interferencia de nuestra mente o nuestro

ego accidental representan la primera ventana hacia lo divino, nuestro cuerpo entonces toma

una significación diferente. La creación aparece frente a nosotros en su imponente belleza y


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !57

majestuosidad, nunca apurada, abarcándolo todo, permitiéndolo todo y perfecta en su

perpetuo imperfecto despliegue. La imperfección en este caso es justamente lo que permite el

movimiento, el cambio, la transformación. No pertenecemos a un universo acabado, rígido,

fijo. La Iglesia Católica explica muy bien este fenómeno, mencionando que “en su sabiduría

y bondad infinitas, Dios quiso libremente crear un mundo "en estado de vía" hacia su

perfección última” (Catecismo de la Iglesia Católica, n 310).

Estas mismas energías que mueven y transforman todo afuera nuestro, también fluyen

a través de nosotros y nuestros cuerpos como una fuente fresca de vida en cada instante. El

Padre de la Iglesia San Gregorio de Niza (c. 330 - c. 400) menciona: “Cuando te vuelves

hacia él [Dios] te conviertes en eso que él es… él mora en ti y se mueve en tu interior sin

restricción” (Clément, 1995). De esta manera nuestros cuerpos encarnan correctamente el

significado de “templo de Dios”, y como tal, nuestro acercamiento hacia ellos debería ser uno

de total reverencia. La energía sexual en este marco se presenta como la manifestación del

desbordante amor de Dios en la creación y como evidencia de su esencial fertilidad. “Dios

Padre constantemente da a luz a Dios Hijo. En otras palabras, Dios es siempre dinámico y

siempre se reproduce dentro de la Trinidad y dentro del individuo humano” (Davies, 1994,

pp. 19-20). La energía sexual es la energía que Dios a elegido para que uno de sus milagros

más increíbles, la vida, sea posible. En épocas donde el hombre era más consciente de su

dependencia y unidad con la naturaleza, los ritos de fertilidad eran parte de una comprensión

del milagro de la vida en conexión con lo divino.

Jung (1916) dijo que “si uno honra a Dios, el sol o el fuego, entonces uno honra a su

propia fuerza vital, la libido” (p. 96). Este es el correcto acercamiento que le debemos a la

energía sexual, uno de reverencia. Malkemus y Romero (2012) mencionan que para la

sexualidad holística, “ningún aspecto de la identidad humana puede manifestar su potencial


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !58

completo sin bienvenir, relacionar e integrar el flujo de energía sexual” (p. 37). Así, toda

nuestra experiencia vital cotidiana tiene el potencial de ser influenciada positivamente si

logramos conectar con lo espiritual en todo lo que hacemos. Antiguamente, por ejemplo,

“cada civilización tenía su propio simbolismo arquetípico que establecía un ambiente supra-

individual de manera que la religión y espiritualidad pudieran ser palpables en cada actividad

hecha a lo largo de sus días” (Sotillos, 2012, p. 98). Lamentablemente esto se ha ido

perdiendo a medida que, como ya se expuso, el hombre ha ido paulatinamente separándose a

sí mismo de la naturaleza y separando todo experiencialmente. Si analizamos a la sexualidad

desde el punto de vista holístico, con la comprensión de la realidad como una unidad con

distintos niveles de manifestación, entonces nos será más fácil comprender que:

La energía sexual está presente no sólo cuando estamos teniendo sexo, sino también

cuando le permitimos a la vida fluir a través de nuestro ser entero, ya sea que esto

involucre un comportamiento sexual o sea simplemente tomar una taza de té. El sexo

en este sentido no es algo separado o dividido del energético flujo de vida en la vida

diaria, sino un aspecto integral y natural de nuestra identidad humana. (Malkemus &

Romero, 2012, p. 38)

