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ARTE POÉTICA ESCRITA CON CALIBRI (BODY) 11

No me importa que la luz se cuele por los intersticios


de la persiana. Es un pecado perdonable si uno vive
buscando aquello que no se cura sino con la ausencia

y la figura. Ya todo ha sido escrito y la carne es triste,


¿no? Dediquémonos entonces a re-escribir
el discurso sobre el estado de la universidad

que pronunciara en Guadalajara en mil novecientos


setenta y dos. Dediquémonos a cuestionar
los límites de la cobertura que ofrecen

algunas empresas con jóvenes sonrientes


que si tuvieran todos los hijos con que aparecen
en el comercial no serían tan amables a la hora de

atender a las visitas (prole abundante por supuesto.


El Opus Dei debe ser combatido incluso en la forma
de pronunciar ciertas palabras, al igual que el patriarcado.

Limpiar una estación del Metro por lo mismo que ganaría


si cosiera la ropa de Amancio Prada, bajarse de uno
de los vagones para re-escribir la historia

del proletariado que el proletariado no habrá de leer,


declararse fervorosamente de clase media y heterosexual,
repartir tarjetas de visita después del vino de honor

y llamar a tus amigos a las tres de la mañana


para compartir la alegría de haber encontrado
la palabra precisa para traducir haberdashery:

las cursivas están demás, el uso de la primera persona


en singular está demás, el intento descarado
por sumarse a las últimas corrientes

que le llegan como el eco de un subdesarrollo


del cual es objeto de estudio y a la vez testigo implicado,
la calentura que le producen las viejas que aparecen

en La batalla de Chile, cuando marchaban por la Alameda


para defender su derecho de enviar a los niños a una escuela
donde vaya gente como uno: una poética documental

donde las citas estén entre comillas y los testimonios


nos abran las puertas del paraíso, las palabras
arrancadas a la fuerza de algún diccionario

donde se justifique el golpe de Estado de 1973


y el oscurantismo de huir detrás de la madre
se premie con la fuerza de los epígonos:

re-escribir lo que no haya sido escrito.


Citar cada vez que sea necesario.
Si se ha de escribir correctamente poesía:

no temerle a las baldosas del patio


donde jugamos a la pelota con nuestro
padre, el arquero que siempre ataja el penal

pero nunca juega con guantes. El resto


son flexiones de brazos hasta que aprendamos
a escribir endecasílabos, a maquillarnos

delante del espejo con un poco de barro


recogido en el bosque, mímesis imprescindible
para que los guardias del palacio nos confundan

con el mensajero imperial que nunca llegará hasta sus puertas.


REFERENCIAS CRÍTICAS EN CALIBRI BODY (ONCE)

Sobre La nieve es nuestra (Luces de Gálibo ediciones, Málaga, 2016).

¿Cómo recomendar un libro de poemas hoy en día? Hay demasiados libros y demasiados poemas
acumulándose allá afuera, como la nieve, esperando a crear una fina capa blanca y elegante que dentro
de unas horas será barro en el que resbalen los pies. Quizá diciendo que no toda la nieve se derretirá,
pues una parte quedará en la retina. Este libro es de los que se quedan en la retina del que lee, es un
libro poderoso, decidido, que tiene todo el carácter definitivo de los fenómenos naturales, como es la
nieve, y toda la provisionalidad de la experiencia humana y personal del poeta. Es un libro con una
forma que en España se ve poco, muy propia, en la que están decantadas, sin artificio ni bombo, todas
las vanguardias hispanoamericanas recientes y sobre todo las de una tradición literaria privilegiada en la
exploración del lenguaje, como es la chilena. Sólo por su lección de forma y de ritmo ya sería un libro
que recomendar, pero hay más. Hay una apuesta vital, que en los preciosismos hispanos recientes no
suele acompañar al cuidado envoltorio poético. El equilibrio entre la experiencia transmitida y el
cuidado formal, el magisterio de Lihn junto al de Teillier, el de Parra junto al de Rojas (los dos Rojas). Sin
ambages pero sin revanchismo, este libro es un ajuste de cuentas con toda una forma de hacer poesía y
de enunciar, un libro que trasmite un estado de ánimo personal y un estado de ánimo cultural, un diario
de viaje por Norteamérica y por una lengua trabada a golpe de mezcla y descubrimiento. ¿Una etiqueta
para recomendar el libro, un marchamo? Simple: hace tiempo que no ha leído usted un libro como éste,
que escapa de las corrientes centrales de la poesía que se encuentra en los escaparates españoles, esos
que la nieve cubre y dentro de unas horas ya son barro en el que resbala la mirada.

Luis Arturo Guichard, revista Nayagua 23, Fundación Centro de Poesía José Hierro, España.

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