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GENERACIÓN ELÉCTRICA

Promoción, Tecnología y Explotación

COGENERACIÓN

Ciclos de cola
Generación Eléctrica

2
Ciclos de cola

INDICE

INDICE........................................................................................................................................................................... 3

RESUMEN ..................................................................................................................................................................... 4

1. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................................... 6

1.1 Contexto ................................................................................................................................................................ 6


1.2. Aspectos económicos ........................................................................................................................................... 7

2. CICLO DE RANKINE CONVENCIONAL .................................................................................................................. 9

3. CICLO DE KALINA ................................................................................................................................................. 15

4. CICLO DE RANKINE ORGÁNICO (ORC) .............................................................................................................. 16

4.1. Fluidos de trabajo ............................................................................................................................................... 16


4.2. Tecnología de ciclos ORC .................................................................................................................................. 21
4.3. Selección de ciclos ORC .................................................................................................................................... 32

5. CASOS ESTUDIO ................................................................................................................................................... 47

5.1. Industria cementera ............................................................................................................................................ 47


5.2. Calor de refrigeración de un motor de cogeneración.......................................................................................... 52

6. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................................... 54

12 de diciembre de 2007

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Generación Eléctrica

RESUMEN
Los ciclos de cola son una tecnología para convertir calores residuales en energía eléctrica. La
solución tecnológica tradicional es el ciclo de Rakine convencional, pero la moderada/baja
temperatura de la fuente térmica hace que esta tecnología convencional no sea la más
adecuada. Por otra parte, las aplicaciones de ciclos de cola a menudo son de baja potencia,
siendo preciso equipos compactos y poco voluminosos. Como soluciones alternativas se
proponen los ciclos de Kalina y los de Rankine orgánicos.

Los ciclos de cola están poco extendidos en la industria por dos razones principales: la
necesidad de un diseño específico para cada caso y el bajo incentivo económico por parte de
la Administración. Este bajo incentivo aboca a estas soluciones a trabajar normalmente en
régimen de autoconsumo.

El ciclo de Kalina emplea una mezcla zeotrópica de amoniaco/agua que siendo la presión
constante evapora a temperatura variable, pudiendo seguir adecuadamente el perfil T-Q de la
fuente térmica. Las instalaciones son voluminosas y el ciclo resulta competitivo frente al
Rankine convencional sólo si la caldera de recuperación es de un solo nivel de presión. Es una
tecnología iniciada en 1990 y con poca penetración.

Los ciclos de Rankine orgánicos (ORC) son una tecnología con gran potencial y que está
viviendo un despegue tecnológico importante. Tienen los mismos procesos que un ciclo de
Rankine convencional pero con menos equipos, siendo éstos además más compactos. Las
razones hay que buscarlas en las propiedades del fluido de trabajo (hidrocarburos naturales y
ahalogenados), que básicamente son una entalpía de vaporización reducida, salida de la
turbina en vapor sobrecalentado, presión crítica no muy alta y presión de condensación
superior a la atmosférica. Esto permite que la caldera de recuperación sea un simple
intercambiador de calor y prescindir del sobrecalentador y del desaereador. En cuanto a la
regeneración, se realiza a partir del desrecalentamiento del fluido a la salida de la turbina en
lugar de con extracciones de la misma. La reducida presión crítica de los fluidos orgánicos
(inferior a 40 bar en muchos de ellos) permite plantear tanto ciclos subcríticos como
supercríticos.

4
Ciclos de cola

Las aplicaciones industriales de los ciclos de cola pueden clasificarse según el gradiente
térmico de la fuente: elevado e intermedio gradiente (productos de combustión de un proceso)
y gradiente reducido (agua de refrigeración).

El pentano es el mejor fluido para los ORC subcríticos. En el caso de aplicaciones de reducido
gradiente suele eliminarse la regeneración. Los ciclos supercríticos son más complejos de
diseñar, estableciéndose unas gráficas en el texto para la selección del fluido más adecuado,
que depende del gradiente de la fuente. En todo caso, en los ciclos supercríticos es
fundamental obtener el diagrama T-Q de la caldera de recuperación para determinar de forma
correcta el acercamiento mínimo, que puede situarse en el interior del intercambiador.

El tema finaliza con dos casos de estudio, uno sobre una cementera (fuente de elevado
gradiente) en el que se compara el ciclo de Rankine convencional con un ORC subcrítico y otro
supercrítico y otro sobre la recuperación del calor de refrigeración de un motor de
cogeneración, presentándose en este caso un diseño real a partir de un ciclo ORC subcrítico.

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Generación Eléctrica

1. INTRODUCCIÓN

1.1 Contexto

La cogeneración con ciclos de cola pretende convertir una energía térmica residual en
electricidad mediante un ciclo termodinámico. La energía térmica residual procede del proceso
productivo de la industria donde vaya a aplicarse la cogeneración y se recoge en una caldera
de recuperación por cuyo secundario circula el fluido de trabajo del ciclo termodinámico. La
Figura 6/1 muestra un esquema básico de la planta.

Q V
Generador eléctrico

Caldera de
recuperación
E

Generador térmico

Fig. 6/1. Esquema de un ciclo de cola

La caldera de recuperación es un elemento clave en un ciclo de cola condicionando el diseño


del mismo. Conceptualmente el diseño convencional de un ciclo de cola no dista mucho del de
un ciclo de vapor en un ciclo combinado. Sin embargo, el carácter residual de los calores
recuperados hace que los resultados numéricos sean sensiblemente diferentes. En efecto, el
calor a recuperar normalmente no excede de 300ºC (unos 250ºC por debajo de un ciclo
combinado), dado que el proceso productivo previo habrá sido optimizado con todas las
integraciones térmicas posibles. Dicho calor suele estar disponible en una corriente de gases,
de aceite, de agua caliente,… que ha de ser enfriada tanto como sea posible. Estas
peculiaridades son las que justifican que los ciclos de cola se diseñen con criterios específicos,
no siendo recomendable una mera generalización de los ciclos combinados.

6
Ciclos de cola

1.2. Aspectos económicos

La cogeneración con ciclo de cola no está muy extendida en el sector industrial. Las razones
para ello hay que buscarlas básicamente en aspectos tecnológicos y económicos:

 A diferencia de los ciclos de cabeza (principalmente motores y turbinas de gas),


donde el grupo cogenerador está disponible en modelos y gamas comerciales, los
ciclos de cola han de diseñarse a medida del calor residual a recuperar, lo que
presenta dos condicionantes importantes. Por una parte el tamaño de la planta, que
puede impedir aprovechar ciertos calores si la potencia disponible no permite
alcanzar los menores tamaños de turbinas de vapor; por otra parte, el nivel térmico
de los calores residuales que puede hacer que los ciclos de vapor convencionales
saquen poco partido de los calores residuales.

 Los ciclos de cola aparecen recogidos en el RD 661/2007 en el grupo a.2 que dentro
de la cogeneración (grupo a) es el que menores tarifas y primas recibe, junto con las
cogeneraciones que emplean carbón y combustibles residuales (grupo a.1.4). Por
otra parte, la actualización de las tarifas del grupo a.2 se realiza anualmente según el
IPC.

El bajo nivel de subvención que reciben los ciclos de cola no hay que entenderlo como un
desinterés de la Administración sino que es una consecuencia de los bajos costes que
presentan este tipo de plantas. En efecto, al instalar un ciclo de cabeza el consumo de
combustible puede llegar a duplicarse, tal como se vio en el Tema 1. Por otra parte, el
combustible representa aproximadamente un 80% de los gastos anuales del proyecto (1). Sin
embargo, un ciclo de cola no incrementa el consumo de combustible de la industria donde se
instala, siendo sus gastos anuales derivados de la financiación de la inversión y del
mantenimiento, normalmente reducido al tratarse de turbinas de vapor. Por tanto, el reducido
nivel de subvención está justificado atendiendo a la estructura económica del proyecto.
Precisamente por esta baja subvención lo habitual en los ciclos de cola es que se utilicen en
régimen de autoconsumo eléctrico, siempre que la demanda de la planta lo permita, pues las
tarifas industriales superan ampliamente las tarifas de venta al Régimen Especial del grupo a.2
del RD 661/2007.