Es esta capacidad para comprender que nuestra sexualidad es sólo una aspecto de

nuestro potencial espiritual lo que hace la diferencia. Pero es un aspecto importantísimo en

cuanto representa la fuente, el inicio del fluir de esta energía vital sagrada en nosotros, por

esto no puede ser rechazado, o reprimido, sino todo lo contrario. “No debemos tener

enemistad, sino amistad con el sexo. El sexo debe ser elevado a alturas más puras” (Osho,

1968, p. 8). El entender la sexualidad como sagrada abre las puertas a toda una nueva manera

de relacionarnos con nuestros cuerpos y con los demás. El amor hacia Dios, uno mismo y el

prójimo se nos presentan como mandatos, pero al entender la unidad y lo sagrado en todos,
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !59

de ser una obligación moral, este amor pasa a ser una consecuencia natural, una celebración

de la vida, un fluir con la existencia en su totalidad.

Osho (1968) menciona que “el amor es la transformación de la energía del sexo” (p.

7) y tiene razón. El amor es la energía misma de la que estamos hechos y por la cual estamos

hechos. Está en nosotros, entonces si no está logrando manifestarse es porque hemos

reprimido y bloqueado las energías que representan su semilla. Es importante aclarar que no

son los actos sexuales quienes representan la semilla del amor en la persona, sino la

comprensión de nuestra naturaleza esencialmente sexual. Esta naturaleza que, como Dios,

tiende a la creación ya que no logra contener al amor para sí mismo, sino que desborda y

llena toda la realidad. Los actos sexuales, para los cuales nuestra fisiología está claramente

diseñada, representan también una forma de experimentar nuestra divinidad, ya que de ellos

se desprende nuestro potencial como co-creadores en el universo.

Nuestra corporeidad es parte indivisible de nuestra existencia en este plano, por ende

todas las sensaciones provenientes de ella deberían ser entendidas en un marco que las

incorpore como parte de la experiencia y de nuestro potencial espiritual. Washburn (n.d.)

menciona:

El despertar de la energía de la psiquis profunda es al mismo tiempo la liberación de

esta energía de una expresión exclusiva a través de canales instintivos (…). El espíritu

entonces, no está opuesto a la libido; es mas bien, la misma energía que la libido en

una expresión más elevada (des-reprimida, despertada, liberada). (párrafo 18)

Esta “liberación energética” que permite a la fuerza vital fluir sin bloqueos a través

nuestro se da a partir de un cambio de perspectiva radical que nace en el alma de la persona,

una comprensión profunda del orden de las cosas y nuestro lugar en la creación, ya no como

mendigos en la oscuridad, sino como hijos de Dios. Por eso Jesús dijo a Nicodemo: “Te
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !60

aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios” (Juan 3:3). Este

renacimiento es justamente por el que, al darnos cuenta que todo esta íntimamente conectado

a Dios, no habría ya espacio para que “el deseo de gozar no esté subordinado a la disposición

para amar en todas circunstancias” (Wojtyla, 2008, p. 72).

La valoración de la persona ante todo, se da debido a que el amor, en este estado de

conciencia, ya no se presenta como una opción, sino que al haber levantado los bloqueos que

dificultaban su flujo natural a través nuestro, se convierte en nuestro único modo de ser. Amar

en este sentido no puede ser una acción voluntaria. Si debemos forzarnos a amar, es porque

hemos entendido que el amor es un bien al cual todo nuestro ser apunta, pero todavía hay

algo que no nos permite manifestar nuestra verdadera naturaleza. A partir de esto, la castidad

no sería un prerrequisito necesario para poder amar, sino que se presenta como la

consecuencia natural de la transformación de las energías sexuales en energía espiritual. San

Juan Pablo II explica de esta manera la castidad:

La esencia de la castidad consiste en no dejarse distanciar por el valor de la persona y

en realzar a su nivel toda reacción ante los valores del cuerpo y del sexo. Ello exige

un esfuerzo interior y espiritual considerable porque la afirmación del valor de la

persona no puede ser más que el fruto del espíritu. (Wojtyla, 2008, p. 72)

El problema con esta definición, es que en la misma se deja abierta la posibilidad de

que los valores del cuerpo se distancien de los de la persona, haciendo de este “esfuerzo”

espiritual por unir cuerpo y persona en nuestras mentes efectivamente una hazaña

considerable, la cual suele convertirse en una interminable lucha personal. Como hemos

expuesto ya, para nosotros, cuerpo y persona representan una unidad inseparable, por lo que

el sólo reconocimiento de esto no permitiría bajo ninguna circunstancia “ver” a una persona

sólo como un objeto de placer y no considerar su dimensión personal.


