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NEO-REALISMO1

“Para que el arte pueda aproximarse al pueblo


y el pueblo al arte, debemos elevar
primeramente el nivel cultural general”
-V. I. Lenin.

Mucho se ha especulado y muy vagamente sobre el arte neorrealista. Por ello creo
necesario decir algunas palabras al respecto empleando el lenguaje directo en tan intrincado
tema. Hacer ver la luz abriendo las ventanas de par en par sin mayor pretensión que la
dictación de este momento de transición, incierto y de desorientación general que vivimos.

Esta época de desorientación no debiera justificar la gran inquietud por la búsqueda


de una salida triunfal en que está empeñado nuestro artista de hoy. En el artista de hoy,
existe una gran inquietud por una salida, por sacudirse el polvo y renovarse. También se ha
prestado (debido a carencias económicas, falta de ayuda estatal) a evasiones y
divagaciones, especulando con lo subjetivo, abstracto, cubismo, existencialismo,
surrealismo, etc. Como señala Garaudy los artistas “giran o cambian según los golpes de la
bolsa del mercado de la pintura” (1).

Para llegar al Neo-realismo, hay que salvar muchos obstáculos. Es un proceso lento
para dar con el camino, que no se consigue de la mañana a la noche sin antes haberse
creado una conciencia, y dejar de lado estrechos conceptos que pertenecen al pasado.

A mediados del siglo pasado cuando la palabra Realismo hacía temblar a la


burguesía y a los hombres los median las ideas, Gustavo Courbet puso por título la palabra
Realismo. Pasos dados en la pintura en oposición al academicismo. Ello causó revuelo, pero
trajo a otros colegas que lo siguieron por este camino del terreno para convivir con la
naturaleza y los campesinos franceses.

Por esta misma época, como plantea Van Loon “Balzac había concluido su
gigantesco catálogo de todos los tipos sociales que contribuían a hacer de la nación francesa
lo que era. Víctor Hugo, enemigo de la dictadura, se hallaba desterrado en una de las islas
del canal de la Mancha y no malgastaba esfuerzo alguno encaminado a abatir las falsas
apariencias del imperio fantasma de Napoleón III”.
Estos hechos de artistas franceses tomados al azar, son escalones para la
construcción que debemos realizar por medio de una unidad de acción, conciliando la

1
Transcripción literal de un manuscrito de un artista santiaguino de la década del ‘40 del siglo XX, llamado
Velardi, cuyo nombre real era René Armando Martínez Velardi (1917-1998), profesor de grabado en la
Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile.
teoría con la práctica. También es fundamental el conocimiento de la técnica, altamente
desarrollada, a través de cuyo contenido debe lograrse una verdadera expresión.

El arte es el lenguaje que imprime cada uno de acuerdo a capacidad y realización


creadora. Desde el nacimiento del arte, éste ha sido una forma de expresión, una
herramienta de lucha, ya sea por el medio de vida, por las condiciones económicas o bien
por el aspecto político o religioso.

La evolución creadora personal e individualista, es más que todo el reflejo de un


estado anímico, que generalmente conduce a formas y contenido superficiales
encerrándolos en un egoísmo de marfilista.

El ser humano (artista), recoge sus experiencias para expresar su sentimiento (ideal),
plasmándolo en una obra artística.

Si retrocedemos y nos detenemos en la historia del arte podemos ver que existe una
evolución muy marcada, que señala una etapa en la vida social de los pueblos. De acuerdo a
la vida de sus necesidades espirituales y materiales del hombre, se puede constatar desde
las primeras pinturas y bajo-relieves encontrados en las cavernas de Europa, como así
mismo, herramientas o instrumentos de caza, tallados en piedra son la fiel expresión de la
época. Hasta nuestros días el arte ha sido la expresión del medio.