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Generación Eléctrica

La inversión depende de la tecnología del ciclo. Así, para plantas de entre 2 y 5 MWe con
calores residuales disponibles a 300ºC se pueden citar (2), a título orientativo, de 1.200 a 1.500
USD/kWe para plantas con ciclo de Rankine convencional; 1.200 a 2.000 USD/kWe para
plantas con ciclo de Kalina y entre 1.800 a 2.400 USD/kWe para plantas con ciclo ORC1 .

1
Datos de 2000.

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Ciclos de cola

2. CICLO DE RANKINE CONVENCIONAL


Un ciclo de Rankine convencional empelado como ciclo de cola es muy similar al ciclo de vapor
de un ciclo combinado, tal como ilustra la Figura 6/2. La ventaja que presenta esta tecnología
es que es muy madura, si bien la baja temperatura del calor disponible hace que los equipos
queden fuera de las escalas habituales, especialmente en lo que se refiere a la presión del lado
de alta del ciclo.

Los inconvenientes del ciclo de Rankine convencional son:

 Elevado volumen del condensador por trabajar a vacío.

 Caldera de recuperación compleja, con necesidad de calderín separador de vapor,


debido a la elevada entalpía de vaporización del agua.

 Necesidad de sobrecalentar el vapor a la entrada de la turbina para evitar elevada


humedad a la salida de la misma.

 Los equipos de alta presión (turbina y caldera) son más voluminosos que en
aplicaciones convencionales debido a la baja presión de operación.

En general puede decirse que esa tecnología a día de hoy ha quedado superada por la de
ORC que se explicará más adelante.

El Ejemplo 6/1 ilustra adecuadamente las peculiaridades de este tipo de ciclos.

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Generación Eléctrica

Fig. 6/2. Ciclo de Rankine convencional como ciclo de cola.

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Ciclos de cola

Ejemplo 6/1

Una industria dispone de un caudal de 80 kg/s de gases de combustión (Cp = 1,1 kJ/kg-K) que
salen de un horno a 300ºC y que pueden ser enfriados como máximo hasta 130ºC para evitar
problemas de condensaciones ácidas. Se pretende valorar la viabilidad técnica de un ciclo de
Rankine con vapor convencional como el mostrado en la Figura 6/2.

Dado que se quieren enfriar los gases lo más posible la temperatura del agua de alimentación
se limita a 60ºC. Como parámetros de la caldera se toma un acercamiento en el
sobrecalentador (SC) de 30ºC, en el economizador de 15ºC y un punto de estricción (pinch
point) de 15ºC. El título a la salida del evaporador es del 10% (3).

El rendimiento de la turbina se toma de 85% y el de las bombas 75%. Se desprecian las


pérdidas de presión en conductos e intercambiadores. La temperatura de condensación se
establece en 35ºC. La Figura 6/3 muestra un estudio para determinar la presión que maximiza
la potencia eléctrica producida, que resulta de 4 bar.

Tras resolver el ciclo se obtiene una potencia eléctrica de 3.038 kW, lo que supone un
rendimiento de 21,9%. La temperatura de salida de los gases de la caldera de recuperación es
de 142ºC. Aunque no se aprovecha íntegramente el calor (los gases podrían enfriarse hasta
130ºC) la Figura 6/3 demuestra que el trabajo obtenido del ciclo se maximiza para una presión
de la caldera de 4 bar.

La Figura 6/4 muestra el diagrama T-Q de la caldera en la que se aprecia cómo casi toda la
recuperación del calor de los gases (un 80%) se realiza en el evaporador, que opera a una
presión muy baja (4 bar). En la Figura 6/5 se muestra el diagrama T-s del ciclo, apreciándose
nuevamente el elevado peso de la zona bifásica. Pese a que conceptualmente el diseño es
similar al de un ciclo combinado la menor pendiente de la línea de gases limita fuertemente la
presión de entrada a la turbina.

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Generación Eléctrica

3060

3020

2980
Potencia neta [kW]

2940

2900

2860

2820
2 3 4 5 6 7 8 9 10
presión caldera [bar]

Fig. 6/3. Determinación de la presión óptima a la entrada de la turbina en el Ejemplo 6/1.

300

250

200
T [ºC]

150

100

50
0 2 4 6 8 10 12 14
Calor en la caldera de recuperación [MW]

Fig. 6/4. Diagrama T-Q de la caldera de recuperación en el Ejemplo 6/1.

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Ciclos de cola

400

300
T [°C]

200

4 bar
100
0,2 bar

0,06 bar
0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/5. Diagrama T-s del ciclo del Ejemplo 6/1 con indicación de la temperatura de gases.

Fin del Ejemplo 6/1

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Generación Eléctrica

El rendimiento obtenido en el Ejemplo 6/1 (apenas un 22%) podría parecer bajo, pero hay que
tener presente que el máximo rendimiento está limitado por la temperatura del foco caliente
que es baja por la temperatura de entrada de los gases y por la necesidad de enfriarlos todo lo
posible. La temperatura media entrópica (4) de los gases resulta:

300  142
TC   489,8 K
 573 
L 
 415 

que considerando una temperatura del foco frío de 300 K produce un rendimiento máximo
(Carnot) de 38,8%. Por tanto, el rendimiento obtenido por el ciclo es un 56,4% del máximo
posible, que resulta más alto que el obtenido en centrales de carbón subcríticas (51%) aunque
inferior al de centrales nucleares de agua ligera (69%), tal como se muestra en la Tabla 6/1.
Estas cifras indican que si bien considerando el foco caliente disponible el rendimiento es
aceptable éste podría ser mejorado. Esta mejora, junto con la superación de algunas
limitaciones prácticas propias de los ciclos de Rankine convencionales, se logra con los ciclos
de Kalina y especialmente con los ORCs.

Tabla 6/1. Eficiencias de tecnologías convencionales (foco frío a 300 K).

Foco caliente [K]  [%] max [%] /max [%]


Carbón subcrítica 1.167 38 74,3 51,1
Nuclear agua 573 33 47,6 69,3
ligera

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Ciclos de cola

3. CICLO DE KALINA
El ciclo de Kalina surgió en la década de los 90 del pasado siglo como una variante de los
ciclos de Rankine convencionales especialmente adecuada para ciclos combinados (5). El ciclo
de Kalina es similar al de Rankine, pero en lugar de agua pura se emplea una mezcla
zeotrópica de amoniaco y agua cuya concentración varía según la parte del ciclo
(condensación o evaporación).

Como ya se vio en la tecnología de absorción el cambio de fase a presión constante en una


mezcla zeotrópica se produce con un deslizamiento en temperaturas, de modo que en el
diagrama T-Q la zona de evaporación presenta una pendiente no nula. Con ello se incrementa
la temperatura media de admisión de calor, incrementado el rendimiento. El ciclo de Kalina
presenta un rendimiento entre un 40 a 50% mayor que el de Rankine con caldera de
recuperación de una única presión. Esta mejora se reduce hasta el 20 a 24% si en el Rankine
se emplea una caldera de dos niveles de presión (5).

El ciclo de Kalina comparte muchas de las limitaciones prácticas del de Rankine convencional
derivadas de su elevada entalpía de vaporización, por lo que las calderas de recuperación
requieren de calderín y los equipos tienden a ser voluminosos. Por otra parte, dado que las
inversiones con Kalina son algo mayores que con Rankine para calderas de dos niveles de
presión resulta más ventajoso el ciclo de Rankine convencional. Por otra parte, los problemas
de materiales derivados del uso del amoniaco resultan también relevantes.

Se han planteado ciclos de Kalina como tanto para ciclos combinados con turbinas de gas y
motores alternativos (5) como para ciclos de cola en la industria cementera (2), si bien su
presencia industrial es bastante testimonial por las limitaciones mencionadas anteriormente.

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Generación Eléctrica

4. CICLO DE RANKINE ORGÁNICO (ORC)


Desde los 80 y 90 del siglo pasado (6) (7) (8) se viene planteando una variante de los ciclos de
Rankine convencionales denominada ciclo de Rankine orgánico (ORC) consistente en sustituir
el agua por un fluido orgánico (hidrocarburo, refrigerante, …) cuyas propiedades le permiten
realizar un mejor seguimiento del perfil T-Q, además de otras ventajas constructivas.