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !61

Para nosotros, un grave error de la filosofía católica es que gasta demasiada energía

tratando de adecuar la realidad a su teología. Con este ejemplo en concreto, han logrado una

teología donde la lucha representa un elemento central en su camino espiritual, y en

consecuencia, el amor, que no conoce la lucha, ha sido relegado de su pedestal más alto. La

castidad, al ser entendida de manera que lucha en contra de un enemigo constantemente al

acecho, suele, a modo de prevención, desembocar en una negación forzada de nuestra

corporeidad, la cual sólo profundiza nuestra experiencia de la dualidad y agrava el bloqueo

del flujo de nuestras energías primordiales.

Muchas tradiciones religiosas de oriente y occidente han cometido el error de poner a

la castidad como prerrequisito para el camino espiritual, pero “si tienes éxito en tu represión -

lo cual es imposible -, no habrá sexo, pero tampoco amor, porque si el sexo está muerto, no

hay ninguna energía que pueda convertirse en amor. De modo que no tendrás sexo, pero

tampoco tendrás amor” (Osho, 2007, p. 33). La castidad solamente es posible cuando deriva

naturalmente de la honesta y amorosa intención de dirigir nuestra total atención hacia Dios;

cuando, íntegros, sin divisiones ni rupturas nuestra energía vital se ha elevado al punto que

nos llena y desborda en amor. Esta vida total en amor a Dios no es en la práctica más que una

vida total en amor a su creación, sin excepciones ni divisiones. En este sentido, la castidad es

la trascendencia del sexo, no por represión, sino por el entendimiento, integración y

transformación consciente de sus energías.

Finalmente, como dijo Jesús: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se

podrá decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes” (Lucas

17:20-21). Este mensaje deja claro que la salud, en todos sus niveles es posible en el aquí y

ahora, en este cuerpo, y no se trata que debemos esperar a la muerte para gozar de los frutos

del espíritu. Como dijo Mark Perry:


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !62

“Si el hombre pudiese gozar de las bellezas de la vida, como fue la intención de Dios,

ninguna ansia inquieta lo incitaría a perforar el velo de los cinco sentidos en busca de

estados extra-sensoriales. Encontraría alegría en la plenitud de su posibilidad

espiritual aquí en la tierra” (Perry, 2012, p. 270)

Osho añade:

Dios es el centro de toda condición con la que te topas en cada momento de tu vida

(…). Ser sensual significa ser consciente de la circunferencia, y ser espiritual significa

ser consciente del centro. La sensualidad es el comienzo de la espiritualidad. (Osho,

1978, p. 234)

Esta sensualidad no es más que una sensibilidad ante la vida, y representa una

apertura a ver lo divino en la creación y a permitirnos inundar y vivificar por ella en cada

instante. De esta manera podemos vivir siempre anclados en el presente y comprender que

ningún momento es ordinario, pues todo es siempre una manifestación del amor de Dios. La

sexualidad, de esta manera, es una parte esencial en esta concepción de nuestra realidad, de

modo que “una sexualidad madura está en completa armonía con los instintos, es una

espiritualidad totalmente encarnada completamente cómoda en esta tierra” (Washburn, n.d.,

párrafo 8).