El Neo-realismo encausa el arte por un camino más definido, es la expresión de la


comunidad. La explotación del hombre por el hombre, la liberación económica de los
pueblos, las guerras, luchas por un mejor sistema de vida, etc., no pueden pasar
desapercibidos para el músico que escucha el clamor popular. El pintor ve las angustias,
injusticias y miserias de la clase trabajadora. El poeta capta en forma de ritmo el sudor del
campesino por su árido sustento. También para el novelista no es difícil intuir la
plasmación de sus personajes. “Escribir para el pueblo en forma inseparable”, dice Mao Tse
Tung, herramienta necesaria para conocer y comprender a los hombres y el mundo.

El artista ante todo es un hombre y como tal con sus diferentes debilidades
biológicas, hoy día quiéranlo o no, se encamina, aunque por diferentes senderos, ya sea más
largo o más corto hasta encontrar la expresión de sincerarse a sí mismo. ¿Es posible
permanecer indiferente? ¡No podemos cruzarnos de brazos!, debemos tomar las
herramientas necesarias y gritar junto al clamor popular con nuestros medios y así
marcaremos también las páginas de la historia por la Liberación Nacional y aún más, con
mayor perspectiva sobre el horizonte.
Víctor Hugo escribía en una de sus cartas: “Los problemas sociales sobrepasan las
fronteras”. Y por otro lado dice: “¡Decrecería el arte por haberse ampliado! No, un servicio
más. No hay que temblar por ver los brazos de la musa terminar en manos de sirvienta”.
Estos conceptos vertidos en el siglo XIX por el notable poeta, bien pueden ajustarse
a la pintura contemporánea de Méjico que es el producto de una revolución social. Tanto la
pintura de caballete como especialmente los murales, son fiel expresión del vigor de un
gran pueblo. Los murales mejicanos trascienden las fronteras por su proceso de trabajo
creador práctico.

El grabado es el vehículo que da las condiciones, por tener más fuerza expresiva
debido a los contrastes de luz y sombra, como así mismo la técnica que se aplica.

La forma es un medio de expresión, para aplicar lo económico dentro de lo nacional,


sea lo folklórico, lo autóctono, el esfuerzo del hombre en contacto con sus labores, etc.

El contenido es la interpretación universal de los pueblos que generalmente siempre


tienen una relación entre sí. Por ejemplo: la lucha por la coexistencia pacífica.

La composición o la forma es el vehículo para lograr un contenido de una verdadera


expresión. No se trata de pintar o interpretar como una fotografía casual, de hecho faltará
en este caso el carácter dinámico del original. Tampoco en la obra de arte se trata de la
realización hacia el affichismo o lo ilustrativo, si es que se desea conseguir una obra seria.

El arte sin sentido humano es una evasión de la realidad. El artista es ante todo un
hombre y luego artista. Conseguir este objetivo se puede conseguir por medio de una
interpretación materialista del desarrollo artístico de la humanidad en el presente. Joseph
Billiet plantea que “Toda forma social completa y acabada debe encontrar en el arte la
expresión de la ideología que la inspira, y los hombres cuyo esfuerzo, amor y voluntad han
construido y mantienen la armonía de esta formación deben reconocer su sociedad y, por la
conciencia que de ella tienen, así, directamente, profundizar la ideología, surgida de su
necesidad, que los guía y hace la grandeza de sus realizaciones”.

Así tenemos que en todas partes se está llevando una batalla consciente por salir del
caos incierto, por la superación del arte en relación al medio, vibrando junto al pueblo en
sus problemas que también son los nuestros. Finalmente señalo unas notas de Piet
Mondrian:

“El proceso de la humanidad estriba en la conquista de la opresión y es paralelo al


progreso del arte. La opresión es destructiva de por sí, pero opera sin que la humanidad le
oponga su perpetua resistencia […] y de esta manera nos capacitamos para ver su necesaria
función en nuestra vida.”

Velardi
(1)- Las frases entre comillas pertenecen a los autores que las preceden.

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