En la actualidad hay un resurgimiento de los ciclos ORC, tanto en ciclos de cola como en
aplicaciones de baja temperatura (9) (10) (11) (12) (13) (solar, geotermia, ciclos combinados
con motores alternativos, microturbinas y pilas de combustible, …). Es por ello que el resto del
tema va a abordar en detalle el diseño de ciclos ORCs, por ser los que a día de hoy se
postulan como más viables para la conversión de energía térmica de baja y media temperatura.

4.1. Fluidos de trabajo

Los fluidos orgánicos presentan unas peculiaridades que les confieren ventajas sobre el agua
en los ciclos Rankine:

 Pendiente nula o positiva de la línea de vapor saturado en el diagrama T-s.

 Reducida entalpía latente de vaporización.

 Temperatura crítica reducida.

 Presión de condensación a temperatura ambiente superior a la atmosférica.

Las dos primeras propiedades son comunes a los fluidos orgánicos, mientras que las dos
últimas dependen del fluido pero son bastante frecuentes.

Una pendiente nula o positiva de la línea de vapor saturado en el diagrama T-s significa que la
entrada a la turbina puede realizarse en vapor saturado sin riesgo de tener humedad a la salida
de la misma. Esto es una clara ventaja respecto al agua, pues la necesidad de
sobrecalentamiento hace que los perfiles de temperatura en el diagrama T-Q se separen,
provocando temperaturas medias de adición de calor más bajas, reduciendo así el rendimiento
del ciclo. Por otra parte, al suprimir el intercambio de calor con el vapor sobrecalentado las
dimensiones del intercambiador se reducen considerablemente. De hecho, los fluidos

16
Ciclos de cola

orgánicos se pueden catalogar como secos, isentrópicos o húmedos, dependiendo de la


pendiente de la línea de vapor saturado en el diagrama T-s. La Figura 6/6 muestra un fluido de
cada tipo.

El hecho de que la entalpía de vaporización sea reducida supone que gran parte del proceso
de aporte de calor (normalmente más de la mitad) se va a realizar sin cambio de fase. Esto es
enormemente ventajoso pues permite que la caldera de recuperación sea un simple
intercambiador de calor, exactamente igual que ocurre con los evaporadores de los ciclos
frigoríficos (salvo los de amoniaco, que presenta una elevada entalpía de vaporización). De
este modo el equipo del ciclo ORC se simplifica mucho, siendo más compacto que el de agua
equivalente. La Figura 6/7 compara los fluidos mostrados en la Figura 6/6 con el agua,
apreciándose este hecho.

120
RC318
110

100
Propano
90

80
T [ºC]

70

60

50
R1234yf
40

30
-0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0 0,2 0,4
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/6. Diagrama T-s de diversos fluidos orgánicos (referenciados a la entropía crítica de cada uno).

La temperatura crítica es propia de cada fluido, pero en los de interés para los ciclos ORC
resulta siempre inferior a 250ºC. Este hecho, unido a que la presión crítica no resulta elevada

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Generación Eléctrica

(por debajo de 50 bar), permite plantear la realización de ciclos ORC supercríticos de forma
mucho más simple que cuando se emplea agua.

En cuanto a la presión de condensación es interesante que a temperatura ambiente sea


superior a la atmosférica con objeto de evitar la entrada de aire en el circuito. Al no existir el
riesgo de entrada de aire desde el exterior no es preciso utilizar los desaereadores o los
sistemas de extracción de incondensables del condensador propios de las centrales térmicas
que operan con agua.

400

350 Agua

300

250
T [ºC]

200

150

100

50

0
-4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/7. Diagrama T-s de los fluidos orgánicos de la Figura 6/6 comparados con el agua.

Los fluidos orgánicos básicamente son hidrocarburos, que pueden ser naturales (propano,
butano, pentano, hexano, octano, nonano, dodecano, …) o halogenados HFC como los
empleados en refrigeración (R134a, R218, R245fa, …). Los hidrocarburos naturales de bajo
número de carbonos (propano, butano y pentano) presentan una temperatura crítica por debajo
de 250ºC y una presión de condensación a temperatura ambiente superior a la atmosférica (o
muy poco más baja en el caso del n-pentano); por el contrario, los hidrocarburos de elevado
número de carbonos presentan temperaturas críticas superiores pero también presiones de
condensación a temperatura ambiente de vacío. En este aspecto (temperatura crítica y presión
de condensación) los hidrocarburos halogenados se comportan como los naturales de bajo

18
Ciclos de cola

número de carbono, siendo normalmente la temperatura crítica algo más reducida. No


obstante, los hidrocarburos halogenados presentan el problema de descomponerse por encima
de una cierta temperatura, situada normalmente a partir de los 200ºC.

La Tabla 6/1 muestra un listado con los principales fluidos que presentan buenas propiedades
para su uso en ciclos ORCs. Como se verá en el apartado dedicado a los ciclos, es interesante
buscar que las presiones de diseño no superen los estándares industriales habituales para
evitar el incremento excesivo de la inversión en los intercambiadores. Dichos estándares son
25 bar para los intercambiadores más sencillos y 40 bar para los más avanzados (14). Por ello
en la Tabla 6/1 se da la temperatura de saturación a 23,5 bar, permitiendo así visualizar la
máxima temperatura en el caso de operar con un ciclo subcrítico. Así mismo, se da la presión
crítica para saber a qué presión operar un ciclo supercrítico y controlar que no exceda de 38,5
bar. La presión de saturación a 35ºC permite evaluar la estanqueidad del condensador al
asumir 35ºC como una temperatura de condensación razonable cuando se dispone de una
torre de enfriamiento como foco frío que entregue el agua de refrigeración a 25ºC y la retorne a
la torre a 30ºC. Se deduce de la Tabla 6/1 que el n-pentano sólo debería usarse cuando la
temperatura de condensación fuese más elevada, por ejemplo cuando se emplease un
aerocondensador, con el que se tendrían unos 50ºC.

La Tabla 6/1 muestra el gradiente de cada fluido en un diagrama T-Q donde el calor se
representase de forma unitaria (1 sería el 100% de calor transferido). Este gradiente permite
clasificar los fluidos en grupos (sombreados en la figura). La Figura 6/8 muestra el diagrama T-
Q de los fluidos de mayor temperatura de cada grupo. Esta propiedad será de gran importancia
a la hora de seleccionar el fluido más adecuado para una fuente térmica, como se explicará
más adelante.

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Generación Eléctrica

Tabla 6/1. Propiedades de fluidos orgánicos seleccionados para ciclos ORC.

Fluido T. saturación a P. saturación T crítica P crítica Gradiente


23,5 bar [ºC] a 35ºC [bar]
[ºC] [bar] [K]

R218 67 11,3 72 26,4 54

R227ea 91 6,1 103 30,0 93

RC318 107 4,3 115 27,8 103

R236fa 109 3,8 125 32,0 120

isobutano 109 4,6 135 36,4 140

R245fa 130 2,1 154 36,5 159

n-butano 123 3,3 152 38,0 160

isopentano 164 1,3 187 33,7 187

n-pentano 173 1,0 197 33,6 198

180
isopentano
160

140
R245fa

120
R236fa
T [ºC]

100

80
R218
60

40

20
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [%]

Fig. 6/8. Diagrama T-Q de fluidos orgánicos con diferente gradiente.

20
Ciclos de cola

4.2. Tecnología de ciclos ORC

4.2.1. Tipología

En cuanto a tipología los ciclos pueden ser subcríticos o supercríticos, teniendo regenerador o
no. La Figura 6/9 muestra un esquema de un ciclo básico (sin regenerador) y la 6/10 uno con
regenerador. Ambas disposiciones podrían ser para ciclos subcríticos o supercríticos. En estos
esquemas sólo se han suprimido las tuberías secundarias y algún depósito de
almacenamiento, pero realmente son así de simples, debido a las especiales propiedades de
los fluidos.

Fig. 6/9. Esquema de un ciclo ORC básico.

21
Generación Eléctrica

Fig. 6/10. Esquema de un ciclo ORC con regenerador.