Conclusiones

Con esta tesis se ha demostrado a partir de esta comprensión teórica del tema, que la

energía sexual es un elemento esencial a ser integrado en la multidimensionalidad de la

persona si queremos hablar de salud holística. La energía sexual es la fuerza detrás de todo lo

que llamamos vida. Es y ha sido el motor de toda creación y transformación de nuevas y

mejores maneras del ser desde el inicio de los tiempos. La especie humana, en un soberbio y

engreído afán por dominarlo todo, ha ido alejándose cada vez más de la naturaleza, sus ritmos
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !63

y las fuerzas que la mueven. Como consecuencia - ya que el ser humano forma parte

indivisible de la naturaleza - el ser humano ha ido también alejándose de su propia naturaleza

y las fuerzas que lo mueven hasta el punto de adoptar una disposición totalmente contraria a

ellas.

Esta enemistad hacia las energías primordiales de la creación y sus manifestaciones

en la persona ha traído consigo grandes consecuencias. Al pensarse separado de la creación,

el hombre ha promovido ideas que lo han ido desensibilizando ante la magnificencia y

profundidad de la vida. Cada vez más hemos ido auto-limitando nuestra experiencia a la

mente y el intelecto, relegando nuestro contacto inmediato y real con la realidad a través de

los sentidos. El resultado es una actitud negativa y de rechazo ante la información

proveniente de los sentidos a través de nuestro cuerpo. Así, al vernos a nosotros y a la

realidad a través de una cosmovisión dualista a causa de nuestro endiosamiento de la razón,

el integrar y el unificar nuestras dimensiones se ha vuelto cada vez más difícil.

La salud holística, como la proponemos, debe incluir el desarrollo de todas las

dimensiones que conforman a la persona. Como seres bio-psico-espirituales, debemos

apuntar a la actualización de las potencias de cada una de estas esferas pero entendiendo la

profunda interrelación y mutua influencia entre ellas. De esta manera, la actualización de

potencias de nuestra esfera espiritual depende del libre flujo de materia energética desde

nuestra corporeidad (donde la energía es más burda y sirve propósitos y tendencias

fisiológicas), hasta nuestra espiritualidad (donde la energía, ya liberada de su inicial

expresión instintiva, fluye a través de toda la persona como una inagotable fuente de

potenciales de creación, transformación y crecimiento hacia la unidad).

Esta unidad subyacente a toda la realidad, de la cual los místicos y físicos más

prominentes hablan, es el principio y fin último de todo lo que es manifestado en la


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !64

dimensión dual. El orden y armonía que observamos en el universo y la naturaleza nos hablan

de una intencionalidad de la energía primordial divina que sostiene la realidad, tanto en el

plano relativo (dual), como en el absoluto (uno). La animado y lo inanimado responden a

leyes que los dirigen hacia la creación de formas y ambientes idóneos para que la vida pueda

alcanzar expresiones cada vez más complejas. Las leyes que rigen el universo, así como la

intencionalidad en su movimiento, apuntan a que estamos hablando de un fenómeno vivo. A

esto se le puede llamar Dios, la realidad última que todo lo abarca y dentro de quien todo se

mueve.

Él se convierte en el universo a partir de no poder contener en sí mismo su rebosante

ser. Esta esencial fertilidad de Dios es lo que mantiene en constante vitalidad y movimiento a

toda la creación en cada instante, y a esta presencia Suya en el universo la llamamos amor. La

energía sexual, entonces, es la manifestación de la potencia creadora y transformadora en

todo ser vivo. Es el ser creado respondiendo al legado de su creador en cuanto co-creador del

flujo de vida en sus infinitas formas. Esta energía de Dios se encarga 1) de asegurar la

continuidad de la danza de la vida a nivel colectivo, y 2) permite la activación de las

potencias más elevadas del ser humano a nivel personal.

Ya sea por un libertinaje descontrolado o por algún dogma religioso; si no logramos

integrar, utilizar, canalizar y transformar la energía sexual en nuestra vida, corremos el riesgo

de que nuestra sexualidad permanezca “enferma” y de que su bloqueo, represión, mala

utilización y desperdicio inevitablemente traerán consecuencias negativas en nuestra salud.