Los procesos en el ciclo básico son los mismos que en un ciclo de Rankine convencional, con
la salvedad de que la salida de la turbina siempre será sobrecalentada. En cuanto a la
introducción de la regeneración, en ORCs se realiza de forma diferente a los Rankine
convencionales. En estos últimos el vapor para precalentar el agua de alimentación a la caldera
obtiene a partir de extracciones intermedias de la turbina, no siendo este el caso en los ORC
donde a menudo las turbinas presentan un solo escalonamiento. En su lugar se aprovecha el
estado de vapor sobrecalentado a la salida de la turbina. En efecto, la Figura 6/11 muestra un
ciclo subcrítico no regenerado con isopentano. Se aprecia que la temperatura de salida de la
turbina (entrada al condensador) es elevada (85ºC), mientras que la de entrada a la caldera
(salida de la bomba) es reducida (36ºC). Esto hace que la temperatura media de rechazo de
calor del ciclo sea 5ºC más alta que la de condensación y que la de aceptación de calor sea de
119ºC cuando la de evaporación es de 164ºC. Con todo ello se logra un rendimiento de 17%.

La introducción de un regenerador que enfríe el vapor sobrecalentado antes de entrar al


condensador cediendo calor al líquido impulsado por la bomba antes de entrar a la caldera de
recuperación, tal como se muestra en el esquema de la Figura 6/10, permite mejorar el
rendimiento del ciclo, resultando el diagrama T-s de la Figura 6/12. En efecto, la temperatura

22
Ciclos de cola

media de rechazo de calor pasa a asemejarse a la de condensación (35,2ºC) y la de


aceptación de calor asciende a 134,6ºC resultando un rendimiento de 20,3%, es decir, un
incremento del 19,5% sobre el ciclo básico.

Al igual que en los ciclos combinados, la introducción de la regeneración siempre ha de buscar


un equilibrio entre el incremento de la temperatura de entrada a la caldera de recuperación y el
aprovechamiento de todo el potencial de calor contenido en la fuente de calor. Así, de nada
serviría lograr una elevada temperatura del fluido orgánico a la entrada de la caldera de
recuperación si eso supone que la salida de la fuente térmica de la misma no esté todo lo fría
que puede estar, lo que supondría que no se ha recuperado todo el calor posible. En estos
casos el incremento del rendimiento del ciclo logrado con la regeneración no suele compensar
la reducción del calor aportado. En definitiva, se trata de producir el máximo trabajo posible a
partir de un calor residual, no de diseñar un ciclo de máximo rendimiento.

250

200

23,5 bar
1
150
T [°C]

100
2

50 4
1,3 bar
3

0
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/11. Esquema de un ciclo ORC subcrítico sin regenerador realizado con isopentano.

23
Generación Eléctrica

250

200

23,5 bar
1
150
T [°C]

100
2
6
Calor regenerado

50 4
1,3 bar
3 5

0
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/12. Esquema de un ciclo ORC subcrítico con regenerador realizado con isopentano.

No obstante a lo anterior, en las aplicaciones industriales típicas de recuperación de humos de


combustión sí es posible la regeneración al tener que liberar los humos por encima de punto de
rocío ácido (a partir de 110ºC). Evidentemente, la introducción del regenerador también ha de
compatibilizarse con el estudio de viabilidad económica, pues no deja de ser un intercambiador
que requerirá una cierta inversión. Así, en aplicaciones de calores de baja temperatura (como
el agua de refrigeración de motores de cogeneración, entre 80 y 90ºC) suele desecharse la
regeneración por aportar poca ganancia frente a su inversión. En este sentido es preciso notar
que el potencial de regeneración se hace más importante cuanto mayor sea la temperatura de
salida de la turbina, que depende a su vez de la temperatura (presión en ciclos subcríticos) de
entrada.

La Figura 6/13 muestra el diagrama T-s de un ciclo con isopentano para recuperar el calor de
una corriente de agua que entra a la caldera a 90ºC y sale a 80ºC. En esta ocasión la
temperatura de salida de la turbina es de sólo 51ºC frente a la de impulsión de la bomba de
35,2ºC. Eso hace que la entrada a la caldera sólo asciende a 44,8ºC al poner el regenerador,
logrando que la temperatura media de rechazo de calor pase a ser de 35,2ºC frente a los
35,8ºC del ciclo básico. En cuanto a la temperatura media de aceptación de calor pasa de

24
Ciclos de cola

71,7ºC del ciclo básico a 73,8ºC en el regenerado. En conjunto el rendimiento del ciclo pasa de
8,87% del ciclo básico a 9,39% en el regenerado, lo que supone tan solo una mejora del 6%,
que puede no merecer la pena en cuanto a complejidad de la instalación e inversión.

En los ciclos supercríticos, de aplicación para recuperación de calores de alta temperatura,


siempre suele resultar adecuada la regeneración debido a la elevada temperatura de salida de
la turbina y a la elevada temperatura de salida de la fuente de la caldera de recuperación. En la
Figura 6/14 se da el diagrama T-s de un ciclo supercítico con isopentano para recuperar calor
de unos gases a 300ºC que se enfrían hasta 130ºC. En el ciclo básico la temperatura de
rechazo de calor es de 54,9ºC que se logra reducir hasta 35,23ºC en el regenerador; la de
aceptación de calor en el básico es de 142,5ºC que se incrementa hasta 179,5ºC en el
regenerado. En cuanto al rendimiento, pasa de 18,1% en el básico a 26,2% en el regenerado,
es decir, se incrementa un 45%.

250

200

150
T [°C]

100
4,3 bar 1

50 6 2
1,3 bar
4
3 5

0
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/13. Esquema de un ciclo ORC subcrítico con regenerador realizado con isopentano para una aplicación de
baja temperatura.

25
Generación Eléctrica

250
1
38,5 bar
200

150
2
T [°C]

100

50 4 1,3 bar
5
3

-50
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/13. Esquema de un ciclo ORC supercrítico con regenerador realizado con isopentano para una aplicación de
alta temperatura.

Los ciclos subcríticos suelen diseñarse con la salida de la caldera en vapor saturado para
aprovechar los fluidos secos e isentrópicos. Existen variantes de ciclos ORC subcríticos que
sobrecalientan el vapor antes de entrar en la turbina, pero resulta más eficaz en esos casos
recurrir a un ciclo supercrítico para no tener que reducir la presión de evaporación y lograr una
alta temperatura de aceptación de calor.

Si bien el enfoque es este tema se basa en las aplicaciones a los ciclos de cola de los ORC
también es posible integrarlos en cogeneración como ciclos de cabeza. Así, se pueden quemar
combustibles residuales o biomasa y aprovechar el calor de desrecalentamiento previo a la
entrada al condensador para producir calor útil. Otra posibilidad es emplear un hidrocarburo de
cadena larga para el ciclo y condensarlo a la temperatura del calor útil (100ºC a 200ºC)
obteniendo así una presión de condensación por encima del ambiente.

26
Ciclos de cola

4.2.2. Equipos

4.2.2.1. Expansor y bomba

Al tener los ciclos ORC pocos componentes y de reducido tamaño relativo son especialmente
útiles en aplicaciones de pequeña potencia. Así, se encuentran diseños desde 50 kWe hasta
alguna decena de MWe (15). En estos casos la principal diferencia se encuentra en la turbina,
que de forma genérica suele llamarse “expansor”. Lo normal es que en aplicaciones de
reducida potencia (por debajo de 150 kWe) se recurra a expansores volumétricos
(normalmente compresores de tornillo o “scroll” que operan en sentido inverso (16), mientras
que para aplicaciones mayores se recurre a turbinas de vapor escaladas. En el caso de
máquinas volumétricas es preciso tener en cuenta el volumen específico del fluido con objeto
de aprovechar adecuadamente la cilindrada de la máquina. El rendimiento isentrópico en las
turbinas para los tamaños habituales varía entre el 75 y el 85%.

La bomba no presenta peculiaridades relevantes, siendo de tipo rotodinámica y normalmente


multietapa por las presiones a emplear (como se verá es frecuente al menos 23,5 bar, es decir,
unos 235 mca). El rendimiento isentrópico de las bombas de estos tamaños varía entre el 70 y
el 75%.

4.2.2.2. Caldera de recuperación

Es el intercambiador de calor que capta el calor de la fuente térmica. En las aplicaciones para
ciclos de cola industriales dicha fuente puede clasificarse en tres categorías:

 Humos de combustión o de proceso a 300ºC que por limitaciones del punto de rocío
ácido no pueden ser enfriados por debajo de 130ºC. Presentan un elevado gradiente
en el diagrama T-Q (170 K).

 Agua de refrigeración de media temperatura, como la de camisas de motores de


cogeneración, a 90ºC. Su gradiente es muy reducido (10 K).

 Situaciones intermedias, con humos entre 200ºC a 250ºC que se enfrían hasta
temperaturas entre 110ºC y 130ºC. El gradiente es intermedio (70 a 140 K).

27
Generación Eléctrica

En el caso de que el fluido de la fuente térmica sea un gas, como humos de combustión, la
caldera será similar a una batería de refrigeración, es decir, un intercambiador de tubos
aleteados por cuyo interior circulará el fluido orgánico a alta presión y por el exterior, en el lado
aleteado, los humos a presión similar a la atmosférica. En este tipo de intercambiadores se
puede asumir un acercamiento de 10ºC.

Cuando la fuente térmica sea un líquido, como el agua de refrigeración de las camisas de un
motor, la caldera será preferiblemente un intercambiador de calor de placas con el que se
puede lograr un acercamiento de entre 3,5ºC a 5ºC.

En cuanto a las presiones de trabajo máximas de los intercambiadores se admiten 25 bar para
intercambiadores convencionales y 40 bar para mejorados (14). Con estas presiones los
materiales y los procedimientos de fabricación no han de ser especiales, manteniendo la
inversión de la planta en unos márgenes razonables. Por ello, la presión máxima de los ciclos
subcríticos se habrá de fijar en 23,5 bar y la de los supercríticos en 38,5 bar.

En el caso de disponer de calores de temperaturas mayores de 300ºC no se puede realizar el


acoplamiento térmico de la fuente al fluido orgánico directamente en la caldera de
recuperación. La razón está en que los fluidos orgánicos presentan temperaturas máximas de
trabajo por motivo de descomposición que no han de ser superadas. Estas temperaturas
suelen ser del orden de los 200ºC a 250ºC para los fluidos sintéticos (refrigerantes
halogenados) y mucho más elevadas para los fluidos naturales (butano y pentano). Algunos
hidrocarburos de cadena más larga (dodecano, nonano, octano, ciclohexano, …) son muy
adecuados para temperaturas elevadas (500ºC) pero presentan el inconveniente de tener una
presión de elevado vacío a temperatura ambiente. Por todo lo anterior, para poder seguir
usando los fluidos orgánicos en su rango adecuado se recurre al uso intermedio de un aceite
térmico de modo que en una batería los gases calientes cedan calor a un aceite térmico (con
temperaturas máximas de trabajo entre 300ºC y 400ºC) y éste en un intercambiador de calor de
placas ceda su calor al fluido orgánico.

28
Ciclos de cola

Un aspecto especialmente relevante a la hora de calcular la caldera de recuperación es la


obtención de su diagrama T-Q, especialmente en ciclos supercríticos. En efecto, como se
aprecia en la Figura 6/13 parte del intercambio de calor en la caldera se produce en las
proximidades del punto crítico, donde el calor específico tiende a infinito y por tanto la
temperatura pasa por una meseta. Eso provoca perfiles T-Q no lineales que sitúan el
acercamiento en puntos interiores del intercambiador, tal como se ilustra en la Figura 6/14 en la
que con unos humos que llegan a la caldera a 250ºC y se enfrían hasta 130ºC el acercamiento
es de 15ºC a la entrada del fluido orgánico a la caldera, pero el acercamiento mínimo se
produce en el interior del intercambiador, resultando de 3,6ºC. Para calcular el acercamiento
real es preciso obtener el diagrama T-Q punto a punto mediante el siguiente algoritmo
(notación particularizada para un ciclo regenerativo):

i = 1, N

q[i] = (i-1)/(N-1)

q[i] = (h[i]-h_6)/(h_1-h_6)

T_o[i] = T(p, h[i]) (6-1)

T_g[i] = T_gs + (T_ge-T_gs)*q[i]

A[i] = T_g[i] – T_o[i]

end

PP = min(A[1..N])

donde:

q : fracción de calor intercambiado (p.u.)


h : entalpía del fluido orgánico en el interior de la caldera
h_1 : entalpía del fluido orgánico a la salida de la caldera
h_6 : entalpía del fluido orgánico a la entrada de la caldera
T_o : temperatura del fluido orgánico en el interior de la caldera
p : presión del fluido orgánico en el interior de la caldera
T_g : temperatura de la fuente térmica en el interior de la caldera
T_ge : temperatura de la fuente térmica a la entrada de la caldera
T_gs : temperatura de la fuente térmica a la salida de la caldera
A : acercamiento puntual en la caldera

29
Generación Eléctrica

260

240

220

200
T [ºC]

180

160

140

120

100
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.]

Fig. 6/14. Diagrama T-Q de una caldera de recuperación con isopentano. El acercamiento aparente a la entrada del
fluido orgánico de 15ºC realmente se reduce a 3,6ºC en el interior de la caldera.

4.2.2.3. Condensador

El fluido orgánico se elegirá para que a la temperatura de condensación esté a presión por
encima del ambiente, lo que elimina el riesgo de entrada de aire en el condensador. Los
medios de enfriamiento habituales serán el agua de torre, con la que se puede asumir una
temperatura de condensación de 35ºC, y el aire ambiente que conducirá a una temperatura de
condensación nominal de 50ºC. En el primer caso el condensador será un intercambiador de
placas y en el segundo un aerocondensador.

Evidentemente, siempre que sea posible será preferible el empleo de una torre como foco frío,
si bien la opción del aerocondensador es bastante frecuente en ciclos ORC al buscar
instalaciones sencillas y compactas. En el caso de recurrir a un aerocondensador sería
preferible emplear n-pentano, que a 35ºC presenta una temperatura algo inferior a 1 bar pero a
50ºC su presión de saturación ya está por encima claramente de la presión ambiente y sus
propiedades producen mejores rendimientos que el isopentano, compensando así en parte la
operación a temperatura de condensación elevada.

30
Ciclos de cola

4.2.2.4. Regenerador

El regenerador es un intercambiador de calor recorrido en ambas corrientes por el fluido


orgánico que en el lado caliente es vapor sobrecalentado a baja presión (entre 1 y 5 bar) y en
el frío líquido comprimido a alta presión (entre 4 y 38,5 bar). El mejor diseño, ante estas
características, es un intercambiador de calor de placas con un acercamiento de entre 3,5ºC y
5ºC. Debido a que el flujo másico es el mismo en ambas corrientes y que el calor específico
menor se da en la corriente caliente dicho acercamiento siempre se sitúa en la salida de la
corriente caliente y la entrada de la fría (se asume circulación en contracorriente), con lo que la
efectividad2 viene dada como:

T2  T5
 [6-2]
T2  T4

En los regeneradores la efectividad (ε) puede adoptar valores atípicos cuando el potencial de
regeneración (T2 – T4) es pequeño, como ocurre en los ciclos subcríticos con temperaturas
reducidas de la fuente térmica. Para ilustrar esto considérese un intercambiador de calor
equilibrado, es decir, con la misma capacidad calorífica (producto del flujo másico por el calor
específico) en ambas corrientes. En este caso la eficiencia se puede expresar como:



Tce  T fe  T   1 T
[6-3]
Tce  T fe Tce  T fe

La ecuación (6-3) indica que para un mismo acercamiento cuanto menor sea el potencial de
regeneración menor resultará la efectividad. La Figura 6/15 muestra este efecto para una
temperatura fría de entrada de 35ºC y un acercamiento de 3,5ºC. Así, para una temperatura
caliente de entrada de 150ºC la efectividad resulta del 97%, mientras que el mismo
acercamiento para una temperatura caliente de entrada de 50ºC se produce una efectividad del
77%. Este ejemplo ilustra que el diseño del regenerador se ha de hacer estableciendo el
acercamiento deseado y no la efectividad del intercambiador.

2
Parámetro ε del método ε-NTU (14) (18)

31
Generación Eléctrica

0,95

0,9
[p.u.]