La segunda cualidad de la energía sexual requiere de su correcto entendimiento y

utilización consciente, para lo cual es importante darle su correcto lugar como energía

sagrada, y sacarla de la oscuridad y tabú donde se le ha pretendido esconder. A partir de un

entendimiento unitario de la realidad, la vivencia de la sexualidad no se limita a conductas


ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !65

propiamente sexuales, sino que se basa en reconocer e invitar el flujo de los potenciales

vivificantes, transformadores y sanadores de la fertilidad esencial de la realidad. Esto se

manifiesta de manera conductual pues nos “ofrece la posibilidad de no volvernos calcificados

en una identidad rígida, sino que nos da la oportunidad de ser continuamente formados por un

flujo cíclico de energía de vida limpia que mantiene a uno dinámicamente vivo como ser

humano” (Malkemus & Romero, 2012, p. 36).

Finalmente, es a través de nuestros sentidos como experimentamos en un principio la

realidad, por lo que nuestra sensibilidad se convierte en nuestra primera ventana para el

anclaje en el momento presente, la desidentificación con nuestra mente y la capacidad de

estar siempre frescamente inundados por la maravilla de la creación y las pasiones que en

nosotros despierta. No es sino a partir de una conciencia donde Dios lo abarca todo y a todos,

donde nuestras pasiones siempre estarán subordinadas al amor; donde la pasión y deseo que

despierta la persona del sexo opuesto no es más que una respuesta maravillada y agradecida

de nuestra totalidad a la belleza y pasión con la que el creador se manifiesta a través de su

creación. Cuando le demos su lugar a Dios como centro de toda nuestra experiencia, la

transformación ocurrirá y aprenderemos a fluir con su voluntad como ya muchos lo han

hecho antes que nosotros, y nuestro mundo externo reflejará la armonía de nuestro mundo

interno.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !66

Referencias

Anxiety and Depression Association of America. Facts & Statistics. 2014, from http://

www.adaa.org/about-adaa/press-room/facts-statistics

Asante, M. K., & Mazama, A. (2009). Encyclopedia of African Religion (Vol. 1). Sage

Publications: Thousand Oaks, CA.

Baines, J. (1987). La ciencia del amor. Madrid: Auyantepuy Editores.

Bender, T. (2000). Building the Breath of Life: Fire River Press.

Bender, T. (2006). The physics of Qi. 2013, from http://tombender.org/indexpages/

tbindex.html

Berkson, W. (1974). Fields of Force: The Development of a World View from Faraday to

Einstein: Routledge and K. Paul.

Bock-Möbius, I. (2012). Qigong Meets Quantum Physics (L. Kohn, Trans.): Three Pines

Press.

Centers for Disease Control and Prevention. (2012). Divorce and marital disruption. 2014,

from http://www.cdc.gov/nchs/nsfg/key_statistics/d.htm#marriage

Chopra, D. (1994). La curación cuántica. México D.F.: Editorial Grijalbo.

Cicero, M. T. (45 AC). Disputas tusculanas.

Clément, O. (1995). The Roots of Christian Mysticism: Text and Commentary: New City

Press.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !67

Cotrell, R. R., Girvan, J. T., & McKenzie, J. F. (2002). Principles and foundations of health

promotion and education. San Francisco: Benjamin Cummings.

Dalrymple, G. B. (2001). The age of the Earth in the twentieth century: a problem (mostly)

solved. Special Publications, Geological Society of London, 190(1), 205-221.

Davies, O. (1994). Meister Eckhart: Selected writings. Middlesex: Penguin Group.

Deshmukh, V. D. (2006). Neuroscience of meditation. The Scientific World Journal, 16(6),

2239–2253.

Fehring, J., Cheever, K., German, K., & Philpot, C. (1998). Religiosity and sexual activity

among older adolescents. Journal of Religious Health, 37, 229-247.

Förster, J., Epstude, K., & Özelsel, A. (2009). Why Love Has Wings and Sex Has Not: How

Reminders of Love and Sex Influence Creative and Analytic Thinking. Personality

And Social Psychology Bulletin. Retrieved from

Freud, S. (1920). Letter to Édouard Claparède (December 25th 1920).

Freud, S. (1922). Group Psychology and the Analysis of the Ego. New York: Boni and

Liveright.

Freud, S. (1926). Psychoanalysis: Freudian School. Encyclopaedia Britannica (13 ed.).

London: Hogarth.

Freud, S. (1938). Outline of Psychoanalysis. London: Hogarth Press and Institute of

Psychoanalysis.

Freud, S. (1949). Three essays on the theory of sexuality. London: Imago Publishing.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !68

Freud, S. (1961). Civilization and its Discontents (J. Strachey, Trans. J. Strachey Ed.). New

York: W. W. Norton.

Freud, S. (Ed.). (1900). The interpretation of dreams. New York: Macmillan.

Friedman, H., & Hartelius, G. (2013). The Wiley-Blackwell Handbook of Transpersonal

Psychology (Edición Kindle) Retrieved from Amazon.com

Gaan, N. (2005). Relevance of Environment: A Critique on International Relation Theories.

India: Kalpaz Publications.

Gammage, B. (2005). Far More Happier Than We Europeans: Aborigines and Farmers:

Menzies Centre for Australian Studies.

Grof, S. (n.d.). A Brief History of Transpersonal Psychology. 2014, from http://

www.stanislavgrof.com/pdf/a%20brief%20history%20of%20transpersonal

%20psychology-grof.pdf

Guttmacher, S. (1979). Whole in Body, Mind & Spirit: Wholistic Health and the Limits of

Medicine. Journal of American College Health Association, 9(2), 15-21.

Hart, T. (2000). Transpersonal knowing: Exploring the horizon of consciousness. New York:

Suny.

Hawks, S. (2004). Spiritual Wellness, Holistic Health, and the practice of Health Education.

American Journal of Health Education, 35(1).

Jung, C. (1916). Psychology of the uncounscious. New York: Moffat, Yard and Company.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !69

Karren, K., Hafen, B., Smith, N., & Frandsen, K. (2002). Mind/body health: The effects of

attitutudes, emotions and relationships (2nd ed.). San Francisco: Benjamin

Cummings.

Kopelman, L., & Moskop, J. (1981). Holistic Health Movement: A survey and Critique. The

Journal of Medicine and Philosophy(6), 209-235.

LaPatra, J. (1978). Healing. New York: McGraw-Hill.

Malkemus, S. A., & Romero, M. (2012). Sexuality as a Transformational Path: Exploring the

Holistic Dimensions of Human Vitality. International Journal of Transpersonal

Studies, 31(2), 33-41.

Martinez, E. (2009). El hombre sabio y compasivo. Journal of Transpersonal Research, 1(1),

34-56.

Maslow, A. (1943). A Theory of Human Motivation. Psychological Review, 50, 370-396.

Maslow, A. (1964). Religions, Values, and Peak Experiences Retrieved from http://

www.nostrajewellery.org/files/Abraham-H.-Maslow-Religions,-Values-and-Peak-

Experiences.pdf

Maslow, A. (1969). The farther reaches of human nature. Journal of transpersonal

Psychology, 1, 1-9.

Mastin, L. (2009). Nonlocality and Entanglement. 2014, from http://

www.physicsoftheuniverse.com/topics_quantum_nonlocality.html
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !70

McHenry, H. (2009). Human Evolution (M. Ruse & J. Travis Eds.). Cambridge, Mass.:

Harvard Univeristy Press.

McNab, W., & Henry, J. (2006). Human sexuality disorder: Do we have a problem? The

Health Educator, 38(2), 45-52.

Moore, T. (1999). El alma del sexo. Barcelona: Plaza y Janés.

Organización Mundial de la Salud. (1948). Preguntas más frecuentes. 2014, from http://

www.who.int/suggestions/faq/es/

Osho. (1968). From sex to superconsciousness Retrieved from http://

www.oshorajneesh.com/download/osho-books/hindi-translations/

From_Sex_to_Superconsciousness.pdf

Osho. (1978). The Secret of Secrets, Vol 2. Retrieved from http://www.oshorajneesh.com/

download/osho-books/Tao/The_Secret_of_Secrets_Volume_2.pdf.

Osho. (2007). El libro de los secretos. Madrid: GAIA.

Osho. (2009). Tantra: The supreme understanding. London: Watkins Publishing.

Perry, M. (2012). The Mystery of Individuality: Grandeur and Delusion of the Human

Condition. Bloomington, IN: World Wisdom.

Ratzinger, J. (2005). Deus Caritas Est. Retrieved from: http://www.vatican.va/holy_father/

benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20051225_deus-caritas-

est_sp.html

Reich, W. (1973). La función del Orgasmo. New York: Farrar, Straus and Giroux.
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !71

Ropelato, J. (2006). Internet Pornography Statistics. 2014, from http://internet-filter-

review.toptenreviews.com/internet-pornography-statistics.html

Sanches, L., & Daniels, M. (2008). Kundalini and transpersonal development: Development

of a Kundalini Awakening Scale and a comparison between groups. Transpersonal

Psychology Review, 12(1), 73-83.

Sannella, L. (1992). The Kundalini Experience: Psychosis or Transcendence? Lower Lake,

CA: Integral Publishing.

Scheuch, M. (2013). Sodalicio y sexo. Retrieved from http://

laslineastorcidas.wordpress.com/2013/01/30/sodalicio-y-sexo/

Shroff, F. M. (2011). Conceptualizing holism in international interdisciplinary critical

perspective: Tomard a framework for understanding holistic health. Social Theory and

Health, 9(3), 244-255.

Sotillos, S. B. (2012). The Mystery of Individuality: Grandeur and Delusion of the Human

Condition. Journal of Transpersonal Research, 4, 94-105.

Spielrein, S. (1994). Destruction as the cause of coming into being. Journal of Analytical

Psychology, 39, 155-186.

Stekel, W. (1950). The Doubt: Compulsion and Doubt. London: Peter Nevill.

Timmer, J. (2012). 3.5 billion year old organic deposits show signs of life. from http://

arstechnica.com/science/2012/09/3-5-billion-year-old-organic-deposts-show-signs-of-

life/
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !72

U.S. Department of Health and Human Services (USDHHS). (2000). Healthy People 2010.

Washington. DC: Author.

Underhill, E. (1995). Mysticism: The Development of Humankind's Spiritual Consciousness

(14 ed.). London: Bracken Books.

UNODC. (2001-2002). The Eighth United Nations Survey on Crime Trends and the

Operations of Criminal Justice Systems. 2014, from http://www.unodc.org/unodc/en/

data-and-analysis/Eighth-United-Nations-Survey-on-Crime-Trends-and-the-

Operations-of-Criminal-Justice-Systems.html

Washburn, M. (n.d.). Psychic Energy, Libido & Spirit: Three Energies or One? Retrieved

from http://www.personaltransformation.com/michael_washburn.html

Wilber, K. (1995). Sex, Ecology, Spirituality: The Spirit of Evolution. Boston & London:

Shambala.

Wilber, K. (2001). Quantum Questions: Mystical Writings of the World's Great Physicits.

Boston: Shambala.

Wilson, M. (2011). Encounters with nature as a path of self-realisation: A meaning making

framework. Journal of Transpersonal Research, 3(1), 11-29.

Wojtyla, K. (2008). Amor y Responsabilidad: Estudio de la moral sexual Retrieved from

http://www.mscperu.org/castidad/castidadDoctrina/AmoryResposnablidad/

1AmorResponsJPIIIndex.htm
ENERGÍA SEXUAL Y SALUD HOLÍSTICA !73

Young, M., Donnelly, J., & Denny, G. (2004). Area Specific Self-Esteem, Values, and

Adolescent Sexual Behavior. American Journal of Health Education, 35(5), 282-289.

View publication stats

También podría gustarte