0,85

0,8

0,75
50 70 90 110 130 150
Tce [ºC]

Fig. 6/15. Variación de la efectividad de un intercambiador de calor equilibrado con la temperatura de entrada del
fluido caliente para un acercamiento de 3,5ºC y una temperatura de entrada del fluido frío de 35ºC.

4.3. Selección de ciclos ORC

En esta sección se van a dar unas pautas para seleccionar el ciclo más adecuado a la fuente
térmica. Con fines comparativos se obtendrán rendimientos de los diferentes ciclos en los que
se asumirán los valores numéricos establecidos previamente. En concreto, se tomarán unos
rendimientos isentrópicos de 85% para la turbina y de 75% para la bomba; acercamiento de
3,5ºC en el regenerador; temperatura de condensación de 35ºC; pérdidas de carga nulas en
tuberías y conductos.

4.3.1. Ciclos subcríticos

Humos de gradiente elevado.

En este caso la selección del fluido resulta muy sencilla, dado que los ciclos desarrollados por
los fluidos de la Tabla 6/1 siempre quedan por debajo de la línea de los gases en el diagrama
T-Q. Por ello, la selección se ha de dirigir hacia el fluido de mayor temperatura de saturación a
la máxima presión permitida (23,5 bar para un diseño económico). Por tanto, el mejor fluido

32
Ciclos de cola

sería el n-pentano, pero asumiendo que se condensa con torre no es prudente su uso por
posibles problemas de estanqueidad en el condensador. El siguiente candidato sería el
isopentano.

La Tabla 6/2 muestra unos resultados representativos. El rendimiento alcanzado con el


isopentano es claramente mayor que con el R245fa por dos razones: la temperatura máxima
del ciclo es mayor en el isopentano; por otra parte, el regenerador resulta más eficaz en el
isopentano, logrando una temperatura de entrada a la caldera 23ºC superior. La combinación
de ambos efectos provoca una reducción del 23% en el trabajo que se puede obtener de los
humos empleando R245fa frente a isopentano. La Figura 6/16 muestra el diagrama T-Q de
ambos fluidos. La Figura 6/17 muestra el ciclo para el isopentano.

Tabla 6/2. Resultados significativos para humos de elevado gradiente.

isopentano R245fa
Presión caldera [bar] 23,5 23,5
Temperatura salida caldera [ºC] 164 130,2
PP caldera [ºC] 58,5 82
Presión condensador [bar] 1,29 2,11
Temperatura entrada condensador 39,9 39,7
[ºC]
Efectividad regenerador [%] 92,8 82,3
Temperatura entrada caldera [ºC] 71,5 48
Rendimiento ciclo [%] 20,3 15,6

33
Generación Eléctrica

300

250
Gases
200
isopentano
T [ºC]

150
R245fa

100

50

0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.]

Fig. 6/16. Diagrama T-Q de para el acoplamiento a gases residuales de alto gradiente. El isopentano obtiene una
eficiencia de 20,3% frente al R245fa de 15,6%.

250

200

23,5 bar 1
150
T [°C]

100
6 2

50 4
1,3 bar 5
3

0
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/17. Diagrama T-s del isopentano para el acoplamiento a gases residuales de alto gradiente.

34
Ciclos de cola

4.3.1.2. Agua de refrigeración de media temperatura

En aplicaciones de calores procedentes de agua de refrigeración el perfil T-Q de la fuente es


bastante plano por lo que interesa recurrir a fluidos con la máxima pendiente en el diagrama T-
Q para maximizar la aceptación de calor en cambio de fase y aumentar con ello la temperatura
media. Será preciso adaptar la presión para lograr un acercamiento adecuado, que al ser agua
el fluido primario se puede situar en 5ºC. Esta reducción de la presión hace que el regenerador
funcione peor, lográndose unas menores temperaturas de entrada a la caldera de
recuperación.

El fluido de mayor pendiente de los dados en la Tabla 6/1 es el isopentano, al que será preciso
reducirle mucho la presión máxima del ciclo dado que su temperatura de saturación a 23,5 bar
excede claramente las temperaturas de la fuente de calor. Otra opción aparentemente lógica
sería elegir un fluido con una temperatura próxima a la de la fuente térmica, que en este caso
puede hacerse por la reducida temperatura de ésta. Tal sería el caso del R227ea. La Tabla 6/3
compara los resultados obtenidos con ambos fluidos, siendo el rendimiento del isopentano un
5,5% superior al del R227ea. En esta ocasión ambos fluidos presentan una temperatura de
evaporación similar, pero el regenerador es algo más eficaz en el isopentano. La Figura 6/18
muestra el T-Q de ambos fluidos. La Figura 6/19 muestra el ciclo seguido por el isopentano.

Tabla 6/3. Resultados significativos para agua de refrigeración con reducido gradiente.

isopentano R227ea
Presión caldera [bar] 4,27 18,3
Temperatura salida caldera [ºC] 77,2 79,2
Acercamiento en caldera [ºC] 5 5
Presión condensador [bar] 1,29 6,09
Temperatura entrada condensador 38,7 39,6
[ºC]
Efectividad regenerador [%] 78,0 67,5
Temperatura entrada caldera [ºC] 44,8 41,6
Rendimiento ciclo [%] 9,39 8,54

35
Generación Eléctrica

90
Fuente térmica

80 R227ea
isopentano

70
T [ºC]

60

50

40
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.]

Fig. 6/18. Diagrama T-Q de para el acoplamiento con agua de refrigeración. El isopentano obtiene una eficiencia de
9,4% y el R227ea de 8,5%.

250

200

150
T [°C]

100
4,3 bar 1

50 6 2
1,3 bar
4
3 5

0
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0
s [kJ/kg-K]

Fig. 6/19. Diagrama T-s del isopentano para el acoplamiento con agua de refrigeración.

36
Ciclos de cola

4.3.1.3. Humos de gradiente intermedio

En el caso de aplicaciones con gases de pendiente intermedia la situación vuelve a ser la


misma que en los de pendiente elevada dado que el punto de estricción aún supera los 10ºC.
Sólo en el caso de que los humos estuviesen por debajo de 200÷210ºC habría que reducir algo
la presión del fluido orgánico hasta lograr situar nuevamente el acercamiento en el valor
deseado. La Tabla 6/4 recoge los resultados para el isopentano y el R245fa, siendo éstos los
mismos que en los gases con gradiente elevado a excepción del punto de estricción en la
caldera que ahora se ha reducido. En la Figura 6/20 se recoge el T-Q para estos fluidos,
apreciándose un mayor acercamiento de ambos a la línea de gases.

Tabla 6/4. Resultados significativos para gases de gradiente intermedio.

isopentano R245fa
Presión caldera [bar] 23,5 23,5
Temperatura salida caldera [ºC] 164 130
PP caldera [ºC] 21,3 47,7
Presión condensador [bar] 1,29 2,11
Temperatura entrada condensador [ºC] 40 40
Efectividad regenerador [%] 92,6 81,9
Temperatura entrada caldera [ºC] 71,4 48
Rendimiento ciclo [%] 20,3 15,6

37
Generación Eléctrica

230

190
isopentano
Gases
150
T [ºC]

R245fa

110

70

30
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.]

Fig. 6/20. Diagrama T-Q de para el acoplamiento a gases residuales con gradiente intermedio. El ciclo ORC es el
mismo que en el acoplamiento a gases de elevado gradiente al ser el punto de estricción superior a 10ºC.

4.3.2. Ciclos supercríticos

En los ciclos supercríticos el proceso de aporte de calor se realiza sin evaporación, por lo que
no aparece una meseta de temperatura constante en el diagrama T-Q. Esto permite que la
línea de temperatura del fluido orgánico en la caldera de recuperación pueda eventualmente
ser paralela a la de la fuente térmica, logrando así la máxima temperatura media de aceptación
posible.

Para lograr una adecuada adaptación del fluido a la fuente térmica es preciso seleccionar éste
de modo que se logre el acercamiento deseado en la caldera con el máximo rendimiento. Las
Figuras 6/21 a 6/26 muestran para varios fluidos la temperatura de entrada a la caldera (figuras
A) y el máximo rendimiento (figuras B) en función de la temperatura de salida de la caldera
(entrada en turbina). El proceso de selección se inicia por la figura A buscando un fluido cuya
temperatura de entrada en caldera sea inferior al menos en el acercamiento deseado a la
mínima temperatura de la fuente térmica y cuya temperatura de salida sea también inferior al
menos en el acercamiento deseado a la temperatura máxima de la fuente térmica. Una vez

38
Ciclos de cola

seleccionados los fluidos que verifican esta restricción se determina su rendimiento en la figura
B a partir de la temperatura de salida de caldera dada por la figura A.

Los resultados mostrados en las Figuras 6/21 a 6/26 asumen una presión en la caldera de
recuperación de 38,5 bar.

Los casos en los que puede aplicarse un ciclo supercrítico pueden clasificarse según el
gradiente de la fuente térmica:

 Fuente térmica de alto gradiente. En este caso la temperatura limitante es la mínima


de la fuente, y por tanto, la de entrada a la caldera de recuperación. Por ejemplo, con
unos gases de combustión que se enfrían desde 300ºC hasta 130ºC se tiene:

o El mayor rendimiento lo presentan los pentanos. Se selecciona el isopentano por


tener mayor presión de condensación.

o Se busca en la Figura A la temperatura de salida de caldera correspondiente a


una entrada de 120ºC (acercamiento de 10ºC), resultando 230ºC, inferior a
290ºC y por tanto válida. Nótese que la temperatura de entrada en caldera para
una salida de 290ºC es de 170ºC, superior a la mínima de la fuente y por tanto
no válida.

o Se busca en la Figura B el rendimiento que produce el isopentano para una


temperatura de salida de caldera de 230ºC, resultando un 26%.

 Fuente térmica de gradiente intermedio. En este caso la temperatura limitante es la


máxima de la fuente, y por tanto, la de salida de la caldera de recuperación. Por
ejemplo, con unos gases de combustión que se enfrían desde 180ºC hasta 130ºC se
tiene:

o El mayor rendimiento lo presentan los butanos, ya que los pentanos requieren


una temperatura mínima de salida de caldera de 190ºC (en caso contrario la
salida de la turbina se situaría en vapor húmedo).

o Se busca en la Figura A la temperatura de entrada en caldera correspondiente a


una salida de 170ºC (acercamiento de 10ºC), resultando 70ºC para el n-butano y
80ºC para el isobutano, ambas inferiores a 120ºC y por tanto válidas. Nótese

39
Generación Eléctrica

que la temperatura de salida de caldera para una entrada de 140ºC resulta


superior a 250ºC, excediendo por tanto a la máxima de la fuente.

o Se busca en la Figura B el rendimiento que producen ambos butanos para


170ºC, siendo el máximo un 19,2% para el n-butano.

100
Figura A

90
T entrada caldera [ºC]

R218
80
R236fa

70

60
R245fa

50

40
100 110 120 130 140 150 160 170 180
T salida caldera [ºC]
Figura 6/21. Temperaturas en la caldera de recuperación en ciclos supercíticos para fuentes térmicas medias.

40
Ciclos de cola

0,22
Figura B
0,2 R245fa

0,18

0,16
[p.u.]

R236fa

0,14

0,12 R218

0,1

0,08
100 110 120 130 140 150 160 170 180
T salida caldera [ºC]
Figura 6/22. Rendimiento en ciclos supercíticos para fuentes térmicas medias.

180
Figura A
160

140
T entrada caldera [ºC]

120

100

no
80 u ta
o

b
tan

iso
o

no
tan
pen

u ta
b
en

60 n-
iso

n-p

40
140 180 220 260 300
T salida caldera [ºC]
Figura 6/23. Temperaturas en la caldera de recuperación en ciclos supercíticos para fuentes térmicas elevadas.

41
Generación Eléctrica

0,32
Figura B
0,3

0,28 tano
n-bu
0,26 uta no
isob
0,24
[p.u.]

0,22

0,2
o
no

ntan
enta

0,18
n-pe
isop

0,16

0,14
140 180 220 260 300
T salida caldera [ºC]
Figura 6/24. Rendimiento en ciclos supercíticos para fuentes térmicas elevadas.

225
Figura A

185

RC318
T entrada caldera [ºC]

145

105
R125

65

25
100 150 200 250 300 350
T salida caldera [ºC]

Figura 6/25. Temperaturas en la caldera de recuperación en ciclos supercíticos para fuentes térmicas de amplia
banda.

42
Ciclos de cola

0,32
Figura B

0,28

0,24 RC318
[p.u.]

0,2

0,16

0,12 R125

0,08
100 150 200 250 300 350
T salida caldera [ºC]
Figura 6/26. Rendimientos en ciclos supercíticos para fuentes térmicas de amplia banda.

Tras seleccionar el fluido es preciso obtener con detalle el diagrama T-Q en la caldera,
especialmente si el gradiente del fluido es muy similar al de la fuente. Así por ejemplo, para una
fuente que se puede enfriar desde 250ºC hasta 140ºC resulta que el isopentano es la elección
óptima, diseñándose la caldera para un acercamiento de 10ºC, supuestamente constante en
toda la zona de intercambio. Sin embargo, la Figura 6/27 muestra que el acercamiento real
realmente es negativo debido a que la temperatura crítica queda centrada en la zona de
trabajo. En este caso es preciso incrementar el acercamiento en los extremos del
intercambiador hasta lograr el mínimo deseado (10ºC), tal como se ha hecho en la Figura 6/28
en la que se ha puesto en 25,7ºC.

43
Generación Eléctrica

0,32
Figura B

0,28

0,24 RC318
[p.u.]

0,2

0,16

0,12 R125

0,08
100 150 200 250 300 350
T salida caldera [ºC]
Fig 6/27. Acercamiento negativo en la caldera de recuperación debido a operar en las proximidades del punto crítico.

260

240

220

200
T [ºC]

180

160

140

120

100
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.]

Fig 6/28. Incremento del acercamiento en la entrada y salida de la caldera para lograr el acercamiento requerido de
10ºC en el punto más desfavorable.

44
Ciclos de cola

Otra visualización del efecto de la temperatura crítica se da en la Figura 6/29 donde se


comparan los máximos rendimientos para el isobutano y el isopentano al variar la temperatura
máxima de la fuente para una mínima establecida (130ºC). Para temperaturas de entrada de
fuente bajas el acercamiento en la caldera se produce en la salida de fluido orgánico
(circulación en contracorriente); conforme la temperatura de entrada de la fuente va creciendo
la posición del acercamiento se va desplazando por el intercambiador hasta que se sitúa en la
salida de la fuente. A partir de ese momento, por mucho que crezca la temperatura de la fuente
el rendimiento del ciclo no varía. Si la temperatura crítica del fluido está centrada en la zona de
trabajo de la fuente (como en el isopentano) esa meseta de rendimiento puede ser
inapreciable; por el contrario, si la temperatura crítica es inferior a la de trabajo de la fuente la
meseta se aprecia claramente, como en el isobutano. Este desplazamiento del acercamiento
por el interior de la caldera se visualiza en la Figura 6/30.

0,28

isopentano
0,26

0,24
[p.u.]

isobutano

0,22

0,2

0,18
200 220 240 260 280 300
T máxima de la fuente [ºC]

Fig 6/29. Rendimientos máximos para dos fluidos orgánicos en ciclo supercítico con temperatura mínima de la fuente
de 130ºC (parámetros de la Tabla 6/5; acercamiento en la caldera de 10ºC).

45
Generación Eléctrica

200 260

180 240

160 220

140 200
T [ºC]

T [ºC]
120 180

100 160

80 140

60 120

40 100
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.] Q [p.u.]

(a) (b)
300

280

260

240

220
T [ºC]

200

180

160

140

120
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Q [p.u.]

(c)

Fig. 6/30. Desplazamiento del acercamiento mínimo por el interior de la caldera de recuperación según la
temperatura de entrada de la fuente (acercamiento en la caldera de 10ºC).

46
Ciclos de cola

5. CASOS ESTUDIO

5.1. Industria cementera

Una industria cementera tiene una producción anual de 690.000 toneladas de clinker operando
8.070 horas al año. La demanda eléctrica es de 180 kJ/kg de clinker y dispone de un calor
residual (referido a 20ºC) de 1.000 kJ/kg de clinker a 300ºC.

El calor residual está disponible en forma de gases de combustión con un calor específico de
1,1 kJ/kg-K y no pueden ser enfriados más allá de 130ºC por problemas de condensaciones
ácidas.

Analizar la viabilidad técnica de un ciclo ORC. Se tomará para la turbina una eficiencia de 85%
y de 75% para la bomba. El acercamiento del regenerador será de 3,5ºC y el de la caldera para
el ciclo supercrítico de 10ºC. Se desprecian las pérdidas de carga.

El flujo de clinker resulta:

 690.000 ton   1.000 kg  1h 


m cnk        23,75 kg / s
 8.070 h  1ton  3.600 s 

Con eso el flujo de gases de los humos resulta:

 h 1,1 300  20  m


1.000 kJ / kg  23,75 kg / s  m  h  80 kg / s

La potencia disponible realmente para el ORC es de:

Análisis del ciclo subcrítico

Siguiendo los criterios establecidos en el texto la elección es muy simple, dada la relativamente
alta temperatura de la fuente. Se escoge el isopentano por presentar la mayor temperatura de
saturación a 23,5 bar con una presión de condensación a 35ºC por encima del ambiente. La
solución fue presentada ya en la Tabla 6/3, parte de la cual se reproduce por comodidad en la
Tabla 6/5.

47
Generación Eléctrica

La potencia eléctrica producida será, por tanto, de 3.037 kWe. La Figura 6/17 ya mostraba el
diagrama T-s del ciclo, dándose en la 6/31 el diagrama T-Q de la caldera de recuperación y en
la 6/32 el T-Q del regenerador.

Tabla 6/5. Resultados del ciclo subcrítico para el Caso Estudio 5.1.

isopentano
Presión caldera [bar] 23,5
Temperatura salida caldera [ºC] 164
PP caldera [ºC] 58,5
Presión condensador [bar] 1,29
Temperatura entrada condensador 39,9
[ºC]
Efectividad regenerador [%] 92,8
PP regenerador [ºC] 3,5
Temperatura entrada caldera [ºC] 71,5
Rendimiento ciclo [%] 20,3

300

250

200
T [ºC]

150

100

50

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Q [MW]

Fig. 6/31. Diagrama T-Q de la caldera de recuperación en el ciclo subcrítico del Caso Estudio 5.1.

48
Ciclos de cola

90

80

70
T [ºC]

60

50

40

30
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Q [MW]

Fig. 6/32. Diagrama T-Q del regenerador en el ciclo subcrítico del Caso Estudio 5.1.

Análisis del ciclo supercrítico

Consultando la Figura 6/24 para 300ºC de temperatura de salida de caldera se ve que el


isopentano es el fluido que mayor rendimiento produce, hecha ya la salvedad de la presión de
condensación. Sin embargo, en la Figura 6/23 se ve que para 300ºC la temperatura de entrada
a la caldera debería ser cercana a 180ºC. En el caso propuesto los humos no se pueden enfriar
más allá de 130ºC, con lo que con un acercamiento de 10ºC resulta una temperatura de
entrada en caldera máxima de 120ºC. Para dicha temperatura la Figura 6/23 arroja 230ºC
como temperatura del isopentano a la salida de la caldera, que está por debajo de los 300ºC de
la fuente y por tanto es válida.

La solución se muestra en la Tabla 6/6, lográndose una potencia eléctrica de 3.920 kW. Las
Figura 6/33 y 6/34 muestras los diagramas T-Q de la caldera de recuperación y del
regenerador, respectivamente. En el caso de la caldera, y debido a relativamente elevada
temperatura de la fuente, se logra que el acercamiento máximo se produzca a la salda de los
humos. Por otra parte, a poder trabajar el fluido orgánico a temperaturas elevadas el calor
regenerado resulta más del doble que en el caso del ciclo subcrítico.

49
Generación Eléctrica

Tabla 6/6. Resultados del ciclo supercrítico para el Caso Estudio 5.1.

isopentano
Presión caldera [bar] 38,5
Temperatura salida caldera [ºC] 230,5
PP caldera [ºC] 10
Presión condensador [bar] 1,29
Temperatura entrada condensador 40,8
[ºC]
Efectividad regenerador [%] 96,8
PP regenerador [ºC] 3,5
Temperatura entrada caldera [ºC] 120
Rendimiento ciclo [%] 26,2

300

250

200
T [ºC]

150

100

50

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Q [MW]

Fig. 6/33. Diagrama T-Q de la caldera de recuperación en el ciclo supercrítico del Caso Estudio 5.1.

50
Ciclos de cola

150

130

110
T [ºC]

90

70

50

30
0 1 2 3 4 5 6 7
Q[MW]

Fig. 6/34. Diagrama T-Q del regenerador en el ciclo supercrítico del Caso Estudio 5.1.

Comparativa de resultados

En la Tabla 6/7 se resumen los resultados obtenidos con la tecnología ORC frente a los
logrados con la solución de Rankine convencional (desarrollada en el Ejemplo 6/1). Como se
aprecia, el resultado en potencia eléctrica producida con el ciclo ORC subcrítico es muy similar
al logrado con la solución convencional, logrando la solución de ORC supercrítico una mejora
del 29%.

Tabla 6/7. Comparativa de soluciones para el Caso Estudio 5.1.

Fluido Agua Isopentano Isopentano


Ciclo Subcrítico Subcrítico Supercrítico
Presión caldera [bar] 4 23,5 38,5
Presión condensador [bar] 0,056 1,29 1,29
Potencia térmica recuperada [kW] 13.899 14.960 14.960
Temperatura salida humos [ºC] 142 130 130
Potencia eléctrica neta [kW] 3.038 3.037 3.920

51
Generación Eléctrica

5.2. Calor de refrigeración de un motor de cogeneración

Se pretende revalorizar el calor de refrigeración de un motor de cogeneración de gas natural de


3 MWe. El agua de refrigeración sale del motor a 90ºC y retorna a 80ºC, liberando una potencia
térmica de 1.500 kW. Dado que la instalación va a ser reducida se toma como eficiencia para la
turbina 75% y para la bomba 70%. La temperatura de condensación es de 35ºC y el
acercamiento en la caldera se toma de 5ºC.

Analizar la viabilidad de un ciclo ORC subcrítico con isobutano.

En esta ocasión se presenta un diseño real, que incluye el trazado de los conductos y la
determinación de las pérdidas de carga (17). Las pérdidas de carga en todo el circuito
(incremento de presión en la bomba menos salto de presión en la turbina) ascienden a 65 kPa.

La Tabla 6/8 resume los principales resultados. El ciclo produce 102,2 kWe en el punto
nominal, lo que supone una mejora del 3,3% del rendimiento eléctrico equivalente del motor de
partida. Resulta significativo el incremento en el ahorro de energía primaria, que llega a
situarse en el 8,6% para el punto nominal, acercándose al 10% mínimo exigido para calificar la
cogeneración como de alta eficiencia, y merecedora por tanto de disponer de certificado de
garantía de origen. El rendimiento neto del ciclo es del 6,8%, que considerando los focos entre
los que opera supone algo más de un 42% del rendimiento máximo alcanzable.

Tabla 6/8. Prestaciones energéticas antes y después de la inclusión del ORC (humos enfriados
hasta 120ºC) para el Caso Estudio 5.2.

Motor original Motor con ORC


Consumo combustible (Q, kW) 7.148 7.148
Calor útil (V, kW) 1.671 1.671
Electricidad (E, kW) 3.029 3.131
Rendimiento eléctrico [%] 42,4 43,8
Rendimiento térmico [%] 23,4 23,4
Rendimiento global [%] 65,8 67,2
Rendimiento el. equivalente [%] 57,3 59,2
Ahorro de energía primaria [%] 6,3 8,6

52
Ciclos de cola

La Figura 6/35 muestra un esquema de principio. Como se aprecia, no se ha empleado


regenerador al tratarse de un ciclo subcrítico con baja temperatura de la fuente. La Figura 6/36
muestra la implantación real.

Fig. 6/35. Esquema de principio del ciclo ORC para el Caso Estudio 5.2.

Fig. 6/36. Vista frontal del ciclo ORC diseñado para el Caso Estudio 5.2. La profundidad es de 5 m.

53
Generación Eléctrica

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Ciclos de cola